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Full text of "Diccionario de Chilenismos y de otras voces y locuciones viciosas"

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DICCIONARIO 

DE  CHILENISMOS 


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DICCIONARIO 

DE  CHILENISMOS 

y  DE  OTM^  LOCUCIONES  VICIOSAS 

FOR 
MANUEL  ANTOXIO  ROMÍX, 

Arcediaaio  d«*  la  ITIctropolítaiin  de  ^autingo  de  Chile 

y  Vicario  Cíeiiernl  del  Arzobispado, 

^lieittbro  de  la  Academia  Cíiileiia  eorrespoiiiliente  de  la  Real  EspaOola 

de  la  Arcadia  Roiiianu 

y  de  la  Facultad  de  Teología  de  la  Iniversidad  dr>  Chile. 


TOMO  V 
I^  ífi$  T  1l   ^^  >^^  X  ^5¿^  Z. 

Y  SUPLEMENTO   A   ESTAS   LETRAS 


SANTIAGO  DE  CHILE 
IMPRENTA  DE  SAN  JOSÉ 

Avenida  CclndcU.  31 

1916-18 


I  7  W  9    I   ^ 


PHOLOOO 


Habla  de  mis  abueloa,  rica,  noble, 
Limpia,  sonora,  ¡olí,  cómo  te  pervierte 
La  atrevida  ignorancia  a  paso  doble! 
La  jerga  modernista  (1)  ¡oh  dura  suerte! 
y  de  Paria  la  frase  o  de  Grenoble 
Conspiran  de  consuno  a  darte  muerte, 
Y  pocos  salen  ¡ay!  a  tu  defensa 
Ni  en  la  tribuna  libre  ni  en  la  prensa. 
(Bretón  de  los  Herreros,  La  Desver- 
[güenza,  C.  VII,  oct.  Lili). 

¡so  se  altere  vuestra  merced,  que  ya  hay  quien 
diga  que  están  bien  en  nuestra  lengua  cuantas  pe- 
regrinidades  tiene  el  universo,  de  suerte  que,  aun- 
que venga  huyendo  una  oración  bárbara  de  la  grie- 
ga, latina,  francesa  o  garamanta,  se  puede  acoger 
a  nuestro  idioma,  que  se  ha  hecho  casa  de  embaja- 
dor; valiéndose  de  que  no  se  ha  de  hablar  común, 
porque  es  vulgar  bajeza.  (Lope  de  Vega,  Giiznián 
el  Bravo^. 

Cuenta  la  historia  que  uno  de  lo.s  padres  de  la  medicina,  Claleno, 
después  de  hacer  la  más  prolija  anatomía  del  cuerpo  humano,  e.K- 
ilamó:  "Con  esto  he  entonado  el  mejor  himno  al  Criador.'  Después 
de  analizar  también  los  vocablos  propios  de  Chile,  las  frases,  refra- 
nes, locuciones  y  modismos,  desentrai'iando  sus  varios  significados, 
propios  y  metafóricos,  examinándolos  y  descomponiéndolos  ha.sta 
dar  con  sus  a  veces  profundas  y  desconocidas  raíces,  paréceme  del 
caso  decir,  imitando  al  médico  griego:  He  hecho  el  mejor  retrato 
de  mis  paisanos,  porque  he  recogido  e  interpretado  su  lenguaje,  que 
es  el  cjue  nos  da  como  espejada  toda  su  alma.  En  efecto,  no  hay 
mejor  museo  para  conocer  el  ingenio  y  habilidad  de  un  pueblo,  su 
índole  y  sus  costumbres,  sus  tendencias  y  hasta  sus  vicios,  que  la 


(1)  (?f»-wa»!7  escribió  el  autor;  ma.t,  como  la, 9ei"H¡o»/a  (jerga  de  gitanos,  de 
ladrones  o  rufianes)  no  es  tan  usada  en  Chile  ni  hace  tanto  mal  a  la  lengua, 
nos  toma-nos  la  licencia  de  cambiar  aquel  adjetivo  por  modernista,  que  tiene 
entre  nosotros  mayor  aplicación. 


-  VI  — 

lengua  misma  que  habla,  como  que  en  ella  quedan  cristalizadas  sus 
üi-.urifiicias  y  genialidades,  sus  pesares  y  alegrías,  sus  equívocos, 
lodo  lo  que  brota  dé  su  magín  malicioso  y  pronuncian  sus  limpios 
o  empecatados  labios,  l'or  eso,  si  hubieran  de  clasiticarse  todos  los 
diilenismos,  los  podríamos  dividir  y  subdividir  según  sus  gt'-neros 
y  especies,  v.  gr.,  en  nobles  y  plebeyos,  en  serios  y  familiares,  en 
graciosos  y  tristes,  en  honestos  y  deshonestos  (con  éstos  nada  quc- 
lemos),  unos  que  son  v  lo  divino  y  otros  a  lo  humano;  en  una 
palabra,  los  tenemos  de  todas  las  condiciones  y  para  todos  los 
gustos,  más  que  trajes  y  prendas  guardan  en  sus  roperos  la  rica 
dama  y  el  elegante  galán.  jUh  Chile,  hermosa  tierra,  que  como  mullida 
y  ¡juitoresca  alfómbrate  extiendes  entre  el  pie  de  los  Andes  y  las 
í'Uaves  ondas  del  Pacíñco!  así  como  tus  hijos  te  han  levantado  y 
ennoblecido  con  su  valor,  con  su  talento,  con  su  trabajo,  constancia 
y  tenacidad,  no  menos  gloria  y  valer  te  dan  con  su  lenguaje,  lleno 
de  voces  bien  formadas  e  ingeniosas,  salpicado  de  dichos  y  modismos 
lelicísimos.  ornado  de  i)roverbios  y  sentencias  que  pregonan  su  seso 
}'  madurez.  Si  bien  hemos  progresado  en  lo  material  haciendo  volar 
por  toda<  partes  la  locomotora,  tendiendo  los  alambres  del  telégrafo, 
alzando  puentes,  abriendo  calzadas,  mejorando  edificios;  sin  embar- 
{,0.  todavía  las  montañas  conservan  su  nativa  y  bravia  rusticidad, 
ios  ríos  sus  desmesurados  lechos,  los  montes  sus  breñales,  y  las 
selvas  bU  enmarañada  fragosidad:  así  también  acontece  con  el 
li.iíguaje.  Aunque  tamo  se  ha  propagado  la  primera  enseñanza, 
puliéndose  y  afinándose  con  ella  la  pronunciación  de  las  voces  y  la 
«onjugación  de  los  verbos,  no  obstante,  subsiste  el  gran  caudal  de 
nuestros  chilenismos,  porque  para  el  chileno  son  carne  de  su  carne 
y  hueso  de  sus  huesos;  unos  por  necesidad,  porque  no  hay  palabra 
española  con  que  reemplazarlos,  y  otros,  porque  son  tan  propios  y 
característicos  de  nuestras  cosas  y  tan  impregnados  del  sabor  chi- 
leno, que  los  preferimos  a  todo  lo  de  fuera.  Así  como  la  masa  del 
pueblo  lleva  mezclada  en  una  sola  la  sangre  española  y  la  araucana, 
así  también  se  ha  formado  buena  parte  de  su  léxico,  con  raíces, 
radicales  o  fonemas  araucanos  y  formas  y  terminaciones  del  habla 
dé  Castilla.  Toca  pues  a  los  letrados  chilenos,  y  en  especial  a  los 
«■j'.ie  forman  su  senado  liierario,  la  Academia  Chilena,  aquilatar  estas 
voces  y  decidir  cuáles  merecen  recomendarse  a  la  Ucal  Corporación 
tic  ICspaña,  que  es  la  liel  guardadora  del  tesoro  de  la  lengua.  Ya  ha 
tiempo  anunció  que  "Esiiaña  y  la  América  Españoia  se  \\i\n  dado 
las  manos  para  trabajar  unidas  en  pro  del  idiom'i  que  es  bii-n  ci.niún 
de  entrambas:  .suceso  qut  a  una  y  otra  llena  de  inefable  alegría  ( 1 ) " ; 
por  lo  cual  es  de  esperar  cjue  aceptará  gustosa  los  productos  lingüís- 
licos  que  le  envían  sus  antiguas  colonias,  por  la  misma  razón  por  que 
acepta  los  frutos  y  artículos  que  de  acá  también  le  lleva  el  comercio. 


(1)  Diccionnrio  de  la  R.  A.  E..  l'J*  edición,  Advertetii-iii. 


—  vil  — 

Y  aquí,  caro  lector,  ya  que  por  tantos  años  he  venido  departiendo 
contigo  sobre  el  buen  lenguaje,  me  has  de  permitir  un  amistoso 
desahogo  o  consejo,  o  como  tú  llamarlo  quieras.  La  mayor  parte 
de  la  juventud  estudiosa,  extraviada  por  malas  lecturas  y  sin  per- 
catarse del  suicidio  literario  que  comete,  se  ha  entregado  en  alma 
y  vida  a  lo  que  llaman  ahora  modernismo  o  decadentismo,  sistema 
literario  que  atiende  más  a  la  forma  que  al  fondo.  Por  nada  de  este 
inundo  quisiera  yo  que  fueras  tú  a  envenenar  tu  gusto  en  las  aguas 
tan  artificialmente  destiladas  de  este  sistema,  las  que.  en  vez  de 
calmar  la  sed,  la  despiertan  y  avivan,  en  vez  de  satisfacer  el  alma, 
la  dejan  más  vacía  y  febricitante.  Con  grande  exactitud  calificó 
este  sistema  Núñez  de  Arce  cuando  dijo  que  es  un  "tropel  y  orgía 
de  palabras,"'  sin  lastre  de  ideas,  sin  orden  ni  método,  sin  juicio,  con 
scusto  a  fofo  y  olor  a  bacanal.  Pone  a  contribución  a  todas  las  mito- 
logías en  horrible  maridaje  con  el  catolicismo,  a  todas  las  naciones 
del  orbe,  a  todos  los  seres  y  no  seres  de  la  creación,  a  todas  las 
lenguas,  pasiones  y  vicios;  mezcla  el  cielo  con  el  infierno,  trastrueca 
el  oficio  y  fin  de  los  sentidos;  en  suma,  es  el  lenguaje,  salvo  honrosas 
excepciones,  de  los  bohemios  nocherniegos,  de  los  aburridos  del  orden 
y  del  buen  juicio,  de  los  desequilibrados  del  arte,  de  los  estudiantes 
novilleros  y  trapalones  que  mmca  se  aplicaron  seriamente  a  sus 
estudios.  ¡Y  esto  es  lo  que  deslumhra  y  alucina  a  muchos,  lo  que 
trae  entusiasmadas  a  tantas  inteligencias  ansiosas  de  escribir! 

Todo  sistema  literario  que  desatienda  el  fondo  y  cuide  más  de  la 
forma,  claudica  forzosamente  por  su  base,  porque  lo  externo  o  la 
simple  envoltura  no  puede  preferirse  al  contenido:  el  estuche  no 
debe  valer  más  aue  la  joya  para  la  cual  se  hizo,  ni  el  vestido  puede 
\a!er  más  que  la  persona.  /,Qué  buenos  frutos  dejó,  por  ejemolo, 
e!  ''ulteranismo  o  gonsorismo.  que.  apartándose  de  la  naturalidad, 
'isnba  de  voces  peregrina^  y  giros  rebuscados?  A  más  de  malear  e 
inutilizar  a  muchos  csf^ritores.  asrostíindo  enflortodosn  ingenio  y  sana 
inspiración,  sirvió  de  blanco  a  las  burlas  y  sátiras  de  los  que  no  lo 
siguieron,  y  todavía  y  perpetuamente  continuará  siendo  la  triste 
admiración  de  cuantos  lean  aquellas  extravagantes  producciones. 
Véase  cómo  se  reía  de  ellos  Lope  de  Vega,  que,  parodiándolos, 
definía  humorísticamente  el  mojicón:  "Afirmación  de  puño  clauso 
en  faz  onn.«ita  con  irascible  superbia  d)."  Sin  embargo,  a  juicio  del 
Padre  Mir.  "las  libertades  del  modernismo  son  de  más  negra  estofa, 
de  condición  ultraestrafalaria,  nunca  vista  desde  que  se  asentaron 
los  fueros  de  la  lengua  castellana.  Porque,  si  los  gongoristas  se 
arrojaban  apasionadamente  a  metáforas  violentas,  a  hipérboles 
alambicadas,  a  hinchazones  ridiculas,  a  pensamientos  enigmáticos, 
a  decires  encrespados  y  tenebrosos,  al  lin  guardaban  el  debido  res- 
peto a  la  lengua.  cuanM  fl  empleo  de  voces  castizas;  pero  la  corrup- 

n)  Níivela  Guznián  d  Bravo. 


-  VIII  — 

rión  del  deslavado  moderniímo  llega  hasta  las  entrañas  mismas  de 
la  lengun,  cuya  gramática  trastorna,  cuyas  leyes  deja  burladas. 
cuyos  modismos  adultera,  cuyas  frases  suple  con  otras  desatinadas 
impropias  del   castizo  romance    (1)." 

El  modernismo  por  una  parte,  y  por  otra  el  galicismo,  son  hoy 
cu  día  los  mayores  escollos  en  que  se  estrellan  y  descalabran  los 
escritores  de  habla  castellana.  Deslumhrados  por  los  falsos  centelleos 
del  primero  y  por  la  facilidad  y  viva  agilidad  del  segimdo,  olvidan 
la  gran  riqueza  que  en  casa  se  tienen  y,  como  locas  mariposas, 
vuelan  por  los  modernos  jardines,  libando  las  venenosas  flores  del 
'tuil  (2)  y  los  insustanciales  jugos  de  galicanos  y  decadentes.  Como 
les  falta  el  necesario  lastre  de  las  humanidades,  y  en  especial  el  de 
la  ciencia  que  las  corona,  la  filosofía,  que  es  la  que  enseña  a  pensar 
\  discurrir,  no  resisten  ni  pueden  digerir  el  sólido  alimento  que  les 
brindan  los  clásicos  españoles  y  se  dan  a  la  gragea  multicolor  de  la 
nunlerna  literatura,  que  en  su  máxima  parte  no  es  para  formar  ni 
iH'ítruír  a  nadie.  Por  eso  sesudamente  decía  Fray  Luis  de  León, 
■■que  el  bien  hablar  no  es  común,  sino  negocio  de  particular  juicio, 
ansí  en  lo  que  se  dice  como  en  la  manera  como  se  dice  f  :'•)."  T'ero. 
¿cómo  darán  pruebas  de  juicio  los  que  no  han  aprendido  a  juzgar 
V  raciocinar? 

Contra  esta  insustancialidad  y  pura  filatería  de  las  obras  moder- 
nas y  contra  los  desmanes  de  modernistas  y  galicanos  hemos  levan- 
tado nuestra  pobre  voz  en  esta  obra,  y  quedaremos  íntimamente 
satisfechos  si  en  algo  siquiera  logramos  detener  o  corregir  el  mal 
en  los  escritores  chilenos.  Los  chilenismos  no  son  tan  perjudiciales, 
porque,  fuera  de  uno  que  otro  giro  o  modismo  en  que  se  falta  a  las 
leyes  de  la  gramática,  los  demás  son  puros  vocablos  oue  en  gran 
parte  tendrán  que  entrar  en  el  Diccionario  de  la  lengua.  Ya  tenemos 
en  nuestro  favor  el  voto  de  Valcra,  que.  en  este  punto,  es  el  de  toda 
la  Academia  Española:  "Yo,  dijo  el  insigne  crítico,  disto  mucho 
de  ser  un  purista  intransigente  y  extremoso.  Siempre  que  no  se 
iialle  en  castellano  palabra  para  expresar  con  exactitud  una  idea 
o  para  significar  una  cosa,  no  sólo  me  avengo,  sino  que  aplaudo 
•our  la  palabra  se  tome  de  una  lengua  extranjera.  Apruebo  asimismo 
que  nuestro  castellano  adopte  v  haga  suyos  cuantos  vocablos  nos 
vengan  de  la  Américn  que  fué  española,  con  tal  que  valgan  para 
expresar  usos  y  costumbres,  objetos  naturales  de  la  fauna  y  de  la 
llora  americana,  trajes,  muebles,  instnimentos  y  otros  utensilios, 
que  por  allá    se  gastan  o    se  emiilean   v    (|ue  en    nuestra  iienínsula 


(U   P> rmtunyin  (ir  Hiapnnismo ;/  fínrhíirhmn,  art.  MoDcuNi'-Md. 
'2)  He  tnleK  piiedpn  rnlificarHP  la.«  pop^ÍH."  (|iip  con  cstp  títiiln  pnt)Iic(S  Rande- 
laire. 

(3)  Lo»  Nombres  de  Critlo,  1.  III,  intrn'l. 


—  IX  — 

parecen  de  nombre  que  lo?  exprese  (I).'"  Los  demás  chilenismos 
que  no  entren  en  estas  categorías  servirán  a  maravilla  para  salpi- 
mentar las  obras  chilenas,  dándoles  así  el  sabor  y  color  local,  como 
tan  graciosa  y  triunfalmente  lo  hizo  Pereda  en  sus  inmortales  no- 
velas. A  esto  deben  con  preferencia  dedicarse  nuestros  prosistas  y 
joetas  y  dejarse  de  imitaciones  extranjeras  o  cosmopolitas,  que 
«uenan  a  rebuscamiento  y  afectación;  con  lo  cual  nunca  harán  obra 
artística,  porque  el  arte  se  funda  en  lo  natural  y  más  en  la  sencillez 
que  en  la  complicación  y  el  recareo.  Por  eso,  valen  infinitamente 
más  para  la  literatura  una  sola  página  de  Juan  del  Campo,  escrita 
en  chileno,  o  una  poesía  de  Alma  criolla  en  el  mismo  lenguaje,  que 
toda  la  matracalada  d<;  nuestros  modernistas  o  decadentes.  Aquéllos 
llegan  al  alma  conmoviéndola  vivamente  o  desatando,  como  surtidor 
de  jardín,  la  tempestad  de  la  risa,  y  éstos  la  dejan  fría  e  indiferente, 
cuando  nó  desdeñosa  o  airada,  con  ímpetus  de  arrojar  el  libro. 


Y  aquí,  lector  carísimo,  hagamos  punto  final.  Yo  te  quedo  pro- 
fundamente agradecido  por  la  compañía  que  por  tantos  años  me  has 
hecho,  v,  mediante  la  cual,  no  he  sentido  el  cansancio;  tú  me  agra- 
decerás si  con  esta  obra  has  conocido  mejor  el  lenguaje  de  tu  tierra 
y  has  aprendido  voces,  locuciones  y  frases  castizas  con  que  en  ade- 
lante enriquecerás  tu  lengua  hablada  y  escrita.  No  soy  tan  des- 
atentado ni  presuntuoso  que  me  ufane  con  la  idea  de  haber  hecho 
una  obra  completa  (cosa  que  por  su  materia  misma  es  imposible 
I>ara  un  solo  individuo,  y  más  para  un  sacerdote) :  pero,  mientras 
no  se  llenen  los  vacíos  y  deficiencias  con  una  segunda  edición,  salga 
ésta  a  rodar  tierras  por  América  y  Europa  y  dé  a  conocer,  junto  con 
lo  material  de  nuestro  suelo,  las  sales  y  agudezas,  lo  genial  y  carac- 
terístico de  todos  los  chilenos.  Si  no  es  mucho  decir,  y  aunnue  no 
haya  exacta  paridad,  séame  permitido  terminar  con  Lope  de  Vega: 

Favorecido,  en  fin,  de  mis  estrella.^. 
Alguna;»  lenguas  .«upe,  y  a  la  mía 
Ricos  aumentos  adquirí  por  ellas  (2). 

Santiago  de  Chile,  30  de  Se|)tiembre  de  1918. 


(1)  PrMcgr)  n  Tlrmit'hrei.cins  Tudeí-uis.  de  Santiago  Pérez  Triana. 

(2)  E))ÍHtnla  Belorrhi  a  Ainnrilis. 


ABREVIATURAS 


En  general  son  las  mismas  que  usa  el  Diccionario  de  la  Real  Aca- 
demia Española,  excepto  una  (jue  otra,  que  ha  sido  necesario  agregar. 


a. 

activo  (verbo). 

lat. 

latino,  na. 

acep. 

acepción. 

loe. 

locución. 

adj. 

adjetivo. 

m. 

masculino. 

adv. 

adverbio,  adverbial 

.  n. 

neutro  (verbo). 

amb. 

ambiguo. 

u.  pr. 

nombre  projiio. 

ant. 

anticuado. 

par. 

participio. 

apell. 

apellido. 

pl. 

plural. 

art. 

artículo. 

prep. 

preposición. 

com. 

común  de  dos. 

r. 

reflexivo  (verbo). 

conj. 

conjunción. 

s. 

sustantivo. 

Dice. 

Diccionario  de  la 

sing. 

singular. 

Academia. 

U.  0  ú. 

úsase. 

dim. 

diminutivo. 

expr. 

expresión. 

U.  m.  c.  s. 

«  más  como  sustantivo, 

ext. 

extensión. 

r.  t.  c.  adj. 

«  también  «  adjetivo. 

f. 

femenino. 

Ú.  t.  c.  n. 

«          «        «  neutro. 

fam. 

familiar. 

Ú.  t.  c.  r. 

«          «        «  reflexivo. 

«K- 

figurado. 

Ü.  t.  c.  s. 

«          «        «  sustantivo. 

iV. 

frase. 

V. 

verbo. 

interj. 

interjección. 

Las  palabras  impresas  coiiversalita  y  con  cursiva  son  correctas; 
las  impresas  eou'negrita  sou  viciosas. 


R 


R 


R.  Es  letra  difícil  de  pronun- 
ciar, tanto  por  sus  dos  sonidas 
(suave,  r,  y  fuerte,  rr),  cuanto 
por  las  combinaciones  o  grupos 
que  forma  con  otras  consonan- 
tes (br,  cr,  dr,  fr,  gr,  pr,  tr,  rd, 
rl,  rn) ;  por  eso  no  as  de  extrañar 
que  en  labios  del  pueblo  sea 
una  de  las  letras  que  salen 
peor  paradas.  Estudiemos  los 
vicios  de  pronunciación  y  de 
e.'^critura  que  con  ella  se 
cometen  en  el  pueblo  chile- 
no. 1.°  Le  toma  el  puesto  a 
la  d  en  medio  de  muchas  diccio- 
nes: fastirio,  trageria,  Cloromi- 
ro,  Leocaria,  y  viceversa,  como 
Audora  por  Aurora.  Véase  O. — 
2."  Se  permuta  con  la  I,  y   vice- 

Dicc.  de  Chil..  t.  V. 


versa,  en  principio,  en  medio  y 
en  fin  de  dicción.  Véase  L,  1." — 
3.°  Se  invierte  o  altera  en  el  gru- 
po rl.  Véase  L,  2." — 4.°  Se  supri- 
me, por  la  ley  del  menor  esfuer- 
zo, en  muchas  palabras;  coíno 
Gumesindo,  Getrudis,  galopa, 
liona,  una,  cremo,  saca  real  ma- 
jestad, por  Gumersindo,  Gertriir 
dis,  garlopa,  liorna,  ur^ia,  cré- 
mor, sacra  real  majestad.  Así  lo 
hizo  también  el  español  en  avie- 
so, coso,  oso,  orquesta,  sobaco, 
del  latín  aversus,  cursus,  ursus, 
orchestra,  suhbrachia,  en  Gui- 
llen por  Guillermo,  y  en  muchas 
voces  más,  sin  contar  las  anti- 
cuadas, como  galea,  trinchea, 
cosario,  alcuña,  siíso,  y  las  popu- 


•2 


R 


R 


lares  guies  por  quieres,  miustc 
por  ínire  usted.  El  vulgo  chileno 
suprime  también  la  7-  en  los  in- 
finitivos antes  de  I  y  m  (pégale, 
cómemelo,  por  pegarle,  comér- 
melo) y  en  las  preposiciones 
por  y  para,  con  las  cuales  forma 
unas  sinalefas  bien  raras: 
pu  aquí,  pu  allí,  pa'cá,  pa'llá ; 
sin  embargo,  dice  por  ei  (por 
ahí),  porque  pu  ei  sería  ininte- 
ligible. En  una  que  otra  voz  el 
chileno  ha  agregado  una  r  pará- 
sita: armatroste  por  armatoste, 
charlón  por  chalón,  auni.  de 
chai,  arcial  y  arción  por  acial  y 
ación,  bruñuelo  y  prístino  por 
buñuelo  y  pcsfiFi",  Calixtro,  tra, 
por  Calixto,  fa.  Así  el  es- 
pañol duplicó  la  r  en  des- 
arrapado o  desharrapaxlo  (de 
harapo),  en  Arño  y  Barra- 
bás (del  latín  Aríus  y  Barab- 
bas). —  5.»  En  el  grupo  dr  se 
vocaliza  la  d  y  por  efecto 
de  esto  se  producen  otros 
cambios  en  querré,  rría,  po- 
dré, dría,  y  valdré,  dría,  de 
los  verbos  querer,  poder  y  valer. 
Véase  D.  Este  mismo  grupo 
después  de  »)  se  convierte  en  rr. 
Alejanro,  Anrés.  \^éaso  T>. —  fí." 
l*>n  los  grupos  //(•.  rr,  ]>r,  hay 
también  algunas  alteraciones: 
Grabiel  (como  decían  los  anti- 
guos españoles,  inchisa  Santa 
'l'eresa),  crapricho,  hiprócrita 
(como  so  decía  en  España  en  el 
siglo  X\').  ploclama,  cabresto 
y  cabrestear  jior  cabc.'ilrii  y  cc- 
bcitrcar.  dentrífico  por  dentí- 
frico.—  7."  T,ns  sonidos  derr 
y  i'ii  medio  (lo  dicción  red 
lian  producido  unas  metáte- 
sis bien  singulares:  derra- 
mar   y   derrame    son     pnrn     el 


vulgo  reamar  y  reame,  perdida 
la  d;  derretir,  reetir  o  reitir; 
polvareda,  humareda  y  parea, 
polvaera,  humaera,  paer,  perdi- 
da también  la  d.  Por  anaiogía 
Rudesindo,  da,  es  Reusindo,  da. 
— 8.°  Pero  el  sonido  más  carac- 
terístico del  chileno  y  que  ha 
trascendido  aun  a  las  clases  cul- 
tas, es  convertir  el  grupo  tr  en 
trr.  Esto  es  heredado  del  arau- 
cano, que  no  conoce  tr,  sino  sa- 
Lmiente  trr.  Así  él  pronvuicia 
ti  ralea,  batrru,  trríuque,  trrome, 
irroqui,  etc.,  etc.  El  español,  que 
no  puede  pronunciar  este  sonido 
sino  después  de  nmcho  ejercicio, 
no  se  tomó  este  trabajo  y  suavi- 
zó las  voces,  diciendo  Talca 
(ciudad),  aunque  el  pueblo  to- 
davía llama  trralca  al  trueno. 
Batuco  (laguna  y  estación), 
aunque  la  hierba  todavía  se  lla- 
ma batrro  o  batro  (baccharis 
L.),  tiuque,  Tomé  ([tuerto),  to- 
qui. Es  tan  natural  en  el  pueblo 
analfabeto  el  sonido  trr,  cpie  to- 
dos dicen  trres,  cuatrro,  trreinta 
y  trres,  encuentrro,  trranco, 
trronco,  etc.,  y  necesitan  íijar  la 
atcnciiMí  y  hacer  esfuerzo  de 
lironuiiciación  para  suprimir 
una  /•.  Por  eso  las  palabras  tea- 
tro y  catedral  las  convierten  en 
trreato  y  catrreal.  (Escribimos 
este  sonido  con  t  y  rr,  jiorqviC 
éstas  son  las  dos  letras  que  en- 
tran en  él.  Febrés  y  otros  arau- 
canistas  escriben  th.  jior  seme- 
janza con  algunas  voces  inglesas 
que  así  se  e-scriben  y  pronun- 
cian; pero,  i'omo  esa  combina- 
«■ión  no  tiene  .alor  alguno  en 
castellano,  preferimos  no-otros 
representar  el  .sonido  con  letras 
que  tengan  su  verdadero  valor). 


R 


R 


3 


— 9.°  El  grupo  rv,  en  los  ape- 
llidos ('íirraUo  y  Carrajal,  ha 
agregarlo  una  "  por  epénte.sis: 
Caravallo,  Caravajal,  como  el 
castellano  antiguo  coránica,  co- 
i-onista,  y  moderno  gurupa,  gu- 
ru-pera,  por  grupa  y  grupera;  y 
al  revés  de  Madriaga,  que  dice 
aquí  el  vulgo  por  Madartaga. — 
10.°  En  las  votaciones  de  exá- 
menes la  R  significa  entre  nos- 
otros "reprobación"  o  "reproba- 
do," así  como  .4,  "aj^robación"  o 
"aprobado,"  y  D,  "distinción"  o 
"distinguido."  En  El  Bernardo 
de  \'albuena  leemos  este  mismo 
significado  de  la  R: 

Traía  el  rey  persiano 
Consigo  a  Eleno,  me'dico  intratable, 
De  mano  cruel  y  corazón  villano: 
Y,  demás  de  ser  áspero  y  mudable. 
Más  erres  turo  al  grado  y  más  errores 
Que  Roma  y  sus  primeros  fundadores. 

(Libro  VI). 

Nada  dice  el  Dice,  de  este  .sig- 
nificado de  la  letra  R. —  11.° 
Después  de  las  partículas  ah, 
oh  y  suh,  ¿debe  escribir.se  r  o 
rrf  (Decimos  partículas,  porque 
se  pueden  separar  del  resto  de  la 
palabra,  y,  por  tanto,  no  for- 
man sílaba  con  la  r  o  rr  siguien- 
te; si  forman  .sílaba  con  ella,  no 
son  partículas  y  no  hay  discu- 
sión alguna;  como  en  abrigo, 
abrojo,  obrero,  ohriia,  subriga- 
dier,  subranquiul).  Según  el 
Dice.,  el  .sonido  fuerte  de  la  le- 
tra r  se  expresa  con  r  sencilla  a 
principio  de  vocablo,  después  de 
I,  n  y  s,  y  siempre  que  va  des- 
pués de  b  con  que  no  forme 
sUabd.  Buena  es  la  regla,  dirán 
los    entendidos    en    etimologías; 


pero  la  inmensa  mayoría  de  los 
leyentes,  que  nada  saben  de  ta- 
les cosas,  ¿cómo  podrán  dL-itin- 
guir  si  la  tal  b  forma  o  nó  sílaba 
con  la  /•  siguiente?  Por  esta  di- 
ficultad y  para  evitar  la  mala 
pronunciación,  convendría  escri- 
bir esta  letra  tal  como  debe  pro- 
nunciarse: .sencilla,  si  se  pro- 
nuncia suave,  y  doble,  si  se  pro- 
nuncia fuerte.  Por  e.?ta  razón 
escribiremos  nosotros:  abrupto, 
abridor,  abrrogar  y  abrrenun- 
cio;  obrador,  obrizo,  obrrepción, 
obrrepticio;  sobrar,  sobrino,  sub- 
rrogar,  subrrayar,  subrrepticio. 
Si  la  Academia  sigue  esta  regla, 
obrará  con  toda  lógica,  pues  ya 
sentó  el  principio  general,  que 
"las  voces  compuestas  cuyo  se- 
gundo elemento  comienza  con 
r,  se  han  escrito  .sin  dviplicar  es- 
ta letra;  pero  en  tales  vocablos 
conviene  emplearla  doble  para 
facilitar  la  lectura;  v.  gr. :  anda- 
rrío, contrarréplica,  prorrata." 
Y  voces  compuestas  de  dos  ele- 
mentos son  también  las  que 
comienzan  con  las  partículas 
ab,  oh  y  sub.  Véase  Abrogar. — 
12.°  Algunos  gramáticos  y  edi- 
tores chilenos  siguieron  un  tiem- 
po la  práctica  de  articular  la  r 
suave  a  la  inver.sa,  es  decir,  colo- 
cándola al  fin  de  la  sílaba;  por 
ej.:  car-ac-ter-es,  tar-ar-ir-a.  Y  la 
razón  que  daban  era,  que  asi 
oomo  ninguna  palabra  empieza 
con  r  suave,  así  tampoco  debe- 
ría empezar  con  ella  ninguna 
sílaba  ni  línea  escrita  ni  im- 
presa. Pero  la  razón  no  era  con- 
cluyente,  y  por  eso  la  práctioa 
cayó  en  desuso. — 13."  Reprueba 
el  Dice,  la  idea  de  dividir  en  la 
escritura  la   rr,  escribiendo,    poi 


RAB 


RAB 


ej.,  car-rizo.  "La  erre,  es  doble 
por  su  figura,  dice  el  léxico,  pero 
simple  por  su  sonido,  y  debe  ser, 
como  la  11,  indivisible  en  la  es- 
critura." 

Rabaxito,  m.,  dim.  de  rába- 
no. Así  llamamos  en  Chile  el 
raphanus  sativus  radícula,  Jior- 
taliza  muy  estimada  y  abundan- 
te. Según  el  color  y  la  forma  de 
la  raíz,  hay  el  redondo  rosado, 
de  color  salmonado,  el  blanco, 
el  lacre  (rojo),  el  amarillo,  el 
morado,  el  negro  picante,  el 
rosado  de  punta  blanca.  De  éstos 
los  hay  redondos,  largos  y  alar- 
gados. El  Dice,  trae  solamente 
rabanete,  dim.  de  rábano,  y  ra- 
banillo, que  es  el  rábano  silves- 
tre, "hierba  nociva  y  muy  co- 
mún en  los  sembrados." 

Rábano,  m.  Así  se  llama  la 
planta  y  su  raíz,  pero  nó  la  se- 
milla, que  el  Dice,  denomina 
rabaniza,  f. 

Rabear,  n.  Significa  "menear 
el  rabo  hacia  una  parte  y  otra;" 
sinónimo  de  colear,  n. :  "mover 
con  frecuencia  la  cola." —  El 
vulgo  chileno,  y  también  el  de 
otras  naciones,  conjuga  el  v. 
rabiar  (padecer  el  mal  de  rabia; 
impacientarse)  como  rabear.  En 
esto  imita  al  gallego,  que  a  su  v. 
rabear  le  da  el  significado  de 
"rabiar,  enfadante."  Véase  Ear 
(Verbos  kn).  Rabiar  es  forma- 
do de  rabia  y  se  conjuga  rabio, 
rabias,  rabie,  rabié,  etc. 

Rabel,  m.,  fig.  y  fam.  Cuello 
o  pescuezo  de  las  personas,  espe- 
cialmente cuan<lo  &i  largo  y  del- 
gado, í^tas  se  llaman  en  (•U'^tc- 
llano  cudliUirudx. —  Siguiendo 
la  iiiisiiia  metáfora  <lc  cosa  larga 
y    delgada,     caballo    nniy    llaco. 


Véase  Chuzo,  últ.  acep.  for  la 
*misma  razón  y  por  la  semejanza 
de  las  costillas  con  las  cuenla* 
del  arpa,  dícese  también  de  tales 
brutos  que  parecen  arpa. 

Rabiante,  adj.  Dígase  rabioso, 
sa,  o  rábido,  da:  colérico,  eno- 
jado, airado.  Así  dicen  algunos, 
para  distingjiirlo  de  rabioso, 
que  aplican  a  los  animales.  Vé- 
ase ])oco  después. 

Rabiar,  m.  Véase  Rabear, 
con  el  cual  no  debe  confundirse. 

Rabicano,  na,  y  apocopado 
RABICÁN,  adj.  Es  lo  mismo  que 
colicano,  na:  "dícese  del  animal 
que  tiene  en  la  cola  canas  o  cer- 
das blancas." 

Rabiol,  m.  Espe<ie  de  empa- 
naditas  que  .<e  unen  en  una  fuen- 
te. Se  pone  una  capa  de  empana- 
ditas,,  otra  de  queío,  pedazos  de 
mantequilla,  jugo  de  curne, 
salsa  de  tomate,  sal  y  bastante 
queso  parmesano.  Así  leemos 
en  un  Manual  chileno  de  coci- 
na. El  nombre  viene  del  italia- 
no ravioli,  m.  pl.,  que  significa 
este  mismo  plato;  en  castellano 
tendría  que  ser  rabióles,  y  an  lo 
usó  Bretón  de  los  Herreros  en 
uno  de  sus  drama-'^.  En  esta  for- 
ma debe  pues  aceptarlo  el  Dice, 
como  ya  lo  hizo  el  de  Zerolo. 

Rabioso,  sa,  adj.  Dícese  de  la 
caballería  que,  al  sentir  la  cspuiv 
ia,  rabea,  es  decir,  menea  el 
rabo  hacia  una  parle  y  otra.  No 
le  conocemos  equivalente  casti- 
zo: bien  formado  sería  rabeoso 
o  rabeador. —  Pereda  dio  a  ra- 
bioso una  a<'ep.  que  no  se  halla 
en  el  Dice:  "Llevaba...,  arro- 
Hado  al  ])escuezo,  mi  pañuelo  de 
.«eda  de  cuadros  rabiosos."  (Ti- 
pos ]i  paisajes.  Dos  sistemas.  I). 


RAB 


RAO 


Es  claro  que  rabioso  significa 
aquí  lo  mismo  que  chillón,  na: 
'"aplícase  a  los  colores  demasia- 
do fuertes  o  mal  combinados.'' 
También  pajarero,  ra,  fam.,  '"dí- 
cese  de  las  telas,  adornos  o  pui- 
turas  cuyos  colores  son  demasia- 
do fuertes  y  mal  casados." 

Rabóx,  na,  adj.  En  castella- 
no, "dícese  del  animal  que  tiene 
el  rabo  más  corto  que  lo  ordina- 
rio en  su  especie."  Sinónimo  de 
rabicorto,  ta  (dícese  del  animal 
que  tiene  corto  el  rabo)  y  de 
colín  (dícese  del  caballo  quo 
tiene  poca  cola).  Véase  Franco- 
lino. —  En  Chile,  rabón,  na, 
fig.  y  fam.,  significa  en  camisa 
o  enteramente  desnudo,  y  se 
aplica  principalmente  a  los  ni- 
ños.—  A  mí  no  se  me  va  nin- 
guna, y  la  que  se  me  va,  se  me 
va  rabona,  fr.  fig.  y  fam.,  que 
significa:  yo  no  me  equivoco  o 
no  yerro  nunca,  o  sólo  levemen- 
te; por  alusión  al  cazador  de 
animales  o  de  aves,  a  (piicu,  si 
.•=e  le  escapa  alguno,  es  perdiendo 
la  cola  o  el  rabo. 

Yo  tenía  una  cabrita 

Y  rae  la  robó  la  zorra. 

Y  el  consuelo  que  me  queda 
Es  que  se  me  fue'  rabona. 

(Versos  populares;. 

— Yegua  rabona,  fig.  y  fam.: 
insulto  gio.-^ero  que  se  dice  a  la 
mujer  del  pueblo. 

Rabonar,  a.  No  hay  tal  y  dí- 
gase derrabar  o  descolar,  y  on 
sentido  más  genérico,  desmo- 
char, recortar.  Desrabotar  y  ra- 
botear, que  deV)erían  significar 
lo  mismo  que  los  primeros,  e.s- 
tán  en  el  Dice,  restringidos  a 
las   crías   de   las   ovejas.    En    el 


lenguaje  vulgar  salmantino  se 
usa  rabonar  en  el  mismo  -digni- 
ficado cjue  en  Chile. 

Racacha,  f.  Raíz  bulbosa  que 
se  come  mucho  en  Tacna,  Arica 
y  Tarapacá,  según  Cañas. —  Es 
voz  quichua,  que  Torres  Ituoio 
escribe  raccakha,  cierta  raíz  co- 
mestible; Grimm  la  escribe  ra- 
cacha y  la  interpreta  "zanaho- 
ria;" y  Middendorf,  citado  por 
Lenz,  la  escribe  también  a.?í  y  la 
interpreta:  "raíz  comestible,  pa- 
recida en  su  forma  a  la  yuca,  en 
su  sabor  a  la  papa,  pero  más 
dulce  y  menos  harinosa."  Ciro 
Bayo  dice  que  la  racacha  es 
"una  de  las  variedades  de  la 
papa  americana  que  se  da  hasta 
los  mil  metros  del  nivel  del 
mar;"  pero  la  llama  conium 
-moschatum,  y  la  papa  es  sola- 
num   tuberosum. 

Racahut,  m.  Fécula  de  papa 
(nuestro  chuño)  mezclada  con 
fécula  de  bellotas  dulces  y  de 
raíz  de  juncia  redonda,  aromati- 
zada con  vainilla,  que  se  toma 
desleída  en  agua  caliente  y  es 
bastante  nutritiva.  Generalmente 
se  vende  con  el  nombre  de  raca- 
Ifdt  de  los  árabes. — La  voz  se 
usa  en  todas  partes  y  ya  en  su 
tiempo  la  echaba  menos  en  el 
Dice.  Marty  Caballero.  El  fran- 
cés la  tiene  admitida  en  la  for- 
ma racahout,  y  hacen  mal  los 
que  así  la  quieren  pasar  al  cas- 
tellano. 

Racial,  adj.  Perteneciente  o 
relativo  a  la  raza.  Es  voz  usada 
por  los  naturalistas  y  etnólogos, 
y  hará  bien  el  Dice,  en  prohi- 
jarla, porque  la  necesitamos. 

Ración,  f.  Por  la  costumbre 
que   hay   de     dar     por     ración, 


RA.D 


RAD 


cuando  esta  se  cía  en  crudo,  lo 
que  cabe  en  las  dos  manos  jun- 
tas y  ahuecadas,  se  llama  tam- 
1,'icn  ración,  por  extensión,  toda 
porción  o  cantidad  que  se  toma 
de  esa  manera.  Es  un  error, 
porque  esto  se  llama  en  caste- 
llano almorzada,  almuerza  o 
ambuesta:  "porción  de  cual- 
quiera casa  suelta  y  no  líquida, 
que  cabe  en  el  hueco  que  se  for- 
ma con  las  manos  juntas." 

Raciocixadür,  ka,  adj.  y  ú. 
t.  c.  s.  Que  raciocina.  Omitido 
en  el  Dice. 

Race,  m.  Nombre  que  se  da 
en  el  departiimento  de  la  Victo- 
ria y  parte  del  de  Santiago  al 
viento  oriente  o  solano;  en  las 
demás  partes  se  llama  puelche. 
Véase  esta  voz. —  La  etimología 
es  el  quichua  racen,  grueso, 
gordo.  El  nombre  completo  sería 
raccu  huaira,  viento  recio,  por- 
que a.sí  es  este  viento,  fuerte  y 
luiracanado,  en  toda  la  larga 
lioz  del  río  Maipo.  Lenz  deriva 
e-ita  voz  de  otra  quichua,  raku, 
que  Middendorf  interpreta  la 
nieve,  el  hielo  de  los  cerros  ne- 
vados. 

PiADAL,  m.  Árbol  chileno  de 
la  familia  de  las  proteáceas  (lo- 
matia  obliqua,  embothrium  obli- 
quum  R.  et  P.)  "Puede  alcan- 
zar a  dieciséis  metros  de  altura 
y  más,  con  hojas  aovada.-*,  muy 
lu.<lrosas,  como  embarnizadas,  y 
con  flores  blancas,  cubiertas  al 
exterior  de  un  vello  ferruginoso. 
Muy  connin  en  Chile  de.-de  el 
prado  38  para  el  Sin*.  I.a  made- 
ra [parecida  a  la  del  avcllann] 
es  bonita  para  muebles,  etc.:  la 
cjuscara  .-^o  ha  recumondado  con- 
tra  el  a.-^ma."    (l'liilippi).    "Las 


preparaciones  de  rodal  que  pue- 
den recomendarse,  son :  la  infu- 
sión, el  extrat-to  alcohólico  >  eí 
jarabe  prejiarado  con  este  mis- 
mo extracto.  Es  indiscutible  que 
el  radal  produce  buenos  efectos 
en  la?  bronquitis  crónicas  y  en 
el  tisma  bronquial  cuando  es 
húmeda.  Más  de  una  vez  he 
tenido  yo  ocasión  de  verificar 
los  resultados  favorables  de  su 
empleo,  aun  en  personas  de  mi 
familia,  y  creo  que  es  un  medi- 
camento que  puede  figurar  con 
ventaja  en  nuestra  materia  me- 
dicinal." (Murillo).  Algunos 
pronuncian  raldal,  ralral,  ra- 
dán,  raral.  —  Esta  última  forma 
es  igual  a  la  araucana  raral, 
nogal  silvestre  (Febrés-Astral- 
di),  y  nogal  silvestre  lo  llaman 
también  algimos. 

Radiador,  m.  Es  novedad  al- 
go i)odantcs(a.  usada  aun  en 
España.  En  un  diario  de  allá 
leemos  este  anuncio:  "Radiado- 
res de  chapa  de  acero  estampa- 
áos  para  calefacciones  por  va- 
por, baja  presión  y  agua  ca- 
liente por  electricidad,  gas  de 
hulla  o  acetileno.'"  Basta  y  so- 
bra con  calentador,  m. :  "reci- 
piente metálico  con  lumbre, 
agua  caliente  o  vapor,  que  sirve 
para  calentar  la  cama,  el  baño, 
efe."  El  radiador  .«era  más  pe^ 
feccionado,  pero  siempre  cabe 
en  el  concepto  general  do  ca- 
lentador. 

RAni.vK,  n.  Conjúga-se  radio. 
radiaK.  y  uí'i  radío,  radías.  "N'éase 
Irr.uhak. 

R.\ni<Ai,.  l'ii  riilítica  y  como 
adj.  y  s.  coni.,  lo"  iloline  el  Dice: 
"partidario  de  reformas  extre- 
mas,    csjiecialmente    en    sentido 


RAD 


RAD 


deniocTático."'  En  Chile,  el  par- 
tido radical  se  distingue  por  sus 
reformas  extremas  en  materia 
religiosa,  pues  no  acepta  ni  a 
Dios,  ni  Iglesia,  ni  sacramentos, 
ni  culto  ni  moral  católica. — 
Falta  la  acep.  de  "perteneciente 
o  relativo  al  radicalismo:  doctri- 
na radical,  colegio  radical." — 
En  Gramática,  como  s.  es  m.  y 
nó  f. :  "'parte  que  queda  de  una 
palabra  variable  al  quitarle  la 
desinencia." —  Como  adj.,  "a- 
plícase  a  las  letras  de  luia  pala- 
bra que  se  conservan  en  otro  u 
otros  vocablos  que  de  ella  proce- 
den o  .se  derivan.  Son,  por  ejem- 
plo, letras  radicales  de  los  ver- 
bos todas  las  del  infinitivo, 
exceptuadas  la.s  terminaciones 
ar,  er,  ir." 

Radicalismo,  m.  Sistema  po- 
lítico y  antirreligioso  de  refor- 
marlo todo  conforme  a  la  natu- 
raleza, prescindiendo,  sobre  to- 
do, del  orden  sobrenatural.  Di- 
fícil es  retratar,  cufuito  más  defi- 
nir, este  Proteo  n)o:lerno;  lo  que 
en  él  más  resalta  es  el  odio  a 
toda  idea  cristiana,  manifestado 
en  la  vida  práctica,  en  la  ense- 
ñanza y  en  todo,  sin  enseñar 
por  sí  mismo  ningún  sistema 
filo.?ófico  de  algún  valer.  Por  lo 
general  que  se  lia  hecho  el  radi- 
calismo en  algunas  naciones, 
creemas  que  el  Dice,  debe  ya 
aceptar  la  voz.  "Fué  aquel  Par- 
lamento ...  la  ola  del  radicalis- 
mo que  se  desbordaba  imponen- 
te y  bramadora."  (Pardo-Bazáií, 
Los  poetas  épicos  cristianos) . 

Radk'alizacióx,  f.  Acción  o 
efecto  de  radicalizar  o  radicali- 
zar.=e.  Admisililc. 

Radicalizar,    a.    Hacer     que 


una  persona  abrace  las  ideas  del 
partido  radical.  Ú.  t.  c.  r. — Ha- 
cer que  una  institución  o  em- 
presa se  rija  según  estas  idea^, 
las  prohije  y  defienda.  Eadica- 
lizar  un  colegio,  un  diario.  Vé- 
ase Izar  (Verbos  ex). 

Radio,  m.  Dióle  el  último 
Dice.  (1-1."  edición)  esta  nueva 
acep. :  "metal  rarísimo,  descu- 
bierto hace  pocos  años  en  Fran- 
cia por  los  químicos  consortes 
Curie:  es  conocido  principal- 
mente por  sus  sales,  en  las  que 
se  observan  los  extraordinarios 
fenómenos  de  desprendimiento 
espontáneo  e  indefinido  de  calor 
y  de  radiaciones  eléctricas." — 
Jíuy  u.sada  es  en  E.spaña  y  Ame- 
rica, tratándose  de  ciudades, 
pueblos  y  poblaciones,  la  acep 
recta  y  fig.  de  "espacio  o  exten- 
sión que  cada  uno  de  ellos  tie- 
ne;" así,  por  ejemplo,  escribió 
Pereda  en  la  carta-prólogo  de 
una  edición  española  de  "Ma- 
ría" de  Jorge  Isaacs :  "Lo  que  no 
han  podido  conseguir  estos  cen- 
tros literarios  [las  Academias 
Correspondientes]  por  su  espe- 
cial índole,  que  limita  mucho 
su  radio  de  acción,  lo  han  lo- 
grado nuestros  poetas,  nuestros 
dramaturgos  y  nuestro.s  novelis- 
tas." Como  el  radio  no  es  otra 
cosa  que  la  "línea  recta  tirada 
desde  el  centro  del  círculo  a  la 
circunferencia,"  es  imposible  de 
toda  imposibilidad  que  el  radio 
pueda  ser  el  mismo  circulo  o 
circunferencia.  Como  el  espacio 
que  abraza  una  ciudad  o  pobla- 
ción no  e.s  redondo,  por  eso  no 
.se  llama  círculo  ni  circunferen- 
cia, pero  tiene  nombres  equiva- 
lentes,   como  son:    ámbito   (que 


RAD 


RAO 


etimológicamente  significa  acto 
de  rodear,  lo  rodeado),  períme- 
tro (en  griego,  medida  al  rede- 
dor), área  (superficie  de  un  pe- 
rímetro), circuito  (terreno  com- 
prendido dentro  de  un  perí- 
metro cualquiera),  co-sco  de  po- 
blación (recinto  que  con- 
tiene sus  edificios),  recinto 
(espacio  comprendido  dentro 
de  ciertos  límites).  Éstos  se 
aplican  a  la  parte  interna  de  la 
ciudad;  la  parte  externa,  o  sea, 
el  '"territorio  o  conjunto  de  pa- 
rajes de  que  está  rodeado  un 
lugar  o  una  población,"  se  lla- 
ma contorno,  alrededor,  o  en  pi., 
contornos,  alrededores;  lo  que 
ciñe  o  rodea,  cerco.  El  mismo 
pci^samiento  puede  expresarse 
con  los  modismos  al  rededor,  en 
torno,  a  la  redonda,  en  re- 
dondo, en  contorno.  La  acep. 
fig.  debe  expresarse  con  ]ai>  vo- 
ces campo  o  esfera  de  acción,  y 
aun  órbita.  Véase  en  su  lugar. 
¡Cuánto  mejor  que  radio  ven- 
dría esta  voz  en  el  siguiente 
texto  de  Pereda!  "Se  diUitalm  el 
radio  de  sus  afectos  íntimos." 
(El  sabor  de  la  tierriico,  IV). 

Radiográfico,  c.\,  adj.  Perte- 
neciente o  relativo  a  la  radiogra^ 
fía.  Hace  falta  en  el  Dice. — Ra- 
diof/rafia  fué  admitido  en  la 
14.»  edición  del  Dice,  con  esta 
definición :  "Procedimiento  pa- 
ra hacer  fotografías  con  los  ra- 
yos X.  1 1  Fotografía  ol)tcnida 
por  esto  [)r(H'cdini¡ento." — Falta 
todavía  que  admitir  radiotch- 
tjrafía,  radioirlegráfico,  cu,  ra- 
dioscopia, niílioli'lef/rafista  y  rii- 
diotclcfjnniKi,  un  radiograma. 
El  radiófono  y  la  r'iiliiiíouid  es- 
tán  taniijién   esperauíio    lugar. 


Rafael,  la,  n.  pr.  m.  y  t. 
Nuestro  ])uel)lo.  heredero  de  la 
pronunciación  fam.  de  nuestros 
abuelos,  dice  Rafél,  Raféla;  pe- 
ro nuestros  elegante.*  han  dado 
en  la  flor  de  decir  Rafael,  Ra- 
faela: ¿cuál  será  mayor  dispara- 
te? Nos  parece  que  este  último, 
porque  aleja  más  la  voz  de  su 
verdadera  acentuación ;  pero 
puede  ser  que  todavía  venga 
otra  generación  que  diga  como 
en  latín  Rafael.  Entre  tanto,  de- 
jemos sentado  que  la  verdadera 
pronunciación  ha  sido  v  eí^  Ra- 
fael 

Aquí  jace  Ha/ael, 
De  quien  natura  admirada 
Receló  con  su  pincel. 
Viviendo  el,  ser  superada, 
Y  morir,  muriendo  el. 

Traducción  hecha  por  Fr.  Diego 
(lonzálcz  del  epitafio  latino  que 
el  eélel)re  Bembo  compuso  para 
la  tumba  del  gran  pintor  líafael 
Sanzio  o  de  Urbino: 

lile  hic  est  Baphael,  timuit  quo  sospitc  vinci 
Uerum  magna  parens,  quo  moriente  mori. 

— Por  abreviación  o  por  apóco- 
pe dicen  también  Rafa,  en  el 
m.:  Don  Rafa,  Ño  Rafa.—  El  f. 
Ña  Rafela  se  u>a  también  eoiuo 
término  de  eomparaeión  en  co- 
sas que  se  echan  a  mala  j>arte: 
"Es  má.s  feo  que  Ña  Rafela,  más 
cargante  o  majadero  que  Ña 
Rafela." 

Ráfaga,  í..  lig.  y  faiu.  En  el 
juego  de  bacarat,  acto  de  ganar 
muchas  vece.s  seguidas  el  ban- 
i|iieni  o  el  ¡ipimle. 

Raglán,  m.  i'"n  la  Argentina, 
snbretiKlo    largo,    y    ensaitciíado 


RAG 


RAIL 


en  la  parte  inferior,  y  con  bol- 
sillos transversales  para  abrigar 
las  manos.  También  suele  oírse 
estíi  voz  en  Chile  y  por  eso  la 
ponemos.  "Encima  de  un  esca- 
ño estaba  tirado  un  raglán.  ¡Un 
raglán!  i  Buena  cosa,  señor' 
¡  Cómo  no  le  han  de  desterrar  a 
vd.  si  no  habla  en  términos  na- 
cionales! Diga  vd.  que  había  un 
poncho  chillanejo.  Pues,  señor, 
si  es  lo  nñsmo  que  comparar 
un  huevo  con  una  castaña." 
(La  Tarántula,  de  Concepción, 
n."  1,  1.°  Abril  1862).  La  voz 
viene  del  inglés  raglán,  que  se 
pronuncia  rwglcen,  y  significa 
la  misma  prenda  de  vestir.  Qui- 
zás el  sastre  que  la  inventó  o  el 
primer  inglés  que  la  usó  sería 
de  apellido  Raglán,  a  semejan- 
za de  Macfarlan,  que  también 
dio  nombre  a  otra  prenda  pare- 
cida. 

Raguay,  m.  Parte  más  gruesa 
del  pangue,  que  está  sobre  el 
rizoma  y  de  la  cual  nacen,  sos- 
tenidas por  largos  pecíolos,  las 
hojas  radicales.  Asonra  un  poco 
de  la  tierra  y  da  excelente  sabor. 
— Fig.  y  fam.,  pl.,  piernas  de 
muchacho  o  de  muchacha  des- 
nudas de  la  rodilla  para  abajo. 
(Lenz  y  Cavada). —  Ambos  au- 
tores citan  a  Cañas,  que  hace 
proceder  c-ta  voz  del  araucano 
rahuay;  pero  lo  malo  esquera- 
huay  no  aparece  en  ningún 
Dice.  araucano.  Por  nuestra 
parte  proponemos  dos  etimolo- 
gías: una  el  araucano  ragi,  me- 
dio, en  medio,  mitad,  y  huall, 
alrededor,  en  contorno:  alusión 
a  su  grosor  y  a  ser  una  mitad 
de  la  planta;  otra  etimología 
probable   puede  ser  el  castellano 


raigambre   o   arraigar,   araucani- 
zado  en   raguay. 

Raicear,  n.  Muy  poco  usado 
y  dígase  arraigar,  n.  y  r. :  ''echar 
o  criar  raíces."  Lo  trae  también 
Ciagini,  de  Costa-Rica.  El  Dice. 
(^1  el  ant.  raigar  como  igiial  a 
arraigar. 

Alto  árbol  bien  raiíjadn. 
Con  fructo,  flores  t  hojas, 
Señor  Don  Sancho  de  Rojas, 
Discreto, "muy  esforzado. 

(Álvarez  de   Villasandino,    .1    Don    Sancho 
¡de  Rojns). 

Raid,  m.  Voz  inglesa  que  se 
pronuncia  réid  y  significa  corre- 
ría, incursión,  irrupción.  Úsanla 
los  periodistas  para  significar  la 
carrera  o  curso  que  se  sigue  en 
la  navegación  aérea.  "Un  raid 
de  Londres  a  Madrid." 

R.vÍDO,  DA,  adj.,  part.  de  raer. 
Aplícase  a  la  pieza  de  ropa  dete- 
riorada por  el  roce  a  fuerza  del 
uso,  perdiendo  su  lustre,  pelo, 
etc.  Así  lo  usamos  en  Chile  y  así 
define  Roque  Barcia  el  v.  raerse. 
Con  la  definición  académica  de 
raer  (quitar  como  cortando  y 
raspando  la  superficie,  pelos, 
barba,  vello,  etc.,  de  una  cosa, 
con  instrumento  áspero  o  cor- 
tante) no  podría  sostenerse  esa 
acep.  del  participio,  que,  sin 
embargo,   es  española: 


Y  de  sus  ñacos  hombroi",  j'a   raido, 
Cuelga  la  capa  en  desiguales   puntas. 

(Eiig.  de  Tapia,    La  Holgazanería). 


Rail,  m.  La  13."  edición  del 
Dice,  lo  equiparaba  a  riel  en  la 
acep.     de     "barra   de    hierro    o 


10 


RAJ 


RAJ 


acero  con  que  se  forman  los  ca- 
rriles de  los  caminos  de  hie- 
rro;" pero  la  14.*,  después  de 
suprimirlo  en  el  cuerpo  de  la 
obra,  lo  admito  en  el  Suple- 
mento: lo  que  es  de  sentir,  por- 
que es  un  puro  anglicismo. 

Rajadura,  f.  No  existe;  dígase 
roja,  si  se  trata  de  hendedura, 
al)ertura  o  quiebra  de  una  cosa; 
rasgón  (tampoco  existe  rasgadu- 
ra), si  de  la  rotura  de  un  vesti- 
do o  tela,  }'  desgarrón,  si  el  ras- 
gón o  rotura  es  grande;  desga- 
rro, si  no  es  tan  grande.  Tam- 
poco exi.«te  desgarradura. 

Rajanza,  f.  "\'t'a?e  Rajazón,  1." 
accp.  Anillos  son  poco  usados. 

Rajar,  a.  Por  la  mala  pro- 
nunciación del  grupo  sg,  que 
para  nuestro  pueblo  es  /,  se  con- 
funden entre  nosotros,  aun  en 
iiuicha  parte  de  la  gente  culta, 
los  verbos  rajar  y  rasgar;  jioreso 
es  necesario  distinguirlos  bien: 
;v/_/V/;- significa:  "dividir  en  rajas; 
hender,  partir,  abrir;"  rasgar  es 
"romper  o  hacer  ])edazos,  a  viva 
fuerza  y  sin  el  auxilio  de  nin- 
gvín  instrumento,  cosa.s  de  poca 
consistencia;  como  tejidos,  pie- 
les, papel,  etc."  iS'e  rajan  las  pie- 
dras, las  maderas,  la  leíía,  la 
tierra,  las  frutas;  pero  la  ropa, 
las  telas,  los  papeles,  si  la  opera- 
ción no  se  hace  con  Instrumento 
cortante,  se  rasgan. —  Fig.  y 
fam..  desacreditar  o  censurar 
ac-emente.  Ivs  acep.  más  fuerte 
fiuc  las  sinónimas  de  pelar  y 
descuerar  y  es  usa4a  también 
en  lí.sjiaña,  con  la  diferencia 
que  allá  liacen  n.  el  v.  y  nos- 
otros a.  "I']scan(laliicál)amc  yo 
de  oírle  rajar  así  contra  todo  el 
nnmdo,  y,  no  dejando  que  pro- 


siguiese, le  dije.  .  .  perdone  V. 
que  le  ataje  la  buena  palabra." 
(Trigueros,  Teatro  esp.  burlcif- 
co,  c.  Ylll,  en  el  Romancero 
esp.  de  Sbarbi,  t.  V).  Luis  Bes- 
ses  califica  de  popular  esta  acep. 
y  la  define:  "hablar  mal  de  al- 
guien ;"  pero  en  el  Dice,  sólo 
hallamos:  "n.  fig.  y  fam.,  decir 
o  contar  nuichas  mentiras,  espe- 
cialmente jactándose  de  valien- 
te y  hazañoso;  hablar  nuuho." 
Pereda  usó  este  v.  como  a.,  lo 
mismo  que  nosotros:  "Tornaba 
luego  a  rajar  con  la  lengua  ja- 
mas y  caudales." —  Taml)ién  fig. 
y  fam.  y  a.,  reprobar  a  uno  en 
un  examen :  "Rajaron  a  Enri- 
que en  Aritmética."' —  r.  Abrirst, 
o  partirse  la  piel  a  causa  del 
frío.  ''Se  me  rajan  las  manos." 
Nos  parece  bien  usado  el  v..  por- 
C[ue  no  sale  de  su  significado 
general;  sin  embargo,  el  que  no 
lo  apruebe  puede  decir  agrietar- 
se, porque  grieta,  en  su  2."  acep., 
es  "hendedura  poco  profunda 
que  se  forma  en  la  piel  de  diver- 
sas jiartes  del  cuerpo,  o  en  las 
membranas  mucosas  próximas  a 
ella."  Cortar  significa  también: 
"rcfiriendo.se  al  aire  o  al  frío; 
ser  éstos  tan  penetrantes  y  suti- 
les, que  parece  que  corlan  y 
traspasan  la  piel.  Ü.  t.  c.  r." — 
También  r.,  fig.  y  fam.,  costear, 
por  amistad,  alegría  o  buen  Ini- 
mor,  alguna  cosa  de  comer  o 
1)eljer,  para  tomarla  en  compañía 
de  otro  u  otros;  feriar.  "Se  rajó 
con  un  almuerzo;  Me  liiricrou 
rajarme  con  mías  once,  con  mi 
trago."  También  se  usa  cu  e-ste 
sentido  abrirse. —  Rajar  a  uno 
con  la  uña,  fr.  (ig.  y  fam. :  ha- 
iicr  criado  o  echado  carnes,  estar 


RAJ 


RALL 


gordo.  "Está  de  rajarlo  con  la 
uña." — A  raja  tabla.  Yvase  uiús 
adelante. —  De  rompe  y  raja. 
Dígase  De  rompe  y  rasga:  "de 
ánimo  resuelto  y  gran  desemba- 
razo." 

Raj.\tabla  (A),  m.  adv.  fig. 
y  fam.  Preferimos  escribirlo  así, 
apartándonos  del  Dice,  que  lo 
di^•ide  en  tres  palabras  (A  raja 
tabla).  Véase  Guión,  e).  El 
significado  propio  es:  "cueste  lo 
que  cueste,  a  toda  costa,  a  todo 
trance,  sin  remisión."  "Lo  único 
que  se  cumple  a  rajatabla  en 
Madrid  es  lo  que  se  refiere  al 
trayecto  que  se  ha  impuesto  a 
los'  coches."  (E.  Pardo  Bazán, 
La  vida  contemporánea).  ^  "La 
publicación  de  la  Historia .  .  . 
puede  producir  escándalo ....  y 
por  esto  hay  que  evitarla  prohi- 
biéndola a  rajatabla."  (Mig\iel 
Mir,  Carta  al  Carel.  Secretario 
de  Estado).  Ést€  es  el  verdadero 
.significado  de  este  modismo  que 
no  es  bien  usado  en  Chile.  "Con 
gran  fuerza  y  \-igor,"  lo  inter- 
pretó Cuervo,  lo  que  se  acerca 
más  al  significado  literal. 

Rajazón,  f.  Reprobación  de 
muchos  en  un  examen.— Acción 
o  efecto  de  rajarse,  en  la  acep. 
de  "feriar." —  En  ambas  aceps. 
es  poco  usado. 

Rajeado,  rajear,  rajeo.  Díga.'^e 
rasgueado,  raí<gii''ar.  rasgueo. 
Véase  G,  6." 

Rajón,  m.  Rai^gón.  ^'éanse 
Rajadura  y  Rasgóx. 

Rajuñadura,  f.  Acción  o  efec- 
to de  rasguñar.  Aféase  Rajuño. 

Rajuñar,  a.  Ra-ignüar  o  rax- 
niñar.  Véase  G,  6." 

Rajuño,    m.  Rasguño  o  rascvy- 


ño,  arañazo. —  Rajuñón,    rasgu- 
ño o  arañazo  grande. 

Ralada  o  rala,  f.  Privada,  f. : 
"plasta  grande  de  suciedad  o  ex- 
cremento echada  en  el  suelo  o 
en  la  calle."  Véanse  Parva  y 
]\[rLADAR. —  Lo  que  cabe  en  el 
rale  o  plato  de  madera. 

Rale  o  rali.m.  Es  la  voz  arau- 
cana rali,  plato  de  madera,  y 
significa,  del  Maule  al  Sur,  pla- 
to o  utensilio  semejante,  cuando 
es  de  maderíi,  como  artesas  o 
bateas  pequeñas,  dornajos,  le- 
brillos, callanones  (aum.  de 
callana). —  Gay  le  dio  también 
la  acep.  de  "rabel"  o  violín  pe- 
queño, cuando  escribió  (Agri- 
cultura, i.  I,  pág.  288)  :  "Bailan 
al  son  de  guitarras.,  de  sus  ralis, 
especie  de  violín  pequeño,  y  de 
sus  cantos."  El  error  se  explica 
sabiendo  que  rali  o  raliculthum 
se  llama  en  araucano  el  "tam- 
borcillo  de  las  machi.^,  hecho 
de  un  plato  de  palo  y  una  leia 
de  cordero."  (Febré.s-Astraldi). 
Confundió  Gay  el  tamborcillo 
con  el  rabel. 

Raleae,  n.  "Hacerse  rala 
una  cosa  perdiendo  la  intensi- 
dad, opacidad  o  solidez  que  an- 
tes tenía."  Lo  mismo  significa 
arralar,  t.  n.  Aquí  se  usa  mala- 
mente ralear  como  a.  en  vez  de 
enrarecer  o  rarefacer:  "dilatar 
un  cuerpo  haciéndolo  menos 
denso."  É.stos  sí  son  activos  y 
úsanse  también  como  reflexivos. 

Ralral.  Véase  Radal. 

Rallar,  n.  Desmenuzar  una 
cosa  estregándola  con  el  rallo 
(instrumento  de  cocina).  No  se 
confunda  con  rayar,  hacer  o 
tirar  rayas,  ni  rallo  y  rallador 
con  rayo  y  rayador. 


12 


RAM 


RAM 


Rama,  f.  Barra  corta  de  hie- 
rro, con  una  punta  achaflanada 
por  ambos  lados  y  con  la  otra 
aguzada,  que  se  usa  para  colocar 
los  durmientes  y  apretar  la  tie- 
rra, ripio  u  otro  material  con 
que  se  afirman  y  cubren.  Es  un 
¡JOCO  más  corta  que  la  barreta 
que  se  emplea  en  los  demás  tra- 
bajos.— ^^iene  e-sta  voz  del  fran- 
cés rame,  que  significa  rodrigón, 
remo,  y  modernamente,  sin  du- 
da, este  mismo  instrumento. 

Ramada,  f.  Igual  a  ram-aje, 
que  es  "conjunto  de  ramas  o 
ramos,"  dice  el  Dice,  y  como 
anticuado,  igual  a  enramada, 
que  tiene  estas  tres  aceps. :  "con- 
junto de  ramas  de  árboles  espe- 
sas y  entrelazadas  naturalmen- 
te; adorno  formado  de  ramas  de 
árboles  con  motivo  de  alguna 
fiesta;  cobertizo  hecho  de  ramas 
de  árboles  para  sombra  o  abri- 
go." En  esta  última  aoep.  es  tan 
usado  7-amada  en  Chile  y  en 
casi  toda  la  América  Latina, 
que  sería  imposible  desterrarlo, 
y,  por  el  contrario,  enramada 
no  es  conocido  y  usado  sino  en 
la  1.*  acep.,  y  eso  por  los  poetas 
y  prosistas  elevados.  Hacemos 
pues  formal  petición,  para  que 
se  quite  a  ramada  la  nota  de 
«n^,  por  lo  menos  en  América. 
Respecto  de  Chile  podemos  de- 
cir que  está  en  todo  su  vigor, 
especialmente  en  los  campos  y 
pueblos  de  provincias,  en  donde 
se  hacen  ramadas  para  mil  co- 
sas: para  ventas  y  fondas  de 
pocos  días,  para  cuidar  seml)ra- 
dos  durante  la  tomporada,  para 
las  trillas  y  cosechas  de  otros 
frutos,  etc.,  etc.  Por  eso  Don  Ja- 
vier (1p  la  Rosa  en  .-u  famoso  de- 


safío poético    con  Taboada  can- 
taba : 

tín  et  pueblo'e  Curicd, 
Estando  en  una  ranada^ 
Me  ha  venido  a  desafíar 
El  mulatillo  Tabo.  d  i. 

Véase  Barrial. 

Ramalazo,  m.  Es  castizo  en 
el  significado  de  "golpe  dado 
con  el  ramal,  señal  que  deja 
este  golpe,"  y  en  otras  aceps.; 
l)ero  nó  en  la  de  "golpe  que  da 
una  rama  o  conjunto  de  ra- 
mas;" ni  tampoco  en  el  de  nu- 
bada, chaparrón,  chubasco,  a 
semejanza  del  cordonazo  de  San 
Francisco:  "entre  marineros, 
temporal  o  borrascas  que  suelen 
e.xperimentarse  hacia  el  equi- 
noccio de  otoño."  Véase  Rasmi- 
llón. 

Ramaleado,  da,  adj.  Dícese 
de  lo  que  tiene  rayas  transver- 
sales de  otro  color,  como  si  le 
Imbicran  dado  un  ramalazo. 
Tratándose  de  animales,  .^e  usa 
azotado,  da.  Véase  en  el  Apén- 
dice del  I."  t. 

Ramazón-,  "Conjunto  de  ra- 
mas separadas  de  los  árboles." 
Así  fué  admitido  i>or  primera 
vez  en  la  14.'  edición  del  Dice; 
por  consiguiente,  no  es  igual  a 
ramaje,  que  es  "conjunto  de  ra- 
mas o  ramos,"  en  general.  I'érez 
Rosales  usó  ramazón  en  este 
último  sentido,  y  es  claro  que 
no  hizo  l)ien.  "A  cada  rato  se 
hacía  alto  para  poderse  contar; 
])ues.  como  las  ramazones  que 
apartaba  con  esfuerzo  el  de 
adelante  se  cerraban  al  momen- 
to tras  de  él,  parecía  que  cada 
uno  marchaba  solo  jior  a<iuplla 
selva."     ( Recuerdos    del    pns'ido. 


RAM 


RAM 


13 


c.  XXII\. —  Ténganse  presentes 
ramiza  (conjunto  de  ramas  cor- 
tadas) y  ramojo  (conjunto  de 
ramas  cortadas  de  los  árboles, 
especialmente  cuando  son  pe- 
queñas y  delgadas). 

Rameador,  m.  Jornalero  que 
tralla  ja  con  la  rama.  Véase  esta 
voz. 

Ramear,  a.  Colocar  durmien- 
tes y  apretar  la  tierra  o  material 
que  los  cubre.  Véase  Rama. — Es 
derivado  del  francés  ramer,  ro- 
drigar, remar,  y  seguramente  en 
el  lenguaje  moderno,  hacer  este 
mismo  trabajo  en  los  durmien- 
tes. 

Ramillete,  m.  Comida  noctur- 
na  con   que    se    celebraba    un 
buen    suce~so,    por  ejemplo,    una 
primera    misa,  una    boda,  y    se- 
mejante  a  lo  que   ahora  se   lla- 
ma una  matine,  un  té.   El  nom- 
bre de  ramillete    que   se  daba   a 
esta   comida,    proviene    de   estas 
aceps.     castiza.s      de     ramillete: 
"plato  de  dulces  que  forman  un 
conjunto       elevado      y      vistoso 
(nuestro     castillo)  ;  adorno  com- 
puesto  de   figuras   y   piezas     de 
mármol    o  metales    labrados    en 
varias  formas,  que    se  ponen  so- 
lire  las  mesas  en  donde  se  sii'ven 
comidas  .suntuosas,  y  en  los  cua- 
les se  colocan  diestramente  dul- 
ces,   frutas,   etc."    De  una   fiesta 
celebrada  en  Madrid  en  la  acla- 
mación     y     levantamiento     del 
pendón    por  el  rey    Don  Luis    I 
(1724),  se  lee  "que  las    señoras 
Monjas  De.scalzas  hicieron  poner 
en    el  claustro  adornadas    mesas 
y    riquísimos     aparadores,     con 
flecaduras     doradas,     y     encima 
abundancia  de  hipocrás    y  otras 
bellidas,    en    primorosas     inven- 


ciones de  helados  y  bien  forma- 
dos ramilletes  de  delicadísimos, 
gustosos  y  extraños  dulces,  para 
todos  cuantos  de  los  caballeros, 
que  concurrieron  a  esta  función, 
quisieren  en  lo  primoroso  del 
gusto  dejar  satisfecho  el  apetito 
ansioso  de  lo  sediento."  (R.  Se- 
púlveda,  Madrid  viejo,  pág. 
110).  La  voz  que  corresponde  a 
nuestro  anticuado  ramillete  es 
ambigú:  "comida,  por  lo  regu- 
lar nocturna,  compuesta  de 
manjares  calientes  y  fríos  con 
que  se  cubre  de  una  vez  la  me- 
sa." 

Ramo,  m.  No  tiene  expresa- 
mente la  acep.  que  aquí  le  da- 
mos de  ciencia,  arte  o  materia 
que  se  enseña  y  estudia  en  los 
colegios  y  universidades.  Así,  la 
gramática  es  un  ramo;  la  arit- 
mética, la  geometría,  la  filoso- 
fía, el  latín  o  lengua  latina, 
otros  tantos  ramos.  Esta  acep.  se 
deriva  de  la  fig.  que  tiene  ramo: 
"parte  de  un  todo.  Ramo  de 
montañas,  del  saber,  de  la  ad- 
ministración, de  mercería."  Con- 
siderando el  curso  de  estudios 
como  un  todo,  es  evidente  que 
cada  una  de  sus  partes  es  un 
ramo;  por  eso,  según  el  Dice, 
podría  decirse:  "La  filosofía  es 
un  ramo  del  saber  humano." 
¿Por  qué  entonces  no  podría  de- 
cirse: "Pedro  enseña  en  este 
colegio  el  ramo  de  la  filosofía f" 
No  porque  se  enumeren  y  par- 
ticularicen los  ramos  del  saber 
han  de  perder  su  nombre  de 
ramos.  Sinónimos  son:  asigna- 
tura (cualquiera  de  los  tratados 
o  materias  que,  durante  el  curso 
académico,  debe  explicar  o  leer 
cada    catedrático  a    sus    discípu- 


14 


RAN 


RA.N 


los),  clase  (en  los  establecimien- 
tos de  enseñanza,  cada  una  de 
las  asignaturas  a  que  se  uesti- 
na  separadamente  determinado 
tiempo),  cátedra  (facultad  que 
enseña  un  catedrático),  facid- 
tad  (ciencia  o  arte). 

Ramoxeador,  ra,  adj.  Que 
ramonea.  Hace  falta  en  el  Dice. 

Rampla,  f.  Lo  mismo  que  los 
gallegos  y  leoneses,  llama  así  el 
chileno  la  rampa  castellana: 
"plano  inclinado  dispuesto  para 
subir  y  bajar  por  él."  La  I  es 
parásita,  pues  la  voz  se  deriva 
del  francés  rampe;  sólo  se  halla 
en  el  castellano  ramplón,  nn, 
que  nada  tiene  que  ver  con  la 
rampa.  Quizás  rambla  (terreno 
que  la  corriente  de  las  aguas  de- 
ja cubierto  de  arena  después  de 
las  avenidas)  haya  también  in- 
fluido en  la  mala  pronunciación 
de     rampla. 

Ramploxería,  f.  Acción 
ramplona,  dicho  ramplón.  '"Por 
eso  feneció  ese  teatro,  decayendo 
desde  mediado  el  siglo  XVII  y 
acabando  en  el  XVIII  en  ram- 
plonerías santurronas  o  extrava- 
gancias inenarrables."  (Cejador, 
Hist.  de  la  lengua  y  literat.  cast., 
t.  III,  pág.  202).  Es  vocablo 
digno  de  aceptación.  En  Chile 
también  se  usa:  "Se  vio  ultra- 
jado por  una  ramplonería  vul- 
gar que  partió  de  los  bancos 
aliancistas  y  que  no  se  oye  ni 
en  las  reuniones  de  las  más  ínfi- 
mas asociaciones  populares." 
(La  Unión,  de  Santiago,  ü» 
Dic.  lí)ir.). 

Ramudo,  da,  adj.  Que  tiene 
iiiuclios  ramos  o  ramas:  en  ca.s- 
tcMano,  ra mogo,  xa. 

K'.wA.  f.  ]•'.■;  Miuv  us.ida  entre 


nosotros  la  acep.  fig.  y  fam.  de 
persona  gorda,  de  baja  esiaiura 
y  fea.  Aplícase  más  a  la  nmjer, 
y  generalmente  como  apodo  o 
sobrenombre. 

La  duefia  de  la  chiDgan& 
Ura  una  india  cabezonu. 
Retaca,  fea  y  chascona, 
Qae  la  llamaban  la  Rana. 

— No  faltarle  o  ima  mujer  nms 
que  el  mito  para  rana,  fr.  fig.  y 
fam.  que  se  aplica  a  las  muy 
feas.  Véase  Sapo. —  De  muchas 
maneras  es  interpretado  en  el 
jolk-Jore  chileno  el  canto  de  las 
ranas  cuando  .se  contestan  una 
con  otra;  he  aquí  algunas: 

-,:Quicn  llegó? 
— Mi  marido. 
— ¿Que'  te  trajo? 

—  Un  vestido. 
— ¿De  que'  laya? 
— De  listón. 

— Guacacá. 
— Cotrrotrrón. 
_  Guacacá. 
— Cotrrotrrón. 

— ¿Va  pasó? 

—  No  ha  pasado. 
— ¿Ya  pasó? 

—  No  ha  pasado. 

Toma  tu  cotón. 

— Trae  mi  frazada. 

— ¿Me  lavaste  mi  oitón? 

— Si'.  t«  lo  lavo. 

.—¿Me  lo  jabonaste? 

— Sí,  te  lo  jabone'. 

— ¿Me  lo  almidonaste'? 

—  Sí,  te  lo  iilmidone'. 
— ¿Mein  planihiste? 

—  Sí,  te  li>  plancho. 

V.w  el  departamento  <le  San-Fer- 
nando hay  un  fundo  llamado 
Canfairnna,  y  unas  lierclades 
con  el  mismo  nombre  en  el  de 
Caupiilicán.  En  el  libro  W  ile 
sus   .MctamorfoKÍs  cuenta   Ovidio 


RAN 


RAP 


la  transformación  de  unos  rústi- 
cos labradores  en  ranas  por  cas- 
tigo de  la  diosa  Latona  y  dice 
que,  aun  después  de  la  transí'or- 
mación,  seguían  insultándola 
con  sus  gritos,  y  lo  dice  con  una 
armonía  imitativa  tan  grande, 
que  es  como  oír  el  canto  de  las 
ranas : 


siiit  sub  aqua,  sub  aqua  lualedicere 
[tentaiit.] 


Los  tres  sonidos  qiuim,  qaa, 
qua,  largos  en  latín  y  en  un  solo 
exámetro,  son  verdaderos  gritos 
de  rana. 

Ranacuajo  o  eexacuajo,  m. 
"Cría  de  la  rana,  mientras  tiene 
cola  y  respira  por  branquias. — 
Fig.  y  fam.,  hombrecillo  peque- 
ño y  despreciable." 

Ranciedad,  f.  Lo  usó  Pereda 
en  Pedro  Sánchez,  XXXIX: 
"Dc'jate  de  boberías  y  de  rancie- 
dades de  antaño;"  y  se  usa  tam- 
bién en  el  lenguaje  xoilgar  de 
Salamanca  (España).  El  Dice, 
admite  solamente  rancidez,  cali- 
dad de  rancio. 

Ranfaña,  f.,  fig.  y  fam.  Xom- 
Itre  de-pectivo  que  se  da  al  in- 
dividuo sarnoso  o  roñoso,  y  por 
extensión,  al  sucio  y  desharra- 
pado. "Quita  de  aquí,  ranfaña." 
— Parece  formado  del  casteTíano 
rafania:  "enfermedad  que  con- 
siste en  contracciones  muscula- 
res muy  violenta.s  y  dolorasas, 
ocasionada  por  la  semilla  del 
rábano  silvestre  [raphanus] 
cuando  se  come  por  haberse 
mezclado  con  el  trigo." 

Ranfañoso,  sa,  adj.  Sarnoso, 
roñoso;  sucio,  desharrapado,  za- 


parrastroso o  zarrapastroso.    Vé- 
ase el  anterior. 

Rango,  m.  "Por  ignorancia  y 
torpeza  escriben  y  estampan 
muchos.  .  .  rango,  por  clase,  fi- 
la, (línea,  categoría,  jerarquía, 
según  los  casos."  (Gram.  de  (a 
A  cad.)  ¡  Ay  de  los  que  han  me- 
recido la  rociada,  siquiera  su 
cuenten  entre  ellos  Jíonlau,  jMío- 
ra,  Silvela  y  el  mismísimo  Be- 
llo!—  Dan  también  algunos  a 
asta  voz  el  .significado  de  rumbo, 
pompa,  esplendidez,  magnificen- 
cia, que  tampoco  es  castizo. 
Sbarbi,  en  el  t.  VI,  pág.  191,  de 
su  Refranero  español,  defendió 
la  1.*  acep.  de  rango;  pero,  a 
decir  verdad,  las  razones  que  da 
no  convencen. 

Rangoso,  sa,  adj.  Rianboii,, 
no;  rumboso,  mo.gnifico,  esplén- 
dido, pomposo,  opulento,  gene- 
roso. 

Rano,  m.  Macho  de  la  rana. 
Suele  usarlo  el  vulgo  ignaro, 
que  no  entiende  de  sustantivos 
epicenos.  En  el  Calila  y  Diru- 
na  aparecen  también  culebro 
(ant.  en  el  Dice.)   y       gargo. 

Rapelar,  a.  Sacarle  al  tabaco 
picado  el  polvo  menudo  (o  pol- 
villo) que  se  va  acumulando; 
operación  que  se  hace  con  un 
cedazo  especial. — El  v.  es  for- 
mado del  s.  rapé  -\-  I  eufónica 
o  parásita,  al  modo  que  de  corsé 
y  la  partícula  en  se  han  for- 
mado encorcelar,  encorcelada. 
También  ha  influido  el  v.  pclur. 

Rápido,  m.  (Nó  rápida,  f.. 
como  dicen  aquí  algunos).  Lo 
admitió  el  Dice,  en  su  14.^  edi- 
ción :  "parte  de  un  río  en  que, 
por  el  pronunciado  [véase  esta 
voz,  que  aquí  es  galicismo]   des- 


16 


RAP 


RAR 


nivel  de  su  cauce,  la  corriente  es 
impetuosa  y  arrebatada."  Ke- 
cial,  m.,  significa  también  "co- 
rriente recia,  fuerte  e  impetuosa 
de  los  ríos;"  rabión:  "corrieüte 
del  río  en  los  parajes  donde  por 
la  estrechez  o  inclinación  del 
cauce  se  hace  muy  violenta  e 
impetuosa;"'  raudal  y  ant.  rau- 
da, f. :  "copia  de  agua  que  corre 
arrebatadamente." 

Rápido,  da,  adj.  vulgar.  i)i- 
cese  del  individuo  que  tiene  el 
pelo  cortado  al  rape  (de  donde 
se  ha  formado  esta  voz),  y  tam- 
bién de  la  cabeza  pelada  de  esa 
manera. —  Dícese  del  potrero  o 
terreno  cuyos  pastos  han  sido 
cortados  o  comidos  a  flor  de  tie- 
rra. Ú.  t.  en  el  lenguaje  vulgar 
sahnantino. 

Rapiñear,  a.  Rapiñar:  "hur- 
tar o  quitar  una  cosa  aiTebatán- 
dola." 

Rapsoda,  m.  Dígase  rapsoda, 
del  griego  ^¿«'¿(oSó;:  "el  que  en 
Grecia  antigua  iba  de  pueblo  en 
pueblo  cantando  trozos  de  los 
poemas  homéricos  u  otras  poe- 
sías." En  Cíistellano  debe  ser 
rapsodo,  dice  Cuervo;  pero,  fue- 
ra de  Hernández  y  Rcslrepo 
(Llave  del  griego),  no  sabemos 
que  nadie  lo  haya  seguido. 

Rapsódico,  ca,  adj.  Pertene- 
ciente a  la  rapsodia  o  al  rapso- 
da: "Canto  rapsódico."  Hace 
falta  en  el  Dice. 

Raptar,  a.  Neologismo  u.<afl(. 
por  algunos  en  vez  del  <onocido 
rohar  en  la  acep.  de  "sacar  a 
\ma  mujer  violentamente  o  con 
engaño  de  la  casa  o  potestad  de 
sus  padr&s  o  piiricnte^.'"  "Iban  a 
pml)arcarse.  .  .  cuando  el  Du- 
que   de    San    IVlro    raptó,    con 


abuso  de  fuerza,  a  Bernarda." 
(E.  Cotarclo,  Actores  famosos 
del  siglo  X]'II,  Sebastián  de 
Prado,  ni).  "Trátase  en  dicha 
pieza  escénica  de  un  galán  que 
de  acuerdo  con  varios  amigos  se 
propone  raptar  a  una  doncella." 
(•Julio  Puyol  y  Alonso,  La  Pi- 
cara Justina,  t.  III,  pág.  '253). 
"No  halló  mejor  modo  de  resol- 
ver .<u  conflicto  amoroso  que 
raptando  a  su  amada  Belisa." 
"El  curso  del  rapto,  si  llegó  a 
consumarse,  fué  interrumpido  a 
los  pocos  días  por  la  vuelta  de  la 
raptada  al  hogar  paterno."  (E. 
Cotarelo,  La  descendencia  de 
Lope  de  Vega,  Bolet.  de  la 
Acad.,  t.  II,  págs.  24  y  25).  EJ 
Dice,  trae  rapto  y  raptor  y  el 
adj.  rapta  (mujer  robada),  to- 
dos derivados  del  participio  la- 
tino raptas,  ta,  tum ,  pero  no 
raptar  ni  raptada,  que  etimoló- 
gicamente valen  lo  mismo  que 
presupuestar  }   presupuestado. 

Rara,  f.  Ave  chilena,  phito- 
toma  rara  Mol.  "Esta  ave  fué 
descrita  por  primera  vez  jwr  el 
sabio  Abate  Molina  el  año  1776, 
quien  formó  para  ella  el  género 
Phitotoma,  palabra  formada  de 
dos  voces  griegas  y  que  quieren 
decir  "planta"  y  "cortar"  [9UTÓV, 
¡llanta,  y  TÓ,ao?,  división,  parte, 
trozo,  del  v.  ts'xvw  cortar,  talar, 
destrozar].  Sólo  .<«  conocen  tres 
especies  de  este  género  y  todas 
ellas  habitan  en  la  América  del 
Sur,  distribuidas  una  en  Chile, 
otra  en  Boliviii  y  la  tercera  en 
la  República  Argentina."  (Re- 
ed).  "l'-l  género  rara  C'í  muy 
singular  ])or  tener  los  l)ordes 
de  la  mandíbula  superior  fmn- 
monto  dentados  en  toda  su  Ion- 


RAE 


RAS 


gitud  como  una  sierra;  la  man- 
díljula  inferior,  >niás  corta  que  la 
otra,  y  con  el  borde  mismo  liso, 
tiene  interiormente  pequeños 
dientes  que  corresponden  a  los 
de  la  superior.  No  se  alimentan 
de  granos  sino  de  plantas  tier- 
nas, y  hacen  mucho  daño  a  las 
legumbres  y  hortalizas."  (Phi- 
lippi).  El  nombre  es  onomato- 
pcyico,  porque  "su  grito  imita 
la  palabra  rrrrara,  nombre  que 
le  dieron  los  indios  y  luego  los 
españoles."  (Gay).  No  hay  du- 
da que  debe  aceptarlo  el  Dice. 

Raka  avis.  Copiemos  del 
Dice:  "Rara  avis  in  terris. 
Hemistiquio  de  un  verso  de  Ju- 
venal,  que  en  estilo  fam.  suele 
aplicarse  en  castellano  a  pei-sona 
o  cosa  concei^tuada  como  rara  o 
singular  excepción  de  una  regla 
cualquiera.  Dícese,  más  comun- 
mente rara  avis."  El  clásico  Pa- 
dre Murillo  prefirió  verter  al 
castellano  esta  expresión :  "Si 
conservando  un  hombre  la  ino- 
cencia conserva  también  la  hu- 
mildad, ¿no  te  parece  que  posee 
doblada  hermosura?  Rara  ave 
en  la  tierra,  o  no  perder  la  san- 
tidad, o  perdiéndola,  no  ex- 
cluir la  humildad."  (Instruc- 
ción, 1.  IV,  c.  XXIV). 

RaRECER,  rarificar  o  EX  CA- 
RECER (nó  enralecer),  activos  y 
úsanse  t.  c.  reflexivos.  "Dilatar 
un  cuerpo  haciéndolo  menos 
denso." 

Rarífico,  ca,  adj.  fam.  Aplí- 
case a  la  persona  rara  o  extra- 
vagante. Es  forma  más  culta  y 
como  científica  del  adj.  raro, 
píira  suavizar  su  significado; 
uno  de  los  muchos  eufemi.smos 
que  usa  el  lenguaje  fam. 

Diw.  de  Chil..  t.  V. 


Rasca,  f.  Borrachera,  turca, 
mona.  Es  de  uso  general  en 
Chile  y  así  mismo  en  Venezuela. 
— ^Cejador  (Tamo  R,  pág.  225) 
lo  trae  de  rascas,  que  en  Aragón 
significa  las  raspas,  o  lo  que 
queda  del  racimo  prensado  o 
pisado.  ¿No  podrá  venir  mejor 
de  1-asco,  ant.,  rascadura,  y  que 
en  la  fr.  Tener  uno  gana  de 
rasco  significa  juego  o  retozo? 
Porque  el  borracho,  en  el  pri- 
mer período  de  la  embriaguez, 
se  pone  alegre  y  bienhumorado. 
deseoso  de  jugar  y  retozar.  Tam- 
bién podría  peijsarse  en  el  sig- 
nificado literal  de  rascarse,  por- 
que el  borracho,  en  el  segundo 
período,  se  pone  furioso  y  de 
rabia  se  rasca  a  menudo  la  cabe- 
za; por  eso  en  Honduras  el 
rascado  es  el  de  genio  aiTebata- 
do.  Léase  también  este  pasaje  de 
Gracián :  "¡  No  sabes  tú  lo  que 
pasó  in  questa  bella  invenchio- 
ne  del  vino!  ¿Y  qué  fué?  Que 
un  recuero,  atento  a  su  ganan- 
cia, cargó  de  la  nueva  meicaúe- 
ría,  y  dio  con  ella  en  Alemania; 
y,  como  fuese  el  precioso  licor 
en  toda  su  generosidad,  gu.sta- 
ron  mucho  de  él  los  tudescos, 
hízoles  valiente  impresión,  rin- 
diéndolos de  todo  punto.  Pasó 
adelante  a  la  Francia;  mas,  por- 
que no  fuasen  comenzados  los 
cueros,  acabólos  de  llenar  .en  la 
Esquelda,  con  que  no  iba  ya  el 
vino  tan  fuerte,  y  así  no  hizo 
más  que  alegrar  los  franceses, 
haciéndoles  bailar,  silbar  y  dar 
algunas  cabriolas  y  rascarse 
atrás  en  un  corrillo  de  me.sura- 
dos  españoles."  (El  Criticón,  p. 
III,  cr.  II). 

Rascacielos,    m.   Edificio  muy 

2 


RAS 


RAS 


alto  Y  de  muchos  pisos,  como 
los  hay  en  Estados-Unidos,  que 
parece  estu\'iera  rasando  (o  ras- 
camlo)  los  cielos. —  Es  traduc- 
ción literal  del  nombre  inglés 
slcy-scmper,  que  se  pronuncia 
skai-scrépa;r.  Un  español  ha- 
bría dicho  mejor  tocacielos,  to- 
pacielos,  rompenubes,  espanta- 
nubes,  como  escribió  Suárez  de 
Figueroa:  "Heber,  por  no  mez- 
clar la  lengua  propia,  huyó  de 
aquellos  qvie  con  espanto  de  las 
nubes  levantaban  contra  las 
amenazadas  estrellas  la  torre  so- 
berbia y  caduca."  (La  Constan- 
te Amarilis,  disc.  III).  Pero,  si 
se  quiere  un  nombre  nuevo  y 
original,  nosotros  propondría- 
mo.s  transnúbila,  m.  y  singular, 
a  semejanza  de  sancta  y  sanrfa- 
sanctórum.  Véase  Biblia. 

Rascado,  da,  adj.,  participio 
de  rascarse.  C.  t.  c.  s.  en  el  sig- 
nificado de  ebrio,  borracho. 

Rascar,  a.  Rascar  uno  la  gui  - 
tarra,  fr.  fam.:  rasguear.-  Rac- 
carse,  r.  Embriagarse,  emborra- 
cliarsc.  Véa.-e  Rasca.  Como  este 
s.,  es  también  el  v.  do  use  gene- 
ral en  Chile. — Al  que  te  pica  (o 
pique),  que  se  rasque.  Ú.  t.  en 
Colombia  y  véasela  en  el  art. 
Picar. —  Cada  uno  se  rasca  con 
sus  uñas,  fr.  fig.  y  fam.,  usada 
generalmente  por  los  egoístas  y 
mezquinos;  significa:  válgase 
cada  uno  a  sí  mi.-ímo,  sin  recu- 
rrir al  favor  o  interi)a'^ición  de 
otro. 

Rascarrabias,  com.  fam.  Dí- 
,!.':ase  rasciirrabiíis  o  paparrabias: 
"l'cr.-í)na  que  fácihnente  se  cno 
ja,  riño  o  denota  enfado." 

RAscATitiPAS,  m.,  fig.  y  íam. 
Puñal,    daga,  (Micliillo.    estoque; 


y,  en  general,  cualquier  arma 
.semejante  que  sirve  para  herir. 
Es  voz  bien  formada  y  digna  de 
entrar  en  el  Dice. —  Cejador  le 
da  el  significado  de  "mal  toca- 
dor de  guitarra  u  otro  instni- 
mento  <Je  cuerdas  de  tripa." 
(Tomo  R,  pág.  225). 

Rascucharse,  r.  Forma  des- 
pectiva de  rascarse,  poco  usada. 
A'éa-e  el  siguiente. 

Rascucho,  cha,  adj.,  desp. 
fam.  de  rascado.  Está  formado 
con  la  terminación  despectiva 
en  ucho  que  vemos  en  feúcho, 
aguilucho,  calducho,  alegrucho, 
animalucho. 

Rapg.\r.  Véase  Rajar. — Ras- 
gar (o  rasgarse)  uno  sus  vesti- 
dos o  vestiduras,  fr.  fig.  que  faltíi 
en  el  Dice,  y  significa  dolerse 
nuicho  de  una  cosa,  y  contra  la 
cual  debe  protestarse.  Está  to- 
mada de  las  antiguasf  costumbres 
de  los  judíos,  que  con  esa  acción 
manifestaban  el  duelo  y  el  ho- 
rror que  les  causaba  una  cosa, 
como  se  ve  en  el  Evangelio,  en 
la  Pasión  de  -lesús:  "A  tal  res- 
puesta, el  sumo  sacerdote  rasgó 
sus  vestiduras,  diciendo:  Blas- 
femado ha."  (S.  Mateo,  XXVI. 
65).  "Al  punto  el  sumo  sacer- 
dote, rasgando  sus  vestiduras^ 
dice,.."  (S.  Marcos.  XIV.  ()3). 

Rasgo,  m.  Excavación  larga 
y  angosta  para  acequia,  reguera 
o  co<a  parecida.  "Se  declaran  li- 
bres los  rasgos  o  tránsito  de  las 
aguas  por  cualquier  terreno  que 
pasen."  (Decreto  del  (¡obierno. 
IS  Nov.  1819).— Rasgo  de  te- 
rreno: díga.*e  parcela  (purción 
])equeña  de  terreno,  de  ordinario 
soltrante  de  otra  mayor  que  solía 
coiniirado.   exproiúado  o   adjudi- 


RAS 


RAS 


19 


cado)  y,  según  los  casos,  faja, 
cuadrado,  pedazo,  pedazuelo, 
partícula.  Es  común  en  Chi- 
le halar  de  un  rasgo  de 
terreno  para  nn  canal,  pa- 
ra una  sepultura  para  una 
calle,  et<?.  Rodal  significa  tam- 
bién :  "lugar,  sitio  o  espacio 
pequeño  que  por  alguna  cir- 
cunstancia particular  se  distin- 
gue de  lo  que  le  rodea."  Y 
cuartón:  "pieza  de  tierra  de  la- 
bor, por  lo  común  de  figura  cua- 
drangular." —  "A  grandes  ras- 
gos, galicismo,  á  grands  traits; 
pues  la  concisión  y  brevedad 
que  quiere  indicar  no  se  hallan 
en  rasgo,  que  más  bien  dice 
abundancia  y  largueza  en  el 
rasguear  garboso  de  la  pluma; 
cifrar  y  cifra  es  lo  que  se  dijo 
en  España,  en  cifra,  en  bosque- 
jo, en  rasguño."  (Cejador,  To- 
mo R,  pág.  227). 

Rasgóx,  m.  "Rotura  de  un 
vestido  o  tela."  Así  el  Dice; 
sin  embargo,  españoles  ha  ha- 
bido que  han  llamado  a?í  la  ro- 
tura de  la  piel  humana.  "Es- 
tándole  la  Santa  [Teresa]  di- 
ciendo cómo  había  de  hacer  un 
rasgón  de  carne  en  el  brazo,  él 
no  lo  podía  entender."  "La  di- 
cha Beata  Madre  hizo  pin- 
tar una  imagen  de  Cristo  Nues- 
tro Señor  a  la  Columna.  .  .  e 
liabíale  hecho  poner  en  ella  un 
ringón  en  su  santísima  carne 
on  el  brazo  izquierdo."  (Decla- 
raciones de  testigos.  Mir,  Sta. 
'Teresa  de  Jesús,  1.  II,  c.    XVI). 

Rasguido,  m.  "Alegres  ras- 
guidos de  guitarra,"  decía  un 
diario  radical.  Las  voces  castizas 
son  rasgueado  y  rasg^ieo,  m., 
acción  o  efecto  de  ra.*guear. 


Rasgüñador,  ra,  adj.  Que 
rasguña.  Hace  falta  en  el  Dice 
en  esta  forma  y  en  la  derivada 
de  rascuñar,  que  es  igual  a  ras- 
guñar. 

Rasguñadura,  f.  No  existe, 
^'éase  el  siguiente. 

Rasguñón,  m.  Rasguño,  ara- 
ñazo. Véanse  Rajuño  y  Mordis- 
cóx. 

Rasimir,  m.  Género  de  seda 
liso,  negro  y  de  un  color.  Es 
más  delgado  y  más  ruso  que  el 
casimir. —  Quizás  esté  formado 
el  nombre  del  adj.  raso  y  de  la 
misma  terminación  de  casimrr. 
El  rasimir  que  se  vende  en  Chi- 
le, se  trae  de  Inglaterra. 

Rasmilladura,  f.  Acción  o 
efecto  de  rasmillar  o  rasmilla  - 
se.  Dígase  rasguño  o  rascuño, 
araño,  arañamiento,  arañazo. 
Rozadura,  en  Cirugía,  es  "heri- 
da superficial  de  la  piel,  en  que 
hay  desprendimiento  de  la  epi- 
dermis y  de  alguna  porción  de 
la  dermis."  Pereda,  sin  ser  ciru- 
jano, la  usó  en  el  lenguaje  co- 
rriente.—  Para  la  etimología 
véase   Rasmillar. 

Rasmillar,  a.  y  r.  Arañar  o 
rasguñar  ligeramente  la  piel 
con  las  uñas,  con  alfiler,  espina 
o  cosa  parecida.  Es  de  uso  co- 
rriente en  Chile  en  todas  las 
clases  sociales.  "Me  íhan  rasmi 
Uado  las  manos;  Al  pa.<ar  por 
medio  de  unos  espinos,  me  ras- 
millé la  cara." —  La  etimología 
más  obvia  parece  el  dim.  rami- 
lla, de  rama,  con  intercalación 
de  una  s  esforzada,  tanto  má.'^, 
cuanto  que  el  v.  se  usa  princi- 
palmente tratándose  de  los  ara- 
ñazos que  hacen  las  ramas  o  ra- 
millas.   Sin    embargo,    también 


20 


RAS 


RAS 


puede  pensarse  en  el  v.  arago- 
nés "rasmear,  de  me  suave  en 
eúskera  y  an-az.  Es  en  Aragón 
arañar  y  rascar  ligeramente  al 
tacto  con  su  aspereza,  y  rascar 
suavemente,  como  la  pluma  al 
c>crii)ir."  (Cejador,  Tomo  R, 
pág.  2:il).  Rasmillar  sería  dim. 
(le  rasmear.  Tercera  hipótesis: 
del  castellano  remellar  (alisar 
liis  pieles  en  las  tenerías,  rayén- 
doles enteramente  el  pelo).  La 
Picara  Justina  dice  cuatro  veces 
"ojo  rezmellado"  por  ojo  reme- 
llado, ojo  que  tiene  mella  en 
los  párpados,  y  de  rezmellado  y 
rezmellar  sería  muy  fácil  para 
el  chileno  pasar  a     rasmillar. 

Rasmillón,  m.  Véa$e  Rasmi- 
lladura,  del  cual  poco  o  nada  se 
diferencia,  aunque  en  rigor,  por 
su  forma  de  aiun.,  debería  sig- 
nificar una  rasmilladura  miíá 
grande.  Kamascazo,  que  no  apa- 
rece en  el  Dice,  usó  Valbuena 
en  Caza  mayor.  Las  peleas  de 
toros,  II:  "Un  ramascazo  sufri- 
do en  el  monte  durante  el  vera- 
no anterior,  le  había  producido 
una  inflamación,  de  resultas  de 
la  cual  se  le  haljía  vaciado  el 
ojo." 

Raspa,  f.  De  americanismo 
califican  algunos  este  término, 
porque  se  usa  por  lo  menos  en 
Colombia,  Ecuador  y  Chile  en 
el  significado  de  reprimenda  o 
reprensión  fuerte.  La  voz  e.stá 
jierfecta motile  formada,  y  su 
significado  no  es  sino  el  fig.  o 
metafórico  del  v.  raspar.  En 
cuanto  a  equivalentes  castizos, 
los  tiene  en  abundancia,  co- 
mo que  harto  abundante  es 
también  en  la  vida  prác- 
tica    cl     concepto      significado 


por  raspa;  y  en  prueba 
de  ello,  he  aquí  algvmas  voces, 
que  no  tienen  entre  .*í  diferencia 
alguna,  o  a  lo  sumo  los  peque- 
ños matices  que  caracterizan  a 
los  sinónimos:  andanada,  cala- 
da, felpa,  fraterna,  julepe,  m<in- 
doble,  mano,  paulina,  peluca, 
rapapolvo,  regaño,  reñidura,  re- 
pasata, repaso,  reprensión,  re- 
pririienda,  réspice,  resplandina, 
rociada,  sepancuantos,  sermón, 
.'sermoneo,  sobarbada,  sofrcmuh, 
trepe,  zurra,  zurrapelo;  y  ade- 
más las  frases  que  ponemos  en 
el  V.     Raspar. 

Raspabuche,  m.,  fig.  y  fam. 
Pan  candeal :  y,  en  general,  to- 
do el  que  se  hace  de  harina 
gruesa  o  áspera,  como  cl  pan 
bazo.  En  esta  acep.  se  usa  tam- 
bién en  Méjico. —  Dulce  ordi- 
nario de  masa  áspera  y  poca 
azúcar. 

Raspacacho,  m.,  fig.  y  fam. 
Igual  a  raspa.  Otros  dicen  raspa 
de  cacho. 

Raspaclavos,  m.,  y  fam.  Ka- 
tero  de  cosas  menudas. 

Raspadilla,  f.,  dim.  de  raspa. 
Raspadura  que  se  saca  de  ramas 
de  culén,  de  sauce,  de  guindo  y 
de  otras  plantas  medicinales 
para  hacer  tisanas.  Ba.sta  el 
s.  raspadura,  que  en  su  2."  acep. 
significa:  "lo  que  .«e  quita  de  la 
superficie,  raspando."' 

R.^spADOR,  m.  Además  de  los 
dii^tintos  olijetos  que  hay  para 
ra.«iiar,  y  especialmente  el  que 
se  usa  para  raspar  1o  escrito  (to- 
do lo  cual  admite  el  Dice), 
llamamos  ra.tpitdor  la  parto 
áspera  o  especialmente  pro- 
parada de  las  fo-furora-  y 
cajas      do      fosfuros      on      que 


RAS 


RAS 


se  estrega  el  fósforo  para 
que  arda,  o  cualquier  pieza  suel- 
ta preparada  también  para  esto. 

Raspaje,  m.  Término  vulgar 
de  ^ledicina  que  debe  corregirse 
por  raspado,  m. :  '"operaciún  <|ue 
consiste  en  despojar  una  ca\i- 
dad  natural  de  las  produicioups 
morbosas  que  puede  contener, 
así  como  de  su  mucosa  enferma. 
Se  aplica,  sobre  todo,  a  la  cavi- 
dad uterina."  Así  el  Dice,  de  los 
términos  técnicos  tifiados  en  Me- 
dicina, de  Garnier  y  Delamare, 
adaptado  al  castellano.  El  de  la 
Acad.  no  trae  a  raspado,  sino 
solamente  raspadura  y  rnspa- 
miento,  con  significado  general. 

Raspar,  a.  "Raer  ligeramente 
una  cosa,  quitándole  parte  de  la 
superficie,"  es  .su  1.*  acep.  cas- 
tiza. En  Chile  la  usamos  en  sen- 
tido fig.,  y  siempre  en  gerundio: 
"No  me  saqué  el  premio,  pero  le 
anduve  raspando;  Si  no  lo  ma- 
ta, le  andará  raspando."  El  sig- 
nificado es  pues:  andar  muy 
cerca  de  ejecutar  mía  cosa  o  de 
lograr  un  intento. —  Algunos  lo 
usan  también  por  raspear.  Véase 
más  adelante. —  Raspar  uno  la, 
bola.  Véase  Bola,  al  fin. — 
Raspar  el  cacho.  Véase  C.vctio. 
— •  Rasparle  el  cacho  a  uno.  Vé- 
ase Cacho. —  Rasparse  la  barba 
o  rasparle  la  barba  a  uno:  ra- 
parse o  rapar,  rasurar  o  rasu- 
rarse, afeitar  o  afeitarse,  raerse 
la  barba. 

Raspazo,  m.,  auni.  de  raspa. 
"\'éase  esta  voz. 

Raspeador,  ra,  adj.  Que  ras- 
pea. \'éa^e  Raspear.  Reprensor, 
ra,  refjañón,  na.  Reprendedor, 
ra,  ant.  en  el  Dice,  pero  nó  para 
el  común  de  la  gente. 


Raspear,  a.  Reprender  áspe- 
ra o  fuertemente.  (Véase  Ras- 
pa). En  castellano  tenemos:  re- 
convenir, reñir,  reprender,  ja- 
bonar y  sofrenar,  fig.,  y  además 
las  frases:  dar  una  calada,  o  una 
carda,  un  jabón,  una  jabonadu- 
ra, una  ropilla;  cardarle  a  uno 
la  lana;  apretarle  la  mano,  sen- 
tarle la  mano;  calentarle  las 
orejas;  ponerle  las  orejas  colo- 
radas, o  la  paletilla  en  su  lugar. 
Increpar  significa:  "reprender 
con  dureza  y  severidad." 

Raspillar,  n.  "El  Sr.  Eyza- 
guirre  disparó,  pero  no  estalló 
la  bala;  o,  como  dice,  raspilló  el 
gatillo."  (El  Diario  Ilustrado,  8 
Jul.  1915).  Parece  ser  este  v. 
corrupción  de  rastrillar,  usado 
aquí  y  en  Colombia,  por  desce- 
rrajar, disparar,  formado  del 
rastrillo  de  la  escopeta  o  fusil. 
Véase  Rastrillazo. 

Raspón,  m.,  aum.  de  raspa. 
"\^éase  esta  voz. 

Rasqueta,  f.  Fué  admitido 
en  la  14.^  edición  del  Dice,  con 
la  nota  de  provincialismo  de  la 
América  Meridional  igual  a  al- 
mohaza (instrumento  que  se 
compone  de  una  chapa  de  hie- 
rro con  cuatro  o  cinco  serrezue- 
las  de  dientes  menudos  y  romos, 
y  de  un  mango  de  madera  o  un 
asa,  y  el  cual  sirve  para  limpiar 
las  caballerías).  En  lenguaje 
fam.   admite  también  rascadera. 

Rasqueteador,  m.  El  que 
rasquetea  o  tiene  el  ejercicio  do 
rasquetear.  Calló  sobre  él  el 
Dice. ;  pero,  admitidos  ya  el  s.  y 
el  V.,  tiene  que  admitir  también 
este  derivado,  así  como  en  cas- 
tellano hay  almohaza,  nlmolta- 
zar  y  almohazador. 


RAS 


RAS 


Rasqueteak,  a.  Lo  aceptó  la 
14."  edición  doj  Dice,  como  pro- 
vincialismo de  la  América  Me- 
ridional con  el  mismo  signifi- 
cado de  almohazar:  "estregar  a 
las  caballerías  c-on  la  almohaza 
para  limpiarlas."  Estrillar,  ant., 
sisíiiifica  lo  mismo. 

Rasquido,  m.  Acción  o  efecto 
de  ra.«car  o  rascar-se,  en  ca.<te- 
llano,  rascadura,  o  rascamiento, 
y  ant.  rasco.  Está  formado  al 
estilo  do  volido,  tosido,  pujido, 
producido,  Véa,se  este  último. 
Sin  embargo,  no  es  de  forma- 
ción chilena,  porque  lo  trae 
Gonzalo  Correas:  "¿Qué  me  da 
míis,  quicio  que  ra^^quidof" 
(Pág.  335,  col.  2).  No  explica 
el  significado  de  la  fr. —  Ra-tca- 
■■ón  (rasquiña  en  Colombia)  es 
la  "comezón  o  picazón  que  in- 
cita a  rascarse." 

Rastacuero,  m.  A'ocablo  re- 
trotraducido  del  español-argen- 
tino rastracuero ;  de  éste  forma- 
ron los  franceses  rastaqaoucre  y 
de  aquí  se  tomó  la  forma  suavi- 
zada rastacuero.  Los  argentinos 
llamaron  ])rimer()  rastracuero 
(que  arrastra  cuei'os,  como  lla- 
mó Berceo  r  asi  rapa  ja  al  labra- 
dor poVjre)  al  individuo  advene- 
dizo y  de  poco  capital  en  el  co- 
mercio de  cueros,  que  entre  ellos 
se  luu'c  tan  en  grande;  de  aquí 
tomaron  ¡lie  los  parisienses  para 
llamar  despectivamente  rasta- 
fliuiu'rc  al  individuo,  especial- 
mcnlo  extranjero,  gastador  y 
rumboso,  que  usa  un  lujo  de.«- 
medido,  pero  de  nuil  gusto,  y 
cuyas  riquezas  no  .-e  sal)e  de 
dónde  prfivienen. —  Por  exten- 
sión, individuo  rpio  gasta  y  viste 
[lomposamcnte,    pero     con     mal 


gusto,  para  atraer  la  atención. 
Caballero  de  industria. —  I^n  la 
Argentina  dicen  también  rasta- 
cuer,  rastacueras.  Traen  este  vo- 
cablo el  Dice,  de  Zerolo  y  algu- 
nos argentinos. 

Rastra,  f.  La  rastra  española 
o  grada  es  "instrumento  de  ma- 
dera o  de  hierro,  de  figura  casi 
cuadrada,  a  manera  de  unas  pa- 
rrillas grandes,  con  el  cual  se 
allana  la  tierra  después  de  ara- 
da, para  sembrarla."  Si  tiene 
ramas  que  dejan  lisa  la  tierra, 
se  llama  grada  de  cota;  si  en  vez 
de  ramas  tiene  púas  de  palo  o 
de  hierro,  se  llama  grada  de 
dientes. —  Malamente  llamamos 
también  rastra  la  atabladera: 
"tabla  que,  puesta  de  plano  y 
tirada  por  caballerías,  sirve  para 
allanar  la  tierra  ya  sembrada." 
— Otra  mal  llamada  rastra  es 
un  aparato  de  varillas  entreteji- 
das, o  un  tejido  como  asiento  de 
canasto,  que  se  pone  en  las  ace- 
quias para  desviar  o  atajar  el 
agua;  éste  se  llama  en  castellano 
atajadero,  m. —  Hacerse  uno 
rastra  es  fr.  fig.  que  entro  nos- 
otios  significa  renudonear  (re- 
husar moverse,  detener.«e  en  ha- 
cer o  admitir  una  cosa,  por  flo- 
jedad y  i)ereza).  La  misma  idea 
se  expresa  con  el  adj.  ronolón, 
na,  y  también  con  zorronglón, 
na,  adj.  fam.  (aplícase  al  que 
ejecuta  ]>csadamente,  de  mala 
gana  y  murnuirando  o  refun- 
fuñando, las  c(».>*as  que  le  man- 
dan ) . 

KASTUKAnA,  f.  Ruiz  de  .Mar- 
cón  empleó  esta  voz  en  El  lejc- 
diir  df  Segovia.  II,  6.* 

VA  ninm  tMij^o  caiin.'idn 
Do  andar,  ]ior  corto  intor^s, 


RAS 


RAS 


23 


Siempre  con  mauos  y  piea 
Bailando  la  rastreada. 


No  nos  toca  a  nosotros  inter- 
pretar este  vocablo,  que  no  apa- 
rece en  el  Dice,  ni  se  usa  tam- 
poco en  Chile. 

Rastrear.  Fuera  de  las  aceps. 
que  tiene  coiuo  a.,  tiene  ésta 
como  n.:  "hacer  cualquier  labor 
con  el  rastro;"  pero  el  rastro  no 
es  la  rastra  de  nuestros  agricul- 
tores (véase  Rastra)  ;  por  con- 
siguiente, el  rastrear  español  no 
corresponde  al  rastrear  chileno. 
Para  exjDresar  su  significado  hay 
los  siguientes  verbos:  rastrillar 
(pasar  la  rastra  por  los  sembrad- 
dos),  atablar  (allanar  con  la 
atabladera  la  tierra  ya  sembra- 
da), tablear  (igualar  la  tieiTa 
con  la  atabladera,  después  de 
arada  o  cavada),  c/rador  (alla- 
nar con  la  gTada  la  tierra  des- 
pués de  arada). 

Rastrillazo,  ni.,  auin.  de 
rastrillo.  Golpe  dado  con  el  ras- 
trillo de  los  labradores. —  Acto 
de  herir  el  rastrillo  al  pedernal 
en  las  armas  de  chispa;  por  ex- 
tensión, acto  de  dejar  caer  el 
gatillo  o  disparador. —  En  am- 
bas aceps.  se  usa  en  Chile  y  está 
bien  formado. 

Rastrillear,  a.  Dígase  nis- 
trillar:  trabajnr  con  rastrillo. — 
Véa«e  Raspillar. —  Fig.  y  fani., 
hurtar  mercaderías  en  las  tien- 
das. Es  acep.  que  hemos  forma- 
do del  vocablo  de  gemianía  ras- 
tillero, m.:  "ladrón  que  arrebata 
una  cosa  y  huye." 

Rastrilleo,  m.  "Se  arrancan 
las  raíces  de  la  alfalfa  haciendo 
una  lab(ir  ligera  seguida  de 
rastrilleos  cruzados."     (El    País, 


de  Concepción,  n.°  6009).  La 
voz  castiza  es  rastrillaje:  "ma- 
niobra que  se  ejecuta  con  la 
rastra  o  rastrillo." 

Rastrillero,  ra,  m.  y  f.  La- 
drón de  tienda,  ^'éase  Rastri- 
llear. 

Rastrillo,  m.  El  rastrillo  o 
rastro  español  es  un  "instrumen- 
to compuesto  de  un  mango  lar- 
go y  delgado,  cruzado  en  uno 
de  sus  extremos  por  un  trave- 
sano armado  de  púas  a  manera 
de  dientes,  y  el  cual  sin-e  para 
recoger  hierba,  paja,  broza  o  al- 
gunas otras  cosas."  El  rastrillo 
chileno  es  más  sencillo  y  primi- 
tivo: es  un  mango  largo  y  del- 
gado, atravesado  en  uno  de  sus 
extremos  por  una  tabla  corta  y 
rebajada  en  las  dos  puntos  supe- 
riores. 

Rastrojear,     n.      Agostar,      n. 
(pastar     el    ganado    durante    el 
verano  en  rastrojeras  o  en  dehe- 
sas), y  también  respigar  o    e.'<pi- 
gar,  en  la  acep.  de  "coger  las  es- 
pigas   que    han    quedado    en  el 
rastrojo." —  Tratándose  de  cam- 
pos,   en  general,  y  de   viñas,  dí- 
gase rebuscar    (recoger  el    fruto 
que    queda    en  los    campos  des- 
¡oués    de     alzadas    las     cosechas, 
particularmente  el  de  las  viñas). 
Rastrojo,     ni.    "Residuo     de 
las  cañas  de  la  'mies,  que  queda 
en  las  tierra.s  después  de  segar." 
Aquí  aplicamos  esta  voz  a  todos 
los    residuos    de  sembrados    des- 
pués   de    hecha   la  cosecha;    así 
que,  hay   rastrojos   de  papas,    de 
chacras,   etc. —   También    damos 
a  rastrojo    el  significado  de    ras- 
trojera:    "conjunto     de     tierras 
que  han    quedado  de    rastrojo." 
Sin  embargo,    dice    Cuervo    que 


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RAT 


RAT 


rastrojo  tiene  e~te  significado 
"desde  los  primeros  tiempos  de 
la  lengua,  y  la  Academia  lo  ha 
reconocido,  valiéndose  siempre, 
para  la  correspondencia  latina, 
de  ayer,  campo." 

Ratafia,  f.  Ratafia,  enseña  el 
Dice:  "rosoli  en  que  enti-a  zu- 
mo de  ciertas  frutas,  principal- 
mente de  cerezas   o  de  guindas." 

Ratekil,  adj.  Perteneciente 
o  relativo  al  ratero.  Jerga  rate- 
ril,  costumbres  rateriles.  Falta 
este  adj.  en  el  Dice,  tan  bien 
formado  como  todos  los  en  il: 
eslucliantil,  escude  ril,  monjiJ, 
iri  ujcril. 

Raterismo,  m.  Costumbre  de 
ratear  (hurtar  con  destreza  y 
sutileza  co.-:as  pequeñas). —  Ra- 
tería, en  sus  dos  aceps.  (luirte 
de  cosas  de  poco  valor;  acción 
de  hurtarlas  con  maña  v  cau- 
tela). 

R.VTioiuA,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
com.  Que  mata  ratas   o  ratones. 

Durante  una  semana,  y  no  cumplida, 
Hizo  su  obligaci<5ii  el  ralicida. 

(Bretón  de  los  Herreros,  Fitbula  El  Gah.tf 
[/o.*  liiitonn). 

Véase  FiLK'i[).\. 

.  R.VTiFic.\R,  a.  y  r.  "Aprobar 
o  confirmar  una  cusa  que  se  ha 
dicho  o  hecho,  dándola  por  va- 
ledera y  cierta."  No  se  confunda 
con  i-crl'ijicar  (reducir  una  cosa 
a  la  cxiictilud  que  debe  tener). 
Es  fácil  que  el  pueblo  confunda 
en  la  pronunciación  ambos  vcr- 
I10.S,  como  lo  hizo  Oviedo  (Ilis- 
iiiria.  tic  Iiiilidx),  que  fe^cribió 
siemjtro  retificar  ]ior  ratificar. 
Ksle  se  deriva  de  mío  (conlir- 
inado).  y  el  olio  de  irrlo. 


Rato^  m.  Al  poco  rato.  Díga- 
se A  poco,  poco  rato  después, 
porque  el  al  no  tiene  e.xpUca- 
ción ;  sin  duda  se  ha  tomado  de 
los  modismos  Al  rato,  Al  instan- 
te, Al  momento,  Al  punto.-De 
que  un  rato.  'W'ase  Que,  10." — 
Hasta  cada  rato,  ^'éase  Cada. 

Rato,  ta,  adj.  Así,  con  am- 
bas terminaciones,  y  nó  con  la 
ni.  solamente,  debe  admitirlo  el 
Dice,  y  no  contentarse  tampo- 
co eon  remitir  a  Matrimonio 
RATO.  El  significado  es  "confir- 
mado, ratificado,"  del  participio 
latino  ratas,  a,  um,  del  v.  rcuv. 
"Todo  lo  habré  por  rato  y  fir- 
me."  {La  Celestina,  act.  XVII). 

Ratón,  m.  Fig.,  individuo 
pequeño  y  despreciable;  en  cas- 
tellano, renacuajo  o  ranacuajo. 
— En  el  tenderete,  el  rey. — Ra- 
tón Pérez  cayó  a  la  olla  y  la 
hormiguita  lo  llora,  fr.  tomada 
de  un  cuento  de  niños;  se  dice 
la  iirimera  parte  cuando  uno 
cae  preso  o  en  alguna  trampa  o 
garlito. —  Cola  de  ratón:  espigui- 
lla (planta  anua,  de  la  fami- 
lia de  las  gramíneas,  con  el  tallo 
comprimido,  hojas  lampiñas  y 
flores  en  panoja  sin  aristiis). — 
El  pecado  de  los  ratones,  loe. 
fig.  y  fani.  corriente  en  Chile: 
falta  que  comete  un  indi- 
viduo y  que  so  imputa  a 
toda  su  clase,  institución  o 
grupo;  por  semejanza  de  lo 
que  .«o  hace  con  los  rato- 
nes, que  uno  .<ulo  come  el  queso 
o  hace  el  daño,  y  lo  pagan  todos. 
Algo  se  parece  la  loe.  a  la  fr. 
ca.stiza  Pagar  justos  por  pecado- 
res (pagar  los  inocentes  por  los 
culiiulilcs"). —  I\l  perro  mandu 
id  giil",  i'l  galo  manda  al   r<dón, 


RAU 


RAU 


etc.  Véase  Laucha.  Don  Iñigo 
López  de  Mendoza  abrevió  asi 
este  refrán;  Mandan  al  gato,  e 
el  gato  manda  al  su  rabo.  Cer- 
vantes lo  expresó  así:  El  gato  al 
rato,  el  rato  a  la  cuerda,  la  cuer- 
da al  palo.  (Quijote,  p.  I,  c. 
XVI). — Más  vale  ser  cabeza  de 
ratón  que  cola  de  león  (refrán 
que  denota  que  es  más  aprecia- 
ble  ser  el  primero,  y  mandar  en 
una  conmnidad  o  cuerpo,  aun- 
que pequeño,  que  ser  el  último 
en  otra  mayor).  Así  lo  trae  el 
Dice;  sin  embargo,  el  Más  vale 
puede  variarse:  Miis  me  gusta, 
Más  quiero.  Prefiero,  Mejor  es, 
etc. 

Ratona,  f.,  fig.  y  fam.  Mujer 
pequeña  y  despreciable. —  ^íu- 
jer  muy  fecunda.  Lo  mismo 
que  cuya.    \'éase   Cúi. 

R.VTOXERA,  f.  "Grama  robus- 
ta, escabra,  olorosa  cuando  seca, 
común  en  las  provincias  de 
Concepción,  Valdivia  y  Chiloé, 
enteramente  desdeñada  de  los 
■miníales."  (Philippi,  que  le  da 
el  nombre  científico  de  hiero- 
chloe  utriculata).  Los  campe- 
sinos la  usan  para  techo  de  sus 
ranchos. —  Fig.  y  fam.,  vivien- 
da muy  estrecha,  pobre  y  des- 
aseada; por  semejanza  con  la 
ratonera  o  madriguera  ríe  rato- 
nes. 

Ratonero,  ra,  adj.  Aplícase 
al  perro  cazador  de  ratones.  \q- 
ase  Perro. —  líi.  En  las  provin- 
cias del  Norte,  empleado  de  una 
pulpería. 

Raúl,  n.  pr.  m.  Es  tomado 
del  francés  Raoul,  que  a  su  vez 
lo  tomó  del  latín  Radulfus;  por 
eso,  al  adoptarlo  el  castellano, 
debió   tomarlo    más   bien    de  la 


fuente,  diciendo  Radulfo  o  Ro- 
dolfo, a  semejanza  de  Rodolfo. 
No  sabemos  en  qué  se  fundaría 
Capmany  para  convertir  el  Ra- 
oul francés  en  un  Raólio  caste- 
llano, jamás  oído.  (Arte  de  tra- 
ducir). En  el  .4  cía  Sanctorum 
aparecen  cuatro  santos  con  el 
nombre  de  Radulfus,  y  de  ellos 
formó  el  francés  su  Raoul. 
Puigblanch  habla  de  un  Alcal- 
de de  Barcelona  de  apellido 
Raull,  que  se  vio  atropellado 
por  Mina.  (Opúsculos,  t.  II, 
pág.  486).  Como  el  catalán  es 
más  hijo  del  francés  que  del 
castellano,  no  es  raro  que  de  él 
haya  tomado  este  apellido. 

Raulí,  an.  Árbol  chileno  que 
suele  alcanzar  a  más  de  cin- 
cuenta metros  de  altura,  "de 
hojas  caedizas,  oblongas,  doble- 
mente aserradas,  pero  más  gran- 
des [que  las  del  roble  chileno], 
pálidas  por  debajo;  frutos  casi 
del  doljle  tamaño,  muy  erizados. 
Se  cría  principalmente  en  las 
provincias  del  Nuble,  Concep- 
ción, etc.,  su  madera  es  más 
fina  y  puede  servir  para  mue- 
bles." (Philippi).  El  nornijre 
científico  es  fagiís  procera  Poep., 
de  la  familia  de  las  cupulíferas. 
— Viene  del  araucano  ruylin. 
especie  de  roble  que  llamamos 
reulí.  (Febrés).  ELavestadt  es- 
cribió ruili  y  reuli.  No  faltan 
también  quienes  dicen  roblí 
por  la  semejanza  con  roble,  en 
cuanto  al  árbol  y  al  vocablo. 
El  nombre  raulí  es  corriente  en 
Chile,  porque  la  madera  de  este 
árbol  es  de  las  más  usadas  para 
pisos,  puertas,  ventanas  y  toda 
clase  de  muebles.  Pedimos  pues 
que  lo  acepte  el  Dice. 


26 


RAY 


RAY 


Rávena,  n.  pr.  f.  Tanto  ía 
Gramática  de  la  Academia  co- 
mo el  Dice.  (arts.  Exarca  y 
Ravexés)  dicen  Ravena,  grave, 
conforme  al  latín  y  al  italiano 
Ravenna;  así  también  Contó  e 
Isaza  y  los  principales  diccio- 
narios. 

Ya  que  la  fortuna  ordena 
La  victoria  como  alc;ilde, 
Mirad  si  la  da  de  balde. 
Dígalo  la  de  Rivena. 

CCastillejo,   Contra  el  amor.) 

Sus  nombres  son:  Ricardo  de  Lorena, 
Florante  de  Altamor,  Fadriciue  Danés, 
Alardo  Olindo,  Anselmo  de  Ravena... 

(Virue's,  El  M.merraíe,  c.  VIII). 

No  sabemos  en  qué  i^e  fundarán 
los  que  acentúiiu  Rávena,  El 
Gladiador  de  Rávena,  Como  a 
Marica  por  Rávena.  ¿Habrá  in- 
fluido en  ello  la  voz  rábano  f  No 
le.s  hagamos  tan  poco  favor. 

Raya,  f.  Término  de  la  can- 
cha de  bolas,  o  sea,  la  parte 
abierta  i)i)r  donde  salen  las  bo- 
las. Puede  justiñoarse  esta  acep. 
chilena  con  e.*ta  ca.-^tiza  de  ra¡ia: 
"término  que  se  j)one  a  una 
cosa,  así  en  lo  físico  como  en  lo 
moral." —  Echar  uno  bolas  a 
la  raya.  Véa^e  Bola. —  Ha- 
cer punto  y  raya,  fr.  fig. 
que  no  aparece  en  el  Dice, 
y  que  iwó  Menéndez  y  Pe- 
layo:  "Contamino  la  historia  de 
aquel  reinado  con  mon.'^truosas 
patrañas,  entre  las  cuales,  por 
lo  infame  y  grosera,  hace  punto 
y  raya  la  que  supone  ilícitos 
aniore-s  entre  la  desventurada 
reina  Doña  Blanca  y  su  cuña<lo 
ol  Maestro  Don  Fadriqup." 
{ Tratiiih)    de    los  romances    vie- 


jos, A'III).  Está  tomada  del  dic- 
tado o  de  la  escritura,  en  los 
cuales  se  pone  punto  y  raya 
cuando  se  termina  un  periodo 
y  se  pasa  a  otro  de  materia  algo 
distinta. —  Hacer  uno  rayas,  fr. 
fig.,  usadísima  en  Chile:  hacer 
fechorías,  atropellos,  tropelías; 
también  suele  tomarse  en  buen 
sentido:  sobresalir  en  acciones 
que  suponen  destreza  y  habili- 
dad. Hace  rayas,  por  ejemplo, 
el  individuo  que,  en  una  reu- 
Tiión  pacífica  de  gente  al  aire 
libre,  llega  y  riñe  con  todos, 
venciéndolos  y  atropellándolos; 
hace  rayas  el  que  en  un  baile 
aventaja  mucho  a  los  demás  y 
queda  como  triunfante,  el  que 
en  un  juego  de  destreza  o  agili- 
dad corporal  vence  a  todos  los 
contendores.  La  fr.  está  tomada 
de  la.s  rayas  que  va  haciendo  en 
los  juegos  el  vencedor  a  medida 
que  gana  un  punto  o  un  juego 
entero;  por  eso,  bien  puede  ad- 
mitirse en  pl.,  mejor  aún  que 
cu  singular,  que  es  como  la  da 
el  Dice:  Hacer  raya  (aventa- 
jarse, esmerarse  o  sobresalir  en 
una  cosa).  El  clásico  Fr.  Alonso 
do  Cabrera  la  usó  en  pl.,  pero  en 
distinto  significado,  como  puede 
verse:  "Fue  copiosa  la  reden- 
ción, exce-sivos  sus  tormentos, 
su  amor  nimio,  sin  límites,  y 
¡  nosotros  andamos  haciendo  ra- 
yas y  escatimando  y  limitando 
los  servicios  y  bu-scando  di.'ipen- 
.«aciones!  ¡Oh  mal  término  y 
de.'^corte.sía  do  los  hijos  de 
Adán!"  (Sermón  de  la  Purifir. 
de  la  Virgen,  cons.  II).  El  .men- 
tido ¡larece  .«er:  hacer  rayas  jia- 
ra  <-i>ntar  los  sacrificios  u  obras 
buenas     que    se    van    haciendo. 


RAY 


RAY 


27 


^'^éase  ahora  en  >in;íular:  "Es 
gran  señal  de  santidad  hacer 
tan  conocida  raya  entre  tantos 
santos."  (Sigüenza,  Crónica,  p. 
II,  1.  II,  c.  VIII).  "Pasar  tan 
adelante  como  el  que  más  alta 
hizo  la  raya."  (Malón  de  Chai- 
de,  Conversión  de  la  Magdale- 
na, dedicat.) 

Rayado,  da,  adj.,  part.  de  ra- 
yar. Aplícase  a  la  medida  que 
ha  sido  igualada  con  el  rasero, 
en  oposición  a  colmado.  "Al- 
mud rayado,  fanega  rayada." 
Dígase  rasado,  da,  porque  rasar 
es  "igualar  con  el  rasero  las  me- 
didas de  trigo,  cebada  y  otras 
cosas."  Rayado  no  tiene  aplica- 
ción aquí,  porque  no  se  trata 
de  ninguna  raya. 

Rayador  o  rayo,  m.  Rallador 
o  rallo:  "utensilio  de  cocina, 
compuesto  principalmente  de 
una  chapa  de  metal,  curva  y 
llena  de  agujerillos  de  borde  sa- 
liente, que  sirve  para  desmenu- 
zar el  pan,  el  queso,  etc.,  estre- 
gándolos con  él." 

Rayador,  m.  Especie  de  ga- 
viota (rhynchops  melanura  o 
nigra).  "Tiene  el  pico  entera- 
mente aplanado  por  los  lados, 
muy  delgado,  y  la  mandíbula 
superior  mucho  más  corta  que 
la  inferior,  que  tiene  un  corte 
que  encaja  entre  los  dos  de  la 
mandíbula  de  arriba.  E.*ta  ave 
singular  no  es  muy  rara  en 
Chile,  donde  se  llama  rayador, 
y  en  la  República  Argentina." 
(Philippi,  que  la  llama  también 
pico  de  tijeras). 

Rayador,  m.  El  que  hace  de 
juez  en  algunos  juegos  contan- 
do los  puntos  o  suertes  con  ra- 
yas, esi>ecialmente  en  la  argolla 


(cancha  de  bolas). —  Por  ex- 
ten.sión  y  fig.,  juez  de  cualquier 
otro  juego. —  Es  vocablo  bien 
formado  y  corriente    en  Chile. 

Rayador,  ra,  adj.  Que  raya. 
"Este  lápiz  no  raya;  yo  tengo 
uno  bien  rayador."  No  se  halla 
en  el  Dice,  este  vocablo. —  En 
la  terminación  m.  lo  aplicamos 
también  al  individuo  que  hiere 
nuiclio  a  la  cabalgadura,  porque 
le  raya  los  ijares  con  las  espuelas 

R.A^YAR,  a.  Fuera  de  las  aceps. 
castizas,  le  damos  las  siguientes: 
salir  o  partir  a  caballo  con  toda 
velocidad;  por  cuanto  el  jinete 
ra.ya  con  las  espuelas  los  ijares 
de  la  cabalgadura.  Ú.  general- 
mente c.  n.  }'  solamente  en  el 
infinitivo  y  el  gerundio. —  Con 
acusativo  de  persona,  y  a.  y 
fam.,  apuntar  una  falta  o  ina- 
sistencia; por  cuanto  é.sta  se 
anota  con  una  raya.  No  es  de 
nuicho  U.SO  esta  acep. —  Con 
acusativo  de  algunas  medidas, 
llevar  cuenta  de  ellas,  contarlas; 
porque  la  cuenta  se  lleva  con 
rayas.  "He  rayado  cien  sacos  de 
trigo;  ¿Quién  raya  los  sacos  de 
carbón?  Ráyeme  cinco  vasos  de 
chicha."  Para  este  último  caso 
trae  el  Dice,  la  fr.  Echar  china: 
"contar  las  veces  que  uno  bebe 
en  la  taberna,  aludiendo  a  la 
costumbre  de  que,  cada  vez  que 
Tuio  bebía,  echaba  una  china 
[pedrezuela]  en  la  capilla  de  la 
capa,  y  despué-s  al  tiempo  de  la 
paga,  las  contaba  el  tabernero  y 
las  cobraba."  (He  aquí  un  co- 
brar igual  al  que  usamos  en 
Chile). —  Mucho  di-scurso  \ 
tiempo  gastó  el  P.  Mir  para 
]>robar  que  la  prcpo.sición  que 
rige   rayar,   en  la   acep.    de  "so- 


28 


RAY 


RAZ 


bre^alir  o  distinguirse  entre 
otros  en  prendas  o  acciones,"  no 
es  en;  a  nosotros  nos  basta  para 
usarla  la  autoridad  de  Cervan- 
tes: "Pasaba  mi  padre  los  tér- 
minos de  la  liberalidad  y  raya- 
ba en  los  de  ser  pródifjo."  (Qui- 
jote, p.  I,  c.  XXXIX).  La  Cxra- 
mática  de  la  Acad.  da  como 
ejemplo  de  este  régimen,  rayar 
en  lo  sublime,"  y  así  dicen  y 
escriben  cuantos  hablan  el  cas- 
tellano. 

Rayo,  m.  "Rayos  X:  los  que 
estí'ui  coii.--tituídos,  según  pai'ece, 
por  onda.s  y  pulsaciones  aisladas 
de  una  gran  energía;  pasan  fá- 
cilmente a  través  de  muchos 
cuerpos,  producen  impresiones 
fotográficas  y  se  utilizan  como 
medio  de  investigación  en  me- 
dicina y  cirugía."  (Dice,  14." 
edición). —  Tres  en  rayo  (cier- 
to juego  (le  muchachos)  ;  en 
castellano,  tres  en  raya. 

Rayuela,  f.,  dim.  de  raya. 
El  juego  que  a^í  llamamos  en 
Chile  es  el  nii.>mo  que  define  el 
Dice:  "juego  en  el  que,  tirando 
monedas  o  tejos  a  una  raya  he- 
cha en  el  suelo  y  a  cierta  di.s- 
tancia,  gana  el  que  más  se  acer- 
ca a  ella  o  el  que  la  toca."  En 
uno  de  los  almanaques  que 
anualmente  rei)arten  las  casas 
de  comercio  extranjeras  y  que 
son  uiui  calamidad  para  la  len- 
gua castellana,  vemos  largamen- 
te descrito  con  el  nombre  de 
rayuela  el  conocido  juego  del 
¡nfcrnáculo  o  reina  mora,  lu- 
che entre  nosotros. —  Rodrigo 
Caro  (DÍK.t  ycviales,  pág.  245) 
llama  rayuela  el  hoyuelo  y  otro 
juego  do  círculo  parecido  n 
nuestra    trolla. 


Razóx,  f.  De  la  fr.  castellana 
Dar  razón  (noticiar,  informar 
de  un  negocio)  hemos  sacado 
nosotros  una  acep.  general  para 
razón:  noticia,  respuesta.  "Lleva 
este  recado  a  Pedro  y  tráeme  la 
razón;  ¿Qué  razón  le  llevaré  a 
mi  amo?  No  se  te  olvide  la  ra- 
zón; Ya  te  he  dicho  la  razón 
que  debes  darle."  No  alcanza  a 
ser  pecado  contra  la  pureza  dt 
la  lengua. — Cantar  a  dos  razo- 
nes, fr.  fig.  chilena:  cantar  dos  pa- 
lladores  o  poetas  populares  de 
manera  que  el  uno  pregunte  y 
el  otro  conteste,  ^'^éase  Contra- 
punte.—  En  razón:  "por  lo  que 
pertenece  o  toca  a  alguna  cosa," 
define  este  modismo  el  Dice. 
Lo  que  no  es  exacto,  porque  el 
modismo  completo  es  En  razón 
de.  "Desafialle  en  razón  de  la 
sinrazón  que  os  hace."  (Qtd- 
jote,  p.  I,  c.  XXIX).  "Hay 
nmcho  que  decir  en  razón  de  si 
son  fingidas  o  nó  las  historias 
de  los  andantes  caballeros." 
(Id.,  p.  II,  c.  XVI).  "Venimos 
ante  v.  m.  en  razón  que  este 
buen  hombre  llegó  a  mi  tien- 
da." (Ibíd.,  c.  XLV).  Aquí  est« 
suprimido  el  de  por  concisión  y 
rapidez,  ^'^éase  Apesar.  Error 
fué  de  Baralt  condonar  como 
galicano  este  modismo  en  fra- 
ses como  éstas:  "Las  tierras  se 
cultivan  en  razón  de  su  fertili- 
dad;" "Estas  dos  cosas  deben  ir 
juntas  en  razón  de  su  íntimo 
enlace  y  semejanzti." —  Perder 
la  razón,  es  fr.  castiza,  ])or  má.'? 
que  Haralt  quiso  eiuneudarla,  y 
significa  "volverse  loco,  pcrlcr 
el  juicio." —  /'";•  la  razón  o  la 
fuerza,  lema  del  e.^cudii  chileno 
y  cuyo    significado    e-*tá    reñido 


RAZ 


RE 


29 


coa    la    fr.    proverbial    española 
La    riizón     no    quiere     fuerza. — 
Razón  de  ser,     loe.    justamente 
condenada  por    el  P.  Mir  como 
contraria    a     la     filosofía   de    la 
lengua    e     inusitada    entre     los 
clásicos.  "Ya    mi  viaje  no  tiene 
razón  de  ser,"  debe  ser  en  caste- 
llano :    "Ya   mi  ^■iaje   carece  de 
motivo;  Ya  no  tengo  por  qué  ni 
para  qué  hacer  el  viaje."  La  fr., 
tal    como    aparece,    significaría 
nó  lo  que  hemos  traducido,  sino 
"Mi  \-iaje  es  fantástico,  falto  de 
verdad,    desnudo    de    realidad," 
porque  razón    de  ser    en    buena 
metafísica   significa   fundamento 
de    existencia    o  de    entidad,    ai 
modo     que     se     dice     también 
ente  de  razón.  Véase  Modo,  3.* 
acep. —   Tener  uno  sus    razones 
con    otro:    significa  en   Chile  lo 
mismo    que    las    frases    castizas 
Ponerse  uno  a  razones  con  otro 
(altercar  con  él  u  oponérsele  en 
lo  que  dice),  Atravesar  razones, 
Trabarse  de  palabras,  Tener  pa- 
labras (decirse  dos  o  más  perso- 
nas palabra.s  desabridas). —   Te- 
ner razón  en  o  de.  En  el  Diálo- 
go    de    la   lengua,    de  .Juan    de 
Valdés,  leemos:  "Marcio.  ¿Cuál 
tenéis  por  mejor  usar,   de  la  en 
o  de   la  de,   quiero   decir,  si   en 
semejante    parte    que    ésta,     di- 
réis: Tiene  razón  de  no  conten- 
tarse,    o     en     no     contentarse? 
V.vLDÉs.    Muchas    personas    dis- 
cretas ponen  la  de;   pero   a   mí 
más  me    contenta  poner  la    en; 
porque   no  sé   cuál   oficio    de  la 
de    sea    sinificar    lo    que     allí 
quieren    que  sinifique;    y  el  de 
la  en  es  tan  propio,  que  por  ju.s- 
ticia  puede  quitar  de  la  posesión 
a   la     de.   Marcio.     Esto     está 


muy  bien  dicho."  Nosotros  agre- 
garíamos que  también  puede 
usarse  en  este  caso  la  preposi- 
ción para. 

Re,   partícula  inseparable.    1." 
"Denota  reiteración   o  repetición, 
como    en    recaer,    reelegir;     au- 
mento, como  en  recargar;    opo- 
sición   o    resistencia,    como     en 
repugnar,    rehuir;    movimiento 
hacia    atrás,    como     en    refluir; 
negación   o  inversión   del  signi- 
ficado del  simple,  como  des,  en 
reprobar;   encarecimiento,    como 
en   realegrarse,   repudrirse."   Es- 
to   es  todo   lo  que  dice  el    Dice, 
de    esta    fecunda    y     usadísima 
partícula,   que  tanta  variedad  y 
gracia   da  al  lenguaje    fam.  Pa- 
rece   que  lo  dicho  por  el    léxico 
sólo    se  aplicara  a  las  voces    co- 
rrientes   y   formadas,   admitidas 
ya    en   él;    pero   ésa   sería   una 
falsa  e  injusta  restricción,  pues 
el  re,  en  el  significado  de  reite- 
ración o  repetición,  puede  ante- 
ponerse a  casi  todas  las  palabras 
castellanas,  y  esto  debió  decirlo 
con  toda  claridad  el  Dice.  Vea- 
mos algunas  autoridades:  "Digo 
que  sí    y  que  resí,   no  una   sino 
muchas    veces."    (Cervantes,    La 
tía  fingida).  "Yo  sé  que  cenara 
y  recenara  a  costa,  de  mis  here- 
deros."  (Id.,  La  Cueva  de  Sala- 
manca).   "Le  haré    yo    conocer 
que    miente  si    fuere    caballero. 
y  8Í  escudero,  que  remiente  mil 
veces."  (Quijote,  p.  I,  c.  XLV). 
"Si  preguntáis  a  un  mal  cristia- 
no... si    [Dios]    puede    castigar 
eso  que  tan  mal  le  parece  [dirá] 
que   repu-ede.''    (Alonso    de    Ca- 
brera, serm.  I  de  Epifanía). 


30 


RE 


RE 


—¿Pues  no  lo  había  de  querer? 
Digo  que  sí... 

Mil  veces  que  sí.  ¿Queráis  tos 
Ser  mi  marido? 

—Re.'!. 


(Tirso  de  Molina.  Desih  Toledo,  a  Madrid 
[III,  8.') 


Yo  he  de  llbmar  a  Dofia  Linda,  y  si  ella 
Se  asusta  haciendo  extremos  y  querella, 
Se  araña,  gime,  llora,  mesa  y  muere. 
Es  cierto  que  le  quiere  y  le  re^nin-e. 
(Quiñones  de   Benavent«,  El  Sacristán  y 
[  Viejo  ahorcado). 


Digo  que  os  perdono  y  reperdono. 


(Id.,  El  Doctor  </  el  Enfermo). 


—Me  agrada. 

— Me  ;«o?i(eíi/a. 

(Id  .  Entrañes  del  Arantal). 

"En  la  cuenta  del  boticario,  por 
más  que  se  quite  y  requite, 
.siempre  nos  gíina  el  envite." 
(Gonzalo  Correas).  "Digo  y  re- 
digo que  la  breva  no  es  higo,  ni 
el  cagajón  membrillo."  (,Id.) 
"Erre.  Esta  palabra  sólo  sirve 
de  refrán  variable  y  frase,  y  es 
el  nombre  de  la  rr,  de  que  usa 
mucho  la  lengua  castellana  en 
composición  para  dar  más  fuer- 
za a  la-s  palabras,  porque  .signi- 
fica muy  mucho,  nuichivs  veces; 
como  en  digo  redigo,  bueno  re- 
bueno,  quiero  requiero,  no  quie- 
ro no  requiero,  renoquiero;  di- 
go y  redigo  que  nó,  y  nó,  y  nó, 
y  reno  con  muchas  erres;  no 
quiere  Marcos  que  se  tope  o  to- 
que su  mujer  a  pajws,  y  ella 
que  a  repapos  se  tocaría:  tal  es 
.«u  fuerza  en  composición;  de 
a(|iií   i^nlp   lomar  ol   nombre   erre 


solo  a  muchos  propósitos,  deno- 
tando firmeza,  y  porfía  afirman- 
do o  negando;  con  ejemplos  se 
hará  más  claro:  Erre  erre,  dice 
erre  de  nó ;  a  llamarle,  y  el  erre : 
todos  los  días  en  la  lición:  asis- 
to con  puntualidad;  Fulano  di- 
ce siempre  erre  erre  al  oficio, 
que  es  sin  faltar  de  él  día." 
(Id.)  Lo  mismo,  poco  más  o 
menos,  había  dicho  en  su  Arte 
grande  de  la  lengua  castellana: 

Dios  mantenga  y  remantenga 
¡Mía  fe!  a  cuantos  aquí  estáis. 

(To;re»  Naharro,  Comedia  .'^erajina). 

"Cierto,  recierto."  "Pues  mien- 
tes y  remientes."  (A.  de  Castro, 
Estudios  prácticos  de  buen  de- 
cir). No  hay  necesidad  de  citar 
al  Beato  Avila  que  empleó  a 
rebastar;  a  Cervantes  con  su  re- 
jurar;  al  V.  Palafox  con  rejun- 
ta; D.  Fermín  de  la  Puente, 
que  escribió  reespigar,  en  vez 
de  respigar,  que  trae  el  Dice. : 
y  a  tantos  otros,  antiguos  y  mo- 
dernos, que  hacen  u.so  frecuen- 
tísimo de  e.-ita  partícula. —  2.° 
Más  frecuente  aún  es  su  uso 
con  el  significado  de  encareci- 
miento, o  sea,  de  superlativo, 
semejante  al  que  toman  en  la- 
tín los  adjs.  compuestos  de  per 
(peruiilix,  perjuicundus,  perbre- 
vis).  Comunísimo  es  esto  en  los 
clásicos,  que  dicen  sin  escrú- 
pulo rebueno,  rebién,  remalo, 
remtuho,  reviejo,  refalso,  reme- 
jor,  repeor,  rebobo,  recumplido, 
retnyo,  etc.,  etc.;  en  los  moder- 
nos es  nuicho  más  abundante: 
rechispeante,  remenudo,  rechvs- 
ron,     refrn.     reninni-'^imo,     remu- 


RE 


REA 


«1 


chísimo,  sostengo  y  resostengo, 
saboreada  y  re-saboreada,  etc.  El 
español  Don  Alvaro  Cubillo  de 
Aragón,  aprovechando  e-sta  ri- 
queza de  la  lengua,  escribió,  en 
El  invisible  Principe   del  Baúl: 

—  Es  finamente  apurar 
En  ]a  materia  de  amor 
Lo  refino,  lo  7-ealzailo, 
Lo  i-eliiído  y  recamado 
Del  duelo  y  del  pundonor. 
— Todo  eso  del  re  condeno. 
— No  tienes  razón,  porque 
Aquella  palabra  re 
Hace  lo  bueno  máa  bueno. 

En  el  entremés  Las  J'iudas, 
atribuido  a  Tirso  de  Molina, 
hallamos:  "mentira  y  requete- 
mentira;  reladronazo;  tú  te  has 
portao  mu  recochinatm  ente ; 
¡  qué  reprecioso!  Si  hubo  rebap- 
tizantes,  que  eran  los  que  bau- 
tizaban segunda  vez,  nunca  hu- 
bo retebaptizantes  ni  requete- 
baptizantes;  la  culpa  y  la  rete- 
culpa;  recolgar;  retuya  es  Jua- 
na." En  las  obras  de  Timone- 
da:  "Consagrada  y  reconsagra- 
da  quedaría;  Calla,  rapaz,  no 
seas  tan  reagudo;  Habrara  y  re- 
habrara  (formas  dialectales  de 
hablar)."  Menéndez  Pidal  y 
Cejador  le  reconocen  también 
al  afijo  re  el  valor  de  superlati- 
vo, y  más  reforzado  cuando  se 
alarga  en  rete  y  requete:  malo 
y  remado,  retemalo  y  requete- 
malo.  Rodríguez  Marín  dice  lo 
mismo,  pero  dándolo  como  pe- 
culiar del  pueblo  andaluz;  lo 
que  no  es  exacto,  porque  es  ge- 
neral en  todo  el  mundo  de  ha- 
bla castellana.  En  Chile,  por 
ejemplo,  se  usa  con  sustantivos, 
íidjetivos,    verbos     y    adverbios: 


"Es  un  rediablo;  tan  re^orzal; 
relargo,  rebruto,  regrande,  re- 
fiero, recavo,  remacizo;  me  re- 
condenara si  así  no  lo  hiciera; 
renunca,  relejos."  Para  encare- 
cer más  aún  el  significado  sue- 
le anteponerse  el  adv.  bien  y 
posponerse  la  terminación  au- 
mentativa 020,  za,  y.  la  superla- 
tiva isimo,  ma:  Bien  regranda- 
zo,  tan  retantísimo. 

Rea,  f.  poco  usado.  Mujer 
acusada  de  un  delito.  Así  el 
Dice.  Es  cierto  que  el  nom- 
bre reo,  como  común  que 
es,  se  aplica  a  los  dos  sexos  (el 
reo,  la  reo);  pero  el  pueblo,  que 
no  entiende  de  estas  gramáticas, 
siempre  seguirá  la  índole  del 
idioma  y  dirá  la  rea.  Así  lo  ha- 
llamos también  en  los  poetas 
del  siglo  XV,  y  con  cierta  fre- 
cuencia. 

Reabrir,  a.  Volver  a  abrir, 
abrir  de  nuevo.  Aunque  los 
franceses  tienen  su  nmvrir, 
compuesto  de  re  y  de  ouvrir,  no 
los  ha  imitado  la  Academia. 
Tratando.se  de  heridas  y  llagas, 
dígase  recrudecer,  enconarse, 
irritarse. 

Reaccionar,  n.  Producir  re- 
acción. Así  fué  admitido  este  v. 
desde  la  13.*  edición  del  Dice. 

Reacusar,  a.  No  aparece  este 
V.  en  el  Dice,  y  lo  usó  Don  Al- 
fonso de  Cartagena,  Obispo  de 
Burgos,  en  la  traducción  de  la 
Retórica  de  Cicerón :  "La  otra 
[oración  la  fizo]  Demóstenes, 
defendiendo  al  acusado  e  leu 
cnsando  al  acusador."  (Intro- 
ducción. Biblioteca  de  Gallardo 
t.  II,  col.  263).  Es  el  moderno 
reconvenir  que  se  usa  en  el  Fo- 
ro: "pedir  alguno  contra  el  que 


REA 


REA 


demandó,  oonvirtiéndosc  de  reo 
en  actor." 

Real,  m.  Moneda  de  plata 
qnc  corrió  antiguamente  entre 
nosotros;  valía  doce  centavos  y 
medio,  o  sea,  la  mitad  de  la  pe- 
seta y  la  octava  parte  del  peso. 
De-de  entonces  ha  quedado  la 
co-tumbre  de  usar  esta  voz  figu- 
radamente y  casi  siempre  en  pl. 
por  dinero,  caudal,  riquezas: 
'"Pedro  es  hombre  de  reales; 
En  este  negocio  me  he  ganado 
hucnos  reales."  Sin  embargo, 
la  moneda  mi.sma,  su  nombre  y 
hasta  el  uso  tropológlco  del  vo- 
cablo, aunque  no  lo  diga  el 
Dice,  nos  han  venido  de  Espa- 
ña: dígalo,  si  nó,  el  refr.  Nada 
más  vales  que  el  valor  de  tus 
reales,  que  leemos  en  la  Colec- 
ción de  seguidillas  o  cantares 
de  Valladares  de  Sotomayor. 
"Si  tiene  por  allá  quien  me 
l)reste  algunos  reales."  dice  Sta. 
Teresa  en  la  Carta  XL"\'.— Ca- 
érsele a  uno  el  real,  recoger  el 
real,  es,  en  sentido  material,  caér- 
sele a  lino  la  haba,  recof/er  la 
baba.  Véase  cómo  poetizó  Tirso 
de  Molina  tan  prosaico  pensa- 
miento: 

Desde  las  ventanas 
Arrftncílii  de  pona 
Sus  cabellos  rubio» 
Daeftas  y  doncellas. 

Los  viejos  ancianos 
Van  con  la  terneza, 
Kñ  hrhras  fie  pfafn 
Knffirtanth  perliiM. 

( Loi  Amanle»  Je  Teruel). 

Tcnga.'-c  jiresente  el  v.  desbabar, 
n.  y  r, :  "purgar,  expeler  las  ba- 
bas," "Dcshalxidn  .soy  estada 
(.-^ic)       escuchándole     por     ver 


adonde  ibas  a  pasar."  (Lope  de 
Rueda,  Comedia  llamada  Me- 
dirá).— Faltarle  a  uno  un  vein- 
te para  los  ocho  reales  (o  para 
el  peso).  Véase  Peso. 

Real,  adj.  Falta  en  el  Dice, 
la  acep.  fig.  que  tiene  este  voca- 
blo cuando  se  junta  con  gana, 
satisfacción,  vohuttad,  etc.  "En 
el  lenguaje  del  pueblo,  sobre 
todo,  la  real  gana  dicen  a  la  vo- 
luntad que  no  admite  apela 
ción."  (Fermín  de  la  Puente  v 
Apezechea,  Memorias  de  la 
Acad.,  t.  V,  pág.  400).  La  defi- 
nición no  es  muy  exact^i  y  debe 
darse  otra  mejor. 

Realismo,  m.  Dióle  el  Dice, 
de-sde  su  13.^  edición,  esta  acep. 
que  le  faltaba:  "doctrina  o  sis- 
tema de  los  que  en  las  obras  ar- 
tísticas o  literarias  aspiran  a 
copiar  la  naturaleza  sin  ningu- 
na idealidad."  Naturali-vno,  voz 
.sinónima,  está  definido  como 
.«istema  filosófico,  solamente,  y 
así  níismo  naturalista.  Realista 
recibió  la  adición  correspon- 
diente. 

Realen'tar,  a.  Volver  a 
alentar.  "Para  rcalentar  nues- 
tra fe  en  la  justicia."  (La 
Unión,  de  8  En.  1916).  Sinóni- 
mo de  reanimar,  reavivar:  no 
lo  trae  el  Dice.  Véase  Re. 

Realización',  f.  Acción  o 
efecto  de  realizar  o  realizarse. 
Lo  acaba  de  admitir  la  14."  edi- 
ción del   Dice. 

Realizador,  ha,  adj.  y  ú,  t. 
c.  s.  Que  realiza,  en  la  acep.  co- 
mercial de  realizar.  Falla  en  el 
Dice. 

Realizar,  a.  Realizar  el  me- 
tal: en  Tarapacá,  separarlo  de 
la  i)iedra. 


REA 


REA 


r.3 


Realzadamente,  adv.  de  ni. 
"Quiso  decir  e¿le  .sabio  que  en 
ese  sol  material  contemplaba  él 
aquel  divino,  reahaíkimentc  fi- 
losofando. .  ."'  (Gracián,  El 
Criticón,  p.  I,  cr.  II).  Falta  en 
el  Dice.  Véase  Mente  (Ad- 
verbios ex). 

Reanimador,  ka,  adj.  Que 
reanima.  Bien  puede  entrar  en 
el  Dice. 

Reanudación,  f.  Desde  la  13." 
edición  admitió  el  Diec.  el  v. 
reanudar,  a.  fig.  (renovar  trato, 
estudio,  trabajo,  conferencia, 
etc.,  que  estaban  interrumpidos. 
Ú.  t.  c.  r.),  pero  nó  el  s.,  que  no 
es  bien  sonante  por  lo  largo; 
nunca  lo  hemos  oído  ni  leído. 

Reapakicióx,  f.  Acción  o 
efecto  de  reaparecer.  "Recorre- 
mos la  galería,  examinando  lo? 
cuadros,  y  notando,  como  sín- 
toma, la  reaparición  de  un  gé- 
nero años  ha  completamente  en 
desuso:  me  refiero  al  pastel." 
(Condesa  de  Pardo  Bazán. 
Impresiones  de  arte).  En  .su 
14.='  edición  admitió  el  Dice, 
este  vocablo.  El  v.  reaparecer, 
n.  (volver  a  aparecer)  estaba 
admitido   desde   la   13.*  edición. 

Reapertura,  f.  Nueva  o  se- 
giuida  apertura.  Es  adaptación 
del  francés  réouverture,  o  mejor 
del  italiano  riapertura;  pero 
en  ninguna  forma  lo  acepta  el 
Dice.  "La  reapertura  de  los  tra- 
bajos del  canal  |  de  Panamá] 
ha  sido  un  verdadero  aconteci- 
miento." (Un  diario  radical). 

Rearme,  m.  Acción  o  efecto 
de  rearmar  o  volver  a  armar. 
Ni  el  s.  ni  el  v.  se  registran  en 
el  Dice.  Del  primero  tenemos 
la  siguiente   autoridad :    "Habe- 

Dio.\  de  Chil.,  t.  V. 


mos  otorgado  la  dicha  tregua 
de  tres  años,  fnreciéndonos  que 
por  todos  respetos  nos  viene 
muy  bien,  e  que  es  gran  cosa 
que  el  Rey  de  Francia  se  aco- 
norterá  de  no  entender  en  cosa 
del  dicho  rearme  por  tiempo  de 
tres  años."  (Carta  de  los  Rey  a 
Católicos  a  su  embajador  en 
Roma,  3  Febr.  1504.  Crónicas 
del  Gran  Capitán,  N.  Bibl.  de 
A  A.  EE.)  Si  hay  desarma  y 
desarmar,  puede  haber  también 
rearme  y  rearmar.  El  francés 
tiene  su  réarmer,  y  el  italiano 
su  riarrnarc. 

Reasegurar,  a.  Volver  a  ase- 
gurar. Aunque  se  usa  el  adj. 
reseguro,  compuesto  de  re,  no 
así  el  V. 

Re.\sumir,  a.  ¡Cuánto  pade- 
ce este  pobre  v.  en  boca  de  los 
ignorantes!  Como  tiene  una  « 
más  que  resumir,  se  figuran  que 
éste  es  una  mala  y  plebeya  pro- 
nunciación del  otro,  y  hétenos 
aquí  a  reasumir  usurpando 
siempre  el  uso  de  resumir.  La 
diferencia  es  enorme:  resumir 
es  hacer  resumen ;  reasumir  es 
volver  a  asumir  o  tomar.  Se  re- 
sume o  compendia  o  recapitula 
un  discurso,  una  serie  de  he- 
chos, etc.,  y  se  reasume  un  pues- 
to o  cargo  que  se  había  dejado. 

Reavivar,  a.  A'^olver  a  avivar. 
¿Qué  inconveniente  puede  ha- 
ber para  .su  admisión?  Véase 
Re.  He  aquí  una  buena  autori- 
dad: "Las  victorias  de  la  revo- 
lución y  del  déspota  nacido  de 
ella  reavivan  la  enemistad." 
(Valera,  Prólogo  a  la  "Vida 
de  Carlos  III"  por  el  Conde  de 
Fernán-Núñez) .  Otra:  "La  re- 
volución  religiosa  fué   regresiva 


84 


REB 


REB 


y  funesta  al  progreso  en  cuanto 
desunió  a  las  razas  latina  y  sa- 
jona. .  .  y  reavivó  viejos  anta- 
gonismos."' (Pardo  Bazán,  Los 
poetas  épicos   cristianos,   Milton, 

I)- 

Rei5a.t.vi)0R,     ni.      Trabajador 

que  rel)aja  un  terreno.  V.  prin- 
cipalmente tratándose  de  minas 
y  excavacione.-*.  Debe  entrar  en 
el  Dice. 

Rebaje,  ni.  No  exi.ste  en  ca^- 
teilano  y  dígase  rebajo:  '"parte 
del  canto  de  un  madero  u  otra 
cosa,  donde  se  ha  disminuido 
el  espesor  por  medio  de  un  cor- 
te a  modo  de  espera  o  de  ranu- 
ra."—  Algunos  lo  usan  tambicn 
por  rebaja,  que  es  "disminución, 
desfalco  o  descuento  de  una 
cosa."  Rebajamiento  significa 
"acción  o  efecto  de  rebajar  o 
rebajarse." 

Reb.\lsar,  a.  y  ú.  m.  c.  n.  y 
e.  r.  Su  significado  propio  es: 
"detener  y  recoger  el  agua  u 
otro  líquido,  de  suerte  que  haga 
bal-'^i."  Mal  se  podrá  hacer  bal- 
sa en  un  vaso,  un  jarro,  un  pla- 
to; por  consiguiente,  estas' co- 
sas no  rebalsan  ni  se  rebalsan, 
.-iino  que  rebosan  o  trasrierfcn. 
Rebosar,  n.,  es  "derramarse  un 
líquido  por  encima  de  los  l)or- 
des  de  un  recipiente  en  qvie  no 
cabe.  Díccsc  tamliicn  del  mismo 
rcH'ipiciilc  donde  ya  no  cabe  el 
líquido. '"  Trasverter,  n.,  es  "re- 
bosar el  líquido  contenido  en 
un  vaso  de  modo  que  se  vierta 
por  los  bordes."  Desbordar,  n. 
y  VI.  III.  c.  r.,  significa:  "salir  de 
los  bordes,  derramarse."  Reihiii- 
(hir  n.:  "rebasar,  .«alir.se  una 
cosa,  de  sus  límites.  Díco-e  re- 
gulnrmento  de  los  lí(|uid<is." 


Rebanaii.v,  f.  Sacarle  a  ano 
la  rebanada  grande,  fr.  fig.  y 
fam :  defraudarlo  notablemente 
en  sus  bienes,  sacarle  o  comerle 
medio  lado.  Es  fr.  chilena  bien 
formada. 

Rebeca,  f.  Chaqueta  de  piel 
de  gamuza. —  Mene  del  caste- 
llano rebeco,  m.,  que  significa 
"gamuza."  "Jubón  de  carnuza," 
"uu  hombre  todo  ve-stido  de  ca- 
nraza,"   leemos  en   el  Quijote. 

Rebelarse,  r.  Derivado  del 
latín  rebe.llare,  que  lo  es  de  be- 
llum,  guerra,  no  delie  confun- 
dirse en  la  escritura  con  reve- 
lar, que  es  derivado  de  veluní, 
velo. 

Rebencazo,  m.,  aum.  de  re- 
benque. "Golpe  dado  con  el  re- 
benque." Así  por  primera  vez  y 
con  la  nota  de  provincialismo 
de  la  América  Meridional  lo 
trae  la  14.''  edición  del  Dice. 
Sin  embargo,  jamás  pisó  la 
América  Meridional  el  que  e.«- 
cribió  lo  siguiente:  "...no  ya 
valiéndose  de  ampulosos  y  des- 
lumJ)radores  bandos,  consisten- 
tes en  sinijile  letra  muerta,  sino 
cumpliéudolds  por  medio  del 
castigo  público,  traducido  en 
rebencazos,  multas  y  otros  des- 
ahogos." (Sbarbi,  7?i  illn  tém- 
pore,  pág.  38).  Véase  Rebex 
Qi'E. — El  golpe  que  en  las  ga- 
leras daban  con  el  rebenque  a 
los  galeotes  se  llamnba  angaila- 
zo,  porque  el  rel)enque  se  Ihima- 
lia  también  anguila  de  cabo. 

Rkbkxqie,  m.  Ya  le  dio  et 
Dice.  (14.'  edición)  la  acep.  de 
"látigo  recio  de  jinete,"  como 
])ro])Í!i  de  la  América  Meridio- 
i!,il.  ronvione  agregarle:  "con 
mango    de  madera." —  luí  algu- 


R,EB 


REB 


naí  partes  de  Chile  se  Uaiiia 
rebenque,  fig.  y  fani.,  al  indivi- 
duo andariego  y  libre  en  .-^u.-^ 
fOítumbres. 

Rebiéx,  adv.  Muy  bien.  De- 
be entrar  en  el  Dice,  siquiera 
con  la  nota  de  fam.,  como  lo 
admitió  el  de  Autoridades.  "Me 
lo  han  pagado  muy  rebien: 
(Cervantes,  El  celoso  extreme- 
ño). "Hacen  bien,  rebién,  bue- 
na pascua  les  dé  Dios."  (La 
Picara  Justina,  1.  I,  c.  III,  §  I). 
Véase  Re. 

Rebosadero,  ni.  funeral  sin 
rumbo  ni  forma  de  veta;  por- 
que ahí  los  minerales  rebosan 
naturalmente.  El  Dice,  sólo  le 
da  la  acep.  de  "paraje  por  don- 
de rebosa  un  líquido." 

Rebosar.  En  todas  sus  aceps. 
lo  da  el  Dice,  como  n. ;  sin 
embargo,  es  Ui^adísimo  t.  c. 
a.  en  su  acep.  recta  y  en  la  fig. 
"El  interior  y  el  exterior  parece 
que  están  destilando  y  rebosan- 
do miel  y  dulcedumbre."  (Fr. 
.T.  de  los  Ángeles,  Triunfos  del 
amor  de  Dios,  p.  II,  c.  XIV). ^ 
No  se  confunda  e.=te  v.  con  re- 
bozar, compuesto  de  bozo,  que 
significa:  "cubrir  casi  todo  el 
rostro  con  la  capa  o  manto; 
bañar  una  vianda  en  huevo  ba- 
tido, harina,  miel,  etc."  De  éste 
salió  arrebozar.  Rebosar  .se  es- 
cribe con  s  porque  viene  del  la- 
tín reversare. 

Rebotar.  Lo  usamos  c.  n.  o 
intran.sitivo,  cuando  el  Dice. 
.=ólo  lo  conoce  c.  a.  o  transitivo 
en  todas  sus  aceps. 

Rebozado,  m.  Es  corriente  en 
Chile  c.  s. .'Rebozados  de  sesos, 
de  patas,  de  alcachofas.  En  cas- 
tellano no    hav  sino  el  v.    rebo- 


zar (bañar  una  vianda  en  hue- 
vo batido,  harina,  miel,  etc.) ; 
según  lo  cual  debe  decirse:  Se- 
sos rebozados,  manos  rebozadas, 
alcacJwfh-s  rebozadas,  etc. 

Rebozo,  m.  En  castellano 
significa  lo  mismo  que  rebocillo 
o  rebociño,  esto  as,  "mantilla  o 
toca  corta  usada  por  las  muje- 
res para  cubrir  el  bozo,"  y  nó 
chai,  pañolón  o  mantón,  como 
lo  usa  malamente  nuestro  pue- 
blo.—  Arrebozo  es  también  for- 
ma ca.stiza  de  rebozo. — En  los 
Refranes  glosados  de  Sebastián 
de  Horozco  hallamos  un  rebozo 
que  no  consta  en  el  Dice,  y  pa- 
rece sinónimo  del  simple    6020.- 

Cuando  el  viejo  con  locura 
Parecer  mancebo  quiere. 
Por  cumplir  su  desventura 
Con  diligencia  procura 
Lo  que  al  mai.c?bo  requiere. 

Porque  piensa  que  <'tia  vez 
Puede  tornar  a  ser  niozn, 
De  suerte  y  a  la  vejez, 
Los  aladares  de  pez, 
Teniendo  blanco  el  rchozn 

Es  glosa  del  refrán  .4  la  vejez, 
los  aladares  de  pez.  (N.°  103). 
Rebozo  parece  significado  esfor- 
zado de  bozo  o  bozo  saliente  o 
largo. 

Rebrillar,  n.  Relucir  o  bri- 
llar mucho,  esto  es,  chispear.  "A 
míus  de  algún  Padre  Conscripto 
le  rebrillaban  los  ojos  cuando  el 
Senador  de  Aconcagua. .  .  ha- 
blaba de  inmoralidades  de  tal 
calibre..."  (La  Unión,  de  San- 
tiago, 21  Jun.  1916).  Está  bien 
formado  y  no  es  indigno  de 
entrar  en  el  Dice.  Véase  Re. 

Rebrotar,  n.  Volver  a  bro- 
tar. "Se  embelesaba  con  cuen- 
tos fantá.stieos   y  de  luengas  tie- 


:!f) 


REB 


REO 


iTus  y  tdiiKiba  a  nhrotar  en  >u 
alma  el  viejo  amor  de  sus  mo- 
cedades.'" (Gejador.  Hist.  <le  la 
lengua  y  literat.  casteUonn,  \. 
ITI,  pág.  236). 

Rkbuexo,  x.i,  adj.  Muy  bue- 
no o  excelente.  (Dice,  de  Auto- 
ridades). Debe  admitirse  a  lo 
menos  con  la  notrt  de  fam. 
'"Torno  a  decir  que  es  muy 
liueno  y  nmy  relmeno  tentar  de 
entrar  primero  en  el  aposento  a 
donde  .«e  trata  desto.''  (Sta.  Te- 
resa). "Si  duelos  con  pan  son 
buenos,  con  dinero  .«ou  rebue- 
)ios.  (La  Picara  Justina,  1.  III, 
c.  IV).  Véase  Re. 

Rkbusc.\,  rebuscamiento  y 
UEBUSCO.  Acción  o  efecto  <le  re- 
buscar.—  Rebusca  y  rebusco 
tienen  también  estas  dos  aceps. 
más:  ''fruto  que  queda  en  los 
campos  después  de  alzada  la 
cosecha,  particularmente  el  de 
las  viñas  |  en  Chile,  chimpilo  y 
pampanito] ;  íiji.,  desecho,  lo 
de  peor  calidad." 

RAnrsf'.VDO,  da,  adj..  part, 
de  rcbuf>c(ir.  Tratándose  de  len- 
guaje, estilo,  conce])tos.  etc.,  no 
tienen  ningima  acep.  ni  el  part. 
ni  el  V.;  el  que  la  tiene  ex])resa 
para  este  caso  es  alambicar:  "su- 
tilizar exce.sivamente."  Sinóni- 
mos: amanerado,  afectado.  Re- 
buscado podría  aplicarse  a  las 
voces  o  ]ialabras,  cuando  son  ra- 
ras o  inusitadiv<,  porque  enton- 
ces .«en'an  "l)nscadas  <'on  dema- 
siado cuidado,"  que  es  lo  rpie 
si lí n i llca   re b u xcado. 

Rebustccer,  rebustez,  rebusto. 
.\sí  (hcc  todavía  nnc-^tro  ]iU('blo 
>nmo  los  antiguos  castellanos. 

Y  f  tan  ({lanilc  d  aflicciún 
Qui'  nii  CTKiieiliiil  le  )i:t  (lixlii, 


Qae  lie  un  rebusto  v,ii-óu 
Cordero  en  coniparaciiin 
Le  hallo  transfígurado. 

{¡.n  ConrtrsiónJe   S.  Pablo.   Colecc.  Rou.1- 
[net,  t.  III  pág.  H). 

Xo  hay  duda  que  la  partícula 
re.  que  formó  y  .sigue  formando 
tantas  voces,  influiría  para  q\ie 
se  cambiara  en  e  la  o  de  robus- 
to y  sus  derivados,  o  que  viene 
dcsle  la  etimología  latina  ro- 
brr.  fuerza. 

Recabar,  a.  "Alcanzar,  con- 
seguir con  instancias  o  súplicas 
lo  que  se  desea."  A'^iene  del  ant. 
recabdar,  compuesto  de  cabdar, 
que  es  el  captare  latino,  y  no 
debe  confundirse  con  recnvor, 
volver  a  cavar. 

Recacha,  f.  Ú.  ])rineipaliiicn- 
te  entre  el  vulgo  y  sólo  en  las 
locuciones  De  recacha,  Para 
recacha,  Para  más  recacha,  que 
significan  para  complemento, 
para  remate,  para  colmo.  Véa.se 
Yapa.  —Es  compue-sto  de  cacha. 
La.s  locuciones  se  han  formado 
a  semejanza  de  la  castiza  Por 
contera  (por  remate,  por  final) ; 
así  como  contera  es  la  pieza  de 
metal  que  se  pone  en  el  extre- 
mo inferior  del  bastón  o  do  la 
vaina  de  la  espada,  así  cacha  os 
cada  una  de  las  dos  piezas  del 
mango  de  las  navajas  y  de  algu- 
nos cuchillos. 

Recachear,  n.  Pedir  rcjX'ti- 
ción  de  un  plato  o  guiso.  Ü, 
jn-incipalmentc  en  el  ejército  y 
o<  formado  de  recacha,  ])or  la 
idea  de  aumento  o  exceso. 

Rccachero,  adj.  Que  a(os- 
lumbra  pedir  repetición  «le  un 
plato  o  guiso.  Véa.se  cl  ante- 
rior. Nunca  hemos  oído  la  Icr- 
minacii'm  f. 


REO  REO                 ?.7 

Recadista,  com.  No  lo  usamos  única  forma  que  se  us-a  en  Clii- 
noíotros  sino  Pereda,  que  dijo:  le;  el  Dice,  trae  recatón,  7ia;  rc- 
"Del  propio  recadista  de  Cote-  <jatón,  na,  y  regatero,  ra:  "que 
ruco  informóse  de  cuanto  h  regatea  mucho." — El  v.  e-ilú 
interesaba."  (Saibor  de  la  tie-  admitido  en  laó  dos  foriua.s  rc- 
vTuca).  El'  Dice,  trae  recadero,  catear  y  regatear  (debatir  el 
ra,  m.  y  f . :  "pei-sona  que  tiene  comprador  y  el  vendedor  el  pre- 
por  oficio  llevaí-  recados  de  un  ció  de  una  cosa  puesta  en  ven- 
punto  a  otro."  El  que  lleva  \  ta) . —  El  s.  sólo  aparece  en  la 
trae  mensajes  de  una  parte  a  forma  regateo. 
otra  entre  personas  que  están  Recaudero,  m.  ]']1  que  vende 
ausentes  o  distantes,  fiándose  recaudo  o  lo  lleva  a  las  ca-sas. 
entrambas  partes  de  él,  se  llama  '"Su  refinada  fealdad  y  su  pá- 
cn  castellano  faraute,  m.  lina  del  tiempo    hacían   esperar 

Recalcamiento,  m.  Bien  que  no  le  hiciesen  requiebros  el 
formado  y  abonado  ya  por  la  recaudero,  el  panadero  y  el  car- 
autoridad  de  Bello.  El  Dice,  ulcero."  (La  Unión,  de  Santia- 
sólü  admite  a  recalcadura,  como  f>o,  15  Enero  1916).  Si  se  ha 
'"acción  de  recalcar,"  y  entonces  de  admitir  recaudo  en  la  acep. 
recalcamiento  vendría  a  ser  el  chilena,  hay  que  acompañarlo 
efecto.  de  recaudero;  .si  nó,  dígase  ver- 

Recaxtear,  a.  A^olvcr  a  can-  dulcro,    m.    (el  que  vende    ver- 

tear.  V.    este  v.  El  Dice,    nos  da  duras)    y  verdiúera,  f.     (la    que 

para  esto  a  relabrar,  a.:  "volver  vende  verduras), 

a    labrar    la   superficie    de     una  Recaudo,    m.    Lo    usamos  lo 

piedra  o  madera."  mismo    que    en    Méjico,    en     la 

RECAPiTrLAüOB,    m.     El    que  acep.    de  verduras    que  para    el 

recapitula.  Se  echa  menos  en  el  consumo    de  la.s  ca.sas    se  llevan 

Dice.  diariamente    del      mercado.     El 

Recapturar,  a.  No  admite  el  Dice,  no  le  da  esta  acep.  y  se  la 
Dice,  este  v.  y  menos  podría  ad-  tiene  reservada  a  recado  (pro- 
mitirlo  en  la  acep.  que  le  están  visión  que  para  el  surtido  de 
dando  los  diarios  chilenos  de  las  casas  se  lleva  diariamente 
"volver  a  tomar,  recuperar,  re-  del  mercado  o  de  las  tiendas)  ; 
conquistar."  Si  el  simple  captu-  pero  no  faltan  autores  clásicos 
rar  significa  "aprehender  al  de-  que  se  la  dan  como  nosotros: 
lincuente,"  mal  podría  el  com-  "Viéndose  Pedro  Serrano  ■  con 
jjuesto  extender-e  a  otras  ideas  bastante  recaudo  para  comer  y 
tan  distintas.  Las  formas  caste-  beber,  le  pareció  que,  .si  pudie- 
llanas  de  este  v.  fueron,  en  lo  se  sacar  fuego  para  siquiera 
antiguo,  rccabdar  (a.^^egurar,  asar  la  comida...,  no  le  falta- 
coger,  prender),  recaudar  (ase-  ría  nada."  (Inca  (larcilaso.  Co- 
gnrar.  poner  o  tener  en  custo-  mentariog  realex,  j).  L  1-  1,  ''• 
dia)  y  recabar,  modernización  VIII).  EtimolBgicauiente  ani- 
de las  otras  dos.  bas  voces  valen    lo  mismo,    por- 

Recateador,   ra,    adj.     I'-s    la  que    ri'ca/lo    es      modernización 


38 


REO 


REC 


de  recaudo,  como  este  lo  fué  en 
su  tiempo  de  recábelo,  del  v. 
rccabdar,  del  latín  captare.  Des- 
pensa tiene  también  esta  acep. 
en  el  Dice. :  "conjunto  de  cosas 
que  el  despensero  o  comprador 
trae  para  el  gasto  diario  de  la 
comida." —  A  buen  recaudo,  A 
recaudo,  significan  lo  mismo 
que  A  buen  recado,  A  mucho 
recado,  A  recado-'  "bien  custo- 
diado, con  seguridad.  Üsanse 
más  con  los  verbos  estar,  poner, 
etc." 

Recentísimo,  ma,  adj.,  su- 
perlativo de  reciente.  Ortúzar  da 
por  incorrecta  esta  forma,  acep- 
tando solamente  recientisimo; 
en  lo  cual  copia  a  Cuervo,  que 
dice  que  viejü-imo  y  recientisi- 
mo van  siempre  fuera  de  la  re- 
gla, porque  la  regla  es:  usar  la 
forma  propia  del  latín :  cierto, 
ceriidnw;  diestro,  destrísimo; 
tierno,  iernmmo.  Según  esto. 
reciente  (en  latín  recens)  debt- 
hacer  reccnt^ísimo.  Viejísimo 
(no  vejísimo)  <e  explica  por  lo 
usado  que  es  en  el  lenguaje 
fam.,  que  es  el  que  prefiere  la 
forma  castellana,  al  revés  del 
lenguaje  culto  y  elevado,  que 
prefiero  la  latina.  La  forma  con 
i  sólo  es  obligatoria  cuando  esa 
t  e.xiste  también  en  latín:  pa- 
ciente, pacicntísimo:  convenien- 
te, convenicntísimo;  obediente, 
obedientísimo ;  sapiente,  sapien- 
tímmo. 

Receso,  m.  "Separación,  a- 
partam  ionio,  desvío,"  dice  el 
Dice.  No  aicanza  esta  definición 
a  justificar  el  uso  cliilono  de  es- 
ta voz:  "De  la  recusación  <Ie  al- 
giuio  de  ios  con.-^ojeros  do  Insta- 
do [conoce]    el  Senado,  y  cu  su 


receso,  la  Comisión  Conserva- 
dora." (B.  Lira,  Prontuario  de 
los  juicios).  Sin  embargo,  el 
término,  según  la  fuerza  del  la- 
tín recessiís,  retiro,  retirada,  e-s- 
tá  bien  usado.  Por  eso  el  Dice 
de  Zerolo  admitió,  como  propia 
de  la  América  Meridional,  la  fr. 
Estar  en  receso:  "no  funcionar; 
hallai'se  cerradas  las  cámaras 
legislativas  o  cualquiera  otra 
corporación." 

Receta,  f.  Entre  ladrones  y 
criminales,  sentencia  de  juez. 
—  Receta  con  estampa,  condena 
a  azote.-^. —  Receta  con  humo, 
condena  a  muerte. 

Recetor  o  receptor,  m. — 
Recetoría  o  receptoría,  f. 

Recibida,  f.  Recepción,  reci- 
Ijimiento.  Usólo  Mendoza  Jlon- 
teagudo  en  su  poema  L-is  gne- 
))•«•■>'  de  Chile  (c.  IV,  oct,  1.*)  : 

Plantado  Licancura  en  esta  parte 
Se  puso  a  lucer  la  horrenda  recibida. 

Reciuir,  a.  t'salo  c.  n.  nues- 
tro pueblo  para  designar  el  acto 
de  comulgar  o  de  recibir  la  sa- 
grada comunión,  que  e~s  la  re- 
cepción o  recibimiento  mas 
grande  que  i)uede  hacer  un 
hombre.  Su  piado.-^o  respeto  le 
hace  callar  el  complemento  de 
acusativo  y  por  e.so  dice  sola- 
mente: "Mañana  voy  a  recibir; 
Hoy  me  toca  rerilñr,"  descu- 
briéndose la  cabeza  las  hombres 
y  haciendo  una  venia  las  muje- 
res al  pronunciar  u  oír  el  v. 
recibir.  Kstc  v..  la  expresión 
Nuestro  Amo  (el  SSmo.  Sacra- 
mento), lo  pre<i.-<o,  el  v.  trocaí 
((•(>n)prar  \\n  objeto  destinado 
al   culto),    Hon    prcí  iosas    inaui- 


REO 


REO 


f  estación  es  de  la  fe  y  piedad  del 
chileno.  La  fr.  aspañola  equiva- 
lente a  este  recibir  es  Recibir 
uno  a  Dios. —  r.  "Tomar  uno 
la  investidura  o  el  título  con- 
veniente para  ejercer  alguna 
facultad  o  profesión."  Esto  sig- 
nifica en  castellano  recibirse: 
"Recibirse  de  abogado,  de  mé- 
dico, de  párroco,  de  obispo;" 
pero  nó,  como  se  dice  en  Chile, 
recibirse  de  una  parroquia,  de 
una  intendencia,  de  un  colegio. 
de  una  casa:  esto  se  llama  en- 
tregarse: "tomar,  recibir  uno 
realmente  una  cosa,  o  encargar- 
se de  ella."  Entregarse  de  la 
parroquia,  del  colegio,  de  la  ca- 
sa, "de  un  establecimiento," 
(Gramát.  de  la  Acad.)  Autori- 
dades en  este  punto  son  todos 
los  autores  españoles;  por  eso 
no  citamos  a  ninguno. —  Nues- 
tro pueblo  iletrado  dice  todavía, 
como  los  antiguos  españoles, 
recebir. 

Recibo,  m.  Acusar  recibo. 
Lo  más  usado  es  Aciosar  el  re- 
cibo, así  como  se  dice  también 
con  artículo.  Anunciar  la  lle- 
gada, la  salida  o  partida.  "A- 
cusan  el  recibo  de  caria.í  dtl 
embajador."  (A.  Rodríguez  Yi- 
11a,  Crón.  del  Gran  Capitán,  in- 
trod.,  pág.  XXXIV,  col.  2).  El 
Dice,  también  da  a  entender 
claro  que  se  usa  el  artículo: 
"Tratándose  del  recibo  de  car- 
tas, oficios,  etc.,  avisar/o,  noti- 
ciario."   (Art.   Acusar). 

Reciéx,  adv.  de  tiempo,  apo- 
copado  de  recientemente.  "Úsa- 
se siempre  antepuesto  a  los  par- 
ticipios pa.sivos,"  dice  el  Dicc.i 
y  "antes  de  algunos  adjs.  que 
a.sumen  un  sentido  participial," 


agrega.  Bello,  citando  este  ejem- 
plo de  Cervantes:  "cuatro  per- 
sonas de  las  recién  libres."  "Más 
atrevidas  que  el  recién  libres  de 
Cervantes,  sor  las  expresiones 
siguientes:  "Coniín  como  recién 
heredero    (Estebanillo). 

Más  secreto  y  recatado 
Seré,  que  un  recién  ministro. 

(Rniz  de  Alarcí-). 

Aunque  recicn  granadero^ 
Él  ttndrií  mucho  cuidado. 

(Ledesma). 

Lo  cual  me  recuerda  haber  oído 
recién  sacerdote  por  recién  orde- 
nado de  sacerdote."  (Cuervo). 
A  éstos  podemos  agregar  nos- 
otros tres  casos  más:  "Era  el 
nombre  de  la  recién  viuda.'' 
(Castillo  Solórzano,  Las  Har- 
pías en  Madrid,  principio). 

;Hola!  resquebrá  con  tiento, 
Que  só  muy  recién  mujer 
Y  no  eetó  ducha  a  requiebros. 

(Quiñones  de  Benavente,  Entremés  de 
Turrad-). 

De  una  bella  mujer  recién  cautivo. 

(Valbuena,  El  Bernardo,  1. 1). 

Grande  y  general  es  el  abuso 
que  se  hace  en  Chile  del  recién, 
porijue  no  sólo  el  i'ueblo  sino 
también  las  clases  cultas  lo  jun- 
tan malamente  con  verbos,  y 
aun  lo  u.san  solo:  "De  cuya  ha- 
bitación recién  yo  salía."  (Jo- 
tabeche).  "Es  recién  ahora  que 
se  nota  este  cambio  de  existen- 
cia del  balneario  de  IMar  del 
Plata."  (Un  corresponsal  de  El 
Mercurio  de  Santiago).  "Recién 


40 


REO 


REC 


he  llegado ;  Llegué  ahora  recién, 
ahorita  recién."  Hasta  el  lUmo. 
Lizárraga,  siempre  tan  clásico 
en  su  lenguaje,  se  dejó  arrastrar 
(le  la  corriente  del  abuso:  "Y 
ahora  recién  profesó,  cuando  se 
fundó  y  se  mudó."  (Descrip- 
ción breve,  1.  I,  c.  XXXVIII). 
Es  claro  que  la  corrección  no 
debe  hacer-se  con  recientemente, 
que  sería  peor  el  remedio  que  la 
enfermedad,  sino  con  otros  ad- 
verbios de  tiempo  o  dando  otro 
giro  a  la  frase.  Por  ejemplo: 
"De  cuya  habitación  acababa 
yo  de  salir,  iba  saliendo,  hacía 
poco  que  había  .salido;  Sólo 
ahora  se  viene  notando  este 
cambio;  Acabo  de  llegar;  Hace 
un  minuto,  no  hace  un  minuto 
que  he  llegado;  Hace  poco  que 
llegué;  En  este  momento  vengo 
llegando;  Apenas  profesó,  cuan- 
do."' Otras  veces  está  subenten- 
dido el  participio:  "Estoy  muy 
recién  en  este  oficio;"  í/'w'/  re- 
cién entrado,  recién  pose-iionado 
de  él,  soy  nuevo,  novato,  novi- 
cio o  principiante  en  él.  Vea- 
mos cómo  expresó  el  P.  Si- 
giienza  la  idea  de  ahora  re- 
cién: "Agora  bien  reciente.  .  . 
una  mujer  destas  estériles  alcan- 
zó. .  ."  "De  agora  fresco  contaré 
brevemente  un  caso  bien  parti- 
cular..." "Agora  nnn/  recien- 
te... justiciaron  en  la  ciudad 
de  Ébora..."  (Crónica,  \>.  H. 
1.  III,  caps.  X  y  XXVIl).  Y 
¿cuál  es  la  razón  jwr  que  re- 
cientemente se  apocopa  tan  sólo 
antes  del  participio  y  adjs.  equi- 
valentes y  nó  antes  del  vorl)o? 
Porque  en  su  forma  Ijreve  o 
apocoi)ada  tiene  cierto  valor  de 
I)artícula  projjia  de  participio.?  y 


nó  de  verbos,  a  semejanza,  por 
ejemplo,  de  semi,  ciiasi,  y  de  tal 
manera,  que  forma  como  inia 
palabra  compuesta:  reciennaci- 
do,  reciénmuerto,  semidiviniza- 
do,  cuasianulado.  Estas  partícu- 
las no  se  pueden  juntar  con  el 
V.,  y  lo  mismo  sucede  con  re- 
cién. Otro  caso  parecido  leae- 
mos  en  el  adv.  tanto,  que  se 
apocopa  antes  del  s.,  del  adj.,  del 
adv.  y  del  complemento,  y  nó 
antes  del  v. ;  por  eso,  mientras 
se  dice  bien  tan  verdad,  tan 
grande,  tan  pronto,  tan  o  la 
ligera,  no  se  puede  decir  tan  es 
así,  tan  he  pagado,  q;ie  aquí 
tengo  el  recibo. 

Recilla,  f.,  dim.  de  rul.  Dí- 
gase  redecilla.   Véase    Bueicito. 

Recipiexd.vrio,  m.  "El  que 
es  recibido  sol(;ninemente  en 
una  corporación  para  formar 
parte  de  ella."  Admitido  por 
primera  vez  en  la  14."  eaición 
del  Dice.  Para  ser  lógico  ten- 
drá que  admitir  también  el  f. 
recipiendaria.  Véase  Posesiona- 
rio. 

Recipiente,  ni.  Muchos  chile- 
nos llaman  así  el  cubo  que  se 
usa  en  los  dormitorios  para  re- 
cibir las  aguas  sucias;  pero,  se- 
gún el  Dice,  no  tiene  tíil  .signi- 
ficado. La  acep.  más  parecida 
es:  "vaso  donde  .«e  reúno  el  lí- 
quiílo  que  destila  un  alambi- 
c|uo."  VA  nombre  de  cubo 
]i)  usan,  entre  otros,  el  Pa- 
dre Coloina  y  la  Conde- 
.sa  do  Pardo  Razan.  Oiga- 
mos a  esta  última:  "Rci>ctidas 
voces  había  advertido  la  señora 
a  las  sirvientes  que  se  abstuvie- 
sen de  desocupar  las  aguas  de 
lü.'j  cubos   do  los  lavabos   por  la 


REO 


REG 


ventana."     (La   vida    contempo- 
ránea). 

Recisión,  f.  Lo  admite  el 
Dice,  como  igual  a  rescisión; 
sin  embargo,  para  el  v.  sólo  da 
la  forma  rescindir.  Es  necesa- 
rio igualar  ambos  vocablo.?,  su- 
primiendo la  forma  falsa  e  in- 
conocible de  recisión.  Escisión, 
del  mismo  origen  (el  v.  latino 
scindere),  sólo  está  escrito  de 
esta  manera,  con  se.  Precisión 
no  se  deriva  de  prescindir,  sino 
del  praecíndere  latino,  compues- 
to de  caedere.  De  otros  compues- 
tos de  este  mismo  se  derivan 
también  concisión,  decisión  e 
indecisión,   incisión,   occisión. 

Recitacióx,  f.  Tropiezo  pa- 
ra todos  los  traductores  del 
francés.  Como  esa  lengua  con 
la  sola  voz  recitation  expresa  lo 
que  la  española  con  rezo  y  reci- 
tación, los  traductores  se  con- 
funden y  trasladan  recitación 
en  vez  de  rezo.  Lo  mL?mo  hacen 
con  recitar  en  vez  de  rezar,  y  con 
irdgación  en  lugar  de  riego. 
(Véase  Irrigación').  Sepan 
pues  que  recitar  significa  en 
castellano:  "referir,  contar  o 
uecir  en  alta  voz  un  discurso  u 
oración;  decir  o  pronunciar  de 
memoria  y  en  voz  alta,  versos; 
discursos,  etc."  Rezar  es  "orar 
vocalmente  pronunciando  ora- 
ciones u-sad:-  o  aprobadas  por 
la  Iglesia."  Igual  diferencia  hay 
entre  recitación  y  rezo.  Ni  aun 
tratándose  del  oficio  divino,  de- 
be decirse  recitación,  sino  rezo, 
aunque  muchos  eclesiásticos  lo 
dicen  por  la  influencia  del  la- 
tín, que  .'•ólo  emplea  la  voz  reci- 
Ifififi.    Hablemos    pues    del    rezo 

nó   recitación)     del  rosario,  de 


las  oraciones:  no  digamos  que 
estas  cosas  se  recitan,  sino  que 
se  rezan,  aunque  se  recen  en  voz 
alta. 

Reclame,  f.  Voz  francesa, 
que,  por  el  acento  que  lleva,  no 
saben  cómo  pronunciar  los  que 
ipnoran  esta  lengua;  y  así. 
mientras  unas  dicen  reclame, 
como  está  escrita,  otros  pronini- 
cian  reclame.  Sépase  pues  que 
su  verdadera  pronunciación  es 
reclam,  que  es  s.  f.  y  que  no  lo 
necesitamos  para  nada;  la  voz 
castiza  es  bombo  (publicidad 
que  se  da  de  alguna  co.ía  con 
ruido  o  aparato,  o  haciendo  ex- 
cesivos adornos  de  ella). —  Ha- 
cerle rédame  o  la  reclame  a 
una  cosa:  elogiar  con  exagera- 
ción, especialmente  por  medio 
de  la  prensa  periódica;  en  cas- 
tellano, dar  bombo,  decir  o  con- 
tar mara^•illas,  hacerse  lenguas, 
celebrar  con  loor,  subirle  a  las 
nubes,  ponerle  en  los  cuernos 
de  la  luna  o  sobre  el  cuerno  de 
la  luna,  deshacerse  en  elogios, 
etc..  etc. 

Reclamo,  m.  No  le  da  el 
Dice,  la  acep.  de  "acción  o  efec- 
to de  reclamar,"  o  sea,  reclama- 
ción, sino  únicamente  en  lo 
forense.  Ahí  ambas  voces  signi- 
fican: "oposición  o  contradic- 
ción que  se  hace  a  una  cosa  co- 
mo injusta,  o  mostrando  no 
consentir  en  ella."  Sin  embar- 
go, el  uso  las  equipara  también 
en  la  acep.  primera  y  general, 
y  es  justo  que  el  Dice,  así  lo  re- 
conozca. Véase  la  siguiente  au- 
toiidad:  "Ello  fué  que  entre  el 
picante  reclamo  de  los  periódi- 
cos amigos  y  la  vanidad  de  la 
gente    enriquecida.  .  .    llenaron 


42 


REC 


REO 


aquella  noche  el    Teatro  Real." 
(Valbuena,  Agua  turbia,  I). 

Reclarar,  a,  y  r.  Corrupción 
(le  declarar,  por  el  desapego  que 
tiene  el  pueblo  a  la  d.  Véase  ü. 
Así  también  en  la  Argentina  y 
en  el  Uruguay: 

Ni  entre  sueños  jamás  créi 
Ver  ese  mundo  tan  raro, 
Y  a  ustf,  coñao,  le  reclaro 
Que  de  haberme  en  el  metido. 
Aunque  me  haiga  costao  caro, 
íío  eetoy  nada  arrepentido. 

ÍLuseich.  Los  tre$  gauchot  oritiUnlft,  pág.  332). 

Recluta,  f.,  y  recluta- 
miento, ni.  Acción  o  efecto  de 
reclutar.  Admitidos  desde  la 
13.*  edición. 

Reclutador,  m.  Que  recluta, 
que  ali.sta  recluta-s.  Falta  esta 
voz  en  el  Dice. 

Reclutar,  a.  Sólo  significa 
"alistar  reclutas,"  y  nó  otra  cla- 
se de  gente,  como  f^uele  oírse 
aquí. 

Recogemigas,  ni.  Tnstrunien- 
to  para  recoger  las  migas  de  la 
mesa  de  comedor.  Con  este 
nombre  lo  venden  en  el  comer- 
cio chileno. —  Adj.,  aplícase  al 
cepillo  que  se  usa  con  este  mis- 
ino fin. —  En  el  Dice,  sólo  ha- 
llamos recogedero  (instrumento 
con  que  se  recogen  algunas  co- 
icas), y  ba.sta  para  este  caso.  El 
que  se  usa  para  recoger  la  ba- 
sura es  cogedor. 

Recogida,  f.  "Acción  o  efec- 
to de  recoger,  9."  ace])."  Así  el 
Dice;  y  la  9.»  acep.  <le  recoger 
es:  "suspender  el  u.so  o  curso  de 
una  co'^a  para  enmendarla  o  que 
no  tenga  efect<^>." —  También  le 
da,    pero    como     anticuadas,    la.s 


aceps.  de  "acogida"  y  de  "reti- 
rada."—  En  Chile  le  damos 
otras  dos:  acción  o  efecto  de 
recoger  en  su  acep.  primera  y 
principal :  "Hice  una  recogida 
de  toda  mi  ropa,  libros  y  mue- 
bles;" y  también  en  la  acep.  de 
retirarse  a  casa,  colegio,  conven- 
to, etc.  "¿Cuál  es  la  hora  de  la 
recogida?" 

Recogido,  m.  Se  usa  mala- 
mente en  vez  de  cogido,  m.: 
"pliegue  que  de  propósito  o 
casualmente  se  hace  en  la  ropa 
de  las  mujeres,  en  cortinas, 
etc."  Fuelle  significa  también 
"arruga  del  vestido,  casual  o 
hecha  de  propósito,  o  por  estar 
mal  cosido,"  y  frunce,  ni.:  "a- 
rruga  o  pliegue,  o  conjunto  de 
arrugas  o  pliegues  menudos  que 
se  hacen  en  una  tela  frun- 
ciéndola." Véase  Plisar. —  El 
borde  labrado  que  hacen  a  las 
empanadas  o  pasteles  al  re- 
dedor de  la  masa  se  llama  re- 
pidgo. 

Recolectar,  a.  Sólo  signifi- 
ca: "hacer  la  recolección  de  los 
frutos,  coger  la  copecba."  ^^o  se 
diga  pues  recolectar  firmas,  re- 
colectar limosnas;  aquéllas  se 
juntan,  se  reúnen,  se  recogen,  y 
éstas  se  colectan  o  recaudan,  si 
se  trata  de  percibirlas,  nó  de 
pedirlas  o  .«olicitarlas. 

Recoleta,  f.  El  convento  o 
ca.<a  en  que  se  guarda  y  oliserva 
más  estrechez  que  la  común  de 
la  regla,  se  llama  en  ca.<tellano 
recolección.  Recoleto,  ia.  e-*  adj. 
que  también  se  aplica  al  conven- 
to o  casa  en  que  esta  práctica  se 
observa ;  pero  en  esta  acepción 
no  se  u.sa  como  sustantivo.  En 
Chile  tenemos  ,  dcs<le  muy  anti- 


REO 


REO 


43 


guo,  dos  recoletas,  una  francisca 
o  franciscana  y  otra  dominica 
(debiendo  ser  dominica  o  domi- 
nicana). El  nombre  verdadero 
es  recolección:  "convento  o  casa 
en  que  se  guarda  y  observa  más 
estrechez  que  la  común  de  la 
regla."  Aun  en  documentos  ofi- 
ciales se  las  llama  malamente 
recoletas. 

Recomexdador,  ra,  m.  y  f. 
Individuo  que  recomienda.  Fal- 
ta en  el  Dice,  y  no  siempre  pue- 
de sustituirse  con  recomendante, 
único  que  hallamos  en  él. 

Recomenzar,  a.  Volver  a  co- 
menzar, comenzar  de  nuevo. 
Úsanlo  algimo.'J,  tomando  del 
francés  recommencer  o  del  italia- 
no ricominciare,  que  viene  de.sde 
el  tiempo  de  Daiite  por  lo  menos ; 
pero  el  Dice,  jamás  lo  ha  admi- 
tido. 

Recompexsador,  ra,  m.  y  f. 
Persona  que  recompensa.  No 
hay  por  qué  tenerlo  excluido 
del  Dice. 

Recompostura,  f.  Si  admito 
el  Dice,  el  v.  recomponer,  (com- 
poner de  nuevo,  reparar),  es  ló- 
gico que  admita  también  el  s. 
"Recompostura  de  automóvil," 
leemos  en  un  anuncio  de  diario. 

Recoxciliar,  a.  Conjúgase 
reconcilio,  reconcilias,  etc.  Sici- 
lia dice  que  se  pronuncia  de  or- 
dinario yo  rmnicilio  (oigo  una 
breve  confesión  en  el  tribunal  de 
la  penitencia)  y  yo  reconcilio  en 
los  demás  casos.  Pero,  como  estas 
distinciones,  dice  Cuervo,  son  ca- 
prichosas y  no  tienen  en  su  fa- 
vor el  uso  general,  es  más  seguro 
.«egTiir  las  analogías  de  la  len- 
gua. La  analogía  en  este  caso  es 
el    s.    concilio,    que   acentúa    la 


sílaba  ci.  Así,  con  este  acento, 
usa  también  el  Dice,  el  v.  recon- 
ciliar y  su  simple  conciliar. 

Recondexarse,  r.  Ser  conde- 
nado al  infierno.  Üsalo  nuicho 
el  pueblo  en  las  imprecaciones  y 
juramentos.  "Me  recondenara 
.•íi  lio  hiciera  esto."  Es  el  signifi- 
cado esforzado  del  simple  con- 
denarse. Véase  Re.  He  aquí  una 
autoridad  española : 

¿Y, yo  me  había  de  quedar 
Sola?  Me  recondcnnra. 

(Ramón  de  la  Cruz,   La  MavUrn'  ife  niñas). 

Reconfortar,  a.  Confortar  nui- 
cho o  nuevamente,  reanimar 
corroborar.  "La  conciencia  ra- 
dical se  siente  tranquila  y  recon  - 
fortada."  (Manifiesto  de  la  Jun- 
ta Central  Radical,  La  Unión. 
de  Santiago,  19  Oct.  1915).— 
Es  el  francés  reconforter,  que 
nunca  ha  sido  admitido  en  cas- 
tellano. 

Reconquistador,  ra,  m.  y  f. 
y  n.  t.  c.  adj.  Que  reconquista. 
Ejército  reconqiiisfador.  Hace 
falta  en  el  Dice. 

Reconsejo,  m.  Segundo  o 
nuevo  consejo.  "Tuve  mi  recon- 
sejo, y  determiné  encarar  el  arco 
contra  una  dama  moza  y  hermo- 
sa." (Gracián,  El  Criticón,  p. 
III,  cr.  XI.  Habla  así  la  Muerte 
después  de  haber  hecho  morir  a 
un  viejo  de  cien  años).  "Piense, 
medite,  cave,  ahonde  y  pondere, 
vuelva  una  y  otra  vez  a  repasar 
y  repensar  la.s  cosas;  consulte  lo 
que  ha  de  decir,  y  mucho  mas 
lo  que  ha  de  obrar;  así  que,  su 
rumiar  ha  de  ser  el  i-epensar, 
viviendo  del  reconsejo  muy  a  lo 


44 


REO 


REC 


racional  y  discursivo."  (Ibid., 
p.  Til,  cr.  VI).  En  el  Dice,  no 
aparece    este    vocablo.  Véase  Re. 

Recoxsider.\cióx,  f.  Acción 
o  efecto  de  reconsiderar.  Deci- 
mos de  este  vocablo  lo  mismc 
que  del  siguiente. 

Rkcoxsider.vr,  a.  Considerar 
jior  segunda  vez  un  asunto,  ya 
porque  en  la  primera  vez  lo  fué 
muy  a  la  ligera,  ya  porque  hay 
hechos,  razones  o  circunstancias 
que  no  se  habían  tomado  en 
cuenta,  ya  por  cualquier  otro 
motivo.  Es  V.  que  se  usa  corrien- 
temente en  Chile  por  individuos 
y  por  cuerpos  colegiados  y  que, 
por  su  buena  formación  y  la  ne- 
cesidad que  hay  de  él,  merece 
entrar  en  el  Diccc.  Cuervo  dice 
también  que  la  partícula  re,  de- 
notando repetición,  es  nmy  na- 
tural en  este  v.  En  castellano  no 
conocemos  sino  repensar,  a. 
(volver  a  pensar  con  detención, 
reflexionar),  que  no  puede  ser 
igual  a  reconsiderar,  así  como 
los  simples  pensar  y  considerai 
no  lo  son  entre  sí.  Rever  tiene 
también  un  significado  algo  ge- 
neral: "volver  a  ver,  o  registrar 
V  examinar  una  co.sa  con  cuida- 
do." 

Recoxstrucción,  f.  Acción  o 
efecto  de  reconstnn'r.  Yivn  das 
cdiciulics  desde  que  admitió  es- 
te V.  el  Dice;  pero  todavía  le 
faltan  rcconsfrwcián  y  rrcons- 
friirtor,  ra,  adj.  y  s. 

Recoxvexir,  a.  Es  compuesto 
de  venir,  al  cual  sigue  en  toda 
\)\  conjugación ;  ])or  con.-^iguicu- 
to.  rconriur.  rcconrini.itr.  rc- 
(■(¡nvino  (y  nó  reconvení, recon- 
veniste,  reconvinió),  rmiiirrii, 
imperativo,   (y  nó  reconviene). 


Record,  m.  Ú.  en  la  fr.  Batir 
el  record,  del  inglés  to  beut  (o 
to  bréale)  the  record,  aventajar, 
hacer  más  de  los  que  otros  han 
hecho;  la  cual  viene  de  esta 
otra  to  malee  a  record,  tomar 
razón,  registrar,  dejar  recuerdo 
de  alguna  proeza  de  velocidad  o 
de  fuerza.  El  que  bate  el  record 
eo  pues  el  que  bate  o  derrota  al 
que,  hasta  entonces,  tenía  el 
primer  lugar  o  premio;  en  cas- 
tellano, ganar  o  llevarse  la  pal- 
ma, cantar  la  victoria  (aclamar- 
la después  de  obtenida),  cantar 
victoria  (blasonar  del  triunfo 
en  cualquier  concepto),  tener 
la  primacía,  echar  el  pie  ade- 
lante a  todos,  señalar.íe  sobre 
todos,  quedar  vencedor,  quedar 
por  vencedor,  quedar  dueño  (o 
señor)  del  cam])o,  triunfar  tic 
todos.  "Y.  además,  le~  han  bati- 
do el  record  (¡qué  diantre  de 
giro!)  los  otros  Eróstratos  de 
mayor  cuantía."  (Condesa  de 
Pardo  Bazán,  (La  vida  conhni- 
poránea) . 

Record.\r.  El  Dice,  lo  ciililica 
de  n.  fig.  en  el  significado  de 
"despertai-  el  que  está  dormi- 
do;" pero  no  lo  admite  como  o. 
en  este  mismo  .«entido:  "Re- 
cuérdame a  las  cinco;  Recordé 
al  niño  a  la  hora  convenida." 
ICste  silencio  y  la  autoridad  i]o 
Salva  han  hecho  que  se  miro 
como  americanismo  el  u.-^o  (ie 
este  V.  en  este  caso;  sin  embar- 
go, con  numerosos  ejemiilos  de 
cIíÍhícos  prueba  Cuervo  que  esta 
acepción  de  recordar  puede  til- 
darse do  anticuaila  más  bien  que 
lie  ncológica.  Na-;otros.  pues 
taiiiliién  es  corriento  <'n  Ciiile 
<'^ti'    n-'o,     podomo-í     (Ufenderlo 


REO 


REO 


45 


con  la  autoridad  del  B.  Ávila, 
Lope  de  Rueda,  Pérez  de  Übeda 
(en  La  Picara  Justina),  Alcalá 
(El  Donado  hablador),  Virués. 
y  varias  piezas,  autos  y  roman- 
ces de  los  siglos  XV  y  XVI ;  pe- 
ro creemos  que  ya  el  Dice,  no 
tiene  necesidad  de  tantas  citas, 
tanto  más,  cuanto  que  i=e  usa 
todavía  en  algunas  partes  de 
España,  por  ej.,  en  el  lenguaje 
vulgar  de  Salamanca. —  Lo  que 
no  podemos  defender  es  el  uso 
c.  V.  r.  en  la  acep.  de  "traer  a 
la  memoria  una  cosa."  El  abuso 
proviene  de  confundirlo  con 
acordarse,  y  por  eso  dicen:  '"No 
me  recuerdo;  Ya  me  recordé.'' 
Dígase:  No  recuerdo;  o  como  a.. 
No  lo  recuerdo;  Ya  lo  recordé. 
Sólo  en  el  siglo  XV  lo  hallamos 
a-^í  en  Jorge  Manrique: 


Tambicn  maldigo,  señora, 
Por  mi  gran  mal  conocida, 
Aquella  menguada  hora 
En  que  fue'  la  despedida; 
De  la  cual  me  recordando 
Gimo,  mÍ3  pechos  reganio 
Con  el  agua  de  mis  ojos. 

{Líimenticlin). 

•"Yo  me  recuerdo  haber  pocos,  6 
aun,  verdad  fallando,  ninguno 
de  los  tales  que  a  la.s  letras  se 
diese."  (Al  Rdo.  Sr.  D.  Pero 
González  de  Mendoza).  Y  en 
Fernán  Pérez  de  Guzmán  (Doc- 
trina cinc  dieron  a  Sarra,  mujer 
dr  Tohía.<!)  : 

Si  bien  me  recuerdo,  no  ha  much  s  días 
Que  ove  leído  un  ni'ble  trata  li'. 

Poco  después  empleó  el  iioy  aiit. 
remembrarse : 


...si  bien  me  remiembro, 
ítanda  al  marido  diligir  y  amar. 

No  ha  aprol)ado  el  Dice,  este  uso 
del  V.  recordar. 

Recorderis,  m.  fam.  Recuer- 
do, aviso.  "Hágale  Ud.  un  re- 
corderis, porque  está  olvidado 
del  asunto;  El  recado  que  me 
mandaste  fué  un  buen  recorde- 
ris." Ú.  t.  en  el  Perú,  como  lo 
vemos  en  las  Tradiciones  de  Pal- 
n;a,  y  seguramente  en  todas 
partes. —  Es  voz  latina,  segunda 
persona  del  presente  de  subjun- 
tivo del  v.  recordor,  recordar, 
tomada  del  respon.so  de  los  di- 
funtos "Ne  recorderis  peccata 
mea,  Domine,"  que  es  tan  usado 
y  conocido. 

Recorrer,  a.  Recorrer  uno  la 
costa,  fr.  fig.  y  fam. :  \-isitar  a  lo? 
amigos  para  pedirles  algún  fa- 
vor o  servicio,  hacer  diligencia 
para  alguna  cosa.  Es  fr.  bien 
formada  y  muy  natural. — 
Agregó  el  Dice.  (14.*  edición) 
a  a^te  v.  esta  acep.  de  Imprenta: 
"justificar  la  composición  pasan- 
do letras  de  una  línea  a  otra,  a 
consecuencia  de  enmiendas  o 
de  variación  en  la  medida  de  la 
página." 

Recorrid.v,  f.  Acción  o  efecto 
de  recorrer.  "Tan  pronto  se  atri- 
l)uye  su  calificativo  de  tram  a 
los  furgones  o  carros  allí  usados, 
como  a  los  maderos  o  largueros 
del  asiento,  o  a  los  trancos  o  tro- 
chos de  recomda,  o  al  sistema 
mismo  de  la  vía  y  .su  ser\icio." 
(Memorias  de  la  Acad.,  t.  IV, 
pág.  302).  Falta  esta  voz  en  el 
Dice,  y  no  puede  ser  suplida  por 
recorrido,  m.,  que  es  "espacio 
que  recorre  o  ha  de  recorrer  una 
persona  o  cosa." 


4fi 


REÍ 


REG 


Recortada,  f.  faiii.  Recortadn- 
ra  o  recorte:  acción  o  efecto  <le 
1  ecortar. 

Recortado,  da,  adj.  fig.  }' 
fallí-,  part.  de  recortar.  Es  co- 
rriente en  Chile  en  el  significado 
de  escaso  o  pobre  de  dinero,  co- 
mo el  que  tiene  cortados  o  recor- 
tados los  bolsillos,  que  anda 
alcanzado  o  atrasado  de  medios, 
o  a  tres  menos  cuartillo. 

Recortar,  a.  Tratándose  de 
los  zapatos,  dígase  desvirar:  '"re- 
cortar con  el  tranchete  lo  super- 
fino de  la  suela  del  zapato  des- 
pués de  cosido." —  Desvirar  se 
llama  también  "recortar  el 
libro  el  encuadernador." —  ¿iisar 
es  "cometer  el  hiu-to  llamado 
sisa."  Véase  el  siguiente. 

Recorte,  m.  Tira  o  pedazo 
impreso  que  se  recorta  de  algún 
periódico,  revisl-a  o  libro.  Falta 
esta  acep.  en  el  Dice,  que  sólo 
trae  el  pl.  recortes  o  recortadur- 
ras:  "porciones  excedentes  que 
por  medio  de  un  instrumento 
cortante  se  separan  de  cualquie- 
ra materia,  tejida  o  elaborada, 
ha.sta  reducirla  a  la  forma  que 
conviene." —  No  debe  usar.se 
en  vez  de  sisa:  "pequeña  parte 
que  se  hurta,  especialmente  en 
la  compra  diaria  de  comesti- 
bles, y  otras  cosas  menudas." — 
Ni  tampoco  en  vez  de  retazo., 
retal  o  pedazo  de  tela;  sobra,  f., 
y  sobrante,  m.,  son  más  gené- 
ricos. 

Recotín,  m.  Niño  o  muchacho 
inquieto,  que  no  está  sosegado. 
"Ks  un  recotín,  Está  hecho  un 
recotín." —  Rodríguez  lo  da  co- 
mo formado  del  castellano  rc- 
r(n¡nin,  "liombre  muy  peque- 
ño y  uordo:"'  poro  iwi  coiiiciilcn 


en  el  significado,  ni  el  sonido 
qu  se  convierte  en  t.  Más  proba- 
ble nos  parece  a  nosotros  que 
venga  del  araucano  cotun  o  co- 
thim,  soberbio,  mofador,  altivo, 
ideas  que  se  aplican  al  niño  in- 
quieto y  travieso  que  no  se  suje- 
ta ni  obedece.  La  partícula  re, 
antepuesta,  significa  en  araucu- 
Tio  "solamente,  cosa  pura,  neta, 
íin  mezcla  de  otra  cosa:"  pero 
en  esta  voz  sería  más  bien  la 
castellana  re,  que  significa  re- 
petición   y   encarecimiento. 

Recotiniento,  ta,  adj.  Dícese 
del  niño  inquieto  y  que  siempre 
está  moviéndose.  Véase  el  ante- 
rior, del  cual  se  deriva. 

Recova,  f.  Fuera  de  la  ciu- 
dad de  Santiago,  en  la  cual  ha 
dejado  de  usarse  o  se  oye  rara 
vez,  recova  .significa  en  el  re*to 
de  Ohile,  como  en  otras  nacio- 
nes de  Sud-América,  mercado 
de  comestible?.  En  España  es 
"paraje  público  en  que  se  ven- 
den las  gallinas  y  demás  aves 
domésticas;"  fuera  de  otras 
aceps. 

Recovero,  ra,  m.  y  f.  En 
Chile,  placero,  ra;  y  en  particu- 
lar, frutero,  ra,  verdulero,  ra, 
etc.,  según  el  artículo  que  ven- 
da. Kn  España,  "persona  que 
anda  comprando  huevos,  galli- 
nas y  otras  cosas  para  revenderlas". 

Recrearle,  adj.  Capaz  de 
cau.sar  recreación.  "Tiene  f  Fa- 
lencia] recreables  .«alidas,  bas- 
ques <lcU'itnblcs,  visto.^as  ense- 
nadas y  huertas  famosí.simas." 
(Mir,  Sta.  Teresa  de  Jesús.  1. 
IV,  c.  XIV).  El  Dice,  admite 
solamente  a  recreativo,  va:  "que 
recrea  o  es  cgpaz  de  cau.-^r  re- 
creación."   El  <lc  Roque    Ran-ia 


REC 


RED 


lo  admite  y   lo  define:    "suscep-i 
tibie  de  recrearse."  ' 

Recreaciones,  f.  pl.  Se  con- 
funde en  Chile  con  vacaciones. 
Vacación,  nombre  que  se  usa 
más  en  pl.,  significa:  "suspen- 
sión de  los  negocios  o  estudios 
por  algún  tiempo;  tiempo  que 
dura  la  cesación  del  trabajo." 
Como  lo  indica  su  etimología,  es 
el  acto  de  estar  vaco  o  vacante; 
mientras  que  recreación  (no  se 
advierte  que  se  use  má.s  en  pl.) 
es  la  ací'ión  o  efecto  de  recrear 
o  recrearse;  por  consiguiente, 
incluye  la  idea  de  diversión. 

Recrimixador,  ra,  m.  y  f. 
Que  recrimina.  Omitido  sin  ra- 
zón en  el  Dice. 

Recruzar,  a.  Cruzar  de  sobra 
o  con  exceso.  "Este  cinto  o  faja 
me  recruza."  Es  de  uso  corriente 
en  Chile,  y,  como  está  bien  for- 
mado, es  digno  de  admisión  en 
el  Dice.  Véase  Re. 

Rectificable,  adj.  Que  pue- 
de rec'tificarse.  Falta  en  el  Dice. 

Rectificador,  ra,  m.  y  f. 
Que  rectifica,  aplicado  a  perso- 
na. Falta  en  el  Dice,  que  sólo 
trae  rectificativo,  va,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  m. :  "dícese  de  lo  que  recti- 
fica o  puede  rectificar." 

Rectriz,  f.  Úsalo  mucho  Gay 
en  su  obra  de  Zoología  Chilena. 
El  correspondiente  ca.stizo  es 
remera,  f. :  "cada  una  de  las  plu- 
ma.s  grandes  con  que  terminan 
las  alas  de  las  aves."  Otras  veces 
emplea  remigia,  f.,  que  tam- 
poco está  admitido  en  el  Dice. 
Timonera,  f.,  es  "cada  una  de 
las  plumas  grandes  que  tienoii 
las  aves  en  la  cola,  y  que  en  el 
vuelo  les  sirven  para  dar  dircc- 
ciouc.-í  al  cuerpo." 


Recubrir,  a.  Volver  a  cubrir, 
cubrir  de  nuevo.  Imitación  del 
francés  recouvrvr.  Si  se  trata  de 
tejados,  dígase  retejar,  traste- 
jar. 

Recuerdo,  m.  "Memoria  que 
se  hace  o  aviso  que  se  da  de 
una  cosa  pasada  o  de  que  ya  se 
habló."  Así  el  Dice. ;  por  consi- 
guiente, no  entran  en  la  defini- 
ción nuestros  recuerdos  de  pri- 
mera comunión,  de  primera  mi- 
sa, de  bautizos,  monjíos,  etc.  El 
término  más  propio  es  estrena: 
■'dádiva,  alhaja  o  presente  que 
se  da  en  señal  y  demostración 
de  gusto,  felicidad  o  beneficio 
recibido.  Ú.  t.  en  pl.  Véase  Chi- 
che. Cuando  el  recuerdo  con- 
siste, nó  en  una  alhaja  u  objeto 
de  valor,  sino  en  una  tarjeta 
estampa,  u  hoja  impresa,  se  lla- 
ma mejor  recordatorio,  m.  (avi- 
so, advertencia,  comunicación  u 
otro  medio  para  hacer  recordar 
alguna  cosa). 

Recular,  n.  Es  castizo  en  .'^u 
acep.  propia  y  en  la  fig. —  Re- 
cular carta  uno,  fr.  fig.  y  i'ain.: 
ceder  de  su  dictamen  u  opinión 
(en  castellano,  recular  solamen- 
te) ;  desistir;  volverse  atrás. 

Reculón,  m.  Acción  de  recu- 
lar. Dígase  reculada.  Sólo  está 
admitido  el  modismo  fam.  A 
reculones,  reculando. 

Rechinamiento,  rechinido 
y  RECHINO,  m.  Acción  o  efecto 
de  rechinar. 

Redamar,  a.  Corrupción  ple- 
beya de  derramar.  Véase  Rei- 
bado.  Los  más  dicen     reamar. 

Redame,     m.  Y    también  rea- 
me. Derrariie.  Véase  el  anterior. 
Redeigar  y  redigar,       a.    For- 
mas   plebevas    del   v.    anticuado 


48 


RED 


RED 


derraigar,  hoy  dcsarraiffar.  Por 
nietátcsi.s  está  caniljiada  la  sílaba 
den-  en  red.  Véase  R,  7."  Ad- 
viértase que  el  diptongo  ai  de 
derraigar  se  con\-ierte  en  ei 
porque  el  \iilgo  no  dice  raíz  si- 
no   reí,  relees. 


l<a  lengua   le  derreigó.. 
La  lergua  le  derrigó.... 


fViclifia  Ciíacrtcs,   Homanco  prjp,  y  riilg. 
u."  20  y  28). 

Véase  el  uso  del  ant.  derraigar: 
"A  las  veces  ama  a  alguno  oni- 
ne.  e  aprívalo,  de  sí  mátalo  e 
derráijgalo  por  miedo  que  non 
le  faga  dapño."  (Calila  y  Dim- 
na,  c.III). 

Meritio'ios  Eon  aqnt^stos 
Cnn  ayunos  c  cilicio; 
Mus  non  se  derraiija  el  vicio 
Sin  los  dichos  preenpaestns. 

(Fernán  Tcrez  de  Guznián.  De  ri'cioí  e  virtu- 
des). 

Redextorista,  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  Dícese  del  individuo  de  la 
congregación  religiosa  fundada 
por  San  Alfonso  María  de  Li- 
gorio.  Desde  la  13."  edición  tie- 
ne admitido  el  Dice,  este  voca- 
l)lo,  pero  con  el  error  de  decir 
orden  en  vez  de  congregación. 
— Falta  todavía  la  acep.  como 
mero  adj. :  Perteneciente  o  rela- 
tivo a  dicha  congregación,  von- 
ventn  redentorisia,  iglesia  re- 
df'ntnrii'fa. 

Redetir.  Vca.^e  Reetir. 

Redificar,  a.  liccdijicar. 

Redingot,  m.  Redingote : 
"capote  de  pnc-o  vuelo  y  con 
mangas  ajustadas." 

Rn;i)onr>.\i)0,  i).\,  adj.,  part.  de 
rrditltlir.  Véase  P.\l.\iik.\. 


Redoble,  m.  "Llámase  redo- 
ble, en  tw'inino  minero,  una 
cuadrilla  que  trabaja  en  una 
labor  determinada,  que  sea  de 
do'^'e  en  doce  horas."  (Vicuña 
Mackenna,  El  libro  del  cobre,  c. 
XII,  §  XV). 

Redoble,  adj.  Muy  doble  o 
simulado.  "Xo  sólo  el  Salvador, 
sino  también  la  prudentísima 
Aladre,  conoció  su  redoble  y  de- 
pravada intención  [de  .Judas]." 
(María  Je¿>ús  de  Agreda,  La 
Mística  Ciudad,  1.  VI,  e.  VIII). 
i*'alta  esta  voz  en  el  Dice.  Véase 
Re. 

Redoblona,  f.  Acto  de  redo- 
blar la.-i  apu&-íta.s  liasta  ganar  O' 
empatar  lo  i>erdido  o  iiasla  jicr- 
derlo  todo.  Jugar  a  la  redoblona, 
fr. :  jugar  de  esta  manera. — En 
las  apuestas  del  club  hípico,  la 
redoblona  es  la  apuesta  que  se 
duplica  en  la  segunda  carrera, 
cuando  en  la  primera  se  lia  ga- 
nado: y  así  sucesivamente. — En 
la  Gemianía,  redoblón  es  la  "ac- 
ción de  redoblar  el  naipe  [do- 
blarle la  punta]  para  liacer  el 
fullero  la  flor." 

Redoblonero,  m.  El  que  jue- 
ga a  la  redoblona.  Véase  el  an- 
terior.—  Agente  de  las  redo- 
blonas del  club  hípico. 

Rkijom,\,  f.  'Vasija  de  vidrio 
ancha  de  abajo,  que  va  angos- 
tándose hacia  la  boca."  Como  se 
ve,  la  redoma  es  de  materia  y 
figura  determinada,  pero  no  tie- 
ne fin  u  objeto  particular;  por 
eso,  no  debe  dar-^e  c-ito  nombre, 
aunque  tenga  forma  de  U\\,  a  la 
pecera:  "va.-ija  o  globo  de  cristal 
que  se  llena  de  agua  y  sirve  i>a- 
ra  tener  a  la  vista,  por  recreo, 
algunos  peces  de  varios  coloros." 


RED 


RED 


49 


Redomóx,  xa,  adj.  Lo  admi- 
tió el  Dice,  en  su  14.^  edición, 
como  propio  de  la  América  Me- 
ridional y  con  esta  definición : 
"aplícase  a  la  caballería  no  do- 
mada por  completo,"  a  medio 
domar. — Fig.  y  fam.,  suele  apli- 
carse también  en  Chile  al  indi- 
viduo que  todavía  no  está  bien 
adiestrado  en  su  oficio  o  empleo. 
Redondela,  f.  Dígase  redon- 
del, m.,  círculo. — Cejador  y  Ro- 
que Barcia  le  agregan  esta  acep. : 
"entre  guarnicioneros,  un  fuste 
redondo  de  madera."  (Tomo  R, 
pág.  356).  Silla  mejicana  11,>- 
mamos  en  Chile  la  que  lleva 
ese  fuste. 

Redondo,  d.^,  adj.  La  loe. 
castellana  cabeza  redonda,  fig.  y 
fam.,  que  significa  "persona  de 
rudo  entendimiento  y  que  no 
puede  comprender  las  cosas,"  la 
hemos  abreviado  y  variado  nos- 
otros, diciendo,  en  este  mismo 
sentido.  Redondo  como  bola 
(véase  Bola),  No  conocer  (o 
no  saber)  ni  la  o  por  lo  redonda 
(véase  O),  y  Redondo,  da,  sola- 
mente. "Fulano  de  Tal  es  re- 
dondo; Este  niño  as  redondito." 
— Aplícase  al  individuo  que  no 
opone  o  no  puede  oponer  resi.?- 
tencia  con  manos  ni  pies  para 
una  acción.  "Cayó  redondo  des- 
de el  techo  de  la  casa;  A  otros 
los  metieron  redondos  a  la  cár- 
cel." Puede  venir  esta  accp.  de 
la  figura  como  aovillada  o  re- 
donda que  presenta  en  estos  ca- 
sos el  cuerpo  humano;  o  tam- 
bién del  modismo  De  redondón. 
Véasele  después  de  este  art. — 
Barba  redonda:  la  del  hombre 
que  está  completa  y  crecida,  pe- 
ro no  tanto  que  haga  perder  la 

Dicí.  de  Chil..  t.  V. 


redondez  u  óvalo  de  la  cara;  en 
lo  cual  se  diferencia  de  la  ce- 
rrada, que  os  "la  muy  poblada 
y  fuerte."  La  expresión  Barba 
redonda  no  aparece  en  el  Dice; 
en  Chile  es  corriente,  y,  por 
nuestra  parte,  la  defendemos, 
apoyados  en  la  autoridad  de 
Quevedo:  "Donado  con  barba 
redonda  y  nunca  rapada."  (Ori- 
gen y  definiciones  de  la  nece- 
dad).—  Cuarto  redondo.  Véase 
Cuarto. —  Vestido  redondo. 
Dígase  De  redondo:  "m.  adv. 
que  se  usa  hablando  del  vestido 
de  los  niños  cuando  los  ponen  a 
andar.  Aplícase  también  a  los 
vestidos  de  corte  de  las  señoras 
cuando  no  tienen  cola  y  se  usan 
sin  manto." 

Redondón  (De),  m.  adv.  Es 
corrupción  del  castizo  De  ron- 
dón: "intrépidamente  y  sin  re- 
paro." Enirar  de  rondón  es  "en- 
trarse de  repente  y  con  familia- 
ridad, sin  llamar  a  la  puerta, 
dar  aviso,  tener  licencia  ni  es- 
perar a  ser  llamado,"  como  Pe- 
dro por  su  ca.sa.  Redondón,  ra. 
fam.,  sólo  significa:  "círculo  o 
figura  orbicular  muy  grande." 

Redotar,  a.  Derrotar,  IMetáte- 
sis  plebeya.  Véase  R,  7.°  Así 
mismo  el  s.  derrota,  redota. 

No  los  dejaron  en  paz 
Hasta  que  los  redotaron ; 
Entonces  ellos  niamlaron 
Al  gigante  Fierabrás. 

{Desafio  di,  Olieeros  J/  FicrahíU). 

Redowa,  f.  "Baile  compuesto 
de  vals  y  de  mazurca,  originario 
de  los  eslavos  — Música  de  este 
baile,  o  aire  en  compás  de  tres 
tiempos,  de  un  movimiento  más 


50 


RED 


REE 


lento  que  el  del  vals,  compuesto 
generalmente  de  notas  ligadas 
y  que  debe  revestir  luia  especie 
de  carácter  lánguido."  Asi  el 
Dice.  Euciclop.  Ilispano-Ame- 
ricano,  que  escribe  ^  redo  va  y  lo 
autoriza  con  una  cita  de  Bretón 
de  los  Herreros.  "Algunos  más 
se  hallan  dominados  de  la  idea 
de  sobrepujíir  a  Massot  y  Petit- 
Pas  en  la  polka  y  la  redowa,  ha- 
ciendo progresos  tangibles  en 
toilos  los  bailes."  (Manuel  Sil- 
vela,  El  abogado  de  pobres).  Vea 
pues  la  Academia  si  debe  admi- 
tir esta  voz,  como  admitió  ya  a 
polca,  mazurca,  chatillón,  etc., 
escribiéndolos  así,  a  la  castella- 
na. 

Reducido,  da,  adj.,  part,  de 
reducir.  Como  el  Dice,  registra 
todos  los  participios  que  se  usan 
como  meros  adjs.,  le  recorda- 
mos la  omisión  de  éste,  en  la 
acep.  de  pequeño,  estrecho,  li- 
mitado, circunscrito. 

Reducindo,  da,  n.  pr.  m.  y  f. 
Rudesindo,  da:  el  Rosendo  y 
Ro.^enda  gallego.  Véa.«e  R.  ~.° 
r.l  vulgo  pronuncia  Reusindo. 
da. 

Reducir,  a.  "¡Que  de  memo- 
rias alegres  nos  reduce  este  agra- 
dable sitio!"  Así  principia  Ro- 
drigo Caro  el  diálogo  II  de  sus 
Dias  geniales  o  lúdricos.  Es  el 
.<ignificado  del  v.  latino  redúce- 
re.  volver  a  guiar,  volver  a  traer, 
que  el  Dice,  no  le  ha  dado  al 
castellano  reducir. —  Reducir  a 
escritura  pública,  fr.  corriente 
entre  nosotros  en  el  significado 
de  escriturar  (afianzar  y  asegu- 
rar con  es<TÍtura  pública  y  legal 
un  contrato  u  oblig!\ción"í. — 
Reducir  a  pueblo.     Véase  en    el 


art.  PiEBLO. — Xo  faltan  autores 
antigiios  y  personas  del  pueblo 
que  no  ob!ser%an  la  irregularidad 
en  !//  de  este  v.  y  dicen  reducí, 
reduciera,  reducíase,  reduciere, 
en  vez  de  redujt.  redujera,  etc. 

Redunflín,  m.  Nombre  de  un 
juego  cantado  que  se  usa  en  co- 
legios de  niñas.  Se  ponen  éstas 
en  dos  filas  frente  a  frente  y  \íui 
av;.:izando  a  medida  que  cantan 
un  verso,  hacen  una  reverencu. 
y  terminan  poniéndose  en  co- 
rro.—  El  nombre  \iene  de  una 
palabra  que  se  repite  al  fin  de 
cada  ver?o:  por  ejemplo: 

Hay  que  teneriii&.\s  bonitas,  roian^fúi,  mira- 
Har  que  t«ner  nifi.is  bonitas.  {<ira{t>,  lalá. 

Quizás  tenga,  alguna  afinidad 
con  el  francés  redouhler,  redo- 
blar, porque  todos  los  versos  se 
doblan  o  repiten:  o  quizás  tam- 
bién sea  voz  de  formación  capri- 
chosa. 

Reedición,  f.  Acción  o  efecto 
de  reeditar  o  reimprimir. —  Con- 
junto de  ejemplares  reimprcíos 
de  una  vez.  Para  ambas  aocps. 
tenemos  reimpresión,  y  no  lu-ic- 
sitamos  más. 

Reeditar,  a.  Basta  y  sobra  con 
reimprimir:  "volver  a  imprimir, 
o  repetir  la  impresión  de  una 
obra  o  escrito."  "En  loOl  ree- 
ditóla [la  Comedia  de  Calixto  y 
Melibea]  en  SeNiUa  .Vlonso  de 
Proaza."  (Cejador.  His(.  de  la 
lengua  ;/  literat.  castellana,  t.  I, 
pág.  42o >.  "Reeditó  <il<  obnis  el 
P.^  Mir."  llbid..  t.  III.  pás. 
852  V 

REEDi"c.\n,  a.  Volver  a  edu- 
car al  que  está  mal  c-lucado.  '*Se 


REE 


REtí 


51 


fundaron  escuelas  para  reeducar 
a  los  proletarios  de  nuevo  or- 
den." (Diario  Ilustrado,  13 
Febr.  1916).  No  aparece  este  v. 
en  el  Dice.  Aquí  la  partícula  re 
no  significa  solamente  repeti- 
ción, sino  también  corrección, 
como  en  rehacer,  que  no  sólo  es 
hacer  de  nuevo,  sino  corregir  lo 
mal  hecho. 

Reemb.vkque,  m.  Acción  o 
efecto  de  reembarcar.  Falta  este 
vocablo  en  el  Dice. — Reembar- 
co, que,  lo  mismo  que  el  simple 
embarco,  debería  aplicarse  a 
persona,  no  lo  hemos  leído  ni 
oído,  ni  tampoco  apai'ece  en  el 
Dice. 

Reemplazaxte,  com.  Mucho 
extrañamos  no  verlo  en  el  Dice, 
cuando  aquí  es  de  uso  corriente 
y  está  tan  bien  formado.  Signi- 
fica lo  mismo  que  sustituto,  ta 
(persona  que  hace  las  veces  de 
otra  en  empleo  o  ser\-icio)  y 
sucesor,  ra  (que  sucede  a  uno  o 
sobre\ñene  en  su  lugar).  El 
reemplazante  generalmente  es 
un  simple  suplente  o  interino,  y 
sólo  en  sentido  lato  se  confunde 
con  el  propietario.  El  Dice,  trae 
solamente  reemplazo,  4.^  acep.: 
''hombre  que  entra  a  servir  en 
lugar  de  otro  en  la  milici,a.' 

Reemprender,  a.  Volver  a 
emprender.  No  lo  hemos  visto 
usado  por  buenos  autores. 

REEXC.A.KGAR,  a.  Volver  a  en- 
cargar, encargar  nuevament*. 
"Se  reencarga  al  Consejo  la  ob- 
servancia de  las  leyes  sobre 
conservación  de  montes."  (No- 
vísima Recopilación,  índice,  voz 
Montes  y  plantios).  Bien  puede 
admitirlo  el  Dice. 

Reen"c.\rxacióx,  f.   Acción   o 


efecto  de  reencarnar.  Merece 
cabida  en  el  Dice,  lo  mismo  que 

Reexcarxak,  u.  y  ú.  t.  c.  r. 
Volver  a  encarnar.  "El  vanda- 
lismo no  muere,  sino  que  lu¡¿ta 
se  reencarna  en  la  política."  (E. 
Pardo  Bazán,  La  vida  contem- 
poránea). "La  literatura  y  la 
historia  son  primas  hermanas, 
nacidas  reinas  de  la  humani- 
dad, que  se  reencarnan  en  algu- 
nos corazones  para  perpetuarse, 
mientras  el  mundo  necsito  de 
la  ilusión  como  estímulo  de  la 
^^da.  y  de  la  historia  como 
ejemplo  de  nuevas  heroicida- 
des." (Fabo,  Rufino  J.  Cuervo 
y  la  lengua  cast.,  VII). 

Reexcexder,  a.  Volver  a  en- 
cender. No  vemos  inconveniente 
para  que  se  admita. 

Acude,  Madre,  y  halaga 
Sn  SJinrisa  con  la  tuya; 
Ant-s  (joc  su  ser  coucluya, 
Sn  último  suspiro"  apaga. 
La  luz  que  en  sus  ojos  vaga 
Reencientía -tn  fe  bendita; 
Refrescí  su  faz  marchita 
A  golpes  hecha  pedazos. 
Que  el  hijo  sietnp'-e  en  los  bratoi 
De  su  madre  resucita. 

( A.nbjnio  AlcalJe  y  Valladares,  i/imiio  a  Ma- 
ri i). 

Reexcuaderxacióx,  f.  Ac- 
ción 0  efecto  de  reencuadernar. 
'"Lleva  además  notas  margina- 
les de  puño  del  mismo;  pero  en 
la  reencuadernación  de  este  vo- 
lumen . .  .  recortaron  sus  már- 
genes." (Gallardo,  Biblioteca,  t. 
ill,  col.  347).  Y  varias  veces 
más  emplea  el  mismo  vocablo 
en  toda  la  obra.  Juzgamos  que 
debe  aceptarse,  lo  mismo  que 

Reexcladernar,  a.  •'S'olver  a 


52 


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encuadernar.  "Tomo  reencua- 
dernado a  fines  del  siglo  XVII." 
(t'.allardo,  Biblioteca,  t.  IV,  col. 
1189).  En  el  mismo  t.,  col. 
1400,  emplea  el  s.  reencuaderna, 
dor  ("está  mutilado  bárbara- 
mente por  el  reencuaderna- 
dor") ;  mas,  como  é.^te  no  es 
persona  distinta  del  enctmder- 
nador,  no  hay  por  qué  admi- 
tirlo. 

Reetir  o  reitir.  Formas  ple- 
beyas del  V.  derretir,  ^'éase  R, 
7.° —  Reitir  plomo.  Véase  Plo- 
mo. No  sólo  la  forma  del  v.,  sino 
también  el  significado  de  la  fr.  es 
español,  como  se  ve  en  la  Bre- 
ve forma  de  confesar,  de  Fr. 
Fernando  de  Talavera  (siglo 
XV),  donde  se  lee: -"El  vano 
retir  del  plomo. '  "Que  se  rite" 
(MS.  A),  "retida"  (MS.  8), 
loemos  en  la  Biblia  del  Illmo. 
Scío,  Salmo  XXI,  15,  refirién- 
(lo.íe  al  texto  "tanquam  cera  li- 
quescens." 

Si  el  sol  refíere  cl  pUmio, 
La  :'a/ón  ca  dcAata  la. 

f  A.  Álvarez  de  Vill.iaiuvliiio,  siglo  XV). 

En    el  lenguaje   vulgnr   salman- 
tino se  usa  laml)ién  redetir. 

Reexpedir,  a.  Volver  a  expe- 
dir-. . .  "esos  senegaleses,  que  ha 
sido  necesario  reexpedir  a  su 
patria,  porque  se  morían." 
(Condena  de  Pardo  Bazán,  La 
vida  contemporánea).  Merece 
lugar  en  cl  Dice,  como  tantos 
otros  compuestos  do  re. 

Ref-vcción-,    f.   No    significa 
ahora  "compaítura.  reparación," 
como    lo   u.'ían    en   Chile;     esta 
íicop.      pertenece     a      refección, 
liefncción    C.9    "alimento    mode- 


rado que  se  toma  para  reparar 
las  fuerzas;"  fuera  de  otras 
aceps.  que  no  hacen  al  caso.  En 
las  ediciones  4.',  ¿>.%  6."  y  7."  del 
Dice,  se  dio  a  refacción  la  acep. 
de  "compostura,  reparación,"  y 
así  usó  esta  voz  nuestro  Código 
Civil  (art.  797)  ;  pero  las  edi- 
ciones posteriores  del  Dice,  la 
han  suprimido. 

Refaccionar,  a.  Reparar,  com- 
poner. Así  mi.'ímo  en  Colombia, 
i'lcfaccionar  no  existe  en  caste- 
llano; y  refeccionar,  alimentar, 
es  ant. 

Refalada,    f.  Acción    o    efecto 
de  resbalar    o  resbalarse.  Dígase 
resbalón    o    resbalamiento.    Res- 
balada no  existe. —  ^'éase  Quei 
da. 

Refalar,  n.  y  r.  Ncubalar. — 
No  le  refalís,  Peralta,  fr.  fig. 
popular,  que  significa:  no  te 
retábales,  no  le  codas  al  adversa- 
rio. El  origen  es  una  i>elea  de 
cuerpo  a  cuerpo  que.  .«cgún 
cuenta  la  tradición,  hubo  entre 
un  famoso  guapetón  apellidado 
Peralta  y  un  cuadrino  (rastre- 
ro).  Iba  venciendo  cst«,  y  Pe- 
ralta, que  ya  sentía  mover.<e  cl 
suelo  bajo  sus  plantas,  resbalaba 
con  frecuencia;  cntonce.s  los  es- 
pectadores, para  animarle,  em- 
pezaron a  gritarle:  No  le  refalís, 
Peralta. 

Refalosa,  í.  Bailo  chileno  pa- 
recido a  la  cuera,  porque  se  bai- 
la entre  un  homlire  y  una  mu- 
jer, ambos  con  pañuelo  en  ma- 
no; es  de  seis  vueltas  y  escobi- 
llado. En  los  intermedios  en  que 
cesa  el  canto  y  .«ólo  tocan  los 
instrumentos  (arpa  y  guitarra, 
o  una  de  las  dos),  la  pareja  si- 
gue escobillando;  cada    vez  que 


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53 


¿=6  dice  la  palabra  zamha^  cada 
uno  debe  dar  una  vuelta  sobre 
sí  mismo,  fuera  de  las  seis  ^n;el- 
tas  en  redondo  que  dan  los  dos 
en  todo  el  curso  del  baile.  Por  lo 
general,  la  refalosa  sólo  se  usí" 
en  el  pueblo,  a  pesar-  de  ser  el 
baile  más  elefante  y  honesto  del 
país.  He  aquí  algimos  de  los 
muchos  versos  con  que  suele 
acompañarse : 

¿Para  que.  fals-a.  dijiste, 
Señora,  que  estabas  sola? 

Y  ettabas  cod  tu  amante, 

Perra  traidora. 
Sí,  sí.  tirana, 
Y  adiós,  adiiís. 

Ya  te  he  visto,  ya  te  he  visto, 
¡Válgame  Dios! 
Ya  no  te  volvere'  a  ver, 
Que  6Í,  señor. 

Yo  te  amaba  con  delirio, 
Tu  cara  me  aiutivó. 

Ahora,  mi  alma. 

Adiós,  adiós. 
Tirana,  tirana,  nana, 

Adiós,  adiós. 

Befalosa  me  has  pedido. 
Befilosa  te  he  de  dar. 

No  llores,  mi  alm.i. 

No  llores,     nó. 
A  la  zamba,  zamba  y   zamba. 

Adiós,  adiós. 
A  la  zamba  refalosa; 

Tu  madre  es  zamba. 

La  mía  nó. 

Eefaloai  de  mi  almi, 
A  la  misma  re.'alosa, 

Y  a  la  refalosa  y  zamba. 

No  llores,  mi  alma. 
Que  se  acabó. 

— Una  de  las  muchas  .suertes  del 
juego  de  la  pallalla. — F.  pl.  Véa- 
se Pancutra. — Echar  a  uno  a  la 
refalosa,  Ándate  (o  vete) 
a  la  refalosa:  .de.s|>e<Íirlo  cu 
hora     iiiíila    y   con    desprecio. — 


El  nombre,  en  todas  sus  aceps., 
viene  del  adj.  castellano  resba- 
loso, sa;  el  pueblo,  reacio  a  la 
pronunciación  de  la  s,  que  no 
existe  en  araucano,  la  omite  o  la 
cambia  en  otra  letra:  prefítero 
(presbítero),  difariar  (desva- 
riar). Véase  F. 

Refectorero,  ra,  m.  y  f.  Aun- 
que se  deriva  de  refectorio,  la 
forma  usada  es  refitolero,  ra: 
"que  tiene  cuidado  del  refecto- 
rio." El  Dice,  acepta  también 
refectolero. 

Referencia  a  (Hacer).  Dígase 
Decir  (o  hacer)  relación.  Véase 
Relación. 

Referente.  Sólo  es  adj.,  part. 
de  presente  de  referir:  "que  re- 
fiere o  que  dice  relación  a  otia 
cosa."  Por  eso  es  un  despropó- 
sito usarlo,  como  lo  hacen  los 
semicultos  chilenos,  en  sentido 
absoluto,  lo  mismo  y  con  el 
propio  significado  que  tocante  a 
(en  orden  a).  "¿Qué  me  dice 
Ud.  referente  a  lo  que  hablamos 
ayer?"  Véase  En  punto  a,  en  el 
art.  Pijnto. 

Refilar,  n.  Es  v.  castizo,  pero 
anticuado  ya  en  España:  "Rcfi- 
l'ü,  tortero,  que  el  huso  es  de  ma- 
dero," es  uno  de  los  refranes  que 
trae  en  su  lista  Don  Iñigo  López 
de  Mendoza.  Corresponde  al  re- 
hilar moderno,  que  en  su  I." 
acep.  significa:  "hilar  demasia- 
do o  torcer  mucho  lo  que  se  hi- 
la." En  esta  misma  acep.  lo  usó 
Malón  de  Chaide:  "Ya  que  es  el 
hombre  un  viejo  de  fortuna,  y 
que  lo  trae,  como  los  muchachos 
al  trompo,  con  el  azote,  debe  de 
ser  de  bronce  o  de  algún  dia- 
mante, o  de  otra  materia  iirme, 
para  refilar."   (Conversión  de  fa 


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Magdalena,  p.  III,  c.  XXVII). 
Así  mismo  Graciúu:  "Escondí- 
ansa  unas  mujeres  y  señoras,  y 
aun  princesas,  con  las  ruecas 
en  la  cinta,  rcfilando  el  huso." 
(El  Criticón,  p.  III,  cr.  XK— 
Nosotros  usamos  a  refilar  en  la 
3."  acep.  de  rehilar,  que  es  n.  y 
se  define  así:  "dícese  de  ciertas 
amias  arrojadizas,  como  la  fle- 
cha, cuando  corren  zumbando  a 
cansa  de  su  extraordinaria  rapi- 
dez." Sinónimo:  rasar:  "pasar 
rozando  ligeramente  un  cuerpo 
con  otro;"  ras  con,  ras  o  ras  en 
ras:  "dícese  cuando  pasa  tocan- 
do ligeramente  un  cuerpo  a 
otro."  Sin  embargo,  nue.«tro  uso 
se  limita,  en  e.«ta  acep.,  al  ge- 
rundio: "Le  pasó  refilando,  Le 
anduvo  refilando." —  Como  a. 
lo  usamos  en  todos  los  tiempos 
en  la  acep.  de  dar,  sin  alcanzar 
a  asentar,  y  tratándose  de 
j.uñada.s  y  golpes  semejant&s. 
"Le  refiló  una  puñada,  Me  refi- 
ló  un  combo." —  De  t<Klo  esto 
se  deduce  que  el  Dicí-.  debe  ad- 
mitir como  ant.  a  refilar,  por  lo 
monos  en  la  1."  y  3.'  acep.  de 
rehilar. 

lÍEFiXERÍ.v,  f.  "Fábrica  de  re- 
fino de  azúcar  u  otra  cosa."  Ad- 
mitido desde  la  13."  edición. — 
Refinación,  f.,  y  refino,  m.,  sig- 
nifican "acción  o  efecto  de  refi- 
uur;"  refinadura,  "acción  de 
reCmar;"  refinamiento,  "esme- 
ro '■ 

Reflauta,  i.  ¡Por  la  reflauta! 
¡Por  las  refiautas!  son  interje<;- 
ciones  vulgares  e  inocentes  que 
equivalen  a  decir:  "Por  el  .soni- 
dii  lie  la  (lauta."  Otras  veces  se 
usa  ¡  Por  la  entrefíauta  !  Véase 
Entue,  en  el  Ajji'ndicc  del  2."  t. 


Reflejar.  Neutro  y  r.  dice 
el  Dice,  que  es  este  v.  en  la 
acepción  de  "hacer  retroceder  o 
cambiar  de  dirección  la  luz,  el 
calor,  el  sonido  o  algún  cuerpo 
elástico,  después  de  un  choque;" 
admitiéndolo  como  a.  sólo  cuan- 
do significa  reflexionar.  Sin  em- 
bargo, muy  buenos  autores  lo 
usan  como  a.  en  el  sentido  de 
manifestar,  dar  a  conocer,  re- 
tratar: (acep.  que  el  Dice,  sólo 
le  reconoce  oomo  r.)  "La  mar 
es  el  único  espejo  que  puede 
reflejar  el  cielo."  (Trueba,  Ca- 
pítulos f/e  un  libro).  "Reflejan 
y  reproducen  a  maravilla  [nues- 
tros grandes  escritores]  el  calor 
de  los  sentimientos  que  los  agi- 
tan." (Mir).  Y  así  Monlau, 
Martínez  de  la  Rosa,  Canalejas, 
Jlenéndez  y  Pelayo,  Sbarbi  y 
todos  los  modernos. 

Reflejo,  m.  Fáltale  en  el 
Dice,  la  acep.  fig.  de  manifesta- 
ción, signo,  prueba.  "Estas  sen- 
tencias. .  .  deben  considerarse 
como  reflejo  o  mero  trasunto  de 
las  morales  senequistas."  (Me- 
néndez  y  Pelayo,  Advert.  pre- 
lim.  al  Libro  de  las  virtuosas  e 
cluriw  mujeres).  "Pueden  en- 
contrar.<e  en  sus  palabras  refle- 
jos del  alma  de  este  insigne  y 
desgraciado  príncipe."  (L.  A. 
de  Cueto).  "Las  páginas  de  us- 
ted. .  .  me  interesan  nuicho  co- 
mo reflejo  de  la  sociedad  neo- 
granadina."  (Juan  María  Gu- 
tiérrez, Carla  a  D.  Rufino  J- 
Cuervo).  "Obra  original,  y  tai- 
vez  única  por  su  asunto,  reflejo 
de  las  luchas  política.s  c.<pañola.« 
antes  do  mediar  el  .xiglo  XV." 
(Cotarelo,  La.  dama  castellana 
a  flncs  del  si(/lo  AT,  I). 


REF 


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Reflejo,  ja,  adj.  Fáltale  en 
el  Dice,  la  acep.  que  lo  haga 
aplicable,  como  término  de  Teo- 
logía Moral,  a  los  sustantivos 
principio,  conciencia,  certi- 
dumbre. 

Reflexionar.,  a.  "Conside- 
rar nueva  o  detenidamente  una 
cosa,"  Ésta  es  la  única  acep. 
que  tiene  en  castellano.  El  val- 
go lo  confunde  aquí  con  el  fal- 
so refaccionar  y  lo  pronuncia 
refleucionar.  Nótese  que  lo  mis- 
mo que  el  s.  reflexión,  debe  es- 
cril)irse  con  x  y  nó  con  dos  cees 
(refieccionar),  porque  es  deri- 
vado del  latín  flecto,  xi,  x}im. 

Reflexi\tdad,  f.  Calidad  de 
ser  un  verbo  reflejo  o  reflexivo. 
Es  voz  que  usa  Bello  varias  veces 
en  su  Gramática  y  que  bien  me- 
rece la  admisión  en  el  Dice. 

Reflorecimiento,  m.  Véase 
Resurgimiento. 

Reflotar,  a.  Volver  a  poner  a 
floto,  poner  en  movimiento  la 
nave  que  estaba  varada;  en  cas- 
tellano, desvarar.  Por  no  cono- 
cer e.ste  último  v.  inventó  un 
diario  de  Valparaíso  esta  nove- 
dad. 

Reformativo,  va,  adj.  Que 
reforma  o  arregla.  "Espíritu 
reformativo  de  vidas  ajenas." 
(Rodríguez,  Ejercicio  de  per- 
fección, trat.  IV,  c.  XVI).  No 
conoce  el  Dice.  e«te  vocalilo,  que 
es  igual  a  reformatorio,  ria,  que 
leemos  en  él. 

Reformista,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
"Partidario  de  reformas."  Ad- 
mitido desde  la  1.3.'  edición. 
No  debe  confundirse  con  Cu- 
formador,  ni:  "que  reforma  o 
pone  en  debida  forma  una  co- 
sa." 


Reforzudo,  da,  adj.  Muy 
forzudo.  No  aparece  en  el  Dice, 
y  lo  U.-Ó  Sebastián  de  Horozco 
en  SUS  Refranes  glosados,  n.°  68: 

Si  oa  tomáis  con  un  villano 
Agestado  y  reforzudo, 
Seros  ha  consejo  sano 
Nu  llegar  con  el  a  mano 
Ni  andar  a  puñete  crudo. 

Véase  Re. 

Refractario,  ría,  adj.  Aun- 
que censurado  como  galicismo 
en  las  dos  aceps.  siguientes,  el 
Dice,  se  ias  viene  dando  desde 
su  13."  edición:  "aplícase  a  la 
persona  que  rehusa  cumplir 
una  promesa  u  obligación ; 
opuesto,  rebelde  a  aceptar  una 
idea,  opinión  o  costumbre."  En 
ésta  es  sinónimo  de  reacio,  cia 
(terco,  porfiado,  renuente).— 
La  que  nunca  le  ha  sido  discu- 
tida es  la  de  Física  y  Química: 
"dícese  del  cuerpo  que  resiste  la 
acción  del  fuego  sin  cambiar 
de  estado  ni  descomponerse." 

Refrán,  m.  Es  castellano  en 
la  acep.  de  "dicho  agudo  y  sen- 
tencioso de  uso  común,"  pero 
nó  en  la  de  "estribillo"  (expre- 
sión o  cláusula  en  verso,  que  se 
repite  después  de  cada  estrofa 
en  algunas  composiciones  líri- 
cas, que  a  veces  también  em- 
piezan con  ella).  Ésta  es  pura- 
mente france.-a  (refroin)  y  es 
raro  que  la  hayan  usado  escri- 
tores por  lo  demás  muy  esti- 
mables. 

Refranero,  in.  "Colección  de 
refranes."  Admitido  por  prime- 
ra vez  en  la  l-í."  edición  del 
Dice. 

Refranero,  ra,  adj.  Que  usa 
muchos  refrancí.   No  vemos   in- 


REF 


REF 


conveniente  para  su  aceptación. 

Refraniento,  ta,  a<lj.  Lo  mis- 
mo que  el  anterior. —  Suele 
también  usarse  en  el  mismo 
dignificado  de  consonantero  o 
consonanciero. 

lÍK'.iiAMSTA,  com.  Persona 
que  uiu  muchos  refranes. 

En  lo  i  bosques  de  las  sombras 
B^ilaudu  están  cuatro  a  cuatro, 
Para  celebrar  la  ñesta 
De  UQ  refranista  enmendado. 

(Qucvedo,  Las  somhrdf). 

Falta  en  el  Dice,  aste  vocablo, 
que  también  se  usa  en  Chile. 

Refrendador,  ra,  m.  y  f.  Dí- 
gase refrendario,  m.:  "el  que 
con  autoridad  pública  refrenda 
o  firma,  después  del  superior, 
un  despacho."  Loo  feministas 
reclamarán  el  f.  refrendaría. 

ReI'-reno,  m.  Hallamos  este 
vocablo  en  un  poeta  del  siglo 
XA^,  Guevara. 

No  ine  queda  otro  refreno 
Que  descanse  de  gran  pena 

Mi  fortuna, 
Sino  ser  cierto  que  peno 
l'or  querer  a  vos,  uiiía  buena 

Que  ninguna. 

(Ci:iiciontro  catl.  da  siglo  X\',  t.  ll,]>i!g.  .50?, 
cal   1."  En  la  N.  Bibliot.  de  AA.  Etí.) 

El  dignificado  e.s  el  mismo  de 
refrenamiento  (acción  o  efecto 
de  refrenar  o  refrenarse  en  la 
acc]>.  fig.  de  este  v. :  contener. 
rc])i»rtar.   re])rimir   o   corregir). 

RErKE.«(AXTE,  adj.  Que  re- 
fresca. Unco  falta  en  el  Dice, 
donde  sólo  liallamtM  rrfri.;;rr 'n- 
le,  que  no  c.-*  igual. 

Refrescarse,  r.  En  la-  ¡«rovin- 
cia.-i  de  ultra  Bioliío,  moJDrar  de 


una  enfermedad;  sin  duda,  de 
la  acep.  castiza  que  tiene  el  v. 
refrescar,  como  n.  fig. :  "tomar 
fuerzas,  vigor  o  aliento." 

Refriar,  refriado,  refrío.  Res- 
friar, resfriado,  resfrío.  Véaíe 
F.  El  lenguaje  vulgar  salman- 
tino suprime  también  la  s  a  es- 
tos vocablos. 

Refrigerador,  m.  Refrigeran- 
te o  corixito  se  llama  el  "'depó- 
sito e.xterior  de  agua  fría  que 
algunos  alambiques  tienen  so- 
bre la  cabeza  y  otros  en  la  parte 
por  donde  pasa  el  serpentín,  y 
sirve  para  activar  la  condensa- 
ción de  los  vapore?  de  las  sus- 
tancias que  se  destilan."  En 
Química  tampoco  se  llama 
refrigerador,  sino  refrigerante, 
el  "vaso  en  que  so  pone  agua 
para  templar  el  calor  en  las  eva- 
poraciones." A  la  1."  acep.  chi- 
lena parece  referirse  este  anun- 
cio de  un  diario  santiaguino : 
"Refrigerador  grande,  conqira- 
nioá  de  ocasión." —  Como  ad.)., 
dígase  refrigerante  (que  refri- 
gera) y  refrigerativo,  va  (que 
tiene  virtud  de  refrigerar). 

Refuerzo,  m.  Lo  usamos  nial 
en  vez  de  falso,  m. :  "pieza  Je  la 
misma  tela  que  se  pone  interior- 
mente en  la  parte  del  ve.-iido 
donde  la  costura  hace  más  fuer- 
za, liara  que  no  se  rompa  o  fal- 
see." El  refuerzo  castellano  es  de 
significado  más  general:  "ma- 
yor grueso  que,  en  totalidad  o 
en  cierta  parte,  ,-e  da  a  una  co.«a 
l)ara  que  tenga  mayor  resisten- 
cia;, coiuo  a  lo.s  cañono<  de  la.s 
armas  do  fuego,  cilindro-i  de 
máquimi'i,  etc.  ||  Reparo  que  .''C 
pune  para  fortalecer  una  cosa 
(pie  puede  amena/;ar  ruina." 


REG 


REG 


Refulgir,  n.  Resiílandecer. 
despedir  o  arrojar  fulgor.  Her- 
moso verbo,  y  de  pura  cepa  lati- 
na (refulgére,  no  refúlgere,  co- 
mo dice  el  Dice,  en  Refulgex- 
te),  que  puede  usarse  elegante- 
mente en  poesía.  No  sabemos 
por  qué  lo  omite  el  Dice.,  cuan- 
do con  él  tiene  que  completar  el 
grupo  de  refulgencia  y  reful- 
gente. He  aquí  una  buena  auto- 
ridad : 

Li  gentil  perla  que  esmalta 
To.lo  el  cielo  e  lo  clarescc, 
Más  que  los  ángeles  alta, 
Refulge  e  resplandesce. 

'.Fernán  Pc'rez  de  Guzmán,  Himno  a  AV*  S.") 

Refuxdidor,  ra,  m.  y  f. 
Persona  que  refunde.  No  apa- 
rece en  el  Dice. 

Refunfuñ.ídor,  r.v,  adj.  Que 
refunfuña.  "El  Refunfuñador," 
se  llama  un  saínete  de  D.  Ra- 
món de  la  Cruz.  Falt^  en  el 
Dice,  y  no  siempre  puede  reem- 
plazarse por  rezongador,  rezon- 
gón o  rezonglón,  porque  no  es 
igual. 

Refutable,  adj.  Que  puede 
refutarse;  fácil  de  refutar.  Hace 
falta  en  el  Dice,  tanto  más, 
cuanto  que  está  admitido  el 
compuesto  irrefutable:  "que  no 
se  puede  refutar." 

Refutadok,  ra,  adj.  y  ú.  m. 
c.  s.  Que  refuta.  Aunque  es  de 
las  palabras  de  fácil  formnciónj 
debe  constar  en  el  Dice,  como 
ya  con.stan  argumentador,  rega- 
lador, relajador,  etc. 

Reg.^dío,  día.  Aplíca.*e  al  te- 
rreno que  se  puede  regar.  Es 
adj.  y  también  se  usa  como  su.-^- 
tantivo  m.,  pero  con  ese  mismo 


significado,  nó  con  el  de  "rie- 
go," que  aquí  le  dan  algunos. 
Véase  Irrigación  y  téngase 
presente,  para  penetrar  bien  su 
sig-nificado,  que  es  igual  a  rega- 
dizo, za. 

Reg\do,  da,  adj.,  part.  de 
regar.  No  es  propio  usarlo,  como 
en  Chile,  en  vez  de  regadío  o 
regadizo,  de  regadío,  de  riego. 
"Fundo  regado;  Tiene  cien  cua- 
dras regadas  y  doscientas  secas  o 
de  rulo."  Todavía  regable,  aun- 
que no  lo  registra  el  Dice,  sería 
más  apropiado. 

Regador,  m.  Unidad  de  me- 
dida que  se  usa  en  Chile  pura 
medir  y  aforar  las  aguas  de  rie- 
go. Según  decreto  del  Gobierno, 
de  18  "de  Nov.  de  1819,  "el  re- 
gador, bien  sea  del  canal  de 
Maipo  o  de  cualquiera  de  los 
otros  ríos,  se  compondrá  en  ade- 
lante de  una  sexma  de  alto  y  de 
una  cuarta  de  ancho,  con  el 
desnivel  de  quince  pulgadas,  el 
que  se  aprecia  en  $  750,  cuya 
venta  sólo  se  verificará  en 
dinero  de  contado ..."  No  trae 
el  Dice,  este  vocablo  en  esta 
precisa  acep.,  sino  solamente  en 
éstas:  "adj.  y  ú.  t.  c.  s.  Que 
riega.  ||  m.  y  provincial  de 
Murcia,  el  que  tiene  derecho  de 
regar  con  agua  comprada  o  re- 
partida para  ello."  Es  claro  que 
de  ésta  nació  la  acep.  chilena: 
si  el  murciano  llamó  regador  al 
individuo  que  tiene  derecho  de 
usar  de  li^s  aguas  para  regar,  el 
chileno  llamó  regador  la  canti- 
dad, el  hilo  o  caudal  ■de  agua 
que  le  toca  a  este  individuo. 
Como  esta  voz  es  de  uso  legal 
en  Chile  y  usada  por  toda  cla.se 
de     personas,    pedimos   que   sea 


58 


REG 


R£G 


admitida  como  chilenismo.  Las 
demás  voc-es  españolas  equiva- 
lentes a  nuestro  regador,  pero 
no  sabemos  si  también  en  la 
medida,  son:  buey  de  agua, 
fila,  garbanzo  de  agua,  hila  de 
agua,  hila  real  de  agua,  muela, 
pluma  de  agua,  real  de  agua  o 
real  fontanero,  teja,  paja  de 
agua.  Módulo  es  la  "obra  o  apa- 
rato di.-jpuesto  para  regular  exac- 
tamente la  cantidad  de  agua 
que  se  introduce  en  una  ace- 
quia o  canal." 

Regalía,  f.  Horrible  desatino 
que  usan  aquí  muchos  por  rega- 
lillo, estufilla  o  manguito.  Vé- 
ase Manchón. —  Fam.,  comodi- 
dad, regalo. 

Regalonear,  n.  Gozar  una 
persona  del  mucho  regalo  con 
que  otra  la  trata,  como  lo  hace 
oidiiiariamente  el  regalón.  "Pe- 
dro regalonea,  está  regalonean- 
do  con  su  madre." — Como  a., 
tratar  con  exceávo  regalo,  cari- 
cia y  condescendencia  a  uno, 
en  especial  a  los  niños;  en  ca.-itc- 
llano,    nrimnr. 

Regana,  f.  Gana  muy  grande. 
Véa-se  Re. 

Reg.vn'ai?,  a.  CJanar  con  nui- 
cha  ventaja  o  con  exceso  por 
mayor  habilidad  o  destreza  de 
uno  de  los  adversarios  o  por  in- 
ferioridad reconocida  del  otro. 
Ú.  casi  exclusivamente  en  el 
participio.  "Éste  es  para  mí  un 
juego  reganado;  Te  tengo  rega- 
nado el  juicio."  No  registra  el 
Dice,  este  v.  tan  bien  formado 
de  re  con  signilicado  do  enca- 
recimiento. 

Reoañóx,  xa,  adj.  fam.  Ú.  t. 
c.  8.  "Dícese  de  la  persona  que 
tiene    la  costumbre    do    regañar 


»por  cualquier  cosa,"'  y  regañar 
fes:  "dar  muestras  de  enfado 
con  palabras  y  gestos  de  indig- 
nación," y  a.  fam.,  "reprender, 
reconvenir."  Mal  usa  pues 
nuestro  pueblo  a  regañón  cuan- 
do le  da  el  significado  de  rene- 
gador. 

Regateador,  ra.  "\'éive  Reca- 
teador. 

Regeneratriz,  adj.  Dígase  re- 
generador, ra. 

Regenta,  f.  Así  decía  la  12.* 
edición  del  Dice;  pero  la  13."  \ 
la  14.»  corrigieren  regente, 
com. :  "pereona  que  gobierna 
un  Estado  en  la  menor  edad  de 
su  príncipe  o  por  otro  motivo." 
Está  bien  que  como  adj.  se 
diga  reina  regente;  pero,  como 
s.,  es  preferible,  por  la  claridad 
y  lógica  del  idioma,  la  regenta, 
como  asistenta,  eonfídenta,  ejer- 
citanta,  presidenta,  sirvienta,  y 
tantos  otros. 

Régimen,  ni.  "Los  esdrúju- 
los, como  régimen,  carecen  or- 
dinariamente de  pl. ;  bien  que 
algunos  dicen  regímenes."  (Be- 
llo). Puigblanch,  criticando  la 
Gramática  de  Salva,  escribió: 
"En  la  pág.  'M^~  aparece  un 
monstruaso  regímenes,  como  pl. 
de  régimen,  nombre  que  carece 
de  pl.  Quisiera,  y  no  puedo  juz- 
gar errata  de  imprenta  este 
acento,  cuando  considero  que 
de  su  gran  falta  do  oído  en  esta 
parte  todo  se  puede  temer." 
(Opúculos,  t.  I,  pág.  LXXIV). 
La  verdad  es,  que  el  pl.  rcgí- 
vicnes,  por  lo  necesario  quo  es 
en  el  u.so,  se  va  generalizando. 
— Véase  una  acep.  francesa: 
"Fuera  do  algunos  añas  excep- 
cionales, las  lluvias  no  influyen 


REG 


REG 


en  el  régimen  del  río  Coquim- 
bo." (Rol  agrícola,  1893).  "Ré- 
gime,  se  dit,  en  termes  d'Admi- 
nistration  et  de  Géographie,  de 
la  maniere  dont  se  fait  Técoule- 
ment  d'une  eau  courante." 
(Dice,  de  la  Acad.  Francesa). 
Corriente,  catulul,  habría  basta- 
do en  castellano. 

Regimiento,  m.  Por  exten- 
sión y  por  semejanza  con  el  re- 
gimiento militar,  multitud  o 
muchedumbre  de  gente.  "Va 
pasando  un  regimiento  de  ni- 
ños; en  esta  ca.sa  hay  un  regi- 
miento de  sirxientes."  Es  acep. 
del  regiment  francés:  "II  sig- 
nifie  quelquefois,  figurément  et 
familiérement,  grand  nombre, 
multitude."  (Dice,  d-e  la  Acad. 
Francesa) . 

Regina,  n.  pr.  f.  Regina. — 
Regina  coeli  (pronúnciese  celi). 
Antífona  que  usa  la  Iglesia  para 
saludar  a  la  Santísima  Virgen 
María  durante  el  tiempo  pas- 
cual. Hace  fa''a  en  el  Dice. 

Región,  f.  Regiones  oficiales, 
Por  las  regiones  de  ia  Moneda; 
"Tales  vientos  corrían  entonces 
en  España  por  las  que  se  lla- 
man regiones  del  poder."  (Car- 
tas de  S.  Ignacio  de  Logóla, 
introd.,  III)  :  frases  pedantes- 
cas, .«in  base  en  el  significado 
de  las  voces.  Dígase  alturas  y 
véase  Esfera,  2.^  acep.  Región, 
en  sentido  fig.,  es  "todo  espacio 
que  .se  imagina  ser  de  mucha 
capacidad;"  y  no  es  la  capaci- 
dad sino  la  elevación  lo  que  se 
quiere  hacer  resaltar  en  las  cita- 
das frases. 

Regionaliz.ar,  a.  Hacer  re- 
gional una  cosa. —  Hacer  regio- 
nalista  a  una  persona. —  ¡Si   es 


táu  ya  admitidos  regionalisniv 
y  regionalisfa,  hay  que  agregar 
el  V.,  que  está  bien  formado  y  es 
muy  conveniente.  Véase  Izak 
(Verbos  ex). 

Regir,  a.  ¿De  dónde  ha  pro- 
colirlo  el  uso  chileno  de  llamar 
el  que  rige  al  mes  en  que  esta- 
mos o  mes  corriente?  ¿Será  de 
la  acep.  francesa  de  régimef 
(Véase  Régimen).  No  lo  sabe- 
mos; 10  único  que  podemos  de- 
cir, es,  que  esta  aceji.  no  es  castiza. 

Registradora  (Caja).  Se 
llama  así  en  el  comercio  la  que 
señala  el  valor  de  las  ventas  y  el 
movimiento  de  caja.  No  sabe- 
mos si  tendrá  otro  nombre  en 
español,  pues  éste  no  está  en  el 
Dice. 

Reglamjsktarismo,  m.  Afi- 
ción a  reglamentarlo  todo.  No 
vemos  inconveniente  para  que 
se  admita.  Véase  Bucolismo. 

Reglazo,  m.  Golpe  dado  con 
regla.  Admisible. 

Reglista,  adj.  Nimio  obser- 
vante de  regias;  individuo  de 
criterio  estrecho,  que  aplica  las 
regias  al  pie  de  la  letra.  El  pue- 
blo dice  j-eglisto,  para  la  termi- 
nación m.,  como  lo  hace  con 
todos  los  nombres  en  ista: 
bromisío,  cuentisto,  mofisto. 

Reglón,  m.,  "aum.  de  regla; 
regla  grande  de  que  usan  los 
albañiles  y  soladores  para  dejar 
planas  las  paredes  y  suelos." 
Aquí  el  pueblo  lo  usa  malamen- 
te por  renglón.  Véase  esta  voz. 
Quevedo  escribió  ringlón  innu- 
merables veces,  y  los  antiguos, 
como  Diego  de  Burgos,  decían 
reglón,  lo  mismo  que  nuestro 
])ueblo,  porque  se  deriva  de  re- 
gla: 


60 


REG 


REG 


Lo  que  e'stoa  no  alcanzan  ni  dan  a  entender, 
En  vano  es  que  puedan  mia  pocos  reglones. 

{Triunfo  ilel   Marquei.  en  el   Cancionero  de 
Catt'lh,  t.  I.pa'g   214) 

Regodearse,  r.  Mal  le  ha  ido 
a  este  pobre  v.  con  todos  los  que 
han  escrito  sobre  provincialis- 
mo.-», pues  siempre  lo  han  con- 
denado en  cierta  acep.  especial 
que  se  le  da,  sin  que  una  sola 
voz,  que  sepamos,  se  haya  le- 
vantado para  defenderlo.  Pues, 
aunque  sea  contra  la  corriente, 
vamos  a  ensayar  su  defensa.  La 
acep.  reprobada  es  la  de — mos- 
trarse delicado  o  esquilimoso, 
melindrear,  es  decir,  no  acep- 
tar o  tardar  en  aceptar  una  cosa 
por  afectada  o  excesiva  delica- 
deza o  regalo.  Pues  bien,  com- 
párese esta  definición  con  esta 
otra  que  en  2."  acep.  da  a  este 
mismo  V.  el  Dice,  de  Autorida- 
des: "diferir  u  dilatar  alguna 
resolución  que  se  desea,  mos- 
trando desafecto  a  ella,  o  espe- 
rando repetidos  ruegas  y  sú- 
plicas," y  dígase  si  ambas  son 
iguales  o  nó.  La  igualdad  está 
Patente,  y  más  aún  cuando  se 
la  ve  corroborada  con  la  cita  de 
Fr.  Basilio  Ponce  de  León,  que 
trae,  el  niismio  Dice:  "Ilúba^e 
el  santo  Patriarca  como  el  que 
compra  del  que  siente  que  tiene 
gana  y  necesidad  de  vender,  que 
sr  rcgorh'o  mucho."  Si  este  rfigo- 
(lenrse  de  los  clá.'^icnfi  no  es  idén- 
tico al  que  usainoe  en  Chile, 
venga  cualquiera  que  tenga  el 
cerebro  en  .«u  lugar  y  juzgúelo. 
Cuervo  <leduce  esta  acep.  de  la 
que  le  da  el  ac-tual  Dice,  con 
oste  raciocinio:  "El  que  se  re- 
godea   (o  se  deleita  y   com]tlacc 


en  lo  que  le  gusta)  natural- 
mente apetece  lo  mejor  y  más 
exquisito  y  mira  con  desdén  lo 
no  tal:  tomando  el  efecto  por  la 
causa,  decimos  que  alguno  se 
regodea  o  que  es  regodeón  o 
regodiento  (dos  vocablos  al 
parecer  nuestros)  cuando  se 
muestra  delicado,  regalón  y 
esquilimoso.  La  transición  del 
un  sentido  al  otro  es  tan  fácil 
y  suave,  que  parece  hallar.<e  en 
los  pasajes  sigiüentes.  .  ."  Pone 
cita.s  de  Iriarte,  Quevedo  y  Mo- 
ratín ;  pero  ninguna  vale  tanto 
para  el  caso  como  la  del  Dice, 
de  Autoridades.  Recoja  pues  la 
Academia  esta  buena  acep., 
quizás  olvidada  ahora  en  Espa- 
ña, pero  viva  y  corriente  en 
América. 

Regodeo,  m.  Acción  o  efecto 
de  regodearse,  en  la  acep.  que 
reclamamos. 

Y  usted,  hermano  I  renco, 
Regodeo  y  regodeo. 

(l'n  diario  chileno). 

Regodeón,  na,  adj.  Que  so 
regodea,  en  la  acep.  americana. 
\'éa.<c  Regodearse.  El  regó  - 
diento,  ta,  de  Colombia  no  se 
usa  en  Chile. 

Regorvío,  vía,  adj.  Ca.xtella- 
noH  antiguos,  ¿lo  conocéis?  E.s 
vuestro  vocablo  anticuado  re- 
gordido,  da:  "gordo,  grueso, 
abultado,"  que  a.sí  tan  deforma- 
do .'*e  consers'a  en  el  vulgo  chi- 
leno. Preguntándole  a  un  guaso 
cuándo  se  usa  de  él,  nos  con- 
tcfitó:  "Cuando  se  hincha  la 
cariu"  "Los  regordidos  caclietcs 
del  cura,  amoratados  ])(>r  los  ca- 
bezazos,"   <lijo  A'icuña    Macken- 


reí 


reí 


61 


na    en    un    art.    del    Almanaque 
■nacional  de  1877. 

Regresarse,  r.  A^olver  al  lu- 
gar de  donde  íe  salió.  Nunca 
es  r.  este  v.,  sino  solamente  n.  o 
intransitivo.  Sin  duda,  por  su 
sinonimia  de  significado  con 
volverse,  el  americano  devol- 
verse y  el  clásico  restituirse 
(volver  uno  al  lugar  de  donde 
había  salido),  tomó  la  forma  r. 
de  éstos. 

Eegularizador,  ra,  m.  y  f. 
y  ú.  t.  c.  adj.  Que  regulariza. 
Se  le  pasó  por  alto  al  Dice. 

Rehabilitable,  adj.  Reha- 
BiLiTADOR,  RA,  m.  v  f.  Ambos 
faltan  en  el  Dice. 

Rehacio,  cia,  adj.  Terco,  por- 
fiado, renuente.  Es  voz  castiza, 
pero  debe  escribirse  sin  h  (rea- 
cio), porque  se  deriva  del  latín 
reactum;  supino  del  v.  redigcre. 
Berceo  escribió  rejagio,  refagia, 
pero  seguramente  no  pronuncia- 
ba la  /.;  quizás  se  puso  y  sigue 
poniéndose  esta  letra  por  in- 
fluencia del  v.  rehacer,  con  el 
cual  nada  tiene  que  ver  este  adj. 

Rehuse,  m.  "Los  rehuses  o 
desperdicias  de  la  ciudad,"  se 
lee  en  el  folleto  Desagües  de 
Concepción,  1899.  No  sabemos 
de  otro  que  haya  usado  e-ta  voz. 

Rei,  relees.  Pronunciación 
plebeya  de  raíz,  raíces,  como 
mei,  meices  (maíz,  maíces). 
Hasta  en  los  verbos  huye  el 
vulgo  de  acentuar  la  i  después 
de  a,  e:  quei  (caí),  queído  (caí- 
do), reí  (reí),  leí  (leí).  ¿En- 
tendería un  español  a  un  guaso 
chileno  que  dijera;  "Yo  me  rei, 
jiorque  vi  al  rey  comiendo  ima 
reí?"  —En  el  lenguaje  vulgar 
leonés  se   dice  también   rei,  rei  - 


ees,  y  sépase  que  no  ha  faltado 
un  poeta  español  que  acentuó 
ráiz: 

Resiste  por  su  mal  la  ráiz  profunila, 
Y  el  que  nadara  leño,  áibol  se  inunda. 

(El  Conde  de  Torrepalma,  Deucalión). 

Reibado,  da,  adj.  Aplícase  a 
la  caballería  derribada  de  ancas. 
Es  corrupción  plebeya  de  derri- 
bado. El  vulgo  chileno,  por  ho- 
rror instintivo  &  la  d  inicial,  la 
omite;  pero,  como  ve  que  la  pa- 
labra le  queda  ininteligible,  la 
quiere  poner  después,  y  le  resul- 
ta una  especie  de  metátesis:  de- 
rribado=^  redibado,  y  con  omi- 
sión de  la  c/  intermedia,  reibado, 
y,  perdida  la  única  d  re.ítante, 
reibao:  derribado  no  sólo  de 
ancas  sino  de  dos  dees.  Véase  R, 
7."  En  castellano  tenemos  an- 
qwiderribado,  da:  "dícese  de  la 
caballería  que  tiene  la  grupa 
alta  y  cuya  anca  desciende  de 
pronto  desde  su  parte  superior." 

Reicito,  m.,  dim.  de  rey.  Lo 
reprueba  la  Gramática  de  la  A- 
cademia.  Véase  Bueicito.  La  for- 
ma correcta  es  reyecito;  reyccí- 
llo  es  despectivo;  reyecíco  es  po- 
co respetuoso;  el  latinizado  ré- 
gudo  y  la  forma  reyezuelo  signi- 
fican: "dominante  o  señor  de  un 
estado  pequeño"  y  también  cier- 
to pájaro  de  Europa.  Véanse 
algunas  autoridades :  "Entregó 
a  la  infanta  Doña  Mariana  para 
cspo-a  de  Luis  XV  de  Francia. 
ju.->tamente  de  aquel  reyecito 
dichoso."  (Modesto  Lafuente. 
Viajes  de  Fray  Jerundio,  t.  L 
pág.  10).  "El  reyecito  de  Servia 
juega  a  los  soldados."  (E.  Blas- 
co,   Reyes    y  Presidentc-'i).    "No 


62 


reí 


reí 


parece  ?ino  que  el  adj.  pequeño 
(petit)  a  fuer  de  monarca  ■des- 
pótico, ha  lanzado  del  solio  h 
nuestros  amables  reyecitos,  a  los 
diminutivos."  (Cortejón,  Arte 
de  comfoner,  pág.  .1J9).  Así 
también  el  P.  Coloma.  Reyeci- 
llo,  lo  usó  Tirso  en  El  rey  Don 
Pedro  en  Madrid  (II,  18.") : 

Vos  sois  allá  el  Infanzón, 
Que  es  como  ser  reyeciUo: 
Vos,  como  sabe'is  decillo, 
Hacéis  al  gusto  razón. 

Reimundo,  n.  p.  m.  Todavía 
se  oye  en  nuestro  pueblo  esta 
forma  anticuada  del  nombre 
Raimundo.  Antiguamente  íe 
usaba  hasta  en  el  lenguaje  lite- 
rario. "Historia  del  esforzado  y 
muy  ^itorioso  caballero  Rey- 
mundo  de  Grecia.  Salamanca. 
1524,"  es  la  portada  de  un  libro 
de  caballería.  También  se  dijo 
Remondo,  conuí  Remón  por  Ra- 
món. 

Rein.v,  f.  Falta  en  el  Dice,  la 
acep.  que  tiene  este  vocablo  co- 
mo término  de  cariño,  usado  por 
maridos  y  amantes.  Es  corrien- 
te en  Chile,  y  la  hallamos  tam- 
bién en  Quevodo:  "E-so  se  tenib 
vuesa  merced,  reina  mía."  "Dí- 
game, reina,  ¿qué  paciencia  o 
sufrimiento  me  ha  columliratilo, 
que  me  codicia  para  marido?" 
(Cartas  del  Caballero  de  la  Te- 
naza, XIX  y  XX). 

MientrnB  niiís  do  vo^  me  nrnerdn, 
Tuina  mía,  n  quien  ad'  lo. 
De  que  pienso  Cíímo  oh  pierdo, 
Nunca-duermo  ni  recni-rdo 
Que  con  mis  ojos  no  lluro. 

(Tapia,  del  siglo  XV.    I  >„  am¡;jii). 


— Reina-Luisa:  planta  de  jar- 
dín, regularmente  de  una  vara 
de  altura,  de  tallo  herbáceo,  al- 
go estirado;  hojas  poca.s,  las 
mayores  de  abajo  oblongas  de 
un  jeme,  puntiagudas,  denta- 
das; flor  como  el  clavel  de 
muerto  o  copetuda,  seuí'illa  mo- 
raduzca,  con  su  centro  lo  mis- 
mo, inodora,  permanente  hasta 
un  mes,  en  cuyo  tiempo  suenan 
los  pétalos  como  papel."  (Pi- 
chardo).  No  sabemos  si  es  la 
misma  que  el  Dice,  llama  luisa, 
que  se  dedicó  a  la  reina  María 
Luisa,  esposa  de  Carlos  IV.  En 
Chile  se  llama,  como  en  Cuba, 
reina-Luisa,  y  su  flor  es  de  va- 
rios colorea. —  Reinn-Margarita: 
planta  anual,  de  la  familia  de 
las  sinantereas  (compuestas) ; 
"se  da  muy  bien  en  los  jardines 
de  Europa  y  nniy  mal  en  los  de 
Santiago;  forma  ahora  un  gé- 
nero particular,  Callistephus." 
(Philippi).  No  aparece  en  el 
Dice. — El  dim.  no  es  reinita,  si- 
no rein^cita  (véase  Cuerpito) ;  a 
no  ser  que  se  pronunciara  en 
cuatro  sílabas,  conforme  ni  an- 
tiguo reina,  del  latín  regina. 

Reir.iciar,  a.  Volver  a  iniciar. 
"Se  han  reiniciado  los  trabajas 
del  Ferrocarril  a  Constitución," 
escribió  un  diario  de  Concep- 
ción. No  suena  tan  mal  como 
recomenzar,  pero  tampoco  está 
aceptado  por  el  Dice,  ni  os  tan 
necesario  que  digamos. 

Reino,  m.  No  significa  en 
castellano  "espacio  de  tiempo  en 
que  gobierna  un  rey  o  reina;" 
esto  se  llama  reinado. — Falta 
en  el  Dice,  la  acep.  fig.  de  "cam- 
po, terreno,  casa  de  uno."  que  se 
u.si  t.  en  pl.  "Vivo  tranquilo  en 


reí 


reí 


63 


mi  reino;  Éstos  son  mis  reinos." 
Viene  esta  acep.  desde  el  tiempo 
de  Virgilio  por  lo  menos 
(Églog.  I): 

En.  nnqnam  patrios  longo  post  tempere  fines, 

Pauperis  et  taguri  congestum  cespite  culmen, 

1  ost  aliquot.  miaregna  videus,  mirabor  aristas? 

¿>erá  jamás  que,  vuelto  yo  a  mi  tierra. 

Goce  ni-  pobre  reino,  y  que  admirado 

Entre  en  mi  choza  de  yerb  >sa  tierra? 

(Traducción  de  Velasco). 

¿Será  que  me  conceda 
El  destico  volver  a  la  campaña 
Do  ya  jnl  reino  fue'?  ¿Será  que  pueda 

Tornar  de  la  cabana 
Paterna  el  techo  adivisir  pajizo? 

(Traducción  de  Caro). 

Así  se  llama  también  nido  la 
"casa,  patria  o  habitación  de 
uno;''  aquí  domina  el  senti- 
miento de  modestia,  como,  al 
decir  reino  o  reinos,  domina  di- 
simuladamente el  de  elevación 
o  grandeza.  Así  como  el  español 
dice  que  está  en  su  elemento, 
que  está  en  la  gloria,  el  chileno 
dice  que  está  en  sus  canchas  y 
que  éstas  son  síts  canchas.  Véase 
Cancha.  Los  antiguos  habitan- 
tes de  Castilla  llamaron  casa  el 
edificio  en  que  habitaban,  sien- 
do que  casa  en  latín  significa 
choza,  cabana;  los  peruanos 
también  llaman  ranchos  los  ele- 
gantes y  valiosos  edificios  que 
para  recreo  tienen  en  Chorrillos. 
— Venga  a  nos  el  tu  reino.  Véa- 
a.?e  El. 

Reinstalación,  f.  Admitido 
ya  el  v.  reinstalar,  clama  por 
seguirlo  el  s.  que  nació  de  él. 
"La  descarga  de  fusil  que.  .  . 
hicieron  contra  el  pueblo,  reu- 
nido    confiadamente    a    presen- 


ciar la  reinstalación  de  la  Cons- 
titución en  1820."  (Puigblanch, 
Opúsculos,  t.  II,  pág.  XXIII). 

Reintegrante,  adj.  Que 
reintegra.  Está  admitido  rein- 
iegrable,  que  es  menos  usado,  y 
no  lo  está  éste. 

Reinternar,  a.  Volver  a  in- 
ternar. "Se  lleve  a  pastorear  ga- 
nado a  la  Argentina  y  que  deba 
ser  reinternado  en  territorio 
nacional."  (La  Unión,  de  San- 
tiago, 23  Mayo  1916).  No  está 
mal  formado  y  puede  admitirse. 

Reír,  n.  y  r.  Muy  mal  conju- 
ga este  V.  el  vulgo  chileno,  por 
no  cargar  el  acento  en  la  i  des- 
pués de  e,  que  le  suena  a  afecta- 
ción ;  por  eso  dice  reimos  (rei- 
mos), liiádi  o  reya  ( reía), riiáo 
(reído),  réi  (reí).  Los  españo- 
les, y  en  particular  los  poetas, 
usan  también  las  formas  riyó, 
ñyeron,  riycra,  riyese,  riyere. 
riyendo. —  Tengan  presente  lo.-; 
poetas  chilenos  que  las  vocales 
ie  no  forman  diptongo  en  este 
V.,  sino  que  se  cuentan  por  dos 
sílabas:  ri-e-ra,  ri-en-do;  por  eso 
los  españoles  agregaron  la  // 
consonante. 

Reís.  Moneda  imaginaria  de 
los  portugueses.  ]\Ia«culino  pl.^ 
dice  el  Dice,  que  es  este  nom- 
bre; sin  embargo,  alguna  vez 
habrá  de  usarse  en  sing.,  y  en 
tal  ca.so  no  cabe  decir  sino  rey. 
Así  lo  hizo  D.  .Juan  Valera,  pe- 
ro escribió  rei. 

Reiterable,  adj.  Que  se  pue- 
de reiterar.  El  Dice,  trae  sola- 
mente reiferativo,  va:  "que  tie- 
ne la  propiedad  de  reiterarse." 
—También  habría  que  admitir 
el  compuesto  irreifcrable  y  el  s. 
reiterador,  ra. 


64 


REJ 


REL 


Reitir.  A'^éase  Reetir. 
Reivindicador,  ra,  m.  y  f. 
¿Cómo  se  llama  la  persona  que 
reivindica?  Nosotros  no  sabría- 
mos qué  otro  nombre  darle  sino 
ést-e,  que  por  desgracia  no  vemos 
en  el  Dice. —  Pérez  Rosales  lo 
usó  como  adj.  ("Mientras  yo 
practicaba  estas  diligencias  rei- 
vindicadoras,"  Recuerdos  del 
pagado,  c.  XX)  ;  pero  esto  no 
puede  aprobar-"-3,  porque  para 
este  caso  está  el  adj.  reivindica- 
torío, ria:  "que  sirve  para  rei- 
vindicar." 

Reja,  f.  "Red  formada  de 
barras  de  hierro  de  varios  ta- 
maños y  figuras,  que  se  pone 
en  las  ventanas  y  otras  partos 
para  .seguridad  y  defensa."  Ésta 
es  la  reja  española,  y  nosotros  la 
confimdimos  con  varias  otras 
casas.  Así,  llamamos  reja  la 
verja  (enrejado  que  sirve  de 
puerta,  ventana  o  cerca),  la 
cancela  (verjilla  que  se  pone  en 
el  umbral  de  algunas  casas  para 
reservar  el  portal  o  zaguán  del 
libre  acceso  del  público;  verja, 
connuimente  de  hierro  y  muy 
labrada,  que  en  muchas  casas 
de  Andalucía  sustituye  a  la 
puerta  divisoria  del  portal  y  del 
patio,  a  fin  de  que  las  macetas 
y  otros  adornos  de  éste  .se  vean 
d&«de  la  calle),  el  enrejado  (la- 
bor, en  forma  de  celosía,  hecha 
por  lo  común  de  cañas  o  varas 
entretejidas),  la  baranda,  ha- 
randillti,  hurandadn,  barandaje, 
birandnl  o  ra^ttel  del  comulga- 
torio.— Tampoco  dclie  nombrar- 
.se  reja  una  armazón  de  madera 
qiie  .se  coloca  en  los  cementerios 
sobre  cada  sepultura:  <líga.se 
cnrrjado. —    Menos    |iuc(lc     lla- 


marse reja  el  carruaje  de  los- 
trenes  de  mercancía  en  que  se 
transportan  animales,  aunque 
esté  cerrado  con  rejas. —  La 
ventanilla  del  confesonario  se 
llama  rejilla,  nó  reja;  y  así 
también  el  ventanillo  o  mirilla 
de  puerta  de  casa  o  cualquiera 
otra  abertura  pequeña  cerrada 
con  rejilla. 

Rejilla,  f.,  dim.  de  reja.  Ma- 
lamente lo  usamos  en  Chile  por 
alambrera:  "cobertera  de  red 
de  alambre  muy  espesa,  y  gene- 
ralmente <de  figura  de  media  na- 
ranja, que  sirve  para  cubrir  y 
preservar  las  manjares." 

Re  JURAR,  n.  Volver  a  jurar. 
"Así  será,  dijo  la  dueña;  y  a  fe 
que  no  ha  de  entrar  si  primero 
no  jura  y  rejura,  y  besa  la  cruz 
seis  veces."  (Cervantes,  El  celo- 
so extremeño).  Véase  Re. 

Rejuvenecedor,  ra,  adj. 
Que  hace  rejuvenecer.  Muy  usa- 
do y  necesario  y  es  sensible  que 
no  lo  registre  el  Dice. 

Rejuvenecimiexto,  m.  Ac- 
ción o  efecto  de  rejuvenecer  o 
rejuvenecerse.  Aunque  largo,  es 
usado  y  necesario  y  debe  ai-ep- 
tarlo  el  lé.xico. 

Relacióx,  f.  De  afrancesadas 
califica  Baralt  las  expresiones 
Tener  relaciones  (comercio) 
con  unn  mujer  y  Tener  buenas 
relaciones,  agregando  que  para 
esto  tenemos  en  castellano  co- 
mercio, trato,  comunicación, 
ami,'itad,  segiin  las  casa*,  y  en  el 
sentido  más  vago  y  general,  co- 
nexiones. Mas  el  Dice,  no  dio 
la  razón  al  insigne  hablista  y  es- 
tampó como  3."  acepción  de  Re- 
lación: "Conexión,  correspon- 
donciii,    trato,  conumicación    de 


REL 


REL 


65 


una  persona  con  otra.  Ú.  ni.  en 
pl.  Relacioxks  de  parentesco, 
de  amistad,  amorosas,  comercia- 
les." La  iiiticultad  que  después 
de  e¿:ta.  definición  queda  en  pie 
es  la  de  .«aber  si  puede  decir.'^e 
relaciones  por  las  personas  niis- 
nias  con  quienes  se  tienen  la.s 
relaciones:  Búsqueme  Ud.  un 
empleo  entre  sxis  relaciones. 
Creemos  sencillamente  que  sí, 
por  metonimia.  Si  según  este 
tropo  puede  usarse  el  nombre 
ab'stracto  por  el  concreto,  di- 
ciendo, por  ej.,  La  ignorancia  es 
atrevida,.  La  virtud  es  modesta, 
es  claro  que  puede  decirse  tam- 
bién: Lo  buscaré  entre  mis  rela- 
ciones. "Con  cuyo  ejercicio  fué 
ensanchando  el  círculo  de  sus 
relaciones."  (T.  Rodríguez-Rvi- 
bí,  Necrología  de  D.  Tomás  de 
Corral  ¡j  O  ña). —  Con  relación 
a:  modismo  impropio  y  afrance- 
sado según  Baralt  y  el  P.  Mir; 
éste  cori'ige  a  proporción,  con 
fropo  rción ,  prop  ore  io  na  c?am  en- 
te, respectivamente,  respecto  de, 
en  orden  a,  en  razón  de,  tocante 
a,  en  cuanto  a,  o  dando  otro  gi- 
ro a  la  fra.se.  Gasta  demasiado 
con  relación  a  su  caudal,  sería 
Gasta  demasiado  para  el  caudal, 
respecto  del  caudal,  en  orden  al 
caudal  que  tiene.  La  tierra,  es 
muy  pequeña  con  relación  al 
sol:  comparada,  con  el  sol,  res- 
pecto del  sol,  al  lado  del  sol,  en 
comparación  del  sol,  puesta  con 
el  sol,  puesta  en  parangón  con  el 
sol.  El  Dice,  lo  emplea  en  el  art. 
Respectiv.vmente. —  Decir  (o 
hacer)  relación,  fr.  admitida 
en  el  Dice.,  a  pesar  de  las 
censuras  de  Orellana:  "aludir 
a   una  co-sa    con   que   tiene   co- 

Dico.  de  Chil.,  t.  V. 


nexióu  aquello  de  que  se  tra- 
ta: en  lo  forense,  en  los  plei- 
tos y  cansas,  decir  o  leer  lo  esen- 
cial de  todo  el  proceso."  Lasada 
cou  los  \"erbos  guardar,  tener  y 
otros  parecidos,  no  es  fr.  hecha, 
sino  que  es  el  uso  de  este  s.  en 
su  accp.  de  "conexión,  corres- 
pondcutia  de  una  cosa  con 
otra." 

Relajante,  adj.  Aplícase  al 
manjar  o  bebida  excesivamente 
dulces  y  que  por  eso  producen 
desazón  en  el  estómago.  Es  de 
uso  general  en  Chile.  El  rela- 
jante español  sigue  las  aceps. 
del  V.  relajar,  que  para  este  caso 
son:  "aflojar,  laxar  o  ablandar; 
r.,  laxarse  o  dilatarse  una  parte 
en  el  cuerpo  del  animal,  por 
debilidad  o  por  una  fuerza  o 
violencia  que  se  hizo." 

Relajar,  n.  Repugnar,  des- 
azonar el  estómago  un  manjar  o 
bebida  excesivamente  dulce.  Vé- 
ase el  anterior. 

Relamimiento,  m.  Acción  o 
dicho  de  relamido.  "Si  es  fuerza 
la  educación  de  los  afectos,  es 
preciso  que  no  pequen  de  esc 
relamimiento  empalagoso  que 
suelen  emplear  los  escritores  llo- 
rones por  sistema  y  de  mal  gus- 
to." (Blanco  Cuartín,  Bohemios 
del  talento,  VII). 

Relampagueo,  m.  Acción  o 
efecto  de  relampaguear.  Admi- 
tido d&sde  la  13."  edición  del 
Dice,  a  petición  de  Ortúzar. 

Relampijear,  m.  Relampa- 
guear. 

Relampijo,  rn.  fig.  ^Muchacho 
ordinario  y  de.sprcc¡able,  poro 
listo  y  despierto;  también  uni- 
chacha  de  iguales  condiciones. — 
Acción   ejecutada   a   la  ligera  y 


66 


REL 


REL 


rápidamente,  como  cuando  una 
mujer,  por  no  tener  más  tiempo, 
.«c  compone  el  pelo  con  las 
mano.*.  R>  acep.  rara. —  Se 
calentaban  al  fuego  en  día  de 
lluvia  do.s  hombre-s  del  pueblo. 
De  rci)enl€  se  descose  uno  de 
ello.~  y  para  disi nadar  le  dice  al 
otro:  "'Cuando  la  llueva,  la 
':ruena."  "Y  cuando  la  truena, 
la  relampija,"  le  contestó  el 
olni.  enderezándole  mi  tizonazo. 
La    relampija   era  el  tizón. 

Rei,at.\  kékeko,  fr.  latina. 
Significa:  yo  refiero  lo  que  me 
han  referido,  cuento  lo  que  me 
han  contíido,  o,  como  lo  dijo 
Zorrilla  en  verso: 


Y  si,  lector,  dijeres  ser  comento, 
Co.aio  me  lo  ooiitanm  te  lo  cuento. 


í'sase  para  indicar  que  no  quie- 
re uno  tomar  la  responsabilidad 
de  lo  que  reliere  o  cuenta,  sino 
que  .se  limita  al  papel  de  rela- 
tor de  lo  que  ha  f)ído.  Por  lo 
usada  que  es  esta  fr.  debe  entrar 
ou  el  Dice.  Algunos  la  atribu- 
yen a  Heródoto,  que  la  dijo  por 
jirimcra  vez  en  griego. 

Rel.\t.\hi,e,  adj.  Que  ]>uede 
o  merece  relatarse.  Falta  en  el 
Dice-  "La  veraniega  esca.sez  de 
sucesos  rclotables."  ( Rodríguez 
Martín,  Burla  Ixtrlaiido. 
XLVIl). 

Rki,.\tivii).\I).  f.  (aiidad  ^Ic 
relativo.  Kntre  a<lmitirlo  y  no 
admitirlo,  e<tamos  por  lo  pri- 
mero, iiorquc  no  es  malsonante 
y  puede  ser  nuiy  i'itil,  como  que 
no  siemiire  queda  l)ien  reempla- 
zado ]ior  el  circuidofpiio  lo  rrln- 

t':v«. 

Relauce,    m.    Reiiuiebro,     do- 


naire, [iiropo,  y  más  en  ixirticu- 
lar  los  que  ^e  dicen  en  forma  de 
refrán  y  para  animar  o  jalear  a 
los  que  bailan. —  Parece  deriva- 
do de     relauche. 

Relauche,     m.      ^'éa-e    Reiau 
•:heo. 

Relauchear,  n.  Dejar  uno  a 
cHcdudidas  y  por  corto  tiempo 
su  trabajo  u  ocupación  para  coi- 
tejar  a  las  mujeres  o  para  con- 
voisar,  descansar  o  pa-»ear. — Vie- 
ne de  laucha  y  de  la  partícula 
re,  que  indica  repetición.  Así 
como  la  laucha  sale  de  la  cueva 
a  buscar  sus  golosina.-;  y  al  me- 
nor ruido  vuelve  a  ella,  así  tam- 
bién el  que  relauchea,  .*ale  a 
divertirse  por  poco  tiempo,  y 
vuelve  antes  que  lo  .sorprendan 
o  echen  menos.  El  pueblo,  que 
no  es  tan  preciso  en  el  signifi- 
cado de  las  voces  abstractas,  y 
también  por  cufemi.smo,  sueib 
<(infuiiilir  este  v.  i'on  remoler. 
"Has  relaucheado  toda  la  no- 
che." En  las  jiei-sonas  que  no 
acentiian  la  c.  la  suprime  en  la 
indiiunciación:  relaucha!",  re- 
lauchando. La  raz(')n  es  pnrque 
el  chileno  convierte  en  í  esta  r 
de  los  verbos  en  car  (golpiar, 
paliar),  y,  como  la  i  va  end)ebi- 
da  en  el  .sonido  ¡iropio  de  la  ch, 
\mv  e.-o  en  este  v.  no  se  pereilie 
o  se  mira  como  suprimida. 

Relaucheo,  m.  Acción  o  efec- 
to de  relauchear.  Como  e.*te  v. 
incluye  las  dos  ideas  de  galan- 
tear y  (le  evadir  el  traliajo,  el  s. 
lleva  también  las  dos;  ])ara  la 
lirimera  -e  u-an  más  relauce  y 
relauche,  y  para  la  segunda 
relaucheo;  ¡lor  e-o  figuradamen- 
te e<|uivale  a  cmsivu,  r(ti(/¡<i, 
lri>jiiirnn¡:i. 


REL 


REL 


Relbúx,  ni.  Véase  Lengua  de 
(jiito.    1.^   accp.,    cu  el    art.  Lex- 

tUA. 

Relé  (Al),  ni.  udv.  Al  justo, 
ni  niá-;  ni  nieno.s;  ras  con  ras  o 
ras  en  ras  (a  un  nii.sino  nivel,  a 
una  misma  línea),  a  plami  ren- 
glón o  a  plana  y  renglón  (fig-, 
dícese  de  una  cosa  que  viene  to- 
talmente ajustada  a  lo  que  .se 
neee.sita,  sin  .sobrar  ni  faltar). 
'"El  mantel  le  quedó  a  la  mesa 
al  relé,"  porque  cuelga  tanto  de 
un  lado  como  de  otro.  Se  u.sa  de 
Aconcagua  al  Norte. —  Parece 
apócope  de  relej  o  releje,  que  en 
Arquitectura  e-^  "lo  que  la  parte 
.-uperior  de  un  paramento  en 
talud  dista  de  la  vertical  que 
pasa  por  su  iiie." 

R.ELEG.\R,  a.  Sólo  dos  aceps. 
le  da  el  Dice. :  "Entre  los  anti- 
guos romanos,  desterrar  a  un 
ciudadano  sin  privarle  de  los 
derechos  de  tal.  1 1  Quitar  a  uno 
por  justicia  de  un  territorio  o 
lugar,"  o  sea,  desterrar,  en  su  1." 
acep.  Todas  las  demás  son  gali- 
cana'^, inclusa  la  más  usada, 
relegar  al  olvido,  que  en  caste- 
llano es  Dar  o  echar  al  olvido, 
Echar  o  poner  en  olvido,  En- 
tregar al  olvido.  Enterrar  en  el 
olvido  es  "olvidar  para  siem- 
pre.'" Para  reemplazar  las  aceps. 
no  ca-stizas  propone  el  Padre 
Mir:  encerrar  en  un  rinconcito 
del  mundo,  echar  de  casa,  des- 
terrar, dar  de  mano,  despedir, 
despachar,  decir  a  esotra  puerta, 
andad  coa  Dios,  arrinconar, 
mandar  a  la  soledad,  apartar  del 
Irá  jago  común,  encarcelar  tras 
la.  rejilla,  enviar  a  pacer,  alejar 
del  trato,  meter  en  el  abrigo  de, 
ojear,    desviar,    volver  el    rostro, 


)aosijuear.  arentar,  apartar,  ais- 
lar, retiñir. 

Releso,  sa,  adj.  ^luy  tonto, 
muA'  necio. —  Es  compuesto  de 
re  y  de  leso  (véanse  estas  dos 
voces)  y  ú.  m.  entre  el  pueblo. 

Relevar,  a.  Dos  veces  apa- 
rece este  V.  en  La  Celestina  usa- 
do como  irregular:  "La  mucha 
razón  me  relieva  de  culpa;  Su- 
jeción me  relieva  de  culpa;" 
mas,  como  el  común  de  los  au- 
tores no  ha  admitido  e-sta  irre- 
gularidad, ni  la  reconoce  tam- 
poco ningima  gramática,  bien 
podemos  considerar  este  como 
un  uso  anticuado.  Don  Lorenzo 
Elízaga  en  Los  Diez  mil  verbos 
castellanos  quiso  salvar  la  difi- 
cultad haciendo  dos  verbos:  uno 
regular  (relevar),  y  otro  regu- 
lar también,  pero  anticuado  (re- 
lievar).  No  hay  necesidad  de 
esta  distinción:  es  un  .-•olo  v., 
que  antes  se  conjugaba  siguien- 
do al  s.  relieve,  y  aim  al  adj. 
Heve  por  leve;  hasta  el  simple 
llevar  fué  antiguamente  levar  y 
se  conjugaba  lievo,  lievus.  Heve. 

Relicario,  m.  En  castellano 
significa:  "lugar  donde  e.stán 
guardadas  las  reliquias;  caja 
preciosa  para  custodiar  reli- 
quias." En  Chile  hacemos  más 
general  la  2.^  acep.,  pues  llama- 
mos relicario  toda  caja  o  bolsa 
pequeña,  aunque  no  tenga  na- 
da de  precioso,  que  contiene 
una  o  más  reliquias;  y  en  len- 
guaje fig.  llamamos  relicario  to- 
do objeto  precioso  que  sobresale 
en  belleza  o  aseo:  en  castellano, 
alhaja. 

Relieve,  m.  Véa=e  Bajo  re- 
lieve.— Medio  relieve  o  media 
tabla. —  Poner    de  relieve     o  en 


G8 


REL 


REL 


relieve  una  cosa:  dígase  realzar- 
la, relevarla,  exaltarla  o  engran- 
decerla. Véase  PoxER.  Es  bien 
dicho  obra  de  relieve,  figura  o 
¡Diagen  de  relieve,  hacer  de  re- 
lieve una  cosa,  porque  relieve  e.s 
la  'iabor  o  figura  que  resalta 
.-oljre  el  plano,"  y  en  estas  ex- 
presiones &stá  tomado  en  su 
sentido  j)ropio;  lo  que  no  está 
avitorizado  es  el  sentido  fig.  de 
las  mismas. 

Religioso,  s,\,  ad.j.  y  ú.  t.  c. 
,-.  "'(Jue  ha  tomado  hábito  en 
ima  orden  religio.sa  regular." 
Tal  es  la  definición  ¡n-opia  y 
canónica  de  esta  acep. ;  pero  vul- 
garmente se  llama  religioso  a 
todo  sacerdote,  regular  y  secu- 
lar,  y  religiom,  a  toda  mujer 
que  viste  hábito  religioso,  aun- 
que no  jjertenezca  a  orden  regu- 
lar sino  a  .simple  congregación, 
Y  tiene  razón  el  vulgo,  porque 
no  puede  el  meterse  en  tan  hon- 
das teologías  de  distinguir  la 
orden  de  la  congregación  y  de 
discernir  a  tantos  religiosos  que 
usan  simple  sotana  como  los  sa- 
cerdotes seculares.  En  Chile  e-s 
corriente  que  el  pueblo  llame 
rrligioxo  a  todo  sacerdote,  y  re- 
ligiosa a  toda  hermana  de  votos 
simples,  y  aun  a  las  terceras  que 
vislcn  hábito  completo.  De  lo 
primero  nos  dieron  ejemplo  los 
clásicos,  con  Cervantes  a  la  ca- 
beza. ''i)c.-¿los  tales  digo  que  de- 
bía de  .ser  el  grave  religioso  que 
con  los  duques  salió,"  (Quijote, 
p.  II,  c.  XXXI),  Y  era  un  ca- 
nónigo;  y  religioso  lo  llama  cu 
\arias  (Masidues  más,  Virucs  da 
lamf)i(''n  el  nombre  de  religioso 
;il  ermitaño  (iaríii,  en  su  y)oema 
l\l Monserrate   (cautos   I    v   111). 


Relinchada,  f.  Relincho  y 
relinchido  (voz  del  caballo)  ad- 
mite el  Dice. ;  Pereda  usó  relin- 
chada, que  bien  puede  admitir- 
se como  fam, :  "En  cuanto  co- 
lumbró la  casa  de  la  mocetona, 
echó  una  relinchada  de  las  más 
resonante.*,"    (La  Puchera,  Ilí). 

Reloj,  m.  Reloj  de  repeti- 
ción. Le  da  el  Dice,  la  acep.  rec- 
ta solamente;  "el  que  re|)¡te  o 
¡»uc  le  repetir  las  horas."  La  lig. 
(persona  que  repite  lo  que  oye) 
la  reclamaba  ya  en  su  tiempo 
(187;})  iábarbi  (Florilegio) ;  en 
Chile  es  también  corriente  y 
merece  tener  cabida  en  el  Icxk-o. 
La  voz  piada,  ("expresión  de 
uno  parecida  a  la  que  otro  pue- 
de usar:  Salvador  tiene  muchas 
piachis  de  su  maestro")  no  pue- 
de, aunque  parecida,  reemplazar 
a  aquella  loe.  Más  se  le  asemeja 
esta  fr,  que  leemos  en  Caballe- 
ro i'^A^s  un  mono  de  imitación: 
dícese  de  las  personas  que  reme- 
dan, imitan  o  repiten  palahraf!, 
actos,  g&stos,  etc,  de  otro  indi- 
viduo," Cejador  dice  como  nos- 
oti'os:  "Reloj  de  repetición,  la 
persona  que  repite  muchas  ve- 
ces lo  mismo  o  lo  que  ove," 
(Tomo  A  E  I  O  U.  pág,  94);  y 
Montoto:  "Ser  reloj  de  repeti- 
ción: díce.se  de  la  persona  <iue 
de  ordinario  repite  en  .sus  con- 
versaciones lo  que  ha  oído  a 
otras."  (Vn  pn<¡uetc  de  curias, 
]>ág.  ól), —  Reloj-pulsera.  Reloj 
nuiy  pequeño  (jiie  llevan  las 
<la.mns  ])endicnto  de  la  pulsera 
o  atado  a  ella,  Ivdla  tanibicn  en 
el  Dice. — Como  un  reloj:  loe, 
(|ue  ai)lica!iios  nosotros  a  la  jior- 
.«ona  muy  junitual,  que  hace  las 
cosas  con  la  exactilml  con  que  el 


REL 


RELL 


(Í9 


reloj  marca  la.s  horaí.  El  Dice, 
sólo  trae:  Estar  uno  -fmn  un 
reloj:  "estar  bien  dispuCvSto,  coii 
los  'minore.'!  bien  equilibrados; 
estar  sano  y  á,"'il-"  Pero  en  Ca- 
ballero hallamos  una  loo.  más 
parecida  a  la  nuestra:  "Es  más 
fijo  que  un  reloj:  familiarmen- 
te se  dice  de  lo  exacto,  fijo,  pun- 
tual." También  .suele  oírse  la 
loe.  Como  un  reloj  en  el  mismo 
.'entido  que  la  e.«pañola  Limpio 
como  una  patena  o  más  lim^pio 
ijuc  una  patena:  nuiy  aseado  y 
j)ulci'o. —  El  pueblo  pronuncia 
reló,  y  no  faltan  quienes  digan 
en  pl.  reloses. 

Relojero,  m.  Hatero  o  ladrón 
de  relojes.  Ú.  más  en  la  jerga 
de  los  criminales. 

Eelumbroso,  sa,  adj.  Que. 
relumbra,  reluciente.  Lo  usan 
en  Chile  todas  las  cla.-es  socia- 
le.«.  "Cuyo  color  pdel  té]  parece 
nitis  rubiecito  siempre  que  se 
gu.sta  al  rededor  de  una  mesa 
rclum  brosu."  (.Totabeche,  El 
(hrrotero  de  la  veta  de  los  Tres 
portezuelos).  Así  también  en 
iléjico  y  en  Colombia,  y  segura- 
mente en  las  demás  naciones 
sudamericanas.  Pero,  para  su 
admisión,  ciémosle  al  Dice,  nic- 
jores  autoridades: 

^;Pues  el  niancchete  hermoso 
Que  de  alas  y  plumas  lleno 
El  cielo  volvió  sereno 
Y  ma's  que  el  sol  relumbroso ? 

(Tirso,  La  vida  rfc  Heroths,  1, 12.") 

La  luna 
Al  encumbraflo  sol  dio  tal  encuentro, 
Que  el  que  antes  era  claro  y  relumbroso 
Se  vido  negro,  oscuro  y  tenebroso. 


¡Que'cosa  tan  relumbrosa, 
Que  polida,  que'  lozana! 
.lamas  se  ha  visto  tal  cosa; 
Pare'ceme  ser  la  diosa 
Que  entre  nos  llaman  Diana 

(Timoneda,  Filomena,  esc.  IIT) 

Aquella  corona  tan  resplandeciente 
De  estrellas  compuesta  e  tan  7elumbr>jsa, 
Tengo  por  obra  ser  maravillosa 
E  sobre  mi  seso  está  transcendente. 

(Pedro  de  Colunga,  siglo  XV,  n  .1.  Álearez 
Je  nilasamihw). 

El  Padre  Mir  defiende  también 
est«  vocablo  con  la  autoridad 
del  Pbro.  Francisco  Hernández 
Blasco,  1588.'  (Rebusco  de  voces 
castizas). 

Rellamak.  a.  ^'olvcr  a  lla- 
mar. No  ajíarece  en  el  Dice,  y 
lo  usó  Vela  Manzano  eu  su  co- 
media Ijurlesca  Casarse  por  go- 
losina. II  refranes  a  trompón 
(jorn.  II)  : 

¡Que'!  ^;Pens;íis  que  os  engañamos? 
Pues  bien,  puede  ser  que  vuelva 
A  rellamunws  mi  padre. 
Si  no  vamos  con  pereza. 


(Sbarbi.  R./r 


•S¡)(lñ:!l.    t.  IX,  p.i'g.  .i8). 


(Blasco,    Cn¡¡ 
pág  88). 


/•'•</.,   .0, -1.  En  Cejador,  t.   L, 


Relleno,  xa,  adj.  "Muy  lle- 
no."—  Toilo-:  dicen  en  Chile 
pavo  rellenn,  are  rellena,  capón 
relleno,  (/allina.  rellena,  cuando 
e.«tas  aves  se  prei)aran  y  sirven 
llenas  de  carne  ¡licada  u  otros 
ingredientes.  ¿.V.<  bien  dicho 
esto?  Sí,  porque  el  v.  rellenar, 
del  cual  puede  considerar.se  re- 
lleno como  participio  irrcgmlar. 
tiene  esta  misma  acep. :  "llenar 
de  carne  ])icada  u  otro.«  ingre- 
dientes un  :i\e  u  otra  co-^a." 
Taniinén    puc  le  ilccii-.-^e    r<l/(  no 


70 


REM 


REM 


de  pavo,  de  gallina,  de  capón, 
porque  el  s.  relleno  significa: 
■'picadillo  sazonado  de  carne, 
hierbas  u  otros  manjares,  con 
que  .se  rellenan  tripas,  aves,  hor- 
talizas, etc."   Véase  Rebozado. 

Remachar,  a.  Tratándose  de 
clavos,  suele  confundirse  en  Chi- 
le con  redoblar.  Para  evitar  con- 
fusión, véase  el  significado  de 
ambos.  Remachar:  "machacar 
la  punta  o  cabeza  del  clavo  ya 
clavado,  para  mayor  firmeza." 
Redoblar:  "volver  la  punta  del 
clavo  o  cosa  semejante  hacia  lu 
parte  opuesta."  Esto  segundo 
fué,  según  escribe  Sor  María  de 
Agreda,  lo  que  hicieron  con  las 
clavos  de  la  cruz  de  Cristo:  "Pa- 
ra que  los  clavos  no  soltaren  al 
divino  cuerpo,  arbitraron  los 
ministros  de  la  justicia  redo- 
blirlos  por  la  parte  que  traspa- 
saban el  sagrado  madero.  .  .Los 
ministros  redoblaron  las  puntas 
de  los  clavos."  (Mística  Ciudad. 
1.  VI,  c.  XXII,  n.o  1386).  Tén- 
gale presente  que  remachar  es 
compuesto  de  machar,  que  sig- 
nifica lo  mismo  que  macha^ai. 
Roblar,  del  latín  roborare,  for- 
tificar, es  el  V.  que  abarca  el 
significado  de  redoblar  y  de  re- 
machar, pues  el  Dice,  lo  define: 
"doblar  o  remachar  una  pieza 
di?  hierro  para  que  esté  nnis 
firme;  como  el  clavo,  etc." 
— Tandjién  se  confunde  en 
Cliile  con  rematar  en  la  acep.  do 
"acabaí-  o  finalizar  una  cosa." 
"^'oy  a  remachar  este  ne.gocio.  " 
■ — Ucmaihar  «/íf>  el  clava.  El 
.'•ignificado  de  c.^la  fr.  es:  "aña- 
dir a  un  error  otro  mayor,  (pie- 
riendo  eninendar  el  desacierto," 
y  nó  el   general  que  .-e  ¡c  da   en 


Chile,  de  acción,  lance,  que  re- 
mata o  finaliza  una  situación, 
abruma  o  inutiliza  a  uno.  .Jota- 
beche,  de-^pués  de  enumerar  las 
disculpas  para  no  pagar  el  es- 
cote de  un  l)aile,  termina:  "Y 
para  remachar  el  clavo,  en  todas 
las  tertulias  .^e  las  ajustan  a  los 
comisionados."  (El  es})iritn  de 
■ntscripción) .  Dígase  por  remate, 
por  contera,  por  fin,  por  último. 

Remache,  m.  "Acción  o  efec- 
to de  remachar,"  decía  solamen- 
te la  13.»  edición  del  Dice;  la 
14."  le  agregó  como  2.»  acep. 
"roblón,"  es  decir,  "clavija  de 
hierro  o  de  otro  metal  dulce  con 
cabeza  en  un  extremo,  y,  que 
después  de  pasada  ]nn-  los  tala- 
dros de  las  piezas  que  ha  de  ase- 
gurar, se  remacha  en  caliente 
hasta  formar  otra  cabeza  en  el 
e.xtremo  opuesto."  Desde  muy 
antiguo  se  usaba  en  Chile  esta 
acep. — La  que  no  puede  justifi- 
carse es  la  de  "grapa,"  (juc  tam- 
bién suele  d:'irsele.  A'éasc  Gram- 
pa. 

Remadluo,  ka,  adj.  Muy  ma- 
duro. Es  corriente  en  Chile  en 
todas  las  aceps.  de  "maduro" 
Creemos  que  debe  aceptarlo  ei 
Dice,  como  tantos  compuestos  de 
/•(■  que  tienen  significado  de  su- 
]>crlativo.  ^'éa-se  Re. 

RE>rALi>,  LA,  adj.  Muy  malo. 
"No  quiero  decir  que  nu  os  mal 
hecho....  sino  que  es  malo  y 
rcmahi."  (La  ¡'¡cara  Jii.ttina,  1. 
11,  p.  lil.  Clip.  il.  S  -1).  ^^We 
He. 

Remanga,  t'.  "I>'1  ¡icz  cayó  en 
la  remanga."  (Vn  diario  cliilc- 
no).  ICs  el  castellano  manija  en 
sus  aceps.  de  "red  que  se  arroja 
extendida  al  agua,  v,  tirando    ii 


REM 


REM 


su  tiempo  de  unas  cuerdas,  se 
cierra,  cogiendo  dentro  la  pesca; 
red  de  forma  cónica  que  se  man- 
tiene abierta  con  un  aro  que  le 
sirve  de  boca."  Sin  duda  que  por 
las  muchas  aceps.  que  tiene  la 
voz  manga  se  inventó  este  com- 
puesto: pero  no  es  de  uso  gene- 
ral. 

Remanso,  sa,  adj.  Tratándose 
de  corriente  de  agua,  muy 
manso,  reposado.  No  lo  acepta 
el  Dice,  sino  solamente  como  s. 
m.:  '"detención  o  suspensión  de 
la  corriente  del  agua  o  de  un 
líquido;  fig.,  flema,  pachorra, 
lentitud." 

Remarcable,  adj.  Notable, 
conspicuo,  insigne,  eminente,  se- 
ñalado. Es  el  francés  remarqua- 
hle,  del  cual  ya  en  su  tiempo  se 
burlaba  el  Padre  Isla:  "Observo 
que  te  ha  cogido  algo  de  repente 
el  término  remarcable:  no  lo 
extraño;  que  a  mí  también  me 
sucedió  lo  mismo  la  primera  vez 
que  le  oí;  pero  ya  están  los  oídos 
y  los  ojos  hechos  a  él,  que  se 
me  hace  muy  reparable  cual- 
quiera cosa  notable  que  no  se 
llame  remarcable."  (Frav  Ge- 
rxndio,  1.  V,  c.  II).  Por  eso  se- 
ría que  al  mismo  autor  se  le  en- 
capó después  en  el  c.  IX  del 
mismo  libro.  El  P.  Feijóo  decía 
también  en  su  Teatro  crítico: 
"A  infinitos  españoles  oigo  usar 
de  la  voz  remarcable . . .  Esta 
voz  francesa  no  significa  más 
ni  menos  que  la  ca.stellana  7io- 
tuhlc:  así  como  la  voz  remarque, 
de  donde  viene  remarcable,  no 
significa  más  ni  menos  que  la 
(•a.<tellana  nota,  de  donde  viene 
votabíe.  Teniendo  pues  la  voz 
castellana    la    misma    significa- 


ción que  la  francesa,  y  siendo, 
I>or  otra  parte,  más  breve  y  de 
pronunciación  menos  áspera, 
¿no  es  extravagancia  usar  de  la 
extranjera,  dejando  la  propia?" 
— Si  no  se  admite  el  adj.,  menos 
podrá  admitirse  el  v.  remarcar, 
notar,  reparar,  advertir,  en  fran- 
cés remarquer,  que  también  ha 
sido  usado  por  algTino  de  los  au- 
tores que,  como  la  avutarda  de 
la  fábula,  empollan  voces  de 
todas  las  lenguas. 

Rematar,  a.  Tratándose  de 
caljallos,  hacer  la  farad-a  en  fir- 
me: '"la  del  caballo  que,  refrena- 
do en  lo  más  violento  de  su  ca- 
rrera, se  contiene  de  pronto  y 
queda  como  clavado  en  aquel 
mismo  punto." —  En  el  foro  y 
en  el  comercio  chileno  rematar 
significa  vender  una  cosa  en 
subasta,  pública  o  privada,  ad- 
judicándola al  mejor  postor,  y 
también,  adquirirla  de  esta  ma- . 
ñera,  "Mañana  se  rematará  la 
biblioteca  de  N.  N. ;  Rematé  esta. 
casa  en  cien  mil  pesos,"  Tal  es 
el  lenguaje  corriente,  como  su- 
cede también  con  alquilar  y 
arrendar,  que  significan  dar  y 
tomar  en  alquiler  o  en  arriendo. 
Nuestros  códigos,  para  evitar  la 
ambigüedad  que  resultaría  de 
las  dos  aceps.  de  rcmaíar,  rehu- 
yen generalmente  su  emjileo  y 
usan  las  expresiones  "Vender  en 
remate,"  "poner  a  remate," 
"])rocederse  a  remate  o  a  nuevo 
remate."  I^a  forma  pasiva  ,se  usa 
con  más  libertad:  "El  precio  de 
los  Ijienes  que  se  rematen  deberá 
])iigarse  de  contado."  (Cod.  de 
Prored.  civil).  "Las  minas  que 
deben  rematarse  por  falta  de  pa- 
go de  la  patente,"  se  lee  en  una 


REM 


REM 


ícnlcaciíi  de  la  Corte  Suprema 
del  año  1906.  La  definición  del 
Dice,  es  mucho  mtis  restringida: 
"hacer  remate  en  la  venta  o 
arrendamiento  de  una  cosa,  en 
juicio  o  públicamente."  Vean  loá 
jurisconsultos  chilenos  cómo 
co:nponcrselas  con  el  Dice. —  De 
la  acep.  forense  y  comercial  se 
ha  formado  otra  para  los  cole- 
gies: disputar  el  premio  en  las 
clases  por  medio  de  preguntas  y 
respuestas.  Unas  veces  se  usa 
como  a.,  llevando  por  comple- 
mento directo  la  materia  sobre 
la  cual  se  di.*puta  (Te  remato 
la  lección,  todas  las  partes  de  la 
Gramática),  y  otras  vece--  se  usa 
c.  11.  (Rematemos  en  Geografía, 
Te  remato  en  Aritmética).  Dí- 
gase disputar  o  drsapor.  Para 
todas  estas  aceps.  téngase  pre- 
sente el  significado  etimológico 
del  V..  que  es  "acabar  o  finali- 
zar." porque  e-s  compuesto  de  re 
y  matar.  Así  se  explica  el  régi- 
men con  en  que  en  la  acep. 
forense  le  da  Escriche  cuando 
dice  que  "los  bienes  se  rcinnt<in 
en  el  mejor  postor,"  es  decir, 
acaban  o  nmeren  en  él. 

Remate,  m.  Entre  colegiales 
o  o«ludiantes.  acción  o  efecto  de 
rematar,  en  la  acep.  chilena  de 
c-tc.  V.  Dííca.-o  ccrlfiinrri,  disputa, 
(Jrsofio,  juitta. —  Como  termino 
forense  define  el  Dice,  a  remate: 
"adjudicación  que  se  hace  de 
los  bienes  que  se  venden  en  sub- 
asta o  ahnonoda  al  coniprailor 
de  mejor  puja  y  condi<-i('in." 
Según  esto.  i)nl)laríamos  mal  en 
Cliilc,  |)ucs  llamamos  remate, 
lió  la  adjudicación,  sino  la  s\i.li- 
astfi.  II  .^uttnsliiñón  (venia  ]iú- 
blica  de  bienes  o  alhaja-  que  se 


hace  al  mejor  postor,  y  regular- 
mente por  mandato  y  con  in- 
tervención de  un  juez  u  otra 
autoridad).  Sin  embargo,  en  la 
fr.  Citar  de  (o  para)  remate  ha- 
bla el  Dice,  como  nosotros,  pues 
la  define:  "notificar  al  deudor 
ejecutado  el  remate  que  se  va  a 
hacer  de  sus  bienes."  Es  claro 
que  no  se  le  notifica  la  adjn-di- 
eación  de  los  bienes,  que  toda- 
vía no  se  ha  hecho,  sinolas»/»- 
asta  de  ellas,  a  fin  de  que  el 
citado  arbitre  los  medios  nece- 
sarios para  que  el  acto  se  efec- 
túe en  forma  conveniente  a  sus 
derechos.  Advirtamos  también, 
en  cuanto  a  esta  fr..  que  entre 
nosotros  no  es  lo  mismo  Citar 
de  remote  que  Citar  para  revta- 
te.  La  citación  de  rem<ite,  hoy 
su|>rimida  ]ior  la  ley  de  procedi- 
miento, se  hacía,  como  dice  el 
Dice.,  al  deudor  ejecutado;  la 
citación  para,  remate  se  hace 
aun  a  los  terceros  que  pueden 
tener  interés  en  el  acto,  como 
son  los  acreedores  hipotecarios 
o  prendarios,  cuyos  derechos  rs- 
tan  afectos  a  la  cosa  que  .«e  va  a 
leiuatar. —  Remate  voluntario. 
lín  nuestro  foro  no  e-^,  como 
cree  el  común  de  la  gente,  el 
que  se  hace  sin  intervención  <1p 
juez  y  sólo  por  voluntad  del 
vendedor,  sino  el  que  se  verifica 
]i()r  mandato  de  juez  en  los 
asiuitos  de  juri.^dicción  volunm- 
ria  o  im  contenciosa. —  Al  re 
mate,  ni.  adv.  tomado  del  anti- 
cuado A  remate,  hoy  ¡)r  rema- 
li  :  "ab-olutaiiiente.  sin  reme- 
dio." •■l'ulano  c-tá  loi-o  al  re 
mate." 

K'i;mi:(i;h.  a,  y   r.   Si'  (onjutia 
regularmente     como    el     sinqilc 


REM 


REM 


73 


mecer:  remezo,  remeza;  y  no 
remezco,  remezca,  como  .-^e  les 
escapa  a  algunos. 

Remediador,  ra,  ni.  y  f.  Que 
remedia  o  ataja  un  daño.  El 
Dice,  lo  califica  de  adj.,  sin 
agregar  siquiera  el  Ú.  t.  c.  s.. 
que  es  propio  de  todos  o  casi 
todas  los  vocablos  en  dor.  Nun- 
ca lo  hemos  visto  nosotros  usado 
como  adj.,  sino  solamente  como 
s.  "¿Tú  muerto  por  mi  i'emedio 
y  yo  olvidado  de  vii  remedia- 
dor?" (Ángeles,  Vergel  espiri- 
tual. 1.  I,  c.  X,  §  II).  "Volveré 
en  un  instante  a  contar  mis 
cuitas  como  a  remediador  de  to- 
das las  del  mundo."  (Quijote, 
p.  II,  c.  XLVIII).  "Y  para  que 
cuanto  más  claro  conociésemos 
la  grandeza  de  la  dolencia,  tan- 
to mejor  entendiésemos  lo  que 
debíamos  a  aquel  excelentísimo 
remediador."  (Granada,  nim- 
bólo, p.  III,  trat.  I.  c.  II,  §  n^) 
.  .  .  "Pidiéndole  gracia  y  reme- 
dio para  todas  nue.stras  necesi- 
dades, como  a  verdadero  reme- 
diador de  todos  las  males." 
(Ibid.,  trat.  TI,  c.  \).  Un  siglo 
antes  había  dicho  -Jorge  Manri- 
que: 

Raiie<í¡'nlor  de  mis  quejas. 
Ko  te  tardes,  ven  tenipruno. 

(A  (<n  mensajff}   qiw  etiviriba  a  .■■«  amiga). 

Y  el  )ioeta  Ta])ia.  del  mismo  si- 
glo X\'^,  cantó  también  por  su 
parte : 


Porque  lo^  males  do  amíir 
Son  tan  malns  de  sfpfrir. 
Que  no  los  puedo  encobrir, 
Ni  hallo  nmi.,Iia,hr 
Para  fiodcrlos  decir. 


— Para  el  f.  tenemos  la  autori- 
dad de  Sor  María  de  .Tesú.s  de 
Agreda:  "Invocando  a  .lesús  y  a 
su  Madre  que  la  goliernaba.  ex- 
piró la  feliz  doncella  en  manos 
de  su  remediadora."  (Mística 
rh'da-1,  1.  VII,  c.  X.  n.°  lfi7). 
"Su  devoción  y  de.-eos  de  ver  a 
su  remediadora  y  serle  agrade- 
cido, le  solicitaban  para  mayo- 
res demostraciones  y  rendimien- 
to."  (Ibid..  c.  XVl",  n."  318). 

Remedio,  m.  Santo  remedio, 
loe.  fig. :  arbitrio,  medio  o  me- 
dida eficaz  y  terminante  que  se 
emplea  para  el  logro  de  algún 
fin.  Falta  en  el  Dice. — Hacerle 
el  remedio  a  an  animal,  fr.  fig. 
y  fam.:  castrarlo.  Se  usa  en  Chi- 
le por  eufemismo. — Ni  para  re- 
vi edio,  loe.  en  que  abreviamos 
las  frases  españolas  No  haber  o 
No  tener  ni  para  un  remedio: 
"carecer  absolutamente  de  to- 
do."— Ser  el  remedio  peor  que 
la  enfermedad,  fr.  fig.  que 
también  hace  falta  en  el  Dice. 
Significa  que  el  arbiti'io  o  re- 
curso que  se  emplea  para  conse- 
guir un  fin,  es  contraproducen- 
te. V.  t.  con  otros  verbos,  como 
resultar,  salir.  "Viniendo,  por 
ende,  a  resultar  el  remedio  peor 
que  la  enfermedad.''  (Sbarbi, 
Una  relación  inconveniente  en 
el  Quijote   de  Avellaneda). 

Remezón,  m.  Acción  o  efec- 
to de  remecer.  "Dale  un  reme- 
zón a  ese  ciruelo.'' — 1"'erremoto. 
-sacudimiento.  movimiento  o 
conmoción  de  la  tierra,  pero 
siempre  l^reves.  Esta  acej).  es  do 
uso  general  en  Chile,  en  el  Pe- 
rú, llenador  y  Coloml)ia,  y  .se- 
guramente en  otras  naciones 
americanas,  donde  tan   frecuen- 


74 


REM 


REM 


tes  son  estos  fenómenos  natura- 
les; }',  como  la  voz  está  bien 
formada  del  v.  remecer,  puede 
acogerla  el  Dice,  como  amcrica- 
nismo,  en  ambas  aceps. 

Remigia,  f.  Remera.  "N'case 
Rectriz. 

Remilgue,  iii.  Dígase  remil- 
go: '"acción  o  ademán  de  remil- 
garse." Remilgarse  es  "repulir- 
se y  hacer  ademanes  y  gestos 
con  el  ro.stro.  Díce-^^e  comun- 
mente de  las  nnijeres." 

Rémington,  m.  Fusil  fabri- 
cado por  la  casa  de  este  nombre. 
— f.  Carabina  fabricada  jior  la 
misma. — Ambos  se  usan  en  Chi- 
le, pero  no  creemos  que  merez- 
can entrar  en  el  Dice. 

Remisor,  ra,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Que  remite.  Falta  esta  voz  en  el 
Dice,  aunque  nos  dé  a  remiten- 
te con  el  mismo  significado. 

Remitido,  m.  Voz  de  uso  co- 
rriente en  el  lenguaje  periodís- 
tico, en  España  y  América,  ]^e- 
ro  que  todavía  no  ha  sido  ad- 
mitida ])or  el  Dice,  aunque 
cuenta  con  la  autoridad  del  que 
fué  Secretario  |)crpetuo  de  la 
.\cademia,  D.  Manuel  IJrelón  de 
los  I lerreros : 

Veamos  los  remiliilot. 

Efcte ¡Tres  plicgus   cuniplidns. 

(/>!  reilaceión  ilc  itn  ¡icriinlico). 

Los  que  tengan  escriqnilo  de 
iLsar  esta  voz  pueden  contcntíir- 
se  con  comunica.ilo.  m.  (escrito 
que,  en  cau.sa  propia  y  lirmado 
l)or  uiui  I)  más  jicrsonas,  se  diri- 
ge a  uno  o  a  varios  jieriódicos 
para  (pie  lo  ])ul)iiquen).  Inacr- 
ción  es  más  genérico.  Siirllo  es 
"cualquiera    de    los  escritos    in- 


sertos en  un  periódico  que  no 
tienen  la  extensión  ni  la  imiior- 
tancia  de  los  artículos  ni  son 
meras  gacetillas." 

Remodernado,  da,  ad.j.  "'El 
te.xto  de  la  novela  es  el  mismo 
que  .-e  halla  remodernado  en  el 
Inventario  de  Villegas."  ((.Ja- 
llardo.  Biblioteca,  t.  I,  col.  357). 
Ni  en  la  forma  de  adj.  ni  de  v. 
(remodernar)  aparece  en  el 
Dice.  .Vlu)ra  .-e  dice  en  todas 
partes  mudernizur,  que  todavía 
no  estii  admitido  en  el  léxico. 

Remojada,  f.  fam.  Acción  de 
reuKtjar  o  cm])apar  en  agua  una 
cosa;  en  castellano,  rcmujo. 

Remojar,  a.,  fig.  y  fam.  Ck;- 
lebrar  un  remojo  con  ocasión  de 
un  estreno.  "Remojar  una  cosa, 
un  mueble,  un  traje.'  El  v.  es 
menos  usado  que  el  s.  VA  equi- 
valente castizo  es  e-^frcnar  en  la 
acep.  que  el  Dice-,  da  por  anti- 
cuada: "regalar,  galardonar,  dar 
estrenas." 

Remojo,  m.,  fig.  y  fam.  Pro- 
¡lina  que  se  da,  en  señal  de  ale- 
gría, cuando  ¡«c  estrena  alguna 
cosa  o  se  celebra  algún  buen 
suceso.  En  castellano  tenemos 
estrena  (dádiva,  alhaja  o  jire- 
sente  que  se  da  en  señal  y  de- 
mostración de  gusto,  felicidad  o 
lieneficio  reciijido).  pmpini  (co- 
lación o  aga.'íajo  que  se  repartía 
entre  los  concurrentes  a  luia 
junta,  y  que  despué;;  f^c  redujo 
a  dinero),  patente,  f.  (comida  o 
refreisco  que  hacen  pagar  imr 
estilo  los  más  antiguo-;  ¡d  (pie 
entra  de  nuevo  en  un  eiiqileo  u 
ocupación),  alborixinc  o  rubra 
(agasajo  que  hace  el  comprador 
o  el  vendedor,  o  ambos,  a  lo-- 
(|ue   inici'vienen   cu   una   venta). 


REM 


REM 


yiuy  antigua  es  esta  co.ítuml>re, 
como  vimos  en  el  art.  Kermesse, 
donde  dijimos  que  la  practica- 
ban los  judíos,  los  griegos  y  los 
romanos.  Rodrigo  Caro  habla 
también  de  unas  fiestas  llama- 
das lustraciones,  que  para  estos 
casos  celebraban  los  romanos. 
"Las  lustraciones  particulares, 
dice,  cada  uno  las  podía  hacer 
a  su  voluntad  cuando  edificaba 
la  casa,  estrenaba  el  lecho,  abría 
la  puerta  de  su  casa  o  tienda, 
como  ahora  lo  suelen  hacer  que- 
mando romero."  (Días  geniales, 
dial.  IV,  §  IV).— Bebida  o  co- 
mida con  que  se  celebra  im  su- 
ceso fausto;  dígase  cuchipanda, 
gaudeainus. — El  origen  de  es- 
tas aceps.  chilenas  de  remojo 
no  puede  ser  otro  que  el  fin  pa- 
ra que  se  pide  y  .se  da  esta  pro- 
pina: para  remojar  la  boca  o  la 
garganta,  ya  sea  con  el  mismo 
licor  que  en  esto.s  casos  se  dis- 
tribuye, ya  con  el  que  se  com- 
pre con  la  propina  que  se  reci- 
be. En  castellano  es  corriente  la 
fr.  remojar  la  palabra,  beber  vi- 
no; y  la  voz  misma  propina  vie- 
ne del  V.  griego  y  latino  propi- 
no, invitar  o  dar  a  beber,  a>í  co- 
mo el  francés  pourboire,  propi- 
na, significa  literalmente  "para 
lieber." —  Remojo  .«e  usa  (.  en 
Colombia  como  en  Cliile. 

lÍEMOLCADOR,    RA,      adj.      "QuC 

sirve  ])ara  remolcar.  Aplicado  a 
embarcaciones,  ú.  t.  c.  s.  m." 
Admitido  ]>or  |iriiricra  vez  en  la 
14."  edición   del  Dice. 

Remoledor,  ra,  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  Que  remuele,  en  la  i'iltima 
acep.  que  damos  a  este  v. ;  en 
castellano,  jaranero,  ra,  de  vida 
airada   o  alegre,  amigo  de  fran- 


cachelas; y,  según  los  casos,    vi- 
cioso, ebrio. 

Remoler.  En  ca.stellano  es  a. 
y  significa  "moler  mucho  una 
cosa."  En  chileno  y  conforme 
a  este  significado  se  llama  re- 
moler dar  a  la  mies  tendida  en 
la  era  segunda  trilla  o  pisoteo. 
en  las  trillas  que  se  hacen  con 
yeguas.  Esta  acción  .se  ejecuta 
después  que  se  ha  molido  (o 
chancado)  por  primera  vez  toda 
la  mies  del  montón  y  exten- 
diéndola desde  las  orillas  de  la 
era  hacia  el  centro. —  Remoler 
llaman  también,  en  muchas 
provincias,  revolver  el  caballo. 
Fuera  de  revolver  (volver  el  ji- 
nete al  calmllo  en  poco  ten-eno 
y  con  rapidez) ,  hay  en  castella- 
no caracolear,  n.  (hacer  el  caba- 
llo caracoles,  o  sea,  \aieltas  y 
torneos,  corriendo  o  despacio, 
según  convenga)  y  trabajar 
(ejercitar  y  amaestrar  el  caba- 
llo).—  Pero  la  acep.  más  chi- 
lena, porque  es  sumamente  usa- 
da y  general  en  todo  Chile, 
es  la  de  andar  de  parranda, 
de  holgorio,  jaranear,  correrla 
(andar  en  diver.siones  o  en 
lances  peligrosos  o  ilícitos,  es- 
jiecialmente  si  es  a  deshora 
de  la  noche).  El  remoler  del 
liueblo  va  siempre  ací)m])añado 
de  la  borrachera,  y  algunas  ve- 
ces de  canto,  baile  }'  sus  conse- 
cuencias. Generalmente  es  má.s 
que  la  zamljra  morisca  y  fiestas 
similares  de  España  y  coTuiiara- 
ble  con  la  orgía  o  con  la  Ijacanal. 
I, a  copla  vulgar 

Vünios  remoliendo,  hijitos. 
(Jup  ol  infierno  se  ha  vuelto  :ign:i, 
T.os  íliiibloR  se  h.Tn  vuelto  pejes 
Y  los  condeniíflos  tntínat:. 


70 


REM 


REM 


(la  lina  idea  de  cómo  y  en  qué 
canlirlad  corre  el  licor  en  las  re- 
moliendas popnlare.s. — -El  ori- 
nen de  e-4a  acep.  del  v.,  que  en 
ella  es  invariablemente  n.,  es  el 
remolón  castellano  (flojo,  pe- 
sado y  que  huye  nialiciosamcnte 
del  trabajo).  Puesto  el  hombre 
en  estado  de  remolón;  está  pre- 
parado para  lo  demás,  como 
que  la  ])ereza  es  madre  de  todos 
los  vicios;  y  unas  veces  para 
comi)oner  el  cuerpo,  como  di- 
cen. otra.s  i)ara  disipar  el  aliurri- 
niiento,  y  otras  iior  condescen- 
der con  un  amigo,  acepta  cele- 
brar a  Baco  o  a  los  otros  dioses 
y  diadas  del  jiaganismo.  Está 
tan  encarnado  &<t€  v.  en  las 
costvimbres  chilenas,  que  será 
imposible  reemj)lazarlo  por  al- 
guno de  los  castizos  equivalen- 
te.s. — Rara  vez  .«e  usa  como  a., 
y  es  cuando  significa  ga.st«r  o 
perder  cu  remolienda.  ''Pedro 
recibió  su  herencia  v  ln  remolió 
tilde    CU    i>iiciis    día-." 

Remolienda,  f.  Accii'm  de 
remoler  la  mies  cu  la  era.  ^'éa.■ie 
Remoler,  1."  acep. —  Parranda, 
jaraiui.  zambra.  A'éa.^e  Remoler, 
;?.*  acep.,  del  cual  se  deriva. 
"Tvlegaron  |  al  t'uiidn|  y  arma- 
ron una  remolienda  <|ue  se  re- 
Jiitió  varios  días.  I'l  cuidador 
amonestó  a  bis  jóvenes  y  éstos 
lo  a|)alearon."  (In  diario  de 
Concepción). 

Remoi,ivic.\h,  n.  y  r.  Ks  igual 
a  re.moUniir  y  nrremoUnarse 
en  estas  dos  aceps. :  "hacer  o 
formar  remolinos  una  rosn; 
amontonarse  o  apiñar.sc  desor- 
dpna<lumeutc  las  gentes."  Rc- 
nifiUnear.  como  a.,  significa 
t.'Uiibién:     "movíM-    ima    cosa    al 


rededor  en  forma  de  remolino." 
Remolino,  m.  No  se  llama 
así,  sino  molinete,  el  "juguete 
de  niños  que  consiste  en  una 
varilla  en  cuya  punta  hay  dos 
palitos  puestos  en  cruz,  con 
unos  papeles  ])egados  por  una 
de  las  e.xtremidades.  que  giran 
movidos  por  el  viento." —  Tam- 
bién .-^e  llama  inulinete  la  "rue- 
decilla  con  aspas,  generalmente 
de  hoja  de  lata,  que  se  pone  en 
las  vidrieras  de  una  habitación 
]iara  que  se  renueve  el  aire  de 
ésta." 

Remontoir,  m.  A'oz  francesa 
que  se  pronuncia  rentont'xir  o 
remonfiinr  y  significa,  comn  tér- 
mino de  relojeríi .  un  mecanis- 
mo que  en  los  relojes  de  liolsillo 
estíl  colocado  en  alto  (remonta- 
do) y  reemplaza  a  la  llave.  En 
España  y  América  .«c  usa  ahora 
e.^ta  voz  para  designar  el  reloj 
que  tiene  este  mecanismo. 
"¡  Ojo  al  remontoir,  ojo  al  por- 
tamonedas!" escribió  la  Conde- 
sa do  Pardo  Hazán  i>ara  ])oner 
011  guarilia  a  sus  lectores  contra 
los  rateros.  ".V  fin  de  evitar  el 
empleo  de  la  llave  i>ara  dar 
cuerda  al  reloj....  so  emplean 
disposiciones  llamadas  remon- 
tuar,  (lue  varían  segvín  el  fal)ri- 
cauto."  (I)icc.  Enrichip.  ¡lis-pií- 
vn-Anierle.)  Dos  inconvenientes 
graves  hay  en  este  uso:  1."  que 
en  la  lengua  original  remontoir 
no  significa  reloj,  sino  llave  c- 
jiocial  de  ciertos  reloje.<;  ¡mr  lo 
cual  los  franceses,  para  nombrar 
estos  relojes,  no  dicen  reioon- 
toir,  sino  montrc  '''  rrmoiilolr: 
2."  que  la  voz.  por  su  forma,  no 
se  acomoda  al  castellano,  cu  ol 
cuid    mueho   mejor   poílomos   do- 


REM 


REN 


i-ir  reloj  de  remonte  o  remontu- 
clo. 

Removedor,  i; a,  m.  y  i.  Que 
remueve.  Hace  falta  en  el  Dice, 
e.-te  voeablo. 

Removid.v,  f.  Aeeión  o  efecto 
(le  remover.  No  lo  da  el  Dice, 
pero  ;-e  lee  eu  el  CahaUero  ven- 
turoso de  Juan  Valladares,  t.  II, 
piíg.  342 :  "Eu  mitad  de  los  tra- 
bajos referido.--',  del  repentino 
pesar  que  tomó  el  Holitario  por 
la  removida  del  lugar,  cayó 
luego  enfermo."' 

ReMOZADURA,  f.,         REMUDA- 

MIENTO, m.  Acción  o  efecto  de 
remozar  o  remozarse.  Ninguno 
de  lo.s  dos  nos  da  el  Dice,  y  el 
uso  clama  por  ambos. 

Remplazar,  remplazo.  Reem- 
plnziir,  reemplazo.  Véa.-^e  Reem- 
plazante. 

Rempx'jar,  a.  No  es,  como 
creen  algunos,  mal  usado  por 
empujar,  sino  que  es  exacta- 
mente lo  mismo,  salvo  que  en  el 
Dice,  tiene  la  nota  de  fam. 

Rempuje,  m.  Funda  de  cue- 
ro o  de  otra  materia  que  .«e  po- 
ne en  el  pulgar  para  empujar 
la  aguja  sin  que  se  lastime  el 
dedo  al  coser  sacos  u  objetos 
análogos.  El  nombre  castizo  es 
dedil,  aunque  su  significado  es 
má.-í  general,  porque  se  hace 
también  para  todos  o  cada  uno 
de  los  dedos.  Nuestro  rempuje 
es  como  un  ded(d  de  cuero  o  de 
genero  grueso.  En  Marina  se 
llama  rempujo  un  "disco  plano, 
estriado  en  dos  direcciones,  y 
que  aplican  los  veleros  a  la  pal- 
ma de  la  mano  para  empujar  la 
aguja  cuando  cosen  la';  vela.s." 
(Dice,  14.»  edición).  No  hay 
duda  que  de  esta  acep.  náutica, 


que  por  primera  vez  acoge  el 
Dice,  se  formó  nuestro  chile- 
nismo. 

Rempijón,  m.  Decimos  do 
este  s.  lo  mismo  que  del  v. — ■ 
Rempujo,  m.  fam.,  es  "fuerza  o 
resistencia  que  se  hace  con  cual- 
quier cosa." 

Remuda,  f..  o  kemcdamien- 
TC>,  ni.  Acción  o  efecto  de  re- 
mudarse.— El  par  de  muías, 
caballos  o  bueyes  con  que  -^e 
releva  el  i>ar  que  trabaja,  no  se 
llama  remuda,  como  dicen  en 
Chile,  sino  revezo,  m. — Remu- 
da significa  también  muda  o 
"conjunto  de  ropa  que  .se  muda 
de  una  vez,  y  se  toma  regular- 
mente por  la  ropa  blanca." 

Remy,  n.  pr.  m.  Es  el  nom- 
bre francés  de  Remigio,  en  lar 
tín  Remigias.  No  faltan  tra- 
ductores de  tres  al  cuarto  que 
en  castellano  escril)en  Remy, 
Remí  o  Rem.is. 

Renacentista,  coni.  Autor 
o  escritor  de  la  época  del  rena- 
cimiento. Lo  mismo  que  rena- 
ciente, 2.^  acep. — Como  adj.. 
pei'teneciente  o  relativo  al  rena- 
cimiento.— En  ambas  aceps.  es- 
peramos que  lo  ha  de  acoger  el 
futuro  Dice,  porque  está  bien 
formado  y  lo  usan  todos  los  mo- 
dernos. 

Renaciente,  adj.,  part.  de 
renacer.  Que  renace.  "El  rena- 
ciente recuerdo  de  las  antiguas, 
gloriosas  e  independientes  repú- 
blicas." (.luán  Valera,  Üe  la  re- 
volución en  Italia,  III). — Autor 
o  e.scritor  de  la  época  del  renaci- 
miento.— En  ambas  aceps.,  que 
son  de  uso  corriente  en  todas 
])arlcs,   debe  admitirlo  el   Dice 

Rendez-vous,  m.  Voz  frailee- 


REN 


REN 


ía  que  se  pronuin-ia  ratuUrú  y 
significa  sitio  o  lugar  para  el 
cual  se  cita  a  una  o  más  perso- 
nas; o  más  breve,  lugar  de  cita. 
Literalmente  significa:  encamí- 
nate o  encaminaos.  En  el  Estc- 
banillo  González  (c.  XI)  lee- 
mos: "Te  hacen  todos  rendi- 
bú," que  es  la  misma  voz  de  que 
trftkimos.  "Los  clásicos  servían.se 
de  ella,  dice  el  P.  Mir,  ])ara 
mostrar  obsequio,  cortesía,  sa- 
ludo respetuoso,  ademán  reve- 
rente, agasajo  cariñoso,  aunque 
no  fuera  ése  el  significado  fran- 
cés al  pie  de  la  letra,  porque  le 
interpretaban  ello.s  a  su  talante, 
según  aquella  regla  dada  por 
Quevedo:  '"Francos  hablarás  en 
diciendo  bú,  como  niño  que  ha- 
ce el  coco."  Ahora  no  habría 
para  qué  admitirla  en  ninguna 
acep.,  como  en  realidad  no  la 
admite  el  Dice. 

Rendida,  f.  Suerte  del  juego 
do  las  bolas  (de  la  argolla)  que 
consiste  en  pegarle  un  jugador 
que  está  en  la  ]iarte  inferior  de 
la  cancha  tan  fuertemente  a 
una  bola  que  está  en  la  parte 
superior,  que,  estrellándola  en 
la  calvecerá,  la  haga  retroceder  y 
caer  en  la  raya.  Esta  jugada  va- 
le dos  puntos.  E\  nombre  se  de- 
riva de  rendir.  A'éase  más  ade- 
lante.— No  aparece  este  vocablo 
en  el  Dice.  El  P.  Mir,  con  dos 
autoridades  clásicas,  lo  reclama 
en  la  acep.  de  parte  del  tiempo 
nocturno  en  que  el  centinela 
deja  de  velar,  rennvdándose. 
f  íliliiisri)  de  roces  casliv's). — 
Echarle  uno  la  rendida  a  otro, 
fr.  (ig.  y  fani..  tomada  del  mis- 
mo juego  de  las  bolas:  dc-satar.-^e 
en  insultos  contra  él. 


1;k\i>ii)ok,  ra.  adj.  Que  rin- 
de, que  da  fruto  o  utilidad. 
"Trigo  rendidor,  tierra  rendido- 
ra."  Falta  esta  voz  en  el  Dice. — 
Como  s.  f.,  rendidora,  e.<  igual  a 
cundidora  (Echar  la).  Véase 
CuxDiDOR.  "No  hará  sino  bar- 
bar, barbar,  como  .sastre  en  vís- 
peras de  pascuas,"  dijo  Cervan- 
tes. (Quijote,  p.  II,  c.  IV).  No 
aparece  este  v.  en  el  Dice,  de  la 
Academia,  pero  sí  en  el  Tesoro 
de  Covarrubia.-=,  que  lo  define: 
"hacer  la  cosa  muy  de  priesa, 
como  barbar  la  plana  el  mucha- 
cho, cuando  cscri'oe  de  priesa  y 
mal." 

Kexi)IJ.\,  f.  "Hendclura,  ra- 
ja o  abertura  larga  y  más  o  me- 
nos angosta,  que  se  produce  na- 
turalmente en  cualquier  cuerpo 
sólido,  como  pared,  tabla,  etc., 
y  a  veces  le  atraviesa  de  parte  a 
píute."  No  sabemos  por  (jué  le 
hacen  asco  a  este  vocablo,  como 
.si  fuera  incorrecto,  algunos  chi- 
lenos, cuando  é.^ta  es  la  forma 
corriente  y  admitida  en  el  Dice 
de  tal  manera  que  en  rehendija, 
que  es  la  etimológica,  cita  éste 
a  rendija.  Gracián  y  algunos 
otros  escriijieron  rendrija,  qui- 
zás por  influencia  de  e.icondrijo 
o  por  el  ant.  hendrija.  Así  que 
hendija,  con  que  so  quiero  co- 
rregir rendija,  no  existo  en  el 
Dice. 

Rendir,  a.  En  el  juego  do  las 
bolas  (/(/  af(/iill(i)  se  llama  ren- 
dir una  bola  echarla  a  la  raya 
después  (le  halierla  estrellado  en 
el  frente. —  Rendir  examen. 
¿E-i  castiza  estji  fr.  la!  co- 
mo la  u.samos  on  (^liilo?  Nos  pa- 
rece que  nó.  Rendir  examen  e.«. 
entre    nosotros,  sometor.-o  mío  a 


REN 


REN 


79 


las  i)i-uebas  que  quieran  liacer 
de  su  idoneidad  en  la  ciencia  o 
arle  en  que  pretende  ser  aprjba- 
do.  Ahora  bien,  ¿entra  esta  idea 
en  alguna  de  las  aceps.  de  retí' 
dirf  La  que  más  se  acerca  es  la 
que  dice:  "junto  con  algunos 
nombre^,  toma  la  significación 
del  que  se  le  añade:  rendir  gra- 
cias, agradecer;  rendir  obse- 
quios, ohsequiar."  Segain  e,'<to, 
rendir  examen  sería  examinar, 
pero  nó  ser  examinado,  que  es 
lo  que  queremos  significar  nos- 
otras. El  error  de  la  fr.  proviene 
del  falso  significado  que  se  da 
al  s.  examen,  tomándolo  por  la 
materia  estudiada  por  el  exa- 
minando; y  por  eso  dice  éste 
que  rinde  (o  somete)  esta  mate- 
ria al  juicio  de  los  examinado-, 
res,  como  se  rinden  cuentas, 
pruebas,  homenajes,  obsequios, 
y  así  como  los  militares  rinden 
su  espada,  su  bandera.  Mas, 
como  examen  no  significa  la 
materia  que  ha  estudiado  el 
examinando,  sino  la  indagación 
o  prueba  que  se  va  a  hacer 
acerca  de  su  competencia  en  esa 
materia,  no  puede  entonces  de- 
cir que  rinde  ni  que  da  examen, 
sino  que  se  sujeta  o  somete  a 
examen,  o  que  se  expone  a  exa- 
men, según  la  fr.  clásica.  Com- 
párese también  Rendir  examen 
con  las  frases  francesas  Rendre 
v¡»te,  Rendre  réponse,  Rendrc 
raison,  Rendre  témoignage, 
Rendre  un  arrét,  une  sentence, 
Compte  rendu,  y  se  verá  que  ese 
rendir  más  se  parece  al  rendre 
francés  que  al  rendir  castellano. 
Rene,  n.  pr.  m.  Los  franceses, 
que  a  su  V.  renaitre,  renacer,  le 
dan   como  participio  reñí',   renée. 


forman  también  así  el  nomljre 
propio ;  pero  los  españoles,  que 
tienen  má.s  respeto  a  esta  clase 
de  nombres,  no  dicen  Renacido, 
como  pudieran  haberlo  hecho, 
sino  que  conservan  la  forma  la- 
tina Renato,  como  lo  hicieron 
con  Nonato  y  con  los  adjs.  nato 
c  innato.  Renatus  se  llamó  en 
latín  un  obispo  mártir  de  An- 
gers,  y  Renato  ha  seguido  di- 
ciendo el  español.  "Dijeron  tam- 
Ijién  que  en  una  de  las  ermitas 
servía  de  ermitaño  un  caballero 
principal,  francés,  llamado  Re- 
nato," escribió  Cervantes  en  el 
Persiles  (1.  II,  c.  XVIII),  y 
Renato  se  ha  llamado  .siempre 
en  España  al  célehre  Renato  de 
Anjou.  Sólo  la  ignorancia  de  los 
traductores  pudo  llamar  en  cas- 
tellano "Átala  y  Rene"  la  no- 
vela de  Chateaubriand,  ignoran- 
cia (jue  alcanzó  también  a  Doña 
Gertrudis  Gómez  de  Avellaneda, 
como  se  lo  ha  publicado  el  Se- 
cretario de  la  Academia  Espa- 
ñola :  "Es  particular  que  la  Ave- 
llaneda mantuviese  en  e='ta  obra 
\La  Hija  del  rey  Rene]  los 
nombre.s  franceses  de  Rene  y 
Yolanda,  pues  harto  sabía  que 
en  castellano  son  Renato  y  Vio- 
lante." (Emilio  Cotarelo,  Estu- 
dio bibliográfico).  Compadece- 
mos a  los  hombres  de  hablí  cíis- 
tellana  que  por  error  o  capricho 
de  sus  padres  o  padrinos  recibie- 
ron en  la  pila  el  nombre  de 
Rene  y  con  él  han  seguido  fir- 
mándose; siguiendo  este  criterio, 
])odrían  ponerse  también  los 
nombres  de  Antoine,  Barthéle- 
wnj.  Charles,  Dominique,  Etien- 
ve.  Franrois,  Gidllaume,  Henri, 
Jales,    Lovrent,  Michel,    Fierre, 


80 


REN 


REN 


Reiiiy,  etc.,  etc.  Varios  ii.iiubreí 
hay  en  c:istellano  que  han  con- 
servado su  forma  hitiua  a  seme- 
janza de  Renato;  por  ejeuiitio, 
Fortunato,  Donato,  Liberato, 
Adeodato,  Honorato,  llumina- 
to,  Optato,  Restituto,  Redenta; 
no  creemas  que  a  nadie,  por 
mucho  que  ame  la  litera- 
tura francesa,  se  le  haya 
ocurrido  decir  en  castellano 
Fortuné,  Donné,  Délivré,  Dieu- 
donnat,  Honoré,  Illuminé,  Op- 
té, Restitué,  Rédimée,  y. 
sin  embargo,  dicen  Rene.  Bc- 
ncdictus,  que  es  jjarticipio  pasi- 
vo de  bencdicere,  dio  en  caste- 
llano Benedicto  y  el  sincopado 
Benito,  sin  que  se  les  ocurriei'a 
a  los  españoles  decir,  como  los 
franceses.  Benoit,  que  se  pro- 
nuncia Benoá.  Algunos  nom- 
bres romanos  a>imilados  a  los 
participios,  como  Cincinnatus 
(crespo  o  rizado),  I'ractextatm 
(vestido  con  la  toga  pretexta), 
Torquatus  (que  lleva  collar), 
Viriatus  (forzudo),  TacUns  (ca- 
llado), Quadratus  (cuadrado), 
híui  conservado  en  Ciu4cllano  la 
forma  latina,  pues  de<-im<)s  ('¡u- 
cinato,  Prctextuto,  Torciiato,  ]'¡- 
riato.    Tácito,   Cuudrato. 

Rkxegóx,  x.\,  adj.  fam.  y  i'i. 
t.  c.  .s.  "Que  reniega  con  fre- 
cuencia." Admitido  desde  la 
13."  edición  del  Dice.  Renega- 
dor, ra,  es  el  "que  rcniegw,  blas- 
fema o  jura  frecuentcme.ite.  Ü. 
t.  c.  s." 

IIeneohiki),  da.  adj.  (Jue  es 
de  color  muy  negro.  Más  correc- 
to sería  renegro,  aunque  no  apa- 
rezca en  el  Dice,  ¡¡ero  dcl)ida- 
mente  formado.  Véase  Kií.  Kxis- 
te    tamliit'n    el  v.  ren<'gnin;    n., 


que  significa  "negrear,"  con 
sentido  e^-^forzado,  y  puede  con 
su  participio  .-jervir  para  el  caso: 
no  así  denegrir,,  denegrecer  ni 
ennegrecer,  que  sólo  signilican 
"teñir  -de  negro,  poner  negro." 
Solemos  también  dar  a  renegri- 
do, contrariando  su  etimología, 
el  significado  suave  de  e.*tos  úl- 
timos verbos,  o  el  más  suave  to- 
davía de  quemado,  retostado,  o 
el  simple  tostado  (como  se  lla- 
mó al  fecundísimo  Obispo  de 
Ávila  Don  Alonso  de  Madri- 
gal), especialmente  cuando  lo 
aplicamos  al  rostro  o  cuerpo 
humanos. — Este  vocablo  es  de 
uso  antiguo  en  España.  La  cita 
primera  que  tenemos  e.<  del 
Entremés  d^l  Burlón,  de  la 
.  "Flor  de  entremeses,"  Madrid, 
1B57,  e  incluido  en  la  colección 
de  Cotarelo. 

Pues  ¿no  me  he  de  quejar,  si  ya  me  tienes 
A  pellizcos  la  carne  rencgrula! 

dice  el  Dotor  al  Burlón.  "Poner 
a  alguno  como  un  trajjo,  o  como 
un  renegrido  trapo.""  (Sbarbi, 
Florilegio,  art.  TuAi'o).  "¿Quién 
negará  (jue  bis  probabilidades 
de  é.xito  que  tiene  siempre  la 
actriz  más  renegrida  sobre  una 
nuijer  modesta,  por  blanca  y 
fresca  que  .sea,  no  rcconocan 
otro  origen  que  la  vanidad'?" 
(Manuel  Silvela,  ]'ariaeione» 
fácilrx).  "Muros  renegrid^iif," 
dijo  \'icente  Pereda  en  ]'iejo 
poema,  p.  11,  n.°  III,  y  Federico 
Halart    en    su    ]>oesía    Consulta: 


1  toinii  lie  mi  lirlm  (r 
e»  lie  mi  vi.lu. 


CoiivoíHic'  ■ 
lj]i8  nieiiiürias  int'joreH 
FiintasniuM  que  en  la  txiolie  rtntitruti 
Vienen  a  c<<n9olui'  uii  amargo  hililíu. 


REN 


REN 


81 


Se  iiíii  tanibii-n  en  los  dialectos 
vulgares  de  Salamanca  y  de 
León,  como  lo  aseguran  los  que 
de  ello=  han  escrito,  y  en  Méjico. 
Colombia,  etc.  Por  todo  esto  de- 
be el  Dice,  aceptar  va  este  voca- 
blo. 

Rengar,  a.  y  r.  Dígase  <Ie- 
ii-engar,  a.:  "descaderar,  lasti- 
mar gravemente  el  espinazo  o 
los  lomos  de  una  persona  o  de 
un  animal;  a.  y  r.,  torcer,  in- 
clinar a  un  lado  más  que  a 
otro."  En  el  lenguaje  vulgar  de 
Salamanca  (España)  se  usa 
rengar  como  entre  uosotr\<. — • 
El  s.  correspondiente  es  derren- 
(fadura. 

Rexglóx,  m.  Malamente  se 
u.«a  aquí  por  línea,  raija  o  rin- 
glero (cada  una  de  las  línea-  del 
pa¡)el  pautado  o  rayado  para  es- 
cribir). El  verdadero  significado 
de  renglón  es:  ".serie  de  pala- 
bras o  caracteres  escritos  o  im- 
presos en  línea  recta."' — De  aquí 
ha  provenido  también  otra  acep. 
que  dan  a  esta  voz  los  comer- 
ciante.* haciéndola  sinónima  de 
artículo  de  comercio,  por  cuan- 
to cada  artículo  ocupa  en  sus 
libros  ima  línea  o  forma  renglón 
aparte ;  aunque,  bien  pensado,  no 
habría  en  este  caso  más  que  una 
simple  metonimia,  pues  se  to- 
ma el  signo  por  la  cosa  significa- 
da. "Renglón  importantísimo 
fol  de  los  guantes]  que  más 
tarde  ha  producido  muchos  ren- 
glones en  la  suma  de  las  banca- 
rrotas de  la  ari.stocracia."  (An- 
tonio Flores).  Así  escribió  tam- 
bién Pereda:  "Valiérales  má.s  a 
algunos  pagar  a  menudo  las 
cuentas;  que  a  fe  cjue  Ins  hay 
con  más  renglones  que  Ins  leta- 

Dicc.  de  Chil..  t.  V. 


nías  de  los  Santos."  (El  sabor 
de  la  tierruca,  XI).  Estos  ren- 
glones de  cuentas  .son  muy  se- 
mejauteí!  a  los  de  las  facturas 
comerciales. —  ,1  renglón  .^c- 
guido,  loe.  fig.  y  fam.  que  falta 
en  el  Dice,  y  significa:  a  conti- 
nuación, de.sijués,  inmediata- 
mente. La  trae  Caballero. — Ví- 
a.so  Reglóx. 

Rexgo,  ua,  adj.  "Cojo  por  le- 
sión de  las  caderas."  En  Plspaña 
dicen  también  renco,  ra. — Vnits 
cojos  ¡I  otros  rengos,  fr.  tlg.  y 
fam.  con  que  significamos  que 
todos  los  individuos  de  quienes 
se  trata  adolecen  de  alguna  en- 
fermedad, achaque  o  aje.  "¿Có- 
mo está  la  familia?  Así,  así, 
unos  cojos  y  otros  rengos.  — 
Zorro  rengo.  Véase  Zorro. 

REyGtE.\E,  n.  Andar  conin 
rengo,  meneándose  a  un  lado  y 
otro.  Así  se  dice  en  Chile,  eu  Co- 
lombia y  .seguramente  en  todas 
partes,  porque  derivamos  el  v. 
del  adj.  rengo.  Los  españoles  lo 
derivan  de  renco,  que  es  la  for- 
ma primitiva  de  rengo,  y  jior 
eso  dicen  renquear.  Dense  pues 
al  V.  las  formas  que  ya  tiene  e\ 
adj.,  y  todos  quedaremos  en  paz 
y  contentos. 

Renguera,  f.  Accidente  o  do- 
lencia del  rengo  o  renco.  Se  usa 
t.  en  Colombia  y  está  tan  bien 
formado  como  cojera,  ceguera, 
chochera.,  flojera,  papera,  ron- 
quera, dentera,  sordera.  No  le 
conocemos  equivalente  castizo ; 
derrengadura,  tiene  el  significado 
activo  propio  de  derrengar,  y  nó 
el  pasivo  que  lleva  en  sí  ren- 
guera. 

Rkxoval,  m.  "Terreno  po- 
blado de  renuevos."  Es  voz  u.«a- 

6 


«2 


REN 


REN 


da  por  los  naturalista.*  chilenos 
y  que  acaba  de  admitir  por  pri- 
mera vez  la  14/  edición  del 
Dice.  Falta  la  etimología,  que  es 
la  partícula  re  y  el  s.  noval,  que 
todavía  sigue  en  el  Dice,  como 
adj.  solamente.  Véase  Calven  en 
el  Apéndice  del  I.'  t. 

Renquecha,  f.  En  Chiloé,  ce- 
niza que  está  en  el  fundo  del 
fogón.  Parece  que  el  segundo 
elemento  de  la  palabra,  quecha, 
no  fuera  extraño  al  araucano 
cuthal,  el  fuego.  (Cavada).  Nn 
.-^ólo  no  es  extraño,  sino  que  c.-^ 
su  verdadera  etimología,  como 
se  ve  en  la  otra  forma,  rinque- 
tral,  que  de  esta  misma  voz  trae 
el  propio  autor.  Compuesta  de 
ruge,  cosa  gruesa,  o  rur,  como  lo 
escribe  el  Febrés-Astraldi.  y  do 
eñthaJ,  fuego,  ésta  sería  la  for- 
ma primitiva  y  riquecha  sería 
la  abreviada  y  más  fam. 

Rentabilidad  f.  Calidad  o 
aptitud  de  producir  o  dar  rentíi. 
No  ha  faltado  quien  lo  use;  pe- 
ro, antes  de  imitar  a  ese  tal, 
proferiríamos  las  i>erífra.«is  o 
circuiiloquios  más  kilométricos. 
— Rentóse^  sa  (nc  rentable),  es 
el  adj.  castellano  que  significa: 
"que  i)roduce  o  da  renta." 

Re\t.\do,  da,  parí,  del  v.  ren- 
fnr.  Significando  este  v.  "produ- 
cir o  rendir  beneficio  o  utilidad 
annalment^.^  una  co.-<a,"  como  lo 
define  el  Dice,  es  evidente  que 
no  puede  decirse  empleo  l)ie}i  o 
riud  rentado,  clase  xí»// rentada 
sino  que  debe  corregirle  datadn. 
¡uu/atlo,  retrilnild»,  rouunerado, 
segéni  la«!  <'asos,  porque  no  es  el 
empleo  ni  la  ilasc  lo  (jue  jirodu- 
ce  la  ren(<i. 


Rentista,  com.  '"Persona  que 
tiene  conocimiento  o  pníctica  en 
materias  de  hacienda  piiblica. — 
Pereona  que  recibe  renta  proce- 
dente de  papel  del  Estado. — 
Persona  que  posee  una  [¿y  si 
son  dos  o  más?J  renta,  cualquie- 
ra que  sea  su  procedencia."  Fué 
admitido  desde  la  lo."  edición 
del  Dice.  Véase  Financiero. 

lÍEXUEVO,  m.  "Vastago  que 
echa  el  árbol  después  de  podado 
(1  cortado."  Ésle  es  el  significado 
propio;  en  Chile,  además  de  és- 
te, le  damos  el  de  resalvo  (vá.*- 
tago  que  al  rozar  un  monte  se 
deja  en  cada  mata  como  el  me- 
jor i)ara  formar  un  árbol)  y  el 
de  pimpollo  (vastago  o  tallo 
nuevo  de  las  plantas).  Brote, 
"pimpollo  ©renuevo  que  empie- 
za a  desarrollar.<e,''  abarca  al 
renuevo  y  al  pimpollo.  Véase 
Desbrotar. 

Ukni  NCA.  adv.  de  tien\po. 
Aiuiienta  y  encarece  el  signifi- 
cado de  nunca.  Es  de  uso  co- 
rriente en  el  lenguaje  fam.  chi- 
leno: no  aparece  en  el  Dice,  ]w- 
ro  es  conocido  y  usado  <le  los 
c.-])añoles.  "Prepóne.^c  la  sílaba 
re  para  dar  más  fuerza:  Nunca 
y  renunca  lo  haré."  (Gonzalo 
Correas,  Arte  grande  de  In  len- 
gua cast.,  §  Adverbios  de  ne- 
gar). Véase  Re. 

RExrxriA,  RENixciArióx  o 
REN'iN'riAMTENTO.  Iguales  eu 
significado  los  considera  el  Dice. 
— Reituncio  es:  "falta  que  se 
cometo  renunciando  en  algunos 
juegos  de  naijies. —  Fig.  y  fam., 
mentira  o  contradicción  en  (lue 
,«e  coge  a  uno." 

Renintiar.  De  a.  lo  califica 
solamente  ol  Dice,  v  la  (iramá- 


REO 


REP 


Ik-a  le  da  como  ivginien  la,-?  pre- 
posiciones a  y  en:  ■"renunciar  a 
un  proyecto;  algo  en  favor  de 
otro."  Y  ¿no  decimos  también 
que  se  renuncia  de  su  derecho:'' 
"La  da  palabra  que,  si  éste  re- 
nunciaba de  su  derecho,  él  la 
desposaría."  (Scío,  Rut,  III,  10, 
nota).  "Renunciar  a,  de  un 
proyecto.  Lo  primero  es  mucho 
más  usado  que  lo  segundo,"  di- 
ce Sahá  en  su  Gramática. 

Renúnculo,  renuncio,  m.  Fer- 
inas vulgares  del  culto  y  castizo 
ranúnculo. 

Rexvi.vk,  a.  A'olver  a  enviar. 
■'La  madre  me  envió  esta  carta 
abierta:  leídola  he  y  renvíola  u 
V.  ]\.  con  otra  que  me  escribe 
a  mí  Fr.  Nicolás  Doria."  (Sta. 
Teresa,  postdata  de  la  Coria 
('C('V).  Ño  trae  el  Dice,  este  v. 
ni  en  esta  forma  ni  en  la  más 
exacta  reenviar. 

Reo^o.  El  Dice,  sólo  conoce 
la  fr.  Mirar  de  reojo.  Gracián 
formó  graciosamente  el  s.  reojo 
con  el  prefijo  re:  "Para  poder 
vivir,  es  menester  armarse  un 
hombre  de  pies  a  cabeza,  nó  de 
ojetes,  sino  de  ojazos  muj'  di.-- 
piertos:  ojos  en  las  orejas,  para 
de.«cubrir  tanta  fal.sed«\d  y  men- 
tira; ojos  en  la.s  manos,  para  ver 
lo  que  da,  y  mucho  más  lo  que 
toma ;  ojos  en  los  brazos,  para 
no  aljarcar  mucho  y  apretar  po- 
co. .  .  ;  ojos,  y  más  ojos,  y  reo- 
jos."  (El  Criticón). 

Reordenar,  a.  \'olvcr  a  orde- 
nar. Xo  lo  acepta  el  Dice,  ni 
tiene  en  su  favor  autores  de 
primera   ni  de  segunda  cla-e. 

REOKG.\XIZAnOU,     R.\,     111.    y     f. 

Que    reorganiza.     Falta     en     el 


Dice,  como  faltó  taiubién  el 
siiiqile  organizador,  ra. 

Reparthiónt,  rep.\rti>.íiex- 
T<\  REPARTO.  Acción  O  efccto  de 
repartir. 

Repartidor,  m.  En  las  lám- 
paras belgas  de  petróleo,  [ñeza 
de  metal  que  consta  de  un  pie 
por  el  cual  se  embute  en  otras 
y  de  un  disco  o  especie  de  som- 
brero en  el  otro  extremo.  Se  co- 
loca en  el  mechero  o  quemador 
y  sirve  para  rejiartir  (de  ahí  el 
nombre),  o  mejor,  para  aumen- 
tar la  luz.  No  trae  el  Dice,  este 
\'ocabIo. 

Repatriante,  m.  El  que 
vuelve  o  torna  a  su  patria.  A.  í 
lo  usó  .Juan  de  Mena  en  su  poe- 
.-ía  Claro   eaciiro: 


Xancí  e.i  Argú,  íjueit:c¡.i,  Hipetnie<tu 
Se  vi(i  lealt  id  ser  tanto  constante, 
Ni  en  l'ene'ope,  la  viuda  modesta, 
Ulixes  de  Troya  no  reiwtrionte. 


Puede  considerarse  como  parti- 
cipio de  presente  de  repatriar  co- 
mo r. —  Fuera  de  repatriante, 
debe  admitir  el  Dice,  a  repatria- 
dor,  ra.  adj.  y  s.,  que  repatria. 

Repavimentar,  a.  Volver  a  pa- 
vimentar o  solar,  renovar  el  pa- 
vimento. Lo  han  u.'^ado  nuestros 
diarios,  y,  aunque  bien  formado, 
no  lo  trae  el,  Dice.  Véa.'^e  Re. 

Repechada,  f.  Acción  o  efec- 
to de  repechar.  Aunque  necesa- 
rio y  bien  formado,  no  registra 
el  Dice,  este  s.  que  tan  usado  es 
entre  nosotros.  Parece  digno  de 
admitirse,  pues  a-icensión  y  su- 
bida, como  genéricos  que  .«on, 
no  bastan.  Hay  s.  repecho  (enas- 
ta bas-tante  pendiente  y  no  lar- 
ga) y  m.  adv.  A  repecho  (cuesta 


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REP 


REP 


arriluí,  con  ^uljida). —  Taiiiljióii 
darnos  a  repechada  el  misino 
sifíiiiticado  de  repecha,  lo  que 
no  debe  aceptarse. 

Repelarse,  r.  fig.  Sentir  ]iesar 
de  una  cosa,  arrepentirse,  y  es- 
pecialmente cuando  se  manifies- 
ta me.sándo.<e  el  cabello  o  las 
barbas.  Es  v.  antiguo  y  niux' 
usado  en  Chile,  formado  del 
repelar  castellano,  cuya  primera 
acep.  es:  "tirar  del  pelo  o  arran- 
carlo," que  es  lo  que  hacen  nui- 
chos  cuando  sienten  un  gran  pe- 
sar, una  cólera,  una  desespera- 
ción, etc.  "De  nuevo  sintió  el 
genovés  su  ocupación,  y  estaba 
que  se  pelaba  las  barbas  de  pe- 
sar." (A.  de  Castillo  Solórzano, 
Las  Harpías  en  Madrid,  estafa 
II).  "Estaba...  Checol  de  Ásco- 
H  muy  triste  y  pelándose  las 
barbas.''  (Quevedo,  Liis  zahúr- 
das de  Pintón). 

El  mozo  mató  a  los  c1o3, 
Kl  viejo  mató  a  los  cuatro; 
í*or  uno  que  se  les  fuera 
I^tf  barban  ee  rail  petatillo. 


(r,, 


r.i.lrl  fnl.  .XXXIIl). 


"Messar  las  lidrlxia:  ari'cpi'iilir- 
se."  (T.  A.  Sánchez,  J'ue.vas 
eiist.  ant.  al  siglo  XV).  "Pelarse 
(o  tirarse)  ano  ¡as  barbas:  ma- 
nifestar con  ailemanes  grande 
ira  y  enojo."  (Dice.) 


Ili'niejja  <le  bí  misino  y  ilc  su  estrcllii; 
Abatido  (lesput's.  gime,  suspira; 
/li/.i'iirr  lar  barbar,  rcMiijie  en  llanto. 

(Bell.'.  Orlamln  vilamora,U>.  <-.  II). 


Por  esta  úitiiii;!  cita  <o  ve  que  lo 
Úliidí    ipic   li:i    lucilo    el     (liijono 


ha  sido  quitarle  al  v.  repelar  el 
complementí)  "las  barbas,"  "el 
pelo,"  porque  es  más  delicado 
y  culto  no  nombrar  e.~as  cosas. 
(Véanse  Fijar  e  Hixr.\u).  Por 
eso  nos  contentamos  con  decir: 
"Me  repelo  yo  de  no  hal)erle  da- 
do alcance  al  ladrón  :  Se  repe- 
laba .'^an  Pedro  de  haber  negado 
a  su  ilaestro.  '  El  régimen  «'on 
de  .-e  explica  por  la  .■semejanza 
de  significado  con  apesararse, 
ape.mdwm  orarse,  arrepen  tirse, 
pesarle  a  uno. 

Rei'Elexte,  adj.  Que  repele, 
en  la  acep.  de  "arrojar,  lanzar  o 
echar  de  .sí  una  co:^x  con  impul- 
so o  violencia."  Esta  sola  acep. 
le  da  el  Dice. ;  de  manera  (]ue  la 
fig.  de  cargante,  iijipertincnte. 
antipático,  que  le  dan  algunos, 
uo  es  castiza.  "¡  Qué  homltre  tan 
repelente !  Y  más  repelente  aún 
es  su  convei-sación!" —  Los  co- 
lombianos usan  además  el  .*. 
repelencia. 

Repente  (De  un),  m.  ndv. 
Quílese  el  un,  que  no  tiene  \'<ov 
qué  intercalarse,  y  díga-c  (/-  ;•<- 
P'ute.  \'éase  Pkoxt(k  "internar 
de  un  repente  al  inmigra<lo  al 
l'<indo  de  un  desierto...,  es  ti- 
rarle a  matar."  (Pérez  Rosales, 
Recuerdos  del  pasado,  c.  XXI). 
Otros  le  agregan  otra  albarda 
más,  diciendo  De  un  de  repente. 

KEricRcrsivo,  va,  adj.  Lo  ad- 
mite el  Dice,  como  término  de 
Medicina  .«olamenfe  (dú-ese  del 
medicamento  que  tiene  virtud 
y  eficacia  de  rei>ercutir,  esto  es, 
de  rechazar,  repeler  o  hacer  que 
un  humor  retroceda  o  reliuya 
hacia  atrás)  y  .se  omiten  las 
accps.  más  generales  corre-i>on- 
diciiles    a   las    dos  primeras    del 


REP 


REP 


85 


V.  npercutir.  He  aquí  una  Ijre- 
ve  autoridad  para  la  2.",  sinó- 
nima de  reverberar: 

Bien  que  en  rayos  talvez  repeycu:<hos, 
La  bastarda  vislumbre  dispendía 
Por  rescate  de  presos  arreboles 
Luciente  copia  de  acerados  soles. 

(E.  Gerardo  Lobo,  Sitio  ataque  t/  reiulició»  i/e 
LihUa,  oct.  XI). 

Keperder,  a.  Volver  a  per- 
der ;  perder  dos  u  más  veces.  "¡  Y 
que  haya  hombre  que  la  vida  del 
alma  pierda  y  repierda!"  (Nie- 
remberg,  Aprecio  y  estima  déla 
diviiia  gracia,  1.  IV,  c.  II,  §  I). 
No  aparece  en  el  Dice.  Véase 
Re. 

Repesar.  Sólo  lo  admite  el 
Dice,  como  a.  y  en  esta  acep. : 
"volver  a  pesar  una  cosa,  por  lo 
común  para  asegurarse  de  la 
exactitud  del  peso.''  En  Tirso  de 
Molina  lo  hallamos  usado  como 
compuesto  del  ))ronominal  pesar 
(cau.-^ar  un  hecho  o  dicho  arre- 
pentimiento o  dolor)  : 

Doña.  Beatriz.  ¿Mía,  villano?  Eso  nó. 
María,  ¿so,  sebosa?  Aunque  oi  repe>e. 

(Mari-Ihru.indez.  II,  I^  •) 

Repic.-vr,  a.  y  n.  Cuando  re- 
pican fuerte,  fr.  ñg.  y  fam.,  que 
.-ignifíca:  en  días  u  ocasiones  so- 
lenmes.  No  debe  faltar  en  el 
Dice. —   \'éase   Procesióx. 

Repiquete,  m.  (íorjeo  o  trino 
de  pájaro. —  Cuando  es  muy  re- 
petido, repiqueteo. —  Repique- 
tear, n..  gorjear  o  trinar  uno  o 
más  pájaros. —  Echar  un  repi- 
quete o  repiqueteo  a  uno,  fr.  fig. 
y  fam.,  usada  entre  el  vulgo: 
decirle   pahibras   muy   cariñosas. 


o,  al  contrario,  injuriosas,  con  ra- 
]iidez  y  en  forma  de  refranes. — 
Nada  de  esto  es  castellano,  por- 
que ninguna  de  las  voces  tiene 
tal  signiñcado:  repiquete  es  ''re- 
pique vivo  y  rápido  de  campa- 
nas, parecido  al  redoble  del  tam- 
bor," y  de  él  se  derivan  repi- 
queteo y  repiquetear. 

Replanador,  m.  Entre  mine- 
ros, rastrillo  que  tiene  encor- 
vado el  cabo  en  que  va  la  plana. 

Repl,\xtación,  f.  Acción  o 
efecto  de  replantar.  Falta  esiu 
voz  en  el  Dice,  como  también  la 
siguiente. 

Replantado  K,  ea,  m.  y  f. 
Que  replanta. 

Replantigarse,  r.  Arrellanarse 
en  el  asiento,  y  extenderse  para 
mayor  comodidad.  La  I  es  pa- 
rásita por  influencia  de  plantar- 
se; díga.se  repantigarse  (com- 
puesto de  re  y  del  latín  pantex, 
icis,  panza)  o  repanchigarse 
(compuesto  del  castellano  pan- 
cho, también  panza). 

Replegar,  a.  y  r.  Debe  con- 
jugarse irregularmente :  replie- 
go, repliegas,  etc.,  siguiendo  al 
s.  pliegue.  Véanse  Desplegar  ,- 
Plegar. 

Repletar,  a.  y  r.  Aunque 
bien  formado  y  usado  en  todas 
partes,  no  ha  merecido  la  aco]!- 
tación  del  Dice.  Baste  por  toda- 
la  autoridad  de  Iriarte: 

Allí  la  tal  Cigüeña  el  pico  mete; 
Y.  mientras  a  su  gusto  íc  repleta. 
La  convidada  Zorra  guarda  dieta. 
Lamiendo  la  infeliz  sólo  el  gollete. 


( Fábula  /.'i  /.>,•■ 


■lu 


Sinónimos  son:  rellenar,  rehén' 
chir,  colmar;  y,  tratándose  de 
hartiu'a  o  saciedad,  ahitarse,  re- 


86 


REP 


REP 


hvrkirse  repa.pihtrse  (rellenarse 
de  comida,  saboreándose  y  rela- 
miéndose con  ella),  apiparse 
(atracarse  de  comida  o  bebida). 

Repliegue,  m.  A'éase  Plie- 
OUE. — Ni  aun  como  término  de 
Milicia  lo  necesitamos,  aunque 
tenemos  el  v.  rephgaise.  El  s. 
que  le  corresponde  no  es  replie 
gue,  sino  retirada:  "acción  de 
retroceder  en  orden,  apartándo- 
.se  del  enemigo."  ilarty  Caba- 
llero lo  pidió  en  su  tiempo,  pero 
basta  hoy  no  le  ha  hecho  caso  el 
l^icc.  Mucho  sentimos  que  al 
yran  Menéndez  Pelayo  se  le 
escapai-ii  este  galicismo  en  el 
siguiente  pa-^aje:  "Cierta  vani- 
dad enfermiza...  le  llevó  |  al 
Petrarca]  a  escudriñar  con  cier- 
ta delectación  morosa  mezclada 
de  angustia  los  más  ocultos  re- 
plicfjues  de  su  alma.'  (Antol. 
(le  poetas  ¡ir.  españoles,  t.  XIIT, 
])ág.  276).  Siguiendo  este  mal 
ejemplo,  se  podría  autorizar 
lambién  el  u.so  tig.  deentretela. 
Véase  en  su  lugar. 

]\iipc>.  m.  Dos  j)alos  .-eco,»  (pie 
se  emplean  ]>ara  sacar  fuego: 
el  uno  se  coloca  horizoutalmen- 
tc  y  ha  de  ser  de  madera  blanda, 
y  el  otro,  de  madera  dura  y 
l)untiagudo,  se  coloca  vertical- 
!  líente  sobre  el  primero  y  f^e 
rc'trega  con  fuerza  y  sin  inle- 
rrupción  hasta  que  aparece  hu- 
mo y  en  seguida  llama.  Era  el 
pi-occdimiento  corrienle  entre 
1<>^  antiguos  araucanos  para  sa- 
car fuego:  dcsiiué.s  continuó  cu- 
tre los  chilenos  en  las  poblacio- 
nes rurales  y  entre  lo-  polirc^, 
mientras  las  cerilla.-  y  fósforo-^ 
se  mantuvieron  caros,  y  e-caso< 
los   pcdcrnalc-.   Todavía   es  posi- 


ble que  .Sí  use  cu  algunos  luga- 
res nmy  apartadas  y  pobres,  co- 
mo se  usó  en  toda  la  antigua 
América,  en  la  India,  en  Euro- 
pa y  en  todas  partes.  "El  medio 
más  connín  entre  los  salvajes 
para  lograrse  fuego,  dice  Ceja- 
dor,  consiste  en  frotar  dos  leñas 
duros  y  secos.  Un  palo  termi- 
nado en  punta  roma  que  se  vol- 
tea entre  las  manos,  como  el 
molinillo  de  la  chocolatera, 
contra  otra  pieza  de  madera, 
hasta  que  el  serrín  producido 
por  el  taladro,  se  encienda,  e-s  el 
medio  u.<ado  por  los  buchmanos. 
Los  polinesios  echan  mano  de 
un  palo  puntiagudo  que  meicn 
en  muí  muesca  hecha  en  el  zo- 
quete que  les  sirve  de  suelo.  Só- 
lo hace  falta  destreza  y  saber  e.-^- 
coger  la  madera.  Los  brahma- 
nes guardan  ));)r  tradii'ión  este 
modo  primitivo  de  .-^acar  fuego 
Itara  sus  sacrificios,  y  dicen  que 
lo  hacen  así  porque  ése  es  el 
único  fuego  ]iuro.  Entre  los  ro- 
manos había  ley  de  que  cuando 
las  vestales,  o  guardadoras  del 
fuego  .-^agrado,  lo  dejaban  ai)a- 
L':ar,  lo  volviesen  a  encender  ta- 
ladraiulo  una  tabla  de  nuulera. 
Y  aun  los  aldeanos,  en  nuichas 
partes  de  Eiu'opa,  cuando  había 
una  epizootia,  acostumbraban, 
basta  poco  ha.  encender  por 
fricción  hogueras,  por  medio  de 
las  cual&s  hacían  pasar  caballo^ 
y  ganado  pora  que  .*e  librasen 
de  la  p(>stiloncia.  y  aun  dicen 
i|Uc  -c  liací^  en  .'^uccia  en  ticni- 
iKis  (le  e]iidemias."  ('i'cniiii  lí. 
pig.  "27).  .\ntes  baiiía  iliclxi 
laiiibicii:  "En  Suiza  juegan  to- 
"lavía  a  encender  fuego  tala- 
drando   \m     pedazo    ile    madera 


REP 


REP 


con  otro.''  (Torno  A  E  I  O  U, 
n.°  89).  Cervantes  también  es- 
cribió: "Hicieron  asimismo  fue- 
go, ludiendo  dos  secos  palos,  el 
uno  con  el  otro,  artificio  tan  sa- 
bido como  usado."  (Persiles,  1. 
I,  c.  IX). — Los  naturalistas  chi- 
lenos llaman  también  repo  un 
arbusto  de  la  familia  de  las  ver- 
benáceas, citharexylon  cyano- 
carpum.  Hook  et  Arn.,  llamado 
también  arrayán  macho,  arra- 
yán de  espino,  espino,  guayún 
(del  araucano  huayun,  espino  y 
espinas)  :  "arlmsto  que  en  Val- 
divia puede  alcanzar  a  seis  me- 
tros de  alto,  con  las  hojas  opues- 
tas o  temadas,  aovadas,  pareci- 
das a  las  de  uu  arrayán,  cpie  lle- 
van una  espina  larga  y  delga- 
da en  su  axila ;  flores  axiladas 
solitarias,  o  geminadas  moradas, 
y  drupas  azulea.  Es  muy  común 
en  las  provincias  del  Sur,  al- 
canzando hasta  la  cuesta  del  Me- 
lón." (Philippi).  El  nombre  de 
repo  se  le  da  porque  de  su  ma- 
dera, que  es  muy  dura,  se  hace  el 
repo  macho. — La  voz  repo  es  la 
araucana  repu:  dos  palos,  como 
macho  y  hembra,  con  que  sacan 
fuego,  rodándolos  y  refregán- 
dolos sin  parar;  al  de  arriba  lla- 
man huenthii  repu  \repo  ma- 
cho], y  al  de  abajo,  domo  repu 
[repo  hembra].  Así  Febrés.  Al- 
gunos chilenos  llaman  repo  el 
palo  horizontal,  y  husillo  el  ver- 
tical. En  aimará  se  dice  nina 
phalatha,  sacar  lumbre  dando 
vueltas  con  un  palillo  sobre  otro 
])alo  muy  seco,  como  quien  tala- 
dra. (Bertonio).  Puede  admi- 
tirse repo  como  chilenismo,  ya 
que  en  las  otras  lengiuís  no  se  le 
conoce    nombre    a  este    aríificio. 


En  la  toponimia  chilena  hay 
Repocitra.  río  del  departamento 
de  Imperial,  y  una  misión  y  un 
fuerte  que  en  distintas  épocas 
existieron  en  las  márgenes  del 
mismo  río.  La  etimología  puede 
ser  repu  y  cura,  piedra:  piedra 
con  que  se  saca  fuego;  o  tam- 
bién  riipú,  camino:  camino  de 
piedra. 

Repollonco,  ca,  adj.  Díce.-<e  de 
la  persona  gruesa  y  chica:  en 
castellano,  repolludo,  do,  por- 
que tiene  figura  de  repollo. 

Reponer,  a.  "Reponer  por 
replicar,  dijo  erróneamente  Or- 
túzar,  sólo  se  usa  en  el  pretérito 
de  indicativo  y  tiempos  que  se 
derivan  de  éste."  Salva  restrin- 
gió más  aún  este  uso,  pues  lo 
limitó  al  pretérito  de  indicativo. 
Nada  dicen  sobre  esto  ni  la  Gra- 
mát.  ni  el  Dice,  de  la  Academia, 
con  lo  cual  dejan  entender  que 
esta  acep.  de  reponer  es  aplica- 
ble a  todos  sus  tiempo-s.  Cuv;rvo, 
en  sus  Notas  a  la  Gramát.  de 
Bello,  desenmaraña  claramente 
este  enredo.  Oigámosle:  "Como 
primeramente  se  dijo  repuso, 
haya  repuesto,  es  de  creerle  que 
c4c  repam  no  pertenece  propia- 
mente a  reponer  sino  a  respon- 
der. Cuando  éste  ¡responder'] 
pasó  a  conjugarse  regularmente, 
la  otra  forma,  perdido  el  hilo 
de  la  ti'adición.  se  incorporó  en 
la  conjugación  de  reponer.  Hoy, 
por  una  parte  la  influencia  del 
pretérito  repuse  y  por  otra  la 
analogía  de  oponer  han  hecho 
que  se  extienda  el  sentido  de 
'"re))licar"  a  las  demás  formas 
del  V."  Y  cita  sendos  pasajes  de 
Feijoo  y  do  Quintana  en  que 
usan  reponer  y  reponérsele    por 


RS 


REP 


REP 


replicar  y  replicársele;  y  en  no- 
ta agre,u,a  y  eoniprueba  que  la 
confusión  de  responder  y  repo- 
ner se  halla  también  en  otras 
lenguas  romances.  Asi  explica 
también  Menéndez  Pida!  esta 
acep.  de  reponer.  (Monn"!,  2.» 
ed.,  pág.  224). —  Encubrir  el 
Santísimo  Sacramento,  que  es- 
taba maniñesto  o  patente,  no  se 
llama  en  castellano  reponer,  si- 
no reservar.  Véase  Expoxer.  Xo 
nos  engañemos  con  el  francés 
reposer,  que,  entre  otras  aceps. 
tiene  la  de  ser  una  cosa  dei)osi- 
tada  o  colocada  en  algún  lugar; 
en  este  sentido  casi  no  se  dice 
sino  del  SSmo.  Sacramento,  de 
las  reliquias  de  los  santo.»  y  de 
los  re-itos  mortales,  según  el 
Dice,  de  la  Acad.  I'^rancesa. — 
La  acep.  forense  que  da  el  Dice, 
a  reponer  es:  "volver  la  causa  o 
pleito  a  su  primitivo  estado;"' 
])ero  nuestro  Código  de  Proce- 
dimiento Civil  la  define  de  una 
manera  más  lata:  "'modiñcar  o 
dejar  sin  efecto  una  resolución 
judicial."  (Art.  204).  Puede 
e-ta  definición  equivaler  a  aqué- 
lla en  algunos  ca.-os,  pero  nó 
generalmente,  jKirque  las  más 
de  las  veces  reponer  es  rc-olver 
m  sentido  contrario,  ya  total, 
ya  i)arcialmente,  la  cuestión 
(pie  fué  uialcria  de  la  i)rimerii 
resolución.  \'éa-e  Heposirión 
donde  se  notará  que  su  defini- 
ción no  corresponde  exactamen- 
te a  la  que  da  el  Dice,  de!  v.. 
siiii)  a  la  (|ue  da  nuestro  Código. 
Reportaje,  m.  .Vcción  o  ef<'clii 
(le  reportar  o  reportear.-  Con- 
ferencia, entrevista,  diálogo  en- 
tre el  repurlern  y  otra  persona 
nii'is  II  ineiiiis  imiMiriaiite  cii  sí  o 


por  las  circunstancias. —  Esta 
misma  conferencia,  entrevista  o 
diálogo,  escrita  o  impresa. —  Es 
voz  nniy  usada  en  el  periodismo 
mcKlerno,  pero  aun  no  la  iiu 
aceptado  el  Dice.  Viene  del  in- 
glés rcport,  informar,  relatar, 
referir.  Algunos  diarios  e-i)año- 
les  usan  interviú,  anglicismo 
más  crudo  todavía,  furmado  de 
infervieir. 

Reportar  o  reportear,  a.  Dí- 
gase confcrencinr,  visitar,  ha- 
hlíir.  A'éanse  el  anterior  y  En 
trevistar. 

Repórter,  m.  Aunque  ya  te- 
níamos la  voz  noticiero  (el  que 
da  noticias  como  jior  oficio), 
condescendió  la  Academia,  des- 
de la  13.'  edición  de  su  Dice.. 
con  los  periodistas  modernos  cu 
darles,  en  vez  del  anglicismo 
repórter  que  usan  ellos,  el  voca- 
blo reportero,  ru  (adj.  y  ú.  t.  c. 
s.,  dícesc  del  que  lleva  reportes 
o  noticias),  formado  así  a  la 
castellana.  Téngase  |)resente  que 
en  la  lengua  había  ya  uparte, 
noticia,  reportar,  traer  o  llevar, 
de  origen  latino,  y  aun  reporta- 
dor, mensajero,  conqjuesto  de 
portador  y  usado  )*or  Cómez 
Manrique,  pero  no  incluido  en 
el   Dice: 


A^í  concluyeii'io  p1  í-c/i  ■i-tii'!in\ 
A  ipiieii  ibn  y.i  osfiicrzo  mrngiiuii  lu  ... 
Farn  levantarse  mi  Uivu  valur. 

(Vc/inicivn  .;<■  (iitnilum  <lr  la  Wyti). 

PtiriiiU.slero.  m.,  significa  tam- 
bién: "el  que  anda  como  a  caza 
de  noticias,  y  las  finge  o  inven- 
ta." I*>te  viteablo  pucvle  .servir 
cuamlii     no   -^e   1l:il:i     de     periódi- 


REP 


REP 


89 


Reporteril,  adj.  Pertene- 
ciente al  empleo  de  reportero,  o 
a  su  condición  y  costumbres. 
Tiene  algún  uso  en  lu  prenda 
diaria  y  no-  es  inferior  a  los  de- 
más adjs.  en  í7  de  esta  misma 
clase.  Corresponde  al  inph's  rv- 
purterial. 

Reporterismo,  m.  Olicio  de 
reportero.  Así  se  dice  que  cier- 
tos personajes  son  mártires  del 
reporterismo,  porque  los  repor- 
teros los  persiguen  hasta  conse- 
guir la  audiencia  o  conversación 
que  solicitan.  No  vemos  incon- 
veniente para  su  admisión.  Vé- 
ase   BUCOLISMO. 

Reposicióx,  f.  Acción  o  efec- 
to de  reponer  o  reponerse;  pero 
nó  "acción  de  reservar  .solemne- 
mente el  Santísimo  Sacramen- 
to." Esto  se  llama  en  castellano 
re-serva.  Véase  Repoxer,  2.^ 
acep. —  ]^o  mencionaba  el  Dice, 
la  acep.  f<  rense  de  í  eposición:  pero 
la  14.'"  edición  la  menciona  remi- 
tiendo a  Recurso  de  reposición: 
que  está  definido  así:  "el  que  se 
interpone  para  pedir  a  los  jue- 
ce--'  que  modifiquen  sus  resolu- 
ciiiiies.  cuando  éstas  no  son  sen- 
tencias definitivas.'' 

Repostero,  m.  Lo  usamos  en 
Chile  en  vez  de  repostería:  "de^- 
pensilla  en  que  se  guardan  dul- 
ces. pa.stas,  fiambres,  embutidos 
y  algunas  Icbidas;  lugar  donde 
se  guarda  la  ¡ilata  y  lo  demás 
])erteneciente  al  .servicio  de  me- 
sa." Repostero  significa:  "el  que 
tiene  por  oficio  hacer  ])a.stas. 
dulces  y  algunas  bebidas;  el  que 
tenía  a  su  cargo,  en  los  palacios 
de  los  antiguos  reyes  y  .señores, 
el  orden  y  custodia  de  ios  obje- 
tos pertenecicuíes  a  un  ramo  de 


servicio,  como  el  de  mesa,  de 
estrado,  etc.;  paño  cuadrado,  con 
las  armas  del  príncipe  o  señor, 
el  cual  sirve  para  ponerlo  sobre 
las  cargas  de  las  acémilas,  y 
también  para  colgarlo  en  las 
;)ntcc:';maras  y  balcones."  En  es- 
ta última  acep.  parece  que  está 
usado  en  este  pasaje:  "En  una 
fundación  mandó  la  Priora  que 
en  la  puerta  de  una  alcoba  pu- 
siesen un  repostero,  porque  en 
ella  estaba  una  religiosa  enfer- 
ma." (Mir,  Sta.  Teres"-  de  Je- 
sús. 1.  II,  c.  XXV). 

Repotexte,  adj.  Escriliió  To- 
rres Villarroel  en  su  Vida  (in- 
trod.)  :  "Al  que  me  corrige,  le 
oigo  y  le  dejo  descabezar;  rióme 
mucho  de  ver  cómo  presume  de 
consejo  muy  repotente,  y  gusto- 
so con  sus  propias  satisfaccio- 
nes." "Este  expresivo  vocablo, 
nmy  usado  en  el  lenguaje  vul- 
gar, significando  engreído,  or- 
gulloso, no  ha  sido  recogido  en 
los  diccionarios."  x\.sí  dice  en 
nota  el  editor  de  la  citada  obra, 
D.  Federico  de  Onís.  En  otra 
parte  de  la  misma  (trozo  III) 
se  vuelve  a  leer:  "las  perniciosas 
amenazas  de  aquellos  rcpotentcs 
varones."'  En  Chile  nunca  he- 
mos oído  ni  leído  este  vocablo, 
que  no  debe  confundirse  con 
prepotente:  "más  poderoso  que 
otros,  o  muy  poderoso.  ' 

Repreciarse,  r.  Preciarse 
unicho  de  una  cosa.  No  aparece 
en  el  Dice,  pero  lo  leemos  en  el 
P.  Alonso  Cabrera:  "¿Cómo  se 
lavarán  de  .su  negTura  y  .saca- 
rán las  manchas  casi  naturali- 
zadas de  sus  torpezas?  (íente 
que  se  reprecia  dolías..."  ( Lti 
conversión  de  hi  Maiidíddui.  iutr.l 


90 


REP 


R£P 


Repregintar,  a.  vSólo  está 
admitido  como  término  foren- 
se: "volver  a  preguntar,  instar 
••^obre  la  misma  pregunta."'  Bien 
puede  admitirse  también  la 
at-op.  general  y  común:  pregun- 
tar por  segunda  o  más  veces. 
"Comprendí  que,  aunque  pre- 
guntase y  repregunfdse,  no  sa- 
caría en  limpio  la  historia  •dra- 
mática." (Condesa  de  Pardo 
Bazán,  Un  destripado)-  de  antaño). 

Reprexder,  a.  El  pueblo  lo 
jiace  irregular,  como  al  simple 
prender:  priendo,  repriendo; 
prienda,  reprienda.  No  hay  ra- 
zón ninguna  para  ello,  y  dígase 
prendo,  reprendo,  etc. —  El 
Dice,  registra  toda\-ía  •■^in  nota 
de  ant.  las  formas  etimológicas 
reprehender,  reprehensible,  re- 
prehensión. 

Represa,  f.  Se  usa  mal  en 
Chile  en  vez  de  presa  (muro 
grue.so  de  piedra  u  otros  mate- 
riales que  se  construye  a  través 
de  un  río,  arroyo  o  canal,  para 
llevar  el  agua  fuera  del  cauce). 
Azud,  m.,  y  azwla,  f.,  significan 
también  "presa  hecha  en  los 
ríos  a  fin  de  tomar  agua  para  re- 
gar y  para  otras  usos."  Represa 
es  la  "acción  de  represar"  \ 
también  "detención  y  esUinca- 
ción  que  -se  hace  de  una  cosa,  y 
proj)iamente  que  se  detiene  y  se 
cxtionde." —  Véase  Tranque, 
que  también  suele  recibir  el 
non)bre  de   represa. 

RErRESEN'TANT.\,     f.      Mujcr 

que  rei)resenta  ol)ras  dramáticas, 
comedianta.  El  Dice,  admite 
solamente  reprenentanie,  com. ; 
pero  la  forma  f.  tiene  lamliién 
en  su  favor  buenas  autoridades. 
"Fué    \  Murro  ¡Inilii]   amante  de 


Citéride.  representanta,  en  com- 
petencia de  Antonio  y  Gallo. '• 
(Quevedo,  Marco  Bruto,  juicio). 
"Los  nombres  de  los  represen- 
tantas  se  resolvían  en  Marianas 
y  Anas  Marías."  (Vélez  de  Gue- 
vara, El  Diablo  Cojuelo,  tr.  V). 

Represor,  ka,  adj.  y  .'i.  t.  c. 
s.  Que  reprime.  Falta  esta  voz 
en  el  Dice,  y  no  debe  confun- 
dirse con  represivo,  va  (ilíce.'^e 
de  lo  que  reprime),  que  sólo  se 
ajilica  a  cosa. 

Reprisarse,  r.  lleriuaiio  de 
debutar,  mise  en  scéne,  utilaje 
y  utrus  barbarismos  franceses 
de  la  jerga  teatral.  Con  este  v., 
formado  del  s.  reprisc  (repelí- 
ción  de  una  pieza),  se  quiere 
signiHcar  que  la  pieza  se  repite 
o  se  representa  por  segunda,  por 
tercera  o  por.  .  .  centésima  vez. 
No  se  ve  qué  ventaja  tenga 
reprisarse  .«obre  repetir,  fuera  de 
la  necia  ]ieilantería. 

Reprobón,  na,  adj.  t¿u<^  todo 
lo  reprueba  o  censura,  y  p(U'  eso 
de  todo  se  queja  y  murnuu'a  y 
contra  todo  protesta;  es  masque 
reprobador,  ru  (que  repriieba), 
es  el  eterno  de^icontentiidizo.  Vé- 
a.se  Ox,  XA.  Muchos  lo  han  con- 
vertido en  retrobón,  na,  y  aun 
en  retrogón,  na.  \'é:tnse  en  sus 
lugares. 

Repro(  iiAiu.K.  adj.  Digno  de 
n^prin-iio  (I  (pif  imcde  reprochar- 
si-.  Falta  en  el  Dice,  lo  mismo 
((uc   el    compuesto   iirvpmrhahlr. 

Reprochaijor,  ra.  m.  y  f. 
Persona  que  reprocha.  Falla 
esta  voz  en  el  Dice,  a  pesar  de 
haberla  usado  Cervantes:  "¿0- 
Iro  reprorhíidiir  <ie  vo(iuil)'cs  te- 
nemos?   dijo   Sancho,"     ('¿vijo- 

Ir,  p.  II.  clin. 


REP 


REP 


Reproducir,  a.  Sólo  en  lo 
forense  tiene  la  acep.  de  "volver 
a  hacer  presente  lo  que  antes  ¡^e 
dijo  o  alegó."'  Sin  embargo,  co- 
mo lo  dijimos  en  el  simple 
producir,  es  justo  alargar  esta 
aeep.  a  todo  lo  que  tiene  alguna 
semejanza  de  litigio.  Por  eío 
creemos  que  usó  bien  este  v. 
nuestro  Obispo  Homero  cuando 
en  carta  al  rey  (30  Oct.  1714) 
escribió:  ''Volvió  a  hacer  empe- 
ño para  que.  .  .  le  admitiese  a  la 
oposición  de  magistral  y  le 
nombra.-e  en  primer  lugar  en 
ella;  a  que  me  excusé  reprodu- 
ciéndole las  razones  expresadas 
en  la  carta."  Ca.stizamente  se 
puede  decir  también  reproducir 
escriturag,  testimonios,  docii- 
m  en  tos,  etc.,  cuando  se  producen 
o  presentan  en  público  nueva- 
mente.—  Mas  "no  podrá  califi- 
carse de  correcta  la  fr.  Reprodu- 
cir un  libro  por  sacarle  otra  vez 
a  luz.  reimprimirlo  o  impri- 
mirlo de  nuevo,  .salvo  si  el  autor 
le  da  nuevo  ser  reformando, 
corrigiendo,  acrecentando  su 
olira.  de  arte  que  no  parezca  la 
misma...  Digamos  lo  propio 
de  reproducir  un  retrato  en.fd- 
tiiiirafía,  reproducir  una  come- 
dia, una  ópera,  un  facsímile, 
una  tarjeta,  una  estampa,  una 
medalla,  un  fotograbado ;  en  e- 
la-  locucio!;es  entra  reproducir 
por  repetir  o  r<iiiivar.  siünilica- 
dos  impropicis  de  nuesrro  v." 
(Padre  Mir). —  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  que  Bello  y  tíjda 
.su  escuela  dan  a  este  v.  en  Gra- 
mática: volver  a  hacer  pre.-en- 
te  por  medio  <le  una  o  más  pa- 
labras otra  u  otras  palabras  an- 
teriores.   "El    neutro    que  tiene 


también ...  el  oficio  de  repro- 
ducir nombres  precedentes." 
(Bello.  Gnoíiát.,  n."  314,  edi- 
ción de  Cuervo).  Y  e<ta  misma 
acep.  se  extiende  a  reproducción 
y  reproductivo;  voz,  e-ta  última, 
que  en  ninguna  de  sus  acep?. 
registra  el  Dice. 

Reproductor,  e-\,  adj.  y  ú. 
t.  c.  s.  Que  reproduce.  Así  el 
Dice,  sin  agregar  nada  más. 
Por  con.siguiente,  no  se  debe 
llamar  reproductor  el  animal 
macho  que  se  destina  a  !a  pro- 
creación; el  adj.  castizo  es  se- 
mental, que  se  aplica  a  todo  ani- 
mal que  tiene  ese  destino.  Algu- 
nos tienen  nombre  especial,  co- 
mo caballo  padre,  garañón^ 
morueco,   verraco  o  varraco. 

Repropio,  pía,  adj.  Muy  pro- 
pio. El  Dice,  lo  admite  en  esta 
acep.  solamente:  "dícese  de  la 
caballería  que  se  repropia,"  esto 
es,  que  se  resiste  a  obedecer  al 
que  la  rige.  De  la  otra  acep.  te- 
nemos esta  autoridad: 


De  sastre  aprendí  tanibi''n 
Un  poco  a  tijerel>e.-ir, 
Que  esto  en  lengua  vascongada 
Es  lo  repropio  que  hurtar. 

(Vela  3Ianzano,  Cusiir^e  por  aolotina  //  re- 
franes  a   (rompiin,  t.  IX  del  Refranero  do 
[Sbarbi). 

Reps,  m.  Tela  de  .-eda  o  de 
lana  muy  fuerte,  que  se  usa 
principalmente  jjara  cortinas  y 
muélales.  Es  voz  francesa  usada 
en  todas  partes  y  conviene  que 
ya  la  acepte  el  Dice. 

Reptil,  m.  Reptil.  En  latín  es 
réptilis,  por  más  que  el  Dice,  lo 
escriba  reptíli-",    y  por    eso  anti- 


92 


REP 


REQ 


guaiiiente  se  dijo  reptil    en  cas- 
tellano. 

Republicanismo,  m.  Admi- 
tido por  primera  vez  en  la  14." 
edición  del  Dice,  y  definido: 
"Condición  de  republicano." 
Ojalá  se  hubiera  agregado:  "3." 
acep.";  e^  decir,  entendido  el 
adj.  republicano  en  su  3."  acep.: 
■'afecto  a  este  género  de  gobier- 
no;" jjorque  el  republicaui^ino 
es  amor  o  afecto  al  gobierno  re- 
publicano. "Corneille.  .  .  hizo 
revivir  los  tiempos  heroicos  de 
los  Horacia*,  el  feroz  republica- 
nisnu)  de  Cinna..."  (Marqués 
de  Molíns.  Bretón  de  ¡0»  Herre- 
ros, c.  XLVI). 

l\EPÚBLic.\,  f.  Véase  Gorro 
frigio  en  el  art.  Ciorro. — ¡Por 
la  f/randi-ñma  república!  Excla- 
mación plebeya  de  ira,  de  ale- 
gría y  de  asombro.  La  voz  repú- 
blica es  eufemismo  de  otra  for- 
mada de  re  y  del  conocida  nom- 
bre de  cuatro  letras  dad<)  a  la.» 
malas  hemltras. 

Rkpuüi.vblk.  adj.  Qhp  -c 
]juede  repudiar.  Falta  en  c! 
Dice. 

Repulgue,  m.  No  hay  tal, 
.-^ino  repulgo  en  vestidos,  empa- 
nada.-i.  pástelos  y  árlxiles. 
.  Repunancia,  repunante,  repu- 
nar.  Así  pronuncia  todavía  nue— 
tro  jiueblo  como  los  antiguos  cs- 
liañolcs.  \'casc  (!,  1." 

Repuntamiento,  in.  Indicio  o 
primera  manifestación  ilc  una 
cosa:  en  castellano  .«e  llama  osUi 
repuntii,  f.  Véase  Kkpixt.vk. 

Rkpi'nt.vr,  n.  I>o  damos  en 
Chile  el  siguilicado  de  rcajjare- 
ccr,  volver  a  nianifestar.so,  aso- 
mar (lo  uiiovo,  tratándose  do  on- 
feririoclades.  eoitio  .-i    fuera  eom- 


jjuesto  de  /(-  y  de  apuntar  en  la 
acep.  de  "empezar  a  manifestar- 
se una  cosa."  Remanecer  (apa- 
recer de  nuevo  e  inopinada- 
mente) es  el  mejor  equivalente 
castizo.  Téngase  también  pre- 
sente a  retentar,  a.:  "volver  a 
amenazar  la  enfermedad,  dolor 
o  accidente  que  se  padeció  ya,  o 
resentirse  de  él."  El  repuntar 
castellano  significa:  n.,  "empe- 
zar la  marea  i)ara  creciente  o  pa- 
ra menguante;  r.,  empezar  a 
volverse  el  vino,  tener  punta  de 
vinagre:  fig.  y  fam.,  desazonar- 
se, indisponer.-^e  levemente  una 
persona  con  otra." 

Repunte,  m.  Acto  de  arrear  el 
ganado  rezagado  o  disperso  pa- 
ra que  se  junte  con  la  porción 
principal  que  va  adelante,  r.  m. 
con  el  V.  Jtacer  (hacer  el  repun- 
te). Cs  voz  formada  de  punta  en 
la  acep.  castiza  de  "pequeña 
]>orción  de  ganado  que  >e  sejuira 
del  hato." 

Requéida,  f.  Pronunciación 
]ilelieya   de  recaída.  A'éasc  Quer. 

Réquel,  m.  En  Chiloé,  molle- 
ja de  las  aves.  (Cavada).  Véase 
Ríquel. 

KKiitKTK.  partícula  lusepa- 
ral>le.  Si  la  i>art.  re  encarece  el 
significado  de  la  voz  a  que  se 
antei)one,  y  la  compuesta  reh' 
lo  encarece  más,  mucho  más  lo 
encarece  rei/iirlr,  compuesta  de 
la.-;  otras  dos.  Lindo,  reUndn.re- 
telindo,  retjuctclindit:  liueno,re- 
hneno,  retebueu».  re(¡uetebufiio. 
Todo  e-*to  es  esjtañol,  auncpie  la 
(iramát.  y  el  Dice,  de  la  Acade- 
mia nada  diu;an  del  rete  ni  re- 
ipitle.  iHTo  Cejador  y  Monéndez 
I'idal  reconocen  estas  tres  ]iar- 
tíenlas    como  siijiorlalivas    y   así 


REQ 


REQ 


93 


las  usan  los  autores.  Véase  Re. 
Ú.  t.  con  otras  palabras  que  no 
son  adjb.  "Todo  el  mundo  pati- 
na de  día  y  de  noche,  y  los  mú- 
sicos soplan  y  requetesoplan  las 
cornetas  y  las  flautas."  (La 
rnión.  de  Santiago.  24  Ag. 
1915). 

RÉQiiEM,  m.  No  le  da  género 
ni  significado  el  Dice,  y  se  con- 
tenta con  remitir  a  jl/í.<ta  de  ré- 
quiem, que  significa  lo  mismo 
que  Misa  de  dijuntos.  A  nuestro 
juicio,  deben  darse  a  réquiem 
dos  aceps. :  1."  Misa  de  réquiem 
o  de  difuntos,  como  se  usa,  par- 
ticularmente entre  los  músicos: 
"El  Réquiem'  de  Mozart."  2^ 
abreviación  de  la  loe.  latina  Ré- 
quiem  aetérnam,  que  es  la  des- 
pedida que  en  la  liturgia  cató- 
lica se  hace  a  los  difuntos,  dese- 
ándoles el  descanso  eterno.  He 
aquí  dos  buenas  autoridades: 

Mas,  agora  es  bien  que  huya 
Lu  pieza  del  gracejar. 
Porque  no  se  ha  de  mezclar 
Con  el  réquiem  la  aleluya. 

(Uuizde  Alarcóii,  .ymlarye  por  m'jorane 

[II.:.") 

Baste  vivir  receloso 
De  que  en  guardias  o  piquetes 
Un  ítem  mando  de  plomo 
Me  haga  heredero  del  ré'juiew. 

(E.  Gurar.lo  Lobo.   Itcspneslñ  a  min  caria). 

— Romrin  de  réquiem  se  llama 
el  que,  en  lugar  de  Avemarias, 
consta  de  otras  tantos  Réquiem 
ccternam  dona  eis,  Domine,  et 
lux  perpeiva  h'iceat  eis,  que  es 
el  ver.-<ículo  entero. — Para  la  loe. 
Réquiem  aetérnam,  que  tam- 
bién debe  entrar  en  el  Dice.,  he 
aquí  otra  autoridad: 


Si  tiene  el  marido  viejo, 
La  mujer  moza  desea, 
Si  no  le  sufre  cosquillas, 
Le  canten  réquiem  aetcnunn. 

(Eiilreiiir»  fammo   del  Enfermo,   Colecc.  de 
[Cotarelo,  n."  \\2»). 

Adviértase  que  t.  se  usa  c.  s.  m. 
— El  liturgista  y  gramático  chi- 
leno Canónigo  Don  .José  Ramón 
Saavedra  escril)ió  siempre  Misa 
de  requie,  como  lo  hacen  los 
que  escriben  en  latín,  fundados 
en  que  la  prep.  de,  que  es  de 
ablativo,  no  puede  juntarse  con 
el  acu-sativo  réquiem.  Nosotros 
creemos  que  debe  so.stenerse  la 
expresión  Misa  de  réquiem,  no 
sólo  por  el  uso  de  tantos  .siglos, 
sino  también  porque  la  prep.  de 
no  es  la  latina  sino  la  castellana, 
significativa  de  título,  como 
cuando  decimos  la  secuencia  del 
Dies  irae,  el  himno  del  Veni 
Creátor.  Misa  de  réquiem  no 
significa,  como  título,  misa  de 
descan.so,  sino  misa  que  empieza 
con  la  palabra  réquiem. 

Reqciésc.\t  IX  PACE,  expre- 
sión latina.  "Descanse  en  paz,"' 
.significa  literalmente  y  se  usa 
no  .sólo  en  la  liturgia  como  des- 
pedida a  los  difuntos,  sino  tam- 
bién como  jaculatoria  en  la  pie- 
dad cristiana,  en  las  inscripcio- 
nes, etc.  El  Dice,  la  trae  sola- 
mente en  la  lista  de  abreviatu- 
ras, R,  I,  P,,  pero  es  claro  que 
debe  admitirla  también  en  el 
texto  como  loe.  completa. 

Requisicionar,  a.  Verbo  for- 
mado por  el  estilo  de  presupues- 
tar. Requisa  y  requisieion  signi- 
fican "recuento  y  embargo  de 
caballos,  alimentos,  etc.,  que  lia- 
ra  el  servicio    militar   suele  lia- 


94 


RES 


RES 


cer^se  cu  liein])o  de  íiuena,"  y 
de  estos  sustantivos  lian  ioriiia- 
do  los  rerlxis  requisar,  requicio  - 
nar  y  requisicionar.  Xivisiino 
está  admitido  en  el  Dice,  ni  se 
les  neícíita,  pues  todos  se  íuplen 
con  el  primitivo  requerir:  ■'inti- 
mar, avisar  o  hacer  saber  una 
cosa  con  autoridad  púl)lica." 
Nótese  pues  (|ue  lo.^  vernos  in- 
ventados no  significan  apoderar- 
se, emliargar,  sino  hacer  saber 
que  el  gobierno  o  la  autoridad 
necesita  tales  o  cuales  co>as.  pa- 
ra que  .se  le  vendan  por  su  justo 
precio;  y  esta  idea  se  puede  ex- 
presar con  el  v.  rei/iurir.  "Lo^ 
alemanes  han  requisicionado  las 
existencias  de  ahnninio:  Kl  ge- 
neral requisó  (o  requició)  una 
partida  de  ganado  para  el  ejér- 
cito." Si  es  o'ra  la  idea  que  se 
quiere  expresar  empléense  Ins  ver- 
bo.s  correspondientes:  enihavíinr.  ar 
cuentrar,  apoderarse,  ((innu 
apropiarse,  confiscar,  expropiar, 
etc.  Decir  requisicionar  es  como 
decir  adquisicionar  (de  ndqai- 
sirión)  en  vez  de  (idípihlr,  in- 
quisicionar  (de  ini/uisición)  en 
vez  de  inquirir,  requisitar  (de 
requÍMfo)  en  vez  de  requerir. 

Resaca,  f.  Conjunto  de  ra- 
mas, palo^  y  ba-uras  que  dejan 
la.''  avenidas  o  ereces  de  lus 
aguas  corrientes.  Se  usa  tam- 
bién en  la  Argentina.  Llámase 
así  por  semejanza  cnn  lo  (|uc 
hace  la  resaca  del  mar;  ¡lor  con- 
siguiente, es  s¡m]>le  metonimia, 
en  que  .se  toma  el  efecto  por  la 
causa. — En  las  trillas  con  ye- 
guas, acto  de  extender  la-^  mie- 
.«cs  ya  trilladas  desde  la  orilla  de 
la  era  hacia  el  centro,  para  dar- 
les  otro   [lisoieo,   o  sea.  para     la 


remolienda. —  lista.-  mi-uias 
mieses  extendidas  de  esta  mane- 
ra.— Como  se  ve,  estas  dos  aceps. 
de  resaca  son  lo  contrario  de 
saca.  \'éase  en  su  lugar. 

Resacadora,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Ih'ce-e  de  la  máquina  o  apara- 
to que  sirve  para  la  de-tilación. 
Si  no  es  un  alambique'  o  alr¡ui- 
tnrn,  díga.«e  destiladera,  f.  (in.«- 
trumento  para  destilar),  o  em- 
])léense  los  adjs.  destilndnr.  ra, 
destilatorio,  ria. 

Res.vcwr,  a.  "Halar  de  un 
cabo  para  facilitar  su  laboreo  y 
lue  no  e<torl>e  la  maniobra,"  e- 
la  acep.  que  tiene  en  Marina,  y 
como  anticuado,  "sacar."  Y  na- 
da más.  Por  con.'iguiente.  lo 
usamos  mal  cuando  lo  emjilea- 
mos  tratándose  de  la  fabricación 
del  aguardiente;  los  verbos  pro- 
pios son  dcttiiar,  (ila.mhicar  y 
alquitarar,  que  significan:  ".-e- 
I>arar,  por  medio  del  calor,  cu 
alaml)iques  u  otras  vasijas,  una 
substancia  volátil  de  otra-  má? 
lijas,  enfriando  luego  su  vapor 
para  reducirla  nuevamente  a  lí- 
quido." Rectificar  e.s  "jiurificar 
los  líquidos  y  darles  el  último 
grado  de  perfección."  No  se  ha- 
ble pues  do  aguardiente  resacado 
ni  (le  agua  resacada  (hide  unir 
dcstiludii).  Kl  V.  desalar  signili- 
ca  también  "quitar  la  sal  a  una 
cosa;"  jior  lo  cual  ])odría  decir- 
se, ailemás  de  desfilada,  agwi 
desídada. — Fig.  y  familiarmente 
aplicamos  tand)ién  el  participio 
al  individuo  de  ideas  nuiy  radi- 
cales: "I'-s  ini  radical  resacado." 

Riís.M.TAXTi:.  adj.  Que  resal- 
ta o  sobresale,  sobrc:;aliente.  qut 
se  distingue  nniclio  entre  otras 
co-as.  Falta  e-(a  voz  en  i'l  Dice. 


RES 


RES 


95 


Resbalada,  f.  Resbalón,  res- 
huliuitiento.  \'éase  Refalada. — 
Asenjo  Harhieri,  en  el  prólogo 
de  las  Obras  de  Juan  de  la  En- 
cina, usó  resbalo,  que  no  ha 
sido  autorizado  por  el  Dice. 

Resbal.\dero,  m.,  o  resbale- 
RA,  f.  Lugar  resbaladizo. 

Resbalosa,  f.   ^^éase  Refalosa. 

Rescatarse,  r.  Mucho  usa- 
mos aquí  este  v.  en  el  sentido  de 
pagar  de  una  sola  vez  y  para 
toda  la  vida,  en  una  cofradía  o 
hermandad,  lo  que  los  demás 
pagan  periódicamente.  Sin  em- 
bargo, la  definición  pertinente 
del  Dice,  ("redimir  la  vejación, 
liljertad  del  trabajo  o  contra- 
tiempo") no  viene  muy  al  caso, 
y  más  e.xplícita  es  la  del  v.  redi- 
mir, a.  y  r. :  "librar  de  una  obli- 
gación, o  hacer  que  ésta  cese 
l)agando  cierta  cantidad." —  En 
Chiloé  pronuncia  el  pueblo  re- 
jatar,  rejatarse,  réjate.  (Cava- 
da). 

Rescate,  ni.  Redención.  Vé- 
a.«e  el  anterior. 

Rescatire,  m.  En  Tara  paca, 
individuo  que  iba  a  los  pueblos 
a  recoger  los  frutos  que  había 
comprado  en  verde.  Hoy  puede 
considerarse  como  anticuado. 
"Cristianos  y  rescatires,  pasen  a 
la  iglesia,"  o  "pasen  a  misa," 
.<olían  gritar  después  de  la  últi- 
ma seña  ifw  .sacristanes,  porque 
los  rescatires,  para  acreditarse, 
no  dejaban  de  acudir  a  la  misa. 
— La  voz  parece  formada  del  cas- 
tellano rescnfir  con  terminación 
aimará. 

REscixDinLE,  adj.  Que  pue- 
de rescindirse.  Debe  admitirse, 
aunque  la  idea  pueda  expresarse 
también  con  rescisorio,  riu:  "dí- 


ce.-<e  de  lo  que  rescinde  o  sirve 
para  ¡'escindir  o  puede  rescin- 
dirse.- 

Rescoldada,  f.  Porción  o  can- 
tidad de  re.-^coldo. —  Fig.  y  fam., 
multitud,  muchedumbre.  "Tie- 
ne una  rescoldada  de  hijos;  Hi- 
zo una  rescoldada  de  tortillas." 
Esta  2."  acep.  no  es  de  uso  gene- 
ral. 

Rescoldearse,  r.,  fig.  y  fam. 
Estar  nmy  agitado  de  alguna 
pasión,  al:)rasarse,  quemarse,  en 
sentido  fig.,  enfurecerse. —  Pe- 
reda usó  el  v.  rescoldar  en  el 
sentido  recto  de  remover  el  res- 
coldo: "Con  la  disculpa  de  lle- 
varse mi  brasero.  .  .  para  rescol- 
darle  un  poco."  (Peñn.t  arrilm. 
XXI). 

Rescolder-v,  f.  "Sensación 
como  de  quemadura,  que  sube 
desde  el  estómago  hasta  la  fa- 
ringe, acompañada  de  ílatos  y 
excreción  de  saliva  clara."  Ésta 
es  la  rescoldera  española,  por 
otro  nombre  pirosis;  en  Chile, 
fig.  y  fam..  rescoldera  es  una 
remolienda  muy  animada.  Afé- 
ase esta  voz,  2."  acep. 

Rescoldo,  m.  "Escozor,  rece- 
lo o  escrúpulo,"  es  la  úni  /a  acep. 
fig.  que  le  da  el  Dice.  Nosotros. 
que  no  conocemos  ésta,  le  da- 
mos la  de  furia  o  furor.  "Pedro 
está  hecho  un  rescoldo;  Es  un 
rescoldo;  Es  mi  rescoldo  vivo." 
Pereda,  en  El  sabor  de  la  tie- 
rruca,  dijo  también  casi  como 
nosotros:  "Sudalia  hieles  de  có- 
lera y  parecía  una  [liln  de  res- 
coldo.'' 

Rescribir,  a.  "Contestar,  re.«- 
ponder  por  e.scritn  a  nna  carta 
u  otra  commiicación,"  Así  lo 
define  el   Dice.,  pero  dándole  la 


96 


RES 


RES 


nota  de  anticiuuli».  líudrígucz 
Marín  lo  u.-ó  en  la  foniui  u\í\^ 
exacta  de  reescrihir. 

Resedá,  m.  Es  f.  y  giavc  (la 
reseda),  derivada  del  latí-i  re><e- 
da.  I.os  que  quieren  aT)i"ender 
el  castellano  en  el  francés  son 
los  que  dicen  el  resedá,  porque 
así  también  es  en  francés,  ni.  y 
agudo.  Hasta  la  Condesa  de 
Pardo  Bazán  incurrió  en  esta 
falta:  "Y  ya  se  pregonan  tam- 
bién por  las  calles  violetas  y 
jacintos,  narcisos,  resedá,  sin 
hablar  de  los  claveles."  ( Ln  vida 
contemporánea).  En  cambio, 
nue.stro  naturalista  Philip[)i  dijo 
correctamente  reseda,  (.,  y  asi 
mismo  el  Dr.  Don  Adolfo  Val- 
derrama,  literato  y  poeta:  "Las 
margaritas  y  las  rosas,  el  jazmín 
y  la  reseda,  nos  envolvían  en 
una  nubecilla  de  perfume,  de 
maravillosa  fragantda."  (María 
carta  VI.  ¡Quién  le  hubiera  po- 
dido suprimir  el  mal  usado  per- 
fume!)—  I-'alta  en  el  Dice,  la 
acep.  de  "flor  de  esta  planta." — 
Para  que  mejor  se  entienda  por 
C|ué  delie  decirse  la  reseda,  co- 
jjiaremos  el  breve  pti.*aje  de 
Plinio  en  que  habla  de  esta 
planta :  "Cerca  de  Rímini  se 
conoce  una  hierba  que  llaman 
reseda.  De-hace  los  infartos  y 
todas  la.s  inflamaciones;  los  que 
curan  con  ella  agregan  estas 
palabras:  seda,  morbos  reseda 
(oh  reseda,  calma  o  suaviza  la> 
enfermedades),  scisn'',  sñsne 
fjnis  hir  pullos  egerUf  radires 
nee  rapitf,  nee  pedes  haheant. 
Dicen  esto  tres  veces  y  escuiien 
otras  tantas."  (Ilist.  Natural,  1. 
XXVI í.  11."  10(1).  En  esta  es- 
pecie   de  ciiMJnro    so  \o    (pío    d 


noml)re  se  formó  del  inqtera- 
livu  del  V.  resednrc,  calmar, 
suavizar,   compuesto  de  .'¡edare. 

IvESEGi'iR,  a.  Volver  a  según 
lo  que  e-taba  interrumpido.  Así 
lo  u.sj  Don  Diego  Hurtado  de 
Mendoza  en  la  parte  hológrafa 
de  su  testamento:  'Mando  que 
resigan  las  cuentas  que  tengo 
con  el  Rey,  porque  se  vea  que 
no  le  debo  nada."  (Memorias  de 
la  Acad.,  t.  X.  pág.  KíO).  El 
Dice,  no  conoce  este  v. 

Resegiro,  m.  Contrato  que 
ha<'e  el  a.segin-ador  haciendo 
que  otra  persona  le  asegure  lo 
que  él  aseguró:  e-s  decir,  segun- 
do o  nuevo  seguro,  y  de  ahí  la 
razón  de  la  partícula  re.  ]?ien 
puede  admitirse  por  lo  menos 
como  chilenismo,  porque  está 
bien  formado  v  es  corriente  en 
Chile. 

Rrse.mrr.vu.  a.  "\'olver  a 
.-embrar  un  mismo  terieno  o 
parte  de  él ;"  definiciiMí  del 
Dice,  un  tanto  ambigua  y  que 
s(')lo  se  aclara  con  la  que  da  do 
rrsiemhra:  "siembra  que  <e  hace 
en  un  terreno  .«in  dejarlo  des- 
cansar." No  emplean  aquí  los 
agricultores  en  este  sentido  ni  el 
v.  ni  el  s.,  sino  en  el  significado 
de  hacer  de  nuevo  una  siembra 
que  por  cualquier  motivo  se  per- 
dió en  parte  o  quedó  nuiy  rala ; 
acep.  que  creemos  perfectamente 
castiza,  dada  la  f'ormaciini  do 
amlms  palabra.-. 

Resentirse,  r.  Dos  aceps.  .so- 
lamente le  da  ol  Dice:  "em])o- 
zar  a  flaquear  o  sentirle  uuu  co- 
sa; íig.,  dar  muestras  de  senti- 
miento, po'^ar  o  enojo  por  una 
cosí."  Sem'in  o-to.  .fc  re.vente 
una  muralla    cuando  empieza    a 


RES 


RES 


abrirse  o  agrietarse  o  a  padecer 
otra  mengua;  se  resiente  un  te- 
cho cuando  empieza  a  crujir 
amenazando  ruina;  y  en  sentido 
Hg.  se  resienten  las  personas 
cuando  dan  muestra.*  de  senti- 
miento o  agi'avio.  Queda,  por 
tanto,  eliminada  como  no  casti- 
za la  acep.  tan  usada  lioy  día, 
de  experimentar  o  sentir  los 
efectos  o  consecuencias  odiosas 
o  la  influencia  perjudicial  de  al- 
guna cosa,  sin  que  haya  senti- 
miento ni  agravio.  Véase  más 
clai'o  en  los  ejemplos  puestos  por 
Baralt:  "Siempre  nos  resentimos 
algo  de  las  preocupaciones  del 
siglo  en  que  vivimos;  Allí  todo 
se  resiente  de  lo  estéril  del  te- 
rreno ;  Su  color  se  resiente  de  la 
calidad  de  los  alimentos;  Su  voz 
se  resiente  de  su  debilidad ;  Se 
resiente  de  las  malas  mañas  de 
su  juventud;  Esta  obra  se  re- 
siente de  precipitación ;  Todo  se 
resiente  en  España  de  la  servi- 
dumbre antigua  y  de  la  licen- 
cia moderna.'  Todos  éstos  son 
resentimientos  de  la  pulcritud  y 
delicadeza  francesa  y  nó  de  la 
llaneza  y  seriedad  castellana.  El 
resentirse  español  es,  como  lo 
dijo  Saavedra  Fajardo,  "recono- 
cerse agradado;"  es  algo  que 
va  derecha  y  más  hondamente 
al  alma.  A'^eamos,  en  confirma- 
ción, lo  que  dice  el  Dice,  de  la 
Academia  Francasa :  "Ressentir., 
avec  le  pronom  personel,  signi- 
fie  sentir  quelque  reste  d'un  mal 
qu'on  a  eu...Il  signifie  aussi, 
tant  au  sens  physique,  qu'au 
sens  moral,  éprouver  les  .suites, 
les  conséquences  fácheuses,  l'in- 
fluence  nuisible  de  quelque  cho- 
se.  //  seressentira  longteinpsdes 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


débauches  de  sa  jeunesse.  .  .  II 
se  ressent  de  la  mauvaise  éduca- 
tion  qu'on  lui  a  donné'',  de  la 
fréquentafion  de  mauvaises 
compagnies.  Son  ouvrage  se 
ressent  de  la  précipitation  avec 
laqiielle  il  I' a  composé.  .  .''  Este 
Dice,  y  nó  el  español  han  con- 
sultado los  que  se  resienten  de 
la  manera  censurada  por  Baralt; 
por  eso  traduzcamos  a  lenguaje 
castizo  sus  proposiciones:  "Siem- 
pre participamos  algo  de  las 
preocupaciones  del  siglo  en  que 
vivimos;  Allí  todo  participa  de 
lo  estéril  del  terreno;  En  su  co- 
lor influye  la  calidad  del  ali- 
mento; Su  voz  dice,  da  a  enten- 
der o  muestra  su  debilidad;  Se 
notan  en  él  las  consecuencias  de 
las  malas  mañas  de  su  juven- 
tud ;  Esta  obra  manifiesta  la  pre- 
cipitación con  que  ha  sido  es- 
crita; Todo  da  a  conocer  en  Es- 
paña la  servidumbre  antigua  y 
la  licencia  moderna."  Las  auto- 
ridades citadas  por  Rodríguez  y 
Ortúzar  en  defensa  de  esta  acep. 
de  resentirse,  son  muy  moder- 
nas y  muy  sindicadas  de  galicis- 
mos para  que  puedan  destruir 
la  doctrina  de  la  Academia. 

Reseña,  f.  Celébrase  en  la 
iglesia  metropolitana  de  Chile 
una  procesión  llamada  de  la 
santa  o  sagrada  Reseña.  Se  hace 
una  vez  al  año,  en  la  dominica 
de  Pasión,  y  consiste  en  llevar 
en  triunfo  una  bandera  grande 
de  tafetán  negro  con  cruz  roja 
en  el  centro  y  de  la  misma  tela, 
después  de  haberla  batido  sobre 
el  altar  y  sobre  los  canónigos 
po.strados,  y  cantándose  durante 
todo  el  tiempo  el  hinmo  ]'exiUa 
regis.  "El  nombre  de  reseña  que 
7 


'J8 


RES 


RES 


tiene  en  Chile  y  en  otras  cate- 
drales de  América,  parece  ser 
corrupción  de  seña,  como  se  lla- 
ma en  otras,  y  que  significa 
bandera  o  estandarte  militar;  o 
también  de  enseña,  porque  lo 
principal  de  toda  la  ceremonia 
es  la  enseña  o  estandarte  de  la 
cruz  que  se  lleva  en  procesión." 
(Estatutos  y  consuetas  de  la 
Iglesia  Catedral  de  Santiago  de 
Chile,  n.°  426).  Realmente,  el 
nombre  reseña  parece  formado 
de  seña  en  la  acep.  hoy  anticua- 
da de  "estandarte  o  bandera 
militar." 

Resertarse,  r.  En  Chiloé,  de- 
sertar o  desertarse.  (Cavada).  R 
en  vez  de  (/,  como  en  reclarar, 
redamar,  redetir,    renegrido . 

Reserv.\do,  m.  El  Dice,  ad- 
mite solamente  Caso  reservado 
(culpa  grave  que  sólo  puede  ab- 
solver el  superior,  y  ningún 
otro  sin  licencia  suya),  cuando 
es  corriente  entre  teólogos  y  ca- 
nonistas usar  a  reservado  c.  s. 
"Aljsolución  de  reservados;  Li- 
cencia para  absolver  de  reserva- 
dos." 

Reservista,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
"Dícese  del  soldado  pertenecien- 
te a  la  reserwi,"  tomada  la  voz 
reserva  en  la  acep.  de  "parte  ael 
ejército  o  armada  de  una  na- 
ción, que  no  está  en  servicio 
activo,  sino  en  sus  hogares." 
Fué  admitido  este  vocablo  desde 
la  13."  edición  del  Dice. 

Resfriado  o  resfrío,  in.  Tie- 
nen el  mismo  significado. — Res- 
FRiADi"RA,  como  témiino  de  Ve- 
terinaria, significa  también  lo 
mismo. —  liesfriarnienfo  signifi- 
ca "enfriamiento." 

Resgoso,  sa,  :id,i.  "Dicen  algu- 


nos por  riesgoso,  y  puede  ser 
antiguo,  pues  arresgar,  que  tam- 
bién hemos  oído,  se  halla  varias 
veces  en  Alarcón.""  Así  Cuer\-o, 
como  si  hubiera  escrito  en  Chile. 
Ramos  Duarte  lo  trae  también 
como  propio  de  Méjico.  Véase 
Riesgoso. 

Residencia,  f.  En  España,  en 
Chile  y  dondequiera  que  se  ha- 
bla esjiañol  están  llamando 
residencia  toda  Ciisa  grande  y 
suntuosa  que  no  alcanza  a  mere- 
cer el  nombre  de  palacio.  No  es 
tal  el  concepto  de  resitlencia,  ni 
por  su  etimología  ni  por  el  uso 
de  los  clásicos;  por  tanto,  no 
abusemos  de  este  vocablo.  Resi- 
dencia, fuera  de  otras  aceps. 
que  no  hacen  al  caso,  es  el  "lu- 
gar en  que  se  reside,"  es  decir, 
donde  se  está  de  asiento,  que  eso 
significa  residir,  de  re  y  sedére, 
sentarse.  Sólo  entre  jesuítas  se 
llama  residencia  "la  casa  donde 
residen  de  una  manera  regular 
y  permanente  algunos  indivi- 
duos formando  connuiidad,  y 
que  no  es  colegio  ni  c.isa  profe- 
sa." Sentimos  que  la  Condesa  de 
Pardo  Bazán  escribiera  en  su 
]'ida  contemporánea:  "Se  agol- 
pa la  gente  a  las  puertas  dt  la 
residencias  donde  .-e  celebra  un 
■^arao.  .  .Las  residencias,  siempre 
lujosas  y  espacio.<as,  preparadas 
ya  al  objeto  de  recibir." 

Resiembra,      f.     Véa-e     Re- 
sembrar. 

Resinación,  resinadamente, 
resinar.  Aíí  pronuncia  el  pueblo, 
omitiendo  la  g  antes  de  n.  Véa- 
se G,  1."  Y  ¡cuidado  con  tal 
omisión,  porque  a^í  se  puede 
confundir  a  resignar  y  resigna- 
ción con  resinar  (sacar  resina  a 


RES 


ÍIES 


ciertos  árboles,  haciendo  inci- 
siones en  el  tronco)  y  resina- 
ción  (acción  o  efecto  de  resi- 
nar) ! 

Res,  xox  verba.  Loe.  latina 
que  .significa  "cosas  o  hechos,  nó 
palabras. "  Por  lo  usada  que  es 
en  todas  partes  debe  entrar  en 
el  Dice.  Otros  dicen  Factu,  non 
verba. 

Res  xullíus.  (Pronúnciese 
nul-líus).  Expresión  latina  que 
significa  cosa  de  nadie,  esto  es, 
casa,  objeto  o  bien  sin  dueño.  Es 
comente  en  la  legislación  ecle- 
siástica y  en  la  civil  y  no  debe 
faltar  en  el  Dice. 

Resol.\xa,  f.  Los  últimos 
Dices,  de  la  Academia  lo  admi- 
ten como  adj.  (resolano,  na: 
d  ícese  del  sitio  donde  se  toma  el 
sol  sin  que  que  ofenda  el  vien- 
to), pero  confesando  que  se  usa 
t.  c.  s.  f.  El  de  Autoridades  lo 
hacía  s.  m.  (resolano),  aa\ir- 
tiendo  que  "en  la  Mancha  lla- 
man resolana."  No  debe  confun- 
dirse, como  lo  hacen  algunos  en 
Chile,  el  significado  de  resolana 
con  el  de  resistero  o  resistidero 
(calor  causado  por  la  reverbera- 
ción del  sol;  lugar  en  que  se 
percibe),  ni  tampoco  con  el  de 
resol  (reverberación  del  sol). 
Véanse  Pañi  y  Pañitucar  (el 
solejar,  n.:  tomar  el  sol). — Al- 
gunos llaman  también  resolana 
el  sitio  o  paraje  donde  el  sol  da 
de  lleno:  esto  se  llama  en  caste- 
llano solana,  f.,  solejar  o  cara- 
sol, m. —  Otros  han  llamado 
también  resolana  el  calor  del 
sol  cuando  un  débil  reparo  in- 
tercepta la  luz  y  el  viento.  "Es- 
cuchaban inmóviles  la  música 
bajo  la    ardiente  resolana    de  la 


carpa."  (Diario  El  Porvenir. 
n.°  6414).  Bastaba  haber  usado 
sofocación  o  haber  variado  la 
frase  con  sofocar  o  sofocados. 
Resollido,  m.  Resuello.  Véase 
Producido. 

Resoxancia,  f.  Todavía  no 
le  da  el  Dice,  la  acep.  fig.  de 
"divulgación,  publicidad,  cali- 
dad de  sonado  o  ruidoso;"  sólo 
se  la  da  en  la  fr.  Tener  resonan- 
cia: "di\Tilgarse,  propagarse  por 
la  fama  un  hecho  o  suceso." 
No  se  ve  razón  para  atar  el  s.  al 
V.  tener,  cuando  puede  juntarse 
con  tantos  otros  y  aun  campar 
por  sí  solo.  Esa  libertad  se  han 
tomado  todos  los  modernos  y 
bien  merecen  que  se  les  deje. 
Véanse  algunos.  "Cierto  que  es 
el  mío  nombre  de  gran  reso- 
nancia en  el  país."  (Pereda, 
Nubes  de  estío.  I).  "Y  aquí  co- 
menzaba la  lista  minuciosa  de 
todos  mis  pecados,  reale.?  y  su- 
puestos, con  un  lujo  de  colorido 
sobre  sus  calidades  y  resonan- 
cia, que  no  había  más  que  pe- 
dir." (Id.,  La  Montálvez,  XV). 
"Esta  oscuridad  [la  vida  del 
Padre  Lacunza] ...  no  alcanza 
a  su  doctrina,  que  tuvo  larga 
resonancia  y  provocó  muchas 
polémicas."  (Menéndez  y  Pela- 
yo,  Heterodoxos  españoles,  t. 
IIL  pág.  419,  1.^  edición).  Lo 
usaron  también  Valera,  Núñez 
de  Arce,  Blasco  (Ensebio),  Mir 
(Miguel),  Coloma,  etc. 

Resondrar,  a.  Copiamos  de 
Ricardo  Palma.  "Dirigir  a  una 
persona  palabras  injurio.-as.  Es- 
te V.  se  ha  usado  en  el  Perú 
desde  el  siglo  XVI,  pues  en  un 
proceso  criminal,  seguido  eii 
Trujillo   en  1548,   dice  uno    de 


loo 


RES 


RES 


los  declarantes  que  ambas  seño- 
ras se  resondraron  en  la  puerta 
de  la  iglesia.  .  .Talvez  venga  de 
rezongar,  gruñir."  Si  uo  lo  vié- 
ramos con  nuestros  propios 
ojos,  no  lo  creeríamos:  ¡reson- 
drar, de  rezongar!  Es  el  antiguo 
ticshondrar,  que  se  usaba  lo 
mismo  que  hondrar  y  hondra, 
más  cercanos  a  la  etimología 
latina  honorare.  El  cambio  de 
la  primera  d  en  r  es  ¡«ara  esfor- 
zar el  vocablo,  como  en  rene- 
grido por  denegrido.  Véase 
tamV)ién  Ralbado.  Aroua,  antes 
que  Palma,  bahía  incurrido  en 
el  mismo  error,  aumentándolo 
con  la  falsa  grafía  de  una  z 
(rezondrar). 

Resoplido  o  resoplo,  m. 
Resuello  fuerte  y  continuado. 

Resorte,  m.  Su  acep.  propia 
es:  "pieza  elástica,  ordinaria- 
mente de  metal,  colocada  de 
modo  que  pueda  utilizarse  la 
fuerza  que  hace  para  recobrar 
su  posición  natural  cuando  ha 
sido  separada  de  ella;"  por  otro 
nombre,  muelle.  La  accp.  fig. 
que  le  reconoce  el  Dice,  es: 
"medio  de  que  uno  se  vale  para 
lograr  un  objeto."  Muy  severo 
anduvo  el  P.  -Mir  al  desechar 
en  castellano  esta  acep.,  que  ha- 
bía sido  aprobada  aun  por  Ba- 
ralt.  Cierto  que  en  su  origen  es 
francesa;  pero  es  una  metáfora 
tan  bien  formada,  que  no  se 
|)uede  desechar  en  ninguna  len- 
gua. Si  sustantivos  de  significa- 
do análogo,  como  palanca,  liare 
o  clave,  máquina,  tecla,  lian  en- 
riquecido el  lenguaje  con  sus 
acejw.  figuradas,  no  vemos  por 
(pié  no  pueda  hacerlo  también 
ri.i<>rtr,  I, a  \'.  .\grcda,  pur  ejem- 


plo, esc-ribió:  "Queda  el  amor 
tan  presto  e  inclinado,  que  co- 
mo resorte  le  hace  [al  corazón] 
volver  luego  a  su  objeto."  (Mis- 
tica  Ciud-ad,  1.  VIII,  n."  413). 
Quitemos  el  como  y  digamos 
en  sentido  fig.:  "El  amor  es  el 
resorte  que  hace  al  corazón  hu- 
mano volver  a  su  objeto."  ¿Qué 
tendi'ía  de  reprobable  este  uso? 
Absolutamente  nada,  y  por  eso 
lo  aceptó  el  Dice. ;  y  acei)tíimos 
también  los  ejempkv!  con  que 
el  Dice,  de  la  Academia  Fran- 
cesa e.xplica  esta  misma  acep.: 
"Hay  que  mover  todo  género  de 
resortes  pira  llegar  al  fin ;  Es 
hábil  para  manejar  los  resortes 
de  la  política;  Hay  resortes 
ocultos  cuyo  manejo  no  se  pue- 
de adivinar;  El  gran  resorte  de 
este  negocio  era.  .  .  ;  Hay  una 
política  misteriosa  que  no  obra 
sino  por  resortes  secretos;  Este 
l)oeta  dramático  inventa  resor- 
tes muy  propios  para  cautivar 
al  expectador."  "Espinosa  ha 
rccurridi>  a  los  resortes  Ijaraios 
para  sugerir  la  verosimilitud  de 
su  novela,"'  escriliió  un  autor 
chileno.  (Raf.  Maluenda,  Las 
inrjuietudes  de  Ana  Mnria,  La 
Unión,  de  Santiago.  24  .lun. 
1916). — Lo  que  no  ha  admitido 
ningún  tratadist.a  ni  tolera  el 
gusto  español,  es  la  acep.  de  ex- 
tensión de  juri.sdicción,  domi- 
nio, incumbencia,  competencia, 
que  tiimliiéii  dan  a  este  vocablo 
los  franceses.  "I'^sto  no  es  de  mi 
resorte;  Aquello  pertenece  al 
resorte  de  la  teología  ;  El  resorte 
del  honor,  de  las  pasiones  fil 
móvil,  el  estinvfilii,  el  aguijón); 
Juzgar  en  último  resorte  (sin 
apiltieión,   en    última    inslnnci.i). 


RES 


RES 


101 


Respaldar,  respaldo  y  es- 
paldar, ni.  Son  iguales  en  esta 
acep. :  "parte  de  la  silla  o  banco 
en   que  dascansan  las  espaldas." 

Respectar,  n.  "Tocar,  per- 
tenecer, decir  relación."  Esto  y 
su  etimología  latina,  respectare, 
es  todo  lo  que  dice  de  este  v.  el 
Dice.  Cualquiera,  al  leerlo,  cre- 
ería que  se  puede  usar  eu  todos 
los  tiempos  y  personas,  porque 
la  Gramática  tampoco  advierte 
que  sea  defectivo:  y  tanto  lo  es, 
que  será  nuiv  raro  hallarlo  usa- 
do fuera  de  las  dos  terceras  per- 
sonas del  presente  de  indicativo: 
respecta,  respectan. 

Respectivamente,  adv.  de 
m.  Significa:  "comparativamen- 
te, con  relación  a  personas  o 
cosas,"  y  no  debe  confundirse 
con  recíprocamente,  que  sig- 
nifica: "mutuamente,  con  igual 
correspondencia." 

Respecto,  m.  "Razón  rela- 
ción o  proporción  de  una  cosa  a 
otra." — El  modo  adv.  es  Respec- 
to a  o  de,  Con  res¡^ecto  a  o  de,  y 
significa  lo  mismo  que  res- 
pective y  respectivamente.  "La 
loe.  Respecto  de,  dice  Cr^rvo.es 
por  tradición  directa  el  latín 
respectu  con  un  genitivo  y  sig- 
nifica con  miramiento  a,  en 
consideración  de.  Para  acomo- 
darla a  la  sintaxis  castellana  se 
le  han  añadido  en  diferentes 
tiempa«  algunas  preposiciones, 
como  .4  respecto  de  (Garcilaso, 
Granada,  Ribadeneira),  En  res- 
pecto de  (el  B.  Ávila,  Siííüenza, 
Granada,  Antonio  Pérez),  Con 
respecto  a  (Tovellanos,  Lista)  ; 
y  finalmente,  emancipado  el  s. 
de  esa  combinación,  se  ha  di- 
cho  En  este  respecto,    y  con    el 


bajo  invasor.  Bajo  tal  respecto. 
[Véase  Bajo].  Conocida  la  sig- 
nificación primordial  del  s.,  no 
parece  incongruente  la  prepo- 
sición, pero  no  ha  de  olvidarse 
que  en  se  acomoda  mejor  a  la 
tradición." —  Al  respecto,  "a 
proporción,  a  correspondencia, 
respectivamente,"  lo  interpreta 
el  Dice. 

Respetable,  adj.  "Es  des- 
atino en  la  acep.  de  cuantioso, 
grande,  considerable;  v,  gr. : 
Dio  una  respetable  suma  a  los 
pobres."  (Ortúzar).  El  signifi- 
cado propio  es  "digno  de  res- 
peto," y  no  es  dable  confundir 
la  idea  de  "respeto"  con  la  de 
"gTandeza  o  número."  Aféase 
Reverendo. 

Respeto,  m.  Respeto  huma- 
no. El  Dice,  sólo  acepta  en  pl. 
esta  loe  diciendo  respetos  hu- 
manos: "contemplacionas  no  es- 
trictamente ajustadas  a  la  mo- 
ral." Sin  embargo,  buenos  au- 
tores, como  Puigblanch,  Sbarbi 
y  otros  modernos  lo  visan  en 
sing.  Tejado,  en  su  traducción 
de  la  obra  del  P.  Fáber  Progre- 
so del  alma,  lo  usa  también  re- 
petidas veces  en  sing.,  aunque 
en  el  título  del  cap.  X  y  una 
que  otra  vez,  como  avergonzado, 
aparece  en  pl.  Sin  embargo,  hay 
aun  mejores  autoridades.  "Para 
la  ejecución  de  la  ley  ninguna 
cosa  ha  de  ser  su  estorbo,  nin- 
gún respecto  huinano  ha  de 
gozar  de  excepción .  . .  Compro- 
bando con  tales  ejemplos  que 
para  la  ejecución  de  la  justicáa 
ningún  respecto  humano  había 
de  servir  de  estorbo."  (Covarru- 
bias,  Tesoro,  art.  Legislador. 
Es    adir'ión    de    .\ldrete).    "Por 


102 


RES 


RES 


tanto,  desvíe  el  hombre  ¿us  ojos 
en  las  buenas  obras  que  hace 
de  todo  respecto  hnmano,  y 
póngalos  en  Dios."  (Granada, 
Guia  de  pecadores,  1.  II,  c. 
XVII.  §  III).  "La  gracia  de  los 
reyes  y  de  los  privados  suélesela 
llevar  el  \-iento  de  cualquier 
consideración  y  respeto  huma- 
no, por  la  sujeción  que  tienen 
sus  sentidos  a  sentidos  ajenos." 
(Antonio  Pérez,  Carta  a  Nico- 
lás Spínola).  "Si  ese  nombre  de 
Antonio  Pérez,  por  ir  solo,  no 
hallare  acogida  ni  gracia  en  los 
vasallos  del  respeto  humano,  la 
halle  por  el  respeto  a  tal  prín- 
cipe con  el  nombre  de  criado  de 
V.  M."  (Id.,  Carta  al  reij  Enri- 
que IV).  "Consejeros  de  su  rey, 
sin  otro  respeto  humano,  idóla- 
tras." (Id.,  Aforismos).  "A 
donde  se  travesare  la  honra  de 
Dios  y  su  servicio  no  ha  de  ha- 
ber padre  ni  madre,  ni  otro 
respeto  humano."  (Alonso  de 
Cabrera,  Sermón  II  del  Dam. 
infraoct.  de  Epifania,  cons.  V). 

Yo  veo  espadas  desnadas, 
Y  ningün  respeto  humnnn 
Tiene  envainada  la  mía. 
(Tirso,  Siempre  ayuda  la  rerJad,  I,  18."). 

Y.  omitimos  muchas  otras  citas 
que  tenemos  anotadas  de  Si- 
giienza.  Nieremberg,  Fr.  Jeró- 
nimo de  San  José  (Genio  de  la 
Historia)  y  Arbiol.  Creemos 
suficientes  las  alegada.s  para  que 
se  decida  el  Dice,  a  admitir  la 
loe.  en  sing.  y  nó  en  j)!.  sola- 
mente, tanto  más,  enante  que 
él  mi.fmo  la  usa  en  sing.  en  el 
art.  Dkscar.mx». —  Campar  íino 
por  sus  respetos.  En  singular 
lo    admite    solamente  el    Dice: 


Campar  uno  por  su  respeto: 
"ser  dueño  de  sus  acciones  sin 
dependencia  de  otro." — Ofrecer 
o  presentar  uno  sus  respetos  a 
otro,  e.í  fr.  galicana ;  díga-^e 
saludar  o  ^■isitar  a  uno  en 
nombre  propio  o  de  otro, 
rendirle  o  presentarle  home- 
naje. Es  cierto  que  la  usó 
el  Illmo.  Scío  (II  Paralipóm., 
XXIV,  17),  diciendo:  "Los 
principales  de  cada  familia  fue- 
ron a  ofrecerle  sus  respetos;" 
pero  ya  es  sabido  que  est-e  autor, 
por  ser  del  siglo  XVIII,  no  está 
libre  de  galicismos. 

Respetoso,  s.\,  adj.  Lo  equi- 
para el  Dice,  a  res})etuoso,  sa, 
sin  ninguna  nota  de  anticuado. 
Lo  mismo  hace  con  el  adv.  res- 
petosamente. Entre  nosotros 
ninguna  persona  culta  pronun- 
cia ni  escribe  respetoso.  En  bue- 
na ortología  y  métrica,  respe- 
tuoso es  pentasílabo,  porque  uo 
no  es  diptongo. 

Respingo,  ni.  Es  barbarismo 
usarlo  ])or  frunce,  m. :  "arruga 
o  pliegue,  o  conjunto  de  arrugas 
o  iilie.gueí;  menudos  que  f-e  ha- 
cen en  una  t«la  fnmciéndola," 
— En  Chiloé,  rizo  en  forma  de 
sortija;  peinado  de  nuijer  parti- 
do en  el  medio.   (Cavada). 

Respondedera,  f.  Segunda  bo- 
ca de  la  cniova  de  los  cangreja-*, 
por  la  cual  se  escapan  cuando 
son  buscados  jwr  la  primera. 
Véa.se  Can'grejer.v. 

Responder,  a.  y  n.  Leemas 
en  una  obra  chilena:  "Fallecía 
en  Soria  un  octogenario  que 
respondía  al  nombre  de  Mel- 
clior  Bravo  do  Saravia."  Ningu- 
na (le  las  aceps.  ('a.-*tizns  alcanza 
a   excu-^ir   este   mal    iis)   del   v. 


RES 


RES 


IOS 


responder,  semejante  al  de  obe- 
decer en  este  mismo  sentido  y 
trat;índose  de  animales.  Aféase 
en  .«u  lugar. 

Responso,  m.  fani.  Repren- 
sión. Véase   Raspa. 

Responsorio.  m.  "Ciertas 
preces  y  versículos  aue  se  dicen 
en  el  rezo  después  de  las  leccio- 
nes en  los  maitines  y  después 
de  las  capitulas  de  otras  horas." 
Esto  llama  el  Dice,  responsoño 
y  nó  el  versículo  que  en  los  li- 
bros de  rezo  va  precedido  del 
signo  I^  (que,  según  él,  se  in- 
terpreta responde  o  respuesta, 
aunque  en  la  definición  de  esta 
última  voz  se  olvidó  de  darle 
esta  acep.) 

Rest.\mp.\r,  a.  Volver  a  es- 
tampar o  imprimir.  "Están  las 
librerías  llenas  de  ellos  [de 
eiemnlares  de  La  Araucana  de 
Ercilla],  por  el  cuidado  que 
hay  de  resta.mparle  para  que  no 
faltan."  í Alonso  Ovalle.  Histór. 
relación.  1.  III,  c.  II).  Con  esta 
autoridad  ^.^^e  nesiará  el  Dice,  a 
admitir  este  v.?  Re  estampar  usé 
Rodríguez  Marín  en  su  edición 
prande  del  Qnijntc.  t.  T,  pág. 
191. 

Restaurant,  m,  (Pronuncien 
restorán).  Es  voz  francesa  usada 
en  todas  partes  para  designar 
el  establecimiento  en  que  se  sir- 
ven por  dinero  a  toda  hora  ali- 
mentos sueltos  ^  y  ligeros  para 
restaurar  las  fuerzas,  como  lo 
dice  la  palabra:  lo  cual  no  im- 
pide que  también  se  sirvan  al- 
muerzos y  comidas  enteros.  El 
mejor  equivalente  castizo  es  rae- 
rendero  (establecimiento  adon- 
de concurre  la  gente  del  pueblo 
n  merendar   o  comer  por   su  di- 


nero) :  no  importa  que  el  Dice, 
lo  dedique  en  esta  acep.  -jl  pue- 
blo. Su  significado  principal  es 
"sitio  en  que  se  merienda,"  y  la 
merienda  es  la  "comida  ligera 
que  se  hace  por  la  tarde  antes 
de  la  cena."  Otras  veces  el  res- 
taurant es  igual  al  café:  casa  o 
sitio  público  donde  se  vende  y 
toma  café  y  otras  comidas  lige- 
ras. 

Resto,  m.  Nota  el  P.  Mir, 
después  de  Baralt,  que  "resto  se 
dice  del  rerfduo  o  reliquia  que 
queda  de  algún  todo,  en  sentido 
propio  y  material,  a  diferencia 
de  reliquia,  que  a  veces  se  toma 
en  sentido  espiritual,  moral  y 
fig.  Cuando  la  palabra  resto  sale 
de  sus  límites  naturales  y  pro- 
pios, está  mal  empleada.  Trope- 
zamos aquí  con  los  galicistas 
que,  al  &stilo  francés,  careando 
la  voz  resto  con  el  vocablo  de- 
más, dicen  sin  reparo:  Me  gusta 
oír  el  resto ;  Pasem  ns  al  resto ; 
El  portador  te  dirá  el  resto.  Dí- 
gase lo  demás,  ¡o  restante. — 
"Los  restos  de  la  mesa  Uámanse 
relieves,  .'íobras,  residuos,  reli- 
Quias,"  dice  el  mismo  autor:  el 
despectivo  escamocho  significa 
también  "sobras  de  la  comida  o 
bebida."  Los  restos  de  las 
telas  se  llaman  retal  o  retazo. 
Saldo  es  "resto  de  mercancías 
que  el  fabricante  o  el  comer- 
ciante venden  a  bajo  precio  pa- 
ra salir  pronto  de  ellas."  Sobras 
tiene  también  la  acep.  general  de 
"lo  Que  sobra  o  queda  de  otras 
cosas"  que  no  son  de  comer. — 
Restos  mortales:  "lo  que  queda 
del  ser  humano  después  de 
muerto."  Así  el  Dice. ;  pero 
también  es  corriente   decir  sola- 


104 


RES 


RES 


mente  restos,  no  sólo  en  Chile, 
sino  también  en  España,  como 
lo  podríamos  probar  con  pasajes 
de  González  Carvajal  (Los  Sal- 
mos, t.  XI,  pág.  234),  Menén- 
dez  y  Pelayo  (Los  Heterodoxos 
españoles,  t.  III,  pág.  314,  1." 
edición)  y  el  Marqués  de  Mo- 
líns  repetidas  veces  en  su  obrita 
Ln  sepultura  de  Cervantes. 

Restricto,  ta.  Limitado,  ce- 
ñido o  preciso.  De  simple  adj. 
lo  califica  el  Dice,  cuando  de- 
bió asrregar  que  es  pan.  irregu- 
lar de  restringir.  Yéase  Parti- 
cipio. 

Resuello,  m.  De  un  resue- 
llo, loe.  fam.  Dícese  también  De 
una.  alentada:  porque  alentada. 
es  la  "resjiiración  continuada  o 
no  interrumpida.  Leyó  todo  el 
párrafo  de  una.  alentada."  Véa- 
se Hebra  (De  una). 

Resultante,  f.  En  Mecáni- 
ca, y  solamente  en  Mecánica, 
"dícese  de  una  o  varias  fuerzas 
que.  aplicadas  aun  cuerpo,  pue- 
den producir  en  él  igual  efecto 
que  el  conjunto  de  otras."  Pe- 
dantería de  mal  gusto  es  pues 
sacar  este  vocablo  de  su  esfera 
propia  y  u.-iarlo  en  el  mismo 
sentido  que  resultado,  resulta  o 
resultancia.  ¿Qué  gana  con  esto 
la  lengua  sino  confundir  las 
di.stintas  ciencias  y  artes? 

Resultar,  n.  Es  tanto  el 
abuso  que  se  está  Iiaciendo  de 
este  v.  cu  la  acep.  de  "nacer, 
originarse  o  venir  una  cosa  de 
otra.''  que  ya  no  .se  puede  oír 
bablar  a  nadie  sin  que  lo  encaje 
una  porción  de  veces  .-iin  venir 
al  caso.  Otros  lo  usan  más  des- 
mañadamente aún,  ijue.-i  cmiiie- 
zan  con  <'l  (.4   dj-K-un-^o  o  conver- 


sación. "Resulta,  señor,  que  es- 
toy de  luto  reciente  y  querría 
casarme  en  la  casa,  en  vez  de  ir 
a  la  iglesia;  porque  resulta  que 
mi  futura  suegra  se  resiste  a  sa- 
lir de  la  casa,  y  resulta  que  yo 
tampoco  tengo  los  medios  nece- 
.«ariospara  que  nos  presentemos 
en  la  iglesia  como  corresponde." 
De  tantos  resultados  ningimo  lo 
es  tal,  porque  no  están  jiresen- 
tados  de  manera  que  haya  con- 
secuencia de  una  cosa  a  otra.  El 
primero,  sobre  todo,  que  en  cas- 
tellano es  s^tcede,  es  el  cow  que, 
merece  el  premio  por  lo  atrevi- 
do y  sólo  es  comparable,  iróni- 
camente hablando,  con  la  Y 
enfática  con  que  empezó  Fray 
Luis  de  León  su  oda  a  la  Ascen- 
sión y  Don  Alberto  Lista  la  su- 
ya a  la  nnierte  de  Jesús. — Tam- 
poco es  castiza  la  acep.  que  se 
está  dando  a  este  v.,  no  sólo  en 
Chile,  sino  también  en  España, 
de  "dar  resultado  una  cosa,  te- 
ner efecto,"  el  rcussir  francés. 
"El  orador  quiso  pronunciar  un 
elocuente  discurso,  y  no  le  re- 
sultó; Lanzóse  lui  torpedo  a  la 
nave,  y  no  resultó;  Estás  pen- 
sando en  hacer  ese  buen  nego- 
cio, y  yo  creo  oue  no  te  va  a 
resultar."  Ko  le  da  el  Dice,  esta 
acep.  al  v. :  sin  embargo,  como  a 
buvtadillas  y  de  contrallando  la 
l)allamos  usada  en  la  '20."  del  v. 
salir:  "tener  buen  o  mal  éxito 
una  cosa ;  resultar  o  nó  lo  que 
.«e  dice  o  se  ]>iensa."  Así  como 
se  deslizó  esa  mala  apóco]ie  de 
buen,  se  dcsli/.í'»  también  e-^e  nn\l 
usado  resultar,  que  habría  bo- 
rrorizado  a  los  clásico.*.  No  se 
nos  arguya  diciendo  que,  si  .«e 
puede  decir  ilar  nxultndo,  .se  po- 


RES 


RET 


105 


drá  decir  también  restiUar,  así 
como  dar  abrazos  es  abrazar,  dar 
saltos,  saltar,  dar  golpes,  golpe- 
ar, etc.  Esta  acep.  de  dar,  contes- 
tamos, es  solamente  con  algunos 
sustantivos,  y  no  está  probado 
que  resultado  se  cuente  entre 
ellos;  además,  es  para  formar 
verbos  transivos  o  activos,  y  nó 
intransitivos  o  neutros,  como  es 
resultar.  Por  eso  confiesen  los 
neoparlanteá  que  no  resulta  la 
defensa  de  esta  novísima  e  im- 
propia acep.  y  exprésenla  con 
efectuarse,  salir  (bien  o  nial), 
salir  con  la  suya,  y  cuando  hay 
negación,  frustrarse,  malograr- 
se. Véa.^e  Chingarse. 

Resumidero,  m.  No  existe,  y 
evidentemente,  tal  como  aquí 
lo  asamos,  es  una  corrupción 
de  rezumadero,  que  algo  se  pa- 
rece en  el  significado,  porque  es 
el  "sitio  o  lugar  por  donde  se 
rezuma  una  cosa."  Nuestro  resu- 
midero es  en  castellano  sumide- 
ro, derramadero  o  vertedero. 
TamVjién  trae  el  Dice,  boquera 
como  provincialismo  de  Murcia; 
y  buzonera,  de  Toledo.  No  vale 
menas  nuestro  vocablo,  que  se 
usa  tamVjién  en  Colombia  y  en 
otras  ])artes. — Fig.,  lugar  donde 
alnmdan  o  donde  se  propagan 
los  vicios;  en  ca.stellano,  senti- 
na. "En  un  principio  me  excusé 
con  el  pretexto  de  que  no 
encontraba  I  hallaba]  propio 
que  a  mis  años  me  convirtiera 
en  resumidero  de  chismes  so- 
ciales."   (Un  autor  chileno). 

Resumir.  Véase  Reasumir, 
donde  se  hallará  la  gran  dife- 
rencia de  ambos. 

Resurgimiento,  m.  Hace  ya 
-iglos  (jue  dejó  de  usarse  en  cas- 


tellano el  v.  resurgir;  a-^í  que, 
andan,  no  trasnochados,  .sino 
tra.ñglados,  los  inventores  de 
eíte  novísimo  vocablo.  Si  tene- 
mos renacimiento,  restauración, 
resurrección,  florecimiento,  /.pa- 
ra qué  esta  novedad,  que  tiene 
más  de  italiano  quede  español? 
Si  no  agrada  ninguna  de  la.s  vo- 
ces propuestas,  preferiríamos  re- 
florecimiento, del  V.  reflorecer, 
más  poético  y  propio  para  el  ca- 
so. Tampoco  está  admitido  por 
el  Picc,  pero  tendría  menos  opo- 
sición que  resurgimiento. 

Resurtivo,  VA,  adj.  Que  re- 
sulte. PeJíurtir  es  "retroceder  un 
cuerpo  de  resultas  de  un  choque 
con  otro."  Falta  este  adj.  en  el 
Dice,  al  cual  se  lo  recomenda- 
mos con  la  siguiente  autoridad: 


La  región  se  miríí  más  espaciosa. 
En  túmulo  agregado  succesivo. 
Duplicando  a  la  entorcha  luminosa 
Kl  cambiante  reflexo  restiiiirn. 
{E.    Gerardo  Lobo,    Sitio  <h   Ciimtmmtn/or 
[oct.  XXX). 


Retacarse,  r.  En  las  provin- 
cias del  Sur,  esparrancarse 
(abrirse  de  piernas,  separarlas). 
— Fig.,  en  las  provincias  centra- 
les, hacerse  remolón,  flojo,  re- 
miso, remolonear. —  Ambas 
ace]3s.  se  explican  con  su  etimo- 
logía, el  s.  m.  retaco.  En  efecto, 
el  que  se  esparranca,  se  A'e  reta- 
co; y  el  que  rehuye  el  t:  abajo, 
generalmente  y  para  que  no  lo 
vean,  se  agazapa  o  se  arretaca, 
que  es  otra  forma  que  damos  a 
este  mismo  v.  Véa.se  en  su  lugar. 

Retaco,  ca,  adj.  Así,  como 
adj..  lo  u.>amos  aquí,  cuando  en 
realidad  sólo  es  s.  m.,  que  en  su 


106 


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acep.  fig.  significa  "hombre  re- 
choncho." "Claveles  y  albaha- 
cas  para  las  niñas  retacas,"  fr. 
que  no  tiene  más  novedad  que 
la  consonancia. 

Retador,  ra,  adj.  Que  reta,  en 
la  acep.  chilena  de  insultar  o 
injuriar  de  palabra.  En  caste- 
llano retador  es  s.  m.  y  signifi- 
ca: "el  que  reta  o  desafía." 

Retamal  o  retamar,  m.  Si- 
tio poblado  de  retamas. 

Retamilla,  f.,  dim.  de  reta- 
ma.   Véase  Ñancolahuén. 

Retamo,  m.  Retama,  f..  es  el 
nombre  de  esta  conocida  planta, 
como  es  también  en  árabe,  de 
donde  procede.  No  sabemos  por 
qué  ha  prevalecido  en  Chile,  lo 
mismo  que  en  el  lengunje  vul- 
gar de  Salamanca,  la  forma  m. 
Otro  nombre  que  tiene,  es  ge- 
vi.tfa,  latín  puro. — Entre  crimi- 
nales y  rateros  se  llama  retamo 
el  poncho,  sin  duda  poi'que  el 
color  más  usado  para  ést«,  entre 
el  pueblo,  es  el  amarillo,  como 
la  flor  de  la  retama. 

Retapar,  a.  Rellenar  la*  hen- 
diduras de  la  madera.  Basta 
con  el  v.  rellenar,  pues  lo  que  se 
hace  es  volver  a  llenar  las  vacíos 
que  han  quedado  después  de  la- 
brar o  cepillar  la  madera. 

Retar,  a.  "Desafiar,  piovocar 
a  duelo  o  batalla.  ||  fam.  Re- 
prender, tachar,  echar  en  cara." 
En  Chile,  no  .sólo  se  usa  por  "re- 
prender." sino  por  insultar  o 
injuriar  de  palabra. 

Retardación,  f.,  y  retardo, 
m.  Acción  o  efecto  de  retardar 
o  retardarse. 

Retardatario,  ría,  adj.  Atrasa- 
rlo, rctra-íado.  remolón.  En  boca 
de    los  anticlericales,    ostíiciona- 


rio,  retrógrado. —  Del  francés 
retardataire.  Sólo  está  admitido, 
como  término  de  Mecánica, 
fuerza  retardatriz. 

Retasa  o  retasación',  f.  Se- 
gunda tasa. 

Retasar,  a.  Tasar  segunda 
vez. — No  debe  confundirse  con 
retazar:  hacer  piezas  o  pedazos 
una  cosa, 

Ret.^tarabuelo,  la,  m.  y  f. 
Cuarto  abuelo,  cuarta  abuela. 
Es  voz  bien  formada,  aunque 
de  poco  uso. 

Retataraxieto,  ta,  m.  y  f. 
Cuarto  nieto,  cuarta  nieta;  o 
sea,  chozno,  na.  Es  voz  bien  for- 
mada, aunque  de  poco  u*o. 

Retazo,  m.  No  se  diga  retazo 
de  terreno,  porque  retazo  es  "re- 
tazo o  pedazo  de  una  tela:  trozo 
o  razonamiento  de  un  discurso," 
y  nada  más.  Véase  Pedazo. 

Rete.  part.  ins.  "La  repeti- 
ción es  recurso  natural  para 
ponderar,  dice  Cuervo:  tal  es  el 
origen  de  los  superlativos  grie- 
gos en  raro;  y  mediante  la 
unión  de  dos  sufijos  de  idéntico 
valor,  los  en  ic-ro?  y  los  latinos 
en  isoimais:  así  se  explica  nues- 
tro sí.'ñmo,  y  la  partícula  re  en 
rrfeviejo.  requeteviejo."  (Véase 
Re).  "¡Pongo  las  dos  orejas  a 
oue  nó,  y  a  rete  que  nó!"  (Pere- 
da, Sotileza,  I).  "En  este  con- 
cepto, debe  mirarj^e,  remirarse, 
y  aun  retcmirnrsc  previamente 
por  el  bienhechor,  quién  es  la 
persona  que  reclama  el  benefi- 
cio." (Sbarbi.  In  ilh  tcmpore, 
pág.  252').  "Tan  hombres  y  tan 
rrfehomhres  como  todo  esto  eran 
los  jaoues  de  Sevilla."  (Rodrí- 
guez Clarín.  ElLoaiim).  ".\pro- 
chadas  di.'^cípula.s  de  aquella  re- 


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107 


fehechicera  y  archibruja  a  quien 
llamaron  la  Camacha."  (Id., 
Rinconete  y  Cortadillo,  V).  "Y 
estos  tales  [maridos],  por  lle- 
varlas ricamente,  llenas  de  ador- 
nos y  de  oro,  van  más  sucios  y 
refemcios  que  los  artesanos  de 
hoy  día."  (.Joaquín  López  Bar- 
badillo,  El  Herrador  del  Areti- 
no.  act.  II).  Don  Vicente  de  Pe- 
reda juntó,  en  un  mismo  voca- 
blo, el  rete  con  el  superlativo: 
"¡Qué  malo  [era  el  mundo]  y 
qué  reiemalísimo!"  (Viejo  poe- 
ma, p.  II,  III). — Nada  dicen 
de  esta  part.,  como  tampoco  de 
reqiiete,  ni  la  Gramát.  ni  el 
Dice,  de  la  Academia.  .4rc/u  y 
proto  (véanse  en  sus  lugares) 
tienen  muchas  veces  el  mismo 
valor. 

Retejador,  m.  El  que  reteja 
o  trasteja.  El  Dice.  equi¡iara  es- 
tos verbos  (recorrer  los  tejados, 
poniendo  las  tejas  que  faltan)  ; 
pero,  en  cuanto  al  s.,  admite  so- 
lamente trnstejador.  Démosle 
una  buena  autoridad  para  rete- 
jador: "Don  Alvaro,  a  fuer  de 
buen  retejador,  yendo  de  un 
tejado  a  otro,  \ano  a  dar.  .  .en 
un  jardín."  (A.  de  Castillo  So- 
lórzano.  Jornadas  alegres,  j.    i). 

Retemblido,  m.  Acción  o  efec- 
to de  retemblar  (temblar  con 
movimiento  repetido).  "Y  el 
clamor  que  seguía  al  brindis  era 
delatado  por  el  retemblido  de 
los  cristales."  (Pardf>  Bazán,  La 
Tribuna).  No  trae  el  Dice,  este 
vocablo  ni  lo  hemos  visto  en 
otros  autores. 

Retemplar,  a.,  fig.  Cobrar 
más  valor  o  energía,  vigorizar, 
reanimar,  reavivar.  Tal  es  la 
fuerza  que  da  la  partícula  re   al 


simple  templarse.  Es  v.  Ideu  for- 
mado y  usual  por  lo  menos  en 
Chile  y  en  el  Perú  y  merece  ser 
admitido  en  el  Dice. 

Retención"  o  retenimiento, 
m.  Son  iguales  en  significado. 

Reteñir,  a.  "Volver  a  teñir 
del  mismo  o  de  otro  color  algu- 
na cosa." — No  se  confunda  con 
retiñir,  n..  que  también  hace  el 
infinitivo  reteñir,  y  si,gnifica: 
"durar  el  retintín."  El  primero 
es  compuesto  de  teñir  y  se  con- 
juga como  él,  y  el  .segundo  vie- 
ne del  latín  retínnire  y  tiene  co- 
mo única  irregularidad  supri- 
mir la  i  que  en  algunas  desinen- 
cias tienen  los  verbos  irregulares 
de  la  2.*  y  3.*  conjugación:  re- 
tiñó, retiñeron,  retiñera,  retiñe- 
se, en  vez  de  retiñió,  retiñieron, 
etc.  Equivocadamente  lo  hizo 
Bello  compuesto  de  tañer. 

Retintín,  retín  o  retinte, 
m.  Significan  lo  mismo. 

Retir.  Véase  Reetir.  "E  co- 
mo escalentaba  el  sol,  retíase  fel 
maná]."  (MS.  7,  Scío,  Éxodo, 
XVI,  21). 

Yo  moitre  retir  en  plata 
La  vaquil  y  alacrán, 
Y  hacer  el  solimán 
Que  en  el  fuego  desata. 

(Rodrigo    Cota,  siglo    XV,   Dial,   entre   el 
Amor  t/ un  Vtejo). 

Retiro,  m.  Como  término  de 
Imprenta,  dígase  retiración: 
"acción  o  efecto  de  retirar"  (es- 
to es,  estampar  por  el  revés  el 
pliego  que  lo  está  por  la  cara) ; 
"forma  o  molde  para  imprimir 
por  la  segunda  cara  el  papel 
que  está  ya  impreso  por  la  pri- 
mera." 


108 


RET 


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Reto,  m.  Es  corriente  en  Chi- 
le en  las  aceps.  de  insulto  o  in- 
juria de  palabra;  reprensión, 
regaño,  reconvención  fuerte  y 
áspera.  Retar  tiene  en  castella- 
no esta  2."  acep.,  pevo  nó  el  s. : 
éste  significa  solamente:  "acu- 
sación de  alevoso  que  un  noble 
hacía  a  otro  delante  del  rey, 
obligándose  a  mantenerla  en  el 
campo;  provocación  o  citación 
al  duelo  o  desafío;  amenaza." 

Retob.xdor,  r.\,  m.  y  f.  Que 
retoba.  Muy  poco  usado.  Véase 
el  sig-uiente. 

Retob.\r,  a.  Forrar  o  cubrir 
con  cuero  un  fardo  o  mercade- 
ría, especialmente  si  se  han  de 
transportar  lejos. —  Por  exten- 
sión, forrar  con  arpillera,  ence- 
rado u  otra  cosa  que  no  sea  cue- 
ro. Estas  dos  aceps.  le  damos  en 
Chile.  En  ca-stellano  tenemos: 
encorar  (cubrir  con  cuero  una 
cosa),  enfardar  (hacer  o  arre- 
glar fardos;  empaquetar  merca- 
derías), enfardelar  (hacer  far- 
deles; enfardar),  embalar  (ha- 
cer balas,  esto  es,  fardos  apreta- 
dos de  mercaderías,  y  en  es\)e- 
cial  los  que  se  trans|x>rtan  em- 
barcados, o  colocar  conveniente- 
mente dentro  de  cubierta-s  los 
objetos  que  han  de  transiiortarse 
a  larga  distancia),  empaquetar 
(encerrar  una  cosa  en  fardos, 
cajones  u  otra  es¡)ecie  de  paqvie- 
ies),  empacar  (empaquetar,  en- 
cajonar), liar  (envolver  una  co- 
so, .sujetándola,  por  lo  común, 
con  papeles,  cuerda,  cinta,  etc.) 
— En  los  .«acos  que  sirven  ]iara 
gnardar.  vender  y  tran.xportar 
provisiones,  coserles  en  un  lado 
do  la  l)(Ha  un  i>cdazo  de  harpi- 
llera 11  fitro  génern  semejante,  a 


fin  de  que  el  saco  pueda  llenar- 
se completamente,  y  aun  col- 
marse, y  la  harpillera  sirva  de 
tapa  o  cubierta,  cediéndola  tam- 
bién en  el  otro  lado.  Por  eso  los 
sacos  de  papas,  de  carbón,  de 
maíz  en  mazorca,  etc..  cuando 
son  retobados,  valen  más. — 
¿Cuál  es  la  etimología  de  este 
V.,  que  se  usa  desde  Cuba  y  Mé- 
jico hasta  Chile  y  Argentina? 
Cuervo  cree  que  es  el  rebotar 
castellano,  por  metátesis,  funda- 
do en  que  retobo  significa  en  al- 
gunas partes  "desecho"  y  reto- 
hado,  "dí.-*colo,  indómito."  como 
si  diera  botes,  pateando  de  cóle- 
ra. Agrega  también  que  rebotar 
por  embotar  está  en  el  Vocabu- 
lario mejicano  del  P.  Molina 
(1571).  Suponemos  que  ese 
embotar  .será  el  que  significa: 
"poner  una  cosa  denti'o  de  un 
bote  (va.«sija  pequeña).  Dícese 
más  comunmente  del  tabaco." 
Con  perdón  del  gran  filólogo, 
diremos  que  no  se  explica  con 
esta  etimología  el  significado 
más  general  de  retobar,  que  es 
forrar  con  cuero;  a  no  ser  que 
discurramos  a.sí:  retobo  es  des- 
echo en  el  ganado,  y  la  res  des- 
echada generalmente  no  da 
niiis  utilidad  que  el  cuero;  lue- 
go, cuero  es  retobo,  y  retobar, 
forrar  con  cuero.  No.«otros  alle- 
gamos como  datos  para  que  se 
e.'studie  más  el  origen  d<í  este 
americanismo:  1."  toba  .?n  ger- 
manía  se  u.'ía  por  bota  (calza- 
do) ;  segiin  lo  cual,  retobar  sería 
poner  una  cosa  como  dentro  de 
una  bota ;  y  quizií.s  sea  éi*te  el 
pignificado  del  embotar  do  Moli- 
na. 2."  En  el  Glosarlo  de  voces 
de  armería  de  Pon  F>nri(|uo    de 


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109 


Leguina  (Madrid,  1012),  halla- 
moo  este  texto:  "Mando  a  dicho 
mi  fijo  una  silla  labrada  de  oro 
e  plata,  con  dos  corazas  y  dos 
coxinetes  y  retove  y  sobrebastos, 
todo  labrado  de  la  dicha  obra." 
( Ted.  de  D.  Pedro  II,  Conde  de 
Parede-s).  No  explica  el  autor  el 
significado  de  retove  ni  el  de  so- 
brebastos;  pero  por  el  contexto  se 
ve  que  retove  puede  ser  algo  co- 
mo forro  de  silla  de  montar.  3." 
Retova,  derivado  del  árabe,  sig- 
nificó en  España  peaje,  portaz- 
go, como  se  ve  en  varios  docu- 
mentos antigiios.  Véanse  ti  Glo- 
sario de  Eguílaz  y  Yanguas  y  el 
últ.  Dice,  de  Barcia.  La  idea  de 
contribución  o  gabela  que  se 
paga  por  pasar  mercaderías  de 
una  parte  a  otra,  puede  llegar  a 
confundirse  con  la  mercadería 
misma  arreglada  en  condiciones 
de  transportarse.  Segiín  esto,  un 
jardo  retobado  o  retovado  pudo 
ser  uno  que,  pagado  ya  el  peaje, 
podía  pasar  libremente  por  las 
aduanas;  pero  el  vulgo  no  lo  en- 
tendería así,  sino  por  el  fardo 
bien  acondicionado  y  forrado 
que  podía  viajar  seguro  de  todo 
daño. — En  la  Argentina,  fuera 
de  la  acep.  de  forrar  con  cuero, 
tiene  también  este  v.  la  de  "cu- 
brir un  potrillo,  ternero,  etc., 
con  el  cuero  del  hijo  de  una  ye- 
gua o  vaca,  a  fin  de  que  éstas,  to- 
mándolos jxir  suyas,  los  ama- 
manten ;  operación  muy  fre- 
cuente en  las  estancias."  (Gra- 
nada).— Retobado,  da,  Hg.  y 
fam.,  aplíca.-e  al  preso  (|ue  e^ 
remitido  de  una  parte  a  otra 
bien  custodiado  o  asegurado,  de 
manera  que  no  pueda  e-capar.-'e. 
En   el    Perú,  camandulero,    tai- 


mado (Arona),  y  en  el  Ecuador, 
porfiado,  capricho.5o,  oljstinado, 
terco,  pertinaz,  y  aun  rezongón 
(Tobar). — El  v.  merece  ser  ad- 
mitido como  americanismo  en 
.su  1.^  acep.,  tanto  más,  cuanto 
que  se  ha  admitido  a  arpillar 
(cubrir  fardos  o  cajones  con  ar- 
pillera), que  sólo  se  usa  en  Mé- 
jico. 

Retobo,  m.  Acción  o  efecto 
de  retobar",  en  la  acep.  de  forrar. 
— Arpillera  o  harpillera,  (por 
otro  nombre,  rázago),  encerado  o 
paño  basto  con  que  se  retoba. 

Retocador,  ra,  m.  y  f.  Per- 
sona que  retoca,  y  en  ]>articu- 
lar,  el  que  lo  hace  en  las  foto- 
grafías. Falta  esta  voz  en  el 
Dice. 

Retomar,  a.  Volver  a  tomar. 
"En  consecuencia  de  esto,  los 
ingleses  retomaron  lo  que  les 
pertenecía."  Así  leemos  en  un 
texto  de  historia,  ¡Auto  de  fe 
con  él  y  con  el  v. !  En  castellano 
hay  recobrar  y  recuperar,  y  so- 
bra con  ellos. 

Retorcido,  m.  fam.  Pellizco 
retorcido. —  En  castellano  sólo 
significa:  "aspecie  de  duice  que 
se  hace  de  diferentes  frutas." 

Retorcijón,  m.  Anticuado 
en  España,  es  en  Chile,  en  Co- 
lombia y  quizás  en  otros  países 
americano.s,  de  uso  corriente, 
principalmente  en  la  loe.  Re- 
torcijón de  tripas:  "dolor  breve 
y  vehemente  que  se  siente  en 
ellas."  El  Dice,  dice  retortijón; 
retortijar  por  retorcijar,  ^.'  rctor- 
rimicnto  por  r»torcijo. 

Retraducir,  a.  Traducir  a 
una  tercera  lengua  lo  que  ya  lo 
e.^taba  a  una  segunda  y  tomán- 
dolo de  ésta.  Así,    la  traducción 


no 


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de  la  Ilíada  que  hizo  en  italia- 
no Vicente  Monti,  no  fué  hecha 
directamente  del  original  grie- 
go, segiin  dicen  los  críticos,  sino 
de  una  versión  latina;  por  eso 
un  satíi'ico  lo  llamó 

11  tiadottor  del  tradottor  d'Omero. 

Es  V.  Útil  y  bien  formado,  que 
conviene  admitir,  y  juntamente 
se  admitirían  también  retraduc- 
ción y  retraductor,  ra. 

Retreta,  f.  Atención  a  la 
definición  del  Dice:  "Toque 
militar  que  se  usa  para  marchar 
en  retirada,  y  para  avisar  a  la 
tropa  que  se  recoja  por  la  noche 
al  cuartel."  Sin  embargo,  lla- 
mamos aquí  también  retreta  el 
toque  de  unas  pocas  piezas  con 
que  las  bandas  militares  recrean 
al  público  o  a  una  autoridad 
en  ciertos  días;  acep.  usada  tam- 
bién en  otras  países.  No  vemos 
inconveniente  para  que  se  acep- 
te, por  la  semejanza  que  hay  en- 
tre estos  toques  y  la  retreta  mi- 
litar. La  serenata  (música  en  la 
calle  o  al  aire  libre  y  durante  la 
noche,  para  festejar  a  una  per- 
sona) no  corresponde  exacta- 
mente a  la  retreta  de  que  había- 
nlos. 

Retrilín  (Hacer).  En  Chiloé, 
lagrimear,  escocer  los  ojos  por 
haber  entrado  en  ellos  un  cuer- 
po extraño.  Del  araucano  thu' 
lirn,  díu-  latidos  v  punzarlas. 
(Cavada). 

Retroacción,  f.  Caso  de  exis- 
tir, su  significado  correría  para- 
lelo con  el  adj.  retroactivo,  va, 
(que  obra  o  tiene  fuerza  sobre 
lo  pasado)  y  el  s.  retro'ictividad 
(calidad    de   rctronctivo).     Véase 


cómo  lo  usó  Pérez  Galdós:  "El 
observador  atento  bien  puede 
entrever  en  aquella  singular 
querencia  un  caso  de  ata^■ismo  o 
de  retroacción  instintiva  hacia 
la  antigüedad."'  (Misericordia, 
XXVIIl).  El  francés  ha  toma- 
do del  latín  eiste  vocablo  (retro- 
action),  pero  nó  el  castellano. 
En  el  pasaje  citado  habría  veni- 
do mejor  retrogresión,  que,  aun- 
que no  aparezca  en  el  Dice.,  está 
bien  formado  del  latín.  Si  no  se 
quiere  este  vocablo,  úsese  regre- 
sión (retrocesión  o  acción  do 
volver  hacia  atrás).  "Si  las  na- 
rraciones de  la  Edad  Media  su- 
gieren a  veces  el  recuerdo  de  es- 
tas otras  tan  lejanas,  es... qui- 
zá por  cierta  regresión  al  estado 
primitivo."  (Menéndez  y  Pela- 
yo,  Trat.  de  los  romances  vie- 
jos, 1). 

Retroactivamente,  adv.  de 
ni.  De  manera  retroactiva.  No 
aparece  en  el  Dice.  Véase  Men- 
te  (Adverbios  en). 

Retrobar,  n.  Véase  Reprobón. 
El  equivalente  es  regañar,  y  en 
algunos  casos  rezongar,  refunfu- 
ñar. 

Retrobón,  na,  adj.  Véa-^e  Re- 
probón. Con  el  uso,  retrobón  ha 
venido  a  ser  sinónimo  de  rega- 
ñón, na  (que  da  muestras  de 
enfado  con  palabras  y  gestos  de 
indigna<.'ión),  y  en  algunos  ca- 
sos, de  rezongón,  na.  refunfuña- 
dor, ra. — Otros  pronuncian  re- 
trogón,  na. 

Ketiíocak,  a.  Trocar,  con  sig- 
nificado esforzado.  Debería  re- 
gi-strarse  en  el  Dice,  como  anti- 
cuiwlo.  He  aquí  dos  autoridades 
del  siglo  XV: 


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111 


¡  Ay  de  la  vida  pasada, 
De  glorias  y  de  tristuras! 
¡Ay  de  mí.  que  desventuras 
La  salud  me  han  quebrantada! 
¡Oh  mi  suerte  retrocada^ 
Cuyo  tiempo  de  holgura 
Gane'  vida! 

(Guevara,   Colección  de    Foulche-Delbosc, 
t.  JI,  pág.  499). 


No  requieras  del  autor 
Si  el  capitulo  retruca^ 
Si  dó  funda. 


(Juan  Tallante,  Ibíd.,  pág.  069.  Nótese  que 
dice  retroca.  como  se  conjugaba  tambie'n  el 
simple  trocar.) 


Retrocarga  (De).  Que  se 
carga  por  detrás  o  por  la  culata, 
o  bien  en  medio,  pero  antes  del 
cañón.  "Un  mecanismo  de  re- 
trocarga recibe  el  cartucho  y  lo 
hace  estallar  por  medio  de  una 
aguja  de  repercusión."  (La  U- 
nión,  de  Santiago,  11  Ag.  1916). 
Vocablo  bien  formado,  de  algún 
uso  en  Chile  y  digno  de  admi- 
tirse. El  contrario,  de  antecar- 
ga, que  se  refiere  a  las  armas 
que  se  cargan  por  la  boca,  tam- 
bién .se  usa  en  Milicia  y  no  apa- 
rece en  el  Dice. 

Retrogradación,  f.  Es  voz 
de  A.stronomía:  "acción  de  re- 
trogradar un  planeta."  Fuera 
de  esta  ciencia  dígase  retroceso 
o  retrocesión  (acción  o  efecto 
de  retroceder).  El  adj.  y  s.  re- 
trógrado, da,  de  la  misma  raíz, 
tiene  significado  general,  pero 
nó  retrogradación.  Véase  Retro- 
acción. 

Retrogradismo,  m.  Defecto 
de  retrógrado.  "Hechos  pensa- 
dores aquellos  frivolos  cuanto 
simpático.s  mozos  que  fueron  el 


encanto  y  susto  de  nuestros  rí- 
gidos salones,  ¿qué  nos  dirían 
hoy,  si  volvieran  a  pisar  el  suelo 
de  Chile?  ¿Nos  acusarían  de 
retrogradismo?"  (Blanco  Cuar- 
tín,  Bohemios  del  talento,  III). 
No  acepta  el  Dice,  este  vocablo, 
ni  tampoco  hace  falta. 

Retrógrado,  da,  adj.  Aplíca- 
se al  verso  que,  sin  variar  de 
sentido,  puede  leerse  de  dere- 
cha a  izquierda;  y  por  exten- 
sión, a  la  estrofa  o  combinación 
métrica  cuyos  versos  tienen  esta 
misma  propiedad.  Véase,  por  ej., 
este  soneto  retrógrado  de  Juan 
Díaz  Rengifo,  preceptista  de  es- 
tos juguetes  tan  pueriles  como 
antii^oéticos : 

Sagrado  Redentor  y  dulce  Esposo, 
Peregrino  y  supremo  Rey  del  cielo. 
Camino  ce'estial,  firme  consuelo, 
Amado  Salvador,  Jesús  gracioso; 

Prado  ameno,  apacible,  deleitoso. 
Fino  rubí  engastado,  fuego  en  hielo, 
Divino  amor-paciente  y  santo  celo. 
Dechado  perfectísimo  y  glorioso. 

Muestra  de  amor  y  caridad  subida. 
Disteis.  Señor,  al  mundo  hacie'ndoos  hombre 
Tierra  pobre  y  humilde  a  Vos  juntando. 

Vinisteis  hombre  y  Dios,  amparo  y  vida. 
Nuestra  vida  y  miseria  mejorando. 
Encierra  tal  grandeza  tal  renombre. 

Bien  puede  admitir  el  Dice,  es- 
ta acep. 

Retrospección,  f.  fig.  Mirada 
a  tiempo  pa.sado,  mirada  retros- 
pectiva. Ño  está  aceptado  este 
vocablo  en  el  Dice,  sino  sola- 
mente el  adj.  retrospectivo,  va: 
"que  .se  refiere  a  tiempo  pasa- 
do." 

Retrotraducción,  f.  Acción 
o  efecto  de  retrotraducir.  "Oíd 
la  retrotraducción  de  un  párra- 
fo de  los  menos  difícile.s.''    (Ce- 


112 


RET 


REU 


jador,    El  (¿uijote    y    la    lengua 
castellana).  Véase  el  siguiente. 

Retrotradücir,  a.  Volver 
lina  traducción  a  su  lengua  ori- 
ginal. Es  V.  bien  formado  y  ne- 
cesario, porque  ahorra  muclias 
palabras.  Cansados  e.stamos  de 
ver,  por  ejemplo,  pasajes  de 
Santa  Teresa  traducidos  al  fran- 
cés en  obras  francesas  y  vueltos 
después  al  castellano  refrotradu- 
cidos,  es  decir,  traducidos  del 
francés;  y  así  salen  ellos,  que,  si 
la  Santa  los  leyera,  no  los  cono- 
cería como  suyos  y  les  diría  a 
los  profanadores  de  su  lenguaje 
algo  parecido  a  lo  dijo  a  su  mal 
pintor  Fray  Juan  de  la  Miseria. 
Es  obra  tan  difícil  ésta,  que  es 
imposible  hacerla  perfecta.  Véa- 
se ahora  el  uso  de  este  feliz  neo- 
logismo: "Perdióse  el  original 
castellano  [del  diálogo  El  Alfa- 
beto, de  Juan  de  Valdés]  y  sólo 
se  conserva  la  traducción  italia- 
na, retrotradiuida  al  careliano 
por  üsoz."  (Cejador,  Hist.  de  la 
lengua  y  liierat.  castellana,  t. 
II,   pág.  98). 

Retrulhue,  m.  En  Chile é,  la 
extensión  de  una  siembra  de  tri- 
go. (Cavada).  Del  araucano 
relhun,  sembrar  con  bordón,  y 
el  sufijo  hue,  abundancial.  Com- 
párese con  el  araucano  rethiipo- 
ñi,  sementera  de  papas. 

Retruque  o  retruco,  m.  De 
retruque.  No  estíi  acej)tado  co- 
mo modismo  fig.  y  díga.se  De 
rebote,  de  recudida,  uní.,  <le  re- 
chazo, de  resultas. 

Rétulo,  m.  Todavía  l.ay  en 
nuestro  pueblo  quienes  emplean 
e.«te  arcaísmo  en  vez  de  rótulo; 
pero  la  culjw  es  de  nuestros  an- 
tepasados en  el  idioma,  los  espa- 


ñoles, que  así  pronunciaban 
cuando  aquí  lo  introdujeron: 
testigos  el  Dice,  de  Autoridades 
y  varias  obras  antiguas  que  ii.sa- 
ban  indistintamente  rétulo  y  ró- 
tulo. El  último  Dice,  lo  conserva 
todavía  como  ant.  por  rótulo  y 
titulo. 

Retumbe,  m.  Dígase  retum- 
bo: "acción  o  efecto  de  retum- 
bar." "El  Calbuco  hizo  una  te- 
rrible erupción  con  retumbes 
atronadores  que  se  oyeron  a  ma.- 
de  diez  leguas  de  distancia." 
(El  País,  de  Concepción,  n." 
41-20). 

Retumbido,  m.  Igual  al  an- 
terior. 

Retupir,  a.  Tratándose  de 
siembras  y  plantaciones,  tupir- 
las más.  ]joniendo  más  semillas 
o  ¡)lantas. 

Retuqueque.  Súhi  íe  usa  en  1» 
fr.  Ser  de  retuqueque  una  cosa. 
Es  especie  de  metátesis  del  cas- 
tellano rechupete:  Ser  de  lechu- 
pete  una  cosa,  fr.  fani.:  "ser 
muy  exquisita  y  agradable." 

Reulí.  Véase  Iíaulí. 

Keu.ma,  Muy  vario  ha  sido  el 
género  de  este  nombre.  La  13." 
edición  del  Dice,  lo  hacía  m.  en 
el  significado  de  "reumatismo," 
y  f.  en  el  de  "corrimiento;"  pe- 
ro la  14."  lo  hace  m.  en  ambas. 
Bello  lo  reconoce  como  ambi- 
guo; pero  en  Chile  casi  todos  lo 
hacen  f. 

Reusar,  a.  Rehusar,  del  latín 
bajo   n  jasa  re. 

Reusindo,  da,  n.  pr.  m.  y  f. 
Formas  [>K'lH'ycis  de  RmUsindo, 
do.  \'éase  Reducindo.  Otros 
agregan  el  error  de  escribirlo 
(•(jii  (•  (Reucindo). 


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118 


Reuto,  ta,  adj.  Pronunciación 
plel>eya  de  recto. — Estar  uno 
reuto  a  una  cosa,  fr.  fig.  y  u.sada 
por  el  vulgo:  estar  resuelto  y 
ttrme. 

Revalidador,  ra,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  Que  revalida.  Debe  regis- 
trarse en  el  Dice. 

Revancha,  f.  "Por  ignorancia 
y  torpeza  escriben  y  estampan 
mucho.s.  .  .  revancha  por  des- 
quite." (Gramáf.  de  la  Acad.) 
Despique  significa:  "satisfac- 
ción que  .<e  toma  de  una  ofensa 
o  de.~precio  que  se  ha  recibido  y 
cuya  memoria  se  conservaba 
con  rencor."  Venganza  os  más 
genérico,  y  represalia  es  "dere- 
cho que  se  arrogan  los  enemigos 
para  causarse  recíprocamente 
igual  o  mayor  daño  que  el  que 
han  recibido.  Ú.  m.  en  pl." 

Revelar,  a.  Sus  aceps.  casti- 
zas son:  "descubrir  o  manifestar 
un  secreto;  manif&star  Dios  a 
sus  siervos  lo  futuro  u  oculto;  y 
en  Fotografía,  hacer  visible  la 
imagen  impresa  en  la  plancha 
fotográfica."  Siempre  que  salga 
el  V.  de  estas  tres  aceps.,  no  se 
usa  a  la  castellana  sino  a  la 
francesa,  porque  sólo  en  francés 
tiene  el  significado  general  de 
mostrar,  manifestar,  declarar, 
descubrir,  indicar,  dar  indicio 
de,  demostrar,  expresar,  dar  a 
conocer,  echar  de  ver,  pregonar, 
publicar.  Véase  más  claro  en  es- 
tos ejemplos  citados  por  el  P. 
Mir:  "Sus  ademanes  revelan 
una  persona  de  cuenta;  La  figu- 
ra de  los  europeos  revela  el  gra- 
do de  civilización  que  han  al- 
canzado ;  La  hipocresía  se  reve- 
la por  medio  de  dichos  involun- 
tarios; Su  ingenióse  reveló  de 
üico.  de  Ch:i.,  t.  V. 


repente;  Su  mirada  revela  un 
gran  carácter;  Su  frente  espa- 
ciosa revelaba  preclaro  talento." 
En  ninguna  de  estas  proposicio- 
nes tiene  lugar  el  revelar  caste- 
llano, que  sólo  se  usa  tratándo- 
se de  secretos,  como  lo  dice  la 
definición  académica.  A  fin  de 
desterrar  el  abuso  galicano,  vé- 
anse otros  ejemplos  más,  saca- 
dos de  autores  modernos  que  no 
queremos  nombrar:  "La  histo- 
ria de  un  pueblo  se  revela  en  el 
idioma  que  habla;  Su  imagina- 
ción no  revela  \\n  ideal  muy  ex- 
traordinario ;  Ninguna  materia 
revela  más  aliincados  estudios 
que  su  teoría  del  verbo  castella- 
no; Esta  clasificación  revela  el 
genio  del  autor;  Eso  revela  ca- 
riño y  estimación ;  Su  traje 
revela  pobreza;  La  epístola  re- 
vela la  estimación  en  que  tenía 
éste  al  autor;  ¡Cuánto  amor  no 
revela  este  .solo  estribillo  de  la 
castellana  doctora!"  Todas  estos 
revelaciones,  que  no  son  de  co- 
sas secretas  ni  divinas,  no  son 
revelaciones  castellanas,  sino  re- 
beliones a  la  lengua  de  Castilla. 
— Lo  mismo,  mutatis  mutandis, 
decimos  del  s.  revelación  y  del 
adj.  revelador,  ra. 

Revenición,  f.  Acción  o  efec- 
to de  revenirse  en  la  acep.  de 
"e.scupir  una  cosa  hacia  fuera 
la  humedad  que  tenía  o  que  ha 
percibido."  Así  .se  usa  en  Chile 
este  vocablo.  "Quizá  no  hay  imo 
[trabajo]  que  en  el  momento 
presente  deba  emplear  más  la 
solicitud  de  la  Sociedad  [de 
Agricultura]  que  el  de  los  mar- 
jales o  reveniciones  que  de  al- 
gimos  años  a  esta  parte  han 
cundido    con   espantosa    rapidez 


lU 


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en  la  pro\-incia  de  Santiago, 
inutilizando  terrenos  preciosos 
para  el  cultivo  y  amenazando 
invadir  a  la  capital  misma." 
(Bello,  Obras  completas,  t. 
VIII,  pág.  319).  No  hay  per- 
fecta sinonimia  entre  reveni- 
ción  y  marjal  o  almarjal  (terre- 
no bajo  y  pantanoso),  a  no  ser 
que  se  tome  revenición  por  el 
terreno  revenido;  pero  no  es 
éste  el  significado  que  general- 
mente damos  a  esta  voz,  sino  el 
que  definimos  al  principio. — 
Otros  dicen  revenidura,  pero  es 
de  forma  muy  pleljeya.  El 
equivalente  cíistizo  debiera  ser 
revenimiento,  de  mejor  forma- 
ción, y  ojalá  el  Dice,  le  agrega- 
ra esta  acep.  a  la  que  ya  tiene 
en  Minas:  "hundimiento  parcial 
del  terreno  de  una  mina." — 
Otro  V.  sinónimo  de  revcnirne 
en  la  acep.  de  que  tratamos,  es 
amerarse:  "hablando  de  la  tie- 
rra o  de  alguna  fábrica,  introdu- 
cirse poco  a  p(X'o  el  agua  en  ella 
o  recalarse  la  humedad.'' 

Revenidura,  f.  Lo  mismo 
que  revenición.  "Las  revenidu- 
ras  [de  algunos  canah'sj  arrui- 
nan los  campos  y  pervierten  el 
clima."  (Gaceta  de  los  tribuna- 
les, 1846,  n."  243). 

Reventadero,  m.  Paraje 
donde  revientan  las  olas  del 
mar.  El  reventadero  que  trae  el 
Dice,  no  tiene  esta  acep.  sino 
estas  otras  dos:  "aspereza  de  un 
sitio  o  terreno  dificultoso  de  su- 
perar o  vencer;  trabajo  grande 
que  se  tiene  en  cualquiera  lí- 
nea." Hien  puede  pa<íU'  miestra 
accit.  Véan.<e  Consu.midkho  y 
Pecadicko. 

Kevk.vtak,  n.  V  a.  .1  revienta 


cinclius,  m.  adv.  fig.,  castizo  e 
igual  al  otro,  tambicn  castizo, 
A  mata  caballo. —  A  todo  re- 
ventar, m.  adv.  fig.  Formado 
de  esta  acep.  de  reventar:  "fati- 
gar nmcho  a  uno  con  exceso  de 
trabajo.  Ü.  t.  c.  r.,"  significa  en 
Chile:  haciendo  el  mayor  es- 
fuerzo; a  lo  sumo,  cuando  más. 
a  todo  tirar,  a  lo  más. 

lÍHX-EXTAZóx,  f.  Es  bien  di- 
cho en  el  significado  de  mareta 
u  i/olpe  de  mar,  esto  es,  "ola 
fvierte  que  quiebra  en  las  embar- 
caciones, islas,  peñascos  y  costas 
del  mar;"  y  es  bien  dicho,  por- 
que el  Dice,  lo  define:  "acción  o 
efecto  de  reventar,  1.°  y  2.* 
acep.,"  y  la  2.»  acep.  de  reventar 
es:  "deshacerse  en  esjjuma  las 
olas  del  mar  por  la  fuerza  del 
viento  o  por  el  choque  contra 
los  peñascos  o  playas." 

Reventón,  m.  En  Minería. 
lugar  en  que  una  veta  asoma  a 
la  superficie  de  la  tierra.  "A  po- 
cit  regi.-;trar  el  cerro,  descubre  el 
reventón  de  donde  se  despegó  el 
rodado."  (.Jotabec-he,  La  mina 
de  los  Can  de  le  ros).  "La  Guía, 
este  almiicigo  opulento  de  vetas 
guías,  mantos  y  reventones, 
que  hasta  la  fecha  se  le  cree  vir- 
gen." (Id.,  Los  descubridores 
del  vñneral  de  Chañareillo). 
Es  acep.  corriente  en  Chile  / 
equivale  al  castellano  aflora- 
miento  (mineral  allorado,  es 
decir,  que  a.'ioma  a  la  superficie 
del  terreno). —  Fig.,  pasaje  obs- 
ceno o  provocativo  que  tienen 
las  obras  literaria--*.  También  es 
acep.  corriente  en  Chile.  Véase 
Colorado. —  Kxi)losióii,  estalli- 
do o  manifestación  repentina  y 
violenta  tic  alguna  pasión,  vicio 


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115 


o  afecto  del  ánimo.  "Siu  faltíir- 
le  al  discurso  sus  reventones  pa- 
trioteros, como  el  de  los  orado- 
res al  aire  libre."  (Un  diario 
chileno).  En  castellano  se  diría 
estallido,  pujo,  hipo.  "Algo  se 
ha  enmendado  Pedro  del  ^ñcio 
de  la  embriaguez,  pero  de  vez  en 
cuando  tiene  sus  reventones" 
(recaídas,  reincid-encias) .  Mu- 
chas aceps.  tiene  reventón  en 
castellano,  pero  ninguna  equi- 
vale a  estas  chilenas;  la  que 
más  se  acerca  al  peni'iltinio 
ejemplo  es  ésta :  "trabajo  o  fati- 
ga que  se  da  o  se  toma  en  un 
caso  urgente  y  preciso." 

Reverberear,  n.  No  hay  tal 
sino  reverberar  solamente:  "ha- 
cer reflexión  la  luz  de  un  cuer- 
po luminoso  en  otro  bruñido." 
—Tomando  el  efecto  como  cau- 
sa, decimos  también  que  rever- 
beran los  mismos  cuerpos  bru- 
ñidos cuando  brillan  o  resplan- 
decen por  la  luz  reflejada  en 
ellos. 

Reverencialmente,  adv.  de 
m.  Con  reverencia,  de  manera 
reverente  o  reverencial.  Falta 
en  el  Dice.  Véase  Mente  (Ad- 
verbios EV). 

Reverexdísimo,  ma,  adj. 
Falta  en  el  Dice,  este  tratamien- 
to usado  como  s.  m.  y  f.  El  Re- 
verendísimo llaman  muchas  ór- 
denes y  congregaciones  religio- 
sas a  su  superior  general ;  Vues- 
tra Reverendísima,  Su  Reveren- 
disimn,  cuando  se  le  haV^la  a  él 
mismo,  o  a  otros  que  tienen 
igual  tratamiento.  De  este  se- 
gundo caso  hay  varios  ejemplos 
en  el  Fray  Gerundio  del  P.  Isla. 

Reverendo,  da,  adj.  No  tie- 
ne  en    castellano,  la   acep.    de 


grande,  enorme,  ni,  tratándose 
de  personas,  la  de  ventrudo, 
panzón,  muy  gordo.  Cervantes 
habló  de  "alguna  dueña  con  to- 
cas reverendas"  (Quijote,  p.  I., 
c.  XLIX)  ;  pero  nadie  podrá 
probar  que  esas  tocas  fueran 
muy  grandes  o  desmesuradas, 
porque  no  hay  por  qué  sacar  a 
este  vocablo,  en  este  pasaje,  del 
significado  propio  y  general: 
"digno  de  revei'encia."  En  otra 
parte  (p.  II,  c.  XLVIII)  dijo 
también :  "esas  reverendísimas 
tocas,"  y  en  otra  (p.  II,  c. 
XXXI) :  "se  llegó  a  una  reve- 
renda dueña."  En  todos  estos 
pasajes  está  empleado  el  adj.  en 
sentido  burlesco,  pero  en  su  pro- 
p';^  acep.  En  La  Picara  Justina 
lo  hallamos  en  la  acep.  que  cen- 
suramos, pero  aplicado  a  una 
cuba  y  burlescamente:  "Es  Sa- 
hagún  un  pueblo  donde  reside 
una  reverendísima  cuba,  la 
cual,  como  casi  siempre  está 
tan  vacía  como  hueca,  da  en 
entonada,  y  dice  que  la  deben 
trigo  y  centeno,  el  cual  se  le 
paga  siempre."    (L.  I,  c.  II). 

Reverentemente,  adv.  de 
m.  De  manera  reverente,  con 
reverencia.  Hace  falta  en  el 
Dice.  Véase  Mente  (Adver- 
bios en). 

Reversal,  adj.  "Cuando  la 
España  y  la  Francia  reconocie- 
ron la  dignidad  imperial  de  la 
Rusia,  se  hicieron  dar  letras  re- 
versales." (Bello,  Derecho  In- 
ternacional). Con  solo  el  Dice, 
de  la  Academia  no  podemos  sa- 
ber qué  es  reversal;  el  de  la 
Acad.  Francesa  nos  enseña  que 
"se  dice  de  un  acto  de  seguri- 
dad que  se  da  en  apoyo   de  una 


lie 


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REV 


obligación  precedente,"  y  que 
Letras  reversales,  o  Reversales, 
i.  pl.,  son  "letras  por  las  cuales 
se  hace  una  concesión  en  cam- 
bio o  retorno  de  otra.  ' 

Reversibilidad,  f.  Calidad 
de  reversible,  es  decir,  que  pue- 
da una  cosa  volver  a  la  propie 
dad  del  dueño  que  tuvo  prime- 
ro. Usó  este  vocablo  Donoso  Cor- 
tés, entre  otros,  y  bien  merece 
entrar  en  el  Dice.,  aunque  coin- 
cida con  el  francés  ri'vcrsilñlifi'. 

Reversionario  (Dividendo). 
El  que  en  la.s  compañías  de  se- 
guros se  destina  a  disminuir  lo 
que  deljían  pagar  los  accionis- 
tas que  se  aseguran. 

Reverter  y  revertir,  neu- 
tros. El  primero  es  compuesto 
de  verter  y  significa:  "rebosar  o 
salir  una  cosa  de  sus  términos  o 
lindes;"  el  segundo  viene  del 
latín  revertí,  volver,  y  signifi- 
ca: "volver  una  cosa  a  la  pro- 
piedad del  dueño  que  tvivo  pri- 
mero." Ambos  son  irregulares  y 
so  conjugan  como  acertar. 

Revertible,  adj.  Usólo,  cutre 
otros,  Don  Modesto  Latuente 
en  su  Historia  de  España.  La 
forma  castellana,  y  también  la 
francesa,  es  reversible:  "que 
puede  revertir." 

.  Revestir,  a.  y  r.  No  lo  acep- 
ta el  Dice,  en  las  acej)s.  figura- 
das que  le  da  el  francés  tratán- 
dose de  emi)lcos,  título.--.  <ligni- 
dade.s,  poder,  autoridMil :  "El 
cargo  de  que  he  sido  revestido 
(con  <\\\Q  lie  s-iílo  iiifi  ."I  ¡<ln)  ."El 
rey  le  revistió  con  plenos  pode- 
res (se  los  (lió  u  otorgó,  le  con- 
cedió).  Sin  embargo,  la  (íramát. 
de  la  Academia  dice:  "Hmstir 
o  revestirse  con  o  de  facultades." 


Aunque  ella  lo  diga,  nos  suena 
a  galicismo.  Para  que  la  metá- 
fora esté  bien  aplicada,  es  nece- 
sario que  la  acep.  fig.  tenga  al- 
guna semejanza  o  analogía  con 
la  propia  o  recta,  que  es:  "vestir 
una  ropa  sobre  otra."  Por  eso 
diremos  muy  bien  en  castella- 
no: "Jesucristo  se  revistió  de  las 
má-;  humildes  apariencias  cuan- 
do \ino  a  rescatar  a  los  hom- 
bres; Se  desprecia  la  verdad 
erando  no  está  revestida  de  los 
ornamentos  qije  cautivan  el 
ánimo;  Este  autor  reviste  sus 
pensamientos  de  un  estilo  bri- 
llante; La  mentira  y  el  error 
suelen  revestir  las  apariencias 
de  la  verdad."  En  todos  estos 
casos  emplea  también  el  fran- 
cés su  V.  revetir. —  Y  ¿qué  de- 
cir de  otros  revestimientos  mo- 
dernos? "El  acto  o  ceremonia 
revistió  toda  la  solemnidad  que 
era  de  esjierar;  El  escrito  de  de- 
manda está  revestido  de  todas 
las  formalidades  legales."  Así  lo 
dicen  los  franceses,  pero  cree- 
iiKKS  que  también  puede  aceptar- 
se en  castellano,  porque  se  con- 
serva de  alguna  manera  la  me- 
táfora. 

Revindicable,  revindicación, 
revindicar,  revindicatorio,  ria. 
^fodos  deben  cmiiezar  con  rei, 
porque  son  compuestos  de  este 
genitivo  latino  y  de  vindicar. 
X'éaso  Keivin'ijic.\dor. 

Revirar,  a.  "Apretando  los 
dientes  y  revirando  nnicho  lOh 
ojos."  e.seribió  Pereda  en  Sotile- 
za,  dando  así  a  este  v.  significa- 
do fig.  y  régimen  de  a.  VA  Dice. 
lo  trae  como  n.  solamente  y  co- 
mo término  do  Marina:  "vol- 
ver   a  virar."    Al  adj.    revirado, 


REV 


REV 


117 


da,  le  da  esta  definición:  "aplí- 
case a  las  fibras  de  los  árboles 
que  están  torcidas  [torcer  es  el 
significado  en  que  Pereda  usó 
el  V.]  y  describen  hélices  al  i'e- 
dedor  del  eje  o  corazón  del  tron- 
co, por  lo  cual  su  madera  re- 
sulta defectuosa  para  piezas 
rectíis  y  tablas." 

Revisada,  f.  fani.  Dít^ase  revi- 
siÓ7i:  ''acción  de  rever,"'  o  revis- 
ta: "segunda  vista,  o  examen 
hecho  con  cuidado  y  diligen- 
cia." 

Revisador,  ra,  adj.  y  ú.  t,  c. 
s.  Dígase  revisor,  ra. 

Revista,  f.  Pasar  en  revista, 
fr.  tomada  de  la  francesa  Pa.sser 
en  revue:  examinar  con  cuida- 
do. La  fr.  castellana  es  Pasar  re- 
vista, pero  no  tiene  el  significa- 
do tan  general  de  la  otra,  sino 
estas  dos  aceps.  solamente: 
"e.j'ercer  un  jefe  las  funciones 
de  inspección  que  le  correspon- 
den sobre  las  personas  o  cosah 
sujetas  a  su  autoridad  o  a  su 
cuidado  [lo  que  también  se  lla- 
ma revistar'\  ;  presentarse  la?  per- 
sonas ante  el  jefe  que  ha  de  ins- 
peccionar su  número  y  condi- 
ción." 

Revistar,  a.  Sólo  signifi'a 
"pasar  revista,"  en  la  1.*  acep. 
de  esta  fr.,  y  no  debe  confun- 
dirse con   revisar:   "rever." 

Revistero,  ra,  m.  y  f.  "Per- 
sona encargada  de  escribir  re- 
vistas en  un  periódico."  lista 
sola  acep.  le  viene  dando  el 
Dice,  desde  la  13.*  edición  en 
que  lo  admitió  por  primera  vez. 
Creemos  que  debe  darle  también 
la  de  "persona  que  redacta  o  di- 
rige una  revLsta,"  por  lo  meno? 
como  fam.  o  despectiva. 


Reviviscencia,  f.  "La  revivis- 
cencia del  orgullo  nacional,"  es- 
cribió El  País,  de  Concepción, 
en  su  n.°  G025.  ¡  Qué  afán  de 
retorcer  la  lengua  para  formar 
voces  ridiculas  e  inaceptables! 
Sin  duda  al  que  escribió  eso  le 
escarabajeaba  en  la  memoria  el 
s.  reminiscencia  y  por  ese  pa- 
trón quiso  formar  otro  del  v. 
revivir,  que  a  él  le  sonaría  revi- 
viscer. 

Revocar,  a.  "Como  diverti- 
do, estoj'  mareado,  y  me  parece 
que  sólo  con  revocar  a  la  memo- 
ria todo  lo  que  este  caballero  ha 
dicho  en  tan  breve  tiempo  esta 
tarde,  tengo  suficiente  ocupa- 
ción para  todos  los  días  de  mi 
vida."  (Alonso  Jerón.  de  Salas 
Barbadillo,  El  buscaoficios,  Co- 
lecc.  de  Catarelo,  t.  I,  pág.  246). 
No  nos  parece  mal  esta  fr.,  co- 
moquiera que  el  v.  revocar  está 
usado  en  su  acep.  etimológica: 
"volver  a  llamar,"  que,  aunque 
no  se  la  dé  el  Dice.,  es  .suya  por 
juro  de  herencia.  Véase  lo  que 
escribió  Malón  de  Chaide,  ha- 
blando con  Dios:  "El  tener  lo.^ 
))ecadores  contigo  y  volverlos  a 
Ti,  no  es  posible  a  otro  sino  a 
Ti;  y  a.sí  como  es  propio  de  su 
cosecha  el  ser  flacos,  por  lo  cual 
se  apartan  de  Ti,  así  y  mucho 
más  es  de  tu  naturaleza  ser  for- 
tísimo,  para  tenerlos  contigo  y 
revocarlos  a  Ti."  (Conversión 
de  la  Magdalena,  p.  III,  c. 
XIV).  Tan  explícita  como  este 
clásico  fué  la  V.  Agreda:  "Para 
cerrar  las  puertas  del  infierno  a 
los  mortales  y  revocarlos  a  la 
eterna  vida,  había  descendido 
del  cielo  a  padecer  durísima  pa- 
ción  y  muerte."    (Mi'^tica    Ciu- 


118 


REV 


REV 


ilad,  p.  II,  1.  V.  c.  XVIII.  n.° 
!->n).  "El  Unigénito  del  Eterno 
Padre.  .  .  le.s  adquirió  la  vida 
eterna  dando  la  suya  temporal 
y  revocándolos  de  la  muerte  del 
infierno."  (Ibíd.,  c.  XIX,  n.° 
930).  "La  intensa  me;íitación 
de  una  cosa  nos  revoca  y  abstrae 
de  otra  cualquiera."  (Fr.  J.  de 
los  Ángeles,  Triunfos  del  amor 
de  Dios,  p.  II,  <-.  XV).  Algo  se 
parece  a  este  último  uso  la  acep. 
del  Dice. :  "apartar,  retraer,  di- 
suadir a  uno  de  un  d&^ignio." — 
Pero  lo  que  no  será  nunca  cas- 
tellano es  la  fr.  Revocar  a  du- 
da (o  en  duda),  ]>oner  en  duda, 
porque  es  la  france-sa  Révoqiwr 
en  doute. 

Revocatoria,  f.  Dígase  revo- 
cación: "anulación  o  casación 
de  un  acto."  Revocatorio,  ria, 
es  adj.  solamente:  "dícese  de  lo 
que  revoca  o  anula."  Está  for- 
mado al  estilo  de  dilatoria,  mo- 
ratoria, ejecutoria,  convocatoria 
y  otros  parecidos.  Ú.  t.  en  Co- 
lombia. 

Revoco  o  revoque,  m.,  y  ke- 
vocADURA,  f.  Son  iguales  en  la 
acep.  de  "acción  o  efecto  de  re- 
vocar las  casas  y  paredes."  Vé- 
ase Enlucir. 

Revolcadura,  f.  Dígase  re- 
viielvo,  o  revolcón,  fam.:  "ac- 
ción o  efecto  de  revolcar  o  revol- 
carse." 

Revoletear,  n.,  y  revoleteo,  ni. 
Revolotear,  revoloteo.  Lo  mismo 
en  Colombia,  según  Cueno,  por 
influencia  de  juguetear  y  corre- 
tear, y  en  la  provincia  espafíola 
do  Salamanca. 

Revoltijear,  n.  Ciiismcar  (tra- 
er v  llevar  cliismc.'*),  sembrar  o 


meter  cizaña.  Es  poc-o  usado  y 
viene  del  s.  revoltijo. 

Revoltijo  o  revoltillo,  ni. 
Desde  la  13.'  edición  del  Dice, 
que  admitió  por  primera  vez  a 
revoltijo,  .«e  vienen  equiparixndo 
estos  dos  vocal)lo?. 

Revoltura,  f.  Dígase  revoltijo 
o  revoltillo  en  sus  aceps.  de 
"conjunto  o  compuesto  de  mu- 
chas cosas,  sin  orden  ni  método; 
fig.,  confusión  o  enredo."  "La 
"turbación  y  movimiento  con- 
fuso de  algimas  cosas,"  so  llama 
en   castellano,  revuelo. 

Revolucionar,  a.  y  r.  Suble- 
var, alborotar,  levantar,  solevan- 
tar o  .soliviantar,  alzar,  turbar, 
inquietar,  conmover,  amotinar, 
alterar  o  perturbar  el  orden  pú- 
l)lico.  Txumdfimr,  a.  y  r.,  es  "le- 
vantar un  tumulto,  motín  o  des- 
orden." Teniendo  tantos  verbos 
castizos,  no  hay  para  qué  acudir 
a  estas  novedades. — Benot  em- 
pleó este  V.  en  .mentido  inás  be- 
nigno cuando  dijo:  "La  má- 
quina que  ha  de  revolucionar 
la  industria..."  Habría  basta- 
do decir  poner  en  revolución 
conmover,  sacar  de  (juicio,  mul- 
tiplicar, etc. 

Revolutis,  m.  fam.  Desorden, 
confnsi('>n.  revoltijo  o  revoltillo. 
X\  t.  en  el  Perú,  en  el  significa- 
do de  revolución,  como  .*c  dedu- 
ce de  ot^te  texto  de  Kicardo  Pal- 
ntn:  "V,u  1.S31  tciu'amos  en  el 
Perú  revolutis  diario."  iTraidi- 
ciones  p'rimnc.t.  t.  111.  pág. 
170). 

Revolvedor,  ra,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  "Que  revuelve  o  inquieta." 
dico  solamente  el  Dice.  ;,  Y  la 
acep.  curropondiento  a  la  i^ri- 
mcra  v  general  del  v.    rcadvcr: 


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REV 


119 


"menear  una  cosa  de  un  laclo  a 
otro,  moverla  alrededor  o  de 
arriba  abajo?" 

Revólver,  m.  El  pl.  debe  ser 
revólveres,  según  la  regla  gene- 
ral. Revolvers,  que  usó  A'albuc- 
na  (Parábolas,  pág.  195),  re- 
pugna a  la  índole  del  castellano, 
como  de  clubs  y  complots  lo  di- 
ce la  Gramática  de  la  Acade- 
mia. Tal  plural  sólo  es  compa- 
rable con  el  dim.  revolcito  que 
oímo.s  en  nuestra  vida  de  estu- 
diante.—  Revólver  de  bolsillo: 
tiene  en  castellano,  como  nom- 
bro propio,   cachorrillo. 

Revolver,  a.,  n.  y  r.  Se  es- 
candalizó y  horrorizó  un  misio- 
nero español  porque  un  hijo  del 
pueblo  .-¡e  acusó  en  confesión  de 
haberle  revuelto  los  ojos  a  su 
madre;  creyó  que,  después  de 
pinchár.*elos  con  algún  instru- 
mento, lo  había  revuelto  en 
ellos.  /.Qué  cnieldad  más  inau- 
dita? Sólo  salió  de  su  horror  el 
misionero  cuando  el  párroco  lo 
e.xplicó  que  revolver  los  ojos 
significa  lo  mi.smo  que  dice  el 
Dice:  "volver  la  vista  en  re- 
dondo, vaga  y  desatentadamen- 
te, por  efecto  de  una  violentt  im- 
sión  o  accidente."  En  El  iVoii- 
serrate  de  Virués  leemos: 


La  cual  rev  :che  cotí  seren.\  frontff 
Lns  bellos  ojos,  que  espantaban  tanto, 

Y  al  padre,  y  los  demás  y  al  monte  mira, 

Y  de  todo  y  de  verse  asi  se  admira. 

(Canto  I.  Se  hablado  la  hija  del  Conde  de 
[Barcelona). 

ürpiícive  los  airados  njis.  vista 
La  poca  resistencia  de  .iquel  lado. 


Juan  de  la  Cueva,  en  su  Epís- 
tola a  D.  Diego  de  Nofuentas  de 
Guevara  (Biblioteca  de  Gallar- 
do, t.  II,  col.  705)  escribió  tam- 
bién : 

Y  era  tal  el  temor  que  iba  comigo. 
Que  el  rostro  a  cada  paso  rtrulvia 
A  ver  si  me  seguía  mi  enemigo. 

— También  es  castizo  el  v.  revol- 
ver en  la  acep.  de  "volver 
el  jinete  el  caballo  en  poco  te- 
rreno y  con  rapidez.  Ú.  t.  c.  r.' 
— Asimismo  en  la  de  "volver  a 
andar  lo  andado."  "Cuando  los 
cuatro  vieron  salir  de  la  celada 
los  ochenta  franceses  y  ser  tan- 
tos, revolvieron  al  puente." 
(Crónica  del  Gran  Capitán,  1. 
IX,  c.  IX).  "Yo  dando  voces 
que  .«e  volvieran  a  salir;  pero, 
aunque  quisieran,  no  se  podían 
ya  revolver  atrás."  (Julián  de 
Ávila,  Vida  de  Sta.  Teresa,  apud 
Mir,  Santa  Teresa  de  Jcsils,  t. 
II,  pág.  276). 

En  lltgando  al  mogote,  rcrolrhron... 

Con  la  velocidad  con  que  partieron, 
Cuando  llegaron  a  el,  revuelven  fieros... 


(.\lvarez    de  Toledo,   Pii 


[XXllI). 


La  primera  cita  prueba  que  el 
V.  en  esta  acep.  es  n.  o  intran- 
sitivo, lo  cual  no  advierte  el 
Dice,  antes  bien  lo  da  por 
a.  o  transitivo.  La  segunda 
prueba  que  se  usa  t.  c.  r., 
como  lo  u.sa  aquí  el  i)Ucblo, 
a  diferencia  de  algunos  scmicul- 
tos  que  corrigen  devolverse,  inu- 
sitado en  castellano.  Véasele  en 


(C.  VIII.  Habla  de  un  valiente  guerrero),        .«¡u   lugar. 


120 


REV 


REY 


Revoteo,  m.  Acción  de  mo- 
verse o  de  obrar  dentro  o  al  re- 
dedor de  un  círculo  reducido. 
"Andar  al  revoteo." —  Parece 
abreviación  o  síncopa  de  revoloteo. 

Revuelco,  in.  En  las  provin- 
cias del  Sur,  parcela  de  terreno 
que  dan  los  hacendados  al  in- 
quilino  para  sus  siembras.  Pa- 
rece que  el  pobre,  al  ver  aquella 
corta  extensión,  que  no  le  al- 
canza para  su  escaso  pegujal, 
hubo  de  decir:  Aquí  apenas  se 
puede  revolcar  un  animal;  bue- 
no está  esto  para  un  revuelco  o 
revolcón ;  por  eso,  llamémoslo 
revuelco.  El  nombre  castizo  es 
senara,  f. :  "porción  de  tierra 
que  dan  los  amos  a  los  capataces 
o  a  ciertos  criados  para  que  la 
labren  por  su  cuenta,  como  plus 
o  aditamento  de  su  salario." 
Viene  del  latín  seminaría,  se- 
milleros. Serna  (del  latín  sé- 
rere,  sembrar)  significa  tam- 
bién "porción  de  tierra  de  sem- 
bradura." 

Revuelo,  m.  En  las  riñas  de 
gallos,  salto  que  da  ol  gallo 
a.sestando  el  espolón  al  adversa- 
rio y  sin  usar  del  pico.  Es  acep. 
corriente  en  Chile;  el  Dice,  no 
la  conoce  y  las  dos  más  pareci- 
das que  trae,  son:  ".segundo  vue- 
lo que  dan  las  aves;  vuelta  o  re- 
vuelta del  vuelo."  Pichardo  de- 
fine así  a  reviíelo:  "el  golpe  que 
dirige  el  gallo  a  su  adversario 
sin  asegurar  el  pico;  de  otra 
suerte  se  dice  picada." — Dr  re- 
vuelo, en  .su  significado  i)ropio, 
es  herir  un  gallo  al  otro  dando 
un  revuelo.  El  Dice,  admite  esto 
modismo  en  sentido  fig.  sola- 
mente y  lo  interpreta:  "pronta 
y  ligeramente,  como  do  puso." 


Revuelt.\,  f.  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  correspondiente  a 
éáta  de  revolver:  "volver  el  ji- 
nete el  caballo  en  poco  terreno 
y  con  rapidez."  "Pedro  dio  mu- 
cha'' revueltas  al  caballo." — Fal- 
ta también  la  correspondiente  a 
"volver  lo  andado.'"  "Si  las  jo- 
yas le  diera  al  ladrón,  habíame 
yo  de  fiar  del  ni  creerme  debe 
ir  por  ahí,  que  yo  voy  por  acá, 
si  pegado  a  él  como  garrapata, 
no  va  bien  quien  no  sabe  de 
revuelta."  (Segundo  entremés 
de  Peto  Hernández,  Colecc.  de 
Cotarelo,  t.  I,  pág.  128). 

Rey,  ni.  Omitió  el  Dice,  re- 
mitir a  los  artículos  Católico  y 
Cristianísimo,  .^ndos  renom- 
bres que  .se  dan  respectivamente 
a  los  reyes  de  España  y  de  Fran- 
cia.—  Rey  del  acero,  del  cobre, 
del  hierro,  del  oro,  de  la  plata, 
del  salitre,  etc.,  etc.  Títulos  fi- 
gurados que  .se  dan  en  Estados- 
Unidos  (y  de  ahí  han  pasado  a 
u.'arse  en  todo  el  numdo)  a  los 
grandes  comerciantes  que  ocu- 
pan el  primer  lugar  en  el  co- 
mercio de  cada  uno  de  éstos  y 
de  otros  artículos.  ]?ien  podrían 
reinar  también  en  el  Dice. — Re¡/ 
Perico.  No  lo  trae  el  Dice,  y  se 
usa  en  todas  partes  en  el  mismo 
significado  que  Kl  rey  que  rabió 
o  El  re;/  que  rabio  por  gachas: 
"jieríionajo  proverbial,  .símbolo 
de  antigüedad  nuiy  remota." 
Que  vedo,  en  síi  ]'¡sita  de  loa 
chistes.  e.scribió:  "Otro,  que  es- 
taba al  lado  del  Rey  que  rabió, 
dijo:  Vue.'^a  merced  se  cou.'iuele 
conmigo,  que  .soy  el  Re;i  Perico, 
y  no  me  dejan  descansiu"  de  día 
ni  <le  noche.  No  hay  c(x<a  .'<ncia, 
ni  desaunada,  ni  pnl>rc,  ni  anti- 


REY 


REY 


121 


gua,  ni  mala  que  no  digan  que 
fué  en  tiempo  del  Rfij  Perico." 
El  anotador  de  Quevedo  en  la 
edición  de  Ribadeneira,  Don 
Aureliano  Fernández-Guerra  y 
Orbe,  en  nota  a  este  pasaje,  dice 
que  "el  vulgo  corrompió  en  c^lo 
nombre  [Pericol  el  de  Chilpe- 
rico  II,  rey  de  Francia,  a  quien 
el  valor  del  rey  de  España 
"Wamba  detuvo  en  la  empresa 
de  sostener  las  pretensiones  del 
rebelde  Paulo.  Decíase  indistin- 
tamente en  la  época  de  Quevedo 
para  denotar  una  muy  antigua: 
Eso  fw  en  tiempo  del  rey  Pe- 
rico, o  Eso  fué  en  tiempo  del 
rey  Wamha.  La  primera  expre- 
sión ha  caído  ya  en  desuso,  pero 
no  así  la  segunda."  No  es  exac- 
ta esta  última  afirmación  ni  en 
España  ni  en  Chile,  porque  en 
ambas  naciones  es  mucho  más 
conocido  el  rey  Perico  que  el 
rey  Wamba.  Véase  nuestro  art. 
Perico  y  óigase  a  Rodríguez 
Marín :  "Nuestros  antepasados 
que,  por  harto  hombres,  solían 
tener  poco  de  galantes . .  . ,  traí- 
an en  ii.'^o  este  climax  del  año 
del  rey  Perico ..."  (Burla  bur- 
lando, XII,  De  modas).  En  Chi- 
le suele  omitirse  el  nombre  Pe- 
rico, diciendo  solamente  En 
tiempo  del  rey. — Casa  o  casita 
del  rey,  loe.  lig.  y  fam. :  garita, 
necesaria,  secreta.  Véase  Excu- 
s.\DO. — El  Rejí  de  los  Barbones. 
.Juego  de  niños  o  niñas  que  se 
usa  principalmente  en  los  cole- 
gios. Se  colocan  de  frente  dos 
filas  de  niños:  en  una  están  el 
rey  y  la  reina  en  el  medio  y  a 
sus  lados  los  hijos;  la  otra  la 
forman  los  pajes.  Vn  niño,  que 


hace  de  palomita,  llega  a  lo.s 
pies  de  las  reyes  y  canta: 

Mi   rey,  mi   soberano  (bis)  ^ 

[me  humillo  a  vuestros  pies. 

Todos.  Mi  palomita  (bis),  ¿une  es  lo 

[que  quiere  usted? 
Palomita.       Uno  <le  sui  pijes  ibis)  par.i 

[botar  la  torre. 
Todos.  Que  salgan  mis  paje*  (bis) 

[para  botar  la  torre. 

Salen  los  pajes  y  van  hacia  la 
torre,  que  está  formada  de  dos 
niños  asidos  de  las  manos  entre 
sí;  dan  vuelta  al  rededor  de  ella, 
precedidos  de  la  palomita,  y 
cantando : 

Que  se  abran  las  puertas  (bis; 
[al  rey  de  los  borbones. 
DefeN'SORES.     No  se  abren  las  puertas  (bis) 
[al  rey  de  los  borbones. 
Pajes.  Iré'  a  quejarme  (bis)   al  rey 

[de  los  borbones. 
Defensores.     Anda  a  quejarte   (bis)  al  rey 
[de  los  borbones. 

Va  la  palomita  y  canta  como  al 
principio,  y  se  le  contesta  lo 
mismo;  pide  que  .salgan  los  hi- 
jos, y  se  le  contesta  que  salgan; 
van  éstos  a  botar  la  torre,  y  pasa 
lo  mismo  que  con  los  pajes. 
A'uelve  y  pide  que  salga  la  rei- 
na: 


Reina. 


Salga  su  Majestad  (bis)  para 

[botar  la  torre. 
Saldré'  yo  misma   (bis)   para 
[Ijotar  la  torre. 


Va  la  reina,  canta  y  se  le  abre 
una  hoja  de  la  puerta.  Vuelve 
la  palomita,  lleva  al  rey  y  a  éste 
se  le  abre  toda  la  puerta;  con  lo 
que  concluye  el  juego.  El  canto 
es  fácil  y  agradable  y  todo  el 
juego  muy  honesto.  No  sabemos 
si  .se  conocerá  en  España,  ni  qué' 


122 


REZ 


REZ 


nombre  tenga,  en  caso  de  cono- 
cerse.—  En  nombrando  al  rey 
(le  Roma,  él  que  asoma:  el  espa- 
ñol dice:  En  nombrando  al 
ruin  de  Roma,  luego  attoma.  Vé- 
iise  Que,  8.°—  Hablar  con  el  rey, 
fr.  fig.  y  fam.  En  Chile  significa 
hacer  lo  que  no  se  excusa,  que  le 
dijo  Sancho  a  Don  Quijote. 
(Parte  I,  c.  XLVIII).—  Para 
el  dim.  véíi.'^    Reicito. 

Reyecía,  reyedad,  f.  Mala 
traducción  del  francés  royauté; 
en  cíistellano,  realdad  o  realeza: 
"dio-nidad  o  .soberanía  real." 

Reyuno,  na,  adj.  ant.  Aplicá- 
base a  la  moneda  que  tenía  el 
sello  del  rey  de  España. 

Rezagar,  a.  Entre  la  gente  de 
campo,  reservar.  Rezagar  un 
potrero,  un  caballo  para  hacer- 
lo correr.  Véase  el  .siguiente. — 
En  castellano,  rezagar  significa: 
''dejar  atrás  una  cosa;  atrasar, 
su.spender  por  algún  tiempo  la 
ejecución  de  ima  co-^a:  r.,  que- 
darle atrás." 

Rezago,  m.  Conjunto  de  ro- 
ses que  no  pueden  seguir  a  las 
demás.  Asi  se  u.sa  en  Chile,  lo 
mismo  exactamente  que  en  Se- 
govia.  (Cejador.  Silbantes,  t. 
IV,  pág.  480.  Allá  usan  tam- 
bién el  V.  rezagar:  apartar  las 
reses  que  no  pueden  .«cguir  a  la-s 
demás). —  Conjunto  de  reses 
que  no  están  lo  vsuficientemcnto 
gordas  para  la  matanza. —  Po- 
trero que  se  reserva  para  acabar 
de  engordarlas. —  Para  el  Dice. 
rezago  es  solamente  "atra-o  o  re- 
siduo que  queda  de  una  cosa." 

IIkzo,  m.  Conjunto  de  oracio- 
nes, verdades  y  otras  materia.s 
fine  debe  .«aber  de  memoria  todo 
cri.^tiano;    en  ella.-<  .se    compren- 


den la  doctrin<i  cristiana  (véase 
Doctrina),  el  credo,  el  padre- 
nuestro, el  avemaria,  los  man- 
damientos de  Dios  y  de  la  Igle- 
sia, el  acto  de  contrición,  el  Yo 
pecador  o  confesión  general,  los 
sacramentos  y  algunas  otras  co- 
sas que  son  menos  necesarias. 
Es  corriente  entre  los  sacerdo- 
tes y  catequistas  y  entre  toda  la 
gente  culta,  y  con  más  razón  en 
el  pueblo,  hablar  del  rezo  en  es- 
te sentido,  que  este  indi\"iduo  no 
sabe  el  rezo,  que  hay  que  ense- 
ñarle el  rezo,  para  que  pueda 
confesarse  o  casarse.  El  Dice,  no 
trae  esta  acep.,  sino  solamente 
"acción  de  rezar."  Otras  dos  que 
menciona  no  hacen  al  caso. 

Rezoxgo,  m.  Refunfuño,  re- 
funfuñadura (ruido  o  sonido 
inarticulado,  en  señal  de  enojo 
o  de  disgusto).  Es  voz  corriente 
en  Chile  y  necesaria  para  com- 
pletar el  grupo  del  v.  rezongar 
y  de  los  adjs.  rezongador  y  re- 
zongón o  rezonglón.  TTe  aquí  al- 
gunas autoridaries  clásicas:  "A- 
bajar  a  todo  la  cabeza  sin  re- 
broncos  ni  rezongos."  (T.  Ra- 
món, Concept.,  pág.  (i36). 
"Aquí  son  los  llantos,  aquí  son 
los  gemidas,  los  rezongos,  los  za- 
herios." (Corvacho,  II,  I).  "Lo 
que  se  les  manda,  con  mil  rezon- 
gos secretos  y  aun  i)úblicos  lo 
cumplen."  (A.  Medina,  Verdad, 
I,  18).  Tirso  de  Molina  usó  re- 
zonga.. {..  a  no  ser  que  haya 
errata  en  la  cilición : 

Ha  do  snl  cr 
Qiir,  »i  Mh:'Í  Crrnpa  cU 
Kii  mnnijnM  y  on  iwrfín». 
Annqiio  haí)ro  veinte  (ii'.is 
Arrrii.  lio  oallarn. 
( ¡.a  frnilil  Jiiulin.   p.  III.  I,    H.'  Xút«o  qup 
[lialtK-  es  fi>rniii  (lialectnl  ignnl  a  hnbit). 


RIB 


RIB 


123 


Otro  clásico  citado  por  el  P.  Mir 
dijo  rezungo. 

Rezoxgi'ero,  ra,  adj.  Que 
en\nielve  rezongo  o  refunfuño. 
No  aparece  en  el  Dice,  que  ñas 
da  otros  tres  adjs.  que  se  apli- 
can a  persona:  rezongador,  ra. 
rezonglón,  na,  y  rezongón,  na. 
Rezonguero,  ra,  se  aplica  a  co- 
sa: Tono  rezonguero,  modos  re- 
zongueros. 

Y  a9U9  propios  criados,  que  le  dicen 
Palabras  enojosas,  vezongun-as. 

(Gonzalo  Pérez,  La   UUita,  1.  XV). 

Rezumadero,  m.  En  algunas 
partes  de  Chile  se  le  da  el  falso 
significado  de  resumidero.  Véa- 
se en  su  lugar.  El  rezumadero 
español  es  el  "sitio  o  lugar  por 
donde  se  rezuma  una  cosa,"  y 
rezumarse  es  "recalarse  o  trans- 
pirarse un  líquido  por  los  poros 
del  vaso  que  lo  contiene." 

Rhin,  n.  pr.  de  río.  En  caste- 
llano debe  escribirse  Rin,  sin  h, 
y  así  lo  escribo  el  Dice,  en  los 
arts.  BipoxTiNo,  Germano,  2.°, 
Grisóx  y  Rexaxo.  "O  digá- 
mosle Rin  sin  h,  en  español." 
(Modesto  Lafuente,  Viajes  de 
Fray  Gerundio). — Algunos  po- 
etas españoles  dijeron  iíe>io,  del 
latín  Rhenus,  que  fué  el  nom- 
bre que  dieron  los  antiguos  ro- 
manos a  c.-='p  río. — Vino  del 
Rin.   yéa.<e  Burdeos. 

Rhiniano,  na,  adj.  Dígase 
renano,  na:  "dícese  de  los  terri- 
torios situados  en  las  orillas  del 
Rin,  río  de  la  Europa  Central. 
1 1  Perteneciente  o  relativo  a  es- 
tos territorios." 

Ribado,  da,  adj.  Díce.-e  del 
ladrillo  u   objeto  semejante  que 


queda  más  arriba  que  los  de- 
más en  la  obra  del  solado.  Es 
voz  plebeya  formada  del  adv. 
arriba. 

Ribera,  f.  Véase  Orilla. 
También  se  usa  esta  construc- 
(•'■(')n  con  camino:  "Hállela  ca- 
h  ino  de  la  gran  villa."  (Suárez 
de  Figueroa,  La  contante 
Amarilis,  disc.  II). —  No  se 
confvmda  ribera  con  rivera:  ri- 
bera, del  latín  riparia,  significa: 
"margen  y  orilla  del  mar  o  río; 
por  extensión,  tierra  cercana  a 
los  ríos,  avnique  no  esté  a  su 
margen ;  huerto  cercado  que 
linda  con  un  río;"  y  rivera,  del 
latín  rivus,  riachuelo,  es  igual 
a  arroyo  en  astas  dos  aceps. : 
"caudal  corto  de  agaia,  que  co- 
rre casi  siempre;  paraje  ]wv 
donde  corre." —  Para  el  apellido 
véa.se  Rivera. 

Riberaxo,  na,  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  Perteneciente  a  la  ribera  o 
propio  de  ella.  Muy  usado  en 
Chile,  hasta  por  nuestro  Código 
Civil,  y  aun  en  E.^-paña.  como  sfo 
ve  por  estas  palabras  de  la  se- 
ñora Pai'do  Bazán  en  su  Vida 
contemporánea:  "Un  mar  de  fo- 
llaje denso  y  frondoso  de  viña, 
que  amaga  invadir  las  ventanas, 
abiertas  al  calor  de  Septiembre 
y  a  la  regocijada  luz  del  cielo 
riberano."  La  voz  castiza  es  ri- 
bereño, ña.  En  Salamanca  de 
E.spaña  y  en  Honduras  dicen, 
como  nosotros,  riberano,  na. 
Aquí  es  corriente  aplicarlo  tam- 
bién a  las  personas  que  viven  o 
que  tienen  propiedades  ú  orillas 
de  los  río.s. 

Ribeteador,  ra,  adj.  y  li.  t. 
c.  s.  Que  ribetea.  Lo  admitió  por 
iiriniera  vez   el  Dice,  en  su    14.'' 


124 


RIO 


RID 


edición ;  pero  no  se  ve  dai'o  en 
la  definición  si  se  comprende  en 
ella  el  ribeteador  de  las  máqui- 
nas de  coser,  o  sea,  pieza  especial 
para  hacer  ribetes. 

Ricachón,  xa,  adj.  Es  aum. 
de  ricacho,  cha,  que  a  su  vez  lo 
es  <ie  rico,  ca;  así  que,  podría- 
mos llamarlo  superaumentativo. 
Lo  usamos  en  el  mismo  signifi- 
cado de  ricacho  (persona  acau- 
dalada, aunque  de  humildw 
condición,  o  \-ulgar  en  su  trato 
y  ix)rte). — Ricote,  aum.  fam. 
de  rico,  no  tiene  ningún  mal 
significado. —  Ricachote  .sería 
nuiy  despectivo. 

Riccis  (Santa  Catalina  de). 
Rizzis,  corrige  la  Gramática  de 
la  Academia  en  su  "Catálogo 
de  voces  de  escritura  dudosa." 

Rico,  ca,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
"Cuando  este  nombre  rico  se 
l)ospone,  significa  hombre  ha- 
cendado y  admirado;  mas. 
cuando  .se  antepone,  como  di- 
ciendo ricos  hombres,  significa 
los  nobles  e  principales  del  rei- 
no, en  quien  después  sucedie- 
ron los  condes  y  marqueses  y 
duque.s.  De  aquí  es  que  Doña 
Costanza,  hija  del  rey  Don  En- 
rique, que  por  sobrenombre  st. 
llamó  el  Noble,  la  cual  casó  con 
el  infante  Don  Juan,  hijo  del 
rey  de  Portugal,  se  llamóla  ri- 
ca hembra,  que  entonces  era  el 
mayor  ditado  que  de  rey  abajo 
.-c  podía  dar  a  homVjre."  (Alejo 
Venega.s,  Agonía  del  tránsito 
de  la  muerte,  lista  de  vocablos 
obscuros).  lis  necesario  que  el 
Dice,  haga  esta  distinción,  como 
la  hizo  la  Graniát.  de  la  Acade- 
mia con  los  adjs.  cierto,  pobre, 
simple,  trixlr. — /•'/  rirtí,  \)ov    án- 


tonoma.-ia.  es,  para  los  inquili- 
nos  y  demás  gente  pobre,  el  ha- 
cendado.— Rico  con  rico  se  ha- 
cen la  barba,  refrán  chileno:  los 
ricos  se  entienden  y  tratan  bien, 
se  ayudan  y  favorecen  unos  con 
otros. — El  rico,  mientras  más 
gana,  más  se  afana,  refrán  chi- 
leno que  manifiesta  la  avaricia 
de  los  ricos. — En  el  rico  es  ale- 
gría, y  en  el  pobre  borrachera, 
refrán  chileno,  tomado  de  unas 
dw-imas  populares  sobre  la  con- 
dición tan  contraria  del  rico  y 
del  pobre:  literalmente  significa 
que  la  embriagiiez  no  se  casti.ga 
en  el  rico,  porque  se  la  conside- 
ra como  sÍTuple  alegría,  y  sí  en 
el  pobre. — Lo  que  el  rico  bofa, 
el  pobre  lo  recoge,  refrán  chile- 
no, que  significa:  lo  que  el  rico 
desecha  es  útil  para  el  pobre; 
semejante  al  del  Dioc,  Lo  que 
uno  desecha,  otro  lo  ruega;  pen- 
samiento tan  bien  expresado  en 
la  conocida  décima  de  Calderón 
de  la  Barca  Cuentan  de  un  sa- 
bio que  un  dia. 

Rictus,  m.  Voz  latina  que 
significa  el  hocico  abierto  de  las 
bestias  y  fieras;  los  modernos 
pedantes  la  usan  para  de.-ignar 
la  baba  o  el  espumarajo  de  las 
mismas. 

Ricura,  f.  fam.  Calidad  de 
rico  en  las  aceps.  de  "gustoso, 
sabroso,  agradable;  nuiy  bueno 
en  su  línea." — Persona  o  ca^a 
que  tiene  esta  calidad. 

Ridiculizar,  a.  "Burlarse  de 
una  persona  o  co.sa  ]wt  los  vi- 
cios o  dcfectas  que  tiene  o  se  le 
atribuyen."  Así  el  Dice.,  sin  au- 
torizar el  u.so  de  c.4e  v.  c.  rcliexi- 
vo  ni  como  recípnxo;  sin  em- 
Imrgo,    no  se    confunda  esc    uso 


ríe 


ríe 


1¿5 


con  el  pasivo,  que  es  propio  de 
todo  V.  activo  o  transitivo.  No 
so  debe,  según  esto,  decir:  Los 
viejos  que  quieren  rejuvenecer- 
se se  ridiculizan,  (se  ponen  en 
ridiculo);  pero  sí:  Se  ridiculi- 
zan los  vicios  y  las  nudas  cos- 
tumbres. Se  ridiculizan  por  los 
buenos  críticos  y  satíricos  los 
malos  escritores. 

Ridículo,  m.  "Bolsa  manual 
que,  pendiente  de  unos  cordo- 
nes, han  usado  las  mujeres  para 
llevar  el  pañuelo  y  otras  menu- 
dencias." Así  escribe  y  define 
esta  voz  el  Dice. ;  lo  que  para  al- 
gunos es  verdaderamente  ri- 
dículo, porque  el  verdadero 
nombre  es  redículo,  derivado 
del  latín  retículus  y  del  caste- 
llano red. 

RiDÍciLO,  L.\,  ad.j.  Xo  lo  ad- 
mite el  Dice,  como  s.  m.,    como 
lo  es  en  francés;  por  consiguien- 
te, no  pueden  pasar  en    castella- 
no frases  como  éstas:  Castigar  a 
un  autor  con  la  pe?ia  del  ridícu- 
lo;    Te      expones    al     ridículo 
obrando    de  esta    manera;    Esto 
es  ya  el  colmo    del  ridículo;    Ki 
arma  más  temible  es  el  ridículo. 
Algunas      pueden     enmendarse 
empleando    el  s.    ridiculez  o    el 
neutro  lo  ridículo;  pero  lo    me- 
jor es  usar  de  otros  sustantivos, 
como   burla,  mofa,    irrisión,  va- 
ya,   escarnio,    fisga,    befa,     risa, 
matraca.  Lo  que  acepta  el  Dice. 
es    el    modo    adv.  En    ridículo: 
"expuesto  a  la  burla  o  al  menos- 
precio   de   las   gentes,   .sea  o    nó 
con  razón  justificada.  Úsase  más 
con     los   verbos    estar,   poner   y 
quedar." 

Riejo,   ni.   Pronunciación  vul- 
gar de  riesgo.  Véase  G,  6." 


Rielero,  adj.  Aplíca.-e  al  cla- 
vo con  que  se  ajustan  los  rieles 
a  los  durmientes. 

Rienda,  f.  En  las  locomoto- 
ras, palanca  que  abre  la  caja  de 
distribución  del  vapor  para  ha- 
cerlas avanzar  o  retroceder. — De 
buena  rienda,  loe.  que  aplicu 
mos  a  la  caballería  que  obedece 
fácilmente  al  freno;  y  por  do- 
naire, a  la  persona  dócil  y  obe- 
diente. En  castellano,  blando  de 
boca  "se  dice  de  las  bestias  de 
freno  que  sienten  mucho  los 
tocjues  del  bocado;"  lo  que  no 
es  exactamente  igual. — De  ma- 
la rienda,  loe.  que  aplicamos  a 
la  caballería  que  no  obedece 
fácilmente  al  freno.  En  ca.ste- 
llano,  rebelón,  na  (aplícase  al 
caballo  o  yegua  que  rehusa  vol- 
ver a  uno  o  ambos  lados,  sacu- 
diendo la  cabeza  y  huyendo  así 
del  tiento  de  la  rienda),  repro- 
pio, pía  (dícese  de  la  caballería 
que  se  repropia  o  se  resiste  a 
obedecer  al  que  la  rige),  duro 
de  boca  (se  dice  de  las  bestias 
de  freno  que  sienten  poco  los 
toque-s  del  bocado). —  Ganar  a 
las  riendas  o  a  toda  rienda,  fr. 
fig.  y  fam.,  tomada  de  las  ca- 
rreras de  caballos:  ganar  con 
gran  ventaja. —  Riendu,  de  ga- 
la: llamamos  así  una  segunda 
rienda  que  suele  usarse  en  al- 
gunos carruajes  de  lujo  y  que, 
colocada  en  la  cabezada,  sirve 
para  que  los  caballos  lleven  le- 
vantada la  cabeza.  Es  expresión 
bien  formada,  porque  la  .loe. 
De  gala  "dícese  del  uniforme  o 
traje  de  mayor  lujo,  en  contra- 
posición del  que  se  usa  para 
diario."    (Nótese  esta  última  fr. 


126 


RIG 


RIM 


para     diario,    que    el    Dice,    no 
iiieiK-ioiía  en  su  lugar). 

Riendera,  f.  I'^I  freno  reducido 
al  solo  Locado  que  se  dolóla  por 
medio. 

RiE.VTE,  part.  activo  de  reír. 
Que  ríe.  Debe  e.scribir.-íe  con  cre- 
ma o  diéresis  ( r lente ) ,  iwrque 
la  i  no  se  diptonga  con  la  e. 

Riesgoso,  sa,  adj.  Expuesto  a 
riesgo;  arriesgado,  da,  en  la 
acep.  de  "aventurado,  peligro- 
so.'" Véase  Resgoso.  YA  pueijlo 
dice  riejoso. 

Rifle,  m.,  fig.  y  fani.  Indivi- 
duo muy  seguro  para  una  cosa, 
que  no  se  equivoca  o  no  yerra. 
— En  sentido  propio  se  admitió 
este  vocablo  desde  la  13."  edi- 
ción del  Dice,  con  esta  defini- 
ción :  "Rifle,  m.  Fusil  rayado 
de  procedencia  norteamericana." 
Del  inglé.s  t»  rifle,  estriar,  aca- 
nalar. 

Riflero,  m.  Soldado  o  indi- 
viduo que  maneja  rifle.  "Reu- 
niere el  pueblo  ese  mismo  día  y 
...se  vio  formado... un  cuer- 
po de  170  rifleros  y  de  18  hom- 
bres de  caballería."  (Pérez  Ro- 
sales, Recuerdos  del  pasado,  c. 
XVI).  Hace  falta  esta  voz  en  el 
Dice,  tan  bien  formada  como 
mrabincro,  fu.s-ilcro.  Inncero, 
etc.' 

Rigor,  ni.  En  rigor,  m.  adv. 
"En  realidad,"  lo  interpret-a  el 
Dice,  y  nó  rigorosamente  o  ri- 
gurosamente, con  rigor,  como 
dicen  muchos.  Sin  enibargo.. 
iLsado,  nó  como  modismo,  sino 
como  complemento,  tiene  su  .sig- 
nificado general:  "Hablando  en 
lodo  ri(/or..."  (Quijote,  p.  TI. 
c.  LXVII). 

RiocuiD.Mi,  f.  Rigor.   V'V  an- 


ticuado lo  da  el  Dice,  pero  en 
Chile  lo  usíi  todavía  una  parte 
del  pueblo,  y  así  mismo  en  la 
provincia  de  Salamanca,  de  Es- 
paña. 

Riguroso  o  rigoroso,  s.\,  adj. 
Las  dos  formas  admite  el  Dice; 
así  mismo  para  el  adv.  en  >íie/i- 
te.  La  que  lleva  u  se  explica  poi 
disimilación,  para  evitar  el  so- 
nido de  l;i.«  tres  oes. 

Rilío,  m.  Cantidad  o  nuiltitud 
do  objetos  distintos.  Sinónimo 
de  grimillón,  pero  muy  poco 
usado. — Quizás  venga  del  arau- 
cano rülin,  astillas  (Febrés-As- 
traldi)  ;  la  edición  príncii>e  es- 
cribe dülliv,  a-^tillas. 

Rimác,  n.  pr.  Su  acentua- 
ción es  grave.  Rímac,  lo  mismo 
que  Capar,  Apvrimac;  y  prué- 
ba.se  principalmente  con  la  for- 
ma Lima,  suavizada  de  aquélla. 
No  sabemos  en  qué  se  apoyará 
el  Dici'.  de  Zerolo  para  atlrmar 
que  el  "verdadero  nomlire  local 
I  del  río  que  riega  a  Lima]  era 
Lima,  y  nó  Rímac,  como  preten- 
dió Garcilaso,  que  no  conocía 
sino  la  lengua  del  Cuzco."  To- 
dos los  autores  de  gramáticas 
quichuas  están  contestes  en 
afirmar  que  la  r  en  e.<a  lengua 
nunca  se  pronuncia  fuerte  o  do- 
blada, sino  blanda  y  sencilla, 
sea  al  principio,  seA  en  me<lio 
de  dicción ;  y,  como  ]ironuneiar- 
la  blanda  o  sencilla  al  principio 
es  cosa  inusitada  para  el  español, 
es  natural  que  la  convirtiera  en 
otra  letra,  como  lo  hizo  también 
en  Chile,  cuya  lengua  indígena, 
el  araucano,  da  a  su  r  el  misnn 
sonido  quo  el  quichua.  \'éa!íe 
Litro.  Además,  es  imposililo  que 
la  voz  primitiva  fuera  Lima,  co- 


RÍM 


RIM 


iL'T 


1110  quiere  Zerolo,  porque  "la  ( 
casi  siempre  se  pronuncia  dobla- 
da, excepto  en  este  vocablo  pínu- 
la; porque  otros  vocablos,  lam- 
pa, laricaxa,  etc.,  son  corrompi- 
dos o  de  otras  lenguas  distin- 
tas." (Torres  liubio).  "El  nom- 
bre Rimac  es  participio  de  pre- 
sente, quiere  decir  el  qiu  habla. 
Llamaron  así  al  valle  por  un 
ídolo  que  en  él  hubo,  en  figura 
de  hombre,  que  hablaba  y  res- 
pondía aloque  le  preguntaban, 
como  el  oráculo  de  Apolo  Dei- 
fico. .  .  Este  ídolo  tuvieron  los 
Yuncas  en  mucha  veneración, 
y  también  los  Incas,  después 
que  ganaron  aquel  hermoso  va- 
lle, donde  fundaron  los  espa- 
ñoles la  ciudad  que  llamaron  de 
los  Reyes,  por  haberse  fundado 
día  de  la  Aparición  del  Señor, 
cuando  se  mostró  a  la  gentili- 
dad. De  manera  que  R'nnac,  o 
Lima,  o  la  ciudad  de  los  Reyes, 
todo  es  una  misma  cosa;  tiene 
por  armas  tres  coronas  y  una 
estrella."  (Inca  Garcilaso,  Co- 
mentarios reales,  p.  I,  1.  VI,  c. 
XXX).  En  otra  parte  (p.  II,  1. 
I,  c.  XXIX)  dice  este  mismo 
autor  "que  el  ídolo  hablador 
que  estaba  en  el  valle  de  Rímac, 
con  .ser  tan  parlero  haljía  per- 
dido la  habla,"  como  todos  los 
demás  ortículos  del  reino,  desde 
la  llegada  de  los  españoles.  Lí\ 
interpretación  de  Garcilaso  es 
fiel,  porque  rimani  y  rimacwni 
significan  en  quichua  "hablar," 
y  rimai,  "habla."  Un  poeta  e.s- 
pañol,  Luis  Belmonte  Bermú- 
(Icz  (de  principios  del  siglo 
XVII,  según  parece),  llamó 
Lima  al  río  de  Lima,  en  el  pró- 
logo de  su  poema  La  Llispálica: 


"Fr.  .Juan  de  Cnilvez  y  Er.  Die- 
go de  Ojoda,  uno  en  su  Histo- 
ria de  Cortés,  y  otro  en  su  Cris- 
iiádos  [sie],  bien  osarán  a  pu- 
l)licar  que  las  aguas  del  río  Li- 
ma, que  baña  la  ciudad  de  su 
nombre,  no  envidiarán  jamás  a 
las  de  Beocia."  (Gallardo,  Bi- 
blioteca, t.  II,  col.  65).  Tan  an- 
tigua e.s  la  identificación  de  am- 
bos nombres,  que  después  se 
diversificarían  para  evitar  con- 
fusión. Puede  verse  el  Dice,  de 
Peruanismos  de  Arona  (Paz 
Soldán),  que  también  hace 
grave  la  voz  Rímac.  A.sí  mismo 
Bello,  en  su  poesía  América: 

Ni  a  la  que  el  Rimac  las  murallas  lava, 
Que  de  los  Reyes  fue'  ya  de  sí  propia... 

Rimar.  Como  n.  solamente 
lo  da  el  Dice,  en  .sus  dos  aceps. : 
"componer  en  verso;  ser  una 
palabra  consonante  de  otra,"  o 
sea,  aconsonantar.  I.''  acep.  En 
Chile  lo  usamos  también  c.  a., 
lo  mismo  que  hace  el  Dice,  con 
aconsonantar  en  su  3."  acep.. 
"emplear  en  la  rima  una  pala- 
bra como  consonante  de  otra. 
No  hay  inconveniente  en  acon- 
sonantar aljaba  con  esccava." 
"Nuestro  traductor  rima  siem- 
pre los  postreros  versos  de  cada 
estancia,"  (Juan  de  C.  Weiss, 
Pról.  a  los  Ensayos  Poéticos  de 
Fr.  Rainumdo  Morales).  En 
España  se  usa  también  así  el  v. 
rimar,  como  consta  de  una  obra 
del  Secretario  de  la  Academia: 
"Encina  rima  casa  con  rassa... 
Boscán  rima  rim-  con  sissa.  .  . 
Lupercio  Argensola  y  su  her- 
mano Bartolomé  rimaban  tam- 
bién casa  y  passa,  mesas  y  essas, 


128 


RIN 


RIN 


Elíseos  y  desseos.  .  ."  (Gotorelo, 
Fonología  españolo,  XIX,  S  du- 
blé). 

Rímica,  f.  Métrica,  arte  mé- 
trica, poesía,  poética,  arte  poé- 
tica. Usó  este  vocablo  Gallardo 
en  su  Biblioteca,  (t.  I,  col.  666) : 
"Toda  la  escena  primera  esUi 
en  esdrújulos,  y  acaso  serán  és- 
tos los  primeros  que  se  conocen 
en  la  rímica  española."  No  lo 
ha  aceptado  el  Dice,  y  más  va- 
le así,  porque  no  puede  signifi- 
car lo  que  quiso  decir  el  autor. 
Como  derivado  que  es  de  rima. 
no  puede  referirse  sino  a  la  con- 
sonancia o  asonancia  de  los  ver- 
sos y  nó  a  la  acentuación.  Gon- 
zalo Correas  dijo  ridmica  (por 
rítmica,  de  ritm-o) :  "la  métrica 
o  ridmica  latina."  (Arte  grande 
de  la  Icnf/un  cost.,  pási'.  293),  y 
tampoco  &stá  aceptado  en  nin- 
guna forma. 

Rimú,  m.  Véase  Flur  de  h 
perdiz,  en  el  art.  Flor.  "Una  de 
las  variedades  más  notables  [de 
la  familia  de  las  oxalídoas]  por 
su  al.'undancia  y  bello  aspecto 
es  el  rimú  o  flor  de  la  perdiz, 
que  entre  los  araucanos  da  su 
nombre  al  mes  de  Abril,  en  el 
cual  aparece  invarial)lemente 
apenas  se  humedece  la  tierra 
con  las  primeras  lluvias  de  oto- 
ño, cubriendo  las  lomas  y  pra- 
dos con  sus  flores  de  un  amari- 
llo vivo."  (Rassel,  Guia  de  Con- 
cepción). 

Rin,  m.  Baile  que  .«e  usa  to- 
davía en  riiiloé;  se  baila  eniro 
dos  con  compás  de  polca  y  es  es- 
cobillado. (Cavada).  "Siguió  el 
minué,  la  contradanza,  el  rin  o 
rin,  liailes  favoritos  entonces." 
(Pérez    Kosalcs    RecMirdo.'^     del 


pamdo,  c.  III). —  ¿A'endrá  del 
inglés  tú  ring,  que,  entre  otras 
aceps.,  tiene  la  de  moverse  en 
círculo  o  en  espiral,  formar 
círculo  o  corrillo?  La  expresión 
de  Pérez  Rosales,  rin  o  rin,  po- 
dría explicarse  con  el  ingles 
rig  of  ring,  salto  o  brinco  de 
corrillo:  de  to  rig,  brincar,  y 
ring,  círculo  o  corrillo. 

Rincor,  in.  Forma  ¡¡lebeya  de 
renrur.  En  castellano  antiguo, 
rancor,  como  cu  latín,  do  donde 
se  deriva. 

Rincoroso,  sa,  adj.  Así  dice  el 
vulgo  por  rencoroitit,  .w.  En  ca.s- 
tellano  antiguo,  rancuroso,  sa, 
de  rancura,que  es  igual  a  ran- 
cor. 

Rinche,  cha,  adj.  10 n tora- 
mente lleno,  lleno  ha-ta  el  bor- 
de. "El  vaso  está  rinche;  La 
acequia  viene  rincha  de  agua ;" 
I',  de  Linares  al  Sur.  Hacia  el 
Norte  se  oye  rinque,  más  con- 
forme con  la  etimología. — Del 
araucano  rnge,  co.sa  gruesa.  La 
g  se  proniuicia  como  dijimos  en 
el  art.     Gnao. 

Rinde,  m.  No  existe  y  dígase 
rendición  o  rendimiento,  en  la 
acep.  de  producto  o  utilidad  que 
da  una  cosa. 

KixGLER.\,  f.  y  fam.,  uixgl.\, 
f.,  y  RINGLE,  m.  Los  tres  signi- 
fi<'an:  "fila  o  línea  de  cosas  pues- 
tas en  orden  unas  tras  otras." — 
Ringlero,  m.,  es  "cada  una  de 
las  líneas  del  papel  ]iautado  en 
que  a]irendcn  a  escribir  los  ni- 
ños." 

Ringlete,  m.  Signiliía  cu  Clii- 
Ic  lo  misino  ([ue  pata  de  perro. 
\'éaso  cu  el  art.  P.\t.v. — Parece 
indudable  que  es  corrupción  de 
rrliilrir   o   rcgnilelc,   quo,   según 


RIO 


RIO 


129 


el  Dice,  de  Autoridades,  '"se 
aplicaba  al  que  anda  muy  apri- 
sa y  es  muy  vivo:  Va  como  un 
rehilete."  Hoy  este  vocablo  sólo 
significa  para  el  Dice:  "flechi- 
lla con  púa  en  un  extremo  y 
papel  o  plumas  en  el  otro,  que 
se  lanza  por  diversión  para  cla- 
varla en  un  blanco."  Lo  mismo 
significa  repullo. 

Ringletear,  n.  Cgrretear,  ca- 
llejear, cazcalear.  Es  derivado 
úe\  anterior. 

Riniano,  na,  ad.j.  A'éase  Rhi- 
niano. 

Riñon,  ni.  Tener  uno  el  ri- 
/7o/i  tapado,  fr.  fig.  y  fam. :  es- 
tar rico.  Tener  uno  cubierto  (o 
bien  cubierto)  el  riñon,  se  dice 
en  castellano. 

Eío,  m.  Frío,  frió,  como  el 
agua  del  rio.  Véase  Frío. — 
.Imitarse  el  río  con  el  estero,  fr. 
fig.  y  fam.,  que  entre  nosotros 
.significa  unií-se  un  individuo 
con  otro  para  una  misma  ac- 
ción, generalmente  no  santa, 
cobrando  así  ambos  más  ánimo 
o  valor;  a  semejanza  del  río, 
que,  recibiendo  las  aguas  del 
estero  (véase  e.sta  voz),  aumen- 
ta su  caudal. — Pasar  uno  el  rin, 
fr.  fig.  y  fam.:  hacer  en  la  ca- 
ma y  durante  el  sueño  aguas 
menores.  Dícese  principalmente 
de  lo.s  niños.  Es  fr.  ingeniosa  y 
muy  decente,  usada  en  Chile  y 
digna  de  entrar  en  el  Dice. — 
Quien  no  se  arriesga,  no  pasa  el 
rio,  refrán  chileno.  En  castella- 
no es:  Quien  no  se  aventura,  no 
pasa,  la  mar.  El  religioso  merce- 
dario  Fray  Manuel  Sancho  le 
dio  ejsta  otra  forma:  Quien  no 
^e  arriesga,  no  pesca.  (Pascuo- 
Hco,  XTl )  ;  y  Juan  de    Valdés : 

Dice.  dí>  Chil..  t.  V. 


Qiii'-n  no  se  aventara  no  gana 
(Dial,  de  la  lengua).  Áivarez 
de  Toledo,  forzado  por  la  rima, 
dijo  a  la  italiana:  "Quien  no 
se  aventura  no  guadaña."  (Pu- 
rén  indómito,  c.  XI). — Rio  que 
■mena,  agua  trae,  o  piedras  lle- 
va: en  castellano.  Cuando  el  río 
suena,  agua  lleva,  "refrán  con 
que  se  quiere  dar  a  entender 
que  todo  rumor  o  hablilla  tiene 
algún  fundamento." —  Con  los 
nombres  propios  de  ríos  puede 
expresarse  u  omitirse  el  artículo 
el.  "Decimos  Ebro  o  el  Ebro 
Duero  o  el  Duero,  si  bien  em- 
pleamos estos  nombres  sin  arti- 
culo cuando  forman  parte  de 
denominaciones  como  éstas: 
Miranda  de  Ebro,  y  nó  del 
Ebro;  Aranda  de  Duero,  y  nó 
del  Duero.  Sin  embargo,  en  ca- 
sos análogos  suelen  nombrarse 
con  artículo  algunos  nombres 
extranjeros,  como  Francfort  del 
Mein  o  Meno.  Es  galicismo  de- 
cir Fracfort  sobre  el  Mein." 
(Gramát.  de  la  Acad.)  Aunque 
aquí  se  haljla  solamente  de  dos 
ríos,  Ebro  y  Duero,  no  vaya  a 
creei^se  por  e.so  que  a  éstos  sola- 
mente se  extiende  la  libertad  de 
usar  o  nó  el  artículo;  nó,  la  li- 
bertad es  general,  como  lo  ve- 
mos en  los  clásicos:  "Tajo,  río 
de  Lusitania,  nace  en  las  sierras 
de  Cuenca,  y  tuvo  en  los  anti- 
guos fama  de  llevar  como  Pac- 
tolo,  arenas  de  oro."  (Lope  de 
Vega,  Arradia,  Esposición  de 
nombres  históricos  y  poéticos, 
al  fin  de  la  obra). 

Por  esto  será  famosa 
Desde  liendres  a  Jarania. 
Desde  eí  Tajo  a  Manzanares, 
Desde  I'isuerim  hasta  .irianza. 

(CfMyoíf,  p.  II,  c.  XIIV). 


130 


RIP 


RIS 


''Confundiendo  después  sus  co- 
rrientes con  las  veloceí  de  Jara- 
mu.  .  .  En  las  riberas  de  Pisuer- 
ga  apacentaba  ganado.  .  .  Me- 
nandio.  mayoral  en  Júcar,  en 
Jarama  y  Manzanares.  . .  No 
miran  en  sí  tantas  aguas  Ebro 
y  Tajo..."  (Suárez  de  Figue- 
roa,  La  ('onMañtc  Arnurilis^áir^c. 
I).  En  Chile  nos  quedan  restos 
de  este  uso  español  en  los  nom- 
bres San  Josc  de  Maipo,  Isla  de 
Maipo,  Canal  de  Maipo,  ]'alle 
(le  Maipo;  modernamente  ha 
prevalecido  el  uso  del  ai-tículo: 
Huerta  del  Mafaquito,  Huerta 
del  Maule.  (Nótese  que  Huerta 
es  corrupción  de  vuelta).  La 
prep.  sobre  es  galicismo  cuando 
se  usa  como  título,  pero  nó 
cuando  introduce  un  comple- 
jnento  general  de  proximidad, 
inmediación,  cercanía:  "Zamo- 
ra está  .'«obre  el  Duero."  (Gra- 
mát.  de  la  Acad.) 

KíoPLATExsE,  adj,  "Natural 
del  Río  de  la  Platn.  ||  Que  per- 
tenece o  concierne  al  río  de  la 
Plata  o  a  los  jiaíses  que  abarca 
su  cuenca."'  Así  define  Don 
Daniel  Granada  esta  voz,  que 
sin  duda  desearía  ver  en  el  Dice, 
de  la  .\cademia. 

KiPiAUOR,  m.  Obrero  que  ri- 
[>iao  enripia,  es  decir,  que  echa 
(I  pone  ripio.  Hace  falta  esta  voz 
en  el  Dice. — En  las  provincias 
del  Norte,  trabajador  que  se 
ocupa  en  sacar  la  tierra  suefta 
'pie  queda  de  sobra  en  los  ca- 
chuchos  liirvientes. 

Ripiento,  ta,  o  ripioso,  sa, 
adjs.  Dígase  f/uijoxo,  .w;  "aplí- 
case al  terreno  «jue  abunda  en 
guijo.'"  CagcajoHo,  sa,  es  ''abun- 
dante    en    jiiedras    o     rascajo."' 


Pedregoso,  sa,  ''se  aplica  al  te- 
rreno naturalmente  cubierto  de 
muchas  piedras."" 

Ripio,  m.  "Conjunto  de  frag- 
mentos de  ladrillos  y  otros  ma- 
teriales de  obra  de  albañilería 
desechados  o  quebrados.""  Éste 
es  el  ripio  castellano,  muy  pare- 
cido también  al  ca.fcotc  (con- 
junto de  fragmentos  de  una  fá- 
brica derribada  o  arruinada, 
que  sirve  después  para  otras 
obras  nuevas),  pero  nó  al  que 
nosotros  llamamos  ripio,  que 
en  buen  español  es  guijo  o  gra- 
va (conjunto  de  guijarros  pe- 
queños que  regularmente  sirve 
para  consolidar  y  i'ellenar  los 
caminos)  o  casquijo  (multitud 
de  piedra  menuda  que  sirve  pa- 
ra hacer  hormig:ón  y,  como  gra- 
va, ])ara  afirmar  los  caminos). 
Cascajo  es  "conjunto  de  [liedras 
menudas  que  se  hallan  en  los 
ríos  u  otros  parajes,  y  también 
lo  que  salta  de  las  piedras  cuan- 
do se  labran,  y  los  pedazos  de 
otras  cosas  que  se  quieliran.""  y 
recebo,  "arena  o  piedra  muy 
menuda  que  .-^c  extiende  .sobre 
el  firme  de  carretera  para  igua- 
larlo y  con.«olidarlo.'" 

Ríquel,  m.  Molleja  de  las 
ave«.  Otros  dicen  rique,  riquen, 
ríquil.  Ü.  del  .Maule  al  Sur; 
aquende  u.«amas  contri,  que  sig- 
nifica lo  mismo.  \'éasc  en  su  lu- 
gar.— Viene  ilel  araucano  ru- 
ciil,  molleja  de  aves. 

Riqí'KLMK.  apellido.  Usi'i- 
iiioslo  familiarmente  para  in- 
dicar que  una  jter.aona  es  rica, 
en  contraposición  a  Pohlcte, 
que  se  ai)lica  a  lo-¡  que  son  jio- 
bres. 

Ris.^.    f.    "Movimiento    de    la 


RIS 


RI"] 


boca  y  otras  partes  del  rostro, 
que  demuestra  alegría."'  No  se 
confunda  con  riza:  "destrozo  o 
estrago  que  se  hace  en  una  co- 
sa.'" Hacer  riza:  "causar  gran 
destrozo  y  mortandad  en  una 
acción  de  guerra.  " 

Risada  o  risotada,  f.  Carca- 
jada, risa  estrepitosa  y  de.'^com- 
puesta. 

Rísol,  m.  Vocablo  que  traen 
los  libros  de  cocina  impresos  en 
Chile.  Es  el  francés  rissole,  que 
significa  tostón. 

Ríspiro,  ra,  adj.  Rispido,  que 
significa  áspero,  en  la  acep. 
fig.  de  "riguroso,  rígido,  aus- 
tero; contrario  a  la  afabili- 
dad o  sua\idad.""  Así,  en  senti- 
do fig.,  lo  trae  solamente  el 
Dice,  y  así  lo  usamos  también 
nosotros  ( ¡  Qué  hombre  tan 
ríspiro !  Es  de  genio  muy  ríspi- 
ro) ;  sin  embargo,  en  Cejador 
hallamos  una  cita  clásica  en 
que  está  usado  en  sentido  recto: 
"Tan  fiera,  que  tenía  el  cerro 
levantado  y  rispido  como  jaba- 
lí."' (A.  Pérez,  Dom.  I  muir.,  f. 
1  ■"!."!). —  Es  corrupción  vulgar 
del  castizo  rispido,  compuesto 
de  re  e  hispido,  por  cambio  de 
(/  en  i",  como  en  fastirio,  tragc- 
ria,  Cloromiro,  Leocaria.  Véase 
i).  IIa.-ta  Lojie  de  Rueda  dijo 
romarizado  y  el  Dice,  acepta 
p(iñiiiU-,<i   y   pnnnrizo. 

Risquera,  f.  Risco  arande  o 
vai'ios   risco-í   unido-. 

Risquería,  f.  Sitio  de  mu- 
chos riscos;  dígase  riscal.  'N'éase 
Peñasquería.  "Era  de  todo 
punto  imi)osible  establecer  una 
poblac-ión  en  aquellos  parajes, 
agrestes  risquerías,  cubiertas  en 
su   mayor    parte  de    nieve."    (.J. 


T.  Medina.  Primer  viaje  de  ex- 
ploración a  la  i-^la  de  Tenque- 
giu'n). 

Rísu.M  TEXEATis,  fr.  latina. 
Es  de  Horacio,  que  la  usó  al 
principio  de  su  Arte  poética. 
Sin  embargo,  él  la  usó  en  tono 
de  interrogación  ("¿conten- 
dríais la  risa?")  lo  que  no  ha- 
cen los  que  la  emplean  en  los 
idiomas  modernos,  jjues  la  dan 
como  impei-ativa  y  de  burla: 
"Contened  la  risa."  A  i^esar  de 
todo,  con\-iene  adiTiitirla  por  lo 
muy  usada  que  es. 

Rito,  m.  Véase  Litro.  Haves- 
tadt  (I,  29.'))  define  el  rito 
araucano,  "vestís  stragula,  cras- 
sa  vili.sque.'' 

Ritornello,  m.  ( Pniiiúnciesfa 
la  11  comu  doble  ele,  l-l).  Así,  a 
la  italiana,  han  usado  algunos 
esta  voz  desde  antiguo;  el  Dice, 
la  ha  ca.stellanizado  en  la  forma 
retornelo:  "repetición  de  la 
primera  parte  del  aria,  que  tam- 
l)ién  se  usa  en  algunos  villan- 
cicos y  otras  canciones." 

Ritrán,  adj.  En  Chiloé,  díce- 
>e  del  [lan  o  tortilla  que  no  se 
leudan.  Del  araucano  rithun, 
estar  áspero,  o  quizás  mejor  de 
Uthan,  que  el  Febré.?-.\sti'aldi 
interpreta  "estar  apretado  o  du- 
ro como  tierra  apisoneada." 
(Cavada). 

Ritrío  (Hacer).  En  Chiloé, 
lo  mismo  que  Hacer  retrilín. 
( Cavada) .   Véase      Retrilín. 

Ritualismo,  m.  "Secta  pro- 
testante que  da  grande  impor- 
tancia a  los  ritos  y  que  tiende  a 
separarse  de  la  iglesia  anglica- 
na  para  entrar  de  nuevo  en  el 
catolicismo."  (Dice,  de  Zero- 
lo).  ]■>  voz  u.sada  en  todas  par- 


REV 


ROA 


tCi<  y  hace  falta  eu  el  lexicón  de 
la  Academia;  lo  mismo  que 

RiTU^VLiSTA,  com.  Partidario 
o  secuaz  del  ritualismo. —  Adj., 
perteneciente  o  relativo  a  esta 
sec-tíi. 

Riva,  Rivas,  apellidos.  "Ha- 
llamos en  Mai'iana  y  otros  auto- 
res el  apellido  Ribo,  y  en  Go- 
doy  Alcántara  Lurrilxi,  ambos 
de  legítima  procedencia,  pues 
en  Kspaña  existen  varios  luga- 
res llamados  Riba.  También 
hemos  visto  Riva,  pero  como 
apellido  italiano:  lo  cual  es 
imiy  natural,  porque  en  ese 
idioma  el  nombre  común  se 
escribe  riva.  Además,  en  Espa- 
ña se  usan  los  apellidos  Arribas 
y  Son-iba,^.  Por  tanto,  parece 
diu^o  que  el  apellido  de  forma 
plural,  que  al  {¡rojño  tiempo  es 
nombre  de  \arios  lugares  de  Es- 
paña, debe  escribirse  Riba.%  co- 
mo lo  vemos  en  documentos  an- 
tiguo', y  couio  se  conserva  en 
España  y  en  Venezuela;  j)ero  la 
forma  Riva¡<  ha  sido  ya  sancio- 
nada por  el  uso,  y  nó  por  vuio 
cuai(|uiera,  sino  ])or  el  de  que 
habla  Uorac-io."  (Contó  e  Tsa- 
za).  Sin  embargo,  en  el  cuerpo 
de  la  obra  adoptan  estos  auto- 
res, como  únicas  formas  correc- 
tas. Riba,  Rilia.t. 

Rivadavia,  Rivadeneira,  ape- 
llidos. Según  la  (iramática  «le- 
la Academia  y  oí  Dice,  de  Con- 
tó e  Isaza,  deben  e.scribirse  Ri- 
hnxhivia.  y  Ribadfneira,  porque 
se  derivan  del  latín  ripa-,  ril)era. 

IlivAí,,  m.  Sólo  significa 
"conipetidf)r:'"  pero  el  fiueblo  y 
la  clase  media  en  Chile  lo  usan 
por  rivalidad  (oposición  entre 
do-,  o   más  personas  que  !i-piran 


a  obtener  una  misma  cosa;  ene- 
mistad). "María  tiene  un  rival 
con  Luisa  que  no  la  deja  tran- 
quila a  ninguna  hora."" 

Rivera,  apellido.  "En  cuanto 
a  Ribtra,  de  ripa,  y  Rivera,  de 
rivuji,  hay  (jue  advertir  que 
ambas  forman  han  venido  a  ser 
apellidos  en  España  y  en  Amé- 
rica, y  que.  como  el  ai)ellido  es 
una  especie  de  propiedad  de  ca- 
da familia,  toca  a  ella  decidir 
si  es  de  la  Ribera  o  de  la  Rive- 
ra." (Contó  e  Isaza).  En  Chile 
hemo.s  v¡.<to  siempre   Rivera. 

Rivero,  Riveros,  apellido?. 
"El  apellido  Ribero,  como  lo 
traen  la  Academia  y  Fernández 
Cuesta,  y  su  pl.  Riberux,  vienen 
prol)ablemente  del  nombre  del 
lugar,  o  del  s.  ribero,  que  signi- 
fica un  vallado  de  cierta  cla.se: 
mientras  que  Rivero  y  Riveros 
no  .saldemos  de  dónde  [tmiierau 
derivarse.""    (Contó  e  T.saza). 

Roán,  n.  pr.  de  ciudad.  Asi 
llamalia  el  Dice,  esta  ciudad  de 
Francia  (18.*  edivión.  art.  Ko- 
.\xÉs").  aunípie  en  otra  part« 
(art.  Ri.\x)  la  llanuil)a  Rajia. 
La  14."  edición  ha  uniformado 
ambos  pa.sa.jes  diciendo  Rimii, 
más  conforme  con  la  pronun- 
ciación francesi  de  Roiien.  Y 
así  también  di.jeron  siempre  los 
liuenos  esi)añoles:  "Ejemplo  te- 
ni'is.  Señores,  en  Francia  mani- 
liesto.  adonde  Rii'iii,  mediana 
ciuda<l.  e.stá  diez  leguas  del  mar 
en  la  riliera  de  Secuana:  y  Pa- 
rís, la  mayor  de  los  cristianos, 
treinta  leguas  más  arrii)a:  es 
así  (|ue  los  mercaderes  han  he- 
cho asiento  en  Raau  y  feria  en 
París."  (Fernán  Pérez  de  Oli- 
va,   üaziinaiairuto   rn    vi    .li/iiij- 


ROB 


ROB 


tamiento  de  la  ciudad  de  Cór- 
doba). 

Robada,  i.  iaiu.  Ilaho.  "Una 
robada  de  tiempo."  ^'<'•ase  Qui- 
tada.—  Eu  el  pueljlo,  infidelidad 
entre  casados. 

Robadizo,  za,  adj.  Está  bien 
formado,  como  caedizo,  encon- 
tradizo, olvidadizo,  perdidizo, 
pero  no  lo  trae  el  Dice.  Aquí 
lo  hemos  visto  usado  en  la  fr. 
Haberse  uno  el  robadizo:  fingir 
que  le  han  robado  alguna  cosa. 

RoB.iHoxRAS,  com.  Per.?ona 
que  quita  la  honra  a  otra  u 
otras.  No  aparece  esta  voz  en  el 
Dice.,  pero  está  bien  formada  y 
la  usó  Gallardo:  "Faría  era  un 
robahonras  portugiiés,  que  todo 
lo  quería  para  .sus  quinas." 
I  Biblioteca,  t.   II,   col.  993). 

RoB.vLO.  ni.  Un  pez  marino. 
Es  distinto  del  rodaballo  y  tam- 
bién del  robalo  o  róbalo  espa- 
ñol. Pinguipes  chilensis  lo  lla- 
ma Philippi. 

RoBiÑAXo.  XA,  ni.  y  f.  Pe- 
rengano, na.  Nunca  hemos  oí- 
do este  nombre  en  Chile,  ni  lo 
registra  tampoco  el  Dice. :  pero 
lo  trae  Gonzalo  Correas  en  tres 
partes  de  .su  Arte  grande:  '"E-s- 
tos  nombres  Fulano  y  Zifano 
son  muy  usados  y  propios  de  la 
lengua  castellana .  .  .  El  tercero 
Robiñano  no  es  tan  frecuente, 
y  menos  lo  es  su  plural;  y  mu- 
chos de  poca  edad  no  le  han 
oído.  .  .  Zifano  no  se  usa  sm 
que  preceda  Fulano,  ni  Robi- 
ñano .sin  los  dos.  .  .  Fulano  y 
Zitano  y  Robiñano.^'  Nada  dice 
de  su  etimología. 

Roble,  m.  El  árbol  que  en 
Chile  llaman  roble,  por  otros 
nombres  coyún    y  hualle,    es   la 


/>;(/!(.•<  obliquu  Mirb.  Véase  Pe- 
llín".— Philippi  dice  que  en 
Chiloé  llaman  también  roble  al 
riithat  íFagii.^  Dombeyi  Mirb.), 
■'árbol  inmenso,  cuyo  tronco 
tiene  a  veces  dos  metros  de  diá- 
metro, de  hojas  siempre  verdes, 
lusti'osas,  aovaidals-lainceoladas. 
Se  cría  desde  el  grado  36  para 
el  Sur." 

Roblería,  f.  Flobledo  o  robre- 
do: sitio  poblado  de  robles;  si 
es  de  gran  extensión,  robledal 
o  robredal. 

Roblí,    11!.   ^^éase  Raulí. 

Robo,  III.  Un  barro  negro 
con  que  se  tiñe  de  negro.  Así 
traduce  Febrés  el  araucano  ro- 
rü:  Havestadt  escribe  robu,  té- 
rra pro  colore  nigro.  El  signift 
cado  es  el  mismo  de  petra,  últ. 
acep.  Véase  en  su  lugar. —  Es 
muy  de  sospechar  que  esta  voz 
no  sea  araucana,  sino  la  caste- 
llana robo,  en  1  a  acep.  corres- 
pondiente a  ésta  del  v.  robar: 
■"llevarse  los  ríos  y  corrientes 
parte  de  la  tierra  contigua  o  de 
aquella  por  donde  pa^an."  Co- 
mo los  ríos  de  Chile  llevan  mu- 
cha corriente  y  todos  pasan  por 
terrenos  llenos  de  vegetales; 
arra.^tran  muchas  partes  de  és- 
tos (hojas,  ramas,  frutos,  etc.), 
y  a.sí  se  va  formando  ese  .sedi- 
mento o  légamo  negro  que  en 
algunas  partes  llaman  petra  y 
en  las  más  robo.  Si  el  ca-^tellano 
tiene  robar  y  robo  para  este  ca- 
.so,  no  parece  que  haya  que  acu- 
dir al  araucano  para  explicar 
e.-te  chilenismo.  El  que  los  dic- 
cionarios de  esta  lengua  traigan 
la  voz  robii  o  rovú,  y  aun  el  v. 
roviitun,  teñir  con  este  mismo 
barro,     sólo    indicaría    que     los 


ROC 


ROO 


araucanos  haln'an  formado  estas 
voces  de  hus  españolas,  como  eu 
muchos  otros  casos  lo  hicieron. 
Corroboran  esta  sospecha  nues- 
tra las  voces  araucanas  roii,  ra- 
nii,  ramalia.  ramus.  y  roiitim 
ramos  coUigere,  ab-scindere,  ra- 
niis  e.xplere  (Have~tadt).  que 
explican  la  formación  del  robo, 
coincidiendo  así  con  la  acep. 
española. —  Otras  voces  castizas 
que  tiene  para  esto  el  castellano 
son  dfrru-biúT,  a.  y  r.  ( robar  in- 
sensiblemente, el  río.  arroyo  o 
cualquiera  humedad,  la  tierra 
de  las  riberas  o  tapias)  y  derru^ 
bio  (acción  o  efecto  de  derru- 
biar; tierra  que  se  cae  o  desmo- 
rona por  esta  causa).  Véa.*e 
Llauquearse. 

K(m;.v,  f.  Roca  Tarpejíi:  par- 
t6  alta  del  monte  Capitolio,  en 
la  antigua  Roma,  y  desde  la 
cual  se  precipitaba  a  ciertos  cri- 
minales. Como  esta  loe.  se  usa 
muchas  veces  en  el  lenguaje 
fig.,  conviene  que  la  registre  el 
Dice.  "La  roca  Ta.rpe>ia  no  dis- 
ta nuicho  del  Capitolio,"  o  me- 
jor dicho,  del  templo  del  Ca- 
pitolio, que  era  el  más  famoso 
que  tenía  -lúpiter  Olímpico. 
Con  esto  se  advierte  a  los  que 
están  en  la  ciVspide  de  los  ho- 
nores que  pueden  tener  una 
caída  bien   vergonzosa. 

Rocalloso,  s.\,  adj.  Monta- 
vas  Rocallosas  o  Montest  Rocallo- 
sos llaman  algunas  diccionarios 
y  textos  de  Geografía  la  cadena 
de  montañas  (jue  atraviesa  casi 
toda  la  América  del  Norte.  Co- 
mo los  adjetivas  rorpieño  y  /""- 
quero,  únicos  que  para  este  ca- 
so nos  ofrece  el  Dice,  no  expre- 
san   la    idea  do    rorall"xo,    pue» 


rocalla  no  es  lo  mismo  que  roca, 
se  hace  indispensable  que  la 
Academia  acepte  este  último. 
Montañas  Rocosas  dice  el  Dice, 
de  Zerolo.  pero  rocoso  tampoco 
está  admitido  en  el  de  la  Acade- 
mia; VQquhas  o  peñascosas  di- 
cen otros,  pero  roquizn  tampoco 
está  aceptado. 

Roc.\.MBOR.  m.  Nombre  dado 
en  Chile,  y  quizás  en  toda  la 
América  del  Svu',  al  tresillo  es- 
pañol, por  otro  nombre,  juego 
fiel  hombre  y  calzón.  Debe  en- 
trar en  el  Dice,  como  america- 
nismo. 

Roc.\MBORiST.\,  com.  Jugador 
de  rocambor.  Tresillero,  ra,  que 
debería  ser  el  equivalente  espa- 
ñol, no  aparece  en  el  Dice. 

Ro<:e,  m.  Se  confunde  en 
Chile  con  roza  y  chamicera.  Ro- 
za, en  su  2.'  acep..  o  roclia.  es 
"tierra  rozada  y  limpia  artifi- 
cialmente de  las  matas  que  na- 
turalnicnte  cría,  para  sembrar 
en  ella.""  y  chamicera,  "pedazo 
de  monte  que.  habiéndose  que- 
mado, tiene  la  leña  sin  hojas  ni 
corteza  y  nuiy  negra  del  fuego."" 
Roce,  para  este  caso,  sólo  signi- 
fica "acción  o  efecto  de  rozar,"' 
lo  mismo  que  roza  y  rozo  en  su 
1."  acep. 

Roci.mxii!,   ni.    A'éa.-o    Pt  i.ve- 

KIZ.VDOR. 

Rüclmhr.v.  Roci.vMir.XTi)  y 
ROCIADA.  Son  iguales  en  esta 
acep.:  "acción  o  efecto  de  ro- 
ciar.'" 

Rociar,  n.  y  a.  Siguiendo  el 
acento  del  s.  roció,  se  conjuga 
rocío,  rocías,  rocíe,  etc.,  y  nó 
rocío,  como  dicen  los  seu<l<n'nl- 
tos.  ni   roceo,  como  dice  el    vul- 

líO. 


ROO 


ROCH 


IM> 


Y  las  ganas  le  crecían 
Como  llamas  en  la  fragua, 
Que  se  avivan  y  se  crían, 
Cnanto  más  más  las  rocían 
Los  herreros  con  el  agua. 

•(Castillejo,  TramfiguracUn  de  un  v:z;ahin) 

Del  iris,  que  con  fresco  humor  rocía 
El  verde  valle  y  la  florida  cumbre. 

(Hojeda,  La  Crístiada,  c.  II). 

Cuando  la  noche  fría. 
Conducida  de  ruedas  estrelladas, 
Con  el  licor  del  sueño  nos  rocía. 

^Suárez  de  Figueroa,  ifl  Coriítantr  Amarilis 
[disc.  III). 

Toma 
Hisopo,  y  rae  rocía. 
(González  Carvajal,  Salmo  Miserere). 

Omitimos  innumerables  cita- 
más,  pero  no  dejaremos  de  in- 
vocar la  autoridad  del  Maestro 
Gonzalo  Correas:  '"Los  en  ío 
cuajan  la  i  con  la  o  la  ipayor 
parte,  como  alivio,  arrecio .  .  . 
Exétanse  estos  pocos  que  apar- 
tan la  i,  y  ella  es  penúltima  con 
el  acento:  atavia,  contrario.  .  .  . 
río,  rocío...''  (Arfe  grann'-, 
pág.   189). 

Rocío  DEL  SOL,  m.  Por  otro 
nombre,  hierba  de  la  gota,  dro- 
sera L.,  de  la  familia  de  las  dro- 
seráceas.  "Hierbas,  con  frecuen- 
cia sin  tallos,  las  hojas  nuevas 
enroscadas.  Hay  muchas  espe- 
cies, pero  Chile  produce  una 
sola  desde  las  montañas  de  Val- 
divia ha.sta  Magallanes:  es  la 
drosera  imiflora  W.,  sin  tallo, 
con  hojas  radicales,  espátulo- 
orbiculares,  bordadas  de  pelos 
largos,  glandulíferos,  viscosos, 
con  im  bohordo  uniflor  del  lar- 


go de  las  hoja.í  y  la  flor  blanca."" 
(Philippi).  El  Dice.  Enciclop. 
Hi.si3ano-Americano  trae  tam- 
bién este  nombre.  En  francés 
se  llama  esta  planta  rossoUs,  del 
latín  ros  solis,  rocío  del  sol,  lo 
mismo  que  el  licor  rosoli,  por- 
que las  hojas  están  erizadas  de 
pelos  rojizos  terminados  en  unas 
como  perlitas  transparentes  que 
semejan  gotitas  de  rocío.  (Dice, 
de  la  Acad.  Francesa). 

Rococó,  adj.  Aplícase  a  im 
género  de  arquitectura  y  mobla- 
je que  estuvo  en  boga  en  tiempo 
de  Luis  XV  y  que  se  distinguía 
por  la  profusión  de  los  adornos. 
— -Yplícase  también,  en  este  mis- 
mo sentido,  a  las  demás  arte-, 
inclusa  la  literatura.  "'Así  como 
habían  cesado  las  metáforas  del 
siglo  XVII,  había  cesado  tam- 
bién el  frenesí  de  lo  aparente, 
pero  le  sucedió  el  estilo  volup- 
tuoso y  amanerado  que  se  llamó 
rococó,  con  dibujo  recargado  y 
tortuoso,  imaginaciones  vaga- 
bundas, Olimpo  y  temple  per- 
petuo, todo  lo  cual  pudiéramos 
compararlo  con  el  período  poé- 
tico de  los  Árcades."  (Cantú, 
Hist.  Universal,  t.  A'I.  pág 
294.  edición  española).  El  voca- 
blo español  que  equivale  a  ro- 
cocó es  churrigueresco,  ¡■•i :  ''dí- 
cese  del  gasto  introducido  en  la 
arquitectura  española  por  Chu- 
rriguera.  Ribera  y  sus  secuaces 
en  los  primeros  años  del  siglo 
X^''III ;  fig.,  charro,  rra,  que  se 
aplica  a  algunas  co.-as  demasia- 
do cargadas  de  adorno,  y  de 
mal  gusto,"  que  era  lo  caracte- 
rí.stico   del    churriguerismo. 

Rocha,  f.  Acción  o  efecto    de 
rochar,  .sor])resa  o  de.scubrimien- 


180 


ROD 


ROD 


to  in  fraganti.  Véase  el  siguien- 
te.— Vigilancia  que  se  tiene  con 
los  subalternos  o  empleados. 
•"Vamos  a  trabajar  a  tal  parte, 
«[uc-  allí  no  hay   rocha." 

Rochar,  a.  Ver,  descubrir  o 
sorprender  en  alguna  cosa  ilí- 
citíJ.  "Rocharon  a  Pedro  cuando 
estaba  bebiendo."  Véase  Bi- 
llar. En  castellano  hay  la  fr. 
Coger  la  ronda  a  uno:  "sor- 
prenderle en  la  acción  o  delito 
que  quería  ejecutar  ocultamen- 
te."— No  hemos  podido  descu- 
brir la  etomología  de  este  voca- 
blo. No  sería  raro  que  fuera  el 
apellido  Rocha,  porque  alguien 
que  lo  llevaba  sería  muy  diestro 
para  vigilar  y  sorprender. 

Rodado,  m.  Pedazo  de  mine- 
ral desprendido  de  la  veta  y  es- 
}iarcido  naturalmente  por  el 
«líelo.  El  Dice,  lo  admite  sola- 
mente como  adj..  sin  agregar  si- 
quiera que  .«e  usa  t.  c.  s.  En 
Chile  lo  usamos  exclusivamente 
c.  .s.  ''La  examina  [una  piedra 
de  mina]  y  encuentra  que  es 
un  rodado."  (Jotabeche.  La  mi- 
na de  los  f'andeleros). 

Rodado  (Lo).  Expresión  ge- 
nérica en  que  se  incluyen  ca- 
rruajes, carros  y  carretas,  por- 
que ruedan.  "Me  ha  quedado 
s<;laniente  lo  montado  y  lo  roda- 
do." Véase  Montado  en  el 
Apéndice  del  S.'  t. — m.  En  al- 
gunos pueblos  de  provincias,  ca- 
rruaje, carretela  o  diligencia. 
■■En  este  pueblo  no  hay  un  soto 
rodado."  Claramente  se  ve  que 
viene  del  v.  rodar.  Véa.se  cómo 
jugó  con  él  Don  Antonio  Solís 
■'enviando  a  i)edir  un  cocho  al 
Marqués  de  Velada,  para  llevar 
al  río  unas  damas: 


Mis  musas,  a  más  andar, 
A  pedir  un  coche  vienen 
Para  unas  damas  que  tienen 
Gana  de  echarse  a  rodar." 

Rodaja,  f.  '■Pieza  circular  y 
plana,  de  madera,  metal  u  otra 
materia."  ¿Quién  podría  cono- 
cer, por  esta  definición  del 
Dice,  la  rodaja  de  la  espuela? 
"Rodajita  con  puntas"'  la  llama 
en  el  art.  Espuela,  suprimién- 
dole el  complemento  "■a  manera 
de  estrella"  que  traían  las  edi- 
ciones anteriores. 

Rodaje,  m.  Sólo  tiene  la 
acep.  rectii:  "conjunto  de  rue- 
das."— La  fig.,  aplicada  a  la  ad- 
ministración de  gobierno,  es 
francesa;  "Les  rouagcs  de  cetfe 
adnvinistration  .sont  trop  nom- 
breux;  Cette  administration  est 
una  machine  ou  il  y  a  trop  de 
roitages."  I  Dice,  de  la  Acad. 
Franccm). 

Rodajear,  a.  l^'salo  el  pueblo 
con  el  significado  recto  de  "es- 
polear," por  ser  la  rodaja  de  la 
espuela  la  que  hinca  a  la  cabal- 
gadura; pero,  como  pronuncia 
mal  u  omite  enteramente  la  d, 
generalmente  no  dice  rodajear, 
sino  robajear  o  roajear. 

Roda j illas,  f.  pl.  Una  de  las 
especies  de  la  gualpiita.  llamada 
a.sí  por  la  forma  de  las  hojas. 
Véase  Gialputa. 

Rodalán,  m.  Por  otros  nom- 
bres, hierba  de  la  apostema  y 
roíanla,  oenothera  acaulis  Cav.. 
de  la  familia  do  la-s  onagrarias. 
"Varía  nmcho  en  su  traza,  flo- 
re<ñendo  ol  primer  año  .sin 
echar  tallos;  éstos  salen  en  los 
años  siguientes  y  son  tendidos 
en  el  suelo;  las  flores  .>*on  gran- 
des, blan<'a-í,  v  .<e  vuelven    rosa- 


ROD 


ROD 


13; 


das  al  marchitarse;  las  cápsulas 
íon  oblongas,  aovadas.  Se  cría 
desde  Coquimljo  hasta  ^^aIdivia, 
y  sus  raíces  se  consideran  como 
muy  \iünerarias."'  (Philippi). 
Algunos  llaman  también  esta 
planta  calaguula,  pero  Philip- 
pi las  da  como  distintas,  pues 
clasifica  esta  última  en  la  fami- 
lia de  las  poliix)diáceas. —  El 
nombre  puede  ser  araucano,  pe- 
ro no  consta  en  los  diccionarios. 
No  vemos  inconveniente  para 
derivarlo  del  castellano  TodaV: 
ya  que  los  tallos  de  la  planta  se 
tienden  y  como  que  ruedan  por 
el  suelo,  y  el  araucano  lan,  mo- 
rirse. 

RoDAXTE,  adj.  fig.  Que  va  de 
un  lado  para  otro  sin  fijarse  en 
.sitio  determinado.  De  una  acep. 
igual  que  tiene  el  v.  rodar;  es 
sinónimo  de  volante:  "que  va  o 
anda  de  una  parte  a  otra  sin  si- 
tio o  a.-iento  fijo."'  En  sentido 
propio,  rodante  significa  "que 
rueda;"  por  eso  en  los  ferroca- 
rriles llaman  material  rodante 
el  que  pertenece  a  las  ruedas. 

RoD.vK  Es  n.  en  todas  sus 
aceps.,  menos  en  la  fr.  Rodar 
mundo  (o  por  el  mundo):  "ca- 
minar por  muchas  tierras  sin 
hacer  mansión  en  ninguna  o 
sin  determinado  motivo."  '"Yo 
lie  rodeado,  y  aun  rodado  todo 
el  mundo."  (Gracián,  El  Cñti- 
cón,  p.  II,  cr.  III).  "He  rodado 
mucho  mundo  y  en  todas  par- 
tes he  sido  aficionado  a  oír  ser- 
mones." (P.  Isla,  Fray  Gerun- 
dio, 1.  III,  c.  V). — Por  semejan- 
za creemos  correcta  la  fr.  Rodar 
tierras,  que  en  est«  mismo  sen- 
tido usamos  en  Chile,  especial- 
mente   en    la    narración  de   ios 


cuentos.  "Se  queda  nuestro  ami- 
go con  una  segunda  lección  de 
nmndo,  pai'a  no  ohidai'la  mien- 
tras ande  rodando  tierras."  (Jo- 
tabeche,  El  provinciano  en  San- 
tiago). El  que  no  la  crea  casti- 
za, diga  Correr  o  recorrer  tie- 
rras.—  Tratándose  de  discursos 
o  conver.<aciones,  se  emplea  ma- 
lamente lo  mismo  que  el  afran- 
cesado rolar.  Véasele  más  ade- 
lante, en  su  última  acep. 

Rodear,  a.  y  ú.  t.  c.  n.  Entre 
la  gente  de  campo  y  tratándose 
del  ganado  mayor,  arrearlo  de 
todas  las  partes  del  fundo  hacia 
el  lugai'  en  que  se  va  a  celebrar 
el  rodeo.  Según  sea  la  extensión 
del  fundo  y  lo  montuoso  de  sus 
terrenos,  se  ejecuta  esta  acción 
en  más  o  menos  tiempo  y  con 
más  o  menos  preparativos.  Co- 
mo son  aceps.  del  rodear  caste- 
llano "andar  alrededor,  cercar 
una  cosa  cogiéndola  en  medio," 
la  nuestra,  que  está  incluida  en 
éstas,  no  alcanza  a  constituir 
un  chilenismo.  Véase  Rodeo. — 
Dio.i  rodea,  sin  ser  vaquero,  fr. 
fig.  y  fam..  inventada  por  la 
gente  de  campo:  Dios  consigTie 
el  fin  que  tiene  .sobre  sus  cria- 
turas  sirviéndose  de  circunstan- 
cias naturales. 

Rodela,  f.  La  confunden  al- 
gunos con  el  rodete:  "rosca  de 
lienzo,  paño  u  otra  materia  que 
se  pone  en  la  cabeza  para  cargar 
y  llevar  sobre  ella  un  peso." 
Véase  Rosca.  La  rodela  españo- 
la es  "escudo  redondo  y  delgado 
que,  embrazado  en  el  brazo  i^ 
quierdo,  cubría  el  pecho  al  que 
se  servía  de  él  peleando  con 
espada." —  También  llaman  al- 
gunos    rodela     la   planchuela  o 


j;w               ROD  ROD 

planchuelo. —  Llaman  rodela  al-  madera  o  metal :  y  al  mismo  aro 

gunos  la  runcha  española   (.taja-  o  zuncho. 

da  delgada  de  cualquier  cosa.  Rodena,  apell.  Rodenas  co- 
cortada  en  redondo)  o  rueda  rrigen  Contó  e  Isaza.  Es  lugar 
(tajada  circular  de  ciertas  fru-  de  Abarracín.  provincia  de  Te- 
tas, carnes  o  pescados).  El  lu-  ruel  (España).  Tambicn  hay  un 
quefe  es  "ruedecita  de  limón  o  castino  llamado  de  lofi  fíoena.^. 
naranja  que  .se  echa  en  el  vino  Rodeo,  m.  Entre  la  gente  de 
para  que  tome  aquel  sabor." —  campo  y  ti'atándose  del  ganado 
Otra  mal  llamada  rodela  es  la  mayor,  acción  de  arrearlo  hacia 
plancha  circular  y  plana,  que  determinado  lugar. —  Lugar  o 
en  número  de  tres  o  más  se  u.sa  sitio  en  que  se  reúne  el  ganado 
en  las  cocinas  económica.*,  en  de  todo  el  fundo.  Esta  acep.  es 
los  calderos  y  piezas  semejantes,  poco  usada;  mucho  niil*  lo  es 
para  tapar  el  diámetro  que  de-  corral  o  corrales. — Deporte  que 
jan  descubierto  unos  anillos  fi-  consi.«te  en  correr  un  jinete  a 
jos  y  superpuestos,  acomodados  un  animal  vacuno  en  la  parte 
a  la  capacidad  -leí  a-siento  de  las  del  corral  que  se  llama  media- 
vasijas  qucse  colocan  sobre  ellos,  /loto-  Es  uno  de  los  juegos  en 
En  buen  castellano  deben  i  la-  que  más  lucen  su  destreza  y  va- 
marse  estas  planchas  tapaderas  o  lor  nuestros  guasos  y  jinetas, 
tapaderos  o  también  rodci<i\  pues  ocurren  lances  arriesgados 
porque  rodaja  es  toda  "pieza  y  difíciles.  La  medialuna  es 
circular  y  plana,  de  maderii.  xo'^-  nuicl!\>  veces  un  círculo,  como 
tal  u  otra  materia." —  Poi  úU'-  que  el  nombre  no  se  le  dio  on- 
mo,  llaman  rodela  o  rodelita,  ginariamente  porque  estuviera 
un  instrumento  como  di  (¡r.ince  hecha  en  forma  de  medialuna, 
centímetros  de  largo,  coa:pueáto  sino  porque  el  jinete  iba  r.rma- 
de  un  mango,  que  lleva  ei¡  uno  do  de  viedialuna.  o  desjarreta- 
de  sas  extremos  una  ruedccil'a  dera.  que  es  "instrumento  que 
de  borde  dentado  o  con  otras  sirve  para  desjarretar  toros  o 
figuras,  y  se  usa  para  cortar  ma-  vacas.  Compónese  de  una  me- 
sa para  empanadas,  pastelillos,  dialuna  de  acero,  muy  cortante, 
etc.  Otros  lo  llaman  ruletita,  iniesta  en  el  extremo  de  una 
del  -francés  roulelte,  ruedecilla.  vara  del  grueso  y  longitud  de 
y  con  e.ste  nombre  ^e  vende  en  ima  pica."  Así  lo  hacían  los  e-- 
las  mercería.*.  No  .*e  confunda  pañoles,  y  de  ahí  quedó  el  nom- 
con  la  pintadera  o  cnrrcfilla  es-  Í)re.  El  objeto  general  del  rodeo 
pañola,  que  es  "in!<trumento  que  es  para  contar  el  ganado,  para 
se  emplea  para  adornar  c«>fT  marcarlo,  para  castrar  los  ma- 
cierta.s  labores  la  cara  superior  clios  que  no  se  destinan  a  ]>a- 
del  pan  u  otras  cosas." — .\lgu-  drear  y  para  distribuirlo  según 
ñas  Uanum  taml)ién  rodela  el  las  edades  y  destinas  partícula- 
juego  de  niños  que  consi,*tc  cu  res.  El  lin  de  correrlo  en  la  me- 
haccr  rodar,  empuján<lolo  con  dialuna.  fuera  del  lucimiento 
la    mano,  un  aro    o    zuncho    de  de   los  jinetes   y  el   dinero   que 


ROD 


ROG 


puede  suministrar  el  espec- 
táculo, 65  domeíticar  al  animal, 
hacerlo  sudar  para  que  se  con- 
serve y  peleche  mejor  y  obli- 
garlo a  entrar  al  chiquero  que  le 
corresponde.  Esta  última  acep. 
de  rodeo,  que  es  la  más  usada 
en  Chile,  no  está  bien  definida 
en  el  Dice,  que  dice  solamente: 
"reconocimiento  que  se  hace 
de  las  ganados  para  contar  las 
cabezas  que  hay  de  ellos."  Tén- 
ganse presentes  las  voces  espa- 
ñolas contadero  (lugar  o  sitio 
estrecho  de  que  se  sirven  los  ga- 
nadera* para  contar  sus  gana- 
dos sin  confusión),  apiaradero 
(cuenta  o  cómputo  que  el  ga- 
nadero, o  su  mayoral,  hace  del 
número  de  cabezas  de  que  se 
compone  cada  rebaño  o  piara, 
pa-sándolas  por  el  contadero)  y 
establear,  a.  (amansar,  domes- 
ticar una  res,  sacándola  de  en- 
tre el  ganado  y  acostumbrándo- 
la al  establo). —  Otros  nombres 
chilenos  que  se  usan  en  el  ro- 
deo son :  apiñadero  o  corral  de 
la  masa,  que  es  la  parte  del  co- 
rral donde  se  apiña  o  se  reúne 
toda  la  masa  del  ganado,  y  la 
enfriadera,  que  es  la  parte  a 
donde  salen  a  enfriarse  los  ani- 
male.s  que  han  sido  corridos. 
El  castellano  enfriadero  (para- 
je o  sitio  para  enfriar)  es  el 
mejor  equivalente,  porque  en- 
friadera sólo  significa  "vasija 
en  que  se  enfría  una  bebida." 

Rodón,  m.  En  castellano  se 
llama  junquillo  (moldura  re- 
donda y  más  delgada  que  el 
bocel).  El  bocel  es  "moldura  en 
forma  de  cilindro  macizo."  La 
"moldura  cóncava,  a  manera  de 
mediacaña."  se  llama    troquillo 


y  la  "cóncava,  generalmente  en- 
tre dos  toros  [toro  es  lo  mismo 
que  bocel],  y  más  ancha  en  su 
parte  inferior,"  escocia. —  Cepi- 
llo estrecho,  de  la  misma  forma 
que  el  guillame,  pero  pro\"Í3to 
de  una  moldurita  cóncava,  de 
un  cuarto  de  circunferencia; 
sirve  para  hacer  la  misma  mol- 
dura que  llamamos  malamente 
rodón. — Cada  una  de  las  estrías 
o  canales  de  las  planchas  de 
cinc  miradas  por  la  parte  con- 
vexa.—  De  rodón,  loe.  fig.  y 
fam.:  de  molde,  de  perilla,  per- 
fectamente.— De  rodón  se  ha 
formado  el  adj.  arrodonado,  da 
(Listones  arrodonados),  v  el  .. 
siguiente. 

Rodonear,  n.  Hacer  rodones. 
Véase  el  anterior.  1."  acep. 

Rodulfo,  n.  pr.  m.  Así  era 
este  nombre  para  todos  hasta  no 
ha  muchos  años,  conforme  al 
latín  Rodulphus;  pero  ahora 
todos  usan  la  forma  Rodolfo, 
como  Adolfo,  Astolfo,  Marcolfa. 
Elasta  el  Maestro  Valdivielso 
(1616)  empleó  la  forma  mo- 
derna Rodolfo : 

Que  del  Conde  de  Abspurg  claro  Rodolfo 
De  la  real  casa  de  Austria  raíz  preclara, 
Que  al  Pan  del  cielo  innavegable  golfo... 

(El  Sagrario  de  Toledo.  1.  XXIV). 

Rogado,  da,  adj.,  part.  de.  ro- 
gar. Aplícase  a  la  persona  que 
se  hace  de  rogar,  es  decir,  que 
no  accede  a  lo  que  otro  le  pide 
hasta  que  se  lo  ruega  con  ins- 
tancia. "Pedro  es  muy  rogado; 
No  me  gustan  las  personas  tan 
rogadas."  No  creemos  que  al- 
cance a  constituir  un  chilenis- 
mo. 


140 


ROG 


ROL 


Rogar,  a.  Hacerse  del  rogar, 
Hacerse  rogar.  La  fr.  castiza 
es  Hacerse  de  rogar. 

Rogativa,  f.  Tiene  significa- 
do más  general  que  rogación. 
Rogativa  es  "oración  pública 
hecha  a  Dios  para  conseguir  el 
remedio  de  una  grave  necesi- 
dad," y  rogaciones,  pl.,  son  "le- 
tanías en  procesiones  públicas,, 
que  se  hacen  en  determinados 
días  del  año." 

Rogatorio,  ría,  adj.  }vo  lo 
acepta  el  Dice,  y  en  su  lugar 
trae  rogativo,  va:  "que  incluye 
ruego." 

RooELio,  n.  i)r.  m.  Aunque 
en  latín  es  Rogerius,  la  forma 
castellana  es  Rogelio,  y  así  lo 
dan  Contó  e  Lsaza  y  la  tíramá- 
tica  de  la  Academia.  Rogel  es 
otra  forma  más  abreviada  del 
mismo,  usada  por  Feliciano  de 
Silva  en  su  libro  de  caballería 
"Don  Florisel  de  Niquea."  En 
Rogerio  Bacán,  que  escribió  en 
latín  sus  obras,  prevaleció  la 
forma    latina   Rogerio. 

Roguetear,  n.  Más  allá  del 
l^íobío,  recorrer  un  esiiacio  pe- 
(pieño  y  diariamente. —  Ins- 
peccionar im  potrero  o  siem- 
bra.—  ^'^iajar  diariamente  a 
un  pueblo  cercano  para  com- 
jirar  o  proveerse  de  algo. 
— Ésta  debió  de  .'íer  su  pri- 
mera acep.  en  el  orden  crono- 
lógico, pues  el  V.  ¡¡arece  deriva- 
do del  araucano  roquiñtun, 
aviarse  o  ])rovidenciai'se  aíí;  tó- 
ma.se  moraimonte  por  llevar  al- 
go que  jiensar  o  im  punto  que 
consi<lcrar.  (Febrcs).,  Aviar.-íe. 
j)roveerse  para  el  viaje.  (Febrcí»- 
Astraldi).  !•>  indudable  que  en 
.«iu   f()rma<-ión   entra  el   significa- 


do del  otro  v.  araucano  quin- 
tiin,  buscar,  escudriñar,  investi- 
gar. En  Santiago  suele  oírse 
roguetear  en  el  significado  de 
buscarse  o  ganarse  uno  la  vida 
haciendo  viajes  cortos,  calleje- 
ando, etc. ;  siempre  la  idea  de 
viaje. 

Rogueteo,  m.  En  las  provin- 
cias de  más  allá  del  Bíobío,  ac- 
ción de  roguetear. —  En  las  pro- 
vincias de  acá,  acción  derogue- 
tear,  última  acep. —  Provisión  o 
recado  para  el  surtido  de  una 
casa,  el  servicio  de  im  fundo, 
etc. —  Al  rogueteo:  por  menor, 
—  Caballo  del  i  o  de)  rogueteo. 
\'('anse     Mandundo  y  Rungueo. 

Rojismo.  m.  \'éase  Radica- 
lismo. Muy  poco  o  nada  usado. 

Rojo,  ja,  adj.  y  ú.  t.  s.  En 
la  política  chilena  e.<  igual  a 
radical  (véase  en  su  lugar), 
aunque  ahora  se  usa  nuicho  me- 
nos que  antes.  El  origen  es  el 
gorro  encarnado,  que  empeza- 
ron a  usar  en  Francia  como 
.-íiiiliolo  de  la  liberta-:!. 

Rol.  m.  "Lista,  nómina  o  ca- 
tálogo.—  En  ^L^rina.  licencia 
(jue  da  el  comandante  ile  una 
l)rovincia  marítima  al  capitán  o 
j)atrón  de  im  buque,  y  en  la 
cual  consta  la  lista  de  la  mari- 
nería que  lleva." — Xo  hay  más 
roles  ca.-«iellanos;  por  consi- 
guiente, es  hablar  en  francés 
llamar  rol  el  papel  o  parte  que 
recita  un  actor  en  una  pieza  tea- 
tral, o  el  papel,  carácter,  repre- 
.'>entación  o  ministerio  con  que 
se  interviene  en  los  negocios  de 
la  vida.  En  estji.'*  dos  acep».,  fue- 
ra de  otras,  usan  los  francesej» 
su  s.  role,  pero  nó  los  buenos 
autores  ca.stellanos. 


ROL 


ROM 


141 


Rola,  coni.,  fig.  y  fani.  Perso- 
na tosca  y  de  poca  inteligencia. 
Se  usa  en  las  provincias  del  Sur 
y  parece  derivado  de  trola  en  la 
acep.  fig.  Como  el  pueblo  pro- 
nuncia trrola,  no  es  raro  que  se 
haya  perdido  la  t  y  haya  que- 
dado el  vocablo  convertido  en 
rola. 

Rolar,  n.  y  r.  Tratar,  comu- 
nicarse. "Rolé  a  las  órdenes  de 
los  primerus  mandatarios;  Es 
im  infeliz,  que  no  tiene  con 
Quién  rolar  o  rolarse;  Este  otro 
se  rola  con  toda  clase  de  perso- 
nas." "Ninguna  de  las  personas 
de  la  alta  sociedad  en  que  rola- 
ban sus  padres  pudo  segura- 
mente prever  que  aquella  ni- 
ña..." (Blanco  Cuartín,  La 
señora  Doña  Luisa  Toro  de 
l'iel).  El  equivalente  castizo  es 
alternar:  "tener  comunicación 
ami.stosa  unas  personas  con 
otras:"  también  relacionar,  a. 
y  r.  (poner  en  relación  perdonas 
t)  cosas)  y  rozarse  (tratarse  o 
tener  entre  sí  dos  o  más  pei-so- 
nas  familiaridad  y  confianza). 
Intimarse  (r.  y  nó  n.  para  esta 
acep.)  expresa  más,  porque  sig- 
nifica "introducirse  en  el  afecto 
o  ánimo  de  uno;  estrecharse 
con  él." — E-ste  fal.-o  rolar  ^'iene 
del  francés  rouler,  que  significa 
"rodar,"  y  en  una  de  .sus  aceps. 
figs.  "alternar."  El  único  rolar 
que  conoce  el  ca.stellano  es  como 
término  de  Marina:  "dar  vuel- 
tas en  círculo.  Ú.  principalmen- 
te hablando  del  viento."'  La  for- 
ma r>ilar  sí  que  la  admite  el 
Dice,  como  igual  a  rodar,  y  así 
la  hallamos  usada  por  (Gerardo 
Lobo: 


Pasan  las  maldades,  vuelven: 
La  misma  que  dejan,  buscan; 
Y,  separados  del  centro. 
De  nno  en  otro  vicio  rulan. 
(  En  la  célebre  materna  casa  del  invicto  levita 
[S.  Lorenzo). 

— También  suele  usarse  rolar 
tratándose  de  discursos  o  con- 
versaciones: "Roló  la  conversa- 
ción sobre  la  guerra;"  dígase 
versó,  o  se  trató,  se  habló  en  la 
conversación  acerca  de  la  gue- 
rra. Tampoco  pueden  usarse  en 
este  caso  los  verbos  girar  y  ro- 
dar, porque  no  tienen  esta  acep. 
—  Rolar  en  autos,  que  se  le  ha 
escapado  a  algún  galiparlante, 
es  en  castellano  Correr  en  autos. 

Rollo,  m.  "Cualquiera  cosa 
en  forma  cilindrica."  Esto  es  lo 
que  significa,  rollo;  por  tanto, 
no  podrá  decirle  rollo  de  bille- 
tes, como  dicen  en  Chile;  a  no 
ser  que  éstos  estén  enrollados 
y  formen  verdadero  rollo.  Si  es- 
tán doblados  por  la  mitad,  que 
es  lo  ordinario,  se  llama  fajo, 
haz  o  atado  de  billetes. —  Tam- 
poco .se  llama  rollo  el  rodete  o 
rosca.  Véase  Rodela. —  Echar 
a  uno  al  rollo;  Anda  (o  vete) 
al  rollo,  fr.  fig.  y  fam. :  "despe- 
dirle, o  por  despi-ecio,  o  por  no 
quererle  atender  en  lo  que  di- 
ce o  pide."  Los  consonancieros 
la  dicen  así:  Ándate  al  rollo  a 
comer  frangollo  junto  con  los 
pollos.  El  Dicf.  trae  Enviar  (o 
hacer  ir)   n   uno  al  rollo. 

Ro.M.\,  n.  pr.  de  ciudad. 
Quien  se  acuerda  'Ifl  rey  de  Ro- 
ma .  .  .  Véase  e.sta  fr.  en  el  art. 
Qi'E,  8.° — Bien  está  (o  se  está) 
San  Pedro  en  Roma,  "fr.  pro- 
verbial que  se  dice  contra  cual- 
quier  mudanza   que  se  propone 


ROM 


ROM 


a  uno,  si  él  juzga  que  no 
es  de  íu  conveniencia  res- 
pecto del  estado  en  que  se 
halla."  Así  el  Dice.  Nosotros 
le  agregamos  la  consonancia: 
aunque  no  coma,  que  es  de 
un  elocuente  e  irónico  laconis- 
!iio  cuando  la  mudanza  es  con- 
veniente para  el   e.-tóniago. 

Romadizarse  o  arkomadi- 
ZAKSE,  r.  Ambas  formas  son  i-o- 
I  rectas. 

RoMAXA,  f.  Se  la  confunde 
en  Chile  con  la  báscula  (apara- 
id  para  medir  pesos,  general- 
ir  ¡ente  grandes,  que  se  colocan 
.-obre  un  tablero,  y  por  medio 
de  una  combinación  de  palan- 
cas se  equilibran  con  el  pilón 
de  un  brazo  de  romana,  donde 
está  marcada  la  escala  corres- 
pondiente).—  Romana  es  "ins- 
trumento que  sirve  para  pesar, 
compuesto  de  una  palanca  de 
brazo.-<  nuiy  desiguales,  con  el 
fiel  sobre  el  punto  de  apoyo.  El 
cuerpo  que  se  ha  de  ¡lesar  se 
coloca  en  el  e.xtremo  del  brazo 
menor,  y  se  equilibra  con  un 
¡lilóii  o  peso  constante  que  se 
liaco  correr  solire  el  brazo  ma- 
yor, donde  halla  trazada  la  eí=- 
cala  de  los  pesos." —  Cargarle 
(o  hacerle  pesada)  a  uno  la  ro- 
mana., fr.  fig.  que  falt.a  en  el 
Hice,  y  que  usamos  en  ("'hile. 
Tráela  (ionzalo  Correas  en  esta 
forma:  "Cargar  la  romana:  po- 
ner jieso  y  cargar  la  (■on.<idera- 
cióii."  ( IVig.  ;!2-_',  col.  l.M  — 
Cargársele  la  romana  a  uno, 
fr.  lig.  y  fiuii.:  oxcederso  cu  el 
uso  del  licor,  embriagarse. 

Romancear,  n.  fig.  i'erder  el 
tiem])(p  conversan<l()  o  nnirnui- 
raiiilii.   daiiilo   \ucba-   v     lo   ven- 


do derecho  a  <londe  se  debe. — 
Tirar  el  caballo  en  distintas  di- 
re<-cione.-^,  y^r  juego  o  luci- 
miento.—  .Jugar  el  perro  o  el 
gato  con  el  ratón,  soltándolo  y 
pei-sigidéndolo. —  Ninguna  de 
estas  aceps.  es  propia  del  castiza 
romancear,  que  sólo  tiene  estas 
dos:  "traducir  al  romance;  ex- 
plicar con  otras  voces  la  ora- 
ción ca-tellana  para  facilitar  el 
lH)uerla  en  latín." 

Romancerista,  com.  Persona 
<|ue  e.scribe  uno  o  más  romance- 
ros.—  Persona  que  publica  uno 
o  más  romanceros.  "Dotado  de 
excelente  ingenio,  cultivó  la  po- 
esía y  la  historia  y  .>«  distinguió 
como  ronMncei-ista  artístico." 
(Cejador.  hablando  de  D.  Ga- 
briel Lobo  Laso  de  la  Vega, 
Hist.  (le  la  lengua  y  literat.  cas- 
tellana, t.  III,  pág.'  280).  "Su- 
fre el  contagio  de  los  amanera- 
dos romances  moriscos,  que  lle- 
va a  otro  romancrri.ita  anónimo 
;i  h;iccr  ami.-tade-i  entre  Pernar- 
<lo  y  .Muza  el  de  Granad;;." 
(.Meucndez  y  Pelayo,  Tmf.  de 
los  romances  viejos,  W). 

RoMAXCESfO,  RC'MAXESCO, 

HOMÁXTIfO.         NOVKLESfO.  C\, 

ndjs.  Los  tres  jn-i  meros  .son 
i.guaics  en  mía  de  sus  aceps.  con 
el   último. 

RoMAXisMi»,  m.  Si.xtenia  po 
lítico  de  la  antigua  Poma  de 
dominarlo  todo  o  por  lo  iiienor; 
hacer  .H'iitir  su  inlhiemia.  "FA 
roiiianisnio.  cpie  en  su  ¡leríodo 
de  decadencia  .sintió  aflojarse  el 
yugo  del  (Vsar.  .  .  :  el  nnnanis- 
iiiii,  fecundado  por  el  espíritu 
cristiano,  engendró  las  ide;is 
primordiales  del  Fuero  .luzgo.'' 
(  F.    lie   P.   Canalejas,    Mi  iiinria.t 


ROM 


ROM 


de  la  Acad.,  t.  \'.  pág.  628). — 
En  el  lenguaje  de  los  protegían- 
tes,  gobierno  de  la  Iglesia  Ro- 
mana y  sumisión  y  dependencia 
de  los  católicos  respecto  de  ella. 
— En  ambas  aceps.  debe  acep- 
tar este  vocablo  el  Dice. 

RoMANiST.A.,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
A  las  dos  acept?.  que  le  da  el 
Dice,  conviene  añadir  la  misma 
de  "papista,"  que  le  dan  los  pro- 
testantes. 

RoM.\N'iZAtióx,  f.  Acción  o 
efecto  de  romanizar  o  de  roma- 
nizarse. "La  influencia  de  las 
lenguas  ibéricas,  que,  salvo  el 
vasco,  perecieron  con  la  roma- 
nización de  España,  e.s  muy  es- 
casa y  dudosa."  (Menéndez  Pi- 
dal,  Maniuil  elem.  d-e  Gramút. 
Histór.  E-^añola,  §  4,  1).  "Ca- 
.-¡os  aislados.  .  .comprueban  pre- 
cisamente que  la  romanización 
de  las  provincias  no  estaba  to- 
davía nuiy  adelantada."  (Ceja- 
dor,  Hist.  de  la  lengua  y  literaf. 
casi.,  t.  I,  pág.  29).  Falta  este 
vocablo  en  el  Dice.  Vcase  el  si- 
guiente. 

RoM.\xiZAR, .  a.  Ck)municar 
las  costumbres  romanas. — r.  To- 
mar estas  mismas  costumbres. 
"Y,  si  algo  escribieron  '  los  pri- 
mitivos españoles]  en  j'edras  o 
metales...,  los  romanáis.  .  .  lo 
desbaratarían  todo  par:i  quitar 
a  los  naturales  las  noticias  de 
sus  pasados  o  antigüedades,  y 
la  ocasión  de  amor  a  sus  pro- 
])ias  cosas,  y  atraellos  a  sus 
costumbres,  policía  y  leyes,  y. 
como  si  di.jésemo.s,  romaniza- 
llos."  ((íonzalo  Correas,  Arte 
(jraride,  pág.  17).  "Los  cuales 
I  legionarios,  colonos,  magistra- 
dos y  demás    conqui.stados| .  .  . 


romanizaban  rápidamente  las 
razas  sometidas."  (Menéndez 
Pidal,  Mantial  elemental- 
§  1).  "Los  prim(-rüs  prosé- 
litos que  nc.;dían  coaio  ami- 
.gos  y  se  yo m nnizah a n  vi- 
viendo en  común  con  ellos.  .  . 
Dice  Tácito  al  hablar  del  cebo 
con  que  Agrícola  atraía  a  los 
britanos  para  romanizarlos." 
(Cejador,  Hist.  de  la  lengua  y 
nterat.  cast.,  t.  I,  págs.  30  y  31). 
Y  así  también  Don  L.  .V.  de 
Cueto,  Monlau,  Menéndez  Pela- 
yo  y  otros.  Es  indispensable  que 
entre  este  v.  en  el  Dice.  Véase 
Izar  (Verbos  ex). 

Romería,  f.  "Viaje  o  peregi-i- 
nación,  especialmente  la  que  se 
hace  por  devoción  a  un  santua- 
rio." Es  indispen.sable  agrega- 
ción la  acep.  de  "gente  o  con- 
curso de  personas  que  van  en  ro- 
mería." "No  hablemos  del  as- 
pecto que  presentaba  la  romería 
en  el  acto  de  entrar  en  ella  la 
familia  de  Don  Anacleto."  (Pe- 
reda. Ttpoit  ¡I  paisajes).  Yéase 
Peregrixacióx. 

RoMERiLLO,  m.,  dim.  de  ro- 
mero. Véase  Piuxe. 

Rompefilas,  m.  Tarjeta  que 
.se  concede  en  la  prefectura  dt 
policía  y  (lue  faculta  para  en- 
trar en  los  lugares  •■ustodiados 
por  la  policía.  "Los  rompefilas 
policiales.  La  Prefectura  de  Po- 
licía reparte  anualmente  el  1.° 
de  Septiembre  las  tarjetas  rom- 
pefilajt  para  ¡penetrar  en  todos 
aquellos  recintos  custodiados  por 
la  policía. ..La  Prefectura  envió 
ayer  una  nota  a  la  Intendencia 
en  la  que  .-"e  hace  ver  la  necesi- 
dad imperiosa  de  restringir  el 
reparto  de  los  rompefilas."    (La 


144 


RON 


RON 


Unión,  de  Santiago,  30  Jul. 
1916).  El  nombre  está  bien  for- 
mado y  no  sabemos  que  tenga 
equivalente  en  castellano. 

Rompenueces,  m.  Es  el  caste- 
llano cascanueces:  "instrumen- 
to de  hierro  o  de  madera,  a  mo- 
do de  tenaza,  para  partir  nue- 
ces."— El  que  sirve  para  partir 
piñones  >e  llama  cascapiriones. 

Romper,  a.  y  n.  Romper  el 
cascarón,  la  cascara,  el  huevo. 
Empléese  mejor  el  v.  apitonar, 
a.,  que  eí  el  propio  pai'a  este  ca- 
so, pues  significa:  '"romper  con 
el  pitón,  el  pico  o  la  punta  algu- 
na cosa;  como  la  gallina  y  otras 
aves  que  rompen  la  cascara  de 
sus  huevos  con  el  pico." —  Aun 
no  ha  roto  el  cascarón,»/  ¡/a  tie- 
ne presunción.  Aun  no  tía  sali- 
do del  cascarón ....  corrige  el 
Dice. —  El  participio  irregular 
roto  .«e  usa  más  frecuentemente 
que  el  regular  nnnpido  para 
formar  los  tiempos  compuestos 
por  medio  del  auxiliar  haber. 
Esto  solo  dice  la  Academia;  Be- 
llo agrega  que  "en  la.<  frases  en 
que  el  v.  romper  iw  admite  acu- 
sativo i^arece  preferible  rompi- 
do: Fia  rompi.do  en  dicterios,  /i" 
rompido  ron  su.  amigo,  ha  rom- 
pido por  toda.'"' 

RoNr.\,  f.  fam.  Reprensión, 
peluca,  reprimenda,  trepe,  sei'- 
moneo;  ixinjue  generalmente  se 
da  enronijueciendo  intencional- 
mente  la  voz.  No  le  da  expresa- 
mente esta  acep.  el  Dice,  síiki 
otras  parecidas:  "amenaza  con 
jactancia  de  valor  propio  ou 
competencia  de  otro:  Echar  uno 
ron-cas,  fr.  fig.  y  fam. :  jactarse 
de  valor,  nobleza  u  otra  cosa." 
"A    esos    hombrachos     que     no 


sirven  juira  nada  y  reniegan  de 
que  mía  monja  se  meta  en  clisas 
de  Gobierno,  les  diría  yo:  ca- 
llaos, imbéciles,  y  no  echéis  ron- 
cas contra  la  Madrecita,  pues  no 
merecéis  otra  cosa."  (Pérez  Gal- 
dós.  Los  duendes  de  la  camari- 
lla, XXIII).  Véase  Raspa,  don- 
de se  hallarán  otras  voces  sinó- 
nimas. 

Roncadera,  f.  "Espuela  muy 
grande  que  se  usa  en  la  repúbli- 
ca del  Ecuador  para  montar  a 
caballo."  Así  la  llama  el  Dice, 
y  faltíi  en  ello  al  octavo  manda- 
miento, imes  el  verdadero  nom- 
bre es  roncadora.  Aquí  también 
es  muy  usada  esta  cla.«e  de  es- 
puelas, pero  no  tiene  nombre  es- 
pecial, sino  el  de  espuehs  (fnn- 
des. 

En  la  puerta    e    San  Francisco 
Est:iha  un  niochi)  parado 

Cnn  unas  frpttvlaf  iji-tifili-f 
Qiif  le  hacían  ría.  raii. 

(r.,,.h.  p..,,ul..r,. 

Ciri'  P.ayo  dice  también  ronca- 
dera, pero  en  el  art.  Lloronas 
dicr  runeadnrax.  pl. 

Roncear,  a.  Mover  una  cosa 
pesada  ladeándola  con  las  ma- 
nos o  por  medio  de  palancas. — 
n.  fam.  Andar  a  las  vueltas  ala- 
chando, observando  o  buscando. 
— El  origen  de  la  1."  acep.,  que 
también  se  usa  en  Golomiáa,  es 
el  V.  ca.stizo  ronzar,  que  en  Ma- 
rina signilica,  como  su  comj)uef- 
tn  arronzar:  "mover  una  casa 
pesada  ladeándola  por  medio  de 
palanca.^,  como  .«e  hace  con  la 
artillería."  Gomo  el  pueblo  chi- 
leno halla  dificultad  para  con- 
jugar    algui\os  verbos,   los    acó- 


RON 


ROP 


moda    a  su  gusto  dándoles    ter- 
minación en    ear. 

Ronceo,  m.  Acción  o  efecto 
de  roncear. 

Ronco,  ca,  adj.  Hacerse  uno 
el  ronco,  Meterse  a  ronco,  frases 
figs.  y  fams. :  dai-se  importancia 
o  mostrar  seriedad  ahuecando  o 
enronqueciendo  la  voz. 

RoxcHóx,  m.,  aum.  de  ron- 
cha. Éste  significa:  "bultillo  que 
se  eleva  en  figura  de  haba  en  el 
cuerpo  del  animal:"  a-sí  que,  el 
i-onchóii  ha  de  ser  más  grande. 
— Por  .-emejanza  y  figurada- 
mente ^e  llama  ronchón,  entre 
los  criminales  chilenos,  el  que 
eí  sorprendido  con  las  especies 
misina-s  del  robo,  que  algún  bul- 
to han  de  formarle. 

Ronda,  f.  Es  corriente  en  Chi- 
le en  la  acep.  de  corro,  círculo, 
redondel,  rueda,  tratándose  de 
juegos  de  niños.  En  castellano 
no  tiene  esta  acep.,  sino  sola- 
mente el  V.  rondar:  "dar  vuel- 
tas al  rededor  de  una  cosa.  L" 
mariposa,  ronda,  la  luz." —  Las 
demás  aceps.  de  ronda  son  ca- 
tizag._  Hacer  la  ronda  a  un  ani- 
.•nal,  fr.  fig. :  envolverlo  en  el 
lazo  dando  vuelta  al  rededor  de 
él  disimulada  y  calladamente,  o 
sea,  rondándolo.  El  castellano 
rodeón  significa  también  "vuel- 
ta en  redondo." 

Rondana,  f.  Roldana.  Véase 
X. 

Rondear,  a.  y  n.  Forma  ple- 
beya de  rondar. 

Rondín,  m.  Capataz  o  vaque- 
ro que  ronda  de  noche  los  po- 
treros, sembrados,  etc.- —  En 
general,  cualquier  individuo 
que  vigila  o  ronda  de  no- 
che.—  Eu    la  jerga  de    los  cri- 

Dic.-.  de  Chil.,  t.  V. 


mínales,  ladrón  que  anda  ie 
noche,  sin  rundjo  lijo,  lui.-- 
cando  la  oportunidad  de    robar. 

Roodendro,  m.  Rododendro. 
En  catálogos  impresos  de  plan- 
tas aparece  con  esa  d  de  menos. 
y  por  eso  lo  sacamos  a  plaza  pa- 
ra corregirlo. 

Rop.\,  f.  .4  quema  ropa.  Así 
escribe  este  modismo  el  Dice. : 
sería  preferible  A  quemarropa. 
— La  ropa  sucia  se  lava  en  casa- 
ir.  fig.  y  proverbial :  los  defec- 
tos y  hechos  vergonzosos  deben 
corregirse  y  ocultarse  en  la  pro- 
pia familia,  sin  salir  al  público. 
Merece  entrar  en  el  Dice.  Ceja- 
dor  la  trae  con  esta  definición: 
"no  publicar  lo  que  desacredi- 
ta." (T.  R,pág.  47).— ñopa  de 
f/iiar/iM.  En  castellano  tenemos 
envoltura  (conjunto  de  pañales, 
mantillas  y  otros  paños  con  que 
se  envuelve  a  los  niños.  Ú.  t.  en 
pl.)  y  canastilla  (ropa  que  se 
previene  para  el  niño  que  ha 
de  nacer.  Hacer,  preparar  la  ca- 
nastilla). Fajos,  pl.,  significa 
también  "conjunto  de  ropa  y 
j)años  con  que  se  visten  los  ni- 
ños recién  nacidos.  " — Al  modis- 
mo adverbial  A  nvesa  puesta  le 
agregamas  nosotros:  y  ropa  lim- 
pia, conservándole  el  significa- 
do español :  "sin  trabajo,  gasto 
ni  cuidado.  Ú.  m.  con  los  verbos 
e-^tar,  venir,  vivir,  etc." 

Ropón,  m.,  aum.  de  ropa. 
"Ropa  larga  que  regularmente 
se  pone  suelta  sobre  los  demás 
vestidos."  Como  se  ve  por  esta 
definición  del  Dice,  el  nombre 
es  muy  genérico;  por  tanto,  no 
debe  usarse  por  amazona,  (traje 
de  falda  muy  larga  que  sueien 
usar  las  mujeres  para  montar  a 


146 


ROS 


ROS 


caballo),  como  se  hace  en  Chile. 
Rosa,  f.  Rosa  se  llama  la  flor, 
y  rosal,  el  arbusto  o  mata  que 
produce  la  rosa.  En  Chile,  como 
en  muchas  otras  partes,  llaman 
rosa  la  flor  y  la  mata,  y  rosal, 
el  sitio  plantado  de  estas  mis- 
mas matas.  (A  éste,  el  rosetiím 
latino,  no  le  conocemos  nombre 
particular  en  castellano,  sino 
solamente  los  generales  de  jar- 
dín de  rosales,  cuadro,  hilera, 
plantel,  etc.,  de  rosales.  Bien 
podrían  adoptarse  los  nombres 
rosaleda,  rosalera  o  rosalar,  co- 
mo propone  en  una  obra  re- 
ciente D.  Átalo  Castañs) .  El  lla- 
mar rosa  a  la  flor  y  a  la  planta 
es  tan  antiguo  en  E.spaña,  que 
Nebrija,  en  su  Dice,  español- 
latino,  decía:  "Rosa,  flor  y  mata 
conocida:  rosa,  ae."  Cuervo,  que 
trae  esta  cita,  da  también  esta 
otra  de  Huerta:  "Trasponiéndo- 
las [las  rosas,  matas;  nó  los, 
rosales],  también  como  la  vid, 
se  crían  prestísimo,  y  bonísima- 
mente  plantadas  con  renuevos 
de  cuatro  dedos  de  alto." — En 
la  acep.  de  "color  encarnado 
)iarecido  al  de  la  rosa,"  siempre 
hemos  vi.sto  este  nombre  como 
111.  "lMi.«cnadas  diminutivas,  te- 
ñidas por  el  rosa  fugaz  de  las 
nubes  o  fxir  el  azul  <le  un  celaje 
puro."  (Pardo  líazán,  La  vida 
contemporánea).  Atribuímos  a 
olvido  del  Dice,  el  no  haber 
puesto  la  abreviatura  de  mascu- 
lino.— Botón  de  rosa.  Conviene 
saber  que  la  ra<a  por  nbrir  se 
lliuiia  en  ca.stcllano  pimpollo; 
para  que  no  empobrezcamos  la 
lengua  usando  únicamente  l'o- 
lóii  <h'  roMi,  que  es  más  nuevo  y 
jiequeño  que  el  pimpollo.   Capu- 


llo es  también  el  botón  de  las  tlo- 
res,  especialmente  el  de  la  rosa. 
—  Malva  rosa  es  malva  ró.9ea. 
Véase  Malvarrosa.—  Nudo  de 
rosa,  ^'éase  Nido  y  no  se  con- 
funda con  esta  otra  acep.  de 
rosa:  "laxo  de  cintas  o  cosa  se- 
mejante, que  se  forma  en  hojas 
con  la  figura  de  rasa." —  Rosu 
de  oro.  Hermosa  joya  de  oro  en 
forma  de  ramo  de  rosal  llorido 
que  anualmente  bendice  el  Pa- 
pa el  4."  domingo  de  cuaresma 
y  lo  regala  a  algún  Soberano  o 
a  algún  otro  personaje,  corpora- 
ción o  Estado  que  .se  hayan  di.-;- 
tinguido  por  servicios  hechos  a 
la  Iglesia.  Sería  conveniente 
hallar  en  el  Dice,  todo  esto. 

Ros.\  (Moxja).  Religiosa 
dominica  de  votos  .«olemne.s,  per- 
teneciente a  un  convento  que 
tiene  por  titular  a  Santa  Rosa 
de  Lima.  En  Chile  es  corriente 
esta  denominación  y  por  eso  en 
Santiago  hay  calle  <le  las  Ro.<»is, 
monasterio  e  iglesia  de  las  Ro- 
sas, tranvías  que  llevan  el  letre- 
ro de  "San-Pablo  Las-Rosas." 
¿Es  censurable  este  uso?  Nó; 
porque,  aunque  el  nombre  ofi- 
cial de  estas  religiosas  es  el  de 
Dominicas,  el  particular  o  fami- 
liar del  convento  chileno  se  to- 
mó del  nombre  de  su  Patrona  y 
titular  de  su  iglesia,  Santa  ame- 
ricana y  tan  popular  en  Chile 
y  en  el  Perú.  .V.^í  como  en  otra,? 
partes  hay  monjas  hernardas 
Imffidas.  teresaii.  y  hasta  iiúfhíi- 
cas  y  catalinas,  llamadas  así, 
unas  a  causa  de  sus  fundadora.», 
y  otras  ¡xir  el  titular  de  su  con- 
vento o  iglesia  (véa.«e  Clara'). 
nada  tiene  de  particular  q\ie 
haya  también    monja   r>>sa.    Ri- 


ROS 


ROS 


cardo  Palma  e^  el  que  nombra 
a  las  catalinas  y  a  las  mónicas 
( Tradiciones  peruanas,  t.  III, 
págs.  151  y  158),  y  las  brígidas 
aparecen,  fuera  de  otras  obras, 
en  un  informe  de  la  Acad.  de  la 
Hist.  (pág.  XXXIX)  que  pre- 
cede a  la  Crónica  del  Rey  Enri- 
co  otavo  de  Ingalaierra  y  en  la--= 
Cartas  del  P.  Isla:  "Había  de 
predicar  a  la  profesión  de  una 
sobrinita,  suya,  que  la  hará  el 
día  2  en  las  Brígidas  de  aquella 
ciudad  [Valladolid]."  (Carta 
CLXXV).  Isidros  llamó  el  Pa- 
dre Sigüenza,  e  Isidorianos  el 
Dice,  a  los  monjes  Jerónimos 
que,  entre  otras  casas,  tuvieron 
la  de  San  Isidoro  del  Campo,  en 
Sevilla.  "Sólo  pedían  los  Isidros 
les  dejasen  guardar  la.s  consti- 
tuciones que  les  fueron  dadas 
por  el  papa  Martino  V  en  el 
concilio  de  Basilea."  (Crónica, 
p.  III.  1.  I.  c.  XIII). 

Rosado,  da,  adj.  Dícese  de  la 
caballería  de  color  rojo  mezcla- 
do de  blanco,  como  la  flor  de 
durazno,  que  es  otro  nombre 
que  tiene  este  pelo  o  capa.  Cuer- 
vo dice  que  en  Colombia  equi- 
vale et-ta  voz  a  rubicán,  que  es 
el  color  del  pelo  mezclado  de 
blanco  y  rojo. 

Rosarla,  n.  pr.  f.  El  pueblo 
en  una  que  otra  parte,  y  por 
familiaridad  algunas  personas 
educadas,  suelen  nombrar  así  a 
la  mujer  que  .se  llama  Rosario; 
sin  embargo,  para  el  dim.  todos 
dicen  Rosarito,  y  de  más  con- 
fianza, Charo,  Chayo,  ito. 

Rosas,  Rozas,  apellidos.  Son 
distintos  y  como  tales  los  consi- 
deran Contó  e  Isaza.  En  confir- 
mación  abramos  El  Diablo   Cn- 


judo  de  Vélez  de  Guevara: 
"Eran  entre  los  demás  académi- 
cos conocidos,  Don  Cristóbal  de 
Roíos  y  Don  Diego  de  Rosas." 
(Tranco  IX). 

Rosca,  f.  La  "rosca  de  lienzo, 
paño  u  otra  materia  que  se  pone 
.sobre  la  cabeza  para  cargar  y 
llevar  .«obre  ella  un  peso,"  se 
llama  en  castellano  rodete,  m., 
y  como  provincialismo  de  Astu- 
rias, rueño.  El  nombre  de  rosca 
que  aquí  le  damos  y  que  tam- 
bién emplea  el  Dice,  en  esta  de- 
finición, es  muy  genérico. — Fig 
y  fam.,  pelea  a  puñadas,  espe- 
cialmente cuando  es  de  muchas 
]>ersonas. — Rueda  o  círculo  que 
forman  los  jugadores  de  nai- 
pes y  de  otros  juegos. — Ros- 
co del  alambique:  dígale  corba- 
ta (depósito  exterior  de  agua 
fría  que  algunos  alambiques 
tienen  sobre  la  cabeza  y  otros  en 
la  parte  por  donde  pasa  el  ser- 
pentín, y  sirve  para  activar  la 
condensación  de  los  vapores  de 
las  substancias  que  se  destilan). 
Otros  llaman  rosca  al  serpentín. 

Rosco,  m.  Dígase  roscón, 
aum.  de  rosca  y  que  significa: 
"bollo  en  forma  de  rosca  gran- 
de." 

Roseta,  f.  Así  se  llama  la 
pieza,  de  quita  y  pon,  llena  de 
agujeros,  por  donde  vierte  el 
agua  la  regadera,  y  así  la  nom- 
braba también  el  Dice.  (12.' 
edición)  en  asta  última  voz; 
sin  embargo,  en  su  propio  lugar 
se  le  pa'íó  entre  los  ohidados  e 
ignorados. —  Dice  Philippi  que 
a  las  plantas  centaurea,  meliten' 
sis  L.  y  appula  L.,  las  ha  oído 
llamar  en  la  provincia  de  Acon- 
cagua roseta,  y  le  agregaron  que 


ROS 


ROS 


eiiyordaban  mucho  al  ganado. 
Eu  laé  provincias  del  Sur  re  lla- 
ma cizaña,  ^gún  el  mismo. — 
Hablan  francés  los  que  llaman 
roseta  la  lazada  o  nud<)  de  cintas 
en  forma  de  rosa  que  se  usa  en 
algunos  zapatos.  "II  se  dit  aussi 
[rosette]  d'un  noeud  de  ruban, 
d'im  ruban  noué  en  forme  de 
rose.  Les  roxeties  de  ses  soii- 
liers."  (Dice,  de  la  Acad.  Fran- 
cesa).— En  pl.,  granos  de  maíz 
que,  al  tostiirse,  se  abren  en  for- 
ma de  flor.  El  pueblo  los  llama 
en  Chile  cabros,  cabritos,  palo- 
mitas, rosas,  rositas.  Véase  Lla- 
lli. 

Rosilla,  f..  film,  y  ant.  Nom- 
bre que  se  daba  a  la  antigua 
peseta.  Quizás  por  el  parecido 
con  la  roseta  o  rosilla  de  la  es- 
puela, que  es  como  se  llamaba 
en  Armería  la  estrella  o  rodaja 
de  la  &-ípuela,  aunque  no  lo  di- 
ga el  Dice. ;  o  también  por  el 
color  de  la  peseta,  algo  parecido 
al  entrecano  o    rosillo. 

Rosillo,  m.  ^'ca.-c  Empluma- 
do. 

KtfsiLUj,  LL.\,  adj.  'Kojo  cla- 
ro." decía  solamente  el  Dice; 
l)cri)  de.-<de  la  13."  edición  se 
agregó  esta  otra  acep.,  i)rui)ia 
también  de  saliino,  na:  "dícese 
de  la  caballería  cuyo  pelo  está 
mezclado  de  blanco,  negro  y 
castaño."  Nosotros  le  hemos 
dado  siempre  esta  acep. ;  pero 
además  le  añadimos  malamente 
esta,  otra:  "'dícese  del  cabello  o 
barita  medio  negra,  castaña  o 
rubia,  y  medio  blanca  o  cana. 
— Ai)lí<;L<e  al  sujeto  que  tiene 
así  el  cabello."  Ivsto  se  llama  en 
ca-^tcllano  rntrccano,  ?ia,  y  fam., 
riirio,  rio.  Fuera  de  .ser  más  pro- 


pio este  adj.  por  su  misma  for- 
mación, es  también  más  respe- 
tuoso, pues  nos  libra  de  dar  a 
las  personas  el  mismo  calificati- 
vo que  a  los  animales.  Véase 
con  qué  gracia  expresó  Quiño- 
nes de  Benavente  la  idea  de  en- 
trecano o    rosillo  nuestro: 

Éste  ¿no  es  el  gran  .Iu.in  Liipez. 
El  de  las  bellidas  barbas. 
Sobrf  quien  ha  echaiio  el  tiempo 
Ch  mosqucctlillo  de  canatf 

(/>>a  oiH  que  empezó  en  In   corte  Roque  He 
[Fií/ueroa). 

Entrcpdado,  da,  significa  tam- 
bién lo  mismo  que  rosillo,  co- 
mo se  ve  por  su  definición :  "ca- 
pa del  caballo  o  yegua,  que  so- 
bre el  fondo  obscuro  tiene  pelo.^ 
blancos  entremezclados  y  repar- 
tidos j>or  todo  el  cuerpo."  No 
vemos  razón  para  que  estos  dos 
adjs.  se  re-strinjan  a  lo-=  caballos, 
cuando  también  hay  bueyes, 
perros  y  otros  animales  con  el 
mismo  color.  Nosotros  no  tene- 
mos e-^crúpulo  en  llamarlos 
también  rosillos:  y  así  mismo 
las  cosas  que  tienen  este  color: 
Traje  roxillo,  hábito  rosillo. 

RotíiT.v.  f..  dim.  de  rosa.  El 
arete  con  adorno  colgante,  que 
en  castellano  se  llama  arratad^- 
tiene  en  Chile  el  nombre  de 
rosita:  lo  que  se  explica  por  es- 
ta acep.  de  rosa,  o  diamante  ro- 
sa: "ol  que  está  labrado  ]ior  la 
haz  y  ([ueda  ]ilano  por  el  en- 
vés.'" Nuestras  rosita.-^  llevan  por 
lo  general  diamante  rosa.  Ro- 
dríguez Marín,  c()])iando  ui»  do- 
cumento antiguo,  dice  que  el 
Duque  de  Medina-Sidonia  rega- 
ló al  rey    Felipe     IV  "una   rom 


ROis 


ROS 


149 


para  el  sombrero,  de  diamantes, 
de  estimación  de  10.000  duca- 
dos, que  ^^pü  había  contentado 
a  S.  "  M."  íBiir!'  Inrrlm'Jo. 
XX\'').  Es  claro  que  esta  rosa 
para  el  sombrero  no  tendría  for- 
ma de  arete,  pero  los  diamantes 
de  que  se  componía,  serían,  co- 
mo dice  la  definición,  labrados 
por  la  haz  y  jálanos  por  el  envés. 
— Otras  de  las  rositas  que  .se  co- 
nocen en  Chile  son  sin  adorno 
colgante,  como  una  rosita  de 
oro  adherida  al  lóbulo  de  la  ore- 
ja por  medio  de  un  pasador  su- 
jeto en  el  otro  lado;  éstas  tie- 
nen adornes  de  brillantes  o  de 
perlas,  o  son  de  filigrana. —  De 
rosita,  m.  adv.  fig.  y  fam. :  en 
Chile  significa  descansado  u 
ocio.so,  de  balde,  sin  hacer  nada, 
mientras  los  demás  trabajan. 
Ü.  m.  con  los  verbos  estar  y 
quedar.  Luis  Besses  escribe  De 
rositas  y  lo  interpreta,  como  loe. 
popular  "gi-atis."  Cejador  trae 
la  fr.  Irse  de  rositas,  "'salir  salvo 
sin  lo  que  otros  pasaron''  (To- 
mo A  E  I  O  U,  púg.  55)  ;  pero 
Montoto  la  interpreta  de  esta 
otra  manera:  "'Se  dice  en  Anda- 
lucía de  la  pei-sona  que  no  con- 
tribuye con  la  parte  que  le  co- 
rresponde a  lo.s  gastos  hechos 
en  común,  o  que  no  ha  sido  re- 
prendida como  debió  .serlo." 
(Un.  paquete  de  cartas,  pág. 
128).  Lo  que  confirma  Rodrí- 
guez Marín  en  la  siguiente  ano- 
tación del  Quijote  (p.  I,  c. 
XXXIV)  :  "No  está  en  el  léxi- 
co de  la  Academia  el  m.  adv. 
A  manos  lavadas,  que  significa 
figuradamente  lo  que  sin  escotar, 
o  de  rositas,  como  dicen  en  An- 
dalucía." ICs  evidente  que  nues- 


tro modismo  procede  del  anda- 
luz, porque  el  que  no  escota  o 
no  paga  .su  escot«  es,  en  el  cam- 
po de  las  ideas,  como  el  ocioso, 
que  no  gana  nada,  ni  siquiera 
contribuye  con  su  trabajo.  No 
sabemos  cómo  explicarán  los 
andaluces  el  origen  literal  de  su 
modismo ;  nosotros  explicamos 
el  nuestro  dando  a  entender  que 
la  persona  que  está  o  ha  queiía- 
do  d€  rosita,  no  trabaja  ni  hace 
nada,  sino  que  está  inmóvil  co- 
mo una  rosa,  para  que  los  de- 
más la  miren  y  gocen  de  su  fra- 
gancia. 

Roso,  SA,  adj.  "Raído,  sin  pe- 
lo. Del  latín  rosu^s,"  dice  el 
Dice.  Pero  rosus,  le  observare- 
mos nosotro.s,  no  significa  raído, 
sino  roído,  como  participio  que 
es  del  V.  ródere,  roer.  Sospecha- 
mos que  se  le  hayan  dado  este 
significado  y  etimología  por  el 
modismo  A  roso  y  velloso  (to- 
talmente, sin  excepción,  sin 
consideración  ninguna) .  b^n 
cuanto  a  é.ste,  preferimos  la  ex- 
plicación de  Gonzalo  Correas, 
que  dice  haberse  empleado  roso 
en  vez  de  raso,  por  la  consonan- 
cia con  velloso.  Raso  sí  qtie  sig- 
nifica raído,  lo  contrario  de  ve- 
lloso. En  las  coplas  de  Mingo 
Rovulgo  hallamos  también  con- 
trapuestas las  dos  palalira*  roso 
y   velloso: 

Yo  soñé  esta  tr.asnochada. 
De  que  estoy  estremuloso, 
Que  nin  roso  ni  velluso 
Quedará  depta  vegada. 

Según  interpretación  molánea. 
quieren  decir  figuradamente 
esas  voces:  "Justo  con  malo,  et 
mailo  con  bueno,  que  así  se  faze 


15(1 


ROT 


en  las  pe.-itileneias  et  per.-^cu^io- 
neí;  todo  va  et  arde  verde  con 
seco,  pero  cada  uno  en  el  siglo 
por  venir  avrá  segund  lo  fiziere 
aquí."  (Gallardo,  Biblioteca,  t. 
I,  col.  845). 

Rosoli,  ni.  "Licor  compuesto 
de  aguardiente  rectificado,  mez- 
clado con  azúcar,  canela,  anís  u 
otros  ingredientes  olorosos."  Así 
pronuncian  muchos  en  Chile, 
y  aun  en  E.spaña.  '"Los  remoja- 
remos con  un  rosoli  exquisito 
que  me  mandaron  los  de  la  boti- 
llería de  la  Lechuga.'"  (Pérez 
Galdós,  Los  duende»  de  la  ca- 
w añila,  V).  En  francés,  de 
donde  procede  este  vocablo,  se 
escribe  rossolis  y  ,se  pronuncia 
rosoli,  pero  en  español  lo  tiene 
admitido  el  Dice,  como  grave, 
roxoli.  Ojalá  se  hubiera  conser- 
vado la  forma  latina  ros  solis, 
rocío  del  sol,  e-scrita  en  una  so- 
la palabra,  rosolis.  Se  le  dio  este 
nombre  tan  poético  por  la  exce- 
lencia   del    licor,    ^'('ase   líofío 

DKI,    SOL. 

Rostbif,  m.  "Carne  de  vaca 
soiisa/da."  En  inglés  .se  escribe 
roastbeef  y  .se  pronuncia  rost- 
bif, pero  en  castellano  se  escri- 
be más  sencillamente  rosbif. 

Rotativo,  va,  adj.  "Dícese 
dé  la  máquina  de  imprimir  qut, 
con  movimiento  seguido  y  a 
gran  velocidad  imprime  los 
ejemplares  de  un  jieriódico." 
Así  la  14.'  edición  del  Dice,  que 
por  primera  vez  admitió  este 
vocablo. — En  España  lo  apli- 
can también  al  periódico  que 
se  imprime  de  esta  manera ;  apli- 
cación legítima,  iwrque  está 
fundada  en  una  especie  de  me- 
toniniin,  considerando  n   la  má- 


quina como  autora  de  los  perió- 
dicos. "Algo  significa  el  hecho 
de  que  los  rotativos  de  mayor 
importancia  de  Madrid  tengan 
su  cronista  de  .-^alones."  (Con- 
desa de  Pardo  Bazán.  La  Vida 
contemporánea). —  Aquí  lo 
aplicamos,  fig.  y  familiarmente, 
a  los  ministerios  de  gobierno 
que  duran  ]>oco  tiempo,  porque 
van  dando  vuelta  con  rapidez 
como  las  ruedas  de  las  prensas 
rotativas. —  vSe  olvidó  el  Dice, 
de  advertir  que  este  vocablo  se 
usa  t.  c.  s.  f.  "Se  vende  una  ro- 
tativa." No  nos  parece  propio 
llamar  rotativa,  como  lo  hacen 
algiuios  diarios  chilenos,  la  ro- 
tación o  movimiento  de  rota- 
ción de  los  ministerios  en  la 
acep.  fig.  que  acabamos  de  ex- 
plicar, acción  o  efecto  de  rodar; 
esto  será  rotación  nünisterial, 
pero  nó  rotativa  ministerial. 

Rotear,  a.  Tratar  de  roto  a 
uno. 

Roteque,  m.  Es  forma  humo- 
rística >•  despectiva  de  roto,  co- 
mo futraque  lo  es  de  futre.  Co- 
mo los  porotos  son  el  alimento 
principal  del  roío,  siguiendo  la 
rima,  so  le  diip:  Roteque  come 
poroteque. 

Tres  roteques  Ijurnizados, 
P&teros  ilel  yubornantc; 
De  ellos  uno  os  vigilante 
Y  lu8  otros  (ios  empleado». 

{^a  .fciiartí,  »le  Corono!,  n."  IJ. 

Rotería,  f.  despectivo.  Con- 
junto de  rotos,  en  el  significado 
chileno. —  Conjunto  de  pobres 
«mlrajo.sos.  En  castellano  hay, 
I)ara  esta  2."  acep.,  pobreria, 
pobretería,     y    pobri.iuw      (vóa.>« 


ROT 


ROT 


Pobrerío),  que  no  deben  con- 
fundirse con  pawperismo  (exis- 
tencia de  gran  número  de  po- 
bres en  un  Estado,  en  particu- 
lar cuando  procede  de  causas 
permanentes).  En  la  1.^  acep. 
es  usado  en  Chile.  "Los  rebuz- 
nos, ese  canto  del  dichoso,  esa 
voz  enérgica  y  patente  ¡poten- 
te?] como  un  ¡viva  el  pueblo! 
de  la  rotería  de  Santiago,  des- 
pierta a  los  del  paseo."  (Jota- 
beche,  Las  salidas  a  paseos). 
Esta  rotería  no  es  exactamente 
la  gentuza,  gentualla  o  morra- 
lla española  (conjunto  de  per- 
sonas de  poquísimo  valer),  ni 
tampoco  el  chuiTiburñ  o  zurri- 
burri (conjunto  de  personas  de 
la  ínfima  plebe  o  de  malos  proce- 
deres), sino  el  conjunto,  reu- 
nión o  concurrencia  de  pueblo 
en  que  entra  mucha  gente  hon- 
rada y  trabajadora. 

RoTiLLO,  LLA,  m.  y  f.,  dim. 
despectivo  de  roto,  en  la  acep. 
chilena;  por  consiguiente,  indi- 
viduo de  última  clase  y  mal 
vestido,  pelagatos.  Véa.se  Pichi- 
ruche, con  el  cual  no  es  entera- 
mente sinónimo. —  En  caste- 
llano hemos  visto  a  rofillo  como 
dim.  del  adj.  roto: 

Acordarme  debo  que  a  pobres  tome' 
Todo  aqaello  de  que  estd  guarnido... 
Pues,  si  uno  delloa  desnudo  ver*?, 
E  a  sus  hijuelos,  descalzos,  rotillos^ 
Siquiera  los  pies  de  aquestos  chiquillos 
Del  puerco  f urtado  (-por  que'  non  daré'? 

(Pernán  Pérez  de  Guzmán,  Confe$ión  rj. 
[madn.  oct.  142). 

Rotito,  m.  ''La  herramienta 
más  eficaz  conocida,  para  esti- 
rar alambres  de  cualquier  grue- 


so, lisos  y  de  púas,  para  cercas 
y  viñas.  La  herramient>a  niiiiS 
sencilla  y  fácil  de  usar.  No  tie- 
ne piezas  que  se  gasten.  Verlo, 
conocerlo  y  comprarlo  en  Casa 
Lumsden  de  Maquinarias."  Así 
reza  el  anuncio  de  esta  nueva 
herramienta,  por  otro  nombre 
estirador  de  alambre. 

Roto,  ta,  m.  y  f.  Para  dai-  la 
idea  nrás  clara  que  sea  posible 
de  este  vocablo,  inseiiamos  ín- 
tegro el  erudito  y  bien  sazonado 
artículo  que  escribió  Don  Nico- 
lás Palacios  en  su  obra  Raza 
Chilena  con  este  epígrafe:  "Ro- 
to, apodo  nacional  chileno.  Fué 
aplicado  a  los  conquistadores 
desde  los  primeros  tiempos.  >S'o- 
lo  hoy  se  aplica  a  la  clase  pobre, 
y  esto  sólo  por  algunos  chile- 
nos.' "Desde  los  primeros  cro- 
nistas puede  verse  que  hablan 
de  los  conquistadores  c(  mo 
hombres  pobrísimos  de  traje,  y 
algunos  autores  anotan  la  pala- 
bra roto  para  expresar  aquella 
escasez  de  indumentaria.  La  pa- 
labra debía,  por  tanto,  ser  co- 
mún en  el  lenguaje  corriente 
de  aquellos  tiempos.  Aislados  de 
todo  centro  de  recursos  por  el 
mar,  la  cordillera  y  el  desierto, 
aquellos  hombres  que,  cuando 
no  peleaban,  se  veían  oljligados 
a  viw'iT  con  la  barba  sobre  el 
hombro,  .según  la  gráfica  expre- 
sión de  Marino  de  Lol)era,  para 
no  ser  víctimas  de  las  sorpresas 
de  los  indios,  se  habituaron  a 
no  curarse  gran  cosa  de  su  tra- 
je. Refiriéndose  a  esa  falta  de 
ropa  en  el  ejército  conquistador, 
dice  el  historiador  Carvallo  y 
Goyeneche  que  ella  "ha  sido 
siempre  la  piedra  de  toque  con 


l;.i'                ROT  ROT 

que  se  lia  probado  la  obediencia  Cervantes     llamó    Roto    a    Don 

y  subordinación  de  la  tropa  de  Quijote,    cuyo    traje,    más    que 

Chile."  El  cronista  Marino,  tra-  roto  era  extravagante,   y    aplicó 

tando     .-'obre    lo     mismo,    dice:  el  mismo    mote  al    loco  de    Sie- 

"Con  este    orden  se  sustentaron  rra-Morena,    el   cual     realmente 

los  españoles  siete  años,  con    no  llevaba  un  traje  raído.  Véase  el 

ínás     aventajados    vestidos    que  siguiente    pasaje     del      capítulo 

liastimenta=,   pues  los  más  puli-  XXIII  del  tomo    I.  que    refiere 

dos  y  galanos  eran  de  cueros  de  el  encuentro  del  roto  de    Sierra 

perros."  Morena    con  el  caballero    de  la 

Mancha:   "En  llegando  el  man- 

Estaban  nuestros  bravos  españoles  egbo    a    ellos,    los   SaludÓ    COU    UUa 

Conquistadores,  roí,.,  y  desnudos,  ^.^^  desentonada  v  bronca.  pero 

Faltos  lie  municiones  y  perdidos...  ,               ^     ''        t~v         /^    •  • 

Y  era  lo  más  sensible  que  no  hallaban  f»»    mUcha    COrtCSia.    Don    QuiJO- 

Oamino  alguno  de  esperar  mejora,  te    le    VohaÓ     laS   .saludcís     COU    UO 

7Í0Í0S  ya  V  destrozados  y  perdidos,  iiienos  Comedimiento,   v,   apcán- 

Que.  aunque  tenían  de  oro  alguna  suma.  ¿^^     ¿^    Rocinante,      COU      gentil 

Ni  les  vestía  ni  les  sustentaba.  ..           .               j          •           i       í     '      „ 

contmente    y  donaire    le  tue    a 

,  abrazar,    v  le  tuvo  un  buen    es- 

(C'ron.    rimada  de    Melchor   Jufre'  dei  .              ."       i                 .               .            ^.„ 

i™;,         ■.       u    ..            .    .  .     ,  ,  pació    eiitrechamente    entre    sus 

Águila,  escrita  en   Santiago  a   principios  del  i     ^           v^- 

eigio  XVII).  brazos,  como  si  de  luengos  tiem- 
pos le  hubiera  conocido.  El  otro, 
"De  la  relación  de  Francisco  a  quien  podemos  llamar  el  fío- 
Bilbao  a  S.  M.  Felipe  II  en  to  de  la  mala  figura  (como  a 
1574,  se  lee  que,  después  de  las  Don  Quijote  el  de  la  triste),  des- 
campeadas o  expediciones  con-  juiés  de  haberse  dejado  abrazar, 
tra  los  indias,  los  conqui.stadores  le  apartó  un  poco  de  sí,  y.  inies- 
quedaban  "pobres,  rotos,  des-  tas  sus  manos  en  los  hombros 
arrapados."  González  Nájera  di-  de  Don  Quijote,  le  estuvo  mi- 
ce  asimismo  que  los  conquista-  rando  como  que  quería  ver  si 
dores  volvían  de  sus  expedicio-  le  conocía."  Era  pues  muy  co- 
nes  "descalzos,  rotos  y  casi  des-  mún  el  empico  de  la  i>alabra  To- 
nudos." (ióngora  Marmolejo  re-  to  aplicada  a  los  conquistadores. 
íiere  que  don  Manuel  de  Velas-  Del  Perú  venían  las  arma>f  y  la 
co  se  quejó  a  la  Audiencia,  re-  ropa,  al  Perú  enviaban  de  con- 
cién  establecida,  de  (¡ue  sus  tinuo  los  gobernadores  de  Chi- 
hornbres  estaban  "rotos  y  muy  le  comi.sionados  a  traer  elemen- 
jiobrcs."  U.sado  como  apodo  de  tos  bélicos,  hombres  y  género 
lier.«ona.s,  .-^ólo  lo  he  hallado  en  para  sus  trajes,  los  tres  elcmcn- 
Cervantes.  Este  autor  empica  el  tos  que  niiís  cou-sumo  tenían  en 
vocablo  no  sólo  en  el  sentido  de  este  reino.  Creo,  jior  tanto,  que 
raído,  pobre,  remendado,  sino  fué  en  aquel  país,  dond*  sus  po- 
también  en  el  de  extravagante,  bladore.-*  de  origen  euroy>eo  eran 
de  risible,  como  debió  de  ser  el  ya  elegantes,  dondo  se  propagó 
cuero  do  perro  que  llevaban  los  primero  ese  calificativo  aplica- 
conquistadores,    según     Marino,  do   a  los   .«oldados  de   \a  guerra 


ROT 


ROT 


153 


de  -Viauco,  y  del  Perú  pasó  a 
las  demás  colonias  españolas  de 
América;  nó  en  el  sentido  de 
pobre  de  dinero,  pueslo  que 
aquellos  enviados  llevaban  de 
recomendación  a  la  corte  de  los 
virreyes  algunas  talegas  de  pe- 
pitas de  oro,  ni  menos  en  el 
sentido  de  gente  de  la  última 
esfera,  ya  que  allí  era  bien  co- 
nocida la  nobleza  de  tales  gue- 
rreros. Roto  era  sinónimo  de 
militar  de  la  guerra  de  Chile,  y, 
como  aquí  todos  lo  eran,  pasó  a 
significar  chileno.  En  este  sen- 
tido es  empleado  hasta  la  fecha 
en  aquel  país  y  en  el  resto  del 
continente.  Hay  además  ante- 
cedentes históricos  de  que  los 
godo.s  no  se  preciaban  de  lujo- 
sos en  el  vestir,  cualidad  que 
era,  de  raza:  Tácito  lo  dice  en 
general  de  todos  los  germanos. 
Los  godos  tuvieron  siempre  co- 
mo signo  de  afeminación  y  de 
superficialidad  de  carácter  el 
gusto  por  los  perfumes,  las  jo- 
yas y  los  trajes  elegantes  de  los 
meridionales  europeos.  Una  de 
las  razones  que  daban  los  godos 
de  España  que  se  rebelaron  con- 
tra el  rey  Don  Rodrigo  era  que 
este  príncipe  se  presentaba  en 
público  vestido  de  seda  y  carga- 
do de  joyas,  lo  que  para  ellos 
era  signo  evidente  de  corrup- 
ción. Sabido  es  que  el  empera- 
dor Teodosio  contuvo  por  algún 
tiempo  la  invasión  de  estos  bár- 
baros pactando  alianza  con 
ellas,  dándoles  puestos  en  su 
ejército,  en  el  senado,  etc.,  y 
tratándolos  con  grandes  mira- 
mientos. Pues  bien,  lo  que  más 
indignaba  a  los  bizantinos  con- 
trarios   a  esa  política  del    hábil 


emperador  era  el  desprecio  de 
los  godos  por  la  majestuasa  toga 
romana.  Véa-se  lo  que  decía  a 
este  propósito  el  orador  Sinesio: 
"Temis  y  Maite  deben  taparse 
el  rostro  al  ver  a  estos  bárbaros 
cubiertos  de  pieles,  mandar  a 
los  hombres  que  ostentan  el  tra- 
je de  guerrero  romano;  arrojar 
la  piel  de  carnero  que  los  cu- 
bre y  cambiarla  por  la  toga  pa- 
ra luego  decidir  en  consejo  con 
los  magistrados  i-omanos  de  la 
suerte  de  nuestro  país;  ocupar 
los  asientos  más  honoríficos  de- 
lante de  los  romanos  nobles  in- 
mediatos al  cónsul,  y,  saliendo 
de  la  curia,  arrojar  riendo  la  to- 
ga que  estorba,  según  dicen, 
para  sacar  la  espada,  y  volver 
a  ponerse  la  piel  de  cai-nero." 
Aun  parece  que  también  hacían 
alarde  de  su  desaliñado  traje 
como  de  su  ignorancia  literaria 
y  de  todo  lo  que  significara  apa- 
riencia engañosa.  Recimiro,  el 
godo  que  durante  diecisiete  años 
fué  todopoderoso  en  Italia, 
nombrando  y  destituyendo  em- 
peradores de  occidente  (en 
aquel  tiempo  en  que  estos  per- 
sonajes se  sucedían  en  el  trono 
de  los  cesares  casi  con  la  fre- 
cuencia con  que  aquí  se  cam- 
bian ministerios)  sin  que  se 
dignara  ni  una  sola  vez  quitar- 
se el  traje  de  pellejo  para 
vestir  la  púrpura  imperial,  así 
lo  dejó  comprender  al  tener 
conocimiento  de  que  el  empe- 
rador Antemio  "se  lamentaba 
en  público  de  haber  dado  su  hi- 
ja como  espo.sa  a  un  bárbaro 
aun  vestido  de  pieles."  Este  An- 
temio era  un  señor  que  tenía 
una  hija    muy  hermosa,  y,    co- 


151 


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ROT 


mo  Recimiro  no  quisiera  ca- 
saree  con  plebeya,  lo  nombró 
emperador.  El  suegro  creyó 
que  en  realidad  era  el  soberano 
de  Italia  y  abusaba  de  la  pa- 
ciencia de  su  hijo  político;  pe- 
ro, cuando  se  permitió  tenerlo 
en  menos  por  su  traje,  este  an- 
tecesor de  los  rotos  conquistado- 
res de  Chile  montó  en  cólera, 
se  trasladó  a  Roma,  depuso  al 
elegante  Antemio  y  lo  hizo  de- 
capitar. No  estará  de  más  recor- 
dar que  fueron  los  bárbaros  los 
que  enseñaron  a  los  meridiona- 
les el  U.SO  del  hone-sto  pantalón, 
que  el  godo  llevaba  tan  largo 
como  los  nuestros  y  abrochado 
sobre  la  cadera.  La  costumbre 
de  reforzar  la  ropa  con  piel  du- 
ró en  Chile  hasta  hace  pocos 
años;  e.-^o  sí  que  en  los  últimos 
tiempos  tratábamos  de  encubrir 
el  verdadero  objeto  de  esa  me- 
dida económica  dando  al  par- 
che pretensiones  de  adorno,  re- 
cortando el  cuero  o  charol  en 
forma  de  corazón  de  naipe  para 
coserlo  en  hvs  partes  del  casimir 
más  expuestas  al  roce.  Las  gran- 
des polainas  de  cuero  de  perro 
que  usan  algimos  guasos,  re- 
cuenliin  el  traje  del  mismo  ma- 
terial usado  por  sus  abuelos. 
Aquellos  men.-ajeros  se  presen- 
taban en  la  ciudad  de  los  virre- 
yes con  los  trajes  más  extraños 
que  &*!  dable  imaginar:  gasta- 
dos, descoloridos,  llenos  de  zur- 
cidurit-í  y  remiendos  do  todo 
género  y  reforzados  aquí  y  allá 
con  trozos  de  piel  de  oveja,  y 
ha.sta  con  calzones  do  indio  y 
capa  de  cuatro  puntas,  como  lla- 
maban al  poncho  indígena. 
Ufanos    llegaban    pues  a    Lima 


los  conquistiidore.s  con  sus  ex- 
travagantes traja*,  que  debieron 
seguramente  de  hacer  reír  a  las 
limeñas  a  carcajadas  de  los  ro- 
tos de  Chile.  Las  propagadoras 
del  vocablo  conservan  a  éste  su 
significado  primitivo,  como  lo 
prueba  el  (lue,  cuando  en  1881 
fuinias  a  verlas,  a  pesar  de  no 
ir  a  lo  pobre  y  de  haber  entra- 
do a  la  capital  en  traje  de  para- 
da, c-omo  era  de  rigor,  "rotos" 
nos  decían.  El  roto  iletrado  da 
también  al  apodo  nacional  ese 
mismo  alcance,  como  puede  co- 
legirse de  la  ocurrencia  que  va 
en  seguida,  de  é.sa.s  al  vuelo  y 
sin  molde;  un  trabajador  ex- 
tranjero de  est-a  provincia  dijo 
a  un  chileno:  "^"ea  Ud.  pues, 
hombre,  yo  también  soy  roto," 
y  le  mastraba  un  desperfecto  de 
sus  pantalones.  Dióle  una  mi- 
rada el  roto  auténtico  y  le  repli- 
có con  calma :  "Rotoso  serís, 
que  pa  roto  te  falta  nuicho."  y 
añadió  tras  corta  pausa:  "y  te 
sol>ra."'  Olvidada-;  del  mundo  y 
de  sí  mismos  aquellos  ilustres 
conquistadores,  atentos  única- 
mente a  cumplir  lo  mejor  jiosi- 
ble  sus  deberes  para  con  su  le^ 
jana  patria,  sin  .sueldo,  semidos- 
nvido.s  y  hambrientos,  sosteni- 
dos sólo  por  su  alma  heroica, 
recil>ieron  un  .-iobrenombre  que 
era  la  expresión  de  sus  virtudes. 
Para  ellos  parece  haber  sido  es- 
crito el  proverbio  latino:  Non 
cst  cicntrix  turpin.  <jiunn  virtus 
parif.  Hemos  heredado,  como  se 
ve,  con  su  .sangre,  su  apodo  elo- 
cuente. Y  quien  lo  hereda  no  lo 
hurta  Un  roto  <  iiilexo," 
Iliista  aquí  esto  gran  i)aladín, 
defensor    y  cimtor    en  prosa   do 


ROT 


ROZ 


155 


SU  propia  raza.  Muy  poco  pues 
nos  queda  que  decir,  después 
de  este  luminoso  artículo,  sobre 
el  vocablo  roto.  El  Dice,  lo  ad- 
mite como  adj.  y  s.  en  la  acep. 
de  "andrajoso  y  que  lleva  rotos 
los  vestidos."'  con  lo  cual  queda- 
mos autorizados  para  usarlo  co- 
mo s.  El  femenino  rota  no  st 
usa  sino  rara  vez.  y  eso  por  in- 
sulto o  injuria,  porque  la  vani- 
dad de  la  mujer  no  puede  lle- 
gar al  desprecio  del  traje.  Co- 
mo prueba  de  lo  que  sentían 
en  esta  materia  los  buenos  espa- 
ñoles, recuérdese  el  terceto  de  la 
Epístola   moral: 

Qaiern  imitar  al  pueblo  en  el  vestido, 
En  las  costumbres  sólo  a  los  mejores, 
Sin  presumir  de  roto  y  mal  ceñido. 

Asimismo  el  refrán  castellano 
El  hidalgo,  roto  y  no  remenda- 
do, que  Gonzalo  Correas  explica 
así:  "El  remendar  es  propio  de 
la  gente  de  trabajo  y  pobre;  el 
hidalgo  ha  de  ser  lucido  y  ga- 
llardo, y,  a  más  no  poder,  le  &■■ 
mejor  andar  d&sgarrado  unos 
días,  en  tanto  que  hace  vestido 
nuevo,  que  remendado;  porque 
no  .se  pre>iniia  que  él  se  pone  a 
echar  remiendos,  como  persona 
baja."  Por  eso,  cuando  le  ha- 
blaron a  Don  Quijote  de  aque- 
llos hidalgos  pobres  "que  dan 
humo  a  los  zapatos  y  toman  los 
puntos  de  las  medias  negras 
con  seda  verde,"  contesió  en  el 
acto:  "Eso  no  tiene  que  ver 
conmigo,  pues  ando  siempre 
bien  vestido,  y  jamás  remenda- 
do; roto,  bien  podría  ser;  y  el 
roto,  más  de  las  armas  que 
del    tiempo."    (P.    II.     c.     11). 


— En  Méjico,  roto  es  "petimetre 
del  pueblo,  indio  o  mestizo  ves- 
tido a  la  europea."  (Ramos 
Duarte). —  Una  Aritmética  ma- 
nuscrita, catalogada  por  Gallar- 
do en  su  Biblioteca  (t.  I,  col. 
384),  llama  roto  al  número 
quebrado:  "Este  libro  es  muy 
bueno  e  muy  provechoso  para 
saber  partir  e  nuiltiplicar  ente- 
ros e  rotos  por  rotos  e  enteros." 

Rotonda  y  rotunda,  f.  Son 
iguales  en  esta  acep.:  "templo, 
edificio  o  sala  de  planta  circu- 
lar." 

Rotoso,  sa,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Roto,  desaparrado,  andrajo.so, 
harapiento,  haraposo.  Nunca  lo 
ha  admitido  el  Dice,  y  parece 
formado  exclusivamente  por  el 
chileno  para  emplearlo  como 
adj.  injurioso,  ya  que  a  roto  no 
le  da  ese  valor. 

Rotuno,  na,  adj.  despectivo. 
Propio  de  rotos;  por  consiguien- 
te, ruin,  villano,  plebeyo,  ordi- 
nario, bajo.  Lenguaje  rotuno, 
maneras  rotunas. 

Rouge,  III.  En  joyerías  y  relo- 
jerías, pasta  de  azarcón  o  mi- 
nio que  .se  emplea  para  limpiar 
y  pulir  metales.  Es  el  adj.  fran- 
cés que  significa  "rojo"  y  se 
pronuncia  rug,  con  ge  francesa. 

Roya!,  m.  Género  de  lana  o 
de  seda,  de  un  solo  color  y  como 
cubierto  de  granitos  por  obra 
del  tejido. 

Roza,  f.  "Acción  o  efecto  de 
rozar. —  Tierra  rozada  y  limpia 
artificialmente  de  las  matas  que 
naturalmente  cría,  para  sem- 
brar en  ella."  Así  el  Dice. — Nos- 
otros le  agregamos  una  tercera 
acep. :  hierbas  o  matas  que  .se 
sacan  de  la  roza. 


156 


RUB 


RUB 


Rozamiento,  m.  Riña  leve  o 
choque  ligero  de  una  persona 
con  otra.  Es  acep.  fig.  que  he- 
mos derivado  de  ésta  ■del  v.  ro- 
zar: "pasar  una  cosa  tocando  y 
oprimiendo  ligeramente  la  su- 
perficie de  otra."  No  alcanza  a 
constituir  una  impropiedad  de 
lenguaje. 

Rúan  o  ruaxo,  xa,  adj.  Apli- 
case al  animal  caballar  o  vacu- 
no de  color  rojo  algo  claro,  por- 
que tiene  algunos  pelos  blancos. 
También  los  llaman  rosndos. — 
Es  el  castellano  ruano  o  roano, 
na:  "aplícase  al  caballo  o  yegua 
cuyo  pelo  está  mezclado  de  blan- 
co, de  gris  y  de  bayo."  Respecto 
de  su  etimología  dice  el  Dice. : 
"Talvez  de  un  derivado  del  la- 
tín ravidu-%  de  color  rojo  obscu- 
ro;" lo  que  indica  que  no-^otros 
andamos  más  cerca  de  su  ver- 
dadero significado.  Lenz  escribió 
ruanco,  ca,  quizás  por  haber 
leído  mal  algún  apunte  que  le 
enviaron. 

RfBÍ,  m.  Según  las  reglas 
gramaticales,  el  pl.  debe  ser  r»- 
bies;  sin  embargo,  muchos  poe- 
tas e.scribieron    rubís: 

EngaBt«s  do  rubis  hechus  florones... 
Y  de  rubis  por  ellas  un  tesoro... 
En  llamas  de  oro  y  de  rubis  ceflidos... 

(Valbuen»,  El  ntrnanln). 

Así  también  alelís  (por  alelíes  o 
alhelíes)  en  tres  pa-^ajes  del  mis- 
mo poema. 

Parte  atado  tenía  y  parte  smlto, 
Parte  entre  perl.is  y  rubis  envuelto. 

íVirue's,  Kl  Afunierrate,  c.  XII). 

En  el  canto  XVI  <lijo  también 
jabalís : 


Y  ya  acosando  jabalis  í»sados. 

ítem  más:  traía  un  joyel 
De  ricas  jiiedras  pesantes. 
Un  balax.  y  en  torno  d^ 
Qlafís,  rubís  et  diamantes. 

(Carvajal.  Bibliol-ca  de  Gallarlo,  t.  I,  col 
.577.  ^afís  parece  ser  forma  vn  gar  de  zoJir, 
[h..y=«/rro), 

En  otro  poeta  del  siglo  XV  ha- 
llamos tunecís  y  baladís  y  Tirso 
de  Molina  dijo  alelises: 

Yo  en  mas  segaros  países 
Gozo  el  oro  en  alelises 

Y  la  plata  en  azucenas. 

(.■lí;mroíirt<  en  la  India,  III,  1.'; 

Timoncda   dijo  borceguís: 

Y  si  vendiera»  olores, 
El  polvo  fuera  ámbar  gris; 
Y.  si  cueros  de  c»')lorea, 
Ko  se  hicieran  hurce(/ui*. 

(Bol.  de  tn  Acad.,  cuad.  XIV.  pa'g  ,V.9  b  ) 

Gonzalo  Correa^  sienta  como 
regla  que  "algunos  de  los  en  i 
bien  pueden  formar  en  i-i:  Al- 
faquí,  alfaqtiís:  zahori,  zahoris." 
(Arte  grande,  pág.  62). 

RuBicÓN,  n.  pr.  Pasar  uno  el 
Ralñcón  fr.  fig.  que,  {wr  lo 
usada  que  es,  debe  ya  tener  lu- 
gar propio  en  el  Dice,  con  el 
significado  de  "arrostrar  resuel- 
tamento  un  peligro;"  por  alu- 
sión al  paíw  que  hizo  Julio  Cc- 
.>iar  del  riachuelo  de  este  nom- 
bre, hoy  Pi.saíello  o  Fiumicino 
en  italiano.  "Aquí  pasa  ya  el 
Ruhícón  Doña  Ana,  primero, 
dán<lo.se  con  Don  Juan  por  per- 
suadida de  .su  amor,  y  después, 
aconsejándolo  <leje  sii  papel  de 
nicdia<lor."  (Isaac  Núñez  de 
.Vrcnas,  Jviicio  sobre  la  comedia 


RUÓ 


RUC 


de  Ruiz  de  Alarcón  Las  paredes 
oyen).  En  nuestra  Cámara  de 
Diputados  hubo  uno  que  habló 
de  "pasar  el  Rubricón." 

RuBiECiTO,  TA,  adj.,  dini.  de 
rubio.  Ésta  es  la  forma  más  usa- 
da entre  nosotros;  pero  también 
está  autorizada  la  de  rubito,  ta. 

Rública,  f.  Pronunciación 
vulgar  de  rúbrica.  Véase  L,  1." 
— Un  autor  español,  D.  J.  López 
Pnidencio,  en  su  reciente  obra 
Diego  Sánchez  de  Badajoz,  pre- 
miada por  la  Academia,  llama 
rúbrica  ( página  10)  lo  que  siem- 
pre se  ha  llamado  en  castellano 
acotación.  e?to  es:  '"cada  una  de 
las  notas  que  se  ponen  en  la  obra 
teatral,  advirtiendo  y  explicando 
to<lo  lo  relativo  a  la  acción  o 
movimiento  de  las  figuras  y  al 
servicio  de  la  escena."  Definición 
buena  en  cuanto  a  la»  ideas,  pe- 
ro reproljable  en  el  mal  uso  de 
los  dos  gerundios. 

Rubro,  m.  "Porque  los  epí- 
grafes de  los  títulos  en  los  libros 
de  derecho  solían  escribii".-^e  con 
letras  rojas,  se  llamaron  rúbri- 
cas; a  pedantería  de  abogados 
ignorantes  ha  de  atribuirse  el 
que  se  dé  a  rubro  (adj.,  rojo, 
encarnado)  la  significación  de 
titulo,  epígrafe."  (Cuervo).  En 
Chile,  los  abogados  y  los  no  abo- 
gados usan  rubro  por  título  o 
rótulo. 

Ruca,  f.  Es  voz  araucana, 
que  .significa  casa;  y,  como  las 
casas  de  los  araucanos  son  sim- 
ples ranchos  o  chozas,  ruca  es 
para  el  pueblo  toda  habitación 
de  construcción  ligera,  como 
choza,  rancho  pajizo,  ca.sucha, 
cabana  o  cabañuela,  etc. —  Irse 
uno  a  la  ruca,  fr.  \nilgar:  reco- 
gerse a  la  cama  para  dormir. — 


En  la  toiwnimia  tenemos:  Ru- 
cacura  (casa  de  piedra),  río  del 
departamento  de  Imperial ;  Rv/- 
cacalquin  (casa  del  águilaj, 
fundo  del  departamento  de 
Mulchén;  Rucachoro  (casa  de 
choros),  fundo  del  departamen- 
to de  San-Carlos;  Rucadi'wca 
(casa  de  la  diuca),  paraje  del 
departamento  de  Cañete;  Ruca- 
manque  (casa  del  cóndor), 
fundo  del  departamento  de  Re- 
re; Rucanahuel  (casa  del  ti- 
gre), riachuelo  del  departamen- 
to de  Laja;  Ruca  nuco  (casa  del 
nuco),  laguna  del  mismo  depar- 
tamento; Rucapequcn  (casa  del 
pequen),  lugarejo  y  estación  en 
el  departamento  de  Chillan; 
Rucapillán  (casa  de  pillán), 
fuerte  y  corto  centro  de  pobla- 
ción del  departamento  de  An- 
gol;  Rucuhue  o  Rucué  (caserío, 
lugar  de  casas),  riachuelo  del 
departamento  de  Laja. 

Ruciango,  ga,  adj.  Es  forma 
despectiva  de  rucio  en  la  acep. 
chilena.  Véase  en  segiiida, — La 
terminación  ango  se  halla  en  al- 
gunos vocablos  populares,  como 
machango  (véase  en  su  lugar), 
pichango,  desp.  de  picho,    perro. 

Rucio,  cia,  adj.  Para  el  pue- 
Ijlii  vale  rubio,  aplicado  a  per- 
sona.—  Rucia  caldúa,  nombre 
despectivo  e  injurioso  que  dice 
a  la  mujer  que  tiene  el  pelo  ru- 
bio claro,  parecido  al  caldo. — 
Jugar  rucio,  fr.  fam.  Es  eufe- 
mismo de  .luf/ar  sucio,  en  con- 
traix)sición  de  la  fr.  castiza  Ju- 
gar limpio:  "jugar  sin  trampas 
ni  engaños;  proceder  en  un  ne- 
gocio con  lealtad  y  buena  fe." 
También  .«e  dice  naipe  rucio, 
juego  rucio,  partido  rucio,  i>or- 


158 


RUC 


RUD 


que  intervienen  en  ellos  flores 
o  fullerías. —  El  Dioc.  dice 
de  rucio,  cía:  "de  color  par- 
do claro,  blanquecino  o  ca- 
noso. Aplícase  a  las  bestias.  1 1 
fam.  Dícese  de  la  persona 
entrecana."  Y  le  da  como  eti- 
mología el  adj.  latino  rosci- 
<Jus,  cubierto  de  rocío,  la  misma 
(jue  le  dan  también  Cejador  y 
Menéndez  Pidal.  Algún  funda- 
ii:ento  ha  de  tener  la  acep.  po- 
¡Milar  chilena,  que  es  general  y 
antiquísima  en  esta  tierra.  Re- 
üi^tremos  algunas  obras  e-spaño- 
bis.  El  Quijote,  desde  luego,  di- 
ce: "una  cola  rucia  o  roja  de 
buey"  (p.  I,  c.  XXVII) ;  luego 
riício  y  rojo  son  sinónimos  o 
poco  menos.  Medrano  y  Barrio- 
nuevo,  haciendo  en  ver.so  una 
d&scripción  jocosa  de  la  Ero  de 
Leandro,  dijo: 

Las  pistañaa  y  cejas  v»n  de  vuelo. 
No  las  he  de  pintar  pelo  por  pelo. 
Ni  dividir  mejillas,  frente  y  cuello. 
Que  yo  no  tengo  flema  para  hacetlo. 
liiícift  er?.,  cabos  negros,  la  muchacha. 
¡Mire  el  buen  picador  si  aque'sta  es  tacha! 

rGallardo.  ¡iihUoteca.  t.  H  I.  onl   im). 

Luego,  rucio  .se  aplicó  lanibicn. 
aunque  jocosamente,  a  persona. 
Simonet  insinúa  que  rucio  pue- 
de venir  "del  adj.  latino  rtix- 
sfíuií,  a,  um.  (rojo,  rubio,  en  cu- 
yo .sentido  usó  Cervantes  el  adj. 
rucio,  como  notó  Cabrera,  y  en 
que  hoy  .se  usan  también  el  por- 
tugués ruro,  rojo,  rojizo,  gris 
claro,  y  el  rumano  roxiu." 
/Glosario  fie  voces  ihéricnx  y  la- 
tina»). En  realidad,  /.por  qué 
no  admitir  (pie  rucio,  en  el  cual 
.«e  refundió  tamltién  el  adj.  lati- 
no rusKcu^.   rojo,    tenga   los    <los 


significados  de  roscidus  y  de 
russeus?  Puede  verse  el  art. 
Rosíx  del  mismo  Simonet,  que 
da  mucha  luz  en  este  punto. — 
Véase  Colorín,  na,  con  el  cual 
no  debe  confundirse  rucio.  Ru- 
fo, fa  (rubio,  rojo  o  bermejo) 
tiene  el  significado  de  ambos. — 
En  una  curiosa  relación  en  ver- 
so, publicada  en  el  Boletín  de  la 
Academia  Española  (t.  III, 
pág.  355,  col.  "2),  hallamos  el 
adj.  ruciado,  rfa,  que  no  apare- 
ce en  el  Dice,  y  que  debe  de 
tener  relación   con   ruHo. 

Compre'  una  nnila  rnciaJ» 
En  la  feria  de  León. 

Y  entrando  por  Aillón. 
Dije'ronme  que  era  hurtada 

Y  metie'ronme  en  prisión. 

Ruche,  f.  Señoras  y  modistas 
chilenas,  ¿por  qué  no  os  tomáis 
el  trabajo  de  abrir  un  dicciona- 
rio francés  español  para  que  se- 
lláis el  verdadero  nombre  de 
vuestros  trapos  y  pelitriques? 
Ruche  es  francés  puro,  que  sig- 
nifica "colmena,"  y  en  sentido 
fig.,  "volante,'"  porque  el  volan- 
te, que  es  "guarnición  rizada  y 
fruncida  con  que  .se  adornan 
los  ve--^tidos  de  mujer,"  .se  ase- 
meja en  In  forma  al  panal  de  la 
<"nlmena.  Volante  es  pues  el 
nombre  castellano  del  ru-chc 
francés  y  vulgarizado     rucha. 

Rudimentario,  ría,  ailj.  U- 
.<ado  en  el  art.  Ci'caracho  de 
la  13."  edición  del  Dice,  lia  si- 
do admitido  en  la  H."  como 
igual  a  rudimental,  "pertene- 
ciente o  relativo  al  rudimento  o 
a  los  rudimento.*." 

Rtno.  DA,  adj.  l'-it  castcilano. 
"ilícese  del  qiie  tiene    dificultad 


RUÉ 


RUÉ 


159 


grande  en  sus  potenciaí  para 
percibir  o  aprender  lo  que  e-'rtu- 
dia."  Mas  ¡oh  imperio  del  amor 
propio!  el  rudo  no  quiere  lla- 
marse ni  confesarse  tal  y  echa 
la  culpa  a  la  cosa,  diciendo  que 
el  libro  o  el  estudio  tal  es  el 
rudo,  que  la  ciencia  o  la  lec- 
ción son  las  rudas.  ¡  Ellos  y 
ellas  son  los  difíciles  de  enten- 
der y  sólo  porque  no  quieren  no 
penetran  en  la  inteligencia  tan 
bien  dispuesta  del  estudiante  1 

Rueda,  f.  No  se  llama  rueda 
en  particular,  sino  girándula,  la 
"rueda     llena    de  cohetes     que, 
dando  vueltas  a  la  redonda,  los 
va  despidiendo."' —  Entre  ladro- 
nes y  rateros   se  llama  rueda   el 
zapato.  A    la  vista  está  la    seme- 
janza entre  el  uso  del  zapato  en 
el  hombre   y  el   de  la  rueda   en 
los     vehículos. —    Fig.    y    fam., 
semicírculo  que  forma  la  gente 
que    espera  turno,    por   delante 
y  a  los  lados  del  sacerdote   que 
confiesa. —     Rueda     de     Ixión. 
Loe.  muy  usada  en  la  literatura 
española  y  en  las  demás  roman- 
ces y  que  se  echa    menos  en    el 
Dice.    Ixión,    según    la    Mitolo- 
gía, fué  hijo  de  Júpiter:    admi- 
tido por  éste   a  la    me>  i  de   los 
dioses,    se    atrevió    a  s  ¡licitar    a 
Juno,  esposa  de  Júpiter;  por    lo 
cual  éste  lo  precipitó  al  infierno, 
en  donde  pena  atado  a  una  rue- 
da que  siempre  está  dando  vuel- 
tas con  él.  Casi  todos  los  poetas 
latinos     hablaron    de     este    tor- 
mento, y  también  muchos  espa- 
ñoles;  sólo   citaremos  a  Cen-an- 
tes:  "¿Hay  rueda  de  Ixión  que 
más  presto  se  vuelva  y  atormen- 
te, que  las  prestas  y  varias  ima- 


ginaciones     de     los      temerosos 
amantes?"    iGalafea,   1.   IV). 

Ticiu  t™ga  su  buitre,  y  ansini'üno 
Con  su  rutila  Ephn  no  se  detenga. 

{Quijote,  p.  I.  c.  XIV.  Effión  por  Ixión,  cas- 
[tellanízando  más  el  nombre). 

— Saltar  uno  la  rueda,  fr.  fig.  y 
fam.  igual  a  las  españolas  Salir 
nno  de  sus  casillas  y  Sacar  uno 
los  pies  del  plato.  Está  tomada 
de  las  riñas  de  gallos,  en  las 
cuales  los  gallos  luchan  dentro 
de  una  rueda  (círculo  o  corro) 
formada  por  las  espectadores  y 
fuera  de  la  cual  saielen  saltar 
cuando  se  ven  perdidos. 

RuEDECiTA,  LLA,  f.  Diminu- 
tivos de  rueda.  Usó  el  primero 
el  Dice,  en  la  definición  de  Lu- 
quete, y  con  eso  autoriza  tam- 
bién el  segundo.  Lo  que  indica 
que  no  hay  necesidad  de  cerrar 
el  diptongo,  diciendo  rodecita, 
rodecilla,  como  .se  usa  en  otros 
nombres.  En  la  forma  rodezue- 
la  sí  que  debe  cerrarse,  porque, 
diciendo  ruedezuela,  serían  in- 
so¡)ortables  los  dos  diptongos  en 
lie. 

Ruedero,  m.  Artífice  que  ha- 
ce ruedas  de  carros  y  carruajes. 
Es  corriente  en  Chile,  principal- 
mente en  carrocería,  y  no  le  co- 
nocemos equivalente  en  caste- 
llano. Más  correcto  habría  sido 
rodero. 

Ruedo,  m.  Una  de  sus  aceps. 
castizas  es:  "refuerzo  o  forro 
<-on  que  se  guarnecen  interior- 
mente por  la  parte  inferior  los 
vestidos  talares."  En  Chile  se 
u.«a  malamente  por  bajos,  pl. 
(parte  inferior    del  traje  de    las 


160 


RUI 


RUI 


mujeres,  y  especialmente  de  la 
ropa  interior). 

Ruego,  m.  A  ruego,  loe.  que 
se  usa  con  el  v.  firmar  veis. /ir- 
mn  y  significa  que  la  acción  de 
firmar  se  ha  hecho  por  otra  per- 
sona a  rw-e^o  del  interesado,  que 
no  sabe  o  no  puede  hacerlo.  No 
aparece  en  el  Dioc. 

Rufo,  fa,  m.  y  f.  Dini.  fam. 
de  Rufino,  na. 

Rugirse,  pasivo.  Sonar  ima 
cosa,  o  empezar  a  ■decirse  y  sa- 
berse lo  que  estaba  oculto  o  ig- 
norado. El  V.  es  castizo  en  esta 
acep.,  pero  nó  como  pasivo,  sino 
como  impersonal.  Los  que  se 
usan  como  pasivos  (nó  reflexl- 
va'^,  como  dice  el  Dice.)  son 
sonarse  (susurrarse,  esparcirse 
rumores  de  una  cosa)  y  susu- 
rrarse (empezai'se  a  decir  o  di- 
vulgar una  cosa  secreta  o  que 
no  se  sabía). 

Ruibalbo,  m.  Ruibarbo:  plan- 
ta vivaz  que  se  emplea  mucho 
en  medicina  como  purgante. 

Ruido,  m.  Ser  wás  el  ruido 
que  las  nueces:  "tener  poca 
substancia  o  ser  despreciable 
una  cosa  que  aparece  como 
grande  o  de  cuidado."  Ésta  es  la 
única  fr.  que  trae  el  Dice,  para 
el  ruido  de  las  nueces;  nosotivi?. 
que  tan  aficionados  somos  a  ex- 
tender y  aumentar  nuestra  he- 
rencia lingüística,  hemos  forma- 
do la  loe.  Por  el  mido  dr  In.-^ 
nueces,  que  se  usa  principalmen- 
te con  el  V.  hablar  y  .significa : 
hablar  de  una  cosa  que  se  ha 
oído  sin  lialjcrla  entendido.  Va\ 
cíist-ellano.  Oír  uno  campawis  ¡i 
710  saber  dónde:  "oír  mal,  o  en- 
tender mal  lo  que  oye."' 

Ruiseñor,  m.    Faltan    en    el 


Dice,  dos  aceps.  figurada.s:  per- 
sona que  canta  muy  bien;  poe- 
ta lírico  muy  inspirado.  Un 
autor  español  lo  dijo  de  Caste- 
lar  como  orador:  "Don  Emilio 
Castelar,  el  ruiseñor  de  la  tri- 
buna e,spañola." 

Rnz,  apellido.  ¿Cómo  debe 
lironuneiar.se?  con  acento  en  la 
u  o  en  la  i.  monasílabo  o  disíla- 
Ijo?  En  Chile  decimos  Ruiz  en 
una  sola  sílaba,  y  así  también 
en  España:  pero  antes  se  dijo 
Ri'íz,  en  dos  sílabas,  como  cons- 
ta de  muchos  poetas: 

.)ii.iii  It'ii/:.  n.itaral  de  1;>  Matanv»-.. 
Y  ;i  Fray  .Martín  Itnh,  que  ti\  furibundri... 

(Tal(iivielsr>,    KI     Sagrario     Je    '""loilo.   1. 
XXIII I. 

Sin  embargo,  poco  desj)ués  dice 
el  mismo  poeta,  en  una  sola  sí- 
laba: 

«onvalo  ¡!ul:  llaiii.iil..  .le  Tole'lci. 

Lope  de  A'ega,  en  La  Drafjon- 
Ira.  c.  VIII:' 

AHÍ  era  ver  !aa  Unjas  cíe  Tolci'i» 
De  Fraiiciscí)  Ilny-,  nmestro  rarn. 

Juan  de  la  Cueva,  en  La  Con- 
ijuista  de  la  Bélica,  emplea  tam- 
bién las  dos  maneras,  pero  mu- 
cho miis  la  disílaba.  Enlre  los 
modernos,  el  Doctor  Thebus- 
-^em  escribe  Ruiz,  lo  que  indica 
(|ue  lo  })ronuncia  en  dos  .-sílabas: 
y  ésta  debería  ser  la  pronuncia 
ción  más  conforme  con  la  eti- 
mología Roderirw^,  por  lo  cual 
se  escril)ió  antiguamente  Rojfz, 
Rmx;  pero,  como  la  lengua 
tiende  naturalmente  al    dipton- 


RUL 


RUL 


1(51 


go,  por  eso  se  escribió  y  pro- 
nunció después  i?i(í'2  y  por  eso 
también  hay  apellido  coiiipue^- 
to  Ruidíaz.  Refiriéndose  al 
nombre  del  Cid,  Ruy  Díaz 
de  ^"iva^,  dice  Meuéudez  Pi- 
dal:  ""En  Ruy  ve  Pío  Rajna 
el  representante  del  acento  ger- 
mánico Ródeñch,  mientras  Ro- 
drigo es  de  formación  romana. 
Yo  creo  que  de  ningún  modo 
puede  darse  origen  diverso  a 
estas  dos  formas,  si  las  mira- 
mos, no  aisladas,  sino  en  com- 
paración con  las  dobles  también 
de  otros  nuichos  nombres  pro- 
pios, y  entonces  supondremos  * 
Rodríy  Díaz,  Rodíc  Díaz,  Roy, 
forma  abundante,  y  Ruy.  Pro- 
bablemente el  autor  de  El  Cid, 
en  los  versos  3712,  784.  942, 
950.  diría  Roy,  como  en  el 
912,  que  suponemos  bisílabo, 
como  lo  es  en  Fernán  Gonzá- 
lez 169  b,  460  a.  Y  en  cuanto 
al  acento,  no  podemos  propia- 
mente hablar  de  él,  pues  esta 
forma  es  usada  únicamente  en 
pro{'lisis;  pero,  si  le  pusiésemos 
mi  acento  secundario,  lo  supon- 
dríamos en  la  i,  como  en  el 
moderno  apellido  Ruíz,  lo  cual 
no  quita  que  la  misma  i  pueda 
desaparecer  en  la  mayor  abre- 
viación proclítica,  y  así  halla- 
mos Ro  Díaz."  (Cantar  de  Mío 
Cid,  pág.  170).  Así  también 
agregaremos  nosotros,  apocop^ó 
el  castellano  e  hizo  proclíticos 
los  pronombres  nido,  tuyo  y  su- 
yo antes  de  s. :  mi  libro,  tu  ca- 
sa, su    merced. 

Rulenco,  ca,  adj.  Enclenque, 
desmedrado,  raquítico. —  Patu- 
leco. Véa.se  en  su  lugar. — -Tam- 
bién se  u.'^a,  y  con  más  frecuen- 

Dicc.  de  Chil.,  t.  V. 


cia,  la  forma  suax'izada  rulengo, 
ga.  Ambas  .-e  aplican  a  planta.■^. 
animales  y  personas  y  son  de 
uso  general.—  Lenz  lo  da  como 
derivado  del  araucano  ridu  (vé- 
ase el  siguiente),  por  influencia 
del  castellano  realengo  para  la 
terminación.  Nosotros  creemos 
que  mejor  puede  venir  de  algún 
V.  ai-aucano  formado  de  rulu. 
por  ej..  rule  un;  de  él  se  forma- 
ría rulen  y  según  la  pronuncia- 
ción araucana,  rul'cu,  después 
ruleco,  rulenco,  rulengo.  Tam- 
bién puede  proceder  de  los  arau- 
canos rule,  romadizo,  catarro, 
cerrazón  de  pecho,  pechuguera, 
y  rulen,  e-star  así.  Estas  enfer- 
medades detienen  el  crecirnieir- 
to  y  desarrollo  en  las  aves,  en 
los  demás  animales  y  en  las  per- 
sonas, y  por  eso  no  es  raro  que, 
tomando  el  efecto  por  la  causa, 
se  llamara  desmedrado  y  raquí- 
tico al  romadizado  y  catarroso, 
y  después,  generalizando  más, 
se  aplicara  aun  a  los  vegetales. 
El  Febrés-Astraldi  registra  el  v. 
rulcuün,  f]esplumarse,  caerse  la 
pluma  o  pelo  a  las  aves,  que 
también  pudo  dar  origen  a  ru- 
lenco. 

Ruletita,  f.,  dim.  de  ruleta. 
A'éase  Rodela,  |)euú)t.  acep. 

Rulo,  m.  Viene  del  araucano 
rulu,  \í\<  vegas  o  llanos  húme- 
dos, y  por  es«  conserva  en  algu- 
nas partes  este  mismo  significa- 
do: en  otras,  y  son  las  más,  .sig- 
nifica lo  contrario,  es  decir,  tie- 
rra de  labor  que  no  tiene  riego, 
y  sólo  participa  del  agua  llove- 
diza, en  castellano,  ."¡ecano,  seca- 
dal, sequero,  sequío  (véase  Llu- 
vi.v,  últ.  acep.),  todos  sustanti- 
vos;  secaral,    sequedal    o  seque- 


162 


RTIL 


RUM 


da!  f;innifi<-íiri  KjlaJiit-nte  "lerre- 
iiü  muy  HK-íi."  ¿(Víiiio  .se  exfiÜca 
ecta  (jjHiHitióli  (le  .«iguificaJo? 
"l'üL^lh  jirefuniir)*,  iVue.  D.  Z. 
Ho'ln'ííuez,  que  los  iridim  con- 
vertidor y  cíJiKiuistaflíJh  llama- 
rían jirimeramcnle  «-.mentera» 
de  rulo  u/juella.»  (jue,  jior  hacer- 
w  en  luguren  húmeilo»',  no  wj 
rejialian  porquo  no  liabía  nece- 
hUlái]  (le  reK/irlac;  y  (^ue,  andan- 
do el  liemixi,  cut<  dt»«eiidient<*i 
llamarían  a-í  la-  -iemlifai*  y  lo» 
tcrren'jfc  niinmoH  (jue  no  «•  re- 
^ahan  jtor(|uc  no  podían  rofpir- 
«'."  A^í  vino  a  confundirle  la 
no  necííridad  con  la  impociljili- 
dad.  Cíjnforme  a  cfte  dohle  .-ig- 
niíicado,  hay  varioM  fiuwlíj»  y 
luKarc!'  (|ue  «e  llaman  KlJitilo 
y  Lou-UhIoh. —  De  rulo,  expro- 
díín  qu«í  en  Henti(j(i  príjfíio  «c 
dice  de  \íí'*  tierraíi  «t-oa^  que  no 
tienen  nnÍM  riejío  que  la  lluvia, 
y  de  la»  planüiw  y  írwUm  que  en 
ellan  m  («roducen;  en  i«entido 
/íK.  y  fam.  m-  dice  de  hw  (lerno- 
líUf  que  no  H-  lavan  y  de  lan 
•juc  no  N-  liañan,  y  lainbicn  de 
la»  (pie  no  lidien  licor.  V.w  otro 
hcnlido  mii).  lij;.  aún  la  enijile») 
VTcuña  .Mackcnim  cuando («cri- 
l<i('i:  "\.[f  familiaK  (pie  no  tie- 
nen í-annrc  de  IjKjiorjíucr  non 
familia/»  de  rulo"  (Lo»  ¡A*- 
¡iiri/wr),  {-n  decir,  valen  mm!- 
no^  como  Km  producl(w  de 
la/-  tierra»»  kcciw.  Kípiivocada- 
mentc  dijo  iJodrínuez  ipie  nucK- 
Iro"  liij/oM  de  rulo  Hm  en  ««jin- 
ñol  Iriyon  de  tempero.  Tmipe' 
rii  ''ii.'nilica  'Va/.f'in  y  ln.ena  (Iík- 
p(iMÍci(»n  (pie  ad(piiere  la  tierra 
i(Mi  la  lluvia,  para  lan  ^emento- 
riif  y  liiliorív;"  lo  ipie  no  nuito- 
iic  ipic  eca  mixma  (ierra  vatncti 


de  riego,  .-ino  solamente  que  con 
la  lluvia  queda  .sazonada  y  ttm^ 
perada  para  las  ««enienterafi  y  la- 
boren; lo  contrario  de  intempe- 
rie. "Es  verdad  que  lo.s  árbolm 
pueden  lograrse  de  riego  y  de 
»fcano,"  dijo  Jovellanos  en  s»u 
Ley  ngraria:  no  dijo  (/r  tempero. 
Eaia  expresión  .silo  .dignifica 
que  se  trata  de  un  terreno  bien 
razonadlo  y  tenii>erado,  hu\  ít<\x*- 
cifiearse  .m  de  Buyo  es  de  riego 
o  secano. — Del  h.  rulo  t*e  lia  for- 
mado el  V.  arrular,  a. :  anu-  muy 
bien  un  rulo  para  <pic,  cuando 
reciba  la  lluvia,  m-  empajK-  bien 
y  conserve  la  humedad  píir 
mucho  tiem|»o. 

Ruma,  f.  Montón  de  cosiik  ti- 
rada" o  jiu(5<t4L'<  unas  sobre  otnv*. 
Piu-a  exiircí^ir  esta  idea  hay  en 
eníítellano:  rimero,  rinuí  y  ant. 
rimo  (conjunto  de  cosan  |>\ies- 
iw*  uiia.M  sobre  otras),  ntramillo 
(montón  de  algunas  <-osas  mal 
puesta.*»  uiiat  .sobre  otra-*),  nm- 
fla  o  rtinffoda  (serio  de  viu*ia.s 
cosas  do  una  misma  es|)ecio)  y 
los  geii('*ricos  inontóu  y  pilo. 
Iaih  más  zaCioi-*  dicen  rumba  y 
rumbia.  Lafoiu»  C^uevodo  inter- 
prclii  a  ruma  "montón  de  mo- 
tal;"  y  en  nu<»Hlros  ferrocarrilofl 
se  llama  lambii'n  ruma  por  án- 
tononiii'-ia  lo  gran  )iilii  o  de|>ó- 
sito  de  carbón.  "Lleva  (<s<<  car- 
bón a  lii  ruma; Trae  de  la  ruma 
la  cantidad  necesaria."—  I -a  eti- 
mología i^s  la  voz  (ht  .Marina 
iirruiiiii:  "<livisi('in  ipie  .«e  buco 
en  la  luMlega  de  un  biKpie  \>tirn 
colocar  la  carga,"  ipie  tv*  forma- 
da del  \.  iirruiiKir:  "di-lribuír 
y  colocar  la  carga  «ii  un  bii- 
fpie."- -  l')n  uno  de  Ion  ."oiietos 
con    que     m»    insultJiron    Oña  y 


RUX 


RUM 


lr3 


Sampayo  leemos  una  voz  ruma 
que  no  beiiKX?  hallado  en  otra 
part^  y  que.  por  el  eomexto.  pa- 
ree* signiócar  una  hierba  o  ar- 
busto También  pueble  ser  errata 
de  rama.  He  ao.r.i  el  texto: 


Altiontws*  Frho.  Tteso  el  aao. 
T.  uTUferaniit^  asa  ?«■&  <ie  $a  ^Ayvx. 

Lo  ííSMmi  del  a^rst  dm  P<g*»x 


(En  U«  <^itt 


[f»6.íl». 


Rumaldo,  da,  n.  pr.  m.  v  f. 
Bomualdo,  da.  Por  la  difieul- 
isA  de  pronunciar  el  dipuaigo 
Md  convierte  el  pueblo  en  m  la  o 
de  la  prituera  íilaba. 

Rumanía,  n.  pr.  f.  Asi  dicen 
algunos,  y  lo  decía  también  el 
Dicf.  (13.»  edición)  en  el  art. 
Moldavo,  aunque  en  Rr>toro 
y  V.u_\co  í*  oiirregia  escribien- 
do Ruutania.  que  es  como  debe 
íer.  La  14.*  edición  escribe  iíir 
ma»ia  en  las  tres  parte:?. — No  se 
confunda  a  Run-ftnüi.  reino  de 
Europa,  con  Romania  o  Romti- 
ña.  provincia  de  los  Elstados- 
Pontilicioi?. 

Rrv.vxo.  XA,  adj.  "Natural 
de  Rumania,  t".  u  c.  s.  '  Perte- 
neciente a  esta  nación  de  Euro- 
pa, m.  Lengua  rumana."  Ad- 
mitido por  primera  vez  en  la 
14.»  edición  del  Dice. 

Rumbar  n.  Seguir  un  rum- 
bo, dirección,  camino  o  senda 
det^Tiüuada,  orientarse.  "Me 
largué  a  busc-ar  de  nuevo  a  mi 
cru2,  y  ella  que  lo  íat*  y  se  me 
esconde,  y  yo  rumbando,  amigo, 
hiksta  que  me  encuentro  con 
ella,  escondida  en   un    niaiíal.'' 


(Péreí  Rcisales.  Rtcm^rdos  dtl 
ptifjJí'.  o.  XI D.  Jotabeche  ha- 
bía empleado  antes  rumbiar,  a. 
Véase  Picado,  1."  art.  Otros  di- 
cen rumbear,  como  dicen  tam- 
bién en  la  .Vrgentina- 

RviíiAR,  a.  Dale  el  puebk»  la 
iwep.  tig.  de  rezongar  o  refun- 
fuñar. "¿Qué  estás  rumiando?" 
La  tig.  c-astiza  es:  "t-onsiderar 
despacio  y  pensar  con  re- 
flexión y  madurez  una  cosa."' 
— Según  Sicilia  y  Salva.  « 
conjuga  este  v.  yo  rumio; 
"niíis  quizá  no  podrían  sus- 
i«itarse  con  muchas  ejemplos 
de  los  clásicos:  no  conoce- 
mos ninguno  que  los  abone,  pe- 
ro por  el  momento  se  nos  ofre- 
c-en  los  siguiente?  en  conoa  fun 
verso  de  B.  L.  de  Argeasola  y 
otro  de  Quevedo.  en  que  se  ve 
que  pronunciaban  rumien  y  ru- 
mia]."  Asi  Cuervo.  El  Dic-c,  di- 
ce también  nmña  en  todas  par- 
tea, y  así  mismo  Don  Antonio 
de  Solís: 

Asaque  Ir  evajt  «s  «áor  o  saa  eoaeba^ 
.\priea.  maerde.  m.TiM.  nUiS>.-a.  nvcda 
Con  díeBses.  mi  cua  perlas. 

Para  decir  rumia  sería  necesa- 
rio que  hubiera  un  s.  o  adj.  de 
la  misma  raíz  y  con  ac-ento  en 
la  í. — El  vulgo  chileno  dice 
rumeo.  rumea,  como  el  de  Ciu- 
dad— R'xiriáo.  <ie  España. 

Rumorearse,  pas.  Es  v.  forma- 
do de  rumor  ^voz  que  corre  en- 
tre el  públic-o)  y  lo  usan  los  dia- 
rios chilenos  en  el  mismo  signi- 
ík-ado  que  rugirse.  Véase  más 
atrás.  En  España  lo  usó  tam- 
bién   la  Condesa  de  Pardo    Ba- 


RUN 


RUN 


záii :  "A  pe-ar  de  su  deseo  de 
guardar  el  incógnito,  la  aente 
le  adivinaba  y  rumoreaba  a  su 
paso."  (Zorrilla,  II).  La  acep. 
DO  es  igual,  pero  el  v.  es  el 
mismo. 

Rumoreo,  m.  Postverbal  del 
anterior.  Basta  con  rumor  o 
runrún,  o  el  pl.  rumorea. 

Rumpa,  f.  En  la  provincia 
de  Coquimbo,  (juifca  un  poco 
menor  que  la  lormata  y  que  da 
por  fruto  el  copao. 

RuMPiAT.\,  f.  Brigdesia  inci- 
■ñfolla  Bert.,  de  la  familia  de 
las  sapindáceas.  "Arbusto  de 
uno  a  tino  y  medio  metros  de 
alto,  con  hojas  alternas,  senci- 
llas, dentada.'^,  flores  pequeñas 
amarillenta.-;,  y  una  cápsula  con 
tres  lóbulos  alados.  Es  bastante 
abundante  en  las  provincias  de 
Coquimhto,  Aconcagua,  etc." 
(Philippi).  También  halilan  de 
él  Gay  y  Murillo.  Pei-sonas  en- 
tendidas de  la  provincia  de  Co- 
quimbo nos  han  asegurado  que 
allá  el  nombre  es  rumpiato,  m. 
— La  etimología  puede  .<er  la 
discurrida  por  Lenz:  el  qui- 
chua rnmi,  piedra,  y  p'afay,  es- 
tallar, reventar,  abrirse,  desj^e- 
diiv^e ;  lo  que  daría  el  sentido  de 
planta  rompepiodras  o  revienta- 
piedras. 

Rumpo,  pa,  adj.  En  la  pro- 
vincia de  Coquimbo,  dícese  de 
la  per.«ona  que  tiene  el  cabello 
cortado  al  rape,  o  por  lo  menos 
muy  corto.  Algunos  dicen  rum- 
bo, ba,  más  suave. — No  le  ha- 
llamo.s  etimología  aceptalile. 

RcNGiR,  m.  Varita  de  made- 
ra, como  de  tres  decímetros  de 
largo,  que.  jtmta  con  otras  de 
la   iiiisnia  cla.«e  v  nt^ida.-  en    ma- 


nojo, sirve  para  revolver  en  la 
callana  lo  que  se  tuerta.  "Mazo 
de  palitos  a  manera  de  escoba." 
dice  el  P.  Ovalle  (Histór.  relu- 
cían, 1.  III,  c.  III).  í'.  m.  en  pl. 
— Pl.  En  árboles  y  en  sembra- 
dos, puntas  y  tallos  duros,  des- 
nudos de  sus  hojas,  brotes  y  de- 
más parte  tierna  a  causa  de  las 
aves  e  insectos  dañinos. — Tron- 
clios  de  hortalizas,  ilcsjiojados 
también  de  sus  hojas. —  En  plu- 
meros y  escobas  viejas,  cañones 
de  pluma,  cañas  y  palillos  pela- 
dos.—  Con  estas  últimas  aceps. 
.«e  entenderán  liien  las  frases  fa- 
miliares No  dejar  ni  los  run- 
gues. No  quedaron  sino  los  run- 
gues, y  que  en  sentido  fig.  se 
dicen  de  los  desperdicios. —  La 
voz  viene  del  araucano  rugi,  los 
colehues  (Febrés),  porque  los 
rnnfivrs  de  la  1.'  acep.  son  ge- 
neralmente de  colihue  para  que 
duren  y  resistan  más.  Como  en 
esta  acep.  designan  im  objeto 
propio  del  país.  del>e  aceptarse 
en  ella  esta  voz  como  chilenis- 
mo. Los  nombres  toponímicos 
derivados  de  rungue  son:  Run- 
gue, fundo  y  estación  del  ferro- 
carril de  Santiago  a  Valparaíso, 
y  quebrada  del  departamento 
de  Illapel:  Riñihne.  Reñihu-e  o 
Rrnilnie.  estuario,  lago  y  vol- 
cán del  deparlKiiíiento  de  Valdi- 
via ;  aunque  éstos  pueden  deri- 
varse también  de  renu,  cueva; 
C  a  r  i  r  r  ¡  n  gue  y  f  a rí i-riñe. 
(rungue  o  colihue  verde),  fun- 
dos del  departamento  de  \'aldi- 
via. 

Runguear,  n.  V.n  árldlo.-^  y 
sembrados,  comer  los  rungues. 
— Fig..  comer  los  de.''oclios  o  es- 
cíinioclia-:. —   Meterse     un    hom- 


RUN 


RURR 


bre  con  mujeres  de  última  cla- 
se.— Véase  el  siguiente. — Es  v. 
forii.;i>iii  .'o¡   ~.   vdngae. 

Rungueo,  m.  "'Aquel  caballo, 
el  que  Bla.-  montaba,  lo  tenían 
para  el  rungueo  de  los  anima- 
les. ¿Rungueo?  Hermosa  pala- 
bra. ¿Qué  quiere  decir?  pregun- 
tó Rafael.  Pues,  que  sirve  sólo 
para  runguear,  que  no  puede 
hacer  viajes  largas."'  (P.  B.  Gál- 
vez,  Una  victoria,  VI).  Véast 
Rogueteo  y  Roguetear,  que  son 
más  usados  en  esta  acep.  y  de 
los  cuales  es  una  simple  con- 
fusión   l:i    voz  rungueo. 

RrxRÚx,  m.  Nombre  corrien- 
te en  Chile  para  nombnu'  la 
bramadera  ( pedazo  de  tabla  del- 
gada, en  forma  de  rombo,  con 
un  agujero  y  una  cuerda  atada 
en  él,  que  usan  los  muchachos 
como  juguete.  Cogida  esta  cuer- 
da por  el  extremo  libre,  se  agi- 
ta con  fuerza  en  el  aire  la  tabla, 
de  modo  que  forme  un  círculo 
cuyo  centro  sea  la  mano,  y  ha- 
ce ruido  semejante  al  del  brami- 
do o  del  viento).  El  runrún  de 
los  niños  del  pueblo  suele  ser  de 
hoja  lata,  de  cascara  dé  cala- 
baza, de  cartón,  y  a  veces,  de 
un  simple  botón  u  hormilla, — 
Ave  chilena  (liquenops  perspi- 
cillata) ,  de  talla  algo  mayor 
que  la  diuca,  pero  de  color  muy 
diverso.  El  plumaje  del  runrún 
macho  adulto  es  enteramente 
negro,  a  excepción  de  las  plu- 
ma.s  grandes  de  las  alas,  que 
son  de  un  blanco  limpio.  I^a 
hembra  es  de  color  bruno  ne- 
gruzco. Lo  que  más  llama  la 
atención,  al  examinar  esta  ave, 
es  el  color  amarillo  de  la  mem- 
brana que  rodea  el  ojo.  Este  c<> 


lor  .se  pierde  con  el  embalsa- 
mamiento. Vive  en  las  vegas  y 
en  la«  orillas  de  los  ríos;  en  el 
verano  se  encuentra  hasta  en  la 
provincia  de  Concepción,  pero 
para  invernar  se  va  al  Norte.  Su 
piincipal  alimento  lo  constitu- 
yen los  insectos.  (Reed). — En 
ambas  aceps.  la  voz  es  onoma- 
topéyica  y  debe  aceptarse  como 
provincialismo  de  Chile.  En 
Costa-Rica  llaman  ronrón  a  la 
bramadera.  Runrún  significa  en 
castellano  "rumor,"  y  nada 
más. 

Runrunearse,  pasivo.  Véase 
Rumorearse.  Es.  v.  formado  del 
runrún  castellano  y  usado  prin- 
cipalmente por   los  periodistas. 

Runruneo, m.  Acción  o  efecto 
de  runrunearse. —  Ruido.  "El 
runruneo  de  los  garrotes  esgri- 
midos por  los  aires,"  leemos  en 
un  diario  chileno,  en  un  artícu- 
lo jocoso. 

Rurín,  m.  En  Chiloé,  abeja. 
Del  araucano  dulliñ,  abejas 
( Cavada ) . 

Rurrupata,  f.  Canto  de  cuna 
o  nana  con  (lue  se  arrulla  a  los 
niña=.  Es  voz  generahsima  en 
Chile  y  la  i'inica  usada  para  es- 
to, lie  aquí  las  estrofas  más  co- 
nocidas. 

A  1,1  rurrupata. 
Que  pari(>  la  gata 
CÍDC«  borriquitos  [var.  garrapitos] 
Y  una  gilrapata. 

Dncrmcte.  niñito, 
Duérmete  por  Difis, 
Por  l'ts  cipachitos 
De  'Jan  Juao  de  Dios. 

Duc'rniete.  niñito. 
Que  tengo  que  hacer: 
Lavar  las  mant-illas, 
Sent  irire  a  coger. 

Due'rmete.  niñito. 
Que  r',e:  c  >•■•  el  toro 


166 


RURR 


RTIRR 


Con  5U3  pies  de  plata. 
Sus  cachitos  de  oro 

[Var.  Que  viene  la  vaca 
Con  sus  astas  de  oro 

Y  sus  pies  de  plata] . 
Señora  Santa  Ana, 

Que  dicen  de  vos, 
Que  sois  soberana 
y  abuela  de  Dios. 

Señora  Santa  Ana. 
¿Por  que'  llora  el  niño? 
— Por  una  manzana 
Que  se  le  ha  perdido. 

— Anda  a'láa  mi  casa, 
Yo  te  daré'  dos: 
Una  para  el  niño 

Y  otra  para  vcjs. 
Señora  Santa  Ani. 

Enciende  la  vela. 
Para  ver  quie'n  anda 
Por  la  cabecera. 

— Los  ángeles  3<in, 
Que  andan  a  carreras, 
En  busca  del  niño, 
Que  vaya  a  la  escuela. 

Señora  Santa  Ana, 
Carita  de  luna, 
Duernicnie  este  niño 
Que  tengo  en  la  cuna. 

María  lavaba 

Y  Jos<?  tendía 

Y  el  niño  lloraba 
Del  frío  que  hacía. 

María  lavaba 
Los  ricos  paftale.* 

Y  José  tendía 
Por  los  romerales. 

María  lavaba 
Las  ricas  mantillas 

Y  Josr  tendía 
Por  las  maravillas. 

Señor  San  Joaquín, 
AlfeVer.  mayor. 
Bate  la  bandera. 
Que  pasa  el  .Señor. 

El  Señor  pasó, 
Nadie  lo  sintiif, 
Sola  la  bandera, 
Sola  se  batid. 

Este  niño  lindo 
Tiene  buen  dormir. 
Cierra  los  ojitos 
Y  los  vuelve  a  abrir. 


Esta  guagua  linda 
No  quiere  dormir. 
Porque  no  le  traen 
Flores  del  jardín. 

En  España  hay  innumerables 
canciones  de  cuna  semejantes  a 
ésta,  y  haáta  Lope  de  ^'ega  no 
se  avergonzó  de  escribir  una  a 
lo  divino,  puesta  en  boca  de  Mar 
ría  para  el  Niño  Dios;  y  es  co- 
mo sigue: 

Pues  andáis  en  las  palmas, 

Ángeles  santos, 
Qm  se  duerme  mi  niño, 
Tened  los  ramos. 
Palmas  de  Belon. 
Que  mueven  airados 
Los  fuiiosos  vientos 
Que  suenan  tanto. 
No  le  hagáis  ruido. 
Corred  más  paso; 
Que  se  duerme,  etc. 
El  Niño  divino. 
Que  está  i-ansado 
De  llorar  en  la  tierra 
l'or  su  descanso, 
Sosegar  quiere  un  p  'CO 

Del  tierno  llanto. 

C¿Hc  se  duerme,  eto. 
Rigurosos  hielos 

Le  esUiu  cercando; 

Ya  veis  que  no  tengo 

Con  que'  guardarlo; 

Ángeles  divinos 

Que  vais  volando. 

Une  se  duerme  mi  niñ.i. 

Tened  Ins  rnmns. 

Más  hermosa  aún  es  otra,  que 
compuso  en  italiano  San  Alfonso 
María  de  Ligorio,  y  que  puede 
traducirse  así: 

Suspenden  los  cielos 
Su  grata  armoní». 
Cuando  hace  María 
Dormir  a  Jesús. 

Con  célico  acento 
La  Virgen  más  bolla 
Que  fúlgida  eatrella. 
Cuotibale  así: 


RURR 


RURR 


167 


¡Mi  Dios  y  mi  Hijo, 
Tesoro  hechicero! 
Tú  duermes,  yo  muero 
Prr  tanta  belJad. 

Durmiendo.  Bien  mío, 
No  escuchas  mi  acento; 
}Ias,  sólo  tu  aliento 
Fuego  es  para  mí. 

Tus  ojos  cerradas 
Mi  pecho  traspasan. 
¿Y  abiertos?  Me  abrasan 
En  fuego  de  «n  or. 

Tus  róseas  mejillas 
Me  roban  la  calma; 
¡Dios  mío,  mi  alma 
&e  muere  por  Ti! 

Perdona,  Bien  mío, 
No  puedo  dejarte: 
Me  obliga  a  besarte 
Tu  labio  sin  par. 

Se  calla,  y  al  pecho 
Estrecha  al  Infante, 
Y  un  ósculo  amante 
Le  imprime  en  la  faz. 

Despierta  el  Amado, 
y  todo  amoroso. 
Con  rostro  gracioso 
Miróla  y  sonrió. 

¡Oh  cielos!  la  Madre. 
Al  ver  tal  mirada, 
Sa-'ta  acerada 
En  su  alma  sintiií. 

¿Y  tú  no  te  ablandas, 
Oh  dura  alma  mía, 
Al  ver  a  María 
Morir  por  Jesús? 

¿Que  esperas,  que'  piensas? 
La  humana  belleza 
Es  fango  y  vileza, 
Y  más  vales  tú. 

Ya  siento  en  mi  pecho 
Arder  amor  vivo: 
Soy  vuestro  cautivo, 
María  y  Jesús. 

Si  tarde  os  he  amado. 
Bellezas  divinas. 
Eternas  y  finas 
Mil  pruebas  dar^. 

El  Hijo  y  la  Madre, 
El  Lino  y  la  Rosa... 
_No  quiero  otra  cosa 
No  quiero  otro  amor. 


La  Planta  y   el  Fruto, 
El  Fruto  y  la  Hanta... 
Ya  nada  me  encanta 
Como  ellos  aquí. 

No  busco  ya  amigos. 
Ni  premios  anhelo: 
Su  amor  es  mí  cielo. 
Mi  premio  es  su  amor. 

— La  etimología  es  el  castellano 
ro,  "voz  de  que  se  usa  repetida 
para  arrullar  a  los  niños"  y  de 
la  cual  se  formó  rorro,  "niño 
pequeñito."  que,  según  el  Dice, 
de  Autoridades,  "llámase  así, 
porque  las  amas,  cuando  le 
quieren  dormir,  le  arrullan  can- 
tando A  la  ró,  ró."  Por  eso  Que- 
vedo,  en  son  de  burla,  escribió: 
"¡Ay  el  angélico,  y  a  10  ro!'' 
(El  Entremetido  y  la  Dueña); 
así  mismo  Bretón  de  los  Herré- 


Basta  que  en  sus  entrañas  atesore 
Trasunto  de  papá,  candido  infante, 
Que  crezca  y  se  rebulla  y  nazca  y  IVnc 
Y  pida  teta,  y  que  el  ro,  ro  le  cante. 


{La  Da 


II) 


Cejador  dice  que  ruru,  rumor 
sordo,  no  es  más  que  el  eúskaro 
(o)  rru,  (o)  rro,  repetido  (o) 
rrurru.  (Tomo  R,  pág.  569). 
Membreño,  de  Honduras,  y 
Arona,  del  Perú,  dan  a  rurrú, 
que  es  como  dicen  en  ambas 
partes,  la  misma  etimología 
que  nosotro.s.  La  segunda  parte 
del  vocablo,  pata,  parece  haber- 
se agregado  por  consonancia  so- 
lamente, o  quizás  sea  el  nombre 
de  la  hembra  del  pato,  a  cuyo 
andar  se  parece  el  movimiento 
oscilatorio  que  se  da  a  la  cuna 
del  rorro.  Para  esto,  sépase  que 
la  cuna  de  los    niños    quichuas 


168 


RUS 


RUT 


"era  un  banquillo,  mal  aliñado, 
de  cuatro  pies,  y  el  un  pie  era 
más  corto  que  lo.«  otros,  para 
que  ¡?e  pudiese  mecer."  (Garci- 
laso,  Coment.  reales,  p.  I,  1.  IV, 
c.  XII).  Esta  forma  de  la  cuna 
la  hace  más  semejante  al  andar 
de  la  pata.  No  creemos  que  de- 
ba pensarse  en  el  atacameño 
patta,  madre,  porque  esta  len- 
gua, limitada  a  una  región  rela- 
tivamente pequeña,  no  tuvo  in- 
fluencia en  el  lenguaje  chileno. 
Más  posible  sería  el  quichua  pa- 
ta, grada,  altibajo¿¡,  por  los  mo- 
vimientos que  dan  las  niñeras 
a  los  niños  de  pecho  para  ador- 
mecei'los,  o  por  la  forma  de  la 
cuna  araucana,  que  es  una  espe- 
cie de  escalita,  en  que  se  ata 
al  niño.  Hasta  el  grave  Doctor 
y  Padre  de  la  Iglesia  San  Jeró- 
nimo hizo  alu.sión  a  estos  can- 
tos de  cuna  en  su  famosa  Carta 
a  Ileliodoro.  "Forsitan  et  laxis 
ubenim  pellibus  mater,  arata 
rugis  fronte,  aniiquum  referens 
mamma!  hUafre  congeminet." 
Lallarc,  cantar  el  la,  In,  la,  lla- 
mó con  expresiva  voz  esta  clase 
de  cantos. 

Rusificar,  a.  Comunicar  las 
costumbres  rusas. — r.  Tomar  es- 
tas mismas  costumbres.  "Si  el 
moiscovita  está  empeñado  en 
rusificar  las  provincias  alema- 
nas del  Báltico,  da  por  excusa 
que  los  germanos  quedaron  en 
crx^tas  pertenecientes  a  la  inun- 
dación   a«lava."     (Ca^stelar) .    Es 


v.  digno  de  ser  admitido.  \'éase 
Izar  (Verbos  en). 

Rusticidad,  rustiquez  o 
RUSTIQUEZA.  Calidad  de  rústico. 

Rústico,  ca,  adj.  .-1  la  rústi- 
ca. En  rústica,  modos  adverbia- 
les: "tratándose  de  encuadema- 
ciones o  libros,  a  la  ligera  y  con 
cubierta  de  papel."  En  rama, 
m.  adv. :  "aplícase  a  los  ejem- 
plares de  una  obra  impresa  que 
aun  no  se  han  encuadernado." 
Como  se  ve,  hay  mucha  dife- 
rencia  entre   ambos   modismos. 

Ruth,  n.  pr.  f.  Rut.  Muchos 
años  ha  que  el  castellano  renun- 
ció a  la  h  cuando  se  une  con  la 
t,  porque  en  .su  fonética  no  tie- 
ne ningún  valor.  Por  e?o  ya  na- 
die escribe  Nazareth,  Esther, 
Martha,  Sabaoth,  a  no  .ser  los 
rezagados  y  los  anticuarios.  En 
su  lugar  V  en  Libro  escribe  el 
Dice.  Rut. 

Rt:tulo,  la,  adj.  Individuo 
de  un  pueblo  del  antiguo  Lacio, 
cuya  capital  era  Árdea,  y  su 
rey,  Turno,  que  fué  quien  re- 
sistió la  conquista  emprendida 
por  Eneas,  ü.  m.  c.  s.  m.  y  en 
pl. —  Inmortalizado  este  nom- 
bre por  Virgilio,  debe  pasar  al 
Dice.  También  lo  cita  Ovidio 
en  sas  Metamorfosis   (1.   XV)  : 


L»  gente  de  lo»  Rúlulo$  iiití-nta 
Sin  la?  etolias  armas  la  batalla. 


(Trarturiión  de  Sánchei  Vi.'>n,\). 


S.  Muy  digna  de  estudio  es 
en  el  lenguaje  chileno  esta  con- 
sonante. Además  de  confundirse 
su  sonido  con  el  de  la  2  y  c  sua- 
ve, casi  nunca  la  pronuncia  él 
pueblo  como  frica.tiva,  sino  co- 
mo mera  aspiración,  y,  en  algu- 
nos casos  la  suprime  enteramen- 
te. La  razón  de  esto  es  el  no 
existir  esta  letra  en  la  lengua 
indígena  o  araucana;  por  eso  el 
araucano,  en  las  palabras  que 
le  tomó  al  castellano,  convirtió 
la  s  y  z  en  ch:  cheñora  o  chiñiM- 
ra  (señora),  raanchana  (manza- 
na), chilla  (silla)  ,  charahuilla 
(zaragüelles),  chompiru  (som- 
brero), cachilla  (trigo  de  Casti- 
lla). El  caso  más  notable  de  es- 
ta transformación  e.-^  el    de  san- 


cho en  chancho,  voz  cjue  al  fin 
admitió  el  Dice.  Véase  nuestro 
art.  Chancho.  El  castellano 
conv-irtió  también  la.  s  en  ch  en 
vai'ias  voces  tomadas  del  latín: 
chiflar  (sifilare),  chillar  (sibi- 
lare) ,  chapodar  (supputare) ; 
en  otras  subsiste  todavía  la  do- 
ble forma:  chamarra  y  zamarra, 
choclo  y  zoclo  (del  latín  soccur 
lus),  chapuzar  y  zapuzar,  chi»- 
me  y  cisma  (del  latín  schisma). 
Analicemos  ya  los  distintos  ca- 
sos que  presenta  el  uso  de  la  s 
en  Chile.  1.°  Se  convierte  en  h 
aspirada  al  principio,  en  medio 
y  al  fin  de  dicción :  "Hí,  heñor, 
voy  a  cohechar  muchah  papah." 
Pero  así  hablan  solamente  los 
más  palurdos.  Mas,  cuando  la  s 


SAB 


está  de-Tiuéí  de  I,  n,  r,  o  articu- 
lada con  diptongo  o  triptongo, 
toma  su  sonido  legítimo,  aun- 
que más  suave  que  en  el  buen 
castellano:  Al  sol,  ansia,  arsé- 
nico, su^lo,  suave.  El  pronun- 
ciarla mal  al  fin  de  palabra  es 
defecto  general.  esi>ecialmente 
en  los  pronombres  y  adjs.  que 
prec-eden  al  s.  :Mih  libros,  todoh 
tuh  bienes.  El  español  suele 
omitirla  antes  de  rr;  y  por  eso 
Gonzalo  Correas  escribió:  "Su- 
cede también,  y  en  castellano  se 
escurecen  y  pierden  algunas 
consonantes  antes  de  otras:  la  s 
antes  de  rr  nunca  suena,  ni  an- 
tes de  otra  s,  porque  ansí  deci- 
mos: Lo  Romanos,  lo  reyes,  lo 
rábanos,  lo  robles,  la  ranas,  aun- 
que escribimos  los  Romanos,  los 
reyes,  los  rábanos,  los  robles,  las 
ranas."  (Arte  grande,  pág. 
257).  Nuestro  pueblo  no  la  su- 
prime del  todo  en  este  caso,  si- 
no que  la  aspira. — 2.°  Antes  de 
/  la  suprime:  afalto,  fóforo,  Te- 
léforo.  Véase  F. — 3."  Antes  de 
6  o  f  la  convierte,  aunque  no 
siempre,  en  /-■  refalar  (resba- 
lar), dif arlar  (desvariar).  Véa- 
.se  F. — 1.°  Antes  de  g  la  convier- 
te en  ;'.•  nejo  (riesgo),  neja 
(nesga);  lo  mismo  hace  con  la 
2  antes  de  g:  hallajo  (hallazgo). 
Véiwe  G,  6."  Agregues©  cijo,  de 
cisco. — 5."  La  suprime  antes  de 
(I  y  /.-  juridición,  Fautino,  cáu- 
tico,  Etanislao,  y  má.-  alireAÍa- 
do,  Tanislao ;  taquilla,  de  esta- 
qiulla;  estar,  que  pierde  la  pri- 
mera sílaba  en  toda  su  conjuga- 
ción :  sin  emVjargo,  en  algunas 
voces  la  c<)nser\a,  como  asta  y 
hasta,  muta,  costilla,  costara- 
costumbre.  También  la  suprime 


después  de  r;  perpicacia  (pers- 
jyieacia),  supertición  (supersti- 
ción).— B.°  La  /,  articulada  in- 
versamente en  aritmética  y  lo- 
garitmo, se  con\"ierte  en  s.  Así 
Gonzalo  Correas  dijo  también 
arísmética,  y  rídmica  por  rít- 
mica, Edna  por  Etna. — 7."  Se 
agrega  indebidamente  en  des- 
vengar, desvastar  (por  confun- 
dirlo con  desbastar),  Benjasmín 
(por  semejanza  con  jazmín) , 
desrumbar. —  8."  Ha  cedido  erra- 
damente su  lugar  a  la  2  en  al- 
gunos nombres  y  apellidos,  co- 
mo Baltazar,  Chávez,  Fuenzali- 
da,  Meza,  Pavez,  Quiroz,  Que- 
zada,  Sanhueza. — 9."  Fuera  de 
los  apellidos  extranjeros  que  co- 
mienzan con  s  líquida  (Spenter, 
Schmidt.  Smith,  Spira,  Sbarbi), 
destiérre.*e  la  mala  costumürt 
de  escribir  como  en  las  otras 
fengiüís  ciertos  nombres  que  ya 
tienen  forma  castellana  :schema 
(e.-^'juema),  stádium  (estadio), 
stiátum  (estrato),  sport  (depor- 
te). 

S.\BÁ,  n.  pr.  de  ciudad.  Capi- 
tal de  la  Arabia  Feliz;  célebre 
por  la  reina  que  visitó  a  Salo- 
món.— Sabas,  .santo  del  marti- 
rologio, abad.  Don  Sabas  es  el 
nombre  del  cura  que  inmortali- 
zó Pereda  en  su  novela  Peñas 
arriba. 

Sábado,  m.  Faltan  en  el  Dice. 
las  e.xpresiones  Sábado  de  gloria 
y  Sábado  santo,  que  significan 
lo  mismo,  esto  es,  el  sábado  de 
la  .semana  .santa  o  mayor.  Fal- 
tan también  Lunr/i  santo  y  Mar- 
te* santo. — No  hatj  sábado  sin 
sol  ni  lunes  (o  i'i/rja)  .<<in  arre,- 
bol:  refrán  chileno,  que  .-^  en- 
tiende en  su   sentido  literal  v  .s; 


SAB 


SAB 


171 


dice  principalmente  en  invier- 
no, que  es  cuando  más  se  dese- 
an los  días  de  sol.  El  Dice,  lo 
trae  en  form^  y  significado  dis- 
tintos: Ni  sábado  sin  sol  ni  mo- 
za sin  amor  (o  ni  vieja  sÍ7i  arre- 
bol) :  "refrán  que  se  aplica  a 
cualquiera  cosa  que  regular  y 
frecuentemente  sucede  en  deter- 
minados tiempos  o  personas." 

Sábana,  f.  Pieza  de  ropa  de 
la  cama;  y  otrac  aceps.  má.s. — 
Santa  Sábana:  aquella  en  que 
envolvieron  a  Cristo  pai-a  poner- 
le en  el  sepulcro.  El  Dice,  dice 
Sábana  santa. — No  se  confunda 
sábana  con  sabana:  "en  Amé- 
rica, llanura,  en  especial  .-^i  es 
muy  dilatada,  sin  vegetación  ar- 
bórea." E.sta  segunda  es  voz  ca- 
ribe, "que  creemos  representaría 
más  genuinamente  su  verdadera 
fonética,  escribiéndola  con  z,  ya 
que  los  autores  de  la  época  de 
la  conquista  decían  zabana  y 
Rabana,  o  zavana.  y  pavana." 
(Zayas  y  Alfon.so,  Lexicografía 
antiJInnii ). 

Sabanilla,  f..  dim.  de  sábana. 
En  Chiloé.  tejido  de  lana  de 
oveja  muy  fino  y  que  se  emplea 
como  cobertor.  Se  le  usa  como 
sábana  entre  la  gente  meneste- 
rosa, y  entre  la  más  acomodada, 
se  extiende  inmediatamente  so- 
bre la  sábana  que  cubre  el  cuer- 
po. E.-Í  un  trabajo  notable,  que 
muchas  veces  compite  con  las 
frazadas  importadas  del  extran- 
jero. (Cavada). 

Sabaot  (De).  Expresión  to- 
mada del  hebreo  y  que  significa 
"de  los  ejércitos."  Es  usada  por 
los  traductores  de  la  I5iblia,  por 
los  autores  eclesiásticos  y  piado- 
sos, y  aun    por  los   poetan.  "Re- 


petía nmchas  veces:  Santo,  san- 
to, santo  Dios  de  Sabaoth,  ten 
misericordia  de  los  míseros  hijos 
de  Eva."  (Sor  María  de  Agreda, 
Mística  Ci-udad,  p.  III,  1.  Vil, 
n."  351).  "Santo,  santo,  santo  es 
el  Dios  de  Sabaoth,  de  los  ejér- 
citos celestiales."  (Ibíd..  1.  VIII, 
c.  IV,  n.°  449).  "Sabaoth,  dice 
Vigouroux  en  su  Dictionnaire 
de  la  Bible,  es  forma  helenizada 
de  la  palabra  hebrea  Sebaoth, 
plural  de  Seba,  que,  precedido 
de  Elohim  o  de  Jehová,  es  uno 
de  los  nombres  de  Dios ...  La 
palabra  Saba.oth  jamás  se  ha  em- 
pleado sola  como  nombre  de 
Dios  en  la  Escritura,  sino  como 
complemento.  .  .  Seba,  emplea- 
do como  nombre  común,  signi- 
fica una  multitud  organizada, 
por  con.sigiiiente,  ejército,  y,  por 
extensión,  tropa,  ejército  en 
sentido  fig. ;  por  eso  los  ángeles 
o  tropas  angélicas  son  llamados 
Seba  hassaviainv,  el  ejército  ce- 
lestial, y  así  mismo  los  a.'íiio.->. .. 
Los  autore*  sagrados,  al  llamar 
a  Dios  Jeuová  Sebaotli,  nos  lo 
representan  teniendo  a  sus  órde- 
nes, para  ejecutar  sus  volunta- 
des, un  ejército  celestial,  como 
los  reyes  de  la  tierra  tienen  un 
ejército  terrestre,  y  quizás  por 
este  motivo  no  aparece  esta  de- 
nominación en  Israel  sino  des- 
pués de  haberse  constituido  en 
reino..."  Debe  admitirse  Sa- 
baot en  el  Dice,  como  ya  lo  es- 
tán A  donar,  .Jehová,  Querubín, 
Serafín  y  tantas  otras  voces  he- 
breas. 

Sabatina,  f.  fam.  Zurra,  fel- 
pa, azotaina. — Bulla,  confusión, 
"E,<to  se  volvió  o  está  hecho  una 
sabatina." —  El  origen  de  estas 


172 


SAB 


SAB 


acepí.  chilenas  no  puede  ser  si- 
no la  3.*  de  las  que  en  castellano 
tiene  sabatina,  es  decir:  "ejer- 
cicio literario  que  se  usaba  los 
sábados  entre  los  estudiantes  a 
fin  de  acostumbrarse  a  defender 
conclusiones."  No  hay  que  agu- 
zar mucho  el  ingenio  para  dis- 
currir cómo  ese  ejercicio  litera- 
rio se  convertiríó  en  zurra  o  fel- 
pa para  los  estudiantes  remolo- 
nes o  poco  aprovechados,  y,  en 
muchos  ca-^os,  en  bulla  y  confu- 
sión para  todos.  Fundado  en  es- 
ta acep.  castellana,  llamó  un 
diario  de  Concepción  fíibatinaii 
luios  artículos  de  crítica  amena 
(jue  publicaba  todos  los  .-vibados. 

Sabatista,  com.  Individuo 
de  una  secta  protestante  que 
^iantifica  el  sábado  en  vez  del 
iloniiugo.  Hace  falta  en  el  Dice. 

Sabaya,  f.  En  la  provincia  de 
Tarapacá,  guiso  de  mazamorra 
de  harina  de  maíz  con  pedacitos 
de  tocino,  de  chanpd  y  otros 
condimentos.  También  se  le 
a.gregan,  al  tiempo  de  .servirlo  y 
para  darle  mejor  sabor,  ciertas 
piedras  volcánicas  que  abinidan 
allá. 

•Saber,  a.  y  n.  ¿Lleva  este  v. 
e.xpresa  o  nó  la  prep.  «  cuando 
rige  complemento  de  lugar  a 
donde?  Si  .se  trata  de  nombre 
propio,  no  hay  duda  que  debe 
ir  expre«i:  "<SV  «  Vnlporaiso; 
No  se  a  Bv^nos- Aires;"  esto  es: 
Sé  o  conozco  el  camino  que  lle- 
va a;  .sé  cómo  se  va  a;  sé  ir  a, 
Tratiindose  de  nombres  comu- 
neíi,  es  vario  el  uso  de  los  dá.si- 
cos:  unos  jionen  la  jireji.  y  otra* 
la  suprimen.  "É-sta  se  llama  la 
calle  de  lo.s  gestos,  q\ie  solamen- 
te saben  a  ella  esljis  figuras  de  la 


baraja  de  la  corte."  (Vélez  de 
Guevara,  El  Diablo  Cojuelo,  tr. 
III).  "Como  yo  sabía  bien  la 
casa ....  llévelos  por  otra  parte 
que  me  pai-ecía  .-^  podía  entrar." 
(Sigüenza,  Crofuca,  p.  II.  1.  I, 
c.  XXR').  "De  sólo  una  vez 
que  vi  la  casa  de  nuestra  ama, 
la  haya  de  saber  siempre.'"  (Qui- 
jote, p.  II,  c.  IX).  En  los  mo- 
dernos es  también  doble  este 
uso.  "¿Sabes  a  la  casa  de  X.  N.? 
Ya  sabe  usted  mi  casa."  La  regla 
que  en  esto  debe  seguirse  es  el 
significado  del  v. :  si  éste  se  to- 
ma en  la  acep.  de  conocer  o  te- 
ner noticia  de  la  cosa  que  se 
nombra,  no  delje  ponerse  la 
prep. ;  si  se  toma  en  la  acep.  de 
conocer  el  camino  o  la  dirección 
que  guía  a  una  parte,  debe  po- 
fler.^.  Esto  es  lo  raá-s  lógico, 
porque  así  se  deduc-e  del  signifi- 
cado mismo  de  las  palabras  y 
del  uso  de  los  buenos  autores. — 
Conviene  a  saber.  En  e.*ta  sola 
forma  admite  el  Dice,  esta  e-o- 
presión, que  es  igual  en  signifi- 
cado a  Esto  es.  Es  a  saber  y  Es 
decir  (admitido  en  la  14.'  edi- 
ción). Sin  embargo,  algmios 
clásicos,  como  Granada,  Fr. 
Juan  de  los  Ángeles  y  otros,  di- 
jeron de  las  dos  maneras:  Con- 
viene a -saber  y  Conviene  saber. 
Mejor  es  alwlir  esta  se,gim<la, 
como  expresión,  para  diferen- 
ciarla de  la  proposición  imiK'r.so- 
ual  Conxñeue  saber  (¡n-r. — El  ,w 
ber  no  ocupa  lugar,  fr.  prover- 
bial con  que  se  da  a  entender 
que  niinca  estorba  el  sjiber.  .\d- 
mitida  por  primera  vez  en  la 
14.*  edición  del  Dice,  y  muy 
usada  en  Chile. —  NaíUe  n4ire 
sabiendo,  fr.  proverbial,  que  in- 


SAB 


SAB 


dica  que  todos  los  conocimien- 
tos y  ciencias  se  adquieren  cou 
el  estudio  o  el  propio  esfuerzo. 
Es  muy  usada  en  Chile  y  no 
aparece  en  el  Dice. — Nadie  sabe 
para  quién  trabaja,  fr.  prover- 
bial corriente  en  Chile,  con  la 
cual  se  da  a  entender  que  mu- 
chas veces  no  se  aprovecha  uno 
de  sus  trabajos,  sino  que  los  lo- 
gra un  extraño.  Hace  recordar 
el  repetido  Sic  vos  non  vobis  de 
Virgilio,  y  ojalá  la  admita  el 
Dice. — No  saber  uno  dónde  es- 
tá parado.  A'éase  P.\r.\b,  al  fin. 
— Saber  de  buen  origen.  Véase 
Origen. — En  la  conjugación  no 
hay  nada  particular  en  Chile,  si- 
no solamente  que  la^  niños  no 
desasnados  conjugan  la  1.^  per- 
sona del  presente  indicativo:  yo 
sabo,  como  se  lee  por  gracia  o 
donaire,  en  La  Pícara  Justina: 
"Confieso  que,  como  maliciosa, 
temí  no  me  hiciera  otra  ga'ada 
como  la  que  yo  dejaba  hecha  en 
León,  mas  mal  año  que  sabo  yo 
mucha  mona."  (L.  TT.  p.  IT.  c. 
III,  n.°  3). 

Como  yo  no  se  ni  sabo 
Ni  rae  meto  en  su  conchabo. 

dicen  también  por  donaire  los 
chilenas,  agregando  otras  peores 
consonancias. 

Sacidcrí.í,  f.  Libro  de  la  Bi- 
blia así  llamado  y  escrito  por 
Salomón.  Es  raro  que  el  Dice. 
no  le  dé  e-sta  acep.  en  su  propio 
lugar,  .sino  que  la  reserva  para 
la  expr.  Libro  de  la  Sabiduría  y 
para  el  ant.  Sapiencia. 

Sabixilla,  f.  "Arbu.sto  de 
treinta  centímetros  de  alto 
cuando    más,  con    hojas    peque- 


ñas, imparipinadas,  de  hojuelas 
lineales,  flores  sésiles  axilares; 
el  fruto  muestra  el  cáliz  blanco, 
lustroso,  carnoso,  comestible,  pe- 
ro muy  j)equeño.  Especie  co- 
mún en  todo  Sur-América.  La 
raíz  es  aperitiva  y  se  preconiza 
mucho  en  las  enfermedades  de 
las  vías  urinarias."  (Philippi, 
que  escribe  savinilla  y  la  clasifi- 
ca entre  las  rosáceas  con  el  nom- 
bre de  margyricarpus  setosus  R. 
et  P.)  Murillo  escribe  sabinilla 
y  dice  que  esta  planta  crece  en 
las  llanuras  y  colinas  áridas, 
desde  Coquimbo  ha.sta  Valdi\T.a, 
y  que  ha  podido  convencerse  de 
sus  buenos  efectos  diuréticos. — 
Sólo  falta  que  el  nomljre  entre 
en  el  Dice. 

Sabio,  m.  Falta  en  el  Dice,  la 
acep.  de:  por  antonomasia,  autor 
de  cualquiera  de  los  libros  bíbli- 
cos llamados  sapienciales;  más 
en  particular,  Salomón.  No  hay 
autor  católico  que  no  la  use. 
"La  razón  es  porque,  como  dice 
el  Sabio,  el  que  con.«igo  es  malo 
no  podrá  ser  con  los  otros  bue- 
no." "El  hombre  casto  natural- 
mente es  amado,  según  aquello 
del  Sabio:  El  que  ama  la  lim- 
])ieza  tendrá  al  rey  por  amigo." 
"Claramente  dice  el  Sabio  en  es- 
tas palabras..."  (Estella,  Vida 
de  S.  Juan  Evang.,  c.  I,  art.  II. 
La  primera  cita  es  del  libro  del 
Eclesiástico,  la  .«egunda  del  de 
los  Proverbios,  y  la  tercera  del 
de  la  Sabiduría) .  "Yo  te  doy  la 
sabiduría,  y  de  tal  manera  te  la 
doy,  que  serás  llamado  el  Sabio 
por  excelencia."  Así  traduce  li- 
bremente el  P.  Rf>dríguez  (Ejer 
cicio  de  perfección,  trat.  IV.  c. 
XIX)  lo  que    Dios  dijo  a   Salo- 


174 


SAB 


SAB 


món  cuando  le  concedió  la  sabi- 
duría (111  Reyes,  III,  12).  '-Di- 
ré que  me  cupo  en  suerte  la  mu- 
jer fuerte,  de  que  el  Sabio  dice 
que  ¿quién  la  hallará?  (Quijo- 
fe,  p.  I,  c.  XXXIII).  No  hay 
necesidad  de  más  citas  para  pe- 
dir esta  acep. —  Perro  s.\bio. 
\'éa£;e  en  el  art.  Perro.  Extién- 
dase esta  acep.  de  sabio,  pues  se 
aplica  también  a  otros  cuadni- 
jicdos    y  aves:  mono  sabio,    loro 

üdhio. 

Sabiondez,  f..  sabiondo,  da, 
;;<i¡.  El  Dice.  escril>e  todavía 
Kdbihondez  y  sabihondo,  deri- 
\ándolos  de  sabio  y  hondo.  Yé- 
a*e    Forondo. 

Sablazo,  ni.,  auni.  de  sable. 
En  sus  dos  últimas  ediciones  le 
agregó  el  Dice,  la  acep.  fig.  y 
fam.  de  "acto  de  sacar  dinero 
a  uno,  o  de  comer,  \i\\v  o  di- 
vertirse a  su  costa."  Siempre 
subsist«n  las  frases  Pegarle  un 
prtardo  a  uno,  o  una  bigotera 
(pedirle  dinero  prestado  y  no 
volvérselo,  o  ejecutar  algu.ia  otra 
estafa  o  engaño  semejante).  Dar 
o  pegar  a  uno  la  (o  una)  tosta- 
da (ejecutar  una  acción  que  re- 
dunde en  perjuicio  .suyo,  o  dar- 
le un  cha.sco,  sacarle  dinero  con 
engaño,  etc.).  Pegar  a  uno  una 
ventosa  (sacarle  con  artificio  o 
engaño,  dinero  u  otra  cosa)  y 
Pegar  un  parche  (o  parchazo)  a 
uno  (engañarle  sacándole  dine- 
ro u  otra  cosa,  pidiéndoselo 
prestado  o  de  otro  modo  con 
ánimo  de  iw  volvérselo).  El  s. 
gatazo  significa  también  "enga- 
ño que  .s;  hace  a  uno  ptua  sa- 
carle dinero  u  otra  cosa  de  va- 
lor." 

Sablk,  m.,    lig.  y  fam.    E.xis- 


tiendo  sablazo  y  sablista,  y  en 
■^■bileuo,  sablear,  sableador  y  sa- 
bleo, no  podía  faltar  el  vocablo 
padre  de  todos  éstos,  el  sable; 
por  eso  es  corriente,  en  el  len- 
guaje fam.  y  jocoso,  continuiu" 
la  metáfora  por  medio  de  ést«. 
diciendo,  por  ejemplo,  que  tal 
individuo  nunca  deja  el  sable, 
porque  da  sablazos  a  diestro  y 
siniestro,  que  maneja  admirable- 
mente el  sable,  que  i>osee  un 
sable  muy  cortante,  que  el  sable 
es  -Hi  mejor  arma,  ett-.,  etc.  ¿Qué 
pecado  habría  en  completar  es- 
te grupo  de  palabras,  desde  el  s. 
hasta  el  v.? 

S.vBLE.\DOR,  ra,  ui.  v  f.  Per- 
sona que  hiere  muchas  veces  c 
a  muchos  indi\'iduos  c-on  el  sa, 
ble. — Fig.  y  fam.,  que  tiene  poi 
hábito  sacar  dinero  a  otros;  en 
castellano,  sablista,  coni. —  No 
vemos  inconveniente  para  que 
se  admita  en  ambas  acei>s. 

Sableamiento,  m.  Acción  o 
et'ectii  (le  siihlcar.   I."  acej). 

Saiílear.  a.  Herir  con  el  ¡-íí- 
l)le:  hachear  a  la  gente,  dice  el 
pueblo.  En  el  Dice,  sólo  halla- 
ndo r'nitarittr,  :i.  fam.:  "dar 
ciiitarazos."  Cintarazo  es  el  "gol- 
]>e  «pie  se  da  de  plano  con  la  es- 
pada."— Fig.  y  fam.,  dar  mío  o 
más  sablazos,  en  la  acep.  lig.  y 
fam.  de  éste. 

N<m  ts  «le  scsuiIds  limiirs 
Ni  lie  infanzones  de  pro 
Pagar  l.is  deuda»   a  tiemiio 
Y  no  ¡tablear  por  mayor. 

Medio  mundo  rahlta 

Al  otro  medio, 
Y  yo  doy  de  tahlmot 

Al  mundo  entero. 

(Egidio  I'oblete,  Kl  arlr  niiem). 


SAO 


SAO 


175 


Es  V.  bien  formado  para  ambas 
aceps.  y  cuenta  con  el  uso  de 
todo  Chile  por  lo  menos. 

Sableo,  m.  Acción  o  efecto 
de  sablear,  2."  acep.  Es  corriente 
en  Chile,  y  ea  España  lo  usó  la 
Condesa  de  Pardo  Bazán. 

Saboreo,  m.  Saboreamiento 
(acción  o  efecto  de  saborear  o 
saborearoe),  paladeo  (acción  o 
efecto  de  paladear  o  paladear- 
se). 

Sabrosear,  a.  y  r.  No  lo  usa 
el  pueblo,  sino  algunos  literatos, 
en  el  mismo  sentido  en  que  lo 
usó  Gallíurdo,  esto  es,  como  si- 
nónimo de  saborear,  saborearse. 
Paladear,  paladearse,  es  "tomar 
el  gusto  de  una  cosa  poco  a  po- 
co," fuera  de  otras  acep.s.  El  P. 
Mir,  en  su  Rebusco  de  voces  cas- 
fizas,  cita  un  sabrosear  distinto, 
pues  significa  "hacer  sabroso, 
hacer  deleitoso,"  y  lo  confirma 
con  la  autoridad  de  Fr.  Jerón. 
Miguel  Ferrer,  de  1625:  "Los 
apóstoles  sabrosearán  los  g-ustos 
de  los  hombres,  que  los  tienen 
estragados  y  hechos  a  muy  ma- 
los pastos."  El  Dice,  no  admite 
est«  V.  en  ninguna  acep. 

Saca,  f.  Acción  o  i  fecto  de 
.sacar  del  montón  de  l;i  era  una 
porción  de  gavillas  delatadas,  a 
fin  de  trillarlas;  segú.i  esto,  en 
cada  trilla  que  se  hace  con  ye- 
guas hay  varias  sacas:  primera, 
segunda,  tercera,  et.c.  Aunque 
esta  acep.  puede  considerarse  in- 
cluida en  la  1.*  y  más  general 
de  la  saca  castellana  (ac-ción  o 
efecto  de  sacar),  sin  embargo, 
como  no  la  hemos  leído  en  auto- 
res española-',  preferimos  poner- 
la aquí   expresamente. — En    Mi- 


nas, véa.^e  Sacado,  2.*  acep. — El 
acto  de  sacar  o  extraer  las  papas 
de  la  tierra  para  cosecharlas, 
aunque  parece  bien  dicho  saca, 
es  más  propio  llamarlo  recolec- 
ción o  cosecha. —  Tratándose  de 
aves,  saca  es  la  acción  o  efecto 
de  sacar  }X)llos;  pero  el  conjunto 
de  éstos,  particularmente  el  de 
¡as  tíallinas,  no  se  llama  saca  si- 
no pollada,  y  el  conjunto  de  pa- 
ja ri  11  os  mientras  están  en  el  ni- 
do,  nidada. — Véase  Costal. 

Sacábala,  f.  "Instrumento  de 
que  usan  los  cirujanos  para  sa- 
car una  bala  que  ha  quedado 
dentro  de  la  herida."  Merece 
corregirse:  "sacar  las  balas  que 
han  quedado ..."  No  se  confun- 
da la  sacábala  con  el  .cafábalas: 
"sacatrapos  más  resistente  que 
los  ordinarios,  que  se  usa  para 
sacar  la  l)ala  del  ánima  de  las 
escopetas  y  fusiles  lisos."  En 
Artillería,  in.strumento  para  ex- 
traer los  proyectiles  ojivales  del 
ánima  de  los  cañones  rayados 
que  se  cargan  por  la  boca. — Sa- 
capelotas, m.,  es  "instrumento 
para  sacar  balas,  usado  ixir  los 
antiguos  arcabuceros." 

Sacabasura,  m.  Cogedor,  m. : 
"especie  de  cajón  de  madera, 
sin  cubierta  ni  tabla  delante,  y 
con  un  mango  por  detrás,  que 
sirve  para  recoger  la  basura  que 
.se  barre  y  saca  de  las  casas.  |¡ 
Ruedo  pequeño  de  esparto  que 
sirve  para  el  mismo  fin."  Tam- 
l)ién  hay  en  castellano  baJeo  » 
aventador:  "ruedo  pequeño,  co- 
munmente de  esparto,  con  man- 
go o  sin  él,  que  sin-e  principal- 
mente para  aventar  el  fuego, 
para  reí-oger  la  ba.sura  y  otros 
menesteres   domé.sticos." 


176 


SAO 


SAO 


Sacabocado  o  sacabocados, 
m. 

Sacabotas,  m.  "'Tabla  con 
una  muesca  eu  la  cual  se  encaja 
el  talón  de  la  bota  para  de-scal- 
zarse."  Éste  es  el  nombre  del 
muchacho  chileno.  Véase  Mu- 
chacho, últ.  acep. —  Tirabotos, 
m.,  es  "gancho  de  hierro  que 
sirve  para  calzarse  las  botas." 

Sacaclavos,  m.  Su  nonil)re  es 
desclavador:  "cincel  de  boca  an- 
cha, recta  y  poco  afilada,  que  se 
usa  para  desclavar"'  (arrancar  o 
quitar  los  clavos). 

Sacacorchos,  sacatapón,  ti- 
rabuzón. Son  iguales  en  la 
acep.  de  "instrumento.  .  .  que 
sin-e  para  quitar  los  tapones  de 
corcho  a  los  frascos  y  botellas." 

Sacada,  f.  fani.  Es  corriente 
en  Chile  en  el  significado  gene- 
ral de  saca  (acción  o  efecto  de 
sacar)  y  en  el  particular  de  •««- 
camiento  (acción  de  sacar  una 
cosa  del  lugar  en  que  está).  Sé- 
pase que  en  castellano  no  hay 
más  sacuda  que  el  "partido  o  te- 
rritorio que  se  ha  separado  de 
una  merindad,  provincia  o  rei- 
no." Véa.se  Sacadura,  con  el 
cual  se  confunde  en  estas  dos 
aceps. 

Sacadinero  o  sacadineros- 
ni,  fain.  "Alhajuela  de  poco  o 
do  ningún  valor,  pero  de  apa- 
riencia y  buena  vi.-ta.  que  atrae 
a  comprarla  a  los  nuidiachos  y 
gente  incauta." 

Sacado,  m.  Parte  i|ue  se  saca 
a  un  madero  o  tabla  con  azuela, 
cepillo,  cuchillo,  formón,  etc. 
Dígase,  según  los  casos,  him'l, 
chaflán,  muesca,  hnyn.  agujero, 
d^sboftte  o  dcsba.itadura. —  En 
Minas,  montón  o  porción   de  lo 


que    va   sacando  el    barretero    y 
que  después  acarrea  el  apir. 

Sacador,  ra,  adj.  Aplicámo.<- 
lo  a  la  caballería  tiradora  que  es 
buena  para  sacar  carros  u  otro-; 
peáos  de  donde  están  atascados, 
o  sea.  para  desatascar.  No  alcan- 
za a  ser  chilenismo,  porque  saca- 
dor, ra,  significa  "que  saca,"  y 
en  e-sta  definición  caben  todas 
las  aceps.  del  v.  sacar  (sacador 
de  dinero,  gallina  sacadera). 

Sacadura,  f.  fam.  Lo  usamos 
en  las  dos  falsas  accjís.  de  saca 
da. — Sacadura  de  muela--:  o 
dientes  es  e.rtracción. — La  única 
sacadura  española  es  el  "corte 
que  hacen  los  sastres  en  sesgo, 
jiara  que  siente  bien  una  pic-n- 
da :  como  en  el  cuello  de  la  ca- 
pa, etc." —  Sacadura  de  gente 
llaman  en  Chiloc  la  leva  o  en- 
ganche.   (Cavada). 

Sacamolero,  m.,  y  sacamue- 
LAs.  com.  "Persona  que  tiene 
¡)or  oficio  sacar  muelas."  Dentis- 
ta, adj.  y  ú.  m.  c.  s.  "Dícese  del 
profesor  o  profesora  dedicados  a 
con.*ervar  la  dentadura,  curar 
sus  enfermedades  y  reponer  ar- 
tificialmente sus  faltas."  Odon- 
tólogo, m.  "Perito  en  odontolo- 
gía,'  que  es  el  estudio  de  los 
dientes. 

Sacapuntas,  m.  Kn  Carpin- 
tería, muchacho  que  saca  las 
puntas  de  clavos. — Fi.g.  y  fam., 
y  f..  mujer  que  admite  a  iiui- 
clios  hombres. 

Sacar,  a.  Muchas  .son  las  i'ra- 
ses  que  hemos  formado  con  este 
V. :  helas  aqvn'.  Sacar  chocolate 
a  uno.  ^''case  Chocolate. — Sa- 
car de  mentira,  verdad,  fr.  <'o- 
rriente  en  Chile:  suponer  o 
fingir  un   dicho  o  un  hecho  i>a- 


SAO 


SAO 


177 


ra  averiguar  lo  que  ^e  desea. 
Puede  admitirla  el  Dice. —  Sa- 
car el  cuero  a  uno.  Véase  Pe- 
lar, 2."  ai-t.,  2.='  acep. — Sa- 
car el  cuerpo  a  uno.  Véase 
Cuerpo. —  Sacar  el  sombrero  a 
uno,  fr.  fig.  y  fam.:  descubrir.se 
ante  él,  quitándose  el  sombrero, 
gorra,  bonete,  etc.,  en  señal  de 
reverencia  o  respeto.  En  sentido 
propio  también  lo  decimos;  pero 
no  es  fr.  orrecta;  lo  castizo  es 
descubrirse  o  quitarse  el  som- 
brero: "apartarlo  de  la  cabeza, 
descubriéndola  en  señal  de  cor- 
tesía y  reíipeto."" — Sacar  el  sue- 
ño: satisfacer  uno  toda  la  nece- 
sidad que  siente  de  dormir. 
"Aunque  había  dormido  algu- 
nas horas,  yo  no  había  sacado 
mi  sueño,  como  decimos  en  Chi- 
le."' (Adolfo  Valderrama,  art. 
Miedo).  La  acep.  castiza  de  sa- 
car que  más  se  acerca  al  signifi- 
cado de  esta  fr.  es  la  de  "conse- 
guir, lograr,  obtener  una  cosa;"" 
pero  no  alcanza  a  expresar  todo 
el  sentido  que  damos  a  la  fr. — 
Sacar  en  limpio.  Véase  Limpio. 
— Sacar  lance.  \'éase  L.\X('e. — 
Sacar  la  cuenta.  Es  más  común 
en  castellano  Hacer  la  cuenta. 
"Hizo  la  cuenta  Don  Quijott;  \ 
halló  que  montaban  sesenta  y 
treí  reales."  (Quijote,  p.  I,  c. 
IV).  Mas,  no  quiere  decir  «.sil 
que  no  pueda  usarse  nuestra  fr., 
aunque  no  ap;ivczca  en  el  Dice. 
Gracián  la  usó  como  nosotros: 
"Si  se  sacase  Ja  cuenta  de  loa 
que  han  muerto  las  gacetas 
francesas  y  reí  -.cinnes  españolas, 
llegaría  sin  duda  a  doscientoa 
mil  españoles  cada  año."'  (El 
Criticón,  p.  in,  cr.  XL).  No  se 
confunda  esta  fr.  Hacer  la  cuen- 

Dicc.  de  Chil..  t.  7. 


ta,  que,  en  realidad  de  verdad, 
no  es  fr.,  porque  sus  voces  están 
usadas  en  sentido  propio,  con  la 
fr.  fig.  Hacer  uno  cuenta,  o  la 
cuenta;  Hacerse  cuenta,  o  la 
cuenta:  "figurarse  o  dar  por  su- 
P'usto.'"  En  la  fr.  nuesira,  que, 
a  la  verdad,  tampoco  es  fr.,  el 
V.  sacar  está  tomado  en  xma  de 
sus  aceps.  castizas,  la  de  "apren- 
der, averiguar,  resolver  una  co- 
sa por  medio  del  estudio.  Sacar 
la  cuenta."  Así,  como  simple 
ejemplo  lo  da  el  Dice.  En  fuer- 
za de  esta  misma  acep.  decimos 
Sacar  un  problema,  sacar  pro- 
blemas, y  nadie  podrá  censurar- 
lo.— Sacarle  la  madre  a  uno: 
nombrársela  en  términos  inju- 
riosos.—  Sacar  la  tarea:  termi- 
narla, acabarla.  No  podemos 
justificar  esta  fr.,  a  no  .ser  que 
se  equipare  este  uso  del  v.  con 
la  acep.  que  tiene  de  "ganar  al 
juego:  Sacar  la  polla,  la  puesta," 
considerando  la  tarea  como  un 
juego  de  apuesta. —  Sacar  leche. 
Es  bien  dicho,  pero  no  se  olvi- 
de el  v.  ordeñar,  que  lo  dice  to- 
do en  una  sola  palabra. —  Sacar 
pica.  Véase  Pica. —  Sacar  pique. 
Véase  Pique. —  Sacar  rabia.  En 
algunas  pro\'incias  del  Sur.  ha- 
cer rabiar  o  encolerizarse  a  uno. 
"No  paró  hasta  que  le  sacó  rabia 
al  juez  que  lo  acusó,  y  quedo 
así  implicado."' —  Sacarle  el  tri- 
go candeal  pa  [ra]  mote.fr.  fig. 
y  fam..  usada  entre  el  vulgo  e 
igual  a  Sacarle  el  hcllejo,  i^a- 
carle  el  odre.  Véanse  Holle.to 
y  Odre.  Como  el  trigo  candeal 
es  muy  bueno  para  mote,  y  pa- 
ra eso  hay  que  pelarlo  o  des- 
ollarlo bien,  de  ahí  el  origen  de 
la    fr. —  Sacarle    flecos,    fr.  fig. 


178 


SAC 


SAO 


y  fam. :  maltratar  o  pegar- 
le a  uno  hasta  que  las  ti- 
ras le  queden  colgando  como 
flecos. —  Sacarle  molde.  Véase 
^loLUE. — Sacarse  el  clavo.  Como 
hay  tantos  que  arriman  o  me- 
ten clavos,  es  natural  que  el 
clavado  trate  de  sacárselo.*,  por- 
que no  es  posible  nvir  mucho 
tiempo  con  ellos.  Tomamos  aquí 
clavo  en  el  significado  fig.  de  da- 
ño, molestia,  perjuicio,  y  véase- 
le en  su  lugar.  Citemos  a  Palma, 
peruano,  lo  que  probará  que  la 
fr.  se  usa  también  en  el  Perú: 
"Su  Excelencia .  .  .  adojitó  el 
partido  de  no  volver  a  pisar  el 
palacio  arzobispal,  mientras  le 
llegaba  ocasión  propicia  para 
sacarse  el  clavo.''  (Tradiciones 
peruanas,  t.  II,  pág.  75 ) . —  Sa- 
carse la  lotería.  Véase  Lotería. 
— Kn  la  acep.  de  "elegir  por 
sorteo  o  por  pluralidad  de  vo- 
tos," ca.si  todos  dan  a  sacar  el 
régimen  con  de:  Sacar  a  uno  de 
presidente,  de  superior.  El  Dice. 
I)one  ix)r  ejemplo  de  e-sta  acep., 
"Sacar  alcalde;"  y,  con  mucha 
riizón,  porque  el  de  no  puede 
.«er  más  anfibológico:  más  que 
elegir  a  uno  para  tal  cargo  o 
empleo,  parece  significar  que  lo 
quitan  de  él.  (Véase  Salir). 
T'na  religiosa  contemporánea  do 
Santa  Teresa  empleó  la  prep. 
por:  "dejando  encargado.  .  .  .w- 
case  por  priora  a  una  religiosa 
que  él  gu.staba."  (Mir,  Sta.  Te- 
resa. t.^II.  pág.  201).- El  sacar, 
nombre  que  se  da  ta'"bién  al 
juego  (le  líus  cunas.  Véase  esta 
\"<>z. — ¡)r  pirado  saca  rirsos.  Vé- 
n-o  Picado,  2°  art. — 

Sacarrial.     ¿Qué    chileno,    en 
los  cuentos  de  liadas  y  <le  encan- 


tamientos, no  ha  tratado  y  oído 
tratar  al  rey  de  Su  Sacarrial 
Majestad?  Y  nó  porque  el  rey 
.'<aca  los  reales  de  sus  subditos, 
sino  ix)rque  es  un  tratamiento 
consagrado  por  el  uso,  pero  cu- 
yo significado  nadie  cuida  de 
averiguai-.  Pues  sépase  que  no 
hay  otra  cosa  que  la  .síncopa  de 
ima  r:  restituida  ésta,  (jueda: 
iS'».  Sacra  Real  Majestad.  \'^éase 
R,  4.» 

Saco,  m.  Xo  aparece  en  el 
Dice,  una  de  las  aceps.  (jue  le 
damos  en  Chile:  vestido  amplio 
y  largo,  <-on  mangas,  i>ero  muy 
sencillo,  que  usan  generalmen- 
te las  niñas  y  jovencitas. — En 
el  comercio  se  distingue  el  uso 
de  los  sacos  por  el  adj.  que  se 
añade  al  s. ;  así,  hay  scucos  arre- 
cheras, azucareros,  cebaderos, 
harineros,  leñateros,  metaleros, 
paperos,  paroleros,  trigueros, 
etc.  Algvuios  de  estos  adjs.  no 
RSUin  reconocidos  por  el  Dice, 
pero  están  bien  formada-.— Sa- 
co de  baño:  prenda  para  bañar- 
se hecha  a  modo  de  bata.— Saco 
de  carbón,  fig. :  insulto  dirigido 
al  eclesiá-stico  que  usa  sotana  o 
háljito  negro.  No  «:  invención 
de  chilenos,  sino  importación 
<le  clerófol)os  extranjeras.—  Saco 
de  dormir:  camisón  <lo  <lormir. 
— Saco  de  viaje :  sobretodo  <le 
bi-iii  (I  de  otro  género  delgado, 
que  .se  u.sa  en  los  viajes  ]>ara  de- 
fenderse del  polvo. — Saco  reto- 
bado. Véase  Retorak. —  Saco 
roto,  fig.  y  fam.:  individuo  nniy 
comilón.  insaciable;  iK)rquo 
nunca  .^e  llena,  a  semejanza  del 
tonel  de  lius  Danaidft*. — Krhar 
ni  snnt  o  uno,  fr.  fig.  y  fam.:  en- 
gañarlo,   darle  o   ventlerle    gato 


bAC 


SAC 


179 


por  liebre.  Parece  fr.  iaveutada 
por  las  mujeres,  porque  ellas  son 
las  <iue  echan  al  saco  o  rklículo 
«u.s  menudencias  de  viaje.  Pero 
no  es  chilena  sino  eqmñola,  co- 
mo .se  compiiieba  con  la  Farsa 
sohre  el  matrimonio  (Gallai'do, 
Biblioteca,  t.  I,  col.  941) : 

Mas  ¡que  alegre  va  el  belloco! 
No  lo  tcharéis  en  el  Jaco 
ífi  los  hatos  vestirás. 

Falta  esta  fr.  en  el  Dice. 

Sacrament.\l,  adj.  Fáltale 
en  el  Dice,  laacep.  fig.de  "■'in va- 
riable, inmutable,"  que  todo  ei 
mundo  le  da  cuando  modifica  a 
.sustantivos  como  frase,  jórmnda. 
— En  lá  2.^  acep.  que  da  el 
Dice,  a  este  adj.  ("dícese  de  los 
remedio.s  que  tiene  la  Iglesia  pa- 
ra sanar  el  alma  y  limpiarla  de 
los  jjecados  veniales,  y  de  las  pe- 
nas debidas  por  éstos  y  por  los 
mortales:  como  son  el  agua  ben- 
dita, indulgencias  y  jubileos"), 
debió  advertir  que  -e  usa  m.  c. 
s.  m.  y  en  pl. 

S.\CR.\MENTAR,  a.  ''Dar,  ad- 
ministrar el  Viático  a  un  enfer- 
mo.'' "Sacramentado,  da,  adj. 
Dícese  de  Nuestro  Señor  -Jesu- 
cristo en  el  sacramento  de  la 
Eucarístía."'  Es  todo  lo  que  dice 
sobre  esta«  voces  el  Dice,  con 
manifiesta  deficiencia.  Debió 
dar  a  sacramentar  como  I.*" 
acep.  la  de  convertir  totalmente 
el  pan  en  el  cuerpo  de  N.  S.  .Je- 
sucristo para  quedarse  en  el  sa- 
cramento por  excelencia,  que  es 
el  de  la  Eucaristía.  Así  como  ad- 
mitió a  transub standar,  a.  >  r., 
que  .se  refiere  al  acto  breve  de  la 
Iransuljstanciación,    deVjió    admi- 


tir también  a  sacramentar,  a.  y 
r.,  que  se  refiere  a  la  ^■ida  de 
Cristo  en  el  sacramento,  y  así 
se  habría  ahoiTado  de  incluir  el 
adj.  sacraiiventado,  que  no  es 
tal  adj.,  ¡sino  participio  del  v. 
sacramentar.  ¿Se  nos  piden  au- 
toridades que  confirmen  todo 
esto?  Hablen  Quevedo  y  otros 
clásicos:  "Cristo  se  ausentó  por- 
que no  le  hiciesen  rey.  Mas  de.?- 
pués  que,  instituyendo  el  santí- 
simo sacramento  del  altar,  dio 
su  carne  por  manjar  y  su  sangre 
por  bebida  y  le  comieron  los  su- 
yos, no  negó  que  era  rey.  .  .Cla- 
ro e*tá  que  lo.<  reyes  de  la  tierra 
que  no  pueden  sacramentar  sus 
cuerpos,  no  pueden  imitar  esta 
acción  dándose  a  .sus  vasallos 
por  manjar."  Poco  antes:  "'Ha- 
blaba en  este  capítulo  de  su 
cuerpo  sacramentado."  (Política 
de  Dios,  p.  II,  c.  III).  "Bien 
claro  mostró  Cristo  su  intento 
en  sacramentarse  cuando  por 
San  .luán  dijo:  El  que  come  mi 
carne..."  (Fr.  -Juan  de  lo.*, 
Ángele=,  Lnchn  e.^piritual,  p.  II, 
c.  XII).  "¿Qué  otra  cosa  fué 
sacramentarse  Cristo  y  quedár- 
senos debajo  de  especies  de  pan 
y  de  vino,  sino  guisarnos  su  vi- 
vífica carne  en  aquello  que  sa- 
bía que  comíamos  mejor.  .  .  ? 
(Ibid).  "Más  fué  morir  que  -w- 
cramentarse;  porque  con  el  mo- 
rir destruyese  el  ser  natural  de 
Cristo  en  fonna  humana,  y  en  el 
Sacramento  se  representa  esa 
misma  destrucción."  (Id.,  Del 
divino  sacrif.  de  la  misa,  dial. 
I).  "Es  uno  de  los  principales  fi- 
nes que  tuvo  sacramentándose.' 
..."Una  de  las  rabones  porque  ei 
Hijo  de  Dios  se  sacramentó  fué 


18(1 


SAC 


SAC 


esta  memoria  de  su  muerte." 
(Ihíd.,  dial.  II).  ".TesucrisV>  se 
sacramentó  y  se  dio  a  los  mivos 
para  que  le  comiesen  y  bebie- 
sen.'" (Ihíd.,  dial.  IV).  ''Acom- 
paña el  divino  A'erbo  al  cuerpo 
santísimo  que  se  sacramentó  poi 
la  fuerza  de  las  palabras  de  la 
consauración.""  (Id.,  De  la  pre- 
sencia de  Dios,  punto  \Y,  S  \')- 
"Una  de  las  razones  por  que  se 
sacramentó  el  divino  Señor  fué 
para  mediante  su  carne  sacra- 
mentada hacer  paso  a  su  divi- 
nidad." (Ibid.,  .§  VI).  El  parti- 
cipio sacrawentad'i,  da,  lo  usó 
también  este  mb^mo  autor  repe- 
tidas veces.  "También  le  ame- 
nazó (Cristo  a  San  Pedro]  con 
negarle  la  participación  de  ■■^u 
cuerjvi  y  sangre,  que  luego  ha- 
bía de  xorramentar  en  las  espe- 
cies de  pan  y  vino."  (María  de 
Agreda.  Mística  Ciudad,  1.  VI, 
c.  X.  n.°  1170).  El  participio 
sacramentado  lo  usó  de  mil  ma- 
neras: Dios  sacramentado,  Hijo 
sacramentado,  cuerpo  sacramen- 
tado, estar  o  conservarse  sacra- 
mentado, tenerlo,  comerlo,  reci- 
birlo sn  era  mentad  o,  etc. 

Iiifiuicrc  la  razón,  y  ni>  U  uIciiizji 

Cómo  qui««)  fii  el  pan  tacr/imtut'trft 

Y  con  blancas  especieB  encubrirse, 

Y  con  sTimci  poder  irse  y  4Ueclari<e, 

Irse  y  quedarse,  y  con   quedar  p^irtirse 

¿No  bastará  en  el  pan   facriimnifarttM. 
Cubriros  juntamente  y  deaoubriros? 

(Valdivielso.  El  Snifra- la  ,le  ToUdu.  1.  11  \ 
XX\). 

E.«j)eramos  ([ue  el  futuro  Dice, 
ha  (le  acoger  esta  im|)ortívntc 
acop.  sin  va<-ilaciÓM  alguna.  V('- 
ase  pst€  V.  011  el  Reltusco  del  P. 
Mir,   donde  .•^e   hallará     también 


esta  misma  acep.  en  sentido  i>ro- 
pio  y  fig. 

Sacramextixo,  xa,  m.  y  f. 
Religioso  y  religiosa  pertene- 
cientes al  instituto  de  la  Adora- 
ción perpetua  del  SSmo.  Sacra- 
mento. Ú.  t.  c.  adj.  Padre  sacra- 
mentino,  monja  sacram  entino. 
Ya  es  tiempo  de  que  admita  ei 
Dice,  este  vocablo.  ix)rque  ado- 
rador y  adoratriz  que  usan  en 
otras  parte.*,  no  es  tan    jwpular. 

Sacrilegio,  m.  "Lesión  o 
profanación  de  cosa  sagrada." 
Así  el  Dice.  Faltan  en  la  defini- 
ción la  persona  y  el  lugar  sa- 
grado, porque  de  las  tres  mane- 
ras hay  sacrilegio. 

Sacris  solemxii>.  ni.  Him- 
no de  la  Iglesia  que  principia 
con  estas  palabra-^.  Fue  escriio 
{xjr  Santo  Tomás  de  Aquino  y 
se  reza  en  los  maitines  áo\  Cor- 
pus: pero  la  primera  estrofa  se 
canta  ordinariamente  al  cubrir 
al  Santísimo  Sacramento:  u.so 
que,  por  ser  tan  frecuente,  ha 
hecho  conocido  el  nombre  del 
himno. 

Sacrosantamente,  adv.  de 
m.  De  manera  sacrosanta.  "Y. 
porque  hay  más  sacrosantam<^ii- 
te  superior  dignidad  a  la  impe- 
rial en  el  ^'icario  de  Cristo,  su- 
cesor de  San  Pedro,  referiré .  . ." 
(Quevedo.  Política  de  Dios.  p. 
IT.  c.  XXI).  Falta  esta  voz  en 
el   Dice,  ^'^éa.se  Mextk   ( .\nvER- 

RIOS    EN  ) . 

Sacudido,  m.  No  existe,  y  dí- 
ga.se  ■•la.cii.didarii :  "acci(')n  de  sa- 
cudir una  cosa,  especialmente 
para  quitarlo  el  polvo."  Tam- 
l)ién  hay  sax^fidida  y  lacrtd'l- 
miento:  "a<-ción  de  sacudir  o  sa- 
cudirse.'" en  general. 


SAD 


SAH 


181 


Sacudón,  m.  Scucudida  o  sa- 
cudimiento recio  o  \'iolento. 
Muy  usado  es  en  Chile,  y,  como 
bien  formado  que  es,  merece  vi- 
\ir  en  el  Dice.  "El  material  [del 
ferrocarril]  no  puede  resL-tir 
largo  tiempo  estos  sacudones." 
(Un  diario  chileno). 

Sachet,  m.  Es  voz  frcaivw-ia, 
dim.  de  sac,  saco;  se  .pronuncia 
saché,  con  ch  francesa,  y  signi- 
fica cojincillo  o  almohadilla  en 
que  se  guarda  algiin  perfume. 
Los  españoles  tienen  para  esto 
bujeta,  que  tiene  forma  de  caja, 
y  pomo,  forma  de  vaso. 

Sacho,  m.  En  Chiloé,  ancla 
de  madera,  de  las  embarcacio- 
nes menores.  Es  una  armazón 
de  varas  de  luma  cruzadas,  en- 
tre las  cuales  se  coloca  una  pie- 
dra que  les  sirve  de  lastre.  Corre 
entre  los  isleños  esta  adivinan- 
za, que  describe  pintorescamen- 
te el    sacho: 

Ourazón  de  piedra 
Con  cuat.ro  Giclios; 
Sujeta  a  tu  madre. 
Serás  buen  muchacho. 

Así  Cavada,  que  discurre  bien 
al  decir  que  '"esta  palabra  es 
muy  probablemente  la  misma 
castellana  sacho  (sarculusj ,  es- 
to es,  pequeño  instrumento  de 
hierro  (en  Chiloé  lo  sería  de 
luma.)  para  escardar  la  tierra  y 
el  cual  usarían  como  ancla  para 
sus  embarcaciones,  a  falta,  de 
otra  mejor.  Después,  modificada 
o  reemplazada  esta  ancla,  segui- 
ría Visándose  el  nombre  primiti- 
vo." 

Saduceísmo,  m.  "Doctrina 
de  los  saduceos."  Admitido  por 
primera    vez  en  la  14.^    ediiión 


del  Dice. —  Falta  todavía  la 
acep.  de  "secta  de  los  sedúceos," 
como  la  tienen  farisaísmo  y  tan- 
tos otros  en  ismo. 

Safar,  a.  y  r.  Así  lo  pronun- 
cian en  Chile,  lo  mismo  que  se 
hace  taiubién  con  todas  las  pala- 
bras que  llevan  z  j  c  suave,  y, 
lo  que  es  inexplicable,  así  lo  e-^- 
cribió  Luis  Besses:  "Safarse, 
popular.  Escurrirse,  librarse." 
Véase  Zafar. 

Saga,  f.  "Mujer  que  .se  finge 
adivina  y  hace  encantos  y  ma- 
leficios."—"Cada  una  de  las  le- 
yendas poéticas  contenidas  eu 
su  mayor  parte  en  las  dos  colec- 
ciones de  primitivas  tradiciones 
heroicas  y  mitológicas  de  la  an- 
tigua Escandinavia,  llamadas 
los  Eddas." — No  se  confundan 
estas  voces  con  zaga,  f. :  "parte 
posterior  de  una  cosa;  carga  que 
se  acomoda  en  la  trasera  de  un 
carruaje;  m.,  el  postrero  en  el 
juego"    (nuestro  chupe). 

SAGRADO'  (En).  En  cemente- 
rio bendito,  en  sepultura  o  tie- 
rra bendita.  Ú.  m.  con  los  ver- 
bas enterrar  y  sepultar.  Falta 
esta  expresión  en  el  Dice. 

Sahumar,  a.  y  r.  Conjúgale 
sahumo,  sahúm'as,  etc.,  porque 
es  compuesto  de  humo,  lo  mis- 
mo que  ahumar.  No  se  diga 
pues  sahumo,  sahumas. —  Su 
significado  es:  "dar  humo  aro- 
mático a  una  cosa  para  purifi- 
carla o  para  que  huela  Vjien." 
En  Chile  es  corriente  usarlo  en 
el  significado  de  "dorar"  y  "])la- 
tear,"  con  los  complementos  "en 
oro,  en  plata."  "Reloj  .sahuma- 
do en  oro;  Más  barato  es  satut- 
marlo  en  plata."  Explícase  este 
uso  por   la   acep.    fig.  que  tiene 


182 


SAJ 


SAJ 


en  castellano  el  adj.  mhumado, 
da:  "dícese  de  cualquier  cosa 
que,  siendo  buena  por  sí,  resulta 
má-s  astiniable  por  la  adición  de 
otra  que  la  mejora.  Pagare  im 
real  sobre  otro,  y  aun  sahuma- 
das. ' 

Sainetero,  m.  Escritor  de 
sainetea.  Lo  admitió  por  prime- 
ra vez  la  14."  edición  del  Dice. 
Pero  falta  todavía  sainetista, 
com..  que  es  más  usado.  "Para 
Ticknor,  Tirso  no  pasa  de  ser 
un  fraile  ingenioso,  deslenguado 
y  verde,  sainetistfi  cliocarrero  y 
satírico ;  para  Schack  es  un  gran 
poeta  por  todos  astilos."  (Vale- 
ra). 

Saino,  na,  adj.  Aplícase  al 
caballo  o  yegua  castaño  obscuro 
que  no  tiene  otro  color.  El  voca- 
blo e-*  con  z  (zaino,  na). 

Sainoso,  sa,  adj.  Astuto,  en- 
gañoso. Se  usa  en  algunas  pro- 
vincias del  Sm*  y  es  formado 
del  castellano  zaino,  na:  "trai- 
dor, falso  y  poco  seguro  en  el 
trato."  Lo  escribimos  con  s,  por- 
que así  lo  escriben  y  pronuncian 
todos,  y  porque  a  nadie  se  le 
ocurriría  buscarlo  con  z. 

Sajuriana,  f.  Baile  antiguo, 
caído  ya  en  desuso  en  las  jiro- 
vincias  centrales,  pero  que  st 
conserva  en  la  de  Cbiloc  y  qui- 
zá.sen  otras.  Se  baila  entre  dos  y 
«•on  pañuelo,  zapateando  y  «j- 
cobillando  el  suelo  con  los  pies, 
fino  y  menudo.  He  aquí  algu- 
nos versos  con  que  suele  acom- 
pañarse: 

Tanta  naranja  muiíira. 
Tanto  linii5n  por  el  sucln. 
TanUí  iiincbnchn  bonita. 
TíinU)  galán  sin  dinero. 

Salta,  pcrlita,  ul  mar, 


Qne  al  utro  lado  habías  de  dar. 

Tii  eres  como  la  sajona, 
Que  el  bien  te  parece  mal. 
Y  en  la  botica  se  vende 
Remedio  para  olvidar. 

Salta,  perlita... 

Cavada  cita  estos  otros: 

Haiiquita  sajuriatii. 

Hija  del  goberna  ior. 

Mi  padre  uiunó  vcncieud(» 

Por  los  eampos  del  honor. 

Allá  va  esa  bala 

Como  piedra  lisa. 

Los  hombres  tunantes 

No  tienen  Cíimisa. 

También  .se  usaba  en  el  Perú, 
como  con.*ta  de  la-^  Tradiciones 
de  Palma:  "No  había  en  Lima 
más  diestra  tañedora  de  arpa. . ., 
ni  pies  más  ágiles  para  trenzar 
una  sajxmana.''  (T.  I,  pág. 
267).  "Al  son  de  una  .guitarra 
con  romadizo,  una  de  las  mo- 
zuelas  bailaba  con  su  respectivo 
galán  una  desenfrenada  sajuria- 
na,  o  cueca,  como  hoy  decimos 
I  nó  los  chilenos] ,  haciendo 
contoi-siones  de  cintura  oue  en- 
vidiaría una  culebra,  jtara  le- 
vantar del  suelo  con  la  boca  y 
sin  au.xilio  de  las  manos  un  ca- 
charro de  aguíU'dicnte.  .V  la  vez 
y  llevando  el  compás  con  pal- 
inada.s  contal>a;i  los  circunstan- 
tes: 

Lcvántaniclo.  María: 
Lovántamelo.  Jo.sc; 
Si  tii  no  me  lo  levanljs. 
Yo  me  lo  levantare, 
ijuc  se  quema  el  sango. 

No  se  quemará, 
I'ues  vendrán  las  i>tas 
Y  lo  apagarár.". 

(T.  II,  pág.  1  i:i.  Y  en  el   t.  IV.  pá-.  70); 

"Tomando  por  i)arcja  a  la  flo- 
rista, bailó  una  snjurio.nn  o  nm- 
zamala,  de  ésas  en  que  haycin- 


SAL 


SAL 


188 


tureo  de  culebra  cascabelillo." 
(El  nombre  mozamah  no  apa- 
rece en  el  Dice. :  sango  es  el 
■sanco  de  hoy.  Véase  más  adelan- 
te).— Es  casi  seguro  que  el 
nombre  sajuriana  fué  traído  a 
América  por  los  españoles,  y 
debería  entrar  en  el  Dice,  como 
ant. 

Sal.  f.  Sal  de  Inglaterra,  o  de 
Ingalatierra,  como  dice  el  vul- 
go, es  el  sulfato  de  magnesia- 
empleado  en  medicina  casera. — 
Sal  de  vinagrillo:  ácido  oxálico. 
— Unto  sin  sal:  llama  así  el 
pueblo  el  tocino  del  cerdo,  sin 
sal  ni  aliño  alguno,  y  que  em- 
plea para  medicamentos  caseros. 
Es  bien  dicho,  porque  unto  sig- 
nifica, en  su  2."  acep..  "craso  o 
gordura  interior  deí  cuerpo  del 
animal." 

Salado,  da,  fig.  Cai'o,  costoso. 
de  grandes  consecuencias.  "Sa- 
lada  le  .salió  la  fiesta;  Se  lamen- 
taba de  lo  salado  del  baile."  Se 
usa  también  en  la  Argentina; 
pero  el  Dice,  no  le  da  esta  acep. 
Es  metáfora  bien  aplicada  y  me- 
rece pasar. 

Salamanquina,  f.  En  Arica  y 
sus  alrededores,  lagartija.  Qui- 
zás por  cierta  semejanza  de  sig- 
nificado }•  de  forma  con  el  espa- 
ñol salamanquesa. 

Salambó.  Nombre  que  dio 
Flaubert  a  ima  de  sus  novelas. 
En  castellano,  como  lo  notó 
Menéndez  y  Pelayo,  debe  decir- 
se Salamhona,  que  era  el  nom- 
bre que  los  antiguos  sevillanos 
daban  a  la  diosa  Venus.  Así  lo 
dice  el  Breviario  en  las  lecciones 
de  las  Santas  Justa  y  Rufina,  y 
así  también  Rodrigo  Caro: 
"Vióse    bien    practicado    en    los 


actos  de  nuestras  santas  Justa  y 
Rufina,  que  i)e.recieron  jKir  no 
querer  dar  la  stipe  a  la  diosa 
Venus,  llamada  de  los  antiguos 
sevillanos  Salamhona.  '  (Dios 
(jeniales,  dial.  VI,  §  I). 

Salazóx,  f.  No  significa  "ac- 
ción de  salar,"  idea  que  se  ex- 
presa con  saladura,  sino  "tiem- 
po y  efecto  de  salar;  acopio  de 
carnes  o  pescados  salados." 

Salbadera,  f.  "Vaso,  por  lo 
común  cerrado  y  con  agujeros 
en  la  parte  superior,  en  que  se 
tiene  la  arenilla  para  enjugar  lo 
escrito  recientemente."  Así  es- 
cribía este  vocablo  la  13."  edi- 
'>ión  del  Dice,  derivándolo  del 
latín  sabulum,  arena,  como  an- 
tes se  lo  había  insinuado  Ilart- 
zenbusch  a  Cuervo;  pero  éste 
estudió  bien  el  punto  y  llegó  a 
esta  conclusión :  "Nos  inclina- 
mos a  usar  la  i'  (salvadera),  por 
ser  indudablemente  nuestro  vo- 
cablo derivado  de  salvadc.  De- 
muéstralo el  que,  según  lo  ob- 
serva Don  Ramón  Cabrera,  an- 
tiguamente en  lugar  de  polvos 
se  usaba  de  salvados  para  enju- 
gar y  secar  lo  acabado  de  escri- 
bir; así  lo  indican  los  pasajes 
que  citamos  más  abajo,  se  com- 
prueba por  el  hecho  de  encon- 
trarse en  manuscritos  del  siglo 
XVI  algunas  cascarillas  de  sal- 
vado pegadas  a  las  letras.  En 
corroboración  de  lo  cual  viene 
también  el  análisis  etimológico; 
en  efecto,  si  se  toma  como  sufijo 
— dera,  la  raíz  debe  ser  el  v. 
salvar,  pues  aquél  jamás  se  com- 
bina en  castellano  con  nombres: 
pero  esta  derivación  no  cuadra 
con  el  sentido;  luego  bey  que 
convenir  que  el  sufijo  es  — era,  y 


184 


SAL 


SAL 


entonces  viene  de  salvado  y  ha- 
ce juego  con  cartu-chera,  taba- 
quera, etc. ;  como  que  tal  es  el 
sufijo  que  se  agrega  a  nombren." 
La  14.*  edición  del  Dice,  aceptó 
de  lleno  en  lleno  este  luminoso 
dictamen. 

Salcita,  f.,  dim.  de  sal.  Las 
formas  corresta¿  .serían  salccita, 
salecilla  o  salezueh.  Véase  Buei- 
cito. 

Salcochar,  a.  "Cocer  carnes, 
pescadas,  legumbres  o  viandas, 
.sólo  con  agua  y  sal."  Primera 
vez  que  admite  el  Dice,  este  'v., 
derivado  de  sal  y  cocho,  cociao, 
y  que  algunos  confundían  con 
sancochar,  a.  (cocer  la  vianda, 
dejándola  medio  cruda  y  sin 
sazonar).  Éste  es  derivado  <Je 
sancocho,  que  se  formó  del  la- 
tín seniicoctus,  medio  cocido. 
En  la  13."  edición  .se  había  uBa- 
do  el  part.  salcochado  en  el  art. 
Akepa. 

Salcocho,  m.  "Preparación 
de  un  alimento  cociéndolo  en 
agua  y  sal  para  después  condi- 
mentarlo y  hacer  un  plato  cual- 
quiera.'" Admitido  por  primera 
vez  y  como  americanismo  en  la 
14.»  edición  del  Dice. 

Saldioque,  f.  Sal  de  Ilockins. 

Saldívar,  apell.  Zaldivar  es- 
criben Contó  e  Isaza,  Ricardo 
Palma  y  todos  los  eí^pañoles.  En 
la  Hüt.  del  Paraguay  del  P. 
Charlevoix,  1.  XVI  [I,  aparece 
este  apellido  escrito  Saldívon; 
lo  que  mereció  la  siguiente  no- 
ta del  P.  Murviedro:  "Léase 
Zaldivar,  de  cuyo  apellido  ha- 
bía en  aquel  tiempo  en  el  Para- 
guay una  familia:  y  '■'o  ella  fué 
oriundo    Raimundo    Zol  Vfar." 


Saledizo  o  salidizo,  m. 
Ambas  formas  admit«  el  Dice. 

Salesa,  adj.  Aplícase  a  la  re- 
ligiosa de  la  Visitación,  congre- 
gación instituida  por  San  Fran- 
cisco de  Sales.  Ú.  t.  c.  s.  f.  Es  voz 
que  hace  falta  en  el  Dice,  y  que 
el  mismo  usa  en  el  artículo 
Asistenta,  2.*  acep. 

Salesiano,  na,  adj.  Aplícasb 
al  individuo  de  las  dos  congre- 
gaciones religiosas,  de  hombres 
y  de  mujeres,  que  fundó  el  V. 
Don  Juan  Bosco.  Ú.  t.  c.  s. — 
Perteneciente  a  dichas  congre- 
gaciones o  a  sus  miembros. — 
Hace  falta  en  el  Dice. 

Salicilato,  m.  Sal  formada, 
por  el  ácido  salicílico  y  una  ba- 
se. Término  de  Química  que  al- 
canzó a  entrar  en  el  Suplemen- 
to de  la  13."  edición  del  Dice  y 
ahora  está  en  el  cuerjio  de  Ifa 
14.» 

Salicílico,  adj.  Admitido 
por  primera  vez  en  el  cuerpo  del 
Dice,  y  con  remisión  a  ácido 
salicílico. 

Salidor,  ra,  adj.  Dícese  de 
la  persona  que  .sale  nuicho  de 
su  casa,  callejero,  andariego.  Es 
corriente  en  Chile  y  esttí  bien 
formado,  pero  no  aparece  en  el 
Dice.  En  los  clásicos  hallamos 
salidero,  ra,  que  tampoco  -'c  re- 
gistra en  el  léxico.  "Se  informa 
nmy  bien  si  es  muy  salidera  la 
mujer."  (Poro  Sánchez,  Árbol, 
cons.  III,  c.  XI). 

Donpcll.i  vcntiincr.i  y  talidtra 
í'areco  ni  vino  aguado... 

(Quifti>nei)  (le   ncnavent*,  E'/mnét  de  lot 

Va\  la  Crónica    Troyana   vse   usa 
mlidor  en  el   mismo  significado 


SAL 


SAL 


1«5 


que  assalidor,  que  sale  al  en- 
cuentro, explorador.  El  Dice, 
trae  el  v.  asalir,  ant.,  salir  al  en- 
cuentro. 

Saliente.  Fem.  lo  declara 
en  su  lugar  el  Dice,  en  el  signi- 
ficado de  "parte  que  sobresale 
en  alguna  cosa;"  pero  en  la 
voz  Bigornia  lo  empleaba  c.  m. 
en  la  12."  edición ;  error  que  ya 
se  corrigió. — La  "parte  del  edi- 
ficio, que  sobresale  fuera  de  la 
pared  maestra  en  una  fábrica," 
y  que  aquí  llamamos  salivute, 
m.,  se  denomina  en  mejor  cas- 
tellano saledizo  o  salidizo,  m. — 
Aplicado  como  adj.  a  ciertos 
sustantivos  en  el  significado  fig. 
de  sobresaliente,  notable,  lo  te- 
nemos por  galicismo,  el  saillant 
francés.  No  recordamos  Iiaber 
visto  en  los  clásicos  trozos  sa- 
lientes, la  parte  más  saliente  del 
discurso,  la  nota  saliente,  ni  lo 
autoriza  tampoco  el  Dice.  Sólo 
en  sentido  recto  se  dice  pómulos 
salientes,  línea  saliente,  porque 
salir  tiene  la  acep.  de  "sobresa- 
lir, estar  una  cosa  más  alta  o 
más  afuera  que  otra."  Según  los 
casos,  deben  usarse  adjs.  pro- 
pios, como  elocuente,  patético, 
conmovedor,  sublime,  culminan- 
te, y  nó  los  generalísimos  y  des- 
vaídos que  acostumbra  el  fran- 
cés. 

Salir,  a.  y  r.  ¿Es  chilena  la 
fr.  Salirle  a  uno  un  ladrón,  un 
bandido,  etc.?  No  ha  faltado 
quien  así  lo  afirme;  pero  la  fr., 
que  ni  siquiera  es  fr.  hecha  sino 
proposición  corriente,  es  tan 
castiza  como  las  que  más.  En 
efecto,  la  5.*  acep.  que  el  Dice. 
da  a  salir  es:  "aparecer,  mani- 
festarse,   descubrirse;"    y,  si   no 


se  quiere  aplicar  ésta,  apliqúese 
la  1  .* :  ' "pasai-  de  la  parte  de  aden- 
tro a  la  de  afuera,"  porque  eso 
es  lo  que  hace  el  ladrón  o  ban- 
dido: pasar  de  la  parte  en  que 
estaba  escondido  o  en  acecho  a 
la  parte  pública  o  patente  en 
que  está  su  víctima;  o  más  bre- 
ve, le  sale  al  paso  o  al  encuen- 
tro. En  este  mismo  sentido  lee- 
mos en  el  Quijote:  "Que  San- 
són le  saliese  al  camino  como 
caballero  andante. .  .  Antes  que 
le  preguntase  nada,  le  salió  al 
camino,  diciéndole.  .  ."  (P.  II, 
caps.  XV  y  XVI). —  Téngase 
mucho  cuidado  al  darle  a  este 
v.  complemento  con  de,  porque, 
trastrocando  el  uso  legitimo,  se 
le  hace  decir  lo  contrario  de  lo 
que  se  quiere.  Es  usadísimo  en 
Chile  Salir  de  presidente.  Salir 
de  senador,  de  alcalde,  en  el  sig- 
nificado de  "ser  elegido  o  saca- 
do por  suerte  o  votación  para  es- 
tos puestos  y  otros  semejantes;" 
y,  en  realidad,  con  la  preposi- 
ción de  significa  el  v.  "cesar  en 
un  oficio  o  cargo,"  dejar  de  ser. 
Para  expresar  el  sentido  que  se 
quiere,  debe  suprimirse  el  de: 
"Antón  ha  salido  alcalde,"  es 
decir,  ha  sido  elegido  o  nom- 
brado. "¡  Oh,  qué  ansias  tiene 
por  que  salga  provincial!"  (Sta. 
Teresa,  Carta  CCCXXV).  Así  lo 
enseña  también  el  Dice,  y  con 
él  Cuervo,  Salva  y  todos  los  que 
conocen  bien  el  castellano. 
"Pronto  saldré  de  tutor,"  es  el 
ejemplo  que  da  el  Dice,  para  la 
acep.  de  "cesar  en  un  oficio  o 
cargo;"  así  como  salir  de  pobre 
es  dejar  de  serlo.  Tirso  y  Cer- 
vantes emplearon  la  prep.  por 
para  .significar  elección,  como  lo 


186 


SAL 


SAL 


\'imos  también  con  el  v.  sacar 
(véase  en  su  lugar)  : 

¿Que  Rodrigo  Vásqapz  de  Arce 
Salió  en  fin  por  p'tsiilente? 

{  Caballero  dt  gracia,  Xll,  II."). 

!Si  talf,  como  imagino, 
Hoy  mi  amo  por  alcalde. 
Te  digo  como  adivino 
Que  hoy  no  te  trujo  de  balde 
A  hablar  conmigo  el  destino. 

(Pedro  Je  Vrdemalaf,  j    I ). 

Otra  cosa  es  cuando  el  de  signi- 
fica el  oficio  o  papel  que  se  hace 
en  una  pieza  teatral:  "Pedro 
salió  de  rey,  y  Juan  salió  de  la- 
cayo." En  este  caso  no  forma 
complemento  sino  predicado. — 
Aunque  salir  .significa,  en  una 
de  sus  aceps.,  "nacer,  brotar," 
y  por  eso  es  bien  dicho  salirle  a 
uno  los  dientes,  salirh  la  barba; 
sin  embargo,  para  no  empobre- 
cer la  lengua,  conviene  conocer 
las  verbos  propios  que  hay  para 
estas  cosas.  Enumeremos  algu- 
nos: abotonar  (arrojar  botones 
la  planta),  apitonar  (echar  pi- 
tones los  animales  que  crían 
cuernos;  emjwzar  las  árboles  a 
brotar  o  arrojar  los  botones). 
barbar  (echar  Ijarba-*  el  hom- 
bre; en  Agricultura,  echar  raí- 
ces las  plantas),  arraigar  (echar 
o  criar  raíces),  brotar  (nacer  o 
salir  la  planta  de  la  tierra), 
emplumar  y  er)rplv,m<ecer 
(ochar  plumas  las  aves),  empe- 
lar (echar  o  criar  pelo),  encor- 
nudar (ochar  o  criar  cuernos), 
endentecer  (empezar  los  niños 
a  ecliar  los  dientes). —  Nótese 
quo  con  algunos  sastanlivos  tie- 
ne */./<>  significados  enteramente 


contrarios;  por  ej.,  Salir  la  mi- 
sa. Salir  la  función,  significan 
empezar  o  terminar  estas  cosas. 
La  idea  de  empezar  se  explica 
por  las  aceps.  parecidas  que  tie- 
ne salir:  "aparecer,  manifestar- 
se, descubrirse;"  "darse  al  pú- 
blico:'' "Ya  salió  el  primer  to- 
mo de  sus  poesías."  La  de  ter- 
minar se  explica  por  la  salida 
que  hace  la  concurrencia  del  lu- 
gar en  que  estaba  oyendo  la 
misa  o  presenciando  la  función, 
Para  que  se  vea  que  así  también 
hablaron  los  clásicos,  oigamos  a 
Zabaleta:  "Sale  una  misa,  y  lo 
primero  que  hace  el  galán  quo 
la  aguardaba,  es  mirar  si  tiene 
señas  de  breve."  (El  día  de  fies- 
ta, c.  I). —  Salir  a  bailar.  Sacar 
a  bailar  y  Sacar  a  danzar,  dic<^ 
el  Dice,  en  la  acep.  de  "nombrar 
a  uno  de  quien  no  se  hablaba, 
o  citoi-  un  hecho  que  no  se  tenía 
presente.  Díce.-=e  de  ordinario 
culpiíndo  o  motejando  al  que 
lo  hace  con  poca  razón.  ¿Que 
necesidad  había  de  sacar  a  bai- 
lar a  los  que  ya  han  muerto?" 
— Salir  a  espeta  perros.  Véase 
Espeta  perros  (A). —  Salir  a 
tierra,  fr.  fig.  y  fam. :  entre  la- 
drones y  rateros  chilenos,  .*alir 
en  libertad  de  la  pri-^ión. — Salir 
con  bien.  A'^éanse  BiKX  y  Des- 
embarazar.— Salir  con  la  .tuya 
uno:  "lograr  su  intento  a  ])esar 
de  contradicciones  y  dificultíi- 
des."  El  Dice  dice  ahora  Salirse, 
a  diferencia  del  de  Autoridades, 
que  no  adoptó  la  forma  retlcxi- 
va.  No  negamos  que  muchas 
clásicas  dijeron  Salirse  con  la 
suya,  pero  también  nnichas 
otros  dijeron  Salir  con  la  suya- 
como     podríamos    probarlo    cuu 


SAL 


SAL 


textos    del    B.    Ávila,    Granada, 
Cabrera,   Murillo.   Márque-5.  Tir- 
so,    Rodríguez,    La     Pue.ite     \ 
otros;  sólo  citaremos  a  Correas: 
"Salir  con  la  suya:    es  de   cabe- 
zudos   y  amigos   <:e  su    ptirecer, 
que  quieren    que  su    opinión    n 
razón  valga."  Además    de  la  li- 
bertad   que  debe  dejar   el  Dice, 
pai-a    decir  en    este  caso   salir  o 
salirse,  es  menester  que  rel'ormt 
también  la  fr.  generalizando  su 
uso  con    los  pronombres    máo  y 
tuyo,     nuestro    y    vuestro,    pues 
con  todos  se  ha  usado  y  .se  usa. 
— Salir    con    su  domingo    siete: 
Véase   Domjngo    siete. —   Salir 
de  Traiguén,  fr.  fig.  y  fam. :  en- 
tre ladrnnes    y   rateros  chileuo.>, 
salir  en    libertad  de  la    cárcel  o 
prisión. —    Snlirlc    la    calchona, 
la  chascona  o  chascuda,  el  futre, 
1(1   riuda.  Véanse  los  respectivo» 
sustantivos. —  Salga  lo  que    sal- 
gare, fr.  fam.  que,  por  lo  usada 
que  es  dondequiera  que  se  habla 
castellano,   no   debe    avergonzar- 
se de  acogerla  el  Dice,  en  el  mis- 
mo sentido  que  la   cori'ecta  Sal' 
ga  lo  que  saliere.  Para  autorida- 
des. bas1e    la  de  Don    Francisco 
Rodríguez     Marín:      ''Acostum- 
brados    a    exclamar    ¡  Ancha    es 
Ca.stilla ! .  .  .     esa     misma      gran 
fra.se.  .  .    perdió  el  mérito  de  su 
alto  sentido    y  quedó  para    sím- 
bolo y  fórmula  de  nuestra  indu- 
lenciu.      como       .sinónima       de 
¿Quién  dijo  miedo?  y  de  S<dria 
lo  que  salgare,    que    disparatal>a 
el  otro,  para  disparatar  a  la  vez 
de  obra    y  de    palabra.'"    (Burla 
hurlando,    pág.     187). — En     la 
conjugación    de    e^te  v.    comete 
el  \-ulgo  chileno  líi  paragoge  de 
decir   sale  jior  sal,  en  el  impera- 


tivo, concordado  con  c'-'.s  (¡ho- 
rror!) y  con  tú  en  la  clase  me- 
dia. ^''éase  Sal-le  en  el  art.  L.  El 
futuro  y  su  derivado  son  para 
nuestro  pueblo  salré,  salría,  en 
vez  de  saldré,  saldría  (véase  D). 
El  castellano,  aun  en  el  siglo  de 
oro.  dijo  saliré,  saliría,  confor- 
me al  origen  -mlir  he,  salir  hia; 
y  ]x>r  eso  .Juan  de  Valdés.  en 
su  famoso  Diálogo,  preguntó: 
'■¿Por  qué  escribís  ,  saliré  por 
saldré,  que  escriben  otros?  Val- 
dés. Porque  viene  de  salir. .  . 
Algunos  dicen  saldrá  por  salirá; 
a  mí  más  me  contenta  salirá, 
porque  viene  de  salir." —  Por 
gracia  y  donaire  y  para  no  usar 
los  verbos  e.xpulsar,  despedir- 
que  son  de  duro  significado, 
emplean  algunos  chilenos  como 
a.  el  V.  mlir:  "Salieron  a  Pedro 
del  colegio:  Salieron  a  la  Juana 
por  ladrona." 

Salitrera,  f.  Es  corriente  en 
Chile  por  salitral,  m.  (sitio  o 
paraje  donde  se  cría  y  halla  el 
salitre)  o  nitral  (criadero  na- 
tural de  nitro  o  salitre). — La 
oficina  salitrera,  que  decimos 
aquí,  se  llama  en  castellano  sa- 
litrería (casa  o  lugar  donde  .se 
fabrica  salitre). 

Salitrero,  ra,  ni.  y  f.  Per- 
sona que  lo  vende.  Asi  el  Dice. 
Por  consiguiente,  no  debe  irsar- 
se  como  adj.,  diciendo,  por  ej. 
industria  salitrera  (del  salitre), 
oficina  salitrera  (salitrería). — 
Salitroso,  sa,  es  el  adj.,  [¡ero  sig- 
nifica: "que  tiene  salitre."  le- 
rreno  salitroso. 

Salitrón,  m.,    aum.  de    sali- 
tre.   En    Tarapacá,    costrón     de 
salitre  mezclado    con    sustancias 
•  extrañas,  que  se  emplea  princi- 


MUS 


SAL 


SAL 


pálmente  para  grandes  fogatas, 
que  llevan  este  mismo  nombre 
y  se  hacen  en  los  días  de  públi- 
co regocijo.  Como  aum.,  está 
bien  formado  y  aplicado. 

Salivadera,  f.  Nombre  que  loí 
excesivamente  pulcros  dan  a  la 
escupidera  (pequeño  recipiente 
de  loza,  metal,  madera,  etc.,  que 
se  pone  en  las  habitaciones  pa- 
ra escupir  en  él).  Leemos  en 
El  Mercurio,  de  Santiago,  14 
Sept.  1915:  "Se  sabe  que  el  re- 
glamento de  teatros.  .  .  disjwne 
que  en  las  salas  de  espectáculos, 
junto  a  los  muros  y  a  la  altura 
de  una  persona,  se  coloquen  sa- 
livaderas, pues  quedará  estricta- 
niento  iirohibido  e.^-upir  en  el 
suelo."  _      ,^ 

Salivar,   n.   "Arrojar  saliva. 
No  se    confunda  con    desalivar, 
n.   (arrojar  saliva  con  abundan- 
cia). La  secreción  permanente  y 
excesiva. I<>  salivase  llama  íuífemrh 
Salraaticense,   adj.  La  voz  co- 
rrecta es  salmanticense,    natural 
de  Salamanca,  en  latín  Snlman- 
tica.   Los    sinónimos    son:    sala- 
manqués,   sa,    y    salamanquino, 
na,     aplicados   a     persona;    sal- 
mantino, na,  se  aplica  a    perso- 
na  y   a   la   ciudad. —   Los   Sal- 
manticenses    por     antonomasia 
son      unos     teólogos     carmelitas 
dascalzos,    del    colegio    de    Sala- 
manca,    que      escribieron      dos 
grandes  obras  en  muchos  tomos, 
una      do      teología      dogmática 
(Cursiis  Theologicxwi)   y  la    otra 
de  teología  moral    (Cursm  The- 
ohyiae  Morali.t).  Esta  última  es 
más    conocida   y    citada.    ILu^ta 
en    la   e<lición   de   las  Obras   de 
Iriartc    iiiiarece  el  error  de  decir 
salmaticenses : 


¿Quieres  que  en  nuestros  días 
Haya  necio  librero 
Que  publique  a  su  costa  Poesías 
Para  perder  su  tiempo  y  su  dinero, 
Mientras  hay  moralista  que  le  pag» 
A  los  Salmaticenses  y  a  Larraga...? 

tLpiSlola  ir). 

S.\LMO,  m.  El  salmo  del  Mag- 
níficat,   el  salmo    Benedictus,  el 
salmo  Nunc  dimüti-s.    No   sabe- 
mos de    qué  salterio  serán  estos 
nuevos   .<almos:  lo  que   sabemos 
es  que  todos  los  libros  litúrgicos 
los  llaman  cánticos,  y  nada  más 
que  cánticos. — Todos  los   salmos 
acaban  con  Gloria  Patri,  fr.  fig. 
y  fam.  con    que  se  moteja  o  re- 
prende  al    que  pide  dinero.    E& 
de   algún  uso  en   Chile,  pero  es 
e-spañola,    aunque    no   la   dé    el 
Dice,    como  se   deduce  de   estos 
versos  de  Timoneda: 

RUFIXA.     Tríeme  el  dinero  aquí. 
COUBAI.O.  ¡Jesús!  siempre  has  de  acabw 
En  Gloria  P-tri:  dejar 

Todo  quiero 
Y  traerte  este  dinero. 
{Fama  llnn;-:-l<i  Trapacra\. 

Salmodear,   n.   Rezar  o  cantar 

los  salmos.  El  v.  es  salmodiar  o 
salmear.  Salmodiar  se  conjuga 
salmodio,  dia.-^,  die,  siguiendo  el 
acento  del  s.  salmodia. 

Salmodia,  f.  "Canto  usado 
en  la  Igl&^ia  para  los  salmos.  || 
fig.  y  fam.  Canto  monótono, 
sin  gracia  ni  expresión."  En 
griego  tieueaccnluatia  la  i  ¡'-  ;'';'<.- 
fil-x.,.  pero  en  latín  esa  i  es  breve; 
por  eso  en  cixstellano  es  salnvo- 
dia.  Sin  embargo,  no  han  fal- 
tado (piienes  digan  salmodia: 

Vo«  icn^i»  1.1  Adonia», 
Las  c«it  »  de  Mole  grn 


SAL 


SAL 


189 


Y  de  Tristán; 
Yo  las  santas  salmodias, 
Kl  aj'uno  santo  e  magro. 
Dulce  afán. 

(Fray  Ganberte,   siglo  XV.  Razonamiento, 
dd  monje  con  el  caballero  sobt  e  la  vida  venidera) 

Salomar,  n.  En  Chiloé,  arre- 
ar o  rodear  animales,  ineitán- 
dolo-s  con  gritos.  ( Cavada j.  Es 
el  V.  castizo  salomar,  n.,  que 
significa:  "acompañar  una  fae- 
na con  la  saloma;"  y  saloma,  es 
"cantilena  cadenciosa  con  que 
acompañan  lo.-;  marineros  su  fa- 
ena para  hacer  simultáneo  el 
e-sfuerzo  de  todos;"  voz  de  noble 
abolengo,  pues  viene  del  latín 
celeuma  y  griego  /.2>.2-jw.a,  que 
significan  esto  mismo.  "Laetan- 
tium  more  nautarum  epilogí 
celeuma  cantandum  est,"  escri- 
bió San  Jerónimo  a  su  discípulo 
Heliodoro. 

Salomóx,  m.  fig.  Fué  admi- 
tido desde  la  13."  edición  del 
Dice,  en  el  .significado  de  '•ham- 
bre de  gran  sabiduría."  ..ntes 
de  eso  teníamos  nosotros  estas 
citas:  "Esto  de  escribir  sobre  lo 
que  uno  no  entiende,  .se  queda 
para  los  Salomones  de  esta  era, 
que  pretenden  saberlo  todo." 
( Triarte.  Epístola  críHco-pare- 
nética). 

Somos  los  estndiantitos 
Que  hoy  costeamos  la  función. 
Y.  aíinque  somos  chiquititos. 
Es  cada  uno  un  Salomón. 

(Adaptación  del  coro  de  los  Marineritos  de  1,> 
zarzuela  La  Gran  Via). 

Salomónk;o,  ca,  adj.  "Perte- 
neciente o  relativo  a  Salomón,' 
lo  define  el  Dice,  y  remite  des- 
pués a  Columna  salomónica. 
Faltan  la.s  e.xpresiones  Sentencia 


salomónica  y  Juicio  salomónico, 
que  se  usan  en  sentido  fig.  por 
alusión  al  fallo  que  dio  este  rey 
de  partir  un  niño  ivivo  para  co- 
nocer cuál  era  la  maidre. 

Salón,  m.  Más  de  lo    necesa- 
rio ha  cundido  esta    palabra  en- 
tre   nosotros.    Ya    no    hay     casa 
que  no  tenga  su  salón,  ni  barbe- 
ría que  no  se  anuncie  al  público 
con  el  pomposo  título  de  salón 
de  peluquería,  aunque  el  prime- 
ro no  pase  de  ser  una  miserable 
salilla,    y     un    pobre    tabuco     o 
cuartucho    el    segundo.     No     se 
pierda    de    vista     que   salón     es 
auni.  de  sala.,  y  sala  es:  "la  pie- 
za principal  de  la  casa,  donde  se 
reciben     las    visitas    de    cumpli- 
miento."    Para     muchos     casos 
basta  pues  el  primitivo  sala  o  el 
dim.  salita,  sin  necesidad  de  re- 
currir   al     aum. — Éste     se    está 
usando    mucho,     aunque     a     la 
francesa,    en    el  significado    fig. 
de     gente    o    casa     aristocrática, 
que  son    las  que  tienen    salones 
en  el    verdadero  sentido    de  esta 
palal>ra.  "Su  obra  e-  leída  en  to- 
dos los  salones  de  Santiago:  Es- 
te   joven    frecuenta  los    mejores 
salones;    ¿Cómo  exigirle    econo- 
mía domé.stica    a  una  joven    de 
salón?"  A  pesar  de  su  origen  y 
de  la   oposición  de  los   puristas, 
debe    admitirse    esta  acep.,    pues 
está  fundada  en  el  genuino  sig- 
nado de    salón. — No    así  lo    (fue 
>e    llama    salón  de  pintura:  "El 
salón  de  e.<te  año  fué  mejor  que 
el  del  año  pasado."    Esto  se  lla- 
ma   en    España    y    dondequiera 
que  se  habla    su  lengua,  exposi- 
ción de  (lo  que  fuere).  Véase  ei 
origen  de  este  salón:  "Empleado 
absolutamente,    dice  el   Dice,  de 


190 


SAL 


SAL 


lii  Acad.  FraiKesa,  significaba 
las  salas  del  Louvre,  en  donde 
íe  hacía  la  exposición  periódica 
de  las  obras  de  pintura,  escul- 
tura, grabado,  etc.,  de  los  artis- 
tas vivos.  Y  algunas  veces  sig- 
nificaba, por  extensión,  la  expo- 
sición misma." —  Menos  podrá 
ilecirse  en  buen  castellano  Salón 
de  la  moda,  como  se  intitula 
una  revista  de  Barcelona.  ¿For 
qué  no  se  llama  Revista  de  la 
moda.,  como  se  diría  en  toda 
tierra  de  garbanzos? — -En  algu- 
nos pueblos  del  Norte,  salón  e-s 
liiirdel  o  casa  de  prostitución. — 
S  Ion  óptico.  Su  verdadero  nom- 
bi-e  es  cosmorama,  m.,  del  grie- 
go opaj.a,  vista,  y  xów.o:,  mun- 
do. El  Dice,  lo  define:  "arti- 
ficio óptico  que  .>irve  ¡'ara 
ver  aumentadotí  lo.s  objetos  me- 
diante una  cámara  obscura; 
^itio  donde  por  recreo  se  ven 
lepre^^entados  de  este  modo 
pueblos,  edificios,  etc.'' —  Hi- 
lo salón  o  de  salón:  el  de  cáña- 
mo, nuiy  resistente  y  más  del- 
gado que  el  bramante.  Lo  usan 
los  encuadernadores,  los  zapa- 
teros y  los  (jiie  co.sen  alfombras, 
y  se  vendía  en  madejas.  .Ahora 
l)oco  .-e  halla  en  plaza.  Parece 
que  es  el  mismo  que  el  Dice, 
llama  hilo  de  cartas;  el  nombre 
de  salón  se  le  dio,  .sin  duda, 
l)(>rque  se  usji  principalmente 
para  coser  alfombras  de  salón. 

S.\LPiMENT.\R,  a.  Fifl  com- 
¡meeto  de  sal  y  pimienta:  por 
tanto,  .se  conjuga  como  irregular 
de  la  primera  clase:  aalpimienr 
t(i,  tan,  tr,  ten,  etc..  y  nó  regular 
(salpimentó,  ta).  "Si  hablas, 
luiciemlo  rwular  las  cejas  hasta 
la     coronilla,     xnlpimientas      la 


murmuración."  (Quevedo,  El 
chitan  de  las  tambillas) .  La 
Gramát.  de  la  Academia  lo  ha- 
ce también  in-egular.  Por  todo 
esto  es  extraño  que  en  un  libro 
premiado  e  impreso  por  la  mis- 
ma Corporación  se  lea:  "Los 
adagios  con  que  el  vulgo  sazona 
y  salpimenta  su  hablar  informe 
y  rudo."  ( Laman  o  y  Beneite, 
El  dialecto  vulgar  salmantino, 
introd.,  .§  X). 

S.\LPULLIDO.    S.\LPULUR,     SAR- 

piLLiDO,  s.\RPiLLiR.  Ambas  for- 
mas admite  el  Dice. 

Salsa,  f.  En  lenguaje  fig.  y 
fam.,  tunda,  felpa.  Recuérdese 
la  misa  de  ajos  de  las  Coplas  de 
Mingo  Revulgo : 


Mas,  Revnlgo.  para  luit-ntes. 
Que  non  vayas  por  atajos. 
Farás  una  ínlia  d'njor 
Por  temor  de  las  serpientes. 
Sea  mort«raíIa  cruda. 
Machucada,  muy  aguda. 
Que  te  faga  estorcijar, 
Ca  non  puede  peligrar 
Quien  con  esta  salsa  suda. 


Sal-s.\lero-  m.  .luego  de  mu- 
chachos que  des<"ribió  í)sí  Rodri- 
go Caro:  "Pónese  una  rueda  de 
muchachos,  y  uno  en  medio; 
éste  dice  en  alta  voz.  tcnienao 
cerrados  los  ojos  y  andando  a  la 
redonda:  Sarabuca  de  rabo  de 
cuca  dr  a.cucaiuUir,  qxic  ni  sabe 
arar  ni  pan  comer,  vete  a  escon- 
der detrás  de  la  puerta  de  San 
Miguel.  Donde  para  al  decir  es- 
to, aquel  nuichacho  .Siilc  y  .se  va 
a  esconder,  y  así  va  repitiendo 
las  mi.«mas  palabra-s  y  echando 
afuera  nuichachos  ha.stfl  que  se 
han  ido  todos.  Dcejnics  los  .sale 
a  buscar,    diciendo:  Sal.    salero. 


SAL 


SAL 


191 


vendrás  caballero  en  la  muía  de 
Pedro.  Ellos  procurarán  salir 
de  donde  están  y  llegar  primero 
al  puesto,  porque  al  que  puede 
coger  lo  hace  que  lo  lleve  a 
cuestas."  (Días  geniales,  dial.  V, 
§  V).  No  aparece  este  nombre 
en  el  Dice. 

Saltado,  da,  adj.,  part.  de 
saltar.  Usárnoslo  en  el  significa- 
do de  no  continuo,  interrumpi- 
do, que  va  .salvando  uno  o  niá.s 
espacios  u  objetos.  Es  bien  usar 
do.  porque  el  v.  saltar  tiene  esta 
misma  acep. :  "pasar  ide  una  co- 
.sa  a  otra,  dejándose  las  que  de- 
bían suceder  por  orden  o  por 
opción.  Se  usa  en  lo  físico  y  en 
lo  moral."  Los  españoles  dicen 
más  frecuentemente  salteado,  da, 
del  V.  saltear,  que  tiene  la  acep. 
de  "empezar  a  hacer  una  cosa 
sin  continuarla,  .sino  dejándola 
comenzada  y  pasando  a  otras,'" 
que,  como  .se  ve,  no  es  exacta- 
mente igiia/l.  "No  pueda  esta- 
carse amlx)s  a  dos  a  una  estaca, 
sino  que  se  le  dé  salteada,"  de- 
cía ima  (5rdenan¿a  de  minas 
acordada  en  Cabildo  de  Santia- 
go, en  10  de  Dic.  de  1548.  (Vi- 
cuña Mackenna,  El  Libro  aei, 
cobre,  pág.  90). — De  sr.ltado,  m. 
adv.  fig. :  saltando  o  ■  ilteando, 
en  la  acep.  que  acaban;  is  de  ver. 
(Cf.  De  corrido).  En  castellano 
hay  también  A  saltos  (dando 
saltos,  o  saltando  de  una  cosa 
en  otra,  dejándose  u  omitiendo 
las  que  están  en  medio).  Véase 
i-ómo  expre.só  e<ta  idea  el  erudi- 
to Puigblanch :  "Del  <-ual  sólo 
he  leído  el  Prólogo  y  una  u  otra 
página  salteada."  "Sólo  al  fin 
diré  algo  salteado  acerca  de  va- 
rias   de   sas    faltiLS    más     grana- 


das."    (Opúsculos,     t.     I.    págs. ' 
LXXXIX  y  11). 

Saltante,  adj.,  pait.  de  sal- 
tar. "Que  salta,"  dic«  solamente 
el  Dice;  y,  como  una  de  las 
aceps.  de  saltar  es  "hacerse  repa- 
rable o  sobresalir  mucho  una 
cosa,"  se  deduce  que  está  bien 
em,pleario  este  adj.  en  estas  pala- 
bras de  un  diario  chileno:  "Co- 
mo el  carácter  más  saltante  es 
la  tristeza,  la  tendrán  que  repro- 
ducir c!i  las  obras  artísticas." 
Otros  dirían  resaltante,  sobresor 
líente,  notable,  visible. 

S.A.LTAR,  a.  y  n.  "Yo  dan'a 
por  esta  casa  50.000  pesos  .%i¿- 
fando."  El  .sentido  completo  de 
este  gerundio  es:  .saltando  de 
g-usto,  o  corriendo  a  .^altos,  vo- 
lando, como  se  dice  con  más 
frecuencia,  de  esta  acep.  de  vo- 
lar: "hacerse  las  cosas  con  gran 
prontitud  y  ligereza."  No  alcan- 
za esto  a  constituir  un  chilenis- 
ino. — Saltar  a  la  vista  una  cosa, 
o  a  los  ojos,  son  frases  figuradas 
e  iguales,  que  significan  para  el 
Dice:  "ser  muy  clara;  ser  vis- 
tosa y  sobresaliente  por  su  pri- 
mor.'" El  P.  Mir,  fundado  en  el 
origen  de  ellas,  que  es  la  fr. 
francesa  Sauter  aux  yeux,  en  el 
uso  de  los  clásicos  españoles  y  en 
el  significado  del  v.  saltar,  que 
implica  aconietida,  violencia, 
oposición,  repugnancia,  las  des- 
echa en  el  .sentido  que  les  da  el 
Dice.  La  razón  está  toda  de  su 
parte,  aunque  en  la  práctica  ha- 
ya prevalecido  el  uso  de  los  mo- 
dernos galicanos.  ¡Cuánto  me- 
jor hablaron  las  clásicos!  "Se 
ve  a  los  ojos  la  ruina  de  los  es- 
tadas." (Saavedra  Fajardo,  Em- 
pre.'<a-'<    politira.H.      XXXI).      "A 


192 


SAL 


SAL 


ojos  vistas  se  le  había  abierto  ei 
cielo."  (Rebolledo,  Orac.  fún.) 
"Se  ve  claramente  a  las  inme- 
diatas. .  .  Mostrar  la  verdad  casi 
a  los  ojos."  (Sigüenza.  Vida  cíe 
S.  Jerón.)  "A  tiro  de  escopeta 
se  echará  de  ver  lo  que  ei'es." 
(QxUjote,  p.  I.  c.  XXI).  "A  bola 
vi.sta,  m.  adv.  fio;.:  a  las  claras, 
descubiertamente,  con  e\"idencla 
y  seguridad."  "Esas  son  habas 
i-ontadas,  expr.  fig.  con  que  st 
denota  ser  una  cosa  cierta  y  cla- 
ra." (Dice.)  Cejador  (t.  A  E  I 
O  U.  pág.  474)  dice  también 
que  "Saltar  a  la  vista,  por  ser 
manifiesto,  es  galicismo.  Vale: 
ofende  a  los  ojos,  siempre  en 
mala  parte. —  Saltar  a  tierra, 
fr.  fig.  Entre  ladrones  y  rateros 
chilenos,  salir  en  libertad  de  al- 
guna cárcel  o  pri.sión. —  Hacer 
saltar  a  uno,  fr.  fig. :  hacerle  per- 
der :<u  emple.)  o  puesto.  Es  pu- 
ro francés:  Faire  sauter  quel- 
qu'un.  No  se  confunda  este 
significado  de  salt<ir,  que,  como 
venios,  no  es  castellano,  con 
aquel  tan  propio  que  le  dio  el 
Arcipreste  de  Tlita : 

Cuyda  la  ina.iie  cua  qu''  ]k)i-  la  soaaftar. 
Por  correrla  c  ferirla  e  por  la  denostar. 
Que  por  ende  serK  casta  e  la  faní  estar; 
Estos  son  aguijones  que  la  fazen  sallar. 

í Lihi-f  lie  hncn  amor,  copla  521 ). 


"Antes  bien. 
l;i   iiicitMii."   i 

Saltenero, 
ladrones    y 
Poca  diferenc 
esf)añola  que 

Saltkkio, 
acei)s.  que  le 
bro  de  coro  q 


son  aguijoiusi    que 
nterpreta  Ce,ja<ior. 
m.  En  la   jerja  de 

rateros,     salteador, 
ia  con  la  gemíanla 

lo  llama  salterio. 

ni.     Una     de    ila.s 

da  el  Dice,  es:  "li- 
ue  contiene  sólo  los 


salmos." —  Delje  agregarse  csin 
otra:  Parte  del  Breviario  que 
contiene  las  horas  canónicas  ue 
tofla  la  semana,  menos  las  lec- 
ciones y  oraciones.  También  se 
imprime  por  separado,  como  li- 
bro aparte. 

Saltimbanquis,  m.  Las  tur- 
mas admitidas  en  el  Dice,  son: 
■mltimhanqm,  saltinibanco,  sal- 
tabanco, '  saltabancos,  saltaem- 
banco y  saltaembancos. 

S.vLTo,  m.  La  10."  acep.  del 
Dice,  es:  "omisión  voluntaria,  o 
por  inadvertencia,  de  una  parte 
de  un  escrito,  leyéndolo  o  co- 
piándolo." Esta  acep.  .•«  usa 
también  en  Imprenta  por  la 
omisión  que  hace  un  cajista  o 
Uneotipista,  ail  componer  el  ori- 
ginal; aunque  está  incluida  <;e 
una  manera  muy  general  en  la 
definición  del  Dice,  es  mejor 
darle  lugar  y  definición  propia. 
— Malamente  llaman  los  niños 
chilenos  salto  y  juego  de  la 
cuerda  el  que  en  español  se  de- 
nomina comba.  Véíise  Cuerda. 
— Otro  juego  mal  llamado  salto 
y  salto  corrido  es  el  fil  derecho. 
^^'a^o  Porotera,  ■•■.''  acep.  El 
Dice.  <]o  Autoridades  lo  llamaba 
Empujóte  el  haba,  y  :l*í  mismo 
el  Trxnro  de  Covarrul)ias: 
"Rempujarle  In  haba:  juego  de 
muchacho.-*  (juc  van  saltando 
unos  .><obre  otros  y  dicen:  em- 
pujóte la  liaba.''  En  Extrema- 
dura se  llama  este  juego  .1  la 
una  anda.  la.  muía,  y  Quita  y 
ptin.  (Sergio  Hernández  de  So- 
t.0.  en  la  Bibliot.  de  las  tradicio- 
nes pop.  españ..  t.  II í.  págs.  158, 
lfi4)  ;  .wlto  del  carnero  lo  llama 
Oejador  (Silbantes,  i.  TU.  pág. 
182)  y  salto  del  palo,  como  pro- 


SAL 


SAL 


193 


pió  de  Málaga.  Pimpasé  se  lla- 
ma en  Vitoria,  de  Kspaña,  de 
pin,  voz  onomatopéyica,  y  pasé. 
(Memorias  de  la  Acad.,  t.  IX, 
pág.  477). — La  "caída  del  agua 
de  un  río,  arroyo  o  canal,  donde 
hay  un  desnivel  repentino,"  es 
para  el  Dice,  salto  de  iiffu<};  sin 
embargo,  lo  más  u.-ado  es  cam- 
biar el  complemento  de  agua 
por  el  nombre  del  río  que  for- 
ma el  salto,  o  del  lugar  en  que 
éste  se  verifica,  y  por  eso  se  dice 
el  saltu  de  Tequendama  (en  Co- 
lombia), el  salto  del  Laja  (en 
Chile).  Vecino  a  esta  ciudad  de 
Santiago  hay  un  paraje  que  se 
llama  también  El — Sa.lto,  por- 
que por  él  bajan  saltando  unas 
aguas  del  río  Mapocho;  y  en  el 
departamento  de  \'alparaíso  hay 
un  caserío  y  estación  de  ferroca- 
rril que  tienen  el  mismo  nom- 
bre, por  el  agua  que  cae  de  los 
cerros  contiguos  y  formando 
salto.  Al  definir  la  catarata,  dice 
también  el  Dice. :  "cascada  o 
salto  grande  de  agua." — El  Salto 
del  Soldado.  Así  se  llama  uua 
parte  de  cerro,  angosta  y  pro- 
funda, y  como  cortada  a  pique, 
por  la  cual  atraviesa  el  río  Acon- 
cagua. Play  la  tradición  de  que 
ahí  se  repitió  lo  que  llamaron 
los  españoles  El  .mito  de  Alvara- 
do  y  El  salto  de  Hern-andiUo. 
"En  Méjico  saltó  Alvarado,  con 
una  pica,  huyendo  de  muchos 
indios  que  le  .-eguían,  una  ace- 
quia de  tanta  anchura,  que  se 
atribuye  a  milngro  o  portento, 
más  que  a  fuerzas  humanas.  En 
las  historias  es  celebrado,  y  ho\ 
día  le  tienen  .señalado,  aunque 
no  traen  por  allí  el  agua." 
(Gonzalo  Correas,   Vocabulario). 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


S.vLTÓx.  XA,  adj.  "Que  anda 
a  saltos,  o  salta  mucho."  Así  en 
castellano;  en  chileno  se  aplic». 
a  los  frutos  y  carnes,  y,  en  ge- 
neral, a  los  alimentos  que,  de- 
biendo senúrse  cocidos,  quedan 
algo  crudo.s.  "Los  porotos  están 
saltones,  la  carne  quedó  tam- 
bién saltona."  La  razón  de  lla- 
marse saltonas  estas  cosas,  es 
porque,  si  se  trata  de  partirlas 
con  cuchillo,  con  los  dientes  o 
con  los  dedos,  saltan  o  se  esca- 
pan. Díga-se  .sancochado,  medio 
crudo,  semicrudo,  a  medio  co- 
cer. 

Salustrio,  n.  pr.  m.  Así  pro- 
nuncian, en  vez  de  Salustio,  al- 
gunas i^ersonas  del  pueblo. 

Salvadoreño,  ña,  adj.  "Na- 
tural del  Salvador.  Ú.  t.  c.  s.  1 1 
Perteneciente  a  esta  nación  de 
América."  Así  el  Dice,  desde 
la  13.^  edición;  por  consiguien- 
te, ya  no  se  dice  San  Salvador, 
como  antes,  ni  menas  sansal va - 
doreño.  Muy  bueno  es  que  se 
haya  suprimido  el  san,  porque 
este  Salvador  no  es  ningún  san- 
to canonizado,  sino  que  es  uno 
de  los  nombres  antonomásticos 
de  Jesucristo.  nu6?tro  Señor. 

Salvaguardiar,  a.  Conténten- 
se, los  que  lo  u.san.  con  guardar, 
cautelar,  resguardar,  vigilar, 
cu.stodiar,  proteger,  defen-der, 
amparar,  cuidar,  y  no  introduz- 
can verlx)s  como  éste,  que  re- 
pugnan a  la  índole  del  castella- 
no por  lo  largos  y  por  la  dificul- 
tad de  su  conjugación.  Déjenlo 
mejor  en  francés,  bal  como  es: 
sauvegarder,  y  no  lo  den  ni  si- 
quiera en  la  forma  más  pasade- 
ra de     salvaguardar. 


194 


SAL 


SAL 


>Salva  reverextia,  1(x-.  lati- 
na. (Pronuncíese  reverencia). 
Significa:  salva  la  debida  reve- 
rencia, y  se  usa  como  fórmula 
de  excusa  de  lo  que  se  dice  a 
personas  dignas  de  reverencia; 
es  como  atenuación  o  salvedad 
de  lo  que  pudiera  pai'ecerles  du- 
ro o  poco  resijietuoso.  Merec-e  es- 
ta loe.  entrar  en  el  Dice. 

Salvataje,  m.  Pobrísinia  tra- 
ducción del  francés  mwvetage. 
En  castellano  decimos  salva- 
mento, o  salvamiento,  que  es 
menos  usado.  Salvación  es  más 
genérico,  y  en  particular  es  la 
"consecución  de  la  gloria  y 
bienaventuranza  eterna." 

Salvavidas,  ni.  Tenía  la 
acep.  de  Marina:  "aparato  con 
que  los  n-dufragos  pueden  .sal- 
varse .•sobrenadando,"  y  la  14.' 
edición  del  Dice,  le  agregó  esta 
otra,  que  ya  era  u.sada  en  Chile: 
"aparato  colocado  delante  de  la 
nieda  de  los  tranvías,  para  evi- 
tar desgracias  en  casos  de  atro- 
pello." El  salvavidns  que  se  em- 
plea aquí  no  .se  coloca  en  la  rue- 
da, sino  entre  dos  o  más  tran- 
vías acopladas,  a  ambos  lados. 

Salvilla,  f.  No  significa  ta- 
ller, ronvoij,  angañlhs  (nuestra 
alcuza,  véase  esta  voz),  como  lo 
usan  algunos.  La  mlvilla  es 
"bandeja  con  una  o  varias  en- 
<ajaduras,  donde  .<e  aseguran  las 
co]ias.  tazas  o  jicaras  que  se  sir- 
ven en  ella." 

Salvo.  Como  el  Dice,  lo  l)ace 
:k1j.  de  dos  terminaciones  <-on 
el  .-ignifieado  de  "ex' eptuado. 
omitido,"  y  al  mismo  tiempo  lo 
reconoce  como  adv.,  sinónimo 
de  es-repti),  resulta  que  de  la.s 
dos  manera-    puede  usarse. — En 


salva  sea  la.  parte  (Pegarle  o 
darle  a  uno) .  Es  bien  dicho ;  pe- 
ro nótese  lo  que  dice  el  Dice. : 
"Salva  sea  la  parte,  expresión 
fam.  que  se  usa  cuando  uno  se- 
ñala en  sí  mismo  la  parte  del 
cuerpo  en  la  cual  aconteció  a 
otra  persona  lo  que  él  refiere." 

S.\LVOcaxDUCTO,  m.  El  pl.  e» 
mlvocondtictos,  como  lo  usó 
.Juan  de  Valdés  en  el  Di/d.  de 
Mercurio  {/  Carón,  aunque  Pero 
Mejía  y  Márquez  dijeron  salvos- 
conductos,  y  a¿í  mismo  San  Ig- 
nacio de  Loyolii:  "En  tiempo  de 
necesidad  siemjire  nos  suele  dar 
salvos-conductos."  (Y  arfa  XXX, 
A  Beltrán  de  Loyola).  La  regla 
de  Bello  es:  "Los  compuestos  de 
dos  nombres  en  singular,  que 
no  han  padecido  alteración,  y 
de  los  cuales  el  uno  es  s.  y  el 
otro  un  adj.  o  s.  adjetivado  que 
modifica  al  primero,  forman  su 
pl.  con  el  pl.  de  ambos  simples, 
como  casaquinta,  casasquintas; 
ricohombre,  ricoshombres."  Pe- 
ro las  exeepcione.s  son  quizás 
más  numerabas  que  los  inclui- 
dos en  la  regla.  Bello  cuenta  en- 
tre las  excepciones  a  padrenues- 
tro, vanagloria,  barbacana,  mon- 
tepío y  los  apellidos  de  familia; 
nosotros  podríamos  agregar: 
(■'■  iiposanto,  cín^jcra  (amique  el 
Dice,  los  escriba  en  dos  i^>ala- 
bras),  pejerre]!,  salvohonor,  sal- 
niqtiardia,  lilirepeiisndor  y  el 
mismo  salvoconducto  de  que 
tratamos.  Otros  no  admiten  pl. 
por  su  misma  naturaleza,  como 
r  X  trema  unción,  librccoím  bio 
(que  el  Dice,  escribe  en  dos  pa- 
lai)ras).  De  barbacan/i  dice 
Cuervo:  '"No  comprendo  cómo 
Salva    primero  y   Bello    di^pués 


SAM 


SAM 


195 


tomaron  la  voz  barbacana  como 
compuesta  de  barba  y  cana, 
cuando  indudablemente  es  fo- 
ra-ítera,  y  su  sentido  nada  tiene 
ijue  ver  con  el  de  los  supuestos 
componentes.  Los  etimologistas 
no  están  acordes  en  cuanto  a  su 
origen ;  pero,  sea  de  ello  lo  que 
fuere,  no  puelj  aplicár.sele  1í» 
regla  de  los  compuestos  castella- 
nos; -de  otra  suerte  sería  msnes- 
ter  agregar  como  excepciones 
altamisa,  claraboya,  etc.  '  La  ra- 
zón por  que  irnos  compuestos 
admiten  el  pl.  en  los  dos  ele- 
mentos y  otros  en  el  último  .so- 
lamente, es  la  que  dimos  en  el 
art.  Café,  a  saljer:  ix)rque  los 
primeros  son  como  dos  nombres 
yuxtapuestos  que  conservan  .su 
resi^ectivo  significado,  y  los  se- 
gundos son  como  una  sola  pa- 
labra, en  la  cual  se  han  fundido 
los  dos  elementos  en  una  sola 
entidad.  Pejerrey,  por  ej.,  pun- 
tapié, hojalata,  madreselva,  va- 
nagloria, salvoconducto,  son 
nombres  que  ideológicamente 
.se  consideran  como  simples,  por- 
(jue  representan  una  sola  cosa; 
al  revés  de  casaquinta,  ricahem- 
bra, agua,  lluvia,  en  los  cuales  se 
\en  claramente  dos  entidades. 

Salvo  meliori,  expr.  latina. 
E.stá  subentendido  el  s.  judicio  y 
significa:  salvo  mejor  dictamen 
o  juicio,  y  se  usa  generalmente 
en  los  informes,  censuras,  vistan 
judiciales,  etc.  Debe  entrar 
cuanto  ante.-  en  el  Dice. 

8a M  (Tío),  expr.  fig.  El  go- 
bierno o  un  representante  típi- 
co de  los  Estado.a-Unidos.  Es  la 
interpretación  festiva  de  lasini- 
<-iales  U.  S.  (United  States)  con 
que  se   escribe  el    nombre  de  la 


gran  República.  El  nombre 
Sam,  abreviación  de  Samuel,  no 
sabemos  a  qué  personaje  aluda. 
Ésta  es  la  explicación  que  dan 
los  diccionarios  ingleses.  Así 
t»imbién  John  Bull  es  el  pueblo 
inglés  personificado;  John  Chi- 
naman  llaman  los  ingleses  al 
pueblo  chino;  Juan  de  Espera 
en  Dios  o  de  voto  a  Dios  llaman 
los  españoles  al  judío  errante 
de  la  leyenda,  en  la  cual  se  per- 
sonifica a  todo  el  pueblo  judío; 
el  General  Pililo  llamamos  nos- 
otros al  roto  chileno  como  mili- 
tar. Volviendo  al  Tío  Sam,  di- 
gamos que  es  muy  conocido  en 
Política  y  en  Caricatura,  para 
tener  que  describirlo;  sin  em- 
bargo, no  resistimos  a  transcri- 
Ijir  estas  versos  de  Rubén  Darío 
(Félix   (iarcía   Sarmiento j  . 


Allí  pasa  el  chino,  el  ruso. 
El  kaniulko  y  el  boruso: 
Y  to'la  obra  y  todo  uso 
A  la  tierra  nueva  es  fiel: 
Pues  se  ajusta  y  se  acomoda 
Toda  fe  y  manera  toda 
Al  sin  par  Tío  Samnet. 

Alto  es  el,  mirada  fiera: 
Su  chaleco  es  su  bandera. 
Como  lo  es  sombrero  y  frac. 
Si  no  es  hombre  de  conquistas. 
Todo  el  mundo  tiene  vistas 
Las  estrellas  y  las  listas 
Que.  bien  sábese,  están  listas 
En  reposo  o  en  vivac. 


Samaría,  n.  pr.  de  ciudad. 
.\sí  acentúa  el  latín,  pero  en 
castellano  se  ha  dicho  siempre 
Samaría,  como  lo  trae  el  Dice, 
en  el  art.  Samaritano.  Véanse 
algunas  autoridades. 


i9t; 


SAM 


SAN 


Los  que  en  Samaría  con  sangriento   estrago 
Se  vieron  en  ejercito  valiente. 

(Valdivielso,  El  Sagraría  rfe  Toledo.  1.  I). 

Mira  cómo  en  el  cerco  de  Samaría. 
Donde  la  hambre  se  atrerió  homicida 
A  volver  a  los  vientres  tributaria 
Las  palpitantes  partes  de  su  vida... 

(/6.</.,  1.  xxii;. 

Bajó,  dando  bramidos  pavurostjñ 
Con  los  dos  de  Samarla  fabulosos... 

Mas.  entre  todas,  una  dueña  ilustre. 
Natural,  pero  noble,  de  Samaría. 
Mujer  de  grande  peso  y  mucho  lustre. 
Aunque  seguida  de  fortuna  varia... 

Y  más.  que  la  mujer,  ya  evangelist4i. 
Al  momento  a  Samaría  fue'  volando. 

(Hojeda,  La  Cristiatla,  I.  IV). 

Contra  su  rueda  voltaria 
Has  triunfado  de  Iduniea. 
Conquistado  a  Galilea 
Y  sujetado  a  Samaría. 

(Tirso,  La  ríiia  de  Hemdi-t.  I.  1."). 

Sam.vkuwna,  f.  I'or  antono- 
masia, aquella  mujer  samarita- 
na  que  convirtió  el  Salvador 
junto  al  pozo  de  Sicar.  Con  este 
solo  nombre  es  fonoe¡<la  en  lo- 
dos los  autores  y  con  él  merece 
entrar  en  el  Dice. — Fig.,  ramera 
o  mujer  de  la  vida  airada.  Es 
acep.  que  también  se  usa. 

Samaruco,  m.  En  algunas 
lurtes,  liolra  en  que  el  cazador 
va  echando  la  caza.  En  caste- 
llano, morral:  "saco  que  usan 
los  cazadores,  soldados  y  vian- 
dante.«,  colgado  f>or  lo  conuin  a 
la  espalda,  para  echar  la  caza, 
llevar  provisiones  o  transportar 
alguna  ropa." —  Nuestro  chile- 
nismo viene  del  castellano  sa- 
niarii-f/o,  ant.  e  igual  a    jaramur 


go,  pececillo  nuevo  de  cualquie- 
ra especie.  Sin  duda,  por  seme- 
janza de  ideas,  porque  cada  ave 
que  se  caza  y  se  mete  en  el  mo- 
rral es  como  cada  i>ez  que  se 
pesca. 

Samboa,  f.  Zamboa,  azamooa 
o  acimboga  es  el  fniio.  y  azam- 
bof'i'o  o  aznmboo  el  árbol. 

Saminario,  saminarista.  Pro- 
nunciación ]ilebeya  de  semina- 
ria y  sí)uiiiiiri.'<t(i.  ti  i)or  c,  como 
en  sarnícalo,  langüetada,  cuá- 
cara.— .\  .seminariii  le  falta  en 
el  léxico  la  acej).  de  "comuni- 
dad o  cor[)oración  de  todos  los 
.-^eiiiinaristas.'"  quu  se  usa  en  to- 
das ])artes. 

Sanatorio,  m.  Está  admiti- 
do desde  la  13."  edición.  Su  de- 
finición se  mejoró  así:  "estable- 
cimiento convenientemente  dis- 
puesto para  que  en  él  residan 
los  enfermos  sometidos  a  cierto 
régimen  curativo  basado  prin- 
cipalmente en  las  condiciones 
de  localidml  y  clima." 

San-Bardo.    \^éase  Zambardo. 

San  Benito,  m.  Grafía  erró- 
nea de  sambenito  (capotillo  o 
e.-H-apulario  que  se  ponía  a  los 
l>eniterites  reconciliados  por  el 
tribunal  do  la  Inquisición ;  fig.. 
mala  nota  que  se  da  de  una  ac- 
i-ión).  La  etimología  es  el  latín 
saccu»  l>eneilictii-'<.  saco  l)endito, 
que  el  español,  con  su  buen  hu- 
mor y  jugando  del  v(K-ablo,  ca- 
nonizó en  .'na.m  benito,  para  qui- 
tarle lo  que  tiene  de  vergonzoso 
c  infamante.  .\sí  hemos  vi.-to  es- 
cribir también  San  Brano  y  San 
Bardo  por  Zaiii brano  y  Zam- 
bardo.—  Entre  ladnmc.s  y  rate- 
ros chilenos,  sambenito  significa 
"sombrero." 


SAN 


SAN 


197 


Sax  Blando.  Véase  Blando 
(San)  en  el  Apéndioe  del  I/  t. 
A  las  frases  aJií  citadas  pueden 
agregarse  Las  calenda»  griegas 
(expresión  irónica  que  denota 
un  tiempo  que  no  ha  de  llegar, 
lo  cual  se  funda  en  que  los  grie- 
gos no  tenían  calendas)  y  La 
semanu  que  no  tenga  viernes 
(expresión  fig.  y  fam.  con  que 
se  despide  a  uno,  negándole  lo 
oue  pretende,  o  se  significa  la 
impasibilidad  de  lograr  una  co- 
sa). Véase  Para  Mayo  en  el  art. 
Mayo,  y  también  el  art.    Ñico. 

Sancionador,  ra,  m.  y  f. 
Que  .sanciona.  "Aguardé  a  que 
el  tiein{K),  gran  sancionador  ^cte 
verdades,  ratificase  mi  aprecia- 
ción.'' ( Rafael  Altamira,  aii. 
El  Rey  de  E»paña).  Falta  e*te 
v(x-ablo  en  el  Dice. 

Sanco,  m.  (nü.so  de  harina 
tostada,  de  trigo  o  de  maíz,  con 
agua,  gra-sa  y  sal.  Los  de- 
más condimentos  o  especias  va- 
rían según  el  gusto  del  que  lo 
hace;  los  pobres,  generalmente, 
no  le  a.gi'egan  nada.  Esta  acep., 
que  es  la  más  cercana  a  la  eti- 
mología y  conocida  y  usada  en 
todo  Chile,  fvié  omitida  por  Ro- 
dríguez y  Ortúzar. — En  cambio, 
dan  la  fig.  de  "lodo  espeso."  que 
se  usa  bien  poco  o  nada.  En  el 
mismo  error  incurrió  Leaz,  di- 
ciendo: "Parece  que  la  palaljra 
es  poco  u.sada  en  el  Centro  y 
Sur,  donde  .se  usan  para  una 
preparación  muy  parecida  cher- 
can  y  .siis  variantes  y  huañaca; 
compárese  también  catete."  No 
hay  ca.<i  ningún  chileno  que  no 
sepa  dis-tinguir  estas  voces.  Véa- 
.=e  Chercan,  donde  .se  hallará 
que      alejija    y    gachas   son    los 


equivalentes  castellanos  de  nues- 
tro sanco. —  Hacer  sanco  una 
cosa,  fr.  fig.  y  fam. :  destruirla, 
triturándola  y  como  amasándo- 
la. Sólo  ^e  oye  en  las  riñas  y 
peleas:  "Te  hago  saneóla  boca; 
Le  hicieron  sanco  los  ojos;" 
maltratar  de  tal  manera,  que 
con  la  sangre  que  sale  y  con 
de.sperfectos  del  rostro  quede 
aquello  como  un  sanco. —  La  eti- 
mología es  el  quichua  Qanccu, 
masa  de  maíz  cocido,  mazamo- 
rra o  guiso  espeso  (Toi-res  Ru- 
bio) ;  otros  lo  escriben  sanccu, 
mazamorra  espesa  (Gumucio), 
sanco,  mazamorra  muy  espesa 
de  harina  de  quinua  (Berto- 
nio).  Garcila.so  escribió  za.n<;u  > 
rancu:  ''Las  mujeres  del  sol  en- 
tendían aquella  noche  en  hacer 
grandísima  cantidad  de  una 
masa  de  maíz  que  llaman  zan- 
cu;  hacían  panecillos  redondos, 
del  tamaño  de  una  manzana  co- 
mún .  .  .  Cocíanlo  hecho  pelo- 
tas, en  ollas  en  seco,  porque  no 
supieron  qué  cosa  era  hacer  hor- 
nos: dejábanlo  a  medio  cocei', 
hecho  masa.  Hacían  dos  mane- 
ras de  pan :  en  el  uno  echaban 
sangre  humana  de  muchachos  y 
niños  de  cinco  años  arriba  y 
diez  abajo,  sacada  por  sangría  y 
nó  con  muerte.  Sacábanla  de  la 
junta  de  las  cejas  encima  de  las 
narices.  .  .  Cocían  cada  ina- 
nera  de  pan  aparte,  porque  era 
para  diversos  efectos.  .  .  .  Para 
sus  sacrificios  solemnes  hacían 
pan  de  maíz  que  llaman  ganen, 
y  para  su  comer,  nó  de  ordina- 
rio sino  de  cuando  en  cuando, 
por  vía  de  regalo,  hacían  el  mis- 
mo pan  que  llaman  hvunvinta; 
diferenciábase    en   los    nombres; 


198 


SAN 


SAN 


nó  poique  el  pan  fue^e  difei'en- 
te,  sino  porque  el  uno  era  para 
sacrificios  y  el  otro  para  su  co- 
mer simple. .  .  Me  sustenté  has- 
ta los  nueve  o  diez  años  con  la 
rara,  que  es  el  maíz,  cuyo  pan 
tiene  tres  nombres:  ran-cu  era  el 
de  los  sacrificios;  huminta,  el 
de  sus  fiestas  y  regalos:  tanta, 
pronunciada  la  primera  sílaba 
en  el  paladar,  es  el  pan  común." 
(Coméntanos  reales,  p.  I,  di- 
versas pasajes).  El  P.  Rafael 
Sans,  franciscano  español  que 
vivió  mucho  tiempo  en  Améri- 
ca, compendiando  todo  esto,  de- 
finió el  sanco:  "bollo  de  maíz 
blanco,  amasado  con  la  sangre 
de  las  víctimas."  (Hist.  de  Co- 
pacabana,  c.  XXI).  Preferimos 
la  8  para  este  vocablo,  aunque 
algunos,  como  hemos  visto,  lo 
escribieron  con  z  o  q;  y  la  prefe- 
rimos, porque  .son  más  los  que 
la  usaron  y  porque  con  ella  se 
ha  conservado  en  los  países  en 
que  se  conoce  y  se  come  este 
guiso.  Fuera  de  los  autores  nom- 
brados, Tschudi  escril)e  sancic, 
Grinim,  sangu,  y  Middendorf, 
sank'u;  O\^edo  esc-ribió  roncU: 
y  Mossi,  zanco;  en  Rolivia  y  en 
Catamarca  escriben  xnnco,  como 
nosotros,  y  en  el  Perú,  sf'nfjo. 
Véase  Sáb.\n-a. 

S.wcT.v  (Non),  ailj.  >^''>\'> 
con  el  s.  gente  lo  admito  el 
Dice,  diciendo  que  es  "la  de 
mal  vivir."  Bueno  será  exten- 
der más  el  /*''/(  gancta,  porque 
se  junta  tamlticn  con  otros  sus- 
tantivo.- femenino-,  como  r<isii. 
acción,  pnhihrn.  ciialii mliri k. 

Saxcho,  11.  ])r.  111.  I-Mando 
ya  en  el  Dice.  Quijote  con  sus 
derivados   ifuijotad^t,    (jwijoterw^ 


quijotesco  y  quijotismo,  Dulci- 
nea, yiaritorius.  no  puede  fal- 
tar el  gracioso  Sancho,  que  nvm- 
ca  se  separó  de  .su  amo.  Si  éste, 
en  una  de  sus  acep*.,  está  defi- 
nido: "'hombre  que  pu.gna  con 
las  opiniones  y  los  usos  corrien- 
tes, ix)r  excesivo  amor  a  lo  ide- 
al." Sancho  sería  lo  contrario: 
hombre  que  no  tiene  ningún 
ideal,  sino  que  busca  solamente 
su  interés  o  lo  po.sitivo.  Así  lo 
usamos  todos  cuando  decimos 
que  el  mundo  está  lleno  de  San- 
chos, que  en  todff  partes  abun- 
dan los  Sanchos,  etc. —  Al  buen 
callar  llaman  Sancho,  refrán 
que  recomienda  la  prudente  mo- 
deración en  el  hablar  y  admi- 
tido en  el  art.  C.\ll.\r  del  Dice. 
Ahí  del)ió  advertirse  que  tam- 
bién se  dijo  santo  en  l"ez  de  San- 
cho, como  lo  escribió  Gracia n : 
''Si  al  buen  callar  llaman  San- 
to, al  mal  callar  llámenle  Dia- 
blo." (El  Criticón,  p.  11,  cr.  X). 
Era  corriente  en  lo>  clásicos  ju- 
gar con  estos  dos  vocablos,  co- 
mo se  ve  en  La  Picara  JusiinJi. 
"Con  estas  mis  razones  la  afala- 
dré  los  hígados  a  la  buena  vie- 
ja, y  me  dijo  de  p  a  pa  toda  su 
leyenda,  tomando  por  ¡iresu- 
puc-^to  el  declararme  su  Sancho 
nombre  en  vano."  (P.  III  del  1. 
[T,  c.  11).  Véase  lo  que  sobre 
esto  dijimos  en  el  art.  Chancho, 
y  aprovechamos  para  d;ir  la  Inic- 
ua noticia  lie  que  el  nuevo  Dice. 
a<luiitió:  "Chancha,  hembra  del 
chancho.  Chancho,  cha,  adj. 
Puerco,  sucio,  desaseado.  1 1  m. 
Cerilo.  Chanchería,  tienda  don- 
de se  vende  carne  de  chancho  y 
(>iiil)U('liailo.-."  Todos  como  pro- 
vinciali-uio.-.    de   .\iiirrica.    Falta 


SAN 


SAN 


199 


solamente  la  etimología,  que  en 
el  citado  art.  probamo»  ser  el 
nombre  Sancho:  lo  cual  nos 
confirmaron  algunos  e-spañoles 
diciéndonos  que  ha<ta  hoy  se 
llama  en  la  Mancha  sancho  ai 
cerdo  o  cochino. 

Sandial,  m.  Terreno  sembra- 
do -de  sandías.  El  Dice,  sólo  ad- 
mite sandiar.  Amba.s  consonan- 
tes, /  y  r,  son  propias  de  esta  cla- 
se de  nombres,  y  para  su  uso  de- 
be atenderse  a  la  eufonía,  de 
suerte  que,  .^i  la  palabra  primi- 
tiva tiene  /,  se  emplee  r  en  el 
sufijo;  y  viceversa:  melonar,  cu- 
ñaveraf,  palomar,  higiceral,  ca- 
labazar, malvar,  naranjal;  sin 
embargo,  la  regla  no  es  invaria- 
ble. 

S.\NDiALEKo,  m.  Individuo 
que  siembra  uno  o  más  sandia- 
res para  su  consumo  o  para  ne- 
gocio.—  Individuo  que  cuida 
de  un  sandiar,  generalmente  \i- 
\iendo  en  él  en  alguna  cons- 
trucción ligera  hecha  ad  hoc 
(rama/la  o  torito). —  Abogamos 
por  la, admisión  de  este  vocablo, 
que  es  de  uso  corriente  en  Chile. 
Por  la  eufonía  es  tolerable  san- 
dialero en  vez  de  sandiúrero, 
que  tampoco  se  registra  en  el 
Dice. 

Sandilla,  f.  Sandía  o  zandía, 
y  también  pepón,  m. —  Sandilla 
lahuén,  hierba  d^  la  sandilla  o 
del  incordio.  Planta  chilena,  de 
la  familia  de  las  verbenáceas 
(verbena  erimoides  Lamk)- 
"Subarbusto  muj'  .polimorfo, 
tendido  en  el  suelo,  más  o  menos 
ceniciento,  con  las  hojas  pina- 
tífidas  y  los  lóbulos  de  ellas 
oblongos  o  lanceolados,  obtusos, 
con  flores  rosadas,  dispuestas  en 


espigas,  que  desde  hu-go  pare- 
c-en  cabezuelas,  pero  que  se  alar- 
gan después.  Se  usa  como  ape- 
ritiva, diurética.  amena.goga. 
para  apaciguar  el  ardor  de  la 
orina,  para  los  golpes  de  sol  y 
purgaciones."  (Philippi).  Da 
un  fruto  del  tamaño  de  un  hue- 
vo de  gallina  y  parecido  a  la 
sandía,  y  de  ahí  el  nombre. — 
Sandilla  yegua:  la  que  es  de 
carna  lacia  y  traposa,  de  mal  sa- 
bor y  cascara  gruesa.  Por  efec- 
to de  la  buena  tierra,  se  apre- 
sura la  formación,  no  alcanza  a 
desarrollarse  y  madurar,  y  se 
atrofia.  En  el  Dice,  sólo  halla- 
mos albudea  j  badea:  "sandía 
o  meión  de  mala  calida,d.'"  Vé- 
ase Yegua. —  La  //  de  sandilla 
es  parásita,  iníroducida,  sin  du- 
da, por  el  pueblo,  porque  san  cíía 
le  sonaba  a  afectación.  Tan  san- 
dio suele  ser  el  vulgo.  Hasta  Fe- 
brés,  en  la  voz  Alpex,  empleó 
esta  mala  forma. 

Sandillero,  m.  Persona  que 
vende  sandías,  sea  en  un  puesto, 
sea  como  vendedor  ambulante. 
Siendo  sandía  y  nó  sandilla  el 
verdadero  vocablo,  habría  que 
decir  sandic-ro,  que  todavía  no 
ha  nacido  en  ninguna  parte. 

Saxdillóx,  m.,  auni.  de  san- 
dilla. "X^ariedad  del  quisquito 
t  echinocactus  Link  y  Otto). 
"La  más  notable  es  el  sandillón, 
echinocactus  sandillón  Gay,  quo 
se  cría  en  las  cordilleras  de  las 
provincias  de  Coquimbo,  Acon- 
cagua, etc.,  y  que  alcanza  casi  a 
un  metro  de  alto,  y  un  grosor 
poco  menor;  lleva  a  veces  má.s 
de  cien  flores  a  la  vez,  que  son 
jiequeñas;  el  fitito  está  cubierto 
de  una  lana  blanca  densa,  y  tie- 


2<iO 


SAN 


SAN 


ne  algunas  espinas  en  la  ptia- 
ta."  De  esta  especie  parece  va- 
riedad también  el  pimpollo.  Vé- 
ase en  su  lugar. 

Sandunga,  f.  Significa  en 
castellano  "gracia,  donaire,  sa- 
lero," y  nó  jolgorio,  jarana,  pa- 
rranda, corno  creen  por  acá  al- 
gunos. 

Sandunguear,  n.  Andar  en 
jaranas  o  jaranear,  andar  de  pa- 
rranda; formar  jarana*. 

¡Yo  tiimbien.  yo  también!  dice  Moraga. 
Que  es  para  sandunguear  bravo  sujeto. 

(Imi  exequias   de  un  candidato,  poesía  atri- 
[bui'da  a  Don  José'  Antonio  Soffia;. 

No  existe  en  castellano  este  v. 
ni  se  le  necesita. 

Sandunguero,  ra,  adj.  Que 
tiene  sandunga,  esto  es,  gracia, 
donaire,  salero,  y  nó  jaran-era  o 
p^ersona  que  anda  de  parranda, 
como  aquí  lo  usan  algunos. 

Sandwich,  m.  Voz  inglesa, 
tan  usada  entre  nosotros  como 
innec«saria,  pues  tenemos  en 
castellano  emparedado,  m.  (lon- 
ja pequeña  de  jamón  u  otra 
vianda  fiambre,  entre  dos  peda- 
citos  de  pan).  Butifarra,  como 
provincialismo  del  Perú,  signi- 
fica: "pan  dentro  del  cual  se  po- 
ne un  trozo  de  jamón  y  un  poco 
de  en.salada."  Companaje  y 
compango  es  la  "comida  fiam- 
bre que  se  toma  con  i)an,  y  a 
veces  •■«  reduce  a  queso  o  cebo- 
lla."—  Por  extensión  y  fami- 
liarmente llamamos  también 
sandwich,  todo  manjar,  aunque 
no  .<ea  fiambre,  que  se  prepara 
a  semejanza  del  emparedado; 
jior  ej.,  palta  entre  dos   rebsma- 


das  de  pan. —  La  pronunciación 
de  este  vocblo  es  sánduich,  en- 
sordeciendo la  a;  pero  casi  todos 
dicen  en  Chile  sángüich,  y  el 
vulgo,  sangüíche,  c-omo  dice 
también  Condéll,  Lourdes.  La 
misma  mala  pronimciación 
Sangüích  suelen  dar  en  las  es- 
cuelas y  colegios  a  las  islas  de 
Sandwich. 

Sangradera,  f.  Ú.  mal  en  Chi- 
le por  sangradura  {.parte  inte- 
rior del  brazo  opuesta  al  codo; 
cL-<ura  de  la  vena).  La  sangra- 
dera castellana  significa:  "lan- 
ceta,"' porque  sirve  para  san- 
grar: la  vasija  que  sirve  para 
recogei  la  sangre  cuando  san- 
gran .1  ur... :  y  i'i..  caz  o  acequia 
de  riego  que  se  deriva  de  ültií 
principal. 

Sangre,  f.  Ferrocarril  de  »«n- 
gre  (aquel  en  que  el  tiro  o 
arrastre  se  verifica  {X)r  fuerza 
animal  o  de  sangre)  está  admi- 
tido desale  la  13."  edición.  Y  nó- 
tese que  no  debe  decirse  a  san- 
gre, como  dicen  los  afrancesa- 
dos, .sino  de  sangre,  que  es  ei 
tínico  modo  correcto  en  «tst© 
llano.  A  base,  a  conciencia,  en 
vez  de  decir  con  base,  en  con- 
ciencia o  concienziuIamente,90Ti 
tan  vittiperables  como  a  sangre. 
A'^éase  Gas  (A). —  Ií(t>fp¡'al  ríe 
sangre.  Véase  Hospital. —  Li- 
viano de  .mngre,  loe.  fig. :  díceso 
de  la  persona  agradable  en  su 
trato  y  que  .-^  da  a  querer  o  ins- 
pira simpatía;  ."simpático. —  Pe- 
sado df  sangre,  loe.  fig. :  dícese 
déla  persona  que  es  lo  contrario 
de  la  anterior.  Ambas  locuciones 
osti'm  bien  formadas  y  .■H)n  dig- 
nas de  aco])tarsc.  En  Cuba  y  en 
Colombia   dicen,    respectivamen- 


SAN 


SAN 


201 


te,  sangriligero  _v  sangripesado. 
En  la  edición  de  El  Corttmno 
de  Castiglione.  traducido  por 
Boscán,  leemos  esta  nota  de  su 
editor,  Don  Antonio  María  Fa- 
bié:  '"Y.  como  si  dijésemos,  mi 
buen  sango ...  En  el  lenguaje 
vulgar.  esi>ec-ialmente  en  An- 
dalucía, tener  buena  sangre 
o  buen  ángel,  o  sólo  tener 
ángel,  equivale  a  lo  que  aho- 
ra decimos  ser  simpático.''  La 
otra  loe.  Pesado  de  sangre 
equivale,  aunque  en  menos 
grado,  a  las  frases  españolas  Te- 
ner uno  de  chinches  la  sangre  y 
Tener  la  sangre  de  chinches 
(ser  sumamente  pesado  y  mo- 
lesto), o  al  s.  fig.  plomo  (perso- 
na pesada  y  molesta). —  Prínci- 
pe de  la.  sangre.  Aunque  es  el 
francés  Prince  dit,  sang,  el  Dice, 
lo  admite  con  esta  definición : 
"el  que  era  de  la  familia  real 
de  Francia  y  {K>día  suceder  en 
el  reino." — Sangre  de  pavo.  Vé- 
a.se  Pavo.  — Sangre  fría.  Como 
expresión  fig.  nunca  ha  sido 
castiza,  aunque  la  u¿en  mucho 
los  modernos  con  el  P.  Isla  a  la 
cabeza:  ''Sosiégúese  Vuestra  Pa- 
ternidad, dijo  el  beneficiado, 
que  estas  cosas  no  se  han  de  to- 
mar con  tanta  .seriedad:  un  po- 
co de  sangre  fría  y  un  poco  de 
buen  humor  et-  la  mejor  recota 
para  curarlas.''  (Fray  Gerun- 
dio, 1.  V,  c.  X).  Es  el  francés 
sang-jroid,  que  el  Dice,  de  la 
Acad.  Francesa  define:  "s.  m. 
L'état  de  l'áme  lorsqu'elle  est 
calme,  lorsrju'  elle  se  maitri.se." 
El  español  traduce:  presencia 
de  ánimo,  calrita,  serenidad,  so- 
siego, flema,  cachaza,  tranquili- 
dad. V  asa  el  modo  adv.   A  san- 


gre fría,  que  significa  "sin  có- 
lera, con  premeditación."  En 
sentido  propio  sí  que  puede 
usarse  -sangre  fría,  como  cual- 
quier s.  con  su  adj.,  y  así  lo  ha- 
llamos hasta  en  los  clásicos: 

De  allí  luira  el  gran  templo  de  Cibele.«, 
Su  inútil  gustí»  y  vana  hipocresía. 
Sus  sacerdotes,  bárbaros,  infieles, 
De  triste  complexión  y  sangre fria. 

(Valbuena.  El   Bernardo,  1.  XÍV). 

Luego  pues  que  la  súbita  alegría 
Lanzó  fuera  al  temor  ílesconfía4o, 
Y  a  su  lugar  volvió  la  sangre  fría 
Que  había  los  miembros  ya  desamparado... 


(Ercilla,  La   Ar 


a.  c.  XVIJ. 


La  sangre  fría 
Con  el  furor  aumentaste. 
Muerto  soy;  uo  hay  bien  que  aguarde. 

(Tirso.  El  Burlador    ,le  .S«-/7ía,  II,  I.";.') 

El  Pinciano,  en  su  ix)ema  El 
Pelayo,  1.  VIII,  dijo  en  el  mis- 
mo sentido  flema  fría: 

La  ira  y  la  contienda  tal  enciende 
.\  los  ancianos  dos  lo  frmn  fria. 
Que,  en  cólera  tornad»  y  saña  mucha. 
Sañudos  se  provocan  a  la  lucha. 

Don  Adolfo  de  Castro,  en  sus 
Estudios  prácticos  de  buen  de- 
cir, pág.  27,  da  como  fr.  castiza 
"Aquí  de  la  sangre  fría."  No 
sabemos  de  qué  clásico  la  toma- 
ría. 

Sangricán,  m.  Gui.so  hecho 
de  .sangre  de  animal,  frita  o  con 
mazamorra.  No  se  confunda  con 
Ñachi. — Sangricán  fué  usado 
por  Don  Daniel  Barros  Grez  en 
una  de  .sus  novelas,  pero  no  lo 
hemos  oído  ni  leído  en  ninguna 
oti-a  parte.  Es  voz  formada    por 


20-J 


SAN 


SAN 


el  patrún  de  charqmcán,  liichi- 
cán,  tomaticán,  de  una  voz  es- 
pañola y  otra  araucana.  En  los 
arts.  Charqiicáx  y  Luchicáx 
dijinias  que  la  voz  araucana  es 
canean,  asar;  pero  también  pue- 
de ser  el  v.  incan,  coquo,  cibum 
conficere,  concoquere.  acep.  que 
sólo  le  da  Hav^tadt  (t.  I.  pág. 
303). 

Sanguijuela,  f..  fig.  y  fam. 
"Persona  que  con  habilidad  y 
cautela  va  poc-o  a  poco  sacando 
a  uno  el  dinero,  alhajas  y  otras 
cosas."  Así  el  Dice.  Sin  embar- 
go, el  uso  no  está  muy  conforme 
con  la  definición,  porque  se  lla- 
ma sanguijuela  a  cualquiera 
persona  que,  por  sólo  ^ñvir  a 
costa  de  otra,  le  consume  o  dis- 
minuye sus  bienes,  sin  que  en- 
tren para  nada  la  habilidad  ni 
la  cautela.  Así  lo  usamos  los 
chilenos  y  se  les  oye  también  a 
los  españoles;  por  eso  Caballero 
escribió:  "Sanguijuela  del  Esta- 
do. Denomínaíse  de  este  modo 
a  toílo  empleado  oficial."  (Dice, 
de   modismos). 

Sanguluto,  m.  Harina  tosta- 
da, de  trigo  o  de  maíz,  desleída 
en  agua  fría.  Véase  Ulpo. —  Es 
voz  poco  usada  y  parece  forma- 
da por  el  vulgo  del  quichua 
sanco,  o  también  del  castellano 
zangolotear  o  zangoloteo,  por  el 
movimiento  que  se  da  al  vaso  de 
sanguluto  para  beber  todo  su 
contenido. 

Sanhedrín,  m.  "Con.sejo  su- 
l)remo  de  los  judíos,  en  el  que 
se  trntal>an  y  decidían  los  asun- 
tos de  Estado  y  de  religión." 
Así  lo  han  escrito  y  escriben 
muchos,  porque  en  la  promm- 
ciación   hebrea  existe  esa  /';  i>e- 


ro  el  Dice,  y  la  mayor  parte  de 
la<  autores  escriben  sanedrín,  -c 
la  castellana,  o  sinedrio,  deriva- 
do del  griego. 

Sanhueza,  apellido.  Sangüesa 
e.-crilien  Contó  e  Izasa;  y  así  so 
llama  también  una  ciudad  de 
Navarra,  fuera  de  los  nombres 
sangüesa,  sangüeso,  que  signifi- 
Ciui  lo  mismo  que  frambuesa, 
frambueso.  Si  el  apellido  no  se 
deriva  de  la  ciudad  o  de  estos 
nombres,  no  .«abríamos  darle 
otro  origen, 

Saxjuáx,  s.\xjuaxitü,  m. 
Véase  Pololo.  También  .se  llama 
cata,  por  el  color  verde  como  el 
ave  que  se  llama  cata,  ant.  ca- 
talnica y  hoy  cotorra. 

Sax  Lázaro.  Véase  LÁa.Mto. 
Agreguemos  este  texto  de  Puig- 
blanch,  ya  que  el  Dice,  todavía 
no  so  decide  a  admitir  e.«te  voca- 
blo: "Ya  V.  mismo  en  su  Carta 
confiesa  que  de  mi  primer  0- 
púsculo  salió  hecho  un  Ecce- 
Homo;  si  dijera  heí-ho  un  Lá- 
zaro, cul)ierto  de  la  lepra  de  sus 
malas  humores,  hubiera  dicho 
mejor."  (Opúsculos,  t.  II,  pág, 
386). 

Sax  L(  xes  Véa.«e  Lux  es 
(IIaceu  San). 

San  Martín,  apellido.  Así  lo 
escriben  casi  todos;  pero  Contó 
e  I.saza  lo  dan  en  una  sola  pala 
bra  (Sanmartín)  y  lo  mismo 
Saai)nartL —  Véase  Martín 
(San). —  Si  Sanmartín  no  Ino- 
Idcrn  mu-erto,  no  estaría  en  la 
Cañada-  Fr.  popular  chilena, 
que  -se  u.sa  para  confirmar  en 
.sentido  irónico  una  verdad  de 
Pero  Grullo.  Se  alude  en  ella  a 
la  estatua  ecuestre  (jue  tiene 
Don    .ío-sé    de   Sanmartín   en  la 


SAN 


SAN 


20Í! 


meniíla  de  las  Delicias,  antigua 
Cañada. 

Saxxazaro,  apellido  italiano, 
que  debe  pronunciarse  Sanná- 
zaro.  Lo  inmortalizó  el  célebre 
humanista  de  la  época  del  re- 
nacimiento Jacobo  Sannazaro, 
que  escribió  varios  poemas  lati- 
nos, entre  ellos  la  Arcadia  y  De 
Partii  Virginis,  que  fueron  muy 
leídos  y  de  gran  trascendencia 
en  las  literaturas  latinas. 

Sanscritista,  com.  Que  co- 
noce y  cultiva  la  lengua  y  lite- 
ratura sánscritas,  o  e-crilje  acer- 
ca de  ellas.  Falta  esta  voz  en  el 
Dice,  y  se  la  rec-omendamos  con 
este  texto  de  Monlau:  "Para  la 
edad  de  .su  autor.  .  .y  para  uo 
ser  mnscdtista.  .  .,  no  se  puede 
profundizar  miís  ni  discurrir 
mejor.''  (Memorias  de  la  Acad., 
t.  IV.  pág.  359). 

Sánscrito,  ta,  adj.  "Aplícase 
a  la  antigua  lengua  de  los  brac- 
manes  (que  sigue  siendo  la  sa- 
grada del  Indostán)  y  a  lo  re- 
ferente a  ella.  ||  m.  Idioma 
sán.^crito." —  Por  mucho  tiempo 
se  uáó  este  vocablo  como  grave  o 
llano,  y  así  lo  registró  el  Dice, 
en  su  11.*  edición;  pero  en  las 
siguientes  y  conforme  a  la  pro- 
nunciación de  esa  misma  len- 
gua, ha  enmendailo  sánscrito. 
ta.  \sí  dicen  también  casi  todos 
los  autores  modernos. 

Sanseacabó.  Expr.  fam.  con 
que  se  da  por  terminado  un 
íisunto.  La  teníamos  por  chile- 
na hasta  que  la  vimos  usada  por 
la  Condesa  de  Pardo  Bazán  en 
su  traducción  de  Los  Hermanos 
Zemganno  de  Edmundo  Gon- 
court.  Hará  bien  el  Dice,  en 
abrirle  también  sus  puertas,  que 


no  es  menos  donosa  que  santia- 
mén, per  istam,  twáuiem,  etc. 
He  aquí  otros  autores  más  que 
la  han  usado:  '"¿Verdad?  Pues, 
punto  en  boca  y  no  tanto  más  y 
más;  lo  del  casamiento,  Sanse- 
acabó." (Adolfo  de  Castro,  Es- 
tudios prácticos,  pág.  159). 
"Para  esta  noche  haré  una  sopa 
de  ajo  con  huevos,  y  san  saca- 
ba. '  (Pérez  Galdós,  Misericor- 
dia, XXV).  "San  Seacabó  no 
tiene  \á,gilia.  Indica  que,  una 
vez  terminada  un  asunto,  no 
hay  pura  qué  volver  sobre  él. 
También  se  emplea  para  dar  a 
entender  lo  irremediable  de  una 
cosa  hecha.'"  (Caballero,  Dice, 
de  modismos).  "Consiento  en 
que  le  regale  la  camisa  de  no- 
via, y  san  se  acabó."  (Palma, 
Tradiciones  peruanas,  t.  III, 
pág.  108).  "Y  San  Seacabó,  que 
es  santo  sin  vísperas  ni  vigilia." 
(Id.,  t.  IV,  pág.  265,  al  fin  de 
una  tradición). —  Como  expr., 
debe  escribirse  en  una  .sola  pa- 
labra; como  santo  (del  calenda- 
rio de  la  risa),  debe  escribirse 
como  en  el  último  ejemplo.  La 
etimología  parece  ser  la  interj. 
/zas!  que  "familiarmente  indi- 
ca la  ejecución  definitiva  de 
una  cosa"  (Caballero)  y  el  v. 
acabarse:  ¡zas!  se  acabó.  Tam- 
bién puede  pensarse  en  la  abre- 
viatura S.  R.  E.  C.  O.  S.  (vSanc- 
tae  Romanae  Ecclesiae  censurae 
omnia  subjicio,  todo  lo  someto 
a  la  censura  de  la  .santa  Iglesia 
Romana),  que  ponían  al  ñn  de 
sus  libros  todos  los  autores  cató- 
licos. Por  burla  o  donaire  escri- 
biría algún  chasco:  "San.  .  .  (y 
como  que  no  se  acordaba  de  lo 
demás)      se    acabó,"    traducción 


204 


SAN 


SAN 


del  "'Explieit"  ton  que  termina- 
ban otros:  juntando  así  en  una 
íola  la¿  dos  fórmulas,  la  cristia- 
na y  la  profana.  No  parece  im- 
probable esta  hipótesis.  Lo  que 
resalta  en  la  expresión  es  la  idea 
de  dar  por  acabada  una  coea, 
para  que  no  se  trate  más  de  ella. 
I^>ero  acabada  de  una  maneríi 
mnta,  según  la  fe  de  todo  bu«i 
er-pañol.  que  habla  de  "santo  re- 
niedio."  "¡^nto  y  bueno,"  "san- 
ias pascuas."  y  que,  aun  cuando 
no  puede  menos  de  renegar, 
echa  "i  lofo  a  s-anes!"  o  maldice 
■■¡I>or  vida  de  saines.'"  El  mismo 
raciocinio  puede  haí'erse  c-on  la 
palabra  sancti,  con  que  termina 
la  fórmula  para  santiguarse: 
"In  nomine  Patri-s  et  Filii  et 
Spiritus  Sancti."  Así  como  san- 
ííttííir'n,  tomado  de  esta  nñsma 
fórmula,  significa  "e^acio  bre- 
\isimo,  instante,  momento;"  así 
también,  tomando  la  primera 
sílaba,  pudo  decirse:  San...  ^ 
rtcnbó.  Véase  Acabóse. 

Sans  favon,  f.  Desfachatez, 
dcK-aix),  descoco,  d€s5\'ergüenza. 
Muy  subido  de  punto  está  en 
Chile  el  significado  de  esta  ex- 
presión, cuando  en  francés  sólo 
significa  sin  ceremonia,  sin 
cumplimiento,  a  la  pata  la  lla- 
na. La  Condesa  de  Pardo  Baaín 
.<e  acercó  más  a  este  significado, 
pero  la  usó  como  s.  m.,  en  el  si- 
guiente texto:  "Cuando  se  com- 
paran estos  teatros  de  s^:uiiüo 
orden  y  el  Real ....  .«  queda 
uno  muy  sorprendido  del  aban- 
dono cada  vez  mayor,  del  san 
fagon  [«>]  con  que  se  prescin- 
de de  todo.  *  En  francés  no  sfc 
iv«  c.  s..  sino  .solamente  como 
m.    adv.     Es    muy    graciosa     la 


anécdota  que,  a  j^ropósito  de  es- 
ta palabreja,  cuenta  Don  Ra- 
món Franquelo  y  Romero  en 
sai  libro  Frase.?  impropias:  "Re- 
fieren las  crónicas  que  un  día  se 
toparon  tres  militares  franceses 
con  otro  que  lo  era  italiano,  y 
con\nnieron  en  comer  a  escote 
en  im  figón.  Pero,  ¡cosas  de  sol- 
dados! Senido  el  principio  y 
\-isto  por  los  cuatro  conien.-«lee 
haber  sólo  en  la  fuente  tres  ta- 
jadas, uno  de  los  franceses,  vi- 
vo como  un  rayo  y  dándose 
cuenta  de  la  situación,  e.xclamó 
de  impro%ñso,  acompañando  el 
dicho  al  hecho:  ¿>an^  co7npli- 
ynent,.  y  tomó  un  pedazo;  otro 
de  sus  paisanos,  rápido  como 
una  centella,  pilló  el  segundo, 
diciendo:  Sans  cér¿monie; 
mientras  el  último,  en  vista  del 
I^ligro  que  corría  el  cacho  res- 
tante, gritó  a  su  vez:  Sans  facón, 
y  se  lo  llevó  de  golpe.  A  lo  que  el 
italiano,  entre  amostazado  y 
sonriente,  se  contentó  con  bal- 
bucir estas  palabras:  .Vi"  pare, 
fori  aiíWTi.  che  que^  San  Com- 
pUmento,  San  Ceremonia  e  San 
Fazone  sonó  tre  mnti  senza  edii- 
razionf." 

S.\xsóx.  m.  Está  admitido 
como  nombre  común  y  con  el 
significado  de  "hombre  muy 
forzudo." —  ¡Aqut  morini  San- 
«¿n  con  todo."  ,«m,«  lilisteos.'  Usa- 
mos esta  fr.  cuando  toma  tino  la 
resolución  heroica  de  morir  o 
de  eocponerse  a  un  grave  riesgo, 
c-on  tal  de  conseguir  lo  que  pre- 
tende. Es  recuerdo  de  lo  que 
dijo  Sansón  cuando  sacudió  las 
columna*  del  templo  de  lo?  filis- 
teos y  lo  derril>ó  encima  de  to- 
d<v  ellos:  "Moriatur  anima  mea 


SAN 


SAN 


cum  Philisthiini."  (Libro  d-e  los 
Jueces,  XVI,  30).  "En  Anda- 
lucía he  oído  dec'ir:  ¡Aquí  mo- 
rirá Sansón  con  todos  los  filiste- 
os.'" escribió  Rodríguez  Marín, 
comentando  el  texto  del  Quijote 
"Aqui  morirá  Sansón  y  cuan- 
tos con  él  son."  (Parte  1.  c. 
LXXI).  Don  Iñigo  López  de 
Mendoza,  en  su  lista  de  refra- 
neo,  lo  dio  en  esta  forma:  J/i*e- 
ra  Sansón  e  cvxintos  con  él  son. 
Santa  Ana,  apellido.  Santana 
escriben  en  su  Dice.  Contó  e  Isaza. 

Santaclara,  f.  Entre  ladrones 
y  ratero-,  cuchillo. 

Santa  Cruz,  aj^ellido.  Saniu- 
cruz,  en  una  sola  palabra,  co- 
rrigen Contó  e  Isaza. 

Santa  María,  apellido.  En 
una  íola  palabra.  Santam-aría, 
lo  ercriben  Contó  e  Izasa. 

Santero,  ra,  m.  y  f.  Persona 
que  vende  estampas  de  santos. 
En  castellano,  estam-pero;  falta 
en  el  Dice,  estampera.  Muchas 
veces  hacen  la  venta  de  estam- 
pas los  buhoneros  (faltes),  quie- 
nes las  venden  con  sus  demás 
baratijas.  El  castellano  santero, 
ra,  como  adj.,  "dícese  del  que 
tributa  a  las  imágenes  un  culto 
indiscreto  y  super-sticioso,"  y  c. 
s.,  ''el  o  la  que  cuida  de  un  san- 
tuario; mujer  del  santero. "  El 
estatuario  y  el  pintor  de  imáge- 
nes se  llama  imagin-ero. 

Saxti.\go,  n.  pr.  m.  Duro  se 
¡es  hace  a  muchos  chileno-  su- 
primir el  San  al  grande  apóstol 
Santiago,  y,  como  no  se  resig- 
ním  a  ello,  lo  nombran  San 
Santiago.  ¿C<Jmo  decirles  en  voz 
bien  clara  y  muy  alta  que  el  San 
va  englobado  en  el  nombre  mis- 
mo? EfíH'tivamente,  Santiago  es 


aglutinación  de  Sant  lago  o  Ya- 
go, como  antiguamente  se  dijo 
en  España,  y  Yago  es  traduc- 
ción del  Jaco  bus  latino,  como  lo 
son  también  el  italiano  Giaco- 
mo,  el  francés  Jacqii.es,  el  cata- 
lán Jaime,  el  inglés  James,  etc. 
Pocos  nombres  propios  tendrán 
la>  variantes  que  tiene  en  espa- 
ñol el  popular  Santiago,  que  se 
llama  también  Jacoho,  Jaime. 
y  por  influencia  dialectal.  Dia- 
go  y  Diego.  Hasta  nuestro  Obis- 
po Lizárraga  escribió  dos  veces 
Sandiago.  (Descrip.  breve,  1.  II, 
c.  XX'XIII).  Por  el  estilo  de 
Santiago  .se  formaron  en  caste- 
llano Sahagún  (Sanctus  Facun- 
dus).  Sayago  (San  Yago),  Sa- 
millán  (San  Julián),  sambeni- 
to (saccus  benedictus),  avestruz 
(avis  struthio).  Roncesvctlie 
(rumicis  vallis).  Guadiana,  can- 
cerbero, alearán,  etc.,  etc.  Que- 
den pues  advertidos  los  chilenos 
que,  ya  que  no  dicen  como  sus 
piadosos  antepasados,  "Mi  señor 
Santiago,  El  señor  Santiago.'' 
nunca  deben  decir  San  Santia- 
go, sino  Santiago  solamente,  el 
apóstol  Santiago,  Santiago  el 
Mayor  (que  ése  es  nuestro  pa- 
trono, nó  el  Menor). —  Véase 
Cerr.ír. — ■  Santiago  o  don-snn- 
tiago,  in,strumento  usado  en  las 
vías  férreas  para  arquear  o  do- 
blar los  rieles  de  las  curvas;  por 
lo  cual  lo  llaman  también  algu- 
nos doblarrieles. 

Santiaguixo,  xa,  adj.  "Na- 
tural de  Santiago  de  Chile.  Ú. 
t.  c.  s.  II  Perteneciente  a  esta 
ciudad."  Desde  la  lo.^  edición 
del  Dice,  estamos  reconocidos 
por  él :  gi-acias  por  el  honor. 
También    fueron    aceptados    los 


206 


SAN 


SAN 


naturales  de  Santiago  de  Cuba, 
santiaguero,  ra,  pues  ant«?  sólo 
estaban  los  de  Santiago  de  Ga- 
llicia.  santiagués,  sa.  Quedan  to- 
davía fuera  los  de  Santiago  del 
Estero,  en  la  Argentina,  que, 
según  Granada,  se  llaman  san- 
'iagueño,  ña.  El  Dice,  sólo  apli- 
ca este  adj.  a  las  frutas  que  vie- 
rion  por  Santiago. 

Santillero.  Véase   Centillero. 

•Saxto,  ta,  adj.  y  ú.  t.  c.  .<. 
La  parte  anterior  del  taber- 
náculo de  los  judíos  la  llaman 
al.gunos  autores  el  santo  o  el  lu- 
<j<ir  mnto;  el  Dice,  conseno  el 
";r.mino  latino  sancta,  m.  La 
¡>iirte  interior,  que  algunos  lla^ 
man  el  santo  de  los  santos,  es  el 
sanctasanctórum. —  La  parte  de 
la  misa  que  precede  al  canon  se 
llama  sanctus,  ni,,  aunque  la 
generalidad  de  los  fieles  chile- 
nos la  nombran  a  la  castellana, 
el  santo. —  El  llamar  santo  la 
festivida<l  del  santo  cuyo  nom- 
bre lleva  una  i)ersona,  está  au- 
torizado ¡jor  el  Dice.  Vf'anse 
DÍA,  2.»  acep.  y  Onomástico. — 
Es  corriente  en  Chile  llamar 
santo,  santito,  las  estampas  de 
.santos,  de  cosa.s  y  objetos  santos, 
y  más  o  menos  finas,  que  se  dan 
por  devoción  u  obsequio.  Caá 
no  hay  niño  que,  al  ver  a  un 
.sacerdote,  no  le  pida  una  meda- 
llita  o  un  santito;  y  poco  menos 
los  apetecen  también  las  gran- 
des. No  alcanza  esta  acep.  a 
constituir  chilenismo,  ¡Kirqueen 
to<la  lengua  una  estampa  o  ima- 
gen de  santo  mí  llama  también 
yanto.  Pare<"e  que  en  el  mismo 
.s.!ntido  que  nosotros  habló  Que- 
vcdo  cuando  en  uno  de  -sns  ro- 
mances dijo: 


Que  este'  alegre  y  <|uc  est«  ufano 
Con  el  divino  Laurencio. 
Santo  (le  su  devoción 
Desde  el  día  <ie  año  nuevo. 

Y  que  el  dársele  mi  muiio. 
Tenga  por  avis  i  --ierto 
De  que  me  abraso  en  su  amor, 
Como  el  hizo  en  el  del  cielo. 

Decilde.  si  u'<  escuchare, 
Que  con  el  .■'an^*  que  tengo 
De  su  berniosisima  mano. 
Estoy  alegre  en  extremo. 

(Edición  de  Ribaden..  t.  III.  \iág.  -.'li!*  a), 

— Fig.  y  fam.,  remiendo  que  se 
hace  a  la  ropa.  Es  acep.  chilena. 
— Adj.  No  hallamos  en  el  Dice, 
definición  que  convenga  a  santo 
cuando  se  junta  con  ciertos  sus- 
tantivos, como  día.  suelo,  no  ca- 
lificándolos ni  explicándolos,  si- 
no como  e.sforzaiido  su  signifi- 
cado: "Todo  el  santo  dio;"  "ya- 
cente en  el  santo  .«íc/o,  arrima- 
dito  a  la  pared.'  (Pérez  Gal- 
dos).  "Come  la  tripulación  en  el 
santo  suelo"  (Pereda).  Hay  en 
esto  una  especie  de  pei'sonifica- 
ción  o  prosopopeya,  i)orque  se 
atribuye  a  ca«as  la  santidad  que 
se  suix)ne  en  la  iJei*sona.  El  que 
espera  todo  el  santo  dio  es  un 
santo  que  ejercita  la  virtud  de 
la  paciencia;  el  que  yace  o  come 
en  el  santo  sucio  es  otro  santo 
que  practica  la  virtud  de  la 
mortificación.  Así  pasa  también 
con  el  adj.  triste,  que  atril >uye  a 
las  cosas  la  tristeza  propia  de  las 
personas:  ''No  tengo  sino  una 
triste  moneda:  No  tenía  con 
qué  ganar>«  el  triste  puchero,  el 
triste  garbanzo;  Orilla  a  un  tris- 
te arroyu- lo,"  como  ca'ilan  lo* 
poeta«i.  Li  negra  ho-irVlj  que 
dicen  loa  epp.'^.ñoles,  e.*  la  honra 
que  gana   uno  trabajando  lumo 


SAN 


SAN 


207 


un  negro. — De  santo,  ta,  ante- 
puesto a  nombres  de  santos,  na- 
da dice  la  Gramát.-de  la  Acaa., 
y  el  Dice,  se  contenta  con  estas 
breves  líneas:  "'Sax,  adj.  Apóco- 
pe de  santo.  Úsase  solamente  an- 
tes de  los  nombres  propios  de 
santos,  salvo  los  de  Tomás  o  To- 
mé, Toribio  y  Domingo."  Bello 
agrega  que  no  se  designa  con 
san  sino  a  los  que  la  Iglesia  ha 
reconocido  por  santos  bajo  el 
Nuevo  Testamento;  por  lo  cual 
no  decimos  San  Job,  como  de- 
cimos San  Pedro  y  San  Pablo, 
sino  el  Santo  Job;  aunque  no 
falta  una  que  otra  excepción, 
como  San  Elias  profeta.  .  .  Una 
de  las  Antillas  se  llama  San 
Tomas."  "El  acento  en  San  Tó- 
majs,  nota  Cuervo,  prueba  que  es 
una  corrupción  del  inglés  Saint 
Thomas."  La  diferencia  entre 
los  santos  del  Antiguo  y  del 
Nuevo  Testamento  que  hace 
Bello,  está  fundada  en  el  uso  de 
los  clásicos,  que,  al  nombrar  a 
los  primeros,  siempre  decían :  el 
■mnto  Job,  el  santo  Tobías,  el 
sa.nto  Jacob,  el  santo  Esdras,  la 
santa  Jwdit,  la  santa  Susana,  la 
.tanta  Ester;  aunque  no  como 
título,  sino  como  califi  ativo  de 
su  santidad,  y  por  e?<i  lo  escri- 
bían con  minúscula.  1  )S  hagió- 
grafos  modernos,  sin  hacer  ca- 
so de  esta  diferencia  y  ya  que 
muchos  de  estos  santos  tieneii 
.-u  lugar  propio  en  el  calenda- 
rio, dicen  con  toda  liljcrtad: 
San  Abrahán,  San  Moisés,  San 
Elias,  San  Eliseo,  San  Ecequiel. 
En  el  Quijote  de  Avellaneda  le- 
emos Santa  Susana.  En  cuanto 
a  que  santo  no  se  apocopa  antes 
de    Tomás    o    Tom^,    Toribio  y 


Domingo  solamente,  también 
hay  algo  que  advertir.  Hasta  el 
siglo  XVI  se  usó  con  muchísi- 
mos nombres;  Santo  Mafias,  de- 
cía Sta.  Teresa;  Santo  Teodoro, 
Nieremberg,  y  Ambrosio  de  Mo- 
rales lo  usó  con  Torcato  ( Tor- 
cuata), Isidoro,  Martina,  Agus- 
tín, Albita,  Adrián,  Antolin> 
Eulogio,  Esteban,  Ordoño,  A'O- 
tonio,  Atilano,  Andrés;  y  des- 
pués, por  mucho  tiempo  se  usó 
la  forma  Sant,  principalmente 
antes  de  vocal:  Sant  Andrés, 
Sant  Antón. —  Limes  santo. 
Falta  en  el  Dice. —  Martes  saii- 
to,  id. — Santo  Padre.  Véase  Pa- 
dre.—  Santo  remedio.  Véase 
Remedio. —  Saxtos  Lugares. 
Véase  Lugar. —  Santo  moca- 
rro, pegado  en  el  barro,  o 
siempre  en  el  barro,  fr.  fig. 
y  fam. :  dícese  del  comercian- 
te que  no  prospera  en  su.'» 
negocias,  del  estudiante  que  no 
adelanta  en  sus  estudios,  del 
que  es  muy  sucio  o  desaseado, 
del  gazmoño  y  del  santurrón. 
El  Dice,  sólo  registra  el  juego 
santo  mocarro  y  la  fr.  Jugar 
con  uno  al  santo  mocarro. — Ca- 
da uno  pide  para  su  santo,  fr. 
fig.:  se  dice  del  egoísta  o  mez- 
quino, o  la  dice  él  como  prover- 
bio para  justificar  su  conducta. 
No  la  trae  el  Dice. ;  Gonzalo  Co- 
rreas da  esta  otra:  Cada  santo 
quiere  su  candela,  que  tampoco 
aparece  en  el  Dice. —  Con  el 
santo  y  con  la  limosna,  loe.  fig. 
que  se  usa  más  con  los  verbos 
cargar,  alzarse,  arrancarse,  irse. 
Significa:  huir  con  lo  propio  y 
con  lo  ajeno,  robarlo  todo;  iK)r 
alusión  a  los  que  salen  a  pedir 
limosna  con  la  imagen  de  algún 


208 


SAN 


SAN 


santo  y  después  que  han  reuni- 
do buena  cantidad,  huyen  con 
todo.  No  conoce  esta  fr.  el  Dice. 
— Con  tsantos  tapados,  loe.  tig. 
que  se  usa  más  con  los  verlx)S 
andar  o  venir.  La  usamos  en  el 
mismo  sentido  del  modismo 
adv.  .1  santo  tapado,  que  el 
Dice,  caliñca  de  provincia- 
lismo de  Extremadura  y  de- 
fine: "con  cautela,  oculta- 
mente."—  Contar  uno  el  mi- 
lagro ¡I  callar  (o  no  nom- 
brar) el  santo.  Véase  Milagro. 
— Darse  uno  a  santo,  fr.  fig.  y 
fam.  cjue  usamos  en  el  mismo 
sentido  que  la  loe.  A  buen  li- 
brar o  A  bien  librar:  "lo  menos 
mal  que  puede,  pudo  o  podrá 
suceder."  "Date  a  santo,  si  en- 
capa:? en  el  examen  con  un  voto 
en  contra." —  Deberle  uno  a  car 
da  santo  una  vela,  fr.  fig.  y 
fam.:  tener  muchas  deudas, 
"más  deudas  que  el  no  pagar," 
que  dijo  Quevedo,  o  deberlas  a 
las  once  mil  vírgenes,  que  dijo 
otro,  lis  alusión  a  las  mandas 
que  hacen  los  pobres  de  dar  vo^ 
las  i)ara  los  altares  o  imágenes 
de  los  santos. — Estando  bien  con 
Dios,  los  .'tantos  son  inquilinos, 
refrán  chileno  que  indic^i  no 
ser  tím  necesarios  los  .-'anvoe 
cuando  se  {)ide  un  favor  a  Dios: 
fig.  y  fam.,  no  hay  necesidad  ac 
los  inferiores  cuando  .se  cuenta 
con  la  voluntjul  del  sui>erior. — 
Pasarle  el  santo  a  uno,  fr.  lig.  y 
fani. :  ])egar.  golpear  o  maltratar 
de  obra  a  uno;  vencerle  con 
mucha  ventaja  en  una  riíia  o 
lucha  corporal :  engañarlo,  pe- 
gársela, burlando  su  buena  le  o 
confianza,  burlar  un  hombre  a 
una  mujer.    Varios  son   los    orí- 


genes de  esta  fr.,  según  sus  dis- 
tintos significados:  en  el  prin^e- 
ro  y  segundo  puede  ser  la  cos- 
tumbre de  azotar  con  el  San- 
Martín  o  disciplina;  en  el  ter- 
cero, la  fr.  española  Jugar  con 
uno  al  santo  mocarro  (burlarse 
de  él,  engañarle,  maltratarle), 
o  también  la  burla  que  suele 
hacei-se  de  pegarle  en  la  cartí  a 
uno  fingiendo  que  .«e  le  da  a 
bwsar  un  santo. — Tener  uno  »in- 
to  en  la  corte,  ir.  fig.  usadísima 
en  Chile.  No  la  registra  el  Dice. ; 
pero  en  Gonzalo  Correas  halla- 
mos: "Tener  parientes  en  ta 
corte,  por  tener  favorecedores  y 
quien  mire  por  alguno."  En  el 
Quijote  de  Avellaneda:  "¿Paré- 
cele  a  v.  m.  que  es  ahora  buero 
tener  amigos  en  lo  corte.'' 
(Cap.  IX).  y  en  el  Miiostro 
^'aldivielso: 

;Dichüso  yt)  cuando  la  estambro  tu:tí^ 
De  nú  vida  la  parca,  pues  que  tenijf'. 
C"ino  suelen  decir,  tUudos  en  enríe. 
Cuyos  favores  desde  aquí  prevengo! 

Contra  quien  tiene.,  porque  te  reporte. 
Sirviendo,  no  del  Sumo  Rey  al  lado. 
Parientes,  como  "dicen,  en  la  corte. 
Sino  al  Bey  que  con  ella  ha  emparentado. 

(El    .'ta'irirm  ,/-•  ZW^Ío.  lihro.  IV  y  VIII). 

.Vsí  tiunbién   Tir-o  de   Molina: 

Deiiilm  teni/o  en  la  curte,  y  muchos  dcllot 
Títulos  que  |H>drún  daros  noticia 
De  quien  soy.  si  os  ini|xirtA  conoccllos. 

IDnn  Gil  de  lat  rnlza$  i-rrJet.  V.  A.') 

.\lii<)  ¡-e  parece  a  esta  fr.  esta 
otra:  Tener  unn  tío  (o  un  tioj 
en  las  Indirui:  "contar  con  el  fa- 
vor o  las  diVdivas  de  una  j>erso- 
na  rica  o  de  valimiento." — To- 
dos Santos    V  Todos  lof   Santo»: 


SAN 


SAP 


209 


de  estas  dos  maneras  se  deno- 
mina la  fiesta  que  la  Iglesia  ce- 
lebra el  día  primero  de  Noviem- 
bre; la  Tonssaint  de  los  france- 
ses. Como  título  de  iglesia  o  pa- 
rroquia es  más  propio  suprimir- 
le el  artículo  los.  Como  nombre 
j>ropio  de  persona  lo  usamos  pa- 
ra hombres  y  mujeres:  José  de 
los  Santos,  José  Sanios,  o  Santos 
solamente;  María  de  los  Santos, 
o  Santos  solamente,  hi  Santitos. 
— Muy  general  se  está  haciendo 
en  Chile  (y  la  aplaudimos)  la 
costumbre  de  dar  a  los  fundos, 
grandes  o  pequeños,  a  las  viñas 
y  quintas  el  nombre  de  un  san- 
to o  santa,  ordinariamente  el  de 
la  esposa.  Es  pensamiento  cris- 
tiano que  honra  a  una  nación 
católica. 

Santolla,  f.  A.'í  llamó  el  aba- 
te Molina  a  la  centolla,  crasíá- 
ceo  marino  muy  estimado  por 
su  tamaño  y  sabor.  Este  último 
nombre,  derivado  del  latín  ccn- 
tocula,  de  cien  ojos,  por  los  tu- 
bérculos del  carapacho,  está  ad- 
mitido tiempo  ha  en  el  Dice. 

Santulón,  na,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
En  ca.stellano,  santurrón,  ?ia.' 
"nimio  en  los  actos  de  devo- 
ción." Santucho,  cha,  adj.  fam., 
significa  lo  mismo.  Santón,  m. 
fig.  y  fam.,  es  "hombre  hipócri- 
ta o  que  aparenta  santidad." 
Véaí^e  Pechoño. —  Seguramente 
la  forma  santulón  nos  ha  veni- 
do de  España,  pues  en  la  His- 
toria de  Santa  Teresa  de  ü.  Mi- 
guel Mir  hallamos  santularia, 
de  la  misma  formación,  y  que 
tampoco  se  halla  en  el  Dice. 
"La  mujer...,  viéndola  en 
aquella  figin-a  y  traje  de  pobre, 
la  raspondió    con  gran    desdén: 

Dicn.  de  Chil.,  t.  V. 


Pase  la  santularia."  (L.  IV,  r. 
XIX ) .  De  idéntica  formación 
tenemos:  comilón,  dormilón, 
Cucalón  (apellido  y  chilenis- 
mo) y  guagualón  (chilenismo). 
Bobalicón  y  grandillón  o  gran- 
dullón se  asemejan. 

Sapa,  f.  En  lenguaje  vulgar, 
sapo  hembra.  A  falta  de  autori- 
dad chilena  escrita,  citemos  una 
copla  popular  de  Colombia: 


Ei  yapo  dijo  a  la  sapa 
Que  le  hiciera  una  chaqueta. 
Muy  ancha  de  la  cintura 
Y  angosta  de  las  paletas. 

( Fabo,  lüiumas  y  ctnngro/ia  de  la  reyión  orien- 
tal de  Colombia). 


— Fig.  y  fam.,  rana  (véase  en  su 
lugar). —  Sapa  en  barra:  "frau- 
de que  suele  cometerse  en  los 
trapiches  introduciendo  en  las 
barras,  al  tiempo  de  la  fundi- 
ción, masas  de  escoria,  que  au- 
mentan su  volumen  y  peso; 
cuya  indigna  operación  llaman 
sapa  en  barra."  (Don  Juan  Ega- 
ña,  citado  por  Vicuña  Mackeu- 
na  en  El  libro  del  cobre,  c. 
XIV,  §  III). — "Denme  la  yapa, 
la  que  no  se  escapa."  "Cuando 
para  la  sapa  y  la  perdiz  críe  co- 
la." Son  fra.íes  de  mera  conso- 
nancia quo  so  oyen  entre  el 
comprador  y  el  vendedor. 

Sapearn.  Hacer  sapos  o  chi- 
ripas en  el  juego  de  billar;  dí- 
gase chiripear,  a,:  "ganar  tan- 
tos en  el  juego  de  billar  por 
chiripa." —  Saltar  o  correr  na- 
dando por  el  agua  a  semejanza 
del  sapo. —  Disimular  y  hacerse 
uno  el  desentendido  para  ente- 
rarse de  lo  que  se  habla;  ati.sbar. 
14 


210 


SAP 


SAP 


Sapería,  f.  Astucia,  cautela  y 
modo  de  obrai*  ca^dloso  del  que 
busca  su  utilidad  en  lo  que  hace 
y  va  a  lograr  mañosamente  su 
intento;  en  castellano,  zorrería. 
— Parece  que  sapería  se  ha  for- 
mado de  zapa,  o  trabajo  de  aa-pa, 
que  figuradamente  es  "el  que  se 
hace  oculta  y  solapadamente  pa- 
ra conseguir  algún  fin."  Nótese 
que  en  francés,  zapar  es  saper, 
y  zapador,  sapeur,  ortografía 
que  puede  haber  influido  en  es- 
te chilenismo,  en  la  última  acep. 
del  V.  sapear,  en  la  12.'  del  s. 
sapo  y  en  el  adj.  sapo,  pa.  Véa- 
sele más  adelante. 

Sapero,  ra,  a/dj.  Chiripero , 
m.:  "el  que  en  el  juego  de  bi- 
llar gana  más  por  acaso  que  por 
buenas  jugadas  o  destreza."  Me- 
jor haría  el  Dice,  en  reconocer 
esta  voz  como  adj.  de  dos  termi- 
naciones, y  nó  como  s.,  y  en  ex- 
tender su  significado  a  todos  los 
juegos,  como  que  en  todos  tiene 
cabida  la  chiripa. 

Sapidez,  f.  Calidad  de  sápido 
(aplícase  a  la  substancia  que 
tiene  algi'in  sabor).  Usó  el  Diec. 
de  esta  voz  al  definir  la  ").'  aceq). 
del  v.  Kaher,  y  en  su  lugar  la 
omite. 

Sapo,  m.  Varias  aceps.  figu- 
radas le  damos  en  Chile:  1." 
Pieza  de  hierro  del  cambio  de 
las  vías  férreas.  "El  accidente 
.^e  produjo  en  la  parte  Sur  de  la 
citación,  entre  las  agujas  y  el 
sapo  del  cambio  que  hay  a  su 
entrada."  (.lulio  Lyon.  ingenie- 
ro jefe  de  la  In.spocción  del  ma- 
terial rodante  del  Mini.sterio  de 
Obras  PúV)lica.s,  La  Unión,  ele 
Santiago,  20  Sept.  im."»).  En  el 
I)ic<'.  académico  no  hallamns  el 


nombre  de  esta  pieza,  pero  sí  en 
el    enciclopédico    Hispano- Ame- 
ricano de  Barcelona,  que  la  lla- 
ma    corazón:    "pieza   de    hierro 
fundido  o  de  acero,  aguda  y   co- 
mún a  los  carriles  interiores  en 
un  cruzamiento  de  dos   vías,  en 
el  punto  en  que  comienza    a  .se- 
pararse. .  .   El    corazón  es    pieza 
importante    del  cambio  de    vía. 
y  va  montado  y  sujeto  en  plan- 
chas de   hierro  que  se   aseguran 
sobre  las    traviesas."  El  nombre 
corazón  está  tomado  del  franciV, 
en   el   cual  se   llama  esta  pieza 
paínte    de   coeur;   y    el   chileno 
sapo,  del  inglés  frog,    sapo,   que 
es  como  se  llama  en  inglés   isla 
misma  pieza. —  2.°  En  líneas  te- 
lefónicas, aparato  de  metal  que 
se  coloca  donde  se  juntan  varios 
hilos     para     separarlos    uno    de 
otro.    A  la  simple  vista  tiene  fi- 
gura de  sa>po  (o  más  bien  rana), 
y   de  ahí    el    nombre. —  3.»    Kn 
motores,    e.*pecie   de    grapa    coi. 
remaches     o   puntas,    que   sirve 
para  unir  los  dos  extremos  de  la 
correa  o  cuerda.   También  tiene 
figura  de  sapo,  más  pequeño  que 
ei  anterior. — 1."  En   las    .máqui- 
nas segadoras,  soj^rte  de  la  cu- 
chilla cortadora, — 5."  En    cercas 
de    alambre,    pieza    de  lata   que 
sirve  para  sujetar  el  alaml)re  el- 
la madera.  En  esta  acep.  y  cu  la 
aiitcrinr  se  u.-<a    también  la    for- 
ma diminutiva    sapito. — 1>."    En 
Herrería,    c.<|>ecie  de  pari-he    del 
mismo  metal  que  .«e  pone  a  un» 
plancha  o  pieza  que  se  rompen, 
paiu  ocultar  la  rotura. — "."   lue- 
go que  consiste    en  tirar  tiicmi-- 
das  a  la  hora  aluerta  dn  un  .svi/)" 
(o  rana  grande)  de  metal  qm-se 


SAP 


SAP 


211 


coloca  acierta  di.-<tancia.  Gana  el 
que  emboca  más  monedas.  Jeu 
de  grenouiUe  (juego  de  la  rana) 
lo  llaman  los  franceses;  en  el 
Dice,  no  le  hemos  hallado  nom- 
bre.— S."  Algimos  llaman  sapo 
o  sapito  el  matasapo.  Véase  en 
.-u  lugar. — 9."  En  Veterinaria 
llamamos  sapo  el  "tumor  óseo 
que  en  las  caballerías  se  des- 
arrolla sobre  la  corona  de  los 
cascos  delanteros."  y  cuyo  nom- 
bre español  es  sobremano,  f. 
Otros  llaman  la  enfermedad 
manquera  de  sapo,  no  tanto  por- 
que el  hueso  desencajado  parez- 
ca fapo,  .«ino  principalmente  por 
el  modo  de  andar  que  toma  el 
caballo  enfermo,  que  anda  con 
las  manos  y  patas  abiertas  como 
el  sapo.  Algunos  confunden  e.sta 
voz  sapo  con  la  castiza  ranilla 
en  esta  acep. :  "parte  del  casco 
de  las  caballería.s  más  l)landa  y 
flexible  que  el  rest«,  de  forma 
piramidal,  situada  entre  los  dos 
pulpejos  o  talones."  No  carecen 
de  razón  para  confundirlos,  pues 
no  hay  tanta  diferencia  material 
entre  un  sapo  y  una  ranilla. — 
10.°  En  diamantes  y  otras  pie- 
dras prec-iosa.s,  llamamos  sapo  la 
mancha  pequeña  que  algunas 
veces  queda  en  el  interior  por 
efecto  de  la  cristalización.  Es 
sapo,  porque  así  se  ven  también 
los  sapos,  como  un  punto  negro, 
en  el  agua  cristalina. — 11.°  Apli- 
cado a  persona,  hombrecillo  pe- 
queño \'  despreciable  (en  caste- 
llano, rennnMJo).  También  se 
llama  a.«í  al  individuo  muy  feo. 

Te  falta  el  salto  pa  sapo 
y  en  el  cogote  un  alambre, 


Y  una  lechuga  en  el  rabo 
Pa  parecer  pollo  fiambre. 

(Copla  popular) 

— 12.°  En  la  jerga  de  ladrones  y 
rateros,  el  que  tiene  el  encargo 
de  ati.<bar;  atisbador. — 13.^  En 
el  billar,  chiripa  (en  el  juego 
de  billar,  suerte  favorable  que 
se  gana  por  casualidad),  bam^ 
harria  o  hambarrión  (en  el 
juego  de  trucos  y  en  el  de  billai", 
acierto  o  logro  casual,  como 
acontece  cuando  se  logra  un 
golpe  que  no  se  pensaba).  En 
esta  acep.,  sapo  es  abreviación 
de  zapallo,  que  es  otro  nombre 
que  damos  a  la  chiripa.  En  Cata- 
marca,  según  Lafone  Quevedo, 
dicen  sapallada,  del  quichua 
sapalla,  sólo,  una  vez;  la  termi- 
nación (/«  es  para  españolizar  la 
voz.  (Torres  Rubio  escribe  t;apa, 
rapalla,  solo,  uno).  En  realidad, 
la  chiripa  ordinariamente  se  ha- 
ce una  sola  vez. — 14.°  En  Chi- 
loó,  baile  que  se  ejecuta  entre 
dos  per.onas.  con  tres  vueltas, 
zapateado  y  escobillado.  (Cava^ 
da).  El  nombre  le  viene  del  es- 
tribillo de  la  letra,  que  es  así: 

Los  mp'itos  dicen  zunga. 
Los  grandes,  zungararé, 
Lv)s  más   chiquitos,  quezun;;:. 
Loa  grundcs.  zungarar¿n. 

Sapo,  pa,  adj.  fig.  y  fam.  As- 
tuto, hábil,  disimulado. — Véase 
Sapería.  Si  no  place  la  etimo- 
logía que  allá  dimos,  podría 
pensarse  en  el  s.  sapo;  aunque 
este  batracio  no  es  de  grande 
habilidad  y  para  algunos  es  sím- 
bolo de  la  torpeza,  como  lo  dijo 
Sebastián  de  Horozco, 

(Siendo  torpe  más  que  un  >npo); 


SAP 


SAR 


sin  embargo,  algunas  cualidades 
hay  en  él  que  indican  habili- 
dad, como  el  pasar  oculto  en  el 
día,  y  saUr  en  la  noche  a  buscar 
su  alimento;  el  arrojarse  al 
agua,  apenas  se  ve  en  peligi-o,  y 
el  ver  debajo  del  agua.  También 
63  probable  que  hayamos  toma- 
do esta  acep.  del  castellano  gaza- 
po,  que  fig.  y  fam.  es  "hombre 
disimulado  y  astuto." 

Sapocoque,  m.  En  Chiloé,  ra- 
na más  pequeña  que  la  ordina- 
ria. Entra  indudablemente  en 
esta  palabra  la  araucana  poco> 
sapo.   (Cavada). 

Sapolio,  m.  Especie  de  jabón 
hecho  de  cierta  composición 
arenisca  y  que  se  usa  para  fre- 
gar pisos,  objetos  y  utensilios  de 
mármol,  de  porcelana  y  demás 
que  no  son  de  metal. — Es  voca- 
blo bien  formado,  de  la  misma 
etimología  que  jabón,  el  latín 
sapo,  onis;  el  comercio  lo  ha  in- 
troducido en  todas  .partes  y  ya 
merece  pasar  al  Dice.  Por  lo  me- 
nas desde  el  año  1891  es  coníK'i- 
do  en  España,  pues,  hablando 
del  6  de  Octubre  de  ese  año,  dice 
Ricardo  Palma:  "Visitamos 
también,  en  el  fondeadero  de  la 
ría  de  íluelva,  ima  embarcación 
norteameri<ana  conocida  con  el 
nombre  de  Sapolio,  y  que  es 
símlmlo  genuino  del  carácter  y 
audacia  del  pueblo  yanqui.  El 
Sapolio  tiene  la  forma  de  \ina 
lioya,  y  su  diámetro  apenas  al- 
canza a  dos  metros.  Es  tripulado 
y  manejado  por  un  solo  lioni- 
bre,  Míster  Andrews,  quien  hizo 
la  arriesgada  travesía  do  Nueva- 
York  a  Europa  linicamente  por 
razón     de    mercantili-^mo,    para 


anunciar  la  venta  de  un  jabón 
para  lavar  el  piso."  (Recuerdos 
de  Es])aña,  E)i  Iluelva  y  la  Rá- 
b-icla). 

Saque,  m.  En  algunas  partes 
saca,  1."  acep.  En  castellano  sólo 
.<e  usa  para  el  juego  de  la  pelo- 
ta: "acción  de  sacar;  raya  o  sitio 
desde  el  cual  se  saca  la  pelota; 
el  que  saca  la  pelota." 

Saquín,  m.  fig.  y  fam.  En  al- 
gunas provinciius  del  Sur.  perso- 
iia  regalona  o  predilecta. —  Del 
araucano  raquin,  honrar,  reve- 
renciar, respetar,  estimar,  apre 
ciar,  tener  miedo  y  respeto.  El 
P.  Félix  de  Augusta  escribe  este 
v.  sliakin,  y  así  se  explica  mejor 
el  chilenismo. 

Baratearse,  r.  En  algunas  j)ar- 
tes,  deslizai-se  destle  ima  pen- 
diente un  indi\-iduo,  .<eniado 
en  algún  tronco,  manojo  de  ra- 
mas u  otra  cosa,  para  abreviar 
caminar  y  aliorrar  tiempo. — No 
vemos  cuál  pueda  ser  su  etimo- 
logía. 

Sarateo,  m.  .Vciiún  o  efecto 
do    saratearse. 

Sardanápalo,  n.  ]>r.  ui.  Su 
acentuación  es  grave  o  llauii 
(Sardnnapalo),  como  lo  lian 
probado  con  los  mejores  autores 
ca.stellanas  liello  y  Cuervo;  por 
lo  cual  excu.samos  las  citas.  El 
latín  lo  lee  también  con  la  úl- 
tima a  larga:  Sardatiapálus. 

Saruixa,  f.  Estar  uno  conn. 
íxtrdina  en  hanasta,  os  la  fr.  es- 
pañola que  significa:  "c-^tar 
muy  apretado  por  el  nuicho 
(■()n<ur.-o."  Como  en  Chile  no  es 
usada  la  i)alabra  hatiasln.  la  re- 
(•(irlamo-í  taml)ién  <lc  la  fr.  y 
decimos      Estar    rnnuí    surdinnn 


SAR 


SABR 


213 


así  en  pl.  y    aplicada  también  a 
sujeto  pl. 

Sardo,  m.  Entre  ladrones  y 
rateros,  anillo. 

Sargento,  m.  En  Carpintería, 
dígase  cárcrl  y  en  algunos  casos, 
mandrU.  Véa.--e  Grampa. — Al  ca- 
bo lo  hicieron  sargento,  fr.  tig. 
y  fam.  en  que  se  juega  del  vo- 
cablo cabo:  al  fin  .•re  ganó  o  acer- 
tó un  juego  o  jugada. — En  Chi- 
loé  llaman  sargento  al  cordero 
que  nace  con  cuatro  cuernos. 
(Cavada).  Por  alu.sión  al  grado 
del  sargento  en  la  milicia,  que 
viene  a  ser  el  cuarto  después  del 
soldado,  del  cabo  primero  y  ei 
cabo  segundo.  Otro  nombre  que 
tiene  en  Chiloé  este  cordero  es 
el  de  melimeta,  adj.  y  8.  m.,  del 
araucano  meli,  cuatro,  y  mú- 
tagh,  o  vi'ta,  m'trra,  asta  o  cuer- 
no. Molina  dice  que  "ningún 
carnero  carece  de  ellos  [los  cuer- 
nos] ,  habiendo  alguno.s  que  lle- 
van cuatro  y  más  cuerno-s." 

Sargentón,  na,  m.  y  f.  fig., 
aum.  de  sargento.  Persona  cor- 
pulenta y  autoritaria. 

Sariego,  m.  En  Chiloé,  palo 
con  garfio,  puesto  sobre  el  fn-ón 
para  colgar  las  ollas.  Es  ima  c - 
pecie  de  garabato.  (Cavada).  No 
da  etimología. —  En  castellano 
no  conocemos  sino  las  llares,  f. 
pl. :  "cadena  de  hierro,  pendien- 
te en  el  cañón  de  la  chimenea, 
con  un  garabato  en  el  extremo 
inferior  para  poner  la  caldera,  y 
a  poca  distancia  otro  para  su- 
birla o  bajarla."  En  Santander, 
según  el  Dice,  las  llares  se  lla- 
man caramilleras. 

Sarnícalo,  m.  Pronunciación 
vulgar  de  cernícalo:    a    por   e. 


como  en  saminario,  langüetada, 
cuácara,  de  cuákero. 

Sarnoso  (El),  m.  Por  ántono- 
ma.-^ia,  el  diablo. 

Sarpresar,  a.  Salpresar:  "ade- 
rezar con  sal  una  cosa,  apretán- 
dola para  que  se  conserve."  Sal- 
preso, sa,  es  el  participio  irregu- 
lar. 

Sarracenismo,  m.  ant.  Parti- 
do o  bando  de  loa  sarracenos. 
(Véase  el  siguiente). 

Que  niegues  que,  si  te  pilla 
Debajo  el  sarracenismo, 
Ha  de  hacer  que  te  arrepientas 
De  tu  bárbaro  egoísmo. 

CCamilo  Henríquez,  Letrilla  Al  Editor  dt 
El  Monitor). 

Sarraceno,  m.  ant.  Sobrenom- 
bre o  apodo  que  se  dio  al  militar 
español  en  el  período  de  la  inde- 
pendencia y  durante  algunos 
años  después.  "Yo  recuerdo  ha- 
l>er  visto,  después  de  la  baiaila 
de  Chacabuco,  otra  bandeja 
igualmente  andariega  y  niLste- 
riosa,  en  la  cual  se  veía.  .  .  un 
celemín  de  colitas  de  marrano 
que  pasaban  por  apéndices  tra- 
scas cortados  por  nue-stros  sol- 
dados en  el  fragor  de  aquella 
refriega  a  los  sarracenos,  nom- 
bre que  también  se  daba  enton- 
ces a  los  militares  peninsulares." 
(Pérez  Ro.sales,  Recuerdos  del 
pasado,  c.  I). 

La  gran  causa  va  triunfando 
Del  despotismo  infeliz. 
Los  tiranos  se  confunden 
En  la  sanguinaria  lid: 
Y.  01)11  todo,  el  sarraceno 
l*ersisto  en  su  obstinación. 
;Raro  monstruo!  ¡buen  primor! 

(Camilo  Heniíquez,  Letrilla). 


2U 


SAR 


SAT 


Sarta,  f.,  y  sartal,  ui.  Son 
iguales  en  esta  acep. :  "serie  de 
cosas  metidas  poi"  orden  en  un 
hilo,  cuerda,  etc."' —  La  sarta  de 
aves  o  de  peces  muertos  que  se 
lleva  de  una  parte  a  otra,  se  lla- 
ma lercha,  aunque  el  Dice,  defi- 
na asta  voz:  "junquillo  con  que 
se  ensartan  aves  o  peces  muer- 
tos, para  llevarlos  de  una  parle 
a  otra." — Sartal  de  disparates  o 
desatinos  no  es  bien  dicho,  se- 
gún la  definición  académica  de 
í,artal;  podría  decii"se  sarta,  que 
en  .-¡u  "i."  acep.  y  íig.  es  "porción 
de  gentes  o  de  otras  cosas  qus 
van  o  se  c()nsidoran  en  fila  unas 
tras  otras." 

Sartala  d  Sartalada,  f.  Sarta  <- 
sartal. 

Saktéx.  Femenino  es  en  cas- 
tellano (la  sartén,  una  sartén) 
y  nó  m.,  como  lo  hacen  en  (.'hi- 
le. Sin  embargo,  hijo  de  alguna 
pr.k'tica  csj)añola  es  nue-<tro  uso, 
pues  lo  hallamos  en  El  Pe.laijo 
del  Pinciano   (1.  V) : 

Gr.m  parto  de  la  caza   al  fuego  se  asa, 
Parte  hacia  el  hondo  Tajo  se    deniniia. 
Cine,  inientrafi  del  snrlni  hace  dctvi'j. 
Se  cuec3  con  lop  pccen  en  el  río. 

"En  A.=turia.s  dicen  e¿  sartén; 
]')  iriismo  los  judíos  españoles. 
Oviedo  (Ilist.  gen.  y  nat.  <h  In- 
dias, t.  III,  pág.  ()3'2)  escribe: 
fritas  en  el  sartén,  fornuí  que 
no  liemos  visto  en  otra  i)arle.*' 
(Cuervo).  — El  sartén  le  dijo  a 
la  olla:  quita  allá,  que  me  tiznáis 
(o  quítate,  no  me  tiznís).  .Scgi'm 
el  Dice:  Dijo  la  sartén  a  la  ral- 
ilira:  (¡tiitatc  allá  (o  tírate- 
allá),  mlincf/ra  (u  ojinegra). 
o  bien,  en  esta  otra  forma:  Dij" 


la  sartén  al  cazo:  quítate  allá> 
que  me  tiznas:  "refranes  que 
reprenden  a  los  que,  e--^t<uido 
manchados  con  vicios  y  otros 
defectos  dignos  de  nota,  vitupe- 
ran en  otros  las  menores  falt«s." 
Sarteneja,  f.,  dim.  de  sar- 
tén. Véase  Certeneja  en  el  1.''  t. 
y  en  su  Suplemento.  En  lo-  He- 
cuerdos  del  pasado,  de  Pérez  Ro- 
.-ales  (c.  XXI),  hallamos  una 
confirmación  más  de  la  acep. 
castellana  de  sarteneja;  hela 
aquí:  "En  Futa  ya,  montamos 
i„  caballo  para  bregar  con  los  ca- 
minos, o  mejor  dicho,  con  las 
sendas  más  tortuosas  y  llenas  de 
sartenejas  que  es  posible  imagi- 
nar." Ciro  Bayo  Hama  sartane 
jas  unos  montones  de  tierra  pa- 
recidos a   nuestras  cangrejeras. 

Sastreril,  adj.  despectivo. 
Propio  de  ssistre.  referente  a  él 
i"  a  su  oficio.  "Entre  la  pareja 
sastreril  |  de  sastre  y  sastra,  o 
saslreza,  como  dicen  en  Aragón] 
no  había  sobre  este  particular 
ni  ficciones  ni  .^et-retos."  (Polo 
y  Peyrolón,  Manojico  de  cuen- 
i'is,  XXXIII).  Está  bien  forma- 
do como  tantos  adjs.  en  //.■  estu- 
diantil, escuderil,  tnvjeril,  juve- 
nil; no  creemos  que  lo  deseche 
el  Dice. 

Satán is>ío,  m.  \'éase  Lih:* 
lERisMo. —  Malicia  o  pcrvci"sióu 
c.vlremadamentc  grande  o  satá- 
nica. "Hay  en  Celestina  mi  i>o- 
,-itivo  satanismo.  .  .  l'"s  el  subli- 
me de  mala  voluntad.  .  .  ;  es  un 
abismo  de  pervcixidad."  ( Ceja- 
dor,  llist.  de  la  lengua  y  literat. 
rn.^t..  t.  I,  pág.  428). 

Satanista,  com.  Persona  que 
profe-a  el  culto  de  Satanás.    ICs 


SAT 


SAT 


215 


vüz  admisible  como    la  anterior. 

Saternique,  m.  Media  suela 
que  se  echa  al  calzado  y  que  no 
empareja  por  los  lados  con  la 
suela,  «no  que  queda  un  poco 
recogida.  Tiene  la  ventaja  de 
librar  de  lodo  y  polvo  las  orillas 
de  la  suela. —  Es  vocablo  forma- 
do del  inglés  southern,  meridio- 
nal, del  sur,  y  knight  of  St. 
Crispin,  zapatero.  Sin  duda  des- 
cubrió este  sistema  de  media 
suela  algiin  zapatero  del  Sur  de 
Inglaterra  o  de  Estados-unidos. 

Satín,  m.  Tejido  arrasado.  Es 
el  francés  satín,  que  el  Dice,  tie- 
ne admitido  en  la  forma  satén. 
Saetí,  saetín  y  raso,  en  su  9." 
acep.,  .significan:  "tela  de  seda 
lustrosa,  de  más  cuerpo  que  el 
tafetán  y  menos  que  el  terciope- 
lo." Satín  es  tan  usado  entre  nos- 
otros, que  ha.?ta  Bello  lo  empleó 
en  poesía. 

¡De  día  ya!  ¡Cuiintu  t^id  i 
La  hora  que  al  placer  da  fin! 
Lola  en  el  umbral  a^i.trda 
Por  la  capa  de  satín. 

{Las  fa^itnfmaf.  V.) 

.S.\TÍRico,  m.  Por  ánto.'o-  a- 
sia,  .Juvenal.  "Sabiendo  él  1^- 
que  dice  el  Satírico  (luve.,  sali 
VIII),  que  sola  la  nobleza  es 
la  virtud,  tan  humildemente  se 
hubo  con  todo.s,  como..."  (Ale- 
jo Venegas,  Agonía  del  tránsito 
fie  la  muerte,  p.  VI.  c.  XIII). 
Debe  admitir  esta  acep.  el  Dice, 
como  en  sus  lugares  la  hemob 
rec-lamado  para  filósofo,  poeta, 
sahio. 

S.'VTiSFACCióx,  f.  Satisfacción 
no  pedida,  acusación  manifiesta, 


refrán  que  se  usa  en  Chile  y  no 
hay  necesidad  de  explicar;  es 
traducción  del  latino  Excusatío 
non  petíta,  accusatio  manifesta. 
No  aparece  en  el  Dice. — Satis- 
facción, vete  (o  anda,  vete)  para 
afuera,  fr.  fig.  y  fam.  can  que 
reprendemos  al  individuo  qut 
se  nuiestra  muy  satisfecho,  to- 
mándose excesiva  confianza. 
Tampoco  aparece  en  el  Dice. 

Satisfacer,  a,  y  r.  Según  la 
Gramática  de  la  Academia,  si- 
gue en  todo  la  conjugación  del 
simple  hacer,  menos  en  la  se- 
gunda persona  del  imperativo, 
que  es  satisfaz  o  satisface.  "Es, 
por  tanto,  reprensible,  agrega., 
decir  satisfaciera,  satisfaciese, 
etc.,  satisfaciere,  etc.,  en  vez  de 
satisficiera,  satisficiese,  etc.,  satis- 
ficiere, etc."  Bello,  siguiendo  a 
Salva,  aprobó  las  dos  formas, 
dándoles  por  raíz  satisfac  y  sa- 
tis fie  fe  suave).  Sensible  es  que 
un  gramático  valenciano  como 
fué  Salva,  y  cuya  autoridad  fué 
tan  socavada  por  Puigbianch, 
arrastrara  a  Bello  a  este  error. 
Si  el  pretérito  es  satisfice  y  si 
todos  los  demás  compuestos  de 
Jn'cer  lo  forman  también  en  ice 
(contrahice,  deshice,  rehice), no 
hay  por  qué  dar  otra  raíz  más 
para  los  tiempos  que  de  él  se 
derivan.  El  que  algunos  moder- 
nos hayan  dicho  satisfaciera, 
satisfaciese, sea  por  ignorancia, 
sea  i)or  disimilación  de  las  sí- 
labas con  i,  tisfi,  no  justifica 
una  aberración  como  ésta,  que 
es  acumular  irregularidad  sobre 
irregularidad. —  Satisfecimos 
I>or  satisficimos  es  forma  anti- 
cuada, contemporánea  de     heci- 


216 


SAÜ 


SAZ 


mos,  del  simple  hacer.  Satisfa- 
ceré,  satisfacerla  son  vulgaris- 
mos de  los  que  no  han  saludado 
la  Gramática. 

Saturno,  n.  pr.  ra.  Dim.  fani. 
de  Saturnino. 

Sauce  i.loróx  o  :>:•:  Babilo- 
nia, o  LLORÓN,  m.  Son  iguales 
en  significado. 

Saúco,  m.  Así  pronuncian 
casi  todos  lo3  chilenos,  porque 
la  forma  correcta  saúco  los  .-^ue- 
na  a  afectación.  ¿Quién,  dicien- 
do saúco,  conocerá  la  etimología 
latina  samhncwí?  Sin  embargo, 
es  la  única  y  verdadera,  pa- 
sando primero  por  las  formas 
sabuco  y  sabugo,  que  todavía  re- 
conoce como  corrientes  el  Dice. 
Sabucal  y  sabugal  so  llama  el 
sitio  plantado  de  sabucos  o  saú- 
cos.— Saúco  falso  o  del  diablo: 
"Arcilla  laefcvirens  Gay.  Arbo- 
lillo  do  unos  cinco  metros  de 
alto,  inerme,  uniy  lampiño;  ho- 
jas largamente  peciolada.'^,  digi- 
tadas, con  cinco  hojuelas  lance- 
oladas, acuminadas  en  ambos 
extremos,  aserradas:  umbelas 
compuestas  de  tres  a  cinco  ílo- 
rc-5,  reunida-s  en  racimo.  Se  ha- 
lla desde  Maule  hasta  Chiloé. 
1m>  habitantes  lo  usan,  sogún 
Gnv,  como  sudorífico."  (r'iilip- 
pi)'. 

.'■\\rzAL,  m.  Ks  el  único  nom- 
bro que  usamos  en  Chile  para 
signKioar  el  sitio  poblado  de 
.«nucc!,  cuando  en  castellano 
hay  varios  otros:  sauceda,  sauce- 
dal y  saucera,  salcedo  y  salceda. 
— Snurr  tiene  también  las  for- 
ma.'í  de  s(drr,  .^i'ifz  y snz. — Sauce 
de  mimbre  o  sauce  mimbre  ("a- 


lix  viminalis  L.)   Dígase    mim- 
brera,  f.,   o   mimbre,  ambiguo. 

Saxofón,  m.  El  nombre  co- 
rrecta es  saxófono  (de  Sa.r,  su 
inventor,  y  el  griego  0M,y,  so- 
nido) :  "instrumento  músico  de 
viento,  de  metal,  con  boquilla 
de  madera  y  caña:  tiene  varias 
llaves;  es  de  invención  moder- 
na, pero  muy  usado,  principal- 
mente en  las  bandas  militares. 
Los  hay  de  varias  formas  y  di- 
mensiones." En  Chile  dicen  ma- 
lamente saxofón,  tomado  sin 
duda  del  francés.  "El  contraba- 
jo [pasa  la  frase]  a  una  viola, 
la  viola  a  un  saxofón . . .  Des- 
pués los  oboes,  los  contrabajos, 
los  saxofones.  .  -  [se  la  pelote- 
aron]." (Ronquillo,  Una  trage- 
dia orquestal,  La  Vnión,  de 
Santiago,  6  Oct.  1915).  El  vul- 
go pronuncia  salsofón. 

Sayo,  m.  Al  que  le  venga  el 
sai/o,  que  se  lo  ponga,  fr.  pro- 
verbial que  extrañamos  no  ha- 
Ihn-  en  el  Dice. ;  se  usa  para  con- 
testar al  que  se  da  por  aludido 
de  algo,  ya  por  alguna  indirec- 
ta, ya  por  términos  generales  y 
manifiestas,  o  por  oU'o  motivo. 
— Remienda  tu  sayo,  y  te  dura- 
rá un  año;  según  el  Dice..  Re- 
nuenda  tu  sayo,  y  pasarás  ín 
uño:  "refrán  que  aeon>cia  !a 
economía  y  cuidado  que  se  debe 
tener  en  las  cosas  de  uso  i->ropio 
]iara  que  duren."  El  chileno 
p\iele  agregar:  Rcmv'ndalo  otra 
vez,  y  te  durará  un  inr.í. 

SaZ()N.  f.  Siempre  bu  -ido  f. 
en  eastcUano,  en  sus  dos  acops. 
(punto  o  madurez  de  las  eosa.«, 
.)  estado  de  perfección  en  su  li- 
nea: (Musión,  tiempo  oportuno  o 


SCO 


SCO 


217 


coyuntura).  No  vemos  por  qué 
muchos  chilenos,  aun  .de  los  su- 
periores al  pueblo,  dicen  el 
sazón,  poco  sazón ;  como  dicen 
también  mucho  hambre,  un  por- 
ción, un  bronquitis.  Así  tam- 
bién en  Colombia,  según  Cuer- 
vo; y  en  Méjico  y  en  Centro- 
América  lo  hacen  adj. :  "pláta- 
no sazón,      frutos  sazones." 

Scout,  m.  Voz  inglesa  que  se 
pronuncia  scaut  y  signiftca  ex- 
plorador, batidor,  espía,  escucha. 
¡Qué  flaco  servicio  hacen  a  la 
lengua  española  los  que  intro- 
ducen estas  voces  extranjeras 
tan  inútiles  como  ajenas  a  la 
pintoresca  vocalización  del  ca.?- 
lellano!  Si  tenemos  explorador, 
reconocedor  y  tantas  otras  voces 
expresivas  y  varoniles,  ¿para 
qué  quedarnos  con  la  inglesa 
que  nada  dice  en  nuestro  voca- 
bulario? Los  franceses,  que  to- 
maron también  de  los  ingleses 
la  in.stitución  de  los  Boy-scouís, 
no  los  llanii-.on  a.sí,  sino  que 
ti  adujeron  la  última  voz  por 
eclaircurs,  que  también  signifi- 
ca exploradores,  vocablo  que 
adoptaron  los  españoles.  La 
Condesa  de  Pardo  Bazán  sintió 
i]ue  \o<  llamaran  explorndorcs  y 
nó  activos,  adjetivo  sin  gracia 
para  este  caso.  Mucho  más  acer- 
tado estuvo  Cejador,  que  p-ro- 
puso  la  voz  ■dupeador,  de  cepa 
castellana  y  de  heroicas  y  glo- 
riosas tradiciones,  pues  se  dio 
por  excelencia  al  Cid  Ruy  Díaz 
de  Vivar.  (¡De  mi  tierra!  ]iáti. 
110).  Campeador  "decíase  del 
que  sobresalía  cu  el  campo  con 
acciones  señaladas,"  y  en  Chile 
lo  decimos  del  que  sale  al   cam- 


po a  buscar  algo  que  necesita  o 
ha  perdido.  Ambas  ideas,  junto 
con  todo  lo  que  dice  la  palabra 
campo  y  la  terminación  dor, 
convienen  al  niño  que  sale  a 
hacer  ejercicios  en  los  campos. 
Si  esta  institución,  Iniena  y  útu 
i;i  sí,  pero  maleada  ahora  por 
las  logias,  hubiera  de  durar,  no 
podría  tener  en  castellano  mejor 
denominación  que  la  de  Niños 
campeadores.  Aplaudimos  de  to- 
do corazón  a  los  que  se  han  de- 
dicado a  penseguir  y  vapular  en 
los  periódicos  la  necia  y  ridicula 
moda  de  los  términos  ingleses 
en  los  juegos,  eispecialmente  en 
el  balompié  (football).  Entre 
nosotros  se  ha  di-stingiiido  por 
esto  Don  Armando  Castillo  L, 
que  ha  presentado  la  traducción 
de  casi  todos  esas  términos.  La 
misma  sociedad  va  también  re- 
accionando, porque  ya  se  han 
fundado  la  Brigada  de  Explora- 
dores Es])aña  y  varias  Brigadas 
de  Exploradores  católicos. 

Scoutismo,  m.  Afición  a  los 
ejercicios  de  los  niños  explora- 
dores o  campeadores  (boy- 
scoiüs).  "\"éa.se  el  anterior.  ¡Qué 
valor  se  necesita  para  formar 
vocablos  como  éste,  mitad  inglés 
y  mitad  español,  a  semejanza  de 
los  centauros,  sátiros  y  sirenas 
de  la  mitología,  que  tenían-  la 
mitad  de  seres  hermanos  y  la 
otra  mitad  de  animales!  Mejor 
habría  sido  escribirlo  a  la  ca.sve- 
llana  y  como  se  pronuncia: 
escautismo;  aunque  otros,  como 
si  fuera  francés,  han  dicho  es- 
cutismo:  "Yo  confieso  que  me 
ihi.siona  ba.stante  esta  organiza- 
ción de  los  boy-scoiUs,  sintiendo 


218 


SE 


SE 


solamente  que  los  hayan  llama- 
do exploradores,  y  nó  activos,  y 
que  se  emplee  la  bárbara  pala- 
bra escutismo  en  vez  de  otras 
que,  sin  desmentir  la  índole  de 
nuestra  lengua,  expresan  la 
misma  idea,  poco  m;'is  o  menos." 
(Condesa  de  Pardo  Bazán,  Ln 
vida  contemporánea). 

Se,  pron.  r.  Todavía  se  oye 
en  algunos  chilenos  el  antiguo 
■vicio  de  posi^oner  este  pronom- 
bre al  me,  te  y  le  dativos,  en 
jiroposiciones  en  que  entran 
anillos:  "Te  se  cayó  el  som'bre- 
rn;  Me  se  olvidó  la  respuesta; 
Le  se  quitó  la  tos  al  niño." — 
Nota  Bello  que  en  las  construc- 
ciones cuasirreílejas  no  cabe  mo- 
dificativo alguno  de  las  que  mi- 
ran directamente  a  un  sujeto 
que  so  suprime,  como,  lo  hacen 
los  predicados  y  los  pronombres 
reproductivos.  Por  eso  no  debe 
decirse:  Se  vive  feliz,  puesto 
que  falta  a  feliz  el  s.  tácito  de 
que  es  predicado;  ni  tanqxx-o: 
Con  dificultad  se  dejan  las  preo- 
cupaciones que  en  sus  primeros 
años  se  le  han  infundido,  por- 
que el  sus  y  el  le  no  tienen  a 
quien  referirbe.  Hasta  al  Dice, 
se  le  han  escapado  estas  malas 
construcciones,  como  se  ve  en 
estas  citas:  "Ládrcme  el  perro  y 
no  me  muerda,  ref.  que  en.seña 
que  no  son  temibles  las  amena- 
zas cuando  se  está  seguro  de  que 
no  tendrán  efecto."  (Art.  Pic- 
i;ro).  "Velar  o  cuidar  de  hacer 
descubierta.'^  desde  el  paraje  en 
que  se  está  al  efecto."'  (Art.  \\- 
(íí.\r).  Como  aquí  no  hay  ])rodi- 
cado,  está  bien  usado,  lo  mismo 
(|ue  en    esta  fra-o  do  Pnigblancli : 


"Aunque  tjólo  se  está  en  ellas 
[las  galeras]  por  vía  de  depósi- 
to." La  causa  de  estos  extravíos, 
dice  Bello,  es  el  mirar  esia.s 
construcH.'iones  como  exacto  tra- 
.*-unto  de  la  frase  francesa  que 
¡irincipia  por  on  (hombre),  ver- 
dadero sujeto  del  v.  On  voit  dice 
literalmente  hombre  ve,  y  lo 
traducimos  nmy  bien  se  ve,  esto 
es,  se  ejecuta  la  acción  de  %ei. 
Pero,  aunque  se  diga  en  francés 
on  est  contení,  haciendo  a  con- 
tent  predicado  de  on.  no  por  eso 
diremos  nosotros  en  el  niL^mo 
sentido  se  está  contento,  porque, 
siendo  inq}ei>>onal  la  construc- 
ción, no  habría  sujeto  a  que  pu- 
diera referiree  el  ])redieado. 
Los  traductores  no%-icic«  come- 
ten frecuentes  galicismos  j.-o- 
niendo  se  dondequiera  que  en- 
cuentran on.  Cuervo,  en  nota  a 
este  pasaje  de  Bello,  dice  que  "a 
pesar  de  la  forma  y  el  sentido 
impersonales,  no  repugnan  es» 
tas  construcciones  un  predicado, 
las  más  veces  alusivo  a  jiersona 
determinada."  y  lo  prueba  con 
autoridades  do  Fr.  Luis  de  León. 
Espinel,  Sta.  Teresji,  Coloma  y 
Moratín ;  pero  concluye  que  c<>n 
los  verbos  ser  y  estar  "semejante 
combinación  es  en  nuestra  len- 
gua inaceptable,  porque  el  pre- 
dicado, que  ])UOfle  tomarse  co- 
mo modificación  adverl>ial  con 
verbos  significativos  do  nefas 
materiales  y  concretos,  con 
aqui'llo.s  supone  un  sujeto  en  el 
cual  resida  como  «-ualidad  » 
modilicaciiHi.  l']s  sin  duda  un 
l>arbarisiiio:  cuando  se  está  rico, 
se  es  cruel  con  los  desvalidos." 
MI    iviikmIío  ]i¡ira    esta  en  formo- 


SE 


SE 


219 


dad  es  emplear  el  indefiíiidí) 
uno,  una,  o  poner  el  v.  en  pri- 
mera persona  de  pl.,  o  generali- 
zar la  proposición  con  los  «fíje- 
los el  hombre,  la  wnjer,  los 
hombre»,  los  niujcres,  hombres^ 
mujeres.  Hombre,  sin  artículo, 
que  corrc-^ponde  literalmente  iil 
on  francés,  se  usó  mucho  en  el 
castellano  antiguo,  pero  hoy  día 
estii  enteramente  anticuado. 
También  pviede  variar.-ie  la  con.?- 
truccióu  con  algún  adverbio  o 
complemento:  Aquí  se  vive  có- 
modam ente.  Se  conversa  con  in- 
dependencia. No  se  entienda 
comprendido  en  el  uso  galicano 
que  reprobamos  el  famoío  verso 
de  Cervantes 

Jmj  se  es  de  la  cuna  a  la  mortaja. 

No  hay  semejanza  con  la.s  pro- 
]>osiciones  Se  vive  feliz,  Se  vive 
contento,  porque  éstas  son  im- 
personales y  Se  es  asno  e.s  per- 
sonal, pues  tiene  por  sujeto  el 
amo.  Véase,  si  nó,  todo  el  pasa- 
je, que  es  un  diálogo  entre  Ba- 
bieca (<'aballo  del  Cid)  y  Roci- 
nante (caballo  de  Don  Quijo- 
te): 

B.    ¿Cómo   estáis.    Rocinante,  tan   delgado? 

R.     Porque  nunca  se  come,  y  se  trabaja. 

R      Pues,  ¿que'  es  de  la  cebada  y  de  la  paja? 

U.     No  me  dej  1  :ni  amo  ni  un  bocado. 

IJ.     Anda,  ecñor.  que   estáis  muy  mal  cr'íado' 

Pue?-  vuestra   lengua  de  asno  al  amo  ul- 
[traja. 
II.     Axno  se  es  de  la  cuna  a  la  mortaja'. 

¿Quere'lslo  ver?  miradlo  enamorado. 

Kl  asno  no  &-í  Rocinante,  .sino 
Don  Quijote,  que  en  la  edad  y 
tigura  que  tcin'a  hacía  el  pajiel 
de  enamorado.  Así  que,   la  pro- 


¡losiciún  Asno  se  es  no  es  imper- 
sonal, por  el  estilo  de  Érase  un 
hombre.  Érase  que  se  era,  de 
los  cuentos,  sino  que  es  proposi- 
ción tan  personal  como  estaií 
otras:  "Yo  de  mío  me  so?/ pacífi- 
co (Corvantes).  Harto  vieja  mt 
.•'11/  (Celestina),  La  misma  que 
ayer  fui,  me  soy  hoy  (Cervan- 
tes), Séasc  ella  señoría  (Id.),  Se 
era  uno  donado  (Alcalá),  Cada 
uno  se  es  daño,  cada  uno  se  es 
peligro  (Nieremberg),  Todo  se 
es  uno  (Santa  Teresa  y  Quijote 
de  Avellaneda),  Harto  lindas 
se  son  ellas  (Quevedo),  Ellos  se 
son  diados  para  sí,  (Id.),  Ellos 
.sr  son  infierna  y  martirio  de  sí 
mismos  (Id.),  Siéndose  a  sí 
cruel,  duro  y  arisco  (Virués), 
Aquí  se  formó  una  iglesia  pe- 
queña con  su  coro  y  sacristía, 
la  enfermería,  botica,  refectorio, 
cocina,  necesarias  y  lio.spederia 
lo  mismo  que  se  es  agora  (Si- 
güenza),  No  sé  cuyas  se  son 
[ciertas  tablas] .  ' ( Id. ) ' '—La -pla- 
ga más  grande  que  nos  quieren 
introducir  los  galicanos  es  el  se 
pasivo  usado  impersonalmente: 
Se  compra  caballos.  Se  afina  pia- 
nos, 5n  vez  de  la  única  construc- 
ción castiza  Se  compran,  caba- 
llos. Se  (ifnan  pianos.  Pero  los 
caballos  no  se  compran  a  sí  mis- 
mas ni  los  pianos  se  afinan  por 
sí  solos,  objetan  los  discípufos 
de  la  galiparla.  >Si  el  se,  respon- 
demos nosotros,  no  tuviera  más 
.'ignificado  que  el  de  pronom- 
Itre  reflexivo,  tendrían  razón  los 
eme  tal  piensan ;  pero  en  caste- 
llano no  sólo  es  reflexivo,  sino 
también  pasivo,  y  esto  desde  los 
orígenes  de  la  lengua.  Habiendo 


220 


SE 


SE 


desechado  ésta  la  manera  mor- 
fológica que  tenía  el  latín  de 
expresar  la  pasiva  por  medio  de 
la  conjugación,  hubo  de  suplirla 
con  un  pronombre,  y  éste  fué  se. 
Por  eso  dice  Cuervo  que  el  uso 
de  la  construcción  refleja  en 
sentido  pasivo  aparece  arraigado 
en  nuestra  lengua  desde  sus  pri- 
meros monumentos;  y  cita  en 
comprobación  el  Poema  del  Cid, 
el  Fuero  Juzgo,  Las  Partidas  y 
unas  Cortes  de  Madrid  del  aúo 
1339.  Aplicábase  de  preferencia 
esta  construcción  a  las  cosas,  por 
el  riesgo  que  había  de  que,  refi- 
riéndose a  personas,  se  confun- 
diese el  sentido  pasivo  con  el 
reflejo  o  recíproco.  Para  laS  per- 
sonas se  prefería  la  pasiva  for- 
mada con  el  V.  ser  y  el  partici- 
pio del  V.  que  se  quiere  usar. 
Si  los  galicistas  analizan  la  pro- 
posición On  vend  des  chevaux, 
no  dcl)cn  traducirla  Se  vende 
caballos,  como  pretenden,  sino 
Hombre  (o  fulano,  (df/uien, 
lino)  vende  caballos,  puesto  que 
el  0)1  francés  no  es  pronomijrc, 
sino  abreviación  de  homme, 
hombre.  El  castellano  no  nece- 
.■:^ita  acudir  a  c-=o  giro,  ])orque 
para  6?tos  casos  tiene  su  voz  pa- 
siva fonnada  con  el  ])ronombre 
se,  que  para  el  sentido  tiene  el 
mismo  valor  quo  la  forma  in:- 
personal.  Se  venden  caballos 
significa:  Hay  caballos  que  es- 
tán en  venta  y  que  alguien  los 
vende;  los  caballos  reciben  la 
acción  do  ser  vendidas.  Por  c>o, 
si  lo  que  so  quiero  indicar  c(in  la 
forma  galicana  Se  vende  caba- 
llos es  la  indeterminación  o  iui- 
jiersonalidail   del   que  ejecuta  la 


awión,  bastante  indicada  queda 
con  la  pasiva  se  venden,  pues 
en  ella  no  se  nombra  ninguna 
persona.  Alguna  semejanza  hay 
entre  el  se  reflejo  y  el  se  ])asivij 
y  por  eso  el  castellano  los  expre- 
só con  una  misma  palabra:  am- 
bos reciben  directamente  la  ac- 
ción del  V.,  y  lo  único  que  varía 
es  el  significado  de  esta  acción, 
la  cual  en  el  v.  reflejo  vuelve  al 
se  y  en  él  se  queda,  mienira» 
que  en  la  voz  pasiva  \-uelve  al 
se  para  sufrirla  o  aguantarla, 
¡>ero  ejecutada  por  otro  sujeto 
distinto.  "El  caballo  se  siente 
enfermo  (se  reflejo) ;  Se  ven- 
de este  caballo  (se  pasivo)." 
Haciendo  pujos  de  inteligencia 
un  autor  chileno  para  justificar 
este  se  galicano,  llegó  a  decir 
que  debería  considerarse  como 
sujeto  (al  modo  del  on  fran- 
cés), y  que  él  no  veía  inconve- 
niente para  ello.  A  tamaños 
ei'rores  están  expuestos  los  que 
estudian  el  castellano  a  la  luz 
del  francéw  y  tan  superficial- 
mente, sin  advertir  que  cada 
lengua  tiene  su  historia  propiK 
que  da  cuenta  de  su  organismo 
y  contextura.  La  contextura  o 
sintaxis  del  castellano  es  hereda- 
da del  latín  y  no  puede,  sin  sui- 
cidarse, separarse  de  ella.  Si  on 
latín  el  se  es  siempre  acu.salivo, 
jamás  nominativo,  ]>or(|uo  este 
pronombre  por  su  naturaleza  no 
])Uoilc  tenerlo,  ¿será  o  nó  ab- 
.surda  la  pretensión  de  hacerlo 
sujeto?  Medítenlo  l<iw  quo  así 
han  opinado  con  tanta  ligereza 
como  falta  <lo  fundamento.  Di- 
gamos, i)ara  terminar  este  pun- 
to, (|ue.  consvdtada  la  Real  .Acá- 


SE 


SE 


221 


demia  Española  por  un  literato 
peruano  acerca  de  este  se  con  v. 
singular  y  sujeto  pl.,  contestó 
que  lo  único  propio  y  castizo  es 
concordar  el  v.  con  el  sujeto  en 
pl.,  y  por  vía  de  ejemplo  le  cito 
el  índice  del  Quijote,  donde 
abunda  esta  construcción  en  esa 
única  fonna. —  Más  dificultad 
hay  en  esta  construcción  cuando 
se  trata  de  frases  hechas,  por  ej.. 
Poner  manos  a  la  obra.  Parar 
mientes.  Dar  oídos.  Oír  campar 
nos  y  no  saber  dónde.  ¿Debe 
emplearse  el  v.  en  singvilar  o 
en  pl.,  como  Se  puso  manos  a  la 
obra.  Se  para  mientes.  Se  da 
oídos.  Se  oye  campanas,  o  Se 
pusieron  manos  a  la  obra.  Se 
paran  mientes.  Se  dan  oídos,  Se 
oyen  campanas?  Fuera  de  esta 
última,  en  que  el  v.  está  tomado 
en  su  verdadero  significado,  por 
lo  cual  no  repugna  la  voz  pasi- 
va, en  las  demás  preferiríamos 
no  usar  ni  la  forma  pasiva  ni  la 
impersonal,  porque  las  frases 
hechas  no  deben  deshacerse,  so 
pena  do  perder  su  significado; 
mas,  si  fuera  inevitable  usarlas, 
estamos  por  la  forma  imperso- 
nal, cuyo  sentido  se  aviene  más 
con  el  de  las  frases.  Por  esta  ra- 
zón dijo  Cervantes:  "Se  tuvo 
nuevas  de  la  liga."  (Quijote,  p. 
1.  c.  XXXIX).  "No  se  le  ck.  .  . 
dos  maravedís."  (Ibíd.,  c. 
XXIII).  Por  el  estilo  de  "Ga- 
nas me  da  de.  .  ."  (Interián  de 
Ayala).  "Aquí  .^e  ve  claramen- 
te, dice  Cejador  la  tendencia  a 
no  considerar  como  sujeto  el 
que  de  hecho  lo  es  lógicamente, 
sino  a  dejarlo  oculto,  tomando- 
.'c  la  tercera  persona  como  inde- 


finida. Esta  tendencia  es  más  de 
notar,  cuanto  el  castellano  no 
tiene  propiamente  acusativo, 
como  el  latín.  Tales  plurales,  en 
el  carácter  de  nuestra  lengua  es- 
tá que  no  sean  acusativos,  sino 
nombres  libres  adverbiales  sin 
preposición,  lo  cual  debió  con- 
tribuir a  la  generalización  del 
unipersonal."  (Gramát.  de 
CeriK,  n.°  93).  Con  todo  esto, 
no  aprobamos  la  siguienttj  cons- 
trucción del  Dice. :  "Libro  en 
que  se  daba  a  los  pilotos  las  re- 
glas y  preceptos  de  su  facultad." 
(Art.  Regimiexto).  Aquí  no 
había  inconveniente  para  decir 
se  daban,  que  es  la  construcción 
normal  y  con-ecta. —  También 
hay  dificultad  para  esta  cons- 
trucción cuando  consta  do  dos 
verbos,  uno  de  ellos  en  infiniti- 
vo y  determinado  por  el  otro. 
Leemos  en  un  diario  de  Santia- 
go: "En  Estados-Unidos  quiso 
suprimirse  las  carreras  de  caba- 
llos para  evitar  el  juego."  Lo 
correcto  habría  sido  poner  la 
impersonalidad  al  v.  querer, 
cjue  es  el  que  debe  llevarla:  se 
quiso;  así  como  se  habría  dicho 
en  sentido  análogo:  se  trotó  de, 
se  pensó  en.  En  estos  casos  debe 
atenderse  al  .significado  .sintác- 
tico de  ambos  verbos:  si  los  dos 
convienen  en  un  solo  sujeto  pl., 
en  pl.  debe  ponerse  el  primero; 
si  el  sujeto  .sólo  es  propio  del  se- 
gundo, debe  darse  al  primero  la 
forma  impersonal.  "Los  reyes 
ucustumbran  tratarse  espléndi- 
damente; iS'e  acostumbra  tratar 
a  los  reyes  espléndidamente." 
"Se  ven  volar  dos  aves;  Se  desea 
comprar  veinte  sacos  de    trigo." 


222 


SE 


SEA 


"Estas  piezas  se  suelen  llover  en 
el     inA-ierno;     Se  quiere    gastai 
cien  pesos  en  componerlas."  "Se 
dejaban    oír   voces   de    tristeza; 
Se  dejaba  morir  a  los    prisione- 
ros." "En  general,  dice  Bello,  la 
elección  de  sujeto,  y,  por    con.si- 
guiente,   la  concordancia    se  de- 
termina por  el  sentido,  y  ofrece 
poca  dificultad."  Con  los   verbos 
poder,  deber,  soler  y  algún  otro 
pueden  usarse    ambas    construc- 
ciones, según    el  sentido  que   -se 
quiera  dar  a  la  proposición.  "Se 
deben  promulgar  las  leyes  para 
que    sean  generalmente    conoci- 
das." Es  admisible    se  debe,    ex- 
plica Bello,  en  concordancia  con 
el  infinitivo,  pero  no    tan  usual 
como  se  deben,  en  concordancia 
con  las  leyes.  El  singular  del  v. 
presenta   lu   prounilgación   como 
la    cosa    debida;  el  pl.    présenla 
las  leyes  que  deben,   que  tienei. 
necesidad    de    ser    promulgadas. 
FA     mismo    autor    analiza   tam- 
liién    ingeniosamente    esta    pro- 
posición de  Cervantes:  "Una  de 
las  más  fermosas  doncellas    que 
se  puede    hallar."    El    infinitivo 
hallar  es  sujeto  de  se   puede,    y 
el  relativo  que.  acusativo  de    ha- 
llar.  Y   concluye:   "Esta  conc")r- 
dancia,     aunque      e.strictamente 
gramatical,  se  ii.sa  puco:  pxieden 
hallarse  sería   nii'is    conforme    a 
la  práctica  generní,  Imciendo  al 
<¡ue  nominativo  ríe  pucd'n,  y  al 
se  acu.«ativo  de  hallar."  Con  per- 
dón   del    maestro,  creemo-    nc 
otro-;  (|nc  Cervantes  no    'uvo  en 
vislu      la    ])rinH'ra    construcción. 
Ano    la    concordancia    con   vua. 
la  cual,    aunque  es    vicio.*a,    fu''- 
usada    por    i'l    v    oíros    clá.-i>i«-. 


Véase  Plur.\l. —  No  es  infre- 
cuente, aun  en  escritores  correc- 
tos, confundir  la  forma  imper- 
sonal con  la  pasiva,  de  donde 
resultíi  un  error  harto  grande  e 
intolerable.  "Recomiendo  que 
se  lean  a  Cánovas,  a  Navarrete, 
a  Valera."  Aquí  debió  decirse 
se  lea,  porque,  diciendo  se  lean, 
no  hay  .sujeto  (a  no  ser  que  se 
tomara  el  se  como  dativo  moral 
o  de  atribución ;  lean  ellos  para 
sí;  sentido  que  no  tuvo  en  \'Í8(ta 
el  autor).  "Se  pueden  contar  en 
los  dedos  a  las  personas  que 
con-siguen  con  perfección  este 
grado  del  aprendizaje."  Debió 
deciiv^e  en  pa.siva:  ".SV  pueden 
eonfar  las  personas." 

Se.\,  conj.  disyuntiva.  Ú.  re- 
])etida  o  .«ola  en  una  cláusula, 
acompañada  o  nó  de  qu-e.  y 
equivale  a  ya,  ya;  ahora,  ahora; 
ora,  ora;  bien,  bien.  "Sea  que 
nos  vamos,  sea.  que  nos  quede- 
mos. Tráeme  pronto,  sea  un 
pan,  sea  vma  fruta."  Aunque  no 
es  sino  el  presente  de  subjunti- 
vo del  V.  ser,  sin  embargo,  por 
su  U.SO  y  significado  es  una  ver- 
dadera conj.  y  como  tal  merece 
artículo  aparte  en  el  Dice.  Con 
l)uenas  autoridades  probó  el  1'. 
Mir,  contra  Capmany  y  Baralt, 
que  este  u.so  no  es  afrancésalo 
.sino  puro  <'a.stellano;  y,  anali- 
zando el  significado  y  origen  de 
esta  conjunción,  vemos  (]ue  .«on 
muy  ]>arecidos  al  de  la  conj. 
anticuada.  <¡uicr  y  al  de  las 
latinas  iv/  (del  v.  velle).  si- 
ve  (xiri.t),  scu  (apócope  de  si- 
v<). — O  .tea.  l'sada  como  e.\|»re- 
sión  (vxplicativa,  equivalente  a 
esto  e.t,  (■.<  decir,  a  saber,  es  a   sa- 


SEB 


SEO 


223 


ber,  conviene  a  saber,  el  P.  Mir 
y  Cejador  la  consideran  como 
italianismo  (ossia).  Demos  que 
sea  traducción  literal  del  italia- 
no, ¿en  qué  se  falta  al  genio  o 
índole  del  castellano?  ¿Qué  r&; 
gla  de  sintaxis  se  quebranta? 
No  tenemos  a  mano  una  autori- 
dad clásica  que  haya  usado  o 
sea  en  singTilar;  pero  basta  el 
texto  del  P.  Pineda  citado  por 
ambos:  "Hay  tres  mil  y  dos- 
cientas y  cincuenta  millas,  que 
podemos  hacerla.s  seiscientas  le- 
guas, o  sean  quinientas  de  las 
nuestras."  Por  más  esfuerzos 
que  se  bagan  para  probar  quo 
o  sean  equivale  a  supongamos 
que  sean,  nadie  lo  entenderá  así, 
sino  que  todos  ven  que  es  igual 
a  esto  es,  es  decir.  Véase  cómo 
define  el  Dice,  la  palabra  Biblia: 
"La  Sagrada  Escritura,  o  sean 
las  libros  canónicos  del  Viejo  y 
Nuevo  Testamento."  Otro  ejem- 
plo tenemos  de  Puigblanch  en 
nuestro  art.  LEiivOsiínsMo. 
¿Quién  podría  afirmar  que  esto 
no  es  ca.stellano?  La  última 
acep.  que  da  el  Dice,  a  la  conj. 
o  es  ésta:  "Denota  además  idea 
de  equivalencia,  significando  o 
sea,  o  lo  que  es  lo  mismo."  Si 
ese  o  sea  e.s  el  italiano  ossia,  car- 
gue con  la  responsabilidad  el 
Dice. 

Sea  (Mi).    Véase      Misiá. 

.Seuer.\,  f.  Cartera  de  cuero 
cjue  llevan  los  campesinos  en  la 
montura,  al  lado,  para  echai  .-t- 
bo,  el  cual  tiene  varios  usos  en 
los  viajes  largos.  La  voz  está 
Ijion  formada  y  no  creemos  que 
tcnua   cquivalonte  en  ca.stellano. 

Sebiento,  ta,  adj.    Seboso,  su: 


"que  tiene  sebo,  especialmente 
si  es  mucho.  1 1  Untado  de  .-^cbo 
o  de  otra  co?a  mantecosa  o  gra 
sa."' 

Sebo!  (¡Buen).  Expresión 
irónica  con  que  indicamos  la 
negativa  de  una  dádiva  o  de 
otra  cosa.  "¡Buen  sebo,  que  te 
van  a  dar  lo  que  pido.s !  "¡  Buen 
sebo,  que  lo  vas  a  conseguir!" 
Es  decir,  apróntate,  seguro.  Es 
de  significado  más  duro  que  la 
otra  fr.  chilena  Mañana  come- 
rás pescado.  Véase  Pesc.\do. — 
El  origen  de  la  expresión  es  la 
voz  castiza  cebo,  del  latín  cibus, 
(por  lo  cual  no  debe  escriliirse 
stbo,  que  es  grasa  sólida  y  du- 
ra), que  significa:  "comida  que 
se  da  a  los  animales  para  ali- 
mentarlos, engordarlos  o  atra- 
erlo.s,"  y  fig.,  "fomento  o  ali- 
mento de  un  afecto  o  pasión." 
El  significado  literal  es  pues: 
¡buen  alimento  o  fomento  ex  ape- 
ras, o  me  pides !  Véase  ahora,  en 
confirmación,  este  pa.?aje  de 
Castillo  Solórzano:  "Ya  la  Du- 
quesa había  cenado  en  público, 
asistiendo  a  su  cena  de  embozo 
todos  aquellos  principas  que  ha- 
bían sido  de  la  fiesta,  dando  un 
buen  cebo  a  su  vista  los  preten- 
sores  de  la  Duquesa  con  mirar 
su  hermosura."  (Tiempo  de  re- 
gocijo y  carnestolendas  de  Ma- 
drid, novela  I). — Padrino  se- 
bo. Véa.se  Cacho  en  el  Suple- 
mento del  L''  t. 

Secador,  m.  Utensilio  para 
secar  y  calentar  la  ropa.  Es  voz 
para  nombrar  este  objeto.  Los 
nombres  castellanos  son:  enju- 
gador (especie  do  camilla  re- 
donda   liccha    de   aros    v    taMns 


22i 


SEO 


SEO 


delgadas  de  madera,  con  un  en- 
rejado de  cordel  en  la  parte  su- 
perior, que  sirve  para  enjugar  y 
calentar  la  ropa),  azufrador 
(con  la  misma  definición.  Llá- 
mase así,  porque  en  él  se  suele 
sahumar  la  ropa  con  azufre,  pa- 
ra que  se  ponga  blanca),  estufa 
(4.*  acep.,  armazón  de  que  se  usa 
para  secaí'  una  cosa  o  mantener- 
la caliente  poniendo  fuego  por 
debajo),  mundillo  (género  de 
enjugador  que  por  arriba  rema- 
ta en  arcos  de  madera  en  lugar 
de  cuerdas.  También  sirve  para 
calentar  la  cama).  Para  esto  úl- 
timo hay  en  castellano  tumbi- 
lla:  "arniíizón  compuesta  de  tres 
arcos  de  madera  flexible  unidos 
en  su  base  por  un  bastidor  rec- 
tangular, por  dos  listones  en  la 
parte  media  y  por  uno  en  la  su- 
perior, y  con  un  braserillo  para 
calentar  la  cama." —  Alguno» 
llaman  también  secador  el  uten- 
silio de  di.stintas  formas  que  lle- 
va enrolladas  o  colocadas  de 
otra  manera  hojas  de  papel  se- 
cante. Fuera  de  teleta  (hoja  de 
papel  secante  que  se  pone  sobre 
escrito  reciente  para  que  no  se 
borro),  no  conocemos  otra  voz. 
para  este  caso. 

Secadura,  f.  Dígase  secamien- 
to: acción  o  efecto  de  secar  o  se- 
carse. íS'eca  significa:  "sequía 
(tiempo  .seco  de  larga  dura- 
ción) ;  período  en  que  .'^e  secan 
la-s  pústulas  de  cierta-*  crupcio- 
nas  cutáneas;  infarto  de  ima 
glándula." 

Secano,  m.  Así  lo  dicen  y  es- 
criben muchos  chilenos,  siendo 
sienipre  llaní)  o  grave,  secano, 
df'l     latín     nicciinu.s.     Significa: 


"tierra  de  labor  que  no  tiene 
riego,  y  sólo  participa  del  agua 
llovediza."  "Este  voraz  insecto 
[la  langosta],  que  hasta  el  nom- 
bre de  plaga  ha  logrado  mere 
cer,  vive  y  reina  en  algunos  se- 
canos de  nuestro  Chile."  (Pérez 
Rosales,  Recuerdos  del  pat'ado, 
c.  XI). 

Secante,  m.  Papel  secante. 
La  tendencia  de  la  lengua  es  a 
abre\'iar;  por  esp  el  cigarro  puro 
I)asó  a  ser  puro  solamente,  el 
buque  acorsizado  es  un  acoraza- 
do, el  manjar  dulce,  un  dulce, 
etc.  Justo  es  pues  que  el  papel 
secante  se  llame  secante  .sola- 
mente. "Dame  el  secante;  Nece- 
sito el  secante."  Así  se  habla  en 
Chile  y  en  otros  Estados  de  Sud- 
América.  El  Dice,  trae  teleta: 
"lioja  de  papel  secante  que  se 
pone  sobre  escrito  reciente  para 
que  no  se  bon-e."  Pero  el  secan- 
te se  usa  no  solamente  en  hojas 
sueltas,  sino  también  en  forma 
de  rodillo  y  <le  otros  mecanis- 
mos. 

Sec.vrróx,  x.\,  adj.,  anm.  des- 
]>eclivo  de  seco  en  la  acep.  fig. 
de  "áspero,  poco  cariñoso,  desa- 
brido en  el  modo  o  trato."  Ls  de 
uso  corriente  en  Chile  y  estií 
formado  con  la  terminación 
(irrón,  na.  aumentativa  do  ano- 
a  la  manera  de  boharrón.  cim¡a- 
rrón,  dulzarrón,  socarrón,  fan- 
farrón, y  los  sustantivos  chapa- 
rrón, chicharrón,  ventarrón,  vo- 
za.rrón,  zancarrón,  hucsairón, 
mozarrón.  etc.  En  Salamanca 
do  Es)iaña  dicen  secarón,  seco, 
delgado. 

Seccionar,  a.  Dividir  cu  sec- 
ciones.  No  lo  a(c|(ta  el   Dice,  ni 


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225 


se  le  necesita;  dejémoslo  en  paz 
en  la  lengua  que  lo  dio  a  luz,  la 
francesa,  que  dice  sectionner. 
"On  secfionna  ce  département 
en  plusieurs  circonscriptions 
électoraux."  Hasta  s.  sectionne- 
ment  tienen  los  franceses,  sin 
que  nosotros  jxidamos  imitarlos. 
Digamos,  según  las  casos,  divi- 
dir, partir,  cortar,  fraccionar. 
Seccionar  un  salmo  es  dividirlo 
en  dos,  tres  o  más  partes,  que 
equivalen  a  otros  tantos  salmos 
de  If»".  más  usados. 

Seco,  m.  Golpe  dado  a  un 
trompo  con  la  púa  de  otro.  Yé- 
ase  Quinazo.  Así  también  en 
Casta-Rica.  (Gagini). —  Puñete 
limpio  que  no  saca  sangTe;  cos- 
que o  co-scorrón  (golpe  en  la 
cabeza,  que  no  saca  sangre  y 
duele). 

Seco,  ca,  adj.  Ama  seca.  Vé- 
ase Ama. —  Pescado  seco.  Véase 
Pescado. —  Vaca  seca:  se  lla- 
ma así  en  Chile  la  que  deja  de 
dar  leche.  En  el  Dice,  sólo  ha- 
llamos escosa,  provincialismo 
de  A.?turias  y  derivado  del  latín 
ixcursa,  pasada,  de  excurrere: 
"aplica.se  a  la  hembra  de  cual- 
quier animal  doméstico  que  de- 
ja de  dar  leche." — Bailar  a  se- 
cas :  bailar  sin  que  nadie  lleve 
el  son  ni  '^■on  la  voz  ni  con  nin- 
gún instrumento.  En  seco,  dijo 
Vélez  de  Guevara:  "Allí  está 
un  bailarín  que  se  ha  quedado 
sin  son  bailando  en  seco."  (El 
Diablo  cojuelo,  tranco  III).  El 
Dice,  guarda  silencio. —  Cantar 
a  secas :cantar  sin  acompañarse 
de  ningún  instrumento.  Por  se- 
mejanza con  la  fr.  anterior,  de- 
be ser  en  seco. — Irse  uno  en  se- 

Dicc.  de  Chil.,  t.  V. 


co,  fr.  fig.  y  fam. :  quedarse  sin 
comer  ni  beber  el  que  esperaba 
ambas  cosas,  o  una  por  lo  me- 
nos; en  general,  no  lograr  lo 
que  deseaba.  Ú.  t.  con  el  v.  que- 
darse. 

Secreta,  f.  fam.  Policía  secre- 
ta. 

Secretariado,  m.  Del  francés 
secrélaraü.  Galicismo  entera- 
mente inútil,  pues  la  voz  fran- 
cesa significa  lo  mismo  que  la 
castellana  secretaria,  sin  el  agre- 
gado de  general,  como  se  imagi- 
nan algunos.  Pues  bien,  si  quie- 
ren indicar  una  oficina  que  de- 
be estar  en  relación  con  muchas 
secretarías  particulares  o  locales, 
digan  secretaría  general,  pero 
nó  secretariado,  que  es  un  dis- 
parate. 

Secretario,  m.  Muy  leídos, 
consultados  e  imitados  son  en  el 
pueblo  y  en  la  clase  media  cier- 
tos librejos  de  correspondencia 
epistolar  que  se  llaman  El 
Secretario  de  los  amantes.  El 
Secretario  epistolar,  o  con  oíros 
títulos  semejantes.  Aunque  es- 
ta acep.  de  la  voz  secretario 
está  hasta  cierto  punto  inclu- 
ida en  ésta:  "el  que  redacta 
la  correspondencia  de  la  per- 
sona a  quien  .sirve  para  este  fin," 
porque  el  autor,  ofreciéndose 
como  secretario  de  sus  lectores, 
les  da  redactadas  de  una  sola 
vez  todas  las  cartas  que  podían 
encargarle;  sin  embargo,  más 
propio  nos  parece  hacer  acep- 
ción aparte  para  este  género  de 
libros. — Hace  tiempo  que  tiene 
admitido  el  Dice,  el  f.  secretaria 
(mujer  del  secretario;  la  quo 
hace    oficio   de  secretario).    Mas 

16 


226 


SEC 


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no  .se  usaba  así  en  tiempo  de 
Cervantes,  que  dijo:  "El  ser 
ella  secretario  de  nuestros  tra- 
tos, me  ha  puesto  un  freno  en 
la  boca."  (Quijote,  p.  I,  c. 
XXXIV).  No  eran  tiempos  de 
feminismos  aquéllo.?.  (Y  demos 
aquí  la  noticia  de  que  la  voz 
feminismo  entró  ya  al  gremio 
de  la  Real  Academia  desde  la 
14."  edición  de  su  Dice.) 

Secretearse.  No  es  recíproco 
.sino  n.  fam.,  secretear:  ''hablar 
en  secreto  una  persona  con 
otra." 

Secreteo,  m.  Acción  de  se- 
cretear. "Forman  [las  enferme- 
ras y  curiosas]  con  su  secreteo 
un  .sonido  igual  al  llover  de  una 
noche  silenciosa."  (Jotabeche). 
Es  voz  bien  formada  y  necesa- 
ria, que  hacía  falta  en  el  Dice, 
y  ha  sido  admitida  en  la  14.* 
edición  con  la  nota  de  fam. 

Secreter,  m.  Novedad  france- 
sa, que  en  aquella  lengua  se  es- 
cribe secrétaire  y  significa  escri- 
torio o  mesa  para  escribir,  pape- 
lera (escritorio,  mueble  para 
guardar  papeles).  Ojalá  no  sea 
admitido  como  lo  fué  neceser. 
de  la  misma  formación. 

Sect.\rismo,  m.  Celo  o  pasión 
de  sectario.  Es  voz  de  uso  co- 
rriente y  universal  que  se  extra- 
ña no  ver  en  el  Dice. 

Secuela,  f.  En  el  foro  chile- 
no, prosecución  o  })rosegui- 
miento  de  una  causa.  No  le  da 
el  Dice,  esta  acep.  sino  esta  otra: 
"consecuencia  o  resulta  de  una 
co.«a."  El  portugués  sequela  sí 
que  significa  continuación,  pro- 
f^ocución.  Por  lo  u.sada  que  et, 
esta  acop.  en  nuestra  legislación 


civil,  pues  el  Código  la  emplea 
con  mucha  frecuencia,  y  a*í 
mismo  los  jueces  y  abogados, 
debe  admitirla  el  Dice,  como 
chilenismo.  La  avitoridad  más 
antigua  que  tenemos  es  del 
lUmo.  Sr.  Alday,  que,  en  carta 
de  4  de  Abril  de  1756,  decía  al 
Rey  de  España:  "Y  el  mesmo 
hecho  de  ordenar  V.  M.  se  re- 
quiera al  Eclesiástico  incluye  la 
obligación  de  manifestarle  la 
sumaria,  como  que  toda  requi- 
sitoria de  im  juez  a  otro  para  la 
captura  de  algián  reo  debe  ser 
con  inserción  de  la  sumaria,  lo 
que  en  los  casos  individuales  de 
inmunidad  previenen  las  prácti- 
cas de  su  secuela." 

SÉCULA  (Para).  Expresión 
mitad  castellana  y  mitad  latina, 
que  significa:  para  dentro  de 
siglos,  para  siempre;  y  en  senti- 
do irónico,  nunca,  jamás.  Es  de 
uso  corriente  en  Chile  y  en  los 
autores  españoles.  Citemos  algu- 
nos: 

Quiero  La^cir  una  ermita 
Benedita 
Do  penitencia  facer, 
y  en  ella  permanecer 
Para  íéciila  infinita. 
CJuttn  de  la  Encina,    Kyloga  de  Crittino  y  /e- 
bea). 

Ta  nombre  será  loado 
Para  iccuh  jamás. 

ÍJnan  .\lv.nn-7.  T.ato.  A  .V.»  Stünra). 

Este  mismo  poeta  empleó  tam 
bien  la  expresión  Ante  séculcb 
antes  de  los  siglos,  que  no  pasó 
al  caudal  de  la  lengua.  "Él  sohi 
[.Jesucristo]  es  digno  de  ser 
amado  sobre  todas   las  co.«ns  pa- 


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SEC 


227 


ra  saecula  saeculoriim  sin  fin." 
(Alejo  Venegas,  Agonía  del 
tránsito  de  la  muerte,  punto  III, 
al  fin).  ''Para  sécula:  sin  fin,  lo 
que  para  siempre."  (Gonzalo 
Correas).  Entre  los  modernos, 
Pereda  usó  esta  expresión  de 
distintas  maneras:  "Aquí  estoy 
yo  para  in  sécula  seculórum." 
(Tipos  y  paisajes).  "Lo  que 
tengo  es  afán  de  que  usted  com- 
prenda para  in  sécula  que  por 
aquella  grieta  de  la  pared .  .  . '' 
"¿De  manera,  Don  Ramiro,  que 
hemos  concluido  ya  los  de  la 
sangi'e  azul?  Para  in  sécula  se- 
culórum." (Id.)  "Es  lo  mesmo 
que  empiorar  la  cosa  pa  in  sé- 
cula sinfinito."  "Desapareció 
de  repente  y  para  in  sécula  de 
esta  costa."  "Que  renuncie  a  e-^c» 
carne  para  in  sécula."  (La  Pu- 
chera). El  Pinciano  la  varió  de 
esta  otra  manera: 

Y  en  tierras  el  imperio  de  Castilla 
Será  in  feculu-n   femli  sil  silla. 

{El  Pclayo,  1.   IX,  al  fin). 

El  Dice,  gallego  de  Cuveiro  Pi- 
nol trae  la  voz  séculas,  que  in- 
terpreta: "palabras  engañosas, 
excusas."  Es  evidente  que  es  el 
pl.  latino  saecula,  mal  entendi- 
do. Otros  autores,  omitiendo  el 
sécula,  dijeron  para  sin  fin. 
"Ver  a  un  alma  para  sin  fin  en 
el  sumo  trabajo  de  los  trabajos, 
¿quién  lo  ha  de  poder  .sufrir? 
(Sta.  Teresa,  Vida). 

Tú,  pecador  miserable. 
Mira  que  pierdes  por  ruin 
Oloria  etorna  perdurable 
Y  ganas  abominalfle 
Infierno  para  tinjin. 

(-ebastián  de  Horozco.  Refronct  ylosjj  , 
n.'  673  ) 


Contra  los  grandes  «lioses,  qu<  en  ei  cielo 
lienenpara  ¡inj!»  su  gran  moraciu. 

(Gonzalo  Pérez,  La  Ulizea.  1.  1\  J. 

A  tantas  autoridades  no  podrá 
resistirse  el  Dice.  La  forma  más 
usada  es  Para  sécula,  o  Para  sé- 
cula seculórum,  aunque  más  co- 
rrecto sería  Para  in  sécula,  por- 
que así  el  s.  quedaría  con  su 
prep.  propia.  Pero  en  estas  ex- 
presiones populares  no  es  la  co- 
rrección lo  que  debe  buscarse, 
sino  el  uso.  Así,  sin  salir  del  la- 
tín, tenemos  los  barbarismos  In 
púribiís,  adefesio,  misa  de  ré- 
quiem', busilis,  cumquibus  (sin- 
gular, cuando  en  latín  es  pl.)  y 
los  reprobados  adlátere,  quorum. 

Secularismo,  m.  "A  los  no 
ilustrados  se  hace  creer  en  Chi- 
le que  la  promoción  de  un  ecle- 
siilstico  a  destinos  políticos  im- 
porta una  declaratoria  absoluta 
de  faltar  conocimiento  o  fideli- 
dad en  el  secularismo."  (Circu- 
lar del  Municipio  de  Santiago  a 
los  diputados,  en  1811).  Es  voz 
que  no  aparece  en  el  Dice,  y 
significa  lo  mismo  que  laicato  o 
laicismo.    Véase    Laicato. 

Secundar,  a.  "Ayudar,  favo- 
recer." No  debe  confundirse 
con  segundar  o  asegundar:  "re- 
petir un  acto  inmediatamente  o 
poco  de.spués  de  haberlo  llevado 
a  cabo  por  vez  primera."  Según 
las  definiciones,  los  combatien- 
tes no  secundan,  sino  que  se- 
gundan o  asegundan  los  golpes, 
tiros,  etc. 

Secundario,  ría,  adj.  "Se- 
gundo en  orden,  y  no  tan  prin- 
cipalmente atendido  como  lo 
primero."    Tal  es  su  significado 


228 


SED 


SEG 


castizo;  y  por  eso,  en  buen  es- 
pañol no  debe  decirse  enseñan- 
za secundaria,  como  decimos  en 
Chile,  sino  najiinda  eiueñanza, 
que  el  Dice,  define:  "la  inter- 
media entre  la  primera  y  la  su- 
perior, y  que  comprende  los  es- 
tudios de  cultura  general."  En 
un  informe  del  académico  espa- 
ñol Don  Francisco  A.  Comme- 
lerán  se  lee:  "Ese  grado  de  ge- 
neral cultura,  que  llamamos  en 
España  segunda  enseñanza,  y 
que  alguno.-;,  con  fra.«e  gálica, 
apellidan  y  cquivíK-iilamente 
consideran  secundaria..."  (Bol. 
de  la  Acad.,  cuad.  VIII,  pág. 
349).  Enseñanza  primaña  e 
instrucción  primaria  están  sí 
admitidos  en  el  Dice,  como 
iguales  a  primera    enseñanza. 

Seda,  f.  Ser  como  una  seda, 
o  una  seda,  fr.  fig.  y  fam. :  "ser 
muy  suave  al  tacto  una  cosa; 
ser  dócil  y  de  suave  condición 
una  persona."  Así  el  Dice.  ¿Por 
qué  restringir  la  fr.  al  v.  ser, 
cuando  se  usa  también  con 
otros,  como  dejar,  poner? 

Sedalin.\,  f.  Tela  de  algodón, 
íle.xible  y  brillante,  y  que  imita 
a  la  seda;  se  u.m  para  ve.'rtidos. 
El  nombre  e-stá  bien  formado  y 
debe  aceptar.-e,  a  no  ser  que  los 
españoles  tengan  otro  mejor, 
que  nosotros  no  conocemos. 

Sedentarismo,  m.  Si?tema,  ré- 
gimen o  modo  de  vivir  propio 
del  individuo  .sedentaiúo.  Hasta 
ahora  no  ha  hecho  falta  este  vo- 
cablo, pues  todos  hemos  dicho 
i'ida  sedentaria. 

Sediciente,  adj.  Traducción 
del  soirdisant  francc.%  inventada 
por  Gallardo  y  recomendada  por 


Baralt.  No  ha  caído  nmy  en 
gracia,  pues  son  contadas  los 
que  la  usan  y  la  Academia  no 
le  ha  hecho  caso.  Para  nost>tros 
tiene  el  inconveniente  de  for- 
mación, porque  el  castellano  no 
usa  el  se  como  prefijo,  sino  como 
sufijo,  y,  si  en  semoviente  pitre- 
ce  prefijo,  no  lo  es,  sino  que  la 
voz  vino  formada  así  del  latín 
sémovens,  fis.  Para  la  traduc- 
ción del  soi-disani  francés  (que 
se  llama  a  sí  mismo,  sin  serlo 
en  realidad,  pretenso,  falso  ima- 
ginado), véa.<e  Pretendido. 

Seguidilla,  f.,  dim.  de  segm- 
da.  En  algunas  partes,  juego  de 
muchachos  parecido  al  fil  dere- 
cho y  del  cual  se  diferencia  en 
que  el  salto  no  se  da  con  todo 
el  cuerpo,  sino  con  sola  una 
pierna.  Véa'^o  Porotera,  última 
acep.  El  vulgo  iletrado  pronun- 
cia     siguidilla. 

Seguido  (De),  m.  adv.  Díga- 
se De  seguida  o  seguidamente: 
consecutiva  o  continuament.e, 
sin  interrupción;  a  la  continua; 
o  ásese  el  adj.  seguido,  dn,  ^on- 
tinuo,  sucesivo,  sin  intermisión 
de  lugar  o  tiempo.  Cfr. De  co- 
rrido, De  saltado. —  También 
usamos  seguido  como  adv.,  en 
este  mismo  sentido,  sobre  lo 
cual  calla  el  Dice.  Defendámo- 
nos con  la  autoridad  de  Gra- 
dan: "Muchos  no  hablaban  se- 
guido, y  muy  pocos  se  moixlían 
la  lengua."  (El  Criticón,  p.  I, 
cr.  VII),  y  con  la  de  González 
Carvajal : 

Ciintad.  cantad  fefftiiílo, 
Ciiii'ad  a  nuestro  Dio»,  monarca  nuestro. 

(Salmo  .XLrr¡. 


SEG 


SEG 


229 


SEGÚy,  prep.  Nótele  que  no 
puede  usarse  con  los  pronom- 
bres personales  de  primera  ni 
de  segunda  percona,  ni  en  caso 
nominativo  ni  en  ternnnal.  Se- 
gún yo,  según  mí;  según  tú, 
según  ti:  dígase:  según  mi  pa- 
recer u  opinión,  a  mi  juicio,  a 
mi  ver,  según  mi  dictamen;  se- 
gún tu  parecer,  opinión,  juicio 
o  dictamen,  a  tu  ver;  fuera  de 
muchas  otras  maneras  que  tie- 
ne el  castellano:  Si  vale  mi  opi- 
nión. Si  no  es  errado  mi  juicio, 
Según  lo  que  yo  pienso.  Me  pa- 
rece, Por  el  juicio  que  he  for- 
mado, etc. 

Seguxda,  f.  fam.  Es  abrevia- 
ción de  segunda  intención: 
"modo  de  proceder  doble  y  so- 
lapado." Hace  tiempo  que  está 
admitido  en  el  Dice. 

Segundero,  m.  índice  o  agu- 
ja que  señala  los  segundos  en 
los  relojes.  Si  horario  se  llama 
el  que  señala  las  horas,  y  minu- 
tero el  que  señala  los  minutos, 
es  justo  que  llamemos  segunde- 
ro (así  lo  usamos  en  Chile)  al 
que  señala  los  .segnandos.  "Agu- 
ja de  los  segundos"  lo  llama  el 
Dice,  en  el  art.  Coron.4ri.\,  y 
de  manecilla  dice  que  es: 
"saetilla  que  en  el  reloj  y  en 
otros  instrumentos  sirve  para 
señalar  las  horas,  los  minutos, 
segundos,  grados,  etc."  Con  este 
sistema  podríamos  desentenaei- 
nos  de  todos  los  nombres  parti- 
culares e  individuales  y  con- 
tentarnos con  los  genéricos. 
Marty  Cal^allero  admitió  este 
vocablo  como  termino  de  Ma- 
rina. 

Segundino,  m.  Cierta  bebida 
de  bitters  con    vcma  d(¡    lluevo. 


— Es  voz  formada  a  imitación 
de  segundilla,  que  es  "agua  que 
se  enfría  en  los  residuos  de  nie- 
ve que  quedan  después  de  ha- 
ber enfriado  otra  agua." 

Seguxdo,  m.  Persona  que  en 
la  milicia,  en  la  marina  o  en 
otras  instituciones  sigue  inme- 
diatamente después  del  ■  jefe  de 
mayor  graduación.  "Sebastián 
Elcano,  segundo  de  Magallanes, 
volvió  a  España."  (Valera). 
Hace  falta  esta  acep.  en  el  Dice. 
Véase  Primero,  2."  acep. —  Ha 
sido  costumbre  en  Chile  agre- 
gar el  nombre  de  Segundo  al 
del  hijo  que  lleva  el  mismo  del 
]jadre:  Remigio  Segundo  Gua- 
jardo,  Manuel  Segundo  Soto; 
pero  este  Segundo  se  ha  escrito 
con  número  arábigo,  3.°,  cuan- 
do ouizás  debería  ser  con  roma- 
no, II,  como  en  los  nombres  de 
emperadores,  reyes  y  papas. 
Ahora  va  cayendo  en  desuso 
esta  costumbre  y  se  prefiere  la 
de  poner  al  nombre  del  hijo  los 
apellidos  paterno  y  materno. — 
Llevar  uno  el  seguwlo  {o  la  se- 
gunda, subentendida  voz),  fr. 
fam.  oue  en  Chile  significa 
acomnañar  un  canto  dos  tonos 
más  abajo;  y  en  sentido  fig.,  ha- 
cer uno  buen  tercio  a  otro. — 
Sin  segundo,  expresión  que  fal- 
ta en  el  Dice,  el  cual  tiene  ya 
aceptadas  las  similares  Sin 
ejemplar.  Sin  par,  y  tendrá  que 
aceptar  también  Sin  igual. 
"Fué  [Grisóstomo]  primero  en 
todo  lo  que  es  ser  bueno,  y  sin 
segundo  en  todo  lo  que  fué  sei 
desdichado."  (Quijote,  p.  I,  c. 
XIII).  Sin  segunda,  dijo  Bello 
en  El  Orlando  enamorado,  por 
referirse  a  lui  s.  f. 


280 


SEG 


SEI 


Todo,  con  una  flema  tin  tegunda. 
Lo  deja"  definid.  ■  y  apUizado. 

Segura  (Juan  de).  Juan  de 
Segura  vivió  muchos  años;  al- 
gunos le  agregan :  y  murió  de 
calentura.  Véase  Juan. 

Segurame-vte,  adv.  de  m. 
Significa  "de  modo  seguro,'  es 
decir,  libre  y  exento  de  todo 
peligro,  daño  o  riesgo;  cierto, 
indubitable  y  en  cierta  manera 
infalible.  Pecan  pues  contra  la 
propiedad  del  lenguaje  los  que 
lo  u.?an  en  vez  de  probablemen- 
te, aca^o,  (]^^i■zás,  tal  vez,  es  posi- 
ble. "Seguramente  ha  estado  en- 
fermo mi  ])adre  y  por  eso  no  ha 
venido."  Dice  Cuervo,  tomándolo 
de  Bréal,  que  en  francés  se  Oice 
tamliién  súrevient  (seguramen- 
te) cuando  hay  duda,  y  que  en 
latín  fere  y  ferme  signiíican 
"casi"  y  conforme  a  la  etimolo- 
gía, "firmemente."  Sin  embar- 
go, defendamos  el  significado 
piopio  de  se  (juro,  que  viene  del 
latín  sine  cura,  sin  cuidado,  > 
en  el  ejemplo  propuesto  \cndría 
a  significar  lo  contrario:  con 
cuidado,  con   inquietud. 

Seguridad,  f.  Así  se  llama 
vulgarmente  una  planchita  de 
porcelana  a.=cp;urada  con  torni- 
llos sobre  algún  poste  o  trozo  de 
madera,  para  inii-Drlir.  en  los 
liilos  del  teléfono  o  •ic  la  luz 
eléctrica,  los  incendjos.  La 
planchita  interrumpe  el  hilo 
e)é<-tiico  y  tiene  un  tubito  de 
cri.°tal  montado  .«obre  dos  jiie- 
cecillas  metálica.*;  dentro  <lol 
tubo  se  pone  un  alamijre  de 
j)oca  resi.stencia,  que  se  conectei 
con  el  de  la  línea  por  amlxis  la- 
dos.   Si    estalla    <■!    incendio,    el 


fuego  destruye  el  alambre  dei 
tubito,  y  con  eso  .«e  corta  la  co- 
rriente. El  nombre  completo  se- 
ría pieza  o  plancha  cíe  seguri- 
dad, pero  el  pueblo  se  tomó  de 
la  última  palabra. 

Seguro,  ra,  adj.  A  la  segura, 
y  menos  u-sado  A  la  segurera, 
m.  adv.  Dígase:  sobre  seguro 
(sin  aventurarse  a  ningún  ries- 
go), seguramente  (de  modo  se- 
guro). "Para  que  seguramente 
y  .sin  contraste  alguno  tomemos 
puesto."  (Quijote,  p.  I,  c.  XV). 
El  modismo  castizo  Al  seguro 
significa  "ciertamente,  en  ver- 
dad," lo  mismo  que  .-1  buen  se- 
guro. De  seguro,  según  el  últi- 
mo Dice. ;  sin  embargo,  Cer%'an- 
tes  lo  usó  en  el  mismo  signifi- 
cado que  el  nuestro  A  la  segu- 
ra. .Juzgue  el  lector:  "El  niño 
ceguezuelo.  .  .  le  envasó  al  po- 
bre lacayo  una  fieclia  de  dos 
varas .  .  . ,  y  jiúdolo  hacer  bien 
al  seguro,  porque  el  amor  es 
invisible."  (Quijote,  p.  11,  c. 
L^'^I). —  Lo  más  seguro  se  pier- 
de, fr.  proverbial  que  merece 
entrar  en  el  Dice.  Es  parecida 
a  la  otra  que  también  falta.  En 
la  confianza  está  el  peligro. 

Seicientos,  tas,  a<lj.  pl.  Dígase 
seiííciento.'i,  írr.í.  Cierto  es  que  el 
Dice,  admite  las  formas  docien- 
tos  y  trecientos  en  vez  de  dos- 
ciento.s  y  trescienfo.s:  pcri',  ni> 
porque  él  conde.scienda  con  el 
error.  Iiemas  de  conde.<cender 
nosotros. 

Seísmico,  ca,  adj.  Aunque 
procedo  del  tí'.taó:  •íri'^i.),  te- 
rremoto, no  puede  deciree  en 
castellano,  .«ino  sísmico,  por  In 
sencilla  razón  de  (pie  el  dipton- 


SEI 


SEL 


231 


go  griego  Si  no  pasa  así  al  latín 
sino  convertido  en  /  lai'ga.  És- 
ta es  regla  generalísima  de  eti- 
molo.gía.  conocida  y  practicada 
por  todos,  y  ya  hablamos  de  ella 
en  el  artículo  Caleidoscopio.  A 
los  nombres  allí  citados :  sípuvíía, 
¿>.svsia,  Xí'.TOMOY'.a,  -/_ítpo'jpYÍa,(7£iprjV, 
que  han  dado  en  castellano  iro- 
nía, elegía,  liturgia,  cirugía,  si- 
rena, y  a  calidoscopio,  compues- 
to de  /ca^ós,  áíSo;,  y  cxo-sto, 
podemos  agregar  ahora:  )>iTavsía, 
letanía,  éa-s'.p'./.ó;,  empírico,  /ti- 
poy.xvTítx  quiromancia,  y  los  de- 
más compuestos  de  y.avxsía,  adi- 
vinación, cpie  dimos  en  el  artí- 
culo Cartomancía,  'Apsio;,  Arrío 
(en  latín  Aríus),  BamXíioc,  tía- 
silio  (en  latín  Basilíus)  ,á-oíí:'.-/.-7t- 
y-ó;,  apodíctico,  si^m>.ov,  ídolo. 
■TvapáfÍEtvaa,  pai'adigma.  y  el 
mismo  sísmico,  con  los  otros 
derivados  de  aj'.w.ó;,  que  en  el 
Dice,  aparecen  a=í,  con  simple  i. 
Entre  esos  derivados  (sismógra- 
fo, sismología,  sismológico,  sís- 
mómetro)  falta  sismólogo:  geó- 
logo que  conoce  bien  lo  relati- 
vo a  los  terremotos  o  que  ha  es- 
crito sobre  ellos.  Quizás  se  ob- 
jetará que  esta  regla  está  buena 
nara  el  latín,  pero  nó  para  las 
lenguas  modernas,  que  pueden 
formar  sus  voces  técnicas  to 
mandolas  directamente  del 
griego  y  sin  cernerlas  en  el  ce- 
dazo latino.  Así  pudiera  ser  en 
teoría,  pero  nó  en  la  práctica, 
pues  todas  las  lenguas  roman- 
ces (no  respondemos  de  Kos 
otras),  como  que  tienen  por 
madre  a  la  latina,  llevan  su 
I  espeto  y  veneración  hasta  el 
punto    de  tomar  por  medio    de 


ésta,  o  como  si  dijéramos  con 
su  venia,  las  \ij.'f;.-i  que  hau  ¡n.^- 
nester  del  griego.  Resígnen.^e 
pues  los  enemigos  del  latín,,  los 
cpie  por  odio  sectario  cometie- 
ron el  vergonzoso  error  de  des- 
terrarlo de  la  enseñanza  oficial 
en  Chile,  a  tener  que  pasar  con 
harta  frecuencia  por  sus  horcas 
candínas.  Y  en  todo  caso,  si  no 
hubiera  de  seguirse  esta  regla 
de  etimología,  siempre  estaría 
mal  dicho  seísmico,  y  tendría 
que  convertirse  en  séismico, 
para  conservar  el  diptongo  de 
origen. 

Se  jar,  a  Corrupción  de  ses- 
gar (cortar  o  partir  en  sesgo; 
torcer  a  un  lado  o  atravesar  una 
cosa  hacia  un  lado).  No  se  con- 
funda con  cejar,  n.  (retroceder 
o  andar  hacia  atrás  las  caba- 
llerías que  tiran  de  un  carrua- 
je, y,  por  consiguiente,  el  ca- 
rruaje niLsmo;  fig.,  aflojar  o 
ceder  en  un  negocio  o  empe- 
ño). Véase  G,  6.°. 

Sejo,  m.,  y  seje,  ja,adj.  Co- 
rrupción de  sesgo,  y  de  sesgo, 
ga.  — Al  sejo,  m.  adv. :  oblicua- 
mente o  al  través.  Dígase  Al 
sesgo.  Véase  G,  6.°  No  se  con- 
funda esta  voz  mal  pronuncia- 
da con  cejo  (niebla  que  suele 
levantarse  sobre  los  ríos  y  aiTO- 
yos  después  de  salir  el  sol). — 
Mirando  al  sejo,  m.  adv.  fig  y 
fam.,  que  se  usa  principalmen- 
te con  los  verbos  dejar  y  que- 
darse.  Es  icual  al  castizo  A  la 
luna  de  Valencia:  "frustradas 
las  esperanzas  de  lo  que  se  dese- 
aba o  pretendía." 

Selección,  f.  Fué  admitida 
la   expresión   selección    natural: 


232 


SEL 


SEM 


"sistema  establecido  por  el  na- 
turalista inglés  Danvin,  quL 
pretende  explicar,  por  la  acción 
coHtinuada  del  tiempo  y  ^  del 
medio,  la  desaparición  más  o 
menos  completa  de  determina- 
das especies  animales  o  vegeta- 
les, y  su  sul-stitución  por  otras 
de   condiciones  superiores." 

Seleccionar,    a.    Elegir,    esco»- 
ger,  preferir    o  separar    por  se- 
lección.  No   lo     acepta     ningún 
diccionario    de   importancia,   m 
aun  los  franceses;  y  con  razón, 
porque    su  forma   propia  y   co- 
rrecta no  puede  ser  ésa.  De  ele- 
gir se  formó  el  s.  verbal,  o  post- 
verbal,    como    ahora     se     dice, 
elección;   de  colegir,    colección, 
de  reelegir,  reelección,  y  nó  yi- 
ceversa;    por    la    misma    razón, 
de  selección  no  debemos  formar 
seleccionar,    sino    retroceder    al 
V.  latino,  que  es  selígere;  de    él 
podríamos     formar     selegir,     y 
nadie  ))odría  ponerle  tacha.  Vé- 
a.-^e    Anexionar,     que,    aunque 
censurado   por    nosotras,  fué  ad- 
mitido   en    la    14.'    edición    aei 
Dice. 

Seleccionismo,  m.  Sistema 
de  la  selección  natural. —  Gust^ 
o  afán  de  hacer  selección. — No 
es  nuiy  usado  ni  merece  -cr  ad- 
mitido. 

Seleccionista.  coni.  Individuo 
que  gu.^ta  de  hacer  .^elección. 
Xo  es  muy  u.*ado  ni  nocosario. 
Selvicultor,  m.,  selvicultura, 
f.  Como  son  voces  cultiis  y  to- 
madiu<  dilectamente  <lel  latín, 
romo  ngriculturo,  iipicnUnm, 
ñrborícxdiura,  sericicultura,  dí- 
ga-^e  ¡tilvicuUor  y  xilviculturn, 
del  latín  ñlm,  selva.  SilvIcnHu- 


ra  significa:  "cultivo  de  los  bos- 
ques o  montes;  ciencia  que  tra- 
ta de  este  cultivo,"  y  silvicut- 
tor,  "el  que  profesa  la  silvicul- 
tura o  tiene  en  ella  e--peciales 
conocimientos."' 

Sema,  f.  Así  escriben  algunos- 
en  vez  de  cema.  Véase  esta  voz. 
Semax.v,   f.    Agáchate,   Sema- 
na Sania,    fr.  proverbial,    fig.  y 
fam.,    con    que    advertimos     en 
una    conversación    que    el    que 
habla    está    aludiendo  o    repro- 
bando a  alguno  de  los  presentes. 
Otros   dicen:    Agáchate,    cuares- 
ma. Ambas  frases  se  usan  tam- 
bién,    pero    nmcho    meno'-,    en 
sentido      literal,      cuando     uno 
quebranta    la   ley    del    ayuno  o 
de     la   ab.«tinencia    en    Remana 
Santa  o    en  cuaresma. —    Hacer 
st-mana  una   mujer:  turnar  poi 
sem.anas  en  el  trabajo  y  econo- 
nu'a  de  la  casa.  Es  fr.    corriente 
en  Chile,  bien  formada  y  digna 
de     aceptai-se;     correspondo     al 
signilicado    del    adj.    semanero, 
ra:  "aplícase    a  la   pci-sona   que 
ejerce    un    empleo  o  cargo    por 
semanas.   Ú.  t.  c.  .«.'"—  Semana. 
(/(■  dolorei<.  fig.  y  fam.:  la    últi- 
ma  de    mes,   por    los   dolores  y 
apuros  que  pasan   los    jiobres  y 
los    empleado;-    que    reciben    su 
salario    o  sueldo  a  fin  o    princi- 
pio de  mc-í.  Es  loe.  ingeniosa  y 
expresiva,    digna    de    la  a(ei>ta- 
cióii    del    Dice    Véase  Azules.— 
Semana  Santa,     en  la    acei>.  de 
libro    ((uc    contiene   el     rezo     y 
oficios  de  r^e  tiempo,  es  en  cas- 
tellano «cmaniUa. 

Semanal,  adj.  Véase  Axial. 
Skmanilla,    f.,    dim.    de  se- 
mana.   En    castellano    significa: 
"lilivo  en    «(ue  e-^tá  el  rezo    pro- 


SEM 


SEM 


'2U 


pió  del  tiempo  de  la  Semana 
Santa,  y  los  oficios  que  se  cele- 
bran en  ella;"  pero  en  la  Ca- 
tedral de  Santiago  (no  sabemos 
si  también  en  las  demás  de  Chi- 
le) se  toma,  respecto  de  im  ca- 
nónigo, por  la  semana  siguien- 
te a  aquella  en  que  ha  desem- 
peñado su  turno;  y  se  llama 
sem-anilla,  porque  es  más  pe- 
queña que  la  semana,  en  cuan- 
to en  ella  tiene  menos  que  ha- 
cer que  en  la  semana  en  que  le 
tocó  ser  hebdomadario  de  coro 
y  del  altar.  Estando  como  está 
esta  acep.  dentro  del  significado 
oropio  de  los  diminutivos,  no 
hay  por  qué  proscribirla. 

Semántica,  f.  Parte  de  la 
filología  que  trata  de  la  evolu- 
ción de  los  significados  en  las 
palabras.  Es  vocablo  formado 
del  gl'iego  (Jv-aa,  aro?,  signo, 
señal,  y  usado  ya  por  todos  los 
filólogos;  por  consiguiente,  no 
debe  retardar  su  aceptación  el 
Dice.  En  el  Boletín  de  la  Aca- 
demia anuncia  su  Secretario 
perpetuo  que  esta  voz  y  sus  de- 
rivadas están  ya  admitidas  poi 
la  Corporación  y  figurarán  en 
la  próxima  edición  de  su  Dice. 
(la  15.^) —  Otras  prefieren  se- 
masioloo'xi,  forma  inventada  en 
Alemania. 

Semáxtico,  ca,  ad.j.  Propio 
de  la  .semántica;  relativo  a  ella. 
También  debe  entrar  en  el 
Dice. 

Semblantear,  a.  Mirar  a  una 
per.-ona  cara  a  cara  para  cono- 
cer sus  cualidades  o  intenciones 
por  el  semblante.  Es  v.  muy 
usado  en  Chile,  aun  por  los  le- 
trados,  y  efiuivale   al  ca.stizo   ca- 


lar, fig.  y  fam. :  "tratándose  at 
personas,  conocer  sus  cualiaade? 
o  intenciones."  No  supone  el 
semblantear  personas  fisonomis- 
tas ni  conocimientos  científicos 
de  fisonomía,  sino  solamente  la 
malicia  natural  de  todo  hijo  de 
vecino. 

Semblanteo,  m.  Acción  o 
efecto  de      semblantear. 

Sembradío  (De).  Error  se- 
mejante al  de  hacer  a  regadío 
s.,  sinónimo  de  rieqo,  o  de  ante- 
ponerle la  prep.  de.  Sembradío, 
día.,  es  única  y  exclusivamente 
adj.:  "dícese  del  terreno  desti- 
nado o  a  propósito  para  sem- 
brar." Es  sinónimo  de  labran- 
tío, tía,  adj.  también:  "aplícai=e 
al  campo  o  tierra  de  labor." 

Sembradora,  f.  Fué  admití- 
do  en  la  14.^  edición  del  Dice, 
con  el  mismo  significado  que 
sembradura  ("máquina  paira 
sembrar.  Las  hay  de  varias  es- 
pecies) . 

Semestralidad,  f.  Dígase  se- 
mestre: "renta,  sueldo,  pensión, 
etc.,  que  se  cobra  o  que  se  paga 
al  fin  de  cada  semestre."  Es  voz 
formada  a  semejanza  de  anuor 
lidad  (importe  anual  de  cual- 
quier renta)  y  de  mensualidad 
(sueldo  o  salario  que  corres- 
ponde en  cada  mes  a  cada  indi- 
viduo de  los  que  lo  devengan  o 
a  todos  los  que  sirven  en  una 
misma  dependencia). 

Semi.  "Voz  que  en  castella- 
no .sólo  tiene  uso  como  prefijo 
de  vocablos  compuestos,  con  la 
significación  de  medio  en  sen- 
tido recto,  o  equivaliendo  a 
casi;  como  en  semicírculo,  se- 
'inidifunto."     E.«to    es    todo     lo 


234 


MES 


SEM 


que  dice  el  Dice,  acerca  de  est« 
prefijo,  y  en  seguida  catologa 
unos  pocos  de  5us  compuestos. 
Más  estudio  exigía  este  artículo 
del  léxico,  para  saber  a  qué  vo- 
ces puede  anteponerse  el  semi, 
pues,  si  atendemos  a  la  práctica 
son  infinitas  las  que  pueden 
llevarlo.  Fuera  de  todos  los 
adjs..  pues  .'orA  r,-,ro  el  que  no 
pueda  apropiárselo,  lo  hemos 
visto  con  sustantivos  (semidei- 
dad, semidisfraz,  semicaldiLlo, 
semidoncella,  semiobra,  semide- 
pendencia,  \semicabcdlo,  '  sewií- 
dragón,  semihermana,  semicé- 
dáver,  senñtoga),  y  hasta  con 
verbos  (semidivinizar).  Semi- 
deponente, que  es  adj.  que  .se 
aplica  a  un  grupo  de  verbos  la- 
tinos, debe  constar  expresamen- 
te en  el  Dice. —  En  cuanto  a  la 
ortografía,  debe  escribirse  en 
una  sola  palabra  con  la  siguien- 
te, como  lo  practica  el  Dice. ; 
por  eso  no  se  e-^cribasemi  repu- 
blicano ni  semi-religioso,  sino 
■te  m  irirp  u.blicano.  .*•(■  tirlireligio- 
so. 

Semill.\,  f.  Por  ignorancitv 
no  damos  en  Chile  el  verdadero 
nombre  a  algunas  semillas;  la 
de  cáñamo,  por  e,j.,  se  llama, 
.con  una  ^r»la  palabra,  cañamón; 
la  de  cebolla,  cebollino;  la  de 
rábano,  rabaniza. —  Quedarse 
uno  para  semilla,  fr.  fig.  y 
fain.  con  que  zaherimos  al  que 
iiretendc  vivir  demasiado,  como 
fi  no  hubiera  de  morir.  Quc- 
durfc  para  ca>la,  dijo  Cervantes, 
sin  qiT»  el  Dice,  haya  recogido 
haítta  lioy  esta  fr.  "Sea  ATiesa 
merced  muy  bien  vuelto,  señor 
mío;    quo    ya    pensj'ibamo.'i    que 


se  quedaba  allá  para  casta." 
(Quijote,  p.  II,  c.  XXII).  Que- 
darse para  semilla  de  rábanos, 
dicen  los  andaluces,  según 
anota  en  este  pasaje  Rodríguez 
Marín.  El  Dice,  trae  estas  otras 
frases:  "Guardar  a  una  persona 
o  cosa  para  simiente  de  rábaims, 
fr.  fig.  y  fam.  con  que  se  zahie- 
re a  quien  la  guarda  para  oca- 
sión que  no  ha  de  llegar."  "No 
haber  de  quedar  uno  para  si- 
niiente  de  rábanos,  fr.  fig.  y 
fam.:  haber  de  morir." — Toda- 
vía sigue  dando  el  Dice,  como 
etimología  de  semilla,  el  latín 
semen,  ini-^,  cuando  Menéndez 
Pidal  y  otros  han  probado  que 
lo  es  el  dim.  pl.  de  éste,  semi- 
nilht,   sincopado   en   semilla, 

Skmillóx,  adj.  Dícese  de 
una  vid  originaria  del  Perigord 
de  Francia,  de  su  fruto  y  del 
vino  que  produce.  Éste  es  de 
muy  buena  calidad  y  por  eso 
nmy  estimado.  La  uva  y  el  vino 
.'^on  blancos,  pero  también  los 
hay  negi'os. —  Algunos  han  cre- 
ído que  el  voc<iblo  viene  del 
nombre  francés  Saint  Em  ilion, 
abreviado  en  S.  Emilion  y  lue- 
go leído  Sem ilion,  sin  respetar 
la  abreviatura  ni  el  punto;  pe- 
ro Littré,  que  h>  trae  en  su 
Dice.,  no  asigna  ningiuia  eti- 
mología. 

Semitizaxte,  com.  Que  cul- 
tiva las  lenguas  o  literaturas  .«e- 
nn'ticn-;  aficionado  a  ella.s.  "El 
nervio  y  el  color  que  faltan  al 
(•a.slcU.ano  en  Juan  do  Valdés  y 
Fray  Luis  de  Granada,  los  trae- 
rá el  poeta  y  semitizanle  Fray 
Luis  de  I/CÓn."  (Cejador,  ílixt. 
de  la  lengua  y  literat.  cnst.,  t.  IT, 


bEN 


SEN 


235 


pág.  124).  Es  vocablo  bien  for- 
mado, al  estilo  de  hebraizante, 
jiulaizante,  etc.,  y  digno  de  ser 
acogido  en  el  Dice. 

Sémula,  f.  Sémola,  como  en 
italiano,  del  cual  hemos  toma- 
do este  vocablo,  y  nó  del  fran- 
cés semoule. 

Sexa,  n.  pr.  Véase    Siena. 

Senada,  f.  Lo  que  cabe  de 
una  vez  en  el  seno  de  un  indi- 
viduo. No  hemos  oído  esta  voz 
en  Chile,  pero  la  hemos  leído 
en  un  autor  popular  español, 
^íuñoz  Pabón.  que  dijo:  "Una 
sena  de  frutas  en  verano  y  oto- 
ño." Hacemos  mención  de  ella 
para  justificar  la  formación  de 
otras  semejantes  que  se  usan  en 
Chile,  como  fuentada,  pollera- 
da,    sombrerada.    Véase    Anga- 

RILLADA. 

Senaturía,  f.  ¿Por  qué  con  t. 
y  nó  con  d,  cuando  se  deriva  de 
senador?  Senaduría  dice  sola- 
mente el  Dice:  "dignidad  de 
senador."' 

Sencillo,  in.  "¿Tiene  usted 
sencillo?"  preguntan  en  Chile 
los  que  no  llevan  dinero  cam- 
biado en  monedas  menudas. 
Los  sencillos  son  ustedes,  se  les 
puede  contestar,  pues  llaman 
así  al  dinero  trocado,  suelto  o 
menudo.  Sencillo,  en  la  acep- 
ción pertinente,  "dícese  de  la 
moneda  pequeña,  respecto  de 
otra  del  mismo  nombre,  de  más 
valor."  Según  esto,  un  peso  sen- 
cillo es  para  nosotros  un  fjeso 
en  monedas  de  veinte,  de  diez, 
de  cinco  o  de  un  centavo,  a  di- 
ferencia del  peso  fuerte,  que  es 
la  moneda  de  plata  que  vale 
cien  centavos.  Por  eso  dijo  Cer- 


vantes: "Eso  se  tne  da  que  me 
den  ocho  reales  en  sencillo), 
que  una  pieza  de  a  ocho." 
(Quijote,  p.  I,  c.  II) ;  es  decir, 
ocho  reales  en  reales  sencillos. 
Los  otros  tres  adjs.  que  nombra- 
mos, trocado,  suelto  y  menudo, 
se  usan  también  como  sustanti- 
vos en  este  mismo  sentido.  De 
menudos,  m.  pl.,  dice  el  Dice: 
"monedas  de  cobre  que  suelen 
traerse  sueltas;"  por  eso  Juan 
Hidalgo,  en  su  Vocabulario  de 
Germanía,  tradujo  la  voz  char- 
neles, "dineros  en  menudos." 
El  autor  de  La  Pícara  Justina 
lo  usó  también  en  singular.  De 
suelto  dice  el  léxico  que  tam- 
bién se  usa  c.  s.  m.  "No  tengo 
suelto,"  tratándose  de  monedas 
de  plata  o  calderilla.  También 
lo  usa  así  el  pueblo  español: 

Una  vieja  ne  muriií 
Y  deja  en  el  testamento 
Que  la  enterraran  de  balde. 
Porque  no  llevaba  anelto 

(Rodríguez  María  y  Padre  Vilarifin). 

Trocado  fué  usado  por  Cervan- 
tes c.  s.  m.  en  Rinconete  y  en 
una  de  las  piezas  de  su  teatro. 

Sendaño,  m.  Mazo  con  que 
se  separan  o  dividen  las  bolas, 
en  el  juego  de  la  argolla  (.can- 
cha de  bolas),  cuando  están  tan 
unidas,  que  no  cabe  entre  ellas 
la  pala.  El  jugador  o  el  juez  da  el 
golpe  con  fuerza. —  ¿Vendrá  del 
complemento  sin  daño,  como 
que  el  golpe  no  es  para  causar 
daño  a  las  bolas? 

Sen'dos,  das,  adj.  pl.  "No 
hay  quien  saque  de  la  cabeza 
del    vulgo  escribidor,    dijo  Ore- 


236 


SEN 


SEN 


llana,  que  sendos  equivale  a 
grandes,  juertes,  muchos;  y  no 
es  ésa,  por  cierto,  su  significa- 
ción." Sin  embargo,  para  des- 
cargo de  nuestra  conciencia  y 
en  defensa  de  ese  pobre  vulgo, 
digamos  que  ya  se  ha  enmen- 
dado no  poco  y  que  serán  muy 
raros  los  que  no  conozcan  el 
significado  de  e=tn  voz,  que  es: 
"uno  o  una  para  cada  cual  de 
dos  personas  o  cosas,"  exacta- 
mente como  el  latín  singuli, 
lae,  la,  del  cual  se  formó,  pa- 
sando primero  por  las  formas 
hoy  anticuadas  sennos,  senos  y 
senos  ("Senos  pendones,  senos 
caballeros,  señas  partes,"  se  lee 
en  el  Poema  del  Cid).  Pero  no 
sólo  el  vulgo,  sino  también 
otros  que  se  miran  muy  por  en- 
cima de  él  han  tropezado  en  el 
uso  de  sendos.  El  autor  de  La 
Pícara  Justina  lo  usó  a  todas 
luces  mal  en  el  siguiente  pasa- 
je: "El  muchacho...  voháó 
los  ojos  atrás  y  dijo:  ¡Hola, 
nuestrama,  no  sea  que  por  un 
burro  que  tomamo?,  nos  hagan 
subir  en  cada  sendos!"  (P.  II 
del  1.  II,  c.  IV).  Probablemen- 
te se  qui.«o  remedar  el  lenguaje 
del  pueblo;  de  otra  manera  no 
tiene  exnlir-nción  la  concordan- 
cia cada  sendos.  Peor  es  este 
otro  u.so  ridiculizado  por  Triar- 
te: "Poner  u:i:i  tan  luenga  pre- 
fación a  un  poema  tan  sendo. . . 
Me  he  ocharlo  a  di-^currir  qué 
nuerrá  decir  poema  tan  sendo, 
y.  si  acaso  no  c.--  errata  de  im- 
prenta de  poema,  tan  sandio,  no 
doy  en  la  verdadera  significa- 
ción: linos,  aunque  hago  memo- 
ria de   quo   .«o  dice   sendos,  sen- 


das en  plural,  y  cre^  que  sé  lo 
que  significa,  no  me  acuerdo  de 
haber  oído  jam;is  sendo  en  sin- 
g"ular..."  (Colecc.  de  obras  en 
prosa  y  verso  de  D.  Tomds  de 
Iriarte,  t.  VI,  pág.  388).  Singw- 
lar,  único,  sería,  probablemente, 
el  significado  que  tuvo  en  vista 
el  que  tal  escribió.  Ya  nadie  ig- 
nora que  el  valor  de  sendos  es 
de  adj.  distributivo;  por  eso, 
"Dieron  a  los  niños  sendos  azo- 
tes," significa  que  les  dieron  un 
azote  a  cada  uno;  "Los  \-iajeroSk 
iban  en  sendos  nvulas,"  signifi- 
ca que  cabalgaban  de  a  uno  en 
cada  muía. 

Senegalien'se,  adj.  Natural 
de  Senegal.  Ú.  t.  c.  s.  Pertene- 
ciente a  esta  colonia  francesa  del 
África.  Es  voz  que  falta  en  el 
Dice.  La  forma  senegalcs,  sa> 
no,s  parece  también  aceptable. 

Seno,  m.  "Concavidad  o  hue- 
co" es  la  acep.  que  más  se 
aproxima  a  la  particular  que  da- 
mos aquí  a  e-ste  vocablo,  de 
"bolsa  que  forma  la  camisa,  en- 
tre su  tela  y  el  pecho,  arriba  de 
la  cintura,  tanto  en  el  hombre 
como  en  la  mujer."  Aquí  es  de 
uso  generalísimo  en  la  gente  del 
pueblo,  y  aun  en  la  educada. 
Cuando  un  niño  o  ima  ]iersona 
de  la  clase  baja  quiere  ocultar 
algún  objeto  y  sustraerse  al  re- 
gistro, se  lo  pone  en  el  seno,  y 
aun  emplean  esta  bolsa  natural, 
por  ser  más  amplia  y  estar  más 
al  alcance,  como  bolsillo.  Úsase 
también  en  el  Ecuador  y  proba- 
blemente en  las  demás  ropúbli- 
caíí  do  Sud-.\mérica.  La  voz  es 
castiza  como  las  que  más  en  ota 


SEN 


SEN 


237 


acep.  }■  podríamos  comprobarlo 
con  casi  todos  los  clásicos;  mas, 
para  no  fastidiar  al  lector,  cita- 
remos solamente  unos  pocos. 
"Estando  a  la  mesa,  dijo  Don 
Antonio  a  Sancho:  acá  tenemos 
noticia,  buen  Sancho,  que  sois 
tan  amigo  de  manjar  blanco  y 
albondiguillas,  que,  si  os  sobran, 
las  guardáis  en  el  seno  para  el 
otro  día."  (Qiíijote,  p.  II,  c. 
LXII).  "Para  aj'uda  desto,  pro- 
curad traer  una  imagen  deste 
Señor,  nó  para  traerla  en  el 
seno  y  nunca,  le  mirar,  sino  pa- 
ra muchas  veces  hablar  CJii  Él, 
que  Él  os  dará  qué  hablar." 
(Sta.  Teresa,  Camino  de  perfec- 
ción, c.  XLII).  "Hombre  mun- 
dano, la  rueca  en  el  seno  y  la 
espada  en  la  mano."  "Cuando 
fueres  a  Torbeo,  lleva  pan  en  el 
seno."  (Gonzalo  Correas).  "Los 
cuales  libros  habían  de  traer 
siempre  en  el  seno  los  que  desean 
acertar  a  bien  vivir."  (Granada, 
Símbolo  de  la  fe,  p.  II,  c.  IX,  § 
II).  "Seno:  lo  hueco  que  hace 
la  vestidura...  Regazo:  las  fal- 
da.* de  la  saya  que  se  recogen  y 
hacen  seno  sobre  el  vientre  o  ba- 
rriga." (Covarrubias,  Tesoro). 
"Brasa  trae  en  el  seno  la  que 
cría  hijo  ajeno;"  "Hijo  ajeno, 
métele  por  la  manga,  salirse  ha 
por  el  seno;"  "Venir  uno  con 
las  manos  en  el  seno."  (Refra- 
nes y  fr.  admitidos  en  el  Dice.) 
Entre  los  modernos  han  usado 
esta  acep.  Pereda,  Pardo  Bazán, 
Coloma,  Pérez  Galdós,  Valbutna 
y  sin  duda  todos  los  demás.  No 
se  confunda  este  seno  con  balso- 
peto   y     ant.     falsopeto     (bolsa 


grande  que  de  ordinario  se  trae 
junto  al  pecho),  ni  con  enfaldo 
(sitio,  seno  o  cavidad  que  hacen 
las  ropas  enfaldadas  para  llevar 
algunas  cosas). —  Francesa,  y 
exclusivamente  francesa,  es  la 
acep.  de  mama  o  pecho  que  tan- 
tos dan  a  la  voz  seno.  El  seín 
francés  significa  eso,  mas  nó  el 
seno  castellano.  Un  solo  autor 
e?i)añol,  lohan  de  Andújar,  poe- 
ta del  siglo  XV  (Colección  de 
Foulché-Delbosc,  t.  II,  pág. 
214*),  hemos  \'i.sto  que  usó  esta 
voz  a  la  francesa  y  forzado  por 
la  rima. —  Figuradamente  no 
tiene  en  español  más  acep.  que 
ésta:  "cosa  que  recibe  en  sí  a 
otra,  dándole  amparo,  gozo  o 
consuelo,"  o  sea,  regazo,  gremio. 
Pecan,  por  tanto,  de  galicanas 
las  locuciones  y  frases  siguien- 
tes: "El  partido  moderado  con- 
tó en  su  seno  [en  .sus  fila,?]  a 
N.  N."  Se  discutió  en  el  seno, 
[en  sesión]  de  la  junta."  "La 
nación  llamó  a  su  seno  [a  su  te- 
rritorio, a  su  capital]  las  legio- 
nes victoriosas."  "Esta  muerte 
trajo  el  luto  al  seno  de  toda  la 
familia  [a  toda  la  familia]." 
"Este  individuo  se  ha  levantado 
del  seno  de  la  obscuridad  [de 
enmedio,  del  abismo  de]." 
"¡  Qué  consuelo  poder  desaho- 
garse en  el  seno  [en  medio]  de 
la  amistad  y  de  la  confianza!" 
"La  felicidad  sale  a  veces  del 
seno  del  infortunio  [de  enme- 
dio del, del  mismo  infortunio]." 
"Nació  y  se  crió  en  el  seno 
de  los  honores,  en  el  seno  de  la 
opulencia  [enmedio  de]."'  "Bus- 
car riquezas   en  el  seno     [entra- 


238 


SEN 


SEN 


ñaa  o  profundidades]  de  la  tie- 
"  Nació  y  se  crió  en  el  seno 
[en  el  gremio,  regazo,  comu^ 
nión]  de  la  Iglesia  Católica. ' 
Aquí  no  estaría  tan  mal  usada 
la  voz  seno,  dice  el  P.  Mir,  por- 
que se  representa  a  la  Iglesia 
como  a  madre,  a  quien  corres- 
ponde tener  seno  o  regazo  don- 
de abrigar  a  sus  hijos. 

Sen-sacióx,  f.  A  la  única 
acep.  que  antes  tenía  (impre- 
sión que  las  cosas  producen  en 
el  alma  por  medio  de  los  senti- 
dos) le  agregó  el  Dice,  en  sus 
ediciones  13."  y  14.",  la  siguien- 
te: "emoción  producida  en  el 
ánimo  por  un  v«uceso  o  noticia 
de  importancia."  Fue  mucha 
condescendencia  con  los  moder- 
nos galiparlantes  este  agregado, 
pues  para  la  filosofía  de  la  lengua 
«5  inadmisible  esta  2."  acep.  Sen- 
sación, como  lo  dice  la  misin;, 
voz,  es  obra  de  los  sentidos;  la 
emoción  producida  en  el  ánimo 
es  impresión,  admiración,  no-r- 
presa,  embeleso,  extrañeza,  pas- 
mo, espanto,  maravilla;  nom- 
bres todos  que  dicen  mucho 
más  que  la  fría  sensación.  ¿Ten- 
dremos esperanzas  de  que  el 
Dice,  vuelva  atrás,  .suprimiendo 
esta  2."  acep.,  que  ni  enriquece 
la  lengua  ni  lTX)nra  a  la  filoso- 
fía? Cordialmente  lo    deseamos. 

Sensacional,  adj.  Que  cau-sa 
gran  sorpresa  o  admiración,  sor- 
prendente, arrebatador,  y,  se- 
giin  los  ca.sos,  conmovedor,  pu- 
ti'tico,  muy  sonado.  Hijo  de  la 
sensación  galicana,  nó  de  la  qoí*- 
tellana,  no  ha  .'¡ido  aiin  aceptado 
por     los     escritores      correctos. 


Olvidada  de  esto  Doña  Emilia 
Pardo  Baztín,  no  tuvo  suficiente 
con  sensacional,  sino  que  inventó 
sensacionalista.  ¡Dios  y  el  cas- 
tellano la  perdonen! 

Sensacionalismo,  m.  Afición 
a  lo  sensacional,  ^'éase  esta  voz. 

Sexs.\tamente,  adv.  de  ni. 
De  manera  sensata,  cuerdamen- 
te, prudentemente.  Bien  pueuo 
admitirlo  el  Dice.  Véase  Mexte 
(Adverbios  ex"). 

Sensibilista,  adj.  No  lo  acepta 
el  Dice,  ni  hay  necesidad  de  él. 
Bien  pudo  reemplazarlo  poi 
.sentimental  el  autor  español 
que  escribió  lo  siguiente:  "Los 
poetas  introdujeron  en  lo?  claus- 
tros las  estrofas  sensibilistas  de 
las  Amarilis  de  la  Arcadia." 

Sexsikilizar,  a.  Hacer  sen- 
sible a  la  acción  de  la  luz  una 
placa  fotográfica.  Admitido  dea- 
de  la  13."  edición  del  Dice. 

Sensiblería,  f.  Es  la  voz  fraü- 
cesii  ."lensiblerie,  que  .significa 
sensibilidad  falsa  excoí^iva,  afec- 
tación de  sensibilidad.  La  han 
usado  muchos  modernos,  como 
Pereda,  Revilla,  Selgas,  Núñeí. 
de  Arce,  etc.  Refiriéndose  emú 
último  a  los  Cantares  de  Mel- 
chor de  Palau,  escribió:  "Reci- 
bamos nosotros  con  los  lira/.os 
abiertos  este  preiñoso  libro,  don- 
de resplandece  el  má;?  delicacu» 
sentimiento,  expre-'^ado  con  vo- 
ces de  inefable  ternura  que  no 
tocan  jamás  el  límite  de  lasen. 
siblería."  Con  la  voz  castiza  .-«tA- 
timentalismo  ."o  habría  evitado 
osfe  término  galicano,  poi-que 
sfinfimcntali-wio  significa  "caH- 
dad    de   .sentimental    en     .-u  3.* 


SEN 


SEN 


289 


acep.,"  esto  es:  "que  afecta  sen- 
sibilidad de  un  modo  ridículo 
o  exagerado."  Es  de  sentir  que 
se  le  deslizai'a  este  vocablo  a 
Don  Miguel  Mir,  tan  atildado 
en  su  lenguaje.  Hablando  de 
Santa  Teresa,  dijo:  "Nada  hay 
más  ajeno  de  ella  que  aquella 
afectada  sensiblería,  hoy  muy 
común  en  el  mundo,  mas  le- 
ciente  en  el  desenvolvimiento  de 
las  pasiones  humanas  y  de  todo 
punto  extraña  a  aquella  socie- 
dad enérgica  y  varonil  a  que 
perteneció  Santa  Teresa,  exage- 
ración de  una  sensibilidad  ex- 
traviada, conjunto  de  frases 
huecas  y  de  palabras  sin  senti- 
do." (Espíritu  de  Sta.  Teresa 
de  Jems,  Al  lector). 

Sensualizar,  a.  Hacer  sensual, 
convertir  en  sensual.  No  es  de 
uso  general;  pero  no  faltó  un 
diario  chileno  que  dijera:  "Fies- 
ta de  esas  que  alegran  el  espíri- 
tu y  sensualizan  la  materia" 
(avivan  o  despiertan  la  sensua- 
lidad). 

Skxt.vda  o  asentada,  f. 
"Tiempo  que  está  sentada  una 
persona." —  De  una  sentada,  m. 
adv. :  "de  una  vez,  sin  levantar- 
se. Comunmente  se  dice  para 
ponderar  lo  rtiucho  que  alguno 
ha  comido."  El  Dice,  dice  De 
una  asentada;  pero,  como  equi- 
para los  vocablos  sentada  y  asen- 
tada, es  claro  que  con  los  dos 
podemos  expresar  este  modo  ad- 
verbial. En  Chile  será  muy  raro 
el  que  use  asentada. 

Sentador,  ra,  adj.  Que  sienta 
o  cae  bien.  Dícese  de  prendas 
de  vestir  o  de  adornos.  "Un  día 


que  me  probaron  la  toca,  me  vi 
tan  fea!  TodaA-ía,  si  hubiera 
sido  la  corneta  de  las  Hermanas 
de  la  Caridad!  Ésa  es  más  sen- 
tadora." (Elvira  Santacruz  y 
Ossa,  Flor  silvestre,  HI).  "Tra- 
jes baratos,  aunque  graciosos  y 
sentadores,"  anuncia  un  diario. 
En  castellano  se  dice  agraciado, 
gracioso.  Es  de  la  misma  forma- 
ción que  Gustador. 

Sentarse,  r.  En  Minería,  de- 
rrumbarse. "Se  sentó    la  labor." 

Sentazón,  f.  En  Minería,  de- 
rrumbe o  derrumbamiento  sú- 
bito y  total  de  una  labor. 

Sexte>-cia,  f.  Véase  Salomó- 
nico. 

Sextido,  m.  Como  las  sienes 
son  partes  tan  delicadas,  que, 
con  cualquier  golpe  que  reci- 
ban, hacen  perder  al  hombre  el 
sentido,  de  aquí  ha  provenido 
que  nuestro  pueblo  llame  sen- 
tido a  cada  una  de  la>  dos. 
"Le  pegó  en  todo  el  sentido." 
Pero  esto  no  es  solamente  chile- 
no, pues  en  la  Revista  española 
de  archivos,  museos  y  bibliote- 
cas (t.  n,  pág.  130)  leemos: 

¿Para  que  quieres  los  anteojos 
Y    que  sean   cristalinos? 
Llevarte  quiero   el  alma. 
Darte  un  golpe  a  los  sentidos. 

Como  no  se  explica  que  el  ver- 
sificador escribiera  asi  estos  ver- 
sos,    los    rectiñcaremos    de    esta 


¿Para  que'  quieres  anteojos 
Y  que  sean  cristalinos? 
Llevarte  quiero  yo  el  alma, 
Darteun  golpe  a  los  sentidos. 


240 


SEN 


SEN 


¿Qué  sentidos  pueden  ser  éstos 
sino  las  sienes/ —  Otras  veces  se 
toma  el  vocablo  sentido  por  ol- 
fato, poi"  cuanto  por  el  mismo 
órgano  del  olfato  se  aspiran  sus- 
tancias que  hacen  perder  el  sen- 
tido. Sólo  así  puede  entenderse 
eí?te  pasaje  de  Pérez  Gal  dos: 
"Todo  eso  proviene  de  la¿  drogas 
que  se  pone  en  la  cara,  lo  cual 
qne  [como  habla  el  vulgo  chile- 
no] son  venenosas  y  atacan  al 
sentido."  (Misericordia,  XXX- 
IX). —  Sexto  sentido,  loe.  fam. 
con  que  se  designa  el  sentido  co- 
mún, o  sea,  "faciütad  de  juzgar 
razonablemente  de  las  cosius." 
]iéa.«e  la  graciosa  descripción 
que  hace  de  él  Gracián:  "A  po- 
co trecho  que  hnlx)  andado,  en- 
contró con  un  hombre,  bien  di- 
ferente de  los  que  dejaba:  era 
un  nuevo  prodigio,  porque  te- 
nía seis  sentidos,  uno  más  de  lo 
ordinario.  .  .  A  más  de  los  cin- 
co sentidos,  muy  despiertos,  te- 
nía otro  sexto,  mejor  que  todos, 
que  aviva  mucho  los  demás,  y 
aun  hace  discairrir  y  hallar  las 
cosas,  por  recónditas  que  estén; 
halla  trazas,  inventa  modos,  da 
remedios,  enseña  a  hablar,  hace 
correr,  y  aun  volar  y  adivinar 
Ib  por  venir;  y  era  la  necesi- 
dad." (El  Criticón,  p.  I,  cr. 
XII).  En  el  lenguaje  alegórico 
y  satírico  que  u.«a,  llama  Gra- 
cián sexto  sentido  a  la  neccsi~ 
dad,  pero  lo  más  general  es  dar 
esto  nombre  al  .sentido  común, 
buen  juicio  o  criterio. —  "Sen 
tido,  por  dirección  geonu-tric;). 
rumlx),  línea,  se.sgo,  carrera, 
es  galici.smo,"  dice  Cejador;  por 


I  ejemplo:  "Dimensión  de  un 
'  cuerpo  en  el  sentido  de  su  ele- 
vación vertical..."  (Dice,  13.* 
edición,  art.  Alti-r.\).  "Coloca 
esa  mesa  en  sentido  longitudi- 
nal; Corta  esa  carne  en  el  mis- 
mo sentido  de  sus  fibras." 
¡Cuánto  mejor  al  hilo!  dice  el 
mismo  Cejador.  Como  término 
de  Geometría  acepta  el  Dice. 
esta  acep.  de  sentido:  "'modo  de 
apreciar  una  dirección  desde  un 
determinado  punto  a  otro,  por 
oposición  a  la  misma  dirección 
apreciada  desde  este  segundo 
punto  al  primero."  "El  resumir 
la  Academia  el  sentido  geomé- 
trico en  el  modo  de  apreciar  una 
dirección,  fué  decimos:  quien 
rectamente  la  apreciare,  usará 
de  recto  sentido;  quien  torcida- 
mente la  aprec-iare,  probará  te- 
ner mal  sentid-o.  Si  así  fuere, 
e>a  manera  de  aprecio  podrá 
llamarse  sentido,  conforme  a  m 
noción  de  los  clásicos.  Pero,  o  a 
la  Academia  le  faltó  aquí  decla- 
rativa, o  se  confundió  hablando 
a  la  francesa,  o  se  le  ofreció  es- 
tablecer un  jaez  de  sentido  par- 
ticular y  totalmente  nuevo." 
(Padre  Mir).  No  puede  censu- 
rarse mejor  tan  extraña  acep. 

Sentillero,  m.  Véa.^c  Centille- 
ro. 

Sentimext.vlista,  com.  Par- 
tidario del  .«entimen*a]i.*mo.  Ha- 
ce falta  esta  voz  en  el  Dice. 

Seña,  f.  !•>  corriente  en  Chile 
l)<)r  to(iuo  o  repique  de  campa- 
na para  llamar  a  mi.«a  o  a  otra 
función  de  iglesia.  El  Dice.  <ia 
a  señal  una  acep.  general  (la 
12.»)  que  corresponde   a  la  seña 


SEN 


SEN 


241 


nuestra,  pues  dice:  "aWso  qut» 
se  comunica  o  da,  de  cualquier 
modo  que  íea,  para  concvurir  a 
un  lugar  determinado  o  para 
ejecutar  otra  cosa.'" —  Por  otra 
acep.  general  que  tiene  seña,  (lo 
que  de  concierto  está  detenni- 
nado  entre  dos  o  más  personas 
para  entenderse),  ha  venido  a 
J5ig-nificar  ea  Chile  señal,  capa- 
rra, arras.  A'éase  Pie,  3.^  acep. 
— Es  chilenismo  anticuado  en 
la  acep.  de  moneda  de  plomo, 
de  suela,  o  de  madera,  que  se 
usó  antiguamente  en  el  comer- 
cio. 

Señal,  f.  Debe  advertir  el 
Dice,  que  &-t«  nombre  se  usó 
antiguamente  como  m. 

Por  medio  de  algún  señal 
Mi  pasión  mostrara  yo. 

Que   es  nn  señal  muy  crescido 
De  vencer  tomar  de  grado 
Donde  ovie'redes  tractado. 

(Juan  de  Cordona,  siglo  XV). 

Y  ha.sta  en  Gonzalo  Pérez,  relati- 
vamente moderno,  leemos  (La 
Ulixea,  1.  III). 

Rogamos  pues  a  Dios  que  nos  mostrase 
Algún  señal:  y  el  hi'zolo.  y  mandónos... 

En  Cataluña,  al  decir  de  Ore- 
llana,  se  conserva  todavía  este 
uso.—  En  colegios  de  párvulos, 
o  de  niños  periueños  se  llama 
señal,  y  también  avisador  y 
fam.  chasca  y  chascona,  un  apa- 
rato manual  y  de  percusión,  en 
fonna  de  concha,  de  libro  o  de 
tubos  cilindricos,  que  el  mae-stro 
•o  la  maestra  hace  sonar  a  seine- 

Diwi.  de  Ohil.,  t.  V. 


janza  de  las  castañuelas  para  av'i- 
sar  a  los  niños  algxinos  movi- 
mientos o  llevarles  el  son  en  al- 
gunos ejercicios  y  cantos.  El 
nombre  señal  viene  del  inglés 
signal.  No  sabemos  cómo  lo  lla- 
marán los  españoles. — Ni  seña- 
les. El  Dice,  trae  Ni  señal,  "ex- 
pre.áón  fig.  con  que  se  da  a  enten- 
der que  una  cosa  ha  cesado,  o  se 
acabó  del  todo,  o  no  se  halla." 
No  alcanza  a  ofender  la  propie- 
dad de  la  lengua  el  uso  de  esta 
expresión  en  pl.,  porque  el  pl. 
en  este  caso  ni  quita  ni  pone 
rey.  En  Las  ruinas  de  Itálica  se 
dice  también  en  pl. : 

De   todo  apenas  quedan    las  señales. 

Señala,  f.  Acción  de  señalar 
el  ganado;  tiempo  en  que  se 
ejecuta  esta  acción.  Véase  HiE- 
ERO,  5."  acep.,  con  el  cual  suele 
confundir.se. —  Es  corrupción 
del  castellano  señal.  Señal  de 
tronca  ("la  que  se  hace  al  gana- 
do cortando  a  las  reses  una  o 
ambas  orejas")  es,  por  lo  gent- 
ral.  nuestra  señala ;  porque  hay 
también  otras  que  consisten  en 
cortar  a  las  rese.s  una  parte  de  la 
cola  o  rabo,  o  de  la  garganta, 
quijada  o  frente,  o  en  tajar  una 
o  ambas  orejas  en  forma  de  ra- 
mal, de  horcaja,  etc.  Véavse  Peri- 
lla, 3.^  acep..  y  Pilcha.  Algu- 
nos llaman  campanilla  esta  mis- 
ma perilla  o  pilcha,  confun- 
diéndola con  la  verdadera  aain- 
panilla  o  úvula  del  animal. 

Señero,  ra,  adj.  Muy  estudia- 
do ha  sido  este  vocablo  por  los 
comentadores  del  Quijote,  en 
el  cual  aparece,  por  errata,  con- 


242 


SEN 


SEN 


vertido  en  señora:  "Las  donce- 
lla.-? y  la  honestidad  andaban.  ,., 
fKPi-  dondequiera,  sola  y  señora, 
sin  temor  que  la  desenvoltura  y 
laíicivo  intento  la  menoscaba- 
sen." (P.  I,  c.  XI).  ■"Solo,  soli- 
tario, separado  de  toda  compa- 
ñía, "lo  interpreta  el  Dice,  y  lo 
deriva  del  latín  singiüariitx.  Me- 
jor es  la  etimología  de  Cejador: 
gennevo,  de  sennos,  hoy  sendos, 
que  es  el  latín  singuli.  Véase 
tembién  lo  (¡ue  dijo  de  este  adj. 
Fray  Alonso  de  Cabrera:  "El 
hombre  señalada  se  dice,  porque 
todas  le  señalan,  señero;  tiene 
nmchos  jueces  y  veedores  que 
le  hacen  anatomía  de  su  vida  y 
aun  de  sus  antepasados."  (Mar- 
tes ilespués  del  I  Dom.  de  Cua- 
resma, cons.  III),.  "No  llamo  se- 
ñeros ui  singulai'es  a  los  que 
hiK-en  lo  que  todos  los  de  su 
profesión  debían  según  ella  ha- 
cer, .sino  a  los  que  han  dejado 
etíte  camino  y  van  por  los  no 
trillados  ni  seguidos."  (Id., 
Serni.  III  en  el  II.  Dom.  de 
Adv.,  cons.  V).  No  pasemos  por 
alto  al  Maestro  Gonzalo  Correas, 
archivo  ^aviente  del  lenguaje 
jfopular  del  siglo  de  oro.  Inter- 
pretando el  refrán  Más  vale  se- 
ñero que  con  ruin  compañero, 
que  no  hallamos  en  el  Dice.,  es- 
cril)ió:  "Una  cosa  sola  en  un  ca- 
mino sirve  de  .«eñal,  como  árbol, 
jteña.  arroyo;  y  a#í,  un  hombre 
solo,  quien  le  encuentra,  mejor 
le  nota  las  .señas  que  lleva  que 
si  fueran  muchos  juntos;  y  por 
esto,  señero  es  solo,  y  algunas 
veces  se  juntan  solo  y  señero 
para     mayor   expresión    y    vale 


sólo  señero."  Por  lo  visto,  quiere 
derivar  este  adj.  de  seña,  así  co- 
mo Cabrera,  -de  señal  o  señalar. 
Señor,  m.  Aunque  el  Dice,  le 
da  las  aceps.  de  "Dios,  como 
dueño  de  todas  las  cosas  cria- 
das." y  de  "Jesús,  en  el  sacra- 
niento  eucarístico,"  sin  embar- 
go, le  omite  el  oti'o  más  particu- 
lar de  cmciftjo  o  Cristo  criicifi- 
cado.  Así  se  llama  altar  del  Se- 
ñor el  que  tiene  como  imagen 
principal  un  crucifijo;  Bendigá- 
is e  Ud.  este  Señor,  se  le  dice  a 
un  sacerdote  presentándole  un 
santo  Cristo  de  escultura  o  pin- 
tura. En  sentido  más  lato  .«e  da 
también  el  nombre  de  Señor  a 
Cristo,  aunque  no  sea  en  estada 
de  crucificado:  La  encarnación 
del  Señor:  El  nacimiento  det 
Señor;  El  Señor  de  la  Buena 
Esperanza;  El  Señor  de  la  Cor 
ña;  Señor  Jesús  y  Señor  solar 
mente,  se  llamó  desde  el  tiempo 
de  los  apóstoles:  Dominiu<  Jesiis 
y  lJo)uinu.s  lo  nombran  los  cua- 
tro evangelios. —  Falta  Umibién 
en  el  Dice,  la  e.\pra*ión  Xncstro 
Señor  por  Jesucristo,  nuestro- 
Salvador,  así  como  ya  esti'i  Nues- 
tra Señora  por  la  Virgen  Mai'ía. 
— Suprimió  el  Dice,  esta  acep. 
(Ul  de  .Vutoridades :  "título  que 
.-e  suele  dar  como  esiiecial  a  al- 
gún .«anto:  y  así  se  dice,  el  Señor 
S.  .Toseph."  En  Chile  todan'a 
dicen  nmchos  buenos  católico;» i 
rl  Señor  San  José,  mi  Señor 
Santiago,  mi  Señora  Santa  Ana; 
lo  mismo  en  F/spaña  y  otr.is  na- 
ciones: por  lo  cual  es  justo  que 
reaparezca  la  acep.  Los  <'lá.sioos 
suprimían  i-on   frecuencia  el   ar- 


bEN 


SEN 


243 


ü'culo.  diciendo,  por  ej.,  Señor 
San  Agustín,  SeTior  San-  Jeróni- 
mo, Señor  San  Isidoro.  "Por 
veneración  y  respeto,  dijo  Gon- 
zalo Con-eas,  ponemos  antes  de 
todos  [los  nombres  de  Santos] 
Señor:  como  Señor  San  Jv/m, 
Señor  San  Pedro.  Y  solía  poner- 
seles  artículo:  la  Orden  del  Se- 
ñor San  Francisco,  el  Señor 
Santo  D&wingo." —  Sobre  la 
expr.  tan  Uí>ada  en  las  cartas 
Muy  señor  mío,  nada  haj'  que 
decir,  como  que  e«  enteramente 
castiza  y  muy  propia  del  caste- 
llano, que  dice  también :  muy 
hombre,  muy  mujer,  muy  maes- 
tro, muy  mi  amigo,  muy  siervo 
de  Dios,  muy  su  hijo,  muy  no- 
che. "Eran  estos  gloriosos  santos 
muy  mis  señores,"  escribió  San- 
ta Teresa.  En  estas  casos  el  s. 
está  adjetivado,  menos  noche, 
que  equivale  al  m.  adv.  De  no- 
che.—  A  tal  señor,  tal  honar. 
.\sí  trae  Gonzalo  Correas  esta 
fr.  que  ahora,  tomándola  del 
francés,  decimas  .4  todo  señor, 
todo  honor.  Véase  Honor. — 
El  Señor  mío  Jesucristo,  un  Se- 
ñor mío  Jesucristo:  nombre  que 
damos  familiarmente  al  acto  de 
contrición  que  se  reza  después 
de  la  confesión,  por  empezar 
(on  esas  misma.s  palabras. — Muy 
sí,  señor,  expr.  fig.  y  fam.  que 
suele  oírse  entre  nosotros  en  el 
sentido  de  "muy  en  ello,  muj 
sin  novedad."  "Y  a  pesar  de  mis 
reprensiones  y  amenazas  se  qiie- 
dó  muy  sí  señor." —  Pariente 
del  Señor  de  Mayo,  loe.  ñg.  y 
fam.:  individuo  que  blasona  de 
noble;    por  alusión    al    Crucifijo 


que  se  llama  entre  nosotros  el 
"Señor  de  Mayo,"  que  es1á  en  la 
iglesia  de  San  Agustín  de  esta 
ciudad  y  perteneció  a  la  famosa 
Quintrala  (véase  Quintral,  al 
tin),  noble  por  los  cuatro  costa- 
das. De  Mayo  se  llama,  porqtie 
fué  una  de  las  pocas  imágenes 
que  escaparon  en  el  gran  terre- 
moto del  13  de  Mayo  de  1(J47, 
y  todos  los  años  se  le  .saca  en 
procesión  en  ese  mismo  día  del 
mes  de  Mayo.  La  fr.  castiza  equi- 
valente a  la  Inc.  castiza  Excupir  o 
vomitar  sangre:  "blasonar  de 
muy  noble  y  enxparentado,  y 
jactajRse  de  ser  eaballero."  San- 
gre azul,  fig.,  significa  también 
"sangTe  noble,"  y  linajudo,  da,. 
"aplícase  al  que  es  o  se  precia 
de  ser  de  gi>an  linaje.  " 

Señor.'V,  f.  Desde  la  13.^  edi- 
ción le  dio  el  Dice,  la  acep.  de 
"mujer"  en  su  3."  acep.,  o  sea, 
"la  casada,  con  relación  al  ma- 
rido," de  la  cual  hizo  tanta  bur- 
la A^albuena.  No  sabemos  en 
qué  textos  se  apoyaría  el  Dicr- 
pai'a  admitir  esta  acep. ;  nosotros 
no  recordamos  haberla  leído  en 
ninguno,  y,  al  contrario,  tenemos 
este  pasaje  del  Padre  Nieremberg 
que  distingue  entre  señora,  y 
esposa:  "Y  esto  es  lo  que  siento 
del  .«anto  sacerdocio,  al  cual  que- 
rría más  que  reverenciá.sedes  de 
lejos,  que  no  abra^ásedes  de  cer- 
ca, y  quisié.sedes  más  esta  digni- 
dad por  señora  que  por  esposa." 
(Carta  XXVII,  A  uno  que  que- 
ría tomar  estado).  "Es  muchí- 
sima verdad,  dice  el  P.  Mir, 
ningún  autor  clásico  llamó  .'!^- 
ñora.  a  la  mujer  de  un  cahallero, 


244 


SEN 


SEN 


mirándola  solamente  a  título  de 
esposa;  pero,  considerada  a  otra 
hiz.  esto  es,  como  ama  y  dueña 
de  la  caáa,  ningún  reparo  ofrece 
la  señora.''  Sin  embargo,  esto 
no  pnieba  que  señum  signifique 
"esposa"  y  siempre  queda  en 
pie  la  censura  que  a  e.sta  acep.  le 
pu.-o  Baralt.  En  estos  textos  de 
Timoneda,  que  se  refieren  a  ma- 
rido }'  nnijer.  se  ve  más  claro 
que  señora  es  término  de  corte- 
sía, y  mujer,  el  que  significa  es- 
posa. "Mexemxo.  ¡  Oh  señora 
mujer!  y  ¿qué  buscas  por  acá? 
Audacia.  Agora  me  dice  señora 
y  me  pregunta  qué  busco."'  (Los 
Menemnos,  esc.  X).  "Menk.m- 
xo.  ¿Qué  te  dijo,  señora  mía?... 
Ya  tengo  probado,  señora  mu- 
jer...'' (Ibíd.)  '"Sí  haré,  señora 
mujer."  (Comedia  llamada  Cor- 
nelia, esc.  VI). — También  .-^b 
burlsm  algunos,  pero  injusta- 
mente, del  nombre  .señora,  ante- 
puerto, por  cortesía  o  respeto, 
al  de  mujer:  una  señora  mujer, 
las  señoras  mujeres.  Si  .señora, 
segiin  el  Diw.,  es  "término  de 
corte-ría  que  se  aplica  a  una  mu- 
jer, aunque  sea  igual  o  inferior, 
y  especialmente  a  la  casada  o 
viuda,"  no  vemos  por  qué  no 
pudiera  u^rse  junto  con  mujer. 
'"Concurriendo  ini  caballero  en 
el  festejo  de  unas  señoras  muje- 
res, bailó  y  danzó  más  alegre- 
mente de  aquello  que  parecía 
pertenecer  a  su  reputación." 
(Floresta,  general,  t.  í.  n." 
1127).  "Yo  voy  por  cinco  años 
a  las  señoras  gurapas,"  leemos 
en  el  Quijote  (p.  I,  c.  XXI II, 
«í"  decir,  a  la«  galeras;  "trato  re- 


verencial, explica  Cejador.  por- 
que eran  efectivamente  muy  de 
respetar  las  tales  señoras." — Fal- 
ta en  el  Dice.  la  acep.  de  "mujer 
grave  y  mesurada  en  el  porte  o 
en  las  acciones:  "  "Esta  nnijerea 
nuiy  señora,  es  una  gi-an  seño- 
ra. '  El  mismo  Dice  la  usa  en  el 
ai-t.  Señorón,  xa,  pues  define 
esta  voz:  "Muy  señor  o  muy  se- 
ñora, o  por  serlo  en  realidad,  o 
por  portarse  como  tal,  o  final- 
mente, por  afectar  señorío  o 
grandeza." —  Véase  Señor,  3.» 
acep. 

Señorial,  adj.  Para  el  Dice, 
sólo  significa  "dominical,  2.* 
ac^p.,""  que  es  ésta:  "aplícase  al 
derecho  pagado  al  señor  de  un 
feudo  por  los  feudatarios."  Por 
consiguiente,  no  debe  decirse 
casa,  mansión  o  residencia  seño- 
rial, como  se  dice  palacio  ducal, 
castillo  condal.  Señoril  es  el  que 
significa  "perteneciente  al  se- 
ñor."' "La  madurez  grave  y  se- 
ñoril de  la  prosa  literaria  caste- 
llana llea'a  aquí  a  la  cima."  (Ce- 
jardo,  hablando  de  Fr.  Tomás 
Ramón ) . 

Señorita,  f.,  dim.  de  señora. 
i  Oh  tiranía  y  abu.«o  de  la  mo- 
da! Ya  tenemos  aut^irizadas  por 
el  Dice,  las  da<  aceps.  en  que  se 
abusa  de  e-'te  dim.:  "Térnnno 
de  cortesía  que  se  plica  a  la  nui- 
jer  soltera;  fam.,  ama,  S.^ 
acep.,"'  es  -decir,  "la  que  tiene 
uno  o  más  criados,  re.«T>e<"to  de 
ellos."'  De  manera  que  a  la  mu- 
jer .«olfera,  por  el  hecho  de  no 
haber  podido  o  querido  atíirse  al 
TÍnculo  matrimonial,  y  aunque 
pase    de  loí'    ciento,    ¡wir  i-orte-^'n 


SEP 


SEP 


debemos  tratarla  de  "señorita," 
y  así  mismo  los  criados  a  su 
ama,  sea  o  nó  casada,  pase  o  nó 
de  im  siglo  la  edad  que  tiene. 
¿Por  qué  estas  irregularidades 
conti'a  la  lógica  del  idioma  y 
contra  el  sentido  común?  Por- 
que, acostumbradas  las  señoi-as 
mujeres  al  galanteo,  no  quieren 
renunciar  a  él  en  ning-una  de 
las  edades  de  la  vida,  ni  loa 
hombres  quieren  tampoco  con- 
trariarla=.  En  vano  escribió  Be- 
llo que  "esta  práctica  debiera 
desterrarse,  no  sólo  porque  tiene- 
algo  de  chocante  y  ridículo,  si- 
no porque  confunde  diferencias 
esenciales  en  el  trato  social;" 
como  si  tal  cosa,  el  señorita  si- 
guió y  sigue  prodigándose  a 
jamonas  seculares  y  a  rollizas 
amas  de  casa.  Y  ¿sabrán  éstas  y 
los  que  tanto  las  señoritean,  lo 
que  significa  la  palabra  señori- 
ta f  Etimológicamente  signmca 
"más  ancianita."  del  latín  sé- 
nior, más  anciano,  de  donde  sa- 
lieron señor  y  señora;  así  no  ha- 
brá miedo  que  nadie  les  envi- 
die este  tratamiento.  Véase  Mi- 
siá. 

Separatismo,  rn.  "Opinión 
de  los  separatistas. —  Partido  se- 
paratista." Admitido  desde  la 
13.*  edición. —  No  se  confunda 
el  separatism'o  con  la  secesión: 
el  separatismo  consiste  en  que 
un  territorio  o  colonia  se  separa 
o  emancipa  de  la  metrópoli,  > 
la  secesión,  en  separairse  de  ima 
nación   parte  de  su  territorio. 

Sepoltura,  sepolturero.  For- 
mas usadas-  íj.im  por  los  clásicas 
y  conservadas    todavía  en    nues- 


tro   pueblo,    por  sepultura   y  se- 
pulturero.    Es   un   caso   notable 
de  disimilación  de  u  u  por   o  u> 
como  mormuración,  mormurar, 
por    III  u  riii  u  ración,    in  urai  urar. 

Septasílabo,  ba.adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  En  castellano  se  ha  dicho 
siempre  heptasilabo,  ha:  "que 
consta  de  siete  .«ílabas.""  Uno  de 
los  más  recient&s  académicos  de 
la  Española  empleó  en  su  dis- 
curso de  recepción  la  voz  septa- 
sílabo ("De  Lope  de  Vega  po- 
dría recordaí-.  .  .  los  bellos  y  co- 
nocidísimos septasílabos") ;  pero 
es  una  novedad  que  no  debe 
imitarse,  porque,  si  no  decimos 
unisílabo,  dosílabo,  tresílabo, 
cuatrisílabo,  cincosílabo,  etc., 
sino  con  los  afijos  griegos  mono, 
di,  tri,  tetra,  penta,  asi  no  debe- 
mos decir  tampoco  septa,  sino 
heptasilabo.  Sentimos  que  el 
Dice,  admita  la  forma  septisíla- 
bo, ba. 

Septillóx,  m.  Véase  Cuatri- 
llón. 

Sepulcro,  m.  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  litúrgica:  cavidad 
o  hueco  que  .se  hace  en  el  ara 
para  depositar  las  reliquias  de 
mártires  que  debe  llevar  y  que 
después  se  cubre  y  sella.  "\''éase 
Co'NFEsióx,  4.'»  acep. —  Santo 
Sepulcro:  el  que  guai'dó  .sepul- 
tado el  cuerpo  de  N.  S.  .Jesucris- 
to y  que  d&sde  entonces  ha  .sido 
uno  de  los  Santos  Lugar&s  más 
venerado.  Su  reconquista  fué  el 
objeto  de  las  Cruzadas  y  lo  que 
dio  tema  al  poema  del  Tasso, 
La  JerusaUn  libertada.  Hay 
también  orden  militar  con  este 
mismo    nondjre.    Falta  esta    ex- 


246 


SER 


SER 


prcííión  en  el  Dice. —  Sepukro 
blanqueado,  expresión  fig.  que 
se  usa  más  en  pl.  Dicha  por  Je- 
sús a  los  fariseos,  se  viene  apli- 
cando desde  entonces  a  los  hipó- 
critas y  conviene  que  entre  en 
el  Dice. —  Malamente  llaman 
algunos  sepulcro  el  ntomimento, 
o  sea:  '"túnuilo,  altar  o  aparato 
que  el  Jueves  Santo  se  forma  en 
las  iglesias,  colocando  en  él,  en 
una  arquita  a  manera  de  sepul- 
cro, la  segunda  hostia  que  se 
consagra  en  la  misa  de  aquel 
día,  para  reservai"la  hasta  los  ofi- 
cios del  Viernes  Santo,  en  qu»-. 
se  consume." 

Sepultación,  f.  Acción  o 
«fecto  de  sepultar.  Muy  usado 
entre  iU)sotros,  pero  descfniocido 
para  el  Dice,  que  nos  da  con  es- 
ta misma  definición  a  sepultura, 
enterramiento,  entierro,  inhu- 
mación. Sepelio  (nótenlo  bien 
los  no  católicos)  es  "acción  de 
inhumar  la  Iglesia  a  los  fieles ;"' 
sin  embargo,  no  .se  ve  razón  pa- 
ra restringirle  así  el  .Mgnificado. 
A'olviendo  a  sepultación,  lo  v-re- 
emos,  por  su  buena  formación, 
digno  de  ser  admitido,  tanto 
más.  cuanto  que  sepultura  tiene 
otras  accps.  en  que  ©s  más  cono- 
cido y  u.sado. 

Ser,  m.  "Compadeceos  ae 
vuestra  mujer  como  do  ser  más 
débil;  Esos  seres  desvalidos  qut 
."■o  llaman  expósitos:  Los  seres 
(¡lloridos  de  la  familia;  Una  mu- 
jer incrédula  es  el  ser  más  inve- 
rosímil :  En  las  casas  do  orates. 
en  la-s  cárceles  y  en  la<  hospicios 
están  los  seres  má."  desgracia- 
dlos." ;,Es  ca.stizo  este  lenguaje? 


Atestados  de  este  galicismo  es- 
tán los  libros  y  escritos  moder- 
nos. "Estas  y  .«emejantes  locu- 
ciones, dice  el  Padre  Mir.  nunca 
fueron  españolas:  si  andan  hoy 
al  U.S0,  es  por  ¡u-te  de  la  galipar- 
la, pero  castizas  no  lo  senin  ja- 
más, porque  la  voz  ser  no  signi- 
fica niño,  ni  hijo,  ni  mujer,  ni 
mievibro  de  la  familia,  ni  hom- 
bre desarrapado,  ni  individuo 
humadlo,  ni  animal  vivo;  ni  la 
palabra  Kir  envuelve  el  concepto 
de  vida,  ni  el  de  existencia  per- 
sonal." La  acep.  más  pertinente 
que  le  da  el  Dice,  es  la  misma 
de  ente:  ""lo  que  es,  existe  o  pue 
de  existir."  Póng-a.^e  pues  e.'íta 
palabra  en  \ez  de  ser  en  lo.< 
ejemplos  que  hemos  citado,  y 
júzgue.«e  por  eso  si  estará  bien 
usada  e.sta  última.  "Lops  fraiu^e- 
ses,  prosigue  el  P.  Mir.  han  bau- 
tizado con  el  nombre  de  éfre  a 
todo  lo  que  nosotros  llamamos 
cosa,  per.iono,  porque  estos 
nombres  cuadran  poco  al  genio 
francé.--.  Lo  cual  ignorando  los 
galicistas.  o  a  pesar  de  saberlo, 
echan  mano  de  -^er.  reparten  .•"'- 
;•(.<  a  troche  moche,  sin  dárseles 
un  caracol  de  que  venga  bien  n 
mal  al  gvnio  del  ri>nuincc." — El 
no  .ser.  A'éase  No-skk. — En  u-n 
ser.  A.sí  de<-imos  en  Chile  y  así 
dijo  también  Santa  Teresa : 
"Eran  i'n  nu  .ser  \]c>íí  dolores! 
desde  los  pies  hasta  la  cubc^ji.'' 
El  Dice,  trae  .'¡olamentc  En  ■■^i'r. 
En  .fi/,  ser,  moda'  adverbiales; 
"sin  habeise  ga.-stado.  c.msumi- 
do  o  deshecho.'" — Ser  Supremo. 
Copiemos  al  P.  Mir:  "Cuanilo 
llamamos  a  Dios  con  el  nombre 


SER 


SER 


247 


-de  Ser  Supremo,  no  ponemos 
en  él  toda  la  perefección  que  le 
es  debida;  porque  Dios  no  es  el 
ser  que  en  la  línea  de  los  seres 
los  tiene  a  todos  debajo  áe  sí  a 
título  de  superior,  sino  quw  po- 
see im  ser  aparte  y  por  sí,  flor 
de  todas  laá  naturalezas,  ma- 
nantial de  todas  las  esencias, 
nata  de  todas  las  hermosura?, 
idea  y  gala  de  todo.-?  los  seres 
<-riados  y  por  criar.  El  adj.  sm- 
premo  vale  tanto  como  lo  pri- 
mero en  grado  o  dignidad,  lo 
más  sobresaliente  en  su  género: 
por  esta  razón  no  se  ajusta  bien 
con  la  esencia  de  Dios,  que  sale 
de  la  línea  de  los  demás  sere«.'' 
En  seguida  cita  un  pasaje  del 
Maestro  Alejo  Venegas  en  que 
llamó  a  Dios  cuatro  veces  el 
Sumo  Ser;  agrega  que  nunca 
los  clásicos  españoles  usaron  i«, 
expresión  Ser  Supremo  y  que 
mejor  podemos  con-egirla  por 
Ser  Soberano. —  Muchos  acentú- 
an la  voz  ser  cuando  es  s.,  para 
diferenciarla  del  v.  ser;  puro  la 
Academia  no  lo  enseña  ni  lo 
practica  así. 

Ser,  V.  Es  uso  chileno  supri- 
mirle a  este  v.  el  predicado  cuan- 
do es  significativo  de  vicio,  falta 
o  defecto.  La  .supresión  es  como 
un  acto  de  cortesía  para  no 
ofender  al  interlocutor.  "Te  cas- 
tigo para  que  no  seas.  .  ."  (ton- 
to, bruto,  descuidado,  perezoso). 
Es  uso  semejante  al  del  r.  ha- 
cerse: "¿Para  qué  te  haces?" 
(el  tonto,  el  disimulado).  Véa- 
se Hacer. —  Conviene  repetir 
hasta  el  cansancio  la  diferencia 
de  significado  entre  ser  y    estar. 


pues  muchas  lenguas  confunden 
en  uno  solo  ambos  verbos  y  a 
esa  misma  confusión  quisieran 
arrastrar  la  castellana  los  que 
no  la  tienen  como  lengua  nati- 
va. Ser  significa  la  esencia  o 
existencia,  y  estar,  la  actualidad, 
situación  o  estado:  Soy  hombre, 
estoy  enfermo.  Pedro  es  triste, 
si  lo  es  por  carácter  y  habitual- 
mente;  Pedro  está  triste,  nó  por- 
que lo  es  de  suyo,  sino  por  cir- 
cunstancias pasajeras.  Con  el 
adj.  contento,  ta,  se  usó  en  cas- 
tellano el  V.  ser  y  nó  estar,  que 
era  el  que  correspondía.  "Y  asi 
fué  contento  el  Oidor  que  su 
hija  se  fuese  con  aquellas  seño- 
ras. .  .  Soy  más  que  contento 
desa  condición."  (Quijote).  En 
el  siglo  de  oro  se  dio  también  al 
V.  ser,  sin  predicado  o  con  él,  el 
significado  de  "existir"  o  de  "es- 
tar," que  se  mira  hoy  como  an- 
ticuado. "Nunca  vuesa  merced 
ha  visto  a  la  señora  Dulcinea, 
y. . .  esta  tal  señora  no  es  en  el 
mundo."  (Quijote,  p.  II,  c. 
XXXII).  "Trató...  con  otro 
lector  que  es  ahora  en  Segovia." 
(Sta.  Teresa.  Relación  IV). 
"Díjole...  que  escribiese  a  ei 
Maestro  Avila,  que  era  vivo, 
una  larga  relación  de  todo." 
(Ibíd.) —  Como  ser.  No  he- 
mos hallado  autoridad  clásica 
que  justifique  este  modismo, 
y,  al  contrario,  tenemos  mu- 
chas en  que  aipareoe  el  v. 
usado  en  tiempos  personales. 
"No  guardamos  unas  cosas  muy 
bajas  de  la  regla,  coino  es  el  si- 
lencio, que  no  nos  ha  de  hacer 
mal."    (Sta.    Teresa,  Camino  de 


248 


SER 


SER 


perfección,  c.  X).  "Si  es  así,  po- 
dré yo  afirmar  que  ha  hecho 
Amor  en  estos  dos  días  dos  de 
los  mayores  milagros,  que  en 
todos  los  de  su  \-ida  ha  hecho: 
como  son  rendir  y  avat^allar  el 
duro  corazón  de  Lenio  y  poner 
en  libertad  el  tan  sujeto  mío."' 
(Censantes,  Galatea,  1.  V). 
"Viendo  aquella  figura  con- 
trahecha, armada  de  armas  tan 
desigualas,  com^  eran  la  bri- 
da, lanza,  adarga  \  coselete.  .  .'' 
(Id.,  Quijote,  p."  I,  c.  II). 
"Siempre  he  estado  y  estoy 
mal  con  estas  gentes,  como 
son  nigramántico.*,  judiciario.s 
y  otros  semejantes."  (Espinel, 
Escudero,  1.  III,  c.  IV).  "Y 
tras  déstas  descenderemos  a  tra- 
tar en  particular  de  los  ani- 
males pequeñuelos,  como  es  la 
hormiga,  el  abeja,  el  araña,  el 
mosquito  y  el  gusano  que  hila 
la  seda."  (Granada,  Símbolo  clt 
la  fe,  p.  I,  c.  XIII).  "Y  téngast' 
presente  que  no  son  sólo  los  ge- 
rundios siendo  y  estando  ioi 
(jue  pueden  concebirse  entre  lo^ 
supuestos  ablativos  absolutos,  si- 
no otros  varios,  como  seritun 
quedando,  hallándose,  pensan- 
do, etc."  (Bello,  Gramática). — 
Con  ser  q-ue.  Es  modismo  casti- 
zo equivalente  a  auniqiie:  "Con 
ser  que  tenía  más  antigüedad, 
le  han  postergado."  "Y  con  ser 
ansí  qu/}  la  noche  es  reparo  de 
los  miembros  cansados .  .  . ,  y 
con  ser  ansí  que  templa  el  aire 
encendido...,  ni  las  plantas,  ni 
los  árlx)les,  ni  las  animales  y 
cuerpos  se  reparan  ansí  con  la 
noche."    (León,    Exposición    de 


Job.,  c.  I^'). — Loquees  yo.  \\'- 
a=«  Lo. —  Se  es.  Véase  Se. — Ser 
de  menester.  Véase  Menester. 
— Somos  dos  y  mandan  tres: 
proverbio  chileno  que  se  usa 
cuando  muchas  personas  a  la 
vez  se  arrogan  la  autoridad. — 
To  soy  el  que.  Véase  Qve,  16." 
— En  la  conjugación  de  este  v. 
cometen  los  seudocult«s  chilenos 
el  error  de  decir  tú  sos,  en  vez 
de  tú  eres.  Mientras  el  vulgo  di- 
ce vos  sois,anlicuado,  ellos,  qu^ 
no  quieren  ussir  el  loa  ni  saben 
conjugar  el  v.,  lo  hacen  nnicho 
peor.  Pero  consuelen.'^,  porque 
así  también  ha  dicho  el  vulgo 
español : 

Hora  juro  a ;non  de  DiosI 

Tus  trobas  e  cantilenas. 
Que  dicen  que  son  ajenas. 

Y  el  dueño  tú  no  lo  sos. 

,;Por  que  sos  tan  tesonero 
Plísate,  ¡ansí  Dios  te  valga! 

Dinie.  dinie  quie'n  tú  SOS, 

Y  endílgame  quien  es  ella. 

Aun()ue  sos  destos  casares. 
De  uquesta  silvestre  encina 


(Juan  de  la  Encina,  Calhinlo.t.    II.  c-ol.  818 

810,  !>00.  007). 

Según  Menéndez  Piílal  (Mor 
nual,  u.°  116),  dicen  también 
tú  sos  en  leonés  occidenkil,  los 
judíos,  andaluces     y  argentinos. 

Serbio,  bia,  adj.  "Natural  de 
Servia.  Ú.  t.  c.  s. — Pertenecien- 
te- a  este  país  de  Europa."  Así 
han  escrito  algunos  este  vocablo, 
pero  el  Dice,  y  el  uso  general  lo 
<'s<ribi>ii  con  v   (servio). 

Serenía,  f.  ant.  Policía  noc- 
turna de  .seguridad.  "No  se  crea 
que,  porque  hablarnos  de  garro- 


SER 


SER 


tes  y  farolitos,  pretendemos  sen- 
tar que  la  capital  del  reino  de 
Chile  carecía  entonces  de  policía 
nocturna  de  seguridad;  porque 
esa  policía  existía,  y  con  el  cu- 
rioso nombre  de  Serenía,  asi  co- 
mo sus  soldados  con  el  de  seríe- 
nos." (Pérez  Rosales,  Recuerdos 
del  pasado,  c.  I). 

Sereno,  m.  Es  voz  castiza  en 
la  acep.  que  tuvo  en  Chile:  ""ca- 
da  uno  de  los  dependientes  mu- 
nicipales encargados  de  rondar 
de  noche  por  las  calles  para  ve- 
lar por  la  seguridad  del  vecin- 
dario y  de  la  propiedad,  avisar 
los  incendios,  etc.  Generabnen- 
te  canta  en  voz  alta  la  hoi"a  y  el 
tienxpo  que  hace."  Véase  Vigi- 
lante. 

Sericultura,  f.  Séricicultwa: 
"industria  que  tiene  por  objeto 
la  producción  de  la  seda."  Dei 
latín  xéncum,  seda,  y  cultura, 
cultivo. 

Serio,  ría,  adj.  Muy  validas 
andan  entre  los  escritores  vulga- 
res las  locuciones  A  lo  serio  y 
En  serio  (Tomar  una  cosa  a  lo 
serio  o  en  serio.  Hablar  en  se- 
rio), las  cuales  nunca  hemos 
visto  en  autores  de  nota,  pero  sí 
en  francés :  Prendre  une  chose  uu 
sérieux;  Je  vous  prie  de  prendre 
cette  affaire  au  sérieuz;  II  ne 
prit  pos  la  recommandafion  au 
sérieux;  frases  que  traducimos 
así:  "Tomar  un  cosa  (o  asunto) 
a  pechos,  o  seriamente  (según  el 
sentido  particular  que  se  le 
quiera  dar)  ;  Te  ruego  que  to- 
mes este  asunto  con  seriedad, 
con  interés,  como  cosa  tuya;  No 
dio  importancia  o  valor  a  la  re- 


comendación, la  tomó  como  en 
broma."'  Bretón  de  los  Herreros 
escribió  en  su  poema  La  Desver- 
güenza (c.  VII)  : 


El  vulgo  que  las  toma  poi-  lo  fej-io 
(Y  cun  el  muchas   gentes  de  alta  cofa) 
Cómplice  se  hace  al  fin  del  gatupeiiu. 


Lo  cual,  por  el  régimen  propio 
del  V.  tomar,  es  más  español  que 
a  lo  serio  y  en  serio,  sin  que 
tampoco  pueda  darse  por  casti- 
zo. Recuérdese  que  Bretón  escri- 
bió esa  obra  (poema  jocoserio, 
como  él  la  llamó)  a  los  dieciséis 
años  de  edad. 

Sermón,  m.  No  hay  sermón 
sin  San  Agustín,  fr.  proverbial 
corriente  en  Chile;  en  su  senti- 
do literal  significa  que  no  hay 
¿ermón  en  que  no  se  cite  a  San 
AgTistín,  y  en  sentido  fig.,  que 
una  persona  es  tan  necesaria,  que 
no  se  puede  prescindir  de  ella; 
algo  corno  el  tuautem  castellano 
(sujeto  que  se  tiene  por  princi- 
pal y  necesario  para  una  rosa; 
cosa  misma  que  se  considera 
precisa).  La  fr.  no  aparece  en  el 
Dice,  pero  Gonzalo  Con-eas  la 
trae  así,  en  forma  de  refrán :  Ni 
pollos  sin  tocino,  ni  sermón  sin 
Agustino. 

Sermoneador,  ra,  adj.  y  ú. 
t.  c.  s.  Que  sermonea  o  repren- 
de, reprensor,  ra.  Puede  acep- 
tarlo el  Dice. 

Seroterapia,  f.  Sueroterapia 
ha  corregido  el  Dice.  (14.^  edi- 
ción) :  "procedimiento  terapéu- 
tico que  consiste  en  inyecciones 
hipodérmicas  de  sueros  medici- 
nales, para  prevenir  o  curar  de- 


250 


SER 


SERR 


terniiiiadacs  afecciones."  Apela- 
mos de  esta  corrección,  porque 
es  contraria  a  la  morfoloo;ía  cas- 
tellana y  al  uso  de  la  gente  edu- 
cada, que  siempre  ha  dicho  y 
dice  seroterapia.  Es  cierto  que  el 
primer  componente  es  en  casie 
llano  suero,  abriendo  o  dipton- 
gando la  e  del  latín  serum;  pe- 
ro también  es  cierto  que  esta& 
aberturas  o  diptongos  vuelven  a 
cerrarse  en  las  voces  derivadas  y 
en  las  compuestas;  por  eso,  de 
cuera  decimos  covacha:  de  cuer- 
no, cornudo:  de  puerco,  porque- 
ría; de  hierro  o  fierro,  ferroca- 
rril, ferroviario,  testaferro:  de 
diente,  denticolo,  dentiforme, 
dentífrico;  de  pierna,  pernera, 
perneta,  perniquebrar,  perni- 
tiierto;  etc.,  etc.  Según  esta  ley. 
no  podeiuos  decir  sueroterapia, 
sino  que  debemos  volver  a  la 
forma  primitiva  de  suero,  que  es 
sero,  del  latín  -^erum.  Los  france- 
ses, que  forman  sus  voces  técni- 
cas sin  variarles  .«u  origen,  dicen 
serumtherapie;  pero  nosotros, 
que  las  amoldamos  al  castellano, 
no  podeiiio^  decir  sino  serotera- 
pia. Sueroterapia  es  una  aberra- 
ción tan  grande  como  lo  sería, 
por  ejemplo,  fierrocarril,  dientí- 
frico,  cuernudo,  testafierro. 

SeRPK.VK        o      SKKl'KNTK.VI!,      ü. 

"Andar  o  moverse  haciendo 
vueltas  y  tornos  como  la  .«erpien- 
te."  Sin  que  lo  diga  el  Dice,  es 
claro  que  ambo.-  verbos  se  usan 
figuradamente  con  sujetos  ina- 
nimados, com.)  ](>  hacen,  por 
ejemplo,  los  poetas  liablando  de 
arroyos  y  aguas  corriente^. 
Skkpkntko,  m.  .\crión  o  efec- 


to de  serpentear-.  "El  arroyo  tor- 
na a  sus  serpenteos  hasta  desem- 
bocar en  el  mar,"  se  lee  en  una- 
Memoria  de  Marina  de  1897. 
"Dejemos  pues  a  un  lado. .  .los 
serpcnteo-'i  cristalinos  de  aquel 
río  a  quien  los  árabes  compara- 
ban en  sus  elegías  con  los  más 
caudalosos  del  Oriente."  (Caste- 
lar.  Murmuraciones  europeas). 
La  voz  está  bien  formada  y  es 
necesaria:  por  lo  cual  hará  bien 
e!  Dice,  en  admitirla. 

Serpentina,  f.  Tira  de  papel 
arrollada  que  en  <lías  de  carna- 
val .-¡e  arrojan  unas  pei-sonas  a 
otras,  teniéndola  sujeta  por  un 
extremo.  Admitido  por  primera 
vez  en  la  14."  edición  del  Dic^.'. 
En  Chile  eran  conocidos  «1 
nombre  y  el  objeto  hüís  oc 
veinte  años  ha. — Los  españoles 
le  i-stán  dando  en  Chile  (no 
sabemos  si  también  en  otras 
partes)  la  acep.  fig.  de  chiste, 
cIia.«carrillo,  como  los  que  se  pu- 
blican en  almanaques  v  i)erió- 
dicu.-. 

Serpiente,  m.  Tratándose  de 
árlinles,  véanse  Sierpe,  con  el 
cual  lo  confunden  algunos. 

Serpol,  m.  Esj^ecie  de  tomillo 
de  tallos  rastreros  y  hojas  pla- 
nas y  obtusas.  Serpol  di<'o  el 
Dice.,  del  latín  serpyllum;  los 
que  lo  proniuician  grave,  se 
fundaron  sin  duda  en  el  griego 
que  dice  ¿s-'AXov,  sin  advertir 
que,  al  pasar  la  voz  al  latín.  u> 
nía  «pie  ser  grave  por  la  doble 
ele. 

Sekk.\oor  o  aserrador,  ni.  El 
que  tiene  i)or  oficio  a.serrar. — 
— 'l'aMil>ién    .se  usan    como  adjs. 


SERR 


SERR 


251 


■de  doíi  termiuaciones:  por  con- 
siguiente, eá  bien  dicho  máqui- 
iia  aserradora. 

Serrar  o  aserrar,  a.,  nó  ase- 
rrear,  como. dice  el  vulgo.  Cortar 
V  dividir  con  sierra  la  madera  u 
otra  cosa. 

Serrín  o  aserrín,  serrad r- 
K.\s  o  ASERR.\.DURAS,  pl.  Conjun- 
to de  partícula*  que  al  aserrar 
la  madera  se  desprenden  de  ella. 

Serruco,  ca,  ad.j.  y  ú.  t.  c.  s. 
Serrano,  na,  o  sen-aniego,  ga.  Ü. 
en  algunas  provincias  del  Sur. 

Serruchar,  a.  Muy  poco  usa- 
do. ^"t•ase  AsERRrcH.\R. 

Serrucho,  m.,  fig.  y  fara.  In.?- 
pector  de  tranM'a.*:  porque,  al 
anotar  las  faltas  de  los  conduc- 
tores y  cobradores,  que  son  fuer- 
temente multadas,  les  causa  an 
dolor  tal  como  .«i  los  aserrara 
con  serrucht,.  La  variedad  y  ca- 
lidad de  los  sobrenombres  que 
se  dan  a  este  empleado,  indican 
que  no  es  nada  simpático  para 
sus  inferiores.  Por  cuanto  los 
acu.-a  o  traiciona,  lo  llaman  Ja- 
las, y  porque  se  toma  la  liber- 
tad de  galanteai'  a  las  cobrado- 
ras, zancudo.  V^éase  lo  que  dijo 
la  revista  Zig-zag  (n.°  607),  en 
un  art.  que  publicó  sobre  esto: 
"Tiene  un  raro  argot  para  seña- 
larlos: a  los  que  llevan  tres  ga- 
lones en  la  gorra  que  les  cubre 
el  testuz,  los  llaman  los  Judas 
terribles ;  a  los  que  llevan  uno 
solo,  los  serruchos  chicos.  Y  ¿có- 
mo dirán  ustede-  que  las  infeli- 
ces e  indefensas  cobradonis  lla- 
man al  señor  Brandalá,  gerentt 
de  la  Compañía  Alemana  de 
Tracción  Eléctrica?    Pues,  al  se- 


ñor Brandalá  lo  llamají  El  Gran 
Serrucho.  La  traducción  es  cla- 
ra: serruchos,  porque  les  cortan 
la  miseria  que  ganan;  Judas> 
por  traidores  y  malvados;  y 
Gran  Serrucho,  jwrque  es  el  se- 
ñor Brandalá  el  jefe  de  todos." 
— Baile  serio  de  salón.  Se  baila 
entre  varias  parejas  que  recorren 
diagonalmente  la  sala,  con  pa.so 
ligero  y  formando  valias  figu- 
ras. Ya  muy  poco  o  nada  se  usa 
y  no  se  le  oye  nombrai-.  Se  lla- 
mó así.  porque  el  paso  y  las  fi.gu- 
ras  imitan  el  corte  y  los  dientes 
del  .'ierriicJto. —  Hacer  serrucho 
con  una  cosa.  Es  fr.  fig.  que  se 
usa  en  el  Perú,  a  juzgar  por  este 
te.^to  de  Ricardo  Palma:  "El  za- 
marro encargado  de  repartirlas 
I  ciertas  medallas  condecorati- 
vas]  entre  los  leales,  se  había 
pro]>uesto  hacer  serrucho  con 
ellas,  traicionando  el  propósito 
del  monarca."  (Tradiciones  pe- 
rrwnas,  t.  II,  pág.  360).  El  sig- 
nificado que  se  deduce  del  con- 
texto es:  robárselas,  quedarse 
con  ellas,  hacer  de  ellas  cierro  o 
cierre  (para  explicar  el  uso  de 
la  voz  serrucho). — Del  serrucho 
dice  esto  solo  el  Dice:  "sierra 
de  hoja  ancha  y  regularmente 
con  .sólo  una  manija."  Y  en  Car- 
pintería los  hay  de  varias  clames: 
serrucho  ancho,  de  punta,  de 
costilla,  moldurero  o  fino.  En  el 
art.  Sierra  vienen  a  aparecer  la 
sierra  de  punta  (sei-rucho  de  ho- 
ja estrecha  y  puntiaguda,  que 
sirve  para  hacer  calados  y  otras 
laliore-*  delicadas)  y  sierra  de 
trasdós  (.serrucho  de  hoja  rec- 
tangular y  muy  delgada,  refor- 


SER 


SER 


zada  en  el  lomo  con  una  pieza 
de  hierro  o  latón,  que  sir\-e  para 
hacer  hendeduras  mu}»^  finas). 
Pues,  si  el  mismo  Dice,  los  defi- 
ne con  el,  nombre  de  serrucho, 
no  son  sierras;  y,  si  son  de  hoja 
estrecha  y  muy  delgada,  está 
mala  la  definición  general  de 
serrucho.  La  contradicción  está 
patente. 

Serum,  m.  Así  es  en  latín,  y 
en  esa  misma  forma  lo  han  to- 
mado algunas  lenguas  moder- 
nas, como  la  francesa  e  inglesa; 
pero  la  castellana,  que  respeta 
más  sus  propias  formas,  \aene 
diciendo  desde  antiguo  suero. 
Su  significado  es:  "parte  líquida 
de  la  sangre,  del  quilo  o  de  la 
linfa,  que  se  separa  del  coágulo 
de  estos  humores,  fuera  del  or- 
ganismo." El  .nt-ero  medicinal, 
que  es  llamado  serum  por  la* 
científica?,  es  "disolución  en 
agua  de  ciertas  .sales,  o  el  que  se 
obtiene  de  las  animales  y  se  em- 
plea en  inyecciones  hipodórmi- 
cas."  Véase  Seroterapia. 

Servatis  servandis,  locución 
latina.  Significa  literalmente: 
"obser\-ándose  lo  que  debe  ob- 
sen'arse."  Por  lo  usada  y  conoci- 
da que  es,  debe  admitirla  el 
Dice,  como  admitió  la  otra  tan 
parecida  Mufatis  mutandis. 

Servicio,  m.  Es  galicana  la 
acep.  litúrgica  que  se  est;í  dando 
en  Chile  a  este  voí-ablo.  de  po- 
cos años  a  esta  parte.  Casas  ex- 
tian jeras  y  lectores  de  obras  y 
periódicos  franceses  son  los  que 
hablan  de  hacer  im  servicio  fú  - 
nebre  a  un  difunto  (exei¡uia.^, 
funerales,  honra.^),  de  establecer 


un  servicio  religioso  en  tal  o 
cual  parte  (capilla  u  oratorio 
para  que  se  diga  misa ;  o  capellor 
nía,  si  ya  hay  oratorio  o  capilla; 
trabajo  o  ministerio  eclesiásti- 
co). Los  diarios,  que  están  a  la 
pesca  de  novedades,  se  saborean 
también  con  todos  estos  servi- 
cios en  anuncios  y  en  descrip- 
ciones de  gacetilla.  Para  que  no 
se  nos  crea  sobre  nuestra  palabra 
solamente,  hable  por  nosotros  el 
Dice,  de  la  Academia  Francesa. 
"Service,  en  términos  de  Litur- 
gia, se  dice  de  la  celebración  so- 
lemne del  oficio  di\'ino,  de  la 
misa,  y  de  todas  las  oracionee» 
públicas  que  se  hacen  en  la 
Iglesia.  .  .  Se  dice  también  de 
las  mL=as  cantadas  y  de  las  ora- 
cioneí!  públicas  que  se  hacen  po^ 
un  difunto...  Service  du  bout 
de  tan  (aniversario,  cabo  de 
año),  servicio  (oficio)  que  se 
celebra  por  una  persona  en  el 
primer  aniversario  de  su  falle- 
cimiento." Nada  de  esto  es  caste- 
llano.— Servicio  de  mesa,  de  té. 
Es  bien  dicho,  porque  una  de 
las  aceps.  de  servicio  es:  "con- 
junto de  vajilla  y  otras  cosas, 
para  servir  la  comida,  el  calé,  el 
té,  etc."  Pero  téngase  también 
presente  esta  acep.  de  la  voz  al- 
muerzo: "juego  de  cafetera,  le- 
cliera,  azucaiero  y  tazas,  o  de 
otras  de  las  piezas  de  vajilla  em- 
pleadas en  los  alnuierzos." —  Es 
acep.  castiza  la  de  "conjunto 
de  viandas  que  se  ponen  a  un 
mismo  tiempo  en  la  mesa;"  lo 
que  también  .se  llama  cubierto, 
m. — Otra  mala  acep.  deservicio 
que  está  cundiendo    aliora  es  la 


SER 


SER 


253 


de  coito  o  ayuntamiento  en  loá 
iionibres,  de  cópula  o  monta  en 
los  animales. —  Servicio  de  una 
deuda  es  el  pago  periódico  de 
sus  intereses  con  amortización 
paulatina  del  capital  o  sin  ella. 
Aunque  el  Dice,  no  registra  esta 
ac«p.,  y  aunque  procede  del 
francés,  por  ser  de  uso  general  y 
estar  confox'me  con  el  significa- 
do fundamental  del  s.  servicio, 
merece  admitirse. 

Servido,  da,  adj.,  part.  de  ser- 
vir. Eufemismo  de  ebrio,  borra- 
cho, usado  por  algunos;  poi 
cuanto  le  han  servido  o  se  ha 
servido  él  demasiado  licor. — 
Una  ordenanza  de  policía  de 
Concepción  prohibió  que  se  arro- 
jaran a  la  calle  aguas  servidas  o 
que  se  permitiera  su  salida  por 
los  zaguanes  destinados  al  cuiso 
de  las  aguas  lluvias.  Esas  aguas 
servidas,  que  por  cierto  no  son 
de  olor,  no  pueden  ser  otra-  que 
las  que  tienen  relación  con  el 
serv'icio  doméstico  y  con  servicio 
y  servidor  en  la  acep.  de  "vaso 
que  .sirve  para  excrementos  ma- 
yores." En  español  se  dice  aguas 
sucias,  y  agu/xs  menores  y  ma- 
yores; pero  aguas  servidas,  en 
ningún  caso :  a  lo  .sumo  serían 
aguas  xbsadas.  Un  diario  santia- 
guino  volvió  también,  hac«  po- 
co, con  la  majadería  de  las  aguas 
servidas.  Señores  Directores  de 
diarios:  .sír\'anse  vuestras  merce- 
des ordenar  que  sus  redactores, 
desde  el  primero  hasta  el  últi- 
mo, estudien  mejor  el  castellano 
y  los  otros  idiomas  de  que  tra- 
ducen, o  por  lo  menos  múlten- 
los por    cada  gazapatón  que    co- 


metan. De  otra  manera,  camina- 
mos hacia  la  jerigonza. 

Servilleta,  f.  La  define  el 
Dice:  "paño  de  lienzo  o  algo- 
dón que  sin'e  en  la  mesa  para 
limpieza  y  aseo  de  cada  perso- 
na." ¿Por  qué  limitarse  al 
lienzo  y  algodón,  cuando  tam- 
bién pueden  hacerse  servilletas 
de  otras  telas,  fina?  y  ordinarias, 
de  lana,  ide  seda  y  de  otras  ma- 
terias?— El  conjunto  de  mante- 
les y  servilletas  de  una  casa  se 
llama  en  castellano  mantelería., 
y  bueno  será  popularizar  aquí 
este  nombre. — •  Muchos  chilenos 
llaman  servilleta  el  paño  que, 
puesto  al  cuello,  cubre  el  pecho 
del  que  se  afeita  o  peina;  no 
tiene  nombre  especial,  sino  los 
generales  de  paño,  toalla  o  toba- 
lla, o  el  dim.  toalleta,  toballeta, 
tobellefa.  No  se  confunda  con  el 
peinador,  que  es:  "toalla  o  lien- 
zo con  tirilla  ajustada,  que, 
puesto  al  cuello,  cubre  el  cuerpo 
del  que  se  peina  o  afeita." 

Servilletero,  m.  Aro  en 
que  se  pone  arrollada  la  servi- 
lleta. Admitido  desde  la  13.* 
edición. 

Servir,  n.,  a.  y  r.  Malamente 
se  le  pone  en  Chile  la  prep.  con 
en  frases  como  éstas:  "¿Con 
qué  quiere  Ud.  que  le  sirva? 
¿Le  sirvo  con  un  biftec?  Sírva- 
me con  un  vaso  de  vino."  Ese 
con  está  de  más,  porque  el  v. 
en  esta  acep.  es  a.  o  transitivo  y 
pide  acusativo.  Pide  con  en 
otras  aceps.  y  especialmente  tra- 
táiulo.-^  de  obsequios  y  senácios: 
"Sirvo  al  rey  con  armas  y  caba- 
llo: Servir  a  s\i  dama  con    alma 


254 


SES 


SES 


y  vida." — En  la  acep.  v.  dt 
■'querer  o  tener  a  bien  hacer  al- 
guna cosa,''  regía  antes  comple- 
mento con  de:  "Vuesa  mercad 
sea  servido  de  mostrarnos .  .  . 
Quiero  rogar  a  estos  señore-s 
guardianes  y  comisario  sean 
servidos  de  desataros.  . .  Los  dí- 
as que  el  cielo  fuere  servido  de 
darme  vida..."  (Quijote).  E?- 
ta  prep.  puede  darse  ya  por  an- 
ticuada. Véase  De,  1.° —  Tra- 
tándose de  la  reproducción  de 
animales,  han  dado  algunos  al 
V.  servir  la  acep.  de  "cubrir, 
niuntar."  que  no  hemos  visto  en 
los  diccionarios  ni  en  otros  amo- 
res.—  La  acep.  de  servir  utia 
deuda,  un  préstamo  o  emprésti- 
to, los  intereses  de  una  hipoteca- 
etc.,  en  el  sentido  de  pagarlos 
periódicamente,  con  o  sin  amm- 
tización  del  capital,  es  tonnida 
del  francés.  i>ero  no  vemos  in- 
conveniente para  que  se  use 
también  en  castellano,  pues  es- 
tá fiuidada  en  el  significado  ge-- 
neral  del  v.  servir. 

Servita,  m.  Indi%-iduo  del 
instituto  religioso  que  se  deno- 
mina de  los  Sienos  de  María  o 
Sen'itas  y  que  tiene  como  de\'0- 
ción  principal  la  de  los  Dolores 
de  la  mi.sma  Madre  de  Dia«. — f. 
Religifisa  de  este  mismo  ins- 
tituto para  mujeres. —  Es  voz 
que  falta  en  el  Dice,  del  <ual 
no  sal>emos  ix>r  qué  ha  desapa- 
re<'ido.  cuando  ya  en  su  tiempo 
la  incluía  el  de  .Vutoridados. 

Sesen-tóx,  \.\,  ad.j.  y  ú.  t.  c.  s. 
Es  igual  a  sexagenario,  rin. 

Sesgo,  m.  Véase  Sejo. —  La 
acep.  fig.  os  '"coi-to  o  nn^lio    U'Y- 


mino  que  se  toma  en  loe  nego- 
cios dudosos.''  y  nó  la  general 
de  "curso  o  rumbo  que  toma  un 
negocio,"  que  le  atribuyó  Salva. 

Sésil,  adj.  Término  de  Botá- 
nica sinónimo  de  sentado,  da: 
■'nplícase  a  las  ñores,  hojas  y  de- 
más partes  de  la  planta  que  ca- 
recen de  piececillo.'"  Así  pro- 
nunciamas  y  escribimos  en  Chi- 
le est«  vocablo,  j>ero  el  Dice.  lo 
hace  agudo  (sésil).  Cuervo  re- 
suelví  inagistralmente  la  cues- 
tión en  e-^tas  terminas:  "Cum- 
)>le  advertir  que  la  terminación 
latina  ilis  tiene  la  /  primera  bre- 
\e  cuando  se  aplica  a  una  raíz 
verbal  pura  o  a  la  de  un  partici- 
pio, y,  por  consiguiente,  las  vo- 
ce.-<  castellana^  correspondientes 
son  graves:  así  tenemos  ágilis, 
dócilis,  fácilis,  frágiUs.  liáhilis, 
núbilis.  .  .,  dúctilis,  f¡ct¡l¡.>i,  ftéxi- 
lis,  aqu-átilis,  umbrátilis,  versá- 
filix,  voMtili.'i.  .  .  Segiin  esto, 
habría  de  pronunciarse,  sésii, 
textil,  prehensil,  a  pesar  de  que 
la  .\cadeniia  hace  agudos  lo<= 
dos  primeros.  Estos  ad.js.  dena 
tan  acción  o  pa.«ión.  a  diferen- 
cia de  los  otros  coi  ilis  (con  i 
larga)  que  .«e  forman  de  nom- 
l)res  y  significan  cualidad  o  con- 
dición:  rivilis,  (ahriUií.  fel>rilií<> 
grtitilis,  hostil¡.'<,  /imv'»/7).v,  s-')ti- 
lis,  rlrlUs." 

Sesionar,  n.  Celebrar  .■<e--^ión  o 
sesiones  un  cuerpo  colegiado. 
Muy  usado  en  el  lenguaje  mo- 
derno, ]H>ro  nó  i>or  escritorc.-'  de 
primera  fila.  No  lo  admite  ei 
Dice.  Véa.se  .Xxkxmonak.  admi- 
tido en  la  última  edición. 

Si:sTKAl>KI!n,       SESTERO     n     «ES- 


SET 


SET 


255 


TIL.    m.  Lugar   donde   sestea    el 
ganado. 

Sestiar,  n.  Sestear. 

Sesto,  ta,  adj.  Sextu,  ta,  fon- 
forme  a  -u  etimología  latina. — 
Falta  en  el  Dice,  laacep.  fam.c. 
s.  m.,  de  sexto  mandamiento  de 
la  ley  de  Dios."  "Pecados  contra 
el  sexto;  El  que  no  falta  al  sexto 
lleva  mucho  adelantado." — Ces- 
to es  c-esta  o  canasta  grande  y 
una  ¡unnadura  de  la  mano  usti- 
da  ]iiir  lo.s  antiguos  atleta?. 

Sestuplicación,  sestuplicar, 
séstuplo,  pía.  Todos  se  escriben 
con  .'■.  como  sexto,  del  cual  se 
derivan. 

Setenario,  m.  El  Dice,  de^;de 
su  13.^  edición  admite  .-olamen- 
te  septenario:  "tiempo  de  siete 
días;  tiempo  de  siete  días  que  se 
dedican  a  la  devoción  y  culto 
de  Dios  y  de  sus  santos  para  al- 
canzar una  gracia  por  su  inter- 
cesión, o  para  celebrarlos  o  so- 
leiunizar  .su  culto." 

Setenta,  ni.  pl.  Nombre  con 
que  se  designa  a  los  72  intérpre- 
tes judíos  que  a  nombre  de  la 
sinagoga  y  a  petición  de  Tolo- 
meo  Filadelfo  tradujeron  del 
hebreo  al  griego  los  lil.ros  de  la 
Biblia  existentes  hasta  entonces. 
Es  voz  que  no  puede-  dejar  de 
incluir  el  Dice,  y  que  usa  todo 
el  mundo.  "La  versión  de  los 
Setenta;  Como  intei-pi"etan  los 
Setenta."  Sin  nombrar  a  loe  tra- 
ductores y  comentadores  de  la 
I'iblia.  citemos  .solamente  a  Fr. 
Luis  de  Granada:  "E.sto  e,s  lo 
que  con  nmcha  razón  encaresce 
el  profeta  Lsaías  por  aquellas 
palabras  que,  segiin  la  traslación 
de   los  Setenta,     dicen     así..." 


(De  la  oración  </  con.^id..  p.  I,  c. 
IX,  g  XLI). 

Setextóx,  xa.  adj.  yú.  t.  c.  .s. 
Es  igual  a  septuagenario,  ria. 

Setentrión,  m.,  Setentrional, 
adj.  .Según  el  iiltimo  Dice.  (14.*^ 
edición),  septentrión  y  S'pten- 
t  rio  nal. 

Setiembre,  ni.  Lo  admite  el 
Dice,  en  el  Suplemento.  En  la 
12.^  edición  decía  también  de 
las  dos  maneras:  Septiembre  y 
Seticmlirc. 

Sétimo,  ma,  adj.  Séptimo, 
nía,  es  más  conforme  con  su  eti- 
mología, pero  sétimo  está  acep- 
tado en  el  Suplemento  del  Dice, 
.^sí  interpretamos  el  sépimo 
que  ahí  se  lee,  atribuyéndolo  a 
errata. —  Séptimo  Severo  ^10 
dicen  algunos,  es  Septimio  Se- 
vero. 

Setim,  ni.  "E.specie  de  made- 
ra preciosa  e  incorruptible,  de 
que  Moisés  hizo  construir  el  ar- 
ca, el  tabernáculo,  etc."  (Marty 
Caliallero).  El  nombre  es  muy 
usado  en  historias  sagradas  y 
en  obras  que  tratan  de  estos 
mismos  asuntos:  j^iero  no  lo  da 
el  Dice.  En  el  de  la  Biblia,  de 
Vigouroux,  leemos:  "Sittvni,  ár- 
bol de  la  familia  de  las  Mimo- 
seas, tribu  de  las  Acacias.  La 
^''ulgata  consen-ó  de  ordinario 
el  nombre  hebreo  en  su  traduc- 
ción, "madera  de  setim,"  ligna 
setim,  Éxodo,  XXV,  5,  etc.;  los 
Setenta  lo  tradujeron  por  "ma- 
dera incorruptible,"  sOaov  oíistttov 
.  .  .  La  acacia  de  que  habla  la 
Escritura  es  una  acacáa  propia- 
mente dicha,  que  crece  en  toda 
la  península  del  Sinaí.  .  .  1^ 
conocida  con  el  nombre  de  acá- 


256 


SEV 


SHA 


cía  seyal ...  El  nombre  hebreo 
de  la  acacia  seyal,  sittlm,  singu- 
lar sittáh,  es  contracción  de 
sitáh,  sint,  tomado  probable- 
mente del  egipcio  sent.'" 

Seudo,  adj.  "Supuesto,  falso. 
Empléale  únicamente  con  esta 
teruiinucióii  precediendo  a  sus- 
tantivos masculinos  o  femeninas 
o  como  primer  elemento  de  vo- 
ces técnicas  compuestas."  Como 
ej.  se  pone  seudo  f rojeta,  sc'U- 
do  membrana,  seudohidropesía." 
Seudónimo  es  el  único  que  ha 
merecido  en  el  Dice,  artículo 
aparte.  Hacemos  aquí  la  misma 
observación  que  en  Semi  y  de- 
más partículas  componentes,  es- 
to es,  que  debe  ampliarse  y  ge- 
neralizarse más  la  definición, 
para  que  se  vea  claro  que  estas 
medias  voces  son  riqueza  ael 
idioma  y  pueden  formar  nui- 
chas  otras  palabras.  Así,  con 
seudo,  V.  gr.,  han  formado  bue- 
nos autores  seiuloclasicismo,  seu- 
doclásico,  seitdofilósofo,  seuct'o- 
humanista,  seudoparaiso,  sevdo- 
sab'to,  etc.,  etc. 

SEmoxiMAR,  a.  Poner  o  usar 
seudónimo.  Ú.  t.  c.  r.  Es  v.  bien 
formado  y  necesario,  que  bien 
puede  admitir  la  Academia. 
Véase  PsEí  donim.vk. 

Seviche,  an.  Manjar  de  ma- 
ri><(i  o  do  pescado  crudo  con  ju- 
go do  limón  o  casa  parecirla.  Ú. 
en  las  provincias  del  Norte, 
por  .'ícr  de  procedencia  peruana. 
"La  dueña  de  la  casa  so  aiwire- 
ció  con... un  sevichito  do  pas- 
cado cbilcaiui  con  naranja 
agria."  (Ricardo  Palma.  Trndi- 
cioncs  peru/inn.9,  t.  II.  pág.  101). 


— Puede  venir  del  inglés  shell- 
fish,  pez  de  concha  o  testa cee, 
con  pronunciación  estropeada 
por  el  vulgo.  En  las  obra^  de 
Álvarez  de  Vülasandino  halla- 
mos la  voz  sei'ec/ía  que  no  apare- 
ce en  los  diccionarios  y  que  pue- 
de también  tener  relación  con  el 
seviche.  He  aquí  el  texto: 

Quien  fuera  me  deja  con  los  cocineros, 
Asaz  me  conturba,  e  asaz  me  coecha, 
Pues  ya  van  diciendo   los  acemileros: 
Este  viejo  triste  tornado  es  seuecha, 
£  ya  bien  paresce  que  el  rey  lo  desecha. 


(Foulch^Delbosc,   Cartcit 
-Yl',  t.  II,  pág.  419(1). 


cail.  ilrl   tiglo 


Sexágon-0,  xa,  adj.  y  ú.  t.  o. 
£.  ni.  El  Dice,  admite  solamente 
sexáiígulo  y  hexágono  o  heián- 
guio:  "aplícase  al  polígono  de 
seis  angulas  y  .<eis  lados."'  1\á  ra- 
ro que  con  el  griego  ¿I  admita 
las  dos  formas  y  con  el  latín  sex 
una  sola.  Don  Modesto  Lafuente 
dijo  .sin  e«-rúpulo:  "[La  cárcel 
do  los  muchachos  en  PíU"Ís]  es 
un  sexágono  regular,  en  cada 
uno  de  cuyos  ángulos  iguales 
descuella  una  torre  cuadrada." 
(  Viajes  de  Fray  Geruiulio,  i.  I. 
pág.  379). 

Sextercio,  m.  Sestercio,  con  s, 
piir(¡uo  en  latín  no  es  compuestD 
lie  sex,  sino  de  semú  y  tertiu.i. 
Significa:  "moneda  de  plata  de 
los  romanos  que  valía  dos  a.'=es  y 
n  eilio." 

Sextillón".  iu.  Véase  Cvatri- 

LLÓX. 

Sha,  m.  (Otros  c,*cribcn  shlth 
II  cli'ih).  Nombre  del  Soberano 
(lo  IVrsia  y  quo  en  su  lengua 
.~ignificu  protector.  Do    él  os  for- 


SI 


SI 


Diado  el  nombre  pashá  o  paxá, 
título  superior  de  la  jerai-quía 
civil  y  militar  turca,  del  persa 
paxah,  pie  del  Xah;  en  castella- 
no, bajá.  "Del  mismo  modo  que 
me  hice  contador,  me  hice  sai- 
netero, como  me  pude  hacer 
Pa^há  de  Persia."  (La  Unión, 
de  Santiago).  Sofí  es  el  "título 
de  dignidad  con  que  antigua- 
mente se  denominaba  a  los  so- 
beranos de  Persia,"  y  así  lo  Wr 
mos  usado  en  El  Cortesano  de 
Castiglione  traducido  por  Bos- 
cán  (1.  III,  c.  I)  y  hasta  en  las 
Cartas  del  P.  Isla:  "Éste  ha  de 
ser  tu  negocio;  los  demás,  mi- 
rarlos como  si  fueran  del  Sufi  de 
Persia."  (Carta  XC).  Tenemos 
pufts  varias  maneras  de  escribir 
este  nombre:  shah,  como  los  in- 
gleses; chah,  como  los  franceses; 
y  xah,  para  el  Dice.  (Artículos 
Bajá  y  .Jaque).  Dejémoslas  to- 
das, porque  no  se  conforman 
con  la  ortografía  castellana,  y 
escribamos  lisa  y  llanamente 
cha,  si  es  que  hemos  de  nombrar 
al  soberano  de  Persia  con  el 
nombre  moderno  que  todos  le 
dan  y  nó  con  el  antiguo  de  so/¿ 
ni  con  el  de  sultán  o  soldán  que 
le  daban  los  libros  de  caballería. 
Abra  pues  el  Dic<'.  artículo  es- 
pecial para  el  Cha  de  Persia. 

Sí,  pron.  Siendo  como  es  de 
tercera  persona,  es  evidente  qu(s 
no  debe  usarse  en  proposiciones 
cuyo  sujeto  es  de  primera  o  se- 
gunda. "Volví  en  sí;  Es  necesa- 
rio que  vuelvas  en  sí;  Me  acuso 
de  los  pecadora  cometidos  consigo 
mismo ;  VA  medio  pelo  me  pone 
fuera  de  sí."  Esto  se  dice,  y  has- 

Dicn.  de  Chil..  t.  V. 


ta  se  publica  en  artículos  litera- 
rios. ¿Será  necesario  corregir  es- 
tos gazapatones  como  en  las  com- 
posiciones de  gramática?  Hagá- 
maslo  en  bien  de  los  que  no  co- 
nocen ni  tratan  a  esta  señora: 
"Me  volvió  el  juicio,  reflexioné; 
Es  necesario  que  seas  juicioso; 
Me  acuso  de  los  pecados  cometi- 
dos conmigo  rais^mo;  El  medio 
pelo  me  saca  fuera  de  mí,  de 
quicio,  de  tino,  de  mis  casillas." 
En  las  dos  primeras  proposicio- 
nes puede  decii-se  también :  Vol- 
ví en  mí.  Vuelvas  en  ti,  siguien- 
do a  Th'so  de  Molina,  que  dijo: 
Volví  en  mí,  Volved  en  vos,  y  al 
Duque  de  Rivas,  que  dijo :  En  ti 
vuelve,  señor.  Santa  Teresa  dijo 
también:  Yo  nunca  acabo  de 
volver  en  mí  y  Tomé  en  mi. — 
Muy  común  es,  en  los  que  mane- 
jan libros  franceses,  usar  en  vez 
de  este  pronombre  el  personal  él, 
ella,  ellos,  ellas.  Es  una  de  las  de- 
licadezas del  castellano  y  debe 
tratarse  con  gran  cuidado :  el  pro- 
nombre personal  él  se  usa  con 
tercera  persona  cuando  la  acción 
no  vuelve  a  ella ;  si  vuelve,  se  usa 
el  reflexivo  se,  sí.  Veámoslo  más 
claro  en  algunos  ejemplos:  "La 
Madre  misma  escribe  estas  pala- 
bras de  sí;  Allegaba  a  sí  y  cauti- 
vaba cuantos  corazones  trataba; 
Una  flaqueza  que  él  tuvo  rendi- 
da a  ot  muchas  veces ;  El  alma  de 
esta  santa  mujer  que  tenía  Dios 
con  particular  señal  para  Sí  seña- 
lada ;  Trataban  entre  sí  los  dos 
reñida  y  sangrienta  pelea ;  El 
amor  que  la  tenía  no  le  consen- 
tía apartarla  de  sí;  Guardaba, 
en  cuanto  era  en  sí,   las   honras 


258 


SI 


SI 


de  todas;  Eran  hechos  para  tra- 
tar  y    atraer  a  sí  todos   cuantos 
trataban;    Trataban  ellos  dos   el 
negocio  entre  »í;  Enseñóle  a  qui- 
tar de  si  todo  lo  demasiado  y  su- 
perfluo;  Comenzó  a  tener   como 
ajenas  y  extrañas  de  sí  todas  las 
cosas  que  no  eran  Dios  o  no  ca- 
minaban a  Él ;   En  medio  de  la 
conversación    de    las  monjas   la 
retiraba    súbitamente    hacia    iS'í; 
Estando  en  ora<^ión,  sintió  cabe 
sí   a    Nuestro   Señor   Jesucristo; 
Mirando  siempre    por  sí,    prose- 
guía su  camino  segura;  Comenzó 
a     tratar   consigo    misma   cómo 
podría  hacer  una  casilla  pobre." 
Todo   esto   es  de  un  solo   autor, 
Fr.  Luis  de  León,  en  la  Vida  de 
Santa  Teresa  de  Jesús,  que  ape- 
nas dejó  empezada.  "Se   publica 
haber  la  deleitosa  cítara  de  Ur- 
feo   atraído   a  si   fieras,   piedras, 
plantas  y  ríos;  Debe...   admitir 
el  cuidado   de  otro   al   ])aso  que 
i-econociere   en   sí   fuerzas;     Lu- 
chase siempre  allí   con  perpetua 
esclavitud,   viviendo  nó  para   sí, 
sino  para  otros."   (Suárez  de  Fi- 
gueroa,     El     Pasajero).    Véanse 
ahora  algunos  casos  de  él:  "Tra- 
tan [las  criados]  entre  ellos  vilí- 
simamente  a  los  amos  de  necios, 
de  locos,  de  arrogantes."  (Il/id.) 
Entre  si  habría  dado  otro   senti- 
do. "Era  tiaquísimo  de  inemoria 
y  grandemente    inclinado  a  dar 
cuenta  de  las  cosas  notables  que 
habían  pa.sado    por  él.'    (Ihid.) 
y.n  estas  frases   se  verá  mejor   la 
diferencia:    "Dios   se    llamó  Él 
mismo    Yo   soy    el    que   soy, '  y 
"Dios  se  llamó  a  Sí   mismo.  . ." 
"Llevaiíin    ;il    criado    con  ellos; 


Llevaron  consigo  al  criado." 
"Los  indios  tlijeron  que  los  cris- 
tianos em]>ezaron  a  tener  pen- 
dencias y  discordias  entre  si." 
Así  el  traductor  de  la  Historia 
de  Colón  escrita  por  Don  Fer- 
nando Colón ;  si  hubiera  dicho 
entre  ellos  no  habría  sido  tan 
propio.  Y  al  contrario  en  otro 
pasaje:  "Entonces  no  comían 
nada  de  Castilla,  ni  bebían  vino, 
ni  tenían  carne,.  .  .  de  modo 
que. . .  murmuraban  entre  ellos." 
Si  hubiera  dicho  entre  si,  el  sen- 
tido habría  sido  ambiguo,  por- 
que este  complemento  significa 
también  dentro  de  sí.  en  el  in- 
terior de  cada  uno. —  Véase  En- 
simismarse. 

Si,  conj.  Ni  en  la  Gramát.  ni 
en  el  Dice,  trata  la  Academia  de 
un  .Sí  muy  castizo  equivalente  a 
la  conj.  adversativa  sino. 

Miis,  si  no  quieres  que  muera, 
•Sí  que  viva  con  (iuKir. 
Contento  es  tu  serviilor 
En  vivir  de  la  manera 
Que  Tii  ordenares,  Sefior. 

I  Kl Jiiiaiuienlo  (Ir  Jtiiiih.  Culectiiin  Riiuamt' 
t.  I.  pág.  210). 

Si  el  sueño  no  me  acordáis, 
Sospechoso  hahre'  quedado, 
Y  creeré'  que  en  vuestra  glos:i 
Que  no  habéis  acertiido. 
Si  que  habéis  imaginado 
Ksa  respuesta  engafiosa. 

(/;'/  fiieiifi  lie  .Yaiiao.í'<)io.'or,  IbiM..   piíg. '.Ti"). 

"Sujdicadle  [al  Señor]  (|ue  os 
vista  y  atavíe  <ie  la  ropa  de  sus 
cutianas,  que  otro  si  Él  no  os 
puede  dar  mejor  joya  para  liion 
parecer."  {UU>.  Avila,  Ciirin  a 
lina    iiiinijii).    Se    lo    agradeceré 


SI 


SI 


259 


infinito,  nú  para  ver  íu  letra,  si 
para  preguntar  a  persona  de  mi 
obligación."  (Bto.  Cádiz,  Carta 
4  Marzo  1794).  "Después  de 
Dios,  otro  reparo  »i  el  suyo  [el 
de  Amadís]  no  tenían."  (Ama- 
dís  de  Gaula,  citado  por  Bello). 
Algunos  confunden  e.ste  si  con 
el  adv.  de  afirmación  sí,  y  por 
eso  lo  escriben  con  acento:  "Las 
ánimas  de  los  bienaventurados 
tomarán  en  la  resurrección  sus 
cuerpos,  nó  para  pesadumbre,  si 
para  ornamento  de  la  persona." 
(Alejo  Venegas,  Agonía,  Decla- 
ración de  las  sentencias,  c.  V). 
"La  cual  muerte,  nó  a  los  hom- 
bres ordinarios,  vulgares  y  bala- 
díes,  sino  a  los  jayanes  de  popa, 
sí  a  los  gigantazos  y  hombres 
endiosados,  si  a  los  príncipes  po- 
derosos y  monarcas  del  universo 
les  hacía  sólo  el  pensamiento  de 
niorir  hacer  pausa  en  .sus  gustos 
y  placeres."  (Alonso  de  Cabrera, 
Martes  después  del  dom.  II  de 
ciiar.,  cons.  I).  "La  bacanal  es- 
tancia no  se  componía  de  dora- 
das salas,  sino  de  ahumadas  za- 
húrdas, nó  de  cuadras  de  res- 
peto, sí  de  ranchos  de  vileza." 
"Pero,  ¡qué  cosa,  aunque  no  ra- 
ra, si  espantosa,  aquella  embria- 
gada reina.  .  .  comenzó  a  arro- 
jar de  aquella  ferviente  cuba  do 
su  vientre!"  (Ciracián,  El  Crifi- 
cón,  p.  III,  cr.  II).  "Propia  pen- 
sión de  las  que  pierden,  el  po- 
nerle mohínos,  diciendo  que  no 
lo  hacen  por  el  dinero,  si.  sólo 
por  el  mal  dar  del  naipe."  (Flo- 
resta general,  t.  II,  n.°  1800). 
"Aconsejaba  nuestro  Padre  S. 
Agustín    cjue    ninguno    aceptase 


ser  juez  en  causa  o  contienda  de 
los  amigos,  si  sólo  de  extraños  o 
enemigos."  (Ibíd.,  n.°  1877).  "Y 
no  habla  solamente  de  Dios,  si 
también  de  las  criaturas."  (Ar- 
biol,  Desengaños  místicos,  t.  1, 
c.  XII).  "La  alma  feliz  nada 
advierte,  nada  atiende,  si  .sólo  en 
conocer  v  amar  a  su  Dios  y  Se- 
ñor." (Ibid.,  1.    IV,  c.  II). 

Diez  días  ha  que  pov  cerrds, 
Buscando  yerbas  perdido, 
Arroyos,  valles,  destierros 
He  espulgado,  y  no  he  comido 
¿i  solas  setas  y  berros. 

{Tirso,  La  mejor  espigadera,  I.  2.") 

Pues  mi  burra  ¿que'  ha  de  her. 
Que  castellana  vieja  era, 
6'í  renegar  y  tornarse 
Üe  enojo  portuguesera? 

(Id.,  Antoría  García,  II  5.") 

Y  el,  como  está  medio  ciego, 
Medio  sordo  y  enfadoso, 
No  medio,  si  todo  entero 

("Id.,  Esto  si  que  es  neqoeiar,  I.  I.') 

"La  paloma  de  nada  se  altera 
ni  alborota,  si  .sólo  de  ver  el  ga- 
vilán o  esparavel."  (Tomás  Ra- 
món, Punios  escriptiirales,  i.  1, 
dom.  9).  "Son  de  tal  condición 
las  mujeres,  que,  aunque  son  va- 
riables por  la  mayor  parte  en  las 
eo.sas  que  dicen  y  hacen,  si  to- 
man un  tema,  no  es  bastante,  sí 
solo  Dios,  a  aquietallas."  (Que- 
vedo,  Invectivas  contra  los  ne- 
cios). 

Me  contó  un  cuento  donoso 

No  sucedido  en  la  China, 

En  la  isla  Trapobana , 

Si   en  el  reino  de  Valenc'a 
Que  me  dijo  ser  su  patiia. 

Merced  rara 
A  nadie  hecha  jamás,  .«i  a  empí  radores. 


260 


SI 


SI 


y  aquellas  dos  ciudades  generosas 
De  Sodoma  y  Gomorra  perecierou 
y  vinieron  a  ser  todas  hundidas 
No  por  otra  ocasión.  »i  por  el  vicio. 

(Agustín  de  Rojas,   i'iaje  enl telenido.  1.  III 

y  IV). 

Non  vos  eche'  de  mi  reino 
Por  falso  que  vos  mal  quieren, 
Si   porque  en  tierras  ajenas 
Por  vos  mi  poder  se  muestre. 


{Rmnan 


del  Cid.,  LVIII;. 


No  dos  veces,  éi  muchas,  mi  caída 
Babilonia  conoce. 

(B.  Gerardo  Lobo,  Soneto). 

No  digo  yo  que  te  amare',  si  digo 
Que  a  sempiterna  gratitud  me  obligo* 

(Bello,  Orlando  enamorado,  c.  VIII;. 


La  mejor  prueba  de  que  este  h% 
equivale  a  niño,  es  su  conversión 
o  abreviación  en  *o,  que  hicie- 
ron algunos  autores,  especial- 
mente los  populares: 

y  adonde  caben  letrasiy  prudencia 
Con  regular  decoro  tíin  bendito, 
No  hay  duda  so  que,  lleno  de  cordura. 
Suplirá  los  defectos   de  natura. 

(Juan  Valladares,  Caballero  venturuio,  uv. 
XVIII). 

Dios  no  quiere  la  muerte 
Del  pecador,  íuque  »e  enmiende  y;viva. 

(y6i.í.  av.  XXIIIJ. 

Lope  de  Rueda  usó  tambicn  ol 
so  con  mucha  frecuencia,  y  asi- 
mismo otros  autores  menos  im- 
portantes de  su  tiempo.  En  otros 
hallamos  son: 

En  fin,  noitien  «<n  nn  alni.t, 

Y  a  las  veces  ella  cual. 
(Fana  tobre  el  matrimonio.  Gallardo,  t.  í,  col 
V^'J;  y  cuatro  veces  más  en  la  misma  piczu). 

N'os  quiero  más  embargar, 
.Sun  deciros  a  que  vengo. 

(Comedia  Tidea.  introito). 


— Sí  que  también.  Galicismo 
muy  del  gusto  moderno.  En  cas- 
tellano es  sino  que  también,  sino 
que,  sino  también,  sí  también, 
pero  también,  más  aún.  Inte- 
rián  de  Ayala,  en  su  obra  El 
Pintor  cristiano,  usó  mucho  el 
modismo  galicano,  como  tauí- 
bién  se  le  ha  escapado  a  uno 
que  otro  autor  correcto.  Calde- 
rón de  la  Barca,  por  ejemplo, 
en  uno  de  sus  autos  sacramenta- 
les, La  Humildad  coronada  de 
las  plantas,  dijo  si  que,  que  vie- 
ne a  ser  lo  mismo: 

La  sagrada  Eucaristía 
Piadosamente  destierra 
Las  tristezas  de  la  culpa; 
Y  no  solamente  engendra 
En  las  almas  tan  glorioso 
Asiento  a  la  resistencia, 
Si  que  a  las  que  la  reciben 
Les  da  vida,  y  vida  eterna. 

Este  si  que,  menos  malo  que  el 
si  que  también,  se  parece  a  los 
dos  primeros  ejemplos  que  cita- 
mos del  si  por  sino.  La  razón  de 
no  ser  castellano  el  si  que  tam- 
bién es  porque  el  que  no  tiene 
explicación  en  nuestra  lengua, 
pues  no  es  relativo  ni  conjun- 
ción; por  eso,  los  que  emplean 
el  sí  en  vez  de  sÍ7io,  omiten  este 
que:  "No  solumenfe  pasaron  lus 
fuentes  manantiales  muy  gran 
cantidad  de  tierras  habitadas  y 
desiertas,  ffí  también  la  misma 
mar."  (Torqucmada).  "Es  gran 
prudencia  poner  no  sólo  los  me- 
dios que  ba-stnn,  ífí  también  los 
que  son  de  más  y  sobran."  (Gil 
de  Godoy).  Ambas  cita**  son  del 
V.  Mir.  Cuando  no  hay  conlrar 
](ci-i(ión.    so  u.sa    curriontemonte 


SIC 


SIO 


261 


el  que  después  del  adv.  éí,  para 
darle  más  fuerza,  como  se  usa 
también  después  del  nó:  Sí,  que 
me  consta;  Nó,  que  no  quiero. 

Sí  (Por)  o  por  nó,  loe.  adv. 
"Por  si  ocurre  o  nó,  o  por  si 
puede  o  nó  lograrse  una  cosa 
contingente."  Aquí  la  confun- 
dimos con  el  m.  adv.  Por  fas  o 
por  nefas:  "justa  o  injustamen- 
te, a  todo  trance." 

Siá  (Mi).      Véase    Misiá. 
Sibelina,  f.   Género   de   lana, 
de    pelo  brillante    y    planchado. 
No  tenemos  más  datos. 

Sibilítico,  c.\,  adj.  No  apa- 
rece en  el  Dice,  que  sólo  trae 
sibilino,  na:  "perteneciente  o  re- 
lativa a  la  sibila."  Sibilítico  se 
usa  como  fig.  en  el  sentido  de 
misterioso,  oscuro,  ininteligible, 
con  apariencias  de  grave,  como 
eran  los  oráculos  de  las  sibilas. 
Por  eso  se  dice  frase  o  sentencia 
sibilítica,  pensamiento  ñbiUtico; 
con  sibilino  no  significaría  lo 
mismo.  Marty  Caballero  notó 
también  la  ausencia  de  este  adj. 
en  el  Dice. 

Sicalíptico,  ca,  adj.  Obsce- 
no, lascivo,  deshonesto.  Siem- 
pre se  han  buscado  para  expre- 
sar &?tas  ideas  palabras  más  o 
menos  decentes,  o  por  lo  menos 
ininteligibles  para  el  común  de 
la  sociedad,  porque  nunca  al  vi- 
cio, que  quiere  seducir  y  atraer, 
y  hasta  ganar  dinero,  le  con\'le- 
ne  presentarse  en  toda  su  des- 
nudez. Por  eso,  a.sí  como  se  in- 
ventaron las  voces  pornografía, 
pornógrafo  y  pornográfico,  for- 
madas del  griego,  a  la  misma 
lengua  .«e  acudió  para  formar  el 


adj.  sicalíptico,  ca:  de  '^'jxov, 
higo,  y  y.cíkúrr:(^,  revelar.  En 
Cejador  y  en  Rodrigo  Caro  pue- 
de verse  el  significado  de  higo 
para  este  caso. 

Sic  ÍTUR  AD  ASTRA,  loc.  lati- 
na. Literalmente:  "Así  se  va  a 
los  astros,"  esto  es,  así  se  llega  a 
la  cumbre  de  la  faina,  a  lo  más 
alto  de  la  gloria.  Es  final  de  uno 
de  los  versas  de  la  Eneida  y  se 
usa  por  lo  general  en  sentido 
irónico  o  jocoso.  Merece  entrar 
en  el  Diec. 

Sicofanta  o  sicofante,  m. 
Impostor,  calumniador.  Desde 
la  13.°  edición  admtió  el  Dice, 
la  forma  en  a,  que  venía  usán- 
dose por  lo  menos  desde  el  tiem- 
po en  que  se  escribió  La  Pícara 
Justina. 

Sicología,  sicológico,  sicólogo. 
Los  tres  se  escriben  con  ps,  por- 
que son  derivados  del  griego 
(p'j/;/),  alma. —  Véase  Psicoló- 
gico. 

Sicómoro,  m.  Así,  grave  o 
llana,  traía  esta  palabra  el  Dice. 
en  todas  sus  ediciones  hasta  la 
13.%  inclusive;  pero  ahora  la 
14.°  la  declara  esdrújula,  sicó- 
moro, conforme  al  latín  y  ai 
griego  Tjx.óiJLopo;.  Acompañados 
de  todos  los  autores  españoles, 
prosadores  y  poetas,  de  los  dic- 
cionarios de  la  rima  y  hasta  de 
los  naturalistas,  apelamos  de  es- 
ta resolución,  contra  la  cual  rnx> 
.sublevamos  diciendo  y  escribien- 
do sicómoro.  Cuando  por  tantos 
siglos  se  ha  usado  así  esta  voz, 
conforme  a  la  acentuación  ge- 
nial del  ca-stellano,  que  es  la 
grave,  no  es  posible  volver  a  la 


2GÍ 


SIC 


SIE 


ec^drújula  de  la  etimología,  mu- 
cho menos  cuando  el  segundo 
elemento  v-ópov,  moral,  se  escri- 
be también  en  griego  con  oine- 
ga,  v.cosov.  Véaíe  Hvjuera  loca 
en  el  art.  Higuera. 

SiC     TRÁXSIT      GLORIA      MLXDI, 

loe.  latina.  Así  pasa  la  gloria  del 
numdo,  es  lo  que  dice,  y  con 
gran  verdad,  su  letra.  Se  pro- 
nuncia esta  frase  en  la  ceremo- 
nia de  la  consagración  del  Papa, 
quemándose  al  mismo  tiempo 
unas  pajas,  símbolo  de  lo  transi- 
torio de  la  gloria  humana.  Es 
digna  de  pasar  al  Dice,  porque 
es  usada  por  todos. 

SÍCUT   ÉRAT   IX    PRINCIPIO,   loC. 

latina.  Significa  literalmente: 
"Como  era  al  principio,"  y  es  el 
comienzo  del  versículo  con  que 
se  responde  al  Gloria  Patri,  et 
Filio,  et  Spintui  Sancto.  "Así 
es  y  así  será,  dijo  Don  Fernan- 
do, por  lo  cual  debe  vuestra  mer- 
ced, señor  Don  Quijote,  perdo- 
nalle  y  reducille  al  gremio  de  su 
gracia  sícut  érat  in  principio 
antes  que  las  tales  visiones  le  sa- 
ca.«en  de  juicio."  (Quijote,  p.  I, 
c.  XLVI).  Falta  esta  loe.  en  el 
Dice,  y  bien  puede  admitirse  en 
su  significado  jmtpio  y  en  el  jo- 
co.so  que  tiene  en  este  pa-aje. 

8ic  vos  xox  voBis,  loe.  latina. 
Literalmente  se  traduce:  "Así 
vosotros  no  para  vosotros."  Es 
lioüiistiquio  de  verso  ix;ntáme(ro 
(luo,  .st>gún  la  tradición,  escribió 
^'irgilio  cuatro  veces  para  iiue 
otros  lo  completaran.  No  hnbii'n- 
dolo  hecho  nadie,  lo  hizo  el  do 
esta  iiiancni ; 


Sic  rol  non  vobi*  oidifícatis,  aves. 
Sic  rof  non  roüj  vellera  fertis.  oves. 
S¡c  ros  non  robm  mellificatis,  apes. 
Sic  ros  non  roói'í  fertis  aratrn,  bove». 

La  ironía  no  podía  ser  más  in- 
geniosa y  amarga,  porque  en 
ella  aludía  el  Mautuano  a  un 
plagiario  de  sus  versos,  Batilo. 
Nuestro  pueblo  expresa  también 
este  mismo  pensamiento  eu  &u 
ir.  proverbial  Nadie  sabe  para 
quien  trabaja.  Véasela  en  el  art. 
Saber.  Pedimos  al  Dice,  que  ad- 
mita la  loe.  Sic  vos  non  robis, 
por  lo  usada  que  es. 

Sidéreo,  rea,  o  sideral,  adj. 
Significan  lo  mismo:  "pertene- 
ciente o  relativo  a  los  a.stros,  o 
que  con  ellos  tiene  alguna  seme- 
janza." Pero  el  primero  se  visa 
más  en  lenguaje  científico  y  en 
poesía. 

Siega  o  segada,  f.  "Acción  o 
efecto  de  segar  las  niiescs;  tiem- 
po en  que  se  siegan ;  miese,?  sega- 
das." 

SiEMHiíA,  f.  ■•.\ccióii  O  efecto 
de  sembrar;  tiempo  cu  que  .«e 
.siembra;  tierra  .«embrada  de 
ciertos  granos  o  semillas,  hayan 
o  nó  nacido."  En  esta  3.»  acep. 
es  igual  a  sembrarlo,  m. —  El 
dim.  no  es  siembrita,  como  sue- 
len decir  algun<is.  sino  nirnib'-c- 
cita.  Véase    Cuerpito. 

Siempre,  adv.  de  ticmiio.  Sig- 
nifica en  castellano:  "en  todo  o 
en  cualquier  tiempo;  en  todo  ca- 
so o  cuando  menos;"  y  nada 
más.  La  acep.  de  sin  etwbargo, 
no  obütante,  con  foilo.  que  algu- 
nos le  dan,  corresponde  al  tou- 
ji.iirx  francés.  "Yo  voy  a  salir, 
pero  Ud.    siempre  trabaje'"   (sin 


blE 


SIE 


263 


embargo,  a  pesar  de  eso,  traba- 
je, o  siga  trabajando) ;  "A  pesar 
de  los  consejos,  siempre  empren- 
dió aquel  viaje  que  le  fué  tan 
fatal."  (Aquí  puede  suprimirse 
íin  que  haga  falta). —  Otras  ve- 
ces equivale  a  todavía,  aún,  y 
tampoco  es  castellano.  "¿Siem- 
pre viv&s  en  la  mi.inia  ca.*a? 
Siempre." 

Siena,  n.  pr.  de  ciudad.  Así 
se  llama  en  italiano  esta  ciudad 
de  Toscana;  pero  nuestros  clási- 
cos dijeron  Seiia,  más  conforme 
con  el  nombre  latino  Sena  Julia, 
y  hasta  hoy  decimos:  Santa  Ca- 
talina de  Sena  y  San  Bernardi- 
na de  Sena.  He  aquí  algunas  au- 
toridades: "¿Qué  culpa  tenían 
las  ciudades  de  Genova  y  Sena? 
.  .  .Habéis  de  saber  que  el  ejér- 
cito del  Emperador  dejó  en  Se- 
na esa  poca  artillería  que  traía." 
(•Juan  de  Valdés,  Dos  Diálogos, 
págs.  370  y  403).  "Mi  nombre 
es  Rutilio,  mi  patria  Sena,  una 
de  las  más  famc^as  ciudades  de 
Italia.  .  .  Había  en  Sena  un  ca- 
ballero rico."    (Cervantes,   Persi- 

ks,  1 1,  c.  vni). 

Mira  en  Toscana  a  Sena  y  a  Florencia. 
(Ercilla.  U  Aivnicnna.  c.  XXVIII;. 

Uno  que  otro  autor  dijo  Siena, 
a  la  italiana,  y  así  lo  dicen  tam- 
bién algunos  modernos,  quizás 
para  diferenciarlo  del  Sena  de 
Francia,  río  y  departamento, 
Séquana,  de  los  antiguos  roma- 
nos, como  lo  llamó  también  en 
ca.stcllano  el  Maestro  Oliva.  Vé- 
a.se    Roán, 


Sierpe,  f.  Serpollo.  (Véase  el 
siguiente).  Es  acep.  derivada  de 
la  que  tiene  sierpe  en  Botánica: 
"vá-stago  que  brota  de  las  raíces 
leñosas."  Serpa  o  jerpa  es  "sai- 
miento  largo  y  estéril  que  echan 
las  vides  por  la  parte  de  abajo  y 
junto  al  tronco." —  Fig.  y  fam., 
individuo  astuto,  hábil.  "¡  Qué 
sierpe!  É,«te  es  una  sierpe."  Es 
acep.  que  se  e.xplica  con  la  reco- 
nocida astucia  de  la  serpiente. 

Sierpería,  f.  Conjunto  o  reu- 
nión de  serpollos.  El  serpollo  es 
"cada  una  de  las  ramas  nuevas 
y  lozanas  que  brotan  al  pie  de 
un  árbol  o  en  la  parte  por  donde 
se  le  ha  podado.  ¡|  Renuevo,  re- 
toño de  un  árbol."  Es  vocablo 
u.sado  por  el  vulgo,  que  lo  deriva 
de  sierpe;  en  lo  cual  no  anda 
tan  lejos  de  la  verdad,  porque  el 
castellano  serpollo  se  deriva  del 
latín  sérpere,  serpear. 

Sierra,  f.  Sierra  de  huincha: 
sierra  de  cinta.  Véase  Huincha. 
— Muchas  otras  sierras  se  usan 
aquí  que  no  conoce  el  Dice;  co- 
mo la  sierra  circular,  sierra  de 
contornear,  sierra  de  calar,  de 
trozar,  etc. —  Muchos  chilenos 
dicen  indebidamente    asierra. 

SiESNOÉs,  m.  Para  hallarlo  en 
el  Dice,  hay  que  buscarlo  en  el 
art.  Ser,  al  fin :  "Un  .n  es  no  es, 
exproión  con  que  se  significa  la 
cortedad,  pequenez  o  poquedad 
de  una  cosa."  Ya  es  tiempo  de  es- 
cribirlo en  una  sola  palabra,  co- 
mo lo  hizo  Baráibar  (Memorias 
déla  Acad.,  t.  IX,  pág.  504) ,  ad- 
virtiendo que  .se  usa  más  con  el 
artículo  «•«.•  porque  ¿quién  po- 
dría   lindar   (ine  se  usa   también 


264 


SI£ 


SIG 


con  el  definido  el?  "El  siesnoés 
de  dulce  que  me  han  dado  no 
alcanza  para  un  dolor  de  mue- 
las." 

Siestear,  n.  ScMcar.  Véase  más 
atrás.  El  error  vulgar  proviene 
de  derivarlo  inmediatamente  del 
s.  siesta,  cuando  estos  segundos 
derivados  deben  toniar:?e  de  la 
etimología  latina,  que  en  este 
caso  es  la  voz  sexta. 

Siete,  m.  fam.  Kasgón  peque- 
ño que  se  hace  en  la  ropa,  prm- 
cipalmente  en  los  pantalones.  Se 
llama  así,  porque  generalmente 
forma  la  figura  de  un  7.  Rs  l'al.-^o 
pues  el  .'dignificado  de  "ano"'  que, 
como  usado  en  Chile,  dio  a  este 
vocablo  el  argentino  Segovia  en 
su  obra  Argentinismos. 
SiETEC.vMis.\s,  m.  Véase  Ñipa. 
Sietecolores,  m.  "Este  paja- 
rillo  (cyanotes  Azarue)  es,  indu- 
dablemente, el  más  hermoso  de 
los  representantes  de  la  avifauna 
chilena.  Tiene  menos  tamaño 
que  el  chercán  común  y  en  su 
plumaje  hay  por  lo  menos  tan- 
tos colores  como  los  que  indica 
su  nombre.  Vive  en  las  orillas 
de  las  lagunas  y  en  Tos  pajonales 
de  todo  Chile.  Nunca  remonta 
su  vuelo,  sino  que  da  saltos  y  pe- 
qúeños  volidos  entre  las  ti>toraí. 
y  entre  los  tromcs.  Es  notable 
no  .sólo  por  la  hermosura  de  .-íu 
jilumaje,  .-•ino  que  también  por 
.-u  grito  característico  y  por  la 
prolijidad  con  que  fabrica  su 
nido.  El  grito  del  sietecolores  es 
muy  fuerte  y  admira  que  pueda 
.ser  producido  por  .semejante  yM 
jarito.  .  .  T,os  sietecolores  son 
avecitas  de  carácter  nuiv    alegre 


y  están  constantemente  en  mo- 
vimiento." (Reed).  No  necesi- 
tamos decir  que  este  nombre  de- 
be pasar  al  Dice. 

Sietecueros,  m.,  y  ú.  t.  en  pl.. 
pero  sin  variar*  de  forma.  Endu- 
recimiento de  la  piel  en  la  plan- 
ta de  los  pies,  distinto  del  que 
produce  el  callo.  Es  voz  usada  en 
Chile  desde  antiguo,  pues  la  trae 
el  Dice,  araucano  de  Febrés,  que 
es  de  1765:  "Coñinanvun.  en- 
fermedad de  sietecueros."  Y  asi 
mismo  en  la  parte  castellana.  Se 
usa  también  en  Honduras,  se- 
gún se  ve  en  Hündurcñwnos  de 
Alberto  Membreño;  y  en  Co- 
lombia, pues  Cuervo  lo  define: 
"divieso  o  nacido  que  se  forma 
en  el  calcañar:  nombre  de  va- 
rias plantas  niela.-'toniáceas." 

Sietevenas,  m.  Nombre  que  se 
da  en  algunas  jiartes  del  Sur  al 
llantén,  por  la  formación  de  sus 
hojas,  que  tienen  tres,  cinco  y 
hasta  siete  nervaduras.  Éstas  son 
)>ara  el  vulgo  como  otras  tantas 
vena-s. 

vSiG.\,  f.  Acción  o  efecto  de  se- 
guir a  una  persona  o  animal; 
seguimiento. —  A  la  siga,  m. 
adv. :  en  seguimiento  o  persecu- 
ción ;  en  ]ios  de,  detrás  o  tras  de. 
Es  usadísimo  en  Chile,  aun  en- 
tre la  gente  culta,  tanto  en  sen- 
tido propio  como  en  el  fig.  Así, 
en  el  hogar  doméstico,  corren 
los  niños  a  la  siga  de  sus  madres 
]>ara  que  les  satisfagan  su  a])e- 
tito  de  dulces  o  <'onfites;  en  el 
colegio,  los  alumnos  andan  a  la 
.x/f/rt  de  sus  Miao.-itros  i)ara  <)ue  los 
den  recreo:  cu  el  púl>lico  de  los 
negocio.*,  los  acrce<l<'res  van  a  la 


SIG 


SIL 


265 


siga  de  sus  deudores  para  que 
paguen  siqíúera  los  intereses;  y 
hasta  los  fieles  perros  se  dit<paran 
de  las  casas  a  la  siga  de  sus  amos. 
Una  buena  autoridad  teneinoí? 
en  favor  de  este  vocablo,  y  es  el 
Maestro  Correas,  que  en  6U  Arte 
grande  de  la  lengua  cast.  (pág. 
272)  escribió:  "Y  ellos  [la  gen- 
te de  la  seguida  y  enamorada, 
rufianes  y  sus  consortes]  se  lla- 
man de  la  seguida,  y  de  la  siga, 
de  la  vida  seguida,  y  de  la  vida 
airada,  porque  siguen  su  gusto 
y  placer,  y  vida  libre  sin  ley,  y 
su  furia,  y  siguen  y  corren  las 
casas  públicas,  y  aun  porque  son 
seguidos  y  perseguidos  de  la  jus- 
ticia." El  uso  no  es  igual  al  de 
Chile,  pero  sí  el  significado  ge- 
neral, derivado  del  v.  seguir. 
Pedimos  pues  que  pase  al  Dice, 
el  vocablo  siga  con  su  modismo 
A  la  siga.  No  hay  por  qvié  asus- 
tarse con  el  francés  suite  (a  la 
swite,  en  seguimiento  o  persecu- 
ción de ;  en  pos  de,  después  de, 
en  seguida  de),  así  como  no  nos 
a.su.«tamos  con  el  v.  suivre,  que 
tiene  tantas  aceps.  iguales  al 
castellano  seguir. 

Signatario,  ría,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  Desde  la  13.*  edición  de! 
Dice,  está  admitido  con  el  sig- 
nificado de  '"firmante." 

Significación,  f.  ¿Qué  pien 
san  los  hombres  de  sano  enten- 
dimiento cuando  oyen  hablar 
de  la  gi-an  significación  política 
que  tuvo  Fulano,  de  la  alta  sig- 
nificación filosófica  y  literaria 
(lo  Zutano?  Fama,  autoridad, 
renombre,  nombradía,  represen- 
tación, valer,  fué,   sin    duda,   lo 


que  tuvieron,  pero  nó  significa- 
ción, que  ésta  la  dejan  los  caste- 
llanos para  el  lenguaje.  Y  en 
prueba  de  ello,  desentrañemos  el 
sentido  del  v.  significar,  del  cual 
sale  el  s.  significación.  Significar 
es  ser  una  cosa  signo  o  indicio 
de  otra  distinta,  y  por  eso,  en  el 
lenguaje,  significar  es  ser  una 
palabra  o  frase  signo  o  indicio 
de  la  idea.  Una  sola  acep.  tiene 
este  v.  aplicable  a  persona,  y  es: 
"hacer  saber,  declarar  o  mani- 
festar una  cosa,"  como  en  este 
te.xto  de  Cervantes:  "Él  me  sig- 
nificó  que  la  señal  que  me  daría 
por  donde  yo  entendiese  que  ha- 
bía hallado  el  caballero  que  bus- 
caba, sería  enviarme  el  caballo 
donde  fuese  con  comodidad  y 
presteza."  (Quijote,  p.  II,  c. 
XL).  Dígase  ahora  si  podría  e.*- 
te  V.  equivaler  a  tener  autoridad 
o  representación,  valer,  sitponer, 
como  suelen  emplearlo  los  mo- 
dernos, siguiendo  el  mismo  con- 
cepto de  la  faka  significación: 
"Su  nombre  no  significa  nada  en 
la  ciencia  de  hoy  día;  Los  poe- 
tas de  entonces  significaban  mu- 
cho." 

Stlab.vr,  n.,  SILABEAR,  n.  y  a., 
y  silabizar,  n.  ant.  "Ir  pronun- 
ciando separadamente  cada  síla- 
ba." 

Silbante,  adj.  Es  voz  usada 
por  todos  los  gramáticos,  lin- 
güistas y  filólogos  paia  calificar 
las  consonantes  que  en  su  .soni- 
do tienen  algo  del  silbo.  Cejador 
cuenta  entre  éstas  la  s,  z,  ch,  j 
y  c  en  el  sonido  suave  de  ce,  ci. 
fJ.  t.  c.  s.  f. — Perteneciente  o 
relativo  al  sonido  de  estas  letras. 


266 


SIL 


SIL 


Sonido  silbante. —  Falta  esta  voz 
en  el  Dice.  El  adj.  poético  sibi- 
lante (que  silba,  o  suena  a  ma- 
nera de  silbo)  es  muy  distinto. 

Silbatina,  f.  No  existe  en  catf- 
tellano  y  dígase  silba:  manifes- 
tación de  desagrado  y  desapro- 
bación que  hace  el  público  con 
silbidos  u  otras  demostraciones 
ruidosas.  Rechifla  es  la  acción  de 
silbar  con  insistencia  o  de  bur- 
lar con  extremo. —  Es  voz  for- 
mada con  el  sufijo  ina  por  el  es- 
tilo de  cachetina,  azotaina  o  020- 
tina,  versaina  (no  admitido  to- 
davía), sopapina,  (chilenismo) 
y  otros.  Ú.  t.  en  el  Perú  y  proba- 
blemente en  otros  Estados  de 
Sud- América. 

Silenciar,  a.  Callar,  omitir, 
pasar  en  silencio  una  cosa,  no . 
hacer  mención  de  ella.  "Anoche 
causó  un  gran  desorden  un  jo- 
vencito  cuyo  nombre  silencia- 
mos; lie  querido  hacer  conoce.r 
del  público  hechos  que  no  delien 
silenciarse."  (Diarios  chilenos). 
No  lo  admite  el  Dice,  ni  tiene 
en  su  apoyo  buenas  autoridades. 
8u  formación  es  tan  vic-io«a  co- 
mo la  de  influenciar,  indulgen- 
ciar, salvaguardiar  y  otros  de  e.s- 
te  jaez. 

SiLEXTií,  adj.  poético.  Silen- 
cicso.  callado;  tranquilo,  quieto, 
sosegado.  Es  muy  usado  por  los 
poetas  modernos,  que  hablan  de 
la  silente  noche,  la  silente  luna, 
los  bosques  y  selvas  silentes,  etc., 
ote.  Por  su  buen  origen  latino, 
el  adi.  participio  silens,  tis,  que 
significa  esto  mismo,  merece  la 
buena  acogida  del  Dice. 

SiLoincRo,  m.  No  es  incorrec- 


to ni  impropio,  como  creen  algu- 
nos. Desde  la  1."  edición  del 
Dice.  ha.sta  la  14."  se  ha  dicho 
indistintamente  jilguero,  silgue- 
ro y  sirguero:  y  en  Andalucía, 
hasta  hoy  dicen  silguero  los 
campesina-^,  según  afirma  Rodrí- 
guez Marín.  Incorrecto  es  cuan- 
do se  le  hace  eídrújulo: silguero 
o  jilguero,  como  dice  aquí  el 
])ueblo.  'N'éanse  Jilguerito  y 
Jilguero. 

SÍLICE,  En  castellano  es  f., 
nó  m.,  como  lo  hacen  algunos, 
aun  en  España.  La  confusión 
proviene  del  francés,  que  distin- 
gue entre  le  silex,  guijarro,  y  la 
silice,  término  químico:  "com- 
binación del  silicio  con  el  oxí- 
geno." El  latín  silex,  icis,  que 
dio  origen  a  ambos  vocablos,  es 
también  m.  y  f. 

Silicio,  m.  E.s<TÍto  así  es  "me- 
taloide que  se  extrae  de  la  sílice, 
amarillento,  infusible,  in.soluble 
en  el  agua  y  más  pesado  que 
ella."  Nada  tiene  que  ver  con  ci- 
licio, saco  de  penitencia  e  instru- 
mento de  penitencia;  .sin  embar- 
go, buenos  autores  e-spañoles,  co- 
mo el  P.  Sigüenza.  Suárez  de  Fi- 
gueroa,  Gerardo  Lobo,  escribie- 
ron este  último  con  s  (silicio). 

Silo,  11).  Caña  de  maíz,  al- 
falfa, trébol  u  otra  liierba  seme- 
jante, aprensada  y  guardada 
así  en  lugar  ad  hoc  para  fo- 
rraje del  ganado  en  el  in- 
vierno. Es  ampliación  del  si- 
lo castellano:  "lugar  subterrá- 
neo y  .sc<'o  en  donde  se  guarda  el 
trigo  u  otros  granos  o  semilla; 
lig.,  cuaKinier  lugar  subterráneo 
y  ob.scuro.''  Sibil  signifi<-a    taní- 


SIL 


SILL 


267 


bien :  "pequeña  despensa  en  las 
cuevas,  para  conservar  secas  las 
carnes  y  demás  provisiones; 
concavidad  subterránea." 

Silueta,  f.  Fué  admitido  por 
primera  vez  en  la  14.*  edición 
del  Dice,  con  estas  dos  aceps. : 
"dibujo  sacado  siguiendo  los 
contornos  de  la  sombra  de  un 
objeto,  que  suele  ser  una  cara  de 
perfil :  forma  que  presenta  a  la 
vista  la  masa  de  un  objeto  obs- 
curo cuando  se  proyecta  sobre  un 
fondo  claro."  El  nombre  se  usa- 
ba en  Chile  y  en  todas  partes 
hacía  muchos  años.  La  etimolo- 
gía, muy  conocida  ya  y  dada 
también  por  el  Dice,  es  el  fran- 
cés silhouette,  de  Silhouette,  que 
se  hizo  en  1754  como  inspector 
del  Tesoro,  y  del  cual  tomaron 
nombre  muchas  modas  de  su 
tiempo.  Fué  también  traductor 
de  Pope. 

Silva,  apellido.  Aquí  está  Sil- 
va, fr.  fig.  y  fam.  Se  usa  princi- 
jíalmente  en  el  comercio  menu- 
do para  indicar  la  buena  calidad 
y  abundancia  de  los  artículos 
que  se  venden.  Por  extensión,  se 
usa  también  cuando  se  quiere 
alabar  la  bondad  y  abundancia 
de  otras  cosas.  El  origen  de  la 
fr.  fué  un  letrero  o  rótulo  que 
con  estas  mismas  palabras  puso 
en  su  despacho  de  chicha,  y  qü6 
llegó  a  hacerse  famoso,  un  co- 
merciante de  apellido  Silva. — 
.Tugando  del  vocablo,  es  corrien- 
te decir  de  las  personas  de  este 
apellido:  Hay  Silvas  que  silban 
bien  y  ha.ij  Silvas  qne  silban 
mal;  es  decir,  hay  Silva-s  buenos 
v  Silvas  malos. 


SiLVAXo,  m.  í'.  ni.  en  pl.  En 
la  Mitología  romana,  semidiós 
que  habitaba  en  las  selvas;  de 
donde  deriva  también  el  nom- 
bre (silva,  silvanus).  Falta  este 
vocablo  en  el  Dice,  y  no  sabe- 
mos por  qué  se  omitiría,  cuando 
están  incluidos  todos  sus  congé- 
neres: fauno,  sátiro,  tritón,  cen- 
tauro, d riada,  o  dríade,  humadri- 
ada  o  hamadñade,  napea,  ne- 
reida, náyade,  orea,  oreada  u 
oréade.  Como  autoridades,  basta 
y  sobra  con  estas  dos:  "En  esto, 
y  en  suspirar  y  llamar  a  los 
Faunos  y  Siharws  de  aquellos 
bosques,   a  las    Ninfas    de    los 

ríos se  entretenía."   (Quijote, 

p.  I,  c.  XXVI). 

Diestros  siitiros,  faunos  y  íüranos. 
(Ercilla,  La  Araucana). 

SiLVESTRiNo,  XA,  adj.  Aplíca- 
se al  individuo  del  instituto  re- 
ligioso fundado  por  San  Silves- 
tre abad  y  que  profesa  la  estricta 
observancia  de  la  regla  de  San 
Benito.  Falta  este  vocablo  en  el 
Dice. 

Silvoso  o  selvoso,  sa,  adj. 
"Propio  de  la  selva. —  Aplícase 
al  país  o  territorio  en  que  tiaj 
muchas  selvas." 

Silla,  f.  Silla  upostólicar.  Es 
loe.  igual  a  Sede  apostólica  y 
Santa  Sede,  únicas  que  trae  el 
Dice,  y  que  define:  "jurisdicción 
y  potestad  del  Sumo  Pontífice, 
vicario  de  Cristo."  Debe  admi- 
tinse  también  Silla  apostólica, 
que  se  usa  lo  misino  que  las 
otras  dos. —  Silla  de  balanza  es 
en  castellano  mecedora,  f. — Silla 


268 


SILL 


SIM 


de  manos,  que  aquí  se  usa  mala- 
mente por  litera,  es:  "vehículo 
con  asiento  para  una  persona,  a 
manera  de  caja  o  de  coc-he,  y  el 
cual  es  llevado  por  hombres  sos- 
tenido en  dos  varas  largas." — 
Silla  de  la  reina,  que  aquí  se  to- 
ma por  lo  anterior,  es:  "asiento 
que  forman  entre  dos  con  laís 
cuatro  manos,  asiendo  cada  uno 
su  muñeca  y  la  del  otro." — Silla 
de  tijera.  Véase  Piso. 

Sillabus,  m.  Así  se  llama  por 
ántonoma.sia  el  catálogo  o  lista 
de  todos  los  errores,  antiguos  y 
modernos,  contra  la  fe,  que  pu- 
blicó Pío  IX  en  1864.  El  nom- 
bre procede  del  griego  y  por  e^o 
en  latín  se  escribe  syllatms  (pro- 
núnciese  smabus)  y  significa 
índice,  catálogo.  Como  es  voz 
tan  usada,  debe  admitirla  el 
Dice,  en  su  verdadera  forma, 
Suffn.bus. 

Sillazo,  m.,  avmi.  de  .vllu. 
Míis  uííado  y  el  único  admitido 
en  el  Dice,  es  silletazo:  '"'golpe 
dado  con  una  silla." 

Silletero,  m.  "Cada  vnio  do 
los  dos  portadores  de  la  silla  de 
manos."  es  la  única  accp.  que  le 
da  el  Dice,  olvidando  la  princi- 
pal y  más  uisada.  que  aun  el  de 
Aut^iridadcs,  tan  viejo  como  es, 
Je  reconoce:  "el  que  vende,  ade- 
reza o  hace  las  silletas."  No  de- 
l>e  confundir.«c  esta  acen.  con 
sillero:  "el  que  hace  silla.*;  el 
que  las  vendo,"  jmrque  no  es  lo 
mismo  ,<nl}a  que  silleta. 

Sillón,  va,  adj.  Lo  usan  to- 
dos en  Chile,  ignorantes  e  in.«- 
tniídos.  La  voz  castiza  os  ensi- 
llado, da:  "d ícese   dol   caballo  o 


de  la  yegua  que  tiene  el  lomo 
hundido.  Suele  aplicarse  por  se- 
mejanza, en  el  a*tilo  fam..  a  las 
personas."  Es  lo  contrario  de 
alomado,  da:  "dícese  de  la  caba- 
llería que  tiene  el  lomo  encor- 
vado o  arqueado  hacia  arriba 
como  el  del  cerdo." — Por  la  bue- 
na formación  y  por  el  uso  gene- 
ral que  tiene  en  Chile,  recomen- 
damos como  buen  provincialis- 
mo el  adj.  sillón.  En,s-illado  tie- 
ne el  inconveniente  de  confun- 
dirse con  el  part.  del  v.  ensillar; 
de  suerte  que,  si  uno  dijera: 
"Tengo  un  caballo  ensillado, 
monte  en  una  yegua  ensillada," 
nadie  entendería  que  se  habla- 
ba de  caballerías  sillonas,  y  has- 
ta el  español  .«e  quedaría  dudoso. 
Simbollsmo,  m.  Admitido 
desde  la  13.»  edición  del  Dice. 
con  esta  definición :  "sistema  de 
.-ímlx)los  destinado  a  referir  he- 
chos o  a  expre-sar  creencia*."  De- 
masiado vaga  es  la  definición; 
]ior  lo  cual  no  se  sabe  si  se  re- 
fiere al  simbolismo  filosófico  o  al 
simbolismo  literario. —  Don  Le- 
o[)oldo  Augusto  de  Cueto  usó  la 
voz  simbólica.,  f.,  que  no  apare- 
ce en  el  Dice,  y  que  fue  muy 
usada  en  otras  lenguas  en  las 
controversias  entre  cat<)licos  *' 
firot estantes.  "Estudiada  ['''^rta 
leyenda]  en  su  significación  in- 
terna, es  simplemente  una  lec- 
ción de  la  simbólica  cristiana." 
K'nntic/as  de  Santa.  María,  in- 
trod.,  c.  III).  La  sinrhólica  es  el 
coujunto  de  las  símbolos  de  una 
n^ligión,  de  un  pueblo  o  de  una 
i'lKM'a  (leterminaila,  con  su  expli- 
cación o  significado. 


SIM 


SIM 


i'd'j 


Simbolista,  com.  Partidario 
del  simbolismo. —  Adj.,  pertene- 
ciente o  relativo  al  simbolismo. 
Literatura  simbolista,  poesía 
simbolista. —  Falta  esta  voz  en 
el  Dice.  Mientras  delibera  sobre 
su  admisión,  vayan  estas  dos  au- 
toridades: "Mucho  más  que  un 
dramaturgo,  es  decir,  un  psicó- 
logo y  un  espectador  desintere- 
sado de  la  vida,  tin  hacedor  de 
personalidades  humanas  y  un 
fíel  rejiroductor  del  ambiente  en 
que  tales  personalidades  respira- 
sen, fué  [Calderón]  un  gran 
simbolista,  un  plasmador  de  ide- 
as, un  autor  de  personajes-tipos." 
(Blanca  de  los  Ríos).  "Es  Byr- 
ne  un  simbolista  que  lee  más  a 
Richepin  que  a  Víctor  Hugo." 
(Ricardo  Palma,  Recuerdos  de 
España,  En  la  Habana). 

Bimestre,  simestral.  Formas 
plebeyas  de  semestre  y  semestral. 

SiMETRiZAR,  a.  Hacer  que  ha- 
ya simetría  o  hacer  simétrica 
una  cosa.  "No  oculta  el  autor 
cierto  esmero  en  simetrízar  unas 
oraciones  con  otras."  (Capma- 
ny,  Teatro  histórico-crítico,  ha- 
blando de  Saavedra  Fajardo). 
No  hallamos  en  el  Dice,  esle  v. 
Véa.«e  Izar   (Verbos  en). 

SlMILIA  SIMÍLIBUS  CURAN- 
TUR,  fr.  latina.  Es  el  principio 
fundamental  de  la  homeopatía 
y  significa:  Lo  semejante  cura  a 
lo  semejante;  así  como  el  de  la 
alopatía  es:  Contraria  contrariis 
curantur:  Lo  contrario  cura  a 
lo  contrario.  Ninguna  de  estas 
dos  frases,  que  tan  conocidas 
son,  se  registra  en  el  Dice. 

SÍJiiLicAUEXciA,   f.    Escríbase 


así;  con  acento  en  la  primera  i, 
que  es  como  debe  pronunciarse. 
Véase  Acento,  7.° 

Simoniaco,  ca,  adj.  Simoníaco 
y  simioníacamente.  Véase  Afro- 
disiaco. Simoniático,  ca,  significa 
lo  mismo  que  simoníaco,  pero  es 
m^nos  usado. 

Simoan,  m.  Así  lo  escriben 
los  que  lo  toman  del  francés.  Es 
voz  árabe,  que  en  aquella  lengua 
suena  si,mu7n  y  que  el  Dice,  tie- 
ne admitida  desde  la  13.^  edi- 
ción en  la  forma  simún:  "vien- 
to abrasador  que  suele  soplar 
en  los  desiertos  de  África  y  de 
Arabia." 

En  alas  del  st7r.Ü7i  veloz  ae  arroja. 

(Bermúdez  de  Castro). 

Cuando  el  .^imini  de  !a  pasión  lo  mueve. 

(Niiñez  de  Arce). 

Simpatía,  simpático,  ca,  sim- 
patizar. Grande  es  el  abuso  que 
se  hace  de  estos  tres  vocablos,  es- 
pecialmente entre  mujeres,  por 
no  conocer  su  vei'dadero  y  pro- 
pio significado.  Los  tres  están 
formados  del  griego  7:á&o?,  que 
significa  lo  que  se  siente  o  expe- 
rimenta, y  con  más  frecuencia, 
dolor,  enfermedad,  aflic-ción,  tris- 
teza; de  aquí  patología,  tratado 
de  kis  enfemedade.s;  patológico, 
propio  de  los  enfermos.  Otra.s 
veces  significa  pasión,  en  sus 
diversas  aceps.,  y  de  ahí  patéti- 
co, que  excita  las  pasiones,  apa- 
tía, apático,  sin  pasiones,  insen- 
sibilidad, insensible.  Otras  veces 
el  -á&o;  griego,  tomado  en  buen 
sentido,  vale  piedad,  compasión, 
inclinación,    y  de   aquí  los    tres 


270 


SIM 


SIM 


vocablos  que  estudiamos:  simpa- 
tía, simpático  y  simpatizar,  y 
sus  contrarios  antipatía  y  anti- 
pático. Por  eso  el  Dice,  define 
muy  bien  la  simpatía:  "confor- 
midad, inclinación  o  analogía 
en  una  persona  reí^ecto  de  los 
afec-toá  o  sentimientos  de  otra;" 
literalmente:  sentir  con,  en  com- 
pañía de  otro  o  como  otro.  Véase 
pues  si  habrá  en  la  simpatía  lo 
que  generalmente  se  ve:  gracia, 
hermosura,  cariño,  amor,  cuan- 
do sólo  es  conformidad,  inclina- 
ción, analogía.  Así  mismo  el  adj. 
simpático  no  significa  agraciado, 
que  tiene  gracia,  atrayente,  sino 
conforme,  semejante  en  senti- 
mientos o  afectos;  y  simpatizar 
no  et?  sentir  amor  a  otro,  sino 
avenirse,  congeniar,  conformarst 
con  otro. — Destiórrese  tainbii'n  el 
galici.'^mo  por,  tan  usado  con  el  .s. 
simpatía  y  el  v.  al mpnll-jn-. 
'"Siento  simpatía  por  Fulano, 
Tengo  sim])atía  por  Mengano,' 
es  en  castellano  simpatía  om  o 
simpatizo  con.  Véase  Por. — 
Gran  simpático:  "sistema  nervio- 
so de  la  vida  vegetativa  e  inde- 
¡lendiente  do  la  voluntad,  el 
cual  existe  en  el  hombre  y 
en  los  anímale.'?  snperiore.'*." 
Es  término  de  Zoología  admiti- 
do desde  la  13.»  edición. 

Simple,  adj.  Conviene  hacer 
público  en  Chile  lo  que  dice  de 
esta  voz  la  Círamát.  <le  la  Acade- 
mia, ya  que  el  Dice,  no  lo  repi- 
te. "Simple,  como  adj.,  equiva- 
lente de  poco  avisado,  se  usa  pre- 
cedido del  nombre;  v.  gr. :  ¡V" 
t  falta  jo  es  tener  un  hijo  simple! 
Otras  veces  hace  olido  de    noin 


bre:  v.  gr.,  Mi  vecino  es  un  sim- 
ple; A  un  simple,  cualquiera  le 
engaña.  Cuando  significa  senci- 
llo, por  contrapo-sición  a  compli- 
cado, se  pospone  unas  veces  y 
otras  nó,  pues  decimos:  Hay  re- 
glas simples  y  compuestas;  A  la 
simple  vista.;  Por  la  simple  ra- 
zón. Cuando  se  aplica  a  ciertas 
profesiones  o  categorías  compa- 
rándolas mentalmente  con  otras 
superiores,  es  de  rigor  que  se 
anteponga  al  nombre.  Decimos 
en  este  concepto  un  simple  sol- 
dado, un  simple  alférez,  una 
simple  criada;  porque,  .«i  dijéra- 
mos un  soldado  simple,  etc.,  ex- 
presaríamos ima  idea  nniy  dife- 
rente. Por  igual  razón  y  en  el 
propio  sentido  decimos  un  triste 
salario,  y  nó  un  salario  triste." — 
El  dim.  es  simplicísimo,  ma,  co- 
mo el  latín  simplici.<<simus.  Ex- 
trañamos que  el  Dice,  limite  esta 
forma  a  las  aceps.  10."  y  !!.• 
(manso,  apacible  e  incauto; 
mentecato  y  de  poco  discurso). 
¿Querrá  indicar  con  esto  que  pa- 
ra las  demás  debe  decirse  simplí- 
simo? No  creemos  que  lo  use 
ningún  español  en  ninguna 
acep.,  pues  aun  jiara  la  primera 
y  fundamentad  (puro,  sin  com- 
posición) usamos  la  forma  *o- 
iiuida  del  latín.  "Dios  es  vm  ser 
simplicí-'<iiiio.  ' 

SiMi'LiKi('.\(  lÚN.  f.  i.c  falta 
en  el  Dice,  la  acei>.  de  Liturgia. 
Véa.«e  Si.MPLiFic.\R. 

SiMrLiKicAUO,  n.\,  adj.,  part. 
de  .s-implipcar.  Ú.  t.  c.  s.  en  la 
acep.  litúrgica  omitida  cu  cl 
Dice. 

SiMi'i.ii  ic.\iii»i{.   HA,  adj.   y   ú. 


i 


SIN 


SIN 


271 


t.  c.  s.  Que  ííimplifica,  eu  el  sig- 
nificado general  de  este  v.,  que 
es:  "hacer  más  sencilla,  más  fá- 
cil o  menoí  complicada  una  co- 
sa." Falta  en  el  Dice,  este  voca- 
blo. 

SiiiPLiFic^R,  a.  Fáltale  en  el 
Dice,  la  acep.  litúrgica  de  "con- 
vertir en  simple  el  rito  doble  o 
semidoble  de  un  santo  o  fest.vi- 
dad  por  alguna  de  las  candas 
que  para  ello  señalan  las  rúbri- 
cas. 

SiMPLóx,  XA,  adj.,  aura,  de 
simple,  en  la  acep.  de  "mente- 
cato y  de  poco  diácureo."  Por  ser 
los  chilenos  tan  aficionados  a  la 
terminación  on,  ona,  de  los 
adjs.,  preferimos  simplón  a  sim- 
ple en  el  uso  corriente.  Covarni- 
bias  incluyó  también  en  su  Te- 
soro este  aum.,  pero  con  dejo 
picante:  "Simplóx,  el  tonto,  vo- 
cablo bárbaro." 

Simpo,  ni.  En  Chiloé,  hojita 
de  ralral  o  de  maqui  en  que  se 
envuelve  el  tabaco  mapuche  pa- 
ra fumarlo.  Del  araucano  chum- 
poln  o  thümpoln,  arrollai',  en- 
volver o  apañar.    (Cavada). 

Sinagoga,  f.  Falta  en  el  Dice, 
la  acep.  fig.  sinónima  de  conci- 
liábulo en  su  acep.  t.  fig. :  "junta 
de  gentes  que  tratan  de  ejecutar 
alguna  cosa  ilícita."  Comprobé- 
mo.<la  con  la  autoridad  de  Sor 
María  de  Agreda:  "Ventilóse  el 
caso  en  aquella  confusa  sinago- 
fjfj.''  (Mística  Ciudad,  p.  I,  1.  II, 
c.  XVIII,  u."  692.  Se  trata  de 
una  junta  de  demonios).  Ee  co- 
mún en  la  Biblia  u.sar  en  e.*te 
sentido  la  voz  sinagoga:  "Syna- 
yoga  potentium  quaesierunt  ani- 


mam  meam,''  dice  el  Salmo 
LXXXV,  14,  que  Valera  tradu- 
ce: "Conspiración  de  juertes 
buscaron  a  mi  alma."  "Sijnago- 
gae  superborum  non .  .  .  sanitas" 
(Eclesiástico,  III,  30).  "In  sy- 
iiagoga  peccantium  exardebit  ig- 
nis."  (Id.,  XVI,  7).  "Et  non 
sunt  [judaei],  sed  sunt  synago- 
ga  Satanae.'  (Apocalipsis,  II, 
9).  "Son  la  sinagoga  de  Sata- 
nás," según  vierte  Valera. — En 
Liturgia  se  designa  con  la  paia- 
Ijra  Sinagoga,  y  en  abreviatuir. 
»S'.,  al  pasionero  que  canta  la 
parte  del  pueblo  y  de  los  perso- 
najes que  no  son  Jesús  ni  el 
Evangeli-sta. 

SiNAÍ,  n.  pr.  m.  Ésta  es  la  pro- 
nunciación má-s  propia,  por  ser 
la  más  conforme  con  el  hebreo, 
y  así  trae  este  vocablo  el  Dice, 
en  los  artículos  Pentecostés  y 
Tabla,  acep.  24.  Como  los  Se- 
tenta dijeron  iivx  y  la  Vulga- 
ta  Sin<i  en  muchas  partes,  los  po- 
etas españoles  han  dicho  tam- 
bién Sina  y  Siná,  Sínai  y  Sinái; 
pero  la  acentuación  más  general, 
en  poetas  y  prosistas,  es  la  ver- 
dadera: Sinai. 

Sincere,  m.  En  algunas  par- 
tes de  Chile,  significa  lo  que  en 
A'enezuela  llaman  lepe,  esto  es: 
"golpe  dado  sobre  la  oreja  con 
los  dedos  índice  y  cordial,  so- 
nando el  índice,  al  modo  de  lá- 
tigo, contra  el  pulgar  y  el  cor- 
dial." (Gaicano).  No  le  heiuu» 
hallado  etimología  aceptable. 

Sincero,  ra,  adj.  Así  pronun- 
cia el  pueblo  y  algunas  per.sonas 
educadas  de  cierta  edad,  como  se 
pronuncialia    también  en    E.spa- 


SIN 


SIN 


ña.  Iriarte  en  varias  de  sus  poe- 
sías dijo  sincero,  y  en  una  que 
otra  sincero;  Forner  y  muchos 
otroe  de  menos  valor  literario 
dijeron  así  mismo  sincero;  en 
muchas  ediciones  de  prosistas  se 
lee  también  así,  sin  que  conste 
si  ésa  era  la  pronunciación  del 
autor  o  del  editor.  Mas,  en  me- 
dio de  esta  confusión,  loe  mejo- 
res autores,  como  Cervantes,  Fr. 
Luis  de  León  y  la  Academia,  di- 
jeron siempre  sincero,  como  es 
en  latín,  sincérus,  a,  xim.  Y  has- 
ta Bretón  de  los  Llerreros  llegó 
a  decir  que 

Kl  uso 
Autoriza  ambas  leyendas; 
Mas  yo  no  admito  el  esdrújulo. 

(-V/  íecretario  y  yo,  act.  único,  esc.  ".*) 

Síxcop.\,  f.  "Metaplasmo  que 
con.siste  en  suprimir  una  o  más 
letras  en  medio  de  un  vocablo. 
II  En  Música,  enlace  de  dos  so- 
nidos iguales..."  SÍNCOPE,  m. 
Su  L"  acep.  e.s  igual  a  la  1."  do 
sincopa;  pero  la  2.".  que  es  la 
más  usada,  es  "pérdida  repenti- 
na del  conocimiento  y  de  la  sen- 
sibilidad, debida  a  la  suspensión 
siii)ita  y  momentánea  de  la  ac- 
ción del  corazón.'' 

Sindéresis.  Es  f.,  y  así  lo 
usan  todos;  sin  embargo,  se  u.só 
como  lu.,  tal  como  ha  .sucedido 
con  otras  voces  derivadas  del 
griego.  "Podrá  a.-iiniismo  evitar 
en  ])artc  la  molestia  que  ])rocefle 
del  sindéresis  roedor."  (Suárcz 
de  ]''igucn>a,  El  ¡'imajcrn,  ali\ii' 
X).  "Lo  que  aquí  llamainos 
afei'to    llaman    algunos    centella 


del  sindéresis.'\í^Fr.  Juan  de  los 
Ángeles,  Lucha  espirituat,  y.  i, 
c  XI).  Sindéresis  significa: 
"discreción,  capacidad  natural 
para  juzgar  rectamente." 

Sindicación,  f.  Acción  o  elec- 
to de  sindicar,  principalmente 
en  la  primera  acep.  de  estís  v., 
de  "acusar  o  delattir."  En  uotk 
vista  que  dio  el  fiscal  del  Conse- 
jo de  Indias  sobre  acusación  al 
Obispo  Romero  de  ser  desafecto 
al  rey,  leemos:  "Xo  pretende  [el 
Obispo]  se  desprecie  la  sindica- 
ción que  se  ha  heclio .  . .  asegu- 
rando unos  y  otros  haber  sido 
esta  sindicación  una  siniestra 
impo.stura."  (Cartas  de  los  Obis- 
pos al  Rey,  t.  XX^'I,  pág.  155, 
Archivo  del  Arzobispa<lo  de  San- 
tiago). El  Dice,  no  trae  esta  voz 
en  ninguna  acep. 

Sindicada,  f.  "La  Sindicada 
Católica.''  Así  se  intitula  una 
revista,  "órgano  de  los  sindica- 
tos femeninos  de  Santiago."  Esto 
vcK^ablo  est4Í  bien  formado  como 
participio  sustiuitivado  del  v. 
sindicar,  que  desde  la  13.*  edi- 
ción trae  esta  acep. :  "sujetar 
una  cantidad  de  dinero  o  cierta 
cantidad  de  valores  o  mercancías 
a  compromisos  especiales  para 
negociarlos  o  venderlos." 

Sindicato  o  sindicado,  m. 
"Junta  de  síndicos,"  dice  sola- 
mente el  Dice.  Esto  ya  lo  sjibía- 
nios,  por  lo  menos  desde  ol  tiem- 
po de  La  Celestina,  que  en  su 
acto  XIV  dice:  "Pues  mira,  si 
mal  has  hocho,  que  hay  sindica- 
do en  el  cielo  y  en  la  tierra."  Lo 
que  no  (leíiiic  el  Dice,  es  el  sindi- 
cato   de   la   moderna   sociología, 


SIN 


SIN 


que  es:  asociación  formada  para 
defensa  de  los  interesas  económi- 
cos de  los  individuos  que  la  com- 
ponen; conforme  a  la  moderna 
acep.  del  v.  sindicar  que  acaba- 
mos de  ver.  Así  hay  sindicatos 
de  panaderos,  de  la  leche,  de  la 
aguja,  etc. 

Sinembargo,  m.  adv.  Lo  más 
común  es  escribirlo  en  dos  pala- 
bras (sin  embargo),  y  a.?í  lo 
practica  la  Academia  con  los  me- 
jores autores.  Puede  admitir  des- 
pués de  sí  complemento  con  de 
(sin  embargo  de  lo  dicho,  de 
eso,  de  esto),  pero  nó  una  pala- 
bra que  forme  como  concordan- 
cia con  el  s.  embargo,  ni  antes 
ni  después:  Esto  sin  embargo; 
Sin  embargo  la  prohibición.  Tal 
concordancia  sólo  puede  haceree 
con  embargante  u  obstante,  que 
son  participios  adjs. :  No  embar- 
gante esto,  No  embargante  la 
prohibición;  Esto  no  obstante, 
No  obstante  la  prohibición. 
También  puede  decirse:  Sin  em- 
bargo que  estaba  prohibido,  o 
sin  embargo  de  que  estaba. 

Sise  qua  xon  (Condición). 
i  Cuidado  con  decir  en  pl.  Condi- 
ciones sine  qua  non,  porque  es 
como  juntar  el  agua  con  el  acei- 
te! Los  autores  que  escriben  en 
latín  dice  muy  bien:  Conditio- 
nes  sine  quÁbius  non;  pero  el  cas- 
tellano, que  no  conoce  estas  de- 
clinaciones ni  forma  así  sus  plu- 
rales, tiene  que  renunciar  a  usai 
esta  expresión  en  pl.  y  conten- 
tarse con  usar  los  adjs.  o  comple- 
mentos equivalentes:  indispen- 
liüble,    imprescindible,     absoluta, 

L>ic.t.  de  Chil.,  t.  V. 


esencial,    de  toda    necesidad,    de 
que  no  se  puede  prescindir. 

Sinfín,  m.  Número  incalcu- 
lable de  personas  o  cosas;  o  lo 
que  es  igual,  sinnúmero.  Usadí- 
simo es  este  vocablo  por  todos 
los  españoles  contemporáneos 
(Cejador,  Blasco,  Pardo  Bazán, 
SilveUi,  Pereda,  Pérez  Galdós, 
Piodríguez  Marín,  Menéndez  Pi- 
dal,  etc.)  Lo  usó  también  el  atil- 
dado Montalvo,  ecuatoriano,  y 
hasta  el  clásico  P.  Mir:  "Cuervo, 
por  congraciarse  con  la  corriente 
moda,  trató  de  justificar  t(?i  sin- 
fín de  galicismos,  porque  los  vio 
usados  por  escritores  modernos." 
(El  Centenario  quijotesco,  X). 
Pero  hay  todavía  autoridades 
más  antiguas  y  venerandas: 
"Hay  un  sin  fin  de  tormentos 
para  los  malos."  (Jarque,  El 
Orador,  t.  IV,  invect.  XI,  §  11). 

Decidme:  ¿cuánto  número  Je  edades 
ISnfunda  el  matrimonio  en  solo  un  úia? 
Un  antiyer  soltero  ser  solía, 

Y  hoy  casado,    un  sinfm   de  Navidades 
Han  puesto  dos  marchitas  voluntades, 

Y  más  de  mil  antaños  en  la  mía. 
(Quevedo,  Soneto   Hastio  de  un  casado  al  ter- 
cer día). 

Tenía  según  parece. 
Troce  [puntos]  el  Príncipe,  y  no  oso 
Pedir  más,  con  que  perdiú. 
Pero  se  quedó  en  sus  trece; 
Y,  aunque  más  perdiera,  es  Ilino 
Que  allí  perdiera  un  sin/in; 
Pues  con  la  flor  del  jazmín 
Le  ganaras  por  la  mano. 
(Moreto,  .infioco   y  Svleuco,  11 1.  2.') 

El  tiempo  es  lireve  y  yo  largo, 
Y  así  he  de  dejar  por  fuerza 
De  alabar  tantos  ingenios 
Que  en  un  ñnfin  procediera. 
(Rojas,  Viaje  entretenido.  1.  I). 

¡8 


274 


SIN 


SIN 


El  significado  que  tiene  aquí  es 
el  mismo  de  la  fr.  Proceder  en 
infinito  (qvie  se  usa  pai'a  pon- 
derar lo  dilatado  o  interminable 
de  una  cosa)  ;  casi  lo  mismo  que 
cuando  se  dice:  Para  s('cula  sin 
fin.  Véase  el  texto  siguiente  del 
mismo  autor,  1.  c,  donde  le  da 
otro  significado  más  ingenioso 
todavía,  el  del  m.  adv.  al  fin,  pe- 
ro en  realidad  sin  fin: 

Maa  las  diosas,  como  nobles. 
y  al  sinjiíi,  como  mujeres. 
Que  ya  saben  en  que'  caen 
Estos  dimes  y  diretes, 
No  haciendo  arrumacos  desto, 
Les  dicen  que  no  se  alteren. 

El  falso  Avellaneda  usó  este 
nombre  como  f.,  como  -«e  usaba 
entonce*  el  simple  fin  (la  fin  del 
mundo). 

Puesto  que  había  una  ítn/in  de  días 
Que  la  faina  escondía  en  libros  mudos 
Los  fechos  más  sin  tino  y  cabezudos 
Que  se  han  visto  de  Ulescaa  hasta  Olías... 

{Quijute  apócri/u.  al  principio). 

Valbuena,  en  su  Bernurdo,  1. 
XX,  lo  U.SÓ  como  adj.: 

Ma»,  del  sin  fin  deteo  arrebatado, 
Que  allí  en  tan  varios  trances  le  ha  traído... 

Éste  es  el  único  uso  que  le  reco- 
noce el  Dice,  pues  lo  define: 
"Sin  fin,  loe.  fig. :  sin  núiia-ro, 
innumerables."  E.sle  último  adj. 
en  pl.  no  está  bien  en  la  defini- 
ción, porque  ya  acabamos  de  ver 
que  sin  fin  se  usa  tambicn  con 
nombras  en  singular,  como  dc- 
xeo;  y  así  tiene  que  ser,  jiorque 
es  del  mi.-^mo  valor  sintártico 
(jue  sin  par,  sin  iyuíd,  slu  ejem- 


plar, sin   cuento,   que  se  junt^ui 
con  sustantivos  en  singular. 

Ésti  es  de  los  cristianos 
Jai  sinjtn  intfrceileiite, 
lObta  ruega  cuniunmenCe 
Por  los  justos  e  mundanos, 

dijo  un  poeta  del  siglo  XV, 
Juan  Agraz,  hablando  de  la 
A'irgen  María.  (Col.  de  Foulché- 
Delbosc,  t.  II,  pág.  207.»).— En 
vi-sta  del  uso  antiguo  y  moderno 
de  sinfín  c.  s.,  no  podrá  ya  el 
Dice,  retardar  su  admisión;  y 
con  ello  no  hará  sino  agregar 
una  voz  más  a  las  muchas  stfuie- 
jantes  que  hay  formadas  con  la 
misma  prep.  sin:  sinrazón,  f-in- 
sahoT,  sinnúmero,  sinju^ticia 
ant.,  sinvergüenza  (admitido  en 
la  14."  edición).  Hasta  el  mo- 
dismo sin  cuento  ha  sido  usado 
como  s.  por  el  P.  Mir:  "Al  Vo- 
cabulario español  le  faltan  un 
sin  cuento  de  voces"  (El  Centt- 
nnrio  quijotesco,  X),  y  por  Ce- 
jatior:  "La  riza  que  hace  la  vi- 
ruela échase  bien  de  ver  por  el 
sincuento  de  caras  picadas  que 
por  todas  partes  hallaréis."  (fa- 
s'i volantes,  pág.  144).  Juan  de 
Mena  usó  el  .•'.  sin  medida  (fal- 
ta de  medida),  formado  de  la 
misma  manera: 

Pup«  ya.  iKirq'io  ve.i  In  lii  >¡n  mn/i>/a, 
L:i  casa  nii'  muestra  do  anda  tu  lueda. 

(l:l  Liihrrlnln  ,!e  /»r/i.i.«.  oct.  15.*) 

Véase  Sinvergüenza. 

Sinfinidad,  f.  Formado  del 
anterior,  se  u.sv  entre  el  luieblo 
csi)añnl  en  el  mismo  sentido  de 
infinidad,  fig. :  "gran  número    y 


blN 


SIN 


muchedumbre  de  cosas  o  perso- 
nas." "Le  pido  al  Señor  que  te 
haga  más  rico  de  lo  que  eres; 
que  vendas  sinfinidá  de  Sema- 
nas." (Pérez  Galdós,  3Iiserícor- 
dia,  III).  Menéndez  Pidal  lo  da 
también  como  vulgar.  (Manual, 
n.°  86).  Nuestro  vulgo,  que  no 
conoce  este  vocablo,  ha  formado 
uno  más  original:  sunimio,  de 
sinnilmero.  ^'éase  Inmundicia. 

Singa  (A  la),  m.  adv.  £n 
Chiloé,  modo  de  navegar  una 
embarcación  cuando  va  avanzan- 
do por  los  movimientos  de  dere- 
cha a  izquierda  y  viceversa,  que 
imprime  a  la  bayona,  afianzada 
en  la  popa,  aquel  que  la  dirige. 
Es  forma  corrupta  procedente 
de  singlar:  "navegai",  andar  la 
nave  con  rumbo  determinado." 
(Cavada).  En  hoja  suelta,  agre- 
gada, dice  este  autor  que  hay 
también  v.  singar,  de  uso  co- 
rriente en  todas  partes,  a  pesar 
de  no  traerlo  el  Dice,  de  la  Real 
iVcademia,  y  que  varios  diccio- 
narios traen  singar  y  cingar. 
Pereda  y  la  14."  edición  del 
Dice,  académico  traen  cinglar, 
como  igual  a  singlar. 

Six  Hi'Eso  (La).  Véase  IIue- 
po. 

Siniestrado,  da,  adj.  Que  ha 
padecido  siniestro,  en  la  acep. 
que  Cí^ta  última  voz  tiene  en  el 
(omercio:  "avería  grave  o  pérdi- 
da de  mercancías,  especialmente 
en  el  mar,  por  naufragio  vi  otro 
contratiempo."  Aplicándose  la 
voz  siniestro  a  las  mercancías, 
¿será  propio  aplicar  a  las  perso- 
nas el  mal  formado  adj.?  Así  lo 
hizo  el  que  escribió:  "Veinte  mií 


o  más  siniestrados,"  en  vez  de 
damnificados,  perjudicados.  Si 
se  trata  de  las  mercancías  mis- 
mas, puede  usarse  el  part.  ave- 
riado, da,  pues  averiarse  signifi- 
ca: "maltratarse  o  echarse  a  per- 
der alguna  cosa.  Dícese  más  lo- 
munmente  de  los  géneros  y  mer- 
caderías que  se  llevan  en  los  bu- 
ques.'' Si  se  trata  del  individuo 
que  ha  padecido  naufragio  o 
tormenta,  dígase  náufrago,  ya. 
¿A  dónde  iríamos  a  parar  si  de 
cada  s.  tuviéramos  que  formar 
necesariamente  un  v.  o  partici- 
pio? Así  lo  practican  los  que  di- 
cen alumno  becado,  rosario  in- 
dulgenciado, casa  terremoteada, 
escrito  moteado,  salvaguardiar 
los  intereses  de,  silenciar  tales  o 
cuales  hechos;  y  por  este  camino 
tendrán  que  llegar  a  formar  ver- 
bos como  calzonar,  hacer  calzo- 
nes, camisar,  hacer  camisas,  co- 
mo les  decía  con  su  acostumbra- 
da ironía  Don  Juan  Valera. 

Sixo,  conj.  adversativa.  No 
deben  confundirse  sino,  si  no  y 
si  nó.  La  primera  denota  adver- 
sidad o  excepción:  "No  quiero 
guerra,  sino  paz;  Nadie  lo  sabe 
sino  Antonio."  Si  no  son  dos  pa- 
labras (si,  conj.  condicional,  y 
no,  adv.  de  negación),  y  se  co- 
noce que  son  dos  palabras,  en 
que  pueden  separarse  e  interca- 
larse otras  sin  que  varíe  el  sen- 
tido. "Para  todo  hay  remedio, 
si  no  es  para  la  muerte,"  se  pue- 
de decir:  si  acaso  no  es,  si  por 
ventura  no  es.  "No  las  toques,  si 
no  quieres  dejar  la  \'ida  en  pago 
de  tanto  atrevimiento:"  si  es 
que  no  quieres,  .fi  acaso  no  quie- 


276 


SIN 


SIN 


re?.  Si  nó  es  una  proposición 
elíptica  y,  por  tanto,  debe  sepa- 
rarse por  comas:  ''Vente  tem- 
prano, porque,  si  nó,  peligra  tu 
vida:"  si  no  te  vienes  temprano. 
"Díjole  que  se  rindiese;  si  nó, 
que  le  cortaría  la  cabeza:"'  si  no 
se  rendía.  Algunos  no  acentúan 
el  no;  pero  la  fuerza  con  que  se 
pronuncia  por  carecer  de  verbo, 
lo  está  pidiendo  a  gritos. — ''Hay 
oraciones  negativas,  dice  Bello, 
en  que  el  sino  redunda  manifies- 
tamente: No  dudo  sino  que,  poi 
710  dudo  que;  No  se  me  puede 
quitar  del  pensamiento  sino 
que,  por  no  se  me  pu-ede  quitar 
del  pensamiento  que.  Con  esta 
construcción  se  hace  decir  al  si- 
no lo  contrario  de  lo  que  debie- 
ra; pues  No  dudo  sino  que, 
significa  propiamente  la  sola  co- 
sa que  dudo  es  que.  Este  pleo- 
nasmo es  de  poco  uso  en  el  día 
[de  hoy],  y  vale  más  evitarlo." 
"No  tuvo  Bello  razón  en  su  ms- 
tancia,  dice  el  Padre  Mir,  cuan- 
do mostróse  amostazado  con  la 
forma  sino  que,  hasta  el  extremo 
de  notarla  de  pleonasmo.  No  es 
pleonasmo,  sino  valerosa  afirma- 
ción que  remacha  la  verdad 
enunciada.  La  proposición  No 
dudo  sino  que  haij  Dios  viene  a 
significar:  Muy  lejos  e4oy  de 
dudar  que  hay  Dios,  tengo  pa- 
ra mí  por  muy  sin  duda  que 
hay  Dios.  Bello  dejóse  en  el  tin- 
tero el  no,  cuando  dijo:  no  dib- 
do  sino  que  significa  propiamen- 
te la  sola  cosa  que  dudo  es  que; 
debió  lialjer  dicho:  la  sola  cosa 
que  no  dudo  es  que.  T^a  razón  es 
llani.simn.    T^a     propcvicióu     No 


dudo  sino  que  hay  Dios,  antes 
es  elíptica  que  pleonástica.  Ha- 
ce este  sentido:  Yo  no  dudo  que 
hay  Dios;  pero,  si  en  algo  hu- 
biera de  poner  duda,  no  la  pon- 
dría en  que  hay  Dios,  de  todo 
dudaría,  sino  de  que  hay  Dios, 
y  así  no  dudo  sino  que  hay  Dios.- 
no  dudo,  antes  afirmo  que  hay 
Dios...  Bello...  dio  pniebas 
de  haber  meditado  poco  la  fuer- 
za del  non  dubito  quin  de  los 
íatinos,  que  sirvió  de  guía  al  ar- 
tificio de  los  clásicos;  porque  ¿de 
dónde  saca  él  que  la  frase  no  du- 
do sino  que  significa  propiameit 
te  lo  que  él  dice  y  nó  otra  cosa'.' 
De  los  mismos  clásicas,  tan  con- 
testes en  interpretar  el  quin  la- 
tino, como  concordes  en  el  uso 
de  su  interpretación,  no  lo  podía 
Bello  sacar;  sacóselo  de  la  cabe- 
za o  del  andar  ordinario  de  la 
partículo  sino."  (Prontuario, 
art.  Sólo  que). —  ¿Cómo  debe 
pronunciarse  el  sino  adversati- 
vo"? ¿Es  grave  o  agudo'?  Lomo 
grave  lo  ha  esícrito  siempre  la 
Academia  y  así  lo  han  usivdo  los 
principales  autores;  mas  no  fal- 
tan poetas,  como  Calderón  de 
la  Barca,  Moreto,  Martínez  de  la 
Rosa,  que  al  fin  de  verso  han  di- 
cho sino.  En  las  Ol>ras  de  D 
Juan  de  Iriarte,  publicadas  por 
sus  sol)rinos.  se  escribió  también 
invariablemente  sino.  Pero  el 
que  más  }>i>pularizó  esta  niaia 
pronunciación  fué  Salva,  que 
en  su  CJraniática  dio  coim» 
agudas  las  conjunciones  (fioi- 
que,  porque  (causíal)  y  sino, 
"siguiciidi)  su  acentuación  pro 
viiiciiil,      ciMitrii      In      clásicii     «v- 


SIN 


SIN 


277 


pañola,"  como  .«e  lo  eí'hó  en  ros- 
tro el  colombiano  Caro.  En  efec- 
to, en  valenciano,  que  era  el  dia- 
lecto de  Salva,  se  dice  sinos. 
Contra  los  poetas  que  en  verso 
han  dicho  sino,  opongamos  la 
autoridad  de  Fr.  Luis  de  León : 

Hay  otros  de  más  tosco  injfenio  y  duro, 
No  nacen  $ino  de  simiente  puesta. 

I  Geórgica)  de  Virgilio  1.  II). 

El  Maestro  Gonzalo  Correas  trae 
el  refrán  "Un  pero,  un  sino, 
no  hay  a  quién  no  le  vino," 
donde,  por  la  consonancia,  se  ve 
clara  la  acentuación  grave.  Vé- 
anse AuxQiE  y  Porque. 

SÍNODO,  m.  y  nó  f.,  como  lo 
fué  antiguamente,  conforme  ai 
griego  y  al  latín.  Fáltale  en  el 
Dice,  la  acep.  de  "colección  de 
los  decretos  y  disposiciones  de 
un  sínodo,"  que  se  usa  en  todo 
el  mundo  y  que.  niutatis  mutan- 
(lis.  dio  el  Dice,  a  Concilio. —  Es 
chilenismo  sínodo  en  el  signifi- 
cado de  "renta  que  asigna  el 
Gobierno  civil  a  algunos  párro- 
cos y  vicepárrocos  y  otros  minis- 
tros del  culto  que  la  tienen  muy 
escasa  de  las  demás  entrada.? 
eclesiásticas."  Decimos  chilenis- 
mo en  el  sentido  de  que  actual- 
mente sólo  en  Chile  se  u.'^a  (no 
nos  consta  de  los  demás  países), 
pues  al  principio  se  usó  en  Espa- 
ña y  de  allá  vino  en  las  leyes 
que  se  dieron  para  estas  Indias. 
"Los  estipendios  y  sy nodos  se- 
ñalados a  los  Curas  y  Doctrine- 
ros de  Pueblos  de  Indios,  son 
bastantes  para  su  congrua  .sus- 
tentación." (Eecop.  de  India/í,  1. 


I,  tít.  XIII,  1.  13).  El  Dice,  de 
Autoridadas,  que  en  la  voz  Con- 
grua trae  esta  cita,  no  le  da  a 
sínodo  la  respectiva  acep.  He 
aquí  otra  autoridad:  "Para  di- 
cho pensamiento  [de  atender  a 
tres  iglesias  en  tierra  de  indios] 
conviene  buscar  tres  clérigos  o 
tres  rcligioi=os  que  secularicen, 
de  edad  madura,  que  quieran  de- 
dicarse a  tan  alta  obra  en  unos 
terrenos  de  tanta,  soledad  y  con 
el  corto  sínodo  de  doscientos  pe- 
sos." (Tomás  de  Anguiano,  Go- 
bernador Intendente  de  Hon- 
duras, 1."  de  Julio  de  1798,  Ar- 
chivo de  Indias).  Las  mismas 
palabras  repiten  otros  dos  infor- 
manteí-  de  esta  comunicación. 
La  etimología  griega  de  sínodo, 
que,  además  de  reunión,  signifi- 
ca x'iático  ((T'jvofió?,  de  tuv,  con, 
y  0^6;,  camino:  que  acompaña 
en  el  camino),  favorece  también 
esta  acep.,  que  fué  usadísima  en 
América  durante  el  período  co- 
lonial.— Santo  Sínodo:  en  Ru- 
sia, junta  de  obispos  que  reside 
en  la  capital  del  imperio  y  re- 
suelve todo  lo  concerniente  a  la 
religión.  Es  la  autoridad  religio- 
sa más  alta,  pero  sometida  al 
Czar,  que  es  allá  el  sumo  pontí- 
fice. Falta  esta  acep.  en  el  Dice. 

SixoNiMisTA,  com.  Persona 
que  escribe  .sobre  sinónimos  o 
que  es  muy  versada  en  ellos.  Vo- 
cablo bien  formado  y  necesario. 

SixóPTico,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Aplícase  a  los  tres  primeros 
evangelios,  de  San  Mateo,  San 
Marcos  y  San  Lucas,  y  también 
a  los  tres  evangelistas.  Es  acep. 
corriente     entre   es(>riturarios    v 


2T8 


SIN 


SIN 


teólogos  y  urge  incluirla  en  el 
Dice.  El  origen  de  ella  es  el  ti- 
tulo de  sinopsis  (lo  que  ee  ve  de 
una  íola  mirada),  que  se  dio  a 
varias  obras  que  se  publicaion 
sobre  las  semejanzas  de  las  tres 
primeros  evangelios  entre  sí  y  a 
diferencia  del  de  San  Juan.  Ge- 
neralmente se  han  impreso  a 
tres  columnas,  a  fin  de  hacer  no- 
tar en  trozos  paralelos  las  seme- 
janzas de  los  pasajes. 

SÍNTESIS,  f.  Nótese  que  las  dos 
aceps.  que  le  da  el  Dice,    (com- 
pf>sición  de  un  todo   por  la  reu- 
nión de  sus  partes;  suma  o  com- 
pendio de   una  materia  o   cosa) 
son  en   sentido  recto  o   propio  y 
lió  enelfig.  Por  consigniente,  de- 
cir, como    Severo   Catalina,   que 
"el  amor  de  la  madre  cristiana, 
es  la   síntesis  de   todos  los   amo- 
res,''   no    es  hablar   en  cristiano 
sino   en  griego;   en  cristiano  se- 
ría: h  cifra  de  todos  los  amores, 
en  él  se  cifran  los  demás  amores. 
Sinvergüenza,  adj.  y  ú.  t.   c. 
s.  Picaro,  bribón.  Así  fué  admi- 
tido en  la  14."  ■  dición  del  Dkv. 
e-te  vocablo,   que  ya  era  de  uso 
general  en    España  y    América. 
No   había    motivo   alguno    i)ara 
hacerle  asco,  pues  está    perfecta- 
mente formado  del  complemen- 
to sin  verf/üenzfi,  aplicado  a  per- 
sona, y  es  saViido  que  los  comjjlc- 
mcnto-  de  esta  clase  equivalen  a 
\n\  adj.  A.SÍ.  hombre  de  juicio  \a- 
ic  hombre   jiüviosn;    hombre    de 
honnr,  honrado  o    pundonoroso; 
como    el     latín     modicae     fidd. 
(homlirc)   d-e  poca  fe,  desconfia- 
ih),  (>\pre.sión  con  que  Cristo  re- 
].rcudió    a    San    rc<lro    (Mako, 


XIV,  o).  En  los  clásicos  son  co- 
rrientes estos  complementos: 


Si  desdicha»  consolasen, 
¡Cuánto  coniuelo  temía 
El  tinrmtura  de  nu'l 

(Luis  de  Vivero,  siglo  XV). 

Ante  el  altar  de  Jovc,  rl  t>n  sotitgo 
Príamo  degollado  ya  se  vía. 

(Sánchez  Viana,  Meiamnrfoiis,  1.  XIHV 

,-Quc  dices,  loco,  villano, 
Atrevido.  >iii  refpelo? 
(Moreto.  El  ihs'in  con  el  ileidni.  III,  fi") 

Alt/'hi  .'iíi    almn  que  aguarde 
Lo  que  espeíamos  los  dos. 

(Tirso,  Quien  calla  otorga,  I.  15.*) 

¡Oh  padre!  deteneos,  y  vuestra  espada 
No  hiere  a  un  hombre  justo  y  tan  tin  culpa. 
(Cionz.  Pérez,  I.a   ('Urea.  1.  XXI  H. 

Este  mismo  clásico  empleaba 
también  el  sin  vergüenza  con 
tanta  libertad  como  ahora,  se 
gún  se  ve  en  la  misma  obra  (dis- 
tintos libros) : 

Me  vuelve  el  dote  grande  que  le  he  dado 
Por  c.iusa  de  su  hija  s!n  rergiienza 

Y  aquella  rin  ren/ünza  fuese  luego 

Por  ser  pohre,  atrevido  y  tin  Kcrgñema 

Llamando  a  su  criada,  le  decía: 

Perra,  mala,  atrevida,  fin  rrrí'" iici, 

Y  ti»  temor 

Siennii-c  atendiendo  en-in''o  llegarí.i 
El  tienii«i  de  poner  la  mimo  fuTte 
A  aquella  gente  mala  y  sin  rergümzn. 

Mas,  no  dejados  los  juego». 
Quieras,  Musa  íin  rergíirmn. 
Repetir  lo»  triste»  dones 
Del  canUr  de  la  isla  Cea, 

(Rodr.   Caro,   Diat geniale.:  diiíl.  V1,5  /I). 

Y  darse  fíe'  »ín  ír.i/  pueblo  precito 
Ciinipliee»  en  la  culpa  y  el  delito. 

(Valljuena,£í  íirinnnloA.  XXM). 


SIN 


SIQ 


279 


Como  los  adjs.  latinoí  que  for- 
mó Horacio  en  su  Arte  poética: 
exlex,  sin  ley,  y  exspcs,  sin  espe- 
ranza : 

Spectiitor.    func'usque     sacris,    et    potus  et 

ej/fx 

¿Quid  hoc,  si  fracíis  euutut  cx.''peá 
Navibus  aere  Jato,  qui  pingituí? 

"¿Sin  ventura  yo!  dijo  Don 
Quijote,  oyendo  las  triste,?  nue- 
vas." (Quijote,  p.  I,  c.  XVIII). 
"Yo,  tan  descarado  y  sin  ver- 
giienza,  que,  siendo  el  mav';r  de 
los  pecadores,  no  trato  de  .satis- 
facer más  que  todos."  (Nierem- 
berg,  De  la  adoración  en  espíri- 
tu y  verdad,  1.  II,  c.  XX).  "Mi- 
ra cuan  sin  vergüenza  se  adelantó 
primero  que  todos,  y,  llegado  al 
buen  Maestro,  lo  vendió  con  be- 
so de  falsa  paz."  (Granada,  De 
la  oración  y  consid.,  p.  I,  c.  X). 
"Qi;eda  j-a  éste  por  ladrón  cuu- 
firmado.  por  pésimo  sm  reint.- 
di.."  "Como  sin  letras,  he  me- 
nester vuestra  enseñanza."  "No 
hay  furia  tan  tremenda  como 
un  juez  primerizo .  .  . ,  desnudo 
de  piedad,  de  consideración,  sin, 
Dios,  sin  ley  ni  miedo."  (Suá- 
rez  de  Figueroa,  El  Pasajero, 
alivio  I,  II  y  VI).  Y  así  hablan 
también  todos  los  modernos:  ec 
sin  conciencia,  algún  sin  alma 
(Pícara  Justina),  al  sin  favor 
(Donado  hablador),  la  sin  rival, 
la  sin  comparación,  palabra  sin 
malicia,  virgen  sin  mancha  o 
sin  mancilla,  precio  sin  compe- 
tencia, hombre  sin  influencia, 
sin  poder;  la  muy  sin  vergüen- 
za, por  sinvergüenza,  ¡sinver- 
güenzas!   (Peieda),    ese    sinver- 


güenza (Pérez  Galdós),  etc.,  etc. 
— No  son  pocos  los  derivados 
que  en  el  lenguaje  fam.  y  en  el 
vulgar  se  han  formado  del  adj. 
únvergüenza:  en  el  mismo  Gal- 
dós leemos:  "ricos  sinvergonzo- 
nazos ;  borrachona,  sinvergüen- 
zonaza;"  sinvergüenzón,  en  Pe- 
reda :  sinvergüencería,  en  Vale- 
ra :  sinvergüencería,  dice  Hart- 
zenbuseh  que  se  lo  oyó  en  el  pul- 
pito a  un  celebérrimo  predicador ; 
sinvergoncería,  pero  mucho 
más  sinvergüenzura,  se  oyen 
también  como  corrientes  en  Chi- 
le, y  lias'a  en  el  lenguaje  litera- 
rio. Tales  heces  de  lenguaje  no 
pueden  tener  cabida  en  un  dic- 
cionario serio.  Véase  Sinfík, 
que  tiene  la  misma  formación 
que  sinvergüenza. 

SiÓN,  f.,  fig.  Acompañado  do 
los  adjs.  celestial,  celeste,  alta  y 
otros  parecido*,  significa  paraíso, 
gloria,  cielo,  como  mansión  de 
la  eterna  bienaventuranza.  Si  se 
da  esta  acep.  a  Jerusalén  (véase 
en  su  lugar),  con  mayor  razón 
debe  daree  a  Sión,  que  era  la  coli- 
na más  alta  de  la  ciudad  de  Jeru- 
salén y  en  la  cual  estaban  edifica- 
dos la  cindadela  y  el  templo. — 
La  recta  pronunciación  de  este 
vocablo  es  en  dos  sílabos  y  agu- 
do, Sión,  como  lo  usaron  y  usan 
los  mejores  prosistas  y  poetas; 
por  consiguiente,  quedan  repro- 
badas las  formas  Síon,  y  Sión 
(mono.sílaljo). 

SiQUEMiTA,  com.  Natural  de 
Siquem,  ciudad  de  .Judea  y  cer- 
cana al  monte  Hebal.  '  I  adj. 
Perteneciente  a  Siquem  o  sus 
habitantes.  Falta  en  el  Dice. 


280 


SIR 


SIR 


Siquimiriqui,  m.  En  Chiloé, 
cierto  baile.  Se  baila  entre  dos, 
zapateando  y  redoblando  como 
en  la  sajuriana.  (Carada,  que  le 
da  la  si.iíuiente  letra: 


Un  cadete  se  ha  perdido. 
¿DiSnde  lo  llegue'  a  encontrar? 
Dentro  tu  pecho  escondido. 
;Qa,  vihuela  famosa, 
Prepara  bien  tu  tañido. 
Siquimiriqui 

Y  pt)lv(im:niqui, 
Siquimiriqui 

Y  polvo  miniqui. 

La  voz  es  de  formación  capri- 
cho.'?a,  como  tantas  otras  que  i?c 
Uían  en  cantos  y  danza?.  Véase 

M.AXSEQUE. 

SiR,  SiKE.  Majestad.  "Trata- 
miento de  soberano,  que  tiene 
uso  principalmente  en  Francia 
e  Inglaterra,  y  se  halla  en  mu- 
chos de  nuestros  autore»-'.''  A.-ícl 
Dice,  de  Autoridades,  y  así  de- 
bería repetirlo  el  de  hoy,  porque 
tfub«iíften  las  mi.smas  razones. 

SiRKX.v,  f.  "Pito  de  vapor  que 
so  emplea  en  los  buques  y  en 
las  co.stas  i)ara  hacer  señales.'' 
Es  la  3."  acep.  que  a  este  vocablo 
da  el  Dice,  pero  como  término 
de  Marina  .-solamente.  Le  adver- 
timos que  muchas  máquiniis  de 
tierra  tienen  también  e-te  mi.<- 
mo  pito  o  .'^illwto  de  va}x>r  y  que 
•■'e  llama  »iren<i.;  lo  hemos  vistf. 
011  máquinas  de  fábricas  y  en 
máquinas  ])iira  apagar  inceil- 
dios,  y  lo  usan  para  llamar  a  su 
líente. — Falta  ti!ml>ién  la  ace¡). 
lig.  de  "mujer  que  halaga  y 
cmbelcsi  cnn  la  (bilzura  de  su 
canto." 


SiREXO,  m.,  fig.  y  fam.  Hom- 
bre que  halaga  y  embelesa  con 
la  dulzura  de  su  canto.  Tres  ve- 
ces, por  lo  menos,  aparece  en 
La  Pícara  Justina,  y  ni  una  sola 
en  el  Dice. 

Siriaco,  ca,  adj.  "Natural  de 
Siria.  Ú.  t.  c.  s.  1 1  Perteneciente 
a  esta  región  de  Asia.  1 1  Dícese 
especialmente  de  la  lengua  ha- 
blada por  los  antiguos  siriacos. 
Ü.  t.  c.  s.  m."  No  podemos  asen- 
tir a  esta  acentuación  del  Dice. 
y  preferimos  la  esdrújula  (siria- 
co, ca).  que  es  también  la  del  la- 
tín sj/ríacvs.  Véase  Afrodisiaco. 
Cuando  estos  nombres  pa-^aw  ^ 
boca  del  vulgo,  entonce-^,  por  lo 
general,  toman  la  acentuación 
llana  o  grave,  que  es  la  caracte- 
rística del  ca-^tellano:  pero, 
mientras  se  conservan  entre  la 
gente  culta,  deben  pronunciarse 
como  son.  Así,  en  este  caso,  el 
término  vulgar  es  mrio,  ria,  y  ci 
culto,  siiíaco,  ca.  Por  e^ta  misma 
razón  el  nombre  propio  Ciriaco, 
que  es  corriente  en  el  pueblo, 
aunque  en  griego  y  en  latín  es 
esdrú]ulo  (Cyrí'jcus,  igual  en 
significado  a  Dominicxis,  Do- 
mingo), en  el  lenguaje  general 
so  hizo  grave. 

Sirilla,  f.  En  Ciiilué,  cierto 
baile.  Se  baila  entre  cuatro,  con 
pañuelo.  za])ateo  y  redoble.  Tie- 
ne tres  vueltas. 


¿Sirillas  me  pidesy 
,;Curfl  de  ellii»  quieres? 
Son  uiuti  nniaiilliui 
Y  otra»  son  verdes. 

Relín  tirano. 
Como  p«i»ií  el  invieriifi, 

l'iiMÍ  el  vcL.no. 


SIR 


SIT 


281 


Todo  es  de  Cavada,  quien  tam- 
bién advierte  que  el  vocablo  es 
forma  corrupta  de  segiudiUa. 

Sirria,  f.  Muy  diestro  o  hábil, 
especialmente  en  los  juegos.  Ü. 
m.  entre  muchachos,  y  princi- 
palmente en  el  juego  de  las  boli- 
tas. Ksto  hace  pensar  que  la  eti- 
mología pueda  ser  el  castellano 
sirria  o  sirle:  excremento  del 
ganado  lanar  y  cabrío." 

Sirvienta,  f.  "Mujer  dedica- 
da al  ser^■icio  doméstico."  Sir- 
viente, m.  "El  que  está  dedica- 
do al  servicio  doméstico."  Así  el 
Dice.  Dejen  pues  sus  escrúpulos 
los  que  no  se  atreven  a  decir  la 
sirvienta,  alegando  que  el  nom- 
bre, como  participio  que  es  en 
su  origen,  debe  mantenerse  in- 
variable. Así  lo  practicaron  al- 
gunas clásicos,  como  Calderón 
de  la  Barca,  que  dijo: 

Entr($  de  una  sirviente  acompañado. 
{Lor  empeños  de  un  acasu,  III,  4.") 

Sin  embargo,  Timoneda  (1559) 
decía  ya  en  su  tiempo: 

—  ¿Qne  dices? 

—  Que  soy  pagada 
Y  contenta 

De  ponenne  a  toda  afrenta, 
Pues  se'  que  tu  voluntad 
Se  funda  en  toda  bondad: 
Mándame  como  a  sinnenla. 

[ComeJiii  llamad-i  Aiirc'.iu,  jorn.  1). 

Véanse  Postulanta,  Kegexta 
y  Represextanta. —  Sirviente, 
m.  En  Car])intcría  chilena  e^ 
i<5:ual  a  Muchacho,  1.»  aceo.  y  a 
Sargento. —  Sirviente  de  mano. 
*.'éase  Maxo. 


SiSER.A,  f.  Costurera  que  cose 
las  mangas  en  las  sisas. —  Sisa, 
en  esta  acep.,  es  "sesgadnra  he- 
día en  la  tela  de  las  prendas  de 
vestir  para  que  ajusten  bien  aJ 
cuerpo,  y  especialmente  corte 
curvo  correspondiente  a  la  parte 
de  los  sobacos."  Como  ésta  es 
costura  más  difícil,  en  los  talle- 
res se  hace  por  costureras  más 
diestras,  y  éstas  se  llaman  sise- 
ras, y  así  tendrá  que  aí'eptarlo  el 
Dice. 

SísiFO,  n.  pr.  m.  Ví-a^e  Pe- 
ñasco. 

Sismólogo,  m.  Falta  en  el 
Dice.  Véase  Seísmico. 

Sistemadamente,adv.  de  m. 
Sistemáticamente:  de  modo  sis- 
temático. 

Sistematización,  f.  Acción  o 
efecto  de  sistematizar.  No  tiene 
el  Dice,  por  qué  excluirlo. 

Sistemar,  a.  "Son  atribuciones 
del  director  gerente.  .  .  sistemar 
la  contabilidad  y  establecer  pro- 
cedimientos regulares  para  el 
buen  orden  de  las  operaciones." 
{Reglamento  de  cierto  banco). 
En  castellano  no  hay  más  que 
sisfemutizar:  "reducir  a  sistema." 

Sisto  n.  pr.  m.  Sixto,  y  su 
derivado  Sixtina.  Esta  foriua 
adoptó  el  castellano  de  la  latina 
Xiistus,  derivada  del  griego, 
trastrocando  x-s  en  s-x. 

Sitiar,  a.  Conjúgase  sitio,  si- 
tias, sitie,  etc.,  guardando  el  mis- 
mo acento  del  s.  sitio.  Nuestro 
vulgo,  que  hace  en  ear  pai'a  la 
conjugación  todos  los  verbos  en 
iar,  dice  siteo,  sitean.  Por  dicha, 
no  usa  casi  este  v. 

Sitio,  m.   Lugar  en  que   veii- 


2Ri' 


SIT 


SIT 


de  sus  baratijas  el  pacotillero 
en  los  vapores.  Acep.  chilena 
bien  empleada,  porque  la  1." 
que  el  Dice,  da  a  sitio  es  "lugar." 
— Comprar  sitio  uno,  fr.  fig.  y 
fam..  corriente  en  Chile:  darse 
un  porrazo  cayendo  en  el  suelo, 
principailmente  cuando  se  va  a 
pie  o  a  caballo.  ".Aunque  el  te- 
rreno es  tan  pedregoso,  no  faltó 
quien  quiso  comprar  un  sitio." 
{Relación  de  la  Visita  diocesana 
del  Illmo.  Sr.  Alday,  23  de  Abril 
de  1757).  Tan  antiguo  es  el  uso 
de  esta  fr.  entre  nosotros,  y  así 
perdura  liasta.  hoy.  manteniendo 
el  buen  humor  de  los  que  la 
usan  y  la  oyen.  .Jotabeche  dijo 
también:  "Las  niñas  van  com- 
prando sitio  de  cuadra  en  cuadra 
y  cayendo,  jamás  a  su  gusto, 
pero  siempre  al  de  todos;  nimca 
como  el  gato,  siempre  como  ca- 
rruaje que  se  vuelca."  (Art.  Ta(s 
solidas  a  paseos).  Por  .«er  tan 
bien  formada  e  ingeniosa  esta 
fr.,  merece  la  acogida  del  Dice, 
aunque  ya  tenga  la  lengua  mu- 
chas otras  para  expresar  esta 
misma  idea;  como  .=on:  Dar  una 
costalada  o  un  costalazo.  Dar  de 
hocicos  o  de  ojos.  Caer  de  larnn 
a  larqo,  fíesar  la  tierra.  Rodar 
por  el  si'clo,  Medir  el  suelo  con 
las  e.tnafdns.  etc.,  etc.  ¡  Con  qué 
gracia  lo  dijo  Lope  do  Vega  en 
c-ta  Iclrilla! 

El  D.nvi.!  V  lifiit". 
A  niyas  niclrníi 
Gigante*  itt  inaHos 
Mh'rtí  la  tierra. 

^fiís  graciosa  aún  es  la  descrin- 
cii'm  do  Cervantes:  "Llega  Ci- 
Jiii'm  a  .Úrica,  tropieza  en  sallan- 


do en  tierra,  tic'nenlo  por  mal 
agüero  sus  .foldados;  pero  él, 
abrazándose  con  el  suelo,  dijo: 
no  te  me  podrá.s  huir,  África, 
porque  te  tengo  asida  y  entre 
mis  brazos.'"  (Quijote,  p.  II,  c. 
LVIII).  Gracián  atribuye  esto 
a  Julio  César,  diciendo:  "Así 
César  en  África  cayó  en  tierra  al 
saltar  de  el  bajel,  pero  corrigió 
pronto  el  agüero  y  dijo:  Teiieo 
te,  África.  No  he  caído,  sino  que 
he  tomado  posesión.  Equivocó 
el  caer  con  el  abrazarse  con  la 
tierra."  Bastús,  siguiendo  a  Cer- 
vantes, atribuve  esto  a  Escipión. 
(T.  IIL  pág. '319). 

Sito,  t.\,  adj.  Significa  lo  mis- 
mo que  situado,  da. 

SiT  tibí  terr.v  levis,  fr.  lati- 
na. Liscripción  fúnebre  conniní- 
sima  en  epitafios,  que  suele  tam- 
bién escribir.se  en  abreviatura: 
S.  T.  T.  L.  Significa:  Blanda  o 
liviana  te  sea  la  tierra.  Bueno 
sería  que  el  Dice,  enseñara  lodo 
esto. 

SiTT.^cióx,  f.  "El  principal 
vicio  del  uso  moderno,  dice  el 
P.  Mir,  consi-te  en  atribuir  a  la 
palabra  sifunción  un  signiticado 
absoluto:  La  pren.9a  de  la  situa- 
ción lio  ¡¡rcffa  serricio  al  pai^s; 
La  situación  está  firme:  La  si- 
tuación no  durará;  Liis  antiguas 
situaciones  uariun  de  las  prira- 
iÍds  d(!  iii'oniirrii ;  El  ¡irnubre  át 
la  situación;  La  situación  re- 
quiere hombres  dcnod/idos.''  La 
acep.  pertinente  que  le  da  el 
Dice.  e«:  "estado  o  constitución 
de  las  cosas  o  per.<onas;"  por  e.-(0, 
al  liablar  <lo  silufirión.  dflie  agre- 
garse la  co.<a  o  pei-sonn,  o  la.''  co- 
sas (t    personas    de  que  se    trato. 


SIU 


SIÜ 


28S 


Por  ejemplo:  "La  persona  de  la 
actual  sitvMción  política;  Es  el 
hombre  de  la  situación  en  que 
estamos;  Es  el  hombre  hoy  día 
necesario. — La  gente  de  teatro, 
los  autores  de  comedias  y  los 
dramaturgos,  los  críticos  y  lite- 
ratos, dan  al  vocablo  situación 
una  acep.  bastante  impropia  y 
floja,  y  tomada  del  francés  como 
la  anterior.  El  español  tiene  pa- 
ra esto  la  palabra  lance:  "en  el 
poema  dramático  o  en  cualquie- 
ra otro  análogo,  como  la  novela, 
suceso,  acontecimiento,  situación 
interesante  o  notable."  Aí^í  que. 
esas  llamadas  situaciones  no  ton 
todas  ni  cualesquiera  situaciones, 
sino  solamente  las  interesantes  o 
notables.  Siempre  la  misma  dife- 
rencia entre  ambas  lenguas:  la 
francesa  todo  lo  generaliza,  la 
castellana  particulariza  mius  sus 
voces. 

Situar,  a.  y  r.  Conjúgase 
sitúo,  sitúas,  sitúe,  etc. 

Siútico,  ca,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
A'éanse  Pije  y  Pisiútico. — La 
etimología,  segián  nuestra  opi- 
nión, es  el  castellano  escéptico, 
y  no  parezca  atrevimiento  el 
afirmarlo.  En  aquellos  tiempoLi 
de  fe  pura  y  sincera,  en  que  todo 
lo  que  iba  contra  la  religión  era 
objeto  de  escándalo  y  de  horror; 
cuando  al  .simple  muchacho  que 
se  i)ropasa1>a  en  sus  dichos  lo 
llamaban  filósofo ;  cuando  se  mi- 
raban con  recelo  y  desconfianza 
todos  los  libros  profanos,  era 
natural  que  la  palabra  escéptico 
fuera  para  los  buenos  creyentes 
un  término  de  los  más  despecti- 
vos. Ahora  l>ien,  los  escépticos  de 
entonces  eran    generalmente  los 


futrecitos  que  habían  ido  a  pa- 
sear a  París  y  que.  junto  con  el 
vestido  de  moda,  traían  en  el 
alma  las  ideas  volterianas,  el 
ateísmo  o  por  lo  menos  la  duda 
religio.sa.  La  elegancia  del  traje 
y  la  pobreza  en  ideas  religiosas 
era  pues  lo  que  caracterizaba  a 
aquellos  escépticos,  y  por  eso  su 
nombre  pasó  a  ser  sobrenombre 
o  apodo,  y,  como  sucede  nmchas 
veces  con  esta  clase  de  palabras, 
se  le  dio  forma  vulgar  o  ])lebeya. 
Escéptico,  impronuncialjle  |)ai"a 
el  pueblo,  tuvo  que  ser  eséutico, 
después  esiútico,  y,  finalmente, 
siútico.  Así,  a  un  sacerdote  ecua- 
toriano le  oímos  pronunciar,  co- 
mo familiar  en  él,  farmaciútico 
en  vez  de  farmacéutico,  deuda 
por  deiuM.  Y  el  chileno  del  pue- 
blo ¿no  dice  también  Beniuno 
por  Benigno,  liúdo  por  leudo,  o 
por  leudo,  como  pronuncian  al- 
gunos españoles?  En  versos  po- 
pulares argentinos  hemos  visto 
también  diuda  y  diudores  por 
deuda  y  deudores.  La  pérdida  de 
la  primera  e  no  ofrece  dificultad, 
porque  es  corriente  en  Chile  pa- 
ra muchos  vocablos.  Véase  E. 
¿Se  quiere  aliora  conocer  la  im- 
portancia de  este  chilenismo?  Es 
tal.  que  por  causa  suya  casi  ai'dió 
Troya  en  cierta  ooa.*ión.  Por  ca- 
ramillos que  se  armaron  entre  la 
esposa  del  Ministro  chileno  ante 
el  Quirinal  y  una  dama  de  la  no- 
bleza romana,  habló  la  chilena 
contra  ésta  y  la  trató  de  siútica; 
lo  sujio  la  romana,  preguntó  en 
la  Embajada  Española  el  signifi- 
cado de  la  palabra,  y,  como  ahí 
no  supieron  de.^cifrái-selo,  acudió 
a  la  Legación    Peruana,  que    le 


2ftl 


SMO 


SO 


dio  cuenta  y  razón  de  todo. 
¡Cielo  purísimo  de  Italia!  Todo 
él  se  vio  encapotado  y  alcan*;;- 
ron  a  oírse  los  truenos  precurso- 
res de  la  tempestad.  ¡Casus  belli! 
Por  buena  dicha  lo  supo  a  tiem- 
po el  Ministro  chileno  y  la  detu- 
vo y  conjuró  con  todo  género  de 
cortesías  y  satisf accion&s ;  sólo 
por  eso  no  paró  en  gnorra  el 
chilenismo. 

Siutiquear,  a.  Tratar  de  siú- 
tico. 

Siutiquería,  f.  Calidad  de  siú- 
tico; acción  o  dicho  propio.s  de 
siútico. 

Si  vis  pácem,  para  béllum, 
fr.  latina.  (Léase  bél-lum,).  Ú. 
como  adagio  o  proverbio  y  sig- 
nifica: Si  quieres  paz,  prepárate 
para  la  guerra.  Su  autor  fué  Fla- 
vio  Vegecio  Renato,  escritor  mi- 
litar de  la  segunda  mitad  del 
siglo  IV  de  nue.stra  era.  Nada 
de  esto  no.<  dice  el  Dice. 

Smoking,  m.  Voz  ingla-a  que 
se  pronuncia  smókiñ;  con  ella 
se  designa  una  chaqueta  senci- 
lla, pero  elegante  y  <'ómoda, 
(fue  u.san  los  ingleses  en  la  sala 
de  fumar,  a  fin  de  que  el  frac  o 
el  traje  de  calle  no  reciba  el 
mal  olor  del  tabaco.  Por  uso  el 
nombre  completo  en  inglés  es 
smoJi-infj  ¡iickef,  chaqueta  para 
fumar,  porque  nmokinq  signifi- 
ca solamente  acción  de  fumar. 
Los  mono«  lilomrios,  que  no  m- 
lienden  lo  quo  oyen,  han  dado 
en  llamar  smoking  un  traje  u~ 
liccial  que  se  usa  no  ya  para 
fumar,  sino  ])ara  pa.^eo  y  para 
andar  en  la  calle.  Como  se  ve, 
no  es  tan  honro.>o  ni  envidiable 
el  noml)rc.    auu(|uc    lo  usen    en 


Francia  y  en  otras  naciones  de 
Europa,  cuyas  lenguas  admiten 
la  llamada  s  líquida  y  no  son 
tan  miradas,  como  la  española, 
en  la  propiedad  de  sus  vcK'e^. 

Snob,  m.  ^''oz  inglesa  que  sig- 
nifica fachendón,  sujeto  vulgar 
y  fachendista,  como  nuestro 
pije  y  siútico.  Úsanla  algunos  es- 
critores ])or  imitar  a  los  extran- 
jeros. 

Snobismo,  m.  Otros  lo  escri- 
ben a  la  castellana,  esnobismo. 
¿Para  qué  más  que  cursilería, 
fachenda  (vanidad,  jactancia)? 
Papelón,  na,  adj.  fam.  y  ú.  ts  c. 
s. :  "dícese  de  la  persona  que 
ostenta  y  ajiarenta  lo  que  no  es." 
Así  mismo  papelero  y  farolero, 
ra. 

So,  Su.stantivo  "m.  fam.  que 
.«e  usa  solamente  seguido  de  adj^». 
despectivos  con  loe  cuales  se 
increpa  a  alguna  persona."  Así 
el  Dice,  desde  su  18.*  edición  y 
conforme  al  uso  de  los  clásicos: 
¡So  tiin-ante,  so  picaro,  so  gra- 
nuja! No  es  pues  uso  particular 
de  América,  como  creyó  Ortú- 
zar.  Pérez  Galdós,  P.  A.  Alar- 
cón  y  Fernán  Caballero  lo  usa- 
ron también  con  nombre-s  fe- 
meninos y  con  jilurales  (so 
borracha,  so  indecentes),  lo  que 
es  contrario  a  la  en.«eñanza  ool 
Dice,  y  a  la  formación  misma 
del  vocablo,  que  viene  de  seo  <, 
xcor  <;;  señor.  Véa.^ie  Ño,  2.*  acep. 
U.-^adí)  el  ño  en  el  mismo  senti- 
do q\ie  el  so  efliañol.  tiene  tani- 
l)ién  en  el  f.  la  mi.-'ma  acep.: 
Ña  flojera,  Ña  fatiga,  se  les  dii-e 
en  .mentido  fig.  a  las  personas 
(homl)res  o  nnijore.s)  que  se 
iiuicsli-au   invldlenUv  o   perezosos 


SOB 


SOB 


280 


por  flojera  o  debilidad  corporal. 
— Véase  cómo  el  ño  chileno  y  el 
so  español  tienen  el  mismo  um 
y  significado,  como  que  ambob 
son  abreviación  de  la  palabra 
señor;  y  en  esto  coinciden  con 
el  don  (don  bellaco,  don  trai- 
dor), que  es  formado  del  latín 
dóminus,  señor. 

So,  conj.  aní.  equivalente  a 
sino  y  que  falta  en  el  Dice.  Vé- 
ase Si. 

Soaré,  f.  'W-'ase  Suaré. 

Soba  y  socadcr.\,  f. ;  sobado  y 
SOBO,  ra.  Los  cuatro  significan: 
"acción  o  efecto  de  sobar"'  en  la 
acep.  recta  de  é,ste,  que  es:  "ma- 
nejar y  oprimir  una  cosa  repe- 
tidamente a  fin  de  que  se  ablan- 
de o  suavice." — Soba,  en  2.* 
acep.  y  fig.,  significa:  "aporrea- 
miento o  zurra." 

Sobadero,  ni.  Corrupción  vul- 
gar de  sudadero,  en  la  acep.  de 
"manta  pequeña  que  se  pone  a 
las  cabalgaduras  debajo  de  ia 
silla  o  aparejo." 

Sobado,  da,  adj.,  part.  de  so- 
bar. Fig.  y  fam.,  grande,  extra- 
ordinario, aplicado  a  cosas  nia- 
leriales.  "i  Sobadas  la£i  espuelas 
del  guaso !  ¡  Sobado  fué  el  susto 
que  se  llevó!"  Esta  acep.  chilena 
proviene  del  significado  mismo 
dol  V.  sobar,  porque  una  cosa 
bien  sobada  forzosamente  ha  de 
.ser  mejor  y  más  excelente  que 
las  que  no  han  recibido  ninguna 
.soba.  A.sí  como  del  individuo  a 
quien  le  zurran  o  soban  la  bada- 
na, decimos  que  le  componen  el 
cuerpo,  así  también  las  cosas  so- 
badas quedan  compuestas  y  me- 
joradas.   En  este   mismo  sentido 


leemos     en    la    Comedia     Tidea 
(introito)  : 

fc>e  audar 
De  horno  en  horno  a  buscar 
Los  büdino»  V 


Y,  siguiendo  el  desarrollo  de  la 
idea,  vemos  que  las  cosas,  mien- 
tras más  se  soban,  más  suaves 
quedan;  por  eso  damos  en  Chile 
al  adj.  suave  la  acep.  de  muy 
grande,  muy  extraordinario.  Vé- 
ase en  su  lugar. 

SoBADOR,  ni.  Instrumento  pa- 
ra sobar  cueros,  compuesto  de 
un  palo  hendido  en  dos,  ahor- 
quillado y  dentado.  No  saldemos 
si  en  castellano  tendrá  otro  nom- 
bre. 

SOBADORA      (MÁQUIXA).     Ü.     t. 

S0BADOR.A  c.  s.  f.  Es  término  de 
Panadería  que  falta  en  el  Dice. 

Sobajear,  a.  Sobajar:  "mano- 
sear una  cosa  con  fuerza,  aján- 
dola." Otras  veces  equivale  a 
sobar  (manejar  y  oprimir  una 
cosa  repetidamente  a  fin  de  que 
se  ablande  o  suavice).  Véase 
Ear   (Verbos  en). 

Sobar,  a.  Tratándose  de  ma- 
sas, usamos  en  Chile  este  solo  v., 
cuando  la  acep.  con-espondiente 
es  bastante  general:  "manejar  y 
oprimir  una  cosa  repetidamente 
a  fin  de  que  se  ablande  o  suavi- 
ce." Mucho  más  propio  es  el  v. 
heñir,  a.  (del  latín  fingere), 
que  significa:  "sobar  la  masa 
con  los  puños."  Se  conjuga  irre- 
gularmente, como  ceñir  o  teñir. 
— Es  corriente  en  el  pueblo  dar 
a  sobar  la  acep.  de  vencer  o  ren- 
dir  a  uno  en  lucha  o  combate 
cuerpo  a  cuerpo."  Yo  sobé  a 
Juan,  pero   a  .Juan  lo   sobó   Pe- 


28  i; 


SOB 


SOB 


dro."  Esta  acep.,  o  .se  ha  forma- 
do, ix)r  extensión,  de  esta  castiza 
de  sobar,  "castigar,  dando  algii- 
noá  golpes,"  o  se  la  tomó  sobar  al 
V.  sobrar,  que  significa:  ''exceder 
o  sobrepujar,"  o  más  literalmen- 
te, "superar,"  conforme  a  su  eti- 
mología latina.  Sobar,  en  este 
caso,  sería  forma  sincopada  de 
sobrar. 

Soberadillo,  m.,  dim.  de  so- 
berado. Entre  ladrones  y  rate- 
ros, silla  de  montar.  El  castella- 
no sobradillo  es  "reparo  quu  se 
pone  encima  de  los  balcones  o 
ventanas  para  defenderlos  Oei 
agua  de  las  canales." 

Soberado,  m.  Sobrado  (parte 
más  alta  de  la  casa,  que  tiene 
por  cubierta  el  tejado)  dicen 
ahora  los  españoles;  pero  la  pa- 
labra viene  del  latín  superatum, 
y  la  primera  forma  castellana 
fué  soberado,  conservada  en 
América  desde  el  tiempo  de  la 
conquista.  "Soberado,  dice  Cuer- 
vo, aparece  bajo  la  forma  sope- 
ratum  en  la  escritura  de  dona- 
ción de  la  igle¿;ia  de  San  Mi.guel 
del  río  Bayas  de  Álava,  otorga- 
do el  año  de  995  y  con  su  forma 
ca.stellana  en  las  Ordenanzas  he- 
chas por  la  ciudad  y  concejo  de 
Oviedo  en  1245;  era  corriente 
en  el  siglo  XV  [nosotros  tene- 
mos anotadas  cinco  citas  de  poe- 
tas de  eso  siglo] ;  Nebrija  no  re- 
gistra otra  forma,  y  é^.'^a  fué,  sin 
duda,  la  que  llevaron  los  con- 
quistadores, y  de  ellos  hubo  de 
aprenderla  el  Inca  Garcilaso." 
El  pasaje  de  Garcilaso  es  éste: 
"Mandó  |el  Inca  Virarochal .  .. 
que  lo  hiciesen  iina  capilla  pe- 
(]ueña...,  (pío  tuviese  un    sobe- 


rado alto  del  suelo,  traza  y  obra 
diferente  de  toda  cuanta  aque- 
llos indios  antes  ni  después  hi- 
cieron, porque  nunca  hicieron 
casa  ni  pieza  con  soberado.'' 
(Comentarios  reales,  p.  I,  1.  V, 
c.  XXII).  De  Fernán  Caballero 
tenemos  cuatro  citas  y  una  de 
iluñoz  Pabón,  fuera  de  muchas 
otras  antiguas  y,  por  el  mismo 
caso,  de  más  valor.  "En  el  sobe- 
rado abigado  que  tenía  solo," 
traduce  el  MS.  3  citado  por  Scío 
el  texto  in  acstivo  coenaculo  so- 
lus  (Jueces,  III,  20).  "Estaba  el 
rey  un  día  encima  de  un  sobera- 
do nuij'  alto."  (Libro  de  los  en- 
gaños et  los  asayamienlos  de  las 
mujeres).  "Cuando  el  rey  llegó. 
el  Papa  estaba  en  un  .soberado." 
(Crón.  de  D.  Juan  II).  "Ya  se 
guardó  la  cosecha:  es  porque  la 
levantan  en  los  soberados  para 
guardai'la."  (Febrés,  Calepino 
chileno-hispano,  voz  Prax). 
Tantas  autoridades  españolas  y 
el  uso  actual  de  todo  un  conti- 
nente reclaman  del  futuro  Dice, 
que  admita  la  forma  soberado 
como  ant.  en  España  (menos  en 
Andalucía  y  quizás  en  otras  pro- 
vincias) y  como  usual  en  la 
América  Meridional.  Los  sinó- 
nimos de  soberado  son :  desván 
(con  igual  definición),  cámara 
(en  las  casas  de  los  labradores, 
pieza  que  está  en  lo  alto,  destina- 
da para  recoger  y  guardar  los 
granas),  camaranclwn  o  cara- 
manchón (desván  de  la  casa,  o 
lo  más  alto  de  ella,  donde  se  sue- 
len guardar  trastos  viejos)  y  za- 
quizamí (desván,  .sobrado  o  úl- 
timo cuarto  de  la  casa,  connin- 
monte  a  teja  vana). 


SOB 


SOB 


287 


Soberanamente,  adv.  de  m. 
"Con  soberanía,"  y  nada  más. 
No  se  use  pues  en  vez  de  sobra- 
damente, excesivamente,  como 
lo  hizo  el  severo  Hermosilla 
cuando  calificó  de  "soberana- 
mente ridicula"'  la  composición 
de  Francisco  Sánchez  Barbero 
"En  la  muerte  de  la  Duquesa 
de  Alba."  Ése  es  significado  i^ro- 
pio  del  soiiverainemet  francés,  y 
nó  del  adv.  es2>añol. 

Sobón,  m.  Ací-ión  o  efecto  de 
sobar  o  sobarse.  Dígase  soba  o 
sobo,  sobadura  o  sobado. — Apo- 
rreamiento o  zurra;  en  castella- 
no, soba,  f.  Sobón,  na,  es  sola- 
mente adj.,  que  se  usa  t.  c.  s., 
y  significa:  "que  por  .su  excesiva 
familiaridad,  caricias  y  halagos 
se  hace  fastidioso;  díceíe  de  la 
persona  taimada  y  que  se  excusa 
del  trabajo." 

Sobornal,  m.  En  los  ferroca- 
rriles, carga  o  bulto  suelto  qut 
no  ocupa  un  vagón  entero,  ni 
tampoco  es  equipaje.  "Se  supri- 
me el  sen-icio  de  bultos  sueltos  o 
sobornales  por  los  trenes  del 
servicio  interno,"  se  lee  en  un 
diario  de  Concepción.  El  sobor- 
nal español,  sobrecarga  por,  otro 
nombre,  es  "lo  que  se  añade  y 
pone  encima  de  otra  carga  regu- 
lar;" acep.  que  tamlñén  u-anio^ 
en  Chile. 

Sobornalero,  adj.  Aplícase  al 
vagón  de  mercancías,  en  los  fe- 
rrocarriles, que  transporta  car- 
gas o  bultos  sueltos,  para  dife- 
renciarlo del  vagón  que  tran.s- 
porta  carga  de  la  persona  que  lo 
contrata  por  entero. —  También 
.«e  aplica  al  tren  que  se  compoiie 
de  muchos  vagones sobornaleros. 


Por  lo  general,  estos  vagones  o 
carros  sobornaleros  van  abiertos 
y  recibiendo  carga  en  casi  todas 
las  estaciones. 

Sobrado,  ni.  y  ú.  m.  en  pi. 
Restos  de  la  mesa;  en  castellano 
se  llaman  relieves,  sobras,  reli- 
quias, residuos.  Escamocho,  des- 
pectivo, es  también  "sobras  de  la 
comida  o  bebida."  Sobrante,  m., 
lo  que  sobra,  es  de  significación 
genérica.  Véase  Olla  del  pobrt 
cu  el  art.  Olla.  "No  dejó  ni  Ids 
sobrados;  Déjeme  a  mí  los  so- 
braditos."  En  Andalucía  se  usa 
tamliién  c.  s.,  pero  en  singular: 

Anda  y  dile  a  quien  te  quievü 
Que  por  mi  este'  desouidao; 
Pero  que  tenga  la  pena 
De  comer  de  mi  sobrio. 

(RoJri'guez  Maii'n,  Cnnlos  pop.  estpañ..  t.  III 
[pag.  828J). 

En  ol  Cancionero  de  Sebastián 
de  Horozco,  pág.  o,  lo  hallamos 
en  pl.,  pero  c.  adj.  sustantivado: 

Y  si  no.  algún  rabaniliu 
De  antenoche,  si  hay  i'ubraiíü». 

El  sentido  es :  si  no  hay  otra 
cosa  que  darle  al  estudiante, 
denle  algún  rabanillo,  si  los  hay 
de  sobra. — También  damos  a  es- 
te vocablo  acep.  fig. :  lo  que  otro 
de.5precia  o  rehusa,  sea  per.-ona  o 
cosa.  "Yo  no  quiero  sobrados  de 
nadie;  Tendrás  que  aceptar  los 
sobrados  de  Pedro."  En  castella- 
no .se  dice:  plato  de  segunda  r,\e- 
sn  (fig.  y  fam.,  persona  o  cosa 
cuya  posesión  no  lisonjea,  por 
pertenecer  o  haber  pertenecido  a 
otro). — Sobrado  de  muerto,  fig. 
y  fani. :  loe.  despect.  que  se  dice 


28« 


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SOB 


al  viudo  o  >nuda  que  pretende 
c-asaree  nuevamente.  Véaíe  Pa- 
vesa, últ.  aeep. 

.SoBBAB,  a.   y  n.  Como  a.  o 
transitivo    le  damos  dos  acep. 
que   no   stm   castizas:    1*  dejar 
un  sobrante.    "Me   dieron  tanta 
comida,  que  la  sobré;  Denle  esa 
sardina  que  sobré."  El  castellano 
dice  en  amlx«  cas^je:  que  me  90- 
hró,  haciendo    intransitivo  el    v. 
—2."  En  el  juego  del  l^illar.  so- 
brar uno  una  bola  o  carambola, 
es  pa.?an*  o  e-xce^lerse  'lír  la   fli5- 
tancia  necesaria.  El    Dice,    rec-o- 
noce     a    sobrar    como   primera 
acep.  "exceder  o  sr;brepujar,"    y 
c.  a. ;  pero  esto  se  entiende  en  el 
sentido  de  superar  o   aventajar, 
como  lo  dice  la  etimología  lau- 
na, que  es  el  v.  mperare,  y  así 
lo  entendieron  también  los   dá- 
ñeos   y    anteclásiof*.    Principie- 
mos con  éstos: 

Kon  roí  «Arí  de  fcrmoM 
]>  fentU  nUrtir  trorao*- 

íGítDe*   íUnriq-e,    ly^^r  a   Doia  J-ana  it 
[CaMÜla). 

"U  cual  [ciudad  troyana]  en 
tempU^,  en  grandeza  e  fortaleza, 
en  número  e  nobleza  de  gentes, 
en  riquezas,  en  moradas  e  todoe 
humano.»  ^^cios,  a  toflas  las 
munrlanas  vibraba."  (Id.,  piwa 
375  de  la  Colecc  de  Foulche- 
DellK^c,  t.  II;  y  neis  ve<e»  ma.« 
lo  uM  a.-í  el  mismo  autor  en  la 
propia  obra). 

SíM*  mi  »">*''  *"  """' 
Al  vafiT  xtti»  deMf«»L 
Y  mi  AnUr  »n  «toV'r 
Al  «IíjI"'  q"»  '»''  m»y"»' 
En  el  man*'  J  nxit  mort*!- 


May  m&r&Tj^jtt»  cbr« 
e*  CKOrtccr  U  lu»- 


(Alf.  ÁlT»rez  de  Vilhaifiao,  ■-•  íaí-  "^■ 
[«it.). 

Pae»  me  tr»y»«e,  Se&or,  donde  yo  re» 
AqnelU-qne  «n  niflez  ne  cooqin^^ 
A  quien  adoro,  ñrto.  e  me  gaeiiea 
E  b*  mi*  fnena*  del  todo  M^rtf... 
(D    Iftigo  Wpex  de  lleudo*»,  n.*  SI»,  <*». 
(dt.). 

El  Arcipreste  de  Hita  lo  usó 
también  varias  veoes,  y  así  mis- 
mo el  de  Talavera.  Citemf^  aho- 
ra algunos  clásicos:  'Agradeci- 
miento que  llegue  al  bien  recibi- 
do y  nóbrt  al  que  me  hizo  en 
darme  a  ti  por  amigo."  (Quijote, 
p.  I,  c.  XXXIII). 

Lac«o  T«t<«  eie.íit»r  mi  fUm^ 
Por  U  infiníU  iiuinmetable  lams 
De  tos  rirtnde»  y  í»mo«»»  obr»», 
Ante*  qne  me  ooocama 
Faltando  a  ti.  qne  a  todo  el  mnodo  H^ni. 

(GaitíUw.  Égl-4u  /)• 

A  la  enera  del  fal«>  moqe  Uegn 
Con  Ul  ooncoj»  1  !*«»»  •*  ">«^  I****- 
Qtts  «in  el  llanto  qw  m  fO*fO  tie^ 
Moertrm  cnanto  el  dolor  le  añi(e  y  **«. 

S'j  fía  al  ai/e  d*  ninguna  •nene 
l«  ro»^hnnuna  el  »bio  monje  pobre. 
Ann^ne  el  <fc.lor  de  la  cadena  fuerte 
O  de  otro  alpin  peaar  le  ~ioej«-  y  «*r/. 

(Vimá,  Kt  M'iurrralt.  canto»  II  r  XVII). 

Un  carro  de  mola»  MU» 
T  Mta  traidora  con  ella* 
Bulaban  en  una»  bod>». 
Ma»  Hjhrihalat  a  toda* 
Como  el  a  la»  ertrella». 

fCartUle».  nimat.  t.  I.  paf-  *<>•  "^   Madrid. 

ITW). 


SOB 


SOB 


S8«» 


Serú  ooB  áftmcíXa  drirituáM 

Si  nisairi  Snmn  Dkn  y  SbcrumeaUí. 
SíAvandti  i  U  aalilad  s«  ísfríairnta. 

Biali*.  La  Araticavtuc  XTIII). 

£'A>'¿ri>^<  >  )o«  demiíc  en  U  pnjanzL 

haliía  didio  i'n  el  cantil  X.  Sólo 
en  Fr.  Luis  de  León  hftinos  ha- 
llado este  V.  eJi  ej  sentido  de  ex- 
ceder que  dice  el  Dice,  ''Corno 
iial<ld)«  IDioí]  parn  criar  en  el 
alma  de  Jol>  conocitniento  de  lo 
que  AflAífl  f>obra<iio  en  palabra^ 
y  }>esar  de  hal>er  mi  oJlas  4<o^/m- 
d^>. . .,  luego  que  le  x-ió  diípueé^ 
to  de  esta  niiuiera,  cesó  de  ha- 
blar." (Exposición  d.c  Job,  c. 
XLH,  1).  Eísto  se  parec-e  más  al 
uíio  chileno.  Como  muestra  del 
Hit)  molenio  es}>aüol,  oigiunos  a 
Ccjador:  "En  efta  parte  el  c-a.<- 
icllaini  fxAirafKJ  al  misino  hebreo 
j>or  la  riqueza  de  la  fraseología 
\-ulgar."  (UiM.  de  fa  Icn-giui  y 
liUrot.  <•«*/.,  L  ni,  pág.  23). — 
Lííribimos  el  subjuntivo  fóbrc 
(•(*n  acento  para  diferenciarlo  de 
la  ]  re]',  fohre,  como  lo  hatieanos 
laniliii'n  con  entre  y  para;  la 
.\cademia  lo  practica  f<olan)eníe 
con  de. 

Sobre,  prei|>.  Frnncfori  sobre 
el  Mein  fi  Meno.  Zamora  eaiá  #0- 
bre  el  Diuto.  Xi-ase  Río,  donde 
se  explica  por  qué  en  el  primCT 
raso  está  Jiial  empleado  el  itobre, 
y  por  que  bien  en  el  segundo. — 
Sobre  medida.  Véase  Mkdid.i, 
¡il  fin.  "Cdrí^-?  do  novia,  hechos 
y  &  medid/1,"  dice  im  anuncio  dt 
una  acreditada  revista  de  Ma- 
drid. "El  renombre  de  .Vmaltea 
le  está  como  cortado  a  xw,  medi- 

Dio...  di  Cbil-,  t.  V. 


dñ,"  leenws  en    el  clásico   Zaba- 
leta-  (El  díia.  df  fe^a  por  la  tar- 
de, c.  VII).  Por  la  nii^ma  rarón 
que  &n  Sobre  medida,    condena- 
mos el  (¡obre  en  esta  fr. :  "La  st'- 
gunda  edición    del  libro  se   hiio 
sobre     la    }>riniera." — Sobre     l<i 
marcha.    Véase    M.^rcha. — Vol- 
ver una  sobre  sus  pasos.   \'éasc 
Pasii. — <;Qué  decir  deluívdc  ío- 
hre<x*n  un  gernndici:  Sobre  an- 
dando,   sobre    corriendo?  F\ici:i 
de  Cliile  no  lo  hemos  oído  y  creía- 
mos que  no  es  giro  ca.«tÍ2o,  por- 
que   nunca     significa    tiobre    al 
liemi>o   que,   durante,    como   lo 
hacemos  significar  \inido  con  el 
genindio.     Fuera    del    modLsmo 
Sobre  la  marcha,  que  es  de  ori- 
gen galicano,  no  conocemos  otro 
ca.*o  en  que  Mbre  tenga  tal   sig- 
nificado. Tomado  este  uso  de  los 
adjs.    (sobre  barato,  sobre     ca- 
liente, (tohre  itegri.ro,  sobre  faho). 
lo  extendimos  dííspués  a  los  par- 
ticipios      (sobre     parado,  sobre 
sentado),  y  en  seguida  a  los   ge- 
rundios; no  .sea  que  también  no? 
atrevamos  con  las  formas  jierso- 
nales, — Usado  con  adjs.,  es  tam- 
bién incorrecto   en  la  acep.   que 
•  le  damos.  En  efecto,  ¿  qué  quere- 
mos significar,    cuando,  por   ej.. 
decimos:  Sobre  barato,  te  cíista- 
rá  ege  libro  9/ «o.»  diez  píw>s.*  Que 
(j  vn  precio  mvy  barata),  o  rom- 
.  prado  muy  haraio,  o  muy  barato 
simplemente,    costara     los     diez 
pesos.  El  fK>bre  vale    aquí    wiiy, 
como  si  fuera  prefijo.  :V«i  dicen 
también  en  .Vragón.  En  castella- 
no hay  De  barato,   que  .significa 
''de  balde,  sin  intoréís."  Sobre  ca- 
liente vale:  cuando  todavía  esíí» 
caliente:    "No    salga*  a  la    <-alIe 


2ÜÜ 


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sobre  caliente;  Me  cogió  sobre 
caliente."  En  castellano  hay  el 
modismo  fig.  En  caliente:  "lue- 
go, al  instante."  "Para  ello  ue- 
lerminaron  que,  en  caliente  y  ai 
si.guiente  día  de  haberse  inaugu- 
rado el  convento .  .  . ,  se  celebra- 
.•^e  junta  del  Concejo."  (Mir, 
Santa  Teresa,  t.  I.  pág.  542). 
Sobre  falso,  que  es  castizo,  signi- 
fica: "sin  la  debida  seguridad  y 
subsistencia."  Sobre  seguro:  "sui 
aventurarse  a  ningún  riesgo." 
Sobre  todo:  "con  especialidad, 
mayormente,  principalmente," 
En  La  Celestina  hallamos  sobre 
sano:  "No  tengas  por  nuevo  ser 
más  fuerte  de  sofrir  al  herido  la 
ardiente  trementina  e  los  áspt?- 
ros  puntos,  que  lastiman  lo  lla- 
gado e  doblan  la  pa.sión,  que  no 
la  primera  lisión,  que  dio  sobre 
sano."  (Acto  X).  Aquí  el  sobre 
está  bien  empleado  y  vale  enci- 
ma de:  lesión  que  dio  sobre 
hombre  o  miembro  sano.  Y  no 
conocemos  más  modismos  de  so- 
bre con  un  adj. — Con  partici- 
pias  lo  hacemos  tambii'n  sigiiifi- 
car  cuando,  durante,  mientras. 
"Lo  mataron  sobre  dormido;  Se 
durinió  sobre  sentado ;  A'cnfjo 
sobre  parado,  sobre  paradita  (co- 
mo dicen  las  mujeres),  y  quiere 
decir:  vengo  por  un  instante, 
por  un  corto  tiempo,  poco  más  o 
menos  el  que  pueda  aguantar 
parado  o  de  pies.  Lo  correcto  se- 
ría de  parado,  a  ejemplo  de  Val- 
buena,  que  escribió:  "No  es  me- 
nester decir  que  tiralüi  admira- 
blemente al  vuelo  y  de  parado." 
(Caza  mai/or  y  menor,  El  cape- 
llán de  Priora ).  De  parado  sig- 
nifica  aquí:  cuando   el  ave   está 


de  pies,  sin  volar;  mas,  como  el 
Dice,  admitió  ya  el  v.  parar  en 
la  acep.  de  "ponerse  en  pie,"  y  el 
part,  parado,  da,  en  la  de  "dere- 
cho o  en  pie,"  es  claro  que  en 
este  último  sentido  podemos  de- 
cir: "Vengo  de  parado;  Vengo 
de  parada  o  de  paradita  (unu 
mujer)."  En  castellano  sólo  ^-u- 
nocemos  De  pensado  (de  inten- 
to, con  previa  meditación  y  es- 
tudio) y  que  es  abreviación  del 
otro  modLsmo  De  ca.90  pensado 
(de  propósito,  deliberadamente, 
con  premeditación).  Sin  embar- 
go, en  el  romance  de  Landarico 
hallamos  sobre  pensado: 

Para  ir  el  rey  a  caza 
De  mañana  ha  madrugado. 
Gntni  donde  está  la  reina 
Sin  la  haber  avisado; 
Por  holgarse  iba  con  ella, 
Que  no  iba  sobre  pensadu. 

Otro  caso  liay  en  el  librito  de  D. 
Miguel  Mir  Al  pie  del  altar, 
pág.  5.  Sobre  muerto  leemos  en 
la.s  Rimo.'*  de  Ca.*tillejo: 

Ue  la  cual  [guerra]  no  puede  haber 
Paz,  ni  tregua,  ni  concierto. 
Sino  morir  o  vtncer, 
Pues  yo  no  puedo  perder 
Tomándome  tul n  m'irrlo. 

(Carla  ilr  ¡leía/io  a  una  dama), 

E.4as  autoridades  están  indican- 
do que  no  repugna  al  i¡i>tcllaini 
el  u.so  de  .<obrc  con  un  partici- 
pio, en  los  significados  (pie  ve- 
nimos analizaiulo;  porque,  usti- 
<lo  como  partícula,  significativa 
de  nuniento,  o  gra<lo  superlativo, 
es  claro  que  pnetle  anteponei"se  i« 
ca^i  todo<  los  i)articipios:  "Nuiys- 


SOB 


SOB 


291 


tías  almas,  sobresaturadas  de  po- 
esía enfermiza,"  dijo  con  mucha 
gracia  la  Condesa  de  Pardo  Ba- 
zán. — Sobre  su  firma,  ni.  adv. 
que  falta  en  el  Dice:  bajo  su 
fírma.  Si  están  admitidos  Sobre 
t¡u  palabra  (bajo  su  palabra)  y 
Sobre  aviso;  si  Ercilla  usó  sobre 
apuesta: 

Corren  a  la  bajada  de  la  cuesta, 
Cuino  si  al  palio  fuerau  sobre  aputsta, 

{Ln  Araucana,  c.   VI), 

por  igual  razón  debe  admitirse 
Sobre  su  firma;  la  firma  es  la 
palabra  escrita  de  una  persona. 
y  la  más  poderosa  de  todas.  De- 
be también  enmendar  el  Dice, 
el  pron.  su,  porque  el  modi.*nio 
no  tan  sólo  se  usa  con  él,  sino 
también  con  mi,  tu  y  con  geni- 
tivo de  persona:  Sobre  mi  pala- 
bra. Sobre  su  palabra.  Sobre  la 
palabra  de  Pedro.  "Sobre  tu  pa- 
labra echaré  la  red."  (Lucas,  V, 
5,  traducción  de  Torres   Amat). 

No  hayas  miedo. 
La  fe  te  doy  de  estar  quedo: 
Subre  mi- palabra  ve. 


(Juan    lie   la    En 


Ktjioya    de   Plác'i  'a    y 
]'¡tor¡ano). 


SoBKE,  partícula  coiníK)sitiv!i 
o  prefijo.  He  aquí  lo  que  dice  ei 
Dice:  "En  composición,  o  au- 
menta la  significación,  o  añade 
la  suya  al  nombre  o  verbo  con 
que  se  junta.  Sobrealiento,  sobre- 
sueldo, sobreagudo,  sobreponer, 
sobrecargar."  No  .se  deduce  de 
aquí  claramente  si  hay  liberta(í 
o  nó  para  formar  viK-ablos  ante- 


poniendo el  sobre,  o  si  sólo  debe- 
mos contentarnos  con  los  que  re- 
gis-tra  el  Dice.  Hay  libertad,  y 
de  ella  usaron  elegantemente  u<- 
clásicos;  pero  conviene  que  el 
Dice,  expresamente  lo  declare. 
Pongamos  algunos  de  los  com- 
puestos de  sobre,  porque  los  más 
quedarán  para  artículo  aparte: 
sobreaguado  (Vargas  Machuca), 
sobreinfinito  (Sta.  Teresa),  sa- 
brefervoroso,  sobreeminente,  so- 
bremundano (.J.  de  los  Ange- 
les) ,  so  brem  aklito  ( Quevedo ) , 
iobreordinario  (Gracián),  ■'so- 
bresingular (Cervantes),  sobre- 
necio  y  sobreagudo  (Alejo  Ve- 
negas),  sobrebueno,  sobrepodero- 
so,  sobresabio  (Padre  Ribadenei- 
ra) .  La  V.  Agreda  usó  esta  partí- 
cula aun  con  los  superlativos, 
diciendo  sobreperfectisimo  y  «o- 
bredignímno.  En  el  latín  de  la 
Vulgata  tenemos  supergloriosus, 
sup'erlaudatus,  superexaltaius, 
con  la  misma  formación  de  los 
adjs.  castellanos. —  Antepuesto 
sobre  a  los  sustantivos,  no  siem- 
pre les  aumenta  el  significado, 
como  lo  veremos  en  algunos  que 
vamos  a  estudiar  por  separado. 

SoBREBARBERO,  m.  Voz  usada 
por  Censantes  en  el  siguiente 
pasaje  del  Quijote:  "No  la  tengo 
yo  en  el  cielo  [no  tengo  partej, 
dijo  el  sobrebarbero,  si  todas 
vuestras  mercedes  no  se  enga- 
ñan." (P.  I,  c.  XLV).  "Todas 
las  ediciones  de  1605,  anota  Ro- 
dríguez Marín,  dicen  el  sobre 
barbero,  y  nó  el  pobre  barbero, 
como  han  leído,  creo  que  sin 
excepción,  los  editores  modernos. 
Con  todo  eso,  paréceme  que  ha- 
bía de  respetarse  la  lección  anti- 


292 


SOB 


SOB 


gua:  llamóle  Censantes  sobre- 
barbero  (oomo  se  dice  sobreter- 
<:ero  y  sobrestante)  porque  ya 
había  un  barbero  en  el  corro, 
Maese  Isicolás,  cuando  llegó  é^te 
de  la  albarda  y  la  bacía."  Vean 
los  autores  del  Dice,  si  ?e  resuel- 
ven a  admitir  este  compuesto  de 
sobre. 

Sobre(;ei,.vd.\,  f.  "Luego  pro- 
veyó que  Don  Diego  de  Mendoza 
fuese  a  ponerse  por  sobrecelada 
para  socorrer  al  Comendador 
Mendoza  con  ciertas  jinete*." 
(Crónica  m>anuscrita  del  Gran 
Capitán,  I.  IV,  c.  XXI).  Por  el 
contexto  se  ve  que  se  trata  aquí 
de  lo  que  ahora  llamaríamos 
una  contraceladu,  porque  antes 
se  dice  que  los  enemigos  "pu- 
siéronse en  una  celada  cerca  del 
camino  por  do  el  Comendadoi 
Mendoza  había  de  pasar."  Ni  el 
Dice,  ni  el  Glosario  de  voces  de 
armería  de  Leguina  registran  es- 
te vocablo. 

SOBRECELESTIAL,        adj.        Que 

excede  a  lo  celestial.  Esto  signi- 
fica literalmente;  pero  en  el  uso 
su  signiticado  es  más  bien  hiper- 
bólico, porque  no  tenemos  idea 
clara  de  lo  celestial.  No  aparece 
eiite  vocablo  en  el  Dice,  a  pesar 
de  haberlo  usado  autores  tan  clá- 
sicos como  Estella,  Cal)rcra,  Ma- 
lón de  Chaide.  He  aquí  los  tex- 
tos de  e4e  último:  ''Oigan  los 
nmrmuradorcs  del  nombro  del 
amor  al  Espíritu  sobrecelcstial 
lo  que  dice."  "Y  v.  m.  por  im 
rato  desnúdese  del  cuerpo,  y  su- 
ba sola  ol  alma  a  la  región  del 
sübrecelestlal  resplandor."  (Coii- 
vermón  de  la  Magdalena,  p.  1\\ 
pról.)    lie  aquí  olio  de   Vv.  LuÍíí 


de  León:  '"¡Bendito  sea  el  Padre, 
y  Dios  de  nuestro  Señor  Jesu- 
cristo, que  nos  ha  bendecido  con 
toda  bendición  espiritual  y  sobre- 
celeslial  en  Jesucristo!"  (Nom- 
bres de  Cristo,  1.  I,  §  IV).  Así 
también  el  P.  Alonso  Cabrera: 
"En  el  universal  diluvio  no  le 
parecieron  a  Dios  bastantes  las 
aguas  de  las  fuente¿!,  ríos  y  ma- 
res, sino  que.  .  .rompió  los  cielos 
y  cayeron  aquellas  aguas  sobre- 
celestiales  de  goli>e."  (Sermón  I 
Dom.  de  Adviento,  cons.  II). 

S0BRECEX.4.R,  n.  "Desde  la  mi- 
.*a  del  gallo  os  hago  venir  aquí 
a  todos  a  sobrecenar.  Y,  efectiva- 
mente, ocho  días  después..., 
estaban  todos  los  cantores  y  ac- 
tores sobrecenando  alegres  en  la 
cocina  del  .«eñor  cura."  (Valbue- 
iia.  Los  villancicos).  Como  se 
infiere  del  contexto,  significa  es- 
te V.,  que  no  hallamos  en  el 
Dice,  cenar  por  segunda  vez  en 
la  misma  noche. 

SOBRECINCH.V,    f.,    O     SOBRECIX- 

(Mio,  m.  "Faja  o  correa  que.  pa- 
sada por  debajo  de  la  barriga  del 
cabiiUo  y  j)or  encima  del  apare- 
jo, sujeta  la  mirnta,  la  mantilla 
o  el  caparazón."  En  Chile  se  usa 
también  la  voz  .'sobrecincha,  pe- 
ro más  cinchón.  Véase  Pegi'al. 

Sobrecolcha,  f.  Nombre  que 
dan  algunos  a  la  sobrecama  (cu- 
bierta que  .*e  pone  sobre  las  sá- 
banas y  cobortorecí  pura  abrigo 
y  decencia  do  la  cama).  f)or 
cuanto  se  ])(inc  .-obre  la  colcha. 

Sobrecoser,  a.  Aunque  bien 
fiiriiiiido  y  u-ado  en  Chile,  no  ea 
necesario,  ¡¡orciue  existo  sobrc' 
rargar,  que  en  su  2."  acep.  signi- 
fica: "coser  con  ofra  co.stura    lo 


SOB 


SOB 


que  quedó  desigual,  doblándolo 
para  que  caiga  debajo  de  las 
puntada^."" 

Sobrecostilla,  f.  En  la  res 
vacuna,  carne  que  está  encima 
de  los  costillares  y  junto  al  lo- 
mo. Ü.  t.  en  la  Argentina,  don- 
de se  llama  además  sobrecosti- 
Uar,  m.  En  Écija  (de  España) 
sobrecostilla  es  cuaito  palo  de  la 
viga  en  el  molino  de  aceite.  (Ce- 
jador) . 

Sobrecostura,  f.  Acción  o 
efecto  de  sobrecargar.  Véa.se 
Sobrecoser.  Vocablo  bien  forma- 
do y  corriente  en  Chile;  pero  no 
podemos  recomendarlo,  porque 
se  aparta  del  v.  corre?iX)ndiente. 

SoBREENMiEXD.\,  f.  Segunda 
o  nueva  enmienda  que  se  hace 
sobre  la  primera.  "Exi.stía  en  un 
tomo  de  papeles  varios,  manus- 
crito del  siglo  XV  y  del  XVI, 
en  su  borrador  original,  lleno 
de  tachones,  enmiendas  y  sobre- 
enmiendas."  (Dr.  Juan  José 
Bueno,  Biblioteca  de  Gallardo, 
t.  II,  col.  290).  Voz  bien  forma- 
da, útil  y  digna  de  ser  acogida 
por  el  Dice.  Otras  veces  escribió 
el  mi.smo  autor  sobrenmi^nda. 
(T.  I,  col.  582).  Véase  Sub- 
enmienda. 

Sobreentender,  sobrentex- 
DER,  a.  y  ú.  t.  c.  r.  Contra  la  cen- 
sura de  Puigblanch  y  de  Mon- 
lau  tiene  ya  admitidas  el  Dice, 
estas  dos  formas,  "En  el  le- 
mosín  (dice  el  primero)  según 
se  habla  en  Cataluña,  es  sobren- 
téndrerse,  y  sobrenfés,  con  una 
e,  y  en  Valencia  con  dos,  en 
cuando  lo'  indica  el  lenguaje  de 
Salva ;  son,  do  consiguiente,  dos 
los  valencianismos  que  en    cada 


una  de  estas  dos  voces ...  le  es- 
peta al  benévolo  lector .  .  .  Esto 
de  sobrentendido...  es  uno  de 
aquellos  modos  corruptos  de  ha- 
blar que  introduce  en  un  idioma 
la  ignorancia  y  sanciona  la  irre- 
fle.xión.  En  tal  caso  debió  ser  en 
castellano  subentenderse  y  sub- 
entendido, así  como  los  franceses 
dicen  se  soils  entendre  y  souá 
entendu,  ni  sobre  es  sub  o  deba- 
jo, sino  lo  contrario.  Se  entiende 
o  se  supone,  decimos  en  la  con- 
versación, aprobando  el  dicho  de 
otro,  sin  que  nadie  diga  se  so- 
brentiende." (Opúsculos,  t.  1, 
pág.  LXXV).  Siguiendo  a  Caj)- 
many,  Clemencin,  Xúñez  Taljo- 
ada  y  otros,  aceptó  la  Academia 
las  formas  sobreentender  y  so- 
brentender, y  ya  no  sería  tiempo 
de  voher  atrás. 

SOBREESCRIBIR,     &.      "Lo    rubio 

y  tendido  de  su  cabello,  lo  perfi- 
lado de  su  rostro,  que  todo  le 
sobreescribía  europeo."  (Gra- 
cián,  El  Criticón,  p.  I,  cr.  I).  El 
Dice,  admite  solamente  la  forma 
.sincopada  sobrescribir:  "escribir 
o  poner  un  letrero  sobre  una  co- 
sa. 1 1  Poner  el  soljrescrito  en  la 
cubierta  de  'as  cartas."  En  la 
edición  de  las  obras  de  Tirso  de 
Molina  hecha  ]X)r  Riliadeneira 
(pág.  466,  col.  1)  se  usó  sobn- 
escribir: 

Cierro,  y  no  le  ¡obre-e.'C7-¡ho, 
Porque  su  nombre  no  se'. 

La  mejor  grafía  de  las  tres  es  !a 
adoptada  por  el  Dice,  porque  es- 
tá más  conforme  con  la  pronun- 
ciacii'in  castellana  y  con  la  eti- 
moldgía   httina  superscrihere. 


294 


SOB 


SOB 


SoBREESCLLPiR,  a.  No  aparece 
en  el  Dice.  El  Maej?tro  Valdiviel- 
so  lo  usó  en  la  forma  sobrees- 
culpir,  aunque  mejor  sería  so- 
bresculpir: 

Sohieescuíplr  pudieron:  Aqüíyace 
Cadáver  virgen,  di;  alma  santa  velo... 

(El  Snffrariu  Je  ToMu,  1.  XXV). 

Sobreesdrújulo  o  sobres- 
drújulo, LA,  adj.  -Viubas  formas 
admite  el  Dice. 

Sobreexceder  o  sobrlxoe- 
DER,  a.  Las  dos  formas  tienen  la 
aprobación  del  Dice. 

Sobreexcelencia,  f.  ''Póneso 
por  sobreexcelencia  la  afirma- 
ción de  Dios  respecto  de  la  per- 
fección que  se  halla  en  ellas  len 
las  criaturas]."  (.Juan  de  los  Án- 
geles, Lucha  espiritual,  p.  1,  r-. 
XI).  Falta  esta  voz  en  el  Dice. 
Como  confirmación  de  lo  que 
dijimos  de  los  compuestos  de  so- 
bre, véase  lo  que  agrega  este  mu- 
mo  autor:  "San  Dionisio  mu- 
chas veces,  hablando  de  Dios, 
dice  que  no  es  ente,  sino  sobre- 
cnte;  ni  Señor,  sino  sobreseñor; 
ni  bueno,  sino  sobrchueno,  etc." 

Sobreexcelexte,  adj.  Mu.v 
excelente.  "De  este  conocimiento 
de  Dios  resulta  en  el  ánimo  --ne 
de  él  se  aprovecha,  una  nro^^un- 
da  y  leal  reverencia  a  'a  sobre 
creciente  Majc-tad  hivinal." 
(Meato  Ávila,  A  mil  f'liii.  c. 
TA'VIT).  "Se  humilló  ¡il  Padre 
lia.<la  la  muerte,  y  nniertc  de 
cruz,  rcvcroiiciando  en  cuanto 
hombre  aquella  nobrc  excelente 
Maie,stad     Divina."      (Ibid.,      o. 

T,xx^c^').    \'rii.-c    soiiRE,    2.- 

¡1  it . 


SoBREEXCELSO,  SA,  adj.  Muv 
excelso,  superior  a  lo  excelso. 
"Su  providencia  lo  dispuso  así, 
para  que  en  esta  sobreexcelsa 
Reina  estuviese  la  ley  de  la  cle- 
mencia como  en  original  y  en 
depósito."  (Sor  María  de  Agre- 
da, La  Mística  Cindad,  p.  I,  1. 
II,  c.  XII,  n."  r.nO).  \7"a.'^  So- 
bre, 2.°  art. 

Sobreexcitar  o  sobrexci- 
lAR,  a.  Admitidas  ambas  for- 
mas. 

Sobrefino,  xa,  adj.  Muy  nno. 

Eres  laurel  subrefino. 
Naranjal  de  buen  iiliir. 
Palma,  carrasca  y  olivo 
Y  almendro  lleno  de    flor, 

("Miguel  Sancho  Izitiierdo.  MU  c»píaf  lUjota 
[«rrt.</i/nf.<(i). 

101  Dice,  sólo  conoce  superlrno, 
íirt  (muy  fino),  que  es  el  que 
usan  los  comerciantes  en  sus 
anuncios. 

Sobreganar,  a.  Cianar  lon 
ventaja  o  con  exceso;  sinónimo 
de  re(ju)ii¡r.  (Vca-'^ele  en  su  lu- 
gar). No  aparece  en  el  Dice. 
sobref/anar;  se  lo  recomendamos 
con  la  siguiente  autoridad : 

Juega,  mentocatón.  que  en    cualcuner  parí" 
Sabré*  fobrfrjunartt; 
Juega,  acaba.  t4>nt4>n. 
(Luis  Q.  de  Renaventc.  Knlrenh  ilel  juego  litl 

Uumhre.  '"nlecc.  da  Cotarclo.  n."  .W4). 

SdiiUKciRAR,  a.  (Ürar  una 
cantidad  de  dinero  exi'odiéndose 
del  valor  del  depósito  que  .se 
tiene  o  del  crédito  con  que  se 
cuenta.  l'"s  v.  bien  furmado  \ 
corriente  en  Cliile,  que  im  de>- 
mcre<'e  de  ser  admitido. 


SOB 


SOB 


SoBKEGiEO,  111.  Giro  que  se 
hace  excediéndose  del  depósito  o 
crédito  que  se  tiene.  "No  sólo  se 
limita  a  prestar  a  la  Municipa- 
lidad los  300.000  pesos  estipula- 
dos, sino  278.000,  que  cargó  a 
la  cuenta:  cortos  sohregiros  obli- 
gan personalmente  a  las  perso- 
nas que  los  efectúan."  (Un  di- 
putado chileno),  ^^ocablo  bien 
formado  y  de  uso  general  en  Chi- 
le; bien  puede  admitirlo  el  Dice. 

Sobreherido,  d.\,  adj.  Herido 
leve  o  superficialmente.  "En 
Tomás  fué  la  paciencia  de  Cristo 
en  él  (digámaslo  así)  sobrehe- 
rida." (Quevedo,  Política  de 
Dios,  p.  II,  c.  XX).  No  aparece 
en  el  Dice,  este  vocablo. 

Sobrehora,  m.  adv.  A  desho- 


¡Oh  mal  hora! 
Topan  lupgo  a  tobrehnra 
AljSefior  del  alguacil. 

¡Oh  traidora! 
Riendo  ella  tal  señora 
íSascida  de  tal   linaje, 
^;Quiere  dalles  fobrefiora 
A  sus  padres  tal  ultraje? 
(Francisco    de  las   Natas,    Comedia   llamada 
Tide-x,  inróito  y  jorn.  III^. 

Debe  aceptarlo  el  Dice,  por  lo 
menos  como  anticuado. 

SOBREHUMAXAR,         a,         HaOCF 

más  que  humano  a  un  simple 
hombre  o  cosa  humana.  Es  v. 
bien  formado  del  adj.  sobrehu- 
mano, n<i,  que  excede  a  lo  huma- 
no. Véase  cómo  lo  usó  Ce.jacior: 
"No  fueron  [los  adalides  de  las 
guerras  españolas  contra  los  mo- 
ros] héroes,  sino  i)uros  hombres: 
las  gestas  no  fKidian  ser  religio- 
sas, míticas,    .Muo  humana^.    N(» 


había  para  qué  el  arte  sobrehu- 
VI miase  aquellos  personajes  y  sus 
hazañas,  como  en  Grecia  suce- 
dió." (Hist.  de  la  lengua  y  lite- 
ral, cast.,  t.  I,  pág.  135). 

SoBREMANo  (A),  m.  adv.  No 
aparece  en  el  Dice,  a  pesar  de 
ser  de  los  más  castizos.  Veamos 
algunas  autoridades.  "Como  le 
acontece  al  sol  cuando  amanece, 
si  el  suelo  está  húmedo,  que  por 
el  calor  que  sus  rayos  tienen  le- 
vanta vapores,  y  por  ser  entonces 
pequeño  el  calor  no  los  puede 
gastar,  y  ansí  se  esparcen  como 
niebla  y  oscurecen  el  aire,  hasta 
que  después,  subido  en  lo  afto 
del  cielo  y  enviando  de  allí  sus 
rayos  con  mayor  fuerza,  y  como 
hiriendo  a  sobremano  la  niebla 
la  vence;  ansí  en  esta  Santa.  .  ." 
(Fr.  Luis  de  León,  De  la  vida... 
de  la  Santa  Madre  Teresa,  de  Je- 
sús). Don  Luis  de  Zapata  lo  em- 
pleó también  en  su  poema  Cm-Io 
famoso,  canto  XII: 

Co'Tno  ciando  en  la  plaza  el  espantoso 
Toro  biaiiiando  a  saltos  sale  fuera. 
Que.  viendul"  venir  tan  corajoso. 
Se  endereza  en  la  sill.i  el  que  le  espera, 
Y  se  aprieta  en  la  lanza,  y  aniíroso 
Apercibe  el  caballo  a  la  carrera: 
Así  Cortes,  viendo  aquel  monstruo  insano 
Se  apretó  con  la  lanza  a  íohiemano. 

En  el  Quijote  (p.  II,  c.  XXVIT) 
lo  hallamos  sin  la  preposición  a> 
omitida  sin  duda  porque  la  pa- 
labra anterior,  que  es  lanza, 
acal)a  también  en  a.  He  aquí  el 
texto:  "Don  Quijote,  que  vio 
tan  mal  parado  a  Sancho,  arre- 
metió al  que  le  había  dado  [un 
varapalo!,  con  la  lanza  .wbrema- 
no."  Y  bien,  ¿(jué  .significa  e.stc 
modismo?  Según    hemos  podido 


251  fi 


SOB 


SOB 


averiguarlo,  significa:  sin  apo- 
yar eu  ninguna  parte  ol  instiii- 
mento  que  se  lleva  en  la  mano; 
easi  parecido  al  modismo  A  pul- 
so. "Es  modo  de  empuñar  una 
lanza,"  escribió  (nu-cc.'<  (funda- 
mento y  vigor  de  la  Icnfjua  cast., 
t.  I,  pág.  o09)  ;  por  con-^iguien- 
te,  es  tomar  la  lanza  en  la  mano 
en  actitud  de  acometer  y  sin  apo- 
yai-la  en  el  i-iatre  ni  en  ninguna 
otni  parte. 

Sobremodo,  m.  adv.  En  ex- 
tremo, sobremanera.  El  Dice,  lo 
trae  en  dos  palabras  (sobre  mo- 
do), a  diferencia  de  sohremone- 
m,  que  está  admitido  así  y  sepa- 
radamente. Lo  lógico  es  que  en 
torio  se  les  equipare. 

SoBKEXATURALissro,  Hi.  Siste- 
ma en  que  domina  lo  sobrenatu- 
ral.— Afición  desmedida  a  lo  so- 
brenatural.—  Aunque  muchas 
veces  puede  ahorrarse  este  voca- 
blo diciendo  ?o  sobrenatural, 
otras  hay  que  ufarlo  necesaria- 
mente, y  por  eso  conviene  ad- 
mitirlo. Véase  BucoLis.vro.  Me- 
néndez  Pelayo  jiretirió  la  forma 
latinizada  supernattiraílsm  o: 
'".Sólo  la  creencia  militar  en  los 
agüeros.  .  .  puede  ''onsiderar-^e 
como  leve  resaljio  de  stipernatv- 
rali-tmo  pagano."  (Véa^e  Veja- 
dor, IUst.  di-  In  leu  ii-t  //  li!  ■raí. 
ca<tt.,  i.  T.  ]i;'ig.  i-"'',  "l'  ol 
iicadt'anico  Don  .Miguci  Mir.  la 
forma  sobrenaturaUdad :  "Esto 
úlliiiio  que  dice  >Santa  Teresa, 
de  lialícr  resistido  {)or  kIos  año« 
a  creer  en  la  .sobrenatiirnlidud  de 
las  hablas  que  .sentía  en  lo  inte- 
rior de  su  alma,  es  muy  nota- 
ble." (Sta.  Teresa  de  .^-.vii.v,  1.  I, 
c.  XXXI). 


SoBRENATrK.\Liz.\R,  a.  Hacer 
sobrenatural  una  cosa.  "¡  Prodi- 
gio de  las  fuei-y-a;?  latentes  de  la 
voluntad  sobrenatu rapizadas  ]X)r 
la  fe!"  "María,  arrojándose  con 
amor  a  los  pies  de  Cristo  resuci- 
tado, oye  caer  de  los  labios  sobre- 
naturalizados  de  Dios  aquella 
exclamación  misteriosa:  Noli  me 
tángere."  (Alejandro  Pidal  ^> 
Mon,  La  Magdalena,  II,  Vil). 

SOBREXJALMA    O    SOBRE.TALMA, 

f.  Manta  que  se  pon«  sol)re  la 
jalma  o  enjalma.  En  las  dos  for- 
mas lo  trae  el  Dice. 

Sobrenoche.  "E  porque  era 
sobre  noche,  no  se  osaron  llegar 
n  la  tierra;  antes  bien,  con  mu- 
cho peligro,  temiendo  de  onv 
mayor,  se  metieron  más  a  la 
mar,  sin  dormir  ni  cerrar  oju 
persona  alguna."  (Oviedo,  Hisf. 
gen.  y  nat.  de  Jmlias,  1.  L.  c. 
XX).  No  se  puede  decidir,  con 
e.-te  solo  texto,  si  sobrenoche  es 
s.  f.  o  modismo  adverl)ial  de 
tiom])0,  como  sobretarde,  que  es 
las  dos  casas,  aunque  el  Dice,  lo 
reconoce  como  s.  f.  solamente. 
1^1  significada  dp  sobrenoche, 
que  no  se  registra  en  el  Dice, 
ha  de  ser:  última.s horas  de  la  no- 
che; así  como  .v>nochad/i  es  el 
"principio  de  la  nwhe,"  o  sea. 
<!  hora  dr  noche,  ül  an(X'hecci. 

Sobrenombrado,  da,  adj.  So- 
liredicho.  susodicho.  I'só  e~te  vo- 
cablo Don  Antonio  Ferrer  del 
Río  en  su  ol)ra  Don  Pedro  de 
Castilht.  Mejores  son  los  otros 
modos  que  se  usan  en  ca.slella- 
no:  el  arriba  nomlírado,  el  nnles 
citado,  el  ya  referido,  el  preci- 
tado, etc. 


SOB 


SOB 


297 


Sobrepasado,  da,  adj.,  part.de 
sobrepasar.  Propa.sado,  dea-ara- 
do, desvergonzado. 

Sobrepasar,  a.  Sobrepujar,  ex- 
ceder, aventajar,  superar.  Está 
calcado  sobre  el  iturpasser  fran- 
cés, y  por  eso  solamente  lo  usan 
los  que  han  estragado  con 
lecturas  francesas  la  pureza  de  su 
lenguaje;  pero  los  buenos  auto- 
re.s  españoles  no  hacen  caso  de  él. 
Desde  la  fundación  de  la  Real 
Academia  fué  censurado  este  v. 
a  uno  de  los  académicos,  Don 
•Juan  de  Ferreras,  por  Don  Luis 
de  Salazar  y  Castro  (Bol.  de  la 
Acad.,  año  1.°,  pág.  98)  y  no 
consta  que  alguien  tomara  su 
defensa.  Y  ¿para  qué,  cuando 
en  sentido  propio  y  fig.  es  venta- 
josamente reemplazado  por  cual- 
q  uiera  de  los  verba?  que  citamos  ? 
"El  peligro  sobrepuja  a  la  espe- 
ranea;"  "Levantaron  las  trin- 
cheras tan  altas,  que  sobrepuja- 
ban las  murallas  de  la  fuerza;" 
"Los  trabajos  del  espíritu  exce- 
den a  los  del  cuerpo;"  "La  sin 
par  Dulcinea  del  Toboso  se  aven- 
taja en  belleza  a  vuestra  Casilde- 
a,"  escribió  Cervantes,  sin  nece- 
sidad de  recurrir  al  desconocido 
sobrepasar.  Otras  veces  empleó 
el  V.  .simple  pasar:  "Pareció  la 
pastora  Marcela  tan  hermosa, 
que  pasaba  a  su  fama  su  hermo- 
sura." 


Era  tan  alto,  que  sohrepujabii 
AI  más  alto  de  todos  una  mano. 


dijo  también  Virués  en  El  Mon- 
nerrate,  c.  VIIL  Por  todo  esto  ex- 
trañamos que  Don  Modesto  La- 
fuente   dijera:     "Los     franceses 


han  querido  sobrepasar  en  estas 
dos  columnas  la  magnitícencia 
de  los  romanos."  (Viajes  de 
Fray  Gerundio,  t.  I,  pág.  441). 
Ya  se  ve  que  viajaba  por  Fran- 
cia y  hablaba  con  franceses. 

Sobrepaso,  m.  No  aparece  en 
el  Dice,  y  lo  usó  Valbuena  en  su 
poema  El  Bernardo   (1.  IX) : 

En  ¿1  subió  de  un  salto,  y  ella  en  otro 
De  los  que  andaban  sueltos  por  el  prado. 
Topando  acaso  un  mal  domado  potro 
De  sobrepaso  y  freno  desbocado. 

Sobrepelliz.  Es  f.,  pero  mu- 
chos en  Chile  lo  hacen  m.  Del 
famoso  Padre  López,  dominico 
del  período  colonial,  se  conser- 
van unas  décimas  contra  el  cnira 
Clemente  Moran,  y  en  ellas  em- 
pleaba la  voz  sobrepelliz  como  f. 
y  m. 

Sacó  un  mono  hecho  pedazos, 
De  una  figura  infeliz. 
Con  lino  sohrepcllií 
Compuesta  de  mil  retazos... 

Al  sobrepelliz  que  estaba 
Sobre  el  poncho  que  tenía, 
Parece  que  le  dolía 
Cada  tirón  que  le  daba. 

SoBREPixTAB,  a.  Acerbo  bien 
formado  y  usado  por  Fr.  Luis 
de  León  y  que  no  aparece  en  el 
Dice.  "Y  ansí  \áenen  [las  muje- 
res] a  tomarse  amarillas,  y  ha- 
cerse dispuestas  y  fáciles  a  que 
la  enfermedad  se  las  lleve,  por 
tener  con  los  afeites  la  carne  que 
se  sobrepintan,  gastada."  (La 
perfecta  casada,  §  XII).  No  se 
confunda  con  repintarse,  que  en 
este  mismo  sentido  significa : 
"]»intar.se  o  usar  de  afeites  con  es- 
mero y  ciudado."  El  mismo  au 
tor  lo  usó  también  pocas    líneas 


298 


SOB 


SOB 


después  del  citado  pasaje:  "¿Qu'í 
hecho  podremos  hacer  las  muje- 
res que  de  precio  sea  o  de  valor, 
pueí,  repintándonos  y  enflore- 
ciéndonos cada  día,  borramos  de 
nosotras  mismas  la  imagen  de  las 
mujeres  valerosas?" 

Sobrepollera,  f.  Véase  Polle- 
rín, que  es  más  usado. 

SoBREPRODTccirSy.  f.  Exceso  o 
recargo  de  pi'oducción.  Vocablo 
Uí'ado  por  nuestros  diarios  y  tan 
bien  formado  como  sobreprecio, 
&obTvScllo,  sobresueldo,  sobrti'e- 
nida  y  demás  compuestos  de  so- 
bre. Bien  puede  acejjtarlo  el 
Dice. 

Sobrepuesto,  m.  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  de  "pieza  pequeña, 
de  género,  tela  o  de  otra  materia 
que  se  pone  encima  de  otra  ma- 
yor, generalmente  por  adorno." 
El  mi.smo  Dice,  la  emplea  en  la 
voz  PuNTER.A.,  2.»  acep. :  "Soure- 
pnesto  o  contrafuerte  de  cue- 
ro..." Pero  véanse  taml>ién 
otras  autoridades:  "Piies  ¿qué 
ojos  hay  tan  ciegos  o  tan  botos 
de  vista,  que  no  pasen  con  ella  la 
tela  del  sobrepuesto?"  (Fr.  Luih 
de  León,  Perfecta  casadfí,  § 
XII).  "Un  como  fiador  y  sobre- 
pnesto  que  le  asegure."  (Horteii- 
sio  Paravicino,  Mnrinl  y  Santo- 
ral, f.  148).  "Vistióse  al  uso  de 
aquel  paí.«,  con  la  misma  liljrea 
que  lof5  criados  de  Ealimundo, 
que  era  de  muchos  dolileces, 
pliegues,  aforros,  contraforros, 
senos,  bolsillo^.  sof>repíi estos,  al- 
forzas..." ífíracián,  El  Criti- 
cón, i>.  1.  <  T.  A'III). 

Ocjan'lít  vor  un  justillo 
np  rniii  jaliN',  cubierto 


Ci-n  primorosos  bordados 
Y  costosos  tobrepveslof... 

(Duque  de  Rivas,  C'n  cvtellano  leal). 

"Comprendidos  los  dos  órdenes 
donde  estaban  las  granadas,  eran 
en  todos  siete  cadenas,  mallas, 
trenzas,  franjas,  fluecos  o  redes, 
con  varios  adornos  o  sobrepues- 
tos." (Scío,  III  Reyes.  VII,  17, 
nota).  Del  tiempo  colonial  de 
América  tenemos  también  una 
cita:  "Desde  el  año  1702  son  los 
danzantes,  indios  vestidos  con 
máscaras,  vestidos  a  la  española, 
con  vestidos  de  raso  y  brocado, 
adornos  con  pasamanería  de  pla- 
ta, encajes  y  franjas  con  sobre- 
puesto de  plata  de  realce..." 
{Anales  del  Cuzco).  Del  uso  ac- 
tual de  España  tenemos  esta  otra 
autoridad:  "Por  cierto  que  el 
I  estandarte]  que  luce  ^'illa- 
manrique.  de  terciopelo  color  de 
gviinda.  con  .sobrepuestos  de  pla- 
ta repujada..."  (.Juan  F.  Mu- 
ñoz Pabón,  Colorín  colorado.  El 
rocío).  Y  hasta  la  acep.  fig.  ha- 
llamos en  los  clásicos:  "Colorear 
los  vicios  con  sobrepuestos  y  apa- 
riencias de  virtudas."  (Juan  An- 
tonio Resoler,  Carta  de  marear, 
de  Ui70). 

SoBRERRiEXD.\,  f.  Por  otro 
nombre,  rienda  de  (/ala.  Véase 
RiEND.\.  Ambas  expresiones,  so- 
brerrienda  y  rienda  d<:  gala,  me- 
re<'en  pasar  al  Dice.,  por  lo  me- 
nos como  chilenismos. 

Sobrerrosario,  ni.  Así  llamó 
un  p(x'ta  luia  larga  tirada  de 
versos  en  honor  de  la  Virgen 
María.  "El  sobrerrosario  dt»  las 
cien  oes,  veinticinco  canciones," 
dijo    textualmente,    cntoiidicndo 


SOB 


BOB 


20í) 


I)()r  t-anciones  las  simples  coplas 
de  cuatro  octosílabos,  y  oes,  por- 
que cada  uno  principia  con  la 
interjección  ¡oh!  (Vea.se  Biblio- 
teca de  Gallardo,  t.  I,  col.  1124). 
No  nació  con  buena  estrella  este 
vocablo,  porque  nadie  lo  si.a^ió 
usando,  ni  menos  lo  adoptó  el 
Dice. 

Sobresano,  xa.  adj.  El  Dice, 
trae  .solamente  el  adv.  modal  so- 
bresano: "Con  curación  falsa  o 
superficial.  ||  Fig-,  afectada,  fin- 
gida, di.simuladamente."  El  adj. 
lo  u.só  el  Maestro  Valdivielso  das 
veces  en  El  Sagrario  de  Toledo 
(1.  IX)  : 


Mas,  como  suele  sobresana  heríd.i 
Talvez  de  docta  mano  medicada... 

Sobresano,  así  al  tiempo  de  mi  muerte 
Del  ciego  error  se  simuló  el  contagio. 


Así  mismo  el  Padre  Sigüenza: 
"El  año  sígnente  de  1441  pare- 
cía que  las  cosas  estaban  más 
quietas  o  sobresanas,  las  guerra? 
más  amortiguadas."  (Crónica, 
p.  II,  1.  III,  c.  XI).  También 
puede  considerarse  como  partici- 
pio irregular  del  v.  sobresanar, 
que  significa:  "reducirse  y  ce- 
rrarse una  herida  sólo  por  la  su- 
perficie, quedando  dañada  la 
parte  interior  y  oculta;  fig., 
afectar  o  disimular  con  una  ca«a 
superficial  una  acción  o  defec- 
to." 

SoBRESExsiBLE,  adj.  Que  ex- 
cede o  supera  a  lo  sensible,  que 
&<  en  categoría  superior  a  ello. — 
Otros  prefieren  la  forma  latini- 
zada tnhprasensible.  Ambas  se 
usan  en  el  lenguaje  filosófico  y 
deben  entrar  en  el  Dice. 


SoBRESusTAXCiAL,  adj .  Más 
que  sustancial,  superior  a  lo  sus- 
tancial. "Toda  la  filosofía  huma- 
na no  entendió  este  .superinte- 
lectual  y  sobvesustancial  modo 
de  conocer  a  Dios."  (Fr.  Juan 
de  los  Ángeles,  Lucha  espiri- 
tual, p.  I,  c.  XI).  El  Evangelio 
de  San  Lucas  llama  supersubs- 
tantialem,  subresustancial,  el 
"panem  nostrum  quotidianum" 
del  Padrenuestro;  por  lo  cual,  el 
adj.  soBresustancial  es  frecuente 
en  los  autores  eclesiásticos.  Me- 
rece pues  que  también  lo  acoja 
el  Dice. 

Sobretarde,  f.  Asá,  como  s., 
lo  admite  el  Dice,  y  lo  define: 
"lo  último  de  la  tarde,  antes  de 
ünochecer."  También  es  modis- 
mo adverbial,  como  .^e  ve  en  e- 
te  texto  del  P.  Granada:  "Lle- 
gan pues  el  mismo  día  sobre 
tarde  aquellos  dos  santos  varo- 
nes." (Oración  y  consid.,  p.  1. 
sábado). 

Sobretiempo-,  m.  Tiempo  ijue 
excede  al  que  se  ha  pensado  o 
convenido  en  emplear.  No  es  de 
mucho  uso,  pero  está  bien  fur- 
mado. 

Sobretoca,  f.  Prenda  que  se 
ponían  las  mujeres  sobre  la  toca. 
Emplea  esta  voz  Rodrigo  Caro 
para  d&scribir  otra  prenda  ([a 
rica)  que  usaban  ciertas  muje- 
res entre  los  antiguos  romanos. 
"Sea  la  toca  o  sobretoca  de  la 
Maya,  volante,  apretador  o  pa- 
ñuelo rico,  o  todo  el  vestido  de 
que  ricamente  le  adornan,  a  to- 
do ello  llamaban  rica,  y  j>ara 
ello  pedían."  (Días  geniales, 
dial.  VI,  §  I).  Ninguno  de  estos 
dos    vocablos    trae    el    Dice.  He 


300 


SOB 


SOC 


aquí  otra  autoridad  para  solre- 
toca: 


Daeña  mía  Quintañona, 
De  snhretoca  y  de  don. 
De  medio  arriba  escarola 
Y  de  medio  abajo  col. 

(Romance  de  Liftán,  B'Mint.  de  Gallardo. 
[t.  ],col.  1041). 


Sobretodo,  m.  Así,  en  una 
5ola  palabra,  se  a«<TÍbe  cuando 
significa  "prenda  de  vestir,  an- 
cha, larga  y  con  mangas,  que  se 
lleva  sobre  el  traje  ordinario.  Es, 
en  general,  más  ligei'a  que  el 
gabán."  También  se  llama  so- 
hreiTopa,  f.  En  dos  palabras,  so- 
bre todo,  es  modo  adverbial  que 
significa  "con  eí-pecialidad,  ma- 
yormente, principalmente." 

SoBREV.\iNA,  f.,  fig.  "Apetece 
más  una  cara  sin  sainete-*,  que 
no  los  lunares  de  tinta,  con  que 
talvez  saldrá  esclavo  entrando  li- 
bre; y  más  unas  morena'^  que 
una  sobrevaina  de  .«ebillo." 
(Quevedo,  Capit^dacioncs  matri- 
moniales).  No  aparwe  ote  voca- 
blo en  el  Dice. 

Sobrevivencia,  f.  Aunque  el  v. 
es  sobrevivir,  el  s.,  que  en  este 
caw  es  postverbal,  se  toma  de  la 
forma  culta  o  latina,  y  es  super- 
vivencia: "acción  o  efecto  de 
sobrevivir;  gracia  concedida  a 
uii'>  para  gozai-  una  renta  o  pen- 
sión después  de  haber  fallecido 
el  que  la  o))tenía."  ¡Cuidado 
con  decir  superviviscencia,  como 
el  otro  que  dijo  reviviscencia! 
Cejador  en libe sobrevivencia  en 
varias  de  .sus  obras.  Sobrevivien- 
te y  Kiipernivioilc  son  iguales 
para  el  Dice. 


SoBKEvoL.\R,  a.  ^'olar  enci- 
ma o  más  arriba  de  algo.  No 
aparece  en  el  Dice,  y  lo  usó  Fr. 
Diego  de  Estella:  "Voz  es  de  un 
altísimo  volador  que  pasa  no  só- 
lo el  aire  corjjóreo,  o  los  cielot=, 
o  todo  el  ámbito  y  cerco  de  las 
cosas  sensibles;  pero  vuela  todas 
cuantas  cosas  son,  y  trasciende 
con  alas  ligerísiinas  de  íntima 
teología,  entrando  en  las  solxjra- 
nas  contemplaciones.  Así  que, 
sobrevuela  el  bienaventurado 
San  Juan  teólogo  no  sólo  las  co- 
sas que  se  j)ueden  decir  o  enten- 
der, ])ero  aun  aquellas  que  so- 
brepujan a  todoentendiimeniü.' 
(Vidn  de  S.  Juan  Evang.,  c.  VI, 
art.  III).  El  Dice,  registra  sola- 
mente a  trasvolar,  a.  (pasar  vo- 
lando de  una  parte  a  otra),  que 
no  es  igual. 

SfíBRiXAjE,  m..  fauí.  {\)nju:i- 
to  de  sobrinos.  Véase  Hamiaiia. 

SoBRixo.  XA,  m.  y  f.  Sobrino 
nieto,  sobrina  nieta:  r^pecto  de 
una  persona,  hijo  o  hija  de  hu 
sí)brino  o  sobrina  cMTial;  en  cas- 
tellano, resobrino,  na,  como 
iiuicii  dice:  <\os  vece-'  sobrino. — 
Sobrino  en  segundo  grado,  en 
tercer  grado:  en  castellano  se 
dice  sobrino  segundo  y  sobrino 
terrero. 

Socarra,  f.  Kcuinatisuui  qui 
ataca  las  muñecas  de  las  manos. 
En  castellano,  mcarní  es  acción  «> 
efecto  <le  .socarrar,  es  doc-ir,  que- 
mar o  tostar  ligeramente  y  jmr 
cn<'ima  una  cosa.  Ú.  t.  <•.  r. 

SocAVoxKRO,  m.  El  que  bene- 
ficia o  tral)aja  una  mina  jwr  me- 
dio de  socavón.  Es  término  usn- 
ilu  en  nuestro  Código  de  Mino- 
lía  y    (pie  falta   en  el  Dice.    Vé- 


soc 


soc 


301 


anse  algunos  artículos:  '"Art.  74. 
El  juez,  al  conceder  la  licencia, 
señalará  el  rumbo  que  deberá 
seguir  el  sficavón .  .  .  ;  y  el  soca- 
vonero no  podrá  variar  dicho 
rumbo.'"  "Art.  76.  El  dueño  de 
la  mina  atrave^-^ada  debe  respetar 
el  pozo  o  galería  que  la  atravi*»- 
í^a . .  .  Pero  el  socavonero  abona- 
rá los  perjuicios  que  el  cumpli- 
miento de  esta  obligación  irro- 
gue al  mismo."  "Art.  77.  Encon- 
trando el  socavonero  algiin  depó- 
sito metalífero  en  pertenencia 
ajena,  no  podrá  explotarlo  ni  la- 
borearlo, sino  que.  .  ." 

Sociabilidad,  f.  Sólo  significa 
''calidad  de  sociable,"  como  deri- 
vado que  es  de  este  adj. ;  por  con- 
siguiente, hablan  mal  los  que  lo 
usan  por  sociedad  (reunión  ma- 
yor o  menor  de  personas,  fami- 
lias, pueblos  o  naciones).  "Las 
zozobras  e  inquietudes  que  la 
pasión  política  había  producido 
en  nuestra  sociabilidad,  empeza- 
ron a  dasaparecer."  (Un  diano 
chileno).  Hubiera  dicho:  en 
nuestra  sociedad,  en  nuestras  fa- 
milias, en  nuestros  centros  o  cír- 
culos sociales,  y  le  habríamas 
entendido;  pero  con  el  s.  abstrac- 
to sociabilidad,  inclinación  a  la 
.sociedad,  disposición  o  aptitud 
para  ella,  no  se  entiende,  porque 
no  se  avienen  bien  con  esta  abs- 
tracción "las  zozobras  e  inquie- 
tudes." Todo  por  el  afán  de  usar 
l^alabras  largas  y  .«onoras,  que  es 
uno  de  los  defectos  de  la  moder- 
na literatura,  para  ocultar  la 
vacuidad  del  pensamiento  y  la 
íalta  de  precisión  en  las  ideas. 
\'t'ase  Personalidad. 


SociABiLiZAR,  a.  y  ú.  m.  c.  r. 
Hacer  sociable  a  uno.  "A  las  au- 
toridades, creemos  les  correspon- 
de un  papel  muy  principal  re- 
primiendo este  mal  que  toma 
cuerpo  y  que,  además  de  burlar 
una  ley,  produce  resultados  f'.i- 
nestos  en  las  pocas  familias  hon- 
radas que  creen  encontrar  [ha- 
llar] en  estos  centros,  puntos  de 
reuniones  donde  distraerse  y  so- 
ciabilizarse."  (El  Diario  Ilustra- 
do, 20  Sept.  1915).  Véase  Izar 
(Verbos  en). 

Socializar,  a.  y  r.  Hacer  so- 
cial a  uno.  "El  partido  radical 
está  tratando  de  ir  franca  y  re- 
sueltamente hacia  el  pueblo,  ha- 
cia la  democracia.  ¿Cómo?  So- 
cializándose, esto  es,  hacienaii 
.Miyas  las  reivindicaciones  popu- 
lares en  el  orden  social  y  procu- 
rando sati.s-facer  necesidades  po- 
pulares en  el  orden  económico . .. 
En  suma,  el  radicalismo  se  so- 
cializa para  ir  al  pueblo."  (P.  B. 
Gálvez,  Sobre  los  laureles.  La 
Unión,  de  Santiago,  10  Oct. 
1915).  No  existe  este  v.,  ni  es 
el  adj.  social  aparente  para  dar- 
le ser,  pues  ninguna  de  sus 
aceps.  se  adapta  a  la  idea  de  \in 
V.  Si  se  trata  de  uniree  a  una 
sociedad,  se  usará  el  v.  asociar; 
si  se  quiere  exprasar  la  idea  de 
sociabilidad,  se  inventará  socia- 
bilizar,  como  acabamos  de  verL 
formado  ya  y  talludito.  Lo  que 
quiso  decir  el  autor  es  que  el  pai- 
tido  i*adical  se  democratiza,  que 
está  acercándose  o  allegándose  a! 
pueblo,  que  ha,  ahatido  o  humi- 
llado hasta  él  su  vuelo,  que  lo 
busca,  y  solicita,  que  frecuenta 
sociedad  con  él. 


302 


SOC 


soc 


Sociológicamente,  adv.  de 
m.  Según  la  soc-iología,  confor- 
me a  sus  principios  o  enseñan- 
zas. Falta  en  el  Dice. 

Soco, ni.  Golpe  que  seda  de 
frente,  y  nó  de  alto  abajo,  con  el 
puño  cerrado. — Es  formado  del 
.■íiguiente,  porque  sólo  así  puede 
pegar  o  golpear  el  zunco  o  man- 
co; y  para  el  zurdo  es  también 
má.s  fácil  hacerlo  así.  Más  pro- 
pio es  escribirlo  con  2  (zoco). 

Soco,  ca,  adj.  Manco.  Véase 
Sunco.  Es  el  castellano  zoco,  va. 
o  zocato,  ta,  que  significa  "zurdo." 

Socorro,  m.  En  algunas  par» 
tes,  dinero  que  ge  da  al  trabaja- 
dor a  cuenta  de  su  sueldo  o  sa- 
lario. Así  se  llama  principal- 
mente en  las  haciendas  o  fun- 
dos rústicas  en  que  se  acostum- 
bra hacer  el  pago  cada  ocho  o 
quince  días.  Como  en  este  in- 
tervalo .«uele  urgir  al  pobre  la 
nec«-sidad,  acude  al  patrón  para 
que  le  dé  un  socorro,  es  decir, 
un  anticipo  de  su  .salario;  lo  que 
a  veces  es  general  para  lodos  los 
trabajadores  de  la  hacienda. 
"Hoy  toca  socorro;  Mañana  es 
día  de  socorro."  Algunos  han 
dudado  de  la  propiedad  de  este 
vocablo,  pero  sin  razón,  porque 
socorro  es  la  acción  o  efecto  de 
socorrer,  y  la  2.'  acep.  de  soco- 
rrer es  "dar  a  uno  a  cuenta  pai'- 
te  de  lo  que  .«e  le  del^e.  o  de  lo 
que  ha  de  devengar." 

Socsoga,  f.  En  la  [irovincia  de 
Tarapacá,  cola  <!<■  caliallo,  vul- 
garmente hierba  de  la  plata  o 
del  platero. —  Es  indudaiite  que 
en  la  formaci<')n  de  cAa  vocablo 
entra  el  castellano  suqn  y  el  qui- 
chua for,  que  forma  jmrte  de  al- 


gunas palabnis  quichuas,  como 
rocco,  canas,  ^occoyani,  encane- 
cerse, Qocsini,  roer  la  polilla. 

Socucho,  m.  Lo  admitió  el 
Dice.  (14.*  edición)  como  pro- 
vincialismo de  Cuba  y  Méjico  y 
con  la  definición  de  "rincón, 
chiribitil."  Mííá  adelante  admite 
también  la  forma  sucucho,  co- 
mo provincialismo  de  la  Amé- 
rica Meridional  y  con  una  2." 
acep.  usada  en  Marina:  "rincón 
estiecho  que,  por  efecto  de  la 
construcción,  queda  en  las  par- 
tes más  cerradas  de  las  ligazones 
de  un  buque."  La  primera  for- 
ma ¡se  da  como  derivada  de  esta 
segunda,  pero  de  ésta  no  se  da 
etimología.  Bien  pudo  hallarla 
el  etimologista  de  la  Academia 
en  el  Dice,  de  Cervantes,  de  Ce- 
jador,  art.  Chocakkero.  Ahí  se 
lee:  "Socucho  en  la  Argentina, 
en  Cuba  y  Méjico,  es  liabitación 
ruin  y  escondrijo,  en  \'enezuela 
sucucho,  como  en  Galicia,  don- 
de además  siuco  es  el  surco  que 
queda  en  los  sembrados:  del 
eúskaro  soko,  rincón."  El  Dice, 
gallego  de  Cuveiro  Pinol  trae 
también  las  dos  voces:  su^o 
(surco  o  sulco  que  se  hace  con 
el  arado  en  la  tierra)  y  «m-iw/i/) 
(rincón).  En  Chile  usamos  la 
foima  suciicho  mucho  má.s  que 
socucho.  No  está  de  más  dar  los 
sinónimos  de  e.st«  vocal)lo:  cu- 
mnranchón  o  caramanchón  (des- 
ván de  la  cat^a,  o  lo  más  alto  de 
ella,  donde  .se  suelen  guardar 
tra.*tos  viejos),  cochitril,  fig. 
Hiabitación  e.strecha  y  di^a-sea- 
da),  cutirtucho  (dim.  dc-pcctivo 
de  cuarto),  mechinal,  fig.  (habi- 
tación o  cuarto  muv    reducido). 


bOF 


SOG 


303 


tabuco  (aposento  pequeño  o  ha- 
bitación estrecha),  tugurio,  fig. 
(habitación  pequeña  y  mezqui- 
na), zaquizamí,  fig.  (casilla  o 
cuarto  pequeño  desacomodado  y 
poco  limpio). 

Sodeán,  m.  En  catedrales  y 
colegiatas,  dignidad  que  &*tá 
después  del  deán,  hoy  arcediano. 
"Consta  por  la  carta  de  dona- 
ción que  hoy  se  conserva,  con  la 
autoridad  de  Alfonso  Lorenzo, 
Abad,  Canónigo  y  Sodeán  de  la 
iglesia  de  Santa  Leocadia."'  (Si- 
güenza.  Crónica,  p.  IL  1.  I,  c. 
XIII).  No  aparece  esta  voz  en  el 
Dice,  ni  sabemos  que  se  use  en 
ninguna  parte. 

SoDOM.\,  n.  pr.  de  ciudad.  Así 
como  están  admitidos  en  el  Dice, 
en  sentido  fig.  muchos  nombres 
de  ciudad,  como  Babilonia^  Ba- 
bel, Belén,  Troya,  Sa.n-Qvinfin, 
así  debe  admitiree  Sodoma  con 
el  significado  de  ciudad  o  lugar 
en  que  dominan  muchos  vi- 
cios torpes,  como  en  la  antigua 
ciudad  del  mismo  nombre.  En 
cuanto  a  autoridad,  oigamos  a 
Malón  de  Chaide:  "¡Oh  santí- 
simo Apóstol!  y  ¿qué  di.jérades, 
si  \-ierades  en  este  tiempo  tan 
perdido  el  freno  de  la  verg-üeai- 
za,  los  estados  tan  estragados, 
que  ya  lo  .santo  y  lo  profano  es 
uno,  la.s  ciudades  y  república.s 
hechas  unas  Sodomas  en  luju- 
ria...?" (Conversión  de  la 
Magdalena,  p.  II,  c.  VI). 

Sofá,  m.  Así  pronuncia  nue.«- 
Iro  vulgo  y  como  él  muchas 
¡icrsonas  de  medio  pelo,  en  vez 
de  xofá,  que  es  la  única  acentua- 
ción correcta.  El  pl.  más  autori- 
zado os  Kufáx,  como  mamas  y  ¡ju- 


pas; así  lo  trae  el  Dice,  en  el  art. 
Tapicero  y  así  lo  enseñan  S;ü- 
vá  y  CueiTo;  este  último  cita  es- 
tos vei^sos  de  Espronceda: 

Lámparas  de  oro,  espejos  venecianos, 
Áureos  so/'ás  de  blanco  terciopelo. 

Xo  faltan  quienes  digan  sofaes, 
y  aun  sofases.  La  Gramát.  de  la 
Academia  no  menciona  este 
nombre. 

Sofistiquería,  f.  ^^éa-se  el  si- 
guiente. 

Sofistiquez,  f.  "Lo  cual,  verti- 
do de  la  ruin  sofistiquez  valen- 
ciana en  la  noble  franqueza  cas- 
tellana, quiere  decir  que..." 
(Puigblanch,  Opúscutos,  i.  i, 
pág.  LXXIII).  El  Dice,  admite 
solamente:  sofisteHa  (uso  de  ra- 
ciocinios sofísticos)  y  sofistica- 
ción  (acción  o  efecto  de  sofisti- 
car). 

Sofrencada,  f.  Sofrenada,  en 
sentido  propio  y  fig. 

Sofrenear,  a.  Sofrenar:  "re- 
primir el  jinete  a  la  caballería 
tirando  violentamente  de  las 
riendas;  fig.,  reprender  con  as- 
pereza a  uno;  refrenar  una  i>a- 
sión  del  ánimo.'' 

Sofreneo,    m.  Sofrenada. 

Soga,  f.  Tratándose  de  trom- 
pos, dígase  zumbel,  que  es  dis- 
tinto del  zurriago  o  zurriaga. 
Yvase  Guaraca. — Soga  de  clin  o 
de  quilín.  La  soga  e>pañola  es 
de  esparto;  por  e.'^o  no  debemos 
llamar  soga  la  que  se  hace  de 
cerdas  de  caballo,  sino  más  bien 
crisneja  o  cñzneja,  que  es  "soga 
o  pleita  de  esparto  u  otra  mate- 
ria semejante,"  y,  como  el  nom- 
bre .*e  deriva  del  latín  crinu, 
crin,   mejor   le   viene  a    nuestra 


304 


SOG 


SOG 


soga  de  clin. — Darle  soga  a  uno. 
^.Por  qiic  no  te  oonfieías  más  a 
menudo?  prep:iintaba  un  nnsio- 
uero  a  un  fíenitente.  Porque  el 
patrón  no  me  da  soga,  le  coníe*- 
ló  éste  con  toda  ingenuidad.  El 
misionero,  que  era  un  catalán 
que  hablaba  bien  el  castellano  y 
que  personalmente  nos  contó  el 
cuento,  no  entendió  la  fr.  Dar 
soga  y  tuvo  que  proseguir  el  diá- 
logo para  enterarse  de  la  excasa 
que  daba  el  guaso.  Pues  bien  y 
mal  que  le  pese  al  actual  Dice, 
que  ha  preí5CÍndido  <le  ella,  la  fr. 
no  puede  .ser  raáa  castiza  de  lo 
que  es;  y  en  pi-ueba  de  ello  ( ex 
ore  tuo  te  júdico)  abramos  el 
mismo  Dice,  art.  Mujer.  A  la 
mujer  brava,  dalle  In  soga  larga. 
¿Qué  .significa  este  antiguo  re- 
frán? Figuradamente  lo  que  sig- 
nifica la  f  r.  dar  soga,  esto  es,  dar 
un  poco  de  libertad  o  suelta  a  una 
persona;  lo  cual,  aplicado  al  re- 
frán, quiere  decir  que  "se  disi- 
mule con  prudencia  lo  que  no 
se  puede  remediar  prontamente, 
aguiírdando  ocasión  y  coyuntu- 
ra a  propósito  para  reprenderlo 
o  castigarlo."  Pero  allá  va  otra 
autoridad  más  explícita,  Malón 
de  Chaide,  en  su  Magdalena  (p. 
3%  cap.  Vlll):  "Estos  llama- 
mientos de  Dios... y  el  de  un 
San  Aga'itín  que  le  espera  y  !e 
va  dando  soga  y  le  da  im  grito 
en  ima  huerta  donde  e^'twba  al 
tronco  de  vm  árbol  solo."  La 
misma  fr.  empleó  también  Fr. 
Francisco  de  Osuna  en  su  i)l)ra 
Norte  de  los  esla/los,  del  año 
1550,  y  la  usa  con  toda  libcrtiid 
el  P.  Mir:  "Personas  respet^ables 
dieron  soga   a  lo   que  el   pueblo 


catalán  sentía,  pensaba,  quería 
cuanto  al  nombramiento  del 
marqués  de  Campoverde." 
I  Prontuario,  art.  Ideal).  "Nada 
defiende  [el  marido],  aunque 
calle  y  sufra,  nada  paga,  aunque 
dé  soga  a  la  miijcr."  (Ibid.,  art. 
Editar).  "¿Cómo  pudo  caber eit 
tu  magín  que  Cervantes  diese 
soga  a  las  incorrecciones  moder- 
nas?"' (Centenario  quijotesco, 
IX).  El  Dice,  trae  la  fr.  Dar  so- 
ga a  uno,  pero  nó  con  esta  acep., 
sino  con  otras  dos  distintas: 
"Halagar  la  pasión  que  le  do- 
mina, o  hacer  que  la  conversa- 
ción recaiga  sobre  el  asunto  de 
que  es  más  propenso  a  hablar" 
(o  sea,  Dar  cuerda  a  uno),  y 
también,  "darle  chasco  o  bur- 
larse de  él."  La  acep.  que  defen- 
demos significa:  dar  suelta  a 
uno,  condescender,  ceder  o  con- 
sentir, aflojar  en  el  rigor,  dar 
larga,  como  la  inteq^retó  Cova- 
rrubias  en  su  Tesoro,  es  decir, 
dar  la  soga  larga.  Este  significa- 
do fig.  viene  del  propio  o  recto, 
que  vale  alargar  o  soltar  vm  lau- 
to la  soga  o  cuerda.  Dos  veces  la 
usó  así  Cervtmtes  en  la  aventu- 
ra de  la  cueva  de  Montesinos 
(Quijote,  p.  II,  c.  XXII)  y  una 
lo  hallamos  en  el  Padre  Ovalle: 
"El  pescador  no  le  resiste  [al 
atúnj,  antes  le  va  siguiendo, 
dándole  soga  cuanta  quiere." 
(Ilistór.  relación,  1.  1,  c.  X\'1I). 
Va\  el  lenguaje  corriente  de  Chi- 
le la  usamos  todos,  cultos  e  in- 
cultos, y  en  ambos  .scntida-<,  el 
lecto  y  el  lig. — fon  la  xoga  "' 
ruello,  decimos  no.*n)tro.<  del  que 
está  ameiüizadii  de  un  riesgo 
grave:  ci   Dice,  ilicc  ("n  1,1  siig<i 


SOL 


SOL 


305 


n  hi  garganta.  No  e.*  tanta 
la  diferencia  para  enmendarse. 
— De  soga.  Dígase  ^4  soga, 
m.  adv.  "Tratándose  de  pie- 
dras o  ladrillos  [y  también 
de  adobes],  de  modo  que  su  ma- 
yor dimensión  quede  paralela  al 
paramento."  Así  el  Dice.  Tam- 
bién se  puede  decir  De  media 
asta-,  m.  adv. :  "hablando  de  la- 
drillos, a  soga."  De  asfa  es  cuan- 
do el  ladrillo  se  coloca  de  mane- 
ra que  .su  mayor  dimensión  que- 
de perpendicular  al  paramento; 
y  esto  mismo,  tratándose  de  pie- 
dras, se  llama  A  tizón.  La  pared 
que  sólo  tiene  el  grueso  del  an- 
cho del  ladrillo  común  se  llama 
en  castellano  citara,  f. 

Soguilla,  f.,  dim.  de  sog.4.. 
A'éase  el  anterior,  1.'  acep. — De 
soguilla:  dígase  .4  soga  y  véase 
el  anterior. — Conviene  que  sea 
conocida  en  Chile  esta  acep.  cas- 
tiza de  soguilla,  m. :  "mozo  que 
.■n;  dedica  a  transportar  objetos 
de  poco  peso,  en  los  mercados, 
estacione?,  etc."  Aquí  abundan 
estos  soguillas  y  no  .son  conoci- 
dos por  .'u  nombre.  Kste  viene 
de  la  soga,  cordel  o  cuerda  que 
generalmente  manejan,  y  por 
c=o  se  les  llama  tamliién  mozo.-< 
(le  cordel;  de  cuerda  dijo  Pérez 
Galdós. 

Sol,  m.  Figura  de  un  centix. 
o  de  un  rostro  humano  con  ra- 
yos al  rededor,  que  se  considera 
como  representación  del  sol. 
Falta  eíta  acep.  en  el  Dice,  en 
el  cual  sólo  hallamos  como  tér- 
mino del  Bla.són,  Sol  figurado: 
"el  que  se  representa  con  cara 
humana.'" —  Falta  también  e.sta 
otra  acep.    fig. :    parte    principal 

Dici.  de  Chil.,  t.  V. 


de  la  custodia  que  sin-e  para  la 
exposición  del  SSmo.  Sacramen- 
to y  que  consiste  en  el  hueco 
para  colocar  el  viril  y  en  los  ra- 
yos que  lo  rodean ;  porque  ofre- 
ce la  figura  de  un  sol  dorado. 
"Levantó  la  ramazón  y  teja,  y 
reconoció  una  segunda  custodia 
formada  de  panal,  aun  más  pro- 
pia que  la  primera,  pues  sils  ra- 
yos eran  puntiagudos  y  eii  todo 
parecidos  a  las  custodias  ordina- 
rias que  llaman  de  soles."  (no- 
ticia de  la  incorrupción,  mila- 
grosa que  desde  el  año  de  1597 
se  conserva  en  las  veinticuatro 
santísimas  Formas.  .  .Bol.  de  la 
Acad.,  año  1916,  pág.  589). 
Nosotros  decimos  sol,  el  sol  de  la 
custodia,  en  singular. —  Al  sol, 
loe.  fig.  usada  por  los  minero.s 
chilenos  para  indicar  que  la  e-c- 
cavación  de  la  mina  no  tiene  to- 
davía mucha  hondura;  y  así  di- 
cen :  "Esta  mina  está  al  sol ;  A 
mí  no  me  gusta  trabajar  al  sol." 
A  veces  se  varía  la  preposición : 
"Caído  Gómez,  Hontanares  car- 
gó con  el  capacho  victimario  y 
salió  [de  la  mina]  con  él  hasta 
el  sol,  donde  en  la  romana  fué 
constatado  el  pe.so  de  la  carga." 
(El  Obrero,  de  Ovalle,  21  .Jul. 
1918).  El  significado  está  toma- 
do de  la  luz  del  sol  que  alcanza 
u  entrar  hasta  cierta  hondura. — 
El  sol  que  nace  osaU,  Elsolnor 
( iente;  El  sol  que  se  entra  o  se  po- 
ne. El  sol  poniente.  Son  frases  fi- 
£;uradas  con  que  se  designa  al  in- 
cHviduo  quo  empieza  a. ser  pode- 
roso o  a  tener  mando,  y  al  que  es- 
tá por  dejar  el  poder  o  el  mando. 
Se  usan  libremente  en  todas  par- 
tes;  sin   embargo,  el  Dice,   sólo 

20 


306 


SOL 


SOL 


Irae:  -4/  sol  naciente  o  que  nace, 
y  así  con  la  prep.  a.  "Todos 
vuelven  las  espaldas  al  sol  que 
se  pone,  y  la  cara  hacia  el  que 
sale,"  escribió  Gracián.  (El  Cri- 
ticón, p.  III,  cr.  II). — Donde 
entra  el  sol  no  entra  el  médico, 
refrán  con  que  .se  significa  que 
es  nuiy  sana  la  casa  que  goza  de 
los  beneficios  del  sol  y  que  por 
e^o  sus  moradores  no  necesitan 
del  médico.  Merece  cabida  en  el 
Dice. — ¿Poí"  dónde  saldrá  {o  irá 
a  salir)  el  sol  mañana?  Fr.  fig. 
y  fam.  que  decimos  por  admira- 
ción o  burla  cuando  vemos  u 
oímos  ima  cosa  insólita  pero  fa- 
vorable: por  e,j.,  que  un  mezqui- 
no o  avaro  dé  una  cantidad  de 
dinero,  que  conde-scienda  en  al- 
go una  persona  dura  e  incondes- 
cendiente.  (No  trae  el  Dice,  este 
adj.)  Es  fr.  ingeniosa  y  digna 
de  ser  aceptada. — Puesta  de  sol. 
Véase  Puesta. — Sacarle  a  uno 
los  trapos  (o  los  trapitos)  al  sol. 
fr.  fig.  y  fam.  En  castellano  es: 
Sacar  los  trapos  (o  todos  los  tra- 
pos) a  la  colada  (o  a  relunr)  : 
"echar  a  imo  en  rostro  sus  faUiís 
y  hacerlas  públicas,  en  especial 
cuando  se  riñe  con  él  acalorada- 
mente." No  hay  mucha  diferen- 
cia entre  los  complementos  al  sol 
y  a  relucir;  por  lo  cual  no  mere- 
ce condenar.«e  nuestra  variante. 
— El  pl.  soles,  en  la  acep.  de 
"luz.  calor  o  influjo  del  .«ol,"  c 
usado  ])or  todos  los  autores  y 
aprobado  por  el  Dice,  que  da 
como  ejemplo  de  esta  acep. : 
"Sufrir  soles  y  nieves.''  Lo  que 
no  ha  aprobado  todavía,  debien- 
do hacerlo,  es  la  acep.  lig.  y  poé- 
tica de  "ojos  humanos  nuiy  her- 
mosos," que  siempre  se  ha  dado 


a  este  mismo  pl.  "Sus  cal)ellos 
son  oro,  su  frente  campos  elíseos, 
sus  cejas  arcos  del  cielo,  sus  ojos 
soles."  (Quijote,  p.  I,  c.  XIII). 
"Cometa  que  pronosticó  el  in- 
cendio de  m;is  de  una  alma  de 
]-:is  que  allí  estaban,  a  quien 
amor  abrasó  con  los  rayos  de  los 
hermo.sos  .<toles  de  Isabela."'  (Cer- 
vantes, La  Española  Inglesa). 

Sin  color  el  rostro  hermoso, 
Sns  (los  toles  hechos  fuentes  .., 
Pasaba  en  tristeza  y  llanto 
Una  zagala... 
(Romance  de  Agustín  de  Vargas.  Bibl'wt.  tlt 
[G<illar,l„.  t.  I,  col.  1042). 

A  más  (le  las  de  sus  st.Uf, 
Tiene  Anarda  dos  beldades, 
Que  son:  la  raz(ín  que  dice 
Y  la  sinrazcin  que  hace. 

(Antonio  de  Mendoza,  limnanct). 

Para  mí  solo  tramontas, 
No  para  Celia,  que  tiene 
En  su  cielo  mUt  dos. 
Dos  que  hielan,  dos  que  encienden 

(Suárez de;Pigueroa,  El  Pasajero, í,\\\io  III) 

• 

En  otras  partes  de  esta  misma 
obra  se  lee  luces  y  luceros,  co- 
mo el  latín,  que  dice  lámina: 

Huc  coeli  ab  altis  sedibus 
Converte  dexter  himina. 

{Uiiiinn  al  ApótI.  Santiaffo). 

El  Dice,  admite  también  esta 
acep.  de  lurero. — El  dim.  de  sol 
es  .wlecito  y  nó  solcito,  como  st 
dice  en  Chile. 

Solamente,  adv.  do  in.  El 
vulgo  más  ignaro  lo  u-a  cu  voz 
de  sumamente.  "Tan  solamente 
feo." 

Solano,  na,  adj.  Dícc.«e  rtei 
iuiiiiial,  carreta  u  otra  cosa  que 
por  defecto  o  mala  hechura  es  á 


SOL 


SOL 


307 


más  inclinado  a  un  lado  que  al 
(itro. — El  origen  no  puede  ser 
otro  que  el  s.  solano  (viento  que 
corre  de  donde  nace  el  sol),  en 
ciiileno,  puelche,  raco  y  terral. 
Este  viento,  que  suele  ser  recio 
y  huracanado,  porque  en  Chile 
viene  de  la  cordillera  de  los  An- 
des, es  causa  de  ataques  de  pa- 
rálisis en  brazos  y  piernas,  los 
que  obligan  a  las  personas  a  an- 
dar inclinadas  a  un  lado.  Por 
eso  se  llama  en  algunas  partes 
solano,  s.,  la  misma  enfermedad 
del  brazo  o  pierna ;  de  aquí  lo  to- 
mó la  semántica  para  hacerlo 
adj..  aplicado  alas  personas  que 
padecen  esta  enfermedad  y  des- 
pués lo  aplicó  también  a  las  co- 
sas que  imitan  el  andar  de  esas 
personas. —  Es  corriente  en  Chi- 
le llamar  Solano  solamente,  por 
abreviación,  a  los  que  tienen  el 
nombre  de  San  Francisco  Sola- 
no. Como  éste,  hay  muchos  ape- 
llidos de  santos  que  ya  son  nom- 
bres propios:  Javier,  Borja,  Be- 
nicio,  Avelino. 

Solapa,  com.  Animal  vacimo 
que  tiene  una  mancha  blanca  en 
el  lomo  a  .«emejanza  de  la  pe- 
chera de  la  camisa  qne  queda 
entre  las  .solapas.  Es  nombre 
que  se  da  como  por  derecho  pro- 
pio al  buey,  toro  o  vaca  que  tie- 
nen e.=a  mancha. — Al  que  la  tie- 
ne en  el  cuello  se  le  llama  go- 
londrina. 

SoLAPERÍA,  f.  "En  1616  fué 
nombrado  Virrey  de  Ñapóles  el 
Duque  de  O.suna,  a  donde  le  si- 
guió Quevedo,  ayudándole  en 
los  negocios  más  espinosos,  .«obre 
todo  contra  la.s  ambiciones  de 
Carlos  Emanuel  y  las  «olnperkiíí 
de    la    República    de    Venecia." 


(Cejador,  Hist.  de  la  lengua  y 
liferat.  cast.,  t.  IV,  pág.  159). 
Vocablo  bien  formado  y  que  no 
aparece  en  el  Dice. ;  dice  más 
que  la  acep.  fig.  de  solapa  o  sola- 
pe, que  es:  ''ficción  o  colorido 
que  se  usa  para  disimular  una 
cosa." 

Solar,  a.  Hay  dos  verbos  coii 
esta  misma  forma:  el  uno  rela- 
cionado con  suelo  y  por  eso  sig- 
nifica: "revestir  el  .suelo  con  la- 
drillo, losas  u  otro  material ;"  y 
el  otro  tiene  relación  con  suela 
y  significa:  "echar  suelas  a  los 
zapatos."  Ambos  se  conjugan 
irregularmente  (suelo,  suelas 
suele)  y  forman  su  compuesto 
con  sobre  (sobresolar),  que  para 
el  significado  importa  im  segun- 
do suelo  y  una  segunda  o  nueva 
suela. 

Solaridad,  f.  Véase  Solidarle, 
dad. 

Solas  (A),  m.  adv.  "Sin  ayu- 
da de  otro."  Éste  es  el  único  sig- 
nificado que  le  da  el  Dice,  cuan- 
do los  clásicos  y  todos  los  que 
hablan  castellano  le  dan  con 
más  freeuencia  este  otro:  "en  so- 
ledad o  retiro;  fuera  del  trato 
social."  Abramos  el  Quijote: 
"Se  ha  de  hacer  el  desposorio 
tan  seí-reto  y  tan  a  solas,  que  sólo 
han  de  .ser  testigos ..."  "Culpá- 
base a  solas  de  su  desatino." 
"Pasamos  la  vida.  .  .su.S}iirando 
solos,  y  a  solas  conumicando  con 
el  cielo  nuestra.s  querellas."  No 
hay  necesidad  de  más  autorida- 
des. Al  modismo  A  sus  solas  le 
da  el  Dice,  los  dos  significados; 
en  lo  cual  hace  bien,  porque  en 
realidad  los  tiene,  pero  haoc 
mal  en  restringirlo  al  pronom- 
bre ¡tus,  cuando  ta,mb¡én  se    usa 


a08 


SOL 


SOL 


ion  mis  y  tu.'s:  "Tan  bien  y  me- 
jor me  lo  comería  en  pie  y  a 
mis  solas,  como  t-entado  a  par 
de  im  emperador."'  (Qu'jofe,  p. 
I.  c.  XI). 

SoLAZj,  m.  faiu.,  auui.  de  sol. 
Significa  "sol  fuerte  y  ardiente 
que  calienta  y  .se  deja  sentir 
mucho."  En  Chile  es  conocida 
e-ta  acep.,  pero  se  le  da  también 
la  de  in.'iokición,  que  es  la  "'en- 
fermedad  causada  en  la  cabeza 
por  el  excesivo  ardor  del  sol." 

Solber.     Mala     pronunciación 
(le  sorber,  usada  por  los  mismos 
que     dicen     Cairos,     pelrita      y 
otroí  semejante-;. 
Soibete,   m.   \'('ase    Sorbete. 

Solbitorio,  ui.  .Medicamento 
que  se  sorbe. — El  vulgo  más  ig- 
norante dice  sulborio.  Lo  má.s 
propio  sería  sorbitorio,  como  di- 
cen los  más  cultos,  pero  no  lo 
apnieba  el  Dice. 

Solcito,  m.,  dim.  de  sol.  Díga- 
se solecito,  como  lo  pvnbamos 
en  el  art.  Bueicito. 

SoLü.\r)iLLO  (El).  Tipo  del 
.«oldado  aventurero  que,  desputV 
de  haber  hecho  .sus  campañas, 
vagabundea  por  ciudades  y  cam- 
pas contando  o  cantando  sus 
nunca  vistas  hazañas,  petarde- 
ando aquí,  robando  allá,  ha- 
ciendo fullerías  en  los  juegos, 
buscándose,  en  fin,  la  vida  como 
mejor  se  le  alcanza,  con  las  más 
l)eregrinas  e  ingeniosas  trazas. 
Es  el  Pedro  de  Urdemalas  reti- 
i'ado  de  la  milicia  y  el  mejor 
ejemplar  de  la  vida  picare.-K'a 
ciiilena.  Nadie  ha>ta  ahora  lo 
lia  ai>riiveclia<l(i  en  la  literatura: 
-11-  avcntuí;',-  y  ai'liuiañas  co- 
rren solamente  en  cuentos  y 
anrcilota-'  de  la  tradición  oral. — 


El  nombre  parece  venir  del 
Juan  Soldado  español,  que  "es 
el  soldado  por  antonomasia;  el 
soldado  español,  valeroso,  pa- 
ciente, sufrido;  héroe,  a  las  ve- 
co-,  sin  reí'omp€n.sa.  sin  nombre 
propio,  anónimo.""  (Luis  Mon- 
tólo, Personajes,  versonas  y  per- 
sonillas).  Así  como  este  nombre 
(lió  en  España  la  fr.  La  vida  de 
Juan  Soldado  es  mu  y  larr/a  de 
contar,  así  en  Chil^  dio  el  dim. 
Kl  Soldadillo. 

SoLD.\DO,  m.  Hacer  uno  un 
soldado,  fr.  fig.  y  fam. :  caer 
arrodillado  con  ambas  rodillas. 
Se  dice  por  juego  a  los  niños 
cliico-^,  pegándoles  con  el  canto 
de  la  mano  en  ambas  corvas, 
con  lo  cual  caen  necesiiriamentc 
de  rodillas.  Se  usa  entre  el  pue- 
blo y  proviene  de  la  vei-.erada 
imagen  de  Nuestra  Señora  del 
Carmen,  que,  como  Patrona  ju- 
rada del  Ejército  chileno,  es  re- 
presentada con  dos  .«oldados  que 
están  de  rodillas  a  sus  pies. 
¡  Iíermo,<o  .*e.ntimient.o  de  piedad 
en  nuestro  pueblo! — Salto  del 
Soldado.  Véa.se  S.\lto. 

Soldar,  a.  Es  irregular  en  f\i 
conjugación  f  sueldo,  ¡meldas, 
suelde)  y  nó  soldó,  sóidas,  como 
hemos  leído  hasta  en  literatos 
españoles.  Las  clásicos  y  todos 
los  gramáticos  lo  reconocen  co- 
mo irregular,  porque  lo  carean 
con  el  s.  sueldo  (moneda),  deri- 
vado del  latín  solidas,  como 
soldar  de  solidare. 

SoLEMXE,  adj.  No  .-^e  ve  claro 
si  admite  o  nó  el  Dice,  la  acep. 
fam.  y  burlesca  de  "enfático, 
majestuosameníc  ridículo.'"  co. 
mo  apare(C  usado  en  e-tos  mt- 
sos  de  Samaniego: 


SOL 


SOL 


ñO!) 


Digo  que  es  un  solemne  mnjailtro 
Todo  aquel  que  pretende 
Vivir  en  este  mundo  sin  su  duende. 

Es  un  gnUmnt  lo:o 
Todo  aquel   que  creyere 
Hallar  en  experiencia 
Cuanto  el  hombre  nos  pinta  por  deleite. 

Milicho  antes  había  dicho  tam- 
bién Cervantes:  "Y  confirmólo 
por  vino  de  los  más  solencs  men- 
terafoi  de  nuestros  siglos." 
(Quijote,  {).  II,  c.  VII).  Véanse 
otras  autoridades  más. 


Paeclo  nombrarte  en  el  acto 
Un  solemne  trapalón 
Que.  aunque   parece  barón. 
Es  el  de  llWscas.  exacto. 
(Bretón,   Redondillas  A  MoTUtin). 
Pared  en  medio  de  esta  casa  tiene 
La  suya:  hablarla  puedes  y  informarte 
De  t(>do  este  embelec,  que  es  solemne. 
(Tirso,  Dun  Gil  de  la/  caha  reírles.  II,  13\'. 
.—Ya  sabemos 
Que  sois  de  Bu'gos. 

—Mentira 
Solemne, 
(/iírf.,  18.»; 

SoLEM.viZACióx,  f.  Acción  C 
efecto  de  solemnizar.  Aunque 
bien  formado,  no  lo  admite  el 
Dice,  sin  duda  porque  su  lar- 
gura no  se  acomoda  mucho  al 
uso  corriente. 

Soler,  n.  Creen  muchos  chi- 
lenos ilustrados  que  este  v.  sig- 
nifica ser  una  cosa  poco  frecuente, 
ocurrir  una  que  otra  \ez.  No 
.sabemos  de  dónde  procederá  es- 
te error,  pues  el  v.  significa  ca- 
balmente lo  contrario,  a  saber: 
"con  refei'encia  a  per.sonas, 
acostumbrar,  o  tener  costumbre 
de  alguna  co.-a ;  con  referencia  a 
hechos  o  cesas,  .ser  frecuente." 
Y  sólo  así  lo  u.saron  los  clásicos, 


nunca  en  el  sentido  en  (jiie 
lo  venimo.-  oyendo  en  Chile. 
— En  algunas  provincias  del 
Sur  le  dan  una  irregulari- 
dad nunca  vista,  pues  lo  con- 
.jugan  suelgo,  suelgues,  suelgue, 
solguemos,  solguéis,  suelguen; 
suelga,  suelgas,  etc.,  lomando  la 
g  de  valer,  salir,  traer  y  otra-^. 

SoLER.v,  f.  Sus  aceps.  castiza.s 
son:  "1."  Madero  asentado  ac 
plano  sobre  fábrica  para  que  en 
él  descansen  o  se  ensamblen 
otros  horizontales,  inclinados  o 
verticales.  1 1  2,^  Piedra  plana 
puesta  en  el  suelo  para  sostener 
pies  derechos  u  otras  cosas  se- 
mejantes. 1 1  3.^  Muela  del  moli- 
no que  e.«tá  fija  debajo  de  la  vo- 
landera."— No  debe  pues  lla- 
marse solera,  como  llaman  al- 
gunos chilenos,  a  la  ciímbrer' , 
hilera  o  parhilera,  que  es  el 
■'madero  en  que  se  afirman  los 
pares  y  que  forma  el  lomo  de  la 
armadura;"  ni  menos  a  la  ca- 
rrera, que  es  la  "'viga  que,  colo- 
cada horizontalmente,  sirve  en 
los  edificios  pai'a  sostener  otras, 
o  para  .sujeción  y  enlace  de  las 
construcciones." — •  Mucho  me- 
nos debe  llamarse  solera,  al  sue- 
lo o  fondo  de  zanjas,  canal&s, 
fosos,  etc. — De  la  2.^  acep.  casti- 
za se  ha  formado  en  Chile  esta 
otra:  orilla  exterior  de  acera-s, 
corredore.'',  galerías,  etc..  forma 
da  de  piedras  canteadas  y  cua- 
drilongas, para  más  firmeza. 
Otros  llaman  solera  cada  una  de 
estas  piedras,  aunque  no  sostie- 
nen ningún  pie  derecho.  "Se 
piden  propuestas  por  330  me- 
tros de  soleras  de  piedra  para  la 
plaza  y  jjai-eos  de  e^te  i)uel)lo," 
se  lee  en  un  diario  de  provincia. 


310 


SOL 


SOL 


— Tomar  a  uno  entre  solera  y 
loUindera,  fr.  fig.  y  fain.  qut 
significa  en  Chile:  hacerlo  añi- 
cos, triturarlo,  pulverizarlo,  en 
discusión,  juego,  etc..  como  ha- 
cen con  el  trigo  la  solera  y  vo- 
luiiflera  del  molino. 

Solcrilla,  f.,  dim.  de  ¡colera. 
^-^á  de  i>iedra  angosta;  y  tam- 
bién cada  una  de  las  piedras  que 
la  forman.  Véase  Solera,  últi- 
ma acep.  En  Madrid  dicen  en- 
cintado, m. 

SoLEv.^XT.vR,  a.  y  ú.  t  c.  r. 
"Levantar  una  cosa  empujando 
de  abajo  arriba. — Fig.,  mover  el 
ánimo  de  una  o  varias  perlinas 
para  inducirlas  a  novedades  o 
alteraciones."  En  esta  acep.  fig. 
es  igual  a  soUtñantar,  a.  y  r. — 
Solevar  es  igual  a  s^iblevar. 

Solferino,  na,  adj.  De  color 
morado  rojizo.  Aplícase  más  a 
jiañas  y  géneros.  Parece  voz  in- 
ventada en  recuerdo  de  la  bata- 
lla de  Solferino  y  venida  de 
fuera.  En  el  Dice,  hallamos  mo- 
racho, cha,  morado  l^ajo.  que  n(. 
es  exactamente  igual.  Man  pare- 
cido es  morcl  de  sal:  "cierto  co- 
lor morado  carmesí,  hecho  a 
fuego,  que  .-irvc  para  pintar  al 
fresc-o. " 

SoLi('iT.\NTK,  part.  11.  '^e  soli- 
citar. Que  .solicita.  A-í  >A  Dice. 
Debió  agregar  que  también  se 
u.sa  como  s.  com. 

Solidariedad,  f.  Snliilurldn'! : 
"modfi  de  dere<'ho  u  obligación 
iu  .«ólidum. "  Así  el  Dice,  a  pe- 
sar de  que  el  vocablo  procede  dfc 
Koliflnrio.  como  nrhUrürirdad  de 
(•rbUrario,  rontrariedtid  de  con- 
trario,  notorlfd/id  d«  notorio; 
pero  no  hay  duda  de  que  solida- 
ridad c-"  más  fácil  de  pronuncun 


y  por  lo  mismo  más  usado.  Don 
Andrés  Bello  dijo  siempre  soli- 
dariedad. La  definición  ha  sido 
lomada  de  la  tabla  de  erratas 
del  Dice.  En  el  Suplemento 
agrega  esta  otra  acep.:  "adhe- 
sión circunstancial  a  la  causa  o 
a  la  empresa  de  otros." 

SoLiDARisMO,  m.  Doctrina  o 
sistema  económico  que  tiene  por 
base  la  solidaridad  (responsabi- 
lidad in  sólidum).  No  vemos 
inconveniente  para  que  se  ad- 
mita en  el  Dice,  lo  niisnio  que 
el  siguiente. 

SoLiDARisTA,  coui.  Partidario 
del  solidarismo. — Adj.,  }^)ertene- 
cieiite  o  relativo  al  solidarisuio. 

Solidarizar, n.  Hacerse  solida- 
rio. "El  gabinete  argentino 
solidariza  con  la  actitud  de  Es- 
tados-Unidos." Estas  muestras 
de  lenguaje  na-^  dan  los  traduv 
torcs  de  telegramas;  ¿los  ocupa- 
ríais vo«<)tro=.  oh  lectore-^,  como 
intérpretes  de  lenguas  extranje- 
ras? 

Solí  m  Fie  ACIÓN,  f.  Acción  o 
efecto  de  solidificar  o  solidificar- 
-■•e.  .Vdmitido  desde  la  lo."  edi- 
ción del  Dice. 

SoLiLOiH'io,  m.  Es  igual  a 
nionólor/o  en  esta  acep.:  "habla 
o  di.*curso  con  que  una  persona, 
estando  sola,  o  sin  dirigir  a  otro 
la  palabrn.  manifiesta  lo  que 
picn.sa  o  siente."  "Lo  que  habla 
de  este  modo  el  jiei-sonaje  del 
iwema  dramático  o  de  otro  se- 
mejante." se  llama  .«olameiiK 
Koliloquio:  ]>ero  la  "espet'ic  de 
olira  dramática  en  que  habla 
un  solo  personaje,"  se  llama  mo- 
iiolof/o.  Más  claro:  el  wonólofjo. 
en  esta  2.*  acep..  e.*  obra,  y  el 
xidil'«¡nio  e-*  parte  de  obra. 


SOL 


SOL 


311 


SoLiMÁx,  m.  Lo  equipara  el 
Dice,  al  mblimado  corrosivo, 
que  es  "substancia  blanca,  muy 
soluble  en  agua  caliente,  volátil 
y  venenosa,  usada  en  medicina 
sobre  todo  como  desinfectante 
enérgico.  Es  combinación  de  dos 
equivalentes  de  cloro  con  uno 
de  mercurio  y  se  obtiene  calci- 
nando y  sublimando  cinabrio 
con  sal  común."  Pero  Cejador 
dice  que  "el  solimén  se  hace  del 
azogue  sublimado."  (Tomo  R, 
pág.  540).  Por  lo  que  toca  a 
Chile,  podemos  decir  que  el  soli- 
mán siempre  se  ha  usado  como 
afeite  femenino,  o.  como  dijo 
Pérez  Rosales,  "precursor  obli- 
gado de  todos  los  afeites  femeni- 
nos."  (Recuerdos  del  pasado,   c. 

Solitaria,  f.  Lombriz  soufa- 
ria  o  tenia.  Los  tres  significan  lo 
mismo. 

Sólitas,  f.  pl.  Del  latín  sóH- 
tus,  acostumbrado.  Facultades 
espirituales  reservadas  al  Papa 
y  que  por  la  distancia  se  conce- 
dían a  los  Obispos  de  América. 
Por  ser  su  concesión  por  diei. 
años  se  llaman  también  y  más 
ordinariamente  Decenales.  Véa- 
se esta  voz.  Sólitas  es  digno  de 
admitirse,  por  lo  meno.s  como 
anticuado,  porque  ahora  no  se 
hat-e  en  la  curia  romana  esta 
concesión  en  la  misma  forma. 

Solo,  la,  adj.  Nada  dicen  la 
gramática  ni  el  Dice,  de  la  dife- 
rencia entre  el  adj.  solo  y  el  adv. 
sólo  o  solamente  en  cuisuro  al 
uso,  ya  que  el  significado  es  el 
mismo.  Mejor  dicho:  ¿es  igual: 
Con  solos  veinte  pesos  saldré  del 
apuro.  Con  sólo  veinte  pesos. 
Con     veinte    pesos     solamente? 


Las  tres  maneras  fueron  usadas 
por  los  clásicos  y  lo  son  todavía 
por  los  buenos  escritores.  Lite- 
mos algunos:  "Con  solas  dos 
hoi  as  de  vela  se  cumplía ;"  "Solón 
tres  caballeros  quedaron  vivos 
en  ella."  (Cervantes).  "En  sota 
la  misericordia  de  Dios  espera." 
(Bto.  Ávila).  "Con  sólo  tu  jo¡ja 
de  valor  infinito  se  daban  por 
bien  pagados  los  que  tantíis  co- 
sas perdían."  (Id.)  "Con  ¿^ólo 
una  mano."  (Dice.) 

Crtn  íolog  (Stoi  tres  platos 
Cuanto  puede  dar  les  diii. 

(Maestro  Valdivielso). 
P(ir  tola  Oriana.  con  mucha  razón, 
Debes  de  todas  perder  la  enemiga. 

(Juan  de  la  Encina). 
Con  solamente  lus  veinte 
A  hablar  con  el  rey  se  va. 

(Romance  de  Bemniiio  tlel  Carpt'i), 
Que  esta  fermosa  máquin.i  en  que  nioica 
Con  sola  su  palabra  fue'  creada. 

(Baltasar  del  Alcázar). 
Por  siilo  cuatro  ducados, 
(Id) 
¿Cómo  he  de  poder  volar 
Con  solamente  iwwa  pluma? 

(Tirso  de  Molina). 
Fingió,  en  efecto,  partirse 
Con  solamente  tres  pajes. 
(Id.) 

Por  só^o  liviandad  y  ranaffini  ia, 
Qaiere.dejar  de  su  maldad  memoria. 
(Ercilla.) 

"Solas  dos  naturalezas,  angélica 
y  humana,  te  conocen,  y  solos 
los  ángeles  y  los  hombres  tienen 
noticia  de  tu  bondad  infinita." 
(Estella).  "Luego  me  darás  a 
beber  solos  dos  tragos  del  bálsa- 
mo que  he  dicho."  (Cervantes). 
Y  basta  con  esto,  para  no  hacer- 
nos interminables.  Como  se  ha- 
brá notado,  no  es  inconveniente 
colocar  la  forma  adverbial  sólo 
(,  solamente  en  medio   del   com- 


S12 


SOL 


SOL 


Ijlenicnto,  entre  la  prej».  y  el 
término,  aunque  esos  adverbios 
modifiquen  al  v.  Xo  repugna  el 
castellano  este  hipérbaton,  pero 
sí  lo  repugnaría  con  otros  ndvs., 
por  ej.,  únicamente,  tan  sólo, 
tan  solamente. —  Más  vale  solo 
que  mal  acompañado,  refrán 
que  traen  Correas  y  D.  Juan  de 
Jriarte,  aunque  sin  explicación, 
l>orque  todo  el  mundo  lo  conoce. 
Vai  Chile  es  también  corriente  y 
falta  en  el  Dice.  Véase  Señero. 
— Sólo  (¡uc,  Solamente  que,  loe. 
adv. :  "Con  sólo  que,  con  la  úni- 
ca condición  de  que."  Así  define 
el  Dice,  la  se.gunda,  porque  la 
[)riniera  (Sólo  que),  que  es 
igual,  no  la  registra.  Dos  senti- 
dos hay  que  distinguir  en  estas 
locuciones:  uno  castizo,  que  es 
ol  que  define  el  Dice,  y  se  ve  en 
este  texto  de  Don  Diego  Hurta- 
do de  .Mendoza:  ''Ofrecíansie  a 
ir  con  ellas  a  morar  cómo  y 
•'onde  le*  enviasen,  y  si  en  tie- 
rra lo?  quisiesen  dejar,  mante- 
ner guardia  para  defensión  y 
seguridad  de  ella,  solamente  qu^i 
se  les  diesen  las  virtud  y  liber- 
tad." (Cruerra  de  Granad»,  1. 
II)  ;  y  el  otro,  como  de  conj.  ad- 
versativa con  su  nosequé  de  co- 
rrectivo y  explicativo:  "lis  p  i-i- 
ble  que  usted  la  conozca:  sólo 
que  ya  no  se  acuerda."  ( ^'ak^a, 
FA  ComovMdor  Mendoza, 
VIII).  "í>o  mismo  sucedió  al 
genf^iil :  sólo  que  a  éste  le  aco- 
metió a  la  despedida,  y  a  mí  a 
la  entrarla."  ( P.  Isla.  Carta 
CLV).  "A.-í  que  consumimos  la 
última  e-^i>eranza.  volvemos 
atr.i.«;  solamente  que  desanda- 
mos el  camino  jior  la  otra  calle.' 
(Solga-.     A.'o.v     V    .«nnhras).     Kl 


Padre  Mir,  cuyas  son  todas  es- 
tas citas,  califica  de  galicano  es- 
te segundo  .■^entido  y  dice  que 
los  clásicos  lo  expresaron  con 
sino  qae.  Véanse  algunos:  "Tras 
é-stos  venía  un  hombre  de  muy 
buen  pai'ecer;  sino  que,  al  mirar, 
metía  el  un  ojo  en  el  otro  un 
poco."  (Quijote,  p.  I,  c.  XXII). 
"Bueno  anda  el  nmndo  para 
que  os  lo  dejen  tomar  en  paz, 
sino  ^«e  por  un  maravedí  de  in- 
terese se  pornía  a  no  donnir  mu- 
chas noches."  (Sta.  Teresa,  La- 
mino de  perfección,  c.  X\i). 
"Desnudo  saliste  del  vientre  de 
tu  madre;  sino  que  la  segunda 
madre,  que  es  la  tierra,  es  pt>ra 
ti  madrastra  tan  cruel.  .  ."  (La- 
puente,  Gwia  espirit..  trat.  II,  c. 
Yl,  §  1).  Si  sea  galicano  el  sig- 
ficado  moderno  de  sólo  o  so- 
lamente que,  no  nos  cousita;  lo 
único  que  hallamos  es,  que  el 
otro  significado,  e!  aprobado  po; 
el  Dice,  y  u.sado  i)or  D.  Diego 
de  Mendoza,  es  igual  al  francés. 
En  efecto,  el  Dice,  de  Littré  da 
como  7.*  acep.  de  Scilcment  la 
siguiente:  "A  la  .-eule  condition 
que.  Parlez  librement ;  seulc- 
ment  respe<-tez  les  convenances.' 
Otro  .-mentido  más  familiar  le  da- 
mos nosotros,  equivalente  a  a  7it^ 
ser  ijve.  "No  me  llames  nunca 
cuando  me  busque  esta  persona; 
sólo  que  diga  para  (pié  me  bus- 
ca." 

Soi.í-üi,,  m.  .luego  de  nuiclia- 
chos  que  ya  ha  caído  en  desuso. 
Se  ponían  todos  en  fila  o  en  .-^cmi- 
cíi'culo  y  .se  le  daba  a  cada  luio 
un  nond^re  supuesto,  de  i>:ijaro, 
lioi'  o  de  otra  co.st.  El  Sefror  Sol- 
>ol.  que  o-  un  niño  o  niña  tpi'"' 
se  su]>one  viene  de  fuera,  -e  i>re- 


SOL 


SOM 


SI  3 


senta  y  el  princ-ipal  del  grupo  le 
diee : 

— SoUol. 

— f;Que  niandúii.  sefior?        

— ¿A  quien  queréis  wñs? 
— A. ..(Aquí  uno  de  los  norabreB  im- 
*  ™  puestos)' 

El  Sol.íol,  -i  adivina  el  nom- 
bre, toma  al  niño  o  niña 
de  un  brazo  y  lo  lleva  a  otro  lu- 
gar. Vuelve  el  diálogo  y  se  lleva 
otro  niño:  y  así  continúa  ha.sta 
que  los  lleva  todos.  Si  no  adivina 
a  quién  corresponde  el  nombre, 
pierde  su  oficio  y  se  va  a  colo- 
car entre  todos  los  demás,  reem- 
plazándolo uno  de  ellos. 

Solteraje,  m.  Dígase  soltería, 
f.  (estado  de  soltero).  "El  es- 
pectro del  solteraje  no  me  cau- 
saba borror."  (Un  diario  chile- 
no). Es  uno  de  tantos  aje», 
plaga  y  dolencia  de  la  len.gua: 
bandidaje,  machaje,  peritaje, 
porcentaje,  kilometraje.  Reme 
dio  contra  el  solteraje  es  la  ^^i- 
guiente  copla  popular: 

Las  solteritas  gnn  de  oro 

Y  las  casadas  de  plata. 
Las  viuditas  son  de  cobre 

Y  las  viejas  de  hojalata. 

Solterón,  m.  Juego  de  naipes 
que  se  llama  también  pichanga. 
Véase  esta  voz,  1.'  acep.  El  ju- 
gador que  no  logra  descartai-se 
es  el  que  queda  de  solterón. 

Solucionar,  a.  Dar  solución, 
resolver,  soltar  en  la  acep.  de 
"exflicar,  descifrar."  Es  v.  que 
usan  algunas  modernos  y  for- 
mado al  estilo  de  seleccionar, 
sesionar,  lesionar,  fusionar,  etc. 
Véa.=e  AxExioxAn. 


Solvente,  part.  activo  de 
solver.  "Que  desata  o  resuelve.  [| 
Adj.,  desempeñado  de  deudas." 
— Desde  la  13."  edición  le  agre- 
gó el  Dice,  esta  otra  acep.:  "ca- 
]iaz  de  satisfacerlas,"  que  nos- 
otros usábamos  de  tiempo  atrás 
y  que  formó  el  compuesto  insol- 
vente: "que  no  tiene  con  qué 
pagar." 

Sombra,  f.  Entre  el  pueblo, 
sombrilla  o  quitasol.  No  le  da  el 
Dice,  esta  acep.,  y,  sin  enibarj^o, 
la  tiene  el  dim.  sombrilla.  Como 
las  que  suele  usar  el  pueblo  no 
son  tan  finas  ni  pequeñas,  pues 
muchas  veces  son  los  paraguas 
de  invierno,  parece  que  no  se 
atre\-ió  a  nombrarlas  con  la  for- 
ma dim.  y  por  eso  volvió  a  la 
primitiva.  Véase  esto  pasaje  do 
Fr.  Alonso  de  Cabrera,  en  el 
cual  bien  puede  creerse  que  ha- 
bla como  nuestro  pueblo:  "E¡ 
emperador  aconqiañó  el  diviní- 
simo Cuerpo  de  nuestro  Reden- 
tor, yendo  detrás  en  cuerjio  y 
sin  gorra,  ni  sombra  alguna, 
aunque  hacía  terrible  calor  y  un 
sol  que  ardía."  (Servwn  a  /«f 
honras  del  rey  Philipo  II). — 
Otra  acep.  muy  corriente  en  Chi- 
le es  la  de  "falsilla,"  o  sea,  "ho- 
ja de  papel  con  líneas  muy  seña- 
ladas, que  se  pone  dentro  del 
pliego  en  que  se  ha  de  escribir, 
para  que  aquéllas  se  transparen- 
ten  y  sirvan  de  guía."  (Enmien- 
de el  Dice,  el  complemento 
"dentro  del  pliego,"  porque  tani- 
bién  se  usa  falsilla  cuando  se  es- 
cribe en  una  simple  hoja  de  pa- 
pel). En  Aragón  dicen  falsa,  ad- 
mitido en  el  léxico.  Pauta  e? 
"instrumento  o  aparato  para  ra- 


3U 


SOM 


SOM 


yar  el  papel  en  que  los  niños 
ii])renden  a  escribir."  y  fig., 
'cualquier  instrumento  que  sir- 
ve para  gobernarse  en  la  ejecu- 
ción de  una  cosa." — Fig.  Perso- 
na que  sigue  a  otra  por  todas 
partes  para  espiarla  y  cuidando 
que  no  se   percate  de  ello.  No  es 

10  mismo  que  satélite,  porque  el 
satélite  sigue  y  acompaña  a  la 
otra  persona  como  dependiente 
de  ella.  En  E.spaña  se  usa  tam- 
bién esta  a<'ep.  de  sombra,  como 
s('  ve  por  e,ste  pasaje  de  Pereda: 
"Como  Isaljel  brillaba  sobre  to- 
das, Isabel  fué  la  que  más  le  Ua- 
liió  la  atención.  Por  eso  se  hizo 
su  amigo,  y  después  su  vecino, 
y.  por  último,  su  sombra."  (La 
ii-ujcr  del  César,  II,  en  Bocetos 
al  temple).  Es  acej).  digna  de 
pasar  al  Dice.  Caballero  trae 
también  la  loe.  Como  mi  som- 
bra: "se  dice  de  la  persona  que 
se  encuentra  a  cada  paso." — Co- 
mo la  sombra  sigue  al  cuerpo, 
cxpre.sión  usada  en  todas  partes 
y  que  se  echa  menos  en  el  Dice. 
No  es  una  simple  comparación, 
como  cualquiera  otra  que  puede 
inventarse,  sino  una  expresión 
fija  y  de  uso  general.  Los  france- 
ses tienen  el  adagio  o  [)rüverbio 

11  h  giiif  comme  l'ombre  fait  il 
corps  C-o  .«igue  como  la  sombra 
sítuo  al  cuerpo) ;  pero  esto  no  es 
inconveniente  para  que  lo  use- 
mos también  nosotros,  completo 
o  cortado,  como  siempre  lo  hi- 
'ieron  y  lo  luicen  todos  los  quf 
hnt'rin  rl  castellano. —  Arrojar 
o  echr!"  sombras  sobre  uno,  fr. 
íisr.  que  parevo  inventada  por 
pintore-;  y  que  no  hemos  hallado 
(n  los  buenos  autoras  españole». 


Éstos  hablan  de  obscurecer  o  em- 
pañar, deshtstrar  o  afear,  la  fa- 
ma, la  reputación  o  el  nombre, 
y,  en  sentido  más  fuerte,  ue 
ajarlos  o  enlodarlos,  mancharlos, 
mancillarlos  o  amancillartox, 
fuera  de  los  verbos  más  genera- 
les desacreditar,  deshonrar,  infa- 
mar, denigrar,  calumniar.  Mien- 
tras no  se  cite  una  autoridad 
clásica  que  la  abone,  tendremos 
estii  fr.  por  extraña  al  buen  len- 
guaje castellano.  Lo  mismo  de- 
cimos del  simple  nombre  sombra 
usado  en  este  mismo  sentido  íig. 
Por  ejemplo:  "No  permitiré  que 
caiga  una  sombra  sobre  mí:  Exa- 
mínense las  más  leves  sombras 
que  puedan  mancillar  mi  repu- 
tación."— Poner  a  la  sombra  a 
uno,  fr.  fig.  y  fam.:  '■nieterleen 
la  cárcel."  Así  el  Dice.  Como  la 
fr.  se  usa  también  con  otros  ver- 
bos, como  estar,  tener,  traftadar, 
es  mejor  convertirla  en  simple 
loe.  A   l'i  .■■-() iiibra. 

Sombrera,  f.  El  sombrero  do 
paño  o  de  paja  que  u.-^an  las  nni- 
jeres  del  campo,  generalmente 
cuando  montan  a  caballo.  Trac 
también  estii  voz  Ciro  Bayo.  No 
hay  duda  de  que  el  sexo  femeni- 
no influyó  en  el  género  de  esto 
vocablo. — En  algunas  jiartes  se 
llama  también  sombrera  el  de 
lana  que  ustvn  los  vaquer(K--.  Vé- 
ase Cucho,  1."^  art. — Anticuado. 
Sombrero  que  usaban  en  las  ciu- 
dades las  niñas  menores  cuando 
salían  de  visita  o  de  pa.seo. 

S(>Mi!RKK.\i).\,  f.  Lo  que  cabe 
de  una  vez  en  un  somi)rero.  Es 
corriente  en  Chile,  como  tjmtos 
oíros  similiiros  terminados  en 
ada.  Vva?e  Axo.vkillad.v.  No  lo 


SOM 


SOM 


SI  5 


(rae  el  Dice.,  a  pesar  de  ser  vira- 
do en  España,  como  se  ve  por 
este  texto  de  Pereda:  "Entonces 
se  sentaron  en  meda  mozos  y 
mozas,  y  comenzó  a  circular  la 
bota  para  remojar  las  castañas, 
que  se  repartieron  a  sombrerada 
jxir  concurrente."  (El  sabor  de 
la  tiernica,  XXI).  Véase  Anga- 
rillada.— El  mismo  Pereda  lo 
da  también  la  acep.  de  "saludo 
precipitado  y  poco  afectuoso  que 
se  hace  quitándose  el  sombre- 
ro;" lo  que  el  Dice,  llama  som- 
Irerazo,  sinónimo  de  bonetada 
("cortesía  que  se  hace  quitándo- 
.T  el  bonete  o  el  sombrero") . 
He  aquí  los  textos  de  Pereda: 
"Con  lo  cual,  dos  reverencia?, 
tres  sombreradas  y  un  apretón 
de  manos,  amén  de  algunas  fra- 
ses de  cumplido,  despidióse  de 
D.  Serapio."  (Oros  son  triunfos, 
IX).  "Y  en  el  andén,  el  mismo 
grupo  dando  sombreradas  y 
c'ipretones  de  manos  al  propio 
personaje."  (En  cancíelero.  Am- 
bos titulas  son  de  la  obra  Bocetos 
al  temple). 

So>rBRERO,  m.  Por  la  figura 
que  tiene,  llamamos  sombrero 
la  pieza  de  hierro  que  tienen 
montada  en  alto  los  cañones  de 
chimeneas  }•  de  techos  para  de- 
fensa de  la  lluvia  y  para  que  el 
huma  salga  más  repartido.  Otros 
rlicen  sombrerete  o  caperuza. — 
Sombrero  de  mote  de  maíz.  Véa- 
se Mote. — Sombrero  de  paja:  el 
fabricado  de  alguna  de  las  mu- 
chas pajas  que  se  usan  para  ello. 
Falta  esta  loe.  en  castellano.  Pe- 
reda empleó  muchas  veces  la 
voz  pajero,  m.,  que  tampoco  tie- 
ne esta  acep.  en  el   Dice.    "Trae 


un  demonches  de  pajero,  duro 
como  una  peña  y  blanco  que 
tien  que  ver."  (Tipos  y  paisa- 
jes). "Leve  pajero  muy  tirado 
sobre  los  ojos."  "Ancho  pajero 
y  desatinado  y  viejo  vestido." 
(Bocetos  al  temple). — Sombrero 
de  pita.  Falta  también  en  el 
Dice.  Véase  Jipijapa. —  Som- 
brero de  pelo.  Dígase  Sombrero 
redondo,  de  copa  o  de  copa  alfa: 
"el  de  ala  estrecha  y  copa  alta, 
casi  cilindrica  y  plana  por  enci- 
ma, generalmente  forrado  de 
felpa  de  seda  negra."  El  nombre 
fig.  y  fam.  que  tiene  en  España 
es  chistera,  en  Madrid  bimba, 
buito,  canariera,  castora,  chito, 
gabina,  y  en  Chile  colero,  tarro 
de  unto  o  tarro. —  Atajo,  offij'J, 
sombrero  de  paja,  refrán  chilent- 
que  significa:  defiéndete,  para  el 
golpe;  detente. —  Sacar  el  som- 
brero a  uno.  Véase  Sacar. 

Sombrerudo,  da,  adj.  despee!. 
Que  tiene  sombrero  gPMndo. 
"¿Quién  será  ese  viejo?  ¡-lesú"! 
¡qué  hombre  tan  feo!  ¡quién 
baila  con  él!  El  de  las  plumas 
altas  es  fulano.  Nó,  má.s  bien  es 
ese  viejo  sombrerudo."  (Jotabe- 
che,  El  Carnaval).  Compárese 
con  chancletudo,  pollerudo  y  los 
nnichos  adjs.  castizos  en  udo, 
como  barbudo,  bigotudo,  barri- 
gudo, pelwlo. 

Sommier,  m.  Voz  francesa 
que  usamos  malamente  en  vei. 
de  colchón  de  muelles:  "arma- 
dura de  madera  o  hierro,  con 
una  serie  de  resortes  enlazados, 
y  sobre  la  cual  se  ponen  lo«  col- 
chones ordinarios." 

Somnámbulo,  la,  Somííam- 
BULisMO.  Son  formas  etimológi- 


316 


SON 


SON 


lamente  más  correctas,  pero  me- 
na? usadas  que  sonámbulo  y  so- 
iiumhuVisrao. 

SoMxoLE.vciA,  f.  Es  forma 
ijiual  a  soñolencia. — El  adj.  so- 
ñoUcnfo,  fa,  y  el  adv.  soñolienta- 
mente sólo  tienen  esta  forma. 

Sox,  m.  La  expr.  Sin  son  ni 
ton  que  decimos  en  Chile  es  pa- 
i'a  el  Dice.  Sin  ton  ni  son  y  tam- 
bién Sin  fon  y  sin  son :  ''sin  mo- 
tivo, ocasión  o  causa,  o  fuera  de 
orden  y  medida."  También  sue- 
le decirse:  ¿•'^  9"^  ^"^  ^  "  9"^' 
■son  viene  esof  Sin  son,  m.  adv. 
tig.  y  fam.  significa:  "sin  razón, 
sin  fundamento" —  Algunos 
acentúan  esta  voz  para  diferen- 
ciarla de  son,  inflexión  del  v. 
.se/'.'  pero  son  raros  los  que  así  lo 
})acen,  y  la  Academia  tampoco 
lo  enseña  ni  lo  practica. —  Con- 
viene dar  a  conocer  el  dim.  so- 
netico: "sonecillo  que  suele  ha- 
cerse con  los  dedos  sobre  la  me- 
sa o  cosa  semejante." 

Son,    conj.  ant.  Véase  Sino. 

Sonada,  f.  fam.  Sonadera  (ac- 
ción do  .<onarse  las  narices). 

Sonajera,  f.  í^onido  o  ruido 
(¡esagradablo,  como  el  que  hace 
la  sonaja  o  el  sonajero.  Sonaja 
es  "conjunto  de  dos  chapas  de 
metal  que,  ¡.'asadas  en  un  alam- 
Ijre,  se  co''ican  en  algunos  ju- 
guetes e  instrumentos  rústi<'o- 
para  hacerlos  .sonar  agitándo- 
los." y  sanajero,"  "juguete  que, 
sujeto  a  un  mango  o  pendiente 
de  nn  cordón,  tiene  sonajas  o 
ca.scabpips,  y  sirve  para  entrete- 
ner a  los  ni  "ios  de  peclio."  En 
Chile  no  usamos  las  voces  sona- 
ja y  sonajero,  y  nos  desquitamos 
usando  a  troche  moche  sonajera. 


que  nunca  ha  existido  en  caste- 
llano. Aun  tratándose  de  las  tri- 
pas, decimos  sonajera  de  tripas ; 
lo  propio  es  zurrido  (sonido 
bronco,  desapacible  y  confuso) 
y  el  V.  es  zv,rrir  o  zuiriar,  neu- 
tros. Algunos  clásicos,  como  Alo- 
jo Venegas  y  Oviedo,  usaron  la 
forma  zurrío,  que  no  hallamos 
en  el  Dice.  "Pai'a  el  enfermo 
que  tuviese  enfermedad  de  des- 
aguar el  zurrío  del  vientre,  sin 
que  venga  a  las  orejas  de  los  cir- 
cunstantes," e.^cribió  el  primero 
en  el  Tránsito  de  la  agonía,  de- 
clar.  III).  En  cuanto  al  v.,  el 
Quijote  de  Avellaneda  le  dio  la 
forma  zorriar,  que  tamjjoco  ha 
sido  prohijada  por  el  Dice:  "A 
fe  que  me  zorrian  ya  las  tripas 
ne  pura  hambre."  (Cap.  IV). 
También  hay  para  esta  misma 
idea  el  s.  borboriximo  (ruido  do 
tripas  producido  por  el  movi- 
miento de  los  ga.ses  en  la  cavi- 
dad intestinal.  Ú.  m.  en  pl.) ; 
]ifcro  éste  lo  aplican  los  dicciona- 
rios de  equitación  al  caballo, 
aunque  el  académico  no  hace 
distinción.  Timonoda  empicó  la 
voz  genérica  ruido: 

A  mí  malo  lo  hiiro  [provecho]. 
Pues  aiin  no  lo  he  comiilo, 
Mis  tripas  hacen  niiiío; 
Ko  paresce  Ron  que  cttÁ 
Ueiitro  algiín  lechrin  metido. 

(Tnifjicnnic'lia  llnmadii  Filotnnta,  esc.  VII). 

SoxAK,  n.  En  la  acej).  de  "te- 
ner umi  letra  valor  fónico"  lo 
da  el  Di<'<'.  como  n.  .<olamenU'. 
Ksfe  es,  lo  reconocemos,  e!  uso 
general ;  i)ero  cfniste  también 
(¡up  muchos  clásicos  lo  u.<aron 
comoa.  "Haien   mal  algunos  in- 


bON 


SON 


317 


genioí  estudiantados  en  escribir 
en  roniíince  eon  dos  eles  los 
nombres  latinos  que  allá  las  tie- 
nen; como  son  bula,  Mételo  y  se- 
mejantes, no  advirtiendo  que  en 
latín  las  sonamos  por  una."  '"Por 
tener  posición  de  consonantes,  o 
-er  diptongos  o  sinalefas,  en  que 
■'onainos  algo  ambas  vocales. 
(Gonzalo  Correas,  Arte  grande, 
págs.  20  y  2  6-1).  "Vengan  ago- 
ra ...  los  que,  esclavos  de  la  letra 
muerta,  es}>eran  batallas  y  triun- 
fos y  señoríos  de  tieiTa,  porque 
algunas  palabras  lo  suenan  an- 
sí." (Fr.  Luis  de  León,  Los 
Nombres  de  Cristo,  1.  II,  §  I). 
■"Y  para  destruir  la  ciudad  de 
■lericó,  mandó  que... al  séptinii. 
|día]  los  sacerdotes  también  la 
rodeasen  y  sonasen  su^  trompe, 
tas."  (Ribadeneira,  Trat.  de  la 
Tribulación,  1.  II,  c.  XIII). 
"Esto  suenan  aquellos  versos  de 
Ovidio..."  (Suárez  de  Figue- 
roa,  El  Pasajero,  alivio  IX). 

Y  ¿quien  sonó  las  bocinai 
Tan  a  tiempo  en  la  comarca? 

(Jime'nez  Campaña,   {El  Iriiinfu  ile  ¡a  cruz. 
esc.  II). 

— Hacer  sonar.  Véase  Hacer. 
— No  suena  ni  truena,  fr.  fig. 
usadísima  en  Chile  y  aasente  del 
Dice.  Gonzalo  Correas  la  trae 
con  dos  explicaciones:  "Ni  me- 
na ni  truena:  cuando  no  se  ha- 
bla de  uno  y  está  como  olvidado ; 
cuando  uno  no  parece  ni  se  ha- 
l)la  de  él."  Y  el  Obispo  Cáceres: 
"Xo  .se  habla  del.  Ni  suena  ni 
truena."  (Salmo  í-jJ).  Este  mis- 
mo usó  también  los  verbos  en 
pl.  con  sujeto  del  mismo  núme- 
ro: "Sean  liestas  sordas,  desauto- 


rizadas y  sin  solenuiidad  nuigxi- 
na.  Fiestas  que  no  hagan  ruido, 
para  que  ni  suenen  ni  truenen 
los  cristianos."  (Salmo  73).  Asi 
también  Ricardo  Palma,  perua- 
no: "Guárdenos  L'd.  secreto  v 
que  nuestros  nombres  ni  suene h. 
ni  truenen."  (Tradiciones  pe- 
ruaiws,  t.  II,  pág.  359). — Sonar- 
le a  uno  las  tripas.  Es  bien  di- 
cho, pero  más  propio  es  zurrir, 
zurriar  o  zorriar.  Véase  Sonaje- 
ra. Timoneda  empleó  el  v.  rugir. 
más  expresivo  aún:  "¿Sientes al- 
una vez  que  te  rugen  las  tripas.^ 
(Los  Menemnos,  esc.  XII). 

SoxAT.\,  f.  "Composición  de 
música  in.strumental  de  trozo- 
de  vario  carácter  y  movimien- 
to." Es  nombre  procedente  dei 
italiano,  pero  admitido  en  el 
Dice,  el  cual  nos  daba  desdo 
antiguo  a  sonada.  En  una  obra 
de  fines  del  siglo  XVII  leemos: 
"El  segundo  [libro  proseguirá  ] 
con  .monadas  italianas.  .  .En  par- 
ticular conducirá  mucho  para 
tañer  las  sonadas  cromáticas  oo 
violines."  (Gallardo,  Biblioteca, 
t.  IV,  col.  539). — La  sonata  cor- 
ta y.  por  lo  común,  de  fácil  eje- 
cución, se  llama  sonatina. 

Sondaje,  m.  Acción  o  efecto 
de  sondar;  en  castellano,  sonda 
o  sondeo. 

SOXDAR      o     SOXDE.\R,     3.,     SoU 

iguales  en  todas  sus  aceps. 

Sonesto,  ta,  adj.  Afére-^is  vul- 
>gar  de  de-'ihonesto,  usada  sola- 
mente por  la  gente  más  iletrada. 
Algunos  lo  usan  también,  lo  que 
parece  increíble,  en  el  significa- 
do de  honesto.  Esto  proviene  de 
juntar  la  .s  del  nombre  plural 
anterior    con    el     adj.     honesto: 


318 


SON 


SON 


Niños  honestos,  mujeres  honcs- 
las,  son  para  los  analfabetos  ni- 
ño sonestos,    mujere    sonestas; 

(omo  un  vendedor  aiiibiilante 
<iue  voceaba  "los  limone  sagrios, 
bien  sagrios,    señorita. 

SoNETAZO,  ni.,  fig.  y  fam. 
"Éste,  no  oontentándoíe  con 
moler  de  oontino  al  Goberiiadoi- 
con  sonetazos,  cierto  día  \-ino. .." 
f  Suárez  <ie  Figueroa,  El  Pasaje- 
10,  alivio  III). 

Celos  tuve  imaginados; 
Y  en  sintiendo  esta»  cosquillas. 
Scnrtazo  la  pega^ta 
Que  la  dejaba  aturdida. 

(Romance  aa<íniiuo,  Bibliot.  dt  Gallardo,  t, 
I,  col.  1092). 

Como  el  Dice,  registra  nominal- 
mente  las  aumentativos  en  azo, 
lo  .señalamos  también  céte. 

SovETERO,  m.  fam.  Poeta  o 
\er.<ificador  que  hace  muchos 
sonetos  y  generalmente  malos. 
El  Dice,  admite  solamente  sone- 
tista, com. :  "autor  de  sonetos." 
Éste  es  término  culto  y  aquel 
despectivo. 

SoxETiZAR,  n.  fam.  Hacer  so- 
netos. "Hablé  asimismo  de  la 
manía  de  sonetizar  que  se  ha  di- 
fundido entre  los  poetas  españo- 
les, talvez  de  resultas  de  los 
triunfos  que  el  cubano  Heredia 
lia  obtenido  en  Francia,  soneti- 
zando primoro.'^amente  en  len- 
gua francesa."  (Juan  Valera, 
Ecos  argentinos,  VIII).  No  es. 
malo  este  v.  para  el  lenguaje 
fam.  o  satírico,  y  bien  pne<1o 
acogerlo  el  Dice.  Véaí=c  Izar 
(Verbos  en). 

Songa,  songa  (A  la),  loe. 
fam.  "Songa  es  un   provinciali.-"- 


mo  cubano  que  equivale  a  iro- 
nía, hurla.  Sólo  hemos  oído  en 
Chile  sonar  esta  palabra  en  la 
fr.  A  la  songa,  songa, cuyo  sei. 
tido  es:  disimuladamente,  con 
un  artificioso  descuido,  muy  poco 
a  poco."  (Z.  Rodríguez).  "¿>so 
será  corrupc-ión  de  sornaf"  pre- 
gunta Pichardo.  Nosotros  cree- 
mos que  mejor  puede  serlo  de 
chunga,  burla  festiva.  Los  soni- 
dos de  ch  }'  s  o  z  se  trastruecan 
con  frecuencia  en  castellano,  co- 
mo también  los  de  o  y  «. 

SoxoRiZACióx,  f.  Acción  o 
efecto  de  sonorizar  o  de  hacerst 
sonora  una  consonante.  Rs  tér- 
mino de  lingüfctica  que  puede 
entrar  en  el  Dice,  lo  mismo  que 
el  siguiente. 

SoxORiz.vR,  a.  Convertir  en  so 
ñora  una  consonante  sorda. 
"También  sonoriza  su  expla-iv;» 
potui,  poufi,  pude."  (Menénde¿ 
Pidal,  Manual,  2.»  ed.,  pág. 
223). 

SoXREÍR,  n.  y  r.  Todavía  no 
le  da  el  Dice,  la  acep.  fig.  do 
"halagar,  favorecer,"  que  le  dan 
otros  diccionarios  particulares  y 
que  es  usada  por  todos  los  mo- 
dernos. Si  el  simple  reir  la  tie- 
ne, y  definida  así  por  el  léxico: 
"dícese  con  relación  a  cosas  de 
aspecto  deleitable  y  capaces  de 
infundir  gozo  o  alegría;  como  el 
:.!ba,  el  agua  de  una  fuente,  un 
prado  ameno,  etc.,"  no  vemos 
por  qué  no  haya  de  tenerla  tam- 
bién el  compuesto,  que  en  su 
significado  expresa  un  gnido  mo- 
nos que  el  otro.  Por  e.=o,  personi- 
ficando alguno*  entes  de  razón, 
décimo.*' que  a  Pedro  le  sonrió  /<. 
fortuna,  mientras  a  Juan  sólo  le 


SOP 


SOP 


819 


.sonríe  la  esperanza,  y  al  pobre 
Diego  le  sonreirá  el  porvenir. — 
En  la  conjugación  se  u-saron 
sonrí\jó,  sonriíjcron,  mn-riyera, 
.vinriyese,  sonrít/ere,  sonriyendo, 
]>rincipahnente  por  los  poetas  y 
ío  mismo  que  en  el  simple  reír. 
Sonrisa,  f.,  o  soxriso,  m.  Ac- 
ciiín  de  sonreírse.  La  forma 
sonrís    es  el  francés  sourís. 

SOXSACA,      f..      SONSACAMIENTO 

y  SONSAQUE,  m.  Acción  o  efecto 
de  sonsacar.  Las  tre-*  son  iguale-; 
para  el  Dice. 

Sonsera,  f.  Zoncería  (de  zon 
zo).  sosera  o  sosería  (insulse'?, 
falta  de  gracia  y  de  \aveza;  di- 
cho o  hecho  in.sulso  y  sin  gra- 
cia), bobada,  bobería,  tontada, 
tontera,  tontería,  tontedad. 

Sonso,  sa,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Zonzo,  za,  que  significa  lo  mis- 
mo que  soso,  sa,  esto  es:  "que  no 
tiene  sal,  o  tiene  poca;  fig.,  dí- 
oese  de  la  persona  que  carece  de 
gracia  y  viveza  en  acciones  y  pa- 
labras, y  de  estas  mismas  accio- 
nes o  palabras."  Ambos  proce- 
den del  adj.  latino  insulstis. — 
Alonso,  Alonso,  mientras  más 
rjrande  más  zonzo:  refrán  chile- 
no, que  se  aplica  a  las  zonzos. 

Sonsonete,  m.  Lo  confunden 
nnichos  chilenos  con  tonillo:  el 
sonMmete  es  "tonillo  o  modo  es- 
pecial en  la  risa  o  palabras,  que 
denota  desprecio  o  ironía,"  y  to- 
iiillo  e.«  "tono  monótono  y  des- 
agradable con  que  algunos  ha- 
blan, oran  o  leen." 

Sopa,  f.  En  la  acep.  genera! 
y  fig.  de  "alimento  diario  y  regu- 
lar," que  suele  dársele  en  la« 
frases  Tomar  la  sopa  con  uno, 
Convidar  a  uno  a   la  sopa,  debe 


emplearse  puchero,  que  es  la  pa- 
labra que  tiene  este  significado. 
"Véngase  usted  a  comer  el  pu- 
chero  conmigo."    (Dice.) 

Sopaipilla,  f.,  dim.  de  so- 
paipa. Pocos  serán  los  chilenos 
que  habrán  parado  mientes  en 
que  el  \erdadero  nombre  es  so" 
paipa,  derivado  de  sopa  y  defi- 
nido así  por  el  Dice:  "masa 
que,  bien  batida,  frita  y  enme- 
lada, forma  una  especie  de  ho- 
juela gruesa."  En  Chile  se  usa 
exclusivamente  el  dim.,  y  sin  ra- 
zón, porque  la  inmensa  mayo- 
ría de  nuestras  sopaipas  no  son 
tan  pequeñas  que  merezcan  un 
nombre  dim.  El  vulgo  pronun- 
cia supaipilla,  y  supaipiya  los 
que  hablan    casteyano. 

Sopaipillero,  ra,  m.  y  f.  Que 
hace  sopaipas. —  Que  las  vende. 
El  nombre  verdadero  debería 
ser  sopaipero,  ra,  que  no  apai'e- 
ce  en  el  Dice. 

Sopanda,  f.  En  algunas  par- 
tes, jergón,  y  galicanamente, 
pallasa;  en  otras,  colchón  de 
muelles,  y  para  los  galicanos, 
sommier. — La  sopanda  española 
es:  "madero  horizontal,  apoya- 
do por  ambos  extremos  en  jabal- 
cones para  fortificar  otro  que  es- 
tá encima  de  él ;  cada  ima  de  las 
correas  anchas  y  gruesas  emple- 
adas para  suspender  la  caja  de 
los  coches  antiguos." 

Sopapa,  f.  Dígase  sopapo,  m., 
lérniinn  de  Mecánica  que  define 
así  el  Dice. :  "válvula  que  se  po- 
ne en  las  máquinas  hidráulicas 
[lara  '  que  impida  salir  el  agua 
que  va  entrando." 

Sopapina,  f.  Riña  a  sopapos, 
tunda  de  sopapos,  pero  entendí- 


:i20 


SOP 


SOP 


da  la  voz  sopapo,  como  en  segui- 
da se  explica. — El  vocablo  está 
formado  por  el  estilo  de  azoUim 
o  azotaina,  cachetina,  chamus- 
quina., sarracino,  silbatina,  ver- 
saina. 

Sopapo,  m.  Como  lo  dice  «u 
etimología,  so,  papo,  bajo  el  pa- 
po, es  el  '"golpe  que  se  da  con 
la  mano  debajo  de  la  papada." 
Sólo  familiarmente  significa  bo- 
fetadn  (golpe  que  .se  da  en  el  ca- 
rrillo con  la  mano  abierta)  ;  no 
lo  extendamos  a  los  demás  gol- 
pes que  se  dan  con  las  maiio>. 
^'éase  BoFETAD.\. 

Sopear,  sopar  o  exsopar,  <i. 
Los  tre-i  significím :  "hacer  sopa 
con  el  pan,  empapándolo  en  vi- 
no u  otro  licor."  Sopetear,  fre- 
cuentativo, es  "mojar  repetida? 
veces  o  frecuentemente  el  pan 
en  el  caldo  de  un  gui.sado." 

Sopetón,  m.  "Golpe  fuerte  v 
repentino  dado  con  la  mano.'" 
Según  este  significado,  que  es  el 
verdadero,  De  un  sopetón  sig- 
nifica: de  un  golpe  dado  de  esta 
.suerte,  y  no  debe  confundirse 
con  el  ni.  adv.  De  sopetón,  que 
significa:  "pronto  e  impensada- 
mente, de  improviso."  Véase 
Repente  (De  un). 

Soplador,  ni.  Es  castizo  en  la 
ncep.  de  "ruedo  pequeño,  co- 
munmente de  esparto,  con  man- 
go o  sin  el.  que  sirve  principal- 
mente para  aventar  el  fuego,  } 
se  emplea  tamlñcn  para  recoger 
la  ba.sura  y  Ipariil  otros  mene--- 
teres  don^'-sticos."  Otro  nombro 
que  tiene  es  avenf'iihir.  ni. — 
Tnmbicn  llaman  soplador  en 
Chile  una  galleta  fina  que  -^e 
hace  de  los  siguientetJ  ingredien- 


tes y  en  la  proporción  que  se 
indica:  "medio  almud  de  hari- 
na, media  libra  de  azúcar,  ocha 
yemas  de  huevos,  media  libra  de 
grasa  bien  quemada  y  salmuera 
en  leche  o  agua  tibia;  todo  esto 
.se  soba  mucho  y  en  seguida  se 
cortan  las  galletas  muy  finas." 
Así  lo  dice  un  libro  de  cocina. 

Soplador,  ra,  adj.  Que  sopla, 
en  la  1.^  acep.  que  damos  a  es- 
te v.  Más  usado  es  soplete.  Véa- 
se más  adelante. 

Soplar,  a.  Muy  usado  es  en- 
tre colegiales  en  la  acep.  de  .su- 
gerir en  voz  baja  uno  a  otro  lo 
que  debe  decir:  "Sóplame  la 
lección;  El  novel  predicador  pu- 
so a  un  discípulo  para  que  le  ■•«>- 
piara  el  sermón."  Es  acción  algo 
parecida  a  la  del  apuntador  o 
consueta  de  los  teatros  y  que  en- 
tra en  esta  definición  del  Dice  : 
■'sugerir  a  uno  la  especie  que  de- 
be decir  y  que  no  acierta  o  igno- 
ra ;"  por  eso  no  podemos  cnlificar- 
la  de  chilena.  El  que  no  quiera 
usar  el  v.  soplar  en  e.*ta  acep., 
puede  usar  apuntar  (insinuar  o 
tocar  ligeramente  alguna  espe- 
cie 0  co.sa),  y  aun  admini-'<trar, 
que  empleó  la  Ven.  Agreda  en 
este  pasaje:  "Y  como  lo  pensó 
ia  scriiiente,  a*í  lo  ejecutó  y  con- 
siguió, arrojando  muchiis  suges- 
tione." al  corazón  incrédulo  d'3 
aquellos  .sacerdotes,  para  que  re- 
prcndie.'^en  y  amenazaren  a  los 
dos  convertidos...  luciéronlo 
así  como  el  demonio  se  lo  ndrrfi- 
nistraha  con  grande  aspereza  v 
nutoridail."  (Mística  f'iiulad,  p 
III.  1.  VII,  c.  X,  n.»  170).— Ks 
también  ca.stiza  la  acep.  de  "a- 
cusar   o    delatar."    y    corre.-pon 


SOP 


SOP 


321 


diente  a  la  de  soplo  y  soplón, 
tui.  Véase  con  qué  naturalidai 
la  usó  Tirso  de  Molina: 

Vamonos  a  pasear; 
Que,  8Í  has  cenado,  bien  puedes; 
No  nos  oigan  las  paredes, 
Que  aun  ellas  saben  soplar. 

{El  castigo  M  penseque,  I,  l!.') 

- — De    la    acep.  castiza    "apartar 
con  el  viento    una  cosa"    hemos 
formado  nosotros    la  de   sacudir 
y  limpiar  con  todo  cuidado    sa- 
las, muebles    y  cosas    parecidas. 
Ú.    m.    en  el    part.  pasivo.    "Ix)3 
muebles    estaban  soplados    (bri- 
llantes o  relucientes  de    limpie- 
za)."—  También  lo  usamos  pou 
confesar  muy  ligero:   "Este  Pa- 
dre no  conliesa,  sino  que  sopla; 
En    un  instante  sopló    a    veinte 
penitentes."     La    metáfora    esta 
bien    aplicada. — r.   Tomado    del 
juego    de  damas  y  otros   pareci- 
dos, abusar   un  hombre  de    una 
mujer.  "Pedro    se  sopló    a    Jua- 
na." También    se  dice  de    algu- 
nas   cosas    materiales,    como    en 
las    frases    Sóplate    ésa      (véase 
¡  Chúpate  ésa !  en  el  art.  Chu p.\r) 
y  Sóplate  ese  huevo,  negro  (vé- 
ase   Huevo). — No  es    soplar     y 
hacer  limetas   (o  botellas).  Véa- 
se LiMET.-v.  El  Dice,  ofrece  para 
esta  idea  las  frases  ¿Es    buñue- 
lo f^   No  es  bvauelo,  No  son  bu- 
ñuelos, "con    que  se  nota   la  in- 
consideración    del     que     quiert 
que  se  haga  una  cosa  sin  dar  el 
tiempo    necesario."' —    ¡Sóplame 
este  ojo!  Véa-^e  Ojo. 

Soplete,  m.  Per.*ona  que  sopla, 
en  la  1."  acep.  que  dimos  de  este 
V.  Es  voz  corriente  en  los  cole- 
gios y  que  no  puede  reemplazar- 

Dicc.  de  Chil.,  t.  V. 


se  con  apuntador  ni  consueta, 
que  sólo  son  para  los  teatras; 
tampoco  con  soplo  o  soplón,  na: 
"dícese  de  la  persona  que  acvisa 
en  secreto  }'  cautelosamente." 
El  soplete  ca-stellano  (in.stru- 
mento  constituido  principalmen- 
te por  un  tubo  de  varias  formas 
y  dimensiones,  destinado  a  reci- 
bir por  uno  de  sus  extremos  la 
corriente  gaseosa  que  al  salir 
por  el  otro  se  aplica  a  una  lla- 
ma para  dirigirla  sobre  objetos 
que  se  han  de  fundir  o  exami- 
nar a  muy  elevada  temperatura) 
sólo  es  término  de  laboratorio. 

Soplido  o  soplo,  m.  El  Dice. 
los  equipara  en  todas  sus  aceps. ; 
pero  es  evidente  que  no  son 
igTiales  en  la  última  de  soplo, 
que  es  "soplón,  na." — Resoplo  o 
resoplido  es  "resuello  fuerte  y 
continuado." 

Soplillo,  m.  Trigo  quo  aun 
no  ha  madurado  y  en  ese  e-tado 
se  soasa  o  medio  tu  asta,  o  bien 
se  chamusca  en  espiga,  se  seca 
al  calor,  se  muele  como  frango- 
llo, groseramente,  y  se  come  de 
varias  maneras.  Otras  veces  se 
chamuscan  las  espigas,  se  des- 
granan en  las  manos  y  se  comen. 
- — Es  acep.  derivada  de  estas  dos 
del  soplillo  español:  "cualquier 
cosa  sumamente  delicada  o  muy 
leve;  bizcocho  de  pa'^ta  muy  es- 
pon  jasa  y  delicada."  Bien  pue- 
de aceptarse  este  chilenismo, 
pues  no  habría  en  castellano 
otro  nombre  que  darle  al  sopli- 
llo. El  que  algo  .se  parece,  pero 
bien  poco,  es  almodón:  "harina 
de  trigo  humedecido  y  después 
molido,  de  la  cual,  quitado  sólo 
el  salvado  grueso,  se  hacía  pan." 


322 


SOR 


SOR 


Soporte  o  soporto,  m.  fau; 
Por  gracia  o  donaire,  opor'JK 
que  todavía  no  ha  merecido  en- 
trar en  el  Dice,  aunque,  sin  du- 
da alguna,  lo  beberán  todos  los 
académicos. 

Sorber,  a.  Muchos  lo  hacen 
irregular  conjugándolo  suerbo, 
suerbes,  etc. ;  lo  que  es  error  ma- 
yúsculo, porque  el  s.  e.í  wrbo,  y 
con  él  debe  guardar  analogía. 
Así  se  conjuga  también  el  com- 
puesto absorber  (absorbo,  absor- 
bes). El  error  se  explica  por  la 
influencia  de  los  compuestos  éu 
¡<olvcr  (absolver,  disolver,  resol- 
ver), que  se  conjugan  irre.gular- 
mente,  así  como  son  culpables 
también  de  la  mala  grafía  que 
suele  dársele  a  sorber  e^ribién- 
dolo    solber  y  sorver. 

Sorbete,  m.  Entre  el  pueblo, 
acción  de  sorber,  tal  como  la 
ejecutan  los  que  no  u-'an  pañue- 
lo, principalmente  niños. —  A- 
podo  o  sobrenombre  que  se  dice 
a  talerf  individuo.^.  "Sorbete,  ca- 
ra de  cohete,  cinco  pesos  y  un 
bonete." — En  castellano  no  hay 
más  sorbete  que  el  "refresco  de 
zumo  de  frutas  con  azúcar,  o  de 
agua,  leche  o  yemas  de  huevo 
azucaradas  y  aromatizadas  con 
.esencias  u  otras  sustancias  gra- 
tas." Sorbetón,  aum.  fam.  de 
sorbo,  es  la  voz  que  debe  usiirse 
en  voz  do  nuestro  sorbete. 
Sorbitorio.  Véiuso  Solbitorio. 
Sorcate,  m.  Mala  pronuncia- 
ción del  castellano  horcate 
(arreo  de  madera  o  hierro,  en 
forma  do  herradura,  que  se  po- 
ne a  la.s  cuballoríius  encima  de 
la  collera,  y  al  c\ial  se  .sujetan 
las   cuerdas   o  correas   de  tiro). 


Los  culpables  de  esto  son  los  ca- 
rroceros franceses  que  pronun- 
cian la  h  aspirada  como  nuestro 
vulgo  la  s.  O  también  la  s  inicial 
puede  provenir  del  plural,  mal  li- 
gado con  este  nombre:  Los  hor- 
cates .se  convirtió  en  Lo  sorca- 
tes,  y  de  aquí  el  sorcate,  un  sor- 
cate.  Véase  Sonesto. 

Sordera,  sordez  y  sorded.\d, 
f.  Los  tres  son  iguales  para  el 
Dice,  que  los  define:  "privación 
o  diminución  de  la  facultad  de 
oír." 

SoRDiNW,  f.  Superficie  plana 
que  se  construye  en  los  edificios, 
entre  un  piso  y  otro,  gruesa  y 
de  materiales  apropiados  pai;> 
ajiagar  todo  ruido.  Otros  dicen 
ensordinado,  a  imitación  de  en. 
sardinado;  y  otros,  aislador.  La 
idea  general  está  contenida  en 
o.-ta  última  voz.  pero  nó  tan  pro- 
piamente como  en  sordino..  El 
Dice,  da  a  aislador,  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.,  la  acep.  de  Física  solamente: 
'aplícase  a  los  cuerpos  que  in- 
terceptan el  paso  a  la  electrici- 
dad."— Si  hay  en  castellano  ta- 
bique sordo  (el  que  se  coni|>one 
de  dos  panderetes  separados  y 
paralelos)  y  si  sordina  se  llama, 
en  los  instrinuentos  de  arco  y 
cuerda  y  en  otros,  una  pieza  pe- 
queña que  disminuye  la  intensi- 
dad del  sonido;  .si  sordina  .«e  lla- 
ma un  regi.-iro  que  para  esto 
mismo  se  coloca  en  los  ])iano!i, 
y  un  muelle  que  se  pone  en  los 
relojes,  ¿por  qué  no  llamar  tam- 
bién con  el  mismo  nombre  lo 
que  está  de.-itinado  a  ¡irotlucir 
igual  efecto  en  los  edificios?  ,\sí 
lo  ¡ñde  la  .^H^nuíntica  del  ca.-íte- 
llano. 


SOR 


SOR 


323 


Sordomudez,  f.  Calidad  de 
sordomudo.  No  es  de  mucho  uso, 
pero  está  bien  formado  y  es  ne- 
cesario. 

Sordomudo,  da,  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  "Privado  de  la  facultad  de  ha- 
blar, por  sordera  nativa." — En 
cuanto  al  pl.,  la  forma  más  co- 
mún y  adoptada  por  los  mejores 
autores  eá  sordomudos,  sordo- 
mudas, invariable  el  primer 
componente,  como  en  liricodra- 
mático,  grecorromano,  anglosa- 
jón, críticoburlesco,  sacrosanto. 
Así  opina  también  Cuervo  con 
cit-as  de  Balmes  y  de  Mesonero 
Romanos ;  nosotros  podemos 
agregar  una  de  Puigblanch 
(Opúsculos,  t.  1,  pág.  CXXV), 
otra  de  Gallardo  (Biblioteca,  i. 
III,  col.  131)  y  dos  del  Dícl. 
(artículos  Abecedario  y  Arti- 
culación). É,-te  es  el  único  pl. 
razonable;  sordosmudos  y  sor- 
dasmudas  no  es  propio  de  uii 
nombre  compuesto,  sino  de  dos 
iidjs.  simples. 

Somático,  ca,  adj.  Aplicado 
al  estado  atmosférico,  variable, 
mudable;  fig.,  burlesc-o.  Jis  dé 
poco  uso  y  se  deriva  de  sorna  en 
su  acep.  fig.  de  "disimulo  y  be- 
llaquería con  que  se  hace  o  se 
dice  una  cosa  con  alguna  tar- 
danza voluntaria."  Véase  For. 
nático. 

Soroche,  m.  "Angustia  que 
p.  causa  de  la  rarefacción  del  ai- 
re se  siente  en  ciertos  lugares 
elevados."  Así  lo  admitió  por 
primera  vez  el  Dice,  en  su  14." 
edición  como  provincialismo  de 
la  América  Meridional.  A  puno 
le  da  también  como  3."  acep.  es- 
ta   definición    de    soroche.     Sólo 


i'ulta  ahora  que  agregue  dos 
aceps.  más  a  soroche:  1."  mine- 
ral en  que  está  combinado  el 
plomo  con  el  cobre  y  alguna 
mezcla  de  hieiTO  y  azufre.  "So- 
roches, dijo  D.  Pedro  Fernán- 
dez Xiño,  por  lo  común,  son  las 
cenizas  de  los  bronces;  bajo  la 
regla  que,  si  el  soroche  es  de 
buena  ley,  mejor  se  sigue  el 
bronce."  (Cartilla  de  campo, 
pág.  143).  2.»  Fig.,  color  en- 
cendido que  sale  a  la  cara 
por  calor,  vergüenza,  ira. 
(Cuando  es  por  vergüenza  se  lla- 
ma en  castellano  rubor).  Falta 
también  que  dé  la  etimología 
de  soroche,  el  quichua  sorojchi, 
según  Lenz  y  tomado  de  Mid- 
denford,  y  que  admita  el  v.  oso- 
rocharse,  con  las  aceps.  de  pade- 
cer el  soroche  y  ruborizarse  y 
sulfurarse.  Gumucio  ejscribió  la 
voz  quichua  en  esta  otra  forma, 
^•orocclii,  más  propia  de  aquella 
lengua. 

Sorongo,  m.  En  algunas  par- 
tes, tarro  de  hojalata  que  se  lle- 
na de  aserrín  y  se  enciende,  pa- 
ra que  sirva  de  lumbre  o  de  ho- 
guera. Para  que  arda  bien  el  as<^ 
rrín  se  hace  al  tarro  un  agujero 
en  el  fondo  y  otro  al  lado. — No 
será  raro  que  sea  derivado  arau- 
cano del  castellano  zurróji.  El  P- 
Féli.x  de  Augusta  trae  soron  y 
sorron,  derivados  de  esta  voz  y 
que  han  formado  verbos  arauca- 
nos. I>enz  (pág.  898)  habla  de 
im  sorongo  usado  en  La-Serena 
y  que  interpreta  con  duda  "un 
peinado  o  sombrero  de  mujer?" 
Éste  es  el  castellano  zorongo, 
que,  entre  otras  aceps.,  tiene  la 
de     "moño    ancho    y     aplastado 


324 


SOR 


SOS 


que  usan  algunas  mujeres  del 
pueblo."  Todavía  se  oye  en  San- 
tiago y  en  otras  partes  en  e.5tos 
versos  de  la  tonada  de  La  Maj<i: 

Mp  poufire  el  zoroDijo. 
Taiubicn  la  mantilla 
Y  los  zapatitos 
Nuevo»  con  hebilla. 

El  Dice,  de  Rodríguez  Navas 
deriva  este  zorongo  del  persa 
(^ar,  cabeza,  y  hang,  que  está  en- 
cima. 

Sorpresivo,  va,  adj.  Que  en- 
vuelve sorpresa;  repentino,  im- 
proviso. No  lo  acepta  el  Dice,  ni 
tenemos  autoridad  de  nota  pai'a 
defenderlo. —  Otro  tanto  deci- 
mos del  adv.  sorpresivamente : 
de  sorpresa;  repentinamente, 
improvisamente,  de  improviso, 
de  repente,  sin  prevención,  sin 
decir  oxte  ni  mo.xte. 

Sortija  o  sortuit.v,  f.  Jue- 
go da  muchachos  ique  se  j  uega  de 
e.--ta  manera:  se  sientan  todos 
en  fila  o  semicírculo,  juntas  las 
{¡almíis  de  las  manos,  y  el  que 
hace  de  director,  de  pies,  va  co- 
locando sus  manos,  tanibicn 
juntas,  dentro  de  las  otras,  co- 
mo que  deja  caer  en  ellas  una 
srrrtíja,  anillo,  moneda  o  cosa 
semejante,  y  que,  en  efecto,  de- 
posita en  las  palmas  de  uno.  La 
suerte  del  juego  esti'i  en  que  un 
tercero,  que  esüi  algo  alejado 
del  gmpo,  adi\'ine  en  qué  manas 
está  la  sortija.  Si  adivina,  dirige 
él  el  juego  la  segunda  vez.  '^rani- 
bién  se  llama  Corra  el  anillo  y 
Corra  la  llave,  porque  en  vez  de 
sortija  se  usa  llave. 

Sorullo,  m.  Kn  e>ta  forma    y 
en  lits  de   surullo,  soruyo,  suru- 


yo  y  suruco,  lo  dio  Lenz  como 
chilenismo,  y  hasta  le  fantaseó 
etimología  quichua;  bastaba  que 
hubiera  abierto  el  Dice,  en  la  le- 
tra Z,  y  ahí  habría  hallado  zorw 
lio  y  zurullo,  bien  españoles,  por 
cierto. 

SosPECH.^DO,  DA,  papt.  de  sos- 
pechar.   Los   gacetilleros    de   los 
diarios    están    dando    en  la    flor 
de  llamar  sospechado  al    indivi- 
duo en    quien    recae  una    sosjie- 
cha.  "El  sospechado  de  este  roljo 
o    de   este   crimen    es  N.  N.""    Y 
aun  extienden  este  mal  u>o  a  co- 
sas:  "L?-s  casas  comerciales  sos- 
pechadas  de    alemanas,    son    las 
siguientes..."  En    castellano  sc 
emplea   el   adj.   sospechoso,    sa: 
"que  da    fundamento    o  motivo 
para  sospechar  o  ha<er  mal   jui- 
cio de  las  accionen  de  uno  o   de 
otras  cosas.   ||    m.  Individuo    de 
conducta  sospechosa."  Raros  son 
lo.-;  participios  pasivos  que  admi- 
ten    este    uso     particular;     por 
ejemplo:   robado,  da,  aplicado  a 
la  persona  a   quien  se   ha  hecho 
un  robo;  incendiado,  da,  quema- 
do, (/a,  a]ilicados    a  las   personas 
que    han    paiiwido    incendio    en 
sus  bienes.  No  debo  confundirse 
este  uso  con  el  significado  depo- 
nente  de   otros   participios  a   la 
manera  latina:  como  liehido,  ca 
mido,   leído;    otros,     por     tener 
siemj>re  este  signilica<lo,  han  pa- 
sado a  ser  meros   adjetivos;    co- 
mo agradecido,   callado,  disimu- 
lado, parido,  pres-umvlo,  sxifridr.. 

SOSTITIÍU,    srUSTITlÍR    O     Sl-'.S- 

TiTi  ÍR,  a.  Las  tres  formas  admi- 
te el  Dice;  ma.*,  para  si('>'..ri 
rifhí.  sustitiiihle,  suj^tHuidor  v 
suslituto,  s(')l(i  admito  esta  fornii» 


aOT 


SOT 


?,25 


y  la  que  empieza  i'ou  íu/jy,  nú 
la  '¡lie  einpic/a  oo'i  .'.o?. 

Sota,  r.  Entre  laciror.c-s  y  ra- 
teros, ii^llete  ('e  a  die:  pesoí.  Tor 
semejanza  con  la  s.-'i  'le  la  ba- 
raja, que  también  tiene  e'  iri- 
inero  10.—  Descubrirle  (o  verle) 
uno  las  patas  a  la  sota,  fr.  fig.  \ 
fam..  tomada  de  lo;  juegos  de 
naipcí,  y  que  9Ígni;"ca  entre  nos- 
otros: descubrir  a  "tiempo  una  in- 
triga o  maquinación ;  y  también 
haber  estado  a  punto  de  morir. 
en  grave  peligro  o  en  artículo 
de  nuierte.— Tirar  de  los  pies  la 
sota,  fr.  fig.  y  fam.:  jugar  a  lo,-' 
naipes.  lis  igual  a  las  españolas 
Tirar  uno  la  oreja,  o  las  orejas, 
Tirar  la  oreja  a  Jorge. 

Sota,  m.  "Prep.  que  se  u.-a  en 
r-ompo'ición  para  significar  el 
.-'Jj.i.la-rno  inmediato  o  substitu- 
to en  algunos  oficios,  Sotacaba- 
llerizo,  sotacochero,  sotacómitre. 
Suele  usar,=e  sola  esta  voz,  di- 
ciendo el  sota."  Así  el  Dice.  Pa- 
ra nosotros  el  único  sota  es  el 
manijero  español  (capataz  de 
una  cuadrilla  de  trabajadores 
del  campo),  y  al.ííunas  veres  el 
sobrestante  (persona  encargada 
del  cuidado,  vigilancia  y  direc- 
ción de  ciertos  operarios).  En 
los  demás  casos  decimos  ayudan- 
te, o  repetimas  el  nombre  prece- 
dido de  segundo,  o  le  anteponc- 
m(xs  las  partículas  sub,  vice,  pro. 
Oficial  e'í  también  el  "empleado 
que  bajo  las  órdenes  de  un  jefe 
estudia  y  prepara  el  despacho  de 
los  negocios  en  una  oficina." 

SoTACAPELLÁN,  m.  Seguuclo 
capellán.  No  lo  menciona  el  Dice, 

SoTACGOiXERO,  m,  Aunque, 
on   general,   e.-1á  reconocido  este 


vocablo  y  otros  de  igual  forma- 
ción en  la  definición  de  Sota, 
sin  embargo,  es  mejor  poner  en 
art,    aparte   los   que   han  .sido    o 

son  usados  por  los  autores, 

Sotncociníro.  ¡Socorro,  quelse  abrasa  la 

[cocina!] 

Mae*f.  ^;Que'  me  decís.  ».  tacocinerof 

Sutacocinern.  Qué  está  llena   de  fuego 

[nuestra  casa.] 

(Salas  Burbadillo,  El  Cocinero  del  amor). 

Sota  cubierta.  Leemos  en 
El  Monscrrate  de  Virués,  c.  VII : 

La  inútil  gente  va  sota  cubierta 
Sintiendo  en  ir  allí  pena  infinita, 
Y  en  er.escotillón  o  angosta  puerta 
El  paso  al  «Igua  el  calafate  quila... 

Parece  errata  por  soto  cubierta, 
bajo  cubierta,  debajo  de  la  cu- 
bierta. Soto,  derivado  del  siMus 
latino,  es  para  el  Dice,  preposi- 
ción inseparable;  pero  ya  vemos 
aquí  que  también  puede  usarse 
separada,  como  las  demás. 

Sotacura,  m.  Por  otro  nom- 
bre, teniente  curoj  y  antigua- 
mente, teniente  de  cura.  Cen'an- 
te«,  en  La  Gitanilla,  dijo  tenien- 
te cura,  y  no  tan  bien,  porque  fe- 
niente  es  "el  que  ocupa  y  ejerce 
el  cargo  o  ministerio  de  otro,  y 
es  como  substituto  suyo."  En 
Chile  han  preyalecido  los  nom- 
bres de  sotacura  y  teniente  cura. 
o  teniente  .solamente,  a  diferen- 
cia de  España,  donde  se  dice 
coadjutor:  "eclesiástico  que  tie- 
ne título  y  disfruta  dotación  en 
una  parroquia,  para  ayudar  íu 
cura  de  la  misma  en  la  distribu- 
ción del  pa.sto  espiritual."  (Fray 
Gerundio  no  habría  desechado 
este  último  complemento). 


326 


SOT 


SOT 


SoTAüECANO,  111.  Inmediata- 
mente inferior  al  de<-ano  y  que 
lo  suple  o  reemplaza.  Empleó  es- 
ta voz  Don  Antonio  Puisblanch, 
pero  el  Dice,  no  la  registra. 

SOTAERMITAÑO,    m.    "Asi    SC    Ic^ 

dijo  una  sotaermifaíto  que  en  la 
ermita  hallaron."  (Quijote,  p. 
II.  c.  XXIV).  "Sotamnitaña, 
que  diríamos  hoy,"  anota  Ro- 
dríg\iez  Marín. 

Sotafiscal,  ni.  En  Chiloé,  sub- 
alterno  inmediato  o  sustituto 
del  fiscal.  (Cavada).  Véase  Fis- 
cal. 

Sotanas,    f.  pl.    Muy  visado  e5 
en  Chile  este  falso  pl.  tratándose 
de  una  sola  sotana.  Sin  duda  se 
introdujo  por  semejanza  con    el 
vi.  hábitos  de  la  fr.  Ahorcar  los 
hábitos  (dejar  el  traje  eclesiásti- 
co  o  religioso   para  tomar    otro 
destino  o  profesión).    Sicudo  la 
xotaní  o  loba  una  sola  vestidura 
o  |>reiida,  no  hay  por  qué  decir 
en     pl.    "Me   puse     las  sotanas, 
Mand^    componer       las  sotanas 
(tratándose  de  una  sola).    Muy 
poco  me  han  durado  estas  sota- 
nas."—  Dejar    o  colgar  uno  las 
sotanas  es    en  castellano,    como 
ncabamos    de    ver.    Ahorcar   los 
hábitos. —  Las  sotanas  del    Cura 
de  Renca,  fr.  fig.  y  fam.  con  que 
zaherimos    al    que    da    ''"■a   res- 
puesta    disparatada,    absurda    o 
ridicula.  Trae  su  origen  de   esta 
¡inécdota    que  .'•e    cuenta  de    un 
estudiante    de  latín.    Habiéndo- 
.•^ele  dicho  en  el  e-xamen  que  tra- 
dujera   Epo    sum,    tragó    .^liva, 
miró  a  todas  partes  y  vio  al  Cu- 
ra de    Renca,  que   frente  a   él  y 
detrás    de    los   examinadonv»    le 
señalaba  el  pecho,  como  dándole 


la  traducción:  "Yo  soy;"  alegre 
más  que  Arquímeñes  cuando 
pronunció  el  curelca  y  conii^ 
quien  recibe  una  in-*piración 
del  cielo,  saltó  diciendo:  "Las 
sotanas  del  Cura  de  Renca." 

SoTAXERO,  RA,  adj.  y  ú.  t.  c. 
?.  m.  y  f.  Que  hace  sotanas.  Es 
un  derivado  bien  formado. 

Sotanudo,  adj.  Que  lleva  sota- 
na muy  larga  o  ancha. —  En 
general  y  como  tt-rmino  injurio- 
so, que  viste  sotana.  'S'éase  Po 
llerudo,  en  su  lugar  y  en  el  Su- 
plemento. 

SoTAPATRÓx,  m.  So  lo  apun- 
tamos al  Dice,  con  la  siguiente 
autoridad : 


Derq'ic  vi  U  porffcciiSn 
De  aquMt*  prfcio«R  imve. 
El)  piíier  puse  l.i  ILve 
De  discreta  eiecucidii, 
E  fice  iOta  pitri'm. 
Larris  t;cnip<>^.  aUslinencia. 
Marineros  a  p;i.  iencia, 
Conf>  rmes  i  n  npitii^n 
A  singular  (diligencia. 

(Juan  de  Dueftat.  La  .Vao  ilc  amor,  en  el 
Cancionero  del  tigloX  \'  de  Fnulctc—  Dt  llx>sC' 
t.  II,  pág.  135.) 

SoTASACRiSTÁx,  m.  Mcroct 
lugar  aparte  en  el  Dice,  pues 
fué  usado  por  varios  clásicos. 
"Un  sofasacristán"  es  uno  de  los 
pci-sonajes  del  entremés  de  Cer- 
vantes La  elección  rfc  los  Alfai- 
des de  Daganzo:  "Entra  un  «o- 
trsii' riítáii  muy  mal  ludeliña- 
do;"  y  el  mismo  autor  en  .«i: 
otro  entremés  La  Guarda  cida- 
dosa  escribió:  "A  eso  lo  respon- 
do, por  la  fuerza  <le  mi  dicha, 
que  .soy  Lorenzo  I'asilla-.  snlosn- 
rristán  de  esta  parroquia." 


SOT 


SPLE 


327 


Sótero,  ra,  n.  pr.  m.  y  f.  Di-  cretan.entc  y  dn  ruido).  En  Es- 
case Sotero  y  Sofera,  porque  vie-  paña  se  usa  también  Sotío  voce, 
lie  del  griego^  <iu-/-3,  ^so;,  sal-  como  lo  prueban  e?tos  versas  de 
vador,  en  latín  Sóter,  éris.  Bretón : 


¿Qnie»  en  los  versos  tolera 
A  una  BUsa.  nna  Soírra. 
Jeiónima  o  Sinforiana? 

(B.-et-ín  di-  los  Herreros,  Marecla.W.i.^) 

Pereda  y  todos  los  españoles  di- 
cen también  Sotero^  Sofera.  La 
acentuación  e?drúiula  parece 
derivada  del  nominativo  latino 
Sóter. 

Soterráneo,  a.  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
m.  Todavía  lo  U5a  aquí  el  vulgo 
por  .vihf erróneo,  a.  En  castella- 
no está  anticuado.  con;o  soterra- 
no,  na,  y  soterraño,  ña,  que  sig- 
nifican lo  mbmo.  Subterráneo, 
a  (que  está  debajo  ce  íicrra; 
m..  cualquier  lugar  ous  está  de- 
bajo de  tierra)  no  se  confunda 
con  sótano:  '"pieza  subterránea, 
por  lo  común  abovedada,  entrt 
los  cimientos  de  un  edificio." 

SoTERR.\R^  a.  Compuesto  co- 
mo es  de  tierra,  conjúease  sonc 
rro,  sotierre,  etc.,  como  enterrar, 
desenterrar,  desterrar.  No  se  di- 
ga pues:  Yo  me  soterró  en  mi 
casa:  ¿Por  qué  tesoterras  en  vi- 
da?" 

Sotto  voce  (pronuncíese  c'o- 
che).  E.\'pre~ión  italiana  que 
tiene  alírán  aso  en  el  lenguaje 
fam.  y  significa  en  voz  baja.  En 
castellano  tenemos  A  sovoz  (en 
voz  baja  y  suave),  admitido  por 
primera  vez  en  la  14.'  edición 
del  Dice,  A  la  sordina  (.«ilencio- 
samente,  ?in  estrepito  y  con 
cautela).  A  ¡a  sorda.  A  lo  sordo, 
A  sordas  (sin  ruido,  sin  entrépi- 
to,   sin  sentir),    sordamente   ^.•^- 


Xo  falt_  qíiii.u  tu  niíi-Iicuuiaa  jefe 
Prodiga  a  nunoii  llenas  el  incienso, 
Y  dice  sotto  Toce:  ¡Mequetrefe! 
Xo  es  digno  de  bastón,  ;vah!  ni  por  pienso; 
Hacho  orgullo,  y  no  sabe  ni  la  efe... 
(La  Desrrrgüitiza,  c.  III.  oct.  23) 

SozoDOXTE,      m.      Dentífrico 
que    se  fabrica  en    Estados-Uni- 
dos en  polvo,  en  pasta  y  líquido. 
— La  voz  está  bien  formada   ael 
griego    fffi^fo,     presenar,  salvar, 
consen-ar,  y  óíoj;,   óvro:,    dien- 
te. Es  vocablo  corriente  en  Chile. 
Spécimen,   xa.   Véa-se    Espéci- 
MEX,  que  aun  no  ha  sido  admi- 
tido. Recordemos    a  las    autoree 
del  Dice,  que  uno  de  los  muchos 
artículos  r'e!   famoso   cenantLsta 
Don  Nicolás  Díaz  de  Benjuraea 
lleva  por  título:  "Espécimen  del 
comentario  relativo  a  la  autobio- 
grafía o  personalidad  de  Cer^•an- 
tes."' 

Spíritui,  dativo  latino  de  Spí- 
rifu-s.  La  verdadera  pronuncia- 
ción es  Spirítui.  Véase  Espíri- 
tu, al  fin. 

Spleen,  m.  (Pronunciase 
sfjlin).  "Humor  tétrico  que  pro- 
duc-e  tedio  de  la  \-ida."  Con  esta 
definición  tiene  admitido,  hace 
tiempo,  el  Dice,  este  conocido 
anglicismo,  pero  escribiéndolo  a 
la  castellana:  esplín.  Los  ingle- 
ses lo  derivaron  del  grieso  -^-/.v-v, 
hipoc-ondría. 

Sport,  m.  Anglicismo  de  todo 
punto  inútil,  cuando  tenemos, 
desde  los  primeros  sielos  de  la 
lenírua  castellana,  la  voz  deporte 


328 


SPO 


STA 


(recreación,   pasatiempo,  placer, 
diversión),    formada    del  v.    de- 
portar,  que  es  el  latín  deportare. 
Kn  tiempo  de  Don  Enriíjiie    de 
Villena  se  dijo  depuerto,  dipton- 
gando la  o  como  en  puerta,  puer- 
to, cuerpo,  etc.   "Aquí  comienza 
un     breve    compendio     llamado 
A'ergel     de    los    Príncipes.  .  .en 
cjue  habla  de  los  honestos  depor- 
tes e  virtuosos  exercicios  en  que 
los  ínclitos  Reys  se  deben  exer- 
citar.'"  "Códice  original  e  inédi- 
to, dice  Gallardo,  escrito,  al    pa- 
recer, a  mediados  del  siglo  XV.' 
(Biblioteca,    t.  IV,    coí.    1421). 
Los  ingleses  aplican  su  voz  sport 
a  toda  diversión   o  certamen   de 
agilidad,    fuerza    o     destreza     al 
aire  libre,  como  ejercicios  atléti- 
fos,   carreras,  regatas,  juegos  de 
pelota,    cacería,    pesca;    pero  los 
franceses,    que    también  se    han 
apoderado  de  ella,    la  aplican  a 
las  carreras  de  cal)allos,  y  de  es- 
la  segunda  mano  la  han  tomado 
los  cJhilenos    sin  necesidad    nin- 
guna.   Es    imperdonable   el  que 
nuestros  diarios,  en  vez  de  ense- 
ñar el  buen  lenguaje  a  sus  lecto- 
res, se   contagien    con  las  malos 
giros  y    vocablos   de   éstos.    Más 
celosos  eran  en  esta  materia  los 
de    antaño,    que  nunca   emplea- 
ban   los    horribles   galicis'nos    \ 
y     otros   extranjerismos   de    las 
modernos.  Tratándoí=e  de  las  ca- 
rreras de    caballos,   nunca    inti- 
tularon   la  sección  con    el  nom- 
bre de  Sport  o  Sportismo,  como 
los  de  ahora,  .-'ino  con  la  palaVira 
Ilipólromr.;  qvie  (^  la  antigua  y 
castiza:    "lugar    de'^tinado    para 
carreras    de    caballos  y    <arros.'' 
Tcnga.se  también  jircscntc  la  voz 


maestranza,  que  significa:  "so- 
ciedad de  caballeros,  cuyo  insti- 
tuto es  ejercitarse  en  la  equita- 
ción, y  fué  además  en  su  origen 
escuela  del  manejo  de  las  armas 
a  caballo." 

Sportismo,  m.  .Mición  al  de- 
porte (sport).. Mejor  habría  sido 
formarlo  a  la  castellana,  depor- 
tismo, que,  aunque  no  exista 
todavía,  puede  pasar  con  el 
tiempo. 

Sportivo,  va.  adj.  Pertenecien- 
te o  relativo  al  deporte  (sport). 
Sportman,  m.  Aficionado  al 
deporte,  jugador,  ^'éase  Depor- 
TisT.v,  que  es  el  mejor  equiva- 
lente.— Con  relación  a  la  equi- 
tación y  demás  deportes  con  ca- 
ballos, tenemos  en  castellano: 
raballista,  m.  (el  que  entiende 
de  caballos  y  monta  bien),  ma- 
eatrante,  (cada  uno  de  los  caba- 
lleros de  que  se  compone  la  ma- 
estranza que  acabamos  de  ver). 
jinete,  m.  (el  que  cabalga,  el 
que  es  diestro  en  la  equitación). 
En  chileno  llamamos  c^Jrrerero 
y  carrerista  al  que  es  aficionado 
a  las  carreras  de  caballos;  nom- 
bres, ambos,  dignos  de  admitir- 
se en  el  Dice.  Vca-e    Dki'ortis- 

T.\. 

Squema,  m.  Ni  así  ni  con  cli 
(schema),  sino  a  la  castellana, 
c.stjucuKi.  como  también  su.«  de- 
rivados   (csqm'mátiro,   linuiit). 

Stáu.vt,  o  St.vb.vt  Mátkr,  .u. 
.\dmitido  desde  la  Pí."  edición 
ilel  Dice,  con  estas  dos  aceps. . 
"Himno  dedicado  a  los  dolores 
de  la  \'irgen  al  pie  de  la  cruz, 
que  cniíiicza  con  esa  palabra; 
composición  musical  para  c-xto 
himno." 


STO 


SU 


329 


Stádium,  m.  Majadería  y  me- 
dia, cuando  el  castellano  dice 
estadio:  "lugar  público  de  125 
pasos  geométricos,  que  servía 
para  ejercitar  los  caballos  en  la 
carrera;  también  sirvió  en  lo 
antiguo  para  ejercitarse  los 
hombres  en  la  carrera  y  en  la 
lucha."  Es  claro  que  los  estadios 
modernos,  destinados  a  diversot> 
ejercicios  corporales,  no  necesi- 
tan tener  las  125  pasos  geomé- 
tricos.— Muy  común  es,  aun  en 
personas  ilastradas,  usar  estadio 
en  vez  de  estado  en  la  acep.  de 
"medida  longitudinal  tomada 
de  la  estatura  regular  del  hoin- 
bre,  que  se  ha  usado  para  apre- 
ciar alturas  o  profundidades,  ^\ 
.solía  regularse  en  siete  ])ies.'' 
Cuando  a  un  criminal  o  sinv^^i- 
güenza  se  le  dice  que  debería  es- 
conderse tantos  o  cuantos  esta- 
dos debajo  de  la  tierra,  de  estos 
estados  se  habla  y  nó  de  estadios. 
"Es  cierta  medida,  dijo  Cova- 
rrubias,  de  la  medida  de  un 
hombre,  y  miden  por  estados 
las  paredes  de  cantería,  la  pro- 
fundidad de  pozos,  u  otra  cosa' 
honda."  Es  acep.  usadísima  por 
ios  clásicos. 

Stela,  n.  pr.  f.  Así  aparece 
inijireso  en  las  obras  antiguas  el 
nombre  Estela.  Sin  embargo, 
no  quisiéramos  que  se  impusie- 
ran de  ello  las  modernas  Estelas, 
]>orque  son  muy  capaces  de  imi- 
tar aquella  grafía,  como  las  que 
escriben  Esther,  Judith,  Martha. 
Stock,  ni.  Surtido  de  niercan- 
cía.s,  mercancías  almacenadas, 
existencias;  repuesto,  acopio, 
provisión,  cantidad  de  primeras 
materias.  Esto  es  lo  que    signifi- 


ca, entre  otras  cosas,  este  voca- 
blo inglés,  usado  continuamente 
por  los  periodistas  de  habla  es- 
pañola. Pues,  si  tenemos  taiúas 
voces  equivalentes,  ¿para  qué 
cometer  la  pedantería  de  usar  la 
extranjera? 

Strátum,  m.  Hace  tiempo  que 
está  castellanizado  aste  latinis- 
mo en  la  forma  estrato.  Es  tér- 
mino de  Geología  y  de  ^íeteoro- 
logía,  definido  respectivamente 
así:  "ma.«a  mineral  en  forma  de 
capa,  de  espesor  próximamenie 
uniforme,  que  constituye  los  te- 
rrenos sedimentarios;  nube  que 
se  presente  en  forma  de  faja  en 
el  horizonte."  De  la  1."  acep.  se 
ha  formado  una  fig.  igual  a  "ca- 
pa" o  "cubierta,"  que  todavía  no 
ha  .sido  aceptada  por  el  Dice,  pe- 
ro es-peramos  que  lo  será,  porque 
es  metáfora  bien  aplicada  y  de 
uso  general.  "Tal  es  el  estrato  de 
cultura,"  escribió  Oejador  refi- 
riéndose a  los  vocablos  nuevos 
que  tomaron  de  los  romanos  lo.s 
antiguos  españoles.  (Hist.  de  la 
lengua  y  literat.  cast.,  t.  I.  pág. 
38). 

Su,  sus,  apócope  de  sui/o,  na, 
suyos,  yas.  1.°  "A  veces,  dice 
Bello,  se  emplea  su  innecesaria- 
mente, declarándose  la  idea  de 
pertenencia  por  e.ste  pronombre 
posesivo  y  por  un  complemento 
a  la  vez:  Su  casa  de  usted;  Su 
familia  de  ustedes.  E.«o  apenas 
tiene  cabida  en  el  diálogo  fami- 
liar y  con  relación  a  usted." 
Con  perdón  del  maestro  debe- 
rmos     reconocer     que    este    uso, 

I  aunque  pleonástico  y  también 
contrario  a  las  leyes  de  la  cou. 
cordancia,  porque  el  su  no  está 


33<:t 


SU 


SU 


bien  con  el  u.<ttd,  que  e&  luejira 
raerce-3.    se  ha    asado   en    todos 
los  dempoe.  en  toda  clase  de  es- 
tilos,   nó   en    el    familiar    sola- 
mente, y  t-on  distintos  genitivas. 
Piobémoslo  con  algunas  autori- 
dades. "Xo  llega  a  #u  zapato  de 
la   quf  está   delante.''    (Quijote, 
p.  II.  c.  XXX).  "Así  se  llama- 
ba *a  compañera  de  h    Ganan- 
ciosa."   (Cervantes.  Rinconete  y 
Cortadillo).     "Los    apetites     del 
cuerpo  y  sus  sentidos  se  salieron 
del  servicio  de  la  razón . . . ,  en- 
cendiéndola en  el  deseo  de   «<a 
bienes    de  ellos."    (Fr.    Luis  db 
León.  Los  Xombres  de  Cristo j. 
"Hallo  metida    monja  a    Doña 
Teresa,  su  hija  de  la    Marqiusa 
de  Velada."    (Sta.    Teresa.    Car- 
tas).    "¿Cómo  no   quedó  su    es- 
pecie  de    ellos    por   acá?"'     (P. 
Acosta,  Hist.  natural  de  las  In- 
dias, t.  I.  1.  R-,  c.    XXX:\'T).— 
2."   5m    con    nombres    de   trata- 
miento. Cuando  se  habla  con  ia 
persona  que  lleva  el  tratamien- 
to,   ¿debe   emplearse   s^i  o  ni>r*- 
tra.  diciendo,  por  ej..  Su  Santi- 
dad, Su   Majestad,   Su    Señoría, 
Su  Reverencia,    Su    Paternidad, 
o      Vuestra    Santidad,      l'ue.tfra 
Majestad,  etc.?  En  rigor  grama- 
tical debería    usarse   Vuestra,    y 
así  debe    exigirse   en  la    corres- 
pondencia   oficial  y  en  e!    len- 
guaje "elevado :  pero  en  la  cnrres- 
poidencia  familiar  y  en  el  esti- 
lo llano  se  prefiere  el  ."^i/.  menos 
e-tirado  y  de  más  confian^n.  "Es 
pr íctica"    antigua,   dice    Cuer\Oi 
el    u-ar   el    posesivo   de    tercera 
pcrifona   rí^o:npañando   al    nom- 
bre abstracto  cuando  se  habla  a 
la  persona  que    lleva  el    título: 


(Sancho  le   dice  al  Cura  iQmjo. 
te.  p.  I.  c.  XLVII^  5u  Reveren- 
cia,   Su    Paternidad,     y     así    se 
acostumbra  siempre  en  Colom- 
bia  [y  también  en  Chile,  en   el 
lenguaje  fam.) . . .   Este  uso  del 
posesivo  de  tercera  persona  pro- 
viene de  la  costumbre  de  usarlo 
siempre   que  se   habla   de    una 
persona    dándole    algún    titulo; 
o   más  bien,    de  que.   .«iendo  óe 
tercera  persona  todos  los  demás 
posesivos   que   se   refieren    a    la 
persona  denotada  por  el    titulo, 
su  uso  se  ha  extendido  al  título 
mismo.""  tXota  51  a  la  Gramát. 
de  Bello).  Después  de  tan  g^a^-e 
testimonio   no   necesitamos    ala- 
gar citas  de  clásicos  que  han  di- 
cho 5«  Ihtstrísima.  Su  Reveren- 
cia.  Su    Paternidad,   Su     Sorra 
Real    Majestad,    etc..    hablando 
con  los  mismos  que  llevan  estos 
tratamientos. —    3."    '"Xo    puedo 
menos   de     hacer    alto,    escribió 
Bello  en    nota  a  su    Gramática, 
sobre    una  práctica    introducida 
poco   ha  en  castellano,  e   imita- 
da, como    tantas  otras,   de    lo- 
idiomas    extranjeros.  Dícese   Su 
Mnje.itad  d  Bey  de  los  frcncesfs. 
Su  Santidad  Benedirtn  XIV.  Su 
Excelencia  el  Ministro  de  Esta- 
do.  en  luear  de  la  Majestad  de¡ 
Roí.  la  Santidad  de    Benedicto 
.XIV,    el    Ercelentisimo     Señor 
Ministro...    La  práctica  extran- 
jera parece  ya    irrevocablemen- 
te adoptada,  sin  que  por  e*o  »♦?- 
té   abolida    la   nuestra."    Xo  de- 
mos importancia  al  adv.  irrevo 
rnhlemcnte     y    sigamos    con    el 
buen    uso  comliatiendo  y    corri- 
giendo    el    abuso. — i.°    '"Xo    « 
permitido    emplcjtr  el    posesivo 


su 


su 


331 


sií.  gvyo  iñn  que  hava  un  no/u- 
bre expreso  o  tácito  a  que  pue- 
da referirse,  enseña  Cuervo. 
Suelen  errar  en  esto  loe  que 
traducen  del  francés:  Cuando 
*e  trata  de  recordar  Ujg  gucívun 
de  sus  primeros  años,  se  confun- 
den con  frecuencia  las  relacio- 
nes que  se  han  oído  de  boca  de 
otros,  con  sus  recuerdos  perso- 
nales. El  genio  de  la  lengua 
manda  que,  si  se  quiere  dejar 
el  «w,  se  comience:  Cuanon, 
uno  trata,  o  Cuando  el  hombre 
trata;  aunque  lo  más  natural  es 
f>oner:  Cuando  tratarno. . .  . 
mj^stros  primeros  años. . .  con- 
fundimos.. .  hemos  cirio... 
nuestros  recuerdos.  En  una  >í'a- 
ducción  moderna  hecha  en  Es- 
paña tropezamos  c-on  e^te  pasa- 
je: Le  religión  católica  no  obli- 
ga a  descubrir  SJis pecados  a  to- 
do el  mundo:  debió  decirse:  "no 
nos  obliga  a  descubrir  nuestros 
pecados,  o  no  lo  obliga  a  uno  a 
d recubrir  sux  pecados."  La  cul- 
pa de  esto  la  tiene  el  on  francés, 
que  significa  originariamente 
"hombre"  y  que  hoy  se  tradu- 
ce por  el  impersonal  se.  Véase 
Se.  "Tienen  en  ocasiones  cierto 
ta«tillo  francés  que  empalaga, 
nota  el  mismo  Cuervo,  frases  al 
modo  de  éstas:  Mis  ojos  se  lle- 
naron de  lágrimas;  sus  manos 
tembl'ihnn:  tus  cabellos  se  eri- 
zan. Por  más  que  desavisados 
traductores  prohijen  estas  cons- 
trucciones, loe  que  .se  prec-ian 
de  conocer  medianamente  =u 
lengua  dirán:  Se  me  llenaron 
los  ojos  de  lágrimas;  le  tembla- 
ban las  manos;  se  te  erizan  los 
cabellos.''  Más  picante  es  aún  el 


c-omentario  que  puso  Capmany 
a  esta  traducción  de  El  Teléma- 
co:  "El  león  eriza  su  melena, 
enseña  sus  dientes  y  sus  garras, 
abre  su  boca  seca,  inflamada; 
sus  ojos  parecen  llenos  de  san- 
gre y  fuego;  bate  las  ijadas  con 
su  larga  cola."  "Nada  llevaba 
postizo  el  león;  todo  era  suyo: 
cuanto  erizaba,  cuanto  enseña- 
ba, abría,  preentaba  y  batía;  % 
en  puridad,  ¿quién  le  había  de 
prestar  aquella  melena,  aque- 
llos dientes,  aquellas  gairai». 
aquella  boc-aza.  aquellos  ojazos, 
aquella  .colaza?  ¿Si  dejaría  de 
.-^r  el  mismo  león  uno  que  eri- 
zase la  melena,  enseñase  los 
dientes  y  las  garras,  abriese  la 
boca  (seca  o  húmeda,  no  im- 
porta), presentase  los  ojazos 
sangrientos  e  inflamados  y  se 
mosquease  con  la  cola?  Sí  sería: 
porque  el  español  con  la  boí-a 
come,  y  con  los  ojos  ve,  y  con 
lag  narices  huele;  al  paso  que 
el  francés  no  puede  comer  sino 
con  su  boca,  ver  sino  con  sus 
ojos,  ni  oler  .sino  con  sus  nari- 
c«."  Y.  al  contrario,  véase  con 
qué  propiedad  y  énfasis  usó  Fr. 
Luis  de  Granada  el  su  en  este 
pasaje:  "Allí  los  malaventunv 
dos.  con  una  cruel  desesperación 
V  rabia,  volverán  las  iras  contra 
Dios  y  contra  sí,  comiendo  sus 
carnes  a  bocados,  rompiendo 
sus  entrañas  con  ¡nispiros,  que- 
brantando sus  dientes  a  tenaza- 
das, y  despedazando  rabiosa- 
mente sus  carnes  con  las  uñas. 
y  blasfemando  siempre  del 
juez  que  así  los  mandó  penar.' 
(Guia  de  peca/lores,  \.  I,  c. 
VIII).  Así  mismo  en  este   otro 


S32 


SU 


SU 


de  Cervantes,  en  que  Don  Qui- 
jote hace  el  retrato  de  su  dama: 
"Sólo  sé  decir.  .  .  que  su  nom- 
bre es  Dulcinea,  su  patria  el 
Toboso,  un  lugar  de  la  Mancha, 
su  calidad  por  lo  menos  ha  de 
ser  princesa,  pues  es  reina  y  se- 
ñora mía,  su  hermosura  sobre- 
huniana...:  que  sus  cabellos 
son  oro,  su  frente  campos  elíse- 
os, sus  cejas  arcos  del  cielo,  sus 
ojos  soles,  sus  mejillas  rosas, 
sus  labios  corales,  perlas  sus 
dientes,  alabastro  su  cuello, 
mármol  su  pecho,  marlil  sus 
manos,  su  blancura  nipve..." 
(Quijote,  p.  I,  c.  XIII).  Quien 
no  distinga  este  su  castellanc) 
del  otro  afrancesado,  vale  más 
que  renuncie  a  seguir  estudian- 
do la  propiedad  y  belleza  de 
nuestra  lengua. —  5.°  Téngase 
mucho  cuidado  con  el  su  anfi- 
bológico, que  es  uno  de  los 
grandes  tropiezos  de  los  escrito- 
res noveles  y  ramplones.  Uomo 
pueden  inter^-cnir  en  la  propo- 
sición varias  terceras  personas, 
y  aun  la  primera  puede  nom- 
brarse en  tercera,  diciendo  ^^no, 
na,  o  empleando  otra  locución, 
no  se  .sabe  a  veces  a  cuál  de  ellas 
se  refiere  el  »w  o  sus.  "Cuando 
Simón  se  casó  con  Agueáa,  sus 
hijos  lo  llevaron  a  ma.1 :  .Vuto- 
nio  fué  a  la  hacienda  de  Rafael 
en  su  coche,"  .son  los  dos  e'cm- 
pl'"''  que  trae  la  Graniát.  de  la 
Aca,demia.  Para  evitar  ambi- 
g'^dad  propone  e.«t-os  dos  me- 
dio;; colocar  el  pronombre  de 
modo  que  sol"  pueda  referir.»-e  a 
un  detcrii!Í:.ad()  nombro,  o  re- 
petir el  nombre  a  qvio  debe  apli- 
carse el  sií,  o  recordarlo  por  me- 


dio de  los  pronombres  persona- 
les él,  ella,  por  los  demostrativos 
tiste,  ese,  aquel,  o  por  los  adjs. 
numerales  el  -primero,  el  segurir- 
do,  etc.,  en  el  género  y  número 
que  pide  el  nombre.  Así,  en  el 
primer  ejemplo,  debería  de<-ir- 
se:  "Cuando  Simón  se  casó  con 
Águeda,  los  hijos  de  éíta  (o  de 
aquél,  según  lo  pida  el  .■^entido'^ 
lo  llevaron  a  mal.''  Y  en  el  se- 
gundo: "Antonio  fué  en  su  co- 
che a  la  hacienda  de  Rafael,"  o 
"Antonio  fué  a  la  hacienda  de 
Rafael  en  el  coche  de  é-<te." 
Por  no  atender  al  sentido  ambi- 
guo del  su,  se  han  escrito  y  es- 
criben grandísimos  di.sparales,  o 
ridículos  contrasentidos,  y  has- 
ta blasfemias.  Véase  este  pasa- 
je de  un  clásico  que  no  quere- 
mos nombrar:  "El  fin  de  esta 
meditación  es  un  propósito  y 
determinación  de  imitar  a  Crid- 
to  nuestro  Señor,  y  .seguirle  con 
la  mayor  perfección,  haciendo 
guerra  a  su  sensualidad  \  amor 
propio."  ¿Qué  mejor  corrección 
que  decir:  "a  nuestra  sensuali- 
dad?"— Q).°  Play  un  su  imper- 
sonal y  de  un  significado  muy 
particular,  que  no  hallamos  en 
el  Dice,  ni  en  las  sjraniáticas. 
"Habrá  de  aquí  al  mar  sus 
veinte  leguas:  por  eso  le  da  sxi 
poco  de  miedo  emprender  este 
viajo."  Este  .su  no  se  refiere  a 
ninguna  persona  y  su  sicnifica- 
do  es  unas,  algunas,  en  la  pri- 
mera proposición:  un.  algún, 
en  la  segimda.  ¿Merece  condo- 
narse este  u.<o?  A.sí  parece  a  ]iri- 
mera  vista,  y  más  cuando  e'íá 
on  abiertív  contrndiccii'ni  con  las 
personas  que    obran   on   la    ora- 


su 


SUA 


]33 


ción,  como  en  ésta:  '"'Tenemos 
su  poco  de  miedo  de  hacer  e-;L 
viaje."  "Ahora  sus  trabajos  pa- 
sa reñios,  pero  ello  no  volverá 
atrás."  (Sta.  Teresa,  Obras,  t. 
II,  pág.  492,  edición  de  Bur- 
gos, 1915).  Sin  aceptar  estos 
últinio.s,  que  pecan  contra  la.s 
leyes  de  la  concordancia,  acop- 
lamos los  otros  dos,  ñmdándo- 
nos  en  la  autoridad  de  Fr.  Luis 
de  León,  que  escribió,  tradu- 
ciendo la  famo.sa  Égloga  IV  de 
'N^irgilio : 


Los  rubíes  en  las  selvas  apartadas 
Miel  dulce  luauarán,  mas  todavi'a 
Habrá  del  mal  antiguj  sus  pisad:  B. 

Aunque  este  sms,  hablando  en 
rigor,  equivale  al  que  analiza- 
mos en  el  n."  1.°  (Su  casa  de 
usted),  sin  embargo,  por  ei 
significado  especial  que  envuel- 
ve, se  parece  también  al  imper- 
sonal. En  fin,  dejamos  iniciado 
este  punto  i>ara  que  se  .siga  es- 
tudiando ou  vista  de  mejoren 
datos. — 7.°  En  algunas  locucio- 
nes el  su  es  parte  integrante  de 
ellas;  como  A  sus  anchas,  A 
sus  solas,  A  su  salve;  pero,  se- 
gún la  persona,  se  usan  tam- 
bién con  los  pronombres  -mi  y 
tu.  Gonzalo  Pérez  dijo  su  poco 
a  poco: 

En  fin.  saliendo  así  su  poco  a  poco 
Dt*l  astn,  que  con  ímpetu  corría, 
Nadó  hacia  la  tierra. 

{La  Ulixea,  1.  X). 

En  Chile  decimos  Su  más  y  su 
menos:  "Rste  negocio  tiene  se 
más  y  su   menos,"  es  decir,    sus 


ventajas  y  desventajas.  El  P. 
Alonso  Rodríguez  lo  dijo  sin  el 
su:  ''Y,  porque  en  esto  del  re- 
sistir a  las  tentaciones  puede 
haber  más  y  menos,  no  nos  ha- 
bemos  de  contentar  con  resistir 
de  cualquiera  manera,  .sino  pro- 
curar la  mejor."  (Ejercicio  de 
perfección,  p.  II,  tr.  IV,  c. 
XXII).  No  se  ve  que  tenga  na- 
da de  reprensible  nuestro  mo- 
dismo. 

Suácate,  m.  Véase  Zuacate. 

Suaré,  f.  Es  el  francés  soirée, 
que  ninguna  falta  le  hace  al 
castellano  que  tiene  su  vocablo 
propio,  sarao ^  m. :  "reunión  noc- 
turna de  personas  de  distinción 
para  divertirse  con  baile  o  mú- 
sica; la  misma  diversión."  Si- 
nónimos son:  tertulia  (reunión 
de  pereonas  que  se  juntan  habi- 
tualmente  para  discurrir  sobre 
alguna  materia,  para  conversar 
amigablemente  o  para  algún 
pasatiempo  honesto)  y  velado 
(reunión  nocturna  de  varias 
personas  para  solazarse  de  ai 
giin  modo). 

Su  ARISTA,  com.  Partidario  del 
suarismo  (escuela  y  doctrina  fi- 
losófica y  teológica  del  jesuíta 
español  Padre  Francisco  Suá- 
rez). —  Adj.,  perteneciente  o  re- 
lativo al  suarismo. — Ya  que  as- 
ta admitido  suarismo,  debe  ad- 
mitirse también  el  derivado  sua- 
rista. 

Suasar,  a.  Pronunciación  co- 
rriente pero  defectuosa  de  soa- 
sar, medio  asar  o  asar  ligera- 
mente. 

Suave,  adj.  Muy  grande,  des- 
comunal, aplicado  a  lo  material 
y  a  lo  inmaterial,  "j  Suave  el  cu- 


334 


SUB 


SUB 


chillo  que  lleva  ese  guaso!  ¡Qué 
suave  el  precip  que  pide  el  co- 
merciante!" "¡Suave  con  la  pe 
pita!"  (La  Unión,  de  Santiago, 
4  Abril  1916,  hablando  de  una 
pepita  de  oro  avaluada  en 
20.000  pesos) .  Véanse  Sobado  y 
Mansalino.  En  este  mismo  sen- 
tido usó  Pérez  Galdós  irónica- 
mente el  adj.  menudo:  "¡Me- 
nuda sarta  de  números  me  ha 
traído  ese  farolón!  Ya  tengo 
para  rato."  (La  razón  de  la  sin- 
razón, II,  6.")  Y  otras  dos  veces 
más  en  la  misma  obra. 

SuB.  "Prep.  inseparable  que  a 
veces  cambia  su  forma  en  algu- 
na   de    las   siguientes:    so,    ton,, 
sor,  sos,  su  y  sus.   Significa  más 
ordinariamente  debajo,  en    sen- 
tido   recto   o   fig.,    o  denota,   en 
aceps.  traslaticias,   acción  secun- 
daria,    inferioridad,    atenuación 
o  diminución,  etc.  Subcinericio, 
subarrendar,  subdiácono,   soasar, 
.  honreír,      sorprender,      sostener, 
suponer,  suspender."  Esto  y  na- 
da más  dice  el  Dice,  sin  que  se 
vea   claro  si    autoriza  para    for- 
mar otros  compuestos  o  .si  debe- 
mos contentamos  con  los  pocos 
que    él  registra.    No    hay    duda 
que  todos   podemos  explotar    es- 
tas minas  de  la  lengua,  como  lo 
hemos  advertido  al  tratar  de  las 
principales    de    estas    partículas 
(ante,   anti,  in,  pre,  pro,  re,   so- 
bre) ;    por  eso   corren  por   todas 
partes  voces  tan   bien   formada* 
como     subagente,     subcomisión, 
subcomisionmlo ,        subdwconar, 
subadministrador,   suben/inienda, 
subingeniero,   subinspector,   sub- 
orden,     stíbrraza,     subvariedad, 
subtítulo,  subalpino,  subandino, 


etc.,  etc.  Estudiaremos  en  parti- 
cular  las    más   usadas   de    estas 
voces. — En  el  silabeo  de  las  pa^ 
labras,  sub   se  articula   solo,  sin 
que  la  b  forme  sílaba  con  la  le- 
tra siguiente;   por  eso,  al  fin   de 
renglón,     debe     escribirse     sub- 
agente,    sub-rrogar,    sub-inspec- 
tor,  y  nó  su-bagente,  su-brrogar, 
su-brogar,  su-binspector.  La   ra- 
zón   es   porque   el  sub,  en    ostoe 
compuestos,      forma      eletnento 
completo,  como  las  demás    par- 
tículas   componentes.   Sin     em- 
bargo, cuando  se  junta  con    vo- 
ces que   en  su  origen    empiezan 
con  s,  como  substancia,  substan- 
tivo, subscribir,    y  se  quiere    es- 
cribirlas   así,  entonces  hay    que 
articular  la  s  con   la  b,  nó   por- 
que  así  se    haga   en    la    lengua 
madre,    .sino  porque  el    castella- 
no no   admite  aquella  letra    (la 
s)  con  otra  consonante   al  prin- 
cipio de  dicción.   Para    facilitar 
la     ortografía    y     siguiendo     l.s 
pronunciación     común     y     co- 
rriente, autoriza  el  Dice,  la   su- 
presión   de  la    b   en  estáis   pala- 
bras,   y    por   eso   escribe  de   las 
dos  maneras:    substancia  y  mw- 
tancia,  substantivo  y  sustantivo, 
subscribir  y  suscribir,  etc. 

Suba,  f.  Parece  increíble  que 
buenos  diarios  chilenos  hayan 
empleado  c4e  vocablo,  que  nun- 
ca ha  exi.-4id()  on  castellano,  en 
vez  de  subida  o  alza.  "La  revolu- 
ción del  Bra«il  ha  determinado 
una  gran  suba  en  el  precio  del 
oro."  "Do  aquí  deriva  la  altera- 
ción del  <'aml)io  y  la  gran  suba 
en  el  pre<'io  del  oro." 

Subadero,  m.    Corrupción     <le 
.Hudiidirii.  ".  .  .siindo  de  su  ()l>li- 


SUB 


SUB 


335 


gacióu  [de  los  arrieros]  que  sus 
aparejos  estén  corrientes,  raspar 
los  subaderos .  .  . "  (Pedro  Fer- 
nández Niño,  Cartilla  de  cam- 
po, pág.  3:^).  Véanse  Sobadero 
y  Pelero. 

Sl"BADMIXISTR.\DOR,    RA,    m.    y 

f.  Segundo  administrador,  se- 
gunda administradora.  Injusta- 
mente se  han  omitido  en  el 
Dice,   arabas  voces.  Véase  Sub. 

Subafluente,  m.  Afluente 
más  remoto  y  que  por  medio 
de  otro  desemboca  o  desagua  en 
un  río;  o  más  breve,  afluente  de 
un  afluente.  No  lo  trae  el  Dice, 
poro  está  bien  formado  y  es  ne- 
cesario. "Ni  siquiera  se  usa  [el 
voleo]  en  todo  el  reino  de  León, 
hallándose  reducidos  sus  domi- 
nios a  la  zona  montañesa,  a  las 
riberas  del  Esla  y  de  sus  afluen- 
tes y  subafluente»  principales." 
(Antonio  de  Valbuena,  Fiestas 
II  romerías). 

SUBAGEXTE,     m.      Substitutfi    O 

teniente  del  agente.  Debe  entrar 
en  el  Dice.  Véase  Sub. 

Subalpino,  xa,  adj.  Dice.-'.- 
de  lo  que  está  situado  al  pie  rte 
los  Alpes.  Hace  falta  en  el  D:f  t. 
Véase  Sub. 

SuBANDiNo,  XA.  Dícese  de  lo 
que  está  .situado  al  pie  de  los 
Andes.  Debe  pasar  al  Dice.  Vé- 
ase SuB. 

Subarbusto,  m.  Arbusto  cu- 
yo tallo  muere  cada  año  en  la 
parte  superior,  quedando  viva 
la  inferior  cerca  de  la  tierra. 
Es  término  de  Botánica  que 
falta  en  el  Dice. 

SUBARREXI).\MIEXTO  y  SUB- 
ARRIENDO, m.  Son  iguales  en 
todas  sus  aceps. 


Subbranquial,  adj.  y  ú.  t.  t.  c. 
s.  m.  El  Dice,  lo  escribe  con  una 
sola  b,  subranqiüal,  conforme  a 
la  ortografía  castellana,  que 
nunca  duplica  esta  consonante. 
B  y  V  sí  que  pueden  juntarse; 
como  subvención^  subvenir,  ob- 
vención. Véase  el  siguiente. 

Subbrigadier,  m.  Subriyadier, 
con  una  sola  b,  escribe  el  Dice, 
conforme  a  la  ortogi-afía  caste- 
llana, que  no  admite  esta  du- 
plicación de  consonantes.  Para 
escribirlo  con  dos  bees  iiabría 
que  dividirlo  con  guión  (sub- 
brigadier), lo  que  tampoco 
acepta  la  vigente  ortografía  de 
la  Academia.  Al  fin  de  rengio.- 
hay  que  dividir  esta  palabra  así : 
su-brigadier,  porque  la  b  se  ar- 
ticula necesariamente  con  la  v. 

SuBCOMiSARio,  m.  Segundo 
comisario.  Merece  la  aceptación 
del  Dice.  Véase  Sub. 

SuBC'OMisióx,  f.  .Junta  at 
personas  nombrada  o  elegida 
por  una  comisión. — Orden  o  en- 
cargo que  da  el  comisionado  a 
algún  subalterno,  que  por  eso 
vendría  a  ser  subcornisionado. 
— Ambas  voces  deben  entrar  en 
el  Dice.  Véase  Sub. 

SuBcoMiTÉ,  m.  Junta  de  per- 
sonas nombrada  o  elegida  por 
un  comité.  Bien  puede  admitir- 
se. 

SuBcoxciENCiA,  f.  Témiino 
de  Filosofía  y  de  Teología  usa- 
do por  los  modernistas  y  qut, 
equivale,  hablando  material- 
mente, al  subsuelo  o  substrá- 
tum  de  la  conciencia;  es  como 
la  materia  prima  de  la  concien- 
cia o  aquella  parte  que  aun  no 
.•«  ha  formado  o  desarrollado  de- 


336 


SUB 


SÜB 


bidaniente,  incon.sciente  toda- 
vía. \'éase  cómo  habló  de  ella 
la  Santidad  de  Pío  X  en  su  En- 
cíclica Pascendi,  de  8  de  Sept. 
de  1907:  "Como  esta  necesidad 
de  lo  divino  [discurren  los  mo- 
dernistas] no  se  experimentí» 
sino  en  determinadas  y  favora- 
bles circunstancias,  no  pueüt', 
por  su  naturaleza  misma,  perte- 
necer al  dominio  de  la  concien- 
cia, pero  existe  latente,  desde  ei 
principio,  bajo  la  conciencia,  o, 
para  usar  el  vocablo  trasladado 
de  la  filosofía  moderna,  en  la 
subconciencia,  donde  está  tain- 
bién,  oculta  e  inaccesible,  la 
raíz  de  dicha  necesidad."  í'ara 
proscribir  este  error,  sutil  y  tras- 
cendental, ordenó  el  mismo 
Pontífice  que  los  eclesiásticos 
investidos  de  ciertos  cargos  pú- 
blicos hiciesen  con  juramento  la 
siguiente  profesión  de  fe:  "...5." 
Tengo  por  certísimo  y  confiero 
sinceramente  que  la  fe  no  es  un 
ciego  sentimiento  de  religión 
[¡ojo  los  católicos  que  se  van 
familiarizando  con  la  loe.  senti- 
mientos religiosos,  aprendida 
de  los  modernistas!]  que  nace  de 
los  escondrijos  de  la  subcon- 
ciencia bajo  la  presión  del  cora- 
zón y  de  la  inflexión  de  la  vo- 
luntad, moraluiente  informada, 
sino  un  verdadero  asentimiento 
del  entendimiento  a  la  verdad 
recibida  extrínsccanienle  por 
los  sentidos,  asentimiento  por 
medio  del  cual  creemos,  funda- 
dos en  la  autoridad  de  Dios, 
sumamente  veraz,  que  son  ver- 
nadera.s  la-s  cosas  dichas,  atesti- 
guadas y  reveladas  por  un  Dios 
personal,  Creador  y  Señor  nues- 


tro.'" No  vemos  inconveniente 
para  que  se  admita  este  vocablo, 
pero  no  le  auguramos  larga  ^■i- 
da.  "La  verdad  humana,  ése  es 
el  principio  único  que  bulle  in- 
conscientemente en  el  arte  {co- 
pular y  que  a  fuerza  de  tiempo 
y  experiencia  supo  Lope  sacar 
de  la  subconciencia  del  pueblo." 
(Cejador,  Ilist.  de  la  lengua  y 
literat.  española,  t.  V,  pág.  97). 
SuB  coXDiTioxE  (pronuncíe- 
se condicione).  Expresión  lati- 
na que  significa  bajo  condición: 
a  condición,  y  que,  por  lo  u.-ada 
que  es,  merece  que  la  prohije  el 
Dice. 

S  U  B  C  OX  T  R  .V  R 1  A  (  PROPOSI- 
CIÓN). En  Lógica,  la  proposi- 
ción particular  que  afirma,  res- 
pecto de  otra  particular  que  nie- 
ga. Falta  en  el  Dice,  este  adj. 

SuBDELiRio,  ni.  "Delirio  sua- 
ve y  tranquilo  que  se  manifiesta 
con  palabras  incoherentes,  pro- 
nunciadas en  voz  baja,  buscan- 
do un  objeto  imaginario,  etc. ;  el 
enfermo  responde  a  las  pregun- 
tas que  se  le  hacen."  (Gamier  y 
Delamare,  Dice,  de  los  términos 
técnicos  usiidos  en  Medicina,  2.' 
edición  española).  Ilaco  falta 
esta  voz  en  el  Dice,  pues  ya  la 
usan  muchas  personas  cultas. 
"Ya  en  días  anteriores  había 
tenido  frecuentes  subdelirios,  y 
pocos  ratos  ])udo  contar  con  ple- 
na lucidez  de  inteligencia." 
(Marqués  de  Molíns,  Ih-etón  de 
los  Horeros,  c.  XLVIIT).  Asi- 
mismo la  Condesa  de  Pardo  Ra- 
zan: "Novelas  fruto  de  la  aluci- 
nación y  del  subdcUrio."  (La 
vida  contemporánea). 


SUB 


SUB 


337 


SUBDIACOXADO       O       SUBDIACO- 

XATO,  ni.  Las  dos  formas  acepta 
el  Dice,  pero  es  mucho  más 
usada  la  primera. 

SuBDiAcoxAR,  a.  Ministrar  de 
subdiácono  en  la  misa  o  en  otras 
funciones  litúrgicas.  Es  corrien- 
te en  Chile  y  en  otras  partes,  y, 
como  está  bien  formado,  debe 
entrar  en  el  Dice,  con  sus  simi- 
lares acolitar,  diaconar  y  ponti- 
ficar, que  hemos  defendido  en 
sus  respectivos  lugares. 

SuBDiRECTORA,  f.  La  que  sir- 
ve inmediatamente  a  las  órde- 
nes de  la  directora  o  la  sustituye 
en  sus  funciones.  No  sabemos 
por  qué  omitiría  el  Dice,  el  f., 
habiendo  admitido  el  m.  direc- 
tor. 

Subenmienda,  f.  "Madame 
Dftssombs  acertó  a  improvisar- 
nos un  discurso  lleno  de  sólidos 
y  sabrosos  principios,  con  sus 
correspondientes  adiciones,  en- 
miendas y  subenmiendas  de 
postres,  que  no  nos  dejó  nada 
que  desear."  (Modesto  Lafuen- 
te,  Viajes  de  Fray  Gerundio, 
t.  I,  pág.  111).  Tiene  esta  voz 
el  mismo  significado  que  sobren- 
mi  crida  (véase  en  su  lugar), 
pero  aquí  está  usada  en  sentido 
jocoso.  La  partícula  sub  no  está 
l)ien  en  ella,  porque  las  enmieri- 
das  en  lo  escrito  no  se  colocan 
debajo,  sino  sobre  la  palabra  en- 
mendada; o  no  .-er  que  se  quie- 
ra dar  a  subenmienda  el  signifi- 
cado de  tercera  enmienda  o  co- 
rrección, indicando  con  esto 
que  la  sobrenmienda  (segunda 
enmienda)  se  coloca  sobre  la 
])a]abra  enmendada  y  la  suben- 
mienda debajo.  Pero  nada  se 
puede  inferir   del  texto  citado. 

Dico.  de  Chil.,  t.  V. 


SuBFi.vDOR,  m.  El  que  afianza 
al  fiador.  Es  voz  usada  por  nues- 
tro Código  Civil  en  sus  artícuiofí 
2380  y  2383.  Con  esta  autori- 
dad y  el  uso  que  ella  supone  en 
las  universidades  de  Chile,  tri- 
bunales de  justicia,  estudias  de 
abogados,  etc.,  merece  pasar  ax 
Dice. 

Subfijo,  m.  Así  se  escribía  an- 
tes, pero  hoy  suprime  la  b  (su- 
fijo)^ adj.:  "aplícase  al  afijo  que 
va  pos|3uesto.  Dícese  particular- 
mente de  los  pronombres  que  se 
juntan  al  v.  y  forman  con  él 
una  sola  palabra;  v.  gr. :  morir-. 
se,  dímelo.  Ú.  m.  c.  s.  m."  Es 
igual  a  enclítico,  ca,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  f. :  "dícese  de  la  partícula 
o  parte  de  la  oración  que  se  liga 
con  el  vocablo  precedente,  for- 
mando con  él  una  sola  palabra. 
En  la  lengua  castellana  son  par- 
tículas enclíticas  los  pronom- 
bres pospuestos  al  v. :  aconséja- 
me, sosiégate,  dícese." 

SuBGERENTE,  m.  Scguiido  ge- 
rente. Está  bien  formado  y  ei> 
coi-riente  en  Chile.  El  Dice,  da 
tan  sólo  a  vicegerente  (el  que 
hace  las  veces  de  gerente).  Sc- 
olvidó  de  asignarle  género.  Co- 
mo se  ve,  no  es  igual  en  signifi- 
cado a  subgerente,  sino  solamen- 
te cuando  éste  reemplaza  o  su- 
ple al  gerente.  Véase  Sub. 

SuBGOBERXADOR,  m.  "Las 
provincias  no  se  dividían  en  cu- 
marcas,  como  en  la  Galia,  sino 
en  ciudades,  o  sea  municipios, 
siendo  la  ciudad  o  población 
principal  de  estos  territorios, 
que  comprendían  varias  aldeaí5 
y  caserías  o  ciudades  menores, 
residencia  de  un  gobernador  o 
srtbgobernador    (duque    o     con- 


338 


SUB 


SUB 


de),  Y,  por  lo  general,  también 
de  un  obispo."  (Cita  alegada 
porCejador,  t.  A  E  I  O  ü,  pág. 
504,  no  sabemos  si  original  o 
traducida  por  él).  Del  contexto 
se  infiere  que  el  subgobernador 
es  un  empleado  inferior  al  go- 
bernador y  a  él  sometido.  La 
voz  es  bien  formada  y  merec-e 
admitirse.  Véase  Sub. 

SuB  GRAVí,  loe.  latina.  Bajo 
pecado  grave  o  mortal,  grave- 
mente. Puede  aceptarla  el  Dice, 
porque  es  u¿ada,  especialmente 
entre  eclesiásticos. 

■SuBiXGEXiERO,  ui.  El  quc 
cuida,  vigila  y  dirige  la  cons- 
trucción de  edificios,  puentes  y 
otras  obras  de  arquitectura  civil, 
bajo  las  órdenes  del  ingeniero  y 
con  los  conocimientos  necesarios 
para  entender  y  ejecutar  los 
planos.  Es  vocablo  que  bemos 
visto  en  Chile  solamente,  por- 
que en  España  se  dice  sohrcs- 
tante,  m.  (iwrsona  encargada 
del  cuidado,  vigilancia  y  direc- 
ción de  ciertos  operarios).  Hay 
obras  publicadas  con  el  título  de 
'•Manual  del  sobrestante  de 
obras  públicas"  y  que,  por  la 
parte  de  matemáticas  que  con- 
tienen, se  ve  claramente  que  es 
lo  mismo  que  estudian  nuc-^tros 
siibingenieros.  Por  lo  demtís,  la 
voz  e'^tá  bien  formada,  pero,  se- 
gún se  ve,  no  es  necesaria. 

SuniNSPECTOK.VDO,  ui.  TiciH- 
po  que  dura  el  cargo  de  suliins- 
pe^tor.  El  cargo  so  llama  xnliinx- 
pccción.  Es  voz  aceptable. 

Subir,  n.,  a.  y  r.  El  qioe  se 
mbe  a  mai/ores  suele  quedar  en 
menores^  refrán  chileno,  de  sig- 
nificado   obvio,    e    igual    a    oste 


otro:  No  hay  que  subirse  muy 
arriba^  'porque  el  porrazo  es 
muy  grande.  El  Dice,  trae  sola- 
mente la  fr.  fig.  Alzarse,  levan- 
tarse o  subirse  nno  a  mayo- 
res: "ensoberbecerse,  elevándose 
más  de  lo  que  le  corresponde." 

Subjefe,  m.  Segundo  jefe, 
que  ayuda  y  sustituye  al  prnue- 
ro.  Es  voz  usada  por  alguno» 
autoi-es  modernos,  bien  forma- 
da y  digna  de  aceptarse. 

SuBjrTiv.\MEXTE,  adv.  de  m. 
De  manera  .subjetiva;  en  cuanto 
al  sujeto  o  por  razón  del  sujeto. 
Hace  falta  este  adv.  en  el  Dice. 

SrBJETiviD.\D,  f.  Calidad  de 
sujetivo.  Defendemos  su  aómi- 
sión.  como  defendimos  la  de  su 
contraria,  objetividad. 

Subjetivismo,  m.  Sistema  o 
manera  de  un  autor  de  referir 
1(.  que  escribe  a  su  modo  de 
pensar  o  sentir  y  nó  al  objeto 
en  sí  mismo.  "Los  romances 
viejos...  son  poesía  esencial- 
mente narrativa,  rapsodias  épi- 
cas, sin  ningiin  genero  de  sub- 
jetivismo." (Mencndez  y  Pela- 
yo,  Anfol.  de  poetas  Ur.  españo- 
les, t.  XII,  pág.  527).  Así  han 
usado  también  esta  voz  la  Con- 
desa de  Pardo  Bazán  y  otros  mo- 
dernos; merece  pues  la  admi- 
sión del  Dice. 

SuBJETivisT.v,  com.  Aliciona- 
do  a  lo  subjetivo;  partidario  de 
ello.  Merece  entrar  en  el  Dice. 

SUBLATA      CAUSA,       TÓLLITUR 

Ki'VKCTi'S.  ( Pronunciéis  iól-li- 
/((/•).  Principio  de  metafísica  que, 
por  lo  conocido  que  es,  se  mira 
como  adagio.  Otros  lo  dicen  en 
<a.stellano :  Cesando  In  causa 
cesa  el  efecto. 


SUB 


SUB 


339 


Luego  se  va  resfriando 
El  dendolqae  no  es  perfecto, 
Si  los  medios  van  faltando, 
Porque,  la  causa  cesando, 
Dicen  que  cesa  el  efecto. 

(Sebastián  Ide  Horozco,  Refranes  glosadlos, 
n.°  551). 

"Quitando  la  causa,  cesaría  el 
efecto"  dijo  Cervantes.  (Quijo- 
te, p.  I,  c.  VII).  De  alguna  de 
eáta-s  maneras  debe  el  Dice,  ad- 
mitir e.ste  adagio. 

SuBLEÑoso,  adj.  Dícese  del 
tallo  de  plantas  que  tiene  con- 
sistencia firme,  algo  parecida  a 
la  madera,  como  el  del  huévil 
(solanum  tomatillo).  Término 
de  Botánica  que  se  echa  menos 
en  el  Dice. 

SuB  LEVi^  loe.  latina.  Bajo 
pecado  leve  o  venial,  levemente. 
Bien  puede  acogerla  el  Dice, 
porque  se  usa  ba.-stante  entre 
eclesiásticos. 

Sublimizar,  a.  ¡  Mal  año  para 
-u  inventor  y  para  los  que  lo 
usan!  "Llegó  a  sublimizar  en 
esa  mujer  esa  característica  de 
la  autora  de  .sus  días."  (El  Dia- 
rio Ilustrado,  12  Abr.  1917). 
No  se  ve  qué  es  lo  que  añade  es- 
ta forma  en  izar  al  conocido  v. 
sublimar  (engrandecer,  exaltar, 
ensalzar  o  poner  en  altura). 

SrBMARixo,  m.  Como  adj. 
(submarino,  na)  lo  admite  so- 
lamente  el  Dice. ;  de  suerte  que, 
para  nombrar  el  buque  de  e.sta 
clase,  debe  decirse  buque  sub- 
marino, el  cual  está  muy  bien 
definido  en  el  art.  Buque.  Sin 
embargo,  todo  el  nuuido  dice 
ahora  submarino  .solamente:  un 
submarino,  dos  submarinos,  co- 
mo   se    dice   un   acorazado,    un 


transatMntico.  "Ks  diaparate, 
había  dicho  Orellana,  llamar 
submarino  a  un  barco  que  na- 
vega entre  aguas,  bajo  la  super- 
ficie, pero  nó  jwr  el  fondo  y  de- 
bajo del  mar:  podrá  llamársele 
con  alguna  propiedad  intra- 
marino,  pero  nó  submarino. 
Con  gran  acierto  se  abstuvo 
Monturiol  de  llamar  así  al  barco 
interacuático  de  su  invención,  y 
le  denominó  latineo,  voy  como 
el  pez,  navego  como  el  pez ;  o,  se- 
gún traducía  el  sabio  inventor, 
barco-pez."  Como  los  submari- 
nos llegan  también  ha.sta  el  fon- 
do del  mar,  no  es  disparatado  el 
nombre;  y,  además,  ¿por  qué 
exigir  que,  para  aplicar  la  par- 
tícula sub,  haya  de  estar  el  bar- 
co debajo  de  todo  lo  marino, 
cuando,  estando  debajo  de  una 
parte,  e.stá  también  debajo  de  lo 
marino?  Cuando  decimos  subte- 
rráneo, debajo  de  la  tierra,  na- 
die entiende  debajo  de  toda  la 
tierra,  .ino  de  una  parte  sola- 
mente. 

SUBMINISTRACIÓK^     SUBMIXIS- 

TRADOR,  SUBMINISTRAR.  Confor- 
me a  .su  etimología,  así  los  ad- 
mite todavía  el  Dice,  con  refe- 
rencia a  las  formas  mucho  más 
usadas. :  suministración,  sumt- 
nistrador,  suministrar. —  Sumi- 
nistro, m.,  que  tiene  la  misma 
etimología,  pero  esta  sola  forma, 
significa:  "acción  o  efecto  de 
sumini.strar.  1 1  Provisión  de  ví- 
veres y  utensilios  para  las  tro- 
pas." En  esta  acep.  úsase  más  en 
pl. 

Suboficial,  m.  Nombre  ge- 
nérico en  que  se  incluyen  los 
cabos  y  sargentos  de  la  milicia, 


340 


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porque  son  inferiores  al  oficial. 
Por  eso  se  llama  ahora  en  Chue 
Escuela  de  suboficiales  la  que 
antes  se  denominaba  Escuela  de 
clases.  Término  bien  formado  y 
aceptable. 

SUBOEDIX.^ÜA     (PrOPOSICIÓx), 

f.  Término  usado  por  Bello  y 
su  escuela  para  designar  la  pro- 
posición especificativa  y  depen- 
diente de  otra,  que  se  llama  sub- 
oTcUíiante.  Ejemplo:  "Los  nnie- 
bles  de  que  está  adornada  la  ca- 
sa que  habitamos,  son  entera- 
mente conformes  al  gu-sto  mo- 
derno." La  proposición  que  ha- 
bitamos especifica  al  s.  casa;  y 
la  proposición  de  que  está  ador- 
nada la  casa,  especifica  al  s. 
muebles.  La  primera  (subordi- 
nada.) depende  de  la  segunda,  y 
ésta  (subordinante  respecto  de 
la  siguiente)  de  la  proposición 
independiente  Los  mn-ebles  son 
enteramente  conformes  al  gu-'iio 
moderno.  Esta  nomenclatura, 
que  es  para  diferenciar  e-sta  cla- 
se de  proposiciones  de  las  ^ílc^ 
denles,  tiene  la  ventaja  de  re- 
solver con  toda  claridad  cuándo 
debe  separarse  o  nó  ])or  comas 
la  oración  de  relativo:  sólo  lleva 
comas  (o  va  entrecom-ada,  como 
ahora  dicen)  cuando  es  inciden- 
te, es  decir,  e.\plicativa  de  la 
])rincipal.  Ejemjílo:  "Ella,  que 
dc-iraba  descansar,  .-^  retiró  a  su 
ajjosento."  Haciéndola  subordi- 
nada, se  diría:  "Las  señoras  que 
deseaban  descansar  se  retiraron 
a  sus  ai)o.sentos."  Como  .se  nota- 
rá, la  incidente  puede  .sujirimir- 
se  sin  perjuicio  del  sentido,  y 
por  e.so  va  entre  comas  y  a  vacos 
entre  paren tesi.s,    ni  revés  de    la 


subordinada,  que  no  puede  su- 
primirse sin  que  el  sentido  que- 
de ininteligible.  Muy  útil  sería 
que  la  Academia  adoptara  esu*-, 
términos. 

Subprior,  ra,  ni.  y  f.  En  las 
comunidades  religiosíis,  el  que 
hace  las  veces  del  prior;  y  la 
que  hace  las  vec-es  de  la  ]>riora. 
Según  la  etimología,  debería  es- 
cribirse así,  con  b,  pero  el  uso 
le  ha  hecho  perder  esta  letra ; 
ix)r  eso  el  Dice,  y  todos  los  bue- 
nos autores  escriben  suprior,  sU' 
priora,  escollo  para  los  caji.stas, 
que,  creyendo  se  ha  omitido 
una  e,  casi  siempre  corrigen  su- 
perior,   superiora. 

Subpunto,  ni.  Véa.-^e  Cktsmk- 
R.\.  En  el  Dice,  sólo  hallamos 
sopuntar,  a.:  "poner  uno  o  va- 
rios puntos  debajo  de  una  letra, 
palabra  o  frase,  para  distinguir- 
la de  otra,  para  indicar  que  so- 
bra o  contiene  error,  o  con  cual- 
quier otro  fin." 

SuiíREPTicio,  ci.\,  adj.  Prefe- 
rí m.os  escribirlo  con  r  fuerte  o 
doble  (subrrepticio),  tal  como 
se  pronuncia.  Véase  R,  IL" 
En  confirmación  léase  lo  que 
dice  el  pliego  suelto  "Suma 
breve  de  la  información  que 
hizo  el  Maestro  Francisco  S;in- 
chez,  catedrático  jubilado  de 
Ketóricíi  y  (íriego  en  la  univer- 
sidad de  Salamanca  fol)re  ei 
Arte  nuevo  de  Gramática:"  "El 
privilegio  que  se  ganó  para  el 
Arte  de  Gramática  nueva  fué 
■''Urrepticio,  y  con  mala  y  fal.sa 
información.  SuiTcpticio  fué, 
porque  ninguna  cosa  de  lo  que 
se  ordenó  en  Salamanca  .sobre 
esta    Arte,    pare<ió    en    (x)nsojo 


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311 


Real."'  (Gallardo,  Bibliotcc",  t. 
IV,  col.  467). 

SüBRRAY.iK,  a.  Ya  hemos  ha- 
llado quien  pien.sa  como  no.-^- 
otros  en  el  modo  de  escribir  la 
erre  fuerte  después  de  partícula: 
Don  Francisco  Rodríguez  Marín 
escribe  subrrayar  y  subrrogar: 
"Subrra¡io  el  adverbio,  porque 
él  debe  fijar  el  límite  de  nuestro 
españolismo."  (Burla  burlarirto, 
V).  "Cuantos  españoles  se  lian 
suhrro¡/ado  en  el  lugar  de  aque- 
llos a<tut«?  extranjeros..." 
(IbnL,  XXIII).  Véa.«e  R,   11.° 

SuBKROG.^K,  a.  Véase  Subrra- 
yar. 

SuBS.  Todas  las  voces  que 
empiezan  con  esta  sílaba,  como 
subscribir,  subscritor,  substan- 
cia, substraer,  las  admite  tam- 
bién el  Dice,  con  supresión  de  la 
b:  suscribir,  suscritor,  sustancia, 
sustraer.  Véase  Sub.  En  reali- 
dad, esta  última  forma  es  la 
única  que  corresponde  a  la  pro- 
nunciación ;  la  otra  sólo  5e  con- 
serva por  razón  de  la  etimología. 

Subsaxable,  adj.  Que  puede 
subsanarse.  Falta  en  el  Dice,  lo 
mismo  que  .*u  compuesto  insub- 
sanable. 

SuBSANACiÓN,  f.  Acción  o 
efecto  de  subsanar.  Hace  falta 
en  el  Dice,  aunque  existan  sus 
sinónimos  reparación  y  resarci- 
miento. 

Subseguirse,  r.  "Seguirse 
una  cosa  inmediatamente  a 
otra.'"  .\sí  no  más,  c.  r..  lo  ad- 
mite el  Dice. ;  es  indudable  que 
también  se  usa  c.  n. :  "No  efi 
propio  ni  digno  de  un  hombre 
como    vos,    Guatemuz,    censurar 


agriamente  los  desórdenes  que  a 
la  conquista  subsiguieron."  (Pi 
y  Mai-gall). 

Subsidiario,  ría,  adj.  Han 
dudado  algunas  que  tenga  en 
castellano  el  significado  que  le 
damos  en  Chile,  esto  es,  que  su- 
ple o  reemplaza,  aplicado  a  ac- 
ción ;  pero  el  Dice,  es  bien  explí- 
cito, porque  en  2.^  acep.  lo  defi- 
ne: "aplícase  a  la  acción  o  res- 
ponsabilidad que  suple  y  robus- 
tece a  otra  principal."  Véase  es- 
ta autoridad:  "El  dar  tormento 
a  los  delincuentes  es  uno  de  los 
remedios  más  eficaces  que  para 
averiguar  la  verdad  en  los  deli- 
tos atroces  y  ocultos  halló  el  de- 
recho. .  .Pero  la  pesquisa  y  ave- 
riguación por  vía  de  tormento 
ha  de  ser  sub.ñdiaria,  a  más  no 
poder  y  cuando  por  otra  vía  no 
se  pueda  la  verdad  saber."  (Cas- 
tillo de  Bobadilla,  Política  para 
corregidores,  1.  II,  c.  XXI).  Es- 
ta acep.  es  muy  conforme  con  el 
significado  del  adj.  latino  subsi- 
diariiis,  a,  mn.  que  vale  de  re- 
serva, de  refuerzo. — Lo  mismo 
decimos  del  adv.  subsidiari-a- 
m  ente. 

Subsiguiente,  adj.  "Que  se 
.subsigue,"  dice  solamente  el 
Dice,  y  subsegvJrse  es:  "seguir- 
se una  cosa  inmediatamente  a 
otra."  En  Chile,  subsiguieyífe  iw 
es  lo  que  signe  inmediatamente, 
sino  lo  que  signe  a  lo  siguiente. 
Así,  el  día  subsiguiente  al  de 
hoy  no  es  el  de  mañana,  que  es 
el  siguiente,  .sino  el  de  pasado 
mañana;  porque  algo  ha  de 
añadir  al  simple  .'tigu.íente  la 
partícula.  .'<u_b.  ^''éase  Axtepasa- 

IK). 


342 


SUB 


SUB 


Substancia,  f.  En  las  pro- 
vincias del  Sur  llaman  sustan- 
cia el  caldo  o  pisto,  y  también 
la  dieta  de  enfermo.  Vóase  Die- 
ta.—  Sustancia  o  sustancia  de 
ave  se  llama  en  Chile  una  gela- 
tina seca  destinada  a  la  alimen- 
tación y  que  se  saca  de  sustan- 
cias animales,  generalmente  de 
gallinas  o  pollos.  Su  nombre 
veidadero  es,  como  queda  dicho, 
gelatina  seca,  o  también  jaleti- 
na seca. —  Aguardiente  de  sus- 
tiincia.  Se  llama  así  en  Chile  el 
que  contiene  sustancias  anima- 
les, las  cuales  al  tiempo  de  la 
destilación  y  junto  con  hierbas 
olorosas  y  medicinales  se  mez- 
clan con  el  orujo. 

SUBSTITUÍBLE    O     SUSTITUÍBLE, 

adj.  Que  puede  ser  sutetituído. 
Falta  en  el  Dice,  como  también 
ol   compuesto  insubstituible. 

SfBSTRÁTUM,  m.  Es  vocablo 
Uilino  derivado  del  v.  suhstérne- 
re,  y  que  suele  asarse  en  Filoso- 
fía para  designar  lo  que  exi.st.e 
en  los  seres  independientemente 
de  .sus  cualidades  y  que  es  como 
el  fundamento  o  base  de  estas. 
Algimas  voces  equivale  a  sxi- 
piiesto,  como  en  est«  pasaje  de 
Menéndez  y  Pelayo :  "Los  prin- 
cipicxs  cardinales  de  la  Teodicea 
sir\-cn  de  ba.se  y  supuesto  a  la 
enseñanza  y  la  pendran  suave  y 
calladamente  con  su  influjo." 
(Carta  ni  Ohi.^pn  de  Madrid-Al- 
rnlá,  1."  de  Febr.  1910).  Suhs- 
Iráfum  TÍO  con.-'ta  en  el  léxico 
oficial. 

SiHTiTULAR,  a.  Poner  subtí- 
tulo. "I'ost  t  ene  liras  spero  lu- 
ccvi ;  íií'í  subtituMia  los  párrafos 
siguientes..."   (Mariano  de  Ca- 


via, en  Religiosidad  de  Cervan- 
tes, de  Aurelio  Báig  Baños). 
Verbo  bien  formado  y  útilísimo, 
digno  de  vivir  estampado  en  ol 
Dice. 

Subtítulo,  m.  Segundo  títu- 
lo o  explicación  del  título,  que 
suele  ponei-se  a  algunas  obras  li- 
terarias y  a  otras  cosas  que  lle- 
van título.  Por  ejemplo:  "Vida 
y  hechos  del  Picaro  Guzmán  de 
Alfaraclie,  ntal-aya  de  la  vida 
humana.."  "La  Estrella  de  Chi- 
le, revi-fta.  literaria  niensital."  Es 
vocablo  usado  en  todas  partes, 
bien  formado  y  maduro  ya  para 
el  Dice. 

SuB  tttm  rKAEsíinu>r,  m. 
(Pronúncie.«e  presidium).  Es  el 
principio  de  una  antífona  en 
honor  de  la  SSma.  Virgen  Ma- 
ría y  .significa:  "Bajo  tu  ampa- 
ro." Como  es  muv  rezada  en  to- 
da la  Iglesia  Católica,  y  avm  .«e 
ha  ])uestfl  en  música  para  can- 
tarla, puede  ya  entrar  en  el 
Dice,  como  entraron  Dies  iroc, 
De  profundi^,  Túntum  crgo, 
Stáhat  Máfer,  etc. 

SuBVENTioxAR,  a.  "Favoreccr 
con  una  subvención."  Admitido 
en  el  Suplemento  de  la  13.'  edi- 
ción del  Dice,  iwsó  al  cuerpo 
de  la  obra  en  la  14." 

Subvertir,  a.  "Trasto'-nar, 
revolver,  destruir.  Ú.  m.  en  sen- 
tido moral."  En  toda  su  conju- 
gación sigue  las  irregularidades 
de  sentir,  como  todos  los  demás 
terminados  en  vertir:  advertir, 
convertir,  divertir,  pervertir,  etc. 
Debo  pues  mirarse  como  anti- 
cuada la  forma  subvertiera  (pie 
usó  Quevodo:  "Podía  alguno 
con  razón  culparle  porque    sub- 


SÜC 


SUOH 


343 


vertiera  [subvirtiera^  la  dispen- 
sación." (Política  de  Dios,  p.  II, 
c.  XXI). 

Subyacente,    adj.   Díce-e    de 

10  que  está  sito  o  inmóvil  debajo 
d'e  otra  cosa;  que  yace  debajo  o 
al  pie  de.  "Capa  de  aire  subija- 
cente,"  &^ribió  un  chileno.  La 
voz  e.stá  bien  formada  y  es  cul- 
ta y  elegante;  bien  merece  la 
aceptación   del  Dice. 

Succionar,  a.  Chupar.  No  le 
hemos  visto  sino  en  .sentido  fig., 
uso  muy  digno  de  los  tiempos 
de  la  culta  latiniparla.  "Oyó  las 
cantidades  que  la.s  agencias  suc- 
cionan al    pueblo."    (El   JJtano 

1 1  mirado,  1."  Sept.  1916).—  Eb 
derivada  del  castellano  succión, 
acción  o  efecto  de  chupar.  Me- 
jor formado  fue  sugir,  que  usó 
Don  Eugenio  Gerardo  Lobo, 
porque  es  el  mismo  v.  latino  s>i- 
go,  xi,  ctu.w,  de  donde  procedió 
el  6.  succión. 

Era  p'ste  el  rtía  en  que  la  Iglesia  canta 
Las  memojiaft  del  Vaso  de  diamante, 
Doadft  el  pueblo  de  Di^3  la  leche  santa 
Adulto  bebe,  que  sugia  infante. 

(Conquista  de  Oran,  oct.  CVIfl). 

El  francés  dice  sucer,  el  italiano 
aneciare,  y  el  inglés  to  su-ck,  del 
mismo  V.  latino.  El  castellano, 
que  formó  v.  propio  (chupar) 
por  onómatopeya,  no  necesitó 
acudir  al  latín ;  por  eso  no  ad- 
mitió a  sugir  ni  succionar.  Gon- 
zalo Correíis  usó  el  v.  ziigar  que 
no  hemos  visto  en  ningún  otro 
autor.  "Cuanto  zuga  la  abeja 
miel  torna,  y  cuanto  la  araña 
ponzoña;"  hermoso  refrán  que 
trae  en  su  .Irfe  grande  de  la 
lengua  casf.  (pág.  246)  y  en  su 
Vocabulario  (pág.  374,  col.  1."), 


aunque  en  éste  hay  la  errata  de 
o  en  vez  de  )/.  El  v.  viene  del 
latín  bajo  succare,  frecuentativo 
de  súgcre.  Recuérdese  también 
sa n g uisúga,  sangui j uela. 

Sucedido,  da,  adj.  fam.  Ensu- 
ciado.—  Fig.,  dengoso,  melin- 
dro.-:o;  porque  el  que  se  siente 
sucio,  e^s-tá  algo  inquieto,  se  mi- 
ra a  todos  lados  y  como  que  se 
tonia  el  olor. — Es  voz  formada 
por  eufemismo  y  paronomasia 
de  la  ant.  sucedmnbre.  suciedad, 
o  también  de  esta  última. 

Sucidio.  Véase     Susidio. 

Sucio  (.Jug.\r,,  fr.  fig.  y 
fam.  Es  corriente  en  Chile  en  el 
significíido  contrario  de  Jugar 
limpio,  que  es:  "jugar  .sin  tram- 
pas ni  engaños:  proceder  en  un 
negocio  con  lealtad  y  buena  fe." 
Véanse  Jugak  y  Rucio. 

Rucre,  m.  "'Moneda  de  pl;ita 
del  Ecuador,  equivalente  a  cin- 
co pesetas."  A.sí  la  14.°  edición 
del  Dice,  por  primera  vez. 

Sucucho.  Véase  Socucho. 

Suche,  m.  despectivo.  Emple- 
ado de  última  categoría.  Así  co- 
mo en  Madrid  se  llama  hortera, 
m.,  por  apodo,  al  mancebo  de 
ciertas  tiendas  de  mercader. — 
Por  extensión,  individuo  que 
depende  de  la  voluntad  de  otro 
piincipal,  al  cual  sirve  y  obe- 
dece aun  en  cosas  ilícitas. — 
La  acep.  de  "rufián"  que  le  díó 
Rodríguez,  .si  es  que  alguna  vez 
la  tuvo,  está  ahora  enteramente 
olvidada. —  Las  de  "mensajero, 
mozo,"  "individuo  de  ninguna 
importancia,  valar  ni  carácter, 
cchismoso,  adulón."  que  le  asig- 
jna  Lenz,  tampoco  son  propias 
Jde  e.ste  vocablo;    son  una    mala 


344 


SUD 


SUD 


inteligencia  o  una  simple  apli- 
cación particular  de  las  dos  ge- 
nerales que  acabamos  de  definir. 
— La  etimología  es  el  francés 
souche,  que  en  sentido  fig.  sig- 
nifica tonto,  estúpido;  y  algo 
tiene  también  del  inglés  such, 
un  quídam,  un  tal,  un  cualquie- 
ra. No  j>ensamos  como  Lenz  que 
venga  del  quichua  sucliiy,  en- 
cargar a  alguien  una  encomien- 
da para  que  la  entregue  a  otro, 
y  suchi,  el  regalo  destinado  a 
otro.  Etste  chilenismo  es  relati- 
vamente moderno,  y,  por  tanto, 
no  es  del  tiempo  en  que  el  qui- 
chua nos  dio  algimas  de  sus  vo- 
ces; a  lo  cual  debe  agregarse 
que  no  es  de  uso  popular,  por- 
que los  que  más  lo  emplean  son 
los  que  Silben  francés  o  inglés. 

SuD  o  Sur,  m.  Ambas  formas 
acepta  el  Dice. ;  pero  en  compo- 
sición admite  .-solamente  la  pri- 
mera :  Sudafricano^  sudameri- 
cano, sudeste,  sudoeste,  sudsu- 
df'sfe,  mídsudoeste  o  sudueste. 

Sudada,  f.  fam.  Acto  de  liaccr 
í^udar  al  caballo  corriendo  en  él 
o  trabajándolo.  Echarle  una  su- 
sada. 

Sudar  (Hacer),  fr.  fig.  Entre 
(1  puelil".  jiclcar  dori  individuos 
a  puño  limpio  biisln  vencer  o 
sacar  sangro  uno  de  lo.-  dos. 

Sudón,  na,  adj.  K.<  corriente 
en  ('IjíIc  ¡Mir  ftudoroso,  sa:  "que 
e.<lá  sudando  nuicho;  muy  pro- 
l)e.nso  a  sudar." —  Sudoricnfo^ 
1(1,  significa:  "sudado,  lunnede- 
ciflo  con  el  sudor;"  y siuloso,  sa., 
"<|ue  tiene  sudor."  Véase  On,  na 

Si'noR,  m.  ¿Son  o  nó  castiza."? 
las  fra.-^-J  Darse  uno  un  sudor  y 
Tomar   sudor    en  el    sentido    de 


tomar  sudorífero?  Creemos  que 
sí,  por  metonimia,  pues  siídor, 
que  es  el  efecto  que  se  quiere 
obtener,  está  usado  por  sudorí- 
fero, que  es  la  causa  que  lo  pro- 
duce. Tenemos  también  la  auto- 
ridad de  Cervantes,  que  en  el 
Coloquio  de  los  perros  escribió: 
"Llegado  el  tiempo  en  que  se 
dan  los  sudores  en  el  Hospital 
do  la  Resurrección,  me  entré  en 
él,  doitde  he  tomada  cuarerUa 
sudores."  Sudores  está  usado 
aquí  en  la  acep.  de  pl.  que  le  re- 
conoce el  Dice,  de  "remedio  y 
ciu'ación  que  se  hace  en  los  en- 
fermos, especialmente  en  los 
que  padecen  el  mal  venéreo, 
aplicándoles  medicinas  que  los 
ul)liguen  a  sudar  copiosa  o  fre- 
cuentemente:" pero  esto  no  obs- 
ta ))ara  que  se  uso  tratándose  de 
cualquiera  enfermedad.  Mo  se 
ve  justificado  por  la  definición 
el  pl.  que  le  asigna  el  Dice,  ni 
tampoco  por  el  texto  de  Cervan- 
tes, porque,  a-sí  como  en  él  se 
habla  de  haber  tomado  cuarenta 
sudores,  bien  pudo  hablarse  de 
inw  solo.  En  el  entremés  El  ca~ 
prichoso  en  su  gti.ito  y  la  dama 
setentona.,  de  Salas  Barbadillo, 
tenemos  otra  i>rucba  de  .•=cr  cas- 
tizo nuestro  uso. 

Ya  oiitiondo.  alguno.^  dolores 
Te  doben  de  lastimar, 
y  así  pretendes  turnar 
Disimulados  imlorn. 

(Colección  de  Cot«relo,  piíg.  ?,'i3, col.  2.*). 

"Azufrador  alto  liecho  de  aros 
de  cedazo,  con  unos  listones  del- 
gados de  madera,  dentro  del 
cual  entni  la  perdona  que  lia  de 
lomar  sudores,"  dice  el  l>icc.  en 
la  ().'  acep.  de  Estufa. 


SUE 


SUE 


8J5 


lomando  estaba  stiilortg 
Marica  en  el  hospital. 
Que  el  tomar  er»  costumbre 
y  el  remedio  es  el  sudar. 

(Quevedo.  Musa  sexta,  rom.  XV). 

Sueco,  ca,  adj.  Natural  de 
Suecia.  Ú.  t.  c.  s.  1 1  Pertenecien- 
te a  esta  nación  de  Europa. — No 
se  confunda  con  zueco,  ni.,  za- 
pato de  madera  de  una  pieza;  o 
zapato  de  cuero  con  suela  de 
corcho  o  de  madera.  Aunque 
éste  se  deriva  del  latín  soccus, 
sólo  por  el  liso  se  escribe  con  z. 

Suegra,  f.  ¡Qué  bkn  me 
quiere  mi  suegra!  Fr.  prover- 
l)ial  que  iisamos  en  Chile  cuan- 
do llega  uno  oportunamente 
para  algo  que  le  connene, 
cuando  le  sucede  una  co.'^a  prós- 
pera, como  suerte,  buena  juga- 
da, etc. — Suegra^  nuera,  pe- 
rro y  gato,  nunca  covven  en  el 
mismo  piafo,  refrán  chileno  que 
explica  ser  imposible  la  avenen- 
cia entre  la  suegra  y  la  nuera 
como  lo  es  también  la  del  perro 
y  del  gato.  Merece  entrar  en  el 
Dice. 

Suelazo,  m.,  aum.  de  suelo. 
Co.«talada  o  costalazo,  batacazo, 
jiDirazo.  Véanse  Costal-uja  \ 
Culazo.  Se  usa  también  en  Co- 
lombia y  probablemente  en 
otras  partes. —  En  Chiloó  dicen 
suelo.  "Par.-^e  uno  un  suelo." 

Suelería,  f.  Tienda  en  que  se 
venden  suelas.  El  Dice,  trae  úni- 
camente solería  y  con  la  sola 
acep.  de  "conjunto  de  cuero» 
para  hacer  suelas." 

Suelto,  m.  Su-elto  de  cróni- 
ca. No  hay  tal  crónica,  sino  ga- 
cetilla,.  Pero  tampoco  hay  nece- 
sidad de  ninguno  de  los  dos  ape- 


llidas, porque  suelto  por  sí  solo 
significa  lo  que  se  quiere  dar  a 
entender.   Véase  Remitido. 

Suelto,  ta,  adj.  y  part.  de 
soltar.  Fig.  y  fam.,  dícese  del 
que  padece  diairea  o  cámaras. 
Ü.  m.  con  las  verbos  estar  y  an- 
dar. En  castellano  no  tiene  esta 
acep.  Véase  Cursiento. —  Suelto 
de  cuerpo,  loe.  fig.  y  fam.  con 
que  calificamos  a  la  persona 
que,  teniendo  motivos  para  aver- 
gonzai-se  u  ocultarse  (huir  el 
cuerpo  o  el  bulto,  e-^currirlo, 
guardarlo),  no  lo  hace,  sino 
que,  al  contrario,  anda  y  se  pa- 
sea con  más  garbo  y  fachenda. 
Ü.  m.  precedida  del  adv.  muy. 
No  es  indigna  de  entrar  en  el 
Dice. — Verso  suelto.  Véase  Ver- 
so. 

Sueño,  m.  Sueño  del  ju-ito. 
Véase  Justo. —  Sueño  dorado. 
El  Dice,  lo  admite  solamente  en 
pL,  Sueños  dorado-^:  "iluí^iono- 
halagüeñas."  Sin  embargo,  bue- 
nos autores  españoles  han  dicho 
como  nosotros  en  singular:  "Te- 
nía yo  en  Madrid  un  amigo  cu- 
yo sueño  dorado  era  vivir  en 
una  casita  rodeada  de  unas 
cuantas  fanegas  de  tierra  donde 
hubiera  flores  y  fruta."  (True- 
ba).  "Tomé  un  habano  y  una 
caja  de  fósforos  y  corrí  a  consu- 
mar el  sueño  dorado  de  mi  in- 
fancia." (Polo  y  Peyrolón,  Ma- 
nojico  de  cuentos,  XVIII). — 
Ni  en  sueño.  Ni  en  sueños.  En 
ca.stellano  se  dice  Ni  por  sueña, 
"loe.  adv.  fig.  y  fam.  con  que  se 
pondera  que  una  cosa  ha  estil- 
lado tan  lejas  de  .^-u ceder  o  ejecu- 
Staive,  que  ni  aun  se  ha  ofrec-ido 
soñando." 


a46 


SUE 


SUF 


Sueroterapia.    Aféase    Serote- 

RAPIA. 

Suerte,  f.,  ñg.  y  fam.  Las 
mujeres  del  pueblo  llaman  suer- 
te el  matrimonio:  por  eso,  qui- 
tarle a  una  la  suerte  es  estorbar- 
le el  matrimonio;  y  hasta  el  re- 
frán castellano  Maiñmonio  y 
mortaja,  del  cielo  hnjnn,  lo  han 
convertido  en  Suerte  y  mortaja., 
del  cielo  baja. —  En  algunos 
juegos,  como  el  palitroque,  lo? 
mates  o  matecitos,  suerte  es  el 
número  par.  a.-^í  como  el  impar 
es  errona.  Véase  Errona. —  Vé- 
ase Flor,  2.*  acep. — Buena,  suer- 
te, mala,  suerte,  fis.  y  fam.:  per- 
.<ona  que  tiene  buena  o  mala 
.«uerte.  Así  .suele  usarse  en  Chile 
lo  mismo  que  el  castellano  biie- 
nu  o  mala  paga.,  mala  lenr/ua. 
Véase  Paga. — Hallarse  uno  la 
.inerte  amarrada  en  íin  trapito, 
fr.  fig.  y  fam.  Véase  en  el  art.. 
Virgex,  porque  se  usa  mucho 
más  con  este  s. — La  suerte  de  la 
fea.  la  bonita  la.  d^.sea,  refrán 
chileno  que  explica  cómo  la 
her:nosura  no  sienipre  triunfa 
í-n  las  mujeres.  Es  digno  de  pa- 
.«ar  al  Dice. — Tener  uno  la  suer- 
te del  que  se  cayó  de  la  horca., 
fr.  fig.  corriente  en  Chile:  reci- 
bir un  gran  bien  que  no  espera- 
ba. Por  alu.«ión  a  la  antigua 
costuiiilire  de  perdonar  la  vida 
al  condenado  a  la  horca  cuan- 
do se  caía  de  ella  por  cortai-se 
la  cuerda  con  el  peso  del  cuer- 
]>(>.   Merece  entrar  en  el  Dice. 

Suertudo,  da,  adj.  De  buena 
«norte  afortunado,  venturoso. 
Voz  plebeya  y  mal  formada,  y 
que  nn  es  de  u-'o  general.  CJra- 
'•i;'m    empleó    el    adj.     asertado, 


bien  formado,  pero  que  no  apa- 
rece en  el  Dice. :  '"El  que  ellos 
[los  minL4ros]  sean  asortados, 
no  es  del  Príncii">c  el  conocer." 
{El  político  D.  Fernando  el  Ca- 
tólico). 

Suficiexcia.  f.  Confunden 
muchos  la  suficiencia  española 
con  una  de  las  suficiencias  fran- 
ceí=as,  y  con  grave  detrimento 
del  sentido,  que  en  este  caso 
viene  a  quedar  patas  arriba. 
Pruebas  al  canto:  "N.  N.  fué 
vano  y  presuntuoso,  de  un  orgu- 
llo supino  y  de  una  suficiencia 
desmedida."  "N.  N.  fué  eximio 
profesor:  intelieente,  claro  y 
metódico:  humildei  v  niodeí^to, 
con  absoluta  falta  de  suficíen 
cia."  Veama*  ahora  el  .significa- 
do de  suficiencia:  el  Dice,  espa- 
ñol le  da  esta  sola  acep.:  "capa- 
cidad, aptitud:"  Jiero  el  francé-s, 
fuera  de  ésta  v  de  otra  que  no 
hace  al  caso,  le  da  esta  '1° :  "va- 
nidad necia,  presunción  imper- 
tinente." Ésta  es  la  aue  quieren 
aclimatar  en  Chile  los  autores 
de  los  citados  ejemplos,  sin  re- 
flexionar que  esas  dos  aceps., 
contrarias  entre  sí,  pugnan  con 
la  filasofía  del  lenguaje,  que  no 
puede  admitir  en  un  nii«mo  vo- 
cablo dos  significados  tan  con- 
trarios. Por  eso  el  castellano, 
que  es  lengua  mucho  más  filo- 
sófica que  la  francesa,  llama  esta 
suficiencia  francesa  aire  de  sufi- 
einxeia  (afectación  de  magi.ste- 
rio),  envolviendo  así  en  la  pa- 
labra aire  lo  que  el  francés  atri- 
buye a  .>íu  suffisance. — Otras  ve- 
ces la  suficiencia  galicana  vale, 
en  general,  pi  tutanda,  montan- 


SUF 


SUF 


347 


tada    (jactancia  vana),    descoco, 
desfachatez. 

SuFijAE,  a.  y  r.  Convertir  en 
sufijo  una  voz  o  palabra.  "Se  su- 
fijan  [ciertas  voces  vascuences] 
formando  adjetivos  de  modo  o 
cualidad."  (Cejador,  t.  L,  pág. 
456).  Debe  admitirse  como  tér- 
mino de  Filología. 

SUFOCACIÓX,  SUFOCADOR,  SU- 
FOCANTE, Sufocar.  Son  para  el 
Dice,  formas  tan  correctas  como 
las  que  principian  por  so  (sofo- 
cación, etc). 

Sufragar,  n.  Aunque  sufragio 
tiene  como  última  acep.  la  de 
"voto,"  el  V.  sufragar  no  tiene 
la  de  "votar"  sino  solamente  es- 
tas otras  dos,  ye.  a.:  "ayudar  o 
favorecer;  costear,  satisfacer." 
En  Chile  es  corriente  usarlo  en 
esa  acep.  c.  n. :  "Voy  a  sufragar 
por  tal  candidato;  No  sufragué 
poi  nadie." — En  Chiloé  sufra- 
gar vale  "naufragar."  (Cavada). 

Sufragios,  m.  pl.  Conmemo- 
raciones comunes  que  se  dicen 
ciertos  días  en  el  oficio  divnic 
al  fin  de  las  laude.?  y  vísperas. 
Consuetas,  i.  pl.,  las  llama  el 
Dice.  Suffragia  sanctóriím  (su- 
fragios de  los  santos)  o  comme- 
morationes  com/munes  las  llama- 
ba el  Breviario,  y  por  eso  en  E.s- 
paña  y  en  Chile  (y  lo  mismo 
creemos  de  las  demás  naciones 
de  habla  española)  .«e  llaman  .w- 
fragiós,  acep.  que  ha  venido 
omitiendo  el  Dice.  Ahora,  des- 
pués de  la  reforma  de  Pío  X, 
estos  sufragios  se  redujeron  a 
uno  solo,  que  se  llama  Sufjra- 
giwrn  de  ómnibus  sanctis  (su- 
fragio de  todos  los  santos  l  ;  por 
lo  cual  habrá  que  decir  en    sin- 


gular: "Hoy  hay  sufragio  en 
laudes;  Mañana  hay  sufragio 
en  vísperas." — En  Chiloé  sufra- 
gio significa  "naufragio."  (Ca- 
vada). 

SuFRAGisiio,  m.  Sistema  o 
jiartido  político  que  sostiene  que 
las  mujeres  deben  tener  sufragio 
o  voto  en  asuntos  políticos  al 
igual  de  los  nombres.  Es  una  de 
las  reclamaciones  del  moderno 
feminismo.  La  voz  se  usa  en  to- 
do el  mimdo  y  debe  ya  admitir- 
la el  Dice,  como  también  la  si- 
guiente. 

Sufragista,  adj.  y  ú.  m.  c.  s. 
f.  Aplícase  a  la  mujer  partidaria 
del  sufragismo.  La  forma  sufra- 
guista  que  usan  algamos  no  es 
correcta,  porque  la  etimología 
no  es  sufraguio,  .sino  sufragio. 
En  poetas  antiguos  hallamos  el 
\ocablo  sufragona,  que  no  apa- 
rece en  el  Dioc.  y  que,  .«egún  c! 
contexto,  se  parece  en  significa- 
do a  la  moderna  sufragista.  So 
habla  de  una  pastora: 

El  arreo  de  su  persona, 
?aya  negrade  sayal. 
De  yecla- [yedra?]  trai'a  una  zona 
Sin  pintura  artificial. 
Libre,  suelta,  sufragona, 
Padre  et  madre  obedescía, 
E  si  bien  era  Tillana, 
Fijadalgo  pareacía. 

(Gallardo,  Bió/ioíeco,  t.  I,  col.  677). 

Sx'FRiMiENTO,  m.  "Pacieucia, 
conformidad,  tolerancia  con  que 
se  sufre  una  cosa,"  es  lo  único 
que  significa  y  siempre  ha  signi- 
ficado en  castellano.  La  razón  es 
clara:  sufrimiento  \iene  de  stt- 
frir,  y  é.«te  del  latín  súffero,  su]- 
frrre,  llevar  por  debajo,  sopor- 
tar, sobrellevar,    aguantar,    tole- 


348 


SUF 


SÜF 


rar.  Por  eso  el  adj.  sufrido^  da, 
?e  dice  del  indinduo  aguante- 
oor,  del  que  recibe  con  resigna- 
ción un  daño  moral  o  físico;  de 
él  podemos  deducir  el  verdadero 
significado  del  s.  y  del  v.  Facilí- 
simo nos  sería  hacer  hablar  a 
los  clásicos  del  verdadero  y  úni- 
co sufrimiento,  pero  tememos 
cansar  a  los  lectores;  por  lo  cual 
admítannos  solamente  estos  cua- 
tro textos:  "No  tuvo  el  alma  sVr- 
frimiento  para  ver  tantas  des- 
venturas juntas."  (Quijote,  p.  I, 
c.  XXIX).  "Tu\-ie.ron  cuidado 
de  pintarnos  muy  al  vivo ...  la 
paciencia  [de  v.  m.]  en  las  ad- 
versidades y  el  sufrimiento  así 
en  las  desgracias  como  en  las 
heridas."  (Id.,  p.  II,  c.  III). 
"Tan  de  valientes  corazones  es... 
tener  sufñmiento  en  las  desgra- 
cias, como  alegría  en  las  prosjie- 
ridades."  (Ibid.,  c.  LXVI). 
"R&spondió .  .  .  que,  pues  la  de-s- 
dichada  suerte  de  su  .«eñor  lo 
había  puesto  en  tan  dura  pri- 
sión, como  decían,  mostrase  en 
ella  valor  y  sufrimictifo,  como 
cosa  tan  propia  de  su  .sangre  en 
semejantes  golpes  de  fortuna." 
fOvalle,  Ilií<tór.  relación,  1.  VI, 
c.  X).  Y  a.-<í,  nadie  lo  dude,  ha- 
l)lar<>n  todos  los  que  conm'ieínn 
la  lengua  castellana ;  .-óio  los  ga- 
liparlaiiter'.  las  que  se  atiborran 
de  lectunts  francesas,  han  veni- 
do a  i^nfundir  el  sufrimiento 
ca.stellano  con  la  sotijjrnnee 
fran<esa.  Para  expresjir  este  con- 
cf^|)to  tcnenifís  padecimiento,  ihi- 
lor,  afiicrión,  anfpiMia,  amarr/u- 
ra.  sinsabor,  congoja,  pena,  que- 
branto, trabajo,  Tnartirio,  tribxi- 
lación,     tristeza,    tormento,    etc., 


etc.  Xo  nos  hablen  pues  de  sus 
grandes  sufrimientos,  de  que 
han  tenido  que  pasar  por  innu- 
merable.s  sufrimientos,  de  que 
su  vida  &<tá  amargada  de  sufri- 
mientos, y  sufrimientos  aquí  y 
sufrimientos  acá.  Ningimo  que 
conozca  la  lengua  española  tal 
como  es,  entenderá  este  lengua- 
je. ¿Cómo  es  que  todo  hispano- 
parlante,  antes  de  hal>lar  en  pú- 
blico o  de  escribir  para  el  públi- 
co, no  da  siquiera  una  lec-tura  a 
la  (íramát.  de  la  Academia  parí, 
enterarse  de  las  generalidades, 
cuando  más  no  sea,  de  la  lengua 
que  va  a  usar?  Si  así  lo  hiciera, 
tropezaría  con  esta  breve  ¡lero 
prec.ioaa  enseñanz;i :  "También 
sufrir  y  sufrimiento  se  em])lean 
a  cada  hora  en  lugar  de  padecer 
y  padecimiento.  Por  lo  que  toca 
al  verbo,  tenemos  autoridade-' 
respetables  que  le  dan  ■  aquella 
acepción;  pero  sufrimiento  en 
vez  de  padecimiento  no  es  admi- 
sible. Aun  respecto  del  verbo,  se- 
ría de  apetecer  que  .<e  le  con.-^r- 
vase  su  propia  y  gen  nina  acep- 
ción de  soportar  o  sobrellevar  un 
dolor  físico  o  moral  con  fortale- 
za o  resignación.  ¡Cuan  profun- 
da, expresiva  y  ca.-^"tiz<unente  di- 
jo Quevedo: 

A    Dio»  quien  mií»  padece    se  avecina. 
Él  cata  í(tlo  fuera  de  los  males, 
Y  el  varón  que  los  m/rc,  encima  delloa!" 

Oída  esta  sent<^ncia,  que,  por  es- 
tar fundada  en  la  verdad  clara 
y  luminosa,  es  inapelai'lc,  no 
hay  sino  someterse  y  enmendar- 
.«!•:  así  lo  <le.-^am()s  nniy  de  veras 
para  los  chilenos.  Vuelvan  aque- 
llos tiempos  en  que  era  corrien- 


SUF 


SUF 


349 


te,  aun  en  el  pueblo,  el  significa- 
do castizo  de  sufrimiento.  Toda- 
vía hay  personas  antiguas  que 
usan  eiíte  vocablo  lo  mismo  que 
Cervantes,  diciendo  que  no  tie- 
nen sufrimiento  para  aguantar 
tal  cosa,  que  son  de  poco  sufri- 
miento^ etc.  Y  en  el  popular  tes- 
tamento poético  de  D.  Tomás 
Mai'dones  también   leemos: 

Y  la  mujer,  como  débil 
Y  de  menos  íu/VimiV/í/o, 
Mejor  que  padezca   aquí 
Para  no  probar  el  fuego. 

Sufrir,  a.  y  r.  Después  de  lo 
dicho  en  el  vocablo  anterior, 
queremos,  para  confirmación  üe 
ello  y  para  deleite  de  los  lecto- 
res, transcribir  este  hermoso  pá- 
rrafo de  Juan  Montalvo:  "En- 
tre el  sufrir  y  el  padecer  va  la 
propia  diferencia  que  entre  la 
virtud  y  la  necesidad:  padece- 
mos a  más  no  poder,  y  muchas 
veces  dándonos  a  todos  los  dia- 
IjIos  de  nuestra  negi'a  fortuna. 
En  este  caso  es  cuando  menos 
nos  cumple  decir  que  sufrimos, 
por  cuanto  el  sufrimiento  es  un 
acto  del  espíritu  muy  acepto  pa- 
ra con  Dios,  una  cosa  misma 
con  la  resignación.  Sufrir  es  lle- 
var en  paciencia  nuestra  suerte, 
los  trabajos  que  nos  agobian  y 
las  penas  que  estamos  devoran- 
do: sufrir  es  ponernos  en  mano«5 
de  la  Providencia  Divina,  ooe- 
decer  sus  decretos  y  quedarnos 
humildemente  a  la  esperanza: 
sufrir  es  ejercitar  el  ánimo  en  la 
filosofía,  romperlo  a  la  guerra 
del  mundo  y  burlarnos  santa- 
mente de  los  rigores  de  la  injus- 
ticia: sufñr  es  ser  hombre  o 
mujer  fuerte   sobre  quien    nada 


pueden  ni  privaciones,  ni  pro- 
vocaciones, ni  linaje  de  agra- 
vios: sufrir  es  levantarse  sobre 
el  j)antano  donde  están  hirvien- 
do cólera,  desaliento,  desespera- 
ción, quejas  amargas,  propósitos 
malignos.  Sufrimiento  es  filoso- 
fía: Sócrates  sabe  sufrir:  ni  las 
injurias  de  Aristófanes  le  irri- 
tan, ni  el  molino  de  Xantipa  le 
saca  de  sus  quicios,  ni  la  preci- 
pitación de  los  treinta  tiranos  le 
exaspera.  Sufrimiento  es  santi- 
dad: San  Bartolomé  sabe  sufrir: 
desollado  de  las  pies  a  la  cabeza, 
se  echa  .su  piel  al  hombro  dan- 
do gracias  a  Dios,  y  se  va  sin 
maldecir  a  los  verdugos.  Sufri- 
miento es  sabiduría:  Galileo  sa- 
be sufrir:  preso,  encadenado, 
oyendo  chirriar  a  cuatro  pasos 
la  hoguera  con  que  le  amena- 
zan, tranquilo  exclama:  E  pur 
si  nvuove.  Sufrimiento  es  gTan- 
deza  de  alma:  héroes,  filósofos, 
grandes  monarcas,  mártires,  han 
probado  que  poseían  la  virtud 
del  sufrimiento  con  afrontar  se- 
renos los  insultos  de  la  fortuna 
y  morir  tan  grandes  en  la  des- 
gracia como  habían  vivido  en  la 
pro.>peridad  Tesplandeciendo  en 
el  poder  y  las  virtudes.  Su.]ii- 
miento  es  virtud,  \'irtud  que 
trae  gloria  en  sus  luminostis  en- 
trañas. No  sufren  sino  los  fuer- 
tes; los  bajos,  los  cobai'das,  los 
pobres  de  espíritu  padecen:  su 
estrella  es  padecer ;  pero  no  bU- 
fren,  pues,  si  suyo  fuera  el  m- 
frir,  eleváranse  sobre  sí  mismos, 
y  padecieran  menos,  y  fueran 
grandes  por  el  sii,frimiento.  En 
cuanto  a  los  malvados,  sabed 
que  son  ellos  los  que  padecen 
verdaderamente,    y    tanto    más, 


350 


SUF 


SUI 


cuanto  que  no  sufren:  sufri- 
miento y  soberbia  son  enemigos: 
si  hay  malvado  que  no  cultive 
la  soljerbia,  gran  maravilla  es. 
El  hipócrita  es  malvado,  y  no  la 
cultiva:  malvado  himiilde,  ras- 
trero: es  un  simto  por  defuera; 
por  dentro,  todo  inlierno.  La  so- 
berbia no  sale  en  él  al  mundo, 
esto  es  todo:  su  corazón  está 
hirviendo  en  las  más  negras  pa- 
siones. El  padecer  puede  muy 
bien  andar  sin  el  sufrir:  desgra- 
ciados, todos  lo  somos  por  fas  o 
por  nefas,  ca  mucho  padecemots 
y  poco  sufrimos.  Si  el  sufri- 
miento absorbiera  las  malas  lá- 
grimas, las  lágrimas  de  sober- 
bia, cólera,  impotencia,  nuestros 
pad-ecimientos  cobraran  aspecto 
de  propi<'ios  y  vinieran  a  .«er  vir- 
tudes en  no.-;otros.  ^Vsí,'  cambian- 
do los  vocablos,  pervieiten  las 
idea.s  los  ignorantes  y  los  vanos; 
puo.<  habcis  de  .saber  que  mu- 
ciios  hablan  y  ascriben  mal  a  .sa- 
liicndas:  timbre  a-^  para  los  ne- 
cios estropea!-  y  pervertir  la  len- 
gua propia,  como  del  chacoteo 
iiinol)le  de  su  boca  rc-iulte  la 
opinión  de  ser  tenidos  por  hom- 
bres que  han  vivido  o  viajado 
en  Francia.  ¿No  sería  mejor 
aprender  la  lengua  france-'a  sin 
olvidar  la  ca.-^tellana?  ¿cultivar 
las  extranjeras  sin  consentir  en 
quo  .<e  remonte  la  nacional?" 
(Capítulos  que  se  le  olvidaron  a 
Cervantes,  pról.,  c.  XII).  Vca.se 
tamljií'n  la  diferencia  entre  su- 
frir y  padecer  en  este  te.xto  de 
Fray  Luis  de  León :  "Presupo- 
ne [Eiifásj  {|ue  Job  sufre  im- 
pacientemente el  mal  que  pade- 
ce."  (Erpos.  de  Job.  c.  IV).  Así 
tamliii'n    Lupe  de  Vega: 


Vendido  entre  sus  contrarios 

Y  atado  está  el  Dios  de  amor, 
Padeciendo  como  hombre 

Y  sufriendo  como  Dios. 

(Xegación  y  ¡ligrimas  S.  Pedro). 

Así  como  nadie  confundiría  los 
verbos  latinos  súffero  y  patjor, 
de  donde  proceden  los  castella- 
nos, así  tampoco  deben  éstos 
confundirse,  falt<uido  a  la  pro- 
I>iedad  de  la  lengua. 

Sugerencia,  f.  Idea  que  se  su- 
giere o  insinúa,  in.-;inuación  ín- 
tima y  .sin  palabras,  in.spiración. 
"Este  modo  de  concebir  la  n;-.- 
rración  les  quita  a  los  escritos 
esas  sugerencias  que  son  como 
pinceladas  luminosíis  en  los 
cuadros  pictóricos."  (Rafael  Ma- 
luenda,  Las  inquictudi's  de  Ana 
Maña,  en  La  Unión,  de  Santia- 
go, 24  .Jun.  1916). 

SuGESTioxAR,  a.  "luspirai 
una  persona  a  otra  hipnotizada 
iwlabras  o  actos  involuntarios." 
Admitido  desde  la  13.*  edición 
del  Dice. — Falta  todavía  la 
acep.  fig.,  que  es  hoy  día  la  más 
u.-;ada:  intluír  mucho  en  uno 
hasta  el  punto  de  tenerlo  como 
dominado. 

Sugestivo,  v.\,  adj.  "Que  su- 
giere." Admitido  du-de  la  L"." 
edición  del  Dice. 

SuiciDARSK,  r.  A'éase  Ensi- 
mismarse. 

Sil  jURis,  lix-.  latina.  (Pro- 
n unciese  yuris).  Júnta.'íe  con 
nombres  de  persona  (hombre, 
mujer,  individuo^  persona^  etc.) 
y  significa  independiente,  libre, 
cu  cont.raposi(ión  al  iv^davo  o  al 
que  está  bajo  la  i)otostad  de 
otro:  literalmente,  {luefio  o  ^'c- 
fior  (/'"   .sví     drrerfii).    Por   ser   el 


bUL 


SUL 


fiól 


pronombre  sui  de  3.*  pereona, 
debe  evitar.se  el  uso  de  esta  loe. 
en  1.^  y  en  2.='  persona:  "Yo  soy 
hombre  sui  juris;  Tú  no  eres 
todavía  sui  juris."  El  latín  bra- 
maría de  verse  así  usado.  Véase 
ExsiMisM.vRSE.  Falta  en  el 
Dice,  esta  loe,  que  se  usa  no  só- 
lo en  Derecho,  sino  también  en 
el  lenguaje  corriente. 

Sujo,  ja,  m.  y  f.  despectivo. 
Es  abreviación  de  sujeto,  que, 
como  s.,  no  tiene  f.,  y  significa 
un  quídam,  ser  un  cualquiera 
(ser  persona  vulgai'  y  poco  im- 
portante). Ú.  m.  tratándo.«e  de 
pretendientes  o  enamorados  no 
correspondidos.  "Luego  la  em- 
pecé a  circar,  y  estaba  en  lo  me- 
jor arqueándome  y  sacando  un 
real  que  me  quedaba,  para  fes- 
tejarla, cuando  la  suja  se  me  fué 
de  entre  las  manos  para  ir  a  re- 
matar tras  de  una  quincha." 
(Pérez  Rosales,  Recuerdos  del 
pasado^  c.  XII). 

Sujuntivo,  adj.  y  ú.  t.  »r.  s. 
Dígase  subjuntivo  (modo). — 
Larramendi  en  su  Gramática 
vascuence  lo  empleó  como  adj. 
de  dos  terminaciones  y  con  el 
mismo  significado  de  sufijo  o 
enclítico:  "Los  artículos  en  estas 
lenguas  son  prepositivos  o  ante- 
puestos al  nombre;  pero  en  el 
\as(uence  son  pospuestos  o  sub- 
juntivos." (Parte  I,  c.  I). 

Sulborio.  ^'^éase  Solbitorio. 

SuLFAT.vMiEXTo,  m.  ¿Cómo 
debe  llamarse  la  acción  o  efecto 
de  sulfatar?  Sulf atamiento  escri- 
bió un  autor  chileno,  ya  que  el 
Dice,  no  le  da  ning-ún  nombre. 

SuLFUR.\DO,  DA,  adj.,  part.  de 
sulfurar,  que  se  usa  m.  c.  r.  en  la 


aeep.  fig.  Lo  da  Ortúzar  como 
voz  viciosa,  por  irritado,  agre- 
gando que  debe  ser  invención 
de  algún  pirotécnico.  Pero  ¡san- 
to varón !  si  sulfurarse^  fig.,  sig- 
nifica irritarse,  encoleríz.'arse, 
¿qué  ha  de  significar  su  partici- 
pio .sino  irritado,  encolerizado? 

Sulfurante,  adj.,  part.  de 
presente  de  sulfurar.  Hasta  tres 
^•eces  lo  usó  Don  Eugenio  Ge- 
rardo Lobo,  pero  no  lo  ha  ad- 
mitido el  Dice. 

Pierde  la  noche  la  común  tristeza 
Cun  la  llama  del  fuego  sulfurante. 

(Sitio  de  Lérhla). 

Pues  hambre,  se  1,  cansancio,  cada  instante 
En  pecho  militar  ea  homicida, 
Siendo  del  plomo  el  rayo  mlfurante 
El  peligro  menor  contra  su  vida. 

(La  Conquista  de  Onin). 

Yo  me  abraso,  bien  como  se  supura 
En  llama  altiva  tul/urante  tea. 

(Carta  ovidiar.a  de  Didn  a  Eneas). 

Mejor  que  e-ste  participio  pudie- 
ron empleante  los  adjs.  sulfúreo^ 
sulfúrico  o  sidfuroso. 

Sulfúrico,  ca,  adj.  Le  falta 
en  el  Dice,  la  acep.  fig.  corres- 
pondiente a  la  del  v.  sulfurar, 
sulfurarse  (irritar,  encolerizar). 
Véase  cómo  la  usó  Pereda:  "La 
otra  persona  es  un  hombre  de 
los  míos:  nervioso,  irritable,  sul- 
fúrico." (El  sabor  de  la  tierruca, 
XII). 

Sulfuro,  m.  En  castellano  es 
grave  o  llano  (sulfuro)  a  seme- 
janza de  bromuro,  yoduro,  y  a 
pesar  de  venir  del  latín  sulphur, 
súlphuris.  Su  significado  es: 
"cuerpo  que  resulta  de  la  com- 
binación del  azufre  con  un  me- 


352 


SUM 


SUM 


tal  o  alguno  de  derlos   metaloi- 
des." 

SuLMOxÉs,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Habitante  de  Sulinona,  hoy  ^oi- 
mona,  en  el  reino  de  Ñapóles. 
Fué  el  lugar  en  que  nació  0\'i- 
dio,  y  por  eso  Fernando  de  He- 
rrera llama  a  éste  el  Sulmonés 
solamente: 

Aunque  tú  de  pastores  celebrada 
Reas  en  Aretusa  y  Miucio  frío. 
Y  del  lascivo  Sulmonés  cantada. 

(Elegía  IX,  y  VIH  en  la  edicián  de 
[Pacheco). 

Si  ya  fué  admitido  el  Esfagirifa 
( Aristótel&s)  y  pronto  lo  .'^erán 
el.  Mantwmo  (Virgilio)  y  el 
Vcnusino  (Horacio),  con  la 
buena  autoridad  citada  puede 
entrar  también  el  Sulmonés. 

SuLPiciANO,  XA,  adj.  Perte- 
neciente a  la  congregación  de 
clérigos  regulares  de  San  Sulpi- 
cio,  fundada  en  Parí.s  por  el  Ve- 
nerable Olier.  Ú.  t.  c.  s.,  aplica- 
do al  individuo  de  dicha  congre- 
gación y  al  estudiante  del  semi- 
nario que  ella  regenta, — Relati- 
vo a  la  misma  congi'cgación  o 
seminario. —  Falta  esta  voz  en 
el  Dice. 

Sultana,  f.  Nomlin^  que.  ¡lor 
sctiiejaiiza  de  .-^(inido,  da  el  puc- 
l)lo  M  la  ])lanta  llamada  cenfou- 
ra. 

Sima,  f.  Va\  el  foro  chileno, 
re.-uiiien,  c.Ktracto  o  .'^umariü  de 
la.s  ]»eticiones  contenidas  en  las 
pre.-'entacioncs  o  ct^critos  dirigi- 
dos a  la  autoridad  administrati- 
va, legislativa  o  judicial,  y  que 
del)e  encabezar  dichos  docuinen- 
tos.  Es  acep.    tomada  de  una   de 


la.-í  que  tiene  (■■untd  en  castella- 
no, a  saber:  "lo  nu'is  substancial 
e  importante  de  una  cosa.''  o  de 
la  loe.  En  suma,  en  resumen. 
Esta  suma  fué  ordenada  por  el 
senadoconsailto  de  24:  de  Mayo 
de  1820  firmado  por  O'Higgins 
y  que  en  su  parte  pertinente  di- 
ce así:  "Para  hacer  más  expe- 
dito el  de.si>acho  de  los  negocios 
judiciales  y  recursos  a  los  supi-e- 
mos  poderes,  mando  se  observe 
por  jninto  general  y  ley  inmovi- 
ble, que  en  lodo  oíicio,  memorial 
o  recurso  que  se  eleve  a  las  su- 
premas autoridades  ejecutiva,  le- 
gislativa o  judicial,  el  estampar 
al  margen  la  suma  de  su  conte- 
nido." Desde  hace  tiempo  y  pa- 
ra mayor  comodidad,  no  se  ¡jo- 
ne al  margen,  como  dispuso  el 
Direc-tor  Supremo,  sino  al  prin- 
cipio, en  la  parte  superior  de  la 
primera  plana  del  escrito,  antes 
del  vocativo.  La  Ley  de  Tribu- 
nales, en  su  artículo  325,  enu- 
mera como  obligación  de  los  re- 
latores la  de  "dar  cuenta  diaria 
de  las  solicitudes  que  se  presen- 
ten con  calidad  de  urgentes,  de 
las  que  no  pudieren  ser  despa- 
chadas por  la  sola  indicación  de 
la  suma,  y  de  los  negocios  que  la 
Corlo  mandare  pa.*iU'  a  ellos." 
Es  evidente  que,  en  vista  de  eol- 
ias autoridade.-;  y  del  il«ki  tan  ge- 
neral, debe  acoi)tar.<e  t^sta  voz, 
por  lo  meno.s  como  cliilenismt. 
forense;  aunque,  en  rigor,  su 
significado  no  se  diferencia  del 
general  de  la  suma  castellana, 
como  ])uede  verse  en  estos  tex- 
tos: "Y,  al  lin,  ésta  es  la  suma 
de  osla  hi.storia,  que  <-ada  uno 
de  esti>s    dos  capitanes  llama    y 


SUM 


SUM 


353 


solicita  al  hombre  para  que  de 
su  voluntad  se  le  sujete  y  obe- 
dezca." (Padre  La  Palma, 
Práct.  y  breve  declaración  dei 
Camino  espirit.,  día  V). 

Larga  hiritoria  sería  y  gran  rodeu, 
Si  t<KÍo  el  ca80  fuese  repitienJo; 
Mas   por  condescender  a  tu  deseo, 
La  suma  del  proceso  iré'  diciendo. 

(Hernández  de  Velasco.  Enchla.  I.  1). 

Sumar,  a.  Es  acep.  chilena  la 
de  escribir  o  poner  la  suma  de 
un  escrito :  "Este  escrito  se  suma 
así." — Suma  y  sigue,  "expre- 
sión fam.  con  que  se  denota  la 
continuación  o  repetición  de 
una  cosa."  (Caballero).  Es  de 
uso  universal  y  falta  en  el  Diec. 

Sumariante  (Jukz).  Estan- 
do admitido  desde  la  13."  edi- 
ción del  Dice,  el  v.  sumariar  (so- 
meter a  uno  a  sumaria),  es  ló- 
gico que  se  use  también  el  part. 
de  presente;  en  Chile  lo  usamos 
todos,  pero  precedido  siempre 
del  s.  juez. — El  v.  debe  conju- 
garse su/maño,  rías,  ríe,  etc.,  se- 
gún la  regla  general  de  los  ter- 
minados en  iar. 

Sumergible,  m.  Debió  ad- 
vertir>;e  que  t.  .«e  usa  c.  s.  m.  pa- 
ra designar  el  buque  que  puede 
sumergirse  en  el  agua. 

Sumir,  a.  y  r.  ¿Se  puede  de- 
cir Sumir  el  sombrero  por  me- 
terlo ha.-^ta  las  cejas  o  más?  Da- 
do el  significado  del  v.  sumir, 
creemos  que  nó.  Sumir  signifi- 
ca: "hundir  o  meter  debajo  de 
la  tierra  o  del  agua;  sumergir..." 
La  acep.  que  tiene  alguna  seme- 
janza con  esta  fr.  es  ésta:  "r., 
hundirse  los  carrillos  por  falta 
de  la  dentadura  o  por  otras  can- 

Uic-.  de  Chil..  t.  V. 


sas."  Según  los  casos,  diga.se 
wpabuUojr  (aplastar,  estrujar), 
encasquetar  (poner  el  sombrero 
o  gorra  en  la  cabeza  y  encajai'lo 
bien  en  ella),  encajar,  hundir, 
meter.  Calar,  a.  y  r.,  "dicho  de 
la  gorra,  sombrero,  etc.,  ponér- 
selos, haciéndolos  entrar  mucho 
en  la  cabeza." 

Summum,  m.  Latinismo  in- 
necesario en  castellano,  pues  lo 
reemplazamos  con  el  adj.  smno, 
ma  (que  no  tiene  superior  en  su 
línea)  y  que  es  el  mismo  adj. 
latino  swnmus^  a,  um.  Véase 
con  qué  naturalidad  hablaron 
los  clásicos,  sin  necesidad  de 
acudir  a  las  terminaciones    lati- 


Llegó  mi  felicidad 
A  lo  sumo  del  deseo. 

(Tirso,  Lai  quinas  de  Portugal,  III,   14."  j 

"Suma  era  la  alegría  que  lleva- 
ba consigo  Sancho."  (Quijote, 
p.  I,  c.  XXXI).  "Era  suma  cor- 
dura. .  .mostrar  un  generoso  pe- 
cho." (Id.,  p.  I,  c.  XXXVI). 
"La  ira  de  este  dragón  había  lle- 
gado a  lo  s-umo  y  no  ponderable, 
por  los  sucesos  que  iba  conocien- 
do en  el  mundo."  (Ven.  Agre- 
da, Mística  Ciudad,  1.  VII,  c. 
XVII,  n.°  337).  Los  escritorci- 
tos  de  ahora  habrían  dicho. 
"Sancho  había  llegado  al  súrr 
mum  de  la  alegría;  El  súm^nuí 
de  la  cordura  era..."  "Hay 
piezas  ideadas  por  el  cerebi-o  do 
actrices,  para  las  cuales  la  vida 
artificial  de  los  teatros  es  como 
el  sumo  de  primor  y  belleza." 
"Claro  es  que  el  summum  de  la 
perfección  en  este  género  de 
obras  consiste..."  ¿Por  qué  no 


3á4 


SUN 


SUN 


decir  a  la  castellana  lo  sumo,  o 
también  la  suma?  Porque  suma, 
en  una  de  sus  aceps.,  significa 
"lo  más  substancial  e  importan- 
te de  una  cosa."  Es  cierto  que 
en  castellano  tenemos  el  máxi- 
mum y  el  mínimum ,  de  la  mis- 
ma factura  que  mmmum,  pero 
no  hay  para  qué  aumentar  sin 
razón  los  latinismos. — A  lo  su- 
mo  menos  dijo  Gonzalo  Correas 
en  el  mismo  sentido  en  que  de- 
cimos nosotros  Por  lo  muy  me- 
nos, A  lo  muy  míenos.  "Y  ansí 
asentando  que  hubo  letras  des- 
de Adán,  nosotros  las  habernos 
tenido  desde  Tubal,  y  este  modo 
desde  él  o  poco  después,  y  a  lo 
sumo  menos  desde  los  Fenicios 
o  Griegos,  de  los  cuales  no  pu- 
do bajar."  (Arte  grande,  pág. 
16). — Zumo  (líquido  de  las 
hierbas,  flores,  frutas  u  otras  co- 
sas semejantes,  que  se  saca  ex- 
primiéndolas o  majándolas)  se 
escribe  con  z,  porque  viene  del 
griego  ^tópLo?. 

Summum  jus,  summa  inju- 
ria, fr.  latina.  (Pronuncie.-^  la 
y  como  y).  Es  adagio  latino,  ci- 
tado por  Cicerón  en  su  libro  De 
officiis,  1.  I,  c.  X,  y  puede  tradu- 
cirse: el  exceso  de  justicia  suele 
ser  excoso  de  injusticia.  Podría 
admitirse  en  el  Dice. 

Sunco,  ca,  adj.  y  ú.  m.  c.  s. 
Manco,  ca  (aplícase  a  la  persona 
o  animal  a  quien  falta  un  brazo 
o  mano,  o  tiene  perdido  el  uso 
de  cualquiera  de  estos  miem- 
bros).—  Aplícase  también  al 
brazo  o  mano  mutilado.^;  Brazo 
sunco,  mano  sunca. —  La  eti- 
mología parece  .sor  el  adj.  caste- 
llano zoco,  ca,  zurdo,  izquierdo. 


Zoco  viene  de  zocolo,  y  éste  del 
latín  subcaptus,  privado,  impe- 
dido por  debajo.  Tanto  la  mano 
zurda  c-omo  la  mutilada  (o  sun- 
ca nuestra)  están  como  impedi- 
das. En  vista  de  esto,  debe  escri- 
birse con  z  este  chilenismo 
(zunco,  ca).  También  puedo 
pensarse  en  el  quichua  wagiu 
shunffu,  palma  de  la  mano 
(Grimm).  Hablándose  de  que 
el  manco  tiene  impedida  la  pal- 
ma de  la  mano,  pudo  el  vulgo, 
asiéndose  de  la  última  palabra, 
creer  que  ésta  significaba  man- 
co. 

Suncho,  m.  ¿Con  qué  permi- 
so se  escribe  así,  cuando  su  recta 
grafía  es  zuncho,  derivada  de 
cincho?  El  zuncho  por  ántono- 
masia  para  nuestra  gente  poco 
letrada  es  el  molde  ptu"a  hacer 
quesos  y  que  en  castellano  se 
llama  encella,  {.,  cincho  o  for- 
maje, ni.  Forma  es  nombre  más 
genérico.  La  definición  de  zun- 
cho es:  "abrazadera  de  hierro  o 
de  cualquiera  otra  materia  idó- 
nea, que  sirve,  bien  para  foixa- 
leccr  las  cosas  que  requieren 
gran  resistencia,  como  ciertos 
cañones,  bien  para  el  paso  y  sos- 
tenimiento de  algún  palo,  mas- 
telero, botalón,  etc." 

Suncho,  m.  En  la  provincr* 
de  Atacama,  nombre  vulgar  de 
algunos  arbustos  del  género 
Dáccharis. — Es  el  vocablo  qui- 
chua sunchhu-,  una  mata  de  flor 
iiinarilla.    (Torres    Rul)io). 

Sunimio,  m.  Véa^e  Sinfini- 
dad. Otro  equivalente  es  mon- 
tnntíithi  (iinicho(luiiil>re,  e.\C6- 
.'^ivo  número). 

Si  NT     LÁCRV.MAK     KKlU  M.      Fr. 


SUN 


SUP 


355 


latina  usada  por  Virgilio  en  su 
Eneida,  1.  I,  v.  462.  (Léase  ia- 
crime).  La  traducción  es:  "Aquí 
hay  lágrimas  para  las  desgra- 
cias" (Ochoa),  o  como  en  verso 
lo  dijo  Caro: 

El  sentimiento  aquí  llantos  deriam». 

Más  conforme  al  sentido  literal 
sería:  "Las  cosas  mismas  vierten 
lágrimas."  Por  lo  usada  que  es 
esta  fr.,  merece  tener  cabida  en 
el  Dice. 

Suntuario,  ría,  adj.  Ley 
suntuaria:  "la  que  tiene  por  ob- 
jeto poner  modo  y  tasa  en  los 
gastos.  Ü.  m.  en  pl."  Para  este 
solo  caso  admite  el  Dice,  este 
adj.;  ya  es  tiempo  de  que  le  dé 
significado  y  uso  general,  pues 
los  buenos  autores  modernos  así 
lo  emplean.  "Aquel  patriciado 
mercantil,  afluente  en  riquezas 
y  en  lujo,  no  sólo  suntuario,  si- 
no artístico,  no  se  distinguió 
nunca  por  su  protección  a  las 
letras."  (Menéndez  y  Pelayo, 
Antología  de  los  poetas  lír.  esp., 
t.  XIII,  pág.  19).  "Nada  más 
natural  que  fuesen  las  grandes 
vidrieras  y  los  caprichos  de  las 
arles  suntuarias  el  esj>ecial  orna- 
mento de  la  capital  de  España." 
(Pereda,  La  mujer  del  César, 
I).  T'-atándose  da  artes,  prefiere 
()reU.-i\'í'  que  se  diga  nrtfs  deco- 
rativas; en  lo  cual  tiene  razón, 
porque  suntuario  sólo  significa 
costoso,  del  latín  sumptus,  gasto. 
Tampoco  sería  propio  decir  vi- 
da suntuaria,  hábitos  suntuarios, 
¡)or  cida  elegante,  liúhitos  aris- 
tocráticos, como  han  dicho  al- 
gunos. 


Supaipilla.  Véase  Sopaipilla. 
No  le  da  el  Diec.  etimología  a 
la  voz  sopaipa^  de  la  cual  es 
dim.  la  nuestra  sopaipilla;  según 
Simonet,  es  forma  dim.  hispa- 
no-arábiga  de  sopa. 

Supaipillero,  ra,  m.  y  f.  Véa- 
se  Sopaipillero. 

SÚPER.  "Prep.  insep.  que  sig- 
nifica sobre,  y  en  las  voces  sim- 
ples de  nuestra  lengua  a  que  se 
halla  unida  denota  preeminen- 
cia, como  en  superintendente; 
grado  sumo,  como  en  superfino; 
exceso  o  demasía,  como  en  sti- 
perabundancia,  supernumera- 
rio." Esto  y  nada  más  dice  el 
léxico,  dejándonos  en  la  du- 
da de  si  podemos  o  nó  for- 
mar otros  compuestos  con  es- 
ta partícula.  Los  modernos, 
que  no  se  paran  en  barras  y 
que  siempre  andan  a  caza 
de  voces  sonoras  y  exóticas, 
han  inventado  ya  el  superhom- 
bre, el  superdreadnaught,  el  su- 
perzéppelin,  y  hasta  hablan  de 
supercivilizados,  cuando  mejor 
sería  ultracivilizad-o.  Véase  So- 
bre, 2.°  art.,  que  es  la  forma  cas- 
tellana del  latín  súper. 

Supererogatorio,  ría,  adj. 
Que  es  de  supererogación.  "De- 
jar de  hacer  algunas  obras  bue- 
nas supererogatorias  que  no  son 
de  obligación."  (Murillo,  Escala 
espirit.,  p.  III,  c.  V).  Falta  esta 
voz  en  el  Dice. 

Superficialidad,  f.  Calidad 
de  superficial,  en  las  aceps.  figu- 
radas de  &5te  adj.  "Hay  en  toda 
la  obra  [de  Ticknor]  una  falta 
de  orientación  crítica,  una  va- 
guedad y  superficialidad  de  pen- 
samiento,    una    falta    de    pene- 


Í55G 


SUP 


SUP 


tración  estética,  que  no  pueden 
disiinular  con  toda  la  erudi- 
ción del  mundo."  (Menéndez  y 
Pelayo,  Hist.  de  la  literat.  espa- 
íiola  de  Fitzmaurice-Kelly, 
pról.)  "Ya  que  no  me  distraeii 
las  superficialidades  del  mundo 
exterior,  tengo  tiempo  sobraüo 
para  leer  mis  recuerdos."  (Juan 
Valera).  Así  también  Cejador 
en  varias  partes.  Ya  es  tiempo 
de  que  el  Dice,  acepte  este  vo- 
cablo. 

Superfirolítico,  ca,  adj.  '"La 
casa  derrotada  era  la  de  Faquín, 
el  superfirolítico  mago  de  la 
rué  de  la  Paix."  (Condesa  de 
Pardo  Bazán,  La  vida  contem- 
poránea). ¿Vendrá  de  la  partí- 
cula súper  y  del  francés  furo- 
lles,  fuegos  fatuos?  Sin  duda 
que  la  imitación  de  éstos  sería 
la  principal  hazaña  del  tal  ma- 
go- 

Superhombre,  ni.  Según  la 
teoría  de  Nietzsche,  hombre 
muy  superior  a  los  demá.s;  y  a 
lo  cual  se  llega  por  medio  de  la 
cultura.  Don  Juan  Valera  re- 
futó esta  teoría  en  lo  que  tiene 
de  falso,  en  una  obrita,  que  in- 
tituló también  FA  Supcrhom. 
bre.  Como  esta  voz  ya  ha  pasa- 
.do  al  aso  general,  es  urgente 
que  la  acepto  el  Dice.  (Véase 
SúPEn).  Si  Lope  de  Vega  y 
Glralc-ián  dijeron  semihombre, 
y  todo.s  usamos  comentemente 
prohombre,  ¿]X)r  qué  no  hemos 
do  decir  también  xiiperhombref 

Si:.PEKIX^El.ECTUAL,       m\j. 

"Toda  la  filosofía  humana  no 
entendió  eí?te  sii-pcrintclectiuil  y 
K»l>rrít}i.itnnria.l  modo  de  conocer 
a  Dios."  (Fr.  Juan  de  los  Ange- 


les,   Lucha   espirituxil,    p.    I,     c. 
Xí).  Véase  Súper. 

SuPERiXTEXDEXTA,  f.  Termi- 
nado en  e  y  común  de  dos  hace 
A  Dice,  este  nombre;  pero  Cer- 
vantes lo  em'plea  como  lo  hemos 
escrito.  "La  Arguello,  que  era 
una  mujer  de  hasta  45  años, 
superintendenta  de  las  camas  y 
aderezo  de  los  aposentos,  los  lle- 
vó a  uno."  (La  ilustre  Frego- 
na). 

Superior,  adj.  Empléase  en 
Chile  en  el  sentido  de  magnífi- 
co, excelente,  y  más  frecuente- 
mente como  adv.,  equivalente  a 
in'ioy  bien,  perfectamente.  En 
rigor,  parece  que  estuviera  mal 
empleado,  porque,  siendo  com- 
parativo,  lo  que  con  él  se  califica 
debería  ser  con  re^ecto  o  en 
comparación  de  un  s.  anterior. 
"La  función  estuvo  superior. 
¿Cómo  lo  hizo  el  predicador  es- 
ta noche?  Superior."  La  compa- 
ración está  tácita  en  la  mente 
del  que  habla;  y,  como  todos  la 
entienden  con  facilidad,  por  eso 
no  liay  necesidad  de  expresarla. 
Como  nosotros  habló  también 
Pereda :  "Superior  estaba  tam- 
bién la  que  he  comido."  (El  sa- 
bor de  la  tierruca,  XII).  Pero 
tenemos  otra  autoridad  mejor  y 
más  antigua:  "El  romance  e« 
famoso,  superior,  según  lengua- 
je moderno."  "Superior,  ]>erfec- 
to,  bonísimo,  a  fe  do  caballero." 
(Suárez  de  Eigueroa,  El  Pasa- 
jero, alivios  III  y  Y). 

Superlación",  f.  Usó  este  vo- 
cablo el  Maestro  (ionzalo  Carre- 
as y  ojalá  .<c  generalizara  entre 
los  gramáticos  para  evitar  los 
circmiloquios  grado   superlativo. 


SUP 


SUP 


?.57 


forma  superlativa^  calidad  de 
superlativo,  et-c.  "La  más  uáiada 
y  propia  superlación  castellana, 
o  engrandecimiento  y  grado  su- 
perlativo se  hace  con  la  parte- 
cilla  muy,  que  significa  grande- 
mente." Aíí  escribió  aquel  fa- 
moso humanista  en  su  Arte 
grande  de  la  lengua  cast.  (pág. 
109).  Y  del  mismo  modo  Lope 
de  Vega:  "Así  las  demás  figu- 
ra.?, agnominaciones,  apá?trofes. 
mperlaciones,  reticencias.  . ." 
(Respuesta  sobre  la  nueva  poe- 
sía). 

Superlativos.  1°  Los  adjs. 
que  tienen  el  diptongo  ?'e,  ue, 
en  la  penúltima  sflaba  lo  des- 
hacen para  el  superlativo,  vol- 
viendo a  la  forma  primitiva: 
ardiente^  valiente,  luciente,  bue- 
no, fuerte,  nuevo,  hacen  arden^ 
tísimo,  valenfí^mo,  lucentísimo, 
bonísimo,  foirtísiino,  kwvísimo. 
Algunos  de  éstos,  como  cierto, 
diestro,  ferviente,  grueso,  tierno, 
se  han  usado  y  usan  en  las  dos 
formas:  cierfisimo,  etc.;  sin  em- 
bargo, es  siempre  más  culto  y 
correcto,  diremos  con  Monlau, 
el  uso  de  la  segunda  forma,  por 
ser  la  que  imita  a  la  latina.  Re- 
ciente y  viejo  admiten  solamen- 
te la  forma  diptongada,  v  así 
mismo  los  que  en  latín  llevan 
también  diptongo;  como  elo- 
cuente, frecuente,  paciente. — 2." 
Tyos  adjs.  graves  de  dos  o  más 
sílabas  terminados  en  el  dipton- 
go io  pierden  una  i  para  el  su- 
perlativo: limpíñmo  (Virués), 
necesarísimo  (Sor  M.  de  Agre- 
da), redamo,  sucísimo  (Grana- 
da), en  vez  delimpiísimo;  necí- 
simo,    ordinurísimo     (Lope     de 


A'ega),  etc. — 3.°  Hay  unos  po- 
cos adjs.  que  tienen  dos  supería- 
tivos :  uno  a  la  castellana  y  otro 
a  la  latina:  bueno,  bonísimo, 
y  óptimo;  baj\),  bajísimo 
e  ínfimo;  amigo,  amiguísimo 
y  amicísim  o ;  enemigo,  id.; 
malo,  malísimo  y  pésimo; 
fel,  fielisimo  y  fidelísimo; 
frío,  friísimo  y  frig-idísimo; 
grande,  grandísimo  y  máximo; 
hermoso,  hermosísimo  y  pul- 
quérrimo;  íntegro,  integñsimo 
e  integérrim.o ;  miserable,  mise- 
rabilísimo y  misérrimo;  peque- 
ño, pequeñísimo  y  mínimo;  po- 
bre, pobrisimo  y  paupérrimo. 
Acre,  libre,  salubre  y  antiguo 
í-ólo  admiten  la  forma  latima: 
acérrimo,  Ubénimo,  salubérri- 
•mo,  antiquisimo.  Ubérrimw 
(abundantísimo),  del  latín 
v.ber,  no  tiene  positivo  en  caste- 
llano.— 4.°  En  el  lenguaje  joco- 
so hay,  para  los  superlativo.-, 
como  para  todo  el  lenguaje,  su- 
ma libertad.  En  él  se  dice  alfí- 
sísimo,  mri.chisisimo,  etc. —  5.° 
Xo  se  tolera  hoy  anteponer  a 
los  superlativos  los  advs.  m-uy, 
tan,  cuan,  más,  menos,  como  lo 
hicieron  algunos  clásicos:  Muy 
sabrosisimo  queso  (Oervantes), 
C^ián  gravíñma  cosa  (Sta.  Te- 
resa) . 

SuPERLiBRos,  m.  "El  superli- 
bros  heráldico  del  Marqués  de 
Astorga,"  hemos  leído  en  al.gu- 
na  parte  que  ahora  no  recorda- 
mos. ¿Será  el  escudo  de  armas 
sobresculpido  en  la  tapa  de  los 
libros,  o  un  escudo  especial  he- 
cho con  ese  objeto?  La  voz  esta 
bien  formada  y,  lo  mismo  que 
exlibris,     merece    ser     adoptada 


358 


SUP 


SUP 


p<.ir  los  bibliófilos,  para  que  am- 
bas entren  en  el  Dice. 
SuPERNATUKALisMo.    Véase 

SOBREXATURALISMO. 

Supertición,  superticioso,  su- 
perticiosaraente.  Falta  una  s 
después  de  súpcr  (superstición, 
supersticioso^  viente).  Véa?e  S. 
5.° 

Supervigilancia,  f.  En  el  si- 
glo d(  superhombre,  de  los  su- 
p  > -dr(  mautghts  y  do  otras  su- 
p  lior  >adas  y  supremacías,  no 
r  jdía  faltar  la  supervigilancia. 
X  teatros  padres  en  la  lengua  di- 
jeron superintendencia  y  fueron 
entendidos  de  todo  el  mundo. 
"Después  que  ^'^uestra  Majestad 
mandó  que  tu\'Í6.«en  la  superin- 
tendencia en  la  administración, 
recaudación  y  cobranzas  de  los 
censos  de  los  indios  naturales 
de  estas  provincias  el  Obispo  de 
esta  ciudad  y  el  Oidor  más  an- 
tiguo de  esta  Real  Audiencia, 
se  ha  informado  a  Vuestra  Ma- 
jestad..." (Carta  del  Illmo.  D. 
Bernardo  Carrasco  al  Rey,  10 
Oct.  1695).  Por  eso,  si  no  se 
c;uiere  usar  vigilancia  o  inspec- 
ción, dígase  superintendencia, 
que  indica  superioridad  sobre 
todas  las  demás  pensonas  que 
e!?tán  ocupadas  en  la  misma  co- 
sa. 

Supervigilar,  a.  Basta  con  los 
.simples  vigilar,  velar,  inspec- 
cion/ir.  y  ahorremos  el  siiper. 

Suple,  m.  Todo  trozo  de  nia- 
dera  que  .«e  emplea  para  dar  \m 
nivel  deseado  o  para  (■omi)letar 
un  iiindoro  que  quedó  corto.— 
í ¡ratificación,  .aol>rc.sueldo,  ayu 
da  de  costa;  a  veces  tiuiibién, 
anticipo  o  anticipación. 


Suplefalta,  com.,  fam.  Suple- 
faltas (persona  que  suple  con 
frecuencia  las  faltas  ajenas). 
Tapaagujeros,  fig.  y  fam.,  es  la 
"per.sona  de  quien  se  echa  ma- 
no para  que  supla  por  otra." 

SUPLEMEXT.\L     y      SCPLEMEN- 

T.\Rio,  Ri.\,  adjs.  "Que  sir\-e  }>a- 
ra  suplir  una  co.«a."  Supletorio, 
ria:  "dícese  de  lo  que  suple  la 
falta  de  otra  cosa."  Así  el  Dice, 
sin  explicar  claramente  la  dife- 
rencia, si  es  que  la  hay,  entre 
los  dos  primeros  y  el  segundo. 

Suplementero,  m.  Vende- 
dor ambulante  de  diarios.  Se 
llamó  a-sí,  porque  esta  venta 
principió  con  suplementos  de 
diarios  desde  el  tiempo  de  la 
guerra  contra  el  Perú  y  Bolivia 
(1879).  Antes  -de  &«a  fecha  los 
diarios  no  se  vendían  por  la.'  <a- 
lles,  sino  que  se  llevaban  direc- 
tamente a  los  su.scriptoros ;  mas, 
como,  a  causa  de  la  guerra,  se 
despertó  en  el  piiblico  un  ansia 
arande  de  noticias,  empezaron 
los  diarios  a  publicar  las  princi- 
pales en  hojiís  o  tira?  siieltas. 
que  llamaban  Suplemento  al 
(aquí  el  nombre  del  diario). 
Ésta  es  la  nuestra,  dijeron  loa 
muchachos  desocupados  y  loe 
vagalnmdas.  y  se  lanzaron  a  co- 
rrer por  las  calles,  voceando  y 
vendiendo  los  tales  suplementos. 
Re  acaM  la  guerra  y  con  ella  los 
s\iplpmcntos  (s(>lo  muy  rara  vez 
los  ha  publicado  algún  diario), 
pero  la  venta  de  diarios  en  Cfsa 
forma  y  el  nombre  do  suple- 
mentero .«uKsisten  hn.sta  lioy.  y 
no  sólo  .«o  llama  suplementero  a 
cada  vendedor,  sino  que  hay 
Esrurln     de     Suplementeros     J' 


SUP 


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359 


Asilo  de  Suplementeros,  recono- 
cidos por  la  autoridad.  Además 
de  todo  esto,  hay  en  la  literatu- 
ra chilena  una  excelente  noveli- 
ta,  El  Suplementero,  eícrita  por 
el  Pbro.  D.  José  Luis  Ferman- 
doiz  con  chispa  y  gracia  y  en 
muchas  partes  digna  de  la  plu- 
ma de  Pereda.  Por  todo  esto,  el 
nombre  suplem^enfero  debe  pa- 
sar al  Dice,  como  uno  de  los 
chileni-^nos  mils  autorizados. 
También  suele  usarse  como  adj. 
de  terminación  m.  "Se  nos  in- 
forma que  el  viernes  5,  antes 
de  mediodía,  dos  granujas  su- 
plementeros se  batían  a  chopa. 
zo  limpio  como  los  mejores  cam- 
peones." (El  Obrero,  de  La-Se- 
rena, 7  Dic.  1902).  También 
hay  niñas  y  mujeres  vendedoras 
de  diarios,  pero  no  se  les  da  este 
noTTibre  ni  como  s.  ni  como  adj., 
por  lo  menos  de  una  manera  ge- 
neral. En  la  Argentina  llaman 
canillita  a  estos  muchachos. 

SuPLENCLii,  f.  Acción  o  efec- 
to de  suplir  una  persona  a  otra 
en  un  cargo,  oficio,  ocupación, 
trabajo,  etc. —  Tiempo  que  du- 
ra e'ta  acción. —  Es  vocablo 
bien  formado  y  de  uso  corrien- 
te por  lo  menos  en  Chile;  extra- 
ñamos no  verlo  en  el  Dice.  Pa- 
ra la  1.*  acep.  trae  éste  suple- 
ción  y  suplemento:  "acción  o 
efecto  de  suplir." 

Suplente,  m.  Tira  de  cuero 
que  cubre  el  empeine,  en  el  cal- 
zado abierto. 

Súplica.,  f.  Los  afranceesados 
llaman  así  la  simple  solicitud 
C memorial  en  que  se  solicita). 
La  súplica  castellana  es  "memo- 
rial o  escrito  en  que  se  suplica;" 


por  consiguiente,  corre  entre 
ambos  la  misma  diferencia  que 
entre  los  verbos  solicitar  y  su^- 
plicar. 

Suplicio  de  Tántalo,  loe. 
fig.  Fué  Tántajlo,  según  la  Mi- 
tología, rey  de  Frigia,  y,  en  cas- 
tigo de  haber  banqueteado  a  los 
dioses  con  la.s  carnes  de  su  pro- 
pio hijo  Pélope,  fué  por  éstas 
lanzado  al  infierno  y  castigado 
con  el  tormento  de  perpetua 
hambre  y  sed;  y,  para  más  agra- 
várselo, está  sentado  al  pie  de 
un  árbol,  cuyos  frutos  se  le  es- 
capan cuando  va  a  cogerlos,  y  al 
lado  de  un  riachuelo,  cuyas 
aguas  huyen  veloces  cuando 
quiere  beberías.  Por  alusión  a 
esto  se  llama  en  todas  partes  «tt- 
plicio  de  Tántalo  el  tormento  o 
pena  que  siente  una  persona  y 
que  no  puede  ali\iar  a  pesar  de 
tener  a  la  mano  los  medios  pa- 
ra ello.  Valga  por  todas  las  citas 
que  pudiéramos  hacer  esta  sola 
de  Bretón  de  los  Herreras. 

...Y  a  el  mismo  las  alas  que  cobrd 
¿Le  sacan  del  astado  de  cripn'lída. 
Perpetua  ley  de  su  destino?  ¡  Ah.  n6i 
Que  voluntario  en  é\  la  frente  pa'Iida 
Muestra  el  nupliciu  del  famoso  Tántalo. 
O  auri  sacra  /ames,  atragántalol 

{La  Desverqüenza,  c.  VI). 

Confiamos  en  que  la  futura  edi- 
ción del  Dice,  incluirá  esta  loe. 
Suponer,  a.  De  las  tres  aoeps. 
que  le  da  el  Dice,  ninguna  tie- 
ne la  más  mínima  relación  con 
la  de  "importar"  que  le  damos 
en  frases  como  éstas:  "Nada  me 
supone  perder  irnos  quinientob 
jxisos;  Supone  mucho  para  su 
fama  el  que  se  defienda  de  esta 


300 


SUP 


STIP 


calumnia;  ¿Quú  le  pueden  supo, 
ner  a  un  hombre  tan  conocido 
los  iníiultod  de  esos  pelagatos? 
Este  nuevo  trabajo  me  supone 
cuatro  horas  más  de  tiempo." 
La  aoep.  que  más  que  se  acerca 
es  la  3.*,  que  dice  a-*í:  "n.,  tener 
repre.'^ntación  o  autoridad  en 
una  repúblicíi  o  comunidad." 
Como  est6  uso  e.s  tan  conforme 
con  la  etimología  del  v.  (poner 
debajo,  sub  poneré),  no  nos 
atrevemos  a  condenarlo  y 
aguardemos  liaí^ta  hallar  algu- 
nas autoridades  que  lo  confir- 
meu.  Véase  Significación. —  Es 
incorrecto  el  imperativo  reflejo 
suponte  tú,  que  usan  muchos 
chilenos,  porque  este  v.  nunca 
es  r.  El  error  proviene  de  la  se- 
mejanza con  imaginarse,  figu- 
rarse, que  son  reflexivos  y  tie- 
nen el  mismo  significado. 

SxTpRA,  adv.  latino.  Varios 
vocablos  se  han  formado  con  es- 
te adv.,  que  entra  en  composi- 
ción a  modo  de  partícula.  Nin- 
guno de  ellos  menciona  el  Dice, 
ni  siquiera  la  partícula  misma, 
que  ^ólo  aparece  en  las  locucio- 
nes J'f  supra.  Fecho,  iit  suprn. 
T)esdo  luego  le  proponemos  los 
siguientes:  supradicho^  cha;  su- 
praniundano,  na;  supronacio- 
nnl;  suprasen''^ihl" :  st:pra'frre- 
no,  ni.  Del  primero  tenomofi  la 
autoridad  de  Pereda:  "...El 
snprarlieho  símil  mitológico..." 
(TjO.  Puchera).  De  supranacio- 
nal,  la  de  Milá  y  Fontanals: 
"Consideremos.  .  .  qiic  la  poesía 
leligiosa  y  reflexiva  y  la  prosa 
doctrinal  son  sapranficionales 
por  su«  a.suntos  no  circunscritos 
a    límites    de  lugar    y    tiempo." 


(Obras  completas,  t.  VII,  pág. 
XXIX).  Supramundano  y  su- 
praterreno  son  de  uso  general. 
Siopra.sensible  lo  usó,  entre 
otros,  Menéndez  y  Pelayo:  "Tan 
altos  ]>ensamientos  y  suprasen. 
■ñbles  ardores..."  (Discurso  so- 
bre la  poe.sia  mística  española). 
En  el  lenguaje  elevado  suenan 
mejor  estas  formas  cultas  qut 
las  compuestas  de  sobre  (sobre- 
mundano^ sohresensible,  sobrc- 
ferreno). 

Suprema,  f.  En  lenguaje  de 
cocina,  guL<o  de  ave.  en  que  en- 
tran las  partes  nuís  delicadas, 
condimentadas  con  jugo  de 
carne  y  otras  cosas.  Así  hay  su- 
prema de  pollo,  suprema  de 
perdiz.  Es  acej).  puramente 
francesa,  pues  en  francés  se  lla- 
man ítiiprévne  de  volmlle.\^\)S.r- 
1ie.'5  Jes  plus  délicates  de  la  vo- 
Inille  avcompagnées  d'un  cou- 
lis." —  En  Chiloé,  según  Ca- 
vada, princesa  (véa-^e  esta 
voz")  ;  si  bien  el  do  suprema  es 
ruesto  más  honorífico,  como  lo 
dice  su  nombre:  la  suprema  es 
la  nrimera  de  las  princesas. 

Supremo,  m.  En  Chiloé,  se- 
glar que.  por  comi.sión  o  nom- 
bramiento del  cura,  hace  tle  je- 
fe para  la  mejor  celebración  de 
las  funciones  religia-^is  en  las 
capillas  ruralet^,  orden  en  las 
|vr(X'osiones.  deíñgnación  de  las 
j>crsonas  que  han  <le  tomar  par- 
te activa  en  ellas  y  nombra- 
miento del  cabildo,  o  .«ea,  de  los 
trct<  alcaldes  y  los  regidores  en- 
cargados do  arbitrar  medios  p.a- 
ra  .«olemnizar  la  ficstn  de  la  me- 
jor manera.  Es  el  jefe  del  cabil- 


SUR 


SUR 


3G1 


do.     (Cavada). —  Ser    Supremo. 
Véase  Ser. 

SvpRESOR,  RA,  m.  y  f.  Que  su- 
prime.  Falta  esta  voz  en  el  Dice. 

Surazo,  m.,  aum.  de  sur. 
Soplo  o  crolpe  muy  recio  de  e,ste 
vient-o,  sobre  todo  en  las  costa.s. 
Véase  Asurar,  en  el  Suplemento 
del  1.^  t. 

Surgir,  n.  En  Chiloé.  subir, 
"Surge  al  árbol."  Ú.  t.  c.  a. 
"Surge  los  libros  sobre  la  mesa." 
(Cavada).  Es  extensión  de  estas 
dos  aceps.  del  surgir  castizo: 
"brotar  el  agua  con  fuerza,  es- 
pecialmente hacia  arriba;  fig., 
alzarse,  manifestarse,  brotar, 
aparecer." 

¡SúRSUii  corda!  expr.  latina. 
Significa:  ¡arriba  los  corazones  1 
y  se  usa  en  la  misa,  antes  de! 
prefacio. —  Fig.  y  fam.,  perso- 
naje anónimo  de  mucha  cuenta 
o  autoridad,  por  otro  nombre, 
Ivcero  del  alba.  "El  Madrid  que 
bulle  en  lo  alto,  y  habla  recio  y 
escrilíe,  y  es  oído  y  leído,  y  mur- 
mura y  desuella  al  sursumcor- 
da."  (Pereda,  La  Montálvez, 
XII).  "La  otra  prueba  de  m\ 
a¡=everación  es  que  amenazó  con 
ladrillazo  de  Roma  (nombre 
que  daba  el  pueblo  e-^pañol  a  las 
excomimiones)  al  mismo  súr- 
svm  corda,  es  decir,  a  todo  un 
virrey  del  Perú."  (Palma,  Tra- 
diciones peruanas,  t.  II,  pág. 
18).  Para  nada  nombra  el  Dice, 
esta  expresión. 

Surtido,  da,  part.  de  surtir. 
TvO  aplicamos  en  Chile  al  artícu- 
lo comercial  que  se  presenta  va- 
riado o  mezclado  con  todo  lo 
que  hay  de  la  misma  especie. 
Así,  compra  uno  una  caja  de  so- 


bres, pero  pide  que  se  la  den 
surtida,  es  decir,  con  sobres  de 
tíxlas  las  formas,  tamaños  y  co- 
lores. Adviértase  que  el  sui-tir 
castellano  sólo  significa:  "pro- 
veer a  uno  de  alguna  cosa."  En 
Cuba  llaman  surtido,  m.,  como 
término  de  comercio,  la  canti- 
dad de  azúcar  cuyas  tres  quin- 
tas partes  son  de  blanco  y  las 
otras  dos  quintas  de  quebrado. 
(Pichardo). 

Surtir  efecto,  fr.  Hace 
tiempo  que  está  admitida  en  el 
Dice,  con  el  mismo  significado 
que  Hacer  efecto,  esto  es:  "Dar 
una  medida,  un  remedio,  un 
consejo,  etc.,  el  resultado  que  se 
deseaba."  Véase  este  otro  modo 
tan  castizo  como  la  usó  Lope  de 
A^ega,  haciendo  n.  el  v. :  "Dos 
cosas  hacen  los  hombres  de 
gran  peligro,  sin  considerarlas: 
escribir  una  carta  y  llevar  a  su 
casa  un  amigo,  que  destas  dos 
han  surtido  a  la  vida  y  a  la 
honra  desdichados  efectos."  (La 
wás  prudente  venganza). 

Surto,  ta,  part.  irregular  de 
surgir.  No  dice  más  el  Dice.  Nos- 
otros agregaremos:  1."  Que  este 
participio  no  anula  el  re.gular 
surgido,  da,  que  hallamos  usado 
por  T'uioneda: 

Miren  si  hay  alguna  nave 
Que  este'  surgida  en  el  puerto. 

{Filumam..  esc.  TIV 

"Las  galeras.  .  .  surgidas  lejos 
de  la  cerca."  (Diego  Gracián, 
Bibliot.  de  Gallardo,  t.  III,  col. 
112). —  2.°  Que,  aunque  el 
significado  más  general  es  el 
corre-spondiente  a  la  2."  ¡ko]). 
de    surgir,     esto     es,     dar     fon- 


362 


SUS 


SUS 


do  o  fondear  la  nave,  sin 
embargo,  también  ha  sido  u-sa- 
do  en  la  acep.  fig.  de  "tran- 
quilo, en  reposo/'  tal  como  está 
la  nave  sitrta  en  el  puerto,  y  es- 
to aplicado  no  sólo  a  nave,  sino 
también  a  otras  coPas.  Así  como 
el  mismo  Timoneda,  en  su  co- 
media Rosalina,  dijo: 

Ellnt  $iiryirán  «n  paerto 
Ik  repito.. .^ 

aeí  otros  autores  dijeron: 

Todo  bmnbre  r»tr  atento  7  nrio 

Qne  mprna*  no*  oi^  el  TienU>... 

Sol*  T  rurt/1 

EtUUcaUe... 

Todo  tttÁ  nrto  j  c»IUdo... 

L««  rerde*  wlraa  que  calUtwn  nrtai, 

ÁlrfTft  rmonaron. 

(Lope  «Je  Veg».  Lanrel  lit  Apnlo.  ñlv»  V). 

^'^pase  Revista  de  Filología  fitpa^ 
ñola,  t.  III.  pág.  182. 

Susceptibilidad,  f.  Llorad  a 
mares,  trítudio^os  y  amantes  de 
la  lengua  castellana;  cerrad 
vuestros  clásicos  y  quemad  to- 
dos vuesítros  diccionarios.  Ya  no 
hay  Pirineoe  en  R^paña  y  toda 
ella  he  va  a  ver  inundada  de  la 
galiparlería.  ¿Para  qué  defen- 
demos de  la  plaga  de  los  gali- 
cismos, cuando  la  misma  Acade- 
mia nos  los  mete  por  los  ojo<», 
los  acef>ta  y  los  canoniza?  Ro>?u- 
cite  el  valiente  Fomer  para  que 
descri' H  otra  voz  Las  exequias 
ilf  In  lengtir  rastrlfana;  y  Can- 
nmny.  y  Puigblanch,  y  Baralt, 
y  ';mto«  otn>s.  para  que  deten- 
gan a  los  académicos,  prevarica- 
dores, más  que  el  sencillo  San- 
cho, del  btien  len cuaje.  ¿Cómo 
han  pfv'lidrí  ndmitir  los  vocablos 
ffisceptilii/iflttd  y  susceptible  en 
la  acep.    francesa,  que  tan   con- 


traria es  a  la  sana  filosofía? 
Susceptible  significa  en  buen  ro- 
mance: "capaz  de  recibir  modi- 
ficación o  impresión ;"  lo  ^ue 
está  muy  conforme  con  el  v.  la- 
tino stíscipere,  de  donde  se  deri- 
\-a:  pero  decir,  como  los  france- 
ces,  que  susceptible  se  aplica  a 
la  persona  fácil  de  ofenderse  o 
de  agraviarse,  es  tomar  lo  parti- 
cular por  lo  general,  es  un  me- 
lindre muy  propio  de  la  corte- 
sanía francesa,  pero  muy  ajeno 
de  la  franqueza  y  virilidad  es- 
pañola. Al  susceptible  francés 
lo  llamaron  siempre  en  España 
cojijoso^  pelilloso,  picajoso,  pi- 
cajón, puntilloso,  puntoso  o 
puntuoso,  caramilloso,  vidñoso^ 
cosquillcso  o  quisquilloso,  sensi- 
ble, delicaAo,  enojadizo,  melin- 
droso; adja.  todos  expresivos  de 
un  defecto,  y  nócomo  suscepti- 
ble, que  en  a  ml<;mo  no  dice 
nada  particular.  Hasta  el  pue- 
blo chileno,  heredero  de  muchas 
cualidades  del  español,  llama 
agravión,  na,  enojan,  na,  a  la 
persona  fácil  de  agra\-iar^  o 
enojar-e,  y  jamás  se  le  habría 
ocurrido  llamarla  susceptible. 
Aun  el  irritahiU  de  Horacio,  en 
el  famoso  verao 

Multa  fero.  ut  pikoeni  (vnBt  irrilnkilt  Titvm, 

que  en  sí  significa  irritable,  iras. 
cibU,  tiene  aquí  el  valor  del 
susceptible  francés,  y  por  e» 
Hurgo»  tradujo: 

Me  preatn  %  tndn.  por  dejw  n*lo«« 
De  )'>*  ratea  la  turba  ^tf^iUata. 

— Y  ;oué  niií.«  diremos  de  sus- 
ceptibilidad, admitido  en  el  Dice, 
con  el  significado  ceneral  de 
"calidad   de  susceptible,"  siendo 


sus 


sus 


Ui 


que  suceptíble  ha  recibido  co- 
mo 2/  acep..  la  de  "qoisqmHo- 
so,  picajoso?"  Xcmibre  bárbaro 
lo  llamó  Barait,  tomado  pjr  «x- 
ma  delieadesa,  üfn^bilidad  ex- 
tremada, fuépieacia,  irñtabili- 
<''V3.  pirrpenmón  a  eonmovem. 
f'ici'.'.dad  </<f  qnertUar^f,  «iriZo- 
tidad,  cojijo.  "D^azón  o  queja 
que  proviene  de  causa  ligera.'' 
define  el  Dice  el  cojijo;  por 
coodguiaite,  as  nna  buoia  tra- 
dncción  de  la  fugceptibilité 
franela.  Aa  mismo  delie^sdíz, 
f-  que  es  'Tiimiedad.  eícrapTilo- 
sidad  de  genio,  que  ~e  ofende  o 
altera  de  poco."  ;  Cuan  a  la  eq>a- 
ñoía  habló  el  P.  Rodrísruez  cuan- 
do ecribió:  "Con  el  amigo  no 
hay  puntot  ni  pundonores.'" 
'EjcTC.  de  perfección,  p.  I,  L 
IV.  c.  \n. 

Susceptible,  adj.  "Decir  sos- 
ceptible,  a  la  francesa,  es  decir 
un  dislate  que  nada  jti=tiSca.  y 
que  prueba  una  muy  descuida- 
da edncación  Literaria  en  quien 
le  emplea."  (Barait).  "Por  ig- 
norancia, pue?.  y  torpeza    escri- 

hen    y     estampan     muchos : 

susceptible  por  sentido,  so^i- 
caz,  cojijoso,  quisquilloso,  ete."* 
rar'irr.át  <?-=  la  Acid.,  de  1911>. 
;.C'>mo  eludirán  loe  actuales 
ac-ad-^mic-os  esta  condenación  be- 
cha  por  SU3  inmediatos  pre»iece- 
sores?  Véase  el  anterior. 

Suscinto,  ta,  adj.  ¿De  dónde 
pn>^Tene  la  sesunda  9  que  le 
añaden  aleunoe?  De  la  ignoran- 
cia. En  latín  se  escribe  guecinc- 
fus,  en  vez  de  ftbcini^j^,  porque 
es  part.  de  ttcringere,  compues- 
to de  mih  y  de  cingere.  Al  pasar 
al  castellano  se  dijo  ruccinfo,  pe- 


r:  ií^p  i-és  padió  la  primera  c 
y  quedó  mcinto,  como  tuce» 
(de  mtfcefgH»),  ocasión  (de  ot- 
cngio).  fueio  (de  smeadus),  etc. 
También  es  mala  grafía  sab- 
cinto,que  se  t^  cnando  kt  pri- 
mera c  estaba  por  desparecer  y 
daba  estas  últimas  sráales  de 
vida.  'So  debe  confundirse  pues 
sfjcinto,  en  cuanto  a  su  escritu- 
ra, con  miiKrptible .  rescindir,  o*- 
cilir.  y  otros  compuetos  seme- 
jantes. 

SrscKiBiK,  a.  y  r.  (También 
se  acepta  la  forma  *nbscTÍbir). 
Sólo  c  r.  tiene  la  acep.  de  "obli- 
garse uno  a  c<«itríbuír  en  com- 
pañía de  otros  al  pago  de  una 
cantidad  para  cualquier  obra  o 
empresa."  Xo  vemos  por  qué 
haya  de  restringirse  eia  acep. 
a  la  forma  refieiiva,  cuando  se 
usa  también  en  la  activa  o  tran- 
sitiva: ''SiJtgeribnwe  lu^d  a  «ía 
r^nVírt.-  ¿A  CHÓnto»  má*  ha  ritf- 
rriífo  usted  d  día  de  hoy?"  Si 
los  compuestos  de  escribir,  ads- 
cribir e  inscribir,  admiten  este 
uso.  no  hay  por  qtié  ne- 
gársdo  a  »iMc¥í6ír,  tanto 
menos  cuanto  que  su  signi- 
ficado lita^  lo  admite  ad- 
mirablemente. Suscribir  signifi- 
c-a  "escribir  debajo.''  y  esto  es 
c-abalmente  lo  que  hace  d  que 
suscribe  a  otro  a  tm  periódico, 
obra  o  empresa:  escribe  su  nom- 
bre debajo  de  loe  demá5.  Loe 
puristas  que  no  admitan  este  ló- 
gico raciocinio  tendrán  que 
quedarse  con  el  antiguo  abonar: 
''inscribir  a  una  p^sona.  me- 
diante pago,  para  que  pueda 
concurrir  a  alguna  diversión 
disfrutar  de  alguna    comodidad 


3fi4 


SUS 


SUS 


o  reoibir  al.ffún  sen-icio   periódi- 
pamente  o  determinado  número 
de    veces." — El     qu-e     suscribe, 
fig.    y  fam. :    el  que   habla.  Así 
lo  decimos  por  gracejo  o  donaire. 
Susidio,   ra.     Síncopa  popular 
de  subsidio.  Como  los    subsidios 
pecuniarios  que  imponía  el    rey 
de    E.spaña   a   sus    colonias     de 
America  eran  duros  de  pagar,  y 
siempre  todo  tributo  o  contribu- 
ción es  molesto  y  pesado  y  cau- 
sa inquietud  y  cuidado  al  que  lo 
ha  de  pagar,  de  aqin'  la  palabra 
subsidio,    por     metonimia.     t.o- 
mando    la    causa   por  el   efecto, 
vino    a     significar    e-sie     mismo 
cuidado  e    inquietud,    aflicción, 
angustia,    zozobra,    hormiguillo, 
escarabajeo,    quebradero  de    ca- 
beza;   es    la    mi.sma    razón    que 
obró   en    el   s.   pensión   para  la 
acep.  fig.    que  tiene.  Suiidio    se 
usa  también  en  Cuba  y  Pich  ar- 
do   lo    definió:     ".sobresalto,   in- 
quietud,"  sin  dar  con  .su  etimo- 
logía. En  Costa-Rica,  la    señora 
Angela  Baldares,   estudiando    el 
lenguaje      popular      del     poeta 
.\quileo   J.   Echeverría,   mencio- 
na, como  usada  por  é.«te.  la  voz 
susidia   (f.,    por    analogía     con 
aflicción,    inquietud)   y    la  defi- 
ne  "viilcarmente.   aneu-stia,    in- 
quietud." En  Colombia  se    dice 
susidio  como    en    Chile   y    con 
idéntico  si'Tiificado.  Cuen'o   lii- 
7o     un     completo     estudio     del 
vocablo,  y  de  él  tomamos  las  si- 
fruientes  cita.s.  por  las  cuales  se 
\v  que  la  acep.  americana  venía 
ya  Tironarnda  por  Ins  mismr>s  es- 
pañoles. 

Kl  Ps'ado  Arniir/ino,  acostiinihraili) 
A  dar  lejc»,  mandar  y  Bcr  t*niido.... 


De  adquirir  libertad  detertninado, 
Reprí»bando  el  siíbsittio  padecido, 
Acude  al  ejercicio  de  la  espada. 

(Ercilla,  La  Araucana,  e.  I). 

Dicisndo  qne  el  sub/idio  padecido 
Habla  de  ser  con  sangre  redimido. 

(Ibid..  c.  XI). 

— Un  doctor  me  visita  lo  más  del  alio. 

— Ése  es  macho  subsidio,  mas  nd  excusado. 

("Quiñones  de  Ben.ivente,  Entremeses). 

Yo  e&hTé  cobrar  en  Ceuta  el  naidio[.'<ic  ] 
De  las  chapas  y  el  can^. 

(Bretón,  Obras,  t.  V.  pág.  347,  Madrid, 
[1850-1). 

Meló  (Obras  métrícas,  pág. 
107)  escribe  también  susidio. 
Tan  conocida  es  ya  esta  arx.']>., 
que  el  Dice,  español  de  Rotlrí- 
guez  Navas  la  trae  con  e?ta  defi- 
nición :  "Susidio,  m.  Inquietud, 
sobresalto,  desasosiego.  Voz 
americana."   ( !) 

Suspenso,  sa,  part.  pa-^ivo 
irreg.  de  suspender.  Nada  nii'is 
dicen  ni  el  Dice,  ni  la  Gramát. 
de  la  Academia.  La  Gramát. 
enseña  que  estos  participios  irre- 
gulares S(ílo  se  usan  como  adjs. 
"y  nunca  para  formar  los  tiem- 
pos compuestos,  por  medio  del 
auxiliar  haber."  Según  e«to,  de- 
be decii-se:  "lie  sn.'^pendido  mi 
sombrero  de  un  árbol ;  Mi  .«oiu- 
brero  /w',  está,  quedó  .fibspenso 
de  un  árbol;  Tal  saceixlote  fiu', 
estuvo,  quedó  .'!u.<>penso  de  su 
mini.sterio."  ".Tuntaiuente  pu- 
diera criar  [Dios]  millares  <\<e 
nnindos  mayores  que  éste  mil 
veces,  y  todos  fuviera  .lu-ipen-oos 
y  colgados  do  su  om  ni  intente 
brazo."  (Nioremberg,  La  her- 
iii'isnrn  de  Dios,  1.  IT.  c.  VI,  § 
III).  Sin  embargo,  en  las  dos 
aceps.  rectas   de  sujtpendcr    (le- 


sus 


sus 


365 


vantar,  colgar  o  detener  iina  co- 
sa en  alto  o  en  el  aire;  detener 
o  parar  por  algún  tiempo  una 
acción  u  obra)  se  Uisa  más  sus- 
pendido que  suspenso:  "Quedó 
el  pañuelo  suspendido  en  el  ai- 
re." En  las  dos  aceps.  figuradas 
que  se  refieren  a  eclesiásticos,  a 
empleados  y  a  examinandos,  se 
prefiere  suspendido  para  los 
tiempos  pasivos  formados  con 
el  \:  ser:  "Fué  el  cuva  suspendi- 
do de  oficio  y  beneficio ;  ¿Será 
suspendido  'dsíe  empleado?  Te- 
mo que  el  almnno  sea  suspendi- 
do del  examen."  Suspenso  se 
usa  sin  competencia  en  la  acep. 
de  "causar  admiración,  embele- 
sar;" sin  embargo,  aun  en  ésta 
usó    el    P.    Hojeda  suspendido: 

Iban  muchos  a  ver  el  ca«o  nuevo, 
Y  entrando,  se  paraban  admirados. 
Considerando  aquel  gentil  mancebo 
Que  tuvo  a  tantos  de  su  voz  colgados, 
Que  los  tenía  con  razón  de  nuevo 
Subpfnitidos,  absortos,  elevados. 

{La  Crhtiada,  1.  IX). 

Y  al  admirado  y  suspendido  coro 
De  la  escuela  de  Cristo  generosa 
Quitará  de  la  vista  su  tesoro. 

(/d.,  I  X). 

En  cambio,  suspenso  aparece  en 
la  misma  obra  por  lo  menos  on- 
ce veces. 

Suspensor^  m.  Ü.  m.  en  pl. 
Algunos  dicen  suspender.  La 
voz  castellana  es  tirante,  m. : 
"cada  una  de  las  tiras  de  piel  o 
tela,  comunmente  con  elásticos, 
que  sirven  para  saspender  de 
los  hombros  el  pantalón."  Pro- 
viene este  chilenismo  del  inglés 
suspender,  tirantes  del  pantalón. 
— Suspensorio,  m.,  es,  en  caste- 
llano, vendaje  para  ciertas  her- 
nias. 


Suspiro,  m.  Así  llamamos  la 
trínitaria,  planta  y  flor,  y  el 
Dice,  le  da  también  esta  acep., 
pero  como  provincialismo  de 
Andalucía.  (Al  hablar  de  la 
trinitaria,  olvidó  la  consabida 
acep.  "flor  de  ^a  planta"). — 
Suspiro  de  monja  llamamos  al 
buñuelo  de  viento,  expre-sión 
que  falta  en  el  Dice,  pero  que 
usó  Quevedo  y  que  describen 
los  libros  de  cocina  española.  El 
Dice,  sólo  dice:  "especie  de  dul- 
ce que  .se  hace  de  azúcar  y  clara 
de  huevo."  (Suspieo,  2.°  acep.) 
— En  sentido  fig.  suspiro  de 
monja  es  pellizco  fuerte. 

Sustancia.  Véase  Substan- 
cia. 

Sustanciarse,  r.  Alimentante. 
Vulgarismo  usado  en  algunas 
partcvS. 

Sustantivamente,  adv.  de 
m.  A  manera  de  sustantivo. 
"Hablase  con  él  [el  pron.  las] 
ausoluta  y  sustantivaynente,  so- 
lo u  acompañado  de  un  adjeti- 
vo, sin  desear  suplirse  con  ei 
nombre  ninguno  sustantivo,  co- 
mo diciendo:  Él  me  las  paga- 
rá." (Gonzalo  Correas,  Arte 
grande,  pág.  243).  No  registra 
el  Dice,  este  adv.,  ni  tampoco 
su,stantivadamente,  a  manera 
de  palabra  .sustantivada.  Véase 
Mente   (Adverbios  en). 

Sústine  et  ábstine,  fr.  lati- 
na. Era  la  máxima  de  los  estoi- 
cos y  significa:  Aguanta  y  abs- 
tente. Bien  puede  admitirla  el 
Dice. 

Susurrido,  m.  "Ruido  suave 
y  remiso  que  naturalmente  ha- 
cen alg-unas  cosas."  Con  este 
significado,    que  es   la  acep.    fig. 


366 


SUT 


SYLL 


de  susurro,  fué  admitido  por 
primera  vez  este  vocablo  en  la 
14."  edición  del  Dice. 

Sutil,  adj.  Todavía  hay  reza- 
gados que  así  pronuncian  el 
adj.  sutil.  Pero  admirémonos 
más:  en  una  obra  de  críticíi  li- 
teraria, publicada  en  Madrid 
en  1916,  leemos:  "Por  la  fuerza 
demoledora  de  su  sátira,  por  ei 
hábil  y  continuo  empleo  de  la 
ironía,  del  sarcasmo  y  de  la  pa- 
rodia, por  el  artificio  sutil  de  la 
dicción .  .  . ,  Luciano  revive  en 
los  admirables  Sueños  de  Que- 
vedo."  Sutil  (agudo)  procede 
del  latín  subtilis;  por  lo  cual  no 
hay  razón  para  decir  sutil :  esta 
acentuación  sólo  se  explica  por 
la  influencia  de  útil,  inútil,  fú- 
til, inconsútil.  No  debe  hacerse 
caso  a  editores  españoles  y  de 
otras  naciones  que  aun  en  obras 
clásicas  se  atrevieron  a  acentuar 
sutil,  sutiles.  Véase  Sésil. — 
Limón  sutil.  Es  el  limón  ceiUi 
(variedad  de  limón  muy  oloro- 
so), porque  pronene  de  Ceuta. 
Nuestro  Abate  Molina  cayó 
también  en  el  error  de  lla- 
marlo sutil.  "Además  de  los 
cuales  [naranjos,  limones  y 
cidros],  cultivan  ciertas  limon- 
cillos  redondos,  poco  mayores 
que  una  nuez  f¿qué  mejor  ra- 
zón para  calificarlos  de  suti- 
les?], y  agrios  sobrenuinera, 
llamados  limones  sutiles,  cu- 
yo árbol  echa  las  hojas  ]>cq ne- 
nas y  más  paroci<las  a  las  de  los 
naranjos  que  a  las  de  los  limo- 
nes. Pastos  limoncillos  .son  muv 
estimados,  echados  enteros  en 
almíbar,  y  su  zumo  es  un  refri- 
gerante   maravilloso    contra    las 


fiebres  ardientes.'  (Compendio 
histór.,  1.  III,  al  fin).  Así  mi.smo 
el  clásico  Ulloa,  en  su  Viaje  a  la 
América  Meridional  (t.  I,  pág. 
104):  "Son  tantos  los  que  cría 
aquel  país  de  otra  casta  que  lla- 
man sutiles  o  seutiles."  Philippi 
confirmó  el  error,  diciendo  que 
"el  limón  sutil  es  una  subvarie- 
dad  [del  limón]."  (Botánica, 
pág.  179). 

SúuM  cuiQUE,  expr.  latina. 
Significa:  A  cada  uno  lo  suyo, 
darle  a  cada  cual  lo  que  le  per- 
tenece. Por  el  uso  que  tiene, 
merece  entrar  en  el  Dice. 

Suyo,  ya,  pron.  posesivo  de 
3.»  persona.  Véase  Su. — Hacer 
un-o  de  las  suyas,  fr.  fam. : 
"obrar,  proceder  según  su  fíe- 
nlo y  costumbre.  Tómase,  por 
lo  común,  en  mala  parte."  -Vsí 
el  Dice,  sin  advertir  que  la  fr. 
se  usa  también  con  los  demás 
pronombres  posesivos,  mías,  tu- 
ijas,  nuestras,  vuestras,  según 
sea  el  sujeto  de  la  proposición. 
"Dejar  haos  Dios  en  vuestra 
pobreza,  y  haréis  de  las  vues- 
tras." (Rodríguez,  Ejerc.  de 
perfección,  p.  II,  tr.  III,  c. 
VIII). — Salir  o  salirse  ^lno  con 
la  suija,  fr.  fig. :  "lograr  su  in- 
tento a  posar  de  contradicciones 
y  dificultades."  (Véase  S.\Lin). 
También  debió  advertirse  que 
esta  fr.  .sí  usa  con  ?«/«,  tuya, 
nucstrn  y  vuestra,  segiin  lo  pida 
el  sujeto  de  la  proposición.  "De- 
seáis salir  con  la  vuestra." 
(Jbid.,  tr.  V,  c.  I).  ".Iu.sto  .sois, 
Señor,  y  con  la  vuestra  habéis 
df  salir."  (Alonso  del  Ca.stillo, 
Pláticas  iicrna.%  c.  I). 

Syllari's.  Véase   Síllabus, 


T.  1.°  No  es  propia  de  la  fo- 
nética castellana  la  t  inicial  mu- 
da, como  en  Tmolo,  tmesis,  y 
por  eso  no  hay  ningún  vocaolo 
que  empiece  así. — 2°  En  medio 
de  dicción  y  antes  de  consonan- 
te con  la  cual  no  se  articula,  es 
común,  en  Chile  y  dondequiera 
que  se  habla  el  castellano,  con- 
vertir la  t  en  cí,  para  suavizar  el 
sonido :  Edna,  ridmo,  admósfe- 
ra,  Adías,  Adlántico;  y  así  lo 
hallamos  hasta  en  algunos  clá- 
sicos. Rengifo  da  como  con.so- 
nantes,  en  su  Arte  poético,  a 
C<tdmo  con  Patmo,  mirad  con 
Josafat;  y  el  Marqués  de  Ville- 
na,  en  su  Arte  de  trovar,  dice 
que  "E,  T  e  D,  eso  mesmo  con- 
vienen en  son  en  fin  de  dicción, 
como  quien  dice  Cibdad,  que  se 
puede  facer  con  D  e  con  T."  En 
aritmética  y  logaritmo  suele 
convertirse  en  .s  (arismética,  lo- 


garismo). "El  algoritmo-  del 
Dice,  dice  Cuervo,  se  funda  en 
una  falsa  etimología  y  es  tan 
disparate  como  logarismo:  nues- 
tros libros  antiguos  dan  algua. 
rismo."  En  otras  voces  no  se 
¡mede  pronunciar  sin  nota  de 
afectación  y  por  eso  sólo  se  con- 
serva en  la  escritura:  istmio, 
postliminio,  postdata,  postdilw- 
oiano. — 3.°  Al  fin  de  dicción,  y 
como  no  es  propia  del  castellano, 
el  pueblo  la  elimina:  "El  valle 
de  Josafá,  el  monte  Arará,  la 
Magnífica,  Don  Pedro  Mon,"  eu 
\QZ  de  Josafat,  Ararat,  et  May- 
nificat,  Montt.  En  uno  que  otro 
nombre  agrega  el  pueblo,  por 
l>aragoge,  una  vocal:  Crúzate 
por  Cruzat;  como  lo  hacen  los 
españoles  con  Ma.hom,eto,  del 
francés  Mahomet;  Saleta,  del 
francés  Salette;  panfleto,  del  in- 
glés   y  francés    pamphlct. —  4.° 


368 


Ct.  Véase  C.—Pt.  Véase  P.— 
Th.  No  existe  en  castellano;  por 
consiguiente,  es  absiiKlo  escri- 
bir Esther,  Judith,  Martha,  Na- 
zareth,  etc. —  5.°  TI.  La  pro- 
nunciación española  repugna 
junt-ar  en  una  sílaba  estas  dos 
consonantes  y  prefiere  di\'idir- 
las:  At-lántico^  at-leta,  dando  a 
la  primera  t  un  sonido  tan  sua- 
ve como  el  de  la  d.  Consultada 
acerca  de  ^to  la  Re^il  Academia 
Española  por  un  sacerdote  «si)a- 
ñol  residente  en  Chile,  contestó 
lo  siguiente:  "Enterada  la  R.  A. 
E.  de  la  atenta  carta  de  V.  S. 
preguntando  [¡lindo  gerun- 
dio!] por  la  pronunciación  de 
las  palabras  Atlántico,  Atleta, 
Atlas,  acordó  contestai'le  que  eri 
el  uso  ordinario  se  proiumcian 
At-lán-ti-co,  At-le-ta,  At-las, 
existiendo  algunas  personas  que 
adoptan  la  otra  forma  que  V.  S. 
indica.=Lo  que  tengo  la  honra 
de  conmnicar  a  V.  S.,  cuya  vfda 
guarde  Dios  muchos  añois.=Ma- 
dríd,  28  de  Abril  de  19r2.=El 
Secretario,  M.  Catalina.=Sr.  D. 
Jerónimo  Ordóñez."  Es  cierto 
que  en  España  se  viene  ufando 
desde  antiguo  la  separación  de 
ambas  letras,  por  lo  cual  se  ve 
escrito  Adlante  en  una  edición 
de  la  Galatea  de  Cervantes  y 
Adtlante  en  otra  del  Diablo  Co- 
jn/ilo,  y  en  los  Loorcx  ríe  tos  cla- 
ros varones  de  España,  do  Fer- 
nán Pérez  de  Guzmán,  se  lee: 


invento  que  en  sus  tableta 
Con  (Iranio  veraifici') 
Los  Kuangolion  e  ilió 
Metro  a  loa  iiiiatro  Ateletas. 


Y  en  nota:  "Ateletas  dize  el 
griego  por  las  quatro  Euange- 
listas  o  por  los  fuertes  niiulires 
que  padescieron  por  la  fe."  (El 
griego  no  dice  ateleta<_  sino  aí/e- 
íes,áí»,vj-r/-£).  El  castellano,  por 
índole  fonética,  huye  de  esta 
tomlñnación,  o,  si  no  puede  evi- 
tarla, la  deshace;  como  se  nota 
en  cabildo  (de  capítiUu-m  ^ca- 
■pitlum),  tilde  (de  titulus-^ti- 
tlus),  espada  (de  spathubr  < 
spathla)^  rolde  snjntoj,  ep)  >  ro- 
tlus),  Roldan  (de  RotUin).  Y 
aun  la  combinación  análoga  di, 
en  el  siglo  XVI  se  invertía  en 
Id:  amadle^=amalde,  decidle^ 
decilde.  Don  Diego  Iñigo  López 
de  Mendoza  escribió  en  sus  re- 
franes: ponetle^  enviatlo,  como 
tiratvos,  tornatvos,  lo  que  sirve 
para  confirmar  la  .-eparación  de 
t  y  1.  Sin  embargo,  en  griego, 
de  donde  proceden  alguna«  de 
eeías  vo.-2í,  e?  frecuente  la  síla- 
ba ti:  Atlas.  {>or  ejemplo,  se  de- 
riva de  a,  pailícula  aumentativa, 
y  el  V.  TXat.j,  soportar  ;ysv4}>Xix/.óí;, 
que  dio  cu  castellano  gcncflinco^ 
articula  la  t  con  la  /;  así  mismo 
hi'tlemita  y  betlemítico,  deriva- 
dos de  Bcthleem,  Belén.  En 
Chile  preferimos  la  pronuncia- 
ción ti.  como  los  mejicanos,  que 
la  tienen  en  abundancia  en  sus 
leníruas  indígenas:  Tlascala, 
tln.tcnlteca.,  tlazole.  Si  la  .\cade- 
mia  prefiere  la  pronunciación 
t-l,  como  lo  dice  en  su  carta  el 
Sen-rolario,  es  forzoso  que  refor- 
me la  definición  de  Letra  Uqtti- 
da  en  la  parte  que  dice:  "Am- 
bas \l  y  r]  forman  sílaba  con  la 
;,  la  (I,  la  p  y  la  /." — B."  Ta  par- 
lic\ilari(l;Hl  iiuc  presenta  la  t  en 


TAB 


309 


Chile  es  cuando  se  articula  con 
la  t:  la  gente  bien  educada  la 
pronuncia  entonces  como  ©1  es- 
pañol, pero  la  que  no  cuida  de 
la  pronunciación  y,  en  general, 
todo  el  vulgo  iletrado  la  pro- 
nuncian con  un  sonido  pecu- 
liar, que  los  an*ig-uos  araucanis- 
tas  representaron  con  tli,  pero 
mejor  se  representaría  con  tn\ 
como  lo  hemos  practicado  nos- 
otros en  esta  obra.  En  efecto, 
analizado  este  sonido,  se  ve  que 
e»  la  simple  combinación  de  la 
t  con  la  r  doble  o  jt,  pues  suena 
como  en  inglés  try  (trrai)  y 
tree  (trri).  Y  no  sólo  pronun- 
cia así  el  pueblo  las  voces  de  ori- 
gen araucano,  como  trraro, 
trralca,  trríuque,  Trrentrrén,  si- 
no también  todas  las  esiDañoias 
y  latinas  en  que  entra  la  comlii- 
uación  tr:  trreinta  y  trres,  cua- 
trro,  gloriapatrri.  Sin  embargo, 
siguiendo  la  situación  del  país, 
se  nota  la  iníluencia  de  las  res- 
pectivas lenguas  indígenas.  De 
Santiago  al  Xorte,  donde  influ- 
yeron más  que  el  araucano,  el 
quichua  y  el  aimará,  que  no  tie- 
nen este  sonido,  el  pueblo  tam- 
poco lo  conoce  ahora ;  de  San- 
tiago al  Sur  es  común.  De  aquí 
las  distintas  pronunciaciones; 
por  ej. :  tuto  y  cototo,  todos  los 
del  Norte;  trrutrro  }'  cotrrorro, 
la  gente  iletrada  del  sur;  trutro 
y  cotrotro,  la  gente  educada  del 
centro.  El  español,  que  tiene 
gran  dificultaid  para  pronunciar 
este  sonido,  no  se  lo  asimiló 
nunca,  y  por  eso  desde  el  tiem- 
po de  la  conquista  nos  transmi- 
tieron suavizados  los  nomljres 
que  en  araucano  se  pronuncian 

Dico.  de  Chil.,  t.  V. 


con  trr:  Talca,  Talcahuano,  To- 
mé, Tapihue,  Tiltil,  Tilicura, 
Tunca,  Colfauco,  Putaendo,  etc. 
Así  también  el  castellano  no  só- 
lo suavizó,  sino  que  suprimió  tr 
en  vuesa  merced,  y  tr,  de  petro, 
lo  convirtió  en  jt  en  la  palabra 
perro,  aratrum  dio  aradro  ant. 
y  arado.  En  una  que  otra  pala- 
bra trr  y  í  se  han  convertido  en 
ch,  como  chilco  y  trrilco,  de- 
monche por  demontre,  que  di- 
cen algunos  españoles,  y  el  chi- 
leno Chuma  por  Tomás.  Véase 
R,  S.° — 7.°  Como  no  todos  saben 
ni  eslán  obligados  a  saber  latín, 
es  indispensable  que  el  Dice, 
advierta  cómo  se  pronuncia  la  t 
cuando  precede  a  la  i  y  otra  vo- 
cal en  las  voces  latinas  que  él 
acepta,  y  que,  además,  unifor- 
me la  manera  de  escribirlas. 
Así  no  se  repetirá  el  error  de  la 
12."  edición  de  escribir  Deo  gra- 
cias, cuando  A  b  initio,  Fercn- 
dae  sententiae,  Latae  sententiae, 
Verbi  gratia-  y  demás,  están  es- 
critos como  es  debido. 

Taba,  f.  Fué  costumbre  en 
Chile,  hasta  hace  pocos  años, 
empedrar,  con  tabas  de  ganado 
ovejuno,  los  zaguanes  y  patios 
de  las  casas,  formando  variar 
figuras.. — En  el  juego  de  la  ta- 
lia.  llamamos  taba  cargada  la 
que  no  tiene  bien  compartido  el 
peso,  ora  por  causa  natural,  ora 
porque  le  han  llenado  un  lado 
con  plomo;  lo  que  se  hace  por 
medio  de  un  agujero  que  des- 
pués se  tapa  con  pasta  igual  al 
color  del  hueso. —  Calentársele  a 
uno  las  tabas,  fr.  fig.  y  fam. . 
tener  muchas  ganas  de  casarse. 
Igual    a  la   otra    chilena    Estar 


370 


TAB 


TAB 


una  enferma  del  chape. — Darlt 
o  pegarle  a  uno  en  la  taba,  o  en 
la  tabiia,  fr.  fig.  y  fani.  equiva- 
lente a  la  española  Dar  a  uno 
en  las  mataduras:  "zaherirle 
con  aquello  que  siente  más  o 
que  le  causa  más  enojo  y  pesa- 
dumbre." Gusanera,  fig.  y  fani., 
significa  también  "pasión  que 
más  reina  en  el  ánimo.  Le  dio 
en  la  gusanera." 

Tab.\cazo,  m.,  amn.  de  taba- 
co. Bebida  en  que  se  pone  taba- 
co y  que  se  da  para  enfermar  o 
matai"  a  uno.  Voz  de  u.so  co- 
rriente en  Chile,  bien  formada 
y  digna  de  admitirse,  pues  no 
tiene,  como  parece,  equivalen- 
cia en  castellano.  Trueba  la  u.sí, 
pero  solamente  como  aum.  des- 
pectivo de  tabaco:  "¡Uf,  cómo 
ponéis  la  casa  con  el  picaro  vi- 
cio del  tabacazo.' 

Tabaco,  m.  Tabaco  dfl  dia- 
blo, por  otro  nombre,  tupo. 
Planta  chilena  de  la  familia  de 
las  lobeliáceas.  "Corola  hendi- 
da, un  ¡labiada,  con  cinco  m.-.^- 
mcntos  lineares  unidas  en  la 
punta.  Son  hierban  grandes  pe- 
rennes o  arbu.stos  con  floret? 
grandes  purpúreas,  de  color  es- 
carlata o  morado,  disjniestas  cn 
largos  racimos  terminales.  Su 
le<'.he  causa  inlkimación  en  el 
cutis,  vómitos,  marco,  delirio, 
iriHamación  del  tulx)  intestinal. 
Se  coníK'on  once  e-^jiecies,  toda.^ 
de  Chile."  (Phili]>i>i).- Tabaco 
de  montaña  (o  de  la  montaña). 
Kombre  que  dan  algunos  al 
árnica  {árnica  montana). — 
Tabaco  Saña  o  de  Saña.  Uno 
o.ue  se  traía  del  Perú,  nuiy  t'.ier- 
te  V  vendido  en  mazos.    Safia  e.< 


pueblo  de  la  pro\"incia  de  Chi- 
clayo,  departamento  do  Lamba- 
jeque. —  Tener  uno  los  años 
del  tabaco,  o  más  años  que 
el  tabaco,  fr.  fam.,  igual  a 
las  españolas  Ser  más  viejo  que 
el  repelón,  Ser  más  viejo  que  la 
sarna  (o  que  Sarra) :  ser  muy 
viejo  o  antiguo.—  ¿Trrei  (traes) 
tabaco?  Ni  pizca.  Frases  con 
que  se  oree  interpretar  el  gm*, 
del  peqiu'n  y  de  su  henibra.  Yé- 
íise  Peqiéx. — De  la  etimología 
de  tabaco  sólo  dice  el  Dice,  que 
es  voz  caribe.  El  Dr.  Cri.<tóbal 
Ayo  (Biblioteca  de  Gallardo,  t. 
I.  col.  351)  dice  que  "los  indios 
llaman  a  estii  planta  Pacielt  y 
l'ctum;  los  españoles  le  inij^fu- 
sieron  por  nombre  Tabaco^  por 
cau-sa  de  una  isla  en  Nueva-EX*- 
paña,  donde  se  cría  en  abun- 
dancia." Pero  Oviedo,  mwno 
mejor  informado,  dice  que  la 
planta  se  llamaba  coliibn  o  coj>- 
iid,  y  que  el  nombre  de  ta.baro 
i-e  daba  al  instrumento  en  tv)r~ 
ma  de  Y  que  se  jxmían  los  in- 
dios en  las  ventanas  de  las  nari- 
ces para  absorber  el  humo  de  la 
planta;  la  punta  se  ponía  en  iíus 
liojas  que  astnbim  ardiendo  o 
quemándose.  El  Inca  Garcila.*o 
llama  a  la  plantíi  Soyri  y  en  e.s- 
pañol  hierba  santa.  Nue-iras 
araucanos  lo  llaman  püthon  y 
lo  u.-an  principalmente  en  su.s 
(cremonias  religiosas  para  cro- 
(lucir  cierta.  eml>riaguez,  duran- 
te la  cual  creen  adivinar  lo  ocul- 
to o  lo  futuro  ]'>or  connmicacion 
ton  los  espíritus. — Véa.se  Enta- 
bacarse. 

Taiíaijiicha.   f.    Muchos    años 
lardó    el    Di<v.    en     admitir  es1« 


TAB 


TAB 


371 


\ocablo,  cuando  ya  en  el  tiempo 
de  los  grandes  clásicos  era  de 
uso  comente.  Así  se  deduce  de 
este  pasaje  de  Luis  Quiñones  de 
Benavente,  el  grande  entreme- 
sista  español,  elogiado  hasta  por 
I.ope  de  Vega: 

ítem  más,  que  me  olvidaba, 
Mando  ti  mi  amigo  Pinelo 
Una  t'ibaqnera.  que  hane 
Uu  celemín  por  lo  menos. 

{Lo  qut  dijo  Lorenzv  lliirt  ido). 

Loa  puristas  antei'iores  a  la  12." 
edición  del  Dice,  como  no  veí- 
an en  la  11."  este  vocablo,  decí- 
an petaca  (estuche  de  cuero, 
metal  u  otra  materia  adecuada, 
que  sirve  para  llevar  cigarros  o 
tabaco  picado).  Aquí  se  ha  di- 
cho siempre  tabaquera^  aunque 
el  pueblo  prefiere  bolsa  tabaque- 
ra. La  guayaca  y  el  pitihue  (vé- 
anse en  sus  lugares)  son  taba- 
queras de  forma  especial.  Ciga- 
rrera tiene  la  misma  acep.  de 
petaca  y  además  esta,  otra:  "ca- 
ja o  mueblecillo  en  que  se  tie- 
nen a  la  vista  cigarros  puros." 
Pitillera  es  "petaca  para  guar- 
dar pitillos,"  y  pitillo  es  ciga- 
rrillo o  cigarro  de  papel. — Por 
no  perder  un  cigarro,  perder 
uno  la  bolsa  tabaquera.  (Véase 
Cigarro).  La  equivalencia  cas- 
tellana es:  Abad  avariento,  poi 
un  bodigo  pierde  ciento,  "re- 
frán con  que  se  da  a  entender 
que  Ja  avaricia  redunda  por  lo 
común  en  perjuicio  del  mismo 
a;varo." 

Tabardillo,  m.  Algiuics  lla- 
man así  el  delíHum  trcmens, 
entendiendo  mal  las  nombres. 
El    tabardillo     es    fiebre     grave, 


aguda  y  continua.  Véase  Cha- 
valongo. 

Tabernizado,  da,  adj.  Con  sa- 
bor a  taberna,  semejante  a  ella, 
tan  \\\  como  ella.  Lo  usó  Pereda 
en  Escenas  montañesas,  Un  ma- 
rino: "El  cual  café  no  nombro, 
porque  aun  se  conserva  tan  bo- 
yante como  entonces,  aunque 
mtis  tabernizado."  Véase  Izar 
(Verbos  en). 

Tabique,  m.  "Pared  delgada 
que  se  hace  de  cascotes,  ladrillos 
o  adobes,  puestos  de  canto  y 
trabados  con  yeso."  Así  lo  defi- 
ne el  Dice.  No  hay  razón  para 
limitar  al  yeso  la  trabazón  de 
los  materiales,  pues  también  se 
traban  con  barro,  mezcla,  etc. — 
En  Chile,  por  no  conocerse  la 
voz  propia,  se  llama  también 
tabique  el  entramado  castella- 
no, que  es:  "ai'mazón  de  maüe- 
ra  que  sirve  para  hacer  una  pa- 
red, tabique  o  suelo,  rellenan- 
do las  huecos  con  fábrica  o  ta- 
blazón."— La  pared  que  sólo 
tiene  el  grueso  del  ancho  del 
ladrillo  común,  se  llama  en 
castellano  citara. 

Tabiquería,  f.  Conjunto  o 
serie  de  tabiques.  Está  bien  for- 
mado y  tiene  algún  uso. 

Tabla,  f.  Tabla  del  pescuezo. 
Es  expresión  castiza,  porque 
una  de  las  aceps.  de  tabla  es: 
"parte  algo  plana  de-  ciertos 
miembras  del  cuerpo:  tabla  del 
pecho,  del  muslo."  La  tabla  det 
pescuezo  es,  entre  nosotros,  la 
de  los  animales  caballares. — En 
el  lenguaje  forense  chileno  es 
corriente  hablar  de  la  tabla,  de 
/c/.s  causas  en  tabla,  poner  unn 
cama  en    tabla,  estar  o  no   estar 


372 


TAB 


TAB 


en  tabla;  todo  lo  cual  es  bien  di- 
tho,    porque    una    de  las   acepe. 
de  tabla  es:  "lista  o  catálogo  de 
cosas  puestas    por  orden    sucesi- 
vo   o  relacionadas    entre    sí,''  y 
esto  mismo    es  la  tabla  del    foro 
chileno:    una    lista    o     catálogo 
(^ue   forman    los    tribunales    se- 
manalmente  de  los  litigios   que 
penden  ante    ellos  y  que  se    co- 
loca en  una  tabla   o  tablero  a  la 
puerta  de  la  sala    de  audiencia. 
— En    Chiloé,    que   es    una   de 
nuestras    provincias  más    made- 
reras, se  da  a  tabla  la  acep.    íig. 
de     "año,"    porque   la  tabla   de 
madera   es  como    la  imidad    de 
medida  de  lo  que  puede  cargar 
un    individuo.   Así,    cargar  uno 
doce  tablas,     equivale    a     tener 
doce    años  de    edad. —  Tabla  de 
chocolate:  dígase   pa.ifa,   pastilla 
c,    tuhlcta     de     chocolate. — Tabla 
ríe     multiplicnr     o     pitagórica: 
ambas   locuciones   pueden    usar- 
se.—  Tabla  de  rezo.  Véase  Ordo. 
. — Tabla    de    salvación,    loe.    fig. 
que  falta  en  el  Dice,  y  significa: 
último  o    supremo  recurso.  Está 
tomada    de  la  fr.  castiza  Salvar 
(o    escapar)    uno  en  tina  tabla: 
".'^alir    de    un  ri&sgo    venturosa- 
mente  y  como   por  milagro." — 
Tabla  de  sumar:   la  que   en.seña 
la    adición    u    operación    de  su- 
mar. Es  bien  dicho,    aunque  no 
la  mencione  el  Dice. — Tablas  de 
la  ley:  el  Dice,  las  llama    tablas 
solamente. —       Como  una  tabla, 
loe.   fig.   y   fam.:    sin   discrei>an- 
cia,  uniformemente,  todos  igua- 
le-«  o  pare.jt»,  como  e«  una  tabla 
l)ien    acepillada.    Dícese    princi- 
palmente    de     votaí-ionei. —  De 
tabla.     Es    loe.    que   falta   en  el 


Dice,  y  que  Gonzalo  Correas 
explica  así:  "De  las  cosas  que 
se  hacen  sin  alteración ;  como 
en  las  iglesias,  que  los  oficios 
están  puestos  en  una  tabla:  por 
seguros  y  fijos."  No  es  lo  mismo 
que  la  fr.  Ser  de  tabla  una  cosa, 
que  vale:  ser  corriente  y  de  es- 
tilo, ser  de  cajón. —  De  tabla 
a  tabla.  Loe.  usada  por  el  P. 
Ribadeneira:  "Todo  eJ  libro 
pasé  de  tabla  a  tabla."  (Cita  de 
Ortúzar).  No  la  trae  el  Dice,  y 
equivale  a  estas  otTa¿:  Del  prin- 
vipio  al  fin,  De  la  cruz  a  la  fe- 
cha, De  cabo  a  rabo. — Echar  a 
uno  por  tabla,  fr.  fig.  y  fam.  qae 
hemos  formado  del  modo  adv. 
Por  tabla^  que  figuradamente 
significa:  "valicndo.se  de  medios 
indirectos  para  el  logro  de  un 
fin." — En  tabla.  Véa.-^  Poroto. 
— Hacer  tabla  rasa  de  una  cosa. 
Es  la  fr.  francesa  Faire  table  ra- 
se, que  el  Dice,  de  la  Academia 
Francesa  define  así:  "Se  dice  de 
uno  que,  mirando  como  dudosas 

0  inciertas  las  opiniones  o  no- 
ciones que  tiene,  las  de>-©cha, 
para  adoptarlas  de  nuevo,  modi- 
ficarlas o  pro.'^cribirlas  definitiva- 
mente, dcópués  de  im  serio  y 
miiduro  examen."  El  castellano 
admite  solamente  la  loe.  Tabla 
rasa:  "la  que,  aparejada  para  la 
pintura,  nada  tiene  aún  trazado 
ni  i)intíido;  fig.,  entendimiento 
sin  cultivo  ni  estudios."  I.ia  fr. 
so    emple^i   en  el    pontido  de  su- 

1  rimir  o  destiiiír  lo  que  emlm- 
raza  o  dificulta  el  lo.íjro  de  ima 
cosa. — No  dar  en  tabla,  fr.  fam. 
(|ue  usamos  en  sentido  propio  y 
lig..  pero  menos  que  .su  ¡.g\ial  No 
llar  en  bola.    Véasela   en  el   art. 


TAB 


TAB 


873 


Bola. — No  saber  uno  por  dónde 
van  tablas,  fr.  fig.  y  fam.:  igno- 
rar enteramente  aquello  de  que 
ee  trata.  K-?tá  tomada  del  juego 
de  billar  o  de  trucos,  en  el  cual 
es  necesario  conocer  bien  el  uso 
de  las  tablas  o  tablillas.  Tampo- 
co apare>ce  en  el  Dice,  y  ya  en 
su  tiempo  la  usaban  hasta  los 
rústicos  de  Lucas   Fernández: 

¿Mamarás  tú  a  muerde  y  sorbe 
Una  oveja  o  una  cabra 
Sin  qu'el  mazeujar  t'estorbe? 
Ea.  naide  ño  se  torbe, 
Que  no  sabcisdó  va  tahra. 

— Quedar  o  mlir  tablas  dos  o 
■más  jugadores,  unu  partida,  un 
ruego,  tona  riña  de  galhs,  tin  des- 
afío, etc.,  fr.  fig.  que  no  halla- 
mos en  el  Dice;  significa:  salir 
o  quedar  patas  o  empata-dos. 
"¿Qué  hacer?  No  dar  la  razón 
al  uno  ni  al  otro,  declarar  tablas 
la  partida."  (Ricardo  Palma, 
Tradiciones  peruanas,  t.  IV, 
pág.  202).  El  Dice,  trae  "Hacer 
o  hacerse  tabla-?  una,  cosa:  que- 
dar sin  decisión." — Sobre  tabla, 
loe.  fig.:  sin  previo  anuncio  o 
notificación,  sin  estudio  o  pre- 
paración anterior.  Ú.  m.  con  los 
verbos  despachar,  resolver^  dis- 
cutir. Viene  de  la  costumbre 
que  liay  en  las  asambleas  y  cor- 
pora<'iones  de  poner  en  una  ta- 
bla la  lista  de  los  a.suntos  que 
deben  tratarse.  No  recordamos 
habier  va.íto  esta  loe.  en  los  clá- 
sicos y  por  el  significado  que 
tiene  en  ella  la  prep.  sobre^  la 
consideramos  tan  galicana  co- 
mo Sobre  la  marcha. —  Tirada 
por  tabla..  Se  dice  mejor  en  una 
sola  palabra:   treja:   "tirada  por 


tabla  o  recodo,  para  dar  bola  o 
hacer  otro  lance  cualquiera  en 
el  juego  de  trucos." 

Tablada,  f.  En  la  provincia 
de  Valdivia,  planchado,  m.  Ve- 
a-se  en  su  lugar.  Si  .-^  hubiera 
dicho  tablado,  m.,  habría  sido 
más  aceptable,  porque  el  tabla- 
do es  el  "suelo  plano  formado 
de  tablas  unidas  por  el  canto;'' 
y  así  son  algunas  tabladas  o 
planchados. 

Tabl.\dillo,  m.,  dim.  de  fcr- 
blado.  No  lo  menciona  el  Dice, 
y  en  Chile  es  corriente  en  la 
acep.  de  tablado  pequeño.  Ta- 
bla.do  es  "suelo  plano  formado 
de  tablas  unidas  por  el  canto," 
y  que  puede  astar  más  o  menos 
levantado  de  la  tierra. 

Marlotes  con  alegri'a 
Un  tahlaih  uiandó  armar, 
Ni  más  cbicn  ni  mas  grande. 
Que  &1  cielo  quiere  llegar, 

(Romance  La  cautirtrlal  del  Conde  Guarlnos  ) 

De  eíte  tablado  es  dim.  nuestro 
tabladillo^  que  existe  en  casi  to- 
das nue'^traá  plazas  de  ciudad, 
principalmente  para  colocación 
de  las  bandas  que  tocan  para  el 
público.  Tiene  también  el  caste- 
llano la  voz  andamio  (tablado 
(jue  se  pone  en  plazas  o  sitios 
públicos  para  ver  desde  él  algTi- 
na  fiesta,  o  con  otro  objeto)  , 
muy  usada  por  los  clásicos;  pe- 
ro, como  tiene  otra  acep.  más 
común  y  conocida,  nosotros  nos 
hemos  quedado  con  fabladiUo, 
que  también  .^e  ha  usado  en  iCs- 
]iaña.  "Kl  carro  y  los  demás  se 
\(íI\-ieron  a  entrar,  quedándose 
I0.S  violones  en  un  (aMarUUo  que 


374 


TAB 


TAB 


para  este  efecto  estal)a  a  un  lado 
de  la  sala."  (Relación  de  una 
fiesta  que  dio  en  palacio  Felipe 
III,  año  1605).  Pedimos  pues 
(lue  acepte  el  Dice,  la  voz  tabla- 
dillo. 

Tablazón,  f.  Erradamente  lo 
dio  por  m.  Toro  Gisbert  eu  .>u 
Pequeño  Larovse.  (¿Cómo  le 
han  dejado  pasar  los  españoles 
ese  galicismo  pequeño,  que  no 
es  tan  pequeño  por  estar  en  el 
título  de  la  obra?)  Tablazón  sig- 
nifica: "agregado  de  tablas;  con- 
junto o  compuesto  de  tabla.s  con 
que  se  hacen  las  cubiertas  de  la^ 
embarcaciones  y  se  cubre  su  cos- 
tado y  demás  obras  que  llevan 
forro,"  y  en  ambas  aceps.  es  ex- 
(■lusivaiucnte,  f. 

Tableador,  ra,  ni.  y  f.  Pei-so- 
na  que  tablea  la  masa  cortando 
trozos  y  dándoles  forma  de  pan. 
Es  corriente  en  Chile,  pero  no  es 
conocido  del  Dice.  Véase  Ta- 
blear. 

Tablear,  a.  Dar  forma  chata 
o  plana  a  cada  trozo  de  masa  de 
que  se  hace  pan;  por  consi- 
guiente, aplanar,  achatar.  Tam- 
bién se  usa  en  Chile,  con  el  nns- 
mo  significado,  tortear. —  Las 
aceps.  cíii-lizas  de  tablear  van  to- 
das por  otros  caminos:  "Dividir 
im. madero  cu  tablas.  ||  Dividir 
en  tíiblaíf  el  terreno  de  una  huor- 
ta  o  de  un  jardín.  ||  Igualar  la 
tierra  con  la  atabladera,  después 
de  arada  o  cavada.  1 1  Reducir 
las  barras  cuadradas  do  hierro  a 
íigiu'a  de  llanta,  pletina  o  llcie. 
1 1  Hücer  tablas  en  la  ropa."  Sólo 
la  penúltima  tiene  alguna  se- 
mejanza.— VA  part.  tableado,  dn, 
e.«    land)ién    corriente    en    Cliilc 


en  el  significado  de  ¡>lano,  acha- 
tado, en  forma  de  tabla. 

Tableau.  (Pronúnciese  tabló). 
^'oz  francesa  que  significa  cua- 
dro, pintura  en  lienzo,  madera, 
etc.,  y  fig.,  representación  o  des- 
cripción literaria  de  un  hecho  o 
escena  de  la  vida  o  de  la  natura- 
leza. Es  común,  entre  los  que 
í-hupurrean  el  francés,  usarla 
como  interj.  de  burla  o  ironía, 
así,  a  secas:  ¡Tableau!  cuando 
en  castellano  diríama*:  "¡Lindo, 
hermoso  o  lucido  cuadro !  ¡  Buen 
desenluce !  ¡  Valiente  final !" 

Tablero,  m.  Véase  Pizarra. 
— En  los  aserraderos,  empleado 
(jue  lleva  cuenta  de  las  tablas. — 
También  se  llama  tablero  y  írt- 
blero  de  damas  un  ave  chilena 
nadadora,  por  otro  nombre,  pin- 
tada). Véase  esta  voz.  Gay  (Zoo- 
lof/ía,  t.  I,  pág.  47B)  da  más  de- 
talles de  ella. 

Tablilla,  f..  dim.  de  falda. 
Cada  una  de  las  tal>las  cortas 
que  forman  el  tablado  de  los  r.'i- 
tres.  No  alcanza  a  constituir  un 
chilenismo. —  Banqueta  o  tari- 
milla  que  .«e  pone  a  ambos  lados 
del  confesonario  para  que  el  pe- 
nitente .se  arrodille  con  más  co- 
modidad. "En  vnia  de  las  tabli- 
llas de  un  confesonario  qnefló 
durmiendí»,  como  en  su  cama, 
nn  devoto."  ( Nerca.*sc!ui  y  Mo- 
ran. IÍra.9e  que  se  era.  La  estre- 
lla dr  Chile,  t.  XTIT.  i)ág.  !)0n. 
Ceder,  dejar,  quitar  la  tablilla, 
es.  según  or^fti.  dejar  o  (]uilar  a 
litro  el  lugar  jKvra  conferirse;  v, 
en  .«Híutido  fig.,  dejarle  o  quitar- 
le el  turno  o  vez  en  otras  co,<as. 
El  nombre  de  tablilla  se  daría  al 
]irincipio  a  la  tal>leta  que  se  po- 


TAB 


TAC 


375 


ne  horizontalrnente  en  los  table- 
ros del  confesonario  para  apo- 
yar el  penitente  arrodillado  las 
manos  y  que  con  la  tarima  for- 
ma c-omo  im  reclinatorio  a  cada 
lado;  pero  después,  por  confu- 
sión o  por  falta  de  precisión,  se 
trasladó  este  nombre  a  la  tabla 
de  abajo  o  tarima. — Muchos  lla- 
man también  tablilla  la  telera 
de  la  carreta,  o  eea:  travesano 
de  madera  con  que  se  enlaza  ca- 
da lado  del  pértigo  con  las 
tijeras  o  largueros  (limones). — 
— En  algunas  partes,  el  alfajor 
chileno,  especialmente  cuando 
no  tiene  betún,  sino  que  sólo  es- 
tá  oleado.  Véase  Alfajor. 

Taklóx,  m.,  aum.  de  tabla. 
Es  castizo  en  la  acep.  de  "tabla 
gruesa,"  pero  nó  en  la  de  "cua- 
dro o  plantel  de  tierra  en  que  se 
siembran  verduras."  Esto  se  lla- 
ma en  castellano  tabla;  sólo  en 
caso  de  que  sea  muy  grande,  po- 
drá llamarse  tablón. — El  "con- 
junto de  tablas  de  huerta  o  de 
jardín"  se  llama  en  castellano 
reblar  o  tablero. — Sinónimos  -de 
inJ/la  en  esta  acep.:  era  (cuadro 
pequeño  de  tierra  destinado  al 
cultivo  de  flores  u  hortalizas). 
bancal  (pedazo  de  tierra  cuadri- 
longo, di.spue.'^to  para  plantar  le- 
gumbre.?, vides,  olivos  u  otros 
árboles  frutales;  entre  hortela- 
nos, parte  de  tierra  que,  ]ior  no 
estar  al  nivel  de  las  otras,  forma 
í'on  ellas  unas  como  grada."  o  es- 
calones), cuajlro^  y  como  ameri- 
íanismo,  cantero  (en  los  jardi- 
n<^,  parte  de  tierra  labrada  re- 
gularmente en  cuadro  y  adorna- 
da con  varia.s  labores  de  flores  y 
l.'ierbas).   La  "faja  de  tierra,   y 


señaladamente  la  labrantía  com- 
I'rendida  entre  da?  filas  de  árbo- 
les.'" .-^e  llama  también  tabla.  Vé- 
ase Parterre. 

Tablonear,  a.  Dividir  en  ta- 
blas el  terreno  de  una  huerta  o 
jardín,  o  sea,  tablear.  Véase  el 
anterior. 

Tabolango,  m.  Aféase  Chix- 
(  REMOLLE.  El  nombre  científico 
e-=  paradoxumorpha  crassa  Bl. — 
Parece  que  en  la  etimología  en- 
tran las  voce.-;  araucanas  thavwn, 
taparse,  cerrarse,  y  unca.  cuer¡30, 
conforme  a  la  vida  de  este  insec- 
to, que  la  pasa  debajo  de  las  pie- 
dras. En  la  toponimia  chilena 
hay,  con  el  nombre  de  Taholan- 
00,  una  aldea  en  el  departamen- 
to de  Los- Andes,  otra  en  el  de 
liniache  y  un  caserío  en  el  de 
Putaendo. 

Taca,  f.  Molusco  chileno  con- 
chífero, comestible,  común  en 
los  maires  de  Chile,  especialmen- 
te en  el  archipiélago  de  Chiloe. 
Su  nombre  científico  es  venus 
dombeyi.  "Es  una  concJia  casi 
redonda,  de  cuatro  pulgadas  de 
diámetro,  estriada  .longitudinal- 
mente y  manchada  de  blanco, 
de  violado  y  de  amarillo.  La  .su- 
perficie interna  es  de  un  hermo- 
so color  de  aurora,  y  el  animaiir- 
jo  que  allí  se  alberga  tiene  un 
excelente  sabor."  (Molina,  Cnm- 
ptndio  hisfór.,  pág.  416)-.  "Con 
la  concha  de  este  marisco  las 
jóvenes  del  pueblo  fabrican  pri- 
morosa»!  trabajos:  ramilletes, 
costureros  y  marcos  para  retra- 
tos." (Cavada).  "Otras  e=4pecies 
hay  de  |  mariscos]  má.s  peque- 
ños, que  llaman  tacas,  y  son 
también  de  mucha  e^'tima,  y  sq 


376 


TAC 


TAC 


pascan  en  muchas  }>artes  de  es- 
tas castas;  pero  la^  de  más  fama 
son  las  de  Chuapa.  En  las  con- 
chas ide  las  grandes  se  crían  las 
margaritas  que  refieren  los  ho- 
landeses, según  Juan  y  Teodoro 
de  Bry,  haber  comprado  de  l0^ 
indios  en  el  Estrecho,  labradas 
con  grande  artificio  y  primor.*' 
(Ovalle.  Hisfór.  relación^  1.  I,  c. 
XVI). —  Del  araucano  thaca, 
un  marisco  muy  sabroso  (Fe- 
brés).  Es  evidente  que  del>e  en- 
trar en  el  Dice. 

Tacan,  adj.  invariable.  En 
Chiloé.  porfiado,  capricho.-^o. 
(Cavada). 

Tacazo,  m.,  de  taco.  Golpe 
dado  con  el  taco.  Se  u.«a  en  Chi- 
le por  taconazo,  golpe  dado  con 
el  tacón.  Véase  el  siguiente. 

Taco,  m.  Es  corriente  en  Chi- 
le por  tacón  (pieza  semicircular, 
mi\>!  o  menos  alta,  que  va  exte- 
riormente  unida  a  la.  suela  del 
zapato  o  bota,  en  aquella  parte 
que  corresponde  al  calcañar"). 
— Por  semejanza,  parte  inferior 
o  base  de  la  pilastra  de  madera 
para  ]iuertas  y  ventanas,  ^'^cast 
Pilastra,  1.»  acep. — Fig.  y  fam., 
individuo  de  pequeiña  estatura. 
No  es  exclu.'sivo  de  Chiloó,  comcr 
lo  da  Cavada,  sino  general  de 
Chile.  El  Dice,  gallego  de  Cu- 
veiro  Pinol  también  lo  trae  con 
el  significado  de  "persona  pe- 
queña."— Taco  de  goma:  pieza 
de  caucho  con  que  so  cubre  la 
extremidad  del  tacón  para  apa- 
gar el  ruido  al  andar  y  para  no 
resbalar. 

Taco,  m.  Es  síncopa  o  mala 
pronunciación  del  cnstellano 
tasco,  que  significa:  "caña   que- 


brantada que  queda  como  des- 
perdicio o  part«  más  basta,  des- 
pués de  agramado  el  cáñamo  o 
lino;"  por  otro  nombre,  agrami- 
za. "Ella  IRahab]  había  hecho 
5-ubir  a  los  hombres  al  sobrado 
de  su  casa,  y  los  había  cubierto 
con  tasco  de  lino  [stipula  lini] 
que  había  allí."  (Scío,  Jomé^  II, 
(i).  Como  el  tasco  se  emplea 
también  para  atajar  o  des\iar  el 
Hg^ua  en  las  acequias,  de  ahí 
provino  el  chilenismo  taco  en 
vez  de  los  siguientes  nombres 
españoles:  atajadero  (caballón, 
lomo  u  obstáculo  de  tierra,  ma- 
dera o  piedra,  que  se  pone  eu 
las  caceras,  acequias  o  regueras 
para  hacer  entrar  o  distribuir 
el  agua  en  una  finca),  inota 
(pella  de  tierra  con  que  se  cie- 
rra o  ataja  el  paso  del  agua  «jii 
>ina  acequia),  atochada  (en  al- 
gunas provincias,  lomo  que  se 
hace  en  los  bancales,  con  ato- 
cha, romero  o  broza,  y  tierra, 
para  contener  el  agua),  pollo 
(en  las  viñas  de  regadío,  una 
como  margen  que  levantan  a 
trechos  los  cavadores  para  que 
.~o  estanque  el  agua  cuando  las 
riegan.  Lo  da  el  Dice,  como 
provincialismo  de  Aragón),  ri- 
l'cro  (vallado  de  estacas,  casca- 
jo y  cé.^pedes  que  se  hace  a  la 
rrilla  de  las  ])resí\s  para  que  no 
se  salga  y  derrame  el  agua), 
ir.tpcdada  (en  Álava,  el  con- 
junto de  tepes  o  cé.^iiedes  que 
mielen  ponerse  en  sitio  ade<'ua- 
ilo  para  elevar  o!  nivel  de  las 
presas.  Haráibar). — De  aquí  .xa- 
lió  la  acep.  fig.  de  Ihumu-  taco 
iodo  lo  que  detiene,  e.ml>araza  u 
ol)struye  el  curso  de  otras  cosa.-?. 


TAC 


TAC 


377 


"De  ese  modo  [creando  una  se- 
gunda fiscalía]  se  podría  des- 
hacer alguna  vez  ese  tremendo 
taco  de  causas  en  vista  al  fiscal, 
que  hay  en  segunda  instancia." 
(Un  diario  de  Concepción).  En 
particular,  hay  tacos  de  carros 
o  tranvías,  de  gente,  de  coches, 
carretones,  etc.,  que  en  castella- 
no .son  atasco  o  atascamiento 
(impedimento  que  no  permite 
el  paso),  atascadero  o  atollade- 
ro (et?torlx)  o  embarazo  que  im- 
pide la  continuación  de  im  pro- 
yecto, empresa,  pretensión,  etc.), 
obstrucción  (acción  o  efecto  de 
obstruir  u  obstruirse).  El  taco 
de  causas  es  im  simple  montón 
o  rimero,  runfla  o  runflada. — 
Echar  uno  un  taco  es  tomar  un 
trago  de  vino  sobre  lo  que  se 
come,  y  Echar  tacos  uno  es  "ju- 
rar o  hablar  con  mucha  cólera." 
— Es  falsa  la  etimolog-fa  del 
araucano  tacum,  tapar,  arropar 
o  cerrar,  que  alguien  ha  indica- 
do para  nue.stro  taco ;  es  tan  evi- 
dente que  viene  del  tasco  caste- 
llano, que  no  debe  pen-sarse  en 
otra. 

Tacón,  m.  Entre  ladronejj  y 
rateros,  daga. 

Taconear,  a.  Henchir,  relle- 
nar, tabicar  (en  la  acejx  fig.  de 
"cerrar  o  tapar  lina  cosa  que 
debía  estar  abierta  o  tener  cui"- 
.so.  Tabicarse  las  narices"),  recal- 
car (llenar  mucho  una  cosa  con 
otra,  apretándola  para  que  que- 
pa más).  "Fueron  al  lugar  del 
flagelo  con  las  narices  y  oídos 
taconeados  de  algodón,  para 
que  no  se  les  entraran  los  mi- 
crobios." (Un  diario  de  Santia- 
go). Este   V.  es   de  uso   general 


en  Chile,  y  míil  formado  de  ta- 
co en  las  acejjs.  que  tiene  en  el 
juego  del  billar  y  en  el  uso  de 
las  armas  de  fuego.  El  taconear 
castellano  es  n.  y  significa:  "pi- 
sar causando  rmdo,  haciendo 
fuerza  y  estribando  en  el  tacón ; 
fig.,  pisar  con  valentía  y  arro- 
gancia." Para  esto  inventamos 
nosotros  taquear,  n.,  formado 
del  falso  taco  del  zapato  (ta- 
cón). En  Catamarca  usian,  en  el 
mismo  sentido  que  nuestro  ta- 
conear, un  V.  tacanear,  formado 
del  cacan  tacana^  pisón. — En 
Cirugía  coiTÍjase  taconear  por 
Taponar  (obstruir  con  tapones 
una  herida  o  ima  cavidad  natu- 
ral del  cuerpo). 

T.\CTO>  m.  Muy  sensible  es 
que  el  Dice,  haya  dado  a  este 
vocablo  la  acep.  fig.  de  "tino, 
íicierto,  destreza,  maña,"  tomada 
del  francés.  "No  creo,  dice  con 
sobrada  razón  el  P.  Mir,  se  le 
pudiera  al  hombre  agraviar  con 
mayor  denuesto  que  con  llamar- 
le hombre  de  tacto,  porque  e=o 
equivaldría  a  darle  tratamiento 
de  bestia,  pues  el  tacto  en  los 
más  viles  animales  viene  a  ser 
lo  postrero  y  casi  único  que  les 
queda  de  la  parte  sen.sitiva.  .  . 
¿No  valdría  más  llamarle  dis- 
creto, atentado,  cortés,  comedi- 
do, atinado,  diestro,  mañoso, 
hábil,  mesurado,  fino,  mirado, 
remirado,  y  otra  cáfila  de  adjs.  a 
este  tono?"  Fuera  de  los  .sustan- 
tivos nombrados,  pueden  usarse, 
segTÍn  los  ca.sf)s,  tiento,  tino,  pul- 
so, ten  con  ten,  pmdencia,  re- 
flexión, juicio,  sagacidad,  dis- 
creción, mesura,  habilidad,  pe- 
ricia;   en  fin,  cualquier    sinóni- 


378              TAC  TAO 

mo  castellano  es  preferible  al  \ieja]  y  el  de  no  desengañar  al 
galicano  tacto.  Véase  una  bue-  chacuaco,  la  paz  y  concordia 
na  autoridad:  "Alejandro  con  que  es  conveniente  que  haya 
su  temeridad  conquistó  más  que  entre  dos  casada-?."  (El  Pamjc- 
todos  los  reyes  junios  con  su  ro,  alivio  V).  Para  Cejador, 
mucho  tiento."  (Gracián,  El  chacuaco  es  "apodo  al  rústico, 
Político  D.  Fernando  el  Cató-  zafio  y  de  mala  presencia,  co- 
lico).  mo  ch-acueco,  chancla  o  ztipato 
Tacuaco,  m;  Individuo  de  viejo;  del  eúskaro,  tchak,  pisar 
cuerpo  pequeño.  Ú.  m.  c.  sobre-  con  ruido."  (Silbantes,  t.  11, 
nombre  o  apodo.  En  castellanc  pág.  441).  En  ainiará  trae  Ber- 
hay  est.os  equivalentes:  tapón  de  tonio  la  voz  taxMCo,  moza  que 
cuba  (persona  muy  gruesa  y  pe-  pasa  ya  de  18  años;  y  díce-e 
quena),  retaco,  m.  (no  adj.  de  también  de  yeguas,  muías,  etc. 
dos  terminaciones,  como  se  usa  En  el  art.  Memtll.\  escribe  to- 
en Chile),  "hombre  rechoncho,"  Ini-aco,  nuichacha  mayor  de  10 
renacuajo  o  sacabuche,  fig.  y  o  12  años.  Ma«  no  creemos  que 
í'am.  (hombrecillo  pequeño  y  de  ollas  iiaya  procedido  nuestro 
(le.-!preciable). —  Lo  m;ií!  proba-  tacuaco.  Menibreño,  de  Ilondu- 
lile,  en  cuanto  a  etimología,  es  ras,  trae  guataco,  ca,  regordete, 
que  sea  un  derivado  despectivo  que  con  metátesis  liahría  dado 
de  taco,  fig.  (I."'  art.),  por  el  es-  taguaco  >  tacuaco.  Y  .\loiiso 
tilo  de  hominicaco,  pajamico,  y  ííarroto,  en  su  obra  El  dialecto 
los  coiupue-rtos  de  taco,  refago  y  rulf/ar  leonés,  dice  que  en  ese 
currutaco.  Hay  otras  voces  en  dialecto  el  sufijo  acó  se  usa  co- 
que pudiera  {jensai^se,  como  cha-  ?uo  despectivo :  flaco,  tío  cuaco, 
cuaco,  convertida  la  sílaba  cha  Según  esto,  el  ti/)cu€u-o  es  un  tío 
en  trra,  y  ésta  en  ira,  <a.  Chacua-  o  viejetillo  desjnwiable.  \wt  ser 
co  para  el  Dice,  es  "homo  de  pequeño  o  enc"Ogido  de  cuerpo; 
manga  para  ñmdir  metales  de  y  de  fiorunro  pudo  salir  nuestro 
plata,"  pero  en  el  Salvador  y  en  tacuaco. —  Tanil)ién  'llama  ta- 
Méjico  es  también  "colilla,  ca-  cuaco  el  ]iuel)li>  un  chasquido 
bo  de  cigan-o,"  y  en  España,  fuerte  (¡ue  se  hace  con  el  doi-so 
"hombre  pequeño."  (Valbuena,  do.  la  lengua  en  el  paladar  para 
Fe  d^  erratas,  t.  IIT,  pág.  14).  burlarse  e  indicar  que  no  se 
Y  así  lo  UPÓ  el  mismo  Valbuo-  concede  una  cosa.  En  esle  caso 
na  en  su  novela  Agua  turlñ/i,  l¡i  voz  os  onómatopéyica. 
pág.  :?1'2:  "¿Ve  usted  el  chucua-  Tacuara,  f.  Bambú  del  Bra- 
co fW  que  tenemos  en  fi-ente?"  .<il.  Lo  admitió  jmr  primera  vez 
Siglos  antes,  Suárez  de  Eigiieroa  el  Dice.  (14.»  edición).  "Caño- 
liabía  u.-^jid(i  taiiibiéu  esta  voz  nes  de  tacunra  |nsí,  grave)  fo- 
ai)licándok  al  marido  de  una  rrados  en  cuero."  dijeron  por 
%ieja  muy  relamida  y  melin-  acá  niict^tros  diarias.  Y  a-^í  es  la 
drosa:  "Deteníame  este  <leseo  palabra,  nó  aguda  como  la  ad- 
¡dc    rcpreiKlcr    y    c;i-1igar    a   la  niitió    el    Dice.    Los    ar;;cntino.<5 


TACH 


TAOH 


379 


dicen  también  tacuara  o  caña 
tacuara,  del  guaraní  tacuar  o  ta- 
cuara. El  error  del  Dice,  proven- 
drá de  algún  naturalista  francés 
que  pronunció  la  voz  como  en 
su  lengua,  porque  en  el  Brasil 
no  dicen  tampoco  tacuara,  sino 
tacuaruzú,  que  es  una  especie 
más  grande.  Por  lo  demás,  la  tal 
caña  e?  de  la  misma  familia  que 
nuestro  coUhue  y  qidl<i  y  que  la 
guadúa  del  Perú  y  de  nuestras 
provincias  del  Norte. 

T.\cHo,  m.  Ya  le  dio  el  Dice. 
(14.'  edición)   la  acep.    de  "va- 
sija de  metal,    de  fondo    redon- 
deado y    más    ancha   que    hon- 
da." (La  última  parte  de  la  de- 
finición no  es  exacta,  porque  el 
tacho  es  lo  contrario:  más  hon- 
do que  ancho.  IjO  que  se  querría 
decir    sería:    más    ancho     en  el 
fondo    que    en  el    resto.  Quedó 
subsistente,    pero  en   2.°    lugar, 
la  acep.  antigua:    "paila  grande 
en  que  se  acaba  de  cocer  el  me- 
lado y  .-^e  le  da  el  punto  de  azú- 
car."  Ambas  aceps.   son    ameri- 
canas y  .«e  usan  en  distintas  na-' 
clones;  en  Chile  sólo  conocenias 
la  1.* — Asiento  (o  c.  .  .)    de  ta- 
cho, loe.  fig.  y  fam.  con  que  se  za- 
hiere a  la  persona  que  hace  vi- 
sitas muy  largas;  en  castellano, 
Pegársele  a  uno  la  silla   (estar.-e 
mucho    en  una  parte;  detenei-se 
mucho    en   una    visita). — Estar 
uno  como  tacho,  o  fundido   co- 
mo  tacho.  Fundirse   como  tacho, 
(I   como  un   tacho,  Tacho   fundi- 
do: frases  tígs.  y  fams. :  ser  muy 
miniado.    Véase   Fundido,   da. — 
Las   penas  del  tacho.   Véase   Cle- 
mente   (Penas    de    San),  en    el 
!.■■  t.  y  su  Apéndice. 


Tacho,  n.  pr.  Dim.  fam.  de 
Tránsito.  Otros  dicen    Tato. 

Tachonar,  a.  Sólo  dos  aceps. 
le  da  el  Dice:  "adornar  una  co- 
sa sobreponiéndoJe  tachones ; 
clavetear  los  cofres  y  otras  cosas 
con  tachones."  (Tachón  es  "ta- 
chuela grande,  por  lo  común  do- 
rada o  plateada)  ."—Falta  pues  la 
acep.  fig.  de  "adornar  con  algo 
que,  sin  ser  tachón,  presente  a 
lo  menos  su  aspecto."  Véanse 
las  siguientes  aut.oridad¡es.  en- 
tre mil  que  pudieran  citarse: 
"Claveteando  y  tachonando  el 
rielo  de  estrellas."  (Cáceres, 
P.9alnio   VIII). 

Bajaba  por  la  noche, 

Y  las  ruedas  del  coche, 

Tachonada!  de-estrenas, 
Brilladores  diamantes  y  centellas, 
Detrás  de  las  montatias  resonaban. 

(Lope  de  Vega,  La  Gatomaquia,  silva  I). 

Un  tahalí  truj"  terciado 
Al  hombro  con  mil  despojos 
De  t«la  lie  oro  labrado, 
Y  de  eyitcrnecidos  ojos 
Se  amadores  tachonado. 

(Gaspar  de  Aguilar,  Fnh  d¿,  Endimión  y  la 
Luna,  año  1610,  Bibliot.  de  Gallar.io.  t.  I,  col 
48). 

A  los  balconea  de  bruñida  plata 
La  trina  diosa'se  mostró  este  día: 
El  manto  deja  negro  turquesado, 
De  estrellas  tachonado. 

{Canción  a  lii  admirable  Ascensión  del  Señor, 
anónima,  BibUol.  de  Gallardo.  t.l,-eol.   1014) 

Y /'Huidas  estrellas 
Tachonan  la  carroza  de  la  noche. 

(Bello,  MocucivH  a  la  Poeiia). 

Hasta  donde  la  espuma  austral  tachonan 
Islas  mil. 

("Id.,  .lí  Dieciocho  de  Setiembre) 


380 


TAG 


TAQ 


Y  de  dispersas  luces  por  la  noche 

Sembrada  la  lUnara, 
El  infinito  espacio  tacbonndo 

De  role»  mp  figura 

(Id.,  .4  Oümpio.Wl). 

Viendo  que  su  contrario  no  ha  llegado 
Y  de  lucet  el  cielo  se  tachona., . 

(Id.,  Orlando  enamorado,  c.  VI). 

"El  cielo  terso,  brillante,  azulí- 
simo, de  Castilla  aparecía  ta- 
choncuJ.o  de  innumerables  esiit- 
Uas."  (Mir,  Sta.  Teresa,  t.  11, 
pág.  Ó93). 

Tachuela,  f.  Fig.  y  fam.  Per- 
icona de  muy  baja  estatura.  Dí- 
cese  más  como  apodo  o  sobre- 
nombre. Véase  para  los  equiva- 
lentes Tacuaco. —  Escupir  ta- 
chuelas, fr.  fig.  y  fam.  Echar 
sangre  por  la  boca.  (Véanse  Co- 
tonía y  CnocoL.\TE).  Más  \n-o- 
piamente  e«  arrojar  los  dientes  o 
muelas,  que  han  saltado  \>ov 
efecto  de  una  lx)fetada  o  moji- 
cón ;  ésas  son,  figuradamente,  las 
tachuelas.  Lope  de  Vega,  ha- 
blando de  los  caballos  del  sol, 
cuando  se  de4)ocaron  por  la  im- 
pericia de  Faetonte,  dijo  t-am- 
bicn : 

Cuyos  caballos  por  el  aire  andaban 
Entre  rayos  y  truenos, 
Semhrandc)  riendas  y  escupiendo  frenos. 

( Laurel  Je  Apolo,  silva  V). 

Tago,  n.  pr.  m.  Dim.  fam. 
lie  '<(ini><i;/o.  pero  monos  usado 
(|ue   Chago. 

T.uii  A,  f.  Ave  chilena,  dd 
género  fúlica.  "Hay  en  este  pa- 
ís cinco  especies  del  género  fú- 
lica: tres  de  ellas  habitan  en  las 
jirovincias  del  centro  y  Sur,  las 
dos     reblantes    solamente    on    el 


•Norte.    Todas    estas  especies  son 
'conocidas   \Tilgarmente   con    los 
nombres  de  taguas  o  gallinas  de 
agiiA,  y  en  la  Zoología  se  deno- 
minan FuHca  armillata,  F.  leu- 
copiga  y  F.  leucoptera;  F.  arde- 
.siaca    y  F.    gigante,    respectiva- 
mente. Las  diferencias  que  hay 
entre  estas  especies    son  sólo  de 
importaiucia  .paira  el    naturalis- 
ta,  pues   a  la   primera   vista  es 
fácil      confundirlas     unas     con 
otrasL    La    principal    diferencia 
entre  las  tres  espet-ies  que  habi- 
tan el  centro  y  Sur  del  país,  es- 
tá en  la  placa  cartilaginosa  quo 
Icr!  adorna  la  parte  frontal  y  su- 
perior de  la  cal>eza.  Nosotros  só- 
lo hemos  obsen-ado  a  e-tas   tres 
primeras  eíípecies.  Viven  en  las 
la.gimas  y  pajonales.  Nadan  tan 
liábilmente    como  un    pato,    no 
ol>stanto  de  no  tener  una  orga- 
nización tan  adecuada  para  na- 
dar,   cuno    él.  Sas    pies    tieneu 
una    membrana    nadadora    im- 
l^erfecta  y  .sus  tarsos  son  largos. 
Es    frecuente    ver  a    las    taguas 
buscando  su  alimento  a  las  ori- 
llas de  las  lagunas  y  de  la*  pan- 
tanos, siempre  muy  listas    para 
internarse    al  menor  asomo    del 
peligro.   Cuando    huyen,   no    lo 
bucen    nadando:   corren,    tocan- 
do   aipenas  el    agua    y    batiendo 
las  alas  con   nnicha    rapidez... 
Para    anidar    bu.«can    el    centro 
de    algún    grupo    de  T)lantas  do 
tr)tora  o    lie  alguna    otra  por  el 
estilo,  y  a  muy  poca  altura    ko- 
bre    el    nivel   oi-dinario    de    las 
aguas  fabrican  .«u  nido,  que    es 
hecho  scílanientei  con    vegetales 
amontonados.      Allí      pono      la 
iiembra   hasta  una«  .seis  huevos. 


TAG 


TAH 


381 


poco  menores  en  tamaño  que 
los  de  gallina  y  de  un  color 
chocolate  salpicado  con  negro. 
Estos  huevos  son  tan  semejan- 
tes en  su  color  al  nido  mismo  y 
el  nido  al  sitio  en  que  está  edi- 
ftcado,  que  la  tagua  no  necerfta 
buscar  im  sitio  muy  escondido 
para  dejarlos.  Los  pollos  de  ta- 
gua son  autófagos  y  salen  del 
huevo  cubiertos  de  pelusas  ne- 
jaras y  tienen  una  uña  encorva- 
da cerca  de  la  punta  del  ala  (eii 
el  ala  bastarda,  en  la  parte  que 
corresponde  anatómicamente  al 
dedo  pulgar).  Este  apéndice 
desaparece  antes  que  el  ala  ad- 
quiera las  plumas  verdaderas. 
— Hay,  además  de  las  taguas 
grandes,  una  especie  muy  infe- 
rior, pero  de  costumbres  seme- 
jantes (porphyñops  vielun&ps) 
(vnilgarmente  tagüita),  y  tam- 
bién otra  especie  que  hasta  aho- 
ra no  hemos  obsen-ado  en  la 
naturaleza  (gallínula  galeata). 
l>a  carne  de  todas  las  taguas  es 
generaLmente  poco  eetimada.'' 
( Reed ) . — Fig.  y  f  am . ,  en  el  pue- 
blo, sonido  que  se  hace  por  bur- 
la introduciendo  un  dedo  en  la 
boca  y  tirándolo  con  fuerza  ha- 
cia un  lado.  Ü.  m.  con  el  v.  Jia- 
rer:  Hacer  una  tagua. —  Hacer 
taguas  o  tagüitas,  Jugar  a 
las  taguas  o  tagüitas,  fra- 
ses que  significan  zabullirse 
en  el  agua  y  también  ha- 
cer patitos  o  jugar  a  los  patitos, 
^'^éase  Patitos. — El  nomljre  ta- 
gua deV^e  ya  pasar  al  Dice,  ad- 
virtiéndose que  su  dim.,  por  ex- 
cepción y  por  semejanza  con 
agwa,  es  tagüita.  La  etimología 
es    el     araucano     thahuatahua, 


cierto  pato,  (Febrés).  Este 
nombre  se  aplica,  en  la  toponi- 
mia chilena,  a  una  aldea  del  de- 
partamento de  Caupolicán,  San 
Vicente  de  Taguatagua,  a  una 
famosa  y  gran  laguna  que  hu- 
bo ahí  cerca  y  que  se  defecó  el 
año  1841,  y  a  un  lago  del  de- 
partamento de  Llanquihue. 
Más  probable  es  que  el  toponí- 
mico Taguatagtuí  venga  del 
araucano  thagathaga,  quijada,  y 
quijada  de  animales  muertos, 
como  interpreta  el  Febré.s-As- 
traldi,  pues  "cerca  del  borde  de 
la  laguna  de  Taguatagua,  a 
unos  cinco  o  seis  metros  de  pro- 
fundidad, se  encontraron  doi 
esqueletos  de  mastodonte  [con 
sus  grandes  quijadas  o  mandí- 
bulas], los  que,  como  el  hallado 
en  el  cerro  del  Chivato,  prueban 
la  existencia  en  Chile  de  e-rtos 
animales  antodiluvianos."  (As- 
taburuága.  Dice,  geogmf.  de 
Chile^  art.  Taguatagua). 
Philippi  da  también  el  nombre 
de  taguatagua  al  estoquillo  (vé- 
ase esta  voz)  ;  pero,  si  en  alguna 
parte  se  ha  usado  esta,  denomi- 
nación, no  sabemos  que  haya 
per.severado  hasta  hoy. 

Tahití,  n.  pr.  de  isla.  Tahiti, 
grave,  escribe  el  último  Dice, 
en  el  art.  Tatuar.  La  pronun- 
ciación aguda  se  explica  por  el 
francés,  pues  la  isla  i>ertenece  a 
Francia. 

T.A.HUR,  m.  Véase  Taure,  que 
es  como  pronuncia  aquí  el  pue- 
blo.—  Tahúr  perdido,  mirón 
eterno:  proverbio  chileno  con 
que  se  zahiere  al  taliur  que, 
deí'pués  de  haber  perdido  todo 
su  dinero,   se  queda   junto   a  la 


382 


TAI 


TAI 


mesa  viendo  jugar  a  los  demás, 
como  quien  no  puede  separarse 
del  lugar  del  vicio. 

Taima,  f.  Obstinación  de  una 
persona  que  se  da  por  agravia- 
da u  ofendida,  se  aferra  a  su 
idea  y  no  habla  ni  obedec-e.  Es 
más  propia  de  los  niños.  No 
existe  en  castellano  este  vocablo 
y  nosotros  lo  hemos  formado 
del  adj.  taimado,  así  como  le 
hicimos  un  v.  (taimarse).  Las 
voces  castizas  que  se  piu-ecen  a 
taima,  son:  mítrría  (especie  de 
tristeza  y  cargazón  de  cabeza 
que  hace  andar  eabizhtajo  y  me- 
lancólico al  que  la  padece),  mo- 
hína (calidad  de  mohino,  que 
significa :  triste,  melancólico, 
disgustado),  petera  (obstina- 
ción y  cólera  en  la  expresión 
de  algún  deseo,  y  principal- 
mentí?  terquedad  y  rabieta  de 
los  niñas  temosos),  empeira- 
iniento  (acción  o  efecto  de  em- 
perrarse. Véase  Taimarse),  /es- 
iaradu  (terquedad,  iníiexibili- 
dad  y  obstinación  en  una 
aprensión  particular),  testaría- 
dez  y  testarronería  (calidad  de 
testarudo). —  El  derivado  ca»s- 
tizo  de  taimado  es  taimería,  pe- 
r(>  significa:  "picsuviía,  malicia 
y  astucia  desvergonzada." 

Taimado,  da,  adj.  En  caste- 
llano .significa:  "bellaco,  astuto, 
di.<imulado  y  pronto  en  adver- 
tirlo todo;"  pero  en  chileno  es 
amorrado,  da  (part.  de  amu- 
rrarse: bajar  la  cabeza,  obsti- 
nándose en  no  hablar),  caba- 
llero en  »u.  propósito,  empeño, 
porfía,  dictamen,  opinión  (dí- 
cese   de    la    persona    oljstinada 


Tque  no  se  deja  disuadir  por 
■ninguna  consideración),  temo- 
so, sa  (tenaz  y  porfiado  en  sos- 
tener un  capricho).  Hasta  Fe- 
,  brés  dio  a  taimado  la  aiep.  chi- 
lena, pues  traduce  ser  taimado 
por  theuacúnoim,  v.  en  que  en- 
tra el  s.  theua,  perro;  de  mane- 
ra que  equivale  al  castellano 
euipvrrarsc. 

Taimarse,  r.  Véanse  los  dos 
anteriores  y  corríjase  por  amx>- 
rrame,  obstinarse,  encapricharse, 
emperrarse  (obstinarse,  empe- 
ñiirse  en  no  ceder  ni  darse  a 
partido). 

Taita,  m.  En  castellano  eo 
"nombre  con  que  el  niño  hace 
caricias  a  sus  padi-es,  a  su  no- 
drizíi  o  a  otra  persiona  que 
atiende  a  su  cuidado  y  crianza,"' 
En  Chile  es  igual  a  "padre," 
I>ero  .solamente  en  el  pueblo. 
La  gente  educada  no  lo  usa,  y  a 
lo  sumo  empleíi  el  dim.  taitiia 
al  nombrar  o  hablar  al  abuelo. 
PtK'a  diferencia  tiene  con  tata  y 
íahVa,  y  la  única  es,  que  estos  úl- 
timos se  aplican  tíimbién  al 
hombre  anciano  que  es  muy 
amigo  o  bienhechor  de  la  fami- 
lia. Taita  Salag  fué  el  nombre 
que  por  cariño  y  gratitud  se  dio 
en  todo  Chile  al  procer  de  nuee»- 
tra  indei)endencia  Don  Manuel 
de  8ala.s  por  s\i  caridíid  y  p-w 
las  innumerables  obras  de  be- 
neficencia y  de  progreso  que 
hizo  en  bien  de  la  nación. — 
Los  niños  jiequeños  nombran 
también  a  Dios  taifa  Dins  y  <a- 
ta  Dios,  y  ni  párroco,  taita  cura 
y  tata  citi\K  .\sí  tamldéii  en  el 
Perú : 


TAJ 


TAJ 


383 


Al  niño  que  es  bueno 
y  lia  3U  lección. 
La  mamá  lo  lleva 
A  la  Exposición; 

Y  al  niño  que  es  malo 
Y  desaplicado, 
'J'aiía  Dios  lo  vuelve 
Tuerto  y  jorobado. 

(Palma.  7'raJicioHtr>' p«/ ííííiíüí,  1. 1 /,  pág.  2iG). 

"En  punto  a  religión  tiene  la 
íe  del  carbonero,  y  acoge  como 
verdad  evangélica  cuanta  papa- 
rrucha sale  de  los  labios.  .  .del 
taita  cura."  (Ibíd.,  t.  III,  pág. 
225).  "Brutos,  que  quieren  sti- 
ber  más  que  el  taita  tura." 
(Ibíd.,  pág.  380).—  Fig.  y 
fam.,  individuo  más  valiente  o 
más  poderoso,  muy  superior  a 
lo-s  otros.  "¿Conocís  a  tu  taita? 
El  que  pega  más  fuerte  e-s  tai- 
ta." Así  se  u.'^a  en  el  pueblo. — 
Véase  Tata. 

Tajada,  f.  Es  la  "iwreión 
cortada  de  una  cosa,  efcpecial- 
mente  comestible;"  por  CiOnsi- 
guiente,  no  deije  usarse,  como 
lo  hacen  en  Chile,  por  tajo 
(corte  hecho  con  instrumento 
cortante)  ni  por  cuchillada 
(golpe  de  cuchillo,  espada  u 
otra  arma  de  corto).' 

Tajadera,  f,  Por  otro  nom- 
bre, cortafrío,  m.:  "cincel  fuer- 
te para  cortar  hien-o  frío  a  gol- 
pes de  martillo."  Hace  tiempo 
que  el  Dice,  ecpiipara  ambos  vo- 
Ciiblos;  nosotros  usamos  sola- 
inente  el  primero. 

Tajamar,  m.  Es  castizo  pero 
mal  usado  en  Chile.  La  ac«p. 
que  más  .se  acerca  a  nuestro  uso 
es  ésta  de  Arquitectura:  "parte 
de  fábrica  que  se  adiciona  a  las 
pilas  de  los  puentes,  aguas  arri- 


ba y  agolas  abajo,  en  figiu-a  cur- 
va o  angular,  de  manera  que 
pueda  cortar  el  agua  de  la  co- 
rriente y  repartirla  con  igualdad 
por  ambos  lados  de  aquéllas." 
Nosotros  lo  usamos  por  malecón 
(murallón  o  terraplén  que  se 
hace  pai'a  defensa  de  las  aguas) 
y  mejor  aún  espolón  (malecón 
que  suele  hacei-se  a  orillas  de 
los  ríos  o  del  mar  para  contener 
las  aguas,  y  también  al  borde 
de  los  barrancos  y  precipicios 
para  seguridad  del  terreno  y  de 
los  transeúntes).  El  nombre  'de 
tajamar  es  tan  antiguo  en  San- 
tiago como  el  malecón  al  cual 
se  dio;  poco  después  de  su  cons- 
trucción decía  el  Obis]^)©  CaiTas- 
co  al  rey:  "Hasta  ahora  nunca 
.^=6  vio  tajamar  del  río  y  puente 
de  cal  y  canto."  (Carta  de  28 
de  Febr.  de  1683)! 

Tajeado,  da,  adj.,  part.  de 
tajear.  Dígase  tajado,  da.  Véa- 
se Tajear. — m.  Dícese  como  so- 
brenombre o  apodo  al  individuo 
que  tiene  en  la  cara  chirlos  o 
cicatrices  de  heridas  más  o  me- 
nos prolongadas. 

Tajeadura,  f.  Tajadwra  o  ta- 
jamiento. Véase  Tajear. 

Tajear,  a.  No  existe  y  dígase 
iojiir:  "di\'idir  una  cosa  en  dos 
vi  más  partes  con  in.strumento 
cortante.  1 1  Tratándose  de  la 
pluma  de  ave  para  escribir,  cor- 
tarla." 

Tajo,  m.  A  fajo  abierto,  loe. 
con  que  se  designa  la  acequia 
en  su  forma  más  rústica  y  pri- 
mitiva, es  decir,  un  simple  cau- 
ce abierto  en  la  tierra  con  arado 
o  con  pala,  y  en  contrapasición 
a   la  más   perfecta,  en    que  hay 


384 


TAL 


TAL 


obra  de  albañilería.  No  aparec-e 
esta  loe.  en  el  Dice,  sin  embar- 
go de  ser  eispañola,  como  nos 
han  dicho  algunos  españoles. 
Otra  acep.  vulgar  que  aquí  se  le 
da,  aplicándola  a  acequia  descu- 
bierta, en  contraposición  a  la 
que  está  cubierta  o  tapada,  no 
es  correcta. —  Eclmr  tajos  y 
reveses,  fr.  fig.,  tomada  de 
la  Esgrima:  jurar  o  hablar  con 
mucha  cólera  (echar  tacos); 
decir  votos,  juramentos  o  por- 
vidas  (echar  ternos) ;  proferir 
amenazan  o  insultos.  La  tene- 
mos por  castiza,  pero  no  la  ha- 
llamos en  el  Dice. 

Tal,  adj.  Con  tal  de,  modis- 
mo conjuntivo  condicional  que 
.se  usa  con  infinitivo  y  significa 
lo  mismo  que  Con  tal  que  con 
subjuntivo:  "en  el  caso  de  que, 
con  la  precisa  condición  de 
que."  Hace  falta  en  el  Dice. — 
Por  tal  de  (con  infinitivo),  Por 
tal  de  que  o  Por  tal  que  (con 
subjuntivo).  "No  tomo  morir, 
jior  tal  de  salvar  mi  alma,  por 
tal  de  que  se  salve,  por  tal  qiU' 
se  salve."  No  es  lo  mismo  que  el 
anterior,  que  denota  condición; 
e.ste  otro  denota  fin.  Falta  tam- 
bién en  el  Dice. — Tal  es  así.  Vé- 
ase Tax. — Tal  vez.  ^'éaso  T.vl- 
VEZ. —  Un  tal  que  vez :  una  que 
otra  vez,  Uú  cual  vez.  Loe.  que 
no  tiene  más  defecto  que  el  de 
u.""arla  con  género  m.,  como  lo 
hace  nuestro  pueblo;  si  di  jora 
tn  f.,  una  tal  que  vez,  no  habrí<i 
nada  que  censurarle,  porque  tal 
que  o  íalquc,  aunque  no  aparez- 
ca en  el  Dice.,  es  tan  castizo  co- 
mo su  correlativo  cunlqae,  ant. 
"alguno,"  y  que  todana  se   u.^a 


en  algunas  provincias  de  Espa- 
ña, según  confesión  del  mismo 
Dice.  Véanse  algunas  autorida- 
des para  falque:  "A  esto  suce- 
den sus  accidentes  y  calentura, 
de  tal  suerte  que,  o  uniere  o 
queda  lisiado  para  siempre  de 
algún  miembro  o  talque  cosa." 
(Villalón,  ]'iaje  de  Turquía, 
coloquio  IV).  "Me  dijo  Polan- 
dria  que  Pandulfo  o  otro  talque: 
mozo  despuelas  había  escrito 
aquella  carta."  (Felic.  de  Silva, 
Segunda  comedia  de  Cehstina, 
esc.  XXVII).  "Es  hazaia  poco 
hidalga  ])or  tal  que  descuido 
emprenderla  así  contra  uno." 
(Adolfo  de  Castro,  Estudios 
práct.  de  buen  decir,  pág.  62). 
"Fué  el  princiiJid  fautor  de  su 
})risión.  fundado  en  tal  que  fal- 
ta de  formalidad."  (Antigua 
inscripción,  citada  en  El  Cache- 
tero del  Buscapií',  de  D.  Caye- 
tano .Alljerto  de  la  Barrera, 
pág.  101).  El  Padre  Febrés,  en 
su  Die<'.  araucano,  trae  tam- 
bién esta  fr.  "Tal  que  vez  nit, 
enojo  yo  también."  (Art.  Ca- 
'xhümel).  Don  Antonio  de  So- 
lís,  aunque  en  otro  sentido,  di- 
jo en  verso: 

Muf'strame  ahora  los  diriiUs, 
Sin  reftir.  ni  tal  que  cosa, 
Y  verán  crtmo  los  ocho 
Un  par  de  pullaa  de  aljófar. 

(  Variai  poftia$,  Retiato  dt  Flora), 

— Una  tal  por  cu-al.  Aplicado  a 
iiiujor,  .«ignifica  "do  ]>(>co  mas 
o  menas,"  y  no  debe  eonlun- 
dirse  con  Vna  tal  (una  rame- 
ra). "Mirad  la  tal  por  cu<il,  hi- 
ja del  harto  de  ajos,  y  cómo  va 
sentada  y  tendida  en  el  coche." 
(Quijof,  p.  II,  c.  L). 


TAL 


TAL 


385 


Tala,  f.  "Una  tala  de  siete 
cuadras  de  cebada  se  vende  en 
yan-Luis,"  se  leía  en  anuncio 
de  diario.  Esta  tala  es  la  acción 
de  cortar  o  pacer  los  ganados  la 
hierba  que  no  alcanza  a  dar  un 
corte  can  la  lioz  (echona) ;  y 
lanibicn  la  misma  hierba  que  í-e 
fia  de  tillar.  Así  se  tala  la  cebada 
para  que  después  brote  con  mú* 
tuerza,  y  aun  el  trigo  cuando  es- 
tá muy  \-icioso.  Vcase  Talaje. 

Talabartería,  f.  Por  otro 
nombre,  guarnicionería;  "taller 
en  que  se  hacen  guarniciones 
para  caballerías;  tienda  donde 
se  venden."  Desde  la  13.^  edi- 
ción enmendó  el  Dice,  la  defi- 
nición de  estas  guarniciones, 
pl.,  de  esta  manera:  "conjunto 
de  correajes  y  demás  efectos 
que  se  ponen  a  las  caballerías 
para  que  tiren  de  los  carruajes 
o  para  montarlas  o  cargarlas." 
Antes  sólo  decía:  "arreos  que  se 
ponen  a  las  muías  o  caballos 
pai'a  tirar  del  carruaje;"  de 
suerte  que  no  entraban  las  si- 
llas de  montar  ni  los  demás 
arreos  que  se  emplean  para  ca- 
balgar y  cargar. 

Talabartero  o  guarnición 
XERO,  m.  "El  que  hace  guarni- 
ciones pai'a  caballerías.  ||  El 
que  las  vende." 

Taladro,  m.  "Instrumento 
agudo  o  cortante  con  que  se 
agujerea  ia  madera  u  otra  co- 
sa." No  se  dé  este  nombre  al  ta- 
ladro esi^ecial  en  figura  de  un 
5  y  cuyo  nomljre  es  berbiquí 
(manubrio  semicircular  o  en 
forma  de  doble  codo,  que  puede 
girar  alrededor  de  un  puño 
ajustado    en  una    de  sus    extre- 

Dico.  de  Chil..  t.  V. 


midades,  y  tener  sujeta  en  la 
otra  'la  espiga  de  cualquier  he- 
iramienta  propia  para  tala- 
drar). El  pueblo  dice  virabar- 
quina. 

Talaje,  m.  Acción  de  pacer  o 
comer  los  ganados  la  hierba  en 
campo  o  potrero. — Precio  que 
por  esto  se  paga. — Ambas  aceps. 
son  corrientes  en  Chile,  y  tanto, 
Cjue  no  se  conoce  otra  voz  paia 
ellas.  "Potrero  de  talaje,  Poner 
animales  a  talaje,  Sei"  muy  ba- 
rato o  caro  el  talaje,"  es  el  len- 
guaje usual  de  todos  los  chile- 
T'OS  en  esta  materia.  No  era  así 
antaño,  según  testimonio  de 
A^icuña  Mackenna,  que  dice: 
"En  cuanto  al  talaje  de  las  bes- 
tias, es  ésa,  en  nuestra  historia 
económica,  una  expresión  com- 
pletamente moderna,  extraída 
de  la  raíz  de  los  alfalfares  que 
brotaron  en  torno  a  Santiago 
de  las  turbias  aguas  del  Mapo- 
cho.  Antes  había,  por  todas  par- 
tes talas,  pero  en  parte  alguna 
hubo  talajes."  (El  libro  del  co- 
bre, c.  VI,  §  III).  En  castellano 
tenemos  pasturaje  (derechos 
con  que  se  contribuye  para  po- 
(1er  pastar  los  ganados)  y  herbaje 
(derecho  que  cobran  los  pue- 
blos por  el  pasto  de  los  ganados 
forasteras  en  sus  términos  con- 
cejiles y  por  el  an-endamiento 
de  los  pastos  y  dehesas).- Véanse 
Pastaje  y  Pastal,  pues  también 
.•=uele  dársele  el  significado  do 
talaje  a  este  último. — Talaje  vie- 
ne del  v.  talar,  quizás  por  medio 
del  francés  ta.illa.ge,  tributo,  im- 
pue-to. 

Talajero,  ra,      adj.    Díce-^e  del 
animal    caballar  o    vacuno    qire 


386 


TAL 


TAL 


e.-tá  a  talaje,  y  también  del  ga- 
nado que  a.-í  se  alimenta. 

Tálamo,  m.  tig.  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  tan  delicada  de 
seno,  vientre,  útero,  que  le  dan 
los  Santos  Padres  y  escritores 
eclesií'isticos  cuando  hablan  de 
la  SSma.  Virgen  María.  Véan- 
se algunos  textos:  "A{>ertius  er- 
go  Etque  securius  dici  potest, 
quia  in  hoc  Pater  regi  Filio 
nuptias  fecit,  qui  ei  per  incama- 
tionis  mysterium  sanctam  Ec- 
clesiam  sociavit.  Uterus  auteni 
Gen-itricis  Virginia,  hujus 
Spon^'i  thaknmus  fuit."  (S.  Gre- 
gorio Magno,  Homilía  38  in 
Evang.)  "Como  este  misterio  se 
había  obrado  en  su  virginal  tá- 
lamo..., fueron  inexplicables 
los  afectos  que  movió  esta  noti- 
cia en  la  prudentísima  Señora." 
(Ven.  Agreda,  Mística  Ciudad, 
i  V,  c.  IX,  n."  812).  Y  así  mlsi- 
mo  lo  usa  a«tta  autora  con  gran 
frecuencia  en  toda  la  obra.  No 
liay  necesidad  dé  más  autorida- 
d&>. — Tálamo,  en  su  acep.  más 
corriente,  no  significa  cama  ni 
lecho,  en  general,  sino  "cama 
de  los  desposadoc;."  Entendodlo 
bien,  discípulos  imljerbes  de 
Ay>olo  y  de  las  Musas. 

T.\LÁN.  Voz  imitativa  del  .so- 
nido de  la  campana,  especial- 
mente cuando  se  repica.  Ú.  m. 
repetida.  El  remedo  más  común 
del  repique  e<í  así: 

Talán,  talán, 
L.i«  monjas  del  Curnipii 
No  tienen  fustán. 

J'a'iin,  talán, 
Lii  plata  que  tienen 
La  gastan  en  pan. 
La  gaatan  en  pan. 


Los  dos  última'^  veíaos  tienen 
nuichas  variantes:  por  ejemplo: 

Los  ri'-os  que  tienen 
¿I'ur  que  no  les  dan? 

bi  son  ella?  pobres. 
No  piden  ni  dan. 

Los  Padres  Franciscos 
No  les  quieren  dar. 

El  Padre  Pachecu 
No  lee  quiere  dar. 

Pero  tienen  plata 
Para  solimán. 

Bepicale.  Pedro 
Hepicale.  Juan. 

Al  uiñt»  que  es  flojo 
No  se  le  da  pan. 

;QuG  bueno,  qué  bueno 
K»tá  el  charquicán! 

(El  solimán,  si  no  ha  sido  traí- 
do por  la  mera  consonancia,  que 
e.'-  lo  niá¿  probable,  podría  expli- 
cai\-5e  por  los  perfumes  y  esen- 
cia? que  desde  el  tiempo  de  San- 
ta Teresa  acostumbran  bis  car- 
melitas gastar  en  el  culto  din- 
no.  Para  el  le  de  Repícale  véase 
el  art.  Le). — Si  están  admitidos 
tilín  (sonido  de  la  campanilla"). 
tintín  (del  timbre),  tintirintin 
(del  clarín  y  otros  instnimeu- 
tas),  tantarán  y  tantarantán 
(del  tambor  o  atabal),  tictac 
(del  reloj),  y  otros  semejante.*, 
pediinas  también  la  admi."^ión 
de  talán. 

Taleg.v,  f.  "Saco  o  bolsa  an- 
cha y  corta,  de  lienzo  basto  u 
otra  tela,  que  sirve  pai'a  llevar 
dentro  las  cosas  de  una  parte  a 
otra."  Se  diferencia  de  ttdego, 
que  es  lo  contrario:  "saco  largo 
y  ango.sto.  .  .  " —  Conviene  dar 
ii  conocer  en  Chile  o.-1a  acep. 
lig.  y  fam.  de  talego:  "|^H?.rsona 
que  no  tiene  arte  ni  (li.-^po-ición 
iii  el  cueiiM),  y  es  tan  aiuiía    «le 


TAL 


TAL 


387 


c-intura  como  de  pecho."  Aqiií 
íiiele  decírseles  por  sobrenom- 
bre humita,  y  humita  mal  ata- 
da  (o  amarrada). 

TalextazO'^  m.,  fam.,  auin. 
de  talento.  Indimluo  de  gran 
talento.  Ar-í  se  llama  también 
memorión  al  individuo  de  gran 
memoria.  Ninguna  de  los  do.s 
acepta  todavía  el  Dice. 

Talento^  m.  Entenxir  uno  el 
talento,  ir.  fig.  que  falta  en  el 
Dice,  y  que  Covarrubias  defi- 
nió: "emplear  la  habilidad  na- 
tural y  gratuita  en  las  cosas  de 
la  tierra  y  no  ganar  espiritual- 
mente  con  ellas."  Su  continua- 
dor agregó:  "esconder,  ocultar 
el  talento."  Mas  ninguno  de 
ellos  dio  el  origen,  que  es  la  pa- 
lábola  de  los  talentos,  narrada 
en  el  Evangelio  de  San  Mateo 
(XXV,  14-29).  Los  franceses 
también  la  usan,  diciendo  En- 
ttrrer  son  talent  o  ses  talents; 
pero  ése  no  es  inconveniente, 
porque  ellos  y  no.«otro3  la  toma- 
mas  del  Evangelio.  En  cuanto  a 
autoridades,  tenemos  la  de  la 
Ven.  Agreda:  "Acordábame  de 
que  nos  manda  el  Señor  que  tra- 
bajemos con  la  hacienda  suya, 
con  .los  talentos  que  no.s  da,  y  no 
los  enterremos."  (Escala  para  su- 
bir a  h  perfección^  §  XXA^"). — 
No  ha  faltado  quién  critique  el 
pl.  talentos,  tratándose  de  un  .-^olo 
individuo.  Hay  que  distinguir 
las  aeeps.  de  este  s. :  fig.  y  por  án- 
tonoma.sia,  .significa  "entendi- 
miento," y  en  tal  caso  no  puw- 
de  usarse  en  pl. ;  pero  .si.gnifi- 
cando  "dotas  intelectuales,  co- 
mo capacidad,  prudencia,  etc., 
que  resplandecen  en  una  perso- 


na," es  evidente  que  puede 
usarse  en  pl.  y  así  lo  han  usado 
los  clásicos.  "En  todo  me  hizo 
merced  y  ayudó,  así  en  lo  espi- 
ritual como  temporal,  que  le  dio 
Nuestro  Señor  talentos  para 
ello."     (Sta.  Tei'esa,    Carta   VI). 

Talentoso,  s.\,  o  talextu- 
i'O,  DA^  adj.s.  Que  tiene  talento. 
El  2.°  fué  admitido  por  prime- 
ra vez  en  la  14.^  edición  del 
Dice. 

Talero,  m.  Especie  de  fusta  o 
huasca,  muy  usada  en  el  Sur  de 
Chile  y  en  la  Argentina.  Se 
compone  de  un  palo  como  de 
cincuenta  centímetros,  forrado 
de  cuero,  con  una  correa  en  for- 
ma de  argolla  en  un  extremo, 
para  sujetarlo  a  la  mano,  y  en 
el  otro  una  correa  gruesa  co.mo 
de  cuarenta  centímetros,  para 
azotar. — El  nombre  se  deriva 
de  tala,  m.  (celtis  Sellowiana) , 
árbol  frondoso  de  la  Argentina 
y  del  Paraguay,  de  cuyas  ramas 
se  hacen  los  mangos  de  los  tale- 
ros. Su  nombre  no  aparece  en  el 
Dice. 

Talhuén.  Véase  Tralhuéx. 

Talía.  n.  pr.  f.  En  la  Mito- 
logía griega  y  romana,  una  de 
las  nueve  JInsas  y  que  presidía 
la  comedia  y  la  agricultura; 
por  eso  en  sus  Geórgicas  dijo 
Virgilio : 

Xostra  nec  erubuit  silvas  habitare  Tknlia. 

■ — Por  metonimia,  l(a  comiedia 
f-  género  cómico;  el  conjunto 
de  todas  las  producciones  có- 
micas de  un  pueblo,  de  una 
época  o  de  im  autor.  La  Talía 
española.  En  ambas  aceps.  es 
corriente    este    vocablo   v    debe 


TAL 


TAL 


aceptarlo  el  Dioc. — Vieaie  del 
griego  üx'/.ix,  fecundidad,  de 
i)áA/,iü,  crecer,  brotar.  En  la 
antología  es  también  el  nom- 
bre de  una  de  las  tres  Gracia*, 
pero  en  este  sentido  es  poco  o 
liada  conocido   en   español. 

Talma,  f.  "Especie  de  escla- 
vina usada  por  las  señoras  pa- 
ra al>rigo,  y  por  las  hombres 
en  vez  de  capa."  De  Taima,  cé- 
lebre trágic-o  francés.  Admiti- 
do por  primera  vez  en  la  14." 
edición  del  Dice.  En  Chile  se 
ii.-al)a  desde  muchos  años. 

Talmente,  adv.  de  modo. 
De  tal  manera,  de  tal  modo  o 
suerte.  De  neologismo  lo  calificó 
Ortúzar,  dando  a  entender  que 
í=e  usa  en  Chile,  cuando  la  ver- 
dad es  que  por  e.--tas  tierras  no  .<e 
le  conoce  y  que  en  la  lengua  es 
más  bien  un  arcaísmo,  pues  se 
usaba  por  lo  menos  en  el  siglo 
XVL 

Toma  el  porfiJo  dios  la  voz  y  rostro 
De  Forbas  y,  sentado  en  la  alta  popa, 
Con  Palinuro  razonó  talmente. 

Esto  había  dicho  Palinuro,  cuando 
La  profetisa  conienzá  lalmmte. 

Talmente  Alecto  impele,  arroja  y  lleva 
Con  báquicos  furores  a  la  reina. 

(Hernández  de   Velasen.   EneiJa    .1.  V.   VI 
y  vil). 

No  lo  registra  el  Dice,  y  l)ien 
podía  hacerlo,  porque  la  autori- 
dad de  Hernández  de  Velasco  ee 
de  gran  pe-o.  El  francés  dice 
tellement. 

Talón,  m.  Csanto  üiilgunw 
por  l¡l,ro  talonario  (el  que  s<)lo 
(ontiene  'libranzas,  rodbos,  cé- 
dulas,   billetes    u     otros     docu- 


mentos, de  los  cuales,  cuando 
se  cortan,  debe  quedar  una 
parte  encuadernadií  pai"a  com- 
probar su  legitúnidad  o  false- 
dad y  para  otros  varios  efec- 
tos). También  puede  decir* 
talonario  solamente,  c.  s.  ¡u. — 
Otros  llaman  talón  (porque  en 
francés  es  talón  de  sovrhe)  la 
parte  del  libro  talonario  queque- 
da  encuadernada  y  que  viene  a 
ser  como  el  tronco  o  pestaña  del 
libro.  Según  el  léxico,  talón  es 
todo  lo  contrario,  porque  es 
"libranza  a  la  vista,  que  con- 
si.-4e  en  una  hoja  cortada  con 
tijeia  de  un  libro,  de  modo 
que,  aplicándola  al  pedazo  de 
la  misma  que  queda  cosido  al 
libro,  se  acredite  su  legitimi- 
dad o  falsedad.  |  ¡  Documento  o 
resguardo  expedido  en  la  nns. 
ma  forma." —  No  llegarle 
lino  a  los  talones  (o  al  tobillo) 
II  otro^  fr.  fig.  y  fani.  que  déci- 
ma* en  Chile  y  es  en  castellano 
No  llegarle  a  la  suela  del  zapa- 
to (ser  muy  inferior  a  él  en  al- 
guna prenda  o  habilidad),  No 
llegarle  al  zancajo,  o  a  los  zan- 
injos  (para  dar  a  entender  la 
siuua  distancia  o  diferencia 
que  hay  de  una  persona  a  otra 
rn  el  concqíto  de  que  .<e  Im- 
illa). El  P.  Isla  dijo:  "T.ido 
(uanto  ellos  hicieron  no  llega 
al  carcañal  de  aquella  estupen- 
dísima obra."  (Fraii  Gerundio, 
1.  I,  c.  Vil).  Al  hablar  el  chi- 
leno de  talones^  .«e  ve  claro  que 
los  primeros  que  ur5arv)n  la  fr. 
no  fueron  los  calzados  'ñno  los 
descalzo.^. —  Talón  con  yapa, 
loe.  fam.:  talón  muy  .-aliilo; 
íig.,   individuo     que    tiene    este 


TAL 


TAL 


389 


defecto.  No  hallamos  en  el 
Dice,  nada  equivalente,  pero 
Covan'ubias  nos  da  gancojo: 
"el  extremo  del  pie,  cuando 
tiene  el  calcañar  salido;  y  rnn- 
cajoso,  el  que  tiene  la  tal  dis^ 
formidad." 

Taloxada,  f.  Golpe  dado  a 
la  cabalgadura  con  el  talón. 
"Aquí  de  mi  vaíor.  ¡  Arre,  de- 
monios! Ni  por  ésas;  t'donoxlat>, 
í.zotes,  menos  [meneos] ...  En 
tan  horrible  situación,  el  honor 
de  la  persona  y  la  galantería 
me  hicieron  descargar  sobre 
las  quijadas  de  mi  voluntariosa 
cabalgatlura  tan  atroz  bofeta- 
da..." (Pérez  Ro.síiles,  íle- 
cnerdos  del  pamdo,  c.  XII). 
No  registra  el  Dice,  este  voca- 
blo, tan  bien  formado  y  digno 
de  aceptarfe.  En  algunos  casos 
pueble  suíitituír.-e  con  coz:  "gol- 
pe que  da  una  pei^sona  n:oi.ien- 
do  el  pie  con  \áolencia  hacia 
atrás." 

Talonear,  n.  fam.  "Andar 
n  pie  con  mucha  prisa  y  dili- 
gencia." Es  castizo. — Pero  nó 
en  la  acep.  que  le  damos  como 
ii.  de  estimular  el  jinete  con  los 
talones  al  caballo.  Esto  se  llama 
en  castellano  atondar,  del  latín 
od,  a,  y  túndere.  golpear;  aun- 
que la  definición  del  Dice,  no 
menciona  los  talones  .sino  las 
|)iernas:  pero  los  talones  son 
))arte  de  ella.s.  Meter  o  poner 
piernas  al  caballo  significa  tam- 
bién "avivarle  o  apretarle  para 
que  corra  o  salga  con  pronti- 
tud": cerrar  piernas,  como  di- 
cen aquí  y  en  la  Argentina. 

Talonera,  f.  Pieza  de  cuero 
que  íe  pone  en  el  talón  del  cal- 


zado para  que  la  espuela  quede 
más  firme  y  no  lo  lastime;  se 
¡ita  en  el  empeine  del  pie.  No 
sabemos  que  hayan  usado  esta 
¡lieza  los  españoles  3'  por  eso  no 
le  dan  nombre.  Hermosilla,  en 
su  versión  de  la  Ilíada,  usó  es- 
ta voz.  pero  nó  en  este  sentido, 
.•^ino  para  designar  las  alas  que 
el  dios  Mercurio  llevaba  en  los 
pies: 

0V>edeci<5  Mercurio  y  Híligente 
Puso  a  los  pies  las  tnlon<ra<  de  ■  ro 
De  eterna  duración,  con  que  volando. 
Cual  raudo  viento,  la  llanura  inmensa 
Atr;iviesa  del  m:ir. 

Estas  alas  se  llaman  en  laun 
:<daria,  pl.,  y  en  castellano,  ¿a, 
¡nr,  talares:  "dícese  de  las  alas 
que  fingieron  los  poetas  que  te- 
nía el  dios  Mercurio  en  los  ta- 
lones. Ú.  t.  c.  s.  m.  y  más  en 
pl."  Sánchez  ^^iana  en  .-u  tra- 
ducción de  las  Metamorfosis 
de  Ovidio  (1.  I),  u?ó  esta  pala- 
bra,  diciendo  de  Mercurio. 

X.i  fue  en  ponerse  i<;.i  tnhnrs  1  tr  . 
Tomí)  el  somlnvro  y  vmü  c  >i  ¡hI'  ■■.í 
De  sueño. 

Hernández  de  Velasco,  tradu- 
ciendo a  Virgilio,  vertió  la  voz 
latina  por  horceyvís  [borceguí- 
es]  : 

Dij'>:  Mercurio  al  punto  se  apercibe 
A  cumplir  el  precepto  del  gran  padre, 
Y  lo  prime-o  en  ambos  pie-i  enbza 
Sus  horcegiLís  alados  de  pnro  on»- 

{EneidnA.  '"1. 

(^aro.  en  el  mismo  pa.saje  inter- 
pretó  sandalia: 

Dijo:  a  su  voz  el  mensajero  atento. 
Cumplir  el  carpo  prrsuniso  anhela; 
y  la  sandalia  caira  en  el  momento. 
La  áurea  sandalia  con  que  alado  vuela 
Cnal  soplo  de  log  ce'firoe, 


390 


TAL 


TALL 


Talquina  (Jugarle  a  uno 
la),  fr.  fig.  y  fam.:  faltar  a  la 
fidelidad  conj-ugal;  por  exten- 
sión y  más  usada,  engañar  o 
pegársela  a  uno  en  cualquier 
orden  de  cosas. 

Al  fin,  si  el  hombre  abomina 
K  la  mujer  sin  razón. 
No  le  cause  a'lmira--i(ín 
Si  le  juega  la  talquina. 

(Bernardino  Guajardo,  El  mal  marUo). 

El  origen  de  esta  fr.  no  puede 
ser  otro  que  el  s.  castellano  tar- 
quinada  (lo  que  hizo  Sexto 
Tarquino  con  Lucrecia).  C!onio 
tarqnina/la  .*e  presta  a  un  jue- 
go de  palabras  con  *  talquina- 
da,  jugada  o  burla  propia  dfi 
los  talquinoH  (habitantes  de  la 
ciudad  y  de  la  pro\incia  de 
Talca,  que  siempre  han  tenido, 
en  materia  de  bromas,  sus  da- 
res  y  tomares  con  los  santiagui- 
nos)  y  como,  por  otra  parte, 
convenía  rodear  de  cierto  mis- 
terio el  .significado  de  tarqnina- 
dn,  era  muy  natural  que  ta]- 
quinada,  pasando  por  talquina, 
viniera  a  quedar  abreviado  en 
talquina. 

Talvez^  iidv.  de  duda.  Quizá 
o  quizás.  Preferimos,  como  Be- 
llo, escribirlo  en  una  .•^ola  pala- 
bra, contra,  la  práctica  de  la 
Academia,  para  distinguirlo  de 
lal  vez,  que,  e-Trilo  así,  con.-«r- 
va  el  significado  de  .<us  d<>s  v.i- 
ces. 

Tal  rez  anda  ilcs|)ac¡ii  y  lal  apriesa, 
Vuela  lal  va.  y  til  hace  cirvrta». 
Tal  quiere  relinchar,  y  luego  cesa. 
(Cerv.intes.  TiVyV  al  Paniatn,  c.  VIII.) 

Talweg,  III.   Voz  alemana  que 
Usiti    algunos    físicos   y   gw'ilogos 


en  vez  de  la  castellana  ragua- 
da,  f. :  "línea  que  marca  el  fon- 
do de  un  valle,  y  es  el  camino 
I)or  donde  van  las  aguas  de  las 
corrientes  naturales,"  el  divór- 
tiiim  aqudrum^  que  tanto  se  re- 
pite con  locución  latina.  La  ".■^- 
ñal  que  forma  la  dirección  de 
las  corrientes  en  las  aguas  del 
mar  o  de  los  ríos,"  se  llama  M- 
lero. 

Talla,  f.  Acción  o  efecto  de 
tatllar,  en  la  acep.  de  "llevar  la 
baraja  en  el  juego  de  la  banca 
y  otros."  No  es  de  mucho  uso, 
porque  generalmente  í=e  prefie- 
re el  V.  No  le  da  el  Dice,  esta 
acep.,  y  la  única  que  en  juegos 
le  reconoce,  es:  "lance  entero 
de  varios  juegos;"  por  otro 
nombre,  mano. —  Conversación 
amoro.sa  entre  hombre  y  mujer. 
Generalmente  es  más  seria  y 
formal  (jue  el  pololeo:  éste  sue- 
le .ser  de  broma  o  de  simple  es- 
caramuza, mientras  que  la  talla 
suele  ser  verdadero  principio  de 
matrimonio.   V'ca.se  Tallar. 

T.vLL.MK),  m.  No  lo  trae  el 
Dice,  aunque  es  de  uso  general 
en  España  y  América  Los  puri.«- 
tas  escrupulosos  que  no  qiiieraií 
íi.sarlo,  pueden  decir  toUadwa, 
entaUndura  o  entallamiento: 
"acción  o  efecto  de  entallar,"  en 
la  acep.  de  hacer  figuras  de  re- 
lieve en  madera,  bronce,  már- 
mol, etc.  Talla,  es  "obra  de  es- 
cultura, e.s|>ecialmentc  en  ma- 
dera." 

TAi,t,.\n<H?.  RA,  111.  V  f.  l'er- 
.■^ona  que  en  los  juegos  de  nai- 
pes lleva  k  baraja  n  que  talla. — 
Ks  viH-alílo  liien  formado  y  co- 
rriente CM  Chile,    y  de!)o    pasar 


TAM 


TAM 


391 


íil  Dioc. — Iva  persona  que  hace 
obras  de  talla  se  llama  en  cas- 
tellano tallista,  com. 

Tallar,  n.,  fig.  y  fani.  Con- 
versar de  amores  un  hombre  y 
una  mujer.  '"Pedro  talla  con 
Juana;  DL>pense  Ud.,  porque 
Cítoy  tallando  con  otro."  Es 
metáfora  tomada  del  tallar  de 
los  naiyjeí.  Véiiíe  Talla,  2.^  acep. 

Tallarín,  m.,  ú.  m?.s  en  pl. 
Dísase  tallarín  (cada  ima  de 
las  tira.-^  muy  estrechas  elabora- 
das con  la  pa.sta  de  los  maca- 
rj'ones  y  que  se  emplean  para 
sopa),  porque  viene  del  v.  ta- 
iiar,  cortar. 

T.\XLERO,  m.  Individuo  que 
vende  tallos  (véase  el  siguien- 
te), que  también  suelen  ir  uni- 
dos con  pencas  comestibles. 

Tallo,  m.  Por  excelencia,  el 
talllo  dol  cardo  santo,  mariano  o 
de  María,  que  es  comestible  y 
se  vende  en  los  mercados  y  en 
las  calles.  En  Colombia,  el  tallo 
por  excelencia  es  el  de  l.i  ct)l. 
(Cuervo). 

Tamal,  m.  Dos  acep-.  le  d:i 
la  14.*  edición  del  Dice. :  "espe- 
cie de  empanada  de  harina  de 
maíz  y  carne,  muy  usada  en 
América;  carne  de  cerdo  coci- 
da que  venden  por  las  calles  en 
el  Peni."  El  tamal  chileni/  e.: 
ieuíd  a  la  humita,  con  la  única 
diferencia  de  que  ésta  es  de  cho- 
clo fresco,  y  aquél  de  choclo  .se- 
co y  consenado.  (Véa-e  Hui- 
trín). Los  agregados  que  pue- 
den ponér.-<ele  varían,  como  en 
la  humita,  segain  los  gustos  y 
los  posibles;  por  e-^o  algamas  ve- 
ces llevan  tomate,  chicharrones, 
carne,   etc. — Ademá.s  de  ésta,  le 


damos  las  siguienteís  aceps.  flgs. : 
bulto  gi'ande  y  mal  hecho,  de 
cosas  domésticas,  para  transpor- 
tar. (Véase  Cutama). —  En  la 
provincia  de  Coquimbo,  una 
gran  porción. — En  las  provin- 
cias centrales,  enredo,  intriga  o 
plan  sigiloso.  Ú.  m.  con  los  ver- 
bos armar,  formar,  hacer.  "Te- 
nían entre  todos  formado  (o 
armado)  un  tamal,  para  que  la 
pobre  joven  se  comprometiera 
aquella  misma  noche;  Han  ar- 
mado un  tamal  para  hacer  caer 
el  ministerio." — En  los  jiiej^o», 
fuera  de  esla  acep.  generail,  sig- 
nifica también  el  acto  de  arrun- 
flai-se  (juntar  muchas  cartas  de 
un  mismo  palo:  runfla  o  run- 
flada (h  triunfos,  de  espadas). 
— En  la  etimología  sigue  toda- 
vía equivocado  el  Dice,  di- 
ciendo que  es  el  náhuatl  iuma- 
ivaxfl,  cuando  los  e-scritores  me- 
jicanos, desde  el  tiempo  de  la 
conquista  hasta  hoy,  vienen  di- 
ciendo que  es  el  náhuatl  tamn- 
II i.  Véase  Róbelo,  Dice,  de  Az- 
tequismos,  pág.  329.  El  mis- 
mo autor  trae  la  siguiente  gra- 
ciosa copla,  en  que  se  juega  del 
vocablo   tamal: 

El  tamal  que  me  mandaste, 
Aunque  yo  no  se  con  quien. 
No  e^-''/  vud,  poique  está  bien, 
Y  está  bien  porque  es  ta7iial. 

En  El  Mensajero  de  la  Agricul- 
t)irn  (n°  VII,  pág.  355^  se  pu- 
\ihcú  im  interesante  artículo  so- 
bre el  maíz  como  alimento  y  en 
Iél  .se  habla  también  del  tamal. 
"Cuando  los  indios  [mejica^ 
■!0s]  vdajan,  llevan  consigo  la 
■asta  del  maíz  envuelta  en    ho- 


892 


TAM 


TAM 


jas  de  plátano.  Llaman  a  esta 
pasta  ichtamal.  Cuando  hacen 
parada,  encienden  una  lumbre, 
cortan  la  pasta  en  trozos  delgas- 
dos  y  la  tuestan   ligeramente..." 

TA.\rALERo,  R.\,  m.  y  f.  Perso- 
na que  hace  tamales,  en  la  1." 
aoep.  propia  y  en  la  última  fig. 
— Persona  que  vende  tamales 
(acep.  propia). —  Es  vocablo 
bien  formado  y  digno  de  acep- 
tación. 

Tamango,  m.  Trozo  de  cuero 
de  carnero  o  de  tela  de  buque 
con  que  .«e  forran  pies  y  pier- 
nas los  viajeros  que  pa^an  la 
cordillera  de  1  os  Andes,  pura 
salvar  del  hielo  y  sus  conse- 
cuencias.— Viene  del  portugués 
íamanco,  zueco,  que  en  la  Ar- 
gentina se  ha  convertido  en 
tamango,  más  usado  en  pl..  y 
designa  unos  zapatas  muy  ordi- 
narios, viejos  y  grandes,  de  don- 
de han  formado  el  adj.  taman- 
gudo,  da.  .\lgunos  u.-<an  tamlücn 
el  v.  entamangarse,  forrai'se 
pies  y  piernas  de  la  manera  su- 
sodicha. 

Tamarindos  (Sacarle  a  uno 
los),  fr.  íig.  y  fam.  Pegarle  a 
mío  mucho  y  fuertemente.  Es 
iguall  a  la.s  otras  chilena.*  Sacar- 
le a  uno  el  añil,  Sacarle  la  frisa, 
Sacarle  el  odre. 

Tamariz,  m.  No  hay  jior  que 
hacerlo  esdrújulo,  cuando  viene 
del  latín  tnmnrirc.  í's.  del  gnc- 
go  Txy.apv/.r,.  V^  cierto  que  en  la- 
tín liay  también  la  forma  fó- 
■marix,  írin.  y  ésta  e.-<  la  culi>able 
del  esdrújulo:  ]icro  no  fe  olvide 
que  las  nombres  de  la  íí.*  decli- 
nación no  forman  .sus  derivados 
castellanos  del  nominativo,  .«ino 


del  acu¿ativo  o  abJativo.  Dígase 
pues  tamariz,  tamari-9co,  tara¡j  o 
taraje. 

T.\M.\Ri"GO,  m.  Piostipix  la- 
marugo^  de  la  familia  de  las 
mimoseas.  "Especie  de  algarro- 
bo, que  alcanza  a  unos  veinte 
metros  de  altura  y  a  uno  de 
grueso  y  que  en  tiempos  prehis- 
tóricos formaba,  en  la  Pampa 
del  Tamarugal  (pro\-incia  de 
Tarapacá),  un  inmenso  bosque, 
hoy  casi  reducido  al  estado  de 
fósil.  Se  hallan,  sin  embargo, 
en  epta  llanura  al  gamos  de  estos 
árboles,  dispei^xís  y  en  manchas 
ralas."  (Astaburuaga,  Dice,  geo- 
gráf.  (le  Chile,  art.  Ta.m.\ru- 
c.al).  No  sabemos  por  qué  lla- 
mó I^nz  arbusto  y  arbolito  este 
árbol  tan  grande. — No  hemos 
hallado  la  etimología  en  la?  len- 
guas indígenas,  pero  el  nombre 
debe  pasar  al  Dice. 

Tambaleante,  adj..  part.  de 
presente  de  tambalear.  Hace 
falta  en  el  Dice. 

Tambarria,  f.  Tal>erna  o  figón 
de  última  clase  y  a  donde  concu- 
rre gente  muy  ordinaria. — Es 
vocablo  de  poco  uso  y  formado 
de  tambo  y  la  terminación  des- 
]>cctiva  arría  que  se  ve  en  cazca- 
rria.  y  otras  scTuejantes.  Parece 
importado  del  Ecuador  y  del 
Perú,  donde  es  de  uso  coiTÍent( . 

Tambembe,  m.  Nalgas  o 
a-entadcras. —  Quizás  venga  de 
tawewe,  que  desde  Méjico  hasta 
Chile  significó:  el  que  carga  algo 
en  las  esi)aldas;  el  indio  que  lle- 
va carga  a  cuesta.*.  Del  natlmatl 
rlamnma  o  tlumrmr.  (UoIk-'Io, 
.\ztcqni»moíf,  págjí.  (íóS  y  •>74). 
La  inflexión   que  toma  d  tame- 


TAM 


TAM 


393 


me  con  la  carga  a  cu&?tas  hace 
más  visible  el  tambembe,  y  por 
e^o  puede  esta  voz  haberse  for- 
mado de  aquélla  con  la  interca- 
lación de  una  b. 

Tambero,  m.  Dueño  o  encar- 
gado de  un  tambo,  en  las  dos 
aceps.  de  esta  voz.  Falta  en  el 
Dice. 

Tambo,  m.  "Edificio  destina- 
do a  albergue  en  los  camino* 
públicos  del  Peni."  Así  el  Dice., 
despuéá  de  dar  la  etimología, 
cpe  es  el  quichua  tampu,  me- 
són, venta.  En  algunas  partea 
de  nuestras  provincias  del  Nor- 
te se  usa  toda^aa  como  sinóni- 
mo de  posada;  y  en  las  del  cen- 
tro suele  oírse  en  el  mismo  sig- 
nificado de  chingana  (véase  es- 
ta voz)  y  de  lupanar  disimula- 
do o  sin  patente.  En  la  toponi- 
mia chilena  es  comunísimo  el 
nombre  de  Tambo  para  aldeas, 
caseríos  y  fundos,  así  en  esta 
forma,  en  el  ni.  Tombos  y  en  el 
dini.    Tam  bulo. 

Tambor,  m.  A  más  de  las 
aceps.  ca.stiza.s,  le  damos  dos  que 
no  lo  son :  en  máquinas  de  la- 
vanderías, depósito  ancho  y  corto 
en  que  se  echa  la  ropa  sucia  pa- 
ra lavarla.  Exteriormente  pre- 
senta la  figura  de  un  tambor. 
Así  mismo  en  otras  máquinas 
semejante?. —  Fig.  y  fam.,  el 
vientre  humano,  esq^ecialmente 
cuando  está  hinchado  o  abulta- 
do. Sbarbi  trae  para  esto  la  fr. 
Tener  Ici  bnrrir/a  cottio  una,  tam- 
bora, que  no  .-«  halla  en  el  Dice. 

Tambora,  f.  Deil  verdadero 
significado  que  tiene  (bombo  o 
tamlxvr  grande)  ha  formado  el 
[lUclilo  la  acej).  de  banda,  o  fun- 


ción en  que  toca  una  banda. 
"Ya  viene  la  tambora;  Hoy 
hay  tambora."  Es  una  simple 
sinécdoque:  una  paite  por  el 
todo;  porque  la  tambora  es  la 
que  más  atrae  la  v-ista  y  ait-n- 
ción  de  todos. 

Tamboreador,  ra,  m.  y  t. 
Persona  que  tamborea.  No  es  de 
mucho  uso.  Véanse  los  dos  si- 
guientes y  Animador.  A  éste 
corresponde  el  jaleador,  ra,  cas- 
tellano. 

Tamborear,  n.  Véase  cómo 
describió  la  acción  que  designa 
este  V.  el  viajero  Basilio  Hall: 
"Los  instrumentos  son  el  ai'pa, 
la  guitarra  y  el  tamboril. .  .  El 
tamboril  está  formado  por  un 
trozo  de  madera  hueco  y  cónca- 
vo, cubierto  en  su  parte  supe- 
rior por  un  pedazo  de  piel  sin 
curtir.  Lo  colocan  en  tierra,  y 
los  dedos  lo  tocan  cadenciosa- 
mente, mientras  las  muñecas  se 
apoyan  en  el  borde.  Se  emplea 
al.guna.s  veces,  en  lugar  de  tam- 
bor, la  extremidad  del  ai-pa,  o 
la  caja  vacía  de  la  gTiitarra,  o 
al.guna  otra  cosa  que  dé  un  stj- 
nido  profundo  y  claro"  [como 
meditas  esi>eciales  con  hojas  de 
lata  un  poco  sueltas].  (Extrac- 
to de  un  diario  de  viaje  a  Chil-e, 
Perú  y  Méjico,  en  los  años 
1820,  1821  y  1822,  citado  poi 
Vicuña  Mackenna).  Es  v.  co- 
rriente en  Chile  entre  toda  clase 
de  personas:  "Portales  tambore- 
aba en  el  arpa  o  la  guitarra  con 
mucho  primor."  (El  País^  de 
Concepción,  n.°  4112).  En  cas- 
tellano hay  tabalear  (hacer  son 
con  los  dedos  en  una  tabla  o  co- 
sa .«emejante,  imitando  el  toque 


394 


TAM 


TAM 


del  tambor),  sonetico  ^5onecillo 
que  suele  hacerse  con  los  dedos 
sobre  la  mesa  o  cosa  semejante), 
jalear  (animar  con  palmadas, 
ademanes  }'  expresiones  a  los 
que  bailan,  cantan,  etc.)  Nues- 
tro tamborear  e<  acompañar  con 
sonetico  principalmente  los  can- 
tos y  bailes  populare?,  como  la 
cueca  o  zamacueca,  resbalosa, 
etc.  Véase  Animar.  Ganar  uno 
las  tres  mitades,  fr.  que  citamos 
en  el  art.  Mit.vü,  rignifica  tam- 
borear en  &?te  mismo  sentido. 
Probablemente  las  cantoras  de 
oficio  pagarían  al  principio  tres 
mitades  (cuatro  centavos  y  me- 
dio) por  cada  vez  al  muchacho 
o  muchacha  que  siempre  tienen 
adiestrado  para  este  oficio. — 
Tamborear  en  el  cacho,  fr.  fia;,  y 
fam.,  usada  entro  el  i)ueblo: 
quedarse  sin  dinero,  .sin  recurso 
alguno;  como  quien  se  pusiera 
a  tamborear  en  un  cacho  o  as- 
til, que  uadíi  tiene  de  sonoro. 

Tamboreo,  m.  Acción  o  efec- 
to de  tamborear.  Arcase  e-te  v. 
Fuera  de  las  voces  ahí  citadas, 
hay  en  español  fnhaJcn,  jaleo 
(de  los  respectivos  verbos),  to- 
queado,  m.  (son  o  golpeo  acor- 
de que  se  hace  con  manos,  pies, 
palo  u  otra  casa)  y  sonxonefe 
(son  que  resulta  de  los  golpes 
pequeños  y  repetidos  que  se  dan 
en  vma  parte,  imitando  un  "^ni 
de  músicnV 

Tamboretear.  n.  Frecuentati- 
vo ili"  tamborear.  De  nuiy  poco 
uso.  En  castellano  luiy  fnmlm- 
r¡ti'fn\  j)ern  significa  l<i  mismo 
que  tiiiiihnrif'i'r. 

Tamboreteo,  m.  .\cciÓM  o 
ffcclo  de   tamboretear. 


Arpa  y  vihuela  y  tamboreteo 
Quiero  que  ee  oig.\  de  lo  mejor, 
Que  yo.  comadre,  llevare'  un  ciego 
Que  es  un  balazo  pa'l'acordedn. 

(Carta    de   Pancho  Qw tjdn  a   Doña  M  nuda 
[C7ii7/u). 

T.\MBORiLEAR,  u.  Su  acep. 
jirimera  y  principal  es:  '"tocar 
frecuentemente  el  tamboril." 
Un  autor  chileno  le  dio  acep. 
fig.  aplicándolo  al  ruido  o  gol- 
peteo de  la  lluvia:  "La  lluvia 
tamborilea  en  los  cristales." 
(Luis  Orrego  Luco,  Discnrso 
fúnebre  en  la  muerte  de  Enri- 
que Bertrix,  La  Unión-,  de  San- 
tiago. 26  Oct.  1915).  Ricardo 
Palma  lo  usó  en  el  mismo  .senti- 
do de  nuestro  tamborear:  "El 
lego,  que  voluntariamente?  se 
había  dado  de  alta  en  la  lmn<la 
de  nuísica,  tamborileaba  .sobre 
la  puerta."  (Tnidirioacs  penia- 
nan,  t.  II,  pág.  200). 

Tamborileo,  m.  Acción  o 
efe<-to  de    tamborilear. 

T.vMBORiLLo,  m..  diiu.  de 
tambor.  '".V  urdir  miñaques  eu 
un  tamborillo  de  lienzo,  ¡i  fabri- 
car loza  perfumada."  (\'icuña 
,  ^íackenna,  Hist.  de  Santiago). 
Míx:'  propia  es  la  forma  tambor- 
cilio,  y  mucho  más  usada.  7Vi77i- 
¡bor.  en  esta  acep.,  es:  "aro  de 
madera  sobre  el  cual  •■'e  tiende 
una  tela  para  bordarla." 

Tamién,  adv.  modal.  T<in>~ 
bii'n.  .\.<í  mi.«mo  el  vulgo  de  Sa- 
lamanca (K.s]«iña),  do  Santan- 
der y  i)r(ilial>lemente  todos  los 
vulgos  hispatio-parlaiUes.  por  la 
ley  fonética  del  menor  esfuerzo. 
\'ca.*e    Cámica. 

TÁMiMi.,    lu.    Ku  Chiloi'',    una 
•Imita   nuMliiinal    <i>utiM  l.is    iii- 


TAN 


TAN 


395 


flamaciones  y  úlceras.  (Cavada). 
La  voz  tiene  fonna  de  ai'aucana, 
pero  no  apai'ece  en  los  dicciona- 
rios ni  en  los  naturalistas. 

Tampoco,  adv.  de  negación. 
Su  uso  legítimo  es  para  negar 
una  cosa  después  de  haber  nega- 
do otra ;  pero  en  Chile  suele  usar- 
lo el  pueblo  para  reforzar  la  pri- 
mera negación :  "No  me  voy 
tampoco ;  No  te  doy  nada  tam- 
poco."— Ni  tampoco  uno  (o 
una) :  ni  uno,  ni  uno  solo. 

T.\N,  adv.  de  cantidad,  apo- 
copado  de  tanto.  1.°  Sólo  puede 
usarse  tan  en  voz  de  tanto  inme- 
diatamente antes  de  un  adj.,  de 
un  adv.  o  de  un  complemento. 
Tnn  dulce,  tan  suavemente,  tan 
a  la  larga.  También  se  usa  antes 
de  un  s.  adjetivado:  "Eso  es  tan 
verdad,  que.  . .  Y  es  tan  verdad 
esto,  que. .  ."  (Cervantes,  El  ca- 
samiento engañoso). 

Tan  in/arnia  de  Ios-moros, 
Cuanto  prez  de  los  cristianos. 

íld..  El  ff,dUu;!„  upnñnl). 

En  el  período  anteclásico,  cuan- 
do no  estaba  bien  formada  la 
lengua,  empleó  Berceo  un  tan 
que  ahora  sería  luiiversalmente 
reprobado : 

Elabbatje-sus  fraires  fueronmal  espantados 
Non  recudie  ninguno,  tan  eran  desarmados. 

(IV.M  ,h  Santo  Domin./o.  Ll-ii. 

— 2.°  Contra  e-rta  regla  peca  el 
barbarismo  Tan  es  así;  enmién- 
dese diciendo  Tanto  es  así.  Es 
tan  oM,  Tan  cierto  es,  Tan  ver- 
dad es.  Es  esto  tanta  verdad. 
Tanto    es  cierto,   "Y  es  esto    tan 


así,  que  me  acuerdo  yo  que  me 
decía  una  mi  abuela..."  (Qui- 
jote, p.  I,  c.  XLIX).  "Tanto  es 
cierto  lo  que  digo,  que  no  sé 
determinal'  cuál  respe<'to  es  más 
eficaz  para  levantar  nuestros  co- 
razones a  la  vida  del  cielo." 
(San  .Juan  de  la  Cruz,  Carta  de 
Eugenio,  al  fin  de  la  Guia  d^e 
pecadores,  de  Granada).  "Y  es- 
to es  tanta  verdad,  que  entre  los 
que  se  han  de  casar  .se  hace  in- 
formación bastante."  (Cen-an- 
tes,  Persiles,  1.  I,  c.  XVIII). 
"Tanto  es  verdad  esto  que  digo, 
que..."  (Fr.  Juan  de  los  Án- 
geles, Triunfos  del  amor  de 
Dios,  pról.)  "Tanto  es  esto  ver- 
dad, que  llegó  a  decir  San  Ber- 
nardo..." (Ibid.,  p.  II,  c.  últ., 
cons.  1).  "Y  e*ia  Orden  ya  no 
es  inferior  a  las  demás,  ni  en 
número  de  casas  religiosas  de 
ambos  sexos,  ni  en  el  estudio  y 
devoción  del  pueblo.  Tanto  es 
a.ñ,  que  parece  que  tan  grande 
incremento  en  tan  breve  tiem- 
])o,  dada  la  imbecilidad  huma- 
na, no  ha  podido  ser  sin  orden 
especial  de  la  divina  Pro\áden- 
cia."  (Petición  de  la  Universi- 
dad de  Salamanca,  de  la  heatifi- 
cnción  de  Sta.  Teresa,  en  1602). 
Para,  que  .se  vea  cuánto  repugna 
el  tan  antes  de  verbo,  examínen- 
se estas  frases  citados  por  Cuer- 
vo y  frecuentes  en  las  discusio- 
nes familiares:  "Ya  hoy  no 
llueve.  Tan  llueve,  que  ya  veo 
lloviznar."  "U.«ted  no  le  ha  es- 
crito a  SOI  padre.  Tan  le  e.scribí, 
que  ya  me  contestó."  "Tan  no 
e.«tá  enfermo  Gregorio,  que  aJio- 
clie  no  hizo  sino  bailar."  En  los 
tres    casos     del)ió     deK'ir.'^e     Tnn 


396 


TAN 


TAN 


cierto  es  que.  Véase  ahora  lo 
contrario:  tanto  antes  del  v. : 
"Tanto  estaba  de  bien  atado." 
(Quijote,  p.  I,  c.  XX). 

.Vi  tanto  ti  fiero  ta  atezado  rostro 
Que  al  hombre  infuii'ia  merecido  espanto... 
¡Oh.  cuánto  es  dulce  sobre  el  haz  dr.rado 
Libre  tender  los  fatigados  miembros! 

(Bretíin,  oda  La  Xoche). 

Un  autor  de  Gramática  hiítór. 
de  la  lengua  ca-4ellana,  inipre- 
.sa  en  Madrid,  se  atrevió  a  escri- 
bir: "Tan  no  e-s  indiferente  em- 
plear o  dejar  de  emplear  el  ar- 
tículo, que  en  la  mayor  parte  de 
los  ca.sos  la  frase  toma  distinto 
sentido  según  que  lo  pongamos 
o  nó."  ¡  Cómo  estudiarán  el  cas- 
tellano esos  autores!  Decir  tan 
en  e.--tos  casos  e.s  tan  disparatado 
como  decir,  por  ejemplo,  ¡"Cuan 
es  necesario!,  Muy  se  nccc-ita, 
Cien  es  número  redondo,  Gran 
es  la  necesidad  que  tenemos." 
Líbrenos  la  gramática  de  t-au 
monstruasas  apócopes. — 3.°  An- 
tes de  complementos  con  de  o  pa- 
ta e  infinitivo,  usaron  los  clá.sicos 
tanto  y  tan,  pero  modernamen- 
te va  prevaleciendo  el  tari :  No  es 
tanto  de  espantar,  No  es  tanto 
de  admirar;  "lis  tan  de  reír  que 
un  hombre  negocie  de  ser  go- 
bernador o  juez."  (Fr.  Alon.^o 
de  Cabrera')  ;  "Kl  rigor  de  la 
justicia  divina  es  tanto  para  te- 
mer" {{ ¡ranada).  "Mira  qué 
palabras  é.-las  tan  para  temer." 
(Td.) — I."  .'Vnt&s  (le  los  adjs.,  y 
cspecialmento  en  ver.<o,  .suele  no 
apocopar.>ic  tanto:  "Hasta  quo 
U^  venía  la  vez  timlt)  deseada." 
(Granada). 


Que  de  la  cárcel  (ario  diUiiada. 

(ValdivieUo). 
Y  las  deidades  tanto  celeh,  ado! 

(González  'lar^ajal). 

Juan  de  Valdós  empleó  también 
tanto  con  simples  adjs..  en  lo 
cual  no  es  de  imitar:  "Xo  te 
debes  maravillar  que  ese  rey  ha- 
ya querido  haeev  una  cosa  tan- 
to a  derecho  y  razón  contraria^" 
(Dial,  de  Mercurio  y  Carón). 
.Así  se  vio  obligado  a  usar  el 
tanto  por  la  transposición;  por- 
()ue.  si  hubiera  dicho  tan,  como 
lo  dijo  en  otra  parte  ítan  contra 
razón  y  justicia),  habría  modifi- 
cado al  complemento  a  derecho. 
"¿Y  era  tanto  necio  yo.  que 
pensa.-e  haber  seído  ese  desafío 
de  veras?"  (Ibid.) — ;)."  Tampo- 
co debe  imitarse  a  los  clásicos  en 
el  uso  de  tan  con  un  sii[>erlati- 
vo.  "W^ase  Si'perl.\tivos,  5." — 
().°  Xi  tampoco  con  los  compara- 
tivos mejor,  peor,  mayor  y  me- 
nor;  con  éstos  se  emplea  tanto. 
l?ello  admite  ten  y  muy  con 
mejor,  tratándose  de  la  salud. 
— Véa*e  T.\NTO. 

Tanas!  (¡Buenas),  loe.  fig.  y 
fam.  8e  ilice  en  son  de  burla  a 
la  pei"sona  muy  pcx'o  avisada, 
sin  iniciati\a  y  actividad  y  que 
hace  mal  todo  lo  que  se  le  enco- 
mienda, porque  no  tiene  inteli- 
gencia ni  habilidad;  como  d 
castellano  mandria,  adj.  y  s. — 
En  cuanto  al  origen,  ]>arcco  .'■•er 
igual  al  de  ¡Buenas  peras!  (Vé- 
ase Pkr.\).  En  píite  caso,  tanas 
sería  proiiuMciación  infantil  de 
moitz'inas,  pues  algunos  alargan 
la  loe.  diciendo:  ¡Buenas  tanas, 
buenas  manzanas!  ciuiki  (piien 
traduce  aquel  nombre.  En  aran- 


TAN 


TAN 


397 


cano  hay  s.  than,  árboles  caídos, 
u  otro  palo  volteado  o  caído,  y 
V.  thann,  caer,  derribarse  algo, 
que  pudieran  tener  alguna  rela- 
ción fig.  con  la  loe. ;  pero  no 
creemos  que  haya  que  buscar 
tan  lejoí  la  explicación,  mucho 
menos  cuando  el  adj.  buenas 
da  a  entender  que  toda  ella  ha 
de  ser  derivada  del  castellano. 

Tanca,  f.  En  Chiloc,  tortilla 
que  se  hace  en  el  mismo  molino. 
(Cavada).  No  se  ve  clara  su  eti- 
mología. 

Tanda,  f.,  fig.  y  fam.  Como 
muchas  de  las  tandas  que  se 
dan  en  los  teatros  dejan  muy 
mal  parada  la  moralidad,  el 
pueblo,  que  tiene  por  lo  general 
mu3'  buena  lógica,  llama  tanda 
£.1  espectáculo  escandaloso  o  in- 
moral, gTosero,  borrascoso. — No 
se  olvide  que  el  significado  de 
tanda  es:  "número  determina- 
do de  ciertas  cosas  del  niLsmo 
género.  T-ancla  de  azotes,  de  ri- 
godones." Por  eso  no  son  casti- 
zas las  frases  que  aquí  se  usan : 
Ser  o  parecer  tanda  una  cosa 
(una  majadería  o  importunidad, 
una  enfermedad  larga).  Seguir 
con  la  misma  tanda  (macha- 
quería, machacar,  machacón, 
na).  El  vulgo  pronuncia  tanga. 
'"Dale  con  la  miíma  tanga." 

Tandero,  ra,  m.  y  f.  fam.  y 
ú.  t.  c.  adj.  Individuo  que  con 
dichos  o  a<ciones  graciosas  cos- 
tea la  diversión  de  otras  perso- 
nas. Se  dice  así  por  semejanza 
ron  lo.s  cómicos  y  actores  que 
dan  tandas  en  loe?  teatros. 

Taxgible,  adj.  "Que  se  pue- 
de to<'ar,"  es  lo  único  que  signi- 
fica. Como  los  hechos  no  se  pue- 


den tocar,  no  es  propio  hablar 
de  hechos  tangibles,  como  ha- 
blan algunos.  Palpable  y  paL 
par,  sinónimos  de  tangible  y  de 
tocar,  sí  que  tienen  esta  acep. 
fig. :  "patente,  evidente  y  tan 
clai'o,  que  parece  que  se  puede 
tocar;"  "conocer  tan  claramente 
una  cosa  como  si  se  tocara," 

Tanislao,  n.  pr.  m.  Pronun- 
ciación vulgar  de  Estanislao. 
Véase  E.  Se  usa  también  en  E.s- 
paña,  como  se  ve  en  las  obras  de 
D.  Ramón  de  la  Cruz. 

Taño,  na,  n.  pr.,  m.  y  f.  Dim. 
fam.  de  Atanasio,  sia,  de  Caye- 
tano, na,  de  Salustiano,  na,  y 
ami  de  Estanislao,  aa.. 

Taai-quam  tabula  rasa,  loe. 
latina.  Como  tabla  rasa,  signifi- 
ca literalmente,  y  se  aplica  a  to- 
da per.-íona  ignorante  que  no 
no  tiene  ninguna  instrucción  o 
que  ignora  enteramente  la  ma- 
teria de  que  .se  trata.  La  loe.  se 
completa  en  latín,  agregando: 
in  qua  nihil  est  depictum  (en 
la  cual  nada  hay  pintado).  Vé- 
ase la  fr.  Hacer  tabla  rasa  en  el 
art.  Tabla.  Hará  bien  el  Dice, 
en  admitir  esta  loe.  latina,  que 
es  de  uso  general  en  todas  par- 
tes. 

Tanque,  m.  Lo  admitió  la 
14.*  edición  del  Dice,  como  tér- 
mino de  Marina,  procedente  del 
inglés  tank  e  ignial  a  aljibe  en 
estas  dos  aceps. :  "barco  en  cu- 
ya bodega,  forrada  de  hierro,  se 
lleva  el  agua  a  las  embarcacio- 
nes; cada  ima  de  las  cajas  de 
chapa  de  hierro  en  que  se  tiene 
el  agua  a  bordo."  Esta  última 
acep.  debió  de  influir  en  el  cam- 
bio   que     hicimos     no.sotros     de 


338 


TAN 


TAN 


tranque  en  tanque;  pues,  no  ha- 
ce muchos  años,  todos  los  chile- 
nos llamábamos  tranque     (y  to- 
davía muchos  pronuncian    a^í), 
el  "gran  depósito  de  agua,    que 
se  forma  generalmente  cerrando 
la  boca  de  un  valle,  y  í¡r\e    pa- 
ra    alimentar    las    acequias     de 
riego"      (el    pantano     español). 
Aquí  se  forma  con  más  frecuen- 
cia  en  las   quebradas  de  los  ce- 
rros. Fiuno.-»  fué  en    las  gaceti- 
llas   de    los    diarios   el     tranque 
Mena,  de    \'alparaíso,     que     se 
rompió  en  im  invierno  y    causó 
innumerables     perjuicios.    Otros 
sinónimos  son :   charca    (depó.*i- 
to     algo    con.siderable    de    agua, 
detenida   en  el  terreno,    natural 
o   artiñcialmcnte,    y    que    suele 
aprovechiu-se  para   recoger  hielo 
y  para  otros  usos),  alberca    (de- 
pósito artificial  de  agua  con  nui- 
ros  de  fábrica)  y  cisterna  o  alji- 
he    (depósito  subterráneo    donde 
se  recoge  y  conserva  el  agua  llo- 
vediza o  la  que  .se  lleva  de  algún 
lío  o  manantial).  Véase  Repre- 
sa. La  balsa  es  también    ''hueco 
del  terreno  que  se  llena  de  agua, 
natural  o  artificialmente,  y    que 
suele   .sen-ir    para    enriar   linos, 
cáñamos  o  espartos  y  para  otras 
usos." — Hoy  se  es-tá  dando  tam- 
bién a  tanque  la   acep.  de   carro 
de   guerra   blindado,     grande   y 
podera«o,  y  armado  de  artillería, 
movido    automáticamente    como 
los    automóviles.     Es    el     inulés 
tnnkcar,  y  que  los  franceses  lla- 
man    char    d'axsaut,    carro    de 
asalto. — La  etimología  de  nues- 
tro tanque  o    tranque  parece  ser 
el       gallego      taiujuc.     estanque, 
charca,   nféresis,     indudablemen- 


te, del  castellano  estanque.  La 
forma  tranque  se  explica  por  la 
influencia  del  v.  trancar,  pues  el 
agua  represada  en  el  tranque 
aparece  como  trancada.  Agre- 
gúese a  esto  que  tranquera  sig- 
nifica ■■  estacada  o  empalizada 
de  trancas,"  y  así  suele  ser  la 
])resa  de  algunos  tranques.  Ade- 
m;'is,  el  v.  ant.  atancar  significa 
lo  mismo  que  el  trancar  o  atran- 
car moderno.  En  las  oliras  de 
I'ereda  se  habla  de  otro  tanque, 
o  sea,  "vasija  pequeña,  general- 
mente de  latón,  que  suele  u.sar- 
se  para  beber  agua,  o  para  sa- 
carla de  una  tinaja."  (Eduardo 
de  Iluidobro).  He  aquí  uno  de 
los  pasaje^  en  que  usó  esta  voz 
el  gran  novelista:  "De  los  cuales 
cántaros  se  sacaba  el  refresco 
con  un  tanque  de  latón,  y  se 
ofrecía  en  un  vaso,  huérfano  de 
toda  familia,  ai  sediento  que  lo 
solicitaba."  (Don  Gonzalo,  III). 
Táxt.\lo,  n.  pr.  m.  Véase  Su- 
plicio DE  TÁXT.\LO. — Y  no  so- 
lamente en  e^ta  loe.  se  usa  este 
nombre,  sino  también  solo:  "Ya 
no  sería  la  mía  [alma]  Tántalo 
de  mis  deseos,  pues  voy  donde 
mis  ojos  me  den  el  agua  que 
mis  desdichas  me  niegan."  (Ix)- 
pe  de  Vega,  La  Arcadia^  1.  V,  al 
fin). 

Tántarantantán,  m.  El  Diw. 
lo  udmit<'  más  breve,  tantaran- 
tán: "sonido  del  taml)or  o  atabal, 
cuando  se  repiten  los  golpes.  |¡ 
Fig.  y  fam.,  golpe  nolento  da- 
do a  uno."  Es  voz  onómalopé- 
yica. 

Tanteada,  f.  fam.  No  e.\L4e 
V  díga.^G  tanteo. 


TAN 


TAN 


399 


Tantear,  a.  Lo  visamos  de- 
masiado por  no  conocer  algunos 
verbos  especiales  que  participan 
de  su  significado  general.  Así, 
sompesar,  sopesar  o  sospesar  es 
'"levantar  una  cosa  como  pai'a 
tantear  el  peso  que  tiene  o  pai"a 
reconocerlo;"  vadear  es  "tantear 
o  inquirir  el  ánimo  de  uno;" 
trazar  es  "discurrir  y  poner  los 
medios  oportimos  para  el  logro 
de  una  cosa."  Y  agregúense 
tantos  otros  más  conocidos,  co- 
mo prohai',  ensayar,  explorar, 
tiiqioirir,  examinar,  experimen- 
tar. 

Taxteo  (Al),  loe.  fam.  A 
ojo,  a  ojo  de  buen  varón,  a 
montón,  a  bulto.  Es  muy  usada 
entre  nosotros,  y  no  la  trae  el 
Dice.  Caballero  la  registra  y  la 
define  así:  "a  obser\^ar;  a  calcu- 
lar; a  enterarse  de  las  cosas  an- 
tes de  resolver  sobre  ellas." 

Tantero,  m.  En  algunos  esta- 
blecimientos u  oficinas  de  mi- 
nas, empleado  que  retira  los 
tantos,  o  sean  las  señales  que  co- 
loca el  minero  en  los  carros  pa- 
ra saber  la  cantidad  de  cajones 
que  ha  hecho. 

Taxto,  ta,  adj.  "Fomiamos 
también,  dice  Bello,  numerales 
múltiplos  dando  al  respectivo 
cardinal  la  terminación  tanto, 
como  cuatrotanto.  .  .  Pero  no 
suelen  formarse  estos  compues- 
los  .sino  con  cardinaleo  desde 
fres  ha.sta  diez."  Es  también  co- 
mún el  ciento  tanto  y  muchos 
otros.  El  Dice,  se  quedó  muy 
corto,  pues  no  dice  nada  de  esto, 
y  sólo  registra  trestanto  (adv. 
m.,  tres  veces  tanto;  m.,  canti- 
dad   triplicada)     y     cuatrotanto 


(m.,  cuadruplo,  o  una  cantidad 
cuadruplicada;  le  falta  la  acep. 
de  adv.)  A.->í  podía  haber  admi- 
tido también:  dostanto  (adv.  y 
s.,  dos  veces  tanto  o  duplo), 
cincotanio  (adv.  y  s.,  cinco  ve- 
ces tanto  o  quíntuplo),  seistanto 
(adv.  y  s.,  seis  veces  tanto  o  séx- 
tuplo), sietetanto  (adv.  y  s..  siete 
veces  tanto  o  séptuplo) ,  ochotan- 
to  (adv.  y  s.,  oc-ho  veces  tanto  y  lo 
que  contiene  un  número  ocho 
veces  exactamente),  nuevetanto 
(adv.  y  s.,  nueve  veces  tanto  y 
lo  que  contiene  un  número  nue- 
ve veces  exactamente),  dieztanto 
(adv.  y  s.,  diez  veces  tanto  y 
décuplo).  "Es  común  el  ciento 
tanto,  escribió  Cuervo,  y  en  lu- 
gar de  tanto  se  dice  taml>ién  do- 
blado .  .  .  Estas  combinaciones 
.se  hallan  usadas  [  además  |  co- 
mo adjs."  Y  lo  confirma  con  un 
texto  de  la  Agricultura  de  He- 
rrera ("estiércol  muy  añejo 
mezclado  con  dos  tanta  tierra") 
y  otro  de  las  Meditaciones  del 
P.  La  Puente  ("premiar  con 
cien  doblada  alegria  vuestra  so- 
ledad y  tristeza").  "No  pudiera 
labrarla  toda  en  tres  tanto  tiem- 
po," escribió  el  P.  Si.güenza;  y 
"sea  su  ^ruto  den  doblado"  la 
Ven.  Agreda.  Para  que  se  vea 
que  se  usan  otros  números,  fue- 
ra del  tres  y  cuatro  del  Dice, 
citaremos  algunos  textos  clási- 
cas: "No  tiene  comparación  é.sta 
[fábrica]  con  aauélla,  porque  le 
excede  en  dorientos  tanto" 
Sigüenza.  (Tantos,  dice  por 
errata  la  edición  de  la  N.  Bi- 
bliot.  de  Autores  Españoles); 
"Son  fias  figuras]  mayores  que 
del    natural,    dm  tanto."     (Td). 


400 


TAN 


TAN 


"Antes  he  menester  dos  tanto 
furor."  (Fernán  Pérez  de  Oliva. 
Comedia  de  Anfitrión).  ''Con  el 
deseo  de  ver  tu  persona  salva, 
sería  yo  dos  tanto  osado."  (Id, 
La  venganza  de  Agamenón). 
"Diez  tanto  somos  más  que  vos- 
otros respec-to  al  rey."  (Scío.  li 
Reyes,  XIX,  43.  Diez  partes, 
traduce  Valera,  y  diez  veces, 
Amat.  El  te.xto  latino  es:  "De- 
tem  partihus  major  ejjo  eum 
apud  regem).  "Terminó,  por 
consiguiente,  que  ambos  partie- 
sen luego  que  dejasen  aradas  y 
sembradiis  unas  tierras  diez  tan- 
to, a  lo  menos,  más  extensas  que 
las  que  antes  cultivaban." 
(Iriarte,  Robinsón). —  Eu  pl.,. 
tantos  es  "número  que  se  ignora 
o  no  se  quiere  expresar,  ya  se 
emplee  solo,  ya  para  denotar  lo 
que  una  cantidad  excede  a  nú- 
mero redondo  expreso.  A  fanto.t 
de  julio;  mil  y  tantos."  Así  el 
Dice.,  sin  decir  si  esto  se  extien- 
de también  al  f.  tantas.  Estudia- 
do el  caso,  notamos  dos  usos 
distintos :  uno  de  simple  concor- 
dancia del  adj.  con  el  s.  y  otro 
en  que  no  concuerdan.  "Se  co- 
mió veinte  y  tanta-'*  onzas  de 
carne;  Leyó  de  una  ti^ntada 
ciento  y  tantas  páginas."  Pero 
■otra  cosa  ess:  "La  página  tantos, 
a  fojas  iantos."  Aquí  debe  usar- 
.«c  el  m.,  y  así  lo  hizo  el  "Dr. 
Tbcbiu«sem"  en  Futezas,  págs. 
65  y  183.  Est«  tantos  último  se 
refiere  a  un  número  que  está 
expreso  en  la  página  o  en  la  fo- 
)a.  y  por  eso  el  uso  lo  ha  hecho 
in.  y  además  pl.,  porque  repre- 
senta un  <'ardinal  en  pl.  usado 
en    vez    del    ordinal.    Así    como 


decimos  ía  págiiui  o  foja  dos, 
veinte,  ciento,  es  natural  que  di- 
gamos también :  En  la  página 
tantos,  A  fojas  tantos. — 8.°  Tan- 
tos de,  tantas  de  (y  aquí  un  s. 
pl.)  Fué  corriente  este  uso  en 
los  clásicos,  pero  hoy  está  anti- 
cuado. "Tiene  tantos  de  predi- 
cadores el  Espíritu  Santo,  tantos 
de  profetas  que  de  Él  hablaron 
antess  que  el  .sol  fuese  criado." 
(Rto.  Ávila,  Trat.  IV  dd  Esp. 
Santo). 

Padre.  lle'Teme  conaigo, 
Que  me  (iic«  este  enemigo 
Tantas  tic  beV.aqntrias. 

(Cervantes,  Lo»  hañot  lie  Argel). 

Tantos  de  turcos  y  muros 
Que  hacen  venir  con  sollozos 
.4  mucho  de  fiel  cristiano. 

(Eghga  pastoril,  en  el  Teatro  del  siglo  AT/i 
t.  I,  de  los  Bibliófilos  madrileños). 

"Le  dijo  tantas  de  cosas,  q-,ic  no 
hay  más  que  oír."  (Qnijoie,  p. 
1,  c.  XXXII).  El  mismo  uso 
vemos  con  los  adjs.  alguno^ 
cuanto,  harto,  mucho  ^  poco; 
hoy  existe  en  algunas  partes 
con  este  liltimo  solamente  y  li- 
mitado a  uno  que  otro  s. :  Una 
poca  de  agua. — Tanta  y  más. 
El  Dice,  lo  equipara  a  Tanto 
más;  pero  no  hay  duda  que  la 
y  le  da  nuis  encarci miento. 
"Demuéstrase  que  las  jii.^ío*  son 
tanto  y  más  culpables  por  .«us 
malas  obras  que  la<  ge'Uiles." 
•Amat.  Romanos,  ei)'.>;"af';  del 
c.  III).  La  misma  ob.-ervación 
hicimos  en  Pwanto  y  más  res- 
pecto dt'  Cnanto  más, —  Tanta 
mayor,  tanta  menor.  \'éa.*e 
C'iAN'To. — Al    tanto      ni.     adv. : 


TAN 


TAN 


401 


"por  el  misino  precio,  co~te  o 
trabajo;  y  se  Uf?a  cuando  se  ex- 
plica la  voluntad  de  uno  de  to- 
mar o  lograr  una  cosa  al  precio 
que  a  otro  le  ha  castado."  Es  lo 
mismo  que  Por  el  tanto.  No  se 
confundan  &sto^  modismos  con 
ÁI  tanto,  que  significa  "otro 
tanto,"  jxjrque  este  ál  no  es  la 
combinación  «  el,  al,  sino  el  s. 
ant.  ál,  del  aliiul  latino,  y  signi- 
fica "otra  cosa:"  "Debajo  del 
sayal  hay  ál."  "Encargaos  de  la 
tenencia  desta  villa  y  fortaleza,  y 
ved  lo  que  se  da  de  tenencia  con 
el  más  principal  de  la  frontera, 
que  ál  tanto  y  más  vos  manda- 
remos pagar  con  ésta,"  (Her- 
nán Pérez  del  Pulgar,  Hazaruis 
del  Gran  Capitán).  Al  tanto 
significa  también  "al  corriente'' 
en  la  fr.  Estar  imo  al  tanto  de 
una.  cosa;  pero  nótese  que  la  fr. 
es  solamente  con  el  v.  estar  y  nó 
con  tener,  quedar,  etc. — Por  lo 
tanto.  Por  tanto :  ¿  Qué  diferencia 
hay  entre  Cestos  dos  modismos? 
¿Son  ambos  ca.'^tizos?  He  aquí 
las  definiciones  del  Dice. :  "Por 
lo  tanto:  por  consig-uiente,  por 
lo  que  antes  se  ha  dicho,  por  el 
motivo  o  la.s  razones  de  que  aca- 
ba de  hablarse."  "Por  tanto:  por 
lo  que,  en  atención  a  lo  cual.' 
Por  niá.s  que  queremos  ver  la 
diferencia  de  significado,  no  la 
columbramos.  En  un  buen  artí- 
culo pnieba  el  P.  Mir  que  Por  lo 
tanto  fué  desconocido  para  los 
clásicos  y  que  es  de  hechura 
moderna.  Los  antiguos  u.saron 
solamente  Por  tanto,  y  una  que 
otra  vez  y  en  el  mismo  sentido, 
Por  el  tanto,  acep.  que  le  falta 
en  el  Dice.  Si  los  franceses  di- 
oico, de  Chil.,  t.  V, 


cen  Pour  tnnt  y  los  italianos  Per 
tanto,  .sin  artículo,  ¿por  qué  lo 
hemos  de  poner  nosotros  dicien- 
do Por  lo  tanto?  Dos  veces  lo 
hemos  hallado  en  El  Criticón 
de  Gracián;  pero  tememos  que 
sea  falsificación  del  editor,  pues 
la  edición  que  tenemos  es  de 
1773  (Madrid,  Pedro  Marín), 
siglo  en  que  tanto  padeció  la 
pureza  de  la  lengua  española. 
Otra  vez  lo  hallamos  en  el  Can- 
cionero del  siglo  XV,  de  Foul- 
ché-Delboic  (t.  1,  pág.  519  a) : 
"En  eáte  sétimo  soneto  el  actor 
[D.  íñigo  L¿pez  de  MendozaJ 
muestra  como  él  non  avía  otsar 
de  mostnu"  a  su  seiiora  el  amor 
que  le  avia,  nin  la  lengua  suya 
era  dispieria  a  gelo  uezir,  e  por 
lo  tanto  gelo  esci'evía." — Tanto 
¡ñas  (,0  menos),  cuanto  que. 
Dice  Bello  que  es  acumulación 
de  relativos  en  que  no  halla  pro- 
piedad ni  elegancia,  y  prefiere 
el  uso  que  sujirime  el  cuanto. 
Es  cierto  que  esto  último  es  lo 
cláisico;  pero,  para  hacer  re>sal(^r 
la  contraposición,  y  aun  para  la 
claridad,  especialmente  cuando 
la  primera  cláusula  es  larga,  se 
hace  casi  necesario  el  ciuinto; 
por  eso  la  Qramát.  de  la  Acade- 
mia da  como  regla:  "Siempre 
que  siga  al  adv.  tanto  el  de  coin- 
parav.iün  mus,  deben  teiier.se  por 
correlativos  los  vocablos  cuanto 
qae;  v.  gr. :  Tanto  mm  me  em- 
peño en  acabar  hoy  esta  obra, 
cuanto  que  no  me  podré  dedicar 
mañana  a  ella,"  Cuervo,  al  ha- 
blar de  esto  mismo,  dice  que  es 
cuuibinación  ya  irremedial)le- 
uicute  arraigada. 


402 


TAP 


TAP 


Tantúe,  m.  En  Chilot",  una 
pliuita  medicinal,  vvilneraria. 
( Cavada ) . 

Táxti'M  ergo,  m.  Estrofa 
quinta  del  himno  Pange  lingua, 
que  empieza  con  estas  palabras 
y  suele  cantarse  al  reservar  so- 
lenuiement<?  el  Santísimo  Sacra- 
mento. Admitido  desde  la  13.» 
edición  del  Dice. 

T.\ÑEDOR,  RA,  m.  y  1'.  Que 
tamborea.  Véiise  Tamborear.  El 
tüiledur,  ra,  para  el  Dice,  e«<  la 
■■l>er.9ona  que  tañe  un  instru- 
mento músico,"  y  tañer  es  tocar 
o^•tos  mismos  instrumentos.  Sin 
embargo,  Cenantes,  en  el  Qui- 
jote y  en  Rinconete  y  Cortadillo, 
usó  el  V.  en  el  mismo  sentido 
que  nuestro  tamborear:  "Iba 
tañendo  en  las  cartas  como  si 
fuera  en  un  pandero."  (Quijo- 
te,  p.  II,  c.  L).  "'Comenzó  a  to- 
ñer  en  él  fun  chapín]  como  en 
mi  pandero."  (Rinc.  y  Cort.) — 
En  algunos  conventos  de  mon- 
jas chilenas  se  llama  tañedora, 
{.,  la  monja  que  tañe  o  toca  la 
campana  interior  del  convento: 
la  campanera  de  otros. 

Tañer,  a.  Va\  algunas  [)artes 
se  usa  por  tamborear.  Véase  el 
anterior.  Le  falta  en  el  Dice,  la 
acep.  de  "avi-stu-,  haciendo  seña 
o  llamada,  <-on  campana  u  otro 
instnunent^),"  que  es  la  4.*  del 
V.  tocar. 

T.M'A,  f.  \'arias  accps.  im]ir()- 
pias  damos  a  ote  vocablo:  1." 
Pieza  de  corcho,  madera,  cristal, 
etc.,  con  que  .'kj  tapan  l)otcllas, 
fraficos,  toneles  y  otras  vasijas. 
intriHlucicndola  en  el  orificio 
por  donde  ha  entrado  o  ha  <le 
.salir  el  líiiuido:  lo  (pie  en  caste- 


llano se  llama  tapón. — 2.»  Par- 
te de  la  camisa,  que  cubre  el  pe- 
cho; o  sea,  pechera. — 3.*  Cada 
una  de  las  dos  piezas  más  inme- 
diatas a  la  corteza,  que  .salen  al 
aserrar  un  tronco  longitudinal- 
mente; en  castellano,  ccntero, 
m.  Costóyi  lo  llama  también  Ce- 
jador.  Ripia,  f.,  más  exacto  aún, 
es  "co.stera  tot^ca  del  madero  ase- 
rrado." En  Salamanca  dicen 
foraño,  m.  (la  tabla  que  se  saca 
de  junto  a  la  corteza  del  árbol), 
según  D.  Jasé  de  Lamano  y  Be- 
neite  (El  Dialecto  vulgar  sal- 
mantino).— 4.*  En  las  libros  y 
folletos  impresos,  cada  una  de 
las  hojas  que  llevan  al  principio 
y  al  tiu,  que  generalmente  son 
de  papel  de  color  y  en  la  prime- 
ra de  las  cuales  se  imprime  la 
misma  portjida  que  va  más 
adentro.  Díga.so  cubierta  (forro 
de  })aiiel  del  libro  en  rústica)  o 
portad-a  de  color.  La  tapa  esj>a- 
ñola  en  esta  acep.,  es  "cada  una 
de  la.s  dos  cubiertas  de  un  libro 
sólidamente  encuadernado;"  es 
decir,  el  cartón,  madera  o  per- 
gamino que  .«e  pone  eu  amlws 
ciu'ius  del  libnt.  Los  encuaderna- 
dores llaman  también  cubierta 
la  Ixija  de  i)ai)el  o  tela  con  que 
se  cubre  cada  uno  de  e^tos  car- 
tonos. — ó.*  En  la  baraja,  cada 
uno  de  los  (X-has  y  nuevos,  jwr- 
quo  en  la  mayor  parte  de  los 
juego-  no  so  usan  y  se  .«eparan 
ile  las  demás  cartas;  ])or  eso  en 
las  barajas  empaípieUida-^.  «pie 
todavía  no  Inuí  sido  usadas,  los 
(K'hos  y  los  nueves  están  col<K'a- 
<los  al  principio  y  al  fin,  como 
\crdaileras  /(i/xi.f. — <!•  En  el  lo- 
jado  llamamos  tapa  la  cohija  ef- 


tap 


TAP 


ioá 


paüola,  es  decir,  la  "teja  que  se 
pone  con  la  parte  hueca  hacia 
^ibajo  abrazando  sus  lados  dos 
canales  del  tejado."  La  "tabla 
delgada  sobre  la  cual  se  asegu- 
ran las  tejas,"  que  aquí  tam- 
bién llamamos  tapa,  por  ser  de 
la  clase  que  así  denominamos 
(3.°  acep.),  recibe  el  nombre  de 
lata. — 7.°  En  las  provincias  del 
Korte,  llaman  tapa  la  frazada. 
— 8.°  En  las  prendas  de  mujer 
que  se  atan  a  la  cintura,  como 
faldas,  enaguas,  etc.,  parte  que 
(jueda  a  ambos  lados  de  la  mane- 
ra y  que  se  ajusta  con  la  tirade- 
la. — El  P.  Murillo  llamó  sobre- 
copa la  tapa  del  iiicen-mrio;  lo 
que  no  indica  que  sea  mal  dicho 
tapa,  pues  incensario  se  define: 
"braseiillo  con  cadenillas  y  ta- 
pa, que  sirve  para  iucen.sar." 
Sobrecopa  es  "tapadera  de  la 
copa."—  Ni  por  las  tapas.  Asi 
hemos  enmendado  la  expr.  fig. 
y  fam.  Ni  por  el  forro^  "con  que 
se  denota  que  algiuio  desconoce 
completamente  tal  o  cual  cien- 
cia o  libras  que  de  ella  tratan." 
Forro  es  para  el  Dice,  "cubierta 
del  libro;"  mas  para  nosotros  es 
una  segunda  cubierta,  de  papel, 
de  hule  o  de  tela,  con  que  se  fo- 
rra un  libro  encuadernado  o  en 
rústica:  así  que,  la  ex])resión 
tendría  aquí  un  significado  más 
intenso. 

Tapabarriga,  f.  Por  lo  menos 
de.<de  el  tiempo  de  Febrés  se  usa 
en  Chile  este  vocal)lo.  j)ues  él  lo 
trae  en  la  parte  castellana  y  en 
la  araucana:  "Tapulputha.  la 
carne  del  vientre,  tapabarriga." 
"Tavriiitha,  la  carne  tapaba- 
rriga."  Es   una   pieza  de    carne 


iiiu.-<-ulosa,  que  está  encima  del 
peritoneo  y  debajo  de  las  mala- 
yas; su  nombre  técnico  es  mih- 
culo  serrato,  porque  tiene  unos 
como  dientes  a  modo  de  sierra. 
— También  llaman  algunos  ta- 
pabarriga el  tripero  esi^aOol 
(paño,  reg-ularmente  de  bayeta, 
que  se  pone  para  abrigar  el 
vientre). 

Tapabarro,  m.  E.'-pecie  como 
de  ala  de  hierro  laminado  que 
va  encima  de  las  ruedas  de  al- 
gunos coches  y  automóviles  y 
que  impide  que  éstas  reciban  el 
loílo  o  barro  que  salta.  Gu-arda- 
faiifjos  la  llaman  algunos  catá- 
logo.? de  casas  comerciales.  La 
voz  está  bien  formada,  pero  no 
la  da  el  Dic<í.  A  guardapolvos, 
pl.,  le  da  una  acep.  algo  pareci- 
da: "en  los  coches,  hierros  que 
van  desde  la  vara  de  guardia  o 
balancín  grande  hasla  el  eje." — 
En  los  coches,  pieza  alta  y  sa^ 
líente,  de  hierro,  con  que  termi- 
na el  pescante  y  en  la  cual  apo- 
ya algunas  veces  los  pies  el  co- 
chero. También  guarda  a  éste 
del  lodo  o  barro. —  En  alg"unas 
provincias,  gualeta,  2."  acep.  El 
Dice,  trae  guardapolvo:  "pieza 
de  vaqueta  o  becerrillo,  que  está 
unida  al  botín  de  montar  y  cae 
sobre  el  empeine  del  pie:"  pero 
no  es  igual  a  nuestra  gualeta  o 
tapabarro. 

Tapacostur.\,  f.  Cinta  o  tira 
que  por  adorno  se  pone  en  una 
pieza  de  ropa  y  va  tapando  luia 
costura.  Se  fabrican  para  esto 
cintas  especiales,  más  o  menos 
r domadas. — Es  vocablo  de  uso 
general  en  Chile,  bien  formado 
y  digno  de  aceptarse. 


40-t 


TAP 


TAP 


Tapaculo,  m.  Pajarillo  chile- 
no (Pfewtochus  albicoUis).  "De 
tamaño  mayor  que  el  tricao^  pe- 
ro de  estructura  .semejante.  En 
los  caminos  que  rodean  o  atra- 
viesíui  los  cerros  en  las  provin- 
ciales centrales,  es  muy  frecuen- 
te. Cuando  hay  poco  tráfico 
[trajín]  en  los  caminos,  salen 
los  tapaculos  a  buscar  comida; 
])ero  al  menor  ruido  se  ocultan, 
corriendo  nmy  ligero  con  la  co- 
la levantada  perpendicularmen- 
te.  Su  nombre  \'ulgar  ha  sido 
originado  por  su  grito,  que  dice 
muy  claro  esa  palabra.  Vive  en 
cuevas  que  han  sido  abandona- 
das [K)r  pequeños  mamíferos  ro- 
edores y  en  el  fondo  de  ellas 
construye  su  nido."  (Reed). 
Debe  este  nombre  pasar  al  Dice. 
Véase  Tococo,  cjue  e-s  como  se 
llama  al  mi.snio  pajarillo  de 
Aconcagua  al  Norte. 

Tapada,  f.  Echar  de  tapada  a 
una  persona  o  animal,  fr.  üg.  y 
fam.:  hacerlo  t()niar  [larte  en 
una  lucha,  desafío,  certamen, 
elección,  nombramiento,  etc., 
con  la  .-oguridad  de  que  ha  de 
triunfar.  I'ambién  se  dice,  y 
con  más  frecuencia,  de  tapadita. 
lio  corresponde  exactamente  al 
modi.smo  español  De  tapadillo, 
que  significa:  "procurando  no 
ser  viíto  o  no  ser  conoc-ido." 
Éste  traduce  solamente  la  parte 
material  de  nu&^tra  fr.,  pero  n(') 
la  intención,  que  es  triunfar  y 
con  sorpresa  de  todos.  El  origen 
de  nuestra  fr.  as  la  cocituinbre 
que  hay  en  las  riñas  de  gallos 
de  llevar  éstos  escondidos  o  ta- 
pnilox^  (Icliajii  del  l)ra/o.  y  no  sa- 


carlos   a  luz    ha-^tii  el    momento 
de  la  riña. 

Tapadera,  f.,  íig.  y  fam.  Per- 
sona que  encubre  o  tapa  las  fal- 
táis o  delitos  de  otros;  porque  los 
tapa,  como  hace  la  tapadera 
material,  que  oculta  o  tapa  lo 
que  hay  dentro  de  la  olla,  bra- 
sero, etc.  "La  madre  es  tapadera 
de  sus  hijas  e  hijos,  y  el  padre 
tapadera  de  todos."  Como  esta 
acep.  no  sólo  se  usa  en  Chile,  si- 
no también  en  otras  partes,  y  es 
tan  propia  y  exacta,  no  debe  des- 
preciarla el  Dice.  "Ser  fomenta- 
dor y  tapadera  de  blasfemias," 
escribió  el  clásico  Padre  Parra 
en  su  Luz  de  verdades  católiras, 
(II,  15).  En  una  de  sus  obras  es- 
cribió tamlñcn  Cejador:  "O  hu- 
bo mala  fe  y  peor  intención  al 
presentar  al  Pajia  una  fórnnila 
de  vida  que  veían  no  jxHlrían 
seguir,  de  modo  que  sólo  sirvie- 
ra de  tapadera  canónica,  o  la 
presentaron  de  buena  fe..." 
Aquí  no  está  aplicado  a  j>ersona, 
como  en  Clúle,  sino  a  cosa;  pe- 
ro la  metáfora  es  la  misma, 
l,uis  Hes.-es,  en  su  Dice,  de  argot 
(t^paÍKil,  dice  que  tapadera,  en 
acep.  ])oi)u]ar,  es  "el  que  [en  | 
culire  los  hechos  de  otro."  Caba- 
llero admite  la  fr.  Hacer  de  ta- 
padera, encubrir  o  hacer  de 
l>antalla.  Sólo  a  cobertera  (pieza 
llana  de  metal  o  de  barro,  de 
forma  generalmente  circular,  y 
con  un  asa  o  Iwtón  en  meilio, 
(¡ue  sirve  ]iara  tapar  las  ollas, 
etc.)  le  da  el  Dice,  la  ai-ep.  lig. 
de  "alcaluiela,"  que,  poco  más  o 
menos,  allá  se  va  con  nuestra 
tapadera.  \'éase  su  uso  en  ei4os 
ver.sos ; 


TAP 


TAP 


405 


De  la  vieja  muy  artera 
Qae  a  los  jóvenes  arrolla, 
Y  se  torna  (Cobertera, 
Libera  n  )>,  Dómine 

(Pr.  Luis  de  Escobar,  Qntjiicnlo'  proverbios 
de  confejos  y  nrisos), 

— De!>pué¿  de  leei"  e-ta  e^^trofa, 
\iene  ahora,  como  anillo  al  dedo, 
el  refrán  chileno  Más  vale  ser 
olln,  qxie  no  tapadera,  el  cual, 
con  la  explicación  dada,  no  ne- 
cesita definiríe. 

Tapaditas,  f.  pl.  Jue.2,0  de 
muchachos  que  consiste  en  ta- 
par con  cada  mano  una  mone- 
da, desafiando  a  que  se  adivine 
l)or  que  cara  está.  El  contrario 
pone  otra  del  mismo  valor  al  la- 
do de  la  tapada;  si  adivina,  la 
gana,  y  si  nó,  pierde  la  suya. 
No  le  conocemos  equivalente  en 
castellano. 

Tapado,  m.  Entre  ladrones  y 
rateros,  delito  grande,  en  que  la 
condena  será  por  largo  tiempo. 
(Cartilla  del  giuirdián). — En  el 
comercio,  abrigo  que  usan  las 
mujeres  para  asistir  a  teatros, 
bailes,  etc.,  que  le;  tapa  el  esco- 
te. Generalmente  es  en  forma  de 
capa  y  adornado  de  pieles. 

Tapado,  da,  adj.,  part.  de  ta- 
par. Fig.  y  fam.,  nido  e  incapaz. 
E.stá  subentendido  el  comple- 
mento de  mollera.  En  castella- 
'no  se  dice  Cerrado  de  mollera. 
Ser  uno  duro  de  mollera  .signifi- 
ca también  "ser  rudo  para 
aprender."  "Hermético  de  mo- 
llera," dijo  con  más  gracia  un 
autor  moderno. — También  fig.  y 
fam.,  muy  rápido  o  veloz.  "Ve- 
nía N.  N.  tapadito  tras  de  mí." 
(Véa.«e  Cuspar).  En  castellano 
liay  la  fr.  Seguir  el  hopo  a  uno: 


"ir  siguiéndole  y  dándole  alcan- 
ce."—  Tratándose  del  pelo  o 
capa  de  los  animales,  principal- 
mente caballares,  de  un  solo  co- 
lor. Así  también  en  la  Argenti- 
na.—  Tapada,  f.  fam.,  ramera, 
Ivuscona.  Se  llama  así  porque,  a 
.semejanza  de  los  pajarracos  noc- 
turnos, sale  en  las  últimas  horas 
del  día,  tapada  de  manto,  a  con- 
qui.starse  clientela. —  Con  santos 
lapudo.'i.  Véase  Santoí,  ta. 

Tapadora,  f.  Manta  o  ]>año 
burdo  con  que  se  tapa  la  cabeza 
de  la  acémila  mientras  .•^  le  po- 
ne el  aparejo  o  la  carga. 

Tapa-estribo,  m.  Pieza  girato- 
ria que  tapa  y  defiende  el  estri- 
bii  del  coche. 

Tapafunda,  f.  Llaman  a.^í  al- 
gunos el  forro  o  fundía  de  tela 
con  que  se  cubren  los  muebles 
tapizados  para  conservarlos  y 
resguardarlos.  Mejor  e.s  el  sim- 
ple fund-a  que  usan  otros  (cu- 
bierta o  bolsa  de  cuero,  paño, 
lienzo  u  otra  tela  con  que  se  en- 
vuelve una  co.sa  para  con.^ervar- 
In  y  resguardarla),  porque  tapa- 
funda  sólo  significa:  "faldilla. 
generalmente  de  cuero,  que 
¡•ende  de  la  boca  de  las  pistole- 
ras, y  sirve  para  resguardar  de 
li  lluvia  las  pistolas,  vohdéndo- 
la  sobre  ellas." 

Tapanca,  f.  Chilenismo  an- 
tiguo y  nacido  en  tiempo  de  la 
colonia.  En  el  testamento  de 
Doña  María  Buenaventura  de 
Silva,  de  18  de  Nov.  de  ITS.'^,  .se 
lee:  "Una  tapanea  de  tripe  con 
sus  galones  de  plata,"  La  tapan- 
ea (que  tapa  el  anca)  es  la  gual- 
drapa española,  o  .sea,  "cobertu- 
ra larga,  de  seda  o  lana,  que  cu- 


406 


TAP 


TAP 


bre  y  adorna  las  ancas  de  la 
niula  o  caballo."  Bien  puede  ad- 
mitirse este  vocablo,  que  es  co- 
rriente en  Chile  y  en  el  Ecua- 
dor, y  de  forma  mucho  má.'?  cas- 
tellana y  popular  que  .-u  equi- 
valente.—  Hacer  uno  la  del 
buey  Tapanca.   \'éase  Buey. 

Tapanza,  f.,  ftg.  y  fam.  Ac- 
ción o  efecto  de  encubrir,  admi- 
tiendo por  bueno  y  válido  lo 
que  no  lo  es;  por  ejemplo,  un 
examen;  y  principalmente  cuan- 
do es  a  varias  personas. — Acción 
o  efecto  de  cubrir  a  uno  de  iu- 
.<ultos  o  dichos  injuriosas.  Véa.se 
Tapar. 

Tapapatio,  m.  Paramento  de 
tablas  a  la  altura  de  mi  hombre, 
en  galerías  y  balcones,  pa- 
ra que  no  se  vea  lo  que  pasa  en 
el  patio.  Es  corriente  en  Chile  y 
no  le  conocemos  equivalente 
castellano;  jjor  .--emejanza  po- 
dría llamarse  rodapiés,  que  tie- 
ne estas  dos  acejis.  parecidas: 
"paramento  de  madera,  tela  u 
otra  materia  con  que  se  cubren 
alrededor  los  pies  de  las  camas, 
mesas  y  otros  muebles;  tabla, 
celosía  o  enrejado  que  se  pone 
en  la  parte  inferior  de  la  baran- 
dilla de  los  balcones  para  que 
no  se  vean  los  pies  de  las  perso- 
nas asomadas  a  ellos." 

Tapapecho,  m.  Carne  <le  la 
ros  vacvma  que  e<lsi  entre  las  dos 
espaldillas  y  tapando  el  pecho; 
de  donde  viene  su  nombre.  No 
lo  trae  el  Dice,  pero  es  digno  de 
entrar  en  él. — En  el  cerdo  díga- 
se iilmUla  (tira  ancha  de  carne 
que  se  saca  de  k>s  ¡Miercos,  de 
arriba  abajo,  por  la  parte  del 
pecho). 


Tapapiés,  m.  Encerado  o  hule 
que  lleva  el  cochero  sobre  las 
piernas  para  defendei-se  del  lodo 
o  del  polvo.  El  Dice,  admite  el 
vocablo,  pero  con  sola  esta  ace]). : 
"vestido  de  seda  o  tela  rica  de 
que  usaban  las  mujeres,  y  el 
cual  se  ataba  a  la  cintura  y  ba- 
jaba en  redondo  hasta  los  pies;" 
[wr  otro  nombre,  ¡mnl. 

Tapar,  a.  Tapar  a  uno,  fig.  y 
fam.,  es,  entre  nosotros,  cubrir- 
lo o  hartarlo  de  insultos  o  di- 
chos injuriosos. —  Tapar  las 
plantag  licrnas  o  delicadas:  pue- 
de decii-se  con  im  .solo  verbo, 
acogollar  (cubrir  las  plantas  de- 
licadas con  esteras,  tablas  o  vi- 
drios para  defenderlas  de  k>s 
hielos  o  lluvias). —  Tapar  un 
examen  o  taparle  el  examen  a 
uno  es  aprobárselo  cuando  en 
realidad  no  lo  merwía. — Tapsu*- 
se  o  arrebujarse,  especialmente 
como  lo  hacen  las!  nuijeres 
cuando  .se  tapan  de  medio  ojo, 
mal  y  sin  aire,  .se  expresa  con 
tapcrujiirse  o  tapiriijarse. — 
Tener  uno  tapado  el  riñon  o 
tapársele  el  riñon:  en  sentido 
material,  estar  gordo,  engoiriar; 
en  sentido  He,  es-tar  rico.  Para 
esto  último  dice  el  Dice.  Tener 
lino  riihirrfit  (o  hie»  cubierto) 
el  riili'iii. 

Tapatarro,  m.  fam.  Ki  diablc. 
"Se  lo  llevó  tapatarro." — r.  1.  c. 
adj.  "Gringo  tapatarro." — Otros 
han  escrito  tapatarros,  que  pa- 
rece más  lógico:  "Oiga  y  juz- 
gue. ^, .V  cuántos  y  cuantos  hom- 
bros <'on  palal)ra  de  ca.samiento, 
se  los  llevó  tapatarros  de-de  el 
r.l  liaste  el  r,l?  (El  ('hilóle,  2 
•Jun.   1H71). — I-a  forma    del  vo- 


TAP 


TAP 


407 


cabio  (que  tapa  tarros,  probable- 
mente los  de  la  basura)  está 
indicando  el  desprecio  con  que 
miraban  al  diablo  los  que  lo  in- 
ventaron. Ks  algo  parecido  al 
nombre  de  Pero  Botero  en  la 
expresión  Las  calderas  de  Pero 
Botero  (el  infierno),  nombre 
que  tiene  las  variantes  de  Bote- 
lio  y  Gotero. 

Tapera,  f.  Trapo  o  ])ellejo 
mojado  con  que  se  tai)a  la  bra- 
vera del  horno  caliente. 

T.\PiA,  f.  Corno  tapia.  Sordo 
corno  tapia,  Más  sordo  que  una 
tapia:  muy  sordo.  Faltan  estas 
locuciones  en  el  Dice. — En  Chi- 
loé  llaman  tapia  cualquier  cer- 
cado de  tablas.   (Cavada). 

Tapial,  m.  Su  significado 
propio  es:  molde  u  horma  para 
hacer  tapia?,  osea:  "conjunto  de 
dos  tableros  que,  sujetos  con  los 
cosíales  y  las  agujas,  se  colocan 
verticales  y  paralelos  para  for- 
mar el  molde  en  que  se  hacen 
las  tapias."  Cada  uno  de  los  tro- 
zos de  pared  que  se  hacen  eii  el 
tapial  se  llama  tapia,  y  así  mis- 
mo el  conjunto  o  la  pared  que 
resulta  de  todos  ellos;  a  lómenos 
esto  es  lo  que  dicen  las  definicio- 
nes del  Dice.  Pero,  tanto  en  Es- 
paña como  en  Chile,  llaman  ta- 
pial cada,  uno  délos  trozos  de  pa- 
red hecha  en  el  tapial.  "¥A  lugar 
[fué]  en  cierta  casa  ubicada  en 
la  capital  del  mundo...,  con 
frontispicio  a  la  calle.  .  .  y  con 
tapiales  al  mar  de  los  ríos."  (Es- 
lébanez  Calderón.  Asamblea  ge- 
neral, en  Escenas  andaluzas). 
Véaise  otra  cita  del  mismo  autor 
en  el  art.  Tiburóx. —  Agujal  es 
el    "agujero   que    queda  en  la? 


paredes  al  sacar  las  agujas  de 
los  tapiales."  (En  los  tapiados, 
decía  por  error  la  12."  edición 
del  Dice.)  Encajonado,  m.,  es 
"obra  de  tapia  de  tierra,  que  se 
hace  encajonando  la  tierra  y 
apisonándola  dentro  de  tapiales 
o  tablas  pue.'^as  en  cuchillo,  de 
modo  que  quede  entre  ellas  un 
hueco,  igual  al  grueso  de  la  pa- 
red." Tapiería  es  "conjunto  o 
agregado  de  tapias  que  forman 
una  casa  o  una  cerca."  Frontera 
es  "cada  uiio  de  los  dos  tableros 
que  forman  un  tapial."  Véase 
Adobón. 

Tapinga,  f.  Cincha  o  correa 
ancha  que  pasa  por  debajo  de  la 
ijarriga  de  los  caballos  que  tiran 
carretones  y  que  va  sujeta  a  las 
vara-s,  con  el  fin  de  que  el  carre- 
tón no  .se  caiga  para  atrás  cuan- 
do el  peso  carga  en  la  culata.  A 
\ec-es  es  una  simple  cuerda  o  cor- 
del.— Por  e-xtensión,  ¡pellejo,  su- 
dadero o  cualquier  cosa  ligera 
que  .se  pone  a  la  cabalgadura  pa- 
ra no  montarla  en  pelo.  De  esta 
acep.  .se  ha  formado  el  v.  atapin- 
gar,  que  no  es  de  u.so  general. 

Tapizador,  m.  Poco  usado  y 
dígase  tapicero. 

Tapón,  m.,  o  hierba  del  ta- 
pón. No  hallamos  estos  nombres 
en  nuestros  naturalistas;  pero, 
por  la  descripción  que  nos  han 
hecho  de  la  planta  y  por  los 
efectos  sumamente  astringentes 
de  su  fruto,  parece  que  es  el  es- 
caramujo español  (e.sjiecie  de 
rosal  silvestre) .  El  fruto  se  llar 
nía  también  en  castellano  to- 
pac.  .  . —  Tapón  de  seguridad. 
Véase   Seguridad. 

Tapsia  (Parche  de).        Véase 


408 


TAQ 


TAR 


Parche.  "De  la  raíz  [de  la  t^ip- 
sia]  se  saca  un  jugo  de  consis- 
tencia de  miel,  con  el  cual  se 
prepara  un  esixiradrapo,  en 
lienzo  o  papel,  muy  usado  co- 
mo revulsivo."    (Dice.) 

Tapucho,  cha,  adj.  Aplícase 
al  pollo  o  gallina  que  no  tiene 
cola;  en  castellano,  reculo,  la. 
Véaíse  Francolino. —  También 
se  aplica  al  animal  rabón  o  des- 
colado. 

Taquear,  n.  Pisar  causando 
ruido,  haciendo  fuerza  y  estri- 
bando en  el  tacón;  en  castella- 
no, taconear. — Hacer  tacos  en 
acequias,  canales,  etc. —  Meter 
y  apretar  el  taco  en  un  arma  de 
fuego,  o  sea,  atacar. 

Taquera,  f.  \'case  R.astra,  'i.' 
acep. 

Taquero,  m.  .íornalero  o  peón 
que  con  un  garfio  deshace  los 
tacos  de  las  alcantarillas.  Imjuí- 
vale  al  pocero  español  (el  que 
limpia  los  pozos  o  depósitos  de 
las  inmundicias). 

Taqtigrafiak,  a.  Escribir  ta- 
quigráficamente. "El  orador 
que  usa  de  la  palal)ra  sabe  nue 
es  a  la  vez  tnquif/ rapado,  repeti- 
do e  impreso."  (Eu.-^bin  Blasco, 
Recuerdos  de  ParlR).  Y  todo  el 
mundo  habla  de  laijuigrafiar 
discursos.  Es  v.  tiin  bien  forma- 
do como  fotografiar,  iifograliar, 
telegrafiar  y  demás  comijucpt-os 
del  rp3to<.)  griego;  del)e  pues 
admitirlo  el  Dice. 

Taquilla,  f.  AféresU  vulgar 
de  c.s-t.arjiílUa  (&spiga  de  madera 
o  caña  con  que  se  a.>^eguran  y 
fortalooen  los  tacones  de  los  za- 
patos).— La  lii¡iaillii  española 
c^:    "¡)aiicl('riv    o    anuario     paia 


guardar  papeles,  que  se  usa 
principalmente  en  las  oficina.-', 
i  Casillero  para  los  billetes  de 
teatro,  feíTocarril  [nuestra  bo- 
letería]. II  Por  extensión,  des- 
pacho de  billetes." 

Taquillar,  a.  E.ofaquillar.  Xé- 
nse  Entaquillar. 

Taquiza,  f.  En  Tarapacá.  la 
que  llamamos  en  las  demás  pro- 
vincias barreta,  es  decir,  baira 
de  hierro  aguzada  por  una  pim- 
ía y  achaflanada  por  la  otra, 
del  largo  y  grueso  suficientes 
l>ara  que  pueda  u.S!\rla  un  hom- 
bre. Se  usa  para  cavar,  remover 
¡■ieflra.<.  etc. — Quizá.s  venga  del 
castellano  ataquiza^  acción  o 
efecto  de  ataquizar  o  anuigronar, 
l>orque  el  mugrón  va  por  debajo 
de  la  tierra,  como  es  también  el 
trabajo  de  la  taquiza. 

Tara,  f.  "Árbol  con  ramos 
cortos,  fuertes,  con  e<)>inas  muy 
cortas  ])ero  fuertes,  hojas  bipi- 
nadas,  leginnbros  oblonga.s  y  es- 
ponjosas. I'ys  indígena  del  Perú, 
etc.,  y  se  cultiva  a  vece^!  en  nue.«- 
tras  ¡irovincias  del  Norte.  Su 
fruto  sirve  para  teñir  de  negro 
y  para  hacer  tinta."  (Philiiipi, 
que  le  da  como  nombre  científi- 
co coiilteria  fliictoria  Kth.") 

Tarasa,  f.  Planta  malvácea 
del  Norte  de  Chile  (Tarapacá) 
y  del  Perú,  de  las  que  se  com- 
prenden en  la  denominación 
('rintartn.  No  teneuKV-  más  dalos. 
Tarasca,  f.,  fig.  y  fam.  Tres 
acc|)s.  le  damos  ijue  no  reconoce 
el  Dic<'.,  ]>ero  que  e-1án  funda- 
das en  el  u.-^o  de  los  clásicos;  1." 
Pei"sona  voraz  o  insaciable. — 2." 
l'oc.-i  muy  gran<le.  (do  i)crsona 
o  de  iiniíiial);  y  dft*pe.ctivamen- 


TAR 


TAR 


409 


te,  la  boca  de  toda  peleona  come- 
dora o  famélica,  de  la  que  pro- 
fiere muchas  injurias,  de  la  que 
la  abre  desmetsuradamente  para 
llorar,  reír,  etc.  E-sa  bocaza 
abiertíi  es  una  tarasca. — 3.*  Lo 
que  gasta  y  consume  grandes 
cantidades:  por  ejemplo,  un  dia- 
rio, un  colegio  o  iní-litución,  que 
no  tienen  caudales  propios  con 
que  so^tenei-se  y  gastan  mucho 
dinero.  "N.  N.  es  una  tarasca 
que  con  nada  se  .sacia;  Le  aco- 
metió con  la  tarasca  abierta ;  Cie- 
rra la  tarasca."  "Demasiado  sutil 
[el  libro  de  Los  Constituyentes, 
de  los  Aiteagas]  para  los  colmi- 
llos de  la  vanidad  glotona,  ha  sa- 
lido ileso  de  su  tarasca."  (Blanco 
Cuartán,  Nuestros  literatos,  V). 
Imposible  sería  exiílicar  e^tas 
acepvs.  con  la  definición  de  ta- 
rasca que  traen  los  últimos  Dic- 
cionarios de  la  Academia  y  que 
sólo  dice:  "Figura  de  sier]3e 
monstruasa  que  en  algunas  par- 
tes se  .'íica  durante  la  procesión 
del  Corjnis."  .Iquí  no  se  ve  lo 
característico  de  la  tarasca,  que 
era  el  tener  una  boca  grande  y 
abierta  ])ara  recibir  cuanto  se  le 
echaba  y  sin  jamás  llenarse, 
]X)rque,  a  la  vez  que  lo  recibía, 
lo  dejaba  .salir  por  otra  parte. 
Por  eso  el  Maestro  Correas  la 
de^ribió  así:  "La  tarasca  es  una 
manera  de  sieri^e  que  hacen  en 
los  días  de  gran  fiesta,  como  el 
Coi'¡)Us  Chri.sti,  para  quitar  las 
caperuzas  a  los  que  se  cubren  en 
la  procesión  del  Santísimo,  en 
que  caben  dentro  ocho  o  diez 
hombres  que  la  llevan,  y  con  la 
boí-a  de  ella,  a  manera  de  tena- 
za, cogen  las  caperuzas  a  los  rú.s- 


ticns  que  se  las  ponen ;  después 
se  las  devuelven ;  y,  como  en 
ella  caben  tantos,  tómase  por 
refrán:  Es  como  echar  caperu- 
zas a  la  tarasca,  dar  algo  a  quien 
nada  le  basta."  Covarrubias  en 
el  art.  Tarasca  escribió  tam- 
bién :  "Los  labradores,  cuando 
van  a  las  ciudade-s  el  día  del  Se- 
ñor, están  abobados  de  ver  la 
tarasca,  y,  .«i  se  descuidan,  sue- 
len los  que  la  llevan  alargar  el 
pescuezo  y  quitarles  las  caperu- 
zas de  la  cabeza,  y  de  allí  quedó 
un  proverbio  de  los  que  no  se 
hartan  de  una  cosa:  que  no  es 
más  echarla  en  ellos  que  echar 
caperuzas  a  la  tarasca."  Con  es- 
ta idea  de  la  tarasca,  todos  los 
clásicos  usaron  el  nombre  como 
significativo  de  algo  insaciable. 
Véanse  algunos:  "Ésta,  .señores, 
que  aquí  veis  pintada,  es  la  ciu- 
dad de  Argel,  gomia  y  tarasca 
de  todas  las  riberas  del  mar  Me- 
diterráneo." (Cervantes,  Persi- 
íes,  1.  III,  c.  X).  "Luego  está 
junto  a  Jerez  la  gran  casa  de  la 
Moneda,  donde  siempre  hay 
montañas  de  oro  y  de  plata  co- 
mo de  trigo,  y  junto  a  ella  el 
Aduana,  tarasca  de  todas  las 
mercaderías  del  mundo,  con  dos 
bocas,  ima  a  la  ciudad  y  otra  al 
río."  (Vélez  de  Guevara,  El 
Diablo  copíelo,  tranco  A^'II). 
Antes  (en  el  tranco  II)  había 
empleado  el  v.  tara-^car,  que  en 
esta  ace]).  no  se  halla  en  el 
Dice:  "Están  tan  encochadas 
como  emparedados,  y  ha  sido 
tanta  la  costumbre  de  no  salir 
del.  que  les  sirve  el  coc'he  de 
cmichas,  como  a  la  tortuga  y  al 
galái>ago,     que     en     tarascando 


410 


TAR 


TAR 


cualquiera  dellos  la  cabeza  fuera 
del,  la  vuelven  a  meter  luego, 
como  quien  la  tiene  f'ueía  de  su 
natural." 

Aquí  sí  que  bien  se  emplea 
El  dinero:  en  e'sta  sí 
Que  la  limosna  e5  acepta. 
Y  nó  en  uua  picíiiota 
Gnsarapa  o  sanguijuel.i. 
Braja  de  todo  veilón, 
Tarasca  de  toda  hacienda. 

(■Quiñones  de  Benavente.  Entremr's  Ln  Cn- 
peridorn.  p.  1 1). 

Tarasca,  que  te  engulles  y  zampuzas 
Las  morcillas  como  caperuzas. 

(Lonede  Vega,  De^^oU.  II.  Citado  Cejadoi ). 


"En  este  paraje,  que  es  gargan- 
ta de  las  dos  India.*,  asisten  t<i- 
rascas  con  hambre  peligrosa  de 
flotas  y  naves.  (Quevedo.  La 
hora  de  todos ^  w."  XXVIII). 
Nebrija,  traduciendo  la  fr.  "En- 
tremés de  la  tarasca,"  escribió: 
"manducus,  i,  el  comedor,  que 
come  mucho."  Y  Rodrigo  Caro: 
"l^lamábanles  ♦anibicn  mamlx- 
i-oH,  porque  hacían  una.-»  malas 
figura.-?  con  grandes  Ikxus  y 
dientes,  e  iban  dando  dentella- 
das como  acá  la.-:  tarascas  y  mo- 
jarrillas." (Días  geniales,  dial. 
\'I,  S  III).  "Es  echar  caperuzas 
a  la  tarasca,  o  es  como  echsu',  etc. 
Guando  .se  dan  las  (v)rjas  a  quien 
las  hunde  y  es  insa<'iable.  y  con- 
tra pródigos."  ((rónzalo  Correas, 
Vocabulario).  Y  en  el  actual 
Dice,  hay  también  la  fr.  Echar 
guinda  (o  echarle  gaindas)  a  la 
tarasca^  "(|iie  ex])re.*a  la  facili- 
dad con  que  uno  vence  cual- 
quier dificultad;"  aunque  quizás 
no  estt'  bien  definida,  porque  el 
sentido    natunil    j)ar<'<e   ser   o-ste 


otrt):  si  la  tara.*ca  no  se  sstcia  con 
caperuzas  y  otros  objetos  gran- 
des, menos  se  .saciará  con  guin- 
das; a*í  que,  echárselas  es  per- 
der tienqx),  e.s  trabajo  inútil.  El 
V.  tarascar  (morder  o  herir  con 
los  dientes?),  el  s.  tarascada  (gol- 
pe, mordedura  o  herida  hec-ha 
con  los  dientes)  y  su  aum.  taras- 
cón, confirman  también  nues- 
tras aceps.  figs. ;  y  así  mismo  el 
sinónimo  de  tarasca,  gomia, 
que  fig.  .significa:  "persona  que 
come  demasiado  y  engulle  con 
|>re.steza  y  voracidad  cuanto  le 
dan :  lo  que  consume,  gasta  y 
aniquila.  Gomia  del  caudal."  La 
única  acep.  fig.  que  el  Dice,  le 
reconoce  a  tarasca  es:  "mujer 
fea,  sacudida,  desenvuelta  y  de 
mal  natural;"  la  cual  es  desco- 
nocida entre  nosotros. 

T.vKAsrós.  m.  "Aum.  de  tn- 
lasca,''  dice  solamente  el  Dice. 
Según  esto,  significaría  una  ta- 
rasca grande  y  nó  tarascada 
grande,  como  lo  usamas  en  Chi- 
le. Evidentemente  no  es  aum.  de 
tarasca  sino  golpe  <lado  con  la 
tarasca  en  la  acep.  de  boca  gran- 
de y  abierta,  y  por  eso  los  galle- 
gos llaman,  como  nosotros,  ta- 
rascón un  mordisco.  A'^í  como 
hofeii'm  (bofetada  grande)  no  eí» 
íium.,  en  el  .sentido  e.-1ricto.  de 
hiifetada,  ni  pescozón  de  pesciu- 
zo,  sino  que  .son  voces  siimifica- 
tivas  de  golpes:  así  también  ta- 
rascón es  el  golpe  (1  dentellivda 
ciue  da  la  tar;i.-'ca  o  que  .«e  da 
con  la  t4irn--ca.  \'éase  el  anterior. 

Tarasquiento,  ta,  adj.  Entre 
el  pueblo  si>  aplica  al  individuo 
que  abre  mucho  la  iKu-a  (o  ta~ 
rasca)  cuiíii'lo  llora,  ríe  o    iusul- 


TAR 


TAR 


411 


ta.  ''¡Cállate,  tarasquiento!"  ?e 
le  dice  a  un  niño  llorón,  como 
también  al  que  se  deshace  en 
insultos.  "No  seas  tarasquiento," 
al  que  se  ríe  a  carcajada;-.  Del 
que  no  guarda  secreto  se  dice 
que  es  bocón^  na.  Véause  esta  voz. 
Taravilla,  f .  ¡  Pobre  vocablo ! 
Así  como  su  significado  es  de 
movimiento  continuo,  así  en 
continuo  movimiento  ha  pasado 
la  V  o  6  con  que  debe  escribirse. 
La  12.*  edición  del  Dice,  lo  es- 
cribía con  V,  la  13."  y  la  14.*  con 
¿,  y  entre  una  y  otra,  la  Gramá- 
tica de  la  Academia  de  1911  y 
1916  manda  escribirlo  con  v.  El 
Dice,  que  lo  esícribió  con  v  lo  deri- 
va del  latín  faraífí/iíaro.  y  los  que 
prefirieron  la  b,  del  latín  trabi- 
cttla;  Cejador  lo  trae  del  eúska- 
ro,  de  la  raíz  tar,  que  es  la  ono- 
matopeya  del  rehilar  y  moverse, 
por  la  r,  y  después  de  un  gol])e 
seco,  la  /,  y  de  bil=biUa,  dar 
vueltas.  (Dice,  de  Cervantes,  art. 
Tarea).  ¿Cómo  debe  pues  escri- 
birse? Por  nuestra  parte  in-eíeri- 
ma«  tarabilla,  por  ser  más  pro- 
bables las  dos  etimolog-ías  con  b. 
Es  castiza  la  acep.  fig.  y  fam. 
de  "persona  que  habla  mucho, 
de  prisa  y  sin  orden  ni  concier- 
to," como  taniláén  la  fr.  Soltar 
uno  In  tarabilla,  (hablai*  mucho 
y  de  prLsa). — -En  algunas  pro- 
vincias de  Chile  se  conoce  con  el 
nombre  de  tarabilla  (fuera  de 
la  del  molino,  que  es  conocida 
en  todas)  un  instrumento  para 
torcer  las  crines  y  hacer  de  ellas 
sogas.  "Es  una  planchuela  de 
madera  pecada  y  resistente,  de 
poco  más  de  veinte  centímetros, 
de  largo,  por  diez  o  doce  de  an-| 


cho  y  dos  de  grueso,  que  termi- 
na en  uno  de  sus  extremos  en 
una  pe<iueña  cabeza,  en  cuya 
garganta  se  anvda  el  crin.  Una 
cla\-ija  o  tarngo,  que  atraviesa 
la  planchuela  ctji'ca  de  la  cabeza, 
sirve  para  dar  impulso  a  la  tara- 
billa, que,  al  girar  rápidamente, 
va  torciendo  el  hilo,  llamado  so- 
guilla,  con  que  después  se  tren- 
za la  magnífica  soga  de  crin,  ca- 
da vez  más  rara,  porque,  con  el 
alto  precio  que  alcanza  el  mate- 
rial, no  tiene  cuenta  el  fabricar- 
las." (Julio  Vicuña  Cifuentes, 
Rohiances  populares  y  vulgares, 
introd.)  No  trae  el  Dice,  esta 
ace}).,  pero  sí  otras  parecidas 
que  la  juirtifican. 

Taray,  m.  Véase  Tamariz. — 
¿Cómo  es  el  pl.  de  taray  f  Maria- 
na en  su  Historia,  de  España  (1. 
XXV,  c.  IV)  dijo  taráis."  "Está 
un  arroyo  legua  y  media,  de  Lu- 
cena  en  el  mismo  camino  real 
de  Loja,  las  riberas  frescas  con 
mucho.s  fresnos,  sauces  y  taráis." 
Así  mismo  Suárez  de  Figueroa: 
"Buscaron  puestos  húmedos  ali- 
sos, taráis,  sauces..."  (Cons- 
tante Amarilw,  disc.  IV).  Lope 
de  Vega  escribió  taraes:  "El  as- 
tuto lobo  detrás  de  los  romeros 
y  taraes  suele  coger  al  paso  la 
blanca  y  de.scuidada  corderilla." 
(La  Arcadia,  1.  IV).  Todas  estas 
formas  deben  darse  por  anti- 
cuadas y  úsese  la  única  correc- 
ta: tarayes.  Es  la  que  usa  tam- 
bién el  Dice,  en  Tarayal:  "sitio 
pol>lado  de  tarayes."  Hasta  el  pl. 
estáis  de  estay,  aprobado  por 
líello  y  usado  por  algunos  náu- 
ticos y  por  el  mismo  Dice.,  ee 
halla  ahora  corregido  por    esta- 


412 


TAR 


TAR 


lies.  (Dice,  14.^  ed.,  art.  Bau- 
prés). 

Tardaxza,  f.  En  la  tardanza 
está  el  peligro,  fr.  proverbial,  co- 
rriente en  Chile  y  en  todas  pax- 
t€s,  menos  en  el  Dice.  En  e^ta 
misma  forma  se  lee  en  el  Qui.jo- 
te:  '"Que  en  la  tardanza  dicen 
que  suele  estar  el  peligro."  (P. 
1.  c.  XXXIX). 

Tardar,  n.  La  Gramát.  de  la 
Academia  y  la  de  Salva  dan  a 
este  V.  como  único  régimen  la 
prep.  en:  t-ardar  en  venir^  en 
llegar,  en  la  ejecución.  Sin  em- 
bargo, Cer\-ant€s  lo  usó  también 
con  de:  "Creía  que  no  tardaría 
más  la  conclusión  de  nuestras 
voluntades  que  tnrdase  mi  padre 
de  hablar  al  .suyo."  (Quijote,  p. 
j.  c.  XXVII).  A.SÍ  también  Lo- 
pe de  Vega: 

No  tartlf'ts  'le  rtmftiiarme. 
Que  no  es  ya  el  tiempo.  Díds  mío, 
Que  <le  puro  helado  y  frío 
No  pudÍHteis  abrasarme. 

(Soliln'jtiiúg  amoroíof,  II). 

El  mismo    V  otros  lo  u.^nron  coii 


¡Cuántas  vccos  tanhi  mris  el  lucero 
A  Kilir  con  las  húmedas  cabrillaf ! 

(Lope  de  Vega.  Kt/lot/a  amuros't). 

Mirad  ipie  vtílváis  presto,  ¡xirque  creo 
Que  no  «■  tnrdttriin  n  rciiir  nuu'h(» 
A  palacio  los  vanos  amadoren. 

((Jonz.  Pe'rez.  ¡.n  Ulijia.  1.  XX). 

Akí  le  dijo:  y  ella  no  lartlnhn 
A  cumplir  »u  palabra. 

(Mi./..  1.  XX  11). 

"La  .-egimil;!   Jionnana.  .  .    turdi'} 
trcv<  afiosc/  recibir  el  velo,  por  no 


tener  edad."  (\"en.  Agreda,  Re- 
lación sobre  sus  ¡mdres,  c.  VI). 

Tarde,  adv.  de  t.  Modifican- 
do a  un  s.  (levantada  tarde,  í>jí- 
sa  tarde),  véase  Levaxt.\da.  A 
los  ejcinjilas  allí  citados  pueden 
agregarse  estos  otros: 

Del  cual  la  noche  atrás  habían  salido... 
Dije  en  el  canto  altas  que  arremetido... 
Como  en  el  canto  atrás  lo  habe'is  oído... 

(Ercilla,  La  Ariucana). 

Así  también  se  dice  en  todas 
partes:  El  día  antes,  arios  des- 
pués, jubileo  toties  quoties; 
"cunctis  retro  diebus,"  leemos 
en  el  libro  III  de  los  Heves,  c. 
III). — Tarde  de  la  noche.  Aun- 
que no  lo  digan  los  diccionarios 
ni  gramáticas,  puede  e-le  adv. 
¡levar  complemento  con  de,  pues 
lo  tardío  ¡juede  ser  con  relación 
a  la  noclie,  al  día,  y  en  sentido 
lig.,  a  la  oc-a.*ión,  función,  etc. 
Confirmemos  esta  doctrina  con 
la  autoridad  del  Maestro  Gonza- 
lo Correas:  "Díccs^e  jwr  entre 
once  y  nona  cuan<lo  uno  vino  a 
de.-horas,  tarde  de  la  ocasión;" 
y  con  la  de  otro  e.'^-ritor  de 
1  (574 :  "Ya  era  tarde  de  la  no- 
che." Poco  antes,  quizás  por 
omisión  de  la  de:  "Era  ya  muy 
farde  la  noche."  (Fray  Fer- 
nando Es{>ino,  Indios  Xica- 
(¡ues). —  Buenas  tardes.  Véase 
Día. — Más  vale  larde  que  nun- 
ca, fr.  proverbial  "con  que  se 
significa  que  no  debe  de-animar, 
[)ara  emjn'eiidcr  una  cosa,  el  ha- 
lior  empezado  tarde  a  ejecutar- 
la." La  trae  el  Di<<'.  en  el  art-. 
Vai-kr. — Más  vale  pagar  tarde, 
que  morirse  dcbiemlo,  fr.  pro- 
verbial   que     lio     de-^mereee     la 


TAR 


TAR 


413 


aceptación  del  Dice.  El  signifi- 
cado, por  ser  obvio,  no  necesita 
explicarse. —  Mientras  más  tar- 
de, más  arrie:  refrán  que  denota 
lo  malo  que  e¿  dejar  las  cosixs  al 
tiempo.  (Agustín  Cannol)bio). 
— Tarde  que  temprano,  loe.  ad- 
verbial. No  sabemos  de  dónde 
proviene  el  que,  pues  nunca 
significa  "o,"'  sino  "y,"  como  en 
Dale  que  dale.  Firme  que 
firme.  Dígase  pues  tarde  o  tem- 
prano, así  como  el  francés  lo 
dic-e  invertido:  Tót  ou  tard. — 
Tarde  piache.  Ya  da  el  origen 
de  piache  el  Dice,  diciendo  que 
es  del  gallego  }•  significa  "taixle 
piaste,"  que.  según  el  cuento, 
dijo  un  soldado  que,  al  tragarse 
un  huevo  empollado,  oyó  piar 
al  polluelo.  Los  poetas  españoles, 
como  Lope  de  Vega  y  otros,  di- 
jeron en  trcfi  .'¡ílabas  pi-a-che; 
por  consiguiente,  debe  escribirse 
con  diéresis  (piache),  como 
piaste,  piada. 

Tardido,  da,  adj.  E.xageración 
de  los  repulidos  por    tardío,  día. 

Takdo,  d.\,  adj.  Por  sí  .<olo  no 
significa  "algo  sordo,"'  como  lo 
usan  aquí  algunos,  sino  acom- 
pañado del  complemento  de 
oídos.  Puede  discul]>arse  que 
por  abre\dación,  de  todos  com- 
prensible, .se  emplee  así. 

Tarea,  f.  De  la  acep.  ca.ste- 
llana  "trabajo  que  debe  haceree 
en  tiempo  limitado,"  se  han  for- 
mado en  Chile  algunas  especies 
de  tareas,  calculada  cada  una  pa- 
ra lo  que  puede  hacer  en  vin  día 
un  trabajador.  Sin  embargo,  la 
i'niica  que  tiene  medida  fija  es 
la  del  pegador,  que,  actual- 
mente   y    por    lo     general,     es 


la  décima  parte  de  una  cuadra,  o 
sea,  quince  varas  de  frente  por 
ciento  cincuenta  de  fondo,  o  su 
equivalente  si  la  cuadra  no  for- 
ma cuadro  perfecto.  Lo  más  a 
que  alcanza  un  buen  segador, 
son  dos  tareas  al  día.  En  los  de- 
más trabajos  varían  mucho  las 
tareas  según  los  dueños  de  ellos, 
las  provincias,  la  calidad  de  la 
obra,  etc.  De  este  modo  de  pagar 
los  trabajos  ha  venido  la  expre- 
sión A  tarea,  que  significa:  con- 
certar un  trabajo  a  razón  de  un 
tanto  por  cada  parte,  porción  o 
cantidad.  En  castellano  hemas 
hallado  las  voces  peonería  (tie- 
rra que  un  hombre  labra  ordi- 
nariamente en  im  día),  obrada 
(labor  que  en  un  día  hace  un 
hombre  cava.Klo  la  tierra,  o 
una  yunta  arándola)  y  A  ane- 
qnín,  De  anequín  (a  razón 
de  un  tanto  por  cada  res  que  se 
ha  de  esquilar,  y  nó  a  jornal. 
Dícese  del  ajuste  que  se  hace  con 
los  operarios  para  los  esquileos). 
— En  escuelas  y  colegios  llaman 
tarea  el  ejercicio  o  trabajo  escri- 
to que  presenta  a  clase  el  estu- 
diante. No  nos  place  mucho  el 
nombre,  porque  tarea  siempre  se 
ha  aplicado  a  obra  o  trabajo  ma- 
terial, corporal,  mecánico;  lo 
intelectual  no  se  llama  tarea. 
Por  eso,  veinte  años  atrás  no 
dábamos  este  nombre  a  esta  cla- 
.-e  de  ejercicios,  sino  el  de  com- 
posición, ejercicio  práctico,  te- 
ína, .según  los  casos.  Véanse  las 
definiciones  del  Dice:  tarea: 
"cualquier  obra  o  trabajo:  tra- 
bajo que  debe  hacerse  en  tiempo 
ümitado;"  composición:  "ora- 
^ción  que    el  maestro  de    grama- 


41-t 


TAR 


TAR 


tif-a  dicta  en  romance  al  di.<cí- 
imlo  para  que  la  traduzca  en  la 
lengua  que  aprende."'  Esto  lla- 
niamos  nosotros  tema,  sea  que  lo 
dicte  el  maestro,  sea  que  este 
redactado  e  impreso  en  libro. 
No  trae  el  Dice.  e.sta  acep.,  qui- 
zás por  oh-ido,  porque  es  co- 
iriente  en  í^spaña,  como  consta 
del  "Curso  práctico  de  latini- 
dad"' de  Ríiimundo  de  Miguel, 
cuya  tercera  parte  son  "Temas 
íjraduadas  para  la  versión  del 
castellano  al  latín ;"  y  este  autor 
fué  catedrático  de  Retórica  y 
Poética  en  el  Instituto  de  San 
Isidro  de  Madrid  y  escribió  nu- 
merosas obras,  todas  lit^rai'ias. 
El  nombre  de  composición  lo 
reservamos  para  el  trabajo  lite- 
i'ario  que  escribe  el  discípulo  de 
propia  invención,  como  son  los 
que  se  ha<'en  en  la  cla.«e  do  Re- 
tórica y  Poética,  en  prosa  o  en 
verso,  en  las  Academias,  en  los 
exámenes  parciales  o  finales,  en 
pruebas  que  de  tiempo  en  tiem- 
po hace  el  profesor.  La  acep.  que 
para  esto  le  da  el  Dice,  es: 
"obra  científica,  literaria  o  musi- 
cal;"' nuiy  lacónica,  como  se  ve. 
Véase  Debek,  m. — Sacar  la  ta- 
rea. Véa.se  Sacak. 

Tárgu.m,  m.  "Libro  de  bts  ju- 
díocí,  que  contiene  las  glosa.*  y 
paráfrasis  caldeas  de  la  Escritu- 
ra." La  Gramát.  de  la  Academia 
dice  que  está  autorizado  el  pl. 
iñrgumcn;  de  donde  se  infiere 
que  el  singular  ha  de  ser  h'm/um 
y  nó  targúm,  jior  carecer  de 
acento  en  la  misma  Gramát.  y 
en  el  Dice.  Cuervo  acenti'ia  tnr- 
(/iim. 

Tarja,  f.  Lo  usa  el  ¡'ucblo  ]>or 


tarjet<i  en  la  acep.  de  "pedazo 
de  cartulina,  pequeño  y  de  for- 
ma rectangular,  con  el  nombre, 
título  o  cargo  de  una  o  más  per- 
sonas, y  que  en  el  trato  social  se 
emple^i  para  visitas,  felicitacio- 
nes y  otros  usos."  La  tarj^.  caste- 
llana tiene  nmchas  ace)>s.  que 
no  hecen  al  coso.  No  se  ve  claro 
en  cuál  de  ellas  la  u.saría  Hojeda 
en  la  siguiente  octava  de  su 
Crixti(v¡<i   (1.  VIII) : 

Cantaba  así  Miguel,  y  a>(  cantaban 
Con  fiulce.  pero  interna  melodía, 
Los  ángeles  que  a  Dios  niiisic;i  daban 
En  aquel  Lastimoso  y  triste  día: 
Y  en  tarjas  tle  cnncvptus  dibujaban 
Al  Verbo  de  inmortal  satiduría 
Los  hecho»  de  los  mártires  valientes 
üe  varios  tieuipo»  y  diversas  gentes. 

Tarjar,  a.  Muy  usado,  espe- 
cialmente en  lo  forense,  en  el 
sentido  de  correr  un  tachón  so- 
bre lo  escrito.  Tachón  es  "cada 
una  de  las  rayas  o  .señales  que  se 
hacen  sobre  lo  escrito  ¡lara  bo- 
rrarlo." Como  tarjar  no  es  casti- 
zo en  esta  acep.,  dígase  tachar 
(borrar  lo  escrito)  o  testar,  que 
en  .su  2.°  acep.  significa  también 
"iwrrar  lo  escrito.'" — Turjur  es 
en  castellano  "señalar  o  rayaren 
la  tarja  lo  que  se  va  sacando 
fiado." 

Tarjetera,  f.  Así  decimos  en 
Chile,  en  Colomliia  y  en  otras 
partes;  pero  el  Dice.  .«tMo  a<lmit« 
tarjetero,  m.  (cartera  para  llevar 
tarjetas  de  visita). 

Taulataxa,  f.  Especio  de 
musolina  sumamente  clara  y  li- 
gera, de  que  las  mujeres  hacen 
trajes  de  baile.  Así  define  esta 
voz  el  Dice,  francés  do  Littré 
(art.     Taklatank),     agregando 


TARE 


TARR 


415 


que  su  etimología  es  de.«-onoci- 
da.  En  Chile  se  usa  oon  su  ver- 
dadera pronunciación,  tadatán, 
aunque  no  faita,n  quienes  digan 
tarlatnna:  "Las  niñas  e>1aban 
de  subido  y  con  vestidos  de  tar- 
latana..."  "La  otra  encarruja- 
ba los  vestidos  de  tarlatana." 
(Sejafia,  Cosas  que  fueron,  c. 
1  y  VIII).  El  reciente  Dice,  de 
la  lengua  española,  de  Alemany, 
trae  las  dos  formas:  tarlatán, 
m.,  como  propio  de  Venezuela, 
y  tarlatana,  {.,  como  voz  común 
y  definida  así:  "tejido  de  algo- 
tión  con  armadura  de  tafetán, 
fc-specie  de  linón  bastante  más  fi- 
no que  e.sta  tela." 

T.\RPEYA.  Véase  Roca. 

Tarrada,  f.  Cantidad  que  de 
una  vez  cabe  en  un  tarro.  "Vie- 
ron sobre  una  mesa  la  tarrada 
de  ponche."'  (Egidio  Poblete, 
La  Unión,  de  Santiago,  10  Jul. 
1916).  Véase  Angarillada. — 
Por  extensión,  cantidad  grande 
de  otras  cosas.  "Me  salió  una 
tarrada  de  bastos." 

Tarraja  o  terraja,  f.  "Ta- 
bla guarnecida  con  una  chapa 
de  metal  recortada  con  arreglo 
al  perfil  de  una  moldura,  y  que 
sirve  para  hacer  las  de  yeso,  es- 
tuco o  mortero,  corriéndola 
cuando  la  pasta  está  blanda.  \¡ 
Barra  de  acero  con  una  caja 
rectangular  en  el  medio,  donde 
fe  ajustan  las  piezas  que  sirven 
[lara  labrar  las  roscas  de  las  tomi- 
llos." Ambas  formas  acepta  el 
Dice. 

Tarrajar,  a.  Dígase  atarrajar 
o  iiferrajar:  "labrar  con  la  terra- 
ja   las  roscas   de  los   tornillos   y 


tuercas.    ¡  |   Hacer   obra  en  yaso, 
metal,  etc.,  con  la  terraja." 

Tarro,  m.  El  tarro  español  es 
"vaso  de  barro  cocido  y  vidriado, 
de  vidrio  o  de  otra  matena,  ci- 
lindrico o  casi  cilindrico  y  más 
alto  que  ancho."  En  Chile  no 
llamamos  tarro  sino  el  de  hoja- 
lata, como  los  que  usan  los  le- 
cheros, los  que  contienen  petró- 
leo [parafina],  frutas  on  conser- 
\a,  aceite,  etc.,  y  algunos  otro.s. 
—  Tarro  de  unto  o  tarro  por  ex- 
celencia es  el  sombrero  de  copa, 
ü  tifi  copa  alta,  o  redondo,  fig.  y 
fam.,  chistera.  También  es  po- 
pular en  Esjiaña,  según  Luis 
Besses,  el  nombre  de  chocolate- 
ra. Se  le  dio  aquí  el  de  tarro  de 
unto  por  la  semejanza  de  forma 
con  unos  tarritos  de  hojalata  en 
que  se  vendía  el  betún  de  calza- 
do y  que  .se  llamaban  tarros  de 
■unto.  Además,  lo  lustroso  de  es- 
te sombrero  tiene  mucha  rela- 
ción con  el  lustre  que  daban 
aquellos  tarros.  Véase  Colero, 
que  es  el  otro  nombre  que  se  le  da 
en  Chile,  y  es  menas  despectivo 
que  tarro. — ¡  Adelante  con  los  ta- 
rros! Loe.  fig.  y  fam.  que  usamos 
para  animar  o  proseguir  una  obra 
o  empresa  internimpida  por  al- 
guna dificultad. —  Arrancarse 
uno  con  los  tarros,  fr.  fig.  y  fam. 
iLSiidísima  en  Chile:  fugarse  con 
los  enseres  de  una  industria,  ne- 
gocio, etc. ;  fugarse  con  el  objeto 
u  objetos  que  debía  entregar  o 
que  son  materia  de  disputa.  El 
origen  de  la  fr.  ha  de  ser  la  fuga 
de  algún  lecíiero  que  no  sólo  no 
dio  cuenta  de  la  leche  que  se  le 
confió  para  vender,  sino  que 
también  tomó  las   de  Villadiego 


416 


TAS 


TAS 


con  los  tarros  mi.snios. — En  Chi- 
loé  llaman  tarra  la  vasija  de  lata 
en  que  las  lecheras  venden  su 
mercancía.   ( Cavada) . 

Tartamudez,  f.  Calidad  de 
tartamudo.  Admitido  desde  la 
13.°  edición  del  Dice. 

Tartarín,  ni.  Individuo  fan- 
farrón y  valentón  al  estilo  del 
héroe  del  mismo  nombre  que 
creó  Daudet.  Tiene  algún  uso 
entre  la  gente  que  lee  novelas. 

Tartufo,  m.  Hipócrita,  que 
practica  la  piedad  por  hipocre- 
sía, "[Episodio]  que  puede  ser- 
vir de  lec-ción  y  de  ejemplo,  no 
sólo  a  los  futuros  colonizadores, 
sino  a  todo  hombre  religio.^o  cu- 
ya candorosa  virtud  le  expone  a 
aceptar  la  apariencia  por  la  rea- 
lidad, el  hábito  por  el  monje,  el 
tartufo  por  el  verdadero  siervo 
de  Dios."  (Pérez  Rosales,  Re- 
cuerdo," del  pcmido,  c.  XX). — 
Es  vocablo  tomado  del  nombre 
de  un  ])ersonaje  de  Moliere,  en 
.'•u  cometlia  Le  Tartuffe^  y  tiene 
algún  u.*o  entre  los  literatos; 
pero  no  es  tanto  que  nterezcti 
admitii-se  en  el  Dice. 

Tarugar,  a.  Dígase  afurugar: 
"a.'Kígurar  el  carpintero  un  en- 
.samblado  con  .  tarugos,  cuñas  o 
clavijas.  I  ¡  Tapar  con  tarugos  o 
tapones  los  agujeros  de  las  pilo- 
nes, pilas  o  vasijiL«,  para  impedir 
que  se  escape  el  lí(piido  que 
contengan." 

Tas.  Es  el  tras  ca.stellano  (voz 
(on  que  se  imita  un  goljie  con 
ruido).—  Tas,  tas:  tros,  tr(u>, 
"expresión  fam.  con  que  .'^  sig- 
nifica el  golpe  repetido  que  se 
da  llamando  a  la  puerta."  En 
Aíí  CelfKt'mn  se  a-^a  eu  o-le    sen- 


tido ta,  ia,  ta:  "Ta,  tn,  ¿u.  .  .A  la 
l'uerta  llaman,  corre."  (Acto  I). 
Así  mismo  en  Juan  de  la  Enci- 
na. El  Dice,  no  registra  esta 
acep. —  Tas  con  tas:  al  justo, 
.^in  faltiir  ni  sobrar  nada,  tratán- 
dose de  niedida.s.  Se  confunden 
aquí  dos  modismos  castellanos: 
ras  con  ras  o  ras  en  ras  (a  un 
mismo  nivel  o  a  una  misma  lí- 
nea) y  taz  a  taz  (sin  añadir  pre- 
cio alguno,  al  permutar  o  trocar 
una  cosa  por  otra).  Véase  Relé 
(Al). 

Tasa.  f.  •Acción  y  efecto  de 
ta.sar;  documento  en  que  consta 
la  ta.*a;  precio  fijo  puesto  por  la 
autoridad  a  las  casas  vendibles; 
medida,  regla."'  No  se  confunda 
con  taza:  "vasija  pequeña.  .  .  ; 
receptáculo  donde  vacian  el 
agua  las  fuentes. .  ."  El  primero 
se  deriva  del  latín  taxa  y  jHir  eso 
se  escrilíe  con  a,  y  el  segundo 
del  árabe  tara. — Ño  se  llama 
taza,  ni  taza  de  lavatorio,  como 
dicen  en  Chile,  la  "vasija  en 
forma  de  taza,  de  gran  diámetro 
y  poca  profundidad,  que  sirve 
jH'incipalmente  para  lavam?  la 
(i'ra  y  las  manos."  Su  nov.ibre 
(astizo  es  jofaina,  ajofaina,  aljo- 
faina, tiljiifnna,  almofif.  palan- 
gana o  palancana,  safa.  Bacía 
es  tamibicn  "vasija  de  barro  o  de 
metal,  poco  profunda  y  de  an- 
cho borde." — La  vaí^ija  pequeña 
de  loza,  que  generalmente  se 
emplea  para  tomar  chocolate,  es, 
.según  el  Dice,  jicara  o  pocilio, 
y  nó  taza,  como  decimos  en  Clii- 
le. — El  hoyo  que  se  Inue  al  pie 
de  las  plantas  pai"a  detener  ol 
agua  en  los  riegos,  tampiK-o  se 
iliiiiia   taza,  como  .s.^  oye  en  Chi- 


TAS 


TAT 


417 


le,  .<ino  ahorque,  m.,  o  también 
ccivü^  f.  (especie  de  alcorque,  o 
excavación). —  Taza  de  leche, 
fig.  y  fíun.,  es  Bal^a  de  aceite: 
"lugar  o  concunso  de  gente  muy 
tranquilo." 

Tasajar  o  tasajear,  a.  Díga.*e 
iita-sajoy:  "hacer  ta.-'a.jus  la  car- 
ne." (Véase  Charquear).  No  lo 
hemos  oído  en  Chile,  jiero  .<e  usa 
en  otros  pates  de  Améri<'a. 

Tasco  (Se  salvó),  fr.  fig.  y 
fani.  Salvar  de  un  peligro,  ries- 
go o  caso  difícil. — Este  Tasco, 
personaje  que  sólo  en  esta  fr. 
vemos  figurar,  puede  ser  el  nom- 
bre tasco  o  atasco.  Véan.se  ambos 
en  Taco,  2°  art.,  2.^  acep.  Es  cla- 
ro que,  deshecho  el  tasco  o  atasco, 
se  salva  el  riesgo  o  peligro.  En 
La  Araucana  (c.  X)  habla  tam- 
bién Ercilla  de  un  indio  llama- 
do Talco,  que  fué  vencido  en 
lucha  por  Rengo: 


Fue  este  Talco  de  pruebas  gran  maestro, 
De  recios  miembros  y  feroz  semblante. 
Diestro  en  la  lucha  y  en  las  arnihs  diestro. 
Ligero  y  esforzado,  aunque  arrogante. 


i^i  la  fonética  ni  el  contexto  del 
poema  permiten  confundir  en 
uno  el  Tasen  de  la  fr.  y  el  Talco 
del  ]>oeta. 

Tasitura,  f.  Dígase  tesitura. 
"altura  propia  de  cada  voz  o  de 
cada  in.?tmmento."  Es  término 
de  Música  y  viene  del  italiano 
te.<<situra. 

Tastabillar,  n.  Trastabillar, 
que  significa  "titubear,  vacilar," 
es  decir,  oscilar,  perdiendo  la  es- 
tal>iliidad  y  firmeza,  que  es  la  1.^ 
y  principal  acep.  de  titabear. 
Es  compuesto  del  latín  trans,  de 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


una  pai'te  a  otra,  y  de  stahilíre, 
estar  firme;  por  eso  es  trastabi- 
llar y  nó  tastabillar,  como  dicen 
alg'unos  .semicultoes.  Muy  recla- 
mado fué  este  v.  por  los  lexicó- 
grafos americanos,  hasta  que 
consiguieron  que  el  Dice.  lo  ad- 
mitiera desde  su  13."  edición. 
No-sotros  nos  preparábamos  tam- 
Ivién  para  defenderlo  con  la  au- 
toridad de  Lucas  Fernández  y 
con  el  uso  general  de  Chile. 

Tastabillazo  y  tastabillón,  m., 
y  tastabillada,  f.  Acción  o  efecto 
de  trastabillar.  Los  dos  primeros 
son  más  usados;  el  tercero,  muy 
poco.  En  castellano  no  hallamos 
sino  titubeo,  acción  o  efecto  de 
titubear.  Véase  el  anterior. 

Tata,  m.  fam.  Lo  da  el  Dice, 
como  americanismo  y  con  el 
significado  de  "papá."  En  Chile 
lo  usan  los  niños  muy  pequeños 
del  pueblo  en  el  mismo  sentido 
que  taita;  las  grandes  sólo  lo 
usan  como  tratamiento  fam.  del 
padre  y  del  abuelo;  amique  a 
este  último  le  dicen  más  gene- 
ralmente fatita  y  tatabuelo. — 
En  la  provincia  de  Tarapacá  es 
.sinónimo  de  señor  o  don,  pues 
lo  aplica  el  pueblo  a  toda  perso- 
na de  respeto. —  Fig.  y  fam.  y 
seguido  de  complemento  con  de, 
individuo  que  tiene  en  sumo 
grado  un  defecto  o  mala  cu.ali- 
dad.  "Este  niño  es  el  tata  de 
feo;"  es  decir,  im  feo  de  remate 
o  rematado.  Literalmente  signi- 
ficaría: el  padre  o  jefe  de  los 
feos.  Véase  el  siguiente. — Tata 
cura.  Tata  Dios.  Véase  Taita. 
—  El  tata  de  los  costinos,  loe. 
fig.  y  fam.:  juez  o  individuo 
muy  severo  o  rígido. 

27 


418 


TAT 


TAT 


TÁTARA.  \'oz  que  se  usa  como 
afijo  en  tatarabuelo^  tataranieto 
y  tataradeudo^  y  que  el  Dice. 
<leriva  del  griego  tetxito;,  cuar- 
to. (¿No  .■«rá  más  bien  redupli- 
ciicion  de  tota,  que  viene  del  la- 
tín, í-on  r  eufónica?  ¿No  habrá 
influido  también  la  terminación 
-ra-ro?  del  superlativo  griego?) 
— No  la  registra  el  léxico  en  ixrt. 
aparte,  sino  solamente  en  las 
tres  voce.*  que  hemos  citado  y 
.«in  pintarles  acento,  lo  que  auto- 
rizaría para  decir  tatarabuelo, 
tataranieto,  etc.  El  dedicarle 
no.sotros  art.  sejiarado  es  para 
demostrar  que  se  Ui?a  también 
como  jircli.jo  de  otras  voces.  Asi 
(iuevedo  dijo  tátara  Pilotos: 

Ladrón,  protoladrón, 
Archiladrillu,  y  liilara  Pilaioí, 
Casamentero  infame 
De  estómaf;.!»  y  Ratos. 

(Entreme's  fanio»o  Lii  Veniu). 

Juan  Ruiz  de  Alarcón  formó  el 
vocablo  fufara  gallina  y  lo  usó 
con  toda  naturalidad. 

Tato,  tatito.  Vcx-es  de  cari- 
ño que  se  dicen  a  los  párvulos. 
— Parece  que  es  la  misma  voz 
íffío,  m.  fani.,  hermano  p<K[vie- 
ño,  que  .se  usa  en  Aragón  y  se 
registra  en  el  Dice.  Éste  la  deri- 
va del  latín  tata,  padre. 

Tatú,  m.  Los  lexicógiafos 
argentinos  y  chilenos  reclama- 
mos en  favor  de  este  vtx-ahlo 
convertido  en  tato  por  el  Dice. 
La  voz  es  guaraní,  tatú,  armadi- 
llo (como  nuestro  quirquincho), 
y  a.sí  se  pronuncia  y  .-^e  ha  pro- 
nunciado .siempre.  Taml)ién  hay 
que  einnendar  en  la  definición 
dada  por  el  Dice,    la  fra.^^e  ■'tiene 


cerca  do  un  metro  de  hu-go," 
que  sólo  sería  aplicable  al  tatú 
(jiganfe,  del  Brasil  y  Guayanas, 
que  no  es  el  más  común  entre 
las  muchas  e.<pec-ies  que  hay  de 
este  animalillo. 

T.\TiAJE,  m.  Airión  o  efecto 
de  tatuai-  o  tatuai'se.  Admitido 
por  primera  vez  en  la  14."  edi- 
ción del  Dice. 

Tatuar,  a.  (Del  inglés  tatfoo, 
voz  tomada  de  los  indígenas  de 
la  i.-la  de  Tahiti,  en  la  Poline- 
-ia).  Grabar  dibujos  en  la  piel 
humana,  introduciendo  mate- 
rias colorantes  bajo  la  epider- 
nii.-<,  por  las  ¡iunzadas  o  pi<-adu- 
ras  previamente  dispuet^ta,*.  A.sí 
61  Dice,  por  primera  vez  en  su 
14.»  edición.  Adviért«.<e  que  este 
v.  debe  conjugarse  tatúo,  tulúas, 
L-U-.  ^'éa-se  Üak  (A'erbos  e.n). — 
Falla  tt)davía  admitir  el  .s  fatua- 
ilor,  ra,  persona  que  hace  ta- 
tuajes. "Uno  de  los  más  afama- 
dos fatuadorcs  de  la  gran  metró- 
]><)li  .-o  ha  visto  en  el  cíiso  de 
eamhiar  de  esta  manera  el  nom- 
!'re  del  novio  de  una  de  sus 
clientes  nada  menos  que  veinte 
\eces."  (El  Diario  I  Ilustrado). — 
Mucho  nos  alegramos  de  la  ad- 
misión de  tatuar  y  tatuaje,  que 
eran  reclamados  <le  todo  el 
nnnido,  y  ya  no  tendremos  que 
a<iidir  a  etiihijar  (pint^ir  o  teñir 
con  hija  o  con  liermellón)  ni  a 
labrar,  como  lo  hizo  el  traductor 
<le  la  Hiütoriti  del  Almirante  D. 
Cri.'^fólxd  Colón  escrita  por  .su 
hijo  D.  Fernando  Colón,  que  di- 
jo: "Traen  labrados  los  brazos  y 
(•!  cueriKi  de  labores  moriscos, 
hechas  con  fuego,  que  les  hacen 
parecer  extraños,  y  algunos  tra- 


TAU 


TAU 


419 


en  leoneíi  pintados,  cien'ot'..  cas- 
tillos con  torres  y  otras  ñguras 
diversa¿."'  (Cap.  XC).  Ninguno 
de  éstos  ni  de  otros  verbos  podía 
expresar  todo  el  significado  de 
tatuar. 

Tau,  f.  Es  f.  cuando  se  refiere 
a  la  letra  griega  de  este  nombre 
y  correspondiente  a  nuestra  te; 
es  m.  cuando  se  refiere  a  la  letra 
hebrea  de  este  mismo  nombre  y 
valor.  Ésta  es  la  explicación  del 
diverso  género  en  que  se  ve  usa- 
da la  voz  tau.  El  tau  hebreo  es 
muy  nombrado  y  comentado 
por  el  texto  del  profeta  Ecequiel 
(IX,  4),  que  dice:  "Ponía  señal 
de  la  letra  tau  sobre  las  trentes 
de  los  varones  que  gimen  y  se 
duelen  de  ver  todas  las  abomi- 
naciones..." "En  las  antiguas 
letras  hebreas,  de  que  hoy  usan 
los  samaritanos,  la  última  letra, 
que  es  el  tau.,  tiene  forma  de 
cruz,"  dijo  San  Jerónimo  sobre 
este  mismo  lugar.  "Píntanle 
también  [a  San  Antonio  abad] 
en  el  hombro  izquierdo  la  serial 
de  la  cruz  con  la  figura  del.  tau, 
lo  que  es  muy  común  en  todas 
sus  imágenes,  o  porque  en  el 
lugar  de  Ecequiel  que  referimos 
arriba  se  describen  los  elegidos 
con  esta  misma  señal,  o  porque 
con  ella  se  da  a  entender  que  e! 
grande  Antonio  fué  de  Egipto, 
donde  es  constante  haber  reteni- 
do la  cruz  la  forma  de  la  letra 
T."  (Interián  de  Ayala,  El  Pin- 
tor cristiano,  1.  V,  c.  II).  Así 
también  el  P.  Sigüenza  en  di- 
versos pasajes:  "Y,  puesto  algún 
tanto  de  rodillas,  signado  con  el 
tau  del  ángel..."  "Privilegió 
Dios  esta  casa  para  que  la  peste 


no  la  tocase,  por  estar  señalada 
con  el  tau  de  la  caridad."  "Toda 
esta  vida  ha  de  aparejar  y  sus- 
tentarse sobre  el  tau^  que  es  la 
cruz  de  este  báculo."  "En  el  tau, 
dice  Thobeba  que  suena  abomi- 
nado." 

Taúca,  f.  Bolsa  gnimle  de 
cuero  o  de  género  para  guardar 
uinero  en  gran  cantidad. — Por 
extensión,  paquete,  envoltorio  o 
talega  de  dinero.  Se  usa  en  casi 
todo  Chile. — Viene  del  quichua 
iaucea,  montón.  Por  eso  en  al- 
gunas partes  tiene  también  la 
acep.  de  montón  o  dei)ósito  de 
excrementos,  de  inmundicias. 

Taumattirgia.  f.  Vocablo 
usado  por  ^lenéndez  y  Pelayo  y 
no  incluido  todavía  en  el  Dice: 
"No  se  hallarán  en  sa?  A'ersos 
aquellas  grandes  y  originales  be- 
llezas .  .  . ,  aquella  taumaturgia 
poderosa  que  nos  conduce  a  pe- 
netrar el  enigma  de  las  cosas  por 
rumbos  más  seguros  que  los  del 
pensamiento  discursivo."  (Pról. 
a  las  Poesías  de  Don  L.  A.  de 
Cueto).  \éi\se  Teurgia. 

Taure,  adj.  y  ú.  m.  c.  s.  Es  el 
tahúr,  ra,  castellano.  El  pueblo 
pronuncia  invariablemente  táure 
y  aun  tabre. 

Los  q\ie  son  taure  a  las  bolas 
Ei  andan  de  cancha  en  cancha 
A  ver  si  hallan  un  chambrín 
Para  ofrecerle  las  guacha». 

(Copla  popular). 

"Antiguamente  se  dijo  tafvr,  de 
donde  la  pronunciación  correcta. 
Esta  voz  se  introdujo  en  Euroi>a 
cuando  la  primera  cruzada,  y 
>ignificaba,  .«egún  testimonio  de 
Guibert,  truhán,  pillo.    Con  este 


420 


TAX 


TAY 


riombre  designaban  a  aquella 
muchedumbre  haraposa  y  ham- 
brienta que  acompañaba  al 
ejército  de  los  cruzados,  y  se  hi- 
zo temer  tanto  por  su  valor  como 
por  la  voz  que  corría  de  haber 
devorado  ansiosamente  los  cadá- 
veret;  sarracenos.  .  .Con  respec-to 
a  la  palabra  árabe  de  que  venga, 
hay  variedad  entre  los  etimolo- 
glstas."  (Cuervo). —  Véase  Ta- 
húr. 

Taurear,  n.  Jugar  dinero  con 
frecuencia  y  por  \icio  a  los  nai- 
pes, como  lo  hace  el  tahúr.  En 
rigor  debería  escribir.-e  tahurear: 
pero,  como  se  pronuncia  dipton- 
gando au,  preferimos  omitir  la 
h.  Por  lo  demás,  el  v.  es  ca/stizo  y 
(le  los  niejoreis  tiem|x>s  del  Iialjla 
castellana,  como  r?o  ve  por  la  si- 
guiente autoridad : 

Dajad  ya  el  tahurear. 
Oh  mortales. 

(Bartolomé  de  Palau,  Cu.'tiMÜa  del  hombre, 
j.  V.  Año  I  ¿47). 

Taurismo,  m.  Vicio  de  los  ta- 
húres; en  castellano,  tahurería. 
La  proniuiciación  vulgar  se  in- 
clina más  a  tabrismo. —  Otros 
dicen   taureo. 

Taurómaco,  ca,  adj.  Perte- 
neciente o  relativo  a  la  tauroma- 
quia (ai^te  de  lidiar  toros).  El 
Dice,  admite  ¡«jlamente  tauro- 
máquico, ca;  pero  más  usado  y 
más  cómodo,  por  lo  corto,  e- 
tauróm-aco. 

Tautau,  m.  Así  eecribcn  (!:iy 
y  Lenz.  Véase  Trauirau. 

Taxidermista,  m.  El  que 
practica  la  taxidermia  (arte  <le 
disecar  los  ¡miiniílcs  muci-tos  pa- 


ra conservarlos  con  apariencia 
de  vivos).  Ú.  este  vocablo  en  al- 
gunas partes,  pero  no  lo  regis- 
tra el  Dice. ;  en  él  hallamos  dise- 
cador o  disector,  m.:  "el  que  di- 
seca y  ejecuta  las  oi>eraciones 
anatómicas." 

Taxímetro,  m.  ¿De  dónde  lo 
han  s;Kado  nuestros  nmnicipales 
y  periodistas?  ¿Habrán  consul- 
tado a  los  que  dicen  Exequial, 
exétera?  El  Dice,  y  todos  los  que 
entienden  un  poquito  de  griego 
dicen  taqníntetro,  porque  se  de- 
riva del  griego  rx/y;,  pronto, 
rápido,  y  airpov,  medida.  La 
letra  /  equivale  a  la  cJi,  y  en 
castellano  a  la  q;  la  que  equiva- 
le a  la  X  es  la  c  (xi),  como  se 
\e  en  taa'idermia,  de  txci?,  oolo- 
cación.  arreglo.  La  definición 
de  taquímelro  es:  "in.strumento 
semejante  al  teodolito,  que  sirve 
para  medir  a  un  tiempo  distan- 
cias y  ángulos  horizontales  y 
\erticale.s." —  También  llaman 
taxímetro  algunos  al  automónl 
(jue  lleva  ttiquítnetro.  Es  rebajar 
nmeho  la  sinécdoque  dando  al 
todo  el  nombre  de  tina  parte  tan 
pequeña. 

T.\YU,  m.  "Flatvtria  diucan- 
thoideii  Le*.  Taya,  palo  santo 
en  Valdivia,  palo  Manco  en  An- 
tuco.  .Vrbol  grande;  hojas  alter- 
nas peeioladas,  aovadas,  enteras, 
coriáceas,  tcrniinadas  ¡Hir  lui 
aguijón  y  acom]>añadas  en  su 
ba>e  de  lUi  par  de  espinas;  llores 
l)lanque<'inas,  .-íolitariiis;  cabe- 
zuela homó,s,'amn,  disi-oiden.  mul- 
tillora;  involucro  canqianudo. 
tan  largo  como  las  florecita.s  for- 
mado <le  escamas  pluri.^eriadas 
cdHácens:    vilano    i>aleáceo.  per- 


TE 


TE 


421 


íistente.  Se  cría  detíde  el  Nuble 
hasta  Valdivia;  su  madera  es 
blanca  y  dura;  su  cascara,  bas- 
tante insípida,  pasa  por  ser  un 
remedio  excelente  contra  los  gol- 
])es.  tomada  en  infusión  y  apli- 
cada al  exterior."  (Philippi). 
.Julliet  dice  que  con  las  espinas 
de  este  árbol  se  curan  las  verru- 
gas, punzándolas  en  la  base:  y 
Murillo  agreea  aue  la  corteza, 
además  de  vulneraria  es  febrí- 
fusra.  Lo  aue  el  Dice,  llama  palo 
santo  o  palo  de  Ins  Indias  no  es 
el  tayu  nuestro,  .sino  la  "madera 
del  .a:ua.vaco"  (nuestro  quaya- 
cnn). — En  cuanto  a  la  etimolo- 
sía  de  faiiu,  dice  Lenz  que  es 
seoruramente  araucana,  pern  aue 
el  nombre  no  está  en  los  diccio- 
narios: ahora  lo  ha  incluido  en 
el  suvo  el  P.  Félix  .Tose  de  Au- 
eusta.  capuchino.  Nosotros  cree- 
mos, dado  lo  espinoso  del  árbol, 
nue  el  nombre  puede  ser  el  fallo 
cri-tellano  (mal  pronunciada  la 
11).  pues  el  tallo  por  excelencia 
es  para  nosotros  el  del  cardo,  lle- 
no de  espinas. 

Taz.  ^^éase  Tas. 

T.\z.\.  Véase  Tasa. 

Te.  Nombre  que  usamos  en 
composición :  Fierro  te,  Viga  te, 
iiorque  una  de  sus  puntas  termi- 
na en  fifiura  de  T.  Debió  el  Dice, 
dedicarle  art.  aparte  y  remitir  al 
art.  Hjerro,  donde  se  lee:  "Hie- 
rro de  doble  T:  el  forjado  en  ba- 
rras en  forma  de  dos  de  aquellas 
letras  opuestas  por  la  base." 
También  se  forja  en  barras  de 
una  sola  T,  y  en  tal  caso  hay 
que  decir:  Hierro  de  una  fe,  Vi- 
eja de  una  te. 


TÉ,  m.  A  las  txes  aceps.  que  le 
da  el  Dice,  (arbusto,  hoja  de  él, 
infusión  de  estas  hojas)  agrega- 
mos nosotros  esta  4.*:  comida 
nocturna,  compuesta  de  manja- 
res ligeros,  generalmente  dulces, 
galletas,  y  terminada  con  una 
taza  de  té.  Así  es  el  té  común, 
que  se  toma  en  familia  todas  las 
noches;  pero  hay  otro  extraor- 
dinario y  de  lujo,  que  se  da  en 
días  de  santo  o  en  celeljración  de 
un  fausto  acontecimiento.  El 
primero  se  parece  al  refrigerio 
español  (corto  alimento  que  se 
toma  para  reparar  la«  fuerzas), 
y  el  segundo,  al  ambigú  (<'omi- 
da,  por  lo  regular  nocturna, 
compuesta  de  manjares  calientes 
y  fríos  con  que  se  cubre  de  una 
vez  la  nie-ía).  Véase  Ramillete. 
— Té  de  burro  o  té  de  cordille- 
ra: "Erifrichium  gnaphalioides 
Alph.  D  C.  Subarbusto  de  trein- 
ta metros  de  alto,  cubierto  de 
una  pubescencia  corta  y  blan- 
quiza, con  los  ramos  nuiy  hojo- 
sos en  su  parte  inferior  y  casi 
desnudos  en  la  superior;  hojas 
lineares  levantadas;  flores  reuni- 
das en  cabezuelas  globosas,  lle- 
vadas por  pedúnculos  largos,  di- 
cótomos;  cáliz  cubierto  de  un 
\ello  blanquizco.  Se  cría  en  las 
cordilleras  de  las  provincias  del 
Norte;  los  cauípesinos  creen  que 
es  nmy  medicinal  y  que  puede 
reemplazar  el  té  de  China.  Es 
astringente  y  digestivo."  (Phi- 
lippi). El  Dr.  Murillo  recomien- 
da .-^u  bebida  en  infusión,  como 
el  té,  para  las  indigestiones  y 
diarreas.  Agrega  que  es  de  gran 
consumo  en  la  medicina  domés- 
tica  y  que   no   hay   ca=a.  en   la 


422 


TEA. 


TEA 


proN^ncia  de  Atacama,  donde  no 
.*e  guarden  algunas  ramas  para 
casos  de  enfermedad. —  Tanto  la 
4.»  acep.  de  té,  como  los  dos 
nombres,  té  de  burro  y  té  de 
cordillera,  deben,  a  nuestro  jui- 
cio, entrar  en  el  Dice.  Defende- 
mos también  la  práctica  de 
acentuar  el  s.  té  en  todo  caso, 
para  diferenciarlo  del  nombre 
de  la  letra  t  y  del  pronombre 
personal  fe. — El  pl.  de  la  letra 
t  debe  ser  tees  (nó  tes),  y  así 
piensa  también  Cejador  (Gra- 
niát.  de  Cervantes,  n.°  67,  3). 
Véase  Plur.\l.  Pero  el  s.  m.  te 
hace  tes,  como  cafés,  pies. — El 
dim.  no  pjede  ser  tecito,  como 
dicen  en  Chile,  sino  tececito.  Vé- 
ase   Bueicito. 

Teatina.  Véase   Tiatina. 

Teatixo,  n.\,  adj.  Durante 
mucho  tiempo  se  aplicó  e=te  adj., 
en  España  y  América,  a  los  Je- 
suítas, porque  se  fundaron  casi 
al  mi.smo  tiempo  que  la-<  clérigos 
■•egulares  de  San  Cayetano,  que 
son  los  vordivderos  teatinos,  lla- 
mado.? a.'n  por  su  fundador, 
Juan  Pedro  Carrafa,  obispo  de 
Teati,  y  después  papa  con  el 
nombre  de  Paulo  IV.  Por  eso 
leemos  en  el  Tesoro  de  Covarru- 
bias:  "Por  otro  nombre  las  lla- 
man trntinog  |  a  los  Padres  do  la 
Compañía'  | .  oquívocárolose .  .  .Y. 
como  los  clérigos  tenlinns  y  los 
jesuítas  Irnjesen  un  mosnio  há- 
bito clerical,  confundiéronles  el 
noml)re,  llamando  a  los  irnos  y 
a  los  otros  Teatinos."  (Aii.  Te- 
sús).  Ha.sta  el  P.  Isla,  chance-án- 
do.«e  como  de  costumbre  en  su.s 
Cartas  familiares^  epcribió:  "Y 
en  e.>te  punto,  como   buen  teati- 


no,  llevo  la  opinión  que  se  atri- 
buye a  los  de  mi  ropa,  de  que 
antes  andarán  una  jornada  por 
buscar  el  puente,  que  vadear  un 
río."  (Carta  XVIII).  Santa  Te- 
resa, sin  hacer  caso  del  mal  sen- 
tido que  los  enemigos  de  la 
Compañía  daban  a  este  adj.,  lo 
usó  como  sinónimo  de  piadoso, 
en  una  carta  a  Doña  Luisa  de  la 
Cerda:  "Dejamos  concertado  se 
traiga  una  mujer  muy  teatina  y 
que  la  casa  le  dé  de  comer;  co- 
mo hemos  de  hacer  lima«na,  que 
sea  ésta,  y  que  nniestre  |  en.señel 
a  labrar  de  balde  a  las  mucha- 
chas: y  con  est-e  achaque,  que  lae 
muestre  la  doctrina  y  a  ?en"ir  al 
Señor,  que  es  cosa  de  gian  pro- 
vecho."— Gonzalo  Correas  trae 
el  refrán  A  teatino,  ni  el  dedo 
menino,  con  e.?ta  explicación: 
'que  no  se  les  ha  de  dar  entrada 
ni  en  muy  mínima  co.sa,  porque 
no  se  alcen  con  todo;,  ya  es  no- 
torio a  quiénes  llaman  teatinos 
en  Castilla.  Dícelo  aqiiel  jero- 
glífico: ])ues  que  nadie  te  atina, 
yo  te  atino,  dinero  mío."  En 
Cliile  e,=!  también  popular  la  .si- 
guiente quintilla,  improvisada, 
según  se  dice,  por  el  P.  Lópe^  al 
preguntarle  uno  la  hora: 

Un  cuarto  para  las  tres 
Ha  dado  pl  rploj  %'ccino; 
Pero  lo  más  raro  es 
(Jiie.  nipudo  reloj  teatino, 
De'  ctiartoü  f»in  interés. 

Tban  caiiiiniíiulo  por  ia  calle 
que  ha.stu  hoy  se  llama  de  Tea- 
linos  (antes,  de  los  Teatinos), 
cerca  do  la  famosa  igl&^ia  de  la 
Compañía,  cuyo  incendio  lloró 
en  doliente    deijía  Don    .\ndré< 


TEA 


TEC 


423 


Bello.  El  actual  Dice,  .'^ólo  apli- 
ca el  adj.  teatino,  nn,  a  los  cléri- 
gos regulares  de  San  Cayetano 
y  a  lo  pertenec-iente  a  su  oi-den. 
En  la  Hist.  del  Paraguay,  escri- 
ta ix)r  el  jesuíta  Charlevoi.x  y 
anotada  y  traducida  por  otros 
jesuítas  españoles,  vemos  que  en 
el  Paraguay  se  daba  también  el 
mismo  significado  a  teatino: 
"Voy  a  disparar  est€  tiro  en  ho- 
nor de  la  Madre  de  Dios,  ya  que 
no  haljéLs  querido  que  fuera  pa- 
ra eso  \-iejo  jesuíta."  Y  en  nota: 
"Al  viejo  teatino.  dijo  él,  con- 
forme al  modo  de  hablar  de  la 
gente  del  vulgo  español."  "Ex- 
citada con  este  afecto  del  Obispo 
[a  los  jesuítas]  la  bilis  de  cierto 
cenobita  de  la  facción,  le  hizo 
prorrumpir  en  estas  textuales 
palabras:  El  Obispo  Teatino,  el 
Gobernador  Teatino^  el  Virrey 
Teatino,  el  Rey  Teatino^  el  Pa- 
pa Teatino:  valga  el  diablo  al 
alma  de  tanto  Teatino:'  (L. 
XVII).  Bien  podía  registrar  el 
Dice,  esta  acep.  como  fam.  y 
ant.,  para  que  los  modernos  y 
los  extranjeros  entiendan  el  sig- 
nificado de  esta  voz  donde  la  ha- 
llen usada. 

Teatro,  m.  Como  los  pueblos 
menores  no  quieren  .ser  menos 
que  los  mayores  y  que  las  ciuda- 
des, quieren  también  tener  íea- 
tros  como  estos  últimos,  y  deno- 
n)inan  así  el  simple  bailadero 
(en  algunas  pro^vincias,  sitio 
cestinado  para  baile  público). 
Es  cierto  también  que  la  2.' 
acep.  de  teatro  es  bastante  gené- 
rica: "sitio  o  lugar  en  que  se 
ejecuta  una  ca«a  a  vista  de  nu- 
meroso   coneurfso;"    pero    no   e.s 


é.sta  la  que  quieren  emplear  los 
provincianos,  sino  la  primera  y 
principal :  "edificio  o  sitio  des- 
tinado a  la  representación  de 
obras  dramáticas  o  a  otros  espec- 
táculos públicos  de  la  escena." 
— Poc-as  son  las  personas  cpie  en 
Chile  pronuncian  teatro:  las 
bien  educadas  dicen  tiatro,  y  el 
pueblo,  triato. 

Tec.v,  f.  Procedente  del  griego 
y  pasado  ya  por  el  latín  y  el  ita- 
liano, significa  la  cajita  o  parte 
del  relicario  en  (jue  va  incluida 
y  sellada  la  reliquia.  General- 
mente tiene  forma  oval.  Es  con- 
\eniente  admitirlo,  porque  no 
hay  otra  voz  propia  para  nom- 
brar este  objeto. 

Teclaño,  ña,  adj.  En  algunas 
partes,  viejo  o  muy  anciano; 
porque  teclea  o  tiembla. 

Tecle,  adj.  Aplícase  a  la  j^er- 
sona  que  por  edad  o  enfermedad 
es  temblona  o  tembladora,  tré- 
mula.— m.  Entre  rateros,  el  pa- 
dre o  madre.  Lo  que  indica  el 
sumo  dessprecio  que  esa  gente 
hace  de  sus  padres,  porque  es 
como  decirles:  viejo  o  vieja 
tecle,  pues  viejo  es  el  s.  que  más 
se  junta  con  este  adj.  Véase 
Teclear,  del  cual  se  ha  formado. 
Teole.mk?,  m.  Acción  de  te- 
clear con  los  dedos.  No  lo  trae  el 
Dice,  pero  lo  usó  Quevedo: 
".\quella  mujer  allí  fuera  esta- 
ba más  compuesta  que  copla, 
más  serena  que  la  de  la  mar, 
con  una  honestidad  en  los  hue- 
.•^os  anublada  de  manto;  y,  en 
entrando  aquí,  ha  desatado  las 
coyunturas  (mira  de  par  en 
par)  ;  y  por  los  ojos  está  dispa- 
rando   las   entrañas   a  aquellos 


424 


TEC 


TEH 


mancebos,  y  no  deja  descansar 
la  lengua  en  ceceos,  los  ojos  en 
ouiñaduras,  las  manos  en  tecle- 
ados de  moño."  (El  mundo  por 
de  dentro). 

Teclear,  n.  Estar  un  enfermo 
tiu    lo?  últimos    momento?. — Es- 
tar un  jugador  a  punto  de   per- 
der  el  último  dinero. — Por    ex- 
l^ensión,  incurrir  en  una  pénlida 
o  desgracia  mortal  o  poco  menos 
que     mortal;    estar    sumamente 
pobre. — El  origen  de  estas  aceps. 
chilenas,    que  son    muy    u?adas, 
es   la   fr.     Teclearle   a    uno    loa 
diente^,    que    no   aparece   en    el 
Dice,    y  es  igual  a    Temblarle  a 
tino     la    barba    (o    In    barbilla), 
"tener  miedo,  estar  con   recelo." 
Cuando    uno  está  muy    afectado 
del  miedo  o  de  alguna  debilidad 
nerviosíi.  le  castañetean  o    tecle- 
an la«  dientes,   y  esto  es   lo  que 
les  pa*a  a    algunos    morilnmdo?, 
perdidoso.%    etc.    "Oíale  el    mez- 
quino con  una  atención    canina 
V   lacerada,    y  tíin  encendido  en 
codicia    con    la    turbamulta    de 
millone.«,    que   le   tecleaban    los 
dedos    en    ademán    de    contar." 
(Quevedo,  La  hora,  de  todox,  n." 
XXX).    En    nuestro   u.so  del  v. 
teclear  se  han  omitido  jior  abre- 
viación   el    s.    dientes,    dedos    n 
otro  parecido.    El  castizo    teclear 
<ó\o  .«ignifica:  "mover  las  teclas; 
fig.   y  fam..    mover   las  dedos   a 
manera    del  que  to<>a    las  teclas; 
a.,  fig.  y  fam.,  intentar  o  proliar 
diversos  caminos  y  medios  para 
la  consecución  do  a.lgún  fin." 

TÉCNK'o.  ni.  Dióle  el  Dice. 
(14.»  edición)  <'.-ta  acep.  que  le 
faltaba:   "el  que  pc-^oc  lo,>;    cmio- 


cim  lentos  especiales  de  una  cien- 
cia o  arte."  Vca.<e  Profesión .\l. 
Tecuto,  m.  En  Chiloc.  guar- 
dián colocado  a  cada  extremo  de 
la  cancha  de  linao  para  imi>edir 
el  \ni^  del  que  lleva  la  i)elota. 
(Cm-ada).—  Del  araucano  tú- 
cu.n,  colocar,  y  la  partícula  tu 
ttui'imtun),  que  es  reiterativa. 

Tech.vdo,  techo,  m.,  te- 
(iiiMBRE,  f.  Son  ig-uales  en  esta 
acep.:  "liarte  interior  y  superior 
de  un  edificio,  que  lo  cubre  y 
cierra,  y  de  cualquiera  de  las  ha- 
bitaciones que  lo  componen;" 
pero  techumbre  "dícese.  por  lo 
regular,  de  los  tec-hos  muy  altos, 
como  son  las  de  las  iglesias  y 
ctros  edificios." —  Tener  uno 
techo  de  vidrio.  Es  variación  del 
refrán  español  Quien  tiene  teja- 
do de  vidrio,  Jio  tire  picdra-t  al 
de  .tu  vecino,  "que  enseña  que  el 
que  tuviere  motivos  o  caa-^as  lia- 
ra ser  censurado,  no  censure  a 
los  domas." 

Tedeum,  m.  Cántico  que  usa 
la  Iglesia  para  dar  gracias  a  Dios 
por  algún  beneficio.  Así  en  una 
sola  palabra,  lo  escril>e  el  Dice, 
en  su  lugar,  pero  en  el  art.  CÁx- 
Tir'o  lo  escriVie  en  dos,  TcDcnm: 
como  delM?  ser.  Véase  GiióN,  3.°, 
b. 

Teiiuelche,  m.  Nombre  de 
una  de  las  trilnis  de  la  Patago- 
,,ia. — T.,cngua  que  hablan  los  te- 
huolche?.— Adj..  pert.t-uecicnte  o 
velativo  a  los  tehnelchcs.— Si  el 
nombre  Inibiera  de  interpretarse 
^egún  el  araucano,  ^lodría  expli- 
cai-se  así:  tne.  tierra,  hurlr.  al 
revés,  lado  izquierdo,  y  che,  .'sufi- 
jo significativo  de  poi-soua  o 
■rente;    indígenas    o     habilantos 


TEJ 


TEJ 


425 


del  Eíte  o  lado  izquierdo.  Es 
evidente  que  debe  entrar  en  el 
Dice. 

Teimado,  teimarse.  Véanse 
Taimado  y  Taimarse.  Es  cam- 
bio vulgar  de  a  en  e  como  en  los 
antiguos  premática,  monesterio, 
Remón,  por  pragmútica.  monas- 
terio y  Ramón. 

Teja,  f.  Por  abreviación  se 
llamó  teja  el  sombrero  de  teja, 
de  canal  o  de  canoa. — En  los 
mataderos,  ración  diaria  de  un 
kilo  de  carne  que  se  da  a  cada 
(ortador. — Cayó  una  teja,  mató 
n  una.  vieja;  cayó  un  ladrillo, 
mató  a  un  chiquillo;  cayó  un 
terrón,  mató  un  ratón,  fr.  que  ee 
dice  como  refrán  cuando  cae  al- 
guna cosa  del  techo  o  tejado. — 
fJe  tejas  ahajo,  loe.  fig.  y  fam. 
Significa  en  c^tellano:  "por  un 
orden  re.gular,  no  contando  con 
las  causas  sobrenaturales.  1 1  En 
ol  mundo,  en  la  tieiTa."'  En  Chi- 
le .suele  oíi-se  aplicada  a  la  gente 
((ue  no  está  en  el  poder. —  Obra 
de  tejas.  Véase  Obra,  2."  acep. — 
Teja  vana:  llamamos  así  el  teja- 
do en  que  las  tejas  no  van  uni- 
das unas  con  otras  con  barro  u 
otra  materia,  sino  iinicamente 
sobrepuestas  y  a.sentadas  en  la 
pura  tabla.  El  Dice,  sólo  acepta 
vi  teja  vana  (sin  otro  techo  que 
la  cubierta  del  tejado)  y  así  lo 
r.sa  en  Pocilga  y  en  Zaquizamí. 
Como  se  ve,  la  definición  es  muy 
distinta;  pero  más  conforme  con 
el  adj.  vana  es  la  nuestra.  Loi>e 
de  Vega  eu  Ohras  no  dramáticas 
())ág.  343  1))  dijo  como  nos- 
otros : 


Xo  suele  el  sol  mas  Ubre  y  licencioso 

Entrar  por  un  resquicio 
En  un  zaquizamí  tie  teja  i^ana, 
Que  el  rayo  ilustre  de  su  rostro  hermoso... 

Pereda  llamó  tejavana,  f.,  el 
edificio  techado  a  teja  vana, 
acep.  que  no  reconoce  el  Dice. 
"Enfrente  del  pabellón  había 
una  tejavana  que  ser\'ía  de  le- 
ñera . .  .  Allí,  guarecidos  de  la 
llu\-ia  bajo  la  tejavana,  estuAae- 
ron  largo  rato  esperando .  .  .  To- 
das estas  con.sideraciones. . .  a.sal- 
taron  la  imaginación  del  atribu- 
lado señor  antes  que  saliera  de 
la  tejavana...  La  tejavana  de 
enfrente  [es]  mitad  invernáca- 
io,  mitad  pajairera."  (Tipos  y 
pcmajes.  Blasones  y  talegas,  I 
III.  IV,  VI). 

Te j ADOR,  m.  Operario  que 
teja.  Falta  Ai  el  Dice. 

Tejedor,  ra,  adj.,  fig.  y  fam. 
Enredador,  embrollón,  intrigan- 
te, de  dos  caras.  Se  dice  así,  por- 
que practica  el  tejemaneje  en 
sentido  malo  y  fig.  Es  de  uso  an- 
tiguo eu  Chile,  y  el  Dice,  de  Ze- 
i-olo  lo  da!  camo  americanismo. 
Tejer  tiene  también  en  castella- 
no la  acep.  fig.  de  "discurrir,  ma- 
quinar con  variedad  de  ideas ;"  lo 
que  explica  también  el  signifi- 
cado de  tejedor.  Ténganse  pre- 
sentes, para  este  vocablo  y  el  si- 
guiente, los  verbos  castizos  ca- 
hiklear  (gestionar  con  actividad 
y  maña  para  ganar  voluntades 
en  un  cuerpo  colegiado  o  corpo- 
ración) y  pastelear  (contempo- 
rizar por  miras  interesables)  con 
.sus  derivados  cabildeo  y  eahilde- 
ro,  y  pastelero  (persona  que  em- 
plea medios  paliativos  en  lugar 
de  otros  vigorosos  y  directos). 


426 


TEL 


TEL 


Tejemaneje.  ''Expr.  fam. 
que  se  usa  c.  s.  m.  Afán,  destre- 
za y  agilidad  con  que  .«e  hace 
una  cosa  o  .«e  maneja  un  nego- 
cio." Así  el  Dice.  Fai  Chile  el 
Tejemaneje  es  astucia  y  habili- 
dad para  manejar  y  desenredar 
los  hilos  de  los  negoc-ios  difíci- 
les, principalmente  política*. 
"Nadie  entiende  como  él  el  teje- 
maneje de  la  política;  Está  en 
su  elemento  cuando  dirige  el  te- 
jemaneje de  este  enredo." — Es 
má.?  conforme  con  la  ortografía 
castellana  escribir  en  una  pala- 
bra tejemaneje,  y  nó  en  dos,  co- 
mo lo  hace  el  Dice. 

Tejendero,  ra,  m.  x  í.  Teje- 
dor, m  o  tejedera:  "per-ona  que 
tiene  por  oticio  tejer."  No  es  de 
mucho  U.SO  fuera  de  Chiloc. 

Tejo,  m.  Así  llaman  muchos 
chilenos  el  juego  de  la  rayuela. 
por  cuanto  ;c  juega  con  tejo-s: — 
^loneda  que  se  usa  como  tejo 
\n\ra  jugar.  El  Diw.  .sólo  dice  pa- 
ra esta  acep. :  '"plancha  metálica 
crue-a  y  de  figura  cinnilar." — 
I'^ig.  y  fam.,  ]X'rsoua  sutil  y  as- 
tuta (peine,  púa,  buena,  gentil  o 
lindn  piezn) ;  pei-sona  muy  dies- 
tra o  e.xperimenlada  on  una  co- 
.sa. 

Tela.  f.  Así  llama  el  ))uoblo 
el-  peritoneo  de  las  animales 
(meml)rana  .serasa  que  cubre  la 
sniK-rficie  interior  del  vientre  y 
forma  varios  pliegues  que  en- 
vuelven hf  víscera.s  abdomina- 
les). En  general,  se  i>uede  lla- 
mar teta,  porque  una  de  las 
aí'Cips.  de  tela  es  "membrana"  y 
ne.  da  como  ejem])lo.  "tela  del 
corazón,  del  cerebro." — Es  ca.«ti- 
za    la  acc|).   de  "lúnicu,  en   algu- 


nas frutas,  des])uéí;  de  la  dispara 
o  corteza  que  las  cubre."  Pei'o  la 
•■memljriuia  que  separa  los  gajos 
de  ciertas  frutas,  como  la  nuez, 
la  naranja,  la  granada,  etc.,"  .se 
llaima  tastana  y  fárfara  o  l>¡)iz(i  hi 
"telilla  que  tienen  lo-=  huevos  de 
las  arves  por  la  i>arte  ijiteriov  de 
la  cascara" —  Véase  Entrete- 
la.— P\ilta  en  el  Dice,  la  acej). 
fig.  de  pintura  que  está  sobre  te- 
la; por  otro  nombre,  lienzo. — 
Tela  araña:  "tela  que  forma  la 
araña:  fig.,  cosa  sutil,  de  poca 
entidad,  substancia  o  consisten- 
cia." Así  el  Dice,  que  esíribe 
también  telaraña.  Fuera  de  eíítas 
!H-eps.,  damos  en  Chile  esta  otra 
a  tela  de  araña:  plaga  que  en 
primavera  y  otoño  ataca  los  po- 
treros de  alfalfa  y  hierbas  seme- 
jantes, cubriéndolos  de  una  tela 
de  araña  qvie  lleva  en  su  centro 
un  insecto  i>oqueño  y  colorado. 
Hay  la  creencia  de  que  los  ]>as- 
tos  cubiertos  con  e.sta  tela  son 
venenosos  ])ara  los  animale-«:  pe- 
ro el  hecho  no  está  comiirolia^lo 
y  al  contrario,  D.  ,1.  Miquel  lo 
negó.  (Mensajero  dr  la  Agricul- 
tura, n."  VID.  Lo  único  que 
consta,  e.s,  que  el  pa.sto  .«c  niTui- 
11 M  y  se  acaba  con  esta  plaga.  No 
sabemos  si  exista  ni  .«i  tenga 
otro  nombre  en  España.  En  el 
Dice,  hallamos  arañada  y  ara- 
ñuelo: "lan'a  o  gu-^^ano  de  in.«ec- 
tos  que  de.-lruyen  la-  plantas,  y 
algunos  de  los  cuales  forman 
una  tela  semejante*  a  la  de  la 
araña."  Malaria  bovin^a  ns  el 
nombre  científico  que  dan  a  la 
enfermedad  causada  en  los  ani- 
males vacimos  por  la  tria  de 
araña. — Tela   de  juicio:    "forma 


TEL 


TEL 


427 


o  modo  de  proceder  judicial- 
mente." (Dice.)  Por  oonsignien- 
te,  son  castizas  las  frases  Estar  o 
hallarse  una  cosa  en  tela  de  jívi- 
cío.  Llevarla  por  tela  de  juicio. 
Ponerla  en  tela  de  juicio,  etc. — 
Esta  última  tiene  también  la 
acep.fig.de  "dudar  de  su  certeza 
o  de  su  éxito:  sujetarla  a  maduro 
examen." —  Tela  de  Penélope. 
Véa.^e  Pexélüpe.  "Como  la  tela 
de  Penélope,"  es  la  fr.  que  trae 
(Caballero;  pero  la  define  mal, 
diciendo:  "Metafórica  y  fami- 
liarmente, todo  lo  enredoso,  di- 
fícil y  complicado."  Eso  es  no 
conocer  la  historia  de  Penélope. 
Oigamos  mejor  al  clásico  Fr. 
Luis  de  Gíranada:  "Hay  algimos 
que  nunca  llevan  cosa  seguida 
ni  continuada,  sino  que  parece 
que  siempre  tejen  y  det-lejen  la 
tela  (que  dicen)  de  Penélope." 
(De  la  oración,  p.  II,  c.  TI,  8 
iX). —  Tela  emplástica.  Dígase 
tfixiradrapo  <>  trhi  rtnpJástfica. 
^'é;^^e  Emplástico. 

Teldelde  o  telele,  adj.  Pai 
Chiloé,  trémulo,  paralítico  (Ca- 
vada), como  nuestro  telenque. 

Telefonar,  a.  Dirigir  comuni- 
caciones por  medio  del  teléfono. 
Así  lo  había  admitido  la  13.* 
edición  del  Dice;  pero  la  14» 
corrigió  telejonear,  más  fácil  de 
conjugar. 

Telefonazo,  m.,  aum.  de  telé- 
fono. Dígase  telefonema:  "des- 
jiacho  telefónico." 

Telefoxist.v,  com.  Persona 
que  se  ocupa  en  el  servicio  de  los 
aparatos  telefónicos.  Admitido 
desde  la  13."  edición. 

Teléforo,  ra,  n.  pr.,  m.  y  f. 
Véa.se  Telésforo,  ra. 


Telegrafía  sin  hilos.  La  tele- 
■  grafía,  que  es  "ai1e  de  construir, 
instalar  y  manejar  los  t«légTa- 
grafot*,"  no  es  la  ¡fin  hilos,  sino 
el  "telégrafo  que  funciona  sin 
alambres  conductores."  Dígase 
jHies  telégrafo  (pero  nó  telegra- 
fía) mi  hilo.^. 

Telegrama,  i;i.  Despa<'ho  tele- 
gráfico.— Cada  día  van  siendo 
menos  los  que  hacen  esdmjula 
esta  voz,  como  pentagrama, 
epigrama.  No  hay  razón  ningu- 
na para  el  esdrújulo,  pues  en 
griego  y  en  latín  es  larga  la  a 
de  gra,  como  que  eistá  seguid* 
de  dos  emes  (gramma).  Por  la 
misma  razón  se  dice  programa, 
monograma,  anagrama^  di-agra- 
ma.  epigrama,  etc. 

Telenque,  adj.  "Por  tembla- 
dor, trémulo,  enclenque,  es  chi- 
lenismo y  muy  antiguo,  porque 
no  es  sin  duda  de  ayer  la  soca- 
iTona  copla: 

— A  mime  llaman  telenque, 
Seflor  alcalde.  ¿f\\\é  Inré? 
— ¡Vaya  usted  con  Dios,  telenque, 
Que  yo  lo  remediare!" 

Así  escribió  Rodríguez,  porque 
en  su  tiempo  era  más  usado  este 
vocablo;  hoy  se  va  haciendo  ra- 
ro en  las  provincias  del  centro, 
aunque  en  las  del  Norte  se  con- 
ser\'a  como  antes. — Allá  se  apli- 
ca también  a  objetos  que  están 
expuestos  a  caerse:  Florero  te- 
lenque. 

Telepatía,  f.  Percepción  ex- 
traordinaria de  un  fenómeno 
ocurrido  fuera  del  alcance  de  los 
sentidos.  Del  griego  tj^/Ií.  lejos, 
y  Tcá&oc,  afección.  Admitido 
por  primera  vez  en  la  14.*  edi- 
ción   del  Dice. — Faltan    toda\na 


428 


TEL 


TEM 


el  adj.    telepático,   ca,  y   el  adv. 
telepáticamente. 

Telera,  f.  En  las  provincias 
del  Norte,  pan  cuadrilongo  y 
grueso,  con  dos  ranuras  longitu- 
dinales, que  se  da  a  los  mineros 
y  otros  trabajadores.  El  Dice,  lo 
trae  como  provincialismo  de  An- 
dalucía y  lo  define:  "pan  bazo 
grande  y  de  forma  ovalada,  que 
suelen  hacer  en  lo?  coi-tijo?  "  Al- 
gunos mineros  aprovechaban  las 
teleras  para  robar  metales:  antes 
de  entrar  a  la  mina  les  extraían 
la  miga  y  después  las  rellenaban 
con  la  mejor  granalla  de  la  veta. 
Telescópica  (Escalera),  fig.  y 
fam.  La  escalera  de  mano  muy 
alta;  como  si  fuera  para  alean, 
zar  a  los  astros. 

Telésforo,  ra.  u.  pr.  ni.  y  f. 
Así  acentuamos  este  nombre  no 
sólo  en  Chile,  sino  en  toda  la 
América:  y  esto  es  también  lo 
racional  y  científico:  1."  porque 
:•<{  se  pronuncia  en  gi'iego,  de 
donde  procede,  y  en  latín,  de 
donde  lo  tomó  el  castellano:  y 
2.°  por  analogía  con  todos  los  de- 
más nombres  compuestos  del 
griego  yiópoc,  del  v.  ossm.  lle- 
var: Bosforo,  Carpóforo,  Cristó- 
foro,  Niréforo,  Onesiforo,  fósfo- 
ro, electróforo,  piróforo,  réo- 
foi'o,  canéfora,  metáfora,  aná- 
fora, ep-anáfora,  y  éforo, 
aunque  tiene  otra  etimolosíía. 
Algunos  españoles  han  dicho 
Carpóforo  y  Onesiforo,  co- 
mo todos  dicen  tíimbién  Teles- 
foro;  i>ero  eso  no  es  razonable  ni 
debe  imitai-se.  La  pronun(;i ación 
grave  de  este  último  parece  que 
se  debe  en  España  a  la  influencia 
de  nonilircs  más  conocidos,  como 


Isidoro,  Teodoro,  y  a  la  ignoran- 
cia de  las  prosodias  grieg'a  y  la- 
tina. Las  mejores  autoridades 
modernas  (Cuervo,  Robles  Dé- 
gano.  Contó  e  Isaza,  Hernández 
y  Restrepo)  hacen  esdrújulo 
como  nosotros  el  nombre  Telés- 
foro.  El  poeta  latino  Marcial  usó 
como  esdrújulos  los  nombres 
Carpóphonis  y  T elésphoms ;  he 
aquí  los  textos: 

Summa  tuae.  MeleaRre.  fnit  qnao  gloria  fatnse, 
Quantula  Catpophori  portio.  fusus  aper? 

Hos  tibi  vicinos.  Faustine,  TtUfphorus  hortoa 
Foenins.  et  breve  rus.  udaquc  prata  tenet 
(L.  I  Epigr.   XV  y  CXV;  también   1.  XI. 

Epipr.  XXVI  y  LVl'iy. 

Tema.  Téngase  presente  que 
es  f.  en  las  siguientes  aceps. : 
"porfía,  olxstinación  o  contuma- 
cia cu  un  propósito  o  a]>rensión ; 
especie  o  idea  fija  que  .«suelen  te- 
ner los  dementes:  o]iosición  ca- 
pricho.*a  a  uno."'  Al  que  esto  es- 
cribe le  ha  sucedido  más  de  una 
vez  que.  al  preguntar:  ;.Cuál  es 
/(/  tema  de  este  enfermo?  le  han 
contentado,  corrigiendo  el  géne- 
ro: El  tema  que  ahora  tiene  es... 
K.-;  cierto  que  Tirso  de  Molina  lo 
hizo  una  vez  m. : 

.\ cabemos  con  el  tema 
En  que  su  locura  ba  dado 

(Amnznnns  r»  In  /iirfio,  III,  '">.'): 

]icro  en  esto  no  ha  .«ido  imitado 
el  gran  niao^^lro.  ni  lo  aprueba 
tampoco  la  .\cademia. —  Im 
accp.  que  tiene  en  Música  (pe- 
queño trozo  de  una  comiia<ición 
con  arreglo  al  cual  se  desarrolla 
el  re.*<to  de  ella)  la  (rao  ol  Dice, 
en  seguida  de  las  anteriores  y 
sin  variar  el  género:  lo  que  sig- 
nilica  <ino  la  da  por  f. :    pero  en- 


TEM 


TEM 


429 


tendemos  que  es  una  mera  inad- 
vertencia, porque  todo  el  mundo 
la  usa  como  m.  "Variaciones  so- 
bre el  mismo  tema." —  Falta  en 
el  Dice,  la  aeep.  que  tiene  tema 
en  Lingiiístic-a  y  Filología,  a  sa- 
ber:  la  palabra  despojada  de  las 
flexiones  casuales  en  el  nombre, 
y  de  las  personales,  temijorales  y 
modales  en  el  verbo;  o,  más  sen- 
cillo, el  mismo  radical  ya  prepa- 
rado para  recibir  estas  flexiones. 
(P.  l::.nrique  Torres).  En  los 
verbos,  adenuis  del  tema  general, 
hay  otros  eápeciales. — Falta  tam- 
bién la  aceja.  que  se  le  da  en  el 
estudio  practico  de  las  lenguas. 
Véaíje  Tarea. 

Tem.\l,  m.  Sitio  poblado  de 
temos.  Puede  acbnitii-se  como 
chilenismo. 

Temático,  ca,  ad.j.  Falta  la 
acep.  de  Lingüística  y  Filología: 
perteneciente  o  relativo  al  tema: 
í'ocal  temática,  fonaa  temática, 
sajijo  temático. 

Tembladera,  f.  Sitio  o  pai'aje 
cenagoso,  cubierto  de  hierba  y 
que  retiembla  al  andar  sobre  él. 
Esto  se  llama  en  castellano  tem- 
bladero, tembladal^  tremadal  o 
tremedal,  todos  masculinos.  La 
tembladera  española  tiene  otras 
acei)s.  muy  distintas:  "vaso  an- 
cho, de  plata,  oro  o  Nddrio,  de  fi- 
gura redonda,  con  dos  asas  a  los 
lados  y  un  pequeño  asiento.  || 
Joya  que,  montada  sobre  una 
hélice  de  alambre,  tiembla  con 
facilidad;  por  otro  nombre  tcra- 
bleque,  m.  j  |  Torpedo.  ¡  |  Planta 
anua,  de  la  familia  de  las  gi'a- 
mínea?,  con  cañas  cilindricas  de 
unos  cuatro  decímetros    de  altu- 


ra, dos  o   tres  hojas   lampiñas  y 
estrechas  y  panoja  terminal.  .  ." 

Tembladeeilla,  f.  Tres  plan- 
tas chilenas  de  este  nombre  enu- 
mera Philippi  en  sii  Botánica, 
distintas  de  la  tembladera  del 
Dice:  1."  Una,  de  la  familia  de 
las  papilionáceas,  "Phaca  L.  Le- 
gumbre casi  bilocular,  porque 
la  sutura  ventral  se  eclia  aden- 
tro: liojas  bipenadas  con  nmchas 
hojuelas.  Se  reconocen  como 
unas  veinticuatro  especies  de 
Chile,  llamadas  en  el  campo 
temblnderilla  o  hierba  loca,  por- 
que hacen  temblar  y  enfurecer 
a  los  animales,  y  sobre  todo  a  lo? 
caballos,  que  las  comen,  si  con 
tiem2>o  no  los  corren  para  hacej- 
ios  sudar.'" — 2.''  Otra,  de  la  fami- 
lia de  las  umbelíferas,  "Hydro- 
cotyle  L.,  tembladerilla.  Limbo 
del  cáliz  no  distinto;  cada  meri- 
carpio  con  cinco  costillas  filifor- 
mes. Plantas  herbáceas  con  los 
tallos  rastreros,  las  hojas  senci- 
llas, orbi<'ular6s,  lobuladas,  a  ve- 
ces pelteadas;  y  las  umbelas  sen- 
cillas, involucradas,  sésiles  o  pe- 
diceladas.  Se  enumeran  once  es- 
pecies chilenas." — 3."  Otra,  de 
la  familia  de  las  salviniáceas, 
que  se  conoce  también  con  el 
nombre  de  luchicillo.  Véase  esta 
voz. 

Temblar,  n.  "Yo  le  tiemblo  a 
Fulano;  Les  tiemblo  a  los  ladrc- 
nes."  ¿Es  correcto  este  régimen 
del  V.  temblar?  No  lo  tenemos 
por  tal,  ni  recordamos  haberlo 
hallado  en  los  clásicos;  parece 
usado  por  analogía  con  el  v.  te- 
mer. El  dativo  de  jiersona  sólo  lo 
admite  temblar  cuando  se  refiere 
a  la  misma  persona  a  quien  se 


430 


TEM 


TEM 


refiere  el  v. :  v.  gr. :  "Me  tiembla 
la  mano;  Le  temblaba  la  barbi- 
lla, la  contera,"  Corríjanse  pue5 
los  ejemploffi  primeros  diciendo: 
"Yo  tiemblo  ante  Fidano,  o  Yo 
le  tengo  gran  miedo  a  Fulano; 
Tiemblo  delante  de  los  ladrones, 
o  les  tengo  gran  miedo  a  los  la- 
drones.— Algunos  han  dudado 
'^i  admitirá  el  régimen  con  de. 
'Cratándose  de  cor^a,  no  hay  du- 
da alguna,  porque  es  comente 
en  todas  partes  Temblar  de  frío, 
de  miedo,  de  espanto,  de  hallarse 
"11  tal  peligro.  La  duda  es  cuan- 
do se  trata  de  persaomi:  ¡Tiembla 
de  mí  -ñ  te  sorprenda)  en  alguna! 
También  es  correcto  este  régi- 
men, como  se  infiere  de  las  si- 
siguientes  aiitoridades : 

Si  el  franco  cielo,  Príncipe  dichoso, 
No  más  que  en  dulce  paz  y  en  cruda  guerra 

Te  hubiese  señalado 
Por  hombre  recto,  por  virrey  celoso, 
Por  robusto  varón,  de  quien  la  tierra 
Tembló  al  hollarla  tan  feroz  soldado... 

(Un  religioso  grave,  £n  enmendación  de  I'ed'g 
de  Oña). 

Temblar  del  olio  que  de  amor  se  abrasa. 
(Lope  de  Vfga.  Soneto  n."'202,  ed.  Ribaden.) 

González  Carvajíü  dijo  también 
temblar  de  Dios. — Las  demás 
proposiciones  que  rige  temblar 
son  con  y  por:  Temblar  con  el 
susto,  Temblar  por  su  vida. 
(Gnvmát.  de  la  Academia). 
Hernández  de  Velasco  lo  \isó 
con  en  y  con  a: 

Tiemblo  sólo  «1  contar   de  su  bravíia. 
y  a  $u  reñida  liemblan  desde  ag.ira. 

(infida,  1.  11.  y  VI.) 

Lope  de  Vega  también  dijo: 

Y  tiembla  a  «ii»  conjuros  Aqueruiitv. 

(La  selva  lin  amor,  c»c.  V). 


Temblecóx,  n.\,  adj.,  aum. 
de  tembleque.  Si  tembleque  es 
"I)ersona  o  cosa  que  tiembla  mu- 
cho,"' femblecón  aumenta  más 
todavía  la  misma  idea.  No  lo  he- 
mos oído  ni  leído  en  Chile,  pero 
en  el  Perú  lo  cit-a  como  ajXKlo 
Kicardo  Palma:  "Incidental- 
mente  nombramas  al  conde  de 
\'i!lardonipardo,  a  quien  l;is 
traviesas  limeñas  Ikunalxui  el 
Temblecón,  aludiendo  a  la  debi- 
lidad nerviosa  de  sus  manos." 
(Tradiciones  periMna.%  t.  L  pág. 
168). 

Tembleque,  adj.  Trémulo, 
teiiil)loro.-io,  tembloso,  trépido. 
8e  usa  jwr  lo  menos  desde  el 
tiempo  de  Febrés,  que  lo  empleó 
en  la  voz  Chexciiepüln'.  Se  usa 
también  en  Colombia. —  Según 
Cuervo,  se  ha  formado  del  v. 
temblequear,  n.  fam.,  temblar 
con  frec'uencia  o  continuación; 
afectar  temblor.  Pero  no  aceptó 
esto  el  último  Dice.  (,14.»  edi- 
ción), pues  dio  a  tembleque, 
ni.,  la  acep.  de  "pei^ona  o  cosa 
que  tiembla  mucho,"  y  de  él  de- 
ri\<'>  el  V. 

Temblor,  m.  ¿Qué  diferencia 
hay  entre  temblor  y  terremotoT 
El  Dice,  llama  temblor  el  "mo- 
vimiento involuntario,  repetido 
y  continuado  del  cuerpo  o  de 
algimas  partes  de  él,"  y  sólo  el 
temblor  de  tierra  os  igual  a  te- 
rremoto, o  sea,  "concu.sión  o  sa- 
cudimiento del  terreno,  ocasio- 
nado ]x>r  fuer/.as  que  actiian  en 
lo  interior  del  globo."  Vamos  a 
¡«robarle  al  Dice,  que  te^mblor, 
por  sí  solo,  sin  adit^tmenlo  del 
complemento  </<■  tierra,  fué  usa- 
do por  los  cliwcos  en    el  mismo 


TEM 


TEM 


431 


sentido  que  terremoto  (terrae 
■jiiotus.  movimiento  de  tierra). 
Tienen  ellos  la  palabra:  "Pade- 
ce aquella  montaña  muchos  te- 
rremotos; el  aire  que  se  encierra 
dentro,  por  algunos  secretos  se- 
nos causa  grandes  temblores 
cuando  se  calienta  o  enfría  de- 
masiado, por  salir  uno  o  por  en- 
trar otro.  .  .Tornó  otra  vez  la 
fábrica  a  dar  en  tierra  con  otro 
temblor  que  despidió  de  su.'^  en- 
trañas aquel  monte.  .  .  La<  frai- 
les se  contentaron  con  poco,  su- 
ficiente edificio  para  vivienda 
religiosa  y  defenderse  contra  los 
teri} Mores  de  aquel  suelo."  (Si- 
güenza,  Crónica,  p.  II,  1.  III,  c. 
XXVI).  "En  este  año  fué  tam- 
bién la  pérdida  de  Rodas,  me- 
inoi'ia  que  siempre  laiítiraa,  y  en 
España,  en  el  reino  de  Granada, 
hubo  un  tem-blor  o  terremoto  de 
los  más  espantosos  que  en  Espa- 
ña -se  lian  visto.  .  .  Llegó  a  Ba- 
za y  a  Guadix,  trastornando 
montes  y  collados;  en  Granada 
no  hizo  daño,  aunque  llegó  allá 
el  temblor."  (Ibíd.,  p.  Til,  1.  I, 
c.  XXVII). 

Teme  la  gran  ciudad  próxima  muerte 
Por  medio  de  tempesta  y  tenomoto:  [sic] 
El  hombre  habitador  deja  su  techo 
Y  al  hombre  el  corazón  huye  del  pecho. 
Vuela  el  ícmblory  cesael  grande  estrago... 
Siente  fuerte  temblor  cuesta  y  campaña, 
Movida  del  horrendo  terremoto. 

(El  Pinciano,  El  Pe'ai/o,  1.  V  y  XV.) 

Tú.  que  a  los  montes  ardes,  ai  los  tocas, 

Y  al  suelo  das  temblores, 
Cien  vidas  que  tuviera  y  cien  mil  bocas, 
Dedico  a  tus  loores. 
(Fr.  Luis  de  León,  Salmo  CIU). 

"Reventar.  .  .Di, jóse   de     re    y 
viento,     porque    i>articu]armente 


es  calidad  del  viento  encerrado, 
como  el  que  se  encierra  en  las 
entrañas  de  la  tierra,  y  por  salir 
^•ausa  temblores  y  ruinas."  "Te- 
rremoto, el  temblor  de  tierra  que 
causa  ruina  en  los  edificios." 
vArt.  Terraplenar).  Asi  Cova- 
rrubias  en  su  Tesoro. 

Dudoso  ser  lea  prometen 
A  las  casas  los  temblores, 
Siendo  estable  la  mudanza 
Cuanto  la  firmeza  moble. 

fCastillo  Soliirzano.  Tiempo  ile  regocijo.  Ro- 
mance a  un  terremoto). 

"Poco  antes  que  llegasen  laís 
-Marías  a  reconocer  la  dificuitaa 
cjiue  iban  cíiuliriondo  de  moverla 
lapida,  fué  iieclio  un  gran  tem- 
blor o  terremoto  muy  esipanto- 
.-^D."  (Sor  María  Agreda,  Mística 
CiatLid,  1.  VI,  c.  XXVII,  n.° 
1479).  "Advierte  que  cesaron 
desde  entonces  los  temblores  y 
terremotos,  que  eran  antes  muy 
grandes."  (Ovalle,  Histór.  rela- 
ción, 1.  I,  c.  VI).  "El  convento 
de  nu&st.ro  padre  San  Agustín... 
es  má.s  moderno,  empero  de 
buen  edificio  la  iglesia,  si  un 
temblor  muy  grande  no  le  abrie- 
ra la  capilla  mayor."  (Illmo. 
Lizárraga,  Descripción  breve,  1. 
I,  c.  XXXIV).  "Es  de  cuando 
en  cuando  molestada  [la  ciudad 
de  Santiago]  de  temblores  vehe- 
mentes..  .los  temblores  no  son 
de  vaivén  como  los  deste  reino, 
.«ino  como  saltando  para  arriba, 
y  son  más  peligrosos.  Conócese 
fácilmente  cuando  ha  de  venir 
el  temblor:  si  a  la  puesta  del  sol 
o  dos  horas  ante*,  a  la  parte  del 
mar  hay  una   barda  (así  la  Ha- 


432 


TEM 


TEM 


man  los  marineros)  de  nubes, 
que  corre  Norte  Sur,  es  cierto 
aquella  noche  o  otro  día  el  tem- 
blor." (Ibíd.,  1.  II,  c.  LXXV). 
"Se  sintió  en  e^ta  ciudad  uu  \do- 
lento  terremoto,  que  se  repitió 
cinco  veces  en  aquel  día... En 
varias  otraa  ciudades  d©  Italia  í« 
experimentó  el  mismo  temblor, 
pero  mucho  más  mitigado."  (Is- 
la, Cartas  fam iliares,  c.  CCXIV) . 
Todo  esto  prueba  que  los  espa- 
ñoles, lo  mismo  que  nosotros, 
para  nombrar  el  terremoto  no 
necesitan  decir  temblor  de  tie- 
rra, ííino  temblor  solamente,  co- 
mo que  éste  es  el  temblor  )>or  ex- 
celencia y  nó  el  del  cuerpo  o  de 
alguno  de  sus  miembros.  En 
Chile  hacemos  alguna  diferen- 
cia entre  terremoto  y  temblor: 
temblor,  sin  el  agregado  de 
grande  o  de  otro  adj.  parecido, 
es  el  simple  estremecimiento  o 
movimiento  de  tierra  que  no 
tiene  grandes  consecuencias,  rf- 
no  solamente  alarmii-s  y  surtos: 
el  terremoto  es  el  .sacudimiento 
recio  y  grande  que  trae  himdi- 
liiientos  o  ruina.s  de  edificios  y 
otros  estragos  semejantes.  La  di- 
ferencia eí'tá  fundada  en  los 
nombres  mismos,  porque  tem- 
blor es  cualquier  movimiento 
trémulo,  y  teri emolo  es  el  mo- 
vimiento de  la  tierra  o  globo  te- 
'•ráqueo:  por  el  .solo  hecho  de 
incluir  la  palabra  tierra  (terrae 
motas)  lo  concibe  la  mente  co- 
mo fenómeno  nuicho  más  extra- 
ordinario. .\sí  también  se  nota 
en  algimos  de  los  textos  trans- 
critoe  y  en  este  título:  "Rela- 
ción del  temblor  y  terremoto 
que  Dios  Nue--tro  Señor  fué  ser- 


vido de  enviar  a  la  ciudad  del 
Cuzco  a  31  de  ^larzo  este  año 
passado  de  ItióO."  (Bibliot.  de 
Gallardo,  t  I,  col.  718).  El 
temblor  parece  referirse  al  estre- 
mecimiento de  la  tierra,,  y  el  fe- 
rré mofo  a  las  minas  que  causó. 

Tkmek,  a.  Como  en  la  idea  de 
temor  hay  una  negación  implí- 
cita, pues  la  mente  no  quiere 
que  suceda  lo  que  le  causa  moti- 
vo de  temor,  jjor  eso  en  castella- 
no se  omite  la  negación  en  las 
proj>os¡ciones  subordinadas  a 
verbos  que  significan  temor  o 
recelo,  pn>liil)ición  o  veda.  "Te- 
mo que  llueva ;  Te  prohibo  que 
salgas  n  ia  calle."  En  tiemjxkde 
los  clásicos  no  se  practicaba  esta 
regla  de  ima  manera  uniforme, 
pues  muchos  de  ellos  ponían  la 
negación,  la  cual  es  ahora  no  só- 
lo superfina  o  pleonástica,  sino 
viciosa  e  incorrecta.  Véanse  al- 
gunos casos:  "Temía  no  le  co- 
giese su  amo  a  palabras."  "Te- 
míase no  iuiliiese  tratado  sus 
amores  con  alguna  indecencia." 
((¿Hijute). 

Temo  que  no  me  torne  1.a  tonuentii 
A  arrebatar. 

Temo  que  algnn.is  ñeras  do  me  h-igan 
Pedazos,  )•  me  coman  mientras  duermo. 

(Ooiiz.  Pérez,  ÍM   Llixta,  1,  V.) 

Esa  negación,  inútil  y  anfiboló- 
gica i)ara  nonitros,  es  imitada 
del  latín,  que  en  esos  ca.sos  la  e.x- 
l-resii  necesariamente  con  ne  o 
((/  non. 

Tkmis,  n.  pr.  f.  Úsanlo  algu- 
nos |M)r  Justicia  ]X'n-«'onilica<la 
o  diosa  de  la  justicia  Según  la 
mitología  gi'iega,  la  dio-ii  de    la 


TEM 


TEM 


433 


justicia  era  Astreu,  hija  de  Jú- 
piter y  de  Temis;  pero,  como  la 
voz  H'JJ-í  dignifica  en  griego 
la  ley  divina  o  jasticia,  por  opo- 
sición a  vóao:,  que  es  la  ley  hu- 
mana, se  toma  también  por  la 
diosa  de  la  justicia.  El  nombre 
Temístocles,  su  derivado,  signi- 
fica gloria  de  la  justicia. 

Temo.  W'ase  Temu. 

Temperado,  da,  adj.  Anti- 
cuado lo  declara  el  Dice,  pero 
en  Chile  lo  usa  la  gente  culta  en 
vez  de  templado,  do,  en  esta 
acep. ;  "que  no  está  ni  frío  ni 
caliente,  sino  en  un  término 
medio."  Como  templado  tiene 
otra  acep.  tan  usada  en  Chile 
(véa.«ie  más  adelante),  y  tan  dis- 
tinta, se  evita  el  usarlo  fuera  de 
ella. 

TE.NtPERAMEXTñ.  TEMPERA- 

TIRA.    \'éuSÜ    ClI.MA. 

Temperante,  m.  Indi\'iduo 
peneneeicnte  a  una  sociedad  de 
temperancia.  Así  se  usa,  pero 
contrariando  lajs  leyes  del  idio- 
ma. En  efecto,  temperante  es 
j>articipio  activo  de  temperar, 
por  consiguiente,  sólo  puede  sig- 
nificar "que  atempera  o  tempe- 
ra;'" lo  que  e.-  propio  de  cosas  o 
medicamentos,  pero  nó  de  perso- 
nas que  .-e  alDstienen  del  uso  de 
¡■•ebidas  alcohólicíis.  Éstas  deben 
llamarse  abstinentes,  o  mejor, 
nhííteiiilo,  mía  (que  no  iKíbe  vi- 
nf)),  pero  en  ningún  caso  tem- 
perantes ni  temperados.  Sobrio, 
brin,  es  también  "templado,  mo- 
derado, esf)ecialmente  en  comer 
y  beber." 

Tempestear,  n.  Forma  que 
han  inventado  algimos  escritores 
modernos   para    remozar  el    an- 

Dicn.  de  Chil..  t.  V. 


ticuadi)  tempestar,  ''(fc-<cargar 
la  tempCítad."'  A  la  vei'dad,  vale 
nuls  que  el  anticuado. 

Templado,  da,  adj .  y  ü.  t.  c.  p. 
E.s  chilenismo  de  los  más  anti- 
guos, y  corriente  todavía  en  el 
pueblo.  Significa  enamorado, 
amartelado,  desde  los  primeros 
grados  de  la  pasión  del  amor 
hasta  los  últimos,  desde  el  ena- 
moradizo, za,  (propenso  a  ena- 
morarse) hasta  el  tórtolo,  m. 
(hombre  amait-ilajCo).  Como 
partiicipio  que  es  del  v.  templar- 
se, al  cual  se  le  da  el  mismo  sig- 
nificado, no  se  usa  en  todo  el 
sentido  que  tiene  lacho  (véase 
en  su  lugar)  ;  cuando  ~e  quiere 
liablai"  de  los  extremos  o  alnisos 
de  la  pasión,  se  usa  más  bien 
tiemple,  que  significa  persona  y 
acción. — ¿Cuál  es  el  origen  de 
et<te  chilenismo,  que  significa  lo 
contrario  de  lo  qvie  dice  su  le- 
tra? En  realidad,  templado,  da, 
es  en  e-^pañol:  "moderado,  con- 
tenido y  ::arco  en  la  comida  o 
bebida,  o  en  algún  otro  apetito 
c  pasión;  que  no  está  frío  ni  ca- 
liente, sino  en  un  término  me- 
dio." Todo  consiste  en  el  aspecto 
en  que  se  considere  el  vocablo: 
"valdrá  moderado,  si  miramos  a 
la  significación  corriente  de  tem- 
plar (la  cólera,  la  pasión)  y  de 
templntvza  (como  virtud  lardi- 
nal) ;  pero,  si  ponemos  las  ojos 
en  la  tensión  de  la  cuerda  en  el 
violín  o  en  el  arco,  tendremos 
ocaíñón  de  tomarlo  por  duro,  ri- 
goixjso,  :'«vero,  y  así  se  hace  hoy 
en  E.spaña  y  en  Colombia." 
(Cuen'o).  Siguiendo  la  misma 
nr'pp.  aplicada  a  los  instrumen- 
tos músico.?  V  dado  el  buen   hu- 


434 


TEM 


TEM 


liior  chileno,  fué  muy  natural 
que  templado  viniera  a  signifi- 
car enamorado.  Así  como  el  ins- 
Irumonto,  cuando  CoUi  templado 
o  afinado,  ostá  apto  para  su  ofi- 
cio, a.?í  también  la  persona  tem- 
plada eistá  apta  para  entrar  en 
relación  c-on  ol  otro  spxo.  Así 
-on  los  desenvohámientos  se- 
mánticos! de  las  voces  en  todas 
lenguas.  Pero  algiln  significado 
igual  o  i)arecido  al  nue^ro  lian 
de  dar  los  españoles  al  adj.  tem- 
plado y  que  no  han  recogido  los 
diccionarios,  cuando  en  Queve- 
do  y  en  CeiTantes  leemos  estas 
dos  clarísima.*  alusiones: 


C»3eme  (¡ay  Dios,  ay  dote, 

Ay,  ay,  casamentero) 
Con  mujer  tan  ardiente  y  abrasada, 
Que  en  meiio  del  invierno  está  ttmpiaiii- 
£n^ai\óiiie  la  entrada  del  invierno. 

iQnevedo,  Éntreme»  de  El  maiUlo  fanlatma). 

Uamaü,  armas,  caballe — 
Le  provocaron  de  no  — 
Que,  cual  Orlando  furio — , 
Templado  a  lo  enainora  — , 
Alcanzií  a  fuerza  de  tra — 
A  Dulcinea  del  Tobo—. 


[Qiiijotf,  versos  preliminare«). 

Recuérdese  también  la  !'r.  ca.-iti- 
za  Extar  bien  (o  mal)  toaplada 
la  guitarra:  "estar  uno  de  buen 
(o  mal)  humor,"  que  confirma 
la  metáfora  tomada  de  los  ins- 
trumentos nn'isicos. 

Templarse,  r.  Das  acepe.  le  da 
el  pueblo  chileno  que  no  estíín 
conformes  con  el  Dicx-.  Según 
é.'íte,  significa:  "contenerse,  mo- 
derarse y  evitar  el  e.xce-o  en  una 
materia;    como   en     la     comida, 


etc."  .\sí  lo  u.só,  entre  otros,  Vé- 
lez  de  Guevara:  "Y  Don  Cleofás 
con  tanto  ojo  por  ver  si  pa."^ba 
Doña  Tomasa,  que  todavía  la  te- 
nía en  el  corazón,  sin  haberse 
templado  con  tantos  desenga- 
ños." (El  Diablo  Cojuelo.  tran- 
co VIII).  En  Chile,  por  ironía 
o  antífrasis,  .significa  lo  contra- 
rio, e¿to  es,  excederse,  propasar- 
se. "Ya  te  templaste,"  le  dice 
una  madre  a  .su  hijo  cuando  lo 
\e  excederse  en  cualquiera  cosa 
material  o  inmaterial, —  Más 
usada  aún  es  la  acep.  de  enamo- 
rarse, amartelarse,  quillotrarse  o 
cnquillotrar.-e,  [xjrque  suele  oír- 
.-^e  aun  entre  la  gente  educada. 
Véa.«e  el  anterior. — En  cuantu  a 
la  conjugación,  el  pueblo  hace 
irregular  este  v.  (tiemple,  tiem 
pías,  etc.)  y  así  lo  usiu'on  t^im- 
bién  alguno.^  clásicos,  como  Ix)- 
]>('  (le  \'ega,  Ruiz  de  Alarcón, 
Sta.-  Tere.*a.  Ribadeneira;  jiero 
ya  está  fijada  como  regular  i>or 
la  .Vcademia  y  todos  los  moder- 
nos, siguiendo  al  s.  temple,  que 
e.-'.  su  afín.  Véa.-^e  Dkstempl.vr. 
YA  .s.  chileno  tiemple  sigue  la 
conjugación  antigua  y  la  últi- 
ma acep.  del  v. 

Tkmple,  m.  La  Condena  de 
Pardo  Hazjín  lo  usó  c.  s.  en  ei 
significado  de  piíüuTa  al  temple 
(la  hecha  con  colores  preparatlos 
con  líquidos  glutinosos  y  calien- 
te-!: como  agua  de  cola,  etc.)  .\si 
dicen  tíimliién  un  óleo  por  una 
pintura  al  óleo  <i  uu  lienzo. — 
.Tugando  del  V(X-ablo,  han  dicho 
algunos  e.^x'ritores  chilenos,  por 
gracia  o  donaire,  que  tal  indivi- 
duo fts  de  la  orden  del  temple  o 
que  pertenece    a  los    templario», 


TEM 


TEM 


4Í55 


para    signiücar     que    es    enamo- 
rado. 

Templete,  ni.,  dim.  de  tem- 
plo. No  debe  llamarse  a?í  el  tro- 
no en  que  se  coloca  la  castodia 
para  las  exposiciones  del  SSnio. 
Sacramento.  Véase  Exposición*. 
El  significado  propio  de  temple- 
te es  "armazón  pequeña,  en  figu- 
ra de  templo  pagano,  que  sirve 
para  cobijar  una  imagen,  o  for- 
ma parte  de  un  mueble  o  al- 
haja." 

Templo,  m.  Como  un  templo. 
Como  templo,  locuciones  que 
faltan  en  el  Dice.  Se  aplican  ge- 
neralmente a  una  verdad  muy 
grande  o  evidente.  "E^  una  ver- 
dad como  un  teviplo;  Le  dijo 
verdades  coj/ro  templo." 

Tempcraliz.ír,  a.  "Convertir 
lo  eterno  en  temporal."  Así  re- 
formó el  Dice,  la  definición  de 
eíte  V.  Véase  ahora  una  autori- 
dad. "Y  fué  tan  poderoso  el  bra- 
zo de  Dios,  que  espiritualizó  lo 
terreno  y  terreno,  si  así  se  puede 
decir,  lo  espiritual;  temporalizó 
lo  eterno  y  eternizó  lo  tempo- 
ral." (Fr.  ,Iuan  de  los  .4ng6les, 
Trat.  del  divino  sacrif.  de  la  mi- 
sa, dial.  IV). 

Temporero,  r.\.  adj.  y  ú.  t.  c. 
s.  "Díe.-^e  de  la  peKona  destinada 
temporalmente  al  ejercicio  de 
un  oficia  o  empleo."  Así  el 
Dice. ;  pero  en  Chile  se  aplica  a 
la  persona  que  por  temiporadas 
solamente  hace  una  cosa,  por 
ejemplo,  visitar  una  casa  o  fami- 
lia, frec-uentar  el  trato  de  otra. 
Pérez  Caldos  lo  aplicó  a  una 
mendiga  de  temporada  u  oca- 
sión: "La  mujer.  .  .era,  además 
de     nueva,     temporera,     porque 


acudía  a  la  mendicidad  por  lap- 
sos de  tiempo  más  o  menos  lar- 
gos, y  a  lo  mejor  desaparecía." 
(Misericordia,  III).  Pereda  lla- 
mó festivamente  levita  tempore- 
ra la  de  un  secretario  de  muni- 
cipio rural. 

Teíipra.vo.  Es  adv.  de  tiempo 
y  adj.  de  dos  terminaciones: 
"adelantado,  anticipado  o  que  es 
nntes  del  tiempo  regular  u  ordi- 
naria." Por  consiguiente,  díga- 
se: Sandia  temprana  o  tempra- 
nera, melón  tcmpmno  o  tempra- 
irrii.  ava  temprana  o  temprani- 
lla. ^'^éase  Levantada.  El  adj. 
It'inpranol,  que  .so  usa  t.  c.  s.  se 
aplica  a  la  tierra  y  plantío  de 
fruto  temprano. —  Temprano  no 
anda  (jente,  fr.  fig.  y  proverbial 
con  que  siguificamoiS  que  deben 
hacei-se  las  co6a«  en  la  primera 
oportunidad,  antes  que  se  pre- 
sente algún  peligro. — En  la 
lirisca,  jugar  oportunamente 
ima  carta  antes  que  el  contrario 
quede  fallo  al  palo. 

Temu,  m.  Árbol  chileno,  de  la 
familia  de  las  mirtáceas,  muy 
hermoso,  que  se  cría  en  las  pro- 
vincias del  Sur,  desde  el  río  Te- 
no,  dice  Philippi,  hasta  Puerto 
Mont.  "Es  árbol  bastantemente 
frondoso,  que  echa  las  hojas  al- 
ternas, ovales  y  lisas,  de  un  color 
verde  reluciente  y  de  un  sabor 
semejante  al  de  la  nuez  manca- 
da. Sus  flores  di.'ítinguen  la?  dos 
variedades  que  hay,  pues  la  una 
las  lleva  amarillas,  y  la  otra 
blancas;  pero  unas  y  otras  se  di- 
viden en  dieciocho  pétalos  es- 
trechos, y  de  don.  o  tres  pulgadas 
de  largo.  Las  semillas  de  estos 
árboles  son  semejantes  a  las  del 


436 


TEN 


TEN 


café,  a  las  oualcs  se  pudieran 
substituir,  a  no  ser  tan  amargas. 
La  corteza  de  su  tronco  eí  amari- 
lla, y  la  madera,  de  color  gris, 
pero  de  una  extraordinaria  dure- 
za, por  cuyo  motivo  hacen  de 
ella  ^•arios  géneros  de  labores." 
(Abat«  Molina).  Su  nombre 
científico  es  eugenia  temu.  Vul- 
gannente  se  dice  también  temo, 
y  así  lo  escribió  Alvarez  de  Tole- 
do en  su  l'urt'H  indómito  (c. 
XXIll) : 

Tantos  palus  les  dieron  con  garrotes 
De  temo,  pxlo  duro  que  cortaron. 
Que  pf)r  las  flacas  sienes  3'  cogotes 
Los  palpitantes  sesos  reventaron. 

Temu  es  puro  araucano;  "un  ár- 
bol," dice  solamente  Febrt's.  De 
e.sta  voz  se  formaron:  Tcmuro 
(agua  del  temu),  departamento 
y  ciudad  capitfll  de  Ui  provincia 
de  Cautín,  y  riacliuelu  <lel  de- 
partamento de  Lebu ;  Temos, 
nombre  de  un  fundo;  Temule- 
1)1  u  (bosque  de  tennis),  ídem;  y 
probablemente  Catemu  (de  cací, 
mucho,  y  temu),  aldea  y  nom- 
bre de  \-arios  fundos,  del  depar- 
tamento de  Putaendo;  Altos  de 
('íifemti^  ."¡ierra  que  separa  este 
departamento  del  de  Qiiillota. 

TkN'.\CEAR,   .\TENACE\R   o   ATE- 

NAZAR,  a.  Significan:  ''arrancar 
con  tenazas  i)edazos  do  carne  a 
una  persona,  suplicio  usado  an- 
liguamento."  Son  derivados  de 
tenaza  y  no  del)en  confundirse 
con  tenacear,  n.,  derivado  de  te- 
'i;az:  "insistir  o  iK>rfiar  con  per- 
tinacia y  terqut^dad  en  iin.i  co- 
¡•i\."  Véase  TERQrEAH. 

Tenaza,  f.,  y  más  u.sado  fena- 
Zíi-v,  ]>].  Bello  llegé»  a  decir  <]ue 
en  su  sigiiüicaciúii  priniiti'a  ca- 


rece de  singular,  pero  nc  en  las 
secundarias  y  metafóricas;  así  se 
llama  tenaza  la  de  los  animales 
y  se  dice  ¡lacer  tenaza.  Lo  mis- 
mo dice  de  tijera. 

Texca,  f.  Ave  chilena  (mi- 
mu^  thenca),  del  orden  de  los 
pajai-illos.  "Es  un  pájaro  tan 
grande  como  el  tordo  común, 
pero  cuyas  alas  y  cola,  la  cual  es 
redonda  y  entera,  son  mucho 
más  Uirgas;  ojos,  i)ico  y  pies  son 
pardos,  y  de  la  configuración  de 
ios  que  se  ven  en  los  demás  pa- 
jare» de  su  género;  las  plumas 
de  la  parte  superior  del  cuerpo 
.-.on  cenicientiis  y  nuuichadas  de 
pardo  y  de  blanco;  las  extremi- 
dades de  las  plumas  de  la  cola  y 
de  L-H  guías  de  la.-;  alas  .^oii  blan- 
ca-, y  el  pecho  y  el  vientre  de  un 
color  cenizoso  páli<lo.  M<te  pája- 
ro construye  su  nido  solire  los 
árboles,  dándole  la  figura  de  un 
perfecto  cilindro  de  pie  y  medio 
de  alto,  y  guarneciéndole  alre- 
dedor de  tepinas,  pero  tapizán- 
dolo por  adentro  curiosamente 
con  lanas  y  con  plumas  para  po- 
ner luego  sus  huevos,  que  son 
tres  o  cuatro,  de  color  ¡¡ardo  con 
pintas  blancas,  dejando  a  un  la- 
do una  estrecha  ontnul;'.  ]>ara  in- 
Iroduciive  en  su  albergue.  |  l-o 
dól  nido  es  un  erivr:  la  tenca 
construye  un  nido  vulgiU',  de  em- 
pinas, palito-,  y  rainillas.  redon- 
do y  algo  abierto  I .  Ks  impo- 
sil)le  .MM"inl;ii-  cotí  exactitud  el 
cinto  f>roi>io  <l'e  e-lo  pájaix), 
porque,  auuíjiie  canta  todo  el 
aTio,  \aría  de  tal  modo  la  prodi- 
gio.-a  diversiiUid  de  sus  tonas, 
nue  no  i>aiece  que  .-o  oye  la  voz 
de  uno  solo,  sino  ilo  millares   de 


TEN 


TEN 


437 


pájaroá  diferent€ri,  arnuidoe  para 
formar  un  concierto.  También 
posee  en  grado  eminente  el  ki- 
lento  de  imitar  al  natiu-al  todos 
los  cantos  de  las  demás  aves,  y 
?i,  volviéndose  inmediatamente 
luego  que  oye  cantar,  hacia 
ísquella  parte,  empieza  a  contra- 
hacer con  un  gracejo  indecible 
eu  voz  y  sus  tonos;  y  de  aquí 
pro\áene  que  algunos  le  llaman 
pájaro  pantomimo.  Lo  que  se 
puede  asegurar  es  que  su  voz  tie- 
ne más  variedad,  más  puntos  y 
más  melodía  que  la  del  raise- 
fior."  (Abate  Molina).  Véanse 
Petrencarse  y  Petrenque. —  Fig. 
y  fam..  en  algunas  jiarteí,  men- 
tira, filfa.  Es  co?a  curio?a  que  los 
nombres  de  varias  aves,  como  la 
(imea.,  la  loica,  la  tenca,  le  hayan 
fen-ido  al  pueblo  para  designar 
la  mentira.  Esto  í*e  explica  por- 
que cada  mentira  c^'  como  un  ave 
que  se  suelta  jíara  que  vuele. 
— Andar  trenca  que  trenca, 
fr.  fig.  que  dicp  el  pueblo 
de  las  niñas  que  visten  ve-^ido 
nuiy  corto  y  andan  a  saltos  co- 
mo las  tencas.  (Nótese  que  el 
pueblo  ]>ronuneia  trenca  y 
trrenca,  porque  el  nombre  arau- 
cano suena  como  este  último;  y 
hasta  el  Abate  Molina  escribió 
trenca).  "El  nombre  es  onóma- 
topéyico,  dice  con  verdad  T^enz: 
el  grito  más  conuín  del  )já.jaro 
suena  poco  más  o  menos  c'itren- 
ca."  Pero  el  canto  .«e  lo  interpre- 
tan los  campesinos:  "Oorreón, 
cf>rreón  .  .  .tírale,  tírale.'" — Ha- 
cer trencas  o  trenquitas,  fr.  fig. 
y  fam.:  dar  saltito?. 

Texcióx,  f.  Acción  de    tener. 
No  .«e  confunda  con  tensión:  es- 


tado de  un  cueqx),  estirado.  .  .  ; 
intensidad  de  la  fuerza  con  que 
los  gases  tienden  a  dilatíu^se; 
grado  de  energía  eléctrica  que  se 
manifiesta  en  un  cuerpo;  com- 
posición poética  de  los  provcnza^ 
les.  .  ."  (por  otro  nombre,  ten- 
zón).—  Tenencia  es  "ocupación 
y  posesión  actual  y  corporal  de 
ima  cosa." —  Tenida  es  "po.se- 
sión  de  los  frutos,  rentas  y  pree- 
aiincnciatj  de  algún  mayorazgo, 
que  se  goza  hasta  la  decisión  de 
la  pertenencia  de  su  propiedad, 
entre  dos  o  más  litigantes." 

Tendal,  m.  Descompostura  y 
desorden  de  las  cosas  que  se  de- 
jan tendidas  por  el  suelo;  en  cas- 
tellano, tendalera. —  Tienda  en 
que  se  venden  géneros  ordina- 
rios, frazadas,  mantas,  arreos  de 
montar,  etc.,  y  as  en  la  que  sue- 
len proveei-se  nuestros  campesi- 
nos. Quizás  se  le  haya  dado  este 
nombre  por  el  tendal  o  toldo 
que  casi  siempre  tiene  en  la 
jincrta  para  re.-guardo  del  ?ol. 

Tendalada,  f.  Muy  usado  en 
Chile  en  vez  de  tendalera.  Véase 
el  anterior.  Aun  tenderete  tiene 
en  castellano  esta  misma  acep. 

Tendear,  n.  fam.  Recorrer  las 
tiendas  de  comercio  más  por  cu- 
riosirlad  que  por  ánimo  decoin  pnir. 

Tendedor,  m.  Sitio  o  lugar 
donde  se  tiende  la  ropa  para  que 
seque  o  enjugue. — Armazón"  de 
madera  o  cordel  para  este  mis- 
mo fin.  En  castellano  hay  ten- 
dedero, y  en  algunas  partes,  ten- 
dal, para  .significar  el  sitio  o  lu- 
gar en  que  se  tiende  la  ropa.  P;i- 
ra  la  2.''  acep.  no  conocemos  más 
noml)res  que  los  citados  en  Se 
cador,  aunque  no  son  igaiales. 


438 


TEN 


TEN 


Texdenxioso,  sa,  adj.  Que 
manifiesta  tendencia  hacia  un 
fin,  doctrina,  etc.  íiovela  tenden- 
ciosa, manera  tendenciosa.  Es 
muy  usado  por  los  autores  espa- 
ñoles, pero  no  ha  entrado  toda- 
vía al  Dice;  e.>  de  creer  que 
pronto  entrará,  porque  e-^á  bien 
formado. 

Tendente,  adj.  "Que  tiende, 
se  encamina,  dirige  o  refiere  a 
algún  fin. —  Tendiente,  part.  a. 
de  tender.  Que  tiende."  -'Vsí  nos 
da  estos  dos  vocablos  el  último 
Dice.  (14.^  edición),  a  diferen- 
cia del  anterior,  que  sólo  admi- 
tía el  part.  tendiente.  Aunque  el 
adj.  tendente  está  bien  f9rmado, 
por  el  estilo  de  a-scendente,  des- 
cendente, consistente,  resistente, 
sin  emlwrgo,  por  ser  tomado  del 
francés  tendant,  te  (iw  discours 
tendant  a  prouver,  libelles  ten- 
dants  a  la  sédition),  mejor  ha- 
bría sido  no  admitirlo,  pues  en 
castellano  decimos  diriciida^  en- 
caminado, que  tiende.  I.a  culpa 
la  tienen  esas  periodista*  que  no 
.«e  inspiran  sino  en  obras  fran- 
cesas y  nos  transmiten  las  frase* 
como  las  le^n  en  aquella  lengua. 
Tendeo,  m.  fam.  Acción  <> 
cfwlo  de  tendear. 

TéNDEi?.  m.  "Carruaje  que  se 
<>ngancha  r.  la  loccinolora  y  lleva 
el  comljustible  y  agua  nece.=aria« 
l)ara  alimentarla  durante  el  via- 
je." Kl  pl.  debe  .■-er  tñidrres  y  no 
tenders. 

Tender,  a.  Tratán<l<>.-c  del 
trigo,  cebada  y  otras  uiiescs.  no 
(!ebe'dc<'ii-se.  como  en  Chile,  que 
se  tienden  con  el  viento,  .«ino 
qne  .<•'■  <  nc'imnn.  Enramarse  os 
"cchar-<'     li>s    luinos  y     uiies<js." 


Como   a.  o  transitivo,  hay  el  v. 
acamarse:    "hacer    le  lln\"a,     el 
vient".  etc.,  quc--e    tiendan  •;  re- 
■iitisten    las  mieses,  elc.'iñanur,  ol 
.lino   u  otros  vegetales  sei  i  íej  antes, 
ü.  t.  c.  r."  En     Aragón    se    usa 
achacillarse   (tumbaRie  las  mie- 
.-e?pf«r  viento  o   llu\'ia.  Ce j ador, 
Silhantes,     t.  II,  p^ig.    2^2),    v. 
dim.  de  chazar,   que  no  e¡Aí\  ad- 
mitido en    el   Dice. —  Tenderse 
en   la  cama  es  recostarse    o  me- 
terse en  la  cama,  más  por  enfer- 
medad  que  por  sueño. — Tender 
vno  In  cama  no  es  igual  a  hacer 
la  cama  (proi>ararla    para   acos- 
tarse en   ella),  iwrque  lo  que  se 
tiende  son  las  sábanas,  frazadas, 
etc. :  lia  cama  eítá    generalmente 
tendida. 

Tenderete,  m.  Se  juega  en 
Chile  como  lo  desoribe  el  Dice. 
y  también  con  encaje  y  con  ga. 
to,  ratón  y  laucha,  o  de  \ma  so- 
lii  de  o-ta"  nui!y.ras.  A'éanse 
(i ATO,  2.»  acei)..  Ratón,  2.»  acep, 
y  Laucha,  2.»  ac?p.  No  hay  uni- 
f(»r;iiidad  para  estos  dos  últimos 
nombres,  pues  unos  lo*  dan  al 
diw.  y  al  tres,  otros  ail  tres  y  al 
dos.  y  otros  al  rey  y  al  caballo. 
Cada  una  de  estáis  cartas  come 
t.xlat--  lais  inforicrcH  a  olla. 

Tendero,  ra,  m.  y  f.  Pei-sona 
que  roba  en  las  tiendas.  El  yul- 
u.v  prontmcia  tiendero.  ra.  A^éa.-* 
Trapero,  ra,  que  significa  lo 
mismo. —  Trndero.  ra,  e.*  en  es- 
lañfll:  "|X'i"sona  que  tiene  tien- 
da; jKM-sona  que  vendo  l>or 
menor."  Tendero,  m.:  "el  que 
liace  tiendas  de  campaña ;  el  que 
cuida  de  ellas."  Mechera,  f.,  e^ 
ni  cii-lcUano    "ladrona    de  tion- 


TEN 


TEN 


439 


diiiS  que  oculta  entre  lti¿  faldas  lo 
robado." 

Texdido,  da,  adj.,  part.  de 
tender,  ^o  le  dedica  art.  aparte  el 
Dice.,  sino  solamente  al  s.  tendi- 
do, que  tiene  varias  aceps.  El  r. 
tenderse  significa  "recostarse  a 
la  larga,"  pero  sin  indicar  la.s 
demás  circunstancias  del  cuei^po 
lecostado,  el  cual  puede  estarlo 
de  espaldas,  de  bruces  y  de  lado; 
de  aquí  las  distintas  esjjccifica- 
cíones  de  tendido:  si  asta  de  es- 
paldas o  boca  arriba,  se  dice  su- 
pino, na;  si  está  de  bnices  o 
boca  abajo,  prono,  na:  si  está  de 
lado,  será  decúbito  lateral,  posi- 
ción lateral.—  A  carrera  tendi- 
da: a  carrera  abierta^  a  todo  el 
correr  del  caballo. —  A  galope 
tendido:  a  tinlo  g1  galope  del 
caballo. —  Cuello  tendido:  díga- 
se cexllo  volteado. — Letra  ten- 
dida, en  oposición  a  la  recta  o 
parado,  llamamos  la  inglesa,  in- 
clinada hacia  la  derecha. 

Texedor  de  libros.  "El  que 
tiene  a  en  cargo  los  libro*  de 
cuenta  y  razón  en  oficina  públi- 
ca o  pai;"iÍ€ülar."  A-ñ  en  toda,? 
];artes. —  En  Chile  le  agi'ogí'jnos 
fe-tivamente  la  acep.  de  "indi- 
'.iduo  que  pide  libros  prestados 
y  no  los  de\axelve." 

Tenexci.\,  f.  Significa,  en  su 
2.*  ace'p.,  "cargo  u  oficio  de  te- 
niente;" mas,  como  aste  tenien- 
te no  es  claramente  el  teniente 
de  cv.ra  o  teniente  cit,ra,  mejor 
a<  decir,  para  designar  el  cargo 
u  oficio  <le  ésie,  coadjutoría,  co- 
iv.c,  dicen  en  España  y  en.*eña  el 
Dice. 

Tener,  a.  Hay  una  acep.  clá- 
sica de  este  v.   que  no  esti'i  sufi- 


cientemente declarada  en  el 
Dice,  y  es  la  3.'"  De  ella  sólo 
dice:  "mantener,  sostener.  Ú.  t. 
c.  r."  Veamos  algunas  autori- 
dades : 

Seguiendo  el  placiente  estilo 
De  la  deessa  Djana, 
Posada  cerca  de  un  filo 
La  hora  meridiana. 
Vi  lo  que  persona  humaua 
Ttngo  que  jamáa  non  vid. 

(.luán  de  Mena,  Cawión). 

La  opinión  comuna 
E  aun  de  algunos  sabidorf  s, 
Non  pero  d*!  los  mejores. 
Es  que  en  el  mundo  hay  fortuna, 
Que  su  el  cielo  de  la  hina 
Rige  estos  mundos  movibles. 
Transitorios  e  caíbles, 
Yo  tengo  que  no  hi^y  ninguna. 

{Fernán  Pérez  de  Guzmáu,  Copla»  dt-  ricios 
[e  virtudes,  copla  33i). 

Dice  el  doctor  glorioso, 
Según  solemos  leer, 
Que  al  feo  e  al  hermoso 
Tierra  lo  ha  de  comer; 
Por  ende  debe  tener 
Que  este  mundo  breve,  estrecho, 
Todo  es  tiempo  ^in  provecho, 
Si  non  es  en  bien,  facer. 


(Id..  /> 


.  Colecc.  de  Foulche-Dclbosc.  n." 


"Por  donde  erraron  los  que 
qui.-fieron  tener  que  no  se  liabía 
Dios  de  amar  por  el  premio." 
(Alejo  Venegas,  Agonía  del 
tiánsito  de  la  muerte,  p.  II,  c. 
y).  "Nosotros  que  por  fe  tene- 
mos ser  el  alma  criada,  y  por 
consiguiente  inmortal,  forme- 
nia«  esta  raxón."  (Ibíd.,  p.  IIT, 
c.  I.  Y  tres  veces  más  en  la  mis- 
ma obra).  "Alguno?  autores 
modernos   y  dignos  de  fe  dicen 


440 


TEN 


TEN 


que  San  Ambrosio  tiene  que 
San  Juan  está  en  cuerpo  y  en 
alma  en  el  cielo.  .  .El  que  ola- 
lamente  afirma  y  tiene  expresa- 
liiente  que  San  Juan  está  en 
cuerpo  y  en  alma  en  el  cielo." 
(Malón  de  Chaide,  Vida  de  S. 
Juun  Evang..  c.  XII,  art.  IV). 
"Lo  que  por  la  mayar  parte  los 
que  son  curiosos  de»tas  cxjsas  tie- 
nen y  creen,  ee  que  la  lengua 
que  hoy  usan  los  vizcaínos  es 
aquella  antigua  española.  .  .  . 
¿Tenéis  que  esa  regla  sea  ¡siem- 
pre vei-dadera?  "(Juan  de  Val- 
('és.  Dial,  de  la  lengua).  Mu- 
chas otras  citas  tenemoe,  pero  no 
aburraremos  de  la  paciencia  de 
las  lectores.  Por  todas  ellas  se  ve 
claro  quo  esta  acep.  coiTe  piu-ejas 
con  la  mivSma  que  tiene  en  latín 
el  V.  tenéi-e:  "QuoJ  tenuit  et 
(cnet  Sancta  Mater  Ecclesia.' 
(Fórnmla  de  ciei-ta  pi'ofesióndo 
fe).  Algo  se  parece,  pero  no  es 
igual  a  la  de  la  fr.  Tener  uno 
para  kí  nn/i  cosa:  "persuadiree  o 
formar  opinión  particular  en 
luui  maleria  en  que  otros  puc- 
Gcu  dudar  o  llevar  .sentencia 
contraria," —  En  latín  tiene 
también,  pero  sólo  en  la  voz  pa- 
siva, la  acep.  de  ser  o  e»tar  uno 
oliligado  a  una  cosa.  El  ca.-tella- 
no  im  la  tomó :  sin  emljiwgo,  se 
halla  en  uno  que  otro  autor  an- 
tiguo: "Aqueste  libro  es  e.-^'rito 
¡■o  nondjre  de  padre  a  fijo,  ¡mor- 
que todo  ]>adre  es  tovido  a  ense- 
ñar a  su  fijo  Iniona.s  <'ostum- 
brc¥!."  (Libro  binario,  Bibliol. 
de  anUardo,  t.  I,  col.  800).— El 
i*.  Alon.so  Rodríguez  usa  con 
mucha  frecuencia  la  pa.«iva  ser 
tenido  uno  por  ser  tenido  o  esti- 


mado en  mucho,  y  a^í  también 
algunos  más  (Ambrosio  de  Mo- 
rales, Gonzalo  Pérez,  etc.)  ;  jx'ro 
el  Dice,  no  menciona  esta  !U*p. 
En  la  de  "contenido,  moderado," 
de  la  que  tiene  el  v.  "retener, 
contener,"  u.-h3  eJ  ¡>articipio  teni- 
do Suárez  de  Figueroíi  <-uando  es- 
cribió: ''De  aquí  procede  no  con- 
vidar a  estimación  y  decoro  en 
ánimos  libres  los  nuis  sublimes 
grada?  y  títulos  cuumdo  }X)seídas 
jjor  deméritos,  puesto  que,  se- 
gún pai'ecer  de  sabios,  no  es  di- 
choso quien  vive  en  grande 
fortuna,  íino  el  tenido,  y  que  es 
por  sus  \-irtudes  digno  della." 
(£,7  Pasajero,  alivio  I).  No  es  la 
misma  que  el  tenud^  del  Ro- 
nuijic'ro  del  Cid: 

Nun  ps  de  sesudos  hoDies 
Ni  de  infivnzunes  de  pro 
Facer  dcniíesto  a  un  lidalgu 
Que  cí  teiiuilo  más  que  vds. 

Qiüere  detir:  "que  cv^  tc'H<lo  o 
considerado  como  más  hidalgo 
que  voc<." — En  Chile  le  damos  al 
V.  tener  una  acep.  olíi>tica  cuan- 
do le  suprimimos,  en  el  lenguaje 
fami.,  el  w>mplemento  (/<'  víalo, 
prohibido,  raro,  particidar,  irre- 
guiar.  "¿Qué  tiene  oso?  Eso  no 
tiene  nada." — Tener  <]ue  (e  in- 
finitivo de  oUv>  V.) :  "denota  la 
necesidad,  determinación  o  pre- 
i  isión  de  hacer  lo  que  el  v.  sig- 
nifica. Ú.  t,  con  la  prep.  de  en  la 
[iriniera  j^ei-sona  del  presente  de 
indicativo,  y  por  lo  regular  .h)1o 
s"  cni]>loa  en  son  de  amenaza." 
OlvidiW  el  I>icc.  de  advertir  que 
también  ."c  omiten  el  '¡uc  y  el  de 
cuando  .«t>  antepone  el  infiniti- 
vo:   ".Uorir    teneniox:  (.}u\ou]yc- 


TEN 


TEN 


141 


ees  quiere,  mojarse  tien^.''  (Véa- 
se  Graniáf.  de  Bello,  n.°  710,  ed. 
dé  Cuervo).  Nótese  también  que 
i-uando  el  que  es  .-<.  neutro  de 
inteiTooación  indirecta,  debe 
llevar  acento:  '"Pedro  no  teyíía 
(jiic  comer;  ¿Tienes  tú  qué  be- 
ber f" —  No  hay  (aquí  un  s.) 
qwe  se  tenga:  es  fr.  castiza,  que 
no  se  halla  registrada  en  el  Dice. 
En  Chile  es  corriente  así  en  la 
voz  reflexiva,  pero  en  Tirsx)  la 
leemos  en  la  activa: 

— María,  padre  y  señor, 
Llama. 
— Xo  ha'/  padre' (fue  tenga. 

{Mari-Heniá,iJe:,n.  U.') 

Sin  embargo,  son  ace}».  distin- 
tas: en  la  fr.  nuestra  tenerse 
significa:  "rwistir  o  hacer  opo- 
sición a  uno  en  riña  o  pelea,'" 
como  dice  el  Dice;  y  en  la  fr.  de 
Tirso  tener  está  usado  en  la 
acep.  general  de  "poseer.'' — Te- 
H'r  cuenta  una  cosa:  "ser  útil, 
conveniente,  provechosa."  "Te- 
ner en  cuanta:  "tener  presente, 
contflderar."  Tener  cuenta  con 
una  persona:  guardarle  conside- 
ración o  respeto.  Tener  cuenta 
de  umi  persona  o  cusa :  cuidarla, 
custodiarla. —  Tener  el  honor, 
Tener  la  honra.  VéaíO  Honor. 
— Tener  la  bondad.  Véase  Bon- 
dad.— Tener  lugar.  Véase  Lu- 
gar.—  Tener  presente,  Tener 
'presentes.  Véase  Presente,  2." 
art.  Nota  Bollo  que  "en  lugar 
del  auxiliar  haber  combinado 
con  el  participio  sustantivado,  se 
usan  también,  aunque  mucho 
)nenos  frecuntemente,  formas 
compuestas  en   qUe  el  v.   tener 


hace  el  ofidio  de  auxiliar  y  se 
combina  con  el  part.  adj :  Tengo, 
tuve,  tendré,  tenia,  tendria,  es- 
crita tacaría.  El  significado  tein- 
poi'al  de  &Aim  trases  se  ajusta,  a 
hs  mismias  reglas  que  las  que  se 
comiponen  con  haber.  El  v.  tener 
llcAa  comumiieinte  en  ellas  un 
complemento  acusativo  a  cuyo 
ténnino  sirve  de  predíw.do  el 
part.  Pero  este  acusativo  es  a 
veces  tiícito  e  inidetcrminado. 
Les  tengo  escrito  largamente 
sobre  esta  materia."  Cuerv'o 
obsen-a  que  el  empleo  dd 
part^  .sustantivi.do  (nó  el  ad.jeti- 
\-ado  que  dice  Bello)  es  portii- 
gae-sismo  que  se  deslizó  a  Eray 
Luis  ide  Granada  en  este  pasaje 
de  las  Adiciones  al  Memorial  de 
la  vida,  cristiana:  "¿Qué  cosa  es 
más  fuertre  ni  más  podeir)sa  que 
lo  muerte?  ¿De  quién  no  tiene 
alcanzado  triunfo?"  No  obstan- 
te, de  lo  mismo  .se  hallan  ejem- 
plos en  Cen-antes,  Sta.  Teixjsa  y 
Lope  de  Vega. — El  imperativo 
e*  ten,  tened;  el  vulgo  dice  aqm' 
tiene  vos,  tengan  u.?tedes. 

Tenida,  f.  Sesión  celebrada 
por  una  logia.  Así  se  usa  en  la 
jerga  de  la  masonería,  tomado  el 
vocablo  deJ  francés  tenue,  que, 
según  el  Dice,  de  la  Academia 
Francesa,  "il  se  dit  du  tempe 
penidant  lequel  certaines  assem- 
Ijlées  S"e  tiennent." — No  han  fal- 
tado periódicos  que  hayan  dado 
a  tenida  la  acep.  de  "traje,"  que 
es  otra  de  las  que  tiene  el  fran- 
cés tenue:  "Al  leer  la  lista  fúne- 
bre de  concurrentes  al  entierro 
de  Don  Eu-sebio  Larraín  asis- 
tiendo en  tenida  de  luto  al  Club 
de   señoras,    los   filósofos    desen- 


442 


TEN 


TEN 


cantados  han  petisado:  ¡cuan 
c«rca  esUín  la  ^'ida  y  la  muer- 
te!" (La  Unión,  de  Santiago,  13 
Ag.  1916).  ''La  seniduinbre  en 
correcta  tenida  de  frac  y  panta 
lón  corto,  formaba  calle  en  los 
caiTcdores.""  (Elvira  Santacniz 
y  Ossa,,  Flor  silvestre,  XVII). 

Teniente,  m.  Véaí=e  Sotacu- 
BA.  En  España  se  ha  llamado 
también,  como  en  Chile,  tenien- 
te solamente  al  teniente  de  cu- 
ra: "Su  merced  mandará  Uamar 
al  cura  o  a  su  teniente  para  que 
ios  despo6«."  (Entremés  El 
trivMJo  de  los  coches,  Colecc.  d« 
Cotarelo,  n"  54). — Lo  que  no 
del»  hcerse  ft?  epí-rilñr  teniente- 
cura,  los  teniente-curas,  los  te- 
aiente-párrocos,  haciendo  parti- 
cipio invariable  la  palabra  te- 
niente, cuando  es  verdadero  s. 
No  se  trata  de  una  inflexión  ver- 
bal, como  en  rompecabezas,  por- 
tnestandiirte,  frngoleíjiuis,  sdno 
ne  un  ¡?.  que,  auncjue  pailicipío 
de  presente  en  su  origen,  ]X)r  el 
viíX)  y  Mgiiificado  que  se  le  die- 
ron, se  con  virtió  en  s. :  el  tenien- 
te, un  teniente  coronel,  ptiwer 
teniente,  segundo  teniente  o  sub- 
teniente. Vicario,  rio.  adj.  y  ?., 
.significa  también :  "que  tiene  las 
vec«s,  ix)der  y  facultades  de  oIim 
n  le  sulx^ituye."  Pero  en  Chile 
nunca  se  ha  dado  este  nombre 
;d  coadjutor  o  teniente  de  cura; 
en  Framcia  sí.  Aquí  Uamamof' 
cura  ¡I  vicario  al  cura  que  tiene 
facultadlos  de  proñsor  o  ricario 
general  para  i'ecibir  infoniuicin- 
net*  nuitrinionialen. 

TE.NÍr,  m.  Arboil  chileno,  de  la 
familia  <lc  las  sixifrágeas 
l'  W'siniiinnnla       Irirli'ixpernt'in). 


Su  madera  se  usa  en  construc- 
ciones y  su  cascara  en  veterina^ 
ria  Lo  de6crit)e  minuciosamente 
Gay  en  su  Botánica  (t.  III,  pág. 
45)  y  lo  llama  taml)ién  tinel 
(otros  tineo),  palo  santo  y  ma- 
den. — El  nombre  tiene  toda  la 
forma  de  araucano,  pero  no  le 
hemos  hallado  en  los  dicciona- 
rios. 

Tennis.   Véase  Lawn-tennis. 

TeSir,  a.  Teñir  la  oración,  fr. 
fig. :  empezar  a  anochecer.  Ee 
corriente  en  Chile  y  \'iene,  a 
nuestro  juicio,  del  v.  tañer,  mal 
entendido  por  el  pueblo,  que  ja- 
más lo  usa.  "Las  campanas  es- 
tán tañendo  a  la  oración,  Ta- 
ñían a  la  oración,"  con  proposi- 
ciouee  que  pudieron  fácilmente 
convertir  el  v.  tañer  en  teñir. 
Mucho  más  probable  y  segura 
ufis  parece  esta  explicación,  qus 
el  significado  tan  iwtico  que 
habría  que  darle  al  v.  teñir,  cual 
sería:  que  la  oración,  quo  siem- 
|.)re  busca  la  oscuridad  y  el  si- 
lencio, tiñe  de  negro  u  oscurece 
las  última-í  hora-í  d-^l  día,  ]iara 
convidar  a  los  hombi-eí;  a  que  se 
entreguen  a  ella ;  o,  como  ein 
verso  lo  dijo  Bello: 

La  luna 
üe  Ib  conciencia  y  M  pensar  profundo; 
Ccscí  el  trabajo  iiíanador,  y  ni  mundo 
/,/]  íomhia  a  m  fiigar  íu  pohiUun. 

Ksi  hora  dulco  y  molaiwólica 
del  crepúscmlo  vespertino  .leria 
la  que  el  Angelu--  o  la  oración 
viene  a  leñiv. 

Teño,  ña,  adj.  Síncup..  lic  ta- 
livño,  ña,  que  ea  lo  mismo  que 
imrhitahtño,  ña:  "que  tiono  ro- 
ja o  licniícja  la  barita."    l'l  teño 


TEO 


TEO 


443 


auestro  es  de  color  dte  café  claro. 
— Es  comente  on  el  vulgo  con- 
vertir ae  en  e,  como  í=e  ve  en 
maestro,  traer,  caer,  Rafael,  Ra- 
faela, que  son  para  él  mestro, 
trer,  quer,  Rafel,  Rafela.  Faena 
es  faina,  y  Pxieza,  Beiza.  La  mie- 
ma  oup-resión  da  la  a  so  hac«,  ix)r 
sinalefa,  al  fia  de  palabra:  Es 
■inuch' espera;  Larg'  [it]  está  la 
conferencia;  Mari'  Espinosa; 
Enriquef  Espejo.  Probable- 
mente por  esta  misma  ley  pro- 
nunciarían los  antiguos  latinos 
como  simple  e  su  diptongo  ae,  y 
los  españoles  dijeron  taanbién 
Miqu^l  del  latín  Míchael. 

Teo,  n.  pr.  m.  Dim.  fam.  de 
Teodosio. — En  casi  todos  los 
nombixis  que  empiezan  con  teo 
ye  diptongan,  en  el  lenguaje 
fam..  las  doo  vocales,  pronun- 
ciando tió:  Tiodoro,  Tiodosio, 
Tiodulo,  Tiófilo,  tiólogo,  tioría ; 
y  lo  mismo  sucede  con  eskis  dos 
letras  en  muchos  otros  casos: 
pión,  pior,  Licnor,  lien,  Lionar- 
do,  pueta,  cuete  (de  ro/íc/ej, pe- 
lió,  olio,  petrolio,  aério,  empirio, 
instantanio.  Leocadia  y  Leoca- 
iliii  son  para  el  \-uilgo  Locaría  y 
Locario,  como  teología  y  teólo- 
<l<¡  soQ  tología  y  tólogo  para  el 
vulgo  esp'añol.  I^i  razón  es  la 
mayor  facilidad  y  rapidez  de 
l)ronuiiciación.  Véase  E.  En 
otras  voc-es  las  combinaciones  co, 
ea,  precedidas  de  ?i,  se  nasaliza- 
ron  en  ño,  ña:  extraño,  castaño, 
viña,  tina,  de  los  latinos  extra- 
neiis,  cn.^tfineiis,  vinea,  tinea. 

Teódulo,  n.  pr.  ni.  "La  Real 
Academia  Española  acoixió  a 
una  voz.  .  .dar  muy  e«ntido  pé- 
same a  eí5a    cor|Doración    por   la 


nuierte  do  sus  ilustres  indivi- 
duos los  señores  D.  Rufino  Jos* 
Cuervo,  D.  Carlos  Arturo  To- 
ri-es  y  el  Reverendo  Padre  Teó- 
d-uilo  Vargas."  (Oficio  a  la  Acad. 
Colombiania,  6  üct.  1911).  En 
Chille  deciniioe  Teodulo  y  esta 
misma  acentuación  da  en  latíii 
el  Martirologio  a  los  diez  Teodii- 
los  que  cita.  La  razón  está  en  el 
ginego,  de  'donde  procedo  este 
nombre:  en  griego  es  compues- 
to de  05ÓÍ,  Dios,  y  f^oCAoc.  sier\*o: 
í-iervo  de  Dios.  Como  r^&'j),oc  tiene 
diptongo,  y  todo  diptongo  es  in- 
\'ariablemente  liía-go,  luego  en 
latín  y  en  castellano  no  puede 
í?er  sino  Teodulo. 

Teólog.\,  f.  Mujer  que  tiene 
o  cree  tener  especiales  conoci- 
mientos en  teología.  "¿Quién 
m©  hizo  a  mí  teólog-af"  (Cervan- 
tes, Coloquios  de  los  peivos). 
"En  la  frase  de  aquella  bachi- 
llera teóloga,  si  la  interpretamos 
atinaida  y  benignamente,  hay 
no  poco  de  TOrdad."  (Juan  Va- 
lera,  Ecos  argentinos.  Cartas  a 
"La  Nación,"  V).  Falta  este 
vocablo  en  el  Dice. 

Teoría  o  teórica,  f.  Son 
iguales  en  su  acep.  más  usual. 

Teorizante,  part.  de  pre- 
sente de  teorizar  y  ú.  m.  c.  m. 
Que  teoriza.  Hay  míenos  necesi- 
dad de  él  que  del  v.,  porque 
puede  suplirse  con  teóríco,  ca: 
"que  conoce  las  cosas  .«ólo  espe- 
culativaanente." 

Teorizar,  n.  Hablar  o  escri- 
bir cosas  teóricas,  indei)eiidien- 
teí  de  toda  aplicación.  Es  v.  bien 
formiado  y  usado  por  muchos,  y 
que  conviene  aceptar,  porque 
hace   falta.    No  pue<le   i'eempla- 


444 


TER 


TER 


zaree  con  especular,  que  en  la 
{icep.  pertinente  sólo  significa: 
'■meditar,  contemplar,  conside- 
rar, reflexiona!*.'  Yént^  Izab 
(Verbos  en). 

Tepú,  m.  "Árbol illo  (|ue  ?« 
ciííi  en  los  lugai"e6  húmedos  de 
Valdma  y  Chiloé,  l'onnando  a 
veces  selvas  mity  t.iii>idas,  tan 
eiiimarañadas,  que  es  imposibk; 
peneti-ar  en  ellas.  El  leño  es  muy 
útil,  pero  raras  veces  algo  gnie- 
;■<.."  (Philippi).  Pertenece  a  la 
faipilia  de  l¡is  mirtáceas  y  su 
nombi-c  científico  es  tepunlia 
.^tipularis.  ''Da  una  madera  exce- 
lente jxiira  leña,"  dice  Cavada. — 
VA  nombre  tiene  forma  arauca- 
nr,  pero  no  lo  registran  los  dic- 
cionarios. 

Tepial,  m.  Sitio  poblado  de 
tenues.  (Lenz  y  Cavada).  Véase 
el  anterior. 

Teque.  Véase  Tique. 
Tercero,  ra,  adj.  Falta  en  el 
Dice,  la  acMjp.  de  tercera,  sustan- 
tivado, cuan' lo  ¡^  aplica  a  una 
i'X^^n  teivera  o  torcera  oixlen. 
Ii'c.  que  tam|>üco  está  definida 
ni  en  C)iu)EX  ni  :;»  Tercera.  En 
e!  lenguaje  comente  ev>  w^ 
más  solo  que  jconi]>añado  de 
orden:  "Pertenezco  a  la  tercera 
de  San  Fi-an cisco;  Podro  entró 
en  .hi  tereera  de  Santo  Domin- 
go."— Falta  también  el  f.  terce- 
ra, aplicado  a  la  mujor  que  pro- 
fi-sa  una  orden  tercera.  "María 
0-^  tercera  de  la  Merced  y  .\naes 
tercera  de  San  Fraiiicisco."  El 
Dice,  sólo  trae  el  m.  tercero,  y 
restringiéndolo  a  solas  las  órde- 
nes terceras  de  San  Francisco,  de 
Santo  Domingo  y  de  Nuestra 
Señora   del  Carmen,    como  si  no 


hubiera  otras  más. — En  algunos 
hospitales    se  llaman  tercero,  ra, 
el  hombre  y  la  nuijer   que  velan 
durante  la  noche.  "Todo  el  ñauí- 
do sabe  que  his  salas  de  nuestros 
hos].iitales     quedan    de   noche    a 
cargo     de  ciertos    su.jetos     cuyo 
rango    no  pasa,    en    realidad,  de 
porteix»  o  vigilantes,  y  cuyos  co- 
nocimientos   médicos    están,    en 
consecuencia,   no  muy   ]X)r  enci- 
ma de  su  preparación   y   condi- 
ción social.  E.«tos  individuos,  que 
en  el  lenguaje   de  los   hospitales 
se  conoce  \n'\  ]>or  terceros  a  cau- 
sa de  que  ocupan   el  tercer  lusar 
en  la  atención    del  enfermo,  des- 
pués del  médico  y  el  practicante, 
son    personas   que   disfnitan    de 
un  .sueldo  de.  .  ."    (El  Mercvrin, 
de  Santiago.    17    de   Dic.   1917, 
copiando   un   art..  del  de   Valpa- 
raíso).   En     otros   hosi>itales   se 
llaman    vejador,    ra,    y  en    otros 
nochero,   ra.    Véa-^e    es*íi    última 
voz. — Al  tercero    día.    loe.    anti- 
cuada que  se  consena  en  el  Cro- 
rlo  y   en  otras    fórmulas:    en  los 
demás  caso«  se  dice  Al  tercer  día. 
— Dentro  de  tercero  día.  fórnuila 
forense,  que  en  los  demás  casos  es 
Dentro  de  tres  díax. — En  cuanto 
a  la  apócope  de  tercer  \Kn-  terce- 
ro, véase    Postrero.    En  diarios 
muy  serios    hemos    leído:  "Pue- 
blos de  tercer    o  cuarto  orden." 

Terciar,  a.  So  conjuga  si- 
guiendo la  acoMlración  <\c  tercio 
y  tercia;  jMíro  Lope  de  Tíueda  lo 
conjugó  oomo  lo  ludiría  hecho 
nuoti'o  vulgo  .■»!  lo  usara:  "Haz- 
le a  un  calió  y  terceatú  en  ello." 
(nef/islro  de  representantes,  pa- 
,-0  II). 


TER 


TER 


445 


Tercio,  m.  Jugar  uno  un  ter- 
cio. Dígase  Jugar  en  tercio,  fr. 
que  falta  en  el  Dice,  y  que  Co- 
vaiTubif.d  explica:  "cuando  jue- 
gan tres." 

Terciopelo,  m.  Planta  chile- 
nn,  de  las  familias  de  las  bigno- 
niác«as,  tribu  de  las  argilieas. 
"Único  género  argylia  Don.. 
cartucho,  terciopelo,  hinojillo, 
que  comprciiíle  unas  dOce  espe- 
cies y  pertenece  casi  exclusiva- 
m€.nte  a  las  proWndaB  boreales 
y  centrales  de  Chile.  Son  yerbas 
[«irenuct?,  ila  nrayor  parte  con 
raíces  muy  gruesas,  de  hojas 
digitadíiH,  cada  hojuela  dontada, 
sinuosa,  y  aun  pinatífida,  flo- 
res muy  bonitas  y  cápsulas  alar- 
gadas en  fori-ia  de  silicua;  nie- 
veet-n  .-«r  <-uitivadas  en  los 
jíirdincs."  (PhiMppi).  Un  arti- 
culi.sta  chileno  l:i  detcribió  a.-íí: 
"Yerba  parecida  al  perejil  cres- 
po, de  l'tiKm  flor,  semejants  a 
ekgante,  alta  y  delgaiüa  copa 
champanera,  de  coloi"es  vaii^x- 
díiinios,  pues  va  del  amarillo 
narianja  al  blanco  y  ail  ix>jo, 
según  el  lugar  on  que  crece  y  la 
estación :  es  yerba  de  papa  (bul- 
bo), generalinonte  de  más  que 
regular  tamaño  y  con  la  propie- 
díiKl  de  producir  un  amargo  tan 
acentuado  que  «leja  chiquito  al 
muy  rciC'om enriado  colombo,  que 
a  tan  buen  pi-cjcio  pagromos." 
Del>e  este  vocablo  pasai-  a¡l  Dice. 
— Fam.  y  festivo,  conjunto  de 
individuos  da  tea-oer  orden  o 
cla.'íe,  inferiores  a  los  de  medio 
peh)  (por  analogía  oon  e:ftaloc.) 
Véase  Pelo. — De  tercio  pelo, 
loe.  fain.  y   fe-tiva  que    decimos 


del  individuo  inferior  al  de  la 
clatse  media. 

Teeciopeloso,  so.  adj.  "En  la 
Catedral  de  Todedo,  en  la  cámara 
o.el  tesoro,  entre  orientales  es- 
plendores die  perlas  negras,  ru- 
bíes balajas  y  enormes  y  tercio- 
pelosas  amatistas,  se  alza  una 
figiu'a  escueta,  luenga,  som- 
bría..." (Coü^desa  de  Pardo 
Bazán,  lu-t.  El  culto  del  Greco). 
M  Dice,  .sólo  admite  terciopela- 
do y  aterciopelado,  da:  "seme- 
jante al  terciopeilo."  SegYui  el 
significado  general  de  los  adjs. 
en  oso^  que  denotan  que  el  sujeto 
pasee  en  ^íliiiudiuicia,  plenitud 
y  fuerza  la  co-a  expresada,  o  que 
!:■,  aiiiia  n  (¡ai ere  o«n  paisión 
(Moniau),  tt-rciopeloso  sería:  lo 
que  tiene  en  abvmdancia  o  pleni- 
tud la  cuailidad  cari\cte!rí.stica  del 
terciopelo,  es  decir,  la  sua^ñdad. 
Por  coiLsiguiente,  es  este  adj.  de 
.-■iguificado  más  intenso  que  los 
otras  d(x<,  y  no  .-ería  redundante 
tu  admi.«ión. 

Terco,  c.'V,  adj.  Signiflca  "per- 
tinaz, obistinado  e  irreductible;" 
pero  en  Chile  et?  coa-rientie  en  el 
significado  d©  úrovo  y  áspero  en 
el  trato,  severo  y  de  pocas  pala- 
bras. Así  es  el  individuo  que 
aquí  se  califica,  de  terco. 

Tere,  f.  Dim.  fam.  de  Tercm. 
Teredta  y  Teresica  .se  lee  en  las 
Cart-CM  de  Sla.  Teresa, 

Teres.v.  f.  Monja  carmelita 
descalza,  que  profesa  la  reforma 
de  Santa  Tei-esa.  "El  origindl 
cí-tá  en  el  convento  de  las  Tere- 
sas de  Alcalá,  o  sea,  de  Coipus 
Christi."  (V.  Lafuente,  Cartas 
de  Sta.   Teresa,   nota  a  la   :528). 


UG 


TER 


TER 


"Los  maltrechas  condes  fueron 
amparados  por  los  frailes  de  Re- 
coletos y  las  vecinas  monjas  Te- 
rescijs."  (Kicai'do  Sepúlveda,  Ma- 
drid viejo,  pág.  54).  Véíise  Rosa 
(Monja). 

Tekesiaxo,  xa,  adj.  Pertene- 
cieinte  o  lyjlatirv'o  a  Santa  Teresa 
de  Jesús.  Reforma  tere»iana,  es- 
piritu  teresiano. —  En  Chile 
además  de  la  aeep.  antei-ior,  dí- 
cese  de  la  hermana  de  votos 
siraiples  pen-ítineciente  a  un  ins- 
tituto religioso  que  tiene  por 
patix)na  a  Santa  Tei'esa  y  está 
afiliado  a  la  tercera  orden  car- 
melitana. Ü.  t.  c.  a.  f.  Iglesia, 
colegio  de  las  Teresianas.  Falta 
todo  e--te  art.  en  el  Dice. 

Tergiversador,  ra,  m.  y  f. 
Persona  que  tergiversa.  Falta  en 
el  DicH'.  Si  hay  v.  tergiversar  y 
s.  tergiversación,  debe  hal^r 
también  tergiversador. 

Termixal.  Como  adj.  lo  ad- 
miite  solamente  el  Dice:  "final, 
últiimo,  y  que  pone  término  a 
una  cosa."  No  ha  adjiíitido  la 
cxpi'esión  Caso  terminal,  ni  ter- 
minal^ m.,  con  que  designó  Be- 
llo el  ablativo  de  .loe  pronom- 
bre-* pensonales:  mi,  ti,  él;  noso- 
tros, vosotros,  ellos,  nosotros, 
vosotras,  ellas. 

Terminante,  aidj.  Es  partici- 
pio die  i)i^sent6  de  terminar, 
cuya  1 ."  acep.  es  "poner  ténni- 
no  a  una  c«isa,  acabarla."  Por 
conHiguiente,  es  bien  dicho  Or- 
den terminante.  Palabras  termi- 
nantes, tratííndoflo  de  las  que 
finalizan  o  ponen  término  a  ima 
cosa. —  Como  simple  adj.  .signi- 
fica: "claro,  preciso,  concluyen- 
te."  En    cualquiera     de   las   dos 


U.S0S  que  se  tome,  es  decir,  como 
part.  o  como  adj.,  creemos  que 
taimbién  es  bien  dicho  Hombre 
terminante,  Juez  terminante, 
tratándose  de  personas  que  ha- 
cen sentir  su  autoridad  de  una 
manei"!  perentoria. 

Terminista,  com.  Individuo 
que  usa  de  términos  muy  rebus- 
cados; pmñstii.  jjedante,  cultera- 
no. Ahora  m/us  bien  se  aplicaría 
a  loe  modernistas  y  dei-adentes. 
Véase  el  siguiente. 

Término,  m.  Muy  usado  es 
en  Chile  jwr  palabra  rel)uscsida 
o  retumbante.  "¡Qué  términos 
iLsa  este  mozo !  No  hay  otro  como 
él  pai'a  los  términos;  lia  api"en- 
dido  ima  cantidad  de  términos, 
que  no  hay  más  que  oírle.'"  En 
rigor,  no  está  mal  usado  el  voc-a- 
1,1o,  ]>ei'o  mejor  sería  el  «lesjíecti- 
vo  ti'niiinarho  o  terminajo. — 
En  (iramática  llamó  término  D. 
Andrés  IV.lo  la  palabra  o  frase 
que  designa  el  objeto  o  idea 
en  que  termina  la  relación  indd- 
cada  por  una  pre¡x)sición  =  Un 
libro  de  fábulas;  fábulas  es  el 
término  de  la  relación  de  asunto 
o  materia  indicada  por  la  prep. 
de.  Para  la  Academia  estii  acep. 
óe  término  abarca  más,  ix>rque 
es  "c«da  uno  de  los  dos  elemon- 
tos  noccsfj-ias  en  la  rela<'ión 
gramaticiiil."  Así,  "en  esta  expix)- 
sión,  Amoi'  de  madre,  hay  doe 
términos:  amor,  que  es  ol  ante- 
cedente, y  madre,  que  e<  el  con- 
siguiente de  la  TW-ep.  de." 

Terminología,  .f.  Se  puedo 
roemplazaír  con  sus  ninónimot' 
nomenclatura  (conjunto  de  las 
voces  técnicas  y  propias  de  una 
facultad),   tecnicismo    (wnjunto 


TER 


TER 


447 


<Ie  voe^  técnica  eraipleadas  en 
el  lenguaje  de  lui  airte,  ciencia  u 
oficio,  etc-.)  y  tecnologki  (len- 
guaje propio,  exclusivo,  técnico, 
de  las  ciencias  y  arte?)  ;  pero, 
c-onio  es  también  ¿e  uso  general 
y  es  más  compircufeiblo  para  to- 
dos, conviene  ac-jplarlo.  Por  au- 
loaidadea  no  quedamos:  "La 
invasión  de  una  terminología 
innecesíuña  bajo  el  punto  de 
vi^ta  do  la  ciencia  españoila." 
(Vicente  Raneantes,  Disc.  de 
recepción  en  la  Academiu  Espa- 
ñola). "Veamos  ahora  la  termi- 
nología de  la  hechiceiia  en  cada 
uno  <le  los  idiomas.'"  (Cejador, 
Silbantes^  i.  II,  pág.  288).  Y  así 
miismo  en  otras  de  su>s  obra?. 

Tekmópil.^s,  f.  pl.  Cóleb™ 
d&sfiladero  de  Grocda,  entre 
Tesalia  y  la  Lócñde,  en  el  monte 
lita,  donde  Leónidas,  con  s^olof- 
300  .soldarlos,  detu\'o  el  ¡nmen.«o 
ejército  de  .Jerje-.  Como  este 
nombre  es  de  todos  conocido  y 
frecuientemente  se  alude  a  él, 
delie  incluirse  en  el  Dice. — La 
etimología  es  el  griego  &spa  ',ter- 
mas,  y  "'j>.*i,  paso,  desfiladero: 
desfiladero  de  las  termas. 

Temada,  f.  fam.  Terno  de 
ropa. 

Terne  o  ternejal,  adj.  fam. 
y  vi.  t.  c.  s.  Valentón.  Ambos  son 
castizos. 

Temeraje,  m.  Reunión  o  con- 
junto de  terneros.  Más  acertado 
habría  sido  ternerad-a  a  imita- 
ción de  los  castizos  boyada,  ca- 
balladn,  burrada,  torada^  vaca- 
<ln.  yeguada.  No  le  conocemos 
er|nivalente  en  castellano:  bece- 
rrada, que  habría  sido  muy  pro- 
pio, sólo  fdgnifica:  "lidia  o  corri- 


da de  becerros."  Véase  Ban- 
dada. 

Ter.vero,  m.  Carne  de  terne- 
ro, o  de  ternera:  basta  ternera 
solamente,  que  significa  "carne 
de  ternera  o  de  ternero."—  Ter- 
nero de  pie :  el  que  todavía  ma- 
ma, desde  que  nace  hasta  que  ee 
separa  de  la  vaca ;  y  se  llama  así, 
porque  vive  al  pie  de  la  madre. 
En  castellano,  ternero  recental^ 
o  recental,  m.,  (el  de  leche  o  que 
no  ha  pastado  todavía)  y  terne- 
ro mamón  (el  que  está  todavía 
mamando). —  Ternero  juanillo: 
el  que  se  da  como  gratiii(  ación 
o  adehala  cuando  se  venden  va- 
cas con  sus  (a-íns.  Véase  Juanillo. 

Tern'ERO,  m..  íig.  y  fam.  In- 
dividuo que  figura  en  segundo  o 
tercer  lugar  de  una  terna,  más 
para  compleUu-  número  que  pa- 
ra ser  nombrado  para  el  cargo  o 
puesto.  Es  chilenismo  gracioso 
y  bien  formado. 

Ternerón,  na,  m.  yf.,{wmi.de 
ternero.  En  lenguaje  fam.,  nulo 
que  ya  ha  salido  de  la  edad  de 
la  infancia  y  hace  cosas  pi'opias 
de  aquella  edad. —  Muchacho 
nuiy  crecido. —  En  castellano 
hay  también  ternerón,  na,  pero 
es  derivado  de  tierno  y  se  aplica 
a  la  persona  que  se  enternece 
con  facilidad.  Así  mismo  terne- 
jón, na.  Véase  Guagualón. 

Ternilla,  f.  Sabido  es  qr.e  ter- 
nilla es  el  "tejido  sólido,  flexi- 
ble, elástico  y  blanquecino  que 
generalmente  forma  láminas  en 
el  cuerpo  de  los  animales  verte- 
l)rados."  Para  el  destete  de  los 
terneros  usan  nuestros  hombres 
de  campo  una  tableta  con  mues- 
cas a  propósito   para  colocarla  a 


448 


TER 


TER 


ástos  en  la  teruillo  de  la  nariz, 
de  manera  que  les  impida  ma- 
marle a  la  vaca,  pero  nó  comer 
el  paáto  del  suelo.  Como  no  han 
sabido  qué  nombre  dar  a  este 
objeto,  lo  han  llamado  ternilla, 
porque  va  colocado  en  la  terni- 
lla. En  Efpaña  llaman  bozal  la 
"t-ableta  con  púas  de  hierro  que 
se  pone  a  los  terneros  para  que 
no  mamen  a  las  madres."  Abo- 
zalar (iwner  bozal)  es  el  v.  res- 
pectivo, y  rió  aternillar,  como 
dicen  aquí. 

Ternísimo,  ma,  adj.,  superl. 
de  tierno.   Véase  Superl.\tivos. 

Ternó,  m.  del  francés  ter- 
niiiLf,  cachemira  fabricada  por 
la  casa  de  comercio  fundada  por 
Ternaux,  a  imitación  de  las  de 
la  India.  Ú.  t.  c.  adj.  Cacnemira 
Tt,rnaux.  Así  el  Dice,  de  Littré. 
En  Chile,  además  de  la  tela  mis- 
ma, se  llama  ternó  el  chai  que 
.se  hacía  de  ella;  y  es  ima  prenda 
mujeril  pasada  de  moda,  pero 
de  gran  valor.  Hoy  se  vende  co- 
mo objeto  antiguo  y  .se  usa  co- 
mo adorno  de  pianos,  sofaes,  etc. 
"Una  profusión  de  peinadores, 
bata«,  manteletas,  al)rigos,  etc., 
entre  éstos  un  chai  de  Tcrneau." 
(lín  vez  de  Ternau.i:,  Seralla, 
Cosas  que  fueron,  c.  XXIX). 

Tkkxo,  m.  ¿Qué  idea  tendría 
de  temo  el  gacetillero  que  escri- 
bió: "Se  remataron  dos  hermo- 
sos temos  de  e.-<|)ejos,"  en  vez 
de  dos  espejos  pareados  o  un  jiar 
de  es|x>jos?  El  temo,  como  lo 
dice  su  nombre,  es  "cxjnjunto  de 
tres  co.eas  de  una  mi.sma  osix-- 
cie."  Por  eso  el  Dice.  <>.specifica, 
entre  los  temos,  el  de  la  mi.-a 
solemne  y  el  do  la  ropa  de  hom- 


l>re  (pantalón,  chaleco  y  cha- 
queta). Por  la  mi¿ma  razón  de- 
bió mencionar  también  el  terno 
de  ropa  blanca,  en  las  mujeres, 
compuesto  de  camisa,  calzón  y 
enagua,  y  el  do  joyas,  compues- 
to de  los  dos  aretes  o  jíendientes 
y  del  alñler  de  jjecho  (prende- 
dor). En  Cuba  se  compone  este 
úitimo  de  collar,  aretes  y  alfiler 
de  pecho,  (l'ichardo).  La  IH.» 
edición  agregó  el  terno  del  hom- 
bre; puede  .ser  que  la  1").»  agre- 
gue e.st(>.s  dos  de  las  nnijeres. — 
La  gente  de  esanpo  suele  tam- 
bién llamar  terno  el  conjunto 
de  liis  riendas,  la  cal)ezada  y  el 
jac/itimón. — No  se  olvide  que  el 
"determinado  número  de  cosas 
entre  sí  relacionadas  y  que  sir- 
ven al  mi.smo  fin,'"  se  llama  en 
castellano  jiie(/o.  y  par  o  pareja, 
si  son  dos. 

Tekqie.ak.  n.  M(i>irarse  terco, 
portarse  tercamente  (entendida 
la  tci-quedad  en  el  sentido  espa- 
ñol. \'éase  Terco).  No  aparece 
este  V.  en  el  Dice,  jxn'o  lo  halla- 
mos a-^ado  por  dos  buenos  auto- 
res: "Quien  de  ordinario  probó 
agrios  de  madra-stra,  amaine  en 
los  emjx'ños,  no  tcrqu-ee."  (Gra- 
cián,  A7  Híroe,  prinior  X). 
"Por  una  pasioncilla,  que  la  al- 
ma terquea  en  defenderla  o  en 
no  quererla  i'onocer,  será  justo 
se  la  reforme  la  nuicha  frecuen- 
cia de  conumiones."  (Arbiol, 
Desenf/ailos  nrlsticos,  1.  1,  c. 
XXii).  ".Vlgunas  almas  se  car- 
gan de  larguísimas  devtx-io- 
ncs...:  kÍ  lirqavan  en  cumplir- 
las, SI'  caen  de  sueño."  (Ibid..  1. 
II.  c.  I).  'Dios  quiere  que  te 
salves,    y  tú  terqueas  en    conde- 


TERR 


TERR 


44;i 


narle."  (IlAd.,  1.  II.  c.  XY).  El 
siuóinino  que  dii  para  esta  idea 
el  Dice,  es  tenacear,  derivado  de 
tenaz.  \'éase  más  atrás. 

Terra  cotta,  loe.  italiana.  Li- 
teralmente significa  "tierra  co- 
cida;" en  castellano,  figulino^ 
na,  adj.,  de  barro  coc-ido.  La  ma- 
teria se  llama  arcilla  figulina  (la 
arcilla  que  contiene  caliza,  are- 
na, óxido  de  hierro,  etc.,  y  es  de 
uso  corriente  en  alfarería;  y  la 
obra,  estatua  (o  lo  que  fuere) 
figulina.  Ténganse  también  pre- 
senten: cerámico,  ca  (pertene- 
ciente o  relativo  a  la  cerámica, 
que  es  el  "arte  de  fabricar  vasi- 
jas y  otros  objetos  de  luirro,  de 
todas  clases  y  calidades"),  barro 
(va.so  de  diferentes  figuras  y  ta- 
maños, hecho  de  tierra  oloi'osa, 
para  beber  agua),  alcarraza  (va- 
sija de  arcilla  porosa  y  poco  co- 
cida, que  tiene  la  propiedad  de 
dejar  resudar  cierta  porción  de 
agua,  cuya  evaporación  enfría 
la  mayor  cantidad  del  mismo 
líquido  que  queda  dentro),  ca- 
charro (vasija  tasca),  búcaro 
(vasija  hecha  con  la  arcilla  olo- 
rosa llamada  también  búcaro, 
que  es  de  tres  colores:  roja,  ne- 
gra y  blanca),  barro  ele  hierbas 
(búc4iro  adornado  con  relieves 
de  la  misma  tierra,  que  repre- 
.sentan  o  imitan  hierbas) . 
Terrajear.  ^'éase  Tarr.\j.\r. 
Terral,  ni.  Así  corrigen  algu- 
nos letrados  el  tierral  que  dice 
el  pueblo,  cuando  el  nombre 
exacto  es  polvareda. — El  remoli- 
no de  polvo  .se  llama  en  castella- 
no tolvanrra. — Otro  terral  que  se 
conoce  en  Chile  es  el  viento 
puelche  o  raco.  "Raja  de  la   cor- 

Dico.  de  Chil.,  t.  V. 


(lillera  un  viento  sua\e  y  fre.-^co, 
llamado  en  el  paí<  puelche  o  te- 
rral." (Barros  Arana,  Geografía 
fisica).  El  nombre  terral  viene 
del  ca.stellano  viento  terral,  que 
en  Marina  es  "el  que  viene  de  la 
tierra.''  Es  claro  que  para  los 
que  navegan  en  las  costas  de 
Chile  el  viento  terral  no  puede 
ser  otro  que  el  que  sopla  de  la 
cordillera  de  los  Andes.  Para  la 
1.^  acep.,  terral  o  tierral  es  la 
forma  abundancial  de  tierra. 

Terranova,  m.  Perro  grande 
de  una  raza  especial  de  la  isla  de 
Térranova,  que  ahora  está  casi 
extinguida.  Ca¿>i  todos  abrevian 
la  expresión  perro  de  Térranova 
en  térranova:  "Tengo  un  térra- 
nova. Compré  un  térranova." 
"La  generosa  mujer  que  se  bota- 
ra a  la  muerte  en  pos  de  eu  ama, 
fué  salvada  por  un  térranova 
como  un  león  que,  la  lengua 
fuei'a,  venía  galopando  tras  Se- 
lim."  (Juan  Montalvo,  Geome- 
tría moral).  "Y  el  niiismo,  que 
se  compara  con  el  fiel  térranova 
que  huye  a  morir  lejcs  de  lo 
que  ama  para  no  transmitirle 
la  ponzoña  que  a  ól  lo  consume, 
es  el  que  expresa.  .  ."  (Antonio 
Gómez  Restrepo,  Estudio  prelim. 
a  las  Poesías  de  Raf.  Pombo). 
Fialta  este  vocablo  en  el  Dice. 

Terraza,  f.,  y  terrado,  m. 
Son  iguales  en  esta  acep. :  '-'sitio 
de  una  casa,  descubierto  y  ele- 
vado, desde  el  cual  se  puede  ex- 
playar la  vista." —  Azotea  es 
"sitio  descubierto  en  la  parte 
.superior  de  una  casa,  y  por  el 
cual  se  puede  andar." 

Terremoteado,  da,  adj.  Que 
ha  sufrido  los  daños  o  perjuicios 

29 


450 


TERR 


TES 


de  un  terremoto.  ''Esta  casa  que- 
dó terremoteada."  Se  usa  desde 
el  terremoto  de  1906,  que  ha  si- 
do el  más  grande  desde  mucho? 
años  atrás. 

Terremoto,  ni.  Véase  Tem- 
blor. (Nótese  en  la  cita  de  El 
Pinciano  cómo  éste  escribió  te- 
rremoto, que  es  como  pronimcia 
todavía  nuestro  viilgo) . — Fig.  y 
fam.,  tolondrón  o  chichón  que 
se  forma  en  la  cabeza,  sin  que  se 
caiga  el  pelo. — En  sembrados  de 
trigo,  mancha  en  que  éste  crece 
tupido  y  lozano. — De  estas  dos 
aceps.,  la  primera  se  explica  co- 
mo graciosa  o  fe-liva  por  .seme- 
janza con  los  efectos  que  hace 
un  terremoto;  y  la  segunda,  por 
la  creencia  que  hay  en  la  gente 
de  campo  de  que  los  terremotos 
.son  favorables  a  la  agricultura 
por  cuanto  remueven  la  tierra. 
Por  eso,  cuando  tiembla,  dicen 
que  se  darán  muy  buenas  las 
papas.  Así  también  las  manchas 
de  buen  trigo  indican  que  allí 
hubo  un  terremoto. 

Terreno,  m.  Véase  Rasgo, 
2.»  acep.  Terrazgo  significa  tam- 
bién "pedazo  de  tierra  ]>ara  sem- 
brar."—  Comprar  terreno  uno. 
Véase  Sitio,  porque  con  esta 
voz  se  usa  mucho  más  la  fr. — 
Salier  uno  el  terreno  que  pisa, 
fr.  íig.  que  falta  en  el  Dice.  Ü. 
m.  con  negación. —  Terreno  del 
honor  es  en  castellano  i-nnipii 
(le.l  honor:  "sitio  donde  comba- 
ten dos  o  más  per-Jona»." 

Terrón",  m.  La  acep.  fig.  y 
fam.  de  "persona  muy  anciana, 
débil  o  achacosa,"  es  cuteramen- 
te castiza,  y  como  tal  la  usó  el 
l'adre      Manuel     T.ncunza:    "Me 


acuerdo  que  la  vi  tan  vieja  trein- 
ta año.*  hace.  .  .  ¿Que  será  aho- 
ra? \'n  terrón."  (Carta  a  »u  tía 
Mercedes,  Revista  de  Hist.  y 
Geografía,  t.  IX,  n."  13).  Tam- 
bién se  dice  en  castellano  terrón 
de  tierra  y  montón  de  tierra. 

Terror,  m.  Época  de  la  revo- 
lución francesa  en  que  el  tribu- 
nal revolucionario  y  el  patíbulo 
funcionaron  sin  cesar.  Bien  pue- 
de el  Dice,  admitir  esta  acep. 
hi/ítórica,  que  es  usada  por  todos 
ios  autores. 

Tertili.\.vo,  N.A.,  y  terti  lio, 
LIA,  adjs.  y  úsanse  t.  c.  sustanti- 
vos. "Dícese  del  que  concurre  a 
una  tertulia." —  Contertulio, 
lia,  y  contertuliano,  na,  m.  y  1.: 
"persona  que  concurre  con  otras 
a  una  tertulia." 

Tertuliar,  n.  Asistir  a  una 
tertulia:  charlar,  conver.^ar. 
Bien  formado  y  se  usa  en  Chile, 
Colombia  y  otras  partes;  cree- 
mos que  con  el  tiempo  será  ad- 
mitido.—  Su  conjugación  debe 
.-er  .siguiendo  al  s.  tertulia:  ter- 
tulio, lin.i.  tertulie,  lies:  y  no 
tertuleo,  tartalean,  como  dice 
a<|uí  el  ])ueV)lo. 

Tesa,  f.  Acción  de  tesar  \m 
buey.  Es  más  bien  el  imperativo 
del  V.  tesar,  porque,  al  hacer  te- 
sar al  buey,  .se  le  dice:  ¡tesa! 
Raras  veces  se  usa  c.  s.  "Dale 
una  tesa  a  ese  buey." 

Tesálko.  ca;  Tesalien'sk; 
Tesalio.  lia,-  Tésalo,  la.  adjs. 
y  úsansc  t.  c.  sustantiv<\-<.  Natu- 
ral de  Tesidia.  I><is  tres  i>rimero.-f 
tienen  también  esta  2.*  acej». : 
"iK-rttMiecicnte  a  esta  región  de 
íirecia  antigua." 

Tesalonicense.    adj.    "Natu- 


TES 


TES 


4r,i 


ral  de  Te-salóniea.  Ü.  t.  es.  j  | 
Perteneciente  a  esta  ciudad  de 
Macedoiiia."  Admitido  desde  la 
13.^  edición  del  Dice,  a  pesar 
de  que  en  el  lenguaje  eclesiásti- 
co venía  usándose  por  lo  menos 
de.<de  que  San  Pablo  escribió  sus 
Epístolas  a  los  Tesalonicenses 
(nd  Tliessalonioenses) .  El  nom- 
bre Tésalo  nica  que  cita,  el 
Dice,  griego  en  su  origen  y  que 
significa  victoria  de  Tesalia,  hoy 
está  abreviado  en  Salónica. 

Tesar,  n.  Como  a.  lo  daban 
las  ediciones  anteriores  del  Dice, 
en  la  aoep.  de  "andar  hacia 
atrá.s  los  bueyes  uncidos;"  pero 
la  14.",  con  buen  acuerdo,  co- 
rrigió  el  error  y  declaró  n.  el  v. 
En  Chile,  familiarmente,  apli- 
camos esta  acep.  también  a  las 
personas.  "Pedro  no  tesa  jamás" 
(no  ceja,  no  cede). — En  la  acep. 
de  Jlarina,  "poner  teso  un  cabo 
u  otro  objeto  flexible,"  tesar  esa. 

Tesoneramente,  adv.  de  m. 
Con  tesón,  de  modo  firme  y 
constante.  Su  suerte  va  unida  a 
la  de  tesonero,  del  cual  se  deriva. 

Tesonero,  ra,  adj.  Di  cese  del 
individuo  que  obra  con  tesón,  es 
decir,  con  firmeza  y  constancia. 
Es  vocablo  corriente  en  Chile  en- 
tre la  gente  culta  y  siempre  se 
emplea  en  buen  sentido,  como 
elogio  de  la  persona  firme  y  cons- 
tante, especialmente  para  el  tra- 
h>ajo.  Es  extraño  que  el  Dice,  no 
lo  haya  recogido,  cuando  lo  tiene 
en  casa  pf>r  lo  menos  desde  el 
siglo  XV,  como  con.sta  de  la 
edición  académica  del  Teatro 
completo  de  Juan  del  Encina 
(pág.  238) : 


— Siéntate,  ño  estes  erguecho. 
— Anda,  va  te.  que  ño  quiero. 
— ¿Por  que'  sos  tan  tesonero? 
fósale,  ansí  Dios  te  valga. 

Tesorizar,  a.  Verbo  anticuado 
que  falta  en  el  Dice,  y  el  cual 
sólo  admite  la  forma  latina  te- 
saurizar, atesorar. 

Sol  de  prosseguir  honor 
B  d'andar  thesorizando... 

Que  no  les  puede  valer 
Cuanto  han  tesorizado. 

(■Gallardo,  Bibliuteca,  t.  I,  col.  563  6). 

A.sí  mismo  D.  Iñigo  López  de 
Mendoza  en  más  de  una  de  sus 
poesías. 

Testada,  testarada  y  tes- 
TERAD.v,  f.  Los  tres  significan: 
"golpe  dado  con  la  testa.  ||  Ter- 
quedad, inflexibilidad  y  obsti- 
nación en  una  aprensión  parti- 
cular." Ninguno  de  ellos  es  inco- 
rrecto, como  lo  indicó  Ortúzar. 

Testamentar,  a.  Autorizar, 
dirigir  o  redactar  un  testamen- 
to. "Ya  saben  a  qué  atenerse  los 
señores  abogados  que  sean  lla- 
mados para  testamentar  al  en- 
fermo que  agoniza."  (La  Unión, 
de  Santiago,  13  Ag.  1916).  No- 
vedad de  periodistas  que  ojalá 
caiga  en  el  vacío. 

Testamentería,  f.  Forma  ple- 
beya de  testamentaría.  Es  seme- 
jante a  la  carnecería  de  los  ma- 
drileños y  a  la  secretería  de  al- 
gunas chilenos. 

Testera,  f.,  o  testero,  m. 
Lina  de  sus  aceps.  castizas  es: 
"adorno  para  la  frente  de  las 
caballerías,"  y  no  debe  confun- 
dirle con  frontalera  (correa  o 
cuerda  de  la  cabezada  y  de  la 


452 


TET 


TET 


brida  del  cal^allo,  que  le  ciñe  la 
frente  y  sujeta  Uiü  carrilleras). 
— Las  demás  aceps.  de  testera  o 
testero  son:  "frente  o  principal 
fachada  de  una  casa;  asiento,  en 
el  coche,  en  el  que  se  va  de  fren- 
te, a  distinción  del  vidrio,  en 
que  se  va  de  espaldas:  parte  an- 
terior y  superior  die  la  cabeza 
del  animal;  cada  una  de  las  pa- 
redes del  horno  de  fundición." 

TESTinc.vL,  adj.  Tratándose 
de  pruebas,  declar ación e.?,  ete., 
perteneciente  o  relativo  a  uno  o 
más  testigos.  Falta  este  adj.  en 
el  Dice.,  a  pesar  de  estar  tan 
bien  formado  y  ser  usado  por 
buenos  autores.  "Hizo  ante  la 
juHticia  la  información  teftificnl 
necesaria  ptu-a  ello."  (Cejador, 
//i.<fí.  de  la  lengua  y  literal,  cas- 
tellana, t.  IV,  pág.  131).  "Acu- 
de con  pedimento  al  corregidor 
de  la  ciudad,  para  que  que  se  le 
reciba  información  testifical  an- 
te escribano  público."  (Rodrí- 
guez Marín,  Quijote,  edición 
grande,  t.  III,  pág.  255). 

Testiga,  f.  Todas  las  gramáti- 
cas y  diccionarios  enseñan  que 
testigo  es  común  de  dos  y  que, 
por  consiguiente,  debe  decirse  el 
testigo  y  la  testigo;  pero  las  mu- 
j'vre:-  generalmente  no  aceptan 
esto  y  dicen  la  testiga.  ¡Que  les 
af)rovecli(' ! 

Testo,  m.,  testual,  adj.  Deben 
escriljirso  con  .\  (texto,  textual). 

Tkstuz  o  TESTUZO.  Es  m.  y 
nvmcu  f.  "En  algunos  animales, 
frente. — En  otros  anímalas,  nu- 
ca." Véase  Tustuz.  Tozuelo  es 
"ccr\'iz  gruesa,  carnosa  y  crasa 
de  Mil  iinimal." 


Tkt.v,  f.  Como  la  teta  del 
sapo,  loe.  tig.  y  í'am.  que  se  dice 
para  burlai-se  de  ima  cosa  que  no 
e.xiste  ni  puede  existir,  o  que  es 
sumamente  ridicula  o  desprecia- 
ble, r.  t.  sin  el  como.  Véase  Pe- 

LOT.\. 

Tetelememe,  adj.  fam.  Tonto, 
siiuple. —  La  etimología  no  pue- 
de ser  otra  que  teta  y  mamar, 
disfrazada  un  tanto  esta  última 
voz  para  ocultar  el  origen  del 
compuesto.  Véase  Guagi^.^lóx. 
Se  usíi  en  to<]o  Chile.  "Porque 
han  de  sater  los  lectores  de  El 
Sur  que  españoles  y  franceses 
quisieron  donosamente  soplarse 
a  los  man.«os  marroquíes;  i>ero 
éstos,  que  no  i^on  zurdos  ni  tete- 
leniemes,  los  vieron  lindamente 
venir  y,  cuando  los  tuvieron  al 
alcance  de  sus  cimitarras  y  ca- 
ñones, se  echaron  sobre  ellos  y 
les  dieron  tan  soberana  batirta, 
que  pocos  qui.<ieron  voher  por 
otra."  (El  Sur  de  Chiloé,  18  Dic. 
1907).  Así  también  en  el  Perú, 
según  liicardo  Palma. 

Tetera,  f.  La  define  el  Dice. : 
"vasija  de  metal,  loza,  porcelana 
o  barro,  con  tapadera  y  vm  pico 
provisto  de  colador  interior  o 
exterior,  la  cual  se  usa  i)ara  ha- 
cer y  .servir  el  té." —  L'uera  de 
esta  acep.,  le  damos  nosotros  la 
de  vasija  de  metal,  igual  a  la  an- 
terior, menos  en  no  tener  cola- 
dov.  la  cual  sirve  para  calentar 
y  iiaccr  hervir  el  agua.  Kl  aro  lo 
lleva  encima  y  es  móvil  o  inmó- 
vil. Pm-  t-o.  on  un  si'rvicio  com- 
|il.'(<i  de  lé  liay  fetira  parn 
el  ti  y  teln-a  para  el  agini.  Como 
los  es]>añok>s  no  tienen  esta  se- 
gunda vasija,  no      hay    nombiv 


i 


TET 


TEU 


453 


para  ella  en  el  Dice. ;  el  que 
más  se  le  acerca  eii  la  Hgura  e;? 
galleta  (vasija  pequeña  con  un 
caño  torcido  para  echar  el  licor 
que  contiene)  ;  pero  en  el  ofício 
para  poner  a  calentar  el  agua  u 
otra  cosa,  es  la  caldera. — En  la 
Argentina  llaman  pava  nuestra 
telera. 

Tetilla,  f.,  dim.  de  teU). 
"Tetilla  hidrocotylifolia  D  C. 
Hierba  pequeña  anual  que  se 
cría  en  los  peñascos  de  las  pro- 
\"incias  centrales.  Tiene  los  dos 
pétalos  anteriores  chicos,  los  dos 
posteriores  mucho  más  grandes; 
el  pecíolo,  hinchado,  carnaso, 
algo  acídulo,  se  puede  comer." 
(Philippi,  que  la  clasifica  entre 
las  francoáceas).  Posteriormen- 
te, en  la  Revista  Chilena  de  Hist. 
Natural,  de  D.  Carlos  Porter 
(Enero-Abril  de  1915),  publicó 
un  interesante  estudio  sobre  esta 
planta  Don  Alejandro  Horst, 
quien  la  clasifica  entre  las  saxi- 
fragáceas.  "Vegeta  en  mancho- 
nes pequeños  en  divei-sas  locali- 
dades desde  la  pro\'incia  de 
Aconcagua  hasta  el  Maule.  Se 
protege  esta  planta  primeramen- 
te creciendo  en  lugares  no  ex- 
puestos a  insolación  intonsa. .  . 
Forma  tejidos  acaparadores  de 
agua,  como  ser  un  pen'mquima 
de  elementos  muy  grandes  que 
existe  en  los  pecíolos  de  las  ho- 
jas y  que  les  da  a  estos  órganos 
una  forma  al)ultada  que  le  ha 
valido  a  la  planta  los  nombres 
vulgares  de  tetilla  y  guatita. 
Pierde  la  lámina  de  .sus  hojas 
cuando  la  humedad  del  terreno 
desaparece  y  tiene  que  evitar  la 
transpiración  intensa.  .  .Un  cor- 


te por  el  pecíolo  hinchado  nos 
aclara  su  anatomía.  La  epider- 
mis está  poblada  de  pelos  glan- 
dulosos  grandes  (0.  3  mm.)  que 
secretan  una  substancia  de  color 
amarillo.  La  corteza  primaria  es 
una  clorenquima  poco  abundan- 
te. En  el  interior  se  hallan  dis- 
tribuidos homogéneamente  los 
haces  fibrovasales  dentro  de  un 
perénquimia  de  células  muy 
grandes,  llenas  de  agixa.  Llama 
la  atención  la  carencia  de  teji- 
dos de  firmeza,  pues  no  hay  co- 
lénquima ;  de  modo  que  la  rigi- 
dez del  órgano  se  obtiene  por  la 
turgescencia  del  parénquima, 
cpie  representa  el  principal  depó- 
sito de  agua  de  la  planta.  .  .  A 
nuestro  entender,  es  éste  el  úni- 
co caso,  en  la  flora  del  país,  de 
una  planta  vascular  autótrofa, 
que  pueda  .seguir  viviendo  y  aun 
fructificar  después  de  perder  los 
órganos  destinados  normalmen- 
te a  la  absorción.  Esta  rara  fa- 
cultad la  debe  a  su  eficaz  modo 
de  acaparar  el  alimento  destina- 
do a  asegurarle  la  vida  hasta 
terminar  el  desarrollo."  Debe  es- 
te n'ombre  paísar  al  Dice. 

Tetón,  adj.  fig.  Entre  el  vul- 
go, tonto,  necio. 

TETR.ALOnÍA,  f.  "Conjunto  de 
cuatro  obras  dramáticas,  por  lo 
común  tres  tragedias  y  un  dra- 
ma satírico,  que  los  antiguos 
poetas  griegos  presentaban  jun- 
tas en  los  concursos  públicos." 
Admitido  desde  la  13.^  edición 
y  biou  formado  del  griego. 

Teurgia,  f.  Así  escribe  el  Dice, 
en  vez  de  teúrgia.  La  misma  fal- 
ta de  acento  se  nota  en  transe- 
únte, reúne,  reúna,  reúnan,    del 


454 


tía 


tía 


V.  reunir.  Teúrgia  es  "especie  de 
magia  de  los  antiguos  gentiles 
mediante  la  cual  pretendían  te- 
ner comunicación  con  sus  divi- 
nidades y  operar  prodigios."' 
Etimológicamente  vaile  "obra  de 
Dios." 

Textil,  adj.  "Dícese  de  la 
materia  capaz  de  reducirse  a  hi- 
los y  ser  tejida."  Para  el  Dice,  er; 
aguda  esta  voz;  para  Cuervo  es 
grave  (textil).  Véase  Sésil. 

Texto,  m.  Sagrado  Texto, 
por  antonomasia,  la  Sagrada  Es- 
critura o  Biblia.  Falta  en  el 
Dice,  esta  expresión,  usada  no 
sólo  por  el  común  de  los  autores, 
sino  aun  por  los  clásica-!.  "Le  fué 
forzoso,  dice  el  Sagrado  Texto. 
volver  el  rostro  a  una  parte,  por- 
que le  vinieron  las  lágrinia.s  a 
los  ojos."  (Murillo,  Instrucción, 
1.  IV,  p.  II,  c.  II).  "Hasta  aquí 
son  palabras  del  Sagrado  Tex- 
to." (Ihíd.,  p.  III,  c.  II). 

Th.  Véase  T,  4.»  y  6." 

Thabor,  n.  pr.  m.  Escríbase 
Tahor. — No  han  faltado  quienes 
llamen  tahor  el  trono  en  que  se 
coloca  la  custodia  para  las  ex]»)- 
sicione.*  del  SSmo.  Sacramenlo, 
por  alusión  al  monte  Talior,  en 
que  se  verificó  la  transfiguración 
de  nuestro  Señor  Jesucri.<to.  El 
nomljre  .sería  muy  propio  y  oja- 
lá se  generalizara. 

Tía,  f.  Tú)  abuela:  reí'pecto 
(le  una  persona,  hermana  del 
abuelo.  Así  .«e  llama  tamliién  en 
Espiíña,  pero  nada  dice  el  Dice. 
Los  nombre-i  correlativos  de  tía 
ahucia  .-*on  sobrino  nieto,  sobrina 
nieta,  que  tampoco  se  leen  en  el 
Dice,  aunque  se  usan  en  algmins 
provincias    d<>    España:  ]>cro    si- 


quiera para  ellos  .-«  da  rettobrino. 
na.  Véase  Sobrino. —  Tía  rica, 
fig.  y  fani.:  ca.sa  de  emi>eños, 
vulgo  agencia,  casa  de  agencia, 
casa  de  prendas.  En  c;istellauo 
ca.m  de  fin  significa  "cárcel." — 
¡  Con  tu  tía, picaro !  Dicho  común 
en  las  mujeres  del  pueblo  para 
reprender  y  rechazar  cualquier 
atrevimiento  o  desmán  de  un 
hombre. — ¿Yo  hag  fu  tía,  "e.xpr. 
fig.  y  fam.  con  que  se  da  a  en- 
tender a  uno  que  no  debe  tener 
esjjeranza  de  conseguir  lo  que 
desea  o  de  evitar  lo  que  teme." 
Es  castiza  y  sólo  la  ponema*  pa- 
ra que  f«  vea  cómo  se  escribe:  tu 
tía,  y  no  tutía,  como  lo  hacen  al- 
gunos.— Aplicado  como  despec- 
tivo a  nnijeres  pobres  y  entradas 
cu  años,  lo  hacemos  monosílabo: 
Tiá  Rosa  Soto,  tiá  Dolores  Va- 
lenzuela;  y  a.sí,  acompañado 
.-iempto  del  nombre,  como  ño, 
ña,  misiá,  don,  doña.  En  caste- 
llano no  CiS  tan  despectivo  y  se 
u.-i!i  también  solo. 

TiACA,  f.  "Caldcluvia  pañi- 
culata  Don.  iveínmanni/i  p.  Cav. 
Arbolillo  de  tres  o  seis  metros 
de  alto,  con  hojas  sencillaí, 
oblongas  lanceadas,  aserradas; 
flores  pequeñas,  blancas,  dis- 
puestas en  corimbo  terminal 
compuesto.  En  las  provincias 
del  Sur  de  Chile;  sus  ramas  fle- 
xibles .«irven  de  zvmchos  para  to- 
neles." (Philippi,  que  la  cla.^ifi- 
ca  entre  la«!  saxifragáceas) . — 
Probablemente  el  nombre  es 
araucano,  pero  no  aparece  en  los 
diccionarios. 

Tiánguez.  "Nomlire  indígena 
con  que  se  desigiuiba  cierta  clase 
de  mercados  v  a  un  mismo  ticm- 


tía 


TIB 


455 


po,  según  parece,  prenderían." 
(Crescente  Errázuriz,  axt.  La 
vida  en  Chile  a  los  12  o  H  años 
de  la  fundación  de  Santiago). 
"La  copia  de  libros  del  Cabildo 
e^ícribe  equivocadamente  tran- 
gues.  Esta  voz  fué  tomada  y  mo- 
dificada por  los  españoles  en  Mé- 
jico de  la  palabra  tiangídstle, 
con  que  los  antiguos  mejicanos 
designaban  sus  mercados.  Véase 
Antonio  de  Herrera,  Historia 
general,  déc.  X,  1.  VII,  c.  XV." 
(Barros  Arana,  Hist.  gen.  de 
Chile,  t.  I,  pág.  350,  nota).  Des- 
de la  12.*  edición  trae  el  Dice,  la 
voz  tiangue,  m.,  con  la  defini- 
ción de  "mercado  público  y  pe- 
riódico en  Méjico  y  en  Filipi- 
nas," derivándola  de  tianguis, 
que  también  st  usa  en  Méjico,  y 
ésta,  del  mejicano  tianguiztli. 
"No  se  prohiba  a  los  indios  ha- 
cer los  tiangues  y  mercados  an- 
tiguos en  sus  pueblos,"  ordenaba 
la  NovÍMma  Recopilación  en  su 
1.  VI,  tít.  I.  ley  28. 

Tiatina,  f.  A'^éase  Paja.  El 
nombre  castellano  es  avena  loca, 
o  en  una  sola  palabra,  ballueca, 
f.,  formado  de  avena  loca.  En 
Cádiz,  avena  morisca.  De  esta 
hierba  hacen  en  Chile  .sombre- 
ros, canastillos  y  otros  objetos. — 
Philippi  escribió  tiatina,  pero  el 
P.  Febrés  (art.  Viki)  y  la  gran 
mayoría  de  los  autores  chilenos 
escriben  teatina.  Havestadt  es- 
crih>ió  en  latín  theatina,  como 
traducción  de  biri. — No  saldemos 
de  dónde  vendrá  el  nombre  tiati- 
na o  teatina;  puede  ser  de  cea- 
cina,  nombre  que  se  da  a  esta 
hierba  en  Salamanca  de  España, 


contaminado  aquí  con  el  adj. 
teatino,  na. 

Tiberiades,  n.  pr.  m.  Lago  de 
Palestina,  situado  en  la  antigua 
Galilea;  ciudad  edificada  a  sus 
orillas  por  Ilerodes  Antipas  y 
llamada  así  en  honor  del  empe- 
rador Tiberio,  en  cuyo  nombre 
gobernaba  él  la  Galilea.  El  lago 
se  llama  también  en  el  Evange- 
lio con  su  nombre  hebreo  Gene- 
zaret  y  mar  de  Galilea.  La  ver- 
dadera pronunciación  es  Tibe- 
ríade,  del  griego  Ttíisptá:,  áf^oc. 

Tíbulo,  n.  pr.  m.  La  buena 
acentuación  es  la  grave,  Tibvlo, 
del  latín  Tibullus. 

Y  halló  eu  la  bella  Ñapóles  regente 
A  Gregorio  de  Ángulo, 
Al  espafiol  Tibulo. 

(Lope  de  Vega.  Laurel  de  Apolo,  silva  I). 

Poniponío,  Horacio.  Juvenal.  Tíbu^o, 
Prupercio,  Miuro,  ¡tiíli.-o  y  Cutulo. 

[Ibid.,  silva  IX). 

Así  también  Jáiiregui  en  sus  tra- 
ducciones de  Marcial,  Oejador  y 
Rodríguez  Marín  en  sus  textos 
del  Quijote  (p.  11,  c.  XVI). 

Tiburón-,  m.  Falta  en  el  Dice, 
la  aeep.  fig.  de  "individuo  niuj" 
voraz,"  que  se  usa  en  todas  par- 
tes. Le  daremos  al  Dice,  una  au- 
toridad española:  "D.  Cosme 
juega  al  boliche  con  sus  200  ti- 
burones de  Zambrostenes ;  y  los 
apellido  así,  porque  es  necesa- 
rio mataiie  a.  cada  uno  un  car- 
nero y  molerle  un  medio  cahiz 
para  que  vote  en  razón."  (Esté- 
banez  Calderón,  Don  Ojiando  o 
unan  elecciones,  en  Escenas  an- 
daluzas) . 

TiBURO'N.\,  f.  fig.  Mujer  muy 
voraz    o  insaciable.    Aunque  no 


456 


TIE 


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está  admitido  como  hembra  del 
pez  tiburón,  puede  admitii^se  en 
e-'ta  acep.  fig.  que  es  tan  usada 
como  la  correspondiente  de  ti- 
burón. 

Tictac,  m.  Ruido  acompasa- 
do que  produce  el  es^caiJe  de  un 
reloj.  Lo  teníannos  anotado  para 
recordárselo  al  Dice. ;  pero  lo 
admitió  en  su  14."  edición,  co- 
mo voz  onóraatopéyica. 

Tiemple,  m.    Enamoramiento. 
— Por    metonimia,  per-^ona    que 
lo     causa,    ^'éanse   Templado  y 
Templarse. 

Tiempo,    m.    Tiempo    de    pa- 
sión:   en    Liturgia,   ©1  que  prin- 
cipia  en  las   vísperas  de  la  Do- 
nu'nica  de  Pasión  y  acaba  con  la 
nona  del  Sábado  Santo. — Tiem- 
po pasciMl:  el  que  ])rincipia    en 
las  vísperas  del  Sábado  Santo  y 
aciiba  con  la  nona  antes   del  do- 
mingo  de    la    SSnia.    Tiinidad. 
Ambas  locución©.?  hacen  falta  en 
el  Dice. — Como    el  tiempo,    Co- 
mo el  tiem^po  malo,  que  llueve  o 
no    llueve.    Locuciones  que    em- 
]jleainos  para  indicar  que    nues- 
tra salud  no  e-rtá  del  todo  buena. 
.'sino    más    bien    intercadente. — 
Con  el  tiempo  y  la  garúa,     loe. 
chilena  con  que    se  designa  una 
cosa  que  forzosannente  ha  de  su- 
ceder:   "Con  el  tiempo   y  la  ga- 
rÚ2  lodos  hemos  de  llegar  a  vie- 
jos."— Empatar  el  tiempo.  Véa- 
se Empat.\r,  al  lin.— En  tiempo 
(o  en      tiempos)    de     üauca. 
\'i''!ise    Ñauca. —    A'/í     liimpo 
del     rtij,    o    '/( /    retj  Perico. 
Vi'an.>-e      Pkrico     y      Hicy. — 
IjO  fjiir  al  tiempo  .ir  íh'ja.iil  tiem- 
po .se  (jiiedii,    fr.  proverbial    con 
<]iie    rei>rolKWuos    el    descuido    o 


negligencia  y  recomendamos  la 
virtud  contraria,  que  es  la  dili- 
gencia. No  la  halhianos  eii  ex 
Dice,  y  es  tan  digna  de  ser  recibi- 
da en  él. — Más  vale  llegar  a 
tiempo  que  ser  convidado  (o 
rondar  un  año),  fr.  con  que  se 
¡xindera  la  ventaja  de  llegar 
a  una  parte  a  hora  convenicdite. 
En  las  dos  fonnas  debe  entnir 
en  el  Dice.—  Matar  uno  el 
tiempo.  Es  fr.  castiza,  igual 
t;  Engañar  el  tiempo  y  Entre- 
tener el  tiempo:  "ocupiu-se  en 
algo,  [>ara  que  el  tiempo  se 
le  haga  más  corto." —  ¡Qué 
tiempo!  V'éase  Qi'E,  1-1.° 

Tienda,  f.  "Casa,  puesto  o 
I)araje  donde  se  venden  al  pú- 
Ijlicü  artículos  de  comercio;  co- 
mo tejidos,  comestibles  u  oti-os 
géneros."  Así  reformó  el  último 
Dice.  (14."  edición)  esta  acep., 
agregando  la  j>alabra  tejidos. 
Sin  ella,  podía  ci-eei-se  que  todas 
nuestras  iiendax,  que  son  de  te- 
jidos, y  que  por  eso  las  llaman 
también  de  trapos,  no  eran  ver- 
daderas tiendux. 

Tiendero,  ra.  Vca-v  Tendero, 
ra. 

Tiento,  111.  De  la  .Vrgontiiia 
ba  i)asado  a  Chile  en  la  a<vp.  de 
"tira  delgada  de  cuero  crudo, 
solmdo  o  nó,  pulida  y  bien  pa- 
reja, que  sir\e  para  \\í\wv  liga- 
montos,  trenza-i,  botones,  ]»a.ia- 
dores  de  riendas,  etc."  .Viites 
u.s'ibiíiiios  solamiente  la  palabra 
corri'i'ni.  Véase  en  su  lupvr. 

Tiernecito,  ta,  adj.,  ilim.  de 
tierno.  Según  las  reglas  de  for- 
mación do  los  derivados,  e.ste 
cliiii.,  ((iiiiK  también  las    forman 

iMI    >■"  /.     «11    rillii    V    en     ■.lirhi.      d»'- 


TIE 


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457 


ben  perder  la  i  del  nonil^re  pri- 
mitivo y  hacer  fernecito,  terne- 
cico,  iernecillo,  ternezuelo.  El 
que  falte  a  esta,  regla  da  pruebat? 
de  ignorancia  y  de  no  conocer  la 
índole  de  la  morfología  del  cas- 
tellimo.  En  muchas  parte;;  he- 
ma<  dicho  que  para  formar  e-s- 
tos  derivados  debe  volverse  a  la 
forma  primitiva  latina,  que  en 
este  cii.<o  e-i  tener,  teñera,  ti'ne- 
rum,  sin  /.  Por  eso  nadie  dice 
tíernura,  tierneza,  sino  ternura, 
terneza.  Tiernamente  no  sigue 
esta  regl'a,  porque  los  advs.  en 
mente,  por  su  origen,  son  pala- 
bras cominiestas  de  un  adj.  y 
del  s.  mente;  son  como  un  s. 
concordado  con  un  adj.  En 
cuanto  al  dim.,  citaremos  das 
autoridades  solamente:  "Y  co- 
mo a  niños  ternecitos  en  la  \'ir- 
tud  los  toma  frecuen temiente  en 
su  regazo."  (Murillo,  Instruc- 
dóii.  1.  II,  c.  XIII).  "Jugaban 
l«ir  los  aire.5  de  aquella  comaJ-'Ga 
lo.s  ternecUlos  amoiie,s."  (Suárez 
de  Figueroa,  Ln  Constante  A- 
niarilic,  disc.  IV). 

TiERNÍsiMO,  MA.  Véase  Su- 
rEKL.\Tivos.  El  Dice,  sólo  adnd- 
te  la  foniia  ternísimo  ma. 

Tierno,  xa,  adj.  Ha  critioado 
alguien  el  que  se  califique  de 
tierna,  en  alguno.s  países  de 
.Vmérica.  incluso  Chile,  la  fru- 
ta verde  o  en  agraz.  Es  cierto 
quie  el  Dice,  no  dice  expresa- 
mente que  este  adj.  se  aplique  a 
ningima  dacse  de  fruta.?,  pero  no 
todo  el  lenguaje  castellano  e.?tá 
recopilado  en  el  Dice,  y  hay  que 
liuiícaTlo  en  los  clá-«ieos  y  buenos 
c-ci-itoi^  y  aun  en  el  habla  del 
pueblo.   Gonzalo  CoiTeas,    expli- 


cando el  refrán  Cuando  las  ha- 
bas son  en  grano,  una  higa  para 
nuestro  amo,  dice  que  "en  al- 
gunas partes  comen  las  habas 
tiernas  con  aal  como  fruta  nue- 
va." ¿Cuáles  son  estas  habas 
tiernas  sino  las  contrarias  a  las 
que  son  en  grano,  por  con.si- 
guiente,  las  vei'de-s,  que  no  han 
llegado  a  .su  madurez  o  sazón? 
Mientras  el  Dice,  no  dé  otra 
ace{).  más  particular,  atengá- 
monos a  la  fig.  ("reciente,  mo- 
derno y  de  poco  tiempo")  y  si- 
giamoá  llamando  tierna  toda 
fruta  que  aun  no  ha  llegado  a 
su  completo  desarrollo  y  sazón. 
Muy  conocido  es  el  cogollo  po- 
pular que  se  canta  por  chanza: 

Mi  señora  Fulanita. 
Cogollo  'e  zapallo  tic  no. 
Muchas  memorias  le  manda 
El  capataz  del  infierno. 

Tierra,  f.  La  3.^  acep.  que  lo 
da  el  Dice,  es:  "materia  inorgá- 
nica desmenuzable,  de  que  prin- 
cipalmente se  compone  el  suelo 
natural."  No  debe  confundirse 
con  polvo  (parte  más  menuda  y 
deshiechi\  de  la  tierra  muy  seca, 
que  con  cualquier  movimiento 
se  levanta  en  el  aire),  como  se 
hace  en  Chile,  donde  es  común 
oír  que  "en  tal  calle  hay  mucha 
tierra,  que  la  tierra  de  tal  ave- 
nida o  camino  los  hace  intran- 
sitables." Hasta  el  castellano 
matapolvo  (lluvia  y  riego  tan 
pasajero  o  mienudo  que  apenas 
baña  la  supei-ficie  del  suelo)  es- 
tá indicando  la  palabra  que  de- 
be usarse. — Tierra,  amarilla.  Así 
se  llama  vulgarmente  la  ancor- 
ca castellana    (del    latín  argilla 


458 


TIE 


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ochra:  ai'cilla  muy  pura,  de  co- 
lor aaiiarillo,  que  se  emplea  para 
pintar).  Con  este  mismo  tdgnifi- 
cado  aparecen  en  el  Dice,  tierra 
Je  Holanda  y  tierra  de  Venecia. 
Ocre  es  tamibiéii  "minei'al  ferro- 
so, deleznable,  de  color  aniarillo, 
que  es  un  óxido  de  hierro  hidra- 
tado, f  recaen  temenite  mezclado 
con  arcilla.  Sirve  como  mena  de 
hierro  y  tie  emplea  en  pintura."' 
El  nombre  araucjano  de  este  ocre 
eí^  chodhuecura.  En  el  dei>arta- 
mento  de  Copiapó  hay  una  al- 
dea con  el  nombre  de  Tierra- 
Amarilla. — Tierra  azid:  arcilla 
de  este  color  que  hay  en  algu- 
nos lugares  de  Chile.  No  saoe- 
mos  si  tendrá  nombre  especial 
en  ca.stellano. — T'ierra  blanca: 
así  llamamos  la  arcilk  de  color 
bianco,  como  cal,  que  suele 
empleai'se  pu-a  blanquear  pare- 
de.-.  Los  anuK-anos  la  llaman 
mallo;  de  donde  Mallixa  (agua 
de  cal,  caleni),  aldea  del  depar- 
tameiil'i  de  l-a-V'ictoria.  Vc- 
ae-ie  Tofo,  l'.ii  el  dc^Ku-tanuciitu 
de  los  Ande.s  haj'  uaia  aldea 
llannuda  Tierras-Blancas,  por 
la  abundancia  que  hay  allí  d*  es- 
ta arcilla. — Tierra  colorada:  Cí^\a 
almagra,  o  el  almagre  o  almaza- 
rrón castellano,  ]k>t  otro  nom- 
bre oc7-e  rojo:  "ó.xido  rojo  de 
hieiTo,  más  o  menos  arcilloso, 
abundante  en  la  naturaleza,  y 
que  suele  emplearse  en  la  pintu- 
ra." Parecido  a  cs1e  es  el  minio 
(cuerpo  ])ulvciv.lento,  de  color 
rojo  algo  anaranjado,  que  se 
emplea  nmcho  como  pintura. 
Es  un  óxido  de  pk>mo;  se  halla 
nativo  alguna  vez  y  se  preciara 
calcinando    maeicote    en    hornos 


especiales).  Del  ocre  rojo,  dice 
Molina,  hay  "dos  variedades, 
una  de  las  cuales  llamada  coló 
[el  colü  araucano],  e<  roja  páli- 
da, y  la  otra,  mucho  más  tina, 
llamada  quenchu  [en  araucano, 
qiiemchu],  tiene  el  color  más 
encendido  y  más  vivo  que  el 
bermellón  o  cinabrio.  Algiuras 
personas,  que  \'ieron  que  esta 
tieiTa  metálica  tiene  con  pocos 
grados  de  diferencia  la  misma 
gravedad  específica  y  la  aparien- 
cia del  minio,  no  dudaron  nomi- 
narla mi)iio  natural,  creyendo 
que  los  fuegos  subterráneos  pu- 
diesen formarlo  al  modo  que  se 
hace  el  minio  artificial,  calci- 
nando violentamente  alguna 
mina  de  plomo.'" — Tierra  pro- 
metida. Falta  en  el  Dice,  esta 
loe.,  que  es  igual  a  Tieira  de 
Promisión  en  sus  dos  aceps. :  "la 
(]ue  Dios  prometió  al  pueblo  de 
Ir^rael;  y  fig.,  la  muy  fértil  y 
abundante."  "Por  éstas  corre  el 
verdadero  hebi'eo,  que  con  paso 
iicclerado  quiere  conminar  del 
suelo  al  cielo,  y,  desiumparando 
el  Egipto  de  este  siglo,  entrar 
en  la  tierra  prometida."  (Sigiien- 
za,  Vida  de  S.  Jerónimo,  1.  IV, 
discí.  X).  Así  misino  González 
Car\"ajal  y  oti-os. —  Tierra  verde 
o  verdacho:  "arcilla  teñida  nu- 
tuRilmente  de  color  verde  claro 
por  el  silicsito  die  hierro,  y  que 
se  u.sa  para  la  pintura  al  tenn- 
ple."  Aquí  también  .*e  conoce 
con  el  noud)re  de  /¿erra  verde. 
To<iíus  estas  arcillas  .«e  designan 
tiunbicn  con  el  nombre  general 
de  tierras  de  color. — A  los  males 
sin  remedio,  echarles  tierra  en 
medio,   proverbio  que   no  halla- 


TIE 


TIF 


459 


mos  en  el  Dice,  y  que  merece 
entrar  en  él  a  ojos  cerrados.  Lo 
usó  Pérez  Rosales  en  sus  Re- 
cuerdos del  posado  (c.  XII). — 
Comer  tierra,  fr.  fig.  que  se  usa 
para  indicaí"  la  resolución  en 
que  e.-;tii  una  pei-sona  de  morirse 
de  haanbre  antes  que  ejecutar 
una  caía  indebida  por  la  cual  le 
ofrecen  dinero.  La  olvidó  el 
Dice. — Como  del  cielo  a  la  tie- 
rra, loe.  con  que  se  significa  una 
gran  diíitaucia  o  diferencia.  No 
la  trae  el  Dice,  ni  en  Cielo  ni 
en  Tierra. —  La  tierra  de  los 
pimeos  (pigmeos).  Vé-aae  Pi- 
meo. —  Rodar  tierras.  Véase  Ro 

1).\R. 

Tierral,  m.  A'éase    Terral. 

Tierrateniente,  corn.  Dígase 
terrateniente:  "dueño  o  peseedor 
de  tierra  o  hacienda."  A^í  lo  pi- 
den \a¡i  leyes  de  lotí  nombres 
compuestos. 

Tierroso,  sa,  adj.  Terroso,  sa: 
"que  participa  de  la  naturaleza 
y  propiedades  de  la  tierra ;  que 
llene  mezcla  de  tierra." 

Tieso,  sa,  Es  castizo  en  las 
aceps.  de  "nimiaimente  grave, 
circunsjjecto  y  mesurado;  terco, 
inflexible  y  tenaz  en  el  propio 
dictamen.'"' — A  tieso,  tieso  y  me- 
dio, loe.  fig.  y  fam. :  al  que  es 
l¡e.so  en  estos  dos  semtidos  se  le 
debe  corresponder  con  mucho 
mayor  tiesura.  No  la  trae  el 
Dice.,  y  es  modismo  que  se  usa 
en  España  y  en  Chile  (y  proba- 
blemente en  otras  partes)  no 
.sólo  con  el  adj.  tieso,  sino  tam- 
béin  con  otros  que  denotan  de- 
fectos: A  porfiado,  porfiado  y 
in.edio;  A  pillo,  pillo  y  medio; 
.4  tramposo,  tramposo  y    medio. 


— Poner  uno  el  cuero  tieso,  fr. 
fig.  y  faiin.:  fonnar  el  ánimo  de 
recibir  un  castigo  o  reprensión 
sin  defendei-se  ni  quejarse. — 
Tener  uno  el  cuero  tieso,  fr.  fig. 
y  fam. :  ser  poco  sensible  a  críti- 
cas o  murmuraciones,  y  también 
a  castigos  o  i'eprensiones ;  para 
indicar  que  no  lo  desuellan  o  le 
sacan  el  cuero  fácibiiente.  Am- 
bas fríkses  son  de  uso  corriente 
en  Chile  y  están  bien  fonnadas. 

Tiesto,  m.  Es  "pedazo  de 
cualquier  vasija  de  barro"  y  iió 
bacinica  o  bacinilla,  como  por 
eufemiísmo  dicen  algunos. — 
Tampoco  debe  confundirse  con 
tra^o  (cualquiera  de  los  mue- 
bles o  utensilios  de  ima  casa; 
pl.,  utensilios  o  herramientas 
de  algún  arte  o  ejercicio). — 
Andar  (o  estar)  uno  fuera  del 
tiesto  o  de  tiesto,  fr.  fig.  y  fam. : 
proceder  erróneamente,  obrar 
sin  método,  orden  ni  razón ;  en 
castellano,  ir  uno  fuera  de  ca- 
mino, descaminarse. — Otra  aeep. 
castiza  de  tiesto  es  "maceta,"  o 
sea:  "vaso  de  barro  cocido,  con 
un  agujero  en  la  parte  inferior, 
y  que,  lleno  de  tierra,  sirve  para 
criar  plantíis."  Véase   Macetero. 

Tiesura  o  tesura,  f.  "Dureza 
o  rigidez  de  alguna  cosa.  1 1  Gra- 
vedad demasiada  o  con  afecta- 
ción." Ambas  foraias  aceptai  el 
Dice. 

Tifo-  o  tifus,  m.  Ambas  for- 
mas son  correctas. 

Tifo,  fa,  adj.  "Harto,  reple- 
to." Es  castellano  y  nó  chilenis- 
mo, "creación  nueva  burlesca," 
como  creyó  Lenz. 

Tifoidea,  f.  Todavía  no  lo 
admite   c.  s.   el  Dice,  sino   sola- 


460 


TIG 


TU 


mente  e.  adj. ;  por  lo  cual  habría 
que  decir  siempre  fiebre  tifoi- 
dea. Pero  no  es  tan  grande  la 
rebelión  td  seguimos  diciendo 
abre\iaf]amente  tifoidea,  c.  s.  f. 
VA  tiempo  nos  dará  la  razón. 

Tigre.  Es  com.  de  dos  y  uó 
m.,  como  dice  el  Dice,  pues 
siempre  se  ha  dicho  el  tigre  por 
el  miacho,  y  la  tigre  por  la  hem- 
bra. No  hay  para  qué  citar  au- 
toridades. Cuen-o  cita  un  verso 
del  poema  de  Alexandre  (copla 
524)  en  que  se  dice  tigra  f., 
pero  advierte  también  que  el 
manuscrito  original  publicado 
por  Morel-Fatio  dice  .fierpe.  Así 
mismo,  en  la  primitiva  edición 
del  Aminta  do  Jáuregui.  hecha 
en  Roma  en  1607,  se  lee  tigra 
fiera;  formas  que  no  han  tenido 
imitadore.«,  a  no  ser  entre  el  vul- 
go de  algunas  naciones.  "Como- 
quiera que  sea,  concluye  Cuer- 
vo, má.--  valdría  acudir  a  nuestro 
puioblo  piu-a  escribir  tigra,  que 
copiar  a  los  franceses  escnl)ien- 
do  tigresa,  como  lo  hizo  Cam- 
poamor." — Fuera  de  la,  acep. 
iig.  "persona  cruel  y  sanguina- 
ria," le  damos  en  Chile  otra 
muy  fam.,  de  individuo  astuto 
y  háltil.  "¡Ah,  qué  tigre!  ¡Es 
un  tigre  esto  l)ellaco!"  Véase 
.Sierpe.  2."  acep.  Véase  cómo  lo 
empleó  Jotabechc.  aunque  el 
sentido  no  es  igual,  pero  tam- 
bién muy  chileno:  "I)e.«ando 
el  honorable  D.  Justo  .\rteaga 
poner  .siquiera  un  huevo,  y  no 
encontrándose  ninguno  en  el 
ovario,  lo  robó  on  galli meros  ex- 
tranjeros, y  ¡zas I  Huevo  de  ley 
solirc  delitos  y  pena»  militares: 
iiii'i,<  quo  lluevo,  es  una  bala  de  a 


24,  de  fimdición  franco-españo- 
la... Pero  el  huevo  tigre,  el 
huevo  monstnio,  el  Jiuevo  nunca 
visto,  es  del  ñnancista  D.  Rafael 
Vial."  (Crónicas  parlamoifa- 
rias.  XVín).—Hijo  de  tiyrr, 
overo  (munehad-o  o  pintado)  te- 
nia que  ser.  Vcíiise  Overo,  al 
fin.  Hijo  de  padre  picaro, 
ladrón,  hemos  leído  en  autores 
españoles,  pero  no  en  el  Dit*. 
De  tal  palo,  tal  astilla,  se 
píu-ece  timibién  en  significado. 
—    Leche  de  tigre.  Véase  Leche. 

Tigrero,  m.  En  algunas  par- 
le.-i,  pucero  (el  que  limpia  los 
l)ozoí  o  deiwsitos  de  las  inonun- 
diciius).  Quevedo  usó  mondapo- 
'~<is,  que  todavía  no  ha  sido  ad- 
mitido en  el  Dice:  "A  un'  me 
dio  el  fin  que  he  dicho  ])()r  lo 
que  habéis  oído,  y  a  Alxlolony- 
mo,  mondapozos,  estándolos 
iiinndaudo,  le  hizo  rey  de  Sido- 
uia,  no  por  ensalzar  la  virtud, 
sino  por  mortificar  con  afrenta 
la  soberbia  de  los  nobles  de  Per- 
.sia  de.«pués  de  la  nuierbe  de  Da- 
río." (El  entremetido  y  la  due- 
ña y  el  soplón). — El  origen  de 
cate  vocablo  no  puede  .-^r  otro 
que  tigre.  ]X)rque  el  tigrero  ne- 
cesita el  valor  de  Ci^te  animal  pa- 
ra cumplir  e.se  oficio. 

Ti.iKRA.  f.  Ú.  m.  en  i>l.  Wu-^o 
Tenaza. — Los  rateros  y  lanlro- 
uíes  llaman  tijeras  los  ]>autalo- 
nes. —  Cortado  por  la  misma 
tijera, loe.  fig.  y  fam.:  con  rigu- 
rosa igualdad,  sin  la  menor  di- 
fereneia;  en  castellano.  Por  el 
mismo  rasero,  Por  nn  rasero: 
m>odií=mo  que  se  usa  comun- 
mente con  los  verbos  medir  y 
llevar. — De  tijera.  W\  fig.  y  fam. 


TU 


TIL 


461 


con  que  «ilificamos  los  diarios  y 
IJeriódicoi  que  no  publican  ar- 
tículo.- originales,  sino  solamen- 
te lo  que  con  las  tijeras  recor- 
tan de  otros.  Está  bien  formaxla 
y  e.s  digna  de  admitii-se.  El  Dice, 
la  adirjte,  pero  solamente  pa- 
ra catre  y  escalera,  cuando  tam- 
bién haj'  sillas  y  banquillos  de 
tijera  (véase  Piso),  y  quizás 
otros  muebles. — Ser  una  buena 
tijera.  Así  trae  Bello  esta  fr. : 
I)ero  Cuervo,  apoyado  en  Meri- 
no Ballestero  y  en  Puigblancb, 
da  como  vicioso  el  artículo  una. 
El  Dice,  trae  solamente  Buena 
tijera:  "persona  hábil  en  cortar; 
persona  que  come  mucho;  per- 
sona muy  munnuradora." 

TiJEE.iDA,     TIJERETADA,    f.,      V 

TIJERETAZO,  m.  Los  trcs  signifi- 
can: '"corte  hecho  de  un  golpe 
con  las  tijeras." — Tijerazo  (que 
no  aparece  en  el  Dice.)  es  el  gol- 
pe dado  con  la?  tijeras  para  he- 
rir o  golpear. — Tijereteo:  "rui- 
do que  hacen  las  tijeras  mo\adas 
rei)etidamente,"  como  cuando  se 
coi-ta  el  pelo. 

TiJERAL,  m.  Corriente  en  to- 
do Chile  en  el  significado  de  ar- 
mazón de  madera  o  hierro  for- 
mada de  los  pares  y  apoyada  en 
una  viga  que  se  llama  tirante: 
.-irve  para  sostener  el  techo  o  te- 
jado de  dos  aguas.  En  lo.s  edifi- 
(•i<js  de  importancia,  como  gran- 
des templos,  palacios,  etc.,  es 
miíy  celebrada  la  colocación  del 
jirinier  tijeral  de  toda  la  arma- 
dura del  techo. — Esta  misma  ar- 
mazón en  ¡)uentes  y  construccio- 
nes parecidas.  En  ambas  aceps. 
se  llama  tijeral,  impropiamente, 
cada   uno  de  los  pares.  El   equl- 


\"alcnte  ca-tiaj  para  las  dos 
acej)s.  es  cuchillo  (conjunto  de 
piezas  de  madera  o  hierro  que, 
cohx'ado  verticalmente  sobre 
apoyos,  sostiene  la  cubiei-ta  de 
un  ethñcio  o  el  piso  de  un  puen- 
te) ;  y  así  lo  usa  también  el 
Dice,  en  las  definiciones  de  par 
y  de  e/iraí/arfo.- "cadaunode  los 
dos  maderos  que  en  cuchillo  ele 
armadura  tienen  la  inclinación 
del  tejado;"  "maderamen  hori- 
zontid  para  asegurar  los  cuchi- 
llos 1/  medios  cuchillos  de  una 
aa-madiu-a."  El  clásico  Sigüenza 
u.-^ó  en  este  sentido  la  voz  tijera: 
"Hubo  chversos  pareceres,  si  se 
cortai-ían  algunas  tijeras  de  los 
tejados  de  una  y  otra  parte  de  la 
toiTe."  "Los  tejados  j  los  made- 
ramientos  dellos,  de  fuertes  tra- 
bazones y  tijeras,  y  los  empiza- 
rrados también  estaban  acaba- 
dos." (Crónica,  p.  III,  1.  III, 
áv^-.  X  y  XIII).  Así  lo  usó  tam- 
bién Bertonio  en  su  A^ocabulario 
aimará,  en  dos  pasajes:  "Pin-co: 
el  madero  largo  que  corre  por 
toda  la  cumbre  de  mojinete  a 
mojinete,  donde  se  juntan  las 
tijeras  del  tejado."  "Quira:  las 
varas  con  que  cruzan  las  tijeras 
del  techo."  Así  mismo  en  la  Ar- 
gentina. Esperamos  pues  que  el 
futuro  Dice,  admita  ambas  vo- 
ces, tijeral  como  chilenismo  bien 
foiTuado,  y  tijera  con  esta  acep. 
particular. — Entre  ladrones  y 
rateros,  jian talón  o  calzón,  lo 
mismo  que  tijeras. —  Fig.  y 
fam.,  las  piernas  del  cuerpo  hu- 
mano. "Se  c^yó  Pedro  y  paró 
los  tijerales;  Cayó  con  los  tije- 
rales  abiertos." 
Tila,    f.  Dim,  fam.  de    Domi- 


4G2 


TIL 


TIL 


tiln.  También  Tilita,  saij^rclimi- 
nutivo. 

Tilburí,  m.  A-i  dijeron  un 
tiempo  los  e¿!pflñoles  y  por  et~o 
se  popularizó  también  en  Amé- 
rica esta  acentuación,  en  vez  de 
la  esdrújula  (tílburi),  de  su  in- 
ventor, el  inglés  Tilbury.  Ésta  es 
la  única  que  acepta  el  Dice.  Pa- 
ra que  conste  que  no  fueron 
personas  vulgares  las  que  dije- 
ron tilburí,  cite'mos  solamente 
dos:  "La  fracción  coche  ha  dec*- 
ñlado  una  y  otra  tarde  ix)r  el 
camino  de  Segovia,  contemplan- 
do con  decsdén  a  todo  el  que  Cíire- 
ce  de  carretela,  berlina  o  tilburí." 
(Manuel  Silvela,  Obra.9  litera- 
rias, art.  KeviMn  de  la  granja). 

[Y  usted  con  el  tilburí 
Vendrá  a  atr,jpellaraie  a  mí 
Ma&ana 

(Bretón  de  los  Herreros,  Letrilla. /i/j.'ú-Ím  ;/ 
nó  por  mi  caía). 

Nuestro  vulgo  dice  tiburí. 

Tilde,  ambiguo.  En  la  ace]). 
de  "cosa  mínima"  es  f. 

Tillar,  n.  Úsanlo  algunos  en 
el  mismo  significaido  chileno 
que  teclear.  \"éa.se  en  bu  lugar. 
— Es  indudable  que  es  pronun- 
ciación vulgar  de  titilar  (agi- 
tarse con  ligero  temblor  alguna 
pailie  del  organismo  animal ;  por 
exteinisión,  agitarse  del  mismo 
modo  un  cueipo  luminoso  o  bri- 
llante). 

Tilín',  m.  "Sonido  de  la  cam- 
panilla," es  su  siguilicado.—  En 
un  tilín,  111.  adv.  tig.  y  fam., 
que  entre  nasotros  y  en  Colom- 
bia vale  en  xm  trix  (en  jH>ligro 
inminente),  a  pique  (cerca,  a 
riesgo,  en  contingencia). —  Ha- 


cerle tilín  a  uno  los  oídos  (u  un 
oído):  dígase  reteñirle  o  reti- 
ñirle  los  oídos,  un  oído  (durar 
el  retintín).  La  fr.  Hacer  tilín 
signiñca  en  ca.stellano:  "caer 
en  gracia,  lograr  aprobación, 
inspirar  afecto." 

Tilo,  m.  Así  se  llama  el  ár- 
1m>1  ;  pero  la  flor  y  la  "bebidií 
antiet5pa.'?módica  que  se  haco  con 
las  floreíi  en  infusión  de  agua 
caliente,"  se  llaman  tila,  f.  No 
se  diga  pues  taza  de  tilo, 
que  podría  ser  una  taza  hecha 
de  madera  de  tilo,  sino  taza 
de  tila.  "Llamó  al  aya  e  hizo 
que  trajesen  a  Poldy  una  taza 
de  tila."  (Valera,  De  vanos 
colores).  "Traeré  una  tuza  d^ 
fila... Sí,  pronto  la  tila."  (Gal- 
dós,  Cusandra,  II,  8.^)  Tila  y  te- 
ja es  también  para  d  Dice,  el 
árlx>l  mismo. 

Tiltil,  m.  Pila  o  montón  de 
paja  que  se  deja  a  campo  raso 
j>ara  dar  a  los  animales  en  in- 
vierno. En  castellano  tenemos 
almiar  (pajar  al  descubierto, 
con  un  palo  largo  en  el  centro, 
al  leedor  del  cual  se  va  apre- 
tando la  niiec*,  la  ¡xija  o  el  heno; 
montón  de  Jiaja  o  heno  formado 
así  i>aira  coiiHervarlo  to<lo  el  año. 
Suelen  cubrirlo  de  rct^wiia  o  de 
otras  matas  ramo*!is  para  pre- 
servarlo de  la  lluvia).  Niara,  f., 
se  parec<>  mucho  a  eeita  2."  acep., 
pues  se  define:  "pajar  en  el 
campo,  que  .se  forma  haciendo 
un  montón  de  la  paja  y  cubrién- 
dola con  relama  u  otra  hierba 
(pie  <lcspida  el  agua,  pam  defen- 
d<>rla.  líii  el  corazón  o  lo  inte- 
rior do  él  se  suelo  encerrar  y 
coní»en-ar  el  grano." — Puede  ser 


TIM 


TIM 


4t¡í 


que  de  é.ste  se  derive  el  nombre 
propio  Tiltil,  aldea  del  departa- 
mento de  Santiago  y  estación  de 
ferrocarril,  donde  fué  muerto  el 
gran  paitriota  Manuel  Rodrí- 
guez. Quizás  habría  allí  alguno 
de  estos  pajares.  Otix)s  derivan 
este  Tiltil  del  araucano  thili,  re- 
petido (véase  Trile),  y  el  tiltil 
comiún,  del  araucano  fhúr,  taan- 
bién  repetido,  y  que  significa: 
cosía  igual,  pareja,  aja-ítada, 
coimpuesta,  porque  así  queda  la 
paja  en  el  montón. 

Timbal,  m.  E-specie  de  colga- 
jo o  contrapeso,  consistente  en 
un  hilo  o  cordelillo  coito,  ¡ren- 
diente de  la  cometa  (volantín, 
bola,  pavo,  jote)  y  con  una  jJe- 
drezuela,  teja  o  cosa  parecida  en 
el  otro  extivmo.  Se  ponen  varios 
a  una  sola  comeüi  y  en  varias 
parte;*  de  ella,  incluida  La  cola  y 
la  parte  sui>erior  del  hiJo  con 
que  se  encumbra,  y  son  con  el 
objeto  de  que  .se  enreden  en  ellos 
y  no  puedan  funcionar  las  de- 
más cometas  que  atiacan  (o 
echan  comisiones). — En  la  acep. 
de  "'maisa  de  harina  y  manteca, 
por  lo  común  en  forma  de  cubi- 
lete, que  se  rellena  de  macarro- 
nes u  otros  manjares,"  es  caste- 
llano.^— La  acep.  chilena  .=se  ex- 
plica por  la  semejanza  del  tim- 
bal de  la  cometa  con  el  timbal 
español,  que  es  un  tamborcillo 
de  un  solo  parche  y  con  caja 
metálica  en  forma  de  media  es- 
fera, que  .se  lleva  pendiente  del 
cuello.  En  (^uba  timbal  .significa 
"trabilla."  ' 

Timbalear,  a.  Ilax-er  que  urna 
cometa  (volantín)  .se  enrede  en 
los  timbales;    con  lo  cual   se  le 


corta  el  hilo  y  oae. — Fig.  y 
fam.,  derribar  &  una  persona  del 
poder,  o  de  la  privanza  o  amis- 
tad con  otra,  por  medios  vedados 
o  torcidos.  Véase  el  anterior. 

Timbembe  y  timbimbe,  adj. 
Trémulo,  tembloso  (aplicado  a 
pereona),  por  edad,  enfermedad 
o  impresión.  Véase  Tembleque. 
Otros  dicen    timbembe,  ba. 

Timbirimba,  f.  Casa  de  jue- 
go para  gente  ordinaria,  acom- 
pañada a  veces  de  taberna  y  lo 
demás  que  generalmente  se 
agrega:  canto,  baile,  etc. —  Co- 
mo s.  com.,  pei^sona  concupis- 
cente. — Lo  admite  el  Dice,  con 
el  misimo  significado  que  timba: 
"paa-tida  de  juego  de  azar,"  y  de 
allí  .¿e  han  forii.ado  nuestras 
aceps.  Caballero  trae  la  fr.  Ar- 
■miir  la  timliirimba,  que  define: 
'■prepoiar  el  puc-i^to  en  que  í* 
vende,  la  mesa  en  quie  se  juega 
o  come,  el  sombrijo,  etc."  La  1.^ 
acep.  nuestra  es  digna  de  adani- 
tirse,  aunque  ya  exisita  garito. 
"Se  dice  que  este  mes,  por  las 
prolongadas  vacaciones  y  por 
las  fiestas  patrias,  y  por  admi- 
tirse niños  en  las  cantinas,  bi- 
llares y  timbirimbas,  resulta  crí- 
tico o  peligroso  para  muchos 
estudiantes  o  coílegiales."  (La 
Trihwfí.a.  de  Copiapó,  2  Sept. 
1915). 

Timborico,  m.  Ú.  en  algunas 
partes  en  el  mi.smo  significado 
que  caramanchel.  Véase  en  su 
lugar. 

TiMBRK,  m.  No  ha  faltado 
quien  lo  cen^aire  como  galicismo 
en  esta  acep. :  "modo  propio  y 
oaracterÍ!*tico  de  sonar  un  ins- 
trumento  músico   o   la  voz   de 


4t;4 


TIN 


TIN 


una  persona."'  Lw  frant-eses  dan 
a  su  voz  timbre  esta  misma  acep. 
y  de  ellos  la  tomaron  los  españo-, 
le^;  pero,  como  de  esto  hace  ya 
muchísimos  años,  el  pleito  está 
ganado  por  prescripción.  Por  lo 
nienoo  desde  la  12.*  edición  vie- 
ne el  Dice,  repitiendo  la  defini- 
ción que  hemos  copiado.  A  la 
voz  metal  le  da  también  como 
o.*  acep.  "timbre  de  la  voz." 

TÍMEO      DiXAOS     ET    DOXA    FE- 

REXTES,  fr.  latina.  La  pronunció 
el  famoso  Laocoonte,  sacerdote 
de  Neptuno,  cuando  discutían 
los  troyanos  si  entrai'ían  o  nó  a 
la  ciudad  el  caballo  de  madera 
que  habían  dejado  los  griegos 
(Eneida,  1.  I,  v.  49),  y  signifi- 
ca: "Temo  a  los  griegos,  aun- 
que los  vea  presentando  dones." 
Como  es  de  uso  corriente  en  to- 
das partes,  y  aplicada  especial- 
mente a  los  aduladores,  socali- 
ñeros y  lavacaras,  merece  ser 
aceptada  jwr  el  Dice. 

TlMOXEL       o      TIMONERO,       ni. 

Ambos  significan:  "el  que  go- 
bierna el  timón  de  la  mive;'" 
bien  entendido  que  en  la  pala- 
bra nave  se  comprenden  tam- 
bién toda^  las  embarcaciones 
menores. 

Tina,  í.  Por  semejanza  en  la 
forma  llaman  iisí  algunos  el  po- 
te grainde  para  flores  (tiesto  en 
que  se  plantan  y  tienen  las  flo- 
res y  hiierl)as  olorcx-^as,  be<-ho  en 
figura  de  jarra),  el  pot  a  //'i'/s 
de  los  franccíies.  Véase  Mácete, 
ro. —  fanibién  se  llama  tina  la 
cuba  que  .se  ix)rie  debajo  de  la 
llave  de  agua  potiable  para  que 
reciba  la  que  gotea  y  para  acu- 
mular la  cantidad  que  se  necesi- 


ta.— Las  aceps.  ciistizas  de  tina 
son:  "Tinaja;  vasija  grande  de 
forma  de  caldera,  que  sirve  para 
el  tinte  de  telas  y  p«i^  otros 
usos;  baño  o  bañera.'" 

Tina,  n.  pr.  f.  Dim.  fann.  de 
Cristina,  Erne»tin<i,  Leontina  y 
otixjs  nombres  de  mujer  termi- 
nados en  tina. 

Tinca,  f.  Véase  Trinca,  con  el 
cual  malamente  lo  han  algunos 
confundido. —  Tinca,  es  corrup- 
ción \ulgai'  de  atíncar  (sal  blan- 
ca compuesta  de  ácido  l)órico, 
sosa  y  agua.  Se  eaniJea  en  medi- 
cina y  en  la  industria).  De  aquí 
las  dos  frases  figuradas  y  fami- 
liares Echarle  o  ponerle  tinca  a 
una  cosa  (emplear  más  esfuerzo, 
enii)eñf)  o  energía.  Véase  Ñe- 
que) y  Tener  tinca  uno,  espe- 
cialmente mujer  (tener  gi-acúi, 
atractivo,  que  en  castellano  es 
tener  tUin:  .<er  sandunguero,  sa- 
leroso ) . 

Tincada,  í.  Presentimiento, 
lian-unto,  corazonada.  Véase 
Tincar. 

Tincanque,  m.  "Entre  chile- 
no.^ es  papirote."  escribió  Don 
Fidelis  P.  del  Solar.  Papirote 
(papirotada,  papirotazo,  capiro- 
te o  capirotazo)  es:  "golpe  que 
se  da  generalmente  en  la  cabe- 
za, Iniciendo  ix?sbalar  con  vio- 
lencia, sobre  la  yema  del  pulgar, 
el  envés  de  la  última  falange  de 
cuailquiei-.i  de  los  otros  ciuitro 
dedos  de  la  mano."  liemos  vo- 
piado  la  definición  para  que  no 
.si>  lo  confunda,  como  lo  con- 
funden algunas  con  nuestro  eos. 
cacho.  \'<''a>i'  en  su  lugar. —  l/fii 
etimología  lie  tincanque  es  el 
(luichua     tlinriii/,     |)a]>irote,    de 


TIN 


TIN 


465 


donde  el  v.  ttincani,  dar  papiro- 
tes. (Torres  Rubio).  Nuestro 
sincere  e.s  un  tincanque  o  papi- 
rote dado  a  otro  en  la  oreja. 

Tincar,  n.  ^llguiios  lo  confun- 
den erróneamente  oon  trincar. 
^^éase  en  su  lugar. — El  tincar 
verdadero  viene  del  inglés  fo 
think,  pensar,  imaginar,  disc-u- 
rrir,  y  lo  usamos  como  imperso- 
nal y  en  el  significado  de  ba- 
rruntar, presentir,  darle  a  uno 
el  corazón,  tener  una  corazona- 
da, darle  a  uno  en  el  aJma  o  al 
alma.  "Me  tinca  que  me  va  a 
suceder  una  desgracia."  "Siem- 
pre me  sucede  que,  cuando  me 
tinca  un  caballo  y  apue.-lo  a  él, 
pierde  con  seguridad.  Si  esto  es 
aisí,  si  el  caballo  que  me  tinca 
pierde,  entonces  lo  mejor  es 
apostar  al  caballo  que  no  me 
tinque,  y  gano."  (Ronquillo, 
La  mala  suerte).  Aquí  está  usa- 
do el  V.  en  el  sentido  de  presen- 
tir o  barruntar  una  ganancia. 
Véanse  algunas  frases  equivar 
lentes  en  castellano.  "Luego  me 
dio  [e/í]  el  nlnia  que  era  el  mis- 
mo que  venía  a  busc-ar."  (Quijo- 
te, p.  I,  c.  XXX).  "Ansí  como 
Elicio  oyó  el  nombre  de  Nísida, 
le  dio  en  el  (dvia  si  era  aquella 
Nísida  de  quien ..."  Cervantes, 
La  Galatea,  1.  IV).  "El  corazón 
me  da  de  tal  cosa."  (Covarru- 
bias.  Tesoro,  voz  Cardillo). 

Y  no  pienses  que  pensaba 
Ser  tan  quejoso  de  ti. 
Mas  el  alma  me  lo  daba, 
Pues  de  aquel  bien  que  esperaba 
Yo,  triste,  me  despedí. 

(Pinar,  del  siglo  XV.  en  el  Cancionero  de 
Foulche'-Delbosc,  t.  II,  pág.  570  b). 
Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


"No  sé  qué  me  da  el  corazón, 
después  que  esüí  aquí  Fernan- 
dillo."'  (Lojx^  de  Vega,  Dorotea, 
1.  IX).  "Aunque  pensé  tener  di- 
ferente noche,  me  dio  el  espíri- 
tu que  había  de  suceder  esilo." 
(Esfánei,  El  Esc-udero  Marcos  de 
Obregón,  1.  I,  c.  III). 

Xu  hay  novio  que  nae  agrade.  Al  peiisamiento 
Me  ha  dado  que  dilate  el  casamiento. 

(Entreme's  La  Malcontenta,  Colee.-,  de  Cota- 
relo). 

Tinglar,  a.  Cubrir  parcial- 
mente una  tabla  a  otra  como  las 
tejas  de  los  tejados.  El  v.  castizo 
es  traslapar:  "cubrir  parcial- 
mente una  co.sa  a  otra;  como  las 
tejas  de  un  tejado,  las  hojas  de 
una  \entana,  etc." — Nuestro  v. 
\'iene  del  castellano  tingladillo, 
término  de  Marina  que  signifi- 
ca: "disposición  de  las  tablas  de 
forro  en  algunas  embarcaciones, 
cuando,  en  vez  de  juntarse  ix)r 
sus  cantos,  montan  unas  sobre 
otras  como  las  pizarras  de  los 
tejado.s."  Por  eso,  tabla  tinglada 
es,  entre  nosotros,  la  que  carga 
o  monta  sobre  otra  como  pa- 
ra formar  tingladillo.  En  caste- 
llano hay  traslapo,  m.,  que  es 
"parte  de  una  cosa,  traslapada 
por  otra." 

TixTA,  f.  "Líquido,  general- 
mente negro,  que  se  emplea  pa- 
ra e-jcribir."  Dentro  de  esta  acep. 
falta  la  tinta  de  marcar  que  se 
emplea  para  eslampar  nombres, 
títulos,  iniciales  u  otros  letreros 
en  liliros.  ropas,  etc.,  con  tim- 
bres o  sellos.  Si  pone  el  Dice,  la 
e.xprasión  Tinta  de  imprenta, 
por  igual  razón  del)e  poner  tam- 
bién   Tinta   de    marcar. —   Por 

30 


466 


TIN 


TIN 


tinta  y  papel,  loe.  fig.  }•  fani.: 
cirounstcmeiadamente,  en  deU\- 
Uc.  Por  alusión  a  las  cvientae 
que  se  sacan  valiéndose  de  tinta 
y  jmpel. 

TixTERiLLADA,  f.  Alegato,  re- 
curso o  diligont'ia  de  mala  ley, 
propia  de  tinter'lj.  "Como  las 
loterías  de  Buenos-Aires,  de  Li- 
ma, de  Méjico,  de  Haraburgo, 
de  Madrid  y  de  otritó  partes,  es- 
tallan autorizadfis  legalmente  en 
siLs  r&specti\o«  paisas,  se  busc-ó 
una  tinterillada,  traducida  lue- 
go en  propagau'da  pública."  (La 
Unión,  de  Santiago,  25  Ag. 
1915).  Es  vocablo  bien  formado 
y  de  uso  corriente  en  todo  Chile, 
digno  de  entrar  en  el  Dice,  co- 
mo entró  va  .«u  padre,  el  tinteri- 
llo. 

Tinterillaje,  m.  Oficio  u  o<'U- 
pación  de  tintí^rillo. — Conjunto 
o  reunión  de  tinterillos. — Es  de 
mwho  uiso  en  Chile;  pero,  por 
su  formación  en  aje,  no  lo  reco- 
mendamos. Véítóc  Bandada,  al 
fin. 

Tinterillesco,  ca,  twlj.  despec- 
tivo, ri'rk'nccieiiite  o  relativo  a 
los  tinterillos;  digno  o  ]>ro¡)io  de 
ellas.  "Kstas  son  lrapi-<ondas 
tinterillescas." 

Tinterillo,  mi.,  fig.  y  l'arn. 
"Abogado  de  jxk-o  ,s«iber  y  res- 
ínelo." A.sí  !o  admitió  la  14.»  edi- 
ción del  !>icc.  como  provincialis- 
mo de  América.  Por  lo  que  toca 
a  Chile,  deltemos  notar  que  esta 
a<-ep.  no  os  la  |)rinci]>:d  ni  la  mt'is 
ii.swla,  pues  s(')lo  en  ln'onia  o  ¡lor 
injuria  se  le  <lic<'  tintrnllo  a  un 
alx)gado  tituhulo:  ol  tinterillo 
nuestro  os  <•!  que  en  K.s|«iña  se 
llmnn    ahixjado    de    nerano,    c(^U' 


e,-.:  "el  que  .sin  liaber  cursado  la 
,jurisi>rudencia,  entiende  de  le- 
yes o  presume  de  ello."  O,  cx)nio 
lo  dice  la  etimología,  el  que,  de 
?imple  eíscribiente  o  tintero  de 
un  alx>gado,  pretende  subir  a  la 
profesión  o  ciencia  de  éste.  Le- 
guleyo es  "el  que  8e  tiene  por 
legista  y  sólo  de  memoria  sabe 
las  leyes."  Rábula,  m.,  es  "abo- 
gaitlo  chairlatán  y  vocinglero." 
Picapleitos,  m.  fam.,  es  el  "abo- 
gado sin  jjJeitos,  que  anda  bus- 
cándolos." Cuervo  cree  que  tin- 
terillo "viene  de  que  los  tilles 
llovaríiui  consigo  su  tintero  f)ara 
extender  en  .-«guida  una  deman- 
da, pedimento  u  otra  cosa  de  la 
laya."  Si  el  esjnañol  llama  des- 
Iiectivamente  cagatinta  o  ca- 
gatintas al  eanpleado  de  una  ofi- 
cina, ix)rque  lo  pasa  derramando 
tinta,  por  la  mi.^m'a  razón  Uamia- 
mos  nosiotros  tinterillo  al  que  lo 
Ija.sa  haciendo  uso  del  tintero  o 
al  que  xide  lo  que  un  simi>le  es- 
criliiente. 

Tintero,,  m.  Cometemos  con 
e.sUi  voz  el  mismo  ej-ror  que  ooii 
alcuza,  porque  confundimos  la 
[jarte  con  el  todo.  Tintero  es 
"víLso  de  una  u  otra  materia  o 
iigura,  en  que  se  pone  ía  tinta 
de  OMcrihir  para  hatier  u.so  de 
ella."  M<is,  ol  "i^ecado  de  escri- 
l)¡r,  generalmente  compuesto  de 
tintero,  .sid vadera  y  otras  pie/ius, 
y  col(K'ado  en  un  pie  o  platillo," 
se  llama  exrribania,  y  solamente 
I  se  ri  ha  nía.  TikIos  los  días  oímos 
decir  que  so  regaló  a  Don  FuIji- 
no  de  Tal  un  tintero  pivcioso, 
un  tintero  de  plata,  <'iiando  en 
ivttlidad  lo  rcgivlanlo  fué  mucJio 
más,  pí)r{iuo  fué  una  cfimbania. 


Tío 


Tío 


En  Esi>aña  conocen  esta  voz  has- 
ta los  pastoi-es,  como  se  ve  en  la 
Farsa  d'el  Sordo: 

Galán.  ¡Oh  gian  hiell 

\'e,  trae  tinta  y  papel. 
Pajk.  Sí.  señor,  y  eicribania. 

(G.  Ibniü.  Bil-mítca.  t  1.  cul    I  \ñ';). 

TiXTiXAR,  n.  Verbo  usado  por 
Pereda,  en  Sutileza:  "En  lo  de- 
más era  un  hermoso  cascalied  de 
oro  que  tintinaba  alegrías  en 
cuanto  se  le  agitaba  un  poco." 
Otras  clioen  tintinear.  Ambos  es- 
tán bien  fonnados  de  nntín 
(sonido  del  timbre,  y  el  que  ha- 
cen, ail  recibir  un  choque,  los  va- 
sos, copas  y  otras  cosas  pareci- 
das), o  del  latín  tintinnare,  so- 
nar la  campana.  El  Dioc.  no  los 
conoce.  El  acusativo  que  se  dio 
a  tintinar  en  ed  texto  citado  se 
explica  por  el  íágniñcado  poéti- 
co en  que  se  empleó  el  v. 

TiXTi.vEO,  m.  Acción  o  efecto 
de  tintinar  o  tintinear.  Está  bien 
formado  y  es  corriente  entre  al- 
gunos literatos.  Merece  pues 
aceptarse. 

Tina,  f.  En  algunas  partes  del 
Sur,  el  juego  del  pillarse.  Véase 
esta  voz. — Véase  Envidia. 

Tío,  m.  Tío  abuelo:  respecto 
de  vma  persona,  herm-ano  del 
a'ouclo.  í'alta  esta  loe.  ein  el  Dice. 
Véase  Tía. — Tío  Sam.  Véase 
Sam  (Tío). — Cuento  del  tío. 
Loe.  usadísima  en  Chile  y  pro- 
bablemente en  otras  partes,  con 
que  «e  significa  todo  engaño  o 
fraude  en  forma  de  cuento  o 
hi.-toria,  que  se  inventa  paira  ha- 
cer que  uno  entregue  dinero, 
Cft-perando    mayor    cantidad.    El 


origen  es  la  fr.  castellana  Tener 
uno  tío  (o  un  tío)  en  las  Indias: 
"contar  con  el  favor  o  las  dádi- 
vas de  un/a  persona  rica  o  de  va- 
limiento." Es  claro  que  el  espa- 
ñol que  tenía  un  tío  en  las  In- 
dias y  al  cual  siempre  se  le  su- 
IX)nía  rico,  se  pompearía  hablan- 
do die  .su  tío  indiano  y  pidiendo 
dinero  prastaido  y  mercaderías 
fiadas,  con  promesa  de  pagar 
con  las  remesas  que  le  había  de 
en\aar  el  acaudalado  tío.  Ahora 
bien,  los  que  hemos  nacido  y  vi- 
\imiOt5  en  estas  Indias,  aprendi- 
mos también  el  cuento  y  lo  se- 
guimos contando  a  tantos  ino- 
centes que  vagan  por  el  mundo. 
Los  nombres  castellanos  que 
exijresan  la  mi.sma  idea  del  cuen- 
to del  tío  son:  manlieve,  ant. 
(engaño  que  se  hacía  a  uno  para 
sacarle  dinero,  dándole  a  enten- 
der que  era  precioso,  no  siéndolo, 
el  contenido  de  una  cosa  cerrada 
que  se  le  dejaba  en  prenda), 
bribia  (en  Gemianía,  arte  y  mo- 
do de  engañar  halagando  con 
buenas  i>alabras),  gatazo  (enga- 
ño que  se  hace  a  uno  para  sacar- 
le dinero  u  otra  cosa  de  valor), 
trampantojo  (ilusión,  trampa, 
enredo  o  artificio  pai'a  engañar 
o  perjudicar  a  uno  a  ojos  vistas). 
Véase  Sablazo. — Hacemos  mo- 
nosílabo a  tío  (tió),  como  trata- 
miento despectivo  de  hombres 
viejos  y  muy  pobres,  distinto  de 
ño  o  ñor.  Tió  Domingo,  por 
ejemplo,  es  un  viejo  pobre  que 
inspira  compasión  o  desprecio; 
Ño  Domingo  o  Ñor  Domingo  es 
un  arte.<ano,  un  trabajador  o  pe- 
queño 7>ropietario  que  vive  de 
su  trabajo  sin  atraerse  el  despre- 


468 


TIP 


TIP 


cío  público  por  su  pobreza.  Para 
el  Dice.,  tío  es  disílabo  y  no  tie- 
ne el  valor  de  tratamiento,  sino 
que  significa:  "en  los  lugares, 
homl>re  casado  o  entrado  ya  en 
edad;  fani.,  hombre  rústico  y 
grosero."  Véase  Tía,  al  fin.  En 
^Vragón  se  trata  de  tío  y  tía  a 
toda  pei-sona  que  no  tiene  trata- 
uiiento  de  i/io^f'/i,  don  o  doria. 

Tiodoro,  Tiodosio,  Tiófilo. 
Véase    Teo. 

Tiovivo,  m.  Es  el  nombre  que 
se  da,  por  lo  menos  en  Andalu- 
cía, Burgos  y  Salamanca,  al  ca- 
rrusel  o  francés  carroxisel.  Así 
leeanos  en  Bécquer:  "Los  incan- 
sables caballos  del  tiovivo  dejan 
de  dar  vueltas  y  cesa  su  acompa- 
ñamiento de  bombo  y  corneta  de 
pistón."  (La  Feria  d.e  Sevilla, 
III.  Art.  publicado  en  El  Mu-ieo 
Universal,  de  1869,  y  no  colec- 
cionado en  sus  obras) .  En  el  Pe- 
queño  LarouM  de  Toro  y  Gisl>ert 
también  se  registra  con  (\s-ta  defi- 
nición :  "máquina  giratoria  que 
arrastra  en  su  movimiento  calja- 
llitos  de  madera."  En  .Míidrid  y 
en  otras  partes  de  España  dicen 
vahallitos,  pl. 

Tipa,  f.  Mujer  extraña  y  sin- 
gular. Ú.  piñncii^ailmcnte  entre 
mujeres.  Véínse  Tipo. 

Tipería,  f.  Acción  o  dicho  de 
p('i"s<>na  fjue  merece  ei  nombre 
despectivo  de  tipo;  por  consi- 
guiente, rareza,  extravagancia, 
.singidaridad. 

Tiri.\,  f.  Arbusto  del  Norte  de 
Chile,  de  la  familia  de  bis  .sinan- 
tercas.  cuyo  noml>rp  en  botánica 
ee  proustia  tipia. 

Tinco.  c.\,  im]'].  Ealta  cu  el 
Dice,  esta  accp.  Um  usiida    entro 


editores,  libreros,  bibliotecarios 
y  bibliófilos:  aplícase  al  libro  o 
edición  cotejado  atentamente 
con  los  originales  auténticos,  de 
suerte  que  no  di.scuerde  en  una 
sola  letra  y  pueda  ser\ir  de  tipo 
o  modelo  para  oti'as  ediciones. 

i'ipo,  m.,  desjjectivo.  "Persona 
extraña  y  singular."  Por  prime- 
ra vez  le  dio  el  Dice.  (14.»  edi- 
ción) esta  acep.,  tan  vL^da  en 
todas  parte-i,  pero  rechijzada  por 
los  puristas.  No  dejaiúa  de  in- 
Huír  en  su  admisión  la  obra  de 
Pereda  "Tipos  y  paisajes,"  y  con 
ella  se  puede  defender  en  buena 
lógica  la  nueva  acep.  En  efecto, 
si  tipo  en  sentido  fig.  es  todo 
ejemplar  humano  en  alguna  lí- 
nea, por  lo  cual  decimos,  por  ej., 
"Job  es  el  tipo  de  la  paciencia, 
Los  santas  scm  los  tipoi<  de  la 
virtud,"  también  en  lenguiíje 
j(K"oso  y  .satírico  hemos  de  axlnii- 
lir  tipos  de  toda<  las  extravagan- 
cias y  singularidades;  y  talles  son 
algunos  de  los  de  Pereda. — Otra 
acep.  que  falta  en  el  Dice,  y  que 
siempre  se  ha  usado  en  el  len- 
guaje l>íblico  y  eclesiiistico,  es  la 
de  "símbolo  representativo  de 
cosa  figurada:''  "El  cordero  pas- 
cuall  fué  el  tipo  de  .Jesucristo." 
'•Baralt,  diw  el  V.  Mir,  tuvo  por 
inadmisil)le  esta  última  signifi- 
cación .  .  .  Pero  on  el  día  de  hoy, 
al  paso  que  coiren  los  estudios 
bíblicos,  ya  no  es  ixisible  contras- 
tar el  uso  de  la  jiabübra  tipo  en 
la  acep.  de  figura  simi)ólica.  .  . 
101  lenguaje  de  la  exégesis  mo- 
derna no  puede  ya  desembíU'a- 
zai"se  de  la  voz  tipo  ni  do  la  voz 
(intltipo,  ni  del  adj.  tipiro  y  anti- 
lipiro.  si  se  toman  on  ol  .«mentido 


TIQ 


TIQ 


469 


que  la  heniienéutica  «igrada  les 
da.'' — El  tipo  de  cambio  de  que 
hablan  lotí  comerciantes  es  una 
buena  majadería;  porque,  si  ti- 
po significa  "modelo,  ejemplar," 
¿qué  cotía  menos  a  propósito  pa- 
ra eso  que  el  cambio,  que  todos 
los  días  está  variando? —  Ha- 
blando de  las  letras  o  bonos  hi- 
potecarios, suele  decirse  también 
que  son  del  tipo  tal  o  cual  (del 
tipo  del  8,  del  tipo  del  7),  cuan- 
do lo  que  se  quiere  y  se  debe 
decir  es  que  son  del  8  o  del  7 
{X)r  ciento,  es  decir,  que  ganan 
anualmente  ese  interés. 

TiQiE,  ni.  Árbol  chileno  de  la 
faunilia  de  las  euforlñáceas  (aec- 
ioxicon,  o  mejor  aegotoxicon. 
punctatuní),  tiqu^e  o  palo  muer- 
to en  Valdivia  y  Chiloé,  aceitu- 
nillo  y  oli.villo  en  lais  provincias 
de  más  al  Norte:  alcanza  hasta 
Valjyaraí.s'o.  (Philippi).  No  debe 
confundirse  con  el  otro  oliviUo 
que  dimas  en  su  lugai".  Gay,  y 
l-ycnz  qlie  lo  siguió,  escribieron 
teque,  pero  la  proniinciación  co- 
rriente es  tiqíoe,  del  araucano 
tuque ,  palo  muerto,  árbol  (Fc- 
brés-Astraldi ) ,  y  on  ailgunas  par- 
les trique.  Así  .ie  ve  en  los  topo- 
nímicos Tiqueco  (agua  del  ti- 
que),  fundo  del  depan'tamento 
de  La-Unión,  y  triqvilemu 
(lx)sque  de  triques  o  tiques), 
fundo  del  departamento  de  Cons- 
titución. Tiiqv.fí  (el  á^b(^l  ti  que  o 
l>a]o  muerto)  escribió  el  P.  Au- 
gusta. El  nombre  de  palo  muerto 
])arec«  que  viene  ded  aspecto  que 
presentan  las  hojas,  lampiñas, 
de  un  verde  poco  oscuro  por  en- 
cima y  muy  pálidas  por  debajo, 
cubiertas   de  esoamitas   redondas 


que  les  dan  lustre  metálico,  y 
por  el  botón,  que  pasia  muchos 
meses  sin  abrirse.  Los  de  aceitu- 
nillo  y  olivillo  pro\ieinen  del 
fruto,  que  "'es  una  cb-upa  dura, 
negruzca,  lisa,  de  figura  de  una 
aceituna,  pero  más  ohica."  (Gay, 
Botánica,  t.  V,  pág.  348). 

Tiqui.  Voz  que  se  visa  repetida 
para  llamar  a  las  gallinas.  "Lle- 
gó la  hora  de  la  comida,  la  coci- 
nera ontró  al  patio  gritando 
tiqui.  tiqui,  tiqui,  y  tiró  al  suelo 
la  aca-íumbrada  ración  de  maíz, 
granzais  y  restos  de  legumbres.'" 
(Ronquillo,  El  Pavo,  en  La 
Unión,  de  Santiago,  12  Oct. 
1916).  En  el  Dice,  hallamos  pi- 
ta (voz  que  se  usa  repetida  i>ara 
llamar  a  lais  gallinas,  y  2."  acep., 
gallina).  Oejador  trae  "chita, 
chita,  como  quien  dice  menoida." 
(Silbantes,  t.  I,  pág.  65)  y  urra: 
■'úsa,?e  ese  vrra  en  toda  España 
para  llafliiar  a  las  aves  de  corral, 
y  no  sé  si  aun  fuera  de  España, 
aunque  creo  que  sí."  (T.  R,  pág. 
585).  En  Aragón,  y  especial- 
mente en  La-Litera,  usan  la  voz 
tita;  en  Colombia,  cus,  cíis,  o 
cut,  cut  (Uribe,  nota  106),  tai- 
vez  del  español  cuz,  cuz,  con  que 
se  llama  a  los  peiTos. — Nuestro 
tiqui  puede  venir  del  araucano 
thücül  o  thiciU,  frangollo,  o  de 
thüca,  centeno,  por  relación  con 
el  alimento  que  ^  da  a  las  galli- 
nas, o  hiiinbién  del  eúskera  ichi- 
qui.  chico,  pequeño  (Oejador, 
Silbantes,  t.  I,  pág.  4?>  y  65). 
Aca=-o  pudiera  \-enir  de  un  tic, 
tic,  onomatopcyico,  como  éste 
que  leemos  en  una  antigua  pieza 
e.^>añola  {Comedia  T  esorina, 
introito),  hablando  de  las  mujeres: 


470 


TIR 


TIR 


Si  hombre  sale 
A.  mirarlas  a  la  calle, 
Andan  a  pasos  contados. 
Asina,  de  este  talle: 
Un  sencillo  \  dos  trenzados. 

;0h  pobretas! 
Van  unas  esmoladetas 
Tic  y  tic  menudeando, 
Que  parecen  anadetas 
Según  que  van  culeaudo. 


(Cotarelo.  Colección  de  enl 


.  introd  ) 


Tira,  f.  El  pl.  tirag  y  el  dini. 
tirillas  se  iisan  en  Chile  dei*pec-ti- 
vainente  en  el  significado  de  ^■eíT- 
tidios  o  ropa  de  vestir,  de  hombre 
o  de  mujer.  "Saca  de  aquí  tus 
tiras;  Llévate  tus  tirillas."  "Jar- 
dín de  tiras,"  apodaron  gracioe-a- 
mente  en  im  pueblo  a  un  indivi- 
duo anidraja-^,  así  c-omo  en  otro 
llamaron  Cristo  pobre  a  uno  par 
recido.  Lenguaje  muy  i>ropio  de 
los  que  recibieron  el  sobrenom- 
bre de  rotos.  Tirajo  e.-*  el  desi>ec- 
tivo  de  tira  que  trae  el  Diw.  En 
otro.s  caisos  podn'a  decirse  tínm- 
bién  andrajos,  harapos. — Hacer 
tiras  vna  rosa..  Siendo  tira  "pe- 
dazo largo  y  aiigcxsto  de  tela,  pa- 
JK?1  u  otra  cosii  delgíida,"  es  chuvi 
que  e-stíi  fr.  s(')lo  puede  KÍgnific;ir 
deKi>eílazar  una  «)t«i  convirtién- 
dola en  tirap  menudas,  como  en 
e^íte  texto:  "E'^t-ando  Don  Juan 
de  Castro  de  jiartida  fxu'a  las  In- 
dias, al  i>asar  jMjr  una  ealle,  vio 
en  la  puerta  <le  un  sastre  un  ri- 
qiitimo  vestido  muy  Ixirdado: 
pidió  que  se  lo  mwtra-'en ;  y, 
preguntiando  cuyo  íuchc,  respon- 
dió el  ofif'iívl  que  de  un  hijo  de 
Su  Señoría.  Tomando  entonces 
I).  Juan  de  Castro  unas  tijeras, 
lo  hizo  lints,  y  dijo:  I^ecid  a  mi 
hijo   (luc    com|>re    armas  v    uui? 


armas,  que  éstas  son  para  los 
hombres,  y  esotro  para  mujeres.'' 
(Floresta  general,  t.  IT,  n." 
1586).  En  Chile  y  en  otras  par- 
tee se  abusa  con  exceso  de  esta 
fr.  aplicándola  a  lo  que  no  se 
áehe.  a  tTastos  de  loza,  o  vidrio, 
a  libros  o  pax>eles,  a  cuerpos  ani- 
nmiles,  etc-.  Según  los  casos,  díga- 
se romper,  quebrar,  despediizar  o 
apedazar,  destrozar,  desmenttzar, 
desgarrar,  hacer  trizas  (destniír 
completaimente,  hacer  menudos 
pedazos  una  cosa;  heair  o  las^ti- 
mar  gi"a\-emente  a  una  persona  o 
a  un  animal'),  hacer  añicos  (con- 
vertir en  pedazos  o  piczjis  peque- 
ñas una  c<wa  desgarrándola  o 
rompiéndola),  hacer  piezas  (des- 
pedazar y  ha<er  trozos  una  cosix). 
Don  José  Joaquín  de  Mora  usó 
esta  fr.  aplicándola  a  un  libro: 

Ni  te  descirazon-'s 
Si  el  público  se  mota 
De  tus  composiciones; 
O,  si  al  cantar  la  estrofa 
Que  tú  oxtjítico  adiuiras 
Cuiíl  tipo  de  belleza, 
Un  lector  te  hice  liras 
Y  otro  lector  bostciía. 

(I   un  pirta  ni  rrl) 

Si  el  libro  por  cólera  del  le<>tor 
se  convierte  en  verdaderas  tiras, 
está  bien  usada  la  fr. ;  i>ero  nó  si 
le  hace  pedazos  menudos. — //t- 
clio  tiras,  loe.  tig.  y  fain.:  an<lra- 
joso,  roto,  lleno  de  hiU"ap<iP,  ha- 
raposo o  harapiento,  pañoso,  as- 
troso, trapiento.  Es  eorriento  en 
(^iiile  y  nada  tiene  de  impi»pio, 
— -Siivar  lit.i  tiras  a  itno.  fr.  fig.  y 
fam.:  azotarlo  fuortemonto.  "Lle- 
gó el  padre,  .v.  al  .siber  lo  sucedi- 
do, le  .viK-d  /((.<  liras  a  chic^dia/.os." 


TIR 


TIR 


471 


Es  fr.  que  puede  pasar,  porque 
en  íontido  recto  se  sacan  real- 
mente tiras  de  piel  con  los  azotes. 

Tirabuzón  o  sacacorchos. 
ni.  Son  iguales  en  su  acep.  miis 
conocida. 

TiRACí  ERO.  m.  Voz  que  sólo 
usaíiiios  como  insulto  dicho  a  los 
zapaterots,  y  siempre  en  esta  for- 
ma: 

Zapatero, 
Tiracuern, 
Toma  chicha 
Y  embustero. 

Se  usa  en  todo  Chile,  y  nó  en 
Caraliue  solamente,  como  lo  han 
creído  algunos.  Recuérdese  lo 
que  dijo  Sancho  Panza:  "Pienso 
hacer  como  el  zapatero,  que  tira 
el  cuero  con  los  dientes  hasta  que 
le  hace  llegar  híiíta  donde  61 
quiere."  (Quijote,  p.  II,  c.  LIX). 
También  en  .^u  epigrama  contra 
un  remendón  (1.  IX,  epigr. 
LXXIV)  lo  dijo  bien  claro  el 
poeta  Marcial :  "Acostumbrado 
a  estirar  con  lox  dientes  lo-i  cue- 
ros viejos  y  a  morder  la  .suela 
gastada  y  podrida  en  el  lodo, 
posees  hoy  en  Palestrina  los  bie- 
nes que  fueron  de  tu  engañado 
amo." 

Dentibus  aiitiquas  politus  prodúcete  pelles^ 
Et  morderé  lut^  putre  vetusque  solum. 
Pracnestina  tenes  decepti  regna  patroni. 

La  voz  está  bien  fonuada,  como 
tantos  compuestas  castellanos  de 
V.  y  s.  Pero,  ¿.-e  quiere  una  prue- 
ba más  clara  de  sni  u-so  en  el  áu- 
reo siglo  de  las  letras  españolas? 
Abramos  el  Teatro  Español  del 
slf/lo  X]'I  (edición  de  los  Bi- 
biiótilos  Ma<lrileños) ,  t.  I,  pág. 
297 : 


¡Ah,  don  puto  remendón, 
Tiracuero! 
¿No  os  lo  dije  yo  primero 
Que  al  infierno  habe'is  de  ir? 

Después  de  esto  no  qviedia  sino 
meterlo  de  rondón  en  el  Dioc.  y 
dando  excusas  por  no  haberlo 
hecho  durante  tantos  siglos. 

Tirada,  f.  Es  cx>rriente  en 
autores  esjjañoles  la  acep.  de  "'se- 
rie continuada  de  muchas  cosas 
seguida  o  añadidas  unas  a 
otras,"  que  es  como  define  el 
Dioc.  la  tiramira.  Sólo  citaremos 
dos,  porque  no  hay  necesidad  de 
más:  "¿Harían  eso  por  bizarría 
de  ingenio,  por  gala,  \yoT  varie- 
dad, por  interrumpir  con  al.gu- 
nos  vei'sos  de  terminación  seme- 
jante las  extensas  tiradas  de  ver- 
sas con  terminación  diferente?" 
(Antonio  García  Gutiérrez,  Dis- 
curso de  toma  de  posesión  en  Ja 
Academia).  "A  esto  de  perío- 
dos largos  tengo  ya  respondido; 
no  así  ha  res]x>ndido  él  a  las  lar- 
gas tiradas  de  períodos  cortos, 
desencajados  y  auSináticos  que  le 
reprobé.  (Puigblanch,  Opúscu- 
los, t.  II,  pág.  375).  Fuera  de 
tiramira,  hay  en  oa,stelkino  reta- 
hila (oonjuiiito  de  muchas  casas 
que  están  o  vain  sucediendo  por 
s-u  orden),  letanía  (lista,  retahi- 
la, enumeración  .seguida  de  mu- 
chos nombres)  y  serie,  sarta, 
sartal,  ristra,  ringla.  Tirada  en 
esta  acep.  es  el  francés ¿¿carfe,  más 
genérico. — Otra  acep.  que  da- 
mos a  tirada  es:  "carrera  corta 
que  el  jinete  hace  dar  al  caballo, 
obligándolo  a  pairarse  cuando  va 
con  más  violiencia.  Hácese  regai- 
larmente  jjor  gallairdía."  En  cas- 
tellano .se   llama   esto    remesón. 


472 


TIR 


TIR 


También  hay  la  fr.  Parar  de  te- 
nazón el  caballo:  "pararle  de 
golpe  en  la  carrera,  sin  haberle 
avisado  antes." — A  todas  tiradas, 
loe.  fig.  y  faiiii. :  en  toda  ocasión, 
cada  vez.  "El  hijo  engaña  a  su 
uadra  a  todas  tiradas."  Viene  es- 
ta loe.  de  la  tirada  que  se  da  al 
caballo,  que  generalmente  es  en 
ambas  direcciones,  de  esta  mane- 
ra :  .se  le  lanza  a  toda  oaiTera  a  la 
orilla  de  una  taipia  o  seto  y  se  le 
detieme  de  repente,  volviéndolo 
ligeramente  a  un  lado;  en  segui- 
da se  le  hace  correr  en  dirección 
opuesta,  desandando  lo  andado  y 
voháéndolo  al  lado  contrario. 

Tiradera,  f.  Cinta,  tira  de  tela, 
cordón,  con  que  .«e  atan  las  nui- 
jeres  a  la  cintura  las  falda«,  ena- 
guas, calzonea,  etc.  l)íga.se  cinta, 
como  se  ve  en  la  loe.  Faldas  (o 
haldas)  en  cinta.  Atadero  es 
también  lo  que  sirve  para  atar. 
— Cordón  o  cinta  con  que  se 
abren  y  cierran  las  boleas  y  bol- 
sillos; en  ca.stellano,  cerradero. 

Tirado,  d.\,  adj.,  parí,  de  tirar. 
Como  tirado  con  honda,  loe.  fig. 
y  fajm.  igual  a  líi  a>-pañola  Como 
pedrada  en  ojo  de  boticario,  "que 
expret^a  que  urna  cosa  viene  muy 
a  propósito  de  lo  que  s«  está 
tratando."  Recuéixlense  también 
las  palabras  de  Sancho  Panza 
como  gol)ernador  de  la  Barata- 
ría: "Ayer  estiuT  en  ella  ííol)er- 
naindo  a  mi  placer,  como  vn  sn- 
f/itario."  (Quijote,  p.  II,  c. 
LIV).  "Por  ponderación  de  su 
habilidad  y  ligereza,"  explica 
Rodríguez  .M.arín.  i>orque  sagi- 
tario es  lo  mi.-^mo  (]ue  siietero,  y 
para  la  comparación  allá  .se  va  oí 
síietcro  con  el  hondero. 


Porque  es  veraad  que  la  suerte 
Le  vino  como  rodada, 

dijo  también  en  .sentido  parecido 
Gerardo  I^obo  en  una  de  su.«  dé- 
cimas. 

Tirador,  m.  Tirador  de  goma. 
Instrumento  pequeño,  de  madera 
o  de  hierro,  en  fonna  de  horca, 
con  un  elástico  en  cada  brazo, 
con  el  cual  tiran  los  niños  a  las 
aves.  En  E.«paña  se  llama  tirabe- 
que, va.,  voz  que  el  Dice,  sólo 
define:  "guisante  mollar." 

Tiraje,  m.  Ks  gíilicL<mo  (el 
francés  tirage)  en  estos  <los  usoe 
que  le  damas  en  Chile:  1.°  En 
Imprenta,  acción  y  efecto  de 
imprimir;  número  de  ejempla- 
res de  que  consta  ima  edición ;  lo 
que  se  lira  en  un  .solo  día  de  La- 
l>or:  todo  lo  cual  íc  Ihinia  en  cas- 
tellano tirada.  La  acción  o  efecto 
de  imprimir  se  llama  también 
tirado,  m. — 2.°  Tratándose  de 
cocinas  económicas,  chimeneas, 
horncus,  corriente  de  aire  que 
produce  el  fuego  y  que,  mía  vez 
calentada,  arrastra  al  exterior 
los  gases  y  humos  de  la  combus- 
tión :  lo  que  en  castellano  se  de- 
nomina tiro;  y  i)or  eso,  horno  de 
gran  tiro  es  "el  de  cuba  sin  má- 
cpiina  so])ladora  y  con  gran  chi- 
menea." Tiraje  no  ainaivce  para 
nada  en  el  Dice. 

TlKA.VTK,  III.  Hilo  do  IKICO 
más  de  una  <-uai1a  de  largo  que 
ata  la  cometa  «1  iiilo  largo  con 
que  .•*  remonta.  I'>st<>s  tirantes 
pon  sicmpiv  en  número  de  tres, 
sp  ponen  en  el  arco  de  la  cometía 
en  fori'Mi  de  triángulo  ,y  f*  atan 
[Kir  ol  otro  extremo  ei\  im  solo 
nudo;  ]k>v  e.so  ú.  m.  cu  ]>]. 
Cuauídu  la  cometa  es  muv    gran- 


TIR 


TIR 


473 


de,  como  son  las  que  llamamos 
pavos,  jotes,  bolas,  el  tirant-e  es 
más  grueso  y  resistente  y  se  hace 
de  cordel  o  cosa  semejante. — Cin- 
ta o  cordón  con  que  las  mujei'^s 
atan  las  niedi'a.s  al  corsé. — De 
cola  y  tirante.  Véase  Cola,  al 
fin. 

TiR.iXTE,  adj.  Desde  la  13.* 
edición  le  agi-egó  esta  acep.  el 
Dice.:  "dícese  de  las  relaciones 
de  amistad  próximas  a  romper- 
.se."  También  habría  que  dar  la 
corrc9ix)ndiente  al  adj.  fl^jo,  ja, 
que  todavía  no  la  tiene. 

Tiranteada,  f.  Acción  o  efecto 
de  tirantear  en  sxis  dos  aceps., 
pero  más  en  la  •()ropia  o  i^ecta. 

Tirantear,  a.  Tirar  y  alargar 
alt^írnativameaite  el  hilo  de  la 
coimeta  para  que  ésta  no  se  ladee 
y  tome  vuelo  y  se  remonte. 

AI  tiranta  me  quisiste 
Y  al  tirante  me  olvidaste, 
Como  el  amor  es  tirant-e,  i 
Tiranteando  me  dejas'e. 

{Versos  populares). 

— Fig.  y  faaii.,  tratar  o  llevar  a 
las  personas  alternativamente 
con  rigor  y  suavidad,  o  sea,  al 
tina  y  afloja.  "Pedro  tirantea 
bien  a  sus  empleado.s;  .Juan  no 
sabe  tirantearlos." —  Don  Luis 
Heriiei-a  en  su  celebrada  vereión 
de  la  Eneida.  (1.  XI)  empleó  el 
V.  atiravtnr,  ]>oner  tirante  unía 
cosa,  que  no  aparece  en  el  Dice. : 

8«crf  una  rapirlÍBÍma  saeta 
De  su  dorada  aljaba,  y  m  el  arco 
La  adapta  luego,  y  lo  aííVanía fuerte, 
Hasta  juntar,  curvado,  sus  extremos 

Otro  autor  escribió:  "Una  ho- 
rroro.sa      conti'acción     atirantaba 


todos  sus  músculos."  En  el  Dice. 
de  Doiinínguez  se  registra  este  v., 
pero  con  esta  otra  acep. :  "asegu- 
rar con  tirantes." 

Tiranteo,    m.  Acción    o  efecto 
de    tirantear,   en  ambas  aceps. 

Si  en  alguna  reuni^ln 
Se  presenta  alguna  bella 
Que  como  pintada  estrella 
Pretende  echar  comisión, 
Entonces  con  precaución 
Le  doy  un  buen  tiranteo. 

(Tonada  El  Volantín). 

Tirar,  a.  En  las  provincias 
del  Sur,  transportar  en  carreta, 
acarrear.  "Tirar  paja,  tirar 
agua."  Es  acep.  que  bien  podnan 
usar  los  bueyes,  porque  ellos  son 
los  que  realinent-e  tiran  estas  co- 
sas por  medio  del  continente, 
que  es  la  carreta. — Tratándo.se 
de  caballos,  darle-;  una  tirada. 
A^'éaíe  Tirada,  2.^  acep.,  y  Re- 
matar, 1.^  aiceji.  Téngase  también 
jiresente  la  voz  castellama  repe- 
lón, que  significa:  "cairrera 
pronta  e  impetuosa  que  da  el 
caballo." — Tratándose  de  rifas  y 
loterías,  no  debe  decir.se  tirarlas, 
sino  hacerlas,  echarlas,  efectuar- 
las, sortearlas.  Los  franceses  son 
las  que  dicen  Tirer  une  loterie 
(sacar  los  Iñlletes  o  luimeros  de 
una  loten'a  para  saber  a  quién 
fp.A'orece  la  .suerte) . — En  la  acep. 
fig.  de  "tender,  propender,  indi- 
naiise,"  el  v.  es  a. ;  por  tanto,  no 
debe  hacer.se  impersonal,  como 
lo  hacen  en  Chile,  donde  es  co- 
rriiente  decir,  por  ej..  ¿A  qué  te 
tira  a  ti?  A  mí  me  tira  a  la  mi- 
licia ;  A  ti  te  tira  a  clérigo ;  A 
Rosa  le  tira  a  monja ;  A  Juana  le 
tiró  a  casada  ( n  al  matrimonio). 


474 


TIR 


TIR 


Todo  í'ato  debe  enmendarse  po- 
niendo   por   sujeto   el   estado   o 
co?a  que  tira:   ¿Qué  te  tira  a  tí? 
A  mi  me  tira  la  milicia;   A  ti  el 
aer  clérigo  (o  el  estado    eclesiás- 
tico).   Véase   Luciaxo.    Cuando 
dignifica  "ix)ner    los  niieidios.    di- 
siniulada«nente     poi*   lo    coiinúii, 
para  lograr  algo,"  se  invierte  e-*- 
te  régiimen :  Ése  tira  a  ser  minis- 
tro. (Dioc.)—  A  la  tira  y  afloja, 
Al   tiro    y   ff floja.    En  castellano 
hay  la  loe.  fig.  y  fam.  Tira  1/  aflo- 
ja (que  í«  emplea  cuando  en  los 
negociiocí  y  en  el  mando  ne  proce- 
de alternaitivauíente  con  rigor   y 
s-uavidad)    y    tannbién    Juego  de 
tira    y  afloja    (juego  de  prendíis 
que  confuíste  en  a.«ir  cada  uno  de 
las  que   lo   juegan    \a.  punta   de 
una  cinta  o  pañuelo,  reuuicndo- 
la.s  todas  por  el  extremo  oimesto 
la,  persona  qiiie  dirige  el  juego,  y 
cuaindo  ó?ta  manda  ailojar  deben 
tirar   los  demás,    o  al    contrario, 
perdiendo  prenda  el  que  yerre). 
Es  evidente  que  en  ¡«mbas  aceps.. 
]>or  cuanto  .se  rjüeren  a  un    jue- 
go, la  loe,  si  e.-<  que  .•*  le  da    gé- 
nero, debe  llevar  el  m.  y  uó  el  f. 
"Hay  qvie  convenir  en  que    ma- 
má estaba   en  lo   firme    cuando 
gvíardaba    con  noíiotras    aquellat! 
rcsen-as  que  tanto  nos  de-w] aera- 
ban. V  aquel  tira  y  afloja  que  to- 
mábamos liatsta  ix>r  falta  <le    ca- 
ridad."  (Pereda.  Ntíhei^  dr  r.<ifw. 
XV").   ".\ngel  i)rocuraba  acomo- 
darse  a  este   tira  y  afloja  n    que 
(luerían     someterlo."      (Id.,     f^" 
MontáJvez.  X).   Algunos    llanuan 
aquí  el  juego  A  la  tira  tira,    ex- 
traviad.»^  i^n  duda  por  bi    <Ví^ 
jx>pular: 


.4  la  tira  tira 
Perdí  mi  caudal. 
Y  a  la  lira  lira 
Lo  volvió  a  encontrar. 

Cualquiera  ve  que  el  v.  tirar  áe\ 
juego    significa    haicer   fuerza,  y 
el  tirar  de  esta  otra  loe.  vale  des- 
perdiciar,   consumir. —  A  la  tira 
y  tira,  Iw.  fig.  y  fam.:  por  fuer- 
za, a   la  fuerzíx,  contra  la  propia 
voluntad.    No   9e   confunda   con 
las  locuciones  castizas   .1  todo  ti- 
rar (a  lo  más,  a  lo  sumo) ,  .4  tira 
■más  tira  (tirando  a  porfía   entre 
nnichos). —  Al  tirar,   loe.  fig.    y 
fam.,  sin   selección,  sin    escoger. 
Díceae  de  las  cx>sas  que  se  venden 
por  parejo,  .sin  hacer   se|raración 
de     buenas   y    malas,  gi-andes  o 
pequeña?,  de  una  u  otra  cjilldad, 
color,  etc.  Dígase  de  viontón,  en 
inoatihi    (junt^imcnte  sin  separa- 
ción o  distinción ) .  Al  tirar   (que 
dol>ería    ser  a  tirar)    viene  de  la 
cost.vnnbrc    de    las   oar.sadores    y 
otra<  oi>erarios  que    transj>oi1an, 
acarrean  o  tiran  las  cosas  sin  dis- 
tinción   ninguna.    Véase  Barrer 
(Al). —  Hacer  tirar  la    carreta  a 
uno,    fr.  lig.  y  fam.:    dejarlo  en 
po-iición  desairada,  sin  lograr   el 
bien  que  espueraba  o  llevando  so- 
lamente el  tralwjo  o  la  <-arga.  Se 
dice  i^r  .-ennejauza  con  los   bue- 
yes  que  tiran    de  la  c^irrefíi   pin 
participar  de  lo  que    va  en  ella. 
—Tirar  al  indio,  fr.  fig.  y  fani.: 
rollar  y  también  dm>ie  a  la   vida 
de  ladrón.    Por  la  mala   cost.inn- 
lire  que   tienen  aleunos  de   tiraT 
hnlazox    a   los    indios   araucanos 
liara    matiarlos  o   ahuyentarlos  y 
así  ixibarles  los  bienes.  X\  t.  el  v. 
solo,    .sin  el    complemento  al  in- 
,r,n.    cuando    fácilment<^  -se  sub- 


TIR 


TIR 


475 


entiende. —  Tirar  lance,  fr.  fig.  ¡y 
fam.:  robar  una  cosa  al  pasar, 
aiprovech anido  la  ocasión  o  co- 
yuntiira,  como  de  lance. — Tirar 
la  primera  piedra.  Véaíe  en  el 
art.  Piedra. — Tirarle  la  lengua 
a  uno. — "\'éa3e  en  el  art.  Lex- 
GUA. —  Tirar  para  su  raya  uno, 
fr.  fig.  y  fam.:  mirar  solamente 
por  sas  intereses  o  por  su  conve- 
niencia personal.  Es  pai'ecida  a 
las  españolas  Arrimar  uno  el  as- 
cua a  »u  sardina  (aprovechar, 
para  lo  que  le  interesa  o  importa, 
la  ocasión  o  coyvmtura  que  se  le 
ofrece)  y  Llevar  ^lno  el  agun  a 
f:u  molino  (dir'gir  en  su  interés 
o  provecho  exclusivo  aquello  d© 
quie  puede  disponer). —  Tirar 
piedras  uno.  Véase  en  el  art. 
Piedra. —  Tirarse  la  pera  uno. 
Véase  Pera. —  Tirárselas  uno 
con  otro,  fr.  fig.  y  fain.:  luchar 
cueqx)  a  cuerpo;  jugar  sin  pedir 
ni  dar  ^•«nta.ja;  disputai",  creyen- 
do vent^er.  Es  parecida  a  las  fra- 
ses castizas  Haberlas  (o  haberlo, 
o  habérselas)  con  xmo:  "dispu- 
tar o  contender  con  él;"  Tener- 
las (o  ienérselox)  tiesfis  uno: 
''mantener.se  finue  contra  otro 
en  conticndíi.  dií])uta  o  instan- 
cia." 

TiRATiRA  f.  Aféase  Pilpil.— 
Fig.  y  fam.,  gaüicho  o  garabato, 
et;  decir,  "aire,  garbo  y  gentileza 
que  tienen  algunas  mujeres,  y  les 
sin-e  de  atractivo,  aunque  no 
sean  herniosas." 

Tiriana,  f.  Durazno  o  meloco- 
tón cortado  en  forma  de  espiral. 
Para  que  sea  más  vistoso,  algu- 
nas veces  se  le  monda  primero  la 
corteza  f()rii)an<lo  líneas  int'tM'po- 
ladas. 


Tiricia,  f.  A.sí  Uama  nuestro 
pueblo  a  la  ictericia.  Pero  no  tie- 
ne él  la  culpa  de  estropear  aisí 
esta  voz,  sino  los  que  así  se  la 
dieron  desde  el  principio.  Y,  si 
no  se  nos  cree,  porque  los  últi- 
mos diccionarios  nada  dicen, 
créase  a  las  siguientes  autorida- 
des: "Llámase  también  esta  en- 
fermedad tericia  o  tiricia." 
(Dice,  de  Autoridades).  "Itert- 
cia.  Vulgarmente  la  llamamos 
tericia."  ( Covan'ubias,  Tesoro). 
Tiricia  la  llama  también  en  su 
lugar  y  en  el  art.  Rábano.  "Los 
que  por  alguna  enfermedad  o 
pasión  del  ánimo  tienen  alguna 
especie  de  tiricia."  (Alcalá,  Do- 
nado hablador,  p.  II,  c,  IX),  Lo- 
pe de  \"ega,  en  sus  poesías  y 
Cervantes  en  Pedro  de  Vrd.emcL- 
¡as  (jorn.  II)  dijeron  también 
tericia.  Vela  Manzano,  en  su  co- 
media Casar.se  por  golosina,  im- 
lire-sa  en  1762  y  reimpresa  en  el 
Refranero  español  de  Sbarbi  (t. 
IX),  escribió  tiricia;  y  así  mu- 
chos otros.  En  Salamanca  dicen 
tiricia;  en  gallego,  tericia  y  tiri- 
cia, y  probablemente  en  el  len- 
guaje popular  de  toda  España. 
Mayáns  reconooe  que  lai  i  quita- 
da del  jn'incipio  convirtió  a  icte- 
ricia en  tericia;  y,  por  último,  el 
actual  Dice.  (14.*  ed.)  trae  los 
anticuados  aterida,  y  atericiarse, 
atiriciarse,  "contraer  la  icieri- 
<,ia."  llaro  es  que  no  incluya  a 
tericia  y  tiricia,  que  fueron  y  son 
mucho  más  VLsados. 

Tirifilo,  la,      adj.    Lo    m.ismo 
que   tirillento,  }>ero  menos  u.sado, 
—Es  (k'ri\ado  caprichoso    de  ti- 
ra, y  no  creemos  que  en  él   tengia 
parte  el  ariuicano  vil.l,  todo,  cuya 


476 


TIR 


TIR 


V  se  aíiemeja  a  nuestra  /.;  todo 
tiras,  ni  menos  el  sufijo  griego 
filo,  de  bibliófilo,  Teófilo,  hispa- 
nófilo, germanófilo,  etc.,  amante 
de. 

Tirihuelo,  m.  Pez  de  agua  dul- 
ce, como  de  im  jeme  de  largo  y 
de  \'ientre  aanarillo.  Es  malo  de 
comer. 

Tirillas,  pl.  Véanse  Tira  y 
Pobrezas.  3n  España  taimbién  se 
usó  tirillas,  como  ae  ve  en  este 
texto: 

Vergüenza.       Aquí  debajo  te  irás. 
Vicio.  Vonseme  las  espinillas. 

Vero.  Nó,  que  bien  cubierto  vas, 

VlClD.  No  tiujeras,  pesi  .1  guas. 

Uní  manta  de  tirillas. 

(Farsa  ilt  las  enronas.  CoUcc.  Rouanet,  t.  III, 
pág.  389). 

Bien  pudiera  .«er  también  una 
iiiant-a  hecha  de  tiras,  como  hay 
muchas.  Tirilla  .significa  en  el 
actual  Dice. :  "lista  o  tira  de 
lienzo,  labrada  o  {wspuntadü, 
que  se  {X)iie  por  cuello  o  cabezón 
en  las  camisas."  Y  por  e.<o  Pe- 
reda e.-cribió:  "Teñido  de  bigo- 
te, muy  afeitado  el  re.sto  de  la 
barba  ter.sa,  pulcras  y  cerradas 
tirillas  y  gran  Ciideiia  de  reloj." 
(Sabor  de  la  tierrnca). 

Tirillento,  ta,  y  menos  usado 
ririlludo,  da,  adj.  Lo  misino  que 
hecho  tiras,  ^'('•asle  en  el  ¡ni,. 
Tira. 

Tiritar,  n.  "Tmiiblar  de 
frío."  Naida  más  dice  de  oste  v.  el 
Dice.  Entre  no.-otrot^  se  tirita 
también  de  dolor,  de  miedo,  de 
debilidad  física,  etc.,  lo  cual  ex- 
presa el  Dice,  con  el  v.  temblar 
(agitarse     con    moviminto     fre- 


cuente involuntario).  Confirme- 
mos este  uso  con  la  autoridatd  de 
Pedro  de  Oña,  que  en  su  Arauco 
domado  (c.  V)   dijo: 

Cuando  se  ven  el  mar.  el  aire,  el  cielo. 
Armados  del  ricor  que  están  lanzando, 
y  la  rasgada  nube  retronando 
Escupe  fuego  vivo  contra  el  suelo; 
El  pájaro  en  su  nido  eriza  el  pelo, 
Y  todo  se  acurruca  tiritando. 

Es  claro  que  tiritan  nó  de  frío 
sino  de  miedo. — Tiritar  las  car- 
nes a  uno  es  para  el  Dice.  Tem- 
blar las  carnes  a  uno  (tener 
gi-an  miedo  u  horror  de  alguna 
cosa).  Y.n  todos  esu>s  casos  no 
nos  parece  impropio  el  uso  de 
tiritar,  que  es  voz  onónnitopéyica 
y  envuelve  el  mismo  (íoacepto 
general  de  temblar. 

Tiritón,  na,  adj.  Trémulo, 
tremulante,  tremulento,  teanblo- 
roso,  t-cimbloso,  trépido.  Todos 
estos  adjs.  expresan  la  idea  de 
temblar  continua  o  habitual- 
mente;  el  tiritón  nuestro  es  ge- 
neralmente el  que  tiembla  a  ra- 
tos por  impresión  nerviasa.  En 
castellano  no  existe  como  adj., 
sino  solamente  como  s.  m.,  tiri- 
tón (caída  uno  de  los  e.5tremeei- 
mientos  que  siente  el  que  tirita) 
y  tiritona,  f,  fam.  (temblor  afec- 
tado). 

Tiro,  ni.  Kii  algunos  juegos 
do  bolitas,  holita  de  pie<lra  o  de 
cri.--tal,  generalmente  más  her- 
ma-a que  liis  donas,  que  usa 
fiHistantemcnte  cada  uno  de  lo8 
jugadorc.';.  En  Méjico  .<e  llama 
tiro  el  tejo  o  i>e<lazo  de  teja  que 
sine  i)ani  jugar;  aceji.  que  tiene 
algún  -[«uxH'ido  con  la  nuestra. 
—  l'"n     ciirrcriis     <le     caballoo     a 


TIR 


TIR 


la  chilena,    distancia  que   deben 
correr. —  En  Imprenta,  acción  o 
efecto   de  imprianir   o  tirar;    en 
catítellaiK),     tirada. —     Forma    o 
molde   pai-a  imprimir  el   pliego 
por  la  primera  cara.  (\'éase   Re- 
tiro).— -  Tiro  al  blanco.  El  lugiai- 
donde  se  tira  al  blanco  lo    llama 
el   Dice,     tiro    solamente,    y    el 
ejercicáo  de  tii'ar  al   blanco  o   a 
acertar,  es  para  Oejador  acertero, 
voz  que  no  se  registra  en  el  léxi- 
co    académico,    pero    autorizada 
con  este  texto  clásico:  "Que  todas 
las  compañías   los  días  de   fiesta, 
tirasen  al  acertero,  premiando    a 
los   que    daban    en  el    blanco." 
(Silbantes,    t.    II,    pág.   514). — 
Fig.  y  faim.,  alusión  desfavorable 
que  en  la  conversación  o  por  es- 
crito .ge  hace  contra  una  pei^sona, 
o     indirecta    que    se    le  dirige. 
"Mucho  mentiré  que  haya    quien 
se   queje   de   mis  paseos  por    la 
tarde  [artículos  de   castunibres] , 
y     que   ojos  peor   intencionados 
que   mi    humilde   phmia   descu- 
bran en   esta  defen.-ía  que   acabo 
de   hacer   de   los  muertos,     tiros 
calculados    para   agraviar"   a   los 
vivos.  No  hay  tales  tiros."  (Jota- 
beche.   Paseos   por   la   tarde.   I.' 
art.)     Acep.    digna   de  pasar    al 
Dice.,  porque  no  es  .^no  el  signi- 
fioado  fig.  de  la  voz  tiro,  como  en 
las  frasses  castellanas   Errar  uno 
el  tiro,  Salir  el  tiro  por  la   culata 
y  Matar   dos  pájaros   de  un  tiro. 
Taimbién  Hacer  tiro,  fig.,  es  "per- 
judioai',    incomodar,    hacer    mal 
tercio  a  uno  en  algún  negocio   o 
solicitud."  "Por  instantes  voy  sa- 
biendo más,    y  cosas  m.ás    fmies- 
ta.-?,  en  lo  respectivo  a  hacer   tiro 
a  la  fundación  y  al  que  piensan 


que  la  ha  movido."  (Carta  del 
P.  Francisco  González  al  Beato 
Diego  de  Cádiz,  7  Abr.  1789). 
También  suele  llamarse  tiro  al 
ala,  porque  no  mata  a  la  pei-so- 
na,  .sino  que  solamente  le  hace 
caer  las  alas. — Al  tiro,  loe.  fig.  y 
fam.,  al  punto,  en  el  acto,  inme- 
diatamente, de  golpe.  Es  corrien- 
te en  Cliile  y  en  otras  partes  y  se 
explica  su  significado  por  el  efec- 
to inanediato  que  .sigue  general- 
mente al  tiro  o  disparo.  En  sen- 
tido parecido  escribió  el  Pa- 
dre Sigüenza:  "No  es  fácil 
arrancar  de  U7i  tiro  las  raíces 
hondíis,"  y  Mesonero  Romanos: 
"Ni  tu  figura  está  hecha  para 
enamorar  de  un  tiro."  Más  cerca 
quedó  de  nosotros  Pereda  cuan- 
do escribió:  "Pues  vamos  adentro 
a  saludar  a  esos  señoi-es.  .  .  y 
quizás  del  tiro  hable  yo  al  señor 
Don  Baltasar  de  un  asunto  que 
puede  ianportarle."  (La  Puchera, 
VIII).  Pero  mejor  que  todos  es 
este  texto  de  la  Ven.  Agreda: 
"Cosa  horrenda  por  cierto  y  dig- 
na de  toda  lástiana,  que  este 
nuestro  natural  sea  tan  peligroso, 
que  al  tiro  de  una  acción,  al  com- 
bate de  un  pensamiento,  suele 
c-aier  y  perder  la  gracia  de  mi  Se- 
ñor." (Escaía  para  subir  ala  per- 
fección, §  II). 

Tironear,  a.  Dar  tirones  o 
tironcillos.  Es  v.  corriente,  en 
Chile,  y  desde  antiguo,  pues  lo 
trae  Febrés  en  la  parte  castella- 
na de  su  Calepino  araucano. 
"Sus  pobres  moños  ['de  ciertos 
indios  I ,  .sus  ponchos  y  sombreros 
son  tironeados  en  todas  direc- 
ciones." (Jotabeche,  art.  Eleccio- 
nes del  Huasco).  Es  v.   formado 


478 


TIT 


TIT 


de  tirón  (acción  o  efecto  de  tirar 
con  violenciii)  jwr  el  estilo  <ie 
regalonear  y  de  todos  los  castizos 
forniadoá  de  sustantivos  o  adjs. 
en  o  ;í.— Algunos  le  dan  tiumbién 
la  acep.  de  tirar  un  caballo  (vé- 
ase Tirak),  pero  no  son  muchos. 
Tiroteo,  m.  Sólo  tiiene  en  el 
Dice,  la  acep.  propia  (acción  o 
efecto  de  tirotea/r  o  tirotearse, 
que  es  rejjetir  los  tiros  de  fusil 
de  una  parte  a  otnv). —  Nosotros 
le  dani(>.s  también  la  tig.  de 
"conte.'^liic.iones,  debates,  alterca- 
cione.s,  réplica.-!,  entre  dos  o  más 
personas;"  en  castellano,  dimes  y 
diretes. —  Tiroteo  de  cohetes.  Dí- 
gaise  tratjíieo:  "ruido  continuo 
del  disparo  de  los  cohetes,  en  los 
fuegas  artificiales." 

Tirria,  f.  Su  significado  pro- 
pio es:  ''manía  o  toma  que  se  to- 
ma contra  uno,  oponiéndose  a  él 
en  cuanto  diré  o  hace."  Aquí 
hay  tendencia  a  confundirlo  con 
odio  o  aborrecimiento  tenaz. 

Tis,  ni.  Pronunciación  plebe- 
ya de  (i.vs,  f.  Así  tannbién  en  Sa- 
lainamca  de  Es])aña. 

TíTKRE,  m.  Ks  c^ustizo  en  todas 
sus  aceps.,  inclusa  la  pl.  fam.  de 
"volatines,  .soanbraí<  chinesciis  u 
otras  cosas  de  igual  cla.sc."  En 
Chile  re-«rvaimots  c^ta  m-eq).  para 
la  función  de  Niírdaderos  (iteres, 
es  de<'ir,  "figurillas  de  pasta  u 
otra  nwiitoria,  vestidas  y  axlorna- 
das,  que  se  mueven  con  alguna 
cueixlia  o  artificio,"  como  era, 
por  ejemplo,  el  i-etablo  de  Meli- 
sendna  que  mostraba  maese  Pe- 
dio en  el  Quijote,  y  como  son  las 
ninrionnettis  francesas.  En  los 
títere?*  cliilenos  .son  pei"aonajes 
invariables  Don  Cristóbal  (mari- 


do). Doña  Clara  (su  mujer"), 
Mavia  Laucha  (aana  de  llaves,  y 
otras  veces  suegra)  y  el  negro 
Federico  (.sir\-iente).  Nunca 
pueilen  faltiir  estos  cuatro  tipos, 
o  ix>r  lo  menos  algunos  de  los 
cuatro,  y  entre  ellos  pasan  las 
e-soena-  cómicas  o  satíricas  que  se 
repreríentan. —  No  quedar  títere 
con  cabeza  (o  con  cara),  fr.  fig. 
y  fam.  con  que  se  explica  el  des- 
trozo general  que  hay  en  una 
cosa.  Así  el  Dice. ;  nosotros  eni- 
plcitmos  taanbién  esta  fr.  con  el 
V.  dejar;  y  aun  no  vemos  incon- 
veniente para  decirla  con  otros, 
como  ser,  ver:  No  }wbía  un  solo 
títere  con  cabeza;  No  se  veía  un 
títere  con  cabeza. 

Titiritero,  ra,  m.  y  f.  Tam- 
bién titirero,  ra,  m.  y  f.,  y  tite- 
rista, com.  "Persona  que  trae  o 
gobierna  los  títei^s." 

Titilar,  n.  "Agitarse  con  li- 
gero temblor  alguna  parte  del 
organi.smo  animial.''  A  esta  defi- 
nición se  agregó  desde  la  13.* 
edición  la  acep.  siguiente,  tan 
usada  por  los  poeta*:  "por  exten- 
sión, agitfli-se  del  mismo  modo 
un  cuei-jK)  lumiuü.so  o  brillante." 

No  se'  que  vago  hechizo 
Esconde  el  tiíilar  de  las  estrellai. 

{Antonio  Ainao). 

La  misma  acep.,  ra-i)e<-tiva)iuen- 
te,  alc«nm  a  los  derivados  titila- 
ción y  titilador,  ra. — No  se  con- 
f Ululan  estas  voces  con  centellaT 
o  centellear  (dcsjiedir  myos  do 
luz  como  iiuWLsos  o  trémuloe, 
o  de  intensidad  y  coloración,  va- 
riables por  momentos)  y  sus  de- 
rivados   centelleo,    centellante    o 


TIT 


TIU 


470 


centelleante  (el  escintilar  y  es- 
cintilante  d-e  los  inodeniistas). 

Titilimundi,  m.  No  existe  en 
cacitellano,  y  inenos  en  la  acep. 
de  todo  el  mundo  (la  generali- 
dad de  las  personas)  como  lo  usa 
el  pueblo  en  algunos  juegos,  ^'^é- 
ase  PiMPÍN.  Las  foranas  acepta- 
das pior  el  Dice,  son  totiliinundi 
o  tutilimundi,  mundinovi  o 
mundonuevo  y  significan:  "ca- 
jón que  (••oratiene  un  cosmoraina 
portátil  o  una  colección  de  figxi- 
ras  de  movimiento,  y  se  lleva  por 
las  calles  pai-a  diversión  de  la 
gente." 

Titular,  m.  Falta  en  el  Dice, 
la  acep.  litúrgica  de  "santo  o 
misterio  que  da  el  nombre  o  tí- 
tulo a  una  iglesia." — Adj.,  véase 

Ix    PÁKTIBUS    IXFIDÉLIUM. 

Título,  m.  Título  colorado. 
Sólo  fe*tá  definido  como  término 
forentse.  (el  que  tiene  aiijariencia 
de  justicia  o  de  buena  fe,  pero 
no  es  suficiente  para  transferir 
por  sí  solo  la  propiedad,  .sin  el 
auxilio  de  la  posesión  o  de  la 
prescripción,  y  el  que  se  da  con 
fraude  y  dolo  a  un  acto  o  conve- 
nio). En  Teología  Moral  y  en 
Derecho  Canónico  también  se 
usa  la  espresión  titulo  colorado 
pai-a  designar  el  título  colativo 
de  la  juri.sdic<áón  de  los  sacer- 
dotes quie  tiene  todas  las  apa- 
riencias de  válido,  pero  adolece 
de  un  vicio  oculto  que  lo  hace 
nulo;  tal  serííi,  ]x>r  ej.,  el  título 
ÚG  ¡xirroco  que  hubiera  sido  ob- 
tenido \>ov  .simonía. 

TíTULUs  siNE  RE,  expresión 
latina.  Significa:  título  sin  la  co- 
.sa,  es  decir,  título  meramente 
lionorífico,   sin  sueldo,   sin  nada 


efwtivo.  Conviene  aceptarlo, 
porque  es  de  uso  corriente,  y 
aunque  haya  en  castellano  la 
expresión  fig.  De  anillo,  que  sig- 
nifica: "meramente  honorífico, 
sin  renta,  emolumentos  ni  ju- 
ri.sdicción.  Dícese  de  las  digni- 
dades y  empleos." 

Tiuque,  m.  Ave  de  rapiña 
muy  conocida  en  Chile  y  en  la 
Argentina  (milvago  cliinumgo). 
Se  alimenta  principalmente  de 
in.sectos,  }x)r  lo  cual  es  útil  a  los 
agricultores,  y  de  animales  inuer- 
tcxs  que  yac-en  en  los  oaanpos.  "El 
tiuque  se  amansa  perfectamente 
y  no  es  neeesiü'io  tenerlo  cautivo. 
.  .  .Es  de  carácter  jjoco  amistoso 
con  sus  semejantes  y  frecuente- 
mente .se  1&^  puede  ver  j>eleando 
en  el  aire.  Cuando  caen  sobre 
un  animal  muerto,  parece  que  es 
cuando  más  se  les  despierta  la 
belicosidad:  erizan  las  plumas, 
gritan  muoho  y  hasta  cargan 
contra  aves  n^ayores  que  ellos. 
Constituyen  sus  nidos  en  los  ár- 
boles más  altos,  lo  hacen  con 
ramas,  gentM'almente  espinosas, 
jimtando  grandes  cantidades  y 
fon'ándolo  interionnente  con 
rn'ateria.s  blaindas,  como  pelos, 
lanas,  líquene-s,  etc.;  ponen  de 
tres  a  cinco  huevos  blancos  con 
mi  salpicado  ro.sado,  y  a  veces  de 
im  color  rosado  oscuro  con  man- 
chas negras.  Los  pollos  nacen  cu- 
biertos de  una  i>elusa  Manca  y 
son  siunamente  voraces."  (Re- 
ed). — Fig.  y  fam.,  individuo 
apocado,  desmañado,  desprecia- 
ble o  de  ix)oo  valer,  de  rara  o  ma- 
la catadura,  un  quídam,  mozal- 
Ijete  de  tres  al  cuartü.  También 
Se  dice  tiuque  mojado,     en  este 


480 


TIZ 


TIZ 


mismo  sentido. — En  tiempo  de 
hambre,  hasta  el  tiuque  se  hace 
fiambre,  refrán  chileno,  que  en- 
.<eña  que  en  tiemix)  de  necesidad 
no  hay  que  hacer  melindre.-;  a  los 
alimentos,  por  ordinario.*  o  ma- 
los que  sean.  Es  semejante  a  los 
etspañoles  A  buen  hambre  no 
hay  pan  duro,  ni  falta  salsa  a 
ninguno;  A  gran  hambre  no  hay 
pan  malo,  ni  duro,  ni  bazo;  A 
hambre  no  hay  pan  bazo;  A  la 
hambre  no  hay  mal  pan. — La 
etimología  es  el  araucano  thiu- 
que  o  chiuque,  ave  de  rapiña  y 
gritona,  conocida  (Febrés).  El 
grito  es:  chiu,  chía.  El  pueblo 
pronuncia  trríuque,  y  en  algu- 
nas parles  chiuque ;  mas.  como  la 
forma  tiuque  es  general  entre 
los  naturalista^  y  entre  todos  los 
que  saben  leer,  ésta  es  la  que 
debe  adoptar  el  Dice,  cuando  ad- 
mitíi  el  vocablo,  como  pronto 
debe  hacerlo. 

Tiza,  f.  "Arcilla  terro.-^a  blan- 
ca que  se  usa  piu^a  escribir  en  los 
encerados,  y,  pulverizarla,  para 
limpiar  metales.  ||  Comj>u'Csto 
de  yeso  y  greda  que  se  usa  en  ei 
juego  de  billar  para  untar  1« 
suela  de  los  t;ic<)s  a  fin  de  que  no 
resbalen  al  dnr  en  las  bolas."  No 
debe  confundirse  eon  el  clarión, 
que  es  "pasta  hecha  de  yesso  ma- 
te y  greda,  de  que  se  iis<i  como  de 
lápiz  para  diliujar  en  los  lienzos 
imprimados  lo  que  se  acaba  de 
pintar,  y  i>ara  escribir  en  los  en- 
cerados de  las  escuelas." 

Tizar,  a.  Raj-ar  o  señalar  lige- 
raiincnte  con  tize,  lái)iz,  «irlx>n- 
cillo.  jabón  de  sastre,  etc.,  antee 
de  hacer  el  traltajo  definitivo.  Es 
V.  de  uso  general  en  Chile,    {>ero 


no  hay  necesidad  de  él,  porque 
en  Ciistellano  teneaiios:  lapizar,  a, 
(dibujar  o  rayar  con  lápiz)  y 
delinear,  diseñar,  trazar,  para 
cuando  la  operación  no  se  haga 
con  lápiz. 

TizxADO.  m.  fam.  Empleado 
de  trenes  que  por  .su  ocupación 
recilie  alguna  tizne ;  como  son  los 
fogoneros,  maquinistas,  limpia- 
dores de  máquinas,  trabajadores 
de  las  carboneras.  "Somos  terri- 
bles los  tiznados;  Yo  no  me  caso 
con  tiznado,"  No  alcanza  este 
\ocablo  a  t^on.stituír  un  chile- 
nismo. 

Tiznado,  da,  mlj.,  {)art.  de  tiz- 
nar. Fig.  y  fam.,  el>rio,  borracho. 

TizxE.  Téngase  presente  que 
es  amibiguo.  Significa:  "humo 
que  se  pega  a  las  sailenes,  pero- 
les y  oti'as  vasijas  que  han  estado 
a  la  lumln-e."'- — Tizna,  f.,  es  "nía- 
teria  tiznada  y  preparada  pju^ 
tiznar." —  Tiznadura,  "act-ión  o 
efecto  de  tiznar  o  tiznarse." — 
Tiznajo  o  tiznón,  "mancha  que 
se  echa  o  pone  en  una  cosa,  con 
tizne  u  otra  minteria  .semejante." 

Tizonazo,  m.  Herida  o  golpe 
con  tizona  (e.-^>ada).  Así  lo  usó 
Álvarez  de  Toledo  en  su  Furén 
indómito  (c.  I) : 

Bclmar  dio  a  Cb-iplequi^n  un  limnato 
Y  el  recibió  tambit^n  al  inistno  punto, 
Siu  ver  qui^n  se  la  diese,  grave  herida. 

El  Dice,  trae  solamente  tizonada 
o  tizonazo:  "goli)e  dado  con  un 
tizón ;  fig.  y  fam.,  castigo  del 
fuego  en  la  otra  vida.  V.  m.  en 
pl." 

TizoxKAR,  n.  "Componer  loa 
tizones,  atiziu  la  lumbiv."  Así  el 
Dice.    .\q(u'   .-^ucle  oíi-se  como  a., 


TOB 


TOO 


en  el  significado  de  dar  o  aiTÍ- 
mar  tizonazos  (golpes  coa  tizón). 

Tl.  ^'éaí-e  T,  5.° 

Tmesis,  f.  F'igiu'a  d'e  dicción 
que  consiste  en  intercala!'  una 
palabra  entre  las  partes  de  oti-a 
compuesta.  En  latín  .-«  usa  con 
algima  frecuencia,  pero  el  c^'íte- 
llano  apenas  la  admite  en  el  len- 
guaje fain.:  "Oportuno  llegáis 
mente."  No  trae  el  Dice,  esta  voz, 
sin  duda  porque  el  tm  no  se  co- 
noce en  castellano  al  principio 
de  palabra;  sin  embargo,  i>or  tra- 
taree  de  un  nombre  técnico  co- 
nocido en  todas  las  gramáticas 
latinas  y  nombrado  por  algunas 
españolas,  conviene  incluirlo.  La 
etimología  es  el  griego  ~'J.r¡a'.<;. 

To.^LLERO,  jn.  Mueble  para 
colgar  toaillas.  Tieniipo  ha  que  se 
conocían  entre  nosotros  el  mue- 
Vjle  y  .su  nombre,  y  sólo  en  la  14. '^ 
edición  fué  admitido  é.«te  en  el 
Dice.  Algunos  dicen  pañera,  f., 
que,  aunque  l>ien  formado,  no 
tieire  la  ai-ej^tación  del  lé.xi.'o. 

ToB.\K,  apellido.  "Tanto  en 
España  como  en  América  se  e^- 
crib«^  Tobar  y  Tovar.  MaiToquín 
y  Fernández  Cue>ta  escriben  este 
apellido  Tobar,  y  a  su  opmión 
nos  arriniamos,  porqiie  nos  pa- 
rece natural  que  el  apellido  se 
haya  lomado  del  noml>re  común 
tobar,  sitio  en  que  liay  cantera 
de  toba,  cierta  jiiedra.  (Véa.se 
íiodoy  y  Alcántara,  Apellidos 
cost.,  pág.  85).  De  &áe  misino 
grupo  parecen  los  apellidos  esipíi'r 
ñoles  T'ihíil  y  Tobalina,  y  el 
americano  Tobn."  (Contó  e 
Isíiza) . 

Tobiano,  na,  adj.  Dícesc  del 
animal  cabídlar  de  cierta  casta  y 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


cjue  tiene  la  capa  bicolor,  .sin  que 
los  dos  colores  estén  mezclados, 
sino  a  grandes  manchas  e  inter- 
polados, como  el  overo  chileno. 
— Es  vocablo  que  ha  ]>asailo  de 
la  Argentina  a  Chile;  en  su  ori- 
gen fué  tubiano,  como  dicen 
muchos  todavía,  ""de  un  jefe  re- 
volucionario de  la  provincia  de 
San  Pablo  en  el  Brasil,  conocido 
vulgarmente  por  Tubias.  c^uien, 
derrotado  en  1842.  pasó  a  incor- 
porarse con  los  riogi-andenses, 
montados  él  y  los  y>ocos  .soldados 
que  le  acompañaban  en  caljallos 
de  la  casta  y  pelo  indicado  en  la 
definición ;  a  los  cuales  caliallas, 
por  esa  circunstancia,  llaníaron 
tubianos,  denominación  que  se 
generalizó  de.s[)ués  en  el  Río  de 
la  Plata."  (Granada,  J'ocabula' 
rio  Rioplatense). 

Tobillo,  m.  No  llegarle  uno 
(d  tobillo  a  otro.  Véase  T.\lón. 

Tocación,  f.  Acto  áe  aplicar 
un  áci<lu  o  medicmnento  líquido 
en  la  giirganía  u  otra  parte  del 
cuei'po  por  medio  de  un  pincel; 
]>or  eso  algunos  médicos  dicen 
pincelación.  Tocación,  además 
de  no  ser  voz  castiza,  tiene  el  in- 
conveniente de  no  expi-esar  bien 
la  idea  que  se  quiere  e.xpresai", 
|)ues  no  se  trata  de  tocamiento, 
fo(jue  o  tocadura,  sino  más  bien 
de  unción,  o  unr/iniifiifu.  inita- 
djira,  \int<nni''nf<i  fi  untura.  La 
tocación  convendría  niás  al  ensa- 
ye de  metales  en  que  interviene 
una  banita  de  ]>ruel>a,  que  «.-n 
francés  se  llama  foiich-au,  para 
iocar  o  hacer  ima  raya  sobre  una 
piedra  dura.  Tampot^o  se  confun- 
da la  tocación  con  la  cauteríza- 
ción ,  la  cual  se  hace  con  cauterio 


482 


TOC 


TOO 


candente,  toca mío  la  part€  que 
se  (lesea  cauterizar. 

Tocada,  f.  En  riñas  de  gallos, 
golpe  que  da  un  gallo  a  otro  sin 
.sacarle  .•sangre,  pero  con  el  cual 
logra  intimidarlo  o  desalentarlo. 

Tocado,  da,  ardj..  part.  de  to- 
car. E.s  corriente  en  Chile  en  la 
acep.  de  fatuo,  loco  o  medio  loco, 
por  lesión  del  cereV>ro.  Pero  no 
es  uso  exclusivo  de  Chile,  que 
tíunbién  se  ve  en  España,  aun- 
que nada  diga  el  Dice.  "Ella  no 
.'«  cuidaba  de  que  formai'an  idea 
\entajo3a  de  su  regeneración 
nieutal ;  antes  bien  le  convenía 
que  la  opinión  dijera  y  repitiera 
I.>or  todo  el  baiTÍo:  sigue  tocada 
la  ix>brc,  aunque  tranquila  y  sin 
niolestíU-  a  nadie."  (Pérez  Cal- 
dos, Los  duendes  de  la  camarilla, 
W).  VA  Dice,  gallego  de  Cuveiro 
Pinol  trae  también :  "T0C.A.D0, 
enloquecido."'  Esta  aoeíiJ.  es  apli- 
cación particular  de  las  dos  más 
generales  que  registra  d  Dice.: 
"Ei<tar  tocada  Xina  cosa:  enipe- 
zai-se  a  podrir  o  dai"iíU'."  "Estar 
lino  tocado  de  una  enfermedad: 
empezar  a  sentirla."  Por  no  decir 
que  una  persona  eetá  tocada  del 
cerebro  o  de  alffuna  enfermedad 
mental,  por  abre\-iac¡ón  y  \k>t 
cui'euiismo.  .-^6  dice  .<olameaite  to- 
cado, da,  como  decimos  también 
en  Chile,  en  est«  mismo  sentido. 
está  atacado,  da,  mostr:mdo  al 
mismo  tiempo  la  frente  o  las  sie- 
nes.— Faltu  también  en  eil  Dic<;. 
esta  otra  acep.  tíg.  de  tocado,  da: 
dícese  del  individuo,  <lcl  alma  o 
do  al  gima  de  sus  facultades  que 
lia  recibido  algún  au.xilio,  iiitípi- 
lación.  m<K-ióti  o  idea  de  afuera 
o  de  adentro.  "Tocmhi  el  alma  de 


este  annor  de  Dios".  .  .  (,Sta.  Te- 
resa, Cartas).  "Los  cuales  [doc- 
tores], tocados  deste  mismo  espí- 
ritu. .  ."  (Granada,  S-imbolo  de 
la  fe,  p.  IV,  introd.)  "Tocado  de 
este  buen  i>en3-amiento,  no  fué 
tardo  para  ejecutai'lo."'  (bigüen- 
za.  ]'¡da  de  S.  Jerón  ,  1.  I,  disc. 
111).  "Muchos  de  k>s  católicos 
bien  intencionados  .son  tocados 
de  este  deseo."  (Ibid.,  1.  IV.  disc. 
Y).  Y  así  todos  los  asc-etas  y 
nn'sticos  españoles.  Hablando 
más  claramente,  esta  acep.  es 
la  correlativa  con  ésta  de  toque: 
"auxilio  o  in.sj)iración  de  Dios." 
— No  se  coi>fundan  estas  aceps. 
castizas  con  a  francesa  de  tou- 
chc,  ée,  movido,  conmo\ido, 
afectado,  enternecido,  que  los 
traductores  bisónos  tra.<ladan 
tocado.  "TI  en  est  touché  jusqu" 
aux  lannes;  II  fut  touché  de 
nion  malheur:  II  ne  fut  pas 
tdiichr  (le  leurs  i>riéres." — Toca- 
do de  la  mano  de  Dios.  IHgaMe 
Señalado  de  la  mano  de  Dios, 
"expresión  fam.  con  que  se  .>íuele 
zaherir  al  que  tiene  un  defecto 
cor])oral." 

Toí'AXTK.  Isado  como  adj., 
participio  de  presente  de  tocar, 
admite  pl.,  como  toJos  los  {>ar- 
ticipios.  "La.->  cosas  de  la  guerra 
y  las  a  ella  tocantes  y  concer- 
nientes no  .se  pueden  poner  en 
ejec-ución  sino  sudando."  (Qui- 
jote, p.  1,  c.  XI] I).  Peix)  en  la 
loe.  adverbial  Tocante  ".  que 
significa  "en  orden  a."  es  in\-a- 
r!al)le.  A'éase  Referentk. 

Tocar,  a.  No  tiene  en  c-itste- 
llauo  la  aceiL  de  mover,  conmo- 
\er,  afectar,  enternecer.  Por  «so 
Paralt,    wnsiu'ando  la    fr.  /■-'.<  mi 


TOC 


TOO 


488 


lihio  que  agrada,  pero  que  no 
toca  el  corazón, esciibió:  "Entre 
iKisotros  el  coRtzón  no  es  guita- 
rra y.  por  foasigviiente,  no  se 
toc-a.  Dios  siieU'  tocar  en  el  alma 
tf  en  el  corazón  algunas  \efes.  y 
otras  le  sacan  a  uno  el  corazón 
los  galicií>nios ;  ¡lei-o,  eu  cuanto  a 
tocarle,  ¡guarda,  Pablo!  La  fr. 
anterior  buenamente  quiere  de- 
cir: E»  un  libro  que  agrada  sin 
mover  Iok  afectos."  El  v.  latino 
tñngere,  tocar  castellano,  tiene 
esta  acep.,  y  no  sólo  en  el  latín 
bajo,  sino  en  el  clásico,  como  se 
ve  por  los  siguientes  textos  que 
tomaimoc?  del  Dice,  de  Commeile- 
rán:  "Nec  ñas  ambitío,  nec  amor 
nos  tangit  hatendi."  (Ovidio. 
Ni  nos  mueve  la  ambición,  ni  el 
afán  (le  pot^eer) .  "Si  vos  urbis.  si 
^■est^i  nullíi  cura  tangit,  at  vere- 
mirii  cleo.--.''  (Tito  Livio.  Si  la 
salva<-ión  de  Roma,  ,-i  la  vuestra 
propia  nada  os  conmueve,  al  me- 
nos respetad  a  los  dioses).  "Sunt 
laerinuie  rerum.  et  mentem  mor- 
talia  fangunt.''  (Virgilio.  Aquí 
hay  lágrima^  para  los  desastres, 
y  la,-í  desgracias  mortales  llegan 
al  alma).  Esta  acep.  la  tomó 
enteramente  el  francés  y  por  eso 
ei  común  en  el  v.  y  en  el  pairt-. 
Arcase  TofADo,  lilt.  acep. — No  es 
a.  -ano  n.  en  la  acep.  de  "caber  o 
pertenecer  parle  o  porción  de 
ima  cosa  que  se  reparte  entre  va- 
rios." No  del>e  pues  dccir~e:  "Yo 
toqué  cien  pesos  y  Juan  tocó 
doscientos,  .-riño  Tocáronme  a 
mi  den  pexoK  '/  a  Juan  doscien- 
foK. — Tocarle  uno  el  violin  a 
otro.  Véase  Violín. 

To('ATtH_".\,  m.    -Juego  de    Jnu- 
(■bucbi->s    que    consiste    en     tocar 


<'on  la  mano,  uno  de  ellos  que  se 
llama  Üominguillo,  una  pelota 
que  los  denicis  se  tiran  unos  con 
oti-os;  si  logra  tocarla,  lo  releva 
en  su  oficio  el  que  la  tiro  o  el 
otro  a  quien  iba  dirigida,  segTÍn 
i'l  lugar  en  que  hubiere  sido  to- 
cada. Kecuérdese  que  v\  domin- 
guillo esi>añol  es  "nuiñeco  de 
materia  ligera,  o  hueeo,  que  lle- 
va un  contra{>eso  en  la  base,  y 
que,  mo\ido  en  cualquier  direc- 
ción, vuelve  siempre  a  quedar 
derecho."  No  aparece  en  el  Dice. 
el  nombre  de  esto  juego. 

Tocatoca  (A),  loe.  fam.  Por 
turno,  a  su  vez,  por  vez.  Otros 
dicen :  A I  que  le  toca,  le  toca, 
refrán  que  suelen  completar  así: 
el  p.  de  la  choca. 

Tocino,  m.  El  tocino  español 
es  "carne  gorda  del  puerco,  y  es- 
]iecia'lmente  la  .«aliada  que  se 
guarda  ]>ara  echar  en  la  olla  y 
en  otros  guisados." 

Que  me  Ue\e,  uiojudí),  a  los  tizones 
Eu  una  venta  ahumada,  y  que  comamos. 
Yo  un  lomo  de  tocino,  ella  granzones. 

(Lope  de  Vega.  .1/  Contador  Oaitpar  de  Ba- 
rricnuevo) . 

La  2."  acep.  de  focinti  es  "tém- 
pano (le  la  canal  del  cerdo,"  y 
i'sta  es  la  que  no  del)e  confundir- 
se con  la  mantera  (gordura 
de  los  animales,  especialmente  la 
del  cerdo),  ix>r  otros  nomibres, 
lardo,  gordura,  gordo,  m..  gor- 
dana.  unto.  Pella  y  ant.  empella 
es  "manteca  del  puerco  couio  .se 
quita  de  él." 

Tococo,  m.  Nombre  que  se  da, 
de  Aconcagua  al  Norte,  al  ave 
llamada  tapaculo. — Adj.  de  uua 
terminación,  color  terroso  o  ver- 


484 


TOCH 


TOD 


doj<j  que  por  el  a-o  toni-a  la  r'  '\\a 
negi'a.  "Ese  manto  oslátococo; 
Esta  esclavina  ¿e  ha  pueglc»  toco- 
co."  Se  dice  así  por  el  color  del 
ave. — El  origen  dt-  esta  voz  e.í  la 
onóniatopeya,  pues  el  grito  del 
ave  lo  inter]>retan  allá  fo-coco, 
atií  como  acá  lo  iutei-pretaron 
con  el  oti'o  nomlire.  Eí-ta  misma 
divereidad  de  intcrpretnción  se 
nota  en  el  canto  del  gallo  y  en  el 
grito  del  gato:  los  esiDañolcíi  los 
traducen  quiquiriqui  y  miau,  y 
los  chilenos,  cocorocó  y  ñau. — 
En  el  cerro  l^lahuin,  departa- 
mento de  Combarbalá,  hay  un 
mineral  de  cobre  llanuwlo  mine- 
ral del  Tococo. 

Tocuyo,  m.  "Tela  burda  de 
algodón  que  íe  Uf*a  en  el  Perú." 
AA  el  Dice,  como  si  el  tocuyo 
ciue  se  u»a  en  Chile  y  en  lodaí^ 
paiie.s  no  fuera  verdadero  tocu- 
•jo. — La  etiniología.  que  no  da 
el  Dice,  es,  según  Rodríguez,  la 
ciudad  de  Tocnyn  en  Venezuela, 
que  05  una  de  la*  principales  de 
aquella  nación  y  k  .*egunda  del 
estado  de  Lara  y  tiene  varias  fá- 
brica.s  fie  tejidos  de  algodón  y  de 
lan-a.  El  xiilgo  iletrado  promm- 
cia'  aquí  tucuyo  y  tucúy ;  dim., 
tucuicito.  riloa.  en  .^u  famoso 
Viají  o  l<¡  Auu'rirtí  Mcr¡.dion<il 
(t.  T.  pi'ig.  2ol),  escribió  tambicn 
tucuyo:  "l>a  geute  ftobro  lo  hace 
|el  toldo  para  dormir |  de  tucu- 
yo, que  ii-sí  nom'ira  el  licn/.o  df 
algodón  que  sp  texc  en  hi  Sie- 
rr;i." 

Tocho,  cha,  adj.  Dícesc  del  iu- 
dividuo  que  tiene  cortada  la 
puiit-ii  del  dedo  pulgiir. — Oíceíw 
del  g;dlo  f)ue  tiene  cortado  imo  o 
amlios  e.'íiM)lones.— El  tocho,  cha, 


cíistellíuio  significa:  "tosco,  in- 
culto, tonto,  ne<-io:''  pero  eí  eti- 
mologista  reconoce  qiie  es  dei 
mi.smo  origen  que  tocón  (parte 
del  tronco  de  un  árlx)l  que  que- 
da unida  a  la  nu'z  cuando  lo  cor- 
tan i>or  el  pie;  parte  de  un 
miembr'^i  cortado  que  permanece 
adherida  al  cuerpo,  o  sea,  mu- 
üón).  Con  esta-  dos  aceps.  de 
tocón  .se  explican  .sulicien teniente 
las  de  nuestro  tocho. 

Tono,  DA.  adj. — 1."  ;.  Eu  qué 
terminación  del>e  usarse  cuando 
Se  junta  con  noml>res  propios  de 
naciones,  <-iu.'iu(ie.-  o  Jugare- '.'  Tra- 
tándose de  naciones  o  <le  grandes 
comarcii-,  concuerda  í"f/o  con  el 
noiubiX'  propio:  Tod-o  el  Porhi- 
f/aJ,  En  todo  el  Brasil,  Todo  el 
Perv,  Todo  el  Ecuador,  Todo 
Chile.  Todo  el  Paraguay,  Todo 
E(/ipfo:  Toda  Eífpaiui.  En  toda 
¡nf/lnterra.  Toda  Italiti.  Sin  em- 
bargo, iH)  t^  riuo  hallar  todo  con 
nombres  femeninos:  Todo  Ex- 
treniadiira.  Por  todo  América. 
Tníitáiidose  de  ciudaifles,  xillas 
o  aldeas,  se  usa  máí  la  termina- 
ción f.  que  la  m, :  Toda  Roma, 
Tod-a  Ijixhofi,  Toda  .JeriLoalén, 
(todo  Jerumlén.  dijo  el  P.  La- 
Pnent/Ci.  Toda  .Xínive;  pero, 
cuando  ol  nombre  por  su  termi- 
nación erí  m,,  ¡se  prefiere  todo: 
En  todo  Toledo,  En  todo  Madrid, 
En  todo  Ihienos-Aires,  Todo 
Santiii(i<>,  Todo  Quito.  Todo  San- 
Srl>it.<i¡<íii.  Si  ol  nombre  lleva  el 
artículo  ''/,  >a  no  e-  libre  sino 
ol<ligiit<iri(i  decir  todo:  En  todo 
El-<'>i¡ri,.  T'kIo  El-S:nUo.  Por 
analogíii,  recucivlc.-*  lo  que  dijo 
Hellfi  de  i'»i  y  de  nudio:  "Uno 
de  los  ciprichf»"-    iriM«    incx)>licii- 


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485 


bles  de  la  lengua  es  el  empleo  del 
indefinido  un  y  del  adj.  medio 
con  nombres  propios  femeninoa 
^de  ciudades:  ¿Quién  diría  que 
en  un  Segovia  [o  en  todo  un  Se- 
govia]  no  se  encuentra  una  bue- 
na posada?  Lo  ha  visto  medio 
Sevilla.  Eí-la  anomalía  (como 
obsei-va  Don  Vicente  Salva)  se 
halla  de  tal  modo  canonizada 
por  el  liso,  que  no  ¿-e  .sufriría  la 
terminación  regular  una  o  me- 
dia. [Sin  embargo,  Sta.  Teresa, 
en  su  Oarta  Cx5cLXXX  dijo: 
"Anda  revuelta  media  Falen- 
cia"]. Se  podría  dudar  si  el  s.  mo- 
dificado de  esta  manera  jx>run  o 
medio,  pide  lu  terminación  m.  o 
la  f.  en  los  predicados  que  se  re- 
fieran a  él.  ¿Deberá  decirse:  Mt- 
dio  Grannda  fué  consumido  por 
las  llamas,  o  fué  consumida?  A 
mí  me  parece  que  el  s.  en  estos 
modismos  pierde  su  género  natu- 
ral y  pasa  al  m.  y  que,  por  tanto, 
hubiera  una  especie  de  inconse- 
cuencia en  la  terminación  f.  del 
predicado."  Véase  Medio. —  2.° 
¿Es  alguna  vez  adv.  todo?  No  lo 
admite  como  tal  la  Academia,  y 
Bello  lo  recliaza.  "Me  inclino  a 
creer,  dice,  cjue  Jovellanos  come- 
tió inadvertidamente  un  galicis- 
mo, cuando  dijo:  Se  redujo  el 
espectáculo  a  chocarrerías  y  dan- 
tas todo  profanas."  El  mismo 
galiciímo  cometió  el  P.  .Jiménez 
Campaña,  cuando  escribió: 

A  peáronsc  las  monjas 
De  los  carros  todo  tréinulap. 
(Canciunero  re  Sta.  Terna. '  iiminu  ríe  Burgos). 

*2n«  monjas,  todo  llorosa**, 
Conteuiplán'lola  en  tal  trance, 
Ccrciin  el  lecho  de  muerte 
Mu'Ias  c«)n  íli>lor  tan  grande. 

{lbi(¡..Ei  yiátU-o). 


J'Il  l'uen  castellano  pide  que  el 
adj.  todo  concuerde  en  estos  c.ai-!Os 
con  el  s.,  y  que,  si  se  le  qiüere 
dar  valor  de  ad\".,  se  diga  del  to- 
do, enteramente,  totalmente  u 
otra  palabra  equivalente.  Vea- 
riios  cómo  lo  practicó  el  modelo 
insuperable,  Cervantes:  "'La  cual 
[casa]  halló  toda  allx)Eotada; 
Todo  temeroso  y  acobardado; 
Toda  medrosiea  y  alborotada; 
Salió  Sancho  Panza  todo  alboro- 
tado ;  Toda  llorosa  y  toda  vergon- 
zo.sa  y  de  mal  talante;  Sus  don- 
cella^i  y  ella  todas  son  una  ascua 
de  oro.  tod<is  mazorcas  de  perlas, 
todas  son  diamantes,  toda^  rubí-' 
es.  todas  telas  de  brocado  de  máa 
de  diez  altos."'  "Todas,  nó  por  la 
totalidad  y  conjunto  de  las  da- 
mas, sino  por  la  totalidad  de  ca- 
da persona,"  según  interpreta 
Cejadur.  Mal) lando  de  un  cojín  y 
ana  maleta,  dijo  el  mismo 
Cervantes  "medio  podridos  o 
podridos  del  todo,"  así  como 
pudo  haber  dicho  todos  po- 
dridos. "Dióme  una  sardina  toda 
gorda,"  escribió  Gonzalo  Correas. 
Lope  de  A^ega  dijo  también, 
hablando  de  varios  poetas. 

Totlo^  los  ciñen  victoiiosus  rí.raas. 
(El  Jardín  ¡le  Lope  Je  Vi\gi). 

El  único  caBO  en  que  todo  es,  no 
adv.  sino  afijo  o  partícula  prepo- 
sitiva invariable,  equivalente  a 
^emi,  ciuisi,  vice,  sota,  es  cuando 
forma  una  palabra  compuesta 
con  el  adj.  siguiente:  La  Virgen 
".s  todopoderosa  por  gracia;  La 
iodohermosa;  aunque  también 
puede   decirse   toda  hermosa,  co- 


486 


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)iir>  el  latín  tota  pitlchra:  "Keg- 
ponilió  el  todo  (-0)11  liza."  (Qui- 
jot'- 1 . 

Kl  todo  fiera  Caco, 
üesindiciando  vanamente  indicioi, 
A  las  invictas  plantas  ilió  la  f  rcnt?. 

(Lope  lie  Vega,  Silva  a  la  ciudad  de  Logr-iño). 

— Al  todo,  111.  adv.  que  .■^  visa 
en  Chile  por  Del  todo  (entera, 
absolutiíaiiente,  sin  excepción  ni 
limitación).  De  todo  en  todo 
(entera  y  alwikitaiincnte).  "Me 
ha.-  ul  vi  dado  altodo;EíJl«  niño 
se  fundió  al  todo."  "Tarde  o 
tenipramo  Chile  abrirá  al  todo 
los  ojos  sobre  lací  viMitajas  (pie 
nec-esariaincnle  deí)e  traerle  el 
fomento  de  hx  iniíiiigración  ex- 
tnmjera."  (Pérez  Rosales,  Re- 
cuerdos del  pamdo.  c.  XXV). 
— A  TOix).  111.  ailv. :  '"cuanto 
puede  ser  ca  su  linca,  a  lo 
.suiíno.  .1  todo  correr."  Así  él 
Dice.  ".1  todo  el  correr  de  su  as- 
no," dijo  Cervantes;  ".I  todo  el 
r.orrcr  del  caballo,"  el  Dice,  en  el 
art.  r.ÑA.-  ".1  todo  padecer."  la 
\'cn.  .Vereda;  "A  todo  inidnr," 
(JueveJo;  ".1  todo  perder,"  un 
jKWta  del  .-iglo  XV.  Cuando  no 
liay  en  la  lengua  fr.  hecha,  croc- 
inos que  SI'  puede  jwner  el  adj, 
todo,  da,  <-ojiio  lo  ixineinos  lo-s 
chilenos-,  diciendo  .1  toda  carre- 
ra, A  lodo  vuelo,  A  toda  veloci- 
dad; A  toda  prisa;  pero  nó  cuan- 
do la  fr.  Vil  está  formada  miv  to- 
do: A  escape,  A  pru.eba.  A  ju.er 
de,  A  fuero  de,  A  ley  de.— Con 
todo.  Con  todo  eso,  Co»  todo  es- 
to: no  ol)>ti!mte,  sin  oinlMirgo.  De 
twlas  tix>s  maneras  es  e.-<to  niodi.-;- 
nio,  y  aiui  puede  llevar  régimen 


con  de:  "fon  tndi,  de  -¿er  estas 
l;i^  mejores  ciudade.*."—  Después 
de  todo.  \'ciise  Después  de  todo, 
en  .su  lugar. —  De  un  todo,  loe. 
fani.:  de  t^^nio,  de  cuanto  se  iiece- 
-sitei.  "Tengo  de  un  todo;  El  ma- 
rido proveí!  de  un  todo  la  ca.-a." 
Supríma.se  el  ainí<nloun  >  que  no 
tiene  razón  de  .-K?r.  \'éas<?  Un 
cuanto  hay,  al  fin  del  art.  CiAX- 
TO.—  En  todo.  m.  «dv.  Es  el 
francés  En  tout.  en  .«nma.  en  re- 
sumen, jior  junto.  ix)r  todo,  por 
todos  o  por  todas,  suma  total.  El 
P.  Siguen :;a  escril>ió:  "De  .suerte 
([ue  son  once  [afljib&s]  en  todos, 
sulicientes  a  abastecer  una  ciu- 
dad." (Crónica,  p.  III.  1.  IV,  c, 
XI-X").  Ni>  tenemos  ]>or  castizo 
esc  en  todos;  ni  tampoco  este 
otro  de  Puigblanch:  '"Sacando 
por  regla  de  multii>licar  la  suma 
de  faltas  de  toda  ella,  .son  en  to- 
das..." (Opúsculos,  i.  1.  pág. 
4.Í). — En  todo  vaso,  loe.  adv.: 
"comoqniora  que  se.a.  o  sea  lo 
(pie  fuere.""  A-í  la  tiene  admitida 
e!  Dice,  ci Mitra  el  parecx'r  del  P. 
Mil-,  que  la  cree  gali<-ana  (En 
tout  ca-f)  y  no  le  i-econoce  en 
ca.stellanii  sino  el  .-ignificado  li- 
teral.— La  de  todas.  l".n  cl  juego 
de  la  argolla  (cancha  de  bolas), 
sucirte  que  consiste  en  llegar  con 
la  bola  con  que  so  tira,  a  las 
otras  tres:  con  lo  <pic  se  gana  la 
partida.  — Toda  vez  que.  "Es  el 
tmitejois  franciV,  dijo  Hanüt,  si 
l)ieii  con  una  aoop.  que  no  tiene 
en  la  lengua  fraiu-esa  ni  en  la 
inii>slnv.  Ks,  imcti.  pm-a  y  simple- 
ineute  un  di.sparatc."  El  toute- 
fois  francés  .signilii^  "'sin  embar- 
go, con  todo,  no  obsUuite,"  y 
Toda   vez  que,  que  nunca  ha  cxis- 


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487 


tido  en  el  buen  castellano,  quie- 
ren que  sea  iíual  a  í'na  vez  qxe 
(loe.  fam.  eon  que  se  supone  o 
da  ix>r  eierta  una  eossi  j^sra  pa- 
sar adelante  en  el  discui-sol  o  a 
piuafo  que,  pit^^  que.  supue.^to 
que,  comoquiera  que.  .siendo  asi 
que.  "Estas  cuestiones  tienen  po- 
ca importancia  para  la  vida,  toda 
vez  que  nos  es  foraoso  vivir." 
(M.  de  la  Revilla) ;  "¿Por  qué 
no  se  hace  la  refornw,  toda  vez 
que  la  opinión  eilá  bien  dispues- 
ta para  recibirla?" —  Por  todo. 
Por  fodo^.  Por  tod'i.*.  locuciones 
adverbiales  que  faltíin  en  el 
Dice.  A'éase  En  todo.  "Son  por 
todos  ocliocientt>#  y  \einticinco 
Tilles."  (Quijote,  p.  11,  c. 
LXXl).  "Pero  advertid  que  en 
sujeto  de  luimerar  suele*  con- 
servaí'  la  prep.  por  (en  lugar  de 
en)  Á  fuere  con  la  palabra  to- 
dos; v.  gr. :  [Copia  el  mismo  tex- 
to de  Cervantes]."  (Garccs, 
Fundamento  del  rígor  ij  elegan- 
cia de  Id  lengua  ca.'it.)  "Serían 
por  todo.?  cinco  mil  y  quinientos 
infantes."  (D.  Diego  II.  de  Men- 
doza, Guerra  de  Granado.  1.  II, 
n.°  ó). — Todo  lo  más.  m.  adv. 
E-  el  franct's  Tout  au  plus,  que 
en  castellano  se  traduce  .1  lo 
.■<umo,  A  lo  más. — Todos  do.-\  to- 
dos tres,  todos  cuatro. .  .Caimiany. 
Baralt  y  Cortejón  reprobaron  este 
modo  de  hablar  y  enseñaron  que 
se  dijera:  ambos  o  entrambos, 
ambos  a  dos,  los  tres  o  juntamen- 
te los  tres,  etc.  Las  dos  maneras 
estiin  autorizadas  por  los  cUí^icos 
y  por  todos  los  buenos  escritores, 
y  no  es  razón  f>ara  reprolwr  la 
primera  el  que  sea  usada  por  los 
franceses!  y  catalanes',  porque  hay 


nmchas  cosas  en  que  la-  tre^  len- 
guas son  iguales. — Todos  Santos. 
Todos  los  Santos,  ^'éaáe  S.vxto. 
—  1'  todo.  Modismo  itiuy  castizo 
y  expresd\o  que  falta  en  el  Ditv. 
En  Chile  es  corriente  en  toda5 
las  clases  sociales:  "Me  caí  con 
silla  ;)/  todo."  Significa,  nó  lo  que 
dice  la  letra,  sino  cierto  encareci- 
miento del  s.  anterior,  como  si 
dijera  "tasnbién."  "Me  caí  con 
silla  y  todo"  vale:  "Di  en  tierra 
no  sólo  con  mi  cuerpo,  sino  tant- 
bién  con  la  silla:"  es  decir,  con- 
migo 1/  con  todo  lo  que  |xh1ú\ 
caer.  Así  interpretan  también 
Cejador  y  Rodríguez  Marín  los 
tre^  pasajes  del  Quijote  en  que 
aclarece  este  modismo:  "Uno  de 
los  remedios  que  el  Cura  y  Bar- 
bero dieron .  .  . ,  fué  que  le  mu- 
rasen y  tapiasen  el  aixx-^ento  de 
los  libros,  porque,  cuando  se  le- 
vantase, no  los  li;>llase ....  y  que 
dijesen  que  un  encantador  se  los 
había  llevado,  y  el  ajwsento  if 
todo."  (Parte  1,  c  Vil).  "Pu¿ 
llevaos,  dijo  el  cocinero,  la  cu- 
chara y  todo."  (P;irte  II,  c. 
XX).  "Y  se  escuchan,  no  sólo 
con  aplauso,  sino  con  admira- 
ción y  todo."  (Parte  II,  c. 
XXVI).  Otras  citas  que  tenía- 
mos proparadas  del  Diablo  Co- 
ju^:■lo  y  de  Gonzalo  CoiTea-?  las 
trae  también  Rodríguez  Marín 
en  el  primer  pasaje  ya  referido. 
En  el  .lra«fo  domado  de  nuestro 
Pedro  de  Oña  (c.  XIX)  halla- 
mos también  este  otro  ca*o: 


Y  el  impedíUe  ei  pa¿o  dísie  mudo 
No  es  miU  qne  un  embarg^lle  la  hacienda 
Para  después,  pasada  la  contienda. 
Volvérsela  con  re'ditos  y  toJo. 


488 


TOD 


TOF 


Ciarcés  caliíicó  de  adv.  este  iodo 
y  explicó  así  su  uso:  "Lleva  ma- 
ravilloso énfasis  eiste  adv.,  y  es 
manera  devonj..  jx^iv  que  sigue 
a  la  palabra  que  une,  a  la  mame- 
ra  como  lo  hacen  la-í  adv.  farn- 
hién,  aun,  pero  con  mayor  vive- 
za y  gracia.'  Recuérdese  la  loe. 
adv.  Así  y  todo,  que  .signiñca: 
auin  así,  aun  siendo  así,  a  pesar 
de  eso.- — Para  el  uso  de  todo,  c.  s. 
m.,  vea*  el  sigiuente. — "Son 
notables,  dijo  Bello,  los  diminu- 
tivos todito,  nadita,  que  no  alte- 
ran en  manera  alguna  la  signifi- 
cación de  todo  y  nada,  y  sólo  sir- 
v^en  píira  acomodarlos  al  estilo 
fam.'"  El  pueblo  hace  más  fam. 
aún  el  dim.  de  iodo,  pues  dice 
toitito  y  toichicho,  como  dice 
también  naitita  y  naichicha.  Vé- 
ase Achí. 

Todo,  m.  "Cuando  los  galip;ar- 
listas,  dice  el  P.  Mir,  quieren 
])onderar  la  importancia  de  una 
cosii,  hacen  presa  en  la  fr.  Lo  es 
todo,  contra  el  genio  del  habla 
castellana,  que  empleó  .«ieinipre 
el  aitículo  m.  y  nó  el  neuta'o, 
puesto  que  todo  es  s.  en  este  caso, 
como  lo  es  en  francés,  si  bien  las 
galiparlistas  han  dado  en  tenerle 
]x>r  adj."  "Este  hijo  es  d  todo 
jiara  sus  padres.''  es  dec-ir,  la  per- 
.■<oria  neceííiU'ia,  de  quien  depende 
el  so.st.enimiento  de  la  caisa.  Si  di- 
jéramos: ''E.ste  hijo  es  todo  para 
sus  padres,"  el  sentido  sería  dis- 
tinto, í>orque  significaría:  c?;  to- 
das bis  relaciones  de  parentesco 
)para  ellos,  ]>orque,  a  más  de  hijo, 
fc^'  padre  y  madre,  esposo  y  c5po- 
.«a.  y  además,  amo  y  criaiU),  etc. 
"En  las  guerras  el  dinero  es  todo 
(es    el   todo);    hn  prudencia   es 


todo  ^_e-■^  ( /  t'idoj  en  lo-  que  go- 
biernan."— También  son  uicli- 
nados  las  galiparlistais  a  .Miprimir 
el  ¡o  en  frases  en  que  siempre  lo 
ij>one  el  castellano:  "Todo  ¡o  pue- 
de Dios''  o  "Dios  iodo  lo  puede;"' 
"Tenía  t<jao  proyectado  para  dar 
el  asalto:  Todo  lo  tenía  proyecta- 
do;'" "El  tiempo  cura  lodo:  To- 
do lo  cura  el  tiempo.""  "Yo  sé 
todo:  Yo  lo  sé  todo." — ¿.Cóino 
debe  traducii'se,  en  boca  de  niu- 
jer,  el  contx'ido  te.xto  de  San  Pa- 
i>lo:  Ómnibus  omxia  factiui  .niin, 
ut  omncs  fa-cerem-  salvon  (1  Cor., 
IX.  22)-?  "¿Me  he  hecho  toda 
(o  tod^))  para  todos,  a  fin  de  sil- 
vai'los  a  todos?"  .Vunque  Sta. 
Teresa  dijo  una  vez  toda,  no  ee 
le  debe  imitan-,  puos  no  sabía  la- 
tín: omnia  es  n.  y  pl. ;  i)or  eso, 
o  se  traduce  todas  las  coso.^.  en 
pl..  o  todo,  n.  .singubu".  San  Pa- 
blo se  había  hecho  como  c^sc-lavo 
con  los  esclavos,  judío  con  loe 
judíoe,  enfermo  con  los  enfer- 
mos, etc.,  y  por  esío  pudo  decir 
que  se  había  hecho  todo  para 
todos,  lo  mismo  que  tendría  que 
deí-ir  una  mujer,  si  se  hallara 
en  igual  caso. — Todo  es  mío, 
fr.  fig.  y  fam.  con  que  mo- 
tejamos y  romedanias  al  cojo 
que,  al  au'dar.  sjica  hacia  afuera 
ima  piern;j  como  abarcando  el 
sucio  que  pisa. 

Tofo,  m.  .Vrcilla  blaiuvi,  que 
se  emplcii  como  me/x'la  ])ara  i>e- 
gair  los  ladrillos  de  los  liorna^  y 
jjara  nuu-has  otras  co^k?.  lOs  ais- 
ladora del  calor  e  incondiustible, 
])or  lo  cual  tiene  nuicho  uso  en 
la  ind\if?tria.  lOn  «istellano  hay 
i<is  nombres  allun/aldf  (siü  com- 
])uosta  de  ácido  «wbónico  y  óxi- 


TOI 


TOL 


489 


fio  de  plomo.  Eí  de  color  Wlanío 
y  .■*  emplea  en  la  pintura)  y  ca- 
olín, más  fino  que  el  tofo,  (arci- 
lla blanca  nuiy  pura  que  .se  em- 
plea en  la  íabricación  de  la  imh- 
telana).  Véas^e  Tierra  blanca,  en 
el  art.  Tierra. — Tofo,  que  en 
t-ta  aeep.  no  está  admitido  en  el 
Dii'C,  \iene  del  latín  tofus,  que 
m  castellano  dio  toba  (piedi'a 
caliza,  muy  porosa  y  ligera,  que 
las  aguas  de  ciertos  manantiales 
depositan  en  el  suelo  o  sobre  las 
]  «km tas  u  otra^  cosiis  que  hallan 
a  -u  paso).  Mineral  del  Tofo  se 
llama  un  gran  mineral  que  pro- 
duce hierro  y  también  esta  arci- 
lla cu  el  doi>artaimento  de  La- 
Sorcna. 

Tofoso,  sa.  adj.  Que  abunda 
cu  tofo,  ^'éase  el  anterior. 

Togue,  m.  Así  escribió  D.  Pe- 
dro Fernández  Niño  en  varias 
]>artes  de  .su  ('artilla  de  campo 
en  vez  de  toque:  "ensaye  de  cual- 
quier objeto  de  oro  o  plata  que 
se  hace  cosupai-ando  el  efecto 
producido  por  el  ácido  nítrico 
en  dos  rayas  trazadas  sobre  una 
piedra  dura,  una  con  dicho  ob- 
jeto y  otra  con  una  Ijairita  de 
])rueba,  cuya  ley  es  conocida.'' 
Recuérdese  también  la  piedra  de 
toque,  que  se  usa  para  este  7nis- 
mo  fin. 

Toballa,  f.  Mala  grafía  de  toa- 
lla o  toballa.  Si  la  etimología  es 
el  latín  bajo  toalia,  no  hay  por 
qué  intercaLarle  esa  h,  ni  siquie- 
ra a  título  de  reemplazar  la  b  de 
toballa  o  del  ant.  tobaja. 

Toicagua,  f.  En  Tarapacá,  ad- 
quisición voluntaria  o  violenta 
de  víveres  que  se  hace  pai'^a  las 
fiesítas  religiosas  en  la  A-í.-jiera  de 


la  festividad  pov  orden  <lel  jefe 
íí  organizador  <le  ella. —  Toica  es 
el  baile  que  se  celebra  al  hacerse 
cargo  de  la  fiesta  un  alférez  para 
e;  año  venidero;  y  también  la 
persona  que  sirve  o  está  de  ser- 
vicio. 

Toilette,  f.  (Pronuncíese  t-oa- 
let).  Ya  es  cargante  cursilería 
usarlo  en  castellano,  cuando  liay 
las  voces  castizas  tocador  (mue- 
ble, por  lo  común  en  forma  .de 
mesa.,  con  eq^iejo  y  otros  utensi- 
lios, para  el  peinado  y  aseo  de 
una  persona;  aposento  destinado 
a  este  fin),  tocado,  m.,  (peinado 
y  adorno  de  la  cabeza,  en  las  mu- 
jeres) y  tantas  genéricas,  como 
aKC-o,  lavado,  ornato,  adorno, 
compostura,  aderezo,  aliño. — 
Hacerse  uno  la  toilette  es,  según 
los  casas,  peinarse,  cortarse  el  pe- 
lo, afeitaree  o  rasurarse,  líii\'arse, 
componerse  o  adornai-se.  Así 
mismo  en  activa.  Hacerle  a  uno 
la  toilette. 

Tojudo,  da,  adj.  Corrupción 
'.  ulgar  de  tufudo.  Vvafie  en  .su 
lugar. 

Tola,  f.  Véase     Trola. 

Toldo,  m.  "Zarzo  de  cañas 
fondado  de  tela  de  cáñamo  o  de 
hule,  que  para  defendei-se  del  sol 
o  del  agua  se  pone  sobre  los  ca- 
rros, sujeto  a  tres  arcos  de  made- 
ra fijos  en  los  varales."  Por  otro 
nombre,  entalav.advura,  f. —  No 
.se  confundan  con  capota  '  (cu- 
bierta de  cuero  que  llevan  algu- 
nos carruajes  abiertos,  y  que  se 
echa  o  recoge  a  voluntad,  ple- 
gándola o  desplegáindola  por  me- 
dio de  muelles)  ni  con  inelle 
(en  los  can'uajes,  cubierta  de  va- 
queta que,   imediante  unas   vari- 


490 


TOLL 


TOM 


lla^  (lo  liieiTo  piiertíL-^  a  ti'echos  y 
unidas  ]>or  la  paii*  inferior,  se 
extiende  paiii  aawTecei-se  del  pol 
o  de  la  lluvia,  y  se  pliega  hacia 
la  parte  de  atrás  cuando  í5e 
quiere). 

Tolerancia  (Casa  de).  Signifi- 
ca lo  inisnio  que  prostíbulo.  Vé- 
ase este  vocablo. 

Toletole,  m.  El  Dice,  lo  ail- 
iiiite  solamente  en  la  forma  sim- 
ple (tole),  pero  en  la  definición 
de  las  dos  aceps.  que  le  da,  ad- 
vierte que  .■*  usa,  por  lo  común, 
repetido.  En  este  caso  es;  prefe- 
rible escribirlo  como  una  sola 
palabra,  ^'^éase  Guióx..  3.°,  b. 

ToLV.\.  f.  Vagoneta  pequeña 
y  en  fonna  de  tolva  de  molino, 
que  se  usa  en  los  feíTocamles  de 
Decauville.  Otros  dicen  carro- 
tolva. — En  máquimis  y  en  algu- 
nas industrias,  caja  en  forma  de 
tolva,  para  que  el  metal  molido 
o  el  grano  caiga:  poco  a  poco  co- 
mo en  la  tolva  de  molino.  El 
Dice,  no  admite  más  tolva  que  la 
de  molino:  lo  que  es  mucha  mez- 
quindad. 

ToLLix.v.  f.  Ni>ml>re  de  ini  pez 
marino,  que  no  aparece  en  el 
Dice.  ;, Tendrá  algo  que  ver  con 
el  tollo  o  cazón? 

.\nte5  que  se  engolfara.  vi<>  en  un  punto 
Andar  Tanas  tollinm  retozando. 
Y  un  e»cnadr<5n  amontonado  y  junto 
De  mil  delfines  por  el  mar  sialtando. 

(Tejada,  £1  .tire.  Gallardo,  fíiUiotmi.  t  I. 
col.  1072), 

Tollo,  m.  Aplicado  e.-lA>  nom- 
bre a  cierto  pez  marino  llamado 
también  cazón,  es  oa'^tellano. — 
— Durazno  tollo:  se  Uiuma aíí  uno 
grande     y     blanco,     de     corteza 


gruesa  y  áspera  como  la  cutis  del 
tollo.  Otros  lo  llamean.  jK>r  e-sta 
misma  razón,  de  cuero  de  chan- 
cho. Véase  Di  razxo. 

ToM.\.  f.  En  castellano  es 
■"al>ertura  por  donde  se  desN-ía 
de  una  coiTiente  de  agua  parte 
de  su  caudal:"  lo  que  está  muy 
confonue  eon  el  nombre,  jx>rque 
l'or  e.sa  aWrlura  corre  el  agua 
que  se  toma  de  la  presa.  En  Chi- 
le e.>-tán  trastornadas  estas  nocic»- 
nes.  pues  la  toma  castellana  ^e 
llama  bocatoma  (véase  esta  voz) 
y  el  nombre  de  toma  ^  da  maja- 
mente a  la  ¡yrem.  A'éanse  Repre- 
sa y  Tanque,  donde  .<e  hallai"án 
los  demás  sinónimos.  En  Coloau- 
bia  llaman  toma  la  simple  ace- 
C[uia  o  cauce.  (Cuen"o). — Toma 
•le  hábito.  Si  el  Dice,  acepta  la 
fr.  Tomar  el  hábito,  por  iguíJ 
1  :'.;■' :i  debe  aceptar  también  To- 
ma lie  hábito,  que  es  lo  cas- 
tizo y  lo  único  que  debe  usiU"- 
.*e,  con  exclusión  y  reprobación 
de  la  vestición  francesa.  La  fr. 
Tomar  el  hábito  no  está  bien  de- 
finida en  el  Dice,  porque  faltan 
en  la  definición  la-*  congregacio- 
nes religiosas  y  las  órdenes  ter- 
ceras, que  también  dan  hábito  a 
sus  miembros.  Dicha  definición 
apaiwe  asi:  "recibir  el  hábito 
eon  las  formalidades  coiTespon- 
dientes  en  cualquiera  de  las  reli- 
giones n^gulai"es  o  en  una  de  las 
ordene-  milit^u-es." —  Andar 
uno  en  tomas,  fr.  faim. :  e>cup<;rse 
en   l-elxM-  In^bida^  alcohólicas. 

Tomacorriente,  m.  En  caste- 
Ibno,  trole,  m..  del  inglés  tro- 
lle>i.  can-etilla,  ¡wlnnitido  con  esta 
definición:  "¡Krliga  de  hierro 
que   sinc   para  transmitir   a  loe 


TOM 


TOM 


cai'ruajes  de  los  tran\ía«  eléctri- 
cos la  corriente  del  cable  conduc- 
tor, tomándola  por  medio  de 
una  polea  o  un  arco  que  lleva 
en  su  extremidad.''  Como  se  ve 
por  la  definición,  estaba  muy 
bien  pue.>to  el  nombre  chileno. 
— Algimo.-  llaman  también  to- 
macorriente  el  coaimitador  (pie- 
za de  los  aparatos  eléctricos  que 
sin'e  para  cambiar  de  conductor 
una  comente). 

Tomado,  d.^  adj.,  part.  de  fo- 
".nar.  Es  muy  usado  en  la  acep. 
correspondiente  a  ésta  de  tomar- 
se: ''cubrirle  de  moho  u  orín. 
Dícese  propiamente  de  los  meta- 
les." Nada  tenemos  que  decir  de 
esta  acep..  que  e^  enteramente 
castiza:  pero  sí  notaremos  que  se 
olvidó  el  Dice,  de  darle  la  fig. 
que  le  dieron  los  clá.sicos:  "Su 
mismo  padi'e,  tomado  del  vino  o 
veneno  de  la  infidelidad,  sabien- 
do que  era  cristiana,  la  acusó  y 
presentó  al  juez."  (Círanada, 
Símbolo  de  la  fe,  p.  II,  c. 
XVII).  "Xi  con  este  gran  mila- 
gro se  movió  aquella  bestia  fie- 
ra  por  estar  obstinado  y  to- 
mado del  vino  de  la  infidelidad." 
flhid..  c.  XXI).  Si  esta  acep. 
fisi-  de  tiznado  no  c-orresponde 
al  r.  toiitavíyc,  sino  a  las  otras  más 
generale.s  de  tomar,  no  lo  discu- 
timos; pero  sí  repetimos  qiie  fal- 
ta en  el  Dice. — ¿Qué  decir  de 
otro  t'iinado  que  usó  el  clásico 
Sigüenza  de  esta  manera:  '"Estas 
y  otras  cosas  decían  ;i!  recién  to- 
mado el  hábito?"  En  rigor  está 
bien,  ]X)rque  tomado  tiene  uquí 
significado  de  pirticipio  a  .  a  ■^r'- 
mejanza  de  rornido.  behido.  leí- 
do \  otn.-s  que  bav  en  castellano 


con  el  uii^ino  valor  de  los  verbos 
de'jwnente.-  latinos. 

Tomador,  m.  Parte  por  donde 
se  toma  o  ase  una  cosa;  en  caste- 
llano, tomadero.  "Bolsones  de 
tomador  pendiente."  amunció  un 
diario.  También  .«e  puede  decir 
o.ñderu  (parte  por  donde  se  aíse 
alguna  cosa). 

Toi.VDOK,  R.v,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
"Que  toma,"  dice  solamente  el 
Dice.  En  Chile  se  aplica  al  que 
hace  iL-o  e.xce-sivo  y  frecuente  de 
heladas  alcohólicas:  bebedor,  va. 
Sin  embaji'go,  si  alguna  duda 
hubiere  .sobre  la  propiedad  de 
esta  voz,  se  desvanecerá  con  esta 
autoridad : 

Mal  está  la  Tomasa  con  Mahoma; 
Tomadora  es  del  vino  y  del  se  toma. 
{El  Prado  df  Madrid  y  Baile  de  la  Capona^ 
a."  74  de  la  Colecc.  de  entremeses,   ó'-,  de  Cota- 
lelo). 

Tomadura,  1'.  Entre  el  vulgo, 
acción  o  efect<i  de  beter  bebidas 
alcohólicas. — Vicio  de  la  em- 
briaguez o  elwiedad,  Ixirrachera. 
— Buena  tomadura.  Mala  toma- 
dura. Llama  así  el  pxieblo  el  bue- 
no o  mal  genio  que  en  la  em- 
briaguez muestra  el  borracho.— 
Tomadura,  de  pelo.  fig.  y  fam. : 
l»iu-la  que  se  hace  de  uno  aparen- 
tando elogiarle.  Es  el  s.  eoi-res- 
pon diente  a  la  fr.  verbal  Tomar- 
le el  pelo  a  uno;  bien  puede  ad- 
mitii-se.  porque  se  U5a  taaiibién. 
en  España:  "No  fué  una  chus- 
cada de  Cervantes,  ni  una  toma- 
dura de  pelo,  como  diríamos, 
hablando  a  lo  vulgai-,  el  elogio 
(jue  dedicó  nuestro  novelista  a  la 
ciudad  que  un  tiemjKi  fué  seño- 
ra del  Mediterráneo.''   (Clemente 


4;»2 


TOM 


TOM 


Cortejón,  Quijote.  1.  VI,  pa^. 
494). 

Tomante,  m.  Estudiante  más 
hábil  o  más  aprovechado  a  quien 
se  da  el  cargo  de  tomar  la  lec- 
ción a  un  grupo  de  su  clase  o  a 
todos.  Hasta  hace  pocos  años  se 
u¿aba  en  nuestras  escuelas  y  co- 
legios, y  quizás  todavía  en  algu- 
nos, en  el  mismo  sentido  que  el 
decurión  esspañol  (en  los  esítu- 
dios  de  gramática,  estudiante  a 
quien,  por  más  hábil,  se  daba  el 
enc4ii'go  de  touuir  las  lecciones  a 
otros  diez,  o  menos,  según  el  nú- 
mero de  los  que  concurrían). 
Muestro  tomant-e  no  era  solamen- 
te para  la.s  clases  de  gramática, 
sino  también  para  las  demás,  en 
los  primeros  años,  y  nó  para 
diez  akunnas,  sino  para  más  o 
menos,  según  el  número  total  de 
la  cla^e,  porque  tambic'n  podían 
ser  varios  las  tomnnten.  La  voz 
está  bien  formada,  ¡>ero  el  Dice, 
sólo  la  da  como  participio  a.  de 
tomar,  el  que  toma.  Tomador 
usó  en  el  mismo  sentido  Pereda 
en  Esbozos  y  rasr/uños. 

Tomar,  a.  1."  ¿Qnó.  diferencia 
hay  entre  tomar  y  beherf  To- 
rnar, como  que  tiene  por  acep,. 
principal  y  fundaimental  la  de 
"coger  o  asir  con  la  mano  una 
í-osa,"  designa  de  una  manera 
general  la  idea  de  hehtr.  en 
cuanto  para  ello  hay  que  tomar 
con  la  mano  el  vaso  u  ol>jeto  con 
que  se  bebe,  pero  no  designa 
projíiamenite  el  acto  mi^mo  de 
beber,  es  decir,  de  pa^íir  el  líqui- 
do de  la  boca  al  o.-;tómago.  Por 
eso  el  Dice,  define  así  la  acep. 
pertinenite:  "Comer  o  beber.  To- 
mar un  desaijunn,  el  chocolate.  " 


Y  a-t^í  diríamos  tiunbién:  Tomar 
el  caldo,  tomar  vino,  tomar  agua. 
Pero,  .si  el  líquido  se  l>el>e  inme- 
diatamente de  fuente,  balde,  ace- 
quia, etc.,  sin  mediar  otro  ins- 
trumento, no  diremos  que  fe  to- 
ma, sino  que  se  bebe.  Por  lo  cual 
no  carecen  de  razón,  hasta  cierto 
}>unto,  los  campesinos  que  dicen 
que  la  gente  toma  y  los  animales 
beben.  Sin  embargo,  entiéndase 
que  beber  se  usa  en  su  rect-a  y 
pi-opia  acep.  cuando  significa 
pasar  un  líquido  de  la  l>ocii  al 
e^Jtómago,  sea  con  instrumento, 
«^Ji  sin  el.  Tratándose  de  licores 
alcohólicos,  nuestro  pueblo  pre- 
fiere el  V.  tomar,  \K)r  la  idea  que 
tiene  de  que  .sólo  los  animales 
beben. — 2.°  Tratándo.<e  de  cosas 
j|ue  se  alquilan,  como  carruajes, 
casas,  no  le  da  el  Dice.  anep.  ex- 
presa, pues  la  aplica  solamente  a 
])eií^)nas:  "contratar  o  ajustar  a 
una  o  varias  personas  para  que 
presten  un  servicio.  Tomar  un 
criado."  Y  ¿quién  negará  que  es 
castizo  decir:  Este  coche  está  to- 
mado.'' Como  dijo  Cervantes: 
'■I>ojé  tomada  casa  en  un  pueblo 
junto  a  Augusta."  (Quijote,  p. 
il,  c.  LIV).— 3."  Falta  también 
en  el  Dice,  la  acep.  de  íomar,  co- 
mo n.,  de  encaiminarse,  sidir  tion 
nnnbo  o  diret-ción  a  ima  parí», 
caminar  hacia  un  lado  o  lugar. 
"Tomaron  por  la  calle  de  la  Ar- 
ganzuela."  (Pío  Baroja,  Mala 
hierba,  pág.  :í29).  "Sjvlida  de 
^^allíwlolid,  tomó  liacia  Modino 
del  Ca'nix>."  (Miguel  Mir,  Sta. 
Teresa,  i.  II,  pág.  729).  "To- 
mar hacia  la  derecha."  (Ora- 
viát.  de  la  Acad.)  "Yo  tomare  a 
la  izquierda;    ¿Hacia  dónde    to- 


TOM 


TOM 


mó  el  ladrón?"'  La<  que  no  ad- 
mitan esto  pueden  decir  tirar, 
que  en  una  de  sus  aceps.  signifi- 
ca: '"torcer,  dirigirse  a  imo  u 
otro  lado."  Esta  acep.  de  tomar 
es  abreviación  de  tomar  uno  el 
camino  o  su  camino,  qne  es  de  lo 
más  castizo,  así  cojiio  coger  uno 
el  camino  o  su  camino  se  abrevió 
en  coger  simplemente:  "Levan- 
taron un  ciervo  e  soltáronlo  los 
canes,  e  el  rey  cogió  en  pos  de 
él."  (Amador  de  lot;;  Rías,  Hist. 
crítica,  t.  ^',  pág.  345).  Por  eso 
en  todas  part«s  iisamos  el  v.  to- 
rnar en  este  sentido.  Véan.-ge  Fi- 
,TAR  e  HixcAR. — ¡Toma!  Es 
■'interj.  fam.  con  que  se  da  a  en- 
tender la  poca  novedad  o  impor- 
tancia de  alguna  e.specie.  Tam- 
bién .^ii-v'e  para  denotar  uno  que 
se  da  cuenta  de  lo  que  antes  no 
había  jxxlido  comprender."  Aquí 
la  usaimos  mal  en  rez  de  Tómate 
ém  (e.xpr.  tig.  y  fam.  que  se  nsa 
cuando  a  uno  se  le  da  un  golpe, 
o  se  hace  con  él  otra  cosa  que 
.^ienta,  para  denotar  que  la  mere- 
cía o  el  acierto  del  que  la  ejecu- 
ta. Suele  añadirse:  y  vuelve  por 
otra). — Toma  la  bol-m  .//  haz  un 
cigarro,  fr.  fig.  y  fam.  con  que 
zaherimos  la  demasiada  confian- 
Zii  que  H'  toma  uno. —  Tomar  a 
préstamo: dígase:  tomar  en  préa- 
tonio,  tomar  un  préstamo  o  un 
e.iapn'.-itito. — Tomar  en  serio  (o 
a  lo  serio)  una  co-ia  Véase  Serio. 
— Tomar  la  fuyenda:  imir,  to- 
mai"  las  de  Villadiego,  tomai-  so- 
leta. Véase  Fuyenda. —  Tomar  la 
palabra.,  fr.  fig.  que  tiene  en  el 
Dice.  estia.>  dos  acep.s. :  "empezar 
a  hablar:  coger  la  palabra."  EsUi 
liltiiiia  si^iüifica:  "valei-se  de  ella 


o  reconvenir  con  ella,  o  hacer 
prenda  de  ella,  para  obligar  al 
cumplimiento  de  la  oferta  o  pro- 
mesa."' El  P.  Mir  no  acepta  la 
acep.  de  "empezar  a  hablar." 
— Tornar  parte  en  una  cosa,  fr. ; 
"interesarse  vivamente  en  ella." 
Así  el  Dice,  aunque  el  P.  Mir 
rec-hazó  esta  fr.  como  galicana. — 
Tomar  preso  a  uno  es  en  buen 
castellano  prenderlo  o  aprehen- 
derlo. Cosa  distinta  es  tomar  uno 
o  más  prisioneros,  como  se-  hace 
en  las  guerras. — Tomar  una  mo- 
na, una  turca:  pillar  uno  u,na 
uwiia  (embriagarse),  pillar  o  co- 
ger una  turca  (ídem).— Tomar- 
se a  uno,  fr.  fig.  y  fam. :  burlarse 
de  uno,  darle  vaya  o  cordelejo, 
zumbarlo.  No  es  de  mucho  uso. 
— ^Tomarse  de  palabras  con  uno. 
E.s  mala  tra<lucciün  de  la  fr. 
francesa  Se  prendre  des  paroles, 
altercar  o  reñir  de  palabras  dos 
o  más  personas,  trabarse  de  pala- 
bras, atravesar  razones, —  Agua 
toman  los  bueyes  que  tienen  el 
cuero  duro,  fr.  fig.  y  fam.  con 
que  se  indica  la  preferencia  del 
vino  u  otros  licores  sobre  el  agua. 
— -/>e  dan  el  pie  y  se  loma  la  ma- 
n.o,  fr.  fig.  y  fam.  con  que  repro- 
baima?  la,  excesiva  confiajuza  que 
-p  toma  uno.  Es  abreviación  del 
refrán  e.spañol  .4/  villano,  dale 
(I  pie  y  se  tomará  la  mano,  "que 
acon.seja  que  no  se  tengan  fami- 
liaridades con  gente  ruin,  para 
f[ue  no  se  tomen  más  confianza 
de  la  q\ie  corresi>onde." 

To.MÁa,  n.  pr.  ni.  Véase  Que- 
rís.  En  Kl  Donado  hablador,  de 
Alcalá,  (c.  VII),  hallamos  otra 
alusión  al  conocido  <licho  Que- 
TÍsestá    muerto  (o   se  murió)  y 


TOM 


TOM 


TuiiiÓjs  egtá  ctvo.  Dke  a.-!Í:  "El 
mancebo,  .-i  más  le  dieran,  niá- 
reí-ibiera,  yjor  ser  devotfeimo  del 
ídoriosfj  doctor  Santo  Toman." 
En  los  Refranes  glomdos,  (n." 
245)  de  Sebastián  de  Horozco  .-« 
lee  también  el  siguiente:  Am'ujo 
<h  Sonto  Tomóg,  siempre  tomo  y 
mineo  do,  glosado  en  dos  quin- 
tilla.-;.—  Ver  y  creer,  dijo  (o  co- 
mo dijo)  Santo  Touiá^,  fr.  que 
?e  dice  cuando  uno  no  quiere  fiar- 
ce  en  la  palabra  de  otro,  .-ino  que 
quiere  ver  ix<r  vií¡ta  de  ojorr. 
Otro*  la  varían  diciendo:  Como 
Sonto  Tomé  (o  Tomágj,  ver  y 
creer,  o  que  íon  devotos  <te  San- 
to Tomás,  que  quieren  imitar  a 
Sant'»  Tomá^.  etc.  Er?te  Santo 
Tomái^  no  es,  )K»r  cierto,  el  doc- 
tor, .yino  el  aixjt-toi,  aquel  que, 
«liando  le  anunciaron  la  resji- 
rrección  de  >u  dinno  Maestro, 
í-ontetitó:  '"Si  yo  no  ve>j  en  sus 
manor>  lu  bende<Iura  de  los  cla- 
V(»!¡  y  no  meto  mi  dedo  en  el 
agujeiTi  que  hicieron,  y  mi  ma- 
no en  su  costado,  no  lo  creeré," 
í.Iuan,  XX,  2."»),  El  Dice,  ^lo 
trae:  "Ver  y  neer,  expreaón 
que  se  usa  |Kira  manifestar  que 
no  se  quiere  creer  una  cosa  a^o 
]K>r  oída-:,  \H>T  ner  tal  que  sólo 
viéndola  se  puerle  creer." — Cer- 
vantes dijo  en  pl.:  "No  dirán  .si- 
no que  sí»n  unos  Santos  Toma- 
ses." (Quijote,  ]>.  I.  <■.  II).  Hoy 
no  .-*  diría  a^í,  sino  "unfe  Santo 
Tomateit,''  jíorque  la  voz  ¡tanto, 
aimqiie  en  est?  (vif*)  c.-té  en  .««u 
forma  cornpletíi,  es  como  un  afi- 
jo del  nombre  y,  \x>v  tanto,  in- 
variaijle.  Por  esta  misma  razón 
diremo!-:  "I»*  Don  Quijote* 
Abnndan  en  ulgmiii!'  piíri*^:  Lo« 


San  Liuse«  dt-1  calendario;  Los 
Fray  AntonioM  que  liay  en  esta 
í-'i-den ;  ¿Cuántas  Sor  Juana*  hay 
en  esta  Congregación?"  A  nadie 
.se  le  ocurriría  dar  pl.  a  don,  >^n, 
jroy  y  itor.  Fuera  <le  la  interj, 
¡Voto  a  fones.'  no  conocemo:^  otro 
i-ji-o  de  pl.  En  un  art.  de  la  re- 
vista Razón  y  Fe  leemot*:  "Lo* 
SantoM  (Tregorio»  Sozianceno  y 
Xú-eno":  lo  que  no  nos  parece 
projiio:  no-otro  halmamos  i»re- 
ferido:  Log  dox  San  frregorioit, 
Xacianceno  y  Ni»eiio.  Es  cierto 
que  se  dice:  Lo*  Santo»  Justo  y 
P'ijítor,  los  Snnt'i»  t'oHme  y  Da- 
mián; |jero  en  estos  t-asof  como 
que  pierde  el  adj.  »into  :-\\  signi- 
ficado especial  de  título  y  queda 
convertido  en  el  adj.  c<imún:  y 
hasta  el  oído  lo  con<xe.  porque 
mejor  .suena  decir  San  JuMo  y 
San  Fautor,  San  f'oxme  y  San 
Damián.  Para  el  efecto  del  pl. 
son  esta-"  vf>ces  (mn.  don.  fray  y 
'or)  lo  niMno  qne  \<>^  otros  afi- 
.;os.  que  no  varían  cím  el  número 
'le  la  jwlabra;  |»or  ej.,  nnti.  ar- 
rhi.  contra,  proto.  >um¡.  mfn. 
rirr.  Con  el  f,  ifinta  no  disuena 
p!  |>1,,  y  por  eso  direnu»?:  "'Doe 
,«>n  lai-  Santas  Romb  del  Marti- 
rologio, la  de  Lima  y  la  ríe  \'i- 
tcrlx»,"  Con  doña  e^  imposible 
el  pl.  y  habría  que  variar  la 
fonstmcción  de  la  fntse:  ''Mu- 
cha- reina"  i-n  Españ  t  llevaron 
e!  nombre  de  Blanca:'  [«rque 
iiaflie  toleraría:  "IIuIm»  en  Y."\m- 
ñii  mncha»  n-ina<  Doñas  Blan- 
cas,"— Kl  <liiM.  faiii.  <|Uf  danHíe  a 
ToMiá-  <-  Chuma.  \'''a-c  en  su 
hiyar. 

Tomatal,  m.  Sitio  plantado  de 
|oiii;itcia-   o    toma<e«.    No  u*   <ie 


TOM 


TOM 


mucho  a=o.  pen>  está  iÁea  for- 
mado. 

Tomate,  m.  Afí  se  llama,  el 
mito  de  la  tomatera,  que  es  la 
x-lautíii  pero  iambírá  f-or  d  aso 
^  iliHiía  'oT„<!ir  5ü  planta. — Ma- 
durarle el  tomate  a  mío,  ir.  Sg. 
y  farii. :  -<:<¡rjr«"->jarsr.  pouerse  ecJo- 
íi! -;•:•. —  Tomate  con  ají  verde, 
ji.  ¡i^  y  í^Mií.:  tóoiiaU;  ¿ssl  Véase 
,T'AH«c.'  en  d  art.  Tomab.  Es 
^^'■moso  de  palaloas  ai 
■  raza  el  v.  loma^r  con  el 
:.  -  para  enredar  Toás  d 
tr^-jiívoeo.  se  agji^a:  coa  oji  rer- 
-ír.  -ie  manera  que  lo  que  se  le 
<i¿  3  uno  no  aparezca  como  un 
•-a--iJgo.  ano  c-omo  enítalada  de 
i'.rrüase  cr<n  ajL 

Tomaticán,  m.  Goíio  de  to- 
;:»a¡ífc  con  otros  agregados,  que 
varían  según  lo*  gusto;- — Salsa 
'k-  ioiuate. — En  <-a=*ellain!0  hay 
-'y„  /rfWfl  4  miarla  de  ifTijaíe». — 
Para  la  etímolc^ía  véase  San- 
gncán. 

ToMATiu».  m..  dim.  de  í««- 
a-'it'í.  "".Xr'-tiri.,'  de  uno  a  uno  y 
!:r€*üo  nieCjK  de  aho.  muy  lam- 
f  if;".  con  boja^  de  ti«?  y  medio 
a  cuatro  y  ujÉdio  c-eiaaní«Htex»s  de 
ancho.  ^•Ifk'nga-  liueai^^.  ohto- 
-85.  «Hiácea?:  con  cori^^o  ter- 
;iiii!Lial.  formado  de  vííníe  a 
treinta  flores  Tiolác-eas.  bonhae. 
Gbinún  en  la  provincia  de  San- 
tiago.^ iPhilippL  que  le  da  el 
nombre  de  Solannm  tojaitíitto 
Remy.  de  la  familia  de  las  sda- 
: .'  ras).  Mnrillo  La  tiae  eotie  las 
{•k^:i.ias  meüc-inale»  chilenas. 
Mertoe  lugaa-  en  el  Dice. 

ToMATóx-  lu-  aum.  de  iootait. 
V^triedad  de  tomate  mnc-ho  mas 
grande  que  el  ccauún. 


Tombo,  m.  Enne  ladrones  y 
Tsaane.  d  gmnií^  o  agente  de 
policía.  También  lo  lla'W'm  bo- 
tón, que  tfr  la  mií^na  toz  inrer- 
ñda. 

Tómbtda,  f .  LioteríB  que  ae 
hace  de  objetos  yconñnes  de  ca- 
ridad. Muy  poco  o  nada  se  cono- 
ce en  Chile  esta  acep.,  para  la 
cual  se  uisan  lot^-rín  y  riffi, — ^En 
algtmo?  ju^Qis  de  naipes,  áipues- 
ta  que  hacen  entre  ^  los  jugado- 
res fuera  del  din^o  que  juegan 
con  la  banca.  ProbaMeoJienie  se 
Uama  aá  p»orqne  se  destina  a  fi- 
nes caritativos. — Y¿  t<oz  italiana 
que  se  nsa  en  la  1.'  acep.  ea  Gs- 
li:«aña.  en  la  Argentina  v  en  otras 
nac-ioues. 

Tome,  m.  Véase  Tn»ne,  que 
es  la  forma  rmás  oscana  a  La  ori- 
ginaL  Tome  domina  de  A.eoBC&- 
gaa  al  Xc«te.  doofe  íe  ha  supri- 
mido tasvihién  la  r  o  ir  de  tmtio, 
cotrotroL 

Tooiero,  m.  Gnaida  de  ima 
toma,  en  la  ao^.  chileoa  de  ^ia 
voz.  Dígase  preníro  t  guarda  de 
una  presa  o  acequia?.  FontaneTO 
es  el  "artíSce  que  encaña  y  con- 
duce las  agina-i.  de  las  fuentes." 

Tomismo,  m.  Doctrina  de 
Santo  Tomás  de  Aquieo.  Admi- 
tido por  primaa  vez  en  la  1-L' 
edición  del  IKeL-. 

Tomo,  m.,  1%.  y  fam.  Hom- 
bre Eauy  grueso  o  liarTigrái. — 
Persona  án  gracia  y  fiallada^. 
que  en  Las  víátas  no  oonversa  y 
=ólo  ectá  mentada,  como  los  iomem 
<Je  libi«6  en  s!»  eirtantes. — Buen 
tomo, loe.  ñ^  y  fam.:  muy  be- 
»je:k.r. 

TomoUo,  m.  Es  c^^   n<nubre 


496 


TON 


TON 


del  pez  chileno  llamado  borra- 
cho. Véasie  esta  voz. — El  vocablo 
tomoUo  parece  araucano.  i)ero 
no  86  halla  en  los  diccionarios. 

ToNAniLLERA.  f.  Mujer  que 
canta  tonadilhis.  El  Dice,  trae 
solamente  tonafUUero.  m.,  autor 
de  tonadillas. 

ToNALiD.vu,    f.  Como   término 
de  Música  lo    achnite   solamente 
el    Dice,    y  con    eüta   definición: 
"sif^tema  de  ¿onidoe  que  sir\-e  de 
fundamento  a  una    composición 
musical."      Habiendo     tono     en 
Pintura  y  que,  según  el  Dice,  es 
"vigor  y  relieve  de  todas  las  par- 
tes  de   una   pintura,    y  también 
armonía  de  .-u  conjimto.  princi- 
pahnente  con    relación  al  colon- 
do    y  claroscuro,"    es  lógico    que 
hava  también    tonalidad,  y    por 
metáfora  en  Literatiu-a,    que  en 
las  deí^cripcione^s  y  en  la  crítica 
usa  casi  todos  los  térndnos   de  la 
Pintura.  '"Así  nació  el  teatro  es- 
pañol, vivo  y  realista,   retrato  de 
la  vida  en   toda  su  extensión   e 
inagotable  variedad  de  tonalida- 
des." (Cejador,   Hist.    de  la  len- 
gua y    literat.   castellana,   t.    1\  , 
póg.  87).  Para  la  Pintura  viüga 
este  texto  del  mismo  autor:  "Ese 
negro  y  ese  triste  .son    visos  que 
saltan  del  claroscuro,  de  la  rique- 
za de   tonalidades   que  asentó   el 
pintor    en    su    lienzo."   (P"-^^^^^o- 
liintfs    Kjr'iTítión  tilológica,  \1). 
Toncada,  f.  En  Chilot-,  cabida 
<lc.  un  tonco.  (Cavada). 

Toncado,  da,  adj.  Marchito, 
aplicado  a  .^Mnbrad>.s.  verdiu-a.s 
etc.  Pe  usa  en  la-ITovincias  del 
Sur  y  se  pronuncia  troncao,  caá, 
cá.— PvuhIc  venir  del  araucano 
tln'nio'in.   congelarse,   hchu-se:    o 


quizás  del  castellano  dest ron-codo 
<  estroncado  >  troncado  (para 
no  apelar  al  v.  anticuado  tron- 
car, igual  a  truncar),  porque  la 
planta  privada  de  su  tronco  lue- 
go .-^  marchita. 

Toncarse,  r.  Marchitara.  Se 
usa  en  las  provincias  del  Sur, 
pero  menos  que  toncado. 

Tonco,    m.    En  Chiloc.  vasija 
de  madera  o  barro,  redonda  y  al- 
ta, jiara  lavar  los  platos  o  dar  de 
comer  a  los  wrdos. — Del  arauca- 
no fhonco,  plato  de  palo,  redon- 
do. (Cavada).   Ixw  nombres  cas- 
tizos son:  dornajo  (especie  de  ar- 
tesa, iiequeñay  i"edonda,  que  .--ir- 
\e  i>aTa  dar  de  comer  a  los  c-erdos, 
para    fregar  o   para  otros   usos). 
(/nmclla.    aquí     gamela     (vasija 
grande,  i)or  lo  común  de  madera, 
que    sir\e    para    dar  de  comer  y 
bel>er   a  los    animales,    para  fre- 
gar, lavar  y  otras  usos)  y  herra- 
da (cul)o  de  madera,  con  gmndes 
aros  do  hierro,  y    más  ancho  i>or 
la  base  ((ue  por  la  boca). 

ToMCL,  m.  Tonel  de  Di(n/cncs. 
liicn  podría  admitir  esta  loe.  el 
Dice.  ]>ov  lo  u.-aila  que  es  y  para 
rectificar  la  creencia  vulgar  de 
que  Diógones  se  encerraba  en  un 
tonel  o  tinaja.  I.a  verdad  es  muy 
distinta:  Diógenes.  i)or  uno  de 
sus  uuichos  cai>richos.  dio  a  su 
casa,  que  era  muy  pequeña,  fi- 
gura «le  tinaja,  y  ><ílo  abría  las 
venbma"  cuando  la  luz  y  el 
buen  liompo  -e  lo  permitían.  De 
ahí  nacií)  la  ial'ula  de  (jue  vivía 
eiK-errado  cu  una  tinaja  o  tonel. 

Tonel  de  las  Danaides.    Tonel 

loto  o  sin  fondo.  Véa.sc  Dánae. 
Tonelero,  ka.  adj.  Hícese   de 


TON 


TON 


497 


la  madera  l>uena  j>ara  fabricar 
toneles.  Rauli  tonelero. —  El 
Dice,  uo  trae  más  que  el  p.  tone- 
lero: el  que  liaoe  toneles. 

Tongo,  m.  Hongo  o  sombrero 
hongo  (soml)rero  de  fieltro  o  cas- 
tor y  de  copa  aovada  o  chata). 
— Ponche  con  helados.  Ú.  ni. 
eu  el  dim.  tonguito. — En  carre- 
ras de  caballos,  trampa  o  astucia 
de  todos  los  jinete.?  contra  uno, 
para  hacerle  perder  la  caiTera. 
—  Futre  del  tongo,  te  lo  saco  y 
te  lo  pongo,  refrán  que  se  dice 
por  gracia  o  por  burla  al  que  lle- 
va sombrero  hongo.  Véase  Futre. 
— En  la  1."  acop.  no  hay  duda 
que  viene  del  castellano  hongo. 
Como  esta  voz  no  es  popular  en 
Chile  en  ninguna  de  sitó  ajceps., 
al  oírla  el  pueblo  por  primera  vez, 
debió  de  sonarle  como  privada 
de  una  consonante  inicial  y  p,or 
eso  le  antepuso  le  t.  En  la  2.^ 
aoep.  PjUede  venir  del  inglés 
tongue,  lengvia,  por  aliLsión  al 
sabor  de  la  bebida;  y  en  la 
S.''  del  inglés  thong,  correa,  zu- 
rriaga, fusta,  o  de  tongs,  tenazas, 
mordazas,  pinzas,  por  alusión  a 
los  medios  de  que  se  valen  los 
jinetes  para  sus  trampas.  En  la 
2.*  acep.  puede  venir  también,  y 
más  probablemente,  del  peruano 
tonga,  ijebida  que  los  indígenas 
del  iSorte  del  Perú  preparan  del 
floripondio  encamado  (llamado 
allá  guarguar),  que,  tomada  di- 
luida, produce  sueño,  y  furor 
cuando  es  concentrada.  (Philip- 
pi,  Botánica,  pág.  281).  Tonga 
puede  venir  del  quichua  tone  cor, 
garguero. 
Tongorear,  n.  Pegar  o  golpear- 

Uiw.  de  Uhil.,  t.  V. 


como  quien  lo  hace  en  un  tongo 
(I.''  ac-e|>-)  I^e  nuiy  poco  uso. 

Tongro,  m.  Raíz  del  pircún. 
^'^éase  efcta  voz. — Tiene  todo  el 
sello  del  araucaino,  j^ero  no  ¡apa- 
rece en  los  diccionarias.  Es  de 
¡>oco  uso. 

Tonificador,  ra,  adj.,  y  tonifi- 
cante, part.  de  presente  de  toni- 
ficar. Que  tonifica  o  entona.  No 
pueden  ser  de  mejor  condición 
que  su  padre  tonificar. 

Tonificar,  a.  En  Medicina, 
dar  tensión  y  vigor  al  organismo. 
— En  Pintura,  dar  un  cierto 
acorde  a  las  tintas  pava,  que  no 
desdigan  siendo  unas  muy  fuer- 
tes y  otras  muy  bajas.  ¿Adivi- 
náis, lectores,  de  qué  v.  son  estas 
dos  aceps.?  De  tonificar,  me  di- 
réis, pues  en  ambas  se  usa  en  to- 
das partes.  Os  engañáis,  lectores: 
esas  aceps.  son  del  viejo,  clásico 
y  bien  fonnado  entonar,  que  no 
debemos  permitir  sea  destronado 
por  este  otro,  advenedizo  e  im- 
propio. Tonificar,  como  com- 
puesto del  latín  faceré,  hacer, 
significaría  hacer  tono,  pero  nó 
dar  tono,  que  es  lo  que  se  pre- 
tende. Muchos  verbos  tiene  el 
castellano  foniiados  de  esta  ma- 
nera (clasificar,  codificar,  cruci- 
ficar, damnificar,  deificar,  edifi- 
car, especificar,  fructificar,  glori- 
ficar, gratificar,  metrificar,  modi- 
ficar, osificar,  petrificar,  personi- 
ficar, pacificar,  rawificar,  signifi- 
car, testificar,  versificar),  pero  en 
todos  ellos  se  ve  clara  la  idea  de 
hacer,  nó  la  de  dar.  Remmcie- 
mos  a  la  novelería  de  tonificar, 
y  quedémonos  con  lo  viejo  y  se- 
guro, que  es  entonar.  Véase  este 
vocablo. 


498 


TON 


TON 


Tonneau,  ni.  (Pronuncíese  to- 
no). Carruaje  que  tiene  la  caja 
en  figura  de  tonel,  que  es  lo  que 
significa  la  voz  francasa  tonneau. 
Es  lirado  por  un  caballo  y  gene- 
ralmente eá  para  una  sola  ¡perso- 
na o  para  variot?  niño.*.  Es  de  in- 
vención francesa  y  no  sabemos 
si  tenga  nombre  especial  en  cas- 
tellano. 

To.vo,  m.  A  ente  tono,  m.  adv. 
usado  por  los  clásicos  y  que  fal- 
tti  en  el  Dice.  Significa:  por  el 
mismo  estilo,  a  este  tenor.  "A  es- 
te tono  se  han  de  entender  mu- 
chos lugares  de  los  profetas." 
(P.  Ángeles,  Consideraciones  so- 
bre el  Caiitar,  prK'imb.  III). 
"Aquí  se  hallan  esposo  y  esposa, 
compiañeros  del  y  della ...  y 
otras  cosas  muchas  a  este  tono.'' 
(Ibid.,  VI).  "Y  otras  muchas 
cosas  a  este  tono.''  (Quijote,  p. 
II,  c.  X). — A  tono.  "Modifica- 
ciones y  enmienílas  a  tono  con 
los  modernos  estudios."  Así  lee- 
mos en  uu  autor  es[)añol,  el  cual 
no  podría  prolxir  el  buen  u.'H)  de 
la  prqí.  a,  como  tamjxxío  se  pue- 
de ]>robar  que  .s-oa  correcto  A 
base  de,  Candidato  a.  Máquina 
o  motor  a  vapor,  a  gas,  Socorros 
a  domicilio. —  Darse  tono  %üio, 
fr.  fani.:  "darse  importancia." 
Así  la  admite  el  Dice,  a  pesar 
de  las  ceñiduras  de  algunos.  Es 
parecida  al  significado  de  ento- 
narse (desvanecerse,  engreíj-se), 
lampearse,  pavonearse,  lozanear. 
— De  buen  tono,  De  mal  tono, 
lo<-uciones  admitidas  en  el  Dice. : 
"pri»]:>io  de  gente  culta,  o  al  con- 
tnirio." 

Tonón,  ni.  En  el  telar  de  rlia- 
inanto-i,   palito   delga^^^lo    y  como 


de  una  cuarta  de  largo,  al  cual 
se  atan,  por  medio  de  un  hilo 
más  resistente,  que  queda  for- 
mando como  íieco,  ciertas  he- 
bras de  la  lu-dimbre  que  es  nece- 
sario tirar  hacia  afuera  cuando 
se  va  haciendo  el  tejido.  Por  con- 
siguiente, no  es  el  lizo  castellano 
(hilo  fuerte  que  sirve  de  urdim- 
bre para  cicrlos  tejidos),  como 
han  dicho  algunos  diccionarios 
íiniucanos,  sino  un  instiiimento 
para  facilitar  el  paso  de  la  tra- 
ma por  la  viiYÜmbre.  En  cada 
chamanto  se  ponen  varios  tono- 
nes,  cuatro  o  .seis. — La  etimolo- 
gía es  el  araucano  tonon  o  tho- 
non. 

Tononcar.u.  Hacer  funcionar 
los  tonones  en  el  tejido  de  los 
clianiantos.  Es  distinto  de  ento- 
noncar,  que  es  colocar  los  tono  - 
nes  ant**>  de  principiar  el  tejido. 
— Ambos  son  formados  del  aj'au- 
cano  tonon  y  la  partícula  verbal 
(•(/,  que  da  al  v.  valor  de  factitivo. 

ToxsiKAXDO,  m.  El  que  está 
liró.ximo  a  recibir  la  tonsura  cle- 
rical. \'oz  tan  digna  de  admi- 
tii-se,  por  su  uso  y  buena  fonna- 
ción,  como  doctorando,  educan- 
do, examinando,  graduando,  lau- 
reand-o,  ordenando,  que  ya  lo  es- 
tán, lín  siui  lug^ares  reclamaiuos 
tandiicn  por  la  ailmÚMÓn  de  bau- 
tizando y  confirmando.  Tirso  de 
Molina  empleó  desposando  (Des- 
de Toledo  a  Madrid,  II,  10."), 
que  Uunpoco  apai^ece  en  el  Dice. 

ToxTE.\R,  a.  Tratar  de  tonto  a 
vmo.  i'^l  l)m\  .-íólo  lo  admite  co- 
mo n.  o  intramsitivo  y  con  el  sig- 
nificado de  "hacer  o  decir  tonte- 
rías," uso  que  también  le  damos 
en  Chile. 


TON 


TON 


490 


TOXTERA,      TONTEDAD,     TO>'TE- 

KÍA,  ToxTiXA,  f.  '•Calidad  de 
tonto.' —  Tontada:  "dicho  o  he- 
cho tonto."  2vótese  la  gran  dift^ 
rencia,  para  que  no  se  confundan 
los  primeros  vocablos  con  éste, 
como  los  confunde  el  Dice,  en  hi 
deíinicióu  de  tontear,  que  acaba- 
mos de  \er. 

Tontito,  ni.,  dim.  de  tonto. 
Ave  chilena,  Ihuiiada  también 
dormilona,  -del  género  Muscisa- 
xicola,  el  cual  se  caracteriza  por 
lo  siguiente:  "El  pico  es  largo, 
delgado,  nmy  comprimido  y  sin 
depresión  en  la  base.  Alas  lar-gas 
y  acuminadas,  con  la  segimda  re- 
migia  mayor  que  las  clemíití; 
tarsos  muy  largos  y  delgados.  La 
uña  del  dedo  pulgar  es  muy  lar- 
ga y  encornada;  las  de  los  demá-s 
dedos  son  cortas."  Hay  varias 
especies  descritas;  las  más  cono- 
cidas son :  M.  albifrons,  M.  nigri- 
frons,  M.  cinérea  y  M.  maclovia- 
na,  que  es  la  más  común  y  cono- 
cida; tiene  el  tamaño  de  una 
diuca,  los  tai'sos  más  largos  y  el 
color  más  oscuro.  Los  nombres 
de  tontito  y  dormilona  se  deben 
a  que  esta  ave  es  tan  poco  asusta- 
diza, que  el  hombre  puede  acer- 
carse mucho  a  ella  sin  que  se 
asuste  ni  trate  de  volar.  (Reed). 
Aml)os  nombres  deben  pasar  al 
Dice. 

Tonto,  m.  '"Juego  de  naii>es, 
en  que  se  reparten  entre  todos  los 
jugadores  las  cartas  de  la  baraja, 
menos  una  que  queda  oc'ulta. 
Cambiando  sus  cartas  mutua- 
mente, los  jugadores  van  desha- 
ciéndose de  las  que  forman  jja- 
reja,  y  el  que  queda  al  final  sin 
peder  hacerla,  pierde  el   juego." 


Así  define  el  Dice,  el  juego  de  la 
mona,  que  es  exactamente  nues- 
tro tonto,  conocido  también  en 
Colombia.  En  iléjico  se  denomi- 
na perica.  Oti'os  diccionai-ias  lo 
llaman  el  bobo,  y  de  ahí  habrá 
venido  nuestro  chilenismo,  por- 
que el  adj.  bobo  nunca  ha  sido 
popular  entre  nosotros.  De  este 
juego  proceden  las  fra-es  figs.  y 
fams.  (Quedarse  uno  con  el  tonto. 
Cargar  con  el  tonto.  Dejarle  a 
uno  el  tonto :  cargar  con  las  con- 
secuencias  finales,  cuando  .son  fa- 
tales o  disijenchasas.  Pasarle  el 
tonto  a  otro  es  de^cargai-se  en 
otro  de  esas  consecuencias. — ■ 
Tonto  se  llama  también  la  últi- 
ma carta  que  queda  sin  fonuar 
pareja,  y  la  persona  misma  que 
se  queda  con  ella. — Entre  laái-o- 
xies  y  rateros,  barra  corta  de  hie- 
rro que  emplean  para  forzar 
puertas  y  cerraduras.  Es  cilin- 
drica en  el  medio,  achaflanada 
en  una  punta  y  abierta  en  la  otra 
en  dos  como  garfios. — En  la  mis- 
ma jerga,  arma  contimdente, 
que  consiste  en  una  bola  pesada 
y  un  mango,  de  ordinario  flexi- 
ble, que  se  sujeta  a  la  muñeca 
de  la  mano  con  una  correa.  (Car- 
tilla del  guardián) .  Véase  Laque. 
8e  llama  así  porque  con  el  golpe 
atonta. — En  algunas  partes,  nal- 
gas o  a'^entaderas ;  porque  en  los 
castigos  hacen  oficio  de  tonto, 
pagando  por  todas  las  faltas  del 
individuo. 

ToxTo,  ta.  Véase  el  anterior. 
— Está  la  tonta  amarrada  y  el 
tonto  anda  suelto,  fr.  fig.  y  fam. 
que  se  dice  entre  el  pueblo  cuan- 
do una  mujer  se  hace  embaraza- 
da ilegítimamente. —  Los   tontos 


500 


TON 


TOP 


no  penan  cwindo  se  mueren,  pro- 
verbio chileno  con  que  se  indica 
que  esta  cla^e  de  mortales  no  van 
al  piu'gatorio,  poi"que  no  son  ca- 
paces de  malicia.  Es  como  eohar- 
los  al  limbo,  junto  con  los  niños 
que  mueren  sin  Imutisnio  y  an- 
tes del  \\£0  de  la  razón. 

ToxTóx  XA,  adj.,  aum.  de 
tonto.  No  lo  trac  el  Dice,  pero  es 
de  lo  más  ca.stizo. 

Y  áft  eso  ¿'iue  pucüis,  tontón  salvaje? 

(Quiñones  de  Benavente,  Entremos  El  Mu- 
linero  y  la  Mulínera). 

En  Chile   se  usa  corrientemente. 
Tontaina,  com.    fam.   y   ú.  t.    c. 
adj.,  ''persona  tonta,"  cts  el  único  , 
que  trae  el  Diw.  | 

Tontorrón,  na,  adj.  fam..  des- 
I>ectivo  de  tonto.  Así  lo  a-só  nues- 
tro Jotaljeche,  j>ero  la  verdadera 
l'onna  es  tontarrón,  porque  la 
terminación  es  arrón,  na,  de 
arro,  rra.  Así  lo  vemoís  en  clutpa- 
rrón,  cJiirharrón.  bobarrón,  ci- 
marrón, janjarrón,  socarrón, 
ventarrón,  vozarrón.  \'^éa.--e  Ce- 
jador,  t.  K,  pág.  4:?. 

Tony,  m.  Payaso  de  circo  que 
hace  el  pai)el  de  bolx)  o  tonto,  y 
de  puro  tonto  es  gracioso. — Por 
extensión,  cualquier  individuo 
que  con  sus  tontadas  hace  rch-. — 
Ivs  el  vocablo  iiiglé,s  tony,  dim. 
fam.  de  Anthony  (Antonio),  y 
que,  asarlo  como  nombre  común, 
\ale  tonto,  .simplón,  zamacuco. 
Así  el  DicK".  de  Ben.-jloy  y  López. 

Toño,  ña,  n.  pr.,  ni.  y  f.  Dnn. 
fam.  de  Antonio,  nin,  o  de  An- 
toño,  ñu,  como  dicen  taniitién 
ios   españoles.    Otros  emplean  la 


forma  más  culta  Anfuco,  ca,  An- 
tuquito,  ta,  i)ero  más  populai-  y 
fam.  es  la  primera,  y  no  .sólo  en 
Cliile,  sino  también  en  Méjico  y 
en  otras  partes*.  Véa-se  AxTico. 

T0PAD.\  y  T01'K.\D.\,  f.,  TOPE- 
TAZO, m.  Los  tres  significan: 
"golpe  que  dan  c-on  la  cabeza  los 
toros,  carneros,  etc.;  fig.  y  faíii., 
golpe  que  da  uno  con  la  cabeza 
en  alguna  cosa." — Tope  y  tope- 
tón tienen  estivs  mismas  aceps.  y 
iulemás  la  de  ''encuentro  o  gol- 
pe de  una  casa  con  otra."  Amur- 
co e,s  el  "gollK}  que  da  el  toro  con 
las  astas,''  y  morocada,  "topeta- 
da de  carnero." 

ToPADiTAs.  f.  pl..  dim.  de  to- 
pada. Lo  u.-<;uiios  en  la  fr.  fig.  y 
fam.  Andar  una  persona  o  cosa 
a  las  topaditas  con  otra:  ser 
iguales  en  algo  o  en  tmlo,  de  ma- 
nera que  ninguna  de  la^  dos  pu- 
liere a  la  otra.  Es  metáfora  to- 
mada de  los  animales  que  jue- 
gan o  luchan  a  topadas  o  lopeta- 
zo.s.  También  se  emplean  en  este 
mismo  sentido  el  {>art.  topado, 
da,  y  el  genuidio  topando:  "Pe- 
dro y  Juan  andan,  están  o  salie- 
ron   topando,  topados." 

Topado,  da,  adj.,  part.  de  to- 
par. Estar  uno  topado,  fr.  fig.  y 
fam. :  cfstar  harto  o  ¡diito. — Te- 
ner igual  el  debe  y  babor  de  la 
cuenta,  de  manera  que  no  pueda 
pedir  más  dinero. — Véase  el  an- 
terior.— En  algunos  juegos.  Es- 
tar uno  topado  con  otro  o  Estar 
topados  dos  o  más,c.-;  c-l4ir  jjatas, 
tener  puntos  iguales. — En  caste- 
llano hay  la  fr.  Estar  hasta  los 
topes  (tener  una  jiei^sona  hartura 
o  exceso  <ie  algo)  y  el  ni.  adv. 
Hasta   el   tope    (enteramente    o 


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501 


llenamente,    o     hasta   donde    se 
pueda  llegar). 

TcxPAR.  Es  a.,  según  el  Dice, 
en  las  acej».  d¡e  "hallar  casual- 
mente o  sin  solieitud;  hallar  o 
encontrar  lo  que  se  andaba  bu.s- 
c-ando."  [¡Qué  errónea  confu- 
sión de  Itallfir  y  encontrar!]  Pe- 
ro se  olvidó  de  decir  que  en  eslías 
mismas  aceps.  s«  usa  también  co- 
mo n.  Díganlo,  si  nó,  los  dásicos: 
"A  quien  el  Señor  llega  en  este 
estado  no  hay  placer  ni  con.siielo 
que  se  iguale  a  topar  con  quien 
le  parece  que  le  ha  dado  el  Señor 
principios  desto."  (Sta.  Teresa;, 
hablando  de  S.  Pedro  de  Alcán- 
tara, Vida,  c.  XXX).  "Si  tratá- 
redes  de  aanores,  con  dos  onzas 
que  3ej>áis  de  la  lengua  toscana, 
toparéis  con  León  Hebreo,  que 
os  hincha  la.s  medida.s."  (Quijo- 
te, pról.  de  la  1.°  p.)  "Alzando 
[Sancho]  las  manop,  topó  con 
dos  pies  de  persona  con  zapatos 
y  calzas."  (Quijote,  p.  II,  c. 
LX).  Lo  que  no  hemos  hallado 
en  los  clásicos  es  el  u-so  de  este  v. 
c.  r. :  Me  topé  con  Fulano,  que 
suele  oírse  en  Chile.  Dicen  algu- 
nos que  este  v.  .se  considera  aho- 
ra en  España  como  bajo  o  plebe- 
yo en  estas  aceips.  ("topar  por 
encontrar  es  poco  culto."  dijo 
Hermosilla)  ;  pero  nada  de  esto 
advierte  el  Dice.  En  Ohile.  Co- 
lombia y  Ecuador  (y  proljable- 
mente  en  lais  otras  naciones  sud- 
americanas) .sigue  usándose  co- 
mo en  tiemjx)  de  los  clásicos. — 
No  hallamos  en  el  léxico  la  acep. 
relativa  ai  apuestas  y  juegos,  que 
equivale  a  parar  en  la  de  "aiTÍes- 
gar  dinero  u  otra  cosa  de  valor 
a  una  suerte  del  juego."   Es   la 


primera  y  principal  de  topar 
(chocar  una  cosa  con  otra),  pero 
en  sentido  fig.  Así  como  decimos 
topar  o  chocar  la.s  copas  o  vasos 
cuando  mío  lo  hace  así  para  in- 
\itar  a  otro  a  l>el)er,  así  decimos 
tanil)ién  topar  en  los  juegos  y 
apuestas,  porque  el  dinero  del 
uno  topa  en  cierta  manera  con  el 
del  otro.  Oigamos  a  Tii-so  de 
Molina  (Tanto  es  lo  de  más  co- 
mo lo  de  menos,  II,  7.*)  : 


—  A  diez  doblones. 


Barajo. 


—  A  treinta  doblones. 


Nó. 


—  A  cincuenta. 

—  Tarad  largo, 

—  Que  esto  le  corre  detrás. 
A  ciento,  pues. 

—  Topo  a-entrambos. 

Ricardo  Palma  lo  \iíK)  también 
en  sus  Tradiciones  perua.nas  (t. 
IV,  pág.  118)  :  "Apuesto  mi  tí- 
tulo de  conde  contra  todo  lo  que 
llevo  perdido  en  la  tarde.  Topo, 
contestó  el  minero,  y  enganche, 
pariente."  Otras  dicen  cruzar 
umi  apuesta,  cruzar  apuestas, 
que  tampoco  está  autorizado  por 
el  Dice,  y  parece  tan  propio. — 
Véase  TopADiTAS.— Topar  los  ga- 
llos :  es  entre  nosotros  ensayarlos, 
hacerlos  reñir  por  vía  de  pnieba 
o  ensayo.  Así  también  en  Cuba, 
donde  les  ponen  vainas  de  cuero 
o  algo  semejante  en  los  e.9i>olones 
para  que  no  se  ofendan. 

TopATOPA,  f.  Planta  de  la  fa^ 
milia  de  las  escrofularíneas,  y 
que  también  se  llama  arguenita 
y  capachito,  por  la  figura  de  la 
flor.  Véase  la  descripción  de  Phi- 
lippi:  "Calceolaria  Feuill.  cáliz 
cuadripartido ;    corolai     singular, 


[.02 


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con  el  tubo  muy  corto,  el  linÜK) 
bilabiado,  el  labio  superior  iiiáí 
corto,  entero,  redondo,  el  inferior 
más  grande,  cóncavo-globuloso ; 
dos  estambres  con  los  lilamentos 
cortos  y  las  dos  celdas  divergen- 
tes, una  de  ellas  a  veces  estéril. 
Yerbas,  subarbustos  o  arbustos 
del  Perú  y  Chile,  con  hojas 
opuestas  o  temadas,  rara  vez  al- 
terna?', enteras  o  recortadas,  con 
flores  amarilla-',  rara  vez  purpú- 
reas o  blancas.  Las  e,~pecies  son 
muy  numerosas  en  Chile,  pues  el 
.señor  Clos  enumera  ya  treinta  y 
nueve  esi^ecies  en  la  obra  de  Clay. 
Muchas  esi)e<'ie*  se  cultivan  en 
Europa  como  flores  de  adorno." 
— Lenz  no  dio  con  la  etimología 
y  se  enredó  con  el  araucano  tho- 
¡m,  thopathopan,  Uv*  manchas  o 
pintas  como  las  del  tigre,  y  te- 
nerlas. El  nomV)re  topatopa  es 
traduc-ción  literal  del  que  tiene 
en  araucano  esta  planta,  thaupi- 
thaupi,  del  v.  thaun,  topar,  y  és- 
te de  thav  o  than,  cerca,  junto. 
El  Pebres- Astraldi  trae:  "Thau- 
pifhaupi.  bolsilla,  flor  amarilla:" 
y  en  la  parte  castellana  trac  lo 
mismo  exactamente,  con  inver- 
sión de  las  palabras.  El  Dice,  del 
P.  Augusta  trae  también:  "Trau- 
pitraupi,  s..  la  yerba  topatopa  o 
ca|íachito,  Calceolaria  .«^loc."  El 
noml>re  de  bolsilla  que  le  da  As- 
Iraldi  no  lo  hemopi  oído  jamás, 
])ero  l)ien  lo  merece  por  la  figura 
de  la  flor ;  el  de  topatopa  se  debe 
a  la  costumbre  que  tienen  los  ni- 
ñtís,  por  juego,  de  topar  o  estre- 
llar esk!  flor  en  la  frente,  con  lo 
ciuil  revienta.  ]>nxliicieu'do  un  li- 
gero <-stiiiiipido;  y  -^'  usa  repe- 
tido. ]>on|Uf  la  acción  de    reven- 


tar la  flor  se  hace,  no  con  una 
sola,  sino  con  muchas.  Merece  el 
nombre  topatopa  entrar  en  el 
Dice. 

Tope,  m.  Piedra  del  tope,  loe. 
íig.  y  fani.:  i>ersona  a  quien  recu- 
rren las  demás  en  busca  de  au- 
xilio o  amparo. 

TopEAD.\,  f.  Ac<ión  o  efecto 
de  topear.  Ú.  m.  topeadura,  tra- 
tándose del  juego  o  diversión ; 
topeada  es  más  bien  un  solo  cho- 
que o  encuentro,  es  decir,  la  to- 
pada española.  Véase  más  atrás. 
ToPE.\DOR,  m.  .Jinete  que  to- 
pea.— Topeado)-,  ra.  adj.  Dícese 
del  caballo  o  yegua  adiestrado 
para  topear. 

ToPEADiR.\,  f.  Acción  o  efecto 
de  topear.  Para  designar  el  juego 
o  diversión,  ú.  m.  en  pl. — Pl.,  fig., 
juego  de  nuichachos  en  que  se 
imitan  las  topeadura.^  de  a  caba- 
Ik).  Se  formian  )>arejas  de  uno 
que  hace  de  caballo  y  otro  de 
jinete  llevado  a  cuestas  y  topean 
entre  sí.  toniíindo  part<.^  el  caba- 
llo y  el  jinete. 

Topear,  n.  Empujar  uno  o 
más  jinete*  a  otro  u  otros  |Híra 
desídojarlo-!  de  su  puesto,  que  es 
frente  a  una  gnm  vaní  coloc-ada 
a  la  altura  <lel  ])echo  de  k>s  calxi- 
llos.  Es  una  de  bis  diversiones 
más  animadas  de  los  guaso*  chi- 
lenos. l)oro  iieligrosa  y  bnil»il. 
|>orque  nnichos  .-«len  con  W 
piernas  nmchucadas  a  causji  de 
los  encuentros  y  empellones  que 
se  ^a:i  \inos  con  olr(»s.  El  jinete 
(I  ](!<  jinetes  que  dflienden  .-■n 
|)Uwto  afirman  el  caballo  con  el 
cncriMi  y  con  la  c.x|mcla,  y  v]  ca- 
Isallo.  al  nii.sni<i  tirniiH)  que  .so 
alirnsa  en  las  cuatro  palas.  íii]H>yu 


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TOP 


5n3 


el  pecho  en  la  vara;  el  contrario 
o  los  contrarios  se  dejan  caer 
sobre  él  de  golpe,  y  todo  esto  en 
medio  de  azotes,  gritos  de  1<6  ji- 
netes; y  de  los  espectadores,  bufi- 
dos de  los  caljallos,  etc.,  etc.  Poco 
menos  que  las  corridas  de  toros 
en  España  son  la?  topendnrag  en 
Chile  y  en  eila¿  lucen  loí  guasos 
su  valentía  y  detreza,  como 
tajnbién  la  pericia  y  fuerza  de 
sus  caballos  topeadores  o  bu-enos 
para  la  vara. 

Ciundo  chocan  e-balloi  pecho  a  prcko 
Y  en  los  horcones  se  estremece  el  techo, 

dijo  Bello,  aJudiendo  al  juego 
nacional  de  las  topeoduras.  (El 
Proscrito,  c.  III). — El  v.  topear 
es  formado  de  topar,  como  tan- 
tos otros  que  hemos  formado  de 
la  misma  manera  (véase  Eak, 
Verbos  ex),  y  de  él  salieron 
topeado,  topeadura  y  topeador. 
Creemos  que  todos  efftos  voc-aVjlos 
del>en  adñiitir.«e  jx)r  cuanto  se 
refieren  a  mi  deyx>rte  nacional 
usado  en  todo  Chile  y  conocido 
.«olamente  con  estos  nombre».  La 
forma  del  v.  es  correcta,  porque, 
como  fi-ecuentativo  que  es  en  es- 
te caso,  delje  terminar  en  ear: 
topar  es  chocar  una  vez:  topear, 
chíxar  nmchas  veces. 

Toperol,  m.  En  castellano  se 
llama  roblón  o  remuche.  Véase 
eí;ta  iiltima  voz.  Toperol  es  co- 
rrupción o  aféresis  de  entoperol 
(del  italiano  utopariolo),  que  en 
Marina  .significa:  "clavo  corto 
de  cabeza  grande  y  redonda, 
que  sir\e  para  clavar  capas  y 
otras  co.-as." 

Topetarse,  r.  En  la  provincia 
de  CofiviiniVo,  topar  con   alguno. 


El  topetar  castellano,  a.  y  n.,  pe- 
ro nó  r.,  sólo  tiene  la  1."  acep.  de 
topar  (chocar  una  cosa  con  otra) 
y  ésta  otra,  que  es  la  principal: 
"dar  c-on  la  cabeza  en  alguna  co- 
sa con  golpe  e  impulso,  lo  cual 
*  dice  con  propiedad  de  los  car- 
neros V  otros  animales  cornu- 
do.-." 

Topinambur,  rn.  Lo  admitió 
por  primera  vez  el  Dice.  (14.* 
dición)  en  la  forma  tupinambo, 
de  tupinambo.,  nombre  de  una 
raza  indígena  del  Brasil.  La  for- 
ma asada  en  Chile  y  aceptada 
hasta  por  Philippi,  pro\nene  del 
francés  topinambour.  Li  nombre 
caf-'tellano  es  aguaturrna  o  patata 
de  cma:  "planta  de  la  familia 
de  las  compuestas,  hcrh>ácea,  con 
tallos  rectos  de  dos  metros  de  al- 
tura, hojas  ovale?,  acuminadas, 
ásperas  y  vellosas;  flores  redon- 
das y  amarillas,  y  raíz  tubercu- 
losa, feculenta  y  comestible.  !| 
Raíz  de  esta  planta:  comunmen- 
te se  llama  pataca,"  y  también 
cotufa,  según  el  mismo  Dice. 
Patata  de  caña  &i  otro  nombre 
que  le  da  Philippi.  y  algunas 
Crasas  religiosas,  papa  de  Jerusa- 
lén  y  papa  real. 

Topo,  m.  En  Tarai>acá,  por- 
ción de  terreno  de  cien  metros 
por  cincuenta. —  Del  quichua 
tvpu,  medida,  legua  de  camino. 
El  Dice,  trae  topo,  con  el  .signifi- 
cado de  "medida  itineraria  de 
legua  y  media  de  extensión,  usa- 
da entre  los  indios  de  la  Améric-a 
Meridional,"'  y  dice  que  quizás 
viene  del  cumanagoto  topo,  pie- 
dra re/Ionda.  Garcilaso  dice  que 
"tupii  c-s  una  hanega  de  tierra 
[«ara  sembrar  maíz;  empero,  tie- 


50-1 


TOP 


TOQ 


ne  por  hanega  y  media  de  las  de 
España."'  (Comentarlos  reales,  p. 
I,  1.  V,  c.  III). 

Topo,  m.  Véanse  Ponzón  y 
Punzón.  Taaibii'n  íe  dice  tupo, 
confonne  al  araiu-aiio  tiipu,  voz 
que  con  niá.s  ¡seguridad  ha  de  ser 
quichua,  pues  la  dan  también 
los  dicí^'ianarios  de  esta  lengua. 
"Tupu,  alfiler  grande,  con  que 
?e  prenden  las  indias."  dice  el 
de  Torres  Kuljio;  y  Garcila.so  e>- 
crih»e  que  llaman  tupu,  "los  alñ- 
lereí  gi-andes  con  que  las  niuje- 
i"es  prenden  sus  ropas  cuasndo  se 
visten."  (Comentarios  reales,  p. 
I,  1.  V,  c.  III).  Cuervo  halló  esta 
voz  también  en  el  vocabulario 
chiboha  con  la  misma  defini- 
ción: "alfiler  o  aguja  que  usan 
para  prender  la  líquira  o  líquida, 
que  es  espe<ie  de  manto  con  que 
•SO  cubren  las  indias  desde  los 
hombros  hasta  el  suelo."' — El 
topo  que  usíui  en  ©1  interior  <le 
la  provincia  de  Tarapaeá  tiene 
vma  de  las  punta.s  cu  forma  de 
cuchara. —  Arado  topo:  expi^e- 
sión  que  sólo  hemos  leído  en  la 
obra  de  Santos  Tornero  El  Agró- 
nomo Swr- Americano,  t.  Agri- 
cultura, pág.  61 :  "Los  arados 
llamados  topos  tienen  por  ohjeto 
remover  y  mezclar  el  suelo  infe- 
rior de  la  tierra  vegetal  con  el 
fundo,  .-iin  mover,  ni  menos  t>e- 
]-ultar,  la  cara  su]>erior  ni  sicar 
íi  la  supei'ficie  la  tierra  agria  del 
fondo.  En  los  arados  topos,  la 
esteva,  la  cama  y  las  demás  pie- 
za.s  que  pa.san  jHjr  el  suelo,  deben 
ser  <lelgaidas  y  afiladas  ]X)r  la 
))arte  anterior,  i)ara  (]uc  corten 
ii'  tierra  sin  \'olt<>arla."  Es  evi- 
dente  que   el    nombre   se   le   ha 


dado  por  semejanza  con  el  topo 
(el  mamífero  in.^ec-tívoro)  que 
cava  la  tierra  y  hace  en  ella  sus 
galerías,  ilas,  como  en  Chile  no 
se  conoce  el  topo,  otros  llaiiiaron 
este  mismo  ai"ado,  arado  chan- 
cho, porque  el  chancho,  al  hozar, 
remueve  también  la  tierra.  Véa- 
se Chancho.  Hasta  Marcial  ha^ 
liló  del  topo,  en  son  de  burla,  co- 
mo buen  anulor: 

Donast  ,  Lupe,  tui  iub  Urbe  nobis; 
SeJ  rus  est  mihi  majus  in  fon»^stra.., 
Et  talpa  est  mihi  fussor  atque  arator 

(Lib.  XI,  epigr.  XVIII). 

Topón,  m.,  aum.  de  tope  en  la 
acep.  de  topetón  (encuentro  o 
golpe  de  una  cosa  con  otra). 
Muy  usado  es  en  Chile,  jiero  no 
lo  acepta  el  Dice,  y  mejor  sera 
reemplazarlo  coa  tope  o  topetón. 
Véase  Topadíi. 

ToQVi,  m.  Entre  los  antiguos 
araucanas,  jefe  del  Estado  en 
tiemix)  de  guerra  y  supremo  di- 
rec-tor  de  ella.  Hoy  en  día  es  des- 
conocida esta  acep.  entre  los 
arauciUios. —  Hacha  de  i>iedra,  y 
que  antiguamente  fué  la  insig- 
nia de  los  toquis. —  "Nondjre 
vulgar  de  im  i>ez  que  se  encuen- 
tra a  veces  en  grandes  cardúme- 
nes en  la  bahía  de  Talcahnano. 
No  .sé  qué  esi>ecie  es.  Tahez  se 
llaman  así  i>or  venir  en  masa, 
como  si  obedecieran  a  un  toqni." 
(Ivenz).. —  Jue'go  do  muchachos 
que  con.«!Íste  en  apuntar  uno 
con  una  holit^i,  nuez,  coco  o  cosa 
.MMiu>¡ante  a  otra  con  que  el  con- 
l.ario  ha  .sdido  a  de-atiarlo.  Si 
apunta,  gana  el  ol)jelo:  y,  .•^i  nó, 
le  tira  a  su  lainl<i  el  contrario,  y 
en  H(«j;ui(la  él.  hasta  que   alguno 


TOR 


TOR 


505 


de  los  dos  apunta;  y  desx>ucs  ee 
Mielve  a  principiar.  Se  jnega  en- 
tre dos  y  al  mismo  tiempo  que 
van  andando.  Se  dice  Al  toqui  y 

medida  cuando,  aunque  no  se 
a|)untf,  queda  tan  cerca  un  tan- 
to de  otro  que  no  cabe  la  medida 
de  una  cuarta,  }•  entonces  gana 
también  eJ  que  ha  tirado. — La 
etimología  ets  el  araucano  toqui, 
que  en  todos  los  diccionarios  tie- 
ne las  dos  primeras  aceps.  La.  4.' 
se  explica  ixir  la  2."  acep.  de  "ha- 
cha." VéiUíe  Hachita.  El  toqui 
sólo  se  diferencia  de  la  hachita 
en  que  en  ésta  ¡se  tira  la  bolita 
empujada  por  el  dedo  pulgar,  y 
en  aquél  se  tira  con  dos  o  tres 
dedos.  E.s  errónea  la  grafía  toqui 

tequies,  que  han  dado  algunos 
para  la  1.^  acep. ;  la  única  verda- 
dera es  toqui,  y  el  pl.,  a  la  caste- 
llana, toquis.  Por  la  importancia 
que  tiene  en  la  historia  este  nom- 
bre, creemos  que  debe  admitirlo 
el  Dice,  en  la  1."  acep.  Deri\-ados 
de  toqui  en  la  tq)onimia  chilena 
tenemos:  Toqirigva  (fundo  del 
departamento  de  Oaupolicán,  y 
otro  en  el  de  San-Carlos:  lug'ar 
o  residencia  del  toqui;  de  toqui 
y  hue.  No  creemos  que  pueda  in- 
terpretarse "maíz  superior;"  de 
toqui  y  hua)  y  Toquihue  (riar 
chuelo  de  la  parte  austral  del 
deqjartamento  de  Cañete). 

Torcaza,  f.  Así  llamamos  en 
Chile  el  ave  que  los  naturalistas 
denominan  columba  araucano  y 
que  no  es  igual  a  la  paloma  tor- 
caz de  España.  "La  torcaza,  co- 
mo todas  las  palomácea»,  vive 
de  a  i)ares.  |>oro  se  reúne  en 
gramles  bandadas  y  a-í  suele  ha- 
cer migraciones  dentro  del  país. 


El  vuelo  de  esta  ave  es  muy  rá- 
pido y,  al  batir  las  alas,  produce 
un  fuerte  iiiido.  Anida  entre  el 
ramaje  de  los  árboles.  Construye 
un  nido  muy  rudimentario  y 
pone  genei'almente  dos  huevos, 
muy  semejantes  a  los  de  paloma. 
Los  pichones  nacen  casi  desnu- 
dos y  la  madi'e  les  da  el  alianento 
del  mismo  modo  como  lo  hacen 
las  palomas  doanésticíis.  Las  tor- 
cazas suelen  causar  devastaciones 
en  las  siembras  de  arvejas,  de 
trigo,  de  cebada,  etc.,  pero  tam- 
bién destruyen  una  gran  canti- 
dad de  semillas  de  mulezais,  como 
por  ejemplo,  de  cardo  negi'o,  de 
naljo_,  de  cJarín,  etc.,  que  ajDesta- 
rían  a  los  ieimbrados,  si  pudie- 
ran germinal" . .  .  Una  torcaza 
adulta  pesa  alrededor  de  kgr. 
0.45."  (Reed).  El  P.  Ovalle,  to- 
dos los  autores  chilenos  y  cuan- 
tos habitan  esta  república,  11a- 
mian  torcaza  e.-ita  ave,  y  así  debe 
admitir  el  vocalxlo  el  Dice.  Has- 
ta ahora  sólo  trae  torcazo,  vja, 
adj.,  igual  a  torcaz,  que  única- 
mente se  usa  en  paloma,  torcaz. 
Pero  veamos  tandjién  el  uso  de 
los  autores  españoles: 

Todos    los  tus  privados,  nin  tú  que  me 
[porfazas. 
Non   me   feches  más  miedo  que  pn}omb(i:í 
l^toirazat. 

(Berceo.  San  Lrn-fpzo,  87). 

Viuo  el  cubro",  montes  con  corras  o  iorcnrag. 

(Arcipreste  de  Hit.a,  Ü6ra  de  Buen   .Amor 
[copla  1093,  ed.  de  Cejadof)-     ' 

"Son  las  palomas  nocherniegas 
que  salen  por  esas  calles  a.  .  . 
\eiidcr  su  cuerpo,"  comenta  el 
editor.  "Torca?:a,  especie  de  palo- 


506 


TOR 


TOR 


ma.  Lat.  palumbes  torquatus, 
IX)rque  a  los  visos  del  trol  repre- 
senta en  el  pecho  un  collar  her- 
mofíísimo  de  varios  colores."  (Co- 
varrubias,  Tesoro).  "Otrossí, 
acores  toman  bravos  en  el  tiem- 
jx>  que  se  toman  las  torcaqas." 
(Pero  López  de  Avala,  El  libro 
de  las  aves  de  ca(:a,  c.  XLI). 
"Más  limpia  medicina  es  la  de 
las  jjerdices  y  grajits  y  palomas 
torcazas,  que  ^  curan  comiendo 
las  hojas  del  latu-el."  (Granada, 
Símbolo  de  la  fe,  p.  I,  c.  XV). 
CueiTo  aprueba  nuestro  uso, 
que  es  también  el  de  Cuba,  se- 
gún Pichardo,  pues  dice  que 
torcaza.  ?.,  es  cosa  tan  añeja  que 
se  halla  en  el  Arcipreste  de  Hita. 
El  poeta  D.  Remigio  Crespo  To- 
ral, del    Ecuador,  siL-tonlivó  tor- 


El  cííndor,  rey  del  huraciín.  sr.cnde 
Las  grandes  nías  en  la  altura;  acude 
A  l:v  cabafia  el  fugitivo  ciervo. 

Mientra  en  torno  fugaces 
Se  desbandan  las  timiilas  toicncii. 

{Mi  potma). 

De  todo  o.--tn  se  deduce  que  delw 
el  Dice,  admitir  ptdotna  torcaza, 
y  torcaza,  <;.  s.  f. 

ToRCERSK,  r.,  fi<í.  y  faii'.  í^'i- 
tirse  o  ajíravianse,  y  fuidar  por 
e.^  rostrituerto  (que  en  el  .'■■em- 
bla'nte  manifiesta  enojo,  enfado 
o  ])CSíidumbre).  El  Dice,  admite 
solamente  la  fr.  A  ndar  (o  estar) 
torcido  con  uno:  "e-tar  enemis- 
tado con  él,  o  no  tratarle  con  la 
fa'iniliaridsid  y  confianza  que  an- 
tes." (Véase  L.\I)K.\rse).  Eíí 
acej^  di.ana  de  admitir.se. —  El 
último  Dice.  (14.»  edición') 
a.m'citó  a  torcer  esta  acei>. :    "ela- 


lx>rar  el  cigarro  i>uro,  envohnen- 
do  la  tripa  en  la  capa."  Tratán- 
dose de  cigarrillos  o  pitillos,  o  de 
cigarros  de  hoja,  es  más  propio 
liar,  que  es  el  v.  que  usan  los 
buenos  escritores. 

Torcido,  m.  fam.  Zurullo  y 
también  excremento  canino. — 
Fig.,  tercedura  de  desprecio  o  de 
ira,  volviendo  o  aparUmdo  la  ca- 
ra para  no  ver  a  uno.  Ninguna 
de  e^tas  aceps.  autoriza  el  Dice. 

Torcido.  i).\.  adj..  ¡xu-t..  de 
torcer.  Véase  Torcerse.  Puede 
dársele  la  acep.  de  rostrituerto, 
sentido,  agi'aviado,  independien- 
temente de  la  fr.,  porque  así  lo 
pide  el  uso.  "Este  niño  quedó 
torcido  con  su  macsstro:  Ix»  vi 
muy  torcido." 

Torcidura,  f.  Torccdnra  y  íor- 
ci)iiicnto:  acción  o  efecto  de  tor- 
cer o  torcei'se.  Ta'ml>ién  les  da- 
mos la  acep.  corrcípondiente  a 
l:i  1."  que  vimos  en  torcerse. 

Torcuata,  f.,  fam.  Pescozón 
(golpe  que  se  da  con  la  mano  en 
el  ])e.scuezo  o  en  la  cabeza'!  ;  por 
extensión,  puñtwiía,  trompada, 
trompis.  Eí<  de  poco  uso. — ¿Ven- 
drá del  laitín  torquatus,  a.  um, 
acollarado,  de  torquis.  í-ollar? 

ToRD.\.  f.  No  le  dn  el  Dice. 
nomlire  especial  a  la  heinl)ra  del 
tordo.  Nosotros  la  llamamos  tor- 
<l'i.  y  .■^cría  muy  convonionte  que 
este  nombre  se  generalizara.  Cc- 
jador  (Silbantes,  t.  TTI,  pág. 
458)  trae  torda  con  estas  dos 
acei>3. :  "tordo  mayor  que  el  or- 
dinario; metafémco,  \uia  posetíi 
(Nhilaga)."  El  P.  I-^la  habló  de 
una  tordlta.  y  <lel  texto  se  infk^ro 
c|\ie  no  era  un  tordo  mayor  que 
el  oi-dinario.    sino  la    hembra  de 


TOR 


TOR 


507 


éste.  "Xo  uie  liables  de  I'i  fordi- 
ta.  La  ingrata,  o  s<?  escapó  o  se 
dejó  coger  das  días  antc?s  del  Cor- 
pus; el  hecho  es  que  después  acá 
no  ha  parecido  viva  ni  muerta; 
y,  habiendo  preguntado  jwr  ella 
a  todos  los  gatos  del  colegio,  to- 
dos se  encogen  de  uñas,  sin  dar- 
me la  menor  noticia.  Ella  era 
hembra,  y  la  bastalja  su  sexo 
para  can.sarse  de  ser  cortejada.  .. 
Consen'e  Dios  la  tuya  [salud] 
para  consuelo  mío.  a  falta  de  lo- 
bas y  de  tordas."  (Carta  Lili). 

Tordillo,  lla.  adj.  y  ú.  t.  c. 
?..  dim.  de  tordo,  da.  "Dícese  del 
caballo  o  wgua.  o  del  mulo  o 
mida,  que  tiene  el  pelo  mezclado 
de  negro  y  blanco,  como  el  plu- 
maje del  tordo."  Así  el  Dice, 
pero  refiriéndose  al  tordo  de  E^ 
paña,  nó  al  de  Chile,  que  es  ente- 
ramente negro.  (Véase  Tordo). 
En  el  mismo  sentido  que  fordi- 
llo  usan  en  España  el  adj.  tordo, 
da,  y  lo  da  también  el  Dice. ;  pe- 
ro en  Chile  sólo  usamos  tordillo, 
y  los  hay  de  \arias  clases:  tordi- 
llo negro,  en  que  domina  más  el 
pelo  ne.gro;  tordillo  hlnnco,  en 
que  domina  más  el  blanco;  tor- 
dillo plateado:  pesoteado  o  a  pa 
racones  (rodado);  tordillo  cane- 
la, el  de  pelo  blanco  con  amari- 
llo; tordillo  pecoso,  el  que  tiene 
como  jTecas,  que  es  por  efecto  de 
los  años.  Cejador  enumera  todas 
estas  clases  de  caballo  tordo:  pla- 
teado, claro,  sucio,  apizan-ado, 
rodado,  mosqueado,  atizonado,  a- 
tigrado,  remendado,  vinoHO,  atru- 
chado, .langní'iico,  porque  el  tor- 
do europeo  licne  la--  culiij:!-;  de 
color  amarillo  rojizo. 


Tordo,  m.  El  tordo  chileno, 
por  otro  nombre  cureo,  que  eá 
enteramente  negro  (curaem  ate- 
riimu.-i),  por  su  color  y  estructu- 
ra se  parece  más  al  cuer\'o  común 
de  Europa  que  al  tordo ;  y  el  tor- 
do europeo,  por  su  estructura,  se 
parece  más  a  nuestro  zorzal  (tur- 
dus  magallanicus),  menas  en  el 
color.  Por  eso  CovaiTubias  dijo: 
"Los  zorzales,  que  en  latín  se  lla- 
man turdi."  (Art.  Liga).  Y  Al- 
calá: "Dificultó  un  poco,  por 
verme  ya  amat^lada  la  barba, 
como  pluma  de  tordo  de  má.s  de 
un  año."  (Donado  luihlador,  p. 
1.  c.  XII).  Amatelado,  que  no  se 
registra  en  el  Dice.,  parece  signi- 
ficar "de  color  mate." — Fig.  y 
fani.,  a]K)do  o  sobrenombre  del 
individuo  de  color  atezado  o  nuiy 
negro.  Pero  má,s  se  usa  negro: 
"El  negro  Federico,  El  negro 
A'." — El  mal  del  tordo.  Véase 
Mal,  m. 

Toreadura,  f.  Díg<a!«  torco 
(aeción  de  tonear;  aite  de  toi-e- 
ar). — Fig.  y  fam.,  provocación, 
incitación,  desafío.  Véase  el  si- 
guiente. 

Torear, 
nios   que 


aceps.   le  da- 
castizas:     1.* 


Dos- 
son 

Prm'ocoir  o  incitar  a  un  animal 
con  ademaii'es  o  moNdmientKM 
para  que  se  embravezca  y  acome- 
ta; como  el  ant.  azomar  (incitar 
a  la?  animales  para  que  embis- 
tan).— 2.^-  Fig.  y  fam.,  provocar 
o  tentar  a  una  pei-sona,  general- 
mente con  palabras,  para  hacerla 
airarse  o  para  que  acceda  a  lo 
que  se  le  proi»ne.  Para  la  1.* 
ncop.  véase  esta  copla  popular  oi- 
\:\  'a  por  rieinencín  : 


508 


TOR 


TOR 


En  una  cunio  ciudad 
Uuo3  como  caballeros 
En  unos  como  caballos 
Torcahrn  a  otros  como  ellos. 

Para  la  2.»  nót<?^o  este  texto  del 
P.  Ma:  "Deja  que  el  pnisiaiio 
se  desespere,  que  al  uioseovita  le 
descalabren,  que  toreen  al  ingiera, 
que  la  archiduquesa  triunfe  y 
que  el  francés  se  pasee  l)or  donde 
quisiere."  (Carta  LXXXllI). 
No  Silbemos  en  cuál  de  las  ti'es 
aceps.  ñffi.  que  le  da  el  Dice. 
usaría  aquí  el  P.  Isla  el  v.  torear, 
o  quizás  si  sería  en  lu  nuestra. 
Las  del  Dice,  son  éstíis:  "Enti"e- 
tener  las  e-^peranzsis  de  uno  en- 
gañándole; hacer  burla  de  al- 
guien con  cierto  disimulo;  fati- 
gar, molestar  a  uno,  llamando 
su  atención  a  diversas  partes  u 
objetos." 

Toril,  m.  Línea  de  eslacns  con 
una  vara  encima,  que  se  forma  a 
lo  largo  en  medio  de  la  cancha 
fio  c;irrei"as,  para  que  lo?  cabtillos 
no  .-e  topen  y  corra  cada  uno  por 
su  lado.  El  toril  castellano  ea 
muy  distinto,  porque  es  "sitio 
donde  se  tienen  encerrados  los 
toros  que  han  de  lidiarse." — 
Otra  a^ep.  chilena  es:  sitio  c-e- 
rrado  en  que  se  marcan  anima- 
les, de  suerte  que,  una  vez  en- 
trado el  animal,  tenga  que  j>er- 
manecer  en  pie  y  no  piiela  mo- 
verse a  ningunia  parte.  En  caste- 
llano, herradero  (sitio  destinado 
para  marcar  o  señalar  con  el 
iiierro  los  ganada<).  Tanibiéu 
está  admitido  como  provincialis- 
mo de  Cuba  hranunlrro  (|x>st<^  al 
cual  se  amarran  en  ol  c-oiTal  los 
animales  ])ani  hcrrarloi-i.  domes- 
(iiMilri-  (I  iiiatarlos). 


Torito,  m.,  dim.  de  toro.  Pa- 
j arillo  chileno.  Véanse  Cachudo 
y  Fío. — "í)n   la    isla    de  -Juan- 
Fernández   vive   otra  especie   de 
torito,  que  es  emlémica  en  aque- 
lla   isla;    su   nombre    latino   es 
onaeretes  fernandezianus."    (Re- 
ed). — En  Carpintería,  el    cepillo 
más   pequeño;    y    lo   llaman  así 
poi-que  la  manija  consiste  en  una 
punta  que  semeja  lui  cornezuelo, 
■^^ombrajc    o    .somlirajo    de  ra- 
mas, en  forma  cónica,  para  habi- 
tación   del    guarda    de     algunos 
sembrados,  como  sandiares,    me- 
lonares.   Se  llama  a.-n'  por   seme- 
janza  con  el  asta    del  toro.  Som- 
braje o  sombrajo  significa  "repa- 
ro o  resguardo   de  ramas,    mim- 
bres,   esteras,    etc.,     i>ara    hacer 
sombra."    "Diferencia    como     la 
que  existe  entre  el  pobre  .sombra- 
jo   del   guarda   de   un     melonar 
y      esas      aristocráticas     quintas 
de      recreo."      (Muñoz     Pabón, 
Ciuidro     fie     NaridarJ). —    Slom- 
brajo   de   lona    u   otra    tela,    en 
fonma  puntiaguda  o  cónica,  para 
resgiuirdai-se  del  sol.  Véase  cómo 
se  exprerH)  Bécíiuer:  "En  et-te  si- 
tio, en  vey,  de  elegantes  tiendas  y' 
vL<t<xsa''  buñolerías,  .se   descubren 
esos  sombra jo.i  hechos  de  tres  pa- 
los ¡I   una  estera   de  palma,   pro- 
pios  de  los  cortijos."    (La  Feria 
de     Sevilla.      lí).— Píirt.id-a     de 
monte  que  se  intercala  en  niodio 
de  otros   juegos   de  nai]>es.    para 
variar  y  desx-ansar;  como  cuando 
se  lidia    mi  torete   o  torillo,    (jue 
no  es  de   tíinlo   riesgo  como   un 
toro.    De  ahí  el  nombre.  Imi   Cu- 
ba, juego  <lol  monte  en  )>e^]ueño, 
]MK'o  dinero  v  |>ocns  manota.  (Pi- 

rli.-.rd..». 


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TOR 


.509 


Tornamesa,  f.  -Vunque  bien 
formado,  no  lo  admite  el  Dice,  y 
en  su  lugar  nos  da  pkica  girato- 
ria (armazón  circular  de  hierro, 
giratoria  y  cubierta  de  planchas 
con  carriles  que  forman  dos  vías 
perpendiculares  entre  sí,  y  que 
sirve  en  las  estaciones  de  los  ca- 
minos de  hierro  pai'a  hacer  que 
los  carruajes  cambien  de  vía). 

ToRVAVUELTA,  f.  "Y  en  ellas 
mismas  .se  hace  la  fornaviiclta 
con  las  mercaderías."  (Ln  Oi'<in- 
diiut,  t.  I,  iaitrod.,  pág.  CVII). 
No  aparece  en  el  Dice,  y  está 
tan  bien  formado  como  toraa- 
guin,  tornaviaje,  tfinuivoz,  lorna- 
bodn. 

Tornillo,  m.  fig.  .Juicio,  seso, 
cordura.  Ú.  m.  con  los  verbos 
aflojar,  apretar,  soltar  y  faltar,  y 
con  los  adjs.  flojo  y  suelto.  Es 
aoep.  que,  por  el  uso  general  que 
tiene,  debería  registrai-se  en  el 
Dice;  y,  en  realidad,  no  ets  otra 
cosa  que  la  descomposición  del  v. 
desatornillarse  o  destornillarse, 
al  cual  el  Dice,  da  la  aoei).  de 
"desconcertai"se  ol>rando  o  ha- 
blando sin  juicio  ni  se*o."  Así 
obra  o  habla  la  pers-ona  a  quien 
le  faltan  o  se  le  han  aflojado  uno 
o  más  tornillos,  y  es  neceisario 
apretárselos. —  Hijo  de  tornillo, 
loe.  fig.  y  fam. :  hijo  ilegítimo. 

Torno,  m.  Jaula  de  torno. 
Una  que  se  emplea  [xira  cazar 
pájaros;  tiene  un  torno  pequeño 
que,  pisado  por  el  pájaro,  da 
vuelta  y  echa  a  éste  adentro.  El 
nombre  e.stá  bien  pu©3to  y  no 
hay  necesidad  de  reclamái-selo  al 
Dice. — En  torno,  m.  adv.  Puede 
decirse  En  torno  de  o  En  torno  n. 
Véase  De,  9." 


Toro,  m.  Fig.  y  fam.  se  aplica 
entre  el  pueblo  al  individuo  de 
mucho  valor  o  fuerza,  y  al  que 
está  bien  puesto  o  se  halla  bien 
vestido.  "¡Ab,  qué  toro!"  Y  éste 
es  el  único  c-aso  (fuera  del  de  un 
examinando  de  Gramática  que, 
interrogado  acerca  del  f.  de  toro, 
contestó  inmediatamente :  tora) 
en  que  toro  no  tiene  por  f.  vaca, 
sino  tora:  "¡Qué  tora  va  esa  mu- 
jer!" Y  luíí-sta  los  actuales  arau- 
canos califican  de  toro  al  buen 
jugador  de  chueca:  "¡Tu.  feito 
toro!  (¡Ése  es  toro!)  (Guevara). 
Es  claro  que  esta  acep.  general 
de  toro  la  han  aprendido  de  los 
chilenos  y  de  los  argentinos,  que 
la  u-'an  tamliicn  como    nosotros: 


— Si  es  el  criollo  más  versado 
Que  he  vist)  en  mi  perra  vida... 

— Vaya  y  hágalo  atracar, 
Pa  conocer  a  ese  toro, 
Que  ha  de  valer  un  tesoro. 


(Lussich,  El  iiKitrer.)  Lu 


Santos). 


— Se  llajna  también  toro  y  torito, 
en  lenguaje  fam.  y  ñg.,  la  piedra 
que  por  juego  se  tira  rodando 
por  la  ladera  de  un  cen-o,  y  tam- 
bién la  que  se  tira  en  terreno 
plano  para  herir  en  los  pjes  a 
uno,  o  por  lo  menos  para  hacerlo 
huir,  correr  o  hurtar-  el  cueq^o; 
todo  por  juego  o  en  broma.  Para 
la  primera  idea  hay  en  csatellano 
galga,  f.  (piedra  grande  que, 
arrojada  de  lo  alto  de  una  cuesta, 
baja  rodando  y  daiudo  saltos)  .^ — • 
Otro  toro  es  también  el  torito, 
3.*  aoep. — Haber  toros  y  cañas 
(haber  fuertes  disputas  o  porfías 
soln-e  una  cosa)  es  la  fr.  españo- 
la ;  aquí  le  sup¡rimimos  la  últmia 


510 


TOR 


TOR 


parte  fij  cnñní:). — Toro  de  Fála- 
ris.  Tormento  que  consistía  en 
meter  al  reo  dentro  de  un  toro 
de  bronce  colocado  «)bre  fuego, 
para  que  los  gritos  semejai'an 
hramida'  de  tx>ro.  El  inventor 
fue  un  tal  Perilo,  ail  cual  se  lo 
hizo  estrenar  Fálaris,  tirano  de 
Agrigento  (hoy  Girgenti),  en 
Sicilia.  Los  poetas  latinos,  y  en 
especial  Ovidio  en  sus  Tristes, 
hahlan  del  toro  y  de  e<ta<  dos 
{«i'sonajes,  y  así  mismo  los  csjxi- 
ñoleí.  Para  no  cancar,  sólo  cita- 
remos do-i:  "Y  estos  tales,  que 
merecían  toros  de  Fálaris,  pre- 
tenderán garnachas."  (Rodrigo 
Cairo,  Carta  a  Don  Francisco  de 
Quevedo). 

l'aij  miel  arte  úe  H'iracio. 
De  Hermosilla  n  de  Munárriz, 
Son  el  lecho  de  Procusto, 
Cuando  nd  el  lum  ilc  y<Uatií. 

(El  Marques  ile  Moláis,^  £>i  ti  albiim  ,1c  üktí- 
ijtieta). 

TiOpe  de  Vega  dijo:  el  toro  de 
Perlh : 

Bríiniabiin  hombrea  ci>n  aullidos  roncos 
A  iinitaoitín  del  roto  ,l¿  l'e-ilo. 

(L,i  Amlnimeda). 

E.«;  indudable  que  el  Dice,  debe 
recoger  efta  loe. —  Ver  (o  wirar) 
vno  los  toros  desde  el  andamio, 
el  halcón  o  la  barrera,  o  desde  (o 
de)  talanquera,  fr.  íig.  y  fiim.: 
"gozar  de  una  diveansión  o  con- 
templar mía  co.ia  sin  correr  el 
peligro  a  que  se  exponen  los  que 
en  ella  intervienen."  Así  ee  la  fr. 
española ;  mas  no  creemos  que  se 
faite  contra  la  propiefhul  de  la 
lengua  diciendo,  eojno  en  Chile: 


Mirar  los  toros  desde  lejos,  d^sde 
lugar  seguro.  "Yo  estoy  aquí 
perfectamente.  Miro  los  toros 
desd.e  muy  lejos,  y,  sólo  cuando 
está  todo  concluido,  bajo  a  íilo- 
soíar  sobre  las  ruinas."  (,J.  Ant. 
Alvarez,  Carta  a  D.  Manuel 
Montt,  Jun.  1887). 

ToKOXJiL,   jn.  Toronjil  cuya - 
no.  Nombre  vulgaa-  de  una  et-jx>- 
cie  de   toronjil   de  hoja  más   pe- 
queña que  la  del  ordinario,  grue- 
.<a   y    blanquecina.    "Además   <le 
líus  condiciones  estomacales  e  in- 
te.--tinales  como  el   paico,   es  a.s- 
tiinger.te."'     "Toronjil  cuyano  o 
yerba  cayana    (  niürruhimn   vul- 
<jare)  tiene    un  cmple<j    bastante 
generalizado   y  extendido   en  las 
enfermedades  del    cuero  cabellu- 
do. Es   plante  que  goza  del   ma- 
yor renombre  en  el   tratamiento 
de  la   aloi>c<'ia,   y  en   ciertas  oca- 
siones .-^c  hizo  de  ella  un  remedio 
que  So  apro\cchó  como  un  secre- 
to  de    .grande   importancia.    Di- 
\ulgado  más  tarde,  su  u.«o  se  hizo 
común  y  hoy  se  le  ve  en  el  toca- 
dor de  las  diuna-.    Para  evitar  la 
caída   del   i>elo   se  le  emi>lea   en 
decocción,    en    tintura   ligera    y 
en  forma  de  extracto.  Se  a-segura 
que  mantiene  y  fortalece  el  pelo, 
dando  a  toda  la  cal>cllera  un  des- 
arrollo considerable.  En  vi.sta  de 
los  resultados  que  yo  he  iMHÜdo 
concH-er  como  testigo,  no  lo   civo 
un    agente   despreciable  y   juzgo 
que    no   hay   inconveniente    en 
prescribirla."'     (Murillo). —    To- 
lón jil  de    las  niñas,   tig.  y    fam. : 
jíven    que  gusta   de  galantear   a 
todos   las    mujeres  sin    de<-idirse 
por  ninguna ;  joven  que  cae  bien 
entre  totiiis  y  por  eso  es  quiorido 


TOR 


TOR 


511 


y  celebrado.  Véase  Coquito  de 
las  niñas  en  el  art.  Niño. — To- 
ronjil para  la  pena,  loe.  que  en 
sentido  propio  indica  la  propie- 
dad principal  del  toronjil  como 
hierba  medicinal,  que  es  la  de 
aliviar  las  enfemiedades  del  co- 
razón; y  en  sentido  íig.  .se  afplica 
a  toda  persona  alegre  o  de  buen 
humor:  ''Ya  llegó  el  toronjil 
para  la  pena." 

ToBONJO,  m.  "'Vaiieidad  de  ci- 
dro que  produxje  las  toi\>njas." 
Así  el  Dice. 

Tortjnjo,  toronjo, 
Minina,  minina: 
Se  pasa  de  tonto 
El  que  nu  adivina. 

.\ilivinanza  nmy  conocida  en 
Chile  y  que  .se  interpreta:  el  to- 
ronjil. La  voz  toronjo  está  ligada 
para  dis^frazar  la  de  toronjil;  y 
minina  parece  corrupción  de 
menina  (.señora  de  corta  edad 
que  entral^a  a  servir  a  la  reina  o 
a  las  infantas  niñas) ,  ix>r  alusión 
a  la  pequenez  del  toronjil  com- 
parado con  el  toronjo. 

Torontel,  adj.  No  hay  tal  .sino 
torrontés:  aplícase  a  una  "varie- 
dad de  uva,  blanca,  muy  trans- 
parente y  que  tiene  el  grano  pe- 
queño y  el  hollejo  muy  tierno  y 
delgado,  por  lo  cual  se  pudre 
pronto.  Plácese  de  ella  vino  muy 
olora-ío,  .suave  y  claro,  que  se 
conser\ia  mucho  tiempo."- — "A- 
plíoase  también  a  las  vides  y  vi- 
duño que  producen  esta  especie 
de  uva." 

ToRO^zóN,  m.  Dos  aceps.  le  da 
el  Dice,  y  que  sólo  se  asan  en 
Veterinaria:  "movimiento  vio- 
lento y   de.9ordenado  que   hacen 


las  caballerías  y  otros  animales 
cuando  padecen  enteritis  con 
fuertes  dolores;  enteritis  de  estos 
animales,  con  dolores  cólicos." 
— Aluchais  i>ersonas,  tomando  los 
nombres  de  los  animales,  llaman 
torozón,  en  sentido  fig.,  la  in- 
quietud, desazón  o  molestia  que 
impide  hablar  o  desabogarse. 
"Tengo  un  torozón  en  la  gar- 
ganta, en  la  lengua."  Galdás  u.só 
también  a.sí  este  vocablo:  "Ciei"to 
que  ya  perdoné .  . .  Dios  monda 
perdonar.  Pero  el  duelo  mío,  los 
torozones  de  mi  pena,  siguen 
aquí."  (Casandra,  I,  15.^)  — 
Otros  chilenas  usan  torozón  por 
tarazón  (trozo  que  se  parte  o  cor- 
ta de  una  co^a,  y  comunmente, 
de  carne  o  peiscado) . 

Torozón,  na,  adj.  Que  produ- 
ce torozón  o  enteritis  de  ciertos 
animales.  No  hemos  oído  esta 
voz,  pero  ila  usó  Don  .Juan  Egaña 
en  su  poema  La  Fernandina,  c. 
II: 

Y  tú,  langosta,  que,  aunque  dura  y  fea, 
Emiiacbüsa,  indigeáln  y  torozona. 
Tantas  veces  llenaste  la  tarea 
De  un  hombre  que  al  tragar  nada  perdona. 

ToRPiS.\R,  n.  Hacer  torpezas, 
mostrarse  torpe  o  inepto.  Se  usa 
corrientemente  en  Chile  y  e.stá 
bien  formado.  "Salgan  por  las 
calles  lais  pandillas  de  ase.sinos 
con  sus  garrotes,  sus  piedras,  sus 
cuohillos  y  su  alma  atravesada, 
haciendo  el  ejercicio  de  mazor- 
queros,  para  que  no  anden  tor- 
peando si  mañana  ascienden  a 
verdugos."  (.Jotaljecbe,  Paseos 
por  la  tarde,  2.°  art.) 

Torpedeamiento,  m.  Acción  o 
efec'to  de  torpedear.  Véase  en 
seguida. 


512 


TOD 


TOD 


Torpedear,  a.  Lanzar  un  tor- 
pedo a  un  buque.  Es  v.  usadísi- 
mo por  los  periódicos  que  no 
cuidan  del  lenguaje.  "Lks  sub- 
marinos alemíines  torpedearon 
tonto.s  l.uquc-i  iugle¿Ai:  El  vapor 
tal  fué  torpedeado  al  ¿alir  del 
puerto."  Ni  el  Dice,  ni  los  bue- 
nas Cr^v-ritores  han  hecho  caso  de 
este  neologismo,  que  hasüi  ahora 
a  nadie  le  había  hecho  falta, 
pues  todos  decimas:  Lanzar  o 
arrojar  toi-jicdox,  Hundir  o  echar 
a  pique  con  un  torpedo,  Aplicar 
un  torpedo,"  etc. 

Torpedera,  f.  Como  m.  (torpe- 
dero, adj.  y  .s.)  lo  admite  sola- 
mente el  Dice,  y  con  esta  defini- 
ción: "aplícase  al  buque  peque- 
ño de  vajK>r,  muy  raso,  de  poco 
calado  y  mucho  andar  y  de  má- 
quina silencio.-a,  destinado  a 
lanzar  o  aplicar  tonaxlo.-."'  En 
Chile  usamos  el  f.  torpedera 
(.subentendido  nave,  y  en  los 
primero-  tiemjws,  lancha):  La 
torpedera  Lynch,  Baño  de  las 
Torpederas  (un  balneario). — 
]''altau  todavía  en  el  Dice,  con- 
tratorpederos o  cazatorpedero!!, 
antes  que  reine  con  ab-oUito  do- 
minio el  anglicani.smo  destróyer. 
Véase  esta  \oz. 

Torpedo,  m.  Ya  es  ticn)po  de 
que  le  dé  el  Dice  la  acep.  fig.  de 
"r.rtificio  o  medio  que  se  emplea 
para  precipitar  o  amiinnr  a 
uno."  "El  discur.-o  del  dii)utadn 
tal  fué  M/¡  torpedo  para  el  Mi- 
nisterio." Otros  dicen  homha, 
que  también  carece  en  el  Dice, 
de  e4a  acep.  fig. — No  han  failta- 
do  quienes  llamen  también  tor- 
pedo el  emlmchado  español  en 
cí^ta  acep.  fig.:  "moneda  o  mone- 
das    [también   billetes]    que    se 


ocultan  entre  otras  de  menos 
valor  cuando  se  hacen  posturas 
al  juego." 

Torponada,  f.  fam.  Acción 
propia  de  un  individuo  tori)e  en 
la  acep.  de  "desmañado,  falto  de 
habilidad  y  destreza." — Se  deri- 
va de  torpón,  terminación  tan 
común  en  Chille.  A'éa.se  On,  na. 
— De  e<te  mismo  se  ileriva  el  re- 
aumentivo  torponazo,  za,  que 
también  usa.mas  como  fam.  y 
despectivo;  como  flojonazo,  za, 
y  uno  que  otro  más. 

ToKKE,  f.  La  de  los  buques  de 
guerra  se  llama  cúpida  (véase 
esta  voz,  2.»  acep.)  Sin  embargo, 
el  Dice,  contradiciéndose  a  sí 
mismo,  llama  buqiw  de  torre  "el 
que  lle\a  sobre  cubierta  una  es- 
pecie de  toiTe  o  cilindro  for- 
mado de  planchas  de  hierro,  pa- 
ra que  desde  dentro  funcione  vm 
gran  rañón  giratorio,  o  pueda  el 
jefe,  sin  riesgo,  mandar  la  ma- 
niobra." Una  de  do?:  o  este  bu- 
que se  llama  huqu-e  de  cúpula  o 
se  le  reconoce  a  torre  la  acep.  de 
"cúpula"  en  Marina. — Las  to- 
rres, f.  pl.  .Juego  de  muchachas 
que  consiste  en  defender  unos 
ciertos  puestos  que  llaman  torres 
y  atacarlos  otrtw;  todo  con  una 
l>eilota  que  un  bando  trata  de 
liacer  avanzar,  mientras  el  otro 
la  rechaza.  Se  parece  al  otro  jue- 
go que  llamamos  avance.  Véase 
esta  voz. — Torres  de  viento,  loe. 
fig.  que  falta  en  el  Dice,  y  signi- 
fica lo  mi.smo  que  castillos  en  el 
aire.  Véase  España.  Pi"ol>em03 
(jue  es  española  con  tres  buenas 
autoridades:  "De  aqin'  na.'W 
nuestra  presumjH'ión.  nuestra  .so- 
l>erl>¡a.  mientra  eobdicia,  nutistros 
regaloi  y   ha   torres    de    viento 


TOR 


TOR 


.13 


que  edificamos  sobre  arena."' 
(.Granada,  De  la  oración  y 
(on.,¡d.,  p.  I,  V.  IX,  §  XV).  '-Mi- 
ra. .  .aquelluiS  huesos  de  la  cabe- 
za, ¿cuánta?  torres  de  viento  fa- 
bricaron?" (Ibíd.,  §  XX).  "Si, 
que  allí  .=e  han  fabricado  casti- 
llos en  el  aire,  torres  de  viento, 
donde  están  muy  encabillados, 
sin  querer  salir  de  su  quimera." 
(Gracián,  El  Criticón,  \\  I,  cr. 
VI). 

Cayó  la  í-  /re  que  en  el  viento  h'ic:an 
Mis  altos  pensamienttjs  caFtiguítos. 


(Lope  de  Vega,   Soneto  n.^    ISO.  eHición  de 
[Ribadeneira). 


Dígalo  mi  salud  cuando  pre 
Mayor  descompostura  el  maldiciente 
Que  forma  torreí  sobre  blanda  espuma. 

(Ibúi..  pieza  340;. 

Torreja,  t'.  Lo  usamos  mala^ 
mente  en  vez  de  rueda  (tajada 
circular  de  ciertas  fnitas,  carnes 
o  pescados),  roncha  (tajada  del- 
gada de  cualquier  co.^a,  cortada 
en  redondo),  luquete  (medecita 
de  limón  o  naranja  que  se  echa 
en  el  vino  para  que  toiiie  aquel 
sabor)  .^ — Es  vocablo  formado  del 
español  torrija  (rebanada  de  pan 
empapada  en  vino,  leche  u  otrc 
líquido,  frita  en  manteca  o  acei- 
te y  endulzada  con  miel,  almíbar 
o  azúcar.  Suele  rebozarse  con 
huevos  y  se  hace  también  con 
ctros  inobedientes.  Entre  n<:)S- 
otros  se  llaman  esta,?  torrijas  ca- 
balleros pobres  y  tostadas  de  no- 
via). Juan  de  la  Encina  escribió 
torreja  como  nosotros  (Antol.  de 
poetas  lír.  esp.,  de  Menéndez  y 
Pelayo,  t.  IV,  pá<i.  158),  y  a.sí 
también   el  Dice,  de   Sobrino,  de 

Dice,  de  ChU.,  t.  V. 


1  Ti).").  Kn  Asturias  dicen  torrc¡ia. 

Torrentoso,  sa,  adj.  Aph'case 
a  todo  caudal  de  agua  que  corre 
con  tanta  fuerza  como  un  to- 
rrente. Véase  Corrientoso  (co- 
rrentoso,  para  los  más  cultos). 
Ambos  se  usan  en  América,  pero 
no  hacen  falta. 

Torta,  f.  Ni  la  definición  de 
torta  ni  la  de  tortada  que  da  el 
]>icc.  convienen  a  las  varias  tor- 
tas de  dulce  que  se  usan  en.  Chile 
en  banquetes,  días  de  santo  y 
otras  fiestas  de  familia.  Éstas  son 
de  bizcochuelo  o  de  otras  masas 
y  pastas  dulces  y  con  distintos 
agregados  y  adornos  y  de  varias 
formas  y  tamaños,  pero  conser- 
vando siempre  la  forma  general 
de  torta.  No  se  confunda  con  el 
castillo.  "\"éase  en  su  lugar. — Fig. 
y  fam.,  plasta  o  cualquier  excre- 
mento— A  falta  de  pan,  buenas 
■■<on  tortas,  "refrán  con  que  sesig-. 
nifica  que  el  que  no  tiene  nada, 
cuando  logra  alguna  cosa  debe 
consolarse  y  estar  contento."  Así 
el  Dice,  en  el  arl.  Fai.t.v.  Entre 
nosotros  significa  que,  cuando 
uno  no  consigue  la  cosa  superior 
que  de?ea.  debe  conformarse  con 
la  inferior  que  .«e  le  pres'enta; 
'por  alusión  a  las  tortas  (o  torti- 
llas nuestras),  que  son  inferiores 
al  pan. — ¿Qué  te  importa,  cara 
de  torta?  Fr.  fam.  que  se  dice 
como  reprensión  a  la  persona 
entrometida  o  preguntona. — 
Torta  de  novia,  fig.  y  fam.: 
la  que  se  hace  generalmente 
en  las  comidas  de  bodas,  po- 
niéndole adentro  un  anillo  de 
compromiso.  La  persona  a  quien 
en  la  distribución  le  toca  la  reba- 
nada en  que  va  el  anillo,  se  caca- 
rá antes  de  un  año.  Así  se  le  dice 

33 


514 


TOR 


TOR 


por    chanza.    Locución  ingeniotía 
y  digna  del  Dice. 

Tortear,  u.  Lo  nüínio  que  ta- 
blear, 1."  acej).  Véate  esta  voz. 
Tortear  se  explica  por  la  forma 
de  tuitd  que  .-¡e  da  al  pan. 

Tortera,  f..  o  tortero,  ni. 
"Rodaja  que  se  jwiie  debají)  del 
huso,  y  ayuda  a  torcer  la  hebra." 
Arabas  formas  admite  el  Dice. 
Debe  enmendar  éste  el  com])le- 
mento  debajo  del  hvAo,  fliciendo 
f/<  la  parte  inferior  del  huíso  o 
de  otra  manera  equivalente. — 
No  se  confunda  tortera  con  hue- 
ca, {.,  que  es  "muesc-a  espiral  que 
.se  hace  al  huso  en  la  pimta  del- 
gada jmra  que  trabe  en  ella  la 
hebra  que  se  va  hilando  y  no  t-e 
caiga  el  huso." 

Tortícolis,  torticoli,  m.  De  es- 
las  dos  maneras  hemos  \'isto  es- 
crito este  vocablo;  pero  la  única 
correcta  es  torticoli»,  jwrque  vie- 
ne del  latín  torturtí  eolhim,  cue- 
llo torcido.  Su  significado  es: 
"dolor  inñamatorio  o  reumátice 
del  cuelhj,  por  lo  común  ]>a-a.je- 
ro,  que  obliga  a  tener  éste  torci- 
do o  impide  volver  la  c^il^za." 

ToRTiLL.\.  f..  dim.  de  torta. 
"Fritada  de  huevos  batido.*,  co- 
nninmente  hecha  en  figura  re- 
donda a  modo  de  torta,  y  en  la 
cual  .«e  incluye  de  ordinario  al- 
gún otro  manjar."  R'^ta  es  la 
única  tortilla  que  conoce  el  Dice. 
— Nosrdros,  además  de  ésta,  que 
llamamos  también  tortilla  de 
iiueroH  y  que  usamos  como  pos- 
tre, con  .«al  o  con  azúcar,  tenenujs 
otran  dos,  de  ma.oa  de  harina: 
una  pequeña,  ilel  tamaño  del  pan 
común  y  que  venden  por  las  ca- 
lle.-i  los  t'irl Uleros.  Por  lo  general 
se  cuece  con  fuego  hecho  de  car- 


\  <>n  o  cisco.  La  otra  es  mucho 
má.-:  grande,  de  manera  que  al- 
cance, en  vez  de  pan,  para  toda 
Iri  familia.  Se  cuece  al  rescoldo  y 
>e  hace  generalmente  en  las  casíu. 
(le  «.ampo  en  que  es  e.sca-so  el  pan. 
.\ml)as  están  incluidas  en  la  de- 
nominación de  pan  i<ubciiiericio 
.'el  cocido  en  el  rer<oldo  o  delia- 
jo  de  la  ceniza),  pero  «in  renun- 
ciar al  nombre  particular  de  tor- 
tilla, que  les  dieron  también  los 
clásicos.  "Esta  cosa  tan  alta  ¿qué 
es?  Dios  humanado  o  una  torti- 
lla de  pan  cenceño  no  má.''." 
',Bto.  Ávila,  Trat.  XIV  del 
SSmo.  Sacramento).  "¿Haliéis 
\  isto  estas  tortillas  que  e>tán  en 
las  ])lazas  para  los  nnichachos, 
cuando  amasan  en  casa,  por  la 
una  parte  crudas  y  por  la  otra 
(juemada.o.  .  .  ?"  (Alonso  de  Ca- 
brera, Domingo  II  después  d-e  la 
ort.  de  la  Epifanía,  cons.  IV'). 
"Hicieron  tortillas  sorrascadas  en 
la  ceniza  e  rescoldo.''  (Oviedo, 
Iliff.  d,'  lax  Indias.  1.  I-,  c.  XX). 
"Sucede  nuichi\s  vec^'s  andar  en 
iiiisión  por  aquellos  montes  y 
pantano--.  .  . ,  no  teniendo  otra 
cosa  que  comer  más  que  unas 
tcrtillns  de  harina  ])uestas  ni  res- 
idido, con  alguna*  i)apas."  (Car- 
ta anva  de  1(¡J9  t/  16S0.  de  1« 
Comp.  de  Je-ais,  en  Oval  le,  His- 
lar.  relación,  1.  VITT,  c.  XXI). 
"Baja  un  ángel  y  déjale  a  la  cji- 
becera  un  vaso  de  agua  y  unn 
tortilla  de  pan."  (Tirso  <Ie  Mo- 
lina, La  mujer  que  manda  en  ca- 
sa, III,  1.*).  "Llevan  refret^'o 
que  \enden.  gallintis,  i>e.s<-ado. 
maíz,  tortillas  l)izcochailas,  [ilá- 
tanos..."  (lllmo.  Lizárraga, 
l)f'seripeión  breve.  \.  1.  c.  Til). 
De   toda«   e>tas   citas  concita   qno 


TOR 


TOR 


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hay  tortillas  que  no  íoii  de  hue- 
vos, sino  de  harina  de  trigo,  co- 
mo el  pan;  y,  poi*  ooiL-qgiiiente, 
quedan  justitícadas  nuestras  dos 
clases  de  tortillas,  conforme  a  la 
definición  general  de  Co\-an'u- 
biaí:  "Tortilla,  torta  {jequeña." 
Otros  clásicos  dijeron  en  e.-te 
mir-mo  sentido  fortica. — Tortilla 
soufflé.  En  ca-ítellano  se  llama 
soplillo.  Véase  esta  voz. — .1/ííí- 
mársele  a  uno  la  tortilla,  fr.  fig. 
que  usamos  en  vez  de  la  castiza 
Volverse  la  tortilla:  "suceder 
una  cosa  al  conti'ario  de  lo  que 
se  esperaba;  trocarse  o  mudarse 
a  otro  la  fortuna  favorable  que 
uno  tenía."  La  misma  idea  se 
expi-esa  con  esta  acep.  fig.  y  fam. 
del  V.  traspintarse:  "salir  una  co- 
sa al  contrario  de  como  sie  espe- 
raba o  se  tenía  creída." — ^Véase 
Atortillak. 

loRTiT.LERo,  ui.  El  quc  hace 
las  tortillas  que  acabamos  de  des- 
cribir.— El  que  las  vende.  En 
esta  2.°  acep.  es  mucho  más  usa- 
do, tanto,  que  ha.sta  una  tonada 
popular  se  ha  inventado  con  este 
nombre  y  cuya  música  remeda 
el  canto  del  tortilhro  o  vendedor 
de  tortillas.  Demos  aquí  la  letra. 

Jídche  oscura. ..nada  veo. 
/unque  llevo  mi  farol; 
Por  tus  puertas  voy  pasando 
Y  cintaudo  con  amor; 

Liin  voy  c(intfni>l'¡ 
Con  harta  fena: 
¡De  te.'Cnl'xy.  tmUrlit.js. 
T'jitillas  bnenaí'! 

Bella  ingrata,  no  respondes 
A  mi  grito  placentero. 
Cuando  pasa  por  tu  casa 
Pregonando  el  tortillero: 

Lat  voy  cantan  'o,  etc. 


Ya  me  voy  a  retirar 
Con  mi  cesta  y  mi  faiol, 
*^in  tener  rú  compasión 
De  este  pobre  tortillero. 

An.--  coy  cantando,  etc. 

Señorita  Fulanita. 
Varillita  de  ronieru. 
No  se  asome,  señorita. 
Cuando  pase  el  tortillero. 

Las  voy  cintaniín.  etc. 

"Los  grillos  entonaban  su  estri- 
dente y  monótona  canción, 
mientras  allá,  a  lo  lejos,  la  voz 
del  toiiillero,  que,  con  voz  de  te- 
nor, repetía  su  eterno  fistribillo : 
/De  rescoldo,  tostaíta,  tortillas 
(jáenas!"'  (El  Obrero,  ae  La- 
Serena,  28  Dic.  1901).  El  clásico 
Zabaleta  u^ó  la  voz  toviillera, 
que  tampoco  se  halla  en  el  Dice.  : 
"Suenan  en  la  calle  tortillas  de 
leche ...  Él  .lo  oye  y .  .  .  sale  a  ver 
la  tortillera.  Es  una  muchacha 
negrilla,  con  una  rodilla  |  o  ro- 
dete] por  toca."  (El  día  de  fiesta, 
c.  VI).  Tortillero  y  tortillera  de- 
Ijen  pues  entrar  en  el  Dice. 

Tórtola,  f.  Hacérsele  una 
tórtola  a  uno,  fr.  fig.  y  fam.: 
rompérsele  el  pantalón  en  la  ro- 
(iilla.  Como  e^to  .sucede  general- 
mente a  con.sPcuencia  de  algún 
porrazo,  puede  haberse  formado 
la  fr.  por  comparación  con  la 
caída  de  las  tórtolas,  heridas  o 
lüuertas  ])or  el  cazador. 

Tortoleo,  m.  Trato  cariñoso 
de  dos  amantes.  De  tórtolo,  fig. 
y  fam.:  "hombre  amartelado." 
l'só  este  hermoso  vocablo  la  Con- 
desa de  Pardo  Bazán  en  la  Vida 
contemporánea  que  fscribía  en 
La  Ihixtracióit  Artística:  "Ese 
íiinor  sin  recato,  que  llena  de  pa- 
rejas estrechamente  enlazadas  los 


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jardines  de  las  TuUerías.  .  .,  e^tó 
en  suspenso.  No  es  el  momento  a 
propósito  para  tales  tortokos  y 
arrullos."'  Ojalá  lo  acepte  el  Dice. 
— Mas  nó  en  esta  acep.  que  he- 
mos oído  en  Chile:  acción  o  efec- 
to de  levantar  una  pieza  de  made- 
ra por  medio  de  una  cuerda  retor- 
cida en  un  palo.  Es  mala  deriva- 
ción de  tortor,  que  en  Marina  es 
"cada  una  de  las  vueltas  con  que 
se  retuerce,  por  medio  de  una 
palanca,  la  trinca  de  cabo  que  li- 
ga dí)s  objetos  más  o  menos  dis- 
tantes."" 

Tórtolo,  la,  adj.  Del  color  de 
la  tórtola.  Traje  tórtolo. 

Tortón,  m.  Es  el  adal  e.-pa- 
ñol:  '•instrumento  de  una  u  otra 
figura,  en  que  se  mete  el  labio  o 
parte  superior  del  hocico,  o  una 
oreja  de  las  bestias,  y  con  el  cual 
se  las  tiene  sujetas  para  herrar- 
las, esquilarlíis  o  curarlas.''  Vé- 
anse Puro  y  Arcial.  En  Cuba  se 
usa  tortor,  acto  de  dar  repetida.s 
vueltas  a  una  cosa  circular  o  e-s- 
piralmente.  (Pidiardo).  And>o<s 
pueden  venir  del  latín  torquco, 
si,  tuiíi,  torcer,  dar  vueltas. 

ToRTiR.\DOK,  K.v,  adj.  Que 
tortura,  en  la  acep.  iig.  de  este  v. 
J<"altji  en  el  Dice,  ^^'ase  el  si- 
guiente. 

ToRTUR.VK,  a.  y  ú.  t.  c.  r.  '"Dar 
tortura,  atormentar.''  Así  fue  a«l- 
iiiitido  desde  la  13."  edición  del 
Dice.  Es  evidente  que  esta  defi- 
nición se  refiere  a  lo  físi<-o  y  a  lo 
inoral,  porque  a  uno  y  otro  se  ex- 
tienden tanibicn  la  tortura  y  el 
atormentar.  '"Libre  de  las  pena* 
y  zoz.obra.s  que  torturan  el  al- 
ma," e.scribió  Pereda  en  Tipoit  >i 
paisa jeg,  Ln  Rom  cria  del  Cor. 
liten,     T)  ;    "Torturado    por     las 


ocupaciones  más  ímprolws  y  hiíÍs 
opuestas  a  un  hombre  de  su  in- 
genio,'' Don  Cayetano  Fernán- 
dez. (Memorio)!  de  la  Actid.,  i.  \", 
pág.  88). 

Torunaje,  m.  Conjunto  o  reu- 
nión de  toriinox.  Xo  es  de  mucho 
u.-^o,  porcjue  no  es  tan  frecuente 
ver  manadas  o  conjuntos  de  es- 
tos animales. — La  manada  de  to- 
ros se  llama  torada;  la  de  l)ueyes, 
boyada,  y  la  de  vacas,  vueadn  y 
vaquería. 

TuRiNHt,  m.  Toro  que.  después 
de  haber  servido  como  tal,  es 
inutilizi\do  para  su  oficio  castrán- 
dolo. Se  distingue  fácilmente 
]>orque  con.serva,  a  más  de  s^i 
afición  a  la  vida  ])asada,  testuz  y 
aspecto  de  toro.  .Algunas  veces  .se 
castran  muy  temprano,  des<le  los 
tres  años,  como  escribió  Don  Pe- 
dro Fernández  Niño:  "Se  llama 
novillo  el  que  se  capa  do  meses  o 
de  año,  y  toruno,  el  que  se  capa 
de  trep?  años  o  de  más  edad ;  con 
la  diferencia  de  .ser  éstos  los  me- 
jores para  bueyes,  esto  es.  los  to- 
ra a  ox.  .-«egún  la  experiencia." 
(Cartilla  dr  campo,  pág.;}!).  En 
castellano  .s31o  hemos  hallado  el 
adj.  madrigado:  "díce-^e  del  ma- 
clio  de  ciertos  animales,  particu- 
larmente del  loro,  que  ha  ])adre- 
ado." — La  foca  leonina  o  jubata, 
cuyo  macho  tiene  una  especie  de 
melena  ]»arecida  a  la  del  león  de 
■Vfrica,  pero  mucho  más  corta. 
(Piiilil)pi). — Fig.  y  fam.,  lo 
mi.smo  que  toro,  1.*  acop.  VéiL«e 
Toro. — Entre  el  imelilo.  liombre 
(pie  va  envejeciendo,  pero  que  se 
conserva  robusto  y  gurdo. — 
IFombre  graaido  y  gordo  y  de 
pescuezo  grueso.  \'éiL<fo  Atoru- 
nado. — Es    vocablo    furniarlo    <le 


TOS 


TOS 


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toro  y  del  sufijo  uno,  coniiotativo 
de  cosa  propia  de  animales:  ca- 
bruno, ovejuno,  perruno,  vacu- 
no. Caballuno,  asado  por  el  Ar- 
cipretrte  de  Hita  y  por  otros  y  ad- 
mitido en  el  Dice,  de  Autorida- 
des, ha  desaparecido  en  las  demás 
ediciones,  pero  en  Chile  es  de  uso 
general :  así  también  mandaru- 
no, rotuno  y  pacuno,  propios  de 
persona,  como  los  españoles  frai- 
luno, Itombrirno,  moruno.  Por  la 
buena  formación  de  toruno  y 
por  ser  de  uso  corriente  entre 
nosotros,  puede  ser  admitido  co- 
mo chilenismo.  El  nombre  com- 
pleto debió  de  ser  al  principio 
buey  toruno,  porque  eslos  nom- 
bres en  uno  .<on  adjs.,  menos  los 
chilenos  hambruna  y  pilatuna, 
aunque  en  este  último  se  sub- 
entiende algún   s.,  como  jugada. 

Tosca,  f.  Es  castizo  en  la  acep. 
de  "piedra  caliza,  muy  poro,?a  y 
ligera  que  las  agiuis  de  ciertos 
manantiales  depo.-dtau  en  el  sue- 
lo o  sobre  las  plantas  u  otras  co- 
sas que  hallan  a  su  paíso."  Taan- 
bién  se  llama  toba  y  tujo.  En 
gran  paríe  de  Chile  el  suUsuelo  es 
compuesto  de  toi^ca.t  de  distintas 
especies  con  una  capa  vegetal  en- 
cima, de  variado  gro-sor. 

TosEDOR,  RA,  adj.  Que  tose 
mucho  o  con  frecuencia.  No  lo 
trae  el  Dice,  y  está  bien  forma- 
do y  se  usa;  peor  es  decir  c/ar- 
gajiento  o  gorgojoso,  que  están 
muy  de  asiento  en  el  léxico.  To- 
segoso o  tosigoí>o,  sa,  que  se  apli- 
can a  persona  y  significan :  "que 
padece  tos,  fatiga  y  opresión  de 
pecho,"  no  son  iguales  a  tosedor, 
jHjrque  en  éste  no  domina  la  en- 
forineiiad.  sino  más  bien  la  mala 
(.•ostumbre. 


Toser,  n.  Xo  es  irregular  (tue- 
so,  tueses),  como  lo  hacen  en 
Chile  los  que  no  han  aprendido 
gramática,  sino  regular,  siguien- 
do al  s.  tos:  toso,  toses,  tosa. 

Tosido,  m.  Acción  o  efecto  de 
toser,  o  tosidura.  Es  corriente  en 
Cliile  entre  la  gente  que  no  cui- 
da del  lenguaje.  Aféase  Produ- 
cido. 

Tostada  de  novia,  f.  Véase 
Torreja. 

Tostadera,  f..  fig.  y  fain.  Riña, 
chanuisquina,  pendencia,  zafa- 
rrancho, trifulca,  sanfrancia,  pe- 
laza  o  pelazga:.  Se  llama  a.5Í,  por- 
que se  tuestanunos  a  otro-.  (Vé- 
ase Tostar,  1.^  acep.) 

TosT.^DO,  lu.  Apellido  de  fa- 
milia del  Obispo  que  fué  de 
Ávila,  Don  Alonso  de  Madrigal, 
V  que  en  todas  partes  es  conocido 
con  el  nombre  de  el  Tostado,  co- 
mo si  fuera  italiano,  y  en  latín 
Abulensis,  por  su  dióc-esis.  Escri- 
bió muchos  volúmenes  en  latín 
y  en  castellano  y  por  eso  s\i  ajie- 
liido  es  sinónimo  de  autor  o  es- 
critor muy  fecundo  y  en  todas 
partes  se  dice,  para  ponderar  e¡sa 
fecundidad,  que  Fulano  o  Zuta- 
no escribió  más  que  el  Tostado. 
■'iSi  Dios  me  tiene  de  s^.^?  conso- 
nantes, he  de  rellenar  el  mundo 
de  comedias  nn'as  y  ha  de  ser  Lo- 
pe de  Vega,  prodigioso  monstruo 
español  y  nuevo  Tostado  en  ver- 
.so.  niño  de  teta  conmigo."  (Vé- 
lez  de  Guevara.  El  Diablo  Co- 
judo, tranco  IV).  Obligado  está 
el  Dice,  a  recoger  este  vocablo  en 
e.4a  especial  acep. 

Tostaduría,  f.  "Tostaduría  de 
café."  se  anuncia  una  tienda  eu 
que  se  tuesta  el  "vigilante  gra- 
no" que  dijo  Bello. 


518 


TOT 


TOT 


Tostar,  a.  La  acep.  fig.  que  le 
da  el  Dice,  "calentar  demasia- 
do," la  hemoi  concretado  nos- 
otros en  azotar,  zurrar,  ^ainilar, 
y,  en  general,  i>egar,  castigar. 
(Véa.?e  Calentar).  Tostarle  a 
uno  Juro,  o  duro  y  parejo. — Fig. 
y  fani.,  remoler  (3."  acep.~)  con 
mucho  entu.sia.snio,  bulla  o  ani- 
mación. "¡  Vixmos  tostando !  Tos  - 
taban  de  lo  lindo:  Todavía  están 
tostando." — Tostar  maíz,  fr.  fiu:. 
y  fam.  Entre  ladrones.  di.«parar 
con  arma  de  fucüo.  Y  aun  solo, 
sin  el  s.  maíz:  '"Cargó  su  cu-abi- 
na  y  empezó  a  tostarles  bala.í." — 
Tostarle  una  cosa  a  uno,  fr.  fig. 
y  fam. :  caerle  en  gracia,  gu¿- 
t:U-lc. 

Tota  (A),  c.xpr.  fam.  \  cues- 
tius.  8e  usa  en  la  ])rovin('ia  de  Co- 
quimbo lo  mismo  que  al  apa  que 
dicen  en  las  demás.  Véase   Apa. 

Total,  adj.  y  ú.  t.  c.  -s.  m. 
Muy  valido  anda  en  Chile  el  usó 
de  eí5te  vocaldo  en  la  acep.  de: 
lU  suma,  en  resumidas  cuentas, 
en  resumen,  en  compendio,  en 
dos  palaliras,  en  j^iocas  palabras, 
en  una  palalira,  abreviando.  Des- 
pués de  una  larga  cxjx)sición  o 
narración,  es  frecuente  oír:  "To- 
tal: que  en  medio  de  ese  barullo, 
no  supe  yo  qué  hacer."'  No  deci- 
mos que  .-'ea  alsíurdo  este  u.so, 
pues  total  significa  aquí  i>nma  to- 
tal o  suma,  acc)!.  que  le  reconoce 
el  Dice. :  pero  e.>  un  moilo  \í\x\  te- 
legráfico y  matemático,  que  .-ólo 
está  l)ueiu)  ywra  el  telégrafo,  pa- 
ra los  banco-:  y  oficinas  <le  conta- 
duría y  i>ara  las  clases  de  malc- 
málica-. 

Tolalgo,  m.  Kii  Cliiloé.  el  jue- 
yo  llaiiiadii  tugar  en  otras  ])artes 
(icl    país.    (Cavada). — I'ucde  ve- 


nir del  araucano  toton,  enterrar 
al  aniíual  el  puñal  en  el  cogote 
(P.  Augusta),  por  la  idea  gcne- 
lal  de  enterrar,  y  de  alhtir.  el 
muerto  o  difunto;  aludiendo  al 
]jañueIo,  a^ote  o  correa  que  en 
e.'^te  juego  se  oculta  o  esconde, 
(omo  quien  entierra  a  un  nnier- 
to.  "N'éa.se  Tugar. 

Totalizar,  a.  Hacer  la  suma  to- 
tal, sumar:  resumir,  hacer  el  re- 
sumen. Neologismo  usado  por  al- 
gunos que  no  son  autoridades  en 
el  lenguaje.  Vvaív  Izar  (  Verbos 
ex). 

Tota  pulchra,  m.  (Pronún- 
ciese  pulcra).  Significa  "toda 
hermosa"  y  es  el  nombre  de  un 
canto  o  motete  en  honor  de  la 
SSma.  Virgen  Ahiría  que  con 
música  nuiy  variada  se  canta  en 
toda.*  la.s  igle.-^ias.  Se  llama  así, 
porque  la  letra  empieza  con  esas 
dos  palal)ras.  Merece  lugar  en  el 
Dice. 

Totemismo,  m.  ■'"Creencia  |)ro- 
fe.*ada  por  alguutv^  tribus  .^^alva- 
jes,  particularmente  de  la  Amé- 
rica del  Norte,  según  la  cual  sus 
individuos  se  creen  decendien- 
Ics  de  algún  animal,  cuya  espe- 
cie tiene  la  mi-ión  de  protegerlas 
y  que  generalmente  les  da  su 
nombre."  .\dmitido  por  primera 
voz  en  la  14."  edición  del  Dice. 
l>eliió  a<lmitii"se  también  tótem, 
que  es  la  etimología  de  tnlcmiü- 
it)o  y  significa  el  dios  de  los  pri- 
meros ascendientes  de  esas  tribus, 
y  más  ixuliculannente,  el  ani- 
mal u  objeto  encargado  ahora  <le 
protegerlas. 

ToTiics  QidTiEs.  ex]>rcs.  lati- 
na. (  Proiiúncicso  torirs  ruorlen). 
Significa  ""tjmtas  vr<-(>-,  cuan- 
tas. .  .  ■'  ,\iilíca-c  al  jubileo  e  in- 


TOT 


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dulgeneia  que  por  especial  conce- 
tión  se  pueden  ganar  en  el  mis- 
mo día  tantas  veces,  cuantas  se 
cumplan  las  condiciones  impues- 
tas. "Allégase,  junto  con  tjsto, 
que  dicen  que  tienen  bulas  de 
más  de  diez  años;  que  cada  una 
les  da  indulgencia  pleuiU'ia  fo- 
lies quuties."  (Alejo  Venegas, 
Agonía  del  tránsito  de  la  mnerfe, 
p.  111,  c.  X).  Se  usa  en  todas 
partes  y  falta  en  el  Dice. 

Totó,  m.  fam.  En  algunas 
partea,  popó,  o  sea,  naJgaá,  asen- 
laderas. 

Toro  coELo,  expr.  latina. 
( Pronuncíese  celo).  Literalmen- 
te .significa;  "por  todo  el  cielo;" 
pero  el  uso  que  ,se  le  da  es  en  sen- 
tido fig.,  de.  polo  a  polo,  para  in- 
dicar la  gran  distancia  que  hay 
de  una  parte  a  otra,  o  entre  dos 
opiniones,  doctrinas,  si.stemas, 
etc.  Como  la  usan  los  literatos 
de  mérito,  debe  aceptarla  el 
Dice.  El  P.  .Jerónimo  de  San 
José,  en  el  Genio  de  la  His- 
torio (pág.  117),  u-^ó  es-ta  expr. 
en  castellano  (todo  el  cielo),  po- 
ro más  vale  dejarla  en  latín. 
Así  mismo  el  P.  Ángeles;  "Dis- 
tan, como  dicen,  todo  el  cielo.'' 
(Consideraciones  sobre  el  Can- 
tar, Icct.  1,  art.  V). — Algunos 
le  dan  también  la  acep.  de 
"completamente,  de  todo  punto, 
de  medio  a  medio,"  que  también 
es  propia  del  latín;  "Has  errado, 
o  te  has  equivocado,    tofo  corlo." 

ToTOR.v,  f.  "Especie  de  anea 
que  se  cría  en  algunos  lagos  de  la 
América  Meridional."  Así  en- 
mendó la  definición  el  Dice, 
pue.s  antes  la  limitaba  a  la  kigu- 
na  de  Chucuito.  Todavía  tiene 
cpe  generalizarla   más,  reempla- 


zíindo  el  complemento  "en  algu- 
nos lagos"  por  este  otro;  "en  si- 
tios pantanosos  o  húmedos,"  y 
también  debe  dar  la  etimología, 
tpie  es  el  quichua  tutxira,  esta 
misma  planta  anea  o  enea,  espa- 
daña, gladio  o  gladiolo,  por  la 
forma  de  es]>ada  que  tiene  la  ho- 
ja.— En  la  provincia  de  \  aldi- 
^ia  llaman  totora  el  estoquillo. 
\\'ase  e.-la  voz.  En  otras  provin- 
cia.s  la  llaman  batro,  que  es  el 
nombre  araucano  (vathu)  de  es- 
ta misma  hierba. — General  To- 
tora, qne  nunca  llegó  a  la  hora,  o 
que  sievípre  llegó  a  deshora,  fr. 
fig.  y  fam.  con  que  se  moteja  al 
que  llega  tarde  a  una  cita,  reu- 
nión, etc.  "Cierto  que  llegó  co- 
mo el  General  Totora.  .  ."  (Beli- 
sario  Gálvez). 

Totoral,  m.  "Paraje  ¡loblado 
de  totoras."  dicen  bien  las  dos 
últimas  ediciones  del  Dice. ;  pero 
se  les  olvidó  agregar  que  es  pro- 
vinciidismo  de  la  América  ^Icri- 
dional,  pues  en  España  >:ó\o  di- 
cen espadañal. —  Los  totorales, 
fig.  y  fain. ;  lugar  imaginario  y 
desconocido  en  que  la  persona 
de  quien  se  habla  se  supone  te- 
ner su  querencia  o  .su  mansión. 
"?e  fué  Pedro  a  los  totorales; 
'^'^iene  llegando  de  los  totorales; 
Se  hace  de  los  totorales  (se  finge 
ignorante)."  Como  el  totoral  es 
un  sitio  inhabitable  y  general- 
mente impenetrable  jior  estar  en 
medio  del  asíua  o  de  pantanos,  es 
mviy  natui-al  que  el  que  no  quie- 
re declarar  el  nombre  de  un  lu- 
gar lo  disfrace  diciendo  los  toto- 
rales. De  aquí  la  fr.  fig.  Subirse 
uno  a  los  totorales,  como  quien 
dice  a  los  cuernos  de  la  luna: 
enorgullecei"se,     envanecerse    ex- 


í>'20 


TOT 


TOT 


ce-ivamente.  "Para  que  c'l  .-^e  ba- 
ñe y  se  eleve  a  los  totorales,  al 
ver  que  yo  le  rue.üí).'"  (Daniel 
I'aiTos  Círez,  Acrnturds  de  Cmt- 
tior remos).  "E.-í  una  fr.  profun- 
damente irónic-a,  diee  Ricardo 
Palma  (i>erua!io).  que  aplica- 
nio.'^  a  lü.s  que,  halñendo,  sin  rae- 
rito  para  ello,  subido  a  grande 
altura,  están  en  riesgo  de  caer, 
por  habei^se  elevado  ¡=obre  Vjase 
tan  débil  como  la  totora." — Mu- 
chos son  los  fundos  que  en  Chi- 
le tienen  el  nombre  de  Totoral, 
y  lo  llevan  también  un  río  y  luia 
laguna.  TotoraUllo  .se  llaman  un 
I)uerto.  una  bahía  y  un  ca.-^río. 
Todo  esto  prueba  lo  abundante 
que  es  en  Chile  la  totora. 

ToTOREKC,.  m.  Pajarillo  chile- 
no, por  otro  nombre  trabajador 
(phloecriptes  mdanops),  "Aun 
cuando  es  un  ave  apenas  del  ta- 
maño de  un  jilguero,  llama  nni- 
cho  la  atención  ))or  la  prolijidad 
con  que  hace  su  nido;  ésto  es  de 
una  forn)a  cónica  y  tapado  en  sus 
dos  extremos.  Tiene  una  sola 
puerta  y  ésta  e.-^tá  situada  en  un 
costado...  Pa  hembra  pone  de 
tres  a  cinco  huev|cc  |itos  colcístes. 
El  trabajador  habita  en  todo  Chi- 
le, pero  solamente  en  las  vegas 
con  pajonales  u  otrat^  partOvS  se- 
mejantes. Esta  ave  nunca  está 
quieta:  siempre  salta  de  una  la- 
mita  a  otra,  y  de  ciumdo  en  iiian- 
do  da  cortos  volidos.  Todos  e-<tos 
movimientos  los  hace  en  i>ersecu- 
ción  de  zancudos  y  de  otros  in- 
sectitos."  (Peed). — El  noml)re 
tolorero  viene  de  que  el  nido  es 
coni-truído  con  hojas  de  lolorn  y 
de  otras  planta.«  palustres,  como 
carrizo,  trome;  y  el  de  trabaja- 
dor, del  gran  trabajo  que  se  toma 


el  ave  para  construirlo.  Es  claro 
que  totorero  y  tral>ajador  deben 
pa:-ar  al  Dice. — El  citado  ornitó- 
logo, Reed,  distingue  dos  totore- 
ros:  el  chico,  de  que  .va  habla- 
mos, v  otro  que  llama  totorero  o 
¡jiiiiirabillo  (ardetta  e.rilis)  :  "ave 
niu\'  semejante  a  la  del  guairabo, 
j-ero  de  tamaño  nuiy  interior. 
Mve  exclusivamente  en  las  vegas 
con  pajonales  y  el  colorido  de  su 
[ilumaje  guarda  mucha  annonía 
con  el  de  la-<  totoras  .v  los  troniei<. 
Es  íisunto  l)ien  difícil  poder  ver 
estas  aves  durante  el  día,  porque 
saben  ocultarse  perfectamente 
entre  las  plantas.  Por  las  noches 
'.  uelan,  pero  nó  a  mucha  altura, 
l'or  las  orilla.s  de  las  vegas,  bus- 
cando suí;  alimentos,  que  son  sa- 
pos, peces,  insectos,  niolu.-:cos, 
etc.  Habita  en  todo  el  centro  y 
Sur  del  país.  Vive  en  parejas  y 
anida  en  las  vega;*.  Sus  ]iollos  son 
in.<esore.'<." 

Totoya,  f.  iam.  Pecho  de  mu- 
jer. 

TóTiii,  m.  Breviario  comple- 
to en  un  solo  tomo.  Es  vocablo 
corriente  cutre  eclesiá.'ticos  y  dig- 
no de  a<lmilir.-e.  Procede  del  tí- 
tulo mismo  que  lleva  el  libro: 
Brcriarivm  totiini. — Tóliini  re- 
rolútnm.  m.:  conjunto  de  co.'sa.s 
diversíis  y  sin  orden  :  literalmen- 
te, un  todo  revuelto.  "Pudiera 
crecií-o  que  el  suceso  pa.-aba  en 
una  época  remota,  si  no  tcMilica- 
ran  lo  conti'ario  el  traje  moderno 
de  Rita  y  el  común  de  dos  del 
bueno  de  Pazanllo,  y  el  li'dum 
rrvidútvni  de  los  vestidos  de  los 
marineros."  (Modesto  l;afuente. 
l'iaje.i  di'  Vratj  (hraudio.  t.  P 
pág.  ¡ÍOf)).  .Aunque  hay  en  easle- 
llaiio  umchos  iMpiivalonlc,^,  como 


TOU 


TRAB 


521 


son  revoltijo  o  revoltillo,  pepito- 
ria, c(tlnl¡riad<i,  enmlada.  ivzcla, 
rnnfn-ifión,  y  on  Chile  revoltura, 
convendría  admitir  también  é¿te, 
que  se  usa  en  todas  partes  y  que 
tiene  especial  ?al>or  y  expresión. 
Totuma,  f.  A'éa^<e   Tutuma. 

TcTViiroTEXS,  ni.  Pev.-^ona 
que  en  cierto  orden  de  cosas  o 
ante  una  autoridad  lo  puede  to- 
do; es  sinónimo  de  todopoderoso 
u  omnipotente.  Bien  puede  admi- 
tirle como  se  admitieron  fnctó- 
tum  (sujeto  que  ejerce  en  una 
casa  varios  ministerios:  persona 
entremetida,  que  oficiosamente 
se  presta  a  todo  género  de  servi- 
cios), Petrus  in  cunctis  (loe.  la- 
tina con  c^ue  se  moteja  al  que 
aparenta  saber  de  muchas  cosas  a 
nn  tiempo  sin  tener  conocimien- 
to sólido  de  ninguna),  furfif^ew 
(sujeto  que  >e  tiene  por  princi- 
pal y  necesario  para  una  cosa)  y 
tantos  otros  líarecido;.  Ser  uno  el 
todo  (ser  la  persona  más  inílu- 
yente  o  capaz  en  un  negocio,  o 
de  quien  depende  principalmen- 
te su  buen  éxito), 

Tour  de  forcé,  m.  Loe.  france- 
sa cjue  significa:  acción  que  exi- 
ge nuiclia  fuerza  fí-ica  o  mucho 
esfuerzo  moral.  En  castellano  po- 
demos decir  exceso,  alarde,  galo, 
ostentación,  excesiva  demostra- 
ción o  prueba,  bizarría,  ostcntosa 
'manifestación :  y  en  .^entido  fig., 
lujo,  pero  nó    derroche. 

Tours,  n.  pr.  do  ciud'.id.  Así 
escribe  el  Dice,  en  el  art.  Turo- 
xknsf;,  sin  advertir  que  se  pro- 
nuncia Tur.  El  clá.sico  P.  Muri- 
Uo  escribió  Turón,  tomándolo 
del  latín  Tnrones  o  Turonü,  ])!., 
que  era  el  nombre  que  daban  a 
Ids    babilautes  de    ese  piieltlo   los 


antiguos  romanos.  Elija  pues  el 
Dice,  entre  Tur  o  Turs,  ¡wrque 
Tours  es  la  forma  francesa,  y  Tu- 
rón es  inusitado  e  ininteligible. 
Coloma  (Don  Carlos),  en  sus 
Grerras  de  los  Estados — Bajos, 
escribió  Turs:  "Estaba,  como  se 
dijo  atrás,  el  duque  de  Guisa.  . . 
preso  en  el  castillo  de  Tvrs  en 
Turena."  (L.  IV). 

Tov.\R,  apellido.  Véa.se  Tob.\r. 

Toya,  n.  pr.  f.  Dim.  fam.  de 
]'ictoria. 

Tozudez,  f.  Calidad  de  tozudo 
(obstinado,  testarudo).  Como  no 
lo  acepta  el  Dice,  podemos  .su- 
plirlo con  obstinación,  porfía, 
testarudez. 

Traba,  f.  Acción  o  efecto  de 
traljar  en  esta  acep. :  "torcer  al- 
ternativamente y  a  uno  y  otro 
lado  los  dientes  de  la  sieiTa  para 
que  la  hoja  corra  sin  dificultad 
por  la  hendidura."  Esta  n.nsijna 
acep.  tiene  también  el  v.  triscar. 
"A  esta  sierra  le  faltii  traba; Este 
serrucho  necesita  traba."  En  cas- 
tellano no  hay  s.  para  expresar 
e.*to,  sino  solamente  los  verbos 
trabar  y  triscar. — Palo  que  se 
atraviesa  en  las  astas  del  animal 
bovino  para  que  no  entre  a  sitios 
cerrados  donde  pueda  hacer  da- 
ño. Otros  dicen  también  morillo. 
■ — Tabla  que  se  ata  en  las  astas 
al  animal  bovino  y  que  le  impi- 
de mirar  hacia  amba  y  hacia 
adelante,  i>ero  nó  hacia  abajo, 
para  que  coma  lo  que  tiene  a  la 
vista  y  no  se  tiente  con  lo  que 
jjudiera  ver  en  otra  parte. 

Trab.\do.  da,  adj.  Como  parti- 
cijño  del  v.  trabar,  que  significa 
"echar  traba.-,"  lo  usamos  bien 
nosotros  al  aplicarlo  a  la  caballe- 
i'ía  a  la  cual  se  le  ponen  dos  cuer- 


TRAB 


TRAB 


das  del  pie  a  la  mano  de  cada  la- 
do para  acostumbrarla  al  pa?o  de 
andadura.  Cada  una  de  e.-as  cuer- 
das ;«?  llama  traba. — En  sentido 
fig.  también  se  dic-e  frohado,  dn, 
el  caballo  o  yegua  que  tiene  blan- 
cos la  mano  derecha  y  el  pie  iz- 
quierdo, o  al  revés,  la  mano  iz- 
quierda y  el  pie  derecho.  Lo  cual 
es  ca.stizo.  Y  así  mi.smo  lo  es 
cuando  se  aplic^v  a  una  ¡lersona 
que  por  enfermedad,  vejez  u 
otro  motivo  no  tiene  ex]>edito 
el  uso  de  las  piernas  y  da  pasos 
nniy  cortos;  de  ella  se  dice  que 
anda  trabada  o  como  trabada, 
que  tiene  trabadas  las  pierna?, 
etc.,  porque  es  como  si  le  hubie- 
ran echado  trabas  a  ellas. 

Trabador,  m.  Es  el  triscador 
español:  "instrumento  de  acero 
en  forma  de  cuchillo  iiequeño  y 
con  dos  o  tres  muescas  a  cada  la- 
do, para  trincar  los  dientes  de  las 
sierras." 

Trabajador,  ni.   véase   Tütü- 

KEKO. 

Traba.iar,  a.  Fig.  y  fam.,  ba- 
tir o  vencer  a  uno.  "¡  Qué  bien  lo 
trabaja  Pedro  I  Se  lo  trabajó  en 
un  santiamén." — En  disputas  o 
burlas,  aturraliar  (confundir  a 
imo,  turl>arle  de  modo  que  no 
.'■epa  qué  decir  o  cómo  hacer  una 
ca*a).  En  castellano  no  tiene  es- 
las  aceps.  sino  estas  otra-^:  "mo- 
lestar, inquietar  o  perturbar;  iia- 
ter  sufrir  trnl>ajos  a  una  ]iersona; 
r..  ocuparse  con  empeño  en  algu- 
na cosa ;  esforzarse  por  conseguir- 
la." Por  csío  dijo  V)ien  Ercilla: 

( 'i'ftcnsc  (lies  con  pie»;  y  cntrctcjifioB 
(Jiirgiin  a  un  lado  y  otro,  fin  jMiilcrse 
Llevar  cuanto  una  mínima  vi-nt«ja. 
Por  m<s  <|nc  el  uno  y  otro  >{  Inihnjn. 

{La  .l/OHií  na.  c.  X). 


-  Trabajar  uno  la  tierra  o  sus 
tierras,  es  en  buen  cii-^tellano  la- 
1 1  arla,  labrarlas. — Trabajar  en.  el 
cuinpo.  Muy  conuin  en  Chile,  es 
también  labrar  su  hacienda  o  ím/s 
tierras.  Trabajar  es  demasiado 
genérico. — Nadie  sabe  para  quién 
í  raba  ja,  '\'^éa.se  Saber. —  Tiene 
obra  ;/  no  la  trabaja,  fr.  ju'over- 
bial  chilena  que  se  dice  al  fara- 
mallei'o  y  al  que  no  aprovix'ha  la 
buena  ocsision  que  se  le  ]»ie-enta. 

Trabajo,  m.  Entre  ladrones  y 
rateros,  rolio  o  salteo.  De  la  acep. 
de  Gemianía  "hurtar  o  robar" 
que  da  el  Dice,  al  v.  trabajar; 
porque  ése  es  todo  el  trabajo  que 
hacen  los  diseípidos  de  Caco. 

Trabajoso,  sa,  adj.  "Que  da, 
cue¿>ta  o  causa  mucho  trabajo." 
es  la  1.*  acep.  del  Dice,  sin  ad- 
vertir si  se  aplica  a  jx-rsona  o  a 
cf)sa.  o  a  las  dos.  En  Chile  es  co- 
rriente decirlo  de  las  ]>ei-sonas. 
como  eufemismo  de  fa.-<tidioso, 
molesto,  y  conforme  a  estas  dos 
aceps.  de  trabajar:  "molestar,  in- 
quietar o  pertubar;  hacer  sufrir 
trabajos  a  una  ])ersona."  Como 
aprobación  de  nuestro  usio  ofrece- 
mos la  autoridad  de  Tirso  de  Mo- 
lina: "No  tuvo  la  gozosa  madre 
en  su  preñez  loe?  malos  ratos  y 
fa.<tidios  con  que  desde  sus  prin- 
cipios ios  hijos  se  hacen  trabajo. 
.«(.•i."  (Vida  de  Sia.  María  de  Cer- 
rrllón.  noticia  III.  S  IH).  Cuer- 
vo lo  doHne:  ]ioeo  complaciente, 
exigente  o  desconfiado,  y  lo  hace 
equivalente  exacto  del  francés 
difficile. 

TRAiiALEXorAS.  m.  Palal>ra  o 
reunión  de  i>alabras  difí<'iles  de 
|ironunci;ir.  porque  traban  o  eii- 
l(iri>occn  la  lengua:  jHir  ej..  el  v. 
desconstantinopolitarizar,  inven- 


TRAC 


TRAC 


523 


tado  precisamente  para  esto,  y 
más  en  frai-e.s  en  que  entra  con 
sus  derivados:  "El  Arzobispo  de 
Constuntinopla  se  quien-  desarzo- 
bispoconstantinopolitarizar,  y  el 
que  lii  desarzobispoconstantinc- 
poütarice  .-era  un  liuen  dtsarzo- 
bispoconstantinopolitarizado  r . " 
— TamVjiéu  es  un  buen  fnu'Kilni- 
yuas  esta  fr.  Trigo  tres  tigres,  re- 
petida varias  vec«s  y  tomada  de 
ésta:  "En  un  misino  plato  co- 
mían trigo  tres  tigres."  Hace  fal- 
ta en  el  Dice,  este  s.,  que  e^tá 
bien  fonnado  y  se  usa  en  Espa- 
ña y  en  todas  partes. 

Trabar,  a.  Trabar  de  paso  un 
caballo:  basta  decir  tr:tliar  y  véa- 
.-e  Trabado. —  Trabarse  de  frío 
uno,  fr. :  sentirse  penetrado  o 
tran.sido  de  frío,  helarse,  entu- 
mirse, aiTecirse. — Trabarse  de 
palabras  con  uno.  Es  fr.  castiza. 
Véase  Tomarse  de  palabras  con 
uno  en  el  art.  Tom.vr. — Trahwse 
las  carretillas  (mandíbulas  o  qui- 
jadas). Si  admite  el  Dice,  la  fr. 
Trabarse  Ui  lengua,  debe  admitir 
también  esta  otra. 

Trabuco,  m.  Es  castizo  en  la 
acep.  de  "cañuto  de  madera  con 
que  juegan  los  muchachos  me- 
tiendo en  él  con  un  palito  dos  ta- 
cos de  papel  o  de  estopa  y  lanzan- 
do el  de  delante  por  medio  del  ai- 
re comprimido  al  empujar  el  de 
deti'ás."  También  se  llama  tira.- 
hala.  m.,  y  t'tco_  Cerbatana,  algo 
parecido,  es  "cañuto  en  que  se 
introducen  bodoques  u  otras  co- 
sas, para  despedirlas  o  hacerlas 
salir  im])etuosamente  de-^pufe, 
soplando  con  violencia  por  una 
de  sus  extremidades."' 

Tracal,  ni.  í>o  mismo  que  mo- 
no,   I.''   acep.,    y   pilón,   na,   o."; 


¡lero  no  es  de  uso  j^eneral,  ."^Ino 
nmy  restringido. — En  Chiloé  se 
usa  como  adj.  invariable,  aplica- 
do al  estómago  firme,  .'■ano,  re- 
sistente. (Cavada). — No  hemos 
dado  con  la  etimología;  Lenz 
dice  que  tiene  todo  el  aspecto  de 
.-u  una  antigua  palabra  ca.stella- 
na  traída  de  España. 

Tracalaca  (A  la),  exprés,  fam. 
En  alguna-^  parte-s  del  Sur,  a 
horcajadas,  a  horcajadillas  (con 
que  se  denota  la  postura  del  que 
va  a  caballo,  con  la  horcajadura 
sobre  los  lomos  de  la  caballería, 
echando  cada  pierna  por  su  la- 
do).— Es  modismo  formado,  sin 
duda  alguna,  de  tralacarse.  Vé- 
ii-e  más  adelante. 

Tracalada,  f.  Sinnúmero,  infi- 
nidad, nnütitud,  cáfila.  Es  tan 
antiguo  en  América,  que  Berto- 
nio  lo  usó  en  su  Vocabulaiño  ai- 
mará,  en  la  parte  castellana  y  en 
el  vocal)lo  Ccachulara.  Es  afé- 
resis del  caslellano  matracalada 
(revuelta  muchedumbre  de  gen- 
te). Loi)c  de  Rueda  empleó  la 
Aoz  rhachul".  que  no  se  halla  en 
los  diccionarios  y  que  parece  for- 
ma vulgar  de  tracalada,  converti- 
da la  silaba  ira  en  cha  y  suprimi- 
da como  átona  la  segunda  a: 
"Cata,  viene  mosamo  y  mase 
.\lonso  y  Camila  y  una  charlada 
dellos."  (Coloquio  de  Camila). 
'■(iv\\]w.  conjunto,  muchedum- 
l)ro,"  interpreta  esta  voz  la  edi- 
ción de  la  Academia.  Véanse 
Sinfinidad  y  Sunimio.  Otros  si- 
nónimos castizos  son:  riokida 
(afiuencia  de  muchas  cosas  a  un 
tiemiio)  y  redada  (conjunto  de 
¡lei-sonas  o  cosas  que  se  toman  o 
c()"en  de  una  vez) .  Véanse  Cele 


524 


TRAC 


TRAD 


mín  y  Grimillón;  &4e  último, 
en  el  texto  y  en  el  Apéndice. 

Tracoma.  Como  m.  lo  usan  en 
Chile,  y  aa  es  más  conforme  con 
la  práctica  que  hace  m;isculinos 
los  nombres  en  a  derivados  del 
griego:  anagrama,  axioma,  idio- 
ma, poema,  problema,  síntoma, 
telegrama.  El  tracoma  es  una  en- 
fermedad que  consiste  en  gi'anu- 
laciones  que  aparecen  en  la  su- 
perfcie  interna  de  los  párpados. 
— La  voz  viene  del  griego  Toxyy'., 
áqíero,  nudoso,  y  necesariamente 
tendrá  que  aceptarla  el  Dice.  El 
de  Barcia  (edición  novísima)  di- 
ce tráceme,  m..  no  sabemos  por 
qué,  niíbcime  cuando  el  mismo 
da  la  foniui  griega  -pá/toaa  y  la 
francesa  trachoma.  El  de  Aloma- 
ny  lo  da  como  nosotros. 

Tkacomoso,  sa,  adj.  Atacado  o 
enfermo  del  tracoma.  "El  Dr. 
Mujica  atiende  a  los  tracomo.^os 
de  Ancud."  (La  Unión,  de  San- 
tiago. 1.0  Mayo  1916).— Está 
bien  formado  y  es  necesario;  por 
tanto,  debe  acogerlo  el  léxico  ofi- 
cial. 

Tracto,  ni.  I.c  falta  en  i'l 
Dice,  una  acep.  nuiy  projiia  y 
expresiva  que  le  da  el  P.  Anüc- 
Ic?,  derivada  del  v.  latino  fráhc- 
re,  traer  con  fuerza  o  violencia, 
como  arra.slrando.  Véanse  algu- 
nos textos  del  clásico  e.scritor: 
"Nótese  que  este  tracto  de  la  Es- 
]iosa  no  es  del  i>ccado  a  la  gra- 
cia, que  es  Esposa  muy  querida 
¡II  que  habla,  ni  importa  neresi- 
d:id  (I  violencia  la  ¡¡alabra  trahe 
líifí,  sino  ¡mior  entrañable,  con 
conocimiento  de  la  i)ropia  fragi- 
lidiid:  i/Haxi  fticot:  Si  no  tira  por 
(MI  v  iiic  saca  de  las  uñas  de  los 
luid.'idos     v    emliarii/.n.>j    v    codi- 


cias del  mundo,  ¿cómo  le  podré 
.'eguir?"  (Consid.  sobre  el  Can- 
tar, lecc.  II,  art.  I).  "Parece  que 
en  el  rapto  hay  menos  libertad 
que  en  el  tracto.  .  .Las  cosas  gra- 
ves son  lle\adas  al  lugar  de  su 
sosiego  y  estabilidad  con  un  cier- 
to arrebatamiento  o  tracto." 
(Ibíd.,  art.  II).  "Ni  tampoco  ig- 
noro la  necesidad  que  tienen  las 
doncellas  deste  divino  tracto; 
pues,  siendo  ella  la  quenda  y 
más  perfecta  que  ellas,  >e  cono- 
ce necesitada  del  y  dice:  Trahe 
me.  .  .Yo  diría,  por  lo  que  que- 
da dicho,  que  esta  manera  de 
tracto  que  pide  la  Esposa  es  es- 
l>ecial  y  de  pocos,  y  ésos,  perfec- 
tísimos  como  ella:  el  correr  de 
todos  los  justos,  el  ser  llevada 
del  Es}ioso."  (Ibíd.,  art.  IV). 

Tradi  ciR,  a.  De  las  muchas 
íiceps.  que  en  latín  tiene  este  v., 
el  castellano  le  tomó  esta  sola : 
"exT-^resar  en  una  lengua  lo  que 
está  escrito  o  se  ha  expresado  an- 
tes en  otra."  No  hace  mucho.'* 
años  le  agregó  el  Dice.  e.*ta  lig. : 
"explicar,  interpretar."  Pero  de 
aquí  a  darle  las  aceps.  del  francés 
se  trad'iirc,  media  un  abismo. 
Los  franceses  dicen  nuiy  bien  en 
su  lengua:  "Sa  colere  se  traduisit 
en  imprécations;"  pero  que  un 
español  venga  a  decimos:  "Su 
cólera  se  tradujo  cu  impre<'acio- 
nes."  c<  para  d;\rie  un  torni.<c«ín 
(juo  le  haga  volver  en  ¡4.  "]a\ 
prudente  reserva  se  tradujo  en 
piesunción  y  orgullo,"  esoril>ió 
im  periodista  español;  "Sus  soco- 
rros, lo  mismo  en  esi>ecie  que  en 
dinero  [dados  por  sus  cuñados | 
liH  traducía  la  viuda  en  aguar- 
diente." escribió  Pereda  en  Soti- 
If-a,  W.  ¡  N'alien te  traducción  la 


TRAD 


TRAD 


525 


del  periodiísta,  pero  más  la  de 
Pereda!  Y  ¿qué  perdería  la  len- 
gua, vaina?  al  caso,  si  dijéramos: 
Su  cólera  se  manifestaba  o  des- 
uhogaba  en  imprecaciones;  La 
prudente  reserva  se  dio  a  conocer 
o  se  convirtió  en  presunción  y  or- 
gullo; Los  socorros  los  consumía, 
gaí:faba  o  perdía  la  viuda  en 
aguardiente?  ¿Por  qué  no  dar  a 
las  palabras  <u  significado  propio 
y  dejarnos  de  mirar  al  cercado 
ajeno,  donde  el  lenguaje  y  la  ín- 
dole y  las  costumbres  son  tan  dis- 
tintos? De  todos  los  clásicos  es- 
pañoles ninguno  se  tomó  más  li- 
l)ertad  con  el  v.  traducir  que  el 
.Maestro  Valdivielso;  sin  embar- 
go, todas  las  veces  que  lo  usó, 
fue  conforme  al  sentido  general 
que  entraña  r-'egún  su  etimología 
y  nó  según  el  francés:  esto  es  en- 
riquecer la  lengua,  porque  se  des- 
envuelven sus  voces  conforme  a 
su  naturaleza;  lo  otro  es  echarles 
encima  un  -afeite  extraño  que  las 
mai'chita  y  agosta.  Veamos  El 
Sagrario  de  Toledo  del  citado 
maesiro : 

[Verás]  üel  sol,  en  otros,  vacilantes  rayos, 
Y  en  todos  tradacidos  bellos  mayos. 

Vive  a  ti  mismo  y  vive  Irculncidn 
De  la  militar  vida  a  la  beata. 

La  efigie  (terso  espejo  en  que  os  mirastes, 
En  quien  al  vivo  traducida  os  vistes) 
¿Permitiréis  que  inconsolablemente 
Emparedada  quede  injustamente? 

[Basílica]    Que   vio.  bañada   de  esplendor 
[glorioso, 
A  sus  naves  el  cielo  traduflih. 

Aquella  parte  que  la  luz  produce, 
Qu5  en  forma  de  pirámide  se  eleva.,., 
Es  cielo  breve,  donde  Dios  traduce 
El  cielo,  atesorándole  en  la  cueva. 

Mira  la  casa  en  que  del  breve  nido 
Saliii  Ildefonso  a  la  terrestre  bola, 
Va  templo  religioso  enriquecido 


Por  el  heroico  Ignacio  de  Loyola, 
Donde  el  Apostolado  traducido 
El  estandarte  de  la  cruz  tremola. 

De  Eneas  mira  y  su  piedad  loable 
Por  línea  generosa  traducido 
Al  Duque. 

(liiuvara  y  Niño,  cardenal  naciilo, 
En  estos  brazos  mira  que  la  silla 
(A  Sevilla  de  Roma  traducido) 
Ocupa  dignamente  de  Sevilla. 

Doctor  escrito  había,  y  escribía 
Libros,  partos  del  alma,  en  que  gast;iba 
El  bien  del  tiempo,  donde  traducía 
Las  letras  y  virtud  que  España  alaba. 

V  al  Padre,  que  en  el  Hijo  .ve  traduce, 

Y  al  Neuma  Sacro,  de  su  favi^r^cierta, 
Le  representa. 

En  casi  todos  estos  pacajes  tradu- 
cir equivale  a  trasladar,  ya  mate- 
rialmente, pasando  de  una  parte 
a  otra,  ya  lig.,  por  medio  de  la 
pintura  o  de  otra  manera.  Y  é.ste 
es  también  el  valor  etimológico, 
del  trans  latino,  a  otra  jiarte,  y 
dúcere,  guiar.  En  este  misnio  .«en- 
tido  se  interpretan  también  estos 
otros  ver.^os: 

El  muy  más  seguro  sino  [signo] 
Que  en  el  crictiano  reluce 
Es,  si  en  cuanto  se  traduce 
De  perverso  en  lo  condino. 
Habrá  lugar  Celestino. 

(Juan  Tallante,  Cancionero  del  s¡,/lo  XV.  t. 
[11.  lág.071.-) 

Sobre  el  derecho  lado  recostada, 
Y  la  sinieftri  en  jaspe  traducida, 
Por  el  siniestro  músculo  tendida, 
1  irvicndole  la  diestra  de  almohada, 

(■Pedro  de  Oña,  Arauco  domado,  c.  XIV). 

"Y,  aunque  hoy  no  tienen  e.?as 
hogueras  humo  de  antigüedad, 
no  dudo  es  costumbre  tradiocida 
de  ella  hasta  nuestra  edad  conti- 
nuadamente." (Rodrigo  Caro, 
Días  geniales,  dial.  IV,  §  IV). 
"Presumen     iiuicho    por    haber 


52C 


TRAE 


TRAF 


ti'íiíimudado  y  traducido  las  cos- 
tumbres ruda.-i  y  ásperas  en  man- 
sas y  apacibles."  (Gracián,  El 
Cortesano,  pról.)  Todo  esto,  que 
es  genuinamente  latino  y  esfja- 
ñol.  se  olvida  y  menosprecia  \x>v 
lo  francés. — Otras  veces  el  tradu- 
cir gidicano  vale  trascender  en  la 
acep.  de  "extenderse  o  comuni- 
carse los  afectos  de  unas  co.sa.s  a 
otras,  produciendo  consecuen- 
úas."  "En  el  semblante  se  tra- 
ducía el  efecto  de  aquella  uwhe 
<ie  insomnio:  Al  semblante  hal/ía 
trascendido,  en  el  semblante  se 
leía,  se  notaba,  se  conocía,  etc." — 
Véanse  Ketr-íducir  y  Kktro- 
'rK.\i)UciR. — En  la  conjugación 
dijeron  algunos  antiguos  íraducí, 
tradució,  por  tradioje,  jo. 

Traer,  a.  Véase  Llevar  y  traer 
en  el  art.  Llevar.  Cierto  es  que 
algunos  clásicos  confundieron  es- 
tos dos  verbos,  |p¡ero  no  lo  hacen 
así  los  moderna?.  Como  es  dife- 
rencia bien  fundada  y  útilísima, 
no  debemos  renunciar  a  ella. — 
En  la  conjugación  sale  nmy  mal 
librado  este  v.  de  los  labios  del 
pueblo,  primero,  por  la  combina- 
ción tr,  que  para  él  es  trr,  y  se- 
gundo, {X)r  las  vocales  ae,  que  él 
no  aca-stumbra,  juntar,  jwrque 
lo  mira  como  afectación.  Véanse 
las  formas  i)rincipfdes:  trrer, 
trre,  trren  (traer,  trae,  traen) ; 
trreida  (tniía);  en  las  provincias 
del  Sur,  trruje,  trrujera,  trrujere, 
trrujese,  como  el  castellano  anti- 
guo, i)or  truje,  trajera,  trajere, 
trajese;  trreido,  trriendo  (traído, 
trayendo);  kw  .semicultos,  traen- 
do.  lOn  tiempo  do  Juan  de  Valdés 
bichaban  entre  sí  las  formas  tru- 
je y  traje  y  por  e.so  eí»cril)ió  en  .su 
famo.'^o  Diáliifjo: 


"M  A  RCIO.     /Pot  que  escribís  Irujo,  escribien. 

Jo  otros  trojoí 
\  -^1  DES.       Porque  «s,  a  mi  ver,    más  suave 
la  prünuDciaciiin,  y  porque  así  lo 
pronuncio  desde  que  nací. 

11.  ¿Vos  no  veis  qne  viene  ie  tiaxil 

latino? 

V.  Bien  lo  veo;  pero,  cuando  escrilm 

castellano,  no  procuro  de  mirar 
cómo  escribe  el  latino. 
Torres.  En  eso  tenrts  razón,  ¡wrque  jo 
siempre  me  acuerdo  oí  decir;  Fué 
la  nef/ra  al  baiio,  y  trujo  qué  contar 
HM  ano;  y  ná  trajj. 

M.  No  o^ü  admitiros  este  trujo. 

V.  ¿l'or  que? 

M.  l'orque  veo  y  siento  que  mucho» 

cortesanos,  caballeros  y  señores  di- 
cen y  escriben  trajo. 

V.  Fur  la  misma  razón  que  ellos  es- 

criben fU  najo,  escribo  jo  mi  tru- 
jo; vosotros  tomad  lo  que  quisie'- 
ledes." 

En  el  Cancionero  dd  sit/lo  A' I' 
de  Foulché-Delbosx'  (t.  1,  iVigs. 
548  a,  047  ]>  y  ')48  a,  y  t.  11,  pág. 
74  a),  hallamos  tres  veces  la  for- 
ii;a  tmnó,  que  fué  de  menos  du- 
r;;c¡ón  que  trujo. — Las  formas 
trajieron,  trajiera,  trajiere,  tra 
jiese,  .s)n  vicio.-as  por  la  i  de  más 
que  tienen;  nadie  puede  autori- 
zar e.-a  ei5<^ntesis. 

Traficar,  n.  8as  ;u-ci>s.  pro- 
pias son :  "comerciar,  negiK'iar 
con  el  dinero,  comprando  o  ven- 
diendo, o  con  otros  semejantes 
tratos;  andar  o  caminar  (tor  di- 
\en5as  tierras,  tratando  y  conver- 
sando en  varias  provincias."  Por 
esta  2."  acep.  lo  confunden  aquí 
algunos  con  trajinar  (andar  y 
tornar  de  un  sitio  a  otro  con  cual- 
quier diligencia  u  ocupación)  y 
transitar  (ir  o  pasar  de  un  punto 
a  otro  por  vías  o  parajes  públi- 
cos). "El  debate  fué  acalorado, 
llegándose  a  <l(H'ir  que  el  .^eñor 
(ialeno  no  había  traficado  jaináí" 
en  automóviles."  (Cltinias   Noti- 


TRAF 


TRAG 


(■ia«,  18  Ag.  1915).  "¡Qué  no 
darían  por  ver  traficar  lo¿  viejos 
birlochos  y  las  pesadas  calesas 
con  yus  altos  ¡>escantes  de  cue- 
ro!"' (Id.,  20  Ag.  1915).  '-Las 
carretas  que  trafiquen  por  las  ca- 
lles que  se  de.signen  con  tal  obje- 
to, no  podrán  llevar  de  peso  una 
cantidad  mayor  de  veinte  quin- 
tales españoles."  (El  Chilote,  'li) 
Abr.  1880).  ''El  dueño  salió  en- 
lonces  armado  de  un  gran  revól- 
ver e  instalándose  en  la  puerta  y 
ante  el  numeroso  público  que 
ppr  ahí  traficaba,  empezó  a  dis- 
parar con  vui  entusiasmo  loco." 
(Últimas  Noticia.^,  22  Sept. 
1915). 

Tráfico,  m.  Significa  acción  o 
efecto  de  traficar,  pero  del  traficar 
español,  hó  del  chileno.  Véase  el 
anterior.  En  este  último  sentido 
está  aquí  tan  arraigado,  que  se 
le  ve  hasta  en  las  leyes  y  decre- 
tos, como  que  hay  Dirección  del 
Tráfico  y  Director  del  Tráfico,  y 
en  los  trenes.  Jefe  del  Tráfico. 
"Visto  el  oficio  que  precede,  de  la 
policía,  y  lo  informado  por  la 
Dirección  del  Tráfico,  decreto: 
Pi'ohíbese  el  ejercicio  de  patinaje 
en  las  calles  de  la  ciudad ..." 
(Decreto  de  la  Alcaldía  de  San- 
tiago, Diario  Ilustrado,  12  Sept. 
1915).  Del  tráfico  de  gente,  de 
carruajes,  de  vehículos,  hablan 
todos  los  chilenos  en  conversa- 
ción, en  discursos,  en  libros  y  en 
diarios.  Las  voc-es  castizas  son : 
trajín  o  trajino  (acción  de  traji- 
nar, en  las  dos  aceps.  de  este  v. : 
"acarrear  o  llevar  géneros  o  mer- 
caderías de  un  higar  a  otro ;  an- 
dar y  tornar  de  un  sitio  a  otix) 
con  cualquier  diligencia  u  ocu- 
pación"),   tránsito     (acción    de 


transitar)  y  paso  (acción  de  p,a- 
sar) . 

Tragadera,  f.  Hueco  que  tie- 
nen en  el  centi'o  de  la  bóveda  los 
hornos  de  fundición  y  jjor  el 
cual  se  deja  caer  el  metal.  En  el 
Dice,  sólo  hallamos:  tragaderas  o 
tragadero:  "boca  o  agujero  que 
traga  o  sorbe  una  cosa." 

Tragaluz,  m.  Hace  tiempo 
que  el  Dice,  le  da  este  género  y 
así  lo  usamos  también  nosotros. 
El  de  Autoridades  lo  reconoció 
como  f.,  y  así  también  las  (iemá'í 
ediciones  hasta  la  10."  inclusive. 
El  tragaluz  se  define:  "ventana 
abierta  en  un  techo  o  en  la  parte 
.su|>erior  de  una  pared,  general- 
mente con  derrame  hacia  aden- 
tro." Por  con'^iguiente,  no  dei)e 
confundirse,  como  lo  hacen  en 
Chile,  con  la  "ventana  que  estíl 
sobre  la  puerta  de  una  habita- 
ción,"  que  .se  llama  montante, 
como  también  el  "listón  o  colum- 
nita  que  divide  el  vano  de  una 
ventana."  Nótense  también  las 
defi'ciones  de  tronera  (ventana 
pequeña  y  angosta  por  donde  en- 
tra escasamente  la  luz)  y  de  cla- 
rohoya  (ventana  circular  u  ova- 
lada abierta  en  el  techo  o  en  la 
parte  alta  de  las  paredes,  sin 
puert.as  y  p,or  lo  común  con  ciis- 
tales) . 

Tragallón,  ona,  adj.  Que  traga 
o  come  mucho;  en  castellano, 
tragón,  ona.  tragnmallas  o  tragal- 
dc'bns,  com.  fam. — Es  d-e  muy 
poco  uso. 

Tragar,  M.  En  la  jerga  de  ladro- 
nes y  rateros,  soq^render  la  poli- 
cía a  uno  y  meterlo  en  prisión, 
r.  m.  en  pasiva. 

Tragedioso,  sa,  adj.  Para  el 
Dice,  es  anticuado  e  igual  a  irá- 


528 


TRAG 


TRAI 


gico  en  la  acep.  de  ''perteneciente 
c  relativo  a  la  tragedia."  En  Chi- 
h  se  usa  en  el  sentido  de  molesto, 
que  causa  desazón  y  enfado.  ''Es- 
k  niño  e^í  muy  tragerUoso;  Mi 
vida  ha  .«ido  tan  tragediosa."  El 
VLÜgo  jiroimnc-ia  tragerioso.  Yó- 
ase  R,  I."  Ilaulando  ile  Dan  Mi- 
guel de  Colodrero  y  \'illalobo»', 
dijo  Gallardo:  "Su  lenguaje  es 
oscuro;  su  sintaxis,  enhehrada 
con  voceí*  nuevas  de  su  propio 
cin~K),  tales  como  arundinoso, 
imaginóse,  tragediosa,  airosear, 
singultizar  y  otras." 

Tk.úík  o,  m.  ¿Quién  es  el  Trá- 
gico por  antonomasia  y  del  cual 
hablan  los  siguientes  versos? 

Sdlo  la  elevación  de  los  espíritus 
A  la  contemplación  Me  cosas  altaa 
Se  debe  amar,  que,  como  dice  el  Tnigicn. 
"Quien  rige  sus  afectos  sin  medida 
Viene  a  vivir  lo  menos  de  la  vida." 

(A.  de  Castillo  Solórzano,  El  Casamml.ro). 

^.Será  Séneca?  ¿Será  Sófocles? 
No  nos  tomaremos  el  trnliajo  de 
averiguarlo,  porque  jirohable- 
nionte  Castillo  Solórzano  no  lo 
dijo  por  ánlonoma-ia,  sino  por 
elegancia,  en  vez  de  un  trágico. 
Así  suele  u.«arse  tiimbién:  "Co- 
mo dijo  el  poeta.  Como  lo  vatici- 
nó el  profeta,"  en  vez  de  un  poe- 
ta, un  profeta. 

Trago,  m.  El  l-rngo  ])or  exce- 
lencia es,  en  Chile,  el  de  licor 
embriagante  o  alcohólico;  por 
eso.  gustarle  a  uno  el  trago,  ser 
amigo  del  trago,  es  .«or  un  bebe- 
dor o  un  (bvoto  de  Biico. — Trago 
del  león,  lig.  y  fam.:cicrtji  mez- 
cla de  licores  que  usa  ol  puelilo; 
he  aqtií  cómo  la  definió  una  rc- 
vl'^ta  jocosa:   "Se  le  pone    a  un 


potrillo  (vaso  grande)  una  cuar- 
ta de  aguardiente,  un  vaso  de 
chicha  fuerte,  una  copa  de  coñac, 
dos  de  fernéte,  un  poco  de  goma 
y  unas  luquetes  de  naranja.  Se 
toma  de  un  re-^^uello  y  a  la  media 
hora  esauta  te  ponís  bcriio  un 
león." — Abrirse  uno  con  un  tra- 
go, fr.  fig.  y  faiii. :  obsequiar,  fe- 
riar o  regalar  una  persona  a  otra 
i'on  bebidas  embriagantes. — Sa- 
car trago  uno,  fr.  fam.,  que  en 
sentido  propio  es  merecer  la  re- 
compensa de  un  vaso  de  licor  por 
haber  bailado  o  cantado  muy 
l»ien;  y  en  .-cutido  fig.,  merecer 
premio,  elogio  o  aplauso  por  al- 
guna acción  muy  graciosa  o  bien 
ejecutada,  o  por  algún  dicho  agu- 
do o  chistoso.  En  esta  'i.-  acep. 
no  es  digna  de  acept,arse. 

Tragua,  f.  En  Chiloé.  piel  del 
cerdo  muerto,  chamuscada  y  pe- 
lada, para  comerla  después  de 
cocida  y  condimentada,  hacer 
arrollados,  etc. — Del  araucano 
iliii'niiii,  cascara  o  pellejo  del 
cuerixp,  u  hollcio.  ( l.enz  v  Ca- 
vada). 

Tragillo,  m..  dim.  fam.  de 
trago.  Se  dice  siempre  <lc]  de 
licor. 


Comiendo  y»  a  dos  cariilloa 
El  pan  blanco  y  buena  carne, 
Y  mi  mujer  a  mis  plantas 
Ofrecie'ndome  un  Iragulh. 


(Tonada  jocosa  Vh 


Traicionero,  ra.  y  TRAinoR, 
KA,  adjs.  y  úsiUise  t.  c.  sustanti- 
\os.  ''Que  comete  traición. — 
.\plícanso  a  los  irracionales  que 
faltiin  a  la  obediencia,  en.-<iMlan- 
za  o  lealtad  que  de  ellos  esi>era- 
ban  sus  dueños." 


TRAJ 


TRAJ 


;.29 


Traidor,  m.  Ú.  iii.  en  pl.  l'>n 
al.i;una.~  partes,  alforja. — Eí  ma- 
la proiiuntiafión  del  castellano 
tmvdor,  ni,  adj.:  qne  trae. 

Traiguén  (Salir  de),  fr.  Hg.  y 
fani.  A'úa.-e  Salik.  No  creemos, 
como  Lenz.  que  se  aínda  a  la 
cárcel  de  la  ciudad  de  Trulijuén  : 
e^  simplemente  nn  juejío  de  pa- 
labras en  que  Tiaifiuín  está  nsíi- 
do  como  sinónimo  de  traer,  por- 
que el  reo  -ale  del  lugar  o  cárcel 
.1  la  cual  lo  traen.  Recuérdese  In 
fr.  Calleuque  es  muy  buen  lugar, 
en  que  Calleuque  está  toma<lo 
por  collar,  y  la  etimología!  de 
tren  qne  daba  un  roto:  porque 
todos  los  frenes  trren  (traen) 
tantos  pasajeros  y  mercancías. — • 
En  Chiloé,  traiguén  es  salto  de 
agua  en  el  cual  se  lava  el  brujo 
durante  ocho  día.s,  para  boiTarse 
el  bautismo.  Del  araucano  thaJ- 
gJien,  chorrillo.  (Cavada). 

Traihue,  ni.  "Ave  palastre, 
parecida  a  la  cigüeña,  de  color 
blanco  y  negro  (giU'za?)."  .Vsí  el 
P.  Féli.x  .Tose  de  Augusta  bajo  el 
nondjre  de  traiwe.  A  los  natura- 
listas toca  resolver  qué  ave  es  és- 
ta :  Pelecaniiíi  Thagux  Molina, 
la  llajnó  Gay  (Zoología,  i.  I,  pág. 
494),  y  Fonk,  ('iconia  maguaría. 
Fcbrés  escribió  thage,  alcatraz, 
ave;  y  el  Febrés-iLstraldi,  thage. 
garza,  ave.  "'El  thage.  peleeanm 
thagiííí,  que  los  osnañoles  llaman 
;dcatraz."  dijo  Moüna  en  sii 
(^(iiiiliendio.  pág.  437. 

Tr.^.te,  m.  — Traje  de  amazo 
na.  Al  solo  s.  amazona  le  da  el 
Dice,  esta  aceji. ;  "traje  de  falda 
muy  larga  que  suelen  usar  las 
mujeres  para  montar  a  caballo." 
—  Traje  de  baño.  Diga •^e  ha.ñador 
(traje  para  bañarse). —  Traje  de 

Dicr.  'le  Chil..  t.  V. 


parada.  Dígale  traje  de  cerenio- 
ii'ii  o  íle  etiqueta:  "uniforme 
jH'opio  del  cargo  o  dignidad  que 
se  tiene." — Traje  sastre: traje  de 
mujei'  collado  por  sa.stre,  de  for- 
ma sencilla  y  seria.  Los  dos  sus- 
tantivos unidos  no  hacen  buena 
liga;  por  eso,  o  <e  dice  traje  de 
xastre,  sin  que  el  de  signifique 
posesión,  o  traje  heehuní  de  sas- 
tre. Pérez  (laldós  dijo  traje  he- 
chura scustrc,  cjue  puede  tolerarse, 
pero  mejor  sería  agregar  el  de. — 
En  traje  de,  loe.  fig. :  en  son  de, 
.-imnlando  o  fingiendo. 

otras  cosas  se  (üjeiTii 
En  traje  de  bufonadas. 
{llomaitce  de    Trivtño:!,  en   Romances  pop.  y 
i-ulqaTes.  de  J.  Vicuña  Cifuentes). 

Traje  en  este  cílso  vale  disfraz, 
que  fig.  es  "simulación  para  des- 
figurar una  Clisa.""  como  que  el 
traje  y  el  disfraz  tienen  en  senti- 
do píxvpio  tanta  analogía. 

TR.\jfx,  m.  A'éanse  sus  dos 
M-ep&.  ca.stizas  en  el  art.  Tráfico; 
en    Chile    sólo   usamos   la  2." — 

Echar  al  trajín  una  cosa,  fr.  fig. 
y  fani.:  destinarla  al  uso  diario, 
sin  re.-er\a  ni  excerwión. — Echar 
al  trajín  a  una  persona,  ir.  fig.  y 
fam. :  perderle  tuda  (■(lii.-ideración 
y  i'espelo  y  tralavla  cini  cierto 
desprecio. 

Tkajinaj!.  a.  cu  la  1."  acep.  y 
n.  en  If,  2/  A'éanse  la.'  ríos  en  el 
art.  TkIkico.  De  estas  dos  aceps. 
castizas  .~ólo  se  usa  en  Chile  la; 
2.",  y  estas  otras  que  no  lo  son : — 
registrar,  rebu.scar.  hurgar:  "Tra- 
jiné todas  las  cómodas  ha.*ta  qite 
hallé  lo  que  Vniscaha;  Le  trajina- 
ron a  .Tuan  los  bolsillos  mientras 
dormía  (subentendida  la  idea  de 
robo)";  Trajinar  a  una  persona, 


530 


TRAL 


TRAL 


es,  tiguraduiiiente,  toc-arla  con 
deshonestidad,  y  en  la  Argenti- 
na, fomicaí'. — Fig.  y  fani.,  enga- 
ñar fraudulentamente  o  con  nia- 
la.s  artes:  "Hice  un  negocio  y  me 
trajiné  al  contrario." 

Tralaca,  f.  Enfermedad  de  ani- 
males que  les  hace  encoger  fuerte- 
mente lat;  cuatro  extremidades. 
Otrot?  dicen  trelaca  y  trelacada, 
lí.s  pro])al>le  qtie  en  su  origen 
fuera  trelacada  o  tralacada.  ^'éase 
el  siguiente    ( '.  del  .Maule  al  Sur. 

Tralacarse,  r.  A'éa.-;e  Atralacarse 
en  el  Suplemento  del  1.'  t.  Ks 
el  castellano  esporranrarst  (a- 
l)i-ir.-e  de  pierna.s,  separarlas)  y 
fsjxitorrarife  o  despatarrarse  (nr 
hrii-e  e.xcesivamenfe  de  piernas; 
caer.-*  al  suelo,  aijierto  de  ]ner- 
na,s). — Montar  a  horcajadas  o 
pcniial)iert<). — Sentarse  en  la  si- 
lla o  en  el  suelo  con  las  piernas 
nuiy  abiertas. — Se  u.sa  del  Mau- 
le al  Sur  y  viene  del  araucano 
tilda tt,  e.stiir  i>erniabierto,  con 
interpelación  de  la  partícula  ca 
(t/u'lacan),  que  vuelve  activos  o 
factitiv<«  los  verl)OB!  neutros.  Al- 
gunos dicen  trelacarse,  más  con- 
forme con  la  etimología,  y  otro.s 
traslacarse,  de  foiiiia  más  caste- 
llana. 

Tralauquín,  m.  Kn  Chiloé,  ba- 
tahola, baraúnda.  Del  araucano 
irafrun.  .sonar.  ])rodu<-ir  estruen- 
d(").  (  Leiiz  y  Cavada). 

Tralca,  f.  Trueno.  lOs  de  uso 
general  en  d  ¡lueblo.  Según  la 
instrucción  de  las  i)er.sonas  y  la 
situación  de  las  iirovimias.  se 
jirommcia  talca,  tralca,  trralca, 
tarca  }■  trarca;  \'  nn  fait  ui  quie- 
nes digan  traca  y  trraca. — A'iene 
del      araucano     llmlni     d     talca, 

"propiamente      el     tiiuiio;      lo- 


máudolii  piir  el  arcabnz.  e-cn- 
peta  n  boca  de  fuego,  por  el 
trueno  que  hace."  (Febrcs). 
Este  nombre  abunda  en  la 
toponimia  chilena:  fuera  de  la 
provincia,  departamento  y  ciu- 
dad de  Talca,  hay.  con  e-tc  mis- 
mo nombre,  una  caleta  en  el  de- 
yiartamenlo  de  Ovalle.  otra  en  el 
de  Casablanca.  donde  está  tam- 
bién la  Punta  de  T'ilra;  la  isla  de 
Santa  María,  llamada  t;unl>ién 
de  Talca:  una  (¡uebrada  en  el  de- 
[lartamento  de  Elqni :  T'dani'ra 
(piedra  del  trueno),  aldea  del 
departamento  de  rauquenes: 
TaJcaguano  (truenos  en  la  altu- 
ra; de  thalca  y  de  huenu.  arriba, 
el  cielo;  jx)r  lo  cual  muchos  es- 
criben Talcahunno) ,  l>ahía.  de- 
j.'iu'tamento.  ¡nierto  y  ciudad: 
Tnlrnniáriihi  (monte  de  true- 
nos), villa  del  departmnento  de 
riere;  Tídcón  •( tronar),  isla  del 
departamento  de  Quinehao:  Tal- 
iarchiíc  (parcialidad  del  true- 
no), fundo  del  departameido  de 
San-F'^ernando,  montaña  y  ria- 
chuelo de  id.;  Talcunn  (trueno 
.«ordo,  si  es  que  viene  de  flndca  y 
<le  cana,  gangoso),  mineral  del 
departamento  rlc  l'^lqui:  Trolcán 
(! roñar),  cerro  déla  provincia 
(1  :•  ^'!ddivia. — Talca,  París  y 
!.■  iidrcs,  fr.  fam.  con  que  se  bur- 
lan los  chilenos  de  los  habitante» 
lir  la  ciudad  de  Talca,  suipouicn- 
dolcs  que  la  ante]ionen  a  París  y 
A  Londres. 

Tralhue,  m.  Hilo  grne.«o  con 
(|ue  se  hacei\  las  frazadas.  'I'iene 
a.»l)cclo  de  araucano,  iiero  no 
ap.arece  en  los  diecionnrios. 

Th.\liii"fn.  m.  Arbusto  cliilp- 
no  de  la  fainilia  de  \aí-  rámneais. 
"Trcroii     (¡ii'niiiarncrria    (Jil.    et 


TRAM 


TRAil 


ílook.,  el  fralhui'n.  urljuíto  espi- 
nudo, enteramente  pulieícente  y 
ceniciento:  .-u  leño  es  muy  duro 
y  da  los  mejoreí--  rodrigones;  co- 
mún en  las  provincias  céntrale.*." 
(I^hilippi).  Su  cartón  es  muy 
c-timado  para  fragua-,  y  su  leña 
M-  vende  siempi-e  a  buen  pi-ecio. 
Algunos  pronuncian  talhuén, 
pero  la  mejor  y  más  sana  parte, 
tiiiUnii'n.  El  iiomlire  es  arauca- 
no. coMio  lo  dice  su  forma,  pero 
no  .-^  halla  en  los  dicción. trios. 
Es  evidente  que  viene  del  v.  tra- 
Urn  o  fralün.  estar  ralo,  ser  ralo 
(P.  .\ugusta).  por  la  condición 
misma  del  arbusto,  que  tiene  ho- 
jas pecpieña--.  El  nombre  cientí- 
fico que  le  ilan  ahora  es  Uilf/nf- 
nca  Cíjxfdt''  Miers. 

Tralpe,  adj.  En  las  ]i!o\  incias 
del  Sur.  a|jelma/,ado,  aplicado- a 
la  lana. — En  algunas  partes  de 
las  provincias  centrales,  dicho  de 
los  árboles,  sin  hojas:  dicho  de 
la.s  aves,  .sin  plumas,  imphnne.— 
Aplicado  a  olíais,  cacerolas,  etc., 
descascarado.  "¿Cómo  no  ha  de 
.salir  mala  la  leche,  cuando  la  ca- 
cerola está  tralpe?" — l'^l  vocablo 
tiene  foi'ma  araucana.  ]x>r()  no 
se  halla  eu  lo-  diccionarios,  l'ne- 
de  venir  de  í-A''/.'""/.  chato,  aplas- 
tado. 

Tralquear,  ii.  Haber  o  .-ouar 
trucHd-.t roñal'. — Es  di.  ],(m-ii  uso 
y  se  deriva  de  tralca. 

Trama,  f.  I'hi  algunas  jtartes, 
la  lana  importada  de  Eui'0i)a.  de 
licbra  grue.sa  >'  Moja,  y  que  se 
\cn:lc  en  paipictes  pequeño.*.  La 
llaman  trama,  porque  en  tejidos 
de  mantas  y  ehamunt'iH  suele 
usai'se  como  tranin,  es  decir,  atra- 
vesando lo-  hilos  lie  la  urdimbre. 


l'ara  mí  un  puiiehí)  meriiiH 
Qiu-  ^ea  üc-  liúda  trama. 

(Kl  Mego  J.  li.  r.Tiilta.  J-J  ,/ol,ln  .Ifsrtp^r,,:..). 

— No  '.an  grueso,  que  no  es  tra- 
ma, ir.  lig.  y  fam.,  con  que  .se 
reprende  al  (pie  hace  una  obra 
con  gro.sería.  para  que  ponga  en 
ella  M'ás  linura  y  delicadeza.  La 
\(iz  trama  está  usada  erróneii- 
picnic.  a  la  chilena. — Urdir  una 
íi'iiiia,  Er.  censurada  por  Piag- 
blanch  en  los  siguientes  térmi- 
nos: "Por  aquí  .se  manifiesta  que 
no  -abe  (¡afas  qué  co.-a  e-'  urdim- 
¡•re  ni  (pié  cn.-a  es  trama:  pues. 
a  saberlo,  hulñera  conocido  el 
i;i-an  dislate  (pie  iiicierra  la  tal 
frase.  S;.  llama  urdimbre  el  con- 
¡li.ilo  de  hilos  prcjiarados  para 
un  tejido  y  puestos  a  lo  largo  del 
telar,  al  través  de  los  cuales  pasa 
el  tejedor  con  la  lanzadera  el  hilo 
que  llaman  trama:  de  consi- 
guiente, no  cabe  urdir  una  tra- 
ma, puesto  que  la  trama  supone 
ya  hecha  la  urdind^re;  en  tal  ca.so 
debiera  dí'cii'se  tramar  una  nr- 
dimVire,  i>ero  no  se  dice  en  -cuti- 
do fig.  s\\\n  urdir  uriatela,o\)ien 
!nii,iiir  (1  .';■'',■/■  lili  eiirrd'i:'  (0- 
pim'vJox.  t.  I.pág.  204).  üal'ian- 
do  en  rigor,  tiene  razón  Piñg- 
blanch  :  mas.  como  las  dos  voces 
'irdir  y  trama  tienen  acep. 
fig.  con  .significado  bien  .general, 
no  -('  ])uede.  al  usarlas  jun- 
tas, sdinetcrla.-'  al  riüor  literal. 
^'é•anst■  las  delinicioue-;  t'rdir: 
■■MuKiniuai-  y  disjwner  caute- 
losamente una  cosa  contra  al- 
gmio.  o  |)ara  la  consecución 
de  algún  desi.gnio."  Trnina: 
"artiíicio,  dolo,  confabidación 
con  que  se  jwrjudica  a  uno."  Me- 
nos  escrupuloso    que  el   satírico 


TRA.M 


TRAM 


cataliiii  anduvo  el  Maestro  Co- 
rreas, que  aceptó  las  frase*;  "i'r- 
dcscle  una  tela,  una  trama,  Ur- 
dió una  tela:  por  revuelta  y  plei- 
toí^.'*  Y  uEÍ  la  aceptó  taiiiV)ién  el 
1 .  Mir,  de  manga  tan  angosta  j- 
apretada.  Santa  Teresa  y  oti'os 
lia  ti  dicho  Armar  una  trama: 
"El  demonio  tenía  armada  uiia 
gran  tramji.  venido  el  Provin- 
cial."  (Vida,  c.  XXXIV). 

Tramano,  na,  adj.  En  Chiloc, 
dícese  de  niño  o  animal  pequeño. 
Es  comipción  de  tamaño,  que 
en  forma  dim.  (tamañitn)  vale 
en  Chile  pequeño.  (Cavada). 

Tramarse,  r.  Luchar  cuerpo  a 
cuerpo,  a  brazo  partido,  envedi- 
jarse, enzarzarse.  No  admite  el 
Dice,  esta  acep.,  ni  siquiera  reco- 
noce al  V.  como  r.  Entre  nosotros 
es  raro  en  este  sentido,  y  mucho 
más  se  usan  corchar,  cruzar,  ha 
cer  la  cruza,  trenzarse.Vcan.se  en 
sus  lujíares. — Parece  coiTupción 
de  trabarse,  trocada  la  labial  b 
jjor  la  labial  m,  cosa  no  rara  en 
castellano  y  en  chileno.  (Véase 
^1,  o.°).  \)q  trabarse  e^  corriente 
oír:  Se  Irabanm  a  bofetadas. 

Trambollo,  m.  "V'^ocablo  que  .se 
nos  ha  remitido,  pero  sin  expli- 
cación ^^'^cni  el  Líallejio  laram- 
hdlln     (le     que     halilarcnios     oii 

TüA.Mo.ld/ 

Trame,  adj.  l)íce,-e  <le  la  len- 
Siiii  <iue  por  parálisis  u  otra  en- 
fermedad queda  tral>ada  o  reco- 
gida. No  es  de  uso  general  y  i>a- 
recr  formado  del  araucano 
fhamn.  calmarse,  (alisarse  las 
besHas. 

Trámil,  adj.  Dícese  riel  indi- 
viduo drbil  de  piernas  yior  en- 
fermedad, ancianidad  u  utrn 
caii.si. — -Por   exlensión.    lor^ie    ile 


mieml)ros,  e.-pecia luiente  de  ma- 
nos, inepto. —  Del  araucano 
thomn,  calmarse,  fatigarse  Lass 
bestia--.  Trámil,  dice  Lenz,  .-^erá 
un  participio  en  rl:  tbamel,  can- 
sado. Ü.  del  .Maule  al  Sur. 

Tk.\mitaook.  m.  El  que  tra- 
mita. Falta  esta  voz  en  el  Dice. 

Tramo,  m.  En  algunas  partes. 
e^^pacio.  división  o  hueco  en  ar- 
marios, estantes  y  roperos  entre 
tabla  y  tal)la.  ( Esta  taV)la  se  lla- 
ma también  unaquel). — En  las 
e-^calcras  suelen  confundir  algu- 
nos individuos  del  pueblo  el  tra- 
mo con  el  escalón,  peldaño,  paso 
o  grada:  el  tramo  es  la  izarte 
conqireiidida  entre  dos  mesetas  o 
descansos;  y  el  isralón,  peldaño, 
paso  o  grada  es  cada  una  de  las 
parles  de  un  tramo  en  que  .«e 
ajioya  el  i)ie  al  subir  o  bajar  la 
escalera.  Meseto,  descan.'ío  o  re- 
Unno  es  la  porción  de  i>iso  hoñ- 
zontal  en  que  termina  un  tramo. 
Tramojo,  in.  Palo  como  de 
medio  metro  di>  largo,  que  se  po- 
ne a  los  perros  em.re  el  collar  y 
el  látigo  o  cordel  con  que  se  les 
ata,  con  el  objeto  de  que  no  cor- 
ten con  los  diento?  c-íos  último. 
,«ino  que.  al  morder,  muerdan  el 
pnlo,  lia.-'ta  que  ."«e  acostumbren  :i 
permanecer  atados.  ,'.  De  dónde 
pmvino  e.sta  a<'e.p..  que  es  anti- 
gua y  general  en  Chile?  El  Teso- 
i-o  de  CoviU'rubia^;  nos  da  la  ex- 
lilicación.  dicieiulo:  "Trnmojo. 
aquella  parte  de  la  mies  que 
ajirieta  el  segador  en  la  mano, 
(|uo  es  lo  más  bajo  de  la  caña  y 
lo  más  duro.  .  .Por  otro  nombre 
se  llama  graiK.'oiies.  los  cuales  no 
comen  las  lie.stias  regaladas,  ni 
aun  las  que  no  lo  son,  sino  es 
con    mucha    hambre,   y  de   aquí 


TRAM 


TRAM 


ii.ició  uii  proverbio  quu  dice: 
Hiuii  fraiii'jjo  tiene.';  qur  roer,  áe 
aquel  que  está  apretado  e-oii  alg'u- 
na  diñcultad  o  necesidad."  "Ro- 
er el  tramojo,  quedar  burlado  y 
escocido  en  balde."  dijo  (Gonzalo 
Correa-s.  De  manera  que  de  esta 
fr.  fig.  viene  nuestro  tramojo, 
porque  el  jjerro  lo  roe  con  rabia 
y  dese.-?i3eraeión.  "Y  lutóta  el 
mastín  ca«ero  aullaba  dese-^pera- 
do.  por  no  poder,  rompiendo  su 
tramojo,  seguir  la  .inerte  del 
amo.  que  veía  montar  a  caballo 
y  despedirle."  ( Jotabeche.  art. 
L'ii  viajecito  por  mar). — Tam- 
liién  llamamos  tramojo  un  palo 
más  gi'uftío  que  se  pone  ]:)endien- 
te  del  cuello  al  perro  pastor  para 
que  no  muei'da  a  las  ovejas. — Y 
:\4  mismo  una  especie  de  horqui- 
lla que  se  pone  en  el  i^e^cuezo  a 
los  cerdos  para  que  no  entren  a 
hacer  daño. — En  algunas  partes. 
traba,  2.='  y  :5.*  acep. — En  el 
Dice,  hallamos  taragallo  o  iaran- 
'j"Uo,  frahanco  y  trangaUo,  que, 
definido.?  de  distinta  m  mera  on 
las  ediciones  anteiiores,  en  la  14." 
fueron  uniformados  a.«í:  "palo 
como  de  medio  metro  de  largo, 
que  en  el  tiempo  de  la  cría  de  la 
caza,  se  pone  pendiente  del  collar 
a  los  perro»  de  los  ganados  que 
pastan  en  los  cotos,  para  que 
no  jjuedan  bajar  la  cabeza 
hasta  el  suelo."  Gomo  se  ve, 
con  estas  cuatro  voces  sólo 
quedaría  interpretada  la  2." 
acep.  de  nuestro  tramojo. 
¡ífirca  o  torga  es  "palo  con  dos 
l)üntas  y  otro  que  atraviesa.  .  .y 
so  lo  ponen  al  pesicuezo  a  los  cer- 
das y  perros  para  que  no  entren 
en  las  heredades."  Gonzalo  Co- 
rreas  empleó   la     voz    garabato: 


"\  so  liay  en  alguna  ])arte  en 
tiemiK)  de  uvas  los  podencos 
traigan  garabato  largo  arrastran- 
do, atado  al  pescuezo,  poi'que  no 
puedan  .saltar  paredes  y  ])ardas 
de  las  viñas,  o  tienen  pena  cogi- 
i]:><  i'U  ellas."  fVocabvJario,  ]>ág. 
."!23  a).  En  el  Dice,  galle.go  de 
('uveiro  Pinol  hallamos  tarambo- 
JI'j:  '■■'cepo,  maza  o  palo  que  se 
prende  al  pescuezo  de  los  pen-os 
en  tieinpo  que  el  maíz  ennraiia, 
con  el  objeto  de  que  no  ¡¡uedan 
-altar  lo.s  uniros  para  comerlo,  o 
más  I  lien  destragarlo"  [de  e-tra- 
garlo?! \'íirga<  .Machuca,  en  >ü 
Milici't  india)ta,  t.  I,  ]jág.  1  •">!:). 
usó  de  la  voz  tramojo  en  el  mia- 
mo  sentido  que  nosotros,  ,según 
¡>arece:  "Teniendo  atado  -u  ¡té- 
rro con  un  tramojo  en  el  rancho 
que  había  hecho  para  dormir.  .  . 
Como  el  perro  sintió  el  ruido  .y 
oj'ese  la  voz  de  su  amo,  haciendo 
fuei-za,  rompió  el  tramojo.''  l']-la 
autoridad  y  el  hecho  de  vi-ar.-ío 
tramojo,  tal  como  en  Chile,  en 
otras  Jiaciones  de  .Sud-.\mérica 
(Méjico.  ColomI)ia  y  Argentina) 
indica  que  i'!  xocaiilo  vienu  de-de 
!:!uy  antiguo. 

Tramolla,  tramolüsta.  Ambo.s 
se  e.scril)en  c(;u  //  ( truiiioijn .  fra- 
uioiji'^ta)  en  su  acep.  propiü  y 
lig.' 

Ti!.\MPA,  f.  Su  primera  acep. 
es:  "artificio  para  cazar,  com- 
puesto ordinariamente  de  una 
e.xcavación  y  una  tabla  que  la  cu- 
bre y  puede  hundirse  al  poner.se 
encima  el  animal."  Aquí  se  co- 
iKX-e  \'  usa  e.sta  trampa;  [>ero  lo 
malo  eti  que  llamemos  también 
así  la  ratonera,  "trampa  en  que 
se   cogen    y    etizan    los   ratones." 


>M 


TRAM 


TRAN 


Tifiiiipo  es  el  genero,  y  i"tonem 
uiiii  lie  íiií  e<})ecie!=. 

TRAMPANToJ-vn.  a.  I "sii  este  v., 
que  lio  apwreie  en  el  l>ire..  Don 
BarioliMué  ,1.  UallanK»  en  el  si- 
jjiijente  jm^je:  "El  e.-ijiíritu  ea- 
l)alloiv<eo  y  fantá-ítieu  eva  «^ene- 
lili  en  ¡uiviel  t¡ennH>;  U<>  pnebK»? 
enílianoí.  «le-nle  la.-  enlJ>l•e^a«  en- 
tusiásticas de  las  C'rnza^ia*.  exal- 
tadas las  imaíiinat-iones  eon  el 
intiujo  oriental  en  las  j>eregrina- 
eionc-  a  la  Tierra  Sjnití»  y  adop- 
tadas eieganunte  las  fantasma- 
gorías lío  la  inajíia  y  los  eneatita- 
niientos.  ijue.  tiomptintojunrfo 
portentosíís  visione«>.  contra  toda 
ley  y  orden  nat»n"jil.  eiisimclia- 
lian  iliniitatlaniente  con  ci  hori- 
zi'nie  <le  lo  aetiMc  la  esfera  de  la 
cretlil'ilidad.  relmndose  -ólo  en 
\v  maravilloso  y  exótico,  nienos- 
prei-iaUní  todo  lo  qne  tenía  la 
,-encillez  de  la  mi  tu  ralea»."  ( K¡ 
(ntiióii.  n.°  \).  VA  siüniticado  se 
de.lni-e  de  la  niÍMna  etiinolosria: 
(rauípa  ante  ojo.  poner  i>  presen- 
tar delante  de  los  ojos;  a«á  ix)nio 
el  s.  Immpnutcj»,  que  .■<>  define: 
'ilusión,  tramiw.  enreilo  o  artifi- 
cio pura  cu'.;añar  o  perjudicar  a 
lino  a  ojo-  vistas."  Kl  v.  t^i¿  l>ien 
f<»r:nado  y,  si  se  haee  sener;d. 
scni  buena  adquisición  i>ara  la 
lengua. 

Trampapillo,  ni.  Pillo  i-edo- 
niado,  1'1<  de  i>oeo  uso  y  )>art«oc 
formado  <le  tnimptr  y  p»//». 

Tr.vmi'K.\k.  En  la  acep.  de 
"petardejir.  p>e<lir  prestado  o  fia- 
do con  iirdide-  y  en.caños."  es  n.: 
por  lo  cuid  im  del>e  decir-c:  "Me 
has  trampeado  los  cien  pesosque 
te  pn>snc."  K-  a.  en  esta  olxa: 
"usjir  una    ]>ersona  de   artificio  o 

■  vnt.  1:1    iMV:i    i^i'^i- mi.'mv    m    i'li:!    de 


una  cosa:"  jiero  en  este  caso  el 
acusativo  o  complemento  directo 
deU  ser  la  jiei-sona  a  la  cual  s*» 
trampea  y  nó  la  cosí  va  que  -e 
la  trampea. 

Trampero,  ni.  K>  oln»  nombre 
que  se  da  al  torno  o  artificio  \y\vj\ 
ca/ju"  pájaro.-,  qne  .-e  coloca  «Icn- 
tro  de  utia  jaula.  \"ca.<»^  J<niUi  ih 
toritit  en  el  art.  Torso.— T«m- 
bién  llamamos  trampero  el  arma- 
dijo o  trampa  que  con  c-te  nn^- 
ino  iin  .-^^  pi"et>íU-a  en  el  suelo  y  el 
cual  .-e  hace  fiuicionar  |»or  ine^lio 
de  un  hilo  o  i-ordelillo  ¡¡uc  se  ti- 
ra de.'^de  leji»s.  \'ca.-e    Guachi. 

Tk.vnt.v.  f.  "Palo  >írue--o  y 
fuerte,"  es  la  1.*  acvj».  qne  le  da 
el  Dice.  Basta  ella  psnii  llamar 
trnnai.  como  llanianu)-'  en  Chile, 
cada  una  d;^  las  vara-  d.»  la  />««/- 
M  I.'»  irniirii.<. — Fií;.  y  fani.,  l>o- 
rraeiiera.  mona,  turca:  ¿jx)r 
cuanto  en  ella  se  dan  iram-ut 
muy  e-pei.  ialos,  o  ^Kin^ne  queda 
el  ebrio  tirado  como  una  tmiicoT 
.\sí  también  en  la  .Vr.üentina  .v 
en  Colombia. —  Estivñimiento. 
Wa-^e  Tr.vniar. —  Puerta  de 
í/'Mi((i.v.  \'éanse  Pi  krta  y  Tran 
quero. 

Trancado,  da,  adj..  i^Kut.  de 
tninr"i\  \"éase  este  en  su  liU. 
aeep. 

Trancantrulla,  f.  fani.  .ln(/r«>- 
i(i<i«i  (embuste.  enrt>do  ix)n  qne 
-c  jirefende  alucinar.  V.  m.  en 
pl.).  í'/iVo afino  (irela.  astucia  o 
malicia  con  qne  .•*  prinura  eniia- 
ñar^.  cnmain'fi  (artificio  con 
que  .«e  tira  a  deslnnibrar  n  al- 
íinno  para  qne  no  entiemla 
el  euípiño  qne  .<e  le  va  a  ha- 
cer).—  Su  etimolom'ii  e-"  ca- 
|iriehotia  y  qniats  ten-^a  :d".íuna 
ipliii-ión  inii  chulla.  \'>  .1-4'  en  s»i 


TRAN 


TRAN 


lii;íiir.  En  Aragón  -e  \i-¡\  utuca- 
trr.llo,  engañado  y  li»iilo  (C€Jf>- 
dor,  Arciprr-st-e  de  Hito,  t.  1,  pág. 
56 j,  que  también  puede  tener 
relación  con  nuestro  chileni-nio, 
(jue  ¡ilguníjs  pronuncian  también 
trancanchulla. 

Ti'.AN'  Ai;  II  ATHAv  AK,  a.  "Ce- 
rrar la  ])uerla,  asegurándola  lK>r 
dentro  con  una  tranca.'' — (Jomo 
neutros  .-ignifican  amboH:  "dar 
tranco-  o  pasfj.s  largos." — En 
Chile  y  r..  e.-treñ ir.se  (ponerse  el 
vientre  en  (li.-pfjí>ición  de  no  po- 
der evacuar),  y  corno  activo.s,  es- 
fiptiinr,  /'HfieFíir  y  tutriñir  <>  (w- 
Irinf/ir.  Véa.^e  Arincarse  en  el 
.\])i'ii<li(e  del   1.''  t. 

TuAN'CAZO,  ni.,  ainij.  de  tran- 
co, "(íolpe  que  »e  da  con  la  tran- 
ca ;  fig.  y  fain.,  gripe." — No  se 
confunda  con  trancazo,  amo.  de 
tronco,  que.  aunque  Iñen  forma- 
do y  usado  entre  nosotros,  no  lo 
acepta  el  Dice,  y  nos  da  trancada 
(tranco  o  paso  largo)  y  zancada 
(|i¡i-(»  largo  que  .se  da  con  movi- 
iniento  aceleraido  o  por  tener  Iíls 
|iierna.s  largas). 

Traxco,  ni.  Al  tranco,  m.  adr. 
que  en  Chile  .dignifica  lo  mismo 
que  A I  poxo  ( X'éaw;  Taso)  :  sino- 
niniia  que  no  puede  aceptar.se, 
porque  tronco  no  es  igual  a  pw- 
Ko:  tranco  es  el  "paso  largo  o  sal- 
to que  .se  da  echando  un  pie  ade- 
lante y  sentándolo  antes  de  .  mo- 
\er  el  f/tro,''  mientras  que  paso 
eí^  el  .simple  "movimiento  de  un 
pie  hacia  adelante  para  ir  de 
una  parte  a  otra."  Por  eso  el  rno- 
ui.smo  castizo  A  tra.ncon  .signifi- 
ca :  "de  prisa  y  .sin  arte." — Al 
tranco  y  con  buena  letra,  fr.  fig. 
y  fam.:  dcsi^acio  y  con  atención. 
"Los  Ranchoíí  mrak's  de  nue4ra 


tierra  despiílen  al  conqnidn-  di- 
ciéndole:  AI  tranco  y  con  buena 
letra.",  ((¡alvarino  Gallardo  Nie- 
to, Art.  de  diario). 

Tranchete,  m.  El  Dice,  lo 
eqjuipara  a  chaira  en  la  acep.  de 
"cuchilla  que  u.san  los  zapai«ros 
[tara  cortar  la  suela."  Entre  nos- 
otro.s,  el  tranchete  o  trinchete  -se 
usa  para  di.-lintas  cosa-,  aun  pa- 
ra de.sj)almar,  haciendo  las  veces 
del  piijiirante  (pujante),  y  bas- 
ta suek-  confundirse  con  el  ma- 
chete (cuchillo  grande  de  diver- 
sas fornia.s,  que  .sirve  para  des- 
inoníar,  cortar  la  caña  de  azúcar, 
y  otros  u.sf«). 

Trangues,  m.  pl.  \'('a-T  Tiár!. 
guez. 

Tranque,  m.  Véase  Tanque. 
Nótetre  también  la  voz  trenque, 
provincialismo  de  Murcia  f|ue 
.significa:  "rejtaro.  defen.sa  que 
.se  hace  en  forma  de  muralla  o 
parax>eto,  para  cortar  la  corriente 
de  un  rífi  y  que  tuerza  a  otra 
parte."  El  Dice.  lo  dei'iva  del 
catalán  trencar,  romper. 

Tra.m.ílear,  trancar  o 
ATRANCAR,  u.  Los  tres  .'-ignifican: 
"dar  trancos  o  pa.-os  largos." 
Zanquear,  n..  es  "andar  mucho  a 
pie  ,v  con  pi'isa  de  nna  j)arte  a 
otra.  " 

Tkan'queua,  f.  \'éase  el  .si- 
guiente. 

Tra.vc¿i;eko.  m.  Madero  agu- 
.jereado  que  se  hinca  en  lien-a 
frente  a  otrri  igual,  atrnvesado.í 
ambos  por  tres,  cuatro,  cinwi  o 
más  vai'as  horizontales.  E.sto  es 
lo  que  llamamos  en  Chile  puerta 
flf  trancan,  para  dehe.sa.s.  pitre- 
ros  y  otroft  atios  rústicos  de  me- 
nos extensión.  Los  dos  maderos 
hincados  en   tierra   los  llarna    el 


i36 


TRAN 


TRAN 


Dice,  ngajnti  y  el  todo  frunquera; 
pero,  después,  al  definir  a  tran- 
quera como  voz  anierifaua,  dice 
que  es  lo  mismo  que  talanquera, 
que  es  "armazón  de  üibhi-í  o  pa- 
los que  í4e  coloca  en  ]xwción  ver- 
tical para  que  .riirva  de  dcfen-;a  o 
reparo:  como  las  que  forman  la 
valla  de  una  i)laza  de  toros  o  lan 
cancillar*  de  las  heredades."  En 
Cuba,  en  Méjico  y  en  el  Peni 
¡laman  tranquero  lo  que  nos- 
otros puerta  de  truncas.  T-ia  voz 
tranquero  por  «¡nija  puede  de- 
fenderse: 1.°  por  semejanza  de 
siundíicado  con  el  tranquero  cas- 
tellano ("'piedra  labrada  con  que 
.-e  forman  las  jami)as  y  dinteles 
de  jniertas  y  ventanas,  con  su  es- 
conce para  que  batan,"  conforme 
con  el  gallego  trangueiro  (jam- 
lias  de  puertas  o  ventanas)  ;  y 
2.°,  porque  es  el  que  sostiene  las 
trancaí-. 

Traxqlilizadok,  ka.  adj. 
Que  tranquiliza!,  que  da  o  causii 
tranquilidad.  "¡Qué  peneamieu- 
to  tan  triniquilizador!  Isuá»  traite 
quilizadoraa  son  e-las  noticias." 
Falta  en  el  Dice,  este  vocablo. 
Ilion  formado  y  usado  en  todas 
partos. 

Tkaxs,  partícula  insciiarablc. 
.\sí  es  .■<u  forma  íntcnTa,  ])ero  en 
lii  i)ronunciación  y  en  la  e-scri- 
tni'a  le  .suprimimo^'  nmchas  vei-cs 
la  n;  y  lia-sta  el  Hice,  autoriza 
para  e.-1o,  jiorque  nmchos  de  los 
ciMiipue.stos  de  traux  están  escri- 
to.s  de  la-s  do^«  manera-;  como 
transboi-dar  y  trasbordar,  tranti- 
ierlr  y  trasferir,  tran^fifiuraeión 
y  traffigurcrión.  tranxriredir  y 
trnsgndir.  Cuando  la  voz  Temple 
enijiic/'a  con  «.,  no  hay  duda  (pie 
se  .«juprimc  la    a  de  la    jiirtícula: 


trons(>i(staui¡<icii'>ii .  tro-'<eñalar. 
,'rii.sudnr. 

Transar,  n.  y  ú.  t.  c.  a.  Forma 
incorrecta  de  tninxiglr.  dice 
Cuervo:  y  así  .-e  usa  tamlaén  en 
Chile,  aun  i'utre  per.-(nias  cnlta-¡. 
No  jtuede  con.-iderar.-e  como  \'.ni\ 
mala  grafía  de  Iriimar.  ((irlar, 
tronchar,  sino  como  abreviación 
\-erl)al  de  Iruumcción. 

Transeúnte,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Le  falta  cu  el  Dice,  el  acento  de 
la  II  (transeúnte),  pues  en  la 
concurrencia  de  llena  y  débil,  si 
el  acento  lo  lleva  la  débil,  delie 
ponérsele.  KAix  misma  falta  se 
nota  en  muchaí?  intiexiones  del 
V.  reunir  In'únn,  reúna,  reú- 
nen). 

TRAXSKoK.MAniLiDAD,  f.  Cali- 
dad de  transformable,  .\unque 
largo,  hay  necesjidad  de  admi- 
tirlo. 

Traxsi'ormablf:,  adj.  Que 
puede  ti'ansfonnarse.  l''alt;',  en  el 
Dice,  como  también  .«u  contrario 
y   compuesto  intranj<forui<'f'h\ 

Transformador,  m.  !,.•  Iiace 
falta  esta  aeep.  inoderna  de  Fí- 
.-ica:  sistema  dispositixo  com- 
puesto (^encialmente  de  dos  e.s- 
pirales  ile  alambre,  primaria  y 
-pcundaria.  cobx'adas  sobre  un 
anillo  hecho  de  alambres  de  hie- 
1  lo,  y  cuyo  olijeto  es  tener  cons- 
tantemente 1,1  corriente  eléctrica 
liara  aproNcchar  de  cllu.  ya  .sea 
la  alta  tensión  y  poca  intensi- 
da<l,  o  vicevei'.-a,  sin  que  se  cie- 
I  re  o  corto  bi  corriente.  No  ba.sta 
lon  el  adj.  (ler.tromoior.  rn  (di- 
vo-e de  todo  aparato  o  maquina 
en  que  s<i  tran-^forma  !•'.  i  ner!;í:i 
"l''ctrie;i   en   trabajo  mecáiiicol. 

Tras.-i'urmantk,  adj..  part. 
de  ])rasente  de  troníiforn>"r.  Que 


TRAN 


TRAN 


transforma.  Es  distinto  de  t-rans- 
jonnador  y  de  transformativo, 
únicos  que  admite  el  Dice.  "Ten- 
•Irá  la  vida  que  yo  tengo  ix»r 
hijo  natural  de  mi  Padre;  nó 
Jiatural,  sino  ix)r  gracia  y  amor 
transformante,  la  cual  yo  le  co- 
municaré comiéndon)e  ■■^acra- 
mentado."  (Fr.  Juan  de  lo;^  -úi- 
.ueles,  Manual  de  vida  perfecta, 
üiál.  V.  §  IV).  "Lii  vida  de  lo? 
hombi-es  divinu.-,  deiíicadoí^  o 
dioses  por  gracia  y  amor  trans- 
formante, dií'e  Plotino,  es  des- 
preciar o  tener  en  nada  todos  los 
deleites  de  la  tierra."  (Id.,  ¿■u- 
cha  espiritual,  p.  II,  c.  XIV). 

Tr.vxsformismo,  m.  Sistema 
que  sostiene  que  las  esijecies  ani- 
males y  vegetales,  por  la  adapta- 
ción u  otras  circunstancias,  se 
transforman  en  otras.  Es  térmi- 
no moderno  de  Biología  y  de  sus 
ciencias  afines  que  debería  ya 
leerse  en  el  Dice.  Es  de  excelente 
formación  y  usado  en  todo  el 
mundo. 

Traksformist.v,  com.  Parti- 
dario o  secuaz  del  transformis- 
mo.— Adj.,  perteneciente  o  rela- 
tivo a  este  sirrtema.  Doctrina 
trnnsf  o  I-mista.  Ya  es  tiempo  de 
admitir  esta  voz  en  el  Dice. 

Traxsiberiaxo,  xa.  adj.  Dí- 
cese  de  las  regiones  .situadas  al 
otro  lado  de  Sibeiia,  respecto  de 
Europa. — Aplícase  al  ferrocarril 
que  hace  viaje  a  través  de  Sibe- 
ria.  Falta  en  el  Dice,  e.ste  voca- 
blo. 

Transigencia,  f.  Condición 
lie  transigente.  "Sin  odio  para 
-US  enemigos,  pero  sin  cobardes 
hansigenc'ias."  Si  tenemos  ya  el 
compuesto  y  contrario  intransi^ 
yenda  y  ai  la  idea  no  puede  ex- 


presarse con  transacción,  que  eá 
cosa  distinta,  ja«to  es  que  admi- 
tamos transigencia. 

Tránsito,  m.  Faltan  en  el 
Dice,  estas  dos  aceps. :  "Por  exce- 
lencia, el  tránsito  o  muerte  de  la 
Santísima  Virgen ;  fiesta  con 
que  anualmente  ríe  celebra  este 
'lía  el  1.')  de  Ag\)sto.''  Son  las 
mi.-nias  que  tiene  el  vocablo 
o'-itarión. —  Como  iiumbre  p^'O- 
pio  lo  uáamos  para  ambos  sexos: 
Don  Tránsito  Bustamante,  Doña 
Tránsito  Cabezas. — El  dim.  cari- 
ñoso para  el  f.  es  Trormtito,  y  el 
fam.  o  de  confianza,  Tacho  }' 
Tato. 

Translimitar,  a.  La  única 
ac-ep.  que  le  da  el  Dice,  es  ésta: 
"pasar  inadvertidamente,  o  me- 
diante autorización  pre\aa,  la 
frontei'a  de  un  listado  para  una 
operación  militar,  sdn  violar,  por 
consiguiente,  el  territorio." — 
Falta  la  acep.  fig.,  que  nada  tie- 
ne que  ver  con  Estados.  Véase 
ton  qué  propiedad  la  usó  Mon- 
talvo:  "Vergonzoso,  de  ninguna 
manera  [es  el  dormir],  respon- 
dió el  bacliiller,  puesto  que  no 
fraslimitemos  los  términos  seña- 
lados por  la  naturaleza."  (l'api- 
fulos  que  se  le  olvidaron  a  Cer- 
vantes, c.  LV).  Véa.se  Extr.ali- 
1IITAK.  La  ortografía  debiera  el 
Dice,  autorizarla  también  sin  n 
( t roslimifar) ,  como  escribió 
Montalvo  y  como  .-e  escriben 
tnntos  coni¡)uestos  de  frans. 

Transmundano,  na,  adj.  Usa- 
do por  el  Maestro  Alejo  Venegas 
en  e.íte  texto:  "El  cielo  empíreo 
es  lugar  transmundano,  porque 
e.9tá  fuera  del  nuindo  y  no  pa.sa 
tiempo  \X)r  él."  (Agonía  del 
tránsito   d.e  h   m.xLerte,   p.  IV,  c. 


TRAN 


TRAP 


Vllll.  Ni  éstv.  ni  sobrcíiiunda- 
)io,  u.sado  por  Fr.  Jiuin  de  luí 
Ángeles  y  otros,  ui  altiv inunda- 
no,  corriente  en  todos  lo?  auto- 
re?,  aj^arecen  en  el  Dice. 

Tkansoceá^'ic'ü,  va,  adj.  Dí- 
ce?e  de  laí  regiones  situadas  al 
otro  lado  del  océano. — Pertene- 
ciente o  relativo  a  ella?.  Falta 
ct-1e  vocablo  en  el  Dice.  En  Ma- 
drid .-e  publicó,  el  año  li!»l6,  una 
memoria  voluminosti  con  el  tí- 
tulo de  '"La  emigración  españo- 
la transoceánico,"  como  ofrecién- 
dole el  bien  formado  vocablo  a 
la  Real  Academia. 

Transponer,  a.  F?  corriente  en 
Cliile  en  esta  acep.,  que  e.<  pro- 
pia de  transportar :  "En  Música, 
trasladar  una  composición  de  un 
tono  a  otro." — Y  hasta  el  adJ. 
transponedor  se  usa  malamente 
en  este  mi.smo  sentido:  ■'\'énde- 
se  un  armonio  transponedor."  Si 
el  v.  tuviera  esta  acep.,  se  diría 
irait!<positi"o  (capaz  de  transpo- 
m'rse).  i'ero  en  ningún  caso 
transponedor. 

'rKANSri!ST.\XCI.\l!.        l\.       V       T. 

"Convertir  totalmente  una  sul«- 
tancia  en  otra."  No  dice  más  el 
Dice.  Bueno  habría  sido  agi-egar 
que  esto  .se  dice  por  excelencia 
del  cueq)o  y  .-angre  de  Cri.'-1o  en 
el  SSmo.  Sacramento,  como  que 
para  eso  se  inventó  este  v.  En 
Es]»aña  se  usa  lia.-1a  en  lo  que 
9c  escrilie  fMiTa  el  pueblo,  t'Oino 
puede  verse  en  esta  Loa  fn  nhi- 
hanZ'i  df  U)¡<   mnjrx: 


Perdieron  gracia  y  justici». 
Qnedaroii  puectos  en  carn<-8. 
Q\ic  resnltíí  (ie  cate  mnl 
tiue  el  «igno  Ijcíin  entrase 
Bn  el  8Ígn<i  lie  la  Virgen. 
Que  fnew  corilero  y  Aries, 


<.^:ie  iiacie^sC  entro  iiUáOlrus. 
Que  ñus  pedrique  y  nos  hable. 
Que  lie'  vista  a  tantos  ciegos, 
Que  a  t,tntos  muertos  levante. 
'.^luc  Si-  iionga  en  una  cruz. 
Que  nos  d^  su  propia  sangre. 
Que  cu  el  pan  del  Sacramento 
Se  trausfurnie  y  tramuslaiicif... 
(Cotarelo,  Coléale  ei)íreme*e.<.  iv,  n."  l.iiM. 

Lope  de  ^^ega  lo  empleó  también 
en  su  oda  A  In  Mud<i:i}za: 

Esta  mudanza  sola 
Te  puede  honrar.  Mudanza. 

Si  alguno  tu  valor  ha  yucsto  en  duda, 
Y  adonde  se  acrisola 
Lo  más  que  amor  alcanza: 

Que  el  pan  en  Dios  ¡¡e  tramubytaucia  y  muda 

.\.~í  también  en  sxis  poesías  el 
clásico  franciscíino  Fray  Diego 
MiuúUo.  Conviene  que  se  regis- 
tre también  este  v.  sin  h,  iran- 
.s)/,s-í'//íCí«/-.  W'asc  Sacra.mextar. 

Transvasijador,  ra,  adj.  Que 
trasii-ga  o  transvasa,  es  decir, 
que  nuida  un  líquido  de  una  va- 
sija a  otra.  Bomba  transvasija- 
dora,  leemos  en  uii  anuncio  de 
diario.  Díga.-H)  irascr/ddnr.  ra. 

Traxsvkkhkkar,  a.  Herir  pa- 
.■^mdo  de  parle  a  parte.  Ki  está 
admitido  el  s.  transverhovcióti. 
es  ju.sto  admitir  también  el  v.  El 
académico  y  ]>oeta  D.  .\ntonio 
.\niao    u-ó  el  ]>art.  tronsvrrhcra- 

Trapa<i;.\k  i>  trapazar,  n. 
.\inlios  significan:  "'usiír  de  Ira- 
pazíts  u  otros  engaños." 

Trapacejo,  in.  Prótesis  de  ra- 
/)(((•( ;<i;  "alma  de  hilo,  cáñamo  o 
algodón.  sol)re  la  cual  se  tuerce 
estiunbrc.  seíLi  o  metal  para  for- 
mar Ins  cordoncillos  de  lf»s  flecos. 
1 1  Fleco  liso.'"  No  es  de  mucho 
uso.  F<  claro  f¡ue  en  In  fomn- 
ción     lia    influido    la   vo/.    trapo. 


•JR-VP 


TRAP 


539 


pues  se  h;i  querido  ver  en  el   ra- 
pacejo  un  íinsple  trapo  colgaíite. 

Trapalcarse,  r.  Senuirse  en  el 
suelo  con  la.-,  pienictó  cruzadas. — 
Por  extensión,  arrellanar.-e  [>e- 
rezosaruente  en  una  silla,  ni'in- 
tar  de  la  misma  manera. — láe 
u.-a  del  Maule  al  Sur  y  puede 
venir  del  araucano  chapüd,  cha- 
to, aplastado,  y  la  partícula  ra, 
que  hace  factitivos  los  verU)s. 
Como  el  sonido  th  o  trr  se  tras- 
trueca frecuentemente  con  ch, 
no  .se  ve  inconveniente  para  esta 
etimología. 

Trapalele,  m.  En  Chiloé,  pe- 
dazo de  masa  .soUida  y  recortada 
y  que  se  hierve  sólo  en  agua  de 
sal.  Se  diferencia  de  la  pancutra 
en  que  ésta  es  guisada.  Ü.  m.  en 
pl.  (Cavada). — Puede  venir  del 
arauc^mo  r  r^)  |)  3  in  n .  sofocar, 
ahogar,  asti.\iar  con  ropa  puesta 
encima,  con  beVjida,  cü!iii<ia,  su- 
mergiendo a  uno  en  el  agua  (P. 
Augusta),  y  leli,  de  hito,  frente 
a  frente,  cara  a  cara ;  porque  asi 
se  van  aliogando  en  la  olla  estos 
pedazos  de  maza.  A'éase  Pancutra. 
Trapalonear,  n.  fam.  Dígase 
trc.pnfear  (decir  o  hacer  cosas 
jiropicLs  de  un  trápala.  Trápala 
es  la  persona  que  habla  nuicho  y 
sin  siibstancia;  per-ona  falsa  y 
emlnistera) . 

Trapalputra,  f.  Tapabarriga, 
i.*  acep.  Véase  en  su  lugar. — La 
(íimología  es  el  araucano  tapúl- 
yi'thd  (la  carne  del  vientre. 
tapabarriga),  de  tnpül,  hoja  en 
general,  y  putho,  barriga,  panza. 
y'ólu  se  u.sa  en  algunas  ]>rovincias 
del  Sur,  ]:>or([ue  en  la-  demás  se 
prefiere  tapabarriga. 

Trape,  m.  Especie  de  cuerda 
gruesa    hecha   de    lana,  de    ana 


sola  hebra  o  ireuziidu  de  Ires,  pa- 
ra maniatar  la?  o\"e.jas  cuando  .se 
las  esquila,  para  atar  bultos,  etc. 
Hace  las  veces  de  cordel  para 
nnichos  usos  domé.--ticos. — Vie- 
ne del  araucano  thupcl,  cordel, 
tliiipein.  atar  con  cordel.  El  P. 
Augusta  trae  tra]i'>in  füu,  hilo 
doble,  burdo.  Se  uéíi  en  las  pro- 
vincias del  centro  y  del  Sur. 
^J'andjién  puede  .ser  variante  del 
araucano  chape,  trenza  i!e  nui- 
jer.  por  cambio  del  sonido  cli  en 
trr  >,',. 

Trapeador,  ra,  m.  y  f.  Persona 
que  trapea  (que  aljofifa)- — Co- 
mo s.  de  cosa,  estropajo,  aljoHfa, 
fregador,  d-rreas,  í.  pl.,  significa 
iaiiil)ién;  "tiras  delgada.^  de  ene- 
jo -uji'h!-  a  un  mango,  que  sir- 
\en  i>ar;i  saeuíür  el  polvo.""  Pare- 
cida- al  [il.  inrrox  (tiras  de  ori- 
llo, piel,  colas  de  cordero,  etc., 
que,  unidas  y  pue.-tas  en  un 
mango,  sirven  para  .sacudir  el 
polvo  de  nuiebles  y  paredes). — 
Para  la  1."  acep,  hallamos  en 
castellano:  fimpión,  m.  fam.  (el 
que  tiene  a  .-u  cargo  la  limpieza 
de  una  co.-a ) .  fregona  y  fre- 
gatriz, f.,  (criada  que  sirve  en 
la  cocina  y  friega),  galopín 
(]e  cocina  o  gal  (¡pillo  (el  que 
sirve  en  la  cocina  ]nu'a  los  ofi- 
cios más  humildes  de  ella), 
pinche  (mozo  ordinario  o  galo- 
pín de  cocina),  en  Manna,  paje 
n  paje  de  e¡iCoha  (cualquiera  de 
los  muchachos  destinados  en  las 
embarcaciones  para  su  limpieza 
y  a-^o.  .  .  ) 

Trapear,  a.  Fre;;ar  el  |ii-o  con 
traiK)  o  e-lropajo,  .V-sí  mismo  en 
Méjico.  I'hi  Marina,  en  puertos  y 
en  mía  que  otra  parte  se  usa  en 
este  mismo  .sentido  el  v,    lampa- 


540 


TRAP 


TRAP 


cear,  fonnado  del  <.  lampazo, 
que  en  Marina  sisinilica:  "niano- 
jo  o  borlón  hecho  de  üláMicas  de 
itirgo  variable,  y  con  una  .i>a^a 
en  la  cabeza,  para  su  manejo, 
que  sirve,  princi]>alniente.  para 
enjugar  la  humedad  de  la^  cu- 
bierta.* y  collados  de  los  buques," 
y  el  V.,  en  Marina  también,  "en- 
jugar con  el  lampazo  la  hume- 
dad de  las  cubiertas  y  costado? 
de  una  embarcación."  El  v.  casti- 
zo general  e-  aljofifar,  a.:  "'fre- 
gar con  aljolihi."  Aljofifa  es  "'pe- 
dazo de  paño  basto  de  lana  para 
fregar  el  suelo  enladrillado  o  en- 
id-ado;'"  y  ¿por  qué  no  también 
el  suelo  entarimado  o  entablado, 
señores  autores  del  Dice.'?  Aquí 
encaja  bien  este  texto  de  la  i.;on- 
desa  de  Pardo  Bazán:  ""iíueno  es 
que  siquiera  den  al  viejo  y  roño- 
so coliseo  un  fregado,  barrido  y 
aljotifado,  o,  como  decía  una 
criíida  andaluza  que  conocí.... 
una  estropajá."  (La  vidn  con- 
femporánea).  Aljofifado,  no  lo 
trae  el  Dice,  como  s.,  y  bien  lo 
merece. — Como  n.  y  fani.,  ten 
dear.  Véase  en  su  lugar. — Kl  v. 
ilerivado  de  estropajo,  estropaje- 
ar, significa:  "limy)iar  en  .«eco 
las  |)aredes  enlucidas  de  las  ca- 
-as.  o  con  estropajo  mojado 
cuando  están  tomadas  de  polvo, 
para  que  queden  ter.sas  y  blan- 
cas." Fregar,  en  co<'ina,  es  "lim- 
piar y  lavar  con  lejía  o  agua  ca- 
liente platos,  e.s<"udillas.  etc.,  es- 
tregándolo-: con   el   astropajo." 

Trapel,  iii.  Hn  Chilo<'.  el  a.-a 
de  l;i  olla.  (Cavada).  ProV)able- 
niente.  del  arauciino  trapel, 
amarra<lo.  atado  {V.  .\u^u^^t«), 
por  la  imión  (pu'  hay  entre  el 
•isa  V  la  olla. 


Trapelacucha,  f.  Alhaja  que 
usan  las  mujeres  araucaniw  con- 
sistente en  varias  sartas  de  cuen- 
tas y  tubitos  de  plata,  termina- 
dos en  una  cruz  tand  iéu  dí»  pla- 
ta o  en  una  especie  de  pttena  de 
lo  mismo.  La  Uevun  e.xterior- 
mente  y  sobre  el  lieeho  pendien- 
te del  ponzón  o  topo.  Parece 
imitación  del  ca-tcUano  patena 
en  esta  ac«p¡. :  "'lámina  o  medjllí. 
grande,  con  una  imagen  e-íul- 
pida,  quf  se  pone  al  pecho,  y  la 
usan  para  adorno  las  labrado- 
ras."— La  voz  araucana  \iene  del 
adj.  trapel,  amarrado,  atado  (P. 
Augusta),  y  del  s.  acurha.  quo 
es  el  castellano  or/uja;  porque  la 
alhaja  va  alada  al  ponzón  o  to 
po,  que  ed  una  aguja  o  alfiler 
muy  grande.  Febrés  trae  tani- 
liién  la  voz  iticliaiii,  una  cinta 
bien  lai)rada  de  chaquiras,  que 
pudiera  tener  alguna  relación 
con  este  vcx-ablo. 

Trapeluto,  m.  En  Chiloé.  cos- 
tura que  con  aguja  de  quila  o  de 
otra  madera  .-^e  hace  en  la  ropa  o 
en  hu-^  velas  de  lius  endíarcaciouee. 
(Cañas  y  Cenada). — Del  arau- 
cano trapeln.  amarrar,  atar,  y  la 
part.  tu,  que,  pospuesta  a  noni- 
bres^  y  verbos,  significa  projiio  u 
originario  de. 

Trapero,  ra,  m.  y  f.  Peraona 
que  roba  en  las  tienda.-.  Ks  acop. 
usada  entre  rateros  y  en  la  i)oli- 
fía,  )>ero  que  ya  va  pa-ando  al 
li-o  ¿rneral.  .Má.-»  usado  o- tende- 
ro, ra. 

Trapican,  ni.  .\jí  dc-beclio  en 
agua  ;  sal.  La  gente  del  pueblo 
remoja  el  ]n\n  en  crita  salsa. — 
Viene  del  araucano  fhapi,  ají,  y 
(•iiit.  Véa'<' Sangricán. 


TRAP 


TRAP 


Trapicar,  u.  Picíir  o  escocer  la 
boca  por  haher  comido  ají. — 
Sentir  escozor  en  los  ojos. — r. 
Sentir  en  la  garganta  escozor  o 
niolcí-tia  por  haberle  atorado  con 
ají  o  por  efecto  de  alfíún  rerfrííi. 
En  esta  acep.  ~e  tv-a  tauil)ién  la.-< 
formas  trapilcarse  }  tripilcarse, 
por  su  semejanza  con  chipilcarse. 
("\'(';u*ele  en  el  texto  y  en  el 
.\péndice).  Téngase  presente  pa- 
ra la  equivalencia  de  ambos  ver- 
bos el  castellano  aPnt.'ifKn-  (atra- 
gixntarse,  estrechai'^e  el  ti'asíadero 
como  si  le  hubieran  heclid  un 
nudo).  Atragantar  us<')  en  este 
mismo  sentido  Bretón  de  l<>.-  fle- 
rrcros : 

Y  agregU'í  Ujte'l  la  sal  de  Andalucía... 
Mas  ya  no  la  a.laiinistran  tal  y  tanta 
Intrusos  sacíntotes  t\v  Taifa, 
Que  fort  fu  acre  mhor  nos  atraganfa. 

(Lv  !h:-:trr,liit„zn.  r.  Vil.  ..ct.  !«}. 

■ — La  etimología  de  trapicar  es  el 
ai'aucano  thupi,  ají,  y  la  partícu- 
la ca,  que  liace  activos  o  factiti- 
vos los  verljos.  No  hay  duda  que 
trapican,  se  contaminó  también 
con  chrpidcáii,  que  dio  en  chile- 
no chipilcarse. 

TeAPICIIK,      UI.      Ku     c:istcllall.) 

es  "molino  para  extraer  el  jugo 
de  alguno»  frutos  de  la  lii-rra.  co- 
mo aceituna,  o  caña  de  azúcar,  ' 
mas  nó  el  molino  liara  moler 
metales,  como  se  usa  en  Cliile. 
\'éas<'  (m'íiiki  lo  desc'ri'oió  el  Abate 
Molina:  "l'^s  de  un  meeanismo 
tan  sencillo  como  el  de  los  moli- 
nos de  aceite,  y  se  reduce  a  dos 
])ie<lras,  la  una  .sentada  de  firme 
y  la  olra  (jue  gira  verticalmente. 
l/a  que  bace  de  asiento  y  que 
tiene  en    -ii  circuiifereacia    bien 


exf)]auada  una  canal  de  diecio- 
cJio  pulgadas  de  profundidad,  a 
propc'isito  para  recibir  el  mineral, 
será  de  cerca  de  .seis  pies  de  diá- 
metro, y  tiene  en  .su  c«ntro  un 
agujero  ¡Misante,  por  donde  en- 
tra un  cilindro  vertical  que  va  a 
encajar  en  una  rueda  dentada, 
en  la  cual  choca  el  agua  que  cae 
¡ov  lili  cauce  y  que  le  da  movi- 
H  lien  lo.  La  piedra  corredora,  que 
eac  \;'rlicaluieute  sobre  el  asien- 
li..  iieiie  en  su  centro  un  eje  ho- 
rizontal, encajado  en  el  mismo 
cilindro,  que  la  s<_)stiene  en 
el  iiire  sin  tocar  en  la  piedra 
de  asiento,  y  que  la  hace  girar 
sobre  el  mineral  que  se  delje  mo- 
ler, siendo  su  diámetro  común 
de  cerca  de  cuatro  pies,  y  su 
grueso,  desde  diez  liasta  quince 
pulgadas."  (Compendio  históri- 
co, pág.  •■!(J."))_  Estos  trapichen 
fueron  abundantes  en  Chile,  co- 
mo consta  de  los  nombres  u>po- 
nímicos:  cuatro  fundas  por  lo 
menos  .se  llaman  El  Trupiclie  en 
los  departamentos  de  San-Fer- 
nando, Lontué,  Curepto  y  Lon- 
comilla,  y  un  caserío  en  el  de  Pu- 
taendo;  y  El  Ingenio  se  denomi- 
na una  parri.>cptia  y  fundo  del 
departamento  de  La-Ligua,  otro 
fundo  del  departamento  de  la 
Victoria  y  una  quebrada  del  de- 
partamento de  0\alle,  porque 
en  todos  esos  lugares  hubo  un 
trapiche  o  ingenio  i>ara  b-enefi- 
ciar  metale-. 

Trapichear,  n.,  tig.  y  fani. 
Festejar  o  cortejar  un  nombre  a 
nuijevis  de  poca  im])Ortancia. — 
El  Libertador  San  Martín  lla- 
maba trapichear  limpiar  las  ar- 
mas: '"Y  así,  con  frecuencia,  en 
aquellas   piiineras   horas  de    for- 


:>-í-2 


TRAP 


TRAP 


zado  ()i-i(f.  ix)iiíase  a  limpiar  con 
la  incili.jidarl  de  un  a<istente 
.Kniollos  (ibjelos  I  vina  colección 
'li-  arma.-' I .  H-to  llanialia  el  ale- 
ij.rcinente  trapichear,  talvez  pol- 
la i)t'ra  lenta  y  ]iaciente  qvie  lia- 
liía  vL<to  ejecutar  en  su  niñez  a 
l(»s  trapiches  ])rÍMiitiv(is  del  Ibi- 
ciiy.  a  orillas  de  cuyo  río  nacie- 
ra." (A'icnña  Mackenna.  El  (>e- 
iici'fl  Son  Miiiiin  <ii  Europa, 
XVll).  Kn  Cuba  sií>niHca  este 
V.:  "comerciar  en  pequeño,  tra- 
lar  y  contratar  i)or  menor  con 
ililisícMcia''  (Pichardo):  y  en 
ca-tellano.  triiplrlii'u-  es  "injie- 
! liarse,  buscar  traxas.  no  siempre 
lícita-^,  para  el  lo.iíro  de  algún 
objeto."  La  ace]).  chilena  y  la 
cubana  se  explican  por  la  acción 
ilcl  iiapivht'.  (|ue  consiste  en  de.s- 
nK'inizar  lo.-  metales,  que  en 
sentido  h"-.  .-íería  hacer  obra  me- 
nuda. La  acep.  de  San  Mai-tín 
■jiarecc  que  >e  fundara,  más  que 
en  la  acción  del  fnipichr.  en  la 
idea  de  tropo,  ¡lorque  con  un 
'/■apa  linqiiaba  las  armas,  y  ina- 
lirialmeute  trapichear  i)arece  v. 
ililii.   de   tnipii. 

Trapicheo,  m..  H^-.  y  fam.  :Vc- 
ción  o  efecto  <le  trapichear.  "A 
l'edro  le  <iu.-la  andar  ^-w  trapi- 
:heos."— Para  el  (Icneral  San 
Martín  trapicheo  era  el  acto  de 
linqiiar  las  armas;  "Después  que 
(•!  ( ¡eneral  terminaba  su  trapi- 
cheo matinal.  montal)a  a  caballo 
cuando  residía  en  d  campo,  y 
era  a(|U«'l  su  ejercicio  predileo- 
io."  (  X'icuña  Mackenna,  El  Ge- 
ni mi  Siiu  Mnrt'm  lui  Europa, 
W).  \'('a.-;e  el  anterior.  Hablan- 
do rervantes  de  esta  misma  a<'- 
ción  de  su  liéroe,  no  inventó 
verbos  ni  iujnd»re<.  sino  ipie  nVi 


el  V.  corriente  limplor:  "Y  lo 
primero  (jue  hizo  fué  lintpiar 
"«((-•í  oriiiaK ...  Limpiólos  y  ade- 
rezólas lo  mejor  que  ¡nido.  .  . 
Limpian  ])Ues  las  armas,  hecho 
ilel  morrión  celada...'"  ((¿idjo- 
/'.  p.  1.  c.  1). 

Trapisondero,  ra,  adj.  1  )í,u;a.'»e 
/  ¡íip  ¡.so  )i  dixfa ,  coi  n . :  "  |  >ersona 
ipie  arma  trapisondas  o  anda  en 
ellas.'- 

Thapo.  m.  "Pedazo  de  tela 
desechado  por  viejo,  por  roto  o 
)ior  inútil,"  es  lo  que  .-^ignitica  en 
castellano:  nosotros,  en  lengua- 
jc  fam.  y  de.speetivo,  lo  Jiacemo.-» 
>inónimo  de  fp'nern  y  de  felá, 
en  general :  y  ile  aquí  proviene 
<inc  Ibniíemos  familiarmente 
trapo  querido  nuestra  bandera, 
y  tienda  de  trapos  la  (pie  vende 
géneros  y  telas.  \'éa.-e  'riEXi).\. 
— Pl.  fam..  trajes  o  iireiida<  de 
mujer.  ".Tuana  e*  muy  amiga  de 
lo.s  trapos;  Todo  lo  (pie  gana  lo 
gasta  en  trapos." — .1  toilo  tropo. 
m.  adv.  que  en  Marina  signitiea 
a  toda  vela,  y  lig.  y  iani..  con  eii- 
cacia  y  actividad.  Mal  lo  usamos 
pues  no.sotros  al  ai)licarlo  a  la 
persona  que,  perdiendo  toilo  ini- 
dor  y  vcrg-üenza.  se  entirga  a  la 
mala  vida  o  entra  i^n  cualquier 
negocio,  arte  o  camino  re)>roba- 
do.  X\  m.  con  el  v.  holome.  F.n  la 
Crónica  ya  i)nblicada  ilrl  (Irán 
Capital)  l(>eni(is:  "co-ario  a  toda 
ropo.  .  .((tic  ,se  ainotina.sen.  que 
i'l  sería  su  caiiitán  y  andarían  a 
loilo  ropo.  .  .<(  toihi  ropo  roban- 
do." No  regi.stra  el  Oicc.  esta  ex- 
pre-i('(n  .1  todo  ropo,  que  .■^  pn- 
icee  más  a  la  nuestra  .1  lodo  Ira.- 
¡,o. —  Hallarse  uno  la  Virgen  en 
un  trapo  <>  trapito,  n  amarrada 
;n  un  trapo  ■■     trapito.    A-í  u-a- 


TRAP 


TRAR 


uio,-  ii(>.-iitro~  el  refrán  espítñol 
.1  lo.t  buhos  .s-(-  }(■■•<  apiirccr  lo  Mo- 
(Ire  de  Dios,  "que  denoUi  que  a 
al.2:iinos  le?  viene  la  fortima  íin 
:í;ihei-«e  cómo.'"  Sebastián  de  IIo- 
idzco.  en  sus  Rffran'-x  c/hmdos 
(II."  ini),  1(1  expre.^  y  comentó 
a.-í:  ".!  loa  liiiliox  Kc  (iparm-  la 
Virgen  María. 

El  que  procura  vivir 
A  la  llana  y  simplemeute, 
Sin  trabajo  y  sin  mentir 
Suele  a  veces  adquirir 
Más  que  el  sabio  y  diligente. 

Y  a  los  que  mal  les  parece 
De  envidia  y  malencouía. 
Dicen,  según  acontece. 
(Jae  n  lo.'  buhos  aparece 
l.ií  Virtjrn  Santa  .\íaiia. 

— Lengua  de  trapo,  que  <lecinio.s 
L-n  ('hile,  es  en  ca.stellano  l^en- 
(¡nn  lie  estropajo  o  estropajosa. 
Véase  Liixcir A. — l'oner  a  ano 
fotiio  un  trapo  sucio,  ir.  fiy;.  y 
t'aiii.  MI  i-siiañol  no  le  pone  el 
ailj.  .-¡arid.  p(a'(juc  va  envuelto 
en  la  idea  oeneral  de  trapo.  La 
fr.  -i.nnitica :  "reprender  a  uno 
a.uriamente;  decirle  palal:ira<  sen- 
sil. le-  o  enojosas." —  Sacarle  a 
uno  los  trapos  (o  los  trapitos)  al 
sol.  A'éase  el  art.  SuL.  Tamlnén 
.-e  usa  en  sentido  recípi'  ■(■(). 

Traposo,  sa,  adj.  Lo  usamos 
mal  en  \ez  del  castizo  'stropajo- 
so.  sa,  en  e.4as  dos  acejis. :  "aplí- 
ca-e  a  la  leníiua  o  persona  que  no 
pronuncia  bien  las  ]>alabras  |i<)r 
enfermedad  o  defecto  natural: 
aplícase  a  la  carne  y  otros  en- 
iic-  iilile-  (pie  no  -e  pueden  mas- 
car fácilmenie." — Kn  esta  otra 
ncep. :  "díce-e  de  la  ¡persona  uiny 
de--a>eada  y  andi'ajo-a,"  /ytropa- 
joso  es  iííuai    a  trupujaso :    ■'roto. 


de-a~ead(i  o  hecho  iiedazos."  Tra - 
poso  no  se  halla  en  el  Dice. 

TnÁnrEA,        rK.MirEARTERIA       O 

TRA(jriAirrERiA.  f.  Son  isíuales 
en  esta  acep. :  ■■conducto  cilin- 
drico. eartila.íiino.-o.  de  superficie 
ru,<;osa,  situado  a  lo  larüo  y  de- 
lante del  esófago,  y  que.  par- 
tiendo de  la  laringe,  ?e  divide  en 
dos  ramas  o  bronquios  para  qne 
el  aire  ('nlre  en  los  pnlümnes.' 

Traqueteaií.  11.  \'  a.  .\iidar  y 
tornar  de  un  sitio  r,  otro  con 
cualijiiier  diligencia  ii  ocupa- 
ción: en  castellano,  tnijimir.  FA 
ca.'^ti'/o  traquetear  o  tiaijio-ar 
signiHca:  ■■!!.:  hacer  ruido,  es- 
Iruenilo  n  e-tn'pito;  a.,  mover  o 
a-.rilar  una  co-a  de  una  ¡larte  a 
oira.  1  )ícese  cspecialinenle  de  los 
h'(piiil(js;  tig.  y  fani..  frecuentar, 
manejar  muchd  una  eo-a."  Al- 
i^inio-  defoniian  el  v.  íliciciido 
trasquetear. 

TrACJI  ETIÍO     o       TÜ.MJl   |.:(_i.       lil. 

Iguale-  en   -iniiili(.'ado. 

Trarihue,  ni.  Cintnrón  de  la- 
na, de  los  araucanos,  tejido,  ge- 
neralmente de  tres  colores  (ne- 
gro, rojo  y  blanco') .  con  labores 
de  varia.s  figuras  y  adornos.  Los 
homlires  .--e  atan  con  él  a  la  cin- 
tura e!  chiripá  o  la  charagüilla, 
y  las  mujeres  el  rhcuml, —  l.n 
general,  cualquier  ciiilui'('m  o 
cefndor. — La  etimolo.nía  e.-  el  v. 
araucano  tharin.  atar,  amarrar. 
l'íar.  fajar,  y  hai .  sntiio  (p:e  con 
vcrl)(is  tiene  valor  de  iii-lrumcii- 
lal. 

Trarilonco,  ni.  "Uiia  fajita  de 
lana  o  naiii  para  amarrar  la  ca- 
l)(V,a  >•  cabellos."  .\sí  define  Fe- 
brés  esta  in'enda  de  los  arauca- 
nos; del  \'.  tliarin.  atar,  amarrar, 
iíai'.   tajar,  y   /'</(cíy,  cabeza,  ('om- 


544 


TRAR 


TRAS 


pál•e^*  con  el  ca^tellano  almai- 
zal o  almaizar,  toca  de  gasa  usa- 
da ptor  los  inoros.  Kl  trarilonco  &s 
uiia,"^  vecetí  un  pañuelo  colorado 
con  que  se  atan  la  cabeza,  y  otras 
un  cintillo  formado  de  monedas 
de  plata  o  níquel  (chauchas), 
que  se  ponen  en  la  líente  y  lo 
atan  por  detrtw.  Recuérdese  que 
la  diadema  antigua  era  "■faja  o 
cinta  blanca  que  antiguamente 
ceñía  la  cabeza  de  los  reyes  como 
insignia  de  su  dignidad  y  rema- 
taba por  detrás  en  un  nudo  del 
cual  pendían  los  caborí  por  enci- 
ma de  los  hombros." 

Traro,  m.  Ave  chilena  de  ra^ 
pina  (polybonui  trarus).  "Es 
luia  es-pecie  de  águila  del  tama- 
ño de  un  buen  cajHju.  uuiy  co- 
mún en  todas  las  tien-as  de  Chi- 
le. El  macho  es  de  color  blanque- 
cino, salpicado  de  negro,  y  lleva 
en  la  cabeza  una  especie  de  coro- 
ini  compuestíi  de  plumas  negras, 
niá.«  larg;íis  en  la  circunferencia 
que  en  el  centro;  el  {hco  es  blan- 
quecino y  hecho  al  modo  del  de 
\aa  águilas  comunes;  tiene  los 
jiies  amarillos  y  escamosos,  divi- 
didf»s  en  dedos  annados  de  ga- 
rras muy  fuerten;  las  guías  de 
las  alas  y  la,s  puntia>s  de  las  de  la 
cola  son  negras;  y  la  hembra, 
algo  menor  que  el  macho  y  de 
color  fusco,  lleva  en  la  cabeza 
uiía  creí?ta  negi-a  y  p,equeña.  Es- 
to.'^ pájaros  construyen  sas  nidos 
sobre  los  mils  altos  árboles,  for- 
mando con  palillos  delgados 
unas  como  parrillas  de  figura 
cuadrada,  .sobre  las  cualeí"  amon- 
tonan una  gi'an  c<antida<l  de  bo- 
rras, de  lana  y  de  pluma.«,  para 
]ioner  allí  cinco  huevos  blancos 
con    pintas    de  color    gn.«.     .Mi- 


méntanse  <le  toda  especie  de  ani- 
males, y  aun  de  cadáveres;  pero, 
en  vez  de  pei-seguir  o  cazar  los 
volátiles  a  la  descubierta,  como 
los  demás  pájaros  de  rapiña,  se 
asocian  primeramente  con  ellos, 
y  después  les  a\anzan  como  trai- 
dores por  la  espalda  cuando  me- 
nos lo  esperan.  El  macho  anda 
siempre  con  una  graveílad  afec- 
tada y  con  la  cabeza  levantada,  y 
cuando  grazna,  lo  cu;ü  hnce  con 
mucha  frecuencia,  va  levantando 
la  cabeza  por  grados  lia-ta  que  la 
pone  .-^ohre  la  rabadilla,  y  de  este 
modo  termina  su  fastidiosa  can- 
ción mirando  con  el  pico  hacia 
arriba."  (Molina.  Compendio 
liixfór.,  {)ág.  lól). — El  nombre 
\iene  del  araucano  thant,  q\ie 
designa  e.s'ta  misma  ave,  y  en  C" 
ta  lengua  es  onómatoi>éyico,  por- 
que el  canto  es:  tra,  tra,  tra,  roo, 
rooo.  Es  evidente  que  debe  pasar 
al  Dice.  La  forma  taro  que  se 
lee  en  alguuíis  autores  relativa- 
mente auti.guos  proviene  de  la 
escritura  adoptada  iK>r  los  ara\t- 
canis-tas  (tharn) ;  pero  en  Chile 
nadie  pronuncia  taro,  sino  traro 
la  gente  culta,  y  trraro  la  incul- 
ta. 

'I'k.xs,  prep.  No  advierte  el 
Dice,  y  debería:  hacerlo,  que  el 
término  de  esta  ])rep.  puede  ir  o 
nó  precedido  de  (U.  Para  no  citiir 
sino  a  Cer\antes.  veamos  cé»mo 
se  expre.s<í:  "Se  fué  tras  el  olor 
que  deíT>«lían  de  sí  ciertos  ta- 
sajos de  calmi."  "Quién  dijera 
que  /(•((.'!  (le  aquellas  tan  grand/'s 
ciirhilhdajf.  .  ."  "Vente  Irnn 
m!."  "Siempre  andabiv  tras  d>'l." 
"Llevaba  tras  de  .»/'  más  de  dos- 
cientas personas."  (Quijote). 
i'nr    tanto,    erré)    Calcafio     en  lo 


TRAS 


TRAS 


54.-) 


que  afirmó  acerca  de  iras:  que 
no  debe  decirse  tras  de  en  nin- 
uún  Cíiíío;  sin  embargo,  «'4  mismo 
trae  estas  citas:  "Hai-to  mejor 
haría  yo...  |  dijo  Sancho]  en 
volverme  a  mi  casa... y  no  an- 
darme tras  de  vuesa  merced  por 
caminos  sin  camino."  (Quijote, 
p.  II,  c.  XXVIII).  "Bienaventu- 
rado el  vai'ón  que  no  .«e  fué  tras 
del  oro."  (Granada.  iS'í)íi/)o/o,  p. 
IV,  dial.  V,  §  I).  Así,  tras  de. 
debe  ''on-egirse  el  complemento 
de  atrás  de  que  se  usa  mal  en 
'hile.  El  ladrón  de  atrás  del  juez 
delte  .-«r  El  hidrón  trti.'<  del  juez, 
en  )>os,  en  seguimiento  n  en  per- 
secución del  juez.  "Ahí  va  el 
ladrón,  sígnelo  de  atrás."  Tam- 
1  lOCO  es  castizo  este  de  atrás  y  co- 
jríjase  /?•«.<  de  él  (Sigue  tras  de 
i'lj.  Slgiirh,  detrás,  por  detrás. 
l)c  ittn¡-<  .-ólo  significa  "desde 
época  anterior:"  "Estas  cosas  no 
so  aprenden  al  tiemi)o  ilel  me- 
nester, sino  que  han  de  estar  sa- 
bidas de  aJrás."  (Sigüenza). 
"¿Para  qué  tomo  yo  tan  de  atrás 
la  corriente  de  mis  desventu- 
ras?"' (Cervantes.  Persiles,  1.  III, 
c.  XX). — Le  censuró  Puig- 
blanch  a  ^'illanueva  el  uso  de 
friis  con  un  s.  y  sin  v.  en  el  sig- 
nificado de  "despuéíí"  (tras  las 
exeursiones  políticas):  dice^  que 
en  e.«te  ca'-'o  sólo  significa  "sobre, 
además  de,"  como  en  Tras  cor- 
iiiido,  apaleado:  y  que  sólo  equi- 
vale a  "dc-]mé-"  cuando  va  re- 
gidd  de  un  v.  que  .«ignifica  yiro- 
pio  y  verdadero  movimiento,  co- 
mo i-iiando  decimos  Ir  íra.s-  uno, 
lo  cnal  es  irle  al  alcance.  (Opús- 
culos, t.  I,  pág.  21 ).  No  podemos 
se.itcnciar  en  favor  del  ilustre 
crítico.    fKtrque :    1 ."  la  1  .='    acep. 

Dice,  (le  Chil.,  t.  V. 


que  el  Dice  da  a  tras  es  "después 
de,"  sin  distinguir  si  hay  o  nó 
\erbo  en  la  oración ;  y  2.°  por- 
que la  i)ráctica  de  los  clásicos 
co..th-ma  el  uso  de  Villanueva, 
"Tnt.s  del  desprecio  de  los  delei- 
tes, honras  ij  ri<¡uezfis.  pu.so  la 
hambre  de  Dios."  (P.  Ángele.s, 
Consideraeiones  sobre  el  Cantar, 
le<'C.  IV,  art.  II).  "Tras  el  buen 
comer,  ajo."  "Tras  tormenta. 
gran  bonsuiza."  (Gonzalo  Corre- 
as). Más  claro  avm  está  el  signi- 
licadt)  de  "después  de"  en  el  re- 
frán "Tras  cornudo,  sañudo," 
inieiitretado  así  por  el  mismo: 
"Del  que  primero  con.sintió  y 
dispués  se  muestra  bravo  hacien- 
do del  hoiu-ado  y  no  consenti- 
dor."— Olvidá-e  también  el  Dice, 
de  dar  a  esta  prep.  las  aceps.  de 
"en  busca,  en  demanda,"  "en  se- 
guimiento, en  persecución,"  que 
le  dan  todos  los  autores.  Véa^e  con 
qué  gracia  la  usó  T'irso  de  Moli- 
na .sin  término  alguno  y  en  el 
.■iignificado  de  "en  Ini-^ca.  en  se- 
guimiento." Habla  un  personaje 
que  buscii  a  otro  en  medio  de 
una  quinta :  después  de  tocarle 
los  hombros  para  hallarle  la  ca- 
ra, dice  así: 

Habla  siquiera  tantico. 

Detente,  que  me  enloqueces. 

¡Vire  el  cielo!  que  pareces 

Remate  de  villancico. 

Ijinrla  aplicación  te  di, 

Pues  tus  plantas,  nunca  qued»s. 
Hollando  las  florts. 
Cruzando  veredas, 
Corriendo  y  saltando 
De  aquí  para  allí, 
Enturbian  las  fuentes. 
Inquietan  la»  ramas, 

Tras  por  acá.  mas  tras  por  aquí: 

Y  las  hojas  de  las  retamas 
Parecen  estrellas 
Que  imitan  las  llama?. 


54e 


TRAS 


TRAS 


Y  cantan  al  alba 
Su  quiquiriquí; 
Traí  por  acá,  mas  tras  por  aquí, 
(Lajirmeza  tn  la  keimot'ira,  111,  6,') 

— Tras  que  Dios,  Tras  que  cosa. 
A'éanse  más  adelante. 

¡Tras!  interj.  ■"¡Bruto!  fué  la 
respuesta,  y  ¡tras!  garrotazo  que 
me  zumbaron  jior  las  c-ostillas." 
(Un  autor  chileno).  E?t«¡tras!, 
«que  no  existe  en  ca.stellano,  se 
traduc-c  /zos!  ''\'oz  expresiva  del 
eonido  que  haee  im  golpe,  o  del 
golpe  mismo.'"  El  trob-  que  ad- 
mite el  Dice,  no  es  iuterj,,  sino 
simple  "voz  con  que  se  imita  un 
golpe  con  ruido,"  El  v.  zumbar 
también  está  aquí  mal  emplear 
do.  i)orquc  en  esta  acep.  no  e)í  a. 
sino  n.  Véase  en  su  lugar. 

Tras.vxdixo.  y.\,  adj.  Dícevse 
de  lo  que  e.*tá  al  otro  Lado  de  los 
Andes,  o  de  la  otra  banda,  como 
decían  lo.s  antiguos  y  muchos 
modernos  todavía. — Como  s.  m., 
el  ferrocarril  que  atraviesa  los 
Andes  entre  Chile  y  la  Argenti- 
na.— Es  vocablo  tan  bien  forma- 
do como  Tranmlpino.  Tmn^pa- 
dano,  Tran-'ipjrenaico,  etc.,  que 
ya  tienen  lugar  propio  en  el 
Dice.  Por  razón  de  eufonía  se 
.suprime  la  n  de  (rans,  pues 
transandino  sería  d\n'o  de  pro- 
nunciar. 

^I'kashoc.vií.  a.  E.S  corriente  en 
Chile  y  en  la  -Vrgentina  en  el 
significado  de  "vomitar.''  Pero 
no  es  invención  nuestra,  aunque 
no  lo  ludidnos  en  el  Dice.;  es 
piu'o  español,  pues  lo  trai'  Cova- 
rrubias  cu  .su  Tesoro  con  e.sta  ex- 
plicación:  "Triishoccr.  cuando  se 
vuelve  la  comida,  que  ¡lor  voca- 
blf)  antiguo  se  decía  rcvcKiir, 
ahora  decimos  trocar.''    .Vgregue 


pue.s  el  léxico  este  v.  que  injusta- 
mente ha  venido  omitiendo,  con 
el  mismo  .significado  de  revesar  o 
trocar:  "vomitar,  arrojar  por  la 
boca  lo  que  se  ha  comido." 

Trasbotica,  f.  Dígase  n'liotica: 
"]>ieza  que  está  desivués  de  la 
botica,  y  le  sirve  de  desahogo." 

Trasbuscar,  a.  l''.n  algunasí 
partes,  registrar.  ".Me  están  tras- 
buscando  los  l)olsillos.'— Parece 
pronunciación  esforzada  del  cas- 
tizo trabiirar.  vfilver  lo  de  arril>a 
abajo,  volcar:  tiuvto  más.  cuanto 
que  muchos  dicen  trabuquear. 

Tr.vsc'L.vistro-,  m.  Sitio  o  lu- 
gar que  está  detrás  del  claustro. 
Es  voz  tan  bien  formada  como 
trasnlvoba,  trascoro.  trn-itiencln  y 
otras  semejantes,  pero  nunca  la 
hemos  oído  y  .*ólo  la  hallamos 
escrita  en  una  obra  inédita  del 
siglo  X \' III .  ( \'ca.se  'I'r.\sp.\- 
'i'io).  Alguna  semejanza  tiene 
con  Irascorml  (sitio  cerrado  y 
descubierto  que  suele  haber  en 
algunas  casas  después  del  corral). 

Tr.\skg.\r.  a.  Sus  acej^s.  cíisti- 
zas  son:  "trastornar,  revolver; 
mudar  un  líquido  de  una  va.sija 
a  otra,"  De  la  1,"  hemos  forma- 
do nosotros  una  como  .subacep- 
ción  equivalente  a  regi'^rar, 
burgai',  igual  a  la  chilena  de 
trajinar.  La  evolución  es  muy 
explicable;  parque,  si  traxrffar  es 
"trastornar,  revolver."  aplicado, 
por  ej.,  a  lo.s  liolsillos.  .será  vol- 
verlos i)ara  afuera ;  y,  como  para 
.sacar  lo  que  hay  cu  ellos  no  hay 
necesidad  do  liaeer  esta  oj^Míra- 
ción,  sino  que  Im.sta  registrar- 
lo*. Imscando  y  rebuscando  ol 
contenido,  de  aquí  provino 
<|ue  e.sto  último  se  llamara  tam- 
bién   trnxrciar.    ^'éan.■^e    estas  dos 


TRAS 


TRAS 


-jV, 


autoridades,  en  que  el  v.  está 
usado  de  una  uiauera  Ijíc-u  gene- 
ral y  que  da  lugar  a  nuestro  uso. 
'"E.-tando  so-segada  la  gente,  dejé 
mi  cama,  busqué  por  la  posada 
una  escalera;  mas  fuéme  imposi- 
i  lie  el  halliirla ;  y  así,  viendo 
irnos  esconces  y  agujeritó  por  la 
pared,  arrimando  unos  Iimucos, 
fui  IrepiMido  a  lo  alto  del  hume- 
ri)  o  cañón  de  la  chimenea  hasta 
llegar  junto  de  mi  adobado.  .VI 
ruidí)  que  traje  tiascgaiido  por 
la  ]josada,  despertó  la  viuda..." 
(Alcalá,  Donodo  h«liJ"dn,-,  c. 
II). 

Entrándole  a  buscar  el  juez,  la  casa 
Trariegti  toda;  de  ese  mismo  modu 
Me  ha  tra^íijailo  amor  el  pecho  todo. 
(Tirso  de  Malina,  /,«    república  al  recif,  1,5.*) 

Tra'^fo.jar.  trasho.iar.  ho- 
jear. ;i.  Los  tres  -ignifican : 
"mover  i»  pasar  ligeramente  las 
hojas  de  un  liliro  d  cuaderno: 
pasar  las  hojas  de  un  libro,  le- 
yendo de  prisa  algunos  [lasajes 
¡jara  tomar  de  él  un  ligero  cono- 
cimiento." 

Trasiumar.  n.  Pasar  el  gana- 
do de-de  las  dehesas  de  invierno 
a  las  de  verano,  y  vicever.-^a.  Es 
compuesto  de  irfuix  y  de  humvs, 
tierra,  y  no  debe  confnndii>:e  con 
tiu.zuiuíii-Nf,  compuft-'to  de  'iuiiio, 
y  que  significa  lo  mismo  que  re- 
zinitarx'':  "recalarse  o  transinrar- 
se  un  líquido  p(jr  lo-  poros  del 
ciicr])o  que  lo  contiene." 

Trasigar,  ii.  y  a.  Seguir  tras 
de.  en  ]io.-  de. — De  muy  poco 
uso;  y  más  vale  a-sf.  porque  su 
formación  e.'-  ljárl)ara :  más  natu- 
ral haljría  -ido  traseguir,  de  troa 
y  seguir. 

Traslada»  lóx,  f.  Traiidución 
(•  Iruslación  es  nuicho  más  usado 


en  todiis  .siís   aceps.  y    ya  podría 
darse  por  anticuado  el  primero. 

Traslapo,  m.  "Parte  de  uua 
cíjsa  traslapada  por  otra."  Tras- 
lu¡jur  .significa:  "cubrir  una  cosa 
a  otra;  cubrir  parcialmente  una 
cosa  a  otra;  como  las  tejas  de  un 
tejado,  las  hojas  de  una  ventana, 
etc.'"  l'Mas  son  las  d.eíiniciones 
del  Dice,  cíju  las  cuale^s  no  .se 
])uede  entender  lo  que  es  el  /;•«.<- 
lapo,  si  de  antemano  no  se  cono- 
ce. Dígase  mejor  que  es  el  reba- 
jo que  se  hace  en  un  canto  de  las 
hojas  de  puertas  y  ventanas  ])ara 
cargar  la  una  soln'e  la  otra  y  de 
manera  que  ajvisten  láen. 

Traslomar,  a.  Pasar  una  loma. 
.\o  .-e  con.funda  con  tnins-¡jiiner- 
.-<>■  cii  su  acejj.  lie  "ociiharse  uno 
de  la  vi.<ta  de  otro,  doljlnndo 
una  esquina,  un  cerro  u  otra  co- 
sa semejante.  Tam!>ién  -e  u-a  c. 
a."  Traslomar,  aunque  bien  for- 
mado, no  e-  de  uso  general. 

Trasminante,  adj..  ijart.  de 
presente  del  v.  trasminar.  Es  co- 
rriente en  Chile,  aplicado  prin- 
cipalmente al  frío  intenso  o  pe- 
netrante. Está  bien  usado,  por- 
(lue  tnixmindr  en  su  2.*  acep. 
sionifica:  "penetrar  o  ]>a.sar  a 
través  de  alguna  cosa  un  olor,  un 
líquido,  etc."  Debe  ])ues  admi- 
tirse. 

Trasmuros,  ni.  pl.  Corrujición 
plel)cya  de  i'.rtrahnirnx.  a-í  como 
el  ant.  trn.-<in-d¡naivi.  hov  t-.rtra- 
ordinavio.  Véa.se  E-xtramiros  y 
recuérdese  que  no  es  .^..  sino  adv. 

Tr.\sxieto.  ta.  ni.  y  f.  E--  voz 
ant.  que  el  Dice,  ha  intcr])rPtado 
unas  veces  "tataranieto"  y 
otras  "bi.«nieto."'  En  la  última 
edición  ("la  14.")  se  afirma  en  el 
si'j:nificado  de  "tataranieto."'  ]ior- 


548 


TRAS 


TRAS 


que  lo  deriva  de  tresniefn,  fa, 
que  es  otra  forma  del  vocalilo, 
íint.  también.  La  forma  tiaa--<nie- 
tu,  que  también  se  registra  en  el 
Dice,  fue  la  culpable  del  error, 
porque  parecía  indic-ar  como  eti- 
mología la  partícula  trons. 

Traspaladura,  f.  Acción  o 
efecto  de  traspalar  o  traspalear. 
No  lo  registra  el  Dice,  pero  nos 
da  traspaleo,  acción  o  efecto  de 
tra.->palear.  ^''éase  el  siguiente. 

Tr.vspal.vr,  a.  Significa:  "mo- 
ver fi  pasar  con  la  pala  una  cosa 
de  un  lado  a  otro.  Díc-esetregu- 
lannente  de  los  granos."  Úsase 
pues  mal  en  Chile  en  vez  de  apa- 
lear (aventar  con  pala  el  grano 
para  linipiai-lo).  Reaventar  sig- 
nifica también:  "'volver  a  aven- 
tar o  echar  al  viento  una  cosa." 
Abalear  es  '"sepai-ar  del  trigo,  ce- 
bada, etc.,  de^spués  de  a\"enLados, 
\  con  escoba  a  propósito  para 
ello,  los  granzones  y  paja  grue- 
sa." Traspalear  es  forma  tan  co- 
rrecta como  traspalar. 

Tk.vspaso,  m.  En  el  telégrafo 
llámase  malamente  traspaso  el 
transmisor:  "aparato  telegráfico 
que  sirve  para  transmitir  las  co- 
rrientes eléctricas  o  Uis  señales." 
— A  ¡lunar  al  traupaso:  es  fr. 
castiza  que  significa:  "110  co- 
mer desde  el  Jueves  Santo  al 
mediodía  liasta  el  Sábado  San- 
to al  tocar  a  gloria."  No.sotros, 
en  lenguaje  festivo,  la  completa- 
mos con  el  agregado:  comitndo 
a  efirh\  piiKn.  y  la  ha<fmos  .-^igni- 
ticav  Ifi  que  dicen  estas  v'iltimas 
palabras.  Don  .Antonio  de  \'a!- 
buena  escribió  al  traspás:  ".  .  .si 
tal  o  cual  iiiujoi-  piado-a  ayuna- 
V,a  aquel  año  al  traspás,  que  em 
no    comer    iii    UelKT    de  glorin    a 


gloria."    [La    Seman-o    Santa  en 
I'f.drosa) . 

Tr.vsp.vtio.  m.  Sitio  o  lugar 
que  está  en  .^eguida  del  p,atio. 
"I  na  noche  que  salía  una  reli- 
gio.s»  a  trajinar  en  el  tra!<])atw  o 
[•ecpieño  c-orral  los  auxilios  de  la 
enferma,  se  le  atravesó  un  bulto 
fantástico  que,  no  pudiendo  en- 
trar a  la  celda,  se  ponía  de  por 
medio  fuera  de  ella  a  estorbar 
la-  manipulaciones  necesarias 
para  !a  asistencia  de  Sor  Merce- 
des .  .  .  Observóse  después  que 
aquel  bulto  no  podía  haber  sido 
¡ierro  ni  algún  otro  animal  que 
anduviese  por  el  frast-ltinstr". 
(Fr.  Sebastián  Díaz,  í'íV/k  rf*  la 
Madre  María  Mercedes  de  la  Pn^ 
rific'ieión  VttMés  de  h  Carrera, 
vi.  S.  del  .siglo  XVIII).  Aplí- 
Cjuese  a  este  vocablo  lo  mismo 
que  dijimos  de  trasclovstro. 

Th.^spié.  m.  Muchos,  y  uó  del 
wilgo.  dicen  en  j)!.  traspieses.  en 
\ez  de  trn.sp¡''s.  .Vsí  legitiman 
también  los  tal-<.s  i>liu-ales  pun- 
tapieses.tirapieses,  mamases,  pa- 
pases, sofases, teses.  No  -»■  alegTie 
un  f/vordnpiese-<  que  usó  el  Dice, 
de  .Autoridades  en  la  definición 
de  .Alforza,  porque,  siendo  el 
singular  (ivardapies.  el  pl.  o  es 
igual  al  singular  o  .se  forma  co- 
mo en  los  agudos  en  es.  gnarda- 
pieses.  V.n  i'^paña  el  vulgo  dice 
también   traspicses: 

IIm  por  la  calle 
Pegando  traspieses 
V  cchíindo  mil  esos 
Por  calle  >■  pliiiiicla 

(Riidrígucz  M:in'n.  r'untor  pi>¡i  o^mn.'M.  ti. 

Y  (íoMzálcz  Carvajal,  que    siem- 
pre es  tan  corréelo,    aquí  trojHízó 


TRAS 


TRAS 


549 


como  el  vulgo  diciendo  traspie- 
ses:"¿Cuál  será  pues  el  terror  y 
cuále*  los  estragos  que  causen 
entonces  lo:^  vaivei\e,s  y  ei  niovi- 
miento  toUil  del  globo,  cuando 
aquí  se  coinj>aran  con  los  tras- 
pieses  y  el  bamboleo  de  un  bo- 
iracho?"  (Isaías,  c.  XXIV,  nota 
20).  El  mismo  traspié  dio  Var- 
gas Ponce  en  la  Proclama  de  un 
■^vlterón,  diciendo  en  pl.  traspie- 
ses. 

Trasplaxtable,  adj.  Que  se 
].ucde  trasplantar.  Falta  esta  voz 
fU  el  Dice. 

Trasplantación,  f.  Oíga.se  f/«.s- 
/thiitlt.  m.:  "acción  o  efecto  de 
trasplantar  u  tra.splantai"se.'' 

Tras  que  Dios,  expr.  fig.  y 
fam.  Xada,  ninguna  cosa,  nin- 
giin  medio  o  recui'so.  "No  he  co- 
midd  nada,  jwrque  no  tengo  tras 
que  Dios;  ^lurió  el  padre  y  no 
les  dejó  tras  que  Dios  a  sus  hi- 
jos." Algunas  vecera  se  oye  tam- 
bién Tras  que  cosa.  —¿Cuál  es  el 
origen  de  e-tas  expresiones?  A 
primera  vista  y  tratiuidose  de  un 
¡nieblo  tan  cristiano  como  el 
cliileno,  ]Xirece  que  fueran  co- 
rrupción de  Otra  ayuda  qW 
Dioíi,  Otra  riqueza  que  Dios,  Otro 
ayiula  o  riqueza  qxie  lo  nada,  por 
semejanza  con  la  interj.  <:«paño- 
h  /Otra  que  Dios!  que  Cejador 
interpreta:  "interj.  de  di-^.gusto.'' 
Véas-e  e.~te  anuncio  popular  espa- 
ñol, tomado  de  La  Ilustración 
Arfi.--fica: 

— Estás  guapo.  Timoteo; 

En  el  pueblo  eras  mós  feo. 
— ¡Otra  que  Dios!  Tú,  Jenara, 

También  tienes  otra  cara. 

Kl  Dice,  no  trae  esta  interj.  com- 
l'leta,   .sino  solamente  en    su  for- 


ma más  himple:  "¡Otra!... 
interj.  que  denota  la  impacien- 
cia causíida  por  la  ]jesadez  o  los 
errores  <lel  interlocutor."  Consi- 
derando cjue  el  signiticadü  es  tan 
distinto  del  de  nuestras  e.vpresio- 
iies.  rj'eemos  cpie  ha  de  ser  dis- 
tinto también  su  origen.  Ponde- 
lemos  estos  dos  textos:  "Casa¿ 
(jue  deUijo  del  cielo  no  tenían 
trax  <iaé  parar."  (Sigüenza.  Cró- 
uica,  p.  11.  1.  iV,  c.  XII)'.  "Ks- 
tán  para  desesperar  [de  pura  i>o- 
breza  |  y  no  tienen  tras  qué  pa- 
rar." (Carta  del  Illrno.  Fr.  Diego 
de  MedelUn  al  re;/,  14  Sept. 
1")81).  Por  semejanza  con  estas 
frases,  jjodrían  explicarse  así 
nuestras  expresiones:  ".\o  tengo 
tras  qué  parar  sino  1  >ii)s,  o  fuera 
de  Dios;'"  y  en  tal  caso,  ]).or 
abreviación,  se  habrían  ])er<Udo 
la.-^  voces  parar  y  s-ino  y  se  habría 
hecho  más  general  la  ex[)resión. 
En  la  otra.  Tras  que  cosa,  el  s. 
co.w  equivale  a  nada,  como  lo  ex- 
plicamos en  el  art.  Cosa.  En  La 
Pícara  Justina  hallamos  una  fr. 
que  puede  tandtién  tener  alguna 
relación  con  nne-;tra  expr.: 
"Aguardó  el  muchacho  a  mejor 
nubada,  y  allá,  después  de  bue- 
nas noches,  tras  murJto  Dios 
agua,  le  echaron  una  poca  en  un 
sombrero,  como  si  fuera  ración 
de  galera."  (P.  II,  I  II,  c.  IV, 
11."  II).  La  fr.  Tras  m-ncho  Dios 
agua  es  abreviación  de  "Tras 
mucho  repetir:  ¡Dios,  agua,  que 
-c  quema  la  casa,"  como  era  el 
lefrán  entero.  Si  así  habla  un 
sediento,  no  es  raro  qvie  un  ham- 
briento o  un  pobre  diga  taml>ién  : 
"No  he  comido  o  no  tengo  tras 
que  Dios"=otra  co-a  que  reix'tir: 
Dio~.  agua. .  . 


TRAS 


TRAS 


Trasquetear.    \'('ase     Tkaoi  e- 

TEAK. 

Trasquila  y  trasquiladura, 
f.,  y  TRASQUiLóx,  m.  fam.  Los 
tree  significan:  '"iicción  o  efecto 
de  trasquilar  o  trasquilai^se ;" 
bien  entendido  que  este  v.  en  su 
1.'  acep.,  única  en  que  se  usa  t. 
c.  r.,  significa:  "cortar  el  pelo  a 
trechos,  sdn  orden  ni  arte.''  En 
ésta  debe  pues  entenderse  la  de- 
finición de  los  tres  sustantivos. 
y  nó  en  la  otra  que  tanibii'n  tie- 
ne, de  "cortar  con  la  tijera  el  pe- 
lo, vellón  o  lana  de  los  ganado!», 
perros  y  otros  animales."  y  que 
se  da  más  comunmente  a  e-^qui- 
l.ar.  Ijü  acción  o  efecto  de  esqui- 
lar se  llama  esqnl/a  o  raqin/co. 

Trasquilar,  a.  ^'('a^c  el  ante- 
rior. .\unque  el  Dice,  como  se 
ve,  le  da  la  acep.  de  "esquilar." 
conviene  tener  presente  lo  que 
dijo  Juan  de  Valdés:  "Habéis  de 
saber  que  trasqwilar  no  se  usa 
jamás  .sino  para  significar  cortar 
los  cabellos;  y  así  parece  i>or  al- 
gunos refranes,  como  son  c^te: 
Trasquílenme  en  concejo,  ;/  no 
lo  xcpan  en  mi  casa,  y  éste:  //• 
por  tana,  //  venir  trasquilado. 
Sabed  má--.  que  flesqailar  [hoy 
anticuado]  solamente  pertene- 
ce al  ganado."  (Dinl.  ih'  la  len- 
gua).— Véase    Tresquilar. 

Trastabar,  n.  Kn  la.*  iimvin- 
cias  del  Sur,  trastahillar.  en  c! 
significado  ciuo  le  damos  por  acá. 

Trastabillada,  f.,  y  trastabi 
llón,  ni.  l'il  segundo  se  u.sa  tam- 
bién en  Méjico.  \''éíise  Tastabi- 
llazo. 

TfíAsTAnri.LAR.  \'én-pTastabi- 
Uar. 

Trastazo,  m.,  aum.  de  traMo. 
Sólfi  siírnificii  "poiTazo." 


Tra-ste.  m.  Ya  declara  el 
l>icc.  que  en  algunas  partes  sig- 
nifica trasto  y  que  se  usa  más  en 
pl.  Una  de  esas  part«s  es  Chile, 
pero  sólo  en  el  pueblo,  porque 
toda  la  gente  culta  dice  trasto. 
Así  también  en  Andalucía,  co- 
mo consta  de  los  cantos  popula- 
res recogidos  por  Rodríguez  Ma- 
rín : 

Vienrlo  Juan  que  era  preciso 
El  tener  que  caminar, 
Cunipuso  todos  sus  trastes 
Para,  en  puiliendo,  ni.irchar. 


(Tomo  r. 


70). 


Traste,  ui.  fani.  .\<cnta('iera.s, 
nalgas.  O  (..<  prolongación  o  pa- 
rago.ge  dol)le  de  tra.-<.  que  signi- 
fica "trasero  o  asentaderas,"  o  lo 
hemos  tomado  de  la  fr.  Dar  ano 
ol  fras/c  Con  una  cosa,  en  la  cual 
parece  que  el  significado  mate- 
rial fuera  tirarla  hacia  atrá.<. — 
Para  eso  es  el  traste,  para  que  sí 
gaste,  retían  chileno  (|ne  .<c  dice 
cuando  uno  se  sienta  cu  el  suelo 
o  permanece  sentado  en  »\Un  |)or 
nniclio  tiemjKi;  lig..  gastar  el  di- 
nero en  cosas  caras,  pero  mx-csi- 
rias  o  iVtiles. 

Traste.íadika.  MKASTK.IO  V 
iiETE.io.  Los  tnv  signitican  lo 
mismo. — También  son  iguales 
los  verl)os  tra.<itejnr  y  retejar  en 
su  acep.  recta. 

Trastklak.  a.  Tra-pasar  de 
una  te.la  a  nir.i  una  pinlura  al 
i'ileo.  l'-s  \'.  iiien  formado  y  nece- 
s;;rio.  que  conviene  aceptar. 

Trastienda,  f.  fam.  Significa 
¡(^  mismo  que  traste,  2."  art. — Ivfi 
traxticnfhi  castellana  e*  "aposen- 
to, cuarto  o  pieza  que  e~stá  detrás 
ne  la  tienda:  fig.  v  fam..  cautela 


TRAS 


TRAT 


[,:>i 


Advertida  y  reflexiva  en  el  inodu 
de  proceder  o  en  el  aniáerno  de 
las  casas. " 

Trastocak,  a.  Tocar  íntima- 
mente o  haííta  el  fondo. 

E  puec  aqueste  procede 
De  l;i  crianza  iiunibraila, 
Vida  de  la  juventud. 
Sin  la  cual  virtud  no  puede 
Ser  del  vicio  trastocarla 
Y  el  vicio  cobra  salud; 
Según  mi  poco  entender. 
El  galán  tiene  de  3er. 
Allende  de  ser  discreto. 
Bien  criado  y  sin  defeto, 
De  virtud,  qu»  es  gran  saber. 

(Hernando  de  Lndueña,  Doctrinal  i:'e  r/tnli- 
teta,  en  el  Cancioneru  del  siglo  X  V.  de  Fuulche' 
— Delbosc.  t.  II.  pág  722  a). 

Es  V.  bien  formado  y  útil,  que 
merecí  entrai'  en  el  Dice.  En 
Chile  u.sama-*  el  part.  trastocadu , 
da,  en  el  significado  de  semifa- 
tuo,  medio  tonto.  Véase  Tocado. 
DA.  El  afijo  tras  da  más  fuerza  al 
simple  tocado,  porque  envuelve 
la  dea  de  trastorno  o  de  algo 
nmy  íntimo. 

Trastrocar,  a.  Todos  los  que 
hablan  el  castellano  como  lengua 
materna  o  nativa,  conjugan  este 
v.  irregularmente  ( trastrueco, 
trastrueque)  como  el  simple  tro- 
car y  siguiendo  a  los  su.stantivo-i 
trueco  y  trueque;  sin  embargo, 
en  una  revista  de  filología  espa- 
ñola leemos:  'TV  omite  los  ver- 
sos 8105-6  ytrastroca  los  SlOl-2." 
Ni  el  más  ignaro  de  nuestros 
rústicos  o  campesinos  habría  con- 
jugado así  este  v. 

Trasvasijador,  ra,  a<lj.  Trasr- 
(jador,  ra.  cpie  tra.siega. Bomba 
trasvasijadora. 

Trasvasijar,  a.  Mudar  un  lí- 
quido de  una  vasija  a  otra ;  lo 
que  en  casteJlano  se  expresa   con 


iroscf/ar  (vca.-c  uui.--  ;úVi\>) .  tranJ!- 
cdsar  o  trasvasar. — Muy  usado  es 
en  Chile  trasvasijar,  y  lo  reco- 
mendaríanio.-*  ¡lor  su  buena  for- 
mación ( trans  y  vasija)  si  no 
tuviera  equivalentes  tan  clásicos 
y  conocidos. 

Trasvasijo,  ni.  Acción  o  efecto 
de  trasegar  líquidos;  en  castella- 
no trasiego.  "Es  muy  fácil  hacer 
el  trasvasijo  del  líquido  de  una 
cuba  a  otra."  (Boletín  de  Agri- 
cultura. Enero  de  1893). 

Trata,  f.  "Tráfico  de  negros 
bozales,  que  consistía  en  llevar- 
los a  vender  como  esclavos,  de  las 
co.«tas  de  África  a  América."  Así 
el  Dice,  sin  añadir  una  palabrai 
más. — Como  ahora  la-  modernas 
civilizaciones,  que  tanto  se  es- 
candalizaban de  la  trata  de  ne- 
gros, tienen  en  uso,  para  ver- 
güenza de  todos,  la  trata  de  blan- 
cas, tendrá  el  Dice,  que  admitir 
esta  loe. 

Tratable,  adj.  \'éa-e  Practi- 
cable. Ni  a  ¡rat'ihir  ni  al  v.  tra- 
tar da  el  Dice,  la  acep.  aplicada  ú 
camino,  sendero,  terreno,  h recita, 
etc.,  que  se  pueden  andar  o  tran- 
.sitar.  .\  los  textos  alegados  eu 
aquel  art.  agreguemos  e.sf.os 
otro? : 

Sigo  por  un  desierto  no  tratado, 
Sin  luí,  sin  guía,  en  confiisión  perdido. 

(Fernando  de  Heriera,  Soneto  LXXV). 

Ya  subo  apena,  y  nunca  descansando. 
Por  yertos  riscos,  pasos  despeñados. 
Ya  en  hondos  valles  bajo  con  presteza. 
Lugares  de  las  fieras  no  tildados. 

(Id..  Condón  Vil). 

El  contrapuesto  viento  favorable, 
A  la  corriente  inddniita  contraria 
Venciendo,  vuelve  el  alto  mar  tratable 
Con  la  mudanza  entre  ellos  ordinaria. 

(Vinie's,  El  Monscrrute,  c.  XII). 


552 


TRAU 


TRAU 


Tratero,  lu.  Individuo  que  tia- 
ha.ja  a  trato,  es  decir.  (/  destajo: 
■■jjor  un  tanto.  Díee.-e  cuando  se 
loma  o  da  una  obra  ajitótada  en 
cierta  cantidad."  En  castellano 
hay  ilrMajtio,  n.t,  y  ifeitujli^tih 
cxtni. 

Trato,  in.  A  trato,  m.  adv. : 
o  destajo,  ^'éase  el  anterior. 

Trauco,  ni.  En  Chilix-,  ser  mi- 
tológico de  íigura  contrahei-lia  y 
jt quena  estatura,  que  tiene  al- 
guna analogía  con  el  duende. 
(Cavada).  En  .-u  obra  Vliiloé  ¡i 
los  chUotex  (ijág.  9G)  da  nume- 
ro.soti  detalle.'^  de  e-te  mito. — La 
etimología  e-s  el  araucano  thav- 
cüun,  el  contrato  de  i>erniuta. 
daca  V  toma,  y  hacerlo.  (Fe- 
l^rés).  ' 

Traumamén,  m.  En  Chilocv 
árbol  pequeño,  de  la  familia  de 
liifí  arialáceas  (aralia  laetevirens 
<^ray).  ¡lor  otro  nondjre,  saúco 
f'ifso  o  del  diablo.  V('u:>e  eAe  úl- 
timo noml>re  en  Saúco.  A^í  rec- 
tifica Cavada  la  forma  traumén 
dada  por  Lenz. — En  la  etimolo- 
gía pueden  entrar  las  voce-  arau- 
canas trauma,  tuerto,  ciego  y 
II) en,  defecar:  lo  cual  da  un  .-dig- 
nificado má.s  fuerte  que  los  otra? 
nombres  de  «ótico  falso  y  saúco 
del  diablo  que  tamljicn  tiene  este 
arbolillo.  No  .sidjemos  qué  cuali- 
dades lo  hagan  merci-edor  de  es- 
to- nondjres. 

Traumo.  m.  l'>n  Chiloé,  el  que 
jiarticipíi  Clin  .-u  cuota  en  los  pa- 
ñeos  caMq)estre-i.  Más  usa<la  es  la 
forma  chaumo,  del  araucano 
chao  o  <7iaií.  padre,  y  ino,  con; 
j)orque  escota  juntamente  con  el 
padre.   (Lenz  y  Cavada). 

Trauna  «>  traunada,  f.  En  Chi- 
loé.   lo    que  por  acá    llaman    ra- 


ción. \'ca.-:e  esta  voz.  Algunos  di- 
cen traúna.— La  etimología  e>  el 
araucano  tliaini,  recilnr,  t<H-ar  al- 
go o  ¡untarse.  La  forma  traúnñ 
se  explica  por  el  araucano  tlru'- 
ii'i.  i>uña<Io  a  dos  iiiaiK>s,  «pie 
Iracn   Febrc-  y  .Vugusta. 

Trauque,  m.  El  que  contrae 
relación  de  amistad  con  otro  \»>v 
negocio.-  11  contratos  que  han  he- 
ch(j  entre  sí,  como  ventas,  per- 
mutas. et<-.  ^'ale  menos  que  ami- 
ijo,  compañero,  compadre  y  com- 
piíiclie,  y  eciuivaie  a  contrafantt . 
Se  usa  en  las  provincias  del 
■-^ur  y  viene  del  araucano  traf- 
'iniíi.  amigo  con  quien  se  han 
cambiado  regalos  de  cualipiiera 
i-spei-ie  (1*.  Augusta),  o  sea,  el 
tfiarcímn  do  Febril,  que  citíunos 
<;n  Trauco.  No  t^  improl>able 
ipie  e-tas  v(K-es  araucana-*  vengan 
de  la  e>|)añola  truequr.  como 
lo  atirmó  IX  Ricardo  !•".  Lat- 
cliam  en  su  traducción  ile  la 
iilira  Ao.s-  Araucanos,  de  Ednnni- 
do  Keuel  Smith.  El  pasaje  tw  éste: 
■'.V  causa  de  una  manía  verdade- 
ramente yanqui  de  negociar  todos 
lo-:  l)ienes  que  caían  en  su-<  ma- 
nos, hal)ía  recibido  el  ap<xio  de 
Trau<¡ue.  nombre  dado  a  las  ]>er- 
sonas  que  han  hecho  canil >io  do 
regalos."  (Tág.  177). 

Trauto,  m.  En  Cliilm',  ayu- 
dante en  una  faena  de  agricul- 
tura, principalmente  en  la  apor 
radura. —  Hacer  trauto,  fr. :  ayu- 
ilar  en  la  siembra  o  en  cualquie- 
ra otra  faena  agrícola. — Del 
.irau<-ano  tliavfttn,  juntarse.  (Ca- 
vada). 

Trautrau,  m.  En  Chiloé,  un 
áibol.  dice  (^avada.  Es  el  mismo 
que  (biy  describe  así  y  con  el 
nond)ro  detautau:  ".ArlMtlillo  de 


TRAV 


TRAZ 


vaj'ios  picí  de  alto,  derecho  y  He- 
no de  pelos  .seiicillos.  Las  tiernas 
nuiíillaí  están  cubieilas  de  pelu- 
sa ferruginosa.  Hojas  l>a.-4í\nte 
largas,  oval-prolon<íadas.  muy 
agudas,  opuestas ...  Flores  blan- 
cas, axilares  y  solitarias,  a  lo  lar- 
go de  las  ramas.  .  .Baya  negruz- 
ca, pubescente,  con  tres  celdi- 
llas, y  en  cada  una  dos  tilas  do 
(ívulw,  y  con  frecuencia  con  se- 
millas, las  que  son  j>equeñas  y 
glabras  [lampiñas].  Este  arbus- 
tillo  *o  cría  cerca  del  mar  en  la 
provincia  de  Chiloc,  y  principal- 
nienfe  en  Carelniapu.  .  .Sus  fina- 
tos  son  buenos  para  comer,  pero 
no  tan  agradables  como  las  mur- 
tillas;  los  habitantes  los  desde- 
ñan jjor  tocarlos  las  culebras  y 
otros  reptiles."  (Botánicn,  t.  11, 
pág.  o83).  El  nombre  cientiíico 
que  le  dio  este  naturalista  es 
myrtu-s  t'andoUv,  jjorque  lo  de- 
dicó a  Candolle.  autor  de  inmen- 
sos trabajos  sobi-e  las  mirtáceas.. 
— El  origen  e.-  el  araucano  ihau- 
fhaud  o  rliaii.chaud.  una  ñov 
amarilla.  (Febrcs). 

Tr.vvés  (Al),  m.  adv.  "Al 
través  de  los  diarios,"  suele  lla- 
marse una  recapitulación  que 
hace  un  diario  de  los  artículos 
délos  otros:  "Méjico  al  través  de 
los  siglos,"  .-e  intitula  una  lujosa 
historia  de  Méjico:  "Al  través 
del  Diccionario  y  la  Gramática," 
una  obra  de  lexicografía  chilena. 
¿Está  bien  empleado  en  e;stos  ca- 
>os  el  modismo  Al  través?  Según 
la  definición  del  Dice,  no  pare- 
ce propio,  i>orque  Al  través  (lo 
mismo  que  A  través  y  De  tra- 
vés) significa:  "por  entre,"  y  se 
da  como  ejemplo:  "A  través  de 
la  celosía,  a  través  de  una  gasa." 


Como  se  ve,  el  único  significado 
que  tienen  estos  modismos  es  en 
.-mentido  material,  y  en  los  tras  ca- 
sos citados  se  habla  en  .-«ntidü 
inmaterial.  Véase  Atravesak. 
Lo  proino  habría  sido,  por  ejem- 
plo: "Leyendo  los  diarios,  Re- 
sumen o  recapitulación  de  los 
iiiariíjs.  La  .semana  según  los 
diarios; Méjico  en  el  transcurso 
du  los  siglos,  Historia  coinplet'A 
de  Méjico,  Méjico  desde  la  márf 
remota  antigüedad  hasta  hoy; 
Hojeando  el  Diccionario  y  Ja 
(iramática.  Cabos  sueltos  del 
Dicionario  y  de  la  Gramática." 
— Al  través  del  campo  es  tan 
\Aen  dicho  como  A  campo  tra- 
viesa o  travieso  (dejando  el  ca- 
mino y  atravesando  ol  campo 
para  evitar  rodeo). 

Travesía,  f.  Así  se  llama  en 
Chile  el  viento  poniente  u  oeste, 
que  sopla  de  mar  a  coixiillera', 
porque  toma  de  travé,*  o  atrave- 
sando la  larga  faja  del  territorio 
chileno.  Es  bien  dicho,  porque  el 
Dice,  dice  también  de  travesía: 
"viento  cuya  dirección  es  per- 
pendicular a  la  de  una  costa  y 
que  no  permite  separarse  de  un 
riesgo  o  salir  a  mar  anclia  sin 
liolinear."  El  adj.  travesío,  sía, 
también  "aplícase  a  los  vientos 
que  dan  por  alguno  de  los  lados, 
y  nó  de  frente." 

Traza,  f.  Nunca  ha  significa- 
(¡11  en  castellano  huella,  rastro, 
nstiffio.  señal,  como  el  francés 
trari',  ni  en  sentido  propio  ni 
fig. ;  i>rir  eso  es  disparatado  y  ri- 
dículo decir,  por  ej.,  "Buscaba 
con  los  ojos  preñados  de  lágrimas 
las  trazas  (huellas)  de  tus  pasas; 
Hoy  no  quedan  ni  trazas  (vesti- 
e/ios,  señales)  del  convento."    La 


554 


TREB 


TREC 


irttza  castellana  es  '"planta  o  di- 
seño que  idea  y  ejecuta  el  artífi- 
ce, para  la  fábrica  de  uu  edificio 
u  otra  obra;"  y  tíg.,  "'medio  ex- 
cogitado para  idealizar  un  fin; 
invención,  arbitrio,  reciu"í!o:  mo- 
do, apariencias  o  figura  de  una 
cosí."  En  esta  última  acep.  es 
corriente  en  Chile  decirle:  "¡Qué 
traza.'  ¡  "\'ean  qué  traza.',"  a  una 
pcT-sona  a  quien  creemos  incapaz 
de  ejecutar  aquello  de  que  se 
trata. 

Trebo.  m.  Arbusto  chileno,  de 
la  familia  de  las  ránmeas,  muy 
ramoso  y  espinudo,  casi  entera- 
mente lampiño  y  de  un  verde 
glauco.  "Es  de  poca  utilidad  co- 
ma madera,  dice  (^ay,  pero  la 
gente  del  campo  suele  usar  .su 
corteza  cou'o  vulneraria  para  las 
quel)radura-í  y  como  ]n-&^ervativo 
contra  las  postemas  interiore^, 
de  resultas  de  gol])es;  los  hacen- 
dados usan  las  ramas  para  hacer 
cercados."  El  nombre  científico 
que  le  da  es  trevoa  trinerv'ta. 
(Botánica,  t.  TT,  pág.  "24).— El 
Padre  Augusta  trae  el  nombre 
araucano  trefo.  cierta  planta. 
aceña  ( nó  acaena)  (iralifolia. 
Philijjpi,  Mnrillo  y  todos  los  de- 
má^  e-'cribieron  con  r.  trevu  y 
trevo,  pero  nosotros  jireferimos 
la  /'.  que  tiene  más  analogía  con 
la  /  araucana.  El  nombre  Ircbo 
merece  entrar  en  el  Dice.  i)orque 
es  usado  en  todo  riiilo.  ilondo  es 
común  el  arViusto. 

Tréuoi,,  m.  Más  de  cien  eí=pe- 
cies  dice  Pliilippi  que  se  coiio<'en 
de  esta  planta,  entre  las  cuales 
hay  catorce  chilenas  de  ningún 
interés  para  el  naturalista,  pero 
.<í  para  el  agricultor,  y  esiiecial- 
mente   la  varieilad    qiio  se  llama 


írifoUuia  sativitm,  que  es  un  ex- 
celente forraje  y  dura  dos  o  tros 
años. — Hay  otra  variedad  de 
cuatro  hojas,  contra  la  etimolo- 
gía de'  la  palabra  trébol,  trifo- 
liiDit,  de  tres  hoja.s. — Otra  va- 
riedad se  conoce  con  el  nombre 
de  frebillo,  que  e.-:  más  menudo 
que  el  isativum  y  da  la  flor 
amarilla  o.-^-ura. — La  hoja  del 
trébol  se  considera  como  de 
buena  suerte  y  por  eso  se  usa 
en  cadenas,  anillos,  alfilere-i  de 
corbata  o  de  pecho,  etc. 

Trebolar,  m.  Terreno  o  potre- 
lo  -inibrado  de  trébol.  No  es  de 
u>o  general. 

Trecextista.  coni.  Individuo 
del  siglo  XI^' ;  por  cuanto  vivió 
en  el  siglo  comj)rcndido  entre 
el  año  1300  y  l;i99.— Adj.,  per- 
teneciente o  relativo  a  dicho  si- 
glo. Literatura  tnrrii  lista. — Es 
voca!  lo  nuiy  usado  ]>or  los  mo- 
dernos en  España  y  América  y 
no  vema>  inconveniente  para 
()ue  se  le  admita. 

Trecientos,  tas.  DígM>e  Ires- 
(■■'cnfos,  /"x,  y  véa.-^e  Seicientos. 

Trécol,  u!.  Bebida  que  se  hace 
de  jugo  de  maqui  (el  fruto)  con 
agua.  Unas  veces  le  mezclan  ha- 
rina tostada,  pero  lo  má.-  general 
es  bebería  pura.  En  ,il;j!:nnM<  par- 
tes pronuncian  trece  o  trecu,  y 
en  otras  tecu;  Molina  ci^cribió 
thécu. — La  etimología,  que  Lenz 
no  pudo  descubrir,  es  el  arauca- 
uo  thrtirnl  o  thcuciilf.  o  chcnroH, 
'•granito  o  terrón,  o  cualquiera 
co.«a  redonda."  (Febrésl.  por 
ahi-ión  a  los  :',rani>s  de  maqui 
qne  se  estrujan  para  hacer  esta 
1  ebida.  También  p\iede  pensiu'.'O 
en  tbrcn.  agua  turbia  (  llaves- 
'ult.  t.  L  pág.  'ifin. 


TREN 


TREN 


Tréguil,  111.  Otro  iioiiihíe  vul- 
gar del  quelteliue.  A\'a-e  estíi 
voz.  Philippi  e-scribió       tregle. 

Treile,  m.  Nombre  que  se  úa 
en  algunas  provinciitó  al  qiitltc- 
hue.  Véase  esta  voz.  En  Chilué 
abrevian  más,  porque  dicen  trel. 
(Cavada). 

Trelacarse.   N'éase    Tralacarse. 

Trelenco,  ca,  adj.  Aplíea.-e  al 
Aesiido  más-  largo  de  un  lado  qu: 
de  otro. — Puede  venir  del  arau- 
cano trelenkelcn,  e.'^tar  aclarado, 
raleado,  dar  ya  pa.so  a  la  luz  (el 
bosque,  las  nubes),  vocablo  dado 
por  el  P.  Augusta.  Trelenco  sólo 
se  usa  en  algunas  partes  del  Sur. 

Trelmo  (Hacer).  En  Chiloé, 
entumirse  el  cuerpo.  (Cavada). 
— Trelmo  tiene  forma  araucana, 
pero  no  aparece  en  los  dicciona- 
rios; puede  ser  compuestn  de 
//•(•//( .  a.-^fixiar.--e.  sofocar.se.  y  el 
sufijo  mo. 

Trémulo,  ni.  C^uiebro  qvie  se 
hace  con  la  voz  en  ía  garganta, 
especialmenie  en  el  canto;  en 
castellano,  fj(n-<ioríf<i.  gorjeo.  Los 
verbos  respectivos  son  gorgoríicor 
y  gorjear. 

Trex,  m.  1-1  puelilo.  que  lla- 
ma máquina  a  la  locumotoru,  no 
tiene  tampoco  idea  clara  de  tren 
y  suele  taudjién  llamarlo  máqui- 
na. Tren  as  la  "serie  de  carruajes 
enlazados  luios  a  otros,  los  cua- 
les, a  impid.so  del  vapor,  de  la 
fuerza  animal  o  de  otro  motor  a 
pr(»i)ó.~ito,  conducen  pasajeros  y 
mercancías  por  los  caminos  de 
hierro."  Ferrocarril,  comino  de 
hierro  o  ria  férrea  es  el  "camino 
con  dos  filas  de  barras  de  hierro 
paralelas,  soT>re  las  cuales  rue- 
dan los  carruajes,  arrastrada-^  ge- 
neralmente por  una  locomotora." 


— LlamaiiHis  /reii  un  juego  de 
muchachos  que  consiste  en  colo- 
cai'se  en  fila  uno  tras  otro,  asidos 
de  la  blusa  o  de  otra  prenda,  y  co- 
rrer, silbar,  detenerse  y  chocar  a 
numera  de  un  tren. —  Tren  de 
carga:  dígase  tren  de  mercancías. 
—  Tren  lastrero  :el  tren  que  aca- 
rrea el  bala,-to.  Véase  Lastrero. 
-—Tren  pagador:  el  c^ue  lleva  el 
lunero  con  que  se  paga  a  los  em- 
pleados y  operarios  de  la  misma 
empresa.  Es  loe.  que  puede  pasar. 
— Dejarla  a  una  el  tren.  fr.  fig. 
;  fam.  Véa.sela  en  el  art.  Dejar. 
— Peder  uno  el  fren,  fr.  fig. :  de- 
jar de  tomarlo,  por  haber  llega- 
do tarde  o  por  otro  motivo;  no 
liacer  un  viaje  o  diligencia,  aun- 
que ur>  se  necesite  tomar  el  tren 
para  ellos.  En  la  1."  acep.  merece 
admitirse. — El  dim.  no  puede 
ser  trencito,  como  dicen  en  Chi- 
le, por  ser  monosílabo.  Aféase 
Bueicito. 

Trenca.    \'éa-e  Tkn(  a. 

Trenco,  ui..  fig.  y  fauí.  En  al- 
gunas [)arte-,  niño  que  anda  sin 
lalzones  y  con  sólo  la  camisa. — • 
El  origen  es  la  fr.  Andar  trenca 
que  trenca  (véase  Texc.-v),  por- 
(jue  al  niño  se  le  ven  las  piernas 
peladas  conm  a  la  tenca-:  así  que 
trenco  es  el  m.  de  trenca,  que  e* 
como  nombra,  el  ]iueblo  a  la  ten- 
ca. 

Trenero,  iii.  Em])lead(i  de 
tren.  N(i  es  de  uso  general. 

Trenque,  m.  Véan-e  Petren- 
que   y  Empetrencarse. 

'PüEXTRÉN,  m.  Nombre  pro- 
jiiii.  ]iero  genérico,  que  se  da  a 
muchos  ceiTos  nuiy  alto-;  ])or  lo 
cual  abunda  en  Chile  e-te  voea- 
l)lo. — A'iene  del  araucnno  fheg- 
t h  e g        ( pronunciase       trre  o  c - 


TREN 


TREP 


trrenc),  '"unos  cerro?,  en  donde 
dicen  .«e  e-K^aparon  del  diluvio 
sus  antepiíáados"  (Febrés) ; 
"montes,  in  quibiv^  niajores  suo?, 
ajunt,  diluviuní  evassLsse"  (Ha- 
vestadt)  ;  "cerro  mitológico  en  el 
mar,  el  cual,  cuando  éste  .sale  de 
madre,  se  eleva  hasta  tocar  con 
el  cielo,  i-eposando  en  su  cunibiv 
la  serpiente  i-aica¡.  En  él  se  sal- 
varon del  diluvio,  sejiíin  el  mito, 
los  antei)a.sa<l()s  de  los  indííjenas, 
junto  con  Huichos  animales  de 
temible  asi>eilo,  quedando  con- 
vertidas en  piedras  los  hombres, 
ipiienes  les  temían.  Hay  también 
en  tierra  unos  cerros  que  llevan 
este  nombre  por  tener  cuatro 
l)ies  o  salientes  como  el  frcntrén 
del  mar  (o  sean  tr&s).  Al  ]ñe  de 
ellos  no  seinljraban  los  indíge- 
nas" (P.  Augusta). 

Trenza,  f.  En  la  pi'oviucia  de 
Coquimbo,  cinta  o  tira  de  trapo 
para  atar  la  trenza.  ( .\tar  el  mo- 
ño, dicen  allá ;  y  al  verdadero 
moño  lo  llaman  moña). — Tren- 
za de  ajos  o  de  cebollas :  dígase 
¡torca  de  ajos  o  de  ceholla.t:  "ris- 
tra o  soga  de  los  tallos  de  ajos,  o 
de  cebollas,  que  se  hacen  en  dos 
ramales  que  se  juntan  por  un 
lado." —  Trenza  de  estera.  Véase 
el  siguiente. 

Tienzado,  m.  La  "faja  o  tira 
fie  esparto  trenzado  en  varios  ra- 
males, o  de  pita,  palma,  etc., 
que,  cosida  con  otras,  sirve  para 
hacer  esteras,  sombrenw.  |H'ta<'a.= 
y  otras  cosas,"  se  llama  en  ca.ste- 
llano  pleita  y  nó  trenzado. 
(Trenzado  es  "i^einado  o  tocado 
en  trenza,"  fuera  de  otnus  dos 
aceps.  en  Danza  y  en  Equita- 
ción). Crezneja  o  rrizneja,  sig- 
nifica taml)ién  "soga   o  i)leitn  de 


c-parlo  u  otra  materia  semejan- 
le. — La  fr.  castiza  Echar  uno  al 
trenzado  nna  coso  (olvidar  un 
negocio  o  encargo;  no  hacer  di- 
ligencia alguna  para  solicitarlo 
o  concluirlo),  la  e.xpresó  el  P. 
Ángeles  con  tranzado,  y  nó 
tremado:  "Lo  primero,  que  el 
]•>])( )si)  uo  ha  de  andar  ecliado, 
coHio  dicen,  al  tranzado,  sino  a 
los  pechos,  ¡i  la  vista,  para  que 
no  ]>ueda  el  alma  olvidar.se  del." 
((.'on»ideraciones  soire  el  Cantar. 
lecc.  IX,  art.  II). 

Trenzarse,  r.,  fig.  y  fani.  To- 
ma r.-c  con  uno  a  brazos  o  a  brazo 
iwriido.  \'éanse  Corchar,  últ. 
acep.,  y  Cruzar,  '2.'  acep. 

Trepada,  í.  .Acción  o  efecto  de 
lri'i)ar;  en  castellano,  trepa. 

Tkki-.\  NACIÓN",  í.  -Veción  o 
efecto  de  trepanar,  que  es  "ho- 
radar el  cráneo  con  el  tré))ano, 
para  reconocer  algún  daño  inte- 
rior o  para  otros  fines."  .Vdmitido 
desde  la   l.S."  edición. 

Treparse,  r.  El  Dice.  s<'ilo  lo 
ace]).  c.  n.  en  las  dos  acep-^.  que 
tiene:  "subir  a  un  lugar  alto, 
áspero  o  diñcultoso,  valiéndo.-'e  y 
ayudándose  de  los  ¡lies  y  de  laa 
manos;  crecer  y  subir  las  plantáis 
agarrándose  a  los  árlxiles  n  otros 
objctiH  por  medio  de  cirros,  zar- 
lillos,  tijeretas,  gauchos  o  n>ane- 
(illas."  La  forma  reflexiva  se  ex- 
|>lica  por  los  sinónimos  enrara- 
ioar.sv  y  í.i(6ír.sr.  y  en  chileno, 
petrencarse  >■  empetrencarse. — 
riiiii|)oco  es  a.,  como  suelen 
u-iirlo  algunos:  "VA  ejército  tre- 
pó la  cordillera  y  despué-^  trepó 
varios  cerros."  l)íga.se:  trepó  a; 
y,  si  se  (piierc  .-.xiire-sar  la  idea  de 
|KUNir  al  otro  la<lo,  díga,se:  tran- 
montó,   atravesó,   pa.ió,   salvó:  si 


TRES 


TRES 


solíimentc  la  iden  ele  >ubir,  díga- 
?e  ascendió,  snhió.  gunó  Ja  cima 
o  la  cumhrc 

Trepidar,  u.  Casi  no  hay  e?- 
critor  c-hileiio  qne  no  use  mal 
este  V.,  dándole  el  t^ignificaido  de 
radiar,  titubear,  dudar,  fluctuar, 
que  jaiiiáfi  ha  tenido  en  (.'aí^tella- 
no.  No  necesitamos  citíir  autoi'e?, 
porque  la  inmensa  mayoría  de 
clloft  habla  así,  diciendo,  v.  gr. : 
"Yo  no  trepidé  vn  aceptar  su 
ofrecimiento;  No  trepides  en  ha- 
cer ese  negocio:  Resuélvete  y  no 
trepides  más."  El  trepidar  cnAe- 
llano  sólo  significa  "'temblar, 
estremecerse."  conforme  al  latín 
tripidarc.  que  significa  esto  mis- 
mo. 'V.Qniá  ad  Marianí  accederé 
frrpidct  humana  fragilitas?"  di- 
jo San  Bernardo:  ''nihil  aust^e- 
rmii  in  ea,  nihil  tcrribile.'"  Y  así 
u.«au  el  V.  trepidare  los  clásicos 
latinos,  la  ^'ulgata  y  todos  los 
escritores  de  la  Edad  Media. — 
Véa.se  otro  mal  empleo  de  trepi- 
dar: "El  Municipio.  .  .acordó  la 
confección  <ie  un  nuevo  plano  de 
Santiago  y  votó  la  suma  de 
160.00(1  pesos  para  este  objeto; 
pero  se  trepidó  con  la  falta  de 
fondos."  {El  Diario  Ihmtrado. 
20  Sejit.  li)!.")).  Aquí  no  signifi- 
ca tanto  vacilar,  titubear,  .-^ino 
más  bien  tropezar,  como  el  caste- 
llano cespitar  (titubear,  vacilar), 
rpu'  viene  del  cespitare  latino, 
que  -ignificii  "tropezar." 

Tkios.  adj.  y  .s.  ni.  Andar  uno 
al  tres  y  al  cuatro,l'r.  tíg.  y  fani. : 
andar  nniy  ainu'ado  o  escaso  de 
dinero.  Es  igiial  a  las  otras  An- 
dar o  estar  uno  a  tres  dobles  y 
un  repique.  Estar  a  la  cuarta, 
Estar    en  la  cuerera,    etc. — Tres 


en  rayo.  Va\  castellano  ~e  llama 
fri  y  en   rai/a. 

Tres  c.vktit.vs  (L.\s).  f.  p!. 
Juego  corriente  onlre  el  pueblo, 
que  consiste  en  mover  uno  con 
rapidez  tres  cartas  de  baraja, 
apostando  los  espectadores  a  que 
adivinan  en  tlónde  queda  colo- 
cada la  que  .•^ñalaron  de«de  el 
principio.  Si  adivinan,  ganan ;  y, 
si  uó,  pierden.  La  habilidad  del 
jugador  consiste  en  su  ligereza 
de  manos,  que  hace  perder  de 
vista  la  carta  señalada  por  el 
apostador.  No  sabemos  si  se  co- 
noce este  juego  cu  Es])aña  ni  qué 
nombre  tenga. 

Tres  Chepas  (Las),  f.  pl.  \'é- 
:i>c  Chepa.  Por  equivoeaciíMi  di- 
jimos que  las  tres  Chepas  son  las 
mi-smas  estrellas  que  llama  el 
pueblo  las  tres  Marías  y  algunos 
los  tres  reyes ;  i>ero  ahora,  con 
mejores  dato-,  decimos  que  las 
las  tres  Chepas  son  tres  estrellas 
de  pequeña  magnitud  que  están 
cerca  de  aquéllas,  en  la  misma 
constelación  de  Or'ón. 

Trkshok.vs,  f.  1)1.  Ejercicio 
devotd  que  se  celeljra  en  las 
iglesias  el  A'irrnes  Santo  de.-^Ie 
las  doce  hasta  las  tres  de  la  tarde, 
en  recuerdo  de  las  tres  horas  que 
pa.«ó  Crnto,  nuestro  Redentor,  en 
la  cruz.  Consiste  este  ejercicio  cu 
lecturas  .sobre  las  siete  palabras, 
alternadas  con  cantos  y  oraciones 
vocales  y  terminadas  con  sermón. 
Otras  veces  el  predicador  hace 
-ietc  pláticas  o  breves  sermones 
sobi-r  las  siete  palabras,  alternnn- 
(1(1  tinnlii('n  con  cantos  y  oracio- 
nes \(iea]es.  Es  vocahlo  corriente 
en  Chile,  donde  tod()s  dicen: 
'•Sermón  de  trexhoras;  En  esta 
iglesia  no  hay  treslioras:  ;.Qviién 


Ó58 


TRES 


TRIO 


predicará  la.*  treshoruDÍ'" — Tam- 
bién haln'an  einjiezado  a  introtlu- 
cirse  las  trcshoias  de  la  A'irgen 
anté.-!i  del  1">  de  Aíioí^Io:  pero  la 
Autoridad  Eele-iástiía.  con  nuiy 
liuen  acuerdo,  las  condenó  y  pro- 
liibic).  (Boletín  Eclcstáxfico  del 
Arzobispado  de  Santiago,  t.  IV, 
})ág.  70). — La  voz  treslioras  en 
.-^u  1.»  acep.  debe  pasar  al  Dice, 
coino  americanismo,  pues  tene- 
mos entendido  que  se  a-^a  en  to- 
la América  Latina.  El  ejercicio 
nació  en  Lima,  poro  luego  .se  ex- 
tendió a  toda  la  Anu'i'ica  espa- 
ñola. 

ThKS  MaUÍAS  (i.AS).  f.  pl.  Vc- 
;ise  Makía. — Llaman  las  tres 
Mnrios  en  España  la  caña  con 
tre.s  candelas  que  se  usa  en  el 
oficio  del  Sainado  Santo.  "El  sil- 
bado también  comenzaba  pronto 
líi  función,  porque  era  muy  lar- 
ga. .  .  Se  encendían  con  la  nueva 
lnnd)re  las  laminaras  y  el  Cirio  y 
los  Tres  Marías,  y  se  cogían  de 
ella  brasas  ¡«ira  el  incensario." 
(Antonio  de  ^'^all)nena.  La  Se- 
uifiitd  Santa  en  Pedrosa).  Las 
tres  candelas,  en  sentir  de  los  me- 
jores liturgistas.  deben  formar 
un  todo  en  la  ba.-e  y  después  di- 
vidirse en  Ires,  i»ara  indicaí-  la 
unidad  y  trinidad  de  IMos.  que 
<>  su  místico  •dignificado:  ])or  e-^i 
Se  reprueba  el  uso  de  un  trián- 
gulo do  madera,  ipio  han  i<1cailo 
algunos,  para  ¡loncr  en  él  his  trcs 
candelas  se])aradas. — Ailniita  el 
Dice,  esta  acep.  (pie.  sej.ún  lie- 
mos averiguado  de  los  españoles, 
os  corriente  en  l>paña.  I"'l  nom- 
lire  de  tres  .Marías  no  viene  do 
las  tres  Marías  que  estuvieron  al 
pie  de  la  cruz  y  que  des)iués  fue- 
ron las  primeras  en  visitar  el  •se- 


pulcro de  .loséis,  sino  que  viene 
del  nombre  de  María  que  se  da 
a  la  vela  que  ¿-e  j)one  en  lo  más 
alto  del  tenebrario;  y,  como  estiis 
otra-  velas  .son  tres,  por  e.so  .se 
llaman  lo"  tres  Marías.  Y  la  .se- 
mejanza con  estas  tres  velas  as 
iambiéii  la  exi-licación  del  cbile- 
nisnio  las  tres  Marías  por  las  tres 
estrellas  del  tahalí  de  Orion. 

Tresquilar,  a.  Debe  regi-trar- 
\n  el  Dice,  cdiiiu  autiiuado  en 
\ez  de  trasífuilar.  imo.-  a-^í  lo  asa- 
ron muchos  clásicos,  como  que 
is  compuesto  de  ts.fiiHiir.  En  bi- 
liar de  decir  trasesquilar,  que  es 
la  forma  completa,  alnwiaron  .v 
dijeron  tresquilar.  "¿Cuál  e.s  me- 
jor decir.  .  ./rasg «(/((?•  o  tresqui- 
InrF"  preguntó  .Juan  de  Acaldé? 
on  el  Dial,  de  la  lengua.  ''Yo,  en 
estos  vocablos,  contestó,  y  en  los 
scmejante.s,  por  mejor  tengo  usar 
la  a  que  la  e;  y,  si  babéis  mirado 
en  ello.  .siemi)re  la  uso;  y  creo 
cierto  hacen  lo  nie.smo  los  que 
escriben  cdU  cuidadn."'  \'éa.'^ 
'riiAs(;rii,  Al; 

Triato,  m.  l'ionuuciaeiéin  ple- 
beya de  lialrn:  como  catreal  por 
catedral.    Grabiel  |ior  (,'iiliriel. 

Tribal,  a<lj.  Pn.pin  de  la  iri- 
liu:  ]>ertenecicntc  n  relat¡\i>  a 
ella,  i-'.s  lérmiiiii  u-adn  |i(ir  algu- 
nos (•tn(')l<)go-:  mas,  chiiki  iki  está 
ilion  formado  de  /(•//"'.  iio  lo  re- 
comendamos. 

Tinm  .  En  tiempo  ile  los  clá- 
sicos se  usó  como  m..  y  oslo  lo 
call;i  indebidameiilo  oí  Dice; 
hoy  lo  usan  todos  (•(•mo  f. 

Tributo,  m.  En  Tarapacá. 
poreií'íU  lie  terreno  de  <'\leii.-ión 
variable. 

Tricaihk.  m.  VA  má-  grande 
di'    los    loros    chilenos.     "TTabita 


TRIG 


TRIO 


5:19 


]>riu<ii)aliiieiite  en  los  baininc-Ds 
(le  las  eordilleras  de  las  provin- 
cias centrales,  pero  también  se 
encuentra  en  la  de  Bíobío.  Siem- 
pre vuelan  cu  bandadas,  las  que 
suelen  ser  Cíjuipuestas  de  un  gran 
número  de  ejemplares.  Durante 
las  horas  de  mayor  calor  se  les 
puede  \er  reposando  sobre  los  ár- 
boles, donde  hacen  un  gran  rui- 
do con  siLs  gritos.  En  otras  ho- 
ras, principalmente  en  la  maña- 
na, buscan  su  alimento,  que  es 
formado  principalmente  por 
granos.  En  la  época  de  la  siem- 
bra de  trigo  causan  \erdaderos 
destrozos  y  otro  lauto  hacen 
cuando  el  trigo  está  madurando. 
También  destruyen  las  peras,  la- 
manzanas  y  otras  frutas  con  el 
oli.jeto  d£  comerse  las  semillas, 
^lientras  el  grueso  de  una  ban- 
dada está  comiendo  en  el  -^ueln, 
uno  o  variiis  ejemplares  perma- 
necen en  la  parte  más  elevada  de 
algún  árbol,  para  dar  la  voz  de 
alarma  cuando  se  acerca  alguna 
persona  o  cualquier  animal  que 
pueda  hacerles  daño.  Para  dor- 
mir .se  dirigen  a  los  barrancos  o 
;v  los  cerros  cortados  a  jiique,  y 
ahí  duermen  en  cuevas  [trica - 
hueras,  nó  toreras,  conm  dice  el 
auloi'l.  Cíinstruyen  sus  nidos  en 
t.sos  mismos  sitios."  (l.'eed).  El 
nombre  científico  que  da  a  este 
loro  este  mi.-nuí  nulor  es  cyníAij- 
seus  huronr. — Ln  xalica  iJrl  tr''f(i- 
hue,  loe.  fig.  y  fam.:  lo  <¡ne  es 
irrealizable  o  no  se  ha  de  cum- 
plir; lo  que  se  promete  sin  inten- 
ción de  cumplirlo.  "Me  prometió 
Pedro  este  mundo  y  el  otro,  el 
oro  y  el  moro;  jjero,  como  .sus 
]M'omesas  son  para  mí  la  saliva 
ílfl  trivahve,  por  un  oído  me  en- 


tinlian  y  \m'v  el  otro  se  me  .-alí- 
:iu."  l'or  alusión  a  la  lengua 
siempre  seca  del  tricahue.  Otros 
dicen  tandjién  La  saliva  dd  loro. 
Tanto  la  voz  tricahue  como  esta 
loe.  K)n  dignas  de  pasar  al  Dice. 
— Sacar  tricahues  uno:  Significa 
lo  mismo  que  Sacar  loros  uno. 
A'éase  el  art.  Loro. — La  etimolo- 
gía es  el  araucano  tliücau.  papa- 
gayo grande.  Como  la  primera  u 
se  pronuncia  en  araucano  como 
la  lí  france-a.  ^íolina  y  otros  au- 
tore-  la  convirtieron  en  c  (tre- 
cau),  u  I  Ti -^  conforme  con  la  grafía 
anuicana  del  P.  Augusta  h.>- 
/,(/((.  que  equivale  a  t/mn.  En  la 
iopoiiimia  chilena  hay  varios 
fundos  llamados  Trii-no.  Trica- 
Jiiic.  TricuJí llera.  Tricauco  (agua 
de  tricahues),  y  un  caserío  Tri- 
chIko:-.  en  el  departamento  de 
( 'ure])to. 

Tricahuera,  f.  Cueva  o  con- 
junto de  cui'va-^  que  hacen  los 
iricaluic-  cii  barrancos  o  deba.jo 
<le  rocas  i)ara  su  habitación. — 
Fig.  y  fam.,  bulla  o  ruido  que 
forman  varias  personas  que  ha- 
blan al  mismo  tiempo.  Véase  el 
anterior. 

Tripao,  m.   Véase  Chic  ao. 

Tricexte^ario,  m.  Espacio 
de  trescientos  años. — Fiesta  que 
se  celebra  por  hal>erse  cumiilido 
este  espacio  de  tiempo.  "El  J^i- 
cenciado  Vidriera  en  el  Tricen- 
tt-nario  de  Cervanfe».  visto  por 
Azorín.  Madrid.  Tnqirenfa  Clá- 
sica F.-pañola.  UU.'."  Y  así  co- 
mo en  este  título  anduvo  nmy 
traída  y  u.sada  en  todas  i)artes 
y  iior  l)uenos  literatos  la  voz  tri- 
centenario  en  el  tercer  centena- 
rio dr  bi  muerte  de  Cervante-^. 
releí  )rado     en    Ifllñ.    Está     bien 


')60 


TRIO 


TRIC 


lormada  y  e-  i'itil :  por  lo  cual 
ereenioí  qne  del)e  a<e])taila  el 
Dice. 

Trkkxtenakki,  ría.  adj. 
Perteneciente  o  relativo  al  tri- 
centenario o  tercer  centenario. 
Bien  pnede  admitirle,  porque 
estíi  bien  formado  y  tiene  algún 
n«o. 

Tricicleta,  f.  No  alcanzó  a  vi- 
vir el  tiempo  suficiente  para  en- 
trar en  el  Dice,  porque  lue.sio  la 
desaterraron  su  hermana  menor, 
la  hwcleto,  más  ágil  y  adamada, 
y  sn  pariente,  la  motocicleta.  El 
léxico  sólo  alcanzó  -a  consignar  .i 
triciclo:  "vehículo  de  tres-'  rue- 
da«.''  que  todavía  vive  en  él. 

Triciclista,  com.  Aunque  us¿í- 
do  por  Polo  y  Peyrolón.  que  es- 
cribió un  libro  sobre  este  héroe, 
no  fué  aceptado  por  los  demás  y 
todo  se  lo  llevó  el  cicllufa  o  rclo- 
cipedisfn,  voces  que  no  atienden 
al  número  de  ruedas. 

Tricófero,  m.  Medicamento 
para  fortalecer  y  híicer  crecer  el 
cabello.  Es  muy  pregonado  en 
las  diarios  .v  recomendado  en  las 
droguerías,  pero  allá  lo  vean  los 
interesados. — La  voz  estt'i  forma- 
da del  griego  ftpi^,  rpi/ó?,  cabe- 
llo, y  oi-pto,  llevar:  parolo  coiTec- 
to  habría  sido  tricófom.  \'éa.se 
Tklési'oro.  El  Dice,  no  la  admi- 
te en  ninguna  forma. 

Tricolor.  En  castellano  sólo 
es  ad.j.  y  .significa  "de  tres  colo- 
res." Ño.-'otros  lo  hemos  sustaiili- 
vado  y  dádole  el  género  m.  En 
lo  primero  no  hay  delito  grama- 
tical, porque  es  cosa  corriente  en 
la  lengua  formar  sustantivos  do 
.«imi>les  adj.".  (un  duro,  un  puro, 
i'n  cuarto),  pero  sí  en  lo  segun- 
do: jiorqne  lo  natural  es  que  Mili- 


entendamos  el  f.  hanrlira.  que  es 
el  más  propio  y  el  (¡ue  más  .-e 
usa.  y  nó  los  masculinos  eitloti- 
(lartc  o  pendón.  Sin  embargo, 
como  todos  los  autores  chilenos, 
pro.sadores  y  poetas,  el  pue1>lo  y 
la  nación  entera  llaman  Inrolor, 
m..  la  bandera  chilena,  que  es 
de  tres  colore.-»  (blanco,  azul  y 
rojo),  es  forzoso  admitir  este  vo- 
cablo como  s.  m.  .Aquí  todos  ha- 
blamos de  "nuestro  (juerido  ín'- 
color,  nuestro  hermo.<o  tricolar. 
del  tricolor  chileno,  etc.,  etc.."  y 
no  ludiría  razón  de  peso  para 
condenar  este  uso.  Dice  Puig- 
lilanch  cpie  los  tres  colores  de  la 
l>andera  francesa  (blanco.  a7\d 
y  ro.jo),  cpie  >ou  los  mismos  de 
bi  nuestra,  .simbolizan  las  tro 
poderc.-  del  Estado:  el  ftjocutivn. 
el  legislativo  y  el  judicial. 

Tricornia,  i'.  Arte  de  impri- 
mir c"n  tre-  tintas  de  sendos  c<>- 
liii('<. —  Impresiéin  <<  impreso 
brcliii-  en  c-ta  t'nnna.  "Su  i>or- 
l.ida  I  de  una  revista  |  es  una 
tricornia  que  representa  uno  de 
liis  paisajes  más  hermosos  del 
Parcpie  de  (.ota."'  (Ij'i  l'ninn.  de 
Santiago.  7  Marz.  ÜMS^.  ]■]<  vn- 
calilo  usa<lo  itrincifialmente  en- 
tre bibliófilos,  periodistas  y  ti- 
pógrafos, pero  descvraciadamcnte 
mal  fiirma<lo.  porf]ue  debería  ser 
tricromía,  \  a-í  e^  duro  «le  jia^ar. 
\'éansc   Policromar    y  Cijomoti- 

i'I  A. 

TRlfOTiS'A,  f.  'iVia  (OVO  teji- 
do es  como  de  cordoncillos,  de 
un  solo  color  (negro,  rf)jo,  par- 
do, etc.)  y  que  se  usa  jirincipal- 
mente  |)ara  vestidos  de  nmjer. — 
Pai'ece  que  viene  del  francés  e  in- 
glé.s  tricot,  tejido  de  jiunto.  Tul 
es  el    as]>ectt>  que    i)resenta    tnm- 


TRIG 


TRIG 


561 


bien    la     tricotiiiu.    Merece    este 
:Hiiul)re  entrar  en  el  Dice. 

Trictrac,  lu.  Véase  Tictac. 

Trichina,  f.  En  castellano  --^e 
cüce  triquina,  i)orque  viene  del 
griego  -o'.^ív/;,  terminación  f. 
del  adj.  Tpí/'.vo;,  hecho  de  cabe- 
llo, formado  del  .-'.  apíc,Tpi/ó;,  ca- 
bello. El  francés  escribe  trichiiic, 
pero  pronnncia  trihin;  el  inglés 
escribe  trichina  y  pronnncia  tn- 
róinu.  La  deiinicion  de  triquina 
es;  "helminto  de  cerca  de  un  mi- 
línieiro  de  largo,  que  vive  en  lo 
iiiteriur  de  los  nni>culo.-^  de  lo.s 
animales  vertebrados  y  se  trans- 
mite de  unos  a  otros  por  la  vía 
digestiva."  La  enfermedad  se 
llama  triquinosis  y  en  el  hombre 
jirovieue  más  generalmente  de 
U;  carne  de  chancho  o  puerco. 

Tridextixo,  H).  Falta  en  el 
Dice,  la  acep.  de  concilio  triden- 
tino  o  de  Trento;  i)orque  casi 
todos,  al  halilar  de  él,  no  lo  nom- 
inan con  todo  su  título,  sino  que 
dicen  .solamente:  "¿7  Tridcnti- 
rio;  Como  d'ce  el  Tridfntiní/;  Se- 
giin  lo  ordenó  o  prohibió  el  Tri- 
<i  entino." 

Tríduum,  m.  ILice  mucho 
tiempo  que  está  (-istellanizaflo  en 
la  forma  triihoi. 

Trifurca,  1.  Así  debiera  ser 
]>(ir  su  origen  latino  (frifuirus, 
rii.  cnm),  pero  el  uso  lo  convir- 
tió en  trifalra:  "a] carato  'forma- 
do con  tres  i^íilancas  ahoi'quilla- 
das  para  dar  movimiento  a  los 
fuelles  de  los  hornos  metalúr- 
gicos; fig.  y  fam.,  camorra  y  des- 
orden entre  varias  personan." 

I'iíioo.     m.     Cigarro  trigo,  o 
trigo  solamcnlp.    llamamos  el  ci- 
gan'illo  liado  en  un  papel  de  fu- 
lüar  de  color  trigueño  y  que  por 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


íAu  .-^e  llama  tandaén  papel  tri- 
go. —  Trigo  catuto.  Véase  Mote 
calchón  en  .Mlte,  1."  art. — Trigo 
inajadu.  A'case  M.\jauo. — Trigo 
pisado.  Aféase  Mote  pisado  en 
Mote  1."'  art. — Echarle  (o  ciarle, 
o  tirarle)  trigo  a  uno,  fr.  fig.  y^ 
fam. :  atraerlo  o  ganai'le  la^  vo- 
luntad con  dádivas  o  regalos. 
Por  semejanza  de  lo  que  se  hace 
con  las  aves.  Bien  puede  admi- 
tirse.— lYo  ser  uno  trigo  limpio, 
i'r.  lig.  que  significa  no  estar  li- 
bre de  defecta'í,  haber  cometido 
algunas  faltas.  Es  raro  no  hallar- 
la en  el  Dice,  cuando  de  los  es- 
pañoles la  hemos  aprendido  nos- 
otros. He  aquí  una  ristra  de  ci- 
tas: '"Sosijechosa,  sí,  porque  no 
todo  es  trigo  limpio  en  Cum- 
brales."  "El  señor  Don  Pedro 
]\Iortera  no  es  trigo  limpio."  "Es 
decir,  que  Don  Pedro  Mortera, 
]iara  V.,  es  hoy  muy  distinto  de 
lo  que  fué  ayer .  .  .  En  plata,  que 
ya  es  liberal  y  trigo  limpio." 
(Pereda,  El  sabor  de  la  fierriica, 
VI.  XIX  y  XXVTI) :  "También 
.-e  nos  juntaba  algunas  veces  el 
canónigo.  No  era  trigo  limpio." 
(Valbuena,  Agua  turbia,  X). 
(-ionzalo  Correas  dio  la  fr.  en  esta 
forma:  "No  es  todo  trigo:  dicen 
de  uno  que  entre  lo  bueno  tiene 
algo  de  maña  y  ¡nalicia,  como  el 
trigo  que  tiene  ueguilla  y  otras 
mezclas."  Fray  Alonso  de  Ca- 
brera escribió  de  esta  otra  mane- 
ra :  "Volveos  a  Dios  con  tiempo 
y  haced  penitencia,  porque  no  os 
hallen  entre  la  cizaña  y  arrojen 
al  fviego  eterno.  Procurad  de  ser 
trigo  limpio  y  escogido,  que  me- 
rezcáis ser  puesto  en  el  granero 
dc'  la  gloria."  (Sermón  TI  del 
doin.  /!'  de.^pués  de  la  oet.  de  la 


102 


TRTH 


TRIL 


Kpifonid,  ¿A  fiíi). —  Sacarle  a 
uno  el  trigo  candeal  para  mote. 
Véase  Sacak. — Tierra  buena  pa- 
ra trigo,  que  deciinoá  aquí,  es  en 
c-a.-^ellan<)  Tierra  de  pan  llevar: 
'ia  destinada  a  la  siembra  de  ce-, 
reales  o  adecuada  para  esie  cul- 
tivo;" o  también,  fieiro  trigucTa, 
terreno  trígucro,  como  consta  del 
.*i.L'\iiente. 

Trigiero,.  ra,  adj.  Dos  acepis. 
lí-  da  el  Dice. :  "Que  se  cría  o  añ- 
ila entre  el  tri.sio;  aplícase  al  te- 
rreno en  que  se  da  bien  el  trigo.'' 
Como  s.  m.  le  da  otras  dos:  "Cri- 
ba n  harnero  pai'a  zarandar  el 
trigo;  el  que  comercia  y  trafica 
en  trigo.'"' — Nosotros  lo  aplica- 
mos tamVñén,  como  adj.,  al  saco 
en  que-  se  transporta  o  guarda  el 
trigo  y  a  la*  aves  que  hacen  daño 
;i  lo--  trigales  comiendo  el  grano. 

Trihue,  .m.  Xomln-c  araucano 
del  laurel  chileno  y  que  suelen 
usar  algunos.  "El  trihue  o  lau- 
lel,"  escribió  Rossel  en  su  O'nía 
(le.  ('(incepción.  Philippi  escribió 
theige,  extraviado  por  Molina, 
que  latinizó  el  nombre  en  fheiga 
iliUeniñx,  VA  araucano  pronuncia 
trrihue,  y  ¡lor  eso  Febrés  escribió, 
Mgún  su  sistema,  thihue,  Haves- 
tadt,  iihiii',  y  Augusta,  tñwc.  El 
laurel  chileno  e^  di.^tinto  del  eu- 
ríppeo,  que  pertenece  a  la  familia 
de  las  huH'íneas;  el  chileno  es  de 
\nñ  monimiáceas  y  es  descrito  a.^í 
^■or  Philippi:  "érbol  nniy  .gi'an- 
dc.  iniiy  aromático,  nuiy  elegan- 
te: liojas  oinieslas,  oblongas, 
muy  lamiiinas  y  lustrosa-,  onde- 
adas-a-^erraila--,  ])edicelos  más 
largo-^  (Ule  la  flor.  Su  madera, 
1  lauda  y  fácil  de  tral)n.i:u-  cuan- 
do verde,  .«e  emplea  mucho  para 
1;di]as,    cuartones,   ele,    y  no   la 


;:taca  nunca  la  polilla,  pero  tiene 
irl  inconveniente  de  í=er  muy  hi- 
groscópica y  de  encogerse  mucho 
en  la  sequedad.  Las  flores,  hojas 
y  corteza  sir\-en  como  remedio 
para  el  dolor  de  cabeza  por  aire  y 
por  frío ;  la  infvLsión  <le  las  hojas, 
administrada  en  l)ebida  y  liaño.^, 
i'ortitica  las  nervios,  et<'.  Se  cría 
desde  el  grado  :^4  hastíi  "\'ald¡- 
via." — Trihiteco  (agua  del  lau- 
rel) se  llama  un  fundo  del  dejwr- 
tamento  de  Lebu.  En  Chiloé.  se- 
gún Cavada,  tienen  tihuén  (ec- 
jiecie  de  quila.  ]>ero  más  suave  ,v 
de  matas  m¡is  iiequeñas)  y  tihue- 
nal  (sitio  poblado  de  tihuenes), 
que  no  sabemos  -^i  tendrán  rela- 
ción con  el     trihue, 

Trilco,  m.  Otra  grafía  de  ch Íl- 
eo (vé^ise  este  vocablo),  pero  nni- 
cho  menos  usada.  También  eu 
ima  que  otra  piU-te  dicentilco,  y 
do  aquí  se  formó  Tilcoro  (agua 
del  tilco),  fundo  del  departa- 
mento de  Curicó,  fundo  y  case- 
río del  de  Caupolicán. 

Tkile,  ni.  Pajarillo  chileno. 
de  color  negro  y  con  dos  man- 
chas amarillas  debajo  de  las  alas, 
^"ivc  en  l)andadas  ceiva  de  las 
vegas  y  en  los  totorales.  "Su  con- 
figuración es  la  misma  que  la  de 
l(v<  tordos  comunes,  exceptuando 
la  cola,  la  cual  e.«  a  manera  de 
cuña;  anida  en  los  árboles  inme- 
diatos a  los  arroyos,  construyen- 
do <u  nido  con  fango,  como  la 
mayor  parte  de  los  intlividuos  de 
c-te  género,  y  jmniendo  después 
sus  huevos,  que  jamás  exceden 
de  tres.  Su  canto  es  dulce,  ¡irmo- 
nioso  y  seguido.  i>ero  no  lo*  en- 
cierran en  jaulas:  su  carne  exha- 
la un  olor  desagradable:  y.  como 
estas  dos   causas  lo-*  'i)onen  n   cu- 


TRIL 


TRIL 


bierto  <le  lo-  c-a/.adore.*.  abiiiKian 
].i()(ligioí^aiueute  en  todo  el  país."' 
(Al)ate  ^lolina).  Ac-tualmente 
lian  diíminnído  nnicho.  El  nom- 
Ijve  científico  también  ha  varia- 
do: Molina  lo  llamó  titrdus  thi- 
//'íí-s-,  (íay  y  Philippi,  xanfhoi-nus 
(■in/eiinensis,  y  Reed,  aegelaeus 
thilius. — Como  trile,  loe.  fam. 
eíjuivalentc  a  la  castellana  í/ecA o 
ii>i(i  sopa  (muy  mojado").  Otro? 
dicen  (Jomo  chipipe.  Como  din- 
va.  pero  más  exacto  es  Como  tri- 
Ic.  ¡xjrque  el  trile,  como  que  vive 
cu  loí  pantanos,  totorales  o  para- 
je.-- húmedo-',  anda  .í>eneralmente 
mojado. — El  nombre  viene  del 
araucano  fJiili  o  chili,  el  tordito 
con  mancha.-^  aniarilla.s  en  las 
alas:  de  este  nombre  opinan  al- 
gunos llamaron  Chile  a  este  rei- 
no los  españoles.  (Febrés).  1  )e 
e.ste  nombre  se  derivan  Trilico 
(asíua  del  trile),  fundo  del  de- 
partamento de  San  Carlos.  Tili- 
ciira  (piedra  del  trile),  laguna 
del  departamento  de  ^"ichuqut'n. 
y  Tiltil,  aldea  y  estación  ilel  de 
Santiago.  A'éase  Tiltil.  El  nom- 
bi'c  trile  debe  entrar  en  el  Dice. 

Trilogía,  f.  Desde  la  13.*  edi- 
ción lo  admitió  el  Dice,  con  est^a?^ 
dos  aceps. :  "conjunto  <!e  tres 
obras  trágicas  del  mi.?mo  antor. 
presentadas  a  concurso  en  lo=! 
juegos  solemnes  de  (írecia  anti- 
gua; conjunto  de  tre-;  olmis  dra- 
máticas que  tienen  entre  sí  enla- 
ce histórico  o  unidad  de  pensa- 
miento." 

Trílocio,  m.  Olira  literaria,  en 
quc  hal>l.an  tres  personas.  l\s  vo- 
caiilo  muy  u.sado  en  Chile  y  dig- 
no de  acei)tarse,  porque  'Uálogo, 
qne  sena  sn  equivalente,  no  es 
conversación  o  disputa  entre  tres 


per-orias  taxativamente,  .sino  en- 
tre dos  o  más.  En  cuanto  a  for- 
mación, nada  tiene  que  envidiar- 
le nuestro  vocablo,  porque  es  tan 
griego  como  diálogo.  Lope  de 
Vega  y  otros  emplearon  también 
la  voz  coloquio,  que  el  Dice,  de- 
fine así:  "género  de  composición 
literaria,  jirosaiea  o  jjoética,  en 
forma  de  diálogo." 

Trilintrcya,  f.  Palo  como  de 
\eiiile  centímetros  con  una  cuer- 
iia  de  nudo  corredizo,  con  que 
los  policía.s  atan  las  muñecas  a 
los  reos  para  a-segurarlos.  Es  voz 
de  uso  corriente  en  Chile,  aun- 
que el  instrumento  se  ha  conveí'- 
tido  ahora  en  una  correa  ijrepa- 
rada  especialmente  para  el  mis- 
mo fin. 

f*nr  tar  pensando  en    vos. 

Pícara  indina. 
Un  paco  me  echó  el  guante 

Junto  a  una  esquina. 
Junto  a  una  esquina  ¡ay,  si! 

Con  trilintroya. 
¡Pedir,  nifio.s,  un  trago, 

Que  paga  Moya! 

(Juan  del  Caniiiol. 

"l'roiUo  fué  atado  eon  trilintroya 
y  obligado  a  caminar  de  prisa,  y 
más  que  do  prisa,  porque  tuvo 
que  hacerlo  al  trote."  (El  Obre- 
10.  de  La-Serena,  8  Marzo, 
UlU-i).  Ricardo  Palma  habla  de 
un  instrumento  semejante  para 
dar  toraientu  a  los  reos  y  hacer- 
lo^ confesar:  "PituiUis  .<acó  del 
l.oj-illd  de  su  gafiardina  dos  pali- 
los.  de  cuatro  pulgadas  de  largo 
y  una  de  .grueso,  que  en  uno  de 
sus  extremos  tenían  un  cordelito 
de  cáñamo  retorcido  o  una  cuer- 
da de  .giiitarra.  ¡Tan  sencillo  era; 
el  aparato  o  instrumento  que  la 
justicia     del    rey   nuesti'o     señor 


5(U 


TRILL 


TRIN 


eiiiplcíiLa  píua  convenir  en  ranu- 
rioK  a  lo?  reos."  (Tyadicl'n:,:^  pe- 
ruanas, t.  IIJ.  i.ás.  121).— El 
nombre  trilintroya  paiece  de 
origen  ingló.-:  de  stchr.  ladrón, 
y  troU,  pescar;  o  de  tree,  árl»)!. 
Une,  cuerda,  y  trolley,  trole. 
También  ^^e  puede  pell^ar  en 
irimmlny.  corrección,  caí=tigo. 
reprimenda,  y  destróyer,  des- 
iructor,  matador,  asesino:  trmn- 
minf/dexf royera  (castigo  de  a.«p- 
tf'no.-).  con  .*upre<ión  de  la  roñaba 
des  y  cünver>ión  de  m  en  I,  pu- 
do dar  trilintroya.  Por  la  sílaba 
final  no  hay  inconveniente,  por- 
que la  terminación  er  .'••nena  en 
ingk%  ca.--i  como  «.  E.-  fácil  ave- 
riguar •^i  la  policía  inglesa  u.^^a 
aiiiún   instrumento  ])areci<lo. 

Trilla,  f..  lig.  y  fam.  Paliza, 
tunda,  y  especialmente  cuando  es 
(le  coces,  patadas  o  puntapiés, 
por  semejanza  con  la  frilln  de  las 
mieses  que.  liatsta  pocos  años  ha, 
.-e  hacía  en  todo  Chile  con  el  pi- 
soteo de  las  be.stia.<  solamente, 
]iorque  no  se  conocían  las  má- 
(juina-^  trilladoras. 

Tkill.vk,  a.  Trillar  con  l>'i- 
rros,  dejan  la  [jaja  r.ntrro.  fr.  fig. 
y  fam.  con  que  suele  desahogai-se 
el  que  trabaja  con  gente  torpe. 
Ks  fr.  ingenio-a  y  diuna  de  .ser 
má-  conocida. 

Trinis,  m.  ".\ ve  de  ('hile."'  es- 
ctibió  Toro  (Tisbcrt  en  su  I'eiiue- 
7i>)  LaroiiKxr  ¡histnidfi  o  hizo  in- 
(urrii-  en  el  mismo  error  ni  |)ii-c. 
de  Alrriiauv.  No  hay  t.i!  trillis 
ni  carneros:  el  único  nombre  es 
iiil> .  ;.Qui'  ic  podrá  merecer  e-ste 
Sr.  Toro,  cuauílo  cu  una  sinopsis 
di'  nombr(•.■^  fie  animales  america- 
no~.  i)ui>licaila  en  el  líolelín  'le  la 
.\(ailcniia    !'.sparK>la,  c.-lropcó  ca- 


si todos  los  nomln-es  chilenos? 
(Y  lo  mismo  podemos  juzgar 
hal)rá  hecho  con  los  de  la,s  otra.s 
naciones),  ^'canse  algunas  muesí- 
tii!'-:  al  león  americano  o  puma 
Cíice  que  lo  llamamos  paji  y  pagí, 
cuando  sólo  el  araucano  es  el  que 
If)  llama  en  su  lengua  paf/i.  que 
Sé  i)ronuncia  algo  como  panñi, 
porque  es  sonido  peculiar  de 
ella;  la  huina  (corrupción  del 
castellano  f")na)  es  para  él  gui- 
ña; el  Iiail/íii  ís  guillin;  i'l  ¡¡111'- 
qne  es  quiquí  ci  quiqué ;  y  el 
ehingue,  chine  y  chinche.  ¡Bue- 
na contribu.ción  e.<tá  dando  con 
esto  al  futuro  Dice,  de  la  Acade- 
mia !  Es  cierto  que  al  Hn  del  ar- 
tículo discute  estos  nond)res  y  .*e 
decide  por  la  opinión  de  I.<enz, 
que  no  siemjire  es  segura;  pero 
esto  no  jn.stifica  el  que  haya  de- 
jado estampadas  e.sas  voces  tan 
■li.-]i;natada>  y  absurdas. 

Trimensual,  adj.  Que  sucede 
o  se  repite  tres  veces  al  mes,  o,  en 
general,  caída  diez  días.  No  se 
confunda  con  (r'nnestral :  "que 
-iicedc  o  Se  repite  caila  trimestre; 
qui-  dura  un  trimestre."  ^^éa.se 
Bimensual. 

Trinca,  f.  \'ca-c  Choclón,  1." 
acci>.  El  juego  chileno  se  princi- 
pia en  nn  liaylto  (crimo  el  hn- 
iiuelo  e.s]iañol)  y  después  .se  sigue 
V  termina  como  la  i(//'7"."  "juego 
de  niuciíaclios.  (pie  ejecutan  ti- 
iiindo  eaila  uno  una  moneda  al 
lio\  líelo,  y  el  mano  ( que  es  el 
(|iii'  má<  s(í  haya  acercado  al  ho- 
yuelo) le  da  tres  impulsos  con  la 
uña  ilcl  dedo  pulgar  para  meterla 
en  el  hoyo,  ganando  todas  las 
monedas  ipie  pueda  meter:  y  lo 
mismo  hacen  por  turno  los  de- 
más compañero-."    Parece  que  el 


TRTN 


TRIN 


nombre  chileiKi  de  trinca  se  le 
aplicó  al  juego  por  los  tres  im- 
pul¿os  que  se  le  dan  a  la  moneda 
o  por  jugarse  entre  tres  mucha- 
chos", pues  la  1.^  acej).  castiza  de 
i  finca  es:  "junta  de  tres  cosa.-;  de 
la  misma  clase." — También  se 
liania  trinca  la  .suerte  de  ser  pa- 
res las  bolitas  que  ciuedan  en  el 
hoyo. —  Andar  o  estar  uno  a  la 
trinca,  fr.  fig.  y  l'am..  que  en 
Chile  significa  estar  alcanzado  de 
medios  (andar  a  tres  menos 
cuartillo),  estar  muy  poljre  (no 
tener  un  cuarto),  estar,  an<lai'  o 
quedar  a  la  cuai'ta  pregunta.  Ce- 
jador  y  Caliallero  interpretan  la 
fr.  Andar  a  la  trinca  en  el  niia- 
mo  sentido  que  Andar  al  asalto, 
esto  es,  "con  cuidado  y  precau- 
ción para  aprovechar  la  ocasión 
jnás  oportuna  y  fácil  para  el  lo- 
gro de  nuestros  dedeos."  Como  és- 
te es  también  uno  de  los  muchos 
recursos  que  emplea  el  pobre,  de 
uquí  pudo  provenir  el  .significado 
que  damos  nosotros  a  la  fr.  An- 
dar a  la  trinca.  El  Dice,  la  trae 
solamente  como  de  ilarina  y  la 
hace  igual  a  Estar  a  la  capa.  No 
registra  la  otra  Andar  al  asalto. 
En  las  novelas  de  Pereda  trincar 
significa  robar,  hurtar,  idea  que 
explica  mejor  aún  nuestra  ir. 

Trinche,  m.,  o  mesa  trinche, 
f.  Dígase  trinchero,  m. :  "mueble 
de  comedor  que  sin'e  principal- 
mente para  trincliar  .sobre  él  las 
viandas." — El  instrumento  con 
que  se  afianza  o  asegura  lo  que 
se  ha  de  trinchar,  .se  llama  en 
castellano  trinchante;  y  por  e.so 
en  algunas  partes  (por  ej.,  en 
Colombia)  llaman  trinche  al  to- 
nedor.   (Cuervo). 


Trin-cjií:te,  m.  Es  igual  a 
tranchete  en  castellano  y  en  chi- 
leno. 

Trini,  11.  ¡n-.  Dim.  fmu.  de 
Trinidad.  .\sí  también  en  l'>- 
paña. 

TiiiNiT.vRio.  ría,  adj.  Dos 
aceps.  le  agregó  el  último  Dice. 
(14.^  edición)  :  "Natural  de  Tri- 
nidad :  perteneciente  a  esta  villa 
de  la  ])rovincia  de  Santa  Clara, 
en  la  isla  de  Cuba."  Se  olvidó  de 
advertir  que  en  la  1."  .-e  usa  t. 
c.  s. 

Trinque,  ni.  fam.  Trlnqvis: 
"li-agd  <le  xiiKj  o  licor,'" 

Trinquiforte,  m.  fam.  Trago 
de  aguardiente  o  de  otros  licores 
tan  fuertes  como  éste. — Algunos 
derivan  esta  \-oz  del  inglés  drik, 
trago,  poción,  bebida,  y  fort, 
fuerte:  pero  no  hay  necesidad  de 
ir  tan  lejos,  cuando  tenemos  en 
casa  trinquis  (trago  de  vino  o  li- 
cor) y  fuerte,  que,  cerrado  el 
diptongo,  es  forte. 

Trintre,  adj.  Dícese  de  la  ga- 
llina o  pollo  crespo  o  rizado, — ■ 
Es  voz  corriente  en  Chile  y  viene 
ilel  ai'aucano  thinthi,  que  signi- 
fica esto  mismo  y  suena  trrinfrri. 

Trintriquear,  n.  Temblequear 
o  tembletear,  por  enfermedad, 
edad,  miedo  u  otra  causa. — Tem- 
blar la  gallina  después  de  poner. 
No  es  de  uso  general  y  se  deriva 
del  araucano  thinthinn,  temblar 
de  miedo.  (Febrés-Astraldi).  El 
P.  -Vugusta  da  la  forma  trintñn, 
encresparse;  idea  que  corresjMn- 
<le  a  la  de  erizársele  a  uno  el  ca- 
tello,  ponérsele  los  pelos  de  pun- 
ta, el  virgiliano  Steteruntque  cn- 
rnae,  cuando  se  .sient-e  un  gran 
ijavor.  En  el  cliilenismo  se  aten- 
dió al  temblor  del  cuerpo,  que  as 


566 


TRIP 


TRIP 


otro  de  lo.~  efectos  que  causan  es- 
tas ¡lllpre^ione^«. 

Tríotrío  (Quedar  uno),  fr.  lig. 
y  faiii.  Quedar  turulato  (alelado, 
sobrecogido,  estupefacto).  Dícese 
principalmente  del  fanfaiTÓn 
que,  llegado  el  caso,  no  es  capaz 
de  ejecutar  sus  anieníizas. — Del 
araucano  th'uun,  enfriarse,  y  fig., 
deí^enojarse.  sosegarse,  amainar. 

Tripx\,  f.  Tripa  simplemente, 
a  causa  de  su  figura,  o  tripa  de 
goma,  llaman  algunos  la  monga 
(tubo  largo,  de  cuero,  caucho  o 
lona,  que  se  adapty  a  las  bomba.s 
o  bocas  de  riego,  para  aspirar  o 
!p4u-a  dirigir  el  agua). — No  por- 
que sea  mal  dicho,  sino  para  que 
todos  lo  entiendan,  ad\"erti remos 
que  los  hombres  del  i)uel>lo  tie- 
nen la  costumbre  de  introducir 
licor  en  los  lugare>  prohil»idos 
llevándolo  en  trípus  de  corderos 
preparadas  pai-a  esto;  las  llenan 
y  se  liL'^  atan  a  la  cintura  debajo 
de  la  chaqueta  o  blusa.  El  noui- 
bre  pf)i)ular  es  cutra,  iiero  la  gen- 
te culta  dice  tñpa:  "En  la  cár- 
cel ...  se  introducen  constante- 
i  I  lente  trlpus  con  uno,  <]<*!"  y  has- 
ta cuatro  litros  de  alcolio!.  (Fa- 
nor  Velasco,  La  Revolución  de 
1801.  T'*W  210).—  Las  tr¡- 
pas  del  melón  y  del  zapallo  están 
bien  designadas  con  este  nombre, 
pues  tripas,  ])].,  se  llaman,  según 
el  Dice,  las  "'partes  interiores  de 
algunas  frutas."  (Pase  el  que  en 
c>te  ca.«o  miremos  como  friifrn>  el 
melón  y  el  zapallo,  cuandf)  en 
realidad  .-on  frufox). —  Tripa 
gorda  es  vulgarmevite  el  intra- 
fino  iccto  o  fripo  drl  cagalar. 
— A  la  tripa  pollo,  loe.  fig.  y 
fam.  f|ue  se  usa  má.-  con  ios 
\erbos     ficoulfirtir     v     rlorniir.     y 


con  la  cual  si-  exi>lica  la  po- 
sición de  dos  personas  que  se 
acuestan  juntiis.  pero  en  direc- 
ción <»pue-ta.  esto  e*^.  dando  la 
cabeza  <le  la  una  con  los  pies  de 
la  otra.  Don  .\ntonio  de  Valbue- 
na  y  los  salmantinos  de  España 
usan  en  e-te  mismo  >cutido  el 
participio  contrapeado,  da.  He 
r.íjui  cómo  lo  dcline  IK  -Ta-é  de 
Lamano  y  Beneite:  ''contrapues- 
to en  tal  forma  que  co.sis  de  la 
i'iL<ma  cspeí-ie  .-e  coloquen  unas 
en  una  dirección  y  otras  en  la 
dirección  contraria:  v.  gr. :  los 
pies  de  una  jimto  a  la  calieza  «le 
ia  f)tra.  y  vicever.*a."  i  El  Dialec- 
to calgar  .•iahiiantiao).  El  mismo 
significado  da  al  v.  loiitrnpcar, 
pero  nó  el  Dice,  que  sólo  lo  de- 
fine como  término  de  Carpinte- 
ría: "aplicar  uuiís  piezas  de  ma- 
dera contra  otra-^,  de  manera  que 
sus  fibras  estén  cruzadas."  La  eti- 
mología, que  no  aparece  en  el 
Dice,  y  que  evidentemente  es  el 
latín  contra,  al  contrario,  il  re- 
vés, y  el  s.  pes,  pcdix,  el  pie.  fa- 
vorece la  acep.  salmantina.  El 
Dr.  Tbebussem.  en  su  obra  Fn- 
tczax,  pág.  Kl'2.  u.*ó  la  loe.  ¡)e 
vuelta  encontrada,  que  tampoco 
aparece  en  el  Dice,  y  (|uc  expre- 
sa con  toda  propiedad  la  misma 
idea:  sin  emUargo  el  mismo  la 
u.oa  en  el  art.  (U  aldrapk.vr: 
"poner  mía  cosa  sobre  otra  de 
niclta  fiicontriida:  como  los  alfi- 
leres cuando  se  ponen  punta  con 
cabeza.""  En  el  art.  Hatán  se  ex- 
presa tand)ién  la  misma  iilea 
cf.n  otras  palabras  (pie  con  cabe- 
za):  "1>1.,  juego  <ine  se  bace  entre 
dos  o  más  iiei>f)nas.  ¡as  i  nales  se 
tienden  en  el  sue'o  pir  con  cabe- 
xa.  y.  Icvant.indo  las  [lienias    al- 


TRIP 


TRIP 


567 


ternativamente,  dan  uu  jiolpe  en 
el  Mielo,  otro  en  la  mano  y  otro 
en  las  nalgas  del  que  tiene  las 
piernas  levantada--;,  con  nn  za- 
pato u  otra  fOía  que  tienen  en 
la  mano,  al  conipá,s  del  íou 
que  les  twan."'  Muy  original 
es  esta  loe.  y  de  uso  general 
en  Chile.  .Vuuque  -^us  palabras 
suenan  como  españolas,  el  ori- 
gen de  la  loe.  parece  araucano, 
del  V.  tripan,  lt)mar  ]>osturiu-; 
así  paila  tripan  signiliea  echar 
el  cuerpo  hacia,  atrá.-,  como 
un  jinete  o  esgrimi.stiv.  Los 
araucanos  de  aliora  expre.-an  el 
significado  de  la  loe-,  de  esta  otra 
manera:  "wélu-  norn,  dormir  dos 
personas  en  una  cama,  la  cabeza 
del  uno  al  lado  de  los  pie.-^  del 
otro,  vulg.,  a  la  tripa  polla"  ( P. 
-Augusta)  ;  pero  no  sabemos  .~i 
los  antiguos  usarían  el  v.  tripan. 
El  P.  Augusta,  como  extranjero, 
escribió  como  hemos  \isto,  pero 
todas  los  chilenos  decimos  a  la 
tripa  pollo.  Sin  embargo  de  lo 
dicho,  es  miís  probable  que  la 
loe.  conste  de  palabras  españo- 
las: por  Pichardo  sabemos  que 
en  Cuba  se  llama  tripn  de  voUa 
una  "tira  de  muselina  o  cinta 
que  se  encoge  o  arruga  en  orden 
serpeado,  tirando  del  hilo  que 
en  diversas  puntadas  le  pasó  de 
orilla  a  orilla  muchas  veces,  for- 
mando ángulos  entrantes  y  sa- 
lientes. Se  emplea  en  adornos  co- 
munes de  vestidos  y  paños  o  col- 
gaduras ordinarias."  No  se  pue- 
de negar  que  la  posición  de  los 
que  están  acostados  a  la  tripa 
pollo  se  parece  al  asj>ecto  que  pre- 
senta el  adorno  de  la  tripa  de  po- 
llo cubana,  l'rípa  en  esta  acep. 
es  el  francés  tripe,  especie  de  tela 


at'eli>ada,  llamada  así  jxir  su  .se- 
mejanza con  el  interior  de  la 
jjanza  de  lo^  rumiantes.  El  Dice. 
lo  tiene  admitido  en  la  forma 
tripe.  Mí.,  (tela  de  lana  o  esparlo 
parecida  al  tei'cio}:)¡elo).  A'ctuse 
más  adelante. 

Tripal,  m.  Conjunto  de  tripas 
e  intestinos  de  una  persona  o  de 
un  ardmal;  en  ca-stellano.  trip<- 
ría. — En  algunas  provincias  de! 
Sur,  hilu  cí(ca(/o.iVéasc Curar,  2.* 
acep.  En  ests  caso  no  viene  del 
castellano  trípa,  sino  del  arauca- 
no fripiiii.  hacer  salir,  sacar  o 
quitar  ai'ueía  Mejor  se  ve  su 
.'^igniticado  en  los  compuestos: 
tripaniii apañe  11,  polluere  aliunt, 
hiU'fnitripoít,  iitnitripan.  rel;o.«ar 

0  rebalsar. 

Tripalero,  m.  Individuo  que 
en  el  matadero  .saca  el  tripal  o 
las  tripas  de  los  animales. 

Tripe,  m.  '"Tela  de  lana  o  e.«- 
parto  parecida  .al  terciopelo,"'  es 
lo  único  que  dice  de  esta  voz  el 
Dice,  cpie  la  deriva  del  francés 
tripe.  Si  hubiera  agregado  cpie 
las  hay  de  varias  clases,  más  o 
menos  linas  (como  el  tripe  riza- 
do, el  tripe  cortado,  el  tñpe  de 
Brusekisjj  y  que  se  usan  princi- 
palmente como  alfombras,  todos 
habríamos  entendido;  pero,  tal 
como  está  la  definición,  peca  por 
su  excesiva  concisión.  "[La  igle- 
Ai\  I    e.staba    lujosamente    alfom- 

1  irada  de  tripe  rizado."  (La  Re- 
forma. ;>  Enero  1872).  Véase 
Bruselas  en  el  Apéndice  del  1."'  t. 

Triplicarse.  Véase    Trapicar. 

Triple,  f.  Cuadrilla  de  mine- 
ifTs  (jiie  trabaja  en  una  labor  de 
ocho  en  ocho  hora.s.  (Vicuña 
Mackenna,  El  libro  del  cobre,  c. 
XII,  §  XV).  ¿Será  porque  las  24 


568 


TRIP 


TRIP 


horas  del  día  quedan  dividida? 
en  tre-i  partes? 

Tripoca,  f.  Pato  chileno  silves- 
tre, más  chico  que  la  tognn,  }>ero 
de  forma  aplanada ;  por  e¿o  algu- 
nos lo  llaman  también  pato-bola 
y  pato-rana.  Erismatnrn  fcrnif/i- 
iica  es  el  noml>re  cientíhco  que 
le  da  Reed. —  Tripoca  es,  indu- 
dalílcniente,  metáteíi.~  de  pitro- 
ca, que  parece  ser  la  misma  ave. 
(Véa.?e  en  su  lugar) .  Por  haber 
escrito  Reed  pato  tripoco  (nom- 
bre que  jamás  hemos  oído),  dijo 
i.enz:  "Si  tripoco  e,-;  la  forma 
primitiva,  se  podría  analizar,  se- 
gún Febrés:  ffiüpiin,  j^egar.  apo- 
rrear, azotar,  y  co,  el  agua:  sería 
( i)ato)  azota-agua." 

Tkiptoxgak.  a.  Unir  tres  vo- 
cales, formando  en  la  pronuncia- 
ción de  ellas  una  sola  sílaba  o 
triptongo.  Es  v.  usíido  en  Lin- 
güística y  tan  bien  fornuido  co- 
mo dipíongai;  que  ya  está  acep- 
tado en  el  Dice. ;  a  parí  debe  pues 
admitírsele. 

Tripular,  a.  He  \'aldivia  al 
Sur,  liK'Zclar  un  líquido  con  otro, 
chicha  de  manzana,  por  ej.,  (fi- 
(iru)  con  vino;  en  c;istellano, 
chmnpnrrar  o  chapurrar.  De 
aquí  es  que  el  part.  tripulado,  da, 
.«dignifica  de  mucha-;  colores,  mul- 
ticolor.—  Probablemente  del 
araucano  reipuln,  mezclar,  en- 
treverar (P.  Augusta),  contami- 
nado con  el  ca.stellano  tripular. 
— En  las  Comedian  de  Ruiz  de 
Ahircón  hallamos  u.sado  este  v. 
en  una  acei).  que  no  le  da  el 
Dice.  lie  aquí  el  texto: 

Kstc  e»  el  punto  en  que  están 
BstaH  coBaH:  ríe  las  infat 
Sabriía  qu".  dctesperad» 
De  no  hallar  de  ti  niiticia. 
Y  apretado,  Dios  lu  sabe, 
De  la  pobreza  enemiga, 


Me  resolví,  y  hoy  de  Flor 
Vine  a   laber  si  sabía 
De  ti,  y  pedir  que  socorra 
Mi  necesidad  esquiva: 
Hállela  triste,  y  halle' 
Vuc  su  noble  hermano  hnhia 
Tiipulaáu  los  sirvientes. 
Del  juego  de  amor  nialillíis. 

{Oaiiar  ami;;ot,  II.  7.") 

^Significará  este  tripular,  '"sobor- 
nar, cohechar?"  Así  parece  por 
el  contexto.  El  Dice,  le  da  sola- 
mente estas  dos  acejjs. :  "'dotar 
de  tripulación  a  un  barco;  ir  la 
tripulación  a  bordo  de  un  l>ar- 
cc."  En  La  Pícara  Ju.^tiua  lo  ha- 
ilauios  usado  como  r.  y  fig. :  "En 
fin.  yo  ntc  tripul>'  en  el  nombre 
de  humilladero,  y  fué  la  causa 
del  friúnldriu/'  y  del  engaño  esta 
negra  habla  e.-iiañola.  que  des- 
pués que  iiay  sermones  impresos 
en  romance,  da  de  sí  má;5  que 
unto  de  anguila."  (P.  II,  1.  II, 
c,  IV,  §  IV),  Lo  que  quiere  de- 
cir es  que  .se  tomó  o  se  ai>rovechó 
de  la  palabra  humilladero,  que 
se  embarcó  e::  ella,  entendiéndo- 
la en  el  .•^•ntido  que  le  convenía. 
Tripulina,  f.  lis  con-iente  en 
(^liile  y  en  la  Argentina  en  el 
significado  de  tremolina  (bvdla, 
confusión  de  voces  y  jiersonas 
que  gritan  y  enredan),  hanillo 
(confusión,  desorden,  mezcla 
de  gentes  o  cosas  de  lodiv*  clases) , 
jabardillo  (remolino  de  mucha 
gente  que  n nieve  confusión  y 
ruido). — El  origen  de  e.-;te  voca- 
blo no  puede  ser  otro  que  al  adj. 
tripolino,  na.  ¡KM-tencciente  o  re- 
lativo a  Trípoli.  Tripolina,  f., 
significaría  al  principio  .-íorpresa 
o  ataque  rei)entino  de  lixs  moros 
de  Trípoli,  que  sieinjire  comlm- 
ten  con  nmcha  bulla  y  algazjira. 
y    dc-ipués    se    haría    extensivo  n 


TEIQ 


TRIS 


569 


toda  bolina,  bulla  grande  o  des- 
orden. Compárese  con  el  Ciistizo 
■sarracina,  de  sarracín,  por  alu- 
.^ión  a  la  gritería  y  al  desorden 
con  que  ésto.s  solían  |jelear,  y  que 
significa:  "pelea  entre  muchos, 
y  especialmente  cuando  es  el 
acometimiento  con  confusión  }• 
sin  orden;  por  extensión,  riña  o 
l'cndencia  en  que  hay  herida*  y 
nuierte.=."  A  Ir/arabía,  en  su  acep. 
lig..  signiñca  tamlñcn  "gritería 
ci  infusa  do  varias  personas  que 
hablan  a  un  tiempo,"  y  viene  de 
alnrahiii,  la  lengua  árabe.  ])ór  la 
(•o.stumbre  que  tenían  los  moros, 
en  sus  encuentros  con  los  cristia- 
nf(s,  de  dar  grandevS  voces  y  ala- 
ridos a  fin  de  poner  espanto  en 
.-US  ánimos.  Véanse  ^I.\LorA  y 
.\I.\Lóx.  Nótese  también  el  signi- 
ficado de  "mezclar'"  que  tiene  en 
nuestras  pro\incia.s  del  Sur  el  v. 
tripular;  ])or  donde  pudiera  estar 
relacionado  con    tripulina. 

Triquk,  m.  Iridácea  chilena, 
cuyo  rizoma  as  usado  en  medi- 
cina doméstica  como  purgante  y 
diurético.  So  conocen  dos  espe- 
cies: una  de  flores  azules  (liber- 
tia  caerulfíscens)  y  otra  de  flores 
1)1  ancas  (Ubrrtia  Sprengel). 
"I>as  especies  son  de  Australia 
y  de  Chile,  y  nuestros  campesi- 
nos las  llaman  callecalle,  trequel, 
frique."  (Philippi).  El  Dr.  Mu- 
rillo  reí^onoce  también  los  efec- 
tos medicinales  de  esta  planta  y 
dice  que  las  preparaciones  far- 
macéuticas que  se  hacen  de  ella 
son  la  infu.sión,  al  cuatro  por 
ciento,  y  l-i  tintura  alcohólica. 
Los  noimbro<  vulgares  que  le  da 
son  triipi.i:.  callecaUe  y  tequel- 
tequel. — VA  nombre  es  'U'aucano, 
pero  no  se  rrgi.-tra    en  bis  diccio- 


narios.   Algunos     dicen  tamliién 
triquen  y  triquencillo. 

Trique,  ni.  Uebida  que  ■*  ha- 
i-e  de  la  parte  gruesa  de  la  ceba- 
da to.stada  y  triturada,  después 
de  cernida,  y  con  agua.  A  veces 
se  le  iigrega  tauíljién  azúcar.  Es 
una  bel)ida  agnidaljle  y  refres- 
cante, que  se  llama  también 
agua  de  trique. —  El  misnro  resi- 
duo que  queda  de  la  cebada  tos- 
tada y  triturada,  separada  la  ha- 
rina, se  llama  también  trique. — 
\aí  etiuiología  es  el  araucano 
fhücül,  thicül  o  tliucún,  frango- 
llo. Por  eso  algunos  no  dicen 
trique,  sino  triquín  \'  triquen. 
En  castellano  hay  la  voz  honli"- 
te,  m..  "l>ebida  que  se  hace  de 
cebada,  semejante  a  la  tisana," 
pai'ecida,  pero  nó  igual  al  trique. 

Triquinear,  a.  Molestar,  im- 
portunar.— Parece  fonnado  del  s. 
triquiñuela  (rodeo,  refugio,  arte- 
ría). 

Triquinúa,  f.  Guiso  de  trigo 
y  de  porotos,  ambos  medio  tos- 
tadas y  triturados,  para  cernerlos 
primero  y  sacarles  el  hollejo. — 
Del  V.  araucano  fhúcvnn,  hacer 
frangollo. 

Triquitraca,  f.  Dígase  friqui- 
traqu£,  m.  (ruido  como  de  gol- 
pes repetidos  y  desordenados;  los 
mismos  golpes). 

Tris.vduka,  f.  Acción  o  efecto 
de  trisar  o  trisai-se.  Véase  el  .si- 
guiente.— No  se  confunda  este 
vocablo  chileno  con  trizarlura, 
que  es  castizo  y  falta  en  el  Dice. 
TA  Maestro  Gonzalo  Correas  lo 
u.-ó  como  término  de  Gramática 
t-n  el  mismo  significado  que 
ectlipds,  que  usan  las  gramáti- 
cas latinas.  He  aquí  sus  pala- 
bra-s:      "Ecthlipsis  =  trizadura. 


TRIS 


TRIS 


Es  cuando  entre  dos  .-^laba!?  u 
diciones  se  ajirieta  y  de.-iuenuza 
una  letra  consonante.  .  .  !a  .v  an- 
tes de  rr,  nunca  suena,  ni  antes 
de  otra  a-,  porque  ansí  décimo* 
Lo  Hoiiianos,  lo  Reyes,  lo  ró.ba- 
nos,  lo  robles,  la  ramas;  aunque 
tK-ribinios  los  Romanos,  los  Re- 
j/ef.  los  rábanos,  loa  robles,  las 
roiiids.  Antes  de  otra  s  también 
se  escribe,  aunque  no  suena  lia- 
blando  ordinarianientí',  si  no  se 
dicen  con  espacio,  y  nadie  se  pa- 
ra en  eso  como  diciendo:  Los  se- 
ñores, TodoN.santos,  los  sábados, 
írjs  su  dueño.  Quítase  la  s  en  las 
primeras  personas  verbales  de! 
plural  antes  del  pronaml)re  nos 
enclítico  y  pegado,  y  no  se  escri- 
be: vamonos,  estémonos,  andá- 
m onos.  .  ."  (Arfe  g ra n de .  pág. 
'257).  La  ccilipsis  es  ilicencia  poé- 
tica que  .-e  toma  en  latín  supri- 
miendo en  la  pronunciación  la 
))/  tinal  de  una  palabra  cuando 
la  siguiente  empieza  por  vucai. 
— Este  último  vocablo  no  está  re- 
gi.-lrado  en  el  Dice.  De  los  otros 
dos.  trisadura  delie  admitirse  co- 
mo chilenismo,  y  trizadura  co- 
mo castellano,  en  la  acep.  gene- 
ral de  acción  o  et'ectd  de  trizar  o 
trizarse  (véa-se  Trizat?).  y  en 
particular,  cu  la  qui-  Ir  il:i  Co- 
rreas. 

'I-Ki-Ait.  a.  y  ú.  m.  c  r.  Que- 
brar, hender  n  ca-car  levemente 
y  sin  pai'tir  en  ti-ozos  una  cosa 
de  \idn(),  de  loza.  el<-.  !"/<  v.  de 
uso  general  en  Chile  y  que  .k» 
tiene  equi\  alenté  en  ca^^tellano, 
a  no  ser  tirpor  o  liorpar,  que,  .«e- 
gi'ui  Cejadfir,  se  dice  en  Segovia 
"por  la  vajilla  i<  vidrio  (|ue,  sin 
romperse  del  todo,  (ineila  raja- 
do."   (Kl  úlliino    [)icc.  1(1    admi- 


tió en  la  fonna  arpar,  pero  con 
otras  aceps.  distintas:  "arañar  o 
rasgar  con  la.--  uñas  [recuérdese 
el  chilenismo  arpista] ;  hacer  ti- 
ras o  pedazos  alguna  c<»sa)."'  Lo? 
otros  sinónimos  son:  sentirse 
(empezar  a  abrirse  o  rajarse  una 
cosa;  como  pared,  vidrio,  cam- 
pana, etc.).  su  compuesto  con- 
sentirse (ca.-H'ai-se,  rajai-se  o  prin- 
cipiar a  ronqiei-se  una  cosa.  El 
buque  se  consintió  al  i'aror).  sal- 
tar (romperse  o  quebrantarse 
violentamente  una  cosa,  \k>t  ex- 
ce«va  tirantez,  por  inlluenciu  at- 
mo.->í erica  o  por  otras  causa."). 
T^os  verbíx-i  cascar,  hender,  agrie- 
tar, grietarse,  quebrantar,  rajar, 
no  e.\prے=an  la  misma  idea,  por- 
que en  la  acción  que  ellos  supo- 
nen hay  .separación  de  partes,  de 
manera  que  se  da  paso  al  líqui- 
do y  al  aire,  y  no  así  en  la  trisa- 
dura o  el  trisarse  chileno,  en  que 
.-olamente  ^e  ve  la  línea  in<lica- 
doi'a  del  daño.  Si  este  v.  hubiera 
exi.stido  en  castellano,  nadie  lo 
habría  podido  usar  mejor  que 
T'nvc  de  Molina,  cuando  en  el 
iuto  11,  CSC.  IT.",  de  su  comedia 
¡'or  el  sótano  y  el  forno,  dijo: 

Mi  hcrmBn.^,  viuda  <Ic  vidrio 
Tan  delgado, que  se  iju'ichra 
A  uu  iri$.  y  nos  iiunde  a  gritos. 

Porque  no  hay  duda  de  <(ue  el 
V.  se  formó  de  la  voz  onómatopc- 
yica  /)■(','.■  (leve  sonido  que  hace 
una  cM^a  delicada  al  quebrarse: 
como  vidrio,  etc.")  "La  expresiÓQ 
lie  lo-  rui<lf>s.  dice  Cejador,  .«e 
lomó  a  menudo  de  la  acción  que 
los  origina,  que  suele  reducii-se 
al  lozarse  v  chocar.se  las  cosas." 
{Silbanlfs.  t.  111.  l)ág.  4óO). 
,.Qné  cosa  más  natural  ((\ie,  si  el 


TRIS 


TRIS 


í.n 


\idrio  al  henderse  ligerajiiente 
hace  triii,  .se  llame  esto  tnsarse:- 
Tan  evidente  es  esto,  que  no 
queremos  ni  pensar  en  otra  eti- 
mología, como  sería;,  i>or  ej.,  la 
de  derivar  este  v.  del  castizo 
triarse  (clareaive  uiui  tela  por 
usada  o  mal  tejida)  :  como  nues- 
tro pueblo  pronuncia  la  x  como 
ima  simple  .ispiración,  al  oír  los 
^micultos  la  voz  triaran,  debie- 
ron de  pensai'  que  era  una  mala 
pronunciación  y  lu  corregirían 
por  trisarse.  Pero  no  hay  para 
qué  acudir  a  esta  hipótesis. — 
También  damos  a,  frisarse  la 
acep.  fig.  y  fam.  de  entibuii-se  o 
enfriarse  la.-*  relaciones  de  amis- 
tad. Para  esta  idea  ba.^ta  el  ca.-^- 
tizo  resentirse  (dar  mue.stra.-^  de 
sentimiento,  pesar  o  enojo  por 
una  cosa). — Pedimos  la  ¡idnii- 
sión  de  frisarse  en  la  1.*  acep., 
como  la  pidió  tamliién  el  8ecre- 
tari()  de  la  Academia  Chilena  en 
un  art.  c[uo  sobre  él  publicó  en 
el  Boletin  de  la  Aeíid.  Española 
(1.  111.  pág.  •■)7] ).  El  imehlo  usa 
también  la  ionna  clisarse  (véa.-~e 
en  .svi  luuar),  pero  meno-  que 
trisarí^e.  A  lo  que  allá  dijimos, 
cpicremos  agregar  este  texto,  que 
da  también  alguna  luz.  En  el 
auto  de  La  deeialhieión  de  S. 
Juan  Bautista,  dice  de  éste  uno 
de  bis  personajes: 

¡oh  cl.iiü  espejo  y  dechado 
De  santidad  y  justicia! 
;0h  vidrio  |iurifica<lo, 
Con  la  adultera  malicia 
Tan  gravemente  cclii^adol 

(Colección  Rouanet,  t.  11.  jcíg. .')'.!). 

E.ste  participio  eclisado  ¡s-  del 
V.  eclipsar,  que  en  .•~u  acef).  lig 
vale    "obscurecer,    det<lucir?""  Ko 


hay  duda;  purquc  un  espailol 
lio  habría  desligurado  así  el  tér- 
mhio  de  Ciermauía  esdisiado  o 
esclisado. — Ilaj-  en  castellano  un 
V.  trizar,  que  íágnifica  hacer  tri- 
zas y  que  el  Dice,  hasta  hoy  no 
ha  recogido.  Para  que  no  se  con- 
funda con  el  nuestro,  que  escri- 
bimot--  con  .•^  y  significa  cosa  dis- 
tinta, aunque  de  la  misma  iiatu- 
i-aleza,  le  apuntaremos  alsuna'^ 
autoridades  españoltun ;  '"Cierre 
paso,  cierre  quedo,  no  me  trice  la 
[luerta  el  dedo."  (Correas,  l'oca- 
Injlario.  pág.  270  b). 

Bendita  Virgen,  iii;ir  cu  donde  el  Vt  ibo 
Siguió  por  nueve  meses  su  derrota. 
Mi  bajel,  pues  sois  mar.  en  vos  navega, 
Mirad  que  sopla  el  aquilón  protervo, 

Que  las  olas  levanta  y  alborota 

Trica  timón,  escandelar,  y  troza 
Cables,  amarras,  áncoras,  barbeta. 

(Tejada,    CiiMwn  a  S."  S."  Biblinl.  de  Ca- 
líanlo, t.  I,  col.  1004), 

De  este  v.  trizar  se  formó  destri- 
zar. <pic  el  Dice,  define;  "hacer 
trizas  <i  ¡ledazos  ;  hg,.  consumirse, 
deshacerse  ix>r  un  enfado."  y  en 
el  cual  el  des  no  significa  nega- 
ción o  inversión  del  significado 
del  v.  simple,  sino  afirmación  e 
intensidad,  l'n  autor  (el  Dr, 
\'iana)  lo  u-é)  tainbiéu  en  la  for- 
ma st  rizar: 


Má 


clíni 


i  beatia  eres  que  n  : 
Y  más  frío  que  u  a  sierra. 
Pues  no  te  striza  y  te  sierra 
El  acordarte  del  fin. 
(Bilili;!.  ,¡e  Callard,,.  t.  IV.  col,  1010). 

En  latín  hay  v.  frissave,  pero 
sighitir-a  gritar  d  cantar  la  go- 
lítndnna,  e(infi>rme  con  el  grie- 
g(i  Tpí'((o,  chillar,  chirriar,  re- 
chinar. Tanto  estos  do«  como  el 
ea-tellaiio  trizar  v  el  chileno  tri- 


TRIU 


TROC 


mr,  son  onüiiiaUípcyK-o.^.  porque 
cada  uno  .se  ha  formado  de  un 
sonido  distinto. 

Trisemanal,  adj.  Que  .-ucede 
o  se  repite  tre>  veces  por  remana. 
Véase  Bisemanal.  >>'iufíuno  de 
los  dos  lia  .-ido  admitido. 

Tristón,  xa,  adj.  fam..  aum. 
de  triste.  AIjío  triste.  \'ca.-e    On, 

NA. 

Tritono,  m.  T  rito  no  acentúa 
c]  Dice.,  confonne  a  la  etimolo- 
gía .a:i"iega,  y  lo  define:  "inténsa- 
lo compuesto  de  da«  tonos  conse- 
cutivos, dos  mayores  y  uno  me- 
nor."— Dítono  (inténsalo  que 
consta  de  dos  tonos)  es  también 
e-drújulo;  pero  tfemitono  (cada 
una  de  las  dos  ])artes  desiüiiaics 
en  que  se  divide  el  intervalo  de 
un  tono),  por  ser  compuesto  de 
partícula  de  más  de  una  sílaba, 
es  grave;  sin  embargo,  en  semi- 
tlítono  (intervalo  de  un  tono  y 
Tin  semitono  mayor)  reajiarece  el 
acento  esdrújulo.  ]j¡oque  aquí  dí- 
tono  so  considera,  re.si>ecto  de  se- 
mi,  como  voz  .simi)!e. 

Triunfo,  m.  Coatar  un  triun- 
fo una  cosa,  fr.  fi,g.  y  fam. :  cos- 
tar un  gran  trabajo  o  sacrificio. 
Es  tomada  de  los  juegos  de  nai- 
fiesi  en  que  el  triunfo  es  la  carta 
de  mayor  valor.  ])orque  vale  más 
que  cualquiera  de  las  otras.  In- 
ju.ítan¡ente  ha  omitido  esta  fr.  el 
Dice,  porque  no  e,s  chilena 
(aunque  se  u.sa  mucho  en  Chile) 
ni  americana,  sino  antigua  espa- 
ñola. "Costar  trÍ7t.nfo  por  costar 
caro."  dijo  (íonzalo  Correa.s.  "Te 
lia  contar  trianfo  y  amargar  el 
bocado."  (.\.  Pérez,  Vierne.K  Do- 
minica I  de  (hiarcsma).  "Cierto 
que  ya  por  entoncRs  me  costaba 
va    triunfo    In   <\\\o    ante*  conse- 


guía .vo  con  sólo  un  uiinu"  de  los 
iijo.^.'"  (.Pereda,  La  Puchera, 
XII).  "Me  ha  contado  un  trian- 
jo  suliir  la  escalera."  (Valbuena, 
A;/na  turhia,  Xli).  Y  a-í  n)ismo 
la  Condesa  de  Pardo  Bazán.  Po- 
lo y  Peyrolón  y  dern:':-  m<Kler- 
iios. — Disparates  son  triunfos,  fr. 
iig.  y  fam.  con  que  .-hj  zahiere  el 
triunfo  del  error  sobre  la  verdad. 
Iv^tá  formada  a  semejanza  de  la 
e.si)añola  Orofi  son  iriwnfos  y  me- 
rece la  apn>l)ación  del  Dice. — 
En  triunfo,  Uk.  que  se  u.sa  más 
con  los  verbos  llevar,  traer  y  re- 
cibir, y  .significa  a  modo  de 
triunfador,  con  el  mayor  agüsajo 
público.  Es  indispensable  que  la 
admita  el  Dice,  ya  que  no  le  da 
;;  triunfo  ninguna  acep.  qvie  la 
pueda  explicar:  sólo  le  da  la  de 
"victoria;"  jicro,  como  nadie  di- 
ce Llevar  o  recibir  en  victoria 
i)or  Llevar  o  iccibir  en  triunfo, 
luego  hay  necesidad  de  admitii' 
dicha  loe. — El  vulgo  chileno 
]ironuncia      trunfio  y  trrunfio. 

Trinque,    ^'(■;lse  TuQiK. 

Troade,  n.  pr.  f.  Tróade,  anti- 
gua región  del  -Asia  Menor,  que 
tuvo  1 101-  capital  a  Troya.  Del  la- 
tín Troü.^,  Tróadi-'í. 

Troca,  f.  I'unzón  de  acero  que 
.«e  cm])lea  ])ara  ])inchar  la  ]):mz;i 
de  los  animales  vacuno.<  empasta- 
dos. (Véase  Empastar,  1.'  art., 
últ.  acep.)  Es  corrupt'ii'iu  de  trin- 
car, m. :  "in.stnnnento  de  cirugía, 
(pie  con.fl.''te  en  un  jiunzón  con 
])mita  de  tres  aristíis  cortantes, 
revestido  de  una  cánula  que  de- 
ja al  dc.<<'ul)icrlo  dicha  pmita. 
PunziHido  cavidades  que  conten- 
gan líquidos,  pueden  ser  extraí- 
dos c«?tos  por  medio  de  la  cánula, 
de  la  cual  .«e  saca  i»revian!cnte  el 


TROC 


TROL 


)73 


punzón."  Lo.~  médicos  cliilenos 
dicen  geueraliuenle  el  trocar,  ¡an 
duda  porque  lo  han  tomado  del 
inglés,  que  así  pronuncia  este 
nombre;  pero  el  Dice,  escribe 
trocar  y  lo  ileriva  del  francé.* 
trocarf,  de  trois-qu.art¡>.  de  frolg, 
tves,  y  carre,  esquina. —  Otra 
troca  que  hemos  oído  en  algunas 
partes  es  la  que  significa  madeja 
de  cordelillo  para  coser  sacos,  te- 
jer esteras,  etc..  y  que  consta  i"e- 
gulaiTuente  de  veinticinco  he- 
bras. No  conocemos  su  etimolo- 
gía ;  a  no  .«er  que  venga  del  arau- 
cano trokiñ,  división,  porción, 
parte,  clase,  medida ;  del  cual  se 
formó  trokiwe,  un  hilo  con  que 
Sk  miden  los  terrenos,  las  tareas 
para  los  segadores  o  de  que  se 
sin'en  las  tejedoras  para  dar  al 
telar  el  tamaño  que  desean.  (Pa- 
dre Augusta). 

Tkoc.vr,  a.  I'or  un  respeto  que 
no  hay  cóuio  alabar  y  por  el  ho- 
rror que  todo  cristiano  debe  te- 
ner a  la  simonía,  ca^i  todos  los 
chilenos  católicos  emplean  e.?te 
V.  eu  lugar  de  compnir  y  rcnder 
cuando  .-^e  trata  de  oljjetos  pia- 
dosos o  destinados  al  culto.  iVsí 
es  como  se  tniecan  (y  no  se  coin- 
pvon  ni  cendcn)  rosarios,  esca- 
pularios, imágenes,  ornauíeutos, 
cálices;  y  a.sí  se  trocabon  tam- 
bién las  bulas  de  cruzada  y  de 
carne. 

Tkuíatix'ia,  f.  "Trueque  o 
cambio  equivocado  o  confuso." 
Ko  se  confunda  con  trocatinte, 
ni.,  ''color  de  mezcla  o  torna.sola- 
do."  Puigblanch  .sostiene  que  el 
primero  esm.:  "Y  ^.qué  dirán 
de  V.  cuando  al  nomltrc  trocu- 
tini'i,  en  su  D.  Trrinópild.  le  ha- 


ce femenino?"'  (Opúsculo.-',  t.  II, 
pág.  oü8). 

Trocu.\,  f.  Significa:  '"vereda 
o  camino  angosto  y  excusado,  o 
que  sirve  de  atajo  para  ir  a  una 
parte;  candno  abierto  en  la  ma- 
leza." No  vemos  pov  qué  se  da 
en  Chile  este  nombre  a  la  vía  fé- 
'ifcd  o  ferrocarril  cuando  es  an- 
go.-ta.  de  tal  manera  que  nadie 
dice  ferrocarril  angosto,  vía  on- 
goxfd,  sino  trocha  angosta,  de 
trocha  angosta; y  hasta  se  come- 
te la  iniquidad  de  llamar  trocha 
í\  ancho,  anchor  o  anchura  de  la 
vía  féiTea.  "¿Cuánta  es  la  trocha 
de  este  ferrocarril?  ¿Qué  trocha 
se  le  v:i  a  dar?  Convendría  darle 
un  metro  de  trocha,  o  la  trocha 
de  un  metro."  ¡A  qué  absurdos 
lleva  el  desconocimiento  del  sig- 
nificado exacto  de  las  voces! 

Trochemoche  (A),  o  A  tro- 
che Y  MOCHE,  m.  adv.  fani.  Di.s- 
paratada  e  inconsideradamente. 
De  anillas  maneras  .•se  usa  en 
castellano. 

Troglodit.\,  adj.  Aplíca.-e  al 
ave  que  vive  en  caiTernas. — Tro- 
yloditc),  adj.  Dícese  del  género 
de  estas  mismas  aves. — Faltan 
esta.<  dos  aceps.  en  el  Dice. 

Troj,  je,  f.  '"Espacio  limitado 
]>or  tíibique.s,  para  giiardar  frutos 
y  esi>ecialmente  cereales."  Tam- 
ijién  se  usa  entre  el  pueblo  la 
forniii  troja,  anticuada  en  el 
Dice. 

Trola,  f.  Trozo  de  corteza 
gruesa  de  ¡irbol  en  forma  de  lon- 
ja. 1.a  má.s  nombrada  e.«  la  de 
ipiHhiii, — Tallo  largo  v  aplanado 
del  riirlidi/in/o. —  Buenas  trolas, 
Don  Trola,  par  de  trolas,  trola, 
troludo,  fig.  y  fain..  apodo  (jue  se 
(la  al  iiidi\iduo  -imple  o  necio,  v 


TROLL 


TROLL 


ál  flojo,  descuidado  o  desvaído, 
coino  el  e-pañol  vainazas,  ni. 
t'íiiii.  Coiiipáre^e  eoii  par  de  al- 
forjas y  par  de  estribos,  en  lo.-^ 
!Ut.«.  .\lforja  y  Estribo. — La 
etiniolooTa  es  el  araucano  Irolef, 
cascara,  corteza,  hollojo.  (Padre 
.■'.  ng:usta ) . 

Troltrol,  m.  Un  cardo  muy 
aliundante  eu  las  provincias  del 
.Sur  y  que  crece  princii)ailniente 
en  lo!í  trigales.  Dice  Lenz  que  <le 
sus  tallos  .seco.s  y  huecos  hac«n 
lo-  indios  instrumentos  nn'isicos. 
VA  nombre  científico  e^^  mnchv.i 
]..  a»per  Hall,  de  la  familia  de 
las  sinantereas  (compuestas),  pa- 
recido al  nilhue,  i>ero  los  dientes 
de  los  bordes  de  las  hojas  son 
tiescx--.  casi  picantes  (i)unzantes"). 
las  orejuela-  en  su  ba.<e  redondas 
y  hüs  aquenios  bialados  l-sic]. 
.■\nd)as  e-!pwies  se  hallan  iiíual- 
meiite  en  Ein-opa;  son  un  pa.*to 
excelente  ]iara  los  caballos,  vacas, 
etc..  y  la  ti.«ana  de  las  hojas  .se 
pr<)])ina  como  aperitiva,  refres- 
cante. antibilio.<a.  etc.  (l'liilil>- 
pi). — Kl  uomla-e  es  el  araucano 
fhnlth»,  falto  o  rhoUrho.  ceiTa- 
ji¿.s,  hierba.  (Felncs).  Cavada 
también  lo  trae,  advirtiendo  que 
.-e  dic-p  más  comunmente  cholcho 
y  huaica. 

Trolla,  f.  JucLio  <le  muchachos 
(pie  con.si.-te  en  sacar  para  sí.  con 
una  bolita  con  que  tira  cada 
uno.  otras  que  se  colocan  en  vma 
circunferencia.  Se  jueua  entre 
varios  y  cada  cnal  ])one  su  bolita. 
— 1.a  circunferencia  mi.sma. — 
Tiro  iíayo  lo  llama  troya  y  lo 
dewrilie  de  otra  manera:  "en  un 
círculo  ilcscnto  en  el  suelo  ¡^o 
hace  rodiu-  un  tromix):  los  jnsía- 
durt*-  tiran    a  dar    sobre    el  y  .sa- 


carle del  riiedo.  lo  que  so  coasi- 
üue  haciendo  quine  o  cachada." 
K-le  juejío  .■^  llama  eu  Chile 
quiño.  — El  nombre  de  trolla  o 
troya  viene,  .sin  dudii  al.üuna. 
del  de  la  famosa  ciudad  sitiada 
y  Tendida  por  la'*  griesíos  y  can- 
tada por  Homero  y  Virgilio. 
Anti  el  aiilitiuii  de|>orte  espa- 
fnil  lie  ciirn /■  f(iHii.'<.  (pie  consistía 
en  pelear  a  caballo  difercnteí 
cuadrillas,  -in  oti'as  arma,<  que 
cañas,  para  ostentar  su  destreza. 
.>*e  llamó  Troi/a.  porque  se  creía 
dei-ivado  de  los  troyanos  e  imi- 
tado de  uno  de  los  juegos  con 
que  Eneas  honró  las  exequias 
de  ."U  padre  .Vnquises: 

Este  juego  qne  <li^i.  acpiestíi  usanza 
De  así  coiTer  en  forma  de  batalla. 
.\seanio  fiie'  el  primero  íjiie  en  Itjiliu 

Lo  renovó 

Ivl  cual  juego  el  día  ile  hoy  se  dice  Ttcyii. 
Y  el  e.«cua(li(in  <Ie  nioios  que  lo  juega 
Hasta  hoy  se  dice  el  eecuadrnn  tmyano. 

(Virgilio.  Engullí.  1.  \'.  tr::<hu-.  de  Hernii'n- 
flt'z  df   Vel.Tsco». 

l,oiK'  de  Vega  llamó  también 
Trolla  \nia  parte  de  mi  huerto 
de-truído: 

No  siente  nuis  fati.?as 
Misero  labrador,  cuyo  senibriulo 

Coronaban  espigas. 
Cuando  miró  las  líneas  del  arado. 
Sn  primero  sudor,  y  del  novillo 
Lim|>ias  las  eras  y  burlado  el  trillo. 

Que  yo  mi  inútil  Iiucrto. 
Robado  como  Hesprfrides  de  .\lcides. 

Y  eu  el  camiio  desierto 
( )tra  Numanoia  de  írbolca  y  vides. 
Un  8agunto  de  flores  y  retamas. 
Las  piedras  lioja»  y  los  muros  ramas. 

Sobre  mojados  limos. 

Tniyiir  de  manutisas  y  claveles... 

(  //„,,/„  ./r,./.«*.>). 

TroUcy,     in.    Vea-»'    Tomaco- 
rrientc. 


TKOM 


TROM 


Tromagoso,   sa,      ailj.      \'i'a.-e 
Trumagoso,  sa. 

Trome,  ui.  Es  el  uoiiihre  arau- 
cano, y  que  se  ii>a  en  al<>uiias 
provincias,  de  la  planta  llamada 
"itoqiálh).  ^'éase  esta  voz.  Tho- 
III p  lo  eíeril>e  Febrés  y  lo  define: 
"ia  totora  que  tiene  tres  esqui- 
nas; la  más  aucliitpa,  llamada 
<  iicd.  dic-en  ellos  vathu."  En  al- 
gunas ()artes  se  [¡ronuncia  tome 
y  de  esta  pronunciación  salieron: 
Tomé  (por  thome  hue.  lui^ar 
donde  abunda  el  trome),  puerto 
y  ciudad  capital  del  depar- 
tamento de  Coelenuí;  Tomé 
Chico,  fundo  del  departamento 
de  I  tata:  Tomeco  (auua  de  tro- 
mes),  aldea  del  departamento  de 
Rere;  Tomen,  (haber  tromes), 
l'undo  del  dei)artamentj)  ue  \a\- 
divia;  Toxirn/lo  (compuesto  del 
anterior  y  ilel  \'.  clan,  dar),  fun- 
do del  di']iartamento  de  Cau- 
(¡uenes:  Tniiinifíicó  (agua  del 
tromal  n  del  sitio  polflado  de  tro- 
mes),  fundo  del  dopartíuiiento 
de  lícré:  Troinév  (haber  tro- 
mes),  riai-h líelo  del  departamen- 
í.i  <le  Im|)erial.  Otros  dicen  tro 
mi,  tromin. 

Trompa,  f.  Ihuico  del  p,ucrco- 
o  cerdo.  La  acep.  i)ertin  Mite  del 
Dice,  es  ésta:  "i)rol  nugación 
muscular,  hueca  y  elástica  de  la 
nariz  de  algunos  animales,  capaz 
de  absorber  fluidos."  Así  es,  por 
e.|..  la  <lel  elefante,  pero  nó  la  del 
faierco,  ])orque  no  e.s  hueca  ni 
elástica.  El  Dice,  mismo,  en  el 
ar(.  ITozAK,  la  llama  Iwcico  y  nó 
trompa,  y  on  el  art.  Puerco, 
")it(i  ri'xi  cilindrica." — Por  in- 
juria suele  también  llaniai>Xí 
trompa  la  b(M-a  de  una  persona 
cuando    es    de  labios    nmv    snli- 


dos. — Es]3ecie  de  reja  de  hierro, 
•le  forma  angular  y  en  posición 
liorizontal  inclinada,  qiie  se  po- 
ne a  las  locomotoras  en  la  parte, 
delantera  para  que  quite  los  es?- 
torl)os  que  haya  en  la  vía.  Las 
locomotoras  de  E.spaña  no  tienen 
este  instrumento  y  por  eso  no  se 
ha  inventado  allá  nombre  para 
él. — l'roni]io  con  dos  púas  j  cu- 
ya-<  bases,  inferior  y  superior, 
SI  ni  iguales,  de  manera  que  pue- 
de bailar  indiferentemente  pov 
un  lado  o  por  otro.  La  trompo  es- 
pañola e>s  nuiy  di.stinta:  '  es 
"trompo  grande,  jiueco,  con  una 
al>ertura  lateral  para  que  zumbe, 
y  punta  larga  de  madera,  en  la 
cual  se  enrosca  el  hilo.  Se  le  liace 
bailar  con  ayuda  de  una  mane- 
cilla agujereada  en  un  extremo." 
Tandjién  se  llama  trompo  en  P>s- 
paña  el  "trompo  grande  que  tie- 
ne dentro  otros  ¡pequeños,  los 
cuales,  saliendo  de  lil  impetuosa- 
mente al  tiem-].)o  de  ser  arrojados 
pai'a  que  bailen,  andan  todos  a 
i:n  tiempo."'— Coche  de  trompa. 
^''éase  Coche. 

Tromp.vda.  f.  Es  castizo  en  to- 
das sus  aceps.,  inclu.sa  la  fig.  y 
fam.  de  "puñetazo." 

Trompear,  n.  y  a.  Dar  de 
trdiiipis  o  tromjiada?.  Ú.  t.  c.  re- 
cíprwo.  8e  n.sa'  también  en  Mé- 
jico, en  Colombia  \'  en  otra.?  par- 
tes. En  castellano  tenemos  abofe- 
tear (dar  de  bofetada»),  onvmear 
(dar  de  puñada.s)  y  moquetear 
(dar  moquetes).  Véanse  Oache- 
Tií.\R  en  el  Apéndice  del  1.''  t.  y 
Puñetear.— El  ca-?tizo  trompear 
o  trompar  significa  "jugar  al 
li'ompo." 

TROjfT'i-nw,  f.  La  que  n-an  los 
sordos  no  se  llama  así.  sino  froni- 


576 


TROM 


TROM 


pettlla  o  cerbatana. — Como  m., 
íijí.  y  íani.,  ''hombre  deqirecia- 
ble  y  para  poco.  Suele  decirse 
tambión  pobre  trompeta."  Así 
corrigió  esta  acep.  el  Dice,  desfle 
la  lo."  edición,  porque  en  las  an- 
teriores sólo  registraba  la  loe. 
Pobre  trompeta.  En  Chile  hemos 
dicho  y  decimos  f  rom  pita  sola- 
mente, como  Don  Rainún  de  la 
Cruz,  que  e'^criVjió: 

y,  si  qu  ero  repremleila. 
Dice  que  para  eso  es  noble. 
Y  que  yo  soy  nii  I  rómpela 
Que  no  debo  hacer  smú 
Callar  y  soltar  pesetas. 


(  Kl  ( 


ertloávtigmil] 


Trompezador,  ra,  ad.j.  Tropt- 
zoJor,  ra  (que  tropieza  con  fre- 
cuencia), y  así  mismo  tropezón, 
lia,  que  se  dice  más  comunmen- 
te de  las  caballerías.  Tropezoso, 
m,  adj.  fani.,  significa:  "que  tro- 
pieza o  se  ftetiene  y  embaraza  en 
!a  ejccufióii  de  unii  co.-a."  Véase 
Trompezar. 

Trompezar,  n.  Así  dice  el  pue- 
lilii.  tal  cdiiKi  lo  pronuncia  la  gen- 
io |«ico  letrada  en  todas  ]mrtes 
donde  se  habla  la  lenmia  ■.espa- 
ñola. "Trompezar,  trompezón, 
dice  Cuervo,  .■^e  encuentran  no 
.-ójo  en  los  diccionai'ios  <le  Ne- 
In'ija  y  el  P.  .Vlcalá.  sino  en 
oliras  de  estilo  elevad",  como  las 
i^dblias  de  Casiodoi'o  de  Reina  y 
dr  Cipriano  de  Vaiera."  Cejador, 
f|ue  para  ambas  voce<  cita  textos 
clásicos,  explica  la  rn  e]>eiitctica 
por  fusión  de  tropezar  con  trom- 
pear o  trompar,  Irompadero. 
(S¡lhante.i,  I.  II.  pág.  lOo).  Kl 
Dice,  .«ólo  admito  In'p'zor.  que 
t-^  como  dice  en  todas  parles  la 
gente   culta.  Con    m  sólo  ailmite 


trompicar  o  trompillar,  a.,  "ha- 
cer a  mío  tropezar  \iolenta  y  re- 
petidamente," y  como  n.,  ''trope- 
zar violent-a  y  repetidamente;"' 
así  mismo  trcjmpivón  y  trompi. 
liad  ara  (cada  uno  de  los  trope- 
zones que  da  el  que  trompica). 
Esta  misma  m  la  tiene  el  caste- 
llano en  sompciítr  por  Nopc^ar, 
en  el  aiit.  desmamparar  (dcti- 
amparar),  en  iniiKudar  (de  un 
falso  emmendare  latino  por 
emendare) ,  en  zambiiJhr  y 
champurrar^  tan  aceptada*  como 
zabullir  y  chapiuTar.  Los  com- 
puestos estropezar,  entropezón, 
hoy  anticuados,  fueron  t^uiibién 
estrompezar  y  estrompezón. 

Trompezón,  m.  Díga.so  trope- 
zón o  tropezadura:  "acción  'le 
tr(ii)ezar." — Sitio  o  casa  por  don- 
de necesariamente  hay  que  pa- 
sar y  que,  por  estar  en  esquina  o 
en  parte  salida,  .*irve  como  de 
tropiezo  o  tropezadero.  \>i  hay 
muchos  de.-pachos,  tiendas  y 
otros  comercios  que  i)or  csti\  ra- 
zón .se  llaman  drl  tropezón,  y 
para  el  laublo.  del  trompezón. 
Véase    Trompezar. 

'rKO.Mi'iTi!,  m..  dim.  de  Irmn- 
pii.  Es  bien  dicho:  i>ci(i  conviene 
saber  que  el  trompito  o  "i>eón 
muy  pequeño  con  que  juegan 
los  nmchacbos."  se  llama  pulga. 
Trompo,  m.  Pieza  de  met«l 
que  tiene  la  forma  de  un  trompo 
.-in  ¡lúa,  que  h-  usa  para  ensan- 
cliar  la  boca  de  los  cañones  de 
ua-  y  así  ¡loderlos  unir  unos  con 
otros. —  Agarra  ese  trompo  en  la 
uña,'  y,  si  no  tiene  punta,  sácale 
púa:  refrán  que  suele  decii-se  por 
l'urla  o  irfiiu'a  a  la  jiei-sona  que 
acaba  de  oír  una  resinuv-la  o  ver- 
dad que  la   ha  dejado  lela,  o  que 


TRON 


TRON 


acaba  de  ver  o  presenciar  algo 
^eiíiejante.  Se  parece  al  es^mñol 
jTómatc  cga  y  vuelve  por  otra! 
■ — Mucho.i  (o  tontos,  cuantos) 
niños  pan'  m)  frniupo.  ^'<'•a.-c  Ni- 
ño.— •  Trompo  sedita :  el  que  liai- 
líi  suavemente,  como  íi  fuera  so- 
bre seda,  o  porque,  tomado  en  la 
mano,  es  tíui  suave  como  la  seda. 
Trompón,  m.  En  castellano 
,-ól()  e.-  aiuii.  de  fnniipo.  mas  nó 
de  Irouiiji.i  (puñetazo.  troui()a- 
da ) .  que  es  el  significado  que 
nosotras  le  damos.  Aéase    Hoke- 

TADA. 

Trüxar,  impers.  y  n.  Se  conju- 
ga irregularmente,  .siguiendo  al 
.%.  trueno. — No  suena  ni  fruena. 
\^case  Sonar. 

Troncol,  m.  En  Chiloc.  pai-te 
de  la  tela  ya  tejida  en  el  telar. 
(Cavada). — Quizás  del  araucano 
tlitnicül.  rollo,  o  del  v.  thiincidn, 
arrollar:  porque  la  parte  tejida 
se  va  arrollando  en  el  quilbo  in- 
ferior. 

TR()^'có^',  m..  aum.  de  tronco. 
Tronco  grande  de  árbol.  Por  lia^ 
}:-erlo  u.sado  Velasco  en  su  \er- 
sión  de  la  Eneida,  y  Ercilla  y 
Pedro  de  Oña  en  sas  poemas, 
merece  lugar  en  el  Dice. — Este 
último  lo  usa  también  como  .si- 
nónimo de  muñón  o  brazo  trun- 
co: 

He  aquí  que  Galbarino  se  presenta. . . 
Echó  tlel  seno  afuera  los  troncuiiri'. 
Y  a  YUelta  <le»¡la  sangre  estas  razones... 

(Ara,„„,l,n,w,lo,c.XVll). 

Troncúe,  m.  En  Chiloé,  6si:ve- 
fie  de  barreta  de  madera  dura 
para  labrar  la  tierra. — Del  arau- 
cano thonrun,  dar  nn  tojietón, 
dar  cabezadas  y  topetada-  o  col- 
Dice,  (le  Chil.,  t.  V. 


pear  a  la  puertüi,  y  el  sufijo  ius- 
trumeutiü  hue.  (Lenz  y  Cava- 
da).— Este  mi.'^mo  insirumento 
se  llama  en  las  provincias  cen- 
trales chope. 

Troncha,  f.  Trozo,  pedazo, 
lonja,  tajada. —  Sacar  troncha 
uno,  fr.  fam.  que  se  usa  en  sen- 
tido recto  y  fig. :  en  sentido  recto 
equivale  a  la  española  Sacar  ta- 
juela (conseguir  con  maña  algu- 
na parte  de  lo  que  se  di.-1ribuye 
entre  varios),  y  en  sentido  fig.  a 
estas  otras,  españolas  también. 
Sacar  raja  y  Sacar  astilla  (lograr 
\ni  beneficio,  lucro  o  ganancia,  o, 
cuando  menos,  alguna  pa.rte  de 
lo  que  se  desea).  Véase  Piltra- 
fa.— Muy  usado  es  en  Chile  el 
s.  troncha,  que  no  aparece  en  el 
Dice. ;  parece  formado  del  v. 
tronchar,  partir  o  romper  con 
violencia  el  tronco,  tallo  o  ra- 
mas de  un  vegetal,  o  cualqu'.er 
cosa  de  figura  pai'ecida  a  la  de 
itn  tro'iu-o  o  tallo.  Troncho  es  en 
castellano  el  tallo '  de  las  horta- 
lizas. 

Tronchar,  n.  En  Chiloé,  di- 
rigirse por  algún  lado,  torcer  ha- 
cia algún  punto.  (Cavada). — Es 
posible  que  sea  contarainación, 
en  el  significado,  del  castellano 
tronchar  con  el  s.  trocha.  Véase 
esta  voz. 

Tronera,  f.  Ventana  o  re.-ipira- 
dero  que  tienen  algunos  hornoB 
en  la.  izarte  sujierior.  Dígase  hra- 
rcra  íqne  el  pueblo  pronuncia 
bramera),  que  es  ventana  de 
cualquiera  pjaiie  del  horno. — 
Conducto  subterráneo  para  des- 
aguar un  terreno. — Arabas  aceps. 
se  ex[ilican  por  las  que  tiene  en 
ca.-1elliino  el  vocablo  tronera,  ■y^ 
«on:    ''abertura    en    el    i>arapeto 


TROP 


TROP 


de  una  rauralia  o  eii  el  espaldón 
de  una  Vjatería,  para  dispai'air 
con  .seguridad  y  acievt»  las  caño- 
nes; ventana  pequeña  y  angosta 
por  donde  entra  eseatsaniente  la 
luz;  cada  uno  de  los  agujeros  o 
t'bei-turas  cjue  hay  en  las  mesas 
<le  trucos  y  de  billar,  para  que 
\H)T  ellos  entren  las  lx)las."  Tam- 
bién es  castizo  en  la  ace]j.  fig.  y 
fani.  de  "i3er,sona  desbaratada  en 
í-us  acciones  y  palabras  y  que  no 
guarda  método  ni  orden  en 
ellas."  En  é¿ita  es  común  de  dos 
ícl  tronera,  la  tronera). 

Tronmoy,  m.  Véase  MONROY. 
—  1-s  indudablemente  araucano, 
pero  no  aparece  en  los  dicciona- 
rios; el  primer  componente  pue- 
de ser  fhíiiii).  que  significa  arru- 
ga. 

Tronquería,  f.  Conjunto  de 
truncos.  Es  v(jz  formada  por  el 
e.-uin  do  pedacería,  pelaría,  ris- 
quería, IhintcrUi.  que  ])ucdeu 
verse  on  sus  lugares.  Pedro  de 
Oña  inventó  asteria,  de  n^tn  o 
■p'ifii: 

En  cuyo  ene:)»!  .súbito  descargan 
IJii.i  moiitsfla  eiiteía  iIp  asteria. 

f.l,7rr.i-.-ile.»ai/'i.  c.  X). 

Trontrón,  m.  Especie  do  bol- 
sa, con  liilo  i*ara  colgar,  hecha 
de  ubre  de  vaca  u  oveja,  de  es- 
croto de  carnero  o  toro,  y  que 
sino  para  guardar  sal  o  ají. — 
Sólo  se  usa  cu  Uis  ])rovinciafi  ve- 
cinas a  I0.S  araucanos,  poi'que  es 
voz  netamente  araucana,  que  en 
.•-)i  lengua  .se  i>ronuncia  Irron;/- 
triiiiKj.  I.a  registra  i>or  primera 
vez  el  r.  .\ugu.sta. 

TniiCA.  f.  Sus  accps.  castizas 
son:     "turlia.    nnicheduudn-e    de 


gentes  i-euindas  con  fin  determi- 
nado; gente  militar,  a  distinción 
del  paisanaje;"   y  otras  que  son 
propias  de  la  Milicia. — En  Chile 
es    corriente     llamar    tropa     un 
conjunto     o     nnichednmlnv     de 
personas,    aunque    no   estén  reu- 
nidas con  lin  determinado.  "Ésta 
es  una  tropa   {turba)  de  salvajes, 
de  tontos,    de    iniitos." — Más  co- 
nn'ni    aún   e.s  usarlo   por  recua  o 
iirrio.    ])or    piara    de  yegua.s.    ca- 
ballos,    burras,    muías,   como    lo 
hizo     nne.stJ'o    P.    Ovalle.    Véase 
Barrer.  Tratándo.sc    de  animales 
Ixtvinos  o    vacunos,   se    emplea 
arreo  o  piño.  (Véanse  ambas  vo- 
ces).— El     me  jar    )u«cJio    de    la 
tropa.  Véase  M.\rHO. —  La  tropa 
de  ño  Lepe,  loe.  fig.  y  fam.    que 
st'   dice   jior   gracia    o   ironía   de 
una  familia  entera  o  conjunto  de 
])er^onas  que  se  presentan  de   vi- 
sita o  llegan  a  la  hora  de  almuer- 
zo o  comida.  Parecida  a    malón. 
2."  acep. — El  último  Dice.   (14.» 
•id.)   admitió    tropilla  como    pro- 
pio   de  la    .América    Meridional: 
•■manada     de     caballos     guiador 
por  una  madrina."'  Ú.  nrincipal- 
nuMit<>    on   la    Rcpúblioa    .Vriien- 
liiia. 

Tropa.  Véase  TRrp.\. 
Trope,  adj.  En  Chiloé,  viejo, 
grande,  tratándose  de  lobos  ma- 
rinos. (Cavada). — Del  araucano 
ihopcl  o  toprl .  cogote:  porque 
en  el  c<igotc  o  en  la  guedeja  qu>> 
en  él  se  forma  se  conoce  la  edad 
del  lobo  marino,  en  araucano 
JauK-.  Véa.sc  Uriñe. 

Tropón,  En  Chiloé.  bola  he- 
cha do  milcao  colado  v  asada  so- 
bro las  lirasa.-.  I.a  ])rimera  caiM 
que  se  desprende,  por  ser  la  má--» 
gruesa  v    hallaive  a<lherida    a  Irt 


TROT 


TnOZ 


579 


ceniza  y  brasas  menudas,  se  lla- 
ma la  capa  del  pobre;  las  demás 
\an  saliendo  más  delgadas  y  más 
limpias  a  causíi  de  que  se  las  ro- 
cía con  agua  y  se  las  cuece  con 
más  precauciones.  Generalmente 
se  le  agrega  a  la  masa,  al  echaiia 
sobre  las  In-asas,  una  cantidad 
de  sal,  la  cual,  al  contacto  del 
fuego,  estalla  y  hace  saltar  la  bo- 
la. Entonces  se  dice  que  el  tro- 
pón  está  bailando.  Después  se  le 
\a  comiendo  a  orillas  del  brase- 
ro, aconi])añado  de  café,  mate, 
etc.  (Cavada). — Del  araucano 
tliopinnn.  dispararse,  hacer  es- 
truendo o  estallido.  Aplícase  a 
l)ocas  de  fuego,  volcanes,  truenos 
u  otro  estallido,  o  al  maíz  cuando 
se  tuesta.  (Feln'és). 

Trotador,  ra,  adj.  Que  trota 
bien  o  muchí). — Trotón,  na,  adj- 
Aplícase  a  la  caballería  cuyo  pa- 
so ordinario  es  el  trote. — Trotón, 
m.,  significa  "caballo."  Los  tres 
son  castizos. 

Trote,  m.  Trote  corto.  Se  dice 
tandjién  en  una  sola  palabra, 
pasitrote  (trote  corte  que  natu- 
ralmente suelen  tomai-  las  caba- 
llerías no  amaestradas).  Es  pare- 
cido al  trote  cochinero  {trote 
corto  y  apresurado). — Trote  de 
brazos:  llamamos  así  el  que  con- 
siste en  levanüu-  mucho  la  caba- 
llería los  brazos  hacia  adentro  y 
liacia  afuera. — Trote  de  marti- 
llo: el  que  consisle  en  levantar 
nuiclio  los  lirazos  rectamente  y 
hacia  adelante. 

Trotroyeco,  m.  En  Chiloé, 
masa  de  chuño  (fécula)  de  papa 
que  se  asa  en  su  sni>ei'ficie. — Del 
araucano  thovn,  dis]iarar.  esta- 
llar, que  en  coni])osir'ión  daría 
tliortiiorcan,  hacer  estallar,   más 


el  sufijo  ;jecu,  abreviación  de  ye- 
cuuie  o  ijecüunte,  C[ue  le  agrega 
la  idea  de  ir  o  venir  haciendo. 
Thuvthovyecu  sería  lo  que  viene 
hacién.lose  estallar.  Véase  Tro- 
pón. 

Trousseaux,  m.  (Pronúneiese 
trusó).  ^lajadería  de  los  afran- 
cesados, cuando  tenemos  en  cas- 
tellano ajaar  (conjunto  de  mue- 
bles, alhajas  y  ropas  que  aporta 
la  nuijer  al  matrimonio).  Otros 
dicen  ajuar  de  novia,  ])ara  más 
e>pecificación.  Alfileres,  pl.,  es  la 
'"cantidad  de  dinero  señalada  a 
una  nnijer  para  costear  el  ador- 
no de  su  persona." 

Trova,  f.  A'éase  Trolla. — 
.ihí  (allí  o  atjiií)  fu''  Troya, 
"expresión  tíg.  y  fam.  con  que 
se  da  a  entender  que  sólo  han 
quedado  las  ruinas  y  señales  de 
una  población  o  edificio,  o  para 
indicar  un  acontecimiento  des- 
graciado o  ruino-'o."  Es  exj'^re- 
sión  castiza  y  nótese,  como  lo 
dice  taml)ién  el  Dice.,  que  para 
c!bi  puede  el  v.  .ser  usarse  en 
(itivis  tiempos:  Aquí  cu  Troya, 
Allí  había  sido  Troya,  Ahí  será 
Tiiii/ii.  etc. 

Trozar,  u.  En  Chiliíi'-,  lo  mis- 
mo ((Uc  tronchar,  ^"éase  más 
atrás.  (Cavada).  Lo  conjugan 
irregularmente;  truezo,  truezas, 
trueca,  vtc. 

Trozii.  m.  Por  su  significado 
ironcral  de  "])eda>'.o  o  ])arte  cor- 
1;;il:i  o  separada  de  una  cosa," 
1 'a  I  lian  trozo  en  Chile  la  (/olero- 
lia  en  sus  dos  aceps.  de  "trozo  de 
composición  que  se  pone  en  una 
ga'era  o  en  un  galerín ;  prueba 
de  él  que  se  saca  a  mano  para 
corregirla."  Si  hay  nombre  par- 
ticular ]>ora    e.-ifas  cosas,    arguye 


580 


TRUC 


TRTJH 


pobreza  ii.-ar  uno  tan  genérico. 
— Tratándose  de  terreno--,  vi'aíe 
I; ASGO.  2.*  acep.  A  los  nombres 
allí  citados  agregúense  terraje  y 
terrazgo  (pedazo  de  tierra  pai'a 
sembrar)  y  tramo  (trozo  de  te- 
rreno o  de  suelo  contiguo  a  otro 
u  otr(x<  y  separado  de  ellos  jwr 
una  línea  divisoria  o  por  cual- 
quiera otra  señal  o  distintivo). 
— l!^l  trozo  o  "parte  de  una  esca- 
lera comprendida  entre  dos  me- 
seta- o  descMisos/'  taniliiéii  se 
llama  tramo. — El  "tronco  ase- 
rrado por  los  extremos  para  sa- 
car tablas''  se  llama  en  castella- 
no frozn,  f. 

Truco,  m.  Puñada.  trouii)¡s;  y 
especialmente  la  puñada  que  -^ 
da  de  frente  y  con  el  brazo  tieso, 
como  cuando  se  tira  con  el  taco 
en  el  juego  de  los  tmcoíi. — De 
esta  misma  voz  parece  que  \'iene 
nuestro  truco.  Ccjador  trae  saca- 
tniijiir  eomo  proi)io  de  Segovia: 
"golix>  dado  con  la  mano.  Le  he 
meti(h'  un  gavatnique."  (Silhan- 
tes,  t.  IV,  pág.  47S).  Puede  te- 
ner relación  con  nuestro  vocal)lo. 
— Ant.,  café  (qíxsh  o  .-itio  públi- 
co donde  se  vende  y  tonuí  esta 
bebida).  Así  lo  alirma  Zapiola 
en  el  siguiente  paisaije:  "Por 
nuestras  indagaciones  hemos  cal- 
culado que  los  cafees  |  (■"/<'.>■  |  fue- 
ron conocidos  en  Chile  poco  an- 
tes de  1808.  pero  l>ajo  el  nombre 
de  trucos,  con  alusión  a  un  juego 
nuiy  parecido  al  de  liillar,  que 
sólo  se  introdujo  cu  Santiago  en 
el  año  de  bS12  o  1814."  (Heciur- 
(IftK  (li:  ti-rinta  (f/io.v.  1.  I,  c.  I\  ). 

Truco,  m.  Com])lot  cnnlra  c! 
que  usa  de  astucias  o  ventaja.-  de 
mahí  ley  en  las  i'iñas  o  i^^eleas. — 


Probablemente   viene  del    inglés 
triixt.  ^'éase  más  adelante. 

Tructrac,  m.  En  Chiloé,  ban- 
durria, ave  Ihunada  así  en  Chile 
de-de  el  tieuqjo  de  la  conquist^i, 
el  ili'ix  ni(l(ii)op¡.?.  Los  araucano.s 
la  llaman  rapi  y  su  gritar  lo  ex- 
presan con  el  V.  fral:tr>¡/,-iin  (P. 
Augusta),  de  donde  ha  iirooedi- 
do  el  nombre  chilote. — Insisti- 
mos en  pedir  que  el  Dice,  admi- 
ta la  voz  Ixindi'rria.  y  escrita  así, 
nó  vandurria,  como  sostiene  Me- 
dina. auu(]ui'  con  r  la  e-cribiera 
Marino  de  Lobera,  y  mandurria 
(González  de  Nájera.  l'>n  e.sos 
tieuqtos  haliía  grafíiix  de  muchas 
cla-es.  jX'ro  orfuf/rofl".  ninguna; 
por  eso  era  conuuu'simo  confun- 
dir ¡>  y  r.  Para  el  cambio  de  l> 
por  III,  véa-s»  M.  '■'."  El  nombre 
de  hniidurria  se  debe  al  parecido 
i\\\v  tiene  el  grito  del  ave  c(m  el 
inslruniento  mv'isico  la  liamln- 
iri<i.  <]ue  es  ronco  y  seco,  y  nó 
claro  o  argentino  cnmo  el  de  los 
otros.  Ivcerl  dice  que  e!  grito  de 
la  hand'in-in  "e6  semejante  a  un 
jiitazo  <lado  con  un  ])ito  metáli- 
co,"' y  por  eso  lo-^  araucanos  lo 
lian  iiiteri>reladn  trae  trae,  y  trne 
trac  los  ciiilotes:  nosotros  enq)le- 
amo.-  como  refrán:  "janr.  jiiar, 
dijo  la  bandui-ria." 

Trueza,  f.  i''ii  Cbilné.  acci(')ii 
o  efecto  (le  ti-o/.ar.  en  -u  acep. 
castiza  de  romper,  liacer  ]i,-dazos. 
(Cavada).  Véa.«e  Trozar. 

Truga,  f.  En  Chilm''.  oruga 
(cuncuna). —  I\^l  araucano  elm- 
rii.  f|uc  ,-i^nilica  lo  iiii-íuio.  (Ca- 
vada). 

TkI   n.\N  \I>A    o    IIJI   n  WKHÍ A.    f. 

Acción  liiibancsca.  A-í  el  Dice. 
^'  ¿l>or  <|iii''  no  lainliii'n :  dicho 
Inihanesco? 


TRUN 


TRUN 


")H1 


Trulengo,  ga,  ;i<lj.  PróteÁ-?  de 
rulengo,  ga,  perú  poco  a-ada.  Vé- 
a.-^  Rulenco. 

Trumagoso,  sa.  adj.  Dícese  del 
toTeu"  compuesto  de  trumao  o 
(jue  (.oütieue  uiuc-lio  trumao.  Vo- 
a8e  esta  voz.  Otros  dic-eu  truma- 
joso,   tromagoso  y  tromajoso. 

Trumao,  ni.  TieiTa  delgada  y 
tina  que  forma  la  ba.-íe  de  los 
terrenos  niontañíj^os  de  la>  ]jro- 
viucias  del  Sur.  Hay  trumaos 
de  diversíi-s  clase.s;  ¡jero  lo<  que 
uczan  de  mejor  reputación  para 
la  a,uricultui"a  son  lot-  negros.  El 
trumao  uo  e?  teiTeno  de  acarreo 
ni  de  greda,  sino  que  procede  de 
la  descomposición  de  rocas  vol- 
cúniaus  que  se  disgregan  con  fa- 
cilidad y  forman  el  polvo  má.? 
lino  que  puede  imaginai'se.  Al- 
gunos ¡pronuncian  trumag.  — Del 
araucano  thitmaugh,  una  tieiTa 
muy  delgada  o  arenisca.  (Fe- 
l>rés).  Con  el  mismo  nombre  de 
Trumao  hay  una  aldea  en  el  de- 
partamento de  La-Ünión  y  un 
puerto  en  el  de  Osorno. 

Trun,  m.  Nombre  del  fruto 
espinudo  de  varias  plantas  que 
.se  pega  en  la  ropa,  en  la  lana  de 
la.s  ovejas,  etc.;  como  el  abrojo, 
el  cadillo  o  amores  ¡secos,  (el 
proquin  o  vroqidñ  de  lotf  in- 
dio.'-), el  fruto  del  clonqui  (arzo- 
11(1 ),  el  de  la  pimpinela  y  el  de 
la  yerba  plateada  o  de  plata  (fo- 
fenülh  miiserina).  Algunos  pro- 
nuncian trune. —  La  etimología 
es  el  araucano  trun,  la  potentila, 
hierba,  registrado  por  primera 
\'ez  en  el  Dice,  del  P.  Au.gusta. 
"Las  pofcntUlas,  dice  Murillo, 
traen  su  nomljre  de  la  podercsa 
actividad  que  les  atribuían  lo<? 
antiguos:  hov  están  ca.si  ohida- 


das  y  a]X'nii¿  se  las  emplea  en  la 
medicina  doméática.'' 

Tiuxco,  CA,  adj.  Anticuado 
lo  de<'lara  el  Dice,  y  remite  a 
tronco,  va,  (tronchado,  trunca- 
do), que  también  tiene  íiota  de 
¡mticuado,  dejándonos  así  a  bue- 
nas noches.  En  Chile  es  comen- 
te el  adj.  trunco  tratándo.«e  de 
libros  y  en  el  .sentido  de  manco, 
iiiúJilo,  descabal  o  descabalado, 
"Vmu  obra  está  trunca,  porque  le 
falta  un  tomo;  Me  dejaron  trnn- 
'•((  la  Historia  Universal  de  (.'an- 
tú."  Y  haííta  el  v.  truncar  suele 
u.sarse  en  el  mismo  .significado; 
lo  que  no  puede  considerarse  in- 
correcto, porque  la  1.="  aicep.  que 
le  da  el  Dice,  es:  "cortar  una 
parte  a  cualquier  co.sa."  En  nues- 
tro uso  no  se  corta,  pero  se  sepa- 
ra, una  parte  del  todo,  lo  que 
tanto  monta.  El  clásico  Padre 
Juan  de  los  Ángeles  usó  el  adj. 
manco;  aunque  no  tratando  pre- 
cisamente de  lil-Tos:  "Manca 
quedará  esta  obra  si  dejas  de  de- 
cir todo  eso."  (Trat.  del  div.  sa- 
rritirio  de  la  misa,  dial.  II). 
"TTabiéndonas  querido  el  Señor 
regalar  con  darnos  sit  cuerpo  en 
manjar,  parece  que  quedara 
manco  este  regalo  s4  no  nos  diera 
de  bel^r."  ll'híd..  dial.  V). 

Trunfio,  m.  Pronunciación 
l'lelx'ya  de  triunfo.  Eu  el  dialec- 
to vulgar  leones,  trunfo. 

Truniento,  ta,  adj.  Dice*  del 
animal  que  lleva  trunes  pegados 
en  la  lana  o  pelo.  Oveja  trunien- 
ta,  perro  truniento.  Muchas  ve- 
ces estos  trunes  no  son  tales,  sino 
simples  cazcarriaji  (lodo  o  bai'ro 
que  .-^e  coge  y  seca  en  la  i>aa-te  de 
la  ropa  que  va  cerca  del  suelo),. 
V    entonces  debe   decir.se   cazca- 


582 


TRUP 


TRUT 


r'icnt'j.  ta. — Otrat;  veces  son  e.5- 
los  trunes  mucho  nienoreí,  i>ero 
vivos,  porque  andan  por  la  ca- 
beza (le  la.<  i>ersonaí  que  no  co- 
nocen la  limpieza  y  se  les  peg-aii 
eu  el  pelo,  y  en  tal  ca?o  del>e  de- 
cii"!~e  piojoso  o  piojento.  (Este 
último  fue  admitido  en  la  14." 
edición  del  Dice.)  Lendroso,  sa. 
es  también  de  la  misma  familia. 
— Eí!t«.  2.»  acep.  del  arlj.  está  to- 
mada del  araucano  tliiin  o  thin, 
piojos  de  la  {•al»eza. 

Truntrunear,  n.  Sonar  los 
bordones  de  lu  .uuitarra  o  <¡;nita- 
rrón.  Es  v.  usado  en  el  pueblo  y 
entre  palladoreí;  y  viene  del  so- 
nido irun,  trun,  que  hacen  los 
bordones  heridos  a  compás  y  len- 
tamente. El  ca.-iizii  horrt'Dxar, 
que  era  el  llamado  para  esta  acep., 
no  la  tiene  en  el  Dice.  En  la  Ar- 
.centina  .«e  usa  el  s.  bordoneo  ]ia- 
ra  designar  la  acción  de  truntru- 
near; pero  la  .\cndemia  no  lo  re- 
conoce. 

Trunucar  o  trunuquear,  a. 
Sacudir,  zamarreiu'.  tirar  del  pe- 
lo, r.  n\k<  en  hus  provincias  del 
Sur  y  tratfíndase  de  riñas  o  lu- 
chas.— Del  iU'aucano  frinion,  co- 
ger a  dos  manos.  aT>arcar.  que 
con  la  partícula  factitiva  m.  da 
trinincnn.  El  nombre  jirimitivo 
es  triina.  alm\ier/.a.  \'éanso  Ra- 
ción y  Trauna. 

Trunucón,  m.  Sacudida,  si- 
cudón,  zamarreo,  repelón,  ^'('■aso 
el  a:nterior. 

Trip.v,  f.  Es  el  nombre  arau- 
cano de  la  planta  llamada  fiihaco 
,lrj  iliahio.  (Véase  Tnhaco).  Phi- 
iippi.  Miu-ilio.  T.cnz  y  o'.ro?  escri- 
ben tupa.  per((  el  V.  .Vngusla  só- 
lo da  la  forma  friipn.  que  .«e  pro- 
nuncia hriipa.  o  Ihiijt'i.  -Püún  la 


ortoyi-afía  de  l'elirés.  Xosotri'í 
también  lo  hema~  oído  tnipo. 

Trupilca,  f.  Así  pronuncian 
algunos  la  voz  chupilca.  A'éase 
en  riu  lugar.   Otros  dicen  tupilca. 

Trust,  ni.  Asociación  de  com- 
pañías industriales  para  fijar  la 
luoducción,  precio,  etc..  de  un 
artículo,  o  jiara  asmnir  la  direc- 
ción f)  las  ganancias  de  un  nego- 
cio. Es  vocablo  inglés  y  se  pro- 
nuncia iin:--:  en  Chile  no  exis- 
ten eslas  .«ociedade-*  o  c<im]>añíius, 
pero  ."•e  habla  de  ellas  por  las  que 
existen  en  Estados-Unidos.  A.sí 
Uiinbién  en  España,  segim  se  de- 
<luce  de  este  pa.-Jaje  de  líodríguez 
Marín:  '"Mucho  ante~  de  llegar 
a  España  la  palabra  trust,  ya  an- 
daban trusteando  de  lo  lindo  to- 
do joyán  placero  y  toda  verdule- 
ra desahogada,  vonilicndo  a  peso 
de  oro  la  mala  y  mal  pesada  ba- 
sura de  sus  mercancías."  (Burla 
hurlnndo,  XLIII).  El  nombre 
castizo  es  monopolio  (ajirovecha- 
miento  exclusivo  de  aluuna  in- 
dustria o  comercio,  bien  ]iroven- 
ga  de  un  i>rivilegio.  bien  de  otra 
causa  cualquiera :  convenio  he- 
cho entre  l<ks  mercadeixv  de  ven- 
der lo^^  género?  a  un  determina- 
do lu'ecio').  El  V.  (icnpanir  se  re- 
fiere también  a  esto  niisnuí,  por- 
que .significa:  '"adquirir  y  rete- 
ner cosas  propias  del  comercio 
en  caididad  suficiente  i>ara  dar 
la  ley  al  mercado:  lig.,  apropiar- 
.se  cu  todo  (i  eu  íiran  ¡¡arle  un 
género  de  ci>-as." 

Trutro,  m.  Mn.-^lo  de  ave.  es- 
pecialmente después  de  guisada. 
— .\lguno<  dan  e.4e  nondire  a  la 
])ai"te  media  de  la  pierna  del  a\"o. 
— Eig.  y  fani..  nnisln  o  pierna 
bniuiina.-  -l.a    clinidlogí;!     e-;    el 


TU 


TUC 


>S3 


araufaiio  inüri .  la-  tadci'a?  ( 1'. 
Augusta),  es<TÍtii  ¡•■Ir  por  Fe- 
bréf^.  De  Saiitiaoo  al  Sur  la  pro- 
r.uiiciacióii  general  e.-  trutro  y 
trrutrro;  hacia  el  Xurte,  tuto. 
A'ease  T,  6." 

Trutruca,  f.  A'oz  araiuaua  con 
que  se  de.-ifj;na  mi  iustruniento  de 
viento,  formado  de  coühues 
aliuet-ados  y  un  c-uerno,  de  tres 
a  cuatro  metros  de  larco.  Pe  usa 
Oü  las  fie.-tas  principales  de  ellos, 
como  son  los  guillatunes.  La 
mencionamos  aquí  [lor  lo  cono- 
cida que  es.  La  proniniciacióu 
araucana  es  tmitrruca.  Lenz,  .-i- 
guiendo  a  Febrés  y  Havestadt, 
escribió  tutuca  ( etimológicamen- 
te:. que  hace  tu.  íu"»  ;  pero  no.s- 
otros,  siguiendo  al  1'.  Augusta  y 
la  ])ronunciación  corriente  entre 
chilenos  y  araucanos,  escribinias 
trutruca. 

Truvalahuén,  f.  Va\  C'liiloc. 
¡llanta  nniy  pequeña  en  forma 
de  oruga,  que  se  halla  en  aluu- 
nas  islas. — Del  araucano  clnirn, 
orug-a.  y  lahuen,  cualquiera  hier- 
ba medicinal.   (Cavada). 

Tf,  pron.  per.s.  de  2."  persona. 
Véa.«e  Vos. — El  tú  í^e  liohi/t  per- 
dido. 1/  r-n  tu  hocic'i  lia  apari  r¡. 
do,  refrán  chileno  con  que  se 
reprende  al  que  tutea  iiulebi da- 
mente  a  otro. 

Tu.  Voz  que  .^e  usri  repetida 
para  denotar  hurleí^amente  ex- 
trañeza  o  desaprobación  de  h) 
que  otro  dice.  Corresponde  a  las 
locuciones  ca.«tiza.s.  ¡niifnn  es 
ém,  o  éí^tii.!  ¡Biienn  e.i  eso,  o  es- 
to.' o  al  revés.  ¡Ésa,  o  ''■.'ita.  es 
huenti!  ¡Eso.  o  esto,  es  bueno.' — 
El  origen  puede  ser  el  grito  de 
algunos  pájaros  que.  como  lii\i- 
lándüsc.    gritan;    tu,  tu.    tu,    tu, 


tu.  (>  tauíliicn  pue  le  lener  rela- 
ción con  el  aimará  u.tutu,  ""in- 
ter.j.  lie  uno  que  se  quema  o  la.s- 
tima  alguna  parte,  o  de  uno  que 
se  admira  viendo  multitud  de 
cosas."   (Bertonio). 

Tuavía,  adv.  de  t.  Vulgarismo 
usado  en  todas  las  naciones  de 
habla  española  por  todavía.  Des- 
vanecida la  d,  como  acostumbra 
hacerlo  el  vulgo  en  tantas  otra.s 
\oces,  queda  toavía,  y  por  rapi- 
dez de  pronunciación,  tuavía. 

TiBERCüLiXA,  f.  "Nombre 
aplicado  a  determinado  número 
de  substancias  prepai'adas  con  el 
cultivo  del  bacilo  de  la  tuliercu- 
losis.  Tienen  el  carácter  general 
de  provocar,  en  los  .sujetos  tuber- 
culosos, una  reacción  local  o  ge- 
neral, se,gún  la  forma  de  admi- 
ni.strarla.s.  Se  utiliza  esta  reac- 
ción como  medio  diagnó.stico 
(sobre  todo  en  medicina;  veteri- 
naria) y  algunas  vec&s  con  un 
lin  terapéutico."  (Garnier  y  De- 
Janiare,  Dice,  de  los  términos 
técnicos  usados  en-  Medicina). 
Como  e-te  voca!)lo  se  ha  hecho 
ya  muv  conocido  por  los  anun- 
cios de  los  periódico.^,  es  bueno 
que  1(1  inrluva  también  el  Dice. 

Tubiano,  na.   Véase  Tobiano. 

Tuc'ioRisiio,  m.  Doctrina  di 
Teolo.gía  Moral  que  en  puntos 
discutililes  sigue  la  oi)inión  n)ás 
segura,  es  decir,  la  favorable  a  la 
ley. — Fs  voz  que  hace  falta  en  el 
Dice,  .-(ilire  todo  estando  ya  ad- 
iiiitii'd  tueii'ii.tfn  (aplícase  a  la 
¡M'i'-cjna  (|ue  en  puiitus  discuti- 
bles, de  moral  ^igne  la  opinión 
más  segTira). 


Trr-rQfKRE,   m. 


"■'"I" 


rr   iIiiiIki  r/rgiuiuiiii.i)   es  l-i  i'sjie- 
cic  de    niavor    tamaño    entre  las 


TUC 


TUE 


aves  iKx-turna.s  de  presa  que  se 
encuentran  en  este  país.  Es  má* 
Ijien  un  ave  de  los  montes  y  de 
las  quebradas  oscuras.  Hemos 
visto  tiicú>]ucres  criados  en  cau- 
tiviílad  y  se  domestican  mucho  y 
prestan  .-er\icios  durante  las  no- 
ches cazando  ratones  tan  liien 
CUMIO  un  íi'ito."  (Reed). — Hacer 
un  tucúquere,  fr.  tiií.  y  l'am.,  gri- 
tar como  esta  ave,  para  asustar, 
<listraer  u  liiwer  reír  a  los  niños 
l)equeños.  "Diciendo  y  hacien- 
do, volvióse  hacia  atrás  los  ]>ár- 
l>ados,  encogió  el  }X'scuezo,  arre- 
molinóse el  cal^ello  y,  acercándo- 
.se  al  muchacho,  le  dijo  en  ronca 
voz:  ¡Tucú!  tucú!  tucú!  tucu- 
quererééé ! . . . "  (Z.  Rodríguez, 
J.ri  <'n.eiui  del  loco  Eustaquio, 
pág.  115).  El  tucúquere,  cuando 
grita  así.  eriza  o  engrifa  las  plu- 
mas lie  la  cabeza. 

;A1  ngua.  patito, 
Zainbiíllet*  inip',! 
Seta'  pjríjiie  le  higa 
Tucuquereré. 

Ks  copla  que  repiten  los  niños 
cuando  se  znml)ullen  en  Imños  de 
natación.  En  efecto,  de  las  tres 
cla.s<?s  de  gritos  que  da  el  tucú- 
ijUA're  (uno  como  .'dlbido  y  con 
el  pico  medio  cerrado,  otro  tri-'to 
y  agudo) ,  el  má.<  fuerte  y  común 
es  el  de  faiuúnirn  o  i-iu-ururú.  <le 
donde  le  ha  venido  el  nombre. 
En  guaraní  .«e  llama  nnriimiü, 
porque  así  le  interpretan  el  gri- 
to en  esa  lengua.  I..a  voz  tiu'ú- 
qiíi'rr  no  aparece  en  los  dicciona- 
rios araucanos:  ipero,  como  he- 
mos dicho,  es  onómatof)cyica, 
(limo  lo  ,«on  en  arauc-aiio  casi  to- 
do-:  los  nombres  de  aves.  En  1« 
toiMMiimia    liay    el  iiombre    Ijrú- 


•jiier  (fundo  del  departamento 
de  Quillota.  otro  en  el  de  San- 
Fernando  y  un  mineral  en  Pe- 
torca),  que  parece  variante  de 
fiKÚqtirrr.  El  adj.  cirgintoiiiis 
que  le  dan  ¡os  naturalistas  es  por- 
<¡ne  esta  espwie  de  buho  almii  la 
cu  el  estado  de  A'irginia.  en  lOstíi- 
dos-l  nidos,  <londe  lo  utilizan 
para  la  caza  de  ratones  y  coue.jo.s. 

Tucúy,  m.  Forma,  vulgar  de 
tucuyo,  iioy  focni/o,  Véa.íe  en  su 
bigar. 

Ti  KRTo.  T.\.  adj.  y  ú.  t.  c.  .«. 
"Falto  de  la  vi.^ta  en  un  ojo,'*  es 
lo  que  significa;  i>ero  antigua- 
mente se  usaba  también  por 
"bizco."  En  e-.pañol  se  ai>lica, 
adema-',  familianncnte,  y  aun 
como  apodo,  al  individuo  que 
tiene  algún  defecto  en  mi  ojo. — 
En  l'i  c'tu<hi<l  ( o  en  el  pnís)  de  lo» 
ciegos,  el  tuerto  es  reij.  .\-ií  deci- 
mos el  consabido  refrán  c»pañol 
En  tierra  de  ciegos,  el  tuerto  ex 
nij.  "que  manifiesta  que  con  po- 
cti  que  uno  valga  en  cualquiera 
línea,  le  basta  para  sobresalir  en- 
tre los  que  valgan  menos."'  '"Que 
entre  ciegos  sea  re;/  el  tuerto,  no 
e-  mucho,''  dijo  Suán^/  de  Fi- 
gucroa  (El  Pasajero,  alivio  IV). 
— Eit  tiro  corlo  el  tuerto  gana, 
(y.  ]>roverbial  chilena  que  se  u.sa 
en  los  juegos  que  necesitan  de 
muy  buena  vista. — Mal  ojo  h 
rea  al  fuertu.  fr.  fig.  y  fam.  con 
(pie  manifa-lamos  recelo  y  des- 
t'onliauza  de  un  a.sunto  o  nego- 
(ii>  i)or  inseguro,  airiesirado  o 
peligrosíj:  tand)ién  se  dice  de 
persona^'.  |)ero  inueho  menos. — 
No  liag  twrto  tmeno.  ni  nuu'rtv 
ninfo.  i"efn'in  diileno  que  zahiere 
la  aviesa  cundicii'm  de  lo-  tuertos 


TUG 


TUL 


j8:. 


y  lii  exagerada  alabanza  que  .-íue- 
le  Iiacei'se  de  lo.-<  muertos 

Tuesta,  f.  Tostadura,  í.,  o  tiies- 
tt ,  ni.  ""Redueido  el  metal  a  pol- 
vo tinísinio,  se  le  hii'o  sutnr  una 
tuesta  en  un  horno  construido 
al  efecto/'  (El  Copiapino.  21 
.lun.  1846). 

Tuesto,  111.  Ku  Cliili"'.  calla- 
na. (Cavada). 

Tufudo,  da,  -adj.  Di  cese  del 
uallu,  pollo  o  gallina  que  tiene 
cerca  de  los  oidois  unos  como  zar- 
cillos de  plumas  menudas  y 
crespa.-.  El  vulgo  pronuncia  tu- 
júo  y  tojúo.  En  vez  de  este  adj. 
han  inventado  otros  arudo  y 
caravanudo,  ix)r  el  nombre  de 
aros  y  caravanas  que  dan  a  di- 
chos zarcillos. —  Tufudo  se  for- 
mó de  f'ifo  (cada  mía  de  las  dos 
iKjrcioiies  de  ])elo.  por  lo  común 
¡«ina-do  o  rizado,  que  caen  por 
delante  de  la.s  orejas).  La  .seme- 
janza entre  el  tufo  del  hombre 
y  el  de  las  aves  es,  como  se  ve, 
liien  notable. 

Tugar,  m.  .Juego  de  mucha- 
chos que  consiste  en  que  uno  de 
ellos  esconde  en  una  parte  una  ti- 
ra, zun'iago,  azote  o  coirea  y  todos 
los  demás  .salen  a  bascaría,  repi- 
tiendo las  palabras:  "Tugar, 
tugar,  salir  a  buscar."  El  qu^ 
escondió  tiene  obligación  de  di- 
rigir la  búsqueda  con  las  frase^ 
Frío,  frío,  como  el  agiui  del  río; 
f'alienti',  caliente,  como  el  aguar- 
diente, según  ise  vayan  alejando 
del  lugar  del  escondite  o  acer- 
cándo.se  a  él.  Cuando  se  llega  a 
él,  grita:  Que  se  quema,  Que  se 
quemó,  y  disparan  todos,  hu- 
yendo de  los  azotes  que  reparte 
a  dies^tro  y  siniestro  el  que  h'vM 
el    hallazgo.    Es    juego  conocida' 


en  toda.s  partes;  en  Esi^aña  se 
llama  escondecorrea,  nombre 
que  no  se  registra  en  el  Dice., 
pero  lo  da  la  Biblioteca  de  tradi- 
ciones populares  españolas  (t. 
III,  pág.  150).  El  chileno  tugar 
jjuede  venir  del  francés  tu  gar- 
des,  que  se  diría  al  principio  al 
que  guarda  u  oculta  el  azote,  y 
no  creemos  que  pueda  buscarse 
su  origen  en  el  araucano,  como 
lo  hizo  Lenz,  porque  el  juego  es 
en  Chile  relativamente  moder- 
no, muy  posterior  al  tiempo  en 
que  los  araucanos  con  su  lengua 
se  habían  ido  más  allá  del  Bio- 
liío.  P^rró  Toro  v  Gisbert  al  decir 
en  .su  Pequeño  Larou-sse  que  el 
tugar  chileno  es  el  juego  del  es- 
condite: en  el  escondite,  que 
aquí  llamamos  las  escondidas,  se 
esconden  uiio~  muchachos  y 
otros  los  Ijuscíin,  y  en  el  tugar  Ío 
que  se  esconde  es  el  azote  o  zu- 
n-iago. 

Tugsteno,  m.  Así  traen  esta 
v(]z  algunas  ediciones  de  nuestro 
I' ¿digo  de  Minas  en  vez  de 
fiingsteno  (cuerpo  simple,  metá- 
lico, de  color  gris  de  acero,  muy 
duro,  muv  denso  y  difícilmente 
fasible).   ■ 

TrL.\.  n.  pr.  f.  Diminutivo 
fam.  de  Gertrudis,  usado  tam- 
bién en  España  y  en  todas  par- 
tes e  inmortalizado  por  la  poeti- 
sa cubana  Doña  Gertrudis  Gó- 
mez de  Avellaneda. 

Tulipa,  f.  "El  tulipán  peque- 
ño," dijo  el  Dice,  de  Autorida- 
des. Aunque  el  nombre  ha  des> 
aparecido  de  las  ediciones  poste- 
riores, .-=<'  con.serva  en  Chile.  Con- 
viene estudiar  bien  las  dos 
planta'^,  que  .«on  distintas,  ixira 
presenlar   a  la   Academia    clara- 


586 


TUM 


TUM 


líientc  el  nouiljre  tiilip<i. — La 
"p.aiitalla  de  vidrio  a  ¡nodo  de 
un  reflector,  con  forma  algo  pa- 
recida a  la  de  un  tulipán"  se 
llama  en  ca-stellano  tulipán  y  no 
tulipa,  como  dicen  aquí. — Tuli- 
pán del  vionte.  ^^éa.se  Lcngw 
de  loro  en  el  art.  Lengua. 

Tullido,  da,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
'■Que  ha  perdido  el  monmient.^ 
del  cuei-])0  o  de  alguno  de  sus 
miembro^.''  Admitido  ¡>or  pri- 
mera vez  en  la  14.»  edición  d- 1 
Dice. 

TiLLiDUKA,  f.  Ls  termino  ele 
Cetrería  y  sólo  significa:  "excre- 
mento de  las  ave.<  de  rai)iña.  Ü. 
ni.  en  pl."  Tullidez  y  tullimien- 
to .son  los  que  denotan  la  acción 
o  efecto  de  tullir  (o  tullir.--e,  de- 
l)ió  agregar  el  Dice.) 

Tumantón,  na,  adj.  i)í<;e>e  del 
individuo  torpe  de  niieniln'os.  po- 
co ágil.  No  es  de  uso  general  y  p;v- 
rcce  formado  del  araucano  //(Ü»í- 
niiinvn.  temblar  la;?  piernas  co- 
mo tiritando  o  tener  miedo  al 
halilar. 

Tumba,  f.  Presa  o  trozo  de 
carne  que  se  .-^aca  de  la  olla.  Es 
argentinismo,  corriente  ya  en 
Chile  y  princijiahnentc  en  el 
Ejército.  Parece  derivado  de  la 
loe.  fam.  española  Tumbo  de 
olio,  "residuo  que  queda  de  la 
olla  después  de  sacar  la  carne."' 
—  De  tumba.  Dícese  de  los  carre- 
tones o  carretas  que,  con  sólo 
aflojarles  una  jiieza,  se  tumban 
para  vaciar  la  carga.  Es  exi)r? 
íión  formada  de  ft*ta  acep.  casti- 
za de  tuuiliu:  "armazón  con  cu- 
bierta de  hijo  y  a  modo  de  Ivi- 
nmlo  (pie  se  jioiie  en  el  ])escante 
de  los  coche.-  de  gala."  Como  esU 
tumba   es  de  quita   y  pon    y  co- 


mo los  ccK-hes  que  la  llevan  ¡ñ 
llaman  coclici  de  tumba,  por  eso, 
y  porque  el  [tueblo  trata  de  imi- 
t^a•  en  el  lenguaje  a  sn<  señore?, 
aunque  a  veces  se  quede  a  gran 
distancia  de  la  ]>ropied  id  de  la» 
voces,  por  eso  dijo  tamliién  ca- 
rretones y  carretas  de  tumba. 

Tumbadillo,  m.  En  Tarapae::. 
cielo  raso  de  ca.sa  o  habitación. 
El  Dice,  trae  esta  voz  como  íéi'- 
mino  de  Marina  .«olamente: 
"cajón  de  medio  punto,  que  sua- 
le  culjrir  la  escotadura  de  popu 
de  la  cubierta  del  alcá.zar  en  laa 
ei  iibarcacione-s  menores." 

TuMU.voLLAs,  com.  Que  tum- 
'oa  o  vuelca  las  ollas  jiara  cx>mer 
todo  lo  que  hay  en  ellas.  Csó  este 
\ocablo  Lope  de  Vega  y  no  lo 
regi.-^tra  el  Di<-c.  lie  a(pn' el  texto: 

(^iinjúiote.  Alcaltlillo  liimbooHas, 
Huiodes  de  las  píilhis. 
Tarasca  que  *c  oügiiüts  y  zainpiu»s 
Los  iiimcilliiiics  como  caperuzas. 
Sumidero  de  azumbres  y  medidas. 
S.>rpullido  de  almuerzos  y  c  imidH.s. 
SabaAiin  de  alacenas, 
S.trna  de  las  meiiendas  y  la-  cvii«5. 

(Ki.Imnh  del  fUf/ulla>lo). 

Tiene  relación  con  el  tutulm  de 
olla,  que  acabamos  de  ver  en 
Tumba  y  con  la  fr.  chilena 
Ra,<<p(ir  la  ollii  (rebañar  o  arreba- 
ñar). 

Tu.Miio,  m.  '■Wiivén  violento 
con  riesgo  de  caer,  o  cayendo." 
e.s  la  única  acep.  que  le  reeonoco 
el  Dice,  omitiendo  la  (.Ira  tan 
.i.~ada  en  lOspaña  y  .\méric«  de 
"ola  grande  que  no  revienta,  -i- 
110  que  .^'e  lU^hace  traiujuilamen- 
le."'  Hecuérde.-e  a  (Juinlaiia  eu 
.-u  famosa  Oda  al  mar: 


TUM 


TUM 


Negras  lus  ol:i3, 
A  manera  de  uioutes  se  levantan, 

Y  en  hondos  tumbos  y  en  rabiosa  espuma 
Su  fuerza  ostentan  3"  mi  pecho  espantan. 

Balbueua,  en  su  Bernurdo,  usó 
repetidas  veces  esle  vut-alilo;  he 
aquí  algunos  pasuj&í; 

Y  del  florido  salto  ijue  hacia 
La  preñada  cuchilla  de  una  sierra, 
Como  en  grilhis  de  plata  viií  ceñido 
üui  humilde  collado  eL  tumbo  erguido. 

Esto  en  muros  de  vidrio  transparente 

Y  en  cristalinos  tumb  s  de  agua  fria 
La  ninfa  dibujó... 

(Canto  II). 

La  mar,  aunque  sin  viento,  alborotada 
Con  sordas  olas  el  galeón  batía 
En  huecos  tambos  de  cristal  preñada. 

(Canto  IV). 

Y  de  un  sombrío 
Bosque,  que  el  tumbo  de  la  sierra  hacía, 
A  caballo  salir  vio  un  hombre  anciano. 

Una  cueva  en  su  tumbo  socavada 
El  yerto  lomo  de  aquel  cerro  abría. 

(Canto  V). 

[  ViniosJ  L.i  mar  alborotada  y  desabrida 
Con  huecos  /'iinbj¿  de  olas  encresparse. 

(Canto  VI). 

De  mar  un  grueso  tiiinbu  ochci  el  liarquillo 
Por  cima  destas  rocas  en  la  tierra, 

(Canto  VII). 
üe  las  ásperas  quiebras  de  la  sierra 
Corrido  un  no  pequeño  trecho  había, 
Cuando  abrirse  de  lejos  vio  la  tierra 
Que  en  tmiiho  hinchado  sobre  el  mar  eai». 

(Canto  IX). 

O  que  su  ignoto  piélago  profundo 
Las  cres|>as  olas  con  que  el  tumbo  eriza 
Entre  las  rocas  quiebre... 

(Canto  XII). 

Cual  bello  cisne  S(jbre  el  crespo  vadn 
üe  Meandro,  t^m  que  ol  se  le  consuma 
Del  blanco  pecho  el  tumbo  levantado, 
Cercos  engarza  de  liviana  espuma... 

(Canto  XIV). 


Otro  autor  f.-spaüol,  que    vi\ió  y 
escribió    en    .Vniérica,  e!    IUum 
Fr.  líeginaldo  de  Lizárra.üa,  u-6 
también   la  voz    tumbo,    aunque 
lió    preciosamente    en    el     mLsmo 
.sentido:    "Los    navios    que  auti- 
Liuamente  allí  aportaban,  no  en- 
traban en  él   por  la   mucha  nía" 
de  fuinbo   y  olas  unas  tras  otra? 
que    cuotidianamente     quiebran 
en  su  boca."  "En  el  desembarca 
dero  hay  mares  de  turubo,    un.as 
tra>    otra.--,    con    tanta   violencia, 
cuanta  experimentan  los  que  alb' 
se  desembarcan.''    "Viendo  vénu- 
la  ola    de    tumbo,    antes  c^ue   .-v 
quiebre   se  dan   mucha   priesa  a 
bo<>ar.''   (Descripción  breve,  1.  T, 
car>s.    Vil,   XVII  y    LXV).    De 
lodo    esto  se    infiere  que   i)ara  el 
obi.spo  líalbnena  tumbo  es  mon- 
taña de  agua,  y  fig.,    cualquiera 
otra  altura  parecida,  como  las  do 
\i>  sierras  o  cerros,   el  pecho  del 
ci-iie.  etc.:    para  el  obispo    Liza- 
rraga.    )//((/■    de    tuhiha    y  ohi    de 
tambo   son    lo?    que  se    levantan 
como  grandes  montañas.  Quizúá 
la  c.\.pre.sión  de  tumbo  se  ha    he- 
cho   sinónima    de   esta   acep.    de 
tiiíiiba:     "cubierta    arqueada    da 
cicrlns  coches,"  por  la   semejan- 
za qu.c  presentan  los  tii/rnbos  del 
mar    con  esta    tuy.ihu    de  los    co- 
ciic><.  Pi'dro  de  Oña  describió  asi 
(<1  litiiilid.  sin  nombrarlo: 

El  cual  [mar]  agora  está  tranquilo  y  njanos 
.Mzando  uuas  ampollas,  nó  de  fuego, 
I  Jue,  sin  hacer  espuma,  quiebran  luego, 
Como  si  fuera  el  pií-'lago  remanso. 

I. trauco, l„:„(„l„.c.  I). 

Tumucho,  111.  Imi  los  ferroca- 
rrilc-,  u]H.'ra:iu  que  se  ocupa  en 
engrasar  las  ruedas  y  ejes  y  velar 
por  su  conservación. 


TU.N 


TUN 


TrxA,  í.  Planta  liieu  conocida 
de  la  familia  de  la  c/u-teas  y  que 
se  llama  en  Chile  con  este  mis- 
mo nombre,  por  más  que  afirme 
Leuz  que  la  llaimamos  penca: 
penca  es  para  nosotros,  como  pa- 
ra el  Dice,  cada  inia  de  las  hojas 
carnoaa.s  de  la  tima.  Los  esi^año- 
les  llaman  también  la  planta /lo- 
pal,  tunal,  higuera  chnviba, 
chumba,  hiyueru  de  Indias, 
higuera  de  pala  o  d^.  tuna. — El 
fruto  de  la  tuna  se  llama  tam- 
bién tuna  en  Chile  y  en  España; 
allá  pe  llama,  además,  higo 
chumbo,  de  pahí  o  de  tuna. — El 
sitio  plantado  de  tunas  es  en  to- 
das partes  tunal. — Tuna  signifi- 
ca también  "vida  holgazana,  li- 
bre y  vagabunda,"  i)ero  en  este 
sentido  es  vocablo  distinto. 

Tunante,  parí,  de  pre-^nte 
do  tunar,  adj.  y  s.  Como  ad.j.  y  .«. 
.dignifica:  "picaro,  bnlwn,  tídma- 
do,"  y  lo  mismo  tuno.  na. — Tu- 
nanta, ad.j.  fani.  y  s..  significa: 
'■picara,  l)ribona,  taimada."  En 
Chile  se  les  da  a  tunante  y  tuno 
un  significaido  más  fuerte,  por- 
Cjue  equivalen  a  libertino,  licen- 
vioíw.  que  se  entrega  a  todos  los 
vicios. 

TlXAN-TERÍA.    f.     Vicio     O   vida 

viciosa  del  tunante,  o  .sea,  tuna. 
Es  corriente  en  Chile  y  digno  de 
admitii"se  por  .-ni  buena  forma- 
ción. Lo  usó  también  Don  .luán 
Valeni:  "O  la  sinceridad  com- 
pleta, que  no  veo  en  Sclgas.  u  la 
tunantería  de  Alarcóu.  (pie  no 
cree  ni  en  Dios,  y  que  se  le  cono- 
ce cuando  más  alardea  de  santo. 
(Carla  n  Mariano  Cafalinn.  Lis- 
lioa.  Marzo  lf<.S:;). — La  acción 
propia  de  limante  se  llama  en 
castellano  fnuanfada. 


Ti  NAXTESco,  (A.  ad.j.  Propio 
de  tunante  o  tuno:  i-eferente  o 
relativo  a  él.  ]'idu  tunantesica, 
iiestax  ¡I  costumbres  tunantescas. 
Merec-e  la  admisión  en  el  Dice. 

Tunar,  n.  Entre  ladrones  y 
ratero--,  espiar.  Puede  venir  del 
castellano  tunar  o  correr  la  tuno: 
•"andar  vagando  en  vida  holga- 
zana y  libre,  y  de  lugar  en  lu- 
gar." porque  ambas  aceps.  con- 
vienen en  la  idea  general  de 
ociosidad. — No  .<e  confunda  esta 
acep.  castiza  con  los  verbo-  fu- 
nmitear  y  tunear,  que  significan: 
"hacer  \-ida  de  tuno  o  picaro; 
procoilcr  como  tal." 

Tunduque,  m.  "Ctomix  ¡naur- 
///íí(.s.  liatón  grande  de  la  cor- 
dillera, Ijitstante  parecido  en  su 
tamaño,  en  ku  género  de  vida  y 
on  las  cuevas  que  labra,  al  curu- 
ro.  .Sale  de  sus  madrigueras  al 
ponerse  el  sol  y  entonces  profiere 
un  canto  muy  parecido  al  nom- 
bro con  que  se  designa.  T.,enz  da 
el  nombre  de  este  aiiimalillo 
eijuivocado:  tunduco."  (.).  T. 
Medina).  Por  lo  visto,  el  nom- 
Ijre  e*  onómato]wj'ico.  El  color 
do  i*>t».  ratón  es  ¡tardo  o  café. 

Tungo,  VI.  Cogote,  nuca, 
cerviz,  cen'iguillo.  testuz  o  tes- 
tuzo. jK\storejo,  de  animal,  prin- 
cipalmente vacuno.  Véa.se  Tes- 
Tiz.  MorriUo  es  "porción  camo- 
.sa  que  tienen  las  reses  en  la 
palle  .■'uponor  y  anterior  del 
cuello;  fam.  v  por  extensión, 
cogote  abultado." — Tungo  signi- 
fica también,  faio.,  cogote  o 
(vrviz  tic  jKM'sona. — Véaso  Des- 
tungar.—  La  etimología  [Mireco 
sT  ol  casto] laiio  trunco  o  tronco. 
X'i'ase  Choco,  *2.°  art. 


TUN 


TUN 


TúxiCA,  f.  Especie  de  bata 
blanca  muy  larga  y  adornada,  es- 
pecialmente de  papeles  de  color, 
con  que  se  viste  a  los  niños  que 
mueren  ante*  del  aso  de  la  razón ; 
con  ese  traje  se  les  vela  y  sepulta. 
Vé<i.-<e  A'^ELOEío. — -Aunque  no 
expresamente,  de  una  manera 
gener;ü  esUi  incluida  esúi  acep. 
en  las  demá-s  de  túnica;  por  tan- 
to, no  alcanza  a  formar  un  chi- 
leni.siiio. 

Túnico,  uj.  Llaman  en  Chile 
muchos  religiosos  de  a^mbas  sexo? 
y  de  distintáis  órdenes  la  vestidu- 
ra de  lana  que  usan  debajo  de 
los  hábitos  y  que  el  Dice,  llama 
túnica  (o.*  acep.)  Fúndase  e-íte 
uso  en  las  Constituciones  mismas 
de  algunas  órdenes,  escritas  en 
castellano  y  publicadas  en  Espa^ 
ña.  En  ia  f'ú/a  de  la  Rda.  M. 
Muil'i  Mercedes  Valdés  de  la  Ca- 
rrera, escrita  en  Chile  a  fines  del 
.siglo  XVIIÍ  por  un  religin-n 
dominico  y  que  se  conserva 
inédita  en  el  Moua.sterio  de  las 
Rosas  de  e.-ía  ciudad,  leemos: 
"Cuando  al  tiempo  de  re>ignar- 
le  a  la  Prelada  los  hál)itos. 
túnicos  y  lo  demás  que  le  traí- 
an de  su  casa..,  nuestra  monja 
sólo  recibía  dos  túnicos,  dos  solchs 
hálñtos."  (Capít.  III).  En  todos 
los  autores  esj^añoles  que  hemos 
leído,  sieni])re  hemos  visio  usada 
la  voz  túnica  y  nunca  túnico; 
el  P.  Sigüenza  es  el  único  que 
habla  de  tuniqítcfe :  "Cuando  ya 
sentía  .«e  llegaba  la  hora  de  pai*- 
tir  de  esta  vida,  con  un  semblan- 
te tan  entero  como  si  no  tuviera 
mal  ninguno,  pidió  le  quit4i>en 
la  camisa  y  le  diesen  su  sayuelo, 
que  ellos  llaman  funi'jaefe.  que 
de  ordinario  es  de  una  estameña 


poco  más  blanda  que  silicio." 
(Crónica,  p.  III,  1.  II,  c.  XLIII). 
En  Cuba  y  en  ^^enezuela  se  lla- 
ma túnico  el  \estido  talar  y 
completo  que  usan  las  mujeres. 
ÍPichardo  y  Rivodó).  En  Co- 
lombia túnico,  es  la  túnica  de  los 
nazarenos  y  la  de  las  nuijeres, 
como  ropa  interior.  (Cuervo.) 
Pero  el  Dice,  no  le  reconoce  a 
túnico  más  ace^i.  que  esta: 
"veistidura  amplia  y  larga  que 
como  traje  d©  la  Edad  Media 
suele  usarse  en  el  teatro." 

TuNiLl-\,  f.,  dini.  de  tuna. 
"Especie  de  qui.sco,  que  produce 
en  enorme  abundancia  un  fruto 
pare<-ido  a  la  tima,  de  que  se  ali- 
menta ca>i  exclusivamente  el 
elegante,  ágil  y  útil  guanaco.  El 
jugo,  en  limonada,  es  poderoso 
anfifebrífugo."  (II.  E..  Art.  de 
(liai-io). 

Tunina,  f.  Tan  ¡na,  acei>ta  .so- 
lamente el  Diff.  La  tonina  es 
otro  nombre  que  tiene  el  pez 
llamado  (?t'//ín,  y  también  signi- 
lica.  "atiin  fresco."'  No  es  tan  dis- 
paralada nuestra  pronunciación, 
|>orque  la  etimología  es  el  latín 
fliunnus,  atún. 

Tlxtúx  (Al),  m.  adv.  fam. 
Así  usamos  nosotros  este  modis- 
mo desde  antiguo:  el  Dice,  sólo 
lo  admitió  desde  la  lo.*  edición 
en  esta  forma  y  también  AI  buen 
tantán,  y  lo  difine:  "Sin  re- 
flexión ni  previsión;  sin  certi- 
dumbre, sin  conocimiento  del 
asunto.''  Iriarte  dijo  A  tun  tan,: 
"Es1e  usar  de  los  cuyos  a  tun 
tun  me  hace  acordar  de  aquel 
que".  .  .  (Donde  las  dan  ?cw  to- 
man). Puigblanch  usó  De  tun 
tan,  bien  que  regido  de  un  s. : 
"Les  da  el  nomljre  de  etimoloííías 


090 


TUP 


TUP 


de  tun  tun,  tomado  de  aquello  de 
los  Salmos  Et  fillae  Tyri  in    niu- 
neribiiJi     vitltiíin    tuum    depreca- 
huntiii-.''    (Opúsculos,    t.  I,  pág. 
150).  Valbuena,  acercándose  más 
a  este  texto  latino,  que  es  la  etimo- 
logía   macarrónica  que    se  da  al 
modismo,    dijo     Al    hultnntún: 
■'Aquello  pareció  que  era  hablar 
((/  bultuntún,    porque    estaba  .-e- 
fiuro   de  que  ni  en  la   villa  ni  el 
contorno  había  nadie  que  supie- 
ra tocar  la  dulzaina  y  el  tambor 
más  que  él   y  sus  hijos."  t  I'ará- 
holas.  El  Tamboritero).    Pereda 
escribió  Al  tunturuntún:  "\Si  síx- 
lirc  yo  lo  que  ciertas  cosas  ofen- 
den dichas  al    tunturuntún  y  sin 
venir   a  pelo!'"    (Oros  son  triun- 
fos, XII).  "No  hagas  ca.'^,  Cleto. 
no   hagas   caso   de   éxitos    dichos 
)il   tunturuntún."  íSotUezu.XV). 
— De    etimología    nada    dice   el 
Dice;  pero   todos    lf)s    que   han 
tratado  del    asunto   dan    por   tal 
el  rultma  tuum  de  los  Salmo-. 
Tupa,     f.  Véase    Trupa. 
Tupí,  m.  Máquina  i»ara  hacer 
molduras    y  piezas  pequeñas    de 
jjuertas    y  ventanas.    Algunos  lo 
usan  como  f.,  por  referirse  anuí- 
quina. — Parece     que    viene     del 
francés  toupie.  el  trompo,  quizás 
por    algima  semejanza    entre  los 
cepillos   de  la    máquina  y  la  for- 
Jiia  del  tromf>o. 

Tupición,  f.  Cantidad  tupi- 
da. 'Habíii  una  tupición  de  gen- 
te: ¡Qué  tupición  de  flores  liav 
en  e-iCí  janlín  !"'  Fuera  de  los  nom- 
l)rc  de  .dignificado  general  que 
exjiresan  nniclie<1umbre  o  gran 
cantidad,  tratándose  de  árboles  o 
l)lantas.  ¡tuede  ile<-irse  nifjyisiirn. 
— Fig..  obcecación  (ofuscación 
tenaz    y    ])crsisteute).    toqieza    o 


cortedad  de  inteli.gencia.  Tupi- 
niiinto  de  juicio,  tupinticnto  de 
entendiuiicntu,  dijo  Fr.  Barto- 
lomé de  Ia\s  Casa¿  en  su  Hist. 
de  hs  Indias,  t.  III,  págs.  7  y 
268. — El  Dice,  trae  solamente 
tupa  (acción  o  efecto  de  tu|>ir  o 
tupiívse;  íig.  y  fam.,  hartazgo), 
que  no  basta  para  ninguna  de 
nuestras  do.«  aceps. 

Tii'iDo,     n.\.    ailj..     part.     de 
tupir.  Dos  aceps.  le  damos,  recta 
y  fi.g. :  en  la  recta  vale  espeso  (dí- 
cese  de  las  cfjsas  que  están  muy 
juntas  y  apretadas),   en    contra- 
]x>sición  a  ralo,   y  en  la  hg..   de 
e.-<ca.-a    o    ninguna     inteligencia, 
muy    rudo,    cerrado   de  molleni, 
duro  de   id.  .\ndjas   son  ;-astizas. 
aunque  no  lo  diga  claramente  el 
Dice,    que     s(')lo    registra     el  v. 
tupir;  pero  comu   la  1."   acep.  de 
é.ste  es  "ajjret^u"  mucho  una  cosa, 
cerrando   .sus     jx>ros     o    intersti- 
cios.'' e-s  charo     que,     segéui  esto, 
puede  decirse  bo.'iqiie  tupido.  .<f'I- 
rii,      barba,       cabrllerii       tupida. 
cuando  son  inn  espesas  o  pobladas 
que    tienen    cerrados    todos     sus 
intcisticios.  FA  P.  Alonso  Cabre- 
ra ai>licó     este     adj.  a  los   oídax. 
diciendo:    '"Kstos.    que    tan  tupi- 
ilos  tienen  los  oídos  a  la  predica- 
ción... ¡Cuan     cerrados    y   tapi- 
dos tienen  los  oídos   ])ara  las  vo- 
ces de  Dios  y  de  su-^  ministros!'' 
Con  estos    texto-    queda  llana  la 
acep.    (ig..     porque  el    individuo 
tupid,,  or-  el  que  tiene  la  cal)Oza  o 
cerebro,  la    inteligencia,    magín, 
mofliera    <>  meollo    tan    cerrados, 
que  no  pueden  penetrar  en  ello.'? 
las  ideas,    o  tan    poblados    de  las 
nieblas  de  la  ignorancia    o  de  la 
tor))eza.    que    no  dan    entrada  a 
ningún  rayo  de    luz.  Por  eso   di- 


TUP 


TUR 


.v,n 


jo  niu\-  bien  Ricardo  Palma: 
"El  extremeño  era  muy  para 
liada  y  de  un  talento  tuás  tupido 
que  caldo  de  habas."'  (Tmdicio- 
n<>i  peruanaf!,  t.  III,  i)ág.  34). 
Y  Cortejón :  "'A'eHcido  el  bachi- 
ller (de  enteudimieuto  tupido, 
«ocaiTona  cordura  y  llena  de 
envidia .  .  .),  topó  nuestro  caba- 
llero..." (Quijote,  t.  IV,  pág. 
245).  En  el  Boletín  'de  la  Aco- 
de uña  {n."  VII,  pág.  210)  lec- 
mor<  también  en  un  autorizado 
documento:  "I  rellenado  .-^u  alto 
ingenio  I  de  ga'lantei'íais  de  mú- 
.•^ica  y  poesía  que  tienen  tupido 
y  apisonado  su  celebro.  .  . '"  A't'a- 
.-••e  Tapado,  da.  ''Tapido  (cmiio 
la  tela  que  nn  da  pasd  a  la  luz  o 
a  los  líquidos)  se  dice  del  enten- 
dimiento no  claro  o  cerrado  a  la 
luz:  V  luego,  de  la  persona  tor- 
pe, incapaz:  traslación  antig^ua  e 
irreprochable."  (Cuervo,  que  ci- 
ta la  fr.  tupida  ceguedad  de  Fr. 
Bartolomé  de  La.s^a«at<).  "Tupi- 
do lie  mollera,''  dijo  taniljién  el 
escritor  e^:)añol  Andrés  (Gonzá- 
lez Blanco.  Xo  creemos  pues  que 
este  tupi  lio  pueda  ser  afére.^is  de 
estúpido.  |;erdida  la  -ílabn  es  y 
corrido  el  acento:  sin  e;ribargo, 
es  un  gracioso  juego  de  i>alabras 
que  da  el  mismo  .-¡entiilo:  "Pe- 
dro cstúpi,do=^Peáro  es  tupido." 
— Tam]>ién  ,se  usa  tupido  entre 
nosotros  como  adv.  de  modo  en 
el  significado  de  frecuentemente, 
con  insistencia  o  ahundancia. 
.\sí  lo  dice  también  Rodríguez, 
citando  estos  verso-^  de  Rarras 
íirez,  de  su  novela  El  Iív''rfano: 

Hebi'a  con  todo  el  mundo. 
Pues  jainás  lleuó  ríe  vino 
La  |i;inz:i  gi'ande  y  sedienta. 
Aun<iue  le  echaba  tupido. 


Iv-'  sinónimo  de  Duro  ij  parejo, 
J-'i'iiir  1/  ico.  Véanse  Dvro  y 
FiEKTE.  C.  t.  en  dim.  (tupidito). 

Tupilca.  Véase  Chupilca.  Co- 
mo el  .sonido  ch  se  convierte  en 
algunas  partes  en  trr  y  éste  se 
suaviza  desipués  en  f,  no  faltan 
lugares  en  que  se  dice  tupilca 
por     chupilca. 

Tupinambur.  \'(':i-o  Topinam- 
bur. 

Tri'iK,  a.  "Apretar  nundio 
una  co.sa,  cerrando  sus  ])oro-  o 
Ínter,  ticios;  r.  Hg.,  hartarse  de 
un  manjar  o  bellida,  comer  o  be- 
lícr  con  gran  exceso."'  .Vsí  el 
Dice.  Nosotros  nsamosi  la  acep. 
reílexiva.  nó  en  esta  significa- 
ción, sino  aplicada  a  la  intcli- 
genc.iíi.  lo  mismo  que  tupición  y 
tapido:  tupirse  es  para  nosotros 
hacerse  rudo  uno,  entorpecérsele 
el  entendiiniiento  (eniudeeerse), 
ser  duro  de  mollera;  y  se  dice 
del  individuo  y  del  cerebro  n  in- 
teligencia :  ''Ya  e-ste  niño  sr  ta- 
pió; Se  le  tupió  la  mollera  o  la 
i  nt  el  i  gen  cía."  Como  es  metáfora 
1)ien  formada  de  la  acep.  recta, 
juzgamos  que  debe  aceptarse. 

Tupo.  Véase  Topo,  2.°  art. 

;.Tr  QiOQiE.  Rrute?  Pala- 
l>ras  que  pronimció  .lidio  César 
al  recibir  de  l>ruto  la  herida 
mortal  y  que  significan:  ¿Tú 
también.  Bruto.''  Son  dignas  de 
admitirse,  ¡)or  In  menos  en  len- 
guaje fam..  \nw<  se  dicen  cuan- 
do uno  ve  en  otro  una  acción 
torpe  o  groara  o  le  oye  algo  ex- 
traño que  no  e.=9peraba. 

TiRH.vFiEST.'VS.  m.  Es  el  caste- 
llano af/uafie.sta,H,  com.  (persona 
que  turba  cualquiera  especie  de 
diversión  o  regocijo).  Ú.  desde 
antiüuo   en   Chile,   y    nó    por  el 


592 


TUR 


TUR 


vulgo,  .sino  por  literatos:  "Na- 
da de  esto  fué  parte  a  eeparanne 
de  aquel  rejKíntiuo  lurbafiesta».' 
( Blanco  Cuartín,  Francisco  Bil- 
bao, I ) .  uleree-e  admitiríe.  por- 
que c-lá  bien  formado  y  es  mas 
puk-ro  que  el  equivalente  ca4e- 
llauo. 

Turbante,  m.  Individuo  del 
pueblo  que  lleva  <-eñida  la  c-alte- 
za  con  un  pañuelo  y  eje<-uta 
ciertos  bailes  dehnUe  de  imájio- 
iies  sagradas  o  en  fiestas  leligio- 
¿•as.  r.  nuiclio  en  la,s  provincias 
del  Norte  por  los  bailes  con  que 
es  celebrada  la  iina.íien  de  Nuet^ 
tra  .Señora  do  AndacoUo  (depar- 
tamento de  Coquimbo). —  El 
noml)re  \iene  de  la  et^pecie  de 
fvrliriiif,'  con  quc  se  ciñe  la  ca- 
Ijeza. 

TiKií.vK,  a.  lig.  '"Soi-prender  o 
aturdir  a  uno,  causándole  in- 
quietnd,  confusión  o  rubor.  V.  t. 
c.  r."'  Ks  la  única  acep.  lig.  que 
le  da  i'l  Dice,  excluyendo  así  y 
sin  razini  alguna,  la  clásica  de 
confmidir  o  ]>ei1urbar  a  luio  de 
manera  que  no  ])ueda  contiimar 
lo  (]ue  &stal)a  diciendo  o  recitan- 
do, y  que  se  u.<a  másenla  forma 
reHe.xiva  (tur  ha  me).  Pernu't^ui- 
nos  los  lectores  hacer  desHlar  al- 
gunos dá.sicos.  "Tarharsc.  Tomar 
un  cierto  genero  de  espanto  o 
aglayo.  que  quita  en  cierta  ma- 
nera el  sentido,  |)eiturl)a  la  razón 
y  alttM'a  la  memoria."'"  (Covarru- 
lias,  art.  TrRR.\R).  Antes,  en  el 
art.  QrEi).\R,  había  dicho:  "Que- 
darse en  el  .-erniíai,  en  la  lección 
o  razonamiento  público,  vale 
liirliarxe."  ".\sí  ilia  yo  a  ilecir, 
.sino,  como  quemaba  tanto  aque- 
lla pimienta  de  los  paHt<>les.  há- 
KCíiic  fiirliiado  la  lengua."  (.V  lo 


rústico,  por  tarboilo.  Lope  de 
Rueda,  El  Deleitoso,  paso  T ) . 
■'¿Qué  diablos  dices,  que  fe  tvr- 
bas^"  (Id.,  ftegimtro  de  repre- 
■■<eiita)iteii,  paso  1).  ''Administró- 
le Loaísa,  .\rzoljis]jo  de  Toledo, 
((ue  íír  turbó  más  de  una  vez,  y 
cualquiera  se  turbara,  tíinta  fué 
siempre  la  majestad  deste  rey.  ." 
(Sigüenza,  Crónica,  p.  III,  1. 
1  V,  disc.  -\Nil).  "Comienza  pues 
el  pobre  corderino  a  n-citar  su 
maraña  en  medio  de  tantos  lo- 
bos. ¡Cómo  .-e  coi'lan  los  bríos, 
cómo  enmude<^en  las  lenguas  y 
se  estrechan  los  corazones  en 
olios!  ¿Puédese  considerar  eu  el 
numdo  gente  tíin  idiota  y  que 
tanto  yerre  como  los  Farsantes"? 
Xó,  ])or  <'ierto;  imes  hombres 
¡nuy  entendidos  y  cortesano-  se 
ti:rbnn  cu  su  pre^sencia  y  apena-'' 
llenen  ánimo  para  ailicular  las 
voces.""  (Suárez  de  Figueroa.  /•.'/ 
Pasajero,  alivio  lili.  "Iv^to  di- 
cen a  mío  que  ataja  y  no  acierta 
a  hablar  y  j^aix^oe  que  está  tra- 
gando saliva,  como  sucede  a  los 
cpie  i<e  turban  y  pierden."  |(ion- 
zalo  CoiTCiís.  Vocabulario,  pág. 
F!-")  a).  "Cuál  recitaba  llorando, 
cuál  se  farliaba.  por  no  ac(irdai"se 
drl  pie  que  le  daban.""  (.Mcalá. 
Donado  hablador.  ],.  I,  c.  IX). 
"Hepre^^ntando  un  embajador, 
una  guarda.  \in  paje  y  un  o.s». 
dragón  y  nnierto.  no  me  turbaba 
en  el  tablado,  como  otros  ivpi'e- 
.-■entantes  nobles  que  a  los  ]>rime- 
rai  versos  se  querían  como  re- 
cién casados."  (Ibíd..  ]>.  II.  e. 
últ.)  •'¿(}ué  dice  Sevilla?  He.-- 
p(>ndi<'>  Cárcaiuio:  Señor,  (pie  en- 
vía un  \'einticualro  y  un  .Inra- 
do,  para  que.  en  caso  de  turliarse 
el    ]irimero.    hable  el    segiuido." 


TUR 


TUR 


(Floresta  general,  t.  II,  n." 
2228).  "Y  l(xs  oficios  que  hubie- 
ren de  decirle  en  el  oratorio,  así 
de  la  Madre  de  Üios,  eomo  de 
Difunto?,  o  de  otra  devoeión, 
cualquiera  que  sea,  ha  de  tener- 
los registrados  tan  distintamente, 
que  puedan  hallarse  con  facili- 
dad y  sin  que  haya  ocasión  de 
turbarse."  (Murillo,  Instrucciún. 
1.  II,  c.  VI). 

— ;Ellos   ¿quieni'    que  ilialil.j  h  abláis? 

—  La. ..la. ..seño... 

—  Percebí. 
— ¡Voto  a  san,  que  me  lurlúit. 

(Comedia   intitúlala.  Ttí<.r¡na,  j.  IV,  en   .1 

Teatr.  ap.  del  siglo  XVI,  t.\.  BiMióf.  Mailri- 

[elños. 

"Sabía  mal  cantar,  sentía  tanto 
si  no  tenía  e'r'tudiado  lo  que  me 
encomendaban .  .  . ,  que  de  puro 
honrosa  me  turbaba  tanto,  que 
decía  niuj'  menos  de  lo  que  sa- 
bía." (Santa  Teresa,  Vida,  c. 
XXXI).  "Apostaré  \o.  dijo  que 
desde  el  emprincipio  me  caló  y 
me  entendió,  sino  que  quiso 
turbarme  por  oírme  decir  otras 
do.«cientas  patochadas."  (Quijo- 
te, p.  II,  c.  VII).  "Quiero  bien 
bien  o  mal  decirlo  asólas,  por 
que  de^ués  no  me  turbe  y  em- 
barace." (Timoneda,  Anfitrión. 
esc.  II).  "Menemno.  ¿Qué  dicas, 
asno?  Talkg.v.  Nó,  nó,  sino  los 
días  de  su  vida.  Los  pollos  me 
turba,r(m."  [Porque  dijo  una  pa- 
labra por  otra].  (Id.,  Los  Me- 
nemnos,  esc.  IV).  Y  así  varias 
vece=!  más  el  niisimo  autor.  En  la 
"Loa  para  la  Comedia  de  Hy- 
j)omenes  y  Atalanta"  que  escri- 
bió Don  Antonio  de  Solís,  se  lee 
ocho  veces  la  acotación  Túrbase 
en   pasajes  en   que  ti   actor,  por 

Dice,  de  Chil.,  t,  V. 


oh'idar  la  recitación,  se  turl»a  y 
deja,  cortado  el  sentido.  "Del 
con-erse,  del  apresuraree,  se  sigue 
el  dubdar,  el  titubear,  el  emba- 
razai'se,  el  errar  y  el  turbarse;  el 
hahier  de  parar  para  enmendar, 
para  repetir;  y,  una  vez  turbado, 
después  desconfía,  teme  y  tiem- 
bla aun  en  lo  que  bien  sabe." 
(Jligiiel  Sebastián,  Ortología. 
Citii  de  Robles  Dégano  en  su 
Ortología  clásica,  pág.  361).  De 
los  modernos  sólo  citai'emos  a  D. 
Miguel  Mir:  "La  lengua  que  en 
tantas  ocasiones  y  con  tanta  elo- 
cuencia había  reprendido  los  vi- 
cios de  altos  y  bajos,  de  nobles  y 
])lebeyos,  de  legos  y  religiosos, 
no  se  turbaría  ni  menos  cedería 
a  los  derechos  de  la  verdad.  .  ." 
(Sermones  del  P.  F.  Alonso  de 
Cabrera,  disc.  prelim.,  pág. 
XXX).  En  Chile  es  corriente 
esta  acep.  en  toda  clase  de  per- 
sonas; baste  recordar  la  conocida 
estrofa  del  famoso  Contrapunto: 

Y:íi,'tnrh„s'e,  Taboacla,- 
Dijistes  lina   herejía, 
Hicisles  cabe  en  tu  madre 
Y  carambola   en  tu  tía. 

En  vista  de  los  textos  citados  de- 
be el  Dice,  admitir  e?ta  acep.  en 
la  voz  activa  y  en  la  r. 

TuRc.i,  f.  Así  se  llama  en  las 
provincias  centrales  un  pajarillo 
chileno  que  en  las  demás  se  lla- 
ma turco,  m.  Tiene  los  dedos  y 
las  uñas  muy  largas,  y  el  color 
caistaño.  Pteroptochus  castaneus, 
turca,  lo  llama  Philippi ;  Pterop- 
tochos  megalopodius,  Gay;  Hy- 
laefcs  castaneus,  Reed.  Este  orni- 
tólogo erumiera  siete  esi^ecies  de 
turcos;  pero,  fuera  de  la  mencio- 


594 


TUR 


TUR 


nada  y  de  la  Ilylaetes  tamii,  el 
turco  grande  o  huedhued,  todas 
las  demás  tienen  nombres  e^^pc- 
ciale,?.  El  poeta  popular  IJernar- 
dino  (Jinajardo,  como  buen  re- 
presentante del  pueblo  de  las 
provincias  céntrale.*,  dijo    turca: 

Calandria  soy  en  lo  ufana 
Y  en  lo  extraño  soy  concón; 
Soy  ganso  en  lo  pechugón, 
Tuiri  soy  en  lo  serrana. 

{Los  Píijaros), 

— Cantarle  a  uno  la  turca,  ir.  fig. 
y  fam. :  cansarse,  rendirse,  que- 
dando inmóvil.  Vca.«e  Turque- 
arse. Probablemente  es  uu  juego 
de  palabras  en  que  turca.  e>-tá  to- 
mado en  sentido  cliileno  de  ave 
y  en  el  esjiañol  de  "borrachera," 
porque  el  borracho,  después  que 
vuelve  en  sí,  se  siente  con  el 
cuerpo  cansado  y  como  molido. 
— La  etimología  de  nuestra  tur- 
ca es  el  araucano  thvrcii,,  un  pá- 
jaro. (Febrcs). 

Turco,  m.  Véase  el  anterior. 
— Cabeza  de  turco:  "persona  a 
quien  se  suele  hacCT  blanco  de 
inculpaciones  por  cualquier  mo- 
tivo o  pretexto."  Loe.  admitida 
por  primera  vez  en  la  14."  edi- 
ción del  Dice,  en  el  art.  Cabeza. 
Sólo  falta  ahora  que  le  asigne 
género,  que  creemos  debe  ser  el 
m.,  por  silei)sis,  pues  la  loe.  se 
aplica  generalmente  a  varón.  Vé- 
ase nuestro  art.  Caheza,  donde 
reclama'nas  este  mismo  género 
))ara  otras  dos  acej>s.  de  caheza. 
El  mismo  Dice,  en  el  art.  Pkior, 
7.*  acep.,  dice  tamiáén:  "El  ca- 
beza de  cualquier  consulado.  ..;"' 
y  Don  Luis  Montólo:  "So  en- 
cuentran, a  más  de  líis  camas 
del  cabeza  de  fami'lia  y  su  mujer, 


los  comis-trajos  de  los  niños." 
ft'ostunibrex  popii'nrrx  andalu- 
.:"^■.  líl). 

Túrdiga,  f.  En  las  provincias 
del  Sur.  castigo  ^cvcn».  Ú.  m.  on 
la  fr.  Sacarle  a  uno  la  túrdiga: 
zurrarle  la  badana,  porque  túr- 
diga .dignifica  en  castellano  "lista 
o  tira  de  pellejo."  Es  lo  mismo 
que  Sacarle  las  tira-i  a  uno.  Yón- 
se  TiiíA. 

Turf,  111.  \'oz  inglesa  que  se 
pronuncia  tarf  y  signitiía,  en- 
tre otras  cosas,  hipódromo  (lu- 
gar de-tinado  para  carreras  de 
caballos  y  carn>s).  Fue*,  si  hay 
un  vwablo  de  tan  noble  abolen- 
go y  de  suyo  tan  .sonoro,  que  ya 
era  popular  en  Chile  y  usado  por 
todo.^  losdiaria-^  de  ha  [xx'os  años, 
¿a  qué  viene  el  usiir  este  pobrísi- 
II 10  anglicismo,  de  tan  poco  bul- 
to y  de  tan  sorda  ]>roiiuiiciación? 
Convénzanse  nuestros  periodistas 
y  «lestierren  ese  malhadado  turf 
con  que  encabezan  la  .sección  de 
sus  diarios  que  trata  de  las  ca- 
rreras de  cal>allo6;  si  no  les  gus- 
ta hipódromo,  que  es  la  verda- 
dera palabra,  digan  hípica  (suli- 
entendido  arte)  o  hipicas  (sub- 
entendido carreras),  como  les  ha 
aconsejado  lui  académico  chi- 
leno. 

TrKii'KKARio,  m.  De  una  .-^ila 
l>er.-oiia,  que  las  rúbricas  y  ttxlo 
el  mundo  llaman  turiferario,  el 
Dice,  ha  liecho  dos:  el  inri f era- 
rlo, que,  según  él,  es  "el  (juc  lle- 
va la  naveta  de  incienso,"  y  el 
turibulario,  que,  también  i>ara 
él.  es  "el  que  lleva  el  turíbulo  o 
incen.^ario."  Sin  duda  la  etimo- 
logía (U  turiferario  (que  lleva  el 
inciens»))  es  lo  que  ha  inducido 
en    eiTor   al    Dice. ;    pero  sépa.«c 


TUR 


TUR 


595 


qu€  el  incienso  o  la  naveta  que 
lo  contiene  .siempre  son  llevados 
por  la  misma  persona  que  lleva 
el  incensario  o  turíbulo,  y  que 
la  Igleda  no  reconoce  para  esto 
sino  un  solo  ministro.  A  lo  sumo 
concederíxiinos  que  turiferario  es 
la  palabra  común  y  corriente,  y 
f.)iril)ular¡o  la  poética. 

Turificación,  f.  Acción  o  efec- 
to de  turificar.  Véase  el  siguiente. 
Bien  formado,  pero  no  cuenta 
todavía  con  la  autoridad  que  da 
el  uso. 

Turificar,  a.  Incen.siU".  "Fue- 
ra destas  [ceremonia^]  hay  otras 
comunes,  como  el  asi3ersoiio,  la 
señal  de  la  cruz,  el  turificar  el  al- 
tar y  el  Ijeso  de  paz."  (Fr.  Juan 
de  los  Ángeles,  Trat.  del  divino 
sacríf.  de  la  misa,  dial.  III). 
"Le  ensalzaron  y  turificaron  de 
todas  maneras."  (Cotai'elo,  Iriar- 
te  y  íni  época,  c.  III,  pág.  -36). 
Como  se  ve,  las  dos  aceps.  de 
incensar,  la  i^ecta  y  la  fig.,  coni- 
poi-ta  este  nuevo  v.,  aunque  no 
tan  nuevo,  porque  el  P.  Ángeles 
es  del  siglo  XVI  y  principios  del 
XVII.  Ya  que  está  tan  bien  for- 
mado del  latín  tiirificnre  y  tan 
buenos  padrinos  lo  presentan, 
delje  el  Dice,  abrirle  sus  colum- 
nas. 

Ti'Ris.Mo,  m.  Alijión  a  \iajar 
por  distracción  y  rec-reo;  cos- 
tumbre o  modo  de  hacerlo.  Ad- 
mitido ya  turista,  necesariamen- 
te tiene  que  admitirse  turismo, 
que  es  poco  menos  u.«a(lo  que  él. 
Turista,  com.  Viajero  que  re- 
corre un  país  por  distracción  y 
recreo.  Admitiólo  el  Dice,  en  .«u 
14."  edición  y  le  dio  como  ori- 
gen el  inglé-s  tourist. 


Turnal,  ad.j.  "La  i'eforma  del 
riego  turnal  se  ha  verificado  con 
é.xito,"  escribió  .lotabeche  en  su 
art.  Las  salidas  a  paseo,  aunque 
con  bastardilla,  para  indicar  que 
no  tenía  por  correcto  el  vocablo. 
Y,  en  realidad,  no  lo  es:  basta 
dec-ir  por  turno,  por  vez,  por  or- 
den sucesivo  o  alternado,  por 
tandas.  Tandeo  es  el  s.  admitido 
por  primera  vez  en  el  último 
Dice,  para  significar  esta  acción, 
]>ues  .se  define:  "distribución  del 
agua  de  riego  alternativamente 
o  jx)r  tandas."  Ador  es  el  "tiem- 
IX)  señalado  a  cada  uno  para  re- 
gar, en  las  comarcas  o  términos 
donde  se  repíu-te  el  agua  con  in- 
tervención de  la  autoridad." 

Turnar,  n.  "Alternar  con 
una  o  más  personas  en  el  repar- 
timiento de  una  cosa  o  servicio 
de  algún  cargo,  guardando  or- 
den sucesivo  y  vez  entre  todas." 
No  es  reflejo  ni  recíproco,  como 
lo  usan  en  Chile  casi  todos,  sino 
n.,  como  su  sinónimo  alternar. 
"Estos  treinta  núl  iban  turnan- 
do [y  nó  turnándose]  por  me- 
ses." (Scío,  ///  Reyes,  V,  14, 
nota).  "Cualquiera  de  los  que 
turnan  por  días  en  el  servicio  de 
vigilancia,"  define  el  Dice,  al 
Jefe  de  día.  El  que  emplean  los 
clásicos  como  recíproco,  aunque 
no  lo  diga  el  Dice,  es  el  sinónimo 
revezar  (reemplazar,  relevar, 
sul)í5tituír  a  otro,  tomar  su  vez). 
"Las  grullas  se  revezan  para  ve- 
lar de  noche."  (Granada,  Guia 
de  pecadores,  1.  II,  c.  IX).  "To- 
das las  aves  guardan  una  ima- 
gen de  matrimonio  y  se  revezan 
y  parten  el  trabajo  en  la  cria- 
ción de  los  hijos."  (Id.,  Símh. 
de  la  fe,  p.  I,  c,  XVII,   §   II). 


596 


TUR 


TUS 


"Todas  eran  iguales,  haciendo 
todas  las  mismas  faenas,  revezán- 
dose en  algunas..."  (Mir,  San- 
ta Teresa,  t.  II,  pág.  487). 

Turnipa,  f.  Así  llaman  algu- 
nos el  nabo  de  bulbo  redondo. 
Es  el  inglés  tmnip,  nabo,  que  se 
pronuncia  Utrnip. 

TuRxo,  m.  "Orden  o  alterna- 
tiva que  se  obserA^a  entre  vanas 
persona?,  para  la  ejecución  de 
una  cosa."  Esto  es  todo  lo  que 
dice  de  este  vocablo  el  Dice. ;  con 
lo  cual  queda  excluido  el  modis^ 
mo  A  su  turno,  tan  usado  por  al- 
gunos, conforme  al  francí"^  ^4 
son  tour;  y  asi  mismo  A  mi  tur- 
no, A  tu  turno,  A  nuestro  (o 
vuestro)  turno.  8i  -e  quiere  in- 
dicar sucesión  alternativa  u  or- 
denada, dígase  por  fumo  o  por 
turnos,  por  su  turno  o  por  sus 
turnos,  a  su  vez;  mas,  cuando  es 
acción  .siumltánea,  dígase  por  su 
parte,  en  cambio,  en  recambio, 
en  contracambio,  a  la  vez.  "El 
padre  reprendió  severamente  al 
hijo,  y  éste  a  su  turno  acometió 
contra  .su  padre."' 

Turquearse,  r.  Causarse,  ren- 
dirse de  cansancio,  sentir  o  tener 
el  cuerpo  inmóvil  y  como  a]>;ijle- 
fldo.  Véa.'^  en  Turca  Cantarle  a 
uno  la  turca. 

Turumba.  C;w  ti  «los  dicen  así 
en  Chile  en  vez  de  tarumba.  Es 
voz  que  .sólo  acepta  el  Dice,  en  la 
fr.  fam.  Volverle  a  uno  tarumba: 
"atolondrarle,  confundirle,  t^'.  t. 
el  V.  c.  r."  A  tumi  lar  o  aturrullar, 
a.  y  r.,  significa  también :  "con- 
fundir a  uno,  turbarle  de  modo 
que  no  sepa  qué  decir  o  cónm 
hacer  mía  cosa." — Quizás  este 
últimii  V.  con  el  adj.  turulato,  fa, 
(alelado,      sobrecogido,     estupe- 


facto) y  el  s.  turumbón  (tolon- 
drón) iulluirían  en  la  transmu- 
tación de  íi  i^or  k;  ¡xirque  no  .-¡e 
ve  otra  razón  por  la  cual  tarum- 
ba se  haya  convertido  en  tu- 
rumba. 

Turumiga,  f.  Léese  este  voca- 
blo en  una  curta  del  célebre  Pa 
dre  Manuel  Lacunza  a  su  tía 
Mercedes,  publicada  en  la  Recis- 
ta  de  Hist.  y  Geografía,  t.  IX,  n.» 
13.  Dice  así:  "...para  que  co- 
rras con  esos  pocos  reales  que 
nos  quedan  a  Diego  y  a  mí,  y 
que  hasta  ahora  se  han  hecho 
turumiga."  Parece  errata  de 
furuminga  (embrollo,  enredo, 
confusión).  Véase  esta  voz. 

Ti  s.\,  f.  Tres  acei>s.  america- 
nas le  da  el  Dice,  y  .son:  nuestra 
coronta,  la  hoja  o  mata  de  hoja 
del  choclo  y  el  cigan-o  de  hoja  o 
chala  argentina,  pajilla  españo- 
la: pero  la  tusa  chilena  no  la  co- 
noce: ésta  es  la  clin  o  crin  (vi. 
m.  en  pl.),  "conjunto  de  cerdas 
que  tienen  algunos  animales  en 
la  cerviz  y  en  la  i)arte  sui>erior 
del  cuello."  Y  la  llamamos  así, 
porque  en  las  caballerías  es  la 
l)arte  que  se  lusa.  (Véa.*e  Tu- 
sar). "El  otro  concluía  un  ciga- 
rrillo, teniendo  de  las  bridas  dos 
caballos  ensillados  y  acariciándo- 
les la  tusa  cuando  querían  mo- 
verse.'" (.lotaljcche.  Francisco 
Montero).  Más  fundamento  lin- 
güístico que  las  otras  tres  aceps. 
tiene  la  nuestra,  como  lo  vamos 
a  ver  en  Tusar,  y  por  eso  vería- 
mos con  gu.sfo  que  la  aceptara 
también  el  Dice. — Otras  a<'ei>s. 
que  también  damos  a  tusa  .son: 
acción  o  efecto  de  tu.sir:  y  fam. 
y  ])or  burla  o  donaire,  acción  o 
efecto   de    cortai"Stí    uno  el    pelo; 


J 


TUS 


TUT 


597 


el  pelo  mismo,  tal  como  queda 
en  la  cabeza  después  de  cortado; 
cabello  o  barba  de  la  muñequiUa 
o  mazorquilla  tierna  de  maíz.  El 
vulgo  da  a  tusa  el  valor  de  "ca- 
beza" y  de  "el  pelo  de  la  calie- 
za,"  como  ge  xe  en  estas  frases 
que  u.«a  corrientemente:  "Te 
rompo  la  tusa.  Le  pegó  en  la 
tusa.  Te  saco  la  tusa  a  golpes." 
Es  curioso  que  en  la  mazorca  de 
maíz  haya  tres  cosas  distintas 
que  ge  llaman  tusa,  aunque  en 
distintos  países:  el  zuro  o  coron- 
ta, la  ho,ja  preparada  o  hecha 
cigarrillo  y  el  cabello  o  barba. 

TvsADOR,  KA,  adj.  Que  sin-e 
para  tusar.  Tijeras  tusodoras. — 
Como  s.  m.  es  el  individuo  que 
tusa  o  hace  las  crines  a  las  caba- 
llerías.—Es  digno  de  ser  admi- 
tido. 

TrsAR,  a.  Anticuado,  dice  el 
Dice,  y  remite  a  Atusar.  Atusnr 
tiene  como  1.*  acep.  "recortar  e 
igualar  el  pelo  con  tijeras."  Tan- 
to el  uno  como  el  otro  proceden 
del  latín:  tusar,  de  tonsare, 
frecuentativo  de  tondére,  tvñí^ 
quilar:  y  atusar,  de  ntton>'iis. 
part.  de  attondére  (nó  attóndere, 
como  dice  el  Dice),  pelar,  tras- 
quilar. Y  nótese  que  tusar  no  .se 
decía  en  castellano  .solamente  de 
las  i^ersonas,  sino  también  de  los 
animales: 

Si  vuestros  ma/tines  puedo  apañar. 
A  panderetes  los  he  Je  tusar, 

dice  la  "farsa  nuevamente  trova- 
da por  Fernando  Díaz"  {15r)4), 
en  el  Teatro  español  del  siglo 
XVI  (t.  T,  pág.  322,  edición  de 
los  Bibliófilos  Madrileños).  En 
\ista  de  esto,  ¿qué  cosa  más  jus- 
ta que   designar  con  el  v,    tusar, 


^como  hacemos  los  chilenos,  la 
acción  de  "recortar  a  los  caballos 
las  crines  cortas  que  están  .junto 
a  la  cabeza  y  no  se  pueden  suje- 
tar con  el  trenzado,  y  las  últimas 
que  están  sobre  la  ciiiz?"  El 
Dice,  llama  esto  hacer  las  crines, 
pero  no  es  inconveniente  para 
llamarlo  también  tusar.- — Faiii. 
y  por  burla  o  donaire,  cortai"se 
uno  el  pelo. 

Tustuz,  m.  Véanse  Testuz  y 
Destustuzar.  Hasta  el  P.  Febrés 
dijo  tustús  en  la  paiie  castellana 
de  su  Calepino  chileno  y  en  el 
art.  ToPEL :  lo  que  prueba  la  an- 
tigüedad de  este  chilenismo. 

Tutaco,  m.  En  Chiloé,  baile 
llamado  el  zapateado.  (Cavada). 
— Puede  derivarse  de  taco,  que 
es  como  se  llama  en  Chile  el  fa- 
cón del  zapato. 

TuTA  coxsciENTiA,  expr.  lati- 
na. (Pronúnc-iese  conscienciaj. 
Significa  literalmente:  con  con- 
ciencia segura,  sin  temor  de  pe- 
car o  faltar.  Es  muy  usada,  prin- 
cipalmente entre  eclesiásticos,  y 
merece  entrar  en  el  Dice.  Fuera 
de  las  obra*  escritas  por  sacerdo- 
tes, tiene  en  su  favor  la  autori- 
dad de  la  Novísima  Recopila- 
ción: "Sin  ningún  escrúpulo  y 
tnta  conscientia"  (Lib.  II,  tít. 
VI,  ley  II)  ;  y  la  de  Menéndez  y 
Pelayo:  "Pero,  para  proceder 
tuta  conscientia,  acude  en  con- 
sulta al  fraile  Teodoro."  (Propa- 
ladla dp  Torres  Naharro,  t.  II, 
estud.  pi'clini.,  pág.  CXXI). 

Tutaniento,  ta,  adj.  ^locoso. 
Ú.  entre  la  gente  baja.  Véase  el 
.siguiente. 

Tutano,  m.  Moco.  Ú.  princi- 
pnlmcnte  entre  el  pueblo. — Vie- 
ne del  castellano  tuétano,  que  en 


598 


TUT 


TUT 


el  Dice,  de  Autoridades  y  en 
Quevedo  tuvo  esta  misma  acep. 
Así  lo  usó  el  gran  satírico  en  uu 
pasaje  de  Las  Zahúrdas  de  Plu- 
tón  y  en  el  romance  Matraca  de 
los  panos  y  sedas;  lea  ambas  pie- 
zas el  que  tenga  curiosidad  o  no 
quiera  creemos.  De  tuétano  se 
dijo  también  tútano,  con  apro- 
bación del  Dice,  y  así  lo  usó 
nuestro  Pérez  Rosales:  "¡Qué 
Ijuen  tútano  va  a  sorberse  Baigo- 
rria!"  (Recuerdos  del  pasado,  c. 
X).  Y  después,  para  disfrazar 
más  lo  mal  sonante  del  vocablo, 
se  le  corrió  el  acento  y  se  dijo 
tutano. 

Ti'TEADOR,  R.\.  adj.  Que  tutea 
a  todo  el  mundo.  Falta  esta  voz 
en  el  Dice. 

TuTE.\MiEXTo,  m.  Tuteo,  ac- 
ción de  tutear  o  tutearse.  No  lo 
trae  el  Dice,  de  la  Academia,  ^le- 
ro  sí  el  de  Domínguez,  y  se  usa 
tanto  como  tuteo. 

Tutelaje,  m.  Tutela  (amparo, 
protección  o  defensa).  No  lo  ad- 
miten ni  los  buenos  diccionarios 
franct^ses,  cuanto  menos  los  es- 
])iiñolos.  Hermano  de  tantos 
otros  ajes  que  conocemos  en 
Chile:  aliaje,  bodegaje,  borre- 
gaje,  bandidaje,  carneraje,  ca- 
rretonaje, coloniaje,  dragaje, 
hembraje,  guachaje,  kilometra- 
je, lanchaje,  lomaje,  machaje, 
masaje,  miraje,  molduraje,  no- 
villaje, peritaje,  raspaje,  sobri- 
naje,  terneraje,  talaje,  tiraje, 
lorunaje,  utilaje,  vacaje,  veta- 
laje,  vandalaje,  viraje;  y  en  os- 
1(i.<  úllimos  tiemiK)s.  el  francés 
garaje,  tinglado  o  cabcrtizo  en 
f|Uo  .«('  guardíui    los  automóviles. 

Tutelar,  a.  .\mparar.  ]>rotc- 
gcr,    dilcudcr.     ílav    s.    lultla  v 


tutor,  y  adj.  tutelar,  pero  no  hay 
V.,  por  más  que  algunos  lo  usen, 
creyendo  ofrecerle  una  elogímcia 
a  la  lengua. 

TUTKL^VRMENTE,  adv.  de  m. 
"Tratábase  a  los  pueblotí  como  a 
I^erpetuos  menores  de  edad:  tu- 
telarmente.''  (Rodríguez  Marín, 
Burla  hurland-o,  pág.  155).  No 
registra  este  adv.  el  Dice,  ^''éase 
Mente  (Adverbios  ex). 

Tutía.  La  fr.  os  No  hinj  tu.  tía. 
\'éa.se  Tí.\. 

Tuto.    A'éase  Trutro. 

Tuto  (Hacer),  fr.  fig.  y  fam. 
Dormir.  Díccse  exclusivamente 
de  los  niñas  de  pecho  que  se 
duermen  con  aiTulliv;  o  nanas, 
y  ú.  m.  en  la  fonna  Haga  tuto, 
guagua.  Rara  vez  se  usa  <in  el  v. 
Iiacer:  "La  policía,  cu  llegando 
la  noche,  sie  bota  a  tuto  por  las 
esquinas,  y  no  hay  .•^n-  humano 
que  se  atreva  a  de-s)>ertíirla.''  (El 
Independiente,  del  Tomé,  20 
Oct.  1898).  La  voz  ca«tizíi  t\s 
íHH,  f..  .sueño.  "Es  voz  que  usan 
las  nodrizas  cuando  quieren  q\ie 
.-^  duerman  los  niños,  diciéiido- 
le~-<:  Va)n()s  a  la  mu."  (Dice.) 
"La  mu  llaman  al  sueño  las  nm- 
jeres,  y  el  mu  al  que  .*e  duerme; 
ponénme  un  babador,  cuclgan- 
me  dijes,  nácenme  los  diente,*." 
(Quevedo,  El  entremetido  n  la 
dueña  )/  el  soplón).  De  este  nni. 
m..  nada  dice  el  Dice. — Parece 
exúdente  <pic  tuto  .-v  deri\a  del 
quichua  tutu,  noclic.  \'é;)se  Ru 
rrupata. 

Tutti,  m.  Hacer  tutti,  fr. 
I'aiii.  l'lri  el  jucio  d<>l  liiüar.  de- 
rriliar  de  unu  vez  todos  los  palos 
(I  palillos  con  las  ImiIms;  e-^to  so 
llama    en   castellano    palos,  y  en 

Méjico,    rlncíi.   ¡ulllliliilo   tiimbiéu 


TÜT 


TUT 


599 


en  el  Dice,   aunque  en  la  chuza 
los    palos   se  derriljau    con    sólo 
una     bola. —    Hacer  tutti,    o  un 
tutti:  en    elecciones,    aplicarle  a 
un     candidato    todos    \os    votos, 
aun    los    contrarios.    En  España; 
llaman   esto     volcar   el   puchero 
(Caballero,      Valera.       Cejador, 
Luis    Beases)   y    también  puche- 
razo   (Caballero,  ^"albuena).    El 
Dice,  guarda   silencio. — En  bar- 
berías   (nuestras     mal    llamadas 
peluquerías),    serv'icio  o    trabajo 
CDiiipletí)  que  se  hace  a  una  per- 
.-ona,  cortándole  el  pelo,  hacién- 
dole la  barba,  lavándole  la  cabe- 
za y    peinándola.—    Tutti  frutti, 
postre     de    origen    italiano     que 
consla  de  muchas  frutas,  frescas 
y  convenientemente    preparada.?. 
También  es  conocido  en  E.=ipaña 
y  en  todas  partes. — Tutti  quan- 
ti,  expresión  italiana  que  signifi- 
ca literalmente    todos  cuantos   y 
que  asamas  en  el  mismo  sentido 
que  todo  bicho    viviente,  todo  el 
mundo.    Se  iisa  en   España  y  en 
todas    partes.     "Esto   creen     los 
padres   graves     del     movimiento 
cen-antino     moderno.     Guardia, 
Thebussem,      Droap.       e     tutti 
quanti."     (Joeé    María    Asensio, 
,:Fvcde    traducirse    el   Quijote?) 
Pereda  lo  usó  también  dos   veces 
en     Esbozos  y    rasguños     (págs. 
158  y    ?.30,  ed.    de    1887).— La 
voz    tutti  es    italiana   y  significa 
todos,  pl.    También  suele   usarse 
sola   y  como   singular,    un  tutti, 
para   designar   cualquiera  de  las 
tres  amones  significadas  por  las 
tres    frases     anteriores,     y     aun 
otras    parecidas,    como    en     esta 
acotación     de     Pérez       Popales: 
"Nuevo    tutti    de     carcajadas.' 
(Recuerdos  del  pasado,  c.  XIT) 


Tatuca.  Véase    Trutruca. 

Tutudear,  n.  Es  corrupción  de 
titubear  en  la  acep.  de  "tropezar 
o  detenerse  en  la  pronunciación 
de  las  palabras."  "Como  muchas 
veces  la  presencia  de  lo  amado 
turl>a  y  enmudece  la  intención 
más  determinada  y  la  lengua 
más  atrevida,  titubeó  la  mía  en 
aquel  trance.  (Suárez  de  Figu»- 
roa.  La  Constante  Amarilis,  disc. 
I).  Tutudear  es  corriente  en 
nuestro  pueljlo  y  úsa.Se  principal- 
mente tratándose  de  los  que  no 
saben  leer  bien,  porque  se  detie- 
nen y  repiten  la  misma  sílaba, 
como  los  tartamudos.  A  falta  de 
autoridades  escritas,  citemos  dos 
argentinas,  donde  se  lee  tutu- 
biar  lo  que  confirma  nu&^ra 
etimología,  porque  se  acerca  más 
it  titubear. 

¡Trampa  de  marca  mayor! 
Más  sucia  que  ratonera: 
Pues,  sin  tutubiar  siquiera 
Lo  que  pagao  le  había  sido 
Dos  veces  por  su  partida. 
Lo  jué  tamién  la  tercera. 

(Lussich.  El  Mulmo  Liieliiiw  Santos). 

Y,  aunque  el  uñateo  inoro. 
Le  juro  sin  tutubiar, 
Que  al  más  santo  aquel  tesoro 
Era  capaz  de  tentar. 

fld.,  CantaUáo  Quirih  ,/  MUeriu  Caríro,  Vi. 

Sinónimos  de  titubear  en  la  aoep. 
que  estudiamos  son:  tartajear,  n. 
(hablar  pronunciando  las  pala^ 
bras  con  toi"peza  o  trocando  ¡nis 
leti''ais,  por  algnán  impedimento 
en  la  lengua),  tartamudear,  n. 
(hablar  o  leer  con  pronunciación 
entrecortada  y  repitiendo  las  sí- 
labas), rozar,  n.  fig.  (embarazar- 
se en  la.'^  |)alabra.«,  pnnnuicián- 
dola-    nuil    o  con     dificultad)    y 


600 


TUT 


TÜT 


trabiícar,  a.  y  r.  (pronunciar  in- 
voluntaiiamente  unas  palabras, 
sílalni.-^  o  letras  por  otras). 

Tutuma,  f.  fani.  Chichón.  Ve- 
ase  Cototo. — Joi'oba.  y  en  gene- 
ral, protuberancia,  hinchazón. — 
También  se  u.sa  la  forma  totuma, 
que  Cuervo  dice  .=er  propia  de  la 
gente  culta. — La  tutuma,  en  sen- 
tido propio,  és  "calabncita  en 
fomia  de  pepino,  producto  de 
un  árbol  americaaio  llamado  tio- 
tumo.  El  tal  calabacín,  cuando 
se  seca,  es  durísimo.  Fam.  llama- 
mos tutuma  a  la  cabeza."  (Ri- 
cardo Palma).  Philippi  dice 
también  que  el  árbol  se  ilama 
tiiiwmo  en  el  Perú  fcrescmHa 
cu  jete  L.)  y  que  da  frutos  pare- 
cidos a  calabazas.  "El  ]>ericai'pio 
leñoso  sirve  para  fabricar  varios 
objetos,  tales  como  platos,  vasos 
para  aE;ua,  etc.'"';  y  por  eso  Var- 
gas .Machuca,  en  sii  Milicia  de 
las  Indias,  había  dicho  que  "tc- 

■ma  es  como  una  almofía  [.jo- 
faina], y  es  hecha  de  un  genero 
de  calal>aza."  (Declaración  de 
voinbres).  Y  Vicuña  Mackenna 
escribió:  "Totuma.  Tazas  de  ma- 
dera, exactamente  iguales  a  los 
vides-pochcs  que  u.san  actual- 
mente los  franceses  e  ingleses." 
(üatál.  razonado  de  la  Exposi- 
ción del  Coloniaje,  187:1).  El 
Dice,  no  admite  en  ninguna  for- 
ma e&íe  vocablo,  que.  en  una  u 
otra  forma  y  con  el  significado 
general  de  cala!>aza  y  vasija,  se 
usa  dcsrle  Méjico  hasta  Chile  y 
la  Argentina.  Cuen-o  dice  que 
hablan  de  él  Ca.'<tellanos,  Zamo- 
ra. Cicza  do  Letm,  Alcedo  y 
Humlioldt  y  Bonpland. 

Tutuquear,  ;;.  I'.ii  alginui."  p,r(t- 
vincias  del  Sur,  azuzar   a  los  i)C- 


n-os  para  que  embistan. — Es  for- 
mado del  castellano  ¡tm,  íw-*.' 
voz  para  llamar  a  los  i>erros.  Co- 
mo el  araucano  no  pronuncia  la 
s,  t^  claro  que  de  tus,  tus  y  su 
partícula  ca,  que  hact?  factitivos 
los  verlx>s.  huVx)  de  formar  tutu- 
can ,  qne  e\  chileno  tradujo  tutu- 
quear. Así  se  explica  elv.  tutnl:n 
(azuzar  el  pen-o  conti'a  algo  o 
amenazarlo  para  que  se  aleje) 
que  trae  por  primera  vez  el  Dice, 
del  P.  Augusta  como  propio  do 
la  región  de  PanguipuUi.  Febrés 
trae  to,  tn,  fo,  voz  con  que  echan 
o  animan  los  peiTos;  que  viene 
a  .ser  la  misma,  porque  en  arau- 
cano la  o  final  se  permuta  fre- 
cuentemente con  la  u,  y  vice- 
versa. 

Tuturaco,  m.  Flor  de  la  toto- 
ra. Así  se  llama  en  la  provincia 
de  Coquimbo.  Como  el  invéilucro 
es  formado  de  una  sola  l>ráclea 
que  parece  continuación  del  ta- 
llo, los  campesinos  la  usan  como 
nie<-ha'  para  encender  la.s  velas 
en  las  procesiones  de  Cuasimodo. 
— Ivti  etimología  es  el  quichua 
tutvra,  totora,  y  raccu,  gordo, 
grueso:  omitida  una  de  la--  do.- 
sílabas  ra.  Así  se  ve  realmentí'  la 
ilor  de  totora,  como  vm  tallo 
grueso. 

Tuturuto,  ta,  m.  y  i',  tiiin.  Al- 
cnhuete,  ta,  en  la  accp.  de  "per- 
sona que  sirve  para  cnculirir  lo 
que  .■^'  quiero  ocultar:"'  f'^rcrru. 
rn  (que  media  entre  dos  o  más 
l)eivonas  |)ani  el  ajuste  o  ejecu- 
ción de  una  cosa,  buena  o  mala). 
Su  u.'ío  más  gen«M"al  os  en  el  sen- 
tido de  ha'-or  buen  tercio  ii  los 
onamonulos.  di>lrayen<l«>  a  los 
padres  o  motiéiiddle.-'  cduvorsi- 
ciéai. — Kn    algunas  partes    v  en- 


TUT  TUT                601 

tre  el  piieblo,  el  tuturuto  es  el  de  .saijí  lenguas  indígenas  o  de 
alealiuete,  y  aun  el  rufián,  en  donde  les  parezca,  pero  no  lo 
sus  aceps.  más  conocidas;  algu-  igualen  con  el  nuestro,  como  pre- 
ñas veces  también  el  cabrón.  La  tendió  hacerlo  Lenz. 
tuturuta  suele  ser  también  para  Tuturutú,  m.  Sonido  de  la 
el  inieblo  la  mujer  de  vida  aira-  corneta. — Fig.  y  fam.,  la  corna- 
da.— Por  donaire  dicen  algunos  ta  misma. — No  está  esta  voz  en 
tuturete.— La  etñuología  es  muy  el  Dice,  pero  se  usa  en  E9i>aiña, 
sencilla  y  es  raro  que  Lenz  no  la  nó  gi-ave  como  entre  nosotros, 
descubriera:  es  el  sonido  de  la  .sino  agudai. 
corneta,   que  se  imita  con  la  voz 

inturutv.      (Véase      en      SegUlida).  si  quieres  vivir  alegre, 

Como  este  sonido  apaga  las  con-  ^^'^^  """^  "» ""'neta, 

„      •                   j  •  i          1        i         •  '  Tudos  los  días  tendrás 

vei-sacioncs  y  distrae  la  atención,  „, ,  ,     , .    ,     „   , 

•'  El  <MÍ«rní«  a  la  puerta. 

hubo  de  llamarse   fig.  y   por  do- 
naire  tuturutú  o  tuturuto  al   que  (Miguel  Sancho  izquierdo,  JI/,7  co^/a.^/cyo- 
hace    esto     en    las    casas  o    pa.S;  3.3  [ta  arar/onesa.n.' SSS). 

para    favorecer   a    los     amantes; 

por  la  misma  razón  que  se  llama  Ricardo    Palma    llama   tuturutú 

estíi  misma  acción  en  Chile  tocar  al  corneta:    "Aquello  era   inusi- 

el  violín,   con  frase    ingeniosa  y  tado  y  daba  en  qué  cavilar  úa.sta 

pulcra.     El   que   otras     naciones  al  tuturutú  de  la  ])laza."  (Tradi- 

ainericanas    llamen  tuturuto    ,al  ñones    penianax.     t.     IlL     pág. 

lelo,  turulalo.  aturdido,  y  aun  al  114). 
achispado,    allá  ellas:    derívenlo 


>   -m»^   < 


U 


U.  No  sale  I)icn  librarla  de  la- 
bio<  del  pueblo  esta  vueal,  pues 
usurpa  el  lu.uar  de  otras  y  cede 
tanibiéu  el  .-uyo.  1."  Toma  el  lu- 
nar de  la  a  en  turumba  y  despa- 
turrado por  tofiimhii  y  deitpala- 
rrailo  y  eu  los  cliileni.-inoí;  chuña 
y  chuñar  por  chaña  y  chañar. 
\'éa?e  utual,  por  (utmtl.  cpie  so 
ex]jlica  por  otra  razón.  El  eaí^te- 
llano  hizo  taud)ién  cu  u  los  pre- 
térito.'* de  íia/nr.  andnr  y  tnin-  ■ 
hithe.  (iiidurr,  truje.  'Pouia  el 
lugar  de  la  e  eu  tustuz  por  /'*■- 
ti'z:  el  de  la  ■/  eututubear  o  tutu- 
dear,  |m)1'  lltulnar:  c\  de  la  o  cu 
abutagarse,  amurrarse,  burriqui- 
to,  ta,  cuco,  cuchayuyo,  escubi- 
lia,  fechuría,  juvenr.do.  sémula, 
supaipilla,  tucuy  \'  lucuyo,  tuni- 


na,  Ju.iquín,  por  abotagarse, 
amonvisc^  borrii¡u¡to,  coco,  co- 
chayuyo,  escobilUt^  frchorín,  jo- 
venado, sémola,  sopaipa,  tocru- 
yo,  tonina,  .loaqnin.  Pulicía, 
y  revulución  por  pnliria 
y  revolución,  dicen  los  más  ijí- 
norantes;  Chuma  y  Chumingo, 
Uamanio?  fam.  a  lo.s  T<h)kis<s  y 
¡hmiinf/os;  cumpa  e§  derivado 
de  (■(iinpañini  o  de  rumpadii  ,  y 
rurrupata,  de  rorro. — 2.°  Se  con- 
\  icrtc  en  /'  en  biñuelo,  que  dicen 
en  almuias  parteas  ])or  buñurlo, 
en  chicoca  poi-  rhurliora.  y  en 
ingüente  )ior  iiiK/iienlii:  y  en 
11.  en  avocastro,  sepoltura,  mor- 
mollo,  morciélago,  ]>or  avur(i.''fro. 
SI  inillinii.  iiniriii iilln.  iniirrii'ln- 
'/".  A-í  lo  bizo  linobiru  i>l    caslc- 


u 


u 


603 


llano,  que  convirtió  en  o  muchas 
úcs  latina.«,  como  bucea,  bursa, 
cumulus,  urstis,  furca,  autum- 
nus,  augiístus,  fuscus,  rofundus, 
pluvibum,  cucumeris,  tussire; 
que  dieron  boca,  boba,  colmo, 
oso,  horca,  otoño,  agosto,  fosco  u 
hosco,  redondo,  plomo,  cohom- 
bro, toser.  Así  mismo  las  desi- 
nencias verbales  en  m,iis  y  runt 
fueron  mos  y  ron,  y  las  de  casos 
en  US,  tira  y  u  fueron  o. — 8.°  Las 
consonantes  b  y  c.  <j  y  p  antes 
de  otra  con  la  cual  no  .-e  articu- 
lan, se  vocalizan  para  el  vuIíío 
chileno  en  w;  ausolución,  ausol- 
ver,  ausoluto ;  auto,  reuto,  intau- 
to;  Cairo  Mauno,  Beniuno  (por 
f'iirli)  Magno  y  ¡Icnigno  j .  Iluto 
(véase  en  su  lu,e,ar)  conceución, 
cáusula,  preceutor.Lo  mism<i  su- 
cede con  la  r  y  la  .r  en  nnu-has 
voces :  Panimauda,  Limauda, 
])<ir  Panimávidfi  y  Llrnárida : 
aucioma  por  axioma.  Máusimo  y 
Mausimiano  por  Máximo  y 
Mnxiiiiiano.  P(ir  el  contrañn.  se 
consonantiza  la  '(  en  jabla,  Pa 
bla,  y  para  algunos  en  Abrelio, 
lia,  i>or  .4  urclio,  lia,  Labra  por 
Laura,  tabrismo  uor  tahurismo, 
en  castellano,  tahurería.  \'case 
Pn:RE,,  del  cual  se  formó  pibre. 
Nóte.^e  que  el  esj^añol  no  vocaliza 
estae  consonantes  que  no  puede 
pronnnciar.  sino  que  las  supri- 
me: asolver,  ato,  retor,  cativo, 
cativar,  cativerio,  manífico,  con- 
ceción  (por  concepción) ;  y 
quien  escribe  así  es  nada  menos 
que  Santa  Teresa. — i."  El  grupo 
or  se  pronuncia  ue  entre  el  pue- 
blo: pueta,  puesía,  cuete  (cohe- 
te): así  como  la  íiente  culta  dice 
Villarruel  por  f '//A(/'/-o< 7.  un  sies- 
nues,  Comuestá,Nu  echo  menos, 


y  el  Dice,  acepta  Norueste  por 
Noroeste,  noruestear,  Sudueste 
por  Sudoeste,  U es-norueste,  Ues- 
sud ueste.  Ueste.  Todo  lo  cual  se 
explica  por  el  valor  fonético  de 
la  sinéresis  y  de  la  sinalefa.  Chi- 
loé,  que  muchos  pronuncian  C7íi- 
lué,  estaría  mejor  escrito  de  esta 
última  manera,  conforme  a  su 
etimología:  chille,  gaviota,  y 
hue,  sufijo  abundancial. — 5."» 
Las  voces  que  comienzan  con  el 
diptongo  en  pierden  la  e  en  boca 
del  pueblo:  Uropa,  Usebio,  Ufe 
mia,  Ugenio,  Ulogio,  Ustaquio. 
En  Galdós  (La.  razón  de  la.  .ñnra- 
zón)  hallamos  también Usebia. — 
6."  En  el  diptongo  iu>  es  corrien- 
te que  desaparezca  la  u:  mostró, 
mostróse,  (monstruo,  monstruo- 
so), mortorio,  virtoso,  Frutoso. 
ventríloco,  individo,  contino,  ant. 
en  español  y  usado  todavía  en 
poesía;  respetoso,  admitido  en  el 
Dice,  por  respetuoso,  como  cuoti- 
diano, hoy  cotidiano,  cuasi  y  ca- 
si. Desaparece  también  la  u  en 
Porcíncula  por  Porciúncula. — 7." 
Oti'as  úes  provienen  de  distintos 
vicios  fonéticos;  como  indulu- 
gencia,  epéntesis  de  indulgencio. 
Reusindo,  da,  metátesis  de  Rude- 
sindo.  da:  estuata,  de  estatua; 
tuavía,  síncopa  de  todavia:  cuan 
tuá,  de  cuanto  ha;  céntimas  ce- 
rró el  diptongo  de  cwintn  y  más 
o  ciuinti  más.  como  escribe  Sta. 
Teresa. — 8.»  .VI  fin  de  diwión 
grave  vacila  el  sonido  de  u  entre 
u  y  o:  Maipu  y  Maipo  (hoy  ha 
prevalecido  este  último),  Pan- 
guilemu  y  Panguilemo,  Vilu  y 
vilo,  batre  (totora,  anea)  y  su 
compuesto  Batuco.  Aa  sucede 
1aml)ién  en  araucano,  de  donde 
son  tomados  todos  esto.s  nombres. 


604 


tr 


u 


Los  cultos  y  letrados  consen-an 
también  la  terminación  en  um  y 
iix  de   muchos  nombres    latinas 
que  ya  están  ca.^tellan izados  en  o: 
armonium  o     harmonium,      ra- 
dium, serum     (sfiero).    stadium, 
stratum,  triduum,  cirrus,    detri- 
tus, eucaliptus;    otros    han   sido 
admitidos   cii   su    forma    latina, 
como    álhuia,    desiderátum;    mé- 
dium, memorándum;    maremág- 
num,  máximum;  mínimum,  ulti- 
mátum,   lignum    cru<:is,    sancta- 
sanctórum,    agnu.s,    casus     helli, 
ngihilihus,    gaudeamus,     humxís, 
pus,    virus,   Nicodemus,     VenuS; 
Sanctus,   lapsus    cálami,     lapsus 
linguue,   Petras   in  cwnctis,   phis 
minusve,  non  phis  ultra,  plus  ut- 
tra,   Corpus  ( hristi,   in   púribus, 
rohívérunt;  otros  merecen  ser  ad- 
mitidos:    Ángelus,      Bencdicfus, 
Dem    ex   machino,     Jncarnatus, 
Dóminus    vohiscum,     divórtium 
aqtutrum,    Rísum   tenfatis,   pan- 
d-aemoniwm,  fótum.    Fax  técum, 
Súr.wm  corda,  rírilnis  et   armis; 
y  otros,  finalmente,  no  deben  ser 
admitidos   jamás:    lineolum,  ric- 
tus. En    .T  tenemos  í(i).r  y    Pólux. 
porque  almoradux  es  tomado  del 
áral)0  y  fax  del  fran<-i's:  de   risa 
e  in  promptii  son  compleníentos 
latinos:   patatús   es  castellano. — 
O.o   .\<íi-e,na  el  pueblo  una  u  des- 
pués de   /'   o    i'   y   des])ués  de  //.' 
guarapalo,  gualpón,  guargüero, 
¡guah!])or  rarapnlo,  gnlpón,  gar- 
gii.rru.  ¡h"h!   .\  éstos  del  je  agre- 
nai'se  gualeta  por  aleta  y    quizás 
d  ¡giia!/.'  i'spañol.  que  considera- 
ríamos (f)mo  coMi]>uesto  de  gu  y 
aif.  Así  lo.s  antiííuos  e-pañoles  di- 
jeron   giifilnrdón  y   guulardonar. 
por  galardón  y  galardonar.    Vén- 
.«^e  <S  •*."  .T    1." — 1"."  I-ll  el  ¡ícenlo 


tiene  también  la  u  sus  novedades. 
Como  débil  que  es,  ]>arece  que  se 
avergüenza  de  cargar  con  él  y  lo 
transporta  a  alguna  llena:  báule 
y  táurepor  baúl  y  tahúr;  desáu- 
cio  por  de.fahucio;  sávico  por  saú- 
co; áuja,  de  aúja  por  aguja; 
launa,  de  launa,  por  laguna; 
laucha,  de  laucha,  por  laguchu  o 
lacuchu.  Me  áugo,  se  áuga,  dicen 
los  semicultos  en  vez  de  )«e  aho- 
go, se  ahoga;  áumo,  desáumc, 
sáumo,  conjuga  el  vulgo  en  vez 
de  ahumo,  dc.%ihumo,  sahumo, 
compuestos  de  humo.  El  apellido 
catalán  Felíu,  que  es  el  nombre 
pro])io  Félia-,  es  ]x>ra  nuichos 
chilenos,  nó  para  el  puelílo.  Fe- 
liú.  A'^éanse  Lirno.  Siútico  y  Tu- 
que. Aun  tratándose  de  la  una 
( hora) .  dice  el  pueblo  launa,  pov- 
que  la  una  le  suena  a  afectación. 
Y  ;.qué  diremos  del  español  que 
convirtió  en  Araúc?  el  legenda- 
rio nond>re  de  Araucv.'  ¡Fuerza 
del  con.*oiuuite!.  .  . 


Vowitriis.  que  de  Klojuio.  de  Oqucndu  y  de 

[(Uiiruea 

La  gli>ria  a  Espjfl»  ilist<?is  para  ilu-itmr  sos 

[ fastos 

Y  con  Eieilla  fuisteis  de  sus  imperios  vastos 

Homero  en  la^  hazaftas  heracleas  de  ¿raiicA... 

(K!  Maniui's  de  Dosfiieutcs.   líliimot  ¡hrri- 
[co».  pág.  tl!l). 


.\sí  el  ¡luriilo  luce.  ;i(pií  agujero  ■• 
aújero  por  agujero.  Hulau.iht  y 
balaúxlre  acepta  el  Picc.  Kn  los 
nond)res  helireos  .^e  acentúa  la  lí, 
por  más  <|ue  algunos  no  lo  prac- 
tiquen así.  Oígase  pues  Ksaú.  Sa- 
úl. Cafarnaúm.  Euwús,  Xahúm. 
Jehá.  K\  adv.  aun.  proce<lieiulo  a 
V.  no  >e  aicntúa.  porípie  en  esle 
la-o  forman  diptongo  las  «los  vo- 


u 


UAR 


G05 


cale^;  pero  se  acentuará  cuando 
vaya  después  del  v.,  porque  en- 
tonces se  pronuncia  como  voz 
aguda  bisílaba:  ¿Aun  no  ha  ve- 
nido? No  ha  venido  aún." 
(Gram.  de  la  Acad.)  Pero,  si  no 
modifica  inmediatamente  al  v., 
sino  que  forma  parte  de  otra 
proposición  o  complemento,  no 
llevará  tampoco  acento,  aiinque 
vaya  después  del  v. :  "No  ha  ve- 
nido, aun  cuando  me  lo  había 
asegurado;  No  vino,  ni  aun  a  mi 
llamado." — En  los  seminarios  y 
en  algunos  colegios,  la  letra  u  es 
nota  que  significa  pésima  con- 
ducta, aplicación  o  aprovecha- 
miento. Véase  O. — Doble  u.  TV 
doble  o  ve  valona  llama  el  Dice, 
la  letra  TI',  w. 

U,  conj.  disyuntiva.  Para  evi- 
tar el  hiato  .se  emplea  ahora  en 
vez  de  o  antes  de  palabras  que 
empiezan  por  esta  letra  o  por  ho: 
Diez  u  once,  belga  u  holandés. 
Ésta  e«  la  regla  moderna,  y  así  lo 
pide  también  el  buen  oído;  i^ero 
antes  no  se  oUsenaba  esto,  sino 
que  se  colocaban  ha-^ta  tres  oes 
juntas:  "Apenas  se  puede  enten- 
der cuál  sea  peor,  el  decir  mal 
del  hermano,  o  oír  con  aproba- 
ción al  que  lo  dice."  (P.  .ange- 
les). Otros  ponían  u  donde  na- 
die se  atrevería  hoy  a  ponerla. 
"Lince  de  Italia  u  zaliorí  espa- 
ñol." (Quevedo).  "Pecan  tam- 
bién alguryís  veces  los  castella- 
nos, decía  -Tuan  de  Valdés,  y 
una  dellas  es  cuando  la  o  es  con- 
junción disyuntiva,  poniendo  n 
en  el  lugar  de  la  o,  lo  cual  me 
contenta;  y,  si  habéis  mirado  en 
olio,  siempre  escribo,  diciendo: 
O  rico  o  pinjado,  o  muerto  o  des- 
calabrado.  Bien   es  vei"dad   que, 


cuando  el  vocaljlo  que  se  sigue 
comienza  en  o,  yo  uso  u,  dicien- 
do: É-ffe  a  otro  lo  hará;  pero, 
mientras  puedo  excusarme  de 
que  la  necesidad  me  fuerce  a 
poner  u,  excusóme,  porque  no 
me  suena' bien."  (Diúl.  de  la  len- 
gua). Sta.  Teresa  escribió  siem- 
jire  u  y  nunca  o. 

Uak,  (Verbos  en).  Algunas 
dudas  suelen  ofrecerse  en  la  prác- 
tica sobre  la  recta  pronunciación 
y  acentuación  de  algunas  infle- 
xiones de  estos  verbos.  La  regla 
que  da  Bello  e^s:  que  los  termi- 
nados en  cuar  y  gv/yr,  como 
amortiguar,  apaciguar,  evacuar, 
promiscuar,  no  disuelven  el  dip- 
tongo, pero  sí  todos  los  demás, 
como  aceniv-ar,  graduar,  insi- 
nuar. Salva  da  la  misma  regla, 
pero  exceptúa  de  los  en  cvMr  a 
colicuar;  en  lo  que  no  está  con- 
forme con  el  Dice,  que. escribe 
coliciut,  en  el  art.  Colicuante. 
Muy  sencilla  y  cómoda  es  esta 
regla  y  no  hay  más  que  seguirla, 
aunque  el  oído  pretenda  resistir- 
se, por  ej.,  en  el  v.  individuar. 
Duro  es  tener  que  decir  indivi- 
díto,  individúas,  etc.,  cuando  el 
nomV)re  es  individuo,  y  sin  duda 
por  eso  se  inventó  el  moderno 
individualizar,  que  significa  lo 
mismo ;  pero  nótese  que  decimos 
perpetúo,  infatúo,  a  pesar  de  los 
adjs.  perpetuo  y  fatuo.  Más  du- 
da nos  ofrece  anticv/ir,  que,  se- 
gún la  regla  citada,  debe  conju- 
garse anticuo,  anticuas,  y  en  dis- 
cursos leídos  en  la  Academia  se 
ha  dicho  anticúo.  A  nosotros  nos 
suena  mejor  e.*ta  forma,  y  así  lo 
conjugaríamos,  diferenciándolo 
de  antiguar,  que  debe  ser  anti'- 
guo,  antiguas,  ote.  En  la  Biblia 


60C 


UBI 


UCHI 


de  Scío  aparecen  algunos  verbos 
anticuados  en  <juur  y  gar  que  no 
registra  el  Dice.  (Véase  Izar. 
Verbos  üx).  Sólo  aiiwcliiyaur, 
amuchigwuT  y  niuchigimr,  ant. 
en  las  tres  formas,  hallaiuo--  en 
el  léxico  académico.  En  unile 
tenemo.s  cncoligiwr,  que  nu  ofre- 
ce dificultad  para  decir  encoli- 
guo,  encoligiHis,  etc.  Garugar,  en 
vez  de  garuur,  .-re  formó  entre  el 
puel)lo  de  garuga,  que  es  como 
llama  él  la  garúo. — "Deben  te- 
ner presente  lo.-^  novicios  en  el 
arte  de  vei"siticar,  que  las  combi- 
naciones ua,  ite  valen  por  dos  síla- 
bas en  los  afines  de  voces  en  que 
aparezcan  esas  mismas-  con  el 
acento  en  la  vocal  débil,  por  más 
que  ya  ésta  no  ee  halle  acentua- 
da: así,  de  yo  fluctúo,  saldrán 
fl/uctu-ar,  fluctu-cmos,  etc.  Debe 
advcrtiree,  no  obstante,  que  e-sta 
regla  no  es  de  forzosa  ob.'^n-an- 
cia  sino  cuando  el  acento  carga 
en  la  segunda  de  las  dos  vocales 
cnn,secutiva.s.''   (CueiTo) . 

Ubicar,  a.  y  ú.  L  c.  r.  Señalar 
a  un  candidato  de  .-íenadiiría  o 
de  diputación  la  pi'ovincia  o  de- 
partamentij  en  que  ha  de  .ser  ele- 
gido. "A  mí  me  ubicaron  en 
►Santiago  y  a  Pedro  en  Cachapo- 
al ;  Juan  se  ubicó  en  ÑuV)le."  El 
uhkar  castizo  es  n.  y  r.  y  sólo 
significa:  "Estar  en  determinado 
espacio  o  lugar."  "La  casa  hn  de 
ubicar  en  paraje  aparttido."  (ICs- 
tébanez  Calderón,  Exccnas  anda- 
luzns,  pág.  161).  Vallniena  usó 
en  el  mismo  sentido  que  no.-iotros 
el  v.  encasillar,  que  t^nnpix-o  tie- 
ne en  el  Dice,  esta  ace|).  i)articu- 
lar.  "Quizá  el  mismo  candidato 
encanillado  lo  habría  coinjjren- 
dido   así,  V   habría    va   desistido 


de  su  empeño,  pues  no  se  le  veía 
por  el  distrito."  ( Parábola.i. 
XVI). 

I'biqiidad  o  UniClIDAD,  f. 
Calidad  de  ubicuo.  Ambas  for- 
mas .<on  ca.stizíis. 

Ucear,  u.  Golpear  con  bis  ma- 
no.-. A.<í  lo  traen  Ortúzar  y  lOche- 
verría,  pero  escrito  con  z.  Nof^ 
otros  no  lo  hemos  oído  jamás,  y, 
.si  es  que  se  usa,  no  puede  ser 
sino  forma  coiTupta  del  castella- 
no hucliear,  llamar,  gritar,  dar 
grita,  o  de  vocear.  También  pue- 
de pensante  en  que  .•^a  formado 
de  ¡lioso  (husear),  porque,  al  ha- 
cer girar  el  hu.so.  se  le  da  impul- 
so haciéndolo  resbalar  rápida- 
mente entre  ambas  manos.  Ese 
ruido  que  hacen  las  manos  pu- 
diera ser  el  goljiear  con  que  de- 
finen el  v.  ucear. 

Uchicaura,  f.  Punto  especial 
de  ador'io  cerca  de  la  boca  en  el 
tejido  de  las  mantas.  Así  Lcnz, 
agregando  que  es  voz  .seguramen- 
te araucana:  y  a.sí  le  copió  tam- 
liién  a  la  letra  el  Dice,  de  Ale- 
niany.  i  Qué  llaco  servicio  hacen 
a  Chile  algunos  extranjeros!  Co- 
mo adivinanza  propondríamos  a 
todos  lo:í  chilenos  la  reconstitu- 
ción de  este  vocablo,  y  no  serían 
nnichos  los  que  acertaran  con 
ella.  \''auios  por  grados:  infunaa- 
mos  vida  a  er-te  esqueleto  recons- 
tituyendo primero  el  acento,  al- 
ma de  la  palabra,  (uchicaura)  : 
agi"eguémo.-ile  dos  consonantes  y 
cerremos  la  jirimera  ii  (bochica- 
dura) ;  demos  toda  la  ¡lalalira. 
i'.evántate  y  anda!  (embochica- 
dura).  En  el  -Apéndice  <1(-  nues- 
tro 2."  (omo  dimos  ol  \'.  embo- 
chicar y  el  s.  embochicadura, 
que  derivamos  del  araucano  hua- 


UGO 


ULM 


(507 


chin  o  huachiti,  con  interposi- 
ción de  la  pai'tícula  ca,  y  lo  tra- 
dujimos por  los  castellano.*  ori- 
Ihir,  filetear,  gimrnecer.  También 
hay  el  v.  sobrehilar,  a.  (dar  pun- 
tadas sobre  el  Ijorde  de  una  tela 
cortada  al  sesgo,  para  que  no  se 
deshilaclie).  La  embochicadura, 
que  son  las  puntadas  que  se  dan 
no  sólo  en  el  cal)ezón  (boca)  de 
las  mantas,  sino  también  en  las 
cuatro  orillas,  debe  pues  llamarse 
sohrehilndo,  m.  (puntos  en  la 
orilla  de  una  tela  pnra  que  no 
se  de.shilache). 

Ufanda,  f.  Pronunciación  ple- 
beya de  bufanda,  con  supresión 
de  la  b,  como  en  uscar,  por  fij/.?- 
car,  uchicaúra  (embochicadura). 

Ufaxoso,  sa,  adj.  De  significa- 
do más  inten.«ivo  que  ufano.  Lo 
usó  Monlau  hablando  en  la  Aca- 
demia, y  no  lo  trae  el  Dice. 

Ug.'O.de,  apell.  líugalde  escri- 
bió en  E.ípaña  Don  .José  María 
Sbarbi : 

Un.i  apuesta  hizo  Malvenda 
Cun  Hugalde  y  con  Lucía, 
A  cuál  lie  ellos  más  vendía 
Kn  su  respectiva*  tienda. 

Godoy  y  Alcántara,  especialista 
en  la  materia,  como  también 
Contó  e  Izasa,  escriljen  como  nos- 
otros sin  h,  l'galde.  Parece  ape- 
llido vasco  y  por  eso  no  debe  tra- 
erse su  etimología  del  noml)re 
Fhigo. 

Ugolino,  n.  pr.  m.  A.si  lo  es- 
criben nuichos,  a  la  italiana,  co- 
mo aparece  en  las  ediciones  de 
Ln  Divina  Comedia  el  nombre 
del  famo,so  Conde  Hugolino;  pe- 
ro es  evidente  que  en  es-pañol 
debe  escribirse  con  h,  porque  es 
derivado  de  Hugo.  Cuatro  santos 


! registra  el  Mái'tirologio  con  el 
nombre  de  Hugolino,  y  los  cua- 
tro son  para  él  en  latín  Hugo- 
hnus. 

Ujero,  m.  Agujero.  El  pueblo, 
en  general,  dice  aujero ;  los  semi- 
culto.^  agujero  o  aújero ;  y  la  ple- 
Ije,  ujero,  como  también  en  E.s- 
¡laña,  según  lo  vemos  en  El  sa- 
bor de  la  tierruca,  de  Pereda. 

¡Ujujuy!  interj.  En  Chiloé  es 
exclamación  ile  admiración.  (Ca- 
vada). De  formación  onómatopé- 
yica. 

Úkase,  m.  Decreto  del  zar.  La 
14.*  edición  del  Dice,  escribe 
ucase. — Falta  la  acep.  fig.,  que 
es  la  más  usada  en  todo  el  mun- 
do: decreto  injusto  o  tiránico. 

I 'LAXO,  m.  Soldado  de  caballe- 
ría ligera  armado  de  lanza,  en 
los  ejércitos  austríaco  y  alemán. 
Del  alemán  ulhan,  lancero.  Asi 
el  Dice,  desde  su  13.*  edición.  El 
académico  Don  Agustín  Pascual 
fué  el  que  reclamó  por  esta  voz, 
advirtiendo  que  escribirla  con  h 
(hulano)    era  galicismo. 

Ulerear,  a.  A\'ase  Hulerear. 

Ulero.  Véa.se  Hulero,  en  e.s- 
pañol  rollo. 

Ulixea,  f.  Así  llamó  la  Odi- 
sea, de  Homero  su  traductor 
(lonzalo  Pérez;  Gracián  la  llamó 
Ulmadn.  (Agudeza  y  arfe  de  in- 
genio,  disc.  LVI).  Más  confor- 
mes con  el  griego  son  estas  dos 
formas ;  pero  la  de  Odisea  está  ya 
tan  generalizada,  que  ■'^erá  impo- 
sible corregirla.  Véase  Odisea. 

LTlmén,  m.  Entre  los  arauca- 
nos, hombre  rico  y  principal, 
procer,  primate,  prohombre.  Mu- 
chos de  los  que  han  escrito  sobre 
.•\  rauco  han  confundido  al  ul- 
mén  con  el  cacique,  pero  erróne- 


608 


ULM 


ULT 


amenté,  porque  el  ulmén  no  tie- 
ne más  autoridad  que  la  que  le 
dan  sus  riquezas  o  inlluenc-itL-<; 
por  eso  Tiavestadt  lo  definió  así: 
"ulmén,  noble,  rico,  abunuiuite, 
opulento;  todo  lo  cual  consiste 
en  estas  tres  cosas:  en  tener  nui- 
chas  mujeres,  muchos  caljallos. 
vacas  y  ovejas,  y  nuicho  licor  con 
que  agasajar."  Febrés  escribió 
ffhülmen,  cacique,  y  hombre  rico 
y  de  respeto;  y  el  P.  Augusta, 
Ulmén,  s.,  el  noble;  adj.,  i'ico. 
Esta  última  es  la  verdadera  gra- 
fía araucana:  ulmén,  con  u 
francesa  o  ü  alemana,  separando 
un  tanto  la  primera  sílaba  y  car- 
gando el  acento  en  la  segunda. 
Los  que  escribieron  o  pronun- 
ciaron úlmen,  se  extraviaron  jior- 
que  vieron  escrito  idmen,  según 
la  ortografía  de  los  Padres  ^"aldi- 
via  y  Febrés,  que  siempre  escri- 
bieron así  el  sonido  de  u  francesa 
que  tiene  el  araucano. — Por  ser 
muy  citado  de  los  antiguos  cro- 
nistas, conviene  que  el  Dice,  ad- 
mita este  vocablo. 

Ulmo,  m.  Así  se  llama  en  Yíú- 
divia  el  árlwl  que  en  las  demá* 
provincias  se  llama  muermo.  Vé- 
a.se  esta  voz. 

Yo  8<?  que  en  vez  del  perfumado  viento 
Que  juega  entre  loa  (iíiik).«  y  airayane», 
Tendrás  en  la  extensiíin  del  mar  violento 
Ronco»  y  revoltosos  huracanes. 

(Ensebio  Lillo,  M  ímptriat). 

— I''l  nombre  ulmo  natía  tiene 
que  ver  con  el  latino  ulmiLs.  que 
en  castellano  dio  olmo^  árl)ol  de 
distinta  familia  del  ulmo  chile- 
no; e.«te  noml)re  viene  del  arau- 
cano (jnlf/n.  pronunciada  la  g  co- 
mo lo  explicamos  en  el  art. 
Gnao. 


Ulor,  m.  Otro  nombre  que  se 
da  en  las  provincias  centrales  al 
huitrín.  Véaíe  en  sni  lugar. — 
Ulor  viene  del  lu-aucano  gidorn, 
coger  el  maíz;  porque  el  guar- 
darlo en  ulores  o  huitrines  es  un 
modo  de  cogerlo  o  cosocharlu. 

Ulpada,  f.  Cantidad  de  ulpo 
(jue  se  belje  de  una  .sola  vez. — 
Excremento  humano  disuelto  en 
agua  caliente  y  que  el  pueblo  usa 
como  remedio  contra  las  morde- 
duras de  cierta  araña  venenosíi 
qvie  vulgiU-mente  se  llama  de 
traste  (o  poto)  colorado,  y  tam- 
liií'n  fiara  lo-  animales  empasta- 
dos.—  'Cs  derivado  de     ulpo. 

Ulpear,  ii.  Hacer  ulpo  y  lie- 
bcrlo. 

Ulpo,  m.  Véanse  Chercan  y 
Sanco,  donde  explicamos  el  sig- 
nificado de  estas  voces  y  dimos 
las  castellana.s  equivalentes.  No 
necesitamos  alegar  citas  de  cro- 
nistas ni  de  otros  autores  chile- 
nots  en  favor  de  este  vocablo,  por- 
que ya  salwmos  que  todos  ha- 
blaron de  él. — La  etimología  es 
el  araucano  ulpu,  ulpiid  o  itll- 
piírl,  bebida  simple  de  harina 
tostada  con  agua.  (Febrés). 

Ulster,  m.  Levitón  o  sobretodo 
suelto.  Es  vocablo  inglés  que  se 
pronuncia  nlstor,  con  acento 
grave. 

Ulte,  m.  Véase  llriLTU. 

Ulterioridad,  f.  Calidad  de  ul- 
terior. Ni»  lo  admite  el  Hice.,  ni 
.«e  le  ne<'t^ita.  St'do  lo  hemos  oído 
en  la  loe.  Con  ulterioridad  a,  es 
decir.  des|iués  de,  con  posteriori- 
dad a.  ulteriormente  ((IcijMié.'^ 
de  un  momento  dado). 

I't.tíloíío.  m.  "'Así  como  en  el 
comienzo  .-^e  pone  una  fabla  ]iri- 
mcra,  que    prólogo    llaman,  que 


ULT 


ULT 


600 


quiere  decir  primera  palabra, 
non  era  sin  razón  en  el  fin  po- 
ner otra  que  ult'dogo  llamen, 
que  quiera  decir  poí^lrimera  pa- 
labra; y  como  el  prólogo  abre  la 
puerta  a  lo  que  quieran  fablar, 
así  el  ultilogo  La  cierra  sobre  lo 
que  ya  es  tablado."  (Fernán  Pé- 
rez de  Cniznián,  Tractado  que  se 
Uaina  el  Oracional,  impreso  en 
1487.  Bibliot.  de  Gallardo,  t.  II, 
col.  252).  Vocablo  bien  formado 
y  digno  de  generalizarle. 

Ultiloquio,  m.  "Desde  el  fol. 
296  se  lee  una  especie  de  idtilo- 
quio  del  autor,"  dice  la  Bibliote- 
ca de  Gallardo  (t.  I,  col.  907) 
hablando  de  la  Crónica  de  D. 
Alvaro  de  Luna.  Si  admite  el 
Dice,  a  proloquio  (proposición, 
sentencia),  aunque  debió  agre- 
gar a  la  definición:  "que  se  dice 
o  enuncia  al  piúncipiar  a  hablar 
o  escribir,"  así  debe  admitir  a 
tdtdoquio  con  la  definición  co- 
rrespondiente. ¡Qué  buen  voca- 
blo para  los  decadentes! 

Ultimación,  f.  Propuesto  por 
Baralt  en  el  .-ignificado  de  últi- 
mas medidas  que  se  toman,  o  úl- 
timfts  pasos  que  se  dan  para  ter- 
minar un  negocio,  acabar  una 
empresa,  etc.,  no  ha  .sido  adniiti- 
<lo  por  la  Academia. 

Ultimador,  ra,  m.  y  f.  El 
que  ultima.  Falta  en  el  Dice. 
Téngan.^e  presentes  la  expresión 
golpe  de  gracia  (el  que  se  da  pa- 
ra acabar  de  matar  id  que  está 
gravemente  herido;  fig.,  veja- 
men, agravio  o  injuria  con  que 
.se  consuma  el  descrédito,  la  des- 
gracia o  la  ruina  de  una  pereo- 
na)  y  el  s.  cachetero,  fig.  y  fam. 
(el  último  entre  los  que  causan 
un  daño  a  una  pei'sona  o  cosa). 

Dice  de  Chil..  t.  V. 


Ultimas,  a.  Muchos  creen 
que  significa  matar,  cuando  s\i 
significado  propio  es  "acabar, 
concluir,  finalizar  una  cosa."  "Se 
le  otorgaron  20.000  peseta.s,  que 
es  muy  de  creer  no  sean  bastan- 
tes para  ultimar  La  publicación." 
(Disc.  del  Secret.  de  la  Acad.  de 
Ciencias  Morales  v  Políticas  de 
Madrid,  de  27  de  Dic.  de  1885). 

ULTIMA  KATio.  (Pronúnciese 
racio).  Expr.  latina  que  tiene  al- 
gún uso  en  castellano  y  hace  fal- 
ta en  el  Dice. ;  significa,  la  última 
razón,  es  decir,  la  fuerza,  el  quia 
nóminor  leo  de  la  fábula. 

ÚLTIMO,  MA,  adj.  Mucho  se 
usa  la  última,  su.stantivado,  por 
la  última  moda:  "Andar  a  la  úl- 
tima, Vestir  a  la  última."  "Para 
presentarse  en  el  stand  es  de  ri- 
gor nnicho  lujo,  traje  fresco, 
sombrero  de  úHim-a."  (Condesa 
de  Pardo  Bazán,  Vida  contempo- 
ránea). Es  traducción  digna  de 
f.dmitir.?e  de  la  loe.  france-sa  Á  la 
dcrniíre. —  Ahora  último,  m. 
adv.  que  falta  en  el  Dice.  Equi- 
vale a  los  adverbios  ahora  últi- 
mamente y  es  tan  bien  dicho  co- 
mo ahora  m,ismo,  aquí  mismo, 
hoy  mi.^no.  Lo  que  no  puede 
admitirse  es  ahora  recién,  tan 
u.«ado  en  Chile.  Véa.se  Recién. 
— ,4^  xdtimo,  m.  adv.  de  tiempo 
3'  de  lugar,  que  falta  también  en 
el  Dice.  A^'ale  al  fin.  finalmente, 
por  último,  lo  mismo  que  el  la- 
tín ad  ultimum,  usado  por  Tito 
Livio  y  II  Mácateos,  V.  8.  "Por- 
que, bien  mirado,  al  último  la 
cuestión  se  reduce  a  la  enuncia- 
ción." (Suárez  de  Figueroa,  El 
Pa.'iajero,  alivio  IV).  "No  cono- 
cen mis  enemigos  que  las  cosas 
que   ordena  el   cielo,  aunque   al- 

39 


61U 


ULT 


ULT 


gúii  tiempo  .«e  ]iiocuieii  resistir. 
al  íiH-imo  no  se  ¡¡ue ien  evit^ir.'' 
(Id.,  Ln  Coiixtnnte  AiDcrilifs, 
cliso.  I.  Y  dos  veces  iiiá-;  en  la 
misma  obra).  "Al  úlUnio  liáro- 
nlos que  nos  diga  .«u  opinión  so- 
bre qnó  lengnii  tiene  l)"r  más 
eonf'orme  a  la  latina."  (-Juan  do 
A'aldés,  Dial,  de  hi  U'uffuo).  Y 
así  también  Sta.  Teresa,  Mariana 
y  nuichos  modernos.  Iriarte  dijo 
.1  lo  último,  qne  tampoco  ai>a- 
rece  en  el  Dice,  en  la  aprobación 
de  lo.s  Orígoies  fie  lo  Icnc/nn.  de 
Mayán.s.  Cervantes  en  el  Persi- 
les  (1.  III.  c.  IX)  escrilñó:  "Qiii- 
.so  que  el  Conde  llegase  ol  último 
de  su  vida."— Estar  uno  en  los 
últimas  (estar  para  morir,  en  el 
fin  de  la  vida),  es  fr.  castiza  que 
se  varía  también ;  Estar  o  lo  últi- 
mo, a  los  últimos,  en  los  iilfimos, 
al  cobo,  mu  ¡I  al  cabo. — Los  diez 
de  última.  Vóase  Dikz. — rltimos 
d{o.<<:  así  se  llaman  aquí  vulgar- 
mente los  tres  días  de  (uiruaval  o 
carnestolendas. 

l'i.TRA,  partícula  inseparable. 
"En  composición  con  algunas 
voces,  más  allá  de,  al  otro  lado 
de.  Vltramar,  ultrapii.''rtns:"  Es 
todo  lo  que  en.«eña  el  Dice,  sobre 
esta  partícula,  sin  decir  a  qué 
voces  se  puede  anteponer  y  sin 
preci.sar  .ni  significado  en  un 
gran  grupo  de  ellas.  .VI  decir 
"má.«  allá  <le,  al  otro  lado  de," 
indica  claramente  que  sólo  la 
ace|>ta  como  significativa  de  bi- 
gar,  y  así  la  usamos  también 
nosotros  cuando  decimos  ultra- 
mopocho.  iiltriirnrdillrra:  poro 
deja  ohidada  la  otra  acep.  mii- 
cbo  más  usada  y  abundante,  (pío 
significa  exceso  o  extraiimitación 
del  adj.  a  que  .<e  antepone.  Y  en 


este  sentido  se  puedo  ii.sar  y  .se 
usa  con  casi  lodos  los  adjs.  I  Itra- 
iinnulaiio,  nltradi'mocrático  y  »//- 
trapoUtico,  dijo  ^'alera :  lüirofa- 
moso,  nltratimorafo  y  nltrarrevn- 
hiciovario.  la  Pardo  liazán;  iiJ- 
Inildrol  y  'iltropiiri.ita.  Cejador: 
y  toilo  el  mundo,  ultraliberal, 
itlfrorofíjierrador.  nltraftinldtitico, 
iilirafí'ire.^tre,  iiltraexpintmdista, 
ole.  ote.  Véanse  .\xTi,  Extr.4, 
l.x.  líi;.  SívuRK. — También  es  co- 
rriente, ])ero  más  faiu.,  el  u.so  de 
nitro  pospuesto  al  adj.  "Y  ¿qué 
decir  de  las  manifestaciones  de 
radicales.  lil«ernles  ultras  y  de- 
mócratas exaltados?"  (Z.  líodn"- 
guez  Hozas).  En  este  ca.^o  no  de- 
1k'  tener  pl..  i)f)rque  os  ¡íartícula 
invariable  que  hace  el  oficio  de 
adv.,  como  cuando  decimos  rio 
ahajo,  mor  adentro.  No  se  con- 
funda con  e.vfra.  n>'o.  sota  y  rice 
cuando  .se  usan  como  sustanti- 
vos: "Este  empleo  tiene  alffunos 
crtras;  El  partido  do  los  neos; 
Se  nombraron  dos  .sotas  para  que 
vigilaran  a  todos  los  trabajado- 
res; El  ])residenle  y  los  rices  no 
andan  de  acuerdo."  Ésios  sí  que 
deben  ir  en  pl..  porque  liacen  el 
oficio  de  su.stantivos. 

Ultr.\.i.\xte.  adj..  parí.  a.  de 
ultrajar.  Que  ultraja,  .\dmitido 
tiempo  lia.  a  petición  de  Haralt. 
— Hay  también  ultrajador,  ra, 
adj.  y  s.  (que  ultraja)  y  nltra- 
joso.  so.  adj.  (que  causa  o  inclu- 
ye ultraje). 

Ultralimitar,  a.  Exlralimilar, 
tra-)iasar,  rebasar,  exceder.  Rasta 
y  sol)ra  con  e^tos  verbos  y  no 
¡nvenlcmos  más.  Véa.so  Ultrapa- 
sar. 

ri.rnAMrxDAXo.  xa.  adj.  Que 
excede  o  sobrepuja    a  lo  inunda- 


ULT 


ULT 


611 


lio.  "La  guerra,  así  como  es  nva- 
drastra  de  los  cobardes,  es  madre 
de  los  valientes,  y  los  premios 
que  por  ella  se  alcanzan,  se  pue- 
den llamar  xiltratii  uncíanos." 
(Cervantes,  Persiles,  1.  II,  c. 
XIIl).  Apuntamos  al  Dice,  este 
voeal)Io  piu'a  que  vea  que  los 
clásicos  formaron  voces  compues- 
tas con  ultra  lo  mismo  que  los 
modernos. 

Ultranz.\  (A),  m.  adv.  A 
muerte.  Así  el  Dice,  por  primera 
vez  en  .*u  14.^  edición.  Puede  ser 
que  así  lo  hayan  usado  algunos; 
pero  no  es  tal  el  significado  co- 
rriente de  esta  voz,  .sino  el  mis- 
mo del  outrance  francés:  a  todo 
trance,  resueltannente,  sin  repa- 
rar en  riesgos.  Demos  algunas 
pruebas. 

Soy  jugador  de  trampilla. 
Soy  ruin  a  toda  "u  tranza ^ 
Soy  de  quistiones  cuadrilla. 
Soy  rufián¡a  maravilla, 
Soy  descortes  sin  crianza. 
(Bart.  Aparicio,  ¡Oiiu   i/e     El  pecmior.  Jli- 
hUot.  <fe  Gallardo,  t.  I,  col.  22Í). 

Otros  e-cribieron  ultmnce. 

La  señora  a  todo  nltruuce 
Y  las  suyas  cantarán 
Por  canción  este  romance; 
Ya  cabalga  el  rey*  Don  Juan. 

(Ibi'd.,  col.  ótí2). 

Kaif-  sin  dubdar  tan  grandes  insultos, 
Que  dellos  se  fagan  estorias  e  leis, 
Porn '  mi  cuchillo  por  sangre  de  reís, 
Pire'  tal  K¡írancf,-que  resten  sepultos. 
(DiegodelCasliUo,    Sobre   la  muerte  ,hl  rey 
íh,„  Alf„nso,  ;6¿i/..  c  .1.  593). 

Habla  aquí  la  parca  Atropo.-, 
(luejándosc  ásperamente  de  los 
mundanos.  Vltrunce  no  significa 
en  este  pasaje  muerte  ¡¡ropia- 
mente.  sino  ])or  equivalencia;  su 


propio  significado  es  exceso,  ex- 
tralimitación,  lo  que  sale  de  lo 
común,  como  lo  dice  su  etimolo- 
gía de  ultra.  Si  tan  antiguos  son 
en -castelLano  ultrance  y  ultranza, 
¿por  qué  no  preferirlos  al  mo- 
dismo francés  a  outrance  tan 
u.sado  por  algunos? 

Ultrapasar,  a.  Pasar  más  allá 
o  más  adelante,  rebasar,  traspa- 
sar, transponer,  exceder. 

Esta  conducta  ulterior 
Mi  evidencia  no  ultrapasa^ 
Desde  que  pige'  su  casa 
No  me  ocultó  su  interior. 


(J.  F.  Ureta  Rodríguez.  Sin 
ñero.  I,  KI.'J. 


.V  /)')'•  <ii- 


"Siii  ultrapasar  los  límites  de  la 
buena  traducción."  (Eduardo  de 
la  Barra,  Orf-.w  de  Horacio,  pref.) 
"Ha  dictodo  |  el  Alcalde]  un  de- 
creto que  ultrapasa  sus  faculta- 
des." (La  Unión,  de  Santiago,  5 
Marzo  1917).  "Los  mandatarios 
suelen  ultrapasarlos  límites  del 
mandato."  (Id,.  2  Febr.  1918). 
No  acepta  el  Dice,  este  v.  ni  le 
vemos  ninguna  superioridad  so- 
bre sus  equivalentes;  dejémoslo 
mejor  en  francés,  outre-passer, 
que  e'^  la  lengua  que  le  dio  naci- 
miento. 

I'ltra  petita,  loe.  latina.  Sig- 
nifica "más  allá  de  lo  pedido"  y 
es  muy  usada  en  jurisprudencia 
para  indicar  que  el  juez  ha  con- 
cedido lo  que  no  han  pedido  las 
partes.  Hace  falta  en  el  Dice,  a 
]iesar  de  haberla  recordado  años 
lia  Marty  Caballero. 

Ultrati'mba,  adv.  Más  allá 
de  la  tumba.  Así  lo  tiene  admiti- 
do el  Dice,  desde  su  13.»  edición. 
Faltóle  agregar:  de  i.  (tiempo). 
.Aunque  su  significado  literal  sea 


612 


TJMI 


uní 


de  lugar,  porque  se  iioniljra  la 
tumba,  el  sentido  se  refiere  al 
tiempo,  a  lo  que  dvira  des]-iués  de 
la  muerte.  Esto  supuesto,  ¿es 
bien  dicho  McmorMs  de  ultra- 
tamba  (título  de  una  ohra  de 
Chateaubriand),  ccistenria  de 
ultratumba  (Pardo  Hazán)?  Si 
ultraiamba  fuera  adv.  solamen- 
te, como  lo  califica  el  Dice,  dirí- 
amos que  la  prep.  de  era  viciosa 
en  estos  casos,  por  la  misma  ra- 
zón que  dimos  en  Extmmuro>t: 
])ero  lo  más  cierto  es  que,  allo- 
mas de  adv.,  es  también  s.  m.,  lo 
mismo  que  nlframor.  nllrami- 
rroscopin,  iillinpurif'is,  \  óasc 
Más-a  M-Á. 

¡Um!  iuterj.  l'am.  General- 
mente e,s  un  sonido  inarticulado 
que  se  da  sin  abrir  los  labios,  en 
.-eñal  de  protesta  resignada,  co- 
mo diciendo:  a-^í  será,  pero  a  mí 
no  me  agrada:  es  como  un  rezon- 
go o  refunfuño  tranquilo  y  pa- 
cífico. 

Umbela,    f.  \\'a-c    Ombrelino. 
— En  Arquitectura  se  llama  vm- 
luid   el  do-el   que  no   remala   en 
[muta:    ;ice|i.  (lUc    no  aparcH-c  en 
el  Dice. 

r.MiiKAL.  m.  Véa.«e  Dintkl. 

Umbralado,  m.  Véanse  Alum- 
bralado y  Lumbralado.  ;.Cómo 
no  haln'a  de  usarse  en  todas  par- 
tes la  voz  umbralado,  cuando  la 
tenía  admitida  el  I 'ice.  de  .Vul<i- 
ridade.s?  "YA  hueco  de  ¡nierta  o 
ventana  hecho  en  pared  maestra, 
así  asegurada  y  fortificada,"  fué 
la  delinición  que  le  dio. 

r.MITA.        f.       Véase       ¡ÍIMITA. 

Hasta  .-u  14.°  edición  na  ha  en- 
mendado el  l>icc.  la  definición 
ni  la  etimología  de  e-ie  vocaldo. 
((ue  mejiii-  e-crito  sería  sin    h. — 


Umita  mal  amarrada,  loe.  fig.  y 
lam.  con  que  se  moteja  a  la  per- 
sona de  vestido  talar  (pie  no  lo  lle- 
va bien  ajustado  al  talle  y  que 
presenta  feo  aspecto.  Se  parece  a 
la  acep.  lig.  y  fam.  de  talego: 
"I>er.sona  que  no  tiene  arte  ni  dis- 
f)0sición  en  el  cuerpo,  y  os  tiin 
ancha  de  cintura  como  do 
l)ccho.'" 

I'n,  iNA.  \'éase  rxo.  xa. 

Una,  f.  Forma  plebeya  de 
urna,  que  otrf>s  corrompen  en 
urnia. 

U.vciK,  a.  Significa:  "atar  o 
.sujetar  al  i/ago  bueyes,  ínulas  u 
otras  be.stias."  No  deln?  pues  u.sar- 
se  por  rngaiirhar  (i>oner  las  ca- 
l)al lorias  en  los  carruajes  de  ma- 
nera que  puedan  tirar   de  ellos). 

rxDKCiMo.  MA,  adj.  .-1  la  hora 
undécima.  Véase  IIora. — El  un- 
drrinio.  no  estorbar,  fr.  fam.  en 
que  está  subentendido  el  s.  man- 
dnmicnto  y  que  .se  dice  en  son 
de  rejirensión  al  que  estorlia  o 
sirve  de  impedimento.  Se  usa  en 
todas  pai'tes  y  merece  entrar  en 
el  Dice.  "Se  le  daba  entrada  en 
casa,  con  pi'osni)uesto  do  que  no 
quebrantaría  el  precepto  de  no 
rtíforbarás."  (Castillo  Solórzano, 
Lux  Harpías  en  Madrid,  estafa 
l\').  Él  mismo  escribió  también 
en  su  romance  El  Casantcnfem: 

Si  U  vuelta  ilov  a  ca»n 
V  hay  ocupación,  me  vuelvo: 
Porque  rl  iiunen  rsttrhardx 
Ks  |mra  uii  inamtamiento. 

l'XGfK  LIíOXKM    (Ex).    Vén.^c 

Ex    INGIE   LKOXKM. 

Ungüento  Holloway,  Dígase 
uni/iiiutii  di  ¡Inlliiiiuii.  \'éasc 
Dií,  .S." 

rXIFdKMArxiI!.     KA.     ¡idj.      (^no 

uniforma.    "I.a    lengua     antigua 


uní 


uní 


6i; 


foiiservaba  aún  mucho.*  perfectos 
fuertes  que  la  tendencia  unifor- 
nuidoru  hizo  perder  en  el  e.-ípañol 
moderno."'  (Menéndez  Pidal. 
Manual  de  (Jram.  liiMór.  e.ipañ., 
2.»  ed..  S  119).  Falta  e>te  vncalilo 
en  el  Dice. 

Uniforme,  m.  "^'estido  pecu- 
liar y  distintivo  que  por  estable- 
cimiento o  concesión  usan  los 
militares  y  otros  empleados  o 
cuerpos  púV)licos.''  Así  el  Dice. 
Debió  agregar  al  fin :  colegios, 
asilos  y  otras  instituciones. 

Unimismar,  a.  "í'u  imasina- 
cióu  y  sn  memoria  estaban  uni- 
mismadas, y  de  este  poético  en- 
];ice  brotaba  de  continuo  una  in- 
tvincaila  <elva  de  aventuras." 
(•luán  Acalora.  Jlariquita  y  An- 
foivo.  I).  .Yunque  qrande  fué  la 
.•mtoridad  de  T>or:^  -Juan  Valera, 
no  alcanzó  a  popularizar  este  v. : 
y,  a  la  verdad,  no  se  le  necesita, 
porque  liasta  con  mi' fray  Híaccr 
de  UTuclias  co<a.-  una  o  un  todo, 
uniéndolas,  mezclándolas  o  redu- 
ciéndolas a  una  misma  e.-^pecio) 
o  identificar  (hacer  Que  dos  o 
más  co?a.«  que  en  realidad  son 
distintas,  aparezcan  y  .^  consi- 
deren como  ima  misma").  Otro 
autor  moderno,  el  carmelita  Sil- 
verio  de  Santa  Teresa,  que  con 
tanto  talento  y  enidición  está 
])\iMicando  la*  obras  de  .«u  santa 
iladre,  uí'Ó  también  este  inútil 
neologismo:  "A  seguida  de  esta 
cuestión.  i)roponc  otra  la  Santa, 
que  también  ha  tenido  largos  y 
opue-^tcs  comentarios,  sin  que 
hasta  el  día  |  presente  o  de  hov  | 
hayan  los^rado  unimismarse  la- 
opiniones  de  los  un'sticos  acerca 
de  ella."    lOhras  <!<■  Sta.    Tercm. 


t.  III,  introd.)  Aquí  vale  unifur- 
rinirí¡e. 

Unión,  f.  Es  corriente  en  Chi- 
le en  vez  de  acometimiento  (ra- 
mal de  atarjea  o  cañería  que 
desemboca  en  la  alcantarilla  o 
conducto  general  de  desagüe). 
I.a  unión  tiene  distintas  formas, 
.-egúu  lo  exija  la  situación  de  la 
alcantarilla;  a.sí,  hay  unas  en 
forma  de  injerto,  sencillo  o  do- 
iili'.  en  forma  de  T  (te)  y  de  ca¡- 
zunes  o  Y ;  otras  hay  encorvadas 

0  replegadas  (curva),  y  otras  en 
forma  de  codo  (trozo  de  cañón, 
de  barro  o  metal,  que,  formando 
ángulo,  sirve  para  variar  la  di- 
rección recta  de  las  cañerías  o 
tuberías).  Recuérdese  también 
la  'golilla  (trozo  de  tubo  corto 
que  sirve  para  empalmar  lo.^  ca- 
ños de  l:)arro  unos  con  otros). 
Véase  Copla. — También  se  lla- 
ma en  Chile  malamente  unión 
el   iiitrcdóx  español,  o  sea,  "tira 

1  cordada  o  de  encaje,  con  orillas 
¡Kir  anilio.<  lados,  para  ca-erse  a 
dos  telas."  No  deVie  confundirse 
fon  la  vainica.  Véase  Vainillar. 
— Unión,  como  n.  pr.  geográfico, 
se  llama  la  república  de  Estados- 
Unidos;  por  eso  es  corriente  de- 
cir: La  gran  República  de  la 
Unión,  el  Gobierno  de  la  Unión. 

Ukioííista,  com.  Individuo 
de  un  partido  que  profese  cierta 
unión. — Adj.,  perteneciente  o 
relativo  al  mismo  partido:  parti- 
da imionifita,  doctrina,  o  teorías 
iniioiiixtax,  "Ya  se  derivase  esta 
maldad  y  lo  atroz  de.stas  disen- 
,-ioii(>-  de  los  venecianos  a  los 
II II ¡1)11  i yf (IX.  ...  o  ya  los  unionis- 
liis  y  cahinistas  se  adelantasen, 
lo  (|U('  ellos  dicen,  a  la  midicia 
de  aquella    república...''    {(.}nv- 


(iU 


uní 


UNO 


vedo,  Lince  d^  Italia  u  Zahori 
español).  Falta  en  el  Dice,  este 
vocablo. 

UxisoxAR,  II.  Concurrir  dos  o 
más  voces  o  instrumentos  en  un 
mismo  tono  de  música.  "Si  [el 
canto]  unisoimrc,  las  plicas  pue- 
den ser  subientes  o  deíceudien- 
tes."  (Gaspar  de  Aguilar,  Arte 
de  principios  de  canto  llano, 
Bibl.  de  Galkirdo.  t.  I,  col.  39). 
Si  Ixaj'  en  ca-iellano  unínono  y 
unisonancia,  debe  haljer  tam- 
bién V.  unisonar. 

UxísoNO.  XA.  adj.  Dícese  de 
lo  que  tiene  el  mismo  tono  o  so- 
nido que  otra  co.sa.  Nada  más 
dice  el  Dice. — .1/  unisono,  ex- 
presión que  se  u?a  nuicho  entro 
los  modernos  y  no  ha  entrado 
aún  en  el  Dice;  significa  al  mis- 
mo son  o  tono,  en  lentínaje  l>ro- 
pio  y  ñ^.  "E.-:te  pueblo,  liiave, 
atento,  relisíio^o,  cuya  inteligen- 
cia estaba  iluminada  por  la  mis- 
ma fe  que  iluminaba  al  predica- 
dor y  cuyo  (;orazón  .se  mo\ía  y 
pali)itaba  al  nni.<ii>no  del  de  éste, 
recibía  en  su  intcliiíencia  y  .guar- 
daba en  su  corazón  .  .  .  las  .-semi- 
llas de  eterna  verdad.'"  (Miguel 
Mir,  Sermones  del  P.  Fr.  .l/oow 
de  f'ahrera,  disc.  prelim.) 

Unitarista,  com.  Admitió  el 
Dice,  el  s.  unitarismo),  fwro  no 
unitarista,  pf>rque  para  todas  sus 
aceps.  tiene  el  adj.  unifaño,  na: 
".'nectario  que,  admitiendo  en 
parte  la  revelación,  no  reconoce 
en  Dios  más  que  una  sola  perso- 
na. Ú.  t.  c.  s.  !  ]  Partidario  de  la 
unidad  en  materias  políticas.  V. 
t.  c.  s.  II  Que  propende  a  In  mu- 
dad o  la  con.^ena." 

UxÍTOXO  XA,  adj.  Que  al  b;i- 
blar  usa  un  solo  tono.    "No  sabe 


platicar  el  soldado  sino  de  sus 
campañas,  y  el  mercader  de  sus 
logros,  hurtándole  todos  el  oído 
al  unítono,  la  atención  al  imper- 
tinente." (Gracián,  El  Discreto). 
No  registra  esta  voz  el  Diw.  ^'éa- 
se  I'nísO'NO.  Para  el  acento  es- 
drújulo, que  no  le  da  la  edición 
de  Gracián  cpie  maTiejamos,  vé- 
ase    Tritono. 

Unlversalizar,  a.  Hacer  uni- 
\er.-;al  una  idea,  un  hecho,  etc. 
Basta  con  el  conocidi>  (jcncrali- 
-.ar. 

l'xivocAK.  Solamente  como  r. 
lo  admite  el  Dice:  "nnirocarse, 
convenir  en  una  razón  misma 
dos  o  más  co.sas."  Démosle  una 
buena  autoridad  de  su  u.s)  como 
a.:  "SitMKlo  la  síuigre  de  ellos 
una  misma,  había  de  unirorar- 
/o.>i  en  los  afectos  y  costundiri-s." 
(Til-so,  I ■('(/<'  de  Sf'i.  María  di- 
fervellón,  noticia  IV,  §  1"). 

Uno,  na.  adj.— 1.°  Es  frecuen- 
te leer  en  diK-umentos  mercanti- 
le.-<  y  en  escrituras  públicas  un 
mil  pesos;  construcción  bárbara 
hiista  no  más  y  que  la  gramática 
no  puede  dejar  ])asar:  o  .se  dice 
1/1/7  pe-tos  simplemente,  o  se  in- 
tercala la  prep.  dr  (un  mil  í/'J 
/)f.«o.s-;.  Si  se  admitiera  un  mil 
pesos,  habría  que  admitir  tam- 
bién un  cien  pesos,  un  millón 
pesos;  pero  hal)ría  que  convenir 
en  que  todos  los  que  así  iiabla- 
ban  habían  perdido  el  juicio. 
T-os  que  usan  c.-c  un  se  defienden 
diciendo  que  es  para  evitar  falsi- 
ficaciones en  lo  escrito,  i^rque, 
si  no  se  ])one  un,  puede  el  fal.«i- 
ficador  poner  dos,  tres,  sels^  dir¿, 
etc.  P\ios  remedie  c.«o  el  escri- 
bicntf.  no  dejando    e.^'pacio  pnrft 


UNO 


UNO 


615 


la   ayregacióu,  y   no  deí^trocen  el 
lenguaje,  cuya   filosofía  y  reglas 

Non  bene  pro  tote  venduntur  nuro. 

En  un  dociunento  de  D.  Diego 
de  ilendoEu  publicado  en  el  t. 
. X  de  las  Memorias  de  la  Acade- 
mia (pág.  217)  se  llalla  este  uso 
que  reprobamos,  pero  escrito  con 
número:  "S.  A.  me  manda  que 
yo  envíe  los  franceses  al  Anda- 
lucía :  ya  V.  A.  sal)e  que  no  es 
comisión  de  soldados  executar  tal 
cosa.  Esos  1  mil  que  di  comisión 
a  Pero  ^íeléndez  que  los  soltase 
y  die>e  para  el  camino..."  Es 
excusable  que,  cuando  .se  nom- 
bran valias  cantidades,  como  su- 
cede en  este  documento^  .^  ex- 
)>re.sen  en  número,  para  que  se 
lean  con  más  rapidez  y  se  gra- 
Iten  nuis  en  la  memoria;  pero 
esta  razón  no  existiría  tratáudo.-e 
de  una  .-^da  y  en  el  lenguaje  co- 
rriente. Pero,  concediendo  qn-: 
se  pueda  escribir  un  mil  pesos  o 
I  mil  pesos,  ¿deberá  leerse  a.-^í.' 
Creeuios  que  nó,  porque  es  uso 
.■^mejante  a  las  cantidades  que 
.■^e  escriben  en  "listas,  catálogos, 
cuentas,  etc..  donde  se  invierte 
el  orden  gramatical  con  el  solo 
objeto  de  que  los  guarismos,  ac- 
ibarados y  ])uestos  al  margen, 
facilit^en  las  operaciones  aritmé- 
ticas." (Gramát.  de  la  Acad.) 
.\sí  como  nadie  lee  en  estos  ca.sis 
pesos  mil.  aunque  se  eScriba 
$  1.000.00.  así  tampoco  debe  le- 
erse un  mil  pesos,  aunque  de 
liedlo  así  s^e  escriba. — 2.°  Ocurre 
taiid)i('"n  otro  caso  con  el  ait.  vn. 
uno.  que  sólo  liemos  vis1o  (r:ita<lo 
por  Cuervo,  y  e-;  cuando  se  iu- 
iercala   cnirc   él     y   el    s.   o   adj. 


siguiente  el  adv.  como.  ¿Debe 
entonces  apocoparse  o  nó  el  art. .' 
Dice  el  eminente  filólogo  que  la 
práctic-a  de  nuestros  clásicos  era 
no  apocoparlo  (lo  que  cuida  de 
probar  con  numerosas  citas),  pe- 
ro que  hoy  prevale<^e  el  uso  con- 
trario. Antes  se  decía  uno  como 
velo,  uno  como  religioso  respeto, 
uno  como  eco,  y  el  Dice,  dice  to- 
davía uno  como  cetro;  pero  hoy 
un  como  fuero  de  impetración 
(Tejado),  un  como  circulo  o 
campo  cerrado  (Mir).  Sin  embar- 
go, no  es  tan  moderna  esta  prác- 
tica, pues  la  siguieron  Sta.  Tere- 
sa. A'aldivielso,  Sigüenza  y  algai- 
niH  otros.  "Ua  como  ramillete 
de  perfección  religiosa,  Causaba 
un-  como  pasmo,  Hacer  un  como 
cementerio  de  los  antiguos."  es- 
cribió e.--te  último  en  medio  de 
muchos  otros  casos  en  que  dijo 
mío  como.  Esta  práctica  sin  apó- 
cope  siguió  invariablemente  el 
ccuatoriauo  Montalvo:  uno  como 
alfombro  amenazante,  uno  como 
orgullo  celestial,  uno  como  furor 
guerrero,  etc.  No  es  idéntico  el 
caso  cuando  se  intercalan  las 
partículas  casi  o  ciuisi,  semi, 
medio,  etc.  Entonces  es  evidenta 
que  uno  debe  apocoparse,  seg\in 
la  regla  general  de  la  gramática, 
porque  e.sas  partícula?  forman 
una  .«ola  palal)ra  con  la  siguien- 
te. Así,  nadie  diiá  uno  cuasicon- 
trato, uno  semierudito,  uno  con- 
tralmirante, sino  un.. 

Un  cas'i  (C'ilc  <\e  cordel  compuso.  (Hojedii) 

< ¡arces   escribió:    "Hanse  de    oír 
con  uno  cuasi  religioso  respeto. 
Como  este   cuasi  queda  tan    uni- 
do con  el  adj.,  que  forma  con    t'l 


616 


UNO 


UNO 


como  una  sola  palabra,  hoy  dirí- 
amos con  un  cuasi  religioso  res- 
peto, como  en  los  demáá  casos. — 
o."  Con  adjs.  sustantivados  es  evi- 
dente que  debe  usarse  un  y  nó 
uno:  "Descúbrase  por  entre  lo 
blanco  tm  escuro  y  verdinegro 
y  un  entre  azul  g  moradf>." 
(Fray  Luis  de  León,  La  Perfecta 
Casada).  Por  eso  nadie  imitará 
•a\  P.  Sigüenza,  en  juntar  el  un 
con  un  mero  adj.:  "Tiene  este 
priorato.  .  .tres  lugares  harto  po- 
lires,  juntos  no  harán  un  razona 
ble."  (Crón.,  p.  III,  1.  IV,  c. 
XX).  Ni  a  Santa  Teresa  cuando 
escribió:  "Un  fuego  pequeño 
taniV>ién  es  fuego  como  un  gran- 
de." (Vida,  c.  XVIII).  "Cuxuido 
se  emplea  uno^  reproduciendo 
un  s.  precedente,  enseña  Bello, 
no  debe  usarse  la  forma  apoco- 
pada  un:  Hug  en  la  ciudud  mu- 
chos templos,  y  entre  ellos  uno 
suntuosiifinio  de  mármol."  Ad- 
vierte Cuervo  que  nuestros  clá- 
sicos no  olkservarun  siempre  esta 
regla,  probablemente  llevados 
por  la  analogía  de  lo  que  .sucede 
con  el  artículo  definido,  en  el 
ciud  no  cabe  la  misma  distin- 
ción. Y  aduce  textos  de  (íranada, 
Saavedra  l'Xjardo  y  Lói>ez  de 
Zarate.  (Nota  JIJ  a  la  Gramñt. 
dr  Bello).  A  á«tos  pueden  agrc- 
gar.'e  los  dos  cita<los  de  Sigüenza 
y  de  Sta.  Tere-a,  La  misma  doc- 
trina rige  cuando  uno,  una  :'e 
juntan  con  un  complemento  o 
proposición  que  los  especifican: 
"Tengo  tivs  libros:  ii.no  de  Pe- 
dro, uno  que  me  regalaron  mi? 
amigos  y  otro  que  me  presta- 
ron.'' Pf>r  eso  no  es  tolerable  un 
de  hoja  (juc  dice  el  pneblo  l>or 
lí /(    cigarrillo     de     hoja, — 4." 


También  se  apocopa  una  auteí» 
de  nombres  femeninos  que  em- 
piezan con  a  o  ha  acentuadas: 
un  arma.,  un  hacha;  sin  embar- 
go, el  uso  no  es  general,  iwniue 
algunos  nombix!s  se  resisten  a  la 
apócoiw,  como  un  asna,  un  áni- 
ma, un  haza,  l'nu  haza,  dice  ei 
Dice,  en  Ií.vrbecho.  Tandñén 
hay  que  e.\cei)tuar  las  letra-*  a  y 
h  (una  «,  una  hache),  lo  mismo 
que  se  practica  con  el  art.  la,  y 
así  mismo  los  adjs.  sustantiva- 
do.-: "Él  vive  en  una  ca.sa  liaja. 
y  yo  en  una  alta." — ó.^Un  cuan  • 
to  hay.  Vca.^  Ci  axto.  Un  tal 
que  vez.  Véase  T.\l.  Un  todo. 
Xí'tx'-e  Todo. — 6."  Una,  f.  Falt.; 
en  el  Dice,  la  acep.  de  Imra  pri- 
mera de  la  mañana  y  de  la  tar- 
de, como  faltiui  taml)ién  /es  </"-i, 
lim  tres,  los  cuatro,  las  cinco,  et<;. 
.Si  se  mencionan  las  cartas  <lc  1? 
baraja,  los  puntos  y  suertes  de 
los  juegos,  no  ve:. ios  por  qué  se 
liayan  de  omitir  las  horas  del  re- 
loj. Tamlñén  debió  advertir  ü 
Dice,  que  se  usa  una  c.  s.  f.  con 
iiuichos  verbos,  como  hacer,  pe- 
gar, jugar,  di.ipensiir,  perdonar, 
subentendiéndo.<=e  un  s.  f.,  como 
maldad,  picardía,  travesura^  ju- 
ga da,  jugarreta ,  t r u h « n ada. 
"Pensar  mucha-*  y  hactM-  una," 
dice  un  |iroverl)io  esiiañol ;  "Una 
no  es  niñgnna.''  dice  la  fr.  casti- 
za y  corriente.  Kn  otros  casí»s 
una  lleva  subentendido  tunda, 
zurra,  vuelta,  pelea,  riña,  "flubo 
unn  de  palos  y  coces;  Le  dio  una 
de  azotes  como  jamás  bi  iiabía 
recibid". ■'  Kn  Ilaher  o  armarse 
una  de  Snn  Quintín,  e-e  una  es 
)iara  los  españoles  la. — 7."  l'nn. 
Téngase  ]>rc-ente  <pie,  usado  co- 
mo i)ronond)re  indeterminado  de 


UNO 


UNO 


toreeni  peivona  y  ajilicado  a  una 
intlelerniinada  o  a  la  luisnia  que 
habla,  se  usa  en  terniinacióu  ni. 
si  es  hombre  el  que  lo  emplea,  y 
en  f.  si  es  mujer;  i>orque  aquí 
muchas  nmjeres,  sin  olísenar 
esta  regla,  dicen  muy  frescas 
uno,  como  si  fueran  hombres. 
"No  siempre  está  tma  de  humor 
para  hacer  tal  cosa,"  es  el  ejem- 
plo que  da  el  Dice.  Cuei"vo  excep- 
túa de  esta  regla  cuando  la  nm- 
jer  que  habla  no  hace  alusión  a 
sí,  ni  trata  de  a.<untos  exclu^íivos 
de  nuijeres,  como  sucede  en  los 
refranes,  que  son  invariables  en 
boca  de  hombres  y  mujeres."  La 
razón  es  la  que  hizo  notar  Cur- 
tius.  que  "en  el  concei>to  abs- 
tracto de  la  pluralidad  des-apare- 
ce  la  diferencia  del  género,  y  se 
emplea  el  m.  jwr  el  f.  a  can.sa  de 
que  representa  de  una  ntanera 
más  general  la  idea  de  persona." 
— 8."  "El  empleo  innecesario  del 
art.  xn,  una,  dice  la  Academia 
en  su  Gramát..  es  galici.smo  de 
que  se  abu.-'a  modernamente,  co- 
mo se  ve  en  este  ejemplo:  Puede 
muij  bien  cualquiera  llegar  a  ser 
un  gran  hombre  sin  estar  dotado 
de  un  talento  ni  de  un  ingenio 
superior,  con  tal  que  tenga  va- 
lor, un  juicio  sano  y  una  cabeza 
bien  organizada."  "Es  tan  per- 
verso este  homlire  como  ustefl  no 
tiene  una  idea."  .se  oye  aquí  fre- 
cuentemente. "Pero  nnicho  más 
di.mena  el  unos,  nota,  el  P.  Mir, 
(en  lugar  del  des  franccvs).  que 
vemos  muy  a  menudo  en  traduc- 
ciones desaliñadas.  Aparecieron 
unas  Ivces,  hemoít  ri.^-<n  unos 
hombres,  se  oyeron  unos  disp«- 
rates,  se  hacen  aquí  unaF.  funcio- 
nes: i'i  el  intento  del  escritor  no 


fué  despertar  la  atención  del  lec- 
tor hacia  la  particularidad  de  las 
cosas,  los  vocablos  unos  y  unas 
están  de  más,  son  afrancesadas. . . 
El  uno  español,  cuando  se  em- 
plea, ha  de  «er  con  su  cuenta  y 
razón ;  no  así  el  u  n  francés,  que 
las  más  veces  .sin-e  de  adorno  sin 
gracia.  Soy  un  hombre  que  le 
daré  que  hacer  al  lucero  del  alba, 
dice  el  valentón  gabacho;  pero  el 
temerón  castellano  dirá:  Hom- 
bre soy,  para  dar  que  hacer,  etc. 
Gracia  singular  despiden  las 
cláusulas  despojadas  de  artículos 
y  pronombres  oímosos." — .1  la 
lino,  a  las  do%  a  his  tres.  A^éa.se 
La. — Donde  hay  uno  hay  otros, 
fr.  proverbial  chilena:  lo  que  uno 
busca,  lo  buscan  también  otro.s. 
— Número  v/no.  Véase  Nr- 
MKRO. — Uno  con  otro,  una  con 
otra:  sin  hacer  diferencia,  sin 
escog'er.  Vca.^e  Al  tirar  en  el  art. 
TiR.VR.  Faltan  en  el  Dice,  y  .«e 
\isan  en  todas  partes.  "Y  bien  se 
sabe  que  en  el  reino  había  cin- 
cuenta mil  perrochas  |  |iarro- 
quias] :  pue^;,  aunque  im  buliie- 
se  más  que  diez  ducados  en  cada 
una,  una  con  otra,  de  renta,  esto 
el  rey  lo  tomó."  (Orón,  del  rey 
Enríco  otavo  de  higahterra,  c. 
LXXIX). —  Uno  de  los  que,  una 
de  las  que  (con  v.  en  singular"). 
^''éa.«e  Plural.- — ?'»«,  dos,  tres, 
cnjito  es,  refrán  con  que  se  hace 
burla  del  cojo,  remedándole  el 
modo  de  andar.  Falta  en  el  Dice. 
— Una.  vez  que.  Véase  Yf.z. — 
Uno  y  otro,  T''na  y  otra.  r)elip  ir 
en  singular  el  s.  y  el  v.  en  ]A.. 
como  lo  practicó  Cen'antcs: 

No  rthifnnron  en  balde 
El  uno  7/  el  otro  alcalríe. 

{(¿iiijolt.p.  II.  c.  X.WII). 


618 


UNT 


UNA 


Deí'ir  "11110  y  otm  personajes, 
una  y  otra  señoras,"  Oí*  por  lie- 
más  forzado,  aunque  el  í.  se  re- 
fiera a  ambos  adjs. —  Ver  al  uno, 
ver  al  otro,  fr.  fani.  chilena  con 
que  inditóiiuos  la  entera  seme- 
janza entre  dos  personas,  princ-i- 
;'almeiite  entre  mellizos. 

Untada,  f.  Acción  o  efecto  ile 
untar  o  untarse.  Dígase  uñfudu- 
ra,  itntaiiiiento  o  iintnni. 

Untes  (Un  cuanto),  m.,  lia.  y 
fani.  Una  ])izca,  un  siesnoé-.  Kl 
Ijueblo  dice  un  cuantuntís.  Es 
loe.  formada  por  el  mi.-<mo  estilo 
de  un  siesiiois,  el  qué  dirún^  m- 
iialotodo,  hazmerreír,  correvei- 
dile. En  La  Pícara  Ju>ifiaa  lee- 
mos: ''No  debe  de  tener  aún  bien 
sana  la  llaga;  ccliale  un  poco  de 
maquea  y  inascuuda."  ( P.  11.  1. 
II,  c.  IIl).  Literalmente:  ;)(('•-■• 
nea  y  más  cimdu. 

I'nto,  m.  Todavía  duia  en 
Chile  su  confu.sión  con  lután  in 
la  accj).  de"'iuezcla  de  varios  in- 
"íiedientes,  líquida  o  on  ])asta. 
((ue  se  u.-=a  para  ]>oncr  negro  y 
lustroso  el  calzado."  .A.-í  los  con- 
funden taml)icn  los  españoles, 
como  .se  ve  en  este  texto:  "El  que 
halle  el  secreto  de  dar  dirección 
a  !().«  glolxis  aerostáticos,  como  el 
que  descubra  mejor  lutfo  "  he- 
tiui  de  Iotas,  lodos  olitieneu  su 
respectiva  cédula  de  ]tremio." 
(Modesto  Lafuente,  ]'iajc.t  de 
Frai/  (lennidio^  I.  i.  pág.  4."):!). 
La  confusión  s<'  cxplicn  no  sólo 
]ior  la  L'  acop.  de  mito  (materia 
])ingüe  a  pro]>ósito  ¡lara  untar), 
sino  también  por  la  '2."  (craso  o 
gordura  interior  del  cuerpo  <lcl 
animal),  pues  aut<'s  .<<•  dubi  lus- 
tre a  jo'^  zajiatos  con  un  |mico  de 
lociuo   (I  unte  <lc  <'erdo.    (Rodrí- 


guez ilarín,  Quijote,  L  IV,  pág. 
^'-JS.  edición  grande). — Mal  un- 
to expre.-:ión  fam.  con  que  iiwli- 
camos  que  una  cosa  va  mal  o 
que  no  tendrá  buen  result;ido. 
Es  como  el  malheur  francés, 
mala  suerte,  desgracia,  ¡ay  de! 
.\lguiios  le  agregan:  lUjo  Pli- 
nio,  que  no  sal^emo-j  a  ^{\u•  ven- 
ga, ni  ]M)r  qué  razón.  Mal  unto, 
no  parece  que  deba  ser  compues- 
to de  mal  y  de  H/íto,  sino  más 
bien  forma  despectiva  de  aialo, 
a>í  como  maluco,  malucho;  o 
quizá<  .sea  latinajo  de  algém  mal 
e~-tudiant€  que  le  daría  pasiva  al 
V.  ¡aalo,  diciendo  en  pl.  malun- 
tur,  que  así  la  pronuncian  ;dgu- 
uos.  También  Plinio,  ya  que  su 
nomlire  anda  aswiado  a  e4c 
chilenismo,  iiomliró  la  i>laiita 
iiiidudru III ^  hoy  descou(>ci<la,  y 
de  ella  pudo  también  nacer 
nuestra  expre-sión .  Cejador  trae 
"¡mal  punto!  doliéndose,  como 
mala  hora,  malheur."  autoriza- 
do con  citas  clá.sicas  ( i\atiliile\  I. 
I,  pág.  2'IA)  y  que  también  ])ue- 
de  tenor  alguna  relación.— Tarro 
de  unto.  Véiu-^e  T.vrko. — ('uto 
•fú»  nal.  Así  llama  el  puelilo  el 
lardo  o  gordura  <lel  cerdu.  iirin- 
ci])almpnte  euaiid(»  lo  usa  cu  me- 
(lieina  d<nné.stica:  ".\(|uí  opinan 
(|ue  es  un  frío  couceutrado:  fo- 
mentos al  vientre,  friegas,  unto 
.vn  .tal  y  ayudas  de  tal  y  cual 
eosi."   (.lotabeche"). 

I'ñW,  f.  I'>s  castiza  la  ace|i.  lig. 
y  fam.  de  "de-treza  i>  suma  in- 
eliuaeiéiu  a  defraudar  o  hurtar, 
l'i.  m.  en  pl."  Por  consignieute, 
]iuc<lc  u.-íjirse  con  cualquier  v. 
i'.propiado:  dejarle  ereeei  ^  cor- 
larxr  o  un  cort'ir.te  tn.t  uñun. — 
l'aa    dr  la    i/ran    lii»t¡a:    "la  del 


UÑA 


UNE 


619 


pie  derecho  del  alce  o  anta,  la 
cual,  por  mucho  tiempo,  í^e  cre- 
yó ser  remedio  eficaz  para  el  mal 
de  corazón."'  Así  admitió  esta 
lor.  el  Dice,  de-^de  la  lo."  edi- 
ción, y  no  podía  meno.s  de  ha- 
cerlo, pues  la  usaron  muchos  clá- 
sicos. En  el  art.  Besti.\  dice  que 
la  yrun  bestia  es  el  alce  o  unta  y 
íiflemá.s  el  tapir.  En  Chile,  entre 
el  vulgo  más  ignorante,  recetan 
todavía  las  melcas  ra.-^ijadura  de 
víia  Je  la  y  nía  bestia,  la  que  los 
boticarias^  para  no  jicrder  la 
clientela,  interjiretan :  raspadura 
de  asta  de  buey. — Uña  del  diablo. 
^'éase  DiAULü,  y  no  se  confunda 
con  el  rotito. — A  uña  de  mala, 
loe.  con  que  se  significa  que  un 
cíuuino  o  terreno  es  tan  malo  de 
andar,  que  sólo  se  puede  recorrer 
en  mida  y  nó  eu  caballo.  Dícese 
especialmente  de  cue^tas,  cerros 
y  cordilleras.  Hace  falta  en  el 
Dice. — Cada  uno  se  rasca  con 
sus  uñas.  Véase  Rascar. — Las 
leseras  //  las  uñas  no  dejini  de 
crecer  nunca,  refrán  chileno:  lo 
(}ue  no  .sirve  ni  tiene  utilidad 
crece  como  la  malii  hierba. —  Par- 
tir o  rajar  a  uno  con  la  uña.  \'v- 
ase  Rajar.  La  fr.  ca^tiza  es  No 
caber  ano  en  H  pellejo  (&star 
nniy  gordo). — Por  la  uña  se  s<tca 
el  león,  fr.  fig.  que  el  Dice,  trae 
en  infinitivo:  Sacar  por  la  uñ^i  al 
león  (llegar  al  conocimiento  de 
vma  cosa  jior  luia  leve  señal  o 
indicio   de  ella).   Véas^e   Ex  rx- 

GlE   LEOXEM. 

Uñado,  adj.  y  ú.  m.  c.  s.  m. 
Por  antonomasia,  el  diablo, — In- 
clinadii  al  imIhi:  ladrón,  raíero: 
en  castellaud.  l(ir(/i/  d<    vñ'i.'<. 

Uñar,  a.  l''ntre  el  vulgo,  rate- 
ar (hurtar  con  destreza  y   sutile- 


za cosas  pequeñas)  ;  y,  en  gene- 
ral y  por  extensión,  robar,  hur- 
tar.— En  su  origen  hubo  de  ser 
uñear,  de  uña;  pero,  como  la  ter- 
minación ecr  se  pronuncia  iar 
en  Chile  y  la  i  de.-pués  de  ñ  no 
.^•e  pronuncia  ni  se  escrute,  por- 
que queda  embelñda  en  ella, 
resultó  uñar,  pero  en  la  conju- 
gación, es  uñeo,  uñean,  etc.  Vé- 
anse otros  sinónimos  castellanos: 
gttfar  (arrebatar  una  cosa  con 
las  uñas  o  con  un  instrumento 
coi^'o),  rapiñar  (hurtar  o  quitar 
una  cosa  como  arrebatándola), 
li arpar  (véasele  en  el  ai"t.  Tri- 
sar), hincar  o  vi  éter  la  uña 
(exceder  en  los  precios  o  derechos 
deládos,  o  defraudar  algunas  can- 
tidades o  porciones).  En  la  Ar- 
gentina dicen  uñatear  y  s  uña- 
teo. 

Al  dirmo  uñatié  un  f*cón, 
Mis  boUadoras  y  un  lazo. 
Pa  ¡...iler  salir  del  y.iM 
En  cualesquier  arriesgón. 

(Lussinch.  El  nmUrru  Liiadiio  íinii/of). 

Para  uñateo  v<'ase  una  cita  en 
Tutudear. 

Uñero,  m.  La  especie  de  cos- 
tra dura  que  se  forma  a  las  bes- 
tias sobre  las  mataduras  no  se 
llama  uñero,  como  malamente 
<licen  en  Chile,  .sino  uña.  El 
uñero  español  &s:  "inflamación 
en  la  raíz  de  la  uña;  herida  que 
[jroduce  la  uña  cuando,  al  crecer 
\-iciosainente,  se  introduce  en  la 
carne."  En  Salamanca  (Es|)aña) 
llaman  también  uñero  la  excres- 
cencia, en  forma,  de  mía,  que 
sale  a  algunas  ovejas  en  lf)S  ojos. 
(De  Lamano  y  Beneite,  El  dia- 
lirlo  vidgar  salmantino).  Esto 
t;Mnl>ién  lo  llama  itña  el  Dice. 


UNO 


URB 


Uñeta,  f..  dini.  de  xtño.  Espe- 
cie de  dedal  abierto  y  pvmtiajrn- 
do  que  usan  las  cigarrero*  para 
cerrar  y  doblar  los  extremos  de 
los  ijitilloí.  Esto  llaiiian  en  Chi- 
le uñeta,  y  el  Dice.  uña. — Tam- 
bién llaman  uñeta  una  e^specie 
de  anillo  metálico  o  de  carey  con 
que  se  toca  la  cítara  y  otros  ins- 
trumentos de  cuerd;us  también 
metálicos. —  La  uñeta  e.-!pañola 
es:  "cincel  de  boca  andia,  recta 
o  encorvada,  que  usan  los  can- 
teros;" y  nuestro  juego  del 
choclón. 

Uñetada,  f.,  uñetazo,  ni.  Oí- 
gase \uio<hi  o  uHdi'iiihi:  "rasciiulo 
o  araño  que  se  hace  con  las 
uñas." 

Uñí,  m.  .\rliusto  ciiileno  de  la 
familia  de  las  mirtáceas,  de  uno 
y  dos  metros  de  altm-a.  con  florc! 
fragantes,  color  de  c^u-nc.  y  una 
baya  rojiza,  que  es  el  mejor  fru- 
to silvivtre  que  Chile  produce. 
Así  Phili|)pi,  que  le  da  como 
nombre  científico  Mnitiis  uñí 
Mnl.,  ,;/■;/  de  los  indígenas,  runr- 
f<i  iii  \'aldivia.  vmrtUJii  en  Con- 
cepción.— VA  nombre  araucano 
no  es  uñi,  sino  fjJiññi.  una  nnu-- 
ta  que  se  come.  (Eebrés).  El  1'. 
Augu.sta  escribe  ihlii. 

Uñopkhqi  ÉN.  m.  Hierba  chi- 
lena, lampiña,  de  unos  !'0  centí- 
metros de  alto,  con  hojas  liueiires, 
tallo  indivi.*o  o  llevando  pocos 
ramos  desnudos,  terminados  ])or 
una  a  tres  flores  azulencas,  casi 
blancas.  T>i)s  campesinos  la  u-sin 
contra  el  (lato.  (Philippi,  que  la 
cla."i(ica  en  la  familia  de  las  cani- 
liamdáceas  y  la  llama  Wnhln). 
licrf/io  Hiifirioides  .\l])h.  1^  C.) 
Ci-oce  en  las  colina'^  ])edi"ego.sas 
de  las  provincias  del  ((Mitrn  y  del 


Sur  de  Chile.  a,s:rega  Murillo.  y 
hace  de  ella  la  misma  descrip- 
ción y  1  e  reconoce  los  inisnios 
efectos  me<iicinales,  o  sea.  ''para 
disipai"  el  de>=arrollo  de  los  gases 
producidos  jíor  una  digestión 
imperfecta  o  perezosa." —  El 
nombre,  que  algunos  pronun- 
cian uñiperquén,  viene  del  arau- 
cano liño,  tornia  del  v.  n-ñfni, 
reiterar,  volver  a  hacer,  y  que  se 
u.sa  como  partícula  antepuesta,  y 
percíni,  peerse.  ventosear. 

¡  Up.\  !  ¡  Úpale !  A'éase  ¡  Opa ! 
En  el  uso  chileno  de  e-^tas  voces 
puede  hal)er  alguna  contaniina- 
ción  con  el  quichua  npn  u  "p(/, 
zonzo,  l>obo,  sordo,  mudo. 

Uraco,  m.  A'éase  HiR.^co. 

ri!nAN"iz.\cióx,  f.  Acción  o 
efecto  de  urbanizar,  .\dmitido 
desde  la  ^^^^  edición  del  Dice, 
junto  con 

T'nnAXTZAH.  a.  Hacer  m-bano 
y  social>le  a  uno.  V.  t.  c.  r. — 
Convertir  en  i)obl.ado  una  ymr- 
ción  de  terreno. — Preparar  el  te- 
rreno para  la  edificación  de  un 
imeblo  o  de  su  ensanche,  trazan- 
do calles.  i>laza^.  etc.,  e  inician- 
do los  servicios  unmicipales,  co- 
mo al\unbrad'i.  alcantarillado, 
etc. 

Urbe,  f.  Ciuilal.  Ca-i  todix  los 
escritores  modernos  u.«an  como 
c.-<pecial  elegancia  este  vocablo, 
Uxn  débil  y  ])ol)re,  y  que  el  ca.s- 
Icllano.  bien  hallado  con  el  so- 
noro dinJail,  había  hasta  hoy 
despreciado.  "Mal  tan  gi-ave  c<v 
mo  afrontosí)  ))ara  urbe  tan  0])n- 
icnta."  ( Rodríguez  Marín,  líin- 
rt.nitr  >i  ('iirf'ulillii,  11).  Y  así 
hablan  landiién  l(»  demás  «le  las 
grandes  urbes  modernas.  Ya  que 
el     nii'i-     ii.>  lc<    lia    b<'rbi«    <'a-<i. 


URD 


URG 


Gl'l 


pues  no  Im  admitido  este  neolo- 
gismo, aunque  bien  formado  del 
latín  urbs,  6is,  tampoco  nosotros 
lo  i'eí-omendarenios. 

Urbia,  i.  En  Cbiloé.  gnhia. 
(Cavada).  En  las  provincias 
centrales  dicen  gurbia. 

Urbi  et  orbi.  Expresión  la- 
tina que  significa:  "para  la  ciu- 
dad (Roma)  y  pai-a  el  orbe,"  y 
que  se  agrega  a  los  decretos  de 
la  Santa  Sede  que  se  dan  para 
Roma  y  para  todo  el  mundo  ca- 
tólico. En  castellano  es  de  uso 
general  y  por  eso  debe  admitirla 
el  Dice.  "Al  día  siguiente  .«olta- 
ron  en  los  ]>apeles  públicos  los 
cronistas  obligados  de  fiestas  co- 
mo aquélla,  toda  la  melaza  de  su 
trompetería  de  hojaldre,  para 
declarar,  \irhi  et  orbi,  que  los 
marqueses  de  Montáhez  eran  los 
más  ricos,  los  más  distinguidos, 
los  má,s  amables...'"  (Pereda, 
La  Montálvez,  VII).  "Tómeme 
Dios  en  cuenta  y  en  descargo  de 
mis  culpas,  lo  sincero  de  mi  arre- 
pentimiento y  la  franqueza  con 
que  confieso,  urbi  et  orbi,  mi 
pecado  mortal  contra  las  letras." 
(Ricardo  Palma,  La,  Bohemia 
de  mi  tiempo,  VIII).  Otros  di- 
cen en  genitivo,  urbis  et  orbis; 
lo  qtie  no  es  propio.  Nótese  que  el 
significado  que  en  castellano  se 
da  a  esta  exprés,  es  general  y  ñg. 
Urco,  m.  En  las  provincias  de 
allende  el  Bíobío,  el  ave  que  por 
acá  llamamos  rliucón. 

Urdemales  o  Urdimales  (Pe- 
dro r>E).  Pedro  de  Urdemala-'^. 
\'éase  Pkdro.  Otros  dijeron  Pe- 
dro de  Urdimalas  y  de  Urdimau- 
las;  i^ero  el  Dice,  cu  el  art.  Pe- 
dro, Cervantes  en  su  comedia 
Pedro   de  Urdeirialas   v  Tirso  de 


-Molina  en  la  suya  La  Iluerta  de 
Jiuut  Fernández  dijeron  Pedro 
de  Urdem<das.  Véase  cómo  pinta 
-Montólo  al  protagonista  de  la 
comedia  cervantina:  "Es  horn- 
lire  de  fino  y  .siitil  ingenio  y  de 
muchas  y  peregrinas  traza.?.  .  . 
Xue\o  Proteo,  es  pastor,  fraile, 
gitano,  e.-^tudiante  y,  por  tiltimo, 
reijresentante  de  fai'sas;  y  todo 
para  el  bien  de  los  demás  y  nada 
en  su  provecho.  Remedia  la  es- 
tulticia del  Alcalde,  casa  a  Cle- 
mente con  Clemencia  y  a  Pas- 
cual con  Benita;  castiga  la  codi- 
cia de  una  viuda  fanática,  y 
acerca  a  lsal>el  a  los  Reyes  sus 
pariente.s,  alcanzando  así  la  rea- 
lidad de  los  sueños  de  la  supues- 
ta gitanilla.""  (Personajes^  perso- 
nas )/  personillas,  t.  II,  pág. 
•274).' 

Urdie-mbre  o  urdimbre,  f. 
Falta  en  el  Dice,  la  acep.  hg.  que 
le  dio  Santa  Teresa  en  su  Carta 
CCXLIV:  "Me  envió  el  Padre 
Vicaiño  un  mandamiento  con 
precepto  para  que  vaya  a  esa 
caL-ia.  Plega  a  Dias  no  sea  ur- 
diembre de  V.  R."  Es  acep.  que 
corresponde  a  esta  otra  de  urdir, 
también  fig. :  "maquinar  y  dis- 
poner cantelosaniente  una  cosa 
contra  alguno,  o  para  la  conse- 
cución de  algún  desigmio."  Asi 
mismo  la  tienen  también  trama 
y  tramar. —  Estar  uno  en  la  ur- 
diembre o  urdimbre,  fr.  fam. : 
en  sentido  material,  estar  muy 
Haco;  ])ero  ú.  m.  en  el  inmaterial 
de  estar  muy  pobre. 

Urdir.  Véa.se  Trama. 

Urgir.  Es  n.  y  nó  a. ;  por  taii- 
to.  no  del)€  decirse:  "Urgir  a  uno 
(apreaiiarJo)  para  que  pague; 
No  me  urjan      (no  urjan   o   no 


622 


URI 


URZ 


higteitj  tanto  para  que  nic  vaya," 
I^is  acepi?.  qiip  le  da  el  Diw.  .son 
cstaá:  "instar  o  precisar  inia  cosa 
a  su  pronta  ejecución  o  reme- 
dio; obligar  la  ley  o  el  prec'Cpto 
actualmente." 

Urguete,  adj.  Véase  Hurgut. 
te.  — Para  la  voz  hurguncUlla  que 
citamo."  allá  y  que  todavía  no  ha 
entrado  en  el  Dice,  t/^ngase  pre- 
.sente  eí<te  pasaje  de  La  Picara 
Justina  (p.  1,  1.  II,  c.  I,  n.°  I) : 
"Tenga  en  el  cielo,  tenga  en  ol 
cielo;  por  cierto,  tenga,  iwrque, 
según  vuestro  tío  era  de  hur- 
(jandUln  y  amigo  de  hu.smearlo 
todo,  y  .'regún  era  cohete  y  bu.'íca- 
rruido  como  su  .sobrino,  y  según 
era  amigo  de  verlo  y  escudrifuu'- 
lo  todo,  .«in  parar  en  ninguna 
parte,  imagino  que,  si  [Xisible 
fuera  salir.<e  las  gentes  del  cielo, 
no  le  pudieran  detener  allá,  ni 
detenerle  de  que  nos  viniera  a 
ver  y  timtear  los  pa.sos."  ¡  Pobre 
vocablo!  \  pesar  de  hallarse  en 
una  obra  tan  clásica  y  conocida 
y  a  pesar  <le  usar.se  en  toda  la  re- 
pública de  Honduras,  todavía  es 
l)ara  la  Academia  como  l'rr/anda 
la  rlparonncida. 

Urguetear.  Véa.<e  Hurguetear. 

Urgunero,  m.  Ih'ga.sc  Ivn-i/o- 
iirro  o  huryón^  y  vca.se  Hurgi- 
nero. 

-Uriñe,  m.  Lolio  nianno  o  foca. 
Es  el  nond^re  araucano  íiññ^  re- 
gistrado por  Pebres  y  por  Moli- 
na, que  dice:  el  uriñe,  phoca  lu- 
pina. (Compenrlin  histór.,  pág. 
4.")7).  Tand>ién  la  cita  Gay: 
"\'ulgarmcnte  hhn  dr  mar  o 
toruno,  y  lame  o  uriñe  entre  los 
indios.'"  (Zi>oln(/in,  t.  1,  pág. 
74).  El  P.  .\gu.stn  sólo  cita  lame, 
que  escribe  Lame. 


Urisma,  f.  Forma  plelx\va  de 
iiruriíiiiui,  í.,  o    aneurisma,  amb. 

Urnia,  f.  Forma  corrupta  de 
iiriui,  corriente  entre  el  vulgo. 
Otros  dicen  'Eun  peor  todavía. 

Urón,  m.  Díga.se  liarán.  Véa-'e 
Hurón. 

Urque,  m.  Pajia  rugosa,  vieja 
y  de  mala  calidad,  que  i>roviene 
de  la  degenernción  de  la  semilla 
por  cultivarse  durante  ídgunos 
años  con.^ecutivos  en  un  mi.smo 
suelo. — Del  araucano  iircún, 
cansarse;  como  que  las  tierras 
taniliii'n  se  cansan. 

Urupa,  f.  En  Chiloé,  l)ols;i  de 
cuero  (le  cai)ra  u  oveja  para 
guardar  la  harina  t^).stada.  (Ca- 
vada). Recuérdese  el  castellano 
Intrjarn  ( bol.sa  grande  de  cuero 
([ue  los  jieregrinos  o  mendigos 
suelen  llevar  debajo  del  brazo 
izqiderdo  colgando  de  una  co- 
rrea, cinta  o  cordel  desde  el  hom- 
bro derecho,  y  en  la  cual  meten 
el  i)an  y  las  demás  cosas  que  les 
<lan  de  limosna).  Es  dim.  del 
latín  hurxii,  bol.sa. — La  etimolo- 
gía de  urupa  no  puede  ser  otra 
que  el  castellano  giiritpa.  ya  por- 
que la  bolsa  .se  hac-e  principal- 
mente del  anca  o  gurui)a  de  la 
cabra  u  oveja,  ya  porque  se  la 
lli'va  a  la  gurupa  de  la  cal)alga- 
dura.  Cavada  anduvo  muy  tí- 
núdo  al  no  decidirse  por  esta 
etimología  que  alcanzó  a  .sospe- 
char. I.enz  no  entendió  la  pala- 
bra urupa,  ¡mes  la  escribió  um- 
pa. 

Urzúa,  a]iell.  .\.sí  lo  escriben 
en  Chile;  pero  Contó  e  Izasa  <lan 
rrsún  y  Orxúa;  y  cu  la  Uihlin- 
tira  df  (iidhndo  aparece  tres  ve- 
ce.s  en  la  forma  Vrsaa  (T.  1,  <'ol. 
KOI)     v  en  los  Diccionarios  En- 


USL 


UST 


(;2o 


cicloiii'dicds  liallaiiio.-í  un  Vrsúa 
y  ningún  Urzúa.  Este  a})ellido 
viene  i^lel  va.-cuence  arxim,  palu- 
nio.  inclión. 

Usable,  ail.j.  Xo  lo  acepta  si 
Dice,  y  ba.-ta  c-on  losunl:  "que 
común  o  frecuentemente  se  usa  o 
se  practica ;  díce#e  <le  las  cosas 
que  con  fa<'iliilad  y  frecuencia  se 
usan."' 

Usillo,  ni.  "Arbusto  muy  ra- 
níoso,  blanquizco,  cuyos  ramos 
son  rollizos,  est.riada>.  Hojas  es- 
parcida.«,  lineares,  lanceoladas, 
agudas,  llana.«,  muy  enteras,  se- 
dosas. Caljezuelas  e.-^pai'cidas  en 
los  ramos,  apenas  pedunculadas. 
Se  halla  en  las  cordilleras  cen- 
trales y  hasta  la  Patagonia." 
(Gay,  Bolánica,  t.  III,  pág. 
292).  El  nombre  científico  que 
le  da  es  c;/clolepis  yermioides  y 
lo  clasificív  en  la  familia  de  las 
compuestas. — Es  claro  que  el 
nombre  debe  ser  husillo,  dini.  de 
Iixso.  por  lo  rollizo  de  sus  ramos. 

Usina,  f.  Del  francés  itsme^ 
que  significa  fábrica,  ing'enio, 
como  lo  es,  i)or  ejemplo,  una  hi- 
landería, un  molino.  "Las  usi- 
nas de  este  país  no  pueden  com- 
pararse con  las  de  Europa."  Pe- 
ro es  tan  fácil  para  los  traducto- 
res no  tener  que  emplear  la  me- 
moria ni  el  diccionario,  sino  so- 
lamente dar  terminación  caste- 
llana a  la,s  voces  francesas,  y 
asimto  concluido. 

Usitado,  da,  adj.  Que  se  usa 
muy  frecuentemente.  Anticuado 
lo  declara  el  Üicc. ;  pero  su  com- 
pueslo  inusitado^  da,  está  en  ple- 
no vigor. 

Uslerear,  a.  Aféase  Hulerear. 

Uslero,  m.  Vt'a.«e  Hulero.  En 
Salamanca  de  Esjmña  llaman  co- 


mo nosotros  uslero  el  "rollo  de 
madera  de  que  se  valen  para 
(•(luipriuiir  y  adelgazar  la  masa 
de  harina,"  (De  Lamano  y  V>e- 
neite). 

l'sTKj),  con).  "\'iiz  del  trata- 
miento corte-ano  y  familiar." 
Indebidamente  y  con  mucha  fre- 
cuencia lo  oniitimcH  en  el  len- 
guaje fam.,  hablado  y  escrito;  lo 
que  e<  contrario  al  buen  uso, 
jiorque  no  se  sal^e  quién  es  el  .su- 
jeto de  la  proposición.  Si  deci- 
mos solamente:  "¿Cómu  está? 
No  III f  priigii  con  miiclid»;  Vá- 
i/iixr  lie  lujul."  y  suprimimos  el 
ii.-<tr<!.  gramaticalmente  no  se 
,-abe  Clin  quién  hablamos. — Pl. 
Por  la  Cdsíiniibre  tan  general  y 
antigua  qur  hay  en  Chile  de 
u.--ar  mal  el  ]>1.  iintedes^  no  notari 
los  chilenos  la  grande  in'egula- 
ridad  que  hay  en  ello.  Si  en  sin- 
gular se  aplica  solamente  a  per- 
sona que  nos  merece  algún  res- 
l>eto,  ¿por  qué  en  pl.  lo  aplica- 
mos a  toda  clase  de  ]3er.«onas, 
aun  a  las  de  última  estofa,  a 
quiene-:  en  singular  nunca  trata- 
ríamos de  usted?  ¿Es  porque  su 
mayor  número  nos  infunde  res- 
peto o  temor?  Nó;  es  sencilla- 
mente porque,  fuera  del  estilo 
oratorio  y  del  lenguaje  escrito, 
los  pronombres  vosotros,  fn/-?,  y 
os  son  inus-itados  en  Chile  y  el 
usarlos  aparecería  como  una 
grande  afectación.  Sin  embargo, 
el  mal  no  es  de  aquí  solamente, 
sino  de  toda  la  América  Espaiíola 
y  de  muchas  partes  de  España,  y 
nó  de  ahora,  sino  de  antiguo.  En 
uno  de  los  aiitos  .sacramentales 
lie  Calderón,  Los  encantos  de  la, 
riilpa,  en  el  cual  todos  los  perso- 
najes se  tratan  en  pl.  de  vosotros, 


024 


UST 


UTI 


halLanios  también  el  ilógico  us- 
tedes: 

Ustedes  ni«  han  escugido 
Para  moi<le:  ¡ea!  acabemua 
De  B:ibcr  cuál  ea  la  corte. 

¿Entraría  en  el  pensaiiiieuto,  al 
expresarse  de  esta  manera,  el  ser 
la  Sencillez  iX'ivoniticada  quien 
pronuncia  estas  palabntó?  Pro- 
bablemente nó,  porque  el  mis- 
mo us-'o  luillamos  en  Moreto,  Sta. 
Teresa,  Gerardo  Lobo  y  otros, 
hasta  tal  punto  que  D.  Adolfo 
de  Castro  llegó  a  excu-sarlo  así: 
"A  veces  el  ustedes  no  se  toma 
en  el  significado  <le  ser  contrac- 
ción de  vuesas  mercedes,  único 
que  se  le  atribuj'e,  puesto  que, 
liablando  con  nuestra  es]'osa  e 
hijos,  o  hermanos,  o  íntimos 
amigos,  decimos  hoy:  Pueden 
ustedes  salir  a  paseo,  venir  al 
teatro  conmigo^  esperarme  en  tal 
sitio,  etc. ;  en  lo  cual  se  ve  que 
no  vamos  a  llamar  de  vuesa  mer- 
ced a  nuestra  esix)sa,  a  nue.«tros 
hijos,  hermanos,  amigos  del  al- 
ma, etc.,  a  quienes  tuteamos. 
Aquí  se  ve  que  en  ocasiones  el 
ustedes  es  pl.  de  algunos  rt  mu- 
cha? túes."  (Estudios  práct.  de 
buen  decir,  pág.  72).  Lo  mismo 
practica  y  vuel^■e  a  enseñar  en  la 
pág.  "204.  A  pesar  de  esto,  empe- 
ñcmono.'<  en  dejar  e,ste  vicio,  que 
vicio  es  a  todas  luces,  y  hablemos 
como  (\>rvante.s,  que  nunca  cayó 
cu  ó!,  y  como  la  gnuí  mayoría 
(le  los  bvienos  autores. — Xo  ad- 
vierte el  Dice,  y  delwría  hacerlo, 
que  en  lenguaje  fam..  en  prosa  y 
en  vei>o,  se  apocof)a  usted  en 
usté.  No  nombra  tampo<-o  todas, 
sino  alguna.»  de  la:i  formas  por 
que  i>as<')  vuestro  ntirced  hasta 
(luedar  cu  usted;  y  debería  nom- 


l>rnrhis.  ¡(orque  todas  aparecen 
en  los  autoreo  y  estuvieron  en 
uso  por  algún  tiempo:  todas 
ellas,  menos  incsfed  y  vucceil^ 
pueden  vei-se  en  la  nota  50  de 
Cueno  a  la  ( iraniát.  de  liello. 

Usufrutar,  a.  rsuiructwir  y 
ant.  usufrutuar.  Por  consiguien- 
te, usufruciiÁo^  túus,  túan,  etc. 

Usufruto,  ni.  El  ¡meblo  y  al- 
gunas i)ersonas  educadas,  pero 
que  cuentan  de  edad  varias  pri- 
maveras, dicen  usufruto,  usufru- 
tuar, usufruluario,  como  decían 
las  antiguos  españoles;  por  eso 
aparecen  estas  voces  en  el  Dice. 
como  anticuadas.  Véase  C. 

Utave,  m.  En  Chiloé,  manojo 
de  trigo  o  gavilla.  Del  araucano 
utin  o  utun,  los  atiulos  de  maíz 
para  guaiviar  en  unas  varas. 
(Cavada). 

Utilaje,  m.  Conjunto  de  los  úti- 
les y  enseres  que  se  nect»sitan  en 
los  teatros.  Es  el  francés  outiUa- 
ge,  que  en  aquella  lengua  tiene 
significado  más  general,  pnes  se 
ai>l¡ca  a  los  utensilios  y  enseres 
de  cualquiera  induslrin  o  explo- 
tación. Otros  dicen  utilería.  Ea 
voz  castiza  es  gunrdarropiu  (en  el 
teatro,  ctmjunto  de  traje.>  que 
sólo  sirven,  por  regla  general, 
j)ara  vestir  a  los  coristas  y  eoni- 
pai"sas;  y  también  el  de  efectos 
de  cierta  clase  necesarios  en  las 
re])resentaciones  escénicas;  lugar 
o  habitación  cu  que  se  custodian 
estos  trajes  o  efectos).  Véase 
Tutelaje. 

Utilería,  f.  Lo  mismo  que  el 
anterior.  "Igual  cuidado  de  la 
realidad  ha  incsi(lid<i  la  elección 
del  vestuario  y  de  la  utilería." 
(El  Diario  Ilustrado,  1."  Oct. 
1!)15). 


UTI 


UTO 


62," 


Utilero,  la.  El  que  cuida  del 
utilaje  o  utilería  de  los  teatros. 
En  castellano  se  dice  guordano- 
po,  m.  (en  el  teatro,  peivona  en- 
cai'gada  de  suministrar  o  custo- 
diar los  vestidos  y  efectos  llama- 
dos dé  ííuardarropía).  A'éaí« 
Utilaje. 

ÚTILES,  m.  pl.  Han  dudado 
ido-unos  que  pueda  usarse  por 
utensilios:  pero  ha.sta  abrir  el 
l>icc.  para  ver  que  e.\pre.«amente 
le  da  las  dos  primeras  aceps.  de 
iitcníñJio,  que  .son:  "lo  que  sir\'e 
para  el  uso  manual  y  frecuente. 
Ú.  m.  en  pl. ;  herramienta  o  ins- 
trumento de  TUi  oficio  o  arte.  Ú. 
m.  en  pl.'' — Tratiindose  de  la  la- 
branza, e.s  más  propio  apero,  que 
.significa:  "conjunto  de  instru- 
mentos y  demás  cosas  necesaria.s 
jiara  la  labranza:  por  extensión, 
conjunto  de  instrumentos  y  lie- 
iTamienta^  de  oti'o  cualquier  ofi- 
cio. En  e-sta  ■2.'"acep.  ú.  m.  en 
pl."  Enseres  tiene  significado  ge- 
neral: "efeí'tos,  muebles,  instm- 
mcntos  necesarios  o  convenientes 
en  una  ca^a  o  ])ara  el  ejercicio 
de  una  profesión." 

UTiLiTARis>ro,  m.  Debe  ya 
admitirlo  el  Dice.  i)ara  evitar  los 
circiuiloqiiios  de  sisfentn  utilita- 
rio, ihirfriiia  O  teoría  utilitaria, 
etc. 

Utilitarista,  com.  llasta  con  el 
adj.  idilitario.  ria:  "que  sólo 
jn-opende  a  con-eguir  lo  útil;  que 
antepone  a  todo  la  utilidad." 

Ut  ixfra.  Expreíñón  latina 
que  significa  "como  abajo/'  esto 
es,  como  se  dirá  má.s  abajo  o  más 
adelante:  porque  del)e  tenerse 
presente  que  twlo  libro  se  e*cn"- 
bía  antiguamente  en  una  tira 
continua    de   pei"ganiiiio.    la  que 

Dice,  de  Chil.,  t.  V. 


deajmés  st'  envolvía  en  un  cilin- 
dro (volee re,  y  de  aquí  la  pala- 
bra volumen). — Ui  infra  debe 
admitir.-r  por  la  mi.<ma  razón 
j)or  que  -c  admitieron  ut  retro, 
vt  sijpra  y  taul<i.~  oü'as  expresio- 
nes semejantes  a  cs(;is. 

Uti  PüssiDETis,  ni.  Expresión 
latina  que  significa  "como  pose- 
éis" y  que  se  usa  en  el  lenguaje 
diplomático  para  expresar  el  es- 
tado en  que  quedaron,  respecto  a 
límites,  las  repi'iblicas  Midameri- 
canas  al  tiempo  de  su  emancipa- 
ción de  la  metrópoli.  Hace  falta 
en  el  Dice. 

fTOPÍA,  f.  Plau,  proyect-o, 
docti-ina  o  sistema  halagüeño, 
pero  irrealizable. — Utopia  y  uto- 
pia escribía  el  Dice,  en  su  12.* 
edición ;  pero  la  lo.''  y  la  14." 
sólo  admitieron  utopía.  Como 
todavía  son  muchos  los  que  di- 
cen utopia,  que  es  más  conforme 
con  el  castellano,  mientras  uto- 
pia lo  es  con  el  francés,  es  prefe- 
rible que  el  Dice,  conserve  las 
dos  acentuaciones.  Por  lo  demás, 
no  pueden  tampoco  aplicái*sele 
las  reglas  del  griego,  porque  no 
se  obsen"aron  en  su  fomiación, 
sino  que  se  tomaron  a  la  pata  la 
llana  dos  veces  griegas,  o'j,no,  y 
Toro;,  lugar,  para  designar  una 
isla  imaginaria:  por  eso  dicen 
nniy  l)ien  los  PP.  Hernández  y 
Re.4rejvo  que  es  "voz  de  forma^ 
ción  extraña  al  gi'iego  que  no 
tiene  razón  para  suplantar  a  la 
castellana  qaiinera."  El  Dice,  no 
ha  .«ido  con.secuente  en  la  acen- 
tuación de  los  nomljrcs  griegos 
en  opi/i:  dice  miopia,  y  nictah- 
pla,  y  después  Etiopia  y  utopia; 
de  los  ctimpue>-t<i^  del  v.  ivjjT.iot. 
i'xaminar,    trac     rtáwoseopia     y 


626 


UXO 


UVA 


hieroscopia,  y  al  contrario,  espec- 
troscopia, laringoscopiu,  oftcl- 
inoscopiu,  otoscopía,  necroscopia, 
rinoscopia  y  uroscopia,  fuera  de 
los  masculinos  calidoscopio^  es- 
pectroscopio, laringoscopio,  mi- 
croscopio^ ultramicroscopio,  of- 
tulmoscopioj  otoscopio,  fósforos- 
copio.  ¿Cómo  puede  eutoncas 
exigir  que  nos  sonietainos  a  .sus 
acento- "' 

Utral.  ni.  En  ChiUié.  la  ui'- 
dimbre  }'a  e.-lirada  para  empezar 
«1  tejido.  Del  araucano  uúthaln, 
parar  o  armar  los  lizos  para  tejer. 
(Cavada).  De  este  inLsnio  v.  vie- 
ne uütJmlhue^  la  armazón  del 
telar  o  el  mi.snio  poncho  armado. 
'Febn'.s). 

Utrún,  m.  (El  jíueblo  pronun- 
cia utrrún).  Véa.-íe  Huitrín,  que 
e.-!  la  forma  usada  en  la.-<  provin- 
cias centrales;  en  las  del  Sur  se 
dice  utrún,  más  cercano  al  arau- 
cano, y  se  le  da,  además,  la  acep. 
de  cuelga  de  cebollas,  saita  de 
ajíes,  ri.stra  de  niazorcais  de  maíz. 

Utual,  adj.  Es  corrupción  ple- 
l)eya  do  acfu/il,  nó  porque  la  a  .se 
baya  convertido  cu  k .  como  en 
turumba  y  despaturrado,  sino 
porque  la  <■  ante«  de  t  se  vocaliza 
"u  u:  autual;  y,  como  esto  es 
duro  de  i>ronvn)ciar  ])ara  el  pue- 
blo, (juitó  (Vte  la.  f)rimera  a  y  de- 
jó mondo  y  lirondo   utual. 

rxoKKiDA,  m.  .A.-íchího  (le  su 
[iropia  nnijer.  Voz  usada,  l)ien 
formada  y  digna  de  admitirse. 
No  .«o  confunda  con  cóni/uf/icHla, 
que  se  refiere  a  cualquiera  de  los 
do.-  cónyuges.  Vcitse  l''ii.i(ii).\. 

''xDiJicinu)',  m.  Ase-Pinato  de 
la  propia  mujer  cometido  por  el 
mando.  Tan  l>ien  formado  como 
iiifiiiiticiiliii,  (nilriiiilii),    ilt'iclilio, 


tiranicidio,  etc.,  y  autorizado  ya 
por  el  a-o,  merece  entrar  en  el 
Dice.  No  e.s  igual  a  cónyu.gi<-idio, 
que  se  refiere  a  cualquiera  de  los 
dos  cónyuges. 

Uva,  f.  En  algunas  i)rovincias 
del  Sur  llaman  uva  el  agiiar- 
lücnte,  aunque  no  sea  de  uva, 
sino  de  cualquiera    otra  materia. 

—  Uva  chaucha :  la  de  granos 
muy  ix>queñitos.  Véa.se  Chaucha. 
— Uva  dedos  de  dama.  \'ca--H.' 
Dedo  en  el  A])cndice  del  "2.°  t. — 
Uva  torrontel.  X'éase  esta  última 
\-oz. — Otras  variedades  de  uvas 
que  hay  en  Chile,  como  la  tíva 
blanca,  la  morada,  la  negra,  la 
rosada,  no  aparecen  tampoco  en 
el  Dice,  sin  duda,  ]),orque,  a  su 
juicio,  no  encierran  estos  adj.s. 
el  valor  de  una  loe.  o  denomina- 
ción particular,  sino  que  e.-itán 
usados  en  su  propio  y  vor< ladero 
significado. —  Uvas  borrachas: 
miel  o  almíbar  de  uvas,  cou 
agregación  de  algunos  granos 
frescos  y  enteros.  Unas  veces  se 
toma  así.  y  otras  se  cuece  todo 
junto.  Ivs,  poco  más  o  menos,  el 
iirate  castellano  (conserva  hecha 
di.  uvas,  regularmente  cocidas 
con  el  mosto,  basta  que  t<  'na  el 
]iunto  le  arropea.  Recuérdese 
también  la  pata  de  pavo  (harina 
to-iada  iuuui'dccida  con  granos 
(le  uva  (píese  aplastan  solire  ella). 

—  Estar  uno  como  una  uva:  es- 
tar muy  l«)rracho:  en  c;i~1ellano, 
llerhii  una  uva. — Estar  rerdcs 
las  uvas,  fr.  fig.  que  el  Dice.  abri>- 
\ia  en  Estar  nrdes.  \'éase  lís- 
T.M!.  Calvallero  la  trae  en  csla 
otra  forma,  que  también  es  nmy 
U.sjtda :  f'oiuii  las  kivj.s  d(  la  l'>- 
rra:  'Mícesc  familiai-mente.  alu- 
diendo  a  una  nmv    conoci<la  fá- 


UVE 


UZE 


(127 


ínila,  de  Utó  cosas  que,  por  no  es- 
tar a  nuestro  alcance,  la.s  deja- 
iiHis,  como  renunciando  \olunta- 
riainente  a  ellaá." 

UvÉ,  f.  Nombre  que  daban  las 
.uramáticas  y  silabarios  a  la  ve 
(cj,  ])orque  antiguamente  tenía 
valor  de  ii  y  de  v.  "Y.  poi^iue 
usamos  de  dos  maneras  -le  u, 
decía  Juan  de  ^'aldés  en  ^  •  fa- 
moso Diálogo,  mía  de  dos  piernas 
y  otra  casi  redonda,  halx'is  de  sa- 
l)er  que  déstas  yo  no  uso  indife- 
rentemente, antes  tenga  adverten- 
cia que  nunca  pongo  la  ii,  de  dos 
piernas  sino  cuando  la  í'  es  vo- 
cal." Cotarelo.  Secretario  de  la 
Academia  Española,  estudiando 
en  su  Fonologm  Española  el  uso 
y  valor  de  la  b  y  v,  dice  que  es 
claro  que  lutliría  que  adoptar 
otro  nond)re  para  la  i-'  conisonan- 
te,  y  "el  más  propio  sería  nbé, 
que  indica  la  naturaleza  y  oficio 
de  la  letra,  y  es  breve."  Uve  pre- 
ferimos nosotros,  porque  la  con- 
fusión de  la  ((,  es  más  con  la  í' 
que  con  la  b.  El  Dice,  la  llama  '( 
consoitante,  nombre  que  no  sa- 
tisface enteramente,  porque  la 
figura  de  la  letra  es  distinta  de 
la  «;  y,  aunque  en  otro   tiem]>o 


así  se  llamara,  hoy  debe  califi- 
cai'ise  de  anticuada  esta  denomi- 
nación. 

UviLLA,  f.,  dim.  de  uva.  Así 
llamamos  la  baya  de  los  grose- 
lleros Ribe.s  glandulo.mm  Ruiz  y 
Pav.  y  Ribr.9  punrfafum.  Ruiz  y 
Pa\'.,  jiorque  algo  se  ]iarece  a  la 
in'.-i. 

Uvilla,  apell.  I'hilla  se  escrilje 
en  España.  Nada  tiene  que  ver 
con  wi'ft,  porque  no  viene  de  éste, 
sino  del  vascuence  vbilla^  flu- 
xióiij  flujo,  Hviido,  reuma;  movi- 
n.iiento  de  cosas  líquidas  o  suti- 
les. Otro  diccionario  lo  interpre- 
ta "hallazgo  de  agua."  En  Chile 
domina  también  la  grafía  Ubi- 
lia,  pero  no  faltan  quienes  escri- 
ban  Uvilla. 

r\-iLLO,  ín.  Arbusto  trep.idor, 
nniy  lampiño,  de  hojas  coriáceas, 
ao\-adas.  obtusas,  con  flore-  blan- 
ca- o  ro.sadas  reunida-^  en  cortos 
racimos  axilares,  y  fruto-  ana- 
ranjados. (Philippi,  que  lo  clasi- 
fica en  la  familia  de  las  fitolacá- 
ceas  y  ln  llama  uvlUo,  vulgar- 
mente boqui  traro,  y  en  latín, 
crrilla  volu bilis  A.  -Juss.)  Se  cría 
desde  el  Perú  hasta  Puerto-Montt. 

Uzear.  \^éase   Ucear. 


V 


V. — 1."  Véanse  B  y  Uve.  Co- 
mo otra  [>nieba  má.s  de  la  igual- 
dad de  sonido  de  la  6  y  de  la  r 
para  los  españoles,  nótense  esta.* 
palabras  de  Don  Juan  de  Triarte: 
•■Pí)r  tener  en  nuestra  lengua  la 
V  consonante  ol  misino  >onidi) 
que  la  P».''  (Disc.  IX).  Recuér- 
dese también  la  nnitua  vaya  que 
se  dan  los  estudiante*  e^-pañole* 
y  alemanes  por  la  pronunciación 
de  /)  y  !'.  "¡  O  bcati  gerniani.  flicen 
aquéllos,  quorum  Deus  vcrun  est 
Deiw  feruíif  ¡O  beitti  hispani, 
conte'itjín  éstos,  quibus  Iñhcrr, 
virr.re  est!'"  En  Chile  igualamos 
tflmbién  amba«  sonidos,  menos 
en  algunas  partes  del  Sur  en  que 
b,  por  la  influencia  del  araucano, 
suele  convertii'se  on  /.•  como  en 
cífico  ])or  rivlro.  Véa.«e  F.. 
2." — 2."  ]'  y  h  suelen  transmu- 
tarse en  ff.   Véase  (!,  ^.:  y  en  ni. 


Véase  M.  o.° — S.°  Se  pierden  on 
uno  que  otro  vocablo:  ufanda, 
uscar,  astinencia,  susidio,  suterrá- 
neo,  tamién,  caula.  Vé;i.<c  Cárni- 
ca, y  en  contra  de  las  voces  alu 
citadas  Rx-nérdese  nuestro  lamber 
con  sus  derivados:  y  a.^imi.^imn 
pipiripavo  por  pipiripnn.  El  ca.*- 
lellano  ]>erdió  también  estas 
letras  en  mtio.  natío,  río.  vacin. 
encía,  Irjla,  hi'xpcra.  Iií.fca.  ¡niho, 
nrí.  tí.  Nóte.«e  este  refrán  español 
del  Maestro  (Virreas:  ""KI  que 
tiene  la  búa,  éac  la  extrn.ja.  Búa 
solían  de<'ir  i>f)r  l>ii,ba.<i,  como  úas 
por  uvas."  (]'ncahiilarl>i,  pág. 
04").  Azai'irhr  .<e  llama  en  Hur- 
guillo?  (de  España)  mía  fuente 
y  un  arroyo;  de  arrf)iirh<\  que 
para  aquel  pueblo  e5  azaúche. — 
■1."  Se  vocalizsui  en  algunas  vo- 
ces :  Audón,  na,  ausolución,  au  ■ 
soluto.   \'éas<'  I  .  :■.."    .\.«í  el  esi)a- 


VAC 


VAC 


i;i*9 


ño]  dijo   recaudar^   de   recabdar; 
riiidad,  de  civdad.  Véase  C. 

Vaca,  f.  No  es  chilenismo,  co- 
mo han  creído  alguiics.  sino  vo- 
cablo castizo  en  la  acep.  de  "dine- 
ro que  juegan  en  común  dos  o 
más  personas." — Fig.  y  fam., 
juego  de  prendas  que  consiste  en 
dar  a  cada  uno  de  los  asistentes 
el  nombre  de  un  miembro  o 
presa  de  la  vaca  y  contestar  con 
este  mismo  nombre  a  la  ipregimta 
que  hace  el  presidente  del  juego 
o  completar  la  proposicicSn  que  él 
inicia.  Por  ejemplo:  "V.Qné  le 
<luele  a  la  vaca?  La  cola,  la  pan- 
za, el  lomo,  etc.,"  contestan  los 
cjue  tienen  estos  nombres.  "La 
vaca  tiene  mal  olor  en ... "  y 
contenta  cada  uno  repitiendo  su 
nombre.  Y  todo  esto  con  mucha 
rapidez  y  sin  guardar  orden  de 
colocación,  para  que  así  se  equi- 
voquen los  jugadores  y  den 
prenda.  Otros  lo  juegan  dando 
prenda  cada  jugador  que  .se  ría; 
y  haj»^  mucha*  ocasiones  para 
reírse  por  los  nombres  que  se  dan 
a  las  i}er.«onas  y  \mt  los  desprcf- 
pósitfls  que  resultan  de  las  res- 
pueistas.  No  le  hallamos  en  el 
Dice,  nombre  a  este  juego. — 
]'iicfi  lechera.  Véase  Lechero. — 
Vncn  líiarinii.  Taiiiliién  se  llama 
nicfi  de  mar  (que  no  aparece  en 
el  Dice),  m-atiafí  o  ma-iuito,  ros- 
maro y  pez  iiiiijer. —  Vara  aeca. 
A'éase  Seco. — <^arne  de  vaj;a,  o 
nica,  simplemente.  Véase  Carne. 
— El  (jae  se  manea  es  vaca.  Vé- 
ase Manearse. — La  última  leche 
de  lii  caca  de  ño  José,  loe.  fig.  y 
fam.  que  se  usa  pnncipalniente 
en  los  juegos  de  axnv:  e!  últiino 
centavo  o  dinero  que  le  queda  a 
nnn — Ligarle     a    uno    vaca,    fr. 


fam.  del  juego  del  bacará:  estar 
con  ])ésima  suerte.  Debe  escribir- 
se baca,  que  en  este  juego  vale 
diez  puntos,  lo  que  equivale  a 
cero  o  nada. — ¡Quién  como  us- 
ted, madre  mía,  que  tiene  vaca 
parida  y  toma  leche  todos  los 
días.'  Refrán  chileno  con  que  se 
expresa  el  sentimiento  por  la  ri- 
queza, la  comodidad  o  el  bien  de 
otro. —  ]'olrrr  n  uno  vaca,  rosilla, 
fr.  lig.  y  fam.  chilena:  volverle 
tanrnilja.  ^'^■:l-(■  Turumba. 

Vacaje,  iii.  .Manada  de  ganado 
vacuno;  en  castellano  vacada  o 
vaquería.  Véase  Tutelaje. 

Vaci.\r,  a.,  r.  y  n.  El  ])ueljlo 
lo  conjuga  malamente  vaceo, 
vacean,  vacee,  vaceen,  como  lo 
hace  con  todos  los  verbos  en  iar. 
La  conjugación  clásica  desde  el 
Poema  del  f'id  es  vacio,  vacias, 
etc..  por  excepción  de  la  regla  ge- 
neral que  deliería  darle  la  acen- 
tuación del  adj.  vacío.  Vacio,  va- 
cias, enseñan  también  todos  los 
gramáticos  ( Correas,  Bello, 
Cuen^o,  Puigblanch,  Menéndez 
Pidal,  etc.)  y  el  Dice,  de  la  Aca- 
demia :  .sin  embargo,  los  valen- 
cianos, los  catalanes,  que  por 
cierto  no  .son  autoridades  pava  la 
lengua  castellana,  y  uno  que 
otro  autor  dicen  vacío,  vacías. 
Así  .se  lee  también  en  e«te  refrán 
que  cita  Gonzalo  Correas:  ''Siete 
la  vacía  siete  la  hinche  al  ilía: 
en  tu  casa,  que  no  en  la  mía." 
(Vocahulario.  pág.  262  b).  Mon- 
tólo lo  da  en  esta  forma:  ".Mai'i- 
üarcía  siete  la  vacía  y  siet<'  la 
hinche  al  día:  en  tu  casa,  que  no 
en  la  mía."  (Personajes,  personas 
y  personilla-'^,  t.  TL  pág.  147). 
Como  este  refrán  fué  inventado 
l)or  una  gente  rústica,  al  decir  de 


630 


VAC 


VAE 


Correa?,  y  nu  en  tampoco  de  los 
conocidos  y  aceptados  por  todos, 
sil  autoridad  griunatical  es  iiiiia; 
por  cíío  sigamos  diciendo  con  la 
.líenlo  culta:  vacio,  vacias ^  vacie, 
vacien. 

Vacío,  m.  Hacerle  el  vacio  a 
uno,  fr.  fig.  que  puede  ya  admi- 
tir el  Dice,  tomada  de  la  acep. 
que  tiene  vacio  en  Física:  "espa- 
cio que  no  contiene  aire  ni  otro 
gas."  Esto  fué  lo  que  hicieron 
con  Catilina  los  senadores  roma- 
nos, como  se  lo  echó  en  cara  Ci- 
cerón en  la  primera  de  sus  Cati- 
Unarias:  "¿Quid,  quod  adveutu 
tuo  ista  subselia  vaoui  facía 
,vuHtf  ¿Quid,  quod  omnes  consu- 
lares, qui  tibi  pcrsaepe  ad  cae- 
dem  constituti  fuerunt,  simul 
atque  sedisti,  partem  istaní  subse- 
liorum  nudam-  atque  innncm  re- 
Uqucruntf  Esto  es  en  sentido 
material ;  pero  en  sentido  tig.  es 
contribuir  con  actos  negativos  a 
que  uno  pierda  en  la  0{)inión 
pública,  por  ejeinplo,  no  visitán- 
dolo ni  saludándolo,  ni  hacién- 
dole ninguna  manifestación  de 
respeto,  amor,  etc. — Por  la  mis- 
ma razón  debe  admitirse  tami»ién 
la  fr.  Caer  en  el  vacío,  que  .signi- 
fica no  dar  en  el  hito,  no  tener 
aceptación. 

V.\fo,  (A.  adj.  No  está  anti- 
cuado y  significa  lo  mismo  que 
vacuo  y  vacante  en  esta  ace[). : 
"aplícase  al  etu-go  o  empleo  que 
están  sin  proveer." 

Vacuna,  f.  No  debe  confun- 
diese con  vacunación.  Vacun<i  es 
el  grano  o  viruela  que  sale  a  lafi 
vacas  y  que  por  iníK'ulación  se 
tran.'»niit«  al  homl)re.  y  tandtién, 
pus  de  estos  granos  o  fie  los  gra- 
nos de  los  vacunados:  v    vacuna- 


ción es  acción  o  efecto  de  vacu- 
nar. Dígase  pues  oficinal,  jimta^ 
le;).  reglaiMcnto  de  vacunación,  y 
nó    de  vacuna. 

Vacin.vdor,  m.  Individuo  que 
vacuna.  Es  voz  corriente  en  Chile 
y  que  corre.-ponde  al  que  ejerce 
la  profesión  de  vacimar;  y,  como 
está  bien  formada  y  es  necesaria, 
debe  admitirla  inanediatamente 
el  Dice. 

Vacunatorio,  ni.  Oficina  de 
vacunación.  Todavía  no  tiene  el 
uso  nec&<ario  para  ser  aceptado. 

Vade  y  yauemécim,  m.  Son 
iguales  y  significan  lo  que  nues- 
tro bolsón^  V^éase  en  su  lugar. — 
Voiimccum  es  "libro  vi  otra  cosa 
que  habitual  y  cÁmodameiite 
puede  o  debe  uno  llevar  encima 
o  consigo  por  la  utilidad  que 
presta."  Esta  acep.  tiene  tanii)ién 
rademécuiít. 

Vadeador,  m.  Individuo  que 
conoce  bien  los  vados  de  los  ríos 
y  se  ocupa  en  guiar  y  salvar  a  los 
que  los  i)asan.  "El  vadeador  lo 
hizo  saltar  al  caballo  y  comenzó  a 
salir."  (El  Fai--',  de  Concepción, 
n."  5,^70).  Falta  en  el  Dice,  este 
vocablo,  porque  no  l)a,«tan  prác- 
ticd.  dirMro,  baquiano,  f/uia.    . 

Vaeme,  m.  En  Cliiloé,  milcao 
colado  hervido.  Talvez  del  arau- 
cano vainin,  heñir  o  hac«r  her- 
\ir.  V.  m.  en  ]>1.  No  hemos  oído 
la  foruia  váemes  que  I.enz  pone 
como  dudosa.  (Cavada). 

¡Vae  vicTie!  interj.  Signifi- 
ca en  latín  "¡  ay  de  los  venci- 
dos!" v  es  de  uso  general:  debe 
pnies  admitirla  el  Dice.  Pronun- 
ció esta  fr.  Rreno,  jefe  de  los  ga- 
los, en  la  famosa,  irrupción  que 
hicieron  ésl<is  sobre  Poma  ol  año 
•.',09  antes  de  J.  C. 


VAG 


VAH 


631 


Vagabundaje,  m.  Vagancia^ 
iiccióu  de  vagabundear.  Dos  ve- 
ce» usó  este  vocablo  Don  Manuel 
Blanco  Cuartín :  "Por  fortuna,  el 
vagabundaje  literario  ha  de.~apa- 
leciilo  por  completo."  '"¿Para 
cjué  querría  yo  ilusione;^,  pobre 
beduino  de  las  letras,  cuando  rio 
tengo  ni  la  seguridad  de  hal>er 
renunciado  al  inexorable  vaga- 
bundaje?" (Bohemios  del  kden- 
fo,  y  y  VII).  En  España  dicen 
vagubaiidio,  que  merece  pasar  al 
Dice,  de  vagabundear  (andar 
vagabundo).  "Tainbién  nos  da  a 
conocer  el  especial  vagabundeo 
de  su  inquieto  espíritu,  amigo  de 
correr  en  pos  de  visiones  desco- 
nocidas." "Por  eso  .gustaba  de 
andar  perdido,  como  los  bardos 
osiánicos.  en  un  per]')ctuo  riKin- 
bundeo  artís-tico."  (Juan  López 
Núñez,  Bécquer,  XIII,  XXVI). 

Vagar,  n.  Hay  en  castellano 
dos  verbos  de  esta  misma  forma: 
uno  derivado  del  latín  vacare  y 
}!or  e-o  significa:  "tener  tiempo 
y  lugar  suficiente  o  necesario  pa- 
ra hac-er  una  cosa;  estar  ocioso, 
sin  oficio  ni  1)eneficio."  El  otro  e^ 
derivado  del  latín  vagari  y  signi- 
fica: "andar  jwr  varias  partes  sin 
determinación  a  sitio  o  lugar,  o 
sin  especial  detención  en  ningu- 
no; andar  por  un  sitio  o  despo- 
blado sin  hallar  camino  o  lo  que 
se  busca;  andar  libre  y  suelta 
una  cosa,  o  sin  el  orden  y  dispo- 
sición que  regularmente  debe 
tener."  El  primero  es  el  que  usa- 
mos cuando  decimos:  "No  vagan 
las  malas  noticias;  No  vagaba  de 
llover."  "No  me  vaga  rascar  la 
cabeza:  aun  para  rascar  la  cabe- 
za no  tengo  espacio."  (Correas, 
Vocabulario^  pág.  509  a). 


Vagoroso,  sa,  adj.  Muchos  po- 
etas aprendices  caen  en  el  error 
de  e--cribir  así  este  adj.,  al  estilo 
de  caloroso,  rigoroso,  cuando  su 
única  forma  es  vagaroso,  sa^  del 
V.  vagar,  pueslo  que  no  hay  s. 
vagor,  y  con  el  adj.  vago  no  se 
explicaría  la  r.  El  significado  es: 
"que  vaga,  o  que  fácilmente  y  de 
continuo  se  mueve  de  una  a  otra 
parte.  Ú.  m.  en  poesía."  Es  excu- 
sado citar  ejemplíjs  de  su  buen 
uso,  porque  todos  los  buenos  poe- 
tas lo  usaron  y  lo  usan  bien.  Sólo 
en  el  siglo  XV  hallamos  que 
Diego  del  Castillo  dijo  muerte 
vagorosa;  pero  bien  puede  ser 
errata  del  texto  moderno  cpie  te- 
nemos. 

Vaguear,  n.  Es  ca,stizo  en 
todas  las  aceps.  de  vagar,  el  2," 
de  los  dos  que  acabamos  de  defi- 
nir; pero  no  debe  confundirse, 
como  lo  confunden  algunos,  con 
vahar  o  vahear^  n.,  "echar  de  sí 
vaho  o  vapor."  "Aquel  plato- 
nazo  que  está  máí  adelante  va- 
hando," leemos  en  el  Quijote  (p. 
II,  c.  XLVII).  Avahar,  n.  y  r., 
significa  también :  "echar  de  sí 
o  despedir  vaho." 

¡Vah!  interj.  El  Dice,  escribe 
¡bahl  (interj.  con  que  se  denota 
incredulidad  o  desden),  sin  .seña- 
larle etimología.  Nosotros  cree- 
mos que  debe  escribirse  ¿vah!, 
fiorque  es  la  interj.  latina  que 
c-ons1a  de  estas  mismas  letras  y 
tiene  el  mismo  si.gnificado.  El 
Padre  Ángeles,  comentando  el 
texto  del  Evangelio:  "Vah!  qui 
destruís  templum  Dei..  . ,"  escri- 
bió: "La  palabra  vah  es  interjec- 
ción, y  entre  los  latinos  significa 
cierto  modo  de  escarnio,  con  la 
boca  más  abierta  y   desplegada. 


(■,32 


VAI 


VAI 


medio  sacada  la  lengua,  y  los 
ojo.*  de-'í'jaiTa'doá  y  en  blanco." 
( \'eijel   e-tpiritivul.  <'.   XVIII,    § 

iin. 

Vailahléx,  ni.  "Hapl'opappu.s 
Reiiiy.  Tallo  leñoso,  lampiño, 
ulntino.-ío;  hoja.s  coriáceas,  con 
la  hase  j)ei-siátente  en  el  tallo, 
imiy  acercada.*  en  la  parte  infe- 
rior de  lo.<  ramo.s,  tra.*-ovalad;us- 
Cíípatulada.s,  bordeadas  en  su  mi- 
tad .*n[)erior  de  dientes  gancho- 
so.*, de  uno.*  25  milímetros  de 
lar<io  soijre  10  de  ancho;  cabe- 
zuela* .solitaria*  en  el  ápicíe  de 
nuuas  alargadas,  casi  desnudas 
en  su  parte  superior,  aquenios 
muy  lampiños.  Se  ciia  en  las 
conlilleras  de  Hurtado  1  provin- 
cia de  Coquimlio],  etc.,  y  l(x*cam- 
))e-qiio*  lo  emplean  en  las  enfer- 
medades de  las  mujeres,  para 
curar  las  llagas  de  caballos,  etc." 
( r'Iiilippi.  que  lo  clasifica  en  la 
familia  de  las  *inant»''reas,  subor- 
den de  las  tubilifloras) . — El 
nombre  de  este  arba*to,  que  in- 
debidamente e*criben  casi  todos 
con  /í,  como  .*i  tuviera  relación 
con  el  V.  hailar,  viene  del  arau- 
cano rain,  hervir,  y  lahxien,  re- 
medio, medicamento;  como  que 
"se  administra  también  en  infu- 
>ione*  teiformes  para  activar  las 
fvniciones  estomacales  en  los  ca- 
-o*  de  indigestifSii  o  de  t-iirdanza 
diíiestiva."  (Murillo). 

V.\iXA,  f.  lieláda  que  se  liace 
con  cluimpdña,  huevo  y  otros  in- 
liredientes. —  Vnina  d-fí  linl>a,  loe. 
fig.  y  fam.:  cosa  despivciable  y 
de  ningún  valor.  Es  sinónima  de 
la  española  La  carabina  de  Am- 
linnrio  y  de  las  chilenas  Lo  pelo- 
iii  (Ir  hi  rni-i-i'l.  La  mcca  del 
pequen. — Meterle  una      vaina  a 


uno,  fr.  fig.   y  fam.:   darle  o  pe- 
garle un  sablazo.   A'éiiíSi  esta  voz. 

Vainillar,  a.  Deshilar  una  tela 
en  liis  orillas  y  más  adentro  del 
dobladillo.  "Sábanas  vainilladas" 
.*e  animciau  en  alguna»  lieiuhtó. 
— Es  V.  fornmdo  del  castellano 
vainica  (meuiido  y  sutil  deshila- 
do que  hacen  las  costureras  a  la 
orilla  de  la  tela,  junto  a  los  do- 
bladillos), que  Domínguez  e.*cri- 
l)e  también  cainill^  y  así  mismo 
Cervantes:  "En  hacer  vainilln.'^  y 
lalxtr  blanca,  ninguna  me  ha 
echado  el  pie  adelante,"  (Quijo- 
te, p.  II,  c.  XLVIII).  Es  e.\traño 
que  todavía  no  haya  recogido 
e*ta  forma  el  Dice. 

A^Ais,  VAMOS.  Véast^  Ir. 

Vaitucán,  m.  Un  gaii-so  her- 
\ido,  generalmente  carne  hervi- 
<la  en  agua.  Otros  ¡¡ronuncian 
bautucán. — Es  el  araucano  vni- 
tiu-an,  un  guiso  hervido,  y  ha- 
cerio.  (FebrtVs).  El  P.  Augusta 
no  registra  esta  voz  y  sólo  nos  da 
vndknmn,  hervir,  y  n'axik-iin^ 
halier  hervido,  y  como  adj.,  her- 
vido. De  la  raíz  ivad,  con  la.s  par- 
tículas fun  y  ca,  debió  de  for- 
marse wadincan,  convertido  en 
vaitucán. 

X'aivknkar,  a.  Causar  o  pro- 
ducir vaivén.  Dos  veces  u.só  este 
\-.  el  poeta  Cristóbal  de  A'irué~< 
en  .*u  poema  El  M()nsrrmt4\  can- 
tos II  y  XIV): 

El  alto  iiiont<'y*M*-'  raireatiítln. 
Df  un  súbito  temblor  arrebstsdo. 

El  primer  golpe  fui- del  grmí  Don  Dii-RO, 
(Jne.  a  la  soberbia  frente  amrn»iando. 
Sacó  del  morrión  repente  fuc(to 
Y  al  lestripln  dejó  tiaivmcanihi. 

K.-tí'i  bien  formado  y  es  útil:  pero 
el  Dice,  lio  lo  lia  aceptado. 


VAL 


VAL 


(;:>3 


Válaco,  ca,  adj.  Vuloco^  ca: 
■"iiattual  <le  \'aliiquia.  Ú.  t.  c.  s. 
— Pertíiu'fieiite  a  este  antiguo 
¡■riiicipado.  que  hoy  forma  parte 
del  reino  de  Rumania. — Dícese 
igualmente  de  la  lengua  roman- 
ce que  se  hal>la  en  la  A'alaquia, 
la  Moldavia  y  otras  territorios. — 
III.  Lengua  valaca."    Así  el  Dice. 

Valcino,  na,  adj.  Así  estro- 
pean algunos  el  castellano  barci- 
no,  na  (dícese  de  las  animales 
fie  pelo  blanco  y  pardo,  y  a  veces 
rojizos;  como  cierto.^  perros,  to- 
ros y  vacas). 

Valdear.  Véase  I'aldiíar  en 
(I  Apt'iidice  del  I.""  t. 

\'.\LDiviA  (Dk).  Loe.  fam. 
()ue  siguilica  de  balde^  de  niomio, 
di>  l/óhillx,  bóhili.i.  No  es  de  in- 
vención chilena,  sino  que  es  uno 
de  los  muchos  dichos  o  frasea 
que  del)en  .su  origen  y  significa- 
do al  .sonido  material  de  las  pala- 
bras. En  España  se  dice  de  Val- 
(livia.s  o  de  J' ni  divieso^  segTÍn 
Sliarlii  ( Rf-fnnirm  Español,  t. 
I). 

Valdiviano,  ni.  (iuiso  chile- 
no hecho  de  charqui  molido  y 
cebolla  rel)anada  y  frita  en  gra- 
sa :  después  que  se  fríe  la  cebolla, 
se  echa  el  charqui,  se  le  deja  caer 
agua  hirviendo  y  se  deja  leposar 
un  rato  para  que  se  incorporen 
las  .substancias. —  Según  un  au- 
tor jocoso,  el  nombre  se  debe  al 
conquistador  de  Chile,  Pedro  de 
Valdivia,  quien,  al  tomar  el  gui- 
so por  primera  vez,  lo  habría  bau- 
tizado así  conforinea.su  apellido. 
Ojalá  fuera  cierto  tan  ila«tre  abo- 
lengo, ^'^icuñ.a  Mackenna  había 
escrito  antes  en  su  Hi.itorid 
df-  Sinifi'if/o:  "El  uso  del  fíd- 
ilii-i'uii,      proxieiie     del       ranciio 


que  se  daba  a  la  guarnición 
de  Valdivia  y  que  hacía  parte 
del  i-eal  situado.  Como  no  ha- 
bía carne  en  aquellas  localida- 
des, el  primero  de  cada  mes  se 
distribuía  a  la  guarnición,  y  has- 
ta a  los  empleados  superiores,  su 
¡ación  de  charqui  traído  de  Val- 
];araíso,  y,  como  el  modo  más 
sencillo  de  prepararlo  fuera  el 
cocerlo,  los  soldados  lo  condi- 
mentaban de  esa  suerte.  De  aquí 
el  nomljre  de  valdiviano,  que  es- 
tá hoy  desterrado  de  ^^aldivia, 
donde  se  le  conoce  sólo  de  nom- 
bre, pues  ha  sido  un  hijo  pródigo 
de  la  provincia."  Debe  este  nom- 
bre entrar  en  el  IMcc.  como  chi- 
lenismo. 

Valdún,  m.  En  Chiloé.  re- 
11  nevos  de  árboles  en  la  montaña. 
— También  una  quebrada  cu- 
bierta de  quila. — Del  araucano 
ahlim,  mucho,  muchos,  muy. 
(Cavada).  La  v  podría  explicarse 
con  el  adv.  va,  aquí. 

V.^LE.  "Voz  latina  usada  algu- 
na vez  en  castellano  para  desj^e- 
dirse  en  esiilo  cortesano  y  fami- 
liar." Así  el  Dice,  después  de  dar 
como  etimología:  "Literatura, 
consérvate  sano."  Dos  cosas  tene- 
mos que  observarle :  1.»  que  de- 
bió dar  como  etimología  el  impe- 
rativo rale,  del  v.  Latino  valeo, 
que  es  el  mismísimo  que  usamos 
en  castellano,  nó  alguna  vez  sola- 
mente, .sino  con  harta  frecuen- 
cia; 2.^  que  debió  agregar  la  con- 
sabida alireviatura :  Ü.  t.  c.  s.  m., 
¡lorque  así  se  ha  usado  y  sigue 
usándose  en  castellano,  exacta- 
mente como  en  latín.  "Aj^enas  la 
culjrimos  de  tierra  y  ajienas  le 
dimos  el  último  vale.  .  ."  (Qvi- 
¡„te.  p.  II,  c.  XXXIX). 


üií 


VAL 


VAL 


Despedios  de  mí,  pues  ha  llegado 
El  postrer  pj/e... 

Y,  atraída  al  sepulcro  el  alma  errante, 
Se  dijo  en  alta  voz  el  rale  extremo. 

(triarte,  Eneida.  1.  II  y  III). 

Dándole  entonces  los  eternos  pale^. 
Cayó  la  losa:  al  lúgubre  ru'ido 
Retemblaron  las  urnas  sepulcrales 
Y  en  BU  centro  se  oyó  largo  gemido. 

(Gallego,  ,4    la   muerte  de  Doña   Isabel  ilr 
{Braganza). 

En  Chile  es  corriente  usar  la  voz 
vale,  acompañada  generalmente 
de  media  ñrma  o  de  sola  la  rú- 
brica, paní  terminar  las  posdatas 
de  l¡u<  cartti-s.  A.-í  también  Cer- 
vantes. (Qidjott,  ]i.  II,  c. 
LXXIV). 

Vale,  ni.  Recibo  que  da  un 
.sacerdote,  u  otra  persona  encar- 
gada, de  uno  o  má,-:  estifjendios 
de  misas  que  se.  le  han  entregado. 
Se  llama  así  porque  empieza  con 
la  palabra  volé:  "Vale  por  una  o 
tantas  misas  aplicadas  por  el  al- 
ma de...,  o  por  la  intención 
de.  .  ."'  ¡áólo  en  sentido  muy  lato 
podría  llamarse  vule  e.«te  recilx), 
porque  vale  es  el  "papel  o  seguro 
que  se  hace  a  favor  de  uno,  obli- 
gándose a  pagarle  una  cantidad 
de  dinero;"  y  Uimbién;  "nota  o 
apuntación  firmada,  y  a  veces 
sellada,  que  .se  da  al  que  ha  dt; 
entn'^ar  una  casa,  {>ara  que  des- 
piíi's  acredite  la  entrega  y  cobre 
el  imf)orte." 

Valen'ciaxa,  f.  Encaje  fino, 
y  por  lo  mismo  muy  e-stiniado, 
que  omi>e7,ó  a  fabricarse  en  la 
ciudad  de  Valencietincs,  de 
Francia,  Por  eso  en  franc^v  se 
llama  también  vnlenci€nneí>.  y 
en  chileno,  encaje  a  la  valencia- 
na.,  una    valenciana,  tiws  de   va- 


lenciana; otros  dicen  valencien, 
que  no  es  ni  francés  ni  español. 
—  Arroz  a  la  valenciana :  dígase 
paellla  (plato  de  arroz  seco,  con 
carne,  legumbra-,  etc.,  que  se  usa 
mucho  en  las  provincias  valen- 
cianas). Paella  en  valenciano 
significa  sartén. 

Valexciaxismo,  m.  Giro  o 
modo  de  hablar  propio  y  priva- 
tivo del  dialecto  valenciano. — 
Empleo  de  tales  giros  o  construc- 
ciones en  otra  lengua.  "Se  le  han 
e.-capado  [a  Salva]  muchos  va- 
lencianismo», o  sean  lemosinií- 
mos,  en  su  Gramática."  "]'alen- 
cii'nismo  es  é\*te,  reparable." 
(l'uigblaiich.  Opúsculos,  t.  I, 
pról.  Y  íu^í,  con  toda  libertad,  lo 
usa  varias  veces  en  el  resto  de  la 
ol.)ra).  Así  mismo  .Menéndez  y 
Pelayo  y  otros  má-.  Debe  pues 
admitir  este  vocablo  el  Dice. 

^'.'.MiR,  m.  Es  raro  que  toda- 
vía no  incluya  el  Dice,  este  s. 
formado  del  infinitivo  del  v.  crt- 
ler,  así  como  saber,  poiUr,  querer, 
y  más  cuando  él  mismo  lo  usa  en 
la  definición  de  vanagloriarse. 
Innumerables  autoridades  tene- 
mos anotadas  en  .-ii  favor,  desde 
el  .-^glo  XV  hasta  hoy  día :  véan- 
se algunas: 

E  porque  vivo  entender 
Ahtoricc  máa  a  Mario, 
Digo  que  el  rcro  valer 
No  se  da  por  sccretari". 

(Francisco    de   Noya,     Respuesta   a    (Jómtt 
.Manrique,   Cancionero  ile     Fonlchc-Deibotc,  i- 
[11.  piíg.  104  h). 

Si  el  valer  ruettrn  querró, 
Puc»  que  me  quiío  valer. 
Amarme  nuu-ho  y  querer. 
Su  que  buen  logro  diirá. 

f  Jorge  Manrique,  /*/.(..  piíg.  2U  o). 


VAL 


VAL 


Aeí.  torre  de  homenaje. 
Xo  os  penséis  vos  defender 
Con  hermosura  y  naler 

Y  con  linaje. 

(QuinK  /ó.r/..  pág.  284  a). 

"La  iiii.^nia  facilidad  con  que  fué 
destruida  esa  civilización  [indí- 
gena de  Anicrica]  prueba,  no 
diré  su  corto  valer,  sino  su  ante- 
rior decadencia."  (Juan  Valei-a, 
La  Atlántida).  "Las  menospre- 
cie como  cosa  de  menos  vcder.  .  . 
Escriben  trozos  admirables  de 
eterno  valer  estético.  .  .Este  gran 
poeta  [Camoens]  presintió  y  adi- 
vinó fado  el  valer,  toda  la  mara- 
villosa trascendencia  de  las  ha- 
zañas que  portugueses  y  caste- 
llanos habían  realizado."'  (Ceja- 
dor,  Hisf.  de  la  lengua  y  literat. 
cast.,  t.  II L  págs.  219  y  227). 
Todos  decimos  también:  Hom- 
bre de  valer,  Es  mujer  de  gran 
valer,  de  mucho  valer.  Aunque 
se  puede  decir  de  viso,  de  pro, 
conspicuo^  egregio,  y  aunque 
Ortúzar  dijo  que  es  dislate  de 
traductores  zarramplines,  no  hay 
por  qué  privarse  del  s.  valer.  Va- 
liüj  f..  no  es  enteramente  igual, 
porque  se  aplica  a  las  cosas,  y 
sólo  en  la  acep.  de  "valimiento, 
privanza;  facción,  parcialidad,"  a 
líus  pcr.'^ona.s.  Vaforin  significa 
"valía,  estimación." 

Valer,  a.,  n.  y  r.  Como  rale  y 
pinffi,  fr.  fam.:  en  realidad  de 
verdad:  en  dinero  efectivo.  Bien 
puede  adiiiitir.-e. — Más  rale  poco 
que  nada,  fr.  proverljial  con  que 
se  advierte  que  no  se  deben  de-^- 
)>reciar  las  cosas  ¡xir  muy  peque- 
ñas o  fie  poca  entidad.  Más  vale 
algo  c/i:e  nada,  dice  el  Dice,  y  así 
la  hallanio-!  también  en  el  Qni- 
jote. — Se  las  vale  para  une  cosa. 


fr.  cpie  se  usa  generalmente  así, 
en  tercera  persona,  y  significa 
que  la  persona  de  quien  se  trata 
tiene  fuerza,  valor  o  capacidad 
esixicial  para  la  cosa  de  que  se 
habla.  Extrañamos  no  verla  en  el 
Dice. — Tanto  vales  cuanto  tiei.cs, 
"refrán  con  que  se  significa  que  el 
poder  y  la  e.stimación  entre  los 
hombres  suelen  ser  a  proporción 
de  la  riqueza  que  tienen."  Así  el 
Dice,  sin  advertir  que  la  persona 
y  el  tiempo  del  v.  pueden  variar; 
así  (iracián  dijo:  "Tanto  uno 
rale,  cuanto  lo  que  tiene." 

Valido,  da,  adj.  Recibido, 
creído,  apreciado  o  estimado  ge- 
neralmente. Es  participio  del  v. 
raler  y  nniy  castizo  en  esta  acep,. 
— Como  s.  m.  significa:  "el  que 
tiene  el  primer  lugar  en  la  gracia 
de  un  príncipe  o  alto  personaje; 
primer  ministro." — No  se  con- 
funda con  válido,  da:  "firme, 
subsistente  y  que  vale  o  delje  va- 
ler legalmente;  robusto,  fuerte  o 
esforzado." 

Valiente,  adj.  Valiente,  en 
calle  sin  gente,  refrán  chileno 
con  que  se  zahiere  a  los  fanfa- 
rrones; niuy  bien  formado  y 
digno  de  aceptarse. — El  superla- 
tivo de  valiente  es  ralentíñmo, 
ino;  nó  valientísimo.  Véase  Su- 
perlativos, 1.° 

Valimento,  m.  Valimiento.  Al 
revés  de  pulimento,  que  pai-a  el 
vulgo  chileno  es   pulimiento. 

Valisoletano  o  v.\llisolet.\- 
Ko,  XA,  adj.  "Natural  de  Valla- 
dolid.  Ú.  t.  c.  s. — Perteneciente  a 
esta  ciudad."  Con  estas  dos  for- 
mas j.i  |i('!ie  ailniitido  el  Dice. 
piíiriano.  na.  sig-nífica  también 
'o  niisii'<i.  [lei-n  aiilicado  a  perso- 
na solamente. 


<;;}6 


VAL 


VAL 


ValomllAj  f.j  diiii.  de  valo- 
/!'(.  Adorno  angosto  rizado  o  &?- 
(¡uxilado  que  se  ponía  en  la  pfi- 
chera  de  bis  cta'niisa.'i  de  hombre. 
IX'be  aceptarlo  el  Dice  como  ant. 

Valor,  ni.  El  cidw  le  aobra  ¡j 
laií  piernas  se  le  doblan.  Véa.se 
Pierna. 

Valorización,  f.  Acción  o  efec- 
to de  valorizar.  Véase  &ste  v.  y 
dígase  valuación,  avalwicion^ 
"valúo,  evaluación,  y  laxa  y  tasa- 
ción^ M'üi'in  el  cai^o. 

Valorizar,  a.  Muy  usado,  y 
.*(ibre  todo  en  el  comercio,  en  vez 
tle  l(xs  ca.stizos  valorar,  valorear^ 
vnhmr,  avaluar  y  evaluar,  que 
signiKcan:  ".■señalar  a  una  cosa  el 
valor  correspondiente  a  su  esti- 
mación ;  ponerle  precio."'  Tasar 
es:  "poner  tasa  (o  precio  lijo)  a 
las  cosas  vendibles;  y  también 
graduar  el  valor  o  precio  de  las 
cosa.s."  Apreciar:  "i)oner  precio  o 
ta.«a  a  las  cosas  vendibles."  Justi- 
preciar: "apreciar  o  Uisar  una 
cosa."  Estimar:  "apreciar,  poner 
])recio  y  tasa  a  hí^  co.-ia^s."  Avalo- 
rar er^  distinto,  porque  significa: 
■'dar  valor  o  precio  a  alguna  co- 
sa; fig.,  infundir  valor  o  ánimo." 
— También  lo  hacen  significar 
alguno.*:  anmcnlar  el  \al()r  de 
una  co-a,  hacerla  más  vali(}sa, 
"Este  fundo  se  valorizó ("«■«t/»  de 
valor,  lo  avaloró  el  riego)  (;oii  el 
rieiio  que  se  dio  a  iiiui  parte  de 
.'I.- 

Valparaíso,  ii.  pi-.  de  liigai'. 
.Así  jiidiiunciabaii  nuestros  abue- 
los, a  imitación  de  los  españoles. 
(Véase  la  carta  de  Hai't/.eiibusch 
a  f.'uervo  en  laí*  Apuntaciones 
criticas  de  éste).  K]  vulgo  dice 
Valparéiso  y  aun  Malparéiso. 
Kcciu'r.li'-f   (jui;  este  nombre  sig- 


nifica valle  del  paraíso,  y  que  pa- 
ráis viene  del  latín  parialisns. 

V  Cliilr,  que  un  Edén  inostnirnos  qui«u. 
A  la  suya  Ilaojú  \'aljmraiío, 

cantó  Bretón  de  los    Herreros  en 
su  poema  La  Desvergüenza. 

Valse,  ni.  Vals  e.s  la  única 
forma  que  admite  el  Dice,  para 
este  conocido  baile;  j^ero  valse  es 
lu  más  usada  en  América  y  la 
vínica  popular.  má.s  conforme 
también  con  la  índole  del  caste- 
llano. Véase  Cuadrilla,  donde 
citamos  una  estrofa  de  Bello  en 
que  escribe  vahe.  Nombres  como 
biftec,  cinc,  galop,  no  siguen  el 
genio  de  la  lengua  y  por  eso  el 
puel>lo  los  cambia  en  bisteque, 
cingue,  galopa.  El  único  iiictm- 
\eiiiciil;'  que  le  hallanios  a  valse 
es  la  formacié)!!  del  v..  que  ten- 
dría que  .ser  valsear,  cuando  en 
realidad  es  val-sur. 

Valumen,  valumia,  m.,  f.  Lo- 
zanía o  vicio  de  las  plantas. — .Así 
corren  en  el  vulgo,  y  a.sí  las  es- 
cril)en,  las  voc-es  castellanas  ¿«i- 
lumbo,  m.  (lo  que  al)ulta  mucho 
y  es  más  embarazoso  i>or  su  volu- 
men que  por  su  ¡kíso)  y  balumba, 
f.  (bulto  que  hacen  muchas  cosas 
juntas).  Las  formas  anticuadas 
hdliniKi  y  balume  y  el  cuasi  lio- 
iiHitniíci  volumen,  del  cual  se 
ilfii\aii  tíídas  ellas,  dan  la  i'xpli- 
racii'iii  de  e.^ta  confusi(íii.  1mi  Cu- 
lamarca  formaron  el  v.  valumar, 
cargar  con  cosas  graiido.  (  Lafo- 
nc  (¿lU'vedo). 

Valuminoso  y  valumoso,  sa, 
adj.    Aiilicado    a    las    plantas,  vi- 
cioso   I)  cxcc-ivamentc    lozano. — 
Aplicado  a  lus  granos,  ipie  abul- 
ta mucho  por  contener  otra-  ma- 


VAN 


VAP 


las  semillas  o  iinpiut-zas. — En 
Cataniarca  se  aplica  valumoso  a 
lo  que  es  de  mucho  volumen,  so- 
bre todo  tratándose  de  tercios 
para  cargas  de  muía.  (Lafone 
Quevedo).  Véase  el  antenor. 

A'alle,  m.  Valle  central.  E? 
corriente  en  Chile  Uauíar  así  to- 
da la  faja  de  tierra  de  Norte  a 
Sur  que  está  entre  la  cordille-i'a 
de  los  Andes  y  la  de  la  costa.  No 
es  tan  lato  el  signiñcado  de  valle, 
pues  sólo  se  extiende  a  la  "ilanu- 
ra  de  tierra  entre  montes  o  altu- 
ras, "  como  son  el  valle  de  Acoti- 
cagvAí,  el  valle  rfc  Santiago  o  del 
Mapocho.  el  de  Angul^  etc.  Nues- 
tro valle  central  merece  más  hien 
el  nombre  de  jylann,  porque  ple- 
na es  '"porción  extensa  de  país 
llano." — Valle  de  Josafaf:  lugar 
en  que  se  cree  se  ha  de  veriíicaí' 
el  juicio  ñnal.  Con  este  significa^ 
do  general  se  ha  usado  siempre  y 
de  mil  maneras  esta  loe. ;  por  e-o 
no  es  tan  propio  que  el  Dice,  la 
restrinja  a  esta  única  fori;:a: 
"¡Hasta  el  valle  de  Joxafat!  expr. 
Hasta  el  día  del  juicio.  Ú&ise  fre- 
cuentemente por  los  que  se  des- 
piden, para  dar  a  entender  que 
no  esperan  volver  a  vei-s»  o  tra- 
tai'se  en  esta  vida." 

\'.\LLiCA,  f.  Lolhi-m-  italiciirn 
lo  llama  Philippi,  y  otros  lolium 
mnltiflorvm.  Gramínea  chilena 
j)arecida  al  vallico  y  mejor  que 
él  para  foiTaje  cuando  tierna.  La 
semilla  es  más  delgada,  [)ero  más 
larga  que  la  de  vallico.  Merece 
entrar  cu  el  Dice,  este  vocablo. 

Valluno,  na,  m.  y  f.  Habi- 
tante o  natural  de  un  valle,  y 
especialmente  del  de  .\concagua. 
No  es  de  uso  general. 

V.vxAGi.nRi.\KSE,    r.     ■'•iMCtarse 


de  su  propio  saber,  valer  u 
obrar." — En  cuanto  a  su  conju- 
gación, lo  más  común  es  equipa- 
rarlo al  simple  gloriarse;  por 
consiguiente,  vanagl-orio  Ha$, 
etc. ;  pero  hay  tamljién  quienes 
dicen  vaiiagloilo.  rws,  y  así  lo 
reconoce  Bello.  Iriai'te,  llora  y 
los  mejores  autore.-  dicen  rafícr- 
glorío. 

Vandalaje,  m.  No  lo  admite 
ni  el  francés  que  nos  ha  piCgado 
t-antos  sustantivos  en  aje.  Dígase 
v(nulali»riio:  "devastación  propia 
de  las  antiguos  vándalos;  fig., 
espíritu  de  destrucción  que  no 
respeta  cosji  alguna,  sagrada  ni 
profana."  "\'éase    Tutelaje. 

Vandurria.  Véase     Tructrac. 

Vao,  m.  Así  pronuncia  el  pue- 
blo las  dos  voces,  vado  de  los  ríos 
y  va  lio  producido  por  el  calor. — 
^'éase  B.vo. — Estar  en  vao  una 
cosa,  fr.  fig.  y  fam.:  tener  una 
parte  en  el  aire  o  en  vacío;  por 
ej.,  una  mesa  o  silla  que  no 
asienta  bien  todas  sus  patas.  Es 
corrupción  del  modo  adv.  En 
rugo:  ■'.-^in  finneza  ni  consi.sten- 
cia,  o  con  riesgo  de  caerse,  o  sin 
apoyo  en  que  estrihuir  y  mante- 
ner.se;  sin  el  sujeto  u  objeto  a 
que  se  dirige  la  acción.  Golpe  en 
vago.  Fig..  en  vano,  o  sin  el  lo- 
gro de  un  fin  o  intento  que  se 
deseaba,  o  engañándose  en  lo 
que  se  juzgal)a." 

Vapor,  m.  En  el  leng-viaje  de 
los  pillos  y  rateros,  la  carreta. — 
Entre  e'  pueblo  y  por  donaire, 
correo  de  a  pie  (peatón)  o  de  a 
caVndlo.  "'Para  Chañarcillo  sale 
todos  los  viernes  el  vapor  Peña; 
vive  en  la  calle  de  los  Carreras.' 
(El  f'nehlo,  30  Nov.  18.V2).— 
A  vapor.  Los  bueno?  hal^listas  no 


c,:;s 


VAQ 


VAR 


conocen  los  baños,  calderas  ni 
nióqulnus  a  vapor,  sino  de  vapor, 
porque  la  prep.  a  sisnifica  el  ins- 
trumento con  que  se  hace  una 
cosa,  y  el  vapor  no  es  instrumen- 
to. Véase  A,  1/  art.  Kl  francés 
es  el  que  dice  machine  á  vapeur, 
hatean,  paquebot  a  vapeur;  pero 
Ihiüo  (?s  bain  des  vapeitrs,  y  en 
Química,  bain  de  vapeur. — Al 
vapor  significa:  "con  .i^ran  cele- 
ridad." 

Vaporino,  u!.  Individuo  que 
viaja  en  vapor  para  hacer  nego- 
cio, comprando  y  vendiendo  en 
los  puertas  y  entre  la  gente  que 
que  va  a  bordo.  Tal  e-  el  vapori- 
no chileno  y  nó  "el  hombre  «le 
mar,''  como  dijo  El  Memirio^  de 
Valparaíso  (11  Maix  U)12).— 
Es  nomhre  formado  al  e-íilo  ílc 
sus  coiigcneres  cuadrino,  gasino, 
placino,  postino,  veguino, 

\'APrL.\l!    o   VAITLE.\R,   a.    .\Z0- 

tar.  Ambas  forma,s  son  castizas. 
— El  «.  es  vapuhción,  vapula- 
miento o  vapuleamiento,  y  va- 
puleo. Vápulo  empleó  Cenantes: 
"Dulcinea.  .  .será  llevada  a  los 
clíseos  cami)a«,  donde  estará  es- 
perando se  cumpla  el  número 
del  vápulo;"  es  decir,  de  los  azo- 
tes que  del)ía  darse  Sancho  Pan- 
za jKira  que  ella  quedara  des- 
encantada. (Quijote,  p.  II,  c. 
.X.XXV).  Rodríguez  Marín  accn- 
tii:i  ciimd  csdri'ijula  esta  voz.  ]>e- 
ro  no  lo  hicieron  así  Cejadnr  ni 
oíros  editores. 

\'.\QrE.\xo    o    V.V<¿tI.\NO.      N.\, 

adj.  AT'ase  Baqii.\x(>.  Ya  da  el 
Dice,  li'  etimologín  de  este  voca- 
blo: el  latín  bajo  vnriniiu.i,  lia- 
bifnado.  ¡►ráctico:  lo  (pie  juslili- 
ca  el  uso  de  la  i'  con  cpic  algunos 
1(1     i'-(ril>cii. —  PaltM    todavía     hi 


acep.  general  de  "practico,  dies- 
tro, entendido  en  cualquiera  co- 
sa material"  (minero  ba.quiijno, 
carpintiro  baquiano),  que  le  da- 
mos en  Chile  y  que  e*  entera- 
mente castiza.  ''A  .ser  más  ba- 
quiano en  la  corte  el  milanés, 
bien  entendiera,  [hív  los  semblan- 
tes de  Teodora  y  su  hija,  haber- 
les hecho  a  ellas  el  tiro.''  (Alon- 
so de  Castillo  Solórzano.  Las 
Hurpia.i  i-n  M<"lrid_  estafa  1.  La 
obra  e*  de  lb31). 

\'AQrii,LOXA,  f.,  aum.  de  va- 
quilla. Vaca  nueva  que  aun  no 
ha  llegado  a  su  completo  des- 
airollo.  Es  voz  corriente  en  Chi- 
le. ^'éa.sc  Ox,  x.\. 

Valijería,  f.  Sección  o  depar- 
tamento de  las  grandes  tiendas 
en  que  están  la<  valijas  o  male- 
ta<  y  todo  lo  relativo  a  ellas.  Vé- 
a.-;e  Malktkkía. 

A'ara,  f.  Madero  grue-«i  y  lar- 
go (generalmente  to<la  la  parte 
gruesa  de  un  álamo  grande), 
que.  colt)cado  horizontulmciitc  a 
la  altura  del  pecho  de  l(».s  caiía- 
llo-,  sirve  ])ara  lapech-i  o  topea- 
iliiru.'i.  (\'('anse  e-*tas  voces).  Es 
raid  i|uc.  trocando  aquí  los  fre- 
no-, hayamos  dado  este  nombre 
a  un  madero  tan  gniCM),  cuando 
cu  cspafiol  es  1(j  contrario:  "ramo 
delgado."- — El  nombre  esjiei'ial 
lie  "caila  una  de  las  dos  vavib-  en 
cuyo  centro  se  coloca  una  caba- 
llería para  tirar  de  un  carruaje, 
ordinariamente  sola,  pero  a  ve- 
ces juntamente  con  otras  a  su 
lado  o  delante  de  ella."  es  limo- 
mro  o  varu  <dvóndara.  Limonera 
es  tamliicn  el  "conjunto  de  ani- 
llas vara-^.'' — .\lgunos  llaman 
tamiiién  vara  la  Imizu  ilel  coche, 
11  -ca.    "jiii'Z.i  de  niailerii    Hincho 


VAR 


VAR 


<!:',;  I 


más  larga  que  grua^a,  que,  uni- 
da por  .-u  extremo  inferior  al  jue- 
go delantero  de  un  camiaje,  sir- 
ve para  darle  direwión.  A  sus  doí^ 
lados  tie  colocan,  enganchándo- 
las, la.s  cabídlerías  del  tronco, 
(¡uf  lian  de  hacer  el  tiro." — Lla- 
mamos malamenie  vara  el  bo- 
iiordo  de  las  plantas,  esto  es,  el 
■"tallo  herbáceo  que  no  tiene 
hojas,  y  que  sirve  para  sostener 
las  flores  y  el  fruto  de  algiinas 
planta<;  como  el  narciso,  el  li- 
rio y  otras."  Sin  embai'go,  auto- 
riza el  Dice,  vara  de  nardo  (bo- 
hordo con  las  flores  de  e.sta  plan- 
ta) y  Lope  de  Vega  llamó  vara 
el  tallo  o  bohordo  del  clavel: 

Y  cuando  del  botón  en  que  dormía 
Sale  rojo  clavel,  porque  la  rosa 
Xi>  presuma  tener  la  naonarqui'a, 
[Suele]  Cortarle  descorte's  mano  envidiosa.... 
Sin  ver  que  un  año  le  costíí  a  su  dueño. 
Tanto,  que  aun  pienso  que  al  cortar  la  rara, 
Hue'rfana  le  miró  con  verde  ceño. 

(K.^loga  intitulada  Filis). 

—  ]'ura  de  San  Jo.sr.  Planta 
de  la  familia  de  las  liliáceas 
'"con  ñores  paniculadas  de  un 
hermoso  azul  y  raíce¿  fa.scicula- 
da-:  es  común  en  una  gran  par- 
te de  Cnile."  Así  Philii'pi,  que 
la  llama  varilla  de  S  'n  José, 
illcK  azulillo,  chichiquli,  flor  de 
'¡iieltehue,  Pasithea  caerulea 
Don.  "Por  entre  las  rejas  de  las 
modestas  casitas  a.somaban  los 
suspiros,  los  geranios  rojos,  las 
raras  de  San.  José."  (Elvira  San- 
ta Cruz  y  O&sa,  Flor  silvestre, 
XV).  El  Dice,  llama  vara  de  Jo- 
te el  nardo. — Bueno  (o  malo) 
para  la  vara.  Véase  Topéador. 
También  .se  dice  de  la  caballería 
que  tira  de  un  carruaje  de  va- 
ras; y  esto   es  mucho  mejor  que 


detir  varero,  como  apareció  en 
un  anuncio  de  diario:  "Vendo 
cal/alio  varero."  Limonero,  ra,  es 
el  adj.  propio,  porque  "aplícase 
a  la  caballería  que  va  a  varas  en 
el  carro,  calesa,  etc.  Ú.  t.  c.  s." — 
( 'on  la  vara  que  mides  serás 
medido.  Asi  se  ha  traducido  ^^.ll- 
garmente  la  sentencia  evangélica 
'"In  qua  mensura  mensi  fueritis, 
remetietur  ■vobis.'''  (S.  Mateo, 
VII,  2.  y  S.  Marcos,  II,  24),  por- 
que la  vera  era  en  Chile,  yes 
todavía  entre  el  pueblo,  la  medi- 
da de  longitud  más  usada.  Falta 
esta  fr.  en  el  Dice. 

Varalhue.  Véase  Varralhue. 

Vararse,  r.  No  lo  da  el  Dice. 
como  r.  en  ninguna  acep.  En  la 
de  "encallar  la  embarcación  en 
la  arena,  en  las  peñas  o  en  la 
costa,"  es  n.,  y  así  mismo  en  la 
fig.  de  "estar  parado  o  detenido 
un  negocio."  Es  a.  en  estas  otras 
dos:  "echar  un  barco  al  agua.; 
sacar  a  la  playa  y  poner  en  seco 
una  embarcación,  para  resguar- 
darla de  la  resaca  o  de  los  golpes 
de  mar,  y  también  para  carmenar- 
la." En  la  1.*  acep.  lo  hacen  r. 
los  colombianos  como  nosotros: 
"Se  varó  el  vapor." — Pescado 
rftrtido,  sardin-a,  varada,  etc.,  lla- 
mamos los  que  por  uno  u  otro 
motivo  salen  a  morir  a  la  playa. 
Por  .semejanza  con  las  embarca- 
ciones creemos  que  puede  usarse 
así  este  participio. 

Varazón,  f.  Tratándose  de 
barcos,  no  .se  diga  varazón,  sino 
varada  o  varadura  (acción  o 
efecto  de  varar  un  barco). — 
Tratándose  de  i>eces,  dígase  riba, 
z'ón^  f.  (afluencia  grande  y  re- 
pentina de  peca?  a  las  orillas  del 
mar),   distinto   de   cardumen    o 


640 


VAR 


VAR 


cardume^  que  sólo  es  ■•iimltitiul 
de  peces  que  van  juntos  como  eu 
tropa." — -Fig.  y  fam.,  conjunto 
de  objetas  que  han  sido  arrojados 
por  el  mar  o  por  otras  a^uas  co- 
rrientes; conjunto  de  cosas  que 
por  cualquier  motivo  están  dete- 
nidas y  como  abandonadas:  en 
el  comercio,  abundancia  grande 
de  algunas  artículos  que  están 
como  detenidos  para  la  venta. 

Varchilón,  m.  Así  escribió 
Briseño  (Antigüedades  Cli  lle- 
nas, pág.  554).  en  vez  de  barchi- 
lón, voz  que  está  admitida  en  el 
Dicí-.  como  americana,  de  Bar- 
chilón, apellido  de  un  español 
caritativo  que  vivió  en  el  Perú 
en  el  siglo  XVI.  y  por  eso  &=tá 
<lctini<la:  "enfermero  de  ho.spi- 
tal."'  y  aceptado  tandjién  el  f. 
hnrchiioiw. 

\'.\Rr:.ióx,  m.,  aum.  de  vara. 
"Vara  larga  y  gruesa,"  dice  sola- 
mente el  Hice. — Nuestro  varejón 
es  más  bien  la  vergueta  ft^pañola 
(varita  delgada).  Aquí  se  le  da, 
además,  la  acep.  fig.  de  "persona 
muy  alta;"  en  castellano,  varal. 
Yvan-v  Guacarnaco  y  Guara- 
palo. 

Vark,jon.vzOj  m.,  a\mi.  de 
varejón.  (íolpe  dado  con  im  va- 
lejón.  Falta  en  el  Dice.;  porque 
varazo  y  vardascazo  o  vcrdascuzo 
no  son  iguales.  F,m  Colomliia  lo 
uSan   lambiéu  como  nosotros. 

^'AKl.\I^LIU.\l).  f.  Calillad  de 
varialili'.  No  lo  acepta  el  Dice,  y, 
sin  emliargo.  trae  el  comiMiesto 
invariabiliddfl. 

V.\RIACIÓN,  f.  Variaciones  ILt- 
man  casi  todos  en  Mvisica  lo  que 
en  ca.-tellano  es  gloxa:  "variación 
que  die.-tramente  ejecuta  el  mú- 
sico   sobre    una.«    misma.*    nnnis. 


]iero  sin  ,-ujetarse  rigurosamente 
a  ellas.'" 

X'ÁIiltE,     VAKICK     o      VÁKIZ,      f. 

(I^e  várice  dice  el  Dice,  que  se 
ha  usado  tand)ién  como  m.,  y  asi 
lo  u.-^an  tiuiibién  algunos  chile- 
no.-). ■  "Dilatación  permanente 
de  una  vena,  causa<la  por  la  acu- 
nmlación  <le  sangre  en  su  ca- 
vidad." 

\'akiki>ai).  i'.  En  la  variedad 
extó  el  guüid,  t'r.  faiii.  corriente 
eu  Chile:  conviene  la  viU"iedad 
¡jara  evitar  la  monotonía. 

A'ahilla.  1'..  dim.  de  vara. 
Arbu.^to  chileno,  variedad  del 
pal  hilé  n  o  expinHh).  \'éase  V.kl- 
lu  Éx.  "Fa  variedad,  dice  (íay, 
parece  a  primera  vista  una  es- 
pecie muy  distinta,  pero  no  tie- 
ne la  menor  difeivuciu  de  orga- 
nización eu  la  Hor  ni  en  el  fru- 
to: es  de  color  ceniciento,  con 
ramas  elegantemente  extendidas 
y  divergentes  en  el  ángulo  dere- 
ciio.  lisas  y  débilmente  estii'adae; 
además,  sus  flore-s  no  son  muy 
abundantes,  mientras  que  en  la 
otra  planta  lo  son  extremo:  es 
un  arlm.sto  de  tres  a  .-eis  pies  de 
alto,  nuiy  couu'm  en  el  caiTÚno 
de  .\  niñeros  |  deiiartainentt»  de 
La-Serena  I .  Florece  por  Agosto 
y  Septiembre."  (Botánica^  t.  II. 
pág.  lí)3).  El  nombre  científico 
es  ndesniia  arliorra  pawiflora. 
Su  hoja  es  l)\ien  alimento  psira 
el  ganado  mayor.  Fu  Cerro- 
(irande  (al  lado  sud-c.ste  de  La- 
Sorena)  está  el  cordón  de  la 
\'ii\iUii.  y  en  el  departamento  de 
l'",l(iui  hay  tm  f\nido  llamado 
Varillar.  FI  nombre  jiroviene  de 
las  nmchas  varillas  (pie  tiene  el 
arbusto  y  por  eso  no  se  exjibca 
que     (.Tüy    lo    escribiera   barilla. 


VAR 


VAR 


(Ul 


Varilla  en  esta  acep.  y  en  la  si- 
guiente debe  pasar  al  Dice. — 
"Bai'ra  larga  y  delgada,"  es  la 
1."  acep.  que  le  da  el  Dice,  omi- 
tiendo la  etimológica  y  principal, 
eáto  es,  "vara  pequeña,"  y  que  él 
mismo  usa  en  la  definición  de 
adral.  Sinónimos  son:  vardasca 
o  verdasca  (vara  o  ramo  delgado, 
ordinariamente  verde),  vergueta 
o  vergeta  (varita  delgada)  y  el 
otro  dim.  varita. — Varilla  (o  va- 
rillita)  de  virtud.  Así,  en  singu- 
lar, llamamos  nosotros  la  que  el 
Dice,  denomina  vañlla  de  virtu- 
des (la  que  usan  los  titiriteros  ¡y, 
jugadores  de  manos,  atribuyén- 
dole las  operaciones  con  que  sor- 
prenden, deslumbran  o  entre- 
tienen a  los  espectadores).  Fray 
LuL*  de  León,  en  La  Perfecta 
Casada,  §  II,  dijo  como  nosotros, 
varilla  de  virtud.  Virtud  está  to- 
mado aquí  en  su  1.^  y  funda- 
mental acep.  de  "actividad  o 
fuerza  de  las  cosas  para  producir 
o  causar  sus  efectos;"  y  por  eso 
en  los  cuentos  de  hada'^  se  hace 
hablar  así  al  que  maneja  &sta  va- 
rilla: "Varillita  de  virtud,  por  la 
virtud  que  Dios  te  ha  dado,  haz 
que.  .  .'" 

A'^VEiLLAR^  m.  Conjunto  de 
varillas  o  varitas  delgadas.  "Se 
vende  barato  bonita  varilla  de 
mimbre,  ya  sea  todo  el  varillar  o 
por  partes."  (Anuncio  de  dia- 
rio).— Sitio  polilado  de  varillas 
(el  arbusto  chileno  así  llamado. 
Véase  el  anterior). — El  Dice,  re- 
gistra solamente  vanllaje:  "con- 
junto de  varilla*.  Ú.,  por  lo  co- 
mún, hablando  de  abanicos,  pa- 
raguas y  quitasoles;"  pero  ya  vi- 
mos en  el  art.  V.\rill.v  cómo 
define  él  la  varilla. 

Dic-.  (le  Chil.,  t.  V. 


\'.VRILLAZ0,  m.,  aum.  de  t'ar¿- 
//('.  Golpe  o  azote  dado  con  ima 
varilla.  Es  corriente  en  Chile  y 
está  bien  formado.  El  Dice,  sólo 
admite  varazo  (golpe  dado  con 
una  vara)  y  fué  el  que  usó  Cer- 
vantes: "dando  varazos  a  un 
macho  que  venía  cargado  de 
lanzas."  (Quijote,  p.  II,  c. 
XXIV).  Si  no  es  lo  mismo  vara 
que  varilla,  tamp^oco  son  unos 
varazo  y  vañllazo. 

Varisto,  ta,  n.  pr.  m.  y  f.  Afé- 
resis plebeya  de  Evaristo^  ta. 

^^ARÓN,  m.,  aum.  de  vara.  Var- 
ra  lai'ga  y  muy  gruesa,  como  un 
mástil  o  un  gran  poste.  "Se  im- 
provisaban muelles,  bodegas  y 
calles,  enfangando  buques  pues- 
tos en  hilera  a  continuación  de 
ellas,  y  se  constniíaii  oficinas 
sobre  varones  y  vigas  apoyadas 
en  sus  costados."  (Pérez  Rosales, 
Recuerdos  del  pagado,  c.  XVII). 
Es  de  uso  general  en  Chile  y 
perfectamente  formado ;  debe 
pues  aceptarlo  el  Dice. 

Varnissage,  m.  Es  voz  france- 
sa que  literalmente  significa 
•■ciiihaniizadura;"'  pero  se  usa 
l)ara  designar  la  última  mano  de 
barniz  que  dan  a  sus  cuadros  los 
pintores  después  de  colocados  en 
el  salón  en  que  los  exponen,  y  lo 
cual  se  celebra  como  estreno  pri- 
vado de  la  exposición. 

Varraco,  m.  Aunque  la  for- 
ma más  propia  es  verraco  o  ve- 
rrón (cerdo  padi-e  que  se  echa  a 
las  puercas  para  cubrirlas),  por 
venir  del  latín  verres,  admite 
también  el  Dice,  varraco,  lo  nds- 
mo  que  varraquear  y  varraquera 
al  igual  de  verraquear  y  verra- 
quera. En  Chile  usamos  exclusi- 
vamente varraco:    "Gritar  o    lio- 


642 


VAS 


VAU 


rar  como  uu  varraco." — Flor  del 
varraco.  Véiuse  Ñjpa.  —  Oler  uno 
a  varraco :  oler  a  ñipa.  Por  el  mal 
olor  de  esta  planta  que,  cuando 
se  calienta  con  el  sol,  huele  a 
puerco. 

Varralhue,  ni.  En  Cliilot',  palo 
ü  vara  con  que  se  va  afianzando 
el  tejido  mientras  eü«tá  en  el  te- 
lar. (Cavada).  Es  mucho  más 
largo  que  el  ñereo  o  paleta,  por- 
que abarca  todo  el  ancho  del 
tejido. — Podría  explicarle  con  el 
ca.-~tcllano  varal  y  el  sufijo  arau- 
cano liite^  que  tiene  significado 
de  instrumental ;  y  tanto  más, 
cuanto  que  algunos  pronuncian 
varnlhw. 

V.\.^.\zo,  m.,  aum.  de  vaso.  "N. 
N.  le  asestó  a  su  indicado  vecino 
un  vamzo  en  la  cabeza  que  casi 
lo  descon)]3iaginó."  (La  Unión^ 
de  Valparaíso,  17  Enero  1917). 

Váscula,  f.  Escríbase  báscula, 
del  francés  hasoilr.  Véase  Ro- 
mana. 

Vaso,  mi.  Vaso  cervecero.  No 
hay  más  cervecero  en  castellano 
que  el  individuo  que  hace  o 
vende  cerveza;  el  nombre  pro- 
l)io  de  este  víiso  es  pichel  (vaso 
alto  y  redondo,  ordinariamente 
de  estaño,  algo  mis  ancho  del 
suelo  que  de  la  boca  y  con  su 
tapa  engoznatla  en  el  remate  del 
asa). —  Vaso  granadero.  Véa.se 
I'OTRiLLO,  "i."  acep. 

^'Á.sTACi(),  m.  Todos  lus  chile- 
nos llaman  así  los  tallos  ramosa* 
de  la  papa  o  i)atata;  lo  cual  no  e* 
tan  ijropio,  porque  vmti'ijo  es  el 
"renuevo  o  ramo  tierno  (|ue  bro- 
ta del  árbol  o  planta."  l^or  con- 
-iguieutc,  .«<')lo  al  principio, 
cuando  están  todavía  nuevos  o 
tiernos,  podrán   llamarse  vastago 


esos  ramos,  [lero  nó  después  de 
baljer  llegado  a  todo  su  desarro- 
llo, y  mucho  menos  cuando  es- 
tán secos. — Tratándose  de  la  vid, 
ol  término  propio  es  perchón 
(.pulgar  de  la  vid  en  el  cual  ha 
dejado  el  podador  más  yemas  de 
las  convenientes) . 

Vatro,  m.  Es  el  nombre  arau- 
cano de  la  totora  (véa-se  éste), 
científicamente,  t¡iph<i  angustí, 
folia  L. — En  tdguníxs  partes  lla- 
man vatro  el  estoquillo.  (A'éase 
esta  última  voz). — Aunque  los 
araucanistas  han  escrito  vathii, 
preferimos  nasotros  escribirlo 
con  b  (batro),  y  a.sí  lo  hicimos 
en  su  lugar;  así  lo  escribimos 
también  los  chilenos  en  todos  los 
nombres  propios  que  se  han  for- 
mado de  este  vocablo,  como  .-ion: 
íiatro  y  Batros,  nombres  de  nui- 
chos  fundos  y  lugarejos,  Batuco 
(agua  de  batro),  nombre  tam- 
l>ién  de  varios  fundos  y  lugixre- 
jos  y  de  una  laguna  y  estación 
de  ferrocarril  vecinas  a  Santiago, 
Hay  también  Batrico,  más  con- 
forme con  la  etimología. 

Vauda,  f.  En  Chiloé.  ave  mi- 
rada como  fatídica,  cuyo  grito 
anuncia  desgracias.  (Leuz  y  Ca- 
vada).— Parece  que  es  la  mi.sma 
que  en  bus  denuis  provincias  lla^ 
niamos  guairaho  (véa.*e  esta 
voz),  porque  el  P,  .Vugusta  trae 
iniijila.  el  huadrado  (sic).  huai- 
ravo  (garza  nocturna,  ii¡ictico- 
III. f  niict>irnu.'<). 

Vautro,  m.  Arbusto  chileno, 
llamado  más  comunmente  </íÍ^ 
ra.  (Véa.se  esta  voz).  Hablando 
del  género  B<írrharií>.  a  que  i>er- 
tenece  este  arbusto,  dice  Piíilip- 
l)i  que  Chile  posee  por  lo  mena>' 
cuarenta  c.sju'cics  y  que  los  habi- 


VAZ 


VEG 


(W:! 


tantes  le*  dan  por  lo  común  el 
nombre  de  chuca,  y  de  vautro 
cuando  la.-f  hoja^  son  anchas, 
cuneiformes,  y  de  chilquilla 
cuando  son  lineares. — Vautro  eí 
el  araucano  wautro,  cierto  ar- 
busto, Baccharis  concava  fevs. 
(Padre  Augusto).  El  Febrés- 
A.straldi  e.scribió  huauthti,  "el 
romerillo,  cuya  corteza  sirve  pa- 
ra lavarse  la  cabeza  y  roi)a  los 
indios."  Pero  el  romerillo  es  dis- 
tinto del  vautro  o  chilca.  Véase 
en  su  lugar.  No  recomendamos  la 
voz  vautro  por  ser  muchísimo 
menos    usada  que  chilca. 

Vauván^  m.  "Laurelia  serra- 
ta Ph.,  con  hojas  profundamente 
aserradas  y  pedicelos  más  cortos 
que  su  flor.  Árbol  muy  parecido 
al  laurel,  con  el  cual  se  confunde 
nmy  a  menudo;  se  cría  en  el  Sur 
de  ^^aldivia.  cerca  de  Puerto- 
^íontt,  etc.,  con  niá<  frecuencia 
que  el  lauí-el,  y  su  madera  es  in- 
ferior." (Philijjpi,  que  lo  clasi- 
fica en  la  familia  de  las  moni- 
miáceas.  También  le  da  el  nom- 
lire  vulgar  de  hunhuán). — Esta 
i'iltima  formii  se  acerca  más  al 
araucano,  porque  el  P.  Augusta, 
único  que  lo  registra,  escribe 
irrnvan,  el  árbol  huahuán. 

¡Vaya!  interj.  Véase  Ir. 

Vázquez,  apellido.  "Es  indu- 
dable oue  tanto  en  España  como 
en  América  se  escribe  Vásquez  y 
Vázquez,  y,  en  efecto,  Crodoy 
Alcántara  trae  ambas  formas; 
no  obstante,  nosotros  escribimos 
con  Webster,  siempre  Vásquez, 
como  Vasco."  (Contó  e  Tsaza). 
No  hallamas  ninguna  razón  pa- 
ra la  forma  Vázquez  y  por  eso 
la  reprobamos  Id  misnjo  que  la 
de     Velázquez. 


Vecasina,  f.  Becada.  cJiocha  o 
c/iorltapenüz.   Véase  Avecasina. 

Vecindaje,  m.  Es  el  francés 
roi.sina;/c,  que  para  nada  necesi- 
tiuuo.-.  pues  para  todas  las  aceps. 
teneniDs  vecindad  y  vecindario. 

Yeci'So.  Véanse  Ayuda  e  Hi- 
jo. Anuda  de  vecino  fué  admiti- 
do en  la  14."  edición  del  Dice. 

^'eda.  Es  f.  como  s.  verbal  de 
vedar,  y  m.  cuando  significa  ca- 
da uno  de  los  libros  sagrados 
l)rimitivos  de  la  India.  En  este 
caso  es  la  voz  sánscrita  vedo, 
ciencia,  conocimiento. 

A'^EDAR,  a.  Buenos  autores  e?- 
Ijañoles  lo  conjugaron  irregular- 
mente (viedo,  viedas,  etc.)  ;  pe- 
ro hoy  todt)s  dicen  vedo,  vedas, 
siguiendo  al  f.  veda  y  al  m.  ve- 
to, porciue  viene  del  latín  vetare. 
La  forma  irregular  debe  darse 
hoy  por  ant. 

Vedoque,  m.  En  Chiloé,  om- 
liligo. — Del  araucano  vtido.  el 
ombligo.   (Cavada). 

Vega,  f.  Para  el  Dice,  es  "par- 
te de  tierra  baja,  llana  y  fértil;" 
]>ara  nosotros  es  tierra  aguanosa, 
que  se  reviene,  prescindiendo  de 
que  sea  baja,  llana  y  fértil,  por- 
que todo  eso  puede  .serlo  o  no 
serlo.  Veamos  qué  dicen  los  es- 
jjañoles  anteriores  al  actual  Dice. 
Covarrubias,  hablando  del  mar- 
chal,  escribe:  "Vale  tanto  como 
vegas  o  pradas  aguazanados  [en- 
charcados] ;"  y,  definiendo  el 
marjal,  que  es  la  misma  voz  con 
grafía  distinta,  dice:  "Comun- 
mente se  llaman  pantanos  los 
marjales,  que  .son  los  prados  y 
veg(ts  aguanosos."  "Hijuela  lla- 
man los  labradores  unas  zanjas 
poi'  las  cuales  desaguan  las  vegas 
|i;iia     poderlas     sembrar."    (Id., 


cu 


VEG 


VEG 


art.  Hija).  "Vega:  campo  bajo, 
llano  y  húmedo."  (Id.)  El  clá- 
sico Sigüenza:  "'Levantóle  de 
lina  vf-rid,  ¡ítirlo  húmedo,  por 
donde  va  corriendo  Henares." 
(Crónicn.  p.  ni,  1.  I,  c.  VI). 
Prueba  de  que  todavía  se  llama 
rega^  en  España,  el  teiTeno  hú- 
medo, e.«  este  texto  del  escolapio 
Francisco  Jiménez  Campaña, 
académico  poco  ha  fallecido: 
•'Tierra  bendita,  saturada  de 
cri.stianismo,  como  l<is  vegm  de 
ogvn:"  (Disc.  Don  Quijote  y  la 
Religión).  Marjal  o  almarjal, 
m.,  llama  el  Dice,  el  "terreno 
bajo  y  pantanoso;"  pero  nuestra 
vega  es  menos  que  eso,  porque 
l)uede  no  ser  terreno  bajo,  como 
que  hay  muchas  al  pie  de  los 
cerros  y  que  respecto  del  terreno 
general  no  son  bajas;  tampoco 
son  pantano.«as,  sino  solamente 
húmedas  o  revenidas.  Vca«e  Pa- 
JüXAL,  con  el  cual  no  debe  con- 
fundirse.— En  la  provincia  de 
A'aldivia  y  en  otras  part€.<  del 
Sur  llaman  vega^  como  el  Dice, 
el  terreno  llano  y  fértil,  aunque 
sea  seco;  lo  que  prueba  que  allá 
lo  han  aprendido  de  otros  espa- 
ñoles distintos  de  los  de  acá.  En 
e.»te  mismo  sentido  tradujo  ."Scío 
"tierra  de  montes  y  de  vcgoji"  la 
expresión  "teiTa  montuosa  et 
campentrist."  (Deutrronomio,  XI, 
1 1 )".  Quedémonos  pues  con  am- 
lias  aceps.,  porque  ambas  son  clá- 
sicas, y  agregue  el  Dice,  la  que 
omitió.  Cejador  trae,  para  la  ve- 
ga hiimeda,  la  voz  hogudo.  f. 
(terreno  pantanoso  donde  las 
aguas,  por  falta  de  corriente,  son 
empapadas  por  la  tierra.  Silban- 
fes,  t.  I,  jHifí-  '>6-i)  :  pcrf  el  Dioc. 
no  la   registra  .y  sók»  nos  da  ho- 


ijada  (terreno  bajo  que  no  se 
descubre  hasta  estar  cerca  de  él ) , 
que  sólo  se  parece  a  la  vega  defi- 
nida por  él  en  ser  terreno  bajo. 
— En  algunos  puertos  llaman 
malamente  vega  lo  que  en  caste- 
llano se  denomina  marisma  (te- 
rreno bajo  y  pantanoso  que  se 
inunda  por  las  aguas  del  mar). 
— Por  haberse  establecido  en 
Santiago,  en  la  vega  del  Mapo- 
cho,  un  mei'cado  de  abastos  con 
el  nombre,  de  "Mercado  de  la 
vega,"  se  ha  generalizado  esta 
última  voz  y  se  está  llamando 
vega  cualquier  frutería  o  verdu- 
lería. "Los  mercados,  vegas  o 
ferias  autorizadas  por  las  muni- 
cipalidades respectivas,"  dice  la 
Le¡i  del  descanso  dominical  que 
quedan  exceptuadas  de  ella. 

Vegetalismo,  m.  Régimen  o 
sistema  alimenticio  según  el  cual 
deben  usarse  exclusivamento  ve- 
getales o  substancias  de  origen 
vegetal.  Falta  esta  voz  en  el  Dice. 
^^éase  la  siguiente  y  no  se  con- 
funda con  vegetarismo. 

Vegetalista  y  vegetariano. 
XA,  adj.s.  y  i'isanse  t.  c.  sustanti- 
vos. Fueron  admitidos  en  la  14." 
edición  del  Dice,  con  e.-*ta  defini- 
ción :  "dícese  de  la  persona  que 
se  alimenta  exclusivamente  de 
vegetales  o  de  substancias  de  ori- 
gen vegctid,  y  do  lo  ]iertenecien- 
te  a  este  régimen  alimenticio." 
No  ha  hecho  bien  el  Dice,  on 
cquii)arar  estos  dos  vocablas,  por- 
que ni  su  etimología  ni  .su  uso 
son  iguak^s:  v(gct<di.i'tn  viene  de 
vegetal^  y  vegetariano  dol  fran- 
cés végciarien,,  del  latín  végetu.'i 
o  del  V.  vegetare.  El  u.<o  también 
los  diferencia  en  que  el  ^•cgeta- 
lista  se  alimenta   axclusivamcnto 


VEI 


VEI 


Ü45 


(le  vegetales,  y  el  vegetariano  ad- 
mite taiiiViién  los  hueva*  y  lacti- 
cinios. 

Vegetarismo,  ni.  Sistema  o 
régimen  alimenticio  de  los  vege- 
tarianos. Falta  este  vocablo  en  el 
Dice,  y  véase  el  anterior. 

Vegoso,  sa,  adj.  Aplícase  ai 
terreno  que  está  constantemente 
húmedo  o  revenido,  como  lo  son 
nuestras  vegas.  No  aparece  este 
vocablo  en  el  Dice. ;  pero,  como 
está  bien  formado  de  vega,  no 
tenemos  por  qué  renunciar  a   él. 

Veguino,  na,  m.  y  f.  Persona 
dueña  de  una  vega  o  comerciante 
en  ella.  Véase  Vega,  últ.  acep. 

¡Vei  nó!  ¿Qué  locución  o  bar- 
barismo  es  éste,  que  se  oye  con 
frecuencia  entre  nuestros  gua- 
sos? El  bueno  de  Febrés,  que 
nunca  lo  había  oído  en  España, 
lo  dio  por  modismo  araucano  y 
lo  interpretó  como  simpje  nega- 
ción :  "veyno-esso  no,  no  es  esso." 
Es  mera  corrupción  plebeya,  de- 
cimos nosotros,  de  ahí  nó:  como 
el  pueblo  convierte  aM  en  ei,  y 
como  ei  nó  quedaría  muy  pelado, 
y,  por  otra  parte,  va  implícito  el 
V.  ver  (ve  ahí,  velay),  por  eso  la 
loe.  se  completó  en  ¡vei  nó!  que 
se  pronuncia  en  tres  sílabas:  ve- 
i-nó.  En  coníirmación  de  esto 
léase  el  siguiente  pasaje:  "Su 
nombre  dijo  ser  Don  Tadco  de 
Silva.  Parecióle  desairado  a  la 
dama,  y  a.sí  dijo,  oyéndole:  ¡Ay, 
señor!  Y  en  su  tierra  ¿no  confir- 
man los  obispos?  Sí  hacen,  mi 
señora,  acudió  él;  pero,  aunque 
mi  nombre  es  poco  usado,  fué 
fuerza  tenerle  por  gusto  de  Don 
Tristán  de  Lorgones,  mi  tío,  de 
quien  heredé  una  buena  parte 
de  hacienda  libre  que  poseo.  Ahí 


no  replico.  Jijo  ella :  pues  .se  dora 
con  dinero,  pase  como  pildora." 
(.Vlonso  de  Ca.stillo  Solórzauo, 
Las  Harpías  en  Madrid,  estafa 
IV).  Suprímase  la  palabra  "re- 
plico" y  quedará  ahí  nó  igual  a 
vei  nó,  esto  es:  ¡dónde  no  iba  a 
ser  como  yo  pensaba !  Ved  ahí  el 
interés;  ¡ésa  era  la  madre  del 
cordero! — Otras  veces  tiene  sen- 
tido interrogativo  y  equivale  a 
"¿No  lo  decía  yo?"  "Hallaron  al 
ladrón  donde  todos  creían  que  se 
ocultaba.  ¿Vei  nó?"  Por  eso  Fe- 
brés dijo  también  que  "es  modo 
de  afirmar  preguntando." 

A^einte,  m.  Moneda  de  plata 
de  valor  de  veinte  ventavos.  El 
nombre  vulgar  y  fam.  es  chau- 
cha, f.  Véase  en  su  lugar. — Sa- 
car veinte  sin  contar,  fr.  hg.  y 
fam.  con  que  significamos  la 
excesiva  libertad  o  confianza  de 
quien  toma  mayor  cantidad  de 
una  cosa  que  la  necesaria  o  de- 
bida. Ú.  m.  en  la  1.''  persona  del 
presente  de  indicativo  (saco). — 
No  está  de  más  advertir  que  to- 
dos los  compuestos  y  derivados 
de  veinte  se  escriben  en  una  sola 
palabra :  veintiuno,  veintidós, 
veintinueve,  veinticuatria,  vein- 
tiocheno; pero  nó  veinte  y  tantos, 
que  es  otra  clase  de  compuesto. 

Veintiúx,  na,  adj.  pl.  Mu- 
cho.? se  olvidan  de  que  es  pl.  y 
dicen:  Veintiún  año;  Pesa  vein- 
tiuna libra.  í^rror  de  más  de  la 
marca  que  nadie  debe  tolerar, 
aunque  algo  disuene  al  oído  e.se 
un,  una. de  la  terminación,  con- 
cordado con  un  s.  en  pl.  Lo  mis- 
mo debe  decirse  de  treinta  y  un, 
cuarenta  y  un,  etc. — El  veinti- 
uno de  Mayo,  fecha  hi.«tórica 
para  Chile   y  muj'   celebra  'a   en 


()K. 


VEJ 


VEL 


toda  la  nación.  Fué  el  día  en  que 
Arturo  Prat  y  sus  compañeros, 
en  un  conibate  naval  sumamente 
de.~ÍKiial,  antes  que  rendirse, 
pretirieron  .sacriñcar  sus  vidas 
saltando  al  abordaje  de  la  nave 
enemiga. 

Vejear,  a.  Tratar  de  viejo  a 
uno.  Algunos  verbos  hemos  for- 
mado de  esta  misma  manera,  co- 
mo brutear  (tratar  de  bruto), 
chinear  ( tratar  de  china  a  una 
mujer),  frailear  (tratar  de  fran  a 
quien  no  tiene  &<te  título),  ton- 
tear (tratar  de  tonto),  vosear 
(tratar  de  vos)\  y  Hasta  hubo  un 
Muñoz  que,  oyéndose  llamar  re- 
jielidas  veces  por  su  apellido,  hu- 
bo de  contestar:  "¿Quién  me 
muñocea  tanto?"  El  procedi- 
miento es  nmy  castellano,  como 
que  así  se  formaron  hermanear 
(tratar  de  hermano),  jesusear 
(repetir  el  noml>re  de  Jesús), 
fvteor  (tratar  de  tú),  etc.  Don 
Adulfo  de  Castro  formó  también 
bolear,  dicho  por  im  personaje  a 
quien  llaman  con  la  interj.  ¡ho- 
la! "¡Hola  y  máá  lióla!  ¿Quién 
me  holea?"  (Estudios  práct.,  Ni 
li'i  sin  mí  ni  ¡/o  sin  ti).  Por  su 
buena  formación  y  el  uso  que 
tiene,  merece  el  v.  vejear  ser  ad- 
mitido. 

Vejkstokio,  m.  No  signitica 
<'a.«a  o  edificio  viejo,  como  mu- 
ciios  lo  u.san  en  Chile,  .-^ino  "per- 
.Kiiia  muy  vieja,"  y  en  sentido 
despectivo.  "Aunque  me  lo  ju- 
res, no  creo  que  Mercedes  llegue 
ii  (pierer  a  ese  vejestorio."  (Pe- 
reda. Eshiizos  ¡/  raKfptños).  Car- 
tariiiil  (m.  fam.  y  ú.  t.  c.  adj.) 
significa  "pci>ona  muy  vieja  y 
iwabada."  ('¡aera,  ra.  adj.  y 
fam.,    "-(■  dice  d(>  la  persona  vie- 


ja va  muv  dcljil  v  casi  inq^e- 
di<laV" 

\'kjeíí.  f.  ('linas  ;/  dientes  son 
íiendcnttx;  dobla  hi  espaldo  .'/ 
arrastra  pies,  ésa  es  vejez,  refrán 
muy  usado  en  Chile  para  discul- 
par las  canas  y  la  caída  <le  dien- 
tes; no  sabemos  si  se  usará  tam- 
bién en  España.  Por  su  ])erfec-to 
signiñcado  y  su  forma  correcUi- 
mente  versificada  merec-e  ser  co- 
nocido en  todo  el  mundo. 

Vel.v,  f.  Fig.  y  fam.,  moco. 
Dícese  principalmente  de  los  ni- 
ños y  vi.  m.  en  pl. — Pl.,  segunda 
figura  de  las  muchas  que  se  for- 
man en  el  juego  de  las  cunas. 
Véase  esta  voz. —  VeJn  de  bien 
morir:  candela  o  vela  de  cera 
que  se  bendice  el  día  de  la  Puri- 
ficación de  la  Virgen  o  Caiulela- 
ria  (2  do  Febrero)  y  que  sirve 
l)ara  alumbrar  a  los  moribundos. 
Falta  esta  expr.  en  el  Dice. — 
Vela  de  cera.  No  &s  mal  dicho,  ya 
cjue  las  luiy  hechas  de  cera ;  pero 
es  mucha  ])obreza  de  lenguaje 
llamar  así  todas  las  velas  que  se 
hacen  de  cera,  cuando  el  ca.stella- 
110  tiene  nomlire  para  cada  una 
de  sus  es|>ecies:  bujía  es  la  vela 
má.-  o  menos  ]icqueña,  de  cera 
l)laiica.  de  e.sj)erma  o  esteárica: 
blandón  es  "hacha  de  cera  de  un 
pal)ilo;"  hacha,  "vela  de  cera, 
grande  y  grucfía,  de  figura,  i^or  lo 
común,  de  pri.sma  cuadraiignlar 
y  con  cuatro  jwbilos:"  hachón, 
como  liamamo.-  aquí  el  hacha^ 
es  ])ara  el  Oicc.  "mecha  que  se 
hace  de  esparto  y  alquitrán  i>arrt 
((uc  resista  al  viento  sin  apagar- 
.se;''  cirio  e>s  "vela  do  cera  de  un 
pabilo,  larga  y  gniosa."—  Vela 
de  composición.  .V.<í  llaman  ge- 
iieralineii(<'  la  vela  c.ttcárica  O  de 


VEL 


VEL 


647 


estearina;  otros  emi>e<>ian  la 
expr.  diciendo  vela  esterina. — 
Apaga  la  vela,  fr.  fig.  y  fam.  con 
que  damos  vaya  a  los  trasnocha- 
dores y  a  los  qne  se  levantan  tar- 
de. Equivale  a  decir:  Apaga  la 
vela  para  que  erapiec-es  a  dormir. 
El  v.  varía  según  la  persona  y  el 
tiempo.  En  castellano  sólo  halla- 
mos: "Pegársele  a  uno  las  sába- 
nas, fr.  fig.  y  fam.:  levantarse 
tarde  de  la  cama  por  pereza."- — .1 
velas  apagadas.  El  Dice,  dice  A 
mata,  candelas,  "'m.  adv.  con  que 
se  e.xplica  la  última  lectura  de  la 
e.xconiunión,  tomado  de  que  en 
ella  .se  apagan  las  candelas  en 
agua.  Empléase  también  en  los 
remates  de  abastos  y  otros." — ■ 
Buscar  una  cosa  con  cabo  de  ve- 
la, fr.  fig.  y  fam.  equivalente  a 
la  expr.  ca.-tellana  Ni  buscado  con 
candil,  "que  se  aplica  a  la  perso- 
na nmy  hábil  y  apta  para  el  des- 
empeño de  lo  que  ha  de  enco- 
mendár-sele."  Cejador  da  estas 
otras  variantes:  Buscar  con  can- 
diles (de  lo  muy  raro).  Como 
bu.'scado  con  candil  (de  lo  muy 
de.seado),  y  esta  otra  cita  clá.sica: 
"Que  no  lo  gocen  y  busquen  con 
candelillas,  como  dicen."  (T. 
Eamos,  20  Trin.  8).— No  hay 
más  vela  que  la  que  arde^  f".  fig. 
y  fam.j  que  vale  para  nasotros: 
estar  con-sumiendo  el  último  re- 
cureo,  no  tener  más  dinero  que 
el  que  e.stá  a  la  vista.  Algunos 
dicen  cera  en  vez  de  vela.  Es  fr. 
bien  formada  y  digna  de  acep- 
tarse.— No  tener  uno  vela  en  este 
(ése  o  aquel)  entierro,  fr.  fig.  y 
fam.  Con  el  v.  dar  la  admite  so- 
lamente el  Dice.,  lo  que  es  res- 
tringirla inju-stamente. —  ¡Para 
la   vela  del  Santísimo   y  soledad 


de  la  Virgen!  (Esta  vela  equiva- 
le a  velación^  acep.  enteramente 
castiza.  Otros  decían  cera).  Era 
la  cantinela  con  que  los  cucuru- 
chos (nazarenos)  pedían  limos- 
na en  la  Semana  Santa,  para 
esas  dos  cosas,  la  velación  o  ilu- 
minación del  Santísimo  y  la  fies- 
ta de  la  Soledad  de  la  Virgen. — 
Prender  (encender,  poner,  ofre- 
cer) una  vela  a  Dios  (o  a  San 
Miguel)  y  otra  al  diablo.  Véase 
Diablo.  Téngase  presente  el  v. 
castizo  pastelear,  n.^  fig.  y  fam. 
(contemporizar  por  miras  intere- 
sables ) . 

Vela,  f.  Hacer  fuerza  de  ve- 
las, fr.  fig.  Es  francesa  pura 
(Faire  forcé  des  voiles)  ^  que  li- 
teralmente significa:  desplegar 
todas  las  velas  de  una  embarca- 
ción para  andar  con  más  veloci- 
dad, y  figuradamente,  emjxlear 
todos  los  medios,  aun  extraordi- 
narios, conducentes  al  logro  de 
una  cosa. 

Velador,  m.  Así  llamamos 
en  Chile  la  mesa  de  noche  (mue- 
ble pequeño  con  cajones,  que  se 
coloca  al  lado  de  la  cama  para  los 
servicios  necesarios).  El  velador 
castellano  es  "mesita  redonda, 
por  lo  común,  y  de  un  solo  pie;" 
no.«otros  lo  llamamos  mesa  de 
centro. 

Velar,  adj.  En  Fonética,  aplí- 
case a  la  consonante  cuyo  •'^onido 
se  forma  detrás  del  velo  del  pa- 
ladaí':  por  eso  equivale  a  posf- 
pala.tcd.  .Así  .se  pronuncia,  por 
ejemplo,  la  letra  araucana  que 
algunos  escriben  gn.  Véase  Gnao. 
No  registra  el  Dice,  y  debiera 
hacerlo,  e.stos  términos  fonéticos. 

Velarse,  r.  En  Fotografía, 
borrarse  o  descomponerse  la  figu- 


648 


VEL 


VEL 


ra  eu  la  plancha  fotográfica  o  en 
la  hoja  iniprer^a  por  haberlas  sa- 
cado a  la  luz  natural  o  artificial. 
Eí  acep.  bien  aplicada  y  digna 
de  aprobarse. 

Velay.  Forma  de  vedlo  ahí, 
que  se  usa  en  Chile,  en  Colombia 
y  en  toda  España.  "Velay  que 
me  va  usted  a  dar  la  suerte." 
(Eusebio  Blasco,  La  vida  de  un 
hombre).  Y  así  también  Don 
Miguel  Mir,  Pereda,  los  escrito- 
res populares  y  el  pueblo. — Los 
mismos  que  por  acá  dicen  ei  por 
'ih't.  dicen  también  veley  por 
velay,  y  aun  blay,  bley,  por  la 
la  rapidez  de  la  pronunciación. 
"CuYAXo.  ¿Con  que  lo  casaron, 
ñor?  Cuéntenos  pue.s  cómo  fué 
eso.  Veley  un  cigarro  prendido." 
(Pérez  Rosales,  Recuerdos  del 
pasado,  c.  XII). 

Velazco,  apell.  Velasco.  Así 
Contó  e  Isaza  y  los  mejores  au- 
tores, porque  no  se  ve  razón  pa- 
ra la  2. 

Velá/íquez,  apell.  Velásquez. 
Así  escriben  Contó  e  Isaza  y  los 
mejores  autores. 

Velería,  f.  "Despacho  o  tien- 
da donde  se  venden  vela.s  de 
alumbrar."  Así  el  Dice,  que  oja- 
lá lo  hubiera  diferenciado  Iñen 
de  cerería  (ca.«a  o  tienda  donde 
se  trabaja  o  vende  la  cera) ,  ya 
que  las  velas  de  cera  también 
son  "velas  de  alumbrar"  y.  sin 
cmliargo,  no  se  venden  en  las 
\ol  crías. 

Velero,  tn.  Candclero  de  palo 
<íi  ((uc  se  ponía  el  candil.  -Algu- 
nas veces  se  rellenaba  con  metal 
para  que  tuviera  más  consi-1cn- 
cia.  Chilenismo  antiguo,  que  no 
.sibonios  si  tf^liivía  .-hí  usará;  ha- 
bla de  él   Vicuña   Mackenna  en 


El  libro  de  la  plata.  Los  caste- 
llanos blandón  y  hachero  son 
candeleros  grandes  (sin  es]>ecifi- 
car  la  materia  de  que  se  hacen) 
en  que  se  ponen  el  blandón  y  el 
hacha;  así  que  no  son  iguales  a 
nuestro  velero.  Velonera  es  "re- 
pisa de  madera  u  otra  materia 
en  que  se  coloca  el  velón  o  cual- 
quiera otra  luz."  A'^éase  A'elóx. 
— La  acep.  moderna  que  le  da- 
mos es  esta  otra:  cajita  de  metal, 
generalmente  de  hojalata,  en 
que  el  gasfiter  (plomero)  guar- 
da la  vela  de  sebo,  el  soplete  y  la 
pez  que  necesita  para  sus  tra- 
bajos. Lámpara  de  esmaltodor 
llama  el  Dice,  a  este  aparato  y  lo 
define  así :  " veloncillo  a  cuya  Ihv- 
Mia.  activada  por  la  acción  del 
soplete,  funden  l(x<  metales,  para 
esmaltarlos,  .-moldarlos,  etc.,  los 
plateros  y  orífices."  Faltaron  en 
esta  definición  /ov  plomeros. 

Velero,  m.  Buque  de  vela. 
El  Dice,  trae  solamente  velero, 
ra,  adj.  (aplícase  ,a  la  embarca- 
ción nmy  ligera  o  que  navega 
nmcho)  ;  lo  cual  no  pai"ec*  tan 
exacto  porque  lo  propio  es  que 
se  aplique  a  la  embarcación  do 
vela. 

Veletería,  f.  Veleidad,  incons- 
tancia. E.s  formada  de  veleta  en 
la  acep.  íig.  de  "persona  incons- 
tante, fácil  y  mudable."  Veleta 
en  esta  acep.  es  común  de  dos 
(el  0  la  veleta). 

Velo,  m.  Velo  de  monja.  .\sí 
llamamos  en  Chile,  y  tamiáén 
en  España,  una  tela  quo  es  como 
un  cañiunazo  de  hilo.  Se  llama 
a.M  })orquc  do  ella  hacen  velos  al- 
guna.-í  monjas.  Hace  falt^i  en  el 
Dice. 

Velocipedismo,    m.     Dejwrto 


VEL 


VEL 


(UO 


(ie  los  aficionados  al  velocípedo. 
Admitido  desde  la  14.*  edición 
del  Dice. ;  pero  más  usado  es 
ciclismo,  por  ser  más  breve. 

^'ELOCIPEDISTA,  coni.  Per.sona 
que  anda  o  sabe  andar  en  velocí- 
pedo. Admitido  desde  la  13." 
edición  del  Dice. ;  pero  úsa.<e  más 
ciclista^  por  ser  má.s  breve. 

Velódromo,  m.  Lufiar  ílesti- 
iiado  i)ara  carreras  en  Iñcicleta. 
Admitido  por  primera  vez  en  la 
14.^  edición  del  Dice,  aunque  es 
de  formación  híbrida:  el  adj.  la- 
tino velox,  veloz,  y  el  s.  griego 
^(M(;,    carrera. 

Velón,  m.,  aum.  de  vela.  A'e- 
la  de  sebo  o  de  cera  más  gi'ande 
que  la  ordinaria,  sin  alcanzar, 
ni  con  nmcho,  las  dimensiones 
de  un  blandón  ni  de  un  cirio. 
El  Dice,  da  a  esta  voz  como  única 
acep.  la  de  "'lámpara  de  metal 
para  aceite  común.  .  .  :"'  lo  que 
no  es  impedimenta  jDara  que  le 
neguemo.s  su  propio  significado 
de  aumentativo. 

Velorio^  m.  Admitido  por 
primera  vez  en  la  14. *  edición 
del  Dice,  como  provincialismo 
de  la  América  Meridional  y  con 
esta  definición:  ''acto  de  velar  a 
un  difunto."  Poco  tiempo  antes 
había  escrito  Don  -Jiuin  Valera: 
■'Francamente,  la  defensa  que 
hace  el  .Sr.  Corzo  de  la  perversa 
costumbre  que  hay  en  Puerto- 
Rico  y  no  pocos  otros  países,  de 
celebrar  con  regocijada  fiesta, 
que  llaman  velorio,  la  muerte  de 
cualquier  niño,  me  repugna  so- 
bremanera." (Ecos  argentinos, 
V).  En  Chile  .-e  usa  la  voz  velo- 
riii  en  el  .sentido  general  que  dice 
el  Dice,  pero  más  en  particular 
tratándose  de  niños  que  mueren 


antes  del  uso  de  la  razón,  porque 
estos  velorios  son  como  fiesta  pú- 
blica en  que  se  canta,  se  baila  y 
se  bebe  a  discreción.  Se  forma 
un  altar  en  la  sala,  adornado  con 
lo  mejor  que  se  tiene,  y  sobre  él 
.-e  coloca  el  cadáver  del  angelito^ 
sentado  o  de  pies,  y  vestido  de 
larga  túnica  blanca,  adornados 
también  él  y  ella  con  papeles  de 
color,  o  plateado  o  dorado,  y  con 
lo  demás  a  que  alcancen  el  gusto 
y  los  bienes  de  los  padres.  Se 
cantan  versos  que  los  poetas  y 
cantores  se  tienen  aprendidos 
para  esto  y  cuyas  estrofas  co- 
mienzan generalmente  así : 

;Qne  glitrioso  el  angelito. ..\ 

Se  consuela  a  los  padres,  dicién- 
doles : 

No  lloráis,  padres  amables, 
Aunqne  le  tengáis  amor: 
Se  entristece  el  angelito, 
Se  enoja  Nuesiro  Señor. 

Así  se  les  dice  por  la  creencia 
cristiana  de  que  ese  niño  no  está 
padeciendo  en  el  infierno  ni  en 
el  purgatorio,  sino  que  está  en  el 
cielo  gozando  de  la  gloria  que 
tienen  los  ángeles.  No  siempre  lo 
que  se  canta  es  piadoso  y  a  lo 
divino,  porque,  después  que  las 
cabezas  se  han  calentado  con  los 
vapores  del  licor,  se  salta  la  raya 
del  pudor  y  se  canta  de  todo. 
Afortunadamente  estas  fiestas, 
que  sólo  se  celebran  entre  el  pue- 
l)lo,  van  de.sapareciendo  y  a  lo 
sumo  se  hallarán  en  lugares  muy 
apartados  del  trato  y  civilización 
común. — ^Otras  aceps.  que  damos 
a  velorio:  en  algunos  monaste- 
rios y  conventos,  sala  en  que  se 
\ela  a  un  difunto,  y  que  general- 


650 


VEN 


VEN 


mente  es  el  antee-oro. — Algunoií, 
aunque  raros,  llaman  velorio  las 
vel-añoncs  de  los  esposos. — Don 
Miguel  Mir  llamó  velorio  la  tu. 
mu  ih  velo  de  las  monjas:  ''Ha- 
bla de  la  lucha  y  contraste  de 
afectos  que  tuvo  después  de  aca- 
bada la  función  del  veloric  de 
las  cuatro  novicias  de  que  hemos 
hablado  en  el  capítulo  coiTes- 
]>ondiente."  (Santa  Teresa,  t.  I, 
pág.  576). 

Velut  umbra,  expr.  latina. 
Significa  "como  sombra"  y  es 
muy  usada  en  pro.^a  y  en  verso. 
Está  tomada  del  Lil)ro  de  -Job 
(XIV.  2) :  "Homo.  .  .quasi  ños 
egreditur  et  conteritur,  et  fugit 
velut  umbra."  Antes  (VIII,  9) 
había  tíimbién  dicho:  "Sicuf  um- 
bra dies  no.stri  sunt  super  te- 
rram."  Idea  que  liallamos  tam- 
bién en  los  Salmos:  "Dies  mei 
sicut  umbra  declinaverunt"  (CI, 
12);  "Siciít  umbra,  mm  decli- 
nat,  ablatus  smn"  (CVIII,  23)  ; 
"Dies-  ejus  [id  est,  hominis]  slc- 
v  t  nm  bra  praetereunt" 
(CXLIII.  4) ;  y  en  el  Libro  de 
la  Sabiduría  (V,  9) :  "Transie- 
runt  oninia  illa  tanquaví  um- 
bnt."  Ojalá  la  acepte  el  Dice, 
porque  es  hermosa  y  poética. 

Vemencia,  vemente,  vemente- 
mente.  I'ronuncia<MÓn  vulgar  de 
uehemencw,  vehrmente.  i'elie- 
vtentcmente. 

Vena,  f.  Estar  uno  en  vena  o 
Picarle  a  uno  la  vena  son  frases 
CiístiziLs  que  .significan:  "estar 
inspirado  para  componer  versos; 
ocuiTirlc  con  afluencia  y  fecun- 
didad las  esi>ecie«.''  No  .>^  con- 
fundan con  la  chilena  Estar  uno 
con  la  vena:  estar  venático  (con 


vena  de  loco,  o  con  ideas  y  eajíe- 
cies  extravagantes). 

Venada,  f.  Dice  Cueno  que 
así  .«e  llama  en  Colombia  la  hem- 
bra del  venado,  y  así  creemos 
que  la  llamará  también  nuestra 
gente  de  ciuupo.  Y  ojalá  se  gene- 
raliziU'a,  para  más  distinción  y 
comodidad. 

Venado  (Papel).  Llamá-e  así 
unii  que  tenía  rayas  o  líneas  en 
filigrana,  y  en  el  medio  un  ve- 
nado, formado  de  la  misma  ma- 
nera. Otros  lo  llaman  vergado, 
del  francés  rerc/é,  latín  vitgatus. 
rayado,  list-ado.  En  E.spaña  dicen 
algunos  verjurado,  que  no  apa- 
re<e  en  el  Dice. :  mejor  sería 
vetado  o  veteado. 

Vev  a  ntestras  almas,  m. 
Hinmo  piado.so  y  nmy  popular, 
que  se  cautil  al  empezar  algunas 
funriones  religio.sas  y  .se  reza 
también  con  frecuencia.  Es  tra- 
ducción en  romancillo  e-\asílabo 
de  la  secuencia  latina  de  la  misa 
de  PentecastésS,  que  empieza:  Ve- 
II  i.  Sánete  Spírittis. 

\'encerse,  r.  Falta  en  el  Dice. 
la  acep,.  de  destruír.-ie,  gastarse, 
que  tiene  este  v.,  aplicado  a  co- 
.<as  materiales.  "Se  venció  la  cos- 
tura (cedió  a  la  presión  o  al  des- 
gaste y  .«e  rompió)  ;  Esa  cerra- 
dura esto  vencida  (a  cau.sa  del 
desgaste  no  funciona  la  llave). 

Venceslao,  Venceslado,  n.  pr. 
m.  ir* /i(<'.v/(/(/  es  la  forma  má."! 
u.sada  y  la  única  que  sigue  a  la 
latina  Wriiri'.<<hvis.  La  Academia 
en  su  ("iraiii;'itica  admite  ]\'enccs- 
lao  y  >^enceslao;  el  Pinciano,  en 
.su  i>i>enia  El  ¡'ela¡io,  dic^>  de  esta 
última  manera.  Venceslao ;  Tir- 
.st>,  Vinceslao;  \'  Sigüonza,  Vin- 
cislao  \   Vuincislao. —  El     diin. 


VEN 


VEN 


fani.  que  le  dan  los  españoles  es 
Vences  (Cailii  de  Haitzenbusch 
a  Cuervo)  y  loá  chilenos Wenche. 

Vender,  a.  Vender  pams  o 
pan  caliente.  \''éase  Fax. — Sí  no 
huhiern  m<ilos  gustos,  no  se  ven- 
derían los  géneros,  refrán  chile- 
no que  indica  la  variedad  y  ra- 
reza de  sustos  en  algunos  indivi- 
duos, en  cualquiera  línea,  pues 
muchos  son  de  los  que  merecen 
palos.  Bien  puede  admitirse,  p,oi"- 
que  está  bien  fonnado. 

Vexekación,  f.  ¡  Cuidado  con 
la  veneración  por!  Véase  Por. 
"Por  aquella  estima  y  venerución 
que  tenemos  de  nuestro  bien- 
aventurado Padre  y  Fundador, 
que  todos  nos  animemos  a  ven- 
cer cualquiera  dificultad."  (Luis 
de  la  Palma,  Práct.  y  breve 
declur.  del  Camino  espirit.,  pról.) 
"Y  ansí  tengo  esta  Orden  en 
gran  veneraaón."  (Sta.  Teresa, 
Vida,  c.  XXXVIII). 

Venerar,  a.  Quien  a  sus  pa- 
dres venera,  el  cielo  le  remunera, 
refrán  chileno,  digno  de  pasar 
al  Dice,  y  a  todas  las  lenguas. 

Vexezolaxismo,  m.  Vocablo 
o  giro  usado  en  Venezuela.  Me- 
rece entrar  en  el  Dice,  como  han 
entrado  ya  tantos  otros  de  esta 
clase. 

Vexi  Creátor,  m.  Iliiiiuo  la- 
tino del  E.spíritu  Santo,  i'on  que 
se  da  princijño  a  muchas  fun- 
ciones litúrgiciu-í  y  que  empieza 
con  estas  dos  palabras.  Es  tan 
digno  de  ser  admitido  como  De 
profundis.  Magníficat.  Mixererc. 
Tántv/iñ  ergo  Stñbnt  Máter.  y 
otros  más  que  ya  lo  están. 

Venir,' n.  Su  significado  es: 
"llegar  una  persona  o  cosa  adon- 
de está  el  que  hal)la;"   ¡xir  con.-^i- 


guiente,  no  debe  decii-se  Ya  ven- 
go, si  hablo  desde  una  parte  le- 
jana del  que  me  escucha,  sino 
Ya  voij.  Si  estoy  cerca  de  él  y 
salgo  a  una  corta  diligencia,  no 
es  tan  propio  Ya  vengo,  sino  Ya 
vuelvo. — Con  mucha  razón  cen- 
suraron Baralt  y  el  Padre  Mir  el 
uso  del  V.  venir  como  auxiliar  de 
un  gerundio  cuando  no  incluye 
la  idea  de  llegar  adonde  líSia  el 
que  habla,  sino  que  significa  so- 
lamente que  la  acción  del  gerun- 
dio va  procediendo  poco  a  poco: 
"El  cargo  que  Pedro  viene  des- 
empeñando ;  El  cielo  se  venía 
(se  ¡ha)  encapotando;"  "De.sde 
lo.-^  tiempii.-<  de  Homero  liasta  hoj^ 
viene  escribiéndose  del  amor,  y 
la  cue.-^tión  está  iiitaicta."  (Seve- 
ro Catalina,  La  Mujer,  c.  V,  § 
I).  Como  el  V.  venir  no  es  auxi- 
liar al  estilo  de  ser  y  haber,  que 
confunden  .su  significado  con  el 
v.  con  que  .se  juntan,  .sino  que 
sólo  1(1  e-s  de  oca.sión,  por  e.so  con- 
.serva  su  significado  propio,  que 
es  de  movimiento,  de  llegar  de 
allá  para  acá;  por  tanto,  si  no 
hay  ese  movimiento,  es  mal  usa- 
do. "Pedro  viene  cantando;  Juan 
viene  leyendo;  Diego  viene  llo- 
rando." Aquí  está  venir  perfec- 
tamente empleado,  porque  signi- 
fica acción  de  venir  o  llegada; 
pero  no  así  en  &stos  otros  ejem- 
plos: "Pedro  viene  desempeñan- 
do un  ministerio  muy  lucrativo; 
Juan  viene  cantando  de  barítono 
hace  diez  años:  Desde  hace  un 
mes  lo  venía  deplorando  Diego." 
Nóte~e  bien  la  diferencia,  para 
no  envolver  en  la  censura  a  loe 
que  no  la  merecen.  "Con  el  cual 
ejemplo  se  confiriiui  lo  que  veni- 
cinos  tratando.'    "Y  esto  se  deno- 


VEN 


VEN 


ta  en  aquella  palabra  que  venia- 
mos  (li'cJxxrando  del  texto  del 
Evangelio  de  hoy."  Son  textos 
del  clásico  Maestro  Pero  Sán- 
chez. "No  quiso  decir  el  clásico 
autor,  alega  el  P.  Mir,  estábamos 
tratando  ni  íbamos  tratando,  si- 
no proseguíamos  tratando^  con- 
tinuábamos tratando^  perseverá- 
bamos tratando,  conioquiei'a  que 
veníamos  denote  continuación 
de  la  obra,  esto  es,  prosecución 
del  empezado  curso,  perseveran- 
cia en  la  emprendida  carrera, 
ejercicio  no  interrumpido  del  co- 
menzado movimiento." —  Algu- 
nos han  dudado  si  será  bien  di- 
cho Vengo  llegando,  por  cuanto 
la  idea  de  venir  a*  distinta  de  la 
do  llegar:  .si  todavía  vengo  cami- 
nando, quiere  decir  que  no  he 
llegado ;  y,  si  ya  he  llegado,  quie- 
ro decir  que  ha  ce.<ado  mi  movi- 
miento y,  por  tanto,  no  vengo. 
Homo  son  instantes  tan  cortos  y 
continuos  el  último  movimiento 
y  la  llegada,  júntalos  en  uno  la 
mente  y  por  e-so  dice:  Vengo 
llegando,  es  decir,  en  este  instan- 
te ha  terminado  el  último  paso 
que  he  dado  y  voy  a  gozar  ya  del 
repaso  o  descanso  de  la  llegada 
sentándome.  No  es  lo  mismo  que 
Acabo  de  llegar,  porque  esto  sig- 
nifica que  ha  mediado  un  rato 
más  o  menos  largo  entre  el  venir 
y  el  llegar. — Por  ningún  motivo 
puede  aceptarse  la  teoría  del  filó- 
logo Federico  Diez  que  .sostiene 
que  el  v.  venir  es  auxiliar  en  os- 
l)ariol  como  lo  es  en  italiano  y 
en  portugués  y  que,  ]wv  tanto, 
puede  (lecinse:  Le  vino  oída  una 
noticia;  T-o  venía  quitada  In  li- 
bertad; La  puerta  viene  abierta; 
La  sociedad  viene  perdida."  Esto 


no  lo  dirá  ninguno  que  hable  re- 
gularmente el  esi^añol,  porque  es 
.sacar  de  quicio  el  v.  venir^  que 
nunca  ha  tenido  tal  significado 
ni  u.so.  Sólo  en  la  acep.  de  "ajus- 
tarse, acomodarse  o  conformarse 
una  cosa  a  otra  o  con  otra,"  pue- 
de llevar  como  predicado  un  par- 
ticipio: "¿Cómo  le  viene  el  pan- 
talón? Le  viene  ajustado  al  cuer- 
po, le  viene  pintiparado." — ^Cen- 
sura y  con  razón  liiu-alt  estos 
otros  US0.S  de  venir:  "Me  vino  a 
la  cabeza:  me  vino  al  magín  o  a 
las  mientes,  me  ocurrió."  "Vino 
hastíi  a  amenazarme:  llegó  a,  se 
propagó  a  amenazarme."  "Des- 
pués de  muchas  convei"saciones 
frívola.s,  vinimos  por  fin  a  cosas 
.serias:  pasamos  a  tratar,  trata- 
mos." Pero  no  tiene  razón  el  crí- 
tico en  censiu'arlo  en  esta  projDO- 
sición :  "Todas  las  voces  vienen 
del  verbo."  porque  expresamente 
le  da  el  Dice,  e^ita  acep. :  "traer 
origen,  proceder  o  tener  depen- 
dencia una  cosa  de  otra  en  lo 
físico  o  en  lo  moral."  '"No  te 
desprecies  de  decir  que  vienes  de 
labradores,"  le  acon.sejaba  Don 
Quijote  a  Sancho.  Venir  a  pelo  o 
al  pelo,  es  fr.  castiza,  i)orque  lo 
son  los  modismos  Al  pelo  y  .1 
pelo  (n  punto,  con  (oda  exacti- 
tud, a  medida  del  deseo;  a  tiem- 
po, a  propó-sito  o  a  ocasión') . — 
Venir  en.  Mucho  .se  abusa  en 
Chile  de  e.stc  n)odismo,  usándolo 
en  escritos,  solicitudes  y  comu- 
nicacinnes  particulares:  "Vengo 
en  pedir,  en  solicitar  tal  cosa; 
Vengo  en  renunciar  ol  iiombra- 
iiiicnto:  Venimos  en  presentar  la 
renuncia."  Tan  general  c^  el 
abaso,  que  un  estudiante  llegó  a 
sostener  que  el  v.  iio  ora  .vdiritar. 


VEN 


VEN 


653 


sino  ensolicitar,  ppi-que  así  lo 
había  leído  él  en  tantos  docu- 
mentos. "Resolver,  acordar,  de- 
cidir una  autoridad,  y  especial- 
mente la  suprema,"  es  como  de- 
fine el  Dice,  esta  acep. ;  por  con- 
siguiente, no  es  un  simple  parti- 
cular, sino  sólo  la  autoridad, 
quien  puede  venir  en  hacer  una 
cosa.  Los  particulares  hablan  co- 
mo Cer\-anteá:  "Mas  el  Cura  no 
vino  en  ello;'  '"Le  vino  en  deseo 
de  refocilarse;"  "Le  vino  en  vo- 
luntad y  deseo  de  hacer;"  "Don 
Quijote  vendría  en  todo  cuanto 
le  pidiese;"  "Jamás  podía  sacar 
della  una  pequeña  muestra  de 
venir  en  ninguna  cosa  que  mala 
fuese." — No  se  confunda  el  venir 
de  (e  infinitivo),  que  es  castizo, 
con  el  venir  de  francés:  é.'Ste  sig- 
nifica que  acaba  de  ocurrir  o  ha 
ocurrido  poco  antes  lo  que  ex- 
presa el  infinitivo,  y  aquél  signi- 
fica que  se  llega  a  luia  parte  des- 
pués de  hacer  lo  que  el  infinitivo 
dice;  Vengo  de  recibir  una  carta 
(acabo  de  recibirla.  No  se  diga 
tampoco  como  en  Chile:  Recién 
recibí  una  carta);  Venía  de  lle- 
var una  carga  de  trigo  al  molino 
(Cervantes) :  venía  después  de 
haberla  llevado. — Bien  vienes, 
mal,  si  vienes  solo,  "i'efrán  con 
que  se  da  a  entender  que  a  las 
personas  regularmente  no  les 
ocurre  una  desgracia  sola."  El 
Dice,  dice  vengas,  en  vez  de  vie- 
nes.—  Vení  a  juarte  con  la  es- 
cuaira.  Véase  Juar. — El  que  ven- 
ga (o  viene)  atrás^  que  arree^  fr. 
fig.  y  fam.,  corriente  en  Chile  y 
también  en  la  Argentina :  el  su- 
ce-sor,  o  el  heredero  o  cualquiera 
que  mái^  tarde  ocupe  el  lugar, 
cargue    cdu    las  consecuencias   o 


hágalo  me,ior.  Merece  lugar  en  el 
Dice. — En  la  conjugación  suele 
confundir  el  pueblo  el  pretérito 
vinimos  con  el  presente  venimos. 
alcanzando  también  esta  e  a  las 
segundas  personas  veniste  y  ve- 
nisteis  por  viniste,  vinisteis.  No 
conoce  el  pueblo  el  imperativo 
ven,  sino  .solamente  vení.  No  fal- 
tan seudocultos  que  digan  vene- 
mos, por  venimos:  "Aqv;í  vene- 
mos señor,  en  representación 
de.  .  .   a  pediros. .  ."' 

Vem,  vidi,  vici,  loe.  latina. 
Es  fr.  histórica,  conocida  y  usa- 
díi  por  todos,  que  literalmente 
significa:  "vine,  vi,  vencí;"  hace 
falta  en  el  Dice.  La  escribió  Ju- 
lio César  en  carta  al  senado  en  su 
expedición  al  Egipto  y  al  Asia. 

Venta,  f.  "Casa  establecida  en 
los  caminos  o  despoblados  para 
hospedaje  de  los  pasajeros,"  es 
la  definición  de  la  venta,  españo- 
la, y  así  era  la  que  inmortalizó 
Cervantes  en  el  Quijote.  La  ven- 
ta chilena  es  un  simple  puesto  de 
comestibles  y  bebidas  que  se  co- 
loca durante  las  fiestas  públicas, 
como  carreras,  dieciochos,  pas- 
cua; por  consiguiente,  no  es  fija 
o  estable,  sino  de  mera  ocasión,  y 
generalmente  no  lleva  canto  ni 
liaile.  en  lo  cual  se  diferencia  de 
nuestra  fonda,  y  más  aún  de  la 
chingana.  — Venta  al  detalle,  al 
pormenor:  renta  por  menor. — 
Venta  al  pormayor :  renta  por 
mayor. — A  venta.  De  venta,  En 
venta.  El  priinero  apenas  puede 
usarse  con  uno  que  otro  verbo 
que  rija  «.  como  sacar;  con  los 
demás  debe  decirse  a  la  venta 
(destinar,  echar).  De  venta  y  En 
rrtitd  los  diferencia  así  Baralt: 
"De,    c'onio   prep.    atributiva,  in- 


654 


VEN 


VEN 


dic-a  que  la  cosa  que  se  vende  es- 
tá destinada  a  ser  vendida;  y  en, 
como  prep.  de  localidad  y  de  es- 
ta<lo,  que  la  cosa  que  se  vende  Be 
baila  colocada  donde  puede  sei- 
vendida  inmediutame^ite,  en  el 
paraje  más  a  propódto  para  su 
venta.  A  este  modo  decimos:  Es- 
tá en  camisa,  en  casa,  en  sazón, 
del  o  de  lo  que  real  y  positiva- 
mente se  halla  en  el  o.-tado  o  si- 
tuación indicada  por  los  nom- 
bres; y  Está  de  córner^  Está  de 
rasar  esta  moza^  Está  de  caza.  Es- 
tá de  viaje,  de  lo  que  se  puede  co. 
mer,  de  la  que  se  puede  casar,  y 
del  que  se  halla  en  disposición, 
¡nás  o  menos  próxima,  de  cazar  o 
de  hacer  algún  viaje."  (Art.  En, 
nota  final).  "El  coche  e.n  venta" 
se  intitula  una  poesía  de  Mora- 
tín ;  "Obras  publicadas  por  la 
Real  Academia  Española,  que  se 
hallan  de  venta  en  su  despacho 
do  la  calle  de  Valverde."  leemos 
en  libros  puljlicndos  p(ir  la  Aca- 
demia. 

Vext.vjero',  ka,  adj.  Aplícase 
a  la  persona  que  en  los  tratos  y 
negocios  sabe  sacar  para  sí  ga- 
nancia o  ventaja.  Está  bien  for- 
mado y  merece  ser  aidmitido.  En 
castellano  hay  agiOilihus,  m. 
fam.  (persona  que  tiene  habili- 
dail  i)ara  procurar  la  propia  con- 
veniencia) y  .^atrapa,  s.  m.  y  adj. 
(hombre  ladino  y  que  sal)e  go- 
bernarse con  a.<tucia  e  inteligen- 
cia en  el  comercio  humano)  ;  pe- 
ríi  un  son  tan  claros  ni  expresi- 
\(i-  cdiiKi  iiuo-lro  ventajero.  Vc-a- 
sc  Macuco. 

\'k.vt.\na.  f.  Echar  uno  la 
rasa  por  la  ventana,  l^s  fr.  castiza 
y  la  trae  el  Dice,  en  el  art.  Casa  : 
"gastar   con   cs]>lendidez   en     im 


convite  o  con  cualquier  otro  mo- 
tivo."'— Entrar  por  la  ventana, 
fr.  fig.  y  fam.:  "hacer  una  cosa 
con  .«olapería  y  mala  fe."  (Caba^ 
llero).  Falta  esta  fr.  en  el  Dice. 
Lrenerahnente  se  completa  así: 
Xo  entrar  por  la  puerta^  sino  por 
la  ventana.  Está  tomaida  de  la 
.■sentencia  evangélica:  "Quien  no 
entra  por  la  puertii  en  el  aprisco 
de  las  ovejas,  sino  que  sube  por 
otra  parte,  el  tal  e-*  un  bulrón  y 
.<alteador."  (San  Jtwn,  X.  1). 

^'K^•TA^'AL,  m.  Ventana  gran- 
de, y  especialmente  la  que  tiene 
vidrieras  de  color,  como  son  las 
de  las  catedrales  y  grandes  igle- 
sia.<.  Es  voz  muy  u.<ada  por  los 
escritores  modernos  y  que  tendrá 
que  .ser  admitida  en  el  Dice, 
l)orque  está  bien  formada  y  es 
necesaria;  y  mejor  aceptarla 
])r()nto,  antes  que  cunda  más  el 
galicismo  vitraux.  He  aquí  dos 
autoridades  en  favor  de  venta- 
nal: 'En  las  capillas  de  estas  igle- 
sias, en  las  tumbas  que  encerra- 
ban, en  las  rejas  de  sus  altares, 
en  los  ventanales  policroma- 
dos..., figuraban  las  arma."  de 
su  familia."  (Miguel  Mir.  Santa 
Terena.  1.  I.  pág.  77).  ".\  últimos 
del  I  siglo  I  XVI  debía  |de|  es- 
tar la  (atedral  con  todas  sus  vi- 
drieras. ])ero  después  se  de.-»mon- 
taron  nnichas  <le  ellas,  tapando 
I  se  I  con  ladrillo  los  ventanales." 
(.lulio  Puyol  y  Alonso,  La  Pi- 
rara Jnstinfi,  [.  líT.  nota  61). 
.\quí  eslá  tomado  ventanal  yior 
el  Inieco  o  abeilm-a,  que  es  la  !.• 
ace]».  tic  ventana.  VA  I  Mee.  de 
.\lemany  admitió  a  ventanal  on 
el  Suplemento  con  la  delinición 
de  "ventana  grande." 

X'kn'taxeo,  m.   fam.    ".Ací-ión 


VEN 


VEN 


65ri 


de  ventanear, '  e.s  decir,  de  aso- 
mar-e u  ponerse  a  la  ventana  con 
frecuencia  una  mujer.  Admitido 
desde  la  13.^  edición  del  Dice.  La 
fr.  Hacer  ventana  ana  mujer  y 
el  adj.  ventanera  signitican  tam- 
bién lo  mismo.  La  terminación 
in.  ventanero  ?e  dice  del  hombre 
que  mira  con  poco  recato  a  las 
ventanas  en  que  hay  mujeres. 

Vext.íJsIlla,  f.  Dim.  de  ven- 
tana. "Cada  uno  de  los  dos  orifi- 
cios que  hay  en  la  base  de  la  na- 
riz." Admitido  de-sde  la  13.*  edi- 
ción del  Dice.,  en  el  cual  se  lla- 
ma también  ventana^  nariz  y  fo- 
sa nasal. — La  ventanilla  del  con- 
fesonario tiene  en  el  Dice,  el 
nombre  especial  de  reja. — Pues 
bien,  si  él  la  llama  ventanilla  y 
por  sí  solo  significa  este  nombre 
"ventana  pequeña,"  ésta  debió 
.-er  la  1."  acep.  de  ventanilla,  y, 
sin  enihiargo,  para  m^da  se  nom- 
l)ra.  Ventano,  m.,  es  el  que  apa- 
rece con  la  definición  de  "venta- 
na pequeña." 

Vexteae,  a.  fam.  De  la  acep. 
castiza  "poner,  sacar  o  arrojar 
una  cosa  al  viento  para  enjugar- 
la o  limpiarla,"  se  fonnó  la  chi- 
lena de  hacer  pasear  a  bis  muje- 
res solteras  para  que  más  fácil- 
mente hallen  marido,  l.n  la  Ar- 
gentina ventearse  es  ¡indar  uno 
mucho  tiempo  fuera  de  casa. 

^'■E^■TERO,  RA,  m.  y  f.  "Perso- 
na que  tiene  a  su  cuidado  y 
cargo  la  venta  para  hos]>edaje  de 
los  pasajeros."  Así  en  España; 
en  Chile  se  entiende  e.ste  vocablo 
conforme  a  la  definición  de  la 
venta  chilena.  Véase  A'^enta. 

Ventilador,  m.  "Instrumen- 
to o  aparato  para  ventilar."  Asi 
el  Dice,  y  con  mucha  razón ;  |>e- 


ro  a  la  "ruodecilla  con  aspas,  ge- 
neralmente de  hoja  de  lata,  que 
se  pone  en  las  vidrieras  de  una 
haljitación  para  que  se  renueve 
el  aire  de  ésta,"  le  da  el  nombre 
particular  de  molinete. 

Ventolina,  f.  En  Marina  es 
"viento  leve  }'  variable;"  pero  el 
pueblo  lo  usa  aquí  por  ventolera, 
(golpe  de  viento  recio  y  poco 
durable). 

Ventosa,  f.  En  el  caló  de  las 
rateros,  foi-ado.  Véase  asta  voz. 
Aliene  de  la  !.'■  acep.  del  caste- 
llano ventosa:  "abertura  que  se 
hace  en  algunas  cosas  para  dar 
pa.so  al  viento.  .  . "' 

Ventríloco,  ca,  adj.  Pronun- 
ciación vulgar  de  ventrílocuo, 
ciia,  que  viene  del  latín  venter, 
tris,  vientre,  y  loquor.  hablar. 
A'éase  U,  6.°  La  misma  n.  vemos 
en  los  demás  compuestos  de  lo- 
quor: altílocn-o,  grandílocuo,  elo- 
niente,  grandilocuencia,  locuaz, 
etc. 

Ventriloquia,  f.  Arte  del  ven- 
trílocuo. Lo  a-'opta  el  Dice,  pero 
c()U  acento  en  la  n  (ventrilo- 
tju.ia),  siguiendo  a  los  demás 
conip)uestos  del  v.  latino  loqui, 
hal)lar:  centiloquio^  circunlo- 
'juio,  coloquio,  proloquio,  soli- 
loquio y  vaniloquio. 

Venusino,  na,  adj.  Natural 
de  Venusia,  ciudad  de  Italia, 
hoy  Venosa.  Ú.  t.  c.  s. — El  Ve- 
nijLsino  por  antonomasia  es  el 
poeta  latino  Quinto  Horacio  FUv 
co,  que  nació  en  diclia  ciudad,  y 
así  lo  llaman,  con  los  clásicos, 
todos  los  modernos. 

Honrad»  ya  de  tu  laurel  divino, 
Se  precia  más  de  ti  que  de  la  infusa 
Ciencia  del  Esmirneo  y  Kenujiiio. 

(Lope  de  Vega,  El  jardín  dt  Lnpr  de  Vega). 


656 


VER 


VER 


Pero  en  Quinto  Calabrio  fue'  excusada 
La  imitación  con  que  arrogante  vino 
A  seguir  la  deidad  del  Vniusmo. 

(Id..  La  Filomena,  \>.  JI). 

Así  como  u  .Vristóteles  ?e  lo  lla- 
ma el  Estagirita,  el  Mantuano  a 
^'irgilio,  el  Salmones  a  Ovidio, 
el  Pinciano  a  Hernán  Núñez  de 
Guzmán,  y  entre  los  pintores,  se 
nombran  el  Veranes,  el  Greco, 
el  Españoleta,  así  se  llama  tam- 
bién a  Horacio  el  Venimno.  .iVd- 
mita  pues  el  Dice  este  vocablo  en 
sus  aceps.  general  y  particular. 

Ver,  a.  Ver  a  Dios.  Véase 
Dios,  al  fin. — Ver  burros  negros. 
Véase  Burro. — Ver  de.  Ni  la 
Gramát.  de  la  Academia  ni  su 
Dice,  hablan  de  este  régimen  del 
V.  ver.  En  verdad  no  es  muy  co- 
mún, pero  no  por  eso  deja  de  ser 
correcto.  "Envía  Don  Hurtado  a 
correr  la  tierra  tres  leguas  ade- 
lante para  ver  de  asegurar  su 
alojamiento."  (Pedro  de  Oña, 
.4 rauco  domada,  c.  X,  .sumario). 
Está  .subentendido  el  s.  modo; 
por  eso  habría  sido  igual  decir: 
Ver  de  qué  -modo,  Ver  cómo,  y 
en  latín,  Videre  quomodo  o  quo 
modo. —  Ver  debajo  del  agua 
uno,  fr.  fig.  y  fain.,  que  falta  en 
el  Dice. :  ser  7nuy  despierto  y  há- 
bil, muy  per.-jpicaz. —  Ver  la  luz 
pública,  fr.  castiza  que  faifa  en 
el  Dice.  Véase  Li'z. — Verle  a 
nno  cara  de  leso.  Véa-^e  Leso. — 
Verle  a  uno  las  canillas,  fr.  ñg. 
y  fam..  que  significa  lo  mismo 
que  la  anterior. —  I'er  y  creer. 
Véa.se  Tomás. —  Al  de  por  ver. 
De  por  ver.  Véanse  .Iiego  y  .Ji'- 
OAR.—  ¡A  ver!  En  Chiloé,  ¡oxte! 
¡fuera!  ¡quita  allá!  ¡lojo.s  de 
aquí!     (Cavada). — Como     verlo. 


loe.  fam.  con  que  se  asegura  que 
que  una  co.^a  ha  sucedido  o  su- 
cederá infaliblemente.  "Eso  va  a 
])arar  en  matrimonio,  como  ver- 
lo." '"Como  si  se  e.stuviera  vien- 
<1().  Como  .«i  lo  estuviera  viendo, 
Como  si  ya  lo  viera,"  es  como 
deshacen  otros  esta  loe.,  que  bien 
puede  admitirse. — Han  de  ver. 
Modismo  corriente  en  el  pueblo 
para  ponderar  o  exagerar  ima 
cosa.  "¡Tan  tonto  que  lo  han  de 
ver!  ¡Tan  mezquina  rpie  la  han 
de  ver!"  Así,  siempre  con  tan  y 
en  .3.^  per.sona ;  rara  vez  con  2.* 
Es  la  propa'^ición  castellana  Hay 
que  ver,  expresada  en  otra  forma, 
equivalente  a:  Es  tan,  tonto,  que 
Jiay  qu-e  verlo  para  creerlo, — 
na.9ta  verte,  Cristo  mío.  Véa.se 
Cristo. —  No  verse  uno  cu 
otra,  fr.  fam.,  que  tampoco  apa- 
rece en  el  Dice:  no  tener  otra 
oca-iém  tan  propicia  o  favorable. 
"El  tabernero,  que  en  mí  vida  se 
había  visto  en  -otra,  no  daba  paz 
a  la  mano."  (Pereda,  Don  Gon- 
zalo, XII).  Ú.  1.  con  el  V.  hallar- 
si-, — Por  un  ver,  loe.  fam.:  por 
si  acaso.  La  usó  Valbuena  en 
He  bajos  (pág.  214)  :  "Esto  solo 
era  ya  señal  bastante  cierta  de 
que  no  quen'an  trabajar  más: 
]H'ro,  a  pesar  de  eso,  algunos  p.ro- 
]>ielarios.  .  ..<alían  a  i>reguiitarles 
par  >ni  ver.  y  ¡lorque.  lo  que  ellos 
decían,  cu  preguntar  nada  se 
¡licrde."'  No  la  trae  tampoco  el 
Dice. — ¡Qnii'n  te  vio  y  quién 
ti'  ve!  Fr.  con  que  expresamos  la 
admiración  que  nos  cauí^a  la 
gran  nmdanza.  favorable  o  desfa- 
vorable, que  vemos  en  una  per- 
sona. Vale  lo  mismo  que  la  vir- 
giliana  QuanttDn  Tniífafus  ab 
lllo!   cuando  la  nnulanza  es   des- 


VER 


VER 


favorable.  Puede  variai-i^e  el  pro- 
nombre te  según  la  persona  de 
quien  se  hable.  Su  admisión  es 
tan  evidente,  que  no  debe  discu- 
tirse.— En  la  conjugación  co- 
mete el  vulgo  los  siguiente?  ye- 
rros: veida,  véidamos,  veidan,  y 
en  el  Sur,  vía,  víamos,  vían,  por 
veía,  veíamos,  veían.  Ambas  for- 
man nacieron  de  las  antiguas  cas- 
tellanas veya  y  vía  (igual).  En 
el  pretérito  de  indicativo  dicen 
tiunbién,  como  los  antiguos  cas- 
tellano.'^, vide,  vido,  por  vi,  vio, 
y  aun  víe,  vio,  con  supresión  de 
la  d.  E.sta  forma  la  heredó  el  cas- 
tellano del  pretérito  latino  vidi, 
vidit. 

Vkralc.v,  f.  Piel  de  guanaco 
Cjue  se  usa  como  sobrecama,  al- 
fombra, etc.  "Cuando  entramos, 
las  mujeras  e.stabau  sentadas  cer- 
ca del  fuego  sobre  veralcas,  con 
las  piernas  cruzadas  y  teniendo 
consigo  a  sus  hijos."  (Pablo 
Treutler,  La  Provincia  de  Valdi- 
via ¡I  los  Araucanos,  t.  I,  pág. 
80).  En  nota  interpreta  la  pala- 
bra: "pieles  de  guanaco." — Oel 
araucano  iveralca,  "sobrecama 
hc<-ha  de  pieles  de  guanaco,  ex- 
traídos del  vientre  de  la  madre 
de^l>ués  de  matarla.';  (P.  Augus- 
ta) .  Eebté'si  trae  también  hueral- 
can,  hacer  mal,  daño,  maltratar; 
jxn-  donde  se  ve  que  el  nombre 
alude  a  la  muerte  que  se  da  a  la 
madre.  Bueno  -será  popularizar 
este  nombre,  ya  que  estas  ricas 
pieles  de  guanaco  son  conocidas 
y  u.sadas  en  Chile. 

Veranada,  f.  Sólo  significa 
"temporada  de  verano,  respecto 
de  los  ganados,"  y  no  debe  con- 
fundii-se  con  verana,di'ro  (sitio 
donde  en  verano  pastan  los  ga- 
Dic<-.  (]•  Chil..  t.  V. 


nados)  ni  con  veranero  (sitio  o 
paraje  a  donde  algunos  animales 
pasan  a  veranear) . 

Veraneante,  com.  Persona 
que  veranea.  Es  corriente  en 
Chile  y  hace  falta  en  el  Dice. — 
También  suele  usarse  como  adj.: 
"Las  familia!<  veraneantes  en 
V'alparaíso." 

Vekanití!  de  San  .Juan 
(El),  loe.  fam.  Días  de  sol  tjue 
suelen  seguir  o  preceder  a  la  fies- 
ta de  San  Juan  Bautista  (24  de 
•lunio),  que  entre  nosotros  cae 
en  invierno.  El  español  dice  ve^- 
raniUo:  "tiempo  breve  en  que 
suele  hacer  calor  durante  el  oto- 
ño. El  veranillo  de  San  Miguel. 
el  de  San  Martín." — Ser  uno  co- 
mo el  veranito  rfc  San  Juan,  que 
.^e  adelxinta  o  ye  atrasa^  fr.  ñg.  y 
fam.,  que  aplicamo-  al  (jue  falta 
a  la  puntualidad. 

Verano,  ni.  No  le  da  el  ac- 
tual Dice,  la  acep.  de  "prima- 
vera," que  fué  la  que  tuvo  pri- 
mero, conforme  a  su  origen  lati- 
no, de  ver,  iis,  la  primavera,  y 
que  le  reconocieron  todos  los  an- 
tiguos. "Otra*  pintai-on  a  Jano 
con  cuatro  caras,  significando  las 
cuatro  diferencias  del  año:  Ve- 
lano,  Estí",  Otoño  y  Invierno." 
(Diego  López,  Avio  Persio  Flac- 
ro.  Burgos.  1609,  j)ág.  28  v.) 
Muchos  otros  tenemos  anotados; 
pero  valga  por  todos  la  definición 
del  Dicí-  de  Autoridades:  "Ve- 
rarw.  s.  m.  La  primavera;  pero 
regularmente  se  toma  por  el 
tiempo  del  estío,  o  en  que  hace 
calor."  Debe  pue*  el  moderno 
Dice,  reconocerle  como  ant.  la 
acep.  de  "primavera." 

Verbalismo,  m.  Modo  o  ais- 
tema  de    hablar   o  de  escribir  en 

42 


658 


VER 


VER 


que  domina  la  verbosidad.  Lo 
usó  Menéndez  y  Pelayo  y  bien 
puede  admitirse. 

^'ERBIGKACIA,  O  a  la  latina, 
\'ekbi  gratia.  Por  ejemplo.  De 
e.xpresión  elíptica  la  califica  el 
Dice.  El  Padre  Isla  la  usó  t.  c.  s. 
ni.:  ''Pondré  un  verbigracia,  nó 
para  que  u.-íendísinia  me  entien- 
da... ,  sino ..."  (Fray  Gerun- 
dio, 1.  V,  c.  IV). — La  abreviatu- 
ra es  de  estas  tres  maneras :  vg., 
V.  g.  y  V.  gr. 

Verbo,  m.  ¿Hasta  cuándo  no 
dará  el  Dice,  a  este  vocablo  la 
acep.  de  "palabra,  dicción,"  que 
por  juro  de  herencia  tiene  del 
latín  vcrbum?  Desde  el  Arci- 
preste de  Hita  que  lo  usó  en  el 
siglo  XV  ha.sta  el  último  orador 

0  e'^critor  que  actualmente  se  ex- 
presa en  castellano,  todos  lo  han 
usckIo  y  lo  u.san,  menos  el  Dice. 
Citemos  a  algunos  de  ellos,  y  en 
primer    lugar     al     célebre    .Vrci- 

1  .reste : 

Xon  había  acabado  (le  decir  bien  su  rerbo. 

(Libro  de  buen  amor,  copla  1080). 

f  Pur  que  no  sale  mi  sá 
Dona  Esti/fana?  Ese  pasmo 
De  las  Dioras  del  Barquillo. 
Ese  asombro  de  lo  majo. 
■  Eite  verbo  y  gracia  de 
Gl  atractivo,  ese  estanco 
De  la  sal... 


(Ra 


1  de  la  Cruz,  Loi  Pandcms). 


"VA  telégrafo  es  la  lengua  propia 
de  la  civilización  moderna;  la 
fórmula  de  .su  pensamiento,  su 
verbu."  (Jo.sé  SelgiL-<.  Discurso 
de  incurponición  en  la  Acad.) 
"El     endecasílaljo.  .  .     fué   desde 


entonces  tan  español  como  ita- 
liano, y  sin-ió  de  verbo  sonoro  a 
nuestra  más  excelsa  poesía  líri- 
ca." (Menéndez  y  Pelayo,  An- 
tol.  de  poetas  lir.  es])ar>..  t.  XIII, 
pág.  380). 

Su  inmarcesible  juventud  c^Udervan 
Oemóstenes  y  Píndaro  y  Homero. 
;0h  sublime  poder  del  verbo  humano! 

(■Federico  Balart.  Monumento  a   Cautelar). 

El  texto  de  D.  \l.  de  la  Ci-uz  pue- 
de entenderse  también:  Ese  ver- 
bigracia de.  .  .  (ese  ejemplo  o 
ejemplar  de).  Omitimos,  ])or  no 
alargar,  hermosos  textos  de  Cas- 
telar  y  otn)s  académica--,  de  la 
Pardo  Bazán  y  de  nuichos  ame- 
ricanos, y  suplámoslos  con  la  loe. 
ad\'erbial  En  un  verbo,  ca.stiza 
como  la  que  más,  y  que  está  pre- 
gonando el  verdadero  significado 
del  vocal)lo  i.'e7'6o.'  "en  un  instsui- 
te."  es  decir,  en  el  tiemi>o  que  de- 
mora la])ronunciación  de  un  ver- 
bi>,  de  una  palabra.  Si  el  francé-; 
y  el  italiíuio  usan  esta  misma 
acep.,  no  la  tomamos  de  ellos  nos- 
otros, sino  del  latín,  como  diji- 
mos, y  quizás  es  má.s  antigua  en 
castellano  que  en  esas  dos  len- 
gua-'.— Tami)ién  debe  admitirse 
como  ablativo  bitinode  rerbiim, 
/'/',  pues  así  .-^e  u.-!;i  en  las  citas  de 
obras  escritas  en  orden  alfabé- 
tico, }•  generalmente  en  abrevia- 
tura (v.). 

\'ekr()  Al)  vkkium  (Dk). 
cx])r.  adv.  bitina.  Palaltra  por 
palabra,  a  la  letra,  sin  faltar 
una  coma.  .\sí  el  Dice,  en  el  lu- 
gar c(irres|iondientc  de  la  letra 
i). 

\'eri!()RR1oa,  f.  fam.  Flujo  de 
palal>ras,      excB-'ivfl      locuacidad. 


VER 


VER 


palabrería  interminable,  verbo- 
sidad. Recuérdese  también  la  fr. 
Soltar  uno  la  tarabilla  (hablar 
mucho  y  de  priesa). — Es  voz 
liíi>rida,  formada  del  latín  ver- 
huiii,  palabra,  y  el  griea^o  psco, 
finir;  pero,  como  es  muj'  usada 
.\'  expresiva,  merece  ser  admitida. 

"\'erbosamente,  adv.  de  m. 
Con  verbosidad.  Falta  en  el  Dice. 
\^éase  Mente  ( . vdvekbios  ex  ) . 

Vekdad,  f.  La  pura  (o  mi 
pura)  verdad.  Véase  Pt'ko^  r.a.. 
— Verdad  de  necesidad  de  me- 
dio: la  que  es  necesario  saber  y 
creer  para  conseguir  la  salvación. 
Ú.  ra.  en  pl. — Verdad  de  fe:  la 
revelada  por  Dios  y  que  lalgle- 
.*ia  nos  manda  creer.  Fig.  y  fam., 
la  evidente  y  segura.  "Lo  que  di- 
ce mi  profesor,  o  la  palabra  de 
mi  profesor,  es  para  mí  verdad 
de  fe." — Verdades  eterntis:  las 
principales  de  la  religión  que  se 
explican  en  las  misiones  y  en  los 
ejercicios  espirituales.  Estas  tres 
locuciones  faltan  en  el  Dice,  co- 
mo también  el  modismo  siguien- 
te.— .1  decir  verdad,  modi.smo 
condicional :  .si  he  de  decir  la  ver- 
dad, haljlando  con  verdad.  No  se 
confunda  con  el  francés  .4  vrai 
diré,  que  no  es  condicional,  .sino 
nl^siluto  y  corresponde  a  los  cas- 
tellanos A  la  verdad,  En  verdad. 
Por  cierto,  Sin  duda  alguna. — 
La  verdad  está  siempre  en  el  fon- 
do del  vaso^  fr.  proverbial  chile- 
na: es  difícil  verla  o  conocerla, 
l)orque  ordinariamente  no  está 
en  la  superficie,  .sino  en  el  fondo. 
— Las  verdades  son  amargas,  fr. 
firoverbial  que  usamos  en  el  mis- 
mo significado  que  la  ca.^tiza  La 
verdad  amarga,  "con  que  se  sig- 
nifica   el  disgu.sto  que  causa    a 


uiU)  el  que  le  digan  claramente 
el  luai  (jue  ha  ejecutado." — 
Quien  dice  la  verdad,  no  miente. 
La  fr.  española  completa  es  así: 
Quien  dice  la  verdad,  ni  peca  ni 
miente,  "con  que  se  da  a  enten- 
der que  siempre  debo  decii-se  la 
verdad,  por  amarga  que  sea." 

VERn.\r)ERO,  RA  adj.,  Verda- 
deramente, adv.  de  m.  "Los  ga- 
licistas  los  menudean  asquerosa- 
mente," escribió  Cejaílor  después 
del  P.  Mir.  "¿No  es  esto  verda- 
dero? (Vcfd'td).  Es  una  verda- 
dera (manifiesta)  ironía;  Es  un 
verdadero  (puro)  placer;  Son 
verdaderas  (simples)  niñerías; 
Verdaderas  arni-stades  (de  ve- 
ras);  Verdaderamente  yo  lo  vi 
(si,  ¡JO  lo  vi  por  mis  ojos)."  El 
\icio  no  está  en  que  verdadero 
no  sea  castizo,  que  .sí  lo  es,  sino 
en  asarlo  tan  frecuente  .v  desma- 
ñadaiueute.  como  .-^i  el  castellano 
no  tuWera  dtra.s  voces  y  modis- 
mos mucho  más  e.xpresivos  y 
exactos. 

Verde,  adj.  "Junto  con  algu- 
nos sub.stantivos,  díce.-e  del  color 
parecido  al  de  éstos.  Verde  mar, 
verde  botella,  verde  oliva."  AA  el 
Dice,  y  con  mucha  razón.  Ruiz 
Aguilera  habló  de  "una  cuna  de 
color  verde  lechuga;"  Quevedo 
(iijo  verde  esperanza,  porque  el 
color  verde  es  síml)olo  de  la  es- 
peranza; nosotros  hablamos 
siempre  del  color  verde  esmeral- 
da, verde  Nilo,  verde  aceituna, 
verde  loro  o  verde  cata. — Verde 
claro  .se  puede  decir  en  una  soda 
palabra,  verdegay  (de  color  ver- 
de claro). — Verde  oscuro  equiva- 
le a  verdinegro,  gra,  y  ant.  ver- 
descuro, ra  (de  color  verde  os- 
curo).— Bien  jxiega  el  verde,  pe- 


(iC.Ü 


VER 


VER 


ro  pierde,  refrán  chileno  usado 
entre  jugadores  y  con  el  cual  se 
significa  que  uno  pierde,  nó  por 
impericia  o  falta  de  habilidad, 
sino  por  mala  suerte. — En  verde. 
A'éase  En  yerba  en  el  art.  Ykk- 
BA. — Entre  verde  y  seco.  Usado 
cumo  fi-.  adjetiva,  equivale  al 
castellano  verdiseco,  ca  (medio 
seco).  Como  loe.  fig.  y  fam.,  vale 
regTiiar,  poco  más  o  menos,  tér- 
mino medio. — Estar  verde  una 
persona  o  cosa.  Es  fr.  castiza,  por- 
que corresponde  a  estas  dos 
acei'xs.  de  verde:  "aplícase  a  la 
primera  edad  y  a  la  juventud; 
dícese  de  las  cosas  que  c.stán  a 
los  principios  y  a  las  cuales  falta 
nnicho  para  perfeccionarse."' — 
Exfar  reydf's  Icx  iirns.  N'case  l'v.\. 
—  Ladrillo  verde :  dígase  ladrilh 
crudo,  sin  cocer,  falto  de  coci- 
miento^ según  los  casos. — Poro- 
tos (o  porotitos)  verdes.  Wanse 
PoRfiTiTo  y  Poroto. — Salirle  a 
uno  canas  verdes^  fr.  fig.  y  fam., 
que  .■dignifica  en  Chile:  tener 
grandes  pesadumbres. —  l'erde 
como  zapallo,  fr.  fam.  En  senti- 
do recto,  dícc-e  de  la  fruta  o  do! 
fruto  que  todavía  están  muy  ver- 
iles. En  .sentido  lig.,  dícese  de  la 
pei-sona  a  quien  le  falta  aún  nni- 
cha  madurez  de  juicio:  y  así 
mismo,  díce=>e  de  su  cabeza  y  ce- 
rebro. La  razón  de  la  fr.  es  la  du- 
reza perenne  del  zapallo,  la  cual 
conserva  ha.sta  que  se  cuece  o  asa. 

^"ERI)E.\R      o       VERDEGUKAR,     n. 

Ambos  son  castizos  y  tienen  el 
mismo  significado. 

^'ERnoLAfiA,  f.  E.rtendirsc  uno 
romo  la  verdolaga,  ir.  que  .signi- 
fica entre  nosotros  pedir  o  exigir 
má'  de  lo  justo,  aprovechando  la 
bnen;i    fe    o    conde^cenrlencia  de 


los  otros;  también,  mostrar  con 
contoneof=  u  otros  m(»vimientos 
la  gran  í^tisfacción  que  se  siente 
por  un  elogio  o  atención  que  se 
recibe.  Es  parecida  a  la  c.xpre- 
.'ión  adverbial  española  Como 
verdolaga  en  huerto,  '"que  se  di- 
ce de  la  persona  que  está  o  se 
pone  a  sus  anchas." 

VERDoeo,  SA,  adj.  Que  tira  a 
verde. — No  se  confunda  con  ver- 
dujico^  ca:  que  tira  a  verde  obs- 
curo.— Verdal  y  verdejo,  ja.  dí- 
cese de  ciertas  frutas  que  tienen 
color  \erde  aun  después  de  ma- 
duras. Ciruela  verdal,  uva  verde- 
ja. Dícese  también  de  los  árlioles 
que  las  producen. 

Verduga,  f.  Nunca  .-^c  ha  dado 
f.  al  ni.  verdugo,  ni  en  sentido 
propio  ni  en  íig.,  ni  creen)os  que 
entre  en  las  exigencias  del  femi- 
nismo. 

Veriulería.  f.  Tienda  o 
pue.<to  de  verduras.  .Así  es  la" 
palalira  y  nó  verdurería,  como 
han  querido  corregir  algunos, 
trayéndola  de  verdura.  No  viene 
de  verdura,  sino  de  verd>:lero,  ra, 
que  vendo  verduras:  porque  los 
nombres  de  tiendas,  puertos,  ofi- 
cinas, etc.,  se  forman  general- 
mente del  que  vende  o  asiste  en 
ellas.  iVir  eso  rio  se  dicecarnería, 
pañería,  sombrería,  de  carne, 
pan  y  sombrero,  sino  carnicería, 
panadería ^  .sombrerería,  de  rnr- 
nicero,  panadero  y  sombrerero. 

Verdi'Ra.  f.  fig.  Calidad  de 
rrrde  en  esta  acep. :  "libre,  in- 
modesto, ob.»ccno.  .\plíca.«e  a 
cuenta",  poesías."  Fué  el  atildado 
l>oii  .luán  Valera  quien  dio  a 
verdura  e.«ta  acep.  que  todavía 
no  consta  en  el  Dice.  "Menester 
ps.  por  consiguiente,  perdonar  al 


i 


VER 


VER 


Ctíl 


íeñor  López  Silva  sus  desenfados 
frec-ueiites,  la  verdura  en  que 
aljundau  íus  e=icritos,  y  la  sal  y 
¡cimienta  con  que  los  sazona." 
(Ecos  argentinos,  pág.  52).  En 
Chile  e-  c  .nocida  también  esta 
acep.,  como  se  ve  por  lo  siguien- 
te: "Uno  de  ellos  está  de  cabeza 
sobre  el  reciente  número  de  "Mo- 
nos y  monadas,"  con  cuyas  ver- 
duras se  relame  el  oñcial  de  plu- 
ma." (La  Unión,  de  Santiago, 
26  Ag.  1916). — La  pura  verdu- 
ra, Mi  pura  verdura.  Véase  Pu- 
ro, RA.  En  La  Pirara  JuMina  se 
lee  también :  "Ka  realidad  de 
verdura...-  {i\  11,  1.  III.  c.    I). 

Verdurera^  f.  Aparato  para 
guardar  verduras.  Está  bien  for- 
mado, pero  todavía  no  está  bas- 
tante generalizado. — No  se  con- 
funda on  verdulera  (la  nmjer 
que  vende  verduras;  fig.  y  fam., 
mujer  de8\-ergonzada  y  raída). 
Aunque  también  se  deriva  de 
verdura^  cambió  la  segunda  r  en 
I  por  disimilación,  porque  tres 
eres  en  la  misma  palabra  la  ha- 
cen poco  suave.  Por  la  misma 
razón  no  se  llamó  tampoco  ver- 
dnrero  al  hombre  que  vende  ver- 
duras, sino  verdulero. 

Vereda,  f.  Su  significado  ca.í- 
lizo  es  "senda  o  camino  angosto, 
formado  comunmente  por  el 
tránsito."  Es  pues  error  muy 
^^rande  llamar  vereda,  como  lla- 
man en  Chile,  la  acra  o  haxera, 
que  es  '"orilla  de  la  calle  o  de 
otras  vías  de  comunicación  en 
las  poblaciones,  generalmente  en- 
losada, o  que  se  distingue  por  al- 
guna otra  circunstancia  de  lo 
demás  del  piso."  Dark\  cederle  o 
qidtwrlc  a  uno  la  vereda  es  darle, 
cederle  o  quitarle  la  hacera.  Este 


chilcuismu  está  diciendo  a  gritos, 
vergüenza  es  confesarlo,  lo  que 
fueron  al  principio  nuestras  ca- 
lles: simples  veredas  o  senderos 
formados  por  el  tránsito  de  hom- 
Ijres  y  animale-?. — Hacer  a  uno 
'■(//•«)•  en  vereda  es  en  castellano 
Hacerle  entrar  por  vereda  (^obli- 
garle al  cumplimiento  de  sus  de- 
beres). Sin  embargo,  líuiz  Agui- 
lera dijo  como  nosotros:  "Con  lo 
que  Cd.  me  ha  contado  y  un 
puco  de  maña,  sobra  para  hacer 
entrar  en  vereda  a  esa  gente." 
(Proverbios  cómicos).  En  caja^ 
loe.  fig.  y  fiun.,  significa  tam- 
bién :  "en  buen  estado  de  salud  o 
en  vida  ordenada,  dicho  de  las 
personas;  o  en  regla  y  concierto, 
hablando  de  las  cosas.  Ú.  m.  con 
los  \erbos  entrar  \  estar.'' 

Veremos  (En).  La  expresión 
castiza  &<  solamente  veremos 
(que  se  emplea  paia  diferir  la 
resolución  de  una  cosa,  sin  con- 
cederla ni  negarla,  o  para  mani- 
festar duda  acerca  del  resultado 
de  aquello  de  que  se  trata).  No 
hay  pues  razón  para  restringirla 
a  los  verbos  estar  y  quedar,  con 
los  cuales  necesita  la  prqj.  en  : 
perfectamente  podemos  decir: 
"No  me  venga  Ud.  con  veremos: 
No  me  conteste  veremos;  ¿A  qué 
y  por  qué  viene  ese.  veremos  f 

Vergado  (Papel).  Véase      Ve 
nado. 

Veri,  m.  l^u  las  provincias  del 
Sur,  mugTe  natural  de  la  lana  de 
oveja. — Por  extensión,  mugre  del 
cuei'po  humano  y  toda  la  que 
exijii  la\-ado. — Don  Tomás  Gue- 
vnrix  cree  que  este  vocablo  haya 
.-alidii  del  araucano  viri^  hierba 
teatina,  y  Lenz  dice  que  proba- 
blemente   es   araucano,   pero   no 


VER 


VER 


satisfacen  las  derivaciones  que 
propone;  máí  probable  nos  pa- 
rc<'e  a  nosotros  que  sea  abrevia- 
ción fiel  castellano  verija.  Este 
vocablo  se  confunde,  aun  entre 
los  españoles,  con  vedija,  y  vedi- 
ja tiene  estas  aceps. :  "porción 
}>equeña  de  lana,  apretada  y  ape- 
ñuscada: pelo  enredado  en  cual- 
quier parte  del  cuerpo  del  ani- 
mal :  mata  de  pelo  enredada  y 
ensortijada,  que  con  dificultad 
se  puede  peinar  y  desenredar." 
Tiene  también  la  accp.  de  verija 
(región  de  las  parte-í  pudendas). 
Con  estos  antecedente-  y  toman- 
do en  cuenta  que  este  chileiii.-mo 
.se  pronuncia  también  vedi  y 
védil,  os  fácil  comprcníler  que 
]indo  derivarse  de  vedija  o  veri- 
ja. El  araucano  no  pronuncia  la 
;',  y  ésta  pudo  ser  la  razón  prin- 
cipal para  abreviar  el  vocablo, 
pues  la  abreviación  es  práctica 
corriente  en  .=u  lengua.  Véase 
Cumpa. 

Vericueto,  m.  "Lugar  o  sitio 
áspero,  alto  y  quebrado,  por  don- 
de no  se  puede  andar  sino  con 
diíicvdtad,"  es  la  definición  del 
Dice,  que  no  da  etimología.  Ce- 
jador  lo  deriva  de  verica,  dim. 
de  vera,  orilla  en  faldas  dp  mon- 
tes, y  dice  que  significa  propia- 
mente orilla  de  río,  por  el  terre- 
no.en  cuesta. — Por  no  conocer  el 
verdadero  significado  de  e^te  vo- 
cablo, suele  dársele  en  Chile  la 
acep.  fig.  de  enredo,  callejón  sin 
salida  (negocio  o  conflicto  de 
muy  difícil  o  de  imposiI)le  reso- 
lución). "La  mala  suerte  me  ba 
metido  on  ost^'s  vericuetos:"  ¡iv 
hrreujriKil. 

Vkuifkar,  a.  "I'rol.ar  que 
una    cosa  que   se  dudaba  es   ver- 


daílera;  comprobaí-  o  examinar 
la  verdad  de  una  cosa;  realizai', 
efectuar;  r.,  .-^jdir  cierto  o  verda- 
dero lo  que  se  dijo  o  pronosticó.  ' 
Éstas  son  las  acef)S.  que  le  da  el 
Dice.  El  P.  Mir  tiene  por  gali- 
cana la  3.",  porque,  significando 
el  V.,  según  su  etimologín  latina, 
hacer  cierta  una  cosa  (verum  ja- 
eere}^  no  puede  aplicarse  sino  a 
lo  antes  anunciado,  prometido  o 
de  al.guna  manera  notificado. 
Pero  a  e.^o  responde  Cejador  que 
"del  hacer  verdadera  una  c-o.<a 
]ia.s3  el  V.  al  comprobar  su  ver- 
dad, sacarla  cierta,  y  couio  re- 
flexivo, salir  cierta  y  verdadera 
la  cosa  que  se  dijo.  De  aquí  y 
usando  del  mismo  dere-bo  con 
que  lo  tomaron  del  latín,  vuél- 
venlo  a  tomar  del  fraii;és  por 
ejecutar,  efectuar;  reflexivo,  te- 
ner efecto  o  suceder.  Este  paso  i^ 
casi  in.<ensilile.  "El  agua  sin  du- 
da va  con  gi-an  velocidad;  lo cinl 
üc  verifica  en  una  rueda  de  moli- 
no que  ella  mueve."  (Zarate, /)«- 
carxo.s  de  la  pacienrin  cristiana, 
1.  TV,  disc.  IT).  Es  decir,  lo  cual 
viene  a  salir  cierto  como  lo  digo, 
viene  a  suceder.  "Filosofía  es 
ésta  que .  .  .  .sólo  las  muy  perfec- 
tos sien'os  son  los  que  la  verifí- 
can."  (A.  .Mv..  Silva,  Dom.  TI 
adv.,  c.  IT,  S  8).  Es  decir,  los  que 
la  ponen  en  práctica  y  ejecutan. 
Por  mucho  que  queramos  sutili- 
zar acjuí  para  distinguir  este  va- 
lor del  morlerno  y  francé-^,  ha- 
bremo^  de  confcsir  que  son  uno 
mismo;  y  que.  si  nf>  lo  fuesen, 
lauto  pociiron  los  clásicos  trayen- 
do tm  tan  feo  verbo  del  latín, 
como  los  moderno-,  si  lo  han 
traído  del  francés.  Si  lo  lian  tra- 
ído,   i]\l\i>.    fiDrfjUe    cu    los    texto-- 


VER 


VER 


6tí8 


citiidos  y  en  otros  clásicos  hallo 
el  misiiio  valor,  que  se  ha  deri- 
vado del  latino:  salir  verdadera 
o  hacer  vei-dadera  una  cosa  es  su- 
ceder y  ejecutar.  El  P.  Juau  Mir, 
cuya  gran  lectura  de  los  clásicos 
reconozco  y  cuyo  amor  a  nuestro 
idioma  comparto,  y  de  cuyos  tra- 
bajos me  aprovecho,  siente  que 
en  nada,  ni  aun  en  e-^a  sutilísima 
diferencia,  debe  acep.tarse  nin- 
guna evolución  y  mudanza  des- 
de el  castellano  del  siglo  XVI 
hasta  hoy.  Pero,  por  má¿  que  .se 
empeñe,  el  habla  evoluciona  y 
muda;  y,  aunque  no  tengo  por 
e\olución  el  galicismo  traído  a 
iiumsalva  por  lo.-  eruditos,  ni  por 
loable  consigTiientemente,  tam- 
poco alabo  los  latinismos  que  a 
mansalva  introdujeron  los  clá- 
sicos, y  que  a  Mir  no  de-agradan. 
En  esos  latinismo.*  hago  poco 
hincapié:  no  crece  el  pecado  con 
afrancesarlos  dándoles  el  valor 
que  tienen  en  Francia,  tan  feo^ 
y  poco  castizos  se  quedan  en  ma- 
nos de  galicLstas  como  lo  fueron 
en  manos  de  latinizantes.'"  (T. 
AEIOU,  pág.  314). 

Verija,  f.  ''Región  de  las  par- 
tes pudendas,"  es  lo  que  .significa 
en  ca.slellano,  del  latín  virília^  n. 
pl.,  distintivo  del  .sexo  masculi- 
no. En  Chile  se  llama  verija  esto 
mi.smo,  pero  casi  exclusivamente 
tratándose  de  animales  caballa- 
res y  mulares,  vacunos  y  bovi- 
nos. Rara  vez  suele  llamar.-e  ve- 
rija la  ijada  o  el  ijar  (cualquie- 
ra de  las  dos  cavidades  .simétri- 
camente colocadas  entre  las  cos- 
tillas falsas  y  los  huesos  de  las 
caderas). —  Chinga  verija  o 
Chingue  verija,  frases  familiares 
()Uc   .significiin    enlazar   un   ani- 


mal por  la  verija,  ya  sea  por  im- 
pericia en  vez  de  hacerlo  por  el 
cuello,  ya  por  diversión,  porque 
el  animal,  al  sentir  las  cosquillas 
que  le  hace  el  lazo,  salta  y  brinca 
con  furor.  El  origen  de  estas  fra- 
ses es  el  V.  chingarse  (véasele  en 
.-u  lugar).  Es  natural  que,  al 
querer  uno  enlazar  un  animal 
f)or  el  cuello  y  no  conseguirlo, 
porque  se  le  corre  el  lazo  hasta 
la  verija,  le  griten  los  demás: 
"¡Echaste  chinga  chingaste.  . 
la  verija  (en  vez  del  cuello)  !" — 
Nótese  que  el  pl.  verijas,  tan  usa- 
do en  Chile  tratándose  de  tm  so- 
lo animal,  es  impropio,  según  el 
significado  y  la  etimología  de 
¡erija.  Sólo  sería  disculpable  en 
la  aoep.  de  ijar  o  ijada.  Sinóni- 
mos de  verija:  bragadura  (entre- 
piernas del  hombre  o  del  ani- 
mal), entrepiernas  (f.  pl.  y  ú.  t. 
en  sing.,  parte  interior  de  los 
muslos),  horcajadihva  (ángv;lo 
que  forman  los  dos  muslos  o 
piernas  en  su  nacimiento). 

Verisímil,  verisimilitud, 
VERISÍMILMENTE.  Ésta  es  la  for- 
ma clásica  y  conforme  con  el  la- 
tín; pero  también  está  admitida 
la  otra  que  por  disimilación  cam- 
bia la  primera  i  en  o:  verosímil, 
verosimilitud^  verosímilmente . 
Las  dos  formas  hay  también  pa- 
ra los  compuestos  inverisímil, 
inverisimilitu  d. 

Verismo,  m.  Sistema  o  doc- 
trina que  en  las  obras  de  arte  se 
fimda  en  lo  verdadero,  con  ex- 
clusión de  lo  ideal,  lo  fingido  y 
lo  vero.símil.  Por  eso  es  distinto 
del  realismo  y  del  n<ituralismo, 
aunque  algo  tiene  de  ambos. — 
Viene  del  adj.  latino  verus^  ra, 
rwm,    verdadero,  y  bien    puede 


664 


VER 


VER 


admitirse  por  el  il-ío  que  tiene 
entre  los  modernos. 

^'EHM1CIDA,  adj.  y  ú.  t.  c.  9. 
111.  Admitido  desde  la  13."  edi- 
iión  del  Dice,  con  el  mismo  sig- 
niñcado  que  vermífugo,  ga:  que 
tiene  virtud  j^ara  matar  las  loni- 
l)rice.s  intet-tinales. 

Vermut,  m.  Licor  aperitivo 
compuesto  de  vino  blanco,  ajen- 
jo y  otras  sultótaucias  amargas  y 
tónica.*.  Del  alemán  wermuth, 
ajenjo.  Admitido  desde  la  13.» 
edición  del  Dice. — Lo  que  no  ha 
sido  admitido,  ni  lo  será,  es  la 
acep.  de  fiuición  de  teatro  que  se 
da  en  la  tarde,  a  la  hora  en  que 
acostumljran  algunos  beber  una 
copa  de  vermut. 

Vekóxic.\,  f.  Falta  en  el  Dice. 
la  consabida  acep.:  "flor  de  esta 
plantii.'' — Kn  Cliile  se  llama  v-:- 
lánica  la  hermana  ijertenecient^j 
a  la  Congregación  diocesana  de 
Santa  Verónica  de  Juliani.  Ú.  t. 
c.  adj.  Monja  verónica.  Véanse 
Cl.vr.x,  Ros.v  (Moxj.v)  y  Te- 
resa. 

Verrixa  f.  Discur.-<o  fuerte 
contra  la  administración  o  mal 
gobierno  de  una  persona.  Dícese 
])or  alusión  a  las  oraciones  de 
Cicerón  contra  Cayo  Cornelio 
A'erra*.  pretor  de  Sicilia,  que  en 
latín  se  llamaron  vorimie,  arum. 
l'só  este  nombre  Puigblanch  y 
vea  la  Academia  .si  lo  cree  digno 
de  admisión  en  su  Dice.  "Quede 
pues  devsde  ahora  sentado  que 
p.-ita  y  otra"  .■semejantes  im]>ropie- 
dades  le  niorecieroii  de  justicia 
las  dot<  sátiras  atelanas,  meniíKías 
o  varroniana.-*.  o  1íl<  dos  lilípicas, 
o  dos  verrinas,  si  así  más  le  place 
llamarlas,  (pie  muy  a  su  costJi, 
aimque  a  mis  expensas,  andarán 


por  el  púlilico."  (Opúiscitlo.^.  t.  I, 
pág.  XXI). 

Verruguiento,  ta,  adj.  Dígas3 
rtn-u(/oi<o,  .•<((  (que  tiene  nnichns 
verrugas). 

Versacióx,  f.  Ciencia  práctica 
lie  una  cosa,  conocimiento  de  ell  i 
jior  cxten.so  o  con  grande  erudi- 
ción. " . .  .vermción  en  la  litera- 
tura clásica  y  en  las  principales 
modernas."  (Rufino  J.  Cuen'o, 
pról.  a  las  Lecciones  de  Literat. 
Española  de  Fitzmaurice-Kelly). 
L'sadísimo  es  en  todas  partes  es^te 
vocablo,  tanto,  que  ya  no  podrá 
excu.sarse  de  admitirlo  la  Real 
Academia.  Si  ya  tenemos  el  v. 
versarse  (hacer.«e  uno  práctico  o 
perito,  por  el  ejercicio  de  una 
cosa,  en  su  manejo  o  inteligen- 
cia) y  el  adj.  y  part.  versado,  di 
(ejercitado,  práctico,  instniído), 
éstos  claman  también  por  el  •?. 
versación.  Ninguno  de  sus  sinó- 
nimo^ (práctica,  competencia, 
capacidad,  pericia,  erudición, 
ciencia,  .^itüciencia)  vale  lo  que 
él. 

Versada,  i'.  Lo  mismo  ipie  ver- 
saina, pero  .<in  el  dejo  despectivo 
de  évSte.  Otros  dicen  verseada.  Ú. 
más  en  el  Perú  y  en  la  Argentina 
que  en  Chile. 

Versaina,  f.  fam.  Composición 
cu  vei"so,  de  escaso  o  ningún  va- 
lor.— Tirada  o  serie  de  vei"so-!. 
"Y  ¿quieres  tú  prosperar  y  enri- 
quecerte con  tu  inculta  versai  - 
na?"  (Mamiel  Sancho,  Pn.-<cito- 
lico,  IX).  Como  se  ve.  úsa.^a 
tiunbién  en  E.-íj>aña.  pero  sin  la 
aprobación  del  Dice,  que  no  rc- 
coníM'c  este  vocablo,  .\lguum  pro- 
innician  versaina.  A'éa.-io  Silba- 
tina. Para  la  primera  acep.  hay 
en  castellano  coplón,  m.   tleisi>ec 


i 


VER 


VER 


«60 


tivo  (mala  compoeición  poética), 
que  se  Uía  m.  en  pl.  Para  la  2." 
véase  Tirada,  1.*  acep. 

Versalles^  11.  pr.  de  una  ciu- 
dad de  Francia.  Por  la  impor- 
tancia que  tuvo  e-sta  ciudad  en 
tiempo  del  rey  Luis  XIV,  quien 
¡legó  hasta  tran-sladar  a  ella  fU 
corte,  por  su  cercanía  de  París  y 
i:;or  la  hermosura  de  su  castill(\. 
parque  y  jardines,  aplicamos  este 
nombre  al  pueblo  o  ciudad  quj 
está  cerca  de  una  capital  y  quo 
con  su  amenidad  y  otra-5  atracti- 
vos convida  a  los  habitantes  de 
i'sta.  "San-Bernardo  es  el  Verso- 
Jlcs  de  Santiago:  '\'alparaíso  tie- 
ne su  VersaUes  en  A'iña  del 
Mar." 

Versear,  ii.  Hacer  o  escribir 
versa«.  Se  usa  en  Chile  y  es  de 
forma  más  castellana  que  verñfi- 
car  y  metrificar.  En  España  lam- 
isco es  desconocido,  como  lo 
prueba  este  texto:  "No  hay  que 
admirar  se  hallen  muchas  taitas, 
]  orque  puedo  asegurar  ha  más 
de  20  años  que  dejé  el  versear." 
(El  Niño  duende,  Bibl.  de  Ga- 
llardo, t.  I,  col.  961).  Admítalo 
pues  el  Dice. 

Versero,  ra,  m.  y  f.  Persona 
'lue  hace  versos  sin  inspiración 
poética.  Aunque  en  castellano  te- 
nemos versificador,  ra,  versista, 
'•om.,  y  aun  versificante,  no  bas- 
tan eslas  voces  para  expresar  1(^ 
que  versero,  que  es  aun  más  des- 
pectivo. Es  más  general  que  rl- 
m-ador,  ra  (que  se  di.sting-ue  en 
sus  conipasiciones  poéticas  máí 
pf)r  la  rima  que  por  otras  cuali- 
dades) y  más  pobre  aún  que 
poetastro,  coplero,  ra,  coplista 
(mal  i)oeta).  El  versero  es  una 
simple  máquina  de  hacer  versos. 


un  metriticador  que  recuerda  '^l 
verso  ovidiano, 

Quidquid  tentabam  diceie,  versus  eiat; 

y  por  aso  le  damos  un  nombre  en 
ero,  que  es  terminación  propia 
de  oficios  materiales.  Vea  la  Aca- 
demia si  se  atreve  a  admitirlo. 

Versiforme,  adj.  Que  tiene 
forma  de  verso.  Prosa  versifor- 
me. Vocablo  bien  formado  y  dig- 
no de  admitii's^. 

Verso,  m.  Se  olvidó  el  Dice. 
de  hacerlo  sinónimo  de  versículo 
en  sus  dos  aceps. :  "cada  una  de 
las  Ijrcves  diviáoiies  de  los  capí- 
tulos de  ciertos  libros,  y  singu- 
larmente de  las  Sagradas  Escri- 
turas: parte  del  responsorio  que 
se  dice  en  las  horas  canónicas,  re- 
gularmente antes  de  la  oración  " 
>ío  hay  clásico  español  que  no 
i'iga  verso  por  versículo  en  estas 
dos  acep^s.,  y  el  mismo  Dice,  ha- 
bla también  así  al  definir  el  in- 
vitatorio.  No  queremos  fastidiar 
al  lector  citándole  todos  los  clá- 
sicos que  dijeron  verso  por  ver- 
sículo: sólo  le  citaremos  al  Padre 
Mir,  que  trató  de  imitarlos  a 
todos  en  el  lenguaje:  "Cierta- 
mente no  fué  escritor  devoto,  -^i- 
110  e-critor  insj>irado,  el  Apó.stol 
de  las  gentes,  quien,  en  su  carta) 
a  los  Hebreos,  capítulo  doce, 
rer.so  primero,  dijo..."  (Pron- 
tuaiio,  t.  n,  pág.  848,  art.  Sl- 
frir).  El  P.  Ángeles,  que  mu- 
chas veces  llamó  verso  al  ver- 
sículo,  lo  llama  también  vérsete 
y  versillo. — Olvidóse  también  el 
Dice,  de  dar  a  verso  y  a  versículo 
6-"ta  otra  acep.:  sentencia  brevcí, 
tomada  de  la  Sagrada  Escritura. 
f'Xie.  completando  su  sentido  con 
1.1    rei'piiesta,  se  reza   después   de 


VER 


VER 


los  salmos  de  cada  nocturno,  des- 
pués de  los  hiniuos  de  laudes  y 
de  YÍsj)era.-<  y  al  jirincipio  de  las 
otras  horas  canónicas.  Se  indici 
en  los  breviarios  con  las  abrevia- 
turas T  y  1$. — Familiarmente, 
entre  la  gente  culta,  y  universal- 
mente  entre  el  pueblo,  se  da  a 
verso  el  significado  de  copla,  re- 
dondilla o  cuarteta^  quintilla^  dé- 
cima y.  en  general,  estrofa.  "Va- 
mos a  ver,  sácales  wn  remo  a  lo? 
novios;"  es  decir,  improvísales 
una  e.'-lrofa. 

A  Don  Quinto  Hoiacici  Placn 
Que  hizo  muy  bonitas  oilas, 
Vo  este  versito  le  saco 
l*ara  ganárselas  to<Ias. 

Así  escribió  en  su  ejemplar  d-i 
Horacio  un  estudiante  de  latín 
que  no  pasaba  de  coplero,  y  de 
los  más  ramplones.  K\  mismo 
uso  hemos  leído  en  obras  mejica- 
nas; uso  que,  en  verdad,  nc  pue- 
de reprobarse,  porque  es  una 
sinécdoque,  en  que  se  pone  la 
parte  i)or  el  todo,  esto  es,  el  remo 
por  la  estrofa.  La  misma  acep.  y 
por  igual  razón  damcw  a  pie  (vé- 
ase en  su  lugar)  con  la  diferen- 
cia de  que  el  verso  puede  consis- 
tir en  una  sola  estrofa  y  el  pie 
fluiione  má.«  de  una. — Verso 
blanco.  A  pechar  de  ser  anglicis- 
mo (blank  ver.^e)  y  de  haberlo 
advertido  Menéndez  y  Pelayo,  lo 
tiene  admitido  el  Dice,  desde  la 
12.-''  edición  con  el  mi.smo  signi- 
ficado que  verso  tihre  o  suelto  (el 
que  no  forma  con  otro  rima  per- 
feef4i  ni  imperfecta). —  J^erso  de 
echo  roto  llaman  todos  los  auto- 
res (pero  nó  el  Dice.,  que  no  ^> 
coniK-e)  al  que  tiene  recoruida  la 
última     sílalm,     si     termina     en 


palabra  grave,  o  las  dos  última?, 
si  en  esdrújula.  Sin-an  de  ejem- 
plo los  que  escribió  Cervantes  al 
principio  de!  Quijote: 

Si  de  llegarte  a  ln»  Ime — . 
Libro,  fuere»  con  letu  - . 
No  te  dirá  el  boquírru — 
Que  no  pones  bien  los  de — ... 

Xo  indiscretos  hieroglí— 
Estampes  en  el  escu — ... 

También  ensayó  Cervantes  hacer 
el  corte  en  los  dos  hemistiquios, 
como  en  estos  versos  de  su  come- 
dia Ln  Entretenida : 

Que  de  un  laca  -  la  fuerza  podero— , 
Uecha  a  machamarti — con  el  traba — ... 

Lope  de  Vega  hizo  un  soneto  en 
que  suprimió  .'^olamente  la  últi- 
ma letra  de  cada  verso : 

Hermosa  cara,  no  os  vendáis  barat. 
Ki  vuestra  linda  estrella  lo  permit. 
Xi  recibáis  de  balde  la  viait, 
Xi  os  troqui'is  nifta  de  oro  sino  en  plat. 

No  queráis  mal  a  quien  verdad  os  trat. 
Porque  es  indicio  de  mujer  maldit: 
Mirad  que  la  hermosura  es  nna  dit 
Qui"  no  se  cobra  bien  si  se  dilat. 

Xo  os  mustre'ia  liberal  ni  manirrot. 
i^ino  coged  de  vuestras  flores  frut, 
Y  guardareis  a  vuestro  honcu-  respet. 

Kste  es  mi  parecer,  est«  es  mi  vot. 
Y,  porque  en  otros  gustus  no  hay  dispiit. 
Yo  cumplo  con  haceros  un  sonet. 

{Entremés  iltl  /*oeta,  al  fin). 

Tronzos  (mochos)  llamó  a  todos 
estos  versos  I).  Bartolomé  Joaé 
tíallardo.  (hl  Cnclietero.  pág. 
!;}()). — De  picado  saca  versos. 
\'éase  Picado,  da. 

ViJíTiicxTK.  r.  en  Chile  como 
f.  y  eii  ol  significado  de  a(/va  ma- 
nantiiil  (la  (pie  mana)  o  fuente 
(inaiiantiai    de   agua,  que    brota 


VER 


VES 


de  la  tierra).  j.K>éticaineiite  fon- 
tami.  Manfintwl  como  s.  signi- 
fica: "nacimiento  de  las  aguas." 
J'crticnte^  eu  castellano.  e.<  am- 
biguo (el  o  la)  y  sólo  significa: 
"declive  o  sitio  por  donde  corre  o 
puede  correr  el  agua;"  y  aguas 
vertientes  son:  "las  que  bajan  de 
las  montañas  o  .-^ierras;  las  que 
vierten  los  tejados;  punto  hacia 
donde  de,-cienden  las  aguas  desde 
las  alturas  o  terrenos  elevados." 
En  la  1.^  acep.  de  aguas  vertien- 
tes deben  entenderse  estos  textos 
chilenos:  "La  línea  fronteriza 
correrá .  .  .  por  las  cumbres  más 
elevadas  de  dichas  cordilleras  que 
dividen  las  aguas,  y  pasará  por 
las  vertientes  que  se  desprenden 
a  uno  y  otro  lado.*'  (Tratado  di- 
límites  entre  Chile  y  la  Aruenti- 
«fí,  de  1881).  "Toda.-?  las  tierras 
y  todas  las  aguas,  a  saber:  lagos, 
lagunas,  ríos  y  partes  de  ríos, 
arroyos  y  vertientes  que  se  ha- 
llen al  Oriente  de  la  línea.  .  .'' 
(Id.  de  189S).  Así  mismo  este 
suelto  de  un  diario:  "Vertiente-i 
del  Tingitiririea.  Don  José  Ma- 
nuel líarrenechea.  Don  Marcial 
Molina  S.  y  Don  Rafael  Lorca  P. 
han  presentado  una  solicitud  al 
Ministerio  de  Indu.sitria,  pidien- 
do la  concesión,  el  uso  y  goce  de 
las  vertientes  del  río  Tingiiiri- 
rica,  para  establecer  baños  me- 
dicinale.s,  por  un  plazo  de  cin- 
cuenta años  o  el  mayor  que  otor- 
gue la  ley."  El  error  nuestro  está 
en  usar  c.  s.  el  adj.  vertiente,  en 
.singular  y  en  pl..  cuando  el  Dice, 
sólo  acepta  aguas  vertientes.  Vé- 
anse J.AHfEL  y  Puquio.  Como 
término  de  Minería  trae  el  Dice, 
la  voz  amnca:  "manantial  de 
níiua  subterránea." 


\'ertigixo.so,  sa,  adj.  "Perte- 
neciente o  relativo  al  vértigo; 
que  padce  vértigos."  Sólo  estas 
dos  aceps.  le  da  el  Dice,  exclu- 
yendo, y  .sin  razón,  \a  más  usa- 
da: "que  cansa  \értigo,"  que  se 
aplica  generalmente  al  movi- 
miento nmy  rápido  o  imp^etuoso, 
por  el  efecto  que  causa  en  loí 
que  lo  miran.  Por  eso  todos  di- 
cen: Carrera  o  velocidad  verti- 
ginosa, vuelo  o  movimiento  ver- 
tiginoso; y  también  en  sentido 
fig.  "El  tiempo  corre  con  umi 
rapidez  vertiginosa ;  Todo  pro- 
gresa vertiginosamente."  Nótese 
que  los  adjs.  en  oso^  sa,  signifi- 
can más  bien  acción  que  pasión : 
amoroso,  doloroso,  malicioso,  va- 
leroso. 

Vertir,  a.  y  n.  No  exi.-4e  en 
castellano  y  dígase  verter  en  to- 
das sus  aceps. — Para  ponderar  la 
humedad  de  una  ca.sa  o  lugar,  se 
dice  en  Chile  que  ahí  vierte  el 
agua ;  cosa  que  no  es  exacta,  por- 
que rerf^r  como  a.  significa:  "de- 
rramar o  vaciar  líquidos,"  y  co- 
mo n..  "correr  un  líquido  por 
una  pendiente."  El  v.  propio  es 
reverter,  n.  (rebosar  o  salir  una 
cosa  de  sus  terminas  o  límites)  o 
revenirse  (escupir  una  cosa  ha- 
cia afuera  la  humedad  que  tenía 
o  que  ha  percibido).  Rezumarse 
es  "recalar.se  o  transpirarse  nn 
líquido  por  los  poros  del  vaso 
que  la  contiene." 

Vespasiana,  f.  Urinario  (mea- 
dero cómodo  y  decente)  o  min- 
jitorio,  voz  más  culta  que  usan 
en  España,  aunque  no  la  traiga 
el  Dice. — Del  francés  vespasiea- 
ne,  urinario  público  en  formado 
garita  o  de  colunma,  como  los 
que    hav    en  Parí.s.    El    nombre 


COí* 


VES 


VET 


viene  del  emperador  A'espasiano, 
que  estableció  en  Roma  urina- 
rios públicos,  consistentes  eu 
grandes  vasos  de  barro  cocidí , 
del  alto  de  un  ánfora  y  .semejan- 
tes a  un  tonel  truncado. 

Vesperal^  m.  Libro  de  canto 
Ihuii)  que  contiene  el  de  víspera-. 
Falta  esta  voz  en  el  Dice. 

Vestición,  f.  Y  mejor  si  lo  es- 
ciibieran  como  en  francfe,  vesti- 
tlon,  que  es  como  llaman  en 
Francia  la  toma  de  hábito. 
enlárdense  de  los  galicismos  la-í 
.^ieñoras  monjita.s.  porque  con 
ellos  nada  ganarán  para  su  san- 
tificación. 

^'estido,  m.  Bajar  los  vestido^ 
o  el  vestido,  fr.  fam. :  .«e  dice  de 
la  niña  cuando  viste  como  la 
mujer:  vesfirsc  de  largo  (Ceja- 
dor,  Silbantes^  t.  ITI,  pág.  373), 
l)ero  el  Dice,  guarda  silencio. 

^'ESTIR,  a.  y  r.  .4/  que  se  viste 
con  lo  ajeno.  .  .La  forma  correc- 
ta (le  este  refrán  es:  Al  que  de 
ajeno  se  viste,  en  la  calle  le  des- 
nud'in. — Quedarse  una  para  ves. 
ftr  santos  (imágenes).  Véase 
Quedar,  al  fin. — Vestirse  uno 
ron  plumas  ajcnw<,  fr.  fig.  que 
falta  en  el  Dice.  Es  tomada  de  la 
fáljula  de  Esopo  y  Fedro  El  Gra- 
jo ij  el  Favo  real  y  fué  la  quedió 
origen  al  refrán  citado  en  pri- 
mer lugar. 

Vestón,  ni.  Voy.  f ranciosa  que 
le  ha  u-urjiado  el  lugar  a  amcri. 
cami.  {.  (prenda  de  ve-stir  seme- 
jante a  la  chaquetn.  pero  más 
larga).  K-üi  es  la  que  trae  el 
Dice,  y  la  que  u.-aii  los  autorcr- 
tspañolcs  y  que  nosotrf>s,  por  se;' 
americano.^,  del)eríamns  j>referir 
a  todas  la>  demás,  imi)<>rtudns  do 
Francia  v  de  Inglaterra. 


Vestonera,  f.  Costurera  que 
cose  vestones  de-ípucs  de  coitadoj 
por  el  siistre. — Si  no  admitimos 
a  vestón,menos  admitiremos  sus 
derivados. 

Vestonero,  m.  .*^astr:>  que  iiace 
vestones. 

Veta,  f.  En  alguna.-  j>rovin- 
cia.s,  látigo  o  cordel  largo,  lo  bas- 
tante para  apretar  la  carga  de 
una  carreta  dándole,  por  lo  co- 
mún, cuatro  vueltas,  dos  a  lo 
largo  y  dos  atravesadas.  General- 
uiente  es  de  doce  brazadas. — Es 
acej).  derivada  de  las  que  tiene  el 
castellano  veta  (filón  metálico), 
formado  del  latín  vifta,  faja, 
lisüi:  o  mejor  de  la  acep.  náutica 
de  veta:  "cabo  con  que  se  guar- 
necen los  aparejos."'  que  falta  en 
el  Dice. 

^'eTAUO,      veteado.       AVETADO. 

DA,  adjs.  Los  tres  significan : 
"quc  tiene  veUi<.""  (No  hay  v. 
vetar  ni  vetear  que  tenga  rela- 
ción con  veta).  Listado^  listeado 
y  alistado,  da,  significun:  ''que 
fnrina  o  tiene  lista;;." 

Vetalaje,  m.  Conjunto  de  ve- 
ía- iiielálicas. 

En  cuy.18  cnnibrea  habitan 
Gran  multitud  tic  mineros. 
Que  (les.inRrsn  su»  niet.ilei 
t'or  vetalajes  diversos. 

(Romance  ]»>|)    /,<i    \'if¡  m  <¡r  Prloirn). 

X'etau.  a.  l^oner  veto  a  uui 
persona,  ley  u  otra  cosa.  Se  usa 
corrientemente,  sobre  todo  en 
Icniiuaje  |)arlamentario,  y  con- 
viene admitirlo  i)ara  uniformar- 
lo con  el  s.  veto  y  el  latín  vetare. 
l'-s  cierto  qui'  ('sle  dio  en  caste- 
llano vedar  (imjwdir.  estorl)ar  n 
embaraziir:  y  ant.,    privar  o  sus- 


VEU 


VEZ 


Ctíi) 


pender  de  oficio  o  del  ejercicio 
de  él)  ;  mus,  como  a  c?te  se  lo 
dan  otras  aceps.  generales,  con- 
viene reservar  a  vetar  como  tér- 
mino técnico:  no  es  el  único  caso 
de  un  V.  latino  que  haya  dado 
nacimiento  a  dos  castellanos, 
cuando  las  hay  hasta  de  tres. 
Véase  Catecismo. 

Veterano,  na,  adj.  y  ú.  t.  c.  5. 
Familiarmente  y  por  eufemismo. 
viejo,  ja.  anciano,  na,  vestusto, 
ta.  Las  aceps.  propias  de  vete- 
rano, usadas  también  en  Chile, 
son :  "aplíca.-^e  a  los  militare? 
que,  por  haiier  servido  muchr 
tiempo,  Cf^tán  expertos  en  las  co- 
sas de  .«u  profesión ;  fig.,  antiguo 
y  experimentado  en  cualquier 
profesión  u  oMcio." 

Vet".  m.  ''Coriaria  niscifolia 
Feuilléc.  .Arbusto  de  uno.^  do^' 
metros  de  altura  con  hojas  aova- 
dolanceoladas  y  racimos  de  flo- 
res colgantes,  muy  alargados. 
Se  cría  desde  Concepción  hasta 
Chiloé,  y  .*in'6  para  teñir  de  ne- 
gro y  para  curtir.  Sus  frutos  son 
venenosos  y  dicen  que  .-e  pueden 
emplear  para  envenenar  las  rato- 
nes." (Philippi,  que  lo  clasifica 
en  la  familia  de  las  coriáceas  y 
lo  llama  cev,  o  dey). — Den  y 
veu  son  los  nombres  más  comu- 
nes de  este  arbusto:  Gay,  Molina 
y  I^nz  e.*cribieron  deu;  Murill" 
beu  V  eeu  (en-ata  evidente  He 
deu,  que  es  como  se  regis'tra  en  ei 
índice)  ;  Cavada,  veu.  Lenz  opi- 
na que  el  nombre  primitivo  de- 
bió do  ser  deulahuén,  de  dcuv, 
ratón  del  campo,  y  lalmen^  hier- 
ba merlicinal,  remedio;  es  decii-. 
remedio  contra  ratona,  o  niata- 
rrat-ones,  romo  vulgarmente  !o 
llaman    algunos.    A,-í  nos  parece 


también  a  nosotros,  aunque  el 
Fcbrés-.V.stralcii  trae  estas  dos 
formas:  den  y  veu:  mata  de  que 
hacen  flautas;  el  jugo  de  la  cas- 
cara es  muy  venenoso.  El  P. 
Augusta  trae  deu,  pero  lo  con- 
fundió con  el  huiquc  o  huinque. 

Vexilla  Regís,  m.  (Pronún- 
ciese  vexil-la).  Himno  latino  en 
honor  de  la  Santa  Cruz  que  se 
reza  o  canta  en  sus  fiestas  y  todo 
el  tiempo  de  Pasión.  Se  llama 
así,  porque  empieza  con  esas  pa- 
labras, que  significan:  "los  estan- 
dartes del  Rey.''  '\V'a,<e  Vexi 
Creátor. 

Vez  f .  A  di  vez  o  adivez,  adj . . 
dudoso,  perplejo.  .Vplícase  tam- 
bién al  enfermo  que  e.stá  entre  la 
vida  >■  la  muerte.  El  origen  da 
esta  loe.  son  las  antiguas  caste- 
llanas A  la  de  veces,  A  las  de  ve- 
¡es,  que  faltan  en  el  Dice,  y  que 
hallamos  en  los  autores  del  ¡le- 
ríndo  antecláíico. 

La8  cosas  mucho  caras,  algiin'  ora  son  rrafe- 

[zes. 

Las  riles  e  las  i-refezes  son  caras  a  laK  iltrvezes- 

(Arcipreste  de  Hita,  copla  102). 

l']n  dos  pasajes  más  dice:  mu- 
clid.f  devezes. 

Deben,  por  ende,  juzgar  sabiamente 
Y  nó  por  la  cara  los  sabios  maridos; 
A  la  ríe  veces  los  flacos  sentidos 
Reciben  engaño  de  poco  accidente. 

(Juan  de  Padilla,  (a)  El  Cartujano,  Retnhl" 
de  la  vida  de  Cristo,  cánt.  XI IJ. 

Este,  que  digo,  muy  pobre  portal, 
Era  el  establo  de  muchos  ganad<>s. 
Y  a  las  de  veces  de  muchos  '  uitados, 
Cuando  no  hallaban  algún  hospital. 

(Ibúl.,c.  XIII). 


(mO 


VEZ 


VIA 


La  loe.  ^1  la  de  veces  se  aln-evió 
en  Chile  A  de  veces,  y  de  ésta  sa- 
lió a  di  vez  o  adivez. — A  veces: 
"\>ov  orden  alternativo,"  es  la  1.* 
acep.  que  le  da  el  Dice.,  y  la  2.°, 
la  misma  de  A  las  veces  (en  al- 
una ocasión  o  tiempo,  como  ex- 
cepción de  lo  que  conuinmente 
sucede,  o  contraponiéndolo  -t 
otro  tiempo  u  ocasión).  Lo  ad- 
vertimos, ]»orque  alj^unos  creen 
que  A  veces  es  nial  us;ulo  en  esta 
2.»  acep.  Sin  necesidad  de  citar 
clásicos  para  esto,  jjuede  vei"se  li 
práctica  del  Dice,  en  los  artícvüo-í 
Aspirar,  (Irut.v.  LÁrn.wo,  Li- 
MoxKRA,  Migaja,  I'añalóx, 
Proscribir,  Pues,  Rábaxo. 
Rexulja,  Rkx'toy,  Ketice.vci.v, 
Roble,  Sarro,  Si,  etc. — De  una 
vez.  Su  .-ignitícado  propio  es: 
"con  una  sola  acción ;  con  una 
])alabra  o  de  un  golpe."  ".Arrojó- 
me cahe  icl .  .  . ,  .suplicándole  me 
fortaleciese  ya  de  una  vez  para 
no  ofenderle."  (Sta.  Teresji,  Vi- 
da, c.  IX).  "Aunque  no  leáis  de 
ana  vez  todo  lo  que  el  libro  dije- 
re acerca  de  aquel  paso,  no  s2 
l)ierdc  nada."  (Bto.  Ávila,  Audi 
filia,  c.  LXXIV).  Úsase  pues 
mal  en  el  significado  de  aprisa, 
pronto,  pronfoiacnte,  que  -se  le 
da  en  Chile. — Ea  vez  pasada.  La 
vez  pasada,  locuciones  que  signi- 
fican :  en  cierta  ocasión,  no  ha 
mucho  tiempo,  y  que  no  apare- 
cen en  el  Dice. —  Tal  vez.  W'asc 
Talvez. — Irna  vez  que.  \''éa.-e 
Tono,  ua  (Toda  vez  que).  Una 
vez  (pie  es  "loe.  fam.  con  que  se 
supone  o  da  por  cierta  una  co.<'i 
))ara  pa.sir  íidelante  en  el  di.scur- 
.-o;"  lo  que  no  excluye  su  .signi- 
licado  literal  como  simple  com- 
plemento   de  tiempo:    "l'va   vez 


ijae  iba  yo  de  paseo  me  encontr.^ 
con  .Juan." —  Un  tal  que  vez. 
W'a.'^e  en  el  art.  Tal. 

\'ÍA,  f.  l'na  de  sus  ac-eps.  ca.s- 
tizas  es:  "camino  o  dirección  que 
han  de  seguir  los  correos,  pasan- 
do por  lugares  determinados.  Por 
la  vía  de  Francia."  Aquí  abre- 
viamos demasiado  diciendo: 
"Vía  Panamá,  Vía  Magallanes, 
Vía  Cordillera."  También  dieron 
lo--,  clásicos  a  vía  una  como  .sub- 
ücepeión  equivalente  a  interm&- 
(lio.  medio,  conducto,  que  no 
consta  en  el  Dice.  "Había  ^^sto 
.•ie.']jachar  por  vía  del  Emhajador 
del  Rey  cierto  l)iH?ves."  (Sigüen- 
za.  Crónica,  p.  III,  1.  I,  c. 
XLIV).  "La.-!  cuales  |  cartas  |  re- 
cibió en  el  mismo  yermo  por  la 
vía  de  Evagño,  su  amigo,  que 
vivía  en  Antioquía."  (Id..  !'/</■' 
d:  S.  Jerón.,  1.  II.  di-c  111). 
''Vía  del  correo  mayor,  vía  dei 
rorreo  de  aquí,  vía.  del  Arzobi:^- 
po¡'  dijo  Santa  Teresa  en  su^ 
Cartas. —  J'ía  cracis.  Véase  más 
adelante. —  fío  ejeciUiva.  Como 
término  forense  signilica:  "pro- 
cedimiento sumario  de  breve? 
términos  y  que  principia  ]>or  el 
eml>argo  de  bienes."  Familiav- 
mente  lo  usamos  adenuis  nosotro-' 
en  el  .mentido  de  castigo,  vengan- 
za o  desquite  que  se  da  de  obra  y 
de  manera  violenta. —  Vías  de 
hecho.  \'éa,«c  f)e  hecho  en  el  art. 
Hecho. 

^'lABILll)Al).  f.  Calidiul  de  via- 
ble. .Así  lo  admite  el  Dice:  |R'ro 
l)ien  entendido  que  viable  es  !o 
(jue  él  define  y  nó  lo  que  dicen 
algunos.  \'éa.-ie  en  .s?guida. — No 
.síí  confunda  con  vitalidad  (cali- 
dad de  tener  vida:  actividad  o 
eficacia  de  las  facultades  vitales"). 


VIA 


VIA 


\'iAULE,  adj.  "'Que  puede  vi- 
vir. Dícese  priiiciptalniente  de  las 
cTiatiu'íis  que,  nacidas  o  no  a 
tiempo,  salen  a  luz  ton  robustez 
(  fuerza  bastante  para  seguir  vi- 
viendü.''  Esta  ¿ola  acep.  le  reco- 
noce el  Dice,  tomada  del  francés 
viable,  derivado  de  vie,  vida,  y 
que,  adoptada  primero  por  los 
médicos,  <Q  ha  hecho  conocida  de 
todos. — Con  esta  explicación  que- 
da pues  condenada  como  ilegíti- 
ma y  aljsurda  la  acep.  de  traihii- 
tiihle.  pertransible,  que  algunos 
lian  dado  a  viable,  creyéndolo 
derivado  de  vía. — Así  mismo  y 
]ior  la  propia  razón  debe  conde- 
narse la  acep.  de  practicable^  ka- 
(t clero,  posible,  asequible,  que  le 
lian  otros,  y  nó  de  la  turbamulta. 
"Por  si  el  pensamiento  se  hacíi 
viable,  el  Alcalde  mando  calar 
un  poco  en  aquel  suelo  para  juz- 
gar de  lo  que  costaría  la  cimen- 
tación." (Un  xVcadémico,  El  mo- 
mento a  Bécquer). 

Vía  crucis,  m..  y  nó  f.  ''Ex- 
])resión  latina,  dice  el  Dice,  con 
que  se  denomina  el  camino  seña- 
lado con  diversa-*  estaciones  de 
cruces  o  altares,  y  que  se  recorre 
rezando  en  cada  una  de  ellas,  en 
memoria  de  los  pa.so-  que  dró 
nuestro  redentor  Jesucisto  cami- 
nando al  Calvario.  F.  c.  s.  m." 
-Vunque  la  expresión  latina  sig- 
nifica literalmente  "camino  de  la 
cruz,"  no  por  eso  se  ha  de  decir 
(jue  el  vía  crucis  es  camino,  y  na- 
die, fuera  del  Dice,  lo  entiende 
así.  El  vía  crucis  es  conjunto 
de  catorce  cruces  o  cuadros  que 
representan  otros  tantos  pasos  d3 
los  que  padec-ió  nuestro  Reden- 
tor (caminando  al  Calvario  y  (juc 
.--e  colocan  en  alto  de  manera  que 


se  pueda  andar  y  mirarlos  para 
meditar  la  Pasión.  Se  llama  vía, 
porque  las  emees  o  cuadros  se  co- 
locan no  sólo  en  iglesias,,  capillas 
y  oratorios,  .~ino  también  en 
caminos  y  calles,  y  el  primer 
lugar  en  que  se  hizo  este  ejer- 
cicio fué  la  calle  misma  de  la 
.Vmargura,  en  Jerusalén,  en  don- 
de se  efectuaron  esos  pasos;  y, 
además,  porque  el  ejercicio  debo 
hat-erse  caminando  de  un  cuadro 
o  estación  a  otro.  Dejemos  pues 
para  lo-^  franceses  la  exjjresión 
camino  de  la  cruz  (chemin  de  lo 
rroix)  y  digamas  nosotros  vía 
crucis,  m.,  o  vía  sacra,  f. — La 
14."  edición  del  Dice,  agregó  es- 
tas dos  aceps.  que  teníamos  pro- 
paradas  para  ofrecérselas:  "ejer- 
cicio piadoso  en  que  se  rezan  y 
conmemoran  los  patsos  del  Cal- 
vario; libro  en  que  se  contiene 
este  rezo." — Pero  todai\ía  falta  la 
acep.  de:  "estas  mi.smas  catorce 
cruces  o  cuadros  antes  de  colocar- 
se." O  se  amplía  la  1."  aeep.  en 
términos  que  comprenda  estas 
catorce  cruces  o  cuadros  antes  de 
colocarse,  tal  como  se  venden  en 
la  tienda  o  fábrica,  y  despué.s  de 
colocados,  o  se  i'econocen  dos 
at'ops.  distintas. —  Falta  tam- 
bién la  fig.  de  "tormento  o  supli- 
cio prolongado  de  una  perso- 
na." "Ya  principió  mi  vin 
crucis."  "No  se  puede  caminar  al 
cielo  sino  por  el  vía  crucis.'' 
(Gracián,  Agudeza  ¡¡  arte  de  in- 
<,enio,  disc.  LVII). — El  ¡jueblo  y 
algunas  personas  superiores  a  él 
dicen  la  vía  cruz,  porque  el  geni- 
tivo crucis  es  para  ellas  palabn 
muerta  e  ininteligible. 

Viajar,    n.  Viajar   por  tierra, 
en     contraposición    a    viajar  por 


VIA 


VIA 


inar,  e>  fr.  castiza;  pero  no  lo  o.= 
en  fontrapasición  a  viajar  en 
treu,  como  la  usan  nu«?tros  cani- 
pesiiioí.  Para  ellos  viajar  por  ti''- 
rra  es  hacerlo  en  coche,  en  carre- 
ta, a  caballo,  a  pie,  menos  en 
tren,  como  si  este,  por  ir  voland-» 
por  los  líeles,  no  anduviera  (mi 
tierra  firme. 

Viaje,  m.  Es  castiza  la  acep. 
de  '"carga  o  peso  que  se  lun-a  de 
un  lugar  a  otro  de  iina  vez."  Por 
eso  hablan  bien  nuestros  campe- 
sinos cuando  dicen:  "Un  viaje 
de  papas,  Un  viaje  de  sal." — 
Así  mismo  es  castiza  esta  acep. 
fam. :  "acometimiento ;  golpe 
asestado  con  arma  blanca  cort-a." 
Nuestro  pueblo  .-uele  extenderla 
algo  más,  aplicándola  a  todo 
golpe  dado  con  instrumentf)  o 
con  la  mano.  "Agarré  una  esco- 
ba y  le  mande  un-  viaje,  que  por 
nada  no  lo  deslomo."'  (Juan  del 
Campo  K  "Mándele  viaje  a  eso 
vaso,  para  bajarle  el  moño." 
(Id.) —  Enterar  viaje  uno,  fr. 
hg.  y  fam.:  finalizar  la  vida, 
finar,  morir. —  Saco  de  viaje. 
Véasele  en  el  art.  Saco. — Viaje 
de  vuelta.  Puede  decirse  en  una 
sola  palabra:  tornavinje,m.  (via- 
je de  regreso  al  lugar  de  donde 
se  salió;  lo  que  se  trae  al  regre- 
sar de  lui  viaje). —  Viaje  redan- 
do: "el  efectuado  yendo  directa- 
mente de  un  puerto  a  otro  y 
volviendo  al  primero;  fig.,  com- 
pleto y  fácil  resultado  de  un 
negocio  emprendido."  íI.m  el 
Dice.,  i)ero  con  manifiesto  error, 
porqiie  el  viaje  redando  no  sólo 
es  el  que  se  hace  de  un  pvrrto  o 
otro,  sino  de  cv/r!qnier  punto  o 
otro,  como  lo  dice  el  mismo  on 
el  art.    Trex-    "Tren    á-e  recreo, 


ei  que  se  expide  con  motivo  de 
una  festividad...,  c-on  opcional 
viaje  redonde  de  ida  ¡j  vuelta." 
"Así  me  pinta  ahora  a  Horozco 
la  imaginación,  haciendo  un 
naje  redondo  al  reded-or  de  »u.i 
obras."  (-Vntonio  Martín  Game- 
ro.  Cancionero  de  Sebastián  de 
Horozco,  introd.) 

Viajero,  m.  Mandadero  o  de- 
mandadero  que  hace  los  manda- 
dos a  caballo,  por  estar  la  casa 
lejos  de  la  ciudad  o  pueblo  Por 
eso  las  chacras,  las  haciendas  y 
las  casas  y  establechnientos  gran- 
des que  están  lejos  de  las  ciuda- 
des o  merc-ados,  tienen  un  viaje- 
ro, que  anda  C4isi  todo  el  día  a 
caballo  cumiiliendo  o  desempe- 
ñando los  mandados,  llevand) 
las  provisiones,  etc. 

\'iA.jERo,  RA,  adj.  En  el  Co- 
mercio, aplícase  a  la  vasija  que 
\iaja  llevando  licor  y  vuelve 
desinics  vacía  o  tras{K)rtando  otro 
licor.  Barriles  vinjeros,  cu,bas 
viajeras.  Parec«  que  está  acep. 
e.-itá  comprendida  en  la  general 
que  le  da  a  este  adj.  el  Dice. : 
"que  viaja."' 

Vi.\TK'AR,  a.  "Administrar  el 
^'iático  a  los  enfermos.  Ú.  t.  c. 
r"  Así  el  Dice,  dcíide  la  IH.*  edi- 
ción. Le  obsen-ainos :  1."  Más 
exacto  es:  administrar  el  Viático 
a  un  enfermo,  como  escribió  en 
Sacramentar.  2."  La  notfl  deú. 
t.  c.  r.  parece  equivocación  por  V. 
t.  e.  pasivo.  E.S  cierto  que  puede 
dai'se  el  vm^  de  que  un  .siícerdote 
A(-'  ve.atique  a  sí  mismo;  pero  esto 
es  nniy  raro  y  pfir  eso  es  de  creer 
que  el  Dice,  querría  decir  que  el 
v.  se  u.sa  1.  en  pn.^iva,  como  en 
este  texto  de  ruigblanch:  "Apre- 
tóle hace  tres   mof»os  de  firme  la 


VIC 


VIC 


67 


goto,  ciuticósele^  desahuciósele.'" 
Pero  esto  tampoco  había  necesi- 
dad de  advertirlo,  ya  que  todos 
los  \erbos  activos  pueden  usarse 
en  ^lasiva.  3.°  Admitido  con  tan- 
la  justicia  este  v.,  debió  ampliar- 
se la  delinición  de  sacramentur, 
diciendo:  administrar  a  un  eii- 
feí'mo  los  últimos  sacramentos, 
es  decir,  la  extremaunción  y  el 
Asiático,  y  idgunas  veces  también 
la  penitencia.  Véase  Sacra- 
mentar. 

A'iÁTK'u.  III.  Compatriota.- 
míti.-:  el  ■"honorario  que  un 
juez  u  otro  funcionario  devenga 
cada  día  mientras  dura  la  comi- 
.«ión  que  se  le  confía  fuera  de  --íu 
residencia  oficial,"  se  llama  en 
castellano  dieta  (ú.  m.  en  pl.) 
El  vwtico  que  decí.s  vosotros  es 
la  "s-nbvención  que  en  dinero  se 
aljona  a  los  diplomáticos  pai-a 
trasladarse  al  punto  de  su  desti- 
no.'' Viático  6«  también  "preven- 
ción, en  e.si>ecie  o  en  dinero,  de 
lo  necesario  para  el  sustento  del 
que  hace  un  viaje." 

Mbora,  f.  Falta  en  el  Dice. 
1;'  acep.  fig.  de  "per.-nna  morda;'., 
murmuradora  y  maldiciente," 
por  otros  nombre.-:,  lengua  dr 
vUivrO;  len'iua  de  escorpión,  len- 
f/iía  de  hacha. 

ViCARiAL,  adj.  Perleneciente 
al  vicario  o  a  su  oficio.  Aunque 
los  franceses  lo  hayan  u.sado  pri- 
mero que  nosotros  (vicarial,  le)^ 
debe  admitirlo  el  Dice,  porque 
es  neí-esario  y  e^tá  bien  formado. 

Y  ICE.  "Voz  que  sólo  tiene  uso 
en  composición,  y  significa  que 
la  yxTsona  de  quien  «e  habla  tie- 
ne la-s  veces  o  autoridad  de  la 
e.K pregada:  ]r)or  la  segimda  píu'te 
del  compuesto."  Así  tan  deficien- 

Dicc.  de  Chil..  t.  V. 


teniente  habla  el  Dice,  nin  e.xi>,li- 
car  a  qué  palabras  puede  antepo- 
nerse esta  partícula  o  prefijo,  ni 
las  alteraciones  que  sufre  en  la¡ 
( onq>osieión.  Nosotros  agregare- 
mos umchos  conqxaestos  de  vice 
(pie  no  aparecen  en  la  obra  aca- 
démica, sin  agotarlos  todos,  por- 
que sería  imposible.  Así  Lope  de 
Vega  inventó  riceesposo  y  con 
más  gracia   ricen nda: 

Le  has  hecho  un  rícccH''.^ 
y  yo  soy  un  vicenaila. 

(Lti    Oveja    perdida.  Habl.a   Luzbel  a  Dios, 
[refirie'ndosc  al  hombrej. 

Le  recordaremos,  que  iñce  .se 
abrevia  en  vi  en  virvetj  y  sus  de- 
rivados, en  viso  en  los  anticuados 
viiorrey,  visorreina,  visorreinu, 
visorreinaflo,}' en  riz  onvizconde, 
vizcondesa  y  vizcondado.  Debe 
también  anq>liar.-^.  la  definición, 
pues  está  re-stringida  a  persona,  y, 
sin  embargo,  hay  nmchos  com- 
puestos que  significan  cosa;  co- 
mo viceconsulado,  vicepresiden- 
cia,  viceprovincia. — Ya  es  tam- 
bién tiempo  de  darle  el  signifi- 
cado de  s.  com.,  el  vice,  la  vice, 
para  de.signar  a  la  persona  que 
hace  las  veces  de  otra  de  quien 
so  viene  hablando:  v.  gr. :  "Asis- 
tieron el  presidente  y  el  vice,  la 
tesorera  y  hi  vice."  Nadie  admi- 
tiría la  empalagosa  repetición 
del  compuesto.  Si  y.'i,  acepta  el 
Dice,  que  se  diga  el  sota,  la  mi.«- 
ma  concesión  reclama  el  uso 
moderno  para  vice. 

^'icKALMiRAXTAZfiO,  m.  Ofi- 
cina del  vicealmirante. — Digni- 
dad de  vicealmirante.  Falta  esta 
voz  en  el  Dice. 

VuKiiEXEFrriAiw.  111.  (Jue 
tiene  o  hace  las   vece.-  de  un  be- 

■13 


VIC 


VIO 


iiefifiado.  No  aparece  en  el  Dice, 
pero  lo  u.'^ó  Rodrigo  Caro :  "...  el 
Bachiller  Fernando  Martínez 
Puerto,  vicebeneficiad-ij,  de  46 
añoí..."  (Cartas  durante  hs 
risitas  al  Arzobispado,   Lebrija). 

VicECANTiLLER,  ni.  En  este 
artículo  se  le  e^cainS  al  Dice,  la 
expresión  galicana  En  defecto 
de  (a  falta  o  eu  ausencia  de)  \' 
delje  cuanto  antes  coiTegirla. 

VicECAXíiiXERÍA.  f.  Oficina 
del  ^■icecanciller. — Empleo  o  car- 
go de  canciller.  "A  este  licenciado 
Araciel,  estando  ya  para  morir 
y  dada  la  mición,  hizo  el  rey  de 
su  con.'^ejo  de  Esiado,  a  26  de 
Setiendire  de  1824,  liiibiéndole 
conferido  la  vicecancilleria  de 
Aragón  el  día  antes."  (Aurelia- 
no  Fernández — (nierra  y  Orbe, 
Nota  a  las  Obras  de  Que-vedo, 
edición  de  Ribadeneira.  t.  T.  i>ág. 
204°).  Falta  estíi  voz  en  e!    Dice. 

^'^K■Kr)IREf•TOR,       RA,     Ul  .      V      f. 

Persima  que  Ixace  o  tiene  las  ve- 
ces del  director  o  directora.  El 
Dice,  admite  >o\an]e\úe  subdirec- 
tor (nó  ííubdi rectora) :  "el  que 
sirve  inmediatamente  a  las  órde- 
nes del  director  o  le  subs-tituye 
eu  sus  funciones." 

\'i(i;f!(>r.EKN'AnoK,  i{.\.  m.  y  f. 
l'cr.soiia  que  gobierna  a  noml>rc 
(if  otra  o  bajo  .sus  órdenes.  Ep 
voz  digna  de  admitirse.  "Des- 
cen'seko.  Vale  tamlñén  Vicego- 
lir mador."  leí'iuos  en  el  Dice-,  de 
.Autoridade.'^. 

A'rrEXTE.  n.  ])r.  m.  /.I  dónde 
ras.  Vicente?  Al  ruido  dr  Ingen- 
te, liefrán  con  que  ceusnrainos 
iil  ((uc  no- tiene  juicio  |)ropio  y 
^iuue  <i<'mj>re  el  de  la  mayoría. 
]  tito  de  anién  llama  el  Dice,  "el 
de  la    pci-*oua    f|uc   se   conforniQ 


siemi)ie  y  ciegamente  con  el  dic- 
tado ajeno;  esta  misma  pei-so- 
na."  Véase  Carxero. 

VicEPÁRRoco,  m.  Sacerdote 
que  tiene  a  su  cargo  una  vicepa- 
rroquia  bajo  la  vigilancia  del 
])árroco.  Iv  voz  corriente  en  Chi- 
le, pero  no  se  halla  en  el  Dice. 

\'¡(Ei>AKRO(jriA,  f.  Distrito  o 
tcriiliirio  di.^ítante  de  la  -i-de  i)a- 
rn>quial,  que  tiene  iglesia  o 
capilla  y  es  atendido  i)or  un  vi- 
(•epárroc<i.  No  trae  esta  voz  el 
Dice,  pero  está  bien  formada  }" 
se  usa  en  todo  Chile. 

A'^icEPARROQUiAL,  ailj.  Per- 
teneciente o  relativo  al  vicepá- 
rroco  o  a  la  viceparroquia.  Ig¡e- 
.i¡a  riceparroquia!.  No  aparece  en 
el  Dice,  ]>ero  se  usa  en  todo 
Cliile. 

\'iii;r.\Ti{(iX(>.  111.  Falta  en  el 
Dice,  "l'^l  Duque  y  señor  de  esta 
villa  y  estíido.  confiado  eu  la;' 
luces  e  instrucción  del  mismo 
Zarate,  le  nombrt)  por  viccputro- 
iio,  visitador  y  reformador  de 
atiuellos  estudios  y  colegios." 
(Capmaiiy.  Teatro  Histórico — 
critico  de  Ja  eloc.  eyp..  P.  Fr. 
l'^rnando  de  Zarate). 

\'i(  El  REKKcTo.  m.  Aunque 
cnLíIc  xnbprcUeto  (jefe  o  magis- 
trado inmediatamente  inferior'al 
inefecto),  tíunbicn  se  usji'  y  es 
digno  de  admitirse  ricepreferto 
cu  el  significado  de  vioepresiden- 
tc  de  una  junta  o  reunión. 

Vif'KPRErósiTo.  m.  Tnmodia- 
tamente  inferior  al  i>rei><)sito. 
Merece  ser  admitido. 

VlCEPRESTDlR,  a.  Couio  UMieS- 
tra  de  la  llexibilidad  del  caMe- 
llauo  presentamos  (>íte  v..  u.sndo 
por  Hretón  de  los  ÍTeiTores:  "En 
Juntan     anbenintivas    del    liceo. 


VIC 


VIO 


ca.^i  to(ia^¡  r¡ccpi'emdid.as  por  mí. 
por  indisposición  de  R«niisa.  se 
me  van  casi  toda-'  la¡?  noches." 
(Molín.s,  Bretón  de  los  Herreros, 
c.  XXVI).— Así  Tirso  de  Moli- 
na formó  también  el  v.  viceejer- 
ccr: 

Quien  de  veras  quiere  bien 
Xo  es  justo  que  se  sujete 
A  dos  bellezas:  Elvira 
Mis  potencias  usurpó: 
Ya  Isabela  se  muri<í; 
Su  hermosura  fue'  mentira 
(Jue,  imitando  la  beldad 
De  Elvira,  r'icefjrrcia 
Su  amor  mientras  no  l;i  via.. 

{Amor  por  aj-tf  mayor.  1.  4.*). 

VicEPROvixci.vL.  J..\,  m.  y  f. 
Si  hay  viceprovincw  (agrega<Jo 
de  casas  o  conventos  de  ciertas 
religiones  \u  congregaciones], 
que  aun  no  se  ha  erigido  en  pro- 
vincia, pero  tiene  veces  de  tal), 
es  natural  que  haya  también 
rlceproiñncial  o  viceprovinelala 
que  la  gobierne.  Conózcalas  pues 
el  Dice. 

VinERREfTOR.\DO.  m.  Kmpleo 
o  cargo  de  vicerrector  o  de  \-ice- 
rrtctora.  Falta  en  el  Dice. 

VlCETESORERO.      R.\,       111.     y     f. 

Véa.se  Protesorero,  r.\.  Una  de 
las  dos,  o  mejor  la<  dos  formas 
deben  admitirse  para  designar  al 
.■segundo  tesorero,  que  ayuda  y 
suple  al  primero. 

Virio,  m.  En  el  lenguaje-  fam. 
di-4inouimos  los  chilenos  dos 
cla.'^es  de  vicios:  mayores  y  meno- 
ivs:  los  mayore*  son  los  que  se 
ojionen  a  las  principales  virtudes 
o  a  la  moral  pública:  por  ej.,  la 
lujuria,  la  embriaguez,  el  juego: 
los  menores  consi.«ten  en  el  fre- 
cuente  uso   de   cosas    apetitasas. 


como  el  cigarro,  el  vapé,  el  p,ol- 
villo,  el  mate.  Por  eso  e--  corrien- 
te oír:  "Pedro  .se  emnendó  délos 
vicios  mayores  y  sólo  le  quedan 
/o.s-  menores;  .Juan  no  tiene  más 
vicio  que  el  cigarro  (o  el  taba- 
co); Diego  lio  tiene  ningún 
vicio:  ni  pita  (cutre  el  pueblo) 
ni  toma  mate." — Pl.,  fig.  y  fam., 
instrumentos  del  oiganx)  y  del 
mate,  .^sí  los  llama  el  pueblo, 
|>orque  el  fumar  y  el  tomar  mate 
son  para  él  los  vicios  caseros  e 
inocentes. — Contra  siete  vicios 
Iiüfi  ■■iiete  virtudes,  fr.  fig.  }•  fam. 
con  que  significamos  que  todo 
obstáculo,  impedimento  u  difi- 
cultad puede  vencerse  o  superar- 
se de  alguna  manera.  Está  toma- 
da del  catecismo,  que.  después  ile 
enumerar  los  pecados  capitales, 
|)ro.sigue:  ''Contra  estos  <iete 
vicios  hay  siete  virtudes."  Merece 
C!sta  fr.  .<er  publicada  en  el  Dice. 
— De.ipuntnr  el  vicio.  Véase 
DiísprxTAR.  "Cada  vez  que  pasa- 
ba I  un  gallo]  cerca  del  pavo,  le 
soltaba  un  par  de  estacazos  como 
]>ara  de.'^puntar  el  vicio,  según  el 
refrán  común."  (Egidio  Poblete, 
El  Pavo,  La  Unión,  de  Santiago. 
1-2  de  Oct.  \9W).— Perder  el 
virio,  fr.  que  no  aparece  en  el 
Dice.,  pero  que  usó  Pereda:  el 
significado  .se  ex]>lica  por  el  texto 
iiiisiiKj:  "En  e.sto  de.sarrollaba los 
]>ai>eles  que  traía  en  la  mano,  y 
\ol\ia  a  arrollarlos  en  .sentido 
in\'erso  para  que  perdierav  el 
vicio.  "  (La  Montálvez,  p.  II, 
n."  ITI). — Ser  vicio  una  cosa: 
,*er  viciosa  o  excesiva.  Es  fr.  usa- 
da por  el  pueblo.  "Ya  es  vicio  lo 
que  estoy  queriendo  a  la  Fulana." 
Vicioso,  sa,  adj.  En  Chile, 
no   sólo   el  que  se  entrega  a   los 


()76 


VIO 


VIO 


verdaderos  aícío^í,  .~iuo  también 
el  que  tiene  los  menores,  como  el 
ciaai'io,  el  rapé.  VéiU*e  Vicio, 
1."  acep. 

Viciversa,  aclv.  de  m.  l'icever- 
sa;  del  latín  vice,  ablativo  de 
vix,  vez,  y  verm,  participio  de 
Virio,  vuelta :  ''al  contrario,  por 
lo  contrario;  cambiadas  aos  co- 
sa^  recíprocamente." —  También 
.«e  usa  c.  .-'.  m.  en  el  significado 
de:  "co.-^a,  dicho  o  acción  al  revé.s 
de  lo  que  lóaicamente  debe  ser  o 
suceder."' 

VífTiMA.  ¿Qué  género  tiene 
en  la.-^  dos  aceps.  figuradas:  '"ijer- 
soiía  que  se  expone  u  ofrece  a  un 
gra^•e  riesgo  en  ob.seqnio  de  otra; 
persona  que  padece  daüo  \.oy 
culjia  ajena"?  El  Dice,  le  d^i  il 
f..  pero  no  ha  faltado  quien,  tia- 
tándo.-e  de  liombres.  le  dé  el  m 
"liabla  del  gentilhombre  llam:i- 
do  .\ntnnio  Vaca,  que  acompa- 
ñaba ul  ñcttiiui."  (El  Mai^qués 
de  Molíns,  f'rónira  riel,  rcij  Enri- 
co  octavo  de  Inglaterra,  pág. 
454).  "No  lo  negaré,  responderá 
el  i'irtlma  y  enemigo  de  los  s-ába- 
do-."  ( Hrctón  de  los  Herrero.-, 
;nt.  /:"/  Sñhndo).  '\''éanpe  Bestia, 
C.\v.v.7..\.  DiGXiüAi)  y  Galli.va. — 
Ki-tudiemos  el  mal  u.-o  galiciro 
de  víctima.  'V,Seré  yo  víctima 
fie  un  errtyr?  Tenían  que  ^er 
víctimas  del  odio  e^^túpido  de  la 
p!eb(-:  Murió  víctima  de  >u  eons- 
t«mte  dolencia:  El  cólera  se  cfui- 
só  de  hacer  víctimas  en  Sevilla ; 
Fueron  víctimas  ríe  ,<n  credulidad 
e  ine.xiiericncia."  ¡Cuántas  vícti- 
mas a  la  france.-a  y  ninguna  de 
verdad !  I,a  verdadera  vi.r.fhnn 
es  "f>ersr»na  o  animal  s'tcriticado 
o  desfinarlo  ai  sacrificio:"  v  ei' 
lenirnaje    fia;.,    "iiersoria    que     *(■ 


Íe.xpone  u  ofrece  a  un  grave  ries- 
go  en  olisequio  de  otra;   persouñ 
■que  i>adeit'  daño   por  culpa  aje- 
na.'' No  hay  que   olvidar  que  'a 
víctima,  por  el   ca-o   mismu   na 
'iser    sacrificada    a    la     divinidad, 
debe  -^er  pura  y  limpia,  y,   si   c 
criatura   racional,    debe    aceptar 
ulibremente   el   ser   sacrificada,   o 
I  por  lo   menos   resignarse   a  elle, 
que  eso  valen    j)ropia  y  metafóii- 
U'amonte   el  v.  mcrificdr  y    el   s. 
isacríficicio.  No  Ciibe   pues   la  no- 
ición  de  samficio,   ni,  por  consi- 
¡iguiente,    la   de    víctima,    cuand.i 
'se  dice  de  un  perdido  que  murió 
víctima  de  sus   vicios,    do     uu-i 
'  jo\en,  que  murió  víctima  de  la 
tisis,  ni  de  liis  dr.~L;raciauii-.    qui' 
sucumben     víctimas     del     rayo, 
de  la  tempestad,  de  un  choque  o 
descarrrilamiento  de  trenes.  .Ma< 
alta    y  más  noble   es  la    idea  que 
tiene  el  español  de  rívtiioa.  y    d' 
!<(icrifi.cio,   y  iiíí   la    mantuvieron 
siempre   los  clásicos;   sólo  en  1"- 
siglos  de  la  galiparla  la  han  ro- 
iiajado  y  envilecido,  creemos  que 
inconscientemente,     muclios     dj 
los   Inienos  e-H-rilores.   Tiem|)o  e^ 
pues  de  enmendarse,  dando  acar 
ua  voz  .«u  verdadero  valor,  que  en 
e^o  consiste  la  propiedad  del  len- 
guaje.    No     liay     nece--<idad     de 
aieuar     contra     este     mal  uso  de 
víctima    la    grave   autoridad    <lel 
I'.    .Mir  y  de  f'ejador,  tpie    lian 
hablado     eli>cuontonient<>      .-^obiv 
e-sta    mat<"ria.    I'ara     halilar   cas- 
tizamente     hay     que      >ui>rimir 
la  palabra  rictima  en  todos  est.is 
casos,  reemplazjindola,    ■■■■i  el  .«en- 
lido    lii    permite,   con    mártir,    >' 
usando  alguna  de  la-  innnmera- 
lilps    fra.«es    que    para     ota     idea 
tiene      el      ca^leilann :     lie     aquí 


VI( 


VICH 


algunas  tomadas  áe  los  cláíicos: 
Remató  la  vida  en  penosa  muer- 
te. Acabar  desastradamente  la 
vidi¡^  Tener  desastrada)  fin,  Ser 
Ttmcrtn  a  manos  de,  Acabar  sus 
días^  La  fiebre  le  acarreó  el  re- 
frigerio eterno,  Pagar  la  mereci- 
da pena  de  sv  liviandad,  Fenecer 
sus  dios,  Le  cogió  la  muerte  rnug 
aprisa.  Acuitar  la  vida  con  sus 
desórdenes,  [plegar  al  {iltinin 
trance.  En  él  la  lauerh  logró  lo 
presa,  Dar  el  fatal  tributo  a  lo 
muerte.  Rendir  la  vida.  Exhalar 
el  almo.  Partir  de  este  mundo. 
etf.,  etc. 

Victimación,  1'.  Acción  o  efec- 
to de  victimar.  Los  infelices 
e-i^eraljan  el  laomento  de  su 
victimación."  (Un  diario  chi- 
leno). 

Victimar,  n.  .Matar,  iLs^e-inav. 
Según  íea  la  muerte,  pueo'en 
ufar.-5e  degollar,  decapitar,  fus-i- 
lar,  guiHotinor. — Es  derivado  de 
victima,  en  la  acep.  galicana,  pe- 
ro no  lo  admiten  ni  los  dicciona- 
rio.-; francese-'. 

Victimario,  m.  Matador,  ase- 
sino.— El  único  victimario  ad- 
njitido  en  el  lé.xico  es  el  "sináen- 
te  de  los  antigua-  sacerdotes 
üentile-,  que  encendía  el  fuego, 
ataba  la-  víctima,-;  al  ara  y  la.~ 
sujetaba  en  el  acto  del  sacrili- 
cio." — Peor  que  victimario  es 
victim.ador,  ra,  que  usan  alginios. 

VicTOKi.v.  f.  "'Coche  de  dos 
a.-iento--,  abierto  y  con  capota. 
Del  nombre  de  la  reina  Victoria 
de  Inü'laterra.  que  lo  usó  ]ior 
firimera  vez."  .\sí  el  Dice,  en  su 
^A.^  edición  v  por  primera  vez. 
Con  e-lo  queda  i'esuelto  el  géner  > 
de  e-te  vocablo,  que  es  f..  y  no 
m..  <'omo  lo  hacen    tanto-  cliile.- 


110-,  y  nó  del  puel>lo,  que  dicen 
el  victoria,  un  victoria.  El  uso 
español,  antes  que  hablara  ei 
Dice,  se  había  decidido  por  el 
f..  como  lo  pide  la  terminación 
en  (/.  "El  joven  Lsidoro  fué  ta.'i 
aiiiiaz  que  se  aventuró  a  venir  a 
visitarla,  no  ya  recatadauíciite, 
sino  en  eleguniisimu  victoria,  ti- 
loda  jiur  do.s  .-soberbios  trotones 
rn.-o-^.  "  ( \^alera,  De  varios  colo- 
res). "Antes  de  apearnos  le  ense- 
ñe los  perros,  que  iban  echad<i.s 
a  nuestros  ijies  en  el  fondo  de  la 
victoria."  (Valbuena,  Parábolas, 
11).  Defender  el  género  m.  por 
cuanio  se  subentiende  el  s.  coche, 
sería  l(j  mi-moque  decir  el  ber - 
lina,  el  carretela,  el  diligencia, 
porque-  también  .se  subentienda 
en  ellos  <-o<-h€.  Xo  hay  rtizón 
alguna:  todos  estos  sustantivos 
tienen  \i>la  propia  para  andar 
solo.-  y  .solos  e.xpre-ar  to.lo  su  sin- 
nilicado. 

\'icTORiA  (Monja).  Religio- 
sa clarisa  del  monasterio  de 
Nuestra  Señora  de  la  Victoria, 
existente  en  Santiago.  Probable- 
mente ix>r  el  mismo  nombre  del 
monasterio  o  de  la  iglesia  se  dice 
también  en  E.spaña  monja  vic- 
toria. "K\\  la  noche  del  18  se 
entró  en  las  Mmtjas  Victorias 
una  mujer  de  las  notadas  di 
Kcija."  (Fr.  Francisco  Gonzá- 
lez, director  del  Beato  Diego  de 
C;'idiz).  A'éanse  Clara,  Ros\ 
(.M'iN-.jA).    Terksa  y  Veróxicv. 

Vichicló,  m.  Véase  Frichicó, 
en  el  Suplemento  del  2.°  t.  .\m- 
ba-^  forma^  se  usan  entre  :'l 
iiueblo. 

Vichicuman  o  vichicumán, 
m.  Véa.=e  Michicumán,  dei  cual 
e-  variante. 


678 


VID 


VID 


Vicho,  u.  p.  111.  Dim.  l'am.  de 
r/cíííc. — El  nombre  que  signili- 
c;i:  ■■(.-ualquier  sabandija  o 
animal  pequeño;  fig.,  persona  de 
íigura  ridicula,"  se  escribe  bicho, 
jiorcpie  viene  del  latín  bcstins. 

Vichoco,  ca,  adj.  Díca-e  del 
individuo  que  por  la  mucha  edal 
o  por  enfermedad  ha  [jerdido  la 
agilidad  de  piernas  y  pie-". — 
.\{>líwi<e  al  caballo  que  por  la 
misma  razón  o  por  otra  ha  llegiir 
do  ai  mismo  estado.  Vca.-e  Des- 
TKONc.vK,  porque  mucho  más 
usado  en  este  sentido  as  destron- 
cado, da. —  La  etimología  j'uede 
ser  el  ca.-tellano  bicho  (vca.'^e  el 
antt>rior)  con  la  terminación  ofo, 
tan  usado  en  Chile  (chicoco, 
chiaoco,  niñoco,  ñatoco,  pocho- 
co,  potoco,  vinoco)o  el  araucano 
fih-luí,  nejo  (P.  Augusta),  co.i 
la  misma  terminación  oco. — l>e 
e-te  ví)cablo  .<e  ha  formano  el  .'. 
avichocarse,  que  tiene  algún 
uso.  Vichoco  es  taTubicii  c-orrien- 
te  en  la  Argentina. 

Vichy,  m.  Tela  parecida  al 
]»ercal.  i)ero  algo  superior,  gene- 
ralmente pintado  a  cuadro-.  Csi- 
íe  niá.-  pai-a  delantales  de  mujer. 
Sin  duda  .-e  fabricó  originaria- 
mente en  l'ivh'j  de  Francia,  y 
]K>r  e.-o  .-e  llama  así  en  todas 
partes,  aun  en  Es7)aña,  .■^-gaiii  .^ 
nos  ha  informado.  Habrá  puef-- 
que  castellanizar  el  nombre  es- 
cribicndt)le  vichi. —  Afji'n  rh 
Virh',':  agua  medicinal  rpie  pro- 
viene del  mismo  lugar. 

Vn).\,  f.  Entre  las  muchns 
aceps.  de  este  vocablo  no  halla- 
mos ninguna  que  equivalga  a 
exprcfiión  ^  vivezn,  quo  es  la  qu3 
.«e  necesita  para  fra^í^scomoést^L-. 
"Sus  fijos  son  grHTi<lcs,  pero  apa- 


gados y  sin  vicl/i;  Su  lengua.)e 
carece  también  de  vidji." — Mu- 
chas otras  lida-s  faltan  a-í  mism  i 
en  el  l>icc. :  cuales  son  la  vidn 
activa  y  la  vida  contemplativa. 
de  la  Ascética  y  Mística;  la  vida 
purgativa,  iluminativa  y  unitivo., 
de  es^tas  mismas  ciencias;  la  vida 
vecjetotira,  sensitiva  y  animal, 
de  la  Filosofía.—  L.a  gran  vida, 
expresión  que  tenemos  por  gali- 
cana fp!tre  de  grande  vi.e.  comer 
mucho).  En  ca-íellano  se  dice 
vida  rcgnl/ida,  vida  de  pi'incip-'. 
—  Vida  macha.  En  el  art.  Macha 
vimos  que  u.-ó  de  esta  expresión 
•lotabeí'he :  el  significado  parece 
.«er  vida  de  perron  (la  que  se  pasa 
con  tral)ajos,  inole-tias  y  desazo- 
nes) o.  como  otros  dicen,  vida 
perra  o  aperreada.  Como  el  ma- 
chi)  es  maltratado,  y  más  aún  que 
lo-  perros,  tu»  es  raro  cpie  se  tome 
su  vida  como  término  de  coiiifia- 
racióu  de  la  del  hombre  aj^rrca- 
do  por  sus  semejantes  o  \>ot  la 
fortuna. — ^'on  alma  y  vida.  Con 
el  alma  y  la.  vid^i  (con  nuu-ho 
gusto,  de  muy  buena  gana),  dice 
e!  Dice,  en  el  art.  Alma.-— Ciw/ 
la  vida,  tal  la  mmvtc.  Fr.  prover- 
bial que  falta  en  el  Picc.  Es  tra- 
ducción de  la  latina  Qwdi.s  vita, 
pnix  ita,  e  igual  en  .-K?ntido  a  la 
caj^ellana  Como  se  vive,  .^íp  niH*"- 
re. — ^De  e.tta  i-ida  o  de  la  otra  y 
Vr.  que  se  dirige  como  pregunta 
a  un  aparecido,  y  también  ¡mr 
donaire  a  la  jx'i'sona  a  quien  no 
.-<'  batiía  vi.»to  de  iruicho  tiempo 
atrás  f>  de  la  cual  no  se  tenían 
noticias.  Mere<'©  entrar  en  "I 
Diw. — Entre  la'  vid<i  ij  la  muer- 
te. Sólo  con  el  v.  hnllarse  admito 
el  Dice,  esta  fr.,  cuando  lo  cierto 
es  que  .-e  UT<a  con  machos   otms. 


VID 


VID 


couio  eistar,  verse,  qu€<ki:r,  dejar. 
— Estar  uno  con  h  vida  en  un 
hilo  (estar  en  nuicho  peligro). 
Con  el  V.  teiwr  admite  solamente 
esta  fr.  el  Dice. ;  hacérnosle  la 
miaña  observación  qne  en  la  an- 
terior.— Hacer  uno  por  la  vida, 
Hacer  algo  por  la  vida^  frases 
íigs.  y  fams. :  comer.  No  las  trae 
e?  Dice,  y  bien  lo  merecen.  Caba- 
llero trae  Hacer  por  la  vida, 
comer.  Nada  tienen  qne  ver  estas 
frases  con  la  francesa  Faire  la  vie 
(vivre  dan»  la  débauche). — 
Jugar  uno  su  vida  (o  la  vida)  : 
exponerla  o  aventunu-la  en  un 
lance.  Es  cierto  que  el  v.  jiujai' 
.-iguifica  "arriesgai',  aventurar : 
Jugar  uno  el  todo  por  el  todo;  ' 
pero,  como  la.s  frases  castizas  son 
Llevar  uno  la  vida  jugada  y 
Traer  uno  la  vida  jugada  (e»tar 
en  conocido  i'iesgo  de  perderla), 
pai'ece  que  lo  mejor  e.*  atener.-e 
a  estas  frases  y  no  usar  la  otra. 
que  .suena  a  francés. — Pasar  uno 
de  esta  vida  a  la  otra:  morir.  Só- 
lo con  el  v.  partir  y  partirse  ad- 
mite esta  fr.  el  Dice;  lo  que  es 
mucho  restringir. —  Penar  en 
vida:  aparecerse  el  alma  de  una 
persona  que  aun  no  lia  nmerto, 
como  puede  hacerlo  un  apareci- 
do. (Véase.  Pexar).  Es  abusión 
o  caso  raro  de  telepatía. — ¡Por 
vida  suya,  tuya!  ¡Por  vida!  dice 
.solamente!  el  Dice.,  definiendo 
que  es  "inodo  de  hablar  que  se 
usa  para  persuadir  u  obligar  ala 
concesión  de  lo  que  se  pretende. 
Ú.  t.  por  a.^veración  y  juramen- 
to."— Volver  urw  a  la  vid-a.  La 
fr.  complet.il  es  Volver  u-no  d-e  la 
muerta:  a  la,  vida  ( resta t)lecerse 
de  una  enfermedad  gravísima). 
Vidalay,  iii.  "Tomándose  de  la 


niano  las  enamoradas  pareja*, 
forman  ima  gran  iiieda  para 
danzar  el  vidalay.  Este  antiguo 
baile  de  los  indígenas  se  ejecuta 
al  .son  lastimero  de  una  flauta, 
que,  oída  de  lejos,  más  bien  ins- 
I)ira  tristeza  y  ternura  que  acalo- 
rado entusiasmo."  (.Jotabeche. 
El  Carmtval).  No  sabemos  que 
e.xista  todavía  este  V)aile. — El 
\ocablo  parece  .ser  derivado  del 
argentino  vidalita,  "¿lire  criollo, 
especie  de  villancico,  que  se  can- 
ta acompañándose  con  la  guita- 
rra, (iuarda  mucha  semejanza 
con  la  canción  triste  andaluza," 
y  >u  letra  es  generalmente  sobre 
motivos  de  amor,  y  de  ahí  -:u 
nombre,  de  vida  mia,  o  vidita, 
como  dicen  los  argentinos.  La 
terminación  ay  de  vidalay  puede 
explicarse  por  la  interj.  ¡ay!  que 
tanto  se  repite  en  los  vereos  amo- 
rosos y  en  los  de  baile.  Nada  tie- 
ne que  ver  vidalay  con  vidalero, 
que  se  usa  en  Ági-eda  (España)  ; 
éste  es  Viuñante  de  vedalero  (ca- 
da uno  de  los  dos  ministros 
elegidos  por  el  capítulo  general 
de  ganaderos  de  Zaragoza  para 
desempeñar  las  ejecuciones,  enj- 
bargos,  etc.),  que  es  derivado  de 
veda,  prohibición  o  ley  que  la 
pone.   (Cejador,  Silbantes,  t.  IV, 

pág.  ;'.ó") ) . 

Videncia,  f.  ■"Los  dioses  del 
OliinlKi.  con  toda  su  sabiduría  y 
su  videncia  profética,  no  alcan- 
zan a  ver  lo  que  sucede  en  las 
extensas  llanuras  de  sus  vastísi- 
mos dominios.''  (Un  autor  chile- 
no. La  Unión,  de  «Santiago.  29 
Marz.  1916).  No  e-xiste  tal  voc^a- 
blo,  ni  siquiera  en  franct>s,  donde 
se  formó  clairvoyan<-e;  bastaba 
haber   dicho    riñon  o  vista  o  ha- 


riso 


VID 


VID 


h>er  biisi-ailo  otro  giro  ca-^lizo. 

ViDOQiíx  (Papa),  f.  Una  de 
las  mucha-  especies  de  i>apa  .") 
j.atata.  (Lcnz). —  Puede  venir 
.leí  araucano  vüdo.  oniljligo.  por 
alusión  a  lo?;  gTande,■^  ojo*  o  eavi- 
d&des  de  esta  papa. 

Vidriar,  a.  y  r.  A'óase  Ear 
(Verrcks  ex).  Por  e-xce;pfión 
.Icsbace  los  diptongos  io,  la,  te,  y 
se  conjuga  vidrio^  vidrias,  vidñc. 

Cuanáo  la  muerte  vidrie 
De  mis  ojos  el  crista!. 
Mis  párpados  aun  abiertos 
¿Quien  los  cerrará? 

(Be'cquer.  Rima!). 

Vidriera,  f.  "Bastidor  con 
vidrios  con  que  -se  cierran  puer- 
tas y  ventanas,"  es  la  única  acep. 
<)ue  le  da  el  Dice,  i  sin  embargo, 
en  Esjjaña  y  América  se  ha  usa- 
do y  se  usa  en  las  dos  acejis.  que 
hoy  se  dan  a  eíscupanite  (esi>ecie 
de  alacena  o  iirinario,  con  puer- 
tas de  vidrios  o  cristales  y  con 
andenes,  para  jijoner  imágene.-, 
baiTOs  finos,  etc. ;  hueco  que  hay 
en  la  faciíada  de  algunas  tien- 
das, resguardado  con  cristales  en 
la  ¡jarte  exterior,  y  que  sirve  pa- 
ra colocar  en  él  muestras  de  los 
géneros  que  allí  se  venden,  a  fin 
de  que  llamen  la  atención  del 
]iúblico).  Hablen  algxinos  auto- 
res: "Más  vestida  me  tiene  que 
un  palmit<».  y  con  más  joya*  que 
/'/  fidritra  de  un  ]»later<>  ri<-o." 
lOrvantc.-;,  El  viejo  celoxo). 
'Ocho  personajes  de  tien-a  aden- 
tro y  do  aparejo  redondo,  detc- 
nid<is  dolante  <le  muí  viilrirra  on 
(jiii'  .*!'  exponían  pelegrinas  de 
caracolillo-    v  pa-i(oia.»    de  ca-^ca- 


lita^."'  i  Pereda.  ShIioí  (/<•  rMíi), 
-XII).  Los  que  no  quieran  u>;ir 
esta  acep.  de  vidriera  se  quedarán 
con  las  voces  aparador  (lugar  o 
mueble  donde  .*e  exponen  a  la 
vista  del  público  los  efectos  que 
se  venden  en  las  tiendas).  aiM- 
ijui'l  (cada  una  de  las  taldas  o 
ménsulas  puc-tas  horizontalnien- 
le  en  los  muros,  o  en  armario*, 
alacenas,  etc.,  para  coloc-ar  *ol)re 
ellas  libros,  piezas  de  vajilla  > 
cualesquiera  otras  cosas  ríe  uso 
doméstico  o  destinadas  a  la  ven- 
ta), vitrina  (escaparate,  armario 
o  caja  c(m  puertas  o  tapa*  de 
cristides,  para  tener  expuestas  -i 
la  vista.  c()n  seguridad  y  sin  dete- 
i'ioro.  objelí".*  de  arte,  productos 
naturales  o  artículo*  de  cnmor- 
eio).  Muestrario  es  "coleccií'in  de 
muestras  de  telas  u  otras  cosas.'' 
—  Vidriera  de  colores.  Éste  es  -1 
verdadero  nombre  de  la*  \i(lrie- 
ras  pintada*  que  se  u*an  en  las 
iglesias,  catedrales,  casas  y  ]iala- 
cios.  en  vez  del  francés  vitraux, 
1>I.  de  vitrail  y  que  se  pronuncia 
vitró.  ".Se  ven  los  rayos  última* 
del  sol,  en  .*n  waso,  iienctrando 
por  las  vidrieras  de  colorex  y 
descomponiéndose  en  las  brillan- 
te* sartas  de  las  arañas."  (Caste- 
lar.  F<dlas  novas,  de  Ros;día  Cas- 
tro, pról.)  Si  *e  quiere  autoridad 
clásica,  también  la  tenemo*: 
"Deljajo  de  una  ventana.  )>(«■  cu- 
yas vidrieras  de  colores  ha<'ía  el 
sol  en  la  pared  frontera  diversos 
cambiantes  de  reflejos,  estaba  mi 
cartón  grande  del  pastor  Nemo- 
roso." ( LoiK»  lio  A'^ega,  La.  Arca- 
dia, 1.  V).  Véa.*e  Ventanal. 

A'iDRio.  m.  lis  comini  on  Chi- 
le (xinfmidir  el  vidrio  con  el 
rrixt'd.  Sé])a*e  <pie  el  vidrio  t>s  i'l 


VIE 


VIE 


i;. SI 


.tívnerOj  y  el  t-ristal,  una  de  su>^ 
e-^pecies:  el  vidrln  es  más  ordi- 
nario, y  el  cri-stcl,  iná>  Hnu,  de 
tnin.^pareiU'ia  y  limpidez  pt'i-fec- 
ta.  más  duro,  más  denso  y  Hin- 
cho más  refringente  y  -(inoro 
<|ne  el  vidrio. — Vidrio  ui'dido. 
Dígase  mejor  zurnza».  t.  pl.: 
'Mna.-a  que  se  hace  niezc-lando 
vidrio  molido,  agujas,  #ulist;m- 
cias  venenosas,  etc.,  y  que  ■-■e 
emplea  para  matar  perros,  gatos, 
ratones  u  otros  animales.'' 

Vidriólo,  m.  A.<í  algunos,  en 
vez  de  citri-olo. 

^'lORKXiDAD,  f.  Calidad  de  vi- 
drioso en  la  acep.  de  "aplícase  a 
!a  iHíis-ona  o  genio  que  fácilmen- 
te se  resiente,  enoja  o  desazona 
lie  cualquier  cosa."  Usólo  Pere- 
da en  El  sabor  de  la  tisrruca^  TV : 
"...nmcha.s  y  nuiy  repetidas 
desavenencias  entre  los  dos  ami- 
gos, provocadas  por  las  vidriosi- 
fhides  del  juri.sconsulto."  Voca- 
blo bien  formado  y  digno  de 
aceptarse,  nmy  superior  al  gali- 
cano  susceptibilidad. 

^'joRioso.  SA.  adj.:  "Que  fácil- 
mente Se  quieljra  o  salta,  como  el 
vidrio:  fig..  aplíca.se  al  pi.so  cuan- 
do está  muy  resbaladizo  jMjr  ha- 
ber helado;  dícese  de  las  materias 
ipie  del>en  tratarse  y  manejarse 
con  gran  cuidado  y  tiento;  aplí- 
case a  la  peivona  o  genio  que 
fácilmente  se  resiente,  enoja  o 
(iesazona  de  cualquier  cosa." — 
Falta  la  acc)).  relativa  a  lo-  ojos 
de  los  moribundos,  que  es  tan 
u.-ada  como  la  fi*.  Vidriarle  los 
ojos  (tomar  la  apariencia  o  se- 
mejanza del  vidrio,  que  es  señal 
de  cercana  nnierte  en  los  enfer- 
mos). 

Vieja,  f.  Pez  ncgruzcn  y  cabe- 


z('in  y  de  regular  calidad  en  cuan- 
td  a  su  carne:  anda  muy  despa- 
cio y  tiene  tentáculos  cortos  sobre 
las  cejas.  Todo  esto  lo  ha  hecho 
merecedor  del  nombre  vulgar  de 
vieja;  el  científico  es  clinus  ge- 
rii<ji:ttatn».  Vean  los  ictiólogos 
si  este  pez  es  exclusivo  de  Chile  o 
si  e-  conocido  también  en  Espa- 
ña y  con  qué  nond>re.  Lo  des- 
cril  e  minucio-amente  Cay  en  su 
Zuologiii^  t.  II,  pág.  2VG). — 
Cohete  sin  varilla,  que.  encendi- 
do, corre  por  la  tierra  entre  los 
pies  de  la  gente.  En  castellano  se 
llama  bit.scapiés,  rapapi>'s  y  ca- 
rr<  filio.  El  "cohete  que  se  dispa- 
ra sin  trueno"  se  llama  follón^  y 
el  "buscapié.-'  que  estalla  al  apa- 
garse." frahiica.  En  Aragón 
llaman  borrachuelo  el  "coliete 
,-in  fuerza  bastante  para  elevar- 
se y  c¡ne.  una  vez  encendido, 
-alta  por  el  suelo  hasta  estallar." 
(Colección  dr  voces  de  uso  en 
Aragón).  La  vieja  nuestra  no 
no  estalla,  sino  que  da  como  un 
resoplido  haciendo  chiiiing^  y 
flor  esii  decinids  que  se  chinga. 
"\'éa-e  Chingarse. — Por  semejan- 
za, todo  cohete  que,  después  de 
encendido,  corre  un  instante  y 
no  e-talla;  cohete  al  cual  se  le 
saca  la  mecha,  expresamente 
para  que  no  estalle. 

Viejito,  ta,   dim.    de  viejo,  ja. 
YOn^Q  el  siguiente. 

AVIEJO,  JA.  adj.  "Los  viejos 
moldes,  las  viejas  costumbres,  las 
viejas  naciones,  los  viejos  pala  - 
cios,  las  viejas  lenguas,  los  vie. 
ios  templos  (ahora  todo  es  vie. 
jo),  -on  modos  de  decir  galica- 
riM-...  En  ca.stellano  los  adjs. 
calificativos  siguen  regiüarmente 
a  lo.-  sustan(i\ds.    .Vdenuís.  en  es- 


VIE 


VIE 


tos  catfos  debe  decii'í*  tintiguoit. 
en  vez  de  viejos.  También  puede 
ecliartíe  mano  de  inveterad», 
contumaz^  empedernido,  mnvin. 
añejo,  etc.'"  (Franquelo,  Frases 
impropias).  Nada  hay  qu^  agi-e- 
garle  ni  quitarle  a  este  breve 
artículo,  y  sólo  recordai-einos  la 
mala  despedida  que  hacen  algu- 
nos chilenos  en  sus  cartas  tratán- 
dose de  viejo  amigo,  ^"('{lse 
Joven,  últ.  acep. — Leu  vieja. 
Viejo  Mundo  y  Viejo  TesUi- 
inento  .son  tan  castizos  como  An- 
tigua Ley,  Antiguo  Mundo ^  An- 
tiguo Testamento. —  Barba  de 
viejo.  Otro  nombre  qvie  suele 
dai>e  al  cabello  de  ángel.  Véiiíe 
e^líi  expresión. — El  md.^-  viejo: 
en  la  lotería  casera,  el  número  90. 
Véa.«e  LoTERí.\. —  Hacer  uno 
Itucsos  viejos.  Véase  1 1 1" eso. — 
Hombre  viejo.  Véase  el  art. 
Hombre. — No  hay  que  d-es'  rliar 
lo  viejo  por  lo  mozo  ni  lo  cierto 
por  lo  dudoso,  i'efrán  chileno 
que  merece  pa.sar  al  Dice. — 
Si  (juiere^  llegar  a  viejo,  cuida 
tu  pellejo^  refrán  chileno  casi 
iguiü  en  significado  al  español 
El  viejo  que  se  cura^  cien 
aüos  duro.  Merece  también  la 
admi.><ión  en  el  Dice— Kl  dim. 
no  es  viejito,  ta,  como  dicen  casi 
todos  en  Cliile,  .«i no  viejecifo,  (a. 
vejezuclo.  la,  o  viejezuelo,  In; 
vejecito,  ta,  es  antú'uado.  No 
iie<-ositamos  confirmar  e6»t<>  con 
antf)ridndep,  yK)rque  la  regla  da- 
da jior  la  .Academia  e^  bien 
clara.  Véase  Cuerpito.  Si  algún 
eííjmñol  ha  dicho  viejito,  ta, 
como  los  chilenofí,  es  tan  censu- 
rable como  t>stOfi. — El  aum.  mc- 
jozo,  za.  (muy  viejo),  lo  usamo- 
«olaniente   e.n    el    lenguaje    fam. 


Dígase  vejazo,  z".  Viejón,  na,  en 
píU^  nosotros  el  medif)  viejo,  el 
que  se  va  acercando  a  la  vejez. 
Kn  castellano  hay  vejón.  lui, 
ant.,  vejancón,  na,  vejarrón,  na, 
(I  viejarrón,  na,  aumentativos 
familiares  de  vi^jo;  vejete  (dí- 
cese  del  viejo  ridículo),  vejesto- 
rio, despec-tivo  (persona  muy 
\ieja)  y  vejóte,  ant. 

\'iEXÉs,  s.\.  adj.  '"Natural  de 
^'icna  de  Austria.  Ú.  t.  c.  s. — 
Perteneciente  a  esta  ciudad."  Si 
el  f.  es  vi  en  eso,  ¿por  qué  se 
llama  Panadería  vienes  una 
grande  y  antigiia  que  hay  en 
e.-ta  ciudad?  Por  la  misma  razón 
por  que  algunos  llaman  feligrés, 
ses,  en  vez  de  feligresa,  .va.*,  a 
las  mujere.-  de  determinada  i>a- 
rroquia. 

A'iE.vTo,  m.  Fam.,  ventosidíul 
e.\]'oli'a  del  cuerpo.  Esto  no  só- 
lo ly  eliileno.  sino  también  espai- 
fií»!.  y  falta  en  el  Dice, — Pl,, 
I-arras  o  tirante-s  de  hierro  que 
,'^  ])onen  a  los  cañonea;  de  chi- 
menea para  defenderlos  de  las 
vientos. — .1  los  cwdro  iñentos, 
loe.  fig.  que  se  usa  principalmen- 
te con  los  verbos  puldicar.  e.fpnr- 
cir,  decir,  y  faltii  tandjién  en  el 
Dice.  Significa:  jxir  tenias  partes, 
por  dondccpiiera,  por  doquiera. 
— .1  todo  viento,  loe.  que  falta 
en  el  Dice,  y  significa:  a  la  in- 
temperie, a  cielo  de.*cul)ierto,  sin 
tedio  ni  otro  reparo  alguno;  a 
todo  aire. — Como  un  viento.  Cn- 
v}o  el  viento:  cí>n  tenia  velocidad. 
Faltan  estas  locuciones  en  el 
Dic-c.  "Va  a  perder*,  como  un 
viento."  dijo  el  cliifñco  Márquez. 
(Ei^piritwd  Jeru,<iaU'n.  TI.  7, 
eons.  2.") — Con  viento  f renco,  loe. 
i-orrientc  en  Eapíiña  y    América 


VIE 


VIG 


68?. 


y  iui.-^eute  del  Dicx:-.  Caballero  la 
define:  •"Familiar  y  metafórica- 
mente, des^dir  o  rechazar  a 
una  persona  o  cosa  de  mala  ma- 
nera." "Despidiendo  con  mala 
manera,"  dice  Cejador.  (T. 
AEIOU,  pág.  571).  "Se  largó 
con  viento  fresco,  o  sin  él,  a  .Ma- 
drid." (Fernán  Caballero,  Cttrta.-< 
inéditim).  "Claro  es  que  Fra.s- 
quito  ya  se  habrá  ido  con  viotto 
fresco  a  su  casa  de  pupilos."  (Pé- 
rez (raido.--.  Misericordia^ 
XXXVIII).  En  el  Dice,  sólo 
hallamos  el  ténuino  de  Marina 
viento  fresco  (el  que  llena  bien 
el  aparejo  y  i>ermite  llevar 
largas  la-  velas  altas). — Correr 
(o  soplar)  malos  vientos^  (o 
vient-os  contrarios) ,  fr.  Hg. : 
ofrecei'se  dificultades  para  el 
logro  de  una  cosa.  Falta  en  el 
Dice.  Caballero  lo  trae  en  e-ta 
forma:  Corren-  vientos  contrarios. 
— Llevarse  el  viento  un/i.  cosa,  fr. 
fig.  que  íe  dice  de  k>  deleznable  o 
poco  consistente,  y  tami>ién  de 
lo  fútil  o  poc-o  imix>rtante.  "E.-^ 
tas  promesas  son  ¡airas  palabras 
que  .Sí  lleva  el  viento;  Se  acalxi 
el  cuento  y  se  lo  llevó  el  viento." 
No  conoce  tampoco  el  Dice,  es- 
ta fr. — Torres    de  viento.    "\'éaso 

TORIÍE. 

ViKXTKK,  m.  Bajo  vientre: 
su  nombre  es  epigastrio. —  Por 
vientre  y  lomo,  loe.  fig.  y  fam. 
que  en  Chile  significa:  por  parte 
de  madre  y  de  padre. —  Tener 
v.no  el  vientre  corriente  o  Estar 
con-  el  vientre  corriente,  fr.  fam., 
corriente  también  en  Chile:  exo- 
nerar el  vientre  con  orden  y 
métoio. 

\"'iERXES,  m.  Ayunar  de  vier- 
nes, fr.  fam.:  ayunar    con  absti- 


nencia de  carnes. — Comer  d-e 
viernes  o  com-er  de  vigilia  signi- 
fica: "comer  pescado,  legumbres, 
etc..  con  exclusión  de  carnes." 
Por  la  misma  razón  debería  ad- 
miíii'se  tíimbién  Comida  de  vier- 
nes (comida  con  abstinencia  de 
carne),  cpie  el  Dice,  llama  vigi- 
lia solamente. — No  todos  los  dios 
son  viernes,  ir.  proverbial  chile- 
na: no  siempre  se  acierta  en  un 
negfK'io. — C¿wien  el  viernes  can- 
ia.^ el  sábado  llora,  refrán  chileno 
que  recuerda  cuan  cercamw 
andan  el  gozo  y  el  Hato.  Merece 
ser  conocido  en  todas  partes. 

Viga,  f.  "Ver  la  paja  en  el  ojo 
aj' no.  ¡I  nó  la  viga  en  el  nn estro 
(o  cft  el  propio),  refrán  que 
exi>lica  con  cuánta  facilidad  re- 
liáramos en  los  defectos  ajenos  y 
ui'i  en  Iti-  propios,  aunque  sean 
mayores."  ¡'ai  esta  sola  forma 
admite  el  Dice,  en  el  ai"t.  Paja, 
e.-?ta  sentencia  evangélica,  conver- 
tida ya  en  refrán :  es  indi-spensa- 
ble  darle  má.-  \aiiedad.  porque 
lie  «itni  manera  no  .-e  entenderúi 
el  modo  cirniu  la  han  usado  y 
u.-au  alu'unos.  [jt\>e  de  Vega,  por 
ejemplo,  dijo  solamente: 

Difícil  €s  de  ver  la  propia  vii^a: 
Yo  se  quien  se  pusiera  colorado; 
La  paciencia  ofendida  a  mucho  obliga. 

(Api.-/,  ni  Conladiir  Caspnnle  Barfiínvevr,)- 

Vigencia,  f.  Todos  lo  u-an  en 
Chile  en  la  acep.  de  "fuerza  de 
la  obligación  en  las  leyes  u  orde- 
nanzas, o  duración  de  las  cos- 
tund>res  o  estilos,"  que  es  la  S.'^ 
do  vigor.  Es  el  s.  correspondien- 
te al  adj.  vigente  (aplícase  a  laa 
leyes,  ordenanzas,  estilos  y  cos- 
tumbre*    que  estiin   en    vigor  y, 


[',>'l 


VIG 


VIL 


olírenaucia),  i>eiu  el  Dice-,  uo  lu 
admite;  ni  se  le  necesiUi.  Ohscr- 
cancia  es  otro  eqniv;ilento  castizo. 
\'ic;fA.  ílfi  f.,  pero  en  la  ac-ep. 
lie  "ix^rsona  ckvtinacla  a  viciar  o 
atalayar  el  mar  o  la  cam))iña,"  u. 
ni.  c.  s.  m. 

A'iiUL.u;.  Tomo  n.  li>  daba 
.solamente  la  12."  edición  del 
Dice:  )>ero  la  13."  y  la  14."  agi-e- 
íiaron  que  .se  u-^a  también  como 
activo.  Su  definición  ( velar -obre 
umi  cosa,  o  atender  exacta  y 
cuidado.sameute  a  ella)  e-  defi- 
ciente, püi-quc  .-íe  limita  solamen- 
te a  cosa,  cuando  es  sabido  que 
este  \".  se  refiere  también  a  per- 
-fina:  "Vif/ile  Ud.  a  este  niño  pa- 
ra (¡ue  no  haga  de  las  .suyas;  Es- 
tos padres  no  vigilaron  a  ams 
hijos  y  por  eso  se  extraviaron." 
"Vigilar  sobre  xv.t  súlnlifos^"  dice 
la  (iramát.  de  la  Academia,  y 
"Vlf/ilar  sobre  ln>t  noridos,"  la 
de  Salva, 

^'IGIL^\,  f.  Ai/unarle  la  vigilia 
<i  lino,  \'v.  fig.  y  fam.,  que  entre 
nosotros  .sisiiiifica  tenerlo  por 
bueno  o  nuiy  honrado,  o  por 
santo.  f\  nt.  con  ne.íiación.  El 
origen  de  estíi  fr.  es  la  pi-áctica 
<pie  tiene  la  Iglesia  de  celebrar 
con  ayuno  la  vigilia  o  víspera  do 
MIS  mayores  santos;  y  es  claro 
que.  si  a  una  persona  viva,  por 
donaire  o  por  burla  se  le  dice  que 
se  le  ayuna  o  no  se  le  ayuna  su 
vigilia,  es  decirle  que  se  le  tiene 
por  iiMiy  santa  o  ])or  bellaca.  El 
Dice,  trae  solamente:  "Ayunnr- 
Ir  a  lino:  temerle  o  resi)etarle." 
Sin  cndiargo.  nuestra  fr.  e,*  cas- 
tiza, i>ues  la  hallamos  usada  iii  el 
('orvarho,  obra  del  siglo  .W : 
"Quien  te  conosciese,  quien  note 
olvidase,     quien    cscri]>to    en     el 


coracón  te  tovi&íe.  quien  tu  vegi- 
tiu  bien  ayunase,  el  lal,  mal  fa- 
cer .sería  imposible."  (V.  I.  c. 
XXXVIIl). 

Vigón,  m.,  auni.  de  viga.  Así 
llaman  algunos  la  viga  maestra 
(la  (jue  tendida  sobre  ¡lilares  o 
cohmnias,  sirve  para  sostener  la 
caljeza  de  otros  maderos  también 
horizontales,  así  como  para  sus- 
tentar cuerpos  suiíeriore.-  del 
edificio ) . 

"\'iG(jRiz.\i)oK.  R.\.  adj.  Que 
vigoriza  o  da  \igor.  Hace  falta 
en  el  Dice. 

^'iGOiaz-VXTE,  adj..  pai1.  de 
pre-^nte  de  vigorizar,  l.i»  mismo 
que  el  anterior. 

A'iíJiETA,  f.  "Dim.  de  vig.i," 
es  la  1.''  acep.  que  le  da  el  Dice. 
Entre  nosotros,  la  vigueta  tiene 
la  forma  de  viga  pequeña  y  se 
u>a  para  muchas  cosas,  ])rinci- 
lialmente  para  sostener  los  bal- 
cones voladizos  y  como  jiucnte 
1  >ara  trabar  los  paires  o  tijerales. 
\'invEh\,  f.  Todavía  es  co- 
rriente en  el  pueblo  en  el  signifi- 
cado de  ''gnitaiTa,"  que  siempre 
ha  tenido  en  es]>añol  y  aun  no 
ha  dado  por  anticuado  el  Dice. 
Y  lo  advertimos,  jorque  Ce- 
jador  extraña  que  en  algunos 
pueiilos  de  (.Yirdoba  ( l'spaña)  .-e 
llaiine  todavía  vilnula  a  la  guita- 
rra. (Pasnvolduk's^  pá.u'.  Hi'-i). — 
I'^ig.  y  fam..  en  alguna*  iiartes, 
niño  de  i»echo  que  se  lleva  en  los 
l)raz<is:  ¡mr  la  semejanza  con  el 
modo  de  tomar  la  vihuela.  ''.\hí 
viene  la  .luana  cun  su  vihuela." 
\'éa-"i'  Guitarra. 

Vilivichuña,  f.  l^n  Ohiloé, 
una  <la.-o  de  ]iai)a  o  i>atat.a.  (Ca- 
vada).—Puede  venir  del  arau- 
cano   vilu,    culebra,     y    urhiirn. 


VILL 


VIN 


torcerse;  que  el  i'.  Auguítíi  eícñ- 
be  irichünn;  \>i>v  alusión  a  los 
tallos  o  a  lo?  tubérculos  que  ten- 
drán forma  de  "culebra  torcida." 

Vilma,  í'.,  vilmar,  a.  Mala  fira- 
fía  de  liiziíiii  y  hizumr.  \7»anse 
Bilma  y  Bilmar. 

Vilote,  ;i(lj.,  despectivo  de  rll_ 
Lo  usamos  en  el  significado  de 
'"cobarde."  Es  ,-imple  extensión 
de  la  primera  y  principal  acep. 
de  vil:  '"aliatido,  bajo  o  despi"e- 
ciable."  y  parecido  a  la  voz  de 
Gerinanía  vil  horro  (el  que  se 
libra  de-  un  peligro,  luivendo). 
r.  t.  en  la  Argentina. 

Vilque,  ni.  Tinaja  de  greda, 
ancha  de  boc-a.  No  es  de  u-o 
general. 

Vilu.  f.  En  Chiloé,  una  de  hc^ 
nnichas  claset-*  de  [>apa  o  patatíi. 
(Lenz  y  Cavada). — Del  iuiauca- 
no  vilu^  culebra,  lombriz,  víbora. 
E!  P.  Augusta  completa  así  el 
vocablo:  fihi  kallwe:  cierta  plan- 
ta, folanum  tuberosum  Liudl.  l'^l 
nond)re  vilii  no  es  popular  en  el 
significado  de  culebra  y  sólo  .-^ 
conoce  como  apellido  araucano  y 
en  los  toponímica-  VHioco  (agiia 
do  la  culebra),  fundo  del  depar- 
tamento de  ^íaipo.  y  JjOK-Vilo!; 
(las  culebras  o  los  hennanos  I'?- 
/"•«.  puerto  menor  del  departa- 
mento de  Petoi-ca. 

\'iLL.\,  f.  En  la  acep.  de  "Ca.-a 
de  recreo  situada  ai.slatianientf 
en  el  campo."  lo  tiene  admitido 
el  Dice,  desde  su  lo."  edición:  la 
12."  lo  declaraba  anticuado.  No 
necesitamos  jiues  acudir  al  ita- 
lianf»  '■///"  ('pic  -e  f>r(nHuicia 
vil-la),  .«ino  que  debema-  decir 
vilki,  como  se  escribe.  Sinóni- 
moí;:  vi  llar  i  a  (ca-sería  o  casa  de 
cam])o),  ci'sinn  (casa    de  recreo, 


situada  {>or  lo  común  fuera  de 
poblado),  casei-ía  y  caserío  (casa 
aislada  en  el  campo  y  en  la  cual 
v'ven  las  pei-sonas  que  cuidan  de 
alguna  hacienda  contigua  o  cer- 
cana ) ,  casa  de  cu  iiipo,  casa  de 
placer.  Granja  es  "hacienda  de 
campo  cercada  de  pared,  a  ma- 
nera de  huerta,  dentro  de  la 
cual  .-líele  haljer  una  casería  don- 
de .<e  recogen  la  gente  de  labor 
y  el  ganado;"'  y  quinta^  ''casa  de 
recreo  en  el  campo,  cuyas  colo- 
nos solían  pagar  jwr  renta  la 
quinta  parte  de  las  ñiitos." 

Villantez,  i.  l'só  esta  voz  la 
Ven.  -igreda  en  su  autobiogni- 
fía  (preámb.  9):  "La  verdadera 
virtud.  .  .e.s  la  triaca  contra  el 
veneno  de  su  mentira  1  del  de- 
monio!, quien  aniquiló  su  sober- 
bia .y  humilló  su  villantez."  Pa- 
rece que  la  contundió  con  avi- 
lantez o  avilanteza  (audacia, 
insolencia),  pues  la  fonna  vi- 
llantez, que  .-'ólo  podría  venir  de 
(•///(///'),  no  tendría  aquí  sentido, 
(•(nniKjuiera  ijue  la  virtud  no 
buniilla  tanto  a  la  villantez  d 
riU'inia.  como  a  la  avilantez. 

Villomes,  f.  pl.  En  Chiloé,  pa- 
lias chiras.  des])reciadas.  — Pro- 
bablemente del  araucano  illam.n, 
df^preciar.    desechar.    (Cavada). 

Vinagre,  adj.  Malamente  lo 
usaiLids  como  adj.,  \y\H'<  en  espa- 
ñol es  solamente  s..  del  latín  v¡- 
num  u-cre.  En  vez  del  castellano 
avinacjrar  (poner  aceda  o  agria 
una  cosa),  hemo.s  llegado  a  de- 
cir: ponerse  vinagre  una  cosa. 
Lf>s  adjs.  castizos  son  acedo  y  áci- 
do, (hi  í  que  tiene  «ibor  de  agraz 
o  de  vina.gi"e,  o  parecido  a  él). — 
Como  s.  m.  es  noiidire  que  damos 
al  buev  di*  color    alazán    cobrizo. 


t;86 


VIN 


VIN 


por  semejanza  con  el  color  del 
vinagi'e. 

A'i.vAGREKA.  f.  E.-  corriente  en 
Chile  por  uceiUa  (indispa^ición 
ilel  estómago  por  haberse  aceda- 
do la  comida)  ;  pero  no  es  chi- 
lenismo, como  lo  han  creído 
lodos,  sino  acep.  es|>añola.  pues 
en  Cejador  leemos:  "vhujgrcras, 
acedía  físictv  y  moral,  como  en- 
tendederas,  ohsnlvederas."  (T. 
AP]IOU,  pág.  431).  La  únicíi 
diferencia  es  que  nosotros  lo  usa- 
mos en  singular.  Lo-;  "alimentos 
ijue  se  detienen  en  el  esüSmago, 
l)or  no  estar  bien  digerirlos,''  se 
llaaiian  en  castellano  crudezas,  f. 
'A. —  Vinagrera  e*.  según  el  Dírr., 
"va«ija  destinada  a  contener  vi- 
nagre para  el  uso  diario:  mujer 
que  vende  vinagre;  pl..  angari- 
llas, taller,  cnuviiy."'  A^'ase  .\l- 
(•iz.\. 

VlNACIKII.LO.    III..      ililll.    (le      l'¿- 

niif/rr.  Planta  cliileiia.  Vcase 
Culle  en  el  .\]H'ndice  del  1.''  t. 
I'hiliiviH  dice  equivocadamente 
vinagrilla. —  El  nombre  del  zu- 
mo es  en  ca.«t©llanü  ncid^  oxálico. 

ViNAZ.\.  f.  "Es))ecie  de  vino 
que  .<e  .saca  a  lo  iiltimo,  de  los 
]>o-íos  y  la.s  heces."  Es  distinto 
de  vinillo:  "vino  nuiy  fuerte  y 
espeso.  " 

Vincapervinca,  f.  Su  noiiibif 
cíípañol  e'>  clemntidr,  f.  (plantel 
medicinal,  de  la  familia  de  las 
ranunculáceas,  de  tallo  rojizo, 
.sarmentoso  y  trepador,  liojas 
opuestjis  y  compuesta.'^  de  hojue- 
las acorazonadas  y  dentada.s,  y 
fl(irc-  blancas  y  de  olor  suave). 

Vincha,  f.  X'i'iuse  Huincha. 
Coino  antiguamente  la  i'  valía 
jxir   (•  y   jior   ii.  era    indiferente 


escril>ir   este    vocablo    de  "laidos 
maneras. 

\'ixchi;c;a,  i".  "ConoriJiinu,^  o 
/rJur/u-Ñ  infextanst  Meyen.  Chin- 
che ¡dada,  de  casi  una  pulgada  de 
largo,  de  cuei-po  angosto,  de  pa- 
tas alargadas.  Este  insecto,  .suma- 
mente fa.^idioso,  es  bastante 
conu'ui  en  las  provincias  del  Nor- 
te de  Chile,  y  aim  en  ciertos  lu- 
gares de  la  de  Santiago,  así  como 
en  bi  República  .Vrgentina."' 
(Philippi). — Fig.,  y  principal- 
mente entre  nuichachos,  Hec-hilla 
con  púa  en  un  extremo  y  papel 
o  i>hunas  en  el  otro,  que  -■«e  lanza 
]ior  diversión  para  clavarla  en 
un  blanco;  en  castellano,  rehile- 
te, (/nnvpullo  o  repidlo. — Aguja 
que  -i'  clava  en  las  .«illas  o  sofaes 
para  (pie  se  clave  el  que  .-^  siente 
en  ellos. — Es  evidente  que  delte 
admitii-se  c.-<te  vwablo  en  la  L* 
acc]!..  pero  uó  en  las  otras.  Su 
etimología,  que  hasta  hoy  nadie 
ha  d(?scnbierto.  e-  el  gallego  rin- 
rhnrii,  ain[)olla.  de  vincha,  bur- 
iiujo,  vejiga.  aiuix)lla:  i)or  alu- 
sión a  las  grandes  ami)ollas  que 
levautiin  sus  ]ú«iduras.  Todos 
los  autores  chilenos  y  argentinos 
hablan  de  este  in,<ec-to,  i)ero  cita- 
remots  .solamente  al  Illmo.  Lizíi- 
naga,  que  lo  designa  con  el 
nombre  de  hita:  "Es  templado 
el  valle  |  de  Coehabambal.  iM?ro 
tiene  una  plaga  irremedialtle.  . 
,\  es  unas  cuc-íU'aclia-i  llamadas 
acii  hitii.'t,  tan  grande.'^  como  las 
medianas  de  los  navííx-  de  la  mar 
del  Norte,  de  aquella  color,  con 
ala«;  mas  diferéncianse,  que  «'«- 
las  tienen  un  agujón  [quizá? 
oíjiiijón  I  casi  invisible,  con  que 
pieuii.  y  tan  delicadamente  que 
no  s(!  siente,  de  noche  después  de 


VIN 


VIN 


apagada  la  lumbre;  empero, 
dende  a  dü.s  días  .-e  levanta  una 
roncha  como  una  liaba,  con 
tanta  comezón,  que  no  se  puede 
sufrir,  hítóta  que  una  poquita  de 
agua  que  allí  se  cría  la  echamos 
fuera,  y  luego  se  descansa;  mas, 
al  que  no  tiene  buena  encarna- 
dura se  le  hace  una  llaga  que  da 
pesadumbre;  tienen  miedo  a  la 
lumbre;  mas,  apagada,  o  bajan 
jior  las  paredes,  o  del  techo  se  de- 
jiin  caer  a  peso  sol>re  el  rostro  o 
cabeza  del  que  duerme.  Las  que 
l)ajan,  pican  en  las  piernas;  las 
que  se  dejan  caer,  en  la  cabeza  y 
rostro.  No  pican  a  ninguna  per- 
sona que  de  suyo  sea  melancóli- 
ca, o  que  tenga  mal  olor  de  cuer- 
po o  pies,  con  ser  ellas  de  muy 
mal  olor;  helo  visto  por  expe- 
riencia; son  torpes  de  pies,  por 
los  tener  largos  y  delgados,  y. 
llena  la  barriga  con  la  sangre 
que  han  chupado,  no  pueden 
andar."  ( Dexrripcióti  breve,  1.  I, 
c.  XCII).  El  nombre  hita,  que 
no  .se  halla  en  el  Dioc.,  puede 
venir  del  castellano  hita:  "clavo 
]>equeño  sin  calveza,  que  -se  que- 
da embutido  totalmente  en  la 
pieza  que  asegura,"  por  alu.'íión 
al  aguijón  del  insecto  o  al  modo 
como  .-íe  esconde  en  las  aberturas 
de  la-:  tablas,  junturas  de  los  ado- 
lies,  en  el  techo  pajizo,  etc.  Tam- 
bién puede  i)ensai"se  en  el  adj. 
ahito,  ta^  por  la  mucha  sangre 
<pie  chupa.  "Hartas  de  .sangre, 
e.-^-ribió  Pérez  Rosal&s,  más  pare- 
cen guindas  que  vinchucas." 
.\hu"ty  Caballero  e.scribió,  por 
i'iTata  .-"in  duda,    vinchaca. 

ViXERÍA.  f.  Tienda  en  que  .se 
vende  vino.  "Me  ]>arece  bien  for- 
niiido,  i^ese.  a  C.  Ortúzar,"    escri- 


bió Cejador  (t.  A  E  I  O  U,  n." 
]0;>).  El  Dice,  .-'ólo  acepta  nnn- 
teria. 

Vinero,  m.  \' imite m,  enseña 
el  Dice:  "el  que  trafica  con  el 
vino  o  lo  conduce  de  una  parte  a 
otra  para  sn  venta." 

Vinero,  ra,  adj.  Perteneciente 
o  relali\'u  al  vint>.  Cuero,  cajón, 
carretón  vinero,  cambucho  vine- 
ro, carretela  vinera,  botella  vi- 
nera. Dígase  vinatero,  r<i  ([)ertc- 
ne<-iente  al  \-ino)  :  industríit  vi- 
naierii,  ealahaza  vinatera.  Tam- 
bién hay  vinario^  ria^  con  el  mis- 
UK)  significado,  y  vínico^  ca  (per- 
teneciente o  relati^'o  al  vino.  Un 
])oeta  del  siglo  XV,  -Juan  AgTaJ!, 
emi)leó  el  adj.  viñadero^  ra,  que 
lio  apaicce  en  el  Dice. 

Hay  ,hj.,na,  nnadrras 
Y  terrazos  y  cuartillos, 
Colodras  y  modorrillos 
Oe  muy  diversas  maneras. 

(  Fuiíl.hi-'-Dolhosc.  Cuu.ünnern  ,M  újjh,  .\V, 
[t.  IT.2iii;a). 

Vinoco,  ni.  fam.  Dim.  despec- 
tivo de  vino,  nó  porque  éste  .*ea 
de  mala  calidad,  .sino  por  nom- 
brarlo con  más  donaire  y  grace- 
jo. \'éa.se    Vichoco. 

^'I^^v,  f.  De  todo  iiuij  en  la  vi- 
ña de  Cristo,  racimos  grandes  ¡/ 
rhiqu.itos,  fr.  fig.  v  fam. :  en  la 
sociedad  humana  o  en  la  Igle- 
sia católica  hay  buenos  y  ma- 
los. Tand>ién  .-^e  le  suprime  la 
segunda  ])arte  o  .se  dice:  De 
tod-o  hay  en  la  viña  del  Señor. 
No  se  confunda  esta  f.  chilena 
con  la  aspañola  De  todo  tie- 
ne la  viña.:  uvas,  pámpano.'^ 
¡I  agraz  ( con  que  damos  a 
entender  al  que  alaba  mucho 
a  una  jiei'sona  o  cosa,  que 
tiene  tachas  o  defectos  que  él  no 


688 


VIN 


VIO 


conoce  o  no  sabe,  aiiu  en  aquello 
niiíiuo  que  aplaude). — La  liiio 
del  Señor  o  de  Cristo  e?,  en  leii- 
jaiaje  cristiano,  espetiuhueute 
eiksiás! ico.  la  reunión  o  conjun- 
to fie  indi\-iduoí  i-eíq>ecto  del  sa- 
cerdote que  ba  de  doctriuarlns  y 
administrarles  los  sacramentos. 
A.-í.  una  diócesis  e--  para  su  obis- 
po una  viña^  una  parroquia  para 
un  párroco;  todos  los  sacerdotes 
.«on  obreros  o  trabajadores  de  e-^ 
tas  iiñiix;  estas  viñas  nec-esitan 
cultivo  y.  según  sea  é\.  así  e?'  el 
fruto  que  dan.  Todo  este  lengua- 
je, que  e^  corriente  c-u  toda-^  par- 
tes, menos  en  i^l  Dice,  que  no  lo 
c-onoce,  está  tomado  de  las  i>ará- 
bolas  evangélicas  en  que  Cristo 
conii>aró  a  la  antigua  .-íinagoga  y 
a  la  Icjlesia  que  ^■ino  a  fundar, 
«on  una  viña.  Véanse  los  Evan- 
líi'lios  de  í^an  Mateo  (capts.  XX  v 
XXI)  y  de  San  Marcos  (c.  XII) 
y  las  profecías  de  Isaías  (c.  V). 
"Éste,  dijo  Don  Quijnt»-.  fué  el 
mayor  enemigo  que  tuvo  la  Igle- 
sia <le  Dios  Xuestro  f^eñor  en  su 
tien>|x>,  y  el  mayor  defen.<or -uyo 
que  tendrá  jamás. .  .trabajador 
iui-ansable  cu  la  viña  fiel  Señor, 
doctor  de  las  gentes!"  íQnijnfe. 
p.  II.  c.  LVIIT). 

Viña!,  m.  ¡Cuidado  con  imitar 
a  los  argentinos  llamando  íu-í  al 
riñ'ilii,  o  sea.  terreno  plantado  de 
vides ! 

Viñatero,  m.  Xo  existe  en  cas- 
tellano: .'ius  ecpiivalente-  -^onf 
riñafl-ero  o  viñnihir  (hombre  «pu- 
se emplea  en  guardar  una  viña 
fmra  que  no  -se  coman  o  .-je  lleven 
las  jívas  ciuindo  están  madura». 
Viñador  significa  taiid)ién:  "el 
que  culti\-a  la«  viñas;"  que  es  lo 
que    vnle    nuesln»     chilenismo ). 


viñero,  ra,  m.  y  f.  (persona  que 
tiene  heredades  de  viñas),  vitin,. 
lo,  i-om..  y  viticultor,  ra  (perso- 
na jjerita  en  la  viticultura  o  cul- 
tivo de  la  vid),  vinariego,  m.  (el 
que  tiene  hacienda  de  viñas  yes 
práctico  en  su  cultivo). 

\'i.Ñ-ET.\.  f.  En  Fotografía, 
pieza  .de  latón,  cartón  u  otra  ma- 
teria, horadada  en  forma  ovaJ, 
cuadrangidar  o  cuadrada,  que  se 
col<K-a  a  cierta  altuní  sobre  el 
vidrio  de  la  prensa  de  imprimir, 
a  Hn  de  limitar  el  retrato  dentro 
del  mismo  contomo  oval,  cua- 
thangular.  etc. — Hien  puede  ad- 
milir.-ie.  i>or  la  semejimai  con  la 
viñeta  de  los  libros. 

\'iÑETE.\j!.  a.  En  Fotografía, 
jxmer  viñeta  a  un  retrato  o  foto- 
grafía. A'éase  el  anterior. 

Violatorio,  ría,  adj.  Que  viola, 
ajilicailo  a  n>-a,  nó  a  i>er?ona. 
Xo  lo  admite  el  Dic«-.,  ni  lo  ne- 
cesita. iMiiTjue  para  i>ersona  y 
ci>sa  tiene  violador,  ra.  del  latín 
violafor,  ori.-i.  Xi  aun  el  francés 
dice  violatoir,  que  habría  dado 
violatorio,  sino  que  di<-e  soln- 
niente  violnfeur,  trice. 

A'iPi.KXTo.  T.\.  adj.  Al  conta 
do  violento,  m.  adv.  fam. :  en 
dinero  contante,  sin  dilación  en 
la  paga,  con  dinero  fti  mano,  a 
toril  leja.  \'éa*e  Chivateado. 

Violeta,  m.  '"La  sieri-a  a|»ena- 
dibiijalia  sus  crestas  blanda-^,  de 
un  violeta  -nave."  (Pardo  Ti:v 
zán,  Kl  Tix'tro  de  (iaMña).  Viola- 
cío  o  vi'dmli,.  adj.  v  s.  ni.,  ^  el 
que  signilica ;  "de  «-olor  de  viole- 
ta, inorado  clarr>.''  Xo  digamos 
l>ncs.     Vestido  violeta,  pañuelo 

violeta,  «ino  dr  ruh,,-  d,  ilfdet'i, 
rioliido  o  riolñreo.  \'éan.<e  ('.\KÉ. 
I.ii.A  V  X^x^RO. 


VIR 


VIR 


Violetero,  m.  Florero  ancho 
y  bajo  para  pouer  violetas. 

VioLETÓx,  m.,  amii.  de  viole- 
ta. Violeta  muy  grande,  masque 
doble,  {lero  de  muy  e.'K-íiMi  fra- 
giuicia. 

Violín,  m.  Fig.  y  laan.,  pescue- 
zo o  cuello.  "Le  cortiU'ou  el  vio- 
lín en  un  salteo."  Otros  dicen 
rabel.  Véixse  en  su  lugar. — Tocar 
uno  (I  i'iolín,  fr.  fig.  yfam.:  ha- 
cerle buen  tercio  a  uno^  conver- 
sando con  la.-;  personas  que  pue- 
den oponérsele  o  distrayéndolas 
de  cualquier  manei'a.  Ü.  ni.  tra- 
t-iUidose  de  íisuntos  amorosos. 
\'éase  Tuturutú. 

Violoncelo  o  violonchelo, 
m.  Ambas  formas  acepta  el  Dice. 
— Familiarmente  las  abre^"iamos 
en     celo  y  chelo. 

Virabarquina,  f.  El  berbiquí 
español  (manubrio  semicircular 
o  en  forma  de  doble  codo,  que 
puede  girar  alrededor  de  un 
puño  ajustado  en  una  de  su.s 
extremidades,  y  tener  sufeta  en 
la  otra  la  espiga  de  cualquier 
herramienta  propia  para  tala- 
drar). Es  forma  comipta  del 
francés  rilebrequin,  noml)re  del 
mismo  instrumento.  Los  bogota- 
nos dicen  villamarquín.  (Cuer- 
vo). 

^"IKA(•oc•HA,  m.  Dios  de  los 
antiguos  peruanos. — Nombre  de 
UTi  Inca,  el  Inca  ^'íracocha.  hijo 
di'  Yáhuai-  lluácae. — Nombre 
que  dieron  los  antiguos  peruanos 
a  los  i>rimeros  c-pañoles  conquis- 
tadores, y  que  también  alcanza- 
ron a  díu-les  lo-  aniiguos  indios 
chileiKis. — En  cuanto  a  la  etimo- 
logía, ríese  el  Inca  Garcila-o  de 
la  (jue  híui  díKlo  algunos,  el 
quichua    vira^     grosura,    sebo,  y 

Dicr.  ae  Chi!.,  t.  V. 


rocha,  mar.  "'Los  historiadores 
españoles,  escribe,  y  aun  todos 
elltKS,  dicen,  que  los  indios  llama- 
ron a.sí  a  los  españoles  porque 
pasaron  allá  por  Ui  mar.  Y  dicen 
que  el  nombre  Viracocha  signifi- 
ca grosura  de  la  mar,  haciendo 
composición  de  vira,  que  dicen 
que  eí  grosura,  y  cocha,  que  es 
mar.  En  la  composición  se  enga- 
ñan, timibién  como  en  la  signiíi- 
ción:  porque,  conforme  a  la 
composición  que  los  españoles 
hacen,  querría  decir  mar  de  sebo. 
Porque  vira,  en  propia  significa- 
ción quiere  decir  sebo;  y  con  el 
nombre  cocha,  que  es  mar,  dice 
mar  de  sebo;  j^^oi-que  en  seme- 
jantes composiciones  de  nomina- 
tivo y  genitivo,  siempre  ponen 
los  indios  el  genitivo  delante. 
De  donde  consta  claro  no  .ser 
nombre  compuesto,  sino  prchpio 
de  aquella  fantasma  que  dijo  11a- 
niíU'se  Viracocha  y  que  era  hijo 
del  sol.  E.<to  puse  aqm'  para  los 
curiosos,  que  holgarán  de  ver  la 
inteipretación  deste  nombre  tan 
conuin,  y  cuánto  se  engañan  en 
declarar  el  lenguaje  del  Peni  los 
que  no  lo  mamaron  en  la  leche 
de  la  misma  ciudad  del  Cozco, 
aunque  .«ean  indios;  porque  los 
no  naturales  della  tauíbiéu  .-ou 
extrimjeros  y  bárbaros  en  la  leti- 
giia  como  los  ctu-itellanos.  Sin  la 
razón  dicha,  pai'a  llamar  Viraco- 
cha a  los  españoles,  diremos  ade- 
lante otra,  que  no  fué  menos 
priu<-ifxal,  que  fué  la  ailillería  y 
arcabucería  que  llevaron.  El  P. 
Bla-*  Valera,  interjvretando  la 
.signiticaciém  deste  nombre,  lo 
declara  {K)r  esta  di«'ión :  Numen, 
que  es  voluntad  y  poderío  de 
Dios:    dícelo,    nó  porque  signifi- 


690 


VIR 


VIR 


que  &sto  el  nonil>re  Virncocluí, 
«ino  por  lu  deidad  en  que  los  in- 
dia-i  tuv-ieron  a  la  faut!i.«ina  que, 
dcsi>u('3  del  sol,  lo  adoraron  por 
Dio-í  y  le  dieron  el  .-«gundo  lu- 
üjar.  y  en  ]io.s  del  adoraron  a  sus 
Incas  y  reye^,  y  no  tuvieron  más 
diüt*á.''  (Comentaiiox  reales,  \). 
T,  1.  V,  c.  XXI).  Al  jn-iniipio  del 
jni.-^nio  capítulo  bahía  dado  esta 
otra  razón  para  llamar  Viraco- 
cha a  los  españoles:  "Y,  porque 
el  príncij>e  dijo  que  |  la  fantas- 
ma que  se  le  haljía  upartH-ido]  te- 
nía barbas  en  la  cara,  a  diferen- 
cia de  los  indios,  que  general- 
juente  son  lampiños,  y  que  traía 
el  vestido  hasta  los  pies,  diferente 
hábito  del  que  los  indios  traen, 
que  no  les  llega  más  de  hasta  la 
rodilla.  De  aquí  nasció  que  lla- 
maron J'inicorhd  a  los  primeros 
e'-pañoles  que  entraron  en  el 
Perú,  i>iirque  les  vieron  barbas  y 
todo  el  cuerpo  vestido;  y,  porque, 
hiego  (jue  entraron  los  españoles, 
prendiei-on  a  Atahuallpa,  rey 
tirano,  y  lo  mataron,  el  ciud  ]k)C<) 
antoí  había  muerto  a  Tluá-^car 
Inca,  legítimo  heredero,  y  había 
hecho  en  los  de  la  sangre  real 
(sin  respetar  .sexo  ni  edad)  las 
crueldades  que.  en  su  lugar  dire- 
liio--,  confirmaron  de  veras  el 
nondire  Viracocha  a  los  españo- 
les, diciendo  que  eran  hijos  de 
su  dios  Viracocha^  que  los  envió 
del  cielo  i>ara  ((ue  saca-^en  a  los 
Incas  y  lilnasen  la  ciudad  del 
Oozco  y  todo  .-u  imperio  de  las 
tiranías  y  crucldad(ís  ile  Ata- 
huallpa, como  el  ndsnio  Viraco- 
ihii  1(1  había  hecho  otra  vez  ma- 
nifcstándo-c  al  i>ríncii)e  inca 
X'iracocha  para  liiirarli'  de  las 
i<'bclióii    (le   lo--    rimncas."    Des- 


pués de  esto  huelga  todo  lo  que 
han  dicho  los  modernos  sobre  el 
nond>re  viracocha,  A  los  que  de- 
seen profundizar  este  asvmto  les 
damos  la  noticia  de  que  el  Dr. 
Villar,  ]>eruano  y  uno  de  los 
iiiejoi'es  quechuístíLs,  publicó  una 
liionogTafía  solare  la  voz  Uiraco- 
fhii.  (Carta  de  Pedro  Paz-Soldán 
y  Unanue  a  Cuen'o,  7  Ocf. 
1887).  Nosotros  no  hemos  lo- 
grado verla. 

Virah.v,  f.  (^>mo  término  de 
-Marina  lo  admite  solamente  el 
Dice:  "acción  o  efecto  de  virar 
(1.^  acop.)"' — Vaí  Chile  k>  da- 
mos, adenu'is,  las  corresj^ondien- 
tes  a  las  dos  {)rimeras  familiiu-6<i 
(le  rirnr. 

Virado  (Ir  uno),  l-'ntre  la- 
di-Dues  V  ratero-,  ir  con  el  cucr])() 
,lel  delito. 

Viraje,  m.  fam.  A<'ción  o  efec- 
to de  i'iror^  cu  .Veronáutica.  Véa- 
se el  siguiente. — Aceión  o  efecto 
de  virar  en  la  aeep.  de  este  v. 
(le  volver  del  revés  una  preu'la 
de  ropa.  Véa^de  en  .seguida.  .\1- 
uunos  dicen  viradura. — Para  la 
1 ."  a<'e]>.  debe  emidear.se  virada  y 
la  2.°  debe  dosec'harse  como  in- 
íundada  y  ridicula,  corrigiéndo- 
It  por    volteo,  ^''éa.<e    VlR.\it,  últ. 

\'ii;.\i;.  S()i()  coMu»  a.  lo  conoce 
el  Dice,  y  con  solas  estas  dos 
ac(  p-.  de  Marina:  "cambiar  de 
n  lubo  (I  de  liordada.  j)a.saiido  de 
una  amuiM  a  otra,  do  modo  (jue 
el  viento  (jue  daba  al  bnipie  por 
un  costado  le  dé  por  A  opuesto. 
¡iDar  vueltjis  ni  cabresümte  para 
bnar  las  anchi-  y  .sus|>ender  otra^ 
cosas  d<í  nuicho  |>oso  que  hay  que 
meter  en  la  endtaii'ación  o  .sacar 
de     ella." — l'oi'      nue.stra      parte 


VIR 


VIÜ 


(191 


agregaren lO.'í  que  fülüi  la  acep. 
de  Aeronáutica,  que  eí  igual, 
mutatia  m-uUindis,  a  la  1.''  de 
Marina. — Falta  también  la  fani. 
de  mudar  de  i-umbo  o  dirección 
una  persona,  que  se  usa  también 
en  Esi>aña,  como  se  ve  en  SotiU- 
zü  (n."  I)  de  Pereda:  ''Conque, 
¡vira,  canalla,  por  avante!" 
Agreguemos  taml>ién  la  autori- 
dad de  Bello: 

Y  lo  peor  de  todo  es  i^ue  el  puliente, 
Caando  estalla  en  relámpagos  y  ti-nenos 
Su  bendita  mujer,  vira  de  burdo, 
Toma  la  capa,  o  calla  y  se  hace  el  sordo. 

1  El  Proscrito,  c.  1 ) 

Virar  de  hor  li,  im  .siunifica  aquí: 
■•&-*umr  el  bulto,  esquivar  un 
encuentro  o  conversación  desa- 
gradaljle,  una  disputa,"  como 
inteii)i>etó  el  üicc.  de  Zerolo,  si- 
no .simplemente  volverse  de  otro 
lado,  .siguiendo  el  .-dignificado  ge- 
neral de  virar. — En  Cbile  agre- 
gamos otra  añe\>.  fig.  y  fani.;  uiu- 
díU"  uno  de  parecer  o  proi>o-^ito, 
inclinarse  a  otra  opinión  o  parti- 
do.— Entre  las  familias  y  en 
anuncios  de  diarios  ha  empezado 
a  correr  la  ac^ep.,  como  a.,  de  vol- 
ver del  revi'-s  una  prenda  de  ropa: 
"Vire  usted  >u  .sobretodo:  Se 
viran  .^ol)retodos  y  temos  ■^lo 
por  veintiocho  i)e-os."  Couíiamo« 
en  que  el  buen  sentido  chileno 
no  ha  (le  contribuir  a  que  se  jx)- 
pularice  una  acrep.  tan  desatina:- 
da  y  ridicula  como  ésta;  virar  es 
volver  de  lado,  y  nó  de  una  cara 
a  otra,  como  hay  que  hacerlo  en 
los  paños  o  telas.  El  v.  propio 
para  e.Kpresar  esta  acción  es  >'ol- 
tenr,  en  la  acep.  de  "volver  una 
cosa  de  una   [>arte  a  otra  al  revés 


de  como  estaba  colocada,"  y  es  el 
que  u.sa.n  en  Castilla.  Nue--t.ro 
Sínodo,  habliuido  de  los  canóni- 
gos, dice  que  "llevarán  manteo 
ncgio  con  cxhcllo  de  seda  voltea-> 
do,  a  manera  de  ios  obispos." 
(Art.  455).  Este  cuello  volteado 
no  es  parque  látela  de  seda  haya 
sido  \  uelta  del  revés,  sino  todo 
el  cuello,  de  modo  que  que- 
da \uelto  para  afuera  lo  que  en 
los  deniá,s  cuellos  está  para  aden- 
tro. A'^éase  Vuelta.  También  de- 
be advertir  el  Dice,  que  este  y.  en 
todas  su,-;  aceps.  ú.  m.  c.  n.  El  uao 
]jrimitivo  fué  hacerlo  a.,  dándole 
¡lor  sujeto  al  piloto  o  jefe  de  la 
embarcación  o  a  los  marineros,  y 
por  complemento  directo  a  la 
embarcación  n  nave:  mas.  como 
ésta,  por  .-^u  luidar,  adquiere  cier- 
ta personalidad,  pues  vuela,  co- 
rre ataca,  cañonea,  etc.,  por  eso 
decimos  también  que  vira,  y  en 
este  caso  el  v.  e-;  u.  y  no  puede 
lle>ar  complemento  directo, 

ViR.vviR.\,  f.  Nomljre  vulgar 
de  una  ¡>lanta  de  la  fandiia  de 
las  sinanterea.-!  {Gnapholium  vi- 
ravira). "Nacen  muchos  tallos 
derec-has  de  una  raíz  y  alcanzan  a 
\eces  a  treinta  centímetros;  hojas 
()!)longas-lanceoladas.  las  inferio- 
res adelgazadas  en  la  l>ase  y  ob- 
tiisa-',  las  superiores  más  angos- 
tas, agudas,  algo  decurrentes; 
cabezuelas  reunidas  en  pequeños 
grupos  amontonados  en  la  extre- 
midad de  cada  tallo;  involucro 
formado  de  escamas  lampiñas, 
casi  blancas.  Toda  la  planta  está 
cubierta  de  un  vello  blanquecino 
y  despide  un  olor  aromático  y 
agradable.  Se  cría  principalmen- 
te en  las  provincias  centrales  de 
Chile   V  se   estima   mucho   como 


VIR 


VIR 


un  .-nave  y  ligero  pet-toral.  a  hi 
vez  que  como  feljrífuga  y  .<v.(\o- 
ríficíi."  (Philippi).  El  Dr.  Mnri- 
11o  lii  reconoce  también  como 
viiliieruria,  para  lavar  herida-  y 
en  inyeccioueí ;  jwr  estíi-s  y  demás 
cualidancs  medicínale?  la  llaiman 
aiciimos  hierba  de  la  vida. — 
Lenz  da  como  etimología  el  qui- 
chua Iruira-huira^  que  es  la  mi¿- 
ma  voz  que  vima-  en  Viraco- 
CH.v  (.-^eho,  gi-asa,  gordura  o  gro- 
Mira),  pero  repetida,  para  signi- 
ficar que  la  planta  es  muy  gorda 

0  gmift^a:  iüiu-ión  a  los  mucho? 
tallos  que  nacen  de  .*u  raíz. 

\'iRAzóx.  f.  Para  el  Dice,  es 
"AÍento  que  en  las  costas  .«opla 
de  la  píu'te  del  mar  durante  el 
día.  allerirando  con  el  terral,  y 
.-ucedicndcs;  ambos  con  l)a.-1ant€ 
uí;ularidad  en  todo  el  curso  del 
añti.  micnti'as  no  haya  tempo- 
ral." ]",n  Santander  es  "cambio 
rc})entino  del  viento,  y  más  es- 
l>ecialmente  el  del  Sin-  huracana- 
do al  Noroe-te."  (1).  Eduardo  de 
IIuid()l)ro).  Ace4>ción  que  se 
comfirucba  con  bi^  ol)ras  de  Pe- 
reda :  "Con  frecuencia  terminan 
estos  huracanes  (los  del  Sur|  con 
una  r/riizón  ráj)ida  al  Noroet^tc.'" 

1  El  sabor  d^  la  tierruca,  XXII). 
Kn  Chile  decimos  también  vira- 
zó»  del  wl,  virazón  del  viento  o 
del  aire,  en  el  .«entido  de  desvia- 
ción hacia  un  lado.  Y  no  hay 
duda  de  que  la  acop.  de  Santan- 
der >•  la  nuestra  están  más  con- 
formes que  la  del  Oicc.  cx>n  el 
fiipnifi<-adi)  general  de  rirnr. 

Vircy,  m.  Según  la  ortografía 
corriente.  c.-críl>asc  rirrr;/,  y  así 
también  sus  derixiidos  virreina, 
firreinafn.    \''éasc    Prerogativa. 


\'iRGEX,  f.  El  "se.xto  signo  o 
parte  del  zorlíaco,  de  30  grados 
de  amplitud,  que  el  sol  reecon-e 
aparentemente  en  el  último  ter- 
cio del  verano,"  se  llama  virgo; 
l)ero  la  constelación  zodiacal  que 
en  cítro  tiempo  debió  coincidir 
con  el  signo  de  este  nombre,  {)ero 
que  actualmente,  por  resultado 
del  movimiento  retrógrado  de 
loí^  i>untos  equinocciales,  se  halla 
delante  del  mL<nio  signo  y  im 
poco  hacia  el  oriento,"  se  llama 
virgen  o  virgo. — Durazno  d-e  la 
Vir<i'n:  llamamos  así  en  Chile 
uno  pequeño  y  jjelado,  aliridor 
y  de  color  blanco.  Se  llama  de  In 
Virgen,  porque  generalmente 
madura  para  el  día  de  la  Inma- 
culada Concepción  (8  de  Dicicm- 
bi'Oi. — Hallarse  uno  la  Virgen 
en  un  trapo  n  trapito,  o  amarra- 
da en  un  trapo  o  trapito.  \'i';i.-<e  cu 
el  art.  tk.vpo.  Fuera  déla  fr.  equi- 
valente que  allá  dimos,  hay  est^a 
otra :  Caerle  a  uno  n.ua  roaa  por 
la  rhiinenea:  "lograrla  ¡ne>i">era- 
damente  y  sin  trabajo  algimo." 
— Llegar  como  las  vírgenes  ne- 
ciun  (d  ¡atwiif.  o  locas),  fr.  fig.  y 
fi'Ui.:  llegar  a  una  fuv-ta  o  reu- 
nión cuando  ha  terminado  o  se 
ha  cerraílo  la  entrada.  Está  toma- 
da de  la  piuVíbola  evangélica  de 
las  diez  vírgenes  y  es  corriente 
en  Cjiile:  mcre<'e  lugar  en  el 
Dice. — l-'l  i>l.  es  virgenen  y  nó 
vírgines.  como  se  lee  en  algmios 
hl)ros  antiguos  que  .=e  inspiraron 
en  el  latín. 

Virginio  (Tabaco).  Llama- 
mos a>í  uno  (|uo  es  originario  del 
E.stado  de  Virginia  (  Estad  os - 
Unidos).  El  adj.  propio  es  »'"■- 
giviann:  por  ef>o,  o  so  dice  tabaco 
rirginiano    o    de    Virginia,   o    se 


VIR 


VIR 


tí93 


dice  íiiiiplemeiite  el  Virginia, 
tomando  el  nombiie  del  lugar  en 
que  se  produce,  como  se  hace  con 
los  vinos.  La  12."  edición  del 
Dice,  traía  en  su  Suplemento: 
"Virginia^  m.  Tabaco  virüinia- 
no." 

Virgo,  m.  En  la  lotería  cabera, 
el  primer  número  que  se  apunt-a, 
o  el  que  queda  .solo  en  una  línea 
del  cíU'tón.  Véase  Desenvirgar, 
formado  de  este  vocablo. — La 
etimología  es  el  latín  víryo.  vir- 
gen ;  por  razón  de  que  el  número 
está  solo. 

Virgüela  f.  Entre  el  vulgo 
más  intonso,  viruela.  Véase  G,  8° 

VíRGUL.\,  f.  "Vara  i>equeña: 
rayita  o  línea  muy  delgada ;  en 
Medicina,  bacilo  encorvado, 
agente  del  cólerarmorbo  asiáti- 
co." Estas  sola.-  aceps.  le  recono- 
ce el  Dice,  pero  nó  la  de  "cañita 
que  está  unida  a  lai  tapa  de  las 
crismeras  por  la  parte  de  aden- 
tro, y  sine  para  ungir  a  los  que 
se  confirman  y  olean."  E.sto  se 
llama  puntero. 

ViRiBUS  ET  ARMis,  loc".  latina. 
Literalmente  significa:  "con  las 
fuerzas  y  con  las  armas;  pero  en 
castellano  la  usamos  en  sentido 
íig. :  con  tfxlos  los  medios  que 
tiene  uno  a  su  alcance:  fam.,  con 
dientes  y  nmelas. 

Viroca,  f.  fam.  En  íiilgunas 
partes,  error  o  equivocación  gran- 
de. Ú.  m.  con  el  v.  echar. 

Virolento,  t.\,  ad.j.  y  ü.  t.  c. 
s.  "Que  tiene  viruelas:  señalado 
de  ella^." — No  debe  confundirse 
con  virulento,  ta:  "Ponzoñoso, 
mali.gno.  ocasionado  ¡x)r  un  vi- 
rus, o  que  participa  de  la  natura- 
leza de  éste;  que  tiene  materia  o 
podre:  fig..  díce.-e  del  estilo,  o  del 


e^x-rito  (I  discurso,  ardiente  o 
sañudo,  ponzoñoso  o  mordaz  en 
sumo  grado." 

\'iRREiXADO,  m.  "No  dio  a 
aquellos  ministros  celestes  de  la 
luz  perpetuas  las  presidencias  y 
rirreiiiudos  del  orl)e."  (Saavedra 
Fajardo,  Empresas  políticas. 
empr.  LH').  El  Dice,  sólo  regis- 
ti'a  virreinato  y  virreino. 

Virruncha.f.  Criadilla  de  toro  o 
de  carnero.  En  otras  partes  dicen 
guluncha.  Ambas  voces  parecen 
venir  del  araucano  givúlcha., 
liendjra  incorrupta,  virgen,  o  del 
'.■.  liui/run,  desollar,  mondar. 

Virtuosidad,  f.  Calidad  de  vir- 
tuoso en  la  acep.  de  Música.  \'éa- 
.^e  en  .-seguida.  "Mientras  que  la 
técnica  o  virtuosidad  del  ejecu- 
tante puede  ser  invariablemente 
correcta,  el  valor  de  la  ejecución 
deperide  a  menudo  del  estado  de 
su  alma  muy  imprcsional>le." 
Bastaría  haber  dicho  destreza, 
pericia  o  habilidad. 

Virtuoso,  sa,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Aplícase  al  hombre  o  mujer  que 
tiene  talento  para  las  bellas  artes, 
y  e.?¡iecialmente  para  la  música. 
"Es  palabra  tomada  del  italiano," 
dice  el  Dic-c.  de  la  Academia 
Francesa  en  el  art.  Virtuo-se. 
"Ya  [en  el  .siglo  XRH  los  italia- 
no^ de  Roma  habían  transladado 
la  palabra  virtus  de  la  idea  de 
fuerza  a  la  de  talento,  lo  que  los 
lia  llevado  a  ilecir  un  virtuoso." 
(Villemain,  citado  por  Littré). 
Con  este  criterio  hasta  a  Bocaocio 
lo  han  llamado  virtuoso.  El  cas- 
tellano nn  admite  aceix-ioneí  que 
exponen  a  tantas  contradicciones 
y  and>igüedados,  y  por  e-o,  lo 
más  que  concede  a  virfv.o.^o,  sa. 
ei-':  "díceíe   üindiién    de  la-  cosa? 


VIR 


VIS 


que  tienen  hi  actividad   y  virtud 
natural  que  les  coiTesponde." 

A'iKi  s,  m.  No  tiene  en  el  Dice. 
la  at-ey).  tig.  que  muchos  le  dan ; 
y,  eu  realidad,  no  la  necesitamos, 
porque  tenema<  tantas  otras  vo- 
ce«  más  expresivas  y  sonoras,  lie 
aquí  algunas:  veneno  (cualquier 
ca^a  nociva  a  la  salud;  cualquier 
cosa  que  j>ueda  cíiusai*  un  daño 
moral;  afecto  de  ira,  rencor  u 
otro  mal  .sentimiento),  tósigo  o 
ponzoña  (doctrina  nociva  y  per- 
judii'ial  a  las  buenas  costum- 
bres), lla(/(i  (cualquier  mal  o  en- 
ferrue<lad  del  alma),  peste  y  pea- 
tllenriu  (cualquier  cossi  mala  o 
de  mala  calidad  en  su  línea,  o 
que  puede  ocasionar  daño  grave; 
corruyición  de  las  co.stumbres  y 
des<')rdenes  de  los  vicio-  por  la 
ruina  escandalo.-.a  que  ocasio- 
nan), y  otras  de  .dignificación 
lililí--  general,  como  podredumbre, 
phu/ii.  rítifimiddd,  desfjraeia^m^X. 
Cáncer,  podre,  piw,  lepra,  tampo- 
co tienen  acep.  tíg.  Las  proi)ias 
de  virus  son  éstíis,  y  sólo  como 
término  de  Medicina;  "i>odre, 
humor  maligno;  germen  de  va- 
rias enformedade-.  principal- 
mente contagiosas,  q\ic  .-^e  atribu- 
ye al  desari'ollo  <!<<  microbios 
e.-^i'>eciak'.<  para  cada  ima.' 

Virutas,  i.  pl.  Especie  de  ga- 
lleta dulce  y  lina,  que.  deí<|>ués 
do  cocida,  queda  arrollada  en 
espiral,  como  bus  verfladeras  vinir 
tnJi.  Re  hace  de  harina,  huevos  y 
axúc^u-,  en  igual  cantidad,  y  se  le 
agi'ega  limón  i'allado,  jei'ez  y  i-a- 
nela;  se  cuese  e-'íta  ma.sa,  se  corta 
en  tiras  delgadas,  y  ('>staíí,  antes 
de  enfriarse,  .--e  arrollan  a  una 
caña  para  que  tomen  la  forma  de 
las  viriUas.  Es  chilenismo    digno 


(¡e  pairar  al  Dice. — Pero  no  asi 
en  esta  otra  acep.  de  Cerería: 
[Kídazos  menudos  en  que  .se  parte 
la  cera  des{>ués  de  su  purifix^ju 
ción. — Ni  üunjKK-o  en  estix  otra; 
liilos  metálicos,  delgados  y  á-pe- 
ros,  para  frcgiir   i>avimentos. 

Virutear,  u.  En  Cerería,  con- 
vertir la  cera  purificada  en  viru- 
tas. 

Vis.vK,  a.  No  signific<a  en  ge- 
neral revisar,  dar  ima  mirada, 
sino  "reconocer  o  examinar  un 
documento,  certificación,  etc.. 
[►oniendf>  en  ella  el  visto  bueno." 

Vis  á-vis,  m.  Cocho  de  cuatro 
ruedas  y  dos  a-^ient^x^,  el  imo  en- 
frente del  otro.  Es  de  lujo  y 
descubierto.  Soeinhle,  m..  lo  lla- 
ma Toro  Gisbert  en  su  Pequeño 
Lorousse;  pero  el  Dice,  no  regis- 
tra este  s.  Si  no  tiene  nombre 
esfKM'ial  en  cíistellano,  como 
parece  que  no  lo  tiene,  ¿qué  in- 
conveniente hay  en  caslellaniaur 
el  fnincés,  diciendo  vimvi,  como 
.-^e  hizo  ya  con  cupé,  cabriolé,  hn- 
dó,  y  con  berlinu,  birloclio.  far- 
tón,  tílbu'ri,  ómnibus,  tartana, 
que  también  .'íon  de  otras  len- 
guas?— Usado  vis- a- vis  como  m. 
adv.  por  "fivnte  a'  frente,"  e^ 
pedantería  gabachesc-a  o  simple 
tontada,  que  delie  evitar  toda 
persona  seria.  "En  el  baile  se 
vieron  nmchas  ¡«irojas  y  varia? 
veces  quoilaban  las  danzantes 
vis-.'» -vis."  r.  t.  c.  s. :  "Formar  un 
vis-ii-vis." 

Visco,  m.  "Matoria  %"i.scasa  del 
muérdago  y  <le  algunas  otras 
planta.s,  con  la  cual  se  untan  os- 
partof,  mimbres  o  juncas  para 
cazar  pájaros."  Tandñén  se  lla- 
ma liga.  No  .><e  confunda  cx»n  ol 


VIS 


VIS 


adj.  bizco,  ca,  bisojo,  turnin., 
^'l■ase  Bisco. 

Visigodo  o  visogoik),  da,  lulj. 
Ambas  foriim«  admite  el  Dice. 
— ]'isigóticOj  ca,  se  aplica  a  cosa. 

Visitandina,  f.  Monja  o  reli- 
giwa  de  la  orden  de  la  Visita- 
ción. Ú.  t.  c.  adj.,  aplicado  a  per- 
sona y  a  cosa. — Del  francés  vm- 
londine,  mal  traducido  por  los 
malos  traductores  que  no  conocen 
el  español  salesa.  Véase  esta  voz. 

VisiTAB,  a.  La  íicep.  que  tiene 
este  V.  en  Ascética  y  en  Mística 
( enviar  Dios  a  los  hombres  algún 
e.-rpecial  consuelo  o  trabajo  para 
su  mayor  merecimiento,  o  para 
que  se  reconozcan) ,  suelen  usarla 
ale:imos  en  el  lenguaje  corriente; 
lo  que  es  un  despropósito  ccm  jie- 
ligro  de  confundir  las  ide;is.  "La 
i.sla  de  Pa^x-ua  fué  visitada  por 
un  gi"an  temblor,"'  es  frase  que 
muchos  considenm  elegante  por 
la  per.-^>inficación  que  hacen  del 
tend)lor  y  por  la  novedad  que  se 
le  da  al  v.  visitar.  ¡Vayanse  al 
cuerno  tales  \-isit<asl  dirán  aque- 
llos isleños,  que  no  entienden 
(ni  tamix>co  el  cjue  escribió  la 
frase)  de  Ase-ética  ni  de  Mística. 
8ólo  el  hombre  piadoso,  adelan- 
tado en  la  ciencia  de  los  santos, 
mirará  como  visita  de  Dios-  el  pa- 
decimiento o  calamidad  que  le 
viene,  porque  sabe  que,  junto  con 
ellos,  viene  la  gracia  de  lo  alto  a 
sostenerlo,  y  entonces  se  aumen- 
tará .su  santidad  aquí  y  su  gloria 
en  el  cielo. 

Visitín,  m.  Individuo  de  poco 
más  o  menos  que  \Tsita  con  fre- 
cuencia ima  casa,  y  de  ordinario 
con  aspiraciones  de  matrnnonio. 
Véanse  Peoresxada.  Pololo  y 
Prete. 


Vista,  f.  ÍMi  Zapatería,  tira  de 
tafetán  o  cordobán  que  se  pone 
al  calzado  interiormente,  en  las 
orillas,  y  unida  con  el  forro.  Con 
frecuencia  ,se  leen  anuncios  de 
diarios  en  esta  o  pai'ecida  for- 
ma: "Se  necesita  un  cortador  de 
cistas  y  fondos."  Es  acep.  que  no 
aparece  en  el  Dice,  y  tiene  algu- 
na semejanza  con  la  24.°  que  nos 
da:  "pl.  Cuello,  pechera  y  puños 
de  la  camisa." — Vista  fiscal.  Asi 
se  llaiDa  en  el  foro  chileno  y, 
fuera  de  él  el  informe  o  dictamen 
(jue  da  el  fiscal  o  el  promotor 
fiscal,  contra  lo  que  enseña  el 
Dice,  el  cual  define  así  la  vista 
como  término  foi'ense:  "actua- 
ción en  que  se  relaciona  ante  e¡ 
tribumü  con  citación  de  las  par- 
teSj  una  causa  o  pleito,  para 
dictai'  el  fallo,  oyendo  a  \ofi  de- 
fensores o  interesados  que  a  ella 
concurran."  Dígase  pues  informe 
o  dictamen  fiscal,  y  nó  vista. — 
Por  esta  misma  razón  no  son  con- 
fonne  al  castellano  la.s  providen- 
cias tan  corrientes  en  Chile : 
"Vista  al  Fiscal,  Vista  al  Pro- 
motor Fiscal,  Vista  al  Defensor 
de  Menores,  Vista  al  Defensor  de 
Obras  pía«."  No  hay  tales  vistas 
ni  carneros;  lo  propio  es:  "Infor- 
me el  I^^scal ;  óigase  al  Ministe- 
rio Público;  Al  Defen.sor  de  Me- 
nores, para  los  efectos  de.  . ."  Si 
no  enmendamos  nuestro  lenguaje 
foren.-e,  tendrá  razón  el  que  in- 
ventó el  chiste  del  sastre  acree- 
dor. Demandó  éste  a  uno  de  sus 
deudore-s  y,  habiendo  leído,  en  la 
tramitación  del  juicio,  la  provi- 
dencia "Vista  al  Promotor  Fis- 
cal," hubo  de  e-xclamar:  ¡  A  cuán- 
tos tengo  que  vestir  ahora!  ¡No 
sólo  a  los  deudores  morosos,  sino 


696 


VIS 


VIT 


taiiihiéii  ;il  ProiiioUtr  Fisnil ! 
¡  \^áya.-e  el  pleito  al  cuerno  con 
el  Proiuotor  y  con  todo.s  los  jue- 
ces!— .1  primera  rl.-ta.  Es  loe. 
castiza  en  estas  dos  aceps. :  "lige- 
ramente y  de  paso  en  el  recono- 
cimiento de  una  cosa;  úsase  tam- 
bién para  significar  la  facilidad 
de  aprender  o  de  reconocer  las 
cosas."'  Pero,  tratánda-^e  del  cim- 
to  o  de  tocar  instrumentos  mú- 
sicos, dígase  mejor  repentizar 
(ejecutar  a  la  primera  lectura  un 
in.4rumentista  o  un  cantante 
<le  nu'isica). — Con  vi.sta.  E.xpre- 
sión  que  dice,  en  el  juego  de  las 
l)olitas,  el  jugador  que  no  puede 
tirar  a  una  bolita  porque  hay  de 
]X)r  medio  algo  que  le  impide 
verla,  y  para  hacerlo  se  coloca 
ron  vista,  ix  dicha  lx)lita  y  calcu- 
lando la  misma  distancia.  Si  el 
contrario  dice  primero  que  él 
Sin  vi.sta,  no  tiene  derecho  a  esta 
concesión. — Entrar  por  la  vinta 
ana  persona  o  cosa,  fr.  fig.  que 
falta  en  el  Dice.  Significa:  agra- 
<l;u*  o  contentar  con  sólo  verla,  l'^n 
el  Dice,  (le  Caballero  hallamos 
Entrar  por  el  ojo:  "mc^trar  pre- 
ferencia y  cariño  por  una  per- 
.«ona;  gustar  nuicho  una  cosa." 
— Golpe  de  vista.  Véase  (íolimí, 
donde  quedó  explicado  cuándo 
es  1(K'.  ca.slizíi  y  cuándo  galicana. 
— Punto  de  vista.  Véase  Plxto: 
ahí  se  trata  de  cuándo  *«  loe.  cas- 
tiza y  cuándo  né>. 

Vistoso,  s.\,  adj.  "Hermoso, 
deleitable  o  apacible  a  la  vista," 
decía  la  12."  edición  del  Dice; 
]>ero  la  líi."  y  la  14.»  <-orrigieron : 
"que  atrae  nmcho  la  atención 
jxir  su  brillantez,  viveza  de  colo- 
res o  a]>ariciicia  ostentosa." 

Vistuario,   m.  Así    dice  todavía 


cl  pueblo  \MV  vestuario,  como  lo 
decían  en  el  siglo  XV  hasta  los 
poetas  cortesanos. 

Visv  (De),  expr.  latina.  De 
\ista,  i>or  vi.sta  de  ojos  o  vista  de 
ojos  (denota  que  uno  ve  por  sí 
mismo  una  cosa),  líien  puede 
adnútirla  el  Dice,  poixjue  es  de 
liso  univei>al,  y  eso  entre  las  jjcr- 
sonas  más  culUtó.  "Véanse.  \)0T 
ejemplo,  algunas  de  \a.<  instruc- 
ciones dadas  eu  150o  jyor  Enri- 
que ^'11  de  Inglaterra  a  .sus  cria- 
dos . .  .  i>ara  que  de  visa  averi- 
guasen ciertos  i.>ormenores  refe- 
rentes a  Doña  .luana.  .  ."  (Ro- 
dríguez Marín.  Quijote,  edición 
grande,  t.  IV,  pág.  201).  "El 
autor  del  manuscrito  refiere  de 
ri-s-u. . ."  (El  Marqués  de  Molíns. 
Informe  sobre  hiCróniea  del  re;/ 
En  rico  iitiivo  de  IngaUíterra). 

Vitelo,  m.  Ternero  ixxenta)!  o 
mamón.  Se  iu-*a  en  nmchas  par- 
len de  Chile  y  viene  del  latín 
vitellus,  dim.  de  vitnhis,  ternero. 
El  Dice,  trae  .solamente  vitela, 
ant..  ternera. 

Viticultor.  k.\,  m.  y  f.  Per- 
sona ]>erita  en  la  viticultura. 
Admitido  (le.sde  !a  V■^."  edición 
del  Dice. 

^'IT^vl^'Ic•^I,TOK,  m.  Con  este 
nombre  .-e  anmician  en  los  dia- 
rios los  que  .*on  entendidas  y 
¡irácticos  en  viticultura  y;  en  vi- 
nicultura, es  decir,  en  cl  cultivo 
de  las  viñas  y  en  la  elai)oi-acié)n 
del  vino  (por  otro  nombre  eno. 
logia).  Iso  e.stá  mal  forma<la  la 
palabra  y  bien  puede  i>asar. 

Vítor,  interj.  y  s.  m. — Tam- 
bién e.stá  admitida  la  forma  i'ír- 
/'T.  tal  como  e-s  en  latín. 

\'it()rk.\r  o  vi(TOre.\r,  a. 
.Vjilaudir  o  aclanuu"    con    vítores 


VIU 


VIV 


■d  una  persona  o  acción.  Aialjas 
fornia.s  acepta  el  Dice. 

Vitraux,  111.  (Pronunciare  vi- 
tró).  A'cun.se  A'kxiwx.vl  y  V"i- 
DKiER.v.  Conti-a  toda  ley  (iicen 
Ite  afrancesados  un  vitraux,  el 
vitraux,  siendo  que  e-  pl.  de  vi- 
fi-nil.  Y  para  el  pl.  no  .^alien  eó- 
iiii>  habér.-elas,  porque  (¡nos  dicen 
los  vitrós  y  otros  los  vitroes. 

\'iTRix.v,  f.  Del  l'rancés  vi- 
irine  y  admitido  desde  la  13.* 
edición.  A'case  \^idrier.v. 

Vitriola,  f.  El  nombre  es  vic- 
trola,  del  latín  victor  y  el  sufijo 
italiano  oln^  que  vemos  en  itot'i, 
fonola,  grafonola,  pianola.  Nin- 
guno de  estos  nombres,  fuera  de 
rioltt,  ha  sido  aceptado  por  el 
I  )icc. 

VlTlALLAR    O     -WlTl  ALLAK.    a. 

Ainluw  formas  .son  castizas. 

Viuca,  f.  En  Cliiloé.  el  paja- 
rillo  que  en  las  demás  provin- 
cias llamamos  diuca.  Véase  esta 
voz.  El  Feln'és-Astraldi  escribió 
también  viuca  y  pnclviuca,  y 
nunca  (Hura,  .sino  como  traduc- 
ción de  este  último. 

Viuda,  f.  En  la  jerga  de  rate- 
ros y  ladrones,  el  portamonedas 
y  la  cartera.  ¿Sen'i  porque  lo  pa- 
san ocultos  y  cerrados  como  las 
viudas? 

Viuda  o  viudita,  f.  ICs  otro  de 
los  nombres  que  >e  dan  al  fío-fio. 
^''éase  Fío.  Otros  dicen  vío-vío. — 
Viuda  llaman  una  mosca  negra 
de  bosque,  que  pica  de  repente  y 
recio.  Ignoramos  su  nomlire  cien- 
tífico.— Salirl-e  a  uno  la  viuda,  fr. 
fallí.,  que  f^  usa  también  en  sen- 
íldn  fig.  Véase  en  Futre,  Salirle 
a  uno  el  futre. 

A'irDiCDAD,  f.  "Porción  de  :ili- 
mciilos   o  cantidad    ;inual    de  di- 


nero que  se  asigna  a  las  viudas, 
y  que  le.s  dura  el  tiempo  que 
permanecen  en  tal  estado."  No 
debe  confundirse  con  viudez  (es- 
tado de  \iudo  o  viuda) . 

Viudo,  da,  adj.  En  algun;tó 
partes,  dícese  de  la  pereona  que 
ha  perdido  su  jjadre,  madie,  her- 
mano u  otro  pariente  impor- 
Uiute.  ^"éase  Huérfano. 

¡  A'iVA  I  "Interj.  de  alegría  y 
aplauso.  V.  t.  c.  s.  m.''  No  dic-3 
más  el  Dice.  Y,  en  realidad,  esto 
basta  para  los  cjue  hablan  el  caste- 
llano como  lengua  propia;  i>ero 
nú  ]iara  los  que  no  están  en  esta 
i-oiidicióu:  éstas  necesitan  saber 
(pie  tal  interj.,  usada  como  s., 
hace  el  pl.  vivas  (los  vivas^  mVr- 
cIioH  vivas)  y  también  que,  cuan- 
do no  se  usa  c.  s.  sino  como  tiem- 
po verbal,  hace  el  pl.  como  el 
\. :  "¡Vivan  los  hombres  patrio- 
ta-!" Véase  ¡Muera!  Es  de  de- 
sear' cpie  a  ambos  les  dedique  art. 
aparte  el  Dice  y  no  los  deje  sola- 
mente metidos  en  los  respectivos 
verbas. 

Vivac  o  vivaque,  m.  Guardia 
principal  en  las  plazas  de  ai'inas, 
a  la  cual  acuden  todas  las  demás 
a  tomar  el  santo.  1 1  Campamento 
de  un  cuerpo  militar. — Las  dos 
formas  son  castizas. 

A^ivAE  vocis  ORÁCULO,  loc.  la- 
tina. Aplícase  a  las  resoluciones 
que  da  el  Sumo  Pontífice  de  vi- 
va voz  y  a  las  gracias  que  con- 
cede de  esta  misma  manera. 
"Cuanto  a  la  cuestión  que  de- 
manda .si  los  profesos,  en  sién- 
dolo, pueden  usar  de  todas  las 
gi'acias  de  la  Compañía,  véese 
que  nó,  por  el  Breve  y  la  conce- 
sión i'ivae  vocis  oráculo."  (Padre 
•luán  de  Polanco,   Carta  de  9   de 


G9« 


VIV 


VIV 


Julio  de  1549,  entre  las  de  San 
Ignai'io  de  Loyola,  t.  11,  pág. 
188).  Por  lo  iisada  que  es  ej-t;i 
expresión,  merece  ser  admiíida 
en  el  Dicf. 

Viva  mi  amor,  ni.  Otro  noni- 
lire  del  juego  de  naipes  llamado 
pichanga.  \"ca¿«  en  mi  lugar. 

\'iv.vK,  a.  Aplaudir  o  aclamar 
con  vivíiá  a  una  persona  o  acción. 
Es  formado  de  la  interj.  ¡viva! 
y  corriente  en  América,  donde 
casi  no  se  conoce  el  equivalente 
castizo  vitorear  o  victorear. 

Vividor,  ra^  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
"Aplícase  a  la  persona  laboriosa 
y  economía  y  que  busca  modos 
de  vivir."'  Así  en  España,  segvin 
el  Dice;  pero  en  Chile  es  lo  con- 
triu-io,  porque  lo  aplicamos  a  la 
j.>ei"S()na  nada  activa  ni  laboriosa, 
que  no  busca  modos  de  vivir, 
sino  que  es  dejada  y  uu  tanto 
l>erezo.-5a  y  \áve  regaladamente, 
en  paz  con  todos  y  conser\ando 
apiMiiis  lo  que  tiene.  Algo  parti- 
(•i¡>a  el  vividor  chileno  del  hon 
vicant  frimcés,  que  ecí  hombre 
de  buen  humor  y  alegre,  ¡Uíiigo 
de  gozar  sin  hacer  mal  a  niidie. 
— Como  s.  m.  .significa  en  caste- 
llíuio :  "el  que  vive  a  expensa.s  de 
los  demás,  bu.-^c'ando  |>or  malos 
medios  lo  que  nec-esiUi  para  la 
vida." 

ViviEXTK  (Rosario),  m.  De- 
V(x;ión  o  ejercicio  que  consi.ste 
en  que  quine*  per.'^^juas  recen 
<liariamente  los  quince  misterios 
del  roano,  uno  cada  una.  Una 
vez  al  mes  delien  reunirse  las 
quince  para  distribuirse  por  suer- 
te los  mi.sterios.  I^a  expre^^ión  es- 
tá tomada  del  italinno  rosario 
virente  y  del  fnvncés  rosaire 
vivant^    y.   como   no   e^    posiV)lc 


alterarla,    haría  bien  el    Dice,  en 
admitirla. 

Vivir,  n.  Vivir  a  co/itu  ajtiw 
{o  de  otro),  a  costilla  a.jenu  (o  ti 
costillas  de  oíroj. Véase  Costillas. 
Dijo  Covaniibiati  que  roMUí 
"algunas  veces  significa  el  caudal 
que  uno  tiene  piu'a  ajustarle  con 
el  gasto;"  y  el  Dice,  académico 
le  da  también  la  acep.  de  ''cau- 
dal, o  sea,  hacienda,  bienes  de 
cualquiera  esspccie,  y  más  comun- 
mente dinero."  Todo  esto  e^■tá 
prolmndo  que  nuestra  fr.  es  cas- 
tellana, como  lo  p;i"esentíamo? 
cuando  escribimos  el  art.  Costi- 
Has. — Vivir  así,  fr.  fam.  y  ple- 
l)eya:  amiuicebarse,  amontoniu-se. 
—  \'ivir  al  dia.^  fr.  que  falta  en  el 
Dice.  En  sentido  propio  signi- 
fica: atender  a  la  sul>si.stencia 
con  lo  que  se  gana  diariamente, 
sin  economizar  nada  y  sin  pen- 
sar >  I  lo  que  pueda  sobrevenir 
mi'us  tarde.  En  .mentido  fig.  y  espi- 
ritual, cumplir  dliu-iamcnte  las 
obligaciones  y  aguiíntar  to<lo  lo 
adverso,  confiando  a  la  divina 
I'rovidencia  todo  lo  futuro.  El 
Dice,  trae  solamente  el  modismo 
.1/  día.  que  .significa:  al  corrien- 
te, sin  atra*o,  con  exactitud. — 
I'íi'ir  con  los  iñvos,  fr.  fam.  que 
significa  entre  nosotros:  mante- 
ner relaciones  con  nuestros  se- 
mejantes y  acomodar.<c  a  sus 
u.sos  y  costumbreí*,  en  contrapo- 
sición a  los  que  se  sotierran  en 
vida  o  so  qiKHlan  muy  atrasado? 
en  el  modo  de  vivir.  Otros  la  di- 
cen en  esta  forma:  Para  vivir  con 
los  vivos,  obrar  como  ellos.  Es 
digna  de  pa.'yir  al  Dice. —  Ganar- 
le a  uno  el  quién  vive.  Véiuse 
ív\XAR. — Ser  U7in  rosa  para  viMa 
y    nó   para   contada,  o   ntás  para 


VIZ 


VIZ 


6y9 


i/isfet  (/lie  para  convtada,  fr.  que 
fiílta  en  el  Dice:  ser  tan  extra- 
ordinaria y  particular,  que,  al 
contarla,  pierde  su  nu'rito. — Si 
te  he  vi^to,  no  me  acxoerdo,  fr. 
fajii.  que  tambicn  omitió  el  Dice. 
— 8e  olvidó  el  Dice,  de  recono- 
cer coiuo  s.  ni.  el  infinitivo  ririr, 
sobre  todo  con  el  adj.  Inwn. 
Hombre  de  buen  vivir,  en  el  sen- 
tido de  vida  cristiana  y  de  vida 
re'íalad.;!. 

Vivito,  in.,  dini.  de  vivo,  pjn 
la  jerga  rateril,  el  reloj.  Poi-que 
.se  mueve  y  anda,  como  los  seres 
vivientes.  Si  es  de  oro,  .-^e  llama 
canario,  por  el  color  semejante  al 
del  caníu-io. 

Vivi).  VA,  adj.  Vale  para  nos- 
otros lo  que  el  ixdj.  Ivtto^  fa  (dili- 
gente, pronto,  expedito),  aplica- 
do a  per.sona  o  a  ,sus  cualidades; 
y  tixmbi'ón.  nuiy  travieso  o  ju- 
guetón, y  i  ño  í'ii'o,  de  genio  o 
earáefí  r  vivo. —  Ser  de  ojo  vivo, 
tener  el  ojo  muy  vivo,  se  dice  en 
Chile  de  la<  per-onas  enamora- 
diza.'^: y  entre  i4  pueblo:  "N.  N. 
es  muy  vivo  el  ojo.'"  Ojos  vivos 
.-on,  c.i  ca.stellano.  "los  nniy  bri- 
llíuites  y  animados." 

VizcAí  H.\^  f.  "'Roedor  pare- 
cido a  la  licl)re,  de  -u  tanuiño  y 
¡celaje  y  con  la  ci»la  tan  larga 
como  la  del  gato,  que  vive  en  las 
montañas  del  Perú."  Así  el  úl- 
timo Dice,  sin  etimología  y  con 
la  inexactitud  de  circunscribir 
este  animal  a  las  montañas  del 
Perú,  cuando  vive  además  y  por 
lo  inenos  en  Chile,  Bolivia  y  Ar- 
gentina. La  etimología  es  el  qui- 
chua vinLxacha,  especie  de  liebre 
conociila.  Por  con.siguiente,  no 
hay  razón  para  escribir  este  voca- 
l)lo   con   z. — Fig.   y   fam.    y     de 


genero  com.,  bizco  o  turnio;  por 
el  sonido  material  de  la  palabra. 
Tambicn  dicen  en  esta  acep. 
viscacho,  cha. 

Vizcainada,  f.  Mala  concor- 
dancia, mala  construcción,  o 
semejantes  vicios  de  lenguaje 
que  suelen  usar  los  vizcaínos. 
Es  voz  usada  desde  antiguo  en 
España  y  que  todavía  no  lia  sido 
recogida  en  el  Dice.  En  el  siglo 
XVI  escribió  el  Maestro  Gon- 
zalo Correas:  "El  soleci-smo  es 
vicio  intoleralile  que  se  comete 
contra  el  orden  y  concordia  de 
la.s  i»arte~,  desconcertando  las 
concordancias,  como  diciendo: 
Maestro  buena,  u  otras  tales  viz- 
,-í(í/i("/fw."  (Arte  grande,  pág. 
252).  "¿Qué  vizcainada  &>  esa, 
santo  in-ofetaV"  (.Vlou.so  de  Ca^ 
brera,  Sermón  III  en  eí  1."  doin. 
de  Adviento).  "Esto  es  besiu-se 
las  mano.s:  la  vizcainada  del 
utro:  gracia.^  a  vos,  manos  mías."' 
(W.,  Senil.  I  en  cío'.''  dom.  d.e 
Adv.) 

Viz<  AÍNc,  .\A,  adj.  "Natui'al 
de  Vizcaya.  Ü.  t.  c.  s.  1 1  Pertene- 
ciente a  esta  provincia."  Son  las 
únicas  aceps.  que  le  da  el  Dice., 
omitiendo  así  la  ñg.  que  usan 
todos  los  españoles  para  motejar 
las  midas  coinstrucciones  y  con- 
cordancias, como  lo  hacen  fre- 
cuentemente los  vizcaínos  ha- 
l)lando  el  ca.stellano.  Vayan  unas 
pocas  autoridade.s.  "Domine, 
ecce  quem  amas,  infirmatwr. 
¡Que  breve  billete  y  qué  cortea 
sano!  ¡Qué  largas  razones  están 
enceiTadas  en  estas  breves  pala- 
bras, y  que  de  estudiadas  peticio- 
nes en  e.sta  proposición,  al  pare- 
cer vizcainal"  "Cuando  [la  ora- 
ción I  sale  de  un  ánimo  devoto  y 


700 


VLA 


VOC 


feniente,  es  mú.-aca  acordada 
que  sueua  suavemente  a  Dios, 
aunque  con  menos  cortesía  vaya, 
aunque  más  tosca  y  vizcaína 
sea."  (Fr.  Alonso  de  Calirera, 
]'iernes  después  del  dom.  4-°  ^* 
Ciuiresma^  cons.  II).  "Qui.sieron 
I  nuestras  antiguos  traductore'-J 
más  Iñen  parecer  incultos  en  el 
lenguaje  y  vizcaínos  en  las  ex- 
presiones, dejándolas  ol)scui'as  y 
nnicluis  veces  al  parecer  sin  sen- 
tido." (Scío,  La.  Santa  Biblia, 
disert.  prelim.,  §  IV).  "Luego, 
así  corno  dicen  los  galicistaa 
dirigirse  a  la  plaza,  ]iodrán  bien 
decir  gobernarse  a  la  plaza.  ¿Ad- 
miten los  adversarios  esta  cons- 
trucción vizcaína?  (.Juan  Mir, 
Prontuario,  art.  Dirigirse).— 
.1  la  vizcaína,  m.  adverbial  que 
íiúU  también  en  el  Dicí^.:  modo 
de  hablar  o  escribir  en  que  se 
faltii  a  las  reglas  del  castellano 
(•(imo  suelen  hacerlo  las  vizcaí- 
nos. "Cada  mía  de  ellas  [las  dos 
pai'tes  de  un  \ei>ículol  parece 
e.*tar  falta  y  dicha  a  la  vizcaína." 
(Fr.  Luis  de  Li>ón,  Expos.  de 
Job,  c.  XXXII,  19).  "Está  dicho 
a  la.  vizcaína  y  con  falta  de  al.gu- 
nas  palabras."  (Ibíd.,  c.  XLI, 
21).  "Podrá  ser  que  algunos  no 
.<e  contenten  tanto  y  les  parezca 
que  en  algunas  parles  la  razón 
queda  corta  y  dicha  muy  a  lo 
viejo  y  muy  a  la  vizcaína." 
(Id..  Lihro  de  los  Cantares, 
pról.)  (Nótese  en  el  primer  texto 
del  P.  Cabrera  el  part.  estudiadas, 
cuyo  .-dignificado  no  debe  coufun- 
dii-sc  con  el  que  le  dan  los  gali- 
ci.<ta.-.  Vcaso  Estudiar). 

Vladimiro,  n.  pr.  m.  Nombre 
l>fi]:H(>  que  el  ca.stellano  no  puede 
t-scribir  a.-í.    iKirquc  un   acc])ta  la 


conibiníK-ióii  vt:  por  eso,  o  se 
escrilje  Bladimiro  o  La.dimiro,  o 
se  varía  la  pronunciación  en  Vla- 
dimiro. Algunos  creen  que  BaL 
dontero  es  el  equivalente  latino 
de  Vladimiro. 

Vladislao,  n.  pr.  ¡;!.  Eu  ca-ste- 
llano  se  dice  Vladislao.  "De.sestí- 
male  por  incapaz  a  Vlasdihw  Se- 
gunda de  Polonia."  (Gracrán,^/ 
Político  Fernando).  Así  también 
Tirso  de  Molina  dos  veces  en  El 
celoso  prudent'C  (11,  7.»)  y  el 
Dice,  de  Contó  e  Isaza.  Ladvilao, 
que  se  mira  como  nombre  dis- 
tinto, parece  aféresis  de  Vladis- 
lao. No  conocemos  el  polaco  y 
]>or  eso  no  lo  afirmama?. 

^'oc.VBULISTA,  m.  Autor  de 
un  vocabulario;  pei-sona  muy 
entendida  en  vocablos.  Tal  del>e 
•■^er  .su  significarlo,  y  a.-=í  i>arece 
iiue  lo  empleó  K<xU"ígue-z  Marín 
cuando  dijo:  "El  vocalndüfa  sa- 
bía hasta  el  ori.gen  de  esta  deno 
liiiuación."  (Qnijote,  etlición 
.grande,  t.  \'l,  pág.  2^i).  Mas 
líetenos  aquí  que  el  Dice.  s<31o 
trae:  "Vocaiulista,  m.  ant. 
^''ocal)ulario.■■  Por  su  termina- 
( it'm  en  i^ta,  vocabvJlista  significa 
iicce.sariamente     ]<M--oiia.     ^'éase 

DlCCIOXARISTA. 

Vocal,  iii.  "El  (pie  tiene  voz 
cu  una  c(iiigre.üacióii  o  juiUa^ 
llamado  a  ella  jwr  deivcho  o 
institución."  Como  taml)iéu  hay 
.juntas  y  congregaciones  de  muje- 
res que  tienen  vocales,  es  claro 
que  vocal  en  este  caso  es  f.,  y 
e-to  no  delie  callarlo  el  Dice. 

Vocalismo,  m.  Importancia  o 
prcilominio  que  en  una  lengua 
tienen  las  letras  vocales  en  com- 
paraci(')ii  con  las  consonantes; 
conjunto    de    vocales.    "La"»   len- 


VOL 


VOL 


701 


guas  indoeuropeas  se  distinguen 
por  su  extrema  sensibilidad  en  el 
vocalümo."  (F.  de  Paula  Cana- 
lejas). ''La  relación  de  los  soni- 
dos fué  diveií-a,  según  que  pre- 
dominó en  las  lengu<t<  el  conso- 
nantismo o  el  vocalü'mo."  (^íe- 
néndez  y  Pelayo,  Tmt.  de  los 
ramanc-es  viejos.  I).  Otros  acadé- 
micos han  usado  también  este 
vocablo;  por  eso,  como  lo  hici- 
mos con  consonantismo,  pedimos 
que  sea  admitido  en  el  Dice. 

Vocerío,  m..  y  vocería,  f. 
Ambos  significan  ''gritería." 

VocHivoc'Hi,  ni.  Mitmña  roc- 
cinu  Cay.  .\rbust-o  trepador,  cíusi 
p^arásito,  en  los  troncos  de  los  úi'- 
boles,  con  hojas  aovadas,  aserra- 
das: con  corola  tubulo-a,  ventru- 
da, y  el  limlio  bilabiado;  fruto, 
una  baya.  De  la  xamilia  de  las 
gesnerácea^.  (Philippi).  Lenz 
e.-cribe  voquivoqui,  diciendo  que 
es  víu'iante  araucana  del  simpiC 
voqui;  pero  Murillo  y  Cavirla, 
que  conocen  mejor  e.sta  planta, 
escriben  vochivoclú. 

Vodevil,  n!.  "El  amor  en  au- 
tomóvil, vodevil  en  tres  actos, 
ad;ii>ui  !o  al  castellano  por.  . . 
Madrid.  UtlT."  .\-í  leemos  en  un 
catálogo  de  librof.  Es  el  francés 
vo]:dcmlle,  pieza  de  teatro  en 
que  el  diálogo  está  inezclado  con 
coplíis  pítpulare.'^  fi  >aca  '.as  fie  l;is 
ói'>era~  cói nicas. 

Volada,  í.  A'i'íise  I1<il.\i>.\.  La 
\A^  edición  (iel  I 'ice.  atendió  en 
parte  la  observación  que  hicimos 
contra,  la  práctica  de  escribir 
volado,  azucarillo  o  panal,  y  lo 
escribe  ahora  volado  y  bolado; 
puede  ser  que  en  la  15.^  edición 
desaparezcii  enteramente  la  v. 


¡  Voladera !  Es!i>ecie  de  interj. 
i'aii].  que  solemos  usar  para  des- 
pedir prontamente  a  una  pei*so- 
na,  o  para  animarla  a  ejecutai' 
con  tíjda  celeridad  un  mandado. 
Dígase  para  el  primer  sentido: 
¡Largo!  ¡Largo  de  ahí!  ¡Largo 
de  ar¡ni!  (expresiones  con  que  se 
manda  a  una  o  más  personas  que 
se  vayan  pronto)  ;  y  para  el  se- 
gundo: ¡En  volandas!  o  ¡En  vo- 
lundillaí-!  fig.  y  fam.:  rápida- 
mente, en  un  instante. 

Voladita,  ta,  adj.,  dim.  de  vo- 
lado, da.  Dígase  volado,  da:  en 
Imprentíi,  "díce.'--e  del  tijx)  de 
menor  tamaño  que  se  coloca  eu 
la  parte  superior  del  renglón.  Se 
usa  generalmente  en  las  abrevia- 
tura-^."' Nótese  que  a-^ta  acep.  de 
volado  tiene  el  mismo  valor  ge- 
neral que  voladizo,  tratándase  de 
edificios.  Por  eso  no  es  de  extra- 
ñar que  algunos  digan  Balcón 
volado.  Véase  Volado,  da. — 
Usamos  en  Chile  la  forma  dim. 
voladito,  ta,  a  semejanza  de  ver- 
salita o  versalilla  y  de  los  dimi- 
nutivos de  forma  latina  ma- 
i/iUculo  y  minmculo^  adjs.  todo.-i 
que  se  aplican  a  tipos  de  letras. 

Volado,  ni.  Dígase  vola.nfe 
(guarnición  rizada  y  fmncida 
con  que  ^e  adornan  los  ve**tidos 
de  mujer).  J'aelo  es  "amplitud 
o  extensión  de  una  ve-^tidura  eu 
la  parte  (juc  no  se  aju^ta  al  cuer- 
))o:''  vuelilln  y  tandjicn  vu-e.lo: 
"adorno  de  encaje  u  otro  tejido 
iigero.  que  .■*  pone  en  la  boca- 
manga de  algunos  trajes,  y  for- 
ma parte  del  de  las  magistrados, 
catedráticos  y  ciertos  eclesíiásti- 
cos."  Véase  ^'i^elo. 

Volado,  da,  adj.,  part.  de  vo- 
Uir.  .\uncjue  este  v.  tiene  la  acep. 


702 


VOL 


VOL 


fig.  de  "sobresalir  fuera  del  pa- 
ramento de  uu  edificio,"  sin  em- 
Ijargo,  como  adj.  se  usa  más  vo- 
ladizo, za  (que  vuela  o  sale  de 
lo  macizo  en  las  paredes  o  edifi- 
cios. Ú.  t.  c.  s.  m.)  Balcón  vola- 
dizo. Vuelo  significa  en  Arqui- 
tectura: "i>ai1e  de  una  fábrica, 
que  sale  fuera  del  paramento  de 
la  pared  que  la  sostiene;  exten- 
sión de  esta  misma  parte,  con- 
tiida  en  dirección  i)er{)endicular 
al  paramento."  Véase  S.vmentk, 
con  el  cual  no  debe  confundii-sc. 
— V'vx..  y  fam.  Dícese  del  indivi- 
duo in-eflexivo  y  ligero  de  cascos, 
que  fácilmente  se  irrita  u  obra 
w)n  demasiada  precipitación. — 
.\plícase  también  al  genii)  o  ca- 
rácter de  e«to-  mismos  individua^^ 
y  a  su  cabeza.  Véase  Vol.mí,  r.  En 
ca.'stellano  tenemos:  tarambana^ 
com.  fam.  (i:>ersona  ¡docíida.  de 
fKK'o  asiento  y  .juicio),  tronera, 
com.  fig.  y  fam.  (i>er.sona  desba- 
ratada en  sus  aí:ciones  y  pala- 
bras, y  que  no  guarda  método  ni 
orden  en  elbis),  cascabelero,  ra, 
íid.j.  fig.  y  fam.,  que  se  u.S!i  t.  c.  s. 
(.se  dice  de  la  persona  de  poco 
seso  y  fundamento),  cabezuela  y 
cabeza  de  chorlito  (i>ersona  de 
poco  juicio),  calvatrueno,  m. 
fam.  (hombre  alocado,  atro- 
nado), cochite  hervite,  m.  fam. 
(el  que  nuiestra  en  sus  accione.^ 
.';(ií)railM  viveza  y  aturdimiento), 
mltnrhi.  na,  adj.  fig..  que  se  iw» 
I.  c.  s.  (dícese  del  mozo  inquieto 
y  de  i)oco  juicio),  torbellino,  m. 
fig.  y  fam.  (persona  demasiada- 
mente viva  e  inquieta,  y  que  ha- 
ce o  dice  las  cosiL-!  sin  orden  ni 
concierio),  fru-rno,  m.  fig.  V 
fam.  (joven  atolondrado,  alboro- 
ta<]<>r  V  de  mala  conducta),    dfs- 


cabezudo^  da  (que  va  fuera  de 
razón). — Dícese  también  del  in- 
dividuo distraído,  que  se  queda 
como  eniliobado,  como  aquel  a 
quien  se  le  han  ido  o  volada)  los 
pavos.  Véan.<e  Pavo  2."  acep., 
Apavado  }  Apajarado.  El  ca.ste- 
llano  reunió  en  una  .sola  fr.  estas 
do.-  última.-  aceps.  chilenas  de 
volado:  "Tener  uno  la  cabeza  a 
las  once,  o  a  pájaros:  no  tener 
juicio;  estar  distraído." 

\'oL.\DOR,  m.  Véa.<e  Cuete. — 
Volador  de  luces.  No  aparece  en 
el  Dice.,  i^ero.el  de  Autoridades 
traía  rohete  de  lágrimas:  "cierto 
género  de  cohetes  que,  det^pués 
de  hal>er  subido  a  su  mayor  ele- 
vación, despiden  unas  luces  co- 
mo lágrima.-^,  compuetrtas  de  azu- 
fro y  alcanfor." — Figuradamente 
llamamos  volador  d^'  Iwc.s  el 
ili-<'urs()  o  parte  de  él  que  con- 
tiene exiircsiones  o  iU'gumenta-^ 
muy  brillantes,  preparados  píuii 
deslumhrar  y  hacer  efecto,  pero 
sin  razones  ni  fundamentos  só- 
li<los. 

Voladora,  f.  En  Chiloé,  bruja 
(pie  l»or  la  nodie  .-^  convierto  en 
pájaro,  y  recx>bra,  al  llegar  el 
ilía.  su  forma  primitiva.  (Cava- 
da).— Echar  uno  las  voladoras, 
fr.  fam.  «pie  .-iignifica  lo  mismo 
(pie  Echarlas.  Véa.se  Echar.  El 
V.  castizo  guillarse  si.gnifica  Uun- 
bién  "irse  o  huirse." 

V(>i,.\NTÍN,  m.  En  castellano 
>ólo  significa:  "e^])e<áe  de  cordel 
con  uno  o  más  anzuelos,  q\ie  sir- 
ve i'ara  }>escar;"  acep.  que  en 
Chile  luvdie  conoce.  i»ues  nuestro 
tínico  volantín  es  In  cometa  o- 
pai'iola  (armaz<)n  plana  y  muy 
ligeni.  por  lo  común  de  caila.-  y 
.!.•  figura  exagonal  o  rectan.gvdar. 


VOL 


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703 


Hobre  la  cual  se  extiende  y  pega 
papei  o  tela:  en  uno  de  sus  lados 
9e  le  pone  una  especie  de  cola 
de  hilo  u  otra  nuiteria,  adornada 
f'on  cintas  o  troz(xs  de  papel,  y, 
-ujeta  con  una  cuerda  muy  larga 
i  la  armazón,  nó  la  cola],  se  aiTo- 
ja  al  aire,  que  la  va  elevando,  y 
.sir\-e  de  diversión  a  los  mucha- 
chos). Es  evidente  que.  dado  el 
nombre  de  volantiii  al  cordel, 
cuerda  o  hilo  con  que  se  arrojan 
al  aire  las  cometas,  por  la  .seme- 
janza de  los  timbales,  medias- 
lunas,  garfios  y  otras  armas  de 
defensa  con  que  se  la  carga  en 
Chile,  con  los  anzuelos  del  vo- 
lantín español,  Iniljo  de  píxsai'  en 
seguidíi  dicho  nombre  a  la  mis- 
ma cometa.  También  puede  de- 
rivarse del  adj.  volantín  que  es- 
tudiamos a  continuación,  por 
cu;into  \uela  en  el  aire.  Tan 
arraigada  y  generalizada  tótá 
entre  nosotros  la  voz  votantín^ 
que  será  imposible  reemplazarla 
j>or  otra;  por  eso,  lo  mejor  será 
admitirla  como  chilenismo. — 
Juego  del  volantín.—  Volantín 
chupete.  Véase  Chupete.  Es 
iii\iy  lonocida  y  usada  la  compa- 
ración cjue  hacen  la~  nmjeres 
entre  el  volantín  chupete  y  sua 
galane-: 

Cuniu  Tolantin  chúpele 
Manejo  al  que  me  corteja: 
Lo  alejo,  8¡  Re  me  aeerr:a: 
Lo  acrrco  si  3e  me  aleJH. 

— La>  demás  esi)e<'ies  de  volan- 
tines chilenos,  de.sde  la  majes- 
tuosa bola  hasta  la  ñecla  más  hu- 
milde, el  chonchón,  el  cambucho, 
< ,'  biirnlcti:  (acq>tado  en  el 
Dice.),  ht  e^tv-dla^  el  jote,  el 
pavo,  pueden   ver.se   en   .sus  res- 


l^ectivos  lugai-es.  El  Dice,  regis- 
tra Uunbién  varios  nombre-,  pe- 
ro omite  las  definiciones  parti- 
culares, contentándose  con  remi- 
tir a  cometa.  Por  si  alguno,  más 
diestro  en  &^te  juego,  quiere  es- 
tvidiarlos  y  compararlos  con  los 
nuestros,  aquí  los  tiene:  barri- 
lete, birlocha,  milocha,  pandero, 
pandorga,  pájara,  pájaro  biton- 
f/o.  papalote. — Fig.  y  fam.,  en 
alguna-^  partes,  persona  a  quien 
no  .se  señala  oficio  u  ocujiación 
particular,  a  fin  de  que  a.yude 
a  todas  las  demás  y  se  le  pueda 
ocupar  en  las  casas  sueltas  o  im- 
l>revistas. — ('orno  volantín,  loe. 
fam.:  de  una  parte  a  otra,  sin 
asiento  o  domicilio  fijo,  a  seme- 
janza del  volantín  que  vuela  por 
el  aire. — Como  volantín  cortado, 
loe.  fam. :  dícese  del  que  se  retira 
vencido  o  desairado,  de.-icoriizo- 
nado  .V  alicaído,  a  semejanza  del 
volantín  al  cual  se  le  cortó  el  hi- 
¡II. — Hilo  de  volantín:  Uainaanos 
así  uno  muy  bien  torcido  y  re- 
sistente, que  se  vende  en  carre- 
tes y  que  .-"e  emplea  en  el  juego 
del  rohmtin  y  en  uuichas  otras 
co.-as. 

^'oL.vxTÍx,  adj.,  diiB.  de  vo- 
lante. No  aparece  en  el  Dice.  Se 
lo  recomendamos  con  la^  siguien- 
tes autoridades:  "Todo  se  le  va 
I  a  Torcuato  Ta,«sol  en  traer  án- 
geles vol-antineii,  que  ya  el  escu- 
do, el  yelmo,  ya  la  lanza,  conduz- 
gan  a  riodofredo."  (Francisco 
(le  Trillo  y  Figueroa,  NeapoHí^ea, 
razón  de  esta  obra,  1651.  Ribliot. 
(le  Hallardo.t.  IV,  col.  804). 

Un  ¡irijaro  ro'a'nfin 
(.Jiip  r«nta  en  latín: 
Ni  lo  entieuíle  el  zapatero. 
\i  el  waatre,  ni  el  rey  Rodrigo, 


VOL 


VOL 


Y  toiüto  el  mando  lu  tieue 
Hor  su  mayor  enemigo. 

Adivinanza  que  se  interpreta  ''el 
nio^quito,"'  nuestro  zancudo. 
(Rodríguez  Marín,  Cantos  popu- 
lares españ.,  t.  1,  pág.  218). 

V0L.VXTINEK0,  m.  .Jugador  de 
volantín.  Si  se  admite  voUmtín, 
hay  que  admitir  el  derivado, 
porque  aquél  no  puede  liuicio- 
nar  :-in  éste. 

Volantuzo,  za,  aílj.  fani.  l)í- 
ce?e  del  individuo  que  gu.=ta  de 
no  tener  doniic-ilio  tijo  y  \aga  o 
p:L<ea  por  t<Klas  [lartes.  Kn  caste- 
llano, rolandero,  nt  (que  no  ha- 
ce a.-iento  ni  se  fija  ni  detiene  en 
ningún  lugar),  volonti-  (que  va 
o  anda  de  una  parte  a  otra  >in 
.sitio  o  asiento  fi.jo),  vagante,  vn- 
gulmnflf).  dii. — También  se  dice 
del  que  anda  ocioso  y  no  tiene 
domicilio.  \"éase  con  qué  graoia 
.se  expre.-<')  Don  Miguel  Mir:  "ÍjI 
vecindario,  ]>i"opiamente  dicho, 
no  era  muy  numeroso,  pue-^  la 
mayoría  de  los  habitantes  de  Sa- 
lamanca la  coiiiponían  los  estu- 
diante«.  religiosos  y  demá-s  gentes 
vulanclr.raíi."  (Santa  Terem,  t. 
11.  lu'ig.  160). — Es  vocablo  for- 
mado de  volantr,  y  el  sufijo  nzo, 
za^  que  vemos  en  caperuza,  gen- 
laxa,  terrazo,  pajuz  o  pajuzo,  etc., 
con  el  valor  de  despectivo  y  más 
usado  en  su  foriria  dim.  ucho. 
ella:  eaartuclio.  eolduehn.  pape- 
lúe ¡1(1,  fr/j^Mf/w. 

Voi..\riK  (.\).  ni.  ailv.  "Tra- 
tíindo,«e  del  pa.'jo  de  un  río,  lagu- 
na, etc.,  modo  de  andar  trabajo- 
.«amente  haciendo  una.s  veces  pie 
en  el  fondo  y  f)tnLs  néi."  De-^lc 
antiguo  se  u.sa  etíUi  acep.  entre 
nítsotra".  v  sólo  en  la  14."  edición 


la  admitió  por  primera  vez  el 
Dice.  Las  otras  dos  que  tiene  este 
modismo  son:  "modo  de  correr 
algunas  aves  a\iidándose  con  his 
ala<:  en  Tauromaquia,  ejec-utah- 
do  la  suerte  de  herir  de  corrida 
el  espada  al  toro  cuando  éste  se 
halla  parado."  También  es  co- 
rrecto .4  vuelapié. 

\'oL.\Pt"K,  m.  "Lengua  ailifi- 
cial,  inventada  en  1879  por  Juan 
Martín  Schleyer,  sjicerdote  ale- 
mán. Estuvo  iimy  en  bog;i  du- 
rante ocho  o  diez  años  y  llegó  a 
.-u  apogeo  en  1889;  pero  luego 
fué  cayendo  en  desuso  y  cedió 
su  lugar  al  esiienuilo. — De  las 
l)a labras  do  la  nvieva  lengua, 
ro/,  mundo,  universo,  y  pük. 
lenguaje.  di.<curso,  sacadas  rc- 
pectivamente  <ie  la.-  inglesa; 
((•(;;•/(/  y  speech,  de  igual  .signifi- 
cado."' I  Dice.  <le  Afeniang).  No 
debe  faltar  c-te  vocablo  en  el 
Dice. 

^'|lI..\K,  a.  Faltíi  la  acep.  pro- 
pia lie  .Aviación  o  .ieronáutica. 
— Como  r..  Irritim-ic.  enfadar.se. 
.\sí  lo  u.*ainos  en  Chile,  y  lo  pro- 
pio (MI  Méjico.  1'>1  Dice,  lo  admi- 
te .-solamente  c.  ¡1.  ".\quella  pre- 
gunta me  voló."  "Con  tal  ¡ire- 
ginita  me  val',"  decinuis  nos- 
otro.-. — ICs  también  at-ep.  <'hilena 
la  de  fracasar  o  frustran^',  qvie- 
dar  imo  privado  de  algo  ((ue  .*e 
da  a  tmlos  o  que  lo  creía  -egnro. 
El  sujeto  eí'  la  persona  o  la  cosa. 
"Se  voló  el  paseo.  Te  volaste  <lel 
f);'.-eo:  S"  voló  nú  nu-ión.  Te 
volaste  de  la  ra<'ión."  La  prime- 
ra hiauera  (^-^  aceptable:  la  r<ogm)- 
da  nó. 

\'oI..\TM.lZ.\t;    o     V(H,.VTIZ.\K,    a. 

"Ti-ansforniar    un  cuerpo    sóli<U> 
o  hquido  en  vafK>r  o  gas. —  Vola- 


VOL 


VOL 


tilizarse:  exhalai'se  o  disipairse  fá- 
c-ilniente  una  íub?tiiiK-ia  o  cuer- 
po."— Faltan  en  el  Dico.  volati- 
lización y  vokitilizufl'ir,  ra. 

A'oL.VTÍx,  ni.  Malaiiieute  lla- 
nianios  en  Chile  volatín  la  t'uu- 
ción  (I  serie  de  ejercicios  de  uncí 
o  más  volatines.  Dígase  rola- 
titves:  "Mañana  haj-  volatines  o 
función  de  volatines  en  tal  par- 
te."' Porque  el  volatín  castelliino 
signiñca;  "volatinero  (persona 
que  con  habilidad  y  arte  anda  y 
voltea  por  el  aire  sobre  lina  cuer- 
da o  alambi'e,  y  hace  otros  ejer- 
cicios semejantes)  ;  cada  uno  de 
los  ejercicios  del  volatinero. '' 

Vol-au-vent,  m.  (Pronúncia.se 
voló  van).  E.-Ji>ecie  de  pastel  re- 
lleno de  pescado  o  de  otras  car- 
nes delicadas  y  de  borde  muy 
alto  y  hojaldrado.  Es  voz  fran- 
cesa, usada  en  la  cocina  chilena. 

Volcador,  ra,  adj.  Que  se  vuel- 
ca. Carro  volcador,  carretón  vol- 
cador. Dígase  volcjuete,  m.  (ca- 
rro nmy  usado  en  las  obras  de 
explanación,  derribos,  etc..  for- 
mado por  un  cajón  que  se  puede 
vaciar  girando  sobre  el  eje  cuan- 
do se  quita  un  pasador  que  lo 
sujeta  a  las  varas).  Véi-se  De 
tumba  en  el  art.  Tumba. 

Volcán,  f.  En  Chiloc,  una  cla- 
se de  ]iapa  o  i)atata.  (Cavada, 
después  de  haber  dado  también 
la  forma  voicári).  T^enz  escril)e 
srilauíente  voicán,  con  las  varian- 
tes boicán  y  voicañe,  sin  etimo- 
logía. 

VoLr.\x.\[).\,  f.  Usámoslo  en 
Cliile  en  el  sentido  de  golpe  de 
aire  o  de  mal  olor  que  rec-ibe  uno 
de  repente;  es  sinónimo  de  tufa- 
rado  (olor  vivo  o  fueite  que  f^e 
percil>e   de  pronto).    No    conoció 

Dicc.JcChi!..  t.  V. 


el  Dice,  e^te  vocablo,  tan  bien 
formado  de  volcán;  sin  embargo, 
ahí  está  La  Mosquea  de  Villavi- 
ciosa  mostrándoselo  en  el  c.  IX, 
oct.  XXVI: 

Y  furibundo  in;inda  que  los  truenos 
Al  cielo  alteren  con  su  furia  loca; 
Que  rompan  los  relámpagos  sus  senos. 
Y  volcanadas  echen  por  la  boca 
De  vivo  fuego. 

— También  lo  usamos  imr  hooi- 
n-a.da  de  aire  o  de  viento  (golpe 
de  viento  que  viene  o  entra  de 
repente  y  se  suspende  luego). 

Volcánico,  ca,  adj.  I^  falta 
en  el  Dice,  la  acep.  fig.  de  "muy 
ardiente,"  que  le  dan  todos  los 
modernos,  aplicada  a  persona  y^  a 
cosa.  "Este  jiensador,  verdadera- 
mente volcánico,"  dijo  Cejador 
hablando  de  Gracián.  (Hiit.  de 
In  lengua  y  literat.  casf.,  t.  V,  pág. 
1-36).  Pasiones  volcánicas,  cabe- 
za o  imaginación  volcánica^  amr>r 
volcánico,  lo  dicen  también  to- 
dos; "Mi  volcánico  estilo  apasio- 
nado," escribió  Bretón  en  su  sá- 
tira Defensa  de  las  mujeres.  Xo 
im'jMirt^,  pai"a  la  admisión,  que 
los  fi'anceses  hayan  usado  pri- 
mero que  nosotros  eáta  acep.;  co- 
mo es  simple  metáfora  de  la  rec- 
ta o  ])ro])ia  (perteneciente o  rela- 
ti\o  al  volcán),  es  evidente  que 
todas  las  lenguas  pueden  apro- 
|>iársela.  Así  como  el  Dice,  dio  a 
volcán  la  acep.  de  "cualquiera 
pa.sión  ardiente,  como  el  amor  o 
la  ira,"  así  debe  darla  también 
al  adj.  volcánico,  ca. 

^^^I.^AR,  a.  "Torcer  o  trastor- 
nar una  co.«a  hacia  un  lado  o  to- 
talmente, de  modo  que  caiga  o 
so  vierta  lo  contenido  en  ella.  Ü. 
t.  c.  n.,  tratándo.-e  de  carruajes." 

45 


roe 


VOL 


VOL 


— "Volcar  las  leyefi  de  la  natu- 
raleza." han  dicho  algunos,  en 
vez  de  trastornar,  pues  volcar  no 
tiene  esta  acep.  Hg. — Conjúgase 
vuelco,  cas,  vuelque,  qucs,  etc., 
siguiendo  al  s.  vuelco,  Haí'ta  en 
<liarios  hemos  vi.<to  volca,  se  vol- 
ca, como  los  que  di<en  bolla  por 
hiiella,  atrona  ]>qv  atriwna,  tras- 
troca  por  trastrueca,  asóla  y 
desoía  por  asuela  y  desuela;  y 
llanta  el  falso  escollar  lo  conju- 
gan escuello,  escuellas,  como  si 
no  conocieran  el  .■^.  escollo  y  como 
si  el  tal  V.  fuera  formado  de  cue- 
llo. ^'('■ase  Volquear. 

Volido,  m.  Ya  no  sólo  el  vidgo 
chileno,  el  leonés  y  otros  vulgos 
dic€u  volido  iM)r  vuelo^  sino   que 

10  dice  t!md)i('n  en  la  corte  de 
Esiiaña  toda  una  señora  Conde- 
.>=a:  "Realmente  Santos  Dumont 
proyectaba  un  volido  aristocrá- 
tico." (Emilia  Pardo  Bazán,  Vi- 
d(i  contemporánea).  Véase  Pro- 
ducido. iMitre  nosotras  se  les  ha 
cscaiiado  también  a  buenos  lite- 
ratos. Vulada  significa:  "vuelo  a 
coi-ta  distancia ;  cada  una  de  la.s 
veces  que  se  ejecuta ;"  y  volmhira 
es  "acciéju  o  efecto   de  volar"  en 

011  estas  dos  ac«ps.  del  v. :  "ir  ])or 
el  aire  una  c(wv  arrojada  con  vio- 
lencia; hacer  .sailtar  con  viihlen- 
cia  o  elevar  en  el  aire  alguna 
cosa,  efi)ecialmente  por  medio  de 
una  .suUstancia  explasiva."  Véase 

ViJULO. 

Volquear,  a.  Forma  plelwyii 
de  volcar.  Como  el  pueblo  difícil- 
mente seguiría  las  irregularida- 
des de  e-rte  último  (vuelco,  cas. 
rueb¡tie,  ques),  por  et«>  inventó 
otro  de  más  sencilla  conjugación. 
Kn  castellano,  vulque.arse^y.:  "re- 
volcarse o  dar  vuelcos." 


\'oLTÁiiETRo,  m.  Aparato  des- 
tinado a  mostrar  la  desconriMJsi- 
ción  del  agua  por  medio  de  la 
electrólisis. — Volimetro,  ni.:  apa- 
rato que  se  emplea  para  medir 
jxitenciales  eléctrica.--. — Admiti- 
dos por  primera  vez  en  la  14." 
edición  del  Dice,  l^a  anterior  los 
traía  en  el  Svi[>lemeiito. 

Voltario,  ría,  adj.  "i>e  ge- 
nio o  carácter  voluble  e  incon.*- 
tante."  es  decir,  versátil.  Ésta  su 
única  acep.  castiza:  pero  en  chi- 
leno signilica:  1."  voluntario-o, 
(■apricho.«o,  iK)rtiado.  ol)Stinaiio; 
2.°  generoso,  gastador,  rundjoso. 
]X)r  cuanto  da  vuelta  a  los  bolsi- 
llos; y  :<.°  acicalado.  i)erii>ue-to, 
elegante,  y  aun  l)oyaiite.  i>ot 
cnanto    i)ucdc     dar    vuelta    a    los 

bol<il!o.s. 

Volteada,  f.  fani.  Acción  o 
efecto  de  voltear  cu  la-;  aceps. 
chilenas:  derritió,  vuelco,  trastor- 
no, vareo,  matanza,  según  los 
casos.  "Si.  hizo  en  el  Ixisque  una 
volteada  de  una  cuadra:""  se  de- 
rribaron o  cdrlaron  árlioles  en  la 
(Xtensióu  de  uii.i  cuadra. — Vol- 
teada de  a  caballo:  caída  de  a 
caliallo. — Volteada  de  ojos:  mi- 
rada <le  cariño  con  inmediata 
inclinación  de  los  ojos.  En  caste- 
llano hay  raída  de  ojos,  que  sig- 
nilica: "manera  haiñtual  de  ba- 
jarlos una  peivona." 

Volteadero,  m.  Parte  del  ma- 
tadero en  que  .st>  maniatíui  y  de- 
güellan las  reses. — Fig.  y  fam. 
Casa  que  secreta  y  disimulada- 
mente .se  emplea  como  prosti- 
bido.  El  significado  viene  de  la 
acep.  chilena  del  v.  voltear  (ma- 
tar rcses)  y  compárese  con  el  que 
.H>  <la  en  I^a  Picara  Ju-'^tina  al 
nombre     hnmilladvro:    "En     el 


VOL 


VOL 


707 


.ínterin,  los  inance.bil!etes.  fOii.-i- 
deraudü  (jue  todo  aquel  ruido 
hahia  nacido  de  mi  inocencia  y 
de  la  falta  de  haber  cur.sado  voca- 
blos de  romería,  no  cesaban  de 
reír  al  ver  que  tenía  yo  pu'lla  el 
decir  que  me  querían  llevar  ai 
h'trnUladero;  mas.  <le  mi  ino- 
cencia no  hay  mucho  que  espan- 
tar, porque  yo  había  oído  decir  a 
buenos  predicadores  de  mi  pue- 
IjIo  que,  cuando  se  cuenta  a  lo 
divino  algún  mal  i-ecado  de  una 
viruen  loc-a,  se  significa  diciendo 
oue  la  lunnillaron."'  ( P.  TI,  1.  TT. 
i:  IV,  S  IV). 

Volteador,  ra,  adj.  fani.  Apli- 
ca.-^ al  licor  muy  espirituoso,  ¡p;or 
cuanto  derrilja  o  ec-ha  a  tierra  a 
lo<  que  lo  beben.  Véase  Cabezón. 
— Aplíea.se  a  la  pereona  bien  ves- 
tida o  elegante,  por  cuanto  ena- 
mora o  conquista  a  las  del  otro 
sexo. — ^Como  .•^.  m.,  el  que  ma- 
niata las  re.*es  para  matarlas  o 
«k'gollarlas. 

Volteadura,  f.  Acción  o  efecto 
de  voltear,  en  las  aceps.  chilenas. 
Sólo  lo  usa  la  plebe. 

\^JLTK.\i?,  a.  Olvidando  que  es 
frecuentativo  de  volver  y  que 
del»  guardar  analogía  con  el  s. 
incita,  le  tuercen  los  chilenos  su 
propio  significado  y  le  dan  vai-ias 
ucei>s.  que  no  le  pertenecen.  1." 
¡derribar,  tender  o  jxwtrar  en  tie- 
rra j^ersonas  o  (•o.sas.  "Pedro 
volteó  a  .luán  de  una  bofetada. 
Ya  es  tiempo  de  voltear  al  tirano 
I  de.rrocurlo,  destronarlo  derri- 
harlo\  ;  Vamos  avoltear  esos  Ho- 
rero.s  ¡dernharloíi,  volcarlo-'^]  : 
Mañana  voltearemos  [cogere- 
mos] la-^  aceiluna-i;  En  el  mata- 
lero  se  voltean  diariamente  in- 
numerables  reses'"    \se  matan    o 


degüellan,  porque  primero  se  las 
derriba].  Es  tan  antiguo  este  mal 
uso  en  Chile,  que  Febrés  traducía 
a-^í  en  su   tiempo  el  v.   araucano 
thant Hit:  "voltear  o  derribar,  co- 
mo  árbíjle-,    casas,  o   carne  para 
sus    (Jones    |  sic  |  .  .  .  Le   volteé    o 
regalé  una  vaca,  se   la  maté  para 
él."  El  voltear  castellano  es  "dar 
vueltas  a  una  persona  o  cosa,"  nó 
una   vuelta,   sino   más  de    una  o 
nmcha.s,  como  lo  hace,  por  ejem- 
plo,   un  toro  con  mi  mal   torero. 
"Los   Ijizarros   galanes   lucían  su 
destreza   en  la    equitación,    en  la 
sortija,   y  en   el  arte   de  quebriu- 
lanzíis  y  rejoncillos,  tendiendo  ini 
toro  en    la  arena,  o    ¡ñcndo  volte- 
ados  por  la  fiera."    (Ricardo  Se- 
púlveda,      Madrid      viejo.      [)ág. 
?>2ó).   Tratándose   de  frutas,    dí- 
gase denibar.   \'arcc,r  os  taniKién 
"derribar  con  los  golpes  y    movi- 
mientos de  la  vara  los  frutos   de 
algunos   árboles." — Fig.  y    fam., 
hacer  mudar  de  iJarw'er  a  uno   a 
fuerza  de  persuasiones  n    razones 
(castellano   volcar) ;     hacer   que 
uno  mude  de  parecer  o  propósito 
(citstellano  hlandeear).  Téngan.*e 
también  presentes  para  esta  acep. 
doblar,  n.  y  r.    (ceder   a  la   per- 
suasión o  a  la  fuerza),    doblegar. 
■A.  y    r.  (hacer  a    uno  que   desi^^ta 
de    un    i)ropósito   y     se  preste    a 
litro)     y    trastornar    (inclinar    o 
\encer   con    jiersuasiones   el  áni- 
mo o    dictamen    de  uno.   hacién- 
dole  ileponer    el    que   antes     te- 
nía). 

VcT/rEo^  m.  -Acción  o  efecto 
de  voltear.  A'éase  el  anterior. — ■ 
Volteo  de  rasases  matanza. — En 
el  tresillo  y  otros  juegos  de  nai- 
pes, al  volteo  es  volt-ereta,  val  tele 
ta  o    volteta,   que  es  la  acción    de 


7U8 


VOM 


VOS 


destulirir    una    carta    para    saber 
qué  palo  ha  de  ser  triunfo. 

Voltio,  in.  Cantidad  de  tuer- 
za elec-troniotriz  que.  aplicada  a 
un  conductor  cuya  resistencia  sea 
ohmio,  produce  una  corriente  de 
un  aiufjerio.  Admitido  en  el  Su- 
plemento de  la  1:>.''  edición  del 
Dice.  paKi  al  cuei"po  de  la  14.^ 

\  (iLt  xTAD,  f.  Lo  que  no  es 
rol  lili  hidj  no  ex  fuerza,  fr.  pro- 
verliiai  chilena:  lo  que  no  >e  da 
u  ofrece  de  hueua  .uaná  no  dehe 
exi,<íir.-e  por  fuerza. 

^'oLVKi!.  a.  y  n.  Volver  uno 
sobre  sus  pasos.  E<  fr.  í>a'iicana. 
\'case  I'as"-,  al  fín. — El  que  se 
vo  !<iii  que  lo  erh-cn,  vuelve  ¡fin 
que  lo  Ihimrn.  \('íi^e  Ik. 

Vollén,  m.  \'ca-c  Uolléx, 
que  CH  la  forma  cu  (jue  ln  escri- 
Viimo-  todo-^  lo~  chileno?.  de.-Klc  el 
tiempii  de  ia  conqui.-ta  hasta 
hoy.  Lenz,  que  escriljc  vollén, 
<luil;i  que  se  ¡)ronuncie  en  alguna 
parte  con  II.  "pues  en  el  Centro 
no  exilie  entre  el  puel^lo  tal  .-o- 
iiidii."'  X'isite  siquiera  la-^  provin- 
ci;i.-  i'c  O"lliooiii.s  y  Colchasua, 
y  a  t<i(l(i-  .-^us  hahilautcs  le-  oii'á 
l'olli'ii.  De  la  confusión  (]ue  hace 
el  mismo  autor  entre  el  huaijo  y 
el  bollen,  hable  el  Dr.  Murillo: 
"Kl  (fuaiio  es  la  Knf/citck-in  ero- 
fíieíjoi'lex  Don.,  de  las  colinas  di- 
la  costa,  uMiy  seme.jante  al  ho- 
lléii:  i>ero  solanunle  es  un  ar- 
busto; el  vulao  confunde  fre- 
cucnteuicute  esta-  dos  plantas, 
considerándola-,  como   una  sola." 

Vo.MiTivo.  III.  Falta  en  el 
Di<'c.  la  acep.  lifí.  de  "persona 
muy  |)esada  y  molesta."  que  se 
llama  en  castellanti  y  chileno, 
plomo,  (iracián  usó  esta  acop., 
pero  af>licada  a  cosa:  "lis  un  '"- 


•niJivo  para  los  secretos  la  tibie- 
za en  el  creer."'  (Órnenlo  inu- 
nual). 

Voqui,  m.  Véanse  Ijoííii  y 
Liana. —  Febrés  escribió  voqui  y 
el  1".  .\ugu.-ta  fo¡,-i.  Todos  los 
chilenos  pronunciamo-  boqui,  y 
por  eso  es  in'eferible  esta  .srafía. 

A' os,  |n-on.  de  "2.°  persona. 
Subr-iste  en  Chile  el  tratamiento 
de  roí'  en  el  pueblo,  entre  pei-so- 
iias  iuuales  o  de  confianza;  y  en- 
tre la  gente  culta,  el  suj>erior  tra- 
ta de  vos  al  inferior  para  darle 
confianza  o  nianife.-tarle  cariño; 
piTd  todo  esto  en  negra  confu- 
-ión  con  te,  pues  el  o>>  no  .<e  co- 
noce. 'No  te  vais  a  ahogar;  ¿Qué 
te  importa  a  vos.'"  Con  esto  pa- 
decen también  los  verbos,  pues 
>e  les  concierta  en  singular  con 
(o.s-.  \  padecen  los  pronombres 
II II f atril  y  vuestro^  que  quedan 
suplantados  ]»or  tii¡in.  tv,  de  nox- 
oti-ox.  "  Anda,  vete  vos  para  tu 
casa;  Cómetelo  vos;  La  familia 
de  nosotros."  101  puelilo  nunca 
dice  miextro.  fuera  del  pan  nues- 
tro del  padrenuestro,  ni  vos,  ni 
os.  ni  iú^  ni  ti,  ni  eontigo,  ni  a  xí, 
ni  '•onsiíjo.  Véanse  Cox.iioacióx 
y  Lo.  "Como  las  conquistadores, 
dice  Cuen'o,  eran  en  -u  mayor 
))arlc  lie  im,ja  condición,  -e  trata- 
rían entre  sí  de  voh,  y  lo  mismo 
harían,  por  mirar.<c  como  más 
nobles,  con  In-  indios  y  mestizos, 
l'or  su  juirtc  era  también  tú  tra- 
tamiento de  igualdad  entre  el 
vulgo,  y  además,  de  conlianza, 
enti'f  amos  y  criados,  con  la  sin- 
gularidad, en  el  último  caso,  de 
que  lo-  primeros,  en  .señal  de 
eno.jo.  muilaban  el  tú  en  vos." 
No  tenemos  para  qué  e.studiar  el 
iiniiuiio    uso  del    r«x  v    del  tú  en 


vos 


VOT 


España,  que  ya  es  co.-a  anti- 
cuada; bástenos  conocer  el  uso 
moderno.  "Este  modo  de  hablar, 
enseña  el  Dice,  reHricuilusc  al 
rus,  que  tuvo  uso  general  en  lo 
antiguo,  empléase  hoy  todavía 
pai-a  dirigir  la  palabra  a  Dios  y  a 
los  santos  o  a  personas  de  nuicha 
autoridad,  y  también  en  ciertos 
documentos  oficiales,  como  asi- 
mismo en  la  poeíía  y  la  prosa 
elevada."'  l.o  que  debe  evitarse 
en  este  uso  es  la  mezcla  del  vos 
con  el  tú  o  los  pronombres  tuyo, 
ya,  y  viceversa,  del  tú  con  los 
pronombres  nuestro,  vuestro.  Es 
muy  frecuente  en  libros  y  escri- 
tos piadosos  empezar  tratando  a 
Dios  y  a  los  .•íantos  de  vos  y  se- 
guir después  con  tú  y' tuyo,  y  al 
revés,  empezar  con  tú  y  seguir 
con  vos  y  vuestro.  Aunque  más 
de  un  clásico  haya  dormitado  en 
esta  materia,  nadie  podrá  pro- 
ponei'lo  como  modelo,  porque  es 
contra  la  lógica  del  lenguaje. — 
í'ailta  en  el  Dice,  la  acep.  de  vos 
por  vosotros,  tras,  que  se  usó 
principalmente  en  poesía. 

VosE.\DOR,  R.v,  adj.  Aplícase 
:']  quL  tiene  co.4umbre  de  tratar 
de  vos  a  todo  el  mundo.  Debe 
admitir-e  ]i<)r  la  misma  razón 
que  el  siguiente. 

Vosear,  a.  Tratar  de  ros  a 
uno.  "En  breve  se  convirtió  en 
tigi'e  la  que  al  principio  pareció 
cordera.  ]'osf'"hie  sin  ocasicm  a 
cada  pa.-o.  hace  que  la  sirva  de 
rodilla.-..."  (Suárez  de  Figiie- 
roa,  Kl  Plisa jero,  alivio  II).  Con 
esta  autoridad  no  podrá  excusar- 
se el  Dice,  de  admitir  este  v.  En- 
'rc  nosotros  también  se  usa.  aun- 
(jue  muchas  vece^  se  reemp'laza 
]K)r  la  fr.    Echarse  al   hombro  a 


mil,.  h\  Dice,  de  Domínguez  trae 
roscar  y  vosearse  como  anticua- 
dos. Por  no  conocer  este  v.,  in- 
\iniü  el  P.  -\Iir  unavosar  que  a 
nadie  le  habría  ocurrido:  "Esto 
dice  15ello  en  su  dramática,  cap. 
-\lll.  b;il<!n!iíiii<lii  con  razón  el 
avosar  de  los  chilenos,  que  se  han 
vuelto  galicistas  a  medias,  con 
agi-avio  de  las  leyes  gramatica- 
les." (Prontuario,  art.  A'os).  Nó, 
Padre:  no  entendió  V.  II.  a  Bello 
ni  a  los  chilenos:  lo  que  repruel>a 
Bello  no  es  el  vos  galicano,  pues 
de  él  no  trata,  sino  el  antiguo 
vos  español,  malí  construido  por 
el  vulgo  chileno,  nó  ])or  lo-  chi- 
lenos en  general,  con  id  w  en 
.singular. 

VoTiVAR,  a.  Hacer  votiva  la 
misa  o  el  oHcio  del  día.  Es  v.  usa- 
do por  los  rul)riquistas  y  por  los 
edle-siástico.-',  bien  formado  y  dig- 
no de  admitirse;  pero  entiéndase 
por  misa  votiva,  nó  la  c^ue  define 
el  Dice,  sino  la  que  definmios 
nosotros  en  el  art.  Misa,  y  por 
oficio  votivo,  el  que  explica nms 
en  el  art.  Oficio. 

Votivero,  m.  En  la  Catedral 
de  Santiago,  d  canónigo  que  está 
de  ^-1  iiiinil/'i  (véase  asta  voz); 
]Hjv  ciunilo  del  e  cantar  las  .segun- 
da- nn.-as  que  caigan  en  la  .sema- 
na, que  por  lo  general  son  voti- 
vas. — Antevotivero  .se  llama  el 
que  debe  cantar  las  tercera.'^,  que 
rara  vez  las  hay. 

"\'oTo,  m.  Con  gran  verbo.-^idad 
impugna  el  P.  Mir  la  acep.  de 
"deseo"  que  da  el  Dice,  a  la  pa- 
labra, voto  y  dice  que  sólo  es  pro- 
pia de  latinos,  italianos  y  france- 
.-es  y  que  ningún  clá.-^ico  e*¡)añol 
la  usó.  Dando  por  .sentado  que 
así  .«ea.  /,no  podremos  los  moder- 


•10 


VOT 


VOT 


uos  extender  algo  inás  las  aceps. 
(•li'i.sica¿,  mayormente  cuando  te- 
nemos en  nuestro  favor  a  la  len- 
gua madre,  que  es  la  latina?  Si 
el  latín  clásico  y  el  ^litúrgico  de 
la  Iglesia  llaman  voUim  el  deseo 
íntimo  o  vivo  de  una  persona, 
porque  generalmente  ese  deseo  va 
acompañado  de  súplicas  o  rue- 
gi>s,  que  es  otra  acep.  de  votum, 
¿por  que  en  español  no  hemos 
de  darle  también  el  nombre  de 
votii  a  erie  deseo?  Así  lo  hace  Val- 
buena  en  su  Dice,  español-latino, 
donde  traduce:  "deseo  con  rue- 
ga-<,  votum:'  Tiüfes  son,  deseos 
con  ruegos  implícitos,  los  votos 
que  Se  hacen  en  los  brindis  y 
otros  discursos,  en  poesías,  chir- 
las, etc.  ''Pueblos  y  Estados  nue- 
vos [los  sudamericanos],  por  cu- 
ya prosjjcrjdad  y  grandeza  todo 
español  peninsular  ha^e  hoy  fer- 
vientes votos."  (Valera,  Curtas 
amcñcanos).  "Hace  votos  por 
que,  muriendo,  sea  constelación 
propicia  a  los  labradores..." 
"Votos  que  lia.ce  el  poeta  por  el 
reposo  y  prosperidad  de  im  país 
tan  largo  tiempo  y  con  tanta 
crueldad  agitado."'  (M.  A.  Caro, 
Obras  (h  Virgilio,  cstud.  i>rel.) 

IJile»  que  tan  bóIo  vu  voto 
La  .imistad  para  cWatiformii: 
¡Plefjuc  a  Dioe  que  nu  amen  nunca 
Las  que  aun  el  amor  ignuran! 

(Mariano  J.  de  Larra,  Recuerdos). 

Nf>  vemos  que  sesi  tanta  la  dife- 
rencia entre  estos  votos  y  los  que 
usaron  los  cl{isic<).s.  Quevedo  dijo: 
"Por  su  salud  hicieron  votos  y 
síicrificios  a  los  dioses"  (Marco 
Bruto) ;  "Hacer  votos  jxtr  Uv  sa- 
lud  do  otro"     (La  ProviíU'ncia, 


trat.  11);  Alejo  Venegas:  'i'or 
eso  se  llamaron  los  padres  supers- 
ticiosos, porque  hncian  mil  votos, 
plegarias  y  cerimonias  por  que 
les  quedasen  sus  hijos  swpérsütes 
después  de  .^las  días"  {Agonía, 
lista  final  de  vocablos,  Supersti- 
ción); Santa  Teresii:  "¡Oh,  quie- 
ra Su  Majestad  oír  y  responder  a 
nuestros  votos!"  (J'ida,  dedi- 
cat.)  ;  el  obispo  Balbuena: 

Ya  tu  rica  ciudad  cumple  luí  rotos. 
Que,  puesta  de  rodillas  en  la  playa, 
JJho  al  cielo  en  rescate  de  tu  vida. 

(.4  D.  /•>.  Gnrda  <k  Mendoza  y  Ziiñiffa). 

Todos  estos  votos  son  ruegos  o 
deprecaciones,  y  algunos,  simples 
deseos,  íntimos  o  vehementes  si 
se  quiere,  pero  que  no  piisíui  de 
deseos:  ¿qué  inctm veniente  hay 
entonc-es  pju'a  admitir  la  ai-ep. 
moderna?  Ninguna,  porque  es 
una  simpile  extensión  de  otra  ya 
reconocida,  y  con  el  aditamento 
de  ser  corriente  y  moliente  en  el 
latín  clásico  y  en  el  eclesiástico. 
No  temamos  pues  decir  con  Alar- 
cóu:  "¡Que  Dios  escuche  tus  vo- 
tos!" ni  con  Toreno:  "Arrasadas 
en  lágrimas  las  mejillas  de  mu- 
chos, dirigían  todos  al  cielo  fer- 
vorosos votos;"  ni  con  Wntura 
de  la  Vega: 

Que,  sordo  a  nuestros  rotos,  el  infante 
Se  partió  con  la  hueste; 

ni  con  Hret(')ii : 

Uit)S  hii  oído  tus  rotí  s  y  los  míos; 

aunque  el  I*.  Mir  haya  preten- 
dido píjuerle."  el  sambenito  de 
"o«'ritorcs  incorecto.s." 

X'oi'Ki.  m.    "Sarniirnhi  rcpcns 
R.  el  P.  IVxpieño  .subarbusto  que 


voz 


VUE 


trepa  por  los  troneos  y  ramas 
.miiesas  de  los  árboles  gi-andes, 
coa  hojas  redondas — ovaladas, 
muy  carnosas;  las  corolas  iieneu 
el  tubo  muy  veuti"udo,  encogido 
ant-es  del  limbo,  y  sólo  dos  estam- 
bres fértiles;  fruto,  una  cápsula." 
(Philippi,  que  lo  clasifica  en  la 
familia  de  las  gesneráceas) .  Lo 
mencionan  también  Lenz  y  Ca- 
vada.— El  nombre  ¡proviene  del 
araucano  fotridfotñd  o  fotrifotii. 
( P.  Augusta,  que  lo  llama  tam- 
l>ién  pinchafoki  y    wdckilw^chilj. 

Vox  PÓPi'Lij  VC'X  Dei,  loe-,  la- 
tina. Casi  todos  la  dicen  así,  en 
latín;  pero  el  Dice,  la  admite  en 
castellano  r^olamente:  "voz  del 
pueblo,  voz  del  cielo:  fr.  proveí-- 
bial  que  enseña  que  el  convenir 
connmmente  todos  en  una  espe- 
cie es  prueba  de  su  certidumbre."' 
Cuando  la  voz  del  pueblo  no  es 
io  que  debe  ser,  porque  la  fal- 
sean los  demagogos,  se  dice  en  el 
segundo  miembro:  voz  diáboli. 

Voz,  f.  He  anuncian  en  los 
diarios  "pianos  de  lindas  voces." 
Tales  voces  no  pueden  ser  sino 
Minidos,  soíK'.v,  iwias  o  en  singu- 
lar, sonido,  soiij  timbre. —  Voz  de 
In  conñencia,  loe.  fig. ;  el  remordi- 
miento. Falta  en  el  Dice. — Voz 
del  cielo^  loe.  fig. :  insipií-ación  o 
iitractivo  que  se  siente  hacia  el 
bien,  o,  al  contrario,  aversión  del 
mal.  Falta  también  en  el  Dice. — 
Voz  de  trueno,  loe.  fig. :  la  que  es 
jfuiy  recia  o  retumbante,  atrona- 
dora, estentórea.  Tampoco  la  co- 
nwe  el  Dice.- — Voz  media.  Así 
Maman  las  gramáticas  griegas  la 
forma  de  conjugación  en  que  el 
v.  se  usa  como  reflejo.  Y  tienen 
razón  para  llamarla  voz,  porque 
^n  griego  la  forma  refleja  no  se 


e.xpresa  con  un  simple  pronom- 
bre, como  en  español  y  en  otraa 
lenguas,  sino  con  una  conjuga- 
ción especial.  Por  eso  el  Dice,  de- 
Ije  aceptar  e¿.ta  expre-ión. 

Vroquiñ.  Véase  Trum. 

Vulchén.  Véase  Bochan,  en  el 
cuerpo  y  en  el  .'^ipl emento  del 
l.^t. 

\'iELo,  m.  Falta  la  acep.  pro- 
pia de  Aviación  o  Aeronáutica. — 
Véase  Volado.  No  se  confunda  el 
vuelo  con  el  faralá  o  farfala 
(adorno  compuesto  de  una  tira 
de  tafetán  o  de  otra  tela,  que 
rodea  las  basquinas  y  briales  o 
vestidos  y  enaguas  de  las  muje- 
res: está  plegado  y  cosido  por  la 
parte  superior,  y  suelto  o  al  aire 
13or  la  inferior.  También  se  lla- 
man así  los  adornos-  de  cortinas 
y  tapeten  puestos  en  la  misma 
disposición)  ni  con  cucharero  o 
cucharetero  (fleco  cpie  se  pone 
en  la  parte  inferior  de  las  ena^ 
guas). — A  vuelo  de  pájaro.  E.s 
la  loe.  IVancesa  .i  rol  d'oi^eoÁi. 
que  .significa  "en  línea  recta." 
No  debe  confundirse,  como  la 
confunden  algunos,  con  la  espa- 
ñola .1  vista  de  pájaro,  "con  que 
se  denota  que  se  ven  o  describen 
los  objetos  desde  im  punto  muy 
elevado  sobre  ellos."  Ésta  coiTes- 
ponde  a  la  francesa  .í  vu-"  d'oi- 
.seau.  Para  oti'os  A  vuelo  de  pá- 
jaro significa  a  la  ligera,  de  prisa. 
— Agarrar  vuelo,  fr.  chilena: 
tratándose  de  aves,  de^jilegar  to- 
do el  vuelo;  así  mismo,  de  come- 
tas o  volantines;  tratándose  de 
personas,  correr  con  toda  veloci- 
dad; fig.,  ir  adelantando  o  au- 
mentando mucho.  En  esta  acep. 
es  igual  a  la  ca-'^tcllana  Coger  o 
tomar    vuelo.    Torn-ar   la  corrida. 


712 


VUE 


VUE 


(lijo  la  Vble.  Agreda,  hablando 
de  ola.-=:  "Entumeciéronse  las  olas 
con  terribles  bramido?.  .  .y  f or- 
inando entre  ellas  unas  monta- 
ña-; de  espuma  y  de  agua,  que 
¡tarecía  tomaban  la  corrida  para 
quebrantar  te  cárceles  en  que 
están  encerradas.''  (Míxtica  Ciu- 
dad, 1.  VTII,  c.  V,  n."  4(36).  —A 
todo  vuelo:  dícese  del  saco  que 
c-stá  cuteramente  lleno,  aprove- 
chando toda  su  capacidad. 

ViELTA,  f.  No  s»»  confunda 
con  .solapa.  Tratándose  de  pren- 
das de  vestir,  viudfa  es  "adorno 
que  se  .sobrepone  al  puño  de  las 
camisas,  camisolas,  etc. ;  tela  so- 
In-epuesta  en  la  extremidad  de 
las  man.Uíte  u  otras  panes  de 
ciertas  prendas  de  vestir;  y  la 
xolupa  es  la  "parte  del  vestido, 
correspondiente  al  pecho,  y  que 
suele  ir  doblada  hacia  afuera  so- 
Vtre  la  misma  prenda  de  vestir. 
Inas  veces  sirve  para  abrigo  del 
pecho,  y  otras  meramente  de 
adorud." — Vuelta  de  a  caballo: 
(•tuda  con  caballo  y  todo.  Es  bien 
dicho,  porque  se  da  vuelta  o  el 
jinete,  o  por  lo  menos  la  silla. 
Haría  bien  el  Dice,  en  incluir 
esta  loe, —  Vuelta  de  carnero.  Asi 
llamamos  en  Chile  lo  que  el  Dice, 
denomina  trepa  (media  voltereta 
que  se  da  tendiéndose  boca  abajo, 
apoyando  la  coroniMa  en  el  suelo 
y  haciendo  pasar  el  cucipo  sobre 
i;lla  hasta  quedar  tendido  boca 
arriba),  ICs  ])arecida  a  lo  que 
hizo  Don  Quijote  en  Sierramore- 
na:  "y  luego,  sin  nuis  ni  más,  dio 
(los  Kí).i)atet<is  en  el  aire  y  dos 
tinnbas  la  cabeza  abajo  y  los  pie-s 
alto,"  ((¿uijot^.  p.  I,  c.  XXV,  al 
lin).  Kl  \hiestro  Correas  nonibra 
"la  vuelta  del  varn<ro,  ]ior  caída, 


y  dar  caída  y  baque  en  el  suelo" 
( ]'ocab..  pág.  Ó47  b) ;  lo  que  no 
es  igual  a  la  nuestra.  Triarte  la 
nombra  también  en  su  fál)ula 
\'T,  El  ?[ono  ;i  -el  Titiñtcn,. 

Empezó  }>oi  hacer  la  morU'cina: 
Doepue's  bailó  en  la  cuerda  a  la  arlequinu. 
Con  el  salto  mortal  y  la  camp.in»: 

Luego  el  despeñadero, 
La  espatarrada,  rucha f  tU  ca nuro. 
Y  al  fin  el  ejeicioio  a  la  prusiana. 

Espatarrado  e<  ahora  en  el  Dicr. 
despatarrada:  pero  las  viielta»  de 
camero,  si  no  son  las  mismas 
que  en  Chile  se  conocen,  no  sa- 
bemos cuáles  puedan  ser.  El  ga- 
llego llama  pindiccarneiro  la 
■'\  uelia  que  se  da  con  el  cuerpo, 
apoyando  la  cabeza  en  el  suelo,"' 
así  como  pinchegato  es  la  "vuelta 
que  se  da  con  el  cuerpo,  de  merlio 
lado,  apoyando  las  manos  en  el 
.-uelo,"'  (Cuveiro  Pinol,  Dice, 
gallego).  En  sentido  lig,  y  íam, 
llamamos  vuelta  de  carnero  la 
caída  de  un  puesto,  estado  o  si- 
luaci(Mi  más  o  menas  elevados, — 
Vuelta  de  mano.  Véase  .M,\n'o, 
al  tín,  Ténga.se  tiunbiéu  pre- 
.sente  el  ni,  adv,  fig,  y  fam,  .1 
torna  punta  (mutua  o  recíi>roca- 
inente). — Vuelta  del  perro, 
V('a.se  el  art,  Pkkko,  El  equiva- 
lente castizo  es  I'o/ivc  de  vacio 
uno:  "volver  de  una  parte  sin 
haber  conseguido  lo  que  preten- 
día,"— Cuando  él  va  de  ida,  tjo 
vengo  de  vuelta,  o  vicevei-Sii,  o 
cambiando  las  personas  de  los 
verbos.  Es  fr,  fig.  y  fiun.  que  sig- 
nifica ser  uno  muy  listo  o  des- 
pierto de  inteligencia,  comparado 
con  otro  que  es  muy  tardo.  No 
se  halla  en  el  Dice,  esta  fr.,  a 
pesar  de  leei^se  en   La  Celestiiw 


VUE 


VUE 


713 


(acto  III) :  '■Cuando  pen.-aba 
que  no  era  ilegada,  era  de  vuel- 
ta," en  el  mismo  sentido.—  Dar 
vuelta  a  uno,  tV.  ñix.  que  .significa 
!(_!  iiii.<iiio  que  voltear,  acep.  fig. — 
Darse  vuelta  uno,  fr.  fig.:  mudar 
de  parecer  o  de  voluntad,  como 
la  fr.  castiza  Dar  uno  una  iuelta. 
También  .significa  entre  nosotros 
!o  mismo  que  abrirse  o  rajarse, 
esto  es,  costear  o  regalar,  por  ale- 
gría, buen  humor  o  amistad, 
una  cosa  de  comer  o  de  beber, 
para  tomarla  en  compañía  de  otro 
u  otros.  "Me  di  vuelta  con  mía 
gallina.'"  La  explicación  c-  por- 
que para  ha<-er  estos  gastos  se  da 
vuelta  a  los  bolsillos. — De 
vuelta  y  de  parada.  Para  el  sen- 
tido propio,  véanse  Biey  y  Pa- 
fi.VDA.  Pericón,  na^  adj.  y  s., 
■"aplícase  al  caballo  o  nuda  (jue 
en  el  tiro  hace  a  todos  lo-  pues- 
tos." En  sentido  fig.  y  fam..  Ser 
una  persona  de  vuelta  y  de  pa- 
rada es  Ser  dr  monte  y  ribera 
(ser  para  todo).  Ser  lo  mismo 
para  im  fregado  que  para  iin 
barrido  (ser  materia  di.sjniesta 
jiara  todo,  o  para  co.sa'^  contrarias, 
como  lo  sagrado  }'  lo  profano,  lo 
serio  y  lo  jocoso,  etc.).  Ser  de  s-i- 
lla  y  albarda  (.ser  para  todo.  Te- 
soro de  Covariiibias) . — No  hay 
que  darle  vuelta  (díga.^e  en  pl., 
vueltas) :  "e.xpr.  fig.  y  fam.  que 
.«e  emplea  para  afirmar  que,  por 
más  que  se  examine  o  con.<idere 
una  cosa  en  diversos  conceptos, 
.*ienipre  r^ultará  ser  la  misma, 
o  no  tener  sino  un  remedio  o 
solución." — No  tener  vuelta  uim 
cosa:  ".ser  incontestable."  Falta 
el  complemento  de  hoja  (vuelta, 
df  hoja). —  Vestido  dado  vuelta. 
Véase    ViR.\í{.    4."  accji.  chilen.n 


1mi  buen  ca.-tellano  es  vr^fido 
volteado;  jjero,  si  se  quiere  usar 
la  fr.  Dar  vuelta,  hay  que  dec-ir 
Vestido  dado  vueltu,  chaqueta 
dada  vuelta.  ¿Son  propios  y  co- 
rrectos estos  giros?  Caro,  en  eu 
Tratado  del  participio  (c.  VIII), 
reunió  alguno.s  textos  castellano.s, 
todos  de  poetas,  en  que  aparece 
el  partici])io  pasivo  con  acusativo. 
Véanse  algunos: 

Gritando  va  el  caballero. 
Publicandp  su  grand  mal. 
l'esttdo  ropas  de  luto. 
Aforradas  en  sayal. 

(Don  Juan  Jlanuel). 

Los  alemanes 
El^rieio  citfllii  alados. 

(Garcilasol. 

¿Y  entilo  al  yugo  ufados 
Los  bueyes  van  rompiendo  los  sembrados. 

(Fr.  Luis  de  León). 

Estuve  en  el  tapet<-,  ya  eiil regado 
Al  agudo  cuchillo  la  garganta. 

(Eralla). 

Conmado 
De  pa'mpanos  las  sienes. 

(Melendez  Valde's). 

La  poesía,  que  admite  raras  y 
grandes  transpo-siciones,  enérgi- 
cas elipsis  y  otros  giros  suma- 
mente concisos,  no  repugna  es- 
to.'S  modismos,  antes  bien  los  bus- 
ca o  los  forma,  como  nue^^os  y 
elegante-*;  pero  no  a.<í  la  prosa, 
y  especialmente  la  llana  y  fami- 
liar: el  acu.sativo  que  a<lmite  ésta 
con  participio  pasivo  es  algo  dis- 
tinto del  poético  que  hemos  ci- 
tado. Véanse  algunos  casos: 
"Acompañaban  e.«te  concierto 
músico  Píndaro,  Horacio,  Catido^ 


714 


VÜE 


VUE 


Petrarca ....  calzados  el  pie  de- 
recho Clin  un  coturno  vistoso  y 
grave."  (Diego  de  Saavedra  y 
P^ajardo,  República,  literaria). 
Este  acusativo  es  igual  a  los  poé- 
ticos y  distinto  de  estos  tres  de 
Cenantes  en  el  Quijote:  "Los 
muslos  cubrían  unos  calzones  al 
parecer  de  terciopelo  leonado, 
mas  tan  hechos  pedazos,  que  por 
nnichiis  partes  se  le  de.-cul>rían 
las  carnes."  (P.  L  c.  XXIII). 
"Paréceme  que  los  veo  andar  por 
el  Tobotío  hechos  unos  bausan-es." 
(P.  II,  c.  XI).  "En  menos  de 
dos  credos  dio  con  todo  el  reta- 
blo en  el  suelo,  hechas  pedazos  y 
desmenuzadas  todas  sus  jarcias  y 
figura.s."  (P.  II,  c.  XXVI).  El 
mismo  uso  admite  el  v.  hacer 
con  todos  los  acusativos  con  que 
forma  fra.ses:  liccho  añicos,  he- 
cho trizas,  hecho  una  ciíba,  un 
cu^ro,  tin  odre,  un  demonio,  un 
Satanás.  En  Chile  decimos  tam- 
bién: "Se  fué  callado  In  boca; 
S<il>r-t'>tlo  o  traj)  dudo  vuelta; 
Agua  quitada  el  hielo."  (íramati- 
calmente  se  explica  el  aclisativo 
de  estas  da-;  maneras:  recono- 
ciéndole al  participio  significado 
activo,  como  lo  tienen  los  de  los 
verbos  <leponentes  latinos,  o  con- 
.siderando  el  acusativo  como  parte 
integrante  e  in.-íe.paral>le  tlcl  v.  a 
que  pertenece  el  participio,  como 
si  formaran  ambos  una  palabra 
c<M  «puesta.  Así,  hacer-peñazos, 
dar-vncUa.  callar-hi-boca,  sc  pue- 
den conjugar  en  UkIos  los  tiem- 
f>os  con  su  acusativo  a  cuestas, 
como  se  conjugan  los  verbos  re- 
flexivos con  su  pronomlire,  y  en- 
tonces no  hay  inconveniente  pa- 
ra qíie  el  a<'Usativo  siga  también 
en  el  participio.  .\.>-t  explican  bis 


gramáticas  latinas  el  acusativo 
de  cosa  que  llevan  en  pasiva  los 
verbos  que  en  activa  rigen  dos 
acusativo.-^.  "Pueri  docentvr 
grammaticam-  a  me."  Para  con- 
vencerse de  que  no  se  puede  pro- 
digar ni  generalizar  este  giro,  vé- 
a.'^e  cuánto  disuena  el  acusativo 
en  estos  otros  casos:  "El  ministro, 
hecho  cargo  del  gol>ierno,  se  pre- 
sentó al  senado;  Estando  la  caba- 
¡lem  hecha  alto  para  acometer: 
¿Le  .<ino  agua  quitada  el  hielo?" 
1*^1  .segundo  ejemplo  es  del  clásico 
Don  Carlas  Colonia ;  jjero,  así  y 
todo,  nadie  lo  ])a.<ará.  lista  cons- 
trucción de  participio  pasivo  con 
acusativo  es  propia  del  griego,  y 
de  él  la  tomó  el  latín,  jwro  como 
exceix-ión  y  casi  i-estringida  a  la 
poesía:  de  ambas  lenguas  parece 
que  la  heredó  la  castellana.  i>ero 
asándola  principalmente  en  poe- 
sía, y  con  mucha  pai"simonia  en 
prosa.  No  se  confunda  esta  cons- 
trucción con  el  ablativo  aV)soluto 
(cláusula  al>soluta,  que  dice  Be- 
llo) ;  ix)rque  en  éste  concuerda  el 
participio  con  el  susUrntivo,  aun- 
que en  algunos  casos  se  antcjion- 
ga  é.<te.  "¿Quién  te  trajo  luusta 
ponerte  en  un  patíbulo,  las  ma- 
nes en<-lavadas.  el  costado  parti- 
do, los  miembros  desco¡iunlados. 
las  venas  agotadas,  los  labios  se- 
cos, y  todo,  finalmente,  despedii- 
zttd/)f'  (Granada).  La  mejor 
prueba  <le  que  estos  acusiítivos  no 
.<on  el  término  de  la  acción  fiel 
v.,  es  la  conversión  de  la  oración 
en  pasiva.  Ilicr  pedazos  mi  som- 
brero, es  en  ¡visiva:  .1/í  sombrero 
fué  Jiecho  jxdazos  por  mi:  <londo 
se  ve  que  el  m-u.'íativo  pedazos  so 
rejiite,  como  si  fuera  inseparable 
del    V.    Por  cí^ta  ini-^ma  razón,  es 


VUL 


VUL 


'15 


decir,  porque  este  acusativo  no  e.s 
termino  de  la  acción  del  v.,  no  íe 
puede  volver  en  pasiva  la  oración 
Pedro  paró  mientes  en-  lo  que  di- 
jo Juan;  y.  si  se  adopta  la  forma 
im^personalj  hay  que  decir  Se  pa- 
ró mi'-nfi^f:,  y  nunca  Se  pararon 
mientes.  Parar  mienten  es  cuno 
un  solo  V.,  a  la  manera  de  hacer 
pedazos,  h-acer  añicos,  hacer  tri- 
zas, dar  vuelta,  callar  ki  buca.  Aú 
también  Dar  oídos,  Dársel-e  a 
tmo  tre-f  pitos^  Poner  manos  a  la 
obra,  no  se  pueden  volver  en  pa- 
siva sino  en  forma  impersonal: 
Se  da  oídos  al  enemigo^  No  se  me 
d'i  de  esto  tres  pifos.  Se  pvso  ma- 
ní is  (i  la  obra. 

Vuelto,  ni.  Chilenismo  antiguo 
y  general  en  vez  de  vuelta,  (so- 
brante que  el  vendedor  devuelve 
al  coiiiprador  que  ha  entregado 
cantidad  superior  al  precio).  Eu 
t^olonibia  dicen   las  vueltas. 

j  Vuelto!  Ínter j.  Díga.-;e  /vuel- 
ta! •'Interj.  fam.  que  se  emplea 
pai'a  reprobar  con  enfado  la  olis- 
tinación  o  terquedad  (lo  mismo 
que  ¿dale!)  Ú.  t.  para  mandar  a 
uno  que  vuelva  una  cosa  hacia 
alguna  parte.  Ú.  con  las  preposi- 
ciones a  o  cor)  en  frases  admirati- 
vas para  indicar  que  uno  da  eu 
repetir  con  impertinencia  algún 
acto." 

/Vuelto,  ta,  adj..  part.  de  vol' 
ver.  Véanse  Foja  y  Folios. 

ViLíAN'izAriÓN",  f.  Acción  o 
efe<'to  de  vulcanizar.  Hace  falta 
en  el  Dice. 

Vi'LCAMZAiMíR,  rn.  Aparato, 
en  forma  de  liornillo  metálico, 
para  vulcanizar.  Falta  también 
en  el  Dice.  Otros  lo  híicen  f.  (vul- 
f-anizadora),  suVjentendiendo  má- 


quina.— ^El  que  vulcaniza  o  di- 
rige la  operación  de  vulcaniau'. 

Vulcanizar,  a.  "CombiniU* 
azufre  con  la  goma  elástica  para 
que  ésta  conserve  su  elasticidad 
en  frío  y  en  caliente."  Así  el 
Dice,  olvidando  que  también  se 
vulcanizitn  muchas  otras  mate- 
rias. 

A'iLCANO-,  m.  Poéticamente!,  el 
fuego.  Así  como  Marte,  dios  de 
la  guerra,  se  usa  por  guerra; 
Neptuno,  dios  del  mar,  por  mar; 
Venus,  diosa  de  la  hennosura, 
por  mujer  muy  hermosa,  etc., 
etc.,  así  Vulcano  debe  admitirse 
con  el  significado  poético  de 
"fuego:" 

Cual  suele  en  el  ardiente  y  seco  estío 
En  día  ventoso  echar  a  una  ancha  selva 
Algún  pastor  de  trecho  a  trecho  fuego. 
Que  súbito  esforzado  con  el  viento, 
Va  un  escuadión  horrible  de  ^'ulcano 
Por  los  campos  anchísimos  tendie'ndose... 

(Hernández  de  Velasco,  Ent'ula,  1.  XI. 

A  muchos  el   Vu  lauo  ardiente  abrasa. 
(El  Pinciano.  FA  rdaijo.  1.  VI). 

Ni  tantas  vidas  quite  el  cruel  Vidcanu. 

(Juan  de  la  Cueva,  Conquista  de  la  BHica, 
1.  XXIII). 

"Éstos  iban  por  la  calle  como  alj- 
sortos  y  asustados,  haciendo  de  su 
corazón  Vulcano  y  de  .■^u  frente 
cielo,  y  de  sus  ojos  rayos,  con  que 
abríisar  mi  casa  y  mi  persona." 
(La  Pícara  Justina,  1.  IV,  c. 
III).  Definiendo  el  Dice,  el  adj. 
rulcamo^  nia,  dice:  "Pertene- 
ciente a  Vulcano,  o  al  fuego:" 
Clin  lo  cual  reconoce  el  significa- 
do fig.  de  Vulcano.  Debe  pues 
admitirlo  en  art.  aparte. 


71G 


VUL 


VUT 


Vulgaridad,  t'.  Persona  vulgai", 
ijue  lio  subresiile  en  ninsíún  sen- 
tido. \'éase  Celebridad.  El  Dice, 
que  iidiiiitió  a  nulidad  eu  acet'. 
|iarec-ida.  uo  se  ha  atrevido  con 
vulgaridad;  niá.s  vale  a.-^í.  "I-a 
.-eiiunda  alegría  es  el  gozo  admi- 
rable que  tengo  de  ver  que  saben 
ellos  que  soy,  en  esta  universi- 
dad y  en  todas  las  de  España,  el 
doctor  más  rico,  el  más  famoso, 
el  más  libre,  el  más  extravagan- 
te, el  más  requebrado  de  las  pri- 
meras jerarquías  y  vulgaridades 
de  este  siglo."  (Torres  Mllarrucl. 
Vida,  trozo  V).  Este  autor  no  es 
del  período  clá.sico,  sino  del  siglo 
X VIH,  que  fué  el  menos  clásico : 
por  eso  su  autoridad  no  infunde 
respeto.  Pereda  y  otros  modernos 
han  caído  también  en  la  vulgañ- 
(iad  de  personificar  este   vocablo. 

^^l■LG.\RISMC,  m.  Dicho  o  lia- 
se vulgar.  Así  lo  admitió  el  Dice. 
de.-«le  la  13."  edición  .<olament-e. 

Vllgariz.\cióx.  f.  Acción  o 
efecto  de  vulgarizar.  Admitido 
desde   la  14."    edición    del    Dice. 

A'^l  .LG.\RIZ.\DOR.     R.\.     111.     V       f. 


Persona  que  vulgariza.  También 
>e  aplica  U  cosa.  "La  prensa  dia- 
ria es  la  mejor  vidgañzudora  de 
ciertas  ideas."  Ú.  t.  c.  adj. — Falta 
este  vocablo  en  el  Dice. 

Vulto,  ni.  Anticuado,  rostro  o 
cara. —  Huir  el  vulto  es  Huir 
((/iiiirdar  o  escurrir)  <l  bulto: 
"eludir  o  esquivar  un  riesgo  o 
compromiso." —  Santo  de  vulto. 
Véase  Bulto. — Vulto  viene  del 
latín  vultus,  rastro,  y  bulto,  del 
latín  rolutiini^  revuelto. 

Vuño,  ña,  adj.  En  Chiloé,  po- 
drido. Se  aplica  a  la  papa  cuando 
está  dañada  o  ¡xKlrida. — Llánuxse 
también  así  una  mazamorra  o 
mermelada  hecha  de  papas  JX)- 
(Irida-.  Del  araucano  vuü^.  cosa 
píxlriila.  Vnñu  poüi.  papas  ]X)- 
dridas  de  propósito  para  comer- 
las.  (Cavada). 

Vutamacho,  ni.  l'.ii  Oliiloé,  el 
imbunche.  Véase  esta  voz. — Del 
araucano  cuto,  grande,  y  el  oas- 
ullaud  iñiu-ho.  (Cavada). 

Vuti  (Hacer).  En  Chiloé, 
.-cutir  el  cuerpo  flojo  y  desma- 
vado.  (Cavada). 


w 


WA 


W. —  ]'e  doblí'  o  n  vcdmia,  la 
Huilla  el  Dice,  no  doble  u,  como 
dicen  aquí.  "En  realidad,  dice  la 
Gramática  de  la  Academia,  no 
pertenece  al  alfabeto  castellano. 
Empléase  únicamente  en  nom- 
bres góticos,  que  también  se  es- 
criben con  V,  como  Wamba  o 
Vo.mixi,  Witiza  o  Vitiza^  y  en 
nombre-  extranjeros.  En  la?  vo- 
ces alemanas  suena  como  v  sen- 
cilla labiodentiil :  en  las  inglesa.-^ 
como  n." — Personas  que  no 
aman  el  castellano  como  lengua 
propia  han  querido  introducir 
en  Ciiile  la  práctica  de  escriliir 
con  ir  los  .sonidos  >mi.  ue,  ui,  del 
araucano;  lo  que  no  ])odemos 
aceptar,  porque,  si  esta  lengua 
vive  en  medio  de  la  nuestra  y  en 
tan  íntimo  consorcio,  que  mu- 
tuamente se  toman  entre  sí  ]m 
voces,  es  bVjñco  que  la  escribamos 


con  la  ortografía  española,  que 
es  de  las  más  fonéticas,  y  nó  con 
la  alemana  o  inglesa,  aunque 
alemán  o  inglés  sea  el  autor  de 
alguna  gramática  o  diccionario 
araucanos. 

^^^VG.vERI.\^'o,  x.v,  adj.  Parti- 
dario de  Ricardo  Wágner  o  de  su 
sistema.  Ú.  t.  c.  s.- — Perteneciente 
a  este  célebre  compositor  o  a  su 
sistema  mu-sical.  Es  voz  digna  de 
admitir.-e.  Recuérdese  que  esta 
ir  fie  i>ronuncia  en  este  nomlire 
y  sus  derivados  como  v. 

W.VGXERISMO,  m.  Sistema  mu- 
sical de  Ricardo  Wágner,  célebre 
compositor  alemán.  Es  voz  digna 
de  admitirse. 

Wagxerista,  com.  Véase 
Wagxkriaxo,  1.^  acep.  í>s  voz 
admisible. 

Wagón,  m.  Vagón  ^  aunque 
venga    del     inglés   iivf/on.     "Ca^ 


-18 


WAL 


WIC 


iTuaje  de  viajeros  o  de  uiercan- 
c-ías  y  equipajes,  en  las  feíro- 
("iriilu.-." 

Waldense,  adj.  ]'aldetuse:  '"sef- 
tario  de  Pedro  de  A'aldo,  hcre- 
siarca  franc4<  del  siglo  XII, 
í-egúii  el  cual  todo  lego  que  prac- 
ticase voluntariauíente  la  po- 
breza ludria  ejecer  las  funciones 
del  sacerdocio.  Ú.  t.  c.  s.  1 1  Per- 
teaec'iente  a  esta  secta." 

Waldo,  n.  pr.  ni.  ¿Qué  .ganan 
los  ('baldos  escribiendo  su  nom- 
bre con  w,  a  la  extranjera? 
I'haldu  se  dijo  siempre  en  latín 
y  en  castellano,  y  así  también 
Dante. 

Entre  Tuiíino  e  l'acqiw  che  discemle 
Del  dille  eletto  (1;í1  bent/i   Vhaldo. 

(/'iiradho.c.  XI). 

W.vLKiiK,  apellido.  Aquí  lo 
l)rüuunciamos  HÓkar;  pero  el 
l)icc.  inglés  de  Cuy;'us  eiuseña 
aólocr.  Wnlhcr  .^ignitica  pase- 
unte,  caminante. 

Walón,  na,  adj.  Así  dicen  los 
que  lo  loman  del  francés;  en 
español  es  valón,  im:  "natural 
del  territorio  comprendido  entre 
el  líscalda  y  el  Lys.  U.  t.  c.  .s.  ¡  | 
Perteneciente  a  él.  |  ¡  m.  Idioma 
lialilado  por  los  valones,  que  es 
un  dialecto  del  antiguo  francés." 
(Mejor,  frann'x  antigivc). 

Walquiria,  f.  ]'aUjvina:  "'cii- 
(1:1  1111:1  lie  ciertas  divinidada-*  de 
la  mitología  escandinava  que  en 
los  comliates  designaban  los  lié- 
voes  que  habían  de  morir,  y  lue- 
gi)  en  el  cielo  les  .servían  de  o.-^ 
canciadara.-<." 

Wals,  m. — Walsar,  n.  \'é;i.se 
\"ai.si.;. 

Walterio,  11.  pr.  111.  Dígase 
dimití  rii,.  Va\    mi  catálogo  de  li- 


bros e.spañoles  leemos  "Precoci- 
dad por  Gindteiio  M.  Seco.  Ma- 
drid. 1911."  Es  nombre  del  an- 
tiguo alto  alemán  ( Walthañ,  de 
iridf^  dominador,  y  han,  ejér- 
cito), que  pasó  al  castellano  mu- 
dando la  segunda  a  en  ie.  (Mc- 
iiiomis  de  la  Academia,  t.  V, 
pág.  .5;39).  En  autores  esjjañoles 
antiguos  hallamos  las  formas 
Valtero,  Gaitero,  Galterio  y 
Gualtero. 

Water-closet,  ^i^runúnciese 
nútoir  clóiíit).  Letrina,  retrete. 
\'éa~e  l'.X(  rs.MMi  y  dejém.inos  de 
anglicismos. 

W.vTKRLOo.  n.  pr.  Waterlú 
pi-onuncian  muchos,  tomándolo 
¡lor  nombre  inglés.  Sépase  que  es 
Ijelga,  porque  es  aldea  del  Bra- 
liantc:  debe  inies  pronunciarse 
como  se  escribe. 

Wkxceslao.  n.  pr.  m.  \'éase 
Venceslao. 

A\'i>Ti-Ai,i.\xu.  NA,  adj.  Na- 
tural de  \'e.-lfalia.  Ú.  t.  c.  s.  ¡¡ 
Perteneciente  a  esta  ciudad  de 
Alemania,  célebre  por  el  tratado 
lirmado  en  ella  que  puso  (iu  a 
la  guerra  de  los  treinta  años. 
]'r>itfuliani).  escribe  el  Ditr.  en 
,-u  respectivo  lugar;  i»ero  en  el 
artículo  que  dedica  a  la  letra  V 
iiutoriza  para  escribir  también 
iirMfidianí). 

WicijCKis.Mo.  m.  Herejía  de 
•luán  de  Wiclef,  here.^iarca  inglés 
del  siglo  XiV;  consistía  en  afir- 
mar que  la  Iglesia  Koniana  no  es 
-npeiior  a  las  demás  Iglesias, 
que  el  clero  y  los  monjes  no  pue- 
den po.seor  ningém  bien  temporal 
y  que,  si  viven  mal,  }>ierden  todas 
sus  fiu;ulta<k's  espirituales.— Es 
indispensalile  admitir  e.-rt<.'  voca- 
lilo  y  el  siguiente. 


WIS 


WIT 


719 


WiiLKKisTA,  coin.  Set-uaz  o 
liartidario  de  Wk-lef. — Adj.,  dí- 
cese  de  su  licrejía  o  falsa  doc- 
trina. 

Wilebaldo,  ii.  pr.  m.  M'ili- 
linldo.  foiifornie  al  latín  iri7/¡- 
lialdus  que  trae  el  Martirologio. 

Wiskey  o  wisky,  m.  Licor  de 
cebada  y  avena  fenuentadas  y 
que  contiene  de  un  60  a  75,^  de 
alcohol.  E.s  voz  inglesa  que  se 
jtronuncia  juiski^  pero  nosotro? 
décimo.?  uiiki,  como  los  france- 
.-^es.  Es  abrevia(;ión  de  mquebac, 
o,  como  lo  escribe  Walter  Scott, 
nsquebcMgh^  corrupción  inglesa 
del  irlandés    itisce,   agua,    y  hen- 


tliü,  feliz:  aguardiente  o  agua  de 
la  vida,  como  dicen  los  franceses. 
— Es  urgente  castellanizar  este 
\  (icalilo,  pues  se  conoce  y  usa  en 
lodo  el  mundo,  y  ya  el  licor  se 
fabricará  también  en  muchas 
partes.  Xo  vemos  inconveniente 
para  que  se  escriba  huisqui. 

WiTiz.v,  n.  pr.  m.  Witiza  o 
Vitiza.  autoriza  la  Gramát.  de  la 
.\carleinia.  lín  las  obras  de  Ge- 
rardo Lobo  hallamos  Ubitiza, 
que  es  salii'se  de  todo  lo  cono- 
cido. 

Pensará  que  en  tu  ceño  se  efcinún 
£1  saciílegu  tiempo  do  Ubilirt. 
(/,.'  ¡-  ■niiiñsfn  lie  Oran. O':-.  Lili. 


******************* 


^  S}¿  .;'-  í}í  jfí  -1% 
V  *  *-  $í  V   #  »  « 


.  ÍK  >ic  í.s:  :?j^  jc-  •^- 


X.  líi'cio.s  emliales  lia  suíridn 
y  .sifiíio  todavía  sufriendo  esta 
letra  de  parte  de  los  i>rtósraí'o- 
reformistas,  que  quieren  o  linii- 
tíir  mucho  su  uso  o  supriiun'la 
del  todo.  ¿Qué  sería  de  la  lengua 
española,  si  cada  nación  o  pro- 
vincia pusiera  manos  en  su  orto- 
grafía? Si  Chile,  pongamos  por 
caso,  le  suprime  la  x  y  limita  el 
uso  de  la  (j^  y  la  Argentina  -u- 
primiera  la  //,  y  otra  nación  la  z, 
y  otra  la  /*,  ¿en  qué  quedaría 
convertido  este  manto  legio  con 
que  -(■  pre-enta  ornada  la  más 
rica  y  armoniosa  de  todas  las  len- 
guas? Querlaría  hwho  jirones,  y 
así  no  la  conoceríamos  ni  aun  los 
mismos  que  la  hahlamo.-.  f.as 
lenguas,  a  semejanza  de  las  fa- 
milias y  de  las  sociedades,  tienen 
tradiciones    que    re-xpctjw    y    he- 


rencia- que  guardar,  y  no  es 
hnnrf)so  dejar  que  los  vándalos, 
(pie  lo~  hay  en  todo,  entren  a 
-acó  en  ella:^.  Para  evitar  pues  la 
exageración  en  las  reformas  y  la 
desunión  y  confusión  que  se  pro- 
duciría en  la  lengua,  convendría 
que  todo  proyecto  de  reforma  se 
sometiera  a  la  Real  Acr.dcmia 
I'spañi)l:i.  (pie  es  la  autoiidad  de 
Illa-  pi-su  cii  c-ta  materia.  Si  ella 
lo  a]>ruelia,  será  aceptado  en  d 
.\nliguo  y  en  el  Nuevo  Mundo; 
.-i  II. I  lii  apruelia,  somctamus 
iMR-tm  juicio,  creyendo  (¡uc  n<i 
(-  conveniente.  \'(tlviendo  a  la  x. 
recordemos  que  antiguamente 
sonó  tn  ICspaña  como  la  rh  fran- 
cesa y  de-^pués  como  la  jota  «le 
hoy:  aquel  sonido  d&sjiparecir) 
enteramente  y  sólo  lo  <-on.serva 
(11    i'atalán    ven    ualleg":    i'l    de 


joUi  lu  conservó  hiisUi  hace  pot-os 
año,-,  y  por  a-o  todavía  pronun- 
ciamos anejo,  ortodojo,  hétero- 
dojo.  ( l'.l  primero  c-on.-ta  en  el 
Dic-c,  i>ero  nó  lív^  otros  dos). 
\'óiL-^e  Práxedes,  que  también  se 
pirón  uncia  y  escribe  Prájeden. — 
El  vulgo  chileno  no  pronuncia  la 
x  en  ningún  caso:  algunas  ve<'es 
la  suprime  (ecelente,  ecesivo, 
como  decía  taníbién  Sta.  Tere- 
sa) ;  cuando  está  entre  dos  voca- 
les la  convierte  en  x  (ausilio, 
esigencia,  esauto  por  r.racto ),  y 
y  otras  veces  uv  o  va  (Máusimo, 
Mausimiano,  ausioma,  refleu- 
ción,  refleucionar).  Examen,  y 
t.i-uuiiuar  son  para  el  eusamen, 
eusaminar  o  insamen,  insa- 
minar,  ¡samen,  disaminar, 
-\ntes  de  consonante  es  también 
.v-.sesto,  escusa,  pretesto.esperien- 
cia,  estraño,  Sisto,  Calisto.  (Lope 
de  \  ega  aconsonantó  Calixto  con 
ritto:  lo  que  prueba  que  esa  x 
sonaba  para  él  como  s).  Los  seu- 
docultos  dicen  Exequiel,  Exe- 
quias, exétera.  El  castellano 
conxirtió  también  nuichas  cíjuíx 
latinas  en  ''xes:  tóxica  m 
dio  tósigo,  tosigar,  atosigar 
y  tosigoso  (tóxico  y  toxicar,  in-fo- 
xicar,  intoxicación,  son  voces 
cultas  y  modernas) ;  Xystus  dio 
Sixto;  anxius,  anxiarc,  anxiosug, 
anxictas,  dieron  a.nsia^  a.n-ñar, 
ansioxo,  (inífiediaJ :  cxsccvtas  dio 
antiguamente  esecutar,  secutar, 
secutivo,  hoy  tjrcutür,  ejecutivo; 
taxii  y  laxare  dieron  tasa  y  tasar ^ 
tasación,  tasador:  dexter,  ra, 
rum-,  diestro,  tiv.^Eczenia,  ad- 
mitido ya  en  el  Dice,  se  esc'ribe 
a-'í  por  su  itiiiiología  griega. 
Taxímetro,  como  dicen  nmchos 
(véase   en    su    lugar),    os    faija!- 

Dicc.    de  Cliil.,  t.  V. 


metro). — Ex  y  sus  compuestos. 
Véase  Ex.  "Cuando  la  x  va  de- 
piles de  una  vocal  y  antes  de 
una  consonante,  como  en  e.vpli- 
car,  ■e.ttraño,  suelen  algunos  con- 
vertirla en  s,  escribiendo  esplicar, 
estraño.  La  .Vcademia  condena 
este  abuso,  con  el  cual,  sin  nece- 
sidad ni  utilidad,  se  infringe  la 
ley  etimológica,  se  priva  a  la  len- 
gua de  armonioso  y  grato  sonido, 
de.svirtuándola  y  afeminándola. 
y  se  da  ocasión  a  que  se  confun- 
dan palabras  distintas,  como  los 
verbos  ■expiar  y  espiar,  que  sig- 
nifican cosas  muy  diversas." 
(Gramát.  de  la  Acad.)  No  sabe- 
mos cómo  diferenciarían,  los  que 
pretenden  suprimir  la  x,  &  extá- 
tica de  estática,  texto  y  testo, 
contexto  y  contento,  excita  \  es- 
cita, exconde  y  esconde,  etc. — 
"No  es  vicio  menos  vitui:ijerable, 
prosigue  la  citada  obra,  el  de 
cambiar  la  x  por  las  dos  letras 
ex.  cuando  la  x  se  halla  entre  dos 
w cales;  V.  gr. :acsioma,  ecsamen, 
en  lugar  de  a.xioma,  ejcauíen.  Los 
(pie  tal  hacen  pecan  tandiién 
contra  la  etimología  .v  leyes  eu- 
fónicas de  nuestra  lengua,  y  con- 
travienen además  a  uno  de  los 
jirincipios  racionales  de  toda  bue- 
na e~^ciitura.  cual  es  el  de  excu- 
sar, en  cuanto  sea  piosible,  el  uso 
de  signos  iuútil&s."  Pero  lo  i>eor 
es  que  se  fundan  en  un  principio 
falso,  dando  por  cierto  que  la  x 
es  igual  a  es  o  ce.  Algo  se  pare- 
cen, pero  la  buena  pronunciación 
.\-  el  buen  oído  las  distinguen  sin 
lugar  a  duda:  la  x,  como  que  es 
una  -ola  letra,  se  pronuncia  en 
nn  solo  tiempo  y  siniendo  como 
de  lazo  c)  vínculo  entre  las  das 
vocales:    cxínaen.  cxiuiir.   cxoiw- 

■16 


XI 


lüc;  y  es  ü  ce  se  pronuncian  en 
dos  tiempos  y  con  sonidos  cor- 
tad(ts.  porque  fadü  letra  se  ar- 
tioula  c-on  distinta  vocal:  /acsí- 
■mile,  mncmra,  occidente,  occipvr 
cío.  Sobre  todo  en  las  dos  prime- 
ras vftces  se  ve  clara  la  diferencia, 
¡lorque  hay  que  pronunciai'las 
como  si  estuvieran  escritas:  fac- 
símile, mac-.wra,  dando  a  la  c 
\ni  soni<lo  aparte,  como  en  téc- 
nico, Tacna. — Olvídase  el  Dice, 
de  advertir  que  la  A'  (ma\-ús- 
cula),  sola  o  duplicada,  se  em- 
>,U':i  muchas  veces,  casi  lo  mismo 
que  la  N,  ))ara  suplir  en  lo  es- 
crito, y  espe<-ialmente  en  la  íir- 
liía,  el  nomljre  de  una  persona 
que  no  r-e  sabe  o  no  se  quiere 
expresar.  Probablemente  ha  pro- 
venido este  uso  del  mismo  que 
esta  letra  tiene  en  las  matemáti- 
cas tomo  incógnita,  pues  acá 
también  .<e  trata  de  averiguar 
aliio  de.-conoc-ido.— Xpo.  ^'^éase 
I  US. — Xbre.  Falta  esta  abre- 
viatura, que  *e  interjireta  Di- 
ciembre, en  la  lista  del  Dice.    í-a 


-'•  tiene  aquí  el  mismo  valor  de 
"diez"'  que  tiene  en  la  numera- 
ción romana.  Diciembre  (decein- 
lier,  de  decem .  diez)  era,  entre 
los  romanos,  el  mes  décimo,  por- 
que el  año  empezaba  i)ara  ellos 
en  Abril  (oprilif',  síncopa  de  <ipc- 
I  ili.s;  abridor.  fKirque  alma  el 
año). — Pitra  articular  o  silabetir, 
la  .1-  debe  agi-egarse  a  la  vfK*al 
i-iguiente.  monos  en  las  voces  que 
empiezan  por  ex:  a.-xioma,  gentil 
fie-xión.  e.r-amcii.   e.r-imir. 

Xilófono,  m.  XHóryano,  en- 
-eña  el  Dice.:  "instrumento  mú- 
sico antiguo,  compuest"  de  unos 
cilindros  o  varillas  de  madera 
comi)acta  y  .-onora." 

XiLOORAB.VUO.       m..       .\lLOC.R.\- 

ií.\R,  a.  Si  está  admitido  .rihiqra- 
fm  (arte  de  grabaren  madera; 
impresión  tiix)gráfica  con  plan- 
chas de  madera  .^rabadas)  y  el 
deri\-ado  .vilográlico,  '"  (¡lerte- 
neciente  o  relativo  a  bi  xili>gra- 
fía),  hay  que  com])letar  el  urupo 
con  el  s.  y  e!  v.  coi'res¡K>ndiontes. 


1 


Y.  Oliilenisiuo  ortogriifico,  pe- 
ro del  cnal  nos  vaiiios  ya  eiimen- 
(iaudo,  es  el  escriljir.  con  i  las  pa- 
labras que  la  Academia  y  todos 
los  que  hablan  castellano  escri- 
lien  con  //.  X(j  entrará  el  autor 
de  esta  (;ljra,  por  creerlo  ajeno  a 
si¡  propósito,  a  re]ietir  lo  loucho 
que  se  ha  escrito  en  pro  y  en 
contra  de  esta  letra  como  vocal; 
pero  sí  dirá  que  en  esto  se  con- 
forma enteramente  con  la  prác- 
tica do  la  -aljia  cor])oraci<')n. 
guarda  y  defensa  de  luie-tro 
idioma. — Otro  como  chileni-mo 
que  cometemos,  pero  por  suerte 
nó  en  dido  Chile,  es  el  confundir 
esta  nñsma  letra,  tanto  en  la  es- 
critura como  én  la  pronun- 
cia<'ión.  ciai  la  //;  horrilde  vicio 
de  leníiua.je  que  parece  transpor- 
ladu  acá  i>oi'  los  andaluces.  Vé- 
;'se   Li,. — .Vlunno.-  que  son    poco 


cuidadosos  de  la  hucna  pr(niun- 
ciación  confunden  el  .sonido  de 
la  //  consonante  con  el  de  la  ñ, 
diciendo,  por  e.j.,  Ñáñez  por  Yá- 
ñf'z  Ñungay  por  ]'/(/( f/a//,  ma- 
ñonesa  por  mayoíieMt.  (Véase 
Ñ.  al  lin).  Es  cierto  que  ambas 
letras  son  palatales,  pero  la  /7  es 
nasal,  y  la  //.  fricativa  sonora. — 
■•l'".s  c(isun]]lire  viciosa,  dice  la 
( •raiiü'il.  de  la  .\cad..  eniplear  en 
lii  iiKii inscrito  I  y  tandjién  en  lo 
iiii|iie-(i  I,  coniij  letra  inicial,  la 
y  mayvi-cula  en  vez  de  la  /.  No 
se  debe  pues  escribir  Ygnacio, 
Ysabel,  sino  If/nncio,  l»tbcl." 
Ix)s  íriaiies  escribieron  siempre 
Yriarte,  a,sí  mismo  alguno-  de  los 
Trarrázabal.  y  en  el  apellido  Eyza- 
yii.ii-i-c  se  conserva  la  //  niinús- 
cida :  ai.üunos  la  conservan  tam- 
bién en  Goi/eo-Olea.  Todas  éstiis 
-iiM    \oce-  va-cuenees    que  imita- 


ron  la  antigua  ortuarafía  caite- 
llana  en  que  .-^e  u?aba  como  i;ii- 
ciíü  la  y  y  con  //  ?e  escril>ian 
tanibicn  lo.-  diptonfio?  ai.  ei^  oi 
en  medio  de  la  ]>alalpra:  vayna, 
reyna,  heroyco. 

Y.  conj.  copiüaliva.  Vi'a.-e  E, 
"2."  ait.  Se  olvidó  la  Academia  de 
advertir,  en  ?^u  Gramát.  y  en  .-n 
Dice,  que  mucho.*  autores  «leí 
siglo  de  oro,  principalmente  en 
jxje-'ía,  no  permutaban  la  conj. 
//  por  c  ante.»  de  la  palalmi  que 
empieza  por  i  o  hi,  porque  con  la 
y  es  mii^  fácil  la  sinalefa  que  .-^c 
iiece-'ila  i)ara  el  ver.-ío.    Ejenipjo: 

De  tan  hi'ioiccis  y  mclUnf  ViironeJ. 
Fingióse  itkiiw  ff  ittPeutó  los  |K'tos. 

(Lope  ñc  Vtga). 

— Sülii'e  el  u.-o  de  la  //  entre  do- 
apellido.-^,  vca.se  .\^KLLU>^;^,  al 
tiu. — No  e--^  projiio  del  castellano, 
como  lo  es  del  latín  y  del  fran- 
cés, anteponer  esta  conj.  copula- 
tiva a  dos  mieml)ro^.  para  recal- 
car más  la  atención  solire  ellos: 
sin  embargo,  la  liallamo.s  una 
vez  u-ada  a-í  \<ny  Vv.  I. ni-  di' 
León;  'I'!!  -umn  -aber  de  Dios... 
halló  forma  ci'imo  e-'te  segundo 
l'adre.  //  fuese  luimbre  del  linaje 
de  Adán.  //  no  naciese  con  el  mal 
y  con  el  daño  con  que  nacen  los 
que  nacemos  de  Adán.'"  (Los 
.Xómln^rM  de  CrM.,,  1.  I.  i;  VITT). 
Lo  corriente  es  decir  en  estos 
ca.-ios:  iKi  mh).  xinn  tomlñén,  o 
tanto,  nia.nio.  iiermitiéndolo  el 
contexto. — l''nseña  la  .\cjidemia 
en  su  (iramál.  que  es  .■¡oleci-'^nio... 
"¡1°  ]a\  reunión  de  dop  partículas 
incongruentes  o  mal  colcK-ada." 
en  mía  nusma  y  .-ola  oración: 
comí'    IV;//  a    fiDf    lili   fonihroc. 


que  lia  de  ser  Voy  pn,-  mi  soin- 
Incio.  Se  reníh'  uu  reloj  ron  o 
«íi  eadcua,  debiendo  decii"se  <•<<« 
su.  cadena  o  sin  ella."  Aunque 
otros  gramáticos  enseñen  tam- 
bién e-'to  mismo,  nunca  hemos 
podido  aceptar  la  .segunda  [>ai1e, 
es  decir,  que  las  conjunciones  .'/, 
o  no  puedan  ligar  dos  prei>osi- 
(iones.  Para  que  se  vea  que  esto 
no  es  soleci-^mo.  sino,  al  contra- 
rio, u-o  natural  y  propio  de  la 
lengua,  oigamos  a  la  misma  Aca- 
demia en  su  Dice.:  "'Vestiilura 
hecha  de  piel,  i>or  lo  eonuin  de 
ante,  con  o  sin  mangas."  (.\rt. 
CoLKTo.  lo.»  ed.)  ''('oii  o  ha  jo 
¡jnt'\ito."  (.\rt.  Color.  So  rotor. 
14.*  ed.)  "Lilirillo  destinado  a 
llevar  una  cuenta  corriente  de  o 
ron  determinada  persona  o  esta- 
blecimiento." (.\rt.  LlI!RET.\. 
1"2.''  ed.)  Citemos  también  otros 
:Mitores:  "El  otro  ¡misterio"] 
comprende  las  promesas  que  el 
lüerno  Padre  hizo  a  .-^u  Hijo  hu- 
manado, de  glorificar  su  ^anto 
uondire  rontra  ?/  .-«obre  sus  -enc- 
,itif/os."      (\'^ener.      .\greda,     La 

]H'..tir„    riudod.    ]).   ll'.    1.   Vi.     C. 

Vil.  n."  11-2(1).  "La-  obras  de 
( ¡arcila.'^o,  ron  o  sin  roniento. 
(■ami)earon  solas  {)or  ti-es  centu- 
rias." ( Menéndez  y  Pelayo.  Au- 
to!, ll-  ]iiirtti!í  lii:  s''spañ..  t.  XIII, 
i>ág.  l.")lí).  "Nuestro  autor  lo 
em]>loa  iiromiscuamcnte.  ron  ¡I 
!<iii  pnrtirula."  ( líodríguez  Ma- 
rín."/-;/ Quijote,  t.  lll,  pág.  101. 
ed.  grande).  Est«'  uso  tan  general 
;.  no  maniliesta  claramente  la 
propensión  de  la  lengua  a  este 
giro  muchí-^imo  más  conciso  y 
enérgico  que  el  propue-to  por  la 
.Vcadenúa  en  su  (iramática?  Má-< 
duro  nos  parece  el  ligar  con  con- 


YA 


YA 


junción  Itjs  i-omplenieiitoí  con 
que  \  por  que,  en  qv-e  y  con  que. 
\,  íin  enil)aro<>,  .<e  practu-a  -in 
escrúpulo  ni  coutfadiccióu  <le  na- 
die. "'Fin  am  que  o  pur  qios  se 
hace  alguna  cosa,"  define  el  Dice, 
la  causa  pii'il.  (Arl.  Cavsa). 
'■^^iciados  23or  estar  en  ila<  sílabas 
c  en  el  acento  en  que  //  con  que 
las  lenguas  de  árabes  los  pudie- 
ron pronunciar."  (Fr.  Diego  de 
(Uiadix.  Bi/jliot.  de  Gallardo,  t. 
IIT.  col.  122). — No  se  confunda 
e-ta  >j  conjunción  con  l-1  adv. 
anticuado  y,  que  tíimbién  puede 
liallarse  entre  dos  preposiciones. 
"Habiéndose  de-^pedido  de  Liria, 
expone  Torcato  a  su  anúgo  quo 
piensa  pedir  a  Frosina,  vecina 
de  Liria,  que  le  dé  comodidad 
para  verla  y  haltlarla  degde  y  en 
su  casa."  (Anónimo,  Farsa  a  oía- 
nera  de  tragedia,  de  ló37.  Bi- 
hliot.  de  Gallardo,  t.  I,  col.  742). 
Kste  adv..  formado  del  latín  iln, 
significa  "allí." 

Y.\,  adv.  de  lienijio.  Muy 
arraigado  tienen  algunos  el  vicio 
de  poner  este  adv.  antes  y  des- 
fiuci  del  V..  diciendo,  jwr  ej.: 
'\Ya  llegó  el  tren,  ¡la?  Ya  llegó, 
//".  En  latín  e>  permitida  la  du- 
i'licación  del  //«,  y  eso,  formando 
una  .-ola  palabra  (jamjam);  en 
ca.-tellano  puede  usar.=e,  pero  sólo 
en  el  lenauaje  fam.  y  con  parsi- 
monia. 

—  Veu.  Pedruelo.  ven  aoa. 

—  Va  voy.  ifa. 

(Jur.n  de  la  Encina). 

"Ya  lo  voy  viendo,  ya."  (Pereda, 
Sutileza^  XVII).  También  suele 
usarse  en  el-  lenguaje  .«erio  para 
re<-alcar  la  atención,  a  semejanza 


lu'i  uegaii\(i  nó:  "Una  olira  del 
linaje  de  la  jire.-^'nte.  . . /ya  puede 
li-uii ¡car-e.  ya.  de  haber  mere- 
eido  alta  esiinia  por  parte  ile  los 
míi^  decidido?  amantes  de  la  li- 
teratura." (Sljarbi,  El  Rcfran-fro 
cmaíiid.  t.  11,  |)ról.) 

y  cómu  el  enemigo  amedrentado 
Ya  teme.  yn.  la  vencedora  espada. 

(Bart.  Martínez  de  Quintana,  Cinif'n'.n.    Bi- 
blioi.  Je  (lallardo,  t.  111.  col.  661). 

l'a,  padre,  ya.  ya  el  tiempo  que  osperal)a..  , 
Se  cumple  //a,  ¡/a  ve  de  sangre  y  muerto» 
Tus  húmidos  cristales  ir  cubiertos. 

(Juan  lie  la  Cueva,  Conquista  'le  U  líjiro 
1.    .\IX). 

—  Y<i  está,  1(H-.  t'ani.  elíptica  con 
ijue  ,-ignilieamu.<  la  plena  acepta- 
ei<'in  lie  una  co.-a  y  como  dándola 
ya  ]jiir  lieelia.  "Vamonos  al  cain- 
pii  hoy  mismo?  Ya  e-stó."  P.asta- 
i'ía  agregar  el  part.  heelio.  "V, 
piirqne  no  tuvo  más  que  ibinios 
el  lüerno  Padre,  dijo:  Ya  exfú 
hecho."  (Vener.  Agreda,  La  .!//.<- 
ficu  (wdad,  p.  III,  1.  VIL  c.  II, 
n."  22).  Nótese  también  la  ex- 
l.)resión  castiza  Esto  es  hecho, 
"cfrri  que  .se  da  a  entender  ha- 
berse verificado  enteramente  o 
consumado  una  cosa." 

¡Y.-v!  "Interj.  fam.  con  ipie 
denotamos  recordar  algo  o  caer 
(U  ello,  o  no  hacer  caso  de  lo 
ijuc  ^e  nos  diie.  V.  rcjjelida,  y  de 
esta  manera  e.xpresa  también 
idea  de  eiieai'ecimiento  en  bien  o 
en  mal."  .V-í  el  Dice.  Xo-otros  la 
ii.-:iu¡(]-  ]irincipalmente  para  i-x- 
presar  la  aceptación  de  un  nego- 
cio o  asunto,  o  jiara  significar  la 
conformidad  en  que  estamos  con 
el  interlocutor,  y  generalmente  es 


YAI 


YAN 


recuesta  a  la  presunta:  ¿Estás f 
^.í,V(i¿>-/  ¿Está  usted/  ¿Estén  us- 
t  cdcK  /  ¿  Estamos  ? 

Y.vciKXTE,  adj..  part.  de  pre- 
sente de  ijaccr.  Así  está  admitido 
t.  yacente.  Hasta  la  13.*  edición 
decía  el  Dice.  Herencia  yaciente, 
pero  la  14.*  corrigió  yacente, 
como  decimos  en  Chile  desde 
antaño. — Todavía  queda  Colm-e- 
iia  yaciente  (la  que  está  tendida 
a  lo  largo). — Bueno  ?ería  admi- 
tir también  Estatua  yacente  (la 
que  representa  a  una  persona 
tendida  a  lo  largo). 

Yacimiento,  m.  '•Sitio  donde 
.■^e  halla  naturalmente  una  roca, 
un  mineral  o  un  fósil."  Término 
de  (ieologíu  admitido  desde  la 
lo.*  edición  del  Dice. 

Yacht,  m.  Voz  inglesa,  que 
hace  tieniíK)  pasó  al  castellano  en 
hi  forma  yate:  "embarcación  de 
gala  o  de  recreo  {)ara  el  uso  pri- 
vado de  ])ríncipes  y  personas 
acomodadas,  o  para  regatas."  No 
.•^c  confunda  con  la  falúa  (em- 
barcación menor  con  carroza,  y 
destinada  al  uso  de  los  jefes  de 
marina  u  otras  personas  de  dis- 
tiiK-ión). 

Yaiii  iLMA.  f.  Véa-i'  Lia - 
huilma. 

Yaichihue,  III.  .Vonibrc  \ulgar 
de  una  bromeliácea  del  Norte  de 
Chile,  titlnnd-'iia.  hii milis,  según 
Philijipi.  "La  mayor  parte  de  las 
especies  [de  la  tíUandfda']^  dice 
este  autor,  son  seudoparásita.v  y 
se  aliriieiitan  )>rincipalmentc  de 
la  atmósfera.  Hay  alguna*  esjie- 
cies  en  el  Norte  de  Chile,  pero 
.son  más  runnern.sas  en  la  líepú- 
hlica  .Argentina,  donde  se  llaman 
flores  de  aire."  "Paja  lilanca"  las 


llama  tauíliién  (.^ay. — El  nombre 
\ulgar  no  apai"ece  en  lo-  diccio- 
narios de  las  lenguas  aniericana<. 

Yal.  m.  Pajarillo  del  gru[)o 
de  los  conirrostros,  porque  tiene 
el  pico  de  forma  nu'is  o  meni">s 
cónica.  El  color  general  es  gris 
apizarrado,  y  el  del  pico,  amari- 
llo. El  tamaño,  poco  mayor  que 
el  de  la  diuca.  Canta  bajo  y  sua- 
vemente y  por  eso  se  le  conserva 
en  jaula. — El  nombre  yal  parece 
que  e¿s  del  Brasil,  de  donde  vi- 
nieron a  Santiago  los  primeros 
ejemplai'es,  avmque  en  el  estre- 
cho de  ^lagallanes  y  en  otnvs 
partes  de  Chile  ya  existía  esta 
misma  especie  o  por  lo  menos 
otras  muy  parecidas,  que  ahora 
.'•e  han  proi)agado  en  todo  el  piüs. 
Todas  las  dcscrilje  Ciay  bajo  el 
nombre  genérico  de  elorospizü 
( Zoolofpa^  t.  I.  págs.  :>o;5-S),  sin 
<i;ir  ningún  nombre  vulgar. 

Yampo.   \'éase  Llampo. 

Yanca,  f.  Díga.-e  snllxindti: 
"capa,  generalmente  arcillasa, 
que  .■^epara  el  Hlón  de  la  roc-a 
estéril." — Del  quichua  yancca, 
cosa  baladí,  en  balde  (Torres 
Rubio)  :  {>orque,  comparada  la 
saltmndn  o  yanca  con  la  vetai  o 
lilón,  es  realmente  baladí.  Eenz 
escribió  yanga  y  le  dio  una  deli- 
nición  que  no  es  exacta:  "líquido 
(pie  .«ale  del  mineral  y  deja  co- 
mo depósito  en  las  cavidades  un 
]iol\()  terroso  de  color  variable, 
formado  por  las  rocas  descom- 
puestas." Es  claro  que  la  (ai>a 
arcillo.-^a  o  salba.itda  contiene 
iMUc]ni.<  vwes  agua,  por  las  liltra- 
ciones  de  la  lluvia  o  de  las  aguas 
i-orrientes:  pero  no  es  esa  agua 
lo  que  se  llama  yanca,  sino  la  ca- 
lía de  arcilla.   ¡Y  el  Dice,  de  .Me- 


YAN 


YAP 


üiany  c-opió   al  pie  de  la  letra   el 
error  de  Lenz! 

Yankee,  adj.  y  ú.  t.  i-.  í.  Desde 
la  13.^  edición  del  Dice,  está  ad- 
mitido en  la  forma  yanqui,  con 
el  significado  de  ''norteameri- 
cano'" y  con  la  advertencia  de 
que  se  aplica  a  persona.  Sin  em- 
bargo, en  todas  partes  se  dice: 
La  escuadra  yanqui,  la  industña 
yanqui. — De  etimología  sólo  di- 
ce el  Dice:  "Del  inglés  yankee." 
He  aquí  cómo  explicó  e-te  voca- 
blo Don  Rafael  Egaña:  "La  sig- 
nificación primitiva  del  singular- 
vocablo  yanlee,  con  que  los  in- 
gieres designan  a  los  americanos 
de  Eftadoí-L'nidos,  no  se  en- 
cuentra en  ningún  diccionario 
español,  ni,  a  lo  que  parece,  en 
ninguno  inglés.  Se  ha  dicho, 
pero  sin  fundamento  alginio,  que 
era  una  imitación  de  la  manera 
como  los  negros  y  los  indios  arti- 
culan la  palabra  En'jUsh.  La 
cación  Yanhee  Doodle  ha  llegado 
a  ser  el  canto  nacional,  y  el  nom- 
bre de  Yankee  ha  sido  adoptado 
lH>r  todo  el  mundo  como  sobre- 
jiombre  o  apodo  de  los  norte- 
íunericanos.  En  realidad,  esa 
palabra  es  de  origen  holandés,  y 
no  es  otra  Cflisa  que  una  corrupte- 
la de  ■/"?!  Kaas  o  Jantje  Knos^ 
que  Se  pronuncia  Yan  Kces,  y 
que  es  el  antiguo  apodo  de  los 
holandeses,  como  John  Bvll  e^ 
el  de  los  ingleses.  En  varios  paí- 
ses europeos,  en  13élgica,  por 
ejemi)lo,  se  llamaba  hasta  no  ha 
nniclio  Yan  Kees  a  los  holan- 
deses. La  isla  de  Manathan,  so- 
bre la  cual  se  fundó  a  Nueva- 
York,  fué  colonizada  primero  por 
los  holandeses,  que  se  estable- 
cieron  en  ella   en  1612,   después 


que  el  río  íludson  fué  descu- 
bierto, tres  años  antes,  por  \(yñ 
alemanes.  Los  ingleses  se  apode- 
raron de  la  isla  en  1664;  los 
holandeses  la  recuperaron  nueve 
años  más  tarde,  }',  por  fin,  al 
año  siguiente  tuvieron  que  res- 
tituirla definitivamente  a  sus 
rivales.  La  palabra  Yankee  tuvo 
origen  en  esas  luchas,  porque  era 
el  apodo  con  que  los  ingleses  de- 
signaban a  sus  adversarios  ho- 
landeses, y  continuó  siendo  el 
que  aplicaron  después  a  los  indí- 
genas del  territorio.  No  está  de 
más  dar  a  conocer  la  etimología 
de  una  palabra  que  hoy  emple-Ati 
todos,  y  cuyo  origen  ignoran  ca«; 
todos  también."'  (El  Porvea':-, 
17  Ag.  1898). 

Yapa,  f.  Chilenismo  antiguo 
y  corriente.  Tiene  líis  siguientes 
aceps. :  1."  Lo  que  se  da  de  gT<i/- 
cia  en  lo  que  se  compra  o  vende; 
en  castellano,  adehala.  Nóten.-e 
también  estas  otras  voces  ca-'íti- 
za.í:  guantes,  pl.  (agasajo  o  gra- 
tificación que  se  suele  dar  sobra 
el  precio  de  una  cosa  que  se  ven- 
de o  tra.spa.sa).  refacción,  (lo  que 
en  cualquiera  venta  se  da  al 
comprador  sobre  la  medida  exac- 
ta, por  vía  de  añadidura),  cho- 
rrada (porción  de  líquido  que  se 
suele  echar  de  gracia  después  do 
dar  la  medida),  momio  (lo  que 
se  da  u  obtiene  sobre  lo  que  co- 
rresponde lesítim amenté),  albo- 
roque, hoque,  botijuela  (agasajo 
que  hacen  el  comprador  o  ci 
vendedor,  o  ambos,  a  los  que  in- 
tenüenen  en  una  ventaj.  En 
Córdoba  (de  España),  pasera  (}•> 
que  en  las  tiendas  se  da  sobre  la 
medida  o  peso.  Cejador,  Silbar.- 
tes,  t.  II,  pág.  690) .    Véanse   Jua- 


YAP 


YAQ 


nillo  y  Ternero  juanillo. — '1^  En 
la  carne  de  las  i-ese.-^,  trttzo  jieque- 
ño  que  íe  c-oitíi  de  las  presas  gran- 
des o  parte  que  no  está  unida  a  lo 
domas.  Ahí  se  dice  la  yapat/e  I" 
airvientii  (la  que  .-«  da  a  la  qi'e 
va  a  comprar  la  carne  para  la 
ciu^a),  la  yapa  <U-1  gnti,  (loque 
se  da  i>ara  el  morron.üo  doni<'s- 
tico). 

Carnicero  pancirulo, 
Que  reís  de  buen»  gana, 
í>acando  de  cada  res 
El  valor  en  la  malaya; 
yae  a  cada  libra  ile  cirne 
Le  curtas  una  tajada: 
Que  por  filetes  nos  vendos 
Desde  algún  tiempo  piltrafas 
y  has  dejado  en  el  .■Ivido 
Las  gorduras  y  la  yapa... 
<?iízate  con  el  impuest^i, 
Tu  sed  de  avaricia  «icia. 
Mientras  el  pueblo  con  hambre 
Te  mira  crecer  la  guata. 

(í,"¡   Chihnn.  do  Ci>quiinbc..  1.')   fVb.   1907). 

(Pancirulo  es  dim.  caprichust)  y 
de.sjíectivo  de  punza^  como  se 
(•ompiiiel)a  con  el  último  verso. 
.\sí  Iiemo>  oído  también  llamar 
Panchirulo  a  un  Pancho  o  Fran- 
cis<-o  y  decirle,  ]ior  donaire  y  ca- 
riño, guasiruHto,  a  un  (]\iwu  des- 
l»al»ilado  y  gracioso.  Llapa  es- 
crihió  el  autor,  ])ero  el  uso 
corriente  en  Chile  es  yapa). — 
'■'>.''  Puntíi  del  lazo,  mej'ir  he- 
día y  de  más  peso  que  el  resto, 
jiara  que,  al  tirar  la  lazada,  lleve 
<-ierto  peso.  En  los  lazos  lorcido.«, 
cuando  .-^ím  buenos  y  linos,  la 
yapa  es  trenzada;  y  en  los  trcn- 
Aidos  e-^  t-iUiil>icn  trenzada,  jiero 
de  obra  iiiils  fina,  para  que  así 
<  ntrc  en  ella  más  enero  y  teiig.í 
más  |ieso. — 4."  En  las  Lruarnicio- 


nes  d¿  coches  de  lujo  o  particula- 
res, punta  del  tiro  o  tirante  que 
se  dobla  sobre  el  mismo  conw» 
adorno. —  De  yapa,  m.  adverbial : 
l)or  añadidura,  además,  para  cjL 
mo.  "Le  luliariiu  todo  el  dinero, 
y  de  yapa  In  querían  a.se-sinar."* 
\'ca.se  Recacha.— Para  la  etimo- 
logía vca.^e  Llapa.  En  Colondiia 
y  en  otras  pai'tes  dicen  ñapa  ¡)or 
la  semejanza  de  sonido  entre  ,'/ 
consoniuite  y  ".  Marty  Caballero 
admitió  la  forma  //<//)<(  y  nó 
llapa    ni    ñapa. 

YÁqriL,  m.  .\rbnsto  cliileiii» 
de  la  fanúlia  de  la~  ránmeas. 
"('olfcfin  xpinosa  L.,  cmccn, 
jiniro  morino,  ¡iá<¡ml,  arbu.sto  de 
seLs  a  ocho  ]iies  de  alto,  afilo,  ra- 
mas derechas,  verdes,  con  rami- 
llas o])uestas.  cruzadas,  .sostenien- 
do a  distancias  iguales  espinas  de 
media  a  una  |tulgada  de  larg.>: 
llores  blancas,  con  los  dientes  del 
cáliz  i-oHejos;  ]x''talos  ningunos, 
estand>res  e.x.serto.s.  Sería  talveí 
un  excelente  arbusto  para  cercí>..-. 
Lo--  campesinos  lo  emplean  como 
)>urgante,  y  con  las  raíces,  que 
dan  al  agua  una  espuma  como  la 
del  quillay,  suelen  limi)iar  gé- 
neros de  lana."  (Phllippi). — 
Con  este  mismo  nombre  (Cerros 
(le  Yáqnil)  hay  una  rama  de 
sierra  entre  los  departíimenlis 
de  Cauímlicán  y  San-Femando 
y  un  fundo  en  el  de  Curicé). — I.a 
voz  es  araucana  y  iwr  iirimeri 
vez  la  registró  el  P.  Augusta  en 
la  fonna  lliiki,  que  no  civemo' 
sea  la  verdadera,  poi"que  en  las 
provincias  de  Colchagua  y  (^u- 
ricó,  de  donde  .son  los  nombres 
t<)iM)nímicr>s  que  hemos  citado, 
.S'    difeivncian  debidamente    ' '^ 


YAU 


YEG 


r29 


Yareta,   f.  ^'éase  Ll.uíeta. 

Yatagán,  m.  Siguiñca:  "es- 
pecie  de  sable  puñal  que  usan 
ios  orientales.'"  En  Chile  >t  le 
da  el  signiñcadu  del  claifin-otr 
(sable  o  espada  aiicha). 

Yato,  ni.  Es<-n'baí?e  hi/ik/.  Xo 
jtuede  aceptarse  la  detiiiit-iún  que 
<la  dú  hiato  el  Dice:  "sonido  de?- 
aju'adable  que  resulta  de  la  pro- 
nunciación de  do.s  vocablos  segui- 
dos, cuando  el  primero  acaba  en 
v(K-al  y  el  segundo  empieza  lani- 
uicu  con  ella  o  con  h  muda."  El 
lii/ifo  no  e-s  el  "sonido  desagra- 
dable." >inii  l<i  c-dulrario,  falta 
de  .sonido,  iuterrvipción  o  sus- 
i)ensión  del  soni<lo,  porque  es  la 
.separación  que  se  hac-e  entre  do.-i 
v<M-ablos,  pronunciando  el  un-j 
st-jmrado  del  otro;  el  .sonido  des- 
agradable es  solamente  efecto  o 
r&sultado  de  esa  separación.  Y 
esto  es  lo  que  significa  también 
el  latín  hvifn.^,  aberturíi,  iMJa, 
división,  del  v.  Inore;  y  este  mis- 
mo valor  tiene  en  Métrica,  pues 
separa  vocablos  y  hemistiquios. 
Otra  prnelia  de  lo  malo  <le  la 
definición  de  hiato  es  la  deñni- 
ción  de  sinalefa,  que  es  contraria 
al  hiato.  Pues  bien,  sraalefa  es 
para  el  Dice,  ■'trabazón  o  enlace 
de  sílabas  por  el  cual  .se  forma 
una  sola  de  la  última  de  un  vo 
cabio  y  de  la  primera  del  si- 
guiente cuando  aquél  finaliza  en 
vocal  y  éste  emi>ieza  con  letra  de 
igual  cla.se,  prec-edida  o  nó  de  h 
muda."  Si  en  e.sta  definición  hu- 
iiiera  dominado  el  mismo  criterio 
que  en  la  de  hiato^  se  hahría  di- 
cho: •'sonido  agradable  o  lleno 
que  re-ulta.  .  .  " 

Yaucana.  ^^'•asc  Llaucana. 
C-i'U   II    cscriliió  e<te    \"ocabl(!    \\- 


cuua    Mackeima  y    los  que   en  ^'1 
se  han  inspirado. 

Yayi.  \'é;i-e  Llalli. 
^'l•;lll.  111.  Especie  de  cuervo 
luarino,  jiero  que  vive  taanhién 
cu  el  agua  dulce;  por  su  lorma 
se  ]>arece  taiuliién  a  los  patos. 
¡'halucrocorax  brañlieims  lo  lla- 
ma Keed;  gniculu.s  hrasilianu-'i, 
(üiy  y  Philippi. — El  nombre  vie- 
ne del  araucano  ycca.  unas  pato? 
negnis  que  llamamos  cuervos. 
(Febrés).  Si  la  voz  no  es  e.xelu- 
sivamente  araucana,  puede  venir 
del  castellano  lleco  o  ¡/eco,  ca, 
adj.  y  ú.  t.  c.  s.  (aplícase  a  l-a 
tieiTa  o  caniipo  que  nunca  se  ha 
labrado  ni  roto  para  sembrar), 
que  Cejador  deriva  de  Hueco,  del 
loLa  euskérico:  propiamente 
suelto,  no  sujetarlo  ni  subyugado, 
silve-stre.  (Tomo  L,  pág.  414'). 
Esta  última  definición  conveu- 
<lría  a  nuestro  y-eco. 

Yedka  o   HIEDRA,   f.     Auibas 
fonnas  son  correctas. 

Yegua,  f.  Ave  parecida  al  ye- 
ro. No  tenemos  más  datos. — Fig. 
y  faiii..  en  los  trenes,  caiTO  plano 
]>ara  carga  o  mercancías.  Es  pa- 
recido a  la  batea  española  (vagón 
descubierto,  con  los  bordes  muy 
liajo--). — Fig.  y  fam.  muy  gran- 
ile,  excesivo,  en  lo  material  y  en 
lo  inmaterial.  "Es  el  yegua  de 
malo,  Es  la  yegua  de  grande." 
.\sí,  como  m.  y  f..  según  sea  el  s. 
;i  que  se  refiere:  y  también  pos- 
pue-to:  "Hubo  una  liona  yegua, 
Se  llevó  un  susto  yegua."  "V] 
<idio  oue  le  tienen  los  chilenos  Ta 
San  Martín],  e.scriV>ía  cu  cs'Ts 
días  im  guas-o  de  Cliillán  al  Ge- 
neral O'Iliggin.s.  es  el  yegua.. 
El  odio  yegua  haVn'a  pagado  1  is 
.AiiL--."    (\'iciiria   ^bicl-einui.    I-Jl 


730 


YEM 


YER 


G<ncral  San-  Martín  eji  Europa, 
III  y  IV).  En  este  miíino  senti- 
do .-T  dice  también  caballuno,  na. 
\'óanse  P.vüke^  Patagua  .*  Ta- 
ta.— Monta  en  la  ¡/egua  de  A'<' 
Juan,  pícale,  pícale  ¡j  sácale  pan, 
ir.  fani.  que  se  dic*e  por  donair¿ 
al  niño  que  pide  pan. — Pasarle 
las  yeguas  a  uno,  ir.  fig.  y  fani.: 
vejarlo  de  la  manera  más  humi- 
llante, física  o  moralniente.  Esti' 
tomada  de  la  trilla,  en  la  cual  la-- 
yeguas  j)isotean  las  rnieses.  Vóa- 
.se  Trilla. —  Sandilla  yegua.  Y(- 
ase  Sandilla. — Yegua  rabona. 
Véa.»e  IvAitó.v. — El  diui.  de  ye- 
ijua  no  es  yegüita,  como  dicen 
nnichos  en  Chile,  sino  ¡leyüccita 
y  ¡irgüczvela.  Vví\s&   Lengüita. 

Yeguacería,  f.  Es  \oz  usad  i 
en  El  Conde  Lvcanor  en  el  mis- 
mo sentido  que  i/eguad/t  (piara 
de  ganado  caballar),  única  que 
trae  el  Dice.  "¿Que  o<.  ]:arece 
solirino,  qué  hermosa  )'  lucida 
i/eyudcería  ésta?.  .  .  .\quella  pri- 
mera Ciue  vimos  era  vaquería, 
como  vos  deeíades,  y  la  segund;', 
yeguacería.'' 

^'k<;ííi;i!i/.o  o  vkcüeko^  y  ant. 
yeguarizo,  m.  "l'^l  que  guarda  o 
cui<Ia  la-;  yeguas." 

Yeivún  o  yelvún.  \'éasL'  I.lki- 
vrx. 

Yelo,  iii.  La  única  forma  apr  i- 
bada  es  Itielu.  |)ara  el  .v.,  y  ]>ara  el 
V.,  helar. 

Yejia,  f.  Durazno  ¡lema  de 
huevo:  melocotón  i)elado,  amari- 
llo, aiiridor  y  de  tamaño  media- 
Ji().  que  se  da  cu  el  mes  de  Ene- 
ro.—  Injerto  de  yema  ><  de  par  - 
che,  injertar  de  yema  u  de  par- 
che. I)í'.;ase  Injertar  de  e-ieadet'' 
(injertar  una  yema  con  paite  de 
la  corteza   a  que  está    luiida.  cor- 


tada ésta  en  forma  de  escudo), 
injerto  de  e-fcudete. — l'c//(o,  o  ye- 
luita  de  huevo.  A'éase  Lúci'Ma, 
■J.^"  acep. 

Yerba,  f.  W'ase  IIiekba. — En 
la  acep.  de  "pastos  que  hay  ei\ 
la;^  dehesa.s  para  los  ganados,''  el 
Dice,  sólo  lo  admite  en  pl.  (hier- 
bas) ;  entre  nosotros  sólo  se  cc>- 
noce  en  singular,  y  por  eso  lo? 
vendedores  (yerbateros  u  paste  - 
ros)  la  anunciaban :  ¡  Yerba ! 
Hoy  es  muy  raro  que  se  venda 
de  e-a  manera ;  pero  todavía  sub- 
siste en  singular  en  la  loe.  fig. 
Criado  a  toda  yerba,  que  se  apli- 
ca al  animal  muy  cuidado  y  re- 
galón.—  Agreguemos  algunas 
yerl)as  chilenas.  Yerba,  de  li 
hora:  un  musgo  que,  cuando  e«í- 
tá  .-eco,  es  muy  sensible  al  agua, 
porque  se  encoge  con  ella.  :^e 
emple^i  para  las  enfermedades  de 
hora  .  de  aire-;.  No  conocemos  ju 
noudjre  científico. — Yerba  de  la 
vida.  Véa;«  ^'IRAVIRA. — Yerba 
de  la  yesca.  "Chaetanthera  Berte- 
riann  Les-i.,  de  la  fanniia  de  li8 
-inantéreas.  Planta  pereime,  en- 
teramente cubierta  de  un  ve!l<> 
lanudo,  con  iiojas  todas  r  idi- 
cales,  pinatipartidas.  y  con  flores 
grandes  llevadas  por  un  bohordo 
de  doce  a  veinte  ctnitímetros.  E.-< 
común  en  las  provincias  y  !o3 
campeónos  usan  sus  iiojas  píiTM 
ycíca."' — Yerba  del  clavo.  "G'Cnm 
ehilenjic  líalb.,  de  la  fanúlia  de 
las  ro.-áceas.  Hojas  radicales,  irre- 
gularmente pinadas,  con  el  lobo 
¡erminal  nuiclio  más  grand.e; 
llores  de  un  rojo  vivo.  So  cría 
de.sde  la  provincia  de  .\concagiia 
lia.-ta  el  IC-trccho  de  ^hlgallanes 
y  se  (tdtiva  en  los  jardines.  Sus 
raíces  son  nuiy  aperitivas,  rcsohi- 


YER 


YER 


(iviu<,  eiiiciiagogílí.  y  ^e  enipleaii 
laiiibitn  pai'a  lo.-  dolores  de  niue- 
la.-."'  (Philippi).—  Yerba  rlrl 
cormiriento.  "Cahtniírinia,  ue  la 
familia  de  las  portuláceas.  Flau- 
ta giaiide  perenne,  lampiña,  con 
el  uillo  .■sencillo,  a  veceí  de  50 
t-eiitínietros  de  largo,  terminado 
por  ñores  purpúreas  muy  gran- 
des. I-as  hojas  son  casi  todas  ra- 
dicales, aovadas,  oblongas,  verdes 
por  encima,  rojizas  por  debajo, 
muy  carnosas.  Se  cría  en  nues- 
tras provincias  del  centro  y  del 
Norte  en  los  peñascos.  Los  cam- 
pesinos la  emplean  contra  el  mal 
de  cabeza,  los  golpes  y  heridas."" 
(Philippi). — Yerba  del  lagartc 
Es  la  c|ue  trae  el  Dice,  con  el 
nomlire  de  calaguala:  "planta 
originaria  del  Peiii,  de  la  famili.i 
de  lo-  heléchos,  con  hojas  ras- 
treras. ensiforme=^,  de  unos  ocho 
decímetros  de  largo,  lisas  y  de 
color  verde  obscuro,  y  de  raú 
rastre;  a,  dura  y  de  color  pardo, 
que  se  usa  en  medicina."  Con  la 
de-<:'ri]X'ión  queda  explicado  el 
nomlire  vulgar  chileno.  ¿1  de 
calugiiali-,  que  también  es  cono- 
cido aquí,  no  lo  explica  el  Dice. : 
es  más  que  probable  que  sea  qui- 
chua, porque  los  antiguo-  cronis- 
tas dan  la  planta  como  oriiíinu- 
ria  del  Ecuador  y  del  Perú. — 
Yerb'i  del  minero.  En  castellano 
escabiosa,  i'.:  "planta  herbácea;, 
vivaz,  de  la  familia  de  las  dip- 
sáceas, con  tallo  velloso,  hueco, 
de  cuatro  a  .-eis  decímetros  de 
alio,  iiojas  inferiores  ovaladas  y 
enteras,  y  muy  loljuladas  las  sn- 
periore.<;  flores  en  cabezuela  se- 
miestVrica,  con  corola  azulada  y 
.semillas  abundantes.  E!  cici- 
niiento  de  la  raíz  de  esta    planta 


se  empleó  antiguamente  en  medi- 
cina."—  Yerba  del  rosario,  por 
otro  nombre  achira.  Véase  esta 
voz. — Yerba  del  sapo.  "Myrio- 
plii/llum  verticillaium  L.,  de  la 
familia  de  las  halorágeas.  Tallo 
sumergido  dentro  del  agua,  muy 
poblado  de  hojas  verticiladas, 
pectinadas  con  la^  lacinias  capi- 
]are.s,  flores  monoicas,  verticila- 
das  en  la  parte  del  tallo  que  sale 
del  agua.  Las  flores  masculinas 
tienen  cuatro  pétalos  y  ocho  es- 
tambres, las  femeninas  carecen 
de  corola.  Muy  común  en  las 
aguas  de  Chile,  como  en  Europa, 
etc."'  (Philippi).  Véase  en  el  art. 
HiEKB.v,  Hierba  del  pato. — En 
yerba.  ''Modo  adverbial  con  que 
se  denota,  hablando  de  los  panes 
y  otras  semillas,  que  están  aún 
verdes  y  tiernos."  .Vsí  el  Dice,  en 
el  art.  Hierba.  Entre  nosotros  es 
corriente  Comprar  -en  yerba^ 
Vender  en  yerba.,  tratándose  de 
productos  que  se  compran  o  ven- 
den por  menor  precio  antes  de  la 
recolección  o  cosecha;  y  aun, 
por  .semejanza  o  por  donaire,  lo 
dicen  de  los  animales  y  aves  que 
se  compran  o  venden  anticipa- 
damente.— Para  la  loe.  chilena 
Y  sus  hierbas  (en  castellan.i, 
Oira.-<  hierbas)  téngase  también 
presente  perejiles,  pl.  fig.  y  fani.: 
•'títulos  o  signos  de  dignidad  o 
empleo  que,  juntos  con  uno  más 
principal,  condecoran  a  un  su- 
jeto." 

Yerbado,  m.  Véase  Yerbar. 

Yerbal.  Véase  Hierbal,  en  cas- 
tellano herbazal. 

Yerbar,  n.  Hacer  hervir  en 
;'mia  l.i  hierba  mate  o  del  Para^ 
guay,  agregándole  azúcar  y  un 
poco  de  café;  de  lo  cual  resulta  .el 


732 


YER 


YES 


yerbado,  beljiíla  agradaljle  para 
iiiiiclio*.  Eu  castellano  -kíIü  hay 
h(rhiu\  a.:  "aderezar,  adobar  con 
liierba-s  las  pieles  o  c-ueroí." 

Yerbatear,  a.  fani.  Echar  a 
nuo  a  mala  parte.  Poco  u.-^ado. 

Yerbatero,  m.  y  ad.j.  de  dos 
terminaciones.  Véase  Hierbatero. 
— "Lo.-?  más  están  cufernios  o 
mancones,  que  apenas  pueden 
-senir  para  caballos  yerbateros." 
(Padre  ilanuel  Lacuuza.  Carta  a 
su  abuela,  9  Oct.  178cS.  tíeviitn 
de  lliíit.  ¡I  (rrogrdfktj  t.  IX,  n.° 
1'^).  Habla  aquí  el  célebre  jesuí- 
ta de  los  o52  comiJañeros  suyos 
que  salieron  expulsados  de  riiile 
pí)r  orden  del  rey).  Vai  eAn  acep. 
usiuno-  ahora  pastero.  Véase  en 
.-II  hiuar. 

Verboso,  sa,  ailj.  i  loy  .s;  dice 
herhoKo,  m  (pol>lado  de  hierba). 
Usaron  e>?te  vocablo  al.ü;unos  clá- 
sicos, como  -Juan  de  la  Cueva 
(Lo.  Conquisto  '/<'  lo  Bctica^  dos 
vece,-),  y  todavía  se  oye  entre 
juie-tro  pueblo.  I)el»e  pues  darlo 
el  Dice.  cdiiKi  ant. 

Yerna,  I'.  .\.-í  llauían  aljiunos 
a  la  ¡turro,  ])orque  no  conocen 
este  vocablo.  Y  no  es  tan  reciente 
el  erior.  pues  cu  El  Mérrimo  de 
Val] paraíso,  de  IH  de  Ocl.  de 
l'S94,  leemos  este  anuncio:  "'Ex- 
l)resión  de  .uracias.  Nuestros  más 
sinceros  a.uradecimicntos  a  las 
jie'rsonas  que  tuvieron  a  liien 
¡icumipañarno-  a  conducir  al  ce- 
menterio los  re.-itos  de  nuestro 
querido  deudo  D.  Carlos  .\.  Sil- 
va (Q.  E.  P.  n.)  Carmen  Flores 
V.  de  Silva  e  liijos.  Su  yerna, 
Clorinda  Farías  de  Silva.  Su  cu- 
fiada. ToTuasii  Flores  v.  de  Bár- 
(vna."  ;.No  tendría  entonces  el 
diarío    un    corrector    ile    jirueba* 


que  practicara  la  ubi"a  de  miseri- 
cordia de  corre.üir  al  que  yeri-a? 
Yerra,  i'.  Escrílja.se  hürní: 
"Vm  Américii,  acción  o  efecto  de 
niarcar  o  .-eñalar  con  el  hierro 
los  Líauados;"'  por  otro  nombre, 
lii  rroil,  ro.  Kste  .-ignitii'a  además: 
"sitio  destinado  p:n-a  hacer  esta 
operación ;  e.-^tación  o  lemjHjrada 
en  que  ■■«  verifica. '  Hierra  sólo 
fué  admitido  en  la  14.^  e<lición 
<lel  Dice. 

YiíRRc,  m.  lOrror,  equivoca- 
ción: falta,  delito.  No  se  confun- 
da con  hierra,  también  fierro,  del 
latín  fcrriuo.  Para  las  furnias 
vertíales  i/rrro  y  hierro,  véase 
Ekií.mí. — El  <iv^  sus  yeiros  con- 
fií.sa,  o  enmendarse  finpiezo,  re- 
frán chileno  que  alaba  la  confe- 
sión de  las  faltas.  Es  digno  de  .ser 
conocido  y  ])racticado.  En  el 
Dic  ■.  -('lio  hallamos  e-ie  i>tro, 
medio  pare<'ido:  Quií'n  ijerra  ¡i 
sr  iii Oliendo,  o  Dios  se  enco- 
líiiendn. —  Por  yerro  cuenta.  Dí- 
ga.-e  Por  ¡/erro  de  vw-nto^  de  la 
loe.  castiza  Yerro  de  vu-enia 
(cualquier  defeito  o  falta  que  se 
cometa  por  equivocación  o  des- 
cuido). 

Yérsey,  m.  Véa-e  Jersey.  Has- 
ta en  España  se  ha  melid(»  este 
anglicismo,  como  consta  do  este 
texto:  "Sostengo  que  no  son  ni 
mejores  ni  )>eore«  que  las  combi- 
naciones, faja-  y  jerseys  que  se 
venden  en  lo-  almacenes  y  tien- 
da-." (Condena  «le  Pardo  Pazán. 
Lti  i'ido  roiitiniporóneo). 

Yksai,  o  y!;s.\r.  m..  y  ykskka, 
f.  I, os  Ij-e-  signüican:  "terreno 
alinndante  en  mineral  de  >e-^) 
(¡lie  se  pueile  beneficiar:  cantera 
de  ye-t>  o  algez.' — l'eserlo  i\<: 
"fábrif-.i   lie   ve-o:   tienda  o   sitio 


YOC 


YOT 


7S¿ 


en  que  se  vende  ye--<o;  fábrica 
hetha  de  yesu." 

Yesca,  f.  Acabársele  la  ¡/etfca 
a  uno,  h:  Hg.  y  fain.,  comente 
en  Chile:  ac-abái^ele  el  dinero: 
no  tener  niá*  que  decir  o  hablar; 
acabármele  el  entiiíiaínio  o  la 
energía. — Yerba  (le  /«  ¡/''.vea. 
Véase  Yeku.v. 

Yemiueko,  III.  Instrumento  de 
madera  muy  diu'a  o  de  metal,  en 
que  llevan  la  yesca  los  fuma- 
dores y  hoinljres  de  campo.  Ge- 
neralmente van  unidos  a  él  por 
medio  de  una  cadenilla,  el  esla- 
bón y  el  pedernal.  En  las  ciuda- 
des se  usa  raá.s  un  mechero  me- 
tálico con  -u  mecha,  pedernal  y 
eslabón,  y  también  otro  yesquero 
má.^  perfeccionado,  que  .-^e  en- 
ciende autoMiáticaiiiente  al  abrir- 
lo. El  iiiy.querii  o  e^quero  que  co- 
nr)Ce  el  Dice,  es  muy  distinto, 
porque  es  "bolsa  de  cuero  que 
suele  traerse  asida  al  cinto,  y  sir- 
ve c-Miiiuninente  para  llevar  la 
yesca  y  el  pedernal,  el  dinero  u 
(itias  cosas." — Fig.  y  fauí.,  ano. 
TampcK'O  conoce  el  Dice,  esta 
acep.,  corriente  en  Chile,  y  sin 
duda  también  en  Es'paña,  como 
se-  deduc;  de  este  refrán  que  trae 
Correa-  (pág.  141  b).  ''Écheme 
a  dormir,  y  espulgóme  el  perro, 
nó  la  cabeza,  sino  el  esqiiero." 

Yeta,  yetatura.  Véase  Getta, 
gettatura,  en  el  .Vy)éiidice  del 
:!.    I. 

Yeuque.    \'éa.-c   Lleiqi  e. 

Yo.  j)ron.  de  1."  persona.  Yo 
íofi  fl  que.  Véase  Que,  16." 

Yoca,  f.  En  Chiloé,  nuestra  .ji- 
bia (ífepia  gigantea).  (Cavada). 
— Probablemente  del  araucano 
yodn,  '-er  más  «  mavor.  exceder, 
sobrej>ujar.    aventajarse,    con  in- 


terposición de  la  partícula  en, 
que  da  a  los  verbos  valor  de  acti- 
vos o  factitivos  (ijoilcan). 

Yoco,  m.  Véase    Lloco. 

Yoconto,  m.  En  Chiloé,  soiu- 
bi'ero  de  lana  de  oveja  hecho  eu 
aquella  provincia.    (Cavada) . 

Yodo,  m.  Véase   Iodo. 
Yokey,    m.  Véase    Jockey. 

Yol.  Véase  Llol,  Conviene  co- 
nocer la  descripción  que  hizo  de 
los  yoles  el  patriarca  de  nuestros 
agricultores:  "Kstos  son  lo  iiii.s- 
jiio  que  arguenas,  pero  se  hor- 
man  por  dentro  con  cuatro  vari- 
llas firmes,  cosidas  contra  el  mis- 
ino cuero,  que  así  .se  liberta  la 
uva  de  machucarse,  y  con  facili- 
dad el  yolero  carga  y  descarga, 
(■iniduciéndola  hasta  la  zaranda, 
,v,  si  ])uedes.  te  aprontarás  de  dos 
ciirtia-.'"  (Cirrtilki,  de  campo,  pág. 
<'>4).  'I'aiiibiéu  nombró  los  yoles 
Álvarez  de  Toledo,  en  su  Pvrrn, 
imhhnito,  c.  XXIII: 

Cargadas  la»  niti.ieres  cuu  sus  yole3, 
Ad..nde  tra.-i.  maiV.  trigü  y  flisolo^. 

Yolanda,  n.  pr.  f.  Vm  i'a.-te- 
Uano.   ]'i<)laiitc.  Véase    Rene. 

Yolero,  m.  l\'('in  o  jornalero 
que  traba.ja  lrans|iortando  uva 
II  otra  cosa  en  yoles.  \'éase  Yol. 
Y^T^  siiiiwiinio  del  ca-tellano  es- 
■jxirtill'  rii. 

y<>  i'f:<AUoi;,  m.  .Vsí  Uama- 
liiu-  l;i  traducciém  española  del 
('oiif'iti'iir  o  Cdiitíteor  Deo.  Véase 
c-ta  voz,  y  también  Confesión, 
^!.^  acep.  Cuando  lo  dice  una  mu- 
.jer.  es  evidente  que  debe  ser  Yo 
picadora. 

Yota,  f.  Esi'ríl>a.se  iota.:  '"nove- 
na letra  i1el  alfaheto  ürie.üo,  que 
corresiMiiide  a    nuestra    /  vocal.'' 


YUN 


YUX 


YiGo^  111.  He  dÍ!-tiiii>uen  aquí 
■.u)iii>  esiiecics  de  ¡jit{/on:  el  ara- 
dor^ que  llevan  los  l>ueyes  que 
aran  y  que  ejf  de  una,  dos  o  tres 
coiiibas  o  curva~,  según  ^ea  el 
■lúiiiero  de  lo-  hueves;  elcuar- 
tero,  para  los  bucye-  (jue  tiran  de 
la  cuarta;  y  el  pertiguero,  jtor- 
i]iu-  va  atado  al  pértigo.  Véa-e 
Pertiguero,  últ.  acep. — El  divino 
Herrera  le  dio  la  ace]).  de  "cuni- 
lire,  pifo,"  que  tiene  el  latín 
jii(]v,tii  : 

Cuando  en  el  frío  Ródupe  y   teiid;  1  • 
Viif/o  ríe]  alto  y  úsiiero  Funge'» 
Cantó  llorando  con  ilolor  perdido... 

(AY-.9/«  /). 

Vea  la  Academia  si  admite  esta 
ncej).  liara  el  ca.síellano  ¡jvf/o. 

Yi<aicKo,  III.  Individuo  que 
liace  o  í'al)ri<a  yugí)?:. — Para  el 
l)ic<-.  sólo  t's:  "mozo  que  lal>ra  la 
tierra  con  un  par  de  bueyes,  mu- 
Jius  u  otros  animale-." 

Yuguillo,  i:i..  diiii.  lio  //",'/". 
V('a.<e  Mordaza,  1.'  ace|).,  (jue  es 
(ilid  uomliro  (jue  -u  da  a\  yugui- 
llo. Lo-  yuguillos  de  la  carreta  o 
carro  .-on  dos;  uno  al  frente  de 
la  armazón  y  otro  atrás, 

Yr.voAs  (C.\KÉ  de),  ¡ruiintos 
Jiai)  civído  y  creen  que  ¡/migas 
e-  nomljre  propio  geográfico!  Sin 
iK'cosidad  de  consultar  a  los  cro- 
nista-; de  .\mcrica,  que  .-'on  má.« 
difícilo-  de  obtener,  ¡xMlía  haber- 
se hojeado  el  Dice,  de  Domín- 
íiucz.  que  desde  1S(i;{  c.-tal)a  di- 
ciendo en  sil  Suplemento:  ")'»//. 
;/(i,  s.  f.  Hn  el  l'crú.  la  llanura 
que.  e-'tando  -itiia<la  <'n  las  caí- 
das de  la  cordillera  de  los  .\n<les, 
Uoza  de  lempcraiiieiito  cálido.'' 
'I'ambicn  .«e  llama    iiuiif/d  al    lia- 


b'itante  de  e.-itas  llanuras  o  llanos^ 
en  contrapo.sición  a  los  s'-nanox  o 
habitantes  de  las  sierras. — La  eti- 
mología e>  el  quichua  i/nncd.  va- 
lles o  tierras  muy  calieiilcs.  ( To- 
jres  Uubio). 

Yúnior,  m.  En  las  casju^  de 
riiiiieicio  inglesas  y  iiorteamori- 
cana.-,  cm]>lcado  de  última  cate- 
goría y  cuyo  trabajo  es  más  ])ien 
de  mozo  o  sirviente. — Del  inglés 
jiiiti'tr.  más  joven,  que  se  pro- 
nuncia ¡/úñoer. 

YiNQi'E,  m.  Tiidos  lu  usamos 
ahora  como  m.,  y  así  lo  ({celara 
Umibién  el  Dice;  ^«ro  del)iera 
advertir  <|ue  en  el  período  <-lá- 
sico  fué  f.,  como  el  iiun.^  latino, 
lie  donde  se  fiírinó.  Todos  los  clá- 
sico.s  dijeron  /,</  ¡funque. 

Yuta,  f.  1-nti-e  rateros,  la  Sec- 
ción de  Seguridad,  de  lii  Policía. 
— De  .Veoncagua  al  Norte,  el  mo- 
luscd  llamado  baliosa. — La  L" 
acep.  jfucxle  liabei"se  tomado  de 
ia  2."  ]ior  metáfora  y  como  ajiodo 
o  sobrenombre.  La  \oz  yuta  pue- 
de venir  del  (|nichna  //i'/",  lo 
blando  de  la  oreja,  el  ])czón.  por 
semejanza  c'in  la  lilandiira  del 
molusco. 

Yuta  <i  yuto,  m.  ]'iiti ,  <lcl  in- 
glés jiih-.  .Admitido  en  el  Dice, 
con  e-la  ileliiiiciéiii:  "Materia 
te.xtil  que  -e  saca  de  la  corteza 
interior  de  una  plantel  ¡larecitla 
al  tilo.  De  la  India  viene  en  ra- 
ma a  Euroi>a.  donde  se  hila  y 
teje.  II  Tela  de  ostn  matoria.  la 
cual  sin'e  para  tapicería  y  otros 
iiso.s  análogos.'* 

YiXTALiNKAi,,  a<lj.  .\i>lícase 
a  la  tradiH'ción  coloea<la  al  frente 
II  al  lado  del  texto  y  de  manera 
que  se  correspondan  línea  con 
línea.    \'oz    usada    poi-     muchos. 


YT7Y 


YUY 


rsü 


bwu  fonuada  e  intli*peuíable  jx»- 
ra  ilt-iiugiiir  la^  tradiuvioues  qiie 
íe  haveu  en  esta  fornu».  Hará 
muy  bieu  el  Dkv.  eu  admitirla, 
oíHiio  admitió  a  iHtet-liiutil,  que 
en  ?ii  foriuaoióu  y  >iguit)cado  es 
«le  la  iiiisnia  oíase  que  nuec=tro 
iie«>Ioiníino.  He  aquí  ima  buena 
autoridad:  "Publiití  en  AK-alá 
textor  gri<^<ks  t-on  ver<i<>ueíi  ¡fiur- 
f'ilin^oleit,  admirables  pjira  aquel 
iiem|.H>."  l^Cejador.  //¿<í.  <?*•  /« 
Itnyu"  t/  litirittL  cíMfí..  t.  I,  pág. 
;i87).  Ño  importa  que  íe  not? 
ailelantarau  lo*  íram-ese*.  que 
dijeron  juxtalin^aire. 

Yu3ral,  m.  Sitio  poblado  de 
yuyos  tjammigm).  Véase  el  si- 
uuiente. 

Yuyo,  m.  Eí  el  amarillo  f'tiv- 
untyij  que  inmortalizó  Rotlrigo 
Caro  en  sus  "Ruinas  de  Ifeílioa." 
pt»r  otro?  nombre^  b>.ilsmnita,  si- 
nim  Itrio  y  ratpmta.  AlgiHíos  lo 
wmfnnden  íKim'  iHjn  el  mibo.  Vé- 
ase esta  voi. —  Como  3myo,  loi-. 
fam. :  lacio,  sin  fuer/a-^.    "Tensio 


el  vueri«o  o  las  piernas  como 
yuyo."  PiMT  alitsióu  al  tallo  tier- 
no y  bhwdo  de  esta  planta,  que 
se  usa  nuicho  eu  ensalada.  Véase 
VutL— 1.ÍÍ  etimoU>gia  es  el  qui- 
chua y«y»t.  hierba.  Uortaliaa,  del 
fual  se  formó  también  o»«*A*i- 
y«yM.  hierbí»  del  mar.  Hay  tam- 
bién en  quiohua  U'.iiht,  pinqH>llo, 
tallo,  y  <»n  és^te  se  v\»uta!ninó  en 
la  Kh*.  Como  yujpo.  Mturty  Calisi- 
Uero  ir.eluyó  en  su  \\H-abulario 
la  voí  yuyo. — Ccjat.lor.  re^'tiiicíi 
la  etinjologia  arábiga  de  jansma- 
SH>  que  da  el  Dit-e..  diciendo  que 
viene  del  eúskertn  mnami,  brv>ia, 
i-oubo  líierluí»  mala  y  dañoía  a  los 
.<«jMbrí»doi*,  *^^>n  ^»»  de  adjs.  ÍL^- 
(mk.\  t.  II,  pág.  594). 

Yuyú  i^P.vsT.v  de),  ño  hay  tal 
yuyú,  sino  ¡fH^HÍm  o  azvfmfa, 
fnito  del  azufaifo.  "Es  una  dru- 
{«a  elip«»idal.  de  p<i>eo  más  de  íin 
i-entimetro  de  largo,  encarnada 
lH>r  fuera  y  amarilla  por  dentro, 
dulc^  y  comestible.  Se  usa  ci>mo 
inedit-amento  jíectoral." 


# 


^^>^^<5^¿^>^  ^¿^  >^,-^>^  í^ 


'/..  V.^  iiiiiv  .-eii.-il)U'  que  ?u  I'id-  cia  de  juzniln. — ICn  el  srupo 
muiciación  -en  iniíMtadií  en  Clii-  z¡/  .siipriine  el  i>uel)l(>  la  2  y  pro- 
le coiiK)  en  el  ra-to  de  América,  nuncia  sdianiente  j:  hallazgo, 
^^'•a^e  ('. — Ku  inucluis  ai)eilid(is  noviazyo^  i"-,'/"''.  ^""  l'iU'a  el  ha- 
f'e  n.-^a  ind(4iidnniente  en  vez  de  llajo,  noviajo,  jujar;  exaeta- 
,s;  Cordovez,  Chávez,  Fuenzalida,  mente  in  mismo  que  Inu'e  con  el 
Lazo,  Pavez,  Quezada,  Quiroz ;  >  .nru|i(i  .^7;  ra.vjiir.  nrñi'xffnr.  iini.f- 
]'ara  altiunos,  Cortez,  Meza.-  Ma-  //o,  <(n\  rajar,  arriejar.  mujo. — 
lamente  se  esciilie  tand>ién  z  i>or  Antes  de  r  y  ile  í  pretiero  el  ca.<le- 
*•  en  al.Línni»  nomlires  en  ".>■•(/'<,  llaim  la  c  a  la  z:  por  eso  so  e^-ri- 
cxí-íi^  rti:  razgo,  parentezco,  gi-  Im'  alnu-a  nln  (y  sn.«  derivados 
gantezco,  pezca;  por  semejanza  ifloxn.  nlnr^  rrlufipin) ^  rcfiro, 
c<>n  los  verlifxi  en  i-zvo:  ¡irlolrzrn,  nnit,  rn¡ii¡,  riz(i7i<i,  rizañnr,  ríza- 
vunzrii.  ptrezro. —  El  ndsnio  ín r":  pero  conservan  las  dos  nia- 
error  suele  cometeiíse  eon  nl'.;nnos  nera-^  (■•■ii;/iii<i  o  zt'Hfpiui.  rrlnn- 
verhos  en  ?•<"/•,  ]x>v  analonía  con  th'.t  u  z< lumlrs^  ndilla  o  zcdilUí, 
los  en  iziii':  alizar,  pesquizar;  ntii.  cnln  it  zi'io-,  zcd'i.  rínc  o  zin-c, 
ven  el  prelérilii  quizo  [«ir  ^eme-  rir'Kjañn  o  zirif/orui.  Zvmlo,  zi<j- 
janz^i  con  liizn. — Baltazar  &s  znrj^  ¡zi».  znx.',  zipizape,  y  los  pro- 
rnuy  común  en  v(z  de  Huffiíjoír:  pió-  Ziuolña.  Zfiinliiii,  Zi'nón, 
y  entre  el  vuliio  Benjazmín  |K)r  Zimiil".  y  Zita  -e  eíH-riiien  sola- 
U-fnjmain:  a  cansa  de  la  inlliien-  nunte  con  :.  Z<ii\  zariatio.  zarina 


ZAF 


ZAF 


y  zarevitz  se  escriben  también 
czar,  czariano^  czarina  y  czaievitz, 
pero  nó  con  tz,  couio  suelea  ha- 
cerlo algunos. 

Zacarías,  n.  pr.  m.  Zacarías 
se  llamaba,  h:  ñg.  y  fani.  con  que 
zaherimos  a  los  pedigüeños,  sa- 
hli.-:tíis  y  socaliñeros,  en  una  pa- 
lahra,  a  toilo.-  los  que  le  sacan  al 
prójimo  dinero  o  iüguno  de  sus 
hienes.  No  tiene  más  fundamen- 
to que  la  semejanza  de  sonido 
entre  sacar  y  Zacarías;  sin  eni- 
liargo,  tiene  gracia  y  merec-e  la 
aceptación  del  Dice.  Véase  Dan. 

Zafacoca,  f.  fam.  Riña  o  con- 
tienda con  ruido  y  bulla,  que 
mueven  muchos;  en  castellano, 
zacapela  o  zacapella..  Sinónimo.-»: 
chamusquina  (riña  o  penden- 
cia), escarapela  (riña  o  quimera, 
principalmente  entre  mujerci- 
llas, en  que  de  las  injurias  y  dic- 
terios se  suele  pasar  a  repelones 
y  arañazos;  y  entre  hombres,  la 
que  acaba  en  golpearse  con  las 
manos),  pelotera  (riña,  contien- 
da o  revuelta,  y  particularmente 
la  que  se  suscita  o  sostiene  entre 
mujeres),  bronca,  pelaza  o  pelaz- 
ga (pendencia,  riña,  disputa), 
bronquina  (quimera,  pendencia, 
riña),  sanfrancia  (pendencia. 
trifulca),  trupizomla  (bulla  o  ri- 
ña con  voces  o  acciones). — El 
vocablo  es  español,  aunque  no 
ajjarezca  en  el  Dice,  de  la  ^Vca- 
demia;  pero  el  de  Domínguez  lo 
define  a.sí:  "desmocha  o  desmo- 
che, descalabro  o  dispersión  oca- 
sionada por  el  mal  tiempo  o  por 
fuerzas  enemigas."  El  Dice,  de 
Alemany  lo  trae  también  como 
térnñno  de  Marina  y  cou  esta 
misma  definición ;  y  como  2.* 
acep.,  fam.,   le  da  la  misma  que 

Dicv.de  Uhil.,  t.  V. 


nosotros,  sin  limilarla  a  riiilc  ni 
a  America. 

Zafado,  ua,  adj.  y  ú.  t.  c.  s. 
Es  corriente  en  Chile  en  el  sig- 
nilicado  de  atrevido,  desvergon- 
zado, descarado;  que  viene  a  ser 
la  acep.  fig.  del  participio  zafado 
en  la  2.'»  acep.  del  v.  zafar.  (Vé- 
a?e  más  adelante).  El  individuo 
zafado  es  el  que  tiene  como  .dis- 
locado el  juicio  o  el  cerebro  y  por 
e.io  sale  de  quicio  o  de  sus  casi- 
llas en  sus  dichos  y  acciones.  El 
Dice,  de  Alemany  acepta  este  vo- 
cal)lo  como  propio  de  la  Amé- 
rica Meridional,  pero  no  hay 
duda  de  que  sea  español,  pues  lo 
vemos  usado  por  el  escritor  po- 
pular Muñoz  Pat)ón  :  "É.sta,  que 
es  mu  comprometeora  y  mu 
safa."  (Colorín-  colorado,  Sufra- 
gios). En  Colombia  lo  usan  tam- 
bién en  el  mismo  sentido,  como 
se  ve  en  el  hermoso  poema  <le 
Mac  Douall   "El  joven  Arturo:" 


fConque  ese  amor  profundo,  iiulescriptible 
Que  insiuiia  con  t..il  delicadeza, 
Pcdíizo  de  animal,  no  prueba  u;ul:i:^ 
— Sí:  prueba  que  tu  Safo  pb  muy  ztifmln. 

(.'-!e  trata  de  una  joven  que  hal)la 
con  mucho  descoco  y  tinge  un 
amor  que  no  siente).  Nóte.<e  taiu- 
l)ién  que  en  gallego  hay  zalfado^ 
que  .-dignifica:  "desvergonzado,  pi- 
llo, indecente,  o  de  mala*  parti- 
das."  (Cuveiro  Pinol). 

Zafadira,  f.  Dislocación  o 
dislocadtira,  luxación.  Es  usual 
en  Chile  como  jjostverbal  de  za- 
far en  su  2.*  acep.  Los  Dicciona- 
rios de  Domínguez  y  de  Roque 
Barciíi  lo  dan  como  voz  de  Ma- 
rina, correspondiente  a  esta  acep. 

■17 


738 


ZAF 


ZAI 


de  zafar:  "desembarazar,  liljertar, 
quitai'  los  estorbo»  de  una  cosa,'" 

Zafar,  n.  y  r.  Como  n.  le  da- 
mos la  acep.  de  irse,  alejarse, 
luiír.  "¡Zafa  de  aquí,  malvado!"" 
— Como  r.,  la  de  dislocarse.  "Se 
me  zafó  uua  costilla."'  Algunas 
vec&-i  es  también  a.  en  esüi  mis- 
ma acep.  "Le  zafaron  un  dedo." 
Las  ace]>;.  castizas  no  curr(isix)ii- 
den  exactamente  a  las  nuestras, 
pero  no  andan  tan  di.-^tantes:  la 
L"  es  igual  a  la  etimología  del  v., 
el  árabe  ¿aha^  ivse.  alejai'se,  y  se- 
mejante a  esta  que  como  r.  le  da 
el  üicc. :  "escaparse  o  esconderse 
para  evitai-se  un  encuentro  o  ries- 
go." Así  que,  usándolo  como  r., 
sei'ía  ii'reprochable.  "¡Záfate  de 
aquí!"  Téngase  presente  el  v. 
castizo  zacear  o  zalear,  a.:  "es- 
pantai-  y  hacer  huir  a  los  perros 
u  otros  animales  con  la  voz  ¡zal" 
y  asimismo  zapear,  a. :  '"espantar 
al  gato  con  la  interj.  ¡zape!  l""ig. 
y  tam.,  ahuyentar  a  uno."'  La  2." 
acep.  chilena  es  semejante  a  esta 
española:  "salirse  del  canto  de 
una  rueda  la  correa  de  una  má- 
quina;" y  más  semejante  aún  a 
esta  otra  de  Marina  que  le  da  el 
Dice,  de  Alemany:  "escaparse  un 
cabo  o  cualquier  otro  objeto  del 
lugar  donüe  está  amarrado,  su- 
jeto o  aju-stadü."' 

-Záfiro,  m.  ¡  Voto  al  chápiro  con 
el  esilrújiilo!  V  adviértase  que 
no  son  de  hi  turbanmlta  los  que 
lo  dicen  en  Chile.  Tara  .-«n  en- 
mienda digámosles  que  nunca 
ha  existido  en  ca.-tellano  la  tor- 
ma  esdrújula,  shio  solamente  la 
grave  znfiro  y  en  poesía  la  aguda 
zafir,  conforme-,  anil)a.-,  con  el 
latín  zuppliírus. 


Y  puso  en  ella 
El  pie  de  nieve,  que  con  un  suspiro 
Kabí  fue'  rojo  y  cárdeno  sajiro. 

(Lope  de  Vega,  La  roía  blaiiíti). 

Y  así  también  todos  los  jwetas  y 
jjrosistas  que  henu>s  leído,  a  ex- 
cepción de  IJalbuena,  que  una 
vez  dijo  záfiro  en  El  liernardo. 
i. a  turnia  safir  la  da  el  Dice,  co- 
mo anl. 

Zagual,  m.  Albañal ;  alcanta- 
rilla, atarjea. — Nada  tiene  que 
ver  con  el  zagiutl  castellano,  que 
es  "remo  corto  de  una  sola  pie- 
za. . ."  Probablemente  es  aféresis 
plebeya  de  defuigiuir  o  de  sus  de- 
i'ivados  desaguadero,  (¡■esugiie^  o 
metátesis,  con  pérdida  de  la  a 
inicial,  de  agiuizal  (sitio  bajo  u 
hondo  donde  se  detiene  el  agua 
llovediza). 

Zahumar,  a.  Aun  en  libros 
antiguo.-i  c.>pañoles  hemos  visto 
e.-^ta  mala  grafía  de  sahumar. 
Yriise  esta  voz.  Ks  formada  del 
latín  Kujfumare,  que  por  di.-<inii- 
lación  de  las  dos  úes  ^e  convirtió 
en  sahamar.  Lo  mismo  decimos 
de  sus  derivadas  m.ltu mador,  ,^Y(- 
// untadura,    sah a m crio. 

Zaino>,  na,  adj.  Como  prueba 
de  que  la  acentuación  de  e.<te  vo- 
caljlo  es  zaino,  y  nó  zaino,  cite- 
mos a  Pedro  de  Oña: 

Y  cl  linimo,  no  zaino,  sino  simo 
r;E»  más  rjue  nifio  dado  a  buenas  miñas? 

.(.4r(ii/co  domaiío^  c.  XVI). 

Zainoso,  sa,  adj.  Aplícase  al 
individuo  (pui  tiene  l<i.'<  defectos 
del  '.auto  (traidor,  falso  y  poco 
seguro  en  el  trato).  Como  e-te 
úilimo  lo  aplicamos  solamente  a 
liis  animales,  hemos  con.-crvado 
zainoso,  que  Domínguez  da  por 


ZAM 


ZAM 


7:;  9 


ant.,  pai'a  las  personas.  "Despui's 
que  ofeude,  viene  cuii  zalamerías : 
¡qué  mujer  tau    zainosa!" 

Zalamear,  a.  "ilaie  un  año 
^atniíiaijau  ai  mismu  a  quien  iioy 
zalamean  con  sus  alabanza*.' 
(^Lu  diario  cliileuo).  ISo  hay  tal 
V.,  .sino  únicamenle  los  sustanti- 
vo.-! zalama,  zalamelé  o  zalanieria 
(demostración  de  cariño  afecta- 
da y  enipalago.5a)  y  el  adj.  zalw- 
mero,  ra.  Haoer  uno  la  zalá  a 
otro  (cortejarle  con  gran  rendi- 
miento y  sumisión  para  con.se- 
guir  alguna  cosa),  es  la  fr.  que 
pudo  emplear  el  periodista. 

Zaloma,  f.  Así  hallamos  escri- 
ta esta  voz  varias  veces  en  la  edi- 
ción de  Lope  de  Vega  de  Rilja- 
deneira;  pero  el  Dice,  y  la  gene- 
ralidad de  los  autores  escriben 
saloma.  Véase  Salomar. 

Zamacueca,  f.  Véase  Cueca. 
— Calla  el  Dice,  acerca  de  la  eti- 
mología. Cejador  la  trae  del  vas- 
cuence: "Zama-cueca^  o  cueca, 
baile  popular  americano;  del 
amontonarse  o  zamu  en  eúskaro." 
(Silhantes,  t.  111,  pág.  llü).  L'ov 
nuestra  parte,  sólo  airemos  que 
no  debe  buácai^se  en  Chile,  por- 
que este  baile  no  es  originario  de 
aquí,  sino  del  Perú,  de  donde  nos 
vino  (Zapiola,  Recuerdos  de 
iieitita  anos,  t.  1,  pág.  8"))  ;  por 
lo  cual  podemos  sonreímos  con 
la  sonrisa  del  incrédulo  cuando 
vemos  que  algunos  han  pen.-ado 
en  las  palabras  zambo  y  clueca, 
cuando  lo  que  menos  tiene  este 
vocablo  es  de  castellano. 

Zamacuequero,  ra,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  üailador  de  zamacuecas; 
muy  alicionado  a  bailarla-.  Ü. 
más  el  simple    cuequero,  ra. 


Zamarreada,  f.  Acción  de  za- 
marrear; en  castellano,  zamamo. 

Zamarreen,  m.,  aum.  de  zu- 
uiarno  (acción  de  zamarrear). 
Oíros  dicen  zamarrón,  que  no 
podría  signiticar  esto  mismo,  por- 
(pie  sólo  sería  aum.  de  zamarra 
(prenda  rústica  de  ve.-ítir,  a  modo 
de  chaqueta,  liecha  de  piel  con 
su  lana  o  pelo)  o  de  zaniatro 
(ídem,  y  además,  piel  de  corde- 
ro, y  fig.,  hombre  tosco,  lerdo, 
rústico,  pesado  y  sin  a.*eo). 

Zamarronear,  a.  No  hay  tal, 
sino  zamarrear  (.sacudir  a  un 
lado  y  a  otro  la  res  o  presa  que  el 
perro,  o  bien  el  lobo  u  otra  Hora 
semejante,  tiene  asida  con  los 
dientes,  para  destrozarla  o  aca- 
barla de  matar;  fig.  y  fam.,  tra- 
tar mal  a  uno  trayéndolo  con 
violencia  y  golpes  de  una  parte  a 
otra) . 

Zamba  canuta,  loe.  fig.  y 
fam.  Ú.  m.  con  los  verbos  deeir, 
(fritar,  cantar,  y  significa  entre 
no.^otros:  decirle  a  uno  las  inju- 
rias o  insultos  má.s  gi-and&í,  no 
porque  se  le  digan  en  su  cara 
esas  dos  palahras,  sino  que  es  un 
modo  Je  referir  que  se  le  ha  in- 
sultado de  la  manera  nni«  gro- 
sera. Trae  tamljién  esta  fr.  Ciro 
Bayo  en  la  forma  Llamarle  a 
uno  zamba  canuta,  y  la  inter- 
l>reta:  "decirle  lats  verdades"'  o 
las  cuatro  verdades  del  barquero: 
"ilecirlc  sin  rebozo  ni  miramien- 
to algunas  cosas  que  le  amar- 
guen." Decirse  uno  u  otra  fus 
iiouibres  fie  las  fiestas,  o  de  las 
pascu((s  (injuriarse  recíproca- 
mente; echarse  en  cara  sus  de- 
fectos, de  resultas  de  una  quime- 
ra o  riña),  es  otra  fr.  que  para 
esto  nos  ofrece  el  Dice,  o  como 


740 


ZAM 


ZAM 


la  interpretó  Gonzalo  Correas: 
''Dij¿ron«e  los  nombres  de  los 
pascuas:  putas  Ijellacas  y  alca- 
huetas, y  otras  semejantes."  (í'o- 
calndaño,  pág.  582  a).  Pero  en- 
tiéndase que  la  fr.  es  para  ambos 
sexos.  Poner  como  mt-evo  a  uno 
.•significa  también:  "maltratarle 
de  obra  o  de  palabra ;  sonrojarle, 
zaherirle;"  y  poco  má^  o  meno-' 
las  otras  conocidas  frases  Poner  a 
ii.no  como  chupa  d-e  dómine.  Po- 
nerle como  un-  trapo,  Cxwl  digan 
droeñas^  Decirle  cuántas  son  cin- 
co. Expliquemos  ahora  el  origen 
de  zamba  canuta^  para  lo  cual  no 
hallanio.«i  un  rayo  de  luz  en  el 
Dice;  sin  embargo,  Quevetlo, 
que  es  uno  de  los  autores  más 
leídos,  en  su  Entremés  de  la  In- 
fanta Palancona^  escribió: 

Rey  CacHUMBA.  Mue'rome  por  PaUmciiia, 
CJue  un  hombre,  cuamlo  es  cochino. 
Pocas  veces  es  persona. 
;Ah  pensamiento.  d<í  vasl 
Que  me  purgas  por  detrás: 
Pensamiet.to  colorado, 
Mira  que  por  tu  cuid.ido 
Tengo  el  alma  en  an),Mrás. 
Hueco  estoy  como  caftut<i, 

Y  me  hincha  mi  pasiiíu 
De  tanto  Eambacañufu, 
Que  en  mi  triste  corazón 
Mo  cabe  amor  langorutu. 

En  otra  edición  anterior,  de 
1610,  termina  a.«í  e*te  mismo 
pa.saje : 

Como  un  dardo  estoy  enjuto, 

Y  hiuche'nie  mi  afición 
De  tanto  rumba  cai'tutof, 
Que  mi  triste  corazón 
Desde  la  pascua  trae  luto. 

Parece  que  la  voz  zamba  e-t/i 
aquí  por  zampa^  del  v.  zampar, 
devorar,  tragar,  a  semejanza  de 
Ins  demás  compuesto^  casteilanos, 
todos    despectivoí!  o    injiirio.>*oti: 


zampabodigos  y  zampatortas  (el 
que  come  mucho,  el  torpe  y  mal 
criado),  zampabollos^  zampabre- 
cas,  zampahigos  y  zampamiyas 
(bolx>  que  lleva  la  bo<-a  como  si 
la  tuviera  llena  de  1h)11o),  zam- 
palimosnas  (pobretón  o  estrafa- 
lario que  anda  de  sopa  en  so}xi 
comiendo  }■  pidiendo  sin  repa- 
ro), zampapalo  (bobo  y  toq>e, 
que  parece  se  sustenta  de  palos  y 
zoquetes  y  llega  a  ser  zo<iuete  y 
palo).  Infante  zambapalo,  dice 
también  Quevedo  en  el  citíido 
entremés;  lo  que  indica  que  el 
zamba  es  el  zampa,  ciustellano.  Se- 
gún esto,  zambacanuta^  a  seme- 
janza de  zambapalo,  signiticaría 
literalmente:  que  .-^  sustenta  de 
canutos;  y  se  adoptó  la  termina- 
ción f.  canuta,  para  concordarla 
con  zumba,  que  .-^e  tomó  por  s. 

Zambacueca,  Véase  Zamacie- 
cA.  La  primera  forma  sólo  se  usa 
entre  el  vulgo. 

Zambada,  f.  fam.  Ira  o  cólera 
projiia  del  /ambo.  \'éanse  India- 
da, en  el  Suplcnientd  del  1\'  t.. 
y     Mulatada. 

Zambardo,  ni.  Individuo  que 
hace  lr<>iK'lías,  averias,  cstropi- 
ci(K<. —  Hacer  un  zambardo,  fr. 
fig.  y  fam. :  hacer  e-stas  mismas 
cosas.  Alemany  admitió  en  su 
Dice,  este  vocablo  con  estas  do8 
aceps. :  ''.Vmérica.  chiripa,  casua- 
lidad, suerte;  en  Chile,  torpeza, 
avería". — En  el  siglo  -W'l  us<') 
este  V(X'ai)lo  en  España  Francisco 
]*a<-heí'ho  en  su  Sátira  apologé- 
tica: 

¿Que  medra  el  mocellún,  el  gran  cumbanlo, 
<%»n  sus  copl*s  de  hast^i  oananiazo, 
Hecho  poeta,  id  «it,  un  asno  panloi' 

(Htíiiia  dr  Arch\cii$.  Miitroi  y  Hibliuln-nt, 
t.  XVII,  p<g.  21.) 


ZAM 


Z&M 


741 


El  editor  de  esta  poesía,  Don 
Franci.-H'o  Rodríguez  Marín,  da 
en  notíi  la  etimología  de  esta  voz, 
la  misma  qne  nosotros  teníamos 
averiguada,  es  decir,  el  nombre 
de  uno  de  los  paí^tores  que  intro- 
duce Juan  de  la  Encina  en  sus 
églogas  y  que  es  un  rústico  igno- 
rante o  un  torpe  zamarro.  Pero 
copiemos  las  palabras  mismas  de 
Rodríguez  Marín:  "Zambardo, 
quizá  de  zambo,  parece  dicho  en 
significado  de  rústico  y  grosero, 
y  probablemente  lo  diría  aquí 
Pacheco  por  reminiscencia  de 
Zambardo,  nombre  de  imo  de  los 
paistores  que  figuran  en  una  églo- 
ga de  .Juan  del  Encina."  El  ar- 
gumento de  esta  égloga  es  el  si- 
guiente: "Égloga  trobada  por 
Juan  del  Encina,  en  la  cual  se 
introducen  tres  pastores:  Fileno. 
Zambardo  e  Cardonio.  Donde  se 
recuenta  cómo  este  Fileno,  preso 
de  amor  de  una  mujer  llamada 
Céfira..  de  cuyos  favores  viéndose 
muy  desfavorecido,  <'uenta  sus 
penas  a  Zambardo  e  Cardonio;  el 
cual,  no  fallando  en  ellos  reme- 
<lio.  ywr  sus  propias  manos  se 
mato."  Domínguez  trae  la  voz 
zambardo  en  el  Suplemento  de 
su  Dice,  con  e.sta  definiciiui : 
"chiripa  en  el  .juego  del  billar; 
fig.,  la  cosa  que  sale  mal  o  que 
no  se  ha  proyectado  bien."  A  am- 
bas acq>s.  les  pone  la  nota  de 
"americanas."  Don  Adolfo  de 
Castro  trae  una  fr.  parecida  en 
significado  a  la  nuestra  y  que  no 
.^e  halla  en  el  Dice.  "Cuando  se 
suele  hacer  una  cosa  tonta  o  de- 
sastrosamente, se  dice:  hizo  un 
santo  aht/mbrado."  (Estudios 
prácticos  de  bn^n  d^ecir^  pág. 
106). 


Zambito  (Baile    o    mal  del). 

Dígase  baile  de  San  Vito  <_ cierta 
afección  convulsiva,  especial- 
mente de  los  niños,  así  llamada 
porque  se  invocaba  a  este  santo 
para  remediarla). 

Zamboa  o  azamboa,  f.  Fruto 
del  azamboero  o  azamboo,  que  es 
una  variedad  de  cidra  muy  arru- 
gada. También  hay  forma  acim- 
boga. 

Zambraxo,  apell.  Aquí  donde 
tanto  y  erradamente  se  ha  prodi- 
gado la  2  en  los  apellidos  (Cordo- 
vez,  Chávez,  Fuenzalida,  Queza- 
da,  Quiroz,  etc.),  hay  nmchos 
que  no  saben  cóniu  escribir  Zam- 
brano  y  lo  estrojiean  en  Sambra- 
no  y  San  Brano;  conviene  que 
sepan  que  es  síncopa  de  zamo- 
rano,  habitante  de  Zamora,  y  por 
eso  se  escribe  con  z  y  en  una  sola 
palabra.  En  la  Crónica.  General 
d-e  España  se  llama  continua- 
mente rambranos  a  los  hal>itan- 
tes  de  aquella  ciudad. 

Zambullir  o  zabullir,  a.  y 
r.  Ambas  formas  son  castizas;  y 
así  también  en  sus  derivarlos 
zarn bullida .  zambullidor  y  zam- 
bullidura, que  pueden  ser  sin  m. 

Zambullón,  m.  Dígase  zam- 
baHidu  1}  zambu-llidura. 

Zampamplús,  m.  "Zampator- 
tas, zampabollos,"  lo  interpreta 
Ürtúzar,  con  nota  de  chilenismo. 
Nosotros  no  lo  hemos  oído  jamás, 
ni  hemos  hallado,  a  pesar  de  ha- 
ber interrogado  a  muchos,  noti- 
cia ninguna  de  este  raro  vocablo; 
sosiiechamos  que  pudo  ser  in- 
vención jocosa  de  algún  mal  es- 
tudiante de  fi'ancés  que  diría  pri- 
mero: ''Sans  pa-  plus,"  sin  decir 
basta,  que  no  se  hurta  jamás. 
Véase  Sans  facón. 


•42 


ZAN 


ZAN 


Zancajudo,  da,  adj.  Zancajoso 
o  zancnjiento:  "que  tiene  sx¡^n- 
des  zancajos." 

Zanco,  m.  Véase  Sanco.  El 
zonro  castellano  es  el  que  vimos 
en  la  voz  Anco. —  Znncn  d-e  nra- 
ñ(7,  loe.  fig. :  entre  sastres  y  cos- 
turera.", costura  de  puntadas  lar- 
gas y  en  forma  de  ziazac,  que  se 
u.sa  ceneralmente  para  los  fon-os. 
No  le  conocemos  equivalente  ca.s- 
tizo. 

Zancudo,  ni.  .\sí  llamamos  al 
cénzalo.  niosqvit'O  o  mosco:  "in- 
se^'to  díptero,  de  tre*  a  cuatro 
niilínictro-;  de  largo,  cuei^po  ci- 
lindrico de  color  inirdusco,  caUc- 
za  con  dos  antena-^,  dos  palpos  en 
foiTiia  de  pluma  y  una  trompa 
recta  armada  interiormente  de 
un  aguijón:  pies  largos  y  muy 
finos,  y  dos  ala.s  transparente? 
que  con  su  rápido  movimiento 
producen  un  zumbido  agudo  pa- 
rocido  al  sonido  de  una  trompe- 
tilla ..."  Por  los  pie»  larsros.  se- 
mejante-', salva  la  proporción,  a 
las  zmicnx  de  las  aves,  lo  llama- 
mos n a«ot ros  zancudo :  lo  que  no 
es  admisible. — Fig.  y  fam.  y  jxir 
fsemejanza,  carretón  rudimenta- 
rio, de  cuatro  niedas  y  de  lanza, 
en  el  cual  .«e  ensayan  los  caballos 
que  so  destinan  a  tirar  coches, 
carrot/One".  etc. — Fig.  y  fam.,  ins- 
pector de  tranvías  que  galantea 
a  las  cobradoras;  porque  va  co- 
mo zumbándoles  ni  oído,  a  .«enie- 
janza:  del  zancudo  o  moaquifo. 
Véanse  Serrucho  v  Pololo.  '?>." 
nppp. — Todo-  Ins  cliilcnos,  culto- 
e  incultos,  llaniauíos  zancudo  al 
rnonq'iilo.  y  hasta  el  insigne  He- 
lio le  dio  el  mismo  nombre,  en 
.'u  poema  FA  Proxcrito  (c.  TV, 
1.'  oct..): 


El  <.iá,  en  los  rejados  centellea, 

Y  va  la  Uabelit  >  al  campo  baja..., 

Y  el  velo  de  sutil  cendal  ondea 
Que  del  sombrero  rústico  de  paja 
Cuelga:  débil  defensa  al  aire  crudo. 
Al  Sül.  al  polvo,  al  panzador  zancudo. 

^las,  como  falta  la  base  de  este 
vocablo,  pues  los  pies  o  patas  del 
insecto  no  son  zancas,  no  debe- 
mos defenderlo,  y  Jiiejor  popula- 
ricemos la  voz  castiza  vioifqidUi. 
Con  este  fin  deinos  a  conocer  la 
ilcciimx  de  Quevedo  "Al  nioxquito 
de  trompetilla:" 

Saturno  alado,  mido 
Con  alas,  átomo  armado, 
líruja  ave,  aguijón  alado. 
(Ii'Ucl  sangrador  zumbido. 
Mcnostril,  pulga,  cupido. 
Clarín,  chinche,  trompetero; 
Xo  toques,  mosca  barbero. 
Que,  mosquito  pustUMn. 
Le  vienes  a  dar  rejan. 
Sin  ser  marido,  a  mi  cuero. 

Zándalo,  m.  Sóndalo  (aunque 
en  árabe  es  gandid) :  "planta 
herbácea,  oloro-^a,  vivaz,  de  la 
familia  de  las  labiadas.  .  . "' 

Zandunga,  zandunguear,  zan- 
dunguero.  N'canse  los  tre-  <'on  í<. 
Con  2  se  escriben  zan(/aud>ni;/o. 
ya^  zangandoncfo,  ga,  y  zangnn- 
d"llo,  11(1,  sustantivos  masculinos 
y  femeninos  que  significan :  "per- 
sona inhábil,  dc-mafiada,  iiolga- 
zana.'"  No  fallan  libros  españoles 
(juc  (\-cvilicn   taiiil'iéii    zandunga. 

Zangoloteada,  f.  Z<iii¡/(d<>fi<)  o 
zangtitio:  "acción  do  zangolotciU' 
o  zangoloteante.'' 

Z.\N(ioi,(:Ti:.\R.  n.  y  r.  Ks  igual 
en  .«igiiiíicado  a  zungotcar.  a, — 
'Cratándo-^e  de  líquidos,  el  v,  jiri- 
pio  es  liiiznciir  o  hozuquear,  a, 
(menear  o  revolver  una'  cosa  lí- 
(juida  moviendo  la  va-'iia  imi  qu'' 
está).  El  s.  es  bazuqueo. 


ZAN 


ZAÑ 


■18 


Zangolotón,  m.  Zangoloteo  o 
zantroteo  recio. 

Zangorrear,  n.  Zangarrear  (to- 
car o  rasguear  sin  arte  en  la  gui- 
tarra). 

ZaxguaxciO',  ga,  ad.j.  y  ú.  m. 
c.  s.  Sig-nifica  en  castellano:  "fal- 
to de  actividad  en  lo  físico  y  en 
lo  moral ;  embrutecido  por  la  pe- 
reza." En  Chile  lo  usamos  en  vez 
de  zanguaiio.  m.  fam.  (hombre 
alto,  des\"aído,  ocioso  y  que  se 
hace  el  simple)  y  de  zangón^  m. 
fara.  (muchacho  alto,  desvaído 
y  que  anda  ocioso,  teniendo  ya 
edad  ]iara  poder  trabajar). 

Zanjear,  a.  No  existe  y  dígase 
zanjar:  "echar  zanjas  o  abrirlas 
para  fabricar  un  edificio  o  para 
otro  fin;  fig.,  remover  todas  las 
dificultades  e  inconvenientes  que 
puedan  impedir  el  arréalo  y  ter- 
minación de  un  asunto  o  nego- 
cio." Véase  Eak   ('^''erboí?  en"). 

Zaxjón,  m..  aum.  de  zanja. 
Zanja  muy  ancha  y  profunda 
por  donde  corre  un  caudal  de 
agua,  que  es  el  que  la  formó. 
Generalmente  están  los  zanionrs 
en  terrenos  blandos  o  con  decli- 
ve, y  el  agua  que  corre  por  ellos 
es  la  que  baja  de  los  cerros  en 
invierno.  Véanse  Estero,  Agina- 
da y  Freír,  .1  freír  monos.  Lla- 
ma el  Dice,  arroi/a'hi,  arroiiadero 
y  zfinja  el  "corte,  surco  o  hende- 
dura producida  en  la  tierra  por 
el  agua  corriente;"  definición 
que  le  aueda  algo  corta  a  nues- 
tro zaiijón,  que,  como  lo  dice  su 
forma,  es  una  zanja  grande,  y 
ca=i  siempre  con  a.gua  corriente 
todo  el  aíío.  Más  se  le  ncerca, 
nrc-'cindiendo  del  agua,  bv  voz 
haden :  "zanja  o  depresión  que 
naturalmente  deja  formada  en  el 


terreno  el  paso  de  las  aguas  llo- 
vedizas." Por  su  etimología  ará- 
biga f^ignifica  "hondonada."  En 
vista  de  todo  esto,  debemos  con- 
servar nuestro  vocablo  zanjón, 
bien  formado  y  de  uso  general 
en  Chile. 

Zanoria,  f.  Forma  plebeya  de 
zanahoria  o  azanoria.  Azanaho- 
riate, zanahamate,  y  en  Aragón 
azan.oriafe,  es  la  zanahoria  con- 
fitada. 

Zana,  f.  Grafía  errónea  de  al- 
gunos, jx)r  saña  (furor,  enojo 
ciego),  porque  lo  relacionan  con 
hazaña,  con  el  cual  nada  tiene 
que  ver.  Éste  se  deriva  de  facia- 
na,  de  facer ^  hacer;  y  saña,  del 
vascuence  zaina,  nervio,  fibra, 
brío,  del  efecto  por  la  causa  y  del 
atiesarse  los  nervios  del  sañudo, 
nó  del  latín  sanies,  sangre  co- 
rrompida, veneno,  como  dice  el 
Dice.  Así  Cejador  (Silbantes,  t. 
IIJ.  pág.  225). -Tabaco  Zana  o 
de  Zana  (Saña  o  de  Saña),  ^''éas'e 
T.\i!Aro. 

Zaxaktx'^  apell.  Ser  uno  un 
Zañartu,  fr.  fig.  y  fam. :  ser  ira- 
cundo, de  genio  ásjíero.—  Volver- 
se uno  un  Zañartu,  fr.  fig.  y 
fam.:  salir  de  sus  ca>illas,  e-tar 
furioso.  Dice  Rodríguez  que  "un 
activo,  empecinado  y  duro  corre- 
gidor y  justicia  mayor  que  tuvo 
Santiago  ]X)r  los  años  de  1762  a 
1780  y  que  dirigió  la  construc- 
ción del  Puente  de  cal  y  canto 
haciendo  trabajar  a  los  presos  con 
más  látigo  que  salario,  de  ape- 
llido Zañartu,  fué  el  que  dio  ori- 
gen a  las  locuciones  anotadas." 
fJstnr  uno  hecho  un  basilisco 
('ciar  ninv  airado),  es  la  IV.  cas- 
tiza. Cejador  escribió:  "SañarUi, 
iracundo,  de  genio  áspero  (Amé- 


744 


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rica) ;  el  eúskero  zañartu,  tomar 
zañ."  (vSilbante-^,  t.  III,  pág. 
•¿•ir,). 

Zapallada,  f.  fani.  Fortuna  o 
hiena*  que  se  adquieren  inespe- 
rada o  casualmente.  De  la  acep. 
lig.  de  zapallo. 

Zapallai!.  ni.  Sembrado  de 
zapallos.  Debe  aduiitir?e,  pues  no 
baíta  v'ilahazar,  comoquiera  que 
la  calalia'za,  aunque  de  la  mi^ma 
familia,  no  es  igual  al  zapallo. — 
Por  lo  menos  cuatro  grandes  fun- 
rloH  hay  en  Chile  con  el  nombre 
de  Zapallar,  un  mineral  en  el 
departamento  de  Copiapó  y  un 
puerto  en  el  de  La-Ligua. 

Zapallazo,  ni.,  aum.  de  zopa- 
llíi.  <  !olj)e  dado  con  un  zapallo. — 
Cliiripa  muy  grande.  \7'a;ic  Sa- 
po, 13.'  acep. — En  la  1.°  acep.  e?- 
digno  de  aceptarse. 

Zapalleko,  m.  Individuo  que 
vende  zapallos. —  Zapallero,  ra, 
adj.  fam.  Añcionado  a  comer  za- 
pallo o  que  gu.^ta  mucho  de  i'l. — 
Chiripero.  Véa.*e  Sapero. 

Zapallo,  m.  "Cucúrbita  L., 
de  la  familia  de  Las  cucurbitáceas. 
Cáliz  quinqué-dentado,  corola 
nionopclala,  grande,  campanuda, 
amarilla;  cinco  estanibre-s  tria- 
delfos;  semillas  marginadas  en 
eu  borde;  zarcillos  ramosos.  Se 
cultivan  muchíLs  esi>ecie.s  o  va- 
riedades, qvie  se  distinguen  ca^^i 
únicamente  por  el  fruto.  Todas 
tienen  las  hojas  acorazonadiis, 
q  u  i  n  q  u  e- 1  o  b  u  1  a  d  a  s,  ásperas.' 
(Philippi). — Fruto  de  esta  plan- 
ta. P^s  esta  abundantísima  en  to- 
dfl  América  y  de  ella  hablan  to- 
das los  cronis-tas  antiguos,  los 
naturali.stas  y  todos  cuantos  vi- 
vimos en  este  Nuevo  Mundo, 
escritores    y     no    escritores;    la| 


pulpa  se  come  de  muchas  ma- 
neras, asada,  cocida,  frita,  y 
en  varios  guisos,  se  guarda 
asoleada,  en  forma  de  reba- 
nada (chúrqui  d-e  zapallo)  o 
cortada  en  espiral;  de  la  carne  de 
las  peintas  se  hace  sals<i  y  se  usa 
tandicn  como  aliño  del  plato  na- 
cional, la  cazuela  de  ave. — Fig..  y 
fam.,  chiripa  o  bambarria.  Véase 
Sapo,  Li.°  acep. — Irse  todo  en 
guías,  y  zapallos,  nada,  fr.  fig.  y 
fam.:  to<lo  es  palabras,  jiromesas. 
halagos,  etc..  sin  positivo  ja-ove- 
clio:  a  .«emejanza  de  las  plíuitas  o 
árlioles  viciosos  que  no  dan  fruto, 
como  la  higuera  estéril  de  la  pa- 
rábola evangélica.  I'iS  fr.  inge- 
niosa y  corriente  entre  el  pueblo. 
—  ]'-rde  como  zapallo.  YÍ'Hr'e 
Xf.kwe. — La  etimoloda  es  el 
quichua  zapalla,  calabaza  de  la 
tien-a.  Así.  con  z,  lo  escribe  Mos-i, 
y  (íarcilaso  con  r:  "'También  hay 
las  calal)azas  o  melones,  que  acá 
llaman  calabazas  romanas  y  en 
el  Perú  c«p«/'"- '  (C'oni-entarios 
rmles.  p.  1,  1.  VIH.  c.  X). 
(trimni  escribe  napat/u  y  otros  w- 
palla.  Es  e.xtraño  e  inexplicable 
que  todavía  no  haya  admilidn  el 
Dice,  este  vocablo  en  sus  dos 
aceps.  generales,  la  i>lanta  y  el 
fruto. 

Zapallón,  na,  adj.  íig.  y  fam. 
(iíiriiinllún  o  gordillón ;  por  ^-c- 
mejanza  con  el  fruto  del  zapallo. 
(pie  es  ancho,  circular  y  adia- 
tado. 

ZaI'.\U1!.\STK()SO,  o  zahuapas- 
Tiioso.  SA,  adj.  y  ú.  t.  c.  *.  Dcs- 
a-cado.  aiidrajo.^o.  desaliñado  y 
roto.    .\mba<  formas  son  castizas. 

Zapata,  f.  Así  llaman  nuestros 
}Knnl)res  de  campo  la  tdcra  es)ia- 
ñola    (travesiulo  de  liierro  o  de 


ZAP 


ZAP 


madera  que  sujeta  el  dental  a  la 
cama  del  arado  y  sirve  para  gra- 
duar el  ángulo  que  forman  am- 
bas piezas). — Por  seinejanza,  pie- 
za que  fija  la  altura  a  que  delie  ir 
la  cuchilla  en  las  máquinas  sega- 
doras. 

Zapateo,  m.  "Ací'ión  o  efect-o 
de  zapatear."  Admitido  por  pri- 
mera vez  en  la  14.*  edición  del 
Dice.  Antes  de  ella  lo  teníamos 
anotado  con  la  siguiente  autori- 
dad: "Y.  entre  tanto,  bailaban 
que  se  las  pelaban :  el  zapateo  era 
de  lo  más  fuerte  y  escogido." 
(Cándido  M.  Trigueros.  Teatro 
rapañol  burlesco,  c.  XII).  El 
Dice,  lo  traía  también  en  el  art. 
Canario,  4.»  acep. 

Zapatera,  f.  Coleóptero  dípte- 
ro, del  tamaño  de  la  mosca  y  de 
color  ne.gro.  que  vive  en  el  agua 
y  sube  con  frecuencia  a  la  super- 
ficie. Se  nos  asegura  que  así  se 
llama  también  en  España,  pero 
no  lo  hallamos  en  los  dicciona- 
rios.— El  nombre  de  este  insecto, 
como  el  del  siguiente,  2.*  acep., 
vienen  del  adj.  znpat-ero,  ra^  que 
"se  aplica  a  los  garl)anzos,  judías 
y  otras  legumbres  que  se  encru- 
decen de  residías  de  echar  agua 
fría  en  la  olla  cuando  se  están 
cociendo."  Como  e^tas  legumbres 
quedan  .sobrenadando  en  la  olla, 
por  semejanza  se  dio  el  mismo 
noml>re  a  ambos  insectos. 

Zapatkro,  m.  Véase  Tira- 
CHERO. — Zapatero  llaman  en  Es- 
paña el  insecto  que  aquí  llama- 
TTios  mulita  o  wulita  del  af/ua. 
Véase  Mt;ltta.  El  Dice,  no  re- 
gi^it.ra  nina-uno  de  los  dos  voca- 
blos.— De-'de  hi  13."  eHción  sola- 
mente admilií'i  el  Diré.  C'^ta:  anti- 
gua acep.  fani..  u-ada  ]inr  rl  Ma- 


estro Correas  y  tantos  otros:  ''el 
que  se  queda  sin  hacer  bazas  o 
tantos  en  el  juego.  Ú.  m.  en  la  fr. 
Qwdar  zapatero."  También  la 
admite  para  el  f.  zapatera.  Nos- 
otros decimos  siempre  con  la 
prep.  de:  Qícedar  de  zapatero^  de 
zapallera;  Dejar  de  zapatero,  de 
zapatera.  Véase  De,  7.°  Esta.  acep. 
de  zapatero  está  fundada  en  la 
misma  idea  general  de  nuestro 
chilenismo  planchadora.  Bolo  lla- 
ma también  el  Dice,  al  que  no 
hace  ninguna  baza  en  el  juego 
de  las  cargadas. — "Zapatero,  a 
tus  zapato-I,  fr.  proverbial  con  que 
se  aconseja  que  cada  uno  no  juz- 
gue sino  de  aquello  que  entienda, 
o  que  no  salga  de  su  esfera."  Así 
el  Dice.  Es  igual  a  la  otra  fr. 
castiza  Buñolero,  a  ítw  buñuelos, 
o  Iwz  tus  buñuelos,  y  a  la  chilena 
Panelero,  a  tus  pasteles,  y  traduc- 
ción de  la  latina  Sator,  ne  í<upra 
erepidam.  Don  Iñigo  López  de 
Mendoza^  la  ex)jresó  en  esta  otra 
forma:  Tornatrás  a  vuestro  mcs- 
ter,  qti-e  zapatero  soliades  ser. 

Zapatilla,  f.,  dim.  de  zapata. 
Se  usa  malamente  en  vez  de 
chanclo  o  choclo  (zapato  grande 
de  goma  u  otra  materia  elástica 
en  que  entra  el  pie  calzado). 
Otros  dicen  zapatón. —  Véase 
Puntilla,  3."  acep. — La  zapati- 
lla española  es  "zapato  ligero  y 
de  suela  nmy  delgada,  que  usan 
especialmente  las  mujeres;  za- 
pato de  comodidad  o  abrigo  para 
estar  en  casa." — No  se  confunda 
tamixico  con  la  sai} dalia,  (calzado 
compuesto  de  una  suela,  que  se 
asegura  con  correáis  hasta  la  gar- 
ganta del  pie) .  Las  sandalia*  que 
usan  los  obispos  en  los  oficios 
pontificales  no  tienen  tales  corre- 


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ZAP 


ZAR 


as,  j',  sin  embargo,  son  sandalias 
y  a<í  las  llama  el  Pontificjil  (xim- 
ihili'i). — También  llaman  aquí 
zapatilla  los  ení'nadema(lore.s  una 
hoja  <le  lata  en  que  deshilan  las 
puntas  de  los  cordeles  para  que 
l)e<nien  mejor  en  el  cartón. 

Z.VP.\TiTO,  1)1..  dim.  de  zapafo. 
Z II patitos  de  hierro  hax  de  gastar, 
ir.  fig.  y  fani.  tomada  de  los 
cuentos  de  hadas,  con  la  cual  se 
pondera  la  gran  dificultad  que 
hay  para  conseguir  luia  cosa. 

Zap.\T(>,  m.  Algunas  llaman 
así  la  zapata. — Zapato  con  mú- 
sica, o  de  acordeón,  tig.  y  fam.: 
el  que  cruje  al  andar.  \'éase  Cru 
jidera. —  Zapato  con  rienda,  ñg. 
y  fam.:  la  ojota.  .Vsí  lo  dice  el 
¡melilo  ])or  donaire. — Zapatos  de 
San  Francisco  fig.  y  fam.  Es  loe. 
tomada  de  la  fr.  española  Cami- 
ii'ir  o  )■/•  lino  en  el  coche  de  San 
Friiiirisrij  (caminar  o  ir  ai  pie). 
— Zapatos  de  silencio,  fam.:  los 
que  no  tienen  tacones  o  les  sobre- 
nonen  otros  de  caucho,  para  no 
hacer  ruido  al  andar. — Falta  en 
el  Dice,  el  antiguo  refrán  espa- 
ñol, que  también  se  oye  en  Chile, 
Zapato  roto  o  sano,  más  vale  en 
el  pie  qiif  no  en  In  mano,  contra 
los  que,  ]>or  no  gastarlos,  llevan 
los  zapatos  en  la  mano,  o  al  hom- 
i)io.  Lo  trae  en  su  colección  Don 
íñigo  López  de  Mendoza. — (¿iw- 
rrr  a  tina  persona  o  cosa,  niáx  que 
II  un  zapafo  vieju,  fr.  fam.:  (|ne- 
rcrla  nmclin:  ]ior  alusi<'>n  a  la 
comodidad  y  alivio  que  da  el  cal- 
zafio  vicio  f)  usado,  .solnv  tndo 
después  de  liaberse  usado  el  nue- 
vo, lis  corriente  rn  Chile  y  digna 
de  pasar  al  Dice. 

Zapatón,  m.,  aum.  de  zit¡¡alii. 
rh'gafe   cluiclo   o   ihunrtn,    ediiiK 


se  advirtió  en  el  art.  Zapatilla.— 
Calzado  de  mujer  rebajado  o  sin 
caña.  Es  superior  a  la  chinela^  a 
la  babucha  y  al  chapín. 

ZAQnzAMí,  m.  El  pl.  e-  zaqiü- 
zamieít^  conforme  a  la  regla  gene- 
ral de  lo.-=  agudos  en  i  (carmesíes, 
ajíes,  alhelíes,  rabíes):  sin  em- 
bargo, nuiehos,  y  especialmente 
I>oetas,  que  florecieron  en  el  ])e- 
ríodo  clásico,  dijeron  zaquizamís. 
No  hay  nece-^idad  de  presentar 
.?us  textotí.  ^'éase  Ri;bí. 

Zara,  n.  pr.  f.  Nombre  árabe, 
comunísimo  en  las  historias,  le- 
yendas y  romances  moriscos,  lo 
mismo  que  Jarifa^  Fátiata,  Zai- 
d(i.  Zoraida,  Zalema,  etc.  Sara 
es  nombre  hebreo  que  llevaron 
la  mujer  de  Abrahán  y  la  de  To- 
bías el  joven.  Así  pues,  las  nnije- 
res  que  tengan  más  devoción  a 
los  moros,  pueden  escribir  Zara, 
como  les  habrán  en.señado  los  no- 
\elones  que  han  leído:  pero  las 
que  tengan  má.s  sanas  creencias, 
gastarán  más  de  lo  bíblico  y 
preferiráai  mil  veces  Sara,  que 
.significa  ".señora".  Cervantes, 
que  tanto  tuvo  que  ver  con  los 
moro.«,  ])U(>s  fue  su  prisionero, 
liinta  en  su  comedia  Los  baños 
ilr  .\r;i<l,  una  Zarn.  <]ne  es  la 
misma  que  con  el  nondire  de 
Ziiruidii  ligura  en  la  novela  de 
El  Cmilivo  en  el  Quijote 

Zahagoza  (DiRAZvo  v>v.).  l>n- 
razno  ])eIndo,  amarillo  y  muy 
Itueno,  (]uc  se  da  en  el  mes  de 
Febrero.  Taml)i('n  se  dice  el  za 
ragozo,  za,  un  zaragozo,  za.y  ra- 
ra \  ez  zaragozano. 

Zah.vn'da.  f.  I.a  zaranda  o.<\<t\- 
ñnla  es  iiíual  a  la  criba  n  barnc- 
ro:  tandiiéu  tiene  la  acep.  de 
■'(  (il.izc)    re<'lan<rnlar     enn    fomln 


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747 


de  red  de  tomiza,  que  se  emplea 
en  loe  lasare?  para  separar  los 
espobajos  de  la  casca."  Lo  que 
no^otroí:  empleamos  para  e^to  y 
que  malamente  llamamos  zaran- 
da, es  el  zarzo  español  (tejido  de 
varas,  caña?,  mimbres  o  juncos, 
que  forma  una  superficie  plaua) 
o  el  cañizo  (tejido  de  cañas  y 
bramante  o  tomiza). 

Zarandajo,  m.  Trasto  inútil ; 
tirilla  cnloante  de  la  ropa, — Es 
forma  corrupta  del  castellano  zn- 
romdajna^  f.  p].  (conjunto  de  co- 
sas menudas  y  dependientes  de 
otras,  o  que  las  acompañan  como 
menof!  principales). 

ZARANDEO',  m.  Acción  o  efecto 
de  zarandear  o  zarandar,  que 
ambas  formas  tiene  el  v.— E'Tie- 
cie  de  movimiento  muy  rei^etido 
y  as:itado.  como  de  quien  danza 
o  baila  furiosamente  con  incnn- 
.sable  meneo. — Con  e-«tas  dos 
acep=^.  lo  trae  el  Dice,  de  Domín- 
gniez,  y  así  lo  u.samos  tamlñi^n 
naeotros:  el  de  la  Academia  ni 
lo  nombra. 

Zarandero.  m.  El  que  trabaja 
en  la  mal  llamada  zaranda  re- 
fregando la  u^■a.  No  se  confunda 
con  'pinodor  (el  que  pi.=a  la  uva). 
En  castellano  hay  también  zn- 
rnnrlfro,  rn.  y  zoranrln/lor,  rn, 
pero  siíínifica  otra  cosa:  "persona 
oue  nuieve  la  zaranda  o  echa'  cl 
trÍP'o  u  otro  ^ano  en  olla  "' 

Zarapito,  m.  En  Chiluc.  Fi-uta 
de  color  ro-ado,  menor  cine  la 
murta.  (Cavada).  En  castellano, 
zoropifo  e.s  un  ave  del  orden  de 
las  zancuda-'. 

Zaratív  m.  Sólo  .«iírnificii : 
"cáncer  dp  los  pechos,  en  la  mu- 
jer." No  debe  )ine- llamarse  zara- 
tán el  cáncer  de  la   lensjua.   do 


las  narices  o  de  otra.s  partes  del 
cuerpo,  como  se  ove  entre  el  pue- 
blo. 

Zaratearse,  r.  La  etimología 
de  e.ste  singularísimo  v.  no  pue- 
de ser  otra  que  el  eúskaro  zaiTO, 
que,  según  Cejador,  "se  dice  del 
arrastrarse  sobre  el  trasero.  .  .El 
arranque  en  el  arrastre,  zarra- 
da.  .  .,  la  cascada  rápida,  zarra- 
ta,  donde  hay  ese  arra.stre  o  roce 
ruidoso  continuado."  {Silbantes, 
t.  II.  pá.2;.  524-5).  Por  esta  razón 
deije  escribirse  zaratearse  o  zarra 
tearse.  Véase  Baratearse,  como  es- 
cribimos ante*  de  conocer  lo  que 
dice  el  gran  filóloQ;o  español. — 
AG:ré.a;uese  esta  otra  acep.  fam.: 
deslizarse  .sobre  una  superficie 
plana,  por  juego,  como  lo  hacen 
los  patinadores. 

Zarateo,  m .  A'^éase   Sarateo. 

Zaravíx.  Véase  PI^rpí^^ 

Zarcillo,  m.  Es  castizo  en  la 
acep.  de  "cada  uno  de  los  tallitos 
volubles  que  para  asirse  tienen 
ciertas  plantas  trepadoras,  como 
la  vid."  Así  también  cercillo  de 
vid.  cirro,  píemete  y  tijereta. — 
Por  tener  en  castellano  la  acep.  de 
"pendiente."  llamamos  también 
zarcillo  un  como  cadejo  de  plu- 
mas menudas  y  rizadas  que  tie- 
nen algunas  gallinas  en  cada 
mejilla.  Otros  dicen  aro  o  arete, 
y  otros  caravana.  Véa.-:e  este  pa- 
saje de  nn  autor  español  que  es- 
cribió en  Chile:  "Otra  particu- 
laridad o  característica  dominan- 
te en  muchas  vallinas  de  las  nue 
so  \"on,  recorriendo  la  campiña 
chilena  la  ofrecen  los  aretes  o 
pendientes  que.  a  manera  de 
adorno,  presentan  ciertas  galli- 
nas, de  cuyas  mejillas  salen  co- 
mo  unos    pinceles   o    manojillos 


ZAR 


ZAR 


de  plumas,  especie  de  arracadas. 
É«i  es  otra  caraetei'í-ítioa  que  eu 
manera  alguna  puede  encon- 
inu-se  en  las  razas  importadas  y 
debe  [de]  ser  típica  de  una  anti- 
gua casta  existente  en  el  país." 
(Salvador  Castelló  Correas,  vom- 
¡jendio  de  A  vic altura,  lecc. 
\1V). — De  zarcillo.  Dígase  de 
brac-ete  o  de  hra-ccro,  ''ni.  adv. 
con  que  se  denota  que  dos  per- 
sonas van  asidas  del  brazo."' 
Nuestra  expresión  proviene  de  lo 
que  liace  el  zarcillo  de  la  vid, 
que  se  ase  de  los  árlx)les,  pos- 
te-, etc. 

Zarcilludo,  da,  adj.  Lo  mismo 
que  tufudo.  Véase  en  .-^u  higaJ'. 
Kn  la  .Vrnentina  dicen  sunco,  ca, 
del  quichua  runcca,  barba,  me- 
jillas, pelos  de  la  barba.  (Torres 
Rubio).  Muchos  chilenos  distin- 
guen entre  tufudo  y  zarcilludo, 
a|)licando  el  primero  a  la  gallina 
L>  [«)11()  que  tienen  una  como  bar- 
ba de  plumas  en  el  cuello,  y  el 
segundo  a  los  que  tienen  zarci- 
llog  o  aretes. 

Zarco,  ca,  adj.  "De  color  azul 
claro.  Ú.  regulannente  hablando 
de  los  ojas."  lóste  es  su  .significa- 
do castizo,  y  así  también  el  adj. 
ojizarco,  ca  (que  tiene  los  ojos 
azules)  ;  i)er(>  en  Chile  lo  ai)lica- 
nios  al  ojo  con  nubes.  Y  no  será 
tan  raro  imestro  uso.  cuando  el 
Dice',  de  los  términos  técnicos  usii- 
dos  cu  Medicina,  de  (iarniery  De- 
lamarc,  detinc  los  ojos  zarcox: 
"nombre  dado  a  los  ojos  de  un 
individuo  cuando  el  iris  del  uno 
es  de  distinto  color  al  del  otro." 
— Kn  ChilfH',  nñope;  por  la  cre- 
encia de  que  los  ojc».--  nuiy  claros 
no  tienen  gnni  poIímuím  vi-ual. 
(Cavada). 


Zarpe,  m.  "El  Golnerno  orde- 
na que  no  se  permita  el  zarpe 
de  fr-ite  buque  [el  vapor  Lebn]." 
(El  Diario  llu^iraxlo,  12  Enero 
Unti).  Conformes:  no  se  ]>ermit€ 
el  zarpe,  ni  siquiera  se  le  nom- 
bre: i)ero.«e  permitirá  ¡por  favor, 
Sr.  Gobierno!  h  zarpa  del  bu- 
que, que  es  lo  único  que  admite 
ei  Dice,  con  la  definición  de  "ac- 
ción o  efecto  de  zaqmr"  o  levar 
anclas. 

Zarzamora,  f.  Llamamos  así 
la  zarza,  el  rubus  frurficosus  de 
Linneo,  que  se  cultiva  en  nues- 
tros cam]K)s  para  setos  o  cercas 
vivas.  El  Dice,  da  el  nombre  de 
zarzanioro  únicamente  al  "fruto 
de  la  zarzii,  que,  cuando  es  ma- 
duro, es  una  baya  conqmesta  de 
granillos  negros  y  lu.^trosos,  se- 
mejante a  la  nioi'a.  pero  más  pe- 
queña y  i-edonda  y  menos  aci- 
da." Sin  embargo.  Coinmelerán, 
de  la  Acadenda  Española,  dice 
en  su  Dice.  Latino-Es])añol,  art. 
Kunrs,  que  e.sta  misma  ])lanta, 
el  rnbus  friirtic(i(tH.s'  Linn.,  e^■  co- 
nocida vulgarmente  con  los  nom- 
bres de  zarza  y  zarzamora.  Y  mu- 
cho tienqx)  antes,  en  lfi41,  An- 
drés del  Castillo  Solórzíino  había 
hablado  tandñén  así:  ".Ulviilién- 
doles  cuidasen  particularmente  si 
entre  lo  fraga-io  de  los  enjunea- 
dos  iurayanes  y  zarzaviorn.'),  ha- 
bla))an  retirada,  qui^á  de  temor, 
alguna  o  algunas  damas.''  (La 
vtoji(/an¡/n  ihl  f/uxtú.  novela  1.*). 

Zarzamokai,,  m.  Sitio  pobla- 
do de  zarzíuuoi'as.  Para  el  Hici'- 
sólo  es  zarzal. 

ZAHZATAItRlLLA,      f.       El      Di(1'. 

describe  nmy  bien  el  arl>u^^to  de 
este  nond>re.  ])ero  olvida,  como 
acep.    distinta.    In  preparación    o 


ZEF 


ZIO 


749 


medicamento    que    se   liace   con 
sus  raíces. 

Zarzlelero^  ra,  adj.  Pertene- 
ciente o  relativo  a  la  zarzuela. 
"Musiquilla  vulgar  y  zarzuelera.'' 
"Conipañía  zanuclera^"  (Pere- 
da). Bien  puede  admitirlo  el 
Dice,  porque  está  bien  formado 
y  hace  falta. 

Zeballos,  apell.  Ce  bal!  os  de- 
íienden  Contó  e  Isaza,  fundados 
en  la  p^'áctica  de  los  modernos 
españoles  y  de  la  Acadenna.  En 
Gonzalo  Correas  se  lee:  "Ardid 
es  de  caballeros,  Cevallos  para 
vencellos.  Es  blasón  de  la  casa  de 
Veljallon  en  las  montañas.  Aña- 
dieron émulos:  Xo  e.s  ardid  de 
hijosdalgo,  Cevallos  para  mata- 
llo.-<;  quitado  el  no.  sería  bien: 
Ardid  es  de  hijosdalgo,  Cevallos 
para  matallos."  (Vocabulario^ 
pág.  30  a).  Esta  voz  Cevallos  (en 
vez  de  chitarlos)  parece  simple 
juego  de  palabras  con  el  apellido, 
al  cual  se  da  muy  distinta  etimo- 
logía: los  nombres  toponínñcos 
Estevales  en  Galicia  y  Estfvalios 
en  Castilla,  del  latín  asstiva^  si- 
tio sombrío  donde  ¡sestea  el  ga- 
nado, o  de  stiva^  la  esteva  del 
arado;  la  .sí  de  estos  nombres  .se 
convirtió  en  z  y  se  dijo  Zebalios 
y  después  Zeballos  o  Zevallos. 
Véase  Z,  al  fin. 

Zebedeo,  n.  pr.  m.  Algunos 
hrm  empezado  a  escril)ir  Cebe- 
deo,  .según  la  regla  general ;  pero 
Contó  e  Isaza  y  la  gran  mayoría 
de  los  autores  con.^rvan  la  z  que 
trae  es^te  noiubre  desde  el  hebreo. 
Zeferino  o  Ceferino,  n.  pr. 
III.  .\mbas  formas  admite  la  Gra- 
mática de  la  Academia;  y  así 
inl-ímo  debe  .ser  para  el  f.  Zefe. 
rina  y  Ceferina. 


Zenaida,  n.  pr.  f.  Los  que  lo 
toman  del  francés  lo  acentúan 
así;  pero  en  español  es  Zemiida 
(Contó  e  Isaza).  La  Gramática 
de  la  Academia  trae  Zeneida. 

Zexobiq.  y  Zenobia,  nombres 
propios,  m.  y  f.  Así  escriben  la 
Academia,  Contó  e  Isaza  y  la 
generalidad  de  los  autores,  por 
excepción  de  la  regla  general, 
según  la  cual  debería  ser  Ceno- 
bio, Cenobia. 

Zenón,  n.  pr.  m.  Asi,  y  nó 
Cenón,  por  excepción  de  la  regla 
general.  (La  Academia,  Contó  e 
J.«aza  y  los  mejores  autores). 

Zenteno,  apell.  Centeno,  se- 
gún Contó  e  Isaza  y  todos  los 
modernos.  Véase  Z,  al  fin.  Su 
etimología  no  puede  ser  otra  que 
el  nombre  centeno,  planta  y  si- 
miente bien  conocidas. 

Zepeda,  apell.  Cepeda  escril¡en 
Contó  e  Lsaza  y  todos  Jos  mo;íer- 
nos,  conforme  a  la  actual  orto- 
grafía de  la  Academia.  Véase  Z, 
al  fin.  Parece  que  este  apellido  se 
deriva  del  nombre  castellano 
cepeda  (higar  en  que  abundan 
arbustos  y  matas  de  cuyas  cepas 
se  hace  carbón). 

Zepelín,  m.  Es  urgente  su 
admisión  en  el  Dice.  El  de  Ale- 
many  lo  trae  ya  con  esta  defini- 
ción :  "especie  de  globo  dirigible, 
(le  construcción  alemana,  capaz 
de  transportar  personas  y  car- 
ga." Del  nombre  de  .«u  inventor, 
el  Conde  de  Zéppelin,  general 
alemán.  Convendría  explicar 
l)ien  lo  que  lo  distingue  de  los 
demás  globos  y  agregar  que 
tamljién  hay  superzepelin,  que  es 
un  zepelln  más  perfeccionado. 

Ziczac,  m.  Dígase  zigzafj  o 
ziszáíi  v  véa.«e  el  siguiente. 


750 


ZIG 


ZOO 


Zigzag,  m.  Llamají  algunos 
zigzag  la  plauta  frccsia.  refrwctü^ 
introducida  en  Chile  hace  pocoí 
año8,  y  la  lior  de  esta  planta.  Per- 
tenece a  la  familia  de  la^  irí^eaí, 
es  vivaz  y  tiene  de  25  a  30  centí- 
metros de  alto;  llores  muy  olo- 
rosas, numerosas,  reunidas  en 
gruidos  de  tres,  cinco  o  más,  y 
en  línea  recta,  con  lo  cual  for- 
man ángulos  entrantes  y  salien- 
tes, que  es  lo  que  luí  hecho  darles 
el  nomijre  de  zigzag.  Es  planta 
originaria  del  Calió  y  se  cultiva 
mucho  en  el  iSur  do  Francia  pa- 
ra perfumería.  El  nombre  freesia 
no  delje  pues  confundirse  con 
Fresiii,  mujer  de  Caupolicán, 
inventado  por  Ercilla. — Llegarle 
a  uno  el  zigzag,  ív.  lig.  y  lani.: 
entre  el  vulgo  i'ecibir  una  puñaJa, 
bofetada  o  cualquier  otro  golpe. 
Es  cambio  del  castellano  ¡zis^  zas! 
(vwes  con  que  se  expresa  el 
ruido  de  los  golpe»  que  se  dan  o 
se  recil)en,  o  los  mismos  golpes) 
con  zi(/z(i(f,  nombre  de  un  sema- 
nario ilu-trado  y  ameno  que  se 
publica  cu  Santiago  y  que  se  pre- 
gona por  los  muchachos  suple- 
menteros con  el  mal  pronuncia- 
do nombre  de  zih-zah. — ¿Tiene 
pl.  zigzag  en  su  significado  pro- 
pio de  '"serie  de  líneas  que  for- 
man entre  sí  alternativanieiitc 
úngulos  entrantes  y  salientes"? 
Por  su  forma  no  es  fácil,  porque, 
como  dice  la  tiramát.  de  la  Ata- 
t'.emia,  acalia  en  una  consonante 
que  nucístro  idioma  no  usa  ordi- 
nariamente como  final.  Por  a-o 
iui  pue.ip  ai)robar.«e  el  que  dio 
Valbuena,  zigs-zags:  "Salimos  de 
Valvcrdo  a  las  nueve,  y.  subien- 
do poco  a  poco  eii  zigs-zags  pri- 
mero  por   entre   los  centenos    y 


después  por  entre  los  brezales, 
llegamos  a  las  once  a  la  collada 
de  -Vrras."  (Umi  ascensión  a  Es- 
pigúete). Estos  plurales,  como 
también  albums,  clubs,  coiiipiols, 
son  de  los  tpie  repugTian  a  la 
índole  del  idionuí  español,  y  no.-^ 
otros  jamás  los  usaremos.  Caso 
que  fuera  necesario,  diríamos 
mejor  zigzagueo^  a  semejanza  de 
fraques,  de  frac,  biftequen.  de 
biftec,  lores,  de  lord.  "¿Cuántos 
Zigzi.gues  se  han  vendido  hoy?" 
Así  lo  formó  Unubicn  Don  An- 
drés Bello,  que  luirte)  sabía  de 
achaques  gramaticales : 

Mas  ora  en  ñlosúfícos  zigzagues^ 
Teológicos,  piilúicos,  divagues... 

(Poesía  La  .Wuda). 

En  el  te.xto  de  Valbuena  no  ha- 
bía necesidad  del  pl.,  porque  zig- 
zag está  usado  en  sentido  propio 
y  su  significado  es  de  nond)ro 
colectivo. 

Zigzaguear,  u.  Invención  de 
miKlenios  y  modernistas  que  vale 
iuuchííiii:o  nienos  que  los  casti- 
zos culebrear  (andar  formando 
eses  y  pasándose  de  un  lado  a 
otro)  y  .serpentear  (andar  o  mo- 
verse haciendo  vueltas  y  tornos 
como  la  serpiente). 

Zilleruelo,  apell.  Vill-trnelo  es 
para  Cunto  e  Isaza,  segiin  la  re- 
gla general. 

Zingue,  m.  \'('ase  Cingue.  La 
-Vcadcuia  e-scrilie  eiiir  o  zinc,  y 
en  su  última  Cramát.  declara 
que  el  pl.  es  ziius. 

Zisterna,  :q>ell.  Contó  e  Tsaza 
(•()iiii;i'n  a.^terna,  como  el  nom- 
Ir,'  ctinu'm  cisterna.. 

Zocalar.  \'case  Azocalar. 

Zó<  AUi,  m.  Su  2.»  acc]).  es: 
"faja    más  o    menos   ancha   que 


ZOI 


ZON 


751 


suele  pintarse  en  la  parte  infe- 
rior de  las  paredes,  de  diverso 
color  que  éstas.  También  suele 
ser  de  seda,  estera  de  junco,  pa- 
pel pintado  y  otros  géneros."' 
Utro  nombre  castizo  de  esta  faja 
es  jiiso. — Mas  el  "tablón  que  se 
.sobrepone  a  un  muro,  a  manera 
de  friso,"  y  el  "adorno  a  manera 
de  friso,"'  no  se  llauían  zócalo, 
como  dicen  aquí  muchos,  sino 
KTiocabe,  m.  Otros  los  llanmu 
guardapolvo,  lo  que  tampoco  es 
propio. 

Zócimo,  [a-,  m.  Once  santos 
trae  el  Martirologio  Romano  con 
el  nombre  de  Zósimo  y  una  San- 
ta Zósirmí,  pero  ningún  Zócimo. 
Este  nombre  es  griego  de  «rigen 
(Zfóctaoc,  vigoroso),  pasó  con 
la  misma  ortografía  al  latín  (Zo- 
simus)  y  con  las  mismas  conso- 
nantes características  debe  escri- 
birse en  las  lenguas  modernas. 

Zoco,  m.  Véase  Soco.  Agregue- 
mos, para  la  etimología,  que  en 
la  Argentina  llaman  zoque  el 
golpe  recio  y  seco  dado  con  la 
mano  o  con  otra  cosa,  y  en  Mé- 
jico .«e  llama  zoquete  y  zoquetón 
el  pescozón,  puñada,  bofetón. 
(Ramos  Duarte). — Algunos  chi- 
lenos llaman  también  zoco  el  co- 
dazo (golpe  dado  con  el  codo). 

Zodiaco,  m.  Zodíaco,  confor- 
me al  latín  zodíacos.  Bretón,  por 
exigencia  de  la  rima,  dijo  en 
mía  de  .sus  comedias  zodiaco. 

Zoilo,  n.  j)r.  m.  No  han  fal- 
tado poetas  que  digan  Zoilo,  y 
sin  ninguna  razón,  porque  el 
nombre  es  en  griego  ZtóO.o;,  y 
en  latín  Zóilvs,  en  tres  sílabas. 
Sin  duda  la  dificultad  de  hacer 
dos  sílabas  de  20-1  y  la  crema  o 
diéresis  que   .*e  pom'a  en  la   i  se- 


rían parte  para  que  se  con-iera  el 
acento  a  esta  última  y  se  dijera 
Zoilo.  Y  ttm  general  fué  esto, 
que  Don  Felipe  Robles  Dégano 
llega  a  sentar,  en  su  Ortología 
clásica  de  la  lengua  castellana, 
que  "todos  los  antiguos  decían 
Zoilo,"  y  que  "el  primero  que 
dijo  Zoilo  fué  Salinas  (Manuel)  ; 
y  detrás  de  éste  todos  los  moder- 
no-, excepto  Arjona  (Manuel)." 
(Fág.  210).  Con  esto  no  hay 
para  qué  presentar  varios  versos 
que  teníamos  reunido.s,  princi- 
palmente de  Ixjpe  de  Vega,  en 
que  se  dice  Zoilo;  mas  no  omiti- 
remos c%tos  de  Álvarez  de  To- 
ledo : 

Volver  quiero  a  aniidar  el  de'bil  hilo 
Y  a  seguir  mi  caiuino  trabajoso, 
Que,  si  muestro  sangriento  más  el  tilo, 
Temo  que  me  tendrán  por  sospechoso: 
Aunque  no  de  que  habrá  niugiiu  Zoilo 
Que  maltrate  mi  libro  de  envidioso. 

(El  Purén  indómito,  c.  XVII,  oct.  6.*). 

Pedro  de  Oña  hizo  más,  porque 
coiivirti('i  en  adj.  este  nduibre: 

Y  no  me  detendrá  temor  de  Scila, 
Ni  tiera  boca,  rábida  y  Zoila- 

(Arauco  doma>itj.  exoidioj. 

ZoL.\,  apell.  Debe  pronunciar- 
se así  como  se  e-cribe,  porque  es 
apellido  italiano,  y  nó  Zolá,  a  la 
francesa.  Aunque  este  desgracia- 
do y  ijornográfico  novelista 
(Emilio  Zola)  nació  y  vivió 
siempre  en  Francia  y  en  francés 
escribió  todas  sus  obras,  no  por 
eso  debe  adulterarse  la  pronun- 
ciacitm  de  su  apellido. 

Zoncera,  f.  Sólo  existe  zoncería 
de  20/(20,  20  (insulsez,  falta  de 
gracia  y  de  viveza;  dicho  o  hecho 


752 


ZORR 


ZOHR 


insulso  y  sin  gracia) .  Es  igual  a 
(tosería  o  sosera^  de  soso^  sa. 

Zopaipilla.  -V.sí  lo  han  escrito 
alguno.»  diarios  de  provincia?. 
Véase  Sopaipilla. 

ZoRAiUA^  n.  pr.  f.  Máiiflamc 
llamar,  Zoraida,  fr.  fig.  y  fain. 
con  que  se  indica  que  una  cosa 
está  Ijuena  o  exquisita,  que  es  de 
rechupete.  Algunos  le  agregan : 
aunque  esté  lio  viendo. 

Zorongo^  m.  Vea--*  Sorongo. 

ZoRR.\,  f.  "Carro  bajo  y  tuerte 
para  transportar  }>fesos  grandes." 
La  14.*  edición  del  Dice,  le  dio 
art.  ajiarle,  pues  en  la.s  anterio- 
res era  simple  acep.  del  vocablo 
zorra  (mamífero  carnicero...) 
La  lazón  de  esta  reparación  es  la 
distinta  etimología:  la  de  zorra, 
carro,  es  el  latín  saburra,  lastre, 
y  la  de  zorra,  mamífero,  es  el 
eúskero  zorra^  pelo.  Véase  Ceja- 
dor,  Dice,  de  Cervanks^  art.  Chu- 
RRiLLKRtí.  Entre  nosotros  se  co- 
nocieron las  zorras  (cari'os;  antes 
de  la  batalla  de  Chacabuco 
(1817):  "Construyó  L<^1  1®»" 
Luis  Heltrán]  unos  carros  largos 
y  ang(>sto.s,  pero  más  grandes 
que  la  forma  de  las  pieza.s  de  ar- 
tillería, mf)ntados  sobre  ruedas 
bajii.-<,  a  los  cuales  se  dio  el  nom- 
bre de  zorras.  En  cada  uno  de 
ellos  .se  colocaba  un  cañón  des- 
montado, envuelto  en  lana  y  re- 
lobailo  en  cuero,  para  evitar  que 
sufriesen  fra<turas  en  caso  de 
ocurrir  golpes.  Las  zorras  (íebían 
.ser  tiradas  por  nnilas  o  por  bue- 
yes, según  las  facilidades  del  ca- 
mino." (¡ja  l'nión,  de  Santiago, 
12  Fel)r.  15U7).  Ahora  son  co- 
nnmes  estas  zorras^  [)ero  más  i>c- 
queñas,  en  las  grandes  ca-a-*  de 
comercio,  en  los  muelles  v  en  las 


t.^taciones  de  ferrocarril. —  Caldo 
de  zorra,  guiso  que  suele  u^aise 
entre  el  puelilo  y  se  hace  de  esta 
manera:  se  tue.-ta  trigo,  se  tritu- 
ra, se  le  echa  agua  caliente  y  >e 
forma  una  ma.si  en  tiras;  se  cor- 
ta ésta  en  pedazos  pequeños,  que 
se  echan  a  cocer  en  agua,  con 
agua,  sal,  huevos  y  otros  ingre- 
dientes. Probablemente  el  nom- 
bre se  debe  a  los  j.>odacitos  de  ma- 
.-a  ])or  su  semejanza  con  otros 
zorros  chilenos.  (Véa.-e  Zorro). 
En  castellano.  Caldo  de  zorra  es 
loe.  ñg.  y  fam.  que  signitica: 
'persona  disimulada  que  en  lo 
e.xterior  se  muestra  afable  y  mo- 
desta para  lograr  asuitamenlo  su 
intención." —  Échale  sebito  de 
zorra  para  que  corra,  e-pecie  de 
refrán  que  usa  el  ]>uol  lo  en  algu- 
nas partes:  humedecer  un  látigo 
para  apretar  más  el  nudo  for- 
mado con  él,  o,  al  contrario,  pa- 
ra de-^hacerlo. — No  ser  la  piinx- 
ra  zorra  que  uno  lia  pelado  (des- 
ollado, corrige  el  Dice),  "fr.  lig. 
y  fam.  con  que  se  denota  ia  cos- 
tumlire  o  habilidad  que  tiene  o 
lo  que  da  a  entender  ]X)r  alguim 
accicin." 

Zorreada,  f.  fam.  Lo  mi<mo 
ipic  el  sigvñente. 

Zorreadura,  f.  Acción  o  efecto 
de  zorrear,  o  más  claro,  batida, 
caza  o  corrida  de  zorros. — Tnm- 
liién  suele  llamarse  así  el  paper 
chase  ingléa.  Véa-se  esta  expre- 
sií'in  en  el  Suplemento  del  4.°  t. 

ZoRKKAR,  n.  Cazar  zorros.  \ó- 
a.-^e  (U  AV-ujiEAU. — Tugar  al  pa- 
per chase.  X'ca.-se  el  anterior. — 
Sacudir  con  los  zorros  (tiras  de 
orillo  o  piel,  cola-;  de  cordero. 
ele.  (lUf,  unidas  y  puestas  en  mi 
mango,    sirven    para   sacudir   el 


ZORR 


ZORR 


7b-d 


polvo  de  muebles  y  paredes). 
Esta  3.*  acep.  se  usa  menas  que 
las  otras  dos,  y  sólo  fam.,  pero 
ambas  esiáu  bien  formadas. 

Zorrear,  u.  Eu  Chiiüéj  dai'  el 
caballo  fuertes  resoplidos. — Del 
Oiislellano  zurriur  o  zuñir,  souar 
bronca,  desapacible  y  confusa- 
mente alguna  cusa.  (Cavada). 

Zorrido,  m.  En  Chiloé,  reso- 
plido que  da  el  caballo.  Del  cas- 
tellano zuñido,  .-onido  bronco, 
desapacible  y  confuso.  (Cavada). 

ZüKRO^  m.  Para  indicar'  la' es- 
pecie a  que  ¡pertenece  este  mamí- 
fero, nosotros  decimos  zurro;  pe- 
ro el  Dice,  y  todos  los  autores  es- 
pañoles dicen  zurra;  y  ac?í  mismo 
lomaron  para  esto  el  f.  en  lus  si- 
nónimos raposa  y  vidpeja.  Para 
indicar  el  sexo  se  llama  en  Es- 
paña y  en  Chile  zorro  al  macho, 
y  zarra,  a  la  hembra. — Fig.  y 
fam.,  individuo  que  hace  de  zo- 
rro en  el  juego  del  paper  chase. 
Véase  e^ta  expresión  en  el  Su- 
plemento del  4.°  t. — Especie  de 
plumero  hecho  de  tiras.  l)ígase 
eu  pl.,  zorros:  "tiras  de  orillo  o 
piel,  colas  de  cordero,  etc.,  que, 
unidas  y  puestas  en  un  numgo, 
sirven  para  sacudir  el  polvo  de 
nuiebles  y  paredes." — Zorros,  pl., 
llama  aquí  la  gente  del  pueblo 
ios  gi-anos  o  pelotillas  que  se  for- 
man poniendo  miel  a  la  harina 
tostada.  Son  parecidos  al  alcuz- 
cuz español  (pasta  de  harina  y 
miel,  reducida  a  granitos  redon- 
dos, que,  cocida  de-pués  con  el 
vapor  del  agua  caliente,  se  guisa 
de  varias  maneras.  Es  comida 
muy  usada  entre  los  moros).  Los 
zorros  chilenos  o  harina  con  zo- 
rros no  necesitan  guisarse,  por- 
que la  harina  es  de  trigo,  de  ma- 

Dicc,  de  Chil.,  t.  V. 


íz  O  de  morocho  tostados.  Úsause 
lespecialmente  en  los  viajes,  co- 
'nio  alimento  seco  o  en  forma  de 
ulpo.  Lionzalo  Correas  (pág.  300 
b)  trae  esta  fr. :  "Cíuay  de  ga- 
chas a  t^íd  hora  comidas  con  pun- 
ta de  alliler,"  y  la  e.xplica:  '"Son 
las  puches  con  harina  }•  miel  u 
oiinajos."  ¿Qué  es  orutujos'/  No 
lo  da  el  Dice,  ni  así  ni  con  h; 
pero  del  contexto  se  deduce  que 
tales  orniajos  han  de  ser  pelotas 
o  porciones  de  harina  con  miel 
formadíis  en  horuia  o  molde.  Y 
¿cuál  es  la  etimología  de  nues- 
tros zorros  ?  Parece  que  hay  que 
buscarla  en  el  vascuence.  "Lu 
palabra  euskérica  zorro^  tchorro, 
dice  Cejador  (Silbantes,  i.  11, 
pág.  126)  vale  además  cualquie- 
ra otra  cosa  que  brota  en  abun- 
dancia, el  chorro,  la  panza  o  ba- 
rriga de  un  objeto,  todo  saliente, 
vaina  de  legumbres,  saco  o  bulto, 
estómago."  Después  trae  los  si- 
guientes vocablos:  "zorra,  agalla 
mayor  o  cucurro,  en  Álava; 
agrupación  de  racimos  de  acero- 
las verdes,  en  Aragón.  Sorra,  are- 
na gruesii  que  sirve  de  lastre,  en 
Náutica."  Cualquiera  ve  las  rela- 
ciones de  semejanza  entre  e.-tos 
vocablos  y  el  nuestro.  Nótese 
también  el  castellano  zorrocloco: 
"en  algunas  partes,  especie  de 
nuégados  en  forma  de  canuti- 
llos." Nuégados  es  "píista  cocida 
al  horno,  con  harina,  miel  y 
nueces,  y  que  también  suele  ha- 
cerse de  piñones,  almendra*, 
avellanas,  cañamones,  etc."  Por 
la  semejanza  del  nuégado  con 
nuestros  zorros  y  por  al)reviacióu 
de  zorrocloco,  largo  y  duro  de 
pronunciar,  es  prolfable  que  do 
él  naciera  nuestro  chilenismo. — 


ZOR 


ZOR 


El  zo-iro  cuidando  gallinas,  ir. 
lig.  y  t'aiii.  con  que  indicamos 
que  una  jjei'sona  no  es  para  guai-- 
ítar  o  cont-ervar  lo  que  se  le  en- 
comienda, snio,  al  contrario,  pti- 
ra  de-^tiüu'lo  o  robarlo.  .Merece  la 
aceptación  del  Dice. — Hacerse 
uno  el  zorro  rengo  (o  manco,  o 
muerto),  Ir.  tig.  y  fam.,  corriente 
en  Chile.  ISignirica:  nacei"¿e  el 
disimulado  para  conseguir  mejor 
.<u  intento.  Vale  lo  mismo  que  ia 
loe.  española  Caldo  de  zorra  (, vé- 
ase Zükka),  lo  que  el  s.  zorrería 
(astucia,  cautela  y  modo  de 
obrar  caviloso  del  que  busca  su 
utilidad  en  lo  que  hace  y  va  a 
lograr  mañosamente  su  intento) 
y  el  m.  í'ani.  zorrocloco  (hombre 
tardo  en  sus  operaciones  y  que 
])arece  bobo,  pero  que  no  se  des- 
cuida en  su  utilidad  y  prove- 
cho). Kicardo  Palma  dijo  Hacer 
el  chancho  rengo:  "N'engo  por  ti 
para  llevarte  a  una  parranda, 
donde  hay  muchachas  «.le  aiToz 
con  leche  y  canela,  y  \  le  encuen- 
tro en  cama  haciendo  el  chancho 
rengo!"  {Trodiciones  peruniia.s, 
t.  11,  pág.  32U).  Así  también  en 
la  Argentina  y  en  el  lU'uguay. 
Ambas  fra.'^e-,  la  chilena  y  la 
otra,  no  pueden  derivarse  sino  de 
las  españolas  Hacír  k  de  remjo 
(ñngir  enfermedad  o  lesión  para 
excusin-.se  del  trabajo),  Dar  con 
la  de  rengo  (engañar  a  uno  des- 
pués de  hal)erle  entretenido  con 
esperanzas)  y  Ihwerse  nnn  </ 
zorro  (aparentar  ignorancia  o 
distracción). 

ZoRZ.VL,  m.  En  .sentido  rect" 
hay  tan  poi'a  diferencia  entre  el 
zorzal,  de  Ivpaña  y  el  de  Chile, 
que  no  merece  tonuu-se  on  cuen- 
ta.— Kn    sentido   fig.  estamos   de 


e.xtremo  a  extremo:  el  zorzal  es- 
pañol es  "hombre  astuto  y  sa- 
gaz," y  el  chileno,  todo  lo  con- 
trario, portpie  es  el  individuo 
simplón  y  poco  cauto  (el  primo 
castellano) ;  y  se  le  llama  a.sí, 
porque,  a  semejanza  de  los  zor- 
zales, se  lo  caza  con  faciliiiad  y 
muchas  vece¿  .se  le  d^splunm. 
En  el  siguiente  pa.saje  de  Tirso 
de  Molina  parece  que  el  gran 
dramaturgo  hubiera  hablado  má- 
como  nosotros  que  como  español: 

De  ticiTü  de  moros  vengo. 

Y  al  pie  desta  peña  tengo, 
Señor,  doacientos  zorzales. 
Dos  oouip^tfií'as  enviad, 

Y  el  pescuezo  les  torced, 
O  enjaulados  los  tened, 
Porque  son  de  calidad. 
Kngañe'  al  rey  de  Uranada, 
Que  soy  moro  alarbe  piensa. 
Y,  en  fin,  traigo  en  n\i  defensa 
L'na  famosa  emboscada,  i 
C'eiquen  esa  casería, 

Que  allí  encerrados  están. 

(La  nina  ilt  lv>  rtjM,  11.  lu.") 

Tamliién  se  puede  traducir  esta 
arep.  de  zorzal  por  pitpam osean  o 
l)ii¡iit,iiitii.-i  (hombre  .•^inq)ie  y  cré- 
dulo o  dema-siado  candido  y  fá- 
cil de  engañar). — Tandiién  lia- 
iiKimos  zorzal,  en  .-entido  lig., 
el  animal  vacuno  o  bovino  que 
en  el  rodeo  de  la  mediatunn 
se  queda  retrasado,  por  U> 
cual  lo  tonum  los  jinetes  que 
van  atrás. — Zorzal  de  eanipani- 
Ihi:  el  que  al  linal  del  cunto  hace 
un  repiqueteo  muy  esi>ecial.— 
Zorzal  mero.  Véase  Mkhi>. — Co- 
mo curio.sidad,  merece  coniicer.<e 
la  adivinanza  chilena  del  zunal, 
(pío  e>  é.stu:  ¡'ira  ;i  eseiieha,  «ara 
ana  presa  largneha;  porque  e-la 
ave  acostumbra,   después  de  una 


ZOR 


ZOR 


lluvia,  picar  el  suelo  donde  su 
instinto  y  su  buen  oído  le  di- 
cen C|ue  hay  lombrices;  después 
de  picar,  queda  escuchando,  y,  si 
oye  algún  movimiento,  da  una 
segunda  picada  y  saca  una  lom- 
briz.— Por  el  buen  oído  del  zor- 
zal es  coiTÍente  decir  también  de 
las  personíis,  que  tienen  oído  de 
zorzal.  Los  españoles  dicen  oído 
de  liebre,  oído  de  tídco.  (Caba- 
llero). 

ZoKZAiA,  f.  Hembra  del  zor- 
zal. Corriente  en  Chile  y  digno 
de  admitirse,  como  lo  admitió 
ya  el  Dice,  de  iVlemany.  "No 
alcanzamos  la  razón,  eícribió 
Rivodó,  por  qué  hayaai  de  ser 
epicenos  los  nombres  de  algunos 
animales,  especialmente  de  aque- 
llos cuyo  .-íexo  se  distingue  fácil- 
mente, cuando  la  estructura  de 
la  palabra  admite  sin  difícultad 
la  Üexión  correspondiente  a  cada 
género.  Es  ley  general  del  idio- 
ma, de  acuerdo  con  la  natui-ale- 
za,  que  los  sustantivos  que  de- 
signan seres  vivientes,  tengan 
terminación  distinta  pai'a  cada 
sexo.  Esta  divereidad  de  forma.s 
&i  perfección  y  elegancia  en  el 
lenguaje."  Si  se  dice  canaria, 
cierva^  elefanta,  loba^  leona,  etc., 
no  vemos  por  qué  no  pueda  de- 
cirse también  zorzala.  \'éanse 
Lx>R.\,  ToRD.\  y  Venada. 

Zorzalada,  f.,  fig.  y  fam.  Ac- 
ción propia  de  uu  individuo  a 
quien  se  califica  de  zorzal,  esto 
es:  inocentada,  bobada  o  boberia^ 
tontada  o  tontería,  necedad. 

Zorzaleada,  f.  fam.  Acción  o 
efecto  de  zorzalear.  Véase  en  se- 
guida. 

Zorzalear,  a.  Obtener  de  uno 
dinei'o    u   otra    cosa  precioesti- 


mable  haciéndole  ci'eer  falsa- 
ineute  una  necesidad  o  apuro  o 
abusando  de  su  buena  fe  de  cual- 
quiera otra  manera.  ^Isí  zorza 
lea  a  otro  el  que  come  o  bebe  a- 
expensas  de  él,  el  que  le  pide 
dinero  sin  ánimo  de  pagáiselo, 
el  que  vende  mía  cotii  por  má-s 
de  su  valor,  el  que,  siendo  ea  ei 
juego  nmy  perito,  íieepta  jugar 
con  otro  que  no  siibe  casi  nada; 
etc.,  etc.  tío  diferencia  de  sablear, 
que  es  jjedir  dinero  prestado  con 
ánimo  de  no  pagarlo,  y  de  co" 
dear,  que  es  pedir  con  insistencia 
o  majadería.  Véiuise  ambos  ver- 
bos, y  además  tíABL.vzo.  ''Ale 
quedé  muy  triste,  Uoraiulo... 
por  mis  pobres  diez  pesos,  pero 
luego  me  vino  un  consuelo;  me 
han  zorzaleado  diez  pesos,  pero 
he  visto  a  un  buen  actor  y  he 
adquirido  el  derecho  de  escribir 
este  artículo."  (Egidio  Poblóte, 
(a)  Ronquillo,  La  Unión,  de 
¡Santiago,  24  Jun.  1918).  El 
complemento  directo  puede  ser 
también  la  persona  zorzaleada : 
"Zorzalearon  a  Pedro;  Yo  no 
zorza  leo  anadie."  Además  de  los 
equi\alentes  que  pueden  verse 
en  lo6  artículos  citados,  téngase 
presente  emprimar,  que  en  su 
acep.  fig.  y  fam.  significa:  "abu- 
sar del  candor  o  inexperiencia  de 
uno  para  que  pague  algo  inde- 
bidamente, o  para  divertirse  y 
regalai-se  a  sus  expensas."  Lite- 
ralmente, tratarlo  de  primo,  pai'a 
engañarlo.  Caballero  trae  las 
frases  Se  la  han  dado  de  primo, 
Se  la  han  jugado  de  puño:  "fa- 
miliarmente se  dice  por  aquel  a 
quien  se  engaña  y  se  burla." — 
Zorzalear  se  deriva  de  zorzal,  1." 
acep.  fig.  chilena. 


7óÜ 


ZÜO 


ZUM 


Zorzaleo,  ui.  Atcióu  o  efecto 
de  zorzalear. 

Zorzalero,  ra,  adj.  El  que 
zorzalea.  L.  i.  c.  .s.  Cuando  se 
ajdica  al  que  coiné  a  expensas  de 
otro,  es  en  castellano  yorriata  o 
¡jorran^  ¡níjutc,  mogrollo. 

Zorzalina  (Vida).  La  regalada 
\"  siu  afán ;  como  es  la  del  zorzal 
que  vive  en  jaula,  comiendo, 
descomiendo  y  cantando.  Ll 
iJicc.  de  Domínguez  trae  en  el 
Suplemento  el  adj.  zorzalino,  na, 
con  esta  deíinición :  "que  tiene 
analogía  con  los  zorzales,  su  na- 
turaleza o  cuaiidades." 

Zuacate,  m.  i'uüaila,  trompa- 
da.— El  origen  fué  un  personaje 
de  una  inececilla  de  teidro  lla- 
mado Mister  Zuacate  (así  lo  pro- 
nunciaban los  actores  e?;paño- 
lesj,  cuya  er^pecialitlud  era  el 
pugilato;  con  sus  puñadas  a 
tiempo  y  a  destiempo  hacía  reír, 
y  por  eso  los  espectadores,  jM'in- 
cipaJmente  los  niñas,  tomaron  su 
nombre  como  sinónimo  de  pu- 
ñadu  o  trijiiipada. 

Zuazagoitia,  apell.  Ziuizagoitia 
e.-K'riben  Contó  e  Isazii  y  así  pro- 
nunciaba twmljién  el  sacerdote 
cliileno  Don  Ignacio  Ztiazu- 
fjoitia. 

Zucurco,  m.  Nombre  vulgar 
de  una  umbelífera  del  Norte  de 
Chile,  del  género  inaliauín. 
■VSu]>arbustos  de  liojas  tiesas, 
])arlidas  on  tres  o  cinco  divisio- 
nes, casi  siempre  espinosas;  Ho- 
res  aniarillas  con  el  limbo  del 
cáliz  ix.'rsi,steiüe,  quinquedent^i- 
do;  fruto  <-on  cuatro  ala.s.  Todas 
las  .seis  o  siete  especies  de  est«  gé- 
nero son  ciiilcuiLs  y  se  conocen 
con  los  nombre^  de  yerba  negra 
o  dichillo."  (l'hilippi). 


Zueca,  f.  No  exi.<te  en  caste- 
llano y  dígase  gakfcha  (calzado 
de  madera  o  de  hierro,  de  que  .-ío 
usa  en  algunas  provincias  para 
andar  por  la  nieve,  el  agua  y  el 
lodo).  Usan  aquí  las  zuecas  de 
madera  algunos  c^impesinos  y 
también  los  cocheros  de  ciudad 
cuando  lavan  k)s  coches  o  aseim 
las  cocheras  y  t-aballerizas. — Di- 
ce el  Dice,  que  galocha  viene  del 
francés  galocJie.  Conviene  estu- 
diar más  el  punto,  jwrque  en  el 
siglo  XV  ya  se  usaba  en  caste- 
llano este  vocablo  ix>r  el  autor 
del  Corvacho  (p.  III,  c,  IX),  y 
uó  como  raro  o  extraño,  sino  co- 
mo corriente  y  i)opular. 

Zuela,  f.  SmUi.  y  solameide 
miela^  del  latín  solea.  La  2  se  de- 
be a  la  influencia  de  azuela  (he- 
rramienta de  carpintero  que  sir- 
ve para  desbastar). 

ZvLÚ,  adj.  "Dícese  del  indivi- 
duo de  cierto  pueblo  de  raza  ne- 
gra que  habita  en  el  África  aus- 
tral. Ú.  t.  c.  s.  1 1  Perteneciente  o 
relativo  a  él."  Admitido  de-de  1:> 
18.»  edición  del  Dice. 

Zumba,  f.  Zurra,  azotaina  o 
azotina,  sdliu,  vuelta,  felpa:  y,  en 
general,  todo  castigo  fuerte  que 
con  puñadas,  palos,  etc.,  da  un 
superior  a  un  inferior. 

Mi  niiidie  me  cUü  uno  zumba, 
Poi<iue  le  pedí  maiiiln: 
Mamita,  ilc'nie  otia  zumba 
Y  ilespuv's  lo  que  lo  pido. 

(Copla  populur). 

También  hay  en  castellano  Dian- 
la  y  .siiiiKiiita  (zurra  de  golpes 
que  .-íe  da  a  tino),  tmtfa.  toraln. 
fidliua^  landa^  y  las  fra-ctí  .U» - 
uear,  Kacuilir  o  zurrar  a  uno  et 
bálago,  o  el  zarzo,  o  la   badana, 


ZUM 


ZUN 


757 


Tocar  o  zurrar  la  pámpana.  Me- 
dirle a  tmo  las  espaldas.  Mullír- 
selas a  uno. — La  etimología  es  el 
eúskaro  zumpa^  golpe  oon  ruido 
(Cejador,  Silbantes,  t.  I,  pág. 
590),  que  lo  es  también  del  v. 
zuvihar,  aunque  el  Dice,  lo  da 
por  onómatopcyico.  Nuestro  s. 
puede  haber  salido  directamente 
del  V.,  porque  todas;  las  zumbas 
de  alguna  manera  zumban  al 
a]>licarla^-<. 

Zumbar,  a.  LanzíU'  o  arrojar 
con  liúdo  una  cosa.  "Pedro  le 
zumbó  umt  botella  a  Juan,  y  éste 
le  zumbó  una  bofetada."  Véase 
¡tras!  El  Dice,  lo  acepta  c.  a. 
sólo  en  la  acep.  fig.  de  "dar  vaya 
o  chasco  a  uno;"  en  la  primera  y 
principal  de  "hacer  una  casa 
ruido  o  sonido  continuado  y 
bronco,  como  el  que  se  siente  a 
veces  en  los  oídos,"  lo  da  sola- 
mente como  n.  Pero  es  evidente 
que  nuestro  uso  vino  de  España, 
pue.s  allá  dicen  también  como 
nosotros.  "Llegó  Acero,  le  zum- 
bó al  negro  un  monotón."  (Ser- 
gio Hernández  de  Soto,  Cuentos 
populares  dr  Extremadura, 
XXI). — Tratándose  de  insectos, 
decimos  que  zumban  los  que  pro- 
ducen un  ruido  desagradable, 
como  los  moscardones,  abejon'os. 
tál>anos,  cigarras;  pero  de  las 
abejas,  cuyo  ruido  es  más  suave 
y  apacible,  deciinas  que  susi.irran. 
El  Dice,  no  nombra  los  insectos 
en  uingimo  de  estos  dos  verbos. 
Lo  mi.suio  delie  decirse  de  los 
sustantivos  zumbido  o  zumbo  y 
susurro  o  susurrido. —  Hacer 
zumbar  a  uno  a  azotes,  palos, 
bofetadas,  etc.  Significa  lo  mis- 
mo que  Hacer  sonar.  Véase  en  el 
art.  Hacer. 


Zumbera,  f.  Zumbido  o  zum- 
bo de  oídos.   Sólo  entre  el  vulgo. 

Zumeles, m.  pl.  Botas  enterizas 
de  cuero,  que  cubren  de.-'de  el 
pie  hasta  la  rodilla.  General- 
mente se  hacen  de  una  pierna  de 
caballo,  extrayendo  el  cuero  sin 
romperlo  y  antes  que  el  animal 
se  enfríe.  La  parte  de  la  corva  se 
£> cómoda  para  el  talón  y  se  cose 
en  la  punta  con  una  correa.  Muy 
poca.-'  son  las  personas  que  usan 
este  calzado  tan  pobre  y  tan  rudi- 
mentario; más  usado  es  entre  los 
araucanos.  En  la  Argentina  tam- 
bién se  usa  y  se  llama  bofas  de 
potro,  porque  generalmente  se 
hace  de  las  piernas  de  un  potro. 
— La  etimología  es  el  araucano 
shumelj  el  calzado.  (Padre  Au- 
gusta). El  origen  más  remoto 
habría  que  buscarlo  en  las  len- 
guas que  geográficamente  están 
más  cerca  de  la  araucana. 

Zunco,  ca.  Véase  Sunco,  ca. 

Zunchar.    "\''éase    Exzunchar. 

Zuncho,  m.  Véase  Suncho, 
1.''  art..  No  es  raro  que  algunos 
iletrados  lo  escriban  con  s,  cuan- 
do a.sí  se  le  deslizó  también  al 
Dice.  (12."  edición)  en  el  art. 
Sustentante.  No  se  confunda 
con  fleje  (tira  de  chapa  de  hie- 
rro con  que  se  hacen  aros  para 
asegurar  las  duelas  de  cubas  y 
toneles  y  las  balas  de  ciertas 
mercancías),  ni  con  cello  (ai'o 
con  que  se  sujetan  las  duelas  de 
1as  cubas,  cornix>rtas,  pipotes, 
etc.),  ni  menos  con  precinta 
(]>equeña  tira,  ]X)r  lo  regular 
de  cuero,  que  se  pone  en  los 
cajones  a  sus  esquinas  para 
darles  ñrmeza).  Conviene  si 
con  uro.  que  es  ténniuo  gene- 
ral,  V     más    aún    con     cincho 


i58 


ZUR 


ZURR 


(aro  de  hierro  con  que  se  asegu- 
ran o  refuerzan  barriles,  ruedas, 
maderos  ensamblados,  editicios, 
etc.),  con  el  cual  í^  confunde  en 
la  misma  etimología,  el  latín 
cinctum.  Hierro  arqiwro  o  cellar, 
o  Hierro  phrnchuelu  es  parecido 
al  fleje,  porque  es  "el  forjado  en 
barras  de  unos  cinco  centímetros 
de  ancho  y  uno  de  .grueso,  que 
.•íir\e  para  cellos  de  pipa," 

ZuxGA,  f.  Es  la  voz  española 
chunga  (burla  festiva.  Ú.  m.  en 
la  fr.  Estar  de  chunga).  Ninguna 
de  las  dos  formas  se  conoce  en 
Chile;  pero  le  apuntamos  al 
l^icc.  la  escrita  con  2,  porque  la 
hallamos  en  un  autor  csiiañol: 
"Exclamó  con  nmcha  zunga 
Fernando  sétimo."  (Meritorias 
de  un  cortesano,  pág.  99). 

Zurcir,  a.  Su  1."  acep.  es: 
"coser  la  rotura  de  una  tela, 
juntando  los  pedazos  con  punUi- 
das  o  pasos  ordenados,  de  modo 
que  la  unión  resulte  disimula- 
da." Además  de  esta  acep.  le  da- 
mos en  Chile  esta  otra:  "llenar  a 


fuerza  de  puntadas  mal  hechas 
los  agujeros  de  la  ropa,"  que  es 
lo  que  si.scnifica  el  v.  corcusir. 
Mas  la  13.»  y  14.»  edición  del 
Dice,  le  agregaron  a  zurcir  esta 
2.»  acep.,  que  es.  poco  más  o  me- 
nos, igual:  "suplir  con  pvmtadas 
muy  juntas  y  entre<-ruzadas  la 
tela  que  falta  en  el  agujero  de 
un  tejido." 

Zurria,  í.  Forma  plebeya  de 
zurra,  usada  también  en  Colom- 
bia, como  urnia,  de  urna,  trun- 
fio,  de  triunfo.  Otros  dicen  tam- 
bién zurringa. 

Zurrón,  m.  Lo  quo  llama  el 
pueblo  zurrón  de  azúcar  es  en 
castellano  püón  (pan  de  azúcar 
refinado,  de  fi.cura  cónica).  Pro- 
bablemente se  le  dio  este  nombre 
porque  llegaría  a  Chile  metido 
en  bolsa  de  i>ellejo  o  de  cuero 
parecida  al  zurrón:  el  contenido 
por  el  c-ontinente. 

Zurrucuco,  m.  Es  el  zorroclo- 
co castellano.  Véase  ZoHüo.  zo 
rros,  pl. 


<^^.f^>T^*' 


SUPLEMENTO 


TÍABEAR,  n.  Conviene  conocer 
también  el  •■sinónimo  hopeor.  n.: 
"menear  la  cola  los  animales,  e-*- 
pecialniente  la  zorra  cuando  la 
si.onen."' 

Rabelisto,  m.  El  que  toca  el 
ral>cl.  Así,  en  o  lo  usa  el  pueblo, 
como  lo  hace  con  ca.«i  todos  los 
nombres  en  uta:  bromisto,  cuen- 
tisto,  mofisto.  Véase  Ista.  No 
tiene  el  castellano  vocablo  espe- 
cial para  designar  al  que  ]>or  ofi- 
cio toca  el  rabel.  J'iolinistn  no  so 
le  puede  a])licar.  porque  el  ríolín 
no  e^  igual  al  mhrl. 

Raicear,  n.  Además  del  c;ustizo 
iirrin'gar,  hay  en  español  li'irbar, 
n. :  "'echar  raíces  la  i>lanta." 

Raizado,  da,  adj.  Que  tiene 
muchas  raíces.  Xo  le  conocemos 
equivalente  castizo;  el  que  más 
se  le  acerca  el  s.  f.  raigambre 
(conjunto  de  raíces  de  los  vege- 
tales, unidas  y  trabadas  entre  sí"). 
Rajón. . .  Además  de  los  equi- 
valentes indicados,  hay  el  s.  ras- 
(/(t(k),    admitido   t<ambién     en    el 


Dice,  y  que  f)odemos  confirmar 
con  la  autoridad  del  P.  Rodrí- 
guez: "Hácese  imo  una  ropa 
nueva  de  damasco.  .  .  :  asióse  no 
sé  dónde  y  rasgóse .  .  .  :  echa  en 
nrjn-e!  rasgad/)  un  ribete,  o  pasa- 
manos de  oro,  o  un  bordado  muy 
rico;  y  con  aquello  queda  la  ro- 
pa, más  .graciosa  y  vistosa  que 
antes  y  no  parece  sino  que  se 
hizo  de  propósito  aquel  raRf/adn, 
para  hermosearla  más."  (Ejcrci- 
nn  flr  perfección,  p.  Til,  tr.  VII, 
c.  VID. 

Ramadero,  m.  í^I  que  tiene 
ramada  para  matanza. — Por  ex- 
tensión, el  que  negocia  benefi- 
ciando re-es  mayores. 

Rancherío,  m.  Dígase  mnchf- 
rhi  (conjunto  de  rancho--  o  cho- 
zas que  forman  como  un  lugar). 

Raquet,  m.  Forma  falsa  del 
castellano  raqueta,  juego  que  se 
llama  también  volante,  e  instru- 
mento con  que  se  juega.  Así  mu- 
chos <licen  también  filé,  del  fran- 


780 


REB 


REB 


cés    ilef^  en   vez   del    caítellano 

¡Ras linter.]',  de  aplauso.  "Tres 
.sonoro?  ¡ras!  por  la  tripulación 
terminaron  ese  reportaje  acuá- 
tico." (La  Unión,  de  ííantiago, 
21  Jul.  1918).— Es  abreviación 
de  ¡hviTnf  introducida  con  el 
juepro  del  football  ( bal-ompié ) . 
La  forma  completa  es:  "¡Up,  up, 
up.  hurrah !" 

Raspaje . . .  Tratándo.^e  de 
huesos  y  como  términos  de  Ciru- 
gía úsense  los  siguientes:  l-e/jrar^ 
a.  (raer  la  superficie  de  los  hue- 
sos .separando  la  membrana  fibro- 
sa que  los  cubre  o  la  parte  más 
superficial  de  la  substancia  ósea), 
Jrfjra,  f.  (in.stnimento  que  se  em- 
plea para  legrar) .  lef/ración  (ac- 
ción de  legrar),  legradnra  (ídem, 
y  además,  efecto  de  legrar),  le- 
rjrón  (legra  mayor  que  la  regu- 
lar, de  que  usan  los  albéitares 
para  legrar  las  partes  sólidas  de 
las  bestias). 

Ratear,  n.  Trabajar  a  ratos. 

Raterear,  a.  Dígase  rafror: 
"hurtar  con  destreza  y  sutileza 
cosas  pequeñas./'  El  chileno  for- 
mó el  V.  de  ratero,  y  el  español, 
del  latín  raptare. 

R.\Tóx.  .  .  El  refrán  citado  al 
fin  de  este  art.  lo  da  Don  Juan 
de  Triarte  en  e«ta  formai:  Max 
rale  al  garzón  iter  raheza  <le  gato 
qiN'  cola  dr  ratón. 

Ratonera,  fie.  y  fam.  "\''ivien- 
da.  madin'iuera  o  apo.«pnfo  de  la- 
drones. Por  semejanza  con  la 
ratonera  española,  que  en  una 
de  sus  ncpT>s.  es  "madriguera  de 
ratones."  iva  voz  ca.stizjv  es  Indro- 
vera  (lucrar  donde  se  abrigan  y 
ofultíin  ]i>'j  ladrones). 

Rayo,    m.     Ní>mbre     del     ra- 


núnculo; otros  lo  llaman  contra- 
rrayo,    y  otros    centella. 

Rebeca  . .  El  significado  ])ro- 
pio  es:  pretina  ancha  que  se  po- 
ne a  los  vestidos  de  nuijer,  y  es- 
pecialmente de  niña.  En  caste- 
llano sólo  hallamos  hijuela  (tira 
de  tela  que  se  pone  en  una  pieza 
de  vestir  para  ensancluu-la) . 

Rebrotar.  .  .He  aquí  una  au- 
toridad más  antigua  en  favor  de 
este  V.  omitido  por  el  Dice: 
"Con  las  paridas  me  iré  mansa  y 
repo.sadamente,  jiorque  las  cri- 
anzas, de  las  delgadiís  yerbas  que 
entre  las  nuevas  matas  de  los 
ásperos  tomillos  rebrotan,  puedan 
gozar."  (Lope  de  Rueda,  Colo- 
quio  (le  Timbria). 

Rebilt.\r.  a.  El  Dice,  admite 
solamente  rebultado,  da,  adj. 
"abultado."  ¿Por  qué  omitir  el 
V.?  "Aun  siendo  pocos  a  veces 
los  ra.sgos.  .  .los  han  rebultado  y 
sacado  del  cuadro."  (Cejador, 
Hitt.  de  la  lengua  y  literat.  ea.i- 
telhnw,  t.  Vlli,  pág.  312). 

Rebutir,  a.  Rellenar,  emliutlr 
mucho  o  hasta  no  dejar  ningún 
hueí'o.  Inju.stamente  lo  omitió  el 
Dice,  pues  es  c^istizo  hast-ii  no 
más  y  lo  dan  muchos  otros  dic- 
cionarios, como  el  de  Balbuena 
(español-latino),  el  de  Donu'n- 
giiez  (en  el  Suplemento),  el  de 
Roque  Barcia,  el  de  Zemlo,  el  de 
Alemany,  etc.  Confírmenlo  las 
siguientes  autoridades:  "Es  fia; 
erudición  |  Un  almaacén  rebati- 
do, un  vestuario  curioso,  un 
gtiardajoyas  de  la  sabidiuía.' 
((íracián,  .\gad''za  ;i  arte  de  in- 
genio, di.sc.  LVIIl).  "¡Oh.  .-ii  tú 
le  rocibie<e^  \s\  Dios],  alma  nu'a. 
en  esta  .«ala  y  con  esta  )>erfccción, 
colmatla  de  virtudes,  irbntida  de 


RECH 


RED 


rni 


finezas,  toda  endiosada  y  trans- 
formada en  el  Señor!"  (Id.,  31-e- 
ditación  X"\^III). 

Y  a  tanto  varíín  famoso 
Con  qnien  Gnarinos  espera 
Jíebutir  el  su'  leniento 
Ue  su  infausta  biblioteca. 

(Moratín). 

"Otras  veces  rebufido  ¡e\  lensaia- 
je  del  Buscapié^  de  dichos  rebus- 
cados, de  frases  robadas  a  Cer- 
vantes y  a  otros  insignes  escrito- 
res, y  de  sracias  sin  gracia."  (C. 
A.  de  la  Barrera,  El  mchetero  del 
Buscapié,  pág.  73).  Cejador  lo 
usa  tamhiién  con  toda  libeilad  en" 
sns  numerosas  obras. — ^La  etimo- 
logía tiene  que  ser  la  niifliia  de 
cmbvfir,  nó  el  latín  imhutu-m, 
como  dice  el  Dice,  sino  el  vas- 
cuence bota,  botatu,  como  lo  pro- 
bó Cejador  en  el  Dice,  de  Cerv., 
art.  Bota. 

Recorredor  de  pisos.  Significa 
lo  mi>ino  que  trapeador,!.^  acep.. 

Recotín .  . .  Para  expresar  esta 
idea  hay  en  ca-^tellano:  bulle- 
bulle, com.  (persona  inquieta, 
entremetida  y  de  viveza  exce- 
siva), molino^  fig.  (persona  su- 
mamente inquieta  y  bulliciosa,  y 
que  parece  que  nunca  para), 
Ser  uno  un  azoqv-e,  fr.  fig.  y  fam. 
(.«er  muy  inquieto).  Parecer  que 
uno  tiene  Jiormic/nillo,  fr.  fig.  y 
fam.  (bullir,  estar  inquieto  y  sin 
sosiego) . 

Rechanque,  ni.  El  mineral  de 
úUima  clii-c.  i)or  su  ley,  después 
de  escogido  y  antes  de  ser  tritu- 
rado.  (Al)raháu  Fernández  O.) 

Rechupado,  da,  adj.  fam.  Tra- 
■vjado,  da.  en  sus  dos  aceps. ; 
"que  tiene  los  ijares  recogidos,  a 
causa  de  no  haber  comido   o  l)e- 


bido  en  mucho  tiempo;  fig.,  dí- 
cese  del  que  está  muy  flaco." 
Más  chupado  que  una.  mona^ 
Más  chupado  que  un  cangrejo, 
Más  chupado  que  iin  espárrago, 
son  locuciones  que  trae  Caballero 
y  se  dicen  de  la  persona  extraor- 
dinariamente flaca  o  de  pocas 
carnes.  Sinónimos  son  también: 
Más  deh/ndo  que  un  alauhbre, 
Más  delgado  que  i/n  fideo.  Más 
delgado  que  un  junco,  Man  ff/ico 
Qiie  el  caballo  de  Don  Quijote, 
Más  Hoco  cine  el  San  Jerónimo 
de  Mayo,  Más  flaco  que  la  muer- 
t-p.  Más  finco  que  mida  de  alqui- 
ler. Máíi  finco  que  iin  espárraoo. 
31  áx  tinco  que  un  fideo,  todas  del 
mismo. 

Redextob.  m.  Falta  en  el 
Dice,  la  fr.  Meterse  uno  a  reden- 
tor^ que  generalmente  se  termi- 
na: y  s'dir  (o  para  salir)  cruci- 
ficado. El  colombiano  D.  Roberto 
y\w  Douall  la  expresó  así  en 
verso : 

M€  mefo  a  fíetientor.  y  es  ntin/  forrtcntf 
Que  muera,  como  tal.  crucijicado. 

(El .¡oreri  Arf'irn.  oc^-  .5.") 

"La  trae  también  Caballero  con 
c-^ta  definición:  "ocuparse  en  lo 
que  no  le  importa  e  intervenir  en 
ello" ;  y  también  en  estas  otras 
formas:  Por  meterse  a  redentor 
le  cruHficaron  (dícese  del  que  se 
ocupa  en  cosas  que  no  le  impor- 
tan y  sufre  )>or  ellas  algún  desca- 
labro). /Quién  te  mete  a  reden- 
tor f,  Se  metió  a  redentor,  etc.  Al 
s.  redentor  le  dio  también  esta 
acep.  fam.  y  despectiva:  "perso- 
na que  se  entromete  en  asmitos 
que  no  le  incumben.'' 

Redondo,  da.  En  confirma- 
ción de  nue.-tra  1."  acep.  véase  lo 


-R2 


REH 


REL 


que  escribió  iin  bnen  autor  espa- 
ñol: "D.  Bernabé  de  Zúñiga. .  . 
nos  puede  agregar  150  votos  muy 
rerh)ndos  de  aquellos  labriegos  de 
las  nuevas  roturaciones,  y  los 
llamo  rechnrJos  por  lo  sin  malicia 
que  son  y  la  candidez  ca^i  de  idi- 
lio con  que  cumplen  lo  que  pro- 
meten." (Estébanez  Calderón, 
Escenas  Andahizns,  Don  Opando 
o  unas  elecciones) . 

Reformatorio,  m.  Ca«a  o  es- 
tablecimiento en  que  se  reforma 
o  corrige  a  las  personas  que  lo 
necesitan.  "La  cárcel  no  es  un 
reformatorio  de  las  malas  cos- 
tumbres." Así  se  c-^tá  u.-ando  aho- 
ra este  vocablo,  al  estilo  de  locu- 
torio, dormitorio,  refectorio,  con- 
sultorio, fsanaforío.  El  Dice,  sólo 
lo  da  comoadj.:  "que  reforma 
o  aiTegla." 

Refraxist.4.  .  .  Taml)i('n  lla- 
mamos así  al  consonnnciero  y 
consonanciern,  porque  .sacan  con- 
sonancia, a  todo  lo  que  dicen  u 
oyen,  a  semejanza  de  los  refra- 
nes, que  en  su  mayor  parte  son 
aconsonantados. 

Regalar,  a.  Vender  muy  ba- 
rato. Es  acep.  corriiMite  en  el  co- 
mercio V  en  toda  la  .«ociedad. — 
Tja  misma  se  da.  aí  s.  reqalo. — 
Aunque  est-a  acep.  ]iertencce  a  las 
que  por  encarecimiento  o  exage- 
ración se  dan  a  algunos  vocablos, 
por  lo  usada  y  e.xpresiva  que  es, 
creemos  que  conviene  admitirla. 
ral)all('r(i  frac  las  frases  Lo  doi/ 
rr(/fil'i(Iii  V  ¡jo  (hiij  de  balde,  "de 
que  ,se  valen  los  comerciantes  pa- 
ra encarecer  su  mercancía."' 

RiíiiRNTiiino.  m.  Usado  1"M'  el 
Diw.  en  c]  art.  Rkmoxta,  no 
afmre<'€  en  su  lugar. 


Rehirviexte,  adj.,  part.  de 
pr&^nte  de  rehervir.  No  lo  da  el 
Dice.  Le  ofrecemos,  pai'a  que  lo 
incluya  en  la  próxima  edición, 
la  siguiente  autoridad: 

Y  «•'ste  es  nn  rekinimte, 
Riibioso  celo  de  amor 
Que  el  amor  mismo  desata. 
(Her.nandu  de  Luduefta.  Ductrinal  dt ,qcni'f 
¡eza,  en  el  Cancionero  del  siglo  XV,  de  Funl- 
cbi$-Delbosc,  t.  II.  pág.  732  b). 

Reixa  .  .  .  Faltan  en  el  Dice, 
las  locuciones  R-eimt  del  cielo. 
Reina  de  los  ángeles,  Reina  de 
los  nuJrtires,  Reina  de  Uis  virye- 
geneSj  con  que  se  designa  a  la 
Santísima  Virgen  María. — Papa 
reina.  Es  una  de  las  muchas  va- 
riedades que  tenemos  de  ]>apa  o 
patata;  su  nombre  mismo  indica 
que  es  la  mejor,  o,  por  lo  menos, 
de  las  mejore--;. 

Reja.  . .  A  una  reja,  ni.  adv. 
fig.  y  fam.:  sin  variar  de  tono, 
monótono.  Ú.  m.  con  el  v.  hablar. 
Viene  del  significado  que  en 
Agricultura  tiene  la  voz  r-eja: 
"labor  o  vuelta  que  se  da  a  la 
tierra  con  el  arado."  8i  no  se  da 
a  la  tierra  la  bina  o  hinazón  (se- 
gunda reja),  ni  menos  la  tercia- 
zón (tercera  reja),  sino  que 
queda  a  una  reja.,  claro  es  que  no 
está  l>ien  preparada  para  la  sieni- 
l)ra.  .\sí  también  el  que  lo  habla 
todo  en  el  mismo  tono. 

Rejilla...  Faltó  esla  acop. : 
rciicciila  <lc  mallas  metálicas  i^u 
la  i>arte  superior  de  los  coche-  de 
ferrocarril  para  colocar  buhos 
y  objeto-;  má-i  o  mcno<  pequeños. 

Relámpago  de  calor.  Kelám- 
p.igo  sin  ruido  que  ilumina  la 
aliiMWcra  en  el  horizonte  yor  la 
noche:  en  castellano,  furihizo. 


REM 


REQ 


763 


Remanga . . .  Hállase  esta  voz 
en  el  Vocab.  ele  pnlahra.9  umdas 
en  Álava,  de  D.  Federico  Barái- 
bar  y  Zumárraga,  que  la  define 
así:  "Arte  de  pesca  que  consiste 
en  una  red  de  malla  muy  cerra- 
da, puesta  en  dos  palos  de  ma- 
nera que  se  pueda  llevar  exten- 
dida con  las  manos:  en  el  centro 
tiene  una  i^rolonsación  larga  y 
estrecha  en  figura  de  manga.  Es- 
ta voz.  cuyo  equivalente  más 
aproximado,  en  el  Dice,  de  la 
Acad.  Esp.,  es  mnngn  (8.'' 
aoep.").  se  usa  en  Aragón  y  en 
otras  provincias.  Es  proverbial  la 
fr.  Cañó  el  pez  en  la  remanga. 
De  red  y  manga,  por  la  que  este 
arte  lleva  en  el  centro.  En  el 
Fuero  de  Palenzuela  reth  mn- 
niega,  citada  con  otras  redes,  sin 
duda  menos  perjudiciales  para  la 
i>esca." 

Rem.vt.\doka,  f.  En  Zapatería, 
nuijer  que  hace  a  mano,  en  el 
calzado,  las  últimas  obras  que  no 
se  hacen  a  máquina.  Es  vocablo 
bien  formado  del  v.  rematar. 

Remendista,  com.  En  Impren- 
ta, persona  que  hace  remiendos, 
es  decir,  obras  de  corta  entidad  o 
extensión.  El  ca.«tellano  remen- 
dón, mi,  se  aplica  a  otras  arteíi  y 
oficios,  especialmente  a  Ins  sas- 
tres y  zapateros  de  viejo,  oue  en 
Chile  llaman  ahora  composture- 
ros,  ras,  porque  remendón  le^ 
suena  a  plelieyo. 

Remoza,  m.  "Dios  nos  libre  de 
la  vil  soberbia  de  remozos  de  Pa- 
lacio, insolente?  de  puerta  y  de 
saleta."  (Gradan ,  El  Discreto). 
No  aparece  este  vocablo  en  el 
Dice. ;  segi'in  el  contexto  y  vista 
su   forma,    no    puede    significar 


sino  mozo  que  dei>ende  de  otro, 
o  dos  veces  mozo. 

Rempuje ...  En  nue-tra  Tari- 
fa de  avídúos  (pág.  102)  se  des- 
cribe a-i  este  instrumento:  "De- 
dal de  metal  ordinario  con  piezas 
de  cuero,  llamado  de  rempujos." 

Rexegadero.  m.  Lo  que  da 
ocasión  para  renegar.  No  lo  trae 
el  Dice,  pero  se  lo  proponemos 
con  la  siguiente  autoridad: 

Digocs  que  del  cielo  mana 
El  contento  verdadero. 
Porqne  el  de  esta  vida  humana 
De  la  noche  a  la  mañana 
Se  torna  en  renegathro. 

(Farsa  del  re;/  Darid,  Blhl.  <k  Gnjhn-.lu.  t.  I. 
col.  719). 

Véase  Pecadeeo. 

Renglete.  Forma  popular  de 
Ringlete. 

Reparticióx,  f.  Cada  uno  de 
los  servicios  públicos;  v.  gr. :  la 
policía,  la  asistencia  pública.  No 
alcanza  a  .ser  chilenismo,  porque 
e«ta  idea  cabe  en  la  general  de 
repartición. 

Replanta,  f.  Acción  o  efecto 
de  replantar.  "La  replanta  [de  la 
viña]  es  en  los  meses  de  Agosto  y 
Setiembre,  o  cuando  cada  uno 
quiere."  (Pedro  Fernández  Niño, 
Cartilla  de  campo,  pág.  79).  Ni 
replanta,  ni  replantación  apare- 
cen en  el  Dice. 

Represa...  Agregúese  cnbo: 
"e-tanque  que  se  hace  en  los  mo- 
linos para  recoger  el  agua  cuando 
es  i)oca,  a  fin  de  que,  reunida 
mayor  cantidad,  pueda  mover  la 
muela." 

Repuntar...  También  tiene 
en  Chile  la  acep.  de  hacer  el 
repunte.  Véase  esta  última  voz. 

Réquiem.  .  .Requies  di.jo  Tir- 
so en  pl.  y  siguiendo  el  genio  de 


764 


REV 


REV 


la  leiiiiua.  en  vez  del  estrafaliirio 
réquiems  que  dim  cualquier  mo- 
derno. 

D.  JuAK.  Si  te  casas  y  me  dejas, 
Tu  vida  y  mi  sepultura 
Celebrará  amor  a  un  tiempo. 
DSA.  Viol.  Hahrá  raptiei  y  aleluyas. 

{Lt  Villana  de  ValUcas.  IT.  b.') 

Rescoldearse. ..  También,  re- 
voleai-se  de  dolor,  cólera,  etc. 

Retacarse. . .  También,  empa- 
carse un  animal,  detener.«e  o  pa- 
rarse una  persona,  sin  querer 
caminar  o  haciéndolo  como  pf>r 
fuerza.  "Cuando  estuvieron  en  la 
puerta,  Susana  se  retacó,  dicien- 
do a  Gennán  .  .  ."  (Román  Vial, 
Cfjütum'hpí'íi  C'hileno-'i.  Lns  hijas 
df  D.  Niceto).  El  gerundio  di- 
ciendo no  es  conforme  a  las  doc- 
trinas gramaticales;  debe  corre- 
girse: y  dijo. 

Revocatoria.  .  .En  cuanto  al  s. 
revocación^  que  el  Dice,  define: 
"anulación  o  ca.sación  de  un 
acto,"  el  abogado  chileno  Don 
Santiago  Lazo  no.5  observa  lo  si- 
guiente: "En  nuestro  sistema 
procesal,  son  dos  cosas  entera- 
mente di.stintas  la  anuhción  o 
canción  de  una  sentencia,  y  la 
revocación  de  la  misma:  la  antt- 
lacnón  o  casnción  de.ja  sin  efw-t/i, 
suprime,  borra  de  los  autos,  pue- 
de decirle,  la  sentencia  que  se 
liabía  dictado,  dejando  a  las  ])ar- 
tes  litiij;ant«<  en  estado  de  dispu- 
tar nuevíuncnto  la  cue-ítión  que 
había  sido  resuelta,  y  ello  ante 
un  tribunal  distinto,  aunque  do 
igual  jerarquía,  al  que  había  dic- 
tado la  sentencia  casada  o  anu- 
lada ;  mientras  que  la  rcrnrtición 
enmienda  lo  que  había  i-esuolto 
el    inferior,  ya    parcial,   ya  total- 


mente, pero  resolviendo  en  todo 
ca;so  la  cuestión  materia  del  jui- 
cio, de  modo  que  se  produzca  en- 
tre las  partes  lo  que  en  términos 
forenses  se  llama  l<i  cosa  juzga- 
da," El  V.  revocar,  como  término 
forense,  lo  diferencia  así  de  anu- 
id)-: revocar  es  ''enmendar  con 
arreglo  a  derecho  la  resolución 
de  un  juez  inferit^r;"  y  casar  es 
"invalidar  o  anular  la  sentencia 
de  un  juez  inferior."  De  todo  es- 
to se  deduce  que  el  Dice,  debe 
dar  acep.  forense  a  revocar  y  a 
revocación,  ajustada  a  los  t*''rmi- 
nos  del  derecho,  ix)rque  las  que 
actualmente  les  reconcK-e  son  las 
comunes  y  generales.  En  este  len- 
guaje |>ueden  mantenerse  las  pa- 
labras anular  y  anulación,  que 
no  son  técnicas,  y  que  por  esto 
mismo  convienen  a  revocar  y  re- 
vocación en  el  trato  ordinaiio: 
así,  xm  padre  de  familia  o  un 
sui>erior  cualquiera  pueden  revo- 
car una  orden  o  permiso,  una 
autorización  o  licencia,  anulán- 
dolos, e-sto  es.  de.jándolos  .sin  va- 
lor ni  efecto,  aun  ante-s  de  hal>er 
empezado  a  ])onorse  en  ejercicio. 

Revolcada,  f.  Acción  o  efot'to 
de  revolcar:  en  castellano,  re- 
vuelco^ y  fam.  revolcón. 

Rkvolvehcr,  r.\,  adj.  y  ú.  t. 
c.  s.  "Que  revuelve  o  inquieta," 
dice  soiamento  el  Dice.  Y  ;.por 
(pié  negarle  la  acep.  recta,  corres- 
pondiente a  la  1."  del  v.  revolver 
(menear  una  cosa  de  un  lado  a 
otro:  moverla  alrede<l<)r  o  de  arri- 
l)a  abajoV?  Nosotros  la  u.sunos 
con  toda  lil>ertad.  "Que<le  dicho 
palo  revolvedor  enteramente  lim- 
pio del  jabón."  (Pedro  Fernán- 
dez Niño,  ('artilla  de  campo ^  ))ág. 
-!{>).  ".\nte8  de  taparla    |  la  tina- 


ROD 


ROS 


rü5 


ja  devino],  debes  revulveila;  y 
el  revolvedor  piu'a  esto,  o.-^  un 
palo  con  una  cabeza  de  labia  Vü- 
tionda  en  una  punto  que  alcance 
al  fondo  de  la  tinaja.  "  (Ibíd., 
pág.  75). 

Rezü'.  .  .Para  nuestra  I.''  acei). 
hay  en  castellano  oracion-cd: 
"primera  parte  de  la  doctrina 
cristiana  que  se  enseña  a  los  ni- 
ños, y  es  el  Padrenuestro,  el  iVve- 
niaría,  etc." 

RiELERo,  adj.  Aplíca.-r^e  al  cla- 
vo y  al  perno  que  se  usan  para 
clavar  y  fijar  los  rieles.  Bien 
puede  admitirse,  porque  está  bien 
formado  y  es  útil. 

Ril,  m.  Así  pronunciii  el  vulgo 
iletrado  la  voz  riel. 

Rilío...  La  etimoiogía  puede 
ser  también  la  pai'tícula  re,  de 
reduplicación  o  intensiva,  y  el 
castellano  lío.  La  e  se  habría  con- 
vertido en  i  por  asimilación  con 
la  i  de  lío. 

Rixóx ...  Ir  un  alimento  al 
riñon,  fr.  ñg.  y  fam. :  .-er  muy 
suculento. 

Robo ...  El  equivalente  casti- 
zo es  ¡jecina:  "'cieno  negruzco 
que  se  forma  en  lus  charcos  o 
cauces  donde  hay  materias  orgá- 
nicas en  descomixisición."  Es  de- 
rivado de  pez,  f. 

Rodela  .  .  .  Véase  nuestro  art., 
donde  con-sta  que  el  Dice,  no  co- 
noce esta  acep.  clásica  de  rodela: 
"Volvió  a  desplegai'  [el  pavo  re- 
al] aquella  su  gran  rodela  de 
cambiantes,  tan  defensiva  de  su 
gala,  cuan  ofensiva  a  la  envidia." 
(Gracián,  Hombre  de  ostenta^ 
ciÓ7i).  Es  dim.  de  rueda  en  esta 
acep.:  "despliegue  en  abanico, 
que  hace  el  pavo  con  las  plumas 
de  la  cola." 


Rodeo.  .  .  Parar  rodeo,  fr. 
fam.  riignihca  la  primera  opera- 
ción del  rodeo j  que  consiste  en 
que  los  vaqueros  y  otros  sirvien- 
tes de  a  cabiillo  le\ant«n  los  ani- 
males y  los  arreen  desde  los  ce- 
nos  o  montes  hacia  el  lugar  en 
que  se  hacen  las  demás  opera- 
ciones. "Éstos  [los  vaqueros], 
un  día  antes  de  comenzar,  deben 
parar  rodeo.'  (Pedro  Eernández 
.Nuio,  Cartilla  de  campo,  pág. 
l-í). — En  lenguaje  ñg.  y  por  do- 
naire, presentar  a  un  iiombre 
soltero  muclias  mujeres  casade- 
ríis.    para  que  escoja  entre  elbus. 

Rodón,  m.  En  Imp^-enta,  rodi- 
llo e-^pecial  para  iiupriiuir  prue- 
iias. 

Roncear. . .  Para  su  1.''  acep. 
hay  en  castellano  sopalancar,  a. 
(meter  la  palanca  debajo  de  una 
cosa  pai'a  levautai'la  o  moverla). 

Rondana...  La  roldana  es 
término  de  Marina;  los  que  de- 
Ijemos  usar  en  tierra  son  garrii- 
cluí  o  polea  (rueda,  generalmente 
maciza,  acanalada  en  su  circun- 
ferencia y  móvil  alrededor  de  un 
eje.  Por  la  canal  o  garganta  pasa 
una  cuerda  o  cadena,  en  uno  tle 
cuyos  extremos  actúa  la  potencia 
y  en  el  otro  la  resistencia) . 

Ronronear,  n.  Roncar  el  gato. 
Es  formado  por  ouómatopeya, 
pero  no  es  de  uso  general.  Xo  se 
confunda  con  runrunearse. 

RosET.v.  Véase  la  penúltima 
acep.  En  Lope  de  Vega  se  lee  este 
vocablo  en  esta  misma  acep. 

Yo,  triste,  entonces  convertida  en  hielo. 
Ya  los  rotos  aljófares  cogía, 
Ya  los  cabellos  que  dio  el  peine  al  suelo, 

Ya  la  negia  sandalia  que  cubría 
El  blanco  pie  de  Dafne,  más  ingi-ata, 
A  quien  amor,  y  nú  intere's,  seguía; 


766 


SAC 


SAC 


Ya  la  rusría  que  los  lazus  ata, 
Ya  las  Ue  su  cabeza,  cuaudu  hicierun 
£!d  tlurídü  jardín  aendas  Uc  plata. 

(£gloga  intitulada  J-'Uis). 

Rosita.  Para  la  expi-e.-ióa  ro- 
sa de  duimantes,  que  no  i-egistra 
el  iJifc,  le  ofrecemos  e.ste  texto 
de  LfOpe  de  Vega:  "'Al  tiempo  de 
despedirle  le  dio  Felisardo  uii<i 
rosa  de  diamantes^  que  le  había 
dado  la  íáultana,  de  precio  de 
veinte  mil  erfcudos."  (El  desdi- 
ch<ido  por  su  honra). 

Rosticería,  i'.  Casa  o  sitio  pú- 
blico en  que  se  vende  cai'ne  asa- 
da.— Voz  que  tratan  de  acliinattír 
aquí  los  hoteleros  y  cocineros 
franceses,  formada  de  su  rótisse- 
rie  (le  lieu  oíi  les  rótisseurs  ven- 
dent  leus  viandes  roties  ou  préte-- 
á  rótir).  En  ca.stellan<)  so. o  hay 
el  ant.  rostir,  asar. 

Rotaje,  ni.  de  p.  Lo  mismo  que 
rotería,  1.'  acep. 

Rotunada,  f.  de.-p.  Aci-ión  o 
dicho  propio  de  rotos.  Díguse 
villanía  o  villanería,  ruindad^ 
bajeza.  No  es  de  uso  general. 

Rueda.  .  .Faltó  e~ta  acep.: 
movimiento  como  en  semicírculo^ 
que  hace  el  gallo  al  lado  de  la 
gallina,  abatiendo  un  ala  y  el 
pico.  No  la  trae  el  Dice,  y  se  con- 


tenta con  la  fr.  lig.  y  íam.  ILiccr 
la  rueda  a  uno  (adularle  con 
atenciones  y  obsequios  para  ga- 
narle la  voluntad).  Nosotros  la 
aplicamos  también  al  gallo  en 
sentido  recto. 

Ruleta,  f.  \  cuse  Rodela, .')."  acep. 

Kuleteadora  (Máquina),  ins- 
trumento (le  hierro,  compuesto 
principalmente  de  una  rne.lecilla 
dent^ida,  que  usan  los  zapateros 
para  formar  rayas  y  dibujos  en 
el  calzado,  en  la  planta  y  en  la 
parte  de  la  suela  que  está  unida 
al  cuero.  Otros  la  llaman  ruleta. 
Ambos  nombres  vienen  del  fran- 
cés rouUtte,  ruedecilla.  Otras 
ruletas  usíui  también  los  encua- 
dernatlores,  los  ingenieros  para 
los  planos  y  quién  salx'  cuántos 
otros  más. 

Ruletero,  Kl  que  juega  a  la 
ruleta.  .\sí  están  diciendo  los 
diarios,  en  vez  de  rulctista,  que 
sería  la  forma  propia,  porque 
ruletero,  caso  de  existir,  serítv  el 
que  hace  o  el  que  vende   ruletas. 

RiMiAR...  Oigamos  también 
a  Puigblanch:  "Ya  en  la  página 
anterior,  en  vez  de  rumio  lireve, 
¡¡ronunció  rumio  largo,  a  lo  lo- 
mosiuo."  (Opúseulos.  t.  1.  pág. 
LXXIll). 


S 


Sableada,  f.  fam.  Sablazo,  en 
su  ar-eji.  liti,.  y  fam.  Es  vocaliln 
do  poco  uso. 

Sacapuntas.  .  .  También  lla- 
mamos así  un  pequeño  instru- 
mento con   que  se  saca  punta  a 


il(  dos.  K\  nombre  está  l>ien  pues- 
ti>  y  no  .sibemos  que  haya  otro 
mejor  en  castellano;  \>ero  advi('r- 
la.'^e  que  en  esto  ca.-ío  se  dice  xara- 
puuta  y  ik'i  sacapuntas. 

i^.U:\\i.  .  .  Ihiiiili    .Sí'    .•«ira  !i    lio 


los  lápices  con  s('ilo  meter  uno  de    ,sc  echa,  xc   acaha  In    ro.scrlta,  re- 
éstoa  en  él  y   dar  vuelta  con  los    frán   chileno  con  que  se  zahiere 


SAL 


SAN 


a  los  gcistadureí  o  derrue-liadureí. 
Merece  lugar  eu  el  Dice. 

íSaco.  .  .Otro  al  meo,  expre-ióu 
lig.  }•  fam.  con  que  sigiiiiicaiuos 
que  en  la  caza  o  pe^ca  .-^e  lia  c<j- 
gido  una  presa  más;  porque  ge- 
neralmente éstas  se  vmi  echando 
eu  un  saco. — En  juegos  y  en  ne- 
gocios, salir  perdidoso  uno  más. 

8ACKAMENTACIÓX,    f.    AcciÓn    O 

efecto  de  .sacraaneutar  a  un  en- 
fermo. Corriente  en  Chile,  bien 
formado  y  necesaiüo. 

íSauismo,  ni.  Voz  usada  por 
nmchos  literatos  modernos  y  to- 
mada del  francéá  sadisme,  que  el 
Dice,  de  Larousse  define  así: 
"Lubricidad  acompafmda  de 
cnieldad,  como  los  ejemplos  que 
hay  en  las  novelas  del  Marqués 
de  Sade."  Este  marqués,  Dona- 
ciano  Alfonso  Francisco  de  íáade 
(174U-1814),  tristemente  famo- 
so por  los  escándalas  de  su  \\dá 
privada  y  por  las  obscenas  nove- 
las que  escribió,  fué  el  que  dio 
origen  a  este  vocablo. 

Saixetesco,  ca,  adj.  desp. 
Propio  de  .saínete  o  que  tiene  se- 
mejanza con  lo  que  i>asa  en  él. 
"ConqDarto  contigo  el  papel  sai- 
netesco de  instinimento  ministe- 
rial." (Pérez  Galdós,  La  razón 
de  la  sinrazón,  jorn.  III,  cuadro 
II,  esc.  V).  Merece  ía  aceptación 
del  Dice. 

Salóbrego,  ga,  adj.  Salobre 
(que  por  su  naturalt^a  tiene  sa- 
lior  de  sal ) . 

Salón  de  refrescos.  Dígase  boti- 
llcrin:  "casa  o  tienda,  a  manera 
de  café,  donde  se  hacen  y  venden 
bebidas  heladas."  Nevería  tiene 
también  como  2.'  acep.  esto 
mismo. 

Saltadira,  f.  Acción  o  efecto 


de  saltar  un  pedazo  de  loza,  pin- 
tura, etc.,  en  objetas  enlozados, 
pintiidos,  etc.  ¡Sólo  lo  admite  el 
Dice,  como  término  üe  Cantería 
(defecto  que  resulta  eu  la  super- 
ficie de  luia  piedra  por  haber  sal- 
lado una  lasca  al  tiempo  de  la- 
briudaj,  y  es  eviaeiite  que  uebe 
admitirse  como  voz  de  signilicado 
más  general. — Véate  Acarrala- 
dura. 

Sandwichero,  m.  El  que  hace 
o  prepara  emparedados.  Es  claro 
que  habrá  también  sandwiche- 
ras,  aunque  todavía  no  lo  hemos 
oído. 

Sanfranciscano,  na,  adj.  Fran- 
ciscitao,  na.  Por  devoción  y  res- 
peto a  San  Francisco,  mucha 
parte  úei  jxteblo  conserva  el  san 
en  el  adj. 

Saxxazaeo.  .  .  siguiendo  al 
Dice.  Enciclopédico  iiispauo- 
Amei-icano,  dijimos  que  la  acen- 
tuación de  este  ai>ellido  italiano 
era  esdrújula;  pero  después,  ixyv 
consultas  que  hemos  lieciio  y 
por  la  pronunciación  que  le 
dio  Lope  de  Vega,  uul-i  cercano 
ai  tiempo  en  que  íloreció  este 
autor,  nos  hemos  convencido  que 
la  verdadera  acentuación  es  la 
grave  o  llana.  En  efecto,  el  nom- 
bre de  Han  Kazario  es  en  ita- 
liano San  Nazzaro,  como  Fogaz- 
zaro,  y  no  habría  razón  para  que, 
usíwlo  como  apellido,  fuera  esdrú- 
julo, a  iiiútación  de  Lázaro,  que 
es  de  origen  hebreo.  Lope  de  Ve- 
ga dijo  en  vereo  Sanozaio  por  lo 
menos  siete  veces: 

Greguriü  Hernández,  a  quien  he ly  le  deben... 
Virgilio  y  Saiiazaro 
Hablar  con  elegancia,  y  uo  con  vana 
Pompa  inútil,  la  lengua  castellanu. 


768 


SAN 


SAN 


No  habie'uduse  quejado,  cuoio  es  claro, 
Siendo  parte,  y  auu  todo,  Sanazaro 

{El  Laurel  Je  Apolo). 

Vinic-run  en  la  cuadrilla 
De  I'Vruán  RUiz  de  Bicdma; 
Bieduia  nuevo  Óanazaro, 
Y  docto  en  entrambas  leng:tias. 
{Itomance  en  la  beatificación  lie  S,  I/itlro). 

Perdono  entre  modernos  a  Pontano, 
Tarcañota,  Segundo,  Angerianu..., 
Fidelio  y  Sanaiuiu  y  tanta  copia 
Del  estilo  plebeyo... 

Tú  pues,  qne  al  docto  Sana:,¡ro  heredas... 
Y  que  en  España  l<anazaro:f  cría... 

{Im  Filomena,  p.  II). 

Por  quien  viviendo  eternamente  Apolo 
Desde  que  apacentó  en  humano  velo, 
Muere  el  partcnopeo  Sunazuro. 

(Hernando  de  Soto,  Prdl  de  ¿m  Aicadia 
de  Lope). 

El  Pbro.  Don  Guillermo  Jüne- 
inaiiii,  eu  .su  Uist'jria  Literaria, 
e¡»cril>tí  tiuiibiéii  grave  Sannazaro^ 
sin  ailveitir  que  se  prouuiieia  áe 
otra  iiiaiiera,  como  lu  hace  con 
todos  los  nombres  que  no  son 
españoles.  La  Academia  y  Rodrí- 
guez Clarín,  en  sus  edicionets  del 
(¿uijotf,  dicen  Umibicu  ISanaza- 
rii;  Clemencíu,  mucluis  veces  .!>'((- 
nazuru,  y  algunas  Sanazaro;  do 
las  ediciones  primenis  del  (¿lujó- 
te nada  de  cierto  se  puede  infe- 
rir, porque,  auncjue  traen  Sumi- 
zaro^  es  cosa  sabida  que  en  ese 
tiempo  rai'a  vez  se  acentuaban 
las  voces  esdrújubus. — El  e-cribir 
Samizaro^  en  vez  de  Sunnazzítro, 
como  es  en  italiano,  se  explica 
•pf)r  la  i>ropcusión  del  castellano 
a  no  dujilicar  una  misma  conso- 
nante. J>os  pocos  vocablos  que 
así  lo  hacen  (v.  yr.,  (perenne, 
innovar)  o  no  se  pronuncian  asi 
o  son  de  formación  erudita. 


Saxtaxiaría,  f.  Planta  chilena 
de  la  familia  de  laá  labiadas, 
tribu  de  las  estaquídea-^.  "La.s 
esiáquides,  de  las  que  .se  han  des- 
crito más  de  ITü  especies,  se 
crían  casi  en  tudas  parles  del 
mundo;  en  Chile  hay  nueve,  que 
no  es  fácil  de  distinguir,  y  que 
te  u^an  como  remedio;  v.  gr. 
Stuchi/s  albicuu.lv<  Lindl.,  peque- 
ño subarbusto  de  las  provinciiis 
centrales,  con  el  tallo  cubierto  de 
una  lana  blanca  y  los  diente-  del 
cáliz  e.: pilludos;  la  Ihunan  yerba 
de  Santa  María."  (Philippi).  L'n 
articulista  chileno  agrega:  "La 
santa II lu ría,  nombre  incompren- 
sible en  una  yerba  de  hoja  pare- 
cida al  poleo,  sin  olor,  pei"o  tan 
cundidora,  pues  sus  ramas  ¿irras- 
tradas  van  arraigantlo  al  parecer 
varias  veces  en  el  día,  que  en  el 
menor  descuido  cubre  grandes 
extensiones  de  los  terrenos  hú- 
medos cercanos  al  mar.  ¡Se  u-a 
en  infu.siones  y  como  cataplasma 
pai'a  curar  heridas."  También  la 
menciona  Murillo  en  sus  Plantas 
medicinales  d-e  Chile.  Es  claro 
que  debe  entrar  en  el  Dice. 

í^ANTAKKOSA,  f.  Planta  medi- 
cinal chilena  de  la  familia  de 
las  labiadas,  tribu  de  las  estaquí- 
deas.  "Staeliys  Bridyem  IJenth., 
de  las  provincias  del  8ur,  con  ta- 
llo lanudo  y  blanco,  i>erü  con  los 
dientes  del  cáliz  blandos;  se  lla- 
ma yerba  de  Santa  Rosa."  (Phi- 
lippi). Merece  pasar  al  Dice. 

vSanto,  ta.  .  .  Persona  que  ce- 
lebra el  día  de  su  santo.  "Vengo 
a  ver  al  santo;  ¿Dónde  está  la 
santa f — Santos  de  Añca^  con  tos 
ojos  claros,  pero  sin  vista,  fr.  pro- 
verbitd   cuyo  origen  fueron  unas 


SEO 


SEN 


709 


imágenes  de  Arica  que  tenían  l(->s 
ojos  formados  con  escamas  <le 
])escado5. — S"iifo  mocarro,  fig.  y 
fam.,  beato  de  ext^enor  compun- 
gido. Es  expresión  parecida  a  la 
española  Santo  d-e  Pajares: 
"aquel  de  cuya  santidad  no  se 
I)uede  ñar.  ' 

Saternique.  .  .  En  castellano, 
linñado  de  .sucia,  loe.  fig.:  "dícese 
del  calzado  cuya  suela  es  más 
ancha  de  lo  que  pide  la  planta 
del  pie." 

Satur.vdüra  (Máquix.v).  Má- 
quina que  se  usa  en  las  í'ábi'icas 
de  bebidas  gaseosas  pai'a  aplicar 
el  gas  a  los  líquidos.  Es  vocablo 
bien  formado  del  v.  saturar  (im- 
pregnar de  otro  cuerpo  un  fluido 
hasta  el  punto  de  no  poder  éste 
admitir  mayor  cantidad  del  pri- 
mero). 

Sea,  "2."  acep.  Demos  aquí  la 
autoridad  clá-ica  que  di:^eá- 
bamos: 

También  cualquiera  imitación  poética 
Se  hace  de  tres  cosas,  que  son:  plática. 
Verso  dulce,  armonía,  o  sea  la  música. 
Que  en  esto  fue'  común  con  la  tragedia. 

(Lope  de  Vega,  Arte  nitevo  de  hacer  comedias). 

.Sec.vxte...  Fig.  y  fam.,  voz 
con  que  se  forman  varias  fra-es 
para  zaherir  al  individuo  muy 
bel)edor;  por  ej.:  "¡Qué  buen 
Meante  tienes!  Pónganle  secante ; 
Otro  secante  más." 

Seco. . .  E-  .-imple  abreviación 
o  vuelta  al  primitivo,  del  caste- 
llano sequet":  "golpe  seco  que  se 
da  a  una  cosa  para  ponerla  en 
movimiento  o  para  contener  el 
que  trae." 

Secreter.  Véase  lo  cjue  dijimos 
de  él.  ¿Será  este  mismo  muelile 
el  que  nombró  Lope  de  Vega  con 

Dicr.  de  Chil..  t.  V. 


la  palabra  secretario  en  este  pa- 
saje de  La  Arcadia,  1.  11"?  "Acal)ó 
la  pastora  de  revolver  infinitas 
\eces  sus  queridos  papeles.  Depo- 
.-itán dolos  i)ues  en  el  secretario 
y  archivo  de  semejantes  prendas, 
volvió  a  la  aldea."  Oel  Dice,  nada 
podemos  colegir. 

■Heguxdeko...  Lo  admite  tam- 
bién Cejador  en  la  acep.  común 
V  en  la  de  ^Lxrina.  (Silbantes^  t. 
11,  pág.  497). 

Sejo.,.  Qu^idarsc  uno  tocando 
tabletas  (perder  lo  que  poseía,  o 
no  conseguir  lo  que  uuiy  proba- 
blemente esperaba),  es  fr.  castiza 
que  equivale  a  nuestro  modismo 
Mirando  al  sejo. 

Se.mhkak  i'AP.vs,  fr.  fig.  y  fam. 
Es  corriente  en  Chile  para  indicar 
que  un  individuo  carece  de  inte- 
ligencia para  el  estudio;  es  .seme- 
jante a  la  española  Escardar  ce- 
bollinos (no  hacer  nada  de  pro- 
vecho). Don  Pedro  Fernández 
Niño,  que  estudió  y  practicó  to- 
das las  labores  de  campo  lo  me- 
jor que  podía  hacerse  en  su  tiem- 
po, se  duele  de  esta  fr.  como  dán- 
do.^e  por  aludido,  pues  dice:  "Los 
satíricos  hieren  con  las  palabras 
de  no  servir  los  campestres  más 
que  para  sembrar  papas,  como  si 
fuera  lo  menos!"'  (('artilla  de 
campo,  pág.  95). 

8extae,  a.  Tratáudo.-^e  de  ca- 
l>a!los,  significa  lo  mi<mo  que 
desnalgar.  Véa.se  en  su  lugar. — 
V.  t.  el  s,  sentada, 

Sex'TEXciak,  a.  StntenciárseÍM 
a  uno,  Tencruhi  sentenciada, 
Teu-crlo  xeiüeneiado^  son  frases 
corrietites  en  Cliile  que  equivalen 
a  la  ca'^tiza  .Jurársela,  o  .Jvrár- 
.■<ela.-<  uno  II  otro  (asegurar  que  .^e 
ha  de  vengar  do  é'H .  No  croemos 


770 


SERR 


SID 


que  eítt'  nial  usado  el  v.  ■M-nten- 
cinr  en  e*Ui  acep.  fani..  i>orque 
es  ella  uu  simple  desenvolvi- 
miento de  la  recta  o  propia:  "dar 
sentencia."  El  ofendido,  hacien- 
do de  juez,  condena  ;J  ofensor 
.sentenciando  vengai-se  de  él. 

Sk.vtir,  a.  Muího  h  idenfo, 
pero  llorar  n.o  puedo,  i'v.  fam. 
con  que  nos  negamos  Ijiu-lesca- 
mente  a  conceder  una  co^^a  o  a 
tomai-  parte  en  algo.  No  la  trae 
el  Dice,  pero  sí  Caballero:  "Lo 
KÍento,  pero  no  lo  puedo  llorar: 
fr.  pop.  con  que  rechazamos  o 
negamos  alguna  cosa." 

Skr.\fín-,  m.  Falta  en  el  Dice, 
la  loe.  Serafín  de  Asís,  con  que 
se  designa  a  San  Francisco  de 
-Asís,  ¡xjr  el  amor  como  de  .-serafín 
que  tu\-o  a  Dios.  Si  del  adj.  xerá- 
fieo,  cfi,  dice  que  "suele  darse 
e>le  epíteto  a  San  I<>ancÍ5!co  de 
.\sís  y  a  la  orden  religiosa  que 
fundó."  con  más  razón  debe  ad- 
mitir el  s.,  pues  fui'  el  origen  de 
e<a  acep.  del  adj. 

Skri'EXttna.  .  .También  lla- 
mamos a.sí  un  adorno  sobre- 
puesto cu  las  faldas  o  vestidos  de 
mujer,  en  forma  de  serpiente  o 
culelira.  ^'éa-'e  A  la  tripa  pollo, 
en  el  art.   Tkip.v. 

Skrklcheko,  m.  VA  que  tiene 
por  oficio  asen-ar  con  el  serrucho. 
.\o  l)a.<ta  el  castellano  aserrarían; 
porque  la  ñerra  no  es  igual  al 
xerrucko. 

Serrucho,  2."  acep.  Dan  algu- 
nos como  etimología  de  serrucho 
cuando  significa  el  bailo  do  este 
nombre,  el  inglés  .S'?V  Rorjer  (no 
.sil)emos  su  ai)ellido),  quo  fué 
quien  intiddujo  aquí  dicho  bai- 
le. Ks  nuiy  probalilc  que  la  pro- 
nunciación     estro|>eada     de    e-<(^ 


nombre  inglés  haya  dado  en  chi- 
leno   serrucho. 

Sesto.-.He  aquí  una  autori- 
dad cU'isica  en  favor  del  ni.  sexto 
por  "se.xto  niiindamiento":  "En- 
traron en  la  quinta  de  la  Hermo- 
sura, que  está  muy  cerca  dH  sex- 
to." ((tracián,  ArU'  para  .tcr  di- 
choso). 

Sexquipedal,  adj.  De  pie  y 
medio  de  largo.  En  muchos  li- 
bixxs  clásicos  hemos  visto  esc;rito 
así  este  vocablo,  cuando  en  latín 
y.  iM)r  tanto,  en  cii.*tellano  se  es- 
cribe con  s,  porque  no  es  com- 
puesto de  scx,  sino  de  semistju.e. 
Sesijuipedalia  verba  llamó  Ho- 
racio en  su  Art-e  poética  his  pala^ 
bras  kilométricas. 

Sica,  f.  .Vsí  lo  hemos  vi-to  en 
lo.^  amm<'i()s  de  diarios.  Debe  es- 
cribii"se  cica,  de  la  familia  de  las 
cicádeas.  He  aquí  cómo  de.-cril>e 
D.  Balt)ino  Coitt's  y  ihn'ales,  en 
su  Xocís.  (/uta  del  hortelano,  jar- 
dinero II  arholista,  la  e.sj)ecie  inás 
conocida  entre  nosotros:  "('¡/cas 
revoluta  Tuiíb.  I'alma  de  iglesia 
en  la  India  portugue,-;a.  Planta 
del  -Japón  y  China,  con  tallo  de 
dos  y  tres  metros  de  altura,  cilin- 
drico, (le  20  a  40  centímetros  de 
<ii:'imetro,  a  manera  de  i)alnia, 
con  hoja:'  largas,  de  vui  metro 
veinticinco  centímetros,  formadas 
do  liojitas  numerosas.  ostrocli;Ȓ<, 
]ninzantes,  con  pei-íolos  angulo- 
.-(>-.  jKH'o  espinosos,  lucientes.  Ue- 
(juiere  se  la  n'.-guarde  ou  iiivor- 
uáoulo." 

Sidecar  n  sidecart,  m.  Voz 
iiiglo-a.  ([ue  s<>  ]>ronuncia  sáidcar 
y  significa  "<'oche  del  lado."  De- 
sígnase con  osle  nombre  un  asien- 
to colocailo  .>olire  una  rue<ia  y 
a<-oplado  a  una  motocicleta,  en  el 


SIG 


SOB 


c-ual  Vil  lia  iiidiviauo  íentauo  ai 
lado  del  ciclista.  La  traducción, 
uaila  (le?precialjle,  que  dan  algu- 
nos cataloga^  de  fáljricas  e?  "ca- 
rrito lateral." 

Siervo,  v.v,  ni.  y  f.  Siervo^  va^ 
lie  Diox:  per.-^ona  nuierta  en  olor 
de  .santidad  y  a  la  cual  .~e  le  si- 
gue proceso  de  beatificación.  Fal- 
ta esta  ac-cp.  en  el  Dice. 

SiKTK.  .  .  Faltan  en  el  Dice. 
la.<  locuciones  Las  ñete  maravi- 
llvji  del  mundo  y  Los  siete  sabios 
o  Los  siete  sabios  de  Grrecia.  Los 
lítete  rf-c  l-a  fuma  dijo  Graeiáu  en 
dos  pasajes  de  El  Discreto;  i>ero, 
(ron  el  complemento  de  la  fama 
es  más  común  decir  Los  nueve  de 
la  fama,  que  fueron  tres  judíos 
(Josué,  David  y  -Judas  Maca- 
lieo),  tre-s  gentiles  (Alejandro, 
Héctor  y  César)  y  tres  cristianos 
(el  rey  Artús,  Carlomagno  y  Go- 
dofredo  de  Bullón).  A  ello.s  hizo 
alu,sión  Cervantes  cuando  dijo: 
"Y  aun  los  nueve  de  la  fama" ... 
(Quijote,  p.  I,  c.  V). —  Por  siete, 
loe.  adv.  fig.  y  fani.:  muchísimo, 
e.xcesivaniente,  en  demasía.  Más 
que  siete,  es  en  castellano,  según 
en.seña  el  Dice.  "Habhu'  viás  qu-e 
siete;  Comer  más  que  siete." — 
La  acep.  de  rasgón  pequeño  que 
se  hace  en  la  ropa,  la  hallamos 
confirmada  en  el  Dice,  de  Caba- 
llero: "Le  hizo  un  siete  que  pa- 
recía un  ocho:  fam.  y  metafói-i- 
camente  se  dice  por  el  roto  en  la 
ropa." 

SíGrEME-POLi.o,  m.  "Cual- 
quier llamativo  que  llevan  las 
mujeres  extraordinariamente 
exagerado."  (Caballero,  Dice,  de 
Modismos).  En  Chile  .se  deno- 
minó íi.<í  una  cinta  suelta  que 
llevaban  las    mujei-es  a    la  espal- 


ün.  iJenuienie  ue  un  cueiio  ue 
terciopelo.  Las  más  reformaban 
la  loe.  diciendo  síguemc-m<jcito. 
Xada  de  esto  hallamos  en  el 
Dice. 

Sinvao  (A  la),  m.  adv.  Al 
tuntún,  a  buho;  poco  más  o  me- 
nos, sin  hora  fija. — Viene  del  s. 
cado,  en  su  acep.  fig.,  y  signifi- 
caría literalmente:  a  la  manera 
que  se  ¡jasa  un  río  sin  vado. 

HoBKAK.  .  .  En  el  Boletín  de  la 
Aead.  (t.  111,  pág.  60)  leemos 
que  en  Maragatería  se  usa  este  v. 
como  a.,  lo  mismo  que  en  Chile, 
en  la  acep.  de  "haber  más  de  lo 
que  se  necesita  para  una  cosa  o 
en  cualquiera  especie."  El  texto 
es  éste:  "¿Quieres  un  jx)co  de 
tortilla,  un  poco  de  vino  que 
.^obró  Antonio?"  (Concha  Espi- 
na de  la  Serna,  La  Esfinge  Mara- 
(juta,  pág.  294). 

Sobre,  prejj.  Mucho  e  indebi- 
damente la  prodigó  Don  Pedro 
Fernández  Niño  en  el  significado 
<le  "cuando,"  "después  de"  u 
otros  que  no  tiene  en  ca.-^tellano. 
"Los  ehicharrnnes  se  guardan 
sobre  bien  fríos,  porque  calientes 
.-.e  apolillaii";  "Sobre  fríos  [los 
[pabilos]  los  ensartes  en  palillos 
de  seis  en  seis;"  "Es  ipjodaí 
en  sobre  viejo;"  "Las  pones 
I  las  hojas  ile  tabaco]  al  sol, 
y  sobre  asoleadas  se  pasan  a 
lo  sombra;"  "Sobre  seco  [el 
barro  que  se  pega  a  los  bueyes] 
<le  ningún  modo  puedes  quitar- 
lo;" "Has  de  taparlo  [el  fondo  o 
])aila  grande]  sobre  caliente  y 
bien  seco;" "A  la  caída  y  muerte 
I  del  chivato  I,  sobre  caliente,  el 
matancero  saca  el  cuero:"  "Todo 
derretido  e  incoi'|)orado.  sobre 
caliéntelo  vaceas  en  una  mesa.  . 


■OB 


SOL 


y  sobre  tibio  forma.s  y  cortas  los 
c-amitill05  [de  lacre] ;"  "Sobre 
bien  raspados  |  la^  pergaminos] 
se  i^renden  en  dos  vara¿>;"  "A  las 
doce  días  ensayes  los  cajones.  .  . 
para  conocer  y  saljer  lo  que  has 
de  liacer  con  el  que  estuviere 
sobre  limpieza,  seco  o   cuajado." 

SoBKEH.vBEK,  a.  Adquirir  con 
avcev«o  o  poíteriorniente;  .-obre- 
añadir.  "Xi  la  adojK-ión,  ni  la 
consagración,  ni  la  unión  del 
ánima  a  Dio,-;,  se  hace  por  una 
propiedad  de  naturaleza,  .-<ino  por 
algún  don  sobrchabido,  que  con- 
sagi'a  el  ánima  para  que  sea  tem- 
plo, y  la  a-semeja  para  que  sea 
hija,  y  la  hermosea  su  faz  para 
que  sea  digna  esposa  de  Cristo.' 
(P.  Ángeles,  ( 'o ivñdo raciones  so- 
bre el  Cantar,  c.  I,  lecc.  XÍII, 
art.  III).  Nada  dice  de  e'^te  v.  el 
Dice. 

8onKh;csTEXT.\K,  a.  "Entre 
singulares  muchos  coronado?  re- 
alces, snbreostenffiho.  un  tan 
bizarro  modo,  un  tan  soberano 
a.grado...'"  (Gracián,  Del  modo 
a  agrado).  Es  \.  digno  de  admi- 
tí ive. 

PcnREPKEMio,  m.  Cantidad  o 
\Mlor  que  se  agrega  a  lo  que  se 
da  como  premio,  "(irán  parte  de 
los  artículos  de  importancia  que 
consumimos,  nos  son  vendidos 
en  oro  chileno  de  18  d..  que  no 
existe,  o  existe  en  cantidades  in- 
suficientes que  elevan  su  valor 
en  un  30^^  respecto  del  oro  exis- 
tente en  los  demás  mercadas.  .  . 
Este  sohrepremio  del  oro,  de  ca- 
rácter puramente  local,  grava  in- 
justa y  fuertemente  la  economía 
nacional."  (El  Dinrio  ¡luxtrado. 
;?  Oct.  1917). — Vo<al>lo  bien  for- 
mado y  digno  de  aceptarse. 


Soda,  f.  Bebida  refrescanto 
que  se  hace  echando  a  un  v;iá.i 
de  agua  dos  gramos  de  bicarlx»- 
nato  de  sodio  y  uno  y  cinco  deci- 
gramos de  ácido  tártrico.  Son  los 
mismos  coüiinmentes  del  agua 
de  Seltz. — 6'ot/o  purgante  o  ci- 
trato  de  soda,  o  citrato  de  mag- 
nesia, llama  el  pueblo  un  polvo 
efervescente  de  magnesio,  com- 
puesto de  ácido  tártrico  (;'>0  gra- 
mos), bicarl)onat-o  de  sodio  (20 
gr.),  carbonato  de  magnesio  (20 
gr.),  azúcar  bhmca  (30  gr.)  y 
esencia  de  limón  (ó  gotas). — 
Tand>¡cii  se  llama  soda  el  carbo- 
nato de  soda  que  se  emplea  para 
a.«ear  los  endialdosados  y  los  i>a- 
vimentos  de  madera. —  l^a  soda 
en  castellano  es  la  koso  o  barrilla, 
y  landiicn.  "óxido  de  sodio,  base 
salilicalile.  eltorescente  al  aire."' 

Solbición,  f.  Inhalación  (ac- 
ci(')n  o  efecto)  de  inhalar,  esto  es: 
"asjiirar,  con  un  fin  terapéutico, 
ciertos  ga.-^es  o  líquido^  pulveri- 
zados"). 

Sol  l>i-:  m.\k.  Así  llaman  en 
Chile  la  eetrella  de  mar  (estre- 
llamar del  Dice.)  que  tiene,  no 
cinco  o  seis  l>razos  como  las  co- 
nnuies,  sino  muchos,  hasta  35; 
]x>r  e.-o  no  .se  llama  estrella  sino 
.«ol.  heli/ister  helianthns.  En  su 
Revist/t  Chilena  de  Hist.  Naiitr 
ral  pulilicó  D.  Carlos  Portcr  un 
interesante  estudio  sobre  algunos 
hermosos  ejemplares  de  estos 
a.-teroídeo.<.  (N."  de  l'ncro-.Miril 
de  101.^,  pág.  17). 

Solterío,  m.  Lo  ])ropio  e.>  sol- 
tiriit,  f.  (estado  de  soltero).  "El 
solterío  es  un  honor...  1/1  solte- 
río molesta  el  amor  pro]>io  de 
cualquiera  nni,j<»r."  (El  Diario 
llnslrado.  2«  Ahr.  líHOV 


sos 


btJB 


SoMATCiSA,  f.  Preparación  ar- 
tificial de  cai-ne,  consistente  en 
uu  polvo  insípido,  soluble  en 
a.iiiia  y  co<i.!j;ulable  por  la  acción 
del  ácido  clorhídrico.  Contieno 
un  ochenta  por  ciento  de  albú- 
mina de  la  carne.  Se  toma  en 
leche,  sopa,  etc.,  una  eucharadita 
tres  o  cuatro  veces  día.  Por  el 
uso  universal  que  tiene  e.ita  voz, 
merece  entrar  en  el  Dice.  Parece 
derivada   del  gi-iego  cwaa,  cuerpo. 

ScxAR.  Kl  uso  de  a.  que  recia- 
juainos  para  este  v.  debe  exten- 
derse también  a  1;¡  !."•  acep.  (ha- 
cer o  causar  ruido  una  cosa).  El 
Dice,  sólo  lo  reconoce  como  tal 
en  la  acep.  de  "tocar  o  tañer  una 
cosa  para  que  suene  con  arte  y 
armonía ;"'  >'  a  éíta  se  refieren 
los  texta-  de  Ribadeneira  y  de 
.Jimcuez  Campaña  que  quedan 
citados. 

Sondeable,  ad.j.  El  v.  tiene  las 
iius  terminaciones,  ar  y  ■"'.('■,  pero 
el  adj.  sólo  se  forma  de  la  pri- 
mera (sondable,  como  su  com- 
puesto insondable).  Fondable^ 
adj.  también,  se  aplica  a  los  pa- 
rajes de  1:;  mar  donde  pueden 
dar  fondo  o  fondear  los  barcos. 

Sopapa,  f.  Ko  hay  tal  sino 
sopapo,  m.:  "váhula  que  se  po- 
ne en  lad  máquinas  hidráulicas 
para  que  impida  salir  el  agua 
que  va  entrando."  Así  que,  cuan- 
do en  los  anuncios  de  diarios  se 
pide  "suela  para  sopapa,"  léase 
y  eutiéiida-e  sopapo. 

Somático,  ca,  adj.  Tainljién 
se  aplica  a  personas  y  a  anima- 
les en  el  .sentido  chileno  de    ma- 

Sostenseno,  ui.  Las  dos  pala- 
bras d?  qvie  se  compone  están  in- 
dica» lo   su  definición.   Gomo   la 


2."  no  es  ca.stiza  en  la  acep.  que 
se  supone,  tampoco  puede  serlo 
en  composición. 

iSoTRETA,  f.  Admitido  en  la 
14."  edición  del  Dice,  como  pro- 
vincialismo de  la  iVmérica  Meri- 
dional y  como  igual  a  plepa,  í. 
i'auí.:  "pei'sona,  animal  o  cosa 
que  tiene  muchos  defectos  en  lo 
físico  o  en  lo  moral."  Del  fran- 
cés vulgar  plaít  pas,  no  gusta. 
Sotreta  hemos  oído  en  Chile  lla- 
mar al  caballo  viejo  e  inservible. 

Soyoco,  m.  Especie  de  hollito, 
parecido  al  ñosdo.  que  .-e  usaba 
antiguamente.  Junto  con  el  ca- 
cheteo (un  i)an  candial  que 
también  ha  desaparecido),  for- 
maba la  provisión  que  para  el  día 
llevaba  el  niño  a  la  e-^cuela  o 
colegio.  Por  eso,  "Soyoco  y  ca- 
cheteo," entendido  este  último 
en  el  .sentido  equívoco  de  "'ca- 
chete" o  "cachetina,"  era  la  fr. 
con  que,  por  gracia  o  donaire,  se 
de-pedía  al  niño  para  que  se 
fuera  al  colegio.- — La  etimología 
de  soyoco  puede  ser  fliguna  for- 
ma corrupta  de  ñoclo  o  de  bo- 
lloco,  de  bollo. 

SUBALTERN ACIÓN,    f.    AcciÓU    O 

efecto  de  subalternar  (sujetar  o 
jioner  deljajo).  No  trae  este  vo- 
cablo el  Dice,  a  pe-ar  de  haberlo 
usado  por  lo  menos  dos  vece?*  el 
clásico  Padre  Angeles:  "Toda  la 
integridad  de  aquel  estado  y  el 
orden  debido,  estaba  en  cierta 
rectitud,  subalternadón  y  obe- 
diencia de  las  partes  inferiores  a 
las  superiores."  (Con-ñdcraciones 
.'■■obre  el  Cantar,  c.  I,  lecc.  II.  art. 
I).  "Tampoco  el  espíritu  divino 
^•ivifiea  el  alma  sino  en  cuanto 
dura  en  ella  orden  a  la  ley  eter- 
na,   con  cierta  proporción  y  t^nh- 


SUM 


SUS 


alttnuición  de  his  fuerztu^  infe- 
riores a  la  nizón,  y  de  la  nizón  a 
Dio-."  (Jhíd.,  lew.  III,  art.  II). 
ÍSi  üsíiGi  lEXTE.  En  confirma- 
ción de  lo  que  dijimos  .-obre  e*te 
vocablo,  vi'a.-'e  este  pasa.je  <lel 
Gil  Blan  de  Santillana:  "A  los 
dos  días  de  n)i  llegada  a  .Ma- 
drid fui  a  Palacio,  cuando  ya  el 
rey  había  acabado  tle  córner;  me 
coloque  al  paso  por  donde  debía 
entrar  a  su  gabinete,  y  no  me 
miró.  Volví  al  (Ha  siguiente  al 
mismo  para.je,  y  no  fui  más  di- 
choso. El  sulisiyuicnte  echó  s-obre 
nu'  una  mirada  al  pasar,  pero  no 
dio  nuiestras  de  haber  reparado 
en  nn'."  (Lib.  XI,  c.  II). 

.Sino,  cía,  adj.  Fácil  de  man- 
chai-se  o  en?uc¡ar.-e.  Dícose  c-pe- 
cialiutMite  del  color  blaiu-o  y  del 
vestido,  traje  o  j>renda  de  c?te 
color.  Es  simjile  metonimia,  i)or- 
que  se  toma  el  efecto  pm-  la  causa. 

SiEÑo.  .  .  Sntño  (le  la  Vir- 
gen,  Sueño  dr  Snn  José:  gramí- 
neas más  grandes  que  la  ihmón 
común.  No  concK'cmos  los  nom- 
bre- científicos.   Véa.-e  Insióx. 

SiERTK.  .  .  La  suerte  de  los 
piraros,  expresión  fam.  con  que 
significa,mos  que  a  los  malos  sue- 
le irles  i)icn  en  esta  vida,  ya  i>or- 
que  prosi>eran  en  sus  bienes  o 
negocio.s,  ya  porque  quedan  im- 
punes sus  picardías,  etc.  Por  bro- 
ma o  fx>r  chanza  .se  dice  tandiién 
de  los  buenos  en  circunstancias 
temojauto-. 

Sumida,  f.  fam.  .Vccióu  o  efe<'- 
tñ  rlc  sumir  on  la  acep.  chilena. 
Díga.-e  apahiillo,  aplastarninito, 
acharhón.  En  otros  ca.*f)S,  znha- 
llida,  zalnilHdnrn.  zalniJIimiento, 
o  zar»  t»i  llida.  zaní  !•  n  Ifi'l  ina . 
zambulUmicnto. 


Superfláutico,  ca,  adj.  Lo 
:iii-iiii)  que  Perifláutico,  pero  do 
significado  más  intensivo,  como 
lo  dice  el  alijo  super. 

Si  PERFLIEXCIA,  f.  Alnuidiui- 
cia  excesiva.  Es  di.-'tinto  de  ¡fu- 
per¡laid(td  (calidad  de  superfino; 
cosa  su[)erfiua).  "Ksta  es  aquella 
paz  que,  .-egi'in  el  Ai)óslol,  en- 
cierra todo  el  bien  y  un  interior, 
verdadero  y  cumplido  gozo,  .v, 
como  si  dijc.-emo.-,  una  supcr- 
fliiencia  o  abundancia  de  e^pn'i- 
tuales  delicias,  y  una  haitura 
maravillosa  y  inefable  de  deseos 
cele.-tiales."  (.Fr.  -luaii  de  los 
.Vngelcs,  ConMd'raeionct  solire 
'I  Cantar,  c.  I,  leen-.  XIY,  art, 
IV).  Hermoso  y  bien  formado 
vocablo,  de  la  misma  familia  que 
afliiearia,  ronflmneia.  iafttiencia: 
merece  vivir  en  el  Dice. 

Sri'(JSiTAK.  a.  "Dios.  .  .,  jmi- 
tándola  y  suposifándoln  \  la  hu- 
manidad de  Cristo]  en  la  pei-so- 
na  del  Verbo,  sin  algún  mereci- 
iiiicnto  le  dio  dignidíwl  tan  al- 
ta..." (Padre  Ángeles,  Con-fi- 
dcraciones  sohre  el  Cantar,  c.  I, 
lecc.  VI,  art.  II).  Puede  signi- 
ficar aquí  e.«tc  V.  i>oner  o  coUx-ar 
debajo,  o  en  lenguaje  filos<)fico  y 
teológico,  reconocer  como  mi  ^u- 
liue-1o,  teniendo  entendido  que 
ftaparsio  &■<  el  .-er  que  es  princi- 
pio de  sus  acciones.  Según  esto, 
la  humanidad  de  Cristo  con  .su 
divinidad  ,<on  un  solo  supuesto 
en  la  per.-iona  del  A'erlio.  No  api- 
rccc  m  el  Dice,  e-te  v. 

Susidio...    l.o     u-ó     taiiibién 
IVihd  de  O  ña. 

IQhc'  lleno  flr  susidio  v  nm'  azi>iii.li>'. 

(Araiin  (Í-iimtJo,  c.  XVl. 


TAN 


TAR 


T 


Tablado,  m.  Acción  o  electo 
de  tablear  la  ropa,  es  decir,  ha- 
cerle tablas.  Tabla  es  el  "pliegue 
ancho,  largo  y  plano  que  se  hace 
por  adorno  en  la  ropa."  Otros 
dicen  tableado.  La  voz  castiza  es 
tiMeo. 

Tablonear...  También,  caer 
kh-  tablones  de  tien'a  socavados 
por  el  agua.  Téngase  presente 
para  esta  idea  el  castizo  derru- 
biur^  a.  y  r.  (robar  insensil^k- 
niente,  el  río.  arroyo  o  cualquie- 
ra humedad,  la  tierra  de  la.<  ri- 
beras o  tapias)  y  el  s.  derrubio 
(acción  o  efecto  de  derrubiar; 
tieiTa  que  se  cae  o  desmorona 
por  esta  causa). 

Talaje.  .  .Poner  o  tener  a 
talaje  una  prenda, ir.  tig.  y  t'ani.: 
■empeñai'la. 

Talcar,  a.  Tínier  talco,  sarulá- 
raca  o  grasiUa  al  pai^^l  para  que 
no  ab.sorba  la  tinta  al  escribirse 
en  él. 

Tallar. .  .También  lleva  ré- 
gimen con  a:  '"Pedro  le  talla  a 
Juana;  Los  mozos  les  tallaban  a 
las  mozas."  Como  el  que  tallo 
en  los  .juegos  de  naipe<  e-  el 
agente  pj-incipal,  por  esta  misma 
razón,  en  la  acep.  fig.  es  más 
<'omún  atribuir  al  hombre  y  nó 
a  la  mujer  la  parte  activa  de  este 
Jiuevo  tallar. 

Tandear,  n.  fam.  Decir  o  ha- 
cer gracia^,  payasada?,  etc.,  co- 
mo en  las  taudas  de  teatro.  Más 
usado  es  payasear. 

Taxgexte.  f.  Irse  uno  por  la 
tan-gentf^  fr.  tig.  y  fam.:  valerse 
■de  un  subterfugio   p.ara  salir   de 


un  apuro.  El  Dice,  la  admite  so- 
lamente con  los  verbas  escapar^ 
escaparse  y  salir;  pero  Caballero 
la  da  como  nosotros  con  el  v. 
irse. 

Tapado,  da . . .  Para  la  o.* 
acep.  téngase  presente  el  caste- 
llano hito,  ta:  "negro.  Aplícase 
al  caballo  sin  mancha  ni  pelo  de 
otro  color." 

Tai'ADOb,  ka,  m.  y  f.  Pei-sonai 
que  pone  tapones,  particularmen- 
te a  botellas  y  frascos,  y  en  can- 
tidad, como  se  hace  en  las  fá- 
1  incas. — Debe  admitirse,  porque 
está  bien  formado  y  no  hay  otro 
uom1>re  para  expresar  esta    idea. 

Taquear. . .  Conviene  conocer 
la,  fr.  castiza  Pisar  valentía  (an- 
dar con  aiTogancia  y  con  afecta- 
ción de  fortaleza). 

Taquero,  m.  Así  llama  la  Ta- 
rifa de  avalúos  (pág.  108),  la 
taquera  castellana  (especie  de 
estante  donde  se  colocan  los 
tacos  de  billar-) :  sin  embargo,  el 
uso  corriente  entre  los  jugadores 
de  billar  es,  como  se  debe,  ta- 
quera. 

TAQtÍGRAFA.  f.  Mujcr  quc 
sabe  o  profesa  la  taquigrafía.  Si 
está  admitido  taquígrafo  y  si  hay 
taquígrajas,  como  en  realidad 
las  hay,  ¿qué  espera  el  Dice. 
]iara  incbn'r  el  vocablo? 

Taravilla...  En  su  última 
acep.  se  parece  al  gahpo  es]>añol : 
"pieza  de  madera,  de  figura  es- 
férica, con  unas  canales  donde 
.se  ponen  los  hilos  o  cordeles  que 
se  han  de  torcer  en  uno  para  for- 
mar otros    mavores  o  maromas." 


77G 


TEC 


TEM 


Tasco...  En  el  Camionero 
del  dylo  X\\  de Foulché-Delbosc 
(t.  II,  pág.  494  a")  se  nombra 
también  e^^te  raro  ]jer.-onaje,  que 
puede  ser  el  misino  de  uuestra  fi'. 

Poco  seso  vos  embarga. 
Que  no  sois  de  los  del  coro 
De  la  corle  do  yo  moro, 
Viejo  mozo  no  rae  carga: 
Mi  criaiisa  ros  protesta 
Que  sois  corto  más  que  Tasco, 
Vuestra  habla  inanifíesta 
Que  os  estimo  por  un  casco. 


])oleas  O  roldana^:,  paralelamente 
colocadas  dentro  de  una  misma 
armadura).  ¡noUmeiw  (conjun- 
to de  cuadernales  y  uiotone>s  pa- 
ra el  laboreo  de  los  cabes  de  un 
Inique)  y  poleume  (conjunto  o 
acopio  de  iK)leas  para  una  o  uiás 
embarcaciones).  El  tecle  se  usa 
íambicn  fuera  de  Marina  para 
lo\aiitar  urandes  peso-. 

Tembl.\r.  Véanse  alguniu--  au- 
toridades a<-erca  del  uso  de  este 
V.  con  acusativo: 


Nada  se  deduce  del  contexto,  ni 
el  editor  dio  tampoco  ninguna 
luz. 

Táttersall,  ni.  Así  llaman  en 
este  pais  una  feria  o  mercado 
de  animal&s  caballares,  bovinos 
y  demás  cuadrúpedos.  Al  princi- 
pio fué  solamente  de  caballos. — 
El  nombre  proviene  del  apellido 
de  un  lacayo  inglés  que  en  el 
siglo  XVI 1 1  fundó  en  Londres 
un  mercado  de  caballo.s. 

Taúca,  f.  Va\  las  provincias  del 
Sin,  tortilla  subcinericia  y  gene- 
ralmente aliñada  con  chicharro- 
nes. En  algunas  pai'tes  es  la  pro- 
visión que  el  niño  lleva  pai'a  la 
csc-uela  o  colegio. — Por  exten- 
sión, plan  aplanado,  que  no  .se 
esponja  o  levanta  por  no  llevar 
levadura. — En  algunas  partes  y 
en  pl.,  monos.  \'éase  Moxo,  7.* 
ace]>. — Iv-i  (li.-»tint«  de  la  otra  voz 
taúca  que  estudiamos  en  el  cuer- 
}io  de  est«  tomo:  la  que  ahora 
analizamos  parece  venir  del  arau- 
cano tavíik-ünon,  iwner  plano, 
aplanar,  del  adj.  tavul,  pUino. 
(Pebres). 

Tecle,  m.  ICs  la  voz  inglesa 
l'i.r/.li'^  que  comí»  s.  signilica  ma- 
(Icnujl    (conjunto   de   dos  o  tree 


¿Podrá,  dijo  llorando,  el  grave  imperio 
Del  príncipe  mus  alto  y  poderoso 
Bajar  del  cielo  a  Dios?  (-Será  imposible? 
¿t'üdra'  llegar  a  tanto  ministeiio 
El  abrasado  querubín  fogoso. 
Que  tiembla  a  la  deidad  inaccesible? 

(l<ope  de  Vega.  Canción  ;'  D.  Ftni.  ¿r  Aiistrio). 

La  edición  de  Ribadeneira  supri- 
me la  o;  pero  esto  debe  atribuirse 
a  que  la  palabra  anterior  acaba 
también  en  a. 

¿Aqn<n  era  un  le<>n,  que  tan  feroces 
Nos  pintan?  dijo:  ¿<i  oyiicV  los  animales 
Tiembla»,  las  uñas  hiírridas  y  atroces? 

(Id..  i:pi.-r.aV.  r.ortn:o  i;,„!,r  /fame»  de 

¿A.  que  ultura  mi  privanza 
Con  los  príncipes  encuentra? 
Si  apacible  los  recibo. 
Exclaman:  ¡Es  que  nos  tiembla? 

(Adelardo  López  de  Ayala,  El  hombre  de 
¿Vrtrfo,  III.   3.*) 

FA  misino  I^pe  de  Vepi  usó 
taiuhii'n  este  otro  n'^íimoii,  que 
sólo  en  ixKíffsía  puede  pasiu-: 

Vuestra  arca  santa  llevare  cautiva; 
Sus  aeratincfi  trmhlanin  mi  utaao... 
P(»rque.  8Í  íací  lo  ffuv  tirmbUi  <7  ruelo. 
Aun  rs  corta  detcnsu  todo  el  cielt). 

(Tiagic»)niedia  líintoria  de  Tnhias)^ 


TER 


TIE 


Tenca  (Estar  uno  con  la),  fr. 

lig.  y  l'aiu.  .Significa  lo  nii^mo 
que  el  v.  chileno  taimarse,  y  úsa- 
,<e  principalmente  tratándose  de 
niños. — No  es  general  en  Chile. 
Pajece  forma  corrupta  del  adj. 
tcrco^  ca  (pertinaz,  obstinado  e 
iri^xiucible). 

Tenido,  da,  part.  de  tener. 
-Mucho  ha  cundido  entre  la  gen- 
te ilustrada  el  significado  fran- 
cés de  aseado,  limpio,  atendido, 
cuidado,  ordenado,  ari-eglado, 
cultivado,  con  el  adv.  bien  y  se- 
gún el  s.  con  que  se  junte.  Con 
al  adv.  mal  es  lo  contrario :  de-s- 
aseado,  sucio,  desatendido,  des- 
cuidado, desordenado,  desarre- 
glado, inculto  o  mal  cultivado. 
Está  bien  que  el  francés  diga  en 
su  lengua:  "Une  maison  bien 
t-tnue^  Un  jardín  bien  tenu;" 
]>ero  que  se  traduzca,  literalmente 
al  castellano  ese  giro,  es  imper- 
donable, y  eso  da  idea  de  cómo 
a])renden  las  lenguas  los  que  así 
hablan. 

Teñido,  m.  Dígase  teñidura 
(acción  o  efecto  de  teñir  o  teñir- 
se), o  tinte,  m.,  o  tintura  f.  (ac- 
ción o  efecto  de  teñir). 

Terminales,  m.  jil.  En  las 
grandes  tienda-:,  artículos  pro- 
pios de  una  estación  que,  no  ha- 
biéndose vendido  durante  ella, 
se  abaratan  al  acei'carse  la  otra. 
En  los  diarios  suelen  anunciarse 
"terminales  surtidos." 

Trrmo,  m.  Aparato  para  con- 
.ser\-ar  calientes  los  alimentos  o 
Ijebidas  que  en  él  .«e  colocan.  Del 
adj.  griego  ftípaóc,  caliente.  Es 
de  invención  niodema  y  se  usa 
principalmente  en  los  viajes.  No 
tiene  ni  jxxlría  tener  en  caste- 
llano mejor  nombre. 


Tektel,  m.  C^apa  o  porción 
de  tierra  que  se  halla  debajo  del 
subsuelo,  sumamente  dura,  y  for- 
mada, según  parece,  de  guijarras 
y  greda  conglomerados.  "Créese, 
no  sin  fundamento,  cpie  la  gran 
resistencia  de  Iw  edificios  en  La- 
Serena  se  debe  ¿i.  una  gTuesa  capa 
de  snelo  firme  llamada  tertel,  un 
conglomerado  que  ai:)enas  cede 
al  golpe  de  la  barreta  y  sirve  de 
a[X)yo  a  los  cimientos."  (Do- 
meyko,  Carta  a  D.  Fernando 
Urízar  Gai-fias,  Tupungato  de 
Mendoza,  n.°  30.  Hállase  en  el 
art.  El  Terremoto  de  Mendoza, 
del  Dr.  ^^'enceslao  Díaz,  Anales 
de  la  Universidad  de  Chile,  t. 
CXIX,  año  1906,  pág.  426).— 
Por  semejanza  con  los  trozos  du- 
ros de  tierra,  se  llaman  familiar- 
mente terteles  unos  trozos  de 
ma.-;a  cruda,  aliñada  con  verdura, 
huevos,  etc.,  que  se  echan  en  la 
tilla  para  que  .se  cuezan  en  el 
caldo  ya  preparado.  Aféase  Pan- 
cutra,  de  la  cual  se  diferencian 
en  los  aliños  y  en  la  forma. — 
No  hemos  hallado  la  etimología 
en  ninguna  de  las  lenguas  indí- 
genas, y  probablemente  no  ten- 
drá eíiuivalente  este  vocablo  en 
las  modernas,  cuando  el  sabio  y 
es]>ecialista  Dome\'ko  no  se  lo 
dio.  Ü.  en  liis  provincias  centra- 
les y  en  las  del  Norte. 

Tierra  siena.  En  castellano  te- 
nemos tierra  balar,  bol  de  Arme- 
nia, o  orménico:  "arcilla  rojiza 
procedente  de  Armenia  y  usada 
en  medicina,  en  pintura  y  como 
aparejo  en  el  arte  de  dorar."  El 
nombre  Sienna  o  Sieune  que  asa 
el  comercio,  es  Sien-e,  ciudad  del 
antiguo  Egipto  donde  abundaba 
la    roca  llamada   por  eso   sicnifa. 


TIZ 


TRA 


El  D'kv.  de  Alemany  admitió 
siena,  i.:  "ocre  muy  empjleado 
en  toda  clase  de  pintura." 

TiMBisTA,  coui.,  jiero  ú.  m.  c. 
111.  Frecuentador  de  timbas  o 
timbirimbas  (casas  de  juego). 
"Timbista,  igiialmente  que  Sán- 
chez, la  víctima  de  e-=te  crimen 
aterrador..."  (Pardo  Bazán, 
La  vkki  contemporánea).  Falta 
esta  voz  en  el  Dice. 

Tina. . .  A  la  tina,  tina,  tin. 
tina,  fr.  fam.  que  se  dice  a  los 
niños  pequeño;?  cuando  se  les 
mete  en  la  tina  de  baño,  ani- 
mándolos  y  sacudiciidolos. 

Tingan,  tingan.  Voces  con 
que  ?e  imita  el  sonido  de  la  gui- 
tarra en  los  tiempos  en  que  no 
Be  toca  una  pieza  determinada, 
sino  que  solamente  se  zaugarrecx 
(se  toca  o  rasguea  sin  aite)  para 
que  no  se  vayan  los  coiiciu-renteí 
o  para  descanso  del  guitairi-1a. 
Úsanse  t.  c.  s.  pai-a  des^ignar  la 
casa  o  taberna  en  que  se  toca  gui- 
tan-a  con  todos  sus  asompaña- 
mieutii-.  ''Vamos  al  tingan- 
tingan." 

Tizca,  f.  Signo  en  forma  do 
V,  i>ero  muy  alargada  en  el  se- 
giuido  rasgo,  usado  en  Contabi- 
lidad y  en  traslados  o  copias  pa- 
ra indicar  que  la  i>artida  o  título 
a  cnyo  margen  se  }x>ne,  no  se 
toma  en  cuenta. — Parece  que 
procede  del  inglés  stich,  palo, 
estoica,  garrote,  bastón,  traslada- 
do el  .sonido  de  s  después  de  ti 
por  metátesis.  Alguno-  dicen 
tica,  t'..  y  tique,  m. 

Tizcadura,  1'.  .Vcción  o  efecto 
de  tizcar.  "La  tizcadura,  que  es 
una  e.-T>e<ie  de  gancho  que  se  co- 
Im-a  al  lado  do  la  cantidad,  suele 
n    veces  ser  sustituida   por    un 


punto  o  una  cruz,  los  que  indi- 
can que  esa  suma  ha  sido  tras- 
pa.sada  a  otros  libros."  (Juan  de 
J3ÍOS  Campos,  Maniwl  Digráfico 
Americano,  Teinuoo,  1910,  pág. 
170).  En  este  texto  se  confundió 
la  acción  con  el  signo. 

Tizcar,  a.  Poner  el  signo  lla- 
mado tizca  a  una  cuenta  o  par- 
tida para  indicar  que  se  prescin- 
de de  ella,  ya  por  ser  de  muy 
difícil  pago,  ya  porque  se  ha 
trasi)asado  a  otro  libro.  "Cuando 
las  transacciones  se  trasj^asan  di- 
rectamente del  Libro  de  Trans- 
acciones al  Mayor,  se  tizcan  o 
tarjan  la>:  cantidades,  como  se 
ha  hecho  anteriormente."  (Exii- 
risto  Molina,  Lecrion-at  (U  Con- 
tuliilidad,  Santiago,  1904,  pág. 
56,  nota). — Poner  este  mismo 
signo  al  lado  de  algún  título,  en 
im]>rf:is  o  manuscritos  que  se 
están  copiando  para  indicar  que 
.va  está  copiado.  Al.uunos  dicen 
ticar. — Pareí'e  que  viene  del  in- 
glés to  sticlc.  hundir,  clavar,  hin- 
char, pinchar  con  alfiler,  fijar 
cdu  tachuelas,  picar,  punzar,  lle- 
nar de  ]>untas. 

Tongo...  r^.v/oca,  f..  llama 
Caballero  al  hongo  o  .s>mbrero 
híin.go;  pero  el  Dice,  no  registra 
esa  v(y¿,  sino  solamente  sombrero 
castoreño  (el  fal>ricad()  con  la 
]>iel  del  castor  u  ot.ra  materia 
parecida,  como  el  fieltro). 

Toscanero,  m.  Individuo  que 
sabe  hacer  el  cigan-o  llíuiiado 
toscano,  que  es  el  usado  en  Tos- 
cana  y  en  foruia  de  puro  oomf>a- 
do,  más  delgado  en  el  extremo 
por  donde  se  enciende  y  de  color 
o.<curo. 

Tragedista,  ni.  "Kn  Francia 
el   n>iiianti(i~nio    mez<-ló  yM.>r  y>ri- 


TRI 


TUM 


mera  vez  lo  trágii-o  con  lo  có- 
mico; en  España,  fuera  de  los 
tragedistas  afrancesados,  todo  el 
mundo  lo  hacía  desde  tiempo 
inmemorial.""  (Cejador,  Hlvt.  de 
la  lengim  y  litenif.  castellana,  t. 
VII,  pág.  10).  El  Dice,  sólo  ad- 
mite trágico,  adj.  y  s. :  "dícese 
del  autor  de  tragedias.  "Como 
adj.  aplícase  también  al  actor 
que  representa  papeles  trágicos." 
Tragiquería^  f.,  y  ú.  m.  en 
pl.  "'Calaveras,  apariciones  y  ne- 
gruras, venenos  y  dagas,  tragi- 
qvsrias,  brujas  y  cementerios, 
todo  revuelto  en  mescolanza  ma- 
cabra, es  lo  que  se  lee  a  cada 
paso  en  los  espei-pentos  de  los 
poetastra*  y  hasta  délos  mejores 
pfietas."  (Cejador,  Hvit.  d^  la 
LngiM  ¡I  lltcrat.  cast.,  t.  VII, 
pág.  4:5).  Superchería  usada  por 
autores  o  actores  trágicos,  es  el 
significado  que  se  deduce  del 
contexto.  Es  voz  despectiva  y 
bien  formada,  por  el  estilo  de 
piAüiquerm ,  gmviatiquería  (vé- 
anse en  sus  lugares)  y  muchas 
otras.  No  nos  desagrada  y  ojalá 
sea  admitida. 

Tresillero,  m.  Dígase  tresi- 
llv^ta,  com.  (iJ;ersona  muy  diestra 
en  el  tresillo,  o  muy  aficionada  a 
este  juego).  Otro?  dicen  rocam- 
borista. 

Tridextífero,  r.\,  adj.  Que 
lleva  tridente.  Usó  este  vocíiblo 
Lope  de  Vega: 

Y  9¡n  temor  algnno 
De  Terse  el  tr'ideníi/ero  Neptunu 
Oprimiilo  del  peso  de  la8  naves. 

(Silva  moral  El  tigio  'If  oro). 


Ix)  trae   el  Dice,    de    Donn'nguez 
en  el  Suplemento. 

Trilátero,  ra,  adj.  De  tres 
lados.  Formado  a  semejanza  de 
ctM-drilátero^  ra  (de  cuatro  la- 
dos) .  Lo  usó  Lope  de  Vega  en  su 
epístola  Al  Conde  de  Lentos: 

Así  el  cristal  trilátero,  que  eugañ;i 
El  sentido  más  nobltí  en  mil  colore» 
La  tierra,  el  cielo  y  las  ciudades  baña. 

Tripular.  .  .En  Chiloí-  no  sólo 
significa  mezclar  líquidos,  sino 
también  gi-anos  o  cualquiera  otra 
cosa. 

Troc.vdo  (Al),  m.  adv.  Así  el 
Padre  Ángeles:  "Ya  es  propio 
de  Dios,  y,  al  trocado,  lo  que  era 
ipropio  de  Dios  ya  es  propio  del 
hombre."  (Vonsíderacion/es  sobre 
el  Cantar,  c.  I,  lecc.  VI,  art.  II). 
El  Dice,  sólo  trae  -i  la  troc-ada  y 
A  la  trocadilla:  "en  conti-ario 
sentido  del  que  suena  o  se  en- 
tiende." 

Trom'Peteador,  ra,  m.  y  f. 
fig.  Persona  que  trompetea,  es 
decir,  que  da  voces  en  favor  de 
una  ¡jereona  o  cosa  o  que  las  elo- 
gia con  exageración,  que  les  da 
bombo.  Hace  falta  este  vocablo 
en  el  Dice.  "Los  tales  suspirillos 
no  eran  sino  cantare.s  populares, 
mejor  o  peor  hechos,  los  cuales 
para  Núñez  de  Arce,  el  trompe- 
teador  de  la  Revolución,  natural 
es  sonasen  a  poca  cosa."  (Ceja- 
dor, Hisf.  de  la  lengua  y  litcrat. 
castellana,  t.  VIII,  pág.  26). 

Tumbago,  m.  Dígase  tumba- 
ga, f. :  sortija  hecha  de  tumbaga, 
la  cual  es  "liga  metálica  muy 
quebradiza,  compuerta  de  oro  y 
de    ií^nal    u    menor    cantidad   de 


780 


VEN 


VES 


cobre,    que   se   eniple.i   en    joye-  y  con  i>erlas  o  piedra^  ]}rec-ioí<is  o 

lía." — También  se  llama  tumba-  m\  ellas,  que  se  lleva,   príneipal- 

yn  el  anillo,  o  sea,  '"aro  de  metal  mente  ix>r  adorno,   en  los   dedos 

n  otra  materia,  liso  o  con  labores,  de  la  mano." 


u 


Uñeta.  .  .Para  la  2.*  aeep.  te-  usaljan    los   antiguos   para    tocar 

nemos  la  nol)le  voz  plectro,  grie-  instrumentos    de    cuerda."     Hay 

ga,     latina   y   castellana,   que   el  que  remozar  la  definición, 
i^icc.  define:  "palillo   o  púa  que 


\' 


Vaciaje,  m.  Vaciamiento  (ac- 
ción o  efecto  de  vaciar  o  vaciar- 
se). "Para  recibir  el  cual  [car- 
tón] se  dlsj>one  de  una  l_)uena 
carbonera  de  de-carga  mecánica 
que  permita  el  vaciaje  directo  a 
los  carros  del  ferroc-arril.""  (El 
Mercurio,  de  Santiago,  30  Sept. 
inió).  ¡Pobres  lectores!  ¡que 
paciencia  tienen  que  gastar  para 
if>lerar  esta  clase,  de  vocablos! 

^'.\lu:A(■o.  .  .  Soltar  uno  el 
varraco,  ir.  fig.  y  fam.:  s(íltar  el 
llanto.  ])íce-se  princi])almente  de 
los  niños.  En  castellano  tenemos 
vdrraqu/'.ar  o  verra<¡ufar  (llorar 
con  rabia  y  continuadamente  los 
niños)  y  varraquera  o  verraque- 
ra (lloro  con  rabia  y  continuado 
de  los  niños). 

Vendo,  m.  En  algunas  i'on- 
gregaciones  religiosas  de  muje- 
res, tira  de  lienzo  o  tela  blanca 
que  la-'  religiosas  llevan  en  la 
frente  cuando  no  va  cubierta  i>or 
la  toca  o  ]),or  otra  cosa.  No  lialla- 
mof<  en  el  Dice,  nombre  esi^ec'ial, 
píirquc  rendo  sólo  significa,  fue- 
ra de  una  Mccp.    provincial,  "ori- 


llo del  jiaño,"  y  venda,  que  usan 
otnis  religiosa.-,  no  tiene  etia 
acep.  En  la  novelita  La  Tía  fin- 
fjidn  hallamos  la  voz  ventosa, 
que  parece  corresponde  a  la  <-lii- 
lena  vendo.  IIc  aqm'  el  le.xto: 
■'^''ier()n  venir  un^a  reverenda 
matrona,  ron  unas  tocas  lilan- 
ca.^  comí)  la  nieve,  más  largas 
que  una  .■'obrei>elliz  de  mi  canó- 
nigo imrtugui's,  )>legadas  sobre 
la  frente  con  su  ventosa,  v  con 
un  gran  rosario  al  cuello." 

Versus,  prej).  \'oz  usjida  en  el 
balomi>ic  (footlmll)  y  otros  jue- 
gos en  el  .sentido  de  "contra"  j.>aí- 
ra  indicar  que  una  |>ersona  o  par- 
tido va  contra  otros.  Ha  sido 
introducida  por  los  ingleses  y  su 
origen  es  el  latín  versu,^,  hacia, 
que  se  usii  como  prejwsición,  Jj¡e- 
ro  ¡pospuesta  al  acusativo,  lín  el 
aso  que  le  «Im  ahora  la  liacen 
equivaler  a  adrersus  o  adv^rxum, 
(]ue  son  las  prci)osicioneí>  que 
signilican  "contra." 

Vestidura  de  puerta  n  de  ven- 
tana. Es  lo  niL-inio  qu(  pilastra, 
1.'  acep.  Otros  dicen  forro. 


VIC 


VIE 


781 


Vic^vRio  DE  CORO,  111.  Dice  el 
Dice,  que  es  "persona  que  en  las 
órdenes  regulares  rige  y  gobier- 
na en  orden  al  canto."  En  1.'' 
lugar,  el  vicario  de  coro  no  es 
solamente  para  regir  y  gobernar 
el  canto,  sino  también  el  rezo  en 
coro;  por  consiguiente,  él  debe 
resolver  las  dudas,  corregir  las 
faltas,  etc.  En  2°  íugai-,  falta  el 
f.  vicami  de  coro,  que  con  los  dos 
fines  indicados  existe  entre  las 
religiosas. 

"\'icEXTE.  .  .En  la  Colección 
de  iraaeií  ¡i  refirineg  en  acción  de 
Don  .Juan  Cuesta  y  Díaz  halla- 
mos el  refrán  citado  en  e^ie  art., 
en  esta  f orina:  Me  voy  con  el 
hiht  i\i  hi  gente,  como  el  Vicente 


del  cuento.  (En  el  pról.,  que  es 
de  Don  Luis  Montóte,  pág. 
VIII). 

ViEXTO. ..  Echarse  viento  uno, 
fr.  fig.  y  fam. :  alabarse,  vanaglo- 
riai-se,  jactai-se.  En  ca--l6llano  te- 
nemos: Ilabérsel-e  muerto  a  uiu> 
su  abuela,  No  n-ecesitar  (o  no 
tttierj  uw)  abuela,  frases  figs.  y 
fam?.  con  que  se  censura  al  que 
!<e  aJabu  mucho  a  Á  propio. — 
Según  es  el  viento,  tal  -el  tiento, 
refrán  que  se  lee  en  La  Tía  fin- 
gida y  nó  en  el  Dice.  El  Quijote 
lo  trae  en  estas  otras  do.<  formas: 
Tal  el  viento,  tal  el  tiento;  Cual 
el  tiempo,  tal  el  tiento.  Esta  últi- 
ma .^e  registra  en  el  Dice. 


FlX'  DEL  V  V  ÚLTI.Mrt  TOMO. 


FE  DE  ERRATAS 


Pac 


Col. 


Dice 


Léase 


ut 

1 

4 

halar 

hablar 

21 

•) 

I 

Raspear 

Raspear 

42 

2 

33 

Eecoleta 

Recoleta 

10() 

-> 

penült. 

aprochadas 

aprovechadas 

112 

! 

17 

a  lo  dijo 

a  lo  que  dijo 

]2y 

■> 

27 

Fracj'ort 

Francfort 

134 

2 

ROCAMBORISTA 

(Suprímase  este  art. 

13(J 

o 

•>•> 

una  machine 

une  machine 

142 

■_' 

7        • 

del  castiza 

del  castizo 

177 

1 

■) 

Sacar  el  cuero  a  uno  Sacar  el  cuero  a  uno 

179 

1 

'.) 

el  belloco 

el  bellaco 

181 

2 

•> 

sedúceos 

saduceo.s 

205 

■> 

10 

refraneo 

refranes 

248 

] 

17 

nigramánticos 

nigrománticos 

31  (J 

1 

3S 

sanajera 

sonajera 

337 

1 

l!i 

director 

subdirector 

403 

2 

1.') 

éstas 

éstos 

420 

1 

23 

Dajad 

Dejad 

434 

] 

10 

todas  lenguas. 

todas  las  lenguas. 

457 

1 

33 

tietna 

tierno 

,, 

,, 

;54 

la  fruta 

el  fruto 

,^ 

,, 

38 

frutas 

frutos 

,, 

2 

If) 

tierna  toda  fruta 

tierno  todo  fruto 

474 

2 

4 

Lo  volvió 

ÍjO  volví 

r)9H 

1 

43 

cabertizo 

cobertizo 

671 

1 

23 

momento 

monumento 

672 

2 

41 

reatiqufí 

riatique 

74() 

2 

2 

de  mujer 

(Suprímase). 

748 

2 

3t; 

hablaban 

hallaban 

JlltlOS  SOBRE  El  TDP  11' 


En  áo>  ocasiones  ?aí  en  la  tentación  de  pronosticar  acerca  de 
este  diccionario. 

Dando  por  base  a  mis  cálculos  el  lapso  de  siete  años  (1901-1908) 
que  duró  la  publicación  del  tomo  I  (letras  ABC),  profeticé,  no 
sin  pesimismo,  que  a  ese  paso  tardaríamos  en  llegar  a  la  meta. 

Pasaron  seis  años  y  en  1914,  viendo  que  los  tomos  II  (letras 
Ch-F)  y  III  (letras  G-M)  habían  salido  a  luz  con  inesperada  ra- 
pidez, atrevíme  a  profetizar  de  nuevo  y  anuncié  que  el  tomo  IV 
se  publicaría  en  1915  y  que.  en  1916,  el  tomo  V  y  iiltimo  nos  daría 
ocasión  para  celebrar  el  coronamiento  de  la  magna  obra  del  señor 
Román. 

Fallaron  mis  cálculos.  En  vez  del  tomo  V.  he  recibido  en  191*! 
el  tomo  lY,  el  cual  únicamente  abarca  las  letras  que  van  de  N  a  Q. 

Basta  este  desengaño  para  que  por  siempre  abandone  yo  el  oficio 
de  pronosticador ! .  .  . 

Este  volumen  es  digna  continuación  de  los  que  le  precedieron. 

Desde  luego,  para  los  que  vivimos  en  Chile,  es  clave  de  muchos 
misterios. 

;.  Quién,  llegando  a  este  país,  no  se  asombra  al  oír  hablar  de 
pololeo?  Y  al  oír  en  las  calles  a  los  vendedores  de  diarios  pregonar 
!ü  Peneca,  ¿quién  no  queda  admirado  de  un  título  que  ninguna 
etimología  sacada  de  lengua  antigua  o  moderna,  logra  explicar? 

Pues  bien,  problemas  como  estos  dos  abundan  en  Chile  y  nadie 
los  resuelve  con  tanta  amenidad  y  copia  de  datos  como  el  señor 
Pomán.  ¿Cuál  ha  de  ser,  distinguido  lector,  el  significado  de  la 
palabra  Peneca?  En  vano  recorreréis  todos  los  diccionarios  griegos, 
latinos,  hebreos,  árabes,  etc..  etc.  El  Peneca  es  como  Melquisedec: 
no  tiene  allí  padres  ni  hermanos. 

El  señor  Román  nos  sacará  de  apuros.  "La  etimología  de  aquel 
clñlenisjno  es,  segi'in  él.  la  que  el  poeta  chileno  don  Narciso  Tondreau 
le  indicó  a  Lenz.  a  saber:  el  segundo  renglón  del  Silabario  de  Sar- 
miento, que  comenzaba  así,  enumerando  las  letras  consonantes: 
B,  P,  N.  C,  Q,  M.  fí,  S:  las  que,  siguiendo  el  sistema  del  mismo 
¡rrarmiento.  se  leían  be  pe  ne  ce  que  me  re  se.  Por  eso.  cuando  a  ud 

ó  O 


—  78C  — 

iiifio  le  preguntaban  en  qué  partí-  del  silabario  estaba,  respondía: 
Kn  la  peneque  o  peneqv.''   (P.  •202). 

No  menos  elegante  es  la  solución  del  problema  relativo  al  pololeo. 
El  pololo  es  un  abejorro  o  moscardón  que,  zumbando,  persigue 
a  las  gentes.  Por  analogía  llámase  pololo  el  galán  que  persigue  a 
vma  niña. 

Lo  curioso,  en  este  r..-unto,  es  ver  que  ningún  vocablo  español, 
de  los  citados  por  el  señor  Konián.  traduce  exactamente  la  idea  de 
pololo  y  pololear. 

Para  pololo,  cita  el  señor  líomán  a  chichisbeo,  cu¡io.  pcorcgnada, 
galancete,  galán,  abejorro:  pero  ninguno  de  ellos  es  propiamente  un 
fololo  a  la  chilena,  así  tomo  tampoco  equivalen  a  pololear  los  verbos 
requebrar,  pelar  la  pava,  hacer  vno  el  oso,  chicolear,  enamoricar- 
ía, etc. 

De  todos  los  \-erbos  citados  el  (lue  más  se  asemeja  al  nuestro,  dice 
(on  razón,  el  señor  Román,  es  "mosconear."  Pero,  agregan'  yo 
jiarece  grosero  al  lado  ilo  pololear  y  no  conseguiría  de.^terrario. 

(,\ianto  a  los  galicismos,  persigúelos  el  señor  Román  a  sol  y 
sombra,  con  el  mismo  tesón  y  mismo  buen  óxito  que  en  los  volú- 
menes anteriores. 

Y  para  que  mis  lectores  se  convenzan  de  la  utilidad  que  puede 
y  debe  sacarse  de  esta  caza,  citaré  aquí  un  ejemplo  verdaderamente 
típico. 

Nada,  al  parecer,  es  más  inocente  que  el  vocablo  partido.  De  un 
joven  que,  por  su  carácter  y  por  su  situaciém  de  fortuna  promete 
ser  un  buen  marido,  suele  decirse  que  es  un  buen  partido. 

l'n  bou  parti  está  bien  en  francés,  no  en  castellano.  "Y  son  las 
mujeres  las  que  más  usan  esta  acepción!  ¡No  saben  las  pobres  que 
en  castellano  siempre  se  ha  llamado  mujer  del  partido  la  de  la  vida 
airada,  de  mala  vida  o  de  mal  vivir  y.  más  claro  aún.  la  ramera! 
l'ues,  sépanlo,  agrega  el  señor  Román,  para  que  siquiera  por  pudor 
dejen  de  usar  este  galicismo"   (p.   1411). 

-Muchos  son  los  galicismos  señalados  y  corregidos  en  este  volu- 
men. Entre  los  vocablos  que  más  ocasión  dan  para  "galicanizar" 
sin  necesidad  ni  provecho,  señalaré  los  siguientes:  ocupar,  perdida . 
perfectamente,  permitir,   perseguir,  placer,  etc.,  etc. 

.\1  lado  de  los  galicismos  señala  el  señor  Román  vocablos  y 
frases  que  me  parecen  merecer  el  caliiicativo  neológico  de  "tontis- 
mos,"'  si  no  se  prefiere  llamarlos  tonterías,  como  .son.  por  ejemplo, 
obsesionar,  ob.^taculiznr.  etc.,  (falta  presionar)  y  celebrar  el  ono- 
nióstico  de  una  persona,  etc.,  etc.,  etc. 

i'or  regla  general,  ci  señor  Román  es  nii'is  moderado  y.  en  con- 
secuencia, más  certero  in  sus  juicios  que  el  P.  .luán  Mir  y  aim  qxio 
el  mismo  Raralt. 

Pero  hay  dos  o  fres  (:sos  en  que  nic  parece  ^excro  o  lieniüiio  en 
demasía. 


Ahí  está,  por  ejemplo,  el  vocablo  particularismo^  acerca  del  cual 
dice:  "No  nos  parece  bien  este  vocablo,  ni  tampoco  se  le  necesita." 

Concedo,  por  cierto,  que  no  se  le  necesita  si.  como  dice  el  señor 
Komán,  significa  "sistema  o  doctrina  de  un  particular."  Pero  es 
muy  otra  la  definición  de  aquel  vocablo.  Traduciendo  el  Larousse 
írancés,  da  don  Miguel  de  Toro  y  Gisbcrt  en  el  PequeTio  Larousse 
las  siguientes  explicaciones:  PARTKTLARISMO  Teología:  Doc- 
trina según  la  cual  niarió  -Jesucristo  únicamente  para  los  elegidos 
y  no  para  todos  los  hombres.  Política:  Partido  que  desea  que  con- 
ser\"en  sus  leyes  particulares  los  diversos  países  que  componen  el 
imperio  germánico:  Bismarck  fue  adversario  del  particularismo." 
l'stas  explicaciones,  aunque  incompletas,  bastan  para  demostrar 
la  utilidad,  en  teología  e  historia  política,  del  vocablo  particula- 
rismo"  (1 ) . 

En  cambio,  opino  que  el  señor  Román  es  demasiado  bondadoso 
para  con  esa  bárbara  que  se  llama  Psiquis.  Acerca  de  aquel  vocablo 
dice  que  "los  antiguo*  v  buenos  españoles  dijeron  v  dicen  Psiquis." 
(P.  480). 

Buenos  serían  y  son  aquellos  españoles  en  cuanto  a  patriotismo 
o  cristiandad:  más  no  tanto  en  conocimiento  del  idioma  de  donde 
sacaron  su  Psiquis. 

Es  aquel  vocablo  un  solemne  barbarismo.  Si  en  vez  de  Psyche  o 
Puche  (pronuncíese  p.->ique)  como  escribían  el  maestro  Mallara  y 
Rodrigo  Caro,  puede  legítimamente  escribirse  Psiquis^  no  veo  por 
í]\\(-,  en  vez  de  Sinccdoque.  hipérbole,  etc.,  no  se  dice  Sinécdoquis  e 
¡iip'rbolis.  Si  no  se  admiten  estas  dos  últimas  barbaridades,  ¿con 
qué  derecho  puede  Psiqvis  ser  admitida,  puesto  que  los  tres  vocablos 
son  igualmente  griegos  y  pertenecen  a  la  misma  declinación? 

Cierto  es  que,  en  jurisprudencia,  communis  error  facit  jus.  Esto, 
empero,  no  quita  que  deban  combatirse  todos  los  errores,  aun  los 
más  tradicionales,  tan  pronto  como  son  descubiertos. 

El  di.'^tinguido  filólogi.  Créard  cita  la  opinión  de  un  académico 
francés  del  siglo  XVIT,  la  cual  me  parece  digna  de  servir  de  norma: 

"L'usage  jait  beauroup  de  chases  par  raison.  beaucoup  sans 
laison,  beaucoup  contre  raison,  et  celle.'i-ci  on  ne  les  doit  pas  ac- 
cepter." 

Psiquis  (en  vez  de  P.'^ique)  es  en  mi  concepto,  una  sinrazón  lin- 
güística, un  entuerto  filológico,  que  sólo  en  castellano  se  encuentra. 
En  consecuencia,  muy  lejos  de  aceptarla  porque  para  ello  nos  au- 
toriza el  uso  tradicional,  hemos  de  combatirla  hasta  que  desapa- 
iczca  del  diccionario  y  del  uso  (2). 


(1)  Particularistas  fueron,  eu  tenlnrria.  los  .Tansenistas.  Particulari.stas  son  en 
España,  los  que  piden  la  autonnniía  para  Cataluña,  etc. 

(2)  Igual  tratamiento  merece  el  vocablo  ostricultura,  el  cual  peca  contra  una 
resla  de  formación,  según  la  cual,  por  el  solo  hecho  <le  decirse  en  latín  ostrenm 
fstrti  fno  ostruin,  nstri),  la  única  forma  aceptable  es  ogtrrieuHnra.  Este  vocablo 
existe,  con  offrei,  en  francés,  como  pueiie  verse  en  el  dii-cionario  de  Hatzfeldt 
V  Darmestetter. 


;.Qui'  provecho  se  cacará  de  lo?  estudios  lingüístiros  si,  al  fin  y 
:i  ¡a  postre,  no  sirven  para  reformar  poco  a  poco  y  progresivamente 
los  idiomas  vivo?,  restaurando  en  su?  vocablos  el  orden,  la  armonía 
la  lógica? 

A  conseguir  este  triple  objeto  \-a.  en  realidad,  dirisiida  toda  la 
cbra  del  señor  Román. 

¡Cuántos  no  somos  los  que,  frecuentando  su  diccionario,  hemos 
í.prendido  de  él  a  amar  y  a  respetar  cada  vez  más  la  hermosa  lengua 
de  Castilla ! 

0-MKn   K.mkth, 
(Pbro.   Emilio    J'a'isse). 

í El  Mcmirio.  de  Santiago). 


11 


lia  salido  a  luz  el  tomo  cuarto  del  Diccionario  de  ('liiienismos. 
la  magna  obra  que  con  paciencia  de  benedictino  y  con  ilustración 
de  erudito  está  realizando  el  señor  Prebendado  don  Manuel  .\ntonio 
Komán  y  que  en  el  sentir  de  todos  constituye  un  verdadero  monu- 
wento  erigido  a  la  cultura  chilena. 

El  tomo  a  que  hacemos  referencia  comprende  desde  la  letra  N 
hasta  la  letra  Q:  ''quiltro'"  es  la  última  palabra  que  aparece  en  este 
vnliinicn;  el  autor  promete  que  el  ">."  tomo  será  ol  último  del  dic- 
cionario y  que  procurará  terminarlo  pronto. 

Casi  es  de  sentir  esta  noticia, — con  perdón  sea  dicho  de  un  dis- 
t'n,c;uido  crítico  que  «e  quejaba  en  vez  pasada  de  que  la  obra  no 
estuviera  aún  concluida. — porque  pocas  lecturas  más  amenas,  agra- 
dables e  instructivas  ciue  la  de  este  Diccionario,  en  que  campean 
!:<.  gallardía  de  un  egtiio  jugoso,  flexible  y  elegante,  una  abundancia 
de  conocimientos  verdaderamente  extraordinaria  y  un  soplo  de  arte 
qtie  no  se  escapa  al  que  está  acostumbrado  a  estas  especulaciones 
intelectuales. 

Por  otra  parte,  podemos  declarar  con  sinceridad  absoluta  (jue 
cuando  leemos  algimo?,  de  los  vocablos  más  o  menos  viciosos  cjue 
solemos  emplear  en  nuestros  e.scritos,  chilenismos  puros  algunos, 
galicismos  otros,  a  pesar  de  que  nos  esmcranuí?  en  seguir  las  lec- 
ciones fiel  que  fué  un  tiempo  nuestro  verdadero  maestro,  casi  sen- 
timos que  sepa  tanto  Demonio  de  hombre,  pensamos,  ¡cómo  habrá 
aprendido  tantas  cosas  y  en  forma  tal  <\\w  uno  no  puede  pasar  gato 
por  liebre! 


—  789  — 

A  este  sentimiento  de  respeto  se  agrega  otro  de  sincera  gratitud: 
en  el  volumen  en  que  nos  ocupamos  aparecen  algunas  definiciones 
tomadas  de  nuestros  aitículos  de  "La  Unión"  en  los  cuales  descri- 
bimos '"tipos"  y  caracteres  que  son  de  nuestra  tierra,  artículos  que 
de  esta  manera  pasarán  a  la  historia,  quedarán  incorporados  a  este 
monumento  como  los  bajos  relieves  que  adornan  la  figura  principal 
y  que  gracias  a  la  inspiración  del  artista  forman  parte  integrante 
de  la  obra  entera.  De  esta  índole  es  nuestro  artículo  sobre  el  "pije," 
que  mediante  la  autoridad  de  este  eminente  filólogo  queda  consa- 
grado como  descripción  más  o  menos  acertada  de  un  personaje 
interesante  en  nuestra  vida  casera  y  nacional. 

Por  lo  demás,  cada  palabra  chilena,  cada  vocablo  vicioso,  na- 
cional o  importado,  tiene  en  esta  obra  su  etimología,  el  por  quó  de 
su  uso.  la  razón  o  explicación  de  su  corrupción,  las  variaciones  que 
ha  experimentado  al  pasar  por  la  boca  del  pueblo;  y  todo  ello  en 
forma  grata,  amena,  que  presta  al  vicio  o  a  la  incorrección  de  que 
trata  cierta  envoltura  de  simpatía,  ni  más  ni  menos  que  como  un 
padre  bondadoso  al  corregir  los  balbuceos  de  su  pequefiuelo  para 
enseñarle  a  hablar  bien,  lo  hiciera  con  toda  la  bonhomía  paternal, 
con  gracia  y  con  cariño. 

El  lector  de  esta  obra, — la  cual  no  tiene  nada  de  los  ceñudos 
enojos  de  un  dómine  irascible, — experimenta  los  mismos  amables 
halagos  que  al  escribirla  ha  sentido  el  autor:  '"No  puedo  ocultar, 
dice,  que  la  amenidad  y  variedad  del  trabajo  han  sido  causa  de  que 
iio  haya  sentido  el  tiempo  ni  conocido  el  cansancio;  porque,  al  es- 
tudiar uno  las  voces,  locuciones,  frases  y  refranes  del  pueblo,  tiene 
cjue  conocer  sus  costumbres,  oír  sus  dichos  y  conversaciones,  pre- 
.senciar  por  lo  menos  en  espíritu  sus  juegos,  asistir  a  sus  fiestas,  en 
una   palabra,  convivir  con  él." 

"Esto  haee — continúa — recordar  los  años  de  la  niñez  y  de  la 
juventud,  con  lo  cual  se  siente  uno  rejuvenecido,  y  le  presenta  a 
vista  de  ojos  las  buenas  cualidades  del  pueblo  chileno,  su  ingenio 
aiejiTe  y  zumbón,  su  religiosidad,  su  desprendimiento  y  hospitalidad, 
!a  especie  de  estoicismo  con  que  mira  y  soporta  las  penalidades  de 
ia  vida  y  aun  la  misma  muerte.  Todo  esto,  junto  con  el  reverso  de 
la  medalla,  es  decir,  los  vicios  y  defectos,  se  ve  sicolóoica  y  artísti- 
camente retratado  en  el  habla  popular,  y  es  lo  que  más  me  ha 
acompañado  y  hecho  gozar  en  este  largo  trabajo."' 

Con  todo  lo  cual  queda  demostrado  de  modo  casi  patético  lo  que 
afirmaba  más  arriba;  es  a  saber,  cjue  el  autor  de  esta  obra  inmortal 
í.ntes  trata  como  padre  amoroso  al  lenguaje  del  pueblo,  por  arras- 
irado  que  sea.  que  como  dómine  suficiente  y  descontentadizo  que 
riñe  a  los  pequeñuelo*  por  las  ocurrencias  revesadas  e  incorrectas 
de  .su  lenguaje  infantil. 

Recomendamos  esta  obra  a  los  eruditos,  a  los  hombres  ilustrados, 
a  los  periodistas  y  gentes  de  letras,  a  los  que  se  dedican  al  estudio 


—  790  — 

del  "folklore"  chileno,  y  a  todos  los  que  deseen  pasar  momentos  de 
f-olaz.  disfrutando  de  ¡as  bellezas  de  nuestro  idioma  chileno,  que  es 
en  cierto  modo  romo  un  trasunto  del  alma  nacional. 

Pedro  Belis.\rio  (Jálvez. 
(alias  Pedro  Sánchez). 

(La  Cnión,  de  Santiago). 
III 


Acaba  de  salir  el  4."  volumen  correspondiente  a  las  letras  N  Ñ, 
O,  P.  Q.  de  la  obra  monumental  (¡ue  está  llevando  a  feliz  término 
el  eminente  filólogo  Pbdo.  don  Manuel   .\.  líomán. 

No  sería  justo  dejar  pasar  en  silencio  el  anhelado  volumen,  como 
tantos  otros  libros  de  poco  más  o  menos,  que  aparecen  en  nuestro 
reducido  mundo  de  las  letras,  ni  menos  cjue  la  censura  hiciera  presa 
de  el  como  pasto  de  sus  voraces  apetitos. 

Es  un  acontec-iniiento  digno  de  loa,  que  no  scMo  da  gloria  al  que 
lo  ejecuta,  sino  que  honra  a  una  nación  entera,  sirviendo  como  de 
síntesis  de  su  vida,  de  su  progreso,  de  sus  costumbres,  ya  que  el 
lenguaje  es  la  cifra  más  elocuente  de  un  pueblo. 

Por  eso  con  tanta  razón  lo  han  llamado  monumento  de  Chile, 
que  él  sólo  puede  bastar  para  dar  a  conocer  a  los  extranjeros  y  a 
las  nuevas  generaciones  los  caracteres  especialísimos  de  una  rara. 
la  raza  chilena. 

Y  algo  de  razón  tiene  el  despechado  literato  .Andricux.  cuando 
señala  como  .'¡uprema  gloria  a  los  que  se  dedican  a  los  estudios  ti- 
lológicos  el  que  escapen  a  los  mandobles  y  dentelladas  de  la  crítica. 

Premio  negativo,  cjue  sería  fácil  renunciar  si  se  trabaj.ara  en  la 
vida  sólo  por  oír  los  lisonjeros  acentos  de  la  alabanza  human:i. 

La  profundidad  de  los  conocimientos  filológicos"  del  señor  Ivomán. 
su  versación  en  los  clásicos  latinos,  castellanos  y  griegos,  el  amor 
entrañable  a  la  limpieza  y  esplendor  de  luic.stro  idioma,  lo  hacen 
el  más  apto  para  triunfar  plenamente  en  esta  obra  en  que  está  em- 
peñado y  que,  según  la  frase  de  don  Marcial  Martínez,  ha  menester 
•'.'p  colaboración  de  muchas  personas  de  vasta  y  sólida  ilustración." 

l'or  eso  las  cualidades  que  anotamos  a  vuelo  de  pájaro,  en  cuatro 
volúmenes  publicados,  son:  la  claridad  del  que  e.stá  habituado  a 
enseñar,  unirla  a  la  profundidad  del  lingüista  que  sabe  desentrañar 
ron  rara  habilidad  los  orígenes  de  las  voces  en  uso,  dándonos  cabal 
noticia  de  lo  que  nos  puede  interesar,  no  enredándonos  en  farragosas 
c  íni'itiles  disquisición"^  o  pretendiendo  imponer  sus  ojiinioiics.  por 
antojadizas  e  ilógicas  que  ellas  sean. 


—  T'.il  — 

^Vllí  son  fustigad;»?  sixi  piedad  las  locuciones  viciosas,  los  gali- 
cismos, los  giros  importados  del  extranjero,  los  barbarismos,  so- 
lecismos y  otras  malezas  en  ismos  que  cada  día  se  filtran  en  nuestras 
conversaciones  y  escritos;  y  todo  presentado  con  peso  y  medida; 
lo  cierto  como  cierto;  lo  dudoso  como  dudoso;  para  que  el  profano 
que  allí  se  acerca  con  buenas  intenciones  sepa  a  qué  atenerse  y  tome 
lo  que  le  va  a  servir  de  provecho  y  huya  de  aquello  turbio  y  espurio 
que  allí  está  expuesto  a  la  pública  vergüenza. 

(^omo  breve  paréntesis  diré  que  muchos  hubiéramos  deseado  que 
el  señor  Román  en  ocasiones  expusiera,  con  la  autoridad  del  maestro 
de  la  lengua  que  ya  la  tiene  bien  ganada,  cuál  es  su  opinión  sobre 
voces  dudosas,  cuyo  uso  continuo  hace  más  necesario  el  guiarse  por 
una  sola  norma;  que  a  las  veces  hablara  ex-cátedra,  mostrando  sin 
contemplaciones  el  uso  más  racional  de  alguna  voz.  Bien  sabemos 
que  su  criterio  es  amplio  y  de  hondo  cimiento,  de  tal  manera  que  el 
¡jeligro  de  errar  no  es  ni  siquiera  remoto. 

Al  estudiar  con  ojo  escudriñador  tantas  locuciones  que  circulan 
a  diario  con  patente  sospechosa,  si  no  falsificada,  el  señor  Román, 
después  de  buscarles  le  genealogía  con  paciencia  de  santo,  si  hay 
algún  motivo  verdadero  para  que  sea  adoptada  bajo  la  ley  bien- 
hechora del  idioma,  hace  valer  las  razones  en  su  defensa,  batalla 
como  en  causa  propia,  para  que  el  mísero  obtenga  su  título  de  ciu- 
dadanía, clamando  con  altas  voces  ante  los  prohombres  que  velan 
\)'T  la  limpieza  y  la  nitidez  del  idioma  de  Cervantes;  y  ha  de  ser 
poderoso  su  valimiento,  pues  hemos  visto  con  verdadero  regocijo  y, 
¿por  qué  no  decirlo?  con  orgullo  de  patriotas,  el  que  la  docta 
y  encumbrada  corporación  se  digna  escuchar  los  acentos  que  claman 
misericordia  desde  el  último  rincc')n  del  mundo;  y  al  fin  esos  chi- 
lenismos vergonzantes  que  vagaban  por  allí  como  parientes  son 
admitidos  bajo  el  alero  paterno;  es  decir,  entran  a  figurar  en  el 
Diccionario  de  la  R.  .\.  E. 

Un  mérito  que  coloca  la  obra  del  señor  Román  a  muchos  codos 
sobre  las  similares,  es  la  amenidad.  Uno  siente  verdadero  placer  al 
enfrascarse  en  su  lectura,  pues  las  anécdotas  explicativas  llenas  de 
chispa,  el  sabroso  gracejo  con  que  nuestro  pueblo  adorna  su  prosa, 
las  locuciones  riquísimas  de  los  clásicos,  las  festivas  tonadas  y  es- 
carceos literarios  de  nuestros  "rotos"  están  allí  de  inano  maestra, 
de  tal  manera  que  el  lector  se  ve  llevado  sin  saber  cómo,  de  sorpresa, 
aprendiendo  y  al  mismo  tiempo  deleitándose.  Es  la  vieja  máxima 
de  pedagogía  de  los  clásicos:  enseñar  deleitando,  o  mezclar  en  justa 
medida  lo  útil  a  lo  dulce.  Aquí  viene  como  de  perlas  una  cita,  para 
que  no  se  diga  que  hablamos  por  hablar. 

"Paco,  chilenismo,  de  los  más  usados.  Es  el  apodo  o  sobrenombre 
que  se  da  en  Chile  al  guardia  civil;  por  eso  corresponde  al  despec- 
tivo español  polizonte  (agente  subalterno).  El  nombre  de  guardián 
que  le  dan  aquí  las  leyes,  no  está  reconocido  en  el  Diccionario  sino 


—  792  — 

< onid  tiiiiiino  genérico:  ■"persima  que  guarda  una  i-osa  o  i'uida  de 
e!!;.:"  el  de  policial  no  aparece  en  el  Diccionario;  el  de  gendarme  es 
afrancesado:  militar  destinado  en  Francia  y  otros  países  a  la  segu- 
ridad pública.  Equivalente  al  guardia  civil  nuestro." 

"E\  sobrenombre  us.itio  en  España  es  giiitidilla.  que  el  Diccionario 
no  estaní}»,  {>ero  lo  trae  Eguílaz  y  Yan.nuas.  Se  dio  este  mote  a 
los  agentes  del  orden  por  alusión  al  pompón  colorado  semejante  a 
un  pimiento  encarnado  o  (luindilla  que  llevaban  en  el  tricornio. 
Después  se  substituyó  el  color  rojo  por  el  blanco,  pero  el  mote  no 
se  varió. 

"Paco  asoleado,  paco  porotera.  Denominaciones  injuriosas  que  da 
el  pueblo  al  guardia  civil,  porque  cumple  su  oficio  generalmente  al 
sol,  y  porque  en  su  alimentación  tienen  gran  parte  los  porotos,  que, 
como  se  guisan  para  el  pueblo,  son  plato  muy  ordinario. 

■'Veamos,  pues,  ahora,  el  origen  del  chileno  paco,  estudiado  desde 
Vicuña  Mackenna  hasta  Lenz,  pero  sin  dar  con  la  verdad. 

"Ésto  no  debe  buscar.se  ni  en  el  quichiui  pa-co^  rojizo,  ni  en  el  ani- 
mal de  este  nombre,  de  donde  sacamos  el  verbo  empacarse,  sino 
más  bien  en  el  folklore  chileno.  En  efecto,  personas  de  bastante 
edad  nos  han  referido  la  anécdota  siguiente:  Cuando  estaba  en 
Chile  recién  constituida  la  guardia  civil  y  cuando  sus  individuos 
eran  llamados  vigilantes,  había  uno  de  nombre  Pascual  y  cuya 
familia  era  del  campo,  ^'na  vez  los  principales  de  ella  hicieron  viaje 
a  Santiago  con  el  fin  de  ver  a  su  Paco,  que,  como  es  sabido,  es  el 
diminutivo  familiar  de  los  Pascuales.  Apenas  lo  divisaron,  corrieron 
.1  abrazarlo  y  le  hicieron  mil  manifestaciones  de  cariño,  llamándolo 
Paco  arriba.  Paco  abajo;  y  tanto  lo  paquearon,  que  transeúntes  y 
circunstantes  hubieron  de  reírse,  tomando  y  repitiendo  el  nombre 
de  burla.  El  pobre  Pascual  dio  en  enojarse,  y  con  eso  que(i<'i  confir- 
mado en  él,  no  ya  el  nombre,  sino  sobrenombre  de  Paco  que  luego  se 
extendió,  como  sucede  en  e.stos  ca.<os,  a  todos  sus  compañeros. 

"La  mejor  comprobación  del  hecho  es  el  sobrenombre  de  Pascual, 
que  hasta  el  día  de  iioy  se  da  a  los  mismos  pacos,  como  lo  puede 
atestiguar  cualquier  chileno." 

"Vamos  a  ver  cjué  tengo  que  saber  pa  ser  un  Pascual  de  pelo  en 
flecho."  (I.  del  Campo,  Avetituras  de  Usebio  Olmos). 

"Otros  nos  han  referido  la  cita<la  anécdota!,  dándole  ;U  héroe  el 
nombre  de  Francisco,  familiarmente  Paco,  como  usan  los  españoles; 
pero,  por  lo  que  acabamos  de  ver,  es  mucho  más  verídica  la  primera. 

"Paco  ladrón:  .luego  de  muchachos,  se  juega.  ..." 

Si  el  estudio  del  idioma  causa  aburrimiento  y  presenta  un  sin- 
inimero  de  dificultades  para  los  (lUc  pretenden  llevarlo  a  cabo,  he 
.'iquí  el  medio  de  hacerlo  llevadero  con  la  lectura  concienzuda  y 
lenta  de  la  obra  que  nos  ocupa. 

Fuera  del  solaz  que  ha  de  hallarse  al  conocer  el  origen  y  la  his- 
toria de    las  voces    familiares  que    oímos  cada    día,  los    estudios 


—  793  — 

fenecidos  reviven,  conocemos  mejor  a  nuestros  compatriotas:  ora 
a  nuestro  pueblo  lleno  de  fantasía  y  de  agudeza,  ora  a  los  tipos 
que  viven  con  nosotros  sin  que  en  ellos  nos  fijemos. 

No  quiero  nombrar  por  sabido  el  principal  servicio  que  nos  pres- 
taría el  Diccionario:  el  que  aprendiéramos  a  hablar  nuestro  idioma 
con  la  propiedad  y  galanura  con  que  lo  hablaron  nuestros  mayores, 
y  con  ello  sufrirían  un  golpe  de  muerte  los  voquibles  y  los  gazapos, 
las  intrusas  locuciones  c^ue  nos  hacen  burla  desde  las  columnas  de 
la  prensa  y  aún  desdo  el  mismo  templo  de  las  leyes. 

Y  todo  sea  para  la  gloria  del  autor,  que  ya  está  colocando  las 
últimas  columnas  del  monumento  inmortal,  desmintiendo  así  la 
írase  pesimista  de  Monsieur  Andrieux. 

.Tetro. 
(Pbro.  Julio  Ramírez). 

(La  Unión,  de  Santiago). 


IV 

Hemos  sido  galantemente  favorecidos  con  el  tomo  R'  de  la 
monumental  obra  "Diccionario  de  Chilenismos  y  de  otras  locuciones 
viciosas,"'  que  con  paciencia  de  benedictino  y  erudición  de  sabio, 
escribe  el  Pbdo.  D.  Manuel  Antonio  Román,  en  los  momentos  há- 
biles que  le  dejan  libres  sus  rudas  tareas  de  Vicario  General  del 
Arzobispado. 

La  obra  es  por  todos  conceptos  digna  de  los  mayores  elogios,  y 
así  lo  han  reconocido  en  público  y  en  privado  cuantos  han  tenido 
conocimiento  de  este  verdadero  tesoro  de  las  letras  nacionales,  que 
con  tan  justa  causa  ha  merecido  a  su  autor  un  honroso  puesto  en 
el  cenáculo  de  los  miembros  académicos  correspondientes  de  la  Real 
.\cademia  Española. 

Al  abrir  cualquiera  de  sus  páginas  el  curioso  lector  no  sabe  qué 
admirar  más,  si  la  erudición  asombrosa  del  señor  Román  o  su  me- 
moria no  menos  admirable  para  citar  trozos  enteros  de  los  clásicos 
españoles  del  siglo  de  oro,  entre  los  cuales  no  sabe  ocultar  su  predi- 
lección por  nuestro  fecundo  y  gracioso  hermano  de  hábito,  Tirso  de 
Molina,  el  inmortal  creador  del  tipo  de  Don  .Juan  Tenorio.  En  las 
quinientas  y  tantas  páginas  de  que  consta  este  cuarto  tomo,  hemos 
encontrado  más  de  cien  citas  de  nuestro  gran  dramaturgo,  que,  a 
juicio  de  Menéndez  y  Pelayo,  ocupa  un  lugar  entre  Lope  y  Calderón 
en  el  riquísimo  parnaso  español  del  siglo  XVI. 

Bien  por  la  lengua  y  por  la  literatura  nacional,  que  nuestro  es- 
clarecido poeta  mercedario  sea  conocido  en  Chile,  aunque  más  no 
sea  por  las  numerosas  citas  que  de  sus  obras  hace  el  Sr.  Román,  lo 
que  demuestra  de    una  manera  evidente  la    importante  influencia 


—  794  — 

(lUe  ha  tenido  en  el  defeuvolvimiento  del  clásico  idioma  castellano, 
al  cual  desea  el  Sr.  Román  que  recurramos  todos  los  que  por  afición 
o  por  mandato  debemos  escribir  para  el  público. 

Inmensa  es  la  labor  realizada  por  el  Sr.  Román  en  este  Dicciona- 
rio de  Chilenismos,  y  de  una  utilidad  que  acaso  todavía  no  sepan 
apreciar  nuestros  noveles  escritores;  pero  que  después  no  encontra- 
rán palabras  para  elogiarla  de  una  manera  bastante  digna. 

Comprendemos  que  no  estamos  preparados  para  hacer  una  crítica 
sustanciosa  y  científica  de  esta  monumental  obra;  pero,  tal  como 
creemos  comprenderla,  no  podemos  menos  de  enviar  nuestros  más 
sinceros  parabienes  y  aplausos  entusiastas  a  su  ilustre  autor,  que 
(ual  ninguno  en  Chila  ha  trabajado  por  la  depuración  del  idioma 
y  por  la  cultura  literaria  de  nuestra  juventud  estudiosa. 

P.    D.VR. 

(Padre  Diego  A.  Rojas.  Mercedario). 
(Revista  Mcrccdaria,  .\gosto  1916) 


i. os  admiradore.s  en  España  del  sabio  arcediano  de  Santiago  de 
Chile,  el  niu\-  ilustre  señor  don  Manuel  Antonio  Román,  esperába- 
mos con  impaciencia  la  publicación  del  tomo  JV  de  su  monumental 
obra  Diccionario  de  Chilenismos. 

Ya  llegó,  y  ni  qué  decir  tiene  que  su  texto  es  tan  nutrido  y  exce- 
lente como  el  de  los  anteriores.  El  prólogo,  sobre  todo,  es  un  dechado 
de  ca.stioisnio :  de  castellano  tan  Huido  y  elefiantc,  que  hace  bueno 
lo  que  de  los  primeros  chilenos  dijo  el  P.  Ovalle:  Cortan  la  lengua 
tan  bien  como  un  español. 

Si,  terminada  la  obr; ,  el  señor  Román  se  animara  a  hacer  una 
edición  por  separado  de  las  enmiendas  al  lenguaje  o  de  las  locuciones 
viciosas,  dejando  aparte  los  chilenismos,  que  a  los  peninsulares,  si 
nos  interesan,  no  nos  edip'can,  puede  tener  por  seguro  que  su  trabajo 
gozaría  de  la  reputación  del  Diccionario  de  galicismos  de  Baralt, 
y  de  la  Gramática  castellana  de  Bello;  y  así  serían  tres  los  maestros 
americanos  del  habla  en  España:  Bello,  Baralt  y  Román. 

Sería  una  lástima  c(ue  el  autor  no  se  resolviera  a  hacerlo.  Su 
Diccionario,  tal  como  ahora  aparece,  se  nos  representa  como  osas 
vastas  construcciones  romanas  o  incaicas,  en  las  que  lo  imponente 
de  la  mole  oculta  o  desvirtúa  las  bellezas  de  los  pormenores.  Con 
los  datü^,  las  citas  y  los  aciertos  en  las  enmiendas  que  el  señor 
Román  amontona  en  su  digesto,  hay  materia  sobrada  para  uno  o 
mas  tratados  de  lingüística.  Siendo  de  presumir  que,  si  él  no  lo  hace, 
otro  u  otros  vendrán  que  lo  harán,  pero  mal,  como  acontece  siempre 


que  se  mete  la  hoz  en  mies  ajena;  pudiendo  acontecer  también,  que 
algún  desaprensivo,  vulgo  pirata  literario,  aproveche  tan  ricos  ma- 
teriales para  fraguar  obra  propia,  tal  como  hicieron  algunos  patri- 
cios con  los  mármoles  tiel  Coliseo,  adornando  con  ellos  sus  i'illas. 

i 'ero,  dejando  a  un  lado  el  turiferario,  permítanos  el  señor  Román 
algunos  reparos  que  se  nos  han  ocurrido  al  correr  de  una  primera 
lectura  de  su  último  tomo. 

Oboe:  es  voz  que  no  vale  la  pena  de  insistir  en  ella,  porque  es 
galicana  pura  (haut-bois).  Tenemos  el  ''pífano,"  que  los  madrileños 
oímos  todas  las  mañanas  tocar  por  los  alabarderos  en  el  relevo  de 
ia  guardia  de  Palacio.  (Y  a  propósito  de  palacio,  se  desliza  en  la 
pág.  56  esta  errata:  Aljonso  XII  ocupa  el  trono  de  España). — 
opimo  y  Pávilo.  decimos  todos  en  España. — Obispalía,  no  hace 
faita;  hay  obispado,  que  no  es  lo  mismo  que  episcopado. — Tampoco 
Paládico,  hay  palúdico. — Pesas  llaman  en  todos  los  gimnasios  espa- 
ñoles a  las  palanquetas. — No  hay  por  qué  alegrarse  por  la  admi- 
sión de  Paleto,  cuando  aun  perdura  el  castizo  gabán  (el  famoso 
empeño  de  Enrique  el  Doliente). — Tampoco  Panfleto,  por  libelo. — 
Las  trébedes  ha  de  decir  la  trébedes  (pág.  146.^ — Pipí  (Hacer") 
no  es  chilenismo;  también  es  voz  infantil  en  España.  Lo  mismo 
que  el  Presente  epistolar. 

Tan  pocos  y  tan  leves  reparos  en  un  volumen  de  cerca  de  600 
páginas,  dan  la  medida  de  la  competencia  del  autor  y  del  amore 
con  que  ha  hilvanado  su  obra. 

Que  la  termine  cuanto  antes,  es  lo  que  le  pedimos,  para  bien  de 
las  letras  hispanas  y  satisfacción  suya.  Exegi  monutnentum!  podrá 
decir  entonces  el  señor  Román,  y  añadir  sus  admiradores:  Sí;  un 
monumento  de  constancia,  de  erudición  y  de  patriotismo:  que  pa- 
triotismo es  volver  por  los  fueros  del  habla  nacional  y  levantar  el 
nivel  literario  y  lingüístico  de  la  patria  chilena. 

Ciro  Bayo. 
(Archivo  Bibliográfico  Hispano-Americano). 


VI 


l'or  conducto  del  librero  Suárez  (Madrid.  Preciados,  48),  hemos 
recibido  el  tomo  IV  de  esta  importantísima  obra,  la  cual  quedará 
completa  con  el  quinto  que  en  breve  nos  promete  el  autor. 

(,"on  laboriosidad  incansable  prosigue  el  docto,  erudito  y  castizo 
señor  Román  la  magna  empresa  de  recopilar  todos  los  modismos, 
expresiones  y  giros  ciue  suelen  usarse  entre  el  pueblo  y  escritores 
en  Chile,  defectuosos  unos  y  legítimos  los  más.  cuyo  significado, 
etimología    y    empleo    discute,    determinando    si    deben   o    no    ser 


—  796  — 

¡idmitidos  en  el  Diccionario  de  la  Real  Academia  Española.  Muchas 
de  las  expresiones,  que  el  señor  Román  reputa  por  chilenismos, 
hiillanse  en  uso  en  el  centro  de  Castilla  con  sabor  de  muy  castizas, 
aunque  todavía  no  han  merecido  ser  inventariadas  en  la  recopila- 
ción oficial  del  habla  castellana. 

Críticos  ha  habido  ciue  reputan  por  grave  defecto  el  remitir  de 
continuo  al  Diccionario  de  la  Academia,  para  indicar  sus  deficien- 
cias, omisiones  o  errores  tratándose  de  un  Diccionario  de  Chilcnis- 
vios;  lo  cual,  si  tiene  íu  fundamento  al  considerar  sólo  el  título  de 
la  obra,  lo  conceptuamos,  sin  embargo,  como  el  mejor  elogio,  por 
realizar  el  fin  primordial  a  ciue  han  de  aspirar  esta  clase  de  trabajos, 
cual  es  perfeccionar  y  enriquecer  la  lengua  patria,  procurando  la 
mayor  uniformidad  posible  en  todos  los  países  a  que  ha  sido 
trasportada.  Como  el  mayor  encomio  de  esta  magna  obra  del  docto 
Canónigo  santiagués  puede  reputarse  el  que  la  Real  Academia 
Española  la  haya  utilizado  en  considerable  escala  para  la  14.* 
edición  del  Diccionario  de  la  Lengua,  y  que  haya  sido  causa  para 
el  restablecimiento  de  la  .\cademia  Chilena,  como  correspondiente 
de  la  Real  Española. 

Otros  triunfos  le  estarán  reservados  sin  duda  al  autor  a  la  ter- 
minación de  la  misma. 

(Revista  Eclesiástica,  de  A'alladolid.  :!0  .\g.  1017). 


Sant.°.   If)  de  .\gosto  de   1  !)](>. 
Señor  Phdo.  don   Manuel   .\.  Román. 
.Mi   respetado   señor  y   amigo: 


Pte. 


Al  expresarle  mis  agradecimientos  por  el  cuarto  tomo  de  su 
■'Diccionario  de  Chilenismos"  con  que  ha  querido  obseciuiarme, 
no- tendría  más  que  repetirle  los  muy  merecidos  encomios  que  le 
tributan  sus  admiradores,  que  somos  todos  los  lectores  de  su  obra 
magistral. 

Pero  con  algunas  salvedades.  Así,  piensan  algimos. — entre  ellos 
escritores  tan  autorizados  como  Ciro  Rayo,  en  el  artículo  t|ue  sobre 
el  tomo  tercero  publicó  en  el  ".\rchivo  Bibliográfico  Hispano- 
Americano," — que  la  obra  ganaría  en  cierto  sentido  si  se  concretase 
al  estudio  de  los  chilenismos  propiamente  tales,  dejando  para  un 
tratado  aparte  d   análisis  de  las  otras  voces  y  locuciones  viciosas 


—  797  — 

y  los  agregados;  y  enmiendas  al  Diccionario  de  la   Academia,  que 
Ud.  incluye  en  el  cuerpo  de  su  libro. 

Así  podrá  ser  para  ios  filólogos  y  especialistas;  pero,  cuando  se 
trata  de  corregir  los  vicios  y  errores  en  que  incurre  el  común  de  las 
gentes,  de  infundir  en  todos  el  gusto  por  la  pureza  y  corrección  del 
idioma,  de  enseñar  a  los  que  no  saben  y  nó  solamente  de  satisfacer 
la  curiosidad  de  los  que  .saben, — entonces  el  examen  erudito  y 
luminoso  de  todos  los  puntos  difíciles  y  oscuros  del  lenguaje  no  es 
un  inconveniente  sino  una  señalada  ventaja  j^  un  mérito  muy  prin- 
cipal, sobre  todo  cuando,  como  en  este  caso,  la  cantidad  va  insepa- 
rablemente unida  a  la  calidad. 

La  demora  en  la  publicación  de  la  obra,  que  todos  han  lamentado 
y  siguen  lamentando,  tiene  también  su  compensación:  mientras  el 
lector  espera  con  impaciencia  los  nuevos  volúmenes,  el  autor  se 
ocupa,  con  ciencia  y  paciencia  admirables,  en  atesorar  los  materia- 
les de  una  obra  cuya  importancia  y  perfección  va  avalorando  el 
tiempo  ;iue  trascurre,  y  que  explican  sobradamente  por  qué  tarda 
en  ícrminar.se:  no  se  ganó  Zamora  en  una  hora.  Esto  no  quita  cjuc 
sea  yo  uno  de  los  más  impacientes  por  ver  el  último  tomo. 

En  resumen,  lo  que  es  para  mí.  su  magnífico  Diccionario  ha  sido 
una  fecunda  y  generosa  fuente  de  utilidad  y  agrado,  y  por  eso  no 
tongo  más  que  enviarle,  sin  reservas,  mis  humildes  aplausos  y  cor- 
diales agradecimiento^,  a!  ofrecerme  de  Ud.  como  su  más  atento 
servidor. 

Raf.vel  Eg.\x.\. 


VTIT 
r>ogotá.  Diciembre  20  de  1916. 


Rr.  Dr.  D.  Manuel  A.  Román. 


Mi  respetado  amigo: 


Santiago. 


Vivamente  agradecí  a  Ud.  el  envío  del  4.°  volumen  de  su  monu- 
mental Diccionario.  A  medida  que  avanza  la  obra,  se  pueden 
admirar  mejor  las  dimensiones  del  trabajo  que  ha  emprendido  Ud. 
para  gloria  de  las  letras  chilenas,  y  crece  el  deseo  de  ver  coronado 
tan  grande  esfuerzo  para  que  Ud.  pueda  exclamar  con  legítima 
satisfacción:  excgi  monumentum .  . . 

Entregué  en  propia  mano  al  Sr.  Suárez  su  ejemplar;  y  este  sabio 
amigo  me  manifiesta  que  ha  estudiado  el  nuevo  volumen  con  tanta 
satisfacción  y  provecho  como  los  anteriores. 

Reiterando  a  T'd.  mis  plácemes  y  agradecimientos,  quedo  su 
respetuoso  amigo  y  S.  &. 

AxTOXin  GÓMEZ  Rkstrkpo. 


—  706  — 

IX 
Madrid.  23  de  Ootubrc  de  1010. 
Señor  don  Victorir.no  Suárez. 
Muy  Sr.  mío  y  ¡migo: 

Acuso  a  Ud.  el  recibo  del  tomo  IV  de  la  monumental  obra  de 
don  Manuel  Antonio  Román,  titulada  ■" Diccionario  de  Chilenismos,"' 
y  iTjego  a  Ud.  c]ue  haga  saber  al  autor,  si  tiene  fácil  medio  para  ello, 
y  si  no,  que  me  diga  cuáles  son  las  señas,  para  que  yo  me  dirija 
directamente  a  dicho  Señor,  que  le  doy  muy  expresivas  gracias  por 
el  ejemplar  que  obra  en  mi  poder,  y  al  propio  tiempo  que  felicito 
al  sabio  maestro  por  su  trabajo  tan  erudito,  tan  documentado  y 
tan  meritorio,  que  creo  impar  entre  los  lexicográficos  del  mundo 
íntero.  pues  parece  imposible  que  sea  obra  de  una  sola  persona. 

Soy  de  I'd.  atento  amigo 

(].  1.  e.  1.  m. 

D.VNIKL     1)K    CoKT.i/AK. 

(¡)r  la  R.  .1.  E.) 
X 

Santiago.    1H   Mayo    lülT. 
Illmo.  Sr.  Dn.  Manuel  Antonio  Román. 
Mi  respetado  .imigo: 

T.a  obra  de  I'd.,  con  tuyos  tres  últimos  tomos  ha  tenido  Ud.  la 
bondad  de  honrarme,  son  un  monumento  de  erudición  y  de  autori- 
dad. Imposible  parece,  como  anota  Dn.  Marcial  Martínez,  que  un 
solo  hombre  de  saber  haya  podido  dar  remate  a  tal  obra,  que  tan 
alto  coloí'a  a  la  cultura  chilena. 

Kn  nombre  de  la  española,  siquiera  sea  representada  tan  sencilla- 
mente por  mí.  doy  a  Ud.  el  más  cordial  parabién,  rogándole  que 
reciba,  con  el  .sentimiento  de  mi  gratitud,  la  expresión  de  mi  sincera 
admiración,  con  la  (¡ue  me  reitero  de  Ud.  más  devoto  amigo  v  S.  .S., 
q.  1.  b.  1.  m. 

Ki.  M.\u<;TKS  DK  DosFinNri:.-*. 


DICCIONARIO  DE  CHILENISMOS 


mim  SOBRE  El  V  \  ilTIlHO  TOHD 


San  Sebastián,  2  de  Octubre  de  1919. — Señor  Don  Manuel  Antonio 
Komán. — Muy  Señor  mío  y  de  mi  más  distinguida  consideración: 
Su  Majestad  el  Rey  (Q.  D.  G.)  ha  recibido  su  obra  "Diccionario  de 
Chilenismos"  que  por  conducto  de  Su  Ministro  en  Chile  le  ha  ofrecido 
Ud. 

El  Augusto  Soberano  ha  estimado  muy  mucho  su  delicada  atención 
y  me  encarga  le  dé  en  Su  Nombre  las  más  expresivas  gracias  por  los 
sentimientos  de  amor  a  España  y  de  adhesión  hacia  Su  persona  que 
tan  sinceramente  se  manifiestan  en  la  dedicatoria  al  Rey  del  ejemplar 
de  su  magnífica  e  importante  obra,  por  la  que  le  felicita  muy  caluro- 
samente (1). 

Con  este  motivo  me  es  muy  grato  ofrecerme  de  üd.  atto.  s.  s.  q.  b. 
s.  m. — Emilio  María  de  Torres. 


(1)    La  (ledk'atoii-»  fué  la  siguiente: 


A  LA  Católica  Majestad  de  Auokso  XITI, 
Ret  de  la  hidalga  N.ACIÓN' 
que,  juxto  con  el  descubrimiento, 
DIO  A  América 

DOS  GRANDES  TESOROS: 

SU  BEHGIÓK  y  SU  LENGUA. 

Es  PRUEBA  DE  ADMIRACIÓN,  AMOR  Y  GRATITUD. 

Santiago  de  Chile,  26  de  Dicikmbre  de  191S. 
M.  ANTONIO  ROM.iN. 


II 

Santiago,  14  de  Enero  de  1919. 
Señor  Pbdo.  Don  Manuel  Antonio  Román. 

Presente. 
Muy  apreciado  Señor: 
Con  su  atenta  de  ayer,  he  tenido  el  gusto  de  recibir  los  cinco  tomos 
tie  su  Diccionario  de  Chilenismos.  Acepte  Ud.  mis  agradecimientos 
más  sinceros,  y,  aunque  tardías,  mis  felicitaciones  por  un  trabajo  que, 
honrando  en  primer  término  a  su  autor,  ha  ganado  también  honra 
para  las  letras  nacionales,  y  que  constituye  fuente  de  diaria  y  pro- 
vechosa consulta. 

Ofrece    a  Ud.  sus    sentimientos  de  distinguida   consideración    y 
amistad  su  afmo.  S. 

Ji  AN  Luis  Saxi  textics. 

III 

11  .\hril  1919. 

Sr.  D.  Manuel  .Vntonio  Román.  Arcediano  de  la  Metropolitana 
de  Santiago  de  Chile. 

Ilustre  y  distinguido  Sr.  mío:  Por  mediación  de  D.  X'ictoriauo 
Suárez  he  recibido  el  ejemplar  que  tiene  la  bondad  de  destinarme  de 
su  obra  Diccionario  de  Chilknismos,  fineza  que  en  alto  grado 
estimo.  Veo  que  termina  con  este  volumen  la  magna  labor  a  que 
venía  entregado  y  le  felicito  por  el  suceso;  al  par  que  le  expreso  mi 
gratitud  más  sincera  por  su  perseverancia  en  enviarme,  conforme 
aparecían,  las  partes  de  esta  obra  digna  de  toda  loa. 

Me  es  grato  quedar  de  A'd.  afmo.  s.  s.  y  amigo 
q.  e.  s.  m. 

.\.  Matka. 

IV 

Madrid  2  Abril  91  í). 

Señor  Don  .Manuel  . Vntonio  Komán. 

.Muy  Señor  mío  v  de  mi  mayor  consideración: 

Por  conducto  de  la  librería  Suárez  de  esta  Corto,  he  rccil)ido  el 
tomo  ó."  del  Diccionario  de  Chilniismo/t.  Doy  a  V.  las  más  expresivas 
gracias;  y,  al  mismo  tiempo,  me  permito  felicitarle  muy  sinceramente 
por  haber  llevado  a  cabo  la  obra  (lUc  representa  tanto  trabajo  y  tan 


—  8 


excepcional  cultura.  Lo  útil  y  provechosa  que  ha  de  ser  a  cuantos 
cultivamos  y  amamos  esta  hermosa  lengua  de  Castilla,  será  para  Y.  la 
mejor  recompensa. 

Rogándole  acepte  la  expresión  de  mi  reconocimiento,  quedo  suyo 
afectísimo  servidor  y  admirador  q.  b.  s.  m. 


S.|C.  Academia  Española. 
Felipe  IV,  2. 


•Jacixto  o.  Picón. 


Madrid  a  2  de  Marzo  de  1919. 

Sr.  D.  Manuel  Antonio  Román: 

Muy  Señor  mío  y  de  mi  consideración: 

D.  Victoriano  Suárez  me  envía  de  orden  Ud.,  el  tomo  V  del  Dic- 
cionario con  que  üd.  ha  enriquecido  la  bibliografía  lingüística  del 
español.  Le  doy  la  enhorabuena  por  la  terminación  de  la  obra  y  mil 
gracias  por  su  atención  para  conmigo.  Ojalá  siguieran  el  ejemplo 
que  L'd.  les  da  los  otros  Estado.s  hispano-americanos,  para  poder 
hacer  luego  el  Diccionario  completo  del  español  hablado  en  España  y 
en  América. 

Le  reitera  las  gracias  quien  es  de  Ud.  devoto  admirador 

José  Alemany. 
VI 

Manuel  de  Saralcgui  B.  L.  M.  al  muy  ilustre  señor  D.  Manuel 
-Antonio  Román  y  le  rinde  gracias  expresivas  por  el  tomo  5."  de  su 
interesante  "Diccionario  de  Chilenismos",  que  ha  tenido  el  gusto  de 
recibir  ayer,  por  conducto  de  IX  Victoriano  Suárez. 


sjc  Orellana,  6. 


Madrid,  28  de  Febrero  de  1919. 


Vil 


DiCCIGXARIO  DE  ChILEXISMOS.    Y  DE  OTRAS  LOCUCIONES  VICIOSAS, 

i'OR  Manuel  Antonio  Román.  Tomo  V.   (R.  Z.)   y  suplemento  a 
estas  letras.  Santiago.  Imp.  vSan  José.  1916-1918.  798  páginas,  in-4.'' 

A  los  tres  meses  de  nacida  (o,  más  exactamente,  de  renacida)  la 
Revista  Católica,  "periódico  quincenal  publicado  bajo  la  dirección 
del  clero  de  la  Arquidióccsis  de  Santiago",  empezó  a  salir  en  cada 
número  una  serie  de  artículos  sin  firma,  intitulados  Aimntes  sobre 
Chilenismos  y  otros  vocablos.  (Número  6,  15  de  Octubre  de  1901). 


—  4  — 

Gratísima  fué  la  sorpresa  de  los  aficionados  a  estudio?  filológicos, 
los  cuales,  no  plenamente  satisfechos  con  las  obras  hasta  entonces 
publicadas  sobre  esta  misma  materia,  saludaron  en  el  autor  de  los 
Apuntes  al  maestro  que  esperaban. 

Porque,  no  tan  sólo  nos  prometía  la  Revista  Católica  corregir  los 
errores  en  que  todos,  con  mayor  o  menos  frecuencia  y.  .  .descaro 
solemos  incurrir,  sino  que  también  proponíase  acrecentar  nuestro 
caudal  de  voces,  señalando  a  la  Real  Academia  Española  los  tér- 
minos castizos  que  no  figuran  en  su  diccionario. 

"Una  lengua  como  la  castellana,  que  es  sin  disputa,  decía  el  autor, 
la  más  rica  y  hermosa  que  se  ha  hablado  en  el  mundo,  y  que  actual- 
mente es  usada  en  toda  España,  en  las  islas  y  archipiélagos  que  hasta 
hace  poco  le  han  pertenecido  y  en  gran  parte  de  las  tres  Américas, 
merece,  a  la  verdad,  ser  estudiada  y  defendida  por  todos  cuantos  la 
hablamos.  Y  así,  si  cada  país  contribuyera  con  un  grano  de  arena 
por  lo  menos  al  acervo  común,  ora  proscribiendo  los  barbarismos, 
srolecismos  y  demás  vicios  contra  ella,  ora  dando  a  conocer  los 
términos  castizos,  y  sobre  todo  ilustrando  a  la  digna  corporación 
española,  custodio  y  guardián  del  idioma,  tiempo  ha  que  la  filología 
castellana  estaría  ya  toda  estudiada,  y  nó  por  estudiarse,  como 
realmente  lo  está". 

El  señor  don  Manuel  Antonio  Román,  autor  de  los  Apuntes,  no  se 
contentó  con  predicar,  obró:  coepit  faceré  et  docere.  Juntó  la  acción 
con  la  predicación  y,  desde  la  fecha  apuntada  arriba,  no  cesó  de 
publicar  cada  quince  días  ocho  páginas  de  apuntes  filológicos,  cuyo 
conjunto  tenemos  hoy  a  la  vista  en  forma  de  cinco  tomos  en-4.°. 

Rara  que  mis  lectores  se  den  cuenta  cabal  de  la  magnitud  de  acjuel 
esfuerzo,  me  tomo  la  licencia  de  recordarles  que.  al  revés  de  otros 
lexicógrafos,  (de  Littré,  por  ejemplo),  el  señor  Román  no  ha  podido 
encerrarse  en  una  torre  de  marfil  y  consagrarse  exclusivamente  a  la 
composición  de  su  diccionario. 

Desde  1901  hasta  hoy  ha  desempeñado  en  la  arquidiócesis  de 
Santiago  el  cargo  de  vicario  general  (el  cual  dista  mucho  de  ser  una 
sinecura)  y,  al  mismo  tiempo,  ha  cumplido  en  la  catedral  los  deberes 
de  las  diversas  canonjías  que  ha  venido  ocupando  en  este  mismo 
lapso. 

Aquellas  obligaciones  (y  las  del  sagrado  ministerio)  bastarían  p(  r 
si  solas  para  llenar  por  entero  la  vida  de  un  hombre  laborioso.  Pero 
no  lograron  absorber  toda  la  actividad  del  señor  Román. 

('arpe  diem:  fiel  a  esta  máxima  de  los  antiguos,  el  autor  del  Diccio- 
nario de  Chilenismos  supo  sacar  provecho,  no  digo  de  una  hora  libre, 
sino  del  fugaz  momento  de  ocio. 

;.{Juién  no  le  ha  visto,  en  el  tranvía  de  Providencia,  revisando 
¡■puntes,  cotejando  citas  y  corrigiendo  pruebas?  Absorto  y  feliz, 
pensaba  en  la  magna  obra  de  su  vida.  ¡Cuál  no  será,  ahora,  su  dicha 
al  verla  terminada!  Y,  ¡con  qué  satisfacción  no  verá  sus  innumerables 


granos  de  arena  hechos  un  monumento  digno  de  la  erudición  y  pa- 
tiencia  benedictinas ! 

Porque,  en  verdad,  no  es  un  librejo  baladí  el  que  ahora  contem- 
plamos. 

Para  juntar  los  materiales  que  lo  forman,  fué  menester  al  señor 
Komán  leer  con  minuciosa  atención  centenares  de  libros,  sacar 
apuntes  innumerables,  cotejar  frases,  averiguar  etimologías,  com- 
parar y  criticar  opiniones  contrarias,  analizar  y  sintetizarlo  todo  y, 
finalmente,  ejercitar  durante  casi  cuatro  lustros  las  tres  virtudes  del 
investigador  científico:  la  fortaleza  (que  no  se  arredra  ante  el  peligro 
de  leer,  inútilmente  a  veces,  muchas  páginas  de  libros  a  menudo 
insulsísimos),  la  prudencia  (que  no  se  deja  engañar  por  apariencias 
de  autoridad)  y  el  amor  a  la  ciencia  (major  aiitem  horutnj,  sin  el  cual 
no  hay  quien  persevere  en  los  áridos  y  quebrados  caminos  de  la  lexi- 
cografía. 

Si  no  fuese  el  más  modesto  de  los  sabios,  podría,  con  Horacio, 
exclamar  ahora:  Exe.gi  monumentum  aere  perennius.  (He  puesto 
remate  a  un  monumento  más  duradero  que  el  bronce). 

Pero,  si  él  no  lo  dice,  lo  diremos  nosotros. 

A  todos  los  que.  de  lejos  o  de  cerca,  estamos  en  relación  diaria  con 
la  lengua  castellana  y  nos  empeñamos  en  no  maltratarla  con  exceso, 
cónstanos,  en  efecto,  la  solidez  del  monumento  levantado  por  el  señor 
Komán  y  fundado  por  él  en  los  más  sólidos  cimientos  de  la  filología  y 
lingüística  castellanas. 

Al  revés  de  otros  diccionarios,  éste  es  tan  ameno  como  instructivo 
y.  si  un  defecto  hubiere  yo  de  reprocharle,  sería  su  amenidad  misma 
que,  más  de  una  vez  me  indujo  en  la  tentación  de  hacer  la  cimarra, 
recorriendo  pausadamente  sus  columnas,  cuando  más  me  urgía  ter- 
minar mis  tareas. 

Esto  mismo  me  ofrece  una  ocasión  propicia  para  solicitar  del  señor 
Román  una  edición  abreviada  de  su  diccionario,  en  cuyas  páginas  los 
■'trabajadores  de  la  pluma",  que  a  cada  paso  necesitan  de  su  ayuda, 
podrían  hallar  en  el  más  breve  lapso  la  solución  de  las  dificultades 
con  que  tropiezan. 

La  edición  abreviada  desempeñaría  el  mismo  papel  que  el  Peciueño 
Larousse  francés  desempeña  tan  espléndidamente  en  las  oficinas  de 
los  más  activos  escritores.  Pero,  así  como  para  ésta  el  Larousse  en 
siete  tomos  sirve  de  emporio  riquísimo,  del  mismo  modo  el  Diccio- 
nario de  Chilenismos  en  cinco  tomos  sería  un  rico  repostero  de  por- 
menores explicativos  y  de  comprobantes  para  la  edición  abreviada 
que  solicito. 

Por  otra  parte,  es  menester  recordar  que  los  dos  primeros  tomos 
del  Diccionario  no  se  hallan  de  venta  en  las  librerías. 

Esto  es  realmente  deplorable.  ^,No  convendría,  para  los  altos  fines 
de  esta  obra,  reimprimir  estos  dos  volúmenes,  sin  los  cuales  no  pueden 
i.btcnerse  los  frutos  que  del  Diccionario  se  esperan? 


En  los  diez  y  siete  años  que  van  corridos  desde  el  mes  de  octubre 
de  1901,  el  señor  Román  ha  escrito  y  publicado  cinco  tomos  cuyas 
páginas  en  4.°  a  dos  columnas  suman  3,041  (1). 

Omer  Emeth  (Emilio  Vaísse). 
VIII 
El  'Diccionario  de  Chileuismos" 

TÉRMINO  DE  UNA  GRAN  OBRA 

Hemos  recibido,  hace  pocos  días,  el  Tomo  V  del  "Diccionario  de 
Chilenismos  y  de  otras  locuciones  viciosas,  por  Manuel  Antonio 
Komán",  y  hemos  tardado  algunos  días  en  dar  noticias  de  esta  publi- 
cación, porque  antes  queríamos  recorrer  sus  páginas,  aunque  fuera  a 
!a  ligera,  y  porcjue  otras  ocupaciones  nos  habían  impedido  hacerlo. 

El  nombre  del  autor  es  bien  conocido  y  estimado  entre  los  literatos 
y  hombres  de  estudio  de  Chile  y  del  extranjero:  sus  títulos  de  Arce- 
diano de  la  Iglesia  Metropolitana,  Vicario  General,  miembro  corres- 
pondiente de  la  Academia  Chilena,  de  la  iVrcadia  Romana  y  de  la 
i^'acultad  de  Teología,  hablan  muy  elocuentemente  de  sus  altos  mc- 
ritos;  pero,  para  los  que  lo  conocemos  de  cerca,  para  los  que  cono- 
cemos sus  trabajos  y  sus  obras,  los  títulos  son  de  poca  consideración 
al  lado  de  estos  otros  méritos  que  lo  señalan  a  nuestra  admiración  y 
a  nuestro  respeto  y  afecto. 

El  tomo  Y,  que  ahora  acaba  de  publicarse,  completa  la  grande 
obra  del  "Diccionario  de  Chilenismos",  grande  por  su  extensión  y  su 
volumen  y  por  el  enorme  trabajo  de  investigación  que  en  estas  cir- 
cunstancias materiales  se  manifie.<ta,  pero,  más  grande  aún,  porque 
tiende  a  la  depuración  del  lenguaje  que  usamos  en  Chile  y  que  va 
rápidamente  a  constituir  una  jerga  muy  diversa  del  hermoso  idioma 
castellano. 

Con  este  último  volumen  se  completan  cerca  de  4,000  páginas  de 
tamaño  mayor,  que  por  sí  solas  indican  muchos  años  de  esfuerzo, 
para  recoger  cada  chilenismo  y  cada  locución  \iciosa,  mostrar  su 
origen  y  sus  aplicaciones  y  el  escrito  más  autorizado  en  que  aparece 
hacer  ver  lo  que  hay  de  erróneo  y  que  debe  ser  corregido,  o  el  derecho 
que  tiene  a  ser  incorporado  en  el  Icxico:   todo  lo  cual  compone  una 


(1)    Para  los  ciivioEOS  apunto  el  siguiente  balance: 

El  tomo  I  O'-iista  de  XIII    y  .5.38,  o  sea 551  píigs. 

K1  tomo  II  consta  de  XIII  y  438,  o  sea 451      „ 

Kl  tomo  in  consta  de  VII  y  621,   o  sea 628      „ 

K!  tomo  IV  i'orsta  dn  IX  y  595,  o  sea C04      „ 

Y  el  V   consti  de   IX    v   7!>8,    o   sea 80"      „ 


Total 3041  pA(j«. 

Tres  mil  cuarenta  y  «mi  púijinas 


excelente  enseñanza,  un  nuevo  e  interesante  conocimiento  para  el 
lector  y,  a  la  vez,  una  distracción,  pues  hasta  eso,  amenidad,  hay  en 
el  eruditísimo  trabajo  y  hace  muy  atrayente  su  lectura. 

Grande  obra  es  ésta  de  corregir  nuestro  lenguaje,  que  cada  día  se 
vicia  más  y  más;  y,  aunque  nos  duela,  los  periodistas  debemos  confe- 
sar que  nosotros  tenemos  mucha  culpa  en  esta  corrupción  creciente 
del  castellano  entre  nosotros. 

Somos  muy  poco  dados  a  la  lectura  de  los  buenos  escritores  caste- 
llanos, y  hasta  miramos  con  horror  a  los  clásicos  y  hemos  comenzado 
por  reducir,  para  nuestro  uso,  la  riquísima  herencia  del  idioma,  pues 
usamos  un  vocabulario  que  no  pasa,  en  la  prensa,  de  unas  mil  pala- 
bras. Como  nos  sentimos  estrechos  dentro  del  vocabulario  empobre- 
cido por  nosotros  mismos,  y  a  cada  paso  nos  hallamos  con  falta  de 
palabras  para  expresar  una  idea,  en  lugar  de  ir  a  buscarlas  en  su 
fuente  natural,  en  el  opulento  léxico  del  materno  idioma,  tomamos 
una  palabra  conocida,  la  sometemos  a  una  contorsión,  a  una  mueca,  v 
así,  la  adaptamos  a  nuestro  intento,  o  recurrimos  a  los  idiomas  extra- 
ños— que  tampoco  conocemos  bien — para  adoptar  vocablos  que  más 
o  menos  se  avengan  a  nuestra  necesidad,  o  fabricamos  una  voz  nueva, 
aunque  sea  absolutamente  ilógica  y  carezca  de  todo  antecedente 
honrado,  o  nos  apropiamos  de  un  barbarigmo  de  nuestros  vecinos. 

Desde  hace  unos  dos  años,  por  ejemplo,  aparece  en  los  periódicos 
la  palabra  "impago",  para  expresar  la  idea  de  "insoluto"',  "no  pa- 
gado', barbarii^mo  que  hemos  tomado  de  los  diarios  argentinos  y 
verdadero  disparate,  pues  con  el  negativo  "in"  y  con  su  sustantivo 
no  se  puede  fabricar  un  participio.  Más  antiguos  son  todavía  "salva- 
taje"  (que  en  sí  lleva  su  calificativo,  salvaje)  por  salvamento, 
"equipaje"  por  tripulación,  "reprisar"  por  repetir  o  retornar. 

Es  frecuentísimo  también  usar  palabras  con  significado  completa- 
mente diverso  y  aun  contrario  del  natural.  Así,  el  que  quiere  hacer 
ver  que  una  cosa  es  muy  visible,  palpitante  aún,  dice  "latente",  sin 
saber  cjue  latente  significa  "oculto";  y  para  expresar  que  una  comida 
fué  muy  mala  y  mezquina,  dice  que  fué  "de  pipiripao",  que  cabal- 
mente significa  todo  lo  contrario,  pues  es  el  calificativo  de  la  comida 
opulenta  y  abundantísima. 

El  señor  Román,  en  su  Diccionario,  tacha  con  mucha  razón  la 
palabra  "seleccionar",  por  elegir,  escoger,  preferir  o  separar  por 
selección.  "No  lo  acepta— dice — ningún  diccionario  de  importancia, 
ni  aun  los  franceses;  y  con  razón,  porque  su  forma  propia  y  correcta 
no  puede  ser  ésa.  De  elegir  se  formó  el  substantivo  verbal  o  postver- 
bal, como  ahora  se  dice,  elección;  de  colegir,  colección,  de  reelegir, 
reelección,  y  nó  viceversa;  por  la  misma  razón,  de  selección  no  debe- 
mos formar  seleccionar,  sino  retroceder  al  verbo  latino  "selígere"; 
de  él  podríamos  formar  "sclegir",  y  nadie  podría  ponerle  tacha". 

Pues  bien,  lo  que  ocurre  con  "selección,  seleccionar"  es  hoy  todo 
un  sistema:  del  verbo  nace  el  substantivo  verbal,  y  de  éste  se  saca  un 
nuevo  verbo,  en  lugar  de  volver  al  antecedente.  Así  de  "influir"  sale 


—  8  — 

'influencia"  y  de  este  substantivo  se  lia  sacado  "influenciar";  de 
"sugerir"  procede  "sugestión"  y  de  aquí  "sugestionar";  de  "expedir" 
"expedición"  y  "expedicionar":  ¿por  qué  no  decir  también  direccio- 
nar,  gobernacionar?  Parte  de  la  culpa  tiene  la  misma  Academia  de  la 
l.engua,  que  ha  aceptado  algunos  de  estos  mamarrachos  innecesarios. 

Los  periodistas,  repetimos,  somos  responsables  del  mal,  en  mucha 
l)roporción,  pues  servimos  de  vehículo  a  todos  los  disparates  del  vulgo 
en  materia  de  idioma  y  de  gramática;  pero  digamos,  en  descargo 
nuestro,  que  el  mal  proviene  de  más  adentro:  de  que  cada  día  es  más 
deficiente  la  enseñanza  de  la  Gramática  Castellana  y  de  la  Retórica 
en  los  establecimientos  fiscales,  y  así  ha  bastado  una  generación  para 
viciar  el  lenguaje  en  nuestro  país:  hoy  hablamos  incomparablemente 
peor  que  hace  veinticinco  años,  y  la  manera  como  se  escribe  en  la 
prensa  lo  atestigua. 

Debemos,  pues,  todos  saludar  la  obra  del  señor  ííomán  como  una 
gran  empresa  de  aseo  gramatical  y  literario;  pero,  para  que  pueda 
ella  barrer  con  todas  las  basuras  que  se  van  metiendo  en  el  idioma 
en  nuestro  país,  es  necesario  que  el  libro  llegue  a  todos  los  estableci- 
mientos de  enseñanza,  y  que  lo  lean  y  estudien  asiduamente  todos  los 
profesores,  especialmente  los  de  Gramática  y  Literatura,  y  muy  en 
particular,  los  profesores  extranjeros — y  son  muchos — que  aun  no  se 
lian  familiarizado  con  d  modo  de  hablar  de  la  gente  bien  educada. 

i;':Nijrn,i,<i  ( lv;ii)iii  l'dUT.KTi:^. 
IX 

Una  labor  monumental 

El  señor  Prebendado  don  Manuel  .\ntonio  Koniáii  acaba  de  dar  a 
luz  el  quinto  y  último  tomo  del  "Diccionario  de  Chilenismos",  qvie 
iniciara  hace  algunos  años  en  medio  del  aplauso  de  la  gente  docta.  Ha 
pasado  con  esta  obra  una  cosa  curiosa:  el  mismo  autor  no  pensó 
ciertamente  en  las  proporciones  verdaderamente  colosales  de  su  tra- 
bajo. Empezó  como  por  curiosidad,  por  gusto  de  erudito  y  de  filólogo, 
a  anotar  las  palabras  y  locuciones  viciosas  que  se  usan  en  el  lenguaje 
corriente,  hablado  y  escrito;  se  encontró  con  que  el  lenguaje  presen- 
taba un  curioso  mosaico,  en  el  cual  figuraban  expresiones  chilenas 
junto  con  gran  niimcro  de  galicismos,  anglicanismos  y  otros  ismos; 
fué  ahondando  más  en  la  maraña  de!  lenguaje:  chilenismos  curiosos, 
pintorescos,  intencionados  le  salieron  al  encuentro,  como  las  ílorecillas 
silvestres  en  medio  de  las  malezas  del  campo,  y  se  encariñó  con  ellos. 
Y  cuando  menos  lo  pensó  se  halló  metido  en  la  grande  empresa,  a  la 
cual   acaba  de  dar  felice  cima. 

Ante  todo,  es  é.sta  la  obra  de  un  sincero  amor  al  terruño,  a 
las  cosas  de  la  tierra.  Estudiando  su  lenguaje,  el  señor  Román  lia 
pnrüdo  llegar  hasta  el  fondo  del  alma  del  pueblo,  y  ha  podido  apre- 


ciarla  en  todo  lo  que  ella  vale.  Nos  lo  dice  en  el  prólogo  del  volumen 
que  analizamos:  "No  hay  mejor  museo  para  conocer  el  ingenio  y 
habilidad  de  un  pueblo,  su  índole  y  sus  costumbres,  sus  tendencias  y 
hasta  sus  vicios,  que  la  lengua  misma  que  habla,  como  que  en  ella 
quedan  cristalizados  sus  ocurrencias  y  genialidades,  sus  pesares  y 
alegrías,  sus  equívocos,  todo  lo  que  brota  de  su  magín  malicioso  y 
pronuncian  sus  limpios  o  empecatados  labios". 

Se  hace  necesario  formular  esta  declaración  previa,  porque  alguien 
ha  podido  creer  que  el  Diccionario  tenía  por  objeto  censurar,  criticar 
las  locuciones  nativas,  las  palabras  criollas  que  matizan  el  lenguaje. 
Habría  sido  entonces  la  suya,  obra  de  expurgo  de  un  dómine  descon- 
tentadizo y  enfurruñado,  que  se  altera  por  la  libre  expresión  del  pen- 
samiento, digno  de  figurar  al  lado  de  los  culteranos  de  todos  los 
tiempos  y  de  todos  los  pueblos,  que  son.  han  sido  y  serán  objeto  del 
ridículo  de  los  espíritus  sagaces.  Lejos  de  eso:  el  señor  Román  ama 
sus  chilenismos  con  cariño  de  padre  bondadoso  y  complaciente,  y 
trata  de  ennoblecerlos,  de  dignificarlos,  a  fin  de  hacerlos  figurar  en 
alta  situación  de  prestigio  y  de  respeto,  ni  más  ni  menos  que  como 
hace  el  padre  con  sus  chicuelos  para  procurarles  honroso  sitio  en  el 
mundo. 

"Los  chilenismos,  dice,  no  son  tan  perjudiciales,  porque  fuera,  de 
uno  que  otro  giro  o  modismo  en  que  se  falta  a  las  leyes  de  la  Uramá- 
tica,  los  demás  son  puros  vocablos,  que  en  gran  parte  tendrán  que 
entrar  en  el  Diccionario  de  la  lengua.  .  .Los  demás  chilenismos  que  no 
entren  en  estas  categorías,  servirán  a  maravilla  para  salpimentar  las 
obras  chilenas,  dándoles  así  el  sabor  y  color  local,  como  tan  gra- 
ciosa y  triunfalmente  lo  hizo  Pereda  en  sus  inmortales  novelas.  A 
esto  deben  con  preferencia  dedicarse  nuestros  prosistas  y  poetas  y 
dejarse  de  imitaciones  extranjeras  y  cosmopolitas,  que  suenan  a 
rebuscamiento  y  a  afectación;  con  lo  cual  harán  obra  artística,  por- 
que el  arte  se  funda  en  lo  natural,  y  más  en  la  sencillez  que  en  la 
complicación  y  el  recargo.  Por  eso  valen  infinitamente  más  para  la 
literatura  una  sola  página  de  Juan  del  Campo,  escrita  en  chileno,  o 
una  poesía  de  "Alma  Criolla"  en  el  mismo  lenguaje,  que  toda  la 
matracalada  de  todos  nuestros  modernistas  o  decadentes.  Aquéllos 
llegan  al  alma,  conmoviéndola  vivamente  o  desatando,  como  surtidor 
de  jardín,  la  tempestad  de  la  risa,  y  éstos  la  dejan  fría  e  indiferente, 
cuando  nó  desdeñosa  o  airada,  con  ímpetus  de  arrojar  el  libro". 

Sí:  lo  único  que  no  acepta  es  la  huera  palabrería  del  decadentismo 
o  la  intromisión  de  vocablos  extranjeros  para  reemplazar  a  las  pala- 
bras de  mismo  sentido,  del  propio  significado  que  tenemos  en  español. 
Esta  intromisión  le  parece  al  señor  Román  como  una  infección  ma- 
ligna, como  la  perversión  de  las  buenas  costumbres  con  las  malas  de 
otros  países.  Nuevo  testimonio  de  su  amor  al  terruño,  a  todo  lo 
chileno,  a  Chile.  Es  este  amor  el  que  le  hace  exclamar  con  acentos 
de  verdadero  lirismo: 


—  10- 

"¡Oh  Chile,  hermosa  tierra,  que  como  mullida  y  pintoresca  alfom- 
bra, te  extiendes  entre  el  pie  de  los  Andes  y  las  suaves  ondas  del 
Pacífico!  Así  como  tus  hijos  te  han  levantado  y  ennoblecido  con  su 
valor,  con  su  talento,  con  su  trabajo,  constancia  y  tenacidad,  no 
menos  gloria  y  valer  te  dan  con  tu  lenguaje,  lleno  de  voces  bien  for- 
madas e  ingeniosas,  salpicado  de  dichos  y  modismos  felicísimos, 
ornado  de  proverbios  y  sentencias  que  pregonan  su  seso  y  madurez. 
Si  bien  hemos  progresado  en  lo  material  haciendo  volar  por  todas 
partes  la  locomotora,  tendiendo  los  alambres  del  telégrafo,  alzando 
puentes,  abriendo  calzadas,  mejorando  edificios;  sin  embargo,  todavía 
las  montañas  conservan  su  nativa  y  bravia  rusticidad,  los  ríos  sus 
desmesurados  lechos,  los  montes  sus  breñales,  y  las  selvas  su  enma- 
rañada fragosidad;  así  también  acontece  con  el  lenguaje.  Aunque 
tanto  se  ha  propagado  la  primera  enseñanza,  puliéndose  y  afinándose 
con  ella  la  pronunciación  de  las  voces  y  la  conjugaciém  de  los  verbos, 
no  obstante,  subsiste  el  gran  caudal  de  nuestros  chilenismos,  porque 
para  el  chileno  son  carne  de  su  carne  y  huesos  de  sus  huesos;  unos  por 
necesidad,  porque  no  hay  palabra  española  con  qué  reemplazarlos,  j- 
otros  porque  son  tan  propios  y  característicos  de  nuestras  cosas,  y 
tan  impregnados  del  sabor  chileno,  que  los  preferimos  a  todo  lo  de 
fuera". 


En  cuanto  a  la  obra  misma,  no  tenemos  sino  i.\uc  repetir  lo  que  en 
otras  ocasiones  hemos  manifestado  acerca  de  su  estructura  y  de  su 
substancia.  Pocos  libros  más  amenos,  más  interesantes,  más  atra- 
yentes  que  éste.  Será  porque  habla  de  cosas  que  tan  de  cerca  nos 
tocan ;  será  por  la  forma  como  está  presentada  la  materia ;  será  por  el 
caudal  de  conocimientos  que  el  autor  revela,  sin  asomos  de  presun- 
ción; será  por  las  gratas  sorpresas  que  vamos  experimentando  al 
penetrar  en  las  hondas,  curiosas  y  a  las  veces  caprichosas  ramifica- 
ciones del  lenguaje;  será  por  todo  esto  y  algo  más,  el  hecho  es  que  no 
hay  novela  comparable  a  este  libro  en  lo  liviano  y  en  lo  cautivador. 
.\brimos  cualquier  página,  buscamos  cualquier  palabra,  y  ya  estamos 
colgados  de  la  lectura,  pasando  sin  sentir  de  una  palabra  a  otra, 
recordando  vocablos  que  asaltan  nuestra  memoria  por  obra  de  una 
amable  sugestión,  de  un  agradabilísimo  contagio. 

Con  su  obra,  el  señor  Román  ha  elevado  un  monumento  al  habla 
chilena,  a  los  chilenos,  a  Chile.  Y  un  monumento  imperecedero,  que 
será  objeto  de  la  admiración  de  cuantos  lo  conozcan,  que  perdu- 
rará largos  años,  y  llevará  el  nombre  de  nuestra  patria  a  lejanas 
tierras  y  a  los  doctos  senados  de  filólogos,  lingüistas,  historiadores  y 
eruditos.  Pudo  con  razón,  con  noble  altivez,  al  colgar  la  pluma  que  ha 
sido  el  vigoro.so  cincel  de  la  estatua  magnífica,  repetir  la  célebre 
estrofa  del  .■\riosto:  "Nadie  la  mueva — Que  estar  no  pueda  con 
Homán  a  prueba". 


— 11  — 

En  vez  de  esta  frase  de  guerrero,  el  señor  Román  pone  término  a 
su  obra  ron  un  párrafo  de  artista  y  de  poeta,  en  que  trasciende  el 
sano  júbilo  del  que  ha  logrado  dar  cima  a  una  empresa  cara  a  su 
corazón. 

"Y  aquí,  lector  carísimo,  hagamos  punto  final.  Yo  te  quedo  pro- 
fundamente agradecido  por  la  compañía  que  por  tantos  años  me  has 
hecho,  y,  mediante  la  cual,  no  he  sentido  el  cansancio:  tú  me  agrade- 
cerás si  con  esta  obra  has  conocido  mejor  el  lenguaje  de  tu  tierra,  y 
lias  aprendido  voces,  locuciones  y  frases  castizas,  con  que  en  adelante 
enriquecerás  tu  lengua  hablada  y  escrita.  No  soy  tan  desatentado  ni 
presuntuoso  que  me  ufane  con  la  idea  de  haber  hecho  una  obra  com- 
pleta (cosa  que  por  su  materia  misma  es  imposible  para  un  solo 
individuo,  y  más  para  un  sacerdote) ;  pero,  mientras  no  se  llenen  los 
vacíos  y  deficiencias  con  una  segunda  edición,  salga  ésta  a  rodar 
tierras  por  América  y  Europa  y  dé  a  conocer,  junto  con  lo  material 
de  nuestro  suelo,  las  sales  y  agudezas,  lo  genial  y  lo  característico  de 
todos  los  chilenos.  Si  no  es  mucho  decir,  y  aunque  no  haya  e.xacta 
paridad,  séame  permitido  terminar  con  Lope  de  Vega: 

Favoivciflo,  en  fin,  de  mis  estrellas, 
A  lobunas  lenguas  sirj^e,  y  a  la  mía, 
Ricos  aumentos,  uflquiti  por  ellas". 

Pi;dro  SÁxcHKz  (Pedro  Belisario  Oái.vez). 


La  obra  del  Maestro  D.  Manuel  A.  Román,  filólogo 

Hemos  desfogado  nuestras  iras  en  varias  ocasiones  contra  los  que 
ceban  la  curiosidad  cotidiana  del  pueblo  con  escasez  de  ideas,  falta 
de  instruccicín  sólida  e  inopia  suma  de  lenguaje. 

Nosotros  deseáramos  que  el  papel  que  diariamente  pasa  bajo  el 
('.intel  principal  de  nuestra  casa  no  fuera  un  reflejo  triste  de  la  incul- 
tura de  un  novel  literato ;  que,  ya  que  se  pregona  mentor  del  público 
y  cuarto  poder  del  Estado,  revistiera  las  ideas  que  dirigen  y  las  noti- 
( ias  que  interesan  al  lector  ansioso,  del  rico  ornamento  afiligranado 
con  la  propiedad  y  riqueza  del  idioma. 

Parece  ciue  hubiera  presentido  el  descuido  literario  de  algunos 
chicos  de  la  prensa  Ambrosio  Morales,  al  escribir  en  su  lUscnrxo  sobre 
la  lengua  hace  tres  siglos:  "Duelo  yo  siempre  de  la  mala  suerte  de 
nuestra  lengua  castellana  que,  siendo  igual  con  todas  las  buenas  en 
abundancia,  en  propiedad,  variedad  y  lindeza  y  haciendo  en  algo 
desto  a  muchas  ventaja,  por  culpa  o  negligencia  de  nuestros  natu- 
rales está  tan  olvidada  y  tenida  en  poco  que  ha  perdido  mucho  de  su 
\alor".  ,    .    , 

•¿ 


Preguntemos  previamente:  ¿será  cuestión  importante  ésta  de  ha- 
blar y  escribir  bien? 

Si  se  raaniliesta  el  grado  de  adelanto  intelectual  de  una  nación  por 
los  trajes,  habitaciones  cultura,  progresos  artísticos,  aplicaciones 
científicas  y  sentimientos  morales,  el  idioma  es  el  marco  dorado  que 
avalora  esas  telas,  es  el  búcaro  que  encierra  esas  macetas.  Hojeemos 
la  historia  y  descubriremos  que  corren  paralelas  con  las  épocas  de 
tiorecimiento  lingüístico  las  de  grandeza  moral  y  material  de  los 
pueblos. 

Pero  nó  todos,  entre  nosotros,  consideran  asunto  baladí  y  digno  de 
menosprecio  el  estudio  de  la  gramática  y  del  diccionario. 

Hay  .afortunadamente  escritores  de  papeles  periódicos  y  de  libros, 
que  figurarían  con  honor  en  el  mejor  Horilegio  hispano  parlante. 

Estimamos  que  todos  nuestros  académicos  y  los  principales  dia- 
ristas santiaguinos,  al  emular  a  los  que  se  cobijan  bajo  la  banderola 
que  fija,  limpia  y  da  esplendor  en  las  orillas  del  Manzanares,  han  des- 
mentido el  dicho  corriente  de  que  en  Chile  se  habla  mal  el  castellano. 

Es  cierto  que  el  bajo  pueblo  se  contenta  con  barajar  un  par  de 
miles  de  voces,  en  gran  parte  mal  pronunciadas;  es  cierto  que  los 
galiparlistas — aunque  Omer  Emeth  por  sentimientos  patrióticos  los 
ilisculpe, — trabucan  y  confunden  y  desnaturalizan  y  empobrecen 
nuestro  idioma;  mas.  la  República  que  presentó  un  Andrés  Bello  que 
hizo  tambalear  las  tradiciones  académicas,  presenta  a  la  sazón 
críticos  notables,  como  Leo  Par,  Omer  Emeth,  l?arriga.  Pedro  X. 
Cruz  y  E.  Astorquiza;  escritores  famosos,  así  por  su  corrección  como 
por  .su  estilo  brillante,  conocidos  de  cuantos  hojeen  la  prensa  perióilica 
y  los  anales  de  la  Academia  Chilena;  filólogos  profundos,  que  han 
levantado  un  monumento  a  la  lengua  castellana  y  a  los  regionalismos 
de  Chile,  cuyo  parang('»n  no  lo  podemos  encontrar  en  las  demás  repú- 
blicas sud-americanas,  sino  en  los  Cejadores,  Mires  y  Pídales  de  la 
Madre  Patria. 

Se  acaba  de  publicar  el  tomo  último  de  los  chilenismos  de  don 
Manuel  A.  Román:  el  maestro  ha  concluido  su  lección:  pueden  ya 
.•-•aborear  profesores  y  escolares  este  tesoro  de  erudiciini  de  las  letras 
nacionales. 

No  entra  en  mi  propósito  criticar  a  quien  miro  aureolado  con  el 
magisterio  supremo  en  esta  materia.  Ni  quiero  especificar  cada  uno 
lie  los  elementos  estudiados:  chilenismos  aceptables,  chilenismos 
reprobables  y  palabras  o  acepciones  castizas  que  faltan  en  el  diccio- 
nario académico. 

Aparte  del  mérito  intrínseco  de  la  obra,  tiene  la  ventaja  agradable 
e  inusitada  en  esta  clase  de  trabajos,  de  tratar  las  cuestiones  de  gra- 
mática y  léxico,  de  por  sí  áridas,  con  amenidad  y  curiosidad,  haciendo 
derroche  de  historietas,  refranes,  cuentos  y  juegos  infantiles. 

FA  señor  Román  ya  no  es  una  gloria  del  clero  de  la  Arqvúdiócesis; 
ni  un  mero  individuo  correspondiente  de  la  .\cademia;  ni  siquiera  un 
chileiio   ilustre  ([ue   ha  lexantndo  durante  veinte  años  un  moinuiiento 


—  13  — 

imperecedero,  trasladando  a  su  mente  y  de  su  mente  al  papel  los  usos 
y  costumbres,  frases,  modismos,  sentimientos,  ora  regocijados,  ora 
melancólicos,  indolentes  y  despreocupados,  fuertes  y  generosos, 
siempre  patrióticos,  siempre  religiosos  de  su  querido  pueblo:  con  los 
cinco  tomos  de  ('/!?7c«!".s?no,s  merece  que  bajo  etiqueta  chilena  lo  ex- 
portemos a  otros  horizontes: ...  el  señor  Román  es  una  gloria  de  la 
lengua  castellana,  y  dondequiera  que  ella  se  extienda  (y  se  extiende 
entre  ochenta  millones  de  vivientes)  allí  se  le  considerará  como  un 
maestro  de  reconocida  competencia  y  autoridad. 

José  M.  Corral^  Pbro. 

XI 

Diccionario  de  Chilenismos  y  de  otras  locuciones 
viciosas,  por  Manuel  A.  Román 

Con  la  satisfacción  de  cjuien  ha  cumplido  una  magna  obra,  puede  el 
autor  decir  con  el  poeta : 

Exegi  monvmentum  aere  pereijnius:  "he  levantado  un  monumento 
más  duradero  que  el  bronce". 

La  obra  voluminosa  revela  en  el  autor  una  asombrosa  erudición, 
lecturas  incansables,  prolongada  y  concienzuda  labor,  una  paciencia 
a  toda  prueba  que  honra  altamente  el  carácter  chileno. 

Hallamos  en  estas  páginas  nó  el  polvo  soporífero  de  tantas  obras 
lilológicas,  sino  las  flores  de  un  estilo  galano,  la  sal  de  una  ironía 
ática,  el  esplendor  de  ideas  nuevas,  y  hasta  ese  buen  humor,  alegría 
de  la  vida,  que  retoza  en  todas  las  páginas  y  salta  por  todos  los  ojos 
de  las  letras  y  derrama  por  todas  las  líneas  como  una  sarta  de 
perlas.  .  . 

¡  Verdad  que  sólo  un  maestro  genial  podía  poner  tanta  vida  y  tanta 
chispa  en  obras  de  suyo  muertas  y  apagadas ! 

Nuestro  aplauso  al  sabio  autor,  que  supo  tan  acertadamente  cum- 
plir con  ti  precepto  de  Horacio:  Utile  dulci. — Gl.vneur  d'Epis. 

xn 

El  Superior  de  los  PP.  Escolapios  (.Juan  María  -Jiménez)  saluda 
muy  atentamente  al  M.  Itre.  Sr.  Dr.  D.  Manuel  Antonio  Román,  Vic.° 
(iral.,  y  tiene  el  agrado  de  acusar  recibo  de  su  preciadísimo  libro,  con 
el  que  da  cima  al  monumento  literario  de  más  valor  de  estos  tiempos. 
Obras  como  "Chilenismos"  honran  tanto  al  Autor  como  a  la  Nación. 
cuyo  sol  meció  la  cuna.  España  con  Chile  saludan  al  hijo  ilustradí- 
simo, que  tanto  lustre  derramó  sobre  ambos.  Así  lo  repetirá  "Revista 
Calasancia"'.  Un  millón  de  gracias  por  tan  valioso  ob.sequio. 


XIII 

Quiero  insistir  sobre  lo  que  el  señor  Román  aconseja  a  los 

redactore«  de  La  Unión  al  final  de  su  artículo  del  10  de  este  mes. 
(Extiéndase  también  el  consejo  a  los  redactores  de  los  diarios,  porque 
en  materia  de  incorrección  allá  se  van  todos).  Nada  más  pernicioso 
al  idioma  que  la  literatura  diarística;  lo  que  los  gramáticos  y  filólogos 
edifican  los  diarios  lo  desedifican  y  destruyen.  Ahora  pues,  la  triaca 
contra  este  veneno,  la  luz  contra  estas  tinieblas  la  tienen  los  chilenos 
en  el  Diccionario  de  Chilenismos  del  señor  Román.  Este  Diccionario, 
cuyos  cinco  enormes  volúmenes  me  he  leído  y  estudiado  de  un  aliento 
y  con  el  lápiz  en  la  mano,  contiene  dos  partes:  la  una  de  chilenismos 
y  la  otra  de  gramática  general,  que  llamo  yo,  en  oposición  a  la  parti- 
cular de  chilenismos.  Ambas  son  excelentes  y  dignas  del  nombre  de  su 
autor.  No  obstante,  la  primera  es  harto  mejor  que  la  segunda;  ésta 
contiene  no  pocos  errores,  debidos  principalmente,  según  mi  humilde 
sentir,  a  la  falta  de  lectura  de  clásicos,  a  la  falta  también  de  vastos  y 
profundos:  principios  filológicos  y  a  una  fe  demasiada  en  las  decisiones 
del  Diccionario  Académico. 

Decir,  por  ejemplo,  como  dice  el  señor  Román,  que  sentido  no 
puede  usarse  por  olfato;  íiue  celemín  no  tiene  sentido  figurado;  que 
tampoco  lo  tienen  virus,  cáncer,  podre,  pus,  lepra:  que  no  puede  es- 
cribirse abogado  de  la  peste;  que  la  forma  rcllexiva  de  recordar  no 
puede  defenderse;  que  toparse  no  está  en  los  clásicos;  que  casa  de 
locos  es  incorrecto;  que  no  lo  es  menos  en  todo  en  lugar  de  por  todo. 
etc.,  etc.,  es  decir  todo  lo  contrario  de  lo  que  debe  decirse  v  ense- 
ñarse (1). 

De  cualquier  suerte,  el  Diccionario  del  señor  Román  es  un  monu- 
mento inmortal  y  que  honra  grandemente  a  Chile  y  al  chileno  que 
tuvo  paciencia  de  benedictino  y  fuerzas  de  titán  para  levantarlo.  Luis 
-Morandi,  refiriéndose  al  "Vocabolario  della  lingua  parlata",  de  José 
Rigutini,  dice  que  sería  poco  levantar  a  su  autor  una  estatua.  Si  los 
chilenos  fueran  más  entusiastas  por  estas  cosas,  poco  sería  también 
levantársela  al  señor  Román.  Estudien,  pues,  los  periodistas  su 
Diccionario,  y  entonces  aprenderán  a  escribir  propia,  castiza  y 
abundantemente  la  más  hermosa,  rica  y  gallarda  de  las  lenguas 
romances. 

P.  Raimvndo  Moh.\les. 
La  Cranja.  11  de  Julio  de  1010. 


(1)    Todos  estos  cargos  son  de  fácil  conte-staciún,  pero  oi  en  este  lugar. 


^  15  ~ 

XIV  , 

A  un  idealista,  uno  que  también  se  precia  de  serlo 

Recuerdo  que  chiquillo  me  gustaba  sobremodo  ejercer  d(^  turibu- 
lario; pero,  apenas  salí  de  la  niñez,  era  mi  muerte;  y,  cuando  me  lo 
exigía  la  liturgia,  sólo  a  Dios  incensaba  de  grado ;  a  todos  los  demás 
con  interior  protesta,  y  nunca  me  ha  pesado  de  ello;  aunque  sé  muy 
bien  que  el  turibulario  y  el  turiferario  son  de  los  personajes  que  cam- 
pean soberanos  en  el  mundo ;  porque  del  incienso  vienen  los  aplausos 
y  las  amistades;  vienen  las  profundas  reverencias  y  genuflexiones; 
vienen  los  honores  y  viene  también  esa  cosa  inefable,  ídolo  del' 
iiombre  moderno;  cosa  divina — quam  nemo  sapiens  concupivit 
("que  ningún  sabio  ha  codiciado") — la  pecunia. 

Todo  eso,  pues,  lo  odio  a  par  de  muerte. 

Empero,  una  cosa  es  el  incensar,  y  otra  muy  di\'ersa,  mu\'  deco- 
rosa y  muy  propia  del  hombre,  alentar  y  aplaudir  los  esfuerzos  no- 
bles, el  estudio  y  las  faenas  intelectuales,  la  notable  suma  de  labor, 
de  actividad,  de  inteligencia  y,  más  que  todo,  de  idealismo  que  re- 
presenta una  obra  de  aliento. 

Tras  de  este  pequeño  preámbulo,  que  propiamente  no  lo  es,  poco 
me  queda  que  añadir  a  la  palabra  sincera  y  sentida  de  aliento  C|uc. 
con  la  mayor  espontaneidad  posible  (huelga  decirlo)  me  veo  como 
forzado  a  enviar  al  notorio  literato,  hispanista  y  erudito  chileno, 
Pbdo.  Don  .Manuel  Antonio  Román,  por  su  poco  menos  rjue  a;igan- 
tesca  obra.  Diccionario  de  chilenismos;  fruto  de  la  entusiasta,  cuanto 
ímproba  y  continua  labor  de  veinte  años. 

¡^'einte  años  de  constante  trabajo  y  desvelo!  ^^einte,  aunque  de 
seguro  mucho  más;  porque  la  obra  de  la  vida  de  un  hombre,  obra 
para  la  cual  ha  nacido  y  se  siente  nacido,  empieza  a  germinar  y  pier- 
den en  la  lejana  juventud,  entre  las  brumas  a  veces  de  la  infancia 
misma. 

Un  hombre  de  tamaños  vuelos,  que  así  gasta  la  parte  mejor  y  más 
hermosa  de  la  vida  en  levantar  un  monumento,  fatigosa  y  concien- 
zudamente, piedra  tras  piedra,  acarreadas  casi  siempre  de  lejos 
y  muy  lejos,  canteadas  con  el  sudor  de  la  frente  y  puestas  en  su  sitio 
con  el' esfuerzo  de  la  inteligencia; — ese  hombre  ¿no  merecerá  bien 
del  piíblico  en  cuyo  obsequio  ha  alzado  su  fábrica  para  que  .sirva  de 
orientación  y  de  faro  en  los  escollos  y  sirtes  de  la  lengua  que  es 
patrimonio  valioso  de  todos?  ¿No  merecerá  ese  hombre  que  se  le 
llame  idealista  en  toda  la  extensión  de  la  palabra? 

¿No  merecerá.  .  .  .pero,  ¿qué  pueden  importar  los  honores,  cosas 
por  lo  común  muy  postizas,  de  poquísima  o  ninguna  substancia  y  a 
que  sólo  aspiran  los  pobres  y  ruines  de  espíritu; — qué  podrán  im- 
portar al  que,  por  sí  propio  sin  ayuda  extraña  humillante,  alcanza  y 
disfruta  el   único  honor  verdadero  y  sólido,  el   de  la  inteligencia, 


—  16  — 

lionor  que  vale  delante  de  In  sola  ariítocraria  real  del  mundo,  la  de 
la  república  de  las  letras,  y  que  vale  tambión,  y  aun  mucho  más  por 
cierto,  delante  del  autor  de  la  inteligencia  humana;  el  que,  si  en  todo 
el  hombre  ha  impreso  su  semejanza,  en  su  razón  ha  creado  su  propí- 
sima  imagen,  profunda,  luminosa  y  eterna? 

Y  no  venga  a  decirnos  algvín  miope  y  menguado  que  no  es  digna 
del  sacerdote  la  filología,  las  disquisiciones  meramente  lingüísticas* 
V  gramaticales,  o  que,  al  menos  haría  mucho  mejor  en  emplear  sus 
talentos  y  tiempos  en  obras  de  religión,  de  controversia,  de  mística. 

Mucho  más  sirve  a  la  gloria  divina  y  a  los  intereses  eclesiásticos 
un  buen  filólogo  que  un  mal  teólogo  o  un  místico  ramplón. 

Cada  cual  en  lo  propio:  en  la  órbita  de  sus  facultades,  cual  se  la 
lia  trazado  Dios;  que  todo  trabajo  de  la  mente  es  nobilísimo,  es  una 
sólida  virtud,  y  es  un  verdadero  y  muy  necesario  buen  ejemplo. 

A  ninguna  persona  inteligente  (y  valga  la  reminiscencia  por  re- 
ferirse a  un  amigo  del  Sr.  Román  y  humanista  meritísimo:  al  .Sr 
presbítero  don  Juan  R.  Salas  Errázuriz) — a  ningún  hombre  de  ta- 
lento le  he  oído  nunca  reflexión  más  sensata  que  a  mi  inolvidable 
amigo  el  R.  V.  Ramón  Escríu,  jesuíta  ejemplar,  de  mucha  virtud  y 
la  mejor  mística. 

El  Sr.  Salas  E.  (decíalfe  yo),  se  va  a  ir  de  este  seminario  (de  Con- 
cepción) y  volverse  a  Santiago. 

"A  ese  hombre  (repuso  el  P.)  no  debían  dejarlo  irse.  .\un  cuando 
no  hiciese  ninguna  cla«e;  oor  el  solo  ejemplo  que  da  de  amor  al 
estudio,  debían  retenerle  a  iodo  trance". 

Así  hablan  hombres  que  entienden  las  cosas  de  Dios  y  las  cosas 
divinas  de  los  hombres. 

Y  así  liablará  iioy  y  sier.ipre  del  Sr.  Román,  (juien  las  entendiere 
así. 

Concepción.  11  de  Dic.  de  1918. 

GiiLLEK.Mo  .TüNi:.M.\N.v.  Pbro. 

XV 

Fiesta  con  que  se  celebró  la  terminación  del  Diccionario 

Con  moti\-o  de  la  tcrniinaci('>n  de  la  magna  obra  "Diccionario  de 
Chilenismos  y  de  otras  \'oces  y  locuciones  viciosas"  del  Pbdo.  don 
Manuel  Antonio  Román,  se  celebró  el  Domingo  pasado  una  atra- 
yente  y  simpática  reunión  en  la  Casa  de  Ejercicios  de  San  Juan 
J^autista,  rcuni<')n  a  la  cual  asistió  un  numeroso  y  selecto  grupo  de 
¡jersonas:  académicos,  literatos  y  hombres  de  estudio,  amigos  y  ad- 
miradores del  autor  a  quien,  con  tanta  razón  y  justicia,  se  festejaba 
y  aplaudía.  Como  recuerdo  de  esta  fiesta,  arcliivamos  aquí  los  princi- 
pales discursos  y  poesías  que  se  leyeron  y  ¡ironunciaron  en  ella,  dan- 
do, además,    los  nombres  de  los  invitados. 


Luis  Orrego  L.,  Minirtro  de  Instrucción;  Crescente  Errázuriz, 
Arzobispo  electo;  Ministro  de  España,  Luis  Rodríguez  \^elasco, 
Juan  Agustín  Barriga,  INIiguel  Luis  Amunátegui  R.,  José  Toribio 
Medina,  Francisco  A.  Concha  Castillo,  Manuel  .Salas  Lavaqui,  Julio 
X'icuña  Cifuentes.  Enrique  Nercasseau  y  Moran,  Paulino  Alfonso, 
Domingo  Amunátegui  vS.,  Enrique  Matta  ^^ial,  Joaquín  Díaz  Ciarcés, 
Augusto  Orrego  Luco,  l^irique  Mac  Tver,  Juan  R.  Salas  E.,  Emilio 
\'aípse,  Federico  Ilanssen,  Francisco  Javier  Cavada,  Miguel  Luis 
Hocuant.    Ramón  A.  í.aA'al.  Arturo   Constancin.  Daniel    Fuenzalida, 


.m><>m;'m>-<>ha^ma-<>-<m-m>mmmx/a-ih'^^í 


/v) — ^--JL — ~ -¿. ..a.-..^-^ 


Luis  Antonio  Román,  José  Luis  Fermandoiz,  Eugenio  Jara,  José 
Agustín  Moran,  Elias  Lizana,  Roberto  Ortiz  A.,  Francisco  Donoso 
I!.,  líafael   Egaña,  Carlos  Silva  Cruz,   Pedro  í?elisario  Gálvez,   Deai- 


—  18  — 

derio  Lizana,.  José  Luis  Cornejo,  Luis  Donoso  Z.,  Luis  Boizard, 
l'emando  Santibáñez,  Rogelio  Komán,  Domingo  Ocampo.  Juan 
María  Jiménez.  Alcibíudes  Santa  Cruz,  Luis  A.  Rivera.  Roberto 
Feragallo. 

El  Sr  Pbdo.  don  Manuel  Antonio  Román 

Señores  y  amigos: 

Para  entregarnos  tranquilos  a  esta  función  tan  necesaria  de  la 
vida,  como  es  la  de  dar  al  cuerpo  su  alimento,  permitidme  que,  al 
empezar,  os  dé  a  conocer  el  objeto  de  esta  sencilla  y  fraternal 
reunión. 

Tor  más  de  veinte  años  he  venido  estudiando  el  lenguaje  chileno 
a  fin  de  aquilatar  sus  voces,  locuciones  y  frases,  viendo  cuáles  son 
dignas  de  conservarse  y  presentarse  a  la  noble  Corporación  que  cuida 
de  la  lengua  castellana  y  cuáles  otras  merecen  arrinconarse  por  inú- 
tiles, impropias  o  viciosas,  pero  indicando  en  su  lugar  las  propias  y 
castizas;  y  heme  aquí,  señores,  ciue  después  de  tanto  tiempo  y  sin 
saber  cómo  ni  sentir  cansancio  alguno,  me  hallo  con  cinco  tomos  de 
un  diccionario  en  que  se  estudian  los  más  conocidos  y  usados  de 
nuestros  chilenismos.  Si  en  todas  las  clases  de  la  sociedad  se  celebran 
las  llamadas  bodas  de  plata,  y  si  lo  propio  hacen  los  que  llevan  a 
término  una  empresa  importante,  creo  que  no  he  andado  yo  fuera 
de  camino  al  invitaros  a  vosotros  a  celebrar  este  acontecimiento,  no 
tanto  por  mí,  que  ya  he  recibido  el  pago  con  la  íntima  satisfacción 
que  siento  al  ver  terminado  este  largo  trabajo,  cuanto  por  nuestra 
patria  y  por  los  extranjeros  que  nos  tratan,  a  quienes  ya  se  les  puede 
decir:  Ahí  tenéis  estudiada  e  interpretada  el  habla  de  Chile  en  lo 
que  tiene  de  característico  y  peculiar;  por  ella  podéis  conocer  el  in- 
genio y  sal  de  este  pueblo,  sus  alegrías  y  tristezas,  sus  inclinaciones, 
su  idiosincracia. 

Muchas  veces  me  veríais  consultándoos  a  vosotros  mismos  algunos 
términos  populares;  otras  veces  conversando  con  personas  del  pueblo 
para  inquirir  disimuladamente  lo  que  necesitaba  o  para  sorprender  en 
sus  labios  el  chilenismo  vivo.  ¡  Cuántas  veces,  imitando  a  Pereda  con 
los  chicos  de  Santander,  hice  jugar  y  cantar  a  los  niños  seises  de  la 
Catedral  para  darme  cuenta  cabal  de  las  voces  que  tenía  que  definir ! 
Otras  me  he  engolfado  en  los  diarios  de  provincia  y  en  los  anuncios 
de  los  de  Santiago,  con  más  interés  que  el  comerciante  y  con  gran 
ventaja  para  los  hallazgos  que  buscaba.  En  todas  esas  pesquisas  y 
averiguaciones,  que  me  servían  de  solaz  y  descanso  en  medio  de  más 
austeros  o  ingratos  afanes,  me  figuraba  a  las  avecillas  que,  cuando 
csti'm  para  anidar,  recogen  aquí  la  pluma  o  la  brizna,  allí  la  cerda, 
paja  o  pelusilla,  y  con  esos  desechos  y  naderías  hacen  obra  de  arte  y 
de  utilidad.  Si  algo  de  esto  tiene  el  Diccionario  de  Chilenismos,  vos- 
otros lo  diréis,  señores.  Si,  al  lavar  en  el  abaco  o  batea  de  la  crítica 
filológica  tantas  arenas,  he  logrado  recoger  algunas   valiosas  pepitas 


-  19  — 

de  oro.  decididlo  también  vosotros,  ¡  Cuántas  voces  del  solar  de  Cas- 
tilla que  no  estaban  catalogadas  en  el  léxico  oficial  y  que,  sin  em- 
bargo, corren  lozanas  en  Chile  desde  el  tiempo  de  la  conquista  ! 
¡Cuántas  acepciones  particulares,  que  se  hallan  en  el  mismo  caso!  Y, 
al  revés,  son  innumerables  las  palabras,  locuciones  y  frases  españolas 
que,  equivaliendo  exactamente  a  muchos  de  nuestros  chilenismos, 
eran  aquí  ignoradas,  y  el  autor  de  este  Diccionario  l'as  ha  descubierto 
y  dado  a  conocer.  Estos  descubrimientos,  como  así  mismo  el  de  mu- 
chas etimologías  que  nadie  hasta  hoy  había  explicado  o  desentra- 
ñado, son  los  que  yo  llamo  pepitas  de  oro  y  que  para  un  tilólogo 
valen  tanto  como  para  un  naturalista  el  descubrimiento  de  una  espe- 
cie animal,  vegetal  o  mineral, 

Kste  deleite  científico,  junto  con  el  fruto  práctico  de  enmendar 
algún  vicio  de  lenguaje  o  dar  a  conocer  alguna  voz  o  frase  castiza 
que  hacía  falta  en  Chile,  es  lo  que  más  me  ha  sostenido  en  esta  larga 
labor.  Y  a  este  propósito  y  ya  que  en  medio  de  guisos  nos  hallamos, 
recuerdo  haberle  oído  a,  un  Sancho  de  mi  tierra,  que  el  plato  que 
más  le  gustaba  era  la  carbonada,  porque  en  cada  cucharada  sacaba 
presa.  Así  yo  también,  en  cada  vocablo  que  estudiaba,  sacaba  una 
buena  presa  que  poder  ofrecer  a  todos  los  chilenos. 

No  han  faltado  quienes  se  hayan  admirado  y  casi  escandalizado 
de  verme  ocupado  en  este  trabajo;  pero  ¡que  hemos  de  hacerle!  La 
vocación  es  una  cosa  irresistible,  y  yo,  desde  mis  primeros  años  de 
estudiante,  sentí  esta  vocación  o  impulso  al  estudio  de  las  lenguas. 
Si  Cervantes  no  podía  dejar  de  leer  cuanto  papel'  llegaba  a  sus  ma- 
nos, yo  también  me  interesaba  por  todo  lo  que  se  relaciona  con  la 
palabra  escrita  o  hablada.  Pero  mejor  defensa  para  mí  es  el  ejemplo 
de  Rodrigo  Caro,  el  anticuario  y  poeta  que  inmortalizó  a  Itálica  cu- 
briéndola con  el  cendal  más  poético,  al  mismo  tiempo  que  con  cres- 
pón de  eterna  tristeza.  Pues  bien,  Rodrigo  Caro,  Vicario  General  y 
J^ro^•isor  de  Sevilla,  escribió  una  obra  eruditísima  sobre  los  juegos  de 
los  niños,  que  intituló  "Días  geniales  o  lúdricos",  Y  ;,por  qué  el 
^'icario  (¡eneral  de  Santiago  de  Chile  no  ha  de  escribir  tahbién  de 
los  juegos  chilenos,  de  las  voces,  refranes  y  dichos  de  nuestros  rotos  y 
guasos P  A  honra  lo  tengo,  señores,  porque  la  Iglesia,  de  quien  recibí 
esta  noble  vestimenta,  al  par  que  tiene  la  vista  fija  en  el  cielo,  tér- 
mino de  su  de.stino,  se  intere-sa  también  por  todo  lo  humano,  por 
todo  h  que  contribuye  a  la  civilización,  a  la  cultura  y  al  bienestar 
del  hombre  en  esta  vida.  Por  eso,  nadie  como  ella  ha  protegido  e 
impulsado  la  literatura,  las  artes,  las  ciencias  y  toda  clase  de  cono- 
cimientos; y,  en  cuanto  a  las  lenguas,  ella  es  la  que  mejor  cultiva 
las  tres  más  venerables  de  la  antigüedad,  la  hebrea,  la  griega  y  la 
latina,  madres  de  las  principales  que  hoy  se  hablan;  ella  es  la  que 
por  medio  de  sus  misioneros  ha  estudiado  y  salvado  del  oMdo  las 
innumerables  que  se  usan  en  los  países  cultos  e  incultos  de  Asia, 
África  y  Occanía  y  de  las  tres  Américas;  ella  fué  la  que  premió  con 
la  púrpuia  cardenalicia  al  célebre  Mezzofanti  por  el  hecho  de  hablar 


—  20  — 

cincuenta  lenguas,  fuera  de  lo?  dialectos.  ¿Cómo  podría  pue?  mirar 
con  malos  ojos  que  imo  de  sus  ministros  estudie  aquí  la  lengua  po- 
pular para  tamizarla  en  el  tamiz  del  casticismo  y  del  buen  gusto  y 
con  el  ñn  de  que  las  clases  cultas  se  entiendan  con  las  incultas  y  toda 
nuestra  nación  con  su  antigua  madre  y  con  sus  demtís  hermanas  de 
este  continenete?  Entendido  así  el  fin  del  Diccionario  de  Chilenismos, 
como  creo  lo  habrán  entendido  hasta  las  personas  medianamente 
inteligentes,  veréis,  señores,  que  es  una  obra  literiaria  y  social,  y,  por 
tanto,  un  jalón  más  en  el  plano  de  nuestro  adelanto  y  progreso.  Y 
no  vacilo  en  creerlo  así,  porque  el  mejor  termómetro  para  conocer 
los  grados  de  ñebre  que  pueden  tener  los  escritores  de  una  nación,  es 
el  lenguaje  que  usan:  si  éste  es  puro  y  castizo,  natural  y  respetuo.so 
de  las  tradiciones  y  reglas,  es  señal  de  que  en  esa  nación  andan  bien 
los  estudios  y  las  costumbres;  si,  por  el  contrario,  el  lenguaje  es  una 
mezcolanza  o  algarabía  de  todas  las  lenguas,  como  el  nido  de  la  avu- 
farda.  y  no  se  respetan  en  él  maestros  ni  textos,  es  prueba  indubita- 
ble de  que  ahí  no  hay  repi'iblica  literaria,  sino  torre  de  Babel  o  cam- 
pamento de  boheinios.  donde  prosistas  y  poetas  vivaquean  a  sus  an- 
chas, tal  como  Cervantes  describió  en  .*u  Pedro  de  Vrdemalas  a  los 
gitanos  de  su  tiempo: 

Mira,  Poílro,  uuostra  vida 
Es  suelta,  libre  y  curiosa, 
Andia,  holgazana,  extcmlitla .  . . 

>Sc  creía  entre  los  griegos  y  romanos,  porque  así  lo  enseñaban  sus 
mitologías,  que  Orfeo.  poeta  y  músico,  con  el  son  de  su  cítara  dome- 
ñaba y  amansaba  a  las  fieras,  detenía  la  corriente  de  los  ríos  y  arran- 
caba de  cuajo  árboles  y  peñascos,  que,  hechos  oídos,  le  seguían  en 
pos.  Claro  como  la  luz  ';e  ve  ahora  el  origen  de  este  mito:  con  la  sua- 
vidad de  .su  instrumento  y  con  la  inspirada  letra  de  sus  himnos  con- 
siguió Orfeo  que  los  hombres  dejasen  de  ser  fieras  que  se  matan  y 
devoran  unas  a  otras,  y  que  se  dedicasen  a  la  agricultura,  aprove- 
chando los  ríos  para  el  riego  de  los  campos  (nó  regadío,  como  est«n 
diciendo  en  Chile)  y  utilizando  los  cerros  y  bosques.  .\sí  lo  inter- 
pretó hasta  el  pagano  Horacio: 

Silvestre.s  homines  sacor,  iiiterpresquo  ilcorvim, 
("ao'libus  pt  viptu  foedo  <let<>rrnit  Orpheus; 
Dictas  ob  hoe  lonire  tigres,  rabiilosíjue  leones. 

(Arto  poótica). 

Esto  mismo  se  verifica  también  en  las  naciones  modernas:  con  el 
estudio  y  el  ejercicio  de  las  bellas  artes  y  con  la  sana  literatura  se 
suavizan  las  costumbres,  se  apaciguan  las  pasiones,  se  hace  prevale- 
cer lo  intelectual  sobre  lo  material,  y  alcanza  el  ser  humano  el  justo 
equilibrio  a  riue  debe  aspirar  en  esta  vida ;  por  eso  el  l>enguajc  que 
usen  los  individuos  en  lo  hablado  y  en  lo  escrito  dará  la  medida  del 
grado  (le  cultura  o  decadencia  n  que  cad.a  nación  haya  ascendido  o 
descendido. 


—  21  — 

Mas  no  sigamos  con  estas  filosofías,  que  poco  se  avienen  con  el 
acto  que  estamos  ejecutando;  cortemos  este  hilo  y  volvamos  al  único 
objeto  de  esta  familiar  reunión.  Yo  os  agradezco,  señores,  con  entra- 
ñable efusión  el  que  me  hayáis  acompañado  en  este  acto,  de  gran 
significado  para  mí,  y  agradezco  a  cada  uno  de  vosotros  l'a  parte  con 
que  habéis  contribuido  a  la  obra  del  Diccionario  de  Chilenismos, 
que  yo  no  quiero  mirar  como  mía,  .^ino  como  obra  de  todos  vosotros 
y  dedicada  al  bien  de  toda  la  nación.  Gracias  también  a  las  gentiles 
damas,  que,  imitando  a  Orfeo  y  ocultas  como  las  ninfas  napeas  o  las 
hamadríades  de  las  selvas,  han  venido  a  amenizar  y  realzar  esta 
culta  manifestación  con  sus  suavísimos  instrumentos  (1);  gracias  a 
estas  santas  religiosas  que.  a  semejanza  de  ki  divina  Providencia,  cuyo 
nombre  llevan,  saben  mirar  por  lo  espiritual  y  temporal,  por  la  mís- 
tica y  la  bucólica,  y  que,  al  mismo  tiempo  que  representan  a  alaría  a 
los  pies  del  divino  Maestro,  saben  hacer  también  el  oficio  de  Marta 
agasajando  pomposamente  a  sus    huéspedes.  Gracias  por  todo,  gracias. 

Don  Manuel  Salas  Lavaqui,  Secretario  de  la  Academia 
Chilena 

Nuestro  queridísimo  y  respetado  Director  me  ha  diseeniido  la 
inmerecida  honra  de  expresar  en  esta  solemne  fiesta  de  regocijo  y 
confraternidad  los  sentimientos  de  la  Corporación. 

Cuando  en  lí'OO  aparecieron  las  primeras  páginas  del  Diccionario 
de  Chilenismos  de  D.  Manuel  Antonio  Román,  cuya  feliz  conclusión 
hoy  celebramos,  muchos  exclamaban  alarmados,  según  refiere  con 
gracia  el  propio  autor.  "/.Hasta  cuándo?  ¿no  basta  con  las  obras  de 
Zorobabel  Rodríguez,  Camilo  Ortúzar,  Lenz  y  Echeverría  y  Reyes? 
¿necesitamos  aún  otro  censor  de  nuestro  hablar?'' 

101  tiempo  se  ha  encargado  de  desvanecer  tamaño  error  y  de  hacer 
plena  justicia  al  distinguido  autor,  pues  ya  se  han  agotado  entera- 
mente los  dos  primeros  tomos  de  la  obra,  no  obstante  que  en  Chile 
las  letras  dan  honor,  mas  no  dan  renta.  Pero  en  Chile  también,  no 
iiay  que  desconocerlo,  se  ha  abierto  camino  la  afición  al  cultivo  de 
la  filblogía  y  la  gramática,  gracias  a  la  simiente  que  esparció  el  gran 
venezolano  don  ^Vndrés  Bello,  obra  seguida  por  tantos  otros  y  coro- 
nada por  nuestro  infatigable  compañero  señor  Román. 

El  estudio  de  la  filología,  como  hoy  se  comprende,  es  relativa- 
mente reciente.  Durante  muchos  siglos,  su  cultivo  se  limitó  a  las 
lenguas  muertas,  no  con  fines  de  aplicar  sus  conclusiones  a  las  len- 
guas vivas,  sino  para  comprender  y  apreciar  mejor  las  joyas  litera- 
rias de  la  antigüedad,  que  se  tomaban  como  modelo  empírico  de 
las  obras  que  pudieran  prepararse. 


(\)  T.a  Sra.  Ernestina  Pérez  de   Pantibáñez   y  algunas  anii};ns,   que   tocaron, 
durante  la  fiesta,  citara,  arpa,  y  otros  instrumentos. 


—  22  — 

Sólo  desde  el  descubrimiento  del  sánscrito  se  constituyó  la  ciencia 
del  lenguaje.  Desde  entonces  se  estudiaron  las  lenguas  en  sí  mismas 
y  se  remontó  a  su  historia,  sin  despreciar  las  imperfectas  o  en  esta- 
do embrionario;  se  estudiaron  los  orígenes  de  cada  una ;  se  relacio- 
naron entre  sí,  se  anotaron  sus  semejanzas  y  diferencias,  sea  en  los 
radicales,  sea  en  las  formas  o  desinencias,  sea,  en  fin,  en  la  coordi- 
nación y  en  la  representación  escrita.  Por  la  inducción  y  la  deduc- 
ción se  ha  querido  llegar  al  origen  comvin  de  todas  ellas;  mas  hasta 
hoy  todas  las  tentativas  al  respecto  han  fracasado,  y  parece  que  en 
este  particular,  como  en  tantos  otros,  nos  hallamos  al  frente  de 
lo  incognoscible. 

Pero,  si  no  podemos  saber  su  origen,  debemos  todos  estudiar  su 
desenvolvimiento  y  marcha.  Para  ello  tenemos  dos  caminos,  el  hom- 
bre individualmente  considerado  y  las  sociedades  humanas.  Hay 
que  estudiar  al  niño  desde  la  cuna  hasta  su  completo  desarrollo, 
y  las  sociedades,  desde  la  más  atrasada  hasta  la  de  más  refinada 
civilización  y  cultura.  Ésta  es  la  ciencia  del  lenguaje. 

Hoy  es  verdad  \-ulgar  que  las  lenguas  son  organismos  vivos,  cuya 
vida,  de  orden  meramente  intelectual,  es  en  todo  análoga  a  la  de 
los  organismos  del  reino  vegetal  o  animal.  Éstos  se  hallan  sometidos 
a  una  lucha  perpetua  entre  la  asimilación  y  la  desasimilación,  como 
aquélla  a  perpetua  lucha  entre  el  arcaísmo  y  el  neologismo. 

Si  hay  que  cuidar  la  vida  del  organismo  animal,  debe  también 
dediearí=e  especial  atención  a  la  vida  de  la  lengua,  para  que  no 
muera,  no  se  subdivida  para  dar  margen  a  varias  lenguas  derivadas. 
Éste  es  el  trabajo  de  los  lexicógrafos,  de  los  filólogos  y  de  los  gra- 
máticos. Y  el  señor  Komán  se  ha  mostrado  en  su  monumental 
trabajo  poseedor  de  esta  triple  ciencia  en  grado  superl'ativo. 

Su  obra  ha  sido  aquilatada  desde  hace  dieciocho  años  por  la 
crítica.  Y  recorriendo  la  mesa  del  festín,  noto  que  se  hallan  en  él 
representadas  todas  las  clases  sociales  de  la  república  de  las  letras: 
académicos,  poetas,  historiadores,  oradores,  pariodistas,  (te,  para 
aplaudir  a  porfía  al  egregio  benedictino  que  tuvo  saber,  fuerza  y 
paciencia  para  llevar  a  feliz  tcTmino.  después  de  dieciocho  años  de 
infatigable  labor,  la  magna  obra  destinada  a  dar  esplendor  a  la  más 
bella,  armoniosa  v  rica  lengua  que  acariciamos  con  el  mismo  amor 
que  el  rincón  del  mundo  en  que  vivimos  y  que  llamamos  con  el 
dulce  nombre  de  patria. 

Su  obra  será  hojeada  hoy  y  en  las  generaciones  venideras  por 
todos  los  chilenos,  por  los  literatos,  por  los  periodistas,  por  los  pa- 
dres de  familia,  por  los  maestros  y  por  Ibs  estudiantes.  l'"l  señor 
líomán  estará  así  en  perpetua  convivencia  con  todos  y  por  el  tras- 
curso de  los  siglos. 

(^on  más  razón  que  Horacio  podrá,  pues,  decir  ''Non  onniis 
moriar". 

La  Academia  Chilena  se  enorg\illece  de  tenerlo  en  su  seno  y  le 
discierne  hov  sus  felicitaciones  más  cordiales. 


—  23  — 

Don  Francisco  Javier  Cavada 

Señores: 

El  acontecimiento  que  aquí  nos  congrega  no  es  de  aquellos  que 
registran  diariamente  las  crónicas  o  gacetillas  de  la  prensa;  es,  seño- 
res, como  lo  sabéis  muy  bien,  un  hecho  de  la  mayor  trascendencia, 
pues  interesa  al  mundo  científico,  a  todos  los  países  del  habla  caste- 
llana, esto  es,  a  más  de  sesenta  millones  de  hombres  diseminados  por 
toda  la  redondez  de  la  tierra. 

Se  trata  de  una  obra  de  lingüística,  que  no  sólo  es  honra  y  prez  de 
h;  literatura  nacional,  sino  también  un  tesoro  del  idioma,  un  arsenal 
de  preciosas  nociones  de  lenguaje  y  de  gramática. 

Siempre  he  creído,  señores,  que  el  título  de  "Diccionario  de  Chile- 
nismos" es  demasiado  modesto  para  una  obra  tan  monumental.  Así 
lo  dicen  la  extensión  del  libro  que  comprende  cinco  tomos  en  4." 
mayor  y  las  notables  disquisiciones  etimológicas  y  gramaticales  que 
allí  se  contienen,  y  las  preciosas  observaciones  y  atinadísimos  juicio.'j 
acerca  de  voces  castizas  que  debieran  figurar,  a  juicio  del  autor,  en 
el  léxico  oficial  de  la  lengua. 

Señores:  Cuando  el  viajero  se  para  asombrado  delante  de  alguna 
maravilla  del  arte,  su  primera  palabra  es  de  admiración  por  el  ar- 
tista :  nada,  ni  un  pensamiento  para  el  humilde  obrero  o  albañil  que 
la  trabajó  en  silencio  y  la  levantó  con  el  empuje  de  su  brazo. 

Y  es  lógico,  porque  la  gloria  de  una  empresa  no  pertenece  al 
brazo  que  la  ejecuta  sino  al  genio  que  la  concibió;  pero  no  por  este 
olvido,  más  o  menos  injusto,  guarda  el  abnegado  obrero  menos  afec- 
to por  la  obra  de  sus  manos ;  no  por  eso  toma  menos  parte  en  los 
triunfos  del  maestro. 

He  aquí,  señores,  por  qué  los  que  hemos  contribuido  con  nuestro 
grano  de  arena  a  la  obra  del  Sr.  Román,  nos  sentimos  orgullosos  de 
los  triunfos  del  Maestro,  que  hoy,  por  fin,  tiene  derecho  a  descansar 
sobre  sus  laureles  después  de  un  trabajo  árido  e  ímprobo  de  largos 
años,  robados  momento  a  momento  a  las  importantes  tareas  de  su 
ministerio  sacerdotal. 

Bien  puede  el  Sr.  Román  repetir  el  exegi  monumentiim  del  poeta. 
Su  obra  será  consultada  mientras  se  hable  en  el  mundo  la  lengua 
de  Cervantes  y  de  Garcilaso,  mientras  Chile  conserve  su  lengua,  sus 
( ostumbres,  sus  tradiciones,  sus  creencias,  en  una  palabra,  la  sicolo- 
gía de  su  raza  y  de  su  sangre. 

Más  razonado  y  completo  que  todos  los  diccionarios  anteriores,  le 
hojearán  los  jóvenes,  le  estudiarán  los  maestros  del  bien  decir,  le 
consultará  la  misma  Real  Academia,  el  más  alto  tribunal  de  la  lengua 
en  el  mundo,  y  que  ya,  en  muchos  puntos  ha  deferido  a  la  palabra  del 
Maestro  chileno,  sacrificando  sus  propias  opiniones. 


—  24  — 

El  Diccionario  de  Chilenií?mos  es  una  de  esas  obras  que  consagran 
para  siempre  una  fama  y  no  dejan  perecer  la  memoria  de  sus  autores. 

Por  eso,  al  lado  de  Bello,  de  Cuervo,  de  Zorobabel  Rodríguez  y  de 
Amunátegui  Reyes,  de  Ncrcasseau  y  Moran  y  otros,  el  nombre  del 
iSr.  Román  brillará  en  la  historia  de  la  literatura  americana  como  el 
de  una  de  sus  principales  lumbreras,  y  será  de  hoy  en  adelante  legí- 
timo orgullo  de  la  Religión  y  la  Patria. 

■Señor  Román:  ¡Por  vue-^^tra  felicidad  personal!  ¡Por  la  prolonga- 
ción de  vuestra  vida,  de  la  cual  todavía  esperamos  mucho  vuestros 
amigos  y  admiradores !  ¡Y  por  que  nuevos  laureles  adornen  vuestra 
frente  de  pensador  y  de  sabio.  .  .  ! 

He  dicho. 

Don  Desiderio  Lizana 

Tmit.\ción  decadente 

Introdui-ción. — ¿Pcii-  q>ié  los  de  las  letras  anarquistas  | 

Habrán  da<lo  eu  llamarse  modernistas, 
Si  a  los  que  corren  fuera  de  las  pistas 
Llaman  chuzos,  no  más,  los  carreristas? 

Y  si,  oyente,  por  ello  te  contristas. 
Llamémoslos  mejor  contrabandistas. 
Sellailo  este  convenio  en  forma  seria, 
Pongo  punto  final  y  enlro  en  materia. 

Ante  un  grupo  tan  brillante 
Permitidme  que  levante 
Esta  cojtti  en  este  instante, 
Sin  preámbulo,  ni  prólogo, 
En  honor  del  gran  filólogo 

Y  a  la  vez  notable  teólogo; 

Y  en  estilo  decadente 

Con  mis  versos  me  presente 

En  la  forma  más  prudente. 

Ya  que  adverso  es  el  ambiente. 

líccogií'i  Manuel  Antonio  en  los  últimos  veinte  años 

De  los  guíusos  más  huraños 

J>arga  list-ii  de  sus  términos  extraños. 

Con  las  voces  castellanas  compara  miólos. 

Del  idioma,  primitivo  derivándolos 

Y  en  el  léxico  español  con  cautel.a  incorporándolos. 
Admirable  es  la  const^incia 

Con  que,  gota  a  gotsi,  escancia 

La  armonía,  la  riqueza  y  la  fragancia 

De  la  lengua  castellana ; 

Y  la  mezcla,  robustece  y  engalana 
Con  la  quichua  y  araucana; 

De  los  giros  el  origen  escudriña, 

Cita  textos,  kis  apiña 

Con  tal  orden  que  jamás  los  pone  en  riña. 

Hizo  un  libro  con  conciencia 

En  que  jtintos  el  sal>er  y  la  experiencia 

Construyeron  monumentos  a  la  ciencia 

Perdonadme  que  no  siga 

Esta  sarta  consonante  me  fatiga 

Y  ya  siento  que  a  vosotros  os  hostiga; 
MfLS,  serámo  permitido  (pie  aqui  os  diga 

(¿ue  a  esta  fiesta  mo  ha  traído  mi  benéfico  destino 

A  aplaudir  al  buen  amigo,  queridísimo  vecino, 

El  canónigo  Román,  mi  ynisnnu  colcbagiiino,  ^ 


—  25 


Don  Francisco  Donoso  G. 


Intento  de  parodia  a  la  "Cena"  de  Baltasar  de  Alcázar 


En  la  oasa  en  que  resklo, 
Vive  Don  Manuel  Antonio, 

Y  quiero  dar  testimonio 
De  cuanto  de  él  han  oído. 

Tenía  este  caballero 
Un  Diccionario  Febrés .  . . 
Pero  celebremos  pues 
Su  Diccionario  primero. 
La  mesa  ja  estuvo  puesta, 

Y  a  lo  que  rendimos  culto 
Ya  lo  tenemos  oculto. 
Falta  comentar  la  fiesta. 
Comienzo  el  estudio  y  veo 
Mucho  arte  y  erudición; 
Yo  tengo  por  devoción 
De  saborear  lo  que  leo. 

Y  así,  si  en  "Chicha"  leemos, 
Nuestra  lengua  se  alborota; 
Vale  un  Putú  cada  gota 

De  la  chicha  que  tenemos. 
¿De  qué  provincia  es  mejor? 
Mas  ya. .  .de  la  de  Aconcagua, 
Do  más  abunda  que  el  agua 
Aíjueste  rubio  licor. 
Por  nuestro  Señor,  que  es  mina 
El  Diccionario  Román; 
En  las  sus  hojas  verán 
Cuanto  este  pueblo  imagina. 
Si  es  adulación  moderna, 
Vive  Dios  que  no  lo  sé, 
Pero  es  que  su  obra,  a  fe, 
Ha  de  ser  de  fama  eterna. 

Y  cuando  el  hambre  me  agita, 
Diciéndome  que  la  coma, 
Una  tortilla  se  asoma 

De  rescoldo,  tostadita. 
Esto,  pues,  ello  se  alaba, 
No  es  menester  alaballo ; 
Sólo  una  falta  le  hallo, 

Y  es  que  mi  hambre  no  acaba. 

La  ' '  Churrasca "  y  "  Charquicán  ' ' 

Ya  leí:  íqué  viene  ahora? 

La  "Caldúa"  ¡oh  gran  señora. 

Bien  digna  de  nuestro  afán! 

¡Santa  palabra,  qué  bella! 

¡  Qué  color  y  enjundia  tiene ! 

Paréceme,  pues,  que  viene 

Para  que  hablemos  do  ella. 

Pues  ¡sual  acerqúese  y  entre, 

Que  está  muy  fragante  el  "pino"; 

Y  venga  después  el  vino, 
Xo  se  escandalice  el  vientre. 

¡  Oh,  cómo  el  ' '  rotito ' '  aclama 


A  dama  tan  fuerte  y  rica ! 
Por  más  que  en  la  lengua  pica  , 
Siempre  el  corazón  la  ama! 
Hasta  aquí  llegué  triunfante 

Y  aun  hasta  el  'Pequen  '  me  atrevo 
Con  pasa,  aceituna  y  huevo 

Y'  con  harto  ají  picante. 

' '  Pequen ' '  de  los  hornos  buenos. 

Te  olridan  los  cortesanos. 

Te  ignoran  los  soberanos, 

Pero  te  aman  los  chilenos. 

Dichoso  me  siento,  Fabio, 

De  leer  lo  que  leí ; 

¿Me  creerás?  Yo  por  mí 

Sospecho  que  soy  ya  un  sabio. 

Si  Diógenes,  vive  Dios, 

Con  la  luz  de  su  candil 

Buscase  un  hombre  sutil. 

Aquí  hubiese  haliado  dos. 

Y  es  uno  Zorobabel 
(Como  los  doctos  sabrán) 

Y  el  otro  el  señor  Román  , 
Más  vasto  y  tenaz  que  aquél. 

¡  Qué  amenidad !    j  qué  clareza ! 
¡Qué  rancio  estilo,  Señor! 
¡Cinco  tomos!   ¡qué  valor! 
¡Tmlos  con  tanta,  agudeza! 

Y  hoy,  Fabio,  verás  en  plaza 
La  luz  que  van  irradiando, 
El  brillo  que  van  dejando 
Cinco  espejos  de  la  raza! 
Buena  figura  ¿eh?  pero 

¡Ay!  mal  haya  sea  uiiuca, 
Que  tengo  la  obra  trunca, 
Pues  que  me  falta  el  primero .  . . 
Haz  pues.  Señor,  lo  que  sueles 
Con  tus  amigos  letrados, 

Y  daré  por  bien  empleados 
Mis  versos  y  mis  pinceles 

Y  ahora  que  hemos  cenado 
Tan  bien  y  con  tanto  gusto, 
Parece  que  será  justo 
Brindar  por  el  festejado. 

Y  hablando  en  chileno  claro 
(Aunque  a  Apolo  escandalice) 
Hagamos,  como  se  dice. 

Un,  ' '  ¡  aro,  señores,  aro !  ' ' 

El  Sr.  Román  contestó: 

No  te  aflijas,  oh  poeta. 
Porque  te  falta  ese  tomo ; 
Confía,  yo  veré  cómo 
Tengas  la  obra  completa. 


—  26  — 


Don  Francisco  A.  Concha  Castillo 


EOMANCE   ANTECLÁSICO 


Si  es  nvester  de  clerecía 
non  so  sabidor,  catad 
que  entiendo  fiablas  del  poblé, 
pues  so  del  poblé  un  joglar. 
Por  ende  nesta  vegada, 
maguer  que  omildoso  assaz, 
c•on\^^sco    vengo  en  buenhora, 
con\-usco  vengo  a  yantar. 

Non  que  deshambrido  esté 
(et  Dios  me  libre  de  atal), 
se  non  por  ser  requerido 
en  eomplida  guisa  a  par 
de  vusoo,  por  mossén  don 
Manuel  AntonijO  Román. 
Otro  sí :  ea  f  u  mi  intento 
gradescer  y  celebrar 
en  nombre  de  nuessa  lengua 
a  mossén  Manuel  Román 
el  escripto  que  ha  emprentado 
para  guarirla  de  mal. 

Con  muy  derechas  razones, 
que  mucho  son  de  laudar, 
del  linguage  úe  C.Tstiellu 
monstra  la  lumne  et  l)eltat. 
8a  doctrina  et  sos  cnxiemplos 
y  ese  sotil  razonar 
de  la  su  prosa  sensida 


de  paladina  verdat, 
aplacen  con  abastanza 
a  todos  los  omnes,  ca 
quiquier  lee  sos  decires 
los  entiende  muy  cabal. 

El  niostra  los  mudamientos 
de  la  loquela  volgar, 
que  seyendo  como  arroyo 
celado  nel  manantial 
con  tantas  aguas  se  acresce 
que  aína  es  río  cabdal. 
Ansí  de  la  su  fontana 
alongándose,  ansí  faz 
la  fabla  en  su  lueñe  curso 
de  sieglos.  Omnc  humanal 
non  puede  suso  nel  celo 
lo  tiempo  en  su  pro  fincar. 

Xo  emjxíce  a  este  mamVaniiento 
de  t  xla  cosa  mortal 
que  sapiente  haya  cobiUiia 
■de  dalles  diuturnidad 
a  las  sus  obras :  por  ende 
merece  loa  eternal. 

Letrados  et  caballeros, 
vos  demando,  en  poriilad, 
l>ebáis  agora  el  bon  vino 
en  pro  de  mossén  Román. 


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