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D
E
Y
DISERTACIONES
SOBRE LA HISTORIA
DE U REPOBlICl MEJICim,
DESDE LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA
qüK L08 ESPAÑOLES HIcmON, Á FINES DEL 8IOLO XV Y PRnfCIPIOl
DEL XYI, DE LAS ISLAS T CONT?KENTB AMEBICAZfO
UA&TA LA INDEPENDENCIA,
POB
D. LUCAS AT.AMAN.
T la ffloria Ueyaron
Del alto imperio, y el blasón potente
Del reino de Ja Aarora
A las remotas playas do Ocddeitte.
BirRQoa, TraéL de Horacio,
Jyllfro IV, Oda XV.
Elog-lo de AVfpiito,
TOMO L
Impranta de lA TOZ DE €¥BA,
Tsniente-Bey, 38.
1S73.
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^.
I
PROLOGO.
Di4 motiyo & esoribir eata« DíBertaoiones, el haberse
acordado por el Ateneo qae se hioiesen leotorae pábüoas
por loe eódosde lae divereas claaes en qne está dividida
eeta apreoiable oorpoíracídUy mbre laematenae propias
de cada nna de^sii; lo qne me hizo proponer que en la
seccioii á qne pertenezco, ano de los asontos que se tra«
tasen de pre&nuioia íoese sobre los pnntos más intere-
santes de lar historia nacional, acerca de los eaales ofrecí
hacer dfez lectoras. Apenas se yeriflcó la primera, conocí
que en menester dar mayor extensión á mi plan, y eecri*
bir una ofaea en que se tratasen con más extensión estas
materias^ imprimiéndolas separadamente; paes la inser-
tiionoi el periódico del Ateneo hnbiera privado á este
trabajo de la mayor parte del interés que pnede presen^
tar, condenándolo á la efímera doracion de una publica-
ción periódica. Bsta ha sido la causa de redactar en
dirersa forma las disertaciones que presento al pública
M objeto que en ellas me he propuesto está explicado
snfteientemente en la primera que ahora sale á luz, á lo
qne solo tengo qpe agregar, que me ha parecido podría
ser útil redadr á este género de observaciones el resulta^
do de una leetura bastante extensa sebre nuestra historia
nacional, excusando, á los que no tienen tiempo ó volun-
tad de emprenderla, el trabajo de examinar muchos vo-
lúmenes, presmtándoles en un pequeño espaéio el fruto
de un estudio que me ha ocupado durante mucha parte de
4
i I
I
mi vida, y que en los memeotos más angustíados de elta ha
sido mi única distiaocion. Este estadio, por otra partOi es
árido y fastidioso: nuestra historia está ooitenida en gran
l)arte en las crónicas de las órdenes religiosas y en libros
escritos por los miBionerós» en los énales, para encontrar
algnn hecho interesante, es menester revolver machas pá»
ginas de importuna eradiccion ó do aplicaciones forzadas
de la historia santa. Hay además largos períodos en que
no hay suceso ninguno digno de atención, y por esto es
menester bascar, más bien que la serie de los acontéci-
mientosi el resultado general que ofrece de tiempo en
tiempo el efecto de una larga paz y el curso uniforme de
las cosas.
Dos han sido las épocas en que nuestra historia ha pre-
sentado sucesos grandiosos (1); de aquéllos que influyen
no sólo en la suerte de una nación, sino que producen
grandes oonseonenciae en la políiica general y en ci esta«
do de todo el universo: tales han sido la conqolBta y la
independencia. De la primera se han ocupado muchos es*
critores, y entre ellos algunos de los más oélebres de Be«
pafia y de otras naciones; pero ninguno ha tratado, eon
la profundidad que era menester, la parte q«e á noeotioa
más nos interesa, que es el establedmiento del gofaienio
que duró por ties siglo», y que en su organiaadon, y piin-
cipios en que se fundaba, tiene tanto que merece ser esa*
minado con detenimiento, y que hubiera debido serlo sn*
ficientemente, antes de hacer ligeramente alteraciones en
que es muy dudoso si se ha prwedido con acierto.
Aunque todo lo que asiento en estas Disertaciones se
funda en autoridades respetables, no me ha pareddo ne-
cesario citarlas sino en pocas cosas; pues este trabajo,
muy molesto en la redacción de una obra de esta natas»-
leza, es inútil para la mayor parte de loz leotoies. que ge«
neralmente no tienen interés ni acaso oportuodad de
confrontar las citas, y de poco provecho para los litaniH>
toS| para quienes estas materias son bastante conocidas.
( l) Bl snl«r tindnda ha {émido h«rir k nuotptíbilfdiid á»ná o«iiipfttfÍ9tM
qae par efeoto d6 btt olroanitineias polítioai aún ooBstrraa ezaMrbadaí las
pa«ionM. Ko deba axtrañarse ane ima persona tanerndita como alSr. Alaman
qeiera retrotraer lanaeionalidad de la aeinal repúbbea uenMua 6 éeeea en
qae aqoel lenit^rio era una jpaite integrante de la monarqnia eepañola, ea/«
htotoria nos pertenece; pnei fo8 aneeaoi qnela «onstitoyen eon simplemente
el reniluklo de xiaettns tieifitades próeptras ó «dversiSi
^ 5 —
BionM«iido ea cAStetUno hemos llegado á tal ponto,
qae es menester decir la lengua qae se haUa j el modo
deesoñbirla» La mnltitnd de tradnooiones francesas, he-
ohas por emigrados españoles que han tomado este arbi-
trio paia Tlvir en Francia, ha ido introduciendo un idio-
ma bárbavo, en que no queda rastro alguno de la antigua
el^^noia castellana; y por el contrario, otros escritores,
pretendiendo huir de este extremo, afectan un estiló an«
ticaado, que hacen consistir en la profusión de enelítioas
y trasposiciones á la manera italiana, atormentando sus
frases con el uso inmoderado de esta figura> áuu cuando
no 1» pide, sino que más bien la repugna la construcoion
del período y la armonía de las voces que lo forman: afee-
taeion en que incurre algunas veces aun el conde de To«
reno, no obstante ser uno de los escritores que mejor huí
eoBOOido la lengua eastdlana en los últimos tiemposi Yo
heproeurado apartarme de uno y otro extremo, siguien-
do el limpio de los buenos esoriteres del tiempo de
OárkM in y Garlos IV, que ha sido una de las épocas
más felices para la literatura espafiola.
■n éUa se hablan fijado también las reglas de la orto«
gmfia^y aunque ssjetas á graves inconvenientes, la práo-
tíea uaifónne de todos los sscritoies, en materia que más
puede eonsiderarae de convenio que de principios» haUa
esteblecido en alguna manera estos. Se trató de variarlos
y ^leriendo tomar por norma la pronunciación, se abrió
un ancho campo á ionovaciones, tanto más peijudida-
les, cnanto que en la mayor parte de los casos no f luS la
ptónmciaoion pura y «erecta, de los que conocen y ha-
blaa bien su lengua, la que sirvió de tipo para la escri«
tmns sino la prontmciacion vulgar, que carece de todas
aquellas inflexiones que dan gracia y expresión al leu*
gnaje; y eomo en ninguna cosa pedia caber maj^or varie-
dad de opiniones, hemos acabado porque cada individuo
tenga una ortogiafia particular, según su modo de ha-
blar 7 cto entender. En nada ha habido tanta incertí-
dnmbre» como en el uso de la x: los unos la conservan;
los otros, creyendo que su pronunciación es la misma que
la de las letras simples de que pudo en su principio for-
marse* la resuelven en ellas, y creen que en castellano es
tm defecto él uso de esta letra^ que en el griego se tuvo
por unamejora, y lo que es rodavia más singular, persos
— 6 —
naB qne topxosoriben del todo en aa alfabetOi la oaoMr-
van exolasivaiii«nte para escribir el nombre de Jf ^mk»| por
nnaai^peeiedeveneraeion aaperstioiosay al modo que ou
lod primeroe tiempos se escribió.
Bneloastrilanoquehablamos en Méjico hay iin pnuto
bastante importante, en qne diferimos de lo qne se obser-
va en Bqpafia: quiero decir» del oso del pronombre él en el
acoaativoi pues aquí la práotica general es hacerlo siem-
pre en le, cuando en Bspana se usa con mncha Taciedad,
y muchos escritores lo hacen siempre en le, lo cual induce
á veose dificultad en elsentidoi en términos que una obra
que se im^mió aquí en esa manera pareció á veces
inccmprenaible. Bn esto me he conformado en lo general
ai uso de mi pi^, porque escribo para él, excepto enaque-
líos casos en que disonando demasiado el fo, y no opo«
niéndoee 4 ello la fíícil inteligencia de la frase, he usa-
. do él acusativo 2a, á lo cual autoriza el cóemplo de bne^
nos escritores, y aun Salva, en su gramática^ ha estable^
dde este uso promiscuo, según la naturaleza de los
nombres á que el pronombre se refiere.
Inútil sera afCadir que el principio que invariablemente
me ha guiado es presentar la verdad, según resalta de
los documentos históricoa; y que así como no ocaltaió
ninguno de los crímenes de la conquista, no callaré tam*
poco ninguna de las ventajas que ha producido. Bstasecá
la mejor impugnación de algunos escritos que están sa<
liendo á luz, en que se suele tratar de los tiempos de la
conquista, y ea los cuales, perdiendo de vista enteramen-
te los hechos históricos, y dando vuelo á una imaginación
desarreglada, eeincurre frecuentemente en errores, que,
si son fácilmente notados por los que tienen tintura de
la historia de aquel tiempo, van Jlenande de ideee falsas
ó equivocadas á los que no tienen conocimientos: de
suerte que en breve, á^ fuerza de escribir la historia ro-
mánticamente, no tendremos nada seguro^ ni se podrá
distinguir lo que es cierto délo fingido, sino ocurriendo
á los libros en que sólo la verdad ha dirigido la pluma
del escritor.
PRIMERA DISERTACIÓN.
Sobre las camas que motivaron la conquista,
y mocitos de sa ejecución.
SI olqeto qne me propongo en estas Disertaciones es
examinar loe pantos más importantes de nnestra historia
naetonal9.desde la época en qne se estableció en estas
regiones el dominio espafiól, es decir, desde qne tuvo
prioeipio la actual nación mejicana, y seguir á esta en sns
dirersas vicisitudes, hasta el momento en qne vino á
GOttSftitnirse en nación independiente. Ningún estudio
pnede ser más importante que el que nos conduce á cono-
cer cuál es nuestro origen, cuáles son los elementos que
componen nuestra sociedbd, de dónde eliminan nuestros
nsoe y costumbres, nuestra legislación, nuestro actual
eetado religioso, civil y político, por qn6 medios hemos
llegado al punto en que estamos; y cuáles las dificultades
que para ello his, habido que superar. Si la historia en
genial es un estudio necesario para conocer á las na<^
fsionee y á los individuos, y para guiamos en lo tenidero
por la experiencia de lo pasado, este estudio es todavía
máa importante cuando se ti^ta de nosotros mismos y de
lo qne ha sucedido eu la tierra que habitamos, cuando se
versa sobre nuestros intereses domésticos y sobre lo que
nsás inmediatamente nos toca y pertenece.
Peio este mismo interés tAn inmediato, que excita al
^8 —
oonodiniento déla historia patria en el período de que
Toy ¿oeaparme, ha sido el obstáculo qné ha Impedido es-
cribirla con impareialidady empleando las luces de la fllo-
•ofia y el rigor de ana sana crítica, para calificar las ac-
ciones y dar á cada cosa su verdadero valor. Los extran-
jeros que han hablado de las cosas de América lo han he-
cho en lo general con pocos conocimientos, y dejándose
arrastrar de sus afectos é intereses nacionales^ ínás han
hecho declamaciones que historias. No se comprenden en
esta calificación el jnicioso JEtobertson, ni el aeflor barón
de Hnmbolt, cuya obra vino^ por decirip así, á descnbrir
por segunda vez el Kuevo Mundo, y que todavía nosotros
estamos obligados á consultar en todo lo que toca á la
estadística de nuestra república: ¡tanta es la exactítad y
abundancia de noticias que contienel Los escritores es-
paftoles han atendido necesariamente á defender á sugo^
biemo y á sus nacionales, aunque la justicia exije que se
diga que algunos de ellos^ y en especial el célebre Anto^
nio de Herrera, el padre de la historia americana, han
presentado los hechos con tal verdad é imparcialidad,
que la sencilla exposición que de ellos nos han dejado
mstapor sí sola paira formar un juicio exacto de los aeon<
tecimientos que se refieren. Ninguno^ sin embargo, ha
considerado la cuestión biyo el punto de vista general que
yo me propongo, ni lo permitía tampoco el plan de mera
narración ócompiladon de hechos, que los más' adopta^
ron« Sólo Mufioz se habría acercado á mi objeto, pero su
obra quedó incompleta, no habiéndose publicado más
que el primer tomo .
En Méjico no han podido tratarse hasta i^hora libre-
mente estas materias, pues durante el dominio espahol
no podían escribirae más que looree de la autoridad exia-
tentCy y cuando esta cayó, pasando las cosas al extremo
opuesto, como sucede siempre en las oscilacionss políticas
él único objeto de casi todos los escritores ha sidodepri.
mir el poder que existió, sacar á luz todos los males que
pudo causar, ocultar ó disminuir los bienes que hizo, y
empleando es^ declamaciones como un arma permitida
durante la guerra, servirse de lá odiosidad 4iue^llas
causaban como de medio muy oportuno de defenss. De
aquí ha resultado tal confusiony extravío en las ideas que
hoy es ya necesario hacer conocer á los más de los habi'-
— 9 —
taates de la repúbIic(^ y esto aúa á hombres que por sa
instraoelon en otras líneas no debieran haber participado
de los errores del valgo, qaé cosa es y ha sido la nación de
qoe forman paf te: Goaocimiento necesario, pnes que los*
errores 4 qne ha indaoido el perderlo de vista han sido ^st
eanaa de grandes malea, y pudieran serlo todavía de otrds
mayores. Hoy, que las pasiones han calmado, que se deja
escachar ya la voz tranquila de la razón, ha llegado lú 'é^
poi» de examinar libremente estas cuestiones, y de jazgar
oon imparcialidad todo^ los sucesos de' nuestra historia
desde la conquista hasta la independencia, sin poder pa-
B» todavía mas adelante, pues que para el período muy
importante qa^ comprende desde la independencia hastar
nuestros dias, existen aún los mismos inconvenientes que
áates había {Mira hablar de la época del gobierno espafiol;
todavía el fuego de las pasiones so halla encnbierto bajo
una ceniza engañadora, y así es menester dejar esta par-
te de nuestra historia para ijue de ella se ocupen los es-
critores de la siguiente generación, contentándonos con
prepararles acopio de hechos bien averignadoS| sobre los
que puedan fundar su juicio.
El que vamos á ejercer sobre los tres siglos que tras-
onrrieron desde la conqnista hasta la independenciai en
núigana parte puede pronunciarse con la libertad y a'^
oíerco que en nuestro país. Oes6 la autoridad qtie impe-
día hablar libremente, y tenemos á la vista todos los he<
chos cobre que este juicio debe recaer* Más para proceder
eaél oon acierto, es preciso despojamos de todas las preo-
cupaciones que aún pueden quedar mal desarraigadas; es
menester revestimos del carácter de ñlósofos que no bns«
can más que la verdad, y emplear con rigor y severidad
laorítlca que sirve para encontrarla^ es necesario trasla«
darnos á los siglos á qne los acontecimientos se reñeren,
penetramos de las ideas que en cada uno de ellos domi**
nabas, acostumbrarnos á sus usos y ájnzgar álos hom-
bres según el tiempo en que vivieron. No hay error mas
común en la histoiia, qne el pretender calificar los suce«
sos délos siglos pasados por las ideas del presente, come
si fuera dado aun individuo cambiar de un golpe las opi«
niones, las preocupaciones y las costumbres del suyo, lo
cual nunca es obra de un hombre, por superior que se le
suponga, sino el resultado d^l trascurso del tiempo y el
D19BBTA0I0liBS.--T0tf I.--2,
— 10 —
efecto do la sucesión de las ideas eú muchas generacio-
ues.
AI eutrar en una carrera tan nueva y etisada de no
pequeñas díñcultádeS; sería mayor el temor y desconflaa-
asa con que emprendo correrlai.. si no contase coa la aproi
baision üe algunos amigos muy ilustrados, á quienes co-
muniqué esta primera disertioiou áutes de leerla al Ate-
neo, habiéQ(]iola también rm-áhído con agrado los respeta-
bles individuos de esta corporación, cuyo voto puede,
considerarse comouaa anticipación de la opinión pública«
Me prometo encontrar nnaacojida igualmente benévola
d«^ parte de mis lectores, y en vez de JUaUai^n ellos cen«
sores dispuestos ano perdonar ninguna íalta, espero por
el contrario que me auxilien con sus luces para la oonti
nuaciou de un trabajo, cayo objeto principal es suscitar
entre nosotros asuntos importantes de discusión, y llamar
la atención dit nuestros lectores liácía aquellos puntos que
más interesan en nuestra historia, para que el acopio de
' materiales, y la reanioude luces quede los trabajos de
todos resulten, venga á prodacir )>or íln un cuerpo com-
pleto de historia nacional, llecibiréy pues, con aprecio las
observaciones qne se me comuniquen y los consejos que
se meden^ contestando á todo loque sea objecciones f ani«
dadas en razones, aunque omitiré hacerlo hasta que,
concluidas estas disertaciones se haya podido formar idea
de la totalidad de mi trabajo. Rn edte no me ceñiré á una
relación histórica de los hechos» que supongo conocidoi
de na público tan ilustrado, y que por otra parte se ha«*
lian en muchos libros que e^ fácil consultar, y sólo daré
noticia extensa de ellos cuando i^e trate de cosas menos
sabidas y de documentos que no han salido todavía áluz^
Bajo tales principios, entremos á examinar cuáles fue-
ron las. causas que produjeron la conquista que la nación
española hizo de las islas y continente americano á fines
del siglo XV y principios del XTI, y cuáles los medios
que se emplearon para efectuarla : este es argumento
que me he propuesto para esta primera Disertación,
comenzando por los conocimientos generales, indispensa^
bles para descender con fruto á nuestra historia par^
ticnlar.
Las circunstancias en que las grandes potencíAs de
Earopa se encontraron hasta mediados del siglo XV, ha-
— 11 —
bían coúceutrado la atención de cada uua de ellaa dentro
de 8i mismas. Las crazada», coAsideradas hasta el si"
glo XVIT como meros actos de ntia impiedad ardiente; des-
acreditadas por los filósofos impíos del siglo XVIIÍ, co
IDO excesos de eTtravagancLa de un fanatismo frenótioo;
mejor ex^minada^í l>or lus eí^critores imparoiales y profun-
dos de nuestros días, son miradas hoy como una de las
cangas quo más contribn.vPTon al desarrollo de la inteli-
gencia humana, á la estabilidad y regularidad de los go-
Iñernos y á los adelantos de la geografía y del comercio.
Jja autoridad de los monarcas, tau vacilante en el régi-
men fendal, recibió un grande aumento por las modifica-
fiones que éste» sufrió á consecuencia de aquellas guerras
distantes, que bajo la ensena de la cruz sacaron de sus
castillos á una nobleza altiva y guerrera. El elemento po-
pular, que eutonces tuvo origen eu algunas naciones, y
qne adquirió mayor importancia en otrasS, sirvió de apo-
jo á los monarcas contra loa grandes vasallos sediciesos,
é hizo que los vecinos de las municipalidades empezasen
k tomar ¡jarte en los grandes negocios del Estado. Desde
entonces el objeto de todiís los monarcas no fué otro qup
reunir á sus coronas los grandes feudos desmembrados de
ellas, y formar cuerpos de nación do los qne hasta enton-
ces no habían sido mas que miembros débilmente ligados
entre sí, y prontos á sublevarse contra el soberano. Esta
í:nmce y difícil empresa, seguida con acierto y per8e\ e-
rancia durante niuclio tiempo^ vino á consumarle en el
fiiglo XV, pues si bien quedaron existentes los seHoríos
territoriales, se extinguieron todos aquellos derechos que
los "bacian casi independientes 6 iguales al soberano; y a-
queWa nobleza guerrera, conservando todo el espíiita
marcial que la caracterizaba, no solamente no fue ya uu
obstáculo á la autoridad real, sino qne empleó eu su apo-
yo y servicio el poder de que habia quedado en posesión,
y do ella salieron los grandes capitanes, los profundo»
políticos y los hribiles administradores que tanto esplen-
dor dieron á sus respectivas naciones. Estas quedaron
iormadas y en aptitud de emplear en grandes empresas
exteriores las fnerzas que hasta entonces se babiau ej^n--
sumido en guerras domésticas. El espíritu inquieto é in-
vasor heretlado de los pueblos del Korte, de quienes
proceden las naciones modernas de la Europa, quedó
— 12 —
Babfiistente; pero tomó una naera dirección y mayor im**
pnlao por las mayores fuerzas que aquellas adquirierou.
Todas, pretendieron entonces engrandecerse á expensas
de sus vecinos más débiles^ y con ligeros títulos, y aún lia
pretextos a) gunosi délo que en nuestros días tenemoi
también por desgracia tantos ejemplos, entraron en guer<
ras largas y destructoras, ya para aproyeoharse de loi
territorios ajenos, ya para repartirlos entre sí, que fué la
cansa de las diversas invasiones que por entonoes sofrió
la desgraciada Italia, la primera en experimentar loa e-
fectos de esta mudanza añcaecida en la política general de
la Europa.
. Las cruzadas hablan dejado en los espíritus fuertes y
díuraderas impresiones. Estas grandes empresas, que por
la primera vez desde la destrucción dcd imperio romAüo
hablan reunido las fuerzas de las naciones formadas de
las ruinas de aquel, para obrar unidas y con un mismo
flni hablan tenido por objeto en su principio librar del do-
minio de los mahometanos el sepulcro de Kuestro Salva-
dory los lugares, consagrados por su presencia; pero
después las miras de los cruzados se dirigieron á apode-
rarse de toda el Asia, y dando fácilmente oxtension á la
idea;que había sido el primer móvil de las guerras san*
tas, se tuvo no solo por licito^ mno por la acción más me*
titoria^ hacer la guerra á los infieles y despojarlos de sus
tierras y posesiones. De los mahometanos pasó esta pro-
paganda armada á los herejes y paganos, y una cruzada
sé publicó y formó bajo las órdenes del célebre Simón de
Monfort contra los albigenses, y otra, que dio origen al
órdeaoL teutónico, contra los idólatras que habitaban el
norte de la Alemania, á la que se debe la fundaoion de
mud^as de las grandes ciudades del Báltico, y la civiliza-
ción de varias de las provincias que hoy forman el reino
de Pruaia. Asi vino á establecerse la opinión uniforme y
general en todas las naciones de la Bniopa en aquel tiem«
po, no solo de la licitud, sino aun de la obligación que las
naciones cristianas tenían de hacer la guerra á los mñe-*
les, y el derecho que esta les daba para aprovecharse de
sus despojos.
Bstas causas, que obraban simultáneamente en todas
las naciones europeas, tanto para reunirías lu^o gobier*
nos vigorosos, como para dar una dirección 6' la opinión^
— 13 —
«Mneko mM podMOsas en DspaSa, doade wift fa«R» ,
titttámtxm altos para recobrar el territorio nacional
Whoennado oonstastemente los eepíritns, y esta gn«-
aáijñdaeonla» los invasoreB ínfleles, que era vetdade-
ante «na gaena santa y nacional, habia debido anal-
«■áBymásea kMespaáoleslaideadecnietal era ei
■igter de todas las que se hiciesen á los infielw. Una
HinvoliMioB hizo pasar la corona de Castilla ft las sle-
m4» Iiabel; y sa matrimonio oon Femando de A^^E^*
■Dksdolas dos monarqnías, aonqne coMe^»"^?**
■ lejes partíealares, dio un gran poder á aqndloe lUUK
In «posos, cuyo primer ensayo f aé la «>n<l»»*» «^f?"
iH «adidas qod tomaron para afirmar y aomenttr sa
ntnidedan el interior, foeron igualmente féuoes: la m-
oRiadonilaooronade los grandes maestrasgosae
ksdtdous militaies. no solo anmmto mmensamente ei
podar lesl, ño que le librd de la dependeada en que ae
«ntiaoote tenían aquellos jefes turbulentos de ««» ]"*"
lioM amados, y las leyes diotadas en las fi*™«»",5S!?
«te Talado, dando influjo y poder ¿ las ?»>n»<íP"'5™»
d^ipstaion él espíritu p^blioo, inspirando en los esgk«o-
iMlibKS, dirigidos por una nobleasa guerrera, el udory
«ariaBBO capaces de las mayores empresas. ■M'f"^' ■**
tMaaaaexaiitos de todo cuidado doméstico, dirU¡«i sus
Huaalreiao de ITépoles, y lo someten á su dominio por
If.kbUidad y pericia del Gran Capitán: la «wiquMta oo-
taanada por las batallas do Seminara y Oen«^» •»««>»■
atlida y i^ma por la briUante victoria del Qanllano, y
«aaaiineUa corona á la de Aiagon, á cuya fi*»^»,?;^:
Mdaia la Sidlia desde las &moeae Vísperas Biauansa.
ai KffQida Femando, después del Éalleclmiento de su es-
(Q?ocapa la ITavana, sin mas esf uen» que *««"««•
diat 4 elhr& Federico de Toledo, duque de Alba, owi ana
Tiaalloa, al mismo tiempo qneel «^S^JB^f^nSí
«amadra y un ejército levantados ó. ws «PjmMJ
\V> el mando del célebre y desgraciado «>nde Pedro W a-
nncreeOTia las costas de Afinca, vengan^ en ellas
Sagü^ursonadon habia r6¿bido ^ siete agios,
j «ataUeoieBdo aquélla Unea de P«i^*<» m^^r» que flg-
Winiadir qu se fiwmasen por I» P0*<»<»*« ™SS?!^
m nwTM intentos contra BspaSa, y ser una barrera qw
— 14 —
oontayiese la piratería de aqaeUos coraarioB. ¡Días do glo-
ria y de px>8peiidad para BepaQa, bien diversos de h»
dias de miseria y de oonfasion á qae la han traído en loa
nnestros el desenfreno de las pasiones y el furor de loa
partidos! Todo entonces prosperaba para ella, y ánn sua
mismos reveses contribuían á aumentar su poder y sa glo^
ria. Asi faé oomo la funesta batalla de Bavena dio tal loa-
tre á sus armas, que pooo tiempo despnes de ella el virey
de Ñapóles D. Bamon de Oaixlona reoorrió oasi sin resisc
tencia una parte de la Lombardía y los estados de tierm
firme de la Bepúblioa veneciana.
Lafedta de sucesión varonil délos Keyes Católicos ,
fuente de todos los malesque en adelante recayeron sobre
aquella monajqnía^ fué por ratóuces motivo de engrande-
oimirato» hadendo pasar la corona á la cabexa de Car-
Ios y. Al inmenso poder que esta rica herencia le daba^
renni* aqnel monarca el de sus propios estados de ^.nstrii*
y de Flandes, y habiendo recibido despnes la corona im-
períal, no hubo ya limite & su ambición y á sus empresas.
Bl ejército imperial á las órdenes de D. Fernando Dava-
les marqués de Pescara, triunfa en Pavía delrey de Fran-
cia «m perscmai y le hace prisionero: marcha enseguida
bajo él mando del condestable de Borbon á castigar én la
desgraciada capital del mundo cristiano la participación
que el Papa habla tenido en la liga italiana: la ciudad ea
tomada en pocas horas de ataque y entregada al saqueo^
á la vista dcA ejército que debia defenderla y que no se a-
trevió á moverse en su au;aE:ilio: se dirige de alU á Toscana
oondmndo por Femando Ctonzaga y D. Diego Sarmiento,
y tiene la funesta gloria de extinguir los últimos reston
de la libertad italiana con la ruina de la Beptiblica ñorea*
tina. Un príncipe desposeído del trono de Tdnez implora
la proteeoíon del emperador, y éste se la concede^ Apto*
vechando esta ocasión para destruir el poder de Barba-
rrqfa: de tcd» la extensión de sus dominios acuden tropas
y escuadras al llamado de su soberano; el Papa bendice
la expedición y concede gracias espirituales á los que to-
men parte en esta guerra, considerada santa, oomo t[>da«
las que se hadan contra los infieles: otro Davales, Alfon-
S0| marqués del Basto, sobrino del de Pescara, y como él
nfl^lit¿io de nacimiento, toma él mando de este inmen-
so armamentOi el mayor qtie la Buropa habla visto desde
— 15 —
ím onizadaSy y tiene la honra de qae el emperador mitmo
■itUe bajo sos órdenes, el ejército desembarca á la yista
dt Tánes» y trea oolnmnas, cada ana de diversa nación, a-
tioa la Goleta, fortBlesa tenida per inexpagnablCí y no
ébitaate estar guarnecida por seis mil torcos escogidos y
mtda oon trescientos cafiones, es tomada por asalto, y
ttngmidaserindelaciadad, defendida por cincaenta
■3 oombatieiites: victoria qne hubiera sido mas gloriosa
■sola hubieran manchado los vencedores oon el saqueo
T Is matanza horrorosa de los habitantes.
Nada parecía ya imposible á los españoles: ni ann los
obrtáonlos de la naturaleza y de les eJementos eran podt^-
ntos para contenerlos, y así fué como el célebre duque de
Alba, Femando de Toledo, pasó el Alba al firente de un'
ojénito español á la vista del epemigo; y mas tarde I).
Uis de Beqnesens^ gobernador de los Paises- Bajos, acó-
■otíó y llevó á eabo la tomeraria empresa de hacer atra<
mta á vado por una columna de tres mil hombres á i»s
órteaes del célebre Osorio de UUoa, en nna noche tem«
pertnosa, y aprovechando la baja marea, el brazo de mar
de mas de legna y media de ancho que separa la Zelaii-*
dia de la Holanda, bajo el fuego de la escuadra holandesa.
Hitos sucesos, que los unos precedieron á la conquists,
kM otros fueron oontomporáneos, y algunos poco poste-
rioRB, prueban que en aquella época los españoles creían
qoetoto lo xMMlian, y esta convicción bastaba para crear
el entoaiasmo que les hacia acometerlo todo. Possunt qum
fnte Pkfemlur, cómelos luchadores de Virgilio. Beligiosos
luita el fanatismo, guerreros por upa escuela de setecien-
tos aios de continuos combates, constantes y tonaces en
laadvenidad, poseídos de las ideas caballerescas del si-
glo^ estaban ansiosos dé empresas qne pusiesen á prueba
todas estas cualidades, y el !N^uevo Mundo iba bien pron.
to á presentárselas.
lliéatras que en Europa se formaban las opiniones y el
poder qne habian de dominar esie hemisferio, veamoH
eoálea eran las circunstancias peculiares en que él se e;i-
sobraba. Echando la vista por toda su inmensa exten-
noa, observamos desde luego dos grandes monarquías,
launa en el centinento del Korte y la otra en el del Sur,
que ae haUan formado de peqnefioa príncipes, conqnis-
taado sucesivamente los territorios de otros príncipes
— lO-
meaorev, á quienes los españoles llamaron oadqaes, por
una vos deriTada del idioma qne se hablaba en Haití, ó
BiQetRndolas tribus iodependientes. Estas couqnistas
f*ran en parte demasiado recientes, para que hubiesen po-
dido inoorporarse sólidamente en la masa de la nación, y
en fdgonas de ellas hábian quedado, en calidad de tribu-
tariosy los mismos pequeños soberanos del pais conqaista<
do. £1 resto lo ocap^ban otros monarcas de menor impor^
tancia, algunos caciques independieutes, y las tribus er-
rantes que no habian tomado todavía ninguna forma re-
gular de administración políticab Las mayores y mas cl-
irilisadasde las islas conocidas con el nombre de AntilhSi
en que se practicaba el cultivo y labranza de las tierras,
estaban sujetas á varios caciques, y se veían atacadas
incesantemente por los habitantes de las otras islas mt-
norest qne, acostumbrados á alimentarse de carne hnma-
UAy venían á asaltará los habitantes para devorarlos:
costumbre que se halló establecida en todo este hemisfe-
rio, excepto en el Perú, y que será motivo de considera^
dones mas extensas, en que entraré mas adelante* ^Bn
nuestra república, el imperio mejicano ee extendía, segnn
puede inferirse en la oscuridad que hsy en este punto»
hasta uno y otro mar, por dos brazos prolongados al Ór-
nente hasta las costas de Yeracruz, y al Bur hasta la
desembocadura del rio Zacatula: sus límites al Poniente
y al Norte eran muy reducidos, pues no pasaban de Tola
en la primera de estas direcciones, y de la cordillera de
las montafias de Pachuca en la otra. Esta conformación
tan irregular lo exponía á frecuentes guerras con sus ve-
cinos, que también eran movidaspor el carácter belicoso
de los príncipes que durante una larga sucesión ocuparon!
el trono, y por la necesidad de hacer prisioneros pam
proveer de victimas las aras de sus divinidades. Por una
singularidad, que mas tarde tendremos motivo de expli^
car, venimos á encontrar en América, aunque sin contac-
to alguno con la Europa, el mismo sistema feudal que
entonces trataban de destruir con tanto empefio los mo«
narcas europeos, y que por las frecuentes desobedienoiaa
de los cadques, ya para marchar á la guerra con el sobe-
rano, ya para pagarle los tributos establecidos, era m6>
tivo de guerras continuas domésticas, así como lo había
sido en Boropa. Este imperio era electivo, y para aon
por olm aam^aiua not»-
il núflino qoe «któaoea m
ioo, teaiendo el d«reobo
Ütario de Tasoaoo y T».
inMtro piüAon traiedo de
A de Iloxoftla, golienuda
oaeiqaeH 6 aeDoiM de h>s
Dnarqníft de MiohoMUí o-
ine hos forma el deputa-
&9 de lo que podOBoe Ua-
itaba dMUibaido eati* di-
la exCenaion de Tala, al
wi las tñboB eiTuiteB,de
a parte ^vilúada, oomo lo
a^MtftAmeiitos dél-Norte,
■ largo tiempo alsobiexno.
reo de eataa diMrcaoioses.
8&ZOD el trono de Méfieo,
ibi» dejado afmiiiar eon
sieudo la poligamia nao
Sa espirita además «fte-
íioaea,yaiia predieoinge>
i de anas gentes extrafios
rair bu imperio, le pr^ta-
a fiüa dias. Todos Im oan-
por largo tiempo el qae
singan eeEoerso faera de
B en el antígno Ansboac
lia de la mooarqnia meji-
nes peqaeE!a8,Teoia«s des-
inigoB,s(ibditos podvoeos
si ¿ esto ae agrega la ÜaU
ludes, la ignoranoa de to-
bo ona reTolaoioa ctHD--
Boropa, y de todos los a-
« cieuoias^ coBBigai«mte>
el Nuevo Mondo uo este-
de entrar en lacha eon el
nwKín^ (|u<7 •« wBvuuiiuiwuw UO Serla mas que la sefial
de sadepeadendat y que había de ser neoesaritunente la
Ptendé la primera nsaion de.Earopa qne taviera oono-
dniúto de sa existencia.
SISBBTAaOmS.— TOM hr-3.
— 18 —
Bflte oonodmiento no podia estar oonlto ya por mas
tiampo. ▲ medida fue loa gobianio0earopeo8liabia&ad<«
qairido estabilidad j poder, las oiendas haUan hecho
eoosideiables progresos; y estos, unidos á los adelantoa
prácttooa de la naTegaoicm, debían preoisámenteoondaoir
i nn oooooladento petfiaoto de la figura del globo que ha*
bitanos de la posibilidad de la naregadon al rededor de
él, y de la probabilidad de enoontrar nuevas tíetras en el
inoieiiso espacio hasta entonces ignorado: habia llegado
ya el siglo en qoefCompliéndose lacélebre profecía del tr&«
gieo espattol,el Océano rompiese las impresiones que impe
diaa el oooooiniiento de las yerdades nBicas.ocuItas en su
tiempo, en que se desoufariese un gran oohtinente, y en
qae^ la diosa de los mares diese á oonoeer un nuevo mnudo.
Cnanto mis medito sobre estas palabras de Séneca» en
el ooio con que termtan el segundo acto de su Meiea.miA
y más me eonvenao que ellas no son una flg;nra poétiea|
ni un zeeuerdo de la Atlániida de Platón; Bl Ariosto y el
Taaso pudieron anunciar en sus poemas las navegaciones
y conquistas de los espafioleSfPor una figura poética des»
pues de snoedidas; pero un anuncio tan positivo, tantos
dglos anticipado, confirmado por otra parte con igual a«
severamon en las caestiones naturales del mismo autor^
no puede ser obra sino de una faerte conviocion,tundada
en el conocimiento, físico del globo, que habia aloauEado
aqoel filósofo. El predecía lo que veia claramente en au
razón, y yo no tengo duda que ó Séneca no le faltó para
realizar en sus dias las glorias f aturas de su nacion,euaia-
do las anunciaba como un triunfo del arte de la navega**
cien, más que el uso de la brújula y la audáciü del nave^
gante genovés.
ISo entra en el plan de estas disertaciones extenderme
sóbrelas dificultades que D. Oristóbal Oolon tuvo que au-
petar para hacer comprender sus ideas y para llevarlas á
ejeeuoion. Bl 8r¿ Fernandez Navarrete, en su lnaprecia<«
ble coleccioii de viajes y descubrimientos de los espafio«
les desde fines del siglo XV, ha publicado todas las noti**
ciaa y documentos concernientes á los cuatro viajes de a-
qnel célebre navegante, y el 8r^ Irwing ha agotado la
materia dándole todo él brillo de su pluma. Bástenos da^*
cir, que persuadido Odón de la redondea del globo que
habitamos, é inducido á error, por un cálculo equltocado.
(»portag«MM ha»
k el Orieot», qa«
M del oomeralo qm
raIiB»rK»joéI«t
]a á Oooideate po-
iel Aii»p(K- «qntí
até A diveiWM go-
por qoim^ñeo, y
wl de OeqtiUa. A
»dni o«D qfieOslop
ftl2d» eoCabi^de
haburae daioabwt-
ola isiftde Qtam^-
ilTadoB, qoe m aa»
iBahama.
«to» aativiitoioM •
los i^naipiM de
de ana edaoactoi .
a la difiooltad qo*
minendw 7' adop*
[ alouioe áe todoa,
9 Be podiecoQ teou
I máa eztiafta la
ieas en el eapíiita
lombrodo al ver ea
» de agaa daloe
la coata de Paria»
T ese feoómeoo y
sapoeicion que sí
bian oreido y oob>
pero qae eata ie>
déla fijara deaoa
TO alli donde tieaa
ae eata paite de
linoaa al cielo, y
itamarOoéan» ea
lida oonsecaFDoiag
1 paraiw) terrenal
n a— t*alinrMpwil«>lgrnpnd«Wl»'jnqQ*ll— imiloiMtaralw
iMPf •%;«• por tMo dapnmvMlMiotfMAtiiomlBanu LM*j4*.*aiUBdo
tit'M»«.EliiombradsChnsfttwQitip«nHteloBMilldl«a* n» lubUbti
MMWiUaf WítwtM.
— 20 —
<<flea en él oo1mO| allí donde di)ó el pezón de la pera^ y
^Hjae pooo á pooo, andando háoia allí se va Mbtendo á M^
<<y qne pueda salir eea agna (la del .Ofinooo)| bien qne
<'sea 1^00 y renga á pu*ar alli donde él Tenia, y faga este
^üago; y m de allí del paraíso no sale, parece aún mayor
^^maraviUa, porqae no oree qne se sepa en el mando de
^<rio tan grande y tan fondo/' ofreoe en seguida mandar
al ad^ lantado, su hermano, con tres navíosi á haeer un
reconodmiento de aquellas tierras^ ^^en qne tiene asen--
<*tádo en el ánimo qne allí es él paraíso terrenal."
Terifloado el desoubrimiento del Nuevo Mundo, los Be-
yes OatóliooB obtuvieron bula pontifteia, por la onal se
les concedieron las tierras descubiertas y que sé descu«
biiesen por su mandado, para que en ellas se extendiese y
propagase la religión católica, en la misma fbrma y con
las mismas gracias dispensadas á los reyes de B»rtUMl,
en lo que hablan descubierto en las costas de Afif ea. Ba-
ta bula fué expedida por Alejandro ¥1^ en 3 de imiyo de
1492) y en aquellos tiempos este título seeonstderabtt eo*
me el mas legítimo, y era admitido y reconocido por to-
dos. Así es qne no fué enmanera alguna contestado, pues
el lüsy de Portugal, que lüao oposición á la oonoesion, de
ninguna suerte disputaba la valides del título, sino qne
habiendo obtenido otra eonoesioh igual y más antigua a»
qnella corona del Papa Martino T, creía que la qne de
nuevo se hacia á los Beyes Católicos recaían sobre tier^
ras que eran ya de su pertenencia. Edte recelo se funda-
ba en las mismas opiniones de Oolon; cuyo intento, como
hemos visto, no fué descubrir un mundo nuevo, lo que no
podía entrar en el cálculo de nadie, sino llegar por otro
camino á la India Oriental, á cuyo extremo creyó haber
tocado arribando alas Antillas y costas de Oolombia, de
donde vino dar el nombre de Indias á las tierras nuevan
méate descubiertas, y de indios á sus habitantes, y el a-
plioar al imperio del Catay ó de la China, cerca del cnal
creía estar, cuantas noticias recibía del continente ameri-
cano, hasta el punto de ofrecerse á llevar á Bspafia al
emperador de aquel pais para ser instruido en la féde
Chru9to. Esta disputa con Portugal se cortó con la desig-
nación que se hizo por el Pontífice de los límites entre
los descubrimientos de ambas coronas^ por medio de
nnmwidiano á oien legoai^al Oeoidonte de lao ialas do
■"
— 21 —
O^Yerde: pero como esta demaroaeíotí fitfio m oob^
trtkttIOo«kioAtttnti<XKlacaeBtioii to1tí6 á MMltUM
otando al dar la vuelta al matído^ las espaff oled m encoii-
^Moa nuevamente oon los portagaesee en los antípodas
de la línea de deoiareaeíon, y ñié menester fl)ar otra nue-
va por otio oonvenio. Los Beyes Oatólioosj llenos siempre
del ttayor respeto hada la Silla ApostóUca, le presenta-
gen las primiqias del Knevo Mondo, qne se aeababa de
dsmbrir bajo sos auspicios, y el primer oro qne de 41 se
iMDio se empleó en dorar el artesonado^^qne itarma el te-
ehade laliasflioa de Santa María la Major.
Bl dereeho eoneedido por esta bula era muy sufldente
í^P^****^ * *^ ^3^ *« í» piadosa Isabel, pues la con-
ríííf,??^ 9oe se le daba de la propagación de la religton
€^ IM kabilantes del Nuevo Mundo, ftié dem^ d
^Bfetode ^ y el fin de sus deieos. D. Oiük
tAalOdon estaba tan posuadido déla leritimidad de
tdtf tolo^ue eseribie&do á los B^es OatdUoos desdo la
MM de Venguae, les dice: «tan sefloiesson vuestras
^lt«nis de esto, oomo de Jeree 6 Tdedo:^ y esta misma
mmomoB obraba igualmente en isodos. Bl rey Fernando,
qne halna despojado eon mU artifldos del reino de If ápo^
w^sna paiifflites, y que en el leeho déla mu«te dsda-
10 que se couMeraba tau legítimo poseedcxr de la ITavar.
ra, qne nabia invadido sin derecho alguno dno por meras
oMMmtíam» de oonvenienda, como de sus estados he*
ismtunos de Aragón, no necedtaba dn duda de tantos
motivos para deddirse á una empresa á que en sus prin-
cipios Bo tuvo grande imolinadon.ypor esto no tomópar*
í*??** ^ •"• P^' ®^ corona de Aragón.
Jí? ^ «widdera esta famosa bula por los tfeotos
que prod^jc^ dn haber Jddo causa de la conquista: que se
habna verificado igualmente dn ella , fué benéfica áloe
países conquistados. Batabledendo como oljjeto déla
«MMniwta la propagadon de la itügion cristiana, obUgó
ftloomonavcas espigóles á tomar el mas deddido empe>»
no en d oumpUmimto de esta condidon, y proporcioné
Mft loe pueblos oprimidos les consuelos de la religión
n ^^^ y defensa de sus ministros. La inhibidon que en
«ujie hace cén todo el rigor de las censuras ecledás^
«JWadaa «itónces por todas las nádenos, para queno
paoicMn ir 6 comeocoiar ni oon ningún otro pretexto á Im
— 22 —
bHmw ütíotk ñem» eoncedidas 6 los Beyes OatÓliiXM^ sino
aqiultos á quienes estos lo pianiütieseiii üapidió qaeel
nii6T0 oontUieiite yiniese 6 ser el campo de batalla entre
las potencias emopeasi como lo era ea aquel tiempo la
desgraciada Italia; y salvi así ¿ los ainerioanos dotados
los males que sobre ellos habieran reoaidOi si las naoiot
nea belígeraiites los hubiesen obligado & tomar parto en
sus coestíones, joomo ha sucedido en tiempos posteriores
con las tribus del STorte, que armadas las unas en favor
de la loglatorra» y aliadas las otras de la Frauda, se han
destruido entste sí mismas en guerxais en que para ellas
no se dispntoba sino quién habia de ser sn opresor,
Ijm dudas que enlo sucesivo se suscitoron sobre los oa*
sos «a quepodia considerarse lei^tin^o el uso del dereolu^
conosdido á los reyes d0 ÜastiUa por eslía bula^i y ea que
debían ser tenidas por justas las guerras quese haoian á
los pueblos á 9<ynde se presentaba un conquistador» dÍ6^
roa lugar é la risible intimación que se les hiKsiai en una
lengua que ellos no entendiapi ^ i^evalsiento á una dis-
tancia 6. que no podían oir, haoiéndoles saber qie habia
un Dios en el deloy cuyo Ticarip en la tierra eo». el Pon^
tífico X9iaan(^ que éste^ en virtad del poder, absobito qjoa
tenia sobro todos los reyes y pueblos del universo^ habia
concedido á los ri^es de OasBlla el dominio de todosloa
países que descubriesen en las islas y tierxa firme del nuur -
Oo6anO| por lo cual los requerían para que se reconocie-
sen por sus vasallos y admitiesen la fó cristianai so pena
de ser invadidos y hechos esclavos. Esto intimaciont se-
gún Herrera, fué redactada por el Dr. Palacios Bubiosy
del consejo de los reyes y jurisconsulto de gran reputa»
don en aquellos tiempos. £1 Papa Paulo III| por una bu^
la posteriw, declaró que no podía darse tal extensión á
la bula de ÁUgandro Yl, y que ella no autorisaba á des-
pojar de sus dominios temporales á ningún príncipe por
el solo hecho de ser infiel; pero para entonces la conquis-
ta estaba conoluídaí y esta bula no pudo aprovechar man
que para mejorar la condición de los pueblos oonquista-
dos.
Bstableddo así el derecha de la corona de Castilla á
las tienas nuevamente descubiertas, se trato de formar
en la isla eepaff oUi| miM9 conodda deq^ues con el nombca
de Banto Domingo por d de su capitolf d primer «st^
— 24 —
memoria hasta haestros diae en éldereclio4e£aM«ai^ qm
{Migaban las persoaaa títalada8| ea lagar de loSy hombree
que totes daban; pero como el tiempo por el cual esta-
ban obligados á eete servido se redacta á aa número de^
terminado de meses en el año, eondaidos estos, el sobe-
rano se encontraba sin ejército y en la imposibilidad de
eegoir an plan de operadones qne requiriese aa tlem--
po prolongado. Este sistema tampooo podía ser pracüoa*
ble en ezpedidones distantesy y así hnbo de terminar,
cuando, habiendo adquirido los gobiernos majf or poder y
obnsistenda, se amplió también la esfera de sa ambidon.
1^8 tropas regalares, pagadas por el tesoro público, y
prestando on servido permanente, saoedieron álos^ér-
dtos feudales; pero todavía las rentas reales no estaban
en estado de hacer frente á las erogadones que requiere
una larga guerray la manntendonde ejércitos nomerosos.
Así vemos en este reinado, que la guerra de Granada,
base de toda la grandesa á que llegó la monarquía, no
hubiera podido continuarse, á pesar dd empeño que en
ella tenían los soberanos, si el cardenal D. Pedro Oonsa-
lez de Mendoza, arzobispo de Toledo,- no hubiese ofred«
do, en nombre del clero español, tomar á su cargo la ma^
natencion del ejército hasta la conclusioii de la campaña.
La conquista de ITaviara la hizo el duque de Alba con
sus vasallos, y cuando la proximidad de un ^érelto fran-
cés hizo necesaiio mover mayoi^ fuerzas en de&nsa de
aqael reino, se hizo marchar á él al duque de ]H¿jera cou
los suyos. La campaña brillante de las costas de África
la hizo el cardenal Oisneros á sn costa; y para la conquis-
ta de Ñápeles fueron tan pocos los recursos que el Gran
Capitán recibió de Bspaña; que tuvo que subsistir á
expensas dd pais mismo qne iba ocupando, expuesto
siempre á los tumultos militares y (i la insubdrdinacion
que causaba la falta regular de paga. Este fué también el
motivo de la campaña del virey de Ñapóles, D. Bamon
de Cardona, á los estados venecianos, para hacer subsis-
tir en dios su ejército; y la dividen que pasó á*Italia á
las órdenes de Sarmiento se hallaba de tal manera des-
tituida hasta délo más preciso, que los italianos llamaban
á los soldados i hUognssi^ los neoedtados. Aun en el bri-
lUuite reinado de Carlos Y, sus ejércitos en Italia esta*
vieron siempre privados de fondos, lo que obligó al mar-
, - — 25 —
ipé9 de Pescara á precipitar la batalla de Pa vía, y dio
Im^o motivo á las eittomoiiee qae sofrieron los mUaseses
7 al Iwribie aaqaeo de Boma,
Fftcalaadqaisioíoa de las posesiones de i^ mélica, sólo
aekidecoa por la cKHrona los gastos délas primeras expe-
dieioBes, con tribajeado á ellas por^a parte OoIod, mc-
Itm los ténniíiOB do aa capitalacioo; pero en lo sacesivo
fioáoftaéobradeoapeciilacioDespaTttcalares. Bste siste.
aa^ si biea era lauy adeeaado para acelerar el corso de
bi4ssi»bcímieiit4M,faé tambieounade laa caosas qaemas
^3Mibayeroa á La roina y desolaoioa de lo qoe se iba des-
enlinenido, Oomo aoeede siempre ea la forma de ooa noe-
vamusioB, 6 en el establecimiento de ODa C3olonia remo^
t% Is étase de habitantes qoe pasa á ellas no es nonca la
aas rsoomeadable. Soma, para aomentar en población,
ibtié an asilo 4 loa malhechores de los países circonTe-*
QBO^ y aqoella oiodad^ qoe estaba llAmada á ser sefio^
isdd mondo, oameosó á robustecerse llamando á trinar \
psKts en so enigruidecimiento á los que por sos crímenes
sisB persegoidos en so pátia. Oon respecto á las noevas
eoioDiaB espaüolas, aonqae se previno qoe nadie pasase
& eiUs sin expresa licencia del gobierno, para qoe no se
poblasen de frente viciosa y vagaboiida,8Íendo moy corto
el A¿maro de iiidividoos qne se presentaba, el gobierno
nÚBDio, no obstante la opinión de Oolon se vio en la ne»
«aidsd de oeorrir al aroitrio de mandar se llevasen á
díalos debncoentes qoe hobiesen de ser desterrados de
la f aninsala, 6 condenados al trabajo de las minas,, y .
taisbien se concedió indolto á los criminales qoe qoisie^
aaa pesar ¿ loe noevos estaiblecimientos, conmutando la
pesa de moexte en desafíos de resideocia en las islas.
Has adelaate, caando las colonias faeron tomando m%yoT
eosaiatsneía, no hqbo ya necesidad de estos estímulos^ y .
la población m^oró notablemente.
^ces extraño, paes,qae con tales elelkíentos la obra de .
i* propagación de la religión mstiana, objeto principal,
dslaconqnista, y conttnoamente recomendada por ios*,
lefss^ se perdiese mocho de vista, y .en so logar se aten-
diese & intereses mocho mas proüúios. Oca el fia de hacer
tüabajar ¿ los natorales del pais y tenerlos reunidos para
fieiti¿ar la enseüaoza de la religión, se híoiecon los re<a
paniíiiientoSy distriboyéndo aqaelios entre los colonos >
3)ieimTAeX0NB8«*^T01ií 1.^4.
«.n. 26 —
i^be áeblati dootrinarlos; y ootno la poblaoion fiíes^ éft<5a^
eeando en la Bspafiola, Be ocarrió á.l«i tylras islas y ^ la
tierra Arme para suplir laf<iltaooiilosiii4mdiiOB4«e.de
ella se condaoian, y aunque por repetidas órdenes estaba
prohibido haoer esclavos á los indios^ como esto se permi-
tió con respeto á los oitaibales ó comedores de carne ha*
mana, bajo este pretexto eran condenados á la esclavitud
machos en quienes no habia este motivo. Bsta rápida des-
trucción de los habitan(esde las iala» y de la Odsti' Fir«
me, así nombrada por ser la parte del continente ameri*«
cíino que primero se descubrió después de las* AntiHasi
llamó la atención y excitó el celo de algamos hombres hu-
manos y religiosos, especialmente edesiástíeoSi entre le»
cuales se distíngalo más que ningano el licenciado Barto^
],omé de las Casas, que después tomó tu ÍMiifo de Suito
Domingo y faé obispo de Ohiapsti, cuya cdebrldad nos
obliga á entrar en algunos pormenores sotee su persona,
relacionados con el asante de esta disertaeion. Bus aseen-*
dientes faeroa de Francia á hacer la guerra á los rnoro^
y sefior Oemandesi deepaei de la toma de Sevilla,premió
al que de ellos pabia sobrevivido, dándole casa y repar<«
tlmiento de tierra, como se hacía en las nuevas conquis-
tas, cuya forma se siguió despaes en América. De este
Srocedió Franoisoo de las Gasas ó €asaus, padre de Fray
Bartolomé, que pasó á las Indias con Oolen en 1493, y
vol?io rico á Sevilla en 1491 Su hijo pasó entónoes á es^
tudiará Salamanca, llevando para su servicio nu indio
esclavo que le habia dado su padre, el que fué puesto en
libertad por la disposición general que para etlase diotó«
á causa áA desagrado que á la reina doña Isabel causó el
que se hubiese impuesto el yugo de la servidumbre á los
habitantes dri nuevo mundo« Gasas fué á la Bspaflola co^
mo seoietario de Golon, y volvió luego ordenado ya de
sacerdote y cantó diisa en la ciudad de la Yega Real,
siendo esta la primetai celebridad de esta clase que hubo
en el nuevo mundo. Se declaró desde luego el defensor de
los indios, 51 en sil beneftcio hizo repetidofi| vI^m en lae
islas, en la 0<MBtaFrme y á Bspa&a, y en tiempo en que la
navegación era todavía dificil y peligrosa. Sus reiteradas
instandas y representaciones en la corte obtuvieron mu<«
chas y buenas providendas en favor de los naturales del
noevo mundo; y el cardenal Gisneros, regente que era del
. .^
— 38 — ^ • '
poso qneá los castélUiiioe que Tfvian m iM ladiM m
diese saca de nefi^ros, para que oon ellos en las granjeifas
7 en las minas faesen los indios mas aliviados. Bste ex
pediente pareció bien al oaidenal Adrlanoi d^spnes Papa
oon el nombre de Adriano VI) qne influía en todas las o*
peraciones del gobierno, y á los ministros flamenoos, y pa-
ra qne se entendiese m^jor el númerj de (solavós qa« era
menester para las onatro islas, Española [dahto Domin-
goj, Fernandina [OnbaJ, San Jnan [Pnerto Bico],y Jamai-
ca, se pidió parecer á los oficiales de la casa de coatrata«
oíon de Sevilla, los cnales informaron qne onatro mil, 'Con
eoyo informe el mayordomo mayor del rey, gobernador
^delaBresa, obtnvo privilegio para sí, qne vendió álos
genqveses por veinte y cinco mil docados, oon condición
qne por ocho años no diese el rey otra licencia.
Ésta es la verdad de este acontecimients importante, y
esta la parte qne Oásas tnvo en éL ITo faé dertamenta
soya la primera idea de traer negros á las Antillas, como
se le ha impntado, pero dejándose arrastrar del ejemplo y
por sn empefio en favor de los indios, apoyó y coutribnyó
al anmento de éste tráfico. Tan cierto es qne el espirita
hamano, inconseonente consigo mismo cnando se deja po«*
seeif nna idea dominante, no repara en sns sistemas Inv
jnsta era la opresión qne los indios sufrían, pero no era
menos injasto, por aliviarlos de ella condenar á la escla-*
vitnd á los desgraciados africanos. Pero tales eran las
opiniones de aquel siglo, qne á nadie chocó, y el mismo
jnicioso Herrera no encuentra de reprensible otra cosa
qne el privilegio concedido al ministro flamenco, qne ca-
lifica de merced muy dañosa para la población de aqne^
lias islas y para los indios, para cuyo alivio se habia or--
denado; porque por él impidió que todes los castellanos
llevaran los esclavos, vendiendo los genoveses la licencia
de cada uno pe^ mucho dinero, con lo que pocos loa
los llevaban; y as^í cesó aquel bien. Tal fue el principio
de este tráfico, que ha tenido después tan funestas
consecuencias, y antes que en ninguna otra parte, en la
misma isla de Santo Domingo, en que tuvo su origen.
^ Gasas, con el favor que gozaba de los ministros flamen-
cos, se propuso formar un establecimiento en la Costa
pirmo; para aemostr^f m ^l pT^iOftineiite la pOfiWiaaa
ft
\
' -30-
liabla Tnelto á la Bspafiolih poroontestMíonefl sosoitadas
QOii las aafr>riffladftEi de la iata4e Chibagq% al wa^rnto y
la lortele^ oomeazada á foimar f deroa atapadoa por loa
flí^vajea, maertos loa religÍQSoBy y los pocos habitaptec
que kabia padieroa escapar con difiooltad. Esta desan^
eia^ qae daba une vas arüxaa á sos contrarios, aoabode
disi^tor de los negocios públicos á Oasas, qae tomó en-
tóaces el hábito de Santo Domingo, sin dejar por esto de
eontiniiair tarabiuan4o hasta al fin de su larga vida en be-
wSxAo de los indios,
: Bsta f oá lá carrera de esto varón tan señalado por aos
servicios ea &var de los natoraleci del llneyo Mnndo. Sn
. axdieato imaginación^ deseando el bien mas allá de lo 4ue
era ppsiUe oo^segnir, le arrastró á i^eap eixtremada«ky á
▼eoes.ooatradiot(mas: escritor smnamento ve^dico en to»
4o lo qne vio por sí mismOf cae en el defecto de ciéilnlo
en lo q5ie.reflere por oidas, dando fácil ascenae á todo lo
:qiieQoaicidiaQonsnB epiones, forma cálcnloa exagera-
dos y absolntamento íi;l verosímiles; y arrebatado por sa
pelo en i^vor de los americanos, y sedn^do por, las ideas
d^ sn aiglo^ en qae se concadera ba á los africanos como
nacidiOS p¿ra la servidninbre, no dado apoyar y antorizar
e|, coweivüo qae de ellos se hacía ya. para traaladarlos á
las lÜLtUlas; pero esto error^ hijo de su celo y^ 4e su buen
eorfoon, ño merecía ser tan severamento criticado eomo
k) nan heoho Bobertson, B^ynal y JÉ^aw, y no oastante él,
sot nombre será siempre objeto de respeto y veneración
pai^ todoa los amantes de la humanidad.
AoB^ae Oasas se diatingaió tanto por sos servioioa & la
humanidad en la gloriosa carrera que emprendió, no era
él solo el qae se hallaba poseído de aquellas benéfloaa
ideas, y otros macho& especialmente los eclesiásticos ve-
nidoa á Indias, laa adoptaron y sostuvieron con admira.
ble empefiLo. Sus quejas faeron siempre escachadas en la
corte, y como que jamás faé el sistema del gobierno la
opresión de los naturales de les nuevos establecimienteB,
se dictaron cuantas providencias podían apeteoerae pan
su bienestar. Basto ver en Herrera, ppr ú orden de loi
aSloa qne comprenden sus J)icaia$^ la serie de las dispoi
Iope(Hui)o(iMoitt«H
oon qae ae prooedf»
oíon de la imigioii, ü
18 las plantas, semi^
r A la conaerraoftHi j
mTino al alnira&to '
(mea cine ae Is dieron
■ecomendd de Boevo
ibernar la Isla Bspa-
lo pieferMita qoe ooa<
I^ImL en el oodieilo
aerte á agoel teata-
lemoriay qne reprci
tndes, relteruido la«
trante sa Tfda para
or de bnenas oonam-
idOjaSade: **Pi»en-
oosamente, renoargo
oprfodpe so marido,
ite sea bu prlndpal
^eia,7no conBien.
IOS, y sos moradores'
aa/» por ganar, t«oi-
ni bienes; más man-
tados, 7 si algnn a-
trovean, por manera
neporla dieha oon-
" Irfk firma de la reina
B entre los nransOii--
, por SQS oaraoteres
wtado A qoe ae halla-'
iba qne enlOB últimos
mIo del bnen trato de
rbiaocapado dorluite
|ne nna pTq;Kirac!oa
historiador el seSor
laginaoioD.
rtai^en el sistema «o-
loibl de loe eepaSoles, comparado oon el qae han sepdd»
■sauaones, Toremos gne laopreiáon de los natñrMs»
<« pite ha rido^ sistema de otros gobieraos, mimtifts
ÍMnloBestabtecimie&toaeBpaaoleserael tíooio déla
— 33 —
desobediencia á las órdenes del gobiemo« cansada p<yf ta
disteiuna y resoltado de los abacios délos individuos^ qne
arrastirados por la codicia infringían las leyes hechas pa«
ra reprimir esos mismos abnsos.
Bl grande estímulo qne el interés individual presentaba
pfrra adelantar los deMoabrimlenlos^ hizo que estos se
hidesen rápidamente» atendidos los medios qne entonoea
podían emplearse? Bu los veinte y seis afios corridos dest
dibtíL primer viaje de Oolón, hasta el de 1518, se iiabian
leconoddo todas las islas que forman el gra^ archip^^^-
go de Í%B AntülfM y lá costa desde la desembocadura del
Orinoco hasta Honduras, que se llamó Oosta ¿"irme, por
considerarla parte.de un gran continente, y pasando el
istmo de Panamái Balboa habia descubierto el Mar del
iáuri de que habia tomado posesión por la corona de 0a8>«
tilla, objeto de gran codicia, como qua salvando el obs-
táculo que oponía el Oontiuente Americano, debia condu-
cir alas islas de^ la Especería, esto ^y á la India Oriental, ,
motivo principal del viaje de Colon. Estaba también*
descubierta la Florida por Ponce de León; y como los
esfueraofi de las navegantes se dirigían especialmente ha-
cia el Sur, por creerse que por aquella parte se había de
encontrar la coihunicacipn con los mares del Oriente, Pía-*
zon, Américo Tespüoci, que por accidente tuyo la gloria
de dar su nombre al nuevo continente, def candando da
ella á Oolon, Alvaro de Gabral y Solís habían reconocido
las costas del continente Meridional hasta el río de Im
Plata, y Magallanes preparaba en Sevilla su expedidoa
al Estrecho, cuyo descubrimiento eternizó su nombre y el
de la nave Yictoiia, en que Sabastían del Cano di6 el
primero la vuelta al mundo. El námero de empresarios de
descubrimientos era grande, y tanto que Don Cristóbal
Colon, quejándose de la injusticia con que habia sido
triado, escribe á los Beyes Católicos desde Jamaica en el
aBo de 1503, y les dice: «'Siete a&os estuve yo eu su £;Ma
4}órtc^ q%e á cuantos se habló de esta empresa todos á
una dieron que era burla; agora hasta los sastres 8upli#
can por descubrir. ^ A €sto animaba, no solo la^riquesa
verdadera del pate, sino las fábulas que se divulgaban
ptfrft atvaer aventureros que se alLbtaien para nuevasex-
pediciones, asi fué qne el bachiller Encimo llevó consiga,
madia gente á las provincias del Darien, alentándola
IQe el oro M cogía oon te^
argo, «rui terribles,' ; lo»
It que soperar paredón ez-
eadoqae penetrar porbos'*
xntffecoe, otm tod» especie
atMümkiDtoe y oamiíjoa —
ibie de-lM Umitea ui^a-
ita se haolft oob moy e«»-
)«ba motivos á fceonentes
ibridoies: ohoqaee que ñas
) de^oB ooBqniAadoies del
inoluw de loe primetot em-
<\tm, primar almirante de
ralladolid en 1506, pobre,
vndto en un pleito que ■•
IM BtiUdadee que le ocr-
ea bennuio dÚL Bartolo-
intado, liabia Ainerto tam-
B ooinpaIlero% terminó su
los primeros éi^ieoaladores
bablau tenido desgtsáa-
ibal Sotomayor, Juan Díaz
I de Oórdobft y otros na-
de los indios Diego de afi-
lar, 7 algo mas adelante
6 una pmeba tan eeDalada
i la vista de los Keyes Oa-
k que solfa de ona venta-
1 lo mas alto delaOirot-
m sn extremidad, acabó
Santo Domingo. Pero no
A desgracias, cada di» se *
lores qae pretendían ir á
r riquezas á algon nnevo
adoa esfoerzos para hallar
Tiajea de deeoabñmieuto
a ti hemiBeerio austral, ba-
> hada el ooddente, y casi
I de Hondoras, reoonootdas
ei despnes de tantos aBoa,
io el golfo de Méjioo y •{
— 34 ->
irratidf y poderoea iini^rio qae to hAdü^U) uaornte»*-^
Jaam de Gnlalva, eaviado por IHego Valasqwi, gober-
nador die ]|k lala ^ OabOi f aó el primeio « que «a tf I entaé'
con ana ea^uadriUa de auatco baqnesf msúuoomíAú toda i
la costa 4e¿^ Yoeataa hafltowSaa JaHD ^ Ulú%^ jfxhm
iuform£is.qad dio á^a regreso dioidieroii!' 4 Velaaqnai. é
prepararon armamento: > eonaikliacableí ' picii haoer «n»
tentativa mas formal «a loe paisea Dedeafcemente ám&á^
biertos, ./ • ,. : .
JVUefttras. que loe d^aoubrimíeñtos «delanMbaiBi ee ha-
bia o<gaiU0lkdo bi\)o un p||kaaiiaa-re8alaff al gidiier Bálde-
los nQiOi^ÁMuatableoíinieatosU'XodM loa MgO(M»4ai Indias
dependia^tel ooasqjoüíatitaido ooa este Hambre desde» el^
tiempo de loe Bqtos Uatólieoa; j loSiinMteeeftMsroattDilei
estaban bsgo el conooimieiito 4a la andíencift y oaaaidftla-
Contratación estableeida en fievUla» qua esa el ponilD dei
.partida 46 todaH las espediinoneai Ha la iala Bapaüóla ^1
' almirafijbe tion. Diege .€olon« .bijo de . don Driatófaait- bs-
bíeado ganado en el noneco el pleito leosottada á 4a.|>^^
dre^ gobernable los noevoei eetaUeoimientoa ait Tixtad de^
las oapitoJAciones y-, convenio» bechaa;oon aqnelt -ami^ne
dep6Bdlenddpara4iQdM eos proTid^aeíae áb^ lon«bDjaft
Jerónimos». de la aa^odny deJoa oAdUaaMaittfqab Jiá
habiidiú e8tabledl4^ EU.eietema dajapartinúentoB é énoo«
tniendaíBi tantas veoes mandado oeoar, aunqnaain e&cla^
habifo sido por fin adoptadOt bieorqne oon mnohaa leslrio*
eiones y prevenoioaes en favor de loe indioe, onyo número
habia disminnido rápioamente íN>r electo de las vi^aoio-
nes qae habían anfrído, y de nn trabajo á qnenoestabra
acostumbrados; y este sistema, qne era nn verdadero fen*
dalismov habia exigido una nueva legislaoioa, qne dea-»
pues fué teniendo mayor extensión, y por la qne bO eata^-
bleció el derecho de sneesion^ los casos en qne se perdían
los repartimientoSi elgéneco de trabajo para qne éstos se
daban, y los límites de la autoridad que ejercía el eneo«*
mendero sobre los individuos de su repartimiento^ Ei or-<
den de administración edesiástíca^ que todavía ae obser*
va en nnestza xepftblicaí se habia establecido también, en
consecuencia de haberse oonoedido á las fieyes Oatélicos
el patronato de las nuevas i^^esias, :en los términos qne
tenia el de la catedral deX3<ranad% b«¡jo onyo modelo ee
(rigieíou todas las cíatedrales de. la Aménoai oon las am«
— 36 —
^iaíOioiiM y latitud de fíMaltadM que Ia. distanoia leqad^
lia; 7 «a 1a legislación gItí1| annqne la baee de ella fae^
fn riemyrelaa leyes de Oastílla, en caya recopilación y
SR^doteatD se trabajó en aqnel reinado^ sehabianido
hiendo las variaciones qne exigían las oironnstanoias
lo qne psodi\|o en seguida la recopilación especial de In-
dias. /
Beaanmiendoi pnes, ahom lo qae he expnesto en el cnr-
flo de esta disartadlon^ resnlta de ella, qne don Oilstóbal
Colon, busoondo por otro camino la In^ oriental, viso
ft deseabrirla América, qne cierra casi de polo á polo el
camino marítimo para el Agia navegando al occidente;
qae este deacnbrimiento coincidió con lanneva y vigorosa
organización qne acababan de recibir las potencias de Ea-
ropa; qne el oelo religioso do la reina Isabel, el espirita
de conquista deminante en aiqnel siglo, y qae habian oon-
flermdo como principio de acción 1^ naciones modernas
qae le deban sn origen, apoyado en las opiniones qoe ha-
bían n%eido de lascmzadas, y qae en España obraba
mas e&cazmeate qae en otras partes por circunstancias
pecnliaxes qne en ella intervinieron, unido al espirita mer-
cantil qne se iba generalisanto; atrajeron las armas espa«
ñolas al hemisferio nnbvamente descnbierto, y qué na tí*
tolo que eralrespetado por todas las naciones^y reconocido
por ¿s Jorisoonsaltos de aquella éppea, en el ' sentido mas
lato qne podía dársele, autorizó estás empresas, cuyo pro-
gnsD aceleró él interés privado, al que f aeron entrega^
das. Bste mismo interés causó la mina de la población
originaria de ios países nuevamente descubiertos, y dio
métivo para que se tratase de trasladar á ellos los nata-
lales del África, cuya mezcla con las demás especies de
liabitantes de América fbrma hoy una parte tan impor-
tante de la' población de esta. Bntre tanto se^oiganizó un
ristema administrativo económico, dvil y religioso, y to-
do esto se habla hecho antes que se descubriesen los dos
glandes imperios continentales de Méjico y del Perú,
En la próxima disertación examinaremos los medios
por los cuales el primero de estos imperios entró bajo el
dominio espaSol, y las consecuencias que ha tenido este
glande áoonteeifiiento.
7 V'
v;
>1
\
' « • »
->,.
y".
SEGUNDA DISERTACIÓN.
COBqnltta úe Méjico y «as dependencias. (1)
Joan de Oríjalra^ como vimos en la primera diserta-
don y habla descabierto en 1518 toda la coata del golfo de
Méjico, desde Tncatan hasta S. Joan de Ulüa y la provi-
ncia dePftnnoo. Eu este viaje^ habiendo salido de Santiago
de Onba el dia 1?; de mayo , siguió primeramente el der-
rotero de Francisoo Hernández de Górdobaí descubridor
de Tncatan, y forzado por los vientos mas hacia el Sur,
tocó en la isla de Ooisumel, de donde pasó á la Península
que fué costeando y y á la que dio el non^re de Kueva
Btjiaüa j por haber hallado en ella señales de una oivili-
xadon mas adelantada que la que se habia encontrado
ea todo lo descubierto hasta entonces: nombre que en
addante se aplicó á una extensión de país mucho mayot.
Bu todos los puntos eu que desembarcó, encontró las mis^
mas dii^osiciones hostiles que habia hallado Hernández
[11 En esta diserticióh me aprovecharé macho de la Historia
déla conquista de Méjico por el señor Preacott, paes habiendo
tenido 4 la vista este escritor manuscritos y documentos de que
fto tuvieron conocimiento los antoriores, ea la mejor guia qae
•e iniisde tooiari por la abundacia do notíeias qns sa obra con-
tieneb
-.38 —
de Córdoba, quien había muerto de lesültaB de lu hari*
das qae redbió en los combates qne tavo ocm los indios.
En el rio de Tabasoo^ al que se dio el nombre d'e Grijal-
ra por el de bu desoabridor, trató con un cacique qne im
recibió amistosamente, y le dio alhajas de oro de bastan-
te valor. Siguió reconociendo toda *la costa , poniendo
nombres á los puntos que descubría : la sierra de S. Mar*
tin se llamó así por el apellido del primer soldado qne la
percibió; y el capitán Pedro de Ai varado , tan famoao
después en la serie da la opnquiataj-ha^^^do entrado
con su boqqe hn el rio Papiloipw f b dur su nombre ,
que aún conswva. Mas adelante, en el rio que se llamó de
Banderas, por las señas que los indios hacían á los espa-
ñoles para que desembarcasen , con unas mantas blancas
puestas en lanzas en forma de banderas, Grijalva man-
dó & tierra con todos los ballesteros y escopeteros y vein-
te hombres mas al capitán Francisco de Montejo, y éste
faó el primer español que puso el pió eu las playas vera-'
ern¿ánás. Ün todas éstas ^costas depeiíCdiéintes del Impe-*
rio mejicano los españoles eran recibidos con agasajo ,
porque Moctezuma . que tenia noticia de sd llegada des-
de que Hernández de Córdoba habia arribado^ Xuoatan,
así lo había mandado, y á Montejo te ofrecieron V'ívrere^ y
refresco^ , con cuyo a\1se Orijálva se acercó coa fíos
víoB, y desembarcando tomó posesión de aquella tierra
por el rey de Castilla , y Diego Yelazqúcz ,. ícobérnador
deCiíba én su nombre, que era lo prlrnero 'q«i3 ^o hacia
en todos los paises nuevamente descubierto^.^ OóuruiuáTi-
do su viajé, llego á la isla de Saerificioá ,>t;yo íiohiWe se
le puso por haber encontrado en dos t^^úíjilos, ciae .en'el^a
había, cinco hombres sacrificados á'los ídolos <eu^ la no-
che anterior, y por mejorar de fondeadero, pasó í^ otra
isla, eñ donde encontró también dos iñücháchós ^sacr^-
cados ; y porque preguntando por qué se hacía 'álq&éiló ,
le paredó que le contestaban que asi lo mandaban loa de
Oulúaó 17¿if(i,'por esta circunstancia y llamarse ól mia-
mp Juan, y haber Uegddo allí por los dias de Bah' Juan ,
denomino aquella isla San Juan de Ul(ía«
Bl Qio que se habia recogido por CjÚnbios y |>rasetitea ,
y las esperanzas que se concebían dé la riqueza! del p4ía
por lo que en él se habia visto, inspiraron á GrijalFa . j á
algunos de sus compañeros d deseo de formar un estable*
lo oontrad^eron por n-
Aaa; ypmetío, yeen-
Kclones^qae traifvde Dte- '
le limitase á cambíBr oro
llevaba , mn detenerse h
itva reHoíviÓ m*iia»r ees-:
ano de bus baques , para
a qne había desoaÚerto,
[ norte lle^ á la ptoris-
í , tocando en TanrioB pnn-
>:y eanno de«]lof,1tl-
Beñnl Híaz del OmíBIo,
ancQViosay Veridioa de
i oonqaUtA, balriéndOB^'
goareoerae de los mosqai-
aoja qné había tnUdo de
9 primenM arbolee de a*
n-BapalDa.
ado entre tanto^á Cuba , '
partee lai&mafdel-fniD
do haeer.^ Dí^^ Velas-
k importaodb de a* y oU -
B honk pMfenido expte^
tavién & haow Mtñblui-
emente -oonlra 41 porque'
tlTiá formar nn armamen-
a ir en basca de QrlJalTa
. paises qae excitaban ya
iter escoger an capitán
empreea, y despnea de
elección se fijó en el hom-
oto, y este hombre fiíé
qne renjifa las oalidádm
ra sin dada el qne manofl
Yelazquez. Este qntría
a moverse de la isla de
mbre qne taviose toda la
tra tau grandes intentos ,
i para sujetarse a traba-
idíficilea, pornododrim-
aB. A la llegada de Qfi-
— 40 —
ral V» I Velazqufiz le recibió mal i^ s le trató duramente »
siendo así que no habia heobo mas ^ne obedeoerle » y que.
segon el padre Gasas, que le conoció y trató macho, era
hombre de tal condición de sa natural qne no hioiera ,
cnanto á la obediencia , y ánn cuanto ^la humanidad y &
otras buenas propiedades, mal feaile (1) « Bien presto ta-
To Yrtazquez que arrepentirse de haber encoiítrado con
hombre de muy diverso carácter.
Para proceder Yelazquez á. la ejeon'tsion de sa empre-
sa , maitdó & Juan de Salcedo A Icua iislas E^iaSolas, para
obtenpt ,el P^niiso de los monjes jeróninuoB , qne. todavía
gobernaban; pero para ^ mas asegurado, einvió ti ^uúb-
mo tiempo á la corte á sa capellán Benito Maortinoon las
nuevas y relacipn de todo lo descubierto^ pidiendo se le
liioiecan algunas mercedes , y se le diese mgun títalo por
los servicios que habia prestado, <xM}mado^ un conve-
nio, ó como entonces se decia, un asiento pai» el nuevo
establecimiento ; en cuya virtud se le hideron laa slgaien*
tes concesiones, que f oeron la base soIm» quesehábíade
establecer la conquista de la Kneva^Bspafta , y- que por
la importancia de ésta se echará fácilmente de ver cuin
exho^kútantes eran.. .*-. .
Pamerámente ^ se le concedió Uceoflía para^ descubnr
á su costa cualquier^ isla ó tierra firme que.hasCa enton-
ces ju>bu]biesé sido descubierta, sin mas limitaeion que
el que no cayese dentro de la demarcación del rey do Por^
tugaL Que pudiese conquistar las tales tierras^ comoea-
pitan del rey , con tal que guardase las iustcuecionesqae
selejdiesen para el buen tratamiento , padficaGí<m y con*
versión de los Iludios. Se le dio el títnlp de Adelantado
l)or toda su vida de las tierras que habla descubierto y
que ásu costa descubriese , títiüo que corresponde id de
gobernador de una provincia fronteriza , y que Gasas en
en su lenguaje cáustico deñne: *^ Adelantados j porque se
adelantaban en hacer males y «danos tan gravísimos á
gentes pacificas.^ Goncediósele además que pudiese lie*
[1] Esta y otras citas del P. Casas» son tomadas de su Historia
general de las Indias » que permanecen Inéditas , y yo no he
TÍBto ; pero me refiero á lo que dicen Herrera y el Sr. Prescott
el último de los ooales tiene copia, que se !e ha mandado de lia*
drid , y no puede caber duda en la exaetitud y veracidad 4e
aml)0|t
— él —
Tir hk quinta iMurte de todo el aprovechamiento que en
eoalqiñeca manera taviese de aqaellas tierraB el rey , por
■I vida j la de ua heredero , y qae habiendo poblado y
faiofieado caatro Í8ias , y habiendo trntx) seguro en la
«na qae él escogiese, tuviese la veintena parce de todas
las reatas y provecho qne al rey se siguiesen por cual-
quiera manera, perpetuamente para si y sus sucesores.
8eld asignaron otras grandes ventajas pecuniarias , ta-
les como exención de derechos de todos los efectos que
Itovaae á las tierras nuevamente descubiertas ; la escobi-
lla , esto es , los caidos y desechos de todo el oro que ¿«e
fundiese ; qae el rey proveerla de médicos , boticarios y
medicinas^ y por último , que se soliGitaria>de]Bu Santidad
bola para qae los castellanos que muriesen en aquella de
manda ítaeaen absueltos de culpa ypena. Esta magulüca
^ concesión faé hecha en Barcelona el dia 13 de noviembre
' de este mismo afío de 151S. El agente Benito Martin no
qaedó olvidado en estas gracias , y habiendo informado
qae era isla lo noevamente descubierto, pidió y se le
concedió la abadía de ella y cuya concesión , como todo lo
demás, qaedó frustrada , como vamos á ver en breve.
Mientras qae en la corte andaban estas pretensiones ,
Cortés activaba los preparativos de su viaje. En el tiem-
po de sa residencia en la isla de Onba y del cual y de to-
do lo que es personal* me reservo hablar en otra disifr*-
taeíon •, habia reunido alguna fortuna y adquirido mu-
cho crédito , y era á la sazón alcalde de Santiago. Su po-
pularidad le proporcionó reclutas que embarcaron^ co*
mo él mismo , toda su fortuna en la nuovaempresa. Qué
parte del gasto se cubriese por estos medios , y cuál se hi-
ciese á expensa de Yelazquez^ es nna cosa muy dudoi^a.
Herrera dice que este último invirtió en ella veinte mil
ducados, que equivalen á once mil pesos de nuestra mo-
neda ; el ayuntamieivto de Yeracruz en su relación á Gar-
los V, de 1? de julio de 1519, cuyo documento no vio
Herrera , y que ha publicado con otros muchos el geOor
Aon Martin Fernandez de Kavarreto, que por ser muy
importantes se reimprimirán en el apéndice de esta di-
. isertacion , dice que Diego Velazquez no hizo mas que la
tercera parta del gasto j que esto fué en ropas y basti-
niento8,í en ] que lucró mucho , habiéndoselos vendido
Buy «aroi ^ los individuos que formaban la expediciont
ni«BBXA0IO^S8.*-^0KO I.— ti
— 42 —
Velazqnez formó las instrucciones á que Cortes debia
sujetarse , üieza may carioaa , cojo conoeimiento debemos
al mismo señor Navarrete , y que hace mucho honor á la
capacidad é intenciones de su autor. ¡Trabajo en vano!
pues n iellas ni las mercedes deC«i.rlo« V hablan de te-
ner efecto. Estas 9 como hemos visto , se concedeeieron en
lo de noviembre y y desde este dia olraerva Herrera que
no trascurrieron mas qué cinco hasta el 18 del mismo »
en que Cortés so alzó con la armada de Velazquez. Si es-
to fuese un plan premeditado por Cortés ó efecto de
la desconfianza del mismo Velazquez , no es posible
decidirlo , aunque es fuera de duda que esta desconfian-
za precipitó la ejecacion del intento , si le habia. Un in-
cidente peculiar de aquellos^tiempos , en que los bufonea
tenían tanta entrada con los grandes, vino á fijar la re^
solución de Velazquez. Iba cada dia al p,nerto con Cortee
y toda la ciudad á ver y activar los preparativos que «se
hacían para la expedición , y una vez que le acompañaba
un truhán que tenia, llamado Francisquillo , este^ vol-
viéndose á éU le dijo : Mita loqueJiaceSy no hagamos de ir
á monteará Gortés: palabras que acaso tuvieron su orí-
gen en lo que se sospechaba entre las gentes del pueblo«
Velazquez, dando grandes gritos de risa^ dijo á Cortas:
Compadre (que as»! le llamaba siempre) , mirad qué dice
aquel bellaco de Francisquillo ; y Cortés fingiendo no ha-
.berlo oido , preguntó : ¿ Qué^ seüorf ^Que si os hemos de
r á montear^ replicó Velazquez, á lo qae Cortés le con-
testó: Ih'^ele vurstramercedf que es ten bellaco '^ yo te lo di-
//o, //>co, dirigióudosealbufon, (/w<?í¿ te tomo ^ que teJuí'^
(ja y te acontezca. Todos los concurrentes se burlaron del
dicho del truhán, pero no Velazquez, en cuyo espirita
había hecho impresión, y ayudada ésta por las reílexio-
nes de sus amigos que venían en apoyo de sus sospechag,
so determinó por fina quitar el mando de la armada 4
Cortés. Súpolo éste en aquella misma noche por el con-
tador Amador de Lares, que habia influido mucho para
que se le diese , y teniendo comprometida en la empresa
toda su fortuna y la de sus amigos, y fincado en ella to-
do su porvenir, se resolvió sin vacilar á partir al momen-
to, despertando á los suyos para que fuesen á embarcar^
se, y con algunos de ellos fué á la earnieería pai» hacer
— 43 —
Itefar á bofdo tenia la carne qae háblese , como lo veri
M, ao olMtoate la opOJüicioQ del obligado, á qaiea dio
iiMC«deaa de oro. Velazquez , avisado de t^br» uuvedad ,
selefBQtó y ocurrió Á 1» inaiiH^i con t »da Ja ciudad e6->
patudii, y habiéud(>86 aceicado & tierra Coitécj eu uua
haébm bien arma 1m , lo dijo aquel : Pues ¿cómo, compa-
iré, aaí oé^vais/ Su^na manera es esa de desjjedírosdc nd.
Á toque Coctós le jec»po««cIió: Señor ^ perdóneme vuesa mer-
títí , porque estas eoaas , y las semejantes , antes han de str
Héas que pensadas ; rea vitesa merced que me manda» —
Velazquez qaedd sitónito c^ni tan atrevida lespueAtu, y
la umada tiabléndotte hecho (% la vela, vio desa{)aro-
eer oom ella sos €)«)perauzas y todo.s ios cálculo!) de hu
imbieion.
fiíila precipitaila salida do Cortos ha sido fuertemontí^
9B9araid« por algaaos escrirore^ ; pero si so refle^oua
fie Curtes» no poiüa ser considerado como un meio subul-
temo de Veiazqaez , siuo ma.s bieu como na í^ócio en una
«a^vesaea que habla comprainetido su foituaa > la de
sisainígoe; qae éstos le seji^aiau eu mucho niiaieroy a-
trdúdos por su influjo persoaal; que además hahia obte-
BiJo aa Bombramieiito legal , y que no habia para despo-
julede él mas que meras sospechas, será menester eou-
Feoirea que muy pocos habría habido tan x>oseidos dbl
espirita de obediencia y subordinación, qut) en las cir -<
• eonstaaolas no hnbiesen hecho otro tauto. XacU prueba
ademfts que Cortés, partiendo de estii manera , quisiere
defraadar de Bns derechos eu la empresa á Velazqutz , y
mas bien ae vé qae elinteiito era asegurar los 6u>os,para
lo cuál no le dejaba otro camino la conducta de Vela/r-
qoitz. Este j si cometió una falta en c.ouílar el mando de
U armada á an hombre en quien no tenia absoluta con-
fianza, la cometió todavía mayor pretendiendo quitarle,
de ana manera taii violenta , ese mismo mando de que le
habia revestido.
lan deeidido era Cortés para tomar una resolución co-
mo aotivo para ejecutarla. Habiendo salido de Cuba des-
proráto de todo lo necesario, y persuadido de que Velaz-
qnes eitealarla inmediatamente sus órdenes á todos los
pantofl de la isla para hacerle detener y privarle de los
ibeanoaqae necesitaba, previno con su celeridad el efec-
to de eetae. De Coba ae dirigió á Macaca, donde habia
— 41 —
oferta hacienda del rey, de la que tom^ porción de baa-
tiinrutii:» cou uomtire de préütuiuo ó compra para pagar^*
lus, y dtdcubriendo un barco que veuiade Jamaica con
Ottnlo», tüciuo .V pau de casave, ee apoderó' d» él , y man.
d<> k Diego de Ordaz que tiiciose lo midmo cou otro boque
que llevaba comeociblea a la misma Jagaa. Pagó bus va^
lore«i emi obligaciones que firmó, y áuu persuadió al dae*
ño del primt-ro, Autoiiio Sedeño ,# que le siguiese en bu
empresa. Clisas* re ñerb que le contó éstas yotrascMas
el mismo Cortés , despae» de marqués , riendo y moft^ndo
cou astas palabras: A la vii/é^y andnvepor alii como un
yentil corsario,
Eq la vilhi de la Trinidad mandó poner su estandarte
delante de SQ posada proclamando la jornada , y allí ae
le reunió porción de ^ente, eutre otros los cinco herma-
nos Alrarados y otros hombros de cuenta. Estando allí ,
llegaron las órdenes de Velazquez para detenerle, ha-
(;ieudo saber á FranciiSeo Yerdago , alcalde de aquella
Tilla, que Oortés no era ya capitán de la armada, por
haberle revocado los poderes; pero Verdugo conoció que
no era tiempo de efectuar tales disposiciones , y aun de
los que las llevaron , el uno se quedó con Cortés y el otro
voiTió con una carta de éste á Velazquez , en que le decía
que se maravillaba de que hubiese tomado tal acuerdo ,
uñando su deseo era servir al rey y á él en su nombre*—
Iguales órdenes se comunicaron A Pedra de Barba, te-
niente de Velazquez en la Habana , ciudad que se hallaba
entonces situada al sur de la isla , de donde se trasladó
después al pant/O que hoy ocupa ; pero para' entonces el
influjo de Cortés| sobre los soldados era ya tal , que M to-
dos uosotros , dice Bemal Diaz del Castillo^ pusiéramos
la vida por él. ^' Cortés escribió nuevamente á Velazquez
*<con palabras tan buenas , dice el ínismo Bemal Diaz^ y
de ofrecimientos que los sabía muy bien decir ", y termi-
naba con que ^' á otro día se haría á la véla^ y que le sé
ría muy servidor."
£n consecuencia, la armada salió de la Habana el día
1? de febrero de 1510, oon dirección al cabo de San An-
tonio , y reunidas todas las fuerzas en Ouaniganigo , Oor-
tés las pasó en revista , y halló que subían á ciento j
nueve marineros y quinientos y ocho soldados, con oosa
de doscientos indios de Cuba y algunas indias para hacer
— 45 —
ioirancbofl. La artiUetía consistía eü diez, pieeas peqne-
fiíMt Había además diez y seis caballos ^ que había sido
difícil adquirir , y habían costado de coatrocientos á qni-
BieatoB pesos cada ono^ pues todavía eran escasos y
may caros en las ialas^ pero qae Cortés habia tenido gran
empeño en procorarse, conociendo lo importantes qae le
eriui en el género de gxierra que iba á emprenden Los
baques eran once | de los cuales solo el que montaba Cor-
tés era de den toneladas , otros tres de ochenta y de se-
tenta y y los demás eran barcas pequeñas y sin cubierta.
Cortés enarboló su estandarte , en que se Teia una oruz
roja en campo blanco y azul, con una. inscripción latina
que deda : Amiga sigamos la cruz ^ y si inviésemosfáy en
esta swal Tenceremos.
Tales fueron las débiles fuerzas con que Cortés acometió
derribar el imperio mejicano y sojuzgar toda la Nueva-
España ; pero si ellas'eran cortas para tal empresa , á to«
do suplía la capacidad del capitán. Cortés tenia entonoen
de treinta y tres á treinta y cuatro años : en la ñor de la
edad, ambicioso de gloria y de riquezas, multiplicaba
los recursos con su iu genio , y & ^ste solo le debió el étito
de su empresa. En las conquistas de las demás provindas
de América 9 los conquistadores no tuvieron que luchar
con pueblos guerreros que supiesen defender su líber*
tady ni emplearon mas que las fuerzas dejas armaS; á la
que todo cedió. Cortés , por el contrario , 'tuvo que oom-
l»atir con naciones valientes , acostnmbadas á la guerra y
resaeltaM á defenderse , y para triunfar en ellas turo ne-
cesidad de todos los artificios de la política y de todos
los recurso|(de la táctica, moviendo al mismo tiempo con
singular destreza todos los resortes del entusiasmo y de
la codicia en los que le seguían. ^< Yo acometo , dijo á sus
soldados , en el cabo de San Antonio , una glande y fa-
mosa hazaña , que será después muy gloriosa. He hecho
en ella grandes gastos , en que tengo puesta toda mi ha-
denda y la de mis amigos , y aún me parece que cuando
menos tengo de ella j he acrecentado en honra , pues se
lian de dejar las cosas chicas cuando las grandes se ofto-
cen. Callo cuan agradable será á Dios Kuestro Señor,
por cuyo amor he puesto de muy buena gana el trabajo y
los dineros. Tamos á comenzar guerra justa y buena, y
de gran íáma. Dios Todopoderoso , en cuyo nombre y fé
-46 —
ae hace i nos dará victoria. Yo os propongo grande9 pre^
míos , mas ©nvaeltos en grandes trabtijos j pero la TÍrtad
no quiere ooioeidad, y si no me dejáis^ como yo no os^de-
jaré á yosotros ni á la ocaaion ^ os haié en breve espacio
de tiempo los mas ricos Iiombres de cuantos jamás ac^«<
pasaron , ni cuantos eu estas partes siguieron la gaerra. ^
Acaba diciendo , que aunque fuesen pocos eu número na-
da tendrían que temer, por la experiencia que tenia de
que Dios habia favorecido siempre en esta» tierras á la
nación espafu)la, y q,ue á ésta nunca. Je* habla faltado ni
le faltaría virtud ni esfuerzo.
Este discurso , sea que electivamente faese didio tal
como lo refiere Gomara, historiador y capelJau de Cor-
tés, 6 que el escritor lo liay'a ex.ornadp , envuelve en si
todas las ideáis que dominabiui en aquel siglo y que diri-
gían los pasos (le ^os conqaiMtadores. Animados con él los
soldados , ansiaban por la partida, y el 18 de febrero del
mismo ákilo de 1519, de.spue8 de haber a:iústido á mlBa y
dado por voz de reunión el no;nbre del apóstol Shu Pe-
dro t santo de la devoción especial de Cortés , de j tiren de
tinitivameute las coatas úp la isla de Cuba para dirigirse
á las de Yucatán. El objeto que (^ ellas los conducía era ,
según las instrucciones do Yelazquez , recobrar lus espa-
ñoles que estaban cautivos entre tos indios, y hahieudo
recogido á uno solo , Jerónimo de Aguilar , y derribado
los ídolos en la isla de Cozumel , continuó Cort<^s corrien-
do la costa, hasta el rio de Tabasco. En vez del recibi-
miento amistoso qué Gryalva liabia enc>ontrailp en est^e
punto , Cortés halló todo el país alarmado; y ^abLcndo
desembaroadp sus tropas , ganó u&a espléndida victoria
que difundo por todas aquellas regiones el terror de bum
armas* Ea seguida el cacique y los principales se presen^
taroiicon regalos , y entre ellos le hicieron & Cortés uno
de inestimable importancia , cual fué la célebre doua Ma-
rina, que vino entre veinte esclavas que le dieron para
hacer tortillas [1]. Esta mujer , conocida vulgarmente con
(1) No habittndoen Islongai mejicana la letra «*, se constitnyó en au lai^ar
la I . qno es la qn^ ntt9 se le aproxima : de aqai el nombre Ue Marina ee iraa
formó eii Malina, h la qne agrej^da la terminación tzífif qne era el diminu-
tíTO de carifto en*la misma leücra^, reaultó M&iíutsui^ Marinita, y como Jo«
eipaaoieB corrompiaa eatu termi <i aoiou . pronunoiauUo en un lii^vsar riu , ralíó
épi aqni el nombre tan conocido áffMalnichf,.
_ 47 _
d nombra de la SlaUache, que lauto cuatribuyó á la
eoaqoista ^ hablaba la leagaa mejicana , oomo qae ella lo
€ca de naolmieatOy y la de Taba^soOf eu donde babia iobí-
duio por onacho tieoipo ; y como Agailar ontendia esta
tdúma , por el círculo algo largo de estos dobles intér-
pretes , Cortés tenia ya medio de comunicarse con io8
mejlcaooís 9 lo que habla faltado á Orijalva. £n breve do-
na Alaxiaa se adestró en ia lengua castellana , y así se fa-
cilito la ctMnonicaoíon con aquellos.
Del rio de Tabasco pasó Cortés á San Juan de TTlúa ,
adonde ll^gó el dia 20 de abril , que fué Jueves Santo.
£a la travedía , los que acompañaron á Grijalva^en su
viaie , iban ensilando á Cortés todas las montabas y rios
que ae presentaban á la vista j pero como en aqutí siglo
k» romances de caballería andaban en boca de todos 1 y
hahiaa venido á formar un lenguaje popular , aplicando-'
seá^todos los incidentes que se ípresentaban, Adolfo
HerBaodea Portocarrero ^ acercándose á Cortés » le dijo ,
coa reiarencia al romance tan conocido de Montesinos :
^ ParócQoae i señor , que os han venido diciendo estos
calxilieróe que han venido otras dos veces á esta tierra :
Cata Fmcida AIoateBÍnoB;
Cata ParíB la oindad ,
Cata laa aguas de Duero ,
Do Tan & dar á la mar. *
Yo digo que miréis las ricas tierras y sábeos bien'gober-
nar. ^ Cortés , comprendiendo bien lo que se le quena de-
cir, contestó en el mismo estilo con oportunidad y vive*
za : ^< Dénos Dios ventura en armas y como al paladín Bol-
dan , que en lo demás, teniendo á vuestra merced y á
otros caballeros por señores ) bien me sabré entender."
Cortés hizo su desembarco el dia siguiente , Yiémes San-
to, en el mismo jpunto en que hoy está la ciudad de Ve^
racruz,y seocupó enfermar chozas para alojamiento ,
eu lo que le ayudaron de buena voluntad los indios que
de todas partes acudieron á cambiar oro por cuentas de
vidrio y otras bujerías* Bl Domingo de Pascua llegó al
eiercito el gobernador de aquella comarca por Moctezu-
ma, llamado Teutile, acompañado de un cacique princi-
pal que se llamaba Pilpatoe , á quien los españoles, ai9
saberse por qué , pusieron el nombre de O vandiUo.
— 48 —
Estos presentaron á Cortés mnohas piezas de oro y ro-
pas , con abundancia de víveres y á que Cortés oorreepon-
dio con otros regalos de las oostas de Europa; que por
sa novedad atraían mas la atención de los indios , y para
hacerles formar gran concepto de su poder , hizo an alar-
de de sas faerzas , dejándolos admirados con el estmendo
de la artillería , el correr de los caballos y él nso de nnas
armas qne les eran desconocidas , todo lo cnal f aé tras-
mitido en pintura al emperador de Méjico. Cortés tuvo
ya idea mas exacta de la riqueza y extensión del país , y
desde entonces sus intentos se dirigieron á penetrar en él
y llegar á la capital de aquella gran monarquía.
Pero otros cuidados mas inmediatos le rodeaban , sien,
do el principal por entonces lo incierto de su posición con
respecto á los hombres que venían baja su mando. Erna»
nando su autoridad del nombramiento que habia recibi-
do de Yelazquez^ revocado éste , no tenia titulo ninguno
legítimo para exigir ser obenecido. En tales drcunstan-
das: ocurrió al arbitrio que le presentaba la importan-
cia que por aquisUos tiempos se habia dado á los cuer«
pos municipales i para buscar en ellos apoyo contra las
demasías de,l£( nobleza. Estos cuerpos gozaban de
mucha independencia en sus operaciones ; nombraban li-
bremente los individuos que lo componían ; arreglaban
sus gastos y y levantaban gente armada • que marchaba á
la guerra bajo su propia bandera. Se habia tenido el ma**
yor empeño en dar importancia y consideración & eatas
tropas ciudadanas , y tanto que ^ en la guerra de Grana-
da, la reina doña Isabel 9 al presentarse á su ejército que
hacia el sitio de Moclin , en medio de la brillante comiti*
va de la corte, y pasando delante de las tropas puestas
en formación para recibirla , saludó con respeto á la hext
dera de Sevilla que llevaba el alférez real , conde de Oi
fuentes. Cortés, pues, resolvió, por tales antecedentes, ea
tableoer una población , formar en ella un ayuntamiento
y haberse nombrar por éste , capitán de la milicia del ve
cindaria, que eran los soldados mismos de su ejórcito.—
Este plan hábilmente manejado , haciendo servir & 61 <
disgusto mismo de los partidarios de Volazqupz , tnvo te
do su efecto; y en consecuencia £te fundó la Villa Hioa é
la VeraCruíSy cuyo nombre se le dio por los tesoros qu
allí se hablan recogido, y por haber hecho el d^eni1>a«<«
d di» de TiéniM SMto. Cortés te presentó al aneyo a-
poktBMiwto f manifestando sa lespeto háoia aquella cor-
fonuAon jy poniendo sobre la mesa él nombramiento qne
tei^ de YélasqMS, dijo : qne en autoridad habla fene«*
eido, residiendo ahora toda en el cuerpo munioipal ; éate ,
tomando tiempo ^ eomo ai fuese para deliberar^ le nombró
unánimemente, en nombre del rey, ca|Htan general y job-
tioia mayor dé m villa. Oon este acto , Cortés no de rivaba
ja su autoridad del nombramiento de Yelazquez , y por
él artflcio legal que había empleado « no eran ya las
fnersas levautadas por aquel , sino la milida veraeraza-
na la que iba á haoer la conquista de Méjico. Esta me-
dida , ¿n embargo , ezdtó el descontento de los amigos
de Ydasques , y paóra reprimirlos Cortés tuvo necesidad
de haoer uso ae su nueva autoridad , y por un golpe de-
dtlvo hizo llevar presos á la nave á varios de los princi-
pales que hacían cabeza en la oposición ; y tal era el as-
eendiente que aquel hombie extraardinario sabia ganar
sobre lúa que estaban en contacto con él , que estos mis-
mos presos fueron en adelante sus mas constantes y fie-
les amigos.
Mientras que Cortés se ocupaba en dar un nuevo fan^*
dsmento á su autoridad , y contínuaba sos contestacio-
nes con el gobierno de Méjico , pretendiendo pasar á la
capital como embajador de uu gran príncipe de Oriente ,
que le mandaba á tratar negocios de alta importancia,
visita que Moctnzuma , amedrentado con anuncios sinies-
ticos y rehusaba recibir y procuraba evitar con reiterados
y ricos presentes que estimulaban mas y mas la codicia
dd conquistador , se presentaron una mafiana en el cam-
pamento cinco indios , de traje é idioma desconocido :
conducidos á la tienda del general , por medio de dos de
ellos que hablaban mejicano , se supo que eran naturales
áid Cempoala , ciudad entonces populosa y capital de los
Totonacas y nadon establecida en la cordillera que se««
para las costas del golfo de Méjico del interior del país,
y forma la mesa central de éste. Ellos informaron ¿ Cor-
tés que su nadon habia sido recientemente sometida por
los mejicanos, quienes les hadan sufrir una opresión tal ^
que deseaba impacientemente sacudir aquel yugo intole«
rabie , y que instruido d cadque de la llegada de los es-
panoles , haUa mandado aqndlos mensajeros para invi-
BJ8SBTA0I0inBS.~I01C0 I.-*-7
tatlda á pagftráU Capitel ElgéttiopweluiiitB «é«or-
téa conoció ál momentdí táñh la')ttipoft^ikéiifr>de>6ftt(iB in-
forméis : por eloA Be enteró del 6é)a¿ió>teteiior del país ^ y
descubrió desde In^go ^ti¡t nqtiéllainoiiflr^QÍay qné á pri
mera vibta paiecía tan jKMÍeróea y temible , encerraba en
í-í misma los elemeirtos de su rnfifta'/ que está podía e~
fectuarse por miedlo de Job deftetoténtos y prestándoles
apoyo , y qne Méjico piodía ser eónqüiíítado <íon teoarsos
sacados del mirtino pais. M plan de ^la üOiiqaista'qnedó
formado , y todas Iúb operaciones de <Odrtéft ^ desdar este
momento, no fueron mas qne el dc^sai¥6]lo' de esta pri-
mera idea : plait qne se foé madiik*ándo ébn los nnevos
conocimientos qne Oórtés iba adqtdtíetídb^^l país , y pa<
ra cnja ejeencien' empleó con el mayor rtiíifeírto tofibslos
artillcios y resortes de la pdlítiea. Tant4i fertf&d ' ee/ * qne
nn solo descontento , pnesto en contacto> toón üti invasor ,
puede éansAf los túrayores males'á trM^ tíaéien; y lebcion
muy importante de que deben aproVee^árSe loir' gobier-
nos. ' 1 • ■• . f
Cortés diiapuso su marcha á Cempoala . LaWeniló re-
gresado Pedro de Alvarado de una .expeflicion ¿ que la
mandó con delí horiibi'es, parahacersfi de T^veres que
comenzaban áésct^sear ^ por haberse retirado los mdiOB
que concurrían al campo por diapoáíciori' del gobernador
Teútile, luego que Moctezuma', manifestó su desftjgrado
por el empeño con ijue Cbrtéá I^siáUa en pasar, á su cor-
te, Alvarado, en eftta éxiwédidpu llegó ' hasta CqU;xtla,
de donde regresó' con abundancia di) provisiones. En él
visje á Cenpoala llevaba Cortés 'np áolo el objetó áe po-
nerse en comunicación con el , cáciquQ ,' cuya xnvítaci<
habla recibido
Da á tiri punto de la costa á'donde habííi aoordádo !Fran-
cisco de Montejo, en el reconocimiento qué le Ixabia'man.
dado practicar para encontrar mejor fondeadero. Cortés
hizo embarcar sti artillería , y mandó que Ta armada la
aiguierr costeando 9 mientras marchaba por la playa al
frente dé su ejército [1J..A medida que ^ apartaba de los
arenales que rodean la ciudad de y eracruz , ¿t paip ^ru-
sentaba un aspecto mucho mas agradable , con 16 que el
(1 ) SI torMo qn* ftlmtió •ortésen ett» {iriBMra mtiirijtm , •• Jkqr de la
kaiieAdA<UlCiüigad«eiaT#. .
innú;**. muii unta'
■Qtivo para eoQ-
UabiABilitd't á.^-
BilADto d« ViAfa-
píritii,todo lo (int»
Intente oxprofiáda
aoruz «seriliip »l
MtQ .mimia-.Ano
oitoato, qo^pOT.
ita djaertaeioo —
»,. j; fue» «^ Jos
P' bermcMwa T^gáa
y QM tti toda £«•
MoihieAlftjvista,
I, se 8iaiDhta9,j
Midar pf»* elúw y .
' T coa lefeireneia
lesaoM , domina-
Omara, dio«,eI
ncÜllen&dÁ sierras
:eD .£mQ.iOfti>era
0- ezoeda .«o uo-
M T^ ; d^soabre
BtanaJta, qa»Bi.
jaac ni ver lo alto
i. cBbierta de no-
f claro dia, ae vé
B ella , y eitá toa
storalesa praseD- .
toiooa el horroro-
so loa espaüoles
iaorifi«Bdas ¿ los
llegó caasaejér-
DiDcdiatafl , ca,TOB
MüalesdeBacrifi.
delante tOToiendo
. , y se alojaban ea
u habiau Iwoho
)M oMiiieanM , lia-
— 62 --
ro qaé^Chrijrivift enoonM fiMBoa Im mákwtm da 1m vic-
timas en la isla que por esto tomó él nom^hre qoe áim con*
eerva , é igual caso se veriflcó en San Joan de UlAat Al*
varado, esñ sa ext^edicion & Ootaxtla vio ea diversas par-
tes lo mismo, y el horror de tal espeetáonlo se aumentó
onando se supo, que el eooontrar los cadáveres mutila-
dos de pierdas y brazos y otras partes oamosas > era por-
que se kks llevaban para comerlas. Bate oso era tan co-
mún , qne Bernal Diaz del Castillo dioei que encontrabaoi
hombtes y muchacbos sacrifloados ^ en todoa los pueblpB
y caminos que topAbamoB : ^ de 8aerte¡qne , per serqosa
tan general , advierte que no volveci á haoer mendon
de ella. Bi se atiende ^ pues , á esta generalidad i y á que
aun en pueblos tan insigniflcantes como los que Oortós
enconttó en su viaje á Oempoala, se hacian fcecuei^te*
menfe estos horrendos saorifldos, no solo no pareof^rá
exagerado él ciloulo de Clavijero ^ qne haee subir 4 veino
te mil individuos de todo|«íoy edad él número de victi-
mas sa<siflcadas anualmentei sino que antes bien pare-
cerá corto con respectoála extensión del país, y ésto
sin contar las solemnidades extraordinarias • de las opa-
les, en la dedicación del templo mayor de M^iieOf sesa*.
orifieaaftm setenta mil cautivos: cosa qne llena de asom-
bro como pudo establecerse y durar tan inhumano culto f
y cómo hubo pueblos que pudiesen someterse á éL
Doce indios enriados por el cacique encontraron á Cor*
tés antes de llegar á la población , y renovaron el convite
de entrar en ella. A medida que Cortés se acercaba á
Oemporia. multitud de personas saUan á recibirle ^ ma-
nifestándole el mayor agasajo ; y la satisfieuxsion qne esto
cansaba en los espattoles , creció mucho de punto con la
noticia que trajo imo de los soldados qne iban en la par-
tida de descubierta que precedía al ejército. Bste, Jbua-
biendo visto los patios del interior de las casas , blan^
qneados con una especie de lustre que les daba cierto
brillOf volvió á rienda suelta á dedr que las casas esta-
ban-cubiertas de láminas de plata, cuya noticia, des-
mentida después por Aguilar y dofia Marina , iué motivo
de risa general, y en lo de adelante sus compafiezos za-
herían al descubridor de este tesoro j didéndide qne todo
lo blanco le paréela plata. El cadque, qne era excesiva-
mente goidoi salió á redbír á loaaneToe linéspedMial
— 53 —
Iifttio del »lojami»nto qae le tenia preparado , y en las
ODnfeceaoiaa snmaivaa , reiterando á Cortea lai quejas
que ya le hablan dado eos enviados acerca de la opre-
sión qoe sofria su nación , le informó que habia otras ma-
chas que llevaban con mayor impadencia el yugo meji-
cano 9 y en especial la valiente república de Tlaxcala es-
taba en oontínna gnerra para defender sn libertad y su
independencia. Cortés ^ á qnien todas estas noticias con-
firmaban mas y mas en el plan que tenia ya formado > le
asegmró que no snftíría semejante opresión : que era man*
dado para Ubrarlos de ella por el mayor monarca del
mando: ^^ qae no venia sino á desíMer agravios y flivo'
lecer los presoSf ayadar á los mezquinos y quitar tira-
nías. ^ IMas pdabras , tomadas de su historiador Ooma-
ra, paraeen trasladadas de algún libro de caballería , y
han «do después olgsto de la graciosa y punzante critica
de Cervantes.
Cortés y sin detenerse mas de un dia en Cempoala , si-
goié sa maieha al punto en que pensaba trasladar sn
nueva villa, que esa un pueblo llamado ChíahuitzOa^ y
por loaeepa&óles Quiabislan , fuerte por su situadon ^ y
en que.esperaba hallar mejor temperamento , yernas segu-
ro anooniepara las naves , que en y esaoruz. La gente*
del pueblo ^qnB habia huido al aftercarse los espaftoles,
vol^ laego, y los principales los recibieron con las aten-
ciones aoostnmbradas por ellos lahumándools con in««
denso y excusando el no haber salido á encontrarlos al
camino. 'So tardó en llegar también el cacique de Cem-
poala f quien unido á los del pueblo . renovó con lágri-
mas sus quejas contra la opresión de los mejicanos, expo-
niendo todos los agravios que de ellos de contínuo^ecibiaD*
En estas pláticas estaban cuando llegó el aviso de que
entraban en él pueblo cinco mejicanos , recaudadores de
loe tributos de aqud distrito. Los caciques , con solo esta
noticia perdieron el color y temblaban de miedo ^ y de-
jando á Cortés solo , fueron á recibir j obsequiar á los
reeien-Ilegados : éstos • ricamente ataviados á su modo,
pasanm con desden delante de Cortés sin saludarle y y en
el álQJamiento que les prepararon los caciques reprendie-
ron severamente á éstos por haber entrado en eomunioa-
elon con lo(i extranjeros sin eonocámiento del monaroai y
«B wtíafiMMioale pidieron vdnte TíctiniaB de ambos sexos
— 54 —
para, ^aerificar. Cortés se impuso do la novedad p(fr dófia '
Marfúai y haciendo llamar á los caciques ;- los aletfM y
les prefiiao qué prendiesen álos rtjeaudadofes mipjicrfnoa.
Aterrados quedaron aT oir semejante t&rdeíi, pueiiM
áan concebían cóino pudiera cometor^e tal atentado (s^n-*
tra anos ministros del grande emperador; pero estrifñüla-
dos pQr Cortés I al ñu se determinaron , y pasando del
abatiíniento.á la audacia, como sucede siempre en lób pu»
silánime^ cuando se creen protegidos por algún podero-
so j ^Q Qolo pusibron en uu collar á loa empleados st^JU '
canq3y sivfi apalearon á uno de ellos que les resistid, y
lop destinaban á todos al sacríñcio^ á cuyd'flá lóS'6nbto^
diaban. í^^ella noche con óuidado; Si en la poITtffea de
Cortés en^xaba suble varios pueblos contra su séberisvnó , • '
no querí%, siu embargo, ir &u lejos que esto cauíias%;uti ' '
rompimiento Inmediato entredi y írqueMnonaroa i- lo qu^' •
por ^toi^oe? habría sido imjpmdente é inoportipOé Haoien- , '
do, pue&u servir este incidente, á dos objetos diversos > Ineb '
tmer^^eina nodleí á su presencia á dos dé Ms presos sbé^ •
jioaixol» j les preguntó por lo ocurrido ,- y átrfbifyend<J é^'
tos eL^&evlmientp de los caciques al apo^o de Cd^tléll,*
negáite^ér cbnoéiiiníento alguno del 'Seceso , y íolfiS^^se- ^
cretamente l^s medidas n%cesari^ para su év^^tt&liV-A «-^
fin de que f uieüséíi á hacer saber á Hboteznittala pKftebc^Qbr ^
que l^s habia dispensado , como ñna prueba ^de' kE^^ainl^^
tad que le profesaba , y de su deseo m estféehaTHi mas
yen^to *á vlStarle. Al dia siguiente repténdi* á lós éaei-
queíi por la negligencia con que habían guardado á los
presos, V para que no se escapasen también los otros tres
qué quedaban los hizo conducir á los buques. La fama
del suceso volC por todos los pueblos de la Totonaca^ que
llamaron líenles , estoes, dioses, á los extranjeros que
los libraban de pagar tributos, y de tener que entregar sos
hij6a para que pereciesen en las aras dé las sangrientas
deidades' nxQjicanas. Todos acudieron á implorar la ^rÓL
tecclQ4' de Cortés . que se la ofreció , haciéndoles prestar
obedieñoia al rey de Castilla , de que se extenditf acta en
forma ante el escribano Diego de Godoy, que acomj^alflk
ba al ^^rcito.'Cortés, pues, por este hábil manWo, tín der*»
ramar una gcítá de sangre y haciendo el' i>apelae Ilb^^»
dor dé Jos oprimidos , había ganado para su soberano ^ en
eco tíemj^ de residencia en el país , una vasta' exten**
JS^
55
^ ttoii de éste y un gran número de naevpa súbditpeu
Se Qcapó en aegaida: Cortés de la fondacipa de 1^. nue-
va yill^y en unos llanos á media legaa de di^tencia del
.pueblo, jc trabajó contal empeño, qne en breve .qne-
dó formada la igleaia , la plaza, varios edificios y todas
las fortificaciones. Todos trabajaban á pox:fía , aigaiendo
el templo de Oorté^y que fae el primero que se pnso á
.cavar los cimientos, sacar tierra y conducir piedras* ha*«
. ciendo lo mismo todos sas capitanes , con lo qué senacia
para los soldados mas lijero un trabajo en que JJf^v^aban
una parte igual los jefes. Los indios uyudab^iji co;^ j^fica'*
pia , con lo que en poco tiempo se tuvo levantado todo lo
qae ora menester para parecer yilla . oo;no 4ice, 'pernal
Diaz. j^ntre .tanto babia llegado 4 Méjico la noticia
de la prisión délos exactores del tributo^ ^ Ü^gbtezu-
ma , grandemente , irritado , preparaba sus fuerzas para
castigar á /lus vasallos rebeldes y á los extt^ji6,rps que
los ^babi^n auxiliado. Si en aquel momento él ;^obiai^ano do
Méjico hubiex^ becho uso de su poder , es muy prot>ab]6
que hubiera triunfado , pues la situación en que se ¿alia-
ba C,ort^ ^ra todavía muy peligrosa , y sus aliados en
. deo^ajBi^e co^tO; número , y demasiado iñsegur^ si^ coo-
peración para ppíl^ contar con ellos; pero,. ^rra^^d o
^quel principe por ^1 espitltu de v^cüaoíon j^ cl^dacierto
con que se le vé proceder en todas sus relaciones con Gor-
té§9 apenas llegan los dos presos á quienes éste nabía
. piV^to,en Ubertad| cuiaiudo muda de resoulclon y dispo-
ne maiídaí? ni^eya embajada coii 'mayores ^ m^ ricoe
piesenteé ^ en la que iban dos jóveues soVnnb0 ifuyos,
Qon cuatro grandes personajes de su corte, los. cuales se
quejaron déla conducta del cacique de Gempoala , á quien
. no castigaba J^octezuma como ^merecía , por considera-
ción á Cortés y 4 los suyos , en quienes creía ver aquellos
lL(;nnbred anunciados por sus antepasados^ que eran de su
linaje^ y que andando el tiempo liabia de venijT á estas
tierras. Cortés recibió el presente , y contestó haciendo
nuevas protestas de su sinceridad , y en prueba de ello
les eútiegb los tres mejicanos que tenia en las pavas; pe-
ro en cuanto al pago de los tributos que se reclamaban á
los totonacas^ dijo que estos no- podían servir á dos se-
fioreS| porque habiéndose puesto bajo la protección del
rey de Castilla estaban exento de toda obligacioi^ para
con su antiguo soberano, y que proponiéndose pasar pron
— se-
to á yerle y servirle personábnente , para entonoes se aiv
reglatían todos estos pontos. Los pueblos que hábíim sa-
cudido él ytigo de los meji<»uios se afirmaron en su deso-
bediencia, ii&riendo , por la consideración con que Hoc*
tesuma trataba á Cortés y presentes que le enviaba , que
rin duda debía temerle mucho.
El cacique de Oempoala quiso entonces abusar de ]as '
ventajas que le procuraban sus nuevos amigos para ven-
gar antiguos agravios contra un pueblo vecino , al que- los
historiadores españoles dan el nombre de Oingapadnga ;
á cuyo ñu informó á Oortés que en aquel punto se habla
reunido un ^ército mejicano I contra el ciuil imploró su
protección. Oortés , para hacer valer mas y mas el temor
3 na se tenia á los españoles, qu^so persuadir que uno solo
e éstos bastaba para protejerlos contra un ejército me-
jicano; y para dar mayor fuerza á esta idea , envió oon
él cacique á un vizcaino viejo y contrahecho llamado He*
redia^ que ítiese tirando tiros al aires, y se detuviese en
im punto determinado , donde Cortés, con algion pretexto
lo alcanzaría con sus tropas. Así se hizo con asombro de
los indios y y llegsmdo al lugar donde se decía que esta-
ban los mejicanos « se encontró ser todo falso , por lo qne
reprendió Cortés fuertemente á los de Oempoala , obli-
g&idolos á restituir á sus dueños todo lo que habían ro-
bado en las inmediaciones del pueblo.
Bn el regreso á Oempoala dio Cortés un severo ejem-
plo de disciplina , mandando ahorcar á un soldado llama-
do Mora, porque robó dos guajolotes de la choza de un
indio, no habiéndole libnuio de la muerte mas que el ha-
berse apresurado Pedro de Alvarado á cortar la soga
con su espad^.
Vuelto los españoles á Oempoala, quiso el cacique es-
trechar los lazos de su amistad por otros mas poderosos ,
y presentó á Cortés ocho indias jóvenes , hijas de caci-
ques • y entre ellas una sobrina suya , destinando ésta á
Oortés y las otras á sus capitanes , todas ricamente ata-
viadas y acompañadas de otras indias para su servicio;
pero Oortés contestó ^* que de buena gana recibirían las
doncellas como fuesen cristianas; que de otra manera nO
era permitido á hombres, hijos de laí^^esia de Dios, tener
comercio con idólatras:" escrúpulo que se qmtó después
con el bautismo de estas jóvenes^ cuyos padres se tuvie-
loa por nmy honrados Tiendo qae loBespaSoles laa.UeTa-
ymi^Wá ñompBSÍsL P«ro eata amistad estaco i poiitode
fiídergc y por im acto de c«ia rotigioso de Cortee» , qaien
un gmpe de autoridad qaiso destruir el caito estable-
>y sin qué en ello taviese todavía parte algnna la cod«
Ifti, sin embargo, may plausitile el motivo que ft
ella le decidió Chocado de Ter ** que cada día, dice Ber*
mél DiajB, saenfieabaa delante de uuooiros tres ó cuatro
y ciaeo indios , y los corazones ofrerian á sus ítlolos, y la
satine pegaban por las paredes , y cortábanles las pier-
Ba4> y ntnsloSy y los comían como Taca que se trae de
iMi^aRiioetlas en nnestra tierra , y ¿uu tengo entendido
ijiiMo '▼endían por menudo en los tianguis , que son mer*
«sadto , ^ exigió del cacique que se pusiese término á tan-
tos hornnpea , y se arrojasen de sus altares los ídolos á los
qiie tales aamfloioe se ofrecían. El cacique , espantado de
suiSsj^nte proposioion , no solo lo rehusó, sino que ame-
nmaé ^^eeistirlo ^ pero Cortés hizo subir con denuedo 50
ai templo principal : los ídolos rodaron hechos
pof tas escaleras , y los indíos^^uedaron maravi-
Hados y Tiendo que Ja cólera del cielo nb se manifesteba
san si terrible castigo que temían. En lugar de los ídolos
se sotoeó una imagen de Nuestra Señora ^ y por entonces
é sato se limitó la variación del culto ; pues aunque Cor-
tés hiso á los indios un razonamiento sobres los princi-*
pales dogmas de la religión cristiana , es muy probable
q«e no quedasen muy inístruidos con sólo esta breve plá-
Cortés regresó á la Yilla-Bica , y se sorprendió de ha-
llar ea él puerto un buque venido de Cuba durante su
iHisensia. Mandábalo Francisco de Saucedo 9 y con él ve-
nte luda Martin , persona que fué de importancia ea lo
ssseiÉlvo, y^annque no traía consigo maer que diez solda-
dos, an eaballo y una yegua, cualquiera refuerzo era
Meii vsefMdo en las circunstancias. Entonces se supo que
Vslasqaec había obtenido de la corte el título de Adelan-
tada ^ la isla de Cuba y de las tierras nuevamente des-
ssMsrta^ , con la!fiicultad de poblar en ellas en los térmi-
nos que hemos visto en esta disertación. Esto persuadió
é Ooctés que era necesario dirigirse á Carlos Y para que
sus ptoeedimientos fuesen aprobados 9 y para que esto
fiÉiSia san mejor efecto y propuso á sus eapitanes mandar
BIBBBTASlSaB8«-^T0]C# I.-^8
A Espaüa & do9 de élloa , ean li^ n^laeion :<k todo 1^.4^*
dido 5 oot^ todo el oro y á^mán praioñtes reo)^ido% de
Moctesoma , para que la viita de este teioro diem ina*
^or idea de la riqueza y abandaBcia del país reQifi^to-
meute descubierto , y caja conquista habiáempr^ÍAido.
El quinto de todas estas riquezas perteoedaal fisoo^^por
la regla establecida en las nuevas oouquistas;,delicaato,
seguu lo I acordado por el ayontamiento de Veracruz
cuando su instalación ^ se debía sacar otro quinto para
Cortés, y distribuirse lá demás entre los jefes y soldados ;
pero como hecha esta repartisiou era poco lo qñe^nabría
que mandar á la eórte y todos cedieron su part^olim*'
tariamente á persaacion de Cortés, para que fniBema-
5or el envío que se hacía al sobwano. La listo niuyco^
rlosa de lo remitido se insertará en el apandio^ \ flon la
carta escrita por el ayuntamiento ^ en que da raaoa^dr-
cunstanciada de todo lo hecho hasta entonces» f^ara qns
llevasen nn<^ y otra cosa , f aerón¡escogido8 I^aneísao Mon-
t«^jo y Alonso^ernandez Portocarrero : ésto en oonaide-
racion|á que, í&iendo pariente inmediata 4bel conde de Me-
dellin , tendría relaciones en .la c6rte paraqne fneaeiiinas
favorablemente recibidas las pretensiones de Cortés y-ans
acompaOeros , y se nombró por piloto del bnqoe que se
prestó para el via^e á Antonio de Alaminos , por el oo*
nocimiento que tenia del canal de Bahanda ^ por donde se
babia de desembocar , pues se díó expresa orden 4 los
comisionados para que no tocasen en las costas deXSnba ,
para evitar que Yela^Equez tuviese eonocimieatO . de su
viaje y objeto que en él llevaban* Contales instmookmes
se hicieron á la vela el dia 26 de julio ; pevo no ^batan-
te lo que se les habla expreisamente. mandado , aniba -
ron á Cuba, por el interés que . Moatejo tenia en visitar
una hacienda que poseía en Maiien , y por medio de un
marinero que se escapó, Yelazquei tuvo oonooimianto de
todo , con lo que hizo prontamente armar dos buques li-
geros que fuesen á apresar al de los eomisiosiadoa ; pero
cuando llegaron , ya éstos habían desembocado él oanal
y navegaban por el Atlántioo , siendo éste el primer via-
je que se hizo por este derrotero , que ha sido despaes él
que se ha segnido en el inmenso laráfleo del golfo de M^i^
eo y las Antijftas con Boropa. Yelazqu^a 9 qtie^h^t^ . en •
tomcesno habia tenido noticia de Cortés ni de su expüdi*
den y dirigió sos qn^jM á I««6diencia de Saato Domin^
go if-f^ÍMÉéDjefrjéMifiB^ 4)M g6beiii*hi^i Im 6Mti»ble*
ciinMtM eepafiole» de A méiléfi^ y no hábirado »ido alen-
didM coaio deseaba ^ ee propuso hacerse él d ismo Justi-
eia por medio délas turmas , segan masradelante veremos.
Loa eomisionádoB de Cortés llegados á Espafia ñieron
mal redbidoe , y ám mal tratados por el obispo de Bar*
gM don JiMii de Fooseoa , qae presidía á la sazón el oon-
sejo de Indias , con ló qne, de aeaerdo oon Martin Oor.
tea, padre de don Femando, resolvieron enviar á Flan<
des , donde el 'emperador se hallaba , personas qne lleva*
sen sna cartas y la del ayuntamiento de Veracniz qne
tfatain en daplteado y es el motivo por el cual ésta se ha
encontrado en la Mblieteea imperial de Yiena. Oirloa V
dejó la determinaeioii de todo este negódo para onando
regresase -i* Castilla y por le qoe per entonces qnedó bin
tesoiverséi'
AfMñae 'habiaa partido km oomiaienadoa, y coando
CorMa'diq>oiifa en viaje á MéjkM^M descnbrió la cbnsptr
laeiett qne habla formado na eslesiistico qne aoompafia*
ba al ejJbrtftbllamado Jhan Dias, con otros inditidnosi
qne tenia por' objete embarcarse secsatamente en nao de
los bn^nes (pe'haMsA dispaesto para vt^veise & la isla
de Cnba"; y'pét seateMia qne Caries dio en d proceso
qne se^ e fnfttmyó^ faeron cendrados á la pena de hor-
ea Pedro' Bseadero y Jaan Oerdefio , á que' se le cortasen
los pies al piloto Qonzale de Umbría , y á azotes lügonos
marineros , no habiéndose impuesto castigo hiagnno al
presbítero Jaan Diaz , por respeto & sn carácter. Cortés ,
al firmar la sentencia j essolamó : i Oh , qnién no supiera
escribir , para no firmar muertes de hombres i
Bata conspiración le hacia ver cuánto se aventuraba
en seguir adelante en su empresa , si no comprometía en
ella de una manera decisiva á los que le acompaíiaban.
I>e éÉtoe I los unos , dice el mismo Cortés en sus cartas á
Garles V, ^< por ser criados y amigoa del mismo Diego
Yela^neafr y tenían voluntad de saür de la tierra, y otros
por verla tan grande y de tanta gente y tal , y ver los po<
eoe'eÉpaíMeÉqtte éramos^ estaban del mismo piopósi*
to i^ con loque se persoadiá qne era meneeter quitar la
ceasien denfeevnsdeÉeroioneay por uno de nqoellos gol-
pes atievidos de qttte presenta pocos ejemplos la hisioria
— flo — . >. . »•
Biio marobar parte dé la tropa á Oampoala ot» JUvi^r4«
do , y él misrao sigitió luego ocm el xesto. ▲lU.pMpnap 6
los jefes y principales soldados lo que' habia pensado » -
porqae en la situación de Oortés con respecto á sa ejér-
cito j siendo general por elección de éste ^ si bien tenia
grande influjo y disfrataba de poca autoridad y y tenia
que proceder en todo lo mas importante con annenda
de los que babian de ejecutarlo. Aprobado sa designa,
para darle color para con los soldados, hizo presentar
un informe por los pilotos , del que resultaba que Jos bu-
ques estaban muy maltratados , carcomidos de broma é
incapaesa de salir á la mar , con lo que dio orden de ssr
car 6 tierra laa anclas; el velamen y demás que.se pudie-
se aprovechar , y echar á pique los bajeles , no d^ndb
mas que uno solo y las lanchas» Así se hizo, y episeguit
da una mañana, reunidos tos soldados que andaban cosa- .
temados é inquietos con la noticia del sueesoi. despula
de misa los instruyó de loone habia verificado, persua-' ^
diéndides que esto halda udo efecto de la necesidadf a-
tendido al estado de los buques , los cualea por otrapár^ j
te de nada ks servirían, si, como estaban lesueltoa a ha- '
cerlo , i>enetraban en tL intcortor del país » cuando des. .
tr nidos aquellos podiaa contar con im aumento dé Íimt^ .
zas f reunidas al ejército las tripulaciones y damés^nte ,.
de mar. Afladió , ^^que conociendo su.valor y resolución^
estaba creído que ninguno seria tan cobarde y tan pusi-
láidme que quisiera estimar su vida mas que la suya, ni
de tan débil corazón que dudase ir con él á Méjico , don-
de tanto bien le estaba aparejado ; y que si acaso se de-
terminaba alguno á dejar de hacer esto, se podía ir ben-
dito de Dios á Ouba en el navio que l¿Abia degado ,-. de
que antes de mucho se arrepentiría^ viendo la buena
ventura que esperaba le sucedería.'' Xos soldados, con
este discurso del general , como sucede en las reunionea
numerosas, pasaron de lacoasteoteacion al entusiasmo^
y una aclamación general4 Mtjfiooj á Méjico , fué la con^
testación del ejército.
Pero ésta marcha, parala que todo estaba prevenido^
íaé de nuevo interrumpida por otro incidente de los que
fireonentemente oconrían en el sistema que. sé seguía da
hacer las conquistas por vía de ampreeaa^particulttrea.
Frandaco de Oaray^ gobemader áe la Jamaica^ á la ¿una
teloidfiioabniBi6BiíOBdeOryaIva« iialú ooqimda, i 1^
c6fto ^vetQOdtoado «^ el deooabrídor de aqueÜ» parU . *
de coete^e oMxe desde ^1 ño de Planeo , 4? dond^ jGrri-, ^
jalv» seluibiavaeltoy hasta la Florida, y hi^bia obte.-, ,
nido el títialo de adelantado y la üaonltad de facmar- est% .
bleoíonentoB tti todoaqoel paüu Había mandado coíi
este objeto onatro buqne% los cuáles se habían pcesfp^ij .
"úo delante de la Villa-Biga sin querer entrar en elpiíierto» .
no obstante las señales qne se les habían hecho ^ra Ila«
marios. Joan de Bsoalante, qne habla quedado niandañ-i
do anaquel panto y dio Inego aviso de la novedad áCtar[-
léS| quea, con su aoostnmbrada actividad, partid íj^-
mediatameate puft el puerto , ajando su ejército eñ
OempoalabájoelmandodeAlvaradoySandoval: y ha*.
taendo llegado, 'sin qnexer reposar un momento,.. pprq^^
Bssndpda un ^verhio vulgar, dvjo: ^'que cabra cqja. <
notsi^ sitttay " , se dirigió á la plajea al puntQ dóndi; .
estaba lbanq¡MQ>ano de los buques ; nias antes dé il^:ar \
allá fe «i|9ooitir6 oon un eseiibanó á^e oon doslesüs^s y% , r
nía á aotíiloarleiiue ab«id¿aa«e aquella partan de c6s^\'^
por. perten^lper ¿ laooncegion hecha A Oaray^ Úortéá^e-J*^
tavb agestes taes iadividubs, y por, su medifl^ coa el ártia- . ^
cío dis haesrlés eambiar de traje obá tres soldádoe st^yos, ; '
queopatetedistráasaaceroaroaal bqqi^ px^t#i¿^ en^ .
tesr ea oosdánieacioa oofi la geate de este, mitonologr^..
hsesr desembaioar y coger masque cuatro soldados, pu^
los demás alaaron velas y se hicieron á la mar. BijL estos
easipe los conquistadores, en vez de darse i|uxílio,se tra-
taban hostilmente entre si, /defendían sus concesiones
contra sus mismos paisanos como contra un enemigo,^-
traajero. Asi Seiba repartieado todo el coatineate de A^
mérica, sin datos ningunos en que fundar eftta di^tribu-^.'
don^ V los aalurales de él se encoatrabaa ser vasalU^ de .
oapríaeípeáquieaaohabiiM^oidoaaacaaombrar, per!^ ..
que los oonsid^ba sus subditos taa positivamente <K>* . :
nio los nacidos ea BUS antignlM r^iaoB^ segua sevéea 1% ,
insizúoGioa de Yela^quez Cortés, sia saber twrpoco este ,
niínoipe ni sos ageates qtiiéaes eraa ai doade .estaba^ , £%«
les vasallos. 1 ',.(.
Bemovido este auevo motivo dé iaquietud, OortéB siw^
por ft| de Oemtpoala» á cuya pobladoa puso por aombrl
AmO!^ el día 16 de agosto de aquel a&o do 1518, con la
' * <,;
— 62 —
Li como él midmo dice al «mperadot Garlos
Vy <Mé irá VÉftf áó qnféra que efitaTiese, ft 'aqael ¿tmí s^
fior ¿átí 86 líamalya Mocte^eama, y haberlo preeíó 6 muer-
to b subdito á la borona real de Y. M.'' Bl oaciqüe de .
Oempoala le did cuarenta indios prinoipáles qne le gniao
sen y acompasasen . y doscientos tameme$ 6 eargadóres,
cada iiíio de los cuales cargaba 'dos arrobas, para llevar la
ttrtUlerli^ pnés en cnanto á bagajes dice Bemal Diaz : pa-
ra nosotrofer los polnres soldados no habiamos menester
ninguno y terqueen aqnel tiempo no teníamos que lle-
var I porque "nuestras armas Con ellas dormíames y ettu«
minábamos , siempre muy aperóibldos para pelear." Frtt*
dente precaución de caiAtan , que i>enetrando en un pais
desconocido no queria dejar nada á la casualidad ,
sino ir siempre prevenido para cnanto pndlera ocurrir.
Ouatro meses habla permanecido Oortés en la costa de
Yeraerüt, durante los cuales habia' sublevado contra iu *
Bobéraitcl! á nna-gran parte de los pueblos de<Iá semisíía ,
habla átáca&o el culto establecido 6 insistidcf en snieso- '
1UCÍ09 9e pasaf á Méjico , sin' qne en tanto tiempo Moc^
teamiatt.; alarmado ya Justamente diBSde el suceso de Tá*-
basOó t' litibidBe tom&do 1» menor providénéltf nára sn
defeñsaV ^ aun siquiera 'ntuado'un ejército de ebserva^'
don q^Q^ Vrtorbáse á lók ^^afioles el pasó á, im'ésfpita^^ '
si lléviitiatiri^lánte ^ intento de bt á ella contra sif vó^*
luntad. iTódose haMa reducido á iflrecuentes embajadiii'
á Oórtés i instándole para que se retirase j con lo qué
poniadbmauiflesto.su temor ^ acompafiadas de presen-'
tes qué estimnlaban mas en aquel el deseo de poseer un
pais que tantas rfí^aeisasproduda. Oonforme al consejo de
los ¿eitñpoaltecas . 6ortés dirigió sn marcha porTlaxca-
la, t^ ^^ ^^ república amiga de aquellos y enemiga
de los mejicanos : el derrotero que signió ha sido demar-*
macado'con diligencia por el Sr. arzobispo liorenzaua j
en la noticia qué precede á las cartas del mismo Oortés
á O&rlóB Y/ que pu¿)lic6 en esta capital en 177Q« aunqne
padécela équivbcacion de hacerle partir de la Antigua /
pobladon que entonces iio existía , pues la Yillá^Bica se
trasladó primero couio hemos visto á las inmediacioneár
de . Qiúabislá^ , , donde pe^anedó durante la oonmilstai
habiéndose mtidado después á lá Artigna ^ de donde vol-
vió al cabo de algunos años al puesto qué hoy ocuj^ii.lá
•f
.- 63 —
. adqal oindad deYeraGrui qae es ej mismo en qa^ das-
> embarcó Portes é hizo la primera faadnoioa:^ . Tariaciones
ea qoe ^ ai se ha tenido por objeto m^orar de temperamen.
to , no se ha m^'orado mucho con ellas. . / * .
So entra ¿n mi plan seguir meáuds^meuté todos los pa-
sos de los conquistadores, sino solo fijarme en aquéllos
principales que caracterizan la conquista, y dan a cono-
cer, las ideas que dominaban en el sigio en que se yeriñ-
có f . pasado ligeramente sobre todo lo demás» En su
^narcha f Cortés , en todos los pueblos á donde llegaba ^
hacia cesar los sacriflcios humanos , daba alguna tintura
de la religión cristiana , hacía reconocer al rey de Casti-
Ua como soberano , y levantaba cruces , recomendando
88 las mir%Be con acatamiento y reverencia , -á cpya prác-
tica seopi|SO el padre Fr. Bartolomé de Olmedo, relj«
gioso mercedario que acompañaba al ejército « y en coja
conducta se vé /siempre dominar un celo ilustrado y Ter-
daderamente cristiano , por el cual contenia dentro de
JQStos límites ios impulsos menos prudentes de Cortés; y
en esta ocasión le manifestó que , habiendo salido de los
pueblos de los totonacas, sobre cuya obediencia sé podia
OQutár. era exponer á desacatos é irreverencias lainsig*
nia de lá redención y dejándola á la voluntad y al c^ipri-
chQ de pueblos que no tenían idea alguna de los miste-
ñdi que representaba.
Nada deseaba tanto Cortés como entrar en relaciones
amistosas con Tlaxcala : á este fin dirigió su marcha por
aqoe^ ciudad , y al acercarse al territorio dé la. Jfepú-
bUca mandó una embajada con cuatro de los i^incipales
eempoaltecaSy que f nerón conductores de una carta en
qne pedia paso , aoompañándola.con un presente en que
manifestaba el aprecio que hacia de la fama gnerrera de
aqnella nación, ÜTo era de creer que la carta fuese com*
prendida por el senado á quien se dirigía ; pero Bernál
Diaz dice que , aunque bien lo entendieron así los es-
pañoles , creyeron que viendo los tlaxcaltecas papel dife-
rente del suyo , conocerían que era de mensajería. Tar-
daban en regresar los enviados , y Gortés , habiénd eos
esperado tres días , resolvió continuar su marcha con más
qne BU acostumbrada vigilancia , y á la salida del valle,
^r él cual habia sej^ido su camino se encontró con
ima gran'cerca de piedra seca que atravesaba todo el va-
— 64 —
He de nna montafla á oti a , dispneBta de maoera qae ee
podía combatir oou Begnrídad deade arriba , 6úñ una- eii««
' tradadedfez ^asos'de aocbo , eabierteoon tmerceroa^dO'
ble qae la cerraba y defendía. Eeta fortifiGaQi<Hi>^1Jába
•ingente que la gauruecieee; pero en solides y estreohara
Heno de admiración 6 loe españolee , inquietes ya por ¿I
retardo de sns enviados ; xnas Cortés, poniéndole at fren-
te de sa caballería, se entró por la angosta pnerta di-
eiendo á snj^ soldados^ Sefiores : sigamos nuestra bande*
ra, qne e^ la señal de la croz , qne oon ellaTCnceremoa."
j el ejército le signió lepitíendos ^^ Yamos mnelioea bae-
' ¿a bdra , iijáe Dios es fii^rza verdadera . " ' A poco aiidar
se dejaron' ver afganos tlaxcaltecas armados, que habien-
do hecho resistencia 6 la cabaUería mandada á su alcan-
ce , se trabó nná acción empeñada oon coto de cuatro &
eínco mil hombres qne salieron em defensa de sas com-
pañeros de nna emboscada en qne estaban. Los espa-
ñoles tuvieron ocasión de conocer en este combate^ et va-
lor v'destreza de los tlaxcaltecas, que les hirieron al^unoa
' soldados ymataron dos caballos: pérdida muy grande en
aquéllas circunstancias 9 enqtie uña ^an piártele la
preponderancia de los españoles consistía en éstos ani-
males desoonoddos & los indios , á qnienes llenaban da
' efapánto.
' Erte ataque fué el resultado de la política capciosa
que el senado había adoptado. Fnese por recelo de 'qne
los éisj^ñoles estuviesen cealigados con los mejicanos,
•^ %helnJ¿os perpétttoé délos tlaxcaltecas: recelo que se fon*
t ^ en ^que los veían acompañados por los de Oémpoála y
^ide ótrós pueblos tributarios de los mejicanos j^ ó por <Axos
métiros , hablan resuelto impedirles el paso pfft eu terri-
' tbrib ; peto no queriendo romper manifiéstamelile, com-
binaron el dc^jarse un camino de disculpa'sl la fortuna les
era adversa, imputando las hostilidades á sus géumlea
ó. atribnjéndolas á deflmas de las tribus otomies ^ue- cir-
cúiiídaban sus límites. Por esta conducta tortuosa , y por
la que Mocteasuma siguió en el curso de sus eontesoacio-
nes con Cortés , se deja conocer que la • doblen coi^'qne
procedían por aquellos tiempos algnnop soberanos dé Eu-
ropa no era cosa desconocida por los gobiernos de A-
marica que más adelantados estaban en la civilÍBaciob.
T&áA esta guerra de Tlaxcala es la parte mas intore-
♦i
— Ca-
sante y poética de la oonqnista. El lector no cree lecorH
rer en ella los sncesos de ana historia moderna , sino qne
le parece trasportarse á los tiempos de Homero y á los
campos de Troya, con la relación de aquellos combates
en qae brilla el valor y debtreza personal de los béroes;
en qne los tlaxcaltecas , despreciando el furor do ]o8 ca-
ballos, se asían de la lanza del^ginete y forcejeaban á
brazo partido para derribarle y' desarmarle, en qae los
escuadrones, abiertos con largos senderos por las descar-
gas de artillería, se volvían a cerrar con nuevos comba-
tientes', arrebatando de lavifita & los muertos y d loa be-
ridos , para qne el enemigo no conociese la pérdida sufi i-
da. Los sacrificios á Oamaxtle , divinidad protectora de
los tlaxcaltecas, y los orácnlos de los sacerdotes de esto
ídolo , alternan con los actos mas fervorosos de piedad
del culto cristiano^ los grandes caracteres de Jicoten-
cati y Cortés domuRn y sobresalen en toda esta escena
de animada acción , como Héctor y Aqniles , en la Iliada
son el centro de donde parten todos los sncesos.
Cortés entonces combatía casi solo con sus españoles ,
pae^^annqne habia reunido algunas tropas aliadas, tan-
to de Cempoala como do los lagares de su tránsito , tatas
eran en corto número . no excediendo de tres mil , aun-
qne le fneron , sin emoargo , de grande utilidad. Al se-
gando dia de marcha por el territorio enemigo , qne fué
el 2 de noviembre, se presentaron los cempoaltecas que
fueron enviados como embajadores , refíiiendo que habían
sido detenidos y pacatos eu prisión por los tlaxcaltecas,
que los destinaban á ser sacrificados , logrando escapar*
se en la noche , y al mismo tiempo anunciaban que un
grande ejército se aproximaba para atacar á los españo-
lea. A penas tuvo Cortés tiempo de dar sus disposiciones,
cuando se presentó á la vista el enemigo , en número de
mas de cien mil hombres , segan el mismo Cortés , y mas
de cuarenta mil , según Benial Diaz, ambos testigos o-
culares del suceso : ¡ tanta es la variedad qne se encuen-
tra casi siempre en la historia en materia de cifras I Cor**
é, observando las formalidades establecidas en las
iquistas de América , comenzó por medio de los intér-
ites á amonestar á los tlaxcalteca8,|y requerirlos con la
s por ante escribano; pero acercándose mas y, mas agüe-
la se empezó á hacer uso de las armas. El combate fué
DXSSBTAOieNBS.— TOMO L— tf
— 66 —
reüido, y en él loa tlaxcaltecas mataron ana yegnaqae
montaba Pedro de Morón, El empeño qne tenían para
llevurde la yegua mnerta , y el de ios españoles en defen*
derla y poique no perdiesen los indios el tenor á los ca-
ballos viendo quepo Jiau matarlos, con cuyo objeto oonl-
taion los dog que murieron en la piimera batalla , recru-
deció la pelea, en la que por ñn loá españoles pudieron sal-
var ia&iiU cortando la ciuclia; pero los tlaxcaltecas que-
daron dueños de la yegua, la que hicieron pedazos para
mostrarlos A todo:s los pueblos de la república, y lamber*
rallaras fueron ofrecidas á los ídolos. Los españoles triun^
faron por lln, aunque con la pérdida de algunos heridos,
á los que curaron con la grasa de un indio gordo muerto
en la batalla , pues no habla aceite ni otro género de me-
dicamento.
Los combates se continuaron, a<iHiendo cada vez
mayor número de tlaxcaltecas, y siendo por lo mismo
mart critica la situación de los españoles. Cortés había
hecho proiTosiciones de paz por medio de dos de los prin-
cipales prisioneros, A quienes puso en libertad con os^te
ñu; pero éátíis volvieron cou una respuesta altiva y ame
nazadora por parte del bizarro Jiootencatl , general de
las tropas de la república , anunciando una acción decisi-
va, para la que había reunido todas sus fuerzas. Oon es-
te aviso los eí<pañoles se prepararon en la noche con el
sacrametito de la peüitencla, por que, ^^como somos
hombres, dice el valiente y Hincho Berual Díaz, temía*
inos la muerte. ^ Tomadas por Cortés todas las disposi-
ciones necesarias , amaneció el día 5 de setiembre de
1519 , célebre en la historia de la conquista , por la seña-
lada viot/Oria que los españoles ganaron en los campes
de Tzompachtepetl. Con ella se habría terminado la guer-
ra, y con este fin Cortés , aprovechando el golpe decisi-
vo que acababa de dar, mandó una nueva embajada al
senado con proposiciones de paz : el partido que en él ha-
bla en favor de é;sta^ y á cuya cabeza se hallaba Magis-
catzin , hizo nuevos esfuerzos para inclinar á ella á aquel
cuerpo, haciendo valer oon este objeto la generosidad
con que Coi tés había puesto en libertad á los prisioneros,
cosa can deau:iada entre las nacioues de Auáhuao en
aquel tiempo, todas las cuales los destmabah al sacriñcio
en las araa de sus dioses; pe^o no obstante esto , prevalí
— 67 —
leció todavía el partido que estaba por la guerra, iBda*
oídos taoibieo á coiitiQaarla por los Bacerdotea de^ boa ido
l«>s, qaienes habiendo sido consultados sobre bI loa e^])fl'
fióles eran verdaderamente eéroa aobrenatumles , conten-
taron : que si bien no eran iamortalea j pero que 8Íeudo
hijos del sol , recibían de dia retuerzo y va^or por lohi ra
yes de la luz de ^a padre; pero que por oot^he quedaban
deafallecidos con la ausencia de aquel astro, ycaeilan
fáeil presa en manos de los tlaxcaltecas para ser eac ili-
cados los dioses. Oon t^les esperanzas se resolvieron á
dar nn ataque nocturno, y para conocer mejor la ^itua^
cion del campamento de ¡Cortés, mamlaron htjata cio^
cuenta espías, que fueron conocidos y descubiertos por
lOB cempoaltecaí) Presentados á Cortés, y resultando del
examen que de ellos ee hizo, que en efecto liabiau¡vt!LiJo
á observar su campo, les hizo cortar á todos las manos ,
y en este estado los volvió á Jicotencatl , diciéndole que
estaba dispuesto Á recibirle de noche y de dia. El ataqne
Be verificó con un éxito tanto mas desgraciado para los
tlaxcaltecas , cuanto que siendo una noche de luna , y
dando ésta de espalda á los españoles , loe hacia parecer
otras tantas figuras gigantescas que aumentaban el ter
ror de los contrarios.
No quedaba ya , pues, recurso por probar , y Cortés ,
atento siempre á aprovechar todas las ocasiones , hizo
Bueva intimación oon el tono que bus triunfos le autori-
zaban á tomar, amenazando que si no ee le¡r^cibía pacífí-
dameute en la capital , se presentaría á destruirla y lle-
varlo todo á faego y sangre , y para hacer ver que esto
no era ana ameuaza vana, recorrió algunos pueblos cir^
convecinos, no obstante el mal agüero de la caida do
cinco caballos al emprender la marcha, por lo que los
que lo acompañaban le aconsejaban que fie volviesen ,
pero ** considerando , dice él mismo , que Dios es sobre
natura , ante que amaneciese dio sobro dos pueblos y
mató mucha gente." Pero si los tlaxcaltecas estaban a-
cobardados con el mal éxito de la guerra , no estaban me
nos atemorizados los españoles, viendo la re&istencia
que les habían hecho y la bizarría con que habían pelea-
do. Formaban corrillos los descontentos , y Cortés , que
todo lo observaba , oyó decir á algunos en una choza , á
]a (jTje se acercó pin íjuq le Yleran Ioíi que dentro í?® ^üa
— 68 —
estaban, que bí era tan loco que se metiera en donde no
podríti salir , qne no lo fuesen ellos y que se volviesen á la
m»v. Lc»8 aliados cempoaltecas estaban igualmente desa-
len tados, y ya no so Labiada del viaje á Méjico sino como
dt)anacu84í*aDtá^ticaé impracticable. Oortes inspiró uuf-
vo valoren BUS soldados^ diciéndoles '^ que mirasen que e^
ran vasallos de vuestra alteza, le dice á Carlos V, y qne ja-
más en los españoles en ninguna parte hubo falta ; y que
ékmíí de facer lo que como ciistiaiios éramos obligados,
en puüar coutra los enemigos de nuestra fé , y por ello
en el otro mundo gauábamos la gloria, en este conse-
guíamos el mayor prez y honra que hasta nuestros tiem^
po ninguna generación gauó. Que teníamos á Dios de
nuestra parte, y qne á él ninguna cosa es imposible , y
que lo vieseo por las victorias que habíamos habido ,
donde tanta gente de los enemigos eran muertos y de los
nuestros ninguno. " Oon tales razones cobraron mucho
ánimo , y Gort/és logró ^< traerlos á su propósito y á facer
lo que dcHoaba ^ que era dar ñn en su demanda comen-
zada. Por otra parte , doña Marina • que estaba poseída
de las mismas ideas y lenguaje de los conquistadores , y
en cuyo ánimo varonil jamás había tenido cabida la fla-
queza, £egau el elogio quede ella hace Berna! Biáz,
"sino antes muy mayor esfuerzo que de mujer ^ '^ en me-
dio de los mayores riesgos alentaba á los aliados , didón-
doles que ^< no tuviesen miedo, porque el Dios de los cris-
tianos, que es muy poderogo, los sacaría de peligro.
Cortés, en tan difíciles circunstancias, se había encon-
trado además atacado de unas calenturas peligrosas; pe-
ro su carácter enérgico se sobrepuso á todo sin cesar de
salir al frente de sus tropas , ni aun en un estado de sa-
lud tan débil , que su conservación ha sido tenida por
milagrosa por algunos histoiiadoresdela conquista. En-
tro tanto el senado de Tlaxcala se decidió á hacer la paz,
no obstante la resistencia del valiente general Jicoten-
catl ; pero los desastres sufridos habían quebrantado v
espíritu de las tropas , y no era ya posible llevar mas a
delante la resistencia. El mismo Jicotencatl , con otrai
cincuenta personas principales, se presentó al capitaj
español á pedir la paz , y en su discurso no se humUló
presentar bajas disculpas, sino que atribuyó la resiste*
cia que la rep&blica había hecho á los españoles 9 * aqr
— 69 —
espirita de libertad é indepeadencia qoe había hecho qoe
los tiaxealtecas rechazasen dorante tantos afíos el yngo
mfgioano , sojetándose á toda especie de privaciones y
miserias. Cortés le contestó atribuyendo todo el mal que.
Iiabia Sucedido á no haberle qnerido recibir como amigo,
segOB se lo hablan hecho esperar los cempoaltecas , pero
se dio por satisfecho de sns excusas , habiendo quedado
y o&ecídose los tlaxcaltecas por subditos y vasallos de
la corona de Oastilla.
En seguida pasó 4 la capital , en la qne entró el dia 22
de setiembre de 1519 , y fué recibido por los habitantes ,
00 como nn vencedcnr en cuyas manos los ponia la snerte
de las armas , sino con todas las muestras de cordialidad
qae se hacen aun antiguo amigo , y desde entonces se
formó aquella liga fiel entre Cortés y los tlaxcaltecas, qne
no sa desmintió en ningunas circunstancias , resaltando
mas la lealtad de aquélla nación en los mayores reveses
de fortuna de los espafioles , quienes consideraron siem-
pie á Tlaxcala como sn apoyo el mas firme y el centro de
todas sos operaciones sucesivas. Si la guerra hubiera du-
rado mas tiempo , y los tlaxcaltecas hubiesen podido pe-
netrar la verdadera situación de los españoles, esta era
dttnasiado peligrosa para iK>der evitar su ruina* Fatiga-
dos eoQ tan oontínaos combates , enfermos , heridos , y
. mas que todo discordes entre sí, su^destruooion era inevi-
table: y si en estas circunstancias, Moctezuma, dejando
sa política tímida é incierta , hubiera unido sus fuerzas
áhyg de Tlaxcala, habría conservado su corona y evita-
do la triste suerte que le amenazaba. En vez de hacerlo
así, esperó tranquilamente el resultado de la contienda
empalada con los tlaxcaltecas , y cuando vio que la for-
tana se declaraba por los españoles , envió & Cortés una
Hueva y magnífica embajada , compuesta de cinco de los
principales señores de su corte , con doscientos esclavos
qae llevaban un rico presente , en que entre otras cosas
1 ' \i tres mil onzas de oro en granos. Los embajadores
f itaron á Cortés por sus victorias , y renovaron sns
i >ncias para que no pasase á Méjico^ con los pretex-
t Idícolos de las dificultades del cammo y la inseguri-
i que tendrían en su capital ^ ofreciendo además , en
I )te de su soberano , pagar un tributo anual de oro ^
I - ^AtnáB riquezas que tenia. Las yictorias de Tlwi-
— 72 —
de los cadqaea .f aeron recibidas y bautizadas* Una de
ellas I hija dol anciano Jicotencatl, padre del general del
mismo nombre , recibió el de doQa Lnisa , y f aó dada á
Pedro de Alyarado, á quien los indios llamaban Tonal iuh,
esto es 8olf' por lo rubio de sus cabellos ; y como eran
muy indinados & dar sobrenombres por cualquiera cñr.
cunstancia aocidental de la persona, llamaban h Oortéa
Malintzin 6 Malinche j porque tenia frecuentemente á bu
lado á doQa Marina ^ como su intérprete. La descendeU'-
cia de Alvarado y de ésta doña Luisa so enlazó des-*
pues en España con la familia de los duques de Albur-
querque.
Entre tanto ^ los embajadores de Moctezuma ^ que ha-
bian permanecido con Gortés ^ se esforzaban en persna^
dirle que no entrasen en alianza con los tlaxcaltecas , in-
vitándole á pasar á Gholnla , ciudad que solo dista seis
leguas de aquella. Los tlaxcaltecas , por el contrario^
enemigos antiguos de los de Oliolula « consideraron eata
invitación como sospechosa, y procuraban disuadir á
Oortés de tal designio. Gholula era entonces ciudad de
gran importancia, ypodiaser considerada como la Ro-
ma de Anáhuac : tal era el número de loa templos y Ja
veneración con que se veia el que estaba consagrado á
Qnetzalcoatl , cuya misteriosa misión ha dado motivo ft
tantas indagaciones y y que el P. Mier cree haber sido el
apóstol Santo Tomás y fundando su sistema en muebas
razones muy ingeniosas. Este templo es la pirámide que
se conserva hasta el dia , con una ermita de Nuestra Se-
ñora de los Itemedios en su plataforma superior , y es
uno de restos mas prodigiosos que nos queda de la an-
tigüedad pagana.
Entre las diversas embajadas de diversas partes que
Clortés recibió en las tres semanas que permaneció en
Tlaxcala, hubo unaquellamó altamente su atención. Eata
fué la que le mandó Ixtlilxochitl , hijo de Kazahualpilli ,
rey defCezcuco , quien habiendo disputado la corona & so
hermano mayor Cacama , habia obtenido una parte del
reino , y conservando siempre en su pecho sus ambici •
sos provectos , creia haber encontrado ocasión de res >
zarlos con la venida de los españoles. Gon este fia o£
ció sus servicios á Gortés, quien se condcgo con la poli
ea que él mismo describe , con motivo de las rivalidad
— 73 —
entre mejieanos y tlaxcaltecas : ^^Tista, dice & OárloB Y,
la diacordite y desconformidad de los anos y de los otros ,
no habe poco placer , porque me pareció hacer mucho ^
mi propósito, y que podría tener maguera de mas alna
BoJQZgarlos, y con los unos y con los otros maneaba , y
h cada uno en secreto le agradecía el aviso qne me dabn,
y le daba crédito de mas amistad que al otro. "
Decidida la marcha á Gholula, los tlaxcaltecas, ya
que no pudieron disuadir á Oortés de verificarla, le ins-
taron para que le permitiese acompañarle en gran núme-
ro; pctfb Cortés no quiso que le sigaiesen mas que seis
mil hombres. En Oholola fué recibido con las mas gran-
des muestras de amistad y consideración ; pero á poco se
eomenzaron á observar señales indefectibles de algún se-
creto plan que se entablaba contra los españoles , del
cual tuvo Oortes noticia cumplida por la comunicación
que hizo á doña Marina la mujer de uno de los caciques,
que habla trabado mucha amistad con ella. El plan venia
de la corte de Méjico , y habia sido combinado por lo8
embsy adores mejicanos que acompañaban á Oortés , con
quienes se hablan puesto de acuerdo otros enviados re-
cientemente venidos de la capital , de que Cortés no ha~
bia tenido conocimiento. Lo que se intentaba era atacar
6 los españoles á la salida de la ciudad , cujas calles ha-
blan sido cortadas con estacadas ocultas, para hacer
caer en ella á los caballos , al mismo tiempo que de las
ftioteas vendría sobre ellos una nuáe de piedras y armas
arrojadizas , de que se habia hecho gran provisión , en-
trando á la vez el ejército mejicano, que estaba acampa-
do en las inmediaciones. Tenian por tan seguro el éxito ,
que de antemano hablan dispuesto sacrificar en Cholula
una pfyrte de los prisioneros , y conducir á. Méjico con el
mismo objeto todos los demás.
Oortés , descubierto el plan , trató de tomar tales me-
didas , que no sólo le sacasen de la diñcil situación en
ene fie hallaba, sino para dar un golpe [que convenciese
I si los españoles no podían ser vencidos en el campo
batalla , tampoco i)odian ser sorprendidos por pérfí-
artificios. Por medio ds algunos sacerdotes de los ído-
, á quienes con prMentos hizo descubrir mas complc'-
Hite la trama , citó á los principales caciques á sus
teles, para anunciarles su próxima partida y pedirles
BISBRTACIONES.— TOMO !•— 10
— 74: —
dos mil hombres para llevar bu artillería y bagaje. Lia
inó en isegoida á los embajadores merjicanos, á quienei
manifestó tener descubierto todo el plan de la conspira*
clon , y qae atribn^ éadose ésta al emperadoi^ sn amo
debía ya tratarle como enemigo y marchar como tal con
tra sn capital. Los embajadores , sorprendidos, se esfor
zaron en disculpar á su gobierno y imputando todos á loi
caciques de Cholula , con lo que Cortés les ofreció qnt
castigaría severamente el desacato de acosar al ompera*
dor de una falta tan grave contra la^lcjes do la hospi-
talidad. La noche se pasó en contÍDUos temores de un ata-
que repentino ; pero á la mañana siguiente ee pre8enta->
ron los caciques, trayendo un número mayor de hombrea
qué el que se les habla pedido. 8e hace entrar á éstos en
un patio grande del edificio en que estaban acuarteladoa
los españoles , y Cortés , llamando aparte á los caciquea,
les echa en cara su perfidia, y ellos se excasan con las
ordenes de Moctezuma. Cortés les reprende el ateatado
de imputar al emperador su propio delito, y con aire se-
vero les dice que hará por ello un castigo tan ejemplar,
<iue resonará en todos los ángulos del Auáhuac. En este
momento se dispara un arcabuz , qno era la señal conve-
nida: un fuego vivo que parte de todas las azoteas del
cuartel, aniquila en un instante á los que estaban en-
cerrados en el patio, al mismo tiempo que los tlaxcatte-
cas , que habían acampado fuera de Li- ciudad , entran
en ella sin perdonar mas que á las mojeres y los ni&oa ^
matando ó haciendo esclavo» á Iom hombres^ y eiaque^^bdo
todai Ias¡casa8 coa el furor con que sevengau íavtíteradufl
agravios. La obra de la desolación camiuó de tal manera,
que, según el mismo Cortés , en dos horas murieron mas
de trciiita mil hombres La distribución del botín se ha •
cía por sí misma , pues los tlaxcaltecas preíeiían tomar
los muebles, ropas y demás comodidades de la vida ^ de
que su pobreza les habia hecho carecer, mientras que
para los españoles presentaba mayor atractivo el oro y
la plata , que tomaban como su parte. Cortea puso ' ir-
mino á la matanza , y ofreciendo el perdón por lo p «a-
do , dió libertad a dos de los caciques que tenia dtt ü-
dos, y por su medio hizo volver A sus casüs á los a-»
hitantes que hablan huido despavoridos, y persuad n-
Í0 á los tlaxcaltecas que diesen lil>ertad A lospiisionei ts,
— 75 —
kte teBiMea cesar la enemistad gne había entre IO0
tepoisbloa Tal faó la terrible ejecución deCbolalaf y
flp a» exsraño qne , como dice Üoité» á Garlos Y ^ de»-
pon »^de este tranoepasado, todos han sido y son muy
teoBO&Taaallos de Y. M. y muy obedientes á lo que }o
m «a real nombre les he requerido y dicho , y creo lo so-
can de aquí en adelante.
£alo8 qaiuoe ó veinte dias que permaneció Gortés en
Cheliila) na fenómeno natural vino & aumentar los si"
Btetros presagios qpe contristaban á los habitantes , y
foé motivo para inspirar mayor respeto hacia los espa-
ntes. £1 Popocatepec hizo nna erupción , levantándose
de aa cráter una gran columna de humo y con temblores
dfitíecray bramidos subterráceoB. Gortés^ tanto para
examinar de oeroa el fenómeno, ouanto para sostener la
perenasion de que los españoles eran superiores á todos
tes peligroa, despachó diez hombrea , entre ellos a Diego
4e Ordaa , para que reconociesen la montaña, llevando en
ra eofflpaáía algunos indios que los guiasen. Estos no se
alrevieEon á pasar de cierto punto , ni los españoles tam-
poeo pudieron llegar á lo alto del volcán^ taiito por la
Btaeha nieve , que no dejaba añrmar el paso , cuanto por
ls^G«iÍza que caia; pero pudieron descubrir desde aquella
altara todo el valle de Méjico , y reconocer el camino que
debüm seguir para llegar a él , ca> o reconocimiento fué
snxy útU y satisfactorio para Goriés. Esta proeza me«
lec^ á Ordaz que se le concediese por Garlos Y el
poatarensus armas una montaña lanzando fuego, que
kaaído el blasón de su familia , establecida en Puebla ,
6n donde oreo que todavía quedan descendientes suyoR.
Bosoelto Gortéj á marchar á Méjico , Moctezuma hubo
deeaderftla necesidad , y consintiendo finalmente en
hhf envió machas personas de distinción que le aeompa-
liisea y dirigieseu en el viaje , discnlpándose del suceso
dttChoinla, que atribuyó álos habitantes de aquella cin*
dsd. Por el reeonocimlento que Grdaz habia hecho des-
ií 1 Popocatepec I Gortés decerminó pasar por entre los
di '^IcaneSy no obstante las instancias quo ios ernbaja-
é ufj léanos le hacían para que tomase otro camino ;
p '' «pues del suceso de Oholula se reeelaba de todo lo
q le proponía por los mejicanos j temiendo caer en
o ^AAohflJusas. Hizo la primera marcha á Huejocin*
— 76 —
jo 'y donde faé mny bien recibido, pnes aquella república
Iiabia reconocido ya el dominio de los reyes de Oastilla ,
y por Ameca y Gaitlahoa , ahora Tiagna , y Oolhuacán ,
llegó á Iztapalapa. Grande y maravilloso era el gol|>e de
vista qae se presentaba á los españoles , al bajar la oor-
dillera de montañas que cierra por el oriente el hermotio
valle de Méjico: en el centro de éste se descabrían los
lagos, mucho mas extensos que ahora , cuyas márgenes
estaban ocupadas por grandes poblaciones , y en el cea-
tro se levantaba la gran Tenochtitlanf como cabeza y se-
ñora de todas. Diversas calzadas formaban la comunica-
cion entre la ciudad y las riberas de las lagunas , y una
inmensa muchedumbre de canoas flotaba en éstas , con-
duciendo de una á otra parte los víveres y todas las demás
cosas que animaban un tránsito muy activo , y toda esta
magnífica escena estaba iluminada por la clara y hermo-
sa luz de uno de los dias de otoño , en cuya estación la
atmósfera mejicana tiene mayor pureza y diafanidad. Tal
fué la impresión que este espectáculo produjo en los es-
píritus y que Bernal Díaz , que escribió muchos años des*
pues, exclama: ^' ¡Agora que lo estoy escribiendo, se me
presenta todo delante de mis ojos, como si ayer fuera
cuando esto pasó ! '^
Moctezuma habia mandado á encontrar á Cortés al ca-
mino á BU sobrino el rey de Tezcuco , y en Iztapalapa le
recibieron y obsequiaron el señor de aquel lugar y el de
Golhnacán , deudos inmediatos del emperador. De allí
salió Oortés para Méjico y donde hizo su entrada el día 8
de noviembre de 1519 , por entre una multitud de gente
reunida en las calzadas y en canoas , llena de admira*
don con la vista de los caballo , de la artillería , del ar-
mamento y traje de los soldados , los cuales por su parto
veían con asombro y no sin susto aquella gran ciudad, en
que por todas partes se echaba de ver un grado de ci-
vilización , al que no hablan encontrado nada semejante
en todo lo descubierto hasta entonces en América, y en
la que podian ser prontamente destruidos , por la fac 1«
dad de cortar las comunicaciones, alzando los muc^ 8
puentes construidos en las calzadas,
t Cortés entró por la calle que ahora se llama del B 3-
ro , y que por mucho tiempo tuvo el nombre de Iz¿a k-
apa. Moctezuma , con un acompañamiento numeroso ^
i
— 77 ~
lió á recibirle d«»8de bu palacio , qne ea ahora el palacio
Qtscioaai, y se^ao aua aiitigaa rr^tiicíoD , CMUNHrvad»^ hu
el h isvilt-il dtí Jt3Mi|9 1 el puutKi ea qatí le eucoQtró fué
íreate á éste , y por ret^aerdo del nace^io se hizo la ta^ida-
eioa ea aqael paraje; pero esto no eaná de acuerdo i'on lo
qae diise el padre Sabagan j qae hq(íoqo qae el eacii-ntro
faé mas adelaate , ni meaoü) coa lo qae anicnra Berual
Días, qae expresa faé fuHra de la oiatad. Moctezama Ha-
lado á Oortés COJO agat^ajo , felicitándole por sa lleg ida ,
y reQÍbi<$^ aa collar de vidrios de colores qae aqael le ecbó
al caelio , y cayo obseqaio correspondió laego con otro de
mayor valor , y encargando á sa hermano , el señor de
Iztapalapa, qae acompañase á Oortés, él mismo se ade-
lantó á esperarle ea el alojamiento qne le tenia destina-
do, qae era el palacio de sn padre Axayacatl , qae esta-
ba en la calle de Saata Teresa, y se extendía hasta la del
Indio Triste. Allí le recibió en el patio, y conda 5Íéodole
por la mano á nn salón ricamente aderezado t le dijo :—
^^ Malinche , en vnestra casa estáis vos y vaestros her-
manos, descansad;" con esto se retiró , ofreciendo vol-
ver laego. Eatodo este recibimiento de Moctezama á
Cortés se deja'ver an aire de dignidad y grandeza tal y
qae en nada desdiria del ceremonial de las cortes mas re-
Uñadas de nnestros tiempos.
Moctezama volvió á visitar á Oortés despaes de ci>mer,
y en la conversación qne con él tavo« se manifestó mny
snperior á las preocapaciones de sns país» nos; se Infor-
mó con cnidado del nombre y grado de los principales o-
fíciales , y al despedirse hizo nu regalo de ropas para to.
do el ejército , con cadenas y otros adornos de oro á Cor-
tés. Los españoles celebraron aqnella tarde su llegada
con descargacf de artillería , con asombro y terror do toda
la eindad, qae por primera vez ola el estruendo de aque.
lia arma y de cayos estragos hablan oido hablar con es-
panto.
Cortés pagó al dia^siguiente la vinita al emperador, y en
A^la , segnn su costumbre , promovió desde luego la des-
loción de la idolatría y el establecimiento del culto cris-
mo, así como también el reconocimiento del rey su se-
r , como descendiente de Qnezalcoatl , pero encontró á
>>6te«ama poco dispuesto á dejar los dioses que estaba
9tumbra4o á venerar desde su infai^cia, y deseando
— 78 —
Onrtéfl ver el templo mayor y todas las cariodídades de
la i'Hpita) j he lo permitió 9 dándole per^ouab que le aeom«
i>ariarseíi é iriíHtruyest^ii
El recío?»ociniú-iu.o qn^* OolÜ3^ hizo de toda la ciudad ,
y t*l g»lpt> ílrt viNtit qu«-« é-t^i- lo piuseíaó dei^de lo alto del
tfiupio mayor le |jei>u tdió i'^dü vez mas de cuan peligro-
Baerasu ¡siruHCiou Muy aiiwida' liatúa »ido la r Solución
de meteiSe con uii cono iJÚ-iuro de e8pañ«»lea y alguuos
aliadod, en medio de uua ciudad pO[2uloi3a, ácleu it-giia»
de la costa, circundada por todaa pafte» depueBloaque
dependían de un príncipe en quien no podia tener cuu -
üauza alguna. Tantü temeridad no podia sostenereo sino
á fuerza de nuevos golpes de audacia , y el quo se rejsol-
vió ú> dar es de los mas pasmosos que la historia preoeu-
ta. Seis días después de su entrada en Méjico, llamó á
concejo & los principales jefes del ejército, y les expuso
todos los peligros de su po&icion : los uncjs opinaban por
salirse secretHmento de la ciudad; los otros por hacerlo
con el beneplácito de Moctezuma; pero Cortés, para quien
no eran las medias medidas , les propuso ir atrevidamen-
te al palacio del emperador y prenderlo. Esta idea, mas
propia de los libros de caballerías que de uua re^oluoioD
, meditad», fué adoptada por las ima^inaoiom s fáciles de
iürtaraar de los vaUeu tes jóvenes que la oyeron, y una vez
admitida , Cortés dispuso todo lo conveniente para su eje-
cución. Al dia higuieute fué al palacio con varios de sus
caiñtanes, y después de hablar de cosas indiferentes, el
c nperador le hizo varios obsequios y le ofreció una hija
fcii^^aen casamieato, lo que Curtes rehuisó, porque dijo
c itar casado en la isla de Cuba, y que su religión no le
permitía tener dos mujeres ; y variando luego do asunto j
Cortés le manifestó que estaba impuesto que Quauhpopo-
ca , cacique de Nautla, habia hostilizado á la guarnición
que quedó en Veracruz, de cuyas resultas habían muer-
to varios soldados y el mismo Juan de Escalante , que
quedó mandando aquella plaza, todo lo cual se atribuía
á órdenes de Moctezuma, y que par a probar que no era
así, era menester que hiciese venirá Méjico áQuauhpopoc*
para ser castigado. Moctezuma mandó inmediatament
BU sello real á aquel cacique, ordenándole viniese; per
resistió vivamente el pasar al cuartel de Cortés , cuando
éste se lo exigió para maa completa satisfaccioot Al cab
^ 79 —
de do9 horas de dispata, amedrentado por el semblan <•
te violento y amenazan del joven eurpit^u Velazquez de
León, haio de ceder, y Méjico vio con ai^ombro etr lie
vado preso bu ír'inperador por nu puñado (ie extranjeros ,
que hacia pocos dias tiabian llegado , y al infeliz Quauh-
|)0[)oca qaemado vivo en la plaza pública con otiu» que
)o liabian acompañado^ por el delito de haber obedecido
á sa soberano, y como fii e^to no ¡bH»ta.se ¡ara hnmiÜHr
ftl emperador , él mismo aherrojado con gi 11 loa duiante
la «'jeeacion de ña general.
Moctezuma parecía complacerse en la compaHía do los
españolea, y Cortés aprovechaba la facilidad que el fre^-
oaente trato con el emperador le daba , pata luBtruirtue de
I b extensión de sns dominios y de tudas las circaustau-
^ ciss del país. Habiendo excitado la cariosidad de su pri-
I lionero para conocerlos baieles que se usaban en Euro-
i ]m, ae hizo franquear todo lo necesario para la coustra s-
I cioa de áoB bergantines « contando eervirtje do ellos para
i abrirle un camino por el lago cuando conviniese. Pero
I esta degradación del monaiea era> motivo de dit^gosto pa-
i ra fias subditos. El r*^y de IVzcuco, Cacama , inteutó
í reunirá los grandes del reino para librar á su patria y íi
\ BU soberano de la ignominia en que estaban ; pero no fué
I apoyado; al contrario , algunos de los que le acompaña-
\ bau lo pusieron en manos de Moctezuma, el cual lo en-
' tregó á Cortés, y el resultado fué despojarle de su leino^
y nombrar ou su lugar á su hermano Ouiouitzca
C»fftéa creyó su autoridad buücieriUnuehte establecida
I para pedir ú, Moctezuma un act/o fur«nal de reco!iocirui<m .
r tode laeoberauÍA de los re\es de Castilla. Moctezuma
; convocó á los señores de su corto, y muy enteruecitio les
exigió qne obedeciesen al soberiino extranjero , y á Cor-
tees en su nombre , con la misma fidelidad con qne á él le
hablan servido ; así lo prometieron y juraron ante escri-
l)ano, y pidiendo Cortés que ofcecieáen un preseute am-^
Mderable, dentro de poco tiempo trajeron gran cantidad
de-oro y plata, joyas y otras co.'ias preciosas , cuyo iin-
! - pjTüe, reducido ai valor actual de la moneda, lo calcula
el Señor Pretscott en seis millones ^ trescientos niil jie-os.
I La distribacion de tan f^avn tesoro fué moriv^o d« faenes
i diseadoaes entre ios españoles , y c^mo la partt3 que de-
bía tocar á Cortés , qne era el diez y seis por ciento , fue-
I ""
- 8é -
■e ocasión de mayor descontento, este hombre, qne 8a«
bia sacrificar todo á sos grandes designios , la cedió en
&vor de los soldados mas pobres. La repentina riqueza
fometntó entre la ir* pa el vicio deljaego, y estos tesoros,
ganados con tantas fatigas y riesgos j pasaron pronta-
meutii de nuas en otras manos , segan el capricho de la
snerte. ^
Qaedaba un pnnto muy esencial qne arreglar , y era el
de Itt religión. Cortés instaba por el establecimiento del
nuevo cuito, lo que Moctezuma resistía^ y esta resisten
cia fué tan vigorosa y que no pudo obtener Oortés ni &nn
la cesación de los sacritieios, contentándose cou{qae cuan-
do fuese invitado á la mesa del emperador no se sirviese
en ella carne humaea. Todo lo que pudo adelantarse fué
que en el templo mayor se colocase en una capilla un al«
tar con una cruz y una imagen de la Virgen , y habiendo*
se hecho así, secante un solemne Te«2>eiwi , con iroso
general del ejército, y se continuó celebrando misa^ mien-
tras hubo vino con que decirla.
Pero CHtas innovaciones j sobre todo, las qne tocaban
á la religión , aumentaban el descontento y y Moctezuma
hizo conocer á Cortés la necesidad de partir para evitar
iñía conñagracion general. Cortés lo ofreció así j mas co-
mo no había buque en que embarcarse, se dispuso todo
para que se constiuye^en, aunque Cortés previno á los
maestios encargados de la obra, queno se diesen prisa en
adelantar en ella Otra novedad de mayor importancia
vino entonces á aumentar Hus cuidados , y á poner en
riesgo cnanto tenia adelantado.
Diego Velazquez, como antes hemos visto, habia re-
suelto hacer valer sus derechos por las armas, y no obs*
tente las Ititimaciones que la audiencia de Santo Domin-
go le habia hecho , por medio del licenciado Ayllon , para
que desistiese de un intento que podía traer tan funestos
resultados, habia armado diez y ocho buques y levanta-
do novecientos hombres, de los cuales eran ochenta «^e
caballería , todo con nn gran tren de artillería y ab l-
dancia de pertrechos y municiones , cuyo mando di &
Panfilo de Narvaez, que habia acompañado al mis o
Yelazquez en la conquihta de Duba. Esta armada , la i k-
yor que hasta enton^^es habia surcado los mares de Ar i*
rica , salió de Cuba á principios de marzo de 1S20 , y [•«
V
— 81 —
gniendo el mismo derrotero do Cortés, ancló delante do
Baa Jaan de üiáa el 23 de abril , aa año exact^uiente
deupueaqne Ooriéa hübiui desembarcado en aquel punto.
Allí Bnpo Karvaez, por uno do i ufl i-Npañules maudmloa
ptir Cortóé íi reconocer el paí.*», todo lo ocurrido eu él
ílt\sde ]« Jle^adi* de 6st(^: y tal rolat'ion autneutó mucho
m euojo íjontn* el que habí» arrebatado de laa man oh de
Velnzqueis tan rica prensa Por medio de un eclewiá&tico
llaraado Gnevara, (i quien deíipaciió cou nn esüiiijano y
faiatfo testiíiros, intimó A (¡onzalo de Saiidoval , que man-
daba en la Villa-Rica desde la mnert-ede Ewcalaute, que
k obedeciese; pero Sandoval, initado por loa téi minos eu
qae Guevara «e había explicado hablando de Cort/'s, le
prendió y á los que con 61 iban , y dispuso mandarlos á
todos á Méjico á Cortés y con veinte hombrea de escoltíi ,
poniéndose entre tanto eu diíVnBa por si Karvaez inteii-
uha algo contra él.
Las i)rimeras noticias qno Cortés tuvo de tan impor-
tante novedad , fué por Jos indios delacoáta, y ]Moc-
tozuuia , que había sid») informado de todo por sus co-
niíuidantes, en una entrevista en que lo llamó tres diaa
flespnes de recibido el aviso, lo dijo que no habia ya mo-
tivo para diferir su partida, pues habiendo llegado gian
Damero de buques do su nación podía embarcarse en
ellos. Cortés diyimuló la sorpresa que tal acontecimiento
le cansó ^ pero no pudo dudar de lo que los buques erau
y el objeto á que venían , eu lo que fué confirmado con la
llegada del cióiigo Guevara y los deniás que le acompa-
fiaíMn. La situación de Cortés era la mas difícil, viéndo-
8tí atacado por una fuerza superior de sus paisanos, mien-
tras que en Méjico estaba amenazado de un levantamien-
to general. Tenia que salir al encuentro de Narvaez , y
entonces perder todo lo que habia aventajado , 6 esperar-
le en la ciudad y combatir con él á la vista de todas las
Coerzas mejicanas, que no dejarían de aprovechar la oca-
frirt« para destruir á los dos contendientes ; pues pensar
I ivídir las suyas para conservar al mismo tiempo su
< quistas y salir al encuentro á Narvaez , era lo mismo
< desatender uno y otro objeto , siendo tan poca la tro-
] Í8 que podía disponer. SSin embargo , este fué el ex-
1 ^0 que abrazó. En ninguna circunstancia parece tan
t i^«inario este hombre singular como en este mo-^
DISERTACIONES,-— TOMO !•— H
— Si —
pasan & todos á cuchillo , despojando en segaida los ca*
dáveres de la» joyas que tf^nian. Tal acto de atrocidad
ha sido atribuido por los historiadores á di^^ersoa moti-
vos : los unos pretendeu que no tuvo mas objeto que el
tomar las joyas do los mejicanos ^ ínudándose en la pro-
pensión que Alvarado había manifestado otras vecee. á
este género de rapiña, por loque liabia sido reprendido
por (Jortés ; otro» creen que procedió del aviso que le die-
ron los tlaxcaltecas, enemigos irreconciliables de los me-
jicanos, deque se trataba de atacarlos con ocasión de
aquella celebridad ; pero todo inclina á creer , y esta es
la opinión del señor Prescott, que Al varado intenta ha^
cer una imitación del suceso do Cholula^ aunque con
muy contrario resultado. Todalaciudadcorrió alas armas
para vengar tan cruel agravio , y después de un ataque
vigoroso rechazado por los españoles , éstos y sus alia-
dos f á la llegada de Cortés , se hallaban sitiados y ledu-
cidos á perecer de hambre ó en las aras de los dioses.
Cortas vino desde Tlaxcala por el camino de loa Llanos
de A pan y Tezouco. A su entrada en la ciudad no vio
por todas partes mas que soledad y silencio , aunque sin
encontrar resistencia , probablemente porque los mejica-
nos querían dejarle entrar para hacerle perecer con to-
dos los suyos. Alvarado pretendió excusar el hecho
que habla sido la causa de la guerra , y Cortés , aun-
que se lo reprendió cou aspereza , en el estado actual de
las cosas no creyó sm duda oportuno mas severa demos-
tración. Los seis dias que Cortés permaneííió en Méjico
fueron de continuo pelear: los mejicanos atacaron el
cuartel y fueron rechazados con bizarría, pero la supe-
rioridad del número hacia que se presentasen siempre
con nuevas fuerzas. Cortés hizo varias salidas, en mía
de las cuales fué herido , y en éstas y en el ataque y to-
ma del templo mayor , son extraordinarios y casi increi»*
bles los hechos de valor personal , tanto del mismo Cor*
tés y de los suyos como de los mejicanos. Los santuarios
del templo fuerpn incendiados , y el dios de la guerra , ' i
deidad mas venerada de los mejicanos , rodó hecho pM -
zos por las escaleras del teocalli. En uno de los ataqu i
que los mejicanos intentaron contra el cuartel de los < -
pañoles, se creyó conveniente que Moctezuma saliese i
un lugar elevado del edificio á hablar & sus vasallos , ^ i
— 85 —
el objeto de calmar su furor y procurar alguua vía de paz.
Lo escacharou al priacipio con respeto , pero cuando hu-
bo maiiifestadool objeto do su discurso , un murmullo de
ÍDdignacioa y de desprecio se ojá en toda aquella muche^
dambre^ gne prornmpió en palabras injuriosas contra su
soberano ) áqcie siguió una lluvia de piedras y armas ar-
rojadizas , contra las cuales no fueron bastante defensa
los escudos de los espatioles que rodeaban á Moctezumai
el que fué herido gravemente de una pedrada en la ca-
beza. Betirado á su habitación y vuelto en sí del desma-
yo cansado por el golpe « se abandonó á la pena qne le
cansaba su situación , rehusb toda curación , y se arrancó
él mismo los vendajes que le hablan puesto en su herida.
£1 P. Olmedo reiteró sus instancias para que se bautizase
antes de morir , á le que se habia manifestado inclinado
aatdriormente ; peroeontestó que por la media hora que
le quedaba de vida j no se quería apartar de la religión de
sos padres. Una sola cosa parecía interesarle vivamen-
te , y esta era la suerte de sus hijos , especialmente de las
liijas que tuvo en sus dos mnjeres legítimas ; y llamando
á Cortés al lado del lecho en que yacía moribundo se las
recomendó, << como las mas preciosas joyas quepodia de-
j:^rl6,'' recordándole quesu triste suerte era debida á su
amiiitad para con los españoles , de lo que dijo que no le
pesaba. Cortes cumplió ñelmente este encargo , y eatas
Beuoias , casadas después con los principales de los con-
quietadores y ricamente dotadas y han sido el origen de
varias &milias muy distinguidas, como mas adelante ve-
remos, Moctezuma murió poco después , y su cadáver fué
entregado á sus vasallos j quienes le hicieron los honores
fúnebres debidos á su dignidad, aunque no se sabe exac-
tamente cual fué el lugar en que fueron depositadas sus
cenizas. Su hermano Guitlahuac , que habia sido puesto
en libertad por CJortós , creyendo por este medio entrar
en relaciones de paz con los mejicanos , le sucedió en el
imperio'.
No se puede contemplar la muerte de Moctezuma sin
c jirsel a compasión hacia él, no sólo porel sentimiento
( ena que inspira siempre la caída de un poderoso , á
^ n se ha visto en el colmo de la gloría , y á quien des-
I 1 se ve en el abismo de la desgracia , sino por las cau-
fl n^riliares que le condujeron á la ruina. Oprimido su
— 86 —
eBpírita-por la persaasion deqaelos eapafioles eran aque-
llos extranjeros cnya venida había sido anmiciadaen las
profecías de sas mayores , esta oonviocion le hizo vaeilar
en todas sus resolnciones j y sin hacer uso dé las grandes
fuerzas de qne podia disponer , se sometió con resigna-
oion religiosa á lo qué creía ser una suerte inevitanle , a-*
trayendo sobre si la execración y el desprecio de sus va-
sallos. Los españoles, acostumbrados á su trato y ganados
por su liberalidad j le lloraronsinceramente , y vieron con
su muerte perdida -la única esperanza de salvación que
les quedaba.
No habiá otro partido que tomar que salir de la capi-
tal j pero esto mismo estaba expuesto á los mayores peli-
gros : todas las calzadas estaban cortadas , y habiendo
sido quemados por los mejicanos los dos bergantines que
Cortés habia hecho construir, no quedaba medio alguno
de asegurar el paso por las cortaduras. Oortés resolvió
salir por la calzada de Tacuba , por ser la mas corta , y el
rumbo por el cual Ja tierra ñrme estaba mas inmediata.
Para reconocerla hizo por ella una salida , empleando pa-
ra ahuyentar al enemigo délas azoteas una especie de
máquina á que dieron el nombre de utantaj y era una tor-
re movediza de una altura competente para dominar las
casa I que casi todas eran de un sólo piso. Tomada^ pues,
su resolución, sólo dudaba la hora que seria mas oportu*
na para la retirada , y se fijó por ñu en la noche y creyen-
do que podría alcanzarle esta para llegar á la tierra fir-
me I antes que los mejicanos lo echasen de ver y se aper-
cibiesen para atacarlo. Dícese también que contribuyó á
hacerle adoptar esta resolución el consejo de un soldado,
llamado BoteUo , ^^hombre muy de bien y latino , dice
Bemal Díaz , y había estado en Boma , y decían que era
nigromántico ; otros decían que tenia familiar , y algunos
le llamaban astrólogo : el cual habia dicho que hallaba
por sus suertes y aetrologías , que si aquella noche no sa-
líamos de Májíco y sí mas aguardábamos, que ningún sol-
dado podría salir con la vida. Era tan común en aquel si,
glo la creencia supersticiosa en este género deagileros, que
no es extraño que Cortés no estuviese exento de la preo-
cupación general , ó acaso estando resuelto á salir de no-
che 9 Quiso apoyar su determinación para con el vulgo de
los soldados en este género de prestigio. Be dieron en
— 87 —
oonsecaen cíalas órdenes para la marcha , dividiéndose el
ejército eo tres cuerpos: la vanguardia, compuesta de
üuscieütüs infantes eapanoles y cosa de veinte caballos,
se encargó á Gonzalo de Sandoval con otros capitanes du
distíndoa ; el centro , en que iba todo el bagaje y la arti-
llería , lo tomó bajo sus órdenes inmediatas Cortés ; que-
dando la retaguardia, con la mayor parte de la fuerza,
bajo el mando de Pedro de Alvarado y Velazquez de
León 5 los tlaxcaltecas fueron partidos con igualdad en
cada división. Antes de marcharse se entregó el tesoro
procedente del quinto á los oficiales reales , dándoles uua
escolta para que lo condujesen; pero como no era i)osible
llevarlo todo , Cortés permitió que los soldados tomasen
lo que quisiesen de lo que quedaba ,aunque recomendándo-
les que no se cargasen de manera que el peso los emba-
razase en su marcha. Un puente volante, que se había
construido para pasar por él las cortaduras de las calza-
das, ee le encargó a un oficial llamado Magarino, y e n el
orden ya dicho salló , elejército délos cuarteles que ha-
bían ocupado ocho meses y defendido con tan heroico va-
lor en los últimos dias , la noche del 30 de junio , ó muH
bien en la madrugada del I"" de julio. La noche era mu>
oscura y lluviosa; la plaza y las inmediaciones del tem-
plo mayor estaban silenciosas y desiertas, y los espauo.
tes y sus aliados, tomando la calle de Tacuba , *llegaro n
Bin ser vistos hasta la primera cortadura, que probable-
mente estaba hacia el puente de la Maiiscala. t stable-
cierpn sobre ella el puente portátil , y pasaron sin difi..
oütad ^ pero anos centinelas mejicanos que estaban en
aquellas inmediaciones dieron la alarma, y la voz de los
sacerdotes se hizo oir desde lo alto de los templos , Ha.
mando al combate á todos los guerreros : éstos se presen-
tan en fuertes escuadrones para impedir el paso de la se-
gonda cortadura , que estaba en lo que después se ha lla-
mado el puente de Alvarado al mismo tiempo que otra
'"""^'edumbre de gente armada aparece en canoas por
^ otro lado de la calzada. El combate se empeña, la
ñdad aumentaba la confusión , y la consternación de
españoles llegó á su colmo cuando entendieron que
tente volante que se había de colocar en la segunda
odura no había podido ser levantado de la primera,
^"'''^«^ afirmado con el peso de la mucha gente que
— 88 —
sobre él pasó. Se desoonci^ta entonces el orden de la
marcha^ nadie piensa mas que en salvarse « todos se pre«
cipitan á la cortadnra, *^ qne presto , dice Bemal Diaz^e
llenó de caballos muertos y de los caballeros cayos eran,
qne no podían nadar , y mataban ronchoa de ellos , y de
los indios tlaxcaltecas ^ indias naborías f de servicio ] y
fardaje, y petacas yartilleiía, y de loa muchos queíU3
ahogaban ellos y los caballos , y do otros mnclios solda-
rlos que allí en el agua mataban. '^ La matanza fué tal ,
en especial Irenteálo que ahora os San Hipólito, qne una
capilla que allí hubo, llevó por mucho tiempo el nombre
de los mártirea , porque por tales eran tenidos los espa-
ñoles que morían en la guerra de la conquista. Salvada
por tal manera la segunda cortadura , habia llegado ya
la vanguardia á la tierra firme , cuando sabiendo Cortés
el apriteo en que se hallaba la retaguardia , vuelve con
heroica resolución , con los pocos de á caballo que lo que-
daban y á meterse en el riesgo de que acababa de salir $
ayuda á los suyos , en cuanto es posible , á desembala-
zarae de los mejicanos , y Alvarado qne quedaba á pii> ,
muerta su buena yegua alazana , salta la cortadura con
maravillosa agilidad apoyado en la lanza, dejando su
nombre y el de esta hazaña al barrio de la ciudad en qne
tal hecho acaeció.
Los mejicanos, por fortuna de los espaüoles , no seem-
pefiaronn en seguir el alcance, y a^í lo» restos del desba-
ratado ejército pudieron reunirse al amanecer en Popotla,
de donde pasaron á Tacuba. Allí reconoció Cortés toda la
pérdida que habia sufrido , y pudo contemplar el inmi-
nente riesgo en que ee hallaba. Toda la artillería, la« mn-
niciones, aquellas armas que le hablan dado tanta enpe-
rioridad sobre el enemigo , la mayor parte de los caballos,
los tesoros, frutos de tantos trabajos , todo quedaba ¿¡n-
mergido en la laguna. En cuanto al número de hombres
que perecieron , es muy varia la relación de los autores ,
Cortés hacia oonsistir la pérdida en ciento cincuenta }•
pañoles y dos mil tlaxcaltecas, pero todos los demás 3-
critores la aumentan mucho mas. Entre los muertos le
contó el fiel Velazquez de León, Francisco de Moría y
otros jefes de cuenta, y también al astrólogo Botello , < e
tanto habia contribuido á causar esta desgracia. En la )•
friega perecieron los hljosdeMocteznma y el rey depu' o
\
.
~ 80 —
deTeicitco, coa otros priaion^ros que Cortés llevaba con-
sigo; pero la pena que tantas perdidas lo causaban se mi-
ligó viendo eu salvo á doíia ídarina y á Martin López , el
constructor de los bergantineíi , puea eu medio do taiua-
&4 derrota nunca su ánimo, üuperiov á t^das las dcsgva-
eiaíi, se apartaba de su gran intento y do los m(ídio?4 íle
llevarlo á cabo.
Ooaniderándose Corlea poco seí^nro en Tacaba, no f^e
íHuvo mas que lo preciso para dar alí;:uua organización
á f?íiH tropas, y so retiró al cerco do Oconcalpolco, don-
ólo hoy CíjC^i el santuario de Nuestra St ñora do los líeoio-
tlios,€uya imagen el señor Lorenzana sciucliíja íi cr»er
fjnees la misma que estuvo coloci.íia eu el templo mayor
(Irt Méjico, y la tradición general ticno recibido que lae
traída por uno do km í^oldado^ qno acompañaron á Cor-
tés» quien la df^jó oculta eu uquol paraje, donde destaca
fué hallada milagrosamente, y e^ hoy objeto del culto uni-
versal eu esta capital, que la rocoaoi:e por su patrona.—
Beíde allí emprendió Cortos una marcha muy ]jenosa por
Í03 cerros, huyendo la proximidad do Alójicoy procuran-
do aj^ercarse 6, Tlaxcala, gumdo por un indio do aquella
repíiblica, que algauos eücritorcs de la coiiquinta quieren
fcese un ángel destinado á címducirlo ; y con las madores
pnvaeiont^s ♦ ttíniendo por un n galo extraordinario algún
»«l>iiílo que niuiia y do quo d*íVoraba.n liaíita la piol , paró
♦*! jMíqueiio ejército por Cuautitian y Jiiltucau , y lU-gó á
T»y?tihriacAn en los llanos de Apau, hi.^ar í'^imoso por i;m
piráiüides que en sus inmed'aeiont^a cxi^fen ctonNa^^radüM
al aol y á hi luna. La cercanía del teriiforio do Tlrixoa a
liacía esperar á \oh españoles el término do sa« desf^i acins;
p«roal bajar las alturas que circundan el valle do Oiuniba,
8tt (iejó ver un grande ejército , formado por los habitan-
tea (t9 Tezcuc I y do todas las ianioíliacioues, resueltos á
»5errar el paso á los españoles Ct>rtés ,y los suyos , pne^^tos
en la necesidad do i)elcar 1)út salvar fu vi(ia, hallaron
«a Itt dtfsesporacioa las iuerzas quo {>:irocian agotadas
""' tantos trabajos. Su cacado número, en medio do la
iuid innumerable de sus enemigos , aparecía, para
las palabras del P. üahagun, "como una islcta en
ar , combatidas por lasólas por todas i)artetí. Pero
^fefuerzoa heroicos hubieran sido en vano sin la pre-
^ 'le áuimo de Cortos. Los soldados desmayaban o»*
PISERXACIOWES,— TOMO I.— lli
— 93 —
<londe habia iuui«Uo esUiblecer su cuartel pfeueraL EuLró
en aquella ciu'liiil el último día del año de 1520 , y apro-
vecUaudo las vicLsiturlos oourr'nlaa eu )a familia real, imso
sobre el trono al prluci pe Ixtlilxocliitl, que como Timos
eu su lupir s^^ luil)ia ofrcciilo á Oort68 eu Tlaxcala , y qut)
deapuea eu el bautismo so llamó I). FernamlOt cuyo auxi-
lio fue tau eíicaz ¿Kira poner (i su patria bajo el domiüio
übpaüol,
Autoü de cmprcMider nada contraía capital, mieutraw
acababan de eypeditartíe lo^s ber^^antiuci que condujo á
Tezcuco cu piezau Gonzalo de tíandoval con gran núme-
ro de tlaxcaltoi^aa , Oorttvs emprendió hacer diverHoa re-
conocimiüutoa y someter todas laa poblaciones del vallo
y de SUB inmediaciones , marchando á ellos el mismo , ó
mandando á algunos de sus piiuci palea capitanes. El pri-
mero do estos reconocí míen to.^ , que por sí nii&mo diiii',ió,
í'uó á Iz tápala pa, en donde tuvo que sostener un recio
combate, y se vio en muelio pelig;ro, habiendo loa mejit:a-
nos rotólos diqaea, con lo que se anegó la población. El
segundo tuvo por objeto el rumbo opuesto, cointnirando
por Jalcotan , ácueos habitantes quería escarmentar, y
por üuautitlan llego á Tacaba , de domle volvió á Ttiá-
cuco por el mismo camiuo j y el tercero y mas exten¿o,
se veiificó en abril de 1521, emprendiendo la marcha
por Ohaliío y por Tenango y Huaxtepeo, llegó á Cuer-
na vaca, combatiendo todos los diaa, y en especial ea
la úitima de ewtas poblacioí>es , en ía que tuvo qno
vencer uua fuerte rcbisteucia B^jó de allí otra vez al va-
lle para hacer enteramente el círculo de los ligos y (ijar
sus puntos de ataque , y en Jochimilco corrió el mayor
riesgo á que hvista entonces habia estado expuesto. Ha-
biéndose quedado con pocos soldados á la entrada del
pueblo , se vi5 repentinamente envuelto 'por un gran nú-
mero de mejicanos, y caido del caballo, recibió un fuerte
golpe en la cabeza, que lepnso en manos de los enemi-
gos, que lo hubieran muerto , sin duda , si no lo hubiera
salvado el empeño de los mejicanos en ha ler prisioneros
para sacrificarlos á los ídolos, empeíio á que muchas ve^
ees debieron la vida los españoles: un valiente tlaxcalte-
ca , viendo á su general en ta.n gran x>eligro , se echó con
resolución sobre los que le tenían cogidos , lo que dio lu-
gar á que llegasen dos criados do Cortés , con cuyo auxi»
L
í
— «3 —
lio volvió á moular ácabiillo y puílo hacer nao de «us ar-
ma^ ^ y como al otro día ae bufícó cou orupeíio íil tlaxcal-
teca, no habióudose encontrado iii !tívoiií muerto, Cor-
:tésa, liarla devoción quo tenia á íSjui Pedro, crcjó que
e^te sant> había tomado la forma do aquel pura salvarle
isii*agrosamenté! Después do un nucvoy vigoioso aíaquo
Ut) liis mejicanos en aquel punto y hizo pe^ííir fuego á la
;^H)bIacion, y llegó á Tacuba, habiendo perdido en el ca-
mitto dos de SUR criados , quo fueron cogidos y sacrifica-
dos por lo3 mejicanos : pérdida (pie lo causó mucha iKjna,
y volvió á su cuartel /general , doudo oncoíitró los bor-
j^antines prontos á echarse al agua.
La Hatiáfacoion que esto le cíuiísó fué t urbada por el
de&cnbrimientode una conspiración tramada contra su vi-
«la j la de los principales fefes , por algunos soldados do
ioíarvaez , d cuya cabeza estaba Antonio Villafaíla , que
ifaéca^iiigado con la pena capital, üugiendo Cortés que
igyoraba quienes fuesen los doinÚB comprometidos en la
imzna para excusar la necesidad de castigarlos j pero
difáde eutances se estableció con este motivo una guardia
qub defendiese la persona del general, cuyo mando se dió
^ Atitonio de Quiñones.
La importancia de los bergantines era tal , quo Cortés
Í5ceyó necesario celebrar con la mayor solemnidad el acto
Aeecharlosalagua. Al efecto, el dia28 deabrülas tro-
Jas so pusieron sobre las armas ; toda la población de
Tezcuco , entonces muy numerosa , ocupaba las riberas
leí lago, 1 delante de este concurso el P. Olmedo cauto
Kjsa y bendijo con las ceremonias de la Iglesia aquellos
¡eies que iban á enseñorearse de los lagos mejicanos. —
A ana eeíial de Cortés los bergantines ba.ian por un ca-
^l praciicado á este cbjeto j saludándolos las salvas do
^Uerla , la música militar y el festivo aplauso de toda
OQn<sirreucia, y un solemne TeDeum termina esta fun*»
n, única por su objeto en la historia americana. En
días siguientes comenzaron á llegar las tropas alia-
, llamadas por Cortés para dar principio al sitio de
oapitaL Tiaxcala mandó cincuenta mil gaorreros á las
enes de Jicotencatl , que entraron en Tezcueo , forma-
segan el orden de los españoles , que hablan apren-
C" á imitar , llevando en sus banderas el águila blan-
^ c oí^Ti Ias armas de su nación , y aclamando uni**
— u —
dos loB nombres de ^^Oastilla y Tiexcala. "
Pero antes de la salida del ejército de Tazcnco oourrid
uu incidente de la mayor gravedad , que podia eehHr por
tierra todos los planes de Cortés. Jicotencatl , el general
tlaxcalteca , veia ;siempre tíon disgusto el sistema adop'
tado i)or el senado de su nación , y no habiéndose enga-
nado nunca acerca del resultado que debia tener sobre
todas las naciones de Anáhuac la gucn^a en que estaban
empeñadas uaas contra otras , por la política de Oortéa,
dejó el campo para retirarse á su casa con algún motivo^
ligero, en que no están de acuerdo los autores. Cprtéa ofh
noció desde luego toda la importancia de esta deaercion ,
ó hizo seguir á Jicotencatl por una partida de caballería,
que le alcanzó en el cauíiuo y y vuelto á Tezcuco , le hizo
ahorcar á la vista del ejército y aliados , publicando el
motivo , de que instruyó también al gobierno de Ttax«
cala. Tal fué el fín do uno de los guerreros mas oélebrea
de las naciones americanas^ que no se fascinó jamáa eofl
la falsa política que por medio de la división arrastrabi
á su patria al abismo de la servidumbre.
El plan de ataque de Cortés era dirigir contra la ciu-
dad tres cuerpos por las principales calzadas , conservita-
do la comunicación entre ellos j y cortándola al enemigo
oon la tierra ñrme, por medio de los bergantines , qn<
eran ana especie de lauchas cañoneras de las de nuesttl)
tiempo. El mando del primero de estos cuerpos se dio i
Al varado, quien debia ocupar la calzada de Tac^ibi^jrsii
fuerza se componía de ciento sesenüi y ocho infantes é»
panoles , treinta caballos y veiute y cinco mil tlaxcalte-
cas. El segundo cuerpo , que debía situarse en Cnyoacasi ,
era poco mas ó menos de la misma fuerza que el primeroj
bajo las órdenes de Cristóbal de Oüd; y el tercero, qiu
mandaba Gonzalo de Sandoval, debia ocupar á Iztapali
pa, castigando el insulto hecho á Cortés en aqnella^n
dad , en el primer reconocimiento que hizo en persona» -
Cortés exhortó á sus tropas , poniéudoles á la vista el se*
vicio que iban á hacer á Dios y á su soberauo , porque 1
idea de que aquella guerra era una cruzada , emprendió
por la causa del cielo , es la dominante en todas la» dj
cnnstancias de la conquista. Los soldadf s respondlero
oon entusiasmo : ** Sírvanse Dios y el emperador de taj
buen capitán y de nosotros ^ que ñhi lo harempí» *'^^-^loe
— 95 —
como quien somos, y como Be debe esperar de buenos es
pañoles."' Ko podía haber prenda mas cierta de la victo-
lia, qne esta confianza del capitán en los soldados y de
los soldados en el capitán.
Cífftés reservó para sí el mando de los bergantines , y
el de acudir adonde lo exigiese la necesidad, t^a primera
opandon faé ocupar el punto fuerte de Joloc , ahora la
garita de San Antonio Abad, donde 'se reunían las cal-
zadas de Iztapalapa y Guj'oacan, el que los mejicanos ha-
hian descuidado guarnecer como lo exigía su importan-
cia^ y siendo menos útil con esto la columna de Sandow
val en la calzada de*Iztapalapa , t'aé trasladada á Tepe-
jaeac, cuya avenida había quedado dencubierta. Quedó,
pii€8y establecido el ataque de la capital, avanzando
contra ella Alvarado por el camino de Ban Cosme hacia
la calle de Tacuba ^ Olid por la delllastro, y Sandoval
por la dazada de Guadalupe , contra Santiago. El acue-
ducto de Chapultepeo habia sido cortado previamente. —
Las faerzas sitiadoras se aumeutarou en lo sucesivo con
la UegHda del rey de Tezctico. D. Fernando, con treintu
milhombres, y los auxilios que vinieron de los otros pue-
blos del valle , de manera que durante el sitio hubo sobre
la ciadaü cota de ciento cincuenta mil hombres. Cortea
habla sabido excitar los resentimientos de todos los pne^
bl98 vencidos por los mejicanos, y no era el ejército es-
pañol el que sitiaba la capital : era el odio, la opresión ,
la saDgre de todas las víctimas sacrificadas en las aras
de Méjico, todos los agravios do muchos anos, los que
v^iiaa á reclamar una horrible venganza , siendo uno de
los ^pectácolos mas admirables que la historia puede o-
frecer, el oontemx^lar á Cortés cou un puñado de españo-
les en medio de estas grandes masas de hombres, ar
Qiadoa unos contra otros , para servir los intereses de a-
qneilos*
Los mejicanos no habían omitido diligencia para hacer-
le de auxiliares: procuraron persuadir á los tlaxcaltecas
(le Bos verdaderos intereses: llamaron á su socorro al rey
(te ^oacán. ¡Todo en vano 1 Pero abandonados de to-
de se abandonaron por eso á sí mismos , y con la re-
80 L de los sagun tinos y numan tinos, determinaron
de -• ^««ta quetlar sepultatlos bajo las ruinas de su
pá
— 00 —
Las columnaa de Cortég salieron do Tezouco el dia 10
de mayo, y desde que ocuparon saa posicionoa empezaroa
á avanzar hacia el centro de la ciudad. Cada dia erauíi
combate, y aunque la venta ja quedaba siempre porlod
españoles, teniendo que volver á sns cara pamonto^ por
la noche, la actividad de los mejicanos reparaba las oor
taduras y levantaba nuevos parapetos , con lo qua m en-
contraban los sitiadores en la necesidad do recnmiín?,Hr
cada dia la misma obra. Visto esto, detcroiinó C¿>rté5 ds
tablecerse en la ciudad , á medida que en ellíi avanaaso,
y i)ara esto destruir los edificios y ceírar las aceqaías con
los escombros. Igual plan ado])tó en Zaragoza , trescien-
tas años después, el mariscal trance 4 Lauuís , cuaudo fil^
tió y lomó aquella ciudad. Los auxiliares de los e.spaüa-
les trabajaban con empeño eu e^ta obra de dcáola-^ion , y
los mejicanos, viéndolos desde sus trincilif^ras , les pfdu
ban: *» Tirad, tirad nuestras casas ; si nosatros veacíére-
*'mo8, tendréis que reediíi jarlas para no3etro3;yfli el
^^ triunfo fuero do los españoles, las lev^antateis para
*• ellos. '' Ni siempre la victoria abandonaba las bandtirds
de los sitiados; alcana vez, por un descuido did tcsoreTo
Juan de Alderete^, el mismo Cortes osturo en manos du
RUS enemigos , de que solo lo salvó Cristóbal de Olea sa-
crificando su vida : alguna vez las aras de Ilaitzilipoztli
se enrojecieron con sangre espaiíala. Ptiro la snerte esta-
ba» echada, y la rniaa del imperio niejníano decidido en
loa decretos eternos do la Providencia. L ts coh-tínna^ ih
ataque se habian ido aproxioiaiulo hasta rcudiLvw , y no
quedaba ú, los sitiados mas que el corto e?:;p:Hjioquri hav
eatre ti Carmen y Santa Ana; su miseria era BUíaa, y
como en el sitio de Jeriisalea por Tito, las malr/s tk'Ví;-
rabana sa hijos para sustentarse con el frnro {í^^ jma ea
traüas. Todo lo habia ven cilio Cortc.i, mívíos i\ áiüín'»
indomable de Caftutomotzin; á qiiií^a ])uo le jiplii-aru^ io
que dice Horacio de Catón.
./tV rnnfa ierra ru m-fin ha c tfi
rrcter airoccm animuní difonis f 1 ].
(I) I'ATí'íCt'jrf ípe veo
} )ú<r.'.ui<} írl orbe entero
iUenoA del gr,tn Catón el pcílio firi-."».
O'Io l^f idt^ 'i ? , « A>il:uo í'ol'".nt JluRG >3 2Vaa
r
— 97 —
Machas veces Cortés le instó con la paz j muchas le
convidó á ana conferencia ; pero procurando sólo salir de
]a capital , ya que no pedia prolongar mas la resistencia
áe éíita, aprovechó la cesación de armas á que dieron
lagar estas contestaciones, para intentar la fuga em-
barcándose en una piragua con su familia. Cortes tenia
prevenido ei suceso j dadas sus instrucciones á]os coman-
dantes de los bergantines: uno de éhtos, García de Hol-
pin, siguió Ia canoa en que iba el fugitivo monarca , y
vmo en triunfo á presentárselo d Cortés. " Llegóse á mí ,
*' dice éste en mi tercera carta á Carlos V, y díjome en su
'Uengoaf que ya élhabia hecho cuanto de su parte era
" obligado para defttuderse á sí y á loa suyos, hasta ve-
'^nir en aquel estado: que ahora ñciese de él lo que yo
^'quisiese, y púsola mano en un x)nüal que yo tenia, di-^
'^ciéodome que le diese de puñaladas y le matase. '' Cor-
tés lo animó y asegurándole que seria tratado con honor ,
é iufürmándose dónde habia quedado la emperatriz, la hi-
zo conducir á su pret^enoia. La piit^ion del emperador y
Ba familia hizo ccisar toda resistencia. Los vencedores, no
padiendo sufrir la infección causada por tanto cadáver ,
ai3 retiraron ó Cuyoacan , llevando cousi<;o al monarca
prüáonero j á cuya instancia dispuso Cortés que saliOvSen
Übremento todos los habitantes de la ciudad , para dar
lagar á enterrar ó quemar los muertos. ^^ En tres dias con
**8us noches, dice Bernal iJiaz, iban las tres calzadas
'Mleuas de indios é indias y muchachos, lionas de bote
"en bote, que nunca dejan de «alir, y tan flacos, y su-
'^cíos, é amarillos, é hediondos , que era lástima do los
'^ ver.'^ La mortandad habida en la-capital , durante los
tres meses que duró el sitio, la hace subir Cortés en los
analtos á sesenta y seis mil personas , (i que deben agre-
gúese cincuenta mil que él mii^iuio calcula que perecieron
de hambre: otros escritores aumentan esta cuenta á un
Búmero mas dol doble. Los aliadoH/al retirarMe á sus pai-
íes^ volvieron ricos con el botin, y una i)arte muy consi-
d ,ble de éste érala (iarne soca de los muertos, que Ue-
V iii para comerla.
kl fué la toma de la gran ciudad de Méjico , verifica-
d 1 13 de agosto de 1521 , dia de San Hipólito , por cu-
jí notivo se declaró ))atroa déla ciudad, dos años y
<a ^^ «uea^s después del desembarco cu Veracruz, cu-
PIS£BTA0X0»£3.— TOMO I.— 13
— 08 —
yo acontecimiento muy probablemente se habría axciiaa*
do f y esto» paíaes habrían pasado bajo el dominio eapa-
fiel sin tanta sangre y. desolación y si no se hubiera ye-
rificado la expedición de Narvaez y que interrumpió loa
planes de Cortes é hizo tomar otro rumbo á las cosas.
Retirados los vencedores á Gnyoacan , hizo Cortés nn
banquete para celt^brar el triunfo y para lo cual habia ya
mucho Tino venido de. España, y^tal fué el desorden
^' que hombres hubo, dice JJernal í^iaz, que anduvieron
^^sobre las mesas , que no acertaban á salir al patio; otros
*^ decian , que habian de comprar caballos con sillaa d«
^' oro y de las partes que les habiau de dar. " El P. OÍ me*
ro mauifestó su desagrado por tales escándalos, y Oortés
le dijo : <' Padre, no excusaba solazar y alegrar á los Bol-
*' dados con que lovuestra|reverei!Cia ha visto é yo he h e-
^^ cho ¿e mala gana ; ahora resta que vuestra reverenda
^^ ordene una procesión , y que diga una misa é nos pre-
^< dique , y que diga á los soldados que no roben las hijas
'< de los indios , y que no hurten ni riilan pendencias , é
<<que hagan como católicos cristianos , para que Dios nos
*< haga bien." Entonces, según el carácter singular de a
(luel siglo^ en que se pasaba de la disolución a la dero-
iñon y de un acto de liviandad á otro de religión, ^^ el fraile
^^ hizo una procesión en que íbamos con nuestras bande
'< ras levantadas , y algunas cruces á trechos , y cantan"
'' do las letanías , y á la postre una imagen de Nuestra
'^ Señora } y otro dia predicó Fr. Bartolomé, é comulga-
^< ron muchos en la misa después de Gortés y Alvarado,
^< 6 dimos gracias á Dios por la victoria. *'
Aunque en las disertaciones sucesivas no se trataríí
mas que de las consecuencias de la conquista , como esto
será contrayéndose á puntos particulares, será bien
echemos ahora un golpe de vista general sobre los efec-
tos de este grande acontecimiento.
Estos trastornos que de tiempo en tiempo han sufrido
todas las naciones, estas revoluciones que mudan la ^^z
del orbe y que tienen el nombre de conquistas , no del n
ser consideradas ni en razón de la justicia ni en la de >)s
medios que se emplean para su ejecución , sino mas Ib n
en razón de sus consecuencias. Ni Alejandro tuvo jo o
motivo para conquistar la Perfila , ni los romanos p a
osmeter baio su imperio casi t/>do el mundo conocido ^
I , los lombardo» paia ia-
> , d1 los normaoilos pe-
ra ¡ bId embargOf las na
n otfgen & esta eérie de
'ina, qaepor ai flauoaijiie
labe BaoBi' ol l>i( a Hei inal,
.contecñmieutos e' ealaúo
oonotümíeotos se extit^n-
m ddíó todas las uacioues
Fea, les dit> nua tnisma
ilizaoiou se geiieraljzó y
mieuto del crÍAiiauiamo.
I, resoltado delpoderab-
jrras civiles , había trai-
1 tan poderoso , ¿ un t»»
)D : eotoDcos lan ilaciones
le en él , y adoptando la
blo vencido , con el tras-
I mnobas TÍcieitades, se
jas é ilastradas i^no aho-
estos trastorno» oompl«-
lian dado origen á otro
ha impi'eao su sello, dan-
o que en sn priofii^>io no
r y de la faerza.
Botros; la conqnieta, obra
en el siglo en que se e je-
ra nación , en la cnal no
ites existió: religioa. leñ-
antes» todo es resaltado
len esaminarae los males
fectos permanentes, los
permanecerán mientras
que be presentado con
stinga & eetna dlBcrtacio
qne los comnnea & todas
te &lss del siglo en que
ino del conquistador no
aogre , j todo lo qne bay
ramo sin innecesatia pro'
ban liecbo cerrar las lla~
gqwFfta engie Bclieoíft-
— 100 —
iDt^venir la religiou, las calamidades eran majores* por-
que ellas so coDsiderabau üomo un castigo de la inñdeli-
dad, y casi no eran tenidos como hombres ; con los dere<
ches de tales los que profesaban otra religión. Guando
los cruzados mandados por Godofrodo de Bullón tomaron
á Jerusalen , pasaron á cuchillo' á todos los habitantes , y
esto no fué durante el furor del combate , sino muchos
dias después de ganada la ciudad, y por un acto delibe-
rado de lo3 jefes : habiendo sido tal la matanza, que en
la mezquita mayor , construidasobreel terreno que ocu-
pó el templo de Salomón , la sangre llegaba hasta el en-
cuentro de los caballos. En las leyes de Oleren , publica-
das por Pardef sus , código marítimo de tanta utilidad eo
la edad media, se establece por principio, ^'que si los
enemigos son piratas ó turcos, ú otros contrarios ó enemt
gos de nuestra sania- fé católica^ todos pueden tomar lo
que quieran sobre tales gentes , como sobre perros^ y se les
puede privar y despojar desús bienes sin castigo.
En la época de la couqui(<ta , el derecho de la guerra se
ejt^rcía por toda la ciudad con una crueldad que la civi-
lización moderna ha hecho desaparecer hasta cierto pan-
to. Por aquel mismo tiempo aconteció la toma de Boma
por el ejército imperial: la ciudad fué saqueada , con el
mismo rigor que Méjico ó Cholula , y esto no fué una vio-
lencia momentánea y pasajera , sino que los soldados se
establecieron por muchos meses en las cac>as de los veci-
itOB, á los que daban tormentos, sin exceptuará los car-*
dt naVs y prelados , varios de los cuales murif'ron en él ,
par» hHoerle declarar d'>nde teuian ocultas sus riqui^zas,
y comi-tían toda e^)lecie de excesos bu las fumlIiaA ; lo
mi^mo sucedió en Milán , y en la toma dn Túnez yH ht-mos
TÍ8toqne Va población fué saqneadi» y pasada á cucbüto
los hH hitan ten B^tns atrocldaden no eran »<olo pr«>)ti^sde
l>s ejércitos imperiales: las cometían igualoient» lo^fraa*
ceses, de qu» es butMia prueba el saqueo de Ravena y al
de Brescia; y la continencia tan celet>rada del caballero
Ba^vard demuestia , por ^u singularidad , que no era ec i
la virtud en que mas se di8tiiiguian sus paisanos en
mej*lntee»oca^iones, a^i como se ve que poco se r^-spet
b^n las perhonaa do los prisioneros , por el hecho de Iíl \
XII, ptíucipe por otra paite celebrado por su bonda ^
que hizo ahorcar al gubetnádor de Peschiera , Andxéo )
— 101 —
Kva, oott ra hijo, sin mas ddlto qne haber defendido bien
la plaza que le habia confiado el senado dé Veneda, ha-
biendo hecho también lo mismo pocos días antes con la
gnarnicion de Caravagglo. En Ingar , pnes y de caTíflcar
por hechos órneles y desnudos algunos sucesos de la con-
qnista que aparecen tales en nuestro siglo, como el ha-
b» cortado las manos á los espías tlaxcaltecas , y mar-
car con un fierro ardiente & los prisioneros de los pueblos
qucy por haberse antes sometido al gobierno espáfiol, eran
considerados como rebeldes cuando venían á tomar las
armas , como Tepeaca , examinados tales acontecimientos
á la luz del siglo én que se verificaron , no se ve en ellos
mas que lo que en otras partes sucedía , y aun con cierta
mitigación de severidad , pues los espías eran y son cas-
tigados con la pena capital , y la impresión del sello ar-
diendo todavía se practica en Francia con los que son
condenados á galeras.
Lo que sí debe parecer muy eztrafio es, que en nuestro
^glo de ñlósofía , cuando el celo religioso no >niiná al
espíritu de conquista / ^ cuando para todo se invocan
los principios de la humanidad y de la justicia^ sé h^yan
repetido las mismas vioíencias , sé hayan hollado íds miiS'
mos derechos de que se acusa á los espafioles ^ y ésto por
las naciones cuyos escñtores se han producido contra éuos
de la manera mas vehemente. A8í hemos visto ú\ Direc-
torio de la república francesa invadir la Boiza en medio
de la paz, sin mas motivo que aprovecharse dé los tesoros
rbUDiloa eu Berna, repartir con el Au<^tria la Eeptibllca
veueciiinai sin retipt!Ci> niugauoá su uaciobaHdad, y de«
cecar la campaña «te BSgipco y Siria sin A meuor pretex*
tO| U«9va>i'lo la mderte y la deíoiaciou á unos «lUebioH que
para n»Mla 86 uitfzctabfiíi ea U po icica dc^ la lí!ar«u>a: y al*
gaaus atlüS lt9Spu^4, la invaMOii de d)8pdQa pot Napui^'on
T«9aui6 eu NÍ 8ola toda la ifgaNti.sia, tola laatro :i*laü , to*
dud iurt crímeuet» qae tant » se pouderao en la couquinca
do Amédisa, biu una sola razón con que diHcu'purtos; y
tita mi^ma guerra de E^i^aña vemua á los ejército» In-
38, los ejércitos m *jor 4lid<dpliuados de la Éiir>»M^y **^
naciuu que veuídrii á proteger, repetir en Bi.dHJoz y
S«n S''b«isaari tus eXi^sun que maucharou Cies siglos
s la toma de Boma y de Mlilan. tíio t^mbargo, los cua*
^'«<) reprtsentan la ocuj^Tacion d« Malta atacada en
^ — 102 —
el Mno de la paz, y lae batallas de 7gipto y Siria, ador,
nan los Balones de Méjico , mientras que los combates da-
dos en ataqne y defensa de esta capital son generalmente
ignorados, y se reclama contra la conquista, re vindicando
los derechos de Moctezuma , como si los ingleses de aho-
ra pretendiesen vengar las agravios que los romanos hi
oierou á la reina Boadicea y á sus hijas.
Aun cuando en nuestro siglo de escepticismo no se
quiera contemplar el cambio de la religión con los ojos de
la fé y con un sentimiento de piedad^ bastan los princi-
pios de la fliosofla para calificar sus yentdjas. No pueden
leerse sin horror los libros rituales del P. Sahagun , en
\ que se especifican menudamente las festividades anuales,
el número de las -víctimas que en cada una hablan de sa
orificarse, su sexo, su edad, el tiempo que habia de tenerse
engordando , el modo de su muerto y e3 guiso que habia
de hacerse con sus carnes ; y una religión que consagraba
tales sacrificios era ciertamente un obstáculo insuperable
para todo adelanto verdadero en Ja civilización' , pues no
puede haber sociedad entre gentes que se comen unas á
otrad. Oierto es que la religión cristiana vino acompaña-
da con la inquisición, como han dicho varios escritores ex-
tranjeros; pero el sefior Prescott, distinguiendo con
mucho juicio la esencia de las cosas del abuso que dü
ellas punde hacerse, reconoce en el culto idólatra de los
mejicanos y en el canibalismo que lo acompafiaba ol
mal en la escencia misma de ese cu<to, mientras que la
inquisición en nada tuca al fondo de la religión cristiana.
Pero ésta y otras ventajas que veremos en el cur o de
estas dis^^rtadoaes , tratáiKÍoée del gobierno civil ^ de los
edtablecicnientos de iostraccion y de beacfioeucia , y de
otcds paacoH faeroriel resaiCaij del sísceooLaqae los mo-
narca** españutes adoptaron respecto á las posesiones de
América. A diferencia del que otr«*s naciMes han seguido
en sus colonias, no se las consideró meramente como es-
tablecimientos productivos, sino que se las hizo partíci-'
ues de todo cuanto habia en la metrópoli. Si atendemos
ál plan seguido por el gobierno inglés , con respecto á bus
estableelmientos ulcramarmos , veremos que han sido
considerados bajo doA diferentes aspectos: en los unos,
formados por la emigraeion de una parte de la población
de I^ metrópoli (d pj^rífife^ pcupfitíos por tribus salv^^en, póv
— 103 —
lo se ha atendido á los intereses de los emigrados y y para
esto la población nativa ha sido enteramente espelida ,
como finoedió en las colonias inglesas del norte de Amé-
rica^ qne hoy son los Estados-l} nidos, loscnales signen
el mismo sistema: ni nno sólo de los naturales del país
queda ya existento en él : pnes sea comprándoles sos po-<
sesiones ó exterminándolos como á los Seminóles , se les
hace abandonar la tierra á la nueva población, que ex^
(Masivamente se apodera de ella. En otras regiones en que
la población nativa era crecida y en nn cierto grado de
civilización , sin hacer esfuerzo ninguno para mejorar su .
condidon 9 sólo se atiende á sacar do ella la mayor ntili
dad posible , ya por el consumo exclusivo que se hace d»
los ¿tíoulos de la metrópoli , ya por los tributos que pa-
ga ; y así es qne después de doscientos años de domina-
don inglesa , las tinieblas de la idolatría cubren todavía
los países del Indosten , y la viuda de Malabar sube á
quemarse en la hoguera con el cuerpo de su marido , eo.
mo la víctima de Huitzilopoztli subía en el templo mayor
(le Méjico á ser inmolada en las aras de aquella sanguina*
ríadivinidad« Los monarcas españoles, profundamente^
religiosos ante todo j consideraron la propagación de la
religión como el primero de los deberes y y lo hicieron es-
tableciendo el culto católico con real munificencia , con
la misma pompa y solemnidad que en las catedrales de
Taledo, Santiago ó Sevilla, y con la religión vinieron to-
«ks los beneficios de la sociedad civil ; de manem , que .
siendo inevitable , como hemos visto en la primera di^
flertadon , el que , en el estado de las cosas en el siglo
XYI, estos países dejasen de ser presado alguna na-
ción europea, fué nnagran felicidad que esta nación toe- -
80 la española, y la historia imparclal y la crítica Revera
de tos acontecimientos obliga á reconocerlo así. A esto se
debe el grado de civilización en que estamos, la magni-
ficencia de los templos y edificios que adornan nuestras
eindades, los establecimientos de toda especie que en ellas
^en ^ y loa adelantos qne las colonias hicieron , y que
pasieron en estado de ser nn día naciones grandes y
ierosas.
i volvemos ahora nuestra atención á las ventajas físi-
que han resultado por la conquista , pudiéramos ^ha-
una prueba práctica en nosotro»? mismos , privando-
— 106 —
imaginación desarreglada y y se sujetare á seguir los prin-
cipios del buen gasto, que no soa otros que la imitación
de la naturaleza y de los grandes modelos de los escrito-»
rea clásicos. La nación mejicana, separada déla espa-
ñola por el efecto nacional que el trascurso de los siglos
produce on todos loa. pueblos de la tierra , como un hijo
qne en la madurez de la edad sale de la casa paterna pa-
ra establecer una nueva familia ^ tiene en sí misma todo
cnanto necesita para su gloria , y está ^i sus manos a-
brirse una carrera de dicha y prosperidad , perfeccionan-
do todo cuanto se hizo 6 intentó desde la época de la con-
quista , que va á ser el objeto de las disertaciones suce-
sivas.
i
TERCERA DISERTACIÓN.
E0tel>l«cliiilento del gobierno espafiol.
BxL las dos disertaoionjes qae preceden , hettios exami-
nado lás caasas generales que prodajeroa el deficubri-
ittieuto y oooqaista de la América por los españoles , y
los medios particulares por los cuales se hicieron due-
líos del pais conocido con el nombre indeterminado de
Andhuac\í\^ al que ellos dieron el de Hueva-Eapaüa. —
Vaoios aliora á ocuparnos del establecimiento de la au-
toridad española en nuestras regiones , y de la formación
ñél firobierno que existió por sus propias fuerzas, casi sin
auxilios de la metrópoli; y. sin el apoyo de tropas regula-
res , por el largo espacio de tres siglos.
Hasta aqui he podido tomar por guia á los muchos y
distinguidos escritores que han tratado de la conquista ;
l>oro & éstos , los unos , como el célebre don Antonio de
S0IÍS9 terminan su historia con la tomado Méjico; y.otros,
3omo el se&or Prescott ^ sólo la prolongan hasta la muer.
:e de Cortes, sin ocuparse mucho de aquellos pormeno.
fl) áná/Moe quiere decir ceyea del of/i'-a , r en su principio no aeeutecáiV
or Qtte nomlire mas que el pafs ÍAmediato 6 las lagañas: n despue»^ se le di")
sU^ifisaeiondetodoel continente eutre loados varef, como Veytia pre-
nde , es una cosa laaj dadoea.
— lio —
en otras muchas cosas que la equiparan á ella.''
Después de la toma de la capital dio cuanta al empera
dor de aquel grande acontecimiento , por su carta escrita
en Ouyoacan , en 15 de mayo de 1522 , certificando ll
verdad de todo cuanto refiere los oficiales reales Jaliai
de Alderete , Alonso de Grado y Bernardino Vazqueí d<
Tapia ; y posteriormente , en 16 de octubre de 1624 , cí
carta escrita en esta ciudad , que entonces se conocía c<x
el nombre de "la gran ciudad de Temixtltan, " oontinti
la relación de todo cuanto se habia heobo para extendí
y propagar el dominio español en todo lo deacubiert
iiasta aquella fecha en este continente. Estas tres cartat
que eran las únicas conocidas hasta nuestra ópoca , lial
hecho con razón comparar á Cortos con César , que en su
comentarios ha sido su propio historiador , y en ellas, oa
admirable sencillez y verdad , manifiesta todo lo que iiii
en la conquista , y todos los grandes proyectos que i
nuevo habla concebido.
La pronta publicación en Sevilla de las dos primen
hizo conocer á los españoles la grande importancia de IK
países nuevamente descubiertos ;pero Carlos Y , ocupi
do en asegurarse la corona imperial y en losne^cios i
Alemania , donde á la sazón estaba j habia encargado
('.aidado de las cosas de España al cardenal Adriano i
TJtreoht . y éste dejaba los asuntos de Indias al obispo i
Burgos uou Juan Rodríguez de Fonseca , quien hablé
doso manifestado poco tarorable á Colon, era proteot
declarado de Volazquez ; y además , la guerra de la» c
munidades de Castilla , suscitada por este mismo tiei
l>o f concentraba la atención del gobierno en sólo el o
jeto de sotbcar los últimos alientos de la libertad cas
llana.
En tales circunstancias , retirado Cortés con el ejór
to á Cuyoacan , los soldados exigen que se les repúrtal
el botin que se había recogido en la toma de la capital
como este fuese muy inferior á sus esperanzas , y que
él hubiere de sacarse el quinto real, y además el qoii
del residuo que correspondía á Cortés , el descontento
manifestó de la manera mas violenta. Sospechaban ^
Oaautemotzin habia escondido los tesoros que en la t
dad habia y y que Cortés era sabedor de todo ello y e(
ba de acuerdo en la ocultación ^ para aprovecharse ék
— 111 —
|o de todo el oro y la plata que existía. De esta sospecha^
|Qe apoyaba el tesorero Julián de Alderete , pasaron á
kdgir qae se diese tormento á Oaantemotzin , para que
ieobraae dónde Inania oculto los tesoros que se creía ha-
jM& Cortés, á quien repugnaba semejante acto de cruel-
dad , no lo pudo excusar 7 según el testimonio de Bernal
Biaz , testigo ocular del suceso, pues su autoridad , mal
jestablecida , no pudo resistir el imlsetudenua multitud
ítiasperada por la sospecha de la ocultación. Cortés se ha.
^ba en este caso en la misma situación en qae Tácito
^representa al emperador Otón, cuando á su pesar manda-
3ba quitar la vida á los ministros y amigos de su antece-
lor Galba. ^< Tenia bastante autoridad para mandar co-
meter él crimen , i>ero no para impedirlo " [1] , dice aquel
sritor, que con estas pocas pinceladas ha pintado tan
7i?o la posición en que se encuentra un jefe que dcl^i^
autoiidad á la muchedumbre por medio do una rcTohi*
oa, y que tiene que ceder á la voluntad caprichosa d<^
N qae le elevaron ai poder.
i Caálfneaela licencia é insubordinación de las tropas
leaqaella época en casos semejantes, piKKlese conocer
p^r lo que aconteció en Boma seis años después de la to-
pas de Méjico. Apoderado de aquella capital el ejército
¿Imperial , y muerto en el ataque el condestable de liorboii
[^e lo mandaba , no hubo género de excesos .4 que no S(>
^tregase aquella soldadesca desenfrenada, sin quepu^
^e contenerla el respteo del príncipe do Omage, que
^Ó^ía un mando enteramente nominal. Para poner t ar-
illo Á los males que por tanto tiempo habla sufrido aque-
capital , fué ponerse á la cabeza de las íTopas el mar-
es del Yasto , el general mas respetado de los ejércitou
periales , por el brillo de su nacimiento , por el ilustre
tltrinníb reciente de Pavía, debido en fr^an parte (\ fina
'^aerzos,y por la confianza que el emperador le dispensa-
; ^ aunque llevaba en su apoyo las tropas que habia
el reino de Ñapóles , no sólo no consiguió hacerse obe-
íer, sino que temiendo recibir algún insulto en su per-
na, tnvo que salir ocultamente de Roma , y prefirió ir
haeer la guerra á los tarcos en ITungiía como volnnta-
plOütoiliaoBdiimanetoritA:! Inerat ad ¡prohibendam BCdlna: jnberA Jam
— 112 —
rio^ mas bien que ponerse á la cabeza del primero y inai
afamado de los ejércitos de Garlos Y. Oortés ^ con menos
tftolos para poder contar con la obediencia de sns sóida*
dos f tnvo que ceder á la necesidad } pero todavía el haber
tenido que hacerlo así es una mancha en su &ima.
El desgraciado Onautemotziu y su primo el señor de
Tacuba fueron puestos al tormento , quemándoles los pies
a fuego lento con aceite hirviendo. Ix)s lamentos del señor
de Tacuba hicieron que dirigiese hacia él la vista el he*
xóico emperador ,^ue sufiia sin dejar escapar un suspiro,
y reprendiendo su debilidad , le dijo : ^^ ¿lüstoy yo en al-
gún deleite 6 bafiot ^ Expresión que, vertida de una ma-
nera mas poética , ha venido á ser proverbial. Oortés , a«
vergonzado de la deshonra que sobre él recaía y por el in-
digno tratamiento que se hacía á un prisionero á qmen
habia ofrecido que seria visto con consideración, le hi-
zo retirar del tormento, en el que confosó que cuatro
dias antes de la toma de la capital habia hecho arrojar ú,
la laguna el oro y la artillería y demás armas quitadas ^
loa españoles en la noche triste , de todo lo caal nada se
pudo sacar, aunque entraron al agua buenos nadadores,
y sólo fie encontró en una alberca de la casa de Onaat4^-
motziu un sol de oro y algunas alhajas de poco valor. Ei
aeUor de Tacuba d^'o que tenia ocultas en su ciudad al-
gunas piezas de oro ; pero conducido á ella, por Alvarado
para que las entregase, dijo que por morir en o' camino
habia dicho aquello, y qae le matasen , pne» no tenia oro
ni joyas ningunas.
Todo lo que los oficiales reales tenían en su poder para
repartir no ascendía mas que á trescientos ochenta mil
pesos, y en el orden establecido para la distribncion , á
los de á caballo , que era á los que tocaba mayor parte ,
no les venia á corresponder mas que á cien pesos. Vista la
cortedad de estas sumas, ningún soldado quería recibir-
íais; y & este motivo de descontento se agregaban los re-
clamos continuos de los acreedores , por el valor de m
armas y caballos que les habían vendido á precios exl r-
bitantes, pues las ballestas habían sido á cuarenta y c i-
cuenta pesos , las escopetas ciento , cincuenta las es; i-
das, y un caballo ochocientos ó*mil : y el cirujano maes i»
Juan y un médico, Mnrcia , que era también boticarii y
barbcffo , se querían hacer pagar bien por las heridas ' e
4
— 113 —
habiau curado duran tola guerra. Cortas so vio obligado
á iiooer térmiso á la mnltitad de cneetiones qne de u>do
esto fie originaba , y paia ello nombró dos tafitadoreis qne
apieciasen en justicia lo.qne podían valer las mercadeiías
qoe j^e habían tomado fiadas ^ así como también Jas caías
bochas por los lacnttativos, j ademásmaddóqno á los mol-
dados qne ni ánn atí i>ndi(gen pagar ^e les e&peía^e per
d('S aüos.
A otro espediente se ccnriió no menos violento y de
coüstcnencias todavía mas i'nne&tas. Para anmentar la
cantidad ue óio qne Labia , y hacer de et^ta maueía mas
decidas las pagas, fco les echaicn ties qnilatts de cobie;
j)4ro elresnltado íné el qne piedme siempie ia aiteíacion
de la nioneda , qne todas las mert ancias encaiecleion ^n
mtsqne la piopoicion en que Labia bajado la lr.> de ks
metales con que se pagabbu; > fué tai el desciétíito de
este oro , que te llamó de tep'u::qne^ que en mejicano signi-
fica cobre , que en las burlas ce toldados acostumbran
llamar, álos que de repente te habían enriquecido > quo-
riao aparentar una impoitancia que no tenían, I>. Fulano
de TepxizffKe, Una vez abieita la puerta al fraude rxn la
alteración de la ley de los metales , que servían para el
cambio de todo, pues todavía no Labia moneda y los par-
tiiidaies se aprovecharon, alterándola todavía mas, co-
mo ha sucedido en nuestros dias con la moneda de cobre,
lo qae dio motivo & que dos plateros quo hacían este tra-
uco criminal fuesen easiigados coniapena de horca. Para
eitÍDgair estas especies alteradas, mandó el gobierno es-
paflol que no siguiesen en circulación ^ y que todos lo»
derechos que se causasen de almojarifazgo y penas de
eámara se pagasen en aquel oro adulterado , con lo que
con el trascurso del tiempo todo se recogió y se llevó á
EdpaSa» El nombre que se dio á estos metales con liga se
conserva todavía en Guanajuato, donde se llama pla-
ta de tepuzcos la de fundición , qne por ser de menos ley
qoe lacoi>ella9 vale generalmente un peso menos en
o »o.
descontento de los soldados se manifestaba cada
di lor medio de pasqmnes insultantes á Cortés. Este se
h ba alojado en Gu>oacan , en una casa grande , cuyas
Pj des estaban recientemente blanqueadas, y todos los
di -«nanecían cubiertas de letreros injurioísos en prosa y
PSaiBBTA6I0inEB9.— TOMO I.— 1&
4'
— 114 —
verso y y como Oortós presumía un poco de pceta, xespoo*
dia por loB mismo conaonantes , ^'j may á propóbito, dice
Berual Diaz , en tx)do lo que eBcritiía ; y década día iban
maa deav^ergonzados ios mtítroa , y de tal manera anda-
ban las co»as , que Fr. Bartolomé de Olmedo Je dijo á Cor-
téjü qim no i'ormitiese que aqaeilu pasase adelante , Bino
que coa cordura vedare que no escribiesen en la pared* ^
Íj(> hizo asi , imponiendo grabes penas ^ con lo que iepri'«
mió Cute abuso ; y paia acabar de acnllar á los descun-
teutos dio nueva ocupación á aquellos espíritus inqulB'
tos y tnrbuleutua con las expediciones que disiiUBO a di-
verjas partas del país.
Para ilevar al emperador el quinto del oro y joyas del
despojo de la capital , fueron comisionados Alonso de A-
vila y Antonio de Quiñones; y habiéndose tomado tamn
bien muchas rodelas de oro , penachos , plumajes y otras
cosas preciosas 9 pareció Cortés que por ser tales no se
debian quitar ni dividir, sino que todas se enviasen al em-
pciador , á cuyo fin hizo juntar á todos los españoles pa-
ra que cediesen su parte , á lo que accedieron. £ntre las
jo^as refiere Gomara haberse lemitido una esmeralda de
extraordinapío tamaño , pues dice era como la palma de
)a mano , pero cuadrada y que remataba en punta como
pirámide. De todas las piedras preciosas ninguna ha sido
tan frecuentemente confundida con otras piedras verdes,
como la esmeralda , ó por mejor decir , este nombre se
ha dado A muchas sustancias minerales y aun artiflcia-
les que tienen aquel color. En nuestra república no hay
esmeraldas , y las que se tenían por tales, en tiempo de la
conquistai eran jade ó serpentina, cuyo color tiene alguna
semejanza con el de aquellas. El limo. Sr. Arzobispo I>r.
D. Manuel de Posadas posee un idolillo de la primer» de
estas materias, de seis pulgadas de alto, que habña sido
tenido por esmeralda en aquellos tiempos , en los cuales
por no tenerse conocimientos ningunos de mineralogía, y
creyendo que todas las piedras preciosas son resistentes,
la prueba que hadan en el Perú , donde las esmeraldas
abundan , para conocer si lo eran , consistía en darles un
fuerte golpe con un martillo , y como son quebradiza ,
todas se rompían , de suerte que tomaban por esmérale a
las que no lo eran y destruían las verdaderas. Este er r
era común también en Europa : mucha fama tenia en i «
— ÍIo —
lia U sacro catino , el sagrado platón , que se conserva eu
la catedral de Góaova, y cou el qae se decía haberse ne-
íebrado la cena pascual por el diviao Salvador y el rey D.
Viooso lo dio á la república , dol despojo de la ciudad de
Almería I en premio del auxilio do naves que lo prestó
para la toma de aquella plaza , y se creía que era de es-
meralda. Trasladado á París cuaado la Italia fué despo-
jada por [Napoleón de todas sus preciosidades . se aDalizi)
por los químicos de aquella capital , y resulto eei de vi-
drio común tenido con cobre. Así , pues , todas estas es-*
meraldasde extraordinario tamaño , de que se habla en
tiempo de la conquista , no lo eran , sino otras piedras
verdes de diversas clases.
Eatre las cosas curiosas que los enviados llevaban, ha-
bía tres tigres , y por haberse soltado dos de ellos duran-
te la navegación y haber herido á algunos de los marine-
ros^ los mataron á todos. En la idla Tercera , adonde lle^
garon felizmente, Antonio de Quiñones , que era hombre
leacilloso , murió de resultas de una pendencia por una
dama; y Alonso de Avila , continuando su viuje con los
doa buques que llevaba , fué apresado por el corsario fian;
céá Juan Florín, y conducido á Francia , con lo que to-
dos estos tesoros y curiosidades cayeron en poder del rey
Francisco I , quien retuvo prisíouerQ á Alonso de Avila ,
el cual no obstante pulo hacer llegar las cartas que lle<
Taba á manos del padre y apoderados de Cortés , y éstos
las despacharon á Flandes al emperador, sin dar cono-
cimiento de ella al obispo de Burgos. Algún tiempo des
pues, el mismo Juan Florinfaé aprehendido cerca de Ca
Harías, con otros capitanes franceses, por cuatro buques
vizcaiass, y conducido á Sevilla , fué ahorcado por orden
de Oírlos V , considerándolo como pirata.
La fama de la toma de Méjico se había extandido por
todo el Anáhuac, y de todas partes venían á contemplar
Im rutilas de aquella ciudad tan poderosa , y á someterse
vencedores. Entre otros llegaron los embajadores
ey de Michoacán ^ quienes dijeron á Cortés que sa-
lo que los españoles eran vasallos de un gran seftor,
y y los suvos lo querían también ser y tener mnch*
itad con aquellos. Cortés les hizo ver los ejercicios
ires con las armas españolas , de lo cual y de las e-
' -lAfl de la caballería quedaron maravillados, y des-
— 316 —
pidiéudoloí^coiLti^utoB cod el rc^galode al gaoaB joyas, dei*
pti^lió cou elloR do» f spaDoles para qae fuesen á recoDo-*
ü^r el paía , llegando hasta la costa del mar del Sar, de
qae :ra He tenia alguna noticia. Este era el ^ande Abjeto
i\xxe ee llevaba en tcdos Iofi viajes de descubrimiento, y
todavía la conquista de Mi^Jico 4 siendo tan importante,
no se consideraba mas que como un paso para llegar á
aquel mar , ^< en qne se liabian de bailar ^dice el mismo
Cortés , en su tercera relación á Gilrlos Y , muchas islas
ricas de oro y perlas y piedras preciosas y especería, y ce
habian de df sonbrír y hallar otros muchos secretos y co-
sas admirables '' Los dos españoles enviados á MiohoS'-
can, f otros dos que fueron por el rumbo de Tehnante-
pec , ilegaron hasta la costa y sin encontrar estorbo al-
gnno , y tomaron posesión de este mar tau deseado, eri-
^endo cruces en sus playas. Las noticias que trajeron á
Cortés de lo que habian visto y reconocido le llenaron de
satistaccion y le afirmaron mas en los planes 'que ya for-
maba para las navegaciones que mas adelante empren-
dió, y á las cuales se debió el desoabrimiento del golfo
de Californias , que por esto tuvo el nombre de mar de
Cortés.
Con los dos españoles enviados á Michoacan tuío un
hermano del rey con varios principales señorets y gente de
senricio, qne pasaban de mil personas , trayendo un rico
presente. Cortés le recibió con pompa, hizo hacer en fu
presencia un alarde de sus tropas , y le condujo á ver Ha
destrucción y asolamiento de la ciudad de Temixtitan,
que de la ver , y de ver su fuerza y fortaleza • por estar
en el agua . quedaron muy mas espantados.'^ También el
señor dp Tebuant^pec mandó su sumisión con un presen-
te, y otros caciques y señores se presen tron á hacerlo
mismo. Do esta manera se formó una sola nación de to.
das estas partes separadas . y este elemento precioso de
la unidad nacional vino á ser el fundamento de la gran-
deza á que la república podrá llegar algún dia, si sabe con-
servarla. Cortés entonces despachó á los principales de
sus capitanes en todas direcciones, sirviéndole de regla
loa libros qne tenia de las rentas de Mocteznma , por tos
cuales vela deque partes le traian oro, y dónde habia mi-
nas y otras cosas de valor. (Gonzalo de Sandoval faé eTivia*
do á luztepe que , con orden de fundar la ríUa de Mede-
— 117 —
Iliu , cnyonombrese le dio por recuerdo de la pátiia de
CortéS) la que despaos faé trasladada al lagar en qae hoy
e^tá, y desde allí del)ía extenderse hasta Goazacoalco;
Grtgtóbal de Olid marchó á Michoacan^ y despaos pasó
á Hibueras : Francisco de Orosco á Oajaca; Pec&o de Al;
varado á Goatemala; Jaan Yelazqaez el Ohico á Colima'
Tillafaerteá Zacatula; otros á diversas partes, y ou es**
pedal al rio de Panuco j para prevenir las pretensiones
(le Fnuieisco de Garay.
La vida délos conqnistadores era pasar continuamente
de una empresa á otra : concluida la primera , todos los
sueños de felicidad desaparecían, y su imaginación se
llBoaba de naevas ilaciones. Para realizarlas y no habla
(iificaltad qae los detuviese ni obstáculo que les pareciese
iaauperable , y así vemos emprender en aquella época
Tiajes y expediciones que hoy se tendrían por itnposibleS;
Bofrí^do trabajos y privaciones que parece requerían
otra (»sta de hombres que la que ahora conocemos. Así
foé como en poco tiempo faé reconocido en todas direc*
dones el vasto continente americano : el del norte por
Cortés y min compañerost y el del sur, algunos años des-
paes, por Pizarro y Almagro j habiendo pasado este álti^
mo la elevada cordillera que separa el Perú de Ohile , y
atravesándolo dejponienteá oriente Francisco de Orellana,
quien viendo un gran rio que no sabia adonde iba aparar,
fie embarcó en él en una balsa con pocos compañeros , y
dejándose llevar por la corriente 9 en esta navegación que
parees una ñccion de los libros de caballería mas qne un
¿eoho histórico 9 fué á salir á la costa del Brasil y recor-
rieado el gran rio de las Amazonas , que por algún tiem-
po tuvo su nombré, y que debía haberlo cod servado.
Mientras Cortas ganaba para Castilla el opuleuto impe-
rb mejicano , en la corte se le quitaba el mando y se or.
deaaba que fuese conducido preso á responder de su con-
tacta. Ikw agentes de Yelazqaez obtuvieron del obispo
de Rorgos la orden para que se enviase un comisioaado
co implios poderes á sst'O efecto , y el nombramiento ro-
ca. , en Cristóbal de Tapia , veedor de las faudacioues
<ie > isb Española , el cual llegó á Yeracruz en diciem-
bf^ le 1521. Hizo saber su llegada á Cortés , 1 aunque le
£j que no presentaría sus despachos mas que al mismo
^ ^"^ & cuyo fln se trasladaría al lugar de su residen-
/^
— 120 —
de decirle que una nación tiene nna constituciou , cuan»
do e&t^ consiste , no en estar escrita, sino en estar radi-
cada en las costumbres y opiniones de todos. Solo cuatio
poblaciones de españoles habia en llueva España : Vera-
craz , que fué la primera ^ Tepeaca ó Segura üe la Fronte-
ra; Méjico , cuyo ayuntamieuto se habla instalado y ie>
sidia en Onyoacan, y Medellin, qae acababa de fundarse,
y >a los procuradores de estas poblaciones se juntaban
siempre que ocurria tratar algún negocio de interés ge-
neral 9 como lo hadan en España los procuradore.^ de Cor-
tes; y Méjico los tenia, aunque sin llevar este nombre,
por bolo la costumbre que los españoles tenian entonces
en celebrarlas. Si las cosas hubieran seguido b^jo este
pié , la Nueva España hubiera tenido d^sde su principio
una legislatura colonial y y acostumbrada la nación á dis-
cutir libremente sus propios intereses , la iodependencia
se hubiera hecho por sí misma j y no habría habido to-
das las diñcultades que hemos tenido que vencer para la
organización do un gobierno ; pero en la misma Kepaña
las íDstituciones liberales tocaban á su fin^ y en los cam-
pos de Villalar se habia decidi(^o por este mismo tiempo
la cuestión entre el poder absoluto de Carlos V y,la liber-
tad , üe una manera desgraciada para ésta.
Aunque se habia sometido casi todo el país 9 ocurrían
todavía insurrecciones en varias partes de él , que se le-
primian no sin sangre y siempre con severos castigos,
de las cuales la mas seria fué en Panuco , donde maK-hó
el mismo Cortés con un número considerable de españo-
las y mejicanos, habiendo ofrecido mucha dificultad las
asperezas de las Guasteca y el terreno anegadizo y cu-
bierto de lagunas causadas por las «uundaciones del
rio.
Entre tanto, las cosas habian tomado en la corte nn
aspecto muy diverso para OortéSé Sus apoderados y ami-
gos en ella , sostenidos, por el influjo del duque de Béjar ,
que deede el principio se habí a declarado ardiente favo-
recedor de Cortés 9 habian hecho valer las representac )•
nes de sufpadre don Martin ; y habiendoregresado á I »•
paña el emperador Carlos V en julio del52J , dispuso 1 >-
mar una resolución definitiva sobre los asuntos deMéji< ci«
¥ormó para ésto una junta ó tribunal , como hemos dic lO
en la disertación anterior, compuesta del gran cañe*'' tr
— 121 —
del remo de Ñapóles , Mercarino de Gartinara , y de Iob
mlembroe mu distíngaidos del consejo de Bstado y del
de Indias, entre los cuales se contaba el Dr. Galindez de
Carvajal, qne desde el tiempo de los Keyes Oatólicos es-
taba prestando tan señalados servicios. Pánñlo de Xar-
vaezyOristóbal de Tapia, que habian regresado á la
corte, se constituyeron en acasadores, y fueron examina-
dos detenidamente por aqnel tribunal todos los capítnlos
deacosaoiony que consistían principalmente en haber-
se apoderado Oórtés de la armada de Yt^lazqnez j hal>er
ejeieido nna antoridad ilegal y usurpada ) haber hecho la
gnerra á Karraez y resistido á entregar el mando á Ta-
pií^ haber dado tormento áOuautemotzin^ defraudado los
tesoros reales , invirtíéndolos en expediciones y gastos
ioneeesarios. A todo esto se contestó .que la armada no
86 habia formado solo á expensas de velazquez , habién^
dosehechoporOortésy sus amigos la ma^or parte del
gasto ; qne limitados los poderes é instrucciones de Ye-
l&zqnez á rescatar oro en la costa, los intereses de la co-
lo&ia habian exigido tbrmar establecimientos en el país
deacabierto, á lo que se habia procedido en forma legal^
y de todo se habia dado cuenta al emperador para obte-
ner su aprobación; que las hostilidades contra !N^arvaez
A mismo las habia provocado por su conducta impruden-
te, con qne habia comprometido la existencia de los es-
pañoles que estaban en el país, y puesto en el mayor ries-
go el progreso de la conquista; que el entregar el mando
á Tapia hubiera sido muy perjudicial en las circunstan-*
das delicadas en qne la tierra se hallaba , y que por esto
ae opusieron los procuradores reunidos de todos los ayun-
tamientos de Nueva-España ; que el tormento dado á
Onantemotzin habia sido exigi'^o por el tesorero Aldere-
te, y Cortés no habia podido evitarlo, y que no solo no ha*
Ua habido deiraudacion del quinto real , sino que se ha •
bis remitido mucho mas de lo que le correspondía, y que
^ ios gastos de las diversas expediciones que habiasido
m-^Bflter emprender, Cortés habia invertido todo cuan-
to ibia ganado, y se habia visto obligado á contraer
m ooosiderablcs deudas. A todo esto agregaban los
d( aores de Cortés, que éste habia tenido que luchar,
ac o con las dificultades propias de tan grande em*
p -«»/« 0Q]i ]||B que le habian suscitado Velazquez y
BiaBBTA€XO«XS«— XOMt I,— IG
— 122 —
el obispo de Burgos, de suerte qne había tenido mas tra-
bajo en safrir las amenazas y aó'entas que los ministros
del rey le hablan hecho, que en ganar tanta tierra, y
qne nlngnn vasallo habla pneato jamá« tan grande im*
l)erío en obediencia do sn pi íncipe , sin costa suya.
Ijosjaecos, despnes de bien coosiderado el negocio,
declararon , como se dijo en la disertación anterior, en
cnanto á. la cuestión con Diego Yela2qnez , qne esta so
Viese y decidiese en el consejo de Indias , y Cortés fu6
nombrado por el emperader capitán general y goberna-
dor de Nueva- España, cu^'o título solo expidió en Va-
lladoHd en 15 de octubre do 1522 ^ asignándole el sueldo
competente para tan alto empleo, y á Diego Yelazqaez.
se le mandó' que no interviniese mas en los asuntos de
Kaeva-España : todo lo cual se hizo saber al mismo Ye •
lazquez , al almirante D. Diego Colon y á la audiencia de
la Espa&ola ; y como el ayudante habia enviado oficia^
Itn y tenientes sujos para cobrar los derechos del almi-
rantazgo , loa cuales no fueron recibidos por Cortés , so
le dijo h ésto que habia hecho bien, y que no lo pennitie-
se ha^ta que se declarase si le pertenecían. También ee
dio orden para alzar el embargo que el obispo de Burgos
habia mandado hacer de todo el oro , dinero y otras co-
sas que habían venido para Martin Cortés y otros parti-
culares , y el obispo quedó recusado para todos los nego-
cios de Cortés..
El emperador escribió á éste una carta muy satisfac-
toria ^ que se publicará en el apéndice, y otra á los a^nn-
tamientos de Nueva España , capitanes, caballeros y de-
más personas que en ella residían, en que les comunica-
ba todo lo dispnesto, y cómo habia conferido á Cortés el
empleo de capitán general y gobernador , <^ encargándoles
y mandándoles les obedeciesen y tuviesen con él toda
buena conformidady trabajando en la pacificación y.|pobla-
cion de aquella tierra, como lo habian hecho ^ en espe-
cial , en la conversión de los naturales, teniendo por cier-
to que desús servicios tendría memoria para gratificarlos
y hacerles merced. " Y para completar la administración
en el ramo de rentas ^ fueron nombrados : contador , Ro-
drigo de Albornoz, secretario del emperador: üEbotor, Gon-
zalo de SalaEar : tesorero, Alonso de Estrada, continuo
de la casa real, esto es, uno de los cien guardias de la
/
— 123 —
pérsotta real, gae Hevaban entonces liombre de coBtínaos,
prqae So era sa servicio cerca del soberano ; ^'veedor de
las fandicíones^ Pedro Almindez Olúriuos , • que pora-
brevacion se llama oomimoieuto Peralmidez. También se
proveyó, el oñcio de tandidor y marcador de Iba mió as do
Xaera-^Bspaüa 9 lo qae equivale á ensayador majori en
Francisco de los Oobos , secretario del emperador , con
quien obtuvo mucho valimiento j y después fué el primer
marqués de Oameraza, y oste nombraba los ensayadores^
goienea le pagaban por estos empleos, lo cual hacía el su-
yo muy productivo.
Autorizado de esta manera Oortés para ejei'cer el go-
bierno sin las dificultades conque hasta entonces habia
tenido que luchar por falta do título , dio mayor vuelo á
sus empresas , y se dedicó con mas empeño á la organi-
ilación política del x>aís. Para ella se habia ofrecido des-
de luegola cuestión de los repartimientos ó encomiendas,
eaestion que es de la naturaleza inisma de las conquistas^
y de tal manera propia de ellas , que bajo una ú otra for-
ma , en todas las que se han hecho en todas partes , siem-
IHre han venido á adoptarse éste ú otro semejante medio.
Por una parte se le hacía duro á Oortés 9 como él mismo
lo dice á Oários V en su tercera carta , ^^ compeler á los
naturales á que sirviesen á los españoles de la manera
que loa de las islas^, " y por la otra , cesando aquesto, los
oonqoistadores y pobladores de estas partes no se podiau
sustentar, " Con el fin de salvar ambos extremos, Oortés
habia propuesto al emperador : ^'Que para no constreñir
por entonces á los indio» y que los españoles se remedia-
sen , le pareeia que V, M. debía mandar que de las ren-
tas que acá pertenecen á V. M. fuesen socorridos para su
gastos y sustentación , y que sobre ello V. M. mandase
proveer lo que fuese mas servido." Esto era recaer en los
inconrmiientes de un ejército permanente, únicamente
ocupado en sostener lo conquistado, y en el cual so ha-
brían consumido todas las reutas del país, sin librará
e de las vieji»ciones que podían traer consigo los miS'*
^ repartimientos ) pues siempre era necesario sacarlos
'Ursos precisod para la manutención de esta fuerza ar.
la. Cortes , pues , se decidió por el extremo de los re-
^mimtos y fundando sus motivos como sigue : <^Vi&tos
•nnphos y continuos gastos de V. M. , y que antes de»
— 124 —
bíainos por todas TÍas acrece atar sus reatas^ qae dar c^a*
sa á Ips gastar ; y visto también el macho tiempo qneha'
bemoB andado en las guerras y y las necesidades y dea-
das en que á cansa de ellas todos estábamos pnestos. y
la dilación que habia en lo que en aqaeste caso V. M po<
día mandar; y sobre todo, la macha importanacion de
los o&ciales de Y. M. y de todos los espafioles , y qae de
nitj gana manera me podia excasar , faéme casi forzado
depositar los señores natarales de estos partes á los espafio
les y considerando en ello las personas y los servicios qoc
en cartas partes á Y. M. han hecho , pata qae en tanto qae
otra cosa mande proveer 6 confirmar ésto , los dichos ae-
fiores y natarales sirvan y den ft cada espa&ol y á qaien
estavierea depositodoB y lo qae habieron menester para
sa sustentación. Y esta forma faé con parecer de perso-
nas qae tenian y tienen macha inteligencia y experiencia
de la tierra , y no se pado ni pnede tener otra cosa qae
esa mejor , qae convenga mas, así para la snstentacion de
los espaüoles como para conservación y baen tratunien-
to de lus indios y según que de todo harán mas larga re-
lación á V. M. los procuradores qae ahora van de esta
Nueva España. Para las haciendas y granjeria de Y. M.
60 señalaron las provincias y cindades mayoree y mas
convenientes.'' Pero para evitor los abusos y males qae
por este sistema se hablan causado en las islas y Oortée
formó los reglamentos quee xaminaremos en seguida, en*
que con suma diligencia y previsión procuró salvarlos
todos.
La necesidad de escoger , entre estos dos extremos y ha
sido conocida en todos tiempos , y Cortés , expresánjioae
de la manera que hemos visto en su carta á Garlos Y, no
hacia mas que poner de manifiesto la dificultad en que se
han encontrado todos los conquistadores, los oaales se
han decidido por el uno ó el otro medio , ó han hecho nao
de ambos sucesivamente. Los romanos, mientras susoon*
quistas se limitaron á las naciones inmediatas á Boma«
despojaban á los vencidos de ana parte ó de la totali m1
de sus tierras y ciudades para establecer en' ellas < io*
nias, y los habitantes antiguos , reducidos á la servid li-
bre j labraban como esclavos las tierras que les hal in
pertenecido ; y cuando las conquistas se extendierc &
puntos muy remotos, la conservabaa con guamicior'^- :«.
— 125 —
ñutiendo en ellas las legiones y las escuadras. Las na-
^ del Norte , qne vinieron á invadir el unP««o «na-
noya establecer» en él , repartieron entre lo8^°««JO"
m IM tierras y sus habitantes, qne quedaron destinadoa
roStívoSéitas , ya como siervos , y a como obliRad.>8 á
S?al ¡efior unapiíte de los productos, y el ««temafen-
^ quedó así feriado ; con el cual los conquistadores se
ooB¿ffvaban como permanentemente a<»'^Pa?«9 *» «}
país conquistado, siempre armados y prevenidos pwa
Smirse él» primera señal. En tiempos Pp^tenores «uwa-
do OmUermo el Conquistador se apoderó d» 1» I°f at^^^
n. al ftente de sus normandos , dividió todo el país en
bacías que confirió á los principales de los suyos ; y M-
tosnandU señores, que dependían inmediatamente de
ScSona, vendieroií ¿la gran parte de sus tierras áo^s
qne» luiíaton caballeros y vasallos , los cualw estaban
?cS_:."_ "L. «,..»>of/i 6. an at^íínv . fiu tiemDO de guerra
ySrr¿s™SrsS;^«dos y oí¿¿S-eno^ que efseñor
deffi'ií soberano; y lo? pocos ingleses ^ Quienes se des-
pSbde sus tierras', se tuvieron por muy íeUces , siendo
%bidos en esta segunda dase de Vvovi^^^noB,^^om\,
bajo la protección de algún gran señor de Noman^ ,
Mdian ¿onservar sujetas á estas cargas unas tierras que
habían recibido Ubres de sus mayores. „„4.„w„
Bad sistema de repartimientos . tal como fué estable-
cido por Cortés, no se tenia que ocurrir á estas medidas
Táatorias. Los indios nunca habían tenido propiedad m.
dSSf las tierras que cultivaban , ó P^««^«" ^ '^¿
terano, y los productos que pagaban por el «s'^f «t»^^^
eOas estaban apUcados á los diverso» ff ^s ^e la casa
teal y del servido púbUco ; ó eran de la comunidad de
ttda oobladon , y se diatribuian enti-e los vecinos : de
dídeFSSdíl'aítdhesion que todavía conservan á^te
orden áe cosas. No hubo , pues , despojo ninguno de pro-
Biedad en d repartimiento que se hizo de los Pueblos en-
teetosoonquístedores, pues estos no percibían otra cosa
S» tos tóbntos que 10^ indios esUban «««stumbradosá
5agí;S^uales se dispuso por d rey <l°e "T* «g^í^
¿ele ¿que pagaban á sus a°fag«<>l .'"«°*^1^V„C iue
rarae tampoco ¿osa alguna en su gobierno Pa'fae^a^'XS
mbalstía á cargo de sis caciques y g;obemadores, como
■Í9I0Ó basta la independencia. El servicio personal de que
— 126 —
tanto 66 habia abusado en las islas , y que había
motivo de la despoblación de estas , 89 reglamentó di^
manera qne se ve en la ordenanza relativa de las qjMB\
pnblioan en el apéndice: por ella se fijó el modo de dj
gir este genero de servicio, el tiempo que Iiabia de 4|j
rar, los alimentos que hablan de darse y la reiauaió;
clon que habia de pagarse. El número de horas de traii
jo diario es el mismo que ahora se usa en las liaoiená
de campo , en las que no solo subsiste en observancia ^
ta parte del reglamento de Oortés j sino tambiea lo qj
previno acerca de la oración é instrucción cristiana^
habia de preceder á la salida al campo , á lo qae se 1
sustituido el cantar el Alabado , luego que se reauea U
cuadrillas antes de empezar las labores. Es una oosa í
t^esante, sin duda, encontrar al cabo de trescieiili
afios todavía en uso lo que entonces se mandó.
Este servicio personal se limitó por las leyes ea lo a
cesivo á la labranza para alimento de primera aepesidaí
y con el trascurso del tlétmpo los repartimientos viniere
á quedar reducidos á solo dos tributos , y estos por Ü
He incorporaron en la corona i sustituyendo penaionesil
bre el te0c»ro público por sumas equivalentes ó lo qi
aquellos producían. La república deTiaxcalay en ateo
cion á los servicios que habia prestado para la oonqnií
ta , quedó exenta de repartimientos ; y estos no sólo i
dieron á los conquistadores , sino á algunos délos mtsinq
indios. Los tuvieron muy considerables las hijas de Mof
tczuma , y á su hijo don Pedro se le 4ió primero el de Tk
cuba y luego el de Tula , con tierras en este último pfonl
que aun conservan sus sucesores , con el titulo de comli
do Moctezuma y Tala y la grandeza de IJspaila que del
pues se les concedió ^ y estos repartimientos eran tai
pingües 9 que cuando se incorporaron en la corona , s
compensaron con una peasion de veinte y cuatro mil p^
sos anuales , que han continuado disfrutando hasta nae4
tros dias sus descendientes , así como los tienen tambia
otras ramas de la misma estirpe y por igual origen. lá
mismo se verificó en el Perú con los descendientes de ím
Incas j & quienes se dio el título de condes de Oxopess,
1^0 son muchos los ejemplos que la historia presenta di
este género de consideraciones para con los pueblos coa
qiistodos*
F^^
— 127 —
ro artícalo de servicio personal íaerou las "^rniíias i y
era , síd dada , mas opresivo^ asi como también el
otras públicas , de que tendré ocasión de hablar en
de estas disertaciones. Todavía se conserva en
ijoato el nombre de tandas á los mercados ó especie
mensuales, enqne los indios vienen á vender
de sos mannfactnras , el cual procede de las tan-
remndas mensales de la gente qne venia do los pne*
á tebajar en las minas • y para cnyo socorro en su»
ledades habia hospitales , de qne quedaba memori»
CalUjim de los liospitales en qne estaban sitnadoH.
Perú el servicio x>er8onal para las minas y con c-l
de mita , doró hasta qne lo extinguieron las cor-
Cádiz por sn decreto , dado á propuesta del cé-
diputado del aquel reino don Juan de Mejía Le-
ves adoptada la base de los repartimientos^ toda
(ion del país debia ser una consecuencia de
[prineipiOy y esto es lo que vemos en *]as ordenanzas
qne se publican en el apéndice ; documento pre-
qoe habia permanecido inédito en el archivo del
K Sr. Daqne de Terranova y Monteleone, en las
se contiene el fundamento de todas nuestras innti
kSB. Por la primera de estas ordenanzas se esta-
, que todo espaHol que tuviese repartimiento , esta-
''^''o al servicio militar y á estar provisto de ar-
r«ionadas á la importancia del repartimiento
I con las cuales debia presentarse á los alarde»
qne se hacían en épocas determinadas ; y como
trascurso del tiempo estos alardes hubieran de re*'
á uno sólo que se hacia el dia de San Juan, de
procede el uso que todavía conservan los niños
de militar en tal dia y comprar armas y cuba-
B JQguete y como lo harian en tiempos antiguos , á
de Bospadrese, que se presentaban con todos
(sraesee á la revista. Pocos acaso habrá que sepan
génwo de diversión de los niños de nuestros
tñ ofl resto del sistema de repartimiento de nuestros
el motivo principal de los repartimientos se con.
ler el dar á los naturales del país la instrucción
n ' *^TODorcíonar los medios de ésta fué una de
-. 129 —
El cuidado y la vigilaiicia de éste á todo se extendía, •—
El tráfico y la comunieaciou entre Yeraciuzyla capital
hiibia hecho que se estableciesen mesom^s en el cauíino ,
para I03 cuales fué menester hacer un res^lamento, que
ta lá fií'gonda de las ordenanzas que bo iiiaei tau en el a-
pémlice, y el grande hombre que había concebido y eje-
carado el prodigioso plan de la couquista de Méjico , ne
ocupo con diligente e^rnero de cuidar i\ua los ctrdow y las
gíillioiiá no raolé^.taseii íi los caballos en las caballeiizas
(U* I113 posadius, y que las pesebreras cístuvicMCn limpias y
bien acondicionadas para que no ^e desperdiciase ei maiz.
Etta singular capacidad <ie Coités , tunto para las cotias
grandes como para las menoresj e^ta iacilidad paiaccu-
pai>o con igual acierto délas materias mas difiero ni €s
e^re tcRon cou que todo lo emprendía , y al que s« debió:
iiuber organizado en poco tiempo la admiLJtdracion del
pníaque habia cOnquiítado , es lo que hace decir al Sr.
l'reiicottquepor grande que sea el brillo que sobre Cor-
ih hau reílejado sus pioe/as müitHres, eibis no bübtím
para dar ana idea compkta de su espíritu ilustrado y de
lacapacidíid y íacilidínl de bu int¿énio, en cu^\o sentido
ílí be ontenderñe el adjetivo rcrsaiile do qne el Sr. Pres-
cortu^a, y de ninguna manera vertirle por la i)alabra
XfnáÜl^ como se ha hecho en un periódico de esta cupi-
ínl, traduciendo este f>aa^*je al anunciar la publicación
Uf. l;t, obra de aquel célt^bie iústOjiador; pues esta voz en
caiit: llano , en la acepción que lo da el aso p.ctaal , feignl-
ikíivjudabh^ inconstante j y ciertamente ninguna ca lili -j
cacion puede convenir luenos al hombre mas ürrne en sns
provectos qne ha exiíítidojdmá;^, y mus decidido en la
«jecucion de ellos.
Jíste reglamento y arancel de Ins posadas prefcntan
muchos hechos curiosos para hi hi.'ítoria económica de
nnesíro país; por ól pe ve que en la ópoca en que fc>e hizo,
todavía el ganado vacuno y lanar no editaba bastante pro-
pagado para qae hubiere expenuio de carnts ae vaca y de
( bfo , pero qae ya lo estaban de cerdos y de g ibinas,
c lataralmente so multiplicaron cou mas celeridad ,
2 ue hfs precios eran exhorbitantes, pues valía una
¡ la doce reales, náentras que el precio de un gi<ajaío-
t !i la mitad. Eá pro[»orc¡on eran las demás coya», pues
o ">- -^«'ía seis reales y un huevo medio. El aumento
DI|8KBTA«102íEg.— TOMO !•— 17
— 130 —
de eostos qae causaba en todos los efdctoa la falta de me-
dios de coüdiiccioa, seecliadt3vei por el mayor precio que
se le poae al viuo por cada diez leguas de mayor distaa-
el-i de la co.hU. Dó toda^ escas dispoáicIone3 qaeda toda-
vía ea vigor el pago del alojamieiico , qae ea la aotaali-
diid hOíi Uos reaios por el cuarto, lo mi*iiiio que Cortés fi-
jó. E-í t\mbieu digno de noíar eu e^síxi arancel , que su pu-
b icacioa te hizo no fiólo cu nombre y por autoridad de
Oortóá, hiño por éste y p jr *4o8 muy nobles señorea ja^ti-
cías é regidores 4e cata ciudad de Temixtitau," porqae
v\ ayuntiniiento de Mójsco ejercía entonces facultades le«
gishitivas, aun en lo que era peculiar sólo de la ciudcidj
como veremos en lo sucesivo.
Por las ordenanzas de 1525 se arreglaron las íormaa y
facultatles de loa cuerpos municipales, y aunque ellas ew
hicit-roíi para las villas de la Nati viciad de ITuestra deüo*
ra y Trnjilio , en la costa de Honduras , hübióadose de-
rla? a lo qiiedtílnan seguir en todas las demás que sefun-
ila^en , deben ser coubideradas como la base de toda la
íiiliuinibi ración eccnómica de las poblaciones que se fae^.
ron o.^tiibleciendo ; y como las inbtrucciones dadas á Her-
nando de Saavedra, que quedó como teniente de Corlea
ea las referidas villas , son un complemento de estas or
denanzHS, se han puesto á continuación de ellas en el
apéndice En estos documentos se hace notar el espíritu
de orden , la prevl^ion hasta en las cosas mas pequeñas,
el cuidado de la hermosura , el aseo y la comodidad de
las poblaciones, y la ellcacia en atender A la obáerran-
ci a délos deberes religioso» en todos los actos del coito
público.
Estas instrucciones de Hernando de Saavedra contie-
Den además moy útiles prevenciones, sobre el comporta-
miento que deben observar y decoro con que deben con-
ducirr>e las personas constituidas en dignidad con respec-
to ásus inferiores, y bajo este punto de vista seria maj
<ion veniente que se tuviesen presentes aun en nuestros
dias por todos los que gobiernan.
La dei¿truccion que se habia hecho déla ciudad en Mé-
jico, durante el sitio, habia dejado sin capital á la Kae
vaEspaua , y era menester dársela. En Cu^oacan, adon-
de, como se ha dicho, se retiró Cortés con su ejóic'*o,
«habiendo platicado con los españoláis que con él estal* i»,
i
— 131 —
en qué parte haría otra población al rededor de las hi ga-
nas," se decidíerou por restablecer la antigua Ciudad ; y
UDa de la5 razones quo para ello tuvieron, faó precisa-
meato la que después se lia juzgado por un iucoiiveuieu-
l8,qae eslaeitaacioa entro las lagunas, sicuacxoii qms
proporcionaba la ventaja de la facilidad de las coaiujii^
cacioaes por agaa, y que si se hubiese toncluido, ó ye»
concluyese todavía la inagDÍüca obra deldopagiie, en vez
de taotos gastos inútiles como se han hecho, juocuia-
ria aquella y otras muchas; comodidades , como a^cíc-
W08 cuando se haya de tratar do este punto. La antigua
iiíaa do aquella gran ciudad fue otra de las coutíideracio
"fecho, pareciónos que en ella era bien poblar, pcniue
*• estaba toda destruida, y yo repartí los jsolareá á km
I "qae 80 asentaron por vecinos, y hízoso nombramiento
I ''de alcaldes y regidores en nombre de V, íil., según eu
'•áu reino se acostumbra; y eutre tanto que las ciwjas fse
i ^jhacen, acordamos de e^iar y residir en esta ciudad de
'' Cajoacan , donde al presente instamos de cuatro á cinco
! ^'meses acá, que la ciudad de Temixtitau so va reparan-
**do ; está muy heimosa, y cree V. M. que cada día se irá
"ennobleciendo en tal manera, que com > antes fué [»riu-
í *'dp%ly seiíora de todas estas provincias, quo lo sciá
I ** también do aquí adelante.?
I Tor muchoque nuestra imaginación se Cíífíiorce en figu-
r lurse la antigua Méjico como una ciudad mag'iítii;a ^ lo-
i.dos los hechos hist<) ricos positivos lo contraiticeu. Aun
i «uaado no pueda alegarse como una razón admisible la
I bre^isdad con que se reílnjó á ruinas casi en totaiid^d du-
I raote el sitio , no hübiendu quedado en pió do toda ella
i fflas qae uua octava parte , según el testimonio de Cortea
y de Bernal Diaz, porque ciento ^ cincuenta rail hombres
ocanadca en destruir durante dos meses, derriban mucho
iiai leno tendrán loa medios do desolación que ahora tu-
uoc nos; pero habrían quedado fragmentos, y los mis-
^pi acombros atastigUi^ríau efetamagniíiceiícla., bi hi lui-
bie habido. Eoma ha sido destruida tantas vict's, quo
Btt í Igao pavimento está diez 6 doce varas mas bajo que
tí i —'^ual ; pero por todas partes se ven restos de ías
— 132 —
paredes do loa templos , trozos de mármoles , pedazos de
coluiíiuas y esUUaas, que fonniíu los postea de Lia callea,
y grandes espíicios de eoipoirados hofihos coa íVagrneu-
tos <le pórüvloy granito: casi toda lama^aiücencia de loa
edíticios modeiuosde aquella grau ciudad es debida álaw
colamaas , á las cstácuas , eu uua palabra, á los despojos
de los monumoutos auíigiios. Xada de esto se ve eu Mé-
jico, y si hubiera habido esas coluoiTias, esos suntuosori
ediücioa de que se nos habla, no habriau perecido hast:*
bus ruinas, y estas h.*Aíriau sersido para ios editloios qun
de nuero se hicierou , auu caaodo uo hubiese sido mas
que para excusar el trabajo do traer nuevos materiales de
las canteras. Recogiendo, por otra parte, algunos hc^clia^
esparcidos en las relaciones do los combatos que se dieron
dentro de las calles de la ciudad , vemos, entre otras co-
sas, que Cortés construyó su célebre máquina llamada
manta ^ para explorar, antes de su salida de la capital, la
calle de Tacnba, que era una de las principales; y esti*
manta ^ que se reducía á una torre portátil que rodaba so-
bre cuatro ruedas , dominaba sobre todas las ca^as de una
de las mejores partes de la pobhiciou. De este hecho in-
contestable, y de ia íaltadc fragmentos y ruinas do los
edificios antigaos que prueben su pretendida magnificen-
cia , debemos en buena crítica concluir, que la antigua
]\í('jtco, á excojiciou de los palacios reales , que Moctezu-
ma dijo á Coi tés que oran de piedra coínau , y aljLruno.s
edilicijs principales, se componía casi eu su totalidad de
casas baJHS de adobe, como las do los pueblos, qne eu
vez de puc-rta tcniau un ¡íetate colgado »- enrollado á la
éntrala; sf)bre las cuales sobresitlíau en gran numerólas
piríiniidtis trancadas de los templos , uiasis pesadas y bin
ninguna elegancia arquitectónica, roueadan por unas pla-
zas circundadas por uu muro adornado coaculebrasen-
roscad-ts y otras tigaras horribles , sobre el cual se veian
eu largas hileras , ennartadas por las sienes las cabezas
íiue habiau sido sacritlcadas , y de his cuales uu español
ípie se entretuvo en averiguar el número de las que [wj^^'-'x
al rededor del templo mayor , según leíiere Btirnal D; ,
contó ciento y treinta mil.
La nueva ciudad fundada por Cortés excedió en br o
sin dificultad en hermosura á la antigua , y aunque r
largos auos distase mucho de ser lo que ahora es , f" - a
— 133 —
vemos eu el curso do esta obra , mereció coa razón lla-
marse uaa de las maa lieroiosaa del muudo. Será» materia
tío ana disertación , especial tueu te destinada á> este obje-
íx), seguir el progreso de esta población , según la distri-
bucioa de solares que se hizo; demarcar cuáles fueron loB
i\víQ se dieron para los templos , hospitales y casas de laA
persoflas Días notables, buscándola correspondencia de
los nombres antiguos de las calles con los que ahora tie-
nea : trabajo tanto ma^ difícil , aunqne entretenido y ca-
rioso , cuanto que emprendido por los señores Sigiienza y
ricbardo, no ha sido después contianado por nadie. Baste
por ahora decir eu general lo que se hiso para la reedifl-
caciondela capital, y los medios que para ello se em-
La antigua IVK'J ico se componía de dos ciudades reuní-
íjas , que en su origen fueron monarquías independientes.
Tenochtitlan , a£í llamada por el nopal en que se paró el
águila que demarcó el t^Srmino de la peregrinación de los
mejicanos , y Tlatelolco ; y á la reunión de ambas se llamó
Méjico, nombre derivado del dios de la guerra. Esta mis-
nía divieion se conservó en la ciudad nueva , destinando-
^ la parte de Tenochtitlan á los españoles y Tlatelolco á
los indios; de donde viene que por corrupción del prime-
H) de estos nombres , en los primeros años después de la
conquista, la ciudad se llamó Temixtitan, ya censólo
e5t6 nombre , ya nnido al de Méjico , hast^ que este úni-
camente quedó en uso , por su mayor celebridad y acaso
tambiea x)or su brevedad y mas fácil pronunciación. Pa-
ra la distribución de las calles se formó un plan , ó como
entonces se decía, una traza , á que se hace continua re-
ferencia en las mercedes de solares que ditba el ayunta-
miento, habiéadoBe fijado para éstos una medida extraor-
^ria; y la base que se adoptó fué , dar uno á todo el quo
lo pidiese , y doa si era de los couquiatadores , con la con-
dición deque fabricase y lo poseyese por cuatro afioscon-
fiecativoR, sin lo cual el solar quedaba denonciable^ sin
er^-rgo, la construcción no íaó tan aprisa , á lo menos
«1 ~na parte de las calles, pues como veremos en la
d ion que t<enga> por objeto la formación y aorecen-
ti uto de la ciudad, alguíios años después se mandó
Q \ que tuviesen solares sin haber editicado en ellos ,
1( .^»«„ '\nnque íuese con cañas , para que quedasen
— 13i -^
demarcados y cerrados. Para comenzar a ediñcar , so hizo
qao Caautemotzia mandase á los indios que limpiasen la8
calles de los cadáveres y escombros que en ellas había , y
qne reparasen el acaedacto de Chapultopec , que habla
sido cortado al principio del siglo ^ este acueducto ora
subterráneo , y se le da cu los documentos y roticias do
aquel tiempo el nombre de los Caños de Chapultopec El
progreso de la obra y lo que en ella se adelantaba lo des-
cribe el mismo Cortés, eu su cuarta carta á Carlos Y,
en los términos siguieutss : ^' Como siempre deseé que es-
ta ciudad se reedifícase y por la grandeza y maravilloso
asiento de ella ^ trabajé de recoger todos los naturales ,
que por muchas partes estaban ausentados desde la guer-
ra; y aunque siempre he tenido y tengo al señor de ella
preso , hice á un capitan'general que en la guerra tenia,^'
yo conocí del tiempo de Moctezuma j que tomase cargo
de la tornar á poblar ; para que mas autoridad su perso-
na tuviese, tórnele á dar el mismo cargo que en tiempo
del señor tenia , que e& cigtcacoat y que quiere tanto decir
como "lugar- teniente del señor," y á otras personas prin-
cipales, que yo también asimismo de antes conocía , les
encargué otros cargos de gobernación de esta ciudad que
entre ellos se solían hacer, y á esto ciguacoat y á los de-
más les di señorío do tierra y gente, en que se mantuvie-
sen , aunque no tanto como ellos tenían, ni que pudiesen
ofender con ellos en ningún tiempo , y he trabajado siem -
pro de honrarlos y favorecerlos , y ellos lo han trabajado
y hecho tan bien , que hay hoy en la ciudad poblados
íia^ta treinta mil vecinos, y so tienen en ella la orden
que salia en sus mercados y contrataciones , y heles da-
do tantas libertades y exenciones , que de cada dia ee
X)uebla en mucha cantidad ^ porque viven muy á su pla-
cer; que los oficiales do artes mecánicas, que hay muchos,
viven por sus jornales entre los españoles , así como car-
pinteros , albañilcs , canteros, plateros? y otros oficios ; y
los mercaderes tienen muy seguiamente sus mercaderías
y las venden , y las otras gentes viven de ellos de pesca-
dores , que es gran trato en esta ciudad, y otros de agri-
cultura , porque hay ya muchos de ellos que tienen sus
huertas y siembran todas las hortalizas de España de que
acá se ha podido haber simiente, y certifico á V. O. M
que sj plantas y Bemillas do las do España tuviesen j •
— 1.'55 —
V. A, fuese servido denos mandar proveer de ellas , como
en la otra relación lo envió á suplicar , segnn los natura-
les de estas partes son amigos de cultivar la tierra y de
traer arboledas, que en poco espacio Tde tiempo liubietie
acá mucha abundancia. ^' Esto decia Cortes , en 15 de oc-
tabre de 1524 , y la obra había comenzado por enero dé
1522, pues que en la tercera carta al emperador, fecha
15 de mayo de aquel año , dice : que hacía cuatro 6 cinco
meses que la ciudad se iba reparando ; así es que en me -
nos de tres años ^^habia, dice el mismo Cortés, mucha
cantidad de casas hechas , y otras que llevan ya bueno?^
prineipios, porque hay mucho aparejo do piedra , cal y
madera , y de mucho ladrillo que loánatnrales hacen; ha-
cen todos tan buenas y grandes casas, que puede creer
V, S. M. que de hoy en ciuco anos será la mas noble y
populosa ciudad que haya en lo poblados del mundo y
de mejores edificios." Para esta actividad de trabujos bti
paso á contribución de brazos á todos los pueblos del va-
lle, yel annncio de los mejicanos durante el sitio se veri-
teó plenamente : todos los que trabajaron en arruinar ú
Méjico antiguo, levantaron la nueva ciudad páralos es-
pañoles. Fr. Toribio Motolinia , en bu historia manuscri-
ta, citada por el señor Prescott , dice : " que era tanta la
Siente que andaba en la obra , que apenas pedia hombre
romper por algunas calles y calzadas, aunque son muy
anchas."
La administración civil de la ciudad so orpmizó desde
el mismo año de 1522 con la creación del ayuntamiento ;
pero éste residió en Cnyoacan , piobablemente hasta pri-
cipíos de 1524. El libro de cabildo comienza con el que
se celebró el S de marzo de este auo , "en las casas del
magnífico señor Hernando Cortés , gobernador ó capitán
general de Esta Nueva-España , do «e hace el dicho ayun-
tamiento ; y á este cabildo concurrieron Francisco de las
Casas, alcalde mayor, el bachiller Ortega , alcalde ordi»*
nario, y los regidores Bernardino Vázquez de Tapia, Gon-
í de Ocampo , Eodrigo de Paz , Juan de Hinojosa y
aso Jaramillo ; el escribano de cabildo era Francisco
< 3ñay el mayordomo Femando López. Fa tan las ac-
1 le todos los cabildos anteriores, que debian ser muy
i retantes , pues ellas contendrían los primeros acuer-
i -n.i^T^ la formación de la ciudad y distribución de lo»
— 13G —
solaxes ; y aunque las he buscado eu el arohivo do la ca-
sa del señor duque de Terrario va y Monteleoue, donde
esperaba hallarlas, por celebrarse en la habiUeion de
Oórteá las sesiones , no he conseguido encontrar nada.
El empeño de Cortés se dirigía , no 80I0 á reediñcar 1a
capital, sino á ponerla en estado de defensa, paia lo c«:il
construyó una tbrtificacion , decuya torraadon y fíitio ha-
blaré cuando se trate pn otra digcrtacion de hi topografía
de la ciadad. Carecía de artilleiía y m^miciones , porque
el obispo de Burgos habia impedido que se le mandasen;
pero *'como no hay cosa , dice el nii-smo, que mas los ii»
genios de los hombres avive que la necesidad, trabajó
de buscar orden para que no se perdiese lo que con tan-
to iJ'abajo y peligro se habia ganado , " píira Jo cual ha
bien lo hecho buscar cobro, se puso á fundir eaiiOiieá, ba-
jo la dirección de un maestro que la cíiHualidad le por-
porcionó ; pero faltaba para ello e>staüo , cuya raezoia con
el cobre lorma el bronce , el cual hizo sacar y traer de
las minas do Tasco, sirviéndole de indicación unas piezas
deeste metal que habia visto traídas de aquel punto, dondo
circulaban como moneda, única prueba que tenemos do
que esta fuese conocida por los mejicanos. (Jon las piezas
que fundió , las que tenia y las que se sacaron .1, .ut. ni*
ques, llegó á formar un parque do treinta y cinco pioza.s
de bronce, y hasta setenta de liierro coladv^
No bastaba tener >*rtillería , sino que era necooario pnv
veerse de pólvora para servirla, y aunqae el Faliiíeabua-
daba, faltaba el azufro. Tara obtenerlo , a!■^ diapuso ca-
carlo del volcan de Popocatepcc , el que habia ^iái} reco-
nocido por Diego de Ordaz , que subió í'i él dt-f^do Chohi-
la, como 80 hadiclio en la segunda diisertaí^ion : pero n»»
pudo llegar hast>i la cumbre, ni menos rt^cono<:er el crá-
ter. Subieron á 61 con este fin varios e^pañoU's, y como
enaquel^empono sólo no 1 abia nada imponible [.aríiós
tos, sino que parecese complacían en deí>aliarb!R [»eÍigrüH,
llegando ala ordla del cráter dos de elíos, jMuutano y
Mesa, disputaron sobre quici habia de ser el primer on
bajar al interior de aquel abí^ mo , y echándolo por g w-
te, tocó ésta i Montano; el f. jal, según refiere Coi .4,
bajó '*8eteüta ú oclnMila brazay , atado d la boca al>- ,''
y sacó el azufre suliciente para proveer á la presí nú nv
cesidad: **ya de aquí en adelante no habrá nec*-'- il,
— 137 -,
eentínúA didendo el mismo Cortés , de ponemos en este
trabajo , porque es peligroso , y yo escribo siempre que
xu» proveaii de Espafia • y Y. M. ha sido servido que no
liaya ya obispo que nos lo impida. ^ Oosas se hicieron en
la época de la oonqnista y en los años inmediatos, qne no
86 han repetido después ,' y qne parecen fabulosas : nna
de ellas es esta bajada de Francisco Montano , d tanta
profondidad en el cráter del Popocatepec ; el barón de
Hamboldt no la cree, pero no puede ponerse en duda el
testimonio positivo de Oortés , que debía bien saberlo , y
el de los escritores coetáneos [1]. Al cabo de tres siglos*,
m que nunca se pensó en subir al volcan , lo hizo dea-
poes de la independencia don Guillermo Glennie ^ oficial
de la marina ingleda , empleado en la dirección de la
compañía unida de minas j y han continuado haciéndolo
otros ; pero nadie ha repetido la hazaña de Montano, qne
pennanece úniea en nuestra historia. Un hecho tan atre-
vido I y en las circunstancias en que se verificó, tan nece.
Bario para sostener el dominio español todavía poco con-
flolida<k>| pareda digno de un premio señalado; sin em«
hargo, por el curioso expediente que original se halla en
el archivo del señor duque de Terranova y Monteleone ,
en el hospital de Jesús , y cuyo extracto se publica en el
apéndice ^ se ve que su familia quedó en la miseria , y
qne su hija pudo obtener á duras penas , y después de
muchos trámites y formalidades , una pensión de dos-'
cientos pesos anuales para sustentarse con catorce hijos
que tenia. Ko se prodigaban entonces los sueldos y las
peoaUmes , oo obstante haber obtenido la interesada nna
níBl cédula en que se la recomendaba , así como (i todos
loa hijos de los conquistadores ; y como éstos , no obstan^
te estas declaraciones I no obtenían la preferencia que
AehiaBen los empleos y repartimientos, de lo que ya
le queja amargamente Bemal Diaz , sino que eran agra-
ciados en ellos los españoles que venían de Europa , creo
qaeestafaéunade las causas que desde aquellos primeros
t'^'^pos hicieron nacer la rivalidad entro unos y otros,
( después se corroboró por otros motivos que exami-
^ofl á su vez , y dio lugar á los partidos de eriollos y
f^. LoraBZaiw dice haber yijto nn privilegio del emperador Cárlo9
feZ^reM.
_í i.
— 138 —
gachupines | qae acabaron por hacerse ana guerra tan
sangriento*
Habiéndose perdido^ como hemos visto, los tesoros que
se mandaron & Eapafla con Avila y Quiñones , Oortós
(*.reyó qne debía apresararse á reponerlos, alegrándose de
íjne hnbiesen caiüo en manos de los enemigos, para que
viendo éstos el poder y riqueza del monarca espaQoli *4os
Traneeses y los otros príncipes á quienes aquellas cosas
fuesen notorias, conozcan por ellas la razón que tienen
de se sujetar á la imperial corona de Y. G. M/' Y para
prueba de los servicios que desde estas tan remotas par-
tid podía hacer el menor do los vasallos del emp^ador,
'^en vio, dice, con Diego do Soto, criado mió, ciertas
cosillas que entonces quedaron por desecho , y por no
dignas de acompañar á lad otras, y algunas qne después
acá yo he hecho, qne aunque como digo quedaron por
desechadas , tienen algún paiecer con ellas. Envío asi-
mismo una culebrina de plata, que entró en la fundlSoa
de ella veinticuatro quintales y dos arrobas , aunque creo
entró en la fundición algo mas, porquesehizo dos veces, y
uuuque me fué asaz costosa , porque demás de lo que me
(tostó el metal , que fueron veinte y cuatro mil quinientos
pesos de oro el marco , á razón de á cinco pesos de oro el
marco [IJ , con las otras costas do fundidores y grabado-
res y de ios llevar hasta el puerto, me oostó mas de otros
tres mil pesos de oro ; pero por ser una cosa tan rica y
tan de ver ; y digna de ir ante tan alto y excelentásimo
príncipe , me puse á lo trabajar y gastar. '' Bsta magnifl-
(;a pieza , acaso la primera y última de su clase que se ha
fundido de este metal en el mondo, era un obsequio de
Cortesa Carlos Y, y tenia esculpida una ave fénix y este
terceto :
^qQf uta naoió B^n par,
To en tervirofl sin tegando,
Voa sin igual eu el mando.
Mote qne excitó en la corte bastante envidia contra Gtt-
tós. Efite^ para dar mas valor á su presente, dice al c i-
perador: ^< Suplico á Y. O. M. reciba mi pequeño se' i*
* (l) Por eatepreeiose ve qne la plata de esta cnlobrina eetaba me» da
con eoia de nnateicera paite de cobre. £1 peño de oro correspondía & «^ m-
tro peso inerte.
— 139 -^
do, tettiéndole ea tanto , cuanto la grandeza de mi vo-
luntad para le haoer mayor , si pudiera merecer : porque
aunque estaba adeudado , me quise adeudar eu más, de-
seando que Y. AT. conozca el deseo que de servir tengo ^
porque he sido tan mal dicliosoy que hasta ahora he te-
nido tantas con traducciones ante Y. A. , que lío han dado
logar á que este mi deseo se ínanitieste. ^
Además de las obras curiosas de metales y pluma , se
remitieron á lacór^ sesenta mil pesos de oro porteño-
GLontes & las rentas reales , por cuja muestra el empera-
dor debia fácilmente creer lo que Oortés le decía : * ^ que
según las cosas van enhiladas • y por estas partes se en-
sanobaá los reinos y seüoríos do V.A., tendrá en ellos
mas seguras rentas t y sin costa , que en ninguno de to-
dos sus reinos y señoríos. " Poro la atención de Cortés fué
por entonces distraída á otros cuidados , con motivo de
la desobediencia de Cristóbal de Olid^ & quien habia
mandado coa fuerzas considerables á las Hibueras eu el
golfo de Honduras : este famoso capitán y que tanto re-
nombre habia ganado en el sitio de Méjico, yon las i oi-
portantes comisiones que Cortés le habia confiado en
Míchoácan y otros puntos , iu tentó hacer con respecto á
Cortés lo qiíe qI mismo Cortés hab^a hecho respecto á Ve
lazquez; 'pero eran muy diversas las personas y las cir-
cunstan<;ias, y no era Cortés hombre que pudiese sufrir
til agravio, sin tratar de imponer por sí misino el casti-
go. Genital objeto eniprendió aquella expedición llena de
peligros y dificultades, por países tan distantes , nunca
transitados y del todo desconocidos , por los cuales iia<
die ha vuelto & pasar , no sólo con un ejército , pero ni
aun en un viaje particular; y esto, no obstante los ries-
gos á que exponía á Méjico con su ausencia , y & pesar de
las representaciones y protestas de los oficiales reales y
del ayuntamiento , á las cuales contestaba que en pun-
to á obediencia la primera falta que en ella se tolera des •
trave la autoridad del que manda, y que la infidelidad de
» pocos n si no se castiga prontamente , hace á todos
eale&JSsta expedición y las funestas consecuencias
ella produjo, serán asuntos de la siguiente dísertn-
^ Para gsbernar en su ausencia , nombró Cortés al
Tero Alonso de Estrada y al Lie. Alonso de Zuazoá
^í^nia como asesor , y á estos tué figociado <?espu m
el contador Albornoz. El faotor S alazar y el Teodor Ohi*
riño debian acompañar á Cortés , y le aígnieron en efecto
hasta Goazacoalco j de donde regresaron para tomar pa^
te en el gobierno j con motivo de las disensiones que muy
pronto se suscitaron entre Estrada y Salazar.
En esta disertación hemos recorrido el corto perfodo
de poco mas do tres años, que comprende desde la to*
ma de MéjicO| en 13 de agosto de 1521, hasta la saudade
Cortés para las Hibneras , en fin de octubre de 1524 f 1],
limitándome á sólo lo relativo á sn organización del go-
bierno y restablecimiento de la capital, y dejando, se^
gun el plan que me he propuesto seguir , para las diser-
taciones siguientes los vi^es de descubrimientos en el
mar del Sur y el establecimiento de la religión cristiana,
así como también otros puntos que merecen ser tratados
separadamente. Asombra sin duda el yer todo lo que se
hizo en tan corto espacio de tiempo : no sólo sé estableció
la administración política y militar ; no sólo se reconoció
en todas direcciones la inmensa extensión del país ^ dis-
tribuyendo en él poblaciones espallolas , con un gobitfoo
municipal , sino que se penetró hasta las entrafias de la
tierra por los abismos de los volc&nas , lo que no te ha
vuelto á hacer desde entonces ; se fundó artilleria y se
fabricó pólvora , teniendo que buscar y preparar por me-
dios tan extraordinarios los ingredientes para ella, y se
construyeron buques para emprender la navegación del
mar del Sur. Entre tanto la capital se levantaba de sus
ruinas, muy mas hermosa y magnífica que lo que de an-
tes habia sido , y sus progresos eran tales , que los Teci*
nos no solo pensaban en proveer á las necesidades de la
vida , sino que se ocupaban de las artes que la adornan j
embellecen , pues que vemos dos afios después que, en á
cabildo de 30 de octubre de 1526 , Maestre Pedro y Beni-
to de Bejel pidieron un solar en la plaza para estobleoer
[l] El señor Prescott fija la salida de Cortúa para las HibneraB «n 12 d*
octubre, lo qae no paedo ser, porqae la cuarta earia de Garles V es fethaot
Mójioo en l5 de aqael mes y en ella sólo habla de en inteneion de lalir 4«M-
íÁ^AT k Diego Veiasqnez, á quien tenia por antor de aaaelU desobedioiclt.
JSa el m&rgen del libre de cabildo, en el del vtómes 4 de noriembro d^ eett
afio de 15 ¿4, pneo don C6rlos de SlgUensa esta nota ! ** Primer eabDdo«a qot
afiítieron Znazo , Estrada j Albornoz, como teaientei de Qovlét ; ooi q«t
este salió par% Iai Hibq«;ftii poíiO 4^t0S 4^^ <^^ i 4# 9Pyl«m^rf * " J m' -* ryC<f
niii» d^bÍM i:oí. r . . .......
— 141 —
WM €Huela de damarf por ser ennoblecimiento de la eiu-
düí y por el apuntamiento se le concedió con la esten-
síou deoincnénta pies de largo y ciecnenta de ancho, pa«
gando la renta de cuarenta pesos anuales. — Al mis»
mo tiempo que se tomaban disposiciones para elreco.«
noeuniento de la costa del mar del Sur , y se solicitaba
encontrar por estas y las del Norte el estrecho de comu.
nicadon que s^creia existir entre ambos mares , se abría
camino desde el rio de la Antigua á la capital , para faci-
litarel comercio y la agricultura en las labranzas esta-
blecidas por los espafioles en los diversos puntos que ha-
Utaban; habla tenido tal aumento ^'que ya, desde el año
de 1523 j los diezmos , de cnyo pago estaban exentos los
indios, se arrendaron los de Méjico en cinco mil qoinien*
tos y cincuenta pesos , y los de Medellin y Yeracruz en
mil pesos en cada una de estas villas , y estos productos
se invertían en la construcción de los templos y en el pa-
go de los curas y demás ministros del culto. Oortés pro-
ponía al emperador que no se mandasen obispos ni ca^
ndnigos , sino solo frailes , y que sus superiores estuvie-
sen provistos'con tales facultades que no se necesitase de
la autoridad q^iscopal , y que tampoco viniesen abogan
dos, sino que la iustieia se administrase breve y sumaria-
mente, sin las formulas del foro, como lo estaban ha-
ciendo los alcaldes. Estos y los ayuntamientos se nom-
bfabau en todas las poblaciones de españoles ; y por este
orden gradual , que pareced sistema mas sencillo y con-
forme á la naturaleza en una organización social, así co,
mo de la reunión de los vecinos resultaban los pueblos
representados y regidos por los ayuntamientos ó conse-
jos 9 los procuradores de todos estos juntándose cuando
algon caso grave lo pedia , resolvían sobre los intereses
pnerales de todas las poblaciones ; pero como la libertad
4SS de suyo bulliciosa , mny desde el principio hubo con-
testaciones con los ayuntamientos de Méjico y de Tepea-
ca , que resistieron y contradijeron algunas disposiones
< ortés. Todas estas grandes cosas , que mas tienen la
i ienda de una creación que de una orgauizacion poli-
i I que supone siempre cierta pausa y lentitud de ope-
1 oes , son refifflridas por Oortés en sus cartas, con una
I Oles que parece se lutbla de los sucesos mas ordina«
— U2 —
á Francisco Montano j hablando de la extracción de azn*
fre del volcan, sino qae simplemente dioeqne bajó á 61 un
español, qnizi porque creía qae ningono había entre
los qae con él estaba , qae no estuviese dispuesto á ha-
cer otro tanto. Suelen ser motivos de admiración los rápi-
dos aumentos de los Estados Udidos , cuando para ellos
no ha habido mas dificultad que superar que el derribar
bosques antiguos para reducir las tierras á cultivo , con-
tando para ello con todos los auxilios de las artes mo-
dernas y con grande facilidad de comunicaciones ; lo que
se hizo en nuestro país en los tres años inmodiatos á la
conquista , escede en mucho á lo que se ha verificado en
los Estados-Unidos , y atendidas todas las círounatan-
ciafi| apenas parece posible que la actividad del hombre
pueda llegará tanto.
Antes de dar fin á esta disertación, debo proponeruoa
idea que me ha sugerido el curso mismo de la redaceion
de esta obra. El aprecio con que ha sido recibida por el
público , que ha sido tal que ya es necesario hacer nueva
impresión de la primera disertación , que se tiró en me-
nor número de ejemplares que loa cuadernos siguienteSf
en la que se corregirán algaaas erratas que se 1^ nota-
do en la primera , prueba el deseo que hay en la nación
de ocuparse de lecturas importantes y séiias; y los mu-
chos documentos que se han puesto á mi disposición por
diversas personas que los poseen, y de que haré uso para
dar al trabajo que he emprendido mayor extensión que
la que me había propuesto en su principio y correspon*
diendo así al aprecio que ha merecido á mis lectores, de-
muestran que hay naturales sobrados para escribir con
buenos datos nuestra historia , así como buena disposi-
ción para comunicarlos á quien de ella se ocapa. Pero es-
tos materiales se van perdiendo y desaparecen todos los
días: ya no existe el libro manual de los gastos del señor
arzobispo Zumárraga y que debía ser tan interesante y
que D. Garlos de Sigüenza vio : tampoco se halla la obra
del Dr. Cervantes , Méjico por dentro , escrita en diálogos,
en que se describía la ciudad como era pocos años des*
pues de la canquista, obra que tuvieron el mismo Siguen-
sa y el P. Píchardo , que hace pocos años murió t y que
existia en la biblioteca de la universidad* El archivo de
la audiencig. y el de acordada, en su mayor pai^te ie ^ oi-
j
\
— 143 —
dieron por papel viejo , y el mismo riesgo corrió el de la
casa del señor daque de Terranova. Es menester , pues ,
bascar algan medio para que la historia * nacional no siga
sabiendo estas pérdidas irreparables y j para ello seria
conveniente &rmar ana sociedad de literatos con algunos
fondos y para que pudiesen adquirir todos los documenten
antigaos que calificasen de importantes , ó los hiciesen
copiar de donde existen originales y con anuencia desús
doefiog; y de esta manera tendríamos un archivo de la
bifitaria nacional , que se pudiera consultar fácilmente
por todos loa que se ocupasen de estas materias. Si el su-
premo gobierno adoptase esta idea y la propusiese al con-
greao, no dudo sería aprobada , y ee haría con esto una
cosa útil y honrosa á la nación.
Esta sociead debiera ocuparse también de conservar
con inscripciones la memoria délos lugares en que se han
verificado los acontecimientos principales de nuestra his
toria I desde la remota antigüedad hasta nuestros dias.
Por fzes siglos ha durado el nombre del Salto de Al vara-
do, y ha permanecido abierta la acequia en que por una
tradición constante se dice que este memorable sucedo
acaeció. Ya se ha oerrado , construyéndose en aquel sitio
ana casa , con lo que no le quedará este recuerdo á la
posteridacL Mudias inseripcioües antigás se han quitado,
ablo porque tenia el nombre del virey y en cu^o tiempo se
pusieron, haciendo olvidar la época en que se constru-
yeron los edificios ó monumentos en que estaban. — Una
inactipcion 9 un nombre antiguo, debe ser respetado co-
me un recaerdo;verdadero, d^tinado á ligarla generación
pasada con la actual , y á prolongar , por decirlo así , la
existencia del hombre , haciéndole ver como presente to*>
do lo que acotenteció en los siglos que precedieron á su
nacimiento (1).
(l) En otrorpaises qne eitnyieron nnidos k la España , no ha habido
ttte emo deatroc*or de los recuerdos de aquella dominación. En los Paises-
Sr^- , ft pesar de tantas Ticíritndes políticas como han tenido, f asando &
m deptndientes , en segnida siende parte de la repAbliea y Inego del impe-
ríc Anees , j de nuevo independientes bajo la monarquia de aquel nombre
y < Holanda . se hallan muchas ínscripcioues y memorias del gobierno eepa-
áo Y afin algunas de las mis adniatorias. Sobre la puerta de la ciudad de
Az es, qne s^e al KueUe del rio Esoalda , tí la siguiente en honor del rey
ft IV:
Tagua et Ganges , Bhenns cui servit et Indas
~ ""Aadet familias volvere Scaldué nquas.
CUARTA DISERTACIÓN.
Expedlelon alas flibueras.— Ticlsltudes del ir«-
blerno basta el establecimiento del vlrenato.
Besaelto el viaje á las Hibneras , y arreglado , segaa
se ha dicho en la disertación anterior , el gobf ^*bo qna
habia de quedar en Méjico durante la ausencia de OortéSi
emprendió este su marcha afines de octubre de 1624 ,
dirigiéndose á la embocadura del rio de Goazacoidoo^ ji^
ra seguir desde allí la costa hasta el punto donde la pe
nínstda de Yucatán se une con el continente ^ y por el
istmo que separa las aguas del seno mejicano de laa del
golfo de Honduras , salir á las playas do éste y contlnnaT
Rt qiiM oUm proavo vexü anb Cansare pnppee
Has vehet auspioiiB, magne rhilipe, tuiji.
En Ñapóles , laa doe callea principales se llaman d« Toledo y áe W«dliiA,
por lo» Tíreyes españolea D. Pedro de Toledo, marquAi de Vill»frf^aea, y
Slste gradam , YÍator, nilrabilem lem aBj^icla : é Monter^gio pon* oit««
eitiregiuB.
Largo seria referir otros mnchos heohos de esta olasa , entre loa cualea
es notable el del nombre de la cindad de Aprícena, en el mismo reino <ieKá«
polea . qne proTÍene de la cena que hixo el rey Manfredo , último deeceiMieii*
le de los oonqniatador«B normandos , en aqnel pnnto qve era eiit6iic«a bm
bosqne, con mi jabalí de tamaño extraordinario qoe mató andando 4 oaul»
y para conserrar la memorÍA del aaceso , fundó nna ciudad con es le nomlif «,
qae perman^e no obAtante lo extraño de su origen. '■
~U5-
por eOaiftltasta los ettabteeknieiitMeiiNiñolttitti'^pe Cííb^
tóM ib OHd tobib hédlH> la rebeUoB , ^eayo castígos «ra
el objeto de está trabajou éxpedick». ^t •.
Bata itOítfSk^^ ^ maa diB qamientaa legna», halna dft
liaeersepóri^aiaee^ter^nieiite desooDoeidoaé ineolios^
p<» donde nadie habia^pasado hasta entonces y cabiertoa
de bosqné^ y plántanos i ntransi tablea, y ataraveHados por
cándalos rioa , sin mas derrotero para dirigirse qne nn
napa pintadé en nn lienzo de algodón , qne dieron é Cor-
tés los indiée coi Goesbacoalco , en qae estaban sefialados
losños y SiemMi qne había qneatraTesar v y los Ingaren
por donde IkabJa de transitar con la brájnla en la mano,*
paia bnseat tí camino por entre aqBellas «espeenran ^ oo-
mo el navegimte en la inmeamdad.depleB'inaBea.
Las costas de Honduras^ descubiertas pov Oolon en
f mtletüer'TiaJev fie extickiden desde el gollo del raisno
nombre^ sitando eri eJL áDgnlo qne forma la peniosnla . de
Yaeatan eob el continente hasta el cabo de Oradas á
Dios, en el mar de las Antillas^ ocupando nn espacio
de filete ¿radeBde longitnd desde el 85 al d2 deluneridia-
no de Parts. Bíitxt iTacatan y el fondo dd goMbae tialla
itttimdala colonia Itiglesa de fialise , qne havenido.ilk ser
im cstableoittiiento permútente ^ habkada Mmensiadií
por conenrrir á aqnel punto algnuos baqnes para cectai'
palo de tinte , con permiso del gobierno espaáolj qne lo
Ameedid Mn la condición de que no se hiciese ibrtiiflea*
ctoD algosa I y reservándose España^ eii cuyos derechos
Ibaenttodo Méjico por sus tratados, la sobenuiíade aquel
terreno 'y W facultad de hacerlo visitar anualmente por
[hoqae di^ guerra , para cuidar de qn^estas condieioneH
jn eoiñpliéseh. Todo el resto de la costa de donde se f or-*
pmrdn )oa establecimientos espafkdes , obieto del viaje de
ptatfs, pertenece %éy ú la repáblica del iieqtra de Amé^ '
Uea, hasta la bahía de Mosquitos qnelalnglatemirpQ^
lae, y én la que sir Gregor Mac-Grsgor Ibrmó la. colonia
íde Poyáis, de la qtie se titulaba piinoipeí *^*' v i »i
i Et nombre üe Honduras y el del «abo que terttinif «^ «
tas ccttns se les di6 ) según se dicn , p<n:qne fatigados lot*.
leude lanategadon, y deseando encontrar fon««
Sando lo halhiron dieron graeioi á IMos de habev.
o de tantas hímdunéM^ Llámase tan^bían la costa d6>v;
r^^^^ieroH 6 de ias Higueras ^ por la multitud '^de cala-
nnUBBTAOIONES.--TOMO. !•— 19
~ 146 —
t>azas que vieron flotantes en el mar , de la especie qaé
en la ida espaftola se eonooe con esto nombre. Todo el
pafs es mny mal sanoi anegadizoi lleno de bo8<|nes y pap-
tai os y y en el qne no han quedado otras poblaaiones
espatlolas de tancas oomo se formalron ^ sino Xmjillo y el
presidio de Omoa , de triste celebridad por sú mortf &io
clima. •
OortéSi en el año de 1523, mandó á Oristóbal de Olid á
posesionarse de aqnellacQSta y con cinco bnqnes )i>ien a*
bastecidos y cuatrocientos soldados con todo géoerode
armas, en cay a expedición invirtió sumas mny conside-
rables. Bl motivo qne para ello tuvo faé , porqne se dice
que aquella tierra era muy buena y rica , y piinoipalmen-
te I como él mismo escribe 6 Garlos V. , *^ porque hay opi*
*< nion de muebos pilotos , que por aqueUia bahía sale es-
^' trecho á la otra mar ( la del Sur, ) queesla^sa^ne yo
^< en este mundo mas deseo topar , por el gran servicio
^* que se me representa que de ello V. O. M. recibiría. " La
espedicion salió de Yeracruz en 11 de cuero de 1524 , y
Üortés hi£o todas las prevenciones y dio todas las ins-
tracciones necesarias para el feliz éxito de aquella em.
presa : pero OHd , á su paso por la isla de Ouba , se dejó
seducir por los enemigos de Oórte i , y apenas hubo lie*
gado al puntf de su destino «; quiso obrar independien,
temen te.
Las primeras noticias de la desobediencúa de Olid las
tuvo Oortés á la llegada . del factor Gonzalo de tialazar ,
quien en la isla de Guba se inlbrmó del suceso , y arri-
liando & YeraenuE lo puso en conocimiento de Oortés» el
cual habla de ello á Garlos Y , en su carta de 13 de octu-
bre de 1524 ^ siendo muy de notar la brevedad de las co-
municaciones entre Yeracruz y la capital I pues dice en
ella Oortés , qne hada solos dos días que Salazar había
llegado á aquel punto , y ya se hablan riKábldo en Méji-
co las noticias qne conducía. Gon este aviso Oortés aprea *
tó en YeraoRiz dos buques con ciento y cincuenta hom-
bres, qne despachó á las órdenes de su pariente Francia-
00 de las Gasas, que acababa de venir de Bspaffa, el caal
llegó con estas fuerzas al puerto del^^Triunfode la Omz,^
cerca del ^mal Olid tenia formada una villa del mismo
nombre. Guando Gasas se presentó en aquel puntó, OUd
tenia consigo mny pocos soldados, habiendo des pachado
— 147 — . ^
futpáaoipal faerz^ contra Gil Ooiuslez deAvlU, que
^estaba oonqoista^do e¡a aqaella misma provincia ; por lo
«mí la aadlencia de la Espaüola, qaeriendo evitar
499 dosastceg que eran la oondecannda de estas guerras
^•ntve los oonquistadores , nabia enviado á su fiscal el Br.
l?edro Moreno para intimar á Oasas que se volviese á la
^^aeya^Bspaüa, y á Avila y á Olid que cesasen en ?a guer-
ra que se estabiEui haciendo, y también llevaba manda-
miento para que Pedro de AI varado , que se decía venia
por tierral por ^órden de Oortés contra Olid , no ^ase
adelanta ^>
Cristóbal de Olid , viendo que en su encuentro naval
con Oasas habia sido echado á pique una de dos carabe-
las que tenia y perdido algunos hombres ^ trató de entre-'
tenerle con propuestas de avenimiento , mientras llega-
banlas fuerzas que habia mandado contra Avila, atasque
dio orden de retroceder ; pero entre tanto lafortuna, que
muchas veces lisonjea , para hacer masvsegnra la mina,
hhso que un norte violento que se levantó diese al través
en la playa, con las naves de Casas , quien cayó prisione-
ro en iiianoB de su contrario, él cual tuvo también la bue
na suerte de apoderarse de la persona de AviL*. Aumen-
lAdae así sns fuerzas , pues á los soldados prisioneros los
lioso en libertad , exigiéndoles juramento de servirle con-
(tea Cortés si intentaba atacarle , esperaba seguro en Na-
ico, que era el pueblo principal del país ^ la venida que
ja se anunciaba de aquel.
Las fuerzas que acompañaban á Oortés eran ciento y
cincuenta caballos y otros tantoa^ infantes espaüoles , la
flor de los conquistadores , llevando consigo a los capita-
nes mas distinguidos , y entre ellos ¿ su fiel amigo Gon-
zalo de Sando val , que no se aoartó de él ni en lá buena
ui en la adversa fortuna. Acordó también llevar consigo
& Goautemotzin y á los señores mejicanos mas principa-
les , que hubieran podido causar algunas inquietudes en
su ausencia ^ y además le acompañaron tres mil soldados
de aquella nación: El aparato de la marcha era bien di-*
verso del modesto tren conque habla venido á la con-
quista y tenia cierto aire de la comitiva de un príncipe
asiátíoo. aunque por esto desmentía el valor y el sufrid
miento da que tenia dadas tantas pruebas f y que ahora
^as queñnac^ eran necesarios* Stgan nosbc^ eacrlto Ber^
— 148 —
nal Díaz , qae se unió «itGoazaooaloo á su geueral , éate,
¿(^omás á^ varios (^peUanea , se habia l^eoSo aoompafiu
por mayordomo^ maestresala, táller, repósbét^f deftpen*
aero j eucar^ado de la vajilla de oro y plata , xjm ^ra con-
siderable;'camarero^ médicp'i óinijano, machos f^jes de
su persona , dos pajes de )á lanza , ocho mosos de espae-
)a I dos cazadores alcoDerps, y en adición á esta fnnillii
de un ^an señor llevaba táimbiea irseta su d|versi<m cinco
chirimías y sacabaches y dulzainas , y un TOlteador , j
otro que jugaba de manos y haicfa. títeres ; y para el coi-
jlado de sus monturas y faraelajé , un cabáUbiisso con tres
acemileros españoles; y entre las proviücnes debocase
contaba una gran manada de c^rdo^ que iban pastando
por él éainíno. '' * . '
Oon todo este gran tren se dirigió la marcha'pdr On-
zava á Ooazacoafco • siendo Oortós recibido, en todas las
poblaciones por donde pasaba , con el maytKr aparato y
I>ompa. £1 ayuntamiento de Goazao6áloo salió ft eacon*
trarle á treinta lé¿üas de distancia , y pitf a <tue pasase
el rio tenían preparadas mas de trescientas canoas, atadas
de dos en dos , y á la entrada de la villa! estoban-oispiiee
tos arcos tpuniUles , y le festejaron* con^ eseáraiñosas de
moros y cristianos, faegosáe artiilci6y ólsras di^enionesi
que aun en ieste género de cosas manifiMtain ^lóá adep-
tos qué habia habido en cuatro añpi DOBá MUtina , que
acompaña á Cortés en esexpedidoá (1), era natt*^ de es-
tas inmediaciones ; en su trato con Corlas habia tenidode
¿1 un hüo llamado don Martiü , que vetemos figurar, aan<
que de una manera desgí>acida , en el curso de estas di
sertaciones, y en un pueblo cerca de Orizava , se habia
casado con un español de distinción , llamado Juan do
Jaramillo , á quien se dio un buen repartimiento. Estan-
do Cortés en Goazacoalco , hizo reunir á los cadques de
aquellos cortemos , para hablarles sobre la religión y so-
bre el buen tratamiento que habia mandado que les hi-
ciese , y entre ellos se presentó un hermano de doffa Ma- '
riña , llamado Lázaro , con su madre. Esta , reconodénliH
(i) JtTÚQiBio ás AgQllar, aL inIérpMte, n» aooqtMüS/) 6 Cortéi en Mte tUm<.
pero no porqi^a hobieae maerto. como dloe Bernai Oiu; pues en el eátím
de 38 de no Sembré <te 1525 pídie AoUr para ixmBtratr eaia en M^ioo. de ^
aeieMto ineroedealaealIaéeMÉttfaiLoiíet, qnt «i«o.' na Isqi» ahora f*
U ana de los Btj^idie Paliquera» ,,
ODáesteher-.
tabia vendido
mw de Jioa-
|iiela«ntzegó
nOEDáPorto-
mIó «d poder
iBudre, laa-
letlft, didéu-
le w U petdo-
7 ropa, todo
í qoeeramny
i Ht amo 7 813'
on, oatjaUero
Bemal Díaz,
'Oanjarameti-
1 coQ.la venta
tÚBÍeuto quu
aftjlgipto.
oe^ipnoiondo
«1|l«n«ote et
wimto de ¿B-
venoluibiera'
l4«i«]Aoioiiefi
r4i?f^di¿ndolofi
«eos» paralo
üoaoioQ segn-
jNMie recatada
i. medio, quo
doporucou-
Ebeto de esta
ate. sin oonr-
a propensión
jwiotn par-
oes flurla de
inirír grande
ra en lastra-
>re de la Ma-
uvD A experi-
pedidon , qoe
,. «ointe carta
'MVI0WHM
— 160 — r
víBto mas qae los extractos que ha dad^ el se&or Pr^aooH
en sa litatoría de Méjioo. A cada paso enooiitrabaii loi
QspafieleB rio8 qne alvavesar, de loe cyoalee pasaban A Ta<
do los qué per sa meaor caudal lo penuitiaui eonatni*
yendo pae&tee sobre loe mayores; y para d^r algma idoi
de k>B ebstfteales qae habo qfie eaperac., baata decir qm
en poco mas de Tiéiote y oinoo leguas ta vieron que iomuu
ciacaénta de estbeppoentee^ Ba dono de loe rioelaem
presa pareció del todo impoaible^ y.los soldados desalen
tados pedían volver atrás, antes que pereoei^ de hambR
y de fatiga en nn país qoe cnanto mas en él adelantalMuí
tanto mas intr iiiBitable'pareoía. Cortés entonces piíao i
trabajaren la oonstrncoion del puente á los mc^ioBiio
qne lo aoompafiabauy lo cual bastó pari^ excitar 1» emi
laclen de los espaftoles ; y todos jantes i en el espaaio d
cinco dtas* lo fbraiaron de tal magoünidi qne en oonstanii
cion entraron mas de mil vigas del groeso de un homto
el cnál conservó el nombre de Piíente de Cortés. Lioa pu
taños fermados por las inundaciones de Jos mismos xia
e«*an un obstáculo todavía mas düioil de .^^^epcer , y pai
hacerlos de alguna manera transitables p^ los q^balUí
eoliaban varas ycamazon que Impidiesen que se atase
sen. Estos trabajos se aumentaran. oen la estaeton i
aguas que comensó, y con. ella las enfermedades > y 1
plagan de los inseotos y re(.tiles propios de las tierras s
lien tes. Bl camino era|meiie8ter abrirlo con liaohaspore
tre las espesuras de los bosques, y como estos oercBbi
por todbs partes la vista , para descubrir á alsroaA di
tanda la direooion que se debia tomar , subían & l«b cm
qve de los árboles sin alcanzar á ver mas que la inme
mdad del espado cubierto por estos árboles tan antigs
como el mundo.
Uno de los parajes mas peligrosos que hubo que at
vesar , faé la Si&irm de Uis PedemaUa , en la que tacd
ix>n doce dias . aunque no tuviese mas de ocho les^iaa
Las puntiagudas piedras que formaban el piso oortat
loe pies de los caballos, y muchos caian en los préoipia
que bordeaban el estrecho tránsito por donde se luilña
pasar ; de suerto que se perdieron sesenta y ooho da
queilos. pérdida en aquel tiempo de jsncanaiB ooxMida
don, y los que quedcffQH lleg^roíi pasi insprrtblei 9X «
Jado de 1% sierra.
_ ISI - .
ules ociiMió nn suceso fanes-
Jomo se ha referí do, á Onati-
aeSSéna nugisaaos. ' Diósde
endo á loa «spaOoleí apatW-
Meontentos , . h ablmn trama- . -
I matar á Cortfo,y qae ha bia .
S'BeaioTleeen CMitra los q««
b'Ios mfjioaDog que veniatk'
1 bistxviadores Uamait K«-
spaes tavo pw nombn Oiíb-
<rt6B, moatxándol* un papel
los eoojorados, con lo que
60tXM.'B.ía)t%tm prooesOf y
nsados Gaaatetatotzin , el rey
I» qtie los aeompafiaban : In
naval del alo de 1525, eii
dolgAoddloi de nn iátbol dn
hace HcRBra , y en cnyati
i oonCocme Bemal I>iaz.
i desjfraeiado , qoe con ^alor
sapltal hasta al último exlre-
nbre valiente, y en todaiq suh , .
sal: qojslewi algnnoa qne ,
para g^lorl» j trionfo de snii
ra extraOfaima y lany izaba -
ra caigo el omdiÉido da gnar-
inotln>aeha atribnido esta
iinil la oODJnracion d£ qne s»
fendo laacnsaoioB 61a8«x-
insado por las penalidadea
a ó Oonés la moecte que m
califica dcmoy ínjasta, y di-
os qtte Iban en aquella joma-
vledo en nao de los diáloffOM
por el seUor Preecott, y *!*>-
Cortee importaba, haber coii-
otzíD, aunque este antor da
le en las cúonnstanciaa Itn-
); pnes rednddos los espa-
estaban, habría podido ser
10 de nn rio 6 de algnn pan-
an cnnan m hallaban «i U¿-
--lüa-T.. (
torno favovableá lo» ÍAtaiMaB de jQaftiitü^facitUm. ¿ii'bmí^ . á
te deé0l»,;ci»lqmam qne^sea te«p!es^ójqM;49bA^ii^t^i^
se 9 es una moieba en la inMiQiria;fl6 Gantes y pero jflii^
en ana largay <ten|MMrtaoia mvsm pv^ gíon^x» de
haberia MnÁd# aíainatteillat rSlbéisoe 4^1 atgioiib cace*
oedemaflU)ltaiideettaefli»eole^ ,
No ee^oempiende por qmi no'se libr6 Oort^/di^l/cni^*' .
do contíQQoeaqiiA neoeflañaiaeftte debía ^eper)^ ^pi^ .
aionero eomo Opantamolam, Hiaiid6a4oi# 6 flepa&aiiípjat ,
diatamente deiprna de la totna^def la 9Wit^ P?^^? M^9n^
biendo posibilidad idgaiia de iie^qiia.^vj^'^.jjjLaQii^^^^ ,.
dio de oooéenrap nladMes eoivS£^iopjWi4a (^oiont^ di^\ ...
gobierna» e8fíafiol> todo ria«go.ieeaaba opa^e^ta. itie^udá,,
con la que aalvaba lodoalM iacioayeiúeiitWr:ft^t99,taiQ^
se afirmaba el ane^o gabfemoi A6i «a bícp' m^» fi^if^iíth .
conloa nietx)BdeJU[tíctesiiaia> tbüoe de^4o^ J^édro, fcQi^
se yeta por im dooaiaMto qoe aepablicará,éiipt,|^^ ^PpWíli
ce y y esto prodnjo tales r0BatiHÍmY;q«# filgpsoff aüo0.att*. ,¡
paesnn oomdede Jáooleeaaia püMoj^Qir^r^^a. i^ueaf 01 ..
menor iMel», á 8er:Tiix9)!de::Naf^a«jl^9pi^ J^sto^fipwt»..] <
cimiente»; ladifioil tttnadoaea qiie4aeaeo:^tím%. t^f^BXí¡,¡ ^
á Oottés, segmi Bezmal Diaa refléf^imiJl di^piifstJD. ,]¡^- . ,
satíve^desaonteiito^ pof lo^q^ie apa .«O^Mriio púdieá^a '[^
reposary se salió de la4iaiM|3r'ps0e&ii¿ofs^ ea n^a 8á& eá^/,'
qne se hallaba alojado^ qne era. el flipoa^tp priacipfbl del] ^
pobleisnelo^eft qne estabaí y en la qae habla idpló^.fiia, '
reparar que era an piso alto^ cayóde^l y se last^mq. J^ ..
cabeza^ eayo aooidenteoaUá^ sin dada^ por no llamarla .
atención de loa s(ddadOB«
Todo debe interesar al leotor, ti^tánd^se de ;ati hpmt)^' \
como Oaaatsmosin, por lo^queiíio parfióeráta; aápeiilii^ ,
aigaiñui notieíaaisotoefiapenwia^4qf?iM9%J^ «
Bn el baotisinQ se le paso per nombra. dpn{r^ > ,^
8egim el testimonie tantas veeee oitado de Be];i|al ; Xiiiz, ' ,
«'era bnen eristiano^y oríu*a »biea é verdaderameiita. .'JjS^'
aa muerte le asintió eL padi» mecoedano Fr. «Taan Vafi' .'
[las , qné aoompañaba i Oortós^ lia oa'4e que ahora se ita- . ,'
ma del Factor en esta capital^ tavo e^i hm allos iaiáedíar \
tos & la reedificaGion de la cindad el i^ooo^bre dé oall^ de, ^
Gnatemuzy lo qne haoe creer qne su casa estaba eíi'ellá^ ^'
Sa Tiudaí la princesa TecnichpOi qne como en la segunda
disertodon se dijo, era la hija mayor de MoeteisBmai lo
sotoBviTló mnohoB afios y caaó en segundas nupcias, ban.
tizada con él nombre de dofia Isabel , con el contador A-
lonso de G-radOi áqaien se le meroedaron por el ayunta-
miento los soliúes en qne despnes se construyó el huspi-
tai de Jesns, hombre de grande importancia en aqnelios
tiempos, y qne de86mp«)fió sus cargos mas honoríflcos.
Übrtós, en nn pririlegio, cuya fecha es de 27 de junio de
1526 1 luidendo larga mención ae los méritos de Moct^^
auna para^ con los espafioies , y del encargo que le dejó
ál morir respecto á sus hijas, dio el pueblo de Tacnba y
otros muchos, '^ en nombre ae su S. M. , en dotes y arras
& la dicha doña Isabel, para que lo halla y tenga y goce
por joro de heredad, para agora y para siempre jamás^
coa título de señora de dicho pueblo } ^ y esta merced de«*
dura que la hace <* en nombre de S. M. para descargar
01 real conciencia y la suya en sn nombre [1] "
Muerto Alonso de Orado , dofia Isabel quedó sin suce-
sión de ninguno de estos dos matrimonios , y pasó á ter-'
ceras nupcias casando con Pedro Gallego , de quien tuvo
un hijo que ae llamó Juan Gallego Moctezuma, y muerto
^Mie tercer marido , casó por cuarta vez con Juan Oano,
que vino á la Kueva^Ebpafia con Narvaez , de quien tuvo
tres hijos y dos hijas^ por quienes se' difundió el apellido
do Gano Moctezuma. Es sin embargo de notar, que en el
lelerido privilegio Oortés no hace mención alguna del oa ;
Sarniento de dofia Isabel con Onautemotzin ; antes bien
dice, que habiendo tenido por bien aceptar el encargo*
de Uocteauma , llevó á su casa & las tres hijas , que se
llamaron las otras dos dofia María y dofia Marina , ha*,
riéndoles él mejor tratamiento y acogimiento que habla
podido, educándolas en la religión cristiana , y que iilego
^ dofia lembel , que era la mayor y legítima heredara
ds Uoctezuma y la que mas encargada le habla dejudo,
nabia estado en edad de casarse, le habia dado por mari-
do al dtado Alonso de Orado , á quien califica de persO'-
I no dehonra, hijodalgo, y que habia servido, desde el
[ pc&dpio qne á estas partes pasó, en cargos y oficios muy
r honrosos, tales como el de contador y lugarteniente de
[l],BifcepriTll«gk>lo h% pablieado e) Müor PrMeoU en mi tomo tercero
ipWBTAOIOllWf—TOKt L^2Q
— 154 —
gobronador y capiban generaL Oviedo en el menoianado
diálogo, le haoe djeck á m interlocator C!afD| qae na ha-
bia (iuedado hijo ninguno legítMno de Attooteisama | eaoep-
tofiu mujer doña Isabel , la cual qued6 viuda, porque
Guautemot^in au primo, por afirmarle mas en el imperio,
filando ella muy muchacha, la tomó por mujer con laa 06"
reoaonias legales de los mejicanos, pero que no tuvieron
hijoa ni tiempo para p^crearlos, y agrega que el nmmo
Oaatttemota;in mató al hi.io legítimo de Mc^tezo^ai Asa-
paoaci, heciuano de doíia Isabel de padre y nuidre. Gata
muerte y este casamienlK> me parece indioaa que por la
conaolidaciou del poder que los en^peradoree.^c Méjico
habiaa. adquirido, espedalmente en tlemiiode Moctezu*
ma 9 la monarquía propendía ya á hacerse hereditaria • y
que ain duda lo habría sido por el curso natnral de laa
cosaSy si no hubiese sobrevenido U oonquista, Oano, ]^
otra parte, no habla del casamiento dedoña Isabel con
Alonso de Grado , y parece suponer que su primer ma-
trimonio fue con Pedro GaMe^^o ^ y repopiendo Oviedo en
dicho diálogo que Oortés babu escrito al emperador que
ea la noche, triste habia muerto el hyo y heredero dei
Moctezuma, Oano repite con aBeveracion : ^< pues escriba
usted lo quQ mandare y el marqués Hernando Oortés lo
que quisiere, que yo digo en Dios y eá mi conciencia la
verdad, y esto es muy notorio.^' En esto y en otras co
sas, üanose manifltiata poco amigo de Oortés^ ;^ hablando
de su muyer doila Isabel añade : ^' que era ÜL persona
que, aunque se hubiera criado en EspafLa , no estuviera
mai enseilada^ 6 bien doctrinada , é católica , é de tal
con versación é arte , que os satisfaría su manera é buen
gracia; y no es pojo ti cd 6 provechosa al sociego y con*
tent^ientp de los naturales de la tierra; porqae como es
se&ora en todas sus cosas, é amiga de los crisiiaoos , por
su rf«peto 6 ejemplo , mas quietud é reposo se iinx)rime en
loa ¿njinoa de loe mejicanos '^
Muerto Ouautemótzln, Cortés nombró por seüCNc de M6*
Jíoo 6 don Juan V'elazquez Tlaüotzin Cihuaooatl , .aunqae
BO volvió & la ciudad habiendo muerto en el viaje. Bn lo
anceaivo^ reducidos los indios ¿ los barrios que se lea de*
siguaron al formar la traca de la ciudad , se organizó aa
régimnu particular en la^» dos parcialidades de Santiago y
Saa Juan^ ^uyos gobi»*nadoraB duri»ron basta el eataMa*
cimíeato de la oonetitacion EspaSola , por la cn$i m in-
cor coraron Tas parcialidades en la forma general de mu-
uioipalldadoB átte por aqntslla se' efitableeió.
Los coiides de Moctezama faeron trasladados á Espa-
fia , y por falta de sacesion varonil el títnlo pasó & otras
caeaSy como se verá en el árbol genealógioo que ee pondrá,
oa el apéndice ; redadda A pleito la sncesion en los últi-
mos tiempos, se declaró la tennta del ínayoraegoen favor
de don Alonso Harcilla, que habiendo istentado venir á
MéjIcOf despaes de hecha la independenda, con ínten^
clon^ según' se dijo, de hacer valer los imagioMios dere»
choB de sa familia, no se le permitió, llegar á la capital ,
y se retiró á K devi^ Qrleans, donde se qnitó la vida al-
ganos años déspnes. Así teraiinó la dinastía real ^de -Mé-
jico, de qne no tendré ya ocasión de volver á oenpanne.
No obstante las penalidades que Cortés tuvo qne irof rit
en tan largo y pdigroso viaje , llegó por fin á las playas
dtí, golfo Ddlce, qne comnoica con el de Honduras r y te-
na ya tomadas sos disposiciones para entrar por 0orpre<
Báen Kaco'y apoderarse de Oüd, áquien saponia en »qnel
: panto j cttatido por medio de Bandoval , á quiíau maiioé á
. tomar- notician snpó qqe Oltd- A:a moerto^ y qae en vano
habla emprendido esta malhadada expedición. Oasas y
Avila, prisioneros do OHd, no solo habían estado libus
en Naco , 'sin mas restricción qne no poder n ar armas ,
sioo qne eran admitidos á la familiaridad de Odd , apro-
vechan Í08e de catas vnrcaot«tancioH, sm pusierou de auner-
do cou tos soldados de Cortés qne Ulid había traído con-
Bíg'^t algunos de los cuales le hablan abandonado ;a, y
vuéltose á Nue^a^Eispaña con un Briunes, que teuia por
capitán, y que fué ahorcado poco después} y uaa no he,
cenando con Olid^ habiéndose retirado los criados cua-
daida la cena, so echaron sobre él cada uno con uupu
Üaf que traia esconcfido. Olid, qne era hombre de graU"
des fuerzas « logró escapar, aunque gravemente hencio , y
pudo ocultarse enei campo éntrela :ma(eza; eatx>nces
, OiÁas y Avila , adamando los nombres ael tey y Cortci ,
"* íuntaron la gente, é intimando la pena de muerte contra
quien ocultase á Olid ó no di scobriesedbnde estaba logra-
ron haberle' & las manos, y formándole breveméme pro-
oeaO| le oondéuaron á la pena -capital ^ Ja que se ejecutó
— 166 —
dio avi8o de lo ocurrido á Oorté^, por medio de aa ber-
gantín qae nanfiragó , y él mismo ee poso en marcha para
volver á Méjico, dejando fondada la dndad de Tmjiilo ,
por recuerda de su patria ; pero viniendo por el camino
de Guatemala , y habiendo'entonces tan pocos medios de
comunicación, no pudo encontrar á OortéS| que seguía la
opuesta, ni darle noticia de lo ocurrido.
No fue poco la admiración y gozo que tuvieron los es-
pafioles que reddíau en Naco, con la visita de Cortés , la
que estaban lejos de esperar. Le recibieron con aplauso ,
aunque la llegada de tantos liuéspedes no era la mas O:
portuna, en circunstancias en que la colonia se hallaba
en mucha angustia por íalta de comestibles, cuya nece-
sidad fué remediada por la venida de un buque de la Ha-
bana cargado de víveres, los que Cortés compró á crédito,
y repartió entre todos. Pasó de allí á Trujillo, con dos
bergantines y una parte de sus tropas, habiendo anolado
á dktancia por lo bajo déla playa, muchos vecinos, de
aquella población, impacientes de verle en día, se metie-
ron en el agaa para sacarle en hombros á la ribera. Tan-
tos trabsgos y peligros pareda que debía haber abatido
el áiidmo de Cortés ; pero apenas establéddas sus fuerKas
y las de sus soldados* su espíritu activo é infatigable se
dirigió á nuevas empresas. Conquistar á Nicaragua y las
demás p< oñucias hasta el istmo de Panamá , castigando
de paso á^los espafioles que de las islas habían venido á
ijaltear indios e i aquellas costas ; encontrar el ^^secreto
del estrecho" para desembocar en el mar del Sar, y seguir
descubriendo las costaA de éste, para llegar hasta lasis-
las de la especería , eran los objetos de que se ocupaba
con el ardor quA en todo le era genial, cuando los avi«os
que recibió de Méjico le deciiieron á volver allá; y toma-
das las didpoMídones necesarias para dfjar organizado el
gobierno de Himduras, en donde quedó por su teniente
Hernando de Saa^edra, con las instrucciones que se han
pubüci do en el apéndice, se embarcó con un corto núme*
ro de personan^ oon dirección á Veracruz. Por dos veces
las tempestades le obligaron á retroceder, y por último
tuvo que desembarcar en TnyUlo y volver á emprender
sus op^radones en aqudla tierra, de donde pensaba que
no habia de salir. Estos contratiempos le causaran nna
wfermed»4 ^^e toposo^ {4 «^ttac^mo^ qoe tíUYo dispuei*
— 167 —
te mortaja da San Franoifloo para que leentenaaeiu Las
notadas que nnevamente le llegaron de lo qne pasaba
en Méjico, y las instancias de Bandoral, le hicieron em-
barcarse y dejando la tropa á cargo del capitán Lnis Ma-
tine para que la volviese á KnevaBspafia por el camino
de Onatemala ; y mas dichoso en esta vez qne en la an-
terior , llegó á la Habana , en donde era^a mnerto Ye-
lasgaesB, y de alli, annqne no sin nnevos contrastes, siguió
m viaje á Teraomz y ancló firente á la isla de Sacrificios,
el dia 21 de mayo de 1526, na año y siete meses después
de sn salida de Méjico.
Qoedbse allí por aqnella noche, y el día siguiente saltó
á tierra con veinte soldados , con los qne se fué á pié has-
ta él sitio en qne hoy está constroida la actual ciudad de
Veracmz , donde se encontró con algunos pasajeros qne
venían á embarcarse en S. Juan de ülúa , en cuyos caba-
llofl^ sin dejar que nadie se adelantase á dar aviso, se di-
rigió á Yeracms , en donde entonces estaba , y haUendo
llegado dos horas antes de amanecer, se fué derecho á la
igleúa , qne alió abierta , ^ se entrden día con todos los
que le aoompafiabaií. Bl sacristán , qne era nuevamente
venido de EtopaHa , no conocía á Oortés , y viendo tanto
número de personas en la iglesia ahora tan desusada, sa-
lló dando voces y pidiendo fitvor á la justicia» Los alcal-
des y alguaciles y demás gente que acudió con armas ,
C osando que era otra cosa, comenzaron á decir con pa^^
bras airadas que saliesen, y como c^ortés estaba tau fia*
coy macilento por los trabajos y enfermedaaes que había
pasado, no le conocíerou hasta que les habló. Llenos en*
tonces de regocijo corrieroo todos á besarle la mano: y
Oortés, abrazándolos y llamándolos por sus nombres, los
agasajaba y acariciaba; en segaída sedi)o misa, y le llcc*
varón á aposentar á la m«*jor casa , qne era la de Pedro
Moreno Uedrano. Oortéei avisó su llegada al ayuntamien-
to de Méjico , por una célebre carta que se publicará en
el apénd1ce,«en la que comparando el ehtado en que la ca-
pital ee hallaba con la oscuridad del limbo, en qne yacían
loa santos esperando el advenimiento del Salvador, ase^
mefs su llegada en tales drcunstandas al triunfo de es-
te. Ubiando á susamigos de la servidumbra en que es-
taban.
Me ha pwMido Qonyenient? I en ol>0eqniq delaolari*
— ISS —
dail , no interrampir la relación del viaje á las Hílmeras,
dejando para tratar con ignal separación los ríxidoaoé »•
GOQteeiInientos de la capital , qne faeron contemporáneos
y dieron motivo al regreso de Oortés. Estos sncesos soa
do nn interés pecnliar para nosotros, y como se hallan
referidos mn vpor menor en las actas de los cabildos del
ayuntamiedto de esta cindad ^ he creido qoe interesará
lo curiosidad la lectura de estos docameatos qoe contie-
nen las primeras deliberaciooes sobre asuntos públicos
en nuestro país, y por esto he puesto en el apéndice el
extracto del libro de cabildo» en lo relativo á estás ma-
' teñas 9 bastando por tanto tratarlas aquí sumariamen-
te, en cuanto fuere menester para seguir el hilo de los sa<
oesos.
A la salida de Oortés para las Hlbueras , d^jó gQber-
nando , como en su lugar se dijo , al licenciado Zoi^^ al
tesorero Bcstrada y el contador Albornoz , áunqde safrí-
mera intención fué que solo quedasen los dos pnmen^, y
qne el tercero le acompañase en la expedición. Los 1^
asistíeroa por la primera vez , como tenientes*de gober-
nador , al cabildo que se celebró el á de noviembre de
1524« IS^o se habia alejado mucho Oortés de la capital ,
cuando ya se habian desavenido Estrada y Albornoz, .que
de anteoiano estaban enemistados, y con la ligera ocabion
del nombramiento de un elguácil , ecíaroú mano á las es*
padaq , lo que eu aquel siglo era frecuente ^ y no se tenia
IKir hombre de honor el que en cualquiera pendencia no
sostenía su razón con las armas. Cortés , instruido de es-
tas* «lesa venencias é importuuado por el facior SaUiz«r y
el veedor Gtúrino , que le habian acompañado basca Goa-
zacoaloOi les dio dos nombramientos, de que debían hacer
uso según las circunstancias : el uno para que gobernasen
ellos con el licenciado Zuazo, castig ando á Estrada y 6
Albornoz, si lo encontrasen desavenidos ; y el otro, para
que, en caso de estar estos en armonía , gobernasen loa
cinco juntos.
Jf n estos nombramientos anduvo desacertado Oortés y
pues habiendo ya desavenencia entre tres individuos,
de temer que mucho masl a hubiese entre cinco que de
tes habian. numifestado rivalidad : á no ser que, como pré
sime Berrera , sabiendo que estos oficiales reales habiai
^afunaaiio ^PAtra 01 al einp<)m4or^ es|>er»9e qqe el 4^
— 159 —
cuerda entre ellos sirviese para deshacer la calamDia, ó
lo qae es mas derto, que ansioso de partir para la expedí-
cloa, no reparare cuanto era menester en lo que disponían
acerca del gobierno que había de administrar el reino en
sa ansenoia. fin esto y en todo lo siguiente es de notar la
grande importancia que entonces tenia el ayuntamiento
de Méjico : ante 61 presentaban sus nombramientos los
gobernadores; ante él prestaban el juramento; él déddia
en las cuestiones que entre ellos se. suscitaban . calificaba
sna derechos y facultades é imponía la pena de muerto á.
los que desobedeciesen las providencias qué de él mismo
emanaban.
De regreso á Méjico , Gonzalo de Salazar y Pedro Al-
mindéz ühirino , presentaron en el cabildo celebrado ol
29 cte didembre del mismo ailo de 1524 la provisión qne
los autorizaba á gobernar ellos solos con el Ldol 2i0a7.c> ,
y reconoddos sin dificultad por el ayuntamiento , contU
nnux>n asistiendo á los cabildos sucesivos, sin interven
don algu!na de Estrada y Alborúo7.. Siguieron así las ecr.
soB hasca el 17 de febrero de 1525^, en cuyo cabildo , deR-i
pues de reconocido por «alguacü mazor Rodrigo de Paz, u
quien Cortés dejó administrando sus bienes, lo.cual lo da
ba mucho poder é influencia, ademáis de ser^ comodico
Hotrera, mas bulliciobO de lo que conviniera, so presen
taroB Estrada y Albornoz manifestando el abuso que hn-
bian hecho Salozar y OMrino de las provisiones de Oorté?^
quien én jas cartas que les escribía los continuaba rero-
nociendo como sus tenientes. La resolución se deja al Ldo.
ZúsaOf quien declaró que todos cuatro debían concurrir
ai gobierno , y así se aprobó en el cabildo extraordinario
que aquella mÍAma tarde se celebró, contra el cual no solo
reclamaron Balazar y Ghirino, sino que impusieron la pe-
na de muerte y perdimiento de bienes contra el alcalde y
regidores que se entrometiesen á aprobar lo que el Jjdo.
Zuazo había determinado , y según el temple de aquellos
hombres I la imposición de estas penas no era»olo por
atemorizar , sino que las llevaban (i efecto con la mayor
severidad. Estrada y Albornoz volvieron á asistir al ca-
Üido desde el que se celaré el 25 de febrero , y no ous-
tante la opofeicion de Salazar y Ghirino, quedaron recono-
eidoa como tenientes de «; obernador en unión de los úlii-
mof , en virtud de la sentencia do Znazo ; pero esto no
• —ico-
doró mas qoe hasta el día 19 de abril del mismo aüo és
1526, en cayo cabildo el inquieto Bodrigo de Paz hho
reconocer á Saiazar Ohirino , con eeclnsion de Estrada y
Albornoz. Para efectuar este cambio de Paz había em«
picado Saiazar una intriga mny sutil : á propuesta soya,
y no obstante la oposición de Estrada, hizo dar deoieto
de prisión contra Paz, que firmaron los cinco individaos
del gobiem o , y dándole por corcel la casa del mismo Sa-
iazar, pudo éste persuadirie que aquel atropellamiento
era causado por Estrada y Albornoz, y que si quería unir-
•e á él y Ohirino para que los dos solos quedasen eü el
gobierno , hana que fuese puesto en libertod , como en
eifecto se venrico el día siguiente ; pero como esto dio mo-
tilo á ff uchcs rumores en la ciudad, en la que Paz ejercía
grand* inflir o, para hacer ver que todos los que forma-
ban el gobiomo estaban de acuerdo entre sí, Saiazar per-
suadió á sus compañeros que fuesen juntos á comulgar
públicamente á Bom Francisco , que ya se había traslada-
do adonde ahora está, de la primera calle del Beloj^ que
faé donde se fundó y donde permanecieron los religiosos
4)08a de un afio, según en su lugar veremos. Sin embargo.
Estrada y Albornoz sospecharon la liga que se había for-
mado entre Paz , Ohirino y Saiazar, pero este últimO| pa^
ra quien, según parece, todos los medios eran buenos con
tal de llegar a su objeto, les protestó lo contrario y les
propuso hgarse entre sí para resistir el inflajo de Paz, y
conftrmarsu concierto comulgando con una misma hos-
tia, dividiéndola entre todos, oosa que entonces se prac-
ticaba, como también lo hicieron en Panamá Plzarro, Al-
mi^gro r Luque, cuando formaron compañía para la con-
quisto aél Perú.
Todas estifis novedades no se hicieron sin oposición ,
pues en el cabildo de 20 de abril el Ldo. Zoazo protestó
contra el acuerdo del día anterior, contrario á su senten-
cia ; pero Saiazar y Ohirino, apoderados ya de la autori-
dad y apoyados por Paz y una p^rte del ayuntamiento,
no solo desatendieron sus razones, sino que nuevamente
mandaron llevar adelante lo reftuelto, imponiendo la pe-
na á los contraventores, de perdimiento de bienes, y á ios
que no lo tuviesen , doscientos azotes; y en el cabildo de
2 de mayo acordaron, que el síndico Pedro Sánchez Far-
fan hiiáese una información de to4o lo ocurrido para dar
— 1(51 —
con ella cnenta al rey. Estrada y Albornoz intentaron o-
poaerse at pregón por el qne Re les declaraba destitaidos
lie la antorhJlad;y danflo motivo á nnevasinqnietiuloB, el
aUsaldo FrancíAcb D.'ivila, para sosegarlas, prohibió qu«
nadie acadiese con armas A sostener ningaaa do las dos
partes , con lo que irritado tíalazar , Cbirino y Paz , 1«
maltrataron^ le quebraron la vara y le llevaron á la cÁi-
cel , ofreciéndote restitaírle el empleo si hacía causi» co-
man con ellos, y habiéndolo rehusado, mandaron al al-
gaaeil qae le matase , ix)r temor de lo cual tuvo que o-
eoltarse, habiendo log^rado ponerse en salvo.
El estado de la ciudad era cada día mas inquieto, y no-
tándose ^ne todos los vecinos andaban armados en 23 de
mayo He ordenó qne no llevasen mas armas que las acos-
tumbradas , que en aquella época se tenian por tan nece-
sarias como el vestido; y en la noche de aquel mismo dia,
Bodrigode Paz, de acuerdo con Sahizar y Cbirino, pren-
dió ai Ldo. Zaa7.o , en la catia de Cortés, donde t<)doa vi-
vían , é inmediatamente dispusieron hacerle salir para
Medellin y embarcarlo allí, d pretesto de una cédula del
rey en que se mandaba fuese enviado d Cuba á dar sure-
Híilencia. Por el mismo tii»mj)0 salieron de Méjico Estrada
I y Albornoz con licencia do Sahizar y Chirino , para con-
ducir d Medeltin cietta cantidad de oro que se remitia al
í*y ; p^ro sabiendo que se aproximaban Casas y Avila^
que, como se ha dicho, veniíiu do las Ilibneras por Gua-
t«aiala y Oajaca, i'ecelosoa los gobernadores de que sus
rivales faesen d unirse (% estos capitanes para venir con-
tra ellos , salió Chirino de ¡Méjico precipitiidamento con
cincuenta caballos y buen número de escopeteros, y ha-
bióndoioa alcanzado á ocho leguas de distancia déla ca-
pital, los volvió (i ella presos y despojados de sus armas,
lit^bténdose evitado un combato por medio de los francisf*
canos, que halnan adquirido y a tanta iníluencia que inter-
vcDian en todo.
Libres Salazar y Chirino de tdos sus asociados en el
gobierno, no les faltaba mas que consolidar su autoridad,
baeiéndola independiente do Cortés , y echar por tierra el
poder de Paz^ qneles había venido % ser molesto desde
que ya no les era necesario. Eete es el curso regular de
todas lasrevolnciones, y son mny raros los ejemplos con-
naiioB que la historia presenta. Para lograr el primero
DIBSBTAOIOHES.--T0MO. I.--^21
— 1G2 —
(lo estos objetos, hicieroii valer la voz de la tnuerte de Cor-
tés y de todos los qae le aoompailabaa , y espo mismo lea
sirvió para ef(3ctaar la raiaa de Paz, paes oon tiüalo de
asegurar sesenta mil pesos qae Cortés debía ^i erario por
lo que había inv^ertido ea las div^ersas expe*iicioaes y gas%
tos de desoabrimieatos ,.liicieroa qae el tesorero y el con-
tador j cou quienes para esto se pasieron de aoaerdo, no
ob^^tante haber atacado poco antes sns casas con iaerza
armada y prendídolos, intentasen, proceder á inventariar
los bít^nes de Cortés. Paz lo resistió y tomó las armas pa-
ra (lefenderse, habíóndaso liecUo faerte en la easa de
Cortés , que era en el Bmpedradillo , donde ahora está el
Montepío; pero por la intervención de Estrada y de loa
franciscanos cedió , habiéndole dado segnro para su per^*
sona Salazar y Chirino , qne prestaron pleito homenige
de gnarilárselo en manos de los capitanes Jorje de Alva-
rado y Andrés de Tapia. Asegoradocon esto Paz, abrió
las pnerras y entregó los bienes de Cortés , con lo qne los
odciales reales se entraron en sn casa y fueron robadas
machas cosas de ella , y sufrieron insallos las indias no*
bles que Cortés tenia en ella para darles educación y ca-
sarlas , de )o que se otendieron macho los indios. Todos
estos trastornos tuvieron lagar del 17 de agosto, último ca-
bildo á que Paz asistió , a) 22 del mismo mes , en coya
sesión Salaz'^r y Chirino dieron cuf^nta al aynntamiento
de lo acaecido, y con parecer del bachiller Alonso Pérez, á
quien había nombrado en 4 de este mes 'letrado del ca-
bildo ,'" se hicieron reconocer y proclamar por gobernar
dojes.
Para confirmar mejor la noticia de la mnerte de Cortés
en el finimo del pneblo , mandaron hacerle solemnes hon-
ras, en la qae predicó nn religioso , moderando sns ala.
bauzas por no ofender á 3alazar , quien en todo se con-
sideraba el principal de los dos gobernadores. Los bienes
de Cort/'s se depositaron en manos del tenedor de bienes
de difuntos , y laego se vendieron á vil precio, y lo mismo
se hizo con los de Gonzalo de Sandovai y de todos los
qa hablan acompañado á Corte & las Mbueras. Hacía
dar crédito á la voz que corría de su mueg;e la falta ab-
soluta de noticias desde sn salida de Ctoiízacoalco: el oa«
pitan Francisco de Medina habia ido á bnscarle , pero
cogido por los indios en Jacalango , le dieron ana mnerte
— 163 —
cruelísitnsí 9 habiéndolo cabierto de rajas iMsqaeiias de
ocote y iatrodacidas ea todosn caerpo, qae encendieroo,
haciendo oon él horrible luminaria ; Diego de Ordaz , qae
á sa vuelta de Bspafia había ido también en butiea de
Cortés , sabiendo la suerte de Medina , se volvió y dio
nuevo valor á la especie. Los gobernadores no solo no
trataban de averiguar qué habla sido de Oortés, b i me-
nos de mandarle socorro alguno , sino que oa8t*gaban con
severidad á todo el que desmentía la noticia que á ellos
les interesaba que se creyese ; y así es que mandaron azo-
tar páblicamente á Juana filansida, mujer de Juan Va«
liento, que se reiade la noticia y afirmaba que Cortes vi-
viai yvaatorizaron á las mujeres de los que hablan ido eu
la expedición , para casarse, en segundas nupcias.
Habían agraviado demasiado S^iasar y Ohirino á Bo- v
drigo de Paz para no intentar descubrirle j y olvidándose
del seguro que le habiau dado , le prendieron y le dierou
tormento para que confesase dónde estiban ocultos los
pretendidos tesoros de Curtes. El tormento á que se le so-
metió fué el mismo que habia sufrido Cuautemotzin, que-
mándole los pies á fuego lento con aceite hirvieiido, ()ero
con tal rigor , que se le cayeron los dedos y se le abrasó
hasta el tobillo. Bi los conquistadores eran crnt^les con
otros t no eran por lo menos mas benignos entre sí mis
moa. En seguida , so color que causaba alboioto, le ahor-
carón sachándole en hombros al suplicio ; porque por elec-
to del tormento no podía tenerse en pié , y estando en ma-
nos del verdugo, llehó á él Salazar y le ofreció la vida si ^
declaraba loe tesoros de Cortés ; él contestó que uo los '
había, ^ que dijesen á Cortés que le perdonase , porque
al rigor del tormento dijo que se los habia llevado consi-
ga á las flibueras ^ no siendo verdad ; y no obstante ha-
ber apelado de la sentencia , se llevó adelante la ejecu-
ción con general sentimiento del pueblo. Así murió este
hombre de grande influjo en su tiempo , y el primero que
figuró en las revueltas de nuestros abuelos, siendo vi c
tama de aquellos que le debieron haberse ensalzado al
poder.
La arrogancia de los gobernadores crecía cada vez mas,
hiendo desaparecer toda oposición. Para hacerse de un
ptrtido , daban largamente repartimientos , en especia i á
hñ que íes parecía que mas lo9 podían ayudar y f£^voi§-
— 164: — .
cer 9 y en todos los empleos poniauporsoa^s de sa con*
ftanza* A Antonio do ViUaroel, que era enteramente suyo,
le nombraron alguacil mayor en lagar de Paz , y á pre.
texto del corto número do regidores « lucieron entrar uu
el ayuntamiento personas con que pudiesen contar. Ta-
reciéndoles que nada debía ya inquietarlos , no pensaban
mus que en gozar de la autoridad sin tratar del gobierno.
Ilen'cra describe uno de los abusos que oometian , en los
términos siguientes : ^' Enviaron á todas las provincia^ á
))8 lir el oro y joyas que teaiau los señores, y les esou-
driSaron las casas y se las tomaron por tuerza con todas
las alhajas de plumería y riquezas que tenían' Ixacióudo*
les mal tTatamiento, cosa que sintieron mucho y si la.es-
peranza que Hernando Cortés era vivo no los tuviera en
freno , se alzaran ; y con todo eso so fueron muchos des
esperados á los montes, desde.doude sallan á los caminos
y mataban álos cristianos, y en un solo pueblo mataron
quince, y mucha parte do la costa del mar delKorte se
alteró. Decian públicamente Salazar y Ghirino , que el rey
no habia menestsr que lo trajesc^n tanto oro de Nueva.
Espaüa, que pues no letraian mas de veinte mil ducados
del reino de Ñapóles , le bastaban otros tantos. Por con*
t«mplacioa de dos mujeres casadas que Salazar y Ghirino
teuian por amigas, á las cuales disimularon algunas inso-
lencias muy diguas de ser castigadas, ocupiiibau á sus
mandos en comisiones fuera dn Méjico , y les dieron ricos
repartimientos.'' Para evitar que las noticias de lo que ee
pasaba se comunicasen á España, mandaron desmanto-
lar los buques que estaban en el puerto , y dieron orden
á Francisco Bonal , alcalde de la Villa Rica de la Yera-
Gruz , para que prendiese á cualquier juez del rey que ullí
llegase, y lo volviese á enviar á España.
La persecución contra los amigos de Corté» era riguro-
sa : unos fueron presos , otros tuvieron que huir , y otros
se retiraron á San Francisco, habiendo quitado á todos
sus haciendas y repartimientos. Mucho se recelaban de
Francisco de las Gasas, de Avila y de Diego Hurtado de
Mendoza , y habiendo recibido mal á los primeros cuando
regresaron de las Eibueras , estos se hablan retirado ¿
Oajq^c»^, de do^de los hicieron traer presos, y los procesa-
rQQ ppr }» vm^vt^ (ia> OUd t coQde9á>ndQloa ó la peo» e»-
— 166 —
ocasión del .temor ea qae Iob tenían | pero habiendo apo*
lado é íaterpnéHüose personas de respeto, aooidaroii: man*
darlos á Espaila cou el procoso y varios oomisionados de
sa coDÜanza , con doce mil pesos para el rey y madias
joyas y presentes pai-a hacerse amigos en la o6rto, todo
lo cnal se perdió en la isla del Fayal, salvándose solo las
personas.
Para dar mayor color á sns pretensiones en la oórteroon
el viso de la legitimidad , y conforme oon el esplntn del
tiempo, que como hemos visto era hacer intervenir siem-
pre á los procaradores 6 dipatados de los ayuntamientos/
Melaron ana j anta de estos « y en el cabildo dd 10 de oc"
tabre acordaron qae se les diesen los poderes de laeiodad
(le Mójieo y de todas las villas xwbladas de espafiolss á
Villaroel y á Bernardino Yasquez deTapia^ que no esta-
ban bien con Cortés i para informar al emperador de todo
y pedirle lo qae conviniese» Itovoeaion los poderes dados -
anteriormente á Montejo y á Oeampo 9 y sefiatauran gran-'
des salarios y ayudas de costad á los nuevamente nom-
brados j y porque Yillaroel se que jd de que PaE le hal^
;;aikado al juego doce mil pesos^ se mandó que se le paga*
fien de los bienes de aquel , que se pusieron en venta.
£1 Ldo. Zoazo , desde la isla de Cuba, adonde lo des-
pacharon Salazar y Chirino y dio aviso de todo ^ Oortés,
quien se llenó de pena con tales noticias. Ka pudo con-
tener las lágrimas con la relación que Zoazo hacía de to-
dos los desastres de Méjico y cuya carta leyó delante do
todos sus compañeros y amigos , la que conclnia diciendo
Zaazo : ^^ Esto que aquí escribo á vuestra meroed pasa
ansí , y dejólos allá y embarcáronme preso en una acémi-
la, y oon grillos aquí donde estoy." Cortés, con tal leo«
tora y pesa *oeo de no haber dejado en el 'mando á alguno
de sns antiguos capitanes , es:eíamó: ^^ Al ruin ponedle en
mandOf y veréis quien es. Yo me lo m^ezoo, que hice hon-
rar á desconocidos y no á los mies que me siguieron toda
sa vida. ^ Eetírado á su aposento no quiso hablar con na*
die en largo rato^ é instándole sus compañeros que se
embarcase luego con todos ellos, en tres buques que allí
tenia , para volver á la Kueva-Bspafia , pues tan urgente
era e] remedio , les manifestó los peligros que pulsaba si
HQp?p8entsse cía imp^viao en el puerto , por lo qm v^
— 166 —
Becrefeameate y entrar descouoddo ea la ciudad , y des-
pués de tares dias de rogativas y procesiones , habiendo
oído misa de Espirita Santo , se embarcó, como en sn la*
gar se dijo ; pero repelido por los vientos contrarios y for*
tanas de mar, y resaelto á permanecer mas tiempo eu
las Hibneras, mandó á Méjico en un bergantín á mu laca-
yo Martin Dorantes , con cartas en qae liada saber que
vivia , y revocando los poderes qae anteriormente tmia
dados , lo confirmó^ Francisco de las Qasas , paca qae
gobernase en su nombre hasta sa regreso.
Mocho habian mudado las cosas de aspecto entre tanto
en ULéjico. £21 número de los retraídos en San Francisco
habia ido en aumento, y aunque Salazar^ Ohirino no res^
petaron aquel asilo , sacando de él por f aerza á vanos
individuos que mandaron á España con Gasas, esto no
hizo mas que empeorar su causa ; pues el custodio fray
Martín de falencia | de quien tanto tendré que deeir en
otra disertación , viendo qué no se respetaba la censura,
tomó las cosas sagradas , y con todos sus frailes se salió
procesionalmente para retirarse á Tlaxcala. Salazar, aan-
que muy sentido con los frailes por tal suceso, envió tras
ellos , y ha néndoles volver restituyó los presos y pi««
dio la absolución de las censuras, bien que acompaftan-
do este acto de sumisión con muchas injurias^ todo lo cual
dio nuevo aliento á los retraídos, que no solo tenian ya
un jefe^ que era el capitán Andrés de Tapia, sino que se
hacían de armas, de caballos y demás de aprestos guerra.
Otros cuidados inquietaban también por otras partes á
los gobernadores : los indios se habian movido en Qajaca
y en las sierras de Ooat^n , distaates diez leguas de a-
quella ciudad , habian muerto á cincuenta españoles y á
ocho 5 diez mil indios esclavos que andaban en las mi-
nas, lo que pareció de tal manera grave, que Pero Al-*
müidez Ohirino salió para reprimir aquella sedicdon con
buen número de españoles, aunque no consiguió* prender
á los sublevados, que se escaparon una noc^e con todo el
tesoro que tenian, que era mucho , de un peñol en donde
los tenia cercados. Salazar, habiendo quedado solo en Mé«
jico , tomaba precauciones para su seguridad , y annqne
intentó atacar á los traidores de San Francisco, no se de-
cidió á ello por la resistencia que estaba seguro nabian de
tlacote ) y cierto de que otros tnuchos se hablaban día-
-^107-»
poeBtOB á unirse á ellos. Los letraidodi por otra parte, ha-
bían tomado tal atrevimiento , que ya'^pensatMOL si sería
biea aoometer á Salazar coando saliese á misa, y matarle
ó salirle al eampo y joatar gente para hacerle la guerra.
Salazar, temeroso de estos movimentos, formó gaardia
qae le aoompafiase, y para hanerse partido prodigaba
promesas y d&divas, con las que le parecía qne tendría la
fiíQQte desa parte; pero por macho qne ofrecía no llega-
,ba á satisfacer los pensamientos de los ambiciosos , qne
con ocasión de aquellas alteraciones no trataban de otra
cosa que de su provecho. Este era el estado de la Kueva-
Bspafia coandó resonó en ella otra vez el nombr^ de Cor-
tés, y esto solo bastó para calmarlo todo.
Hábia convidado Salazar á todas las poruñas princi-
pales de Méjico á pasar un dia de campo en unas huer^
tas, á nna legua de laciudad , qne supongo fué por San
Cosme, por habérsele dado aUí sitio para jardin al mismo
Salasar y á otros muchos en el cabildo de 12 de enero de
este año de 1526. Todos los convidados salieron juntos de
la capital ; y en medio de todos iba con gran pompa el
gobernador. En el mismo dia se verificó la llegada á Mé-
jico de Dorantes, el cual, instruido por los amigos de Cor-
tea^ de todo lo que pasaba, se fué en derechura á S. Fran-
cisco. Seuniéronse alli hasta cien personas, hiciéronse de
ftmas ; se dieron las cartas de Cortés , y en medio de la
noche , aonque |con una luna mny clara, se convocó el a-
yirntanüento, al cual no concurrieron mt s que un alcalde
7 pocos regidores. Entonces Jorje de Alvaiado con trein-
ta caballos fué recomendó las calles , proclamando qne
loB que quisiesen servir al rey acudiesen á SanjJB'ranciseo,
ü(mde venan cartas y provisiones de Cortés. Grande fo^';
^l eontento de todos los vecinos sabiendo que era ViVo|, y
mseha la gente que se reunía á los que llevaban su voz.
Salazar , i>or su parte , había vuelto precipitadamente á
n afayjamiento , que era la casa de Cortés en el Empedra-
dUlo,y sehabiapuesto en ella en defensa, con cosa de
nifl españoles y doce piezas de artillería. Tapia hizo un
noQnoeíiiiifinto á la gente que habia acudido á San Fran-
cisoo, en que refirió la tiranía que Salazar y Ohirino ha*'
biSQ cometido ; espuso la necesidad de nombrar un te-
úe&teda gobernador mientras Cortés llegaba , y que los
9Q6 de buena gana quifúesen darle su asíst encía se que-
— ICS —
dasen, y los demás se íaesen en bacna hora.
Siempre en las revolnciones se atiende á lo que pareco
mas conveniente en el momento , sin cuidar macho úe^ lo
ftiacesivo 9 y (;:eneralmonte no so hace mas qne contrapo-
ner nn partido á otro , deíaudo por lo oomiMi loa males
en pié. £atcada y Albornoz habían sido perseguidos por
Saladar y Ohirino , y esto bastaba para elerarlos al po-
der en 'logar de aquellos 9 aunque no faesen mejores, y
que se hubiesen manifestado ignalmente enemigos de
Oortés. Así fueron nombrados tenientes de gobernador
en la ansencia de Gasas» en el cabildo qne se ecdebró en 29
de enero de este afio de 1526 j no en las casas de Oortés
de que era por entonóos due&o»8alazar. sino en la de Luis
de la Totre, y deponiendp á los qne hablan obtenido de
Salasar los empleos de mayor coufíanza^ fueron nombra-
dos en su lugar los principales jefes del partido qne ib»
predominando.
Aunque las fuerzas reunidos de San Francisco no pa«i
saban de quinientos hombres, Andrés do Tapia y Joije
de Alvarado marcharon denodadamente con ellos (h ata-
car á Salázar ; pero antes de hacerlo , dejando la tropa
situada en las esquinas de las calles, Tapia so adelantó ^
caballo á hablar con Salazar, quien le pidió msjiifestsse
las cartas é instrucciones del ro^ , que había dicho tener
parasns procedimientos contra Cortés, y habiendo dicho
qne no las tenía, Tapia, arremetiendo con el cabildo, gritó
ii la gente que acompasaba á Balazar : ^« Oi^balleroii, pren-
dedle, no queráis ser traidores. '^ iüntoncef; Saladar tiondió
la mano con la mocha á nn cañón diciendo : *-^ Dalla, fií
no quieres que pegue fuego ^" {\ cnyo tiempo don Xinis de
tinzman, que mandaba la artillería de; Salazar teniiondo
ser atacado por la espalda, la hizo entrará la ca$«a oon
parte íle la gente ; el resto que quedó fuera se tinió con
Tapia 9 y éste acometió contra la casa , cuya puerta t né
derribada y la.easa entrada por muchas partea. Tapia
cajó del caballo , herido de una pedrada , y Jorje de Ah
varado dio presto con Salazar, á quien éste y los jefes
pudieron salvar del furor de los soldados; la gente de Sa-
lazar se desbarató y huyó^ saltando por las ventanas y
paredea A Salazar le echaron una cadena al cuello y coii
mucho vituperio le pasearon por calles y plazas para qne
todo9 le viesen, y no juzgáiidole seguro de otra suerte^ le
eñcetraróh tíi tiiift jaata de vigas granaaei que at efecto
coQ»tniy6rott. Igaal sfiette tuvo Oblrino, qnien venia de
Oajaoft, dofftde se hallabst, al Bocorto de aa oompañero; ^
pt^ro sabiendo que Tapia marchaba contra él, se retiro ^ *
. T/uxoala, y se metió en el convento de San FranelacOi de
doa^e le sm6 Tapia» y c^odnci^ndole íí Méjico le pobie*
roe en otra janla plinto íi Balayar. Oonst» par el libro de
cAbikio qae en 2?> de mareo del ano si^^ieute de 1527 se
mandaron pagar al maeRtro carpintero, Hi-rnando de
T<;rres, siece pesoapor )a hechura de eataa jaaiaa , y ae
imé en data eata anma ])or pfaatos de jnstiei». A Martin
Ofvaatdéi, el conductor de las cart>as do Cortés se le cUó
en et cabildo de «^ de fetmnpo de 1520, pocos días después
<)h )a revolaoion, nn 8itio para huerca, que habla sido de
Diego de OoaOá, qnií^ no liabia eumplide eou las eonda^
oiones de )a merced.
Cortea reoibky la noticia de este suceso en la Habana ,
pHm no por eso varió un intento de venir oculto puei» ce^
nta grandes motivos para recelar de Entrada y Albor-
ním, fistos habian inDórmado contra él 6, las Cortes , lo
que él so inoraba, y en el tiempo que gobernaron se
<v)DdQíevon con doblen y sin descnidar sosa'provechamien-
tos, lo que oausó gran disgusto A- los mismos que los pu-
mrmi en el gobierno. En la cindad se deseaba el pronto
('«fitigo de Salazar y Ohirino^ pero Albornoz miraba' las
<«isas de otro modo ; y como que aquellos habian obteni-
<lo san empleos por el gobernador Cobos , á quien él tami
hieitdebiaefsujo, no qaeria deseonteatar «"^ nn hombre
d^ tanl» intlnlocou el emperador, . por vengar los.agra«
ma de Cortés, coya mina debía prometerse según loa
informm qnecontr% él habian dado secretamente. Bu-s
^tfi tanto , los amigos y parciales de SalazM* y Ohiriao,
tutelan est^ierzofi para libertarlos, con cuyo intento tra-
t&roQ matar h Estrada y Albornoz , y con llaves falsas
ubrir las jaulas de los presos ; pero ineron descubiertos y
cistígadoü eon la pena capital , amputación de manos ó ,
Pifl, asQones 'j destíerres : castigos todos tusados por la
'^rtiara tegtsHictou criminal de aquel siglo ^ muchos de ..
lo« cuales* ha puesto en olvido la in,ayor humanidad y .
hloiMiuta'dei uuei^tro.
ite este e<)eado permanecieron las cosas hasta el 31 de ,.;
"'^je ,^e tñé dhi de üorims y y estando los gobernado- <.:
DISBBTACI0T7BS.--T0M0 L^22
— i7ev^
res con el áyantamiento en la igleato'para qi^Urroii l^pio*
cesión , llefó Martin Atto> qae á tiMlii dilíg^noia balHa
yeii^ido de Yeracnus , ^ii>la carta en qoe Oortés avisaba
8a arribada á aquel pnerto. Sata se pablioó.por bando^ y
fú^. inmenso el regocijo qn^oansó en todos los liabitaa-
tt^t) (le la ciadad, taoto españoles . oomo indioSi según se
t)H[>re8a en el libro de cabildo } poes en el qne se celebró
en el <lia si^oiente IV de jaiiio para acordar la contesta-
ción , se dispuso se diesen altoidas al citado Arto y ^^ por
cnanto tralo á Ciita cindad Jas buenas, nuevas de la veni'*
da del seftbr gobernador al puerto de Medellin , de lo cual
esta ciudad recibió mucho placer y aun sosiegas y. oHos
en nombre de ella le maikdaban y mandaron 4 dar doce
pesos de oro.''
Oortés estuvo descanmsdo doce días, y tardó quince
en llegar á Méjico ; tanto en el tiempo que permaucM^Men
Medellin como en su tránsito á la capital , venían los in-
dios de largas distancias -cqu presentes y efcacunientos 9
mostrando grandísimo contento de su venida» JL^mpiában-
le el camino p(^ donde habia de pasar , y lo regaban de
ílores : I tan querido era de ellos .^ ^ y. tanta lai diiferencia
que habían hallado entce su gobierno, en el cual había
cuidado oon tanta eficacia de snconservaáñon y Inenesbu*)
y el que le habia sncedidol Kodrigo de Albornoe,'queea"
taba en Tezeuco, se adelantó una jomada á recibirle con
macho acompafiamiento , y en Méjico Alonsa de Estrada
salió á su encuentro con todos los aapaioles en ordenan-
za de guerra,' y los indios k> recibi^on con n<t menor a-
plauso que si hubiera sido el mismo ^Moctezuipda : np ca-
bían por las calles , con machas danzas , bail^ y música,
y en la noche hicieron hogueras y luminarias, OortéSi lle-
no de gozo, se dirigió á Ban Francisco á dar gr^as á
Dios, porque después de tantos trabs^^os le habia Jile-
vado á tanto descanso y seguridad. JSste delí>i<> ser €»i dia
maii hermoso de la vida de Oortós , pues el agradedmien-
to de una nación es el mas grande premio para nnagraa-
dealma. Bl dia.21 de junio se tuvo el cabido en S. Fran*
cisco, al cual asistió í3ortés, en cuyas ttuuaoa entregaron
las varas los alcaldes y regidores que habían sido nom^
brados durante el gobierno de Salazar y Ohirino^. y se
nombraron nuevos funetonarios , y se* ansiaron también
las mercedes de solares hechas durante aquel periodio.
BAtre tanto «|ae Oortéj» andaba eu las Hib^ei^asj su se**
cPBtaiio Juau da Bibera 6olitíit;ftba por él eu la corte , y
]>ara faoilitar ol de&paobo de $aa pretensioDea , se obligó
:i hacer llegar dentro de auo y medio doecientot) mil pe^^
sos para latí urgeucias d£i la coroua, obligándose Uorté» ;i
completar eatá smnay si no la habíase eu las renta» rea.
les, oon 8u oródito y el de sus amigos. Bobre Y'óüoa |)ud-«
tos que se promovieron acerca de los gastos hechos en
las expediciones de descubrimientos, sa dispum» aguar*
dar mas estenaoe informes ; y en premio de Iob ser vicios
que había prestado, se le ooofirmó.el tratamiento de Düííj
se le Bombeé adelantado de la Nueva^ISüpafia, y se le dio,
segua Heneía, el há^blto de Santiago., Mandó además ei
emperadora que se le espidiese un privilegio en que^ La-
eiendo lar^ relación de sus servicios y se le dierau armas
aloaivas 4:esto0« Bstosyotroti documentos se. reservan
par» puíbliearlos eocí la- disertaciou en que me ocupe man'
espeoialmeiite d^ todo lo peraonal de Oortés. EL ;secreta-
rio Bíoera oblnvo otras gradas (>ara sí y para Fr* Pedro
Melgarejo, que habii^ asiptido también al despacho de los
asuntos de Corles.
Pero no obstante estas gra(3ias , los informes siniestros
de los e^cíales reales lu^bian producido su efecto j á lo
que ayudábanla disposieioa suspicaz del gobierno contra
todos losqne le habian prest»wlo grandes servicios á con-
siderables distanoias. Donde acababa la conquista allí se
hacía que acabase el inflcyo x si poder del oonquistadori
eotrando en su lugar la autoridad real eü toda su estén-
sien, depositada en otras manos que les que hablan em-
pu&ado las armas para la conquista. Tal fué la conducta
constante del gobiccBO español desde la conquista de l^á-
poles, y es menester convenir en que este principio era
bien enteiidido , aunque praisticado (^ voces por medios
vspfobados^ Así fué, como reoelando. Fernando el. Católi-
éa'del«QvaaOapitan,f para sacarle de I^ápoles le ofreció
hacerle gran maestro de. Santiago; pei^ apenas le tuvo
en Espa&a^ ya manifestó su renuucia á conferirle una
dignidad que una sana política habia hecho incorporar en
la cotona : diósele la ciudad de Jjojay eu el .reino de Gra-
nada, leei^Q conquistado de loe. moros ) además de los
pxeoiiosrque ya. habia obtenido ; se ^ X)freció el seOorio
perpétiiq»ito.eUa, en cambio de su desistimiento de la
— 172 —
madUtríÉ ^ á lo qtte el altivo oonqníBtiiálor iwpoodáó : ^<No
cambio mi resetittaiidtito por una dadad. '' Aau eu 1^6
circaustaamas maa difícites de la guerra civil del Perú,
soio eu el ultimo extremo ae lo antomó al piresideute Pi^
dro do la Gasea para que dejase eli^obiento ou manos de
Gouzalo Pizarro , díoicudo con deapecho uacousejeco do
ladias : ^'Qaede la ti^ra i>or el ooiperador, y gobiéraela
ol diablo ; " petfo el i>espeto al soberano era tal eu aqui»-
líos tiempos , que él solo bastó para dar fa«rsa álaii.pro*
videnoias de aquel Mbil polítíGOy y ua hombre que entró
eu el Perú, siu m¿uB armae que su bonete y.salireyiario ,
supo hacerse obedecer, é hiae oortar la oabeza eu au pa-
libido al jefe jK)dero6o do los' tarbuleutoscouquintadoreH
de aquel roinoi. Este sistema causaba el dencouteiito y
las quejas de los couquistadoreS) que se cceiaumalio-
munerados do tan grandes stírricios, uo obstante los ))re-
míos que se les couoediai), los cuales eraul 'ó recee tales,
aunque siempre á espenaas del país conquistado i que sa
misma exhorbitancia'venia ár ser -motiven de nuevos din-
gustos, por la resistencia que |>or parte del gobierno ha-
bla para su cumplimiento , ol que nunca llegaba 4 tener
entero efecto.
Tanto por oonseoueneia do esta sistema, ouaaio por las
continuas acusaciones que ccmixm Goítéa se hacían , Car-
lo^ V se deddió & mandar se le tomase residenoia , y al
efecto se nombró por Jei'e de ella al Ldo. Luis Ponce, que
{\ la sazón estaba en Toledo desempeñando el cargo de
teniente de su deudo, el conde de Aleaud»«be, coirregidor
de aquella dudad. Garlos V oomunioó este nombramien-
to á Jortés, en carta que le esoribié en la misma Toledo,
en 4 de noviembre de 1525 paro la venida de Ponce se
retardó hasta el aflío de 1527, embarcándose en. 2 de fe-
brero en Sduldcar de Bairameda; y hablándose detenido
dos meses en Santo Domingo, llegó A Ban Joan, de Olúa,
desde donde despachó á Lope de Bamamiegoyá Ortega
Gomes con>Bartafara Curtes. Este recibió lasoartasde
Ponce el día de San Juan , hallándose en una corrida de
toros , diversión que los espa&oles habían traído con sns
demás costumbres, áfqne eran tan aácionadoSy que lave-
mos por este hecho establecida desde qae^fomenaó ¿ha-
ber gaoadoyracnna el cond era todavía mnj escaso y ca*
vo ) luego respondió , y mandé pex0onaii>9iie acompaña-
— 173 —
«•n y obfieqoiaaea en el camino á Poace.— Qaiaittra este
descansar algoiiofi dias^eu jULedelliu, pero habiéndole da-
do á entender los deBafecCoa do Oortés que haría josticia
antes de su llegada do Salazur y Ghiruio y de otros que
tenia presos , precipitó su salida ^ y ou ciriüo dias se pu^
90 en Istapaíapa. Allí se le dio un gran banquetee de que
h Tino una eofermedad, que los enemigos de Cortés no
dejaron de atribuir á veneno quo este lo habu^ dado. Bu
eutcada en la capital fué el 2 de julio, y mi(?rcoIes 4 del
mismo, estando el ayuntamiento reunido en la iglesia ma-
yoTj que, cuino en su lugar veremoSi era la parroquia que
hubo en la plaza,, presentó sus despachos y faé recouo^
cido por gobernador , cuyo empleo debía ejercer tan solo
daraute el juicio de residencia de Cortés, que en seguida
se pablioó. A todos Io4 alcaldes y regidores los conservó
en ejeroicio, no habiendo retenido para sí^ como él mismo
dijo, maa que la vara de gobernador.
Apenas se comenzaban á remover las pasiones que la
residencia debia exitar en favor y en contra de Cortés ,
¿aUeció Lnis Ponce el vióroes 20 del mismo julio, no ha-
biendo perqienacido en el gobierno mas que diez / ocho
dias , ni hecho otra cosa notable qúeponet en posesión
del empleo de alguacil mavor, que euronces era mn;^ im-
imrtante , al comendador de Santiago Diego Hernández
de Proafio , eoyo nombre ó el de sns descendientes se ha
perpetuado en el célebre cerro de Proaüo, que' contiene
las vetas del Fresnillo, las que tantas riquezas han pro-
dacido y están en la actualidad produciendo ; el despacho
de su nombramiento se presentó en el cabildo celebrado
el 16 de julio en la posada de Luis Ponce, que estaba en
cama. Aunque Betancourt dice que este fué sepultado en
el presbiterio de la parroquia de San José es mas proba-
ble que lo fuese en la parroquia de la plaza, siendo una
equivocación de aquel autor el asentar que la única que
liabia era la de San José.
Luis Ponce dejó sustituido el poder que trajo para go-
bernar en el Ldo. Marcos de Aguilar, el cual no vino con
él de Santo Domingo , según Herrera asienta, sino que
oomo el mismo A guílar contestó al ayuntamiento, habia
Tenido *<oomo inquisidor á entender en las cosas tocantes
A santoofifiio de la inquisición, ^ y es el primero que ye-
rnos haber tenido este encargo; pero los procujiSbAares de
— 176 —
Tlazoála ^ sabiendo estas novodades so trasladó pronta
mente á Méjico para mediar en ellas , Oort^ no pensó j^
mas qne en pasar á la corto , dejando un país en qne t$^,
nia qne sufrir tanto.^ agravios , y presentar sos quedas JA
ampeíador^ con la seguridad de haber prestado tan ma»^
des servicios , cnyo premio llevaba en bm propio p^ho ^
aun cuando los hombres qui8i«^sen rehusárselo ; pues, ca*^
mo él mismo d^cía en su quinta carta á Oários V : *'Sií'
o»ib]e que por tiempo V, M. no conozca mis serviohM^
y ya que esto no sea^ >o me satisfago con hacer lo qw
debo y y con saber que á todo el muudo tengo satisfe^^j^
y le son notorios mis servicios y lealtad con qne los h*^:
go , y no quiero otro mayorazgo que est^^^'^ * '*
Mucho necesitaba esta convicción do su lealtad, partid
presentarse con confianza en una C(3rte tan prevenidlj
contra él por el influjo de sus enemigos. Oárlos V , en ccmA
secuencia de las turbaciones ocurridas en Méj|co , habl#
resuelto vaiiar el sistema de gobierno en la Kueva-EapaJl
ñ%y confiriendo la autoridad suprema á una audiencia da*'
clnoo individuos, y faerou nombrados oidores los I^doa^
Juan Ortiz do Matienzo, Alonso de Parada^ Diego Dai^l
gadillo y Francisco Maldonado. La elección de preaidMi^
te de esta corporación no pudo ser mas desacertada^ paéi^
recayó en Ñuño de Guzman, quien habiendo obtenidaPÜ
antea el gobierno de P«^nuco , se habla conducido de Itf^
manera mas cruel , haciendo trasladar los indios A las isA
las para venderlos por esclavos , y había tenido varlaif^
contestaciones con Cortés sobre los límites de su gobier- ^
no , por cuyas resultas se habia declarado su enemigo *-*2
Al comunicará üortés el nombramiento de la ncova an-»^
diencia, el emperador lepidio por favor que destínase en 'j
BU casa las piezas necesarias para la residencia de los nt« ]
dores y salas del tribunal, pues todavía el gobicni o no ¡j
tenia edificio que le perteneciese en la capital ; y al mis- '
mo tiempo , haciendo uso de las ndsm«aB ^rDeríafi quesn ;
habían empleado para sacar de Italia al Gran Gapitim ^ '\
se le dijo que necesitando el emperador de su consejo pa ^
ra muchas cosas concernientes al bien de los países nue- ;
vamente descubiertos y conquistados, habla resuelto lia*
marle ú, Bspaiía , y & la audiencia se le previno que le ex- I
hort^tse á presentarse cu la corte , y quo si lo reh asaba sú i
«e prendiera. No habia necesidad de estos medios violen-
— 175 -y
Sobi^aQ el Ldo. , Agailar y y por iaaerte ó aaaencia de és-
Ee, el que.por él fa6se;Dombrado; por lo cual y en virtnd
leí poder que le ía6 coQferido por el mismo A gallar, en 28
Se febrero de aquel afio, Estrada quedó reconocido por
boleo gobernador. Eiita resolución de la corte fué efecto
de los ttiniestroa informes que Albornoz había dado con*
tra Corteé}, los cuales cada dia hacían que se le mirase
coD mayor desconfianza.
Uno dé los primeros actos del gobierno de Estrada faé
soltar de la janla al factor Salazár y dar licencia á Chiii-
Bo para que saliese deSan Prancii^, donde estaba re-
traído , porque habiendo sido sacado por Tapia del con-
Tentó de la misma orden de Tlaxcala , se consideró nece^
sano restituirle al asilo que habla sido quebrantado. Po-
co después llegaron órdenes de la corte y obtenidas por el
Mojo de Cobos, para que quedasen ambos en libertad :
cosa que sintió mucho Cortés^ persuadido dé que eran
inereoedores de castigo y el cual no quiso él mismo impo-
nerles cuando estuvo en sus manos hacerlo^ porque no x^a-
liceiese que se hacia juez en su' propia causa : moderación
mgosk de elogio , y que estuvieron lejos de guardar con él
I sus enemigos.
i La enemistad de Estrada se manifestó cada vez mas
|«oatra Cortés y todo lo que le pertenecía , aunque él evi-
taba las ocasiones , ocupándose únicamente de sus pro-
J^etosde deaonbrímiento en el maír del Sur, 5 residiendo
^ic^Bcaentemente fuera de la capital. Hallábase en Cuerna-
vaca con Sandoval , cuando supieron que por lijero moti-
vo, Estrada habla mandado cortar la mano izquierda á
¡^soldado llamado Cortejo y á ún criado de Sandoval ^
vinieron ambos de presto para evitar esta cruel ejecu-
óoflf pero la encontraron ya hecha, lo que dio logará
^sgnasoontestaciones y áque Estrada mandase salir de
Méjico á Cortés : al intimarle la orden de su destierro, Cor-
tés contest(^ : <' que dabajgracias á Dios que de las tierras
j dndades que habla ganado con tanta sangre suya y dé
sos compañeros, vinieran á desterrarle personas que no
ctan dignas de bien ninguno , ni de tener los oficios que
í tenían." Todos , españoles é indios, se ofrecían á Cortés
I paia sostenerle , pero él por bien de la paz , se resolvió á
[ Silir ¿ Oayoacan , de donde se retiró á Tezcuco ; y aun-
Wíray Julián Garcés , que habiii venido de obispo de
— 176 ^
Tlazoala , sabiendo estas novodades so trasladó pronta
mente á Méjico para mediar en ellas , Cortés no pensó ya
mas qne en pasar á la corto, dejando un país en qne ten
nia qne sn&ir tantoA agravios , y presentar sus qnejas ni
emperador, con lase^iidad do haber prestado tan gran-
des servicios , cuyo premio llevaba en su propio peého ,
aun cuando los hombres qui8i«-sen rehusárselo; pnea, co.
mo él mismo dqcía en su quinta carta á Carlos \^ : <'^o
osible que por tiempo V'. M. no conozca mis servicios,
y ya que esto no sea, yo me satisfago con hacer lo qu«
debo y y con saber que á todo el muudo tengo satisfecho
y le son notorios mis servicios y lealtad con que los ha-
go, y no quiero otro mayorazgo qtio ost^.-^
Mucho necesitaba esta convicción do su lealtad, par»
presentarse con confianza en una c^rte tan prevenida
contra él por el influjo de sus enemigos. Oárlos Y , en con*
seonencia de las turbaciones ocurridas en Méjjco , habla
resuelto variar el sistema de gobierno en la ^S'neva^Bspa^
fí%y ébnflriendo la autoridad suprema á una audiencia de
cinco individuos , y i'aerou nombrados oidores los Ldoa.
Juan Ortiz de Matienzo, Alonso de Parada, Diego Del-
gadillo y ITrancisco IVIaldonado. La elección de presiden-
te de esta corporación no pudo ser mas desacertad»^ pne»
recayó en Nnílo de Guzman, quien halnendo obtenidn
antes el gobierno de Panuco , se habia condocidode la
manera mas cruel, haciendo trasladar los indios á las is-
las para venderlos por esclavos , y habia tenido varia»
eoutestaciones con Cortés sobre los límites de hu gobier-
no , por cuyas resultas se habia declarado au enemigo —
Al comunicar á Cortés el nombramiento de )a uceva an*t
diencia, el emperador lepidio por favor que detitioaae en
su í^asa las piezas necesarias para la residencia de io.q oi-
dores y salas del tribunal, pues todavía el gobierno no
tenia edificio que le perteneciese en la capital ; y al mifc
mo tiempo, hacieudo uso de las mismas i>r<;eríaa que se
habían empleado para sacar de Italia al Gran Capitán ^
ae le dijo que necesitando el emperador de su consejo pa
ra muchas cosas concernientes al bien de los paises nüe- j
vamente descubiertos y conquistados, habia resuelto lia- -;
marle á Bspaüa , y & la audiencia se le previno que le ex ",
hortase & presentarse cu la corte , y que si lo reh Qüiaba ¿ib i
^e prendiera. So habia necesidad de estos medios violen- i
— 17í —
Umf.pBMMtífíB de que saliese los oidores de. Eapaia
Uf)itte taránd^terminado y diapoeeto sa viaje , y para e-
feotniudQíideapiMAié á Y6i(a6nus á su ociado Pedio Bfiqoi-
vtik^ panyA{HDe8tar doa boques qoei estaban en elpaerto;
pera l> sslifla>aa.retaBd6 por la desgracia sacedid^ á este,
qnefaó. eneoBtrado al cabo de algon tiempo muerto en
ana islefea da lá laguna. Cortés dejó 'encargada la admi-
BisSmeian dasnst bienes, daranfie sn auasneía., A su pa •
nenteoMidOb JoandeAItamiranO) d6 quien procede la
cas» ám loaí nuurqneees de Salinas^ iaeorporada después en
la^de losiccuidea de Santiago, y tomadas todas sus dis-
potáfllmwiSy pnrtíó para embaroarse , acompasándole Gon-
adode^Baüdii^m) y Andrés de Tapia , pero antes de darse
ala TBlaii tSFO el sentimiento de saber la muerte de sa
padieyuinetaotoís serv^icios le había prestado oi la oor-
^r 7 ofiyas fiMqiúas lúEo celebraren Vecaornz, de la ma-
nesa^mas decorosa que aquellos tiempos permitían*
TavDBíeBipre el go^^ietno español el mayor empeño em
das & ksifiíncionaríos qoe lo representaban toda la coíim
BtdenMMM necesaria , para que la obedieneía procediese
rnaada. respeto ala autoridad que da temor al castigo; y
por «sto dispuso qme los oidores de la primera audiencia,
dnnants da aavegaeion^ viniesen como capitanes de los
ba<iaes Ipie ios condpeían* Iilegados á Veraern^ resolvie-
vom pasarse á MéjioOl sin esperar á su presidente UnSo de
Gwsnaan ; y el ayautamiento , en el cabildo de 13 de no-
viembre de 1528 , nombró jtres regidoi:^ qve fueren á feli-
citax;los y acompasarlos en el visy e; y. en el de 4 de dioiemM
br^ iantorizó al mayordomo de ciudad ^^para que compre
uriilés para los áreos y castillo que se hsioe , y que á ca-
da fioo de los cuatro troi^pe^ se diesen dos varas de.da-
mmrrrr oqíl siia flocaduras de la tierra las trompetas, pa-
ra ¡sk «ntrada de los seileres presidente é oidora." Por
mSiiiaclas que pare^c^a estas noticias^ les da mucho inte-
réj (a ¿kñfiguédad , y por ella se ve la economía muy reco-
Buenda^bíéjobn qoe procedían nqestros mayores en todo lo
que .era gastos públicos. En este mismo auo se hizo el pen-
dón ^oe se sacaba en la función de San Hipólito , por lo
qoe se ve coán falso es lo que dicen Torquemaaa y 6ó-
myara^ y qne geneoralmentobe creia que este pendón era el
nrismo con que se hl9;o la coo^iüsta , el costo que tuvo, in.
étuso el de la colación ó refresco que se dio , ascendió to-
919SBTAGZONBS.--TOMO. I.-*-23
.-lis-
do & cnatenta pesos, cin^ reales, segante ownta %úid
pongo por menor al pié (I).- Esta faó la piiwim Tes qw
H6 solemnizó esta festividad poiP aoneido del «yanla-
miento de 31 de jallo, en qae se dispaso, que: laifle^tü d6
San Joañi é Santíaigo, é Santo Hipólito, é "WmMsnk Se-
ñora de Agesto, se solemnioen macho, é que oenraii toiof ,
ójaegaenoafiae, éqne todos oabalgaen^ les qoetUTiesss
bestias, so p«ia de dies pesos de oro, la náiBá pam laa
obras pábiicas^ é la otra mitad para qaieu lo^deniiMia.
re.'' Aan en las f andones qae se haeian por loa mayem
saoeeos de la monarqniá. se prooedia con' la miam» dr-
eaospeoeion , y así í aé cómo ^ habiendo oomnniMdo Oéc^
los V á todos sos dominios la insigne viototla de PaV&h
el ayuntamiento de Méjico « en el cabildo de Ifdeabnl
de 1624, dia en qae se recibió la noticia) odmisionó Jk les
regidoves Alonso de Medina v Diego.de fioto,* Mpaia ha-
cer ana fiesta, y den ana librea al que trajo la nneva , y
hagan qae haya sortija, y den ana cena-, y mandaron al
mayordomo qae dé paradlo todo lo qae oviersn menester
para el diobo gasto é librea^ que se le dé libimmiettto|parft
«lio , por las dichas baenas naevas que yinieiNm hoy dia."
A catoto ascendiesen los gasto» de estas grandes solem-
nidades nadonates, paédese inferir por el qne tav» el re-
fresco qoe se dio con motivo del nacimiento del rey Fe-
lipe H , para el cnal se mandaron pagar en el oataáldo de
[X] ealnhlo de 14 de a/fóBfo de l^m.
Loa dichoft aeñorea mandaron librar ^) pairar cuarenta peaot
cinco tomines de oro, qae ae araataron en el Fendon y en la eol
don del dia de San Hipólito en eata manera :.
A Jaan Franco, de derto tafetán colorado.' ' 6-
A Jnaa de la Torre» de cierto tafetán blance
A Fedre Jimenec, de la lieohara del peedon» é tojas».
é Uechara» 6 cordones, ó air^ «— ^-^ 7H
A Diego de Afilar, de dos arrobaa de vino.... .. ' C ^
A AioDBO Sánchez , ana arroba de confites.... ^ i:
A Martin Baneliez , trea pesos ele melones .......
4(
I • »
Se ye por esta onenta. qoe ya habia paaamaneroa.y todo loj
latlvo al samo de aederia. Por conlltea ae. entendía en toncea ti
]n de dulcería . y lob melones , como Trato nuevo en la tierra»
bian aer cosa de baatante aprecio.
I
-^ 179 —
20 dedÍGiMibré áh 1527, '«á Diego H^ruándeír^ Aeniso y
veinte plbam, de vino y confitara» para )a tte«t»idel iiaei«
mieáCtodél principo don Felipe nueetro cie&or."
Poóos dia8 deapuos de su llegada á Méjico, fallebieron
loé do0 oidores Tarada y Muldonado , con lo que qu eda
róu soloci ejerciendo la grande autoridad do «luo estaban
roFeetidos Slatieii^o y Defgadülo. Sin dada )K)rque éníon
residían en la ciasade Obrtés , en la cual ee habían teni-
do liaáta entonces los cal^ildos, no se eontinaaroa estos
allf y pues el de 10 de diciembre de este afto de 1528 so ce-
lebró en ^ casa de Beroafdino Tazqnez de Tapia , y to-
dos los siguiente desde el de 11 de aquel mes se tuvieron
ya ^'en las cadas de calido , que es en la cárcel pública , '^
3116 es' lel edificio de la diputación, para cuya oonstruo-
lóÜBé señalaron seis solares desdi) que se hiao la irnTsa
de Iaci«dad^ según la cédula do 13 de diciembre de 15127,
fecha eñ Sargos , que se baila en el cednlario delJüzce-
letttMoiO Ayuntamiento ^ y que éste ha pnblleado entre
1^ documentos relativos á la constrnceion y demolición
del Parián^ Kufio de Oazman ' asistió al cabildo que te ce-
lebró en ir de enero ae 1529 , para presidir laa eleccio-.
nes, á las cuales se di6 otra forma « y todo ei gobierno
mottieípal tomó direrso carácter , cesando las facultades
omnímodas, de qué basta entóneos habia usado el ayun«
taniiento.
Gomo uno de los capitales de las instrucoionei de la
audiencia era continuar la residencia de Cortés, interrum.
pida por la muerte de Ponoe, se volvió á abrir el juicio,
y en uis circunstancias en que esto se verificó, las acusa-
clones se multiplicaron , como que los enemigos de Cortés
eran atendidos y premiados , y que todos los anteceden-
tes haeian creer que se le llamaba á la corte para ser pro-
cesado f pufes que aun la impresión de sus relaciones se
habla prohibido por el gobierno , y se habían mandado
detener los buques que fuesen de Nueva Bspafia , creyen-
do encontrar en ellos los tesoros que se decia haber sido
defraudados por Cortés. Bsta íaé la época en que se for-
mó el expediente sobre la muerte de la primera mujer de
Cortés, doña Catalina Juárez , & quien se le acusaba de
habenrle quitado la vida, con ocasión de haber fallecido en
hí^eve tiempo después de su llegada á Nueva-Bspafia; ea-
hwú» de t^n^m hiaó ewdal ni mn el F, Casas ^ tan f^^
ua pídor blaludiendb la lanza coutciE^ una cdiuuiíidafl de
religiosos. Si pararon en esto , si^o que liiéiéron ah^(tftef ¡i
uno de los retraidos, lo qao f aó causa de qUiB el óbf^po il^
«'.tarase ecjsomnlgádos íi Matienzo y Delgadülo y puáles^
laciodad en entredicho ^ como consta do xin documento
que ^ publicará en el apéndice. ', • r '
Becelando qne Cortés volviese á' la NuevaBspaiSki; réxi
jiioron una junta' do los procutádotes de los concejos p^
ra que liiciesenuna representación para ioij|)edírlQ. Beliu*
sároose & ello ^ lo's prócura(|oreS} lo que dio' motivó á cjor-
cer. pontra élios toda jespeole dé violencias y déápojaribs
de sus re{)artiailentod. E^to mismo hicieron co^ redto de
AlvaradoV que había vuelto dé Espafia con el títJAIo'de
adelantado de Guatemala, llevando tain ádéíante la con-
fiscapion de sus bienes , qué habiendo venido & yer al
presidente | montado' en ^üá ínula, al 8attr se t^éontró
que se la nabian quitado ; y tuyo qué volVorsé á'pié.
Cortés entre tanto, llegado á España, coíno Véñínoa
en la disertación respectiva y habla 6ido re0ibitfo'oon a-
plausos y colmado de favores por el émperaidorj quien le
creó marqués del valle de Oajaca , y i^ dio grandiM eéta^
do^ y posesiones. Le confirmó además en el empleo de c^*
pitaDfgenéral deláKueva-España, pero en castítbávol*
verle el gobierno político, el gabinete español no sé apw-
tó del sistema que tenia adoptado^ y se rehusó á elFó no
obstante lo satisfecho y contento qué habia qmddado de
Cortés, y á pesar de los grandes empeños de los primeros
personajes de la corte. Estas noticias venidas á Méjico ,
sobresaltaron á los oidores , delante de los cuales y de
otras muchas personas dijo Salazar: *^Un rey que em-
^^ plea un traidor como Cortés, es^uíi hereje, y no un cris-
<f tiano. " Alvarado, que lo oyó, sé presentó á la audien-
cia, pidiendo permiso para desafiar solemnemente á Sala-
/<ar^^ el presidente decretó : ^< Que Alvarado mentfa C6-
^' mo traidor, y que Salazar era un fiel vasallo, y no halna
^< dicho lo que se le atribula ; '^ y al dia siguiente Alvara-
do fué puesto en prisión con grillos en los t>iés.
Toda comunicación con la corte se impedía cuidadosa-
mente, y el sénior Zomárraga, para hacer saber lo ^ue se
pasaba, tuvo que mandar un paje suyo á llevar , como
muéjstrb de lo que se hacía el país , un fian^ Cristo , ek
V^jo pecho se había practicado una couoatidftd en ^
üiaa MnltaStlMcoírtaaiíBl ^ obiapPi d^ a^ezdo con I09 de-
Lii¿ti1»>ltg¡iiwrwi fideo&a a], fmpe^ador ; /,< Hemos examinado
^MMiaedk)R mas propúia |>ara haoor prosperar el p^is y
^^mPMíU eftyél £» fó cristíaaai y nos pafieoe, qne el pri-
U mero y xuia importóte sería ponet al frente del gobier'*
*^ liL9 WMrpersftiía jnstia y entendida « qnepnsiese.untér-
<(s9Mno»á tadas las pasiones diabóUq^s y 4 todos los des-
^- ¿odeMSiqíie o(»samw este país." Le manifestaban a^e-
rnaa^laiMeeiñdadáe remover i9iaediatamente á KaSo.cle
•0iifliD^y6lQeoi49i:)aS| 'npmbrandp un , jaez de residen'
^a..9Wa iq^e, diesa jc^ent» de su eoi^uctar .
. . BttoiOoiiaeja foé seguido por la c^rtoi pero bailándose
QUkmY de* viaje pac^ S'lañdeS) habiendo concedido á la
/eisdad'diBMéjieQ iodos los privilegios qne.^ di#£rat^ba ]a
(teBar^cis^ d^ó 4 su partida encargados los.ui^ocios de
Hwvanfiapafta^ ár la emperatriz an w^o^* J6)if ta . .princei^a
. xMcdvió estabtoeer onvireiBato, y despnes,d€^j^«JbiiBr pen-
•M^ en diversas personas^ recayó la.eleccíoaf^eiL D. An-
V toaio.de MenAoosa, segando bijQ del cél^rcjicfjidp d9 Ten -
4iUa y. bfirmai^O'del marqnés deMQn<i^£^;, noip^w*^ ^^ ^^^^
digno de ejercer tan alto empleo ; mas como su partida.no
ppodiaaac ta>n»pD(^^tat y vgia separax del ma¿doá lo»
qnetaotO: aboso cataban. Jptaciendo d^ él en Méjico^ la em-
^l^ecatfiz dispuso mpdar desde Ineso la audiencia, nom-
brando por prasidenié déla que da j^uevo iba á formar á
; dcMiiSelMistían Kapui^ de ITuenleal^ obispo de Santo Do-
nuipg^, y encarga la elección de los oidores al 'obispo de
Badfywt. preiaidente de^ cbanoillería de Talladolid, re-
. oomendándote^^oogiera pananas de p;>obidady ci^cia;
este prolado nombra álos Ldos. Juan d^ Sá^meron^ Alonso
^ MaMonado, FranQisoo Geinos, ftac^ q^ era del consejo, y
. pw última á don Yiasco d^ Qoiroga, que, después íué pri -
laar obispo de Mj^^hoacsoa^ y cuyo i^ó^bre solo basta pa-
ra irecc^óaer que. la virtud mismaviao con aquella au-
« diésMcia. Xfps ojdoxea debian dirigiría á. Santo Domingo
1 pai» aegQii: de allí en eompafiía del presidente ; y entre
Jafl imrtSEaecionas q&e se les dieron^ una fué que examina-
wea ]»iverdadide los cargos que se bac^a álos individuaos
,.>d6il|i.piii«!QMi audiencia y ybajilándolos fundadoSi manda-
• sea áeatofiáBspaíla con sus procesos, l!fo quiso esperar
eato.Halk^^Q 6unnan,;p<)r lo que, a^tes^de la llegada déla
audiencia , emprendió una expedición á Micboacan y Ja-
li8C0| quitando la vida oraéiméttte m laplimera^dé wtes
pi^Tiiiciái al rey Oalzcn^Ki , deij^áés de - d6ftp^^lé40 mm
teAQios^ j fimdatido en la flegmMa la .cl(idftA<fcfihiiAÉlfli-
jat^ 2 por él nombre de su i>fttíia. Á OórMlse IH pwvfno
qne stispcindiese sit regresó haéta qae se tériiMse la* lle-
gada de lañneva andienda^ para eritar leiiebd^fiieB fti^ae
podría dar Ingas sa^preaeneia en el país ttieMrtu» te pri-
mera gobernase ; pero no habiendo potfMo 'dcrtMfM» por
loé motivos qne expuso á la emperawy, ^esta^ttwdé que
no entrase «íi Méjico, de coya pmvidíenda' se impúoo la
aadieuoia por el abnso qae oometía de abrir ^SOáM loa ^dea-
paohosi y se la hixo saber en Tláxeala^ por medio áüL al*
goadl mayor Proafio , qne al eteo<?0 sáltói á tíáéáamfíñUtitb,
Oórtós, en campUmiento de efeita Óideá/fij^ sa ifeíAdéMia
en Tezonoo y y faé tal el eononrsd dé las t^soMi^píáBei-
páles qné imuí averie, qae esto exdtJ6la4eaeóbflanaa~y
onidadode los oidores^ qnienes pr<Albiemn <«ito8 ¡rts^ñ
y apreitatün la artillería ; mas como eratMiitHihasleg qae
se declimibÉin por Oortés, las cosasbabí^ llegado 4 an
rompiniíenti^ si >^ ^ bnbiera evitado' por el mpeto del
señorottspo Znmárraga.
El oidor I>elgadillo^ entre tantos malesioomoioaiABHSy^ te^
zo célebre sn nombre por nn beneficio de imnottanoia :
Francisco de Santa Oroz le ái6 nna qnatta de oniade
semilla de gnsano de seda , y con ella poso nna oti* eon
las moreras qne tenia en nna bnerta; snya , yestehté el
IJtincipib de nn ramo qne llegó ánn alto grado da pros-
peridad, ooñxo en sn Ingar veréoies; fFanckHto^M qué «I
fomentó [de la industria prodajo' béneáOHM qáé doran,
coando 5 a no hay ni memoria de donde préOecKlsmn!
Los vientos contrarios, impidiera ^ los oidMM arttllar
á Santo Domingo,' por lo cnál llegoaron á ]üé)l4ó>6ia isi
presidentel, y segtm las prevencienes de la^cóne UdMan
sn entrada en la capital con grande soiemnidíady' al firin-
cipio del año de 1531. Como en todo Se llev«íb4 «el «bjeto
de dar nna gnmde idea de la antorídad Mal , y qocftasta
f aese la que se sobf epnsieee á todo, el edió realy abloea-
dó en una rica caja qne caraba ana mnla Mlíietta ¿de
terciopelo negro , iba entre los oidores , dMAiisKúaílaAo,
con la comitiva del ayuntamiento y todos los vMittos
principales á caballo, porqne entonces este «m el-li^ da
todas las solemnidades de esta dase. Alqjánmse en la aa-
maywttápeffxi^6& tepánii* los males caasadoa por el.isal
goM^Mo'iMMSor; Abierta la résidmciacolUraia amíieii-
eía,' fcMMii látfdltfftimM las d^nandag que se {^reaentaccm
coiltréílM oidiMefir Hattenzo y BelgadiUo, pues llegaroa á
eiefato TOinte ^ eoatró los pro'&esos qae contra'Ollo» se ins-
•tmiaiiy f de m eíialeá, ^n el año de 1532, se senteiiciaioQ
veilitb7'üihco y SftKét^i^ oondoDados' k pagar cnai^nta .
mi(;]^teS6&LaíM|fllftóeia del presidente *á todo seextea-
díá/y oott 'i^refe^iifáa á onidar del bienestardelos indio», .
y de isa' lnAMiedon éto la rsHgioD^ kabieadO' hecho pnbli-
esf ltí(<Mlefl^del téy, perlas cuales 'Se' impuso la pena
de muerte á los. que los hiciesen esctaví»! ó cometiesen
TiAeubiw ett IM pusebioi^ pacíficos; JBe oeapó 0(m espeda-^
lidnd eÁfl Hémítilí^á]^ la capital y 'proporcionarle todo géne-
ro de cdUbdldod^ • haciendo conducir éí agua al barrio
del TláttelMeó y formó Ihentes páUicas en todo» los de-
más. Fláa^'facilitar' y asegurat la ^conumácacioB con Ye*«
rseras; diwuso ftmar una población nnoTa ep el inter-
meafo^i que^ láfbiHdad dePueMa y paubcáya formación
«kámétíÓiA ^oídei'.fialmeten y al P< ^tí ^orilno de Bena^
TéM^'tuMcmféeidís con el nombre de' Mototinia Jl], no
qtmifiííiíkí^^ en Vlasoalaipor no causar
la &'}o^ indles^i fiqírrenes en todo quiso siempre la* .
Toreéer. Tuvo él mayor ctfidadode'ltv propagación da to-*
da*' life ^tantas* útítes, y habiendo irknido«on la marqne-
lUl'^A^Mle tinas^beataa frauéiscanás para establecer una
calóla dé' éduoacioti, previno se ensenase en ella á las ni** '
üBBéi^MMñcbit é kHár ^\ «Ulamo j/ Hno^
QdÉrietíjlb^aségamr mtu4 el buen trató de loe indios^ r^r- '
md'1ÉMi(jmitÉ'4uo áutomando^ sus niaodamínntos*. remo-
diaAí Ids ¿MÍMf ^ en cHase redcrjoinradhoel tralMijoper;
KA^dé^'hm^Éíatttrales'l seproliibióoqnéiseiea emplÁaso
piura lleyar cargas ; se les declaró tan libres como los es*-
pflSMMy^mandá^ile no seles obligase á trabig'aren
Ita'OíbneABf y £» ordenó^ qne cuaudó lo'hioíoseu TOlunta-
riaisenté/ se les'|^aga!ié su jornal, ecdgítodo á Jos encí^
41 ) "iNtoHaui'' #11 m^jiovno aigniliea pol^rern, y en naa ile Ja« il/tiertar-iu-
M «igiú«nteB •« dirá el motivo Jí» ba)>er adoptatio eíte uombre él pudra Be-
— 180 —
menderos juramento de tratarlos bien j cristianamente.
A mae de eeto se diepnao que w ffos madadea y po^blog. , .
eligiesen anualmente alcaldes y lragidoc<^e qoe aáimiiistirar
uen la jostícia, como se hacia en las poblacipnes dees*' . ,,
panoles. £1 agradecimiento dabido 6 las b^^p^as aocipnes .
requiere que la posteridad reconocida conserye la^nienw)- .
ría de loa individuos que compusieron esta jauta Yfít^t^r
deramente filantrópica : estos fueron el obispo de l^é jico
don fray Juan de^umárragar á^quien Teridnvos figaarar en
lo sucesivo en todo lo que es verdaderamente bueno j
piadoso ; el guardián y prior de San Francisco y ^anto
JlomingOy cadatuno condes religiosos; el manques del
Yallc^ los cuatro oidores; el comendador ProaS^ alguacil
mayor ; Bemardino-|Vaflsqnez de Tapia y los vecinos Or.
(Infla ^f Santa 01ara«
(Jn incidente acontecido durante el g<d)iemo de esta
audiencia^ al mismo tiempo qne hace ve^ el espirita qoe
(íMitonces dominaba 9 me parece qne concurre ¿ demostrar
lo que he indicado anteriormente acerca ¡de las rivalida-
des entre los espafioles venidos de Espilla y los nacidos
en Méjico, qne en mi concepto nadó de la que hubo desde
el principio entre los conquistadores y. los que después ^
llegaron : al salir el Corpas ^ eo; el aSlo de 1536, se suscita
nn gran tumulto en 1» pnarta de la iglesia^ porque ema^. ,
floles recien venidos habían tediado lasvacasdelpaliPi no- .'.
Dor que los conqnistadoves pretendían que les era ekiáiiik»
divamente debidq. De las palabras paa9iron ó las espada;^! .
y poco taltó para que la caestion se decidiese con si^l*
gre. Por entonces cesó la contiiaversi% protestandi^oadA
parte hacer valer sus derechos 9 y el empers^or ma^dó
que en lo de adelante d presidente y oidgrefii ;|Mwnl)araa
las personas qne habían de desempeüar este.honra^Q.o&-
ció , escogiéndolos entre los principalfis, vecinos d^ l^iii^~ .
dad. Bn alguno de los últimos aCos ,. la salida de li^ pro- '
cesión se ha retardado por no haber qnien Ueyaae estas
varas.
Si el presidente Fuenleal atendió con tan eBpeciaLcni«>
dado el bienestar de los indios^ no cuidó menos die au
ilustración. Estableció la ense&anza del latín* en el. oqle^
gio de SantiagOi fundado para sn edacadon , y él padre
Torquemada recuerda con gratitud qne allí se formó don.
A^itonio Valeriano^ muy aventajado en la latinidad , ]»
-187-^ '
^ae enseSó en el mismo colegio , f aé góbetnador de Méji-
eo c^ oaarenta afios y eneefióla lengaa mejicana al mis-
,inopsKl^e«
Tales faeron las tareas de don Sebastian Bamirez de
í^aenleal , en los cinco afios qne gobernó hasta sn i^nnn
cía, que le faé admitida iwr el emperador, premiando
táá relevantes méritos con el obispado de Ouenca y la
presidencia, de la chandllerí (I de Granada. Sn memoria
pfihé ser po^ siempre grata á los mejicanos y y cnando so
acaben de calmar las pasiones qne por algún tiempo lian
dominado, fidí estatuid se verá entre las de los grandes
bene&ctóree de nna cindad que tanto le debió, y Puebla
lévantai^á un mdnnménto á su ilustre fundador, en el que
no dejará de ocupar digno lugar el humilde misionero cu-
yo 9ombre y blasón fué Iñ pobreza, y que con sus mauon
venerables tomó el cordel y la escuadra para hacet la
delineacíon de una las hermosas ciudades de la repú**
l>li(».
El presidente Fuenleal fué- dignamente reemplazado
por don Antonio de Mendoza , oue aunque había sido
nombrado yirey desde el afio de 1530 , no vino á desem.
pfiBar este empleo hasta el del53S. Procediendo de una
de Isa mas ilustres familias de^Españ'a, cuyos varios indi-
vidaós habían obtenido los mas altos empleos de U mo-
nsurqoía en lá Iglesia, el ejército y la diplomada, á cuyo
"brillose.agregaba él de la literatura, que era como here-
ditario m esta casa, Mendoza realzaba la dignidad de que
se le había revestido, con el lustre de su nacimiento, y tx>-
davU mas con el mérito de sos virtudes personales. El
decoro que requería tan alto puesto no le hada olvidar
su natural modestia: firme en sus resoluciones, sabia tem-
jplar esta firmeza con ía prudencia que éxigian las cir-
cunstancias ; económico en su persona , lo era también en
la administración del tosoro público , y aunque atendía á
los aumentos de este, procuraba proporción atlos sin o-
primir al pueblo, cuya feliddad fué el objeto de sus des-
velos.. Eo, él comienza una serie de hombres de probidad,
de üostracion, de verdadero mérito, como fueron lo» pri-
metoB vii^eyeia , á quienes se debió el establecimiento del
gobierno én todos|sus'ramo3, y que fieles á su soberano por
houoif y por condénela, sí la condendá es tosa diversa
del honor bien entendido^ mo creían desempeñar los de^
— 188 —
beres que lA confianza d^lmonarisa les imponía, sino con.
aagcáadoso enA^amente á promovec todos I09.. ^lantog
de que era sasceptil^ile el país ,qae se 1^ Iiabiá c^ncqm^n-
dado. De aquí vinieron los progresos qáe liizo en tocto la '
I^neva-Bspaiia en pooosaSos, y la condncta admirable d«
estos funcionarios Iigice formar n^a idea n^uy ayi^'ntjmfda
del estado, de mor^Llidad 6 ilustración qne jdptónc^s Xc^
la alta nobleza española ^ pues qae íjOfdos sisdier^n'f^é las
mas ilustres casas desellas. . . . «. r
Esta primer^ épópa delgobierno español^ que no puede
de los documentos auté^ticps que be, trivio 4 \^ Y^^^^ ^^^
dado toda l^ p;ceci^pn, u^c^rit^ & liu ' p9,lf(odb' no .poco
«onfnso do nuestra bistpúa, j he íy adb fpa'^pñj^cimien-
toaque él abrazai^n QusfrespectiYa8,fecba^ enlo ctÁl^ha-
bíaliabído á veoes. iñ^xa(?titud en.Ips .^c^itpre^ ,^qde es
han ocupado én estas materias. "* ;
, BieljieriodoquQ eomppien^ió laantetíqr disertación,
que ffid d^de I^ tpma de ja capital haata yla, ^aliHa. de
Cortés para las Qibteras, nos hizo yei; ci|átito;90 hizo en
poco tiempo^ m|eutjras Cortas pudo dáT lipren^éíite vjielo
á su genio y á su actividad, el presente b<^s of^e¿^ el boa-
traste de todos los male^ a que da^ lugar. ía ii^ábsisten-
cié» del gobierpo, la ambición ^e apoderarse de ^\ t>OT los
. medios mas reprobados y f el desenfreno de las ^pasiones
en los que en él se hatlaa colocados. El nó^ démdefitra
t^mlnen que no es la variación de formas poIítifaB la que
hace la prosperidad de las naciones: en diez/ (tilos que
trascurrieron desde la salida de Cortés para la^Hlbueras
basta él establecimiento del vireinato^ las rieñaas del go-
biérno estuvieron en manos de diversos gobernadores,
unas veces asociados varios^ otra^ uno solo ; de aqní ae
pasó á ]<asaudienciaS| y si la primera hizo.Ver hasta dónde
puede llegar la estravagancia y la opresión cuando la
autoridaa repae en hombres que^ sin respeto á la religión
ni á la sociedad, iee entregan ciegaibente á los Vicios mmm
detestables, la segunda demostró que esa misma autori-
dad de que abusaron los magistrados que coÍDfpurieron
aquella, es la fuente de todos los bienes cuando la jcjéroem
nano» pur»» ^íwMfi&^M^ t^ev^Wí^ %ii^ l}Of ;/. ot»
— 189 — .
teniaii eran lu misniM; igual el poder de que estaban re-
TeeÜdas ;.iio se habia hecho mas que ráriar lae penronas,
peio por deegrada todaTía las inetítaokmee polítícas no
han Uegado, ni es probable que Uegnen nnnca , á nn gra-
do de perfeo(4<ni tol , que oblignen al qne gobierna A obrar
hiea por efecto de la limitación de fiMmltades qne se le
wfialeny y todo será siempre efecto de las cualidades per-
M>nai60 de loe individnos.
La elección feliz de estos es nn beneflcío qne la Provi--
deoda divina reserva en sns altos secretos. i>ara dispon*'
rarlo & les pneblos caando qniere hacerles msfrntar aquel
grado de felicidad qne es posible gozar sobre la tierra ^ j
eia misma ProTídendaí qne dio id imperio romano nna
leñe de príncipes tales como Kerva^ Trajano, Antonino j
Mareo Anrélio y pa» consolar al género hnmano de lo»
males qne snfiió bajo los moostmos qne les precedieron,
diéá la Nneva-Espafia á Fuenlealy mendosa y los Yelas<
cosy para qne su sabidwia^ sn probidad, sus virtudes to«
(tas, corasen los males qne cansaron Salasar y Ghirino ,
Onanan y sns compaüeroa^ y la historia impardali esta
jostfcia qné todas las aeneraciones teñidoras tienen el de-
recho de cs|eroer sotoelas generaciones qne pasaron, al
mismo tiempo qne consigna en los anales migicanos estos
nombres A nna perpetoa execración, consagra los de a-
qsellosal aprecio y á la estimación de todas las edades
tatoras, mientras la virtud sea honrada en la tierra.
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áPENDICE PRIMERO.
BiaCMUVlAA
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LAMINA ISABEL Y »EC01IN.
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uaaMia'i mQ/mt
i.A^i9^iiHaii«
4u
iuBJO) )ay iñkti amiid aj
APÉNDICE PRIMERO.
L
lia Reina dofta Isabel la Católica.
Bl señor Preicott, varias veces citado^ célebre literato
de los Estados* UBidosqne me honro con su amistad y
correspondencia, ha escrito en tres tomos la Historia del
reinado de los Reyes Católicos don Femando y doña Isabel:
obra mny estimable por el acopio y exactitud de noticias
qne contiene, por la profandidad y sólidos juicios de las
observaciones en que abunda, y por la imparcialidad con
que trata los puntos mas delicados concernientes 6 aque-
lla época, tan llena de acontecimientos importantes , y
que debe ser considerada como el principio de la historia
moderna de BspaQa ; haciéndose mas notable el que ha^
ya podido ocuparse de un trabajo tan esmerado y prolijo,
consultando multitud ds obras en una lengua extranjera,
un hombre qne hace mucho tiempo está privado de la
vista, y tiene que servirse de otras personas para que le
lean y escriban. El mismo señor Prescott ba escrito re.
cientemente la Historia de la conquista de M^i^o y la vida
ds Femando Cortés^ en la que ha hecho uso de noticias y
documentos que le he comunicado, y que saldrán origina-
leseen estas disertaciones. Ambas obras han tenido tal
aceptación, que déla primera se han hecho ya siete edi-
eioues, y de la Historia de la conqiiista de MyicOj habiéU'*
dose vendido en muy poco tiempo la¡primera, se está im-
primiendo la segunda, en número de cincuenta mil ejem-
9I3BBTACI0NB&— -T01C9 1,-^25
— 1&4 -
plaUBS. De ñuMistoria de loa Beyes Católicos í?aoaré las &o«
tioias sigaientes relativas á la reina dofia Isabel.
Naoló en Madrid el dia 22 de abril de 1451, Sa padre
el rey don Jaan el Segando, mnrió cuatro anca despoes,
el 21 de julio de 1451, dejando encomendado á su hijo y
sucesor don. Enrique IV , habido en su primer matrimo-
nio, el cuidado de los hijos que tuvo en el segundo, que
fueron doña Isabel y don Alonso, aeignando para la ma-
nutención de la primera la villa de Ouellar.
A ía muorte del rey, In reina viuda , doíia Isabel de
Portugal se retiró con sná hijos á Aiévalo, donde en bre-
ve sn juicio, ya muy menoBcabado, acabó de perderse. —
En aquel retiro pasó dofia Isabel sug primeros aiios, asis-
tiendo á su madre enferma, y en medio de las estrecheces
á que la reducía el despilfarro y descuido del rey su her-
mano, en términos de carecer á veces hasta délo mas
uecesailo para su subsistencia. Así adquirió en la desgra-
cia aquel fondo de religión que se dejaba ver en todas sus
acciones, i aquella consuipada prudencia que la hizo cou-
ducir<»e crn tanteo acierto en las circunstancias mas difí^
Qiles de la vida.
El desgobierno de don Heuriquó y las liviandades de la
reina áu esposa cansaron bien pronto una guerra civil que
dirigía el arzobispo de Toledo, don Alfonso Oarrion y
don Juan Pacheco, marqués de Yi llena, y á pretexto de
que no era hija del rey, siub de D. Beltran de la Cueva ,
duque de Alburquerque, la infanta doila Juana que aca«
baba de nacer, y á quien por esto llamaban Beltraneja,
en una ceremonia solemne celebrada en Avila, destrona**
ron al rey y proclamaron á su hermano don Alonso, de
^dad de once años.
D. Hc^iique, con el fin de seiivrar del partido de loa
grandes que le eran contrarios al marqués de Villena ,
trató de casar á doña Idabel , que tenia á la s^zon diez y
hiete años , y á quien habia llevado á su palacio, con don
Pedro Girón, gran maestre de üalatrava, hermano del
mismo marqués, A la propuesta de un matrimonio tan
desigual, la princesa se llenó de indignación, y comp se
la amenazaba obUgarla por fuerza, su fiel amiga dofia
Beatriz de Bobadilla le dijo con resolución : ^^ Dios no lo
permitirá, ni yo tampoco,-' ensefiándole un pufiál que
llevaba oculto en su pecixo, resuelta» á clavarlo en del
•^
— 195 —
maestre laego que «e preBentase á aquellas bodas.
Batas se preparaban eon gran A5|aparato, peio para im
I>édirlas no fdé necesario el puñalde dofia Beatrie, pves
la muerte repentina del maestre, que espiró eaViUam-
bia en medio de las mas horribles impreoacloues, porque
se le arrebataba la vida en el momenio de sn trianfO) li-
bró á doña Isabel de este conecto, y en seguida la ocupa-
ción de la ciudad de Begovia por los partidarios de don
Alonso, á consecuencia de la batalla de Olmedo , le pro-
porcionó pasar á unirse con él. La tempftena muerte de
este joven principe desconcertó los planes de Tos grandes
.que le habían elevado al trono, y entx>noes el turbulento
arzobispo de Toledo propuso á doña Isabel, que ee habja
retirado áuncon vento de Avila, que permitiera ser procla-
mada reina. Lo rehusó sin vacilar, espresando qne mien-
tras viviese su hermano don Henrique, nadie mas que él
tenia derecho á la corona ; pero eutre tanto Beviila y to
da Andalucía se hablan declarado por ella, y don Henri-
que tuvo que entrar en un convenio con los grandes des-
contentos. Una confei encía se verííleó en los Toros de Qui-
tando^ á la que concurrieron el rey y su hermana, cada
uno con una brillante comitiva de los grandes que for*
maban su partido. Bu ella quedó establecida entre] otras
cosas^ que doña Isabel sería declarada heredera de la co •
róna, y las cortes reunidas en seguida en Ocaña la reco-
nocieron unánimente como la sabedora legítima eu los
reinos de Oaatilla y do León.
Doña Isabel , cuya mano desdé su mas corta edad ha-
bla sido solicitada por varios príncipes^ fijó su elección en
don Femando, heredero de la corona de Aragón á quien
su padre, el rey don Jcían, habia cedido el reino de Sicilia.
Los artículos del contrato matrimonial se firmaron el 7 de
enero de 1469 9 y en ellos se estableció, con la mas dili-
gente escrupulosidad, todo cuanto era menester para ase-
gurar Aa independencia de los dos reinos, y para arreglar
el ejercicio de la autoridad en cada uno de ellos. Pero es-
te matrimonio disgustaba al rey don HenHque, y espe-
cialmente al marqués de Vilena , que resolvió impedirlo
por la fuerza, y lo habría conseguido si el infatigable ar-
zobispo Garrion no hubiese prevenido sus maquinaciones,
Inbtendo logrado apoderarse con un oiüearpo dé tropas que
t^recápitadamente juntó, de la villa de Madrigal logáis 49
— líje-
la residencia de dolía Idabtí, ^la qae condujo con ee^if-
rid^d A Yalladolid» fernandOf que con el disfraz de mo-
.zo.de malas habla logrado penetrar enOastiUo, pado rea«
niise por entre mil peligros oon los grandes de sn parti-
do, en Daeüas, de donde se trasladó á Yalladolid, y el ca-
samiento se celebró el 18 de octabre de 1469 ; mas iwt pa-
rentesco que tenían los contrayentes, en grado qne entoa-
ees requería dispensa del papa, el arzobispo Oarrion , te«
miendo no obtenerla, fingió una bula en qne se conoedía,
coya artificio descubierto después, disgastó mucho á do-
ña Isabel, que obtuvo una bula verdadera oon s^xiel ob-
jeto,
. Henriqué 1? falleció el dia 11 de diciembre de 1474, y
en oonseouencia doña Isabel fué reclamada reina de Gas-
tilla t en Segovia, donde entonceé residía, el 13 del mis-
mo diciembre ; pero el tiempo trascurrido desde el con-
venio de los Toros de Guisando habiá causado grande y«-
riacion en los ánimos de machos de los grandes que for-
maban el partido dedoila Isabel, y varios de los que en.
toncos la, hicieron reconocer heredera de la corona de
Castilla, ahora se declararon por su sobrina doña Juana,
con el apoyo del rey de Portugal su pariente, que vino á
Castilla, y celebró esponsales con ella ; siendo muy de no-
tar que aquel mismo arzobispo de Toledo, don Alonso
Carrillo, que con ^to ardor había abrazado los intere-
ses de do&a Isabel, ahora era el mas decidido partidario
de dofia Juana, habiendo ido á unirse al rey de Portngí^
con quinientas lanzas. ¡Extraños cambios de las revola*
clones ! La batalla de Toro terminó la contienda; ;y la vic-
toria, que se declaró por doña Isabel , la dejó en pacífica
posesión de la corona de OastiUa, habiendo tomado doña
Juana el hábito en un convento de Portugal, aunque sin
d^iar de llamarse reina de Castilla.
Ho es posible en un artículo biográfico describir to-
dos los sucesos de un reinado tan largo y brillante. La
conquista de Granada y de Kápoles, la reforma de todos
los ramos de la .administración, la represión de los no*
bles turbalentos^ el arreglo de los edesiástioos, la reoo*
pilacion de las leyes, la propagación de las letras y de
todos los conocimientos útileis, el respeto á las antorida*
des y lá preeminencia asegurada á la corona fueron el
resultado de una señe de^provideQcífM sábiameute oom-
— 197 —
b.inAdi^ y «geoatadas con vigor. Pero entre todos IO0 a-
eoDtectou^atoB de agaella época de gloria y de prosperi-
dad para BapaSa, niagaao faó tau notable eomo el des-
cabrimieato de Américaí debido á Ia¡ protección qae |Ia
I reina día á Oolon, y á la persaasiou que tuvo de la soli-
¡ des de lo« principios en que fandaba sns proyectos.
La felicidad qoe acompañó á doSLa Isabel en todo sn
gobierno no la sigoió en el interior de su familia. Tnvo
el sentimiento de ver morir en la flor de sn eiad á sn hi-
. jo el príncipe don Jaan, joven de grandes esperanzas, y de
' dejar la corona de Castilla á nna ¡¡familia extranjera, por
el oasamiento de sn hija doña Jaana con el archionqne
Fslipede Austria. Ella previo todos los males qae de
&qní iban áremütar, y annqne quiso prevenirloef recomen-
daadoen su testamento á sus sucesoreslque se conformasen
á¡(aB leyes y usos del reino^ que no nombrasen extraiyeros
para los empleos de él, y que no hiciesen duraate su an-
senda leyes ningunas de kw que requerían el constoti*
miento de las cortes, una trisre experiencia vino en bre-
ve ó manifestar de cuan poco habían servido estos bue-
! nos GODsejos.
Bstos pesw^es domésticos, aumentados por la decaden*
f oía en que cayó su hija doña Juina, que se rgoono'oió des-
\ de la^o i|¿carable , como enfermedad hereáitaria. llena-
, ron de ^margara los últimos años de doña Jsabeí , y le
r canearon lá enfermedad dé que murió en Medina del Oam-
I poy el miércoles 26 de noviembre de 1504, poco antes de
Jiiediodiai á los cincuenta y. cuatro años de su edad y
treinta de su reinado. Se dispaso para la muerte de la
kpaaaera mas cristiana, y conservando eu sus últimos mo^
baentos el decoro que habia tenido toda su vida, no quiso
■bermitir ni aun que le desoubriesen los pies para darle
íOk eztremaundon, y mandó que su cadáver no fuese en-
balsamado.
Ea sn testamento previno todo cuanto pedia ser oon-^
duceate al buen gobierno, del reino, y dudando si el cobro
I de las alcabalas se hacía legítimamente, manda se exa*
mine, y en caso de no ser así, que la^ cortes proveyesen
I de otaros medios para cubrir los gastos de la corona, por
imc medidas para coya validez es necesario libre censen-
Ltimieto de los subditos de la monarquía. Beoomienda á
rposimcesores de li^ manera mas afiáctuosiii ^I eoidado de
.>
— 198 —
mis amigoi pertonalesi entre los oiláles oeopM imliM
distinkaido el murqués y marquesa de Moya defia Qmi
de BoDadiUay la compafiera dé sn infancia. Dispuqolgl
se lé sepultase en él monasterio dé dan Franofsoo del
Alhambra, de Granada, <*en una sepultura fe^a qns'j
tenga bulto alguno, salvo una' losa baja en UI suelo,ii
na, oon sus letras en ella,'' y afiade : ^ pero quiero é mi
do I que si el rey mi señor eligiese sepultura en otra «I
quiera parte ó lugar destos mis reinos , ^ue mf cuerpo É
allí trasladado é sepultado junto con él cuerpo de su áé¡
Tía; porque el ayuntamiento que tuvimos viviendo J4
nuestras ábimas espero en la misericordia dé Dios ten
e^ .el cielo, lo tengan ó representen nuestros ctEwpsíl
elduélo."^ En cnmpliento de estas disposiciones ft£ A
ducido su cadáver á Granada, en onya catedrid hlso
tíri^ir después el emperador O^los Y un magnífico
ojio úé mármol, en donde descansa al lado de su fn
pofia í^bel era de hérínosa figura, de modálei
tuosos y agraciados ; hablaba y escribía con
lengua y conocía perfectamente la latina. Su Ust
era muy general, sin dejar de ser muy diestra en
Dores de mano de su sexo. Largo sería recopilar 1
kioB que de ella han hecho los escritores de sa siglo '
' fód siguientes : lo ha hecho el sefior Olém^cía en e^
, escribió dé esta ilustré xninceea , y posteriói?BieBte<
fior Prescott , comparándola con lá célebre dfláf
. glaterra ,!solo halla semejanza en algunos ráseos i
rácter público de las dos soberanas, ^ dain&pi
mente la ventaja á la reina de OastiMa.
Tal fué la insigua fundadora do los estabh
espanoles en América, cuya circunstancia me bft
áit á este artículo alguna mas ostensión que la qiu
cía requerir mi asunto.
n.
Don Cristóbal Colou.
Ia historia de don Oristóbal es la del descubL
del xTuevo Uundó< El lugar y a&o dé su nadmleonto^
do materia dé disputas , y queda todavía Imdetto ,
í^imtiíBo un% larg% di9wtacioiL.9ebK6 (96tQ pimt^
el Mfivr ÍTuyaneto 86 delicio por 1» mii^^aa ciudad dé
^vs, y qo^ m oaoloiieato faeací el año de 1436« JFaUe-
09. yalladoUd|4 la ynelta de ñn cuattQ viaje, el dia
I Ja AaeanfiioP:! 20 de majo.de 1505. ^liey. douFepaiaii-
>^ Oftbúloo Úfso.eradiieir su enerpo á S^yiila» y pe de-
\t6 ^1 el mimaeteiio de cartujos de Sta. Maiíade lae
»ma y ea el eotíenro dé losaefioreB de Alcalá^ de. dos-
se paaó á Ja isla y ciiidad de Santo ' Domingo , y aUí
]eeoJoo6(2) en la capilla mayor de la iglesia cate-*
.HiMtaraa vivió la reina dofia Isabel fa6 pairado el almif
Ltaaon mnchacoiisideraaion y apreoío por aquella ^o-
^jraeleeonoedieronyarias gracias y priviiegiQs^
z^y don Femando le trató con injosticia y desviOf peffc»
f d0 sn fiüIeQmiento, sns hijos f oeron; repuestos «n
loa los honores y derechos debidos á sa padre , y pós-
ito, en 18 de i^bril de 1712| reinando Felipe Y, ^
A aa Emilia el títnío de dnqne de Yeragnas^ con la
de Jispalla de primeea dase,
ida & la Francia la parte espa&ola de ídanto I>omin-
por la paz de Basilea^ el teniente general de la arma-
ídoa Andrés de Aristizabal, qne mandaba la esonadra
H07 no paed« dadane que iué QéooTtt U p&trla de Colon : ette lo ox-
>«Q MIS Moritofl, y tal fné la tradUion ooustaute de España- No podemos
IOS, bíq «mbttíí^ oóÉM hm podido r^dmelrse A dodas el l«f ar 4o?ra ua-
. Ifia loa últímot añoe le ban publicado nneyaa prnebas dÍ9 esta yer •
íbsttarÍA la letra da sa eodieilo militar, j & este paedea uní ríe Jas mnebus
'~ ' dal g9noYé» Bspotonko y otro» de rae Compatriotas, que reaoídas
;«ik u J^ar0 Jjíduiirial de la Haban^i en nne da led números de
I por don A. Bachiller.
00 oofooó 0n el aepnloro el deipojo mortal de don Di^go Co-
Lkijo, éa «nja orden paaó Diego Veluquez & la cenqnista de Cnba. Ba
'inon da Uía eenizat del padre yinieron también laa delb^o, y en Ijk mis-
■9 oaenentraii los hueso» de ambos Cuando cesó el gebiemo cotatí
da ISSÚ, se extrpjo el código de 1812 de dicho lugar en que le[puso el
fispadftyOOBio aitodayía fuera necesaria esa eireunati«oeia nara tr»er
_ MM moyimiento á los restos del ilostre Almirante. Haat» la Inscrip-
isak§TarÍado, para que no haya en nada estabilidad, cuando de Colon se
AhoM ai pf6 del bnato de rehoya de^&rmol blaneo ser lee en el sepqlcro.
Bfieaa la paqneña eaja que encierra loa testos del esqueleto del gran*
ibre:
fO restüt é {fndr/en dd grande Colon f
Mif ñghtéarítíi tiuaraadosin laurna
Y tiita rcm^mf^iuma de 7iV€stianac¿oji,
— 260 —
eepaSola destínada á hacer la entregft de la ídaí dispmo
que 8e Ileyasen á la Habana Jas cenizas de Ckilon, las eoa-
les se sacaron con macha Bolemnidad y se embarcaron en
el navio San Ijorenf90n cnyo comñnáBiíte eta donToniáB
de Ugarte. Llegada á la Habana en la mañana del márlM
19 de enero de 1796^ se trasladó la caja qne las contesni
á la falúa enlatada, á la que acompasaban en otras los
jefes y oñdalidad de lamarina, haciéndose por los boques
de|gnerra qne estaban en la bahía y por las fi)rtiflcaci<»(i
de la plaza, la salva y honores correspondientes á la dlg-
nidad de almirante. En el mnelle se hallaba el capiten
general con todas las autoridades , desde allí se formó h
procesión fánebre por entre las dos hileras de las tropas
de la guarnición, llevando la caja cuatro capitulares lM«
ta el obelisco puesto en el lugar en que se celebró ki pri-
mera misa en aquella ciudad, en cuyo punto se hiso reoo
i^ocímiento del contenido de la caja, de que quedó entre*^
gado el gobernador y capitán general. Siguió luego la
pompa hasta la catedral, en la que después de las exe-
quias, en la que ofició de pontifical el sefior obispase co-
locó la caja con las cenizas del inmortal desiubridor de a-
quella isla, en un sepulcro en la capilla mayor, al lado del
Evangelio, en donde permanecen hasta el 4l£^*
III
Estandarte de don Fernando Cortés.
Bste monumento precioso de las antigüedades mejica*
ñas se halla en el museo nacional, adonde ha sido tnsla^'*
dado de la capilla de la universidad , y su autenticádaid.^
consta del párrafo siguiente del prólogo de las constituí
cienes de la universidad. ^
i.
§ El retablo mayor de la enunciada capilla es hoy sna*
ve y eficaz atractivo de las atenciones, por halla^rse cblo»
cado en él magníficamente, en el cuadro principal que
habia de corresponder al Sagrario, el mas precioso monu-
mento de la prodigiosa conquista de este, nuevo mündoi
digno á la verdad de la primera estimación y perpetua
memoria j es á saben el estandarte qne enarbbló el íncli-
— 201 —
to conquistador don JPernsndo Oortéa , y con que entró
Tíotorioso en esta imperial metrópoU ; para caya descrjip-
don^ acreditada con los inventaiiOB auténticos j con Isk
yista de enantes se presentan á diclia capilla^ basta lo
qne dejó escrito el eradito caballero don Lorenzo Botori-
ni en A libro qne con todas las licencias necesarias ím-
piímió en Madrid y dedioó al rey oon el título de Idea de
una nueva hütoría general de la América septentrional^
donde habla en estos términos: ^^ Asimismo pudeconse-
'' guir el estandarte original de damasQO colorado qué el
** invicto Oortés dio al c^sitan general de los tiaxcaltecas
'* en la segunda expedición qne hizo contra el emperador
" Moctezuma y demás reinos confederados. En la primera
<< haz de dicho estandarte se Te pintaba una hermosí*'
''sima efigie de María Santísima, coronada de oro, y ro-
" deada de doce estrellas también de oro^ que tiene laj
*^ manos juntas , como que mega 4 su Hijo santísimo p^o«
" teja y esfuerce á los espafiotes á subyugar el imperio
^^ idolátrico á la fé católica ; y no deja de asemcgarse en
^< alguna cosa á la que después ae.aparecíó de Guadalupe.
^^ En la segunda haz se van pintadas las armas rj^ales de
" Oastílla y León. Beservo para dar en la historia gene-
'^ ral los fundamentos indisputables de ser dicho eBijAn^
^< darte el sólo original qne hoy subsiste. '^ El mismo aun
tcnr, regocijado con tan predoao hallazgo, decía que res -
peta to á esta sagrada imagen infinito, por ser presea de
inestimable valor, y qne si no hnUera conseguido otra co- ,
sa en tantos afios de su poriado tiabmo , esta sola basta*
rfa para consuelo de sus peaosí siaBUu^tareas. El tamaño es
oaa vara en cuadro, adornada á espeñsas deest^ real uni-
tersidad con un decente mareo y vidriera^ para darle la
doracion que por la edad no scnnetia lo maltratado de su
tela, y la veneración y culto de que carecía en los lugares
donde había estado oculto, por el dilatado espacio de mas
da dos siglos. § Hasta aquí el citado párrafo.
El damasco antigno del estandarte está cosido sobre
otro mas moderno con qne se formó el cuadró, lo qué im-
pide se vean las armas que Boinrini dice están pintadas
en el reverso. La imagen tiene un nianto azul, cuya piu*^
tora está bastante maltratada, y la túnica es encamada;
las labores que forman la orla son verdes. Ko puede verse
un una viva conmoción de espíritu este estandarte, qu e
PISBBTAOIOpfKS.— TOMO L«-26
—.202 —
estavo presente en tantos sacesos importantes, y que pro-
bablemente es la misma imagen que se llevó en la proce*
sion qne Bemsú -Bia^^ctefloifife^.oan ^que se ^6 gracias á
Dios en Guyoacaii {v<9t la tema de 1]^ capital.
JSl Señor tlon Idldro Ba£elel[<6oac1|»|,je^cargadO del mu*
8eo nacional, qne 6(h!i' suma tendad .me ha permitido sa^
car e.sta copia, y mehli ifsnqaeado> fmantas /noticias me
han sido necee^aSBObretodios.los. puntos en que le he
consurtado, ha rrasidoen las salas de la' universidad eu
qrie está, el museé^ multitud de monumentos ^uj intsre^
santes pí)ra la historia naoioiíal^é que j^cuerdan sucesos,
importantes de ella» Am diligente, cuidado se debe el
haber adqnirido para el citado niueeó uncv armailura cosih
pleta qaeW di^ ser deOortés^ y otra qué lleva el nom^
bre de dntn Peáto de Alvacado^ y aunque estf^, íiombre
esté grabado i^onajtua fuerte en tiempos mas, recién testes
muy probaMe que se pariese para hacer coust^ de quién
Itabían sido átruellos «meses. También ha adquirido olse^
Hot Gondra, y áe crniserva en el museOí el djpíoma de no^
bleza, (^\ponidoál misma Alvarado-por el emperador Car-
ina V. ■ '" • " ' . . ■ í \;
Vln !a casa (M ayuntamiento de Tlax<;alajso qónserva
otra bandera d(^ Oort^ conlas a^ma^s feáie^s, y en el ton«
vento de Han i<¥afidMMi de aqueja .pjudad el cáliz con
qaf) c^tebr^na misa el pa<U«' Olm^ló,..mo0^mentp muy
rtv^n^f á) »Irf y que «debe j^ardarsQ.mhy cuidád^^anventi^
Pat/^daslas pobW,ime8. antiguas )vay^ monuntentoi
r<i]aÜvoR á sn í'dnda<Mdu^ y títulos y tri^flipioues coriqsr
.Hohresn origen y el éé los aaotuarios^ de aiis .iamediaci(
lies. Sería muy de desean qAo Jas per^p^as ilnatrailas qi
<^t) ellas redden se^ieupeiiMi dé examináis y copiar toa
éstos doRuineñtofly á lo qifis<pediian ca^tríbnir Riacho h
seüoires curas, qué enlos urchivos. de. sos parroqoi^^ üw.
b^Mi hallar muchos datoaimportantes. Con. esto so poclri^
(X)mpj[)ner una obra, 'COmo la de Oaton el Censoh del or(^
gen ué las ciudades mejicanas €on estu ;notivo aotK> Jiaj
4*.er honrosa mension de dos T^giosos. an^igoa mioá^jBul
hacen ^íudio honor A la literatura mejicana: ,el l^T. JR. Fj
h'c. &rdtinel de Ban Jttan Oriaóstomo,» itájera en el aijeld
prior del CUrírién «deOnadalajara» tan ;(>istíng9id6 pa
miá obras, de las cuales una derlas mas apr^IaDj.e8 es ati ^
sertaclon sobreiai J^engua^a^omi^ pul^icatlaen i^¿iii en. lo
— 203 —
Estados -Unidos^ y el M. B. P. Fr. Macla YaldoyinoPy ac-
taal prior deSaa Agustin de Qaerétaro, y antes secreta"
rio de la provincia de agustinos de Míchoacan, qae se ha
ocapado con empeao de la liistoria de la nación otomí, y
me ha favorecido con varios docomentos importantes^ de
que baré oso de estas disertaciones. Macho debeprome
t^rse la historia nacional de los trabajos literarios en
qae emplean sos ratos de descanso estos tan apretsíables
edemástlcos, cayo ejemplo sería de desear sigaiesen to-
d(tt lo0 que se hallan ea su caso.
t >•
J
APÉNDICE SEGUNDO.
I
i
1^ BOCV3IEIVTOÍ
BAB08 Ó IKBDItOS.
RELATIVOS A LA CONQUISTA DE MÉJICO.
<-:•' í '.!>^ ÍMü^'jMA
*í ! /-.I '• f jíi-i
t •*
* I • •. i I
ADVERTENCIA.
LiOsdocamentOB contenidos en este primer cnaderno han nido
pnblieadoe en la colección de Docnmentos inéditos para la hU-
toria de España por Jos señores don Martin Fernandez de Na-
▼arrete, don Miguel Salva y don Pedro Sainz de Baranda, indi-
vidaos de la academia de la Historia, en Madrid, 1843. Se reim ^
primen, porque además de ser anmamente curiosos ó importan -
tea para la historia de Méjico, aquella colección es todavíj»
mny poco conocida entre nosotros, y además efltando en eli»
mezclado Jo relativo á la historia de América con lo que es pt^*
callar de España, ofrece menos interóa á los lectores mejicanos
quo el que tendrán estos documentos por sí solos. Se les han
ajcregado algunas notas para su mas completa inteligencia, día-
tinguiendo con bastardilla las que ce hallan en la edición de Ma-
drid. En los cuadernos siguientes de este apéndice se expresa-
rá los que sean inédito», y dónde existen los originales.
J
APÉNDICE SEGUNDO-
INSTBUOOION
qiuáió él capitoH Diego V4asfueg, en laisla Femandina [i], en
23 dñ octubre de 1518 al capitán Hernando Oortét, á quien con
una armada enviaba al soeorro de la que llevó Juan de tírijaUv^t ,
vednode la isla [2] déla Trinidad, con derrotero de loa vtlaa de
Ikmta Orus Oozumel y 8anta María de loe Bemedioe » por otro
wmdfre Ulúa • I^unta llana de la tierra que nuevamente des-
c^brii^ Qrijalva * kaeta llegar á la bahía de San Juan » y 8an¡a
Síaria de las Meves etc. . sondando p reconociendo todos los puer-
tos t entradas y aguadas de las dichas tierras : todas deseubier -
tas por el expresado Qrijalva*
Hállase oriidnal en el archivo K^^Deral deladiafi de Sevillas
entre loe papeles enviadoR del de 8iinaD<*flB, lej^ajo 5p de loa ro-
taladoa *'de Belaciones y Deecripcionea."
Eq la ciadad de Santiago del Puerto de esta isla Fer-
nandida^j aoves, 13 días del mes deoctabre, aüo del na-
cimiento de nnesiro Salvador Jesncristo de 1519 ailosi
ante el mdy vertnoso señor don Diego de Daero^ alcalde
de la dieha ciadad por SS. A A. , é en presencia de mi Vi-
cente López, escribano público del número de la dicha
ciudad 1 6 de los testigos jaso eflcriptoa, pareció presente
el mny magnífico se&^r Diego Velazqaez, adelantado é
ÍKobernador de las i* las y tierrras nuevamente por sa in*
<lastríadeseabiertas|3| é descubrieren, alcalde, 6 capi<«
f n Cabt,
{'A Debe g^ "Villa.'
(3) Parace debo daoir, y "qnñ ne desoTibrieren."
»]BSRXAOIOHS0.--TOMf L--27
— 210 I
tan, 6 repartidor de loa caciquea é indios de esta iala Fer.
nandida del mar Océano^ por sas SS. A A. , 6 teniente de
ella por el señor almirante, é dijo: que por cuanto al tiem-
po que él envió por capitán en la flota é navio, qne por él
nombre de SS« AA. fueron á poblar la tierras é islas de
San Juan de CTláa, é Oozumel, é otras que Juan de Ori-
jalv^y capitán que primeramente fué por dicho señor ade-
lantado en nombre de SS. A A. descubrió á Femando
Cortés, el cual iba por el dicho señor adelantado en nom-
bre de SS. AA á poblar las dichas tierra é isla8| é á des»
cubrir otras ^ é al tiempo que se partió á lo susodichOi el
dicho señor adelantado le dio una instrucción firmada de
8U nombre, en que be contiene é declara la forma é mane* I
ra que el dicho Fernando Cortés habia de tener en el di-
cho viaje é cargo que llevaba, por lo cual se habia de se-
guir y hacer lo que en ella ee contiene / el cual dicho Her-
nando Cortés llevó consigo la ^cha instrucción al tiemno
que se partió con el dicho cargo, de la cual quedó un re-
gistro en esta dicha diudad, é porque al presente él tenia ^
necesidad de un traslado, ó dos ó mas de la dicha instrnc
(úon ó capítulos deifas^ para la enviar ó presentar adon-
de su merced quisiese ó por bien toviese : por tanto que
pedia é pidió al dicho señor alcalde mandase sacar de la
tiicha instrucción un traslado, ó dos ó mas los cnalee en
pública forma, signados de mi el dicho escribano, é ñr-
luados del nombre de dicho señor alcalde, se lod manda-
re dar los xiresentar según é como por su merced era di-
cho.
E luego el dicho señor adelantado dijo : que hacía é fizo
presentación de la dicha instrucción, la cual el áiolio se-
ñor alcalde tomó y mandó á mí el dicho escribano aacaso
ó ftcieee sacar de ella un traslado, ó dos ó mas, los que bu
merced menester hubiese, su tenor de la cual, firmada
del nombre del dicho señor adelantado, segnnd por ella
Xiarece, es este qne se sigue :
I^or cuanto yo Diego Velasquez, alcalde, é capitán ge-
neral, é repartidor de los caciques é indios de esta iaia
Fernandida por SS. AA« etc. , envié los dias paeadoe en
nombre ó servicio de SS. A A. & ver^é bojar la ii^la de l^Ta-
catan. Santa María de los Kedios, que nuevamente h&bia
descubierto, ó á deacobrir lo demás que Dios Kuestro Sew
üor fuese servido, y en nombic de SS. A A. tomar la po «
_ 21X —
sesioa de todo , uai armada oon ]a gente ueceaaria jen
qae faé ó nombró por capitán della á Jaan de Gdjalva «
Tecinodela villa de la Trinidad de^ta isla, el cual me en vi ó
uoa carabela de las que llevaba porque le bacía macha
agoa, á eu ella cierta gente que los indios en la dicha San-
ta Mana de los Bemedio le habían herido ó otros adoleci-
do, y con la razón de todo lo que le habia ocnrrido hasta
otras islas é tierras que de nuevo descubrió^ que la una
es aoa isla qae se dice Ooznmel 6 le puso por nombre San-
ta Oraz, é la. otra es una tierra grande que parte della se
llama TJlúa. que puso por nombre S'ta. María de las Nie-
ves, desde donde me envió la dicha carabela é gente, é
me escribió como iba siguiendo su demanda , ])Tincipal •
mente á saber si aquella tierra era isla ó tierra Ürme; co-
mo ha muchos dias que de razón habia de haber sabido
naeva dól^ de que se présame, pues tal nueva dól hasta
hoy no se sabe, que debe tener ó estar enalguua ó extre-
ma neceaidad de socorro; é asímeomo porque una cara-
bela que ^o enviéal dicho Juan de Grijaiva desde el puer-
to de esta ciudad de Santiago^ para que con él é la arma-
da qae lleva se juntase en el puerto de San Cilstóbal de
la Habana, porque muy ^las proveído de todo, é como al
servicio de SS. AA. convenía tuescí cuando llegó donde
}>ensó baUarlOy el dicho Juan de Grijaln^ se había hecho
á la yelay é era ido con toda la dicha armada, pnesto qne
dejó aviso dei viaje que la dicha carabela habia de llevar^
é como la dicha carabela en que iban ochenta ó noventa
hombres no halló la dicha armada, tomó el dicho aviso, y
íae ea seguimiento de dicho Juan de Griíalva, y segnu
parece é se ha sabido, por información de las i>ersoQas
heridas é dolientes que el dicho Juan de^Gríjalva me en-
vió, uo se habia juntado con él, ni della habia habido nin-
guna nueva, ni los dichos dolientes ni heridos la supieron
á la vuelta, paesto que vinieron mucha parte del vaije
costa Ék costa de Santa María de los Bemedios por don-
de había ido, de que se supone que con tiempo forzoso
podría decaer hacia .Tierra-'X^'jrme, ó llegara alganajparie
donde los dichos ochenta ó noventa hombres españoles
corrían detrimento por el navio, ó por ser pocos ó por an-
dar perdidos en busca del dicho Juan de. Grijaiva, pues-
to que iba muy bien pertrechado de todo lo ^ecesario; a-
.déoste destoi porque despuejsi (^n^ cou el dicho iTu^ de
^ _212 —
Grijalva euvié iQ dicha armadaí he 8Ído informado demnf
cierto por ua indio do los do la dicha isla de Yucatán,
Santa María de los Itemedios I como eu poder de ciertos
caciques principales dcUa están seis cristianos cautivos,
ó los tienen i)or osdavos ó se sirveu dellos en sus haden-
daSy que los tomaron muchos dias ha de una carabela
que con tiempo por a^lí diz que aportó perdida, que se
cree que alRuno dellos debe ser Nicüesa, capitán qnel ca-
tólico rey don Femando, de gloriosa memoria, mandó ir
á Tierra-Firme, ó'redimirlos seria grandísimo servicio al
Dios nuestro Señor é de SS. AA. ; por todo lo cual, pare
ciéudome que al servio de DiosuuestrojSeñorédeSS. A A.
convenía enviar así en seguimiento é socorro de la dicha
armada quel dicho Juan de Grijalva llevó, y busca de la
carabela, y tras él en su seguimiento fué como á redimir,
si posible fuese, los dichos cristianos que en poder de los
dichos indios están cabtivos, acordé, habiéndolo muchas
veces pensado é pesado, é platicándolo con personas cuer-
das, de enviar como envío otra armadajtal é tan bien bas*
tecida é aparejada, ansí de navios é mantenimientos co-
mo de gente é todo lo demás para sem^ante negocio ne-
cesario, que si por caso de la gente de la otra primera ar-
mada , ó de la dicha carabela que fué en sü seguimiento,
hallarse en alguna parte cercada de infieles, sea bhstante
l)ara los socorrer é descercar, é si ansí no los hallare, i>or
sí sola pueda seguramente andar é calar en su busca to-
das aquellas islas 6 tierras, 6 sabor el sustento de ellas, y
facer todo lo demás que al servicio do Dios nuestro Seüor
cumpla ó al de SS. AA. convenga, é para ello he aoor-
dado de encomendar (i vos, Femando Oortés, é os en-
\'iar por capitán della por la experiencia que de vos ten**
go del tiempo que ha que en esta isla en mi compafiía
habéis servido á SS. A A. , confiando que sois persona
cuerda, y que con toda pmdencia é celo de su real servi-
cio, daréis buena razón é cuenta de todo lo que por mí en
nombre de SS. AA. os fuere mandado acerca de la dicha
negociación, y la gui'^reis é encaminareis como mas al
ssrviciode Dios nuestro Señor é de SS. A A convenga; y
porque mciíor guiada la negociación de todo vaya, lo qn-
habéis de facer é tratar, é con mucha vigilancia y diligen
cia inquirir é saber, es lo siguiente :
Frimerameute, el prlugip^ motiyo %w yw é todos 109^
— 213 —
de Toetttra oooipiiñía habeiis de llevar^ es y ha de ser par»
qae en este Yúye sea Dios náestro Señor servido y alabar
úOf 6 naestia saata fé católica ampliada, qae so consen-
tiréis qae ningana persona, decaalqaiera calidad 6 Gon«*
dicion qae sea, diga o al de Dios naestro Señor, ni de su
Bantísima Madre,;ai á sas santos, ni diga otras blasfemias
contra sa santísimo nombre por algnna ni en ninganik
manera , lo oaal ante todas cosas les amonestareis á to-
dos, é á los qne semejante delito cometieren, castigarlos-
hm oontorme á derechO; con toda la mas riguridad que
ser paeda.
ítem : Porque mas campUdamente en este viaje podáis
servir á Dios naestro Señor , no consentiréis ningún pe-
cado públioo , ansí como amancebados públicamente , ni
qae ninguno de los cristianos españoles de vuestra com-
pitílía haya aceso ni ayunta carnal con ninguna mujer fue-
ra de nuestra ley, porque es pecado á Dios muy odioso, é
Iss leyes divinas é humanas lo prohiben; é procederéis
con todo rigor contra el que tal pecado ó delito oometie-
le , 6 oaetigarloheis conibrme í derecho, por las leyes que
en tal caso hablan é disponen [1].
ítem: Porque en semejantes negocios toda concordia
es muy útil é provechosa, y por el contrario, las disen-
dones y discordias s^n dañosas, y de los juegos de dados
é naipes suelea resu t ir muchos escándalos é blaslemi is
de Dios y de sus sanios, trabajareis de no llevar ni lle-
véis en vuestra compañía persona algnna que sepáis que
uo es muy celosa del servicio de Dios nuestro Señor é de
SS. AÁ.. é se tenga noticia que es bollicióse é amigo de
novedades é alborotador, y defenderéis que en ninguno
de los navios que lleváis haya dados ni naipes, é avisa-
reis dello, así á la gente de la mar como de la tierra, im-^
pcMüéndoles sobre ello recias penas • Itis cuales ejecuta^
reís en las personas que lo contri^rio nicieren.
Ítem : Después de salida el armada del puerto de esta
ciadad]de Santiago teméis ínucho aviso é cuidado de qne
tti los puertos qae en esta isla Femandina|saltáredes, no
fage la gente que con vos fuere, enojo alguno , ni tome
(1) Para nWar esfce «terúpulo los conquistftdores acostnnibrabaii baatiiar
h laa indxM antea de tener aeseso á ellaa, añadiendo etta profanación del aa-
ciaaenk) del bantiamo. ÜTa^a ee tau cancterUtico del (igío como el etaúpo,^
lo, yelmodo de.salyarlo.
— 214 —
COBA oontra bu rolautad á los Teoinos é moradoree é íb«
dios dellai ó todas las veces que en los díehos puertos sal*
táredes*^ los avisareis dello con apercimiento que serán
nuiy bien castigados loe que lo contrario hicieren^ é a k)
hicieren castigarlosheis conforme á justicia»
ítem : Después que con el ayuda de IMos nuestro 8Mfít
hayáis recluido los bastimentos é otras Cosas que en los
diúhos puertos habéis de tomar , 6 hecho el alarde de la
gente é armas que lleváis de cada navio por sí , mirando
mucho en el registro de las armas no,ha/a los íjraudesqie
en semejantes casos suelen facer, presentándoselas los
unos á los otros para el dicho alarae y 6 da Ja toda buoBa
.orden en los dichos navios 6 gente con la mayor brevedad
que ser puedaui os partiréis en el nombre de Dios á ae
guir vuestro vis^e.
ítem : Antes que os fagáis á la vela^ con mucha deli-
gencia mirareis todos los navíos*de vuestra c(Hi8arva(é ía^
queirireis ó fareis buscar pot todae las víM que pudiere*
des^ si llevan en ellos algún indio h indios de los natan>
les de esta isla, é si alguno falláredes, lo entr^fad á laa |
j osticiasy para que sabidas las personas en que eti nombra
do SS. aA. están depositados, se los vuelva» é eu ningu-
na manera consintireis que en los dichos navios vaya sin-
gan indio.
ítem : Después de haber salido á la mar los navios y é
metidas las barcas, iréis con las barcas del, navio donde
M)8 fuéredes, á cada uno de ellos por sí, llevando con voa
un escribano [IJ, 6 por las copias tomareis á llamar U\
gente que cada navio llevare, para que sepáis si falta al*
gano de los contenidos en las dichas copias que de cada
navio hobiéredes fechOi porque mas cierto sepáis la godte
que lleváis ; é de cada copia daréis un treslado al capitán
(¡ue pusiéredes en cada navio ; y de las personas que £a^
ILarédes que se asentaron con vos, y les habéis dado di*
ñeros, é se quedaren, me enviad una memoria para que acá
se sepa.
ítem : Al tiempo que esta postrera vez visitáredea loa
dichos navios, mandareis é aperolbireis á los capitana
que en cada uno dellos pusiéredes, é á los maestros é pu
(1 ) EntoiLMi todo M bacía en fon^a íadlcial, j nn eacríbapo aeoippavaba
todaí las ejcptdieloRaff. r .
. — 215 —
lotos que en ellos van é fberen, 6 á cada nno por sí 6 to-
dos juntos, tengan especial cuidado de seepair é acompa
llar el navio en que vos faéredes, é que por ninguna Tia
é forma se aparten de vos en manera que cada dia todo»
vos hablen^ ó á lo menos lleguen á yi^ta é compás de
vuestro navio, porque con ayuda de l^ios nuestro Sefior
lleguéis todos juntos & la isla de Oozumel , Sant» Omz ,
donde será vuestra derecha derrota é viaje, tomándoles
sobre ello ante vuestro escribano juramento, é poniéndo-
les grandes é graves penas : é si por caso, lo que Dios no
permita, acaeciese que por tiempo forzoso ó tormenta
de ia mar que sobreviniese fuese forzado que los navios
se apartasen é no pudiesen ir en la conserva arriba di-
cha, é allegasen primero que vos á la dicha isla, ap€rce^
birlesheisé mandareis so la dicha pena, que ningún ca-
pitán ni maestre ni otara persona alguna de las que en lou
dichos navios fueren, sea osado de salir de ellos, ni saltar
en tieara por ninguna vía ni maneja, sino que antts
siempre se velen é estén á buen recabdo hasta que vos lle-
guéis ; porque podría ser que vos 6 los que de vos se apar^
lasen con tiempo, llegasen de noche á la dicha isla, mai)-
daceleeheis é avisareis á todos que á las noches, faltando
algún navio, hagan sus faroles, porque pe vean é sepan
los unos de los otros, é asimismo vos lo fareis si primeio
llegáredes, y por donde por lámar fuéredes, porque todoH
os sigan á vean é sepan por dónde vais : é al tiempo que
destaisla os desabrazardes , mandareis é fareis que todos
tomen aviso de la derrota que han de llevar , é para ello
se les dé su instrucción 6 aviso, porque en todo haya bue-
na orden.
Itom : Avisareiés é mandareis á los dichos capitanes
maestres é á todas las otras personas que en los dichos
navios fueren, que si primero que vos llegasen á algano
de los puertos de dicha isla, é algunos indios fueren á los
dichos navios, que sean dellos muy bien tratados y reci-
bidos, é que por ninguna vía ninguna persona de ningu-
na maneraé condición quesea osado de les facer agravio,
ni lea decir cosa de que puedan recebir sinsabor, ni á lo
^ qoe vais, sino como os están esperando, y que vos le diréis
y( áellos la cabsa de vuestra ida, ni les demanden, ni ínter-
ragnen si saben de los cristianos qne en la iglesia de Saui
ta María de los Eemedlos están cabtivos eu poder de los
y
-216-
indiosy porque no les avisen y los ínaten, 6 sobre ello por
neis muy recias é graves penas.
ítem : Después que en bnon hora lleguéis á la dicha iria
de Santa Oruz, siendo informado que es ella, así por in-
formación de los pilotos, como por Melctiior, indio nata-
ral de Ssnta María de los Bemedios, que con vos llevaiB^
trabajareis de ver é sondear todos los mas puertos, é en-
tradas, é aguadas que pudiéredes por donde ftiéredes, así
en la dicha isla como en la de Santa María de losBeme*
dios, é Punta llana, Santa María de las Nieves: é todo lo i
que faJáredes en los dichos puertos farels asentar en las
cfu:tas de los pilotos , é á vuestro escribano en la relación
que de las dichas islas é tierras habéis de facer, sefialan- !
do el nombre de cada uno de los dichos puertos é agua^
das , 6 de las proyincias donde cada uno estoviere , por I
manera de que de todo hagáis muy cumplida é enterante*
lacion.
ítem : Llegado que con ayuda de Dios nuestro Sefior
Íieais á la dicha isla de Oozumel « Santa Ornz, fablareis á
06 caciques indio» que pudiéredes della. y de todas las
otras islas é tierra por donde fuéredes aiciéndoles <^mo
vos ir por mandado del rey nuestro seííor á los ver é visi-
tar, é darieshéis á entender cómo es un rey muy podero-
so , cuyos vasallos é subditos nosotros (\ el os somos , y i
quien obedecen muchas de las generaciones de estemim*
do , y que ha sojuzgado é sojuzga muchos partidos ^ tier-
ras,*de la una de las cuales son estas partes del mar Oeéa*
no, donde ellos é otros muchos estáu, e relatarlesheis los
nombresdela tierras é islas, conviene á saber, toda la.
oosta de Tierra-Firme hasta donde ellos están, 6 la tala
BspaSLola , é San Juan , é Jamaica , é esta Feniandina, ó
las que mas supiéredes, é que á todos los naturales ha he-
cho é face muchas mercedes, é por esto en cada una de
ellas tiene sus capitanes é gente,[6 yo por su mandado es-
toy en esta isla : é habido íDÍormacion do aquellas donói
ellos están en su nombre, os enrío para que les habláis 4
requeráis se sometan bajo|de,su yugo (t servidumbre é am»
paro real, é que sean ciertos quo faciéndolo así é sirviés'
dolé bien 6 lealmente, serán de á. A. , 6 de mí en sn do]||>
bre, muy remunerados é favorecidos ó amparados contri
sus enemigos : é decirlesheis cómo todos los naturales d4
estas islas ansí lo facen, é en BeOal de Bervieio le dan i
^ -^217 —
envían mncba cantidad de oro, piedrasi perlaa é otras
cosas qae ellos tienen, asíinismo S. A. les £Ace machas
mercedes: é deeirlesheis que ellos aosímismo lo fiftganí é
le den algunas cosas de las ansodiclias, é de .otras qne
ellos tengan, para que S. A. conozca la volnntaa qne ellos
tienen de servirle 6 por ellos los gratifique. También los
diréis cómo sabida la batalla qnel capitán Francisco Her-
nandes, qne allá fué con ellos ovo, 4 mí me pasó mucho:
y porque S. A^ no quiere que por él ni por sus vasallos
ellos sean maltratados, yo en hu nombre os envío para
que les habléis 6 ajiacigüeis, é les iagais ciertos del gran
poder del rey nuestxo seflor, é que ai de aqui adelante
el7os pacíficamente quisieren darse & su servicio^ que los
eepafioles no ternán con elloa batallas ni guerras, antes
mocha conformidad é paz, 6 será en ayndarles contia
sus enemigos*, é todas las otras cosas que á vos os pare**
cieren que se les debe decir para los atraer á vueitro pro-
póBito«
Iteiñ : Porque en la dicha isla de Santa Cruz se ha fa-
llado en muchas partes de ella, é encima de ciertas se-
pulturas y enterramientos, cruce», las cuales diz que tie**
sien entre sí en mucha veneración, trabajareis de inqnirir
é saber XM>r todas las vías que ser pudiere , é con mucha
diligencia escaldado, la sinigficacion de|por qué las tienen,
é si las tienen x>orque hayan tenido ó tengan noticia de
DiosnuMtro Seflor y que en ella padeció hombre alguno,
y sobre esto pomeis mucha vigilancia, y de todo por ante
vuestro escribano tomareis muy entera relación, así en la
dicha isla, eomojen cualesquiera otras que la dicha cruz
falláiredes por donde fuéredes..
ítem : Teméis mucho cuidado de inquerir é saber por
todas las vías é formas que pudiéredes si los naturales de
las dichas is^as 6 de algunas * dellas tengan alguna seta,
ó creencia^ ó rito, 5 ceremonia en que ellos crean, ó en
quien adoren, ó si tienen mezquitas , ó algunas casas db
oradon, ó ídolos, ó otras cosas semejantes, é si tienen per-
sonas que administren sus ceremonias, así como alfa-
qaifis (1) ó otros ministros; y de todo muy por extenso
4
(1)Miii]«tro8dal eaItom)honet&no, con qaa es' aban familiatizadoB los
0»p»ñol4M por la lar^ residancla da loa noroa en Bapaña , y coyo nombre a-
ptuabAo ¿ loe aaeerdotea paganoa de caalquieía aeóta.
DISBBTACIONBS.<-*TOMO I.— 28
— 218 —
traeréis ante vuestro escribano muy entera relación , que
se la pueda dar fó.
ítem t Pues sabéis que. la principal cosa (1) que SS..
A A. permiten que se descubran tierras nuevais¡|eS| para
que tanto número de almas eomo.de imnumerable tiempo
ac4 han estado ó están en ebtas partes perdidas fuera de
nuestra santa fé, por falta de quien de eJla les diese ver-
dadero conocimieiitOy trabajareis por todas las maneras
del mundo, si |K)r caso tanta eonveraacion con los natc-
rales de las islas ó tierras donde vais tuviéredes, para les
poder informar della, como oonoEcan, á lo menos fiícién-
doselo entender por la mejor orden é vía que pudiéredes^
cómo hay un solo Dios Criador del cielo é de la tierra i y
de todas tea otras cosas qtie en el cíelo y en el mundo son:
y dedrlesheis todo lo demás que en este caso pudiórades
y el tiempo para ello dieie lugar^ y todo lo que más y me-
jor os pareciere que al servicio de Dios nuestro Se&or é
de BS« AA» oonviene.
Ítem : Llegado que^á la dicha isla do Santa Cruz seáis,
y por^todas las otras tierras donde fuereis^ trabajareis por
todas las ^ías que pndiéredes de iuquirir é saber alguna
nueva del lunnada que Juan de Grijalva llevó, porque po-
dría ser quf 1 dieho Juan de Grijalva se oviese vuelto á
esta istei á tuviesen ellos dello nueva é lo supieren de
cierto, d que estoviese en alguna parte ó poerto de la di-«
cha isla , é asimismo por la dicha orden trabajareis desa-
liar nueva de la carabela que llevó á cargo Cristóbal Do^
lid, qud faé en seguimiento del dicho Juan de Qrljalva ,
sabréis si llegó á la dicha isla, y si saben qué derrota
llevó, ó si ticóien ó sepan alguna nueva de adonde está ó
cómo.
ítem : Si dieren nuevas, ó supiéredes de la dicha arma*
da que está por alíí, trabareis de juntaiqs con ella, é des-
pués de joatos, si se pudiera haber sabido nueva de la
dicha «arabana, daréis orden y concierto para que que-
dando todo á buenrecabdo, é avisados los unos de los
otros de adonde os podréis esperar é juntar, porque no os
iomels á detramar^ é conoertareis con mucha prudencia
cómo se vaya á buscar la dicha carabela y ae traiga adou»
de concertáredes*
(1) Falta ;por¿0
--.211» —
ítem : Si 6Q la díoha isla de Santa Orne ao gapiérede«
niiev» de qae el armada haya vaelto por allí, ó eetá cerca,
y sapiéreddB nueTa de la dicha carabela, iréis en bu bus-
ca, j fallado que la hayáis, trabajareis de busear é saber
noeva de la dicha armada qme Joaa de Gr^jal va IIev(3í.
ítem : Fecho que hayáis todo lo arriba dicho, segan é
como la opertanidad del tiempo para ello os diere lagar,
i)i no sapláredes nueva de dicha armada ni carabela que
en SQ regnimiento foé, iréis por la costa de la isla de Yu-
catán, Santa María de los Eemedios,*eii laeoal están eu
poder de ciei^ caciques principales dellas seis cristia-
nos, según é cerno Melchor, indio natural d^ Ja dicha is-
la, que con vos lleváis , dice é • os dirá ^ é trabajasteis i)or
todas las vías é manerikS é mafias que ser pudiere por ha-
ber A los dichos cristíanoB ymr rescate 6 por amor, ó por
o(ara cualquiera vía donde no intervenga deUimento de-
Hos , é ni de los espafioles que lleváis ni de loa indios; é
porque el dicho Melchor, indio natural de 'la dicha isla,
quecoQ TOS lleváis, conoce á los caciques que los tienen
cabtivos, haréis que el dicho Melchor sea de todos muy
bien tratado, é no consintíres que pov ningnoa vía se le
fiiga mal ni enojo, ni que nadie habla con él sino vos so-
lo, é mostradeheisf mucho oarifio é amor, é faoerleheis to •
das las buepas obras que pudiéredes, porque él os le ten-
gay os diga la verdad de todo lo que le preguntáredes é
mandáredisS , é os ensefle é muestre loe dicbos caciques ,
«porque como los dichos indios en caso de guerra son ma<
üosos, podria ser que nombrasen por caciques otros in-
dios dé poco mafia para que por ellos &blasen, y en ellos
tomasen ispiriencia de lo que debían facer, por lo que
ellos les dijesen : ó teniéndoos d dicho Melcnor buen .a-
mor, no consentirá que se os faga engaño, sino antes os
avisará de lo que viere « y por el contrario si de otra ma-
neta con él se hiciere [1].
ítem: Terueis^mucho aviso é cuidado de que á todos los
indios de aquellas partes que á vos vinieren, afií en la
(I) Da ettos espafiolef^^qne eran qnínce eon dos mnjereB. nanfraffadoi ocho
Mñoé bacU en los Alaoranas vioiendo del Daríeo & Santo DomMgo, solo q«ie-
.4aban4o«s Jerónimo de Agniar -ordenado 4ft -Emogolio qoe acompañó á
GoftéSy f Gonsalo Gnerreio que no qaiso salir de Yucatán donde tenia Mojer
é b{io« j habla adoptado todi»8 las eostambres del pafs; Los deufts hablan si-
do saenfteados óhaolan muerto por efeeto d« la fatiga j mal trato que let da-
ban loi iadioi.
mar como en la tierra donde estoviéredes^ 4 veros é ha-
blaroSy ó á;te0cataro8, ó á otra ooálqnier cosa, sea de vos
6 de todos muy bien tratrdos é lecebidoB, moBtiándoleB
mnoha amistad é amor, é animándolos segan os pareoiere
que al oaso ó las personas que á vos vinieren lo deman-
dan, é no cou^ntireis , so grandes penas qne para ello
pomeiS) qne les sea feeho a{p»vio ni desaguisado algauo,
sino antes trabajareis por todas las víase maneras qne
pndiéredes , oomo cuando de vos se partieren vayan muy
alegres é contentos é satisfechos de vuestra oompa&la ,
porque de faoersse otra cosa Dios nuestro Selior y SS.
A A. podrían ser muy deservidos, porque no podria haber
efecto vuestra demanda.
Itom: Si antes qpe con el dicho navio de Grijalva os
)unt&redesy algunos indios quisieren rescatar con vos al-
gunas cosas suyas por otrasde las que vos llevaiSi porque
mejor recabdo haya en todas las cosas del rescate, é de lo
que dello se obiere, llevareis una arca de dos ó tres cer-
raduras que seftalareis entre los hombres de bien de vues-
tra compañía, los que os pareciere que mas celosos del
servicio de 88. A A« sean, que sean personas de conflan--
za, uno para veedor, otro para tesorero del rescato que
se obiere 6 resoatftredes , así de oro como de perlas, pie*
dras preciosas, metoles é otras cualquier cosas que obie-
re; é sí fuere el arca de tres cerraduras, la una llave da-
réis que tenga el dicho veedor, é la otra al tesorero, é la
otra teméis vos ó vuestro mandado, é todo se meterá den-
tro de la didha arca é se rescatará por ante vuestro escri-
bano, qne dello dé fé (1).
Itom : Porque se ofrecerá necesidad de saltor en tierra
algunas veces, aáí á tomar agua y lefias como á otras co-
sas que podrían ser menester ; cuando la tal necesidad se
ofreciBre, para que sin peligro de los españoles mcjjor se
pueda facer, i enviareis con la gento que á tomar la dicha
agua é leña fuere , una persona que sea de quien tengáis
mucha oenflanza y buen concepto que es persona cuei^,
al cual mandareis que todos obedezcan , y mirareis qne la
gento que así con él enviáredes sea la maapacífica é quie-
(I) Eflta iatexreueion de veedor j teiorero, era pa» eeparavion del quisto
real. Sn logar da es^ mpl^doa hubo d^rones los oonttdoree j tee^reroidt
— 321 —
teé de mas oonfirasa ó oordora qae vos podiéredM^ é 1a
mejor armada^ é mandarleíaheid que ea aa salida y estada
no liaya eaoáadalo ni alborota coa los áatarales de la di-
cha isla, é mirareis qae sea é vaya muy siu peligro, é qae
ea ningaoa manera daerma ea tierra niagaaa noche, ni
se alejwi tanto de la costa de la niar, qae en breve no
paedau volver á ella, porqae si algo les acaesciere con
los indios paedaa de la gente de las navío3 ser socorrió
dos.
ítem : Si por caso algaa paeblo estoviese cerca de la
eoata de la mar, y en la gente del viéredes tal volnntad
qae os parezca qae segarameate por sa volantad y sin es-
oándalo dellos é peligro de los espafLoles podéis ir á verle
é 08 determlnáredes á ello, llevareis con vos la gente mas
paefOca é cnerda y bien armada qae padiéredes, y man¡
dailesheifi ante voestro escribano, con pena qae para eiio
les pomeia, qne ningano sea osado de tomar cosa ningana
a los dichos indios de macho ni poco valor, ni por niLga-
na vía ni manera, ni sean osados de entrar en ningana ca-
sa deUos , ni de bnrlar con sns mqjeres, ni de tocar ni lle-
gar á ellas, ni las fáblar, ni decir, ni facer otra cosa de
qoesepresamanqnesepaedan resabiar, ni sedesmaní^
den ni aparten de vos por ningaaa vía ni manera, ni por
cosa qae les ofrezca, aaaqae los iadios salgan á vos fan
cer qne vos les mandéis lo qae deben á ha de facer, se^
gon el tiempo ó necesidad en qae os falláredes é viére-
des (1).
ítem : Porqae podría ser qae los iadios por os engallar
é matar os mostrasen bnena volantad y os incitasen á qne
faésedes á sns paeblos, teméis macho estadio é vigilan^,
cía depa manera qne en ellos veis, é si faéredes iréis siem-
pre may sobre aviso, llevando con vos la gente arriba di-
cha. y las armas mny á recabdo, é no consentiréis qae los
iádios se entremetan entre los espaüoles, á lo menos ma-
chos, sino qne antes vayan é estén por sn parte , fadén-
dotes entender qne lo facéis porqae no queréis qae nin«.
gon eepafiol les fe^a ni diga cosa de qne reciban endo ;
^^ecqne metiéndose entre nosotros machos indios, puedan
(1) LMOontínauórddiiM d« laodrte para el bnen'irMo de iM indias, 7f^i
la insliaotton en la religión, eran la eanaa de eitai pceyeBOiOliea rmndM a
^qniibiid é baoor di^bnBtienipe. ** '
— 222 —
tener celada para en abrazándose los nnos eon
salir los otros, é como muchos [1] podríades (oorreT
gro y perecer; y dejareis muy apercibidos los na>TÍ08,
para qae ellos estén á bnen recabdo como para qne m
cesidad se os ofreciere podáis sertiooorridos de la ~^
qne en ellos dejáis, y dejarlesheis cierta sefiLa, atí
qae ellos fagan si necesidad se oviereí como para
vos la fagáis si la toviéredes.
ítem : Habido, que placiendo á Dios nuestro Setter, i
yais los cristianos qne ei\ la dicha isla de Santa Marte
los Bemedios están oabtivos, y bascado qae por éUa
yais la dicha armada é la dicha carabela, sigoireis
tro vi^je á la Panta llana, qae es el principto de la
Srande qae agora nnevamente eí dicho Joan de Qüjíl
escabrió. y correréis en sa basca por la costa de
delante , bascando todos los ríos 6 paettoe delle
llagar á la bahía de San Jaan y Ebttta María de las
vest qae es desde donde el dlcho^Joan de^Gr^alva wat
vio los heridos é dolientes • é me* escribió la qoe flurtH
le habia ocarrido,é si álM le falláredes jantávoéheiB
él ; y porqae entre los espafioles qae llévate ' jr allá es
no haya diferencias ni disenoionés jantes qm^ssais ^
ano tenga cargo de la gente qae coiisigD Usva, y eni
bos jantamente é may conformes oonsaltaveia todo aqi
lio qne viéredes qae mas é mejor servicio de Dios
Señor é de SS. AA.. sea, conforme á las intracoioiieB
. de sos paternidades é mercedes él dicho Jaan de <}rij
llevó, y esta qae en nombre de SSt AA« agora yo os
y jnntos qae, pladenda á Dios naestro Sefior , seáis ^
algan rescate 6 presente oviere de valor por eoálqi
vía, recíbase en presencia de Franeisoo de Pefialosa,
dor nombrado por sns paternidades.
ítem : Trabajareis con macha diligencia é soUeitod
inqnirir y saber el secreto de las dichas islas é tíerra&j
délas demás á ellas] comarcanas y qae Dios nuestro Si
fiór haja sido servido qoe se descaliran é descabrieieÉ
así de la maña é con versación de la gente de cada vd
dellas en particnlar, como de los árboles , fintas, yerbd
aves, animalesi piedras predelas, perlas y otros mecahl
(UXalanotadAla tdielon de Hftdild té pnnm» deHa 46dr ««bé ¿m
vhMin BUM piobablt dQtM elorigüuU **6ccno tifycren moolioi.''
-^ 223'--
ispeoierias é otras cnalesqmer cosas que de las dichas is-
mB é tierras padiéredes saber é alcanzar , é de tode traed
nitera relabíon por ante escribano [1], é sabido qne en las
"clias islas 4 tierras hay oro, sabréis de dónde é cómo lo
•n, ó si lo ooiere de minas y en parte que tos lo podáis
b^ y trabajar de lo catar é verlo para qne mas cier-
rélacion dello podáis facer , expecialmente en Santa
aria de las I^ieves, de donde el dicho Grijalva me enyió
^^.ertos granosMe oro por fondir é fondidos, é sabieis bí a-
ttiellas cosas de oro labradas se labran allí entre ellos óv
Im traen ó rescatan de otra partes.
^ ítem: Bn todas las islas qne se descubrieren saltareis
tierra ante vnestro escribano y muchos testigos , y en
bre de<3S«AAy tomareis y aprenderéis la posision
ellas Qon toda la mas solemnidad qne ser pneda, faci^nM
o todos los autos é deligencias qne en tal caso se reqnie- ""
é se suden Cacer^ y en todas ellas trabajareis por to<
las vías que pudieredes y con buena manera y orden
haiber lengua de quien os podáis informar de otras ii^>.
é ti^riras, y de la manera y calidad de la gente della, 6
i^e diis que hay gente de orejas grandes y anchas , y
que tienen las caras como perros^ y ansímismo don
lo S^ A qué parte están las amazonas que dicen estos m--
'06 que con vos llevaíSy que están cerca de allí f2J.
ítem : Porque demás de las cosas de suso contenidas y
ae se 08 han encargado é dado por mi instruccioíi, f e
pueden ofrecer otras muchas á que yo como auécnte no
Iirevenir en el medio é remedió dellas, ¿ las cua-
VO0 como presente, é persona de quien jo tengo ispi-
y connanza que con todo estudio é vigilancia ter-
el enidoeo cuidado que.convenga de las guiar, miiar
enoaniinar é preveer como'mas al servicio de Dios núes-
Señor é de áS. AA. convenga, preveereis en todas
é como mas sabiamente se puedan 6 deban facer, é
la oportunidad del tiempo en quQ os hallarédes paia ello
[ijSolai iottnwdonef que se dieron por los gobiernos de Inirlatorra y '^ ^"^a
Wiwíém «i el eiglo paafttfo h loe naTegantes en el mar' del Sar para haeer dea-
,«iibfJMieBto«i| a* te hicieron pteyeneionra mas «JEpreBaa para que m indagase
tfid « lo ntiUiTO & Ja hietoria natural de loe paiaee adonde sportaBéo .
(?) Aeoipre laa largas dfsUtfoiaa y loa países deseonocidot han dado mate- '
liaAeetaaí&bnlaf. LoisaoldadoadeQerMánJco, qaeYolvieron pormardesu
txptdieíoB al JSlba, y fueron dlspersoa por la tAoipestad en los mares de Ale-
uda, contaban haber Tiato mónstraos de esta especie.
— 224 —
00 diere logar, conformándoos en todo lo qne ser iradiM
con las dichas instrucciones arriba contenidas, é de algu-
nas personas prudentes é sabias de las qne con vos lleváis
de qoieñ tengáis crédito é confianza, é por esperienda
«eais cierto qué son celosos del servicio de Bies nnestio
Sefior é de SS« AA«, é qne os sabrán dar su parecer.
ítem : Porque podría ser que íntre las personas que
con vos fuesen de esta isla Femandiua, óbiese algunoH
que debiesen dineros á SS. AA. , trabajareis por todas
las vías que pudiéredes^n todos los puertos que en esta
isla tocáredes y gente quisiere ir con vos • si alguna def )a
debe por cualquier vía en esta isla dineros algunos á SS.
A A , é si los debiere fagáis que les pague, é si no los pu-
dieren pagar luego, que den fianza en la isla bastantes
que los pagará por la tal persona , é si no* los pagaren
diere fianzas que por él los pague, no le llevareis en vues-
tra conipaQía por ninguna vía ni manera.
ítem : Trabajareis después que hayáis llegado á Santa
María de las Kieves^ ó antes, sisantes os pareciere ó obié-
redes fallado el armada ó carabela , de con toda la mas
brevedad que fuere posible de me enviar en un davfo del
que menos necesidad toviéredes, y que bueno sea, toda
la razón de todo lo que os obiere ocurrido, y de lo qne ha-
béis fecho y pensáis facer , y enviármeheis todas las oo-
drs de oro, é perlas, é piedras preciosas , especierías é a^
• nimalías, é Irutas, e aves.', é todas las otras cosas que pu-
diéredes aver habido', ps^ que de todo yo pueda facer
toitera y verdadera relación al rey nuestro señor ^ y se lo
envíe para que S. A. lo vea y tenga muy entera é compli-
da relación de todo lo que hay en las dichas tieiras é par*
tes é tengáis noticia que hay ó pueda haber (1).
ítem : En todas las cosas ansí civiles como criminales
que allá entre unas personas con otras, ó eü otras cual-
quier manera se ofrecieren ó acaescieran , conoscereis de-
ltas y en ellas conforme á derecho é justicia, é no en otra
maneía; que para todo io susodicho é para c^a una cosa
épartedello, épara todo lo á ello anexo é conexo éde.
pendiente, y en nombre de SS. AA. vos doy é otorgo po.
der cumplido é bastante,' como é según que yo de sus AI«
onb
pi Cortes biso esta reUoion directametats á Cirios V , en la oarta qoc es •
ibió él mismo y el ajuntamiento de Veracrúi, que ee pondrá ea ssgei Ja.
— 225 —
tezas lo teiigo con todafi bus inddendas é dependendas,
anexidades é oaaeaddadeB ; é en nombre de SS. AA. man-
do á todas é cnalesquier personas de cnalqnier estado ,
calidad é condidon qae sean^ caballeros, hidalgos, pilo-
tos, cómltres, é maestres, é pilotos, contramaestres é ma--
rineroB, é hombres buenos así de la mar como de ht tier-
ra^ que van ó fiíeren ó estnrieren en vuestra compañía ,
que hayan é tMgan á vos el dicho Femando Oortés por
m capitán, é como á tal vos obedezcan é cumplan vnes--
tros manAami^itios, 6 parezcan ante vos á' vuestros lla-
mamientos é ccmsnltas, é á todas las otras cosas neceea»>
jías 6 concernientes al dicho vneeti'O cargo, é qne en todo
6 para todo se junten con vos, é cumplan 6 obedezcan
vuestros mandamientos, é os den todo favor é ayuda en
todo é para todo, so la pena ó penas qne vos en nombre
de SS. AA« les pusiéiodes, las cuales é cada una dellas
^08 las pooiendo agora por escrito como por palabra, yo
desde agora para entonces, é de entonces para agora, las
pongo é lie por puestas, y serán ejecutadas en su9 personas
é bienes de los qno coi ellas incurriereu, é contra lo suso-
dicho fneren, ó vinieron ,' ó consintieren ir ó venir , ó pa.«
sar, 6 dieren &vor ó ayuda para ello, é las podados eje-i
catar é mandar ejecutar en sus pensonas é bienes. Fo-
elio en esta pil>dad de Santiago, Puerto de esta isla Fer-
nandmay á 23 de octubre de 1518 años.— Capitán, Diego
Velazquez.
E fecho é sacado el dicho traslado de la dicha instruc-
ción original en la manera é forma que susodicha es, e
dicho señor alcalde dijo : que mandaba é mandó á mí el
dicho escribano,. qne signada de mi signo y firmada del
nombre del dicho señor alcalde en manera que hiciese fé.
la diese é entregase al dicho 'seQor adelantado, segund e
de la manera qne por sn merced era pedido é demandado:
á lo cual fueron presentes por testigos el bachiller Alon-
so de Patada é Alonso Escalante, escribano público de lá
dicha ciadad; é yo el dicho Yiconte López, escribano pú-
blico del número de la dicha cibdad susodicho, que á todo
lo que di^o es presente fui con el dicho señor alcalde,
que aquí firmó sn nombre.«-Diego de Dnero.— Fice es-
ciibir el dicho traslado de la dicha instrucción original,
«egnnd é de la manera que en él se contiene, el cual va
eieito é ooBcertado con el dicho original, é va escrito en
pnSBKTAOIOKM.— (TOII» I.— 29
— 226 —
estas cuatro hojas do papel con esta en qoe va mi signo,
é en fin de cada plana va señalado de la señal aoostnm*
brada, en fé de lo cual fice aqní mi signo ataK— En testi-
monio dé verdad.— Vi<%nte López, escribano público.
En las instrncciones qnc preceden no se le prevenía á-
GortésJUicieae establecimienu) algono^ipnes como se ha vis-
to eran limitadas á buscar á Grí jaiva y la carabela despa-
chada en su alcanoCí á librar á ios españoles cautivos en
Yucatán y hacer un viaje de reconocimiento , rescatando
oro, si se presentaba ocasión, que es nombre qne se daba
al cambio de este metal por ouentaa de vidrio y otros ar-
tícolos de Earopa. Quizá el no haberse hecho prevención
ninguna para poblar ed la tierra nuevamente descubierta
procedió de esperar Yelazquez para ello el despacho de
MUS solicitudes en la corte, por ho que en esta instmceion
solo se refiere á las facultades anteriormente referidas
por los monjes Jerónimos para el vaje de Qrijalva. Sin
embargo, eu el memorial presentado al rey por el clérigo
Benito Martin de Martínez, agente de Yelazqnez, qne se
pone á continuación, se dice que Velasqnez mandó ó Cor-
tés d poblar donde mqar le pareciese^ lo cual sé halla des-
mentido por dichas instrucciones, y por uno de los moti-
vos de qu^a de uno de los partidarios de Velaequec ,
cuando se trató de la fundación de YeracruE, üaé que en
contravención á dichas instrucciones se intentaba poblar,
y el mismo Oórtés al entregarlas al apuntamiento mani-
festó que ellas no le facultaban para esto.
Gomo la cuestión entre Yelazquez y Cortés fué de taa^
ta trascendencia en todo el'progreso de la oonqnista , ha
I)arecido conveniente poner aquí el memorial presentado
poii el agente de Yelazquez, que fué el principio del largo
pleito que sobre esto se siguió^ el cual se halla en la co-
lección de documentos citada al principio de este apén-
dice. El tratamiento de Alteza que se da en algunos de
estos documentos á Carlos Y y á la reina su madre, pro-
cede de ser este el que usaban los reyes de España, no
habiendo tomado aquel monarca el de Majestad hasta
que recibió la corona imperial, y luego lo siguieron usan«>
do sus sucesores y los demás monaroas deEnropa. Se ha-
bla en plural; porque Carlos Y gobernaba por sí y en
nombre de su madre doña Juana, llamada la Aoca, por-
— 227 —
qae lo eBtabí»; y todos los diploinaoiiionibramietitoa y de-
más actos del gobierno , se encabezaban en nombre de
ambos, oomo so verá en los que se publicarán en el curso
de esta obra.
MBMORIAli
qm presentó al rey Benito Martínez, en íiombre del adelantado Die-
go Velazqt^ez» enoiie eji^pone qKe fiabicndo el adeloíntado enviado
*i Hernando Cortés por capitán de una armada de siete navioey
cierta gente a calar la itla de San Joan de Lita; y de poblar donde
le pareciese m^or, luego que se vu) allí se había cusado con toda el
armada y gente; pidiendo a S, M, lo tnafidcise castigar brevemente .
Hiilaae original en el archiro general de Indias de SatIIIa
•QtrA lo0 papAles enviadoA del de StekaocaB, leiicajo 10 de iut ro -
talados '*dd Kalaciones y Deacripciones."
Saora Oesárra Católioa Majestad : Bonito Martínez beso
las manos de Y. M« , á la cual suplica le pleg'a saber como
Diego Velazqnez, adelantado de las islas de Yucatán y
üloa, envió habrá un año á Uernando Oortés por capitán
de cierta gente, y con siete navios, y todo á pn ooeto y mi-
sión, y que fuese á calar la isla de CTloa, y á poblar don-
de mejor le pareciere ; y el dicho Fernandez Oortés, capí -
tan, des que se vido allá y vido la riqueza de la tierra ,
base alzado, como ya á Y. M. es notorio, y si esto queda-
se sin castigo sería dar atrevimiedto á todos los que en
aquellas partes tovieren cargo á hacer lo mismo, por don-
de se signiría mucho inconveniente é mal ejemplo, é mu-*
cho da&o á las otras islas que están descubiertas 6 á los
indios de ellas. Suplico á Y. M. lo mande remediar, y cas-
tigar brevemente conforme ajusticia, porque si en el cas-
tigóle provisión de ello hobiese disimulación ó negligen-
cia, ocurriría grande inconveniente, y lo mas brevemente
que ser pueda le mailde dar el despacho de ello.
An^imísmo dice: que porque este Hernando Oortós, ca^
pitan, se levantó otra vez cuando la isla Fernandina se
empezó de poblar con una carabela y con ciertos compa*
üerosi é Diego Yelazquez le prendió^ y á ruegos de mu
(chos buenos le perdonó, 6 ahora ha hecho este otro buen
— 228 —
heoho en se alzar con la isla, y para hacer sa mal hecho
baenoy dice macho mal de Diego Yelazquez, y todos los
que en 9a nombre vienen; y porque elloa tienen pasión,
y es este el postré remedio qae tiene para se faivar de la
culpa en que eon caidos,; suplica á Y. M. habiendo respe-
to á loa buenos servicios que el dicho Diego Yelazqaez
ha hecho á Y. M. , que no se les dé oródito, poi:que si lo
que ellos dicen fuese así verdad, en siete a&os que ha qae
tiene poblada la isla Fernandina , de una suerte ó de otra
ya se habría sabido, y no le seguiría tanta gente como le
sigue.
Ansímismo dice: que la nao en que estos vinieron de la
dicha ialaUioai es de Diego Yeíá9sqbQZ| 6 tiene necesidad
de se.oalaibtear y adobar, que Y.'M. mande que Juan Ló-
pez, contador de la contratación de Sevilla^ tome en sí la
nao, y la mande adobar, y ponga maestre é marineros, y
la mande cargar y enviar a Diego yelazquez , é si Y. iL
es servido, b6 de dicho contador que enviará una de sos
naos con gente, juntamente con esta otra nao, porque hay
mucha necesidad de gente para aquellas partes ; y en to^
do suplica mande proveer presto.
Ansimismo dice : que el dicho Diego Yelaquez ha en-
viado otras cuatro naos con coatrooientoa hombres á so-
correr y llevar refrescos al dicho Uemando Oortés, y vo-
diá ser que hallándose los unos diferentes de los otros se
hagan algunos desconciertos , por donde los unos y los
otros recibiesen mucho daüo y los indios mucha confa-
sion, por donde so impidiese el servicio de Dios y de V.
M y de la buena manera y orden que Diego Yelazqucs
lleva para la conversión de aquellos indios ; porque supli-
ca con toda brevedad mande dar el despacho de ello (1).
Ansímismo dice : que en esta isla Fernimdlna , por la
grande contratación que en ella hay por estas islas nue-
vas, se han subido y suben las rentas del almojarifazgo,
y Diego Yelazquez siempre recibe las pujas, y hanle he<
cho ciertos requerimientos los arrendadoreSf que suplican
á Y. M, le envíe á mandar lo que tiene de hacer.
Ahsimimo dice : que por ser la tierra buenai que agora
(D) Eftto era sin dada para prevenir el qne no ee le impatave el dafio qw
podría .oMinrra coa el envió de la la expedición de Panfilo de Karvaea coatn
— 229 —
qne la han visto deacubíerta, mnc as persosas con codi^
ciaqne se les liam6Vido« han demandado licencia á los
frailes Jerónimos que estáñenla Bspafiola para ir á res-
^tar y traer esclavos á la Española de aqnellaa islas y los
tfaiiea^é la üanídado, por donde se deaecviiái mncho
Dios^ y los indios serán maltratados y mny aniquilados
oomo ^i| la Bapwñola^ muy alfborotados ,' y muy grandísi •
mo cargO'de ooncienda á T. M. si tal petmitlercf, porque
rapliba á V. i[. lo mande remediar con toÚa brevedad,
<iae quinientas legnas al rededor de lo que él time descu-
bierto, qne no puedan rescatar ni cativar indios^ porque
Befía alboi^tarlos» y siempre eatarian resabiados como
eatáh en Tierra-Fieme^ cnanto mas qne Diego Velazquez
trae descubriendo: catorce navios^ y en ' todo sapliea á V'.
^* le mande ^ar el despacho de todo con toda brevedad,
por evitar sÍKieboa peligros que de todo esto se podrán
fiegair«-^BeiiJLto Mairtinez.
Laa cartas de Cortés al emperador Oá^los V ^ que lle^
^an el título de ^^Selaciones , '' son el doonmento mas au-
téntico y ouii^»^4ei todos los Relativos á la conquista. I^u
«e ¿abijar encontrado la. pximecst que ha publicado ahora
el •eñw 4on jilartiii l^etnandez de KaTárreto en la Colec'
oioH de doQumenioa Í7tMit09 para la hitíofía deEtpafia , y
Be inserta aquí con la noticia bibliográñoa de las edi-
ciones y tradnccionea de dichas cartas, poir el mismo se.
&or l!];avarre1;^ qué precede á la íneocíonada. En la co.
lección de Sisíoriíidores primitivos de lans fnddas Ocoiden^
tales j del seiior Barcia, no se hallan ináoi que la segunda,
tercera y cpihita , que son lafi mismas qoe reimprimió cu
esta capital el seSor arzotñspodonFránéUco Antonio Lo-
enzana. con una noticia del viaje de Oo^tóé desde la cos-
ta á Méjico^ advertencias para la inteligenciado las mis-
mas cartas , una noticia cronológica de los víieyes , una
cordillera de los pueblos que pagaban tributo al empera-
' dor MootezumcK y otros datos curiosos con mapas, aun.
qae muy imperfectos!: todo lo cual hace á esta edición
' digsaée Qtia mención mas expresa que la que de ella ha-
ce d sefior ÜTayarrete.
— 230-»
BELA.0IO2!f
del descubrimiento y conquista de Nusva" España, hecha jpor lajt
tiria V rcfjimiento do la nueva ciudad do Voracrus d iQ de jt
de 1519.
del códice númeto CXX de la Ibiblioteoa impohali
Vieña, del qae hay copia aatonsada eii la academia de HiaM
remitida en O de abril de lT78j Dor don Diefpo de Iriarte I
nazon enpargado de negocios de Españ» cerca del Kobiezoo ü
tríaeow
Eatre las machas cartas escritas por Hernán Oostí^
kay oinoo qae llevan el nombre de Relaciones , ora \
por ser mas largas que las otras ; ora , y esto es loiií
probable , porqne en ella daba cnenta mny cironnstai
da de sos empresas y conqnistas en Kneva-Bspafift. |
De estas oartasi ó mejor relaciones de GortéSi imaaj
pnblicaron desde^qne se recibieron en EspañaJ^ Alema^
y se tradojeron en yarias lengnas y reimprimieron |
terioranente, y otras han permanecido inéditas bi
nnestros días. Esta ciitmnstanoia nos obUgaá djari
noticia de las ediciones y tradncdones de lasnnaay
hallazgo de las otras!, ya qne todas pneden contri!
ilostrar esta parte bibliográfica de nuestra historia
rioaxia.
La primera carta 6 relacii^i es la qiie el mismo
general Hernán Oprtési la justicia y regidores de la
población qne aqnel acababa de f andar con el noml
yíUa;;Jt¿ea is la Veraoruz , acordaron de enviar oo^j
procaradores á la reina doña Joana y el rey don
sa hijo, á IB (1) de jaUo de 1510) como las primu
maestras de la riqueza de aquella tierra , que Ooi
menzaba á conquistar en voz y aefiorio de 83.
se hallaba en parte alguna esta carta^ cuando jtiz|
(1) BMaealafMhaqnd expresa el xnuiiuoríU) de la biblioteca ^
c4iya íeoha exlate en la academia de la Historia. Boberta<m, ea al saq'
tracto que hlso de esta carta al fin de en hietoria de Amóriea. dioa q«a i
es de 6 de jallo de 1919, annqae añade, Cortói escribe qne la nao «a
▼iaba esa relación, la despachó el 16 de jallo. Bobertson ee eqnívoo4
cha del 6 de jnlio es la del reelbo qne dieron los comiisionadoe úm \m
tea qne traían de Noeya-Bspafia; la del 10 ea la fecba de la carta 6 tsI|
Hernán Cortés t de la justicia y regimiento de Veraamri j la del IS^
día en que fnó despachado el bnqne para la metrópoli
— 231 —
atribnja al s^or Bardía su extravío á haber Bidé
d oonaejo real mandó recojer á instancia de Pan-
Nar?aezy 6 lo qne parecía mas cierto, la qne Jnan
qvtó á Alonso de Avila, ó se perdió en el comba-
kobo entre ambos (l).Onando Bobertson escribía
de América, no habiendo logrado hallar en £h-
kutearto de Cortés á Oárlos Y , inédita aun y es-
liempo despnes de sn desembarco en la costa
mejicano, le ocnrrió qne estando el empera-
á partir para Alemania cuando los dipütadoa
Ufaron á Biiropa, era posible que la carta que
flievaten á S. M. se hubiese conservado en la bi»
imperial de Yiena. Comunicó esta idea al caba*'
^BobntoMarray Keith, y este obtuvo del gobierno
kgraciadeqnese fhmquease copia,no Eolamen-
fdioha earta en caso de existir en la biblioteca, sino
i4etodoBlos papeles que sirviesen á ilustrar la
a que entonces se Ocupaba aquel célebre escri *
no se halló la carta que buscaba Bobertsou,
fOO <Mriglnal sino tiéslado auténtico , (legalizado
nbanopúblicOy de la que enviaron al emperador
los déla nueva colonia de»yeracruz fundada
eon fecha 10 de julio de 1519 : carta según
00 menos desoonocida y curiosa que la que era
^i»mñ indagaciones, y que no habiendo llegado &
liasta después de impresa la parte de la hiato-
^|ie ae lefiere, extractó sudntamente al fin de las
Xiá iltámo volumen. Al mismo tiempo pareció otra
^ín la quinta,] ó Uámese relación de Cortés al em«
'Callos Y soore su expedición á Honduras (2) que
fteha ; pero en ia copia existente en la biblioteca
Madrid se expresa haberse escrito en Temixtitan,
Mtifimbre de 152G.
^Kgooda relación escrita en Sevilla de la Fronte-
I) ¿30 de octubre de 1520, se imprimió en Sevilla por
lOnoiberger, alemán, á 8 de noviembre de 1522, en
^fflenimprimió en la colección de Barcia en I7á9 [4],
BibUoteea OccidMifaL tit. 4, t. lí, p. 598.
iHT^jJoawi prefádo de va bistoi ia de ikmóricA.
[m7*^P**^ coneeiTHido su antigno nombre mejtoano.
I QiMadoraB primitiTOB de la^ ludias occidentaieb" t. 1^ desde alp
iUlat2.
— 232 —
y en la d^l arzobispo Iioronzaiiay en Méjico^ ^I afto de
1770 (1), '. '
La tercera, escrita en la ciudad de Gajoaoan, 6 16 de
mayo de 1522, se imprimió en Sevilla por el mismo Juan
Gromberger^ á 30 de marzp de 1523^ en fólio, y reimpri-
mióse en las dos expresadas colecciones de Barcia y Lo*
renzana. Ambs^ eran raras, y Barcia las obtnvo paxa dar-
las álnz, de la librería del consejero de órdenes don Ui-
gnel Nnñez de Bojas (2). '.
La cuarta, escrita por Cortés en ^a ciudad de Temixtí^
tan á 15 de octubre de 1524, deb^ ser mny Tara^- amiqtte
impresa en. folio el aiio de.l525, segon la .cita Bama, mí9
expresar el pne'blo ni la oficina doiide se , hizo la irniK^e»
Hion, ni otras circunstancias. Brunet, en an Miimwl 4#{<fi*:
brerof Bruselas 153S, dice que Meusel después de buber
descrito las cartas segunda y tercera, ,]>er8iLadido de í^
la primera no se habia impreso^ augura 1^0^.00 piulo ad*
quirir noticia sobre la primera edicion.de la ouartáoar'«
ta, aunque según Panser, li^bia sidoi iuipreaa en Tole-
do por Gaspar de Avila, en 20 de octubre de 152$^ 0á fo-
lio. £ste mismo afio es el que señaló Barcia en la piime-
ra edición.
La quinta es la que, según hemos iji4ioado, se bailó ea
el códice OXX de la biblioteca imperial dQ Yi^iusí re-
tíere la expedición de Honduras. Iilo tiene, fechai pe¿o.ei^
un códice de la biblioteca real de Madrid qae copió :doa
Juan Bautista IVTu&oz, se dice escrita : De la cibdad de Te* \
mixtitan desta Nueva- Espaaíap á tires del mea de aetiembftf i
aiio del nascimiento de nuestro Señor ¿{Salvador JesucrisP^ Á
de 152G, [aiiadiendo üiluñoz, que coti^jó su copia qou el oó« Á
dice de la biblioteca real, el cual está sacado i)or Álon^ i
( I) Eq una nota que pnio el sofior Lorenzan<» & la p. 171 cobre U prin«m \
edioton hoeha ea Senila-el año de \b'±i, dfoe f (ipr esta i'echa se conoc» qQ« la J
iinpreaiuii do Mta car ta fa^^ loa primicia» del art^s da imprenta en Servilla y n(»- ¡
hu en toda España.". Este' eann error grave que eonvíene, advertir, pnea'ctt \
He'villa. BeKnji ot padre M^nd^s (Tipografía eupañola, p J53,) te imprinf* pof -' I
1 o menos deede 1476; y por lo relativo k España, aunque - el mi«>mo Meiwlaa fl* l|
ja la época en el aiio de 1474 en Valoncia, poHt«iriorm6nter)ta dea estrado dóa
Jaime liipoU, canóuiíro déla santa iglesia de V¡qnn« qneesta primaeia debs
out-nerla hasta ahora Barcel na, por el libritoen 8<p hallado eu labibiioie^
de lop trinitarios descalzos deaqaella 'cindad, ó imprt^so ailf por el alemoil
Jniin.Gherliu, A 7 do octabre do Htüi
{¿) Barcia, Biblioteca oceidental, trat. 4, t. II, p. 593 Bistoris^doKS pkl
mitivos, t. JL| p. e^é iiaata li2&
-233 —
80 Biaz d^ mismo original de Semu Oortés, comoeoiis^
ta de una nota del mÍHino Diaz que ae \é al fin del códice.
Tradlel^nas lallBaa* «
La segonda y tercera d^ estas cartas ee pnblicaroB tra-
|dQcidas al latín, en Nnremberg, año de 1524^ por el doctor
Pedro Savorgnani , quien las. dedicó al papa Olemente
Vil con fecba en ífaremberg quarto idus Febru, Anno
Ihmin. Millénmo quingentésimo vigésimo quarto
La segnndfk carta salió á luz con eata fecha :
^^Praeclara Ferdina^di Gortesii de nova Maris Oceaini
HíBpania nanratío Sacratísaimo ao Invictíssimo Oarolo
üomanorum Impei'atori Semper angosto Hispaniamm
etélBiégi AnnnQ Domini M.DXSy transmisa: íb qna
continentnr píarimascitu et admiratione digna circa egre-
gias earam provintiamm orbes, Incolamm moresi pne-
roram «acrificia et Iíe{igioaas personas^ Fotíssimnmqne
decelebri civitate-Temixtitan Yariisqne illad mirabiie
qnx Jegentem mirifice delectabnnt, per Dootorem Petmm
SagQorgnannm Foro Julieneem lleven. D. Joan de Ee**
vd)l6S Episco. ienensis Secretarinm ex Hispano idioma-
te in latiam versa Anno Domini M.DXXIIII* KL. Martii;
I Cam Gratia et Privilegio.'^
; T al fin ise dice : ^'Kxplicit eecnnda Femandi Cortesii
Narratio per Doctorem Petram Savorgnannm Foro Ju^
I Jieusem ex Hispano idiomate in latinum conVersa. Im-
preaain celebri civitatí Norimberga. Oonventni Impe-^
i nali presidente Serenisaimo Ferdinando Hispaniamm In-
fante et Arcbidnce Anstrite Sao. B« Imp. Loont Gleneralí
I ilTiBo Domini M.D.XXII1I : Qaart* JSo. Mart. Per Fride-
í xieum Peypns Artbime6ioB.''
{ La tercera carta se pablicó con este título :
I 'Vertía Ferdinandi Gortetiil Sac. üsesar^ et cath. Maies-
'' ta. In nova maris Oceani Hyspania Generalis prsefecti
I preclara oarraüo. In qna celebris civitatis Temixtitan ex*
' pagnatio, aliaromqúe P(Ovintiaram qnee defecerant re^
coperatio oentinetor. In quamm expngnatione, recnp^ra-
f- tíone Pra&fectnsy nna cnm Hispanis Fictorias satema me-
.aioria digDas conaeouutus est, pisaterea Ineamaredel
fiorOorteaiu detexisse receset, qnod nos Austral e
ladieam Pelagos.... nt as innúmeras Provintias
DISERTACIONES»-- TOMO. I.^^SO
— 234 —
Aoilsodiiiis, Unionibas eminanim generibas ¡refer-
tas. Et postremo illis innotaBisse in. • . . voque Aromata
contíaeri. Per Dootorem Pettam SavorgDannm Foroin-
üensem Beven* in Ori6to patria Dfii. lo. de Beyellea Bpi8
copi YienneDsiB Secretanam ex Hispano idiomate in la-
tinam versa." Y al final| despnes de las firmas de Oortéíi
y de sus oficiales Jalian Alderete , Alonso de Grado y
Bernardino Fazqnez de Tapia, y de la lecha en Gnyoacan
á 15 de mayo de 1522, concluye aoí : ^< Imptesfium in Im-
periali Oivitate Norimbergai per Disoretnm et providom
Firnm Fsederionm Artliemesinm clvem^bidem, iLnno Vir-
ginei partas milésimo qningentesimo vigésimo qnarto"
De esta traducción latÍDa del doctor Pedro Savorgnasi
. se reimprimieron las cartas segnnda y terceía, únicas
que tradujo, oon otros documentos, en un voltimen con
el lítalo: '^De insulis nnper inventis Ferd* Oortesii nar**
rationes etc. Odl. 1532 en folio, y en el N^ovus Orbis BasiL
1555, también en folio. Así se hallan aun en el Fuevo Or-
be impreso en el año de 1616 con esta portada : *< I^ovaa
orbis id est navigationes primee in Américam: qaibus
adjanxLmns Gaaporis Farrerii Discorsum super Ophjra
Kegione. Eoterodami apnd Joannem Leonardi Berewont.
Anno MDOXVI."
Barcia, que al parecer no vio la edición del doctor Sa«
vorgnano de 1524;^ la citó con la autoridad ó teatimonio
de Valerio Taxandro y Abraham Ortelio; pero habla de
tres cartas, no siendo mas que dos , y añade otra edición
hecha el año de 1532, en folio, con el título : '^De laa is-
las de Fernán üortés halladas poco ha, con el epítome
de los pueblos, idolatrías etc. de los pueblos de la India
descubiertos poco antes. . . .*' que parece son las que dice
Taxandro, aunque este sólo pone dos.
Juan Hervagio añadió estas dos cartas, á saber, le sct
gunda y tercera, en el Nuevo Orbe de Juan Parvo, año
1555, en folio, página 536.
Traducción alemana.
Según don Nicolás Antonio, citado por Barcia, un ano**
nimo tradujo en alemán las cartas de Cortés y se impri*
mieron ^ no dioe dónde, ni cuáles ó cuántas eran las car-
tas.
--. 235 —
Tra.da<^ctoiftes Itallaiias.
La tradaceion latina de Savorgnani, Savorgnano ó Sa-
vorgaanus, sirvió de texto á Niooiás Libamo para tras-
ladaría al italiafio cpn este título : ^' La preclara narratip-
ne della nova HíBpagna del mare Océano nell anno 1520
tmmeaask enet. Bern. de Fiano 1524. en 4? Beimpri-
mióae en el tercer voldmen de Aamano.
M. Joan Bebelles la tradi^o tamoien al italiano con
igaal títalo , y se imprimió ea el mismo año de 1524 ,
en 4?
Joan Baaüsto Bamnsio indujo en el tercer' volumen
de sa colección de viajes, impreso en Yenecia el afio de
1565, en folio, las relaciones de Oortód segunda, tercera y
cuarta, dos de Pedro de Al varado á Oortés,y una de Die-
go Godoy; traducidas todas al italiano, así como otras d^
varios espafioles que se hallaron en aquellas conquistas.
Al expresar que daba principio p<Mr la segunda relación
ddGorté^ añade: ^^ porque la primera dellas falta, y aun-
que diligentemente buscada^por mí , i^o he podido hasta
ahora encontrarla.
Traducciones , francesas.
'^Vojage et conquetes du Oapit. Férdlnand Oourtois es
lodas Occident. Trad. de leugue espagnole por Gill^ le
Bieton*'' París, 1588; en 8?
Esta obra no es una trtiduccion literal de las cartas de
Cortés, sino nn extracto formado de las relaciones espa-
Üolas que eK>bre aquellos sucesos incluyeron en sus histo-
fias Oonzalo Fernandez de Oviedo y Francisco López de
Gomara. £ja única íraduccien francesa de las cartas de
lOortés, de que tenemos noticia y hemos reconocido, es la
siguiente:
*H3(nrrepondance de Fernand Cortés avec 1' empeteur
Charles Qoínt sur la conqucte du Méxique. Traduite par
^ r. le YicomtedeFíavigny, Lientenant colonel de I>ra<«
et Ohevalier de V Ordre Boyal et Militaire de Saint*
uis. A Paris chez Oellot et Jombert Fils jeune librai-
eta" : un tomo en 8? de 508 páginas* La epístola de-
tona esftá dldgida á la sefioramarquesa de Polignac,
— 336 —
y parece qae solo por complacerla emprendió este traba-
jo el tradactor, j poír Mnitgoiaite) 41» á ella debia agra-
decer el público francés la comunicación en su idioma de
este preeioto monumenito de literatura y de historia. Ko se
expresa el año deja impresión; pero estando dada por
Mr. Sñard la aprobación para ha^erla^ en París á 16 de
febrero de 1776 , concedido el privilegio déL rey el 15 de
julio de 1778. y registrado entre los documentos de sa
clase en la cámara real, el 4 de setiembre del mismo alio,
no puede dudarse que por aquel tiempo se daría á la es^
tampa.
La traducción parece haberla hecho M. Flavigny con
presencia de lascartas publicadas en Méjico por^l seffet
Lorenzana el afio de 1770, á quien supone como el recopi-
lador y colector de esto» preciosos documentos , deíMno-
cíeudo la colección de Barcia y las demás antmores ds
que hemos tratado. Asegura que desde Oésar hasta él si-
glo XVI, es Hernán Cortés el único capitán que liaya es-
crito sus propias expediciones; alaba su prudencia, tu ra*
lory su penetra<áou, sus planes 6 designios, sus recursos
y aun sus mismas preocupaciones y las de su siglo , que
él respetó, y tanto contribuyeron á la asombrosa-réfoiu-
cion que hizo contiBui feliz éxito, captándose así el apre-
ció y amor de los que contemplen en tul hétoe modesto y
sincero el tono sencillo y natural de estas cartas que a*
gradarán á la posteridad y serán lecciones útiles á todos
los hombres.
Gomo el traductor altera el orden ó numeración de las
tres cartas de Oottés, denominándolas primera, segunda
y tercera, cuando el señor arzobispo' y los demás editorea]
las caMcan de segunda , tercera y cuarta , supone que!
aunque existe una primera ó anterior, escrita en Véa^'
cruz el 16 de julio de 1510, cree que no puede ser inteüre^
sante, si se ha de juzgar por su fecha, comparándola coa
la de las otras cartas. Añade que jamás pudo oonsegnit
ó lograr en España una copia manuscrita de ella^ por ser
cierto que nunca se habia impreso , supuesto que la iob
prusion de la segunda, por el alemán Ch*omberg6r, ea Ifl
de noviembre de 1522, constituye la épocfi cierta de H
introducción de la imprenta en Sevilla y en toda BspaSit
error notable, que copió sin examen del señor LoramuaüÉj
como ya hmo« adyertidO; pim w^aq^ielbi feote toeter 3^
— 237 —
coáieota y sm afio9 que ee imliriinfa en Beyill* y dn-
coenta y oaatco par lo mebes eil Banselona.
I^a tradq^oofea de Mr. Ffavtgiiy se rampritm6 en Sai-
za, año 1760 , m, 8?
(M. F. de N.)
daramepte parece^ oaando en lasbistoiiaai falta el fan*-
damento y principio^ del TeocmodBiiénto de las oosas aeae-
cida% que queda todo oonfoflo y enoandllado; y porque
eu este libro eatin agcegadae y juntas todae a la mayor
pirte de lae ^SGritucae y rela(3iokM8 de lo qncí aA sefior don
Ferinuido Oortés, gob^nuKlor y capitán general de la If ue-
va-ESepafia^ ha nuoedktoy y la ckmquiata de aquelláB tfer-
laB^por tanto acordé de poner aquí en el principio de to«
da8¿lIaaelorígeudeo6£iaay coándoyen qi»é manera *el
dioh0.^liemá4oflr comensóáoonqniatarla diohaNuera-
Espalléf qite ee en la mailera tígníMto : [11.
Bstando en la isla Española el afta del Bellor de 1518
afik» poi: g^^iemádcHres de a^mUae partes de las Indias,
isU^ y t|e^i^ ftrme del mar OoéSiio^ los muy retereiMlos
padres fray irnte dff Sevilla (2)^ prior de la Mojotada j y
fray- Alofliso^de jgkintóDiEnningoy prior de San Juan de Or*
tfi^ ícailer y pioifesos déla <Men del Menavmturado (3)
Sr* Saa Jerámmo» á . los ctiab» hablan enviado despnes
de la muerte del.católioo rey don Femando con la dicha
gobemamon los revevendífiimos sellares gobernadores de
Bspaña don fcay Froncisoó Jimeness, arzobispo de Toledo
y cardenal de E^iata^ y Mdehor de [4] deán de Lo-
vayna^ embigador del rey don Oárlos nuestro sefior , que
descaes fué cardenal de Tortosa y finalmente papa A-
dñano VI , Diego Velazqnes teniente del almirante de la
ida de Ouba, envió el dicho año á suplicar á los dichos
padree gobernadores que reddíaa en la isla Española ,
qae le diesen licencia para armar ciertas^ naos que que^
(l) BMe pieftmbnlo de la relación qne síp^ae, primera de las cinco de Hernán
Corlee, pareee haberle escrito alj|;im eorioeo para mejor declarar el contenido
de lo <me en ella de refiere.
C2) Debió decir : Fr. Luía de Figneroa
tJ) Aei elMS.
(1) I^oal Taeío ae halla en el ma&nscrifco de Víena que oopiamoe. Bl deán
nbiuújmÉiaddfliovayiiaaelIiiaiaba Adriano Flonaeio, Fnémaeirtro da
Cvioe y, Yino 4 Bipaíía eu 1415, v despnes faé snmo pontífice, oon el nombf»
d« Adriano VI. YóAse 4 AudOTal, Hiflt..de Ctoloi V, Ub. p&irafo 6 y 58.
— 238 —
ría, segan oostambrede aquellas par tes, enviar á aa cos-
ta á una tierra que él decía que habia descabierto h&cia
la parte occidental déla dicha isla de Oaba« para saber
y bogar (1) la dicha tierra^ y para traer indios cautivos
de ella de que se pudiese servir en la isla de Ouba, y pa«
ra rescatar en ella oro y las otras cosas que hubiese, pa«
gando el quinto de todo ello á SS. A A. , según la orden
y costumbre que en dio ^abia ; lo cual los dichos padres
gobernadores le concedieron y dieron licenciai y ansí ar-
mó tres navios y un bergantín , y envió por capitán de
ellos á un su pariente que se decia Juan de Quijalba [2[
mandándole que rescatase todo el mas oro que pudiese.
Y es de saber que los primeros descubridores de la dicha
tierra fueron otros, y no el dicho Diego Yelaaques , se-
gún adelante parecerá, los cuales no sabiendo lo que se
decían, la intitularon y^lamaron Yucatán porque los dichos
primeros descubridores , como llegasen áll& y pregunta-
sen á los indios natozales de la dicha tierra cómo ae lia-*
maba aquélla tierrai no entendiendo lo que les pregunta-
ban, respondían en su lenguaje, y dedan Tueatan, Yuca--
tanf que quiere decir no entiendo , no entiendo : así los es-
pañoles desoubridores pensaron que los indios respon-
dían que se llamaba Yucatán, y en esta manera se quedó
impropiamente á aquella tierra estenomhre Yucatán.—
Pues como el dicho Juan de Quijalba fué á la dicha tierra
nuevamente descubierta , comenzó á rescatar con los in-
dios de la tierra las cosas que en su navio llevaba, segñn
Diego Yelazquez lo habia mandado ; y no se dando aqnel
rescate con tan buena manera como Diego Yelazquez
quisiera, volvió á Ouba con poco rescate, adonde fué mal
recibido de Diego Yelazquez , el cual hablando con Fer-
nando Oortós, que á la sazón era vecino y justicia de la
ciudad de Santiago y la dicha isla de Ouba (3), que á la
sazón estaba rico de dinero, y tenia ciertos navios pro*
pios suyos , y era mu7 bien quisto y tenia muchos amigos
en la dicha iiala, concertóse Diego]Yelazquez con él {Mira
que entrambos hiciesen una buena armada, y que el di^
cho Fernando Cortés fuese por capitán general de ella en
(3] Dobe ser "Orijúya 6 Qriialba."
(3) Lo miitto quo n dijera : ''ingUcia de la oiodadde 8anü«go"^lB <1a diehí
tíük de Coba»
— 239 — ^
nombre de SS. AA« , por el poder qne para ello le habian
dado loB padres Jerónimos gobernadores de aquellas par-
tes. Fecho y asentado entre ellos el condertOi poso el di-
cho Diego Velazqnez solamente la tercia parte délas
naos de la armada, j el dicho Femando Oortés pnso de
lo suyo propio las otras dos tercias partes de las dichas
naos y todas las costas ^qae se hicieron en la manda, y
liadéndose á la vela en el mes de octubre del afio del Sr.
de 1518 años, y andando costeando por las costas del a di-
cha isla de Gnbacon tiempos contrarios, finalmente salió
de la dicha isla de Oaba el dicho I^emando Oortés capi -
tan g^eral de la dicha armada , á 12 dias del mes de ÍQ'*
bieio del afio del Señor de 1510 para ir á la dicha tierra
intítiilada Yucatán con diez naos, las siete de laa cnales
eran propias del dicho capitán Femando Cortés y las tres
de Diego Yeliazqnez, y después le alcanzaron otras dos
naos que el diciio Diego Yelazquez le envió ; ansí que,
foeron.por todas las naos de la dicha armnda doce enue
peqoeiias y grandes, en las cuales iban quinientos españo-
les. Pues como llegare á|la dicha tierra llamada Yucatán,
habiendo conocimiento de la grandeza y riquezas de ella,
determinó de hacer no lo que Diego Yelazquez queriu,
qne era rescatar oro, sino conquistar la tierra y ganarla
y sqetarla á la corona real de S. M. ; y para proseguir
snpiopósito, sintiendo que algunos de los de su com-
para temerososide emprender tan gran cos^ se le querían
Tolyer, hizo un fecho troyano ,y fué que tuvo manera, de&-
pnes que se embarcó [1] toda la hente de dar al través
eon todas sus armas y instes de la armada, y haciendo
JQStiflÁa & dos ó tres que le amotinaban la gente, anegó y
(fesbarató todas las noas haciendo sacar la madera y da.*
▼asBon de]ellas|á]a costa^ con presupuesto que viendo¡los es-
JH^les qne no tenian en qué volver ni en qué poder salir
de aquella tierra, se animasen á la conquistar y á morir
ea la demanda, y este fué el principio de todas las buenas
▼eotoraa del dicho capitán Femando Oortés. Y acertó tan
bien en esto, que si no lo hiciera, hobiera pocos de los
^ne consigo llevaba, que se atrevieran á aquella empre-
i^ tan grande tierra y tan poblada de gentes belicosas;
7 aunque al capitán le pesara, según los aprietos y peli-
(1) £fffQrobAbíe qnedijefleel oríf^inal: ^'degpnppqnfldeBeinbarcó."
— 240 —
groa en qne después sé vieron, si las naos estaTieran en»
teras se le volvieran tddos ó loa mas.á la isla de'Onba.—
En esta manera empezaron á conquistar la tiem^ adonde
faoia hechos hazafiosost «Kxmíetíay emprendía cosas inao-
ditas, y donde seg[nn juicio humano no era Qreidoqnenin*
guno ae ellos pudiese escapar ^ oonio adelante, paraeerá.
Habiendo, pues, el capitán Femando Oortéa calado algo
de la tiena, acordó de fundar una nueva pobladen, en la
cual| hechos algunos autos y topiado su siüOy le pnso por
nombre y la llamó la Bica Villa de Veracruz, y puestos
en ella alcaldes y regidores etc. , y otrosofloialea, el dicho
capitán general Femando Oort4s, el jasticia y regidores
de la dicha villa, acordaron de enviar & España dos pro-
curadores á la reina doña Juana (1) y al rey don 0¿¿k»
Buh\ió nuestros señores , con las primicias y mnestrss
de las riquezas de aquella tierra que comenzaba ^ noni*
bre de 88. AA. á conquistar; y partiéndose los pcoenra»
dores déla dicha Kica Villa de Verácrq^s., vinieron á Sa*
paña y llegaron á Valladolid en el principio del mes de
abril del año de 1520 años, en la Semana Santa , estando
el rey don Garlos nuestro señor emi propósito de camino
para ir á Alemania á recibir la corona imperial, y presen-
taron á 8. M. lo que traian , y una carta que el cabildo,
jasticia y regidores de la dicha villa de la Veiaeruz »»
oribieron & SS. AA., cuyo tenor es el siguiente :
Mny altos y muy i)oderoBoa ezoelentininiafl Príncipes»
muy católicos y muy grande^ Hey«s y Heñocea.
Bien creemos que V V. MM., por letras de Diego Velas»
quez, teniente db almirante de la isla Fernancdoa, ha*
brán sido Jpformados de una tierra nueva que pueda ha-
ber dos anos, poco mas ó menos^ que en estás ¿artes fuá
descubierta, que al principio fué intitulada por nombre
Cozumel| y después la nombraron Yucatán, sin ser lo nao
ni lo otró| como por esta nueva relación V V. BJL A A
podrán ver; porque las relaciones que hastaahoraá VV.
MM. de eata tierra se han hecho, aj^i de la manera y ri.
queza de ella, como de la forma en que £aó descubierta y
otras cosas que de e\\s^ se han dicho, no son ni han podi-
(1) Por «qnivocacion m leo en el^^mannacrito |'*doña Isabeí "
~ 211 —
do ser oierias porqae nadie kiMita shonihlas lia> sabido,
6omo awá este que noaotta» á V Y. BB. A A. anviamea :
y tratftTOBlo&aqiií desde el prinoipio qm foé deaciibierta
eitta tieimi hueta el estado enq^eal ttfeseateestá, poorqne
yy. JIM. sepan la tímñ qae es, la gente que la posee y
lamaawadefeKi vivir^y «Lrito y oeremoniasi sqta ó ley
qoetisneii, y eV fruto qae, en ellas Y V. BE. A A. podrán
bsees^ ydeella podr&a recibir, y de quien enella YY*MM«
luin^sida servidos^ porque en todo Y Y. BB. A A. quedan
hsoer lo que mas servidos serán ; y la cierta y muy ver*
dsdeía reiaoien es en esta manera.
Psedakaber dos años poeo mas ó m^os, muy esola*
reddos príocipes, que en la ciudad de Santiago, que es
en la isla Feraandina^ donde nosolroé kemes sidoveci-
Hfls en los pueblos de ella, se juatanm tres veoinos de la
dicha isla, y «el tuno de los cuales se dice Francisco Fer-
nsBdea de Oóvdoba^ y el otro Lorenzo «Ochoa de Oai^oedo
y et otro Oristóbal Moraota; ly oomc ^costnmbie en es-
tas islas jqae en nombre de Y Y. MAi(i;alitán pobladas de
•QNifloles^ de ir por indios á las islto) qne no están pobla-
dss de« eaoafiolesf para se secvir de éUos, «nyiaron los
imsodíohos ddSAayies y un tergantán, para que de las
íaissdiolias trajesen iadiosá la dicha ida FemandiBa
para se servir da ellos, y oreemos, porque aun no lo sá-
banos da cierto, que el dicho Di^ Velazqúes, tenienre
ds^miraate, tenia la coarta parte de la dicha armada, y
el ano de loa dichos armadores f aá por capitán de la ar-
mada^ llamado Francisoo Fernandez de Oórdoba, y lle^d
por pilíito á nn tal Antón de Alaminos, veoíao de la villa
de PaloSi y á^este Antón Alminos tro j irnos nosotros aho-
m tsmbien por piloto : lo enviamos á YY. BB. A A. , pa-
la qse de él Y Y. MIL puedan ser informados. Y signien*
do su vtfkje fiieison á dar á dicha táem. iatítalada|de Yn^
csibmfAlA pnnta deella, que estSrá sesentaó setenta le^
gusa dala dicha teto Fernandia* de esta tierra de la Bi*.
es liéflrm ( I) de la Yeraoruz, dQQlde[nosotios en nombnde
Y7.BB« A.A» estamos, en la ouaL saltb en nn pueblo que
is dtee Oampeehe, donde al selinr de él pusieron por noia<
Im Lázaro^ y allí le dieron dos mazorcas con una tela de
ersj y porque los naturales de la dicha tierral no, lo con-
[IJ kti dic« el mannsirlt^, en In^ar da "Kica Villci.
9IS8nTA0101iB8.~T0]Ca I.— 31
— 242-
sintieron estar en el pueblo y tierra , se partieron de a)lá
y se fqeron 1a oosta abajo hasta diez legoas, donde tOTi6
á saltar en tierra junto á otro pueblo que se Hama Ha -
ehooobon y el Sr. del OhMn^Mito , y allí fueron bien red^
bidoB de ios naturales de la tierra ; mas no lo consiotie-
ron entrar en sus pueblos, y aquella noohe áunnierou hM
espa&oles fuera de las naos eñ tierra. Y riendo esto kw
naturales de aquella tienrai pelearon otro dia por la ma-
ñana con ellosy en tal manera que murieronjveinte y sos
espafioles , y fueron heridos todos los otros, y finalmen*
te^ viendo el capitán Fercisco Femandes de Córdoba es*
t ) , escapó con los que le quedaron con acogerse á las
naos.
Fleudoy pues, el dicho capitán cómo le habían muerto
mas de la cuarta parte de su gente, y que todos los qvs
le quedaban estaban heridos , y que él mismo tenia tcein*
ta y tantas heridas , y queesiníba cuasimuerto^ queno
pensarla escaparse, volvió con los dichos navios y gealB
a la usía Femand^áa, donde hicieron saber al dicho Die^
go Felazques cómo había hallado unatiena muy rica de
oro, poique á todos los naturales de ella lo habün visto
traer puesto , ya de ellos en hus narices , ya de ellos en las
orejas y en otras partes, y que en la dicha tierra había e^
diüoios de cal y canj^ y mucha cantidad de otras cosas
que de la dicha tierra publicaron de mucha administia-
dou (1) y riquesas , y dijéronle qos si él podia «iviaae
navios á rescatar oro, que habría mucha ea&tídadde
ello (2).
Saoido esto por el dicho Diego 7elasquez,-mpvido mas
& codicia que á otro celo^ despachó luego un su procura*
dor á la isla Eapafiola , con cierta relación que se hiio 4
los referidos (3) padres de San Jerónimo que en ella xm*
diaa por gobernadores de las Indias, para que en nombrs
de r. M« le diecen lioenda por los poderes iquedo YV.
áJl. tenían para que pudiese enviar á bogar [4] la dicha
tierra didéndole que en ello liarán gran servicio á F. M.,
con tal que le diesen licencia para que rescatase con los
naturales de eUa oro y perlas y piedras preciosas y otras
ri] QaüE& ««dvimdon.'*
m Aii el manntoríto; pero qttisft "da ello" por "da él."
[1 *<l(efBrado«"áica el niAlMiieiite el original por ''reJüexidoi.'^
i4j Debió deeir "bojar/'^ ¡
— 243~
oota8, lo oaal todo fiMie nyo^ pagando el quinto á VV.
MM**, locaal pof loa diohoa 1¡SBl PP. gobeni|dorea jar6-
Himo8 la faé oonoadido, anal posqne hizo leláeioa que él
kaUa deaoabiarto bk dioba tiena á aa ooata, como por sa-
ber el flooreto de alia, y á proveer oomo áaervioio de V V^
BR. A A. OGUTinieae, y por otra parto, ain lo aaber loa
díelioa padrea jerteini08t enTió á un Qonialo de Oozman,
etm 80 poder y ono la dicha relaciona YV. BR. AA. di-«
eiflDdo que él habia desonbierto iiqaeUa tierra á sn ooita,
en lo oaal ¿ VT. MBL habia heoho aervicio, y qne la
qaeiiaeonqniataráan eoste^y aapUoando á Y V BB. A A.
iokioiewn adelantado y aobernador de ella en oiertaa
nenedea (1) qae allende de eato pedia, oomo V V« MU.
kftkiátt ya visto por an reladon, y por esto no las eapre«
HuaosaquL
Ba esto medio tiempo^ como le vino la licencia que en
Bombie de V v. MM. lea dieron ^loa BB. PF. gobernado-
ne, dalaóidan^de San Jer6oimO| dlOeepnaa en armar
tres navioa y nn- bergantín, porqne ai Y V. MM. nofoeaen
Mmdoa de leeonoeder lo qne ccm Gtmiurio de Oazman
Im batna enviado á pedir, los hnbieaa ya enviado con la
Itoencia de loa diéhoB padírea gobeinadoiea jerénimoa, y
armadoat envió por capitán de elloa á na dendo snyo qne
M diee Jnao de Grijalva {2], y c<m él ciento aceenta hom-
bree de loe veeinoa de Ja dicha iala, entre loacnalea ve-
BBmm algnnnade noaotroa por capitanea por aervir 4 Y Y*
SB A A, y no a<do venimoa y vinieron loa de la dicha ar-
aada, aventorando nnistraa pereonaa, mae ann caai todos
loe baatímentoa de la dicha armada' puaieron y pneimoa
de aneatras caaaa, lo cnal gaf tamoay gaataron asaz parto
de Boa haeiendaa; y faé por piloto de la dicha armada el
dteho Anton de Alaminoa, qne primero habia deaonbier-
te la di<dub«tifirra caando faé con Franoiaoo Femandez
deOórdoba : y para hacer eatovii^e tomaron eneodicha
denota^ qne antea qne á la dioha tierra vinieaeny deecn*
Menm mía iela peqnefia qne bogaba [3 j hasta treinta le-
gaae, qne está porla paito del Bar da la dicha tierrai la
01 'Htaiti.'' eon oiertea nentdes.
(2) Jittade OiUalTA no era parlante de Velaiqnei, aaaqvé aaí ta deola por
tr dem níMU tiemu Slnra ealo áe«oneecla]i 4 lo Que ea diU
que ea dije en la prioMia
nrtnioQ.
0) Debió d#eir"bojaU.»
oaal es Hauíada Oosamel, 7 Jtogvron cu ladiolift isUki «i
paebloqaefOCiATQiipoitiioiiilm'Saii JaaAde Bostotett'
na, y á li^ dib» isla llanunDn danta Onis: y elinemo di*
qae aquí llegaron* salíeíoQ á varios hasta éseate y «a*
cuenta personas de los indios del pueblo, y oteo día ai-
goiento, segon paieoíó^ dejaron el paeblo los. dichos in-
dios y acogiéronse :ál monte: y como el (eaF«l4HLtQ:ñeseBe•
ce8idadde agoa, bízose á la vela para la it á tonaor & otm
parte el mismo diáy y yendo sn viaje, aooidéee de yoU
Ter al dicho puerto y la isla de Santa Gnus , f aorgiiáea
él, y saltando en tiena lialló alpoeblo sin gante» oobo«
nnnca faera poblado^ f tomada su agna se toróó ¿sos
naos sia calar la tiecra ni saber el seoietoJda élta^ lo enal
no tavieranfl] hacer, pnes era menestev gnelacaiaray
supiera, para hacer verdadera relación á YVí Kb. AA«
de loque era aqnella'isla; y alaando velas, ie fuá y fatm-
gai6 sn viaje hasta llegar á la tierra que J^ranoíaeo f^
nandee de Oóidoba habla desoabieito, adonde iba psia
la bogar [2] y hacer sn resoate, y Ueipiáos. aUá andnvi^
ron por la eosta deleita dd6ar ádael poniente^ hasta
llegar á ünabahte, á la enal dicho capitán 6t\ialva j fi*
loto mayor Antón de Alaminos pnpioDon pomomlmla
bahía cta la Asoeasion , qne segmi..^iiiion de pilalQa ss
mny cerca de la pnnta de las Yecas, qneeslatiémiiqne
Tícente Tanéz descubrió y apuntó^ qne la. parte mido [3]
aquella biUiia , laeoal es mny grande y se ODse qne pasa
á la mar del Norte ; y desde allí se volvieron hoy la dicha
costa por don^ habían ido, hasta doblar la punta de la
dicha tierra; y por la parte del norte de ella naveganm
hasta llegar al dicho puerto Oampoche, qne eLs^ELor d&él
se llama Lázaro , donde habla llegado el dicho. Fuaneíseo
Yemandes de Córdoba, y j4] así para haoer. sn leoaatoy
qne por el dicho Diego Y elaxquez les era mandado, como
porlamnclia necesidad qne tenían de tomar a|^a. ¥
Inego qne los vieron venir los naturales de latieceafSa
pusieron en manera de batalla cerca de sn- puebla, pioa
fes defender la entrada, y el ci^itan los Uaméeonaa»
(1 ) Atf diea •! maniueiito eqníTocadaiiiMte por «déUmn." "^
<3) H*d«gOT*'bcfiftr,"
«b "tM U parto «Idf.» ^
^245 —
laBgii».yiiiMq»8to qne^Ue^Ab^iy y vinieron dertMin^
iM,^iwoaBte»]iísQ'^lÉiitMdfcp qv» él no venia «pso á
élkw de lo ^oé tcurieiBea y^ tomas ág«f ^ Y'
fééflOQ'eUmhaMicmpniíi^edfe agua qne estaba
j«Aí4 aa pueblo» ir allí oamemidá tou«risaagaayá/lea
Mriaao&etdioho Uñante qne laeJdieBett oro y qael08 da-
da teapreeaa q«e Uétn^Huí; y loe indioB^ deeqne aqne-
bOBO tenían oeo qnele dar dij^nmle qne
{ty^g^jéi Im iog6 qnaies dejasea tomar en agna y
seixfan^ y4Wi toioettono fiepndo delteerden
fWLqoeotaMdia de matattaáhoM denüsafi loe
aoteamenaaeeaáprtear oonslie aróos, y flechas y
fj xodelMM>or manera oue mátaaron á nn espafiol
ylfeMmaftdieho oapitaBí Oi^jalW y é oti»B nineliosi y
•fNlhiMKd6 sereoibanfiron en lasearabeliBui ^oon en gen^
ea las iNiebla» de diéfcos indios, y «in sab«r
daqae.-á FK £B.'MM. vavdadera felaoion se pn^-
fy da idHae fiMNm por la dieba oosta liaste
sia'i aloiial pnsiewn por nombre el ido de Oric
J«lM^yáaf^anéloui¿horar.d(e:TísperM,y elotro dia
iaaafliñaaa^gnijtewi de la ana y de la otra parte.diri
dagnafc^nrtuaeTé Íb indioa y^|«gte de gaeera, eoa sos ar««
má f.ñmalüms lanMe>gr rodmw'para defender )a entrada
awi timsa^ y segnn pareoió & aiganas peraonasi a€rian
k«faeiiiaoiBÉil.indioa^ y eo^iO-cdcapltaneetOTiá, no sal.
lé á tíena nadie de sns na^os^ sino desde loft naTüoe lee
kÉMoaafa^leagaayfftrantesqnetciia, rogpíadbles qne
sUegaaeiLmaa oerea paiaqne lies {Midiese diur la oansa de
■I fS] nenida, y entsaDon veinte indios ea nna eanoa y y
mayfeoatados y aeereácoaseé los na^os, y el
fltijalva leei:i£||o y diáá entender por aqnel in-
qaeól llevaba^' cótno él ne venia sino é rescatar,
y q^e qnoria ser amigo da eUoSy y ene le tmjesenorode
leqoetODian, y qne él les.daria de ka preseas qne,lleva«
baíry «asi lo hioÍJenm^***JBl dia slgniente, m tfayéndole
óoitBrijosFaadeeniBaÉJiesS U (8) el dicho oapiínm les dio
de sniianÉta toqne le. paíeciá», y eUó» se v(4,tieron á sn
paddo, y él didioeapitan estovo áUí aqnel dia^ y otrodia
g)Ea«l ■amiMritoqiia eopiamos falta el '*iii.^
mgaieate se huo á 1a veUk sin saber nuw ■eoceto algvw»
de aqaeUa tiena, j aígnió hasto Uégar á mía bahía, á te
cual pnsieion por nombre la bab&i de San Jaan , y aUÍ
ealtóel oapitaa en tierra oon cierta gente en ums aieaa*
les despoblados; y como los naturales de la tierra habiaa
visto que los na^os yenian por la oosta, aoadieron allí
ooñ los caales él habló oon sos intárpvMeSy y saoó nna me-
sa en qne poso oiertáB preseas , haoiéndoles entender o6«
mo venían á rescatar y á ser sus amigos; y como esto vie-
ron y entendiaN>n los indios, comensaron á traer piests
de ropa y alganasjoiyasde oro, Jas caales rescataron eos
el dicho capitán , y desde allí despachó y envióeldíeho
capitán Grijalva á Diego Yelaaqaee la nna de las dichas
carabelas, con todo lo qne hasta entonces haUan resoate-
do; y partida la dicha «orabela para la isla Fernandina,
adonde estaba Diego Felazqnes, ce f oé el dicho ca|ittsn
Oryalva por la costa abajo con los navios qne le qoadn-
ion, y endnvo por ella hasta cuarenta y dnoo legnas, sin
saltar en tierra ni ver cosa alguna , excepto afnsUoqne
desde la mar se paree» , y desdeaUí comensó á volver
parala isla Femandina, y nanea mas vio cosa algnnade
tierra qne de contar faesa Porlocnal lí F« BB. AA. pns-
den creer qae todas las relaei<Hies qae de* estaticEía setos
han hecho no han podido ser ciertas, paes no snpieaon
los secretos de ella mas de lo qne por sos volontades han
qoerido escribir.
Llegado lá a isla Femandina el dicho navio qoe el d^
pitan Joan de Qs^alva había despachado de la bahía do
San Jaan, como Diego >FélaEqaea vié el oro qae Uegnba
(1) y supo por las cartas de Gr^alva, qae le eoedbíat
las ropas y preseas que por dio habían dado enxesoa^
parecióle qne se había rescatado poco, segan las nnavaa
qne le daban lo» que en la dicha carabela habían ido y el
deseo qae él tenia de haber oro, y pablicftba qne nohm
bia áhoirado [2] la costa qae haUa hecho de la dicha ar*
mada, yqne le pesaba y mostraba sentimiento por lo poi*
eo qne el capitán Orijálva en esta tierra había hecho ; en
la verdad no tenia mncha rasen de se qncgar él dicho
Diego Yélasqaez ^ porqae los castos qoe él hizo en la di-
-247^ ^
cha Armada se le ahorraraii con ciertali botas y toneles de
Tiao 7 oon ciertas eajas dei'y^eamisas [l]¡de presillay y con
derto lesoate de caentas qae envió •en la dioba armada,
porque aeáse nos vendió el vino 6 enatro pesos de oro,
que son dos mil BUffaved&i el arroba , y la camisa de pro-
aiUa se nos vendió á dos pesos de o^, y el^mazo de las
caentas verdes á dos pesos ; por manera qne ahorró con
esto todo el gasto de sa armadaí y aun ganó dineros ; y
lisoemos destetan particalar reladon á TT. MM. por*,
qae sepan que las armadas qne hasfii aqoí ha hecho
d Diego Yelazqnez han tf do tanto dé trato de meroade-
lías como de annador, y con nneetras personas y gastos
de nnestras haciendas, y annqne hemos padecido inflni*-
to9tiabwjoS| h^os servido álTY. BB. aa., y serviremos
liaste tanto qne la vida nos dnre.
Estando el dicho Diego Télazqnes con este enojo del
poeooio qne le había llevado , teniendo deseo de haber
1111% acordó sin lo dedr ni hacer saber á los padres go-
teniadoiesjerfoimos^ de hacer onaannada veloz, de en-
viar á busoír al dicho capitán Juan de Gríjalva sn pa-»
rtnte ; y para la hacer 4 menos costa soya habló con
Femando Ck>rtés, reciño y alcalde de la dudad de San-
tiago per YY. MM., y díjole qne armasen ambos á des
iMta ocho ó dles navios, |K>rqne á la sazón el dicho Fer^
. anido Oortés tenia mejor aparejo qne otra persona algn-
aa de la dicha isla y qne con él se creía qne querría venir
mielia nms gente qne con otro cualquiera: y visto el dicho
I'iBniando Oortés lo que Diego Yelazqnez ie decia, movi-
do con celo de servir á Y Y. BB. AA. , propuso de gastar
todo cnanto tenia y h acer aquella armada, casi [2] las
to partes della á su costa, aai en navios, como en bastí*
smtoii demás [3], y aUendeMc rápartir si^s dineros por
las personas que hablan de ir en la dicha armada, que te-
Bisa neceaidad para se proveer de- cosas necesarias para
^ ^js; y hecha y ordenada la dicha armada, nombró en
Mnhre de YY. ]lfli. el dicho Diego Yelazqnez al dicho
Vtauíndo Oortés por capitán de ella, para que viniese ó
fl) Ttít—B qie debi6 detir : ^caím d« eaaiimí d« pnRUlsi, 6 bitOi oají f r
eimÍM» d« pnsUJa. ' -♦ *• /
('¿) £1 origÍDal diee ''que ti" wt •*# naii "
(3) qaiií, **átmax.**
-.248 —
esta tierra á rescatar y lu^oer lo ^|xie OrijalTa no habí» b9',
cUo; y todo el cQiicierto de la dí^% ariqáda ae hizQ á vo-
Iqntad del dio^o Diego Yelazquev, aoaqué no ráao Bi
gaetó él maa qae la terda par^ de ell^, «egiu^.y f ».9i|ll
aA« podrán m^rdar v^ por ¡laiS infitraacioneB y . pod#£.
que ei diolio Jí'emando Ck)rkésreciUió de Diego .^^lajÉqnes
en nombre de Y Y. M&I., laa caaJfis enviamoe f^» p^
efitos nneatr09 proonradaree á y Y. AA^ T. seMiu TV*.
Mlí. qne la m^yor parte de lá 'dicha terc|a parb^ qn^el
dicUo Diego Yelez^n^z g^i^t^ en j^aeer la'.diQlia anoadaí
fué emplear ana díneroe eh vinos y .en rop^s y/ en<i|Ria
cociaa de poco valor, para nos lo vender acá en qiaclm)9f a
cantidad de lo que á él le costó, por inanera qne pqdemói
decir qne entre nosotros ^oA . espióles va8i(Upc| die VT*
Bli. AA. há hecho Diego Yelasquez sa. rescate y gptuii«a
de sus dineros, cobrándolos. ni,ny bien •
ApabedOrda haoer1a|^cha annada> se gafj^ó deJÍAdi-'
cha iskb Eerpandina el dicho .capitán. ,4^ m[n IftJ^ ÁA« ,
Femando Oortés, piara s^ir su vp^ie conoi^ oaraJ^tlas
y caatrocijBntos hombre^. ae,gnerra^ ,^tre los<^a|¿^ yinU-
ron mnchos caballeros y udalgq^ j^ diez y' seLf 4^»ba^
lio: y prosigniendo el viaje, á la primefa tierra qifell^ga*
roa fué la isla de Ooznmel, qiie is^horase dice deBt^ jOnus,
como arriba se ha dicho, [en elp;iei:todey3aÍL%ra^.dft
Portalatina, y saltando en t^ecra^ se halló el, pnebi,a qn»
allí hay despoblado sin gente, opmo bí iiuncá hubiera ai»,
do habitado de persona aignna. IT desbando el dicho car
pitan Femando Cortés, saber cual e|*a la causa de ¿atar
deí^>oblado aquel lugar, hizo salir la|i;ente,de los. navios^
y aposentáronse en aquel pneblo': '^ estando allí con aii
gente, supo de tres indios qUese toínaronjen uqa cano» en,
la mar, que se pasaba á la ida de Yucatán, que loa oaoi«
ques de aquella isla, visto cómo los espales haúí^ a-
portado allí, habían dejado los pueblos, y con todqa ana
indios se habían ido á los montes per tempr de loa ^ipsif
ñoles, por no saber cqnqué iutencio|i y Toyi|ita4^ÍBiUaiL
con aquellas naos : y el di($ho Femando €órtép , habtáo!^ ;
doles por medio de una lengua y lar&ute que llevaba, lea. |
dijo que no iban hacerles mal ni daño algUDO^ sino pfais j
lea amonestar y atraer para que ^viniese enconottmiento \
de nuestra santa fó católica y par^ que fuese vasallos de
VY.MM.,yles sirviesen y obedeciesen como lo hacen
— 249 -
todos los indios y gente de eataa partes que están pobía-
daa;d^ MMttolea t^ij^Ios ds Y V. BB. A A. ; y aseguran-
dolpB eí 4Vfhp capitán por eata manera) perdieron m^okia
parte ^f^ .temor que tex^an , y dijeron qne ellos querían
ir á liámaí á los caciquea, qne estaban la tierra adentro
en los monten; y lluego el dicho capitán les dio una carta
para qne los dichos caciques viniesen seguros » y ansí
ííieroiL cp^ ella , dándoles el capitán término de cinco dias
paia yplVer. ^aes como el ca{jitan estuviese aguardan-
do Ja 'respuesta que.los dichos indios le babian de traer ,
y imbiesisn ya pasado otros tres 6 cuatro dias más de los
(unco qoe llevaron de licencia , y viese que no veñian ,
d^&^nfüQÓ, porqae aquella isla no se d^poblase , de en-
viar por l^a costa^ae eila a(ra parte , y envió dos capita-
nes con cada oien hombres , y 'mandóles que uno fuese á
la una, punta de la, dicha ista^^ y el otro á la otra, y que
hablaá^^ & I04 caciques que tobasen y les dijesen como él
loaeíit^baespeúrando ea aquel pueblo y puerto de San
Joafida Portalatina para lea hablar de parte de Y Y. MM;*|
|y 4{íé lea rogaba y atrajesen 9omo mejor pudiesen para .
; que qu|siaBea venir al dicho puerto de Sar^ Juan , y que
BQ IsB.Uciaaeii mal alguno en sus personas, ni casas ni
Wie94aa, porque no se alterasen ni alejasen mas de lo
I que eeteban. T fueron los dichos dos capitanes como el
I eapitau Femando Oortés les mandó , y volviendo de allí
;áQiii^trodiaStdij.eronque todos los pueblos quehabian
¡ t^palp. estaban vacidos [1] , y trajeron consigo hasta dies
[7^íoá6 [2] personas que pudieron habar , entre los cuales '
ítésia.aa indio principal, áí qnal habló el dicho capitán
[ISaraando CJortés de parte de V T. AA. con la lengua y
i^férprete que traia , y le dijo que fuese & llamar á los ca-
liqaes, porque di no habla de partir en ninguna mane •
tt Ae ^ dicha isla sin los ver y hablar ; y dijo qae ansí lo
psi^s í ^^ ^ 1?^^^ 0^^ su G^rta para los dichos caci- ^
IqiHP^'y ^e álíi dpa días vino C9n él el principal , y le dijo .
[qafl^ aéSor de la isla , y que ven^a á ver lo que quería ;
^e^CApitán le^abló con el interprete y le dijo que él no
I qwnani venia á les hacer mal alguno , sino á les deoir -
-qat viniesen al conocimiento de nuestra santa fé, y que
í^i
1] Sird, TMÍo.
'ii QuiÉá, diM^doee.
PISBBTA0IONKS,->TOMO. I«--32
— 250-
snpleflen qae teníamos por señores á los mayores prínci-
pes del mnndo, yqne estos obedecían á nn mayor príncipe
de él^ y qne lo qae el dioho capitán Femando Cortés les
dijo que qneria de ellos no era' otra cosa sino qne Ion
caciques y indios de aquella isla obedeciesen también á
YV. A A. ^ y que haciéndolo así serían muy favorecidos,
y que haciendo esto no habrían (1) quien los enojase^ Y
el dicho cacique respondió que era contento de lo hacer
afií| y envió luego á llamar á todos los principales de la
dicha isla, los cuales vinieron^ y venidos, holgaron ma-
cho de todo lo que el dicho capitán Fernando Cortés ha-
bla hablado & aquel cacique señor de la isla , y ansí los
mandó volver, y volvieron muy contentoSi y on tanta ma«
ñera se aseguraron, que de allí A pocos dias estaban loe
pueblos tan llenos ae gente y tan poblados como antes^
y andaban entre nosotros todos aquellos indios con tan
poco temor como si mucho tiempo hubieran tenido con-
versación con nosotros. En ef^te medio tiempo sapo el ca*
pitan que unos españoles estaban sieto años habla eanti-
nos en el Yucatán en poder de ciertos caciques , los cua-
les se habían perdido en una carabela que dio al través
en los bajos de Jamaica, la coal venia de Tierra-Firme^ y
ellos escaparon en una barca de aquella carabela salien- j
do á aquella tierra^ y desde entonces los tenían allí can- !
ti vos y presos los indios; y bie [2] ti ala aviso el dicho ca- !
pitan Femando Cortés cuando partió de la isla Fernán- '
dina para saber de sus f3J españoles, y cerno aquí sapo
quevfls de ellos y la tierra donde estaban , le pareció qne \
haria mucho servicio á Dios y á Y. M. en trabajar qne •
saliesen de la prisión y cautiverio en que estaban, j hiego
quisiera ir con toda la flota con su persona á los redimir, I
si no fuera porque los pilotos le dijeron que en ninguna
manera lo hiciese, porque sería causa que la flota y
génto que ella iba se perdiese, á causa de ser la costa muy
brava, como lo es, y no haber en ello [4] puerto ni
te donde pudiesen surgir con los dichos na^os; y por eeto
lo dejó y proveyó luego oon ciertos indios en una cttao%
(I) Btndudtíf no habría.
(^) Quizá f Umbien.
(3) (¿QisA, de estos.
(4) »ÍHdMd<it,eliñ.
— 251 — ,
los óaales le habían dicho que sabiau quien era el caci-
que con quien los dichos españoles estaban , y les escii*
l)ió como si él dejaba de ir en persona con su armada pa-
ra los librar, no era sino por ser mala y brava la costa pa-
ra surgir, pero que les rogaba que trabajasen de se soltar
y huir en algunas canos, y que ellos esperarían en la is**
la de Santa Oniz. Tres días después que el dicho capitán
despachó aquéllos indios con sus cartas no le parecien.
do que estaba muy satisfecho, creyendo que aquello^
indios no le sabrían hacer tan bien como él deseaba, a-
oordó de enviar y envió dos bergantines y un batel con
coaienta españoles de! sn armada á la dicha costa , "para
que tomasen y recogiesen & los españoles cautivos si allí
aeadiesent 7 ^^"^6 con ellos otros tres indios para que
saltasen en tierra y fuesen á buscar y llamar á los espa-
Soles presos, con otra carta suya ; y llegados estos dos
bergantines y batel á la costa donde iban, echaron A tier-
ra los tres indios y enviáronlos á buscar á los españoles,
como d capitán les había mandado , y estuviéronlos es-
perando en la dicha costa seis dias con mucho trabajo^
que casi se haoieran perdido y dado al través en la dicha
costa por ser tan brava allí la mar, según los pilotos ha*
Man dicho. T vi;:to que no venían los españoles cuati vos
ni los indios que á buscarlos habían ido, acordaron de se
volver adonde el dicho capitán Femando Oortés les este-
lia aguardando en la isla de Santa Ornz , y llegados á la
I Us^ como el capitán supo el mal que traían, recibió mu-
Aa pena, y luego otro día propuso de embarcar, con to-
díeterminacíon de ir y llegar á aquella tierra aunque
~ la &ota se perdiese , y también por certificar si era
lo que el capitán Juan de Oríjalva había enviado
decir á la isla Fernandioa, diciendo que era burla, que
caá aquella costa]habian llegado ni se habian perdido
^ jüelios sspañoles que se decía estar cautivos. Y ehtaii-
80 con este propósito el capitán , embarcada ya toda U
¡gente, que no faltaba de se embarcar salvo su persona
oon otros veintes españoles que con él estaban en tierra,
IfliBciéndoIes el tiempo muy bueno ^ conforme á sií pro-
pósito para salir del. puerto, se levantó á deshora un
liento contrario con ujios aguaceros muy contrarios para
sslir, en tanta manera, que los pilotos dijeron al oapitan
^ae np se emb^^oase , porque el tiempo era muy contra-
— 252 —
rio para salir del puerto. Y vi^to esto,, el oamtaa niaDdi
dosembarcar toda la otra gente de la armadaí j otro dii
á medio día víerQn ana canoa & la velaú áoi^^a dicha ulv
llegada donde noísotros estábamos, vimos como veaÍAen
ella uno do los españolea cantivos^ que se Uamó Jeróni^
mo de AgulIaTi el cual nos conuj )a ipanera como <ie per,
dio ; el üemxK) que Labia que estaba en aquel caatiTeno-
que es como arriba á W. AA« KEL liemos Iiecbo réb*
cion; y túvole entre nosotros aquella contrariedad da
tiempo que sucedió de improviso, como es vérdá^poi
muj gran misterio j milagro de t)íos , por donde s^ W^
que ninguna cosa se comienza que en servir á Y. M« m,
que pueda suceder sino en bien. De este* Jerónimo de A*
gaüar fuimos i^iformados qué los otros espa&oles.que eoa
el se perdieron en aquella oarabel^ que ai¿ al trávéSi 6B*
tá¡)an muy derraigados por la tierra, fa^cuál nos dijo ¿M
era muy grande y que era imposible poderlos recoger A
estar y gastar mucbo tien;ipo en ello. Poes edmó el oaií"
tau Femando Cortés viese que se ibap acabando yá IM
bastimentos de la'armada ^ j que la gente padecería mi*
cha nece£ádad de bái^bre si se díUtase y esperase aBI
mas tiempo t y Queno habría efecto al pro^sítodeqi
vi3j0| y (1) determinó con parecer dé los que en sucom^
nía venlau de se partir, y luego se partió dejando aqaáu
isla de Oozumel, que ahora se ilam» de Santa OruE^ huH
pacífica, y en tanta manera que si faera'para hacérpobM
dor [2] de ella pudieran eon toda volantad los indios oj
ellas comenzar luego á servir ^ y los caciques qú"^^
ron muy contentos y alegres por lo que de parte de
EB. AA« les Iiabia dicho el cai>itan9 y por les haber
muchos atavíos para sus personas: y tengo por cierto q
todos los españoles que de aquí adelante á la dicha U
vinieren, serán tan bien recibidos como si áotra
de las que ha mucho tiempo que están pobladas 11<
Es la dicha isla pequeña, y no hay en ella rio algonO;
arroyo, y toda el agua que los indios beb^i es de p
y en ella no hay otra cosa sine peñas y piedras y
tes, y la granjeria qu6 los indios de ella tienen es col
<1) Sébradj'
— 253 —
itCQS procárafloreB Ileraban (1) 6 W. AA
^adé, la.jnfel^y tierra de los dichos colmenare.
" 'mandril Ver.
. HM. Qn6 como el espitan respondiese á los
!c|e la dicha isla didiéndóles- que no Tiilieséíi mas
ea'Ia 'feb^ |:é^tíliGá que tenían , pidieron qne les dietüe ley
tti qñéyirvB^m 4^,^11^. adelantéi y A ¿icho capitán los in-
f^jnSfó'Jó mejot qUe^ stipc^ en la.t'é catóBcaí y fes dejó niía
iúíli:¿; ^'paló pnegí^ éa'üxia ci^ alta y nna ímá¿en de
éUojSinostrátdnloqtfe' recibían todo dé muy bne-
Ctád^ yanóiqued^^ may alegres y conteiitos.
fltí esüiiato. ftümoé á Vacatan , y por la banda
oornmo^ la tierra, adelante híMa llegar al rio
iié se diée 4^ Grijalvib y qiíe es ségan relaícion á
..A A. adofide]l^é el oamtan (hffalTá, paciente
-j- .-— ^ yéltóq!ÍJ{i^Zj y es tan, baja l4 eátraiija de aqnel
i?o¿^qi^nj|:Dgon;,tí^vío dé los grandes pndo en él entrar ;
mu pqi^e él dióho capltián Fernando Ckurtés esté tan in-
¿niúidb tfi servicio de V. M., y tenga volnntad deles ha.
p^ irei^c^a reládbn de lo 4^^ eiua tieita hay 5 |p!ropn-
. «a ^é n^ ^'ár mte adelantjB hasta saber el secreto de
ágt^'j:^<>yr.i>nebIos qae en la ribera de él están (2)| por la
S^9n^ £i^qae)a^ riqueza se decia que tenían, y ana sacó
tbH^'m ffence. dé su armada en los oergantines peqnellos
y ^ la^ osiTcás ^ y subimos por el dicho rio arriba hasta
litigar á ver la tien:a y pueblos de ella: y como llegásemos
al primer pueblo, hallamos la gente ae los indios de él
puesta á ía orilla del agua ^ y el dicho capitán les habló
oon la lengua y faraute que llevábamos y con el diche Je-
rónimo dé Agnilan que habla, como dicho es de suso, es-
tado catitivo ^n Tucatan , que entendía muy bien y ha**
libiba la lengua 4e aq,uella tierra, y les hizo entender co-
mo él no venia á íes hacer mal ni daño alguno, sino á les
lUiblar de i^iMe de YV. MM. , y que para esto m rogaba
7 (o^.qne ñótf dejasen y tuviesexl por bieti que saltáseíAos
en tierra porque* no teníamos donde dorhiir aquélla n0'«
QmKá, Uatail
kn 4 intnii««}ito te Im oqniTOCftdaaentei «i¿eí.
— 254 —
che sino en la mar en a^tnellos bergantines^ y baroas, en
las oaales no cabíamos ann de pies, porqne para volvier á
noestros navios era |may tarde porqne quedaban en alta
mar; y oído esto por los indios respondiéronle gne habla-
se desde allí lo qué quisiese^ y que no habíase (1) de sal-
tar él ni su gente en tierra , sino que les defenderían' la
entrada ; y Inogo en dicíeado esto comenzáronse á poner
enfórden para nos tirar flechas , amenazándonos y ais
dendo que nos f aésemos de allí ; y por ser esto día moy
tarde, que casi era ya que quería poner el sol, acordó el
capitán q^e nos fuimos á unos arenales que estaban
enfrente de aquel pueblo, y allí saltamos en tierra y dor-
mimos aquella noche. Otro día de maQana luego sigiiien-
te vinieron 6 nosotros ciertos indios en ana canoa, y tm*
jeron ciertas gallinas p[, y un poco de maíz quehabria
para comer hombres [3J en una comid% y dijéionnAs que
tomásemos aquéllo, y que nos f uésemos^de su tierra; y el
capitán les habló con los intérpretes que teníamos, y les
dio á entender que en ninguna manera él se había de
partir de-aquella tierra hasta saber el secreto de ella, pa-
ra poder escribir á Y. M. verdadera relación de ella , y
que tornaba á rogar que no recibiesen pena de ello, ni^e
defendiesen la entrada en él dicho pueblo, pues que eran
vasalloB de Y7, BB. Aáu ; y todavía respondieron di -
ciendo que no atreviésemos de entrar en el dicho pueblo,
sino que nos fuésemos de su tierra, y ansí se fueron , y
después de idos determinó el dicho capitán de ir alláy y
mandó á un capitán de los que en su compañía estaban,
que se fuesen con doscientos hombres por un camino qae
aquella noche que en tierra estuvimos se halló que iba á
aquel pueblo, y el dicho capitán Fernandp Cortés se em-
barcó con hasta ochenta hombres en las barcas y bergan-
tines, y se fué á poner frontero del pueblo para saltar en
tierra si lo dejasen; y como llegó, halló los indios puestos
de guerra armados con sus arcos y flechas, y lanzas y ro-
delas, diciendo que nos fuésemos de tierra , si no si qne^
riamos guerra que comenzAsemos luego, porque ellos eran
(1) Qaiid, y qae no'hablMo. Mas bi«n sobra se
{'2] Seriaa tfoi^olotaBO ehaobalaoas. pqm no habla gabinas.
(3) *'Aqii( Mltanná palabra antes de nombtee," que debia v^ el ctliqeiH) de
fí»to8 q^e pollv^ alimentarle con aquellas pr^Tiiionei»
-255- ^
¿oiDbzas para defender sa pueblo. Y después de les ha-
ber requerido el dicho capitán trek veces^ y pedídolo por
testimonió al escribano de YY. BB. ^A. que consigo lle-
vaba^ dieiéndoleB que no queria guerra; viendo que la de-
termuiada voluntad de los dichos indios era resistirle que
no saltas^ en tierra, y que comenzaban á flechar contra
nosotros, mandó soltar los tiros de artillería que Uevabaí
y que arremetiésemos á ellos; y solttodo los Uros al saltar
qae )a gente saltó en tierra, nos hirieron algunos ; pero
fiflaunente, con la prisa que les dimos y con la gente que
por las espaldas le (1) dio de la nuestra que por el cami-
no habia ido, huyeron y dejaron el pueblo , y ansí lo to-
mainos y f os aposentamos en la pa^te 4él que mas fherte
nos paremó. Y otro dia siguiente vinieron 4 hora de vís-
peras dos Indios de parte de los caciques, y trqjeron cier-
tas joyas de oro muy delgadas; de pooo valdr, y dijeron ál
eapitan que ellos le traían aquello porque se fuese y ka
deJaseBsa tierra como antes solirá estar . y que no le hi-
deae [2] mal ni da&o; y el dicho capitán le J3] respondió
dldendoque á lo que pedían de no les hacer mal ni daño,
qne 61 era contento; y de dejarles la tierra dijo que suple-
SBQ que de allí adelante habían de tener por señores á los
mayores principes del mundo, y que habían de ser vasa-
Moa y les habían de servir, y que haciendo esto,iY V. MM.
lea harían muchas imerceaes, y los favores crecerían (4),
1 ampararían y defenderían de sus enemigos, y ellos res'
pondieron que eran contentos de lo hacer ansí ; pero to-
davía le requerían que les d^ase su tierra: y ansí quedan
moa todos amigos; y concertada esta amistad, les dijo
si capitán que la gente espaSola que allí estábamos con
él no teníamos que comer^ ni lo habíamos sacado de las
naos, ^ne les rogaba que el tiempo que allí en tierra es-
taviésemos nos trajesen de comer , y ellos respondieron
qpe otro día traerían, y ansí se fueron, y tardaron aquel
^ y otro que no vinieron con ninguna comida, y de esta
Misa estábamos todos ^con mucha necesidad de manteni-
»ietttoS| y al tercer dia pidieron algunos espafioles licen-
(^ Sui duda, JitltUt hicie$e,
(3) Bebió daoir, Íes,
• (4) íiadud», (w/awrec«rww^
1
$
~ 256 -
ota al capitán pjjkra ir por lúa estancias de alrededor i
bascar de comer : y como ercapitan vli^ que Itíi^ ind|iD#
no venían como halllan qnedado, envió cnatro o^mé^,
con mas de dosoleñtos hombres á buscar á la réd(^ba|^,jÍÍN
paeblo si hallarían algo de comer, y audándotd4>w0Ínl<Í9
tx>paron con muchos indios , y comenzaron liie¿o Á"^^
charlee, en tal manera que hirieron veinte eapaflolefií > y bÍ
no fuera fecHo de presto saberse el capitán pata que )<)a
Bocorriésé como les socorrió, que créese que matiúran Ul48
de la mitad de los cristianoSi y ansí nos venimos y i^
trajimos toólos á nuestro real,, y fuerpn curados losbetí-
dos y descansaron los qne; haman peleado. Y viendo.01
c^it^ cuan mal los indios lo habían heqho, que ^d JúMr
de nos traer de comer como hablan qncidacjo , \^ Rua-
ban y Hacian gUjOTa, mandó sacar diesí ¿ábaltos^ llegpíis
de los que en las naos llevaban, y apeMbtr toaa)^.'gw-
te, porque tenia pensamiento que aqdelids incUcNS .'oon' él
favor (I) que elidía pasado hablan to'm^^dó Vendríais A diur
sobre nosotros al real con pensamiento de ' hacer'dliS(^ y
estando ansí todos bien apercibidos, envió ótrb dia Yertos
capitanes con trescientos hombres adonde el diá'imeadd
habian habido la batalla^ á saber si estaban ;<tlliiÓ8 di-
oáoB indios, ó que había sido de ^JIos, y dendé ¿j^co en-
vió otros dos capitanes con la retaguardia con ot^é den
hombres, y el dicho capitán Femando Oórtés te'lbe oon
los diez de acaballo encubiertamente por un lado. Yendo,
pnes, en ^ta orden, los delanteros toparon gran caútidirai .
de indios de guerra que venían todos á, dar sobre noab^
tros en el real, y sí por acaso aquel día lio hnbiérámoé'M-
bido & recibirlos al camino, pudiera ser que nos pnsiOran
ea harto iraliajo. Y como el capitán de la artillería • '^ab
iba adelante Ixíciese dertos requerimientos por tuitéén
cribano álos dichos indios de guerra que topó.'dfindol^ji
á entender por los farautes y lenguas «que ¿Uiibán;cou
nosotros, que no queríamos guerra aino' paz y amor Con
ellos, no sé cufa:^n de responder con palabras sino eón
flechas muy espesas que comenzaron á tirar «y Ñe^taiido
ansí peleando los delanteros con los indios , llegaron les
dos capitanes de la retrognardia , y habiendo £Mif> ^dm
que estaban peleando todos con los indios , llegó el'Ó|]^^
1] AMtOt talar.
^ 267 —
teB^S^enmBdo Cortés eon ios 'de aeaballo por to una
pacto del nunitet por donde losiiidloa oomenzaron á aer-
eará taaespalSolea 4 la redonda, y allí andaro peleando
eoaloa dioliOB ixidios una hora y tanta era la maitítad de
fai^osi^iielñ loa que estaban peleando oon la gente* de
pléde IM españoles veían ó los de aoabalio, ni «abian á
qoft fiarte andaban, ni los mismos de aeaballo, entrando
y ialieodo &i los indios se TSiau nnos á otros ; mas des-
qae los espaSoles sintieron á los de á caballo arremetí e-
Ml de golpe ¿cellos, y luego f aeren los indios puestos en
kiáte , j siguiendo media legua el aleance, yisto'por el
captan e6mo los indios iban buyeaio, y que no había
nsa que hacer, yjqve su gente estaba muy cansada, mau-
défoetiMkie se recogiesen«á unas casas de unas estan-
que alii habían , y después de recogidos se hallaron
mote hombres, de los cuales ninguno murió , ni
di^lBé q«e hirierouel día pasado ; y ansí recogidos ycn-
laios loe heridos, nos volvimos al real , y trojimos con
sototros dos indios q|ie allí se tomaron, los cuales el di-
cte espitan mandó soltar, y envió con ellos sus cartas á
losieaeiques, diciéndolesquesl quiBieaen venir donde él
eMba^ que les perdonaria el yerro que habían hecho y
qa» aerían sus amigos, y este mesmo dia en la tarde vi-
nieren dos indios que parecían principales, y dijeron qne
4 ellos las pesaba mucho de lo paaado, y que aquellos ca-
eiraes les rogaban que los perdonase, y que no les hicie-
is mas dallo que lo pasado, y que no les matase mas gen--
te ^ la muerta , qne fueron hasta doscientos veinte
hombredi Ifos muertos , y qne lo pasado fuese pasado^ y
qae desde en adelante ellos querían ser vasallos de aque-
Hosprínetpes que les decían, y que por tales se daban y
tsslaní y qne quedaban y se obligaban á servirles cada
vea que en: nombre de V.- M: algo les mandasen^ y así se
astetaroa y quedaron hechas las pace^ y pregunto el ca •
pitan á los dichos indios por el intérprete que tenia, que
(fué gente ara la que. en 1» batalla se había haHado , y
respondiéronle que de ocho profincias se habían juntado
los que allí habían venido^ y quesegnn la cuenta y copia
qns ellos tenian^ eerían¡por todos cuarenta mil hombres y
que hasta aquel número sabian ellos muy bien contar.
iJrean que ^V. BB. AA. por cierto, que esta batalla
íbó vencida mas por voluntad de Dios qne por nuestras*
-268-
f aerzas, porque para oaarenta mil hombres de gaerra ^
ca defensa faera ooatrooientos qae nosotros éramos. De^
pues de qaedar todoa may amigos 9 . y [1] nos dieron ai
oaatro óciaoodias qae allí estavimos hasta oi«ito y ova»
renta pesos de oro entre todas piezas , y tan delgadas f
tenidas de ellos en tanto, que bien parece sa tierra m^
pobre de oro, porque de muy cierto se pensó que aqvilla
poco que teuian era traido de otra parte por reseatei 14
tierra es muy buena y muy abondosa de comida 9 asi di({
maiz como de fruta , pescado y otras cosas que ellos m,
ifteu. E ata asentado este pueblo en la ribera del sustvij
cho rio, por donde entramos en un llano, en el cual '
muchas estancias y labranzas de las que ellos ussi^
tienen; reprendióseies. eljmal que hacian en adorar á '
idilios y dioses que ellos tienen , y hízoles entender
hablan de venir en conocimiento de nuestra miiy saatil
y ¡quedóles una cruz de madera grande puesta eu alt%j
quedaron muy contentos , y dijeron que la tendrían
mucha veneración y la adorarian , quedando los di<
indios en esta manera por nue8ti;p8 amigos y por v<
de yv. liB. AA. El dicho capitán Fernando Oortési
partió de allí prosiguiendo el viaje, y llegamos al pn<
y bahía que .se dice San J uan, que es adonde el si
cbo capitán Juan de Grijalva hi^'el rescate de que
ba á VV". MAf . estrecha relación se hace. Luego que
llegamos, los indios naturiúes de la tierra vinieron áj
ber qué carabelas eran aquellas que habían^ venida^
lK>rque el día que llegamoH muy tarde de casi noche^^
túvose quedo el capitán en las carabelas , y mandó
nadie saltase á tierra, y otro día de maflana saltó Ib.
ra el dicho capitán oon mucha parte de la gente de se
mada, y halló allí dos principales de los indios , ó loa
les dio ciertas preseas de vestir de su persona, y li
bló con los intérpretes y lengaas que llevábamos,
les á entender como él venia & estas partes por nm]
de V V» BR. A A. á les hablar y decir lo que hábíj
hacer que á su servicio convenía, y que para esto
gaba que luego fuesen á su pueblo, yjque llamasen
cho cacique 6 caciques que allí hubiesen para que
niesen hablar; y porque viniesen seguros, les dio
saoiques dos camisas y dos jabones^ nno de raso y otm
le terciopelo, y sendas gorras de grana y sendos pares
lecascabeles , y ansí se faeron con estas joyas á ios di^
ébos caciquea ; y otro dia siguiente, poco antes de medio-
ÍKa, Tíno un cacique con ellos do aquel pueblo, al cual el
jBoho capitán habló, y le hizo entender con los farautes,
liae no veniau á les hacer mal ni daño alguno, sino á les
boer saber cómo habiande ser vasallos de W. MM., y
ie'liabian de servir y dar de lo que en su tierra tuviesen,
pomo todos los que son ansí lo hacen, y respondió qne él
muy contento de lo ser y obedecer, y qne le placía de
aerrir y tener por señores á tan altos príncipes como el
pitan le9 había hecho entender que eran W. Bli. AA.,
Iq0KO él capitán le dijo, que pues tan buena voluntjui
' iba á Bu'ijBy y Sr.,.que él vería las mercedes que V V.
dende en iatdelante le harían. Dioiéndole esto, le hi«
V€Btír una camisa de holanda y nn sayón de teroiope-'
f ona cinta de oro, con lo cual el dicho cacique fué muy
Jltento y alegren diciendo al capitán que él se quería ir
sa tierra^ y que lo esperásemos allí, y que otro dia vol«
ria y traería de lo que tuviese porque mas enteramen»
oonooiésemoB la voluntad que del servicio de T T. BR.
' . tienen, y así se despidió y se fué. Y otro dia addan-
vino el dicho cacique como había quedado, y hizo ten-
una manta blanca delante del capitán , y ofrecióle
preciof as joyas de oro, poniéndolas sóbrela man-
de las cuales y de otras qne después s«9 tuvieron, ba-
os particular relación il W. MM en nn memorial
nuestros procuradores llevaban. [ 1 J
l)eBpues de se haber despedido de nosotros el ditího
que y vuelto^ á su casa en mucha conformidad, como
esta armada venimos i)ersonas nobles, caballeros, bi«
dalgo celosos del servicio de nuestro Señor y de VV.
It AA. , y deseosos) de ensalzar su corona real, de a-
tar sus señoríos y de alimentar sus rentas, nos jnu-
y platicamos con^ el dicho capitán Femando Cor-
diciendo que esta tierra era buena , y que según la
itra de^ oro que aquel cacique había traído, se creia
|Qe debía de ser muy ricft„ y que según la muestra del di •
dio cacique había dado* era de creer que él v todos suk
|1) {wU, Uevan ó Uevirin.
— 260 —
iadios nos teniaa mny baena voluntad • por tanto que noi
parecía qa^ nos oonyenía al servicio d0 VV. M&L , y que
en tal tierra se hiciese [i\ lo qae Diego Felazqaez hanla
mandado hacer al dicho capitán Fernando Cortés, qoe
era rescatar todo el oro que pndiesCí y rescatado volverse
con todo ello á la isla Fernaudina para gozar solamente
de ello el dicho Diego Velazqoez y el dicho capitán , y
qae lo mejor que á todos nos pareoia era qne en nom-
bre de vy. Eli. A A. se pobUse y fondase allí nn pue1[)1o
en que hubiese justicial para que en esta tierra tuviesen
señorío como en sus reinos y señoríos lo tienen / porque
eiendo esta ti^ra poblada de espaüoles, demás de acie-
centar los reinos y los seQoííos de TV. MM. y sus rentas,
nos podríanJiu^oer^QÍeroedés á nosotros- y á los pobladores
que jQxas allá viniesen adelante. Y acordado esto^ ndsltto»
tamos todos *en concordes de un ánimo y volnnWd. )(
hicimos un requerimiento al dicho capitauj en el <maí di-
jimos que pues &. veia cuanto al servicio de Dios.nneKtzo
Sefior, y alde¡yy.HM. convenía que esta tierra estuviese
poblada, dándole las causas de qrxe arriba á W. A A« se
ha hecho relamon, que le requenmos que luego cesase de
hacer rescates de la mahera que los venia á haoeri parque ,
sería destruir la tierra en mucha manera^ y VY. MM. se^ J
rían en ello muy deservidosi y que ánsímismo le pedlmoe, ;
y requerimos, que luego nombrase para aquella villa, q[ae
se babia pqr nosotros de hacer yl/ondar, alcaldes y regi-
dores en nombre de F V, Hll A A. , con ciertas pnitS6ta«
cienes en forma que contra 61 protestamos si ansí no lo
hiciese [2]. Y hecho este reonerimiento- al^dicho capitaá
dijo que daría su respuesta el dia siguiente: y viendo^ pues
el diriio capitán cómo convenía al servido de KV. BK«
A A. lo que le pedíamos^ luego otro dia nos respondió, di*
ciendo que su voluntad estaba mas indignado al sorn-
cío de y V. MM. que á otra cosa alguna, y que no miran-
do al interés que á 61 se le siguiera si prosiguiera en el
rescate que traia presupuesto de rehacer los grandes gas-
tos que de su hacienda habia hecho en aquella armada ,
untamente oen el dicho T'elazquez, antes posponiéndolo
(i) Quaái que iioooiiT«nlaali6rY{oÍo(U VV.pil(. qof •ntalÜinattliMt'
10 «te.
'— 261 —
todo. le piada y era ooatento de haoer lo qne por noso-
trodjeei^ pedido^ piie»qae taüto oouvenia al servioio de
yy^m^ A/Ímí y lufegodomenzd oon'gran dllíéetíofa á po-
l>*ac yi^Ádar wx^ VÜía á la oaal poso por nbmbré la Bica
Titlji dé .la itférá Cruz, y noíábrónos a lo$ que la delante»
saaeiibuQOf |1] por alcaldes y regidoreíí de la dicha Villa,
y en noml^ de VY. AA. B£t. recibió de noeiotros el )q-
raii|(Biito y soleiQnidád que en tal caso ae acoetombra y
saele haoQr^ después de lo cnal otro dia glgoleáte entra-
mos" en nuestro cabildo y i(y untamiento', y estiajidoaBí
jautos enviamos á llamar al dicho capitán Ferorudo Cor-
tés, y le jpedimpa 91^ nombre de yY/UB.'AA. (Jtieí ños
mostofsé loB poderes é instrucciones qné el dicho Diego
VelÉ^u^lib habla d£^do para venir A estas partes, el
co^t ényip ][ud¿ó pói^ ellos y nos los mostrd, y vieítos v léi.
dos ppr ábpotrbá , 1)íen examliiadbdi según *I0 queí piídi.
mos mi^Oj^ eátbuderl hallamos á jhuestro paf^ér qne pot
luite. PaiwiéiidoiM)& puecí, .mor ezceléntí amos príncipes,
qBépáéi%;^amílca<Uou y <)OúcoMía dentro d^ nosotros,
y Pñ^ Boé^jgoDérnat 'bien / Q0líten5á poner tma persona
panosa 1^9^ éstuvTelte en úombre deYV.
Mlf(. éñ Xá mcpÁ yillá f e^ estás partes por justí(5iá ma-
70c y dipátah y oabez^ & qtiien todos acatásemos hasta*
haser relaoion de ello a TY. BE. A A'. , patra qne en éfíp
proveyese {2J lo' qué mas servíaos fneséU , y visto qne á
ninguna persona se podría dar mejor el dicho cargo qne
A diohe Fernando Górtés , pórqne demás de ser persona
tal coal para ello conviene , tiene iñny 'gran celo y deseo
del servido de VT« MM., y ansímismo por la dicha expe-
riencia que de estas jpártes y islas .tiene, de causa de los
caales ha siempre dado buena cuenta , y por haber gasta-
do todo onanto tenia por venir cómo vino con esta arma,
da en servicio de TT. MSL ^ por haber tehido ^n poco ,
como hemos hecho relación^ todo lo que podía gaoar y
interese que se le podía seguir si rescatara conio tenia cou-
(3) ÜKdjíiMto} ptoye/eceii,
— 262 —
oertado [IJp le proveímos en nombre de TV. BR. A A., de
jastleia y alcalde mayor ,.del caal recibimos el jaramento
qae en tal oaso se requiere , v hecho comoooaTenia al
real servicio de Y. M., lo recibimos en sa real nombre en
nnestxo ajantamiento y cabildo por josticia mayor y ca^
pitan de voestras reales armas, y ansí está y estará haa«
ta tanto que YY. MM. provean lo que mas á sn servicio
eonveniilfa. Hemos querido hacer de todo esto relación á
YY. BB, A A., porque sepan lo que acá se ha hechO| y el
estado y manera en que quedamos.
Después de hecho la susodicho , estando todos i^iunta-
dos en nuestro cabildo, acordamos de escribir á YY« MU.
y les enviar todo el oro y plata y joyas que en esta tierra
habernos habido de mas, y allende de la quinta parte que
de sus rentas y disposiones reales les pertenece , y que
con todo ello, por ser lo primero, sin quedar cosa alguna
en nuestro poder sirviésemos á YY. BB. A A, mostrando
en esto la mucha voluntad que á su servicio tenemoSi co-
mo hasta aquí lo habemos hecho con nuestras personas y
haciendas ; y acordado por nosotros esto , elegimos por
nuestros procuradores á Alonso Fernandez Portocarreio
yá; Francisco deMontejD, los cuiales enviamos áY.M. con
todo ello\ y para que. de nuestra parte besen ims reales
manos , y en nuestro nombre I y de ésta villa y concejo,
supliquen á Y Y. BB. AA. nos haga merced dé algunas
cosas cumplideras al servicio de Dios y de Y Y. MM. y al
. bien común de la villa, según mas largamente llevan por
las instrucciones que les dimos.',y los cuales humildemen-
te suplicamos á VY. MM. con el acatamiento que debe«
moSy reciban f den sus teales manos para que de nuestra
parte las besen, y todas las mercedes que en nombro de
este conc^'o y nuestro pidieren^^suplicaren las concedan,
porque de mas de hacer á Y. M. servicio en ello á nuestro *
tíeñor, esta villa y concejo recibiremos muy seflaladamer-
oedy como de cada dia esperamos que Y Y. BB« AA. nos
han de hacer.
En un capitulo de esta carta dijimos de suso , que en •
viamos ^ YY. BB. AA. relación para que mejor Y Y. MM.
fuesen informados délas epsas de esta tierra, y déla ma-
nera y riquesm de oU^y de la gente que la pos^C; y de
(1) Sobra la y.
— 2G3 —
la ley ó seta, titos 6 oeremoniM en que viven: f esta tier-
ra, mny poderosos se&Ofes y donde idiora en noinbre de
y y« UAL estamos, tiene einonenta leguas Ide oosta da la
una parte y déla otrade este pueblo : por la costa del
mar es toda Uaná de mnohos tarenaleSi qoe en algunas
partes duran dos leguas y maSi La tieiTa adentro y fuera
de los diohos arenales es tierra muy llana y de muy her -
mosas vegas y riberas en ellas, tales y tan hermosas que
en toda España no pueden ser mct}ores\ ansí de apadbles
á la vista como de fructíferas de cosas en que ellas siem-
bran]y y mny aparcadas y convenibles, y para andar por
ellas y se apacentar toda manera de ganados. Hay en es-
ta tierra todo género de caza y animales y aves conforme
á los de nuestra naturaleea, ansí como ciervos, corsoSi ga-
mos, lobos, sorros, perdtoes , palomas , tórtolas de dos y
de tres mañeree, oodomiees, liebres, conejos ; por.manera
qoe en aves y animales no hay diferencia de esta tierra
4 JBspafia, y hay leones y tigres á cinco leguas de la mar,
por nnás partes y por otras amenos (1). A mas va udui
gran cordillera de sierras muy hermosas , y algunas dt»
eUasBon engran manera muy altas, entre las cuales hay un ji
qaeexcede en, mucha altura á todas las otras, y de ella se
vey descubre gran parte de la mar y de la¡tierra, y es tan
alta que st el dia no es bien claro no se puede divisar ni
ver lo alto de ella, porque de la mitad arriba está toda
cubierta de nub^ , y algunas veces , cuando hace mny
daro dia, so ve por cima de la dichas nubes lo alto de ella
y est& tan blanco que lo juzgamos por nieve , y aun los
naturales de la tierra nos dicen que es nieve; mas porque
no to hemos bien visto, aunque hemos llegado muy cer^^
oa, y por ser esta región tan cáhda, no lo afirmamos ser
nieve : trabajaremos de saber y ver aquello y otras cosa^
de que tenemos noticia para que (2) de ellas hacer á M V.
BR. AA« verdadera relación de lab riquezas de oro y pla-
ta y podras, y juzamosto que Y V. MM podían mandar
juzgar, según la muestra que de todo á Y V^ BB. A A. en
▼iamos. A nuestro parecer se debe creer que hay en esta
tierra tanto, cuanto en aquella de donde se dice haber lle-
(1) FarMé'qie antai d« amfnos f^IU Al/^nna palabra, 'como €amp9t ú ctr
•HaÍTilentc — ==— ,,No creo qne f aJta nada ley endo;' h m*noi.
(9) Bobi» el que.
— 264 —
TaAo Salomón el or<^ paira «el templo-f maa eomohataA
poco tteu^po que en ella entramos I Do* bemoa podida Ter
maa de liaíita ohioo leguaa cK*» tierra ad^tero delaeofit»
de la mar y 7 hasta diez ó dooeí legiiasde largO' de -tier-
ra por las costas de una y de otra parte qtíe bemos an-
dado desque saltamos en tierra ; annqne deelé& la mar
mncbo maa sé parece y macho mas Timos viniendo nave-
gando.
La gente de esta tierra^ qne ha'btta' desde la'^isl» de
Ooznmel y punta de Yucatán hiista donde nosol^tM esta-
mos, es una gente de mediana estatura , do onerpos y
gestos bien porpordonada, excepto que en cada provitida
se diferencian ellos mismos los gestos, unos horadándose
las orejas y poniéndose en ellas muy grandes y fea^ cosas,
y otros horadándose las ternillas der laüs naricea haéta la
boca , y poniéndose en ellas ana medajde ' piedras may
grandes que parecen espejos, y otros se hotadan loa besos
de la parte de abajo hasta los dientes, y eaelgan dé elios
no as grandes ruedas de piedras ó de oro tan pesadas, que
les traen [1] los besos caldos y pareceti muy; difonaes, y
loa vestidos que traen es como de almoisaléa muy pin-
tados, y los hombres traen tapadas sus Vf^gtienfisas y en*
cima del cuerpo unas mantas muy delgaAss y plntadaaáM
manera de alqnizales moriscos, y las mujeres y de la gen« |
te común traen una mantas mujr pínt.a<las desde la cin-
tura hasta los pies*, y otras que le cubren las tetas, y to-
do los demás traen descubiei^toi y las mojeres principa
les andan vestidas de unas muy delgadas oAmisas de &!•
godon muy grandes, labradas y hechas á manera dero*
quetes; y los mantenimientos que tienen es maiz y alga-
noa cn;;es como los de las otras islas, y potu yuca así co-
mo la que comen en la isla de Onba , y cómenla aaiidi^
ix)rque no hacen pan de ella ; y tienen sua pesqnerisa y
cazas^ crian muchas 'gallinas como las de ¥ierra«Fír <
me, que son tan grandes como pavos. Ilay algunos pue-
blos grandes y bien conoertadoe; las eastis en las partea
que alcanzan piedja son de cal y canto ,' y ios aposeÉtos
de ellas pequeños y bajos ;y muy amoriscados ; y .eUL las
partea adonde no alcanza piedra, hácenlaa [2J de adobes,
(1) El SM. dÍM, lfYi4T.
y eiíoáanloa p4r enoima, y Ia9 oebertttnlB de Moima fioü
de pAjft.^fty caeáAde algatioe prinoípalee muy freseas y
de muchos aposentos, porque nosotros l^abemos Tjsto mas
de-einee patios dentro de onas solas easas, y sns aposen-
tos mny aoonoertados, oada principal servicio qne ha de
ser por sí [1] , y tienen dentro sns pozos y alboreas, de
agna^ y aposentos para esclavos y gente de servicio, qne
tienen mncha ; y cada nno de^ estos principales tienen á
la mitrada de Ms casas faera de ella nn patio miay gran<«
dCi y algunos dos y tres y cuatro mny altos, con sns gra.
das para snbiír á ellos , y son mny bien hechos, y con es-
tos tienen sns m^qnitas y adoratorios y sns andenes, to-
do á la redonda muy andio , y allf tienen sns ídolos qne
adoran, de ellos de piedra, y de ellos de barro y de ellos
de pafos , á los cuales honran y sirven en tanta manera
y con tantas ceremonias , qne en mncho papel no se po-
dría haeer de todo ello á Y V. BB. AA. entera y particn-
lar relación ; y estas casas y mezquitas donde los tienen
son los msycMS y menores mas bien obradas y (2) qae en
los pueblos hay , y tíéuenlas mny atnmadas (3) con pin-*
ma^ y pafios muy labrados y con toda. manera de gen-
tileza ; y todos los días , autos qne obra alguna comien-
i san, queman en las dichas mosquitas endenso, y algunas
^' veces sacrifican sns mismas personas , cortándose unos
laa lenguas y otros las orejas ,i y otros acuchillándose el
caerpo con unas navajas, y toda la sangre que de ellos
corre la ofrecen á aquellos ídolos echándola [4] por todas
las partes de aquellas mezquitas, y otras veces echándo-
la acia el dolo, y haciendo otras muchas maneras de ce-
remoniasi por manera qne ninguna obra comienzan sin
q«e primero hagan allí sacrificio, Y tienen otra casa hor«
fibley abominable y digna de ser punida, que hasta hoy
viate [5] en ninguna parto , y es que todas las veces que
alcana cosa quieren pe^lir á sus (dolos , para que mas a-
eeptaeion tenga su petición, toman mnelias niñas y nifios
fl) Q*irrá decir „ que cada persona priaeipal tenia casa 6 aposento para st
('i1( Quita, son las mayores y mejores j mas bien obradM.
f3) (fuigáf aUiTiadaR.
( fj KlSM. diee, y echándola.
(¿I kta <Ma, no se ha Tisto:]
PISBBTAOIONK0.-TO1[O. I«--d4
— 266 —
y aau, bonibres y mqjere^ de laas (X) 4e íi9(^yor eéM t 7
ea preawoiade «quelioB ídqlos IO0 f^JjNre^ Tiypspos Imi
p^ot^oa y leñ sajcan el í^íaoxí^j Isf entra&a^ , y qa^nun
las dicliÍBU9 entraflaa. y ooii:azaa6s delwte éd lof jdplaso-
treciéodoleft en Bad^fioioaftael humo. EstohabepioB T^to
algauofi de nosoüros^ y I09 qm lo lian ^yjÍ6to dicen que ea
la mas terrible y más espantosa opsa- de veí qne jamás
han visto. Hacen estos iudioh (2) tan £recnenteinente y
tan enhenado , que segon^soin^ .inforipiwLoil , y en paito
habemoa visto por exp^ric^ci^ en ]p poco qne ha qne m
esta tierra estamos y no lia^y ÍrÁo en qne xio maten y saoii*
liqnen anenenta ánimas en oada mezquita, y estose nsa y
tienen por oostnmbjre desde |%,isla de Ooanmel hastB esla
tierra adonde estamos poblados j y tengan V V..MM» por
moy cierta qne^ segnn la castidad de ia Uerra noa pare-
oeuaer grande y las mpchas mezquitas qne tieniant no h»j
año en lo qne hasta ahora hemos desoqbi^rto y visto» no
maten y sapriílqnen de esta;a^era tree^cnateo rail asi-
mas Vean V¥. BB,,MM, si ¿tebep evitar tan; gran mal y
daSO| y cierto Dios nuestro Señor será servido^ ai por ma-
no da \y. UE^AÉL. estas gentes faesen intn^dacidas y
instruidas en nuestra muy santa fó católica^ y oonmatn-
da la devoción, í6 y esperanm que .e|Oi estos sw ídolos tísr 1
nen, en la divina potencia de DioSi porque es^cierto que ti I
con taittaló y fervor y diligencia á Dios, sirviesen^ ellos '
harian muchos milagros. Bs de creer qtie no sin cauaa de
Dios nuestro Señor ha sido servido que se deseubrieMn
estas, partea en nombre de Y V» UK A A. , . para qne tan
gran fruto y mereciopd^to de Dios alcanzasen V V. MH.
mandando ioformaTi y siendo por sn mano traídas á la £6
estas gentes bárbarasi que seigan lo que de. ellos hemoa J
ooDOcido^ creemos que liabí/eiüdo lengnas y pereonaa q«e \
les (u) hiciesen enten^r la/V^dad de la>féyel error en j
que están^ muchos de ellos y f^un todos se apartacíáa moy {
brevemente de aquella ironía [4] que tienen y vendxíaa al
verdadero conocimiento^ porque viven mas política y ra-»
zonablemento que ninguna de las gentes que hasta hoy
(1 ) Fobra^ de roas.
(2) Tal vcg, hacen eito eitofl indloi.
ó\ Kl HM. dice, </.
4J Quita, enoiiiik
I
, , —267 —
dh'MfM mtt€b9é' lia Ttttd. (|aeréi^ dar & Y* M. iodaa tan
pil^cmlwiAt^eB db éstfl^ tíérrá.y gcfetOe de ella, podufaaer
que en í^ó tie' errase lá xdaoioii, {x^ne mnchas'dé ellM
lie se fian vistxy mas de por i'atbrmifdM^ de loe natái^-'
tas de ella, y póc'^to no nos ^ entréoietemoii á dar ma<s
deaciaéllo gne por miiy ctortóy verdadem y y. BR. A hj.
podida mandw teteer d6 eUp. Podrín y V. MM., ei fae^
tauaervidoBy hacer por coto verdadera reládon á nnes-
tro mnir santo padre; pata qae en la conversión de es-
ta gente se ponga diligencia y ttnena drden , pnes que de
eOo s6' espera sa^oaír tan graif frnto y tanto bien, para qne
AiJSattttidad laig^. por bien y permita qne los malos y re.
beidéá, tíeüdo primero amonebtados, puedan t^er ptauidos
7 «fatigados como enemigós'de nnestra santa fécatóli-
cSb y éstk ocasión. de castigo y espanto á los que fueren
teoeMes ¿n venír'en conocimiento de la verdad, y evita-
rla tan grandes males y d/ifioa como, son los qüeen ser-
ticSoídel deiiionio háceo;*porqae aan|aIleQde d^ lo que.ar^
riimÜcoÉlte rij reladon A Y V- H&f. de los nifioe y hom^
bresyirnnjéresqne matan y ofrecen en sus sacrificios,
liemos sabido i sido informados de cierto que todos son
«Momitas y nsan aquel alDon^inabte pecado. En todo [2]
ttplioamos á YY. l^fU. manden-^roveer como vieren que
ibas conviene al ser^ióio de Dios y de YY BB. Aái., y
eomo los qoe en su servicio aquí estamos, seamos favore-
sido y aprovechados.
• Oott estos nuestros procuradores que á YV. AA. en* *
víamos, eatre otras cosas que en daestra instruecion lle-
van es ana, que de nuestra parte snplicquen á YY. MM.
que en ninguna manera den ni liagan merced en et)tas¡par-
tes á Diego Yelftzquez , teniente de almirante en la isla
Fetnandlua, de adelantamiento ni gobernación perpe«
toa^ ni de otra manera ni de cargos de justicia ; y si al-
gmfca se tuviere hecliay la mande revocar, porque no con^
visncfal servicio de su corona real qne el dicho Diego Ye-
lasqnez ni otra persona alguna tenga señorío ni merf.ed
etra algdna perpetua, ni de otra manera, ^alvo por cuan -
to fué (3) la voluntad de Y Y. MM. en esta tierra de Y Y.
•
(1) Tal Tez,' hacemos ó hsmoi hecho.
[3] El 8IK. diee, en todos,
1 1 13) <?itiwí,>er^.
— 288 —
Bp. AA«9 por ser ooiuo esi á lo que ahoc» ftloauaisoí
y á lo qoa se esperaiinay rica ; y aun allende de conve*
uir [IJ gl sorvioio de v V. M&L que el dicho Diego Teliii-
qaes sea proveído de oficio alguno, esperiMDOs si lo faese^
qae los vasallos de YV. J¡R A A. qoe lea esta tierra he-
mos comenzado 6 poolar y vivimos, seríamos muy mal»
tratados por ól, porqoe creemos que lo fiue ahora se bs
hecho en servicio de YV. M&I. en les enviar este servido-
de oro y plata y joyas que les euviamosy que en esta tíer*
ra. hemos podido haber, no será su voluntad que ansí se
hiciera^ según ha aparecido claramente por cuatro oiia*
dos suyos que acá pasaron , los cuales desi^fne vieron la
voluntad que teníamos de lo enviar todo como lo envía* *
mos ái YY. BB« AA«.|HLblicarpn y dijeron que fuera me* I
jor enviarlo á Diego Yel^zquez y otras oosas que habla -
ron perturbando que no se llevase á YY. MM. : p^ lo
cual mandamos prender y quedan presos para se hacer
de ellosjustiolai y después de hecha se hahL lelaoion á
YY. MM, de lo que en ello (hiciéremos, Y porque lo que
hemos visto que el dicho Diego Yelazquez ha hecho y
por la experiencia que de ellos tenemos , tenemos temor
que si con cargo á efiíA tierra viniese , nos trataría mal^
como lo ha hecho en la isla Femandina el tiempo que ha
tenido cargo de la gobernación , no haciendo josticiaí
nadie mas de por su voluntad y contra quien á él se an-
tojaba, por enojo y pasión y no por justicia ni razón , y
deeta 9Lanera ha destruido á muchos buenos traiéndolos
á mucha pobreza, no les queriendo dar indios y- tomándo-
selos á todos para sí, y tomando el todo oro (2) que ha
cogido, sin les dar . parte de ello , teniendo como tiene
compahia desaforadas con todos los mas muy á su pro-
pósito ; y por el hecho como sea gobernador y repajrtidor
con pensamiento y miedo que los ha de destruir^no osan
heoer mas délo que él quiere; y de esto no.tienen v Y. MM,
noticia, ni se les ha]hecho jamás^Iacion de ello^ porque
los procuradores que á su corte han ido de la dicha iedA
con hechos por su mano y sus criados, y tiénelos [3] biea
Bontentos dándoles indios á su voluntad, y los procura
(l) Tal reí. de no eonrenir.
i*^) Sin dada, todo el oro.
(3) £1 SU. éw, j Utoenlos;
— 269 —
loMqM yan al [1] de las villas para negooiar loqae to-
«s á Iss sommiidades. oúinplelfis hacerlo que él quiere
porqae les d|^ indios a so oontento; y ouando los tales
pioranidorasyileiyaii ¿ sos Tillas y lesmandaa cuenta
[lie lo que ha heeho, dicen y responden que no envíen per-
^ «Ass pobiMi p(»qae por nn cadqne qoe Diego Velas*
fstsksdayhaoen.todoloqneélqniere} y porque los re*
Sideies y alcaldes qne tienen indios no se los qnite si di-
eho Diego Ydazqnez , no osan haUar ni reprenderálos
¡ttoooradoces qne han hecho lo qne no 4^Diaii cempla<
ciesdo á Diego YelazqneBí y para esto y para otras cosas
(ieoe él mny buenas [2]| por donde YY. AA. pueden ver .
qse todas las relaciones que la isla Ferñandina por.Die**
go Yelugnes hiso t y las mercedes que por él piden , son.
por indios qjue da á los jjMoeuradores , y no porque lasco-
nuuiidadesaondeeUo contentpe ni tal cosa desean, an-
tas qaeñDiaii que los tales proraradores faesea eastíga.
dflst y siendo á todoe los veolnos y moradores de esta vi-
lla de la Yeraoma notorio lo susomcho se juntaron con el
prooorador de este oonccyo y nos pidieron y requirieron
por su requerimiento flrxnado de sus nombres^ que en su
nomlMce de todos suplicásemos á YY. MM. que no prove-
Tosen de los dichos cargos ni de alguno de ellos al dicho
IXfVo Yélaaquez, antes le mandasen tomar residencia, y
.le quitasen él cargo que [3] la isla Ferñandina tiene, pues
qoe lo snso^dio , tomándole residencia , se sabna que es
Tocdad y muy notorio: por lo cual á ?• M. supUcamos
loandMi dar u^i pesquisidor para que hágala pespnisa de
todo esto de que hemos hecho- relación á YY. BB. A A* ,
aoaí para la isla de Cuba como para otras partes , porque
le entendemos probar cosas por donde VV. M&I« vean si
os justicia ni conciencia que él tenga cargos reales en es-
tas parteb ni en las otras donde al presente reside.
j^uioe ansímismo pedido el procurador y vecinos y mo-
radores de esta villa en el dicho pedimento que (4) en su
nombre supUqnemos á 7. M. que provean y mandien dar
su eédola [1] y provislon^real para Femando Cortés, ca-
m quizá, kéi
{^ Aqirt lUtft Qaa polab», qtüzé, "maj bueiuit BaiíM.''
(3) D»t>io dMÍTi qiM en.
(4) El SK. diot, y m,
i^) A«ÍOlBWMn^'
— 270 —
pitan yjttktíolamáyorde VV. B&Aiu pam que alan
tenga eu jasticia y gobemacíoniíast» taatoiqao 6Bte:tiíei*
ra «até oonciaiBtada y pacíflea , y por el tnenfio qae mu
Á V. M. le pareoiere faeve servido i por oonoeor ees til
})ersona que coQTieai) patwello , el coal pedliaento y re*
qneritnieüto eaviamoe ootí estoa naest^os proooBadoiQi 4
V. M. j y hamildemente áapHoaniOS á V F¿ BB AA« qi»
ansí en esto eoíio en todag las otras meicedes en mmJbn
(1) de este ooncéjb y la villa foeron <2) suplioadia por
parte d« kw dichos proonradores nos tas h^gan y numáen
conoeder , y qne nos tengan por sos mny l^des vasalk»,
como bemoÉ sida y iteremos siempre. /
Y él oro ypiata y joyas y fodelasy ropa que árYV» BB*
AA. obviamos 'oen los proooradores^desLasclBtquiito
qne i F. M. perténece|| de qna súplioa [3J FeauHult
Cortés y este' oonéejo les baoen eerñoio , ira oü Ma mei
motift ftimada dé lM4iobM proonsadores, oomo per,eUi
YV. B&'ÁA. pi$^4aTov.DelaBfeaTiua déla To»*
Oraz ¿ lOde jniio de 1519.
.^.-j
MBMOUIA
(lé la» jouas, rodelas y ropa, remitidai al cmpeHídor Oáflos Vpof
don Jf errando Cortés y «2 aywntaniejMo de YérjOtínus. «mmí
protmradofes Franeisoar de Mirntejú y Alonso Herntunde», Fort»*
carrero^ 4^ queso haoe monoUm en la oarfa de relación de dicho a*
yiwnUmiento de 10 de julio de 1520.
§.— ;Bf oonténiÜQ de esta memoria es del mayor interé^
porque manifiesta cuál era el estado de las artes de lajf
áA los m^ioanos, antes de tañer comonicacion alguna ootl
hk europeps.— L. A.
^ Don Juan Bantista Muuoz cotQjó en 30 de marzo de
<( 1784 esta relación que sigue de los presentes aviados
(< de Nueya-Sspaáai con otra que halló en el libro llama-
(l) 8¿« dudOt qne m nombre.
Hí) Qm»á¡ íaoren.
(3j fia Tes 4«^<fl(^ca»"ei probable, dij6B6 elorigünd, <%ue^piM>''
— 271 —
^á0Uimmtí áaTe$9reroú»lBá oaM de MntMttdoH de
« Sftvilhi^ y de este últüno maniuíerito Má las: Tftiiutefs
<<qie paaemoB al pié«''
E^iwoyjoyaey plediaByplnmajeBqae eehan habido
en 9$kBm ptartos [1] naévuneQte df soubiertae (2) despnee
qoeeftaiDMeaelmiq^e Ta9| AloDiip Pen|£^^d9K ^rtp-
caqrerp y francisco de ULoutejOi qoe ^ajs ppi; pi;opuradOr.
K^ de^ek» xLoa Villa de la yera-43ra^ á los may altoa y
eioámtíaisnism piiiioipes y muy católvcpB y n^uy granjea
iigres y fleQoíes la reina dofia Jaaoa • y áQn .Gáfioa ea hi-
jo, Bueetroa señoresi lleváis son las/ sígaiei^t^ * ■ , ..
Ftimerameirte una raeda de oro grande con nna fignra
demánstnias en ella (3) y labrada t)(^da d^ £ú|llaje8 1 la
ooalpeed ttm mü oohpoíentos i>e9Qs de oro; y en fasta me-
d»! porqne era la mcger pieza qaé ao4 aeha haÚd^d [4] y
deiDí^rocoi se toi|¿iS el quinto paira33^ AA., qne iuó
(5) dos mil castellanos qne le perteneoía [G] :de sn qninto
y derecho real, s^n^la capitalacion que trajo.'(7) el cap\-
taui generaljl^emando Cortés de los padres jerónunos qu,<ñ
resioen én la isla Española Jr en las otras (S) ; y Jos uvl
oeh(|oíento8 pesos! restantes á todo )o demás que tic^e á
cumplimiento de ioi mi} y, doscientos pesos [0], y poncho
di^eita TíJla ]10[ hace sesear déUo á 88. ÁA- .[lij>* cop to-
uolojdeinás qn» aquí ^n esta 'memoria va, qne ^ra y p^f-
tenaeía á los de e^ta dicha villa [ 12J. , . ,
ítem : Dos collares [I3[ de ^oro y pe^lrería queel uno [\j J
tienen od^o hilos y en ellos doscien^tos y treinta. y dos ^{e'
(I) 7 planas y pUta qne le oto en las partes etc.
i^i) Boevamente deecnbiertas qú» el capitán Fernando CorK^'S etivió desle
la rica Tilla de la Vera-Crns con Alonso Fernandez Portocarrero é Francisco
dalloaltjo, pan % C. é CC liK.« é te reeibieron en esta ¿Hna fde la i^Atm-
' *>><ion da Sarilla,] en e&badOi 5 de noviembre d9 ir>l'J afic!^, .ion lua Bigni<:u-
Oj eoa iina«ilgnra de m^nBtrno en modio.
(M qoe aeá Be habla habido.
(^) íoavoB.
í^l que lee perteneoia.
P) traja.
[*) 7 en todas laa otras.
[') de loe diehoa tres mil é ochocientos pesos.
») el eoBo^o de la Tilla.
") ftS8.1Q[. dallo.
|«l qna les perteneeee.
ítem aias,' doe eoHaretet.
qne el nno de elloe.
'31 ít
I") V
«
r
— 272 —
draB ooloittdflsy dentoy seaenta y tres vwie»^ y etté^
por el dicho ootto [I] por la orladara "de él veinte y siete
casoabeleB de oro« y en medio de ellos hay eimtro tgmu
de piedras grandes engastadas [2]. en oro ^ y de cada nni
de las de los dos en medio [3] cuelgan pujantes [4] send'
Uos^ de las de los cabos [5] cada caatro pnjantee (<Sj do*
blaoos. T en otro collar tiene [7) cuatro hilos qne tieoei
ciento y dos piedras coloradas , y ciento 7 setenta y d»
piedras qne parecen en la color Tcrdes, y a la redonda de
Lm dichas piedras veinte y seis éascabeles de oro, y en «1
dicho collar dos piedras grandes angastadas de oro, en
qnet cuelgan ciento y cuarenta y dos pujantes (8) dt
oro*
ítem : cuatro pares de antiparras, los dos pares de ho-
ja de oro delgado, con una guamidon de cuero de tsu»
do amarillo, y las otras dos de hoja de plata delgadaí coa
una guamidon de cuero de venado blanco [9], y las rea-
tantes de plumajes [10] de divercfos colores y muy biei
obradas , de cada una de las cuales cuelgan diez y seii
cascabeles de oro^ y todas guarnecidas de cuero de ve^
nado colorado.
ítem mas: Oien i>esos de oro por fhndir , para qne Sai
AA. [11] vean cómo se coge acá oro de luinas.
ítem mas: Una ciu'a (12), una pieza grande de plnnii^
jes enfbrrada en cuero, en que las colores parecen ma^
tas, y atadas y puestas en la dicha pieza, y en el medir
una patena grande de oro [13] que p^ sesenta pesos da
oro, y una pieza de pedrería azul un poco colorada (14]^
y adcabo de la pieza otro plumaje de colorea qne coaiga
de ella (15).
7 cnélgtn del dicho collar.
«ngutonadaH.
y ea medio del uno. /
cuelgan aiete piujuntAs.
7 en los cabos de loi doi.
]>iojanteB.
7 ei UDO tiene.
S infantes. •
e Tesado blanco la j^arnicion.
lu) 7 las restantes de ploaiaje.
l\) SS.BB.AA.
[12] en ana caja.
|13| de oro grande.
(14) é an poco colorada 6 aanera de rueda, 7 otia piesa ds ped mamí
un poco Golovada.
( fó) qoa caelga do ella 4e eo ores.
— 273 —
Itom^lJ: Un Tpostrador de plumajes decolores, cop
trointoy Biete vcAr^tas tí2j cubiertas de oro.
ítem mas: üuá pieza grande de plumajes de colores
qiiese pone i3[ en la Cabeza, en que hay á la redonda de
ella i4{ seseñT» y ocho \^i piezas pequeñas de oro, que se*
recada una \0i como medio cuartO| y debajo de ellas vein-
te torreoítas de oro ]7[.
Itemt Uua ristra i8{ de pedrería azul con una figura de
móastruo? i9( en el medio de ella y enforrada en nn cue-
ro qne parece en las colores martas» con un plnmaje p^-
qaefio, el cual es de que arriba se liace mención, 8on de
esta diéha ristra ilO[.
Iiem': Ouatro arpones de plumajes ill{ con sus puntas
(le piedra atadas con un hilo de oro y un cetro de pe«
drerfa con dos anillos de oro y lo demás plumaje.
ítem |I2( ITn brazalete de ' pedrería • y mas una pieza
de plumaje. il3[ negra y de otras colores, pequeBa.
ítem: Un par de zapatones de cuero de colores il4{ que
imrescen martas, y las sutlas blancas cosidas con hilos de
Mas: Un espejó puesto en uua pieza de pedrería azul y
* colorada^ coii un plumaje pegada \l% y dos tiras de cue-
ro oolóradc^ pecados |t7[^ y otro cuero que parece tl8[ de
[ ftquelhuin^ms.
^ ítem il9í Tres plumajes de colores que son de nns( ca-
tes» grande de oro que paresce'de calman.
i- {y
lMVlBtt&
pj Tergitas.
I'
(O
qiM pone 3,
^ la redonda dal
■etenta j oeho.
2a» 'aera eada ana tan grande.
mas bajo dellas veinta tonecicaa de oro.
[9] ana nitra.
\*i) Bonatrao.
(iOl el etial ▼ el de arriba, de <\nñ Ee bate mención, son desta dicha nútm.
01] cuatro uorparea de plnnaje.
\^\ llemmae.
M'Jl de plnxnaf.
f 14) Ítem on par de sapatoi, da nn enero qne en las coloree del pareic«n
»»•
Ji eontiriUiideorü.
I«i Hgado.
^< pecada.
J5 H» pereteen.
u iieBBM.
DI *¥ETA0IOSB8.~70M0 I.--35
ttem : Unas añtifuiras de pedrería de "piedra, «al (li,
eaforrada en na caero, que las colores parecían i2[ mar-
tasi en cada i3[ qoinoe cascabeles de ora
ítem }4] : Un manípolo de enero de lobo, con cnatxo ti-
ras de ooero qne parescen de martas.
Mas : Unas darbas (5) pnestas en nnas plumas de co>
lores, y l^as dichas bar uas son blancas qne parescen[[6] de
cabellos.
ítem [7] : Dos pinmajes de colores qne son para dos ca-
parates [SJ de pedrería qne abajo dirá.
Mas : Ocros dos pinmajes de colores qne son para dos
piesas de oro qne se pooe [9] en la cabeza, hechos de ma*
^era [10] de caracoles grandes.
Mas : Oos pájaros de plnoias verdes con sns pies y pi-
cos y ojos de oro, qne se ponen en la nna pieza de las da
oro qne parecen caracoles (1 1).
Mas : Dos gnariqnes grandes de pedrería'aznl (12)^ que
son para poner en la cabeza grande del calman.
Bn otra caja cuadrada, nna cabeza de caimán grande
de oro; qne es la qne arriba se dice para poner las dichas
piezas (IZ).
Mas: Un caparate (1^) de pedrería azul, con Q5J vein-
te cascabeles de oro qne le cuelgan á la redonda con dos
sartas (l^J que están encima (11) de cada cascabel, y dos
gnariqnes de palo con dos chapas de oro.
Mas: Un pájaro (l^) de plumajes verdes , y los pies,
pico y ojos de oro.
ítem: Otro caparate (1^) de pedrefla azul, con veinte
( I ) lÍAi qhm «ntípttTM da pedrarfa acol.
(i) paraioea.
[ji) eao oadA.
{%) lummai.
^'>) Mm eü nnai karbai.
(^) é paretoen.
(t) lUa mta.
(%) eaptMtaf.
(V <ia0 M ponan.
(\i¡) ámanenu
^ii) Falta alta partida tn al mtniucrito laTlltano.
^«S> dapiadraaiQl.
(iZ) p«ia qna aon lai piaiaa.
(U) aapaoka.
/'Iftl an
^61 ) eon doa enantta.
(\T) opa aiién|aa aaaada. ^
ri8; HaianapAJara.
(iV «apaaata,
1
• — :275 —
7 oínoo oMwbeles de oro, y dos oaentaB de oro endma
de oada oasoabel qae le oaelgan á la redonda cou anas
fl) ¿nariqaes de palo ooa chapas de oro^, y on pájaiio
de plam^je verde con los pies y pico y ojos de ero.:
ítem: Bn una haba de calla dos piezas grandes de oro
qae se ponen en la cab^a , que' son hechas á manera de
oaraool de oro, con sos gniuciqnes de palo y chapas de oro,
y mas dos pájaros de plnmaje verde, con sns pies, pico y
ojos de oro (2).
Mas: Diez y seis rodelas de pedrería, con sos plnmajes
de colores qne cnelgan de la redonda de ellas (^) , y nna
tabla ancha esqoínada de pedrería con sns plnmajes de
oolores , y en medio de la dicha tabla hecha de la dicha
pedrería nna omz de meda (5)^ la coal está aforrada ea
enero qne tiene las colores como martas.
Otxosí : ün cetro de pedreria colorada , hecho á^mane-
ra 141 de cnlebra, con sn cabeza y los dientes y ojos qne
parecen de nácar, y el pnño icoarnecido con enero i6[ de
animal pintado , y debajo del dicho pnQo cnelgan seis
plnmajes peqnefiosi
ítem mas : Un moscador {?[ de plnmajes, pnesto en ana
cafia goameeida de nn enero de animal pintado , hecho
á manera de veleta, y encima tiene nna copa de plnma^
jes , y en fin i8( de todo tiene machas plnmas verdes lar-
gas.
ítem : Dos aves , hechas i9[ de hilo y de plnmajes, y
tienen los cañones de las alas y colas y las n&as de los
pies y los ojos y los' cabos de los picos , de oro |10[, pnes*
tas en sendas callas ccbiertas de oro, y abajo anas pellas
de plnmajes, ana blanca y otra amiurlUa |11{ , con cierta
argentería de oro entre las plnmas, y de cada. nna de
düs cnelgan siete ramales de plama*
\ 1 nnoe.
2 Falta MU imrlida «n el mannaorito BOTÜlaao.
í 3 4 la redonda dallat.
4 da raedaa. ,
5 da muera.
6 con na enero.
7 mmoxoador.
S qne fn fia.
9 itea, doe ioadei ftahai.'
10 é tieaen loe eaSoncf d« UMI lúiS é li^S 'eolaa dp oro, é iaa nñae de lop pié j
^ Vi V^ «eboe de loe pi6« paeeiaa tto.
U ]«iD»b]i90»7Ma£n^a«aiíUa.
— 276 —
ítem: Gaatro piéct hechos fli amanera de lizas paestaa
en sendas cimas i2[ cubiertas de oro!, y tienen |3[ las co-
las y las agallas y las ojos y bocas oe oro:, abajo i4{ en
las colas unos plamajes de plumas verdes, y tienen ¿oís
las bocas las dichas lizas i5[ sendas copae de plum^jei
decolores, y en algunas ^e las plamas blancas estA \i[
cierta argentería de oro» y bajo' cuelgan i7[ de cada un»
seis ramales de plumajes de colores.
ítem : Unayergita i8[ de cobre aforrada , én im cuero
en que está puesto \0[ una pieza de oro á manera de pía
luajCj fue encima y abajo tiene ciertos plumajes de colo-
res.
ítem mas : Oinco moscadores ilO{ d^ plumajes de colo-
res, y los cuatro d^ ellos |lli tienen & diez {12[ caConei*
tos cubiertos de oro, y el uno tiene trece il3[. , ,
Itom>: Ouatro harpones de pedernal jl^i blanco, pues-
tos en cuatro varas de plumajes il5[, . ^,
ítem : Una rodela glránde de plumajes gurl^^3á del
envés il6[ y de un cuero deun|animal pintado, y en el cam-
po de la dicha rodela, en el medio de una chapa de ore,
con una figura de las que los indios hacen , con cuatro
otras medias qhapas en la orla, que todas ellas juntas ha-
cen una cruz.
ítem mas : Una pieza de plumaje |47i á& diversos coles
res hecho á manera fl8[ de medla> casuUa afoirrada en
cuero de animal pintado, que los señores de estas partes
que hasta hora hemos visto se ponen il9[ colgada del
1 ítem treí pi^SM hMhas.
2 Cañaa. . '
3 y qoeÜMMii
4 y abajo. „,,
5 é áda las bocaa da lai dichae lizas tieiieu etc.
6 cuelga. «
7 y abajo del aaldero cuelga.
8 Tergaeta.
9 en tm cuero pnoitaj
10 ítem emitro moecadoree.
11 qne los tres delloff,
12 y tifnoii á tres.
13 y el uno tiene &treee.
14 pedreñal.
15 gaarnecidaí de plnmajes. .
16 guarnecido «le&Téa.
17 plumajes.
18 de manera*
19 (|ae los üSorM deltas f9s\M qn« bMM^ ^nf enn m poidM
WiW^htf^.fi pecho tieaoQ pceo% pie^saa [1] de oro
muy bi^ lMEMki|tÍ9Jdi|0« < • > i » -
ítem : tJi|4 j¡iWf^ 4^ filamw^ 4^ (^loDoa, qaé loe eeOo**
rae de está tierra se saetea poaer ea la cabeza [2], y de
ella eaelgaa doiior$jiii|^.d& pe^recíai 4(oa dos cascabeles
y dos oaentas de oro, y eacima aa piamaje de plamas
rerdes aacho, y deb^o caelgau (4) ooos cabellos blaa-
ws, . ., . ^ .
(Hcoeí: QoatmiMíiiMli^^^éwi^ales,: las 4q8 pficesoeu
40(MMi8y las.otos dos dA;tíipr!e3, .f$J QQn ^laqs caeros
HiltadM» ][ ^ eUps.[<;] les ciielg^ (ui^oab^es de metal.
ítem dos caeros de aaimales piatados aforrados en
ro^ jBMttas de algodón (7) , y paieseen los cueros de gato
owval(8).
It^;, IJn eam>it>Wii^o y paprdillo de otro . animal , y
rtros dos caeros que parecen de venado [9]. . ,
;Ifa^, 0«^^9IWPX>S:d» vewMioi^ oefloeOos dé qae ifccá
Bicea los goantes peiwfi&wi.lid<ll>iMlos [!<)]«
|fas;jPp^itdP99 Í9Mfí.m^J¥¡^ tienen Ic^ indios.
Mas: Media docena de mosoadores (U) deplamajesde
MaÍK XJíiA.piími^ de plóiáai de colores, Qon cierta as-
gutería 0s^ eUa {^]« i .
QtiBQi^;: XFi^.üq^dá de pli^tflh imide qiiepeaft caarenta
y oeho marcos de plata [13] ; y más a^ anos brasaletes y
unas hojas batidas» un marco y ciucoonaas y cuarto a-
dannes de plata (U), Y una rodela gráude y otra peqne««
fia de plata, que pesaron cuatro marcos y dos onzas , y
j^flD el pMbo Iroot pitkas,
que los MfioTM en eela tierra se Bolian poner en Ui cabeus, heoluM 6
a de
[41 leeoelgen*
L^ yleeotfMdofltigief.
m ydeUoA.
Tm nmtafldealgodofu
(8) que pereeeen de gato oerral.
[9J ee otro aalael qne pareioe de león, j otros do* eneros de venado.
W Mm, enatro oneroa de Tenadoa peqneñoe adobados, y mas media do«
M 4s nadameoiles, de los qae aeá haoon los indios. .
fW de amoacadas.
119) Mta esta partida «n el manniorito de "^efla.
J13) Ia enal pea6 por lOBUMia enarenta 6 oeho flUBMoa de plata.
i4)]||g,inoalnMe]jStetdvw9 hojea hatida^» «a naiw) y pinco oiua«
y «qatnidsoiea.
— 278 —
otras do8 rodelas qne pftreeen de píate y que pesarai «A
maroos y dos onus [!]• Y otra rodela que parece aasf-
mismo de plato (2), qae pesó on marco j siete onttSi qoe
son por todo sesente y dos marcos de píate [3].
Ropa de algodón [4]« ^
ítem mas: Dos piezas grandes de algodón , tejidas ds
labores.de blanco y negro [5] muy ricos;
ítem : Dos piezas tejidas de plumas (6) y obra picea te-
jida de Taños colores [7] ; otra pieza tejida de lahmi,
colorado, negro y blanco, y por ei envés no paresoen Im
labores [8]-
ítem: Otra pieza tejida de labores , y en medio wm
ruedas negras de plumas [9].
ítem: Dos mantas blancas en unos plumajes i^*
das [10].
Otra manto con unas preseeillas y colores pegadas (11).
ITn sayo de hombre de la tierra.
Una pieza [12] blanca con una raeda grande deplunaB
blancas en medio.
Dos piezas de guascasa [13] pardilla^ con unas ruedas
pluma, y otras dos de guascaísa (14) leonada.
Seis piezas de pintura de pincel (15) ; otn pieza ocü^f
rada con unas ruedas, y otras despiezas azules de pineda
y dos camisas de mujer.
Once almaisares (16).
ítem : Seife rodelas , que tienen cada una obapa de oie
(1) laa ovaleí pesaron míb butoob j doe oniaa de piafa.
(2) que pareecie aif de j^lata |
(3) Falta en el maniuBríto MTiUa&Oi que eon por iodo Mienta r doi mar*
«de plata.
(4) Falta eate titulo en el manoieriU) de Viena
(5) de blanco y negro y leonado.
(6) de plnma
(7| otra pieza tejida & eMaqnes de co1oree.H
(8) é otra piett tejida de ooloresi color negro Illanco: por el enYói no i
pareeoen las labores
deplnmaa.
[10) con nnoa plunaíe^ tejidos
Otra manta eon nnas pesedoas pegadas, de colores.
otra pieza
Dos plesM de gnaea»
gnawa
Seis pleess de pincel.
Faltii este paiUdft dft «i origfaal d« Vleí»,
Í9)
(10]
11)
13
''14
15
qte jh>iB%I«i judelOi y media mitra de 0x0 [1).
Lae GMa}M oosas ¿da añade ellas, wgim qae por es»
tos QBpítalos van declaradas 7 asentíalas, nos Alonso
Femandee Puerto-Oacrero y Eranoisoo de Montejo^ pro-
caradores susodichos , es verdad que las recibimos y nos
foeioin entregadas^ para Ucrar á BS. AA. , de tos, Fer-
nando Ckyrtés, Jnstida mayor por 83. A A. en estas par-
tea^yde vos , Alonso de Avila , y de Alonso de Orado .
teaorero y veedor d^ SS. AA. en ella. Yporq^e es verdad
lo firmamos de nuestros nombres,— Pecho á 6 diasde Ju-
lio de 1519 aftos.—Faerto«Carreio.^ Francisco de Mon^
tejo.
Las cosas de suso nombradas en el dicho memoiialy con
la carta rdadon de soso dicha que el concejo de la vera
Oroz envió, recibió él rey don Oérlos nuestro sefior como
de soso se dijo^ en Yalladolid ^ en la Semana Santa^ en
piiacipios del mes de abiil del año del Señor de 151¿o
«(Bn logar de los dos párrafos antecedentes, que no se
^^hallan en el manuscrito del Manual del Te^arerp de la ou-
^'sa de la oontradon de Sevilla, hay el que sigue -J^
Todas las cuales dichas cosas así como vinieron envia-
mos 6 S. M. con Domingo de Ochandiano, por virtud de
mía carta que sobre ello S. M. nos mandó escribir, fecha
ea Holin del Bey, á 5 de diciembre de 1519 ; y el dicho
Domingo trajo cédula de 8. lUL por la cual le mandó en-
tregar las cosas sus^chas á^ Luis Teret, guai^dajoyas de
SSL XM., y carta de pago del dicho Liüs Yeret de cómo
la^ recibió, que está en poder del dicho tesorero.
^Jkm Juan Bautista Mufioz afiadé: ^^Cionsta del mismo
^Ubro [Manual del Tesorero] que en cumplimiento de la
^icha cédula fueron vestidos ricamente los cuatro indios,
''dos de ellos caciques , y dos indias traídas por Montejo
**j Pnertocarrero, y enviados á S. M. á TordesUlas, don*
«<dB eflaba S. M. Salieron de Sevilla el siete de febrero de
^^1529, 7 en ida y estada y vudta ^ que faé en 22 de mar-
ceóse gastaron cuarenta y cinco dias. Uno de los indios
''no filé á la corte;, porque enfermó en Córdoba y se voU
(1) 8«i0 TodtliáBqQe tleaé Md« vna ehapA de oro que tona toda la n>d«la
MB, ■•dta mitra do oro.
— 280 —
<*vi6 á Senilla. Venidos de la oórte mnrió uno. Permane*
<<oieron los ciüeof «á Béyüíñ mny Men astetldbs ^hiiáá M'
^<de mariso de 1521, di» en qne partlérott m lá^nM^e Ani*
^^brosio Sanohes , enderezfltdos á DiegóTélr^tM», en Git«
<^ba,|mTa qñedellos hiciese lo qne fofosíe Bérriórade
JIToto. -* Siendo en la actnalidad olvidadas mncUas de
las voces de qne se hace nso'toe lá memoria jnrásédtoie,
es neceado dar algnhá idea de las cosas á ^cie áh<M
coiTestK>ndeny para sn mejof inteligencia. Los jftganfet ó
pinjantes qne sirven de adorno á los collares y obras ál^
bajas, son pendientes, como los qne ahora se nsan en les
sarclHos y gargantillas. >. •
Las antíparras'6 antiparas las describe de esta manm
el primer Diccionario de la lengua espaSlólá , pubjfcadd
I)or la Academia en 1T2G, qne tiene élt>rfg^ní3é huipaM*
bras y las autoridades en que se funda su ^ei^ttdo: ^^ielte
género de inedias calasas, ó i>oIainas qhé'<Mhrai-)án j^i^r^
uas y ios pies sóh) por la partee de delaxrté,^ OéHwtW^
novela tercera: '^Mc ense&ó á cortar tiWHparaé^'qptbW'
mo vuesa merced sabe son medias calzap, <!on ava^tf^fa."
De aquí viene , sin duda ,' el darse esté nombré liaraib*
pliacion á las Qalzonerfus qué usa la gente deVcamMiC '
L&púiéna era un adorno redotdo cotí alguna flwiei*
culpida en -él, que se llevaba coleado al enélk). '
El moBcadar 6 mosquea&of , especie de at¡^nloo de pía*
mas, á la manete de los que recientemente h^n úáado las,
señoras. Su uso era muy frecuente entre los "attié^
mejicanos, y apenas hay alguna pfntura dé aquél tiempo
en que no se encuentre. Empleaban fmx ellps h^ ma^jriiM
plumas, y los mangos estaban adornados coa las ^íecfras
preciosas que conocían. " ' ' ' . • '
XOB guariqíus no he podido descubrir qué cosa, emn;
los capar etes eran capacetes^ pieza de armadura' que cutixía
la cabeza. ' • . .
Las lizas eran imitación del pescado de este nombre . -
puestas eH sendas Afnas\'etí4} eé f puestas bada una en la
cstreinidad de una varilla. En este generó 'de fandidon
con diversos metale? eran muy diestros los ' plateros t^e* ,
jicanofi^ pues no sólo sabian sacar las piezayei en un;» sola
— 281 —
fandioioii!! como estas que aquí se describeiii con la$ eoUu
y loa agatuu y lo$ ojos y las hocos do orOf sino alternando
Jas escamas anas áe oro y otras de plata.
Las vergitas eran varilias de metal ó de otra materia á
manera de basten ó cetro y con algana figura ó plamsje
m la ponta. Se ven frecuentemente en las pinturas anti.
gtias mejicanas.
Los gwmtes adobados se debe entender de cuero cur-
tido.
Los tejidos de algodón con labores que no aparecían
por el revés ^ prueban los adelantos que liabian hecbo,
paes saoian tejer con doble trama, que es en lo que con--
tiate este artífteio«
Los indios que fueron llevados á la corte, según Bemal
Díaz, fueron castro, que estaban en Tababco engordando
en jaulas de madera para ser sacrificados , y fueron los
primeros que se enviaron como muestra de los habitantes
del país.
Sa noticia que precede se ha tomodo de la colección de
doeunentos inéditos del sefior Navarrete, en la que se ha-
lla 6 oontínuacion una carta de Diego Yelazqnezá una
persona de alta rsprentadon en la corte , que no se nom<
brá, probablemente el presidente del consejo , qnejándo-
se de la ¡conducta de Oortés, y el parecer que dio el licen-
dado Áyllon , consultando que no se efectuase la expedid
clon de Narvaez contra Cortés. Aunque ambos documen-
toflsour mny^mportantes!para ia historia, ha parecido con-
veniente no insertarlo en este apéndice, por s8r|relativosá
cosas Bofidentemente explicadas en la disertación, y para
dejar lugar para) otras plesas inéditas y de mayor inte'*
réi par* los lectores mejicanos.— L. A.
DISBRTA0I0NKS.*--T0M0«I.— 36
— 282 —
ORDENANZAS INÉDITAS
I
del afto de 1594*
sacadas del archiva del Excmo, Sr. DuquedeTerranovayUonte'
leone, en el hospital de Jesús,— Fartida á?, del legajo ^minuro 19
del segudo inveniari9,
I
Yo Fernando Cortés i capitaii' general y gobernador
desta Nneva-España y ang )>iovincia8 ^ por el emperador
T(^y don Gárloe y la reina doña Juana nuestros seQores. —
viendo cnanto conviene á ]a buena gobanadon destaa
partes hacer ordenanzae [1] ó; «apítnlos para que se ten-*
gan, guarden entre los vecinos y moradores estantes 6 ha*
bi tantea en ellas , é que de aquí adelante vernán é vinie-
ren ^ por las ouaies se encaminen todo aquello que con-
viene al servicio de Dios nuestro nuestro Se&or y de S.
M. ^ y la conversión ^ bien y sosiego de los naturales de
eHtas tierras^ é á la buen& orden , utilidad y seguridail de
todos los dichos españoles. Por ende,, por lo encaminar é
guiar de manera que todo lo susocho haya efecto; ordeno
y mando se haga y guarde ó cumpla lo siguiente :
Prlmerameiite.
Mando que cualquier vecino é morador de las ciudades
é villas que agora hay é hubiere j tenga en su ^easa nna
lanza, y una espada, y uñ pnfial , y una rodela , é un cas-
quete ó celada , é armas dáensivas , agora sea de las de
Bspafia, ora de las que se usan en la tierra, y qne con es-
tas armas sea obligado aparecer en¡ los alardes cuando
fuere llamado, so pena que si no tuviere las dichas armas
desde el dia qne estas ordenanzas fueren pregonadas en
seis meses primeros siguientes , pague de pena por cada
vez que no las mostrare en los dichos alardes diez pesos
( I ) En Ub ordenanna oomo en mnohas partes de este apéndice, le vé qne Ine
primitiToe gobernantea de Al&éríoa ne mlral»an eomo ana fáotoii* elpaie:
Eroevraron dotarla de bnenoa oaltivoe, mandando expresftmeate la aiembra de
i« vides de Kapafia, y da qne injertasen en (eapas del pafa donde no ae pndie*
mn lograr aqneUas píantaciones : ^esto, ain olvidar la parte moral j relfgioaa,
en onjo pnnio qniaieron trasladar á América las mejorea de ana inttltocioncs.
— 283 —
de oro^ la mitad para la c&wenm é fiaeo de SS. A A. , é la
otra mitad para Im obxm pubUcaa de la tal ciudad ó vi-
lla doude íaere veeiaa ó morador ; é qae bí teniéudol^B
BO jiarecieaQ ooa ellas en loa ()iohoe alardes y haja é iu-
ema ea peaa de im i)eso»de oro, aplicado como diobo e».
Itetu; Que cualquier vecino que tuviere repartimiento
de iiidioB desde quinientoa iu líos para abajo , tenga uua
lanza, y una espad», y un palláis y una ceruda, y barbote,
y Oda ballesttit ó: escopeta é armas defensivas delaBck
&paiiii, eoraaasó coselete , lo oaal tenga toilo bien ade-
iV2adO| ydospioas; entiéndase qae üifaere ballesta la
que tavieoe, tenga con ella todas los cosas neoeearias, así
eoao aTaneoei^&s* cepillos empidgadpres, y media doce^
nade cnerdas demasiadas ó hilo parsi ellas ^ y seis done-
ñas de saetas encasquilladas ; y loi toere escopeta tenga
an frasco y cebadero, y biurreoa^ y rascador, y doscieutau
pelotas é pólvora para ^oaeientos uros; lo cnal todo ten*-
ga dentro del término arriba dicho « so pena de medio
mano da oro, aplicado como arriba , y parezca asimismo
en los dichos alardes con las dichas armas ,é L ó otra per-
sona por él con las dichas armas, so pena de dos pesos de
on> por cada ves qae no pareciere^ aplicado como arriba,
' y que por la aegnnda vez que no le hallaren tener las di-
chas armas, pagae la pena doblada, é por la tercera pier
da los indios qne tnviere,
liem : Que los vecinos de las dichas ciudades, villas ó
logares qne tuvieren de quinientos indios para arriba has*
la mil, tengan las arma^» contenidas en el capitulo antes
deest/C , é mas tengan un caballo ó yegua de silla, adere-
zado de todo los ameeies necesarios, el cual dicho cabalto
ó yegua sea oUigado á lo tener dentro de un afio de como
«fitas ordenansas se pregonaren, so pena de cincuenta pe-
sos de oro pos la primera vez que no pareciere cpn él se«
^on dicho es, é por la segunda la pena doblada , y por la
tercera pierda los indios que hubiere , é que sea así mis
mo obligado asistirán los alardes que se hicieren, so peini
de cuatro pesos de oro, aplicados oomo dicho es.
ítem : Que los vecinos de las dichas ciudades, villas o
lagares que tuviera de dos mil indios de repartimiento
paca iyrribft, tengan las armas y eaballos susodichas en la
(ttdenaa» seganda, é mas- que sea obligado á tener tres
lanzas y sus picas y cuatro ballestas ó Oioopetas, é que
— 284-
teugan por ellos pan cada ima'<sonftoniie á lo que ae man
dó en el segundo capítulo ; lo caal todo tenga dentro de
un afio primeros siguientes de como fueren pregonadas
estas dichas ordenanzas , so pena de cien [pesos de oro, a-
plicados como dicho es^ 7 que parezca con ellas en loe di-
egos alardes, so las penas contenidas en los capítolos an-
tes de este, y que si segunda vez no tuviere las dichas ar-
mas y caballos pague la pena doblada , é por la tercera
pierda los indios que tuviere. '
ítem : Que los alcaldes y regidores de las dichasgcia-
dudes, villas é lugares , sean obligados á hacer los dichos
alardes de cuatro en cuatro meses y tener copia de la gen-
te y armas y caballos que en cada una de las dichas dw
dades, villas é lugares hubiere^ bajo las penas conteni-
das enastas ordenanzas, so pena de que por la primera vez
que elkMsi ó cualquier de ellos fuere remisos en la ejeoooíoa
de lo susodicho, ó de cualquiera cosa ó parte dellas , pa-
guen cada den pesos de oro , aplicados como dicho es, 7
por la segunda la pena doblada , é por la tercera pierdan
los oficios é los indios que tuvieren, é que ocho ó diez días
antes de que se haya de hacer los dichos alardes se haga
á pregonar para dia señalado,
ítem : Que cualquier vecino que tuviere indios de ^re-
partimiento sea obligado de poner con ellos en cada un
año con cada cien indios de los que tuvieren de reparti-
miento mil sarmientos aunque sean de la planta de su
tierra, escogiendo la mejor que pudiere hallar ; entiénda-
se que los ponga é los tenga pesos y bien curados, en ma*
ñera que puedan fructificar, los cuales dichos Barmientoi
queda poner en la parte que á él le pareciere, no perju-
dicando tercero , é que los ponga en cada un año como
dicho es, en los tiempos que convienen plantarse , hasta
que llegue á cantidad con cada cien indios cinco mil ce«
pas ; so' pena que por el primer año que no los pusiere é
cultivare pague medio marco de oro, aplicado como dicho
es, é por la segunda la pena doblada , y por la tercera
pierda los indios que así tuviere.
ítem : Que habiendo en la tierra plantas de vides de
las de España , en cantidad que se pueda hacer , sean o-*
bligados á enjerír las cepas que tuvieren de la planta de
la tierra^ 6 áJb plantarlo de nuevo, solas dichas panas.
ítem s Que habiendo otras plantas de arboleada Bsp»»
— 286 —
fla, ó trl^o ó oebadA é otros oaalesqaier legambroi ^ mU
mismo sean obligados á los plantía 6 sembrar en los pne¿
bles de los indios qne tuvieren , so las penas susodichas.
ítem : Porque como católicos cristianos nuestra prhi-
cipal intención debe ser enderezada al servicio y honra
de Dios nuestro Se&or, y la causa por que el santo padre
concedió que el emperador nuestro señor tuviese dominio
sobre estas gentes, y S.¡M. por esta misma nos hace mer-
ced que nos podamos servir de ellos , £a¿ que estas gen«
tes fuesen convertidas á nuestra savta fé católica por
ende mando, qne todas las personas que en esta Nueva-
]B8patia tuvieren indios de repartimiento, sean obligados
á les quitar todos los ídolos que tuvieren, é amonestarlos
qtie de allí adelatfte no los tengan , é de poner mucha
diligencia en saber si los tienen , y asimismo en defender-
les que no maten gentes para honra de los dichos ídolos,
«o pena que si alguna cosa de estas hallaren en los pue-
blos que así tuvieren encomendados, que parezca ser por
falta de que los tuviere, que haya é incurra por la prime-
ra vez en pena de medio marco de oro aplicado como di-
cho es ; é por la segunda la pena doblada , é por la ter-
cera pierda los indios qne tuviere ^ y que sea obligado á
hacer en él tal pueblo de indios una casa de oradon ó
iglesia , y tenga en ella imágenes y cruces donde recen ,
que sea según la facultad del tal pueblo.
ítem : Que cualquier vecino que tuviere indios de re-
partimiento, SI hubiere sefior ó señores en el pueblo ó
pueblos que tuviere, traiga los hijos varones que el tal
señor 6 señores tuviere, á la ciudad ó villa ó lugar donde
fuere vecino, é si en ella hubiese monasterio los dé á los
frailes de él para que los instruyan en las cosas de nues-
tra ttnta fé católica, é que allí los provea de comer , y el
vestoario necesario, 6 de todas las otras cosas necesarias
á este efecto , é que si no hubiere monastcnio los dé al cu<
la que hubiere ó á la persona que para esto estuviere se-
ñalado en la tal villa ó ciudad , para que asimismo ten«
ga cargo de los instruir , é que si no hubiese señor prin-
cipal en el dicho pueblo , ó el tal señor no tuviere hijos •
que los tome de las personas mas principales que' en el
dioho pueblo hubiere, é los traiga como dicho es, so pena
que si aflt no lo hiciere pierda los indios que tuviere,
ítem : Potque por el presente en todas las diudades, vi«
— 286 —
lias 7 IpgareB deata Naeva-EspaSa no pueda haber
nasterlo donde loa susodiohos se paedae feci/|íar, qae
alcaldes 6 regidores de cada una de ellas salarien
persona que sean h&bil é suficiente la mas que se
diere hallar ', é de buenas costumbres , para que te
cargo de instruir 4 los dichos muchachos ; el cual
se pague á costa de los que tuvieren los dichos indiosi
partiendo mas ó menos según cada uno tuviere . é
tengan diligencias los dichos alcaldes de visitar, me
chachos que allí hubiere enseñándose^ é de saber o6mo
hace con elloS| é qué personas no cumplen esta ordma^
za de arriba en no trar los dichos muchachos^ ao peaa
si en lo susodicho tuvieren negligencia ^ pierdan loe
chos oficios.
ítem : Porque todos los naturales destas parties _
cipen de la palabra de Dios, y el sonido de eUa ncijac
todos se comunique , mando que cualquier penMum
tuviere indios de repartimiento que sean de dos mil
nb% tenga en el pueblo 6 pueblos de ellos , un dl<
otro religioso para que los instruya en las cosas de
tra santa té católica, é los prohiba sus xibod é
antiguad, y admiuistre los sacramentos M la,I|^6Sia
esto; sea pudiéodose haber el tal religiosa y y tua ú
diéndolo haber no lo tuviere , pierda asimismo los ^'
indios.
ítem ; Qq/B porque habrá muchos que tienen
dios de repartimiento é tener cada uno de ellos wt
les setía mucha costa, y aun no se hallaríau tantos
tos son necesarios , mando que habiendo alguno de
repartimientos pequeños juntos en poca distanma de
ra, que entredós, ó tres ó cuatro de ellocí que
compás de una legua los unos de los otros se oonel<
é tenga un clérigo , é le pague para que tenga
todos sus indios conforme*al capitulo antes de eeto^
lo haciendo, haya 6 incurra en la pena contenida
dicho capítulo.
ítem : Porque hasta aquí los que han tenido
indios de repartimiento les h«i pedido íneo , ém
les han hecho algunas premias.*, é hace sufrida MÍ
necesidadad que los españoles tenían, por - eírta^ o
taban adeudados y empeñadoa por las oaeas qoe
gastado e^ las guerras pasadas é conquista de la K
■-287-
Bipaña, é porona los naturales de ellas tenían algunas
oya» de oro de los tiempos pasados, é podían sufrir has-
a aflufy é sLde aquí adelante se perinitiese, sería en mu'«
ho dalh> j peijaioio de los naturales , porgue ya no lo
ianen, é m alguno tienen, tan poco que no satisfaría á las
joluntadee de los que los tienen enooiüendados, é hacérn
EB I y con mttchas premias que ella no'pudiese'^ufnr ;
yaeausa de mas (del' inconveniente de ser por esta
m los natoirales maltratados • se seguirían otros ma-
luea'porqtie se levantarían no lo pndiendo suMr. Por/
juto mando é defiendo que ninguna persona de cual-
ley y estado ó condición qu? sean, no apremie pi-
ú úToá los indios que así tuvieretí encomendado; eo
que cualquier persona que apremiare los dieho in^
oles 0eoe herida de^ a^ote, palo ó de otra cosa por
ni por otra persona alguna, por el mismo caso los ha-
parado, é que sí los dichos indios no le sirvieren, co-
te tamUf parezca ante mí donde yo estuviere; ó en mi
— Héi sute mis tenientes y alcaldes mayores , á los
Htíanéto qué habiendo consideración á los indios qu )
'^áii'qaA partes están poblados , y el que los tiene,
au|illda^ servir conveniblemente.
: 'Q^e para la conversión perpetuación de las gen-
dr estas partes la principal causa es que los espafio-
^os en alia poblaren, y de los dichos naturales se hu-
II de servir, tengan respecto á permanecer en ellas ,
astte de cada día con pensamiento de partir é se ir
y que sería causa de disipar las dich|u9 tierras,
es de ellas , como se ha visto por esperiencias
islas que hasta ahora han sido i)obladas ; mando
todas 6 cualquier personas que tuvieren indios, pro-
y se obliguen de residir é permanecer en estas
por espiudo de ocho, afios primeros siguientes, y
^ obligación han de hacer dentro ,do dos meses do
j^pregonadas las dichas ordenanzas, é que los que se
n de partirse , sepan que se han de obligar * lo
10 pena que cuando así se quisieren ir de ellas
sor cumplido el dioho término , pierdan todo lo
6 gtaojeado en estas partes , en cualquier manera
lo hayan habido é granjeado.
Que porque algunos con temor que les han de
y removidos los indios que en estas partes
-2SS-
tovlerOf tiomo ha *ido hecho &Iob vecinoA de Ím iaUa, a*
tan itempre como de camino , é no se arraigan ni horo'
dan en la tíena, de donde redonda no poblarse como oon-
Tenia , ni los natorales sean tratados como era razón; j
si estuviesen ciertos qae los tenia como cosa propia, i
que de ellos habian de suceder sas hsrederos y snoceso^
res tendrían especial cuidado de no ^ólo no los destruir ni
disipar^ mas de los conservar é . multiplicar. Por tanto,
3^0 en nombre de SS. M&I, digo é prometo qne & las p«r^
senas que esta intimación tuviere , é quisieren permane^
oer en esta partes, no les Aan removidos ni quitados los
dichos indios que por mí en nombre de SS. MM. tuvieceo
señalados para en todos los dias de su vida, por ningnnii
cansa ni delito que cometa, si no fuere tal que por él me^
rezca perder sus bienes ó por mal tratamiento de los di^
cbos naturales^ según dicho es en los capítulos antes de
este, é que teniendo en estas part^ legítimo heredero ó
sucesor, sucoederá en los didios indios, y los tendrán pa-
ra siempre de juro é de heredad como cosa pro^úa suyi)
y prometo de lo enviar á suphcar á mi costa á S. ÍI. que
así lo conceda y haya por bien, y solicitarlo.
ítem: Porque mas se manifieste la voluntad que los po>
bladores destas partes tienen de residir y perinaneoer ea
ellas, mando que todas las personas que tuvieren indios
que fueren casados en OastiUa ó en otras partes, traigan
sus mujeres dentro de un afio y medio , primero aiguien^
tes de cómo Cjstas ordenanzas fueren pregonadas , so pe^^
na de perder los indios y todo lo con ellos adquirido i
granjeado , y porque muchas personas podrían poner por
achaque aunque tuviesen aparejo de decir que no tíenes
dineros para enviar por ellas, por ende las tales personas
que tuvieren esta necesidad aparezcan ante el reveren^
do padre frai Jum de Tecto y ante Alonso de Estrada, ,
tesorero de S. M. , & les informar de su necesidad para
que ellos la comuniquen á mí , y en necesidad se re^
bedie ; y si algunas personas hay que son casadas y no
tienen sus mujeres en esta tierra y quisieren traerlas, aa>^,¡
pan qne trayóndolas serán ayudadas asimismo paralas^
traer dandofianzas. J
liem : Por cuanto en esta tierra hay muchas peracuiaM
que tienen indios de encomienda y no son casados, poli
ende, porque conviene, así para salud de sus condendaS I
— 28d —
de lo» titton par 66tttr en buen estado, como por la pobla^
cion 4 no/blecitaif e&to de 0aís tierras; mando que lab tales
personas: 88 <Men, trafgann ; tengan sus iñcjeres en esta
tierra^ dentro d^ nn afio ▼ medio después qne fnéren pre^
gonada^^estas dichas craenanzaSi e qne no batiéndolo
por el mismo dalo s^an privados y pierdan Ibs tales In^
dios qne así tienen.
ítem : Qae todos los vecinos de las ciudades y villas de
esta Naeva^BspaQa qne tuvieren indios de repartimien^
túy hagan y tengan) casas pobladas en las partes donde
Bon vecinos I dentro del dicho año y medio, so pena de
perdimiento de los dichos indios qne así taviere.
ítem : Porqae en esta tierra ha habido y hay muchas
personas qne tiaoiseiívido á & M« en la Mnqnista y pa-
áftcaeioa de ella, y aunque algunos se les ha gratificado
su trabajo, así eo' darles partes de lo que en la dicha oon^
quista se ha habido, como en proveerlos de los naturales
para qae les aytfdén ^ y otros socorros que 'de mí han ha
bido, y por ser muchas personas á quien esto competo ya
tiempo, y 'doTÚaehas'y diversas condidones y calidades,
puede taer que na se lia ja cumplido con todos , así en no
habetlos proveído de nada , como en no haberlos dado
tanto caaoto sus- perdonas y servicios merezcan; y porque
la voluntad é intención de S. M. , y mia en su nombre ,
es que todos sean gratificados conforme á sus servicios y.
caUdad de sas personas , para que mas justamente e^to
■e campla,yo lo he remitido al reverendo padre fray Juan
de Teeto y á Alonso de Estrada i tesorero de S. M. Por
tanto , 'IMafS perdonas que Se sintieren de esto agravia-
dos ptmMtKa tote ellos, dand(^razon del tiempo que están
en estas partes ^ y d^ lo que han servido , y adonde,
y de-lo-qoe tieíien y han habido de la tierra , porque por
BU ifrfortíiadoB yo me juntaré con ellos , y se proveerá de
manera qwe todos queden satiéfeéhos y contentos según
razón.
Los cuales dichos capítulos y cada uno de ellos por la
orden y manera contenida, mando que se guarden y cum-
plan en toda esta Nnova*Bspafia'j|' y en las ciudades é vi*
lías que en ella hay éhubiere de aquí adelante^ so pena
qoe el que lo coétrario hiciere ha^a y enourra ei^ las pe-
nas contenidas en los dichos capítulos; é mando que es^
tas dijQhas ordenanzas sean apregonadas públicamente
en esta cíadad de Temixtitan ,y en las otras vUIaa que ^
gorahay, habiere , é se. poblaren de aquí adelaatte, por
Yoz de pregonero é ante esoribano púbUoo qae de ello dé
fé, porqae veoga á noticia de tsodos, y ningano pi6t»ndA-
ignorancia. Fecha en esta cindad á 20 del mee de marzo
de 1524.— Fernando Oortés.^Por mandado de an meroé.
Gregorio de Villamnera.
OBDBNAIJZ AS INBDITAS,
tf arascel para los i^enteros,
sacadas bel mi8mcifltcMvoy]legcoo que las amteriúrei'
Las ordenanzas y condiciones qne el muy magnífiob se-
fior Hernando Oortés , capitán general y gob^adorde
estA Naeva España por S. M. , é loe mny nobl^ oeOoiea
jasticias é regidores de esta dndad de Temixtitan , man-
da qíie goarden é cnmplan las personas qne hicieren ven-
tas , é mesones en el camino de la Villa Kioa de esta ciu»
dad, é son las sigaientes :
1* Primeramence , qne los dichos venteros no pnedan
llev^arinas de nn tominpor cada librado pan de maíz
hecha en tortillas , qne sea limpio é bien cocida
2^ ítem : Por cada azumbre de vino medio peso dé oío,
y esto si estuviere la venta diez legnas de la villa de la
YéraOmz , é si estuviere veinte nn dwado ^ qne Qon aeia
tomines ; y si estuviere treinta & peso de oro , de mane^
ra. que ansí á este respecto se ile ve por cada diez leguas,
después que pasaren de las diez legnas primeras en qne
se pone la dicha tasa á medio peso que por cada áifiz Je*
gnas se entienda que lleven cuatro reales mas por cada
azumbre.
'^\ ítem : Que por cada gídlina de la tierra Ueve nn du-
cado de oro, que son seis tomines , é si la gallina fuere de
Oastilla lleve nn peso y medio de oro*
4r ítem : Por nn pollo de Castilla nn ducado.
5^ ítem : Por nn conejo cuatro tomines, ;
6^ ítem : Por una codorniz dos tominez.
^ 291 —
7? ítem ? Fot nuA libra de carne de puerco fresco , con
tanto qae se lo ¿aíse. dos tomines.
8* Icem i Por una libra de la dicha carne salada cnatro
tomines, 6 se entienda qne estas son libretas de á diez y
seis onzas cada una.
9* Iteiü : Por nna lifi^reta de carne de venado fresco dos
toñineSy y si faere salado lleve cnatro reales.
10. ítem : Por cada celemin de maiz dos tomines.
11. ítem : Por cada persona lleve de posada, si trújese
eaballo dos ^tomines , é si viniese á pié nn tomm.
12. ítem : Qne ik>r cada hnevo no pueda llevar ni lleve
mas qne medio real de oroy qne son tres granos.
13. ítem : Mandan que no tengan puercos ni gellina&
en parte donde puedan andar entre las bestias, y esto Ín-
terin é posaren en la dicha venta. ^
14. Mandamos que en ias dichas ventas tengan buenas
pesebt^ras, é limpias, é juntas, por manera que no se pue
da eaer él maiz,
I^as ouales didias ordenanzas mandamos qne guarden
é cumplan los dichos venteros , so pena que por cada vez
que lo quebrantase, incnira en cien pesos de oro aplica
dos en esta manera : la tercera parte para la cámara é fis-
co de S. M, , é la otra que se aparte para las obras públi>*
eos de la villa é cabildo donde estuviere la venta, é la otra
terda parte para el denunciador que lo acusare é denun-
eiare. E mandamos que tenga este arancel á la puerta de
cada venta, en parte que se pueda bien leer , no ponién-
dolo á lugar ninguno escondido, sino públicamente, adon-
de todos lo puedan ver é leer. — Por mandado de los di*«
chos seQores justicias y regidores, Manuel Oalvo, eBcríba*
no público é del consejo.
OUDBNANZAS
hechas «a el año de lb*M,
Baeadas, como loa dooumeMos 'anteriorest del archivo del ExcihO^
Sr, Duque de Terranova y Monteleone.
T0| Femando Oortés, capitón geuer^ é gobernador en
— 292 —
esta ISÍaeva.KipaO^ é, proviacjií^d? eU^, por 9I emperador
é rey don Garlos nnestro B^Opr. l^iwdo.seF pamQli4«IP a1
servicio de Dios uaestro seSLor é de S. $[. qne en las tier -
ras quevamente pobladas de espafloleisf haya ordenaos^
por donde los veoinos é moradores estantes y habitantes
«^n ellas ^e r\jan é; gobiernen ; é para qne los indios natna
rales de ellas se .perpetúen é upAserv^en é vengan w omo*
oimiento de nneatra santa fé , y las diobas ti€irr^s se en«
noblezcan é pneblen ; ó porque yo agora nuevaipente he
oonqnistado estas partes, ó traído los AatDrále44^ ^Uay» á
yugo é servidumbre qne deben é son ol>U|;ados áda.O lUl
del emperador nuestro seftor ^ ó para que oa eílaa Dios
nuestro SeSLor y S, M. sean servidos , yo he tundado en el
real nombre de tí. HL dos villas , la una q^ci ;hii^ Dombffe
la Natividad de Kdestra Seüpra , que fandé én esta eos
ta en el puerto y b^a de Saotander; é laotr^^ qcie se
llama la villa de Trujillo , qoa faBd(í to la dÍQha á)oate tn
el puerto y cabo de Honduras, para que en ella% |[.eu to-
das las deoiás que de aquí adelante se pol;>larett, haya to-
da buena orden y concierto 1 y se sigan IO0 efectos aniba
mencionado3, y otros muohos que del buea#^égimAn y go-
bernación se siguen ; en nombre ele . S. H. 1 >y por virtad
de sus reales poderes, que yo tengo : mandó qaia.en las
dichas villas, é términos, 6 jurisdicción de ellas ^ y emo^
das las otras que de aqui adelante eu estas dichas táer"
ras se poblaren^ se guarden y cumplan las Qrde4anjraB si-
guientes :
PiimcA^ameiile.
Ordeno y mando que en cada una Op las dichas villas
haya dos alcaldes ordinarios y cuatro regidores 6 un proi
curador, con escribano del consejo de ella^ los cuales ri-^
jan 6 juzguen las causas así civiles como criminales qne
en las dichas villas y sus términos se oixecieren, cada uno
<lo estas dichas personas en lo que toca y atafien al oficio
de cada uno^ sin se entremeter los dos alcaldes en los ofi-
cios de los regidores, ni los regidores en los oficios de los
alcaldes, los cuales dichos oficiales mando y ordeno que
se nombren en cada nn año por el día de la Bnosmacion
del Hijo de Dios, qne es el primer dia del mes de enoro^
los oual^ no pu§d4 eles» pimom^»? 9V» algima perao-
— 39S —
no fdem yo ^ 6 mi laj^r teniente siendo yo aii«¿nte,
é DO pndi«ido ser para ello consultado^ ó otro cnal^ier
>tmmaíif»^t &. H. mtíi» pail^es gobernaré/ dé T(te coa^
Ikfédfroadavao deeUMmieéiba joraiáénto eñ forma
íbieaé ^haetite iisaráa ' sos-ofícios , y^ en todo mira-
:al servicien de Dios nuestro Séfior y dé S« M. , y el
l«i'y pío 'oomnn de 0qK (ñlebióB , el cual juramento les
tlíMien kif oflciides del atto'pádado.
Itemr: Ovdeiio y mando ^ue en cada una de las dichas
'"fiBAr Hiy4 iííx flel que vea y yisite todos los bastimentos
""1n dfelukB viTl^^ ^ vendieren , é los pesos y medidas
iqffjé^VMdiereá y pesaren las aMerre eldlclioñel,
[<lisilMbilé y'mar^ue <^u la séflal é matca^^de la dicha
^^HH^^A^qtte'Áin^tina peítsona pueda tteúder ningunos de
MVMSw byáfeiifiteíiitos ; si no fueren ik>r los pesos y me-
^ttllVtl^élffiéhóflet les diere y ÍBéfialáréy so pen^ de
''^^^^^(^dídoj elcttaldicho flel séa sefialado y elegido
'ámldM y tégidótes de dada un a'fio, é reciban de
ítá'ltbfem^dáa'iiue éri tí^ caso se requiere.
ñm Vlfrwdo jr olrdéno qu(B él dicho flel tenga en su ca-
tf dteb f 4i(0ia^ 4!aide a^irpba liaáta cuartillo y. medio
mtñlb ,^ U6 di£ater éatéu' fif^tlá4áa y seflaladaá por el
wm\o de la dieádvltla^ é que por ellas, ahfarra y seña*
lélisT;ítra8dmdt<^SQú^rcLuierm mando é
QÉd&na que háyá S teni^ dereéhoa de cada medida ó pe-
«í qué Mcñéré' tUjádla real de plata , los cuales dichos pe^
my medtdaá Ie.á6 el coflséjo dé la dicha villa.
ítem : Que ninguna pQrsons^ que tr%jeíre bastimento á
ToidQP & cualquiera de las dichas villaüs^ no los pueda
mder por menndep sin que primero sean vistos por el
diol^oflel f é por uno de los regidores de la dicha villa , 6
fuéstole el precio de ellasi y que de esto tenga derecho
ddichóflel de úád% carga de vino , que se entiende do
oflftoajrroc^ media azumbre; 6 delassiaiAqúe s^ hubie-
itea de pesar así como pasas , almendras é otra cosa qi;e
^nqoism peoo^ dois Ubras ; é que si lo vendiere sip lé ser
¡IfiJBÉto i^cedc^ pierda lo que así véndiére¡, lo c^al se apli^
Jte eii e^ ™^j^i^ • Ift tercia parte para ^el dicÜo flel i y
^otcji tíi^ las obras páblicas» é la oti^a ter-
^^^ÍWiifii^^ del hospital que hubiera en las
iví^ás^édi^ta mancipa se éi^tíénciQ qndsehande
' »' .
-r294 —
apUofir las penas del segundo capítalo de estag ordenat-
ítem .' Qae este dioUo flel haga señalar y sefiale attft,i
dos, ó tres partes» ó las qae foere neeesaiiaB, oonfétme i
la oaUdad y diaposicioii del asiento de la dioha villa, »•
donde se eoho la basara é sociedad que se saeare de
easasi en los cuales dichos lugares ponga el dicho
sendas estacas gordas y altas, é que se pregone que
los yeoínois é moradores estantes é habitantes en caitl
quiera de las dichas villas echen á ella dicha basura é ¡
ciedad, é no en otra partd, so pena de medio real de
ta por cada ves al que lo contrario hiciercí el cual sea
ra el dicho flel., é por su autoridad sin mandamiento
juez pueda sacar prendas por la dicha pena , é sea
por su Juramento si le negaren haber incurrido en elkk.
ítem : Que ningún rescatador pueda comprar hídj
de las mercadurías que viniere á cualquiera de las
villas para las tornar & revender , hasta treinta dias
meros siguientes después que fuere llegada , é que sL!
comprarCí que lo haya perdido, é se aplique la tercia]
te para la cámara é fisco de S. M. , é la otra tercia ps
para las obras públlcasi 6 la otra tercia parte para d
lo denunciare ó juez que lo sentenciare/
ítem : Que los alcaldes 6 regidores de cualquiera de<
dichas villas en cada un aELo hagan pregonar pul
mente todos los domingos é fiestas principales , d<
dia del afio nuevo hasta el dia de carnestolendas , si
alguna persona qué se quiera obligar á dar carne al
p^ada en la!camicerf a , que la venga poniendo en pi
con las condiciones que le pareciere^ la cual se remal
dicho dia de carnestolendas en poniéndose el sol ,
persona que mas baja hiciere , poniéndole asimismo el i
cho consejo las condiciones necesarias , y señalándola!
penas en que ha de incurrir cada vez quenoonmi^
cualquiera de las dichas condiciones , é para ello dé
zas bastantes.
ítem: Que porque los vecinos de las dichas villas
traen gandes se puedan aprovechar de ellos ven^
los en la dicha camiceria , quedé en cada un a&o
meses para ellos, y que en este tiempo , no habienr
^no que pese, sea obligado todavía á pesar el que
viere obligido, 00 la pena que tuviere puesto , ai
— 295 —
cBá8 antes qne deje de pesar el Tecíno, é que ai no
tere no inenrra en pena ninguna ^ é la pague el ve-
íale habla de pesar si no pesare los dias qne le ca^
: Que el consejo sea obligado á dar á dicbo cami-
nas pesas é pesos, señaladas de la seSal é marcos de
"^"la Tillky los Goales le visite el dicho fiel todos los sa-
lín le Qevar dereolios ningunos.
i: Que los tales carniceros sean obligados á matar
adosen la tarde, y pesar la carne que Bfi hubiere de
k» domingos, 6 que en el domingo por la mañana
^NBsraicería abierta , so pena de diez pesos de oro
te como dicho es, ^
i: Qae los obligados de la canücería pastea los egi-
l%la vina con sus ganados , y que otra ninguna per*^
^1 jM los pueda traer en ellos si no faeren l^stias de
" U 7 los ganados puedan estar , quince disfi en loa
^dos , en tanto que sus dueños los ponen eme*
i: Qoe ningona carne de la qne se hubiere de pe^
la dicha carnicería so mate en ella , ni desuelle ni
[Ano qne haya matadero faera de la dicha Tilla , eu
pe la suciedad, é la hediondez no pueda inficionai'
de la diclia villa , el caal dicho matadero haga el
rer so pena por cada res que el camioero matare
n ó desollare cu la dicha carnicería, pague dos pe*
íde esoj aplicados la mitad para el ilél, y la mitad pa^
w obras públicas.
: Qoe las panaderías que vendieren pan lo vendar
plaza pública^ y el pan faere del peso que fuere or-^
lo por el consejo de la dicha villa, ó al precio que sa
M6', é qne no venda de otra manera , so pena que
vendiere de menos peso ó á miiH precio , lo pierdan,
Aplique la mitad para el dicho iiel , é de la otra para
potos del hospital.
^nii:QielaB dichas panaderías vendan el dicho pan
ooeido é sacado de agua , porque lo suelen dejar sin
^pofqae pese mas , é hallándose no bien cocido lo
asaimismo, ése aplique según dicho es.
Aem : Que toda la hortaliea 6 frutAS verdes se vendan
la pisa» pública^ é no en otra parte , so pena de dos
— 296 —
pesos de oro eada vez, la mitad para el flél 6 la mitad p*-
ra la8*o1)ras públipas-
Itém : ¡Qae;. los pescadores f que vendieren pescados fres
oos, lo traigían asimismo á vender ala plaza páblioáté
no lo vendan en, otra parte« so la dicha pena aplieitda eot
mo dicho es, . '
ítem: Qne los domingos y fiestas de gnardart^^ulps
vecinos y moradores estantes y liabiian^ ep. l^^ii^.^'
lia vayan á oir misa mayor & la iglesia prineipÍE»l» y enlveB.
en ella antes qne se comiencen el Bvang^Uq, y eÁtéiftjffL
ella basta que el preste diga el Ite rnUi estf^ficím )abf% ^
dicion^ so pena de medio pesó de oró , la coal se . aplifas ^
la mitad para el algoacil qne los denunciare , é 1» olía \
mitad para la obra de la dicha iglesia^
ItemrQae todos los domingos y fleí^ <Jle (j^áárdaf'.BO j
se venda cosa ningnna de cnaiqtiier calidad qiae^áei^ d^ ^
pnee de tocada la campana de níisa hasta qiié í|[lcm;fü
ella^ ni haj^ tienda ^abierta de ningún mercader lii oAmV
so pena de perder la mercadería que así Veüdiete, la ter^
cera parte para las obras publicas, y la otra tercera par-
te para el alguacil que lo denunciare, 6 la otra terdebái^-
te para la oüra de la iglesia.
ítem: Qne todos los vednoB de las dichael Villas resi^
dan en élias, á lo menos las pascuas principaTeB4iíe,aopí
Navidad, Kesorieccion é de Espíritu Santo, ¿ cúanÁcy lié
residieren, el otro tiempo tengan snS casas pobladas bmí¡
persona 4]|ue sepa dar razón é cuenta ^ so pena de m«ldir
marco de oro por c^da vez que no vinieren en las dichas
pascnas, é no tuvieren las casas pobladas según dtclid es,
lo cual sea para las obras públicas del consejo de Udkte
villa.
ítem: Qne ningún vecino 9 ni morailor," aiotn^eml'4
quier persona puéda^asentar sitio de labiuuza, ni trsm^'
ca de ningan ganado, ni huerta , sin que sea por Ucéiloi^
del consejo de la dicha villa, é se le seSiale limitas y i»i «i
edifique casa , so pena que si lo hiciera sin la ^éha
cia caiga en pena de perder lo edificado, é sea del dieta»
consejo. '
ítem : Qne si algún vecino, 6 moradqr, ó. otra c
persona tuviere sitio señalado por el dicho consejo
trancas de puercos . que no se pueda dar otro alguoo
medía legua ¿ la redonda^ é qne ai alguno pualece
— 297 —
deatro de esto diohó tcjrinino. el priuoor poseedor lo pue-
da eehar de ét, é reqairieiidole la primera vez ante testi-
gos que saque sa gauadodel diobo sitio, en no lo ha-
tiiendo le pueda matar el dicho gauado siu inoarrir en pe-
naaigima*
Iteui : Qoe si el dioho sitio fhere para ganado vacnno 6
obejuflo , este le sea gaardadp téi müio de nna legoa , é
qau nadie le entre en «1 dioho término so la dicha pena'
ii«ni: Qae si algan traedor de puercos qnisiereonndar
Bü ganado Á otra parte ^ qae ningaua persona le pueda'
entrar en el sitio ó terreno que d jare, hasta seis meses
piimerofi sigoienteSy porque mejor puede recoger el gana-
do que se hubiere quedado perdido , no embargante que
lo tenga despoblado ^ 6 que el que en este tiempo se en-
trare le pueda echar cada vez que quisiere , é asimismo
ninguna otra persona pueda entrar á, montear en el di ^
eho eitiO| durante el dicho tiempo de loa dichos seis me^
sea, JM> pena de hurto.
ítem : Que ningún sitio de ganado de cualquier mane-
ra que sea se pneda poner media legua á la redonda do
níDgana labranza, así de espafiolrcomo de los naturales,
é que si la pusiere , 6 algún dafio se recibiere del dicho
gnnado , que el dueño de oHo sea obligado á lo pagur ,
paeeto que no se ha hallado ni tomado el dicho ganado
^dKutro , 6 que tomándolo dentro en la dicha labranza lo
i>aiHÍa matar sia pena alguna, é demátTs» le pagne el da-
i Ao qtte hubiere hecho*
Icem : Que ei alguno quisiere hacer alguna labranza
; dentro del sitio ó t^^rmino que está señalado que han de
tener los asientos é criaderos de los ganados, que la pue-
\dA hacer sin que el señor de^ dicho ganado se la pneda
jlmpedir , con tal qne la tooga coreada de manera que el
eicho ganado no le pueda hacer daño en ella, é que si so
í hiciere que nó ló pague peiia ninguna por ello ni pueda
liacer ningún daño al dicho ganado, é qne si lo hiciere lo
liafj^e con las Setenas.
! Ítem : Qne todos los traedores de cualquier género de
_o qne seay tenga su hierro é señal, el cual registren
el eserib«no del cabildo , é ;no le puedan mudar sin
^_CMM del dicho cabildo y ó «el qne no tuviere el dicbo
íito é eefial^ que piüdalas reses que tuviere por her»
é éé&i^lBiv 6 que sean oél alguaeíl major de la dioha
J)lSHSTAOIÓNK0.--TOBfO.I.— 3a
— 2S8 —
villa ; 6 puesto que tf^n^ hierro ó seüal si no ío reg;Í8tnn
aote »1 eseribano del diabo cabildo» ó lomadareBiolft
dicha lioencia, pagae oiuca<mta pesos de oro pora laso,
hras públioiis.
Ic«m : Mando y ordeno que los alcaldes y regidareBda
las dichas villas ó de cualquier de ellas no paedan haeer,
ni hagan cabildo, ni janta, nin que esté presente miia-
gar JDtjiiieute ó la persona qne 61 dejare en su lugar están*
do él ausente, so pena que tÁ lo hicúeren, por el mismo €&•
so pií^rdail los oftoios y é paguen doscientos pesos de oro,
la mitad [iara la cámara y tisoo de S M., 6 la mitad pan
lab obras públicas de la tai dicha viila ; 6 mando qaee\
ef»ei ibano de cabildo no se junte con ellos , no siendo pr^
senté el dicho mi teniente ó su sustituto , so pena de per
dimientio di^l|oficio y de los dichos doscientos pesos de oíOf
aplicados como dicho es.
ítem : Mando y ordeno que el alguacil mayor de coal*
quiera de dicbas villas entre en cabildo con el d'cho ffii ¡
teniente y alcaldes ó regidores que tengan- voto en él, i '
que sea el postrero ; ó mando al dicho mi teniente , é ai- ;
üaldes é re^dore^ j que wi lo use , é admita al dTcho al* |
guacil payor en su cabildo, teniendo igual voto con coal*|
quiera de ellos , ó que en ello no le pongan impedimenw
alguno 9 so pena de perdimiento de los oflcioa é de dod
poNos de oro, aplicados como dicho os y Á cualquiera qai{
lo contradijere. I
f Parece que falta la concluríom ) !
INSTRÜOOIONES INÉDITAS,
dail/rad Hernando (¡eSa^vedrat lugm^-ieniente de gúhernaáora
r vUlae de Trujdlo y la Natividad áe ^i
jyiíu*» gener*UenUi8 „ ^
ira f^eñf-ra en Honduras, socaflas del archivo del Exemo. Sr IM
que de Terranova y Monieleone, dol mmno legajo que loa doei
•mcntos unteiiores.
J
Lo que vos, Hernando ^6 Saavedra , mi lugar teniea
de gobernador y capitán g<eneral en dichas villas d« Ti
jiilo é la Natividad dé ITu^Mtra Señora y 6 todo lo 4 ettj
anexo 6 concerniente habela de haoefi es lo que mign^ \
— 299 —
Lo primero , porqae del baen tratamiento de los natu-
rales de estas partes. Dios dnestro Señor y S M. son muy
servidos de ello , resulta todo bien y pacifioacion déla
tierra, teméis muy especial cnidadoy vigilancia en que
sean mny bien tratados , é no consentiréis qne ningona
personaleshaga agravios ni faerza, en niogana ni por
alguna manera, y al que, lo hiciere oastígarloheis oon mn-
oharegoridad en presencia de los indios, y dánd«i]e^ á
eotender por qoé se hace el castigo, por manera qiie ellon
conozcan qne han de ser amparados é mantenidos en jaa>
tida, así ellos como sos haciendas
ítem : Terneis macho caidado de vef las dichas orde •
nansas qne yo dejo hechas, en lo qne toca al baen trata
miento de los dichos natarales , é la orden qae mando
que se tenga en como han de servir á lo t espafloles , y
hacerlos yo pregonar públicamente , y en ningana ma-
nera excederéis ni saldréis de la dicha ordenanza hasta
me consaltar sobre ello, é yo provea lo qne coxivenga.
ítem : Porqae la principal cosa por donde Dios nneS'
tro Sefi'Yr ha permitido qae estas partes se descabrieseu,
é los natarales de ellas nos faesen einjetos ó nossirvie-*
sen , de donde tanta utilidad y provecho á los espaSoles
se s'igae . es para que por naeatro me^o mas aína ren<
giok en conocimiento de nuestra fó é se salven ^ c si esto
no procurásemos con todas nuestras ía<>^rza8, mayormen-
te los que nos capo cargo y a<lmini8tracioa de justicia, no
haríamos lo que somos obligados , y no podíamos con jus-
to título gozar de sa servicio , ni ningún interóts quedo
ellos se siguiese, antea seríamos obligados á lo restituir,
usand# de ello contra conciencia ; terneis mucho cuid»»do
de que se le haga saber cómo hay un Dios Oiiador y Ha-
cedor de todas las cosas, castigador de los malos é remu^
aerador de los buenos , en quietf todos los humanos han
de creer y & quieu han de adorar y tener por soberano
Bien y Señor, y defenderles que no tengan ídolos ni otras
snpersüciohes, ni hagan los sacrificios qae hacían *, ó de
fenderles todos los otros ritos y ceremonias de que hasta
aquí'üan usado y usau, dándoles á entender cómo lo qu(^
hacen es falso, ó por inducimiento leí diablo; y cuando
sean amonestados sobre esto en mane 'a que lo hayan bien
entendido eslío y eonUoaaren esi #Uo,o$^tigarloiiheU OQi}-
ftwie 4 justicia.
— 300 —
ítem : Porque todo el biea úb las tierras noavays y qoe
uaevamente se paeblau es el trato que eu oUas so tíeue
l>or la mar, por doüde ae abaáteoen así do gentes como
de todas las otras cosas uecesarias , teraris mocha vigLi
landa en qaeálos maestres y otros señoreado navios qao
á estos paertoa vinieren* no les sea liecUo ningon s^gcsb
violantes sean favorecidos 7 áiSL en la cobransja de scus
fletes como en el despacho de sos navios, por manera que
l)or vuestra calpa, ni de algana de las josticias, los Ui-
ohos navios no dejen de ser brevemente despachados,
porque habiéndolo así ternán gana de venir muchas ve
oes así ellos oomo los que lo supieren.
ítem : Porque los mercaderen son los que proveen Ub
tierras nuevas^ ennoblezcan los puertos <^ pueblos de
ellas, asimismo mirareis mucho que en todo sean tarore-v
cidos é cuida doS| 6 si de algunas de las mercaduilas que
trajeren se hubieve de hacar avaluación^ á causa por al-
gunos derechos que pertenezcan á S. M. , sea. hecho por
los oficiales que jo en hombre de S. M, dejo nombradoB
para que cobren sus reales rentas j y en vuestra i^reseDcla
ó de dos regidores y por manera que á S. M. no se le pue-
de hacer fraude • ni á los dichos mercaderes agravio.
IteoK, : Porque el baen tratamiento que las personas.qne
administran justicia é gobiernan on tierras nuevas h«oea
á los que á ellos vienen á poblar, es gran cansa por qao
los que let» fueren sojetos los amen , y amá^ndolos scaq
mejor obedecidos, pne^^to que de vuestra persona y bue-
na condición yo tengo en esto el coace^ito que es necesa-
riO) porque conozco ser cosa tan principal : os ru*'go y
encargo mucho que todas las personas que OMtnirieren de-
bajo de vuestra jarisdiccion, a^í vccinon, f^omo estantes y
habitantes, sean de vos muy bien tratados y honrados y
amparados con justicia, asíellos como sus haciendas, y
guardarosheis de decir á ninguna persona palabra fea ni
iojario^a^ porque demás que por sem<^j antes • palabras
se indignan los hombros 6 provocan á enemistad con lo»
que se las dicen, es coua muy lea que on lengua de'bae«
nos, en especial de persona poderona, quepan semejautes
palabras y y deshacen mucho con ella el merecimiento de ^
quien son. |
Itom : Teméis muy especial ciiidado en que ninguno de 1
los juecesy é ulguaeiles ni escribanos | no lleven derechos 1
4 '
— 301 — .
deaia^bdos do tos que sueloa llevar ea las otras islaSi di*'
cíeado «iqo por ra^ou do acc los bastimentos y otras cosas
luiMí caras on las tierras UQOvas, que en las que ha tiempo
quo están pobladas, sobando llevar mas creoidos dere-
chos, y asimismo no cooseirtireis que baya oobeshos é
otras calumnias , ni formas de adquirir que suelen tenor
losjaeoes y alguaciles y escribanos , haciendo de sus ac«
cíooes no por la ejecución déla justicia , sino por sus in-
tereses, y sabiéndolo, castigareis con mucha riguridad é
los que lo hicieren.
ítem ¡^Defenderéis que cu todos los pueblos de mestra
jorlsdicoíon no bayí^ Juegos de dados ni naipes, ni afgu^
iioa de los otros defendidos en derecho , porque lademás
de qqede ellos se causan escándalos y ruidos, y las gen-
tes se ocnpan en ellos , y dejaír de hacer otras cosas que
lea «onvienen, sutle haber en ellos blasfemias y reniegos,.
é oteas cosas en ofepsa de Dios , y mandárloneis aprego-
nar públicamente, porque con mas razón sean castigados
lo9 que lo hicieren.
ítem : Defenderéis las blasfemias de Dios nuestro Se^
Sor y de su gloriosa Madre , . had^endo pregonar pública-
mente que ninguna persona diga, pese á Dios, ni no creo,
Bt reniego , ni otra blasfemia alguna de nuéstxa 6eQora
ttide ningoBo de los santos , so las penas que el derecho
dí^)0Tie á los blasfemos, las cuales elecutarois con rancha
ngattdad en las personas é bienes ae los que en ollas in**
i coitieren , y teméis muy especial cuidado y vigilancia
! sobre esto , porque haciéndolo , así Dios nuestro Sk^üor os
! ayudará y eucamiDará en todo, y si en esto tuviósedes al-
I gQQ descnixlo ó flojedad, seros ha al coutrario.
ítem : Porque en cada uñar de estas dichas villas yo' en
ooiubre de S. M. dejo seüalados oficiales de tesorero, con«
tadur, í^tor y veedor , para que tengan cargo de las ha -
I deudas é granjerias de S. M. , 6 cobren susr^eales rentas,
I teméis macho cuidado, pues vos como mi 1 igar^tenion^
te sois el páócipal oficial de ellas , para en lo que toca á
[ hirsutas reales , en que en todo haya mucho recaudo y
bosDa curtntay raison de lo que á 3. M. porteneciere, 6 uñ^
[ T9fm mucho que las personas de los dichos oficiales sean
^ de vos moy favorecidas y honradas , porque demás de ts-
ner estoa oficios reales, de donde les reaidtan muchat
[ gwiwinenciag é inmuDídadeQ , ellofl aon honradas p«r%
»^
— 303 —
Houas 6 lo merecen : é seaalareis un dia de o^da sernas
na 9 oaal á vos os parecierejpara que vos y ellos os jnnteii
en vuestra posada, y entendáis y platiquéis en las oosm
que convienen á la liacier da y rentas reales , y esta oos^
tambre habéis de tener siempre parque mejor recado
haya.
ítem : Os juntareis oon los alcaldes y regidores , é jan-
tos en vaestro cc^bildo señalareis un dia en cada semanay
ó dos , si 03 pareciere que conviene , en los ouaies os jun-
téis siempre en las casas de cabildo de la dicha vill* « i
en vuestra posada en tanto qae se hacen, para entender
en las cosas del buen régimen de la dicha villa y proveer
todas las cosas necesarias , y pomeis pena á caddk uno d6
los dichos alcaldes y regidores y escribano que no vlnie*
ren al dicho caoildo é junta , en tocando la campana qm
para ello mandareis tocar al portero, así para que loa dir
oho6 oficiales sepan á la hora que se han de^untar , é loi
vecinos y moradores de la dicha villa sepan.asimiBmo qw
os juntáis, para que veugan ante vosotros á pedir lo qo»
tuvieren necesidad , y no consentiréis que los diehoa al-
caldes ni regidores hagan ningún cabildo ni junta ai|
vos, 5 en vuestra ausencia , sin vuestro lugar-teniente, f
avisárloheis de ello.
ítem: Oomenzareis luego con mucha diligencia á lioh
piar el sitio de esta dicha villa que > o dojo talado, ó á»i
pues de limpio por la traza que yo dejo hecha, sedíalareiM
los lagares públicos que en ella están señalados, así ooi
plaza, iglesia, casa de cabildo é cárcel, carnicería ,
dero, hospital , casa de contratación , según y como yo
dcgo señalado en la traza é ñgara que queda en poder
escribano de cabildo , é después señalareis á cada
de los vecinos de la dicha villa su solar , en la part»
yo en la dicha traza lo dc^ío señalado ,¡ é los que dea],
vinieren se les den sus solares , prosiguiendo por la
^*.ha traza, y trabajareis mucho que lab calles vayan
derechas, y para ello buscareis personas que lose pan
hacer , á los cuales daréis cargo de alarife para qae
dan y tracen los solares é calles « los cuales hayan por ^
trabsyo , do cada solar que seSalaren, la cantidad qna]
vos y 6 los ^Icí^ldes y regidores os pereciere qae
Jiaber»
' Itm i\ "^en^eÍB pulpado e» que las penas 4e ]^ oái
86 oobten y estea & macho recaudo , y porneia para eUo
una persona ^ne sea abonada ji y dé ilanza para qne las
cobre é tenga ; al caal mandareis que oL escribano do ca<^
bildo» ante quien se ha de registrar todas las condenado-
nesy dé cuenta con pago en cada semana por sus registroc',
é no consentiréis que de ellas se disponga ni gaste cosí»
alguna, hasta que yo os envíe á mandar lo que de ellas ee
lia de hacer, en no mandando que las cobre ^1 tesorero da
S. M. , porque está hecha merced de ellas para los pro-
pioajde las villas de toda mi gobernación, aunque ¡yo por
el preaente, por estas villas nuevamente pobladas, no las
aplico luego para las dichas obras públicas , hasta prime-
ro consultar sobre ello al emperador nuestro sellor, ó ver
lo que S. M. manda.
Icem : Fórque 8. M. ha hecho merced á todos los veci-
nos de la Kueva'^España , qne pueden rescatar esclavoR
(le los sefiores naturales de la tierra , daréis licencian, d
las personas en quien se depositaren pueblos y sefif res de
ellos, para que puedan rescatar de los dichos se!l« res, 8 i .
pareciere y tienen esclavos la cantidad que á vos i s pa *e
(iiere, habiendo respecto d la calidad de la persona d qui n
86 diera la dicha licencia , é íl la cantidad del pui blo dt)
donde se han de rescatar los dichos esclavos ; é dai« is las
(licbas lioencias|coD¡aditamento que todos lob|esclavo» quri
aal íescataren los; tr^agan ante vos y nnto vuestro e&eri-
llano, y en presencia del señor, ó persona que los re&ca.
taren, les haréis preguntar qué éidencs ellos tienen anti.
goamento de hacer esclavos entre sí , y cabréis de los di-
eho esclavos apartadamente, sin qne esté el señor delan-
te^ de qué manera ó por qué son hechos esclavos, é pare-»
eiendo serlo según su orden y costumbreadjudicárlosheis
& la persona á quien hubiéredes dado la tal lecencia para
rescatar, siendo contento el sefior qué los vende de la
paga que por ellos le dan, 6 habéis do lo preguntar apar-
tadamente, porque podría ser qué con temor dijese que era
pagado é no lo fuese, é siendo así pagado á su contenta
núento, echarieshHS el hierro de S M. , el cual esté en la
eaaa de cabildo qne ha de tener tres llaves , é cada una
etneis vos, é *a otra un alcalde ó regidor, é la otra el es-
eribano del (abildo, é cuando se hubieren de herrar sea
SQ presencia vuestra , 6 de vuestro Ingar-teniante siendo
Yos ausento, y no do otra manera.
— 304 —
ítem : Oaauclo algoii navio viniore ii caalqüiera do los
puertos de estas dichas villas', laego qoe echare el aneli
hureis qne alguacil nia^or y el eserífociDo de vaei4re jnt
gado vajean é,é\jj tomen los jegistros qae . tmjerea d«li
gente qne viniere en el dicho navio , é los registros que
hnbiete de mereaderia haréis qne se entregnen al twore
roy contador de B. M. , los cnales entraran tantamente
con el dicho algnadl mayor en el dicho navio , y » ko-
hiere algunas cosas de qae á S M. pertenezca derbotiM,
mandareis qne acudan con ellos á los dichos ofícialeBí »•
valuándose las dicas mercaderías fiegnn se con tiene tn
una ordenanza de las que yo dejo hechas en esta viHa.-^
Bata inssmocion se hi2o del mes de delslio
1533.
ORDENANZAS INÉDITAS,
cn2^ft te ¿UiUira la forma y manera enqne loaeucomedfros pueim
servir ie y aprovecharse de tos naturales que les fu^n^ deposite-'
dos sueudas del arehivo del Excmo. tír ihique de Terronom^
Monteleone^ del mismo tegqjo gve los documentes atiteriores*
Yo, Femando Cortés, capitán general y í;:ob^mader et
toda esta Nueva- España y provincias de ella,- poreleinr
perador y rey don Carlos nuestro fceíior. Viendo qne tt
Xirincipal cosa de donde resulta la perpotnaeion é poUs*!
clon desta parte, es la conservación y buen ijiitamieñitf
de los naturales de ellan, 6 que para eBto. conviene qoQ'
haya óxden, queriéndolo proveer en la mejor manera qté
á mi me parece qne para efectuarse c^nTiene , or deno é
mando, que los españoles, en quien fueron depositados, é
señalados algunos de los dichos naturales para servicio
de ellos, se sirvan é aprovechen en la forma 6 mañera ds
suso contenida, 6 ^ue no excedan ni salgan de ella, so laf
penas contenidas en cada uno de los capítulos de ellas/ '
los cuales son los que se siguen.
1? «^Primeramente : Que cualquieraespafioi, ó otra pei^
tona que tuviere depositados ó señalados indios , seao-
bligadoáles mostrar las cosas de nuestra santa fé, porque
•—305 —
por Mte iMpeeto el bhhid pontííloe oonoedió qae nos pu-
aiémnoé gerrir de ellosi y para este efecto se debe creer
que Dios nuestro Befior ha permitído qae estas partes se
desmibriesen, é nos ha dado tantas victorias contra tanto
número de gentes.
2** -ítem : Qae porqne al presente loa españoles tienen
necesidad de iMutimentos. y habiéndose de proveer de los
pneUos que tienen encomeadadoSi sería á macho trabajo
é mata de los natnralesyé los espalloles no serían proveí-
dos , péAnaito é mando qae para remedio de esto los es-
psfioles.qne tuvieren depositados y señalados indios, pne-
dan Mol ellos hacer estancias de labranzas , así de yaca y
t](8 [1] como maisales é otras cosas.
á?—Xtem: Mando qoe ninguno de los qne tuvieren id^
dios depositados y señalados vaya ni envíe á los pne-
blos de ellos sin licencia de mi lagar«tenieate , é que se
asiente la dicha lioenda ante el escribano de sa jnsgado
el dia qne se diere y él plazo que ha de estar en el dicho
pueblo ; i que si fbere ó enviare sin la dicha licencia , pa -
goe por CfKla vez na marco de oro ^ la mitad para la cá-
mara 6 flsco^ é la otra mitad para las obras públicas de la
diéha villa.
4^^Item : Qne ninguno, de los qne tuvieren los dichos
indiosi imedan sacar ni saqaen de ios paeblos de ellos pa-
ra ans labranzas . ni para otra oosa algana , niogana ma-
jar ni mnchaehp de doce años para abajo, so pena qne si
b aseare pierda los dichos indios é les aean'quitados, é de,
üeodo á todos mi higar>tenientes , qae no puedan dar li.
eaneia para saear las dichas mujeres ni mnchaohos , so
panada dosdentos pesos de oro por cada vez que dieren
la dicha Ifeenda, ó viniese á su noticia que se sacaron aia
ella , é no ejecutaren la pena contenida en este capítoro
los cnalea dichos dosdentos pesos de oro aplioo según es
[ difho en el capítulo antes de este.
5? «ítem : Mando qae los indios que se sa&ren de sus
pnebloa para haoer labranzas j 6 casas é otras haciendas
4 los espafioles que los tienen depositadosi qne los trai^
fan d€Hreehoa ante mi Ingar-teniente para que asienten el
dia qne vieneii á sertir, y que no estén en el dicho servi-
cia mas qne veinte dias , y acabado este tiempo los tome
II j AJit SM éU l0t; Mf ■• Vaman «n Im IntillM.
h
— 3oa —
á traer ante e dicho mi tfiammM y esoribaoo^ puftf
Bi^pa cQUBdo los despide^ 80 pon» 4M4Í iM^floB tnjM
al venir como al ir, ósi los tiii^ietaim«tie^pqdc¡loM
olios veiute diaB, pague de p«ma medio mar^ dfípbj
cada vez que no lo registrare como diichoieBí j(S Bpd
(1ÍM que loH taviexe de maR deidielio tiéinfto, otro m^
marco de oro apunado £omo o iehó ea¿ . j
Gv -ítem: Qoe todo e& t)eni|)9'qiieJo9dicUofl ii)dk
tavieren sirvieudo, el señor que de elloe sé.sirviff^l
á cada ttuo en cada dia noa iibra de pan 9, ¿, ^^^
sal, ó libra y mediado ajeo 6 de yooa <lMuiata| '
con Ha sal y ají ; y porque, al preaMb^. lop
pueden dar los didioa baatimeutoeiéflp^diclioeij
tienen en ^ns casas^. é loa poeten Xtofft para^ au mi
miento , din que s^ les haga agiravio¡.^lo menoa/'
presente» porque tienen muitaas Wtbrjanz^i
mando que «sto bo se entiekHla Jhanta de avilA^
primero Bígniente. que oopúitvfíUk á coirer doodp:
1? áA enero de 1526 ^ tí que pasado este tje]yipo.r
tengan como dicho ea ^ so. pena que P9V eá(í|i
les probare que na ieq dieoen la dielit^raQioii)
dio marco de oro, aplicado como dicho 4^. V^*f
do 4 tres veeea, mando que pierda lop dioaoB in^
7?Iteai : Qae el tiempo^ae loa digbóa iuáiofl¿i
sir>^iendo, ei espa!LoLájq^en/(Sirviei^o9:uo. Mm
labmn za hasta que. sea aattdo el aoJ^ ¡y no loa ^
nms tiempo de hasta nnahtua aatea^u^ eapQiij^
k medio dia los.deje reposai! é ooloeiífUii^ ^oüta^^ J
que cada Tez que no lo ctunpiiere, así ^coiiio^ ¿í^a "
tinto se coBtienOt pagua medio aroo de 4^0 aq|í
dicho es, y si tres veoease le píchate hai)erlq ^
da loa dichos indios*. * > < . • . . • .,
8? > lem : Que «i las estaaeias ó.^n otriS^;
loa españoles se frir^ieren de losidielios .^^oa^
pnfte eefialada donde tengan. nnaiimágeiii¿de Ki
flora, y cada día por la mAQaBa,,ante8.^|ie<
hacienda los Iteren alU'^ y tes digan }a^ qoaw
nanta fé, y les muestren la oraoioa del PAter i^i
María, í^redo yaalve^Begina^ ea laaaei^ . q^é^pj
can que reelben doetrina de uufetü^ fép ao ]
cada vez que no lo hidiere pague seis pesóa
cados como dicho es.
•^4-
— 307-1.
(«-ítem ; Qáe el «e^Qol d otra peféoaa que taTiere
^4e^>8itado8, tenga cargo de se lea qoiiar todoe ]o6
m qe ídolos que taviéren ea stis pueblos ó en oti a
'fa pacte. Ó les haga una Iglesia ea el pneblo con
6 imágenes, adonde lem haga entender que hau
á lOgar á I>ios qtie les alambre para qae lo co
é 8e/9alven, e por los otros bienee temporales, so
elq^úe/dentro de seis meses' como les foeren do-
lá« dielios ¿idios ^ no lee tn^ieren qnitado los
ó^fdx>rios antigaos /'é no tuviere hecho la dicha
pague medio marco de oro, aplicado como dicho
4Í6 aquí adelante pague la dicha pena cada vez que
tiáttido y no hallare hecho como en este capítulo
tiene.
ítem : Mando qué noée dé licencia á ninguno de
tgnriftreii indios depositados, después de los haber
|í W^P I P¿*a' loi3 tomar á traer otra rez , hasta
m &mt>li'dos tt^inta dias después que los despidió
^ f^Éíen á sus casas, lo cual se ha de ver por el
del éüKÍribano ante quien se registraren los dichos
jto petía que el júeí; que diere la tal licencia, antea
^ IpttdO el dicho tiempd , pague doscientos pe^os de
^^^G^Oa ^mo dicha és.
f^dl^ni : Qx^e' ninguii juez pueda dar licencia para ir
il^p^blos de tos indios ni para traerlos á servir, si no
' Bjai lugar- teniente ó la perdona que éljdejare en su lu -
)M¿»ado él ausente, so pena de doscientos pesos de^
. JipUcados como dicho és.
li— ítem : Porque los vecinos de las dichas villas han
tener trancas de puercos ó otros ganadola , ó para la
Mda é tranca de ellos han menester de los indios para
^ permito que mi lugar-teniente pueila dar licencia *i
diehoe españoles que así tuvierenjlos dichos indios de-
itados, i»ra que puedan sacar de ellos los que í aeren
aifister para gpardar de los dichos ganados ó no paia
cosa, 4, que los que sacaren para eso ctecto se trai
ante el diohjQ i|ü, teniente, 6 Ip haga entender al cura
I pueblo cómo son para iaquello y aun le cv')atenten con
algoaa cosa deiMca&B» y esfl^ se entiende no teuienao ei
W^psaLoiesola^vos de los dé rescate, ó tepií^n^' <>*<>» ^^^
toí ftqe baste para ía guarda de los diohoo ganados, que
to ae le dé la dicflia licencia pan» sacar indios níiígauos
— 308-r
para los díohcHi ganad^Sy é si los oacare jpíerda 1m índik»-
que asf tüTiere depositaaos. . <
13.-rltem : Mando qae cada uno de los que iUviei:»! in-
dios depositados dé ea cada un año á cada p^úsona da
los que se «rviere^ conforme al registro del esoriteno su* ]
te quien le registre, por su trabajo hasta precio dé me^ j
dio peso de oro, en caso de rescate, ó de 16 que lepioA^ i
ciere A mi lugar-^teoiente^ la opal dicha paga se liagásih j
te él é ante el esoribauo ante.quien ae registraren Icii^iii^ 1
dios que Tinieseu ¿ servil: ^ . en manera que óáda tékft ]
pueda ver los indios de ^ue cada uno se ha servidvi éti ]
paga que les ha. hecho. I
\ Fáltala ecfictuóion.]
NOTA DEL EDITOB.
Las (Nídenanzas 'é instrucciones que precedett Üé' íálk'
sacado de una copia antigua que existe en el ¿foVLy^M^]
Bxcmo. 8 c. Dnqae da lérranova y MonteleóñeVeíl! étIBtf'
pital de Jesus^ la cual es copia del original ó oé^tra
antigaa. No se ha creído conveniente nacer éh' ettti'
reooion algana^ sino que se han dcgadp las láiémail e
tas que aparecen en la meñciona^^ copia, las qué por
parte son f&elles de notar y corregir por él lector , y ttf^
ben aftribuirse al copiante» pues den Fernando Oortés
cribía correctamente , como se ve por sus cartas y -
muchos párrafos de las mismas ordenanzas , las oís
contienen toda la organización política y municipal da
Nueva^Bspaf&a, y son por lo mismoj un docuicneiito
cioso para la historia^de eat^«
CARTA DE CARLOS V A HERNÁN CORTES,
en QM ae da por sati^ceJto de $us servicios en ÜfnevaSspañOf
cada de la colección de documentos inéditos .pura la Msknia^
España, para la ciiai se copió del arehhó de Bimanoae^
VaUaioUd 15 de oetmbredelSiSL
El rey.— Hernando Ck)rtéS| nuestro gobernador y
tan general de la }7iieya-!Eq^a llamada Aralmi
— 309 —
TJllM. Imeso como á la divinat.nfcMiwncift plago de me
taraer i esim srinotí, que ámemlmqué qon poátk mi arma*
da TéA wla tUIa y pveito de SaatAoder ^á 16 díaa del
meedejalie deeetepreseatoattOt maodé qae se enten-
dieae'coii maoha diU^uioia en el deepacho de las oosas del
eatftdO'dBesMipttrtea comoea oosa,tau priacipal ^ espe-
dalateato qmse por miieal peleona' ver y entender mes-
traridadoiies é las aosea de esa Kaeva^^paña, é de lo
gneeiíiniaafleaeia de estop reinos ea ella lu^pasado,
porque lo tongo por oosai grande é se&alada^ y en qae es-
pero mestaDo Seflor será may servido» y sn sante fé cat6<
nea i^nsalaada y aerecenteday que ee nnestro * principal
deseo^i yde-qae estoa veíaos recibirían mndio provecho é
Dobleoiniiento, en<{Bapor' la dicha mi anseneía no se ha
podido enteoder^ B^pa^qoesiejor se pndiese hacer y
pfoveefi» m^tidé oir é lijCartin Cortés, voestro padre, y A-
fone» Hcmandssi SerteoamKfyS'mQisoo Mont^o^ vñes-
tooitHroooAidQies y de ios> pneblos deesa tierra % y los
proenradosÉs dal adelantado Diego Yelimneas. asinusmo
él veedor CMsixibal4eTi^^ qae después Uego, que ha»
Uelefdo|Kroifáld»dalagDbenia6ion4e esta tierra por
wwtRw góbetnadóres en nnestro nombre, y por todo ello
peieeeeoto daflosa ha nido paca la poblaólon de esa tier-
ra é oonvenion-de los natnsalea de ellai y estorbo para
que Noa no fnésemoa servidos, y estoe reinos é natnrales
deéOoe aproveohados^ la diferencias que entre vos y el
dioto adetontado Jia habido, y .cómo aquellas y la ida de
Panfilo de Karvae^^ 1% armada que llevó, fué causa de
le abaré perderla grnu ciudad dej.Tremiztitan [Méjico]
que estft fondada ea la grai^ laguna, con todas las rique^
zas qae en día habia , y de loé males é muertes de cris-
tianos é indios que ha habido , de que nuetro Sefior ha
sido muy deservido y üfos habernos rescibido desplacer. B
Nos, qmrieado proveer en ello de manera que la pasado
seieoiedie, y adelante pueda haber camino para que
eu esta tiem sa haga el fruto que es razón , é Yo tanto
dsseo pora ei aeieeeatamieiito de nuestra santa fé católi-
eaysIávaekH^de laaáDímas de los indios naturales y
baUtantes en esas partes , é por vos quitar de las dichas
dtfennfliaa, haibenioarenKitftlo las dichas difttrénoias y de*
hebBoq«aetttrevósyddioho adelantado hay ó pueda
Mtor Ajtiskclay ylohiMAoa ccmietído y mandado aliuts-
tro gran cattclller é á los del auestio cam^ de las Iqdias
para qae elloe^ conozcaa de ^Ilas^ y bieTemente os liagf^
y admialstren enterd campluniento de jasüoic^ ; y envío
á mandar al dicho adelantado qae ao arme ni envíe mf^.
tra vos Ícente ni faerza, ni haga otra violencia ni jip'-
vedad alganiá. B porque soy oertlíioado de lom«(^qtte'
vos en ese descmbúmiento é oonqiUsta, y en tomar 6 g%r
nar I9 dícfha cindad é provínolas, habéis fecho ^ trabaja^
do, de qae'itíe he tenido é tengo p(»may servido, é tea*
go la volnntád qne es razón pan vos favorecer y haeeí
la merced qne vaestros servioioi» y tfab%jos meceoen r J
oonflando ae vnestra persona é enjieBdo qoe me secvireis
oon la leáljtad qne debéis^ y q«le en.tado portéis la bae-
na dijigent^ia é recando qne Gonvieney* como persona qne
tanta ezperieticUi ti€fñe de l<v'de JiUá^l vx>s habemon Jl^•^
dado proveer delxsargo de maestia gobernador y>M£?|w.
general de la IfáevaEUipaat^y provineb^ 4e ^lU^ por el
tiempo que nnéstp merced é volntad iim^ó J$pa maa-
damos pro^eeiratm eosa, oomc ^seeieU pdr:laa . jknmfípDM
é poderes é instraobiones qnet^vos maridoboiKÍAi^'i^^pef^
de Yo vos mando y encargo quai^useis derdds dióiiQfl)m9Í0Bj
conforme á ellos , con aqnella dülg^natay b^^i^.^eQfi^diir
qae & vaestro servicio y á la ejecoeioa deiainqi^éü%jai^"
tici'a y población de esa tierra cor venga > é Xüéevoa
confío: qne como dicho es. Yo envi<^ á mandar al dicho
adelantado qae no haga coca algana qne pneda ser perju-
dicial á la dicha nuestra gobernación, é á la pas'é sosiego «to
esatierra^yqae principalmente tengáis grandísimo (nada-
do y vgllancia de qn^ los indios natnralesdeesatíénsaseaii
indos^íados é doctrinados^ para qae vengan en oooocU
mienl^de nnestra santa fé católica, atracándolos pai^ello
por toidas las bnenas mafias é baenos tcMaviientos que
convengan^ paos (6 Dios gracias) segnn vnestras relacio-
nes; tienen mas habilidad y capacidad para qne se liAgft
en ellos fráto y se salven, qne los indios de las.^tf (is ^'^
tes qae hasta agora se*han visto ; poi^qne este es mi piisL'
dpal deseo é intención^ y en ningona^iosa me po4^ ^^^*
to servir^ ^ '
Y para lo qne toca al reeaodhO'de noestai ^aeiend^iy
porqne haya con vos personas cnerdas- é oflcisl^ W&^r
tros, enviamos á álóMo de EMaiüka, contino^ ^ niiestsa
casa, por tesorero [^ y á Bodrigo « Albornos naestro s^-
— 311 —
cretario^ por nnestro contador, y Alonso deAgnilar [1]
pbr nuestro factor , é á P«raliiiiBdfis Oborino por nvestro
" ' veedor/ á loei'imiileaTis é&ongo wmam,6 tratéis >ieii|CO^
nio á criados é oficiales nnestros, é les deis parte de todo
lo qnc 08 paieiñere que •eonviflae a nmttiro seryieiOy é que
' por rason de sas ^eAoloala éében¡baber>« de manera qne
"' eTtos osen y ejer^ri, y pueda» usar y ejfroeyc como con»
' viene,' que ellos^nsimism^ UeT^anAle fini mandado qne os
liodren y acaten oonH> es raconi y en todo loa íavoxezcaia
domo de vofi otmñé. . , ■ . . ,
^ ' ' Las mstrncclones tocantes , asi pava 1% .buena gobema-
'" ^' hfAfí de esa tierra., como paraiQae los 4iQbos inüips sean
. . bi^n tratados, doctrinadoa ó instimidos en las cosas de
" npAéstra tonta fé católiea^ que ea lo^qne principalmente
deseamos, como á la ftnrma é laanesaíqibe' Jios «liehos nnes»
tros oficiales' han de tener en sw oAcíos , llevan ellos, las
caáles vbs iboitráis por mi aerviolo ; qne vos por lo que
toca á vuestro oficio las gaardeis y. onmpiaiSj» y hagáis
gaardar 6 cumplir, éá ellos para que las guarden hagáis
dar imñ&í%v(¡fté ayuda & 6. tened .simare cuidado de me
escribir muy largo de todas las cosas de allá, é de lo que
á rókHfá pareee^qne ú%bo diaadar [«roveer pa^rib el ouen
*'' ' góbWnO'de esastiecnMc B» Yalla^oii^yá ISdiasdei
"^^•tftés de «ocftabre de 523 ^Aos.-r-Yo e^ Bey^— Ppr, ip^ndado
^ de S. M. , Francisco de los Cobos. . .
5<
II
ti
'»
i:xa?J2iL0io
t
dd espei^íent^ promovido fior MigtiH Mattinez ^ oQttu) vmrído áe
dDnmIteo»or.J)OHcei,gtja U^ffitiuia de FranviSCif JÚontaüo , uno
d« to9^rw^ros descubridores y. conquistadores déla- Nrieva-Jüs -
N . ^[ £fte extracto, sacado del expediente origidal que se
h * i t ^^ haUa en el archivo del señor duque de Téttánova y Mon-
>< tel4aone> ha ¿ido formado por don «Tose Tioente del yi^
t ü -. *Mlar, á cuy^o cargo está dicho archivo, quien por sus mu
^ ' (IJVin lugar de eate yino Goialo de Sakzar.
^ clios coBOeiiiiiMibMEi y piáoticado la l^ctu» do le eMri>
<^Ta antlgQfti meteprartado mny impoctaiiM»» MBtyiámP
Oomi€(D2a por on eieiito prawntado por diobo Uaitíntf
al virey 1>. Loiscle VdiMMO^caqne alegan 1m aeiUüadoi
aerviciOB de los progenUnreS' de su esposa • naiidedoi
pt^miar por la real oMiüa qae aoonpadaf y no podtr Ui*
mentar a eatioroe hijos qne tiene en su matrimonio ^ oim-
clnye pidiendo qne se le asigne la pensión de qninientoi
peisoa de oro eoninn i>or las reales oajas, en los tñbstOH
raoOB ó qne vaoareDi ínterin se le haee otra meraed óm
le'daalgíma enoomienda»
Bl expresado vírsy pioreyó con fecha 20 dediiñemb»'
de 1593, qneoeoniese á la real andiq^ciai lo qoe hixo por
medio de otro memorial en los mismos términos que ü
anterior, elcaal le mandó pasar al fiscal con la real cé^
dnla qne signe : f
Cojpla itteral ae la real cédula*
fii Bey. Marqnés de TiUa*Manriqne^ pariente^ mi vinfi
gobernador y capitán general de la Ifoeva^BspaTiai éá
la persona 6 personas á enyo cargo faere el gobierno di^
ella. Por parte de Migoel Martínez', reciño de la etnáil
de Méjico de esa tierra , se me ha hecho relación qoe eitti
casado cen dofia Leonor Poncel, hija de FrandsooMo»
taño, qne faé nno de los primeros descubridores y poUai
dores de la dicha NnevaE«pafLa , y qne se halló cni dn
Francisco de Alvnórádo (1); cuando se cercó la
cindad de MéjicO| en coyo descubrimiento y población
sirvió arentajadamente , y asimismo en oompsfiia
marqoés de valle, en todas las ocasiones qne en su ti
po se ofrecieron en esa tierra, con mnoho Instre de
persona, y qne á cansa de morir pobre, lo es tambim
dicha de miyer y tres hijos qne dejó, como constaba |
ciertas informaciones qne se presentaron en mí oonae|<>
las Indias, snplioándome atento ú los servidos del
Francisco Montafio, le hiciese merced del algnn ea
pimiento en mi real csja ó en qnitas y vacaciones,
[1] Si uva •qniTocacion: el AlTarado qné mandd nía da (M «olimaiía^
ata^M «a •) ai Jolda Méjic* faé don Padin.
— 313 —
06 pudiesen sitatentar él y la dloha nn mnjer , y mandase
qne le pioFcgréaedes en ofloloe y eargos de ios que hable»tf
sen en esa tierra qne fbesen de mi servieio , y asimismo Á
loe que casasen con las hermanas de la dicha sn mujer.
Y vistp por los del dicho mi consejo y las dichas info];ma'
doneSf pcurque en las noevas leyes hay dos del tenor si.
goieiite : *^Y porque es razón que los que han servido en
kia deaeuhrimientrá de las Indias « y*^tambien los que ayu<
dan á. la población de ellas que tienen alió sus mujeres^
sean preferidos en los aprovechamientos^ mandamos qne
los nuestros vireyes , presidentes y oidores de las dichas
nuestras audiencias, prefieran en la provisión de los cor-
regimientos y otros aprovechamientos cualesquiera á los
primeros conquistadores , y después de ellos á lo)9 pobla.
dores easados , siendo personas hábiles para ello. Y que
haata que estos sean proveídos, como dicho es, no se pue-
da proveer otra persona alguna. Primeramente j por un
capítulo de las dichas ordenaneas est& mandado, que por-
que en la NuevanBspaffa hay algunas personas que son
de los primeros conquistadores y no tienen repartlmien*'
to de indios, que el presidente y oidores de la dicha aun
diencia de la dicha Nueva-BspaOa se informen de las per-
sonas de esta calidad, y les den en los tributos qne hubie-
ren de pagar los indios que se quitarep, ex)nfonne á lo con-
tenido en las dichas ordenansas , lo que les pareciere pa*«
ra la sustentación y honesto entretenimiento de los dichos
conquistadares qoe ansí están sin repartimiento , y por
'otro capítulo de las dichas ordenaneas mandamos que
los nuestros visoreyes, presidente y oidores de las dichas
aodienoias de las dichas nuestras Indias , prefieran en la
pffovision de los corregimientos y otros aprovechamientos
cualesquiera á los primeros conquistadords, y después do
ellos & los pobladores casadf>8 , siendo personas hábiles
para ello 9 y que hasta que estos sean proveídos como di^
eho ea» nose pueda proveer otra persona alguna.'' Y por-
que somos informados que en la dicha Nueva-Bspafia
£ay algunos hijos de los primeros conquistadores que no
flotem^nte notí^en indios, pero quedan pobres y no tie-
neo de qué se sustentan Y á causa que por las dichas
ordeiu^nzas mandamos que la dicha sustentación y ho-
nesto entretenimiento sedé á los primeros conquistadores
que estuvieren sin repartí mientos,|y qne estos prefieran en
—au-
la i)rovi8iou de loB eortegimientos y otros aprovedia-
mientofi caaleaqnier^ los coalea^ «irado muertos, no tto po-
dría ejecutar en loa didioa B«t • hijoa la meroed qne maD-
damoH baeer ó ana padres ; deoiaramos y mandamos, 4)iie
con loa bijoa de loa primeros éonqnistadores de la dicha
Nueva-EMpafia, que no tuvieren repattiníiento de io^os
y quedaren pobres, siendo de legitimo matrimonio naci*
dos, se veiiiiqae en ellos los diobos eapítalos como se hi*
ciei a con sus padres ai fueran vivos , j qne estoa tti%
teniendo babiüdad y edad , el nnestro visor^ que es 6
fuere de la dieha ^neva*Espaí&a , lea dé y provea corre*
gimientos y otros aprovechamientos en ella. Y á los qiid
lie e^tos no tuvieren edad para ello, les óén de los tíllm*
tos qno pagaren los dichos indios que ansí ee qnltaren, lo
que les pareciere, con que m^ crien y sustenten. Yo os
mando que veáis los dichos capí culos arriba incorporadogt
y los guardéis y cumpláis, y lo hagáis guardar y cumplir
con el dicUo Miguel Martín y con las personas que casa-
ren con las henuaeaa de la dicha su moier, en todo y por
todo, según y como en ello se contiene y declara. Y que
en lo que se les ofreciere en osa tierra les ayudéis {é^fa-
vorezcais , proveciéndolos en oílciofl y cargos qne sean
conformes (x la cualidad y habilidad de fius personas, en
quo me puedan servir y ser honrados y aprovechados,
que en ello seré servido. Fecha en Maarid & 24 deno-^
viembre de 1588 añoa— Yo el üey.-^Por mandado del rey
nuehtro señor, Juan de Ibarra.
Sigue un poder que el dicho Martines y su esposa dofia
Leonor conlirieron á Alonso 'de Paa, procurador de Iti au-
diencia , quien habiendo acusado varias rebeldías al fin-
cal, consiguió que en el mes de febrero de 1594 diese en
parecer, el cual se reduce á pedir que se dé cutnplimiento
á dicha real cédula, haciéndoles merced á los interesad<i8
en las especies que ella señala , conforme á la calidad y
habilidad de sus personas, para cuyo efecto produjeran
la correspondiente información de* ser los contenidos en
la referida real cédula. A»i lo mandó la anüienela, en su
auto acordado del dia 8 del dicho febrero , y en su conse-
cuencia se examinaron seis testigos por el tenor del ínter.
rogatx)rio formado áeste efecto , habiendo¡resnltado pro-
bado que el dicho Montano fué uno- de los primeros de»-
^\
H
-.315 —
cubridores y couquistadorof , y qae la referida doña Leo-
Bor Douoel era su hija legititua t eu cuya virtad , la lual
audiencia , \)ov mi decreto do 8 de julio del luisnio año,
maudó que los oüciolesi^e lai real l^iciouda le acudietseu
con doscientos pesos anuales do los tributo» do los pue-
blos incprporad^i cntoacttsá l^roal ooraua los que eula^
ban se&alados para los entretenimientos do ios coDqaíu-
tadores y sus hijos , oaya sentencia ó decreto está jboua«
lado con seis rábricaa*
No habiéndose conformado con esto la agraciada ^ re
presentó á su nombre su esposo ILgnel Mactinez, que ni
toa suúciente dicha asignación para remediar sus uecesi
dades, ni el ramo BoUce que se consignaba era bastante
para que tuviese efecto» por lo cual ^ y reproduciendo los
méritos antes legadoe f suplicaba se le concediesen los
quinientos pesospedidos, consignándose en otra cosa mas
segara. Dada vista al fiscal , este supuso en su dictamen
qae oonfoíñie ala real cédala citada, estos situados de-
bían entenderse splamente para aquellos que no tuviesen
edad sññciente paca servir algunos empleos ó cargos, en
oaya atención pedia la revocación del auto¡| en que se com
cediéronlos referidos doscientos pesos , y que eu compon -
secioQ se le diese un corregimiento. ca>^ qu^e'^se entretenga y
smtent^.
De este dictamen se dio traslado á iü parto eu 10 dei
ml&mames de julio^ q^ieu coutestaudo á él alegó do uno-
Yo^ que según la real cédula bien podía dárselo , además
del situado que pedia, el corregimiento , paos lo uno y lo
otro se mandaba dar en ella/ mas el fiscal ,, á quien volvió
el expediente, insistió en su anterior dictamen , y por úl-
timo la real audiencia, por sentencia que dio en grado de
revista, en 30 de agosto de 1£0JL , confirmé su auto do 8
de julio, con la cual se conformó la parto do doña Leo-
nor, pidiendo se le diede testimonio de ello para ocurrir á
los oficiales reales. El fiscal que intervino en este nego>
cío fué el doctor Gaseo de Yelasco, y el escribano que iiu-
torízó las diligencias se llamaba Sancho López do A--
güito.
DoouMBurros
á im condes de Moctezitiiia.
Memorial que dio la primera vez la casa de Moctenumapre <
tehdimdo la gramdeza de Hspafku
El conde don «Diego Luis de MoctezamsL hijo del prin-
cipe don Pedro de Mooteznma y nieto del emperador
Mooteznma, dice : ** Qae obedeciendo la real orden de V.
M. , ha venido de Méjico, y viéndoee hoy á nne reales
plantas , cepera qne no estorbe ya la separada distancia
las generosas inflaencia9.de sn real presencial pnes solo la
relación de legítimo nieto de nn monarca tan poderoso,
ann cnando le habiesen deposeido del reino yiolenciaso
derechos de otros príncipes , si en tal caso se refdgiara á
España y se valiera del real amparo de V. M • , faera esti-
lada atención de tan angnsto ánimo el seOalarle rentas y
honrarle con puestos qne conservasen algnn Instre res.
pectivo á la primera grandeza^ de que da cada dia V. iM.
plausibles ejemplares, enriqueciendo de rentas, oficios,
gruesas ayudas dé costa , á tantos que caídos de menos
alta fortuna hallan en la real magnificencia de Y. M. lo*
gro de su caída, en considerables medras^lsin mas mórito
que recurrir al favor de Y . M , y le expenmentan pronto^
por mas que instan los empeños de la corona y aun los
aprietos de su real palacio.
Lucen dignamente los descubridores de la América con
mercedes de grandeza , títulos » estados poderosos y ricos
mayorazgos, gozando sus descendientes cada dia nuevos
fevores y mercedes, con que adelantan el esplendor de sus
casas. El suplicante, pues , no debe verse con menos lu-
dmientoy teniendo en sus venas tan fcesca la sangre real
deaquel emperador, y tan rédente la memoria^ de todos
tan do admiración como sincgemplar servicio, conque
Moctezuma su abuelo, con ardiente afecto y sin violencia
alguna, puso á las augustas plantas de la real casa de V.
M. su corona, su reino, sus vasallos y toda la Nneva-Bs^
paña.
Zfanea m enycg^oeró , ge&or^ tw heAíioo mérito : eiem*
V. M. del hi^terio da
05} ooQ Ift plata y oro
•ona de M^loo, llena V.
rta que abren íu Filipi-
las i«alea ot^aa de Méjí-
áEepaSa oonaeroomo
Boastaa por loe regiBtros
de Sevilla, Boninna-
raltOf y leSozando en
no ataiore reales meji-
I de laa joya* mas rioas
a monaiqnfa de T. M.
qae de oan^Uluías y
iraspadoe, deanatos nni-
obras piafl} estadoide
rentas de mayotazeoe,
poderoaae y magnmoaa
» qoe T. M. reparte á
01 aquel gran Mooteza-
9 ánimo y demoetracion
todoe en la real oaeade
deecedientei, por maa
I gloria de eer vasallos
, Ti viendo debiijo de sn
anos las riqoesaayrei-
poeeyeion sos pasados
lléjico.
expedosas, qae es may
ber oonsegoido ya mer-
mil dnoados diá renta,
a; palada No eúlo dice
I tuabien generaboente
laanadones, oonBide-
as de qoe Y. M. haga
if poes las saele hacer
■o ha interesado tan
ando haya qoíen hobie>
dnofl , no hay r«y qne
— 318 —
con igflal afecto como MoofaBcma^ en la major pujanza de
au iuinorioi qe entcegii^ ood todos sos vae^os por vaosOo
tioY. iVt. I vio (|tio es' de imponderable y caai incEé|Íi
aáombro, qno ea],d^fensa de esta cansa se arrestase lus|ift
(Itrraíuar Iasao¿rójr^)order la vida, saotí(l6'bid08e'ÉÍ(
t o talmente al servicio de IT. M. , y de su eatólica oorofi&
Sin parecer,' paes, que pito la raya de sa modera-
cioa ni los grados del 'merecimiento , Énplioa. qne V, M.
' honro m casa con primera sprandesa i la llave de la ck-
mará y cieti mil ducados de, renta en la casa de la Oon*
tratación, " '
Y cnándo en la jnnta partícidar [á qne suplico A T.1L
se remita la consideración de este memorial] no meréde*
re que Y. M. le haga merced « íse sirva darle iíoencüa pus
qae se Vuelva, á las IndilMi , donde e¿ un rlnoon deü^*
co pase con la poquedad ^Ue allá tiene, lamentando m
poca suerte, pues no sé Ju2ga por digno ae servir 4 T.K
on palacio I ni ¿oísar d!a la nberafidM que toOos esgtíá*
mentan y le. ofreció el Vitéy de Méjico en ndiábíé dal\
]\t. , cuando! íe ijítimó 's^'teal orden para qué vinim t
£spañd , que etf esto del deseñgaUo \ y en lo otro dd £i^
vor recibirá^merced de V. M,
^oto.--.Este documento i cuya fecha ihuon> , ba sido
i^iicado por el reverendo padre tntf Mucio YaÚo\ino8y
(¡ae ha tenido la vendad de comunicármelo y de un nia-
imscrito pertenciente al colero de laOompafiía de Jo-
sas do Moreliai que sé titulad Historia áel eúiperádor JhC'
fczuma^ escritapor el padre Luis de Mbctezuma, Bl tíiioDO
II. V. me ha ofrecido formar un extracto de esta obra,
que debe ser muy curiosa , el que j^ublícaré cuando lo
reciba,
Los resultados de esto3 documentos fueron algunas
gracias de poca valía^y añade el documento inédito do,
donde se han tomado estas noticias, que nada pudo con-
seguirse por entonces á eausa de loa grandes trastúmoo
de ia rebelión do Flandes y óánquista de I^ói^tugaL TSo
pudíendo el conde hacer en la c^rte él gasto que bu do-
vado rango demandaba, se tetiró á un pe^tiefio mayoral*
go que poseía en Guadix. .
J9u hüo dra Pedro lesifon de MoctMuina renovó esta
— 319 —
eoando éS m^arca español , por consulta dtl
de I^diaBí pidió quñ la casa de Moote^una rei^
la reannoía del imperio mejicano , que aa bisabne^
' haelio. lia elánsala de la esoritaia' literafmente
fligae :
por bien I y desde Inege bos todev^ madie é
de an acuerdo y confotiiiidad nos desiatimofl, qui-
y ajirtaüioa.deeualqaieg dgeého. y pretenfliom
' aos y onalqiiier de'iioii^ y- mtestrotf herederos y suc-
sdel diehoMoote^Lma', y lo cedemos , rennn-
y teaspasasios en B. U. y énlos s^fiores reyes
el tiempo faeren sus saccesoies , y ea bu coro
m
L^g^ro ha dado en sa Historia 'de M^ieo ti árbol ge
"nHobde esto familia» que se po);ieá continnacioD. E^
m^omado por Felipe II el año de 1550 >- y en ITül^
biQsratta mil pesos de pensión anual, aegun Ber .
^^^ TíMúMd0 Oasiilla i la grandeza deBepafialt^
viUapor Oárlos III, por decreto de 17 de dioiembrtí
I 1765-
■ t
i' i
~320^
DSSCBHDlirOIA OU. Ktt WOtMXJCZOlUL
MOTfiueaeoMi, IX rejr de lt6jtoo, oando eom IfiiniTi jocbitl sn s»briiiA
D. Pedro JUiíuUoahoAUiíi Moltzuna. mmmIo «ob 1>? CataUMQMs^iocUtl,
na aobriim«
D. Di^go Liis ItattaBoUia HoImum, outáo «n Jbpft&a eon áofi» PíSdcII'
cAdaUb Cueva.
I
D. Fodr» TmUm MoUtoBMi dt Ift Omv«, Ie<»d*d«ÍI«tonnuijdeTah.7
^soond* 4b liOMi oMMioeon J>? JMÚDtauk PbitM.
D. Diego Loie Motatamey Porral, II ooftdade
Motesaoia ote . mmuIo coa don i Luiaa Jofte
Iioaiaa J CanfllOt hSJa del eonde del Areo.
D? KárfA Jeróniaie Motenma Jofre de Loelia,
III eoadeei de MotezamA ete., e«aada fou don
Joeé BanaieDlo de VaHada^ee, qoe f aó Tire j
de líéjieo y I duqae de Atiiaeo.
Dofia Faoata Dominga D? Melehora ttetml^ii'
flanai^atoT Moteta- to Moletmaa* V ooa«
ma, IV oondeía de
Jtotoaoma, maerta en
tierna edad, ei Myji-
00, en 1697.
deea de tfotexooia,
murió da mee^lon en
1717, porloqne reea*
yeron loi eeudoaae
Motetama en l>? 'IV
réia Nieto etc., hija
úéi ptimer marqn^i
de Tfnetron.
D? TeNM Praneleea dt
Motesaoia y IVme»te«
aad« oon D. ' Diago Gít
aeroB de Oumte.
D? Jetdnina de CioerM
Motetno». casMa eta
D. Félix NiatA^ safa.
I maiqaét de Taaabien.
I
D! TeretaMiete 4a flUn<
y Motesama, U m»a-
qntaa de Tene^ i«b y VI
condeaá de Mo*agaii«
eco., casada con D. 0^*
Sarde Ooa Saraueato y
iúñiga.
D. Jerónimo da Oca y Me*
teKam%,lll miumialade
Tenetirony VII coade
de Moteinma. ca»4e
con de ría María Joaeft
de Mendosa.
I
D. Joaqaia de Oca Jf dt«
zama y Mendanaf VIU
ronde ¡de Moteanmaetc
IV marqaé« da Taa^
lirón ▼ grande do Keea-
ña. (Vivía. eoan<lo da*
▼igeio etcrtbió «ata oe
brH,)
Hay en Méjico y en EipaSa alganaa ramaa laterales de esta ilaé^ eatlrpa.
Bl primer marqnés de Tenebron , aegnn Berni en 1*
obra dtada , ae llainó don Antonio Nieto de tíil va > y no
don Félix, como le pone Olavigero. Itete título foé creada
— 321 —
por el (djr Oísúo^JU en 1? cIq mi^o ¿^ 16^^ ;B1 mayo^
razgo estaba en Caai^IaJa Tie)a, y faé del célebre carde*
D^I don FrandfiQo Jiménez de OíaneroSi arzobispo de
Toledo.
, Apenas se encontrará nombre en que los escritores ba-
jan di&rido mas que en el de Mocteznma en el modo de
ttorioirle, Kinguno sigue el nombre mejicano, por la di^
floníad de acomodarlo á la pronunciación espaüola : Cor-
tés le llama Muteezuma ; Bernal Díaz [en la edición de
Cano de 1795] Monieguma^ y este mismo nombre se le da
^f^¡Bl títalo dtt conde f yes elcomnn en los escritores
iomediatos & la conquista ; la familia se firmaba Jlío^e^if-
Mytegon. el documento inserto eu este apéndice, y los
. tamos ^ ella que quedaron en Méjico usaron llamaroe
Mopíízmaj por cuyo motivo y el ser lo mas usado entre
] kioso^ es por lo que le he dado la preferencia»
» '*>
^^AOTO de la» acía$ ée la cabOdiPs del ayunt^mirnto de Mé •
Jj^rehUvaa á ln$ twrh^u^ome» aeonUecidoa aurante la eji^edician
^O^téf d las Hibueraa.
Viernes 17 de Febrero de 1625 añoe.
%BSté dicho dia^ estando juntos en cabildo , segan lo
^4 de oso y de costumbre los señores Ldo. Alonso Zuax
Jt Pero Almindes OherinOy y el factor Salazar, tenientes
(gobernador ; y Francisco de Avila y Leonel de Oer^
^tes, alcaldes \ y Bodrigó de Paz, y Sotomayor, y Jaan
la Torre, regidores ; é dende á poco de hora vinienni
«eflores el t^orero Alonso de Estrada y el contador
Arigo de AlDÓmoz, tenientes aísimlsmo de gobernador.
^ este dicho dia los diclips sefiores, por virtud de una
>vi8ion del señor gobernador y recibieron por alguacil
9<vá Bodrígode Paz y recibieron juramento de él
iftme á la dicha provisión , y le dieron vara de jnstix
la eoal él recibió y mandaron, que nombre y ponga
tenientes oonfornie & la dicha* provisión.
'T estando en el dicho cabildo de la manera que dicho
t.6Í dicho tesorero y contador hablaron al dicho cabil.
^1 dtíendo qae el dicho factor y veedor trajeron cier ta^
^ISKBTAOIOIÍKS.— TOiro I«— 4L ' '
* t>tOTÍ8lon6s éti que el sefíoi* ¿o 1i)éiWÍ6r1os tuiiábihit» pQ
6118 teDientea, y qae moBtxatotí lá t)^vi8Íbh tigttrbs» m
tra eUos , y qnelo qae' eral eii tía té^rotno paanetítf . yin
el señor gobernador , j)or cartas qae agora lea esonbl^lM
tieiie por tales sas lagares- teDieateSs.iaeCcaales (¿lutlas I»
^eroQ en el dicho cabildo ; por' émde i^ae pedhi!i^4d8'n'
ineJiasen, y Inego los dichos contador y tesorero m fli<
lieron de dicho QablldO. « ' ' ' ^
Y lafego el dicho factor f Veedor * bioátrftroá ntift profi*
. sion del dicho señor gobernador, la cnal selevó^ y piíridli
pareció los ñombréi por sas teuíentes : 6 pfu^ por t^Ni
lo recibieron. ' ' ' • *• "*^'
Y iaego los dichos señorea Leonel dé Oér^ántbs^'ftlMl*
de, y el señor Bodrigo dé Paz, alguacil nía^ot,' j Ottte
re de Sotomayor y el dicho «Taañ de la Totte , ftrl^cnwi
dgeron qae pedian por merced á los dtehoé atíñóí&ilpáU
saliesen de dicho cabildo ^ porqne parecía que ae aptilt'
nab<in, y calieron el Ldo Aloiido Zaaso, y el dicho fiíolor
y veedor Francesco de Avila (e salieron.
Y Iaego platioai^n sebillo soÉodioho» j por vDtoi|i
da ano de los dfchos señores dtjo lo sf gaimte :
El dicho Leonel de OervanteSi alcalde, dij6 : ijtie
recia qoe la proylsio]Btqae pr^eatarcm los dlohoe fií
veedor del señor got>eriia;aor, qae áqnella se debe
d^ hasta tanto qae paresoi otra .cpsa^ fK)rqii0
tar recibidos en cabildo por ella,.
E( señor Bodcigo dé Paz diJQ : qae vjsto lotiiie tííi
tesorero y contador pide, dicbm'do qae el ta6tor y ^
trajeron dos provisiones del gobemadoír, isa 8eSdr|
para qne todos cnatrojantáii^on te áBí^fieseny (ioiM
la provisión qae el diclio, tesorero y contador aiil
nian, y qae el factor y veedor presentaroii en cáhil
la la ana provisión ^ de lo caal el cabildo fné engafi
no ostaate qae ellos son ádoxicldóa por la püiovUdoá
presentaron, el lido. Zhi^zb.c^ jaez in solidum.'en Ui
sas de justicia , como paréée qae por )a proviáloñ qé
raello tiene , ante el caal' ^| dic^ó tesorero y doíd
han pedido sa jasticiá;' qá0\lfiu>.'lo 'qae el Ldo, '^^
como tal jaez en este caso,, sehidhóie siendo ^ustii
aqaello en cabildo se campTirá^ y qae hasta éa ti
la provisión dé dicho factor y veedor se gaarde y
como en ella 1^ contiene.
awoea jaez por
tiane^ y qae 61
{ffatiootlo , y lo
aquello le paro<
este caso no se
I ft toque ol 80-
juez qae es de
ella se verá eu
rdará j cutnpU--
oberandor.
ocurador (le es-,
to Que. los 8efio>
iQ det seSo go-
se hallan aerax
1 Sr. Ldo. Zúa-
iiaso el pleito j
luoiaree} y por-
BT alguu esoán?'
ocho daüo, qae
, que anotes que
, vean si de ella
t^ Dios naestro
Uca, y pidiólo
'idores qii« hao
luerimieuto be-
Bron.: qaeanle
como jaez úo-.
i noliabna nt-
itigado porjns-
m la tarde, tor-
orea el Ldo. A-
'rancisco de A-
yor,y Juando
ia oa la taide, .
anciado , satis -
JCho por i*ero
adad dijo , quu
eso y Benteocia
— 824 —
se traieseal dicho esUldo,^ Vteeéo lá Jiuttola j rqgfidom
de él lo qae en taX <i(K80 . tenifctn ptonanciado y bcwiUmioíí
dO| s de cómo XtíAo era oonforme^al servicio de Dios imer
tro Señor, y de 8. M. , y del sefior gobernador ea-M re»
nombre, y para paz y sosiego de maohos baUiüfos y'St«
cándalos (jtte podrían suceder, así entre iM eepaf!ol€Bi<|iii
en estalTaeya-EspaÜa residen, como acett» delossal»*
rales de ella , y para que en esto el dicjio ayontomieiít»
provea lo que mas contiene ala Sa2on, y se hag» ooate-
me á lo susodicho.
Y Inego el dicho alcalde y regidores dijeron / que sita*
Sor licenciado hagan jasticia como mejor viere t le ptm-
cí.ere, porque 1^ que su merced hiciéhre 6omo jues, el eaU-
do lo ha por bueno y lo apruébate; ' ^
Lo cual todo qué dicho es , luego en eiM^dioh« ^Umm
la tarde, á ^poca de hora por Hernando Fsres^
fué notiftcado lo susodicho en esta tarde á IM
factor y yeedor en sus persanas.
Los cuales dijeron \ que el dichb iMrildo heéiio lief ■«
la tarde, ya contra todcórden de derecho y se pnetoli^r
mar mas propiamente monipodio, paratnoTeer
deservicio de S. M. y en desasosiego de esta cfndMli:
gun parece por lo proveido ; y por tanto \o pio^
ninguno y de ningún valor y efecto, por cuanto á qna
do el cabfldo se hallara preéente , y espedalmBate 4imá
fialado para él, la ciudad no era parte pora apiobMé
que el dicho licenciado hiciese , por ser como es
y suspenso en negocios, y no lo haber conoddo ni
car por tal juez, y lo mismo se dice por Francisoo do
la, alcalde ; y demás de esto la ciudad los tiene
y están en posesión usando y gozando el cargo de
tes del sefior gobernador , y no habiendo otra
contra como no la hay, no pu^e dejar de ser oomi^Müi^]
guardada la dicha provisión : por tanto, por viitoá C^
poder que del sefior gobernador tienen , íes mancan ti
dichos alcaldes y regidores que hicieron el dioho
extraordinario, que so penado muerte y perdií
bienes para la cámaray fisco deS. H., nose enl
á aprobar ni aprueben cosa alguna de lo por el
candado determinado , antes fo den por ninguno
es en sí él ayuntamiento que así hideron, pw^ue
lo que conv{«ae la servicio do DiosmfiestroMl^i if
— 325 —
I S K. ) j pac j «Miegb ,de>0sl» oiniBM^lw •e.imiiiplA la pro*
I Tiikm 91» p<»¡el Sr gob^niadinr. e9tá dad» t la coal estó o-
bedediday cMiptida ^ y así maadanm notifloar á mí el ái-
oho eeoribaiio á los « aoaodichosu^Giuutalo de Salazan-^
Pem Alaiades. , . ,,,^
Bq 18 de febrero de 1525 años se notificó este auto á loa
fieSo0e« reí^ídoris^ estando ea oabildo hoy dlcko día sá
badO| oeafonoe al mando snsodiolio»
Su 9Íbaio 25 defekresro de 1525 ailoa. ,
• •■'■. • ..
Al eito oabüdcí ^ eetaado aa él loa^aeSores lieenoiado A>
loiüo KoMo, y el teeocevó Almo de Bstrada, y el oonta .
<lor Bddrigo de Albornos , y él fiíotor Salasar 9 el diofao
^Mtor ptweoató ana provisión flonada del may magnlQoo
MhhP HeniaadD Octetos» sagpon por ella pareeía^sy presen-
tad* anta losdMioaselloiBS y ante, la jostieia y regido*^
YM AbI dfaho oaUldD dijo, qoa* podia y pidió á sos jperoer
to b goMdMi y onmpliui segan que en ella se ocmtiene^
7 flo las penas en ella contenidas, y Inego el veedorP^^
Almindez qne estaba presente dijo , qne dice y pide lo
miimo. '^ ' * ..c
T lo^go el dicho seOor licenciado dijo^ qne ya sobre es-
ta sansa iuilria ptoito peadisntB, y sobre la dicha penden^
pásate les dichos aeSoxcaháhMldo pronunciamiento y
seDteBsia,la-caale«lái mandada obedecer y cumplir por
nuiohas cansas y raaones contenidas en lo pronnnciadp'á
qo^dijo se leteíai y qne por bien de paa y concordia de
todos estos se&ores , y por lo qne toca y atañe al serFÍoio
de 8. IL y del seOor gobernador en su real nombre, qniCN
tad y sosiego y i>aciflcaoion de «astas partes , mandaba lo
que mandiMlp tiene.
, Y Inego los dichos contador y tesorero dijeron^ qnaesta
dicha proTidon ha sido ya presentada en este, cabildo , y
qoe lo en ella contenido se ha litigado con el dicho señor
Itandadol y qne en éUo sn merced dio y pronunció §en. .
teaoia, de la cual hicieron presentación y pidieron á los
MBotes de este ayuntamiento que la cumplan y guarden
eomo en ella se contiene.
LQ0go loa sefioretf Erandaoo de Ayila , alcalde, y Bou
drijo de Faas, y Botomayor, regidores , dijeron , que obe^
^Mbm la wntaMto dil4(» y pipi^mab^ W ^ fi|e8o;U^
_^2e-í —
oendá(M|nr aquella «Mtdiaay 60taií.piMtM4ie la qamplff
como ^n -wa se eantie&e > y ea «mqrtfanimito da.)a'4i«te
sentetteia Teoibi^tont ó loa diohoB tosoieid y «tntadoc por
tsnieatos degoberáadorV^^t^* y* mido «aataalo enuí f y
MderoQ el jaramento y solenmidady^gon qm.fleailteato
tiene hecho. - • :••:« '• . • '..!-»••
J«na ée la T^rre, iefUor qaaaitaha pr^Bmte<diiO| que
por oaanio después de los Tnote» .y lantostparan estooíiH
bildo pasaion sobre este caso el viernes qae pasó, los di-
ohos señores 6oaEal6 de Babusor^ Pero Alidbid6l|de Ohi<
riao^ tenientes de gobernador^ hablan mandado so graves
peuaoy que noreoibiesep 4 los>diclto8 sefiotMitMMMMO'iy
conMdwálosoflidosdeigobQfiiÉMfaMii ni Mtepdiésemos
en itiaa, pues ellos lo * ertaa: fwrpiovMmii bastan^ laamo
mas iargam^ate enfloBídJahéft'isns/mündae >paBiQe;i qae
agolpa poD lúHané^|ffeienter|it.iwkinifinl!t^ ré^imám aa« -
fioréá tasoreré y MHtfttor)yao/Ie'pa0ar.pei|fMi(K4ísap6sif
sontt y bienes, ae«>61 en^iúq muyaicftiiMn al :D¡iaiidirf;»*B»
Inn ttm\tr\n tnnitiHlmfi)- ditrostn mi JninrfcntniTriíliwtMt i\P tf " :
depor^testlüiAiio*.' r' ' >ri'>.: ?•.. .1 ,. '.lüa- .f.' <.*;•*#
MUrooles 19 dtf a&riZ ^ 1525 alíoí. ' • *:«
• ' !'',''• .r. ;;■ -. .• 1 .-^'f-.-' '.
Y Ine^oíndontinéntl, el ^úsbo'iBodvíeordérPiaidyov'qM
porcnantO'lóadiae'pasáditaiCeiiíaii.. >I&f2(uitoHAiijfluia
seute&oia; lK>r la ooal mándd^iwradnrtliíaataa por .towe»!
tes d^gobÉrnaddr á loB^ififioedacáLlnnRrjda Ssfenm» yiBa«
drího de Albornoz , tesorero sr^eeoto^or de S^ ICy jaiitei:
mente bon el factor y ^needori'tatdaal áKtwt senteifiía aon*
que al presente faó por 61 oonsentida'^ qniragétH pGUqtae
le parece qae los aAmitir á^los sBsodidhos ppc tenisatei
de gobernador, no hizo lo que debía : qnan decía jK era sa
pareceif, qoé no w débia ák adoütír á los diebod oaiioi^
salvo los dichos factor y Veedor . ppv virlmá dé la provi •
sioh qne qresentaroa /la cual «e debe pvegonat'públifla*^
mente para que vefiga&'notlisia^t<]ído!3« y qaefttrser
como' es infirmado de lo susodicho lo dice y prepone ^
segan y de la manera que dicho tieae« **
BodxíBaide Brit»
T la%;o él diófiO'flbñoitaB'ranídsóo dií'JLámU dijov 4M,^
licenciado Zaazo^ tenitate da gqiberiUHixIr^. aioáldd^mi^i
yor én la Jui^yoia «a «^RAuMy^ioitiwinoifl y:aaiteMió «ateto
i
m jmbéhMfalóá ^ lá oual dWha sentéttttilí tlié ftfmtMida por
"rá'fiíiydrtwté de^esfte^áMIdói'y^'iíimm adumidoB los
dtcüdá ééfittreA po^ tehientéti de gt/bMAtkAtn j Ma pareocr
' fléí tffelío MIor lüoétMiliao , eóíáo' Mmé& jr Juez que es y
del dicho oabUdo : qoe si ello fÚ^júbtd 6 m ftifi jÉsto ,
^ae el dieU fiéfió^ '/lloenc^do tiene la examinacion y
ptiiebudiB éXLó cada y oftando qáe dé la jfidieteñ^ tS!^^ él
üo es en qne baya'' ótwnovédad itún de laé habt&S') ó
qae ti alkáüáfí'lihbiére'^eYi que Dliyaj^'e! rey sean deserví-
do0. áne «sdef 'ágbia Hsie é&ime dé' Mto « y' qM esto daba
y dio pditni tespaestt^'-^FraadfilborDátim^
• T lluego incoiitlnentl , erUealderlíeonel' dt» Oerraates
que ^o al dicho cabildo dijo , que hasta tanto qno los
Sdloté^f&ótot y veedor Viiñeroii dé do^esb tteroed está,
él iS(i^,póf tenientes dé ébbemaSoi'>% los sefi&res óoAt»-
dtAf bdaoréMj por lá'phiViAhki qtitf'^l seflot^siAemador
íenüsdí'jy^tLd l<tt dlefee» áefiolw fJMc^ y vewA^r tirajerou
otcajiroFisioníTxyr)a^aI hie^eabala que tenia dada á
loB'aM^¿s 'feíéííorés teéorero y eofttadory oti« ooal^nier
'<(áé^littbiese dado, la cual fué redibidsftítf esblldD: qne^éL
desde entonces tenia y tiene p(n* tóülefiítés dé Ipétomador
á • leá( VC^üs'fUétor jt veedoir^ no g dl^^presenanlsguna,
3^ ¿áoá y éttenSb' qtié los diebóé tíéñútéé alciade y regido-
xttr'^f&isierén entbnddi' éA todo Id^rté^omrMga á> sspvi-
cior ^ Dios, t'de S:%rydel éefüorjgdb^iiadófen snnom*
tyréy'él estálpreMxS'y'ftllát^ado'áe lo cnsfrplir mtiy entero^
nietitéi y í^ así reqniere y pldé á los diobos 'sefiof es al-
^caldeé y IreHdores dné los téüjgta por tales tesríentes de
gcfbéníadiir á los diohód fáctdi^ y veedor > y no 6 otmnin-
g^iih persona. írp(deltfl>dl'teáfíniotoída^Leonel de Oer-
tttntes; •;'-,^' ''' : ■ •"'• •■*^" " ' \ '
T htegb él diebo Ontlerre acTSototniiyor dijo, qne él ha
tetridoy'tiene por téáfentéfr dé! señor gobernad!» á los
diéhés ttedrero y^oXktidor, JVbtaiáéüte'eoty Ms dichos fac-
Ibü y Vi^edor , y por estar como están recibidos en oabiK
dóL T (|te asi les tiene f terna hasta ^ tanto qne el señor
gobernador veilga.^Bbt6majfor: ' '
X laego ál dicho Jnan d^ la Torre, dijo^qne desde el di a
dne fnilldoHñdada éá^éateiáikbiMía la' sentencia 'delsefior
nbendadb Zaazo/partf qtteí se TeisitAesen por teniente^ de
gobtínxadcft al teso4í^ro - Albnso de Sstmda y al contador
Bodrigo de AlbOTüOSf él f ¿é de yotipy piH9Q(Q|Drq«eiiOM
, seoibieaea* ni sefainoTaee la proTÍBioadáclft ñor ^ Sr« gp
bemador 6 loft ae&ore^ Gh>nzalo di^ Salasar j Pero Almuía
ám Ohirinoi oamo mas largfuaeiite en el aotp que wAfua-
ees hiBo paregesáy y q^e lo mismo dioe agCHr% xefiri
en lo que piimeio nabia diebo.
Jaán de 1^ Torre*
•Ylaego vinieíoa al cabildo loa iseftorea faetor j veedor
de 88. MM. , á loe oaales loa ^qicboS; alcalde Leonel d6
Oeryantee y y Bodngo de Paz ^ y. Jnan de la Torre dije^
ron, qóe los requerián y requirieron n^maén pregonar la
dicha su provisión', para que [ venga á nqtíicia. de todos ,
para que los tengan solamente por tenientes del se&or go-
bernador* , • • z
Bl diebo alcalde Francisco p¿vila dijo, quQ;$i,|iieQe
á todos los dichos señores ofloialea deS. ÍL por tegij^tés
de gobernador, y que si alguno^ de ellos piietenden. tener
dereoho á la dicha gobernación, ^oas loí^ unófi fiuf^los o-
tros, que hagan en ello lo que foe^re justó, '' '
Bl dicho Sotolongo dijo, q^e ¿1 tiene á todos loá^mchos
seftores por tenientes. do gobernador, y qif e así los temA
hasta que el señor gobernador venga, . .
Y luego los dictios señores ftctor y veedor dyeioi^f qne
como ty lentes deludidlo seÍDior goberhador, por virtud ^
la provisión que de su merced tíeneii., y deV^^^otbind^m
que les fué hecho en este cabilao , quQ se coi|formabi^i i
eonfbrmajTon oon lo que ia mayar parte de lo quedos al*
candes y regidores tíei^n acordado, y que mandaban y
mandaron que la dicha provisión se pregpne porque h^
vecinos y moradores de esta NuevaJBppafia eepaii los que
han de gobernar la tierra en nombre qel señor góberns^
dor ; y que porque en las cosas pasadas, en que loe dichos
' stílores tesorero y coutadox se opusieron, y e^ dicho señor
licenciado se quiso hacer jues, faé cosa injusta y agravia-
da^ y así apelaron de ella como de sentencia dada por no
juez , que lo daban y dieren agora de nuevo , coqío de an
tes lo tienen dado por ninguno^ porque aiBí cumpl^ id ser»
vido de S. M. y bien de los vecinos y moradores de la
tierra.
Bate dia se pregonó la dicha provisión d^ los dichos
£aetor y yeedor, en la plaza pública de estaciadad , es-
trado presentes los dichos señores, en fií;» ^e mucha gente
— 320-
rUtdé «atáW.— I!6súg08, ÁntoDÍo de VUlaOomez,;
D!«So, f ot^ÁrmaclioB.
Íi20 de «ftn'I áe 1525 iijToi, '
iQo eii.cabi1<lD 7 a^nnt&taieilto los se
' izo, y loa sefiórea facEor y veedor de
i goberniidor en est» Xaertt-tiSpaña, y
I ialde CervantCB, y' Ontierre de Soto-
6 Paz, y Jaán delft Torre, regiflDripa,
o eacribaiiodiJeroilVtliie por cnanto en
' ; mandó pregonar cierta provisión del
a que tuvieaen por gobernadores á ÍoS
ry vcedtr, juntamente' con 61 BtBof
no otra perabna afguna , itobre lo cttal
abo aeOori^tlcénciadO había eatendido
I. tía.\a corregir yeaiaendar,yBobreel1o
hmuiiIú liacer ciertoB aotOB y notiUcaoionea , qne qneriao
entender y platloar 80bí« ello lo qneconveaia al servio de
^ V-, y bien y paciticaoioQ de eetos partes; y qneriendo
proraer sobre «Uq, diieron ku dicbo seBores faotor y vee-
díir. vT.annd aa harirtantaa '. Viiiti^o dc Paz , y JoaD de
1, juntamente con los
acordaron ,' en obe»
la pTovlaiotí qne del
faé jnstifieadaiitente
babia hecho en obe-
'licenciado habla da.
bien y procomún con*
evo se tome á man-
regone públicamente
ttá ciudad sea obliga,
mandamiento, salvo
20 , y factor y veedor
(ts , Go i>eDa de perdl-
né los tnviere de cien
it¿B ni emplazamien-
amo en las déla go'j
ilon que del dicho go-
e, salvo de los dfchoH
qne él tiene poi te>
TOMO.I.— 4a
— 330 —
mientes de gobernador al se&or lieendado Zoaaso i y ¿ loi
■efiores tesorero, y contador, y factor', y Teed<n: de 8. V[.
y así los tern& hasta qne el aefior gob^nador venga.
El dicho licenciado Zaaao dijo, qne ¿1 di6 la dielua sn«
tonda qne4e snso se hace mención, y qne éonfonne i ella
hasta agora está votado y platicado en paz y sosiego;
qne él segnn derecho no puede venir oontra sn sente&Ss,
qne él estíi presto y aparejado de cumplir en todo lo qae
el sefior gobernador le mandare y le tiene mandado^
Los dichos señores factor y veedor, j alcaldes , y regi-
dores dijeron que mandaban lo qne tienen manidÍ||áo , j
pedian y requerían al dicho éefior licenciado se conforme
con la dicha provisión del señor gobernador, y con lo qse
ellos y con la mayor parte del cabildo tiene acordadé,
eon protestación que todo lo que sobre rason de lo SÍBSS-
dicho y piotestado quieren hacer sucediere , sea eiplpaj
cargo del dicho señor licenciado, y pidiéronlo pOrtm>
monio.
Pregónese en 12 de dicho mes y áffo, por vos de Fias*
eisco González, pregonero.
Martes 2 de mayo de 1526 añoe^
Este día, estando en cabildo y ayuntamiento los ss&ih
res factor y veedor, y Lda 2uazo, tenientes de gobema*
dor, y los señores alcalde Leonel de OervanteSi y Bodrigo
de Paz , y Juan de la Torre, regidores , para entender es
cosas cumplideras á servicio de S. H. y al bien y procd^
mnn de esta ciudad, dijeron', que por cuanto en askaetej
dad han acaecido algunas cosas después que el sdtor fl
bemador se partió & ella, que es bien hacer reEsdóa 4
M. , qne les parecía qne se debía de escribir solare éBb
S. M. , dándole reladon de todo, y porque sea lóia inf
m^o de la verdad, qne se haga una informador de 1
tífios de todo lo acaecido y suceídido después de la pü
da del dicho señor gobernador , y parque se haga mas
forma, mandaban é mandaron a Pero Sanchea F
procurador de esta ciudad, qne haga un pedimento
ello anto dicho señor alcalde, y presenten loA
qja» convengan de se presentar en la dicha rason«
IfñSSde müg&4lel5264í1íó$.
éftM dia , estando en cabildo los sellores factor y
iry y Ldo. Zaazo , ttoieutes de gobéma^r , y el aK
Leoa<)1 de Oervantes « y Sotomayor ^ y Bodrigo de
Paz «' y Antonio de Oairajal , alcalde y legidoree, düje-
ron, gae^r cnanto en eataoindad algonaepenonaa tnüan
armas' óftnfii vas y 'defénnvae j 6 mae de las que ae Melen
acoetnmbran traer , la cnal es inaner» de alboroto y ea-
eftndalb, por tanto qne mandaban y maadavon que ae a<
pregone públicamente , qne se guarde y onmpia la o6n
dolii de B. M. I en qne manda las armas qoe han de tner
\sm eonqnlstadofres y los demás ; qne ninguna persona de
Bi4¿bn estado, ni condición qne sea, . taiga otras aiauw,
nin ¡papada f pnffal « y si anduviere á «aballo qnepao'
dá fiaer nn mozo con lanM ; so pena qne el qne lo cous
áiúro hiciere^ por el mismo caso baya perdido las diciías
annáé qne^asf trajere demás de las susodichas, las cuales
asan piura el alguacil qne las tomare.
ITota. — D. Garlos de Sigttensa eaeribió á la margen :
^'BMe fué él útlmo cabildo á que asistió el Lda Zuaso ,
'aporque en la noche de este dia lo prendieron ; y el dia
^' siguiente, víspera de la Ascención , comió en Tescnco.
^^ Véase á Oviedo en su Historia ^ en el libro de los nau<
« ícagios, par. 32, fól, 183 »
En 4 dios del mes de dgosto de 1525 alioe [ L J.
Nota.—D, Garlos de Slgilensa al pié de la Arma de Boi
Hñgo de Paz, que se re én el acta de cabildo de este dia,
ssoñbió : *< Esta es la última Arma de Bodrigo de Fas en
'''este libro, porque después le ahorcó su grande amigo
^ González de Salazar."
Én 17 ^e agosto dé 1528 años.
.2(ota.^KlDgano firmó este cabildo, por consiguen te iii
Jtf0drígo de Paz. aunque asistió á él.
[f] Sa Apiadlea I o átH tSÍ. S6, le pnto por ecfniToeMfoQ , htblándoae ém
mím4MmtmAák fiMt%mé toé ea fX ^\IMq Ú9Í'(ill^l^ <^f a§Wiifi,4f*
^m--^
MoiOm^ éh. «|Mtft> de 16» i(Ko$.
Bn eatediolio dia » estando aynntaflofi eaaa €iftbU4%lQi
didioB,,fleftor80 €hMiBaky úb SaUuiar 7 J^^eo Almuideas y\^
Tino, Sielar y veedor é teoientes de ¿oberiíader^ j.Kéóiid,
deOePíMitesy aloalde, y.J^an dí^ líi^Torre^ é Antbmó,4e'
Ottmb^l^éUef ode Yaldenebroi é GoD2(aJk> U^j/a, ^
iM^Anleiiío^de YiiJlAioeii tooíqo de esta cinám^ii
naa pxovMton de los dieaos sefiorofi teáientea^l^',
nador!, por la cual paveee 400 le pcorciyerou' ak i
ma^ror de eela eindadi coa voto de regidor ea et^a^
vimm por.loa éiokLee seuofea jaetioia y regi^otes ^1
rentiofanieiito ^del dieho Antonio de ¥111%^^ sobi
Qal de la oiniz,8egaQ forma dedereoho^ qawtadí d
jaral y preaietíé de asar biea é fielmeute dé ^ÓQÓ
guardando él^flervieia de *SS. M&C. , é bien é j^
do.estaoiadad,éeampUr6 ]os maó^aTaiépi^jfl^
eboafleBorea teiileatea4fl gobernador^ é ^aioalcte>
dadad, y gaardará el eeereto del cabüdt^^.ae.jj
maateiimieatoa^ y en todo bará ooiao buen a1¿ii ^
y<iF<.xégUkur sueleé debe bai^^r y é be^bó ef d^4Íb9
mantoylosdkdioaae&oreajaBtípiaéregldc^ea^ jfi
roaaLdicho
í» M
^JtT,h^
BstBdiobodia, asteado i^uotedos en sa oab(ldo l04[4k
chos sefioies Gonzalo de Salasar, é Pero Alnima^ C£tt9i
no, factor y veedor de S. M, , é teaientos de gbbeniMsr
en esta Noeva^-Espaüáy é Leonel de Cervantes^ alealdaé
Antonio de Yiliaroel^ algnaoil mayor , é Jaan de la Toa»
re , é Aatonio de Oaravajal j é Diego de Vaf^enebM^ 4
Gonaalo Mejía, regidores ; los dicbos sefiores toav9i|tjba4||
gobernador propaaieron ea dicho pabildo é dUeiyvn ^
bien sabian los dicbes señores justicia y regidiQjeeax
ba mas de seis meses qne no se sabe del dicho aéfiikr
bemador, ni hay nueva de él, é que es pública vos
en toda esta NaevaBspafta qne es muerto oon
qne oon él iban, por manos de loslndiod, équeél
ae&or Hernando Oortés los dejó proveídos de oap^i
generales de esta Kueva-Bspa&a, é de tenientes de
nodor en ella, é ellos fueron recibidos á los díchoe
é que después ao64ue hababidQ algunas novedades
dudad cerca de los dicbM suaoflcioséalgiinak
oaysi
todos
'}^J^ >
> *■-.■ «ÍLÍ «•
el aátudo en Ib
MééüraiMMd«
■ • r.dfliAD>
qne:áe«Uf m p*-
lOsctáf te dobla*
inmeiteidB'loh»
atocfüMlMe^taif'-
bt^etdtehOíHer.
B, ihcefao ' nvi o»i
idikiaitaao^<qnri
■«alsBHi'éqali
ili«rn*ÍODÍMWi«
ayimtAmiailto d«
salir dote «A»
• imcbas penas,
iéiparwMieüw.
(BDUtdehMar, é
6 ms deJH^ia»
«ral, gabsnuuter
te losdMMiBod-
i por B. H. has*
üjbEabDdamteo-
Atiáalaa^iiBeoe-
iitfnalHB*iúliÍ«<
B; AOL
í NgidBC, pata
senda; dielMoa-
bildo á ím diflhM aéSoraB teaieufeM de gobevm^dcur ; 6us^
Kdo8 pregnntaroft al Be. Aiúuao Peras, lebriido á/^,áim^
cabildo, qneiesdiga si eegiin deteoho de mas del áii^
mo é coBlsambre de Espa&a,8e eojBto ó debe haoer lo «
loe didioe aefioiea tenientes de gobeattador pedían, el4p
dijo, que eegwL» derecboi ios tales twieates de oapíM
y gobernador ó oorregidor , qne son recibidos y usan ^fs
los diohos ofleios, no espira en poder por muerte del §^
pitan 6 gobernado 6 oorregider prineipal hfMtta tanto w
Su M. provea' de óteos, y que deben ser obedeoidos seguí
y por lai Horma y materia que antes lo ecan, y qae loe qp
lo eontntto hiolesen eaerán en mal laso, y S. M. loatP'
dria cnstuar, eemo sifaesen subdelegadee y tn^ie^em^i
adomapodert pnes por el poder de S. JC» f ueroa sul '
gados, el imal^Dopudit espirar eb los tales aul ~
B Inego los díobessefitees justicia y regidoree
ron «ñtraren el cUehocabUdo á losdiubos e98i«ee<
tss de capitán geneod^' y gobernador y jastíioía mai
dieron, que pnes eraipúbliea tos y fáÍMi que el m&mi
becnador es mnertoy tedas losqne* fooEon 10091 j^;
mano délos indios, y qae de esto, hay mfiiÁi% otr^ '
por haber siete meses poco mas.ó taeawjsiwm^i w
deéLnideningnnespa&ol ni indio ti"^ r^Tt ^' ^rrr i jii
pos Mee cree que por ser la tiecra por doihantaAiú|M|
sayllenade denegó, qne-los indica los .tonuuNm en. mS
donde no podían valerse^ ni escapar ningaoo qiuo tHÉJ^I
la rasen*; y yistes los dichos alborotos y eso&ndaloe.y 4Mi
acatamientos hecbos á los dichos sefiores tenientes da ÁMi
bemador, en deservicio de Diosy deS. M,,ypo2qiMMÍ
esto no se remediase se podría perder la tierra; qnajiai^
ban y jaraxon por el nombae de Dios y de iSeata itf^ffe
y por las palabras de los sus Bvaagelios , Bobre la mHI
de la cruz en que pusieron sos manos derechas oorpodj»
moite, de los haber> tener y obedeeer de aqoi ad ^
por tenientes de capitán general, i$ gobernador^ y j
mayor de esto Nueva^Bspaffa por 8S. MM., y si n
er<, diJeEO|i,que de nuevo en nombre de S. M« loa^
yieeibieíoná los ditibos ofteiesy que mandabau y
daron que por todos los Tocinos y moradoiWy asti
habitantss deesto dudad y ns tíeriM y térmiimí
per tales tenientes de 8. AL obedecidoe y coieplli^
gn^pgemigPtQgy ^ ]»a penaq ^ii« leci pi^Bf^ee^ haM«
*-►/
-335-
que 8. M. provea .«obre ello lo que mas sea én SttvíoiOj y
luiflta tíáito que el dicho flefiof^ gobernadora (ri eavivoi
oéra cdtttKíoVea: y Inandaron qne, fle jimte él pueblo poiM
S' 'no hay niiigima novedadi y juren de lo tener y giuyr*
y camplir tuií, y para ello mandáíron dar nn pn^gon
en ésta diohá cindM, sn tenor del oaal ea este qné ao
sJéie: •
' I^dia.—D. Garlos de Sigilensai á la margen del párrafo
ai|iüante escribió : ^'Snponiendo la mnerte de Oorib^ eon
'* parecer del Br, Alonso Pérez, letrado , se hacen prege»
^iÉt por gobernadores y capitanes generales Saladar y
^Ohjtibo, martes 22 de agosto^ de 1625 áfios; el sábado
**Á^ faé el alboroto de ISádrigo de Paz."
" 'todos los vecinos y moradores^ estsates y haM-
ieü esta ciudad , como estando ayuntados en saca-
^'iegon que lo han de uso y de costumbre, los seflO'
fOBticia y regidores de esta ciudad ; viendo la púbUea
^^üima del sefior goíbeinador Hernando Oortes, y có««
" 'muerto , y las novedades que ha habido en lo de
Itanes generales y tenientes de gobernador de esta
-;^pa&a| y los alborotos y escándáloB qoe sobre les
-Oficios ha habido, especialmente el sábado en la
Mm>^^[^ agora pazo con el ayuntamiento de gentes qiie
«\f BMrigo de Paz contra los Sres. tebienlM de gobena*
^ j en^tari deservicio de^SB. MM.^ y dafio y perdimiento
lera recreoer'en la tierra, levantándose los natura-
ella como otras veces lo han hecho ; acordaron con
mi^Boer del letrado del cabildo de esta ciudad , que pues
it 8r. »>bémador Hernando Oortés proveyó de capitanes
" leraies y tenientes de gobernador á loü seüores Ooa*
Salasar y Pero Almindez Ohirino, con jurisdieoion
j criminal, y les dio poder cumplido para usar del
o car|o en esta Fueva^Espafia , según que lo tenia
i «V 88. MIU. , y fueron recibidos á los dichos oficios , y los
^ gh usado y usan , y de derecho no espira sn poder por
dU dicho señor gobemáddr : por ende, que si ne-
erapor mas servirás. M, y por la padtcacion
tierra, de nuevo los redbían y ' recibieron á los di.
ottdos de traientes de capitán general y degobma*
e esta H.-Bspaffa por BS. MftL, según que hasta aquí
lo han usado, y según que lo usaba el dicho sefioi gober-
' ■ • •■ • • I
.n
m
Mvy
]^ litaJi)itant6s OQ attf' Qmg^d^ ^
de eapitan general :i^ de gobernador y jóáfioia xiiajai^.íiQÍr
SS. MM. , y cumplan sob mandamientos : y paca haesr 7
cjttMtor pw oftfiiOB y la q w c(mvj^,ajljí^
V aA biJM y ^procomou da I» Uerrai» mww a<eUM y ^^iw
perdimiento , de . todoi;' ^'^a Heie^ . $\^C9J)^'^
eontmrio Jiipiecen, parfk Ja^ oáo^^y ,fiaÓ9 fk\^
las cuales díchsu» óeMa dú|e. pgf^ra '^laafy
jaittoia^«B««n43iWO calg^d^p/j^Jía^^
hübMron por conden^oalo cp^j^ip l>%ftipt _, ,. ^
vwg» á noticia de tpoo^,, y jiuigvfuQ ,Qq^^|iri^
i«l^orancia^ma^dA^?»lo PT¿gonap^ .¿yj ^
. £despBesdeestq^alieoao4al,0|cüOi^b|]^
ififiores joaticia y jf^figidqrea f.eewfltfo ^í^ I^
del4iobo señor gobernador mo^ua gen"^^ ''"
tanda aUtpiKewitteíi los se^f^irc^^AlonsQ
dricp de,AÍboi:aos^.teae»ero y poAta^f»
este ]ííoe¥a:Ssp|i|Sa„ lae^go le^ 4Í4?I^ s^
xttfidoBsatoB l^oi^roQ jmmta de Iff.^nfiOq4fi|(^
á mí Piégo4e .OcaSa^ eMht)ai)Q jpó^bli^o de,
que imidi. en el dicho cabil^ que léá ü^cae el ^
g^M^lf y P<tf i>^^ ^'^ ^^^ l6i49^ yQ%út^., y a4,r'
«hos sefioiies ]lf¥ri9orero y contador, fucierpú .^
allí estaba^. Sff untados on raxo|^u^iento » eL
eusíl era q»e todf estaba ipny bien Jlv^cuio ^ , y;'<^ ^^
Venia al servicio de Sp M* ly «1 bie^ dé ^^Jn^n%;jf |^
egaft alegares y 0|»|iteiita« de ejlpí y. qu^ si r''
j0f»^tos,pai}^a que había habido jptré ll:^ , »¿i ^ . , v «
fiíc^r a^ ycjDdoiL teniente d¿ got^emado^yeif^ ^
sido t^d^uMv^ldo á buei^ lUt, panma^ido los ittibsy4^,fí
^uaae^c&ibiu^inas.eneLiiervicip dej3.1JKt , .y..qp" ~
bAbian áoórdi^dfi en él^* y qoe ^s rogaban qu^ oa fi
lao^ no se hiqiesfio mas alborotos ^ . porgue ^ec^ f^
desarvicáo deiS..^ $.^, otras cosas mndías dijéroj^
oeittejantss^ do qjoe f aerea testigos Ips '^-— ^ — ^
segidered.- m , ^^
B luego el comendador Gil González de Avila, por man-
[ti
«1
>«;>
keido.
~3S7 —
dtdiide los dtekott Mfioras tenmteB de sobenadM r^l-
M6 pleito homenaje de Gonzalo de ücampo , aleaide de^
iafiírüatoea y atMraaana de eataoiaded, el oual teniendo
puestas ana manoa entre laa del dieho Gil Ctonaales, hizo
pleito homenaje ana y dos y tres veoes , nna y dos y tres
veces , nna y dos y tres veoes , como cabaüeio y hijodaK
go , segan uso y faero de Bspaüa , de acudir con la dicha
fiyrtaleza y oon todos los tiros y armas y otras cosas qoe
en eUa están á SS, MM. j tirados y pagados , y 4 los di^
abes se&ores Gonzalo de Salasar y Pero Almindea Ohjri^
no, teniente de gobernador en sa nombre: téstigoe loa sn-
•odiebos.
£ Inego loa diohos sefiores jostioia y regidores reeibie*
ton jaramente sobre la señal de la santa Orne, segnn for-
ma de dereeho, del dieho Gil González de Avila y de An?
Mé de Tapia féegun muliitnd, de hombrea de. túd¿$ loe vc-
tmé»prineipale$:J so Virtnd del cual juraron, y prometie-
rei de tentar, gunrdar y onmplir todo Jo . contenido en di^
eko pregón qa^ ae ha de dar y les foé leido delante testl i
|M loe sobredidos*
fi deapoea de eato, este dicho dia en la tarde , estando
tt /a plaza pdblioa de esta oiodad Joan de Brbas, pregO'*
a«o del consejo de ella , pregonó el dicho pregón á alta
y Tiv» Toz, en haz de mucha g^nte que ende estaba : teB<»
dgos Jor)e de Alvarado y Hernando Pérez, escribano^ y
Joan Hernández del üastáUo, escribano publicó , y otvoa
omdioe. .1
JUáriee 10 de ectuhre de 1525 ano$»
Ea esle dla,'estando en cabildo y ayuntamiento los muy
nobtea sefloies £ftctor y veedor de S. M. y tenientes de go^
lN<ruador en esta Nneva*Bspafia,.y los señorea Leonel de
Oervaktea, alcalde de*la dioha ciudad, y Diego de Yalde^
aabio y Ctonzalo Mejía y Antonio de Üaravajal • regido**
leBf dijeron : que por cuanto al servicio de S« MI convie*-
ae avisarle de las cosas que acá han sucedido y del estav
dode la tierra , y para este efecto se han señalado doa
personan para que vayan á hacer la dicha relacicm, que
esa Antonio de YUlaroelf alguacil major , y Bemardino
Facqnas de Tapia, que aoordadan y acordaron que solea
diese podei> asi cu nombre de eeta ciudad como de toda
PiaXSTAOI01XB8.--T01C I.--43.
—[ató-
la tkrm y de tas villai qoeal pmMtft&eatáoi pobla^;4l
«spaftotoft, para pedir laa^oowui neeesamB y cofiíplUftf ii
al serviolo de S. M. y al bien y proooman de eata tieru
y de loa ^eciiioe y nunradotea de ella.
♦
J^ $ábaáú 16 "de didmbre de lií25 añoi.
«
Eetedia^ estando jantos ^i oabüdo y ay&nUunieatef
segan que lo han de nao ^ de ooatnmbre , oon^ieoe A ai"
ber, el may noble aeñor Oonaalo de Salaaar, teniente dn
gobernador en esta Nneva^lüapafia j é los ac&oiseB Iieonel
de Cervantes, alcalde en la dicha ciadad , y Antonle da
Oaravajal y Gonaalo Mejía, regidares^ y Juan de la liom
y Diego de Yaldeuebro, por ante mi Pedio d^ OaatiU<v
eaoriliano públieo y del dioho oabildo, entendiendo en oa*
ñas eniupbderas al s^vicio de S. M. y al bien y padflea^
oion de esta dicha oiodad , dvjeron , qne ^á an notioia ai
venido Jor)e de Alrarado , en nombre de Pedro de Alva-
radOy Btt hermano, trajo oierl » capitulación para qne otar
gasen loa dichos seftores gobernadores conciertos, ána^
nacando escándalo y levantamiento , como se anena qné
lo qneiía hacer y por ana oapítnloa oonata; y qne deapaca
de Tiatoa y atontado elerto ^concierto qne en onoeieraa
el dicho aefter gobernador y el dicho Joije de Al vmodo
en el dicho nombre^ que á Un y canaa de alterar y levaa-
tar la tierra en deservicio de Dios y de S. M. , y para qae
los qne piensan novedadea tengan Ingar para aedeaoas
brir y para iadinar al dioho Pedro de Alvarado, an her-
mano, paja que con la gente qne tiene aiga alguna tira>
nía en la tierra, ae ha retraído él y l^doa ana hermanos, y
Gaspar Arias, qtie con ellos venia, al monasterio de úan
Francisco de esta ciudad , donde estaban otros mnoboi
omieianos [por homicidas] y malhechorea traidoBy per
ende qae pedían y requerían al dicho sefior gobernadav
que lea haga moatrar todo lo que el dicho Pedia de Ailá
varado eacribió , y loa dichoa oapítnloa y lo que aobre aUe
ae asentó^ y lo demáa que en eUo ha hecho , porque eati
ciudad provea de lo qne que mas convenga 4 aervioio 4i
Dios y de S. H. .
B luego el dicho aefior gobernador mandó Yenir alttJli
Diego de Oeafia, escribano público de esta ciudad y de lai'
gobernación de eata Nueva «Espafia, el, cual venido 1^
ihatidó leer los díolios capflmloft, y lo qM sobre ello Mti-
Rentó, y lo que tiene proeesado en la dicha cansa, el enal
lo leyó en el dicho cabildo y lo llevó en sn poder ; y así
ieidO; luego los. diobos seSoreajasticia y regidores diíeN
roír, que por loa dicbes capítulos parece que el dioho Pe.
dtp de Al varado amenazó levantamiento de la tierra f y
;>oiqae el dioho Jorfe de Al varado , como los dichos ins
hermatios, y el dicho Gaspar At'ia, á fin y cansa de levan-
tar novedades y eso&ndalo en la tierra j se han retraído
af dioho monasterio , y porque esto podría redundar mny
gfan dafio y escándalo en la tieanra < por estar en el dicho
monasterio retraídos con ellos las otras personas qné allí
sstih retraídas : por ende | que pedia y requerían al di*»
cho señor gobernador lo mandase luego proveer y te*^
mediar, maud&ndolos sacar y sacándolds de dicho nio-
^talterio que proceda contra ellos brevemente oonfórm» á
derecho, en tel manera ^ que ellos se castiguen, y no se
.l^sda levantar alboroto ni escándalo, porque al presente
hay en esta ciudad por causa de lo susodicho , sea pacifi-^
car y apagar [1] , y que si así lo hiciere, liará bien y dere -
Qho y' lo qué qebe á servicio de S. M. ; en otra manera lo
contrarío haciendo, dJJeron que^ protestaban y protesta^
ron que si algún deservicio se sigue de no lo hacera 8. M.,
^ae será su culpa y cargo, y B. M. depare sobre ello á él
6 á sus bienes , y que demás de lo snsodioo ^ por via de
ciudad no queriéndolo él proveer lo proveerán de manera
que 3. M. sea servido y la tierra esté en paz, y pidiéronlo
por testimonio.
E Inpgo el dicho seQor gobernador, viendo ser cumplí*
dero al servicio dé S M y al bien y pacificación de la
tierra lo que el dicho concejo le' pediay reqoeiia, mandó
al dicho Diego de Ocaüa, escribano, que luego ordene uu
pregón, en que manda á los sobredichos aue para escasar
ios dicbíos alborotos y escándaloSi dentro a& tret k^ras, por
tdlos térmluoS; salgan del dicbio monsErt^rio y se va^pan á
sus casas, y estén en ella en paz y sosiego , y no curen de
alborotar y escandalizar la tietracomo la tienen alboro-
tada y eecadaUzada, por se haber xetraido sin cansa ni
r^oa alguna; so pena de ser habidos por escandalizado
res y alborotadores y traidores, y de perdimientxMí de to -
tt) B! t«ütldo efft& iteptrfeoto por fi^ dt «Iflf^Bi» p«kbr«ii»
dMfla« hkMB p«m 1* cimam y flaoo de S. M. : otro lí
di)0| que mandaba y mandó qué asimismo ae pregóos»
qne las otras personas qne estin retraidas en el dioh»
monasterio * en elMioho término y so las dichas, penas,
salgan del diclio monasterio y se presentan en la oán»!
de esta ciudad , porque la tierra se pacidqoe y qne tof se-
zA guardada su jnstinia ; y qne ai los nnos y loe otros I0
oontrario hicieren , desde agorar dijo, qne les oondsnabs
y condenó en las dichas penas, las cuales serán ejeontt^
das en sus personae y bienes, y que como á traídoDes j
alborotadores les serán derribadas bu9 oomb y aradas j
$mbraiaÉ dé éaL
Bste dicho dia sábado 16 del dicho mea de diciembn
del526afios.
Bste dicho dia tomaron á hacer cabildo despuea de C0|
mer los dichos sefiores teniente de gobernador, y alcalde,
y regidores, por presencia de mí el dicho Pedro del Cas-
tillo, escribano, y estando platicando, en cosas camplids-
rasal servicio de B. M. , y al bien y 'paciñoacion 4e esta
dicha ciudadi los dichos seücres alcalde y regidores dpe*
ron al dicho sellor factor , qne por cuanto á sue nóti&a
era venido, que pueato que por su Qiandado se haMa da*
do el dicho pregón , pi«ra que las personas que estaban
retraidaa en dicho mouastt'rio se preaentaeen ante an
merced, y los d>eho8 Jorje Alvarado y sushemanoa. y A
dicho Gaspar Aria , se fuesen á sus posadas y eatUYieaen
en ella en paz y sosiego sin curar de eacandalisar ni aL«
borotar la tierra, especialmente esta ciudad, que ¿oanaa
de se haber así retraído los susodichos sin causA alf^oat]
estaba escandalizada y alborotada : no embargan!» el
cual dicho pregou. no hablan querido hacer ni onmplir
en él contenido, dentro del término que les taé aaie^oi
antes como persodas precisas en su mal propósito :y
fiada Tolnotad , habian dicho muchas palabras en;o€(
de la preeminencia de la justicia y en menosprecio ¿le ell
lo cual si así hubiese de pasar seria dar audacia y
á que otros se atrcTiesen á hacer lo semejante, de lo
aepodria recrecer tanto dafto y peligro , qne el r^ii^c
íuCse dudoso, y aun irrecuperable; y porque al dicduy
fior teniente de gobernador, como {uaticia mayor y
tan general en .esta Nuevas Bspafia , pertenesca prv
y remediar en loanaodichtS que le pedían y auplioa^b^l
-^341 —
li AMeMimeB le teciAetian qae pmrfmte cero» 4el9 «u-
flodíeliot miúÉidaQdo sacar del moaastetiolos AtíktMÍ tfBo-
rofadores y esoandalizadoceQ » por oayá éáaluí éít» dioliA
dndacl y graa par fe de la (iarra e«t& alborotada y esóatt^*
datilada; y a«í saoadas , lod'inaiidé oastígar éonforme i
derecbo], oba aperolbiaieatolqae no lo baeletido en mer-
. oad , loii dú&oa seflores alcalde y regidores proveerfan de
lelio^yporvia deciodan euteaderlan en el remedio de
etloi por máaera qae S. Si. sea serrido, y esta oaidad se
poiin ea paoidoaoloo,^ paa y sosiego^ y cese el dicho A-
bon4o y eso&adalo, qae.por causa de los sasodiclios ásti
enceadido.
B.hiego el. dicho seQor teniente de gobernador dijo qn^
AestabadapropóBltodeponerenló sasodioho el reme*
dio «ae mas Al ser violo cte 8. tf. I é bien < pad&caeion de
«^ tierra conveoga. O Inego tnoontinentl mandó á Dfe-
Ig» dé OoaSa, escribano público y de sn Josgado, qné M«*
c$esH^?eg6aAr pdblicatnaate por las piases y mercados^
TPóc^odas^ 6ai\e& pnbli&s de estaldichacindad^Vine to-
ral lM¡reoiaosy moradores» estantes y habitantes en ella,
iJMesea con sns armas á4a posada del seSor gobernador^
isa'isvordeliajastioia. para sacar del dicho monasterio^
les alborotadores y escandallzadcres , so penadeperdi-
üiientQ dfl» todos sos bienes é indios^ é las personas é mer-
csdde&M-
B loagó loa dichos sellores alcalde y regidores mandan
ion 4 mí el dicho escribano , qne hidese pregonar lo sn-
; sódieho por sn mandado por esta dicha ciudad , so la di-
¿sha pena : lo cnal se pregonó este dicho día en presencia
4o mi el dicho Diego de Ocafia, y de mi el dicho escriba^
í> M^ en la plasa pública de esta dicha oindad, y por las ca«
í.Bm «eoétambraaas de ella, por voz de Fraaoico Gon2a>*
Vm%f pssgonero del concejo de esta dicha cindad.
^. J^a 29 de euero de 1626 aüos»
^ . Sa la cindad dé Temixtitan de esta Kneva^EspeHa, Id*
^MB 29 días del mes de eoero de 1626 afios , estando jnn-
á agmntados en las casas de Lnis de la Torre, veolno
B0to Aeha cindad, conviene á saber : loa nobles sefio.
Jjum de la Torre, alcalde ordinariO| y Oaroía Olgnin,
etiQomeodadurLeoft^ldeOervahteSy'yHerúán Iiopes
f
d» Á^\^ JF él dioao hxúA de la TorriB , y Pra>tLOiá<Só TMi
ff0.:i)f gidqreí» éi^ preaenciab de mí Pedro dérOastülof*
QVibáaa. páblico j -del didlio >cabüdo ^ ITarf íin Ddrmíit
triado 4ei;^ay magnífico sector HeraaBdo ÍDortég/ gofq^
jaador y capifiaü getv^al de óata fTae^áBapáüa j aiis|fln"
irio^as por S. 31^ , ^íiítrá eú el dicho ^ cabitdo 7 presm
ient^ loa düahoi aaHórí^ na^^cartí!^ del dicho -sefiorg^^*
A^Aórt ea que eu electo las déclaii rogaba y eRCagaba^
reclbieseu por sa taateate á FráncUco de las.C^áietí^'^Bápti'
Wk j por dicUoa se&oreB Vista fa dicha carta f toA%)
ea ella ooñteaido/ hieleroii traet ante-sí' la prd^atón^mi
4al dioho w^o y otlcio.el dich^ «ellQr ¿obe^dor mA*
'ba^al'djich61*ranc¡9c6'd^la8t3asa9;; évisto-^ue itor^^
Jto €%e y^ nombra'porvSñ teniente de ¿obernador
tan general de todU elitá» JÜTue vér^España; y revi^
jhMims que paca IcJd^Uós cargos y oficio dt¿
lo de dalazar y & l'edro Alminde:^ Chiríno i tsM
'dor de S* tf* enééfea I^aevib-^paSa ; € vicjtó !odmo
oisob de las Casás^Bo ést& al presente eiréHa, yaiííi
cÜa^ el dicho á^iuOE gobernador at t¿teá^cr qne 4eJ
• fü^Y^tE^tfü^^ X óLadad.¿ali6. h^6 por siftrbenír"^'
j||$Mads^ y Bodxí JLlbornoÍ!;| teAoréiut'OQtite
'SrH. j segan qne más largamente etftor'i^dereQr *
. ra íqUo& les dio se ocMitLene : por .t^nto/qci'e por t
deldíono Francisco de las Casas, y por no estar ea
dqade no pueda ser habido para encargarle el dich
gó y oi^o, conforme á la' voluntad y provisión del
iieilor ¿pbernádor^ y por evitar escándalo ^ úhofttM^^
. proveían y joroveyeron^ :f elegían y eligieron ppr ténl^
de gobernaíaor y capitán general^ , én nombre de 8á<
ced, á los dichos seSLores Alonso de Estrada y S
de Albornoz, tesorero y contador de S. M. , les dfa
daban poder^y fáoutad para qne en nombre del dicl
ilor gobernador tenga la gobernación de esta If neT
pa&Lymaatenga la tierra en paz y justicia, hassa
, qué cucho seUor gobernador venga & , proveer otra*
< en contfrarío« .^
i£ Iu€^ los dichos seüores tesorero y coiíWl<^^
toa en«l dieho ^cabildo, Jos cuates y cada Uflo' 4^
. lueiesdií eljnramento y solemnidad qué en 1^1' ^^ '
Ximeré; y lu4igQ los jUcbc^ alcaldes y Tegidanm '
deiQpho, dé iHMr y
i como nles leniCQ^
de gpberoádor dfje-
i; ei¡£t«tbn 'ifóT^'-
A dicbo comendador
var^ de la jnBtloJa,
' 'solemoidad qae en
téf) de gtfberoadbr,
vicio dJe'a.x y si*
>a y mfjor cninpUdit-
igian y eligieron po^
al Be, jqaa de Or-i'
ndod á ADdt«a dtt
ajoaticíaiyelIc^U
jaraménto^solem-
scribftDo , por Aáb.
de gobeijiador, talci
I wiá dicha oiadait',
tbiaa !e)je¿ldo y nom-
capitáii geoersl,-por
OorttSs, & los diotioa
p,or tanto, ^ne man-
ta y moradorcá , es;
lad , que en nouibrt]
len y obedicíenpor
de ser habidos por
Ktá bienes para Ift
pregonó'enlapiai^
lea y otros logaría
?z, pretónero públf^
ite estaba.
Icho día , mes yallo
iteates aa goberna-
I eclbteron pleito tib-
io hizo en manos áil
1 Teces, tina y dos y
!gnn fnero y costom-
algo , de ácndir «m
1* fottiddta de las atarazanas de oata didia dndié i di
gm le proveyeron por alcaide I oon todos ¡oa tiroaytf*
maa que en ella estavifsen , & SS. MM. tirados ó ^piip'
dos. ó al dijcho sefior gobernador en sn nombre: tcstifM
el m. Jnatt de Ortdga, y Jnan Vello , y Gonzalo Ceit«
y otros mnchos.
JE!» 3 de febrero de 132$ año$.
Bate dia^ estando JantOB de cabildo y ayaütemientOiü»
gnn ^ne lo han de uso y de costambré , en laa^eaaai ^ *«
Rentos del taay magolíloo sefior Hernando Obrt6i| ea»
pitan general y goberdador de esta Naera fispáñat tm
viene A saber: loa muy noblss señores Alonso de BstM*
da y Bodrigo de Albornoz, tesorero y contador de 8. 1^ .
.en esta l^neva España, y tenientes de gobemadoi' en eMi{
Kn^va Bspaña por su merced y los eíefiores Br. Joaa*^
Ortega, alcalde mayor de esta üToeva España « y Joaaip^
la Toire, y Leonel de Cervantes ^ alcaldes ordlnaiioe m
esta dicha ciadad, y Hernán López Dáviia y Laie deí
Torré y Frandsco Terdágo, y García Olgoin, regif
para entender en las cosas cumplideras a servicio ia^
ÍL y bien de esta ciudad y de los veeidos y moradorea^
eHa, dijeron : gqeiior cuanto; Antonio de Oaravájal
retraído en el monasterio del Señor San Fránciaoo dé^
tá dudad, por derto delito que ha cometidOi el cual
ba dégido por regidor de la dicha éiudad • y Antonio
Arriaga y J uan Tirado , que les estaba oado el
oficio de procurador y mayordomo de esta dicha di
estáji presos por dertos delitos que asimismo cometli
por tanto, que enjugar dd dicho Antonio OáravsJ
iegían y digieronpor regidor de esta dicha dudad-
diés de Barrios, y por mayordomo & Miguel DíaSi y _
Srocurador 6 Hernando de Vitianueva, escribano' dé-^
[. , vedaos de e^ta dicha dudad : los cuales eneaadof
sentes hideron el Juramento y solemnilad que en ttA^
80 Be requiere , el cual así hecho por los didioa
fueron ledbidos.á los dichos oficios.
De pedimento'de Martin «Dorantes, habiendo
^ radon que es délos primeros pobladores y conqu
^ ,de esta Nueva España . los dichos señores le Ud
"^ nerced de la tleitaqaa la estaba dada para huerta á'
— 345 —
0^ 4m Oealtoy la caal dijeron qae le daban y dieron iN>r
ítÉiliiIni visto cómo el áioho Diego deOí5aña ñola ha ser*
En jueves 22 de febrero de 1.120 míos.
Bate dta Alonso del Castillo^ procarador de la villa del
Saptrita Santo, y Francisco Gorras, procurador do la T^
lia de CoUma, y Pero Sánchez FarfáOi procarador de'ea^
taeindad deTemixtitaní dijeron : que por cuanto por ei^%
lar la tierra en tiranía por el factor (lonzalo de Salazar y
porel raedor Pero Al tniadez, loa cuales se nombraban
sobemadorea de esta líueva-fispañ^* , y se hicieron jurar
por talea, y qne ellos con los otros procuradores de las vi-
Uesde eata Ñaeva* España, forzados sin poder hacer otxa
oosa, revocaron los poderes que las diphas villas y ciada-
te deeata Nueva* EspaQa hablan dado á Francisco Mon-
to)o y á Diego de Qcampo , qne fueron por procaradores
fBiieralae & sopllcar y pedir & S, M. ciertas cosas cntnpli-
úenñ á sa servicio , y bien y procomún de esta Xneva-
Sipafia y de los vecinos y moradores de olla , y habían e-
legido á Bemardino de Tapia y cantón lo de Villaroel.-por
tasto, qne agora qne estaban en su libertad y fuera de la
dieba tiranía, dijeron, qne revocaban y revocaron los¡di-
ebos poderee qne habian dado y otorgado á los dichos
B«mardino de Tapia y Antonio de Yillaroel , y aproba*^
bsny confirmaban los dichos primeros poderes de los di-
ehos Diego de Ocampo y Francisco Montejo , para que
por virtnd de ellos puedan pedir y suplicar á S. M. las
sosas é los capitales que llevaron contenidos , y otras
eualesqaiera que convengan & su real servicio y al bien
pcocomnn de ésta Nueva-Espafia ; y la pidieron por tes-
timonio : testigos, el Br. Juan de Ortega j alcalde mavoi,
y Joan de] la Torre j y Bernardo López j y Eodrigo Al**
varec
Jta 31 de mayo de 1526 aQos, ante Martin de Gak^hor-
ra. (Mito e$f Calaliorra fué el esoribano ante quien m hizo
cute tíJ>ado.J Este dia^ los muy nobles señores Alonso de
JÉsoada y Bodrigo de Albornoz.^ tenientes de goberiia-
dor, y los safiores justicia y regidores de cindudi) ^^
•itabaaeiila iglsaia de ella para salir oon la :p^^
BiBaaTAOionaa.— TOMO i«-«« ^
— 346-
ftiou (l)y dijeron : que por coanto aquella Íioi%
cibido una carta del señor gobernador HeraaB&o
y de 80 baena llegada al puerto de San Jaan 01
ca., y porque la venida de su merced ha dado madioj
oer y repodO eu estas partes , y de ello hablan
una carta "que mandaban qne se fuesen apregonadaj
blicameute, é por algunos capítulos que en ella
mandaban y mandaron que 86 pusiese en estelíbl
cual su traslado es est^ que ne sigue. Apregonóse
por Francisco Gonza'ez.
'Nobles y muy virtuosos señorea: Yo llegnC
puerto de San Juan de Galcbícuecaá 24 días de
de ni»yo, y porque todas la» cosas que nuestro
tor viviendo en este [mundo hizo, fueron hecbl
nuestra iustrneion é doctrina, y acordándome
j')rim<>ra que después de su pasión hizo, fué visil
resurrección á sas amigos, que esperando sa
advt' ni miento habia muchoB tiempos que estál
obscuridad del Limbo, en la subjeccion y capí
diablo, (memigo de natura hum»nn ; quise en
HU vescigios, y viendo que vosotros, señores, coi
migos, con mi ausencia habéis estado opresos át
nuevos Bersebú é Satanás, que tales sepaedeii^
pues siguieron el camino por donde estos inft
piritus perdieron la bienaventuranza para que
crió, no acordándose ni teniendo respeto á los
que de S. M. recibieron en tux creación, antes
cido este Salaii<4s con las excelencias qne el m
der de Dio i en él puso ^ quiso no bolo no a|^
mas aun ser igual á su Hacedoi^ y ansí estos ,
cid os de mucho caso que yo de su persona hi<
raudo á los beneficios, honras y buenas obras
rec^ibieron, quisieron, no solo igualarse á mí,
conocerme, y seguir y maltratar á mis amigos,
del todo aniquilar mi nombre y memoria,
fama y servicios, y lo que peor y mas feo es , é
yo mas sentimiejato tengo , poner en mi persoí
no dignos de mis merecimientos ; parecióme
Dios nuestro Señor para henchir el colmo & 1%
las innumerables mercedes que siempre me
^i;,£ra ia procesión db\ Corpns, cuy a festividad cfl}^ m cst*
— 347 —
».paf9 raaedta d^ todo esto y de la libertad de todos
tro3) aeñores; resascitaroie de la maerte qae estas
» m^habian qaerido dar, y traerme á. este puei-to,
mi primera visitación debía ser á vosotros , soDoreS;
>ái08qaemas del faego de estos habéis partlcipa-
ioc kaberQs hallado mas cerca de sa incendio^ y por-
bo pudo ser esta visitaoioa personal, por venir yo
flaco y fatigado ^ así de macha enfermedad qae he
b, oomo del trabajo de la mar; tomé por remedio vi
iM con mi carta, que tengo por cierto que segan vue8<
buenas volantades no sera de menos efecto qae mi
l&eia, é yo me daré la mayor priesa que pueda eu ir
^eíadad, para qae del todo mi deseo y el de vosotros,
tes, 86 cumpla; donde os^daré alguna parte de cuenta
íperegriaacion é trabajos,¡porque darla toda, ni vos
iKfie&orealf podríades oiría üi yo contar. A nuestro
Iple^^a recibirlo todo en su servicio , para qne t-ca
Di^aanque pequeña*, para descargo de mis muchas
Ej ofensa que siempre le he hecho y hago,
pesque llegué á esta villa, he sabido que al^u-
l^nas de las que siguieron á esos comuaeros \1]
^sentados de ellos por vergüensa de su jerro Uu
ipor temor déla previsiou del que me ha pesado
^[i]. porque en la verdad, segan soy informado de
KM que han pasado, y de la rigorosa tiranía y cruel
¡Da eu qae esos malos tenia u puesta la tierra, mas es
M^ villar de los que coatradijerou que de los que los
ion, por donde me parece que aunqae no se le pue-
par calpa, menos se les debe dar pena , y por e^o
|> señores, qotiñc-vr á los que algo de sí estuvieren
bIiosos, qa& pueden estar seguros é sin temor de
^no habiendo tocado en crimine lesos Alajestatis^ ni
láo ofendido notablemente á tercera persona, por-,
fiesto no se puede negar justicia pidiéndolas las
I-
^re tanto que yo soy, que será placiendo á nuestro
')Con la mas brevedad que yo pueda, os pido, seíío^
Or merced, tengáis en mi lugar á Alonso de £stra*«
(•nombre había venid) áoer uaapodd inf iinlintar[d«sdc (|^ao los ^a-
l»loltev4ifeii fjttrm Teneiios por Oárloa V. '
fMIpk «OAlOttoa de paVbrae ú omisión de algnnai.
— 348 —
da y á Bodrigo de Albornoz , tesorero y contador dé &
M« , y honréis sus personas, y obedezcáis sus mandamieii*
tos como si yo en nombra de S. M. os lo mandase i y por
esta les doy para todo poder cumplido, . según quejo \q
tengo del empej^dor nuestro seüor, y los nombro y sefisk)
por mis lugartenientes , é al Br. Juan de Ortega pw mi
alcalde mayor, según está mandado.
*^Bien creo que el mucho deseo que tenéis, sefiores, d«
verme, el cual juzgo por mió. os hará á algunos mom
de vuestras casas para salir al camino, y puesto qoe yo
pierdo de gozar de vuestra vista é acompafiamiento , qse
no lo tengo por poca pérdida , deje ese poco tiempo que '
se podría adelantar con vuestras salidas , porque seiia
da&oso que en tal coyuntura esa ciudad quedase den^
compañada de vuestras personas por esos presos, tambíoi
porque los naturales de la tierra que tienen sua puebloi
por el camino no reciban trabajo con mucha gente ; oa
pido, sefiores, por merced que nadie se mueva , haeta qia
yo llegue á esa ciudad ó moy cerca de ella , y quien BU
amigo jnío fuere, de este recibiré mas merced que lost»»'
me por si. Kuestro Señor vuestras nobles y mny virtmoM
persoiias y casas guarde como , sefiores , deseais.-*Feriifc
ut snpra. A lo quo vuestras mercedes mandaren««*J70r
nando Cortés»
En 1? de junio de 1526 añoi.
Esto dia, estando en ayuntamiento , según que lo
de uso é de costumbre, convien^ á sa^^er : los mny
aefiores Alonso de Estrada é Eodrigq, de Albornoz. ««.
rero y contador, y tenientes por el sefior gobémaoor ,
el Br. Juan de Ortega, alcalde mayor, é Juan de la
re, alcaide, é Rodrigo Bengel^ é García Olgnin. é H<
do López Dávila, regidores ; por ante mí el dioho
baño dijeron : que por cuanto el señor gobernador l^
bia escrito una carta misiva á ellos y los demás
de esta ciudad, que era bien que le xespondiesen á
merced, é todos dQjeron de un acuerdo que era bien : é
e scribio en respuesta esta carta que se sigue*
Muy magnífloo sdíor : Día de Corpus Cristi por Is
ftana reelbimes nna sarta de ynestra mereed, «a q«e
y
— 349 —
udaiabef la llegada á «se paéblo de an muy magnffloa
perdona, y en tal dfa como aqael h^bia de ser la Tirita^
«ion á sns aervidores, para que con mas alegría se oele^
bnse la ñésta como se hizo, en cnmplir en todo nuestro
<iM6o de ver á voestra merced en la tierra, que para nos-
otroB ha sido otra nneva resurrección , según onánenel
I^mbo habernos estado, con la soberbia é cruda tiranía
^i^tttos presos que tanto han trabigado deosonieoer loa
tórnelos y merecimientos de vuestra merced; sobre lo
^ después de haber conseguido la libertad , todos con
ttniéa voluntad habemos trabajado que la tierra se junv
Htt^ para reparar los males é dü^fios que estos hablan he«
<Ao en la tierra ^naturales de ella, y en la fama é haden-
iftde vuestra merced, como habrá sabido de¡Franoisco de
Divila 6 de Luis de la* Torre, nuestros mensajeros. La
«vti de^vuestra merced , como espejo nuestro , se hiso
pregonar á la letra, porque todos participasen en tal dia
del placer que teníamos con la venida de vuestra merced,
7 porque los sospechosos se asegurasen con la merced que
▼oestra merced les hace de perdón, y así es quería crueza
eoQ que estos tenían la tieria , era tanta, queesdemá^*
n^Tlllar, como vuestra merced dice , de los une osaron
<^tradeoirIe8 : las manos de vuestra merced besamos ,
por to ^ue nos manda que en su lugar tengamos al teeo-
(m y contador, y por alcalde mayor al bachiller Ortega;
«eí lo habemos hecho y haremos por el concepto que de
oUoe habemos tenido y tenemos de muy dertos servid(»ea
ie vuestra merced ; y asi se hará que los que quedamos
iu> saldremos de esta ciudad por! las causas que vuestra
Bittced Jio manda, aunque antes de su carta, con el mucho
'deseo que todos tienen de besar sus manos , algunos se
íaeron y otros estaban para ;hacer lo mismo, y por obede-
oer, aunque se nos haga largo el término, aunque vnes-
ka mefced lo abrieve , estaremos en la ciudad. Suplica^
iBos á vuestra merced , pues que su venida es para des-
cansar en su casa, que abrevie su camino para se venir á
día, de donde podrá proveer lo de hay é de las otras par-
^ que tan larga ausencia hay bien en que vuestra mer-
ced entíenda. segná la vuelta que estos grandes comune-
ros dieron á la ticKrra é cosas de ella. Nuestro Sefior la
nsy magüíftea jienéna y muy magníflco estado de vues%
ta u^eed p#r largos tiempos acfrei|i wM y prospec»/
— 330 —
mo TtiOitra merced y sos ciertos aervidorea desoímos. Be
esta graa oiadad á 1? de jaaio de 1526 años. De vuestra
merced n^ay ciertos servidores ,Tque sos muy magDÍficafi
maiio9 besamos.— Bodrigo de iabornoz.— Alonso do Es^
trada.— El !Br. cTaaa de Ortega.— Jaau déla Torre.— Ro-
drigo BepgQL— Gitfcía Óigalo.— Heroaado López Dávi^
la.— Pablo Kejía.— FraiKüsoo Y erdago»— Andrés de Bar-
rios*
Esiie día, los dichos señores tenientes , é alcaldes ,. é le**^
gidorc» susodichos dijerpí^ j que por cnanto Martin Arto
trajo á esta ciudad las baenas nuevas de la venida del
sefioc gobernador al pnerto de Mjedeilin , de lo onal esta
oíndaá ^eoibió mucho placer /y aun sosiego, y porque le
habia mandado que esta ciudad le daría las albricias, qne
ellos ea nombre de Qlla le m^andaban y mandaron dar do-
ce pesos. de oro ; é que se le.dó el libramiento para el ma^
yordomo de l|k dich^. ciudad , que de los pesos do oro qao
de eito; tiene se los pague.
Éíiju,é!)cg i21 diasdot m$8 de junio de 1526 añ09.
I'
Este dicho. di%\ estando en cabildo y ayuntamiento en
el mQi]Mk6t6][^io del Seuor San Francico de esta ciudad ,
conviene á saber : los muy Tirtuosos señores Francisco
Dávila é Jaan de la Torre, alcaldes ordinarios de la dicha
ciudad 9 é Bodrigo Üengel; é Luis de la Torro , é Pablo
Mejia, é Hernando Lopes , é García Olguin , é Érancifico
Verdugo, é Bodrigo Alvarez Ohico, é Pedro Sánchez Par-
ían, é Andrés de Barrios, regidores de la dicha dudad,
por preseneia de mi Pedro del OastiUo , escribano pábli-
00 y del dicho cabildo, dijeron : que por cuanto al factor
é veedor, después de haber hecho jurar por gobernado^
res de esta Nueva- España, é teniendo tiranizada ssta
tiena contra el servicio de S. M, , siendo vivo el señor
gobernador Hernando Gortés, los hablan elegido nombra*
do por aloaldes ó regidores é porque al presente eldieho
señor gobernador era venido á esta dicha ciudad ; que
ellos é oada uno de ^os se desistían é apartaban de ios
diohos oftcioi^ 6 del uso é ejercicios dellos, é los ponían 6
pusieron en manos de su señoría , para que como tal go-
bemadK» é jostima mayor de esta ]!r,NEspaña por SSiHltv
-. «51 —
«tija é nombre los 'dichos alcaldes é regidores, é en nom
brd 4e B. M. los ponga en las personas qne mas á sn real
servicio, 6 al bien y procomún de esta dicha dndad ; é de
los vecinos é moradores della convenga; é pidiéronlo por
testimonio, é firmáronlo de sus nombres.
Los dichos alcaldes Francisco Davila é Bodrlgo Een-
geld)jeroB| qae ellos no faeron elegidos por los dichos fac-
tor é veedor, ni menos el dicho Andrés de Barrios , salvo
por Bodrigo de Albornoz 6 Alonso de Estrada , tesorero
y CQQtador, llamándose tenientes de S. 8. , pero qne así
ellos oomo los sosodichos alcaldes é regidorías potiian é
pnsieron los dicho sus oflcios en manos del dicho señor
gobernador, para qne S. S , en nombre-de S. M., dispon i
ga de ello6|, é los dé á qnien mas á sn real servido con-^
venga. ' *
Lnego los dichos seSores alcaldes diero¿ las van^s qne
tenían en la mano al dicho sefior gobernador, -para qne
B. 8. preveyese de los dichos cargos é oficios á las per»
sonas qne mas á servicio de 8. M, é bien de la tierra con^
venga»
E luego el dicho sefior gobernador dijo que proveía y
proveyó por sn alcalde mayor do esta ciudad de Temix -
ti tan, por vltud de los poderes reales que de 8. M. tiene
al baohillerJuan de Ortega que presente estaba, al cual
dijo que le daba 6 dio sn poder cumplido , segtin que de
derecho en tal caso es< necesario, el cual estando pre-
sente hizo el juramento solemne que en tal caso se re«
^iere.
Xn mdrtM 26 dias del mes de junio de 152G afíú9,
Bstedia, estando juntos en cabildo é ayuntamiento en
las casas é aposento del muy magnifico sellor Üemando
Oottés, gobernador é capitán general de esta KuevaEs^
pafia por B. M. , conviene á saber : el dicho señor gober-
nador, é el Br. Juan Ortega , alcalde mayor , é los Beño*
res Juan Jaramillo, é Orístóbal Flores , alcaldes ordinai
rioB de la dicha ciudad, é Jorje de Alvarado ^ é Eodrigo
Bengel, 6 Luis de la Torre, é Andrés de Bamos, é Fran-
eisoo de Villegas, é Francisoo Dávila , é Juan de Sance*-
do« é Cristóbal de Salamanca, é Alonso de Paz, é Alonso
B&balos, regidores, para entender y platicar en las oosas
— 362 —
oamplidArM al servicio d« S. M , ó bien 6 prooam«B i$
esta oiadad, é de loe veoiaoe é moradores de ella • luego
el dicho se&or gobeümador dijo , qae por oaanto despiai
que el factor Gonzalo de Salazar y el veedor Pero Al
loindez Ohirino se Uamaroa goberRadores de esta Koevi
Bepafia, juntamente con el cabildo de esta dipha ciadadi,
qoe como opresos é oprimidos no podían hacer otra oom
mas de la qne los dichos factor y veedor querían eneami*
nar, 6 desta manera repartieron en esta cindad é ftaen
ala redonda della mnchos solares, huertas é sitios de hio>
linos, oaballerías de* tierra é otras cosas , para lo ooíd Im
dichos factor é veedor no tuvieron poder, ni menos el di-
cho cabildo f por ser elegidos é nombrados por manos de
los tiranos : por tanto que desde agora lo reponía y ts«
puso, é daba é dio por ninguno para de hoy en adelante
lo proveer á la persona é personas qne mas á servido da
S. M. é bien 4 población de la tierra convenga^
Enjuécei 28 dias dtl mes d€ junio ne 1526 qhoí.
Este dia, estando juntos en cabildo y ayuntamieato^
según qne lo han de uso é de costumbre , en las casas é
aposento del muy magaíflco seflor Hernando Oortís, ge*
bemador y caf^itan general de esta Nneva-Bspalia per -
SS. MM.^ conviepe á saber: el muy noble señor Br. Jasa
de Ortega , alcalde mayor en.esta ciudad por S. S. , é lei
señores Joan Jaramillo, alcaide ordinario en la dicha dac
dad, é Joije de Alvarado, é Alonso Dábalos, é García^CA*
guin, 4 Cristóbal de Salamanca , 6 Alonso de Tai, regi-
dores : por presencia de mí Pedro del yastillo , escribano
público y del dicho cabildo , pareció presente Alcmso de
Grado, y presentó una provisión del dicho señor gobe^'
nador, firmada de su nombre y refrendada de Alonso Va«!
liento, su secretario : su tenor de la cual de vertSVad ver-
bum, este que se sigue : lí
Yo Hernando Gortás, gobernador y capitán ganet^fl
esta Kueva-España y partes de ella , por al em^erai'
don Garlos, reyy ó reina doña Juana, nuestros i^tfiorssi
por cuanto al tiempo que yo me partido esta ciudad d'
Temixtitan para ir á conquistar é pacificar Ia^.iierraa^
provincias que son á la presente de las Hibueras y oi '
de pnerle de Honduras, donde yo en nombre de B. IL
— 8S3~
o iMtedM dM tIIIm, yo dejé pormii IngsraMmiieiitei
de gdtMnador á AUrnaa deBeferada y Bodrigo de Albora
Boi, teaaenro y oontiidor de SS. MM. , jantamente oon el
Uow AUxneo^ZtiaEOí y eetendo eiidic¿a dadadoieiitoy
dte legoM pooomae ó menosi por ofiiiflae que á ello me
iBovieron. oonyeiúeateB al servido de Dios nneetro Se^
lar é de SS. MIL, -pKfvtí nueTamente á QoBsálo de Sa^
Ituré-áPeto AlmiQde¿OhirinO| factor y veedor qae
en de Sd. MM. > porqae juntamente con los diohos A^
kntD de Bstrada é Bediigo de Albornoz, édieholieen*
éado tavieaeii eargo de kidielia gobemaoioñ; y asíee
qae loe Achos CKminüo de Salaasar é Peco Almlndes OhK
liae, con intéiieton dallada , segan qne pwticAó • tuvieron
talea artas é malla qneeeliaron de la dicha goDeraadon
á kMídtehOB Alonso de Betrada é Bodrigo de Albornos, é
al ItandadOy^ é se qaedaion ellos .gobernando la dicha
IneraihBspaSft : é despaes qne se vieron apoderodos de la
tidia tierra y manilo de la jnstida, no mirando al servix
cío de Dios 6 de SB. MM. , se alzaron oon la tierra é pro*-
coraron de la tener eomo la han tenido tiranamente, ha*«
ámúú como kan hecho mnchos robos é mnohas injnsti-
eu, asi ^ los espafiolesTednosy moradores de esta tier-
n como 6 los natoraies de ella , los cnales han sido mny
uttetadoB, 6 han redbido mnchos 6 grandes agravios.
Mide sns haciendas como de las personas, de lo cual han
wsltado mneftes, é robos, é diminndon, é distraimien^
todeUos • é se han quebrantado las leyes é ordenanzas
de 8S. MM. qne sobre sn bnen tratamiento tienen hechas,
7 he qne y o en su real nombre habla hecho, y han ido
emtta ellas, hadendo mnchos crímenes y excesos ; é por<%
qué la real Intendon é voluntad de 88. MM.émiaen sn
nal nombre , es • qne los dichos naturales sean muy bien
tmtadoB é industriados én las cosas de nuestra santa fé
é ampwadtt^ porque así ccmviene; queriendo riamediar é
proveer lo insodicho, como convenga al servido de Dios
nueetro Sefior é de dS. MM. , é al bien y procomún de la
dieha tierra é naturales de ella.
Ooaflando en tos , Alonso de Grado , yedno de la du-
dad de Tenüjrtitan, que sois tal persona, que bien é fiel 6
dttigentemente harois é cumpliréis lo que por mí os íiiere
•ovetido y encargado en nombro de SB. MM. , os nom*^
Vio é hago mi jasa visitador general de toda esta llueva
|ianaTAeioTiM.~TOM 1,^45.
— 354 —
lltpafiai para qae <3omo tal jaes;. visitador ^ por vaestrt
Jropia antOEidad podaia ti»^y tn^0^:w«^i<i|fígpia
6 U jOBtima, y vaia por todas lasjciiíaa49af JY^JJ^^ ^P»:
res j y estancias é minas^' é p<» todoa lostpneÚQfl é wpi-
tos de los señores natorales delia i y poi; toA^lM yfas,
forflias é maneras esqaisitas que ser pn/eda ^ ipqiuraia é
sepáis é hagáis pesquisas púbUoa^ éoi^eretas en pomo é
de qaé forma é manera hsax sido tratado^ é induabiadoB
en las cosas de naestra santa fé los dicho9 sefioresi na-
turales 9 y cómo b»B egoardo ó oamplidp , y. guardfui Isi
ordenanzas é pregones qse sobre sn . omn ti;^ktamiento sss
tan hechos y ordenados» é se harán* <
B á la persona ó pdsonasqae hailácedesomlpadqSi con-
forme á las dichas ordenabas , leyes :y pregones de Sd^
reinoSi qne sobre el dicho sa Imen tratamiento e^táA hs*
ohas é hicieren, 6 á lainatraccion qne Armada de minepii^
bre tenéis, por la cnal vos mando 4|i#'||igai4 4, prooedaia /
contra ellos é cada ano dellos civil camii^^lnif^te i Im
penas qne con derecAo halláredesi 6 qne las apliquéis por
la forma é manera qne se deben aplicar^segnii lo qae so-,
bre ello está nlandado é ordenado } é para qne podada to-
mar é toméis en vos todos los procesos é cansas cívIUm í
criminales qne «ite onalesqoier jaeoes^ éjnsticias,y.^
nientes ó alcaldes mayores se hacen , anagne hayan pa-
sado en cosa jnsgada , paca qne sepáis cómo Jes lia ¿de
gaardada á los dichos naturales su justicia» y en todos ka ¿
desagravios é hagáis en el caso lo. qne sea j^st^cía; y sC .:
las dichas jnsticiaS) alcaldes mayores, ó tenieij^teS) ú óteos i
'caalqniera qne hayan sido, son ó fueren de aquí adelá%^
te, ó vier^ hecho algún agravio ó maltratamiento en
cnalqnier manera á los dichos séilores é naturalee , 0 U-
oieren, podáis proceder é procedáis ooatra ellos é oontra
sus personan é bienes conforme á derecho*
Otirosí : por cnanto yo soy informado qne se han hedió t
muchos esclavos sin lo poder hacer ni haber raaon iian
ello y de lo cnal ha resultado mucho é gran déaervifiip 4.
Dias é á SS. MSI. j 6 la tierra y natulares de ella luui re?
cibido muy grandes agravios , y lo que peor ha sido , qua^
ansí de estos tales como denlos otros , se hap gacuMio de la
dicha tierra muchos esclavos, ymido en todo contra U
mandado y ordenado : vos doy el dicho mi poder ^ea el ái«
cho nombre, para que lo sepáis 6 castiguéis» é
— 355 —
desagraviando á los dichos natarales , los que ansí ha <
Iláredes no ser hechos esciaros jurídicamente, se pongan
an sa libertad^ é los hagáis parecer ante mí para qne yo
provea en ello lo que m^ sea servido de SS. MM. ; y á las
personas qne ansí ovieren sacado fa^ra de la dicha tierra
los dichos esclavos, no embargante que digan , é aleguen
é muestren Ccenclas de Gonzalo de Salazar é Pero Al-
mindez de Ohirino , factor y veedor que fueron de 83.
MÚ . y é de otros cualesquier jueces, los castígaeis é pro^
dedais contra ellos, conforme á los pregónos que yo
eu nombre dé B. H. he mandado dar para que no se sa^
quen.
Otrosí : vos doy el dicho mi poder cumplido, para que
podáis conocer é. conozcáis de todos los pleitos y debates
que entre los dichos señores é naturales o viere, así de
términos como de todas las otras cosas civiles é criminas
les. y hagáis en el caso lo que sea justicia:
Otrosí : vos doy el dicho mi poder cumplida • para que
si alguna persona 6 personas de cualquier caliaad é con-
dición que Asan, se desnostare contra vos*ó i'dijeren eosa
gjie no deban, durante el dicho vaestro oficio de visita^
dor general, qne lo podáis preader, é con la pesquisa é
información me lo enviar preso é k buen recaudo á do
quiera que yo esto vi ero , para que yo haga en el caso lo
que sea justicia j y por esta mando á todos los concejos,
¿justicias é regidores, caballeros, escuderos é homes
buenos» ó otras cualesquier personas de todas las ciuda^
des, villas é lugares de toda estaKueva-España, qne vos
hayan é tengan por tal mi jaez visitador general , é que
vos obedezcan^ y vengan á vuestros llamamientos é em**
plazamientos, so las penas que vos de mi parte ó nombre
de B3. MAL les pusiéredes, en las cuales, lo contrario has
oiendo, los doy por condenados en ellas ; é vos den para
osar y ejercer el dicho] oficio y la dicha ejecución de la
justicia, todo el favor é ayuda que oviéredes menester,
seyendo para ello requeridos, por manera que no falte ni
meijgiie óosa alguna, so^na de perdimiento de todos sus
bienes,los cuales desde agora doy por condenados en
ellos, los cuales aplico para la cámara é fisco de SS. MM.,
al que lo eontxario hiciere : para lo cual todo que dicho
es é pata cada una cosa é parte dello , é para lo que ello
janexoé concerniente al dicho oficio de mi juez visitador
— 356 —
S3¿ MM. , oon todas sos inddendiui é depeiid6iida«| ai»
xidades é oo&exidades, é mando qa« esta mi pioyifiion aei
piesentada é obedecida en el cabildo dé esta oíadad de
Temixtitany 6 de vos el dicho Alonso de Grado , mi jua
visitadtr general, reciban el juramento é solemnidad que
en tal caso se requiere : é recibido al dicho ofioiO| en la
/manera que dicho es, no tengáis necesidad de la presan*
t(ur ni presenteis en ninguna otra ciudad , villa ni Ingu
de esta dicha Nueva-Espafia. Oa por la presento yo oi
doy por recibido en nombre de SS. MM. al dicho oflciD j
f jercioio de él : é para el uso y ejercicio del dicho cargo é
oñdo TOS doy todo nú poder cumplido , como yo de 8fr.
MM. lo tengO| con todas las incidentias y depeodendis,
anexidades y conexidades : y mando que tqs seaa aeadi-
dos con TuestiK>s salarios y derechos 1^ dicho ofldo aas*
zos é pertenecientes , é vos sean guardadas todas Isili*
bertades á franquezas que por razón de él hayáis de sa-
ber é tener, é que podéis llevar é llevéis vos el dicho lú
juea general visitador , é los escribanos '< átgaaeUes da
vuestra audiencia, que para ello en nombre de SS. MIL ,
yo nómbrate, y con todos los otros de la JTueva-Bqiifia^
que yo en nombre de SS. MM. tengo nomUiradoa é hm^ i
brare, todos los derechos doblados , como lo han é Iléná ^
los mis alcaldes mayores $ tenientes de esta dicha Ktieva
Sspafia, conforme á los aranceles que sobre los dichos da»
rechos están hechos, é mando que con vos usen los diehai
oñcios : so pena de pri vamento de ellos é de perdimiutla
de todos sus bienes. Fecha en la ciudad de Iraiixtitan Ü:
27 dias del mes de junio de 1526 afios. Hernando Oet»'
tés.— Por mandado del gobernador mi señor, Alonso Yt^.
líente.
E así presenteda la dicha provisión de S. S. é vista posi
losTdichos sefiores , dijeron : que recibían é redbieroii ai
dicho cargo é oficio de visitador general de esta ÑnevM
Bspafia, según en la dicha provisión se contiene , alm
cho Alonso de Orado , é recibieron de él el juramento f^
solemnidad que de toí caso se requiere, é a^í hecho , ki
dichos sefiores les dieron una vara de justicia^ con la
se salió del dicho cabildo. *
2í0ta. Hasta aquí les documentos que me ha
do intecesanto saear del libro de eabildO| relatiTMi
[«o en I> anaenoía de Oor-
iqaetoia6 pontemediar
i. La «arta en qae avisa
I ayuntamiento aepnblí»
lar^ Bnstamante, en on
Ulan ejemplares. Todo lo
ei'Mátienfo y Dtlgadíao, v
kdmvajww á la «iudacL Iné-
o..8t. Daqtu de I^owwi y
público, aposttüioo eo e»
é de la abdienda é jnzga-
dd é magniaoa BeCor don
> obispo y Jaez apostólico
£( é verdadero teetiinonio
«n , gne Dios nnestro 6e<^
i días del mes de marzo de
JO. Joan Of tiz de Matien-
gae faeion d^ esta andien-
7 casa de BeBorSan Fran-
tstóbal de Ángulo é iOar-
ma qna estaban tetrudoa
1 amonestedos el dicho li»
ma, y el dloho lioendado
■orada y de la cárcel real,
ir mandado de aototidad
to jaez apostólico , é por
cío , que dentro de tñerto
oontemido, so pena de des-
lestitayesen á los diohos
i se inbibiesen del oonod-
los dbdios rriiraidos prooe-
te en la dictka monitoríase
noiadOR no qnidaron obe^
«KOB 'daranoiitdes pac pú-
-358-
bliooB descomalgad08| taHieado campanas é matando cu
delaa, y f aé puesto entredicho. E desxiues de esto, liai
qae se contaron 4 dias del dicho mes de marzo del diob
afiOi yo el dicho notario notíQqaé á los (licbos liceodado
en sd persona otra aatoridad monitoria y cesación i i
vinis^ en la que fueron requeridos por mandado del dM
seQor juez apostólico, que dentro de cierto término m I
dicha autoridad contenido • y so pena de desoomavii
mayor y de otras penas en la dicha monitoria contenUÉ
volviesen é restitay esen los dichos retraídos 6 se inhltii
sen áA conocimiento de la dicha causa, lo que no qvÜi
ion obedecer ni cumpUr los dichos licenciadoa, antas '
tenciaron á los dichos retraídos clérigos de oaronaiéj
tidaron al uno de ellos , que fueron el dicho OrisM ~
Ángulo : por lo cual el dicho término pasado , los
liceudados, por su rebeldía é contumacia^ fueron i
ciados nuevamente por públicos descomulgados, y
so oesacion ú divinis ; en las cuales dichas descomí
los dichos licenciados han estado y están, y no
suelto de ,ellas , desde el dicho dia 4 del dicho *]
m^zo del dicho año, hasta hoy 10 dias del mes de
de 1531 afios , en las cuales dichas censuras 6
niones están hoy dicho dia ; é porque de lo
declarado é .certificado^ de pedimento del ilnstie'y |
nífioo seSLor el marqués del Valle, doy verdadera ffj
timonio de todo lo susodicho , según que ante
firmado de mi nombre é signado con un signo que
cho en esta gran ciudad de Temixtitan, á 10 diaa d
de febrero t alio del nacimiento de nuestro SeBot!
cristo de 1531 afios.— T7n signo.— Yioí [1] Deo da;
iuda.— Diego Yelazquez, notario público apostóUc
NOTIOIAS BIOGRAFIOAS
^el llceBclado Alonso de Zaaso^
Lo mucho que se ha hablado en las actas dd
miento insertas en esto, apéndice, del licenciado
(l/^ Debe de»ir; "Vincit Leo.»
— 359'—
«dge que se den algunaas noticdM acerca de la tennina-
di la caneía de una persona que tanto fignró en loe
distorbioB de Méjico , las qne se-tomarlüi de sn
^ esorita por el señor don Maitín Fernandez de
, é inserta en el cnaderno onarto del tomo II
la Ooleccion de dgenmentos inédito para la Historia
Ldow Zoazo vino de Santo Domingo con los monjes
enviados por el cardenal Jiménez de Oisneros
las colonias españolas, con el encargo de ad^
o^.» la justicia civil y criminal • por ser esto cosa
dfllcanéoter x^gioso de aquellos. Desempeñó en
iUss miidiaB é importantes comisiones, yen enero de
IHSdiiigió nn infonne sobre al estado de los establecí-
eqpiSóles á Mr. de Otdevres , qae tanto inflojo
A^iaeipio del :reinado de Garlos V. En este do^
.llbiioso, que ha sido publicado por el seño Ka--
en el citado cuaderno , Zuazo habla enteramente ,
[Mtidodel padre Gasas, de quien fué amigo, y pro-
[Mas las medidas que le parecian conducentes á la
de la población indígena , inclusa la intrc*
ds negros.
inoÜTo de las diferencias suscitadas entre Ghtray
' sobre él gobierno de Panuco, pasó á Méjico por
» 8e Telazquez para tratar de avenirlos como ami«
iOk dé ambos, y quedó , tfrmo se ha visto, de te>
de gobernador nombrado por Gortés cuando salió,
ibi Sibueras. Enviado preso á Gnba por sus com«^
I en el gobierno, fué absuelto de todo car|:oenel
de residencia que él mismo habia pedido, y para el
filaé comisionado el Ldo. Altamirano. Fué en seguida
Minado oidorlle la audiencia de Santo Domingo , en
IMaio de sns muchos v buenos servidos , y allí murió el
ibdel427, a^mpañfljidole al sepulcro las bendiciones
^ todos los buenos, y aun el respeto de sus enemigos.
— S0O~
1^
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« •*!
▲DXOIOKBS Y BEOTÍFIGAOIONSB
á alfiuioa pontos de laii 4iwrtaclane«.
Juan d$ Oryáha» Bn 1a primera edidpa de la piimim
díBertadeiii fallo 41^ líih 10 , ee dice qae faé aobribo 91
Diego Yelasqaez , aigniendo á yarios aatorea qué inear-
rieron eu eita equiyocaoioii , ia qae se corrigio en la e^
ganda edición. El freoaentar macho Grijalva la casa.^j
y elazqaes y ler may fiftyoreddo de él , luzo creer q
sa pariente, pero no era así,
D.,Dieto Oolen. Bn el folio 44 de la presente edirio»^
dice qae gobernaba les nneyos estaHeclmientos ffi.
tnd de las capitalaciones jjk^nTenios hechos pon ñ
dre, lo caal debe entenderse en cnanto competía ájp]
pleo de almirante , pnes el gobierno civil continnaf'
cargo de los monjes Jerónimos , caya complicación
veces motivo de contestaciones y diñcntades.
Daña Marina. Bn el folio 53 , dando la etimológfi
nombre Malinch$f con qae es valgarmente conocida «.
dijo qae laí^terminacion miejicana tsAn es el d^minifáTo!
aprecio , y qae así MaKntsm significa Marinita : e^ t
minaoion indica dignidad, .cómo en Onantemotnifi , m
giscatsin y otros , y así Malintzin qneria decir la sefltí
Marina^ sin dndaporqne los espafioles la llenaban
Marina.
Dcña liábel Moetemma. A los diversos casamientos
esta sefiora, de qae se nabla en la cnarta disertación,
189á 191,[es menester agregar el último conjJoan An^
de,^de qoien desciende de los Andrades Moctesnmas y
condes de Miravalle.|Bn;el arehivo de la casa de estos ~
mos «ástia ana real cédala aaigmándolesjona pensian.
Ilcadda todos los oasa-
doQa Isabel : se me htí
ioaié. El difanto gene-
nte interino qae faé de'
castillo de-San Joan de
ibiica qne ocaparoa los
a Alanoela Trebaeato y
leMiravalle, y es una
> de una seQora deseen^
le Moot«zama, faeaeel
qoe tremoló la bánde-
9'IOAOIOKBS
116 se dUe 400 mnrid el
t%» fué el ano signienté.
e ae le coocedieion ; &
. página , uno faé el de,
leion á aa edad ; enfei- .
lia venido á ser tan ge-
cria de caballos, y para
nn Fcnjicia : este fué el
nías , reservándolo do*
los y médieoa.
D el folio 253 so dijo por
iriroSt- dneilo de loa so-
el o>QveDto de la Oon-
ros : solo lo fa6 do e»te.
idréa de Tapia , y esta
er fíü este error, líei-»
ipleoH do alcalde y regi-
lenmente sa tena en el
a estnro en Kapaüa eo-
y obtuvo dirersaa con-
ge Usirada f Alhorruiz,
ii indMdvos de la pri-
--■ 1 í—4fi
— 382 —
Mera oMUneia. Han flganido tanto cpImiaiiifUtaMüA
ptríodo qae oomprende 1a oaarta disertaoio& » 411» pim
ii606B«rio agregar algo á lo qae aoaroa da 6Uo«a4)jÍHt
la citada diaertaoion y eu la parte relativa al apáaibi
segundo. ,
El tesorero Alonso de EstraiUi» Falleoió en ^ata oaritol
el año dé 1530^ en el^ejeroicio de*su empleo, .qae ae d» fff
aa muerte á Jorje de AI varado , qae estaba oaaacbMPí
nna hija anya. Otra de sua h^as faé miúer da Jtpmím
Yazqaez Ctoronado, qae f aé por oapítan delaegpaJBtwi
qae el yirey don Antonio de Mendosa mandó 4 Omm^
4 la Qaivíra y Gibóla , ó oomose decía» 4 ^^laa 8Íito.:4iK
dades.'^
E^rgo de Aíbtyrñoz. Sn familia qnedó e«tal>lacida pv
mucho tiempo en M^ico , y he visto nna esoritaia pocla
enal aparece qne sn nieta dofia Lnisa de Albonioa y^
dio en 1619 anas casas que poseia en esta cindad.
Ofmzalo de 8alazar. En Espafia , adonde hahia passdoy
obtaf o por inflnjo del comendador Gobos el volver 4 Ué-
jico mandando la flota qne salió de Sanlúcar da Bapft*
meda el 6 de abril de 1538| en compafiía de la an|MiiAi
qne formó para la expedición de la Florida el addjo^;
do Hernando de Soto , bajo ca^as órdenes djüÚM
Salazar hasta la isla de Qaba ; pero este qae , como
Herrera, no habia parte en donde dcd^^^^ moefcns
malas inclinaciones , desde la primera nophe mwí *
con sn navf Oy desobedeciendo á Soto, el qne le hiao
y mandó hacer fuego sobre él , y cercado por t toda
mada tnvo que rendirse. Soto, para castigar ¿
mandó ahorcar 4 Salazar, lo que no se yeriñcó por loa
chos qae intercedieroil por su vida , qae acabó ea la
caridad.
Perálmindez Ohitino. La suerte de este faé maa d
ciada: acompañó 4 Ñuño de Gusunan en la expedk)i<
Jalisco en calidad de su teniente, en la qne conaetié
excesos, y volvió seganda vez 4 la misma provimna .
el virey don Antonio de Mendoza , y en este visge aa
haber perecido 4 mano de los indios.
^ Sufio de €hkzman «presidente de la primefs «idi«
Habiendo venido el Ldo. de la Torre concraüsiaa dd
s^ode Indias para residí^Gíarle, el virey dm
doMeQdo2»lehúQ veolr á M^iw ^ d9 iTwiiw doote
\
fiMMl 4id0n ptm qaidf privado d«l goUenio de J«li8<.
^lWii« ala oártoi dando flan» de pre— ntMwe alom-
MjfodmdeliaUa d6 yene sa leddenaia. Don Fmmamdo
OQfU»y m m viaje á Bapitíla en 16461, oMavo que la oan»
BMeaoüvBM^y «e leowdenaae á pagfrto íoatmi samas,
por las sentencias injustas qaiB oontra él habla dado yoon
4IS it liaUaa Bájodioado.
Imfá$rm Matímuo y BélgaiiUo. Sstttenetadoa por la
•«aMa aadienda qne pfoeedió á lesidenctarlos , 7^ oen*«
wüdBS al pagada giaadas oantidades, se vendisron saa
wysy y noáloanisando estompa» el pago» fueron pxesoe*
«ilasároel páblioa. en la qtte también foé puesto y nm-
manbMnaM de Delmdillo, Uamado Bamo^ que haUa
«do ateUe mayor deOi^aoa. Ambos oidorea mniieimi
«^ mnaria en BspaOa»
-01OIOírí¡S y BEOTIFIOAQIOITEa
«lapéB^lce segiuado.
J^|<»«ií»* fin la página 293, lin. 29, se dice queeLttm^
*" 06 esta península 80 tomó de unas palabras de la len-
¿maya qne signMoan no entiendo. Bl señor don Alon^^
ireon. muy Tersado en aquella lengua, me ha informa*
' qae las iñdabras que tienen esa signifloadon no pue •
' ocxrresponder en manera alguna al nomine Yucatán r
<» mobable que los naturales, del país , al oir á loa
^«es, se dijesen unos á otros "uy u taft,'' oy« ccwao
) cuya pronuncJacioin suena como Yucatán para oi^
00 aooatombrados á aquel lenguaje , siendo esta ea;-
waon del indio yucateoo muy natural en los modis%
oe aquella lengua» y aun característica deeste pue-
¿^ las ordenanzas de don Femando Oortés del año de
sóbrela forma y funciones délos ayuntamientos ,
353, se dioe qu'i la elección de estos se hará <«eldia
\ .Bnoarnacton ^ Hijo de Dios, queee el primer dia
mifld© enero > '^ «n lo floe iay eyldent^nente equlvo*
MMHidoicetes cxátMmwBm y «e halla i«p0tiáo« te la^(nüa'
gng&ám blm el autor anániao^e la Yiilaí áeüottft^^ '
inédita^ qoeme ha oammiioado el mAot donr OÉitaaBoa-
íamanto^de qoehacQioQaQíoaalpiriiidpiO'fto laipÉlMa
ditetaoioD* t f* ^.
Bn la páff. 413, IÍil 23, oopiando laoarta^pe Oovté^éa* •'
eribió alajnniteinlitetodé este capital déade IMMMUí^ *
sa regreso de Honduras, se dije ea aote , quelhflliiaKeHU'*' I
fosion úoolísian de palabras en lafkMe sigQtBnte^ Mkm^^
^^ pues que Uegué ¿ esCa vUliLipe sabido qoealfaDiafttv *
<< semis de lasiqM bigmeaim «Ihtée eoBoneíoi teoftf '
<< saatedos de>éli)os porvergtteua de aií S^errede'ellDé.9^
<< t«er de lainovisien del de queme ha pewdo láaelÍK^ ^
Bl señor don José María Baaooo meha'heahxxnnMrqab'^^
el sentido se adara con solo variar la pnntoaoioni de es-
ta ñianera: ^<He sabido qae algunas peisonas de las que
*< sigoieron á esos oomtmeros están aosentados'thaoiendo
^< la oonóordaneia por el sajeto y np . por el j^e|;o^peFso%
^ na,) de eUoé [esío es, ipam]-p(^ ▼ergSahsa'd#«ii*yecTo,
^'de ellos [efrfx> es, otra parte
por temor de la provisión
<< [del castigo,] de loUQoeins ii»piss8ídiniftBoho.'' JDe Ma
como distribativo es inny usado en el antiguqi lenguaje
espMMJ)'^' ' - •;. "! .-i .í '* . :i: . -TcBíi^-rn
.••••..•{£'■• . . • ;i 1 !l« í -h; 1 • f ' 1.
f.
FIN DBL TOUO I;
f
I
DISERTACIONES
SOBXX ¿A HISTORIA
li 11 REPUIlICl lEJIClll,
D£SD£ LA £POCA DE LA CONQUISTA
%Vt LQI IgPAilOUn BICmON, 1 FINES DEL SIQ£0 XT T FJUKCinOi
nXi ZTI| DB LAS IBlUüi T OOMTJNSirriB AMBEIOAlfO
HASTA la INBBPl$KDSyClA|
POB
D. L¥CAS ALAMAN.
T la fflorU ÜATaron
IHl alto imperio, j el blofon potante
Peí zeino de laÁmora
▲ la« femotas playee da Ooeidenta.
BuBOOe, Trad, dé BOMkClO,
Sobro IV, Oda xv.
Elogiadle Avgusi»,
TOMOn.
laprtiita «!• lA TOZ BE SIBA,
TttHieiite-B«7, tt.
1878.
Xf.
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ixtráúrdiuaú'o : sa.
doméatico: todo'
b^es de li^^r ob- *
flgaraodo eu la '
lúliUtfóa qu«,' baa ,.',,
■osti^iaad, ^de-^j'
imilla, oasu,ti'alw*"i,
pimiento porsonul ¡
wunto de tisui, i;>i^ ,
iticalacoa tioócor-
aatt(^o Cortúa, y,./,
áctamuute du 1<>, ;
íbljcade auliom-',
pflHfatAa, «u düK.-;
auáparocidpcon- ,',
k epaqui«Wy gó- '
[fió tfratadp eulají j
úeoe mas flu par- '_
eida BU na^Biieu' '
desde qtte d«iÓ d
fo^, exteDdléD>
IO,4«lMdÍTtItM
tnailMlenMdtmMdáTWyjpdtM daiottdMidA hiiti
1» épMa pniente {ÍJ
D. FemaH^do Oortéfl bmIó en HédelUii en k ptovioflli
de Bzts^emadara de la corona de Oastílla, enélaSodi
1485]^ reinando en BepaSa loa rejea oatóUcoa don Fer-
nando y dofia IsabeL Sa casa estaba en la calle dab
Feria, y mnohoa peieoniyes qoa tnviexon ocaeion da ft^
«ar por aqnélla villa ae aJojaron en ella , honrándoee «n
albcorgarae bajo^el techo jg^oe^ió. nacer A .Mii§l. homlifi
extraordinario* SU el afie Ah IMf taét ¡tendía por loi
firanoesee , á conaecnencia de la batalla qne peréuó enlü
inatediacionee de aqnella población el general doáOia*
gorio de la Oaesta» y en la actnalldad n^n^dan máa qm
alganoe trozoa de pared, habiendo corriao igual sner^ai
aqnella^gnerra deatmotora otros mnchqaedlfleioa máll".
cordaban gfandes acéhteciiinéntpa\y U0^
pafia. Fneron sns padres Martín Coitos d<Monroy|Oaft>
tan qne habia sido de in&ntería, y dofaOatalina rm^
ro Aitanúranoi poiíqnien estaba lig¡^pde.Miif|iatMqoe^
los ÜzaiTds conquistadores del lírií; Aijí^" '"-''^ — '^
a aquellas familias npbles de las provili4ji|k%
tun% qne consütuje la clase mema 4c la spi
cual han salido tantos hombres sefiatadoSy^
do no menos la armas que las letras^ Ijos
han hablado de la genealogía de Cortés, hau
su origen hasta los r^yes Lombardos que ñfiaaiúiÉtúlf.
Italia después de la destrucción del imperio tomaDOi
ro aunque tan ilustre progenie no se funda infta que
semejanza de los nombres , como sucede cad^' al¿l|
estas derivadones de antiguas alcurnias, no hló^ ^
que la fiunila creia traer su nobleza m aquéUoi
remotos. Cuando Gcnsalo Plzarro ftaé preeentado i
ro al presidente Pedro de la Gasea despuen déla
de Saesahuana, que los escritores espafiolee diMi
quijahuana eerca del Cuzco en el Peili, él
'■' '^
en cara á Pizaito su ingratitud , pues habla heaU
d«l aatiffiío lütfqnMado del TaU» de Oajmt MrtewM'tsMí,. *
DiMpe ddTtmuunrft jUcmtéíñOBñ. y támMab st iiliah&lom'
v»-Bapafift gln BMib»4e jMtt«iv<a vaifot «tMdMTMt MMau» 1 1-<
u, qiMm* haaido oommitcwda por el Mñor doQ GMoñ MmIa
laque gerlamy digna del honor de la impieeion^
— 5 —
guerra al emperador de quien había recibido hosras i ri-<
qnezaa y nobleza : á eáta palabra el orgnlloao prisisnero
eoatj&stój << nobleza no , mi familia la trae desde los 69-
Los padres de don Femando gozaban de consideración
y apieoio en Medellin , y el padre| Casas qne conoció á
Martin, dice qne este era ^* harto pobr0 y homilde , ann^
que cristiano viejo y dicen que hidalgo." En ana primeros
afios faé don Femando de salnd mní débil^ con cuyo mo-
tivo sos padreB, gente piadosa y devota ^ echaron snerte
entra los doce apostóles para escogerle nn patrón , como
SQde hacerse todavía entre nosotros ^Analmente en las
familias y le salió San Pedro, qne faé el motivo de la de-
▼Odón especial qne profesó á este Santo en todo el cnrso
de sa vida, atribayendo en sn patriotismo haber adqniri~
do aquella robustez de qne tanta necesidad habia de te.
ner en la serie de dnros trabajos qno estaba destinado, á
wtMrtftr-
A los catorce afios de sn edad , sos padres qne le des-
tinaha á la oaxrera del foro, le enviaron á Salamanca, n.
aitsraidad la mas célebre de España y una de las maa
afamadas de Earopa en aquellos tiempos , poniéndole á
«tadiar lapidad en casa de Francisco Nnfiez de Yalera,
qne estaba casado con Inés de Paz , hermana de sn pa^
dre. Su genio inqnieto y emprendedor no se acomodaba
41a vida tranquila y uniforme de las escuelas, por lo cual
á los dos afios abandonó esta carrera y se restituyó á su
easa, no sin gran sentimiento de sus padres , que veian
oon esto desvanecidas las esperanzas de fortuna que les
luusia concebir para su hijo el ingenio que en él se desou^
Ma. Dfcese que don Fernando obtuvo el grado de Ba**
ehillér: y aunque hubiese interrumpido tan á los princi-
pios la carrera de las letras , no puede dudarse por los
nidfDientos que en ellas adquirió y el trato con los jóve-
nea de la universidad que las cultivaban ,'£ aeron la causa
de aquella superioridad de ideas que le nicieron tan se-
Salado entre todos los conqaistadores de América. A e8>
toa mdimentos de educrcion literaria debe atribuirse el
«tilo puro y fluido que se notaje^ sus cartas , que como
aa ha dicho ya, le han hecho comparará César; laopor-
tona é ingeniosa aplicación que hace de los textos de la
aaeriinra, y el acierto y claridad de sus reglamentos ad-
— 6 —
miui8trativo8. Oompoiiía«tambien veíaos , y goatab» de
haoer gala de su poesía , contentando en epigramas & bt
pasquines qne contra él se ponían. Sin duda también pío-
cede del mismo origen la demasiada inetftiamon á liti-
gar qne se le advierte en el último período de sa vida.
La gaerra de Italia y las conquistas en América eiaa
las dos carreras qne se preseu^aban á la j aventad espa-
ñola en aquella época : el renombre del gran capitán ds^
ba masjbrlKo ¿ la primera; la^ segundas presentaban Ift
espectati va de ma> or fortuna. El joven Clortés 9 baUimch .
so , activo y travieso se avenía mal con el orden y xegU'*
laridad qne'se guardaba en la casa de sus padrea » y r^
suelto á dejarla para seguir la milicia , vacilaba entcea-
listarse bajo las banderas del conquistador de NápoleSf 6
pasar á buscar fortuna en las regiones nuevamente ám^
cubiertas El nombramiento de don Kioolás de Ovandoi
comendador de Lores en la orden de'Alcántara^ para su^ .
ceder 6 Colon en el gobierno de la isla Española decidió
su elección^ pues siendo Ovando amigo de bu padre , eila
droun^tancia facilitaba sus adelantos en la cartera qas
iba á abrazar. Un accidente, efecto de la demasiada jfíh
pensión que desde tan temprano manifestaba hacia el be*^ .|
lio Bex0| impidió por aquella vez este viaje. Subiendo una
noche por nua cerca para hablar á una ^ dama ^ 1» pared .
mal cimentada se vino abajó , y al mido de la oaida , un
marido celoso que salió de uoa casa vecina quieo maJbax*
le, lo que pudo estorbar la suegra. La curación del golpe
fué larga y se siguió á ella una ñebre intermitente , qoe
le retuvo en su casa mucho tiempo* Los que goatan de a-
tribuir los grandes acontecimientos á pequeñas oansaB,
no dejarán de encontrar en este amorío la de la eonqaista
de la ^uevavEspaña , pues si Oortés hubiera venido á
América entonceB,^cuando losespaSolea no hablan Qntndj
todavía en el golfo de Méjico en el curso de ans desoabri-
mientos, se hubiera sin duda embarcado en alguna de las
expediciones que se hicieron por aquel tiempo al Dariea
y a la eofita^flrme, y su ingenio vasto y su carácter emn
prendedor, se hubieran empleado en algunas de las emn
presas desgraciadas^.que tuvieron por objeto aqneUaaooa*'
tas malsanas.
Eestiablecido Cortés de sus malos , resolvió de noevo
pasar á Italia^ y según dice tiómara, emprendió el viaje á
por qaé motíTOi Ge volvió
iciou de ms padrea y el
> , se etaliarct} ikif lin para
Uarr»meda , eii el aüu de
la reina duQa Isabel. Te-
y naeve a^os. y el uapitau
lado AloDBo Quiuteio, por
krgameiito lleg»udo an^B
[O, fie api^ó por dos Teces
> perdido su derrota y su-
DStuTO á punto de naulra'
los Oaribes. La Güt» de
uauaada por lo largo «la la
on y paaajeioB eu el ma-
la paloma blauca quo tíiiw
ajor. Tjste inoidente, muy
:a,|.lia Bído atribuido ¿mi'
ipáaolea , que han oitrido
Banto, qne quiao guiai' la '
k do uer el iuatrumouto pa-
n ciiuliaüa ea estas regio-
omingo , Quintero tuvo el
emás navioB, en onya com-
ear y ileHpues de Oaiiarias,
aucho tiempo antes qne el
) liabian vendido con veu-
tstigo qne merecía, £1 go-
la aazon eulaciudíul, ite-
con agasajo á Coitús , y
36 allí, le ofreció solar pa
labrar; pero el joven ain-
habian exaltado con ideas
» contestó, que, había ve-
- la tierra. El gobernador
Qomplacido con él, y le dtó
la escribania del a; nula*
cababa de fundar. Le hizo
acias qne so hablan levaír
I VelAzquez hizo eus pri-
de la isla Esiuílola. Abí
u esta alteinativa de ooa-
paciones, fiin dejar por ellas en inolinadón á la galasta»
ría. que le atrajo diversas pendencias , en las que dü á
eonocer su esfaerzo y destreza en las armas, salfaiWs
siempre victorioso , aonqne en una de ellas sacó una ls<
rida debajo del ]<i.bio , cuya cicatriz le qnedó toda sa fb
da, la que se le dejaba ver algo por entre la barba, qossi
aquel tiempo se usaba crecida. Pero como este gemeíodi
vida finiforme y oscuro era tan poco adeotfado á su oaioiS'.
ter, estaba resuelto á embarcarse en Ja desgraciada 4a^
díciou de Diego de I^icuesa para la costa de T«ragM|la
que le impidió una ^postema que tuvo en la oórba Mní
derecho, y este nuevo accidente le conservó para maywi
empresas.
Bn el afio de 1511, envió el almirante don Diego OdMi
hijo de don Cristóbal , al capitán Diego YéUuBqiiai M
conquista 4o la isla de Ouba , y Oortós le aoompalllp^
aquella expedición , en calidad de oficial dd
guel de Pasamente. Herrera y el padre Gasas dion.^
fué secretario de Yelazquez, quien en todas las
de mayor empeño hacía uso de él , conociendo su
y actividad. Conquistada la isla se le dio el repartii
de indios de Manicarao 'en compaílía de Juan Ji
por encargo de Yelazquez entendió en la fáteiea
hospital y de la casa de f audición. Establecido Ji
Cuba, trasladó allá á su madre María de Maunoaida^
oflina, y á sus tres hermanas , las cuajes habiaa
Santo Domingo desde el año de 1509 con doña
Toledo, esposa de don Diego Oolon, que llevaba él
de vireina. Cortés arrastrado siempre por sus pi
nes amorosas, galanteó á la una de ellas Uainada
Catalina, y le dio palabra de casamiento que des^
sistió cumplir. El gobernador Yelazques , que se
saba por otra de las hermanas , las cuales Ut
cho la atendon por su buen parecer y ser pocas 1m
ñola? que en la isla habia , se declaró en IGavor da
Catalina, lo cual le indisptiso con Cortés • quien
motivo se unió á los que hablan quedado ái
de Yelazquez, porque se creian mal atendidos
partimientos de la is^ Beuníanse estos en casa da'
tés, y habiendo dispuesto hacer una representaeiOA
tra Yelazquez 6 los monies gobernadores y ai
Sdnto Domingo; eUgieroa 6 Uort69 para fua fiMMft
-.9 —
, pina locaal tenia que ezpo&firse al ú&m) de
itraTdsár^eii una pfBquefia lanclia ain oabierta , el biaEO
de maTi de diez y éoho leguas de ancho , que separa las
dos islas. S^rtHdo por Yelazquez. le hizo prender , pero
Oortós se di6 tal maña qne logro qoitarse los grillos que
le habían paesto I y rompió con ellos la ventana de la
pieía es qne estaba por la qne se descolgó, y tomando el
tooqnel y la espada del alcalde , de poso en salvo en nna
iglesia inmeffiata. Yelaasquez respetó aquel asilo , pero
poso gente qne espiase los movimientos del retraído y
habiéndose este descnidado en salir fuera del sacado, ñié
spaltedo y preso por nn algaadl llamado Jnan Escuaero.
que molió ahorcado en llueva Bspafia> por orden del
mismo OortéS) por delito qne después cometió.
Bl lunso f né llevado con grillos á un buque qne debia
stlir el dia sigui^ite para Santo Domingo 9 para ser allí
ms^gsdOé Al la noche lo|^ escaparse de nnevO| sacando
los pi¿B de los grillos con mucha dificultad y doloreSi y
sabiendo sobre cubierta por el agujero de la bomba, tomó
el bote*que estaba atado al lado del buque I y con el ma-
yor flOeneio 400 pudo se dirigió á la costa. Era fuerte la
oonisnte al aproximarse á éUa, y no podía vencerla^con
si hotel pero siendo buen nadador se echó al aguai atán-
dose en la eabeea unos papeles que le interesaba conser^
var, y saliendo á tierra buscó asilo en la misma iglesia
qne antéele habia servido de sagrado. Esta fEusilidad en^
escapar de la prisión por dos veces seguidas, ha hecho
mmp^otut al señor Priescott que hubo para ello coonin
vencía de los carceleros) á quienes sin duda ganaba Oor-
tét^fitm su a&bilidád y con aquélla superioridad de carác^
ter qne ya se maniftstaba , y quemas adelante le hizo
4$ereer un influjo tan señalado sobre él ejército 1 que le
obeideeló casi sdo por este predomüiio que adquiere un
hombre superior sobre los que le rodean.
Sea que el casamiento de doña Catalina quitó él moti^
vo que habia para la enemistad de Y elazquez, ó que éste
acnrpxeiidido por Cortés^ armado en una casa de campo»
eomo algunos autores cuenta con poca verosimilitud, se
feoanciw con él, admitiéndole de nuevo á su &miliari<»
áoAy hasta el punto de encontrarlos durmiendo en la nüs-
matoama él guarda que venia á dar parte de la salida de
Portes del 8agra4o ea que efift»iba í el heoho ee^u^Te*
— 10 —
lasqaez le dispenaó de nuevo sa favor y le dio tietm
oeroa .de SantiagOi de paya villa foé nombrado aloaMti
Oortéfl muy feliz oon sa esgoBSkfáe quien d padre Qmm
refiere haberle dicho 61 nüsmo^ *'que estaba tan oonlh»
to oon ella como si f aera hija áe una duquesa : " ae oa^
paba en trabajar las minas 6 placeres deroro oon loaia^
diosdesu repartímiento , y en el cultivo de soa oampüii
y pareóla haber abandonado todo proyecto de máa
.ü
engrandecimiento por la vía de las conquistas, penid
genio emprendedor, de que después dio tan i
pruebas^ se dejaba conocer ya en medio deestas
las ocupaciones. Llevó á su propiedad diversas
de ganado8| y faé el primero que estableció la
dios en aqudla islai así como después en Ifueva* .
^ fué el introductor de varios xamoa de labransa « qxm,
Bon«una parte muy principal de la rique» ptbiioA^ ,
en su lugar veremos. Forestes arbitrios había Je
reunir un pequefio caudal , aunque según ^ p^re
no sin usar Iob medios de opresión que empl<
encomenderQSi que fueron la causa de la éktúudoii
de la población Indígena en las Antillas.
Bn tales ckounstancias el descubrimiento de 1a ü
Bspafia vino á despertar de nuevo laambieioii 4%
presentándole un teatro en que poder despl^g^
los recursos de su genio. En la segunda disertacioii
dicho cómo fué nombrado por y elazquez eápitaai
aquella empresa , y la parte que tuvo en el
por sus propios recursos, por su crédito y piOr soa
goS| y en la misma y la siguiente se hadadonan
general de toda la serie de sucesos de la conquirta , jf:,
las disposiciones administrativas que tomó para la
nizadon del gobierno en el país /conquistado. JSa
los acontecimientos humanos la dirección que ee
contribuye muy poderosamente á su ézito^ peoro en la
neral se cuenta siempre con medios de ejeouelon ad<
dos al objeto. En lá conquista de M^ico todo es ob^^
Cortés : la dureccion y los medios, el plan y la ejec^
el intento y la obra. Sin más autoridad que laque ley
flrió el ayuntamiento de Yeracma que él mismo
creado ; obrando en nombre de un soberano que ai
siquiera sabia la eYisttenoia de un vasallo que tan
«os serricios lo pre&taba i no solo sin esperar auxilMs^
— Il-
las medidas qae oontra él temasen las aato
das inmediatas, emprendió derrocar nn im^'
i«MMecido y ecmsoUdado por mnckos afios de yic>^
twide y respetado por todas las naciones oircnn^
Por m tirato a&ble, por su familiaridad con el
i-for él ejemplo qne daba de ser el primero en las
j 4 primero en los peligros , se concilio el respeto
r#adi¿iefa de nna rennion de volnntari03 qne todo»
i^on los mismos derechos y tenian iguales pre^
lasque Uadanyáler siempre que les parecía
idady qne permitían se ejerciese sobre ellos,
Um límites que le habían impuesto. <^ Todos
Igo, dice con orgullo Bemal Díaz (1), y nos
imnoho más qué de antes con heroicos hechos
IwwMfcfia» qne en la guerra hicimoSi peleando de'
ioefce y estando tan apartados de Castilla , ni te-
i$»coao ninguno, salvo el de nuestro Sefior Jesu-
es él socorro y ayuda verdadera." ^^ Las mn-^
isotüla paren soldados , " le dijo una vez Oortés
los shyofl qne se desmandaba, haciéndole enteu-
le <ar£an los que necesitase : <^ también pa-
testó este con audacia , capitanes y goberna-
llo estos mismos hombres á quienes era menea*
para poderles mandar, le seguían con reso^
tlasmas atrevidas empresas, y Isacrificaban su pro- *
-pot salvar la de su capitán ^ como lo hizo Oris*^ *
Olea, cuando desbaratada la columna que OorN
Ineía por la calleada de Tacuba en el sitio de la
los mejioanes vencedores le tenian cojido , herido
^Henia y la Uevaban prisionero á una muerte se- '
' I que Olea le libró con la suya. Orgullosos con
^ hm soldados de Cortés, este nombre los inñama.
[lUfareeia superior á todo título y á todas las di6^
qne luí inventado la ambidon para cubrir la
BuL Cincuenta afios después de la conquista,
IHaa^ no obstante sus continuas quejas contra
' por haberse aplicado toda la gloria de sus sol-
fyno haberlos premiado como merecían , cuando el
asmo que iospiran los suteesos recientes debia estar
ittbiado coíi el transcurso de tanto tiempói quenen-
^
Capftolo ce Vil
— la-
do dar naon del motivo porq[iié¡Qii su historia no esciib^
<^on Hernando Cortés, ni otros títolos de Maiqnéti ■
oapitan, salTO Cortas á boca llena" dice : ''La
ello es porque él mismo se preciaba de que le
solamente Cortés, porque este nombre era tan temido f
estimado en toda Castilla, como en tiempo de los ras»-
nos solían tener á Julio Césaró á Pompeyo, y en ns»
tros tiempos teníamos á Gonzalo HemandeE, por sobn* .
nombre el Graui Capitán. I
La ambición de Cortés mudó denatoraleza cnaadoifr j
rió el campo en que babia de ejercitarse. El miMWfSl
solo vino á buscar oro ¿ la isla Jflspafiola , no oonsidsiMl
OTO en Nneva*^Espafia sino como el medio de satisÉMt ¡
miras mas altas, y 16 que al principio no fué más queü^-
dida, se cambió en ambición de gloria y de poder. Ifel
esto en la distribución del rico tesoro de M<
bandonó á los soldados la parte que le tocó, pata
el disgusto que la desigual repartición causaüba.
en Méjico ungrande imperio para íehi soberano ;
cer en él la religión cristiana , ideas que iban
el espíritu de los conquistadores y que eran las di
tes en aquel siglo ; ampliar todauía más este im|
los descubrimientos en el mar del Sur, y hacer
de la corona de Castilla la China y las islas de te
cería, realizando así el primer intento de Colon :
eran los grandes objetos de la ambición de Cortés. Bm
grandedmiento y fortuna particular hablan dejaer Ini
secuencia de estos intentos, Basta leer sus mnohasi
tas á Carlos Y y examinar despreocupadamente
sus operaciones para convencerse de ello» Para<
estas grandes miras no hubo diñcnltad que le ái
ni obstáculo que le embarazase, bi la esouadm b
la marcha al interior, y presentando al soldado
peranza de volver á su paíSji le dejaba otro oamiiMí
guridad que la victoria , la escuadra era siunergidn^
fondo del mar. Si después una escuadra era
para hacerse dueño de las lagunas m^icanas, m
flotar en ellas trece bergantines • conducidas por
bres desde los pinares de Tliacala, que mas
efecto de aquellas creaciones» que la mitología
seirta,que resultado de esftierzos humanop.<X>ntani]oi
insigo mismoj supo hacerse aliados donde no podini
i
— 13 —
peíar más que enemigos ; aprovechó con habilidad las
creeiKáas y preocnpaciones establecidas en el pneblo que
86 habla propuesto sujetar , y firme en sa Intento en to-
das las Tidtndes de )a suerte, se creyó tan duefio deMé«
jico onando echado de la ciudad tuvo que acojerse al fa*
Tor de los tta^óalCecaSy como cuando viúo á ponerle sitio
al frente de ciento y cincuenta mil hombres. Cauto y de-
tsnido para emprender , no cohüó á la fortuna nada de lo
qae podia prevenir la prrfdencia ; en ejecutar resuelto é
intrépido y no economizó su sangre ni su persona cuando
fué menester exponerse á todos los peligros , mereciendo
' MÍ e! elogio que un orador romano hizo de otro héroe es-
PAfiol, diciendo que no se distinguía de sus soldados sino
por el BQírimiento de los trabajos y por la valentía en que
4 todos se aventajaba [1] <'¡]AdmiTable conquista! dice
Mía al acabar su obra, ¡y muchas veces ilustre capitán!
wagaellos que producen tarde los siglos y tienen raros
i'Jcnuplos en la historia.'' fiStas palabras de aquel célebre
•SBtitor han sido confirmadas por toda la posteridad.
Pneden imputársele á Cortés algunas faltas , sea por-
^0 realmente lo fueron, ó porque ol mal éxito de los su-
ooBos las han hecho calificar por tales. Es la piimera; ha-
^^ejado mandando en M^ico'á Pedro de Alvarado cuan-
dosalió á batirá Narvaéz : Alvarado le era conocido por
^ nipaeidad de que habia tenido que reprenderle ante-
riormente, y esta mala prot)ension lo ponía en riesgo de
oometer excesos tales como la atroz matanza; que hizo
^6 los nobles mejicanos, que fué el motivo del levanta-
Bjiento general contra los eepaííoles, pero si Alvarado te-
>úi este grave defecto, se distinguía por su intrepidez, y
JODqne esteló fuese calidad extraordinaria entre.los que
fcnnaban aquel pequeño ejórto, todos jó venes resueltos á
■írostrar todos los peligros , acaso el sobresalir tanto en
|Otla, fcé el motivo de la elección de Cort^íi, cuando se tra-
líba de dejarle con un corto número de españoles , ex-
Voentm á tantos riesgos. La ¿alida de Mímico por la no-
oheesotrode los errores que se atribulen á CorK'íS, y
isrece en efecto que habría podido verificarla con menor
^ 0) Wwetibi spvd hoBten Tenerntío. ¡Qaui apiid militep'^ ¿Ct)naTn admira! io-
^Bi qoiBmiulmodiini ooiii|>amBtiif Qaniu uscam inAdiam , tf^cam ferront bin'm:
P^;^t»^D¡, túaí robore ao pi2e¿t»uiia dilltrens. PJídío. Panegírico ae
- 14 -
peligro de diai puesto qae en los anteñores habtereooN
rido ana gran parte de la población con menos diücolt*.
des que las que era natural temer en la osonridad may
difíoil esJQzar del acierto de un movimirato militar
expuesto á tantos aocideutes como es una retirada,
sin tener á la vista toda^ las circunstancias del mo-
mentó, que no pueden apreciarse bastante después de
tanto tiempo , y en esté caso parece que üortás se ooa&í
en el descuido de los mejicanos, prometiéodose poder «h
lir de la dudada ntes que percibiesen su marcha, lo qae no
habria podido ser de dia } y ei revés que se experimental
procedió principalmente de no haberse podido levantar
el puente que se echó en la primera cortadura de la osl*
zada, con el que Oortés contaba para el paso délas otrai
La expedición á las Hibueras por la costa seria una Vt^
meridad sin duda inexcusable^ si en aquel tiempo se ia^
biesen tenido todos los conocimientos que hoy poaeemofljlft
aquellos terrenos ; y ei en la éí)Oca de la conquista no m
hubiesen hecho cosas que hoy nos parecen increíbles. Sb
embargo, hubiera sido mas acertado hacer el viaje por
Gaatemala como lo aconsejaba Bernal Diaz, ya que estft^
ba resuelto á emprender «aquella, expedición ^ la que mai
bien se presenta como un acto de venganza de amor pio>
pió irritado, que como castigo de una ofensí^ contra la »
toridad, y que en las circunHtancias en que la N.^BspsSa
quedaba, mal segura todavía la. conquista, no puede eii-
miree de la nota de import^nna ó imprudente. Ésta expo*
dicion por otra parte dio á conocer de todo lo era capu
el genio de Oortés :) en ella no solo deaempeüó las funoio.
aeii de capitán y desoldado, sino que también hizo de pi-
loto , dirigiéndose por entre loa bosques inacoesibles con
la brájula y una imperfecta carta , y de ingeniero, oona* .
trnyendo puentes de grande extensión para pasar riod
cándalos, y estos puentes fueron de tal solidez, que.ha
hiendo permanecido muchos años después , excitaban la .
atención de los viajeros y conservaron el nombre de loi '
puentes de Cortés', según la expresión de Bernal Dias,
como si se dijese Las coluimuis de Hércules,
Por desgracia las grandes acciones de los guerreros
son por lo general otras tintas calamidades para la ea^
pecie humana, y la historia de las conquistas , de las re*
Toludones , dé las guerras en que tanto renombre han
. : - 15 -
inquirido los (H^andes oapitaues, son la historia de la
dMtniocíoQy de la miaa de las naciones qne las han
safrído. En medio de estas exoenas do desolación y de
maerte, solo puede callflcarse la mayor ó menor hnma<
nidad de los actores por los límites qne pusieron á los
males qne era preciso cansar para llegar á sn obleto, pues
qne estos objetos no podian obtenerse sin aquellos , y el
objeto mismo solo pnede estimarse por las opiniones re-
cibidas en el siglo en que los sucesos acontecieron* Bxa-
Dünando pues, por estos principios la conducta dé Oortés
en la conquista de Méjico, es menester reconocer que en
una empresa, qne según las opiniones de su siglo^ era tal
que con ella se creía defender la causa del cielo , no ma-
Bifeetó una mclinacion á hacer males innecesarios. CaU
onlándolo toao según lo exigia su posición, cuando orejé
inetíso hacer en Uholula un escarmiento que inspirase el
terror d# su nombre en todo el país , 'hizo correr sangre
porque así la exigía sn intento ; mas cuando tomada la
capital no habia y a objeto para una crueldad inútil con-
tuvo el furor de sus aliados á quienes excitaban contra
loB vencidos antiguas venganzas y el horrible^nterés del
canibalismo. Después de la conquista, los castigos qne
hizo en los pueblos que se sublevaron , considerándolos
como rebeldes al soberano que habían reconocido^ fueron
también sangrientos, pero á diferencia de los demás con-
quistadores de América, protegió á los naturales del país
preservándolos de la esclavitud y dé los males que en o^
tras partes resintieron , lo que fué el motivo de que le a-
Bflnasen y considerasen como sn protector y padre. Pu-
diera comprenderse en pocas palabras el sistema sn
goido por Oortés : hacer la conquista como cosa de
nida á su religión y á sn soberano: emplear para ella la
guerra con todos los medios que esta autoriza : procutar
6 los pueblos conquistados todos los bienes que podian
diairutar en el estado de dependencia , y con ellos y los
conquistadores formar una nueva nación con la religión ,
las leyeii y las costumbres de los conquistadores , modifi^
cadas y acomodadas á las circunstancias locales En la
raalixcMston de este vasto plañese echan de ver las ideas
del siglo en él intento; el gran capitán en la ejecuoiou; el
tantee raptor á sn sigb en las oons^ueneias d(» la goh-
quista^
L»-^.
— 16 —
Al regreso délos Hübueras y pasiMlo el entastMmo.
caofiíó sa presoacia en Méjico. Cortés ezperimeni^ lt
des disgOBtos y coatrariedades. £1 tesorero
rece qae se propaso hacerle oonooer hasta dónSéj
llegar el ídAjo maligno de la envidia resvestida
der : le hizo salir, como hemos visto en su Ingar, ñ&,
ciadad que habia levantado desde sns cimientos, '
que después, como avergonzado de tal hecho , h|
«buscado camino de acomodamiento por medio '
Julián de Garóes ^ obispo de Tlaxcala , Cortés m^
más que en pasar á la corte y desvanecer con so
cía las calumnias que contra su fidelidad habían
gado sus enemigos» á las cuales se habia dado tal
que se habia tratado de tomar medidas n^uy se
ixa ély y se tenia por cosa increíble lo que cféoía
dro de Alvarado que por este tiempo llegó á
oual aseguraba que Cortés se presentaría como
sallo al llamado del soberano.
Cortés se proponía en este viaje, no solo dar noá]
ba 4^ BU fidelidad^ sino también hacer formar
aventsús^^ de la riqueza y recursos del país que^
ganado para la corona do Castilla. Llevó , pues i T
porción de aves y animales curiosos y desoonoof
Europa ; muchas especies de perfumes y gomas »
indios diestros eii jugar el palo con los pies, otros
nes de los que solían hacer nna manera de yú
trenzado al rededor de un mástil, al que se 'ata'
cuerdas; enanos, contrahechos con diversas mo:
dades y varios albinos ; cantidad de obras de
otras curiosidades : pero sobre todo, lo que más ^^
mar la atención en la corte, se provej^ó de una gnttít.
de dinero y muchas piedras de las que seteniím^
meraldas , de un tamaño extraordinario. 'Hizo qoi^;
compañasen dos hijos de Moctezuma y otros jóvt^rf^
las familias más distinguidas de Méjico y Tlazoal^
mandó pregonar que daría pasaje y comida de bal*
daS las personas que quiesen Ir cok él á Castilla^ to^
t ^
fcí>^
fl) S^goen eito 6 Chimalpain: Bemal Dits solo eepedfiea tns^
tlaxoalteoaaqiM llevó & rnego da aqaellofl eaoíqaei, entre los oaakü
Jodelandano Jicotenoalqneen'el oantitmoiellfivó D*Lerci
Hijo <¡$ ll99(fnm Umm49 dw VftrtUt
t:y;
— 17 —
Ijljonou^^! d«l gotyernador. El acopio de yíveres faé oonm^
' 'leñté' á esta comitiva , habiendo provisto los dos
M.q\:|e compró para la navegación de todo cnanto
Mf4i> haberse en la KnevaOBspafia, y en tal cantidad, qne
diMBernál Diaz, ^^ qne con lo qne sobró se hubieran po-
dido mantener por dos años otros dos navios aunque tu^
v|gcfan macha más gente : todo como convenia para un
Séfiór y rico: como Cortés era." La travesía fuá muy
y á los cuarenta y un diae de navegación sin haber
o en, ninguna parte, arribó Oortés en mayo de 1528
puerto de Palos, el mismo en que Colon desembar^
Bü.tegteso del descubrimiento del Nuevo^Mondo, 35
I antes.
Gf^de fué la sensación que prodtljoen la oórtela lle«»
gada dé jüortósy pues se estaba tan lejos de esperar^ qne
ae^lu^i^ prevenido un meii antes á la audiencia qne le
manVotlte preso , si i^edístía 6 difería obedecer la orden
9ii6 9(tle dabade presentarse al emperador. Disipados
mí éi¡^ los tepores que se hablan concebido acerca de
Bii fidelidad^ dieron lugar al entusiasmo que su nombre y
U lima de su hechos excitaba;lpero antes de disfirntar las
lÉtfiébodónes que le esperaban, tuvo el [sentimiento de
tMtilér á sn buen coinpafiero y fiel amigo [Gonzalo de
SMúldcrraL Se habia quedado este en Palos, mientras que
QmlSBp por tener alojamiento bastante capaz para sá nú-
BMffbM comitiva, habia pasado) al inmediato convento de
fboilDlBiqanos de Santa María de la Bavida^ en que tam-^
rntíoL 86 alojó Colon cuando vino á Portugal á presentar
'4 Io9 ii^es Católicos su gran proyecto de navegación, en
íst^oe^to le auxilió fray Juan Pérez de Marchena,
0^tfiñ$ak de este monasterio , á cuyas recomendaciones
úébtóel ser bi^^ recibido por la reina doña Isabel Bsta^
1b¿ alojado Sandoval en casa de un cordonero de jarcias
'2 Oíbles I él cual viéndole enfermo le robó á su vista tre**
r <|felMCKas,de oro, habiendojpara esto combinado el|que es-
l JbiÉvIflÍBe^o, mandando á las personas que le acompaña»
í liéa idár atísó de su enfermedad ¿Cortés, y din esperar
[ larVffüda de este se fu^ó 6 Portugal. Oortés, impuesto de
r.
^ 18 —
U gravedad en que sa amigo se liaallaba vino inmediato
meute á acompañarle ea sua últimos momeatos # y Stf*
dovaly vieado acercarse su tin, se dispuso á la maeriA W
I>iedad y resiguadoa , y eu sa testamento dejó por sad*
baoea á Oortés y por herederas á sas hermanas. Así ÜBtt
ció este bizarro capitán al volver á sa patria j en la tM-
prana edad de treinta y nn años , pues tenia veinte y doi
caando pasó á IN'aeva-Éspafia. Era como Oortés nai
de Medellin y se distinguió en la conquista , no soí
sa pradenola y su valor , sino por una calidéíd rara
los conquistadores , que era su desinterés , pues no
da aspirar á otra cosa que á merecer la gloria de un'
soldado. Su cadáver fuó sepultado en el monasterio
Bavida, y Oortés tuvo este nuevo motivo para el lutti
actualmente llevaba por su padre y por su mujer.
Durante la permanencia de Oortés enlaBavída'
á aqud convento don Francisco Pizarro. que ibaft
barcarse para emprender la conquista del Per&y j^l
comitiva de Oort&s venia Jtian de Bada (1) que
adelante veremos , fué á Bama encargaao de loB
de Oortés^, v dej vuelta á la If uevanEspafia pasó al
donde siguió el partido de los Almagres : y para v
la muerte de don Diego f qé el gefe de la cons^iraoLdflI
t|^a Pizarroi á quien quito la vida. Entre los aocÑ
mientes mas interesantes de que habla la historia^
misterios de este porvenir obscuro que encadena
oesos humanos fuera de toda provisión , puede
esta concurrencia casual, bajo el mismo techo en
Ion discutió con fray Juan Pérez sus planes que
entonces al alcance de muy pocos , dol conqi
Méjico que venia á recibir el premio de sus graai
«lonesy del que iba á ser del Perú , y del que aespi
tantas vicisitudes habia de matarle.
Instruida la corto de la llegada de Oortés, dio 6}
para que en todos los lugares de su tránsito se le
se como era debido á su dignidad y mérito. La í
su venida que por todas partes se extendió^Jatn^
tud de gente de grandes distancias al camino por
debia pasar. Be alquilaban las casas y los balconea y
n) Bm&aI Dlai !• lUm» de Htrrevac j^m naltnl de las Aonlafiti
tíla j de Jimtre BadmiestOi legon Herrera*
— 19 —
ponian tablados en las callea del txánsito para yer al con-
qolitadorde Kaeva- Espafia, qae con su numeroso séqui-
to reí exteafio espectáculo de los indios que le acompa-
fitf^, oon todo el lujo de sus trajes propios y el tren de
ámmales nunca vistos que le seguían , más parecía un so
terano de un país remoto y desconocido , que un vasallo
qiie venía á predentarse al monarca de Oastilla.
De la Bavida «e dirigió á ios estados del Duque de
Medina Sidonia que le recibió suntuosamente y le hizo
[ im jpagnífiop obsequio de hermosos caballos andaluces.
Bfoió luego por motivos de piedad al monasterio de Gua-
wape. donde por casualidad estaba con otras señoras
\^ délaoorte doña María de Mendoza, mpjer del cómenda-
f ier mayor de León Francisco de los OoboS| gran privado
deOiatos Y. Oortés tuvo aUí ocasión dé hacer gala de
n peralidad en los ricos regalos que hizo á estas da^
isajSkB cartas le prepararon un acogimiento todavía
pomposo en la corte. Esta estaba entonces en ToIch
donde se dirigió desde Guadalupe , y á la llegada á
capital salieron á recibirle sus antiguos &vore-
el Duque de Béjar , el conde de Agailar , y otros
señores con toda la nobleza, que en medio de nu
inmenso le condujo al alojamiento que le esta-
laevenido.
mgoiento día fué presentado al emperador , y ha.
ose arrodillado para besar su mano^ Garlos Y le le-
tó, oyó con agrado la relación que le hizo de sus ser*-
y recibió un memorial en que exponiendo estos,
ba oon qnejarse de los agravios que le hablan in%
o en Méjico los oficiales reales y en especial el teso.
Bstrada^ en el tiempo de su gobierno. Garlos Y que-
lony satisfecho de Oortés y le consultó en todo lo con -
niente al gobierno de Kueva-'España , manifestándole
consideración que habiendo estado gravemente enfer*^
9 faé 6 visitarle á su alojamiento , distinción tan sin •
por aquellos tiempos , que todos los escritores ha-
mención de ella considerándola como si ella sola fne-
ttia di^ia remuneración de los servicios de Cortés.
I^us refiere otra prueba de la preferenda que el
~or hacia de Cortés sobre todos los grandes de su
: un domingo asistiendo á misa Carlos Y estaba ya
b iglesia oon su corte, cuando llegó Cortes y pasando
^"^^^y
/> »
, ■ 1
-20-
delahte do todos faé á sentarse , por maudado del (MPo<
rador, junto al conde Nassau, príncipe soberano 4jBÍ^|h
manía^ que estaba inmediatamente al lado déí mimbe^
lo que no dejó de excitar la crítica y celos entre la ooÍMN
rencia, no obstante la orden del emperador.
Hasta entonceflí Oortés no habia recibido otro
que el nombramiento de gobernador y capitán gem
la Hueva Espafia, restringido después á este úl^im^
pleo ; la concesión de las armas [1] y el tratamíeátt jp^'
Don que entonces era poco comiau , y su riqueza
en los repartimientos de diversos pueblos que se
aplicado, los que sin duda eran de mucha oónsif
según los gastos que hizo y las sumas que á
Yó, no obstante lo que le habia quitado Salazar y
no. Carlos Y satisfecho de su fidelidad y per^üa
la importancia de los servicios que le hablan {^i
quiso remunerarlos magníficamente : por diveirsall
todas del 6 de julio de 1529 en Barcelona, á donde
había acompañado al emperador que pasaba á
recibir en Koma corona imperial , se le conoedid él
de marqués del Valle de Oajaca^con el señorío def
Has y 23 mil vasallos, 4ue él prefirió á todo el
Michoacan que se le ofreció : diéronsele tiunbien
casas vieja y nueva de Moctezuma; las tiertaa''
Tlaspana, conocidas hoy con el nombre de ranohii
Tepetates, y para su diversión los dos peñoles dÍQ
Tepetpulco en que habia caza de venados y con
Be le confirmó nuevamente el empleo de capi
néral de la Nueva^España, y después la empeTBlt3ii¿
l)eroadora del reino por ausencia de Oáxloisi Y, lf|
rió el de gobernador por tx)da su vida^ 'de las isias
ras del mar del Sur, con gran ainplitud de fácnlt
la dodécima parte de todo lo que descubriese f2J.
(I) Estar amas aan las qoe se han púwio al principio da'tetik Di
7 la explicación da bus cnarUlen y «iel cojiar con tieto reyes ^tesotí
ittft «n orla, se en(ioiitrar& en la cédala relativa, fecha en nadiid 4-7
£0 de ir)¡¿S qne ee pnblicar^ en el Apéndice II de eate tomo.
(í¿) En el ap^dndice se pablícarán lae nat interesfintea de «sfeaa «éi
cadaa de loi originales que est&n en vítela en el leRajo núneio 1 44
del antigno marquesado del Valle de O^aca, en ei hospital de Jeena»
tiya & \ha canas ae Moetemma seryirA en sn lugar para demarcaría I
lie efitas» La de nombramiento de f^obainador de las IcIuRy tiermn'és
del Sor, es dada en Madrid 4 5 de noviembre de l.V^: Todaa iaa de«át„
ü de jnlio del aü$mo año. La licencia pAra fundar may i. raigo 6éá§Wt\
►7 • •" •> *• •» ^
'■'•■'*"■ '» i^ 31 J. -
ifié tfifiMiéM tamtdén se le dio el hábito de Santiago,
' it^que Herrero dic»e qneftiéd afio de 1525, pero no lo
'.Sojtefio admitir porq^ae se le diá sin encomienday y aünqne
^'^A'ios libros afo aqnella órdci^ se le anniera entre sus iu-
> ^daoBy no se vé ni en sns armaa> ni en sns retratos, ni
^ Étsas títaloá qne la tavieae. A estas gracias se nbieron
I Ii|b 4iie obtuvo en Boma su enviado Jaan'ae Bada,- con^ t
1^ ératéndole el Papa Olemente VII el jpatronato perpetuo
[^tél Hospital dé la Purísima Ooncepcion , hoy mas eono-
'^1» úón el nombre de Jesús Kazareno, que habia ftinda^
Iportés casi inmeniatamente después déla conquista
todo lo demás qne fundase^ con muelias graelas es^
~ kles para estos establedmieutos, como se vé por las
las 4tte se pubiíoaráu en el A péndice, y además el
sumo Pontífice ligitimó por otra Bula, que también
ora en el mismo Apéndice, á los hijos naturales
riDértés habiá tenido en diversas "mujeres. Bada llevó
\á VSb indios que hadan diversas suertes , con las
jg¡tíe^6 muy complacido Oloniente Til , quien red--
l'M jpteseoD^te que Ooi tés le hizo por medio de su envia^
i¥ maikdd celebrar solemnes acciones de gracias por
ÍTriuit^qué Oortés habia obtenido, que coudtícian al
'demiento de la religión en tan extenso país. Pero lo
í jtf q pudieron conseguir los amigos de Oortés, per mas
''^> qne hicieron, faé*el que se lé volviese á dar el
ka de la l^Tueva^Espafia , é instando ' sobre ello el .
de ITassau, le contestó Garlos Y con cierto enfado,
le había dado estados que excedían en mucho á
;^ue el mismo conde tenia en Aleníánia.
klós jóvenes indios que Oortés llevó á la corte se man-
f^e se les tratase bien, se les vistiese á la espaffiola , y
I jM^lfei Siil«i dftl éíiibaniiM Al Cárioi V éá Bweelova pm GteoTa. Bl
Jlarqn^ par«M «itAb» tf«itiiuUlo pan pr^siv da loa «anquiítadcrea
lea; k Fbarro ae le DombrO el afio de 1535 Marquóa de loa Atavllfoa
CbaiviWj. dandoaale también la orna de Santiago. Laa oonqüistaa en
> ■• éo&áiwmban de 'mayor Impotcauoiá, j vot etto al gian capitán ea
I títttfo dé Dnqae, primero deTenanotajr detpaéa de Saiaa: eate tl-
rÍb1Pnt*Doya Ea ixto motiro de qae «I Kr. Breaootl crayeie que aetnal-
léaatÉiii^inildaaan noa miaata eiaa laa di8eetMi<ik«iiís del gran capí-
'dé'CaMéi) lo qne no ea aaf oomoi«>t«téb ea en h^r Bl aeior 4izobu-
Méui CS76 también en otny «no»} de ' loa nmebocf lea qne inenr rió en
„ 4 l««a«itaa de Cortéfi aMbajíéndo «l-tanlo de TanuiOTa. al basoo
nombre, frente 4 lai aoatu del efemadi, liando ail qne proeede de nna
de Galabfla en el remo de Ñápeles 7 lo llera la eaaaqne aetoalmeate
tiaift éBié» auMho antea de baberae Ineorporado en ella la da Coitéa.
9JUSRTAfI09W.— TOMO ll'r^é
muiflÉii
— 22 —
ie Tol viesen asa pfttB&expensafl delrey [1] yea
1m qoiqjaa qoe Oorttf s pxQMiitó coAtm el taMM
y en espeoial por el atontado de liaber oortMil la,
. Gristóbal Oortcyo sin oiile ni que habieBé
mentó de la pvte agraviada, por la onal pedia
gravemente oaatígado y reintegrado Oortigo da
qae habia hechO| y el dafio de la mano qne e
tres mil éñcadoSf se le mandó á la andieocia
prendieae ¿ JSetrada. y qne no dando flania i
dooadoe, de estar á dereoh.o y presentarse en
de Indias dentro del término que se le ^
bando sns cnentas le enviaeen preso 4 bneii
oórte, y á Oortejo se le levantó el destierro
NaevaiiBapafia en qne Bstradá le conden<
,j cnltad para qne pudiese volver y estar eii
Cortés liabia obtenido en su vi%je á la oórta
to había podido apetecer I y acaso m4í9
bia figurado oon todo el oalor de la '
sido iM*emiadosj sns servicios de lina
ellos y del poderoso monarca que tanmai
remuneraba; habla hectM> callar la mal
brado la confianza de su soberano I y habia
008 enemigos haciendo recaer sobre ellos la*
güensa que sns calumnias hablan mereoidoJ
ba por cumplir uno de los objetos que se
puesto en esto vi^e. Su primera mujer , d
Juárez, falleció en Ouyoacan poco tiempo
llegada á la Kueva^Bspafia : su repentina m'
al desagrado que Cortés habia manifestada pwi
nido antes que él lo dispusiese , dieron motívi^'
que Juan Juaresi cufiado de CortéSi
en tiempo que gobernando la primera au
se daba fádl oído ¿ todo cuanto se aeriminaliá
sino que no habia nadie que se atreviese á
[1} BMU«6Td«iiM d«l mpmdor 4*S 4* oetnbr* d» 15»
1% «i^ienlTte d«l 1$ d« nan» y 31 d« Majodi 1539 oi TsT
qa» Mtot J6v«iM H9% 38. S« !• dl6 A fltdAimo mi JnbMi ó
palo atol, «alias 6 oaJaooM da dawiiaa amarillo, «apa j
goffiadaMNloMloaaBl, doa tuaiiaay lipatot Stioa f«
en abiU da 1399, j aaniiiaalMfa nofaiia aiaiaiia i» fni|a
ia««ha li^ aa aqaal ttanpo. GalaMion da Tanuix
lia 37,
--23 — • ' ' ^
élHile Jaares de haber qnitedo lá Tida 4 dofiaX}ataIi'^
MI la naolie de un féBtín , ahogándola oon una liga:
(> esta acusación cayb de sí misma laego qne cesaron
droonstancias en qne se intentó y se tío desde aquel
ipo con tal desprecio , que ni la segunda audiencia
ttauó procediendo en ella, ni en la corte se le dio im-
Mola ninguna, ni fué obstáculo oara que Oortésse
toase coa una de las mas ilustres familias de Bspafia.
Iqne es más, ni tampoco ha hizo valer la madre de da
Eüítalina, dofia María de Marcaida, en el pleito que
yrás descendientes siguieron por muchos años, sobre
paandales correspondientes al tiempo del primea ma<
wtúo, cayoe autos, aunque incompletos, existen en él
üvó dél hospital de Jesús.
i^po hacía que Oortés tenía contratado matrimonio
#aa Juana de Zftñiga, hija del conde de Aguilar. D.
nlSamirez de Areliano , y sobrina de don Alvaro de
IM^ duque de Béjar. Esta sefiora , joven y hermosa.
m dada objeto de envidia en la corte por el casas
) que iba á hacer, el que doüá Haría de Mendoza,
del ministro Ctobos, había querido para su herma^
i4és efectuó en este viaje su boda , y entre las ]o^
gran valor que regaló á su nueva esposa , se en«
cíHoo esmeraldas de tamaño extraordinario , las
mo se ha dicho, no eran esmeraldas sino jadeó
a , pero entonces se tenían y estimaban como
y se les i^predaba en una cantidad excesiva,
piedras se avaluaron en den mil ducados , y
flola de eUas o&ecieron cuarenta mil unos joyeros
en Señlla : la una estaba labrada en forma de
en figura de corneta , otra representaba un pez
de oro, obra de los indios que Ips autores con««
ueoe llaman maravillosas ; la coarta tenia forma
ípanilla, guarnecida de oro con una rica perla por
" en la orla estaba escrito , Bendito quien te crió^
aera una tacita adornada con oro y perlas, y
mayor de todas, Oortés que gustaba de hacer
jabia latín y habia leido la Biblia, de la cusJ era
la moda hiM^ á todo aplicaciones, hizo esculpir
redor lo que el Salvador dijo de San Juan Bau-
IiUer naUi wulierun non Éurrextl majar. ^^Iflngu-
Ibo mayof entre losnaddos dsmiyer. Díeese que la
^i
■Oilíí
— 24 —
emperatriz deseaba tener MtwJcKFM,! y que élliátariil
dado Oertés 4 «a noviay íu¡6i el mo^vo 4^-Bpm fiíTOV 9||r
en adeTaute lé manifestó aqnella sobcucitná^ ' *
Después de dos alaos de residencia ^ lÉpa&a
habiendo segaido al emperador hasta Efn enibatq
Barcelona, dispaso sn regceso á Méjico aeoinpa
sn esposa, sa madre qne halóla viviáb pai^a Ver la
deza de su hijQ, y nna numerosa comitivaí én laA
oentaban las beatas franeisoanas que veniflA á fkiil
Nueva-Espaiia, y fray Joap de Leguízamo, sa
de sa mDj^r, mercedario , qae con el mismo o
doce religiosas de sn orden. Sabiéndosele Wey<
esperase para venir ^ üiféjioo & Ja nneva aomeii'
tavo muchos dias en Sevilla y San Lúcar dé' B
y dos níeses y medio en Santo Domingo aé la
fióla ; "pero demorando mucho la llegada de a*^
poracl/^ j y siendo excesivos los gastos qoélia^
grande acómpafiamlentoy tuvo que resolverse ft;
sa viaje^^ y de^einbarcd en Yeracruz éhl6 dei ]
Se detíúvo en aquellas' iaii\jB^acipnes alguooír
só á l^fazcalá y á Tezcuco sin entrar en Méjico,
mahdadó la emperatriz, gobernadora del r^<^^j
hiciese, por evitar choques con la audiénica
Oortés estaba en declarada oposición, ^ista i
alarmada poír el gran numeró de personas qti|
Méjico á verle, temió ó fingió temer poír sn^ é
hizo preparativos de defensa , reuniendo g<
y aprestando artillería , cuyas disposidonea
por intevencion del obispo de Tlaxcala y el ^
Santo Domingo, l^o obstante , los oidores p
que nadie fuese á ver á Gortés, quien habia '
car su empleo de capital^ general y se habia
conocer por tal, y como durante su ausencia le
todo cuanto tenia, el aprieto en que le pusieron fií
mo. El mismo dice á Carlos V en la carta que le
en Tezcuco en 10 de octubre de este año de 1580i
han dejado sin tener de donde haya una hanen
ni otra cosa de que me mantenga ; y demí^ dem
los naturales de la tierra , con el amor que
han tenidOi vista mi necesidad é qiíe yo y ioB qttñr
go traía nqs moríamos de hambre, como de hecKü';
m«itom»deGíeiipeisonaaae¿»q9« eamí
kií%fPm Mta^áBtetAgeitUm j neqmláBd de provifioiiMi
tte yeiijw é T^ y me proveiaxi de algunas cosaa de bae«
tímenfoy eaT^aJM^ loe dichos oidores algaacilés á prender
á los diohos naturales qae conmigo estaban , á fln que no
me proveyesen é se les diese á entender qae yo no era par-
te para nada en la tierra.
Batas y otras vejaciones qne Oortés atribuyó al deseo
de precipitarle á alguna medida violenta, que diese apan
rienda de verdad á las acusaciones que* contra él hablan
dirigido al emperadori cesaron con la llegada de la nue»
Tftaudienóiai pero luego se suscitaron con esta otras di-
icoltadesy principalmente en cuanto á la ejecución de las
aeroedes hechas á Oortés. Pretendía este que los veinte y
treemilvasallosquese le habían dado debian contarse
por vecino^^ teiUéndose por un va»^llo un padre de fami-
lia coa toda esta » y los oidores sostenían que la cuenta
debía hacerse por individuos', de la misma manera que
los tributarios (le los pueblos de la corona. Sato hacía una
diferencia míiy gn^nde en el resultado , y para evitar la
eneetion se c esoivíó por la audiencia en 2 dé mayo de
1531, que dejándole a Oortés en calidad de depósito las
viUat 996 te hallan sitdo dadas coir todos los vednos , se
aguardase laresoioclon dd soberano, obligándose portes
4 devolver todo lo que excediese de lo que debiera pertC'
&eoerle,6egan la adaracíou que el cpnseio de Indias hi-*
de se de la merced que se le hizopor el emperador. Pero
entre autoridades superiores^ cuyas facultades no estaban
daramente determinadas, cada día se suscitaban nuevos
motivos de cuestiones , mucho mas estando Oortés acos-
tambrado á mandar sin restricción^ y siendo los oidores
muy odosos de lo que creían competirles. El primer dia
de fiesta después de la llegada de la audiencia, cantó mi-
sa el obispo de Tlaxcala con asistencia de aquel tribunal,
y habiendo agregado en las oradones después de la fa»
Billa real «¿ meen exetQÜm noatri , f<y el capitán general
de nuestro ejérdto^ el oidor Salmerón se lo reprendió y
di6 cuenta al consejo de Indias. Todo esto disgustó á
Certas, y tanto él como los oidores conocieron que no po-
dían residir convenientemente en el núsmo lugar , por lo
que Oortés resolvió retirarse á Ouemavaca y acoparse
pfindpaimente de sus proyectos de descubrimientos en él
MrddSar.
f
— 26 —
Habia hecho levantar para su habitación en aqtxéUa Tt
Uaéledifldo que es todavía propiedad de sus descen-
dientes y que lleva el nbmbre desn palacio. Bstácons-
tmido á la orilla de la población, en la falda de la colina
en qne esta está situada , dominando una vista ynny ex
tensa sobre el valle hacia el Sur, la que al Korte y Orien-
te se termina con üft magestuosa cordillera que separa d
valle de Ouemavaca del de Méjico, en cuya cumbre ae ha-
lla la cruz del Marqués, para designar que desde álll em^
piesan las tierras de Oortés. Bsta pintoresca situación, la
disposición del palacio reduddo hoy á escombros y ocu-
pado por la cárcel y el cuartel , y lá hermosa iglesia de
San Francisco que es ahora la parroquia , costraida por
Oortés y ráriqnecida de alliajas y vasos sagrados por su
esposa, manifiestan el buen gusto y. la piedad* ¿eZ Marquéi
y de la Marquesa^ que por ser los prinleros y únicos en es-
te título entonces en la Nueva-Bspafia así se llamaban y
firmaban, como lo hacen en Bspafia hasta hoy los mar*
quesee de Yillena , por ser los mas antiguos de la monar>
quía. <
Bu esto agradable retiro te ocupaba Oortés de intro-
ducir en sus estados todos aquéllos ramos del cultivo que
hoy forman la riqueza de la tierra caliente , de propagar
los ganados ,.y no menos del trabajo de las minas , pero
el punto que de preferencia atraía su atención eran los
viajes y descubrimientos en 'la mar del Bur. Gomo si la
conquista de ÜTueva^Bspafia no hubiese sido más que un
paso que debía facilitar este grande objeto , su ardiente
imaginación no se contentaba con otra cosa que coa el
descubrimiento y conquista de las islas de la Bspecería,
y con someter á la corona de Oastilla el grande imperio
de la Ohina. Unuslnan áuffimt arhis [1 j : <%o le basta nn
sdo mundo" se dijo de Alejandro: este lema adoptaron
los Jesuítas, cuando en la inmesidad de sus empresas re-
liglosaSy habían abrasado todo el orbe con sus mimones^
y el mismo hubiera podido aplicarse con razón á Oortés.
[I^^Brtaei ln iuoripcion queeiU eo1ir« él magnifioo ftltar da ]«iMi lásnli,
eon ectátoM y «domoi de pUia» que Ifk oempanía de Jeeai erigió en lai^e-
lia de JeeoedeBoma, paradepoiiter lai reKqoiai de ra eanto íondador. xa
plata le quitó ovando Pió VI iaro que! eomprar de Napoleón, la pas de T^.
lentino, aaerifioaiido lai riqaeíae y teaoroi artieticoi do Boma, y en lagar de»
loi adomoi de aquel neU^ 99 puieron de bronoe.
— 27 —
J/m J^únites que me he propuesto en eeta diflertaoion no
peraúta ecrtenderme sobre IÍm empresas agrfoolasi mine*-
lili 7 comerciales de Oortés ^ que encontrarán lugar ade<
caado en el eurso de esta obra, ni menos entrar en todos
los pormenores de sus viajes en el mar del Sur, de que ha
dado completa noticia el señor Kavarrete en la intro^
dacdon al viaje al K«0. de las goletas Sutil y Mejioaoa.
Basta por ahora decir, que habiendo dispuesto diversas,
expediciones desde el momento mismo de la conquinta,
tma de las cuales no llegó á toner efecto por su salida pa<
m España, ; por la persecución de los oidores [de la pii*
mera audiencia^ á su regreso no solo envió varios nave^
{antes á estos descubrimientos , sino que él mismo se di«
rigió á las costas de Jalisco, en cuyo viaje fundó el ma^
yorazgo, por instrumento otorgado en Oolima en 9 de ene-
ro de 1635 : recobró en Ohametla un buque que le habia
sido tomado por Kaño detGuzman, y reunidos los que ha-
bia hecho construir en Tehuantepec, se embarcó con toN
do lo necesario para fundar una colouia. Los trabajos que
pasó en esto viaje fueron grandes, habiendo estado á pun-
to de perecer de hambre y por las tompestades que su-
frió, en términos de dársele por perdido, habiendo tenido
que enviar el virey don Antonio de Mendoza, por instan*. .
cía de la Marquesa, dos buques en su busca para cercio-r
rarse si habla muerto, é instarle para que se volviese si
vivía. Begreáó pcnr ñn á Acapulco¡, pero no contento' con
estos esfuerzos, hizo todfbvia practicar nuevos reconoci-
ñuentos por francisco de UUoa , cuyo resultedo faé el
descubrimiento de la Oalifomia hasta la isla de Gedros, y
de todo aquel golfo á que los geógrafos han dado por este
motivo el nombre de Mar de Oortés.
Loe gastos que erogó en estas expediciones pasaron de
trescientos mil pesos y sin ninguna especie de compensa^
cion, pues aunque se le mandaron pagar por cédula de IT
de abril de 1529 fecha en Zaragoza (1) los que haste en^
tonces tenia hechos, y para que constesen se formó expe-
diente qae existo en el archivo de lá casa, nunca el pago
tuvo efecto y todos los sucesivos fueron a su cargo , en
eonseoaencia al convenio que tenia celebrado, y esto ago-
tó de tal manera sus recursos , que en carto que escribió
(IJ Eirtao^iílai« piibUoar& en el apéoAide'
deftto TautdpeCy con ftclia 13 de agosto de ISSS, á üii
gene García de Llerena le dice , *' no tengo nn peso di
oro que gastar eu cosas que son menester , y por eeoio
se pueden hoy librar los dínercs de aqaelta qnitack»;
gastad abora dolo vuestro qne todo se pagará junto '-
Uasi siempre se observa en la suerte de los hombres, q«
cuando alguno llega á toser alguna prosperidad eztnoc*
diñarla , como si la fortuna hubiese agotado con esto it
, poder ó se hubiese cansado de favorecerle, en lo snceuvo
todo es adverso, y la misma fortuna que le elevó, parece
complacerse en abatirle con reiterados reveses. EatOBdi'
xno sucedió con Cortés ^ quien <<en cosa ninguna ta^
ventura después que ganó la Nueva -Espafia^'^ dice Ber-
nal Diaz, atribujéndclo á maldiciones que le echaroiloi
acidados, por no haber remunerado sus servicios tan ]a^
gamente como pretendían.
Un nuevo desubrimlento excitaba por entonoea la i*
tención de los conquistadores. Un misionero fraiici£eaii0)
fray Marcos de Niza, decía haber encontrado al KoKts4a
Sonora una naciotí muy rica y poderosa , conocida 4XHI 4
nombre de la Quivirai ó las siete ciudades , cuyacapitii
llamada Cíbola parecía tener toda la civilizadon de Itf
naciones europeas. £1 virey Mendoza armó una e^^iefi-
cion para esta conquista : Cortés pretendió pertea^oeill^
como cosa anexa á su empleo de capitán general y por A
privilegio relativo al mar del Sur , hacia cn^as cosuav*
taba el nuevo descubrimiento. Nuevo choque entredi^
rey y el capitán general : y como Cortés tenia otros noti^
vos de descontento, y creía ajada su autoridad por losfri
mites á qne la reducía la del virey , no estando pOroM
parte declarada la cuestión sobre el modo de oontarlÉ
vasallos, ni pagado el gasto hechos en las primeras «é
pediciones dd mar del^Sur, resolvió volverla la cócto, m
perando que su presencia en ella allanaría todas laá dÜ
cuitados, y creyendo que su regreso seria breve , ae ed
barco eioL'el año de 1540, llevando en su oompaüla ¿aÉÉ
su hijo don Martin^ de edad entonces de ocho afioa.
Las circunstancias hablan variado mucho desde su |rif
mer viaje : el tiempo habia apagado el entufiiasmo qnaj
nombre y fama excitó cuando desembalado en Sspafial
162S: él descubrimiento y conquista del Perú; conaidflrt
do entonoes como más rico que la Ifaeva^BspaSU^ haU
á esta se daba , T
ntreoet háata cieno
maestras de Atéa-
I Loaisa, presidente
Dtro siempre qae se
asantoB, y le datra
oa ; pero so por eao
y caando creía ha-*
>o , se encontraba
traslados y tétqü"
nada al cabo de tui
i contra Argel en
.: acompaOó ^teát
del Almirante de
le tormenta qae bi-
6a con BQ hijo pudo
la mar las famosas
iable llevaba siem-
a lo gne bobo para
le Garlos y le hizo,
in gae ae determino
te agravio procedió
irtétt inaietieae en «1
ifeatado, ezpres^-
lientea compafleroa,
I de Méjioo. Pnede
aprecio coa qae los
I de Indias , qne no
ae badán entre ai
armaa.
negocioa de OortSs,
ia de dejar Üasorias
rabaranzando aae-
legales; pero qoé»
10 é imputar la oan~
M T en el memorial
4 (1). "A V. M/nin-
aisiese qoltarne to
m«tM «M rffHat «Hfu
;— TDH* n— 6
— So-
que mo dio, poder tiene para ejeeotariOiPiiai al qiifl
» y paede nada hay imposible. Decir que se buepa
mas para colooar la/obra ^ y que no sienta el iataipii^
oabe ni pueden caber en los reyes nngidos por Diot'
medios, porque para con él no hay color qne no
parentQ para con el mundo no hay para qué
porque así lo quiero, asi lo mando, es el desoaift^
qne ios reyes hacen.'^ La circunstancia de hallaáp"
sazón en el consejo presidiendo interinamente
bastían Bamirez de Fuenleal, promovido al obí
Guencay y el licenciado Salmerón , que en Mi"^
fallado contra él en el negocio de la cuenta ae
lloi^y Is hizo pedir se nombrasen individuos da^
consejos para que determinasen, dice al enipw
bre una escritura de merced que T.M. hizoá um
de una partecica de un gran todo con quej él
M. sin costar trabajo ni peligro en sn real .
cuidado de espíritu de proveer como se hicicÍM, al
de dinero para pagar la gente que lo hiZ0| y qua '
pia y lealmente sirvió no solo con la tierra que _
ro con mucha cantidad de oro y plata y piedria
'despojos que en ella hubo.''
Si la ambicien pudiese curarse con desen
presenta Cortés en los últimos afiosdesu
para demostrar que la felicidad no consiste
aparente de la gloria, ni enja realización de
preiBasy y que aquellos á quienes eUvulgo tiisM
dichosos, suelen ser los qne se encuentran mas ^
disgustos y sinsabores. Bl conquistador de la Hi
pafia; el que habia dado á su soberano la mas
de las posesiones desn corona ; el que ha dejado
teridad un hombre inmortal , obligado á andaír
litigante vulgar y solicitando él despacho de ana
y defendiéndose del fiscal *'que ha sido yes
toso que ganar la tierra de los enemigos,'' le d^oi*
los T en el memorial citado : ^'Pensé que haber
do en la juventud, me apxol^echara para que ei
tuviera descanso, y asi ha cuarenta afios que mm
prdo en no dormir, mal comer y á las veoss ni . :
' mal, traer las armas á cuestas, poner las peraoaw
Ugros, gastar mi hacienda y mi edad, todo en
DioSy^acieeentando y dilatando el nombre de mi
.íí?v**>
^-#'
en esto reino sb mu de
Diento otros gae fae gu-
TÍado," 7 saplloando al
o on tiempo determioa-
o, ¿grega "porqne & di- '
erme he & mi casa, por-
por mesones, sino para
m Dios , pues la tengo
lesoargos , y será mejor
Dlma."
empo , no podiendo obi
Bstribo del coclie en qae
alterado ¡qaién era , 1»
i Y- M. mas reinos qoe
Iota es enteramente de
10 bay antor alguno qne
aera probable qne qnlen
idacCado en los térmiooi
que se han oopisdo, ta-
. emperador al extrafio
^nado .
iTortés , el asonto no se
rte, y el &llo le faé con-
por cédala fecha en To-
en oonglderaoion no eo-
0, ^no también & los de
iobmpaüado en sn TÍ»je
en la &kmo8a batalla de
10 militar en ta campafia
inier m^íoano qne an* '
lo presente qne la renta
idente para sostener sa
las las villas oonoedidas
imitación de número d«
paerto de Tehnautepec,
;ift fatF«ti : El Ibr^n^ d* ■on-
D dslndiH tIo fuéMlpurad*
•I Uosnebido T*>lo da fañdoT*!,
io; al Dr. KindM«lra,eIIÍMa,
qM npervd pan I^«<«otu o
toa tribatog qae d^ ella Baoa
Oansftdo de esperar sin £ri
tés Yolveras á Méjioo , ooa i
donde se propooía esperar 1
doQa María, cnyo caaamieDt
Alvaro PererOiíorio, hijo i
Astorga y heredero de aa Üia
do este enlace le dio tal eaoj
gustos qae le rodeaban, faé
le ataoót j peisoadido de la ]
pó de extender sn testamen
villa, i^oralejarsa déla oonoi
impedían consagrar sn tieni[
tóales, oon cii;o fln ae ret tú
dpB leénaa de aquella oindad
fermeoad, ardeoados todos
Totameate loa Santos Bacrai
dioiembre de 1547 á la edad
Si« don Fernando Cortea
faft'dtgadoBemal Díaz, "de
bien proporcionado y memb
lába algo á cenicienta y no
rostro mas largo, mejor le p
amorosos y por otra graves
tas y pooas y ralas, y el eal
osaba, era de la misina man
pecho alto y la espalda de b
y de poca barrica, y algo eal
bien sacados [Ij. Era baea {
mas ansí á piu como & cabí
osarlas, y sobre todo, coraza
al úaso. Ea todo lo qne mos
meneo, oomo en pláticas y
en el vestir, en todo dábase
tidoq qne ee ponia eran sega
le dal» nada de no traer mu
(1> Eltla daMiípeioD Muviayapérfat
piui d«Jaiu,«ajo ariK'oal lin dods
iwt, atoltaMmMte yimj pnIUtoi ni tbnípow tridi^ ^-
dfliiÍM^8i>*deiiiÍe oiHn, «alvo una oádeidtá|<é vio dé J^Mma
hidliim^ eoíiKiii jo/<d coa la imftgeii 46 niieBlM SedóiíA la
V&|;eii Ssintía María con mi hijd preoloio 6!) lod 1)razo9} 7
ooQ un leti«ro te latía en lo qae era de nniditra Sefiorai y
dría «¡traf arto del joyel el JSelEor San Joan Bantídta con
oteo Mrero / y también traía en el dedo nn anillo mny
riob Cdn'nn dianante, y eñ la gorra, qne entonces tfe nea-
baa de terdópefo traia nná meíbillay y no me Acneirdo él
nntca qae^n lá medalla traía figarado la tetrao éL mas
despicM el tiempo aiKündo iriempré traja Mrrade pallo
m fliedattMSdrviaie ricamente , temo eran S^fi^ ^ con
énm máitlMUdás y mayordomo* Y mnohoi^ ' pa'g^^ t tedto
d98nietod6MeaBamúycamplido. é spÉ^deé wjipav
^pltta'y úró. Ooniia al medio ^Ua bien, ylMbia una bnfh
nt tMEa4a Vfaió agnado^ qné cabria mí cáartitlOi ;^ tam-
Usa ieinabaif no era nada regalado > ni se le dal^a ñáda
ptxradmwttúoitaieBdeKcadosni ¿ostoeoe , «alT0 cnándó
vcia 9ie habla neeettdad qne é» glMtaee ó los hnbieeé
oMaéiter. Bra muy afkble con todos nuestros capitanes f
cewpaBttiMy eOn e^CKsUü eoñ los qué pásamlM con él dé
l»iua de Ottba'la ptimera tcs : y era latino, y olKit ^^^
9tt6tta BacMDer en leyeÉi y eñandó hablaba con letrados
y kcmbres lAonos , irespoíitta á lo qñe le decían en Utin.
Hniigo poeta, hacía coplas en metros y en proéa • y en
^ Vb platicaba lo deoia mny apacible^ v con mny Dtieua
fMikA y|reaába por la mafianaenunas horas, é oía misa
ooB divooion : tenia por sti abogada á la Tírgen Maria
nnsstr^ Be&cira^ y tambien^tenia 1 SeSor San Pedro, Ban^
ttage yai Befior San Juan Bautista, y era Umo^nero.—
OiiaadojQraba'deoia! en mi conciencia; y cuando $e eno^
jaba con algon soldado de los nuestros sus amigos le de^
tí» :6 mil pelM A TOS ; y cátodo estaba mas enojado se le
mmttiabaiiiia Teftia de la garganta y otra de la írentCi y
ana aigiiBBU» Teces de muy énojádi>, arrojaba una manta
y 00 deoiapalabrafta, ni injuriosa á ningún capitán ni
soldado; j «ca mny sufrida , porque so}dflÁ4<>s hubo muy
desoonsidei^os, que decían palabras mny descoiiedtdad^
y so tas reÓMdia cosa muy sobrada ni mala, y ^unqM
haHa matarte para ello, lo Inas que le díMüa era; callad,
oídos con Diis, y de aquíadelante ttned pías miramien^
to 9n lo que ^éredes^ porque ps (HHf^ eií^ po> 9lol^ é
— 3i^
M luffé oartigAr. Eta uuur pi»f ando» en cspeoíal ea coiii
déla goerra: 6ra muy anoionadoá juegos de aaipeí jdi*
dos, y cuando jugaba era may afable en él juego, y osÉb
dertos remoquetes [1] ^ que saelen dedit los que jai^pii
los dados. Era tainy coidadosOí y machas noches fomAs
y andaba requiriendo las reías y éntiaba en los randMl
aposentos de nnestros soldados, y al que hallaba siaM>
mas, 6 estaba descalzo los alpargates , le leprendiayji
dedk que á la oveja ruin le pesaba la lana. Oaandent**
mosa liM Hibuexas habia tomado una mafia 6 uundllÉli
que cuando comia, si no dormía un sueBo se le xevoM^A
estómago y rebosalMi y estabamalo, y por eeeoMs.sMi
mal, cuando caminaba le ponían debajo de nnáiiil^-
otra sombra, Ana alfombra que Uevaha a mano pa¡ri^
objeto,ó una capa, y aunque mas soi;hubiese ó llot "
diñaba de dormir un poco y luego caminar, SoUai
firanco cuando estaba en la Kueya^Bspafia y la..!
TOS que fué A Castilla, y cuando volvió la segunda
el afto de 1540 le tenían porescfMO, y si bien ae
considerar y miramos en ello, después que ganó |a~
va^^Bspafia siempre tuvo tracMjos y gastó mu6hoi>
de oro en las armadas que hizo ; en la Oalifomia
de les Hibueras tu vo ventura , ni en otras cosas
acabó de conquistar la tierra, quizás para que la
en el cielo , é yo lo creo ansí , que era. buen cabí
niuy de voto de la Virgen y del apóstol San Pedro •<
otros Santos. Dios le perdone sus . pecados y 6 mil
bien." Tal es la sencilla pintura que Bemal Díaz
dejado de su capitán en todo lo que concierne á so.
nkmodales y usos particulares.
jDon Femando Oortés dcgó de su matrimonio oosi
Juana de Zdfiiga, un h\jo y tres hyas y además cb09f\
tardos. Los primeros fueron don Martin Cortés, fl& M
sor en él título y estado : doña María^ que casóoom:
Luis Yigil de Qpifíones» quinta conde de Luna : dolQdikj
lalina qne murió en SeviUa sin tomar estadoy y doÁí
na casada con don Hernando Enriquez¿^ Bivera, ae|
do duque de Alcalá y marquós de Tarifa.
Los oastardoa fueron don Martín Cortés, ciballeM.
hábito de Santiago , habidoen lacélebre diSa
(IJ 9i9ll0f 9f(ai9$ 7 gf^lOMMI.
-35-
MSk OatáUsa Fisairo, h^a de dolía LeoBM Picaño: doft
LaiMf «ibillut también de Santiago, naddo de doSa An*^
tpniaHennoaiUa: doña Iieonor y dofia María, habidas en
ifldiaB nobles : dofia Leonor casó oon Joan de Tolosa, tís-
eaino rioo , nno de loe desonbridores de las yetas deZa^
cateeaa. Había tenido otro hijo, don Lnis;, mnerto antes
qae sa padre, y sepultado en San Franoisoo de Onsma*
vseaussí como dofia Catalina Pizarro , madre del mismo
dos Femando.
En sa testamento proveyó á la subsistencia de todos
na hgoB, é hizo diversas fondaciones , de que se hablará
es la fiigniente disertación, dando rasen mas oironnstan<-
dada de aquél documento. Dispuso que su cadAver se de-
podíase en la parroquia del lugar donde falleciese, si mu-
ám en Bspafia, y que se llevasen sus huesos dentro del
ténnido de diez afios á la Nueva^Bspafia , donde se ha-^
Usa de enterrar en el convento de monjas fhmciscanas,
que oon^el título de la Oonoepcion, mandó fiíudar en Cu-
yosoao, trasladando también á él los de su madre y de su
hijoD.LuiS) que como;seha didio estaban en'Ouemavaoa.
Eiias disposiciones producen una reflexión muy Impor**
tants. CKnieralmente en las demás naciones que tienen
establecimientos ultramarinos, los gobernadores y otros
personaies que mueren en ellos disponen que suscadá^
vBies sean tzasladados á su patria, y á ella destinan sus
liqaecas, sea para sus fiímillas ó para diversos establee!-'
iiiiiiitos , los que en las colonias hacen fortuna. Cortés
iDiixíó en Xspafia^ y por el amor que tenia al país que ha
Ua conquistado y que consideraba como su patria , mas
pela que le vio nacer, quiso que sus huesos se traslada-
asa á M^ico, fundando en esta ciudad establecimientos
de beneficencia , cuya utilidad goza la población tres sí -
1^ después de su muerte, sin haber destinado pamf él
lugar de sa nacimiento mas parte de su fortuna • que la
dotación de unía lámpara que] ardiese en la capiUirde la
iglesia de San Francisco de Medellín, en que estaba se»
paitado sa padre, i Bsta misma conducta siguieron obsers
▼aado casi todos los espafioles que se enriquecían en
Kneva^Bspafia y á ella sedeben tantas fundaciones mag-
síflcas, oomo él colegio de las Tizcainas, el muy filantrox
pico y deegndado fondo piadoso de Californias , y otra
que tenían por objetó ^propagar la religión y con ella to-
tflUdik á ton Jóveii«fl,4i^ fle deatínabáii ala ottarte» ímA
tglBriil^.ó alMirim. AHilo A Im iaifiUita:de0¿[nMtaAU,4^4>if
do etfiOiefiBk «fiacfto de l<ki piJntípkMi TéHgiaos ftrnituBMhti
eétableddos ea aqn^los boiñtneft^ ed ibacnaleB éi ÍmUi
mnoha$?m)es eacoeeoí no lif^y dada qae prédiiQiautBBlí
geMral leniltadoa mnj i)#néfl(M.
D^é j4 étfípQMoioB d« «08 albaceaa id f oneml qua Mh
de hacéiseíe, pero previno que ooncorrieaen 4 (WHitái
ádúQim, lüQMfteiidoa y eapeUaaet dé la panbqaiaJOoi
fi^iúlcaídatodjfu» laa órd^nfis qaü bnUese ion ai l^gav^^
DUtxitM^ para qa%¿faesea ^ea^ aooBipa&aaBliNito di» la éam.
y aaistteaeii á lua «xeqoíM» y que .aedfeéénp
•UmMina ó cmonaata pobnii qaa>. focsa eom hi
eendldiul;, y que en el diadel entí^np y iQs
le dücaea cúico mil iníaaa» aplUando mü por 1
del purgatorio t doa mil eneapedaíLpQr laadtf «;pMm
pcarsonaaquemurienon enm oonipaaíalealtt'éoliqaMvli
Ifmva*]SBpa!i%ydoa mil.porlíifl de «{itelloa pmuuM
qoieniai tenia al^on eargo qide nb hiristoee tonidéiiifÉelk
para inindmlo sattft&oer* Sueadái^er se tltippfirt'iifil
aepülciá de loa dnqnee. de MedinaiSidoaiá^ «urt/ooMM^
to'de Sao. IsidiQ extranmiüos de BeviUai per itinimiMilM
aiiflino dnqne» qaeliié nonbtado m albacea^^^cm'^fcMit»
qaés do Afttorga y el ixmSí^ do Jígoilac pam
de Bfipafia, y pam loa de . HéSMoo l0 f tteran la.iai
jdofii^ JiUMia de Záfüga^ el obiapo D. Fr. Jaon de JS(
raga^ Ft. DMuago de Betaaizoa, prior dé Saato Boi
y el Iido. Altamirano.
Yarioa han sido loa entáerAMi y boniae qne
ae kan beabo en diversas épooaa á dfm Fétnaai|átO*BÍik]
Laa primeraa fbexon estando todavía vivo^ i
lante la expedidon A las Hibneíaa;, Qonaalo> _
y Pedro Abnindea Ohirino^ babiéndOsé apoééaíi^
gobierne^ oea el fin de afirmane en él' divnlglutnbi
tácia da sn amerte^y para qfvd anaa ae creyéáe
eelebiar jaobonraa oon oraoíMea £(biebrea y
lenmidadi^e admitían aquellos tíenqoíds. Uaaj
bas qoe jiedieion.do la mnerte dé Odrt6B^li|&i:i
monio dé^osípessoiias réspetaUeeqiier.diBdaraKoi
visto.8|i alana en pernio oon la ^e !dofia>MiBáD%aii
00 y áaalxsemeaterio de la iglesia daQBaidiagft Xiaita]
— 37-
00. AI fegmo de Cortés piiaa dsnianda coniaca Saláeat f
OhiriiMVpava tw le volvieBeu los gastoB que babian he^
ebo dA.^]|bM|eiida eu limoenas y misaeqae mandaron de<.
eii por 6a «dma^.i^r haberáe hepho todo oon malicia 7 bq-
lo por aewlitar la voz qae había divulgado de su falleeí*«
mieutoii f im. vecino .de AléjioOf llamado Joan Oácer^, Á
qoiea deeían. y0t eobie nombre ^^el Bico/' compró todoe
estos anpoiiiende haber quedado sin aplioaoioUi para pro-
Techo de u alma cuando muriese : gj^aero de especulación
eu créditos de que teníamos ejemplo en nuestro tiempo,
tan fecundo en esta especie de negocies.
Eq cumplimiento de lo dispuesto por Oortés en eu tes-
tíuamtOw sus huesos se trajerou á la^Nueya-Bepafiai peio
Bo habiéndose construido el convento de moldas que
mandó fundar en Ooyoacan, se depositaron en la iglesia
de San Francisco de Tezcuco, en donde permanecieron.
hasta el iallecimiento de su nieto don Pedro^ acaecido en
30 de enero de 1^9. El virey marqués de Uerralbo y el
arzobispo don Erancisco Manso de ZáfSiga, dispusieron
entonces qiiB.se hiciese con toda solemnidad el entierro
de don Fernando y su nieto, en quien se extinguió su des*
cendeneia varonil , en la capilla mayor de San Francisco,
qne es de la propiedad. y patronato de los señores mar^
qaeses del Yalle de Oajaoa, construida por ellos para su
entierro y. de sus suceaoresy según los documentos que se
publicarán eu el apéndice, per cuyo motivo el retrato y
aseado de armas de Oortés , qué ahora se guardan en el
archivo del conv^to, eistuvierou en ella hasta que los re^
ligioaofi creyeron necesario apartarlos de la vista del pú^
blico, por la^ mismas razones que hicieron se quitase el
sepulcro de doiji Femando en la iglesia de Jesús. D. Fer«
osudo Ck>Tté8.habia &vorecido especialmente á los frm«
eíscanoa, y ei^ta misma incUnadon á este brden tuvieron
sus descendientes^ pues en las cuentas de su casa relati««
vas al tiempo en que don Pedro vivió en Méjico hasta sn
muerte, entre otras cosas se vé que cada afio hacía una
limosna de trescientos pelsos al convento de Méjioo , para
los fuegos de la función de S. Felipe de Jesús, que entoa^
ees se veneraba oon el nombre del beato FeUpe de las Oa-
I y para la comida de la comunidad en en aquel dia [1 ]
(1 ) La eimuifUaflia d« habezM imtraiilo «xp^dientai lepaxvdot pam
Traidoa privadamente de Te^eáeo los hüéaoft de écfn
Femando, estovieroii por naete dias oon el caáárTer de D.
Pedro, en la eaia de la casa de ea estado qaew álMvaet
Montepío, la qne se habia enlutado y puesto «n ella idta*
res, en los onales la comunidad de bán Fraacisoo cantó
vigili£tsy misas dnrante todo el novenario. Bl entiertose
hiaso el dia 24 de febrero de 1C29 y á él asistieron todas
las cofradías con sns estandartes, las oomnnidadee reli-
giosas qne eran entonces mny numerosas , y él cabildo e^
olesiástíco con el arzobispo , y en este Ingar iba el oadA-
yer de don Pedro en atand descnbierto qne cargaban ca«
balleros del h&bito de Santiago, por haber sido profeso
de él y consejero d^ órdenes. Segnia Inego la caja cerra^
da, forrada en terciopelo negro, qne contenia losboesos
de don Fernando, la qne iba en hombros de oidores ^ y 4
los lados dos hombres armados de todas armas qne Ue-
yaban dos guiones ó estandartes , el mno de raso bUHroo
qne tenia por un lado bordado de oro nn Oracifijo, Nues^
tra Befiora y 8. Juan Bautista, y por el opuesto las armas
de Bapafia ; y el otro de terciopelo negro con las armas de
la casa también bordadas de oro. A continuación yeaia la
universidad, todos los tribunales, la audiencia y el vliey,
acompañado de gran número de caballeros y los indivi-
duos de la famia y demás dolientes^ y detrás, seguían na
. caballo despalmado y enlutado y cuatro capitanes arma-
dos, adornados los cascos con plumeros, y las picas en loe
hombros , con cuatro compañías de infknteria con las
banderas arrastrando y las cajas cubiertas de paños ]ie>«
groe. Bu la carrera estaban dispuestas cuatio posas : la
frimera en el Bmpedradillo ; la segunda en la calle de
lateros; la tercera en la Profesa^ y la cuarta en la eiüie
Qe San Francisco. Fué inmenso el concurso á esta fast*
cion, la mas magnifica que desde su fundación habia vis-
to Méjlca
«idft i»o dé )m fmttoi ano se hietoron «n eite énú&no, mandándoae . _ „
tos por Mito del jaes prltativo, ••gan «bUba entonoM estaUltcido pmVl wú-
gimen de la eaa«, ha neeho qna bo ooneerTen laa notíciü oniiosliliiiaa qna «g.
toe f xpedientes oontienaa, que dan idea de la nagDÍfieeoflia de aqiielloeti#fli.
poi, del faiie eon qao TÍTiá don Pedro Cortea, oon íamiUa nuaeroaa. de ca«>
tüee hombree j pigei eomo grande de Kepefia, j del estado de lae artee yd^
la Indoeiria en aqnella épooa, por lo qne ee pnblioaria «n el apea^Ue» loa
Mae iMerf emtea 00 eeíoe doenneBloe. '
— 39 —
' lAflDlwmidad en la iglmsk de Ban Francioo fíié cor-
raqMmdieBte á erta pompa. Se Iiahia dispuesto mi túmiu
lo sobervio qoe aliunbiaban tresdentas laces sobre otros
tsatos oaadslerós de plata, lojo extraordioariOi i^obre todo
si se atiende á qae no kabiaa transcarrido mas que cien
afios deede la conqntota. Tresdentes frailes üranoisoaiios
qae se reanieron de solo los conyentos inmediatos de la
cspitat^asiBtieironála vigilia y misa qae se cantó y el
esdiver de don Pedro se depositó en ana bóveda al la-
do del BvaagéliOi qoendo la caja qne oontenia los haesos
dedoaVemandoenelpresbiteriOi entre unaa barandi*
UaS| baio un dooel de neo brocado. De allí se pasó Alan
nidio qne se abrió en la pared á espaldas del sagrario,
con paerta y enrcjlado de fierro , donde estaba encerrada
en otara orna de madeva, dorada, con cristales y con la
iasoripdoD:'*^Jto^díiuMid{ Corte» ossa $ervantur híe/amoi^^^
esgoo. consta de certiflcacion qae se pablicará en el apén-
4rae, 7 así perHianeoíó hasta el dia 2de jalio de 1794.
Bl celebro viroy conde de Bevilla 6iged0| cnya vigilan*
eia se esteodia 4 todo cnanto podiadar lastro 4 la capital,
oiey6 qne era indeecuroso qne los haesos del f andador de
Méjíeo moderno no tavlesen nn sepnlcro mas santaoso,
y coa este objeto en 14 de setiembro de 1790 dirigió ofi-
cio al Barón de Santa Orna de Saa Garlos, gobernador
qae entonces era del estado y marqaesadp del Yalle, en
«qae entro otaras cosas,, con motivo de la limitación qne
*este tenia para hacer ciertos desembolsos por caeta de la
casa, le dice : ^'Gastes hay qae aanqae parezcan nnevos^
no pueden menos de aprobarse y celebrarbe por el mismo
qae debe hacer el desembolso : tal seria segaramente el
de oonstmir nn magnífico sepaloro, caal corresponde al
ilostoe y ewlarecido Hernán Oortés, cayo nombre solo csn
eaask todo elogio, y caando sas ilastres saceaores , hero-
«deros de sn gloria, de sas honores , y de sos caantíosas
rentas, no tavieran con qae |costearIo , contribairia coa
gusto y satisfiacoion al efecto todo baen español, y desde
Inego yo sería el primero qae oírecería mi caadal, persha-
4ido á qae este era el mas digno objeto á qae sepadiera
destinar.'' Dada coenta con este oficio á la dirección ge -
neral de los bienes del Exomo. sefior dnqae de Terreno-
va y Honteleone, establecida entonces en Madrid, el se^
2ior don DiegQ jalaría PígiíateUii hermano del seSor da-
— 49 —
que en oarto dé 22 de oetohíe de 1791 dispnáofié erigM*
ñen en el preabiterio de la igleeia de Jeeas dos fle|Nil<a«)
para trasladar á ellos los hnesos de loe seSorea éosi Pe-
nando y don Pedro Oortésy y al efecto mandó los dis^
que formaron los monjes artistas de aquella oórte, y co-
mo por las notioias qae dio el padre geardSaa de Su
Franciseo no se enoontró el cadáver de don Pedio, oon a-
cnerdo del conde de BeviUa Oigedo , coa qnien todo se
consultó por la janta de gobierno de b casai (se lesolvié
hacer solo el sepulcro de D. FemandiO, enya oonslamcdoB
se contrató con el arqnitecto D. José del Maxot. por eacii'
tura que este otorgó en 30 de abril de 1792 , obUgándoM
á ijecntsT la obra conforme al diseflo que se psesentá, de
piedra de j^pe, siuicet-dl ó Tíllefía y tecalii por te canti*
dad de mil quinientos cincuenta y coatro {Mbob i á lo que
se agregaron mil quinientos peses que se pagaíDeiL á doft
Hanuél Tolsa, director de escultura de la aoademiA ^
San Oárlosi por el busto y escudo de armas qae bizo de
bronce dorado á fuego.
El cuidado del virey no se limitó á esto solo* ▲ pío*
puesta del gobernador del estado , Barón de 8a»to OiU|
quiso que se solemnizasen las lionras que oad» a&o aees-
lebraban en la iglesia del hospital de Jesús el día 2 di
diciembrcy aniTcrsario de la muerte de D. FttnandOf oos
mayor pompa que hasta entonces y con oración lánébre^
la que el mismo Barón, que habia sido alunmo de Saa
Ildefonso, propuso se encargase á aquel colegio, para qu0
su junta gubernativa designaba quien habia de piredicar*
la de entre los indivinuos del c3legio, el cual no aolo sd*
mitió este encargo, s^ no que renunció la graiificaelon qua
se ofrecía por la casa, todo lo que aprobó con ga^d
virey, aunque no llegó á tener efesto, habiendo
do la época del gobierno de aquel grande hombre, antc^
que todo esto hubiese quedado estableando.
Ooncluido el sepulcro se proctdió & la trasladon de tea
huesos , para la cual , previas las licencias necesarias , d
gobernador del estado marqués de Bieira Kevada, paad
& San Francisco , acompi^ado de los principales em^
picados de la casa, á las oradonea de la noche del dial
dejullo de 1784 y elB. P. provindal Fr.pIartín^Francifld
de Omzalegui ordenó al padre sacristán mayor Fr. Fiaa*^
Giseo Mtlg«ciij9 , aaease la d^a en que estaban
\
— 41 —
doi^ y poMte en 6l pr^ébitoci^ sotire wm meiA cubierta
de tanÉopela Aegro oosenatro laeés, hizo la entrega y re-
ooBooimientOi habiéadose eneontrado dentro deima nrna
4eitMBaflo denna Tcaade madera dorada y criataleB,
ooa cuatro asas de plat«, en cnya oabeoera estaban pin»
tadas las armas del difunto , oíura aroa de madera forra>«
da MI plomo, la eaat> abierto con la llave qne entregó el
padre^aoriston , se descabrieron los haesos envneltos en
«a sábana de eambriqr bordada de seda negra opn eno
)■ eaje aft oanto de lo laisaio, y la oalbvera cubierta con se-
I paraoion oon un pañuelo^el propio lienzo co;n eno%$e blan-
^^M á hk orilla. Vnelto á cerrar la caja « se entregó en la
Si^Biama fimna gne. estaba al marqués de Sierra IfTevada,
t' Itiflsen sneoobie laeondiqo al hospital de Jesús y allí
^ WQQisoó en el sepnloro^ de todo lo cnal se estendió acta
f'V^aepiiblieaffá^i el apéndice, con todos los demás do*
p-lNBMitos xelatívosi
p''-8eftalado paca la •celebración délas excequias el día 8
[4é Aoyiei&bre dd. mismo afio de 1794 , se dispuso la igle-
lab de Jasas onbriendo sa< pavimento con alfombras y
lidíateibayendo en 'el eoerpo de ella veinte y cuatro ache*
Na de plata para otoea tantos oiries, y el sepidcro se ilu-
friufté iguabaeAta eon tveínto «eíiioe If velas en blandones
plata. Desde la víspera, el doble gena»! de campanas
lodas las iglesias anunció la solemne función , á que
vidaronel juez' conservador y el gobemad<»r del esta^
Aunque por una ley de Indias estaba mandado que el
7 y la audiencia no fuesen á ningún entíerroyen a»
^'oa á la perscma á quien este honor se tributaba, a^
on asistir dispensando por esta vez el cumplimien-
de la referida ley, y daJr asiento entre los oidores
gobemadi(»r del estado, tonto por representar al do^
""^^ principal, eoante porque gozaban de estopreemi**
los marqueses del Valle [IJ , y habiendo dado
al rey ee les aprojüó por real orden de 21 de octu-
de 1795. £1 cabildo eclesiástico se ofreció á hacer las
^py]í%iiÉ4i«B«ímpQratítod«18 d«BOTi«Dbr* d« 1621 deolaró qoe íiempre
ilmvquéidal V«UaaiistieM «1 tribaoal. para lavUta de loi negodoB
I tu él taTieie m le díMe atiento & la iz<[aierda del virey enando éste ee-
9 pNfMite, fltntlBdoee kíA dereeba el oidev mu -aatígao; j faltuido el
qme «nviea» el lUrqnée el aegoiide lonuTi to eval M ooBfirmó y se
ebunraiT por eólal» de 16 de juiio de 1624.
— 42 —
«MqaiM ea' forma capitular, y por ammoia
arsobispo ofició el aeftor gobsnuuUir de la
Jo0é Boiz de GonejareSy teioieíoi dignidad da
iglesia. Dorante la misa^ la compaflía de gra:
estaba en la paerta hizo las descargas y h
pottdientess al empleo de capitán general , y
aqnelLa el padre fniy Servando de Mier, que
ees religioso dominico d^o la oración f&n^hn
grangeó la celebridad qne f aé él origen de
gradasi las qne le procuraron despnes mayot
todavía.
Parecía qne Oortésdebia haber hallada
qne sns hnesos reposasen segorosi en nn eir
y de pública utilidad levántalo á sns
▼Idsitndes políticas vinieron 6 inqnietsrloa
Desde principios del afio de 1822 se habian
propoedciones en el congreso , paia qne ae
pnlcro en qne estaban y se desbaratase esfce^
oonsideraGion en la sesión del 12 de agosto ida
el padre Mieri qneriendo evitar el mal en
posible^ hijBO una adición para qne la i
lo qne pudiese ccmidderarse como monnmenta
se trasladase al mneeo, cnya idea fiíé
objeto por otros sefiores diputados,
disensión el sefllor Oaores por la «sactitndy
con qne explicó los efectos de las opiniomia
en cada siglo. Las cosas quedaron por ent6
tado hasta que en el afio siguiente, apro:
lemne traslación á esta capital de los huéasé
tres patriotas que prodamaron la indepen
diversos impresos agitaron la opinión,
blo á extraer los huesos de Oortós para 11
mar á San Lázaro. Los temores de que así aa
ron tales y tan fundados que el se&or pro
cuenda de las contestaciones que tuvo con
político, mandó al capellán mayor del^
Joaquín Canales, que en la noche que
setiembre, día en que; la foncion citada habia'
carse, procediese á sepultar en lugar seguro
de Cortés, como lo vcoiflcó , habiendo yo in
la pronta Cjjecucion de estas órd^ies, en
limcioneB públicas que desempeñaba , por
^;^-#
■re '..^4^
^ «t^y
— 43 —
ptdnrejeentíTOi todo lo cual ooiuta da doenti
que se pablloarán en el apéndice. El
do Lneohefii, qne estaba entoneesen
o del sefior duque de Terr&Éovat
m¡B con los huesos , qne provisionalmente
i» tartana del altar de J^sns. ^o basté
los rumores que oonian y á que daban
los escritos y diseursos públioos, habiendo
de la fundón patriótíoa de aquel afio,
qne cayese sobre la tumba de Oortés;
aer oratoria, pero el pueblo incauto que
entender él sentido que acaso estaba en la
debió propender mucho á darle un yalor
que se tuvo por necesario hacer desapare*
eepnlcroy que habla quedado cubierto des-
las cenizas que contenia. Así se hijBo, f
de bronce dorado|que en él estaban, »e
o al se&or duque de Terranova, y loa
se conserraron por mucho tiempo en el
ieron de allí cuando aquel estabieoi-
en 1S33 en manos del primer comisionado
la ocupación de aquel establecimiento y
que fué el primero que hizo conocer en
suceso^ dice con relación á él (1). ^<Por una
bastante común en las revoluciones, los
de los españoles I en odio de la conquista
colonia, á la cnsd ellos y la república me^
[su existencia natural y política, con una a^
no se puede dar nombre ni asignar causa
hicieron desaparecer este monumento, y
profanado las cenizas;deI.héroe, sin la pre-
despreocupadas^ que deseando evi^
de su patria por ton reprensible é irré-
lograron ocultarlas de pronto y desx
m á Italia á su familia.
no puede sin smbargo ser motivo de incul ••
Ivas cenara nuestra naden. Todas, en las
de las revoluciones han caido en mas ó. me^
aun aquellas que se hallan al frente de la
I TiBo 3p rano 188. Méjico j flw reTohicicnef .
— 44 —
oiTiljzacioii modetaa. Dozante la ^eairitdora gsemífc
treinta atloB, oafii Bo liubo templo en Alemania 4110 m
faese bolado y* derastftdo, y en .tiiempoe maa redaMM"
lo revolaeiDn franoesa^-poiiiui deoreto de la oonvemíQiyki
8epalet0rae k» r^ee faeipn abiertos y loe cad¿veraíiN
rejados en piia fosa, (orQue elTandaHsmo.nvaea
destrnctor que coando se ejerce en nombre de la fikMA
y del piogrefio* Onando eete ÍBxot i^yolaoioiiarlo aaiiÉil^
pasado ya^ los ejércitos franceses qne invadieron ti; H^'
paña, repitieseti en todas parto ignálee escenas. Ba
misma iglesia de San Isidro carca de Sevilla ^ en ~
primero se depositó el cadáver de Ooités i» yo he
bierto los sepnlcros de tantos héroes de ]a ilnstsre
de Onunan el Bueno y sns estátnaa matilidas^ ni
mas respetadas en San A gnstín de Sevilla las
gran marqnés de OÁdiz y de otros célebres peiso
los Ponces de Leon^ sepultados en agnella
mentamoSi pues, con raz<»i , que el espirita revifli
rio haya extendida hasta nosotsos sn asóte ^ 'per^si
Agoramos que las demás naciones han estado
de él.
La snerte da los grandes hombres suele ser^ quft
te su vida son el blanco de la crítica y de la mal
porque Be tienen mas á la vista los males que hi
causar que los beneficios' que se les deben, porjo
y el transcurso del tiempo hacen olvidar los f^t
jando vivo él recuerdo délos segundoSide loq
notables ejemplos recientes. En Ooxtés al cabo»
glos se ha querido poner en olvido estos, parpit^'
con acrimonia la odiosidad de aquellos. Sin em
madas las pasiones del.momento , se le hará
que se le debe, y en memoria^ para concluir ~
de las palabras del mismo Dr. Mora quehe oi
^^está tan intimamente enlazado con elDOmbna
que mientras este subsista no podrá perecer
[l] ElnisTvo Dr. Mora ha pnbliaado el toAtamento da CoTté%
bian hizo al Baroa Hnmboldt y par ler obrai c^ne andaa ea
he creído deber omitiría ÍBeercion en el apéndioa.
ERTACION.
Cartel} «at AiBdacl**.
d« Oortéa no bnblenm to«
itamlflnto da sa fortnnsj-
; peio «Has han tiáo el ori'
fffisperos, de^a rlqnraa na-
Jan Ter las grandes mlrM
) aSos inmeolBtoB á la eoa^
[o lo (loe podia ooDtnbnli
leyes fbmeDtaban todaA e»-
liando & la intiodncoioii 7
[an piogrMur en 1m útT«r>>
»' mandándolo bajo de' gra^
nías ordenanzas dri mls<<
ndo se diapUBo eoutarA
3S ,' qne con ana piodBtrtw
les arttcoloB de la agiibah
(tanolae, 7 asi deaapazed»-
seda, en loa pciBoipioa ha •
qne en aqnel siglo dlBti»-
e&cexmenta laa miras del
irineipal de sna «sñnnaé
eiwraa,— TOK» n-e
— 4d —
fiuteeldeBonlnimlcato delasmlnasde^roy^atk, u
pcff eso dexHiidRban los dmáfl ramos de eq)eoBlHWli
piodactirafl,ydeRMB08d6 tenutodMlM oomoiBáÉI
de üt vida que oouMiaii en bq pafa, se apnmiabait émt-
ladax al que acababan de conqolstar tninslnn ■nliMlilj
fhitoa de que eate oa^eda^ y (áda jtrodnccáon nuera áp
obtwiaD era un motíTO de fleeta ; de plauso entie «p
Bl Inoa Gandíase de la T
do el tesorero del Oiuec^ I
padre el aüo de l^ES tefe
se dieron^ íaé tal el plaoe
nidos para oomerioB ateta
mo padre húo oocser los ei
ea el brasero qne en él tei
éntrelos convidados, pi
mado para eí uno de los i
oosa de Bipalla. habla qn<
TSB. Bl mismo historiikdoi
meros olivos qne habo ei
empeOo qae había en la |
piikfit^a- 1>, Antonio Biveí
donde había ida por proa
sigo en dos tinqones mas
owfls Bolb Uegñron vivas
foya en lae inmediatíonea
las robasen , pnso en ang
ftosydepeÓTos, qnode
obstante esta precanolon,
das Alé robada y traslada
tisA el prinolpio de la molí
bo en aquel pafa, y alcab
SKOomonifHíeBqae Biven
Lima ooDtra loe ladrones
ébo leer en todas laa iglea
gaáÓ que se le reatlto;ese
aae6 ni qníén la trajo, se 1
t», en el mismo lagar de •
ala elempeQo qoehabiaen
males y plantas de la Bu
la abnndanoia qne uaestr
dad de prodooeiooes disb
Lnu^ qna la oonqqiata
— 47 —
SM taro propiedades m lií UAm de Oaba , había tratado
é ttmltípGdáf eii ellaa 1<SIbi gánadoe ée BetiaSa, tateo traer
jSelaeielaB'tedá'eiipeofe de animaílee y aemillae , y en
inis eartas al emperador reoomienda qaeae mandes de
Bspaffa. Las tierras que ee le conoedieroni aitaadaa es el
tallej de M^oo, en loa de Tolnoa , Oaemavaoa ^ Ooántla
7 O^WBij en Oharo en el departaniento de Michoaeaa» y
entes eoetas del golfo de M^ioo y del mar del Bnr , le
própOFolonabaní por la variedad de dimas^ establecer .to>«
dos los ramostfe la agrienltora enn^eay déla de k» tró-
picos; pero oome sneede en todas las cosas' nnevas ^ los
primeros ensayos no f aeron siempre felioss, oomo que se
* hadan sin bastante conocimiento del clima qae cada
I Manta reqnería y de las localidades qae le oonTenfan.
Por esto se intentó cnltivar en Oayoacan la calla de az6<
' csr, triada de la isla de Onba al trapiche qne estaMeció
etf Tazflla en la costa de Feraoraz , y por la d&asnl» 40
dtf testamento se Té , qne con este objeto dio elonsmo
Oottés tlerhis en las inmediaciones de aquélla Tilica sn
criado Bemardino del Castillo que estableció aiU nn in^
píiá6,9etoeA objeto preferente de Oortós foeron siempre
; ras propledadee de Caemavaca y Cuáaila^ mnohoimas
^^'^sae ^pie establacW su resideuéia en la pniner» de es*
tM pobfadones. Contiguo á ella formó el ingenio de lial-
teliaDg<r , siendo el primero que intoodujo el cultivo de la
esOa en la tierra caliente del Sar,^como lo habia sido tam.
Men en la costa de Yeracmz* La' situación de este esta%
bleeindeiito en las lomaa que forman el descenso al va^
liSi exponia la caua á helarse frecuentemente, y por este
' motivo lo abandonó su hijo don Martin , cuando adquirió
la hacienda dé Atlacomulco, que todavía poseen sus des»
cendienteS) h la qne trasladó todos sus aperos de Tlalte-
))angO| en cuyo sitio todavía se ven las ruinas de los an**
tiguos ediflciós, frente al santuario de aquel nombro. ,
La cria déla seda y beneficio de esta j fijó muy desde
el principio su atención , persuadido de las grandes pro*-
porciones que para ello ofrece el clima do la mayor parto
del país, ne dicho en otro lugar de estas disertaciones
[i] d origen qne segon Herrera tuvo este ramo, atribu.
^eodola a la semilla que Francifico do Swta Oros dio al
' •.
m^M ■.-•^
HkM ■'»
■♦JLI- »*t
'kvemoaiw deM^jieo. Pero jGwiiJft4ft)»ffflíl
^ eroe haber gído pariente. muy <3efWM4ii.,$ai|.
•JesüB^ yqve leeidió largo tiempo WrJk Maíteflft ,
ealde mayor y eoooaiendeDOf en.el^i;A||Mm^fri4|S
te J^iiMf a^JBfpdii«, qm eeoríbib papa el «fK| oa Im
toree fiíejfoaiioB /^l), atriboye á Ooi^^ ^ ~^~ '^
tainchietria entaM iieeotroBi y el mi^io
que desde el afio de 1622^ aeíi^ • afio» ; aa^
DelgacUh) á M^ieo^ había enviado XJcsb^!
-altear, mtMreraSf pe¿ii^««da, BMOiieatoe J-
'plantee.'' Bebe, puee^ atcibuíisele. el. mlBB¡ti
este lamo de cóltiiro^ qoe. existía ea^ lea.
do mandado desde el afiüO de 1593 *1m
^M en la isla Eepellola se diese diAe«
' momlesy para qne se inftnodqfese }a«¡ra|igyffte
prne eerfa mny proveehosai y nsíDiiemo el _ _
bla, porqaíi ee entendía qne- habia mneto. j appgij^'
enlai0la<3V'
' Oortée did graade extensión 4^oe
en todo» los pnebloa de la tierra oalicntí» dar
dsenes dalSaatepec, y en el ar^y». 46/41^
eiitre ottee doonmensos relatlToe 4 seta svnKh
tes ^[oe llevó Oristófoal de Mayorgai^ á eqya
el afio de 1550, tres años deepnes del {álí
[piando. Por estos documentos se vé, . qne
de abril y mayo de aquel afio, en las diveveas
heredades plantadas de morales en Jiotepeo^
Temasoaleingo, y otros muehee pueblos, tralN^
riamente en oada una setenta f oohenta y badta •
treüita peones, en renovar, aamentar,' segar y
estos plantíos. Bste ramo progtes6 mueho en, '
en varios departamentx)s » eepeoialmente ea la
otros puntos del de Oíyaoa, en TepeaoadíeL de
-<1) BilÉ.eitl primtr iiattde eicritoan leofoaowtellaiia woh^i
SsttHviaíiii eaUíanadapor B^no Babat. 1581.' 8? Se rda;
en 1690 con la Aí^iicnltnra de Herrara. *
(3) Deoad. lU. Ixb. YI. cap. VIU, fél. 13S. SSriintn I^Ueiea Jaj
17SÍ6.
[31 Eftaa plantas de que ae htelA mo «a la tintara deidaí
aon de mayor importancia en los naestroe, en que por loe edelaaloa i
miea aplloada 4 las artes, sns preparaeionee se epipleaii ea Ivysrai
ai la. ík nVU «Unt »l^vs<iiH»l»8Mtf 0fr It^'f «T» .fttf ieftf|lf»«|i
-0-
j^ %jeap 00 este Ingftr el ef troobuc %|WiÍ
^mí/,-
Omi xefdrenda á carta OBcrita ea ^
oe^ que déade entonoes ^i6 aviso de w .
Famaadez IiadriUerOi maestre y pilo^^i^
Ltearo y <<dé la pardioioá ele todo lo que ^Y^
estas partes tauia, y délo qae mas se pér^eÉ^'
eUaa navios 09 Y» Se&oría vinieseiii y si á mí
gara antes Ib que ellas eran, saplioiira^T
mandara echar la soga tras el caldero cpn
bul L&saro, ni que menos permitida mj de ^,
tiemn poes de lo uno y de Ip otro tan poco
jia.^ Signe especificando que habiif devoeU»
enoargado la venta dé aquel cargamen^ 4
gara, y hablando de la pérdida de otraé
dones de varios n^ociantes , dice .qqie
gqpa manera de oonsnelo, pues anjtos qu
se^wmia V. SeSoría aviso por JSTan V[
traodon dejtodosi y con esto olvidé algo
aayorenqneduren esta tlerra;''y añade, ^^[^^
llegué hasta hoy no ha habido navio présco
nilo habrá en todo el mes da ei^ljp ; 4^
he recibíalo mucho daño en iiu *qtiedab{^
desesperada tierra, y tanto qué u^o to j^
porque va creo está v. Sefiíoría iníórmago
d3 la. vida de aquí y costumbre de la tíení
tiempo he dicho á Juan de Sie^ura que ^x
der estos bastimeatosi y salga de dios como
vaya de aquí, porque me parece que se cosb
bre ellos fgue oauga demasiados castos J y oon^
que se ha tenido de la armada del adelantado
que viene á poblar lo que hay de aquí á Uk
del marqués don Francisco fizanoV h^IoB
eooL subidos precios , y no se ha vendado . /
ellos, y agora que él adelantado es Uegi^dc^.
BOSi de manera que cuando vengan á deq^
de, no habrá quien lostome^ por habeñi^
porque esta tierra no perdona cosa de lo q/f^,
tcaqneno la pruebe (que no la destrum
vmiiáfk M flldo de la cargaason de Sanl
la de fiaiíi Yicmlíe ^o se ba perdido i y ft
'*'í.
>rlo flerrl-
io mrlfl
no nene
>imfi> qud htt
ade laptlBMni
' cataougaxea
TxeMMoftf Y,
yqiw qnlfln h»
s áránoanago»
fiial Antam MI
M hombres eo-
le los IdteniM
DmBflsátMM^
go (jtiedflairA'
arlae: a61a»Ai-
rora hsy en 1»
alandQadea , y
7 MCMqaele
k cometido, iwr
d]iü6ttdo: D»'
',0 cte-AIrwadn
ir oolirarlogiie
lor estar eouo
poblactffliei y
me dicen qn»
npofuido á loa
08 mnchoaqae'
ladido macliM
si E*siiRe1Io, DO !«'
Iw «MqnWMWM
ftqul nino, tan •!
]acen)irelo,t!nDd«
Ibi & MjaBl ni»»,:
1(HM, oaatarianM
qoellOB p«Uh.
que de todo iic
diulopíiplagc
Undida Itw o
d«IaooaqQisti
n»4íoa«(wm
tenlA^do otnoa
porniiedioaejQ
í> d^ M^ qae 86 ]
rióos que se fai
tedM loa datos
tzíbutOBi y Otea
pift&iiio aowdi
traefttoa'tíiétBb
ponqué IfoUMfl
menor la de la ;
aombiaaíddáiM i
J
— 53 —
pnrezai este se reoojía proporcionaímente en mayor abim«
dañóla. Loa españoles introdajeron mejores métodos de
fándíoioa ; soplo mas poderoso , y sobre todo el nso del
azo^ae para la amalgamación , á cuyo descubrimiento se
debe la grande abandancia de plata qne ha dado tanta
actividad al comercio, y qne na alterado los precios do
todas las cosas.
Cortos con el ospíritn activo y emprendedor qne lo disv
fíngaia en todo, trabajó minas de plata en diversas par««
tes. En Zacatecas, la Quebrada [acaso Qaebradilia], Oata
ricay laAibamda^ que ahora hace parte de la negociación
de Veta Grande ; varias en Bnlcepec, Tasco y otros mine-
rales, formando haciendas de fuüdicion para* beneficiar
ios metales^ y tenia también caadrillas empleadas en re««
cojer arenas de oro en las inmediaciones de Tehuantepec.
JBxistíxk en el archivo de su casa las cuentas de tod£S es-
tas negociaciones, cuyo examen daría mucha luz sobre el
origen de nuestra minería. Por lo que ha hecho el señor
Deport de todo» estos documentos que le franqueé , ha
resultado ya un hecho curioso y muy importante para la
historia de la amalgamación*, de que este autor habla en
la apreoiable obra que publicó en París el año de ISá't ,
titulada : JDe laproduccioñ de los metales preciosos en Mé^
jico, considerada en su relaciu7ies con la Geología , laMetdi
lurgía y la Economía política, *'Iío ijuede d^jar de parecer
muy es!crafio, dice página 143, que el antiguo continente
no haya podido dar ai Nuevo Mundo algunas modificaoio-
nes útiles al descubrimiento de Medina, [1] que se ha es^
tado practican<lo durante casi tres siglos,' sin que los pro-
gresca de la qutoiica hayan producido en 61 ninguna va-
riación notable. Me he convencido de que no puede haber
dispata sobre esta aserción , por el examen que he hecho
en et archivo de la familia de Cortés, cu;^os primeros des-
cendientes, qne ténian el título de marqueses del Valle de
Oajaoa, continuaron el laborío de las minas de Tasco Ea
este archivo , que se guarda cuidadosamente en el hospi-
tal de Jesús, laudado en Méjico por Corté j, existen, muy
bien conaervados varios cuadernos , cuya escritura , no
[I] Bartolomé ds Mediaa, minero de Pachaca, destmbrió el beneficio llama-
do ds pliUo d amfttgAmacioi con azcgae por el año do 1037, J^a l^U^ j^ ü^biji
mi iSactiCocav <fó kacisndaH en qae t alo m^^todo ee argaia.
D]BBBTACIO|VKS»«-TOMO n.*->7
-84- ' '
obstaate la mnltitad de abreviataras^ oon un pooo de es-
todlo ea muy inteligible, para todo el qae est^ familiari^
zado oon la lengoa eapa&ola. Por deagrada estos dooa^
mentoa no sesigaen anos & otros , y por esto á pesar de
mi deseó, me ha sido imposible saoar de ellos notidtf
bastante completas, para calcular los costos que tenii A
laborío de las minas ó la amalgamación en aquella época»
pero si he tenido la satisfacción de hallar datos nnméri"
fíos, que no dejan duda ninguna acerca de la ley media
de los minerales que entonces se beneftoiabay y de la €an>«
tidad de azogue que de perdía por cada marco de pbtai
Hé aquí el resumen de los docnmentos que lie exautína-
do, y cuyas fechas van desde 1570 & 1585. Los mloenta
beneficiados fueron 2370 quintales , ó lo que es lo miíBO,
237,000 libras, que produjeron 772} marcos de plata con
pérdida de 5S1 libras de azogue ; y siendo el peso de ni
marco de plata igual á mecfia libra , se ve por esto qoelí
plata sacada es al peso del mineral como 16 á 10,000 , j
que la pérdida de azogue correspondiente á Í2 onzas pñ
marcOf proporciones exactamente las misma que se ob«
servan en los minerales y en la amalgamación en laépo*
ca actual.
;;:!^Es muy notable, en efecto, que cuando en las artes to*
dos los primeros pasos son dudosos y los prooedimieutoi
imperfectos, mejorándolos el tiempo y la experiencia, ei
la del beneficio por patio estamos hoy ^n el mismo paato
en que éste se hallaba cuando se descubrió, y que las hs-
ciendas de Zacatecas en que hizo sus experimentos el se*
flor Duport, den al cabo de trescientos años los misaioi.
resultados que se deducen de las cuentas de las de lafií-
milla de Oortés, en los dos puntos capitales de la ptstt
producida y pérdida de azogue* Pero si en cuanto á la
esencial de la amalgamación nada se ha adelimtado, lü
debemos por esto figurarnos que los establecimieütos le
una y otra época tengan entre sí mucha |aemejan2a: loi
Ael tiempo de Cortés eran sin duda una cosa n^uy en pe>
quefio y muy distante de la extensión y magnifícencia qnfl
vemos en las minas y haciendas de nuestros diaa. EM
se demuestra por las mismas cuentas á que me he referid
do, pero las utilidades debían ser, sin embargo, nuijoit^
pues además de que todos los electos de que hace oso í
miseria eran mas baratos, en minas saperflmaleB,
— 55 —
tas gttieralmeute en loa crcatones miBouN» de las vetas y
trabi^adM á ta^, eran muy oortos los gastos de ademe y
.de desagüe y para dieminair estos tltitnoa Oortés hizo
aso de bombas ea sos miaas de Tasco. Probablemenie es-
tas bombas no eran mas qne de mano , como las que se
usan en los buques 9 pero este ensayo imperfecto de la
maquinaría que despnes se ha establecido , es el primer
paso que se dio en el nso de esta en las minas. Bn el la-
vado deloro en las cercanías de Tehoantepeo, las ntilida-
des eran sin duda muy cortas , pues por la cuenta que se
hquidó con Onstóbal de Molina , mayordomo de este ra«.
mo, en 28 de setiembre de 1643 y se ve que todo lo que se
habia reoojído con la cuadrilla del mismo mayordomo, en
los seis meses corridos de 1? de enero. á flo de jumo, fue- .
ron 644 pesos, de qne se pagaron 9á citado mayordomo
por la 7^ parteqne tei\ia de partido y por el sueldo de nn
dependiente 80 pesos 7 reales, y oon las otras dos cuadri-
llas que estaban á cargo ^e otro dependiente, lo recojido
en el mismo ti^npo fueron solamente 740 ps. : estos oor-
tos productos hicieron .desde luego abandonar este ramo,
y de entonces acá las especulaciones w minas de oro en
Oajaea, han sido rara vez felices.
Atendiendo al número de variedad de. negociaciones
qao Oortés tenia á un tiempo en actituil , no es extraño
qoe estuviese tan freeuentemei^to en di&oultades de di^
nero^ pues debia ser necesario mucho para atender á toa-
das. Su viaje á Espafla en 1510 debió causar mucho atra-
w) en todas estas empresas, pues aunque en su. testamen-
to se manifiesta satisfecho do los dependientes que habia
dejado encaijgados de oll^s , y recomienda á sus albaoeas
en las refpectivas administraciones, no podía menos de
resentirse una máquina tan complicada de la falta de la
. cabeza que todo lo dirigía. Esta ausencia , que Cortés
creía seria corta, se prolongó hasta su muerte [1] j y no
pnede dndaorse que esto fué, como Oortés sospechaba, e-
feoto de la desconfianza con que Oárlos Y le veia, estan««
do sin duda resuelto á no dejarle volver á Méjico. Esto y
(i; Qibivndo dicho en la qaiñu dijertaiioo, folio 2<^. la caía y caDe en que
CortáaoaeI6dnMMÍaIUn, xkod^bo omitir igoaleB notfciaf reepeeto al día y
etia on qne marió: está fué la del iarado Jaa1l^Bodrígael en la calle real da
CMtillajade laCoeeU. y el día 3 de diciembre de 15i7 90 que falleció, eaj^
aquel a&o en e&bado.
— 56 —
sa imaginaoion qae le llevaba siempre á grandes cosas, le
hizo morir engañado sobre el estado de su fortuna, y ha-
cer un testamento que no se podía cumplir por no quedar
caudal senciente pam ello , que fué causa de las dieea*<
sienes que estuvieron á punto de suscitarse en su familia.
Por el instrumento de erección del mayorazgo, fecho en
Ck>lima en O de enero de 1535, quedaron comprendidos
en el vínculo todos los bienes que Oortés poseía, pues no
solo se espeoiñoaron, como haciendo parte de dicho ría*
culO| mny menudamente todos los que constituian la
merced que se le hizo por el emperador Oárlos V , sino
que por una cláusula general, se hizo ejctensivoá ^^todosjos
juros, derechos y acciones que tenia y pretendía tener ,
por cualquiera vía, desde la mar del Í!Torte á la mar del
Sur," y además se estableció que estos bienes no se pu-
diesen separar del vinculo, ni en todo ni en parte *^por
ninguna causa pensada ó no pensada , ni por causa de
dote, ni cautiverio, ni por otra razón mas pía." Ko habi%
pues, bienes libres de que disponer , pero ocurría una di.
ficultád todavía mas fuerte. La licencia para formar e\
mayorazgo se habia dado al marqués^y ala marquesa;
pero la erección se había hecho por solo el primero [1],
sin contar con la segunda, que era dueña de la mitad de
todos los bienes, como gananciales durante eljmatrimonio.
La marquesa viuda se opuso, pues, al cumplimiento de un
testamento que la privaba de sus bienes , y en que no se
dis ponía otra cosa con respecto á ella, sino la devolooioa
de diez mil ducados de su dote, y pidió se declarase nulo,
así como también la erección del mayorazgo, y que b*%
demás se le reintegrase de la mitad del importe de todas
las deudas anteriores al matrimonio, que habian^sido pa-
gadas con los frutos habidos durante éste. Bran incontes»
tables las razones de la marquesa doña Juana de Záftígay
(l) BueljnBtrnnAntodoeTdooiondtolmayoraago >e ex^retaa cnUfla erta
Ta9 armaB propiaadd las famiiiae do Gortó« y Altamirano , lo qae pnieba que
ambas eran nobles. Las primeras eran cuatro barras ooloradas en eampo do-
rado, la orla azul con ocho cruces dejSau Joan blancas : las segundas diea ro-
bles acules en<}ampo blanco, la orla colorada con cuatro aspas de San Audrér
Los yarones preferían en el orden de la gacesion , y á falta de sus hQoa <^ hi-
las l^íUmoa, llama & los hijos naturales lejitfmados, eiendc^ el pr'^erQ ^neeta
|i|iei^doQ SlarUsí Ugo d9 dolía U^ú)^.
N
-67- ^
tOMlacUula esta sefiora á Éspalia cpn mb hijas, don
PéÉW de'Qnzmaiiy daqae de Mediáa Sicloiiia, por
7 veteciones inmediatas de parentesseo y kizo se
611 Sevilla, en 20 de setiembre de 1550, nn oon<^
éb Inóaaoeion, por el caal la expresada señora mar*''
k» nnnnciando á todos 9ns derechos, mediante
m antial sobre las rentas del mayorazgo de 20
|4Íe|4o8 [1] para sos aumentos, qninientos para los
ío el padre fray Antonio de Záfüga, religioso
y la fiAcaltad de disponer á sa fallecimiento de
y'enatro mil ducados , en beneficio de su alma ó
íMjaSy isonfirmd y revalidó el mayorazgo , y ocmein-
r^lM eomplimiento del testamento , en lo que en é\ se
enonto & pago de las dotes de dichas sus hijas,
fteuisaocioni celebrada con todos los requisitos lega«
l^iotMida por la autoridad judicial, y confirmada por
' íT Oáxlos y , ha sido en adelante la basé de la
enfaireasa.
ífandadones piadosas de Cortés, según expresa me-
en sa testamento, fueron además del hospital
ji ftoUma Oonoepcion , que tenia comenzado en gn
VI eenventa d& monjas de la Oonoepcion en Goyca--
fSaja iglesia señaló para entierro suyo y de su fami^
it VB ecleglo en la misma villa, con el objeto de formar
íá flúBístros de la religión^ <^para que hubiese personas
\m, la Nueva-Bspaña que rijan las iglesias , é in^
é instruyan á los natnralesde ella en las cosas to -
á nnestrasanta fé catóUca.'^ Para la construcción de
íestiableeientos, dejó señaladas las fincas que espre^
varias cláusula de su testamento; pero como lo que
HRitaban cupan solo cuatro mil ducados, la verdadera
esnaístia en el remanente de '.los diezmos y pri-
de los pueblos de sus estados, deducidos los gastos
k «fauiídslraoion de aacramentos y culto j cayo rema«
"^ distribuyó en la cláusula 1& del testamento^ asig«'
la mitad al colegio I y la otra mitad por partes
satoonvento y iiospital , y se echa f ádlmente da
f9i»dlaa8i|:naeioB de 651 pssos 3 reales seis octavotf
' ,qne m lo que vtfen losmil ducados señiaBdoBaí
wbra las flnoaa de la capital » otro tanto al aon^
— 58-
veskto de moolGMi y 1,102 pesos 7 reales al oolegiOi eca iik
snfloiante y aan ridioala para la manatencioii de efibop-it
tableoiiiiientos , y que por lo mismo , nonoa pado¿
en la imaginación del f andador, que en eso solo mi
BU f undaoiont era muy suficiente y aun sobrada la úm.\
diezmos y primicias de las haciendas y pueblos á»i
gran parte del valle de Méjieo y de los de Oalaca^
oa, Ouemavaoa^ Ouáutlaj con las tierras de Chaco ,
tía y Tehoantepec ; pero esta dotación faltó ent
habiendo declauado el emp^ador sin efecto la
concesión del patronato de los pueblos del seño
los diezmos y primicias $ que Cortés habla obí
Papa sin su permiso y mandó que 'se recojiesey
al consejo de Indias [1].
La falta de esto») fondos hizo del todo impostblp,!
fundaciimesi no obstante lo cual por p^lte de la « '
aplicaron á su objeto las Ancas designadí^i pw^;
dor, empleanda todos BUS lendipúentos^en la
mantenimiento, del hospital, prefiriendo terminar y •
al cabo lo que estaba ya comen;sado y era de may<
dad : mas esto se consideró mas bien como un aoto
peto á la memoria del fundador, que como un d^
estuviesen ligados sus Bucesores. Así lo espuso á¿k
OortóSi IV marqués del Yalle , '^^ limo. Sr.
Francisoo Manso y Zúiiiga, cuando este le requirid'
cumplimiento de las f undaciodes piadosas de su
don FernandOi manifestando que no había habido
tad en éste para segregar del mayorazgo los' biaw
destioó á la dotación de estas fandacioneSi por lo
vez de haber derecho alguno para obligarle á
tenia para exijir la reincorporación de los ~
mente desmembrados del vín^o, lo que no habiaai
su padre, su hermano, y el mismo don Pedio, f
var una obra pía de tanta predilección para su
de tanta utilidad en la pouaoion; cuyas raeoMay
miii que se expusieron en aquélla vez 9 hici
fior arzobispo desistiese de su intento. Desde avuLI
po todos los seOores sucesores en el título y aaag
han aplicado flelUnente al fomento del hospital el _
to de todos los bienes designados para este ol)|etovyl
(1] Htrrm Deci V| Ub. 8? €ft^ SP Vá8tiiiOTiorMipfg,66^.oi4lMBl1
-és-
tos han aumentado de sus propias rentasi como lo hizo el
' señor daqne don Diego Muia , abuelo del actaal , quien
iiabíéndose sacado de su caja 68^51 pesos 4 reales 11 gra-
nos, para el reediflci9 de> las casas que el hospital tiene
en el Empedradillo , en los afios de 1757 al de 176t , en
oarta de 2 de abril de 1770 dispuso^ que de esta, suma so-
■ lo se le ^integrase la mitad, cuando el estado de las ren-*
\ tas del hospital lo permitiese, y sin cargar en el entretan-
to réditos algunos, cediendo la mitad restante que asoen«
dio á 34,125 pesos 6 reales 5^ srano&¡en|beneficio de aque-
lla casa de caridad, cuyo actode generosidad motiTa di-
ciendo qui9 lo hace ^'no solo por ser una obra tan piadon
la, sino también porque no quiere que los pobres sean
privados del alivio que en sus enfermedades tienen en di-
dio santo hospitaU'
Uno de los literatos mas célebres de que nuestro país
; se gloiía, don Oárlos de SigUenza y Góngora, me ha pre-
' eedido en la historia y descripción que voy á hacer de es^
JjHbospital. Hacia el año de 1663 la.publicó con el título
jk, Pieiad heroica de don Femando Oortét , marqués del
^Talfo[l], y este opúsculo ha venido á ser tan raro, que
' iQMo no ewte mi^ ejemplar que el fragmento que yo
rMseo, pues el seflor Beristain , diligente indagador de
l^ros antiguos [2J, dice en el artículo respectivo de su
V'^Moteca iMjioana^ no lo había visto , y ae refiere á Oa.
^1»iera, quien en su Escudo de armas de Méjico , asegura
^liaberse impreso; y habiendo tenido á la vista aquel au«
g(or libros y documentos que ya no existen , me serin de
(1) Km J* mote en aquel tiempo dar tfln)OB muy pompoeoí á los libros y
I C&^Um ds Sigüeosa tifoio el nso de sa sifflo, rayando 4 veces eu la extra -
[«oda. El poema qne compORO ea elogio de San F/anolaeo Javier, i«pr«
usoiesde la mtiert» det autor, se titalabai'* Oriental planeta eYAgóllro/'
tmiifinas de saa obras tenían tftnlos por cite estilo, tiran pérdida hm tido el
' toaaervarJas. pues apenas qaedan a^gunaa oe lasqne f stribió, y por des-
^ ias predidae debisn ser las mas iiB])ortautes pura la hiittria nacional .
las B»tae 4e ploma qtk«har en el f jemplar qne jo tengo, t nae'eom-
k parte de lo qne f Alia oe lo impreso, ¿n la citada obia, "flfidadad he
letc" los manuseritofl de Sígüenza estaban sn la librería de la Profea^
»yn no se encnentian en ella.
r
l\ Demaaíado diligente por de s|gii»ei«. pnes el haberse llevado á sn cesa
IB las obras rara que habia en la Biblioteca de la universidad j otms, pn-
ceserleirla citada, ha sido hi cansa )de qoe se^oierdan; potqne habiendo
fadseUo rapanUoRmente. y no üabióndosf* euidaao ds reeojariai, se ezira<
llaronj dn qne ha|a quedado mas qoa la noticia de alias.
-^ 60 —
mucha atilidad para lo que voy á decir, las netidis qi
oa obra cootiene.
Oaáudo 86 hiciese la f andacioiiy no se sabe coa pnidK
lídad. SJgiieBKa, con varios docamentos, y sobes todo.
laaatoridad déla Bola en que se coiicedió ^OscftCi
[>atTonato, qae es del aüo de 1329, se esfaena
qoe fué anterior al afio de 1528, pero lo foé tauis^ qps
el libro de cabildo, en el afio de 1521 se habla ya Á
hospital, pues en el que se celebró el día 26 4^
aquel año, para demarcar el solar que para flií
se le dio á Hernando de Salazar, se dice qae foé *
las casa de Alonso de Grado, que es al presente
y que este fuese el Jesús no hay dada en ello^
incontestablemente el primero que hubo. De^de
del mencionado cabildo, la situación de los solfsea
fueron.dando en aquellas inmediacionea, se
relación al hospital. Su fundación fué , pnesi cjl
de los tres afios primeros inmediatos í^ la mrntxmiÉa^
ta antigüedad basta para hacerlo uno de IdÉ
tos maa venerables de nuestro país. Tampoco
en que el año de 1535 estaba ya construida la
las enfermerias que mira al Oriente y corre áe.!
Sur, desde la esquina que hace frente á la»
condes de Santiago, hoy residencia del gobi
tamental, hasta terminar en la de la calle del
San Dimas ,. pues asilo testificaba uoa ioscí
habia en una piedra de cantería sincotel de vac^kjpf
en cuadro, embutida en la pared de la esqain* al
con vista á la plazuela de Jesús, donde airvl6"d
tiempo de antepecho á una ventana gótica que wÉL
en la esquina misma, con nn arco á cada iadot,
do tiU cerramiento por nn pilar que descansaba "i
mencionada lápida. La inscripción decía , en
góticos, pero muy inteligibles: Dkgo IHnz
nación portugués^ hizo esta venUma^ aüo de 153o»
tana se cerro el afio de 1800, en que se levanta
Ha cabecera del edificio desde sus cimientos »
se maltratado mucho por efecto del terrible
tierra ol día de San Juan de Dios de aquel s9é|
lápida permaneció en su lugar hasta el de 1833^
se quitó y d^struyó^ habiéndose hecho varias obi
edfiolOi destinado entonces ¿ colegio.
— 61 —
£1 dtto oAé ootipa el hospital se llamaba antes de la
eoogoiste JMMOm^ y era liimoso por un saoeso eztraor-
diiuffio aoonteoido en él. Bl emperador AJbMátmoÜ hiso
QondQoÉr á la dudad por ima atargea ^ feayñ ruinas dice
SigUeiua^ qne se velan en sn tiempo) el agua déla fuen-
te de Aoueoitexeo inmediata á OnyoaeaD, la cnal rebosó en
estepanóeoon tal ezoesoiqne oansólona grande anegadoa
es Is dudad, con macho extrago de sns edifldos y hafai««
tantesi y eomo esta agoa no era ni es eandalosa, tal aae-
jucion ae atribuyó á una causa maravillosa y arte diabó"
Boa. Sigüensaoita ^a historia de los mejicanos que es-
ófibió don Humando de Al varado Teaosonoctzin , hijo
del emperador OuitlahuataEin, sucesor de Mootesunia, on>>
' ya obra tenia manusorita en su librerían, y encella se re*
toe este snoeso en él cap. ^2^ íól. 113 (1>
Es probable que Alonso de Orado nada hubiese edifl*
osdo en él terreno que ahora ooupa el hospital en él cosn
to tiempo que lo poseyó, ni se sabe desde cuando se le
dió/ni que extendoa tenia, no existiendo las actas de los
aabildos que se celebraron en Ooyoaoan , pues la i^nmoea
4Qe consta en el libro del ayuntanúento es la de 8 de mar •
so de 152éj es sin embargo verodmil qne se le diese muy
inmediatamente después de la conquista, pues 4a calle
qne ahora se llama del Bastro, j que en aquellos tiempos
tenia d nombre de Istapalapa , & la que cae el frente del
hospitol, era entonces la prindpal de la dudad, y por ló
mismo se apresuraron & tomar solares en ella los oon««
quistadores mas distinguidos , entre los qne se contaba
Alonso de Grado* Por esto estableció su casa en ella don
Pedro de Alvarado, y mas addante se edificaron las de
los cmides de Sanüago, y de los marqueses de Yillama-
yoTp que pertenederon en seguida á la condesa de PeSal-
ba; estos dos últimos títulos y familia están extíngnidos
hace tiempo.
Oortós destinó para su fandadoh la mansana entera
que hoy ooupa la iglede, d hospital y otros edificios per.
. [1] Efeta obra atoríUi por «1 afio de 1598 tenia doe partes: la 1? contenia ir^
Ápitaloe y trataba de loe tiempoi de la ^eatUidad de lo 8 mejioanee hMta le
Tenida de Con éi. La 2? era relativa ala oonqnlsta-ClaTíjero la vio en la bl-
blioieea Sel eebjio de loafeenítaa de San Pedio y ean Pablo, y Botmini tam-
biM tOTO eonoeta lento de cSa. Al prea^teae existe, y todoe estol tesores
Matteiece de eaparefllsTOii een loe Jesaitae.
9ISXBTAeiONB8.-r-70M 11.— 8
— 62 —
teneoiente á esto. Oomprende sa área onoe mil noyeden-
tos y oaatro varas ooadadas , por se noventa y tres las
qae tiene de extenñon el frente de Korte á Snr, y dentó
veinte y oeho el oostado de Oriente á Ponientes Bl firento
mira á la plasnela de la Paja, que es nna oontbmaoiMí y
amplúAoiou de la calle del Kaatvo : por el oostado áA Sor
seterminaoon la calle por donde antígnamenteoorria una
acequia, qne por la calle de la puerta falsa de la Meroed,
neaia atravesando dos man)Banas de casas á salir á.la es
qnina del Puente de San Dimas y desde aqnf seagaido
porentre las casas, pasaba por la calle del pnente de te
Adoaaa Vieja , ]f terminaba tras de Regina , en la del
puente de Monzón, por el cual iba á reunirse con otra«-
Por el Poniente y If orte Umitan el cuadro, la ealle cetra*
da de Jesui» :y la plazuela en que está el meieado que
es proj^iedad del hospital ; por cuya raaeon , y la de
pagar censo al mismo hospital algunas casas de Isa calles
veolnas por el terreno sobre que están tabricadasi se pue-
de presumir que él que se tomó en su printípio f aé mayor
que el que ocupa efectivamente ahora.
La dispocásion del ediñoio pareee haber sido desde sa
origen la misma qne ahora tiene^ pues casi todas las pa-
redeason antiguas, sin que se advierta alteración nota-
ble en ellas. Bb muy probable que el plan lo formase Pe«
dio Yazqnez, ouya profesión de geómetra , dio sin dnda
motivo 4 que en la cláusula octova del testamento de
Oortés se le llame Jumétrioo , por error de los oopianteSi
en vea Geométrico, como corrije faigiienza, pues por coos*
tandas qne este vio, residía en Méjico en el año de 1528,
y Oortés en la reterida cláusula dice expresamenie , qne
la obra estaba trazada en ia manera en que manda se
concluya. Esta disposición es mu/ bien entendida, por la
üadlidad qne ofrece para el cómodo é independiente ser-
vicio de todas las ofleinas» Las ealas de enfevmería for*
man nn cmoero, renniéndose como punto central en la ea*
pilla, para que los enfermos puedan oir misa con la de-
bida separación. Las habitaciones de capellanes, &oalta-
tivos y enfermeros, independientes entre sí, se comunican
iádlmente con la enfermería , y la iglesia¡8eparada de co-
do, solo tiene por el hospital las entradas precisas para an
servido. Por esto deoia don Oárlos de Sigiienza en la obfa
citada^ que <^ disposición de esta fálnica era nna deiks
V
I
\
— «3 «
MM iaflignes o<m que cíe ennoblecía Méjioo^" lo cual era
MiQ mas cierto en aqnel tiempo que el noestEro^ poes deade
aqiietla época ae han construido tantoa y tau magnifioos
ediftdoB^qoe han hecho decir á nn viajero inglóa que Mé-
jieo es una dodad de palacios. Postoionnente se han hes
cho algauas alteraoiones en la planta primitiva^ y por ser
demaiado fria para los eafcrmos la onadra grande que
oorre ds Oriente á Poniente, se ha destinado á otroe nt^os,
xednciendo las enfsr Aerías al ícente que mira al Oriente.
Ifos materiales que se emplearon en la oonstrucoion fueron
^Montle roetieado en todas las paredes, y piedra dé can-
tttla en lasbioc^taa y demás adornos de arquiteetüra »laa
moteas dalos techos de las salas de enfarmecba^ tanto
n el púo bajo como en el alto, sonjtiennoflas Tigaa de|oedro
de doce y oatoroe' varas de largo, y media en onadso de
Sroeso, qoe jse oortaron en la» lomas de Taoubaya, que
^DtonoBS se llamaba Atlacabuye^ [despnes se d^ Ataen-
l^aya, de donde se formó el actual nombre] qae pertene-
^ al estado y marquesado del Valle. Bn la Gonatraoekm
ie eometíó el error de dejar bajo el piso, porque entonoeá
ao se órela qae hubiese de sufrir tanto ¿L de la.ciudad^ y lo
miaao se observa en todos los edificios antiguos , de que
procede hayan quedado muy bajos y casi inutilizados sus
furtos inferiores , y que en los patios del hospital baya
fiído menester quitar las columnas que habia en los bajos,
<^yas bases estaban soterradas, sustituyendo en su lugar
Bu cuanto á la iglesia, el fundador dejó prevenido en
Ift efánsola octava de su testamento , que se acabase oon-
finrme á la muestra de madera que tenia hecha el mismo
Pedro Yazqueas, de quien se ha hablado arriba , ó según
la traza que diese un escultor mandado por «él mismo con
^cste objeto en el alio de 1547 que fué el de sn muerte-, pe-
ro entre tanto se acabó la obra que tardó mucho , según
Inego veranos , sirvió de iglesia la que fué luego Santa
Aenela j estaba en el local quefahora .ocupan la botica y
ms oftcinaBí bajo la capilla y parte de la sala grande de
la enfermería. Bsta fué probablraiente segunda iglesia de
Kéjioo^ pues debe creerse que antes se estableciera la
parxoqni» que se formó en la plaza, dentro del recinto del
lemplo mayor, que sirvió por mucho tiempo para la ad-
ninistcaoion de los sacramentos , pues aunque el pa**
— u —
die Torqnemada ixreto&deqiie[lapriiiieniJiiéB.Fna«
daoo, y que se edifioó en el lagar en qae estft áhma li
catedral, esto lo oonteadiooa loa dooamoatoa iaoonteibi'
bles de qae haré oso ea otro lagar f no aleado de idagol
modo probable qae Oortte t qae había hedho eetableoé
ima oapiUa i>ara la celebraoion de los divinos ofloioB ea tf
templo de HaitBlopoohÜiy antes de la oonqnista de la eié'
dad) dcrjase á esta por varios años siniglesiai hasta lavi^
niüa de los franoisoanos.
frésame Sigüensa qae el hospital estaro en sa printfv
pió 6 oargo del padre fray Bartolomé de Olmedo. pJMqas ^
Bemal Días del Castillo en el oapítalo 170 de «oaUataMí i
dice, baldando de Oortés, qae ^^estaba siempre enMsdtaiíi^
do en la eiadad de Migico , qae faese may poblada dalÉ*
natoralesmejicaaos,eomo de antes estaba... I» yqnaái^^
la poUaoion de los espafioles taviesen hechas igtoste ,
hospitales, de los oaales caidaba como snperíor y^nMb'
rio el boen padre firay Bartolomé de Olmedo « y IuMbíII'
mismo recojidoen onhosiñtal todos los indios
y los coraba con macha caridad^" y qae esto hosj^tsl '
se el de Jasas, lo confirma por expresarlo asftamT^
padre ftay Francisco Pareja , en el capf talo 15 d^
1? de sa Créniéa de la proTincia de la Merced de
Bspafia. Esta opinión de Sigüensa, apoyada en la
dad qae dta, es moy probable, , paes habiéndose
do el padre Olmedo á estos piadosos ejerciólos
conqaista, es regalar cuidase de preferencia del
qae había f andado Oortós. La caridad y celo de
jemplar religioso, )e granjearon de tal manera el
de todosiy enespedalelamor delosindios, qae
mnrió, dorante el viafe de Oortés A las Híbaeras ,
mismo Beraal Díaz rcapítolo 185^) <<qae la habia!
todo Méjico, y le haoian enterrado con gran
Santiago, y qae los indios habian estado todo el
desde qae marió hasta qae le éntenraron , sin
cada
En segnida habo ana cofiradí% de la cual la notiel^'
hay se deduce del libro en qae el seüor Zomárraga
ba rason de lo qae importaban los diezmos qae
y las cosas, aon las mas monadas, en qae los
Esto libro, qae Sigüeasa dice era ano de los
tes qae iMim estiatab^roUM^eria^ w etíBbbjmj^i
i W I .
— 85 ~
M^elMBiéhMpéididM que mieitra hiftoiüi nacional
láflofiido. Al él 86 Itían Uspíartidas aignientes en el fó-
i»146. «ítem. Cien pesos de oro de Iq^ perfeeta ; flon que
pidioon para^ciurar los pobres ^ol hospital de Nuestra
iton^ j para el oimjano en ela fio deqoinientOBy trein««
teomo parece por la cédula qne di paro los oficiales de
Majestad, á Antonio de Yülaroel y á SoldeviUa, di-
¡Madoe y mayordomos de la ooftadla del diehe ospi-
W Y conseentiyamente. ^^Item, Oinonenta pesos de di-
Ikoeredeleyperftcta; sonqoese dieron para el dicho
UpiMí para enrar los dichos pobres en él aSo dsiqni-
HBtos y treinta y nno, como pareéé por laeédnla qne di
Nn los oficiales de 8a Majestad 6 Jomi de Oáoeres [1],
i^(Qtadoy mayordomo de la dicha eofiradia.'' Sigüenaa
iMs Bc deber omitir la partida sigoiente 9 porqvemani^
iMtilafliaota pontaálidad con que aqi^TeDerabie pre«
Mopieoedía enélórden de sos limosnas, y lá copla del
He 114 del mencionado libro. ^'Item. Otra casiula de
pnHUNX) blaneo 9 con en cenefift romana de oro asentado*
pe es la que se comino de Diego KnfiesE. como dicho es]
"^tté al cspital de Unestra Sefiora, en limosna^ porqne
eiBa dar ciifii pesos al dicho ospital en cada mi aSo^ y
eitealio de treinta^ynno nolehedadomas deeineBenv
y quise dar la dicha casnlla, porreFerenda de Jürnes**
MUnaien xecompensa." Por otra constancia • sacada
tttamo libro folio 117 , se infiere qne cuando llegó el
» Zomárragay á fines de 1528 y se tomaron paramen-*
de la iglesia del hospital para la fundación déla ca-
' pues aquel prelado dice así : *'La sobre dicha alba
foldcmes de damasco blanco , se dio. con la susodiw
oaeuDa al hospital de Nuestra Sefiora , porque dijo
pertiguero, que ha údo sacristán , que una alba
que estaban en la igleria, primero era del dicho
iL" Todos estos pormenores 9 quepareoerían insig-
tes con respecto á otra persona , no pueden leerse
interés y ternura^ viendo por ellos] el empefio que él
''er prébido de la igleste de Méjico tenia por todo lo
lyo al culto que comenzaba á establecerse,^ y por ha-
blen 4 los desralidofli
íné elqv» oompr6 loe níragipe qQ« fe babíaD hecho por Coit^
\tmp!fii qiM Mia ngfrto en iM^bveíaii
finimpB
WB^v
— 66 — •■-^J,
Tal era él estado del b.(Meq»itol omuido talleoiiS doajlpii
nando Oortóa. fin sa teetamento quiso asegurac hi.|d¿MÍ
oion de esta obra pia^ deeiffoaiido paca ella laa fin
todavía le perteneoen > y en la cláusula 10 del
explica que el motivo que habla tenido para haiwi
ínudacioa esa [^•wl reooQooimieato de las gcaoiaB^^
cedes que Dios le habia heolio ea el de^nhrwsjeittj
conquista de la üTueva-fispafia^ é pa» su di
tísfaoeíon de cnalquiraa culpa ó cargo que pudiem^j
viar su conei^oíay de que no se aoocdaba pam
satisfiíoer partículacmente." Ijos sentinueutoa
jttofiíntilameiitegiawdosentonGes en loso<H;a«weB(
daban oxigena estaa obtas ea^ptajtorias, qoen '
en tanto pnifeekio de la humanidad, la cual isn
algunas calamidades pasajecasi disfrutaba gímu
mauentes b6UfiAcio& La flloso&^ ijftelígiosa '
poca, dasiaruyendo ó debilitando estos senl
privado al desgcadado género humano hi
oompenqaciones, y dejando en pié los males <m. ^^,
san, aaaqpie con otros tltuloB. y preteaitesi le ha.
canecer de estos bienes*
Después del faUedmiento del fundador, 1^
cades al hospital aran administrados por el i
de éste^ que cuidaba también de su inversión
tenda de los cuíermosi pero esta independencia de.'i^
jo, unida & la larga ausencia que j>or dispqsicioiLdili
bierno, los descendientes de Cortés tuvieron qo^ '
. la Ifusva-fispafia, fué causa de que se intxo<^€_^
sos que para evitarlos ^^bastara , dice don O&áw
giienza, la asistenda de los esráelentísimoa sefipst
quesee del Talle en esta corte , para mantener ám
nuo en muy alta esfera este hospital magaíflco^sK
so»'' Este mal manejo llegó á tal grado ^ que fiÍ6
que se llegó á deber por medicinae á un tHAicarl»-
Domingo Fernandez de Urr(yolay que ^éUkamto
el pago, no tuvo él hospital con que haisetlo , y
nester vender la hacienda que pot la casa se le
dado en el Talle de Ixtlahuana , partido de Zi
tepec
Para remediar este mal se dispuso administrar el
pital directamente por la casa;, y sujeto por las nm^
reglas y formalidades que ella , quedando al cuidado
67 —
ado f muqaeBado del TftUe,
ónaervftdorde^te. Sin embar-
ate nnevo descaído , no ;a en
nb», sino en la asittencla de
ddad;de remedíarloa faé nna d«4
A ftiegó , para dlecnlp&rae (le
r en los negocios de la casa, no
lee <SrdeneH para qne no lo hw
edita laa facaltndea del jneK
iriminal de todos los pnebtoa
ledebHt apelar alconwjo. A-
uido la mala asistencia de Its
bial, y siendo igualmente mala
a ae dijo "si malo ea Ban Juan
apeno.» Hoy padlera variatse
ambos eatablecimientos en la
le los enfermos.
Btado Martin de Santa Oro», y
OriflMbal de Bibagorda Mo^-
elaigleeia con elmaestro de
^astaSedaj por la cantidad de
Jbligindose & oonclnit el edm-
se eztendid escritora en 26 de
1 escribano Imia de León , y en
año perolbió OastaBeda 2385
I la obra. Esta , sin, emdargo,
, habiendo quedado levanta-
uta lo alto de la comió» y
. la capilla mayor y de lo» eró-
se cubrieron con enladrillado
m las paredes fueron eieciendo
aron parte d© lobeoho, ye»
sa record«il>a, Begtm eete aolor,
niramis. Bn lo cubierto se aio-
«nian & vender Terdorasaia
naba el deapacbo de I» ««> °«
a ser enviados & Aoap J«« d^
oOMRÜín
— 68 —
destinada á la Santa Eaoaela, y no obstont» aerlvÉ»]
da, baja, muy húmeda y lóbiega, era mwfcomí
en eUa se hicieron diversas fondadonea. Desde «i
se oondojo en solemne procesión en 28 de ootnbsi'
4 San Agofltin, el pedazo de la oros qne eoa
qnias se veneran en la iglesia de aqoel oom
solemnidad desenlie el padre Gcjalva ea la
ia provincia del Santísimo Nombre de Jesoa. Ai
iglesia vieja se trasladó desde antes déla&o ds
ao&adia de negros bozales establecida en la
Santo Domingo, de donde se retirá por no «
los negros ladinos que se les agregaron , y en i
de 1C86, faó confirmada por bnln del Papa
concediéndole varias gracias, con cayo motive
sia se contínnójUanandolal^HÁpUia de los
docondiiidalaniieva^ dicha cofradia' qoedé
aquella. La congreigacion de San Pedro se fondAJ
en esta misma iglesia, habiendo reonido en
chiller Pedro Gatíerreas Pisa , en 22 de enero
varios eclesiásticos quienes después de la
deliberación, acordaron dar principio á la i
el mismo dia^ permanecindo en aqnrt local
tenían casa propia. Después de algún
congregación á la capilla de la Soldad, en la
entonces se llamaba *'del recogimiento deJí
Penitencia,'^ ahora convento de Balvanera, y
á la iglesia de la Santísima en donde peri
jeto primitiva de esta institución fué fornuur
deria para los eclesiásticos de fuera y un hi
los enfermos, pero ni una ni otra cosa tuvo
el cabo de ciento y doce aflos, qne realizó
flues el Dr. D. Manuel de Escalante y Mendosaij
de esta Santa iglesia y Abad de aquellacoai
Bl acontecimiento mas importante del
siglo de la conquista íné la llegada de los
viniere áalojarse y comenzaron á ejercer m
el hospital é iglesia vieja. JE2u su tránsito da T
la capital, que hicieron á pié y con la mayor
aunque en medio de los obsequioB y v<
habitantes, se embarcaron on Ajotzingo & diea
la ciudad, para evitat el solemne recibimiento
disponía, liegaiftn al puente de palacio el 2& de
tíempe
V - «* -
^ 1S?2 41» luieve de la noehey^e i^ m traaliidiffmi
|]mpital| «n d^nde les tenia dispiieito alojamieiito el
Jiáie Aitonio Sedefio, enviado piéviamente eon este oIm
MÉ» por «1 padie piOTinoial Pedro Sanchee. Diviilipada al
uJia fiíiciiifiíite la llegada de loe jeeoitas , faé inmenso el
HifttflDiBO de toda oíase de gentes qne oeazrió ¿ ▼erios y
ks, pues babian sido mny deseados y solioitadaoon
«a vwida por el a^untamieato y mnohos partiea-.
lln medio de eite aplanso general, faeron alaeados
todos de una fiebre qne se auibayó á las fatigas de
^[aoioiiy camino, y dorante ella faeron tantos los
os de alimentos qne se les hicieron ^ qne habiendo
«esto el padre provincial qne todo se entiegase al
«idomo del hospital y se gastase en la asistencia de
ttfennoSi oonsiderando á los jCfinitas como á nao de
faeron suficientes las provisiimes de aves y dulces
M recibieron para el gasto de idgnnos meses. Sncom-
A esta enfermedad el padre Frantísco de Basaui de la
e fiunilia de los marqueses de Santa Oruz, que para
noibido en la oompafiia en la humilde ciase de ooadv
Ci había ocultado su nacimiento y nombre , presen-
tóse 4 recibir la ropa con el de i^rana, pero reconocí-
hiego , toé ordenado de sacerdote y empleado en los
e á que su Tirtnd é instrucción le hadan aeree-
; 8a muerte f né el 28 de octubre del mimo áfio de
2 y aunque se dispuso por el proyincial|enterrarle se-
menté eomo'á los demás pobres que mueren en el
el cabildo eelesiástíco, comnnidadee religiosos^
penónaa mas distinguidas de la ciudad é inmensidad
Of aoudieron á la iglesia del mismo hospital y le
roB en ella junto al altar ma^^or, con tanta mas
pa y solemiiidad , cuanto que todo era espontáneo y
o.
ra restablecerse de esta epidemia, los jesuítas se re-
por al gnu tiempo al pueblo de Santa Fó , donde el
íSb obispo de Miehoacan D. Vasco de Qain^fa ha-*
fmdado un hospital, cuya administración , asi como
del }ngar , depandian de aquella mitra. Vueltos
continuaron dedicados á su ministerio en el hos-
de JemWf hasta que don Alonso de Villaseca les dio,
que fradBsencaea propia^ unos corrales con una cho-
de paja qne }e aernan para los carros y recuas que
PiSBBTACIOl'US.'-TOtfO U.-^9
Tentaa Ae sos íMimAs^yiifígotíaickñitMé^w^
IcMláraueloa jemútM & m arnevo loeál «ti lii>]iMifHÍÉi
del día qve Vlllaeeoa les bizo la donadon, y^luiásto |
deresado para la Iglesia del meior modo poBiMwMw j
mas espaoioBOy el ^«oiiidarlo quedó aeombuilu atilii j
gniento «yendo ta&ev ana campana prestoda,
Hamabaa á misa, laqiie se dijo con un eilia de
los modestos ornamentos qne habían serfMo «i
gnoton* Tal faé el pobieiovígén dM co)egljs»Mi
Bma Gsegwio, y éstos los débiles principies
les aquella eéiebre compafiia se elevó en seguida
grandeza y podeVé ^
Lfreotnoideneiade hüber mandado <k>cté^6B
mento fandar un ooavento de monjas al m
qne el hospital, acreditó la especie qne se "
estasmonjasbabiaii de servir para la
enfermos. Sigiieofta no solo demnestra qne es
qne la tiene por desatinada, con cny o motivo diee
cierto qne se podría venir de mny remotos In
hombres ^enfermos on el retiro qoletodenna
religiosas mnjereS) y á monjas sanas en Ui>
enfermerías de hombres.^' fiigiienea ignoraba^
rnidosa de qne cnando esto eseribia, el ceto
San Tícente de Panl y los virtudes ejemplanea
las, hablan realizado ya en FraneiA lo.qneéL
absnrdo. i
Habían corrido ya m^s de ciento ^Mreíata
el hoq»ital tuviese otra iglesia qne la'dicha ^
dronnstáncias accidentales vintenron á
conclusión .de la que ahora existe. Hnbo en
diados del siglo XVIE un hombre ex
aotividady su celo, y por< el inflojo qne su virtad
le hablan hecho adquirir: este fué el Bachiller
Oalderon Benavides, que nació en esta capital
de junio de 1630. Habiendo perdido á su padr^
prana e4ad de nueve años, quedó su matm oosi
co hijos menores , sin mas fortuna que una ~
algonos htttos en qne giraba su marido. Bl j&
Umio, no obstante sus cortos afios, supo
gociadon de manera, que no solo sustentó
te á su madre y hermanos, sino que á todos loa^
ció, dotando á dos de sus hermanas para que
— 71 —
taew Bl onldada delftinifffev-
OHMtiadio», y «xáeaadfide
r u^is msltíplieac^ tunpo,
le íC!i«reiaioa 'piadosM á qw
'ctamw7'de los liMpitaltM,
» 80 le «msDltsbui. Poe sa
«aa limoflDM, ^^ae'en oqael
y K entregftbóa & «ate hem-
istribayeae eatie loa neoeai-
oáso padre r-ftiBparo. Ba-
tmchas obtM píu ; faé el
gKgwáaa del oratorio 4e S.
unea fotmó en la igleita del
' donde tnvo aa (»ÍBcípi0, <|e
«t'lustft qne tuvo cae» pro-
lya iglesi» gastó el bachiller
t pesDa., Hb' tlales-^taoioioa
gne vivió , hasta en maerte
dio'de IMS y aeeDterró en et
k terona ótdeq de San Fian-
■B' triboia fc los Muitos.
laOoKna, qae gobearoaba «I
He el alo de 1663. nombró al
mayav dri hospital, de cuyo
1« mayo de agnel aSs, 6 íd»
ver los efectos d« tan acerto-
BH>a ates^doa oonefiespia y
lado Bo solo del alivio de aos
tBUjJtna deans oostambtes,
aa ae dirigió- 6 eouoinir la
}B ella se oibatase * Dios el
8' tiempo fidteeib Fetxonila
L BB oratorio tenia ona imá-
Naxareno, la i^aB en sa t«S'>
entre cinco iglesias goe de^
i aqnella áqniea la'saerte £»
aba la del ho^ñtal de la Fa-
le tooó la aserte por tres ve-
La Imagen faé ooQdacidaen
a antigaa, onyo acto está re-
vicijo qne exiBte an el hoapi'
Ktmnpa qne se hia poesto en
— 72 —
Mte ^nMrtftOimb Eáél se yéa ios trinque te iwVii.fi
acpiella épooa , en qae ya Be empesibAn á iattotffiilry
la gmte priaoi(ial las modas finuioesas do la oórto ddJUMkiH
XIT que hioiecon olvidar el aatígoo traje flameiiea^ j||«
nota tambiea el gcan número de beatos qaeliabtai y
to se ooQservaban todavía los antiguos atavíos
nos. Por él mismo se oonfirma lo qoe se ha dieho 4eÍM||^-
do en que se hallaba la iglesia aotoal y todo él nlpMN -
del hospital ^«^
El celo y rriadones del nuevo capellán, y ]avM|É||í.-
cion á la imagen de Jesús ITazaceno, hicieron abwidjBBfc"
limosna^ que ayudando & los fondos del hospitri PMM|
donaron que en breve se terminase la iglesia^ 6 lí^<4p|p«
y al hospital mismo tf uso oomnnhiso cambiar d~ -^^*^^
bre, conociéndose desde entonóos con el de Jent»
Por efooto del progreso que todo habla tenido
conquista^ las rentae de las Ancas del hospital^ qua
do Gortés se las cedió eran cuatro mil ducados
[dos mil doscientos pesos] hablan subido en él
que Sigiieaza escribió^ á once mil y doadentoa
mismo autor nos ha transmitido la planta ^
que él establecimiento tenia á mediados
|)stos ^an tres capellanes^ un aáminlstiacbyv de
interior ly económico, un médicoi tm cirujano ,. un
rOf un enfermero mayor, enfermena « cocinera , tres i
que por tumos venmn de Ousfoacan ó cuidar 4e latíiN
pieza, y ocho esclayos hombres y mujeres para asistír
todo el servicio doméstico. La botica estaba con
por quinientos pesos anuales, suma qnn por si sola
fiesta la clase de medicamentos que eotoucet» seutialia
la medicina^ que eran casi todos cocimientos de ^er'
otros simples : hoy, con los adelantos de esta ciencia y
la fiurmáoia, el gasto anual de botica, & pesar de
propia el hospital, no baja de una suma dé seis veosa
yor que aquella. Aquel escritor hace subir el námeist
enfermos que se recibían al afio, por un término
sacado¡del reconocimiento que hizo de los libros de
das, á cuatrocientos, y recomendando la eficacia cea
se les asistía, da pw prueba de ello el corto námepp
los que morían, y aOade : <<Ijosque se libran de este
ce, son cafljl todos, y todt» aimque se alarguen á elogiir
m. n. nlad en el 1im<-
Sdlora, d»I patronato
il Tallfl, con todo, mfl
8 en an alabanza, por^
b-vaa donde alti tulato
In su oítodo opúaoolo
sooedidoe en laa enfiar-
BU verse en laa miamaa
, en «1 Itíno'arto \ÜU>:
y en otras obras y do^
tto han ooDtínoado ad-
atronoa los exoelentt'- -*
a, con absoluta tnde^
omentos qne ^an teni-^
Á ido badendo en el
irea habrían sido ai no
gravea , por la ooopa-
ma La primera faéeñ
el levontomiento glo-
f pnes oon motivo de
idie del actnal, en Pa-
mio trono ocnpA Joa^
lesptt^ ane Joflé, her*"
la regeiJcia de Cádiz
¡ qienoionado daqae, y
rq, nbimido «I M
MaSiM,i]M>o M badán psdl-
apo IM> lii bik BJfo da Utña, J
luio iMoar i«nlmi «i npede,
>*TBMlar d«l Mado j iMÍn)*>-
iz de HftnW HuUt pwa raai-
> en büMA de aoxUioe pus )a
) «1 aisobiipo *inj ImmióMi
lt por fmana wm lo qno hib*
ik d« 1» nroloaira de Eipafi»,
LnéricMT loa nwnttoMe <k-
I penhunkree eefblxtdoit
i, enanta aptre ellog al da ooho
lolentoB mil peeoí) iine di6D.
aro %) Bata amr, uridoRMf
fina , re^oaCdA b qna dMik
IMorfkdoiai analan tañer an
'Aúlatrt" "Ules oomo le «•-
enu 4a CtitoalU, qiib6ia
• \l .'("rí
ánnqaepatia'l^^ tocaba estaórdea á loierdel-]
86 saofbioii 8^ (^mbargo de sn caja '45^331 ^píMtflfU
granos gaj^ se habiaii ido renniendo para rwbbjlf 'tímVP
pesos gii6 se de]t)ian at juzgado de eapellatf a^y por \Mtt
cantidad gue se tomó 4 r/Sdítos para la ooiuifenféQÍ<ffÍe
la^ casas nuevas 4^1 EmpedradiDo; oKon1(( cual no t/0^
siguió el pe^^ioio' de p^d^ aquella fauma*. if^ ad Íi0i
leopnocidia entre los créditos anteriores á 1a in^Bpfsmfí^^
cia, sino t^publen él d0 haber sido t>reci8p yeiií
sas de laslmejorespara pagar dícbó Capital iiljjd
exigid se 4^ rediinuese á consecuencia de la . nue
oipn 4e esk>s bienéd verificada en el átto de IdSSi
fu^roi^ apJlGados á |a instrucción pública , coya"
habido p^ado los Créditos mientraÍB é^vp tfS
deslio?, cuando se devolvieron al hospitalj fM
gp^v6ip^n|4ñed^do^le debiendo una siim^' ""
por lo guf^ ae ellos percibió la citada jnttt^ ^
mandada Pj^ga^y con resarcimiento dé a^ttiíi; |ii(»^
creto d^l coñgrelsid general, no se ha satisiRdGli^
Las dos éstauipas primeras représeniaui ev
bo8pi^ry(OOinoaotualBlénte existe V^^^^te^l
gú^fSélián^^líó en lachada y patio^y-Hi
aO^ mjaypt jpónstrtddQ pocos afios baée; S '^
baqe majéáfbiQSQ, nó óbsteiÍLte aigbáoi^ de
decoraciones arguiteotónicasl Ouá&O' grandes
dómpuestas sostiendr un entablaiáentb con í
circular, idejando. un espacioso nicho en gue ae
locada la imagen de bulto, de la Tírgto María «^
Ti6 San #uan en el Apocalipsis* M dnadi» ^piá V
bk enjía caj^la de, la enfermeríai gue represeiit»^.
ma^SeQora,pintux»muy antigua entabla y de.
métito, probablemente estaba en la igleiáa'vi^
misma es dé creer viene del tiempo' de la fte»
hospltaL Para adorno de este altar hay úb as
pleto de blandones, ciriales , candeletos ^ ramil
leS) y todo lo demáa necesiftrio , dé broncédaí'
lente ejeqotiioni é igualmente tiene la iglesia
' premio de qa9 no bosíoto ia reBiftenoiA, hista el punto de HeMr i^
ro le oepaee eon la faena armada, BI Yirey eonde é». Vcnadite^ j
^ato de Apodaoa, .que con eeonomiü ▼ honradeieiipo «nooiitm <-*-
'- ya todo emhaae le Acabé la guevrli4e 1918, fiagá algottai itUBMt
este eiédíto.
:^:tr*'
i^w^
-75 —
le ricaa telas para d deooro
OH un cnxioBo artésonaáo/de
Betones, .se conserra nna me-
in de oedro, úoica en esta ca-
) dimensionea , pues tiene 2^
tro, por conaigolente 7 varaa'
ifk, y tres pnlgadaa de gpxe.
lietia, aet oomo toda la igle-
raiou, en loa aQos de 18:(5 y
Al se lestitajó á en anlizno
también el órgano , cancel y.
t lo qne lia contribuido á gne
lias en qup el caito ae hace
ente veinte camaá para luiros
injeies, y por las medldasgnA
flito de las rentas , antes de
stentados cien enférmoe, y lo
íbiese alguna cosa en cuenta
» que el gobierno anpremo
lia asiatenda de los etifer-
ada , qae aea por la claaO de
n, Beaporla|de jos alimentas,
:M mejor atendidp en sa. ca-
nda» unas de otraa por tábi>
con cortinas corredizas, y en
irro con boen oolohóu y ropa
reenenoia, asi como la ropa de
os, y est^ además pioTíataa
ara la comodidad del mismo
médica hay nn profeeor, dl-
in practicante mayor t on en.
¡cantes que se turnan en |^ar-
n los enfermos de auxilio in<
ipentiao. Ka se tiene menos
^iosa , difliéudose misa en las
e fiesta , admüiietrando loa
padre capellán pláticas doo-
otras práotíoaa piadOeaé qae
. el cuidado inmediato de los
, lavado de ropa y demás co-
fim^.
— 76 —
gas precisas, hay di número de airvieiÉiteB de'amtioi MM
que flon neoesarioeu La botica estaba antes por <Mm%
tomándose los medicamentos con las oondidoma #ní^
nidas con los contratistasi pero entre las mejoiw «Mf^
ha ido haciendo en los últimos afios, una haeite <f df^
blecimiento de ana botica por cuenta del hcfspfla^^
está abierta también al público y que por la lnte^|Mli ..
y eficacia con qne está servida , es nna de las nufmliii
esta capital. El señor Prescott extraña qne oditi» ]r*^^
snele snceder én los establecimientos de esta dlas9 $
hospital no solo se haya conservado^ sino que bui
se hayan administrado con integridad y h^yaa '
continno aumento. Esto ec dede al excelente
tableddo para el reamen de la casa del estadi
qnesado del Yalle de Oajaca, qne gi bien cnasabá
lentitud en todas ]m operaciones administrafiva»
contabilidad, por la formalidades á qne todas
sñjetaSi también se evitaba por ellas cai&i todo
abnso.
Tal es la historia del hospital de la PnrfsiBia
don de Nuestra Señora, fondado en Méjico por ^km!
nanda Cortés. Becorramos ahora brevemente la daf
milia del mismo^ recogiendo las notieias qne q^
las ramas ilegítimas!| y terminando esta die<
la série^cronológica de sos cf^^^^^^^^^^ ^^8^ ^
ta la época pre&ente.
En la 5* disertadon [folio 48] quedó dicho
ron los hijos que tuvo don Femando, y no habit
agregar acerca de sus hijas , solo tendremos que
de don Martin^ su sucesor en el título y estado,
hiendo transijido por medio de sus totoreSi las
que se susdtaron con sumadre, la marquesa|Tmd%
paño al rey Felipe II en la campaña de Fla&des
á la batalla de San Quintín , y siguió al mittÉb
á Inglaterra, á donde fué á casarse con la teína'
De vuelta á España don Martín, contrajo mi
con su sobrina^ doña Ana Kamirez de AjeIIan<
dejar arralados todos sus negocios] y venir á
en Méjico, vendió al rey su casa prindpal , que ^
el palacio del gobierno, con toda la cuadra qne d
de la oasa dejmoneda, los cnartdes y demás ofldAí
escritura se extendió en Madrid en 29 de enero 4éí
a) Uceuuia iiac» sogregar
B«r ooa mu preoioB us do-
bligadoD oeooiutatayó en
adro, Hiendo tamUen oant
BOoaparLiln las otea» oaaas
kban entonoea los oidorea,
ODOCiJo pnr oasaa del Ed-
itepio. Entretanto, 86 Ben-<
iesiiKi <letavo (i su padre
toa TABalloa qne se le cou^
qae cada casa y tamo 8e
Ldenado donMattiaá de-
i exoediao de los veinte y
rador ü&eIos Y, y á pagar
cibiilo de los qoe de este
este fáilo habría quedado
rey Felipa II por aa oédn-
lembre de 156:í , le eximió
I ooDñrmó la merced hecha
u> de naevo sin testtiocdon,
del marqneeado todoe loa
ne £aeflen, de las veinte y
Bonqtteadla [i].
u Boette 86 trasladó don
en el misnto aSo áel5C2,
rimnjénito , y llegó á esta
le VeloscOf primero de es-
te sos riquezas y autoridad
■nido al, zecoerdo tan i&-
sospechoso al gobierno y
le loa que se hallabaa des-
■s que Bo^habiau heoho en
spoBÍciones vinieron ó. ma-
■audue Üeatas que se hicie-a
9 gemelos que dio á Inz la
gran Bolemndad el día 30
loa convites fué ocasión de
ne la imprudencia llegase
i»»f b« dUho, entimdoqn» la gra-
poreito ognundo ;■ cu« allí, i«'
parnr la txpediDÍua ,dtl tUaVo.
lIOtrBB.—TOH IL— 10
n
~?8-
ka«ta e\ panf^) de poner al marQnéa^fi Ia.cabexa una tei
de oro, como Bí faera uua ooroa, j andando mas él Um^
po se denandd á la andieneia, que gobernaba ptmmÍKlí-
te del yirey Velasoo , qne tjoáo estaba dispmeiilk ÍMfti
eoharse sobre aqnel coarpo y todas las antoritteiWwlll
de San Hipólito, aproveehaudo la oportmiidad úfír]
se rennidas en la ceremonia del paseo del pendM^I^W
diencia entonces, con medidaH fbntelosas , procefla t^^
pilsian del marqués , la caai se verificó el 16 deJWffjjt
aquel mismo aüo, y sin duda don Martin se cpey<*'" " ""'^
to en aqnel lance á madores rie^g^os , pues en
mentó dejó mandado qne cada afio en aquella
hiciese una solemne fnncioii con vísperas, misa s
con conmemoración de San Bnenaventnra ,
mer á treinta y tres pobres de la cárcel y nn» 11
diez ducados i>ara sacar nn prf«o qne estnvieaft
por aquella cantidad , y ec>To dispone se haga
qaede perpetua memoria i de la merced que
ñor le nizo en este día.
La relación mas circunstanciada de esta 001
cual faé su¡| origen y tendencia^ tendrá su iQgai]
se trate en otra disertación del gobierno dé loa
vlreyes : ahora me limito á lo que toca peraonf '
marqués del Valle. Al mismo tiemno qne este, i
sos sus hermanos don Martin y doirLulay todoa^
gos, de los cuales hizo la audiencia cortar la
demora á los dos hermanos Avflas, y hubíera^i
misma pena don Luis Oortés, si no lo hubiera
la oportuna llegada del vir^ marqués de IMcevj
desde Puebla mandó suspender todo pi
persuadido que^asnn tos de esa natmmleza ae
tar con prudencia, en las circunstancias ditMlea
gobierno se encontraba, mas bren que llevarloa
de lusücia. despachó A Bsphfla si marqués con A
bajo su palabra de honor , quedando al euldado
los dos gemelos , cuyo nacimiento dio logarla
cándalo. Los oidoresi viendo desairadas sus pi
inibrmarón & la corte contra el virey , é hldeiott
las cartas que este escribía instruyendo: de la
IcM sucesos , con lo cual fné removido y en su It
uaa comisión de tres letrados , Jarava , Mafias y
de los cuales los dos primeros eran del oons^^
.r*^-'
^ 79 ~
diM [!]• ^ dehíeado el marqués aatigao tener el goMer'
B0| reea JÓ en el lieenoiado Alonso Mafloz^ por haber
muerto en hi navegación Jarava. Moftoz, laego <|ae entró
i fjeroer la andienoia saperior , mandó segnir las causas
pendientes y condenó á la pena capital á varios indi vi"
diHMty é luso dar tormento 4 don Martin Oortés, hermano
del marqnési que qnedó con sas poderes administrando
SQ estado. Bl marqnéfi y don Lnis debieron la vida á sn
piontamarohay pnes se hablan embarcado en la misma
flota en que vina el marqués de Falces , pero sus bienesi
qflelaaadienoia liabia querido embargar desde antes de
sasaiid%loqaeelvirey impidió, fueron secuestrados el
dia 10 de noviembre de 1567 por el alguacil major don
Ctoasalo BoaquUla de Peñalosa. En Bspe^a fué absuelto
ttaasquée, imponiéndole una multa de cincuenta mil
dnoades^ j obUgándol^ 4 exhibir otros cien mil en calidad
da préstamo para las urgencias de la cotona, con cuyos
gcavAmenas se alzó en el a&o de 1574, el secuestro de sus
hifilML qs0 snfciacon muúho mientras duró, habiéndose
acabado los plantíos de moreras y menoscabado mucho
todos los demás ramos de espoQulacíoo. Durante el se»*
enaste» se dio orden para que se contiuase, por los oficia^
lasrealeB^ el pago de las pensiones de la marquesa doña
; Juana de Záfiiga y de su bermaoo fray Antonio , y cuan-
fdo Ibs Wenes se devolvieron ¿ don Martin, faé piivándole
déla autoridad civil y criminal en los pueblos del mar-
qiesado^ en cuyo ejercicio quedaron por ^oitonces las jus^
tieias ONUniurias.
Habiendo muerto en Sevilla la marquesa dofia Ana de
Asellano, que fué sepultada en el monasterio do la ma-
dre de Dios de aquella ciudad , don Martin contrajo se-
gandas nupcias con doüa Magdalena de Guzman , de
fuieu no tuvo sucesión. De su primera ' esposa le queda-
ion tres hijosV don Fernando, don Gerónimo y don Pe^
dro^y tres hijasi eátre quienes distribuyó sus bienes por
su testamento. otorgado ^ Madrid el 11 de agoetode
' {V] 6a loe ptoce998 c[T|e formaron Hafioz y Carrillo contra loi tcnsadoa de
he^tmñtmioo^ se Im uaitt« aienprd, **lo8 M&oras consejeros eom-siooAdr.H.
||||A»nbar¿:9y «n UUsla «ae i9$^ barrera da los oonsejaros qds h«bi« habido
f«iel 001146)0 do IndUs, desde la creacloa de este cuerpo haet^ Jyk pubhcaoiou
a» 1ti$ PódUUii 8010 9píU^ Jaráva 7 Mat^oi, pofo ao w U^Ua;^! noabro d^ Q^x^
1IÍ89, bajo el oaal falleció el
TiM flU^aalos de eate sa vé ^
jerar en cuanto pndo faé doD
el qae quedaba (X)a menos n
marquesa doSa Juana de IZ&
cho Dua doaaoiou oooBÍderat
Gerónimo, pues, manda qae '
que habieae en Ba|oa1>alleriza
lorado qne estaba en ea reoá
ooMlete* <]ae «otaban en Sev
mas que hubiese en ea casa s
vas " y áD. Pedro,, que babii
le deja'todoB sos eeoñtorioB :
de pooo Tolor de su nao pen
pa^hát^doaGetóDimo i
aoa> de loa oaales doa Fema
que entzaioii moiuas, le oed
libres en loe qae Tino á ser e
oBtoano parece gneeian de{
táadose él xealizarloB pcnr lo
se Boseitatim, m maudiS por
de 1593, dirigida al yin^ de
plimlento de una requisltotit
negocio, se le diesen en enea
derle trea mil ducados para
y mil quioiontoa el primer ai
Boa Fernando , ILÍ marqu
Mencia de la Oerda y Bobat
fanta dmia Isabel, por cuyo
lisdiooion civil y criminal de
josticáa se administró deedee
ó t«nient«a que nombraba el
ocurría al jaez ooaserrador,
la audiencia de M^jioo , j de
liero como este áltimo ocnra
eia lento y embacasoso se ea
tencias ae ejecutasen oon ap:
Falleció don Femando á pt
le eiíRÍó nn santnoao sepnli
del convento de mereedatioe
tronos él nUsmo y su esposa
«UbftB pttMtH dü COdUiHI
^ -81-
lado de la EpÍ8tola..en la capilla mayor (1). Ooaiido yo
lM TÍ, la iglesia habia sido despojada por las tropas fran-
cesas, 7 éstas estatuas estatúan mutiladas de mauos y
eabms: después entiendo que la iglesia y convento
han sido derribados para coastrnir en su lugar otros
edificios.
No dl^ sucesión don Femando , y habiendo fallecido
stn eBa don Gerónimo , el marquesado del Valle pasó al
terottr hétínado, don Pedro. Este hizo sus estucos en
Oeaffa^ y desempeñaba á la sazón el empleó dé fiscal del
consejo' dé órdenes^ siendo caballero profeso de; la de San*
tiag^i por cuya drconstanoia habia hecho los votos que
bs estatutos de esta requerían ; pero obtenida bula dé
dispéltkBfliii con el objeto de asegurar la sucesión del mar %
qfttméé^ CMtnkjo mátrnnonio conlaséfiorajldotta AuaPa
ohe($d' déjtaOerdaj hermana conde deMoutalvan. jUa
anteri&tf éSpíAéín ^teba de tal manera cótisoUdadd en
Améttefli en el siglo ^;T£l que no tenia ya que temer J^r
tttngii^ iéHojo persohsO. cion lo que don Pedro pudo ve<i
nir á IM^fxso sin'Contraaiocion á ocuparse de restablecer
•a ea^ que habia sufrido grandes menoscabos, y una de
larmeAnairqijte p^ra ello tomó, fué dar en enflteusis to>
das láe*tierraa qué no -podía cultivar , que es ^ origen de
maébmáe IO0 censos que la casa tiene* En d^ Pedro se
ejctingnió la línea maítculina de Ctortés , pues falleció en
esea ofndad el 30de eneio de 1629 sin dejar snoesion le^
gftímá, aunqtte tuvo una hija natural, llamada doña Isa»
bel, que entró teligiosa en el convento de Jesús María, en
él que profesó con el nombre de la madre Isabel de San
PecbKK' Algunos aíLos úespues , faltándole á esta señora
reGarso para Sb mas cómoda subsistencia , ocurrió al vi*
rey , marqués de Oaderéita ^ pidiéndole se los mandase
dar de la casa, pero no habiendo quedado bienes ningu-
nos de su padre , el virey dispuso se le ministrasen seis
reales diarios de las rentas del hoi^pital de Jesús , **para
que pneda echar, dice el decreto , una gallina en su pn^
lia fdta de sucesión de don Pedro , hizo pasar él mar^
qnwado det Yalle á su sobrina dofia Estefanía], casada
— 86 -
Descendencia de don Fernando Cortes primer marqués Sel
. Valle de Oajaca fíj. .
DoQ Fernando ó Hernán Oortés y Monioy ^ conquiata^
dor, gobernador y capitaa general de Méjico, I Marqnte
del Valle de Oajaca, casado en segundas nupcias con do^
ña Jaaua Kamirez de Areliano y ZáHiga, hija de don
O&rlos B^mirez de A^rellano , II Oonde de Agailar f y de
do&a Jaana da Zdñiga, hija del conde de Bañares, prl-
mogéuito dodon AlvarodeZiiüigay I Daqne de Béjar
(2). Murió el dia 3 ite diciembre de 1547 y le sucedió su
hijo
I.
■
D, Martin Cortés Kamirez de ArellanOi U Marqués del
Yalleí cadado en primeras nupcias con sn sobrina D^ AxOk
Bamlrez de Arellano^ y en segundas con dofia Magdale*
na de Gozman. Falleció en Madrid el dif^ 13 de agosto da
1589« Fueron sus h jos del primer matrimonio
IL
•
X. — D. Fernando Oortés Ramírez de Arellano, III Mar-
qués del Valle, casado con doña Mencía Fernandes de
Cabrera y Mendoza, hija do don Pedro Fernandez Oa-
brera y Bobadillay II Conde de Chinchón, y de dplia Ma-
ría de Mendoza y de la Cerda, hermana del Príncipe de
Melito. Tuvo don Fernan<}o nn hijo que murió niflo. Fa^
IT^ió en Madrid á principios del año do 1G02. Snoedióle
su hermano.
2. — D. Pedro Cortés Bamirez de Arellano, IV Marqués
del Valie^ casado con doña Ana Pacheco de la Gerda,
hermana del II Conde de Moltalban. Murió en Méjicací
(\} Bita ^nealogía de los mar^aesea del Valln de Oajaoa ha silo pfiib3«a«
da por ClaTJjero, y ahora se haa heoho las reotiflcacloxies j adiotonea qq» ra-
Boítan de loe doonmentos existentes ea el archivo de la oasa.
(2) 4iiibiB familia* proceden de sangre real £1 título de eonde da Agaife
de Inestríllaa faé oreado por¡los feyes católicos el año de 1476 y el prisMio q« f
lo obtuvo foé don AiOQBo Bamirez de Arellano, señor de losOamaroa 1^ ^
niiimos soberanos orearon el de daqne de Béjar en 1485 eníáTorde doniíj -
varo dp Zúñtga A Antonio de Nebnia, Mosen, Diego de Valora y don Jote 1^ >
llioer hrn esorito lacrónioA y genealogÍA deeata-iluetre^oAsa,
^ ~ 87 —
30 de enero de 1629 , ein hijoa • y le sucedió sa hermaw
iia[lj
3«— Doña Juana OortéB Bainircz do Arellauo, T Mar^
quesa del Talle» oasada con don Pedro Carrillo de Men^
dozá, IX Oonde de Priego, asiHtoDfe » 3' oapi4au general
de SeviUai y mayordomo mayor do la Beina doña Mar>.
garita de Austria. Falleció en 1628. Fué su hija
III.
Doña Estefanía Carrillo de Mendoza y Cortés, YI Mar*
qués del Talle, oasada con don Diego de Aragón, [2] IT
Duque de Terranova^ Príncipe de Üacrtel Yetrano , y del
8- B. I. Marqués de Avola, y de la Fávara , condestable
y almirante de Sicilia, comendador de Tillafrancá, rirey
de Oerdeña, caballero del insigne brden del Toisón de
Oro. Esta señora murió en 1635. Fué su hija úuioa,
lY.
Doña Juana de Aragón, Carrillo de Mendoza y Oortéd,
Y Duquesa de Terranova y TU Marquesa del TalICi ca^
marera mayor de la Beina doña Luisa de Orleans, y des^
pues de la Beina doña Mariana de Austria, casada con
don Heotor Piñateli, Y Duque de Moteleone, [3] príncipe
de Koya, marqués de Cerchiara, conde de Boieio , virey
de Oatiduña, grande de España etc. Muri6 la señora do-
ña Juana en 1653^ y fué su hijo único •
T.
D. Andrés Fabricio Piñateli de Aragón , Carrillo de
[1] DoiSa Jaaxut Cortés murió antes que mi hermano don Pedro 7 por lo
Biíftiao no le pn^o saoeder ei el marqasado, conttadose eu U séri* g«iiea1cgi .
c%f porqie por rapresentacion de dicha ieúora hered4Ba hija doña Katefuita,
y por eatoan iodos los dacamentos de U casa sa vé , qae latgo qne don Pedfu
mori^ pasaron sns datados á la señora daqaesa de Terranova , qae Jvai ésta
dofta'Cstefaniai
(!¿) El apellido de Aragón , da ios duqneada Tdrranova , prOYÍenen ^e los
Oatalnñj^ gobernada! de Milán 7 obtavo las primeras condecoraeitses del
reino*
(3) Bltftnlo de daqne de Moatelaone faé oreado por los re7ea. católicoe el
Anmexo qae lotnvo faé don Héctor Viú<4te i, oonie de Barel, vire/ 7 espitan
naval d#l reino de Biellia. C^los Borello, napoUtuioj ha esciito la hiiboria
) asi» casa^
—.88 —
Jtltticbzay €orté3« YI Paqae á^MoxifydifíOVi» ^ yi VBV!?
de Terran({va, YIII Marqués del Talle , grande de,tc^'
Sa/ gran camarleDgo ddHá^Qle9^_ oaJU^Uero. d^iTo^
de DrOf^iai cOsacfo 6ou dofia Toresa PIiMnt<d ; Beiñfvi-
des^ hija, dq dou Antonio Alfont^.o.Bimi^ntel de Q^fion^
XI Cwde dé Benaveüte^ de Lmla. i d^ JÍajorga , . g^s^
de EspaQa^etc.; y idoQa Isabel EratiQciéoa; 49 Benavid^,
III Marquesa do Javalquínto, y de YiHareal. Falleció en
1691. Fué 8U hija
■ ' - * ' - * J- ..♦..-.'. - * i t7r- •' ■ * » - • ---J > J.-»:i —::. ♦•
''^ ■•-' -.-...- .¿-.^^ ■• .« '.-.^^ _ii."*l.i. *«.
' '. poda Jaana'HUate^i de. AfagenrPiBMifttéi C^i^e «le
Mendoza y Coxtóét "VÍX Pdíinésa de:M<)P^eeaei y li Sq-
qtieBade.7errtfnor»y I^ 2i»gne8ai(^^'T^íevrCi«D^
' Bflpañi^ jbt^j ^nj^ 5l» : don> ]NiO(dár -"Fjüateli] ^e «loi
príaeipes deNoyaiy <3heiohiarai piteeipe' de -&B.L Ti-
re de y Cerdefia, y de Bicila, caballero del Toisón de Oro,
eto«, (1) Falleció en 1725. Fáé su hijo
l--_. .r,,^ ^^. ,
-'DonDtégo PiS^teli de^^Ar^^em ;éto>«>T^III-I><i4üe*de
Moiteleane, y ile'Terríknova,;í^.|íaj?qué9 ¿at >T^l«|f[raa
admirante y condestable de fiieiHa,; grande- 4e^'E4P4lla,
etc., oasacb Qon. ^oüa Margarita* Hflateli f -df loa ctoquB
de Beliosgaardo. ]^aci6 éi^ el a&9 de ^cn. Fue «u faije.
yin.
Dr Andrés ^E^abrlcid PlSateU de Aragón, IX. Duque de
' j>.o^ó fadliereterordel imitqaesada del Vslle/y.ile l«b dboados-deT^inMn
y lÍLoi'it^eoiai. 2 D.'Fefáamo'eisó con doñvLntsreda ;Pirr%telf ,- -pritiÑiite
t<re griuída de EsnKfía, eta £mb8J:td(ftLde^ tSspañs'^/» m-Mmerd^ InglderT», f
Vraaoiat y prdfetd^ute del consejo de ordene», óljú h}y}'ám¿ Imn ««eéeoii ■
ral de loa ejóroitOB franeeasa. 4. D. Fabrieio ctsó eon doña ViiyiiúwI^ñittBtl
hermana de la princaaa do StrongolUcnyo hijo P. Ifigacl ,ñié mejunoéi deEt'-
lldéy Ottfegoattd. 5: Doña Roe» cáió^fMfr-'el ptlnéipedeSeiJen} ft^lDi^iia IN^
ria*íeré8aeottelm«Tqtiég'de W^tetlo sefier^befatmo** 7.*IHSiá Betetefoc*
I pria€ipe de Bisiñaa?* 8. PoSn CatAün» oon el conde de A " rt iTW»- *
— 89 —
lonteleone, y de T^rranova, XI Marqnés del valle, gran-
de de Espafifi^ etc., casado oob dofia Constanza Médici,
de los príooipes Je Ortajano. Murió en 1765. Faé sn h^o
IX.
D. fiector María Pifiateli de Aragón, etc. , X Uaque
de Monteleone y Terranova , XII Marqués del Fale de
0&j9ea, Tiria cuando Olt^T^ero escribió su historial y
cm6 su Kápoles con dofia IS. Piocolomini de los duques
Amala [1]. Murió en ISOO, y le sucedió su hijo
X.
0
D. Diego María Pifiateli de Aragón etc. X[ Duque de
Bonteleoue y Terranovaí XIIC Marqués del Falle, casó
eoñ lasefiora dofia María del Oármen Oaracdolo y murió
él 14 de enero de 1818. Tuvo por sucesor á su hijo se^
gtmdo
X.
D. José Pifiateli de Aragón actual duque de Terranova
■(rntetoonoi casada con la sefiora dofia Blanca Lucchesi*
^Jl) Fué él que hiso la canon de 3i xb\\ j mas peaos «n fayor del hospital de
pi*QS7no dan Diego eoino por error da pluma 89 dijo en elfóUo83k
SÉPTIMA ; DISERTACIÓN.
Bitabieclinieiito y propagación do la roUflos
cristiana on la NuoTa-tfipaAa.
, La propagación de la religión cristiana habia sido el
pEíandíe objeto de la conqniBta : con este fin se conoedió
f! la Silla apostólica el dominio temporal de la Amérix
& los reyes de Oastill%como se liabia concedido antea
' los de Portugal el de todo lo descabierto por sns nave-*
tes ea la inmensa extensión de las coatas de A frica y
las prevenciones contiguas de los monarcas espa-
y las proTidencias del consejo de IndiaS| todas se
á procurar la instrucción de los indios en la té
Ittiioa y á extirpar el antiguo culto idolátrico. La con -
taista se consideró como medio indispensable para con-*
Ignir este objeto I y los repartimientos se estableeieroa
Ira que teniendo cada español encomendero un cierto-
imero de neófitos á su cuidado, los doctrinase y ensefia-
^.lúB principios del cristianismo: pero estos medios alba-
{iban demasiado los intereses mundanos para que deja-
I de abosarse de ellos, y adoptado para eldescnbri«
lento y conquistas del nuevo continente el sistema de
Ipreaas partíoularesi el medio vino á ser el obJetOi y los
Inreses de la religión se pospusieron casi siempre á los
la ambidon y codicia de los touquistadores. Los en«i
vonmuduroH, ep vez do ociip
aa de lo8 naturales Qae lea 1:
taron mas qoe de aproveob:
grangerlas y negocüudonoa
aer el moüTO de la deatrooc
tes de las Islas Antillaa, en.
las oaoecias de bombres qpi
dem&a pantOB del oontinent
Katoa oraeles abusos, estos
dad oomet^^s ^ ^ilb|^U
lo de los hombres veluáden
doB de los priQoipíoa del cr
uDoa actos de violencia qae
.esfuerzo y heroica oonstanc
los opresores, é Moieron lleí
loa deasT^'^ofi oprimidos.
en tan noblftbwlMhJM^P
teainos y de fray Pedro de
Sto. Domingo, fulminaron t
lie la religión contra loa abi
t^iliítai^Ni'mbBiétb'de'n
ICKl'&nflebs^eMalbiriasd. -:
laalüAndobe ál tb'HdaiüA «bt
m'Sá éf^ctev-fla' ébér^'
ab&gHdü'aá'-lbá 'nri^HcéS'lit
- petlgMl^^'ati^'nifétfAóá-VI;
átAfMsVéaüí(taii!Qofa;ái¡ie^
iüBTy ^ IMt ltt/toMllátlefr"i
itéaá, Vtrábfti*i6bti' ñtilaein
mtSibo'fHítb; fttt'títíé tntií»
"■íniKl^l!i4teH|[ihn Be htt^
■MiM6i ípitmtmbifací^
4émméÁ-i&Me^íiíiibi toma
(í^tíiia'ii'ífoiíttflfBrtipíéwíií
tktv&émi ütiísaoíuícia«-'(
gStfólMéfrigp'ftií H^tñiatt toa
tl^¿<¿Elpátí¥^^ y t^Btt^ áé
aá' i&'OhiiE'dB '/«ra^oristo -e
mtyé ^ú&o-ObVraicidúr-,
— OS-
del nuevo contineute viesen eu lo» tninjblroa delarelí-
jrion que 86 les predicaba, bus defensores, bu amparo, bus
gaias 7 sos maestros en todas las artes y elementos oe la
vida civiL Si los religiosos adquirieron un grande inflojo
en í<» pueblos de Amériea , preciso es confesar que fué
oon los mas legítimos y nobles títnlos.
Oaaudo la conquista de Méjico &e verificó, estas graus
des cuestiones entre los reli giojsos y los conquistadores
estaban ya resueltas, y laa providencias del gobierno y
sos r^teradas órdenes para el buen trato de los indios,
habiau heebo que se mirase su conservación é instrucción
i62/^08a, como puntos del mayor interesen los nuevos des-
eubrimientoB que se iban haciendo. Así hemos visto c^nt
to se recomendaba lo uno y lo otro en las instrucclc|Des
que Diego Yelazquez dio á Üortéb, al emprender la eon-
Íaista de la ^N^ueva-Espafia. Pero si en las capitulaciones
eoAvenios para las nuevas conquistas y en las instxuc*
oioDes que para ollas se daban nunca 86 omitían estas
jmvmieiones, su observancia dependía de los inividuos
que hablan de ejecutarlas , en loa que no siemjnre se en*
ODutraba igual celo para su complimiento, y en esta par^
te Cortés se distingue entro todos loa conquistadores, por
ti empe&o que tomó por el establecimiento de la religión
f pot el bnen trato de los indios, lo que le grangeó el a«
toút f respeto dé estos, hasta el grado que hemos tenido
irecnentemente ocasión de manifestar en diversos luga-
Íbs de estas disertaciones^
' Todo lo que se hizo para la introducción del culto ca-
KHoo dorante la conquista, puede verse mas bien como
itta pnxeba del celo , á veces imprudente , que animaba á
Sk^itée, que eomo un esfuerzo sistemado dirigido al gran-
objeto de cambiar la religión establecida. Los ídolos
OH edliados por tierra en Oozumel y Oempoala, y en
logar fie erigió la insignia de la redención ; en el tem^
mayor de Méjico , al lado de las sangrientas aras de
tadl jpochtli, se consagró una capilla en la que con
iposas ceremonias se celebró el sacrificio de la misa :
con débiles medios de comunicación, no obstante las
Iones del general catequista á los caciques de a^
pueblos, a los señores que formaban la aristocra*
tbixealteca y al emperador Moctezuma , no puede de**
te qoe fie cambiaba la religión por erigir nuevos objo<
— 94 —
tod de adoraeioüy en lugar de los qno la fuerza de las tf
m<i8 había héolio caer, oaando no se podía dar á eutonder
lo qua aqueilOB Bigüiñcabau , ni resaltaba oti;o blenin-
meaiatoqnela cesación de lo.^ sacriñcioa1iuaianos« en
los lugares en que el poder del conquistador ó la ae(d
reacia que se le mostraba^ como en Oempoala y Tlax»^
la, podía impedirlos y poen en Méjico ni aun esto poda
obtener Cortés, y la iiitrodncüíon del nuevo oúltoenel
templo mismo consagrado al mas venerado de bsdioítt
asteoas, no contribuyó poeo al levantamiento general da
los mH}icanoB contra los espillóles.
Establecida la dominación española con la toma deU
capital del imperio^ la esaaf^ez de ministros en los ptiise'
ro»9.ñoahizo que los progresos de la conversión do loi
indios no pudiesen ser muy rápidos. Cortés adoptó» cooq
hemos vij^to, el sistema de repartimiontoS| único qoeso?^
dia^atisfdcer la ambicien de Jos conquistadores; pero o. .
las^ordenanzas que formó, tuvo especial cuidado de pn*
venir cnanto podía ser condaceute al buen trato de Ul^
naturales y á su instrucción religiosa. Li corto , opoesU '
siempre & los repartimientos, desaprobó la medida» qofr
acabó por reconocer después de empeñadas cnestíoitfti
aunque estableciendo todas laa precauciones que tuvo poc .
cou venientes en favor de los indios , restringiendo Inegt^
la duración A solo dos descendencias como mas adelaoi»
veremos, y nombrando protectores qae dofendíeaen^teik
naturales contraía arbitrariedad de los encomenderos;
de los gobernantes; pero las facultades de aquellos ^
estando bastantemente deüaidas, dieron motivo á nstiz
vos choques que se aumentaban (h favor de la diatandd|j
que encendía las miras 6 ínteres encontrados.
- Los primeros ministros del culto que vinieron con Cet
tés fueron el padre fray Bartolomé de Olmedo del ó "
de la Merced^ y el licenciado Juan Díaz , clériga El
mero se dedicó á la conversión de los naturales y de
cuales bautizó muchos , y al servicio de los hospitales i
terminó su vida en Méjico durante la expedición de
tés á las Hibnerasi habiéndosele F^pultadoen la igl
de Santiago Tlaltelolco^ cou toda la pompa que aq
tiempos permitían, manifestando los indios el mayor
tlmiento por la pérdida de este su primer apóstol. £1
cenciado Diaz fué muerto por los indígenas en Qaech
— 95 -^
departamento de Faebia^ no lejos de Tepeaoa, por haber
roto ras ídolos, cuya muerte ñié castigada poreleuco^
mendero*de aquel pueblo. Pedro de Viilanueya, quemau-
do áloe que encontró cnlpados en aqnel suceso [1].
El padre Torquemada , á qnion debemos tantas y tau
cnriosas noticias sobre la matoria que es asunto de esta
disertedoh, asegura positivamente que no había igltwia
landada en toda la Kaeva España , cuando llegaron loa
wHgíoBoe franoíacanos en junio de 1524 [2], que la que
oonstrayeron estos ^n Méjico en 1522 fuó la primera eu
qae buho depósito, y que ella sirvió como de matriz y ca-
tedral de todos estos reinos ; pero estos asertos se des-
Taneeen eostando per el libro do cabildo de este ajunta-
ittiéDto, que caando los frauciscanos V'ínieron , había en
wt» capital una parroquia , de que era cura el padrivl^e-
dw de Villtig^ran , al cual en el cabildo de 30 de mayo de
1925 se le hizo merced de una suerte de tierra para una
naerta, y en el acta en que se asentó esta concesión se le
titala Cura de la ifjilesid de esta ciudad j de donde resulta
probaíe que habia iglesia parroquial antes de la venida
^08 franciscanos, que necesariamente había en ella dev
P^fco y que aquellos religiosos nunca admini^iraron eu
CBta capital como caras de los españoles. Consta también
por el mismo libro de cabildo, que eu agosto de 1521 es •
taba ya fandado el hospital do Josug, el cualjteniasu
}&^A^ y estas dos son may antiguas que San Francisco,
^parroquia x)robablcmont«3 estaba eu la pinza , dentro
wl recinto del templo de Huitzilopochtli y acaso en el bi-
iwoea que después se construyó la antigua catedral , que
wma éh su lagar veremos , estuvo eu lo que ahora es ce •
^finterio de la actual, ícente h la puerta* principal de és-
íj- Por la carta cuarta doCortóá, fecha en Méjico á 15 dt'
^(M Cimstail^í da ía informadon jadicial qiiA maudó hacer e^ señor don Ja^n
Jlerío, provití^r il-jl Sr. Pnlifox, obiapode Puebla ol «ño cte Jfili y Hd9m4B d«
^nt<!n UfiAred da U sala dalaT0O|>an de a^Juel pueblo, qn« reproefnlttba «•]
MB%>becho pp.* ViUaa«e7a en los cuhpados oti Ja muerte del pirNtilero
waz, la cual périii<mecI6 hist i que se «oaetiu^ ó la k'loeiia pjvrAHinial^eu ei rá •
«><?n fine cataba díchi BaU. tíl padre Díaz ícó íepultido en la igle^iH «íh Jh-
rii«T«Ía, liprímsridQqao Bodijo misa y ee admiuis raroa lo« MAcraven^og
Qoathala. Jüit^ioXormujioa lué pnblictvla por el eeiV^r l(orenz»naenirf;o^
ÉB la introda9€ion.& loe concilios mejicaaos,
^Pl Libro V, cap. XV JL
— 98 —
octabre de 1521) se vé que también li|úi)ia parroquiafl^oei
8U8 oorasi saoríB tanas y ornamantos eu Y eraoms y Dlé-
dellin, y por lo miamo tampoco es cierto lo qae Torqiie*
laada dice, qae la iglesia do loa fraHciacanos de Téacaco
fué la segunda quo se fuadó en la Kueva^Espi^iAt.
Ea aa hecho carioso que la publioacion de la famosa
bula de hoon X, conceilieado iadalgenoias á los que die^^
Ben limosnas para la oonstraccion de la basílica de 8aa
X^edro de Boma, bala quo fué el origen de la reforma d»
Latero y de que se separasen tantas nacioiies de la igle-
sia román a^ fuese uno de los primeros actos del cstflito'
cimiento do la religión católica on Méjico» En el cabildo,
qué se celebró eu 13 do mayo de 1524 y se presentó eeU
bula' al ayuntamiento por Hernando de ÜornOLa en uoii^
bre ^ Juan López de Calatajud , aoompaQada de iM
provisiones reales por las que se mandaba recibirla y fi-
ayuntamiento aoordó se obedeciesen.
L% organización eclesiástica que Oortés pensaba se de*
bia dar al país quo habia conquistado , ora mny divectt
de la que ha tenido, y se reducía á establecer en toda %
Kueva Espaua lo que se ha hecho en las misiouea de Oav
lifbrnias» Primeramente habia pedido en tmion de bij
concejos establecidos en|las villas qne se habiaa fo|ida4^^¡
por medio de los procuradores enviados ala corte Áaloffils*
de Qui&ones y Alonso Dávila, que se proveyesen obi^pQftji
otros prelados para los oücios y culto divino f pero ea to^
carta 4'^ le dice al emperador ^^qne mirándolo bieu, lete^
parecido que se debe mandar proveer de^otra manerai j^
^que Y. M. mande que vengan á estas partes muchas
Bonafc religiosas, ^ muy celosüs de la conversión de
gentes, y que de estos se hagan casa^ y monasterioo
las provincias que acá nos pareciere que oonvieneQyy qi
á-estas seles dé de los diezmos para hacer sna casas
sostener sus vidas , y lo demás que restare de ellos y
para las iglesias y ornamentos de los pueblos donde
vieren los espafioles y para clérigos que las sirvan, y
estos diezmos los oobren los oficiales de Y. M., j tenf
cuenta y razón de eUoS| y provean de ellos á los di<
monasterios é iglesias, que bastará para todo, y ann
harto de qu^ Y^ M. se pueda servir. Y porque paz»
órdenes^ y bendecir iglesias, y ornamentos, y óleo y
m^ 7 otras C03aS| nohorbiendo Qbl9poS| serl» ^{
— 97 —
lábiiiear ei ramedüo de ellas á otras partea ; Y.VLáe^
liear á mi Santádadi que conceda su poder y eean
bdeiegadoB en eetae partes las dos personas ptinci-
dereugiosos que á estas partes Timeren, nno de la
^ de San Franeisoo , j otro de la orden de Sto. Do«
igOilosQaAlesteDganlosmas largos poderes qne V.
psdioEa^Iias.raEoiies en que ftmda.Oortés la variación
MIS ideas, haóen formar nnconoeptb muy pooo venta^
H> dd estedo de las costnmbres del alto clero espallol
Pueoó bien á Garlos y el plan de Cortés^ ledoddo
úmQ se Té á nifftidw misLcEneroSi concediendo á los pre«
hdos las faonltadss necesarias para desempeliar, en todo
Jti^e era indispensable, las funciones episoopalesi y en
teóraaBStaxcias de aquellos tiempos parece qae no po*
tiaadoptKae otro mejor, annqne despnes vino á ser in«
MAoMEte. oon elanmento de lapoldadon española y con
fique todas las cosas tuvieron; lo que di6 motivo á .la
enedon de catedrales, nnifmnándose la gerarqnía y sis*
teas te administración eclesiástica con él de la iglesia
de GnnadA» erigida por los reyes catóHoos»
Deide que se divulgó la fama de la conquista deMén
júxs vados xeiigtosos, movidos de jEarvoroso espíritu, qui-
sflion vBcir á predüMur él BvangeUo, y en efecto vinieren,
d«iaeela&adel623,tresfhinciscanos flamencos, fray
Joan de Tacto, gundian del convento de Gante, f^
Junde jLaora» y el laico fray Pedro de Gante. Bl prime-
lo^fBé emiteado por Oortés en encargos de mucha confian-
ns coioose ha visto en las ordenanzas que hizo y se pu-
UiesKon en el primer tomo de estas Disertaciones ; en la
expedidcn á las Hibueras le acompafió y murió de ham**
bis al 0é de un árboU El segundo fáUedó en Tescuco
poeotlnnpo después de su llegada', y del tercero habrá
miflha ocamon de hablar en adelante. Ck>n el mismo in-
tento salieron de Boma, autorizados con bulas pontaftclas,
otros dos firanciscanos\ fray Juan Olapion , tombien na-
B-oco y confesor que habia sido del emperador, yccay
I meisco de los Angeles, del apellido de Quillones, ha>
I no del conde de Luna : pero detenidos enSf^a^p"
d de hablan pasado con él Ande formar una min^ mas
n nezosa. no pudieron ejecutar sus inü»» P^ T?5EJ^
II 'do dprta^ y hatw Bidp élegiao él v^^
~ 98 —
ral desa orden, en el capítulo que se celebtó en Bdraoi
en 152S. Oon lací faealtades que este empleo le daba, iüi«
poso Fr. Francisoo de loa Angeles hacer por otros lo qi¿
no había podido efectoar iM>r sí mismo , y á eite fia nom^
htó á fray. Martin de Valencia j provincial qne á la sazot
era de la proTÍBcia de San Gabriel oon doce religiOEai,
cayos nombres deben conservarse en la memoria y ec la
gratitad de los habitantes de estas regioneSi y están áal
duda esoritOQ en el libro eterno de la vida: estos foeiot
fray Fi«noisoo de Soto, fray Murtin y fray José de la 09*|
-iGLa, fray Jnan Jnarez, fray Autotiio de Oindad Bodd-
r<. 'ft^y Tocibto d& Banavente « fray García de Ots&sfoi, I
SOf A r r nifl de Faensalida, fray Jnan de Bivas, y fray Fm\
írayL. • 'enes* sacerdotes, y los legos fray Andreses
cisco Jiot . . ^f^ Juan de Palos* Bennida la miaion en el tm*
dova^yfra^ « ñs, pasaron á Sevilla los religiosos qas
venta'de<fieh. / biéndose embarcado cm SanL&ew
^mponían, y 1k^.. %de enero de I52J:\ arritNuroaoa
^«irxamedáeldíaw : travesía y llegaron áSan Jnan
versos ptistos de sn ; ' mismo afSxk
XJláa el 1^ de mayo del "^ aquellos hombres apóstol»
El celo qne animaba ^ cristiana, elempeAocsn
por la propagación de la fó . bajos y de privaciones, y
ae ofi?ecían 4 una vida de tra^ ^ la coaversion de tos iaj
ardor oon qne se consagraban *. 'a reina doíia Isabd
dios, era efecto de la reforma qne i Aqnella princesa,
bia hecho en laá órdenes religiosas. ^ra de las oostai
yas providencias se dirigían a la m^^ 'a siempre nn
bres, y en todas las cuáles se descaí»-, nattollaragal
religioso, quiso restablecer en el olere eb^ '^w ^ ■*,
ridad de conducta, que tanto se había relaj. '^reimwí
solacion y perniciosos ejemplos de los anterioK '^nws
y especialmente llamaron su atención loa con\ .
frailes y monjas, en los cuales se tenia una vida liob^
aa, si hemos de creer á los historiadores de acjuellos tiei_
pos. Confió una empresa tan difícil al hombre mas á pm»
pósito para ejecutarla : éste fué el cardenal arzobispo dJ
Toledo doctor fray Francisco Jiménez de Oisaeros, qulca
por la severitod de sus costumbres , por su perfecta re.]
gularidad en la observacia de su instituto , consorvaiidol
la austeridad del pobre franciscano bajo el brillo delj
púrpura, servia á nn tiempo de instrumento y modelo di
la reforma que se trataba de hacer, La reina por su pj
— 9d —
lontribala á ella personalmente : iba con freefaeneia á los
Kmve&tOBde religiosas , y siendo may diestra en las la^
Mres de su sexo, hacia qae se ejercitasen en ellas las
BODjas y las aoostambraba de este modo á nn género de
rida, ooQpada , preserrativo segoro de nna vida dis-
toida. . . . ,
Oianeroa empezó la reforma por su propio orden, y tal
!ié la alarma qae en él se snscitó , que el -general erejó
leeasario venir á Oaetilla para oponerse & las innova-
liodes qae aqnel prelado intentaba ; pero no siendo bas**.
autean presencia para impedirlas , se presentó A la rel^
kft^ hablMdo oontrA el cardenal de nnn manera tan des-
lompaeeta^ qne aqnella princesa hnbo de preguntarle ^^&\
tttabaensajaieio y sabia delante* de quien hablábala
oqneelandaz religioso Gentes tó, ^^estoy enmijnictñry
i que kaUo á la reina de Castilla y nn poílado do |)6lw>
nno yo," con coyas palabras se salió procipitadamento.
^ ni la reina ni Oisnero eran para ser detenidos por
tetáoolos ni diílcnltades ; el carácter de Oisneros era nji^
oralioeato arbitrario y resnelto , y cuando obraba por la
onvioeioa de qae hacia nna obra agradable d T^íof y
paeomplia con su deber, nada pedia contenerle ; antoM
icsdo además oon las mas amplias facnltades, qne den-
oes (le machas contestaciones y embarazos, la reina ob*
STode la corte de Roma qne se le ¡conflrieflén, en nnion
el noBcio, para llevar adelante la obra comen^ads^ , ostii
sUevó al calH> con tesón y constancia. Mas de mil frai-»
Habandooaroa la España por no Bometerso á la rdbr-''
is y se pasaron & Italia , Francia y ann fi los moma do
¡Mería; pero la disciplina religiosa qnedó cstablccídíi
i todo BU vigor f la reina mereció los aplausos do buh
^toaporáneoB y de todos los historiadores, y cuando h\
iQériea se deBonbrió, se encontró formado el plantel do
mmes apostólicos que vinieron á ditandir en ella las
Mgdes de la religión , y á propagar , no solo oon sus
^bkbrsa sino todavía mas con su ejemplo , la fó de Je^
Ittisto.
Ea medio de los regocijos del triunfo, cuando los oon-
dfitadores se habían hecho dueños del imperio de 'Moc
Bu&a« y extendiéndose por todo el país , daban rienda
ilta á su pasión por el oro, y se hablan repartido entre
á lo« habitantes distribuyéndolos en las encomiendas,
— 100 —
qae tbrmaban otros tantos eeñoiíos destinados á ser tni<*j
mitidos 6 sos descendientes, se pfesentaiondooekeiiilni
(1) de tnye pobre, de exterior hamilde^de costombM
modestos y seneillas; qne ni bascaban oro, ni pedían tb#
partimientos ; qne sé contestoban oon elffirogal aUmoits
del miserable indio, qne se albergaba en sn cbota, «a j
mas lecbo qne la dora tierra. A su tránsito por Tlazesl»
«e detuvieron algnnos dias en aquella eiadad« enlpnceii
tan podnlosa , y admirados del gran eoneorso de gentí
qneserennió en la plaza el dia del mexcadOy qniáoca
comenzar sns apostólicas tareas , y para dar &eiitnder
de. algnna manera á los indios el objeto de sn Tíaje, tai !
mostraban om la mano al deloi significándotea que lia*
bian venido para enseñarles el camino para ir á él bol
indios admirados se pregnntoban anos á otros; iQaélioBh ]
btíMi son estos tan extraños t ( Qaé género de Uajecsil
qne visten.! ^ y repitiendo la [palabn^otolinia qne eíg* <
niñea pobreza» por ser lo que mas llamaba sn ateaddi i
en' los recién- vedidos'i hicieron fijar en ella la de losféü*
giososy que pregnntoron su signiflcacion á los espsSolfli i
que hablan adquirido ya algon conocimiento enrtiéifr
ma^y entendida esta, uno de los misioneros, fray Teritii
de JSenavente^ exclamó : <'esto BexA mi nombre por todi
mi vida" y de allí adelanto no se llamó mas que fray To-
ribio Motolinia. .|
AX aproximarse los misioneros ala capitel , salió á n^ ¡
cibirlos Cortés con todos sus capitanes y vednos prind* !
pales. Los religiosos traian en las manos emees de made^ j
raiy Oortés y su comitiva YíéndolorUegar, 8epii8ieM¡
de rodillas y besaron sus manos con el mayor respel^jí!
conduciéndolos en seguida al alojamiento que les eslai*]
prrvenldo. La admiración de los indios era grande, viet*^
do postrados á los piéa de aquellos hombres hamild«f i
en apariencia despreciables, á los que ellos hablan teaidi-i
por seres sobrenaturales. Oortés aprovechó esta <rix«»iii>'
tanda para dirigir un discurso á los caciques y atílcnij
que le acompañaban , recomendándoles la veneraeíoBP
respeto debido á los que habian venido para ensefiaiM|
(1) Amiqmo la mMon se componía de trec* relIgloBoi indoFO ol prelad «. «j
lo ▼tatorondoce, habiéadose quedado por entonces en la cóttefray José M
CoTuñay (or alaaioa de Ja misma in^ioa.
r
— 101 —
Lía religión de loa cristianosi de lo que acababa de darles
rejemplo.
[. Asienta Torqnemada qne la primera iglesia de San
^ Franoisoo se fundó en el sitio que ahora ocnpa la cate»
^ dral| pero qne pareciendo á los religiosos qne aqnel Ingar
! esfiaba demasiado metido en la parte de la ciudad que
^ liabttaban los españoles, dispusieron trasladar su conven-
^ to al pnnto en que noy se halla , por estar mas cerca de
ihsk indios^ que ocupaban especialmente los barrios de San
lj Jaan y Santiago, y afiade , qne el sitio piimitivo se ven^
I dio por. el sindico del convento en cuarenta pesos , cuya
[ escritura de yeota dice haber tenido en su poder. Pero
r.por el testimonio irrefragable de las actas del ayunta^
^miento y otras muchas constancias relativas, se vé que el
vMtio en queM fundó ttrimitivamente San Francisco^ faé
[ en la calle de Santa Teresa, en la acera que mira al Sur
f [1]. En el cabildo de 2 de mayo de 1525 se le dio á Alon*<
''¡ «o de Avila un pedazo de solar qne estaba entre su casa
y el monasterio de Señor San Ftancisco de esta ciudad, —
[Ssta casado Alonso de Avila estaba en la calle del Be-
i iox, esquina á la de Santa Teresa , donde ahora se halla
\ h botica de Cervantes y compañía , y consta así por ser
^ la misma qne se mandó derribar y sembrar de sal , po^
^.'ñiendo en ella un padrón de infamifl^ cuando fueron con-
r Cenados á la pena capital los hijos de Alonso de Avila,
^ por tsompllcidad en la conspiración atribuida á,D. Martin
LCortés. Por real cédula de 1? de junio de 1574 dirigida al
rvirey don Martin Enriqnez, que he visto y se halla copia'*
da ea el libro de cédulas y provisiones reales de esta üniv
Tersidad , se le concedió para . fundar sus escuelas este
lamo sitio, mandando qne el pilar y letrero relativo á
Avilas, que estaban dentro del mismo terreno, se pn^
kriese fuera, ^^en parte en que pudiese estar muy exento
^ descubierto.'^ No habiéndose conatruido las escuelas en
^tste sitio, lo vendió la Universidad á censo enfitéutico
.ue todavía disfruta, al convento de Santa Isabel, al cual
&itenecen las dos casas námeros 1 y 2 de la primera ca-
m» del Belox^ que son la referida botica y la casa conti*
if"' — .—
ir (1> Ocupa e«te ■ití» la casa en que YÍTe flctualmente el seiíor Monasterio,
MA&ml maf or del mimsterio de relacionee. £« la námaro 17 y el convento se
M(eDd«ria deade la Id. que es la contígaa á la que fué de Alonso de Avila, 4
^trat de la BÜemacfclle n&ca el Oriente.
I>JSlftTA0IONSft.-*T0MO H— 13
— 102 —
gaa á ella, qae oonpan el terreno gae era la casa de
jonao de Avila. Además de esto, por los títulos de una
sa qoe tiene el convento de San Gerónimo en la oilte
Moutealegre, qne el padre Pichardo examinó , oonsta
Bernardino de Albornoz , hijo sin dnda del oontador
drígo de AlbornoE, era dnefio de las oasaa que segoin
U'de Alonso de Avila en la calle de Santa Teresa, j
eX cabildo de 31 de enero de I52d resalta » qne esta
de Albornoz se construyó en el terreno en qne estaro
Francisco el viejo , del caal el ayuntamiento se crei»
torizado á disponer como de baldío, después de trasl
do el convento. Este estavo^ pae»^ en la calle de
Teresii y no en la plaza ni en el sitio qae oeapa la
dral, el qae tampoco se vendió en caarenta pesos
dice Torqaemada , sino algnn pedazo del qne tuvo
Francisco, acaso 9 Albornoz, pues como se veri eo
ga'r, para la constraccion de la catedral asignó el ayual
miento diez solares, en la distribución que se hizo del
reno qne ooapaba el templo mayor , ó como en las
d€S cabildo se dice, ><donde estaba el HaichUobos^ [Ij.
(^l) Ka otro lapfaT do oitM DiiorUeionoo io dijo qao ol ooiiTOiito tsáípui
8jdk ]Pr«DdMo ofltnvó on la priavaoiülo d«l Roloz, ooquiiia 4 l« de
logro, Imbienlo úlo Indaoido on ooto error por lo qao ol padro i
dieo on too notat mi^rgiiiaios á U eopio dol libro de oaUkio qao toBt*i
TUta^ 00a roUoíoa 4 lo ooaodoi ooiiYO;.to do Boa Oorónimo qaooilft«^
cho Oiilio do Montsaloffro; p^ro mejor ozamlnadoo t^tfoi "mUm difem, Mi
oonv» neldo do qno ol iiilo primitivo det roforido ooBTonto, oi «1 ooo ofii^
ktgiio. Me porooo también qno pnodo ooneiliaroo coa é^to lo qno Tora«
da dloo, acerca do la venta dol terreno del antigno oonvonto, pnoi «i
do la oaoa do Albornos no lo fkié dado por ol ayu atamiento , qno porili
tr«rio. en ol oabildo do 31 do Knoro do 13^ lo exigió '*qao traiga J
to onol oabildo ol iítalo qao tieat & loi oolaroa donde -eolia oatar Su
oitco, pura qno la oiadad lo Toa, con apere tblmlonto do qao im> lo ha
proveer* de oUoo eomodo Taooi." Torqaeouula al hablar de la Tonta 4»^
to ■olar.dioo qno 10 vendió on caaront% peooo. "no porqno loo
qoialeran qoe oo Tendiera, sino porqno ti qiute h ajtropiéf nos» ao(..
10 poiooioo, haita qno por algan oraoio lo «oiooieso por onjo. Y aeí Afti
renta poioo por él| qao si autora f^on tiempo do Tórqoomada) op oomi
t finia precio, j ol roeando do ene traspaso j tobIa no' tonino an mí .
Todo oato se entiendo mat blonon el sapaosto do la oompra. qno me'
hfio Albornf^s al sindieo do San Francisoop qao al doitino á» oonotroir i
catedral: j como la Tonta do Alborooi doblo voriAearSo doraste la mi
de Cortesa las H iba »as,caandoAlbomos tonta partieipaoloa anolj
uoy por «oto el aynntaiaisnto no tenia eoostanoia del títolo on Tifiad 4
posesa aqnsl terreno. Segnn la rolaeion de Torqnomada, habría do oni
so q 10 la primera ialosia on qno hnbo depósito faé la aetoal do Baa Fti
paos dieo st odiÜjO on 1535 y 4 mediador io esto año oo mndaraa los:
ai conTonto nnovo, lo onal indneo nnova eontrjtdieoion on dlobo anto^L
hibblcnio pormaaeeido aqn ¿tos oneo mases on ol TÍo}0| no es da niagoBsl
— 103 —
Hártia de Talenda presentó aus bolas eneloa--
9 de marzo de 1525 , j oon la latitud de facaléa-
Iqoe eatoQoes osaba el ajontamiento de Méjicoi
éste Be obedeciesen como mandatnientoa de Ga
j qae oonforme á ellas ^Hisen en todas las cosas
esk ellas contenidas en esta Nueva-Espafia '^ Sin
^> 9 pooo tiempo despoeB se soscitaron contesta-
coa motivo délas faoidtades episcopales coace>^
los nüsioneros, y de la administración de justicia
cdminal qne por ellas ejerdan; por lo que en el ca^
le 28 de Jallo del mismo afio de 1525 , se les pidió
itaaen las bulas en*que pretendían fundar es^
bdesly las provisiones reales que les autorizasen
Hiciéfonlo así , y como en las dos cédulas
de que hieieron presentación , fechas en Pamplooa
de no viesibre y 12 de diciembre de 1523, no hubie^
que una recomendación que el emperador ha^
[para qoe las autoridades auxiliasen á los misioneros
ministerio, el ajontsmiento les requirió qur no u^
de la jarisdicoion civil y orimlnal , si ño presenta^
pcoñsion expresa para ¿lo.
trasladen del convento nuevo hubo de verificarse
miijrodel525| pues desde el cabildo de 2 de junio
' aSLo, todas las mercedes de, solares para cons^
ir casas, qoe se dieron en aquellas^mediaciones ^ son
xeladon'^^á San Francisco el nuevo. " y siempre que
hablar del convente antiguo ^se dice, *^San Fran*^
el viejo,^ por manera que habiendo llegado & Mé^
los franciscanos en junio de 1524, permanecieron once
en el convento de la calle de Santa Teresa, qne foé
dada provisional, mientras se constmia el nuevo. Es
V de notar qoe durante este período, esto es, en el ca-
fdo de 30 de mayo de 1525 , hablando del cura YiUa-
wi, se le llama cura de la igUHa de esta ciudad, lo que»
w arriba se ha dicho, prueba que, estando los francis-
m eu la calle de Santa Teresa, habla eura clérigo qae
Jiiateaba la igleda de la plaza. Es también de obser-
'»Uh> que una comioidaí ralígíow MtiiTiew t*^^^ÍÍ ?*.?? i¡ííu di
provioioaal y ate depósUo m «lia; da «oerta qn« •^Í;%' "i? wto da
»5ad«Tarqí«»d% Wmny graras nf^^<>«*^«?*ÍK ritmólo de
iQliigarin^ohaadáaaa aobra la ext«nWoii qae teai» ol tei^pio q^
^tUy 60019 OH sa lugar yer^qio'*
I
— 104 —
var qne durante todo el tiempo qae permanederoii ea **B,
Francisco el viejo," en ninguna de las meicedes de aoUm»
que se hicieron en la plaza se habla de este oonvoitOi
nueva prueba de que no estuvo en aquel paraje sino ^d
que va especificado.
Habiéndole reunido á los religiosos de la misión los
tres flamencos venidos anteiiormentOi y otros dos espaSo*-
les que habian pasado de las islas y que servían oomo<»^
pellanes en los repatimientos , celebraron capítalo en el
que reeligieren por prelado á fray Martin de VntoDcift j
acordaron distribuirse en cuatro seooionei^i permanedsn-
do la una con fray Martin en la capital , y traatadánáoM
las otras á Tezcuoo, Tlaxoala y HuejoeingOi pobiaeknni
entonces las mas importanteSt para fundar en eHan M^
ventos y dar principio á la obra de la oonversiim de los
naturales. Establecidos en e«tOB logares , pusii^roa maso
á la construcción de oonventog ^ los cuales se hidearon por
los indios sin erogar costo ninguno, yendo á tarabajar los
pnblós por turnos y llevando todos losmateríaleB noce-
aariosi y así se hicieron en aquellos tiempos , no solo* tos
dos los conventos que se fabricaron , sino también toAm
los edificios públicos y los caminos y calmdas qne oeconiK
truyerosu Al lado de los conventos levantaron otax» edi^
floiofl á manera de colegios , donde se alojasen loa nillaa
que so reunían para ser instruidos en la religión. Hechas
estas casas, con salas espaciosas para escudas^ mandaron
á los caciques y principales señores que les llevasen sbif
hijos para docenarios en la fó católica : pero no atrs
viéndose estos á desobedecer , y no queriendo por ofara
parte desprenderse de sus hijos , en logar de ellos 11eva>
ron á los conventos á los de sns criados y vasallOB: lo qse
Torquemada atribnye á disposición de Dios , que quiso
por este medio que cesase el señorío que tan tiráaioa%
mente ejercían sobre sus vasallos , los cuales | instraidc»
por los miBíonero9| vinieron á ser en lo sucesivo loe qja»
gobernaron en sns pueblos.
Becogidos así los niños 04 número de seiscientos á nafl
en ca¿^ convento , estaban al cuidado de nnos índioa anv
oíanos que les deban la comida y ropa que les traían Itt
madresy asistiendo continuamente en las escuelas los ret.
ligiosos, que en ellas hacían sus actos de comunidad •
destiaabftu ó la eiusefi^mza de los niños todo el tiem
— 105 —
|B8 aquellos lefi dejaban. Mientras no tuvieron oonoci-^
idento de la lengua del país^ esta instrucción se reducía
i e&seíiarles & persignarse y rezar el Padre Nuestro y Ave
Jfofiíiy cen otras oraciones en latín ^ y á darles á entena
derpor señas los misterios principales del cristianismo,
«iBáláttdoselos en cuadros que ponían en las escuelastto-
do lo cual no podía servir mas que para ejercitar inútil^
moXt la memoria y entretener algo la vista, sin comuni»
«r instrucción alguna al espíritu: y así fué que predi t
cando una vez vax misionero que era viejo , cano y calvo*
m otros suB compañerosi en la fuerza del sol de medio
üa, eauna ooncurrencia numerosa deindioSf viendo esN
.te ias voces que daban y los movimientos violentos que
Ittqan, los principales que se hallaban presentes, comen»
101 ¿i^guntar, ^' ( qué tíeneu estos pobres miserables
qoe ta&tas voces están dandoY Sépase de ellos si tíe-
Bon hambre , ó deben de ser enfermos 6 estar locos , y
airad á hamis notado como á medio día, y á media no-
che y al amanecer, cuando todos se alegran ellos lloran:
m dada es grande su mal, porque no buscan placer sino
tristeza:'' lo que decían con motivo del rezo de maitines
y otras horas del oficio divino. Torqnemada pretende que
aunque los indios idecian esto de los religiosos por no en-
tsidorlos, al fin muchos se (convertían y recibían el bau-
tísmoy pero es fácil conocer qué género de conversiones
'podían ser estas y qué idea tendrían del bautismOi los que
kabian recibido semejante instrucción.
Los misioneros, peorsuadidos de que nada 6 muy poco
iwdian adelantar mientras no hablasen la lengua del
pa^ dedicaron á esto toda su atención. Para conseguir
aa intento emplearon varios medios, haciéndolos ingenio-^
aoa el empeSo que tenían de poseer , con e Iconocímiento
^ idioma, un medio de comunicación con los indios.—
familiarizábanse con los muchachos , tomaban parte en
aasjaegos, y llevando siempre consigo papel y tinta, a-^
teitabaii las voces cuya significación les parecía haber
eomprendidoi y juntándose por las tardes entre si y con--
¿ontando sus apuntes , iban formando una especie de
diodonarioi que se enriquecía de nuevas voces con la con«-
ttaaacíon de este molesto trabajo. Luego ponían á prue^
ha la exactitud de sus observaciones, repitiendo á los
>Qfl '^niSos lad palabras que creaian entender , y ellos
. — 106 —
no solo les enmendaban los. errores que comettani^noqae
oonoddo sa intento , les hacían mnohas 'pregantas y toa
proporcionaban así la inteligoncia de maohas palabras»,
Füéles de muolio anxilío ana viada española qae tenia
dos hijos peqaeíIOB, los oaales criándose entre los innaha^
phos indios, habían aprendido algo de sn lengaa. Sabido
esto por los religiosos, pidieron al gobernador Cortés que
les hiciese dar el ano de aquellos niños , lo que hizo sa
madre de baena volnntad j el onal vino á ser el maestro
de los misioneros , y mas adelante , habiendo tomado el
hábito, se llamó fray Alonso de Molina.
TTtio de los mas hermosos esfaerzos qne ha heeho jam&i
el espíjita religioso, ha sido sin dada, este laborioso tra«
bs^o de los misioneros españoles para aprender Ita Isüm
gaas de la América. A él se debió el qae se redajesen eé*
tas á principios gramaticales y se formasen diccionarios
de todas, y esto por diversos misioneros , qaienes taní'
bien oompasieron en ellas catecismos y obras- de dero «
cioni qne paestas en las manos de los neóñtos facilítanMi
macho sa iostracoion, con cayo fia se .dedicaron asimismo
á enseñarles á leer, en lo qne se distíngalo fray Pedro de
Gante, qnlen tuvo esencia en Tezoaco, la primera qae ha*
bo en todo el cent nente de la América , en la qae enss'
fiaba á leer y escribir á los hijos de los indios nobles de
aqnella ciadad, en cayo ejercicio continnó en MéjcOi en
donde f ando la capilla de ban José, después parroquia de
este nombre, la prioiera qae hubo para la adcninístracioa
de los indios • el colegio de Sa^ Juan de Letran , que no
fué en su principio mas que escuela para enseñar á ieef
y escribir y latinidad ; y el colegio de las niñas , para la
odncacion de jóvenes indias nobles: todo en las inmedia*
clones de San Francisco , porque todo estaba al caídado
de los religiosos. Oon estos trabajos en las lenguas dét
país, que después aumentaron y perfeccionaron los jesoi-
tas, no aspiraban los misioneros al renombre de filólogos,
ni tenían otra mira ni otro espíritu que procurarse me-
dios para propagar la religión, siendo la caridad cristia-
na el único móvil de tan vastas empresas. Por desgracia
80 ha perdido en gran parte en nuestra época el trioníd
de tan grandes trabajos : no hay biblioteca ninguna en
la república en que se encuentre una colección de esNs
^amáUcas y diccionciríos> alguno^ de los cuales nune se
r
I
— 107 —
/mprimieron j y aun de muchos de los impresos es muy
difícil hallar ejemplares | siendo acaso la coleocion mas
completa que hoy existe la que ha logrado formar eu
Berlín el señor Barón Federico de Hnmboldt , ministro
. que faé del rey de Prusia, tan distinguido en lú fllologia,
como su ilustre hermano y el Barón Alejandro de Hum-
boldt, lo es en las ciencias naturales y estadísticas.
Para establecer una norma en sus i)rocedimientos y
obrar bajo principios seguros y uniformes^ los misioneroS|
antes de comenzar sus trabajos , celebraron una junta aN
postóUca á que se suele dar el nombre de primer concilio
mejicano. Formaron esta junta diezynuere religiosos,
cinco clérigos, y algunos letradoS| con asistencia de Oor-
téS| y 86 celebró en ñnes de 1524 y principios de 1525, pre-
sidida por fray Martin de Valencia. En ella se estableció
el modo en que se hablan de administrar los sacramen-
tosy de los cuales el del matrimonio ^ ofrecía mucha din -
cal tad| pues teníj3ndo los indios en su gentilidad varias
mujeres, é ignorándose sus leyes y costumbres sobre el
particnlar, no se.podia fijar si entre ellas habla alguna
que debia ser considerada' como legítima , y cual lo era*
punto que quedó [indeciso hasta que el Papa Paulo III
deckaó que se considerase como tal la primerai y en caso
da no poderse averiguar, se quedase el indio al bautizar^
06 con la que eligiese. En cuanto al bautismo, habiéndose
dado en algunas ocasiones sin las formalidades estable"
eidas por la iglesia , y aun á veces por solo^aspersion de
agua natural con hisopo sobre un gran número de perso
nasi pronunciando en común para todas las palabras sa^
emmentales, luego que vino de las islas el crisma y oleo
bendito, se repitieron las ceremonias y ritos solemnes en
Fo9 gae habían sido bantízados sin ellas, y entonces tam«
bien se administró la conflrmamon , para la cual tenia fa^
mitad él padre Motolinia. A los principios no se dio la
Dmnnion á los indios hasta que el Papa Paulo III los de
laró capaces de ella , movido por la célebre carta que lo
\ÍTÍgió el objeto de Tiaxcala, Fr. JulianG arces, y en junta
ne oelebró en M^ico en 1539 el Sr. Zumárraga, que con
ifls propiedad pudiera llamarse el primer concilio^Mejica-
t>^ paes asistieron á ella además del Br. Zumárraga , los
^oreo don Juan de Zarate, primer obispo de Oajaoa, y
m TTasoo de Quiroga,'que lo fué de Michoacan con los
— 108 —
prelados de las religionesi estando representado él ph
bierno por el factor Ortoño de Ibarra , se declaró que as
les debía administrar á los qne estuviesen bien introito
en la té, lo que íaé confirmado por jonta Itostmor^oa
conyocó el visitador don Francisco Telio de SandoTsleí
1546 6 la qne asistieron cinco obispos y los prelados de loi
religiosos y otros edeslásticoB.
Los continuos trabajos y viajes de loa misioneros oot>
sumieron en breve tiempo los hábitos que habían ttaidof
y no habiendo sayal ni lana con que hacerlos, pnestoda*
vía no sé había propagado bastante el ganado puspo»
dudria, debiendo ser de esta materia , acuderon sllabO'
rioBO expediente de hacer desbaratar por las indias citA*
jído de los hábitos viejoS| cardar ó hilar la lanada qat
estaban formados y tejer otros nuevos , y paca dsrteBit
color mas duradero, bajo el principio de que San Fsft:
cisco no había determinado color ni forma para loebi^
tos de sus frailes, sino que solo]) habia¡,reoomendado qA
fuesen pobres y ordinarios, los hicieron teülr con el Mi
mas común que habla que era el añil , y este es el orl^
que tuvo el que los franciscanos en Améiica estés
dos de azul, en lugar del color gris que asaban en
fia y del cual eran los hábitos primitivos de los mío
ros, igual al de los fernandinos y de los demás coi
apostólicos.
Para desarraigar del todo el culto de los ídolos ,
menester destruir estos y los templos en qne se les U
ta adoración, pues no obstante la asistencia forxsds
los indios á los actos de^religion en las iglesias y[á la i^
truGcion que se le daba, aunque en lo público hubiese
sado el elerdcio de la idolatría, en lo secreto se oonti^
ban los sacrificios, y los templos estaban servidos y
dados con sus cer^nonias antiguas. En el cm^o d^
conquista se habían derrocado algunos ídolos y d
do varios templos, poro esto no había sido de ona
ra tal , que borrase la memoria é hidese olvidar la
renda con que eran vistos aqu-llos lugares, y deepi
triunfo, los españoles se ocupaban mas en conBtrair
casas y cobrar los tributos en sus repartímieatns, q
perseguir el culto de los ídolos. Los misioneros com<
ron d año de 1525, quemando en el primer dia de
templo mayor de Tezcuco qne era de los mas h
— lOD —
queriendo que así oomo la reaenoion del género humano
¿abJa t^icl0<p(riiioi^o en aqnel dia con la cironnoision
del hijo dm Dios, wú lo tnyieae la r^en^áoion del país
leoiea eooqnisÉadc^yi oón la destrnooion de nno de los mas
íamosos tempb» ^e an idolatría. Grande íaó la senoáolou
que tal aeto cansó en ios indios, quienes con grandea gris
tas ^mnehasL lágrimas manifestaban el dolor qne les can-
naba la mina de aqnel monn mentó ¡ pero los misioneros,
firmes en aa propósito y anxiliados por antoridad y po-
der de Cortés, tan celoso m este pnnto como los misiono-
ros miamos, lievaron adelante sn emprcea. Estos actos
soiían iiaooáie de nna manera pomxK)Ra : los religiosos
aoompafiados de los nifSosdo las esencias y de los cato^
eúmtnoB tnae instrnl^s, celebraban misa en público con
la mayor aolenmidatl qne podían , y condnido el santo
sacrificio^ iban:.on/procesion al paraje en donde se hnbian
remudo los ídolosy otros objetos déla sopersticion do los
natorales^y cantaad^ el salino 113 , se ejeentaba prácti^
esmente: sobre ios ídolos el contenido de cada rersícnlo
^'Kneatra Dios reside en el (sMoz todo crntA snjeto á sn vom
lontad, JLo simnlacrofl^ do las i^entes son oro y plata, obra
de la mano de Jos hombres. Tienen boc;!> y no hablarán,
tienen ojos y no verán* Tienen oídos y no oirán, tienen
riaricea y no olerán.^' (1). El martillo del misionero hacía
entonce pedassos^neiios miembros del ídolo, cnya inntt-.
lióüd había cantado el profeta real, y los mncHachoa de la
e^cnela despnes de la ceremonia, con ^rita y algazara Jn-
snlcabán los restos mntilados del simnlacro, qne por tan-
tos siglos haJñan adorado sns abnelos.
Por desgracia, los misioneros confandferon con los cb^
jeto del oaito idolátrico todos los geroglfüeos cronológicos
é histórico, y en nna misma hognera se consumía el ídolo,
Bat9 qaitín se habia presentado en sacrificio los corazones
humeantes de los hombres « y el manuscrito precioso qne
3ontenía losanales de la nación desde sn inmigración del
ETorte de Asia. Así faeron entregados á las llamas los
urehivos de.Té^caeO) oon gran pesar de los indios instmi
(I) 3. D*a5 antera BOi1«r iii celo; omiita qoa;?anqn« rolcjt, fecit
4 Hiaialaefft gfcatiam argentáis et aticaaif opara m&niam boninom.
5. Ój h^^asit ét ñsft locoantor? ooaloB bobent et nou vid^bnnt.
i, AiST.aa ]i«l»ant«k loa a«dient: n&roahab«attt non odorabniít.
PISSBTAOIOITBS.--- TOMO 11*— 14
^ lio —
do8y qu# aabisux la «igai&oaoion do imucllaa figuras ituB"
teriofias. Los misioneroB conocieroa mas tarde el mal que
habiau oaaaEhdo y trataron derepararlo^ reoogieodo todas
las noticias y tradiciones que les íaé posiblSi y conaervan'
do los manosoritos qne escaparon á los primeros ineenn
dio6| y á estos trabajos literarios qne impendiecoa p«ri
formar la historia de todas la naciones de América en qne
ejercieron sn miaterioi debemos los conocimientos qne a«
cerca de ella tenemosi y de la legislación^ nsos y costam^
hveñ de aquellos pneblos» Pnede ann dudarse si la repa*
radon qne de este modo hicieron^ excedió al mal qneesn-
naroD, pnes sin loa escritos qce nos dejaron, serían Incom^
prensibles las figuras geroglíftcas qneae han oonser^o,
como lo habrian sido los manuscritos de los clásioos latí*
nos, si el clero de ia edad media no habiera mantenido vi^
va la lengua en que estaban escritos, qne vino á ser el
idioma litúrgico. Sea onal f aere el daCo que los mido&ei
itis cnasaron ó la historia con sus piadosas quemasottea^
no es, sin embargo , la generación presente la^ que tiene
el derecho de acnaarloSi cuando hemos visto consumir ea
las coheterias 6 vender para envolver drogas en las bo
ticas, no manuscritos con signos no conocidos , sino Im
arohivos muy importantes de muchas ofldnasi ainque se
haya hecho otro esfuerzo para recogerlos y oonservariosi
qne el establecimiento poco atendido del arohlvo generali
y el del museo paralas antigüedades mejicanas, que tam-
poco ha sido visto con grande empeño»
Bntro los misioneros cuyos trabajos han contribuido
mas ft roparar la pérdida de los manuscritos consumidos
pdrlaa llamas, deben contarse los padres Motolinia, Sa-
liaguny Mendieta, de cuyos manustritos tuvo conoci-
miento y le f aeron muy útiles para formar su grande ohr»
de la Monarquía indiaa el padre fray Juan de Toiqueva'
da» Este religioso, que vivió en el siglo siguiento ai de la
conquista, debe ser considerado como el Tito Livio de la
hisroria de la Nueva^EspaOa, Aunque naddo en la anti-
gua^ Torquemada hi20 sus estudios y tomó él hábito en
Méjico , constituyéndose , como todos los rollgiosos de sa
orden, en defensor y apologista d^ los naturales del paía«
Fué guardián del colegio de Tialtelolco y provincial de la
provincia del Santo JB vangelio, y en el tiempo de su pro^
Tindalato, puso el viroy ó su cuidado^ la construcción df^
la c^adft d8 Ban Oriatóbalj para preservar la eiudad de
las initiidacioiies cansadas por las avenidas de Onántitlan
y Fachnoai la qnc ejecutó á saüsfaooion del gobierno, por
elinflajo que ejercía sobre lo» iiidios En sn Monarquía m-
(3^uin« xecopiló todas las uuiioias qne existían sobre la
historia antigaa del país, y todo lo que pndo reoojer sobre
los usos 9 costumbres y leyes de los luibitantes, con ti-
noando en narración hasta su tiempo ; y annque su estilo
adolece de los defectos de la Ó£)oca y de la profesión del
autor^ nadie qne quiera conocer la lii&toria de Méjico, pue-
de dispensarse de tener continuamente á la vista esta
obrai cuya primeara edición» hecha en Bevilla en IGloi vi -
no & ser tau raraj que el célebre cronista do indias dou
Antonio de BolíSi uo consiguió haberla á las manos y oe
ll^áft vender por precio ezhorbitaute, hasta que se hizo
la segunda en Madrid en 1723. Por tan seQalados méritos
lie orotdo deber adornar esta disertación con el retrato
de un hombre, á quien tanto debe la historia de nuestro
país, oopiándolo del queso conserva en el colegio de Sap«
tíago Tlatfielolco.
Loe religiosos que he nombrado no solo se distínguiés
ron como escritores*^ sino también como profiasores j ins*
trayendo á los naturales no ya en los^ primeros elementos
de las letras y en los rudimentos de la religión, sino en
los estudios mas elevados de la latinidad y la flloflofia. ^
Ue tenido ocasión de hacer observar en otro lugar de es^
tas disertaciones , quelas ideas del gobierno espaüol en
la época de la conquista con re^^pecto & la América, f ae^
ron mucho mas liberales que las que en Jo sucesivo
dominai^on en el gabinete de Madrid, sea por la decaden-
cia.& que todo se faé preoipitando en aqnella monarquía,
6 por el recelo que se tu\ro de que la ilustración y dema-
siadoa progresos de las colonias , harían muy incierta y
mai segura su dependencia de la metrópoli, a este espí >
rita liberal se debió la fondacion del colegio Impeiial de
Saata Cruz, anexo al convento de Santiago Tlaltelolco,
destinado á la la educación de los indios de familias no-
bles, muchos de los cuales se distinguieron en la carrera
4b las letras* El virey don Antonio de Mendoza á^uieu
Torqoemada calidoa con el nombre de ^^padre verdadero
de los indios^'' lleró á eteoto esta célebre fundadou , ya
^ ^me ns^a por don Sebastian Ramiros de Fuenleal^ Qon^
f trayendo el ooHegio á sa oosto^ y de Qoa propílto l^ifli
asigQÓ renta para la sasteñtaoion de los ool^i^ea indi»
. qae on él babian de ser recibidos. La apertoxiidél oólegio
se Ixizo coa solemne procesión que salió de SanFriuíds-
oo, j á que asistícron el virey., el obispo de Xéjioo don
fray Juan de Zamárraga ^ y ol de Santo DKmiogo 9 (km
Sebastian Bamirez dpFaealeal, eqn la Indda oononr"
renciai babiéndose predicado tres sermoA^s « uno de oHos
por el célebre Dr. D. l^rancisco OervantieB Salassac^ pn>
mer catedrático de retórica de esta TJjglY^etaLdftd, y. aiit(»
de vádas o})ra8 mny importantes, para isk hiatarU nado-
nal) de machas délas cuales no non qa€4i| mas.qaelaitfh
. ticia de sns títulos. Oonólalda la fañcion|..oomieioii d tí •
. rey y demás concarrentes principales en el cefootodo dB
los frailes^ á costa , dice Torqnemada, dd baenobísfo
2amárraga,
£31 primer lector de gramática latiila delcolegio.de Bao
ta Oruz faó el padre fray Amaldo. de Baseae.,: fisaoto,
qne fué también el pñznero qne dio lecciOMB de latinidad
en la l^aevasEspañai en la capilla ^ aboca pJlrcoqmft de
San Jiisó. Po6ey<}^ perfectamente }a lengqJa >zu(jifiaiia| en
la qne tradi^'o los Evangelios, y 6písto]ia djatxido el a^
para él asó de los indios^ ¿ ios qne. jemaeQó la jntbáBa es
Ou&atitlau y otros pueblos ino^^ediatos. Bió. gtan. laitre i
oéte colegio el padre fray Bernardino de Scüuigini i qw
pasó en el la ma^or parte de los 61 ailos qne vivió eu la
Nueva-Espafiai y cuando conoció que se aproximaba ft
fln en la avauzada edad de 90 afios 9 al salir del colegie
para trasladarse al conventoSgrande^paracararseJenmea-
-íérmería, ó mas bien^ según djjp , porque qneria w& ft^
teirado con los santos viejos sus compafleiofi^ oemo Uasia*
ba á los primeros misioneros ^ bisso reanir á los oolegialsi
indios á cuya enseñanza había Qonsagrado toda su vida»
y se despidió de ellos con toda ia temara y afecto de xm
padre. Otro de los bombres distíngoidos del miamo ca»
tableoimjLento fué el padre firay Juan Bantísta, que m
en esta capital en 1555: fué muy instruido en Ja leDgaM^j
jicana, y después de haber ensefiado fllosofiay teoloj^^
el convento grande, en donde tnvo por discíimlo al hi
roriadox Torquemada, pasó á ser gnacdian de^anl
fomentó con el major empeño los estudios aa .^ooiegie!
abrió los cimientos de la actual iglesia de aqnel noml '
I ^ —113— .
JpriHgq obímvo el mimuo empleo naestfó historiador
ft|pi6niacUi« qóien uq lamenta do qae en mi tiempo esta-
HM} ton resfriado el^cnidado y favor qno el gobierno ha^
■létapenaada 6, acinel colegio , y qae en vez de enseñar
mél I¿9 eienoías; como antes se hacía , solo sirviese par¿A
per doeeientos y cincnenta á trescientos niños indios
pe aprendían á leer, escribir y la doctrina cristiana. Mas
ghiMite hftata esto cesó ^ y aquella casa se redajo á ñev'*
fir eolo par» los estadios de los religiosos.
Mi^iieto sería habiendo hablado de Torquemada, no ha*
nv Bie&Gioii de otro de nuestros historiadores también
PiBeiaettiiOy y natural de esta ciadad de Méjico. Este fué
p^ Agustín de Betanoour qae nació eu 162d^ y faé cura
PpBaa Jiué durante 40 afíos^ habiendo muerto á la' avan-
pda edad de 80. Nombrado cronista de sa provincia por
M «oittmirio general de ludias , ha dejado varios escritos,
W los Guales sa Teatro mejiúano viene á ser un compendio
ñr eqaithitMkdofa de la obra de Torqoemada, sin que por
[icgtogele pueda imponer la nota de plagiario que le dá
^<XK?f|ero, y de que le vindica eon razón el señor Beris-
rasa ea el artículo relativo de su biblioteca.
f Ifos misioneros^ para facilitar la inteligencia de los mis-
|teÍ39del eristíauismo, aprovechaban la semejauza que se
P^QKoeatra entre estos y algunas creencias establecidas
r<Btre los mdlos, la cual es tal en muchos casoSi que ella
r ^dado motivo á que se haya creido por algunos escrito^
f m, qae la religión cristiana habia sido predicada eu A ^
f m^Hea en una época muy rcinotay y que el apóstol Santo
r "¡mea fué el Qaetzalcoatl tan venerado en las mas anti^
r gois tradiciones de las aztecas. Usaron también estable-
r per santuarios en aquellos lugares inas frecuentados de la
^' íMstña, para borrar con nuevos objetos de veneración
^- b memoria de las antiguas superstícioneSi y por esto ve>*
[' 0108 fiebre la plataforma de la gran pirámide de Oholn^
Ift b ermita consagrada álN'uéstra Señora de losBeme^
' dios,
Teacidas las dificultades que los misioneros tuvieron
^ T"n aprender el idioma del país f se fueron extendiendo
{ : todos los lugares mas próximos ó los conventos que
^ Un fundados, y en este valle de Méjico los primeros á
i le se dirigieron fueron Ouáutitian y Tepozotlan, por%
q nutre los hijos de los señores que se criaban en el
— lU-
ooAvento de San Francisoo , liabia algunos de
pneblos qae los solidtaron para pasar á ellos. ff«
deYaléhoia^ con uno de sus compañeros, ikmSÍj
milco y á otros pueblos de la laguna , y pri&cij
Ouitlahuac (hoy Tiagua) que por su situación <9i
del lago fué nombrado por los espaüoles Venesi
cacique reoibíó en el bautismo el nombre de Fri
entre otras pruebas de su celo construyó la igteú^
navesi dedicada á San Pedro , que íuó deapues
de doioínicos* Lo mismo hacían los religiosoBdftl
ventos de Tezcuco , Tlazcala y Huejoclngo ,
por todas aquellas comarcas , en las que los pi
difeiputabau entre sí para llevar á ellos á loa
y tal foé el efecto de esta predióacioni que
seflor Zam&rraga al capítulo general dolaórdesi
l^rancíseo en 1581, asegura que ^^se habla ~
mano de los religiosos de San Francisco mas del
Uonde indios , derribado mas de quinientos
destruido mas de veinte mil ídolos."
Para perfeccionar la instrucción que se liabia
indios al recibir el bautismo I los miBiox^joros les
los domingos y ñestas en los . cementeríoa de lasj
antes fie la misa y sermón , y allí les repetían pa
tres veces la doctrina según los catecismos qos
compuesto en sus lenguas, y este es el motivo
cu las iglesias de las antiguas y grandes pobla<
mo la de Escapuzalco , Tacuba, Ouemavaoa y
cementerios son tan extensos y hay en ellos
dedor de las cuales se formaban los gmpos , en
de los cuales un misionero repetía el catecismo ,
guida la misa y sermón se decían en los mismos
rios, en lugares altas que todavía se conservaní
pudiese ver todo el concurso , que era tan ni
no cabía en los templos. Al ver en nuestros días
gares de desolación I en que el corto número d0<
rentes apenas basta para ocupar alguna parte de '
píos, que no eran entonces bastante vastos paia
la población de aquellos tiempos, el espíritu m^
xivo se halla oprimido con los recuerdos de aqi
cenas de vida y actividad , en que la caridad
ctjercia de una manera t^n distinguida ^ eobre
cououTsodenoOiltod.
-.115^
fituitruccíou de las Diñafl^ alguiiuti aucíanas qtio
to ene»*go , las reoogían;por barrios y las lleva *
eementeriod de las iglesia 4, en donde formando
idl8tribaid08 segim^ei adelanto qnelas dlsci^nlas
•'Han de las escuelas de hombres los mnohachos
Khados para darles leodon , hasta que hnbo
atgonas bastantes instmidas para enseñar á
habiendo establecido los misioneros este siste
lanía müta% tres siglos antes que Lancaster
wen^ logrando por su medio la ventaja de
los preceptores sacándolos de entre los mis-
, dosy 7 propagar la enseñanza en poco tiempo
i'gnm número de personas. Algunos años des--
'npmtríz doña láibel por los informes del señor
I lün> venir de España algunas mojerespia^
reiMirtidas en las poblaciones , formaron en
í competentesy'en donde se recogían en gran nú-
|iüja8 de los caciques 7 nobles de los pueblos: y «^n
wdado de aquellas matronas y bajo la inspec-
^mmonerosy se instruían no solo en la religión
Itt las labores de su sexo, y habiendo aprendiz
c hadan casullas, frontales y demás paramen-
ibiglesia. Ocupadas en estas clausuras en todos
ioB de la vida monástica, conservaban estas prác-
leñando sallan para casarse j y especialmente
sbgo quedó por largo tiempo la costumbre, de
'ttta$ jóvenes todos los dias auna ermita dedi-^
WKtisima Yirgen, en donde cantaban el oficio
líendo sus hebdomadarias y cantoras • que ob^
todo el coremonial de una comunidad de mons
i<mero6 no se limitaron á enseñar á los indica
>^s de la religión: instruyéronles también en
^^ y oficios mas necesarios en la sociedad , y
PATtsen que mas brilló el celo de fray Pedro
El seminario b primera escuela para esta ense-
b capilla de San José , que era la parroquia
tdía toda la población inda de la capital:
d se desmembró de ella el barrio de San Pa^
f« >dmiiiiBtracion se puso á cargo de los agusti^
[^e San Sebastian que se encargó á los carmelitasi
^ventofné aquella parroquia, y el de Qtat
María, habiéndose fondado allí convento de fir&noifletttt;
con lo qué San JoBé qoediJ solo con el barrio de S. Ji
£}Bta igicbla de San Jo86 foé por mnoho tiempo b
i'cBcnentáda y capaz do la capital , j por efito odebiil
en ella las fnnciones mas RolemneS} comof&eiOTilaa'
ras del emperador Carlos V y otraa de igual fiuntac
PiU las inmediaciones deeBta iglesia había foimadd
padre Gante algunos aposentos y piezas qne sefvia&i
talleres, donde aprendían los indios los oflcios doi
y.apateros , carpinteros , herreros , pintores y otroa, j
j>adre Torqnemada testifica haber visto todavía al
tiempo las cajas en donde estaban los vasos de los i
res do los pintores , que f aeren los primeros que 86 ti
citaron en este arte.
Mny ingeniosos faeron los artificios ele qae se yat
los aprendices indios para sorprender los secretoatk
artesanos españoles, que pretendían ocultar los
mientes que usaban para que no se hiciesen oamm
con esto quedasen ellos privados do las grandes nt '
«les que sacaban, teniendo el ejercicio exclnslvo de
lias artes. En poco tiempo los indios vinieron á m¡
aventajados en todas ) habiéndose perfeccionado ea|
qne conocían antes de la conquista y apreuclidolus 41
aquel fíempó ignoraban. — En el bordado tuvieioij
maestro á un leigo franciscano , italiano do nadi '
llamado Iray Daniel j y como la música ora cosa
sencial para los misioneros , pues que con ella hal
proveerse de cantores para sus coros, se dedicó á
solas fray Joan Caro* Lo primero que apieudiercn
misa de IN'uestra Señora, que comienza Salve Sant
rmtSf y en breve faeron tan rápidos losi)rogrésoa, qi
hubo convento ni aun aldea que no tuviese su ore
vocal é instrumental : habiéndoles .enseSade tamí
construir toda clase ae instrum^^ntos de viento y
Los misioneros tuvieron ocasión de ejercitar á
dios en la cantería y albafiileríaj, en la constrndond
conventos é iglesias , que se hacían l)9jo ladirec^
los mismos misioneros, algunos de los éuales dieron
bas de gusto y conocimientos no comunes en la
tectura. Dejo para otra disertación el tratar del
de construir qne entonces se introdnjo, y de las x\
nea que en^élha habido, desde el estibo gótico j
— 117 -
fampo de la refftauraoioii que presentau loo edificios dol
P^ de I» ccmqniatai haata el bArbaro gusto qae hoy do«
Um ea elgonos altaies que se Ueman á la moda^ que sin
meter ningimo detemunado, dislocando y corrompienx
HT todos loa miembros de la arquitectura grecoromanai
feíBoiitoiíaiido ooloies y omafos impropios^ va degeneran-
pfc tn los despropósitos del famoso CLürrigneria. Entre
m «diflelos del tiempo de la conquista hay algunos mny
lotibleB por sq solidez, ligereza y elegancia : de los qne
m Tisto pneden dtarse como modelos las parroquias de
Sipsasa y de Tula, que ambas fueron de franciscanos j y
ky otias muchas muy dignas de atención. Todo esto lo
UpendieRm á ejecutar los indios luego que se adestraron
61 el neo de los útiles traídos por los espafioles. **Hacen
^ kbran^ dice Torquemada , arcos redondos , escarzanos^
p leidaaos , y portadas y ventanas de mucha obra , y
[emitas cosas de cantería han visto , y ellos son los que
[Islábnai todo : en esta ciudad han hecho mucha y muy
phiMBa cantería , y la obra de esta iglesia de Santiago^
i foses una de las mejores del reino, y de las buenas de
íl^ifia, la han trabajado los indios , sin mas industria ni
^»u maestro que yo , que he sido el que la he trazado y
BSitos paéstolo en ejecución con sus manos, así en la mam^
rlstteiia como en la canteiía. Lo que eilos no hablan al>
pesando y tuvieron en mucho cuando lo vieron, ñié hacer
[ MfsdaSi y cuando se hizo la primera , qne fue la capilla
ymjm de U iglesia vieja de San Francisco de esta dudad
|id Héjioo^pof mano de cantero de un Castilla, maravillad
i mase mucho, y no podían creer sino que al quitar los an«
riaaiiios se habia de caer, y ninguno osaba andar por aba<«
I jiS ñas Tiendo que quedaba firme la bóveda , luego per-
dknm el miedo.^^ Enseguida aprendieron también este
f gfeero de construir , y Torquemada dice^ que ellos hidé^
[ toa las bóvedas de varias iglesias que cita, y entre otras
rlM de Ui misma iglesia de Santiago: -monumento digno de
[: veaeradon por los recuerdos que presenta de tontos su'«
eüoe y de ^ntes personas • cuyos nombres se hallan en
\'t \ grande conexión con la historia de aquellos tiem^*
I I-
^ aigunoB que hoy pretenden [que las artes se formen
¡si mismo, y qne donde no las hay actualmente no las
*) tampoco haber , parecerá acaso impertinente est§
PlSSBffA0I0NBí9.«-T0ir If«--16
empofio üu haoer aries&aoa á los indioSi y ea pretaads n
prodi^ejieeimaeBtro país¡tDdo lo que habla ei^B^palAiSi
eféeto, nada había y todo se podía baGerlvcmir da Ampa,
tdQieado los metalas preoiosos coa qae pagarlo, las«tt«
Isa era tanto mas f áál reoojer entonóos , ooanto qas et^
se hada & pooa costa, estando las minas someras y tista»
jando en ellas sin paga los mdios, los onales por otes par*
td se pretendía qae eran incapaces de toda oonpaeioii ^m
requiriese inteligeneia, porque se negaba qne la tortees.
Sin embargo, aqnellos hombres apostólioos , sin detoae^'
88 por teorías solo adaptables á circanstanciaa detsmA-
dasi y p^snádidos qne naa planta necesita pam ss U"
raigo y crecimiento de otro:3 caidados diferentes qne te
qne demanda cuando ha llegado ¿ todo éL ^rigor de aa ts*
getadon, 'encontrando en el país elementos pata todo , f i
en los antnrales de él nn in^^io may feUe . paia ifldás
oaanto veían, se aplicaron á ense£Larlo todo , y á|e8ta m
eúspeño se debió la prosperidad y riqneza qne laSas».^
Ifispaña tavo;, y nosotros las comodidades qne dis€aiti^¡
mes.
Una de las obras de arqniteotnra mas admirables dtj
los misioneros faé la qne ejecntó fray Francisco de Ti
bleqne»
Beíridiendo en el convento de Otomba, ynotandsi
escasez de agoa potable qne habla en aqaeUa
ca, emprendió traerla de unas faeotes qne estáa m <
ce legoas de dista&da. Muchas fueron las oontcad
nes y dificultades qaejtnvo que superar «n dies y
aftos qne duró la obra, pero todo lo venció su afiiii y
constamda, dejando concluido al cabo de tan Isigo
po f nn acueducto de targea de calicanto de la
qae se hajdicho, qne pasa por tres puentes} la priBora-
cnarehta y seis arcos; lajsegunda de trece,!y la
es la mas notaUe y que se vé en el camino de Oí
cerca del £smoso campo de la batalla de aquel
de sesenta y siete, en una extensión de 1059 voem y
teroia, teniendo^ arco de enmedio 12ft^ésde
son á2 varas dos terdasi y de ancho setenta pies 6
ras, por el cual podría pasar nn navio de guerra
das sus velas tendidas : obra construida con til
que deiq^nes de tantos aSos y con tantos y tan
biorescomo en ellos ha habido , no ha padeirido
— 119 -
meato y exidte catuiaiido admiraoioa á caantoB la ven [IJ.
Bl príiieipal iastanmiMto de eeta ense&anza artística
de Io« indica fii$ como se ha díisho fray Pedro de Gante. •*-
Pretendíase qne procedía de un origen mny ilnstre [¿],
(NmflrmftndOBe este concepto por el aprecio qa^ de él hi2o
elemperadoií Garlos Y, quien por diversas reces le mandó
]a bala de dispensa para qne se ordenase de sacerdote y
le ofredó el arzobispado de Méjico, caando quedó vacan-
te por el fiíllecimiento del seíior Zamárragí^ todo lo cual
tehtuóy prefiriendo ocuparse dePa instracoionde los indios
sa la bamiide dase de lego de Ban Frandsco. Bn esto em •
piad toda[sa vida, lo quelelgrangeó tal amor é inñojo entre
a^Q^os, qtte^l señor. Montufar solía decir , «^ yo no soy
araoblspio de Méjico, sino fray Pedro de Gante >" y así
iaé que regresando de Tlaxcala , á donde estuvo por al<
gOBliiÑiipo. le salieron á reoibiF por la laguna con una
ftaoi flota de canoas, y le condecieron hasta su 4)onvento
oon muchas danzas y regoo1)os« A su muerte , ea el afio
de 1573, riendo de mas de 80 aSos, la sintieron y lloraron
somo su padre : vistiéronse de luto y después de celebrar
solemnes exequias en Ban Franeisco, se las hicieron en
partítelar en tk)dos los pueblos de la comarca, y habiendo
pedido su cadáver, lo trasladaron con nueva solemnidad
i la^eapilla de San José donde Aié sepultado, siendo tan-
•tas las ofrendas que hicieron con esta ocasión, que quedó
^el convento provisto por algunos meses. La memoria de
este VMierable varón se conservó por mucho tiempo tan
yr72k entre los indios, que Torquemada refiere que algunos
Afios después de muerto, una* india rica que daba anual^
mente seis hábitos de limosna á los religiosos que esta-
ban en Sim José, designando á quienes los destinaba,
h Ü] Ectoptdre Teaiblcqat eonHniyó pm su habitaoloa., mientras la obrtí
¡Mh«cfB| Q&A mtt mnr paqneiía junto á la araaería» y para ao anatanto i% )ia
m. g^4to pardo ^oe aaiia & oaz*r y le traía naoa dia loa conajoa O ooocraioea
^«e neoedtaba. Btto, que parece oaantOy afirma Torquemada que ea *'pmí(ima
'rMéd^^ y que lo Tieron muchoa raligioaoayotraa peraonf a.
(2) Algrinos aatorea haa querido dedr qne erahfjo natural de Cérica V, lo
foarea iapofibfe,paeael padre Qante paaófr tféjteo en 1323, y Gftrlpa V lia-
ren 21 de febrero de 1500| dia de dan Matiaa, por coya oiroaoatHncia cuan •
lo lo aapo aa abnela la reina doña laabel, taa Tersada en la eaoritora , auau-
liando qae «n élreeaarfa an eorona, onja ao^esien había fallado en aa Mo y
KfoaiaCoviaetto en edad temprana, exelamó <^St oeoidtt aoia auperMat-
Mam" ^oe aon laa palabrea oon Que refiere 8|ua Lúeas, en .loa hackoa de lo«
ipóetqles, lat eleceSonde^aan U^Xvu al apostolado.
^120 —
nombró entce ellofi á fray Pedro de Gante, y ohuetvénk^
le el goardian qae había fallecido^ leplioo : << yo lo dof i
Fr. Pedro de Gante, dalo tú á quien quieras." Bl retaste
del padre de las artes en Méjiooi no podía dejar de tener
lagar en estas Disertaciones : he pnesto ana copia del q«
se halla en el convento de San Francisco, en el que se ^
la mitra qae el padre Gante rehusó • preflriendo 4 elli
continuar siendo el maestro de los indios.
Admira la rapidez oonjque se fueron levantando igleM
y conventos por todas partes, facilitándolo todo el amt
y veneración que los indios profesaban á los misiODm%
viéndolos andar á pié y descalzos , con «oto unos caito
de pita de maguey, y esto no en pequeüae jornadas, oie
en largos viajes como el que el pi^dre Motollnia hisei
Q-natemala y mas adelante hasta S'icaragua* vestidei
con hábitos de grueso sayal cortos y rotos » apimieiide
sobre una estera, con un palo ó un manojo de yerbas seeü
por cabecera, reducida su^ comida á tortillas y chile sos
las pocas frutas que entonces habla, lo cual pedían defi'
mosna en las plazas y mercados 9 pues en muohoscpa^
ventos no se encendía fuego en la cocina. Si en otro It-
gar hemos tenido ocasión de reconocer en loa oonquist».
dores un raza extraordinaria de hombres , que parsebí
formados á propósitos para resistir los incroibles ttsl»
jos y privaciones que tuvieron < que sufrir en tantas y ttt
Irrgas expediciones, preciso es confesar que los prünsiei;
misioneros no son menos admirables, y que los indios ts^
uian justo motivo para tenerlos por seres 8obréhumanfl%^
que mas bien pertenecían al cielo que á la tierra, destinsf^;
das por la Providencia á aliviar los males que los
quistadores les hablan causado. .
Esta pobreza de los misioneroá era un estímulo
roso para que se les hiciese abundantes limosnas, y
f aeren tanto en los primerea tiempos,*que conidias y
el servicio personal, mny voluntario y empeff oso de los
dios,- se levantaroh|casi^todas las parroquia de los pui~ '
que todas f aeron conventos y las mudisfl ermitas que
edificaron en diversos lugares y se proveyeron de
montos y vasos sagrados , manteniéndose las comí
des durante cuarenta afios\ sin que los frandacanos
siesen recibir en este período, la limosna que p<Hr '
— i2i;—
telígiüBafi que 66 ocupaban en la iiuitniooion de Iw
iadio& lias oomanidadeB de aqael tiempo eran muy nn^
iMRMas 9 poee Tenioe qne en San Franoiaoo de Oholnla
kaMa de CMidiaario 30 firailes y y oon lo qne aohrabade las
MmosBas leoajidas en aqnella dndad , se mantenía el oon«.
vorto^ de Pnebla donde había otros tantos. Bn el grande
deMéjioo había oomnnmente de 80 álOO firailes, sin oom-
inender loa huéspedes, y hemos visto tratando dd entier^
» de don Femando y donPedio Oortés, qne nn siglo
después de la eonqnista, se renníeron para aqnella solem-
iddad traacieatos üranoiswnos , de mho los oonventos de
Is oqpítal y sns inmediAdones. Para formar nna idea de
lo eoantioflo de estas limosnas, basta dtar algunos ijem^
piaña de los muchos qne se hallan en Torqnemada y en
otas eaoñtores de aquél tiempo. La iglesia de Santiago
tevo de eosto mas de noventa mil pesos, habiendo traba-
jado sb ella de valde^ dice el citado historiador , -HisfhMi
QSBteos y álbafiilesy como peones y otras gentes que han
ñdoaeeeearias para la obra, con tanta voluntad t ale«
grfiS aomo si edificaran casas para sí y sus hijos : y al pun-
u^qoe estoy escribiendo esto, continúa el mismo, está en
iBipEssenfiia un indio^ que viene de parto de una pobre
niffia deg% que hace de limosna dies pesos, y envía- á dea
eír que se holgara de ver 6 ser moza, para servir á alnn
aoio, pora ganar por aquél modo algo mas que dar a su
Suitíago." Bn el libxo de memorias antiguas del conven-
to de San Francisco de esto capital , dice él mismo Torn
qoemada, haber visto las limosnas hechas por varías in«
días, en que había partidas de siete mil pesos de una sola,
deaélsydecnatro^y^casiennúmerono acabable,'' las
de mil, quinientos y mas b menos ceros que estos,^ Juan
meto, que fué obligado 6 contratiste de las carnes de es-
ta ei^tal, estovo dando de limosna, durante treinto 6
tieinto y cinco attos* toda 4a carne que se necesitaba pa«
xa d convento grande, en tiempo en que, comosehadí-
etiOy había en él de 80 á 100 ítailes: tovo deronesgrann
<' 3 contratiempos, pues en solo una vez perdió ochenta
I caeros de res que mandaba á vender á Bspafia^ya^
1)6 por tener qne vivir en San Francisco , recibiendo
Ta su sustento una radon de las muchas que había w«
.Sn el aSo de 1562 se ofrecieron por loa indios» él día
^» wn»em(mMsio& Oe loB difimtei 6n;ia }gl«^
'
— 133 —
Jofiéf ma8 de den mil tortas de pan, tresá tmatro rain*
las de cera, veíate y cinco arrobas de vino^ gnuí ntwm
de galHnaSi y tal cantidad 'de hnevos y frata, qae eon hs*
ber dado nraolio á los pobres y á todos los que lo pldi^
ron y apenas se pndo gaardar lo qoe qnedó^n la rtf tcai»
del oonvento. En tiempo de Torqnemada estas Bmosifli
habian dismintúdo mucho | pero oontinnaroa haoiéidoia
fundaciones piadosas en tanto número , qne el «jnti-
miento de Méjico ^sreyódebér^representar en 1644 iinr
Felipe lYpara qne sepnsiesealgan coto e&éllaB,yeri^
tar qne todos los bienes raices del país viniesen á stf po-
piectod iBOlesiástica-
A los franciscanos siguieron los domfnioos^ haUank
llegado dos afios después que aquellos : su eotaadtb m U
Jico ene el 23 de junio de 1536. Bran también doeeMH
los f nmdscanosy número que todas las 6rdenes n&gíMl.
«legiáJU para empezar sus trabajos apostólicos, á
sa del de los apóstoles: hospedáronse en San F
hasta que tuvieron convento propio , que sel»brioiiK
donde después estuvo la Inquisidoni aunque poce '
po después se trasladó al siüo que hoy ooLpa^
truotdoahubo de comentar por setiombse de WX^
la primera ves que se hace mendon de la c(Me áífi
' BomUígó en las actas del ayuntamiento es en el
celebrado en 17 de aquel mes » y la obra se iba
en obrero de 1527, diciéndose en el cabildo del 22
solar que se le Jió á Pedro de Menéeos estaba ^4
monasterio que se hace en Santo Domingo.^ A pooo
po de su llegada murieron cinco de los religiosos; y «&!
lado fray Tomás Orti2 con otros txes se volvieron ii
palia, no habiendo quedado mas que fray D(
Betanzos, que con otros dos fué el fundador de
den en Nueva-^BspaSLa. Los Agustinos vinieron ea
entre estas tres religiones se distribuyeron el pais
' la predicación y enseilanza religiosa , trabs^ando
con igud celo y empetio : los Agustinos, por haber
do hombres de mas instrucoion, contribuyeron mi
los progresos de la Universidad cuando se hixo la
cion de ella. Lsus primeras monjas que pasaron & Uij
va B£qpafia fueron tres natundes de Salamancí^ ea
Ha conducidas por el padre fray Antonio deja Oma^
dscano ) en enero do 1930 : la superiora se' llMp^^bnl
— 123 —
^ena de Medranoy la cual tomó el hábito en el conven"
tode Saata Isabel en sa patria.
Kl plan pR^neato por Ooftés no se sigaib en coMito 6
qoe no se erigiesen obispados : firay Jolian Gatees^ domi-
nico, eoDfesor del obispo de Borgos don Joan Eodrigae/.
de Fanseea, encargado del despacho 4e los negodos de
indias^ faé mmibr^o obispo de Onba y despnes de Oocn-
!&el| otiaado se ereyó qne aquella isla era oosa de greiide
importancia : extendiéndose despnes su obispado á Yn^
^SAtaa y Tiazcala^ y llegó á la Kaeva^^Espafia en cironnss
tftuciss en qne, echado Cortés de la capital por él tesore^
ro Alooao de Bstrada qne ¿ la sazón gobernaba, estaban
ns cons ápnnto de enoenderse nna guerra civil entre los
^Qistedores. Oon el fin de evitarla se trasladó precia
pMamenteáTezcnoo'y deallí en canoa 6 Méjico : sa^
wdo sn venida salieron ¿ recibirle el ayuntamiento^ la
^^f^^tj religiosos , conquistadores y demás vecinos , y
^BiqQe no logró restablecer la armonía entre Cortés y
^■^'^ f eonsí^ió evitar que llegase & haber un*rompi «
misóte Presentó sus bulas al ayuntamiento en el cabildo
^ Id de octubre de 1527 y se acordó se obededeseni y en
«da 4 de abril de 1628 te le dieron dos solares para fa-
li^r easa, en donde ahora es el cementerio de Santo Do>
^g^ £1 sefior Oaroes era ja anciano cuando vino al
^^^^Bdo doTlaxcala, no obstante lo cual trabajó con em*
S^ en la propagación de la religión y en benefldi^ de
indios^ cuya apología hizo en la carta que dirigió al
nm Paulo m : firmó las actas de la junta eclesiástíea
fiwhiada en 1539 aunque no parece que asistiese á las
Monss, quizá por su mucha edad , pues murió á los 90
pOBf y fué sepultado en la catedral de Pnebla^ adonde s^^
telado el obispado primitivo de Tlaxcala.
t £l «stableeimiento del de Méjico «iguió á aquel y vino
mai nuevo calor y actividad á la obra de la conversión
i los indios. Habiéndose retirado Carlos ¥ & pasar lase-
MUia ssDta en el convento de franciscanos de Abrojo^
irea de Valladolid, hi2so conocimiento con el prelado de
pella casa» fray Juan de Zumftrraga y tuvo ocasión de
mbar sus vitudes por la devoción y gravedad con que
tfebrb los divinos oficios, y su espíritu de pdbresa, por-
li habiendo mandado qne se hiciese una limosna oonsi^
írable ó la comunidad, el guardián la hizo repartir á los
— 124 —
pobi68| sin que los frailea saliesea de bu acóstumbuili
S parsimonia. Comisiónele oon esto el emperador paia qn
dése á Yieoayaé sa patria, á extirpar las brq}as ea que a
(ieoia qne abundaba aquella provincia , y en segnidi te
nombró primer obispo de Méjico , adonde pasó , ansqu
sin consagrarse^ en 1528 (1). La erección de la oatedmln
hJ20 mucho mas tarde, pues se veriflcóen Toledo por «i
sd&or Ziun&rraga, que habia vuelto á BspaKa , d 9 de se*
tieml»e de 1534, por bula del Papa Clemente YII bajo «1
titulo de la Asunción de üluestr^efiora , con oinco dig*
iiidadeSi diez canonglas. doce raciones y medias radonfiBi
tres enrasly treinta capellanes I seis acólitos y dies y sai
íQüantes de coro^ pertígneroi caniculario y otros m ni»^
tros y dependientes. La iglesia, sin embargo, se había oa«
p^ado á ediftcar desdeantes, y para ello seüaló A ajut-
tamiento diez solares en el cabildo de 8 de febrao de
1527, tomándolos de los que se hablan dado durante al
gobierno de Balazar y OhiriUQ I cuyas mercedes dedaii
nulas OortéSi á su regreso de las Hibueras. Bata igiotto
estaba frente á la catedral actual . mas no es f 6cQ dolir
minar slera alNorte ó al Sur de la calle que seguia d»
de la del arzobispado hasta la casa de Oortés en el Bm-
pedradillo [2], En favor de la primera opinión hahriad
hecho de haberbe derribado, cuando estuvo muy addia»
tada la obra de la iglesia nueva; aunque esto pudo ser m
¿orque embarazase para la construcción , sino porqna ka»
bia venido á ser ya mútil, desde que empezó á servir eo^
mo catedral la sacristía de la actual, como en sa lugtf-
veremos. Por el segundo concepto milita la razoa de qsoi
el terreno propio de la catedral se extiende casi hasta
dar con la línea de la calle de Plateros, corriendo
lelo 4 ésta de Oriente á Poniente. Allí hay unaa
cuadradas en él empedrado^ que demarcan^ hasta
llega el terreno perteneciente á la iglesia, y hasta allí
extendía el cementerio antiguo, derribado en tiempo
conde de BeviUagigedo : la catedral conserva esta
{!) Bl mteitro 0U Ooua^MD&Tilai eü la Uatro de las iglaeiaB de tatl
ditts , diMqv* to oonaagró d señor Gtfcee en 12 de dlelenim do 1987, lo<
no pvede eer, pnee todaTía no habia llegado.
<3)KnlaBgaÍenteDiiertaeionae tratara muypoime&or da todas ka*
xUioionaa ano ha habido en elfplau y dUuibn eion de Ja plata de aéJteOí
li^eonqaiiuhaeta aaestroB diae.
-125 —
' piedad, y onando el cabildo permitió que se pnaiesen en
aqael tíítio los coches de providencia , i'aé á condición qae
el ayantamientOi por via de compensación j por recono>
oimiento de sos derechos , cuidaría de hacer barrer á sn
ooata el cemenierio de catedral , como creo se sigue ha-
ciendo. Este terreno , pues, demarcado por tales piedras,
sobre Jas cuales pasan todos los dias centenares de per-
sogas sin saber loque sigDiñoan , porque todas estas an-
tiguallas van cayendo en el olvido , me parece que seria
el de los diez solaras destinados á construir en ellos la
Iglesia, y por lo mismo es úe creer que ésta estaba al Sur
de la mencionada calle. Sobre cuál fuese su dirección o^
carre igual duda, pues es probable fuese de Oriente á Po-
niente, con la puerta al Oriente como era costumbre sín
tsar las igleiúas antiguas. El padre Pichardo opina, no
obstante, que la puerta estaba há,cia el Korte, porque el
solar que se le dio al licenciado Marcos de Aguüar, y que
después fué de Ocnzalo de Sandoval , estaba ^Hras de Ja
igleña frontero del de Pedro González de Trujillo,^ según
la seta del cabildo de 4 de marzo 1527, j por la del de 2S
de noviembre de 1525 aparece que Trnjillo tenia bu casa
en donde después fué el Paiian^ el cual era todo una man-
zana de casas , hacia donde estaban los cajones de fierro,
comendo por medio la calle que formaba continuación
de la de Plateros , ó como entonces se decia la calle que
va á San Francisco* El mismo padre cree encontrar otra
lazon en apoyo de su concepto, en la conveniencia que le
resultaba á Cortés de que la puerta de la iglesia mirase
hacia su oasa por el Empedradillo, razón que se desvanes
ce recordando que el palacio actual era también casa de
Oortés y aun la reconocida por principal , y que siendoT ' —
entonces la calle poblada por gente mas lucida la de la^
tapatapa, esto es, la que desde San Antonio Abad corria
hasta la del Beioz, este era otro motivo para que la puer- --
la de la iglesia mirase hacia ella. Todas estas dudas po^
drán de alguna manera aclararse por la con&ontacion
láae detenida de la situación de todos estos soleros , de*
marcándolos en ufi plano según la situación relativa que
entre sí tenian, aunque en cosa tan incierta nunca puede
resultar una plena aclaración , sino por el examen de les
papeles antiguos del archivo del ayuntamiento.
La BiatigQ» catedral fué derribada hacia el año de 1525,
9I3111TAOIONB9.— Tomo U^IQ
— 126 —
fiiendo virey el marqués de Oerralvo. De e^lo no q«ii
maB qoe nfia memona qae es la reja de la crujía, 4^1
oaando aquel templo fué demolido, se colocó y auu sei^
ea los corredores del palacio arzobispal, siendo motivodi
grato recuerdo el considerar que entre esa reja, devtt
heoliura que no da gran ideii de la magniiioenciadeaqttl
edi Acio, (lasaba el señor Zamárraga y todos sus inmedlir'
tos sucesores á la vista de nuestros mayores, en todos ki
actos solemnes de las festividades de la metropolitasiA
Méjico.
Oon el obispadosle Méjico recibió el sefior Zam
el difícil y peligroso encargo de protejer á loa indios
tra las vejaciones que los conquistadores 1^ hamo
frir. y el celo con que lo detiempeñó le atrajo la mase
hecha persecución de Koüo de Gazman, presidente da
piimera auuiencía, y do todos los que durante su gor"^
no y protegidos por él, se abandonaron á todo géa
excesos. BL mismo señor Zum^rraga dio cuenta al
rador de lo que pasaba, valiéndose de mil estrata
para hacer llegar sus cartas , pues loa que gohei
hablan dado la» órdenes mas rigurosas para Impedir
da comunicación con la corte. Es muy notable el
pió de una de estas cartas^ que voy á copiar porque
niñesta el espíritu que guiaba al obispo de Méjico ^
oposición vigorosa que hacia á los que de todos
oprimían aquellos de cuya protección estaba eoi
<^La gracia, la paz, v la misericordia de nuestco
Jesncrito sean con Y. M. y lea con atención eata
escrita con la intención sincera y leal de servirá
á y. M. E:!cribo sin pasión y por ser útil á los
tes de esta tierra, tanto españoles como indigenaa
descargo de mi conciencia y para cumplimiento dd
go que lie aceptado como una cruz y un marürio :
de decir la verdad aunque roe cueste la vida ,
da , según me dicen , por el odio de mis enemigoii
aquel que ha de juzgarnos á todos, me recibirá &i
algún dia las persecuciones que sufro por sa ca^
En esca carta, fecha de 27 de agosto de 1529 , ex:
{\) EjU carta ba aido publicada en francés por Hr. T
la B« gMnda eoleocion do piezai inécütka sobre Méj-.o, de donde
Hr. Tenianx C«
„ .o ñifizu inécütkfl aobra iléíí
ci49 el pedaxo citado.
— 127 —
iT Zamárraga may pormenor todas las intrigas que
habido entre los conquistadores , y los medios iní^
de qae 17 año de Oazman y los oidores de la primera
enoia se habiaa valido para aoamalar dinero. El o.
f Tiendo qae nada aprovechaba con las reprensiones
les haola en particnlar, comenzó á hablar en sus ser-
es de una manera general de la conducta disol ata
ios qae gobernaban y de sa tiranía respecto á los in^
, qae lo irritó de tal manera á Ñafio de Gnzman,
le amenazó de hacerle echar del palpito por la fuer-
Ba otra ocasión en que el obispo trataba de ablandar
aqael hombre' atroz, con la relación tocante de los pade^
lentos de los indios y con el fin de hacerle revocarla
MenlqueBehabiadadoparaquelos indios de üaejocingo,
idemás del tributo que pagat>an , trajesen todos los días
' &cada oidor siete gallinas, sesenta huevos^ y alguna ca**
sa, é hieiesen algunos otros servicios á Pilar, agente de
todas BUS mald^es; Gazman le contestó secamente, que
hs órdenes de la audiencia debían de ser cumplidas , y
que ai el obispa se oponía, lo haria tratar como al obispo
Z«&ara [I], no debiendo olvidar que hablaba delante de
808 superiores.
La protección qae los misioneros dispensaban á los iu^
*08 era motivo de continuos choques con la audiencia,
aeosándolos /ésta de que excitaban esdicioues.— Para
Tindicarse de ellas, el oDispo reunió en Huejocingo á los
goardianes de varios conventos , y después de los ejerci-
^ dos de devoción y penitencia, acordaron que un reIigio?o
irta á Méjico y en dia solemne predicaría un sermón, ex-
hortando á los individuos de la audiencia á cumplir con
■03 debercB, declarando altamente que los frailes estaban
' inocentes de todas las infamias que seles imputaban. liiU
€fecto, el dia de pascua de EspírituSanto , el obifli>o do
Tíaicala celebró una misa pontiQcal , y concluida, el jo-
lioso encargado de este peligroso ministerio, subió ai pul-
pito y declaró solemnemente que ni él ni s»» f^™Pf?*\'^®
eran culpables de los crímenes de que la o-^.^i®"®*^^!)^!*;;
t laba ; que no habia faltado á sus votos ni ft su regia, y
), D. Antonio de Aoti5%, óbspo da 2í*»^^A,ha>b?eni'j tomado ^p^^^ «u
1* \«n, d» lo* coa&tiisroi, fué pnño f oonhaalo ai ^y^^i . y, •
«i efaé ejMqUdo algaa tíimpo deapnea por o.-den a» v/o»
— 128 —
qad fle oreia* obligado á desmeatíi solemnemente laa tt*
laoiniae con qae »e pretendía cnbrir de oprobio á los pra^
dioadorea del Evangelio ^ para evitar qae ellas redondaí
sen en perjaioio de sa doctrina. La irritación üel preádes-
te Qazman con tal sermojí faé excesiva : mandó repeti-
das veces al predicador que se callase y bajase del ptU^
pitOf y no siendo obedecido, el oidor Delgadillo envión
alguacil qae acompañado de machas personas de sa {ttn
tido, le hizo bajar violentamente. A tal acto se signioA
excomnniones por parte del obispo , sentepoias de des«
tierro por parte de la audiencia , y conteGrtacionos j obo*
ques entre ambas autoridadeSi hasta que la andienóa ft
allanó á hacer que el oidor Delgadillo fuese á San Fiñ^
cisco á recibir la absolución, y que se quemase el reqoiá*
torio publicado contra los frailes. Los oidores y esn en^
bargO| instruyeron expedientes que mandaron á la e6s^
inculpando á los misioneros de que^ á título de protegsi
los indioS; impedían la recaudación de los tributos, y en^
barazaban la administración de la justicia , |dando auto
en los monasterios á los oriminales : el señor Zamáiiag%
por cuyos informes fué removida aquella aucüenciai
yó necesario pasar á la corte para vindicar su condu^
ó informar lo que con venia para el bien de loa indiosi '
biendo logrado satisfacer cumplidamente al em
y merecer cada vez mas su aprecio.
En todos estos incidentes podrá parecer que la
ducta del señor Z amarra ga no era la mas prudentei
que los medios violentos de que hizo uso para le
las demasías de la audiencia, no podiaploondncir mas
á extremos desagradables; pero es menéete atendí ¿
primero habla empleado sin fruto los de la persuasioii
viendo que el mal iba adelante , no estaba en el
ni en los principios de aquel prelado autorizarlo ooi
siloncio. Se le ha acusado también de que en el
de su celo por la propagación de )a religión, destruyó
el mayor empeño los manuscritos históricos de loe i
y un escritor burlesco ha dicho , que acostumbrado i
brujas en Vizcaya, le habían parecido también Imjí
encantos los geroglíñcos de los aztecas. Según elloi
de extraños y monstruosos,no seríajde admirar que 1
biera tenido por tales el buen obispo y y por otra
como'lo advierte lemauxOampons ^ siendo su ohj
— 129 —
propagación de la religión cristiana, oreia necesario qnU
tar de delante todo lo qae jozgaba un obstáonlo para eete
fiOi 7 no teniendo entonces nna idea de la escritura figa
rada de los mejicanos, deptruf 6 todos los monumentos de
esta qae pudo haber á las manos, y que tenia por emba-
razo para sus miras. ~
La vida de aquellos primeros prelados era la de nnos
midioaerosi y por sus costumbres y sobriedad, en nada se
diferenciaban de ellos. Toda la familia del señor Oarces se
reducía á dos criados y una negra , y el sefior Zumárraga
se privaba hasta de las cosas mas necesarias y de las co -
modidades mas comunes de la vida. Habiéndole dado los
iadios'unas piezas de manta , hizo formar con ellas unas
cortinas para impedir que el sol entrase por las ventanas
de su habitación : nnos religiosos de su orden sus amigosi
Je dijeron en su convento que ya parecía obispo y no frai-
le, pues habia adornado su casa de aquella manera: vuel-
to á su palacio hizo luego quitar aquel adorno que le ha«
hia atraído testa crítica. Andaba siempre á pié, y cuando
Silia á visitar los pueblos de su obispado, se hacía acom-
pafiar por muy pocas personas , por no ser gravoso á los
indios* Erigida la mitra de Méjico en arafiobispado , se le
expidieion las bulas que le conferían aquella nueva digni-*
dad, y vacilando en aceptarla, ^quiso consultar á su ami^
go fray Domiogo de Betanzos, que á la sazón estaba en
^epetlastoc, cerca deTezonco : emprendió el ir averie allí,
y como su edad y sus enfermedades no le permitían ya
^Mcer esta jornada á pié, el tren de camino del arzobispa**
io electo de Méjico, fué un pobre asno con nn lego de San
francisco que lo arreaba. En aqnel pueblo permaneció
^tro dias, en los que confimó á 14^500 indios, según el
legistro del vicario del monasterio que contó ISs vendas
lie los confirmados.
[ Yuelto á Méjico se le agravó el mal de orina qne pade^
fBía ; dispúsose para la muerte , como si toda su vida no
Imbiese sido una preparación para ella: recibió con devo-
frión y temara los sacramentos , y acompaüado de fray
JDomingo de Betanzos y otros religiosos , espiró pronunu
¡riando las palabras con que el Salvador entregó su espí^
íitu en el Calvario : J« ^na/nus tuaa , Dimine , commendo
}^rUwn meum. Murió el domingo iníraoctava de Corpus,
H las nueye de la mafiana del año de 151S | á los ochenta
r
L
1
— 130 —
años de sa edadi habiendo nacido en Darango , dd Be&o-
rí6 de Vizcaya el afio de 1468 . y tomado el hábito ea el
convento de Aranzazn. "So solo no quedaron bienes nm>
gano sayos, pues habia invertido todas sos rentas eali*
mosnas; en la compra de unas oasas^ en que edificó el pa
litcio arzobispal , que dejó á sus sucesores ; en ^lafanda^
cion del hospitaí del Amor de Dios , en que ahora estáh
academia de San Carlos y en otras f andaciones piadosas,
sino que dejó deudas • las que Oárlos V mandó se pBga>
sen del erario, por códula de 7 de julio de 15I9«
Se le sepultó en sus iglesia catedral con asistencia del
virey , audiencia ^ todas las autoridades , y un conooiso
numerosísimo de indios, que con sus lágrimas y gemidoi
intenumpían el canto de los oficios. Mai§ de 35 aSos des^
pues de su muerte , con ocasión de rebajar el piso dd
presbiterio de la iglesia vieja y se descubrió su cadám
que se halló bien conservado, con la cabeza separada del
resto del cuerpo por el peso de la mitra , y vuelta á oer«
rar la oaia que la con tenia , se quedó en el mismo slüo»
hasta que demolido aquel templo se trasladó á la naer»
catedral, en donde se depositaron los huesos en una caja
forrada de terciopelo carmesí con su llave, en una délas
alacenas altas del antecabildo, en donde estuvieron btf^
ta el afio de 1774 que se colocaron en la, capilla de Ssa
Padre^ al lado del evangelio en donde permanecen hasta
ahora. El Sr. Zumárraga.esoribió diversos opúsculos doo^
trinales para instrucción de los indios, muchos de los csi»^
lejs vio el Sr. Beristain (1) en la librería del couventod^
Francisco de Tezcuco, y en un libro de la doctrina criK
tiana que se conserva en la mi»ma librería y que pti *~
atribuírsele, puso de su puño en la carátula, lo fiigniea
^'Esta doctrina dá y envía el obispo de Méjico al _
fray Toribio Motolinia, por donde doctrine y enseñe á
Indios y les basta, f Fr. Juan, obispo de Méjico.'' Sn
mona se ha conservado como la de un hombre vene
por sus virtudes y trabajos apostólicos , por lo que jo
creído deber poner BU retrato al frente de esta Disef
cion, y en este lugar la copia de su gremial , el coal
guarda en un cuadro en la clavería de esta catedral
Antes que el señor Zumárraga, habia muerto F.
{IJ Bllbliot^sa.^iiiiojaft, artl«itfo Zoalirafa,
I*
I
-131-
tíQ de Valencia en el año de 1534. Ooncloida la prelada
qae por la seganda vez se le confirió de los frailea fran-*
ei9oauo3 de NnevavEspafia, se retiró á Tlalmanalóo , de
donde frecaentemente iba al oratorio que habia hecho en
Qua caeya del monte de Amaqnemeca , qne despnes ha
sido lagar de mucho culto y veneración. Sintiéndose en**
ídrmo en aquella ermita so volvió á TlalmanalcOi y cono^
ciando loa religiosos que le acompañaban que el mal era
grave, dispusieron trasladarle á Méjico , adonde no pudo
llegar, pues en el embarcadero de.Ajotzingo , ya puesto
en la canoa'para venir por la laguna,se hizo sacar.á^tierra,
é hincado de rodillas, con los ojos fijos en el cielo, espiró
en brazos de fray Antonio Ortiz que le acompafiaoa, ex^
clamaüdo : Frandatus sum á desiderio meo: **Ha sido frus^
trado mi deseo," haciendo relación al que tenia de pasar
á la Ohina, pasa sufrir el martirio predicando el Evanges
iio. £1 cadáver se condnjo al convento de Tlalmanalco,
donde fué sepultado.
£1 último que murió de los primeros doce misioneros
franciscanos faé fray Toribio Motolinia. Por cuenta qne
llevó por escrito, habia bautizado mas de cuatrocientos
mil indios, ''lo cual, yo que lo escribo, dice Torquemada,
lo vi firmando de su nombre." Falleció y fué sepultado en
este convento de San Francisco, y en su entierro fué me^
aester impedir que el concurso despedazase el hábito que
llevaba el cadáver, queriendo tomar pedazos de él como
reliquias del santo.
Por los esfuerzos de los misioneros, en pocos afios que-
d6 extinguido el culto de los Ídolos, y en su Ingarse
•abstitjayó toda la pompa de las ceremonias católicas. —
£a cuanto al exterior la mudanza faé completa , pues
aeguu dejó escrito Bernal Diaz : '^ tienen sus iglesias muy
ricamente adornadas de altares , y todo lo perteneciente
para el santo culto divino, con cruces y candeleroe, y ci-
riales, y cáliz, y patenas^ y platos , unos chicos , y otros
grandes de plata, é incensario , todo labrado de plata. —
Pees capas, casullas y frontales , en pueblos ríeoslos tie*
nen , y comunmente de terciopelo , y damasco , y raso , y
de tafetán, diferenciados en los colores y labores ; y las
mangan de las cruces muy labradas de oro y seda , y en
ilgnnas tienen perlas : y las cruces de los difnntos de ra-
lo negio, y en ellas figuras de la misma oara de la muer-
— 132 —
te con BU diforme semejanza y huesos , y el cobertor ii
las mismas andasi nnos las tienen bnenas y otros sotn
baenas« Pues campanas, las que han menester, eegmk
calidad que es cada pneblo. Paes cantores do capilia k
voces bien concertadas, así tenores^ como tiples , y f^,
traites, no hay falta: y en algunos pueblos hay órguciif
eii todos los mas hay flautas y chirimías, y sacaboeheví
dulzainas, ^nes trompetas altas y sordas, no haytaBli
en mi tierra, que es Oastilla la Vieja , como hay en eitt
provincia de Guatimala : y es para dar gracias á I>iQit|
cosa muy de contemplación ver , como los natanritf
y udan á decir una santa misa, en especial si la dicen"
ciscos ó Mercenarios , que tienen cargo del curato
pueblo donde la dicen, f Otra cosa buena tienen qi0
han enseñado los religiosos, que asi hombrea coioo"
jeres é nifios que son de edad para las deprender,
tx)da8 las santas oraciones en sus mismas lenguas qos
obligados á saber : y tienen otras buenae coatiun
cerca de la santa cristiandad, que cuando pasan cai
santOi altar, ó cruz, abajan la cabeza con humildad,
hincan de rodillas, y dicen la oración del Pater B
ó el Ave María : y mas les mostramos los conquián
á tener candelas de c^ra encendidas delante de los
altares y cruces, porque de antes no se sabían apro^
de ella en hacer candelas. Y demás de lo que diclio
go, le(9 enseffamos á tener mucho^ acato y obedi(
todos los religiosos y á los clérigos , y que cuando
á BUS pueblos les saliesen á recibir con candelas de
encendidas, y repicasen las campanas , y les diesen
de comer, y así 10 hacen con los riligiosos, y tenían
cumplimientos con los clérigos. Demás de las bntnai
tumbres por mí dichas, tienen otras san tas y
porque cuando es el día de Corpus ührístii y de n
tíefiora, y de otras fiestas solemnes , que entre ni
hacemos prooesiones, salen todos los mas pneblos
nos desta ciudad de Guatimala en procesión con sni
ees, y con candelas de cera encendidas , y traen
hombros en andas la imagen del santo 6 santa de
la advocación de su pueblo , lo mas ricamente qnej
den, y vienen cantando las Letanías y otras aan
ciones, y tañen sus flautas y trompetas : y otro tasl
cen en sus pueblosi cuando es el diadelas tales
— 133:—
|tota«| y tienen costumbre de ofrecer los domingos y
MiMiabnente el dia de Todos Santos."
IficSar gi&ela mudanza interior fnese tan ab-
y ^tf^los misterios de la religión faesen tan bien
domo eran segnidos con regnlaridad las fors
, sin qne pneda reKOlverse esta cuestión
slgfadodeliistrnoeion qne yernos en la actualidad
poeblOf pneaqúe la eficacia y esmero de los primea
lifineraa'deMa hacer qne esta instrucción fuese en
Ihv époéa mnohomas completa. Cierto es que la pom*
rlaMttr^ndBíaa de la iglesia , debía influir mucho
áodmoa efffimidos con los crueles ritos de la gentin
f-wáttté eomolas horribles festividades que se
4:)oa dioaes del gentilismo, fueron pronto olvida-
[0m las fanrcionea alegres, en que la pompa de la sa^
ée HBla ó la magestad de la religión, pudiéndo *
lite eoina ana de las mas solemnes la fiesta del Oor-
(•flBftay ffo/ibio Motolinía hizo en Tlaxeala el afio
ISiSk Km pelillosísima aquella ciudad y sn comarca,
tecoadorrenda ásoendia acosa de ochenta mil per-
lila eaitttra estaba adornada con mas de dos mil
sabieflea de flores , y en los cuatjo ángulos se fln^ '
cvaftio montanas, que según el mismo padre Mo-
»ia<^y^ cada una su pefiol bien alto, y desde abajo
te heeho como prado con mantas de yerba y floresi y
) lo qne kay en un campo íresco estaba ; de monte y
y tan al natural como í^i allí fuera criado y naci-
euareraeosa maravillosa de ver, porque habia mu-
génsvoa de gibóles , unos silvestres , otros de frutas
litros de Ames, y las setas y hongos, y el vello que sue-
Biosr en los árboles y peñas, hasta árboles viejos que*s
á tma parte, como monte espeso*^ y á otra parte
fsto, y en Itfs árboles muchas aves chicas y grandes;
kUa áMoaea , cuervos , lechuzas pequefias de muchas
B«fia| y en los mismos montes mucha caza, donde ha-
iTttaaoii^ liebres, conejos, adives ó coyotes y muchas
estas atadas, porque las mas de ellas son de gé-
deviboiraír, y alguna era de cerca de una braza , y
gDidaa ewt como la 'muñeca: tómanla los indios en
auuiÍHsetnoáilos pájaros, porque pam las bravas y
>lkMÉa tienen una yerba que se llama tabaoo, que
israieee 6 entumece ; las otras culebras que no son
PISBBTAOIOJrW.— ^XOMO IL— 17
k)
1
— 134 —
poüso&osaSi 'llaman mansas: y digo que todas las sw.
grandes y chioas , y oasa de animales y oolelnas ^ssi
los montes y bosques habia, estaban todos tífos^ y jtiMs
gano maerto. En la primera de estas monta&aslesiiibili
representación de Adán y E 7a y la serpiente que los»
gañó : en la segunda la tentación del Señor, en la tmn
ttan Oeróulmo y en la cuarta Nuestro Padre Sao Fmi.
cico. Y para que no faltase' nada para oontrahaoerslii' -
tural, estaban en las montaflas unos cazadores, ma^mf
cubiertos con sna arcos y flechas, (f que oomunmeate k»
que usan eáte ofloio son de otra] leugna, qoe ae Usaft,
otomleSiy como moran cuasi todos hacia losmontesiniia-
mucbo de caza], y para verlos era menester agoaarlsiT '
ta : tan disimulados estaban y tan llenos de rama j'
Tello que fácilmente se les venia la caía hasta los
£$tos cazadores estaban haciendo mil ademanes 1
de soltar la flecha.'' Por entre las calles así adorsxlsil
cubiertas de flores pasó la procesión, en la cual las
gas de las cruces y los atavíos de las andas de las
genes eran de la preciosa obra de plnm% que enl
hacia con perfección, y cuyos matices ejú)edía& 6 los
hermosos brocados : millares de personas, Uevandki
el hombro izquierdo y bajo el brazo derecho aartalet
flores, coronadas con guirnaldas de rosas 1 se
al pasar el Santísimo Sacramento y arrojaban s os
nadas al pié de los sacerdotes que llevaban laa andas
que iba colocado : una música festiva hacía reamM
aire con los cánticos sagrados que hablan aprendida
los indios, y el pendón con las armas que habi
do Oárlos V á la óiudad de Tlaxcala en premio da
servicios en la conquistai tremolado por la primera
en esta solemnidad, lisonjeaba á aquellos repal
con una distinción que no se habla concedido &
otra población indii^.y satisfacía su orgullo nacional
el triunfo obtenido sobre sus enemigos á expenaa
independencia.
Otra solemnidad de una naturaleza triste 7 It
debió hacer grande impresión en los ánimos de loa
vos convertidos. En los primeros años de la f 1
del convento de Santo Dominga de Méjico, fué rol
su iglesia la custodia de'plata que en ella habla
Santísimo Sacramento.
r
Grande esoáadalo oaas ó semejante a tentado, y pa»
xa aplacar al délo se [dispaso hacer una procesión de
penitencia á qne asistieron don Femando Oortés con la
ladiencia y todo el reoindario: los frailes de 8to. Domin-
go y San Fraclsoo iban en ella desoajzos« con las cabezas
caUertas de ceniza, y fray Martin de Valencia con nna
soga al coello^ predicaba fervorosamente i tomando por
teto las palabras qne el divino Bedentor dirigió á ios
;9iieleiban á prender. *^A qnlen bnecaiSi" deplorando el
"(pe lá tierra en qne se estaba plantando la religión , se
ina&ehaae con aqnel crimen.
* La afldon á las procesiones vino á ser general en los
ludiosi y estas se liacian con tal concnrso de personas,
fue hoy apenas podemos formarnos idea de ellas. Tor-«
[iniemada, testigo ocnlar, refieie como salieron las de la
mnatia Santa de la iglesia de San José en el afio de
En estos términos : **E1 jnéves santo j dice, salió la
on con mas de veinte mil indios en todos , y mas
1 p«iitenteS| porqne se jantan allí todos los de las
'teatro cabeceras y de allí salen azotándose, con desden^
diez y nneve insignias de Oristo y otras de sn pa«*
El viernes salieron de la Soledad [la procesión de hk
dj mas de siete mil disdplinantes por cnenta i con
'gniae de la Soledad. La maflana de resnrreodon salió
procesión de San José, con doscientas treinta andas de
genes de nnestro Señor y de nuestra Befiora y de
santos, todas doradas y mny vistosas. Iban en ella
andas de todas cuatro cabeceras, por particular man
iento del rey y de los que en su nombre mandan, re^
odendo á esta capilla siempre por madre y primera,
qne ha habido y hay casi ca^ÍEi año encuentros en
á esto, no prevalecen los contrarios. Van todos con
o orden y concierto, y con velas de cera en sus ma.
^ y otro imnumerable gentío que también le acompa-
óon velas encendidas. Van ordenados por sus barrios,
n la superioridad ó inferioridad que unos á otros se
nooen, conforme á sus antiguas oostumbres* La cera
es blanca como un armiño, y como ellos y ellas van
íen vestidos de blanco y muy limpios, y ,es el ama-
6 pooo antes , es una de las vistosas y solemnes
dones de la cristi^ad, y así decía el virey don M^fi
Bori%nw, qi^ m^ wm ú» Im ogsm mas 4^ v^ %w g^
^
— 136 —
su vida había visto, y todos los que la vea ^dioea]a i»
mo. Llevaa tantas flores y rosas las aadas y losooMl
en las manos y cabezas heohas goimaldas • qas porvli
solo acto sopado llamar esta ^pasoaa de floreik Uw
ana calle á la iglesia mayor^ donde la reciben coa i«(i<M
de oampaaas y miaistros y craz , y vaelve por oftiaib,
oipillai doade laego se canta la misa con todo aqflái»
compafiamieuto de gento.'' Torqnemada habla dft M
maohas procesiones de igaal solemnidad, qne pmwit
solo la iacliaaoloa de los iodios á esto clase ds ftMM^
sino tambiea lo may poblados qae estaban los Impelí
esta capital. > , ^ .
Los coacilios mejicanos fijaron deñnltivameajto lite
ciplina de nnestra iglesia* &l primeco y segtfadúja «^
braron por el segando arzpbíspo don fray Afoow 1^
tufar, del orden de Banto Domingo , en^la^ a&oí f^'
y 1565, y el tercero qae es el de maijor iiapprMDO^
la solemnidad con qae se celebró^ y por haber á^^ "
bado por la silla apostólica, faé presidido por el
po virey don Pedro Moya de Oontr^ra en ISSL
tatntos rigea hoy en todas las iglesias de IS:. ^
ca. Los cánones de estos tres concilios ae pablv^ñsi
el se£Lor arssobispo Lorenzana, elcaal celebró ^
1771, qae no habiendo llegado áser aprobado^
pa, ni obtenido el pase del consejo de Jodias no seM
blicado, pero sí se imprimieron el. catecismo majdt
el aso de los párrocos, 'y el de la doctrina criatíao*
los niüos, compuestos por este concilio*
Aaaque el tribanal de la inquisición no. se
en Méjico hasta el año de 157 1, la aatoridad inq
se ejercía por comisionados especiales, de los 6w4
mero faó el Ldo. Marcos de Agailar (1) qae tuvo & A
go el gobierno de la NaevaEspaQa por muerte 9¿
Luis Poncíe en 1526, el cual al presentar el poder
te le confirió en el cabildo de 10 de julio de aquél
jo qae ^'vino á esta Nneva^BspaQa como inqniéidoCí
^1) V(i eltomol? foHoS47, 89d¡joqti« AgaUtr feo vtoo efm
Bauto Ddmiax^, impnffaando #1 aiarto d«H«rj«fS, p«ro dtipWf.'
«n% dtt Ut eartai de Cortea, pablioadM «n U opwceion d« dotaiBM
d)l leñor F«riiaudes de Navarrete« qoeel mismo Cortee diM qiM
eompaáía ooaado regresó deSipuf», y ati nopued* dudarte: eip^'
Xo ws9k Í9 poea importfmeia,
^ 137 —
' ti||davM las oosaa toeiuite al santo ofloiQ de }a Ihqoísí^
/ émJ^ ho9 Míos habían aido^eelfliados exmJM de^ ja-
^ nsdienon y solo dependientes de la de los obispos f por
•» o^ro.ttottvo 9 s haiier de hablar en el corso de estas di^
• MMkmmtA úe los yarios autos de fé qiae se hicieinDn én
- tomas^pooast omita extenderme mas sobre este pantC|
^ 40S4firá tM eaenoial orando se trate del gobierno espax
^ IM«n loa teres «s^ qne duró e^ nuestro país.
¿r^ Ife he limitado 6 presentar los heehos principales qne
. MliiAsstaa eámo se verificó el establecimiento de Iftie-
Kgion orisiiana en estas regiones , omitiendo ja infinidad
ds noticias partiocdares que se hallan en las crónicas de
* las diversas órdenes religiosas y en las obras de los mi~
noneros , siendo esta la parte mas ahondante de noestra
historia y sobre la cual se podrían escribir volúmenes en-
tres, que ahora atraerían poco la atención y la coriosi-*
dad de los lectores. He creído también deber abstenerme
de hablar de todas aqoellas tradiciones piadosas, qne haa
sido objeto de dispotas empeñadas entre los escritores^ y
qae deben ser mas bien materia de respeto que de discos
éon. Ooalesqoiera qoe sean las opiniones de los lectores,
la condoota de los misioneros que vinieron á predicar el
Evanhelio á estos paises , debe parecer ejemplar y admi^
nble. |Los piadosos verán en ellos onos varones apostó^
1 icos, que desprendidos de todo interés homano j sin pre^
' tender premio ni remoneracion algona en la tierra, aspi^
-rando solo á la corona de gloria prometida á los qoe ven^
deren en la locha qoe ellos acometieron, consagraron to«<
^ das sos fatigas, á costa de trabajos y privaciones increi**
i blt.S| al beneficio de las alma8,',éítablecíendo entre los in^
I dios la religión por coyo celo se empleaban en tan labo^
l^rioso ministerio ; los qoe atienden mas á los intereses
l^mnndanos y qoe qoieren hacer de la homanidad ona cao-
i#a diversa de la]de|la religión, no podrán menos de admi-
I rar en estos hombres , los protectores de los oprimidos,
los defensores de los indios, la única barrera qoe los pre^
Sttrvó do la tiranía y los libró de la mina. Oon la religión
les ensecaron también las artes mas necesaria á la vida
lOtvil y dieron principio á la indostria á qoe la Noeva-Bs^
[paña debió so grandeza y prosperidad , habiendo hecho
eonooer el s^or Zomárraga al emperador Garlos Y todos
loe recnrsos del país y todo lo qoe opAYenia hacer pam
— 138—
safonmtoi SMMaBftmzM oibenfifloio de IftluuBuA-
dad, no fueran é1 ramltado de frindfkm ñkmSñto^éif^
únicMnente él eActo de In eerided erietiaM. wso att
glorioso trinnfo bn flide la dvilisatíon de todo ávm
ccmtinento deMdn ál emptflo y tralM^o de eetoi knúlihi
mi8ionei!08y que m ñgio oolooó ontre loe eutos y qvetih
doe loe venideroe deben ver oon él reipeto y veaenflíM
que se debe & 1m mee berúloss Tirtadee , y oon el iesDM«
dniento á qne] 80 bieicTon eenedons por loe madMé
inmenooB beneAdoe qno bioteron á toda la AméitelM
f aé eepafiola^ y mny eepeoialmente A nnesba npttBa
mijloana.
•]
I
OCTAVA DISERTACIÓN.
Vomiacloii de la eiadad de M^ico;
EBegan ee lie didio en otro luger de esta obre, la antl^
» M^loo te eempoiiia de doe dadadesi Tenoolititlaii, y
■tteloleOí ^ne en sa {iriaelpio faeron doemonarqiiíee se-
paiadaii iometlda la iegonda 6 la primera: ocm el txans^
jHHtao del tieupoy el amnento eaoeaiyo de anibae poblar
Ijkmeey Tiniecon 4 quedar reunidai y oonftindidoa en una
|ttta¿qve fbé eaii enteramente arminada^en el ñtio que le
MM Oortée. Bste m retiró áOnyoacán degpiíee de la toma
m la capital y prisión del empeñdor Oo&nhtemotzin^ y dn-
¡aadoei oonvendria reedificar la antígna oindad ó rondar
kMúiaeTa en otra parte» eraraltó con ana capitanes y se
fMolvió por lo pírimerO|¡siendo los motivos de sa determi*
^adon el conservar el nombre de Méjico y el inflijo qne
ttopétm sobre tedo el país, y aproyeehar las yentajas qne
k^ttoflioii en medio déla lagaña proporcionaba^ para la
¡s^"— ^ y fádl condacdon de todo género de comesübks
^«Artoe. Mas adelante, la consolidación del dominio esi.
pBol rcdnjo á la nulidad algunas de estas ventajas, que
¡i Ism dronnstaneias del momento se hablan considerado
fffM, importantes, y entonces , cuando el remedio era ;a
isi^v dificii y costoso^ se echaron de ver los inconveniens
— 140 —
tes de esta posioioiiy pnes ocupando la dadad el o^tio de
un valle ó cavidad circular ^ rodeada por una cadena di
montafiasde cosa de setenta leguas de circunfereneíai
todas las vertientes se diríjen á la población , sujeta por
esto á] frecuentes inundaciones, que hicieron neeeaaiio
para precaverla de ellas emprender grandes y costom
obras.
Para proceder con regularidad en la forma y diatriba- '
clon de la nueva ciudad, se formó un plano, ó como en el
libro de cabildo se le llama una traza , que aunque no ae
ha conservado, por los datos que hoy podemos reoojer,
era un cuadro que abracaba todo¡el espacio one limiíai
al Oriente la calle de la Santísínm y las qlie- siguen ca
su misma dirección ; al Sur la de San* Gregorio ó de Sea
Miguel ; al Norte la espalda de Santo Domingo , y al F(h
niente la calle de Santa Isabel [I J. En algunas deestii
calles que servían de límite á la traza , se formaron aoe»
quias, de las que se conserva la memoria por ios nombrf i
de los puentes que sobre ellas estaban con8tmidaa«.Otne
muchas de las que en la ciudad' antigua corrían: (x>r di^
versas calleS| quedaron cegadas con los escombros de ka
edificios que se arruinaron en el sitio , y solo se de)am
las que etaa necesariaff; para la comodidad* del . Mflesf
conducíoion de víveres : | las calles por donde tas
pasaban , se llamaron con generalidad <^Ues del oyus^^i
Todo lo que exoedía de estos linderoe se., séllala por
r ios para habitación de. loe indios; pero extam
entonces las lagunas casi hasta tosas eou.la Ira^ia.por
versos puntos 9 estos subnrvios lavieEon snaiayí
plitod nacía el Norte , en Saantiago ^ que era el
Tlalteloleo, y. el Poniente por ^an José» que fofrl^ _
quia y eabeoe^ de todos. La distribodoii legnlsfr da »
sanas no se hiao extensiva á estes baiarip% y^aimf ae.
pueslapobladon ha salido de sos antignós ikikite% mm
pedal por el lado de San José, que ahern se conoce
el nomb^ áel N'uevo^MéfieOf se ha ido fMbrioaaadoí oea
co órden^ dé manera que tai Méjico, todo lo antiguo
(1) En «ito de]iiar<}a6Íoa hago vfo foianenté d«l«ombfe d* U cfiU«,
noeidft en cada rombo, debiéndole oQtendarqae el límite de la tras
^or Hm qne contfnúan en la mli|ma direadon, hssta* eortme imaa 6<*ii oi
formtado elonadro. ^ta inaxaetitad «n la «zplieAcíon aa «na ilekM
jiientat ^ae resultan de Jiaber dado diT«no ncmbie a cada coadüca.
-141-
tido oon regularidad y todo lo nnevo sin ella j al
io de lo que sucede en ]a8 ciadades de Europa. —
entendido que el conde de Beviliagf gedo^ á quien
debe la eapital déla república , previendo este au-
ito de la población, hizo formar la delineacion de las
que debian fabricarse, pero no ha sido seguida esta
estableció por base de la repartición del terreno de
que á cada individuo que quisiese ser vt^cino de
se le darla un solar y dos á los que hubiesen |6Ído
l&iatadores de ella ; pero cnáles^fuesen las dimensio"
deestos solares, ni constan eu el libro de cabildo que
de eato como de coaa conocida , ni hay hoy datos
ktee para fijarlas. Las condiciones de la concesión
m, que se habia de edificar casa en el solar dentro de
ipo determinado , pasado el cual quedaba denuncia**
y Be podia aplicar á otro. Estas mercedes comenza-
ábacerae cuando. el ayuntamiento residía enOnyoa-
que fué donde se estableció^ y como no habia todavía
[O de actas ni registro en tbrma , se hicieron al princi-
en papeles y memorias sueltas. A^í se vé por muchos
del ayuntamiento, en especial por el del cabildo
'20 de diciembre de 1527 en cuyo dia *<pareció Franci-
í de hM Gasas y dijo , que ha mas de cuatro años que
" en esta éiudad é Nueva EspaSa, é tiene indios en
de esta ciudad, é á la sazón que vino fué reci-
por vecino de esta ciudad, y por no haber á la sazón
de cabildo sino papeles é memorias , no se halla el
ito de cómo fué recibido por vecino; por tanto que
6 ^di6 á sus mercedes por tal le oviesen é recibie<«
desde el dicho tiempo acá, é le mandasen dar como á
Iveoioo 911 solaré huerta. E por los dichos señores vis^
i lo susodicho , dijeron que lo hablan é o vieron , é reci-
é recibieron por tal vecino de eaca ciudad desde el
10 tiempo de cuatro años acá, para que goce de las
Edadones y libertades que gozan los otros vecinos de
oíQdadt 6 que habiendo sitio para lo dar solar é huer-
eomo pide, que le dará , é mandaron lo asentar para
se le dé. tít^o en forma" [ IJ. Antes , en el cabido de
(1)1 ^MoerdoefUfixmado por«l Uioraro Alonso de Estrada, qae ern
I)I8BSTÁCI0NEd.--T01lt IL— 18
— 142 —
28 de marzo del mismo afío , se acordó dar por sem
esto es^ declarar qne se habían cumplido las condici^K
de la merced, el solar de Orístóbal de Mafra "el caal '
qae le faé dado por el cabildo, estando la cindad en
yoacau."j Lo mismo se hizo dos afios mas atrás , habiéa
dose mandado en el cabildo de 2S de noviembre de 15^1
asentar en el libro de actas y dar por servido el solar q
sd le dio á Jaan Cano, qae dijo le estaba dado por lern
do **dtí.sle qae so^pasó )a oindad de Ooyoacan (1).'' Ba*
cjncesioa de algaaos solares se excedió & veces deloiül
mitea de la trrza, y para redacír la población de es
les ái édta, eti el cabildo de 8 de jnlio de 1528 , se dif
lo sigaieute: ^'qne por caauto en el principio qae
ciniad se trazó, fué acordado y mandado por la cia
qae d^^sie la calle de la ajaa qae est^ junto al moo
rio de Santo Domingo en adelante, no oviese casas
espAüoles, sino que de allí adelante quedase pararii
los nacnrales ; y qne por importunación de alganas
sonata s ) les ha dado solar de la otra parte de la aeeqi
ád\ agua lo cual parece qae es en mucho perjuioio y
da loá nakarales, y que ei fuera de la trazsi qaeea
principio fué acordada y señalada , y los estantes de K
jico y de Tlaltdlolco se quejan y agravian de ello qae *
tomen sas casas y solares : por ende dijeron, qne leri
ban y daban por ningunas todas y cnalesquiera m
des que la ciudad haya hecho de solares de la otra
de dicha acequia, y que mandaban y mandaron qae
aqaí adelante no se den allí solares, sino que los qae
tienen, los pidan en otra parte dentro en la traza.
Existe en el Museo nacional un plano de la ciudad
tigaa, que se dice haberle dado Moctezuma á Oort6$
origen es mny dudoso y auti poco probable , pues
cuanto Uortés tenia dado por Mockezama,8e perdió <
famosa noche triste , no habiéddoje salvado en aqai
goberaador, Gri«tSb&l Fiora^ Garcii do Holgnln, el qie |>T0nd*6 &
moMin, Pedro da Carrauz« y Jaaa de Hiaoíosa Sapongo qae el FraaeMaeJ
Ias Oaou et el mi uno parieato de Codeé, q «m hizo tauto papal en leer
de las liib aeras:
(1) Bete Jaan Cano ea tindadit et mismo qn« cai^ con dcñ« Isabslj
teíama, oaando qaedó ^ inda de Alona o de Orad). Habla Tenido C3
TAos, 7 en todo lo qne da él cita el sen )r Presoot , se maiüfiesta poca
de 901101, lo qne acaso Tiene de este origen.
— 143 —
¡dnota ni eldiario qae Cortés había llevado de sus ope-
íciooesy docamentx) qne habiera eido el mas precioso pa-
naestra historia, ui el instrumento que se extendió del
iconociiniento qae Mootezama ysas grandes hicieron
Id la soberanía de Carlos V. Sin embargo , este plan es
lindada anteiier á la conqaista y faé reconocido y co-
liado por don Carlos de Sigüenza , qnien paso en oaste-
ino los nombres de alganos sitios representados en ge -
^glíñcos, y aanqae no es de gran ntllidad para recono'^
ir por él la situación de los antigaos ediñcio» y su cor-
ipbndencia con los nuevos , porque carece de escala y
le expUoaoioUy hubiera sido bueno se publicase^ en lugar
ie tantos retratos apócrifos , con que se han adornado
díganos libros recientemente impresos: este iñismo i»lafio
ana prueba de lo poco que sabríamos de la histoiia
íQtigua de Méjico con solo {las pinturas geroglíñcas , si
los misioneros no hubiesen cuidado de conserv^arnos las
tadiciones orales que les sirvcm de interpretación. A fal*
del auxilio que esto plano pidiera proporcionar , pro-^
coraré establecer por el examen de títulos y documentos
irrefragables 9 la situación de alganos de los edidclos
priacipales» y esto servirá de gala para conducirnos en la
serie de las indagaciones que s^)n objeto de esta diserta-'
, clon, y en ellos se apoyarán lan conjeturas probables que
paeaan f andarse sobre e^tos hechos y que mas adelante
podrán ser objeto de nuevos estudios.
La casa d palacio nuevo que era de Moctezuma, ocapa^
ba todo lo que es ahora el palacio nacional con todas sus
anexidades^ tales como casa de moneda , jardín y cuarto^
Íes, y se extendía además á toda la plaza del volador, la
Universidad y todas las casas construidas á los costados
y espaldas de esta. La que se conocía por la casa vieja
del midmo Moctezuma, ocupaba el cuadro que se contics
no entre la parte de la plaza que se llama impropiamente
calle del Bmpedradillo, y las de Tacaba, Plateros , y la
Profesa ó San José el Real. Esto resulta de la real céilu^
hs fecha en Bi^rcelona en 6 de j alio de 1529 , por la que
se conceden á Oortés ambas casas de que ya estaba en
posesión, y eu esta merced se entendió comprendida la
plaza mayor frontera á la primera de estas casas. Los
nombres que tenían en aquella época las calles que cir.
Qandabau á estos ediQcioS| seguid la misma cédnla^ qoq lo;;
;
'
BiXi
— 144-
fligoientes : la casa naeva, que es el palacio actofll ÍA\
blerao, con todo lo demás qae va dicho , dice el
nado documento que lindaba por ana parte con la;
mayor y la calle de Iztapalapa [así ae llamaba la que]
el frente del palacio y plaza segoia hasta el rastro, yl
comprende los Flamencos» bajos do Portaceli , y las
Bastro] [1] ; por otra la calle de Pedro González de ~
jillo, y de Martin Lopez^ carpintero • por la otra )«84
sas de Juan Bodrígaez, albañil^ y por la otra lactUeH
blica que pasa por las espaldas. En cnanto á la caca "^
la, sus lindes eran por el frente la plaza mayor y
de la Igle&ia, y la Placeta : por nn lado la calle de'
ba ; por el otro la calle qno va de la plaza ma^firil
Eranciseo; y por las espaldas ^^ la talle donde estáa
casasde EodrJgoBangel, é de Pero Saneáis Fi
de Francisco de Terrazas á de Zamndio.
Antes de pasar á examinar qné variaciones ha
en estas casas de Moctezuma f qné calles de las a(
eran éstas^ cuál la forma de la plaza y qné edifldos
en ella, haré notar de paso , que una de las droi
cías que caiisan mayor diñcultad en el estadio que na]
propuesto en esta disertación, es la variación de loa
bree de las calles y la aplicación que después se ha^
de un nombre en particular á cada fracción de laa
forman cada manzana. En su piincipio las callea^
ron los nombres ó de los vecinos pñocipales que
en ellas solares, como la de Guatemuz, la de los
y otras^ de las que aun los conservan algunos , ó d(
poblaciones principales á que se encaminaban ,
de Tacuba , é Iztapalapa ; ó délos puntos nctablea
ciudad á donde se dirijan 9 como ^4a calle qneva 41
Francisco/^ y veremos mas adelante la de las
de los bergantines etc. Estos nombres se cont^nnai
toda la dirección de la calle , y este uso, si hubiera
dO| habría excusado la complicación y molestia qjpi-l
sulta de tanta multiplicidad de nombres como
ae ha introducido, cuyo inconveniehte se hará maa^
ble con la mayor extensión que la ciudad vaya
y seria oportuno prevenirlo desde ahora , haoienáoi
(l) Paxeoe que continvaba el mismo nombre por la oalI« ^el MéU
41 Tialtelolco, coqi^ 0« yerl^ ffias adelante.
— Iá6~
reforma que seria tanto mas filoili cnanto qne se presta á
ello la forma regalar de la población , j para la onal pn-
diera servir de modelo la qne se hizo en París por Napo<
león. Las calles de aqneila capital corren próximamente^
annqne no con toda ezactitad , paralelas ó perpendicala-
res id rio Sena, y esta circnnstancia faé la qne se tomó
por norma para la denominación y nnmeracion : todo lo
qne signe nna dirección conserva nn solo nombre i y la
nnmeracion viene con la corriente del rio en las calles
qne le son paralelas, con todos los números nones á la de-
recha y^los pares á la izqnierda y en las calles perpendien-
larM al ri0| la nnmeracion comienza en este , sigoiendo el
mismo orden en la dietribncion de los números. Este ar^
regloy qne allí estnvo SQjeto á graves diflcnltades , por la
forma irregnlar de la parte antígna de la cindad y qne
ofrece gran comodidad en el nso , en Méjico seria mny
fácil y tomando el principio de la nnmeracicm desde dos
líneas qne del centro de la plaza se din jíesen á los pnntos
terdinalesi y entonces en gran parte se vendría á coinci-
dir con las denominaciones primitivas de *^ calle de Izta.«
palapa , " ^^ calle qne va á San Francisco y " y otras qñe.
cómo veremos, abrazaban toda la extensión de la cindad
de nn extremo á otro.
4¡teta demareadon de la casa nneva de Mocteznmai cor-
responde con lo qne indica el plano antígno de qne se ha
hablado, pnes annqne en él está dividido por nna aoeqnia
el torreno qne aqnel^ediflcio ocnpaba^Iasí debia[ser,[h9bién-
lióse conservado esta acequia hasta nnestros dias, qne es
la misma que venia desde la calle de este nombre , por el
costado del palacio y frente de la diputación hasta San
Francisco, y de aquí seguía hasta sn desagüe por la ca^
He de Santa Isabel, pasando por Santa María. Todo este
terreno permaneció en poder de los descendientes de Cor-
tés, de cuyo mayorazgo hacia parte, hasta qne fué te^
Hiendo oCros dnefios y aplicaciones en el orden qne va^
mes á ver.
Desde el establecimiento de la primera andienciai Oár»
los V pidió á Oortés tranquease sJojamiento en sus casas
|Mura los oidores, las salas del tribunal y sus ofidnaSi por
no tener el gobierno ediflcio propio que destinar á este
efectOk Oontinnaron así las andiendas siguientes y los vi»*
rq^My y en el afio de 1672 don Luí» 49 y elascQ , qneála
— 146 —
sazón gobernaba^ habitaba en la easa de Oortés, qt» o
ahora el Montepío. Persaadido de la necesidad de qae Ii
autoridad superior residiese en ediñcio propio del gobia^
nO| y qae en el mismo se colocasen la ^andiencia j üié
ciñas principales^ este virey había representado lo oonye-
niente qae seria comprar al marqués don Martínii que e8>
taba entonces en la corte, las casas prinoipaleBfBas
grandes que tenia^ que hablan sido la casa nueva íb^-
tezuma. Así se veriflcb , y por cédula del rey Felipe ü)
firmala por su secretario Francisco Erazo, de 22 defi&e^
ro de aquel afíO| se le arisa haberse veriftcado la eoapi^
y se le previene tome posesión en virtud de la «scdtssft "
que se le mandaba, la cual fué otorgada en Madrid en 9
del mismo mes y afio, y ante el escribano Orístóbii «
Biatío.! Lo vendido en virtud de este documento faé^lit
casas mavores que don Martin tenia en la ¿btdaddeX^
][icO| con los suelo 3 y solares que están pegadas & ciUBfti«
con la piedra 6 madera que está en las dichas casas pi*
ra ; el j efecto de ellas , 6 todo lo dem&s que á ellas pw
necci con mas el derecho é aucoion que po^ oansa de '
dichas casas se puede y debe teñera la plaza qas
delante de ellas.'' Los linderos se establecen eu el
documento de la manera siguiente : ^'de la una parte,
lante de la puerta principal, la dicha plaza: é por lao^
parte por el un lado, que es el derecho, la calie qae "
del Arzobispa; é por la otra parte , el acequia é agoi
Tiene por delante de la audiencia de ios alcaldes ord
rios y casas del cabildo é fundición , 6 pasa adelaa^
el dicho.lado de las dichas casas ; é por el otro lado,
calle real que viene del hospital de las bubas, que á la
quina é remate de la calle están las casas que scUan
de Domingo Gómez , que agora son de Juan Onmev
tienen una torre , y en la misma acera del dicho J^
Guerrero están las casas arzobispales: de manera
tienen estas casas de suso nombradas [esto es, las t
dasj por linderoslacalle énmedio, é por las espaldas
de vecinos particulares calle enmedio, de manera qaé
da estS en cuadrai y el remate de la dicha oasa
esquifa con esquina con las casas de Martin de j
veikf que es lo que están por labrar y edificar de las
twidvspasas/ expresándose que ^4os suelos que esfttes,
0^ pwrte del arroyo ^ aoeq^uia ^ue pasa por oorca ái
1
- U1 -
has casas, no entraban ni se oomprendian en la ventai
qne lian de qnedar é quedan para el dicho marqnái
BUS sacesores."
Bn la mencionada cédnla se previene al virey, qne Ine-
que se tomase posesión de la tesa y << deis orden de es
M á ella, é las ' personas é aposentos qne por ielpre-
te es nnestra voluntad que naya eneilaéseaposeni
son las siguientes : primeramente vos el virey * y las
de la audiencia, y el sello y registro^ y la ^roel* : é
fMo oon esto, se dé aposento para la f undieion é ofl •
ÉUes neoesarios de ella, é avisarnos heis si quedará apo^
to para oidores^ é fiscal, é otros oficiales, sin que sea
Meaario gastarse de nuestra kaoienda oosa alguna para
^P 8e previene también, que no habiendo necesidad del
sfifieíode la fundición, que estaba junto á la Dipotadou
i| del eoal se hablará en su lugar, se^ vendiese , para que
'm producto ayudase al pago del precio de la easa nueva-
JBeote comprada ; y como por la parte de ésta que mira
al pabdo arzobispal habia un espacio grande sin edifici^y
16 h manda ál virey viese si convendría << dar sueloH
: pan tiendas 6 para edificios de casas, éque podríamos
ddello sacar razonable provecho.'' Para atender á los re-
paros necesarios de un edificio tan extenso., se mandó
9ffi se tomaran anualmente ciento cincuenta mil mará-
^ddb [doscientos y veinte pesos] de penas de cámara, loa
^es se hablan de invertir en este|objeto á disposición del
yit^Ji á quien se le admitiría la partida en cuenta por los
oficiales reales, presentando traslado de esta disposídon
In&Bdo por escribano. Todos estos pormenores me han
pveeido interesantes, porque ellos manifiestan el orden
jeooBomía con que se procedía en. la administración de
la hacienda en el reinado de Felipe II', es decir, en la
^posaen que la monarquía española habia llegado al mas
alta ponto de poder y riqueza , y como se atendía por a^
9Qel soberano á los menores ápices de la administración,
aim de los puntos mas distantes de sus dominios.
Bq virtud de estas disposioioneíí, el dia 19 de agosto de
1562, el alcalde Juan Bnriquea Magarino dio posesión á
losoftdates reales don Fernando de Portugal , veedor, y
OrtoSo de Ibarra, tesorero, f de las casas, huerta, solares
íe la calle del Arzobispado y plaza mayor, I de cada cosa
«•paradamente, con asistencia de Podro de Ahumaaa m\
i
— 148 —
manO) cobemador qae era del eatado y marquesado del
Valle, rara esta venta precedió la licencia coneaíOTs
diente, para desmembrar estos bienes de los qne coiud-
tuian el vínccdo del marqnesado del Talle, la qne re dio
por Felipe II y el consejo de Indias en 22 de enere de
1562. Las cansas en qne se ñindó esta lioencia faenm ii
poca nulidad qne resnltaba á don Martin de leDor estas
al mismo tiempo qne las del Bmpedradillo, y la neoesídid
en qne estaba de hacerse de fondos para pagar las dota
de sns kermanasi á qne estaba obligado por el oonvesio
qne hiEO con la marqnesa en madre^ y en cny a viitod m^
ta sefiora consintió en la subsistencia del mayorazgo \ j
oomo entóneos don Martin disponia sn regreso á ííéj¡i»i
para tener casa en qne vivir en esta ciudad , una de tal
condiciones de la venta fué /que el virey y la andiencSi
desoonparian desde luego la casa del Empedradillo. tut- '
Ittdándose al palacio comprado por el gobierno. SI pie-
ció fué treinta y cuatro mil castellanos , del valof de ca-
torce reales [de vellón] y diez maravedís cada uno, púa
cujo pago fie giró libranza á cargo de los ofioíalefi lealeí ^
de Méjico en 22 de enero de 1562, que le faé entregad! i r
don Martin Cortés por el ministro del rey Felipe IIi Ocboa ^
de LuyandO} y además de esta snma entraron en parí» ;
de predo nueve mil pesos de tepuzqne, que don Ferna»» i|
do Cortés babia recibido en cuenta de la venta que se tB-
nia tratada de la casa del BmpedradlUo, que el gebieM
babia querido comprar antes que el palacio. Ambas pa^
tidas Iiacen el total de treinta y tres mil tresdentoa jfi-¡
BOSy y aunque don Martin Cortés declara en la escritora
de venta, que es lo qne la finca valía según el apreeíf
que habían hecho los peritos de quienes se habia infar*
mado, y que no habia habido quien le ofiredese maa« de^
pues reconoció que este precio habia sido muy infetior
qne la finca merecía, como adelante veremos « pero
con el aumento que él mismo segulaba , todavía ee
fiesta por esta venta el grande aumento de valor que
tenido las fincas urbanas en Méjico desde aquella é
pues hoy d valor solo del terreno importarla por ío
nos veinte veces mas [1}«
[1 j Lof í>4,000 cafitellanoB, regoladoB al precio que m les fija •« la .
ra, que «a catoxca lealaa da Tallos 7 diaz marAVadíi. ioiponan SU^30$
— 149 .
Jkgan las noticias que se euoaentran en esta escrita^
[1] y efi las aérie de los aatos ou qae{ eatá inserta , de
íiablaré laego, lo ediftcado uoocapaba mas qae nua
del frente de la plaza, pues hablando de los solares
la eade del Arzobispado, se dioo , qne para dar la po-
dón de ellos se abrió nna puerta que á estos conducía, y
espacio qae qonpaba la haerta ó jardín era muy consi^
r»bi6, paea se e&tendia en el lienzo del Bar , desde la
liaa da la plazuela del volador frente á la Vniversi-
ti huta la parte postexior del terreno al Oriente. La
sháda y patios de este palacio antiguo , que después se
lentó siendo residencia del gobierno, y existió bas»«
qae faé incendiado en el tumulto de 8 de junio de
Ylf siendo virey don Gaspar de la üerda, conde de Gal-
sefepresenta en la estampa que se halla al principio
esta disertación, por la que se Té que era una fortale^
desusada á la defensa y provista de artillería en las
torres ó bastiones de lo.^ ángulos , con troneras para
iiedaentodo el frente. Con motivo de este incendio,
virejes residieron otra vez j^or muchos años en la
de los marqueses del Valle en el Empedradillo, bas-
que se aeabó de reediücar el palacio nuevo á cuya con-^
Luadon se construyó la casa de moneda á principios
siglo pasado, bajo la dirección del señor don Juan
Miiado, qne vino expresamente de Madiid con este obN
en el reinado de Felipe V , por cuyo motivo estaba
»re la puerta el busto de bronce de este soberano, que
Jmente e^tá en el patio de la Universidad al pié de
estatua ecuestre de Carlos I Ví Eecien tómente ee fabr i-
iB06ttra aon^da. tospMoa de teprKque «ran rnina mcntáñB (1«« baja l^y
inyo vtiiftí se habló en la tdicera rtmei tajoa Para lijar »n valor ee de-
^aUadsr á 1« proporoion qae gnardaba cun f I de loe pesos de oco de mi-
I qae era la mone4a coniente. Ku el tUulu 2Q covptitnclcn 39G de las de la
U«'íiA«ila» dice, qne mil p#sOB de oro de mm*B haci»n 1664 de tepnzqoe,
i no por la ley 8 < , Uiulo 8^ , liLro 8~ de la líecopi 'ación de Inaiis, ee
íi«l TAlor del pett» de oro de nioas f n 13 5 an eimiio lealcs, Tiene á reanU
i*. qoeel peao detepaaqne vuIíh coo coita dfertncia 'o qne IcsnescsaC'
¿£i,y ñA\ ei qne rem ido3 los 9 00a resoR de eita v oheda & los 24.600 qne
Ketfcnptr TaHr de ice 34,0U0 eajstelUnos se haiia el total de ^;ólO
ili fu el arehlvo de la caFa del Ezcmo 6r. Dnqna de TerroDova existe en
•l^adanúiieie I, el testimonio de la estritnra remit'do de Madrid cuando
k itML se Terifie/^ esorito en letta may dífíeil de le^r, y hay otro tettimo >
•bsalisaiitoe dei pleito segnido con la UniTenidad por el sitio qne ett a
pf kM malM forflian elleg^jj número 50.
PJSVEIAOIOHB^.— TOMO n~19
— 150 —
c6 de nuevo el ediñoio de la fandacion que haoe paridla
la misma csasa , en la cuadra posterior del palaoiOi tt
donde estuvo esta odcina desde que el paladoseoompr^
y eu tiempo dí^l vi rey don Franoiaoo Javier deTenegií,
por el a&o de 1812, se segregó una gran parte deljiíwii
que ba estado destinado á jardín botánico desde qoeM
estableció ol estudio de esta ciencia en esta capiü^p>*
ra construir el cuartel que tiene la entrada por h ote
de loa Meleros, junto á la plazuela del Volador.
Estas son las variaciones principales queelpalado».
tenido desde su compra hafita la independencia; las
tenores á esta época han sido muchas y pero no sonó!
to de entajdisertacion, no entrando en mi plan pasar
uh'^ra de este periodo. El haber ignorado los mas de
eáciitores modernos que el palacio^ actual delgo**
taé propiedad de Cortés y de su sucesor inmediai
ha hecho caer en graves eqaivocacioneSf tomándola
qne poseyó la familia del eonquistador en el Bped
hasta estos últimos tiempos , por el palacio de U
ma en que este príncipe habitaba cuando severifi
los grandes acontecimientos de la llegada y visiUdA
españoles y la prisión do aquel soberano^ todo lociul
cedió en el palacio actual del gobierno j que faé sin^
eoutttruido por Moctezuma poco antes de la conqi
segan el nombre de la ^*cafa nueva" que se ledabii
A su regreso á Méjico eu el mismo aUo de 1562,
don Martin Cortés de aprovechar el terreno que le
quedado al Qtro lado de la acequia, en donde eet&lft
liiversidady plaza del Tolador, que comohrmosr'^
excluyó expresamente de lo vendido al gobierno
palacio, y al efecto empezó á edificar en él , á lo
opuso el fiscal doctor Bedefia^ fandando so oposití
-que por ser el palacio una casa fuerte en que ae
ba la artilleiía, armas y municiones , y residiendo i
vírey y oídoreS| estando en el mismo edificio las es"
demás oficinas pertenecientes á la real hacienda |
podia permitir construir (asas eu sus inmediaciones
qne dominado por estas, impedirian sus defenaaa
qnitaiian el ornato y autoridad que como oasas
bia tener ; por lo que haciendo el denuncio de obra
va, pidió se mandase suspender la que se habia
^ado. Ahí se decretó por la audiencia en 3 dej
— 151 —
1563, contra lo qae representó oL marqués don Martin, a^
legaado qae el terreno qae 6e reservó en la venta del pa«
la^iOi no habla quedado afeoto á servidaoibre alguna con
respacto á este ; y que tanto el mismo don Martin como
m padre, habla estado siempre en posesión de Lacer de
&, el n30 que creia oportouo : qae por esto don Fernán^
4o lo hablo hecho cercar con paredes altas y cou6tfQÍdo
allí anas casas, en que se alojaban los ladlos de Ouyoa*^
eaa que eran de su se&orio', cuando venían á la ciudad á
servirle, y estas casas son las que trataban de reedificar
JKNT lo que no podia tener lagar el denuncio de obra nae^
ra: qae además se debía tener presente para no causaile
este perjuicio, que el precio en que vendió el palacio ha^
hia sido mny inferior á su valor, el cual excedía en mas
^e ciento y cincuenta mil pesos de oro de miuas á la sn^
í&a que por él se le pagó. Estas razones eran tan conclu-
yeates, que la audiencia por auto de 24 de setiembre del
ndsmo año mandó alzar la orden de suspensión; perú ha-
1)iendo sobrevenido tres a^os después la prisión y tras la •
^Q á Espafla de don Martin y su familia, á causa de la
eonspiracíon de que faé acosado , sus bienes faeron se^
eoestrados y todo quedó suspe iso con respecto á los edi -
ÍÍÁoé proyectados.
\ Abmelco en la causa que se le formó , y restituido en
b posesión de sas bienes, se obligó á hacer un préstamo
«e cica mil dacados por seis a&os , para atender á las ur^
genoias de la ct>rona , cuya suma para su reintegro he le
Sbró sobre las reutüs de este leiuo, y para que pudiese
Ste pronto exhibirla, se le facultó por cédala de 7 de ma«
1^0 de 1575 para que de los bienes del m»iyorazgo que fae-
peo de manor aprovrechamiHUüo, pudiese vender hasta la
ntidad de cuareata mil dacados. Intentó entonces ven>
fia los solaren en qae andes hdbia tratado de ediñcar, y
«biéadose opuesto nuevamente la audiencia, ocurrió al
y, que m^udó se le informai^e en real cédula de 4 de ju-
de 1582, fecha en Lisboa , & donde habla ido Felipe
[ para hacerse reconoo-^r por rey de Portugal, cayo rel-
acababa Je someter el duque de á.lba« La audienciSi^
el informe que dio en 5 de noviembre de aquel a&o. in-
ció ea las mismas razones alegadas por el fiscal Sede-
f agregando qae el terreno de que se trataba cala ^^en
te del cQarto principal de las casas reales y yeiitanis^
/
n
— 152 —
jas de ellas donde estaban las salas y acaerdo de latf"
dlencia y aposentos de las armas," por donde se yéqv
la distribución del palacio se varió cuando se le dio m^
yor extensión, pues en el tiempo á que este informatt
contrae, la audiencia ocupaba lo que después se deeliaí
á habitación de los Tireyes, y la audiencia con susofló*
ciñas ocupó después la parte del centro del edificio. li
audiencia en el mencionado informe , para calvar eeM
inconyenient€8 sin perjuicio de ios derechos det marqnSí
del Yalle, propone que de los nueve solares y un terdl
que formaban aquel terreno, se le permitiese al marqirfl;
edificar ó vender los cuatro últimos que^estaban en ees
te de la huerta del palacio, y se le comprasen loi ciocof
nn tercio restantes , para que quedasen para plaza «il.
que correspondía al cuarto ó habitación principal M
mismo palacio.
Sin recibirse la reeolucion sobre este punto, se
tó á la audiencia de 24 de mayo de, 1584, el doctor Sai-
chez de Paredes, oidor y rector de la üniversidad^eqi^
siendo que habiendo visto todos los litios á pro]
para edificar las casas para las escuelas de la Ubíti
dad, ninguno le parecía tan conveniente como los
res que el marqués del Valle tenia en la plazueladel
lador [esta es la primera vez que se le dá este noml
y que estando el marqués autorizado para vendertoa'
la Ucencia real que tenia, pedia se destinasen parai
objeto los cuatro que la audiencia habia piopoesto
Vendieren, pagándolos según el avaláo qne de eltot
hiciese La au iiencialo mandó a^í, sin oir al marqi
cu^o apoderado y administrador de bus bit-nes Odí|i
Ferazi* de AyaU, se opuno á tal disposición^ fundí
en que estaba pendiente la rt-solocion sobre lo qoe
de hacerle cou estos Molares , en virtud del infuims
el rey habia pedido á la audienda ^ ésta habia dado:
aauqaene habia facultado al marqués para vender
dd su^ bieaes, en cuya virtud había tratado de vti
edtos solares, esta fatcultad era disoreocional y no fitfi
y que no se debia oodsitierar subsistente, puesto qu«
bia tenido por objeto el pi ésta mo de eicn mil dm
que se completó sin haber tebido quA vender fincas
gaaas : y por último, que no habia neoesidad deetí
tLo para el edificio de la UiUTtmdadi ptiss qut m toi
— 153 —
dado á éata con el mismo objeto de edificar Im esoae-'
l9Mj el qae ocapó la casa de Alonso de Avila Alvarad0|
mandado derribar por ^sentencia jadicial, el cnal estaba
eo el mejor para]e de la cindad , *^ entre la catedral y el
palacio arzobispal^ Agrega otra razón ^ne dá idea del
ooDoarao de estadiantes qae liabia entonces en las anlas
de la universidad, y del estrépito de sns dispntas y actos
literarios y es, el inconveniente qne resoltaria paralas
Mías de la audiencia , situadas en aquel costado del pa^
Iftoio, por el ruido causado por tal vecindad.
^0 obiBtante estas razones , & qne no tuvo que oponer
el rector en su respuesta otra^ que la conveniencia p&bli^
oa que reeditaba de poner allí la universidad, la audien^
cía por BU auto de 1? de Junio de loBá, decretó que se es^
tuviese á lo mandada , y habiéndose procedido al avaláo
de los cuatro solares, se apreciaron estos por los peritos
e& quinientos pesoü cada uno. Siguió el pleito y al mis-
no tiempo la obra, cuya construcción dirigió el arquitec-
to, ó como entonces se decía, el maestro de cantería, Mel*
^or de Avila ; pero habiendo obtenido el marqués del
valle dos cédulas reales , la una fecha en Madrid en 18
de enero de 1583^ declarando que podía libremente edíft-
^ sn los solares disputados , ó que si la audiencia ha«
Haba necesario para la seguridad y ornato del pala^
Abqae quedase libre aquél terreno , sesomprase si se
^bia dado por el rey facultad para ello ; y la otra en
róblete, cé'ebre mona terio de Benedictinos, en que es-,
tabtfto enterrados los reyes de Aragón -^ en 21 de abril del
ü^iacno aflOy en que se man la llevar al consejo de Indias
lía autos que se »eguian con la üuiv^ersidad , quedando
laa cosas en el estado en que estuviesen hasta la resolu^
íioQ del coQsejo, hubo de cesar la obra.
.Permaneció ésta suspensa hiAsta qne el domingo 9 de
pío de 1689 ee cci>ó «I edificio en que entaftbttn las anlaSy
toa lo que ei rector, doctor danuho Sancbez de Muñón y
XcUastro ocurrieron & la audiencia exponiendo, que
pi cünseoneocsia de este suceso no habia en donde tener
As ciases, y pidiendo se pro ve v ese lo conveniente. Aun-
be eu lod aaxns no cousca lo que se dispuso, parece que-
isefia'ó provisionalmente la casa del marqués del Va-
pp en el BmpedradiUo, pnes que el doctor Villanneyá 2¡a-
íta abogado de la oaea, se presentó 6 la misma im^isiia
— 154 —
(da quejándose de qae se le liabia .^quitado la lubitíMSoo
que como tal abogado de la casa tenia en ella , para po<
ner las esonelas, y sin hacer vaiiaciones en lo dispaesto
acerca de esto se le se&aló otra habitación; y para qoe ia
Universidad tuviese definitivamente edificio propio, el vi^
rey, marqués de Yillamanrique , teniendo en eonsider»*
cion que en el que estaba comenzado se habia gastado ji
mucha suma de dinero, una parte del cual habia aido d¿
la real hacienda : que por lo adelantado que estaba U
obra no se le poaia ya dar otro destino á lo ediñoado , j
que <<á causa también de la mucha gente que eoncorrei
oir las dichas ciencias [las que se ensenaban en laacát^
dras ya establecidas en la Universidad y en las otras qoi
se habij^nde érigiri segan lo mandado por el rey] oonrie»
ne y es muy necesario que la obra se contináe , yicsisij
acabc^i " mandb que así se hiciera , no obstante iiabem
remitiüo los autos al consejo Z, previniendo en bu deento
de 18 de agosto de 1589, <<que los generalesi aposito» f
demás edificios que se hubiesen de hacer , faesendesa
solo piso V sin exceder de la altura de las paredes qae oe5
caban la huerta del palacio ^ y que por ningon motíTott
en ningún tiempo se pudiese levantar el segundo T^
sin licencia del rey 6 del virey en su nombre." dejando!:
salvo los derechos del marqués del Talle en cuanto alir^
predo y valor de los cuatro solares.
La cuestión desde entonces se redujo á este solo paa^l
y, nombrados por la aulieacia los peritos avalnadorea^
jaron en dos mil pesos el valor de cada solar , lo qoai^
portó el total de ooho mil pesos en el todo, no obéta&ta
oposición que la UdlverHidnd biso teniendo por exh<fft
tante el precio en atención á que cuaado se comease
eilfloio aquel era un pantano abandotiado, que no
mas que de muladar para arrojar en él las basoiaa
toda la vecindad; lo que era en mucho perjuicio del
ciO| cuya habitación principal caía en irente, y redi
ba en mucha fealdad de un paraje tan públioo y
pal. Húsose, pues, duefia la Universidad de aquel
no, y si en todo este negooio se echa de ver la
dad con que en su favor procedía la audiencia, no
desconocerse que esta fué mpvida del mny plansible
Jeto de í imeatar la instrucción pública, y sieisdo no
900 laudables las consideraciones que decidieíoii al ^
I
marqués d« Yillamanriqaei para la resolaeion definitiva
qae con el misino fia tomó, Ea el transcurso del tiempo
fie levantó el segando piso, se adornó la sala del general
en el reinado de Oárloa II, y se renovó casi todo el edifl^
cío ea el de Garlos II t ^ segan se reflere|en el prólogo d(i
Im conatitaciones de la misma Universidad,
Qaedó, paes, la propiedad del marqués <iel Talle redu •
r.ida á la plazuela del Volador , sobre la cnal se suscitó
naeva cuestión con el ayuntamiento con motivo de haber
mandado éste construir en el centro de ella una fuente,
qae denunció de obra nueva el apoderado de don Pedro
Úortés que á la sazón poseia el marquesado del Valle.—
La audiencia dispuso la cesación de la obra por auto de
21 de febrei^p de 1629, y habiéndose seguido el pleito so-
bre la propiedad de la plaza* se sentenció en favor del
marqnés el 12 de enero de 1624, cuya sentencia se confir^
iBÓ ea revista en 9 de julio del mismo año. Desde entonv
ees qaedó la casa de los marqueses del Talle en tranqui .
la posesión de la plaza del Tolador , en la que habia al-
Soas vendimias de fruta, y se destinaba á hacer en ella
I corridas de toros en la coronación de los reyes, entra-
da del virey y otras grandes solemnidades, dándose lum-
breras al juez conservador del estado y marquesado del
Talle, al gobernador y demás empleados , por sefial de
dominio,
£a ella también se celebró por la loquisioion el gran-
de auto de fé de la Domíuica ^<m albis^"^ 11 de abril de
1049. Para esta horrible solemnidad se levantó un tabla<«
lo ea el costado del convento de Forta-celi, de siete va*
las de alto, cincuenta y seis de largo , y cuatro y media
le sacho, comunicando con el convento por una ventana
|ae se rasgó al efecto, y cuya señal permaneció hasta ha^^
Be pocos afiosque se pintó la fachada 4e aqael,ediAcio.|En
|1 centro se colocó ún dosel de terciopelo alegro con las
^as reales, bajo un arco de siete varas de alto adorna*
jb con columnas, para el tribunal de la luquisiciony y e>
ji resto del tablado decorado con arquitectura^ sé pusie
bn asientos para los convidados, que eran todas las au<
bñdades^ corporaciones y vecinos principales. En
Iros lados de la plaza se construyeren también tablados
[en el ángulo que corresponde ala calle de las rejas de
Mvanerai so levató uaa magnifica pápula sostenida peí
— 1« —
cuatro areoSi b^jo la onal se colocó la f Axnosa Crat T«r*
de, qne aalia en procesión en todos los antos de fé, y qve
seeonserró en la portería de Santo Domingo hasta ahón
tres ó cnatro afies qne han qnitado de allí esta memorii,
qne debia haberse guardado* de estos actos de atrocidad
de los siglos pasados. Al rededor de esta cúpala f 6tab«n
sentados los reos con coraias y sambenitos coup^
tnras según la pena qne iban á sufrir , mientras w tein
sus causas, en diez gradas de media vara de alto oadi
una, la mas baja de las cuales tenia catorce varas de áK«
bito, siendo su forma ochavada, fin algunas de las di8e^
taciones siguientes habré de ocuparme de é^te y de loi
demás autos de fé que se celebraron en Méjico; no b^
biendo tocado este punto ahora sino incidentemente, pi^
rareuntrenun solo articulo todo lo relativo áefitspW
zuela del Tolador j coya denominación ignoro qué oifga
tuvo.
Bi eonde de Bevilla Gigedo, cuyo nombre habrá de i»
parex^er muchas veces en el curso de esta diaertacioBi hi^
ao formar el mercado de madera que hubo en esta plaróelii
cuando mandó desembarazar la plaza delospuestoaqn^i^
ocupaban, y con este fin la municipalidad la tomó ea ar*
rendamiento & la casa de los duques de TerranoTa\4ii
que pasó como se ha visto en bu lugar el marquesado dá
Yalle, y en este estado continuó hasta que hecha la ^j
sion del mayorazgo, en consecuencia de la loy de áHs\¡^
culacion, se vendió al ayuntamiento en el afio de 18%)
posteriormente en el de 1843 se construyó el mercado
piedra qne actualmente hay en ella. Así quedó repar '
el palacio ó casa nueva de Moctezuma entre el pal
actual del gobierno con todo lo ane^o á él , la 1 Joivt
dad y casas circunvecinas, y la plazuela del Volat^or.
Téamos ahora lo que ha sido de la casa vieja, habí
do dicho ya cual era su situación. La parte de eata que
extiende desdo la esquina de la calle de T^cnlia baflta
Alcaloeria, eralacasa ptincipal de los descendientea
Cortés, y por .esto la calle fronteriza se llamaba *^pl
la del marqués del Yallej^'esta casa tenia á la espalda
gran jardin ó huerta, habiéndose construido casas y ~
das en la circunferencia de la manzana . cuyas ren
destinó Cortés eu su testamento para la obra y tnanu
cion del hospital de Jesús y otras fundaciones piad
J
r
— 137 —
La larga ausencia que sas sacesorea se vieron obligados
i hacer, por lo8 motivos otras veces expresados^ fué caa-^
sa de que la huerta viniese á quedar reducida á corrales
dehiertofl, que erau peligrosos parala ciudad en cayo cen-,
tro y mejor parte estaban. El a juntamiento con este mo-
tivo obtuTo una real orden, para que lo» dueños de aquel
teifeno fabricasen en él ó lo vendiesen & censo enfítéuti**
VÁ), y con esta ocasión so formó el plano que se publica en
iMa disertación, levantado por Andiés de Concha, revi-
sado y firmado en L*3 de agosto do 3011 por don Geróni-
mo Leardo , que era entoncet^ gobernador del estado y
inari^nesado del Vallia. Tiatábase de fabricar, según ee
Té por dicho plano, un mercado cerrado j, á imitación del
Ae la seda de Granada conocido con el nombre árabe de
''Alcaicena." de donde piocede llamarse atsi esta parte de
la ciudad de Méjico , con cuatro puertas que se cerraban
dd Doche, una de las cuales era el arco qae en el Empe^
dradillo formoba la entrada de la calle que corre de O-
íieotíi á Poniente y del cual tomó el nombre **de calle del
Arquillo.'^ la que se terminaba en otro igual á su salida á
la Calle de latí^rofesa ó San José el Real: sobre uno y otro
fiegaia la línea de lo edificado 9 y ambas permanecieron
^sta qoe se construyeron las casas nuevas del estado y
9¿1 hospital de Jesús en estas calles: de la puerta que
jlfebia estar al Sur viene el que la extremidad de la calle
^ U Alcaicería) que sale á las de Plateros , sea un poco
Nfi estrecha que el resto de la calle misma, por estar fa-
pi^do allí el macizo de la puerta. En todas calles que
Innaban lo que se llamó ^4a tela déla Alcaicería'' se ha»
au de hacer construir tiendas , con una trastienda ó
imacen & la espalda, y patios que les daban luz, ponien-
faeuteH en las iuterfeeci^iones délas calles. Este pro*'
ito no llegó á realizarse mas que en parte , qne fué la
tribacion del terreno , que es la misma que ahora tie»
habiéndose vendido todo á censo enütéutico según la
osícion realy por la que se^concilió la conservación de
ropiedad amayorazgada / y la repartición entre va^
uidividuos que fabricasen en toda e&ta parte de la
ad.
a casa antigua de loo marqueses del Ya¡le era nna
ie de fortaleza, como que el gobierno compró para
cía En cada uno de los ángulos de la manzana ha<
PUaSRIOIOI^S.— TOMO U.--20
— 15S — .
bia an' bastión almenado I caya memoria se oohihitaé
los miradores ó caartos altos qaa exUten y se oonsízajl*
ron en los lugares en que aqnellos estaban , caadoseB'
diñ(3^ron las casas nneva^ del estado y del hospitaltf •
oUoa estavieron las armas de los marqueses del T¿kt
aeaarteladas con las de los daqiies de TerranoTa, ^^
que se mandaron qaiear de los t^arajes públicos losUa
sones y emblemas heráldiciH. La casa misma sobnoli
camo alcázar ó torreón de una fortaleza gótica sobre ta*
da lo ediQcado á su rededor^ y la azotea estaba gotti^
cida de almenas, par» parapetársela gente annadi
4)aso necesario. En el bastión de la esquina de la calla
Ta^uba^ af Nordeste, desembocando á la plaza, es
8d hibia de haber formado , para la ejecución déla
piracion de que faé acusado don Martin Oortés^ di
para entretener en él, echaiido ana loa, á laandi ~^
demás autoridades en el paseo del pendoa, mientrtt
lia por la puerta excusada qne quedaba á la oalle da
cubil , la tropeé armada qne debía estar prevenida
prendtir á tados los ooncarrent«^s, cujo pasoem^
la geikte que al mismo tiem¿)ü habia de aparecer ea lo
to del bastión.
EsDa casa antigua se quemó el dia de la Saota
del año de 1636, con motivo de un alteur qne ee p
la accesoria que en sus bajos osupaba Alousode
guarnicionero, para la solemnidad que hacia la
de ios talabarteros, la quo como luego veremos,
y ó alguu tiempo después la capilla de aquel nombfe|;
eatab.i cerca de la esquina del cementerio de catedm^
mira á las Escalerillas y calle de Tacaba [L]. Ooa
motivo se reedificó la casa que se llamaba del
e0]ahora Montepío y la que sigue^hácia ellTorte^y á
dos del siglo pasado se hicieron nuevas todas las d
pedradillo y muchas de las dem&s calles forman A
dro, distribuyéndose las rentas de estas entxe la
el hospital , en la misma proporción que lo que imi
ban las antiguas^ per una operación hecha yor la
(l) Ea este iacsn lio 08 quemó parta del arobÍTo, saiTándoia c<ni <
to 10 io qae da él ezJBte, en el que S3 enonentran Tftnoa papales aht
nedío^ qaevados ea'aqneUaooaaÍQa*
— 169 —
daría y api^bada por el juez conserrador, en qne 66 dis-
tiogne la inteligencia y buena fé con que se han adminisi
trado estos bienes. Posteriormente se han enagenado to^
das las casas propias de los sañores duques de Terrano*%
va^ quedando como siempre han estado, con absoluta in*
dependenoia* las aplicadas al hospital de Jesús.
Sigamos ahora el coutorno de la plaza. El costado de
ésta que mira al Norte, redistribuyó por solares entre
varios vecinos ha;sta la|Oallejaiela, y para la construcción
dd los portales que ahora se llaman ^<de las Flores," hu-
Boelftcuerdosiguiente, en el cabildo de 15 de abril de
1524, ^^Efleste dia, ol dicho señor gobernador [Cortés] é
jaitioía, é regidores de esta ciudad, todos oraenarou é
mandarooi que por cuanto est^ ciudad está mas nobleci-
da, é á causa que el trato de ella ha de ser en la plaza de
esta ciudad; y á causa de las aguas no puede estar limpia
la dicha plaza por el trato de las mercaderías; que todos
los vecinos que ovieren solares en la redonda de la dicba
plaza^ puede tomar cada uno veiote é un pies de mas de
sossolaresdeladichaplazai para que eu ellos puedan
hacer soportales, é no para otri^ cosa alguna» $ labrar co-
bre ellos 8i quisieren, é que lo edifiquen luego sin peijui •
oio.^ Ko parece , sin embargo , que se construyese mas
jqae este costado , y al designar la plaza que se vendió al
[^gobierno por don Martin Gortés como anexa al palacio,
Bdioe en el acta de la x)oseBion que de ella se dio, que es
que esta frente á los soportales. Para las casas munici>
^es se Beüalaron seis solares, cuya Bituacion se denar*
^ eu la cédula expedida por el emperador Garlos Y en
rgos á 13 de diciembre de 1527 , que se halla inserta
tro los documentos que contiene el cuaderno publicado
Ipor el ayuntamiento con motivo de la demolición del Pa«
aan. Estos solares, se dice que estaban <^en una trasera de
h plaza los 3 en la front^^ra, y los otros 3 á las espaldas''^
nue se destinaron para hacer en ellos ^^casas de consisto*
Uo y cárcel y camioeiía,'' en lo que se ocuparon dos so-
^rd9 y muy poco mas; en los restantes se trataba de ha-
itobr tiendas para propios da la ciudad , y por no haberse
«dificado estas <*al tiempo que el tesorero Alonso de Es"
trada, y el contador Eodrigo de Albornoz tomaron en sí
k gobernación de la tierra, el dicho Alonso de Elstrada^
lomó y despojó á la dicha ciudad de los dichos solareS| ^
— 160 —
tomó de ello para $A lo qae qtñgo, y lo demás dio á quies
bíea le estuvo. '^ Oou este motivo'Bernardíno Yazqaez Je
Tdpia, regidor do Méjico y procurador de esta ciadad. ea
la corte, obtavo la céiala citada, por la que se previorta
la audioncia maadada proveer para la Kaeva E^pañ*,
que averiguado el hecho, hiciese restituir los solares qui.
lados al ayuntamiento , que como se ha dicho t son loa
que hablan quedado 8iu edificar. La constrncclon de es-
tas casas se comenzó desde la fandacion de la ciaiod, j
parece estaba conclaid» eu flri del año 1524, paea ea ^« !
cabildo de 18 de noviembre del mismo se presentó Alen
80 Garcí^i albauil , pidietido '^se le mandase librar el
tercio postrero que se le debe por razón de lo quQ ha ler
vido en las obras de las casas dvl concejo ea sa o&niv
por cuanto dijo que el término era ya cumplido, y le íé
mandado librar y se le dio libramiento do sesenta y seis
pesos, cinco tomines y cuatro granos de oro , qae tiene
cada tercio, á razón de do ^cientos pesos por a&o , porque
dijo que se concertó en el dicho cabildo.^' Parece qne ests
sama era el sueldo anual de Alonso García , que sería el
maestro de la obra que sd habia construido ó est^bi
construyendo^. Seguíase en aquella misma línea *Ma Fat*
dicion^' que así se llamabii el ensaye y casa de moneda
porque en ella se prestmtaban los tejos de plata y om
para fuudirse y pagar el quinto real. Esta o&iiina establ
en la esquina de la calle primera de la Monterilla, y ^^
biéndoñe dispuesto por el rey que este edidcio se vendie-
be , poniendo la tundición en el palacio cuando se hizo li
compra de este en 1562, lo compró el ayuntamiento pflt
dos mil pesos, y se le dio posesión de 61 en 7 de febreaEO
de 1564, quedando desde entonces uhido á las casas msr
nioipaies, que se llamaban ^' la audiencia de los aloaldei
ordinarios ^
Delante der toda esta línea de ediñeios corría laftoe*
quia, que venia desde la Viga haita San Francisco J
salla de Santa María: daba paso sobre ella á la plasi^
del Volador en la esquina de Fiamenoos " el puente
palacio.^' cuyo nombre permanece , y en el otro extre
de la plaza dando entrada á la calle de Monterilla esta^
<<el p uente de los pregoneros " de que ya no queda mi
moria; junto auno y otro habla una fuente. Desde
puente de palacio por el lado de la plaza , empezaba
ie cdjones de madera que se llamaban^^lofi cajón ci^
deJ3eñorSan José,^^ acaso porque pertenecía á algn'^
cofradía de este nombre , los cuales tenían vista á la
qoia, y entre esta y la pared de las casas de este lien-*
de la plaza^ quedaba formada la ^'colle del portal de
Flores,^ y como no bábia entrada ui circulación de
hes por ella, de ahf viene que en todas las casas de ese
tado QO hay ningaaa puerta cochera. El portal de las
y todos los que se signen en la calle del Befagio ó
TiapaleroB y su continuación hasta el callejón de Do^
B8 por donde corría la acequia y tenia escaleras hasta
nivel del agua de ésta, que servían para descargar por
iltt las canoas , y cada portal estaba destinado al des>«
'to^aedeun ramo diferente, de donde vienen los
bree quQ aun duran, porque bace mucho tiempo se
J acabado ja el destino que tenían de ^* portal de las
mi¡^j < portal de la Fruta."
£i tramo de acequia desde la entrada de la Galleiuela
Poniente hasta el callejón de los Dolores « se cubri6
' ínny al principio del siglo siguiente al de la con^
dejando libre el frente de la Diputación ó oasa del
ajOQtaibiento y las calles de Tlapaleros y Ooliseo viejo :
seoodedeBevillaGigedo hizo cubrir el otro tramo «
^,la misma Callejuela al Oriente bástalo que fué
gio de Santos*, que ahora son casas particulares , y
tbriormente se ha cubierto el resto hasta el puente de
I^3a. 81 estos canales se hubiesen podido oons«*rvar
pios y renovándose el agua, no hay duda que hubiera
|<>Btribiiido mucho á la comodidad y aseo de la ciudad,
iole la apariencia de una ciudad holandesa eomo
Btterdam, Harlem , y otras, que todas tienen un canal
^ árboles en medio de las calles ; pero eran demasiado
JJtiechoB para el objeto áe la conducción de víveres , y
®^toíj en ana parte del año tenían muy poca agua , y
^jáadose en ellos todas las inmundicias de la ciudad,
1^ no habla carros de aseo , erau un depósito de sucie^
^ Jde infección, que ha<»a muy molesto vivir y tran-
^^tK>r las calles en que oorrian«
U aotigaa casa del ayuntamiento 6 Diputación , no
^ la portería que la actual ; en sus dos extremos te*
^ totieg como el palacio y la casa del marqués del Ya-
^ porqne en los primeros tiempos se trataba todavía de
— 162 -V
qae los ediftoios principales faesen p autos de defensa^cc*
mo veremos hablando de las iglesia»: la OaUejnela es pro-
bable que hiciese parte do los seis solares desUnadoii
este ediftoiOi y que se dejase como entrada á las carmce'
rías que se pusieron en aquel costado. Esta casa antigia
dr la municipalidad se quemó en el motin de 8 de ¡m
de 1692^ y aun por ella fué por la que empezó el inceidio
de ios demás edificios de la plaza, que fueron entoutn
consumidos por el fuego.
Los dos costados de la plaza que mira al Fonienta !
al Norte, que son de los que se ha hablado hasta aboo»
han sufrido poca alteración en su destino y distribofiíoBr ,
desde la reedificación de la ciudad hasta la época presa
te : no ha sido lo mismo respecto á los otros áos de^BS^
voy á tratar, y las varias formas que han tenido hansíl
tales y tantas, que esto hace :diilcil el fijar ouál faeee K
primera. Para mayor claridad en este punto paso al Iiil
que mira al Sur, dejando para tratar luego del qae M
su frente al Oriente.. Foresta parte estaba torminadak
plaza por la línea de e^ficios que formaba la (XfDl&sníp
cion de la acera al medio dia de la calle de PlateroB,
tre onyos edificios estaba la catedral primitiva, foi
todos ana manzana limitada al Sur por la línea ex
da: al Oriente, por la que formaba la] contlnnaeiosda!
calle del Seminario hasta cortar la dicha al Sur; pf
Norte, por la calle que seguia desde la del Arzol
hasta el callejón de la Alcaicería , y al Poniente , ptti
calle del Bmpedradillo.
En la séptima disertación he dicho las razoites qae
go para creer que la antigua catedral estuvo en
manzana^ y estas se corroboran si se atiende á que tt
cabildo de 8 de febrero de 1527 , en que se designaffl^
solares para <*la iglesia'y cementerio y para cabrío' '^
rian las oficinas de la misma iglesia,] se dice qui^
estaban ^'frontero del Huichilobos" y como el teiopto|
HuitzilopochtU comenzaba en la acera del Norte'
citada calle que venia desde el Arzobispado hasta A]
pedradiUo, según al plano antiguo de que tantas
ha hecho mención, los solares que quedaban ^^tKSsA
Huidhüobos," mercedados durante el gobiemode Sait
Obirijao, cuyas ooncesiones anuló Oortés á sa re|_
]?§ :p^bQers^9} y repartidois nuev^iment^ en^dicho cal
r
— lG3 —
eran los qae^orinabaii'efita manzana. Además de esto, en
los docamentos relativos á ]a constrnocion déla cateaial
Ilaeyc^ de que haré mérito en su lagar, se dioOi hablando
del principio de la obra cnya primera piedra se puso el
año de 1573, qae se eligió el sitio inmediato á la iglesia
antigaa. ^<oon ánimo de qne demolida despnejí ésta, qnes
dase el lagar qne ocnpaba'por atrio ó cementerio en la
palote anterior del naevo templo/' y como la fachada de
la actaal catedral viene enftlada con la calle del Arzobis^
pado, es preciso qae la antigaa hnbiese quedado al Snr
de la que formaba la continaacion de ésta.
En frente de la esquina de la calle de Plateros qae^ da
vuelta al Empedradiiio¡| se ven en el empedrado dos de-
fiíaroaciones «iiferentes : la nna formada por piedras de
recinto qae están puestas en hilera tanto del lado de la
plasa por el que llegan habta frente á la puerta principal
de la catedral, como por el costado del Empedradlllo,
; ^ae seELalan el circuito de la primitiva catedral : tras de
estas j mas cerca del cementerio actual, están embutidaí^
en el suelo anas lozas grandes cuadradas , que indican
adonde se retiró la pared del cementerio , aunque no sé
en que tiempo, desde cuyo^ punto se retiró todavía mas
^liaata donde^están las cadenas^/ gobernando el conde de
; Berilla Gigedo. Estas demarcaciones no continúan hacia
[palaoio^y estonnidoalhechodequeel solar concedido
J^imero al licenciado. Marcos de Aguilar y después á
Gonzalo de Sandoval, estaba ^'tras de la iglesia" fronte<<
t ro ala esquina del Nordeste de lo que faé Parlan , daria
talguna fuerza á la opinión de que la paerta de la antigua
^<!atedral estaba hacia esto lado. En el transcurso del tiem*
po, todas las casas de esta manzana desaparecieron, acaf*
lo cuando se derribó la antigua catedral , pero quedaron
jin pié^ á lo menos hasta el año de 1737 en que se formó
»r don Pedro de ;Arrleta y demás agrimensores déla
indad el plano en perspectiva qno se halla en el museo
icional'y nnas casas situadas frente á la calle del Arzo-
spado y con su fachada hacia ella que están represen^
las en dicho plano, y que se construyeron mucho tiem-
después que aquellas, formando la continuación de la
He del Belox, según la explicación que hace don Oár-
ptos de Sigüenza en su opúsculo ^^I'iedad heroica de don
1
- 164—
Pemando OortéSi fol. G3/' con el motivo de qne deapu
hablaré.
Si deteminado así el costado de la plaza que min si
Mediodía, Be examina en un plano de la cindad la fonu
del espado pne qaeda entre este costado y el del imt»^
6e echa Inego de ver qne formando una manzana dett*
isas en el mtio qne ecnpaba el Parían , quedaría entre b
acera al Oriente de ésta , el frente del palacio y lo&i»
costados referidos una plazi perfectamente cn¡idrsd% y
eiüta era la pinza antigua, bien qne se daba también eett
nombre al espacio qne se extendía hasta el Empedradi
lio, aun qne estaba ocupado ^M>n edificios , porqaefiok»
había eu lanciudad de Moctezuma, quedando libre deten-
te del templo de nnítzilopochtli casi todo lo que sebadN
cho qne formaba la manzana en qne se consiínjó \%f^
tedral. ^ .
En la colección de documentos relativos al PAriaB di;
que be hecho mención, se pretende en el discurro qoi^
precede para fundar la propiedad del ayuntami€Bto«í
terreno en que estuvo el Parían, que éste se fabíieóai
cobrante de los seis solares tomado para conclaír \m<^
BUS consistoriales, la cárcel y carnicería: pero adc&fa'
que en la cédula citada se dice terminantemente, qii6
estos seis solares estaban, los ^'tres en la frontera j
otros tres á las espaldas'' qne son los qne dan á la
de Ban Bernardo, en la cual estaba la entrada ala
hóndíga hasta el alio de 1602 , y en la misma eran
pif'dad del uy untamiento las casas que hay destela
llejuela hasta la esquina de la Monterilla, algunas '
cuales han sido enagenadas hace pocos años, co es
t>able que para conssrnír el edificio á que estaban di
nados estos solaros, se eligiese un terreno por cajo
dio pasaba una acequia. Ademán de esto, en la
sion de los solares que se dieron para casas en la
na que fué Parían, no se dice que fuesen ios qne estaj
designados ''para tiendas para propios de la cia'
sino que se dieron con las condiciones que todos ~
más.
En la esquida del Kordeste de esta manzana qne
que miraba á palacio y á la cárcel, donde estaban Ici
jones de fierro eu el Parlan, estuvo, como se ha didio
la disertación anterior y la casa de Pedro^Gonx^e<
f
-165 —
Tnijillo, y el decirae en la eaoritora de venta del palaoio,
qae por el nn lado lindaba este con la calle qne llevaba el
nombre de este Tnijülo , me hace creer qne lo constrnido
de palacio en aqnel tiempo no llegaba mas qne basta la
Hcea prolongada de la calle de Plateros, y qne el nombre
de la calle de Pedro González de Trojillo se continnaba
por el frente del Arzobispado , quedando los solares qne
^fttabanfiin fabiic^r y se comprendieron en la venta,
desdelaesqnina en qne acababa el palacio por este rnm«
b(f ícente á la ealle de Plateros, hasta lo qne es ahora la
ealle del Arzobispado.
Cuándo y pocqné motivo se qnitasen estas casas qne
formaban esta manzana, no hay constancia ni la tiene el
ajnntamiento, según lo que se dice en el cnaderno varias
'VirceB citado. Sábese únicamente por el virey don Lnii de
YelHBco, segundo de este nombre, en 14 de mayo de 1609,
iofbimado ^^del desorden qne habia en tener mesillas de
buhoneros en la plaza pública, do que resultaba estar la
dicha plaza demasiadamente embarazada y sin policía/^
a&Qló todas las licencias dadas á los mesilleros, y dispuso
4De el corregidor con dos diputados del cabildo ^^vlesea
la cantidad de mesillas qne pndiesen quedar y en que
pneeto.y partes, de suerte que la plaza quedase en lapo-*
Üda y traza conveniente.'' Esta disposición del virey se
contradijo por los interesados, pero confirmada por la
sudiencia por autos de vista y revista, lo fué también por
\\ consejo de Indias , y en 18 de enero de 1611 se expidió
cédala para sn cnmplimif^uto. Del arreglo de la plaza que
entonces se hizo hubo de resultar que se formasen los ca^
junet^demadera que existían y se quemaran en el motín del
tío de 1692 y que producían á los propios quince mil pe^
ICB anuales de renta, los cuales eran diversos de estas me-
lillas de vendimias de comestibles, que continuaron en la
0azik hasta la variación que en ella hizo el conde de Ba^
^lla Gigedo.
£d la discusión que se suscitó en loa papeles públicos
con motivo de la orden que se dio el aiio de 1843 para
qnitar el Fariau , uno de los escritores que en ella toma**
ion parte, pretendió sostener que este edificio del Parian
bvo su origen en un cuartel de caballería que el virey
ínarqués de Oerralvp mandó constxuir en las inmediación
ttiB del palaeiO; para evitar con este resguardo otro ta^
— 166 —
multo oomo el que aoonteoió oontra ra anteoesor al ñiH
qnéñ de Oelves el dia 15 de enero de 1624^ con ooado]! te
destierro y extraflamiento del reino que aquel vireyis'
poBO al arzobispo don Jaan Pérez de la Serma; peropv
lo míaoio qoe se dice eu la relación de estos saoeaói,6^
crita contemporáneamente por el contador don Pedio de
Jáaregai y Avendaño I que el virey dio ocapasioaálii
tropas qne renaió *^en qae edificasen mny oeres ddml
palacio cuadras de calicanto y techados, en qne tovta
abrigo y faese pronta la defensa , ^ ni una ni otes eoo
conviene á los cajones de qne se trata, oonatroidoeet^
Ingar qne ocupó después el Parlan , pues estos do etia
de calioauto sino de madera, y estaban mas diatanteiti
palacio que lo que puede admitir el sentido de la expi^
sion muy cerca. Bste cuartel parece por otra parte ^ w^
quiera que fuese el lugar que ocupó del que no bay isfi
caciou uluguna, que no seria muy extenso y qne foé om
cosa temporal, pues no era grande el número detroptf
que se hablan de alojar en él, ; habiendo tenido el V^*
tamíeuto tanto empeflo en que se licenciasen las treseon
pañías de infantería que oon motivo de aquel tnmatto it
levantaron en la ciudad^ y que por razón de este dóp^
se consideraba su existencia oomo una a&enta paca b
lealtad mejicana, no habla de haber dejado se oonsernifi
una memoria mas visible y duradera de aquel des^n*
dable acontecimiento. Bu efecto , después de teiteniM
instancias con aquelfiu, el ayuntamiento encuerpo sepf^
sentó aL virey en enero de 1628 y <^hecha la demostciOiA
de hincarse de rodillas, lepidio quitase las oompafiíasp^
ra que no quedase ceniza del suceso del IS de eneio de
1624/^ y no habiendo tenido por conveniente el virej e^
ceder por entonces, la ciudad acordó en 14 de aquel tttf
«%aoer diligencia con el Arzobispo [IJ que traia oomüi^
nes bastantes; escribir á todas las cmdades , yUlas y Is^
gares , y citar á cabildo con billete para yer siee wA
de nombrar caballero regidor qne fuese á BapafEa." A
todo esto no se habla del ouartel| lo que me perraade tpl
[IJ Eet» anobiepofaédon FraneliMo Maubo ám Zúfiigt, B>oaActdo MQ
d« áoa Joaa P«m de la Bemat 4 qnÍMi m lUunó h la eorltt , 4 ooMaeMi"!
da lai cnetUones con el marqoéi de Qelyea, y pora qae no volriew 4 MiM
te le did el obispado de Zamora, 1
— 167 —
ó no 06 llegó á oonfitaniir, ó qae muy pronto se qnitó por
ianoeegario, pnes Io¡qae hace mas notable este empeño del
ayuntamiento para qne se licenciasen las tres compaSías,
es qne mucha parte del tiempo que se mantuvieron sobre
las armasi estuTieron fuera de la capital , y caando por
fln se extinguieron se lialiaban en Yeraoruz. Bl marqués
de Oerrallo, creyéndolas ya inútiles, procedió á licenciar^
las de la manera mas satisfactoria para el ayutitamieotOt
8 nes habiendo hecho llamar al corregidor don FerDando
e Sosa Suares, el miércoles santo, 27 de marzo de 1630,
le entregó un papel cerrado dirigido al ay nutamiente, eu
que exponiendo los motivos que habia tenido parajla con-
servación de las compafiías y¡el usojque de ellas habia he*
oho • agrega *^ que haciendo la cuenta con el guato que
habw tratado de darle á esta ciudad y reino en cuanto se
habia ofrecido , y no pudiendo poner duda en que los
«nigoe tan honrados y fieles vasallos que S. i/L tiene en
este reinoi son la verdadera defensa de sus vireyes y mi^
niatros i\ Queriendo hacer notoria su confianza á todos y
ser el testigo del mas seguro abono en esta parte , habia
zeraéito se reformasen las tres compaSías que al presente
sa hallaban en Veraoruz y ansí se borre la memoria de
sa fundadoiL'', Tal era la consideración que se tenia en
aquel tiempo al ayuntamiento de Méjico , y tal la firmesa
con que se hallaba establecido el gobierno español , quo
aahsistíó tres siglos sin tropas ningunas, ni otra defensa
qae la fidelidad de los habitantes. Este mismo papel del
marqués de Oerrallo prueba á mi ver con toda evidencia,
qae no existia el cuartel empezado á fabricar seis años
aatesr pues no habia dejado de hacerse mención de él,
caando según el virey dijo al corregidor al entregarle es -
ta comunicación , << habiendo procurado en todas ocasio^
nes el consuelo y alivio de esta ciudad y sus vecinos , y
habiéndoselo dado en cuanto habia estado en su mano,
deseando ocasión para de todo punto dárselo en lo que
le tenia pedido, de que se consumiese la memoria de las
tres compañías que levantó la audiencia por el suoe&a
del año de 1621 , hallaba ocasión en el estado presente
para hacerlo." Sin embargo , contra todas estas razones,
y sin mas íondamento que la noticia que el contador A-
vendaSo dá de est9S colodras { j por la suposioion ente**
— íes-
te, eaando bvl demolición , como edifioio oonstroido á et«
pensas del gobierao, y en tal virtud neaproyedhó éste de
los materialee que de él salieron.
El origen de este edificio es el eigniente. Ba el motín
tantas veces citado del domingo 3 dejanio 1692, seoon-
sumieron por el faego no solo la casa del ajuntami«atO|
la cárcel y albóndiga, sino también los cajones de midth
Ta que tan productivos eran á los fondos mumcipale«i.<-
Tcátósedesdo luego de reparar este defíoiante, constra-
yendo en lugar de aquellos unas tiendas de piedra w
forma de ^^Alcaiceiía,'' según el plan que presentó d r«-
gidor capitán don Pedro Jiménez de los Cobos, que era
correo mayor del reino y obrero de la ciudad , el coal en
el informe que sobre este punto liizo á la mouicipBlid^i
propuso también los arbitrios que «le parecieron conn
uientes para la ejecubioui y adoptada la idea por el ajoi
tamiento, el virey conde de Gal7e , aprobó el projedo
por el decreto de 17 de agosto de 1695, y mandó se proee^
diese desde luego á la ejecución. Entre las rasones en qflB ■
se fundó el citado Cobos para la forma y dimensiones qH
propuso se diese al edificio , es de notar la de que, coa
. ella se consultaba á la hermosura y perfección déla pte« ;
. za mayor, que quedaba con (áento setenta y seis
por todos cuatro costados^ que es la misma figura y £« =
mensiones que en su ptincipio tuva La obra se comeaift^
en el miamo raes de agosto de 1595 , y desde «'Sta ítem-
hasta fin de diciembre de 1696 , se construyeron las
aeeras que haoian frente al portal de mercaderes y la
tedral: la del frente del palacio con dos tle Las anteiia«
re&9 se construyó h&oia fin del año de 1699 , y todali
obra quedó acabada en abril de 1793. Todo se hiso ~
la dirección del mismo regidor don Pedro Jimenes de
Oobos, quien adelantó fondos considerables para loe
tos, y el costo total ascendió á la cantidad de 141,570
sos O reales 6 granos. La renta que este edificio pi
al ayuntamiento eu los afios corridos desde 1697 á fla
junio de 1843 en que se mandó derribar , ascendió 4
cantidad de 3.422,182 ps. 5rs. S granos^que por na
no medió corresponde á un producto anual de 23,376
S03 2 reales 9 granos durante los 146 afios y 6 meses
permaneció en pié aquel edificio , habiendo rebajado
cho estos productos desde el saqueo que en dí(áemlini
— 169--
0itf¡cíiüB ]A8 tíandas que conten jai pnes enlosquin-«
iiAoB eorridos desde 1779 á 1813}, que comprenden la
mas héspera de este país , el producto anual me-
ÍQé db 32,567 ps. 0r&6g8« [1].
Et nombre de Parían pioced^ de llamarse así en Ma^
el barrio separado de la oiadad y cerrado con mnra-
ea donde residian los negociantes chinos que iban á
[adía plasa por asuntos de sa comercio, y siendo gran<
p.3laoamnnicacion qne entonces habia con aquel puerto.
w laa expedicfiones que de él rentan álos nuestros del
\iuxs dftl Bus, que luego se redujeron á la nao anual; la se^
isa del destino de éste ediCLoiOf Tfot estar concentra*
I ^eaéi el comercio, biso que el uso común le aplicase
> tste BGifnbre, pues en su principio no tuvo otro que el de
tai'^tiesdas y Alcaicdría de la plazfk mayor.'' Loscajo^
Ms de madera que antes hubo «i el mismo paraje, se^
gon Iseédula de 39 de diciembre de 169^ por^ la que el
terms&dó se procediese á construirlos de piedra, forma
^ lua plaanela *'eu donde asiatian todos los vagamunr
doi, pe llamaban el baratillo , ^' y el evitar el riesgo de
mvo iüoendio, en que por tal concurrencia estarían los
e^jdBes si se hubiesen vneltoá hacer de madera , es una
^ las (xnisid€s:octoaes que en dicha cédula se tuvieron pa*'
la^la obra se luciese de mampostería, con lo cual y
<»& la forma que se mandaba se le diese , *'/!e evitará el
óesgo de incendio, y con el mayor-conourso de mercado^
ni, 86 refrenarán los excesos 'de losjque entesa ciudad lla\
>un «atamuyos del baratillo, y quedará la pla£a mas her-
Bioia, asegurada y fija la renta." Tal es el empeño que en
^Bts cédala se manifiesta por el aumento de los fondos
^Qfilcipales, á que habia de contribuir tanto laejecu-*
cion de esta obra , que no se echa en olvido prevenir en
*» que se saque mejor precio de los cajones de las es-
ÍÚHM «*por tener estas la mayor estimación, por la faoui-
^)TodMt«<w datos Jos ha sacado de la ooleocioii do ^¡^^^^J" ^¿^^.
-• •Uynntami.mto, con motivo de U de mo i. ion d«.J«*f ^ÍL^^^^^^
4 'ípérAia la disorl pcioo qne de él l^«/ectó. siendo ^^AtTee^íte^
^ y W vVrto, pero al omití • esta oíase de »«*"'*f2*^-,^llM y eíto &Sa
"jom 6. oauíi Se que eorriendo los años, «^f «^'f^e |oi p^4 teaW^
etlTo de dad., eomo nofleacede ahora con mucho» ao ios pobm»» waiawni
^ textik^on.
— 170 —
dad de venderse mas en ellas,'' y oon enoaredmifistoi
dice al virey por conclnsian '* os encargo y mandoyi
pongáis el cnmpttmiento de lo contenido en este
chO| d&ndome onenta en todas ocasiones délo
dO| y de lo qne vaestro celo y cntdado lo f aesea
tandoi sin perder de vista lo mncho, mnoho que
á mi servicio y bien de la cansa pública." No i
sin embargo^ exactamente lo qne en esta real
se previnoi pnes no se hideron sobre las tiendas
kabitaoien como en ella semandaba^ yelplaidéli
flcio fné dos cnadrados inscritos el nno en eloln,
tiendas á nno y otro lado con nna calle entre siataoif^
onal formaba cnatro órdenes de tiendas , dejaiídst
medio nn espacio en qne bajo tinglados se veaffitt;
efectos qne se llevaban á la mano. Tres puertas sa*
chadas del Norte y del Snr daban ingreso, las doii
rales á la calle qne se formaba entre loa dos
las del centro condncian á la qne corría por el
edífldo de la nna á la otra pnerta. En las
Oriente y Poniente no habia mas qne nna sola]
él centro.
Par decreto del gobierno provisional feeha 27 daj
de 1813| se mandó demoler este edificio qne filé
tos afios el emporio del comerdo, señalando d
término de quince dias para qne se desocupase porJ
los que tenian su giro de mercancía establecido en '
dándose esta determinación en su "niguna arqdl
y qne por su mal calculada posioioUi impedia y
sorprendente vista qne debe presentar la plaia
pa V mandando construir en el centro de la
considerada libre de la deformidad del Parlan, <W
nnmento consagrado á la memoria de nuestra (I
independencia^ que se habia de construir en dos
mediO| pues habia de estar concluido para el día.
setiembre del mismo año : la^estmocion .de este
se llevó á efecto sin mas alteración que ampliar por
nos dias mas el plazo sefialado para la desoon)
obstante las enérgicas representaciones del ayunt
to, que hizo presente el desfalco grande que iban í\
sus fondos en circunstancias de no bastar estos
brir eofi mm 'pr^oisiHs atencio9e8; 4^ los inl
inanifest»baz)i It^ pérdida que se les o^ÓMl» po? )Q(1
^06 ienian págadoBy y de la aaamblea departamen^^
junta de fomento mercantil, en apoyo de aqne-
ea tales eírcanstancías se hubiese propuesto á los
WBdos en la permanencia del Parían que se obliga^
fdeeomrlo oon bnena arqnitectnra ^ lo habrían hecho
cloda pcnr evitar los males qne iban á resentír, y el
hubiera sido un adorno de la plaza, en la qne pa-
i embarazaba, como lo es en la de Sevilla la Lonja
^McraidereB oonstmida por Herrera , qne después ha
anduvo general de Indias ; la plaza por otra parte,
bis amputad suficiente para todos los usos necesarios
objeto, y con la destrucoion de este edificio, no solo
eCnee una <<yista sorprendente,'' sino que habiéndose
excesivamente sus dimensiones,¡todos los ed i-
que en ella hay parecen pequeños y mezquinos,
'^imposible adornarla con ninguna especie de mo-
ito correspondiente á sus dimensiones , á no ser
Mooloque en ella el coloso de Bodas, ó una efitátua
tres veces mayor qne la que había, sobre una co-
tan alta y gruesa como las torres de la catedral,
u&o de los proyectos de monumento que se pre,>«
ituon á la Academia de bellas artes, encargada de
¡l^loBy calificarlos. Aun cuando la pretendida mejo^
'^aUera sido lectiva, no se debía haber sacrificado á
^Teotajade mero ornato, la positiva délas rentas
B%9ecdieron,enuna dudad que anees necesita de
108 empedrados y calzadas que de adornos, y que ca-
de otras comodidades indispensables, para conseguir
^^es habría bastado sobradamente con la enorme
que es menester pagar por indemnizaciones del Pa-
peio por desgracia en muchas de las disposiciones
niatativas de nuestra época, se ha sacrificado siem.
.. Lo verdaderamente útil á lo fastuoso, procediendo con
[^^ oste caso con tal precipitación en las cosas mas im^
^fortaiitee, que no parece sino que se quiere que no haya
2*^ para la reflexión, y que cuando el mal se reconozca
^ ;a causado sin remedio [!]• La grande importancia
íi
V <l^ todas eitairaionefl evando S9 pabUc6 el decreto f ara la Idflitme*
r¡ H^arían , «n nn articalo* dirigido h Iob eeuorei editores del penodioo tv
'" ' Siglo XIX," ane no tovo ii bien publicm !o.
— 172 -*^
y celebridad de este edificio me ha hecho oontiBinr Jt
historia hasta la época preseptei saliendo algaa tanlolK
plau que me he propuesto en esta obra.
£1 portal de Mercaderes, que forma ahora el frentiO»
riental de la plaza , se construyó á principios üdv^
XVII, y por eso en el plan de la manzana que fué d 91^
lacio viejo de Mocteznmay publicado en esta disertMll%
se le llama *'los portales nuevos.'' El cabildo
se opuso á esta construcción . sobre lo que tuvo ^mm
con el ayuntamiento, según el escrito que éste preaotf
se halla en los autos del litis seguido con la casa
duques de Terranova sobre propiedad de la pl
Velador^ pidiendo testimonio de la merced hecha i
tea de las casas de Moctezuma para hacer uso de él
quella cuestión; sin duda para ac*larar sná
terreno en que aquellos portales se hicieron, qae
disputaba el cabHdo por llegar hasta la esquina i
ta la propiedad de la Iglesia.
Aunque con lo dicho estaría concluido todo la
á la antigua plaza y á los edificios que estaban ea as
dedor, la mayor extensión que aquella ha tenido,
examinar mayor espacio de terreno, y u^ es precUo
cual era el sitio que ocupaba el famoso templo de
lopochtli. Según lo dicho arriba, por el lado m
formaba la continuación de la linea que desda la
del Arzobispado continúa bástala Aicaicerii^,
con el frente de la actual catedral: al Poniente
fronterizo á la casa vieja de Moctezuma, quedando
ambos la calle que ahora se llama del Empedradilte;.
antes se llamó ^«la plazuela del marqués del Valle,?
por el Oriente y Norte se extendía mucho maa de la
zana que forman la catedral y Seminario, y llegaba
primera de estas direcciones hasta la calle oem '
Santa Teresa, y siguiendo la dirección de ésta
concurrir con la do la Ensefianza y Montealegn^'.!
prueba de este concepto se puede citar lo qne a» dú
k1 libro de actas del ayuntamiento en el cabildo de 2
ftíbrero de 1527 en cnyo dia <^de pedimento do Gil
lez de Benavides, Iom dichos seflores (el licenciado
eos de Agoilar, que á la sazón goberuabaí y los cap;
íes qne concurrieron al cabildo) le hicieron merced
olar, el cual es en esta ciudad^ lindero con solar y
-:i73-
Ákmm> de Avila, rá hermano ^ae Menla tercia parte
' «ioíte «I fi«icAjZo&oi^ [11. BstaB oaaas de Alonso de
^aeda demostrado en la séptima diflertadon que
iae dos primeras de la calle primera del Belox dan^
Twlte ¿ la de Santa Teréto, y por oonsigniente el so^
que se le dio á Gil Gonzafez de Benavides , fué el in^
n la calle del Belox , pues por la calle de Santa
seifala la casa del contador Albornoz. Bata opi^
Bé eonforme con la del padre PiohardOi qne hizo nn
i detenido de esta materia, y qne pndo ezaíni**
iostítalo8,antlgnos de mnchas Ancas. Además, era
qae aqoel templo tayiese toda estante nsion,
que piidieee contener todo lo qne los escritores qne
JksoAbcn r^flet<en qne habla en él, de habitaciones de
llswoeEdetoiy colegio , janlas para los cantiyos , y ancho
l^^ielopidnalos ^teitotcb'^ ó bailes qne se hadan en der*
B honor de aqnella- falsa deidad. Esta demar-
iMfa» eonvime p^fectameote con lo qne dicen los es>
«ítoñsqüe vleion este templo, qne era nn gran cnadra«
le, qiiaett al centro de cada costado tenia nna pnerta
|asmiiate á las entradas paincipales do la cindad, pues
m9tía msncírtt la pnerta del Poniente» [en cnyo lado, el
tailiaediato á la casa vieja de Moctesnma estaban las
tipflhs con los ídolos en lo alto de la pirámide del teo<«
íftffif] qoedatia en frente de la calzada de Tacnba ; la del
;m^]BirabaáladeOnadalnpeóTep€aqniIla; y la del
9m, a la de Istin^atapa, Bl señor Prescott , hablando de
Jliettnida de Cortés en la noche triste dice (2), qnedcv
jttto soeeaortelea haUó la plaza desierta y pndo toxnar
iaser visto la calle de Tacnba; y estando loscnarteles
isOostésen la de Santa Teresa, frente á la espalda del
Mív«nto,esta ynélta perla plaza hnbiera sido innecesa>«
lis pata tomar la calle de Tacaba , si no hnbiera habido
d^tettOBh) del temple qne le obligase á darla , cnando
le teidatlempo qne perder para segnir el camino mas de-
leého.
[ éÍ9M4 qié oifg»ii taiga eita repaitioioa del templo en tsea partes que
IM Ia4laifedae0& eftt^expieika. .
. f¡ lataMoandieeyqiMM eoflaprendla también laeaia del marqués del
Til 'tgia lo ákoho en eate dieettaeion, ee nna equivocación.
9ISB»!rA0I0nS8.--*T0V0 IIr--2JI
\
Oomprendíase, pnes^ ea el tecúnto dd templo ábtiÉ$
zilopochtli la catedral aetaal con sna oflfilnAB y ook^^
Bdtnioario • toda la manzana del Anobispadaí 7 tob1i>j
qae eBt& detras de la catedral hasta la oaUe deia Bia>
uanza y parte de la slgoiente al Oriente , termiiudilK
la de Montealegre [IJ. De estos edifteioshablaié deÍA««
tedral separadamente. Bl palacloa rzobispal íaé fiB^J
por el Sr. Zamárraga, quien probablemente á m Q^n;
yiviria en b. Francisco: compró despoaa la essadei
segnn consta de la partida siguiente, asentada «di
122 del libro de gastos que llevaba aqnel pMladiy <
poseyó don Oárlos Sigüenza, de cuya obra ya dtidii
la copio: '^primeramente; ochocientos pesos deQoío^l
perfeta, son qne se dieron á Francisco de Herrm '
dar á Medel» por las casas que de él se oompiana
la iglesia y para mi habitación en nombf^ de la "'
qne queda la propiedad á la dicha iglesia, coao sMi
go se contiene én la carto de venta qne sobre éUo Mi
zo, como aparece en la cédula que di para losoflflialtf^
S. M. en V¿ de febrero d;eqnlnientos y treíntea&oft.'
gastos qne hizo para disponer este casa como eotí
para pasarse á eita, conste en la partida aigtiieate
mismo libro.''^Item: ciento y cincnentapesos deondfti
perCeto; son qne se gastaron en laaobrasldeladioha' ^
en una escalera grande y nn retablo, y nn eon^ '
y puertas, y otras cosas de atejo, y cámaras^ y
las azoteas, y cerraduras para¡qne la dicha casa
en recogimiento y honestidad, y en pagas á losi
é indios é gente qne en ello anduvo^ según paieoe
particular por la cuenta qne el mayordomo de la
Iglesia, Cristóbal de Valderrama, dio de los diokoil
tos, de los cuales di cédula al dicho Yaldenama
oficiales de S, M. , de 10 de abril dé quinientos y
afiós." No solo compró estas casas sino olxas dos
fias inmediatas á ella, la primera en¡ doscientos
ocho pesos, cinco reales y cnatro granos , á Manuel
res, en S de julio de 1530| para qne sirviese de cároel
[i] So cita Mtoridad ningnita el wñor PrM'oU; tciiao la tuvo M
¿e iM obras manuoritM qne ha tenido 4 la~viit«,
(2) Piedra heroica ato. fotto 60.
— 175 —
eo^ 7 la otra á Diego de Soria , para fondioion de
en precio de dosoientos y dncnenta y dos pe-
boéaoro. para onjo pago dio cédala en 30 de mas
del631.
Be estaa casas vivió aqnel prelado desde su compra
te qae pasó á Espada á mediados del año de 1532 , j
poderla dejar á sos sucesores octavo cédala de Oárs
Y, fecha en Monzón á 2 de agosto de 1533 en la que^
Úberae hecho la compra con dinero de los diezmos,
«aperador oon oonsnlta del consejo de Indias la apro^
^7 confirmó ^^paraqne el dicho obispo en su vida y
iópaes sos saceeores , las moren é vivan como en casas
palas pitfa líempre jamás." Mas adelante el mismo se-
Zooiárraga qniso dar otros destinos á estas casa^i.
por iobtnimento qne otorgó en 18 de jonio de 1545
mtod escribano Martia Fernandez, hizo donación d9
tfis ri hospital del Amor de Dios , qne él mismo habia
tedsdOi enya donación annló Garlos Y por haberlas des^
tedo antes con en aprobación fpara vivienda de los o-
Vapoi sos saoeeoresy a qnienes no podia perjndicar con
at^Boevo aeto de liberahdad , paes él recaía sobre cosa
V^ en virtad de la aprobadon real qae habia obtenido
a primera donación, no era ya enya sino de la mitra.
B Sr. arzoUspo don Jaan Antonio Bizarron y Bgniar
nía, mny afecto á edificar y (constrniry y el mismo qne
lúio el palado arzobispal en Tacnbay a, <'no como virey
iueoomo arzobispo de ^íUojíoo/' segan la inscripción qae
f^&m lee, reedificó gran parte de este palacio, y qnizá
P(v eo ineliaacion á este género de obras, eligió para po«
M en las columnas de la puerta el texto ^^£cce nova fá-*
eieoiimia.7 Bl señor don Alonso Kuñez de Haro le dio
Bsyonunplitud, abiendo comprado al efecto una casa
^tigoa y lo puso en la forma que actualmen tiene.
Pin dar alguna idea de la que tuvo en*su principio y
^s casaen que se¡hizo la fandacion de la Universidad^en
^» copiaré lo que sobre ambas cosas dice diioe don Oár«
lude BigUenza en la obra citada, con referencia á lo que
^ ribió el doctor Francisco de Oervantes Salazar, primer
^ ^drátioo de retórica de la misma Universidad , loque
^ úsmotiemposerviráparadaráconooer por este frág-
il Lto la obra ya perdida de sus diálogos ^escritos en la%
% ^el cual lo taraduzoo* Efielquese titulaba 'Méjico
por dentro," eraa los
Zamora y Zaaa>, vec
cía de lo que aigoe, d
toDce8[1551, afloea
Oflrvanus] lo que es '
sas del matqaés del ^
;afl, tf« palaido del t
dieucia : lo segando,
Bfiloz 7 hacen frente
bia entODoes , sino qi
ra] qae se extendían
Fiancisoa, oorria uu
tadaa y torres de la i
arzobispal y hoapiU)
pw parte de Oriente
de están hoy los port
rey, y casa de la^mon
aa oontínoada oon la
"Bato presnpnestp
salido de la andieniái
EmpedxadiUo miittnt
BO H&. dónde va á i
desda el palacio del i
ce una plazal ZUA2
filítloas, edificio no <
ALFABO. ¿De qaiéi
la izquierda oon eleg
- zotea macho mas ele'
(3) EitM partalsi da proTJ
f[fl*im> iitftlMuí uilkesiaiiii
■• u! por MtftT ftlU al ofida i
Mulla huta okllB dal An«bl
U eatl Mtabft i U MpKldt d
MI Orto ana mM blan m
I M pNriúd), p*T lo qoa d
í!t)9palriuTBr4«>ta«l
tfíSlW
r
— 177 —
Ifl la OMa det arzobispo^ en la qaa hay gne admirar aqm
primo* ^iM> adornado oon baranxUd de ñerro, t tan ele^
Tadd 8(K>réidl snelo de la eatle, qoe descansa hasta las
tiiittas ventanas en nn cimiento firmey B6Udo (1); AL-
f ABD. No tora destraidoooh minas. Dimé ahora; en es-
ts misoja acera tqné cosa es esta casa última sitnada en
la ssqoina de la plasa, adornada en el piso alto y bajo del
ftnte tpSB mtrá al ponlentét con tantas ventanas abiertasi
ds las qjM otgó salir Toces de personas qné gritant ZCTA-
AXSi fea easa de Mínerréy de Apolo y de las mnsas « y
la olleliia en qne se isstrnyen en -Titnd y oienda, los áni-
Msrados de la juventud : los que {gritan son los profiM
^Wgoese de estas seüasi continúa Sigüenza^ qne la ca^
se eon que la coadra del palacio arzobispal sq ternílná
hAda la plaza, eslaqneelafiodel664 ocupaba la IJíiíh
HMrahbd; y ^e precisamente f aese la de la esquina, se
Vmfeba así por lo que di]ó de sus ventanas al Ponlenüe,
asiBQ porque también la sitúa en la caUe del B^Iqx , di^
deudo dé esta lo sigoientof <*B8ta otra de no menos am^
flitad^iii inéncÉí larga que pasa por la plaza junto i la 17^
llíwtfdAd reS palacio del mévqnfis, y continúa mat ade«
Imb^ «emveifftido sobt» im puente áebóved» ]2],tM
^ ' " ' muéltó ni^B allá del hospital del marqués , con>
áte^ Virgen Mitfia etc^ [3} de dónde condfáye el
o Sigüenza, qné la Universidad se /ando '*en la ca^
iiiqae formando una torre, hace esquina á la calle arzo^
ibpal V & la del Belox [4], con ventanas al Occidente y
ítt Hefiodia, perteneciente entonces no sé si ú dofta Oata-
Iba MóntaBo, como da á entender el maestro Qrijalva en
■fl] BitodA i4Md§qa§est«pftlMi^ anobiipAl eia del mismo g4Mrod«
«pMtTMM» q«6 «1 palacio del jlxtj, Mgan ia Mtampa qoa m ha pvtilo íb
Ma dturtacioB.
.^ '|tj Si «I patato dt palacio,
^: fS) 3E1 hoqdtal de Jom.
ri fd) Xaaqaélfl«aip9 paraoe qao ara modft wn» toRii «n If^o^MMavo ba-
I eaaiáaa» d* 1m aao ae vén Tarias tod«tíá, oamo oQla «alia da Btai inMf
iasl4MaÉiiM&ilaadaladaiArtol)iáDid<yri>AlM QM» ^^^fS'f^WÍ^
MSM T iaa fM aft4A aa f mola da ¿¡M,aii ]aentted»da la«Ua Mb-
Criala/Siaaqó «aña da( Bolos &Uom9niiflUn)delihdll«UiOda|p« %l m
^4-^^lftai^4Mid«qiiftMp^f)i^ky9eaol9M»^<^/^
•í fi
— 17Í -.
ftu hUtoia de San Agostin de MéjieOí Edad 2^ cap. tt
foL 80^ ó á Joan Martínez Gnerrero: poséelas hoy en fb
calo de mayorazgo don Gabriel Gnerrero.'^ Por lo qtfifi*
ce el señor Zamánaga en el instromento de la cesiim qai
qoiso hacer del palaicio arzobispal al hoepital del ÁMt
de DioS| se yé qne en 15á5 esta casa era de Guenen^
pues expresa qne la saya, qne es el dtado pálado^ (m
por linderos por la ana parte '< casa de Joan Maitiatt
Gaerreroi y por la otra casas de Jaan^aevas, eseritaB
mayor de minas y registros." Despnee parece qne »pá
la universidad á casa qne era del hospital ;de Jeeoii i^
gon nn recibo de renta de ella del aSLo de 1561 , qaetf
tiempo de .Sigiienza estaba en nn libro antigao ds lo rii^
ma Universidad ; de sa traslación al sitio qoe hosf ao0i
se ha dado rason en el logar correspondiente de estofr
sertacion:
Bn este espacio de terreno de qne estoy tratandOi tí^
hasta el afio de 1823 ana capillai á la caál ana taUB
valgar atzibaia aa origen mny antigao y venecaUe» M
era la de la crnz de los talabarteros I sitnada entre lft#
tedral y la acera del Empedradillo , en lo qne selfastftl
la plazuela del marqnés del Yalle^ por él lado de ~
calerillas Decíase qne en el lagar en que esta cafflbifl
taba» se dijo la pridtera misa en esta <úadad| y
caadros qae en ella habíai uno de eUos rep:
Buceso qae sin ningan faádamento histórico «
de la pena qne Cortés se sometió á sufrir perao
para dar ijemplo á los indios, de hacerse azotar pet
misioneros por no haber asistido con pantaalidad á
^lesia en nn dia festivo. La primera misa se dina
bablemente en el cnartel de los espafioles , y d
continaaria diciendo eu la^capilla qne se formó dent^
templo de HaitzilopochtU/ pero esta no esverofiímfl
estaviese en este sitiO| el cnal es de creer qae no ae
prendía dentro del recinto del temploi sino qne faaí
gan espacio bastante capaz entre este y la casa
Moctezuma. El origen de esta cruz y de la capilla
ra su culto se construyó, se hallarelBhdo en ios li««
documentos de la cofraaía que se fimdó en ella, qna
teñen el archivo de la casa del Bxcmo. Sr« daque ^
ranov% y es el siguiente. Pedro de Siria 9 maestro
lüQioiiW) y «spftO^roi qu« yíTia ea él SmpedmdiUoI
m que tenía á la santa cruz . propaso á los veoinoa
coloeaae ana en aqael paraje^ hacia el año de 1607. Se
«teiüQ i ell0| y obtenidas las licencias neoesarias, oon
Hmesnas qae se lecogieron se construyó ana peana j
aoioeó sobre éUia ana cmz dorada , el dia de sa festi-
* * eon macha solemnidad. Se ^nombraban entre los
dos personas qae caidaban del culto , y como es-
ema generalmente del gremio de los talabarteros, ca«'^
|m> estaba establecido principalmente en aquella pla^'
de aquí le vino el nombre. Oreciendo la devoción y
se adornaba esta santa cnus en su dia, y se ce-^.
fuieion oon misa y con grande aparato de infan>
i eoyo efecto los Tireyes mandaban prestar la ar'<
y picas de la armería real|¡y los yiémes de cua-
ae predicaban , sermones á que concurría mucha
ite.
Oon inotiTo del incendio acontido en las casas del mar ^
dd Yálle el dia de la Sta. Or uz de lOSGr, originaáo por
ktoionaiíUMl, se quedaron todos los adornos pertene^
"i esta cni2, Francisco Pacheco, que era á la sacoa
Lojde la hermandad que se habla formado, obtu-
del arzobispo don Francisco Manso y Záfiiga
psdií limosna para reparar esta pérdida y que oon -
Ms como hasta entonces el culto « habiendo obtenido
i^fnideíibala del tPapa Urbano YIU en 4 de julio de
^QQ&eediéndoles muchas indulgencias , para quedis
^^"l^M de estas se mandó en 22 de marzo de 1643 por el
lirtor PálafiOi obispo de Puebla y electo arzobispo de
Wé^ que la oofi»día en la que el mismo señor Falafox
^VQ&t6| procediese á formar sus constituciones. Hízolo
N^M^ y además pidió permiso para construir un cha%
PKdétediOi sostenido sobre pilaiesi para poner á cubierN
ItDlsQrQz^ y como á su rededor habla puestoay se atabau
p bestias que entraban caricas con fruta, se prohibió
¡^ jotra cosa con excomunión. El^yirey, conde déla
Mondoa^Wó sa permiso en 11 de diciembre de 1687, para
n^oemsen los espades que daban entre los pilares qae
• Hüan el dhapitel, con lo que quedó formada la capi^
P «la que se obtuvo autorización para que se dijese
I" los lunes y viernes de todo el afio, y por mtimo, el
,, r, primor conde delRevilia Gigedo, permitió por su
P ^0 de 31 de mayo de 1784 la reedificación de esta ca^
— ISO —
pilla táloomoexifltíóliMtafladettriiodoápor 4(idAU
ayiuitaiQíeato en 1823. La eoíiradfa habla óeiadó a&oaar
tds. 7 la eapilla dependía de la oatedial, ^endo anodal»
naos qne de cfUa se haoi% depositar allí los cadáym»^
los ajostídadOB por senteneia de la sala del erimeii hatt
qne de llevaban á enterrar.
Podeinos ja despnee de lo didho determinar | ooáta
eraúías óalles de oojrós nombres antignóaüa habúbov
caüon de hablar. lias qtte cireoiídaban il.i>aladó étm
nüeva de Hocteziima én 1524 eá que Se. hizo la msiM
de ¿la á Cortés, eran la de Lítapakpa» coa Qa;/o ÁoSite
se sigoió toda te qne desde la garita de San Antanie i^
bad corre basta el Tlaítelolco, habiéndose Jh^mi^ ilii^
pues ; del Belox'' la parte de ella desde la plaj^a^ Af:
te. cnando se pnso el relox en pala<^o ; la catté'dé feto:
GoDzales dé Tmjilld y dé Martin Lopesi oarpinteroi^s
faé el qne hizo los bergantines para el sjütfo.da Má^'
oreo qne era la eontínnacion déla de fianFranoiseo^f».
él costado del palacio, fícente af arzobispado^ qna^tMi^
oes no existía todavía : la qne ahora se llama dalas Jb^jíli]
de Balvañera qne'limitaba la casa nueva dálCoi
al finr, hada parte de la larga caUe de Oelada /
desdé la calle de Znlüeta hasta la de la Ueroed,
así por ana celada qne los mejicanos pusieron en
Oortés durante el sitio de la capital| y por la mñcha
te qne en esta ocasión perdió, se conservó 4 la esUa,
nombre triste recnerdo ; en . este tramo estaba laV
Jnan Bodrignez, albafiü, y es la deítignáeion qne
en la cédnla de Garlos Y : la calle qne merra el
detras de palacio parece qne no tenia entonces no)
posteriormente se llamó *^del Pttente del corteo mi|l
por vivir en ella ó en la signiente el qne ejercía Ma^
pleo^ qne era entonces peipétno: la delParqne4e la '
neda, qne desemboca en éste, trae en nombra de la^
de moneda qne estnvo íSrontera á ella en la espaUa
palado, desde qne éste se compró hasta ^nase ceñí
la nneva ¿a urente del Arzobispado» Xa . caBa por
pasaba la ace<[nia desde la plsza hasta Ban «Taan d^^
tran, sellamaba ''de las canoas^ porser sjlí él
tan frect^ente de estas. De las calles qne ¿M
cnadro de la casa vieja de Moctéznma, la ¿a Xaca!»
serva el nombre qne desde entonces tnvO| aanqoe
i
ahan á solo la primera cuadra : las dos qae ahora sé
de Plateros,* porque después se colocaron allí las
gremio que faé de mucha Importanciai eran
de la ^oalle que va á San FrauciscO)" yen la de la
^fdsa 6 San José el &eal , en la época de la citada cé^
estaban las casas de Bodrigó Bengel , y de Pedro
^Sasdies Far£e»i, y de Francisco de Terrazas, y de Zamu-
Ao; iuego^ ooncluida allí la casa profesa de los, Jesuítas,
ie Ihmaba *<la calle de los profesos," según el plano de
1611 [1]« El Bmpedradillo af> dividía entre la plaza, á que
leda frente una parte de esta acera , y la platería que
éoqpes tuvo el nombre de plazuela del marqués del Ya^
.ñb o de los Talabarteros, que se ha olvidado después por
:tf «efeoal del Bmpedradillo, que no sé cuándo comenzó á
uuse, ni qué origen tuvo : acaso el de haberse empedra-
do aquel tramo antes que otros de la ciudad.
B^mnúendo ahora todas estas noticias veamos el a£e
pwto que la plaza de Méjico ha presentado en diversas
épocas de la conquista. Guando esta se verifica, la forma-
tai por ellado del Norte, claran templo de Huitzilopoch-
Itt, (árcandadopor una pared en que estaban representa^
«culebras enlazadas, y en lo alto y todo al rededor ha-
liictoDto y treinta mil calaveras, ensartadas en palos
por las sienes, de las victimas que hablan sido saerifica"
ém en tí. centíb de este muro, una gran puerta daba en^
inda al templo, frente ala calle de Iztapalapa: la casa
vtfSk de Moctezuma ocupaba toda la cuadra del Empe^
dmmio, y en ella parece que la part« que habitaba el
nonarca^ era la esquina de la calle de Plateros y Empe-
dradillo, pues en el plano antiguo de la ciudad , allí está
eidoeada la figura sentada de un gran personaje (2) : el
f ] Cum^ofadroneztíognidoilofl Jesnitas se la puso el nombre de San
Joié flBMd, q«e tamUen se le di6 & la Iglesia de la oasa Profesa, para hacer
el-^Mlar la memoria de aqy ellos, pero lia prevalecido el nao de llamarle co-
** eaDe de la Ffofeaa."
i9a B'jíeaiuHi en BiiB piotnras gerogliflcas. como los antiguos giiegoi
jioib ámhéík 4 entenderla importanela relatlTa de Jas personas , por el
vo próporfional con qoe las represeatabao. Bste plano parece qne se
ít6 enando Mottesama habitaba U casa vieja, j qne . todavía no se ha-
Kitroido la nueva, qoe no tkti dtsinuda en él. £ñ pr« bable qne cuando
I emperador ee púd A-vivir al palacio Duevo, ce ampliase Ja pl asa que
* -«4 fe agón delante del templo, y acaeo también bnbo ranac ion e n
PISVETAOXO0ÍM.— TOKO n^23
(lostadú da la plaz» qnctmi
oaaa aaeva eo qne Mootezo
MpAQoles. Ei iaolertd oaal
despejado para plaza eatrc
dabittble qae lo era la qae
haberse encontrado reetos
esa geroglíñoos, qaa aban
t^od de ta ciodad antigua
name ato que se ha oomen
de la plaza aotaal, lo qae í
do allí ea aquetla épooo.
Htwtia la oonqaista, las
propiedad de Cianea, sa et
espacio da plaza frontero i
ebte fué deatraido, y el ter
para casas partioalares : 1
todo el contorno de la pl&z
ana parte de ella, formant
•I Parlan, y otia mas e¿ ei
tiempo, separada da la de
reapondia con la de la cal
da laa Flores y la oasa del i
las casas de Oortés, eroo <
menas, qae debían dar á li
nion de oastillos góticos,
H&oia la mitad del siglo
compró la oaea grande dt
vifey, la aadieacia y las oi
bian estado en la otra oasa
_)a casa de moneda, qae esl
ra calle de la Monterilla, p
casa del ayantamíento se
Sor la compra qae la moni
aio de la fandioion : en h
era mas qne ana ciénega, (
ciudad, aanqae sobre ellai
Mto, pQM nu dlnmuiwai do wrr»
Mrt uian. Todo Nto ms panuda, q
da HMUniwiII,TparIo«l«iolu
dad, daida<)n* M f aTMilft hMU l> «
— 183 —
las de la aadienda I se empesó á construir la Umversi^
dad : también se dio principio á la magníftca obra de la
nneya catedral , en la qne se adelantó lo bastante en los
últimos a&oe de aquel sj^o, para que en los primeros del
sigaiente se hubiese podido echar por tierra la antigoa
iglesia f 1] con la¡qne¡probabiemente se derribaron también
las caaiis ocmtmidas en sus inmediaciones, dando major
amplitud á la vista de la plaza,.aunque su terreno queda-
se siempfe ciienasorito por el cementerio de la 'catedral y
por las casas que formaban la continuación de la calle del
Beloxy hasta encontarar con aquel.
M tMcndio de 163d de las casas del marqués d6l Yalto
j el 4)au8ado por el motin del afio de 1692 , contribuyeron
en gran manera á la hermosura de la plaza« Bste último
hiio desaparecer el palacio antiguo y la casa del ayuntas
. miento eon los cajones de madera que habia en susin-
l' mediaciones, en cuyo lugar se construyeron edi&eiosda
\ mejor vista y menos expuestos á aquel accidente. De la
¿iciiada principal del palacio se condujo lal puerta del
eaitrorenel seinado de Garlos II , último ^incipe de la
, dinastía austriaea en Bspafia ; la de la esquina de la ha*»
bitaeion de loa virejes, en el reinado dguiente de Felipe
Y, el prfanero de la dinastía de Borbmi. Bn la casa del
i ayuntamiento que tomó él nombre de diputadon la al-
[ hmdiga, que estaba en la calle de San Bernardo, se puso
i eon entrada por d portal de la plaza y es ahora la bolsa.
1^ Al nusmo tiempo se construyó el Parían que quedó cdn^
L doido en principios del afio de 1703.
'^' Al tomar las riendas del gobierno de la IIueva^España
I en 1789 d segundo conde de Bevilla Qigedo , don Juan
i'Yicente Güeméz, la plaza se hallaba embarazada en to-
dft su extendon con puestos con sombras de madera ó
(I) Laflatediál antigua fo ddrrlbS en 162i') : eets dat3 positivo qae aaf es no
Isiüa, lo beadjuiridoipor h%b€r¿o servido pwmitirve ezamhiHr «1 urohívo de
:' la santa igleüa eatedral el iUmo. Sr, Arso^biipo de eeU oióocai , el Ilim-». Xjr.
I impbisiio de Geeiürea, Dean de esta santa iglesia, y los señores mectsKaoei
dores. Kn el libro de aota« del cabildo oonrta qne en 21 de ¿aMt d» ette a^«
■a acordó se tradadasen k la iglesia nneya los nnesojde ks sefiores sr¿ob s« o i
y eaoónigoB, ;iepttliadoBen la viaia qne se iba A demoler, t qae esta tríala-
eic" te moiese sia sermón, sino solo con misa y vigilia, dando el enoai^ d^
dii raer toée lo neoei arlo al oanónfgo don Qií di Cabrera. L* igleaii aaugan
te ibo da derribar en eognida.
— 186 —
peoto magefitnofio que ofreda, por una parta «I magDÜtt
edificio de la catedral, el templo maa snntaOBO de Iaiaí«
rica, j por la oti^ la fáohada del palacio ^ qne aont»
sin particular ornato, praeenta aquel aire magestaoM^»
tienen las edificios grandes y oonstmidosoon regidaii'
dad, y solo faltaba para ser del todo magnífica qosift
adornasen con £sohadas de buena arqnitectora el Fbob
y demás edifidos de sn ciroiinfsEenoia. Todo esto deMpí^
redó en tí. afio de 1822 p<»iu espirita de de8tnicofam<Ul
que no se sabe cómo paede hallar algona cansa mciSDiL
La placeta^ quenada tenia qae ver oon el goHA^a^mfi^
fiol; él lagar mais adecnadQ paa» . mncliiMi de lasdifflN
sienes á las que hay mas indüíadon en los habUaatai^
la eapitali se qoitá para tomar aña mi^ plasade trn^
de madera, para luMXsr las oorridas oon qae>ae edsfai^
coronrdon del emperador don Agostía Itfibide: la
taa eoaestre se cabrio para estas dentro de nn ghite
papel y despaes^ amenazada, todas las noches d»
destroida, elgoblerno qae sooedid al imperial ta?0|
poderla coiiBerTar«^qae haoerla eDoercar ea él
Universidad, donde so tiene' irtetaningona [1].
mentes de esta hermosa plasa se acomodaron . en
deatOB déla Alameda, en la qae fambien se edl
las pnertas de fleno qae eonservan la memoria de su
gen, en las df cas del nombre dd Marqués de
qae sobre día se yea (2). Posteriormente se had
el Parlan j la plaza piesénta na espado inmenso ,
espera para qae haya ea 61 algan adorno , qae se
el monamente proyectado y cayos cimientos est&Á
sacados de tierra.
í n)El80betauoíépre8«ntad©«n la esiatna MiiMire «r^tan Al m
que no ha d«jado ibm OMmoria que de ana rama debilidad de earáetor
^A'^%!?i^^ **5 •"•' <*í ««^oha bendad y benigaidad, y ¡eSSSSii
Méjico la épooi de ea ffobiernoiio podU presentar ninjña novteS
Ea otros paisee no ha habido etíta sasoeptTbiUdad ezeeslya duiM ¿T
entre Aoioferee contra los monnaentot de los goblernee ai2eriowí%
pana José Nap;>le<m, «a ve* de derribar las eeUttoas de iotiSuitSe.
CA9, hiíft poner en la plaza qae se formó en el Ingar del eonvMSoiSI
fÍfK!f**^~^^«t**^««««*~d<CérioeVh^por^ ^
estaba en na patío del palacio del Bnmi Sátiro riSniw •m?5íS
rSi^i Jü*"«2*?"' "««•'*os podia hacer t«mir4 iS^SoeíSs"
Jiilc^J^l^ **• Braneiforte se U»maba "Jtfteaíi ^ qSÍ »
Aanqne el asunto que me propuse de esta disertación
ta6 la formadon de la dadad de MéjioOi he tenido qne lis
mitarme á hablar de la plaza y de los edificios inmediací
tosa ella, reqoiriendo esta] extensión laabandanda de
materiales qaé para elle he tenido. He creído que seria
interesante para mis lectores poderse trasladar con la
imaginadon á las diversas épocas que ofrece la historia
de naetroB edifldos públicos ; pasearse por la plaza de
Moctezama ; pasar Inego á la de los conqnistadores; ver
el estado de ella en los dos siglos sigaientes, y descender
á nuestros táempós y á lo que hemos visto por nuestros
dos. El apuntar esta coinddenda de los edificios de una
época con otra, no se habia hecho por los escritores que
me hap precedido, y como acaso los que me sigan no po>
drán toner á su disposición el conjunto de datos de que
he podido servirme, he debido no omitir ninguno de ellos*
Bsto estudio ha requerido resolver , como se habrá podi-
tta notar, muchos expedientes y papeles antiguos , pero
esté trarojo era muy debido para el conocimiento del oií •
een de la dudad que por tanto tiempo estuvo en posesión
oe ser la primera del Nuevo*MnndO| y que todavía lo es,
ai no por su riqueza y pobladoui sí por lo menos por su
antigüedad y recuerdos históricos. Bn la disertación siv
C'ente, con que conduirá esto segundo tomo , trataré
resto de- la dudad y de las providendas que en su
jpdndpiofl se dictaron para su régimen y policía.
: - »- - ^ ■ . . . ^
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r
%
' Hl '
liOVBíNA DISBRTAGIOR
ti.'^
patUiúA la 'fbrmácloñ de la ciudad de* M^Mco»
Alfata^deJa fazooafi qii9:fl« tavieron P^i^a reedificar la
lttdadd6iJ(LéiíÍ00tea.eVmiAmai^^^ que ocapaba antes de
MMti^fmtav ÜLéf aegpa Sje ha víBto en la disertación pre-
Mtilite,4a'f46iUdadqi^ proporcionaba para ía defensa,
üóoM^ «Bte'f aeii» na pinto tan importante en aquel tiem<«'
l^AddtiiYOespettalwídadp oontodo lo qne tenia co-
Utíomesm éU M doi^^íiuo de la l»gona por medio de los
ifaé el Bx^uo jm^ poderoso para £acilitar la
, y ooa ^1 fli^49 oonservar ésta ventaja/ en cual-
fmok daloateódentcÍBi á qae estaí>a todavía expuesta la
liMita aatoridad^ ^^pnse ppr obra^ dice portes á t)árIos
como esta lindad se ganó^ de hacer en ella una
i'jbh el agpa^.á una parte de esta «ind^cL en qué pu^
ios bergajatiuesQegaroáy desde ella, ofender á
IK-Uíécindad kie^ algo.ee ¿i^sieseí y estuviese en mi|mav
D»iBalidft;y.en.tradat i^da vez, qué ^o quisiese, é h^ZQ-
d^ftt keeh» tali qiiei a^^qué ^o he vi^to algunas caááa
jodimwpaa y faeráasi 90 lá he visto q^é le iguale , y'
mbtOB qne han visto mas, afirman lo qué yo : y la ma^
» 4ae tiene esta casa es, que á la parte de la laguna
1^ dos torres muy fuertes « con sus troneras en las
necesarias ; y la una de estas torres sale fuera del
DinETAClOl^Be.— TOMO n»«*-i2
•.190 —
U6DS0 hádft 1a una parte oon ttomanm^ que bam totejáil
lie&sO| y la otm á la otra piurto da la; mima bümkí! 1
desde ertas doB tonea va paeipo de eaea de tmaim^
dónde están los bergantines y tienen U pnerta psis «fe
y entrar entie estas dos torres háoia él agnai ytodoato
oaerpo tiene así mismo sns troneras ; y al oaiiodtaii
dloho onsrpo báola la clndad^ est& otea may gran tone j
de maobo3 aposentos bf^os y altos, oomsasdsbossiffH
fiínsas para la olndadi y porqne la enTÍaré Sgoridft & T«
B. M , oomo mejor se entlendaí no diré mas partíttüaii-
dades de eUaiSinp qaeestal qae con tenerl% esamim
tta mano la pás y li gq^mbonteáo la qdsieMaoBi te-
niendo en ella los navioé y artUtéifa qne alióca bsj. Bi
cha esta casa, porqne me paxedá qne^y a tenia seguzüii
para cumplir lo que deseaba; qne era poblar dentro di b
ciudadi me paséis ella con toda la gente de nd ooa(db
yse repartieron loe solares por los vecinos.' ^
Bdtd fa6, pues, el primer edlAdo qne se constrv<«
la moderna m4jlcp, y hasta qne él estUYO oonoleidQ i^
se puso mano á los demás, pero cnil foese su sltdáaiOB I»
es hoy fácil asegurar. Oréese comunmente qne éatatev
el slüo que después fué matadero en la plasnela ds flü
Lúcásy pero él hecho de llamarse <*ceUe d» las stsaii^
ñas ó de los bergantíneé^' las ^ue ahora tíeoaa el aoÉlW
<<ie Santa Teresa, del hoiaplcio de Sstt Hloolás yis»#^'
Suienteíí/' mé inollna á creer que eetavo maa blsa^U^'
M Lázaro. Pudo dar lagar á creer . qae al matsdswi»;
caustrujó en el lugar de las antiguas atarasnaas, élhss
ber habido alü dos festines , de qae hace maaate d
Oárlos de Sigiienzá^ refiriendo loe édtftcioa quehaUs
la oftife de Istapalapa^ en estos tAnlncis : ^ITq kmáít
caso dé dos íbrünes, que para defender la entsada di
ciudad comensé á fabricar enrolla fmUk sf , ei» la srib
Atapalapa^ su protldente óonqulstader, y haj por
necesarios^ sirven de iraitro, se hallan aa alte come
primera de la ciudad él real palaelo ate. [Ij* B
ñé4séiDonstarayerondon^ estuvo la tetatacá
dé JolóC| que dominaba el principio de lacalaii
tápalapa; pero los tértulnosían que halda da alloa
xa, bastan para con vencer que nai^edea sir aseos
f I] PS«dik4 btrófc», foUo 15.
advanir qae ea donde ahora mtá tí ocmtento dé la Mer^
Md| wgim las nottdat qae he ylfto lélatíras A m, faada^
ctoOf habia iiaas ffivUm Abrioadae por orden de OortéA,
donaéeésQiidabralMioaiiM eomoooneta porlaoom>^
pm que de aqoel ñtio hfak> para Ikbrioar el ooni^nto en
1601^ el |NMreTioario general frajFrandfloo Jiménez,
ifeñorlafleaseif qoealH.ha diez y ocho mil
■a obello él r^dor Guillermo Berondate. Para
aelylUflieá dd oottvento 1^ }l¡m detpnee la adqmision de
oiftM tineoealnmeáiatoé, poseen eegiiida le compraron
otaaieáeee oto eran de don Diego H^a de^la Oerdj», y
1» íÉmkmiáxoáá^ edl&oio
^pléjllí IMttha de levantwf , se compró también, v^nmeobo,
qMAé{o(MiBOlaflciuaBa9;Meg!to^e^ eepeéMo^delae
pii^McaeporlaéaUéjiiela'qáer^]^ la cóñtíiínacion
aé|a^i)|a de Talayera á lá dé Santa Bdgeoiá , la <[iié se
tn^ dé eemr.y aietiar4^tro,dé tt ftteicé pua.nnir to-
doel etti& éM ewo^Weto-ee hizóooñno. ál jixéjfJ eiv&de
da Monterey^ljid»^ pero loe zeogióeoB
ana aoefie tnibiganim dé^téli^^ 4 la mafiaaa 8i«
goléate apav^ Cttnida la citada áalléjaéla por ambos
iadk%j ani^ñe étTÓáadatíb flé amotiae y qniso derribar
las'tai^ f los réUgiósos las defendieron tan vigorosa^
mente dssae dentroi qne los yednos tavieron qne desis^
tlr del ataque, y no obstante haber ooorrido al yirey, es-
to no dio providencia y qoédó el (dtto continuado como
hoy est&. Todo eflfto ha variado tanto la distribución del
tarcoDo en aquella parte de la ciudad ^ que no es posible
seOi^ar donde estatealasgalerías/conitruidas allí por
Oortéspara guardar las canoas y que acaso fué el mismo
adíftcio cóñs^do para los bergfuitines f y cuando estos
fusión innecssariest las galerías í^ destinaron á las cS'*
ncaé qiiéíen gran núm^ero venian A aquel punto para en*«
«feacá laaaoequias que atravesaban la^oiudad en diversas
direeoioniMí^ y toa el tránsourso.del tiempo y lá construc-
ción del convento se llegó á olvidar el primitivo nombre
yoligeto*
In^ttténsbm que varios edifldostdmai^tn en tiempos
posterioresjalteEo;ia;planta prioiitiv<de lá dudad, fista se
tnoBÓ con perfecta regularidad, dividiendo el espadó que
la po^Iad^ espafiola habia de ocupar en manw^as isQ^
taDgaIfttes, oayo lado i
. nion^ es mas qne doD
'Sor [I], La diferenoia i
... ,._ . __.^»í» 1» fori
Xi> canparjtcioa «alo piad) anti
tmioB, riba ns en^enaato 4 la t
EliiribU BalbaaonMtaDOMn
•1 olijato 'd« dw uailejioa Hé
mw, que >ivi6 aasde «m pHiB<
iainrMis4iailtoi^D-C'nii4*'
tifil*4*-J«i|M al^iio "OlBO liU
flra,raMlVl5f*iiir i la capit
SB «I ([M pnff • V*^"i> !■* BA
AnMuoAf«Waii»^Uift dj>l ■
•oa^aaB&ndilamidra Inb
fÚUn *] l«E le ab1ap« dsotor da
'■ Mibh. Bt» aüallBil raí flan
' 4UMd« daa FianalMida ilaaí
tu •stodeerUniíiiarqiirafli^i
T TJt, r dedtrfit-Fl«B&l•«ad4'G'
,-. " : . . ; Deaatrwu
•-..... :,. , . 'jiiiatoiAi
. í -.AlgiMpaioj
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' ' Oifgn y «ni
Citballot, otile
Lstiiu, Ttrtad
U^ale«,oaMl
OoblsTDO Huí
Todo *a site d
A«ad*T<
Bw ha puaeida . _.
xaimpTÍmló eaMidríd aa 1833. ',
Eait ditntáciontiiiMrivrM*
d* Uu raglaa da la orWgrafla, p
haalw abara. Battiaena aaaqa*
Tino muy j 6 fea A ftlájloo an do
Abad *» la Jamilaa, J «lll i*>i«
«a da Psarto-Bioo, «n donda fal
tf dral ea la oapiiila da Saa Bai
dal Santo da an noabra, aa ta i
poi «B alHk. Lopa da Vaga ai
dad, pTOvieoe
Moctesoma y
Umente, como
aa.y vxtmiiaíi
palMiaóOMa
waneuMiiriai
si-vista cpie no
.do era lo que
huteteJioe»
M'Fauíeisoo 6
eiw|«it»bl6-
tafapl»iiiafOT
Ifi -MoOlBMBBfti
ib(U.a»AQtO'
o4Ua4ttffi»te-
[UW lüiJmB^^pie''
r*adu Msas
«n^MoetoN
3oftéif 4«ter>
Diana: del Pa<^
boaie deFla-
iJahona.dnel
oteqneeloon-
Lemsstzab» las
Eesoltá que la
, fia qae le se-
lle, de Plateros
FsdM M ««(filio,
da éata (r*4n*dtM
' TMMMiaMMVT-
• MBal6 ptn M-
BqMlM
^^'
tám qoe M «grcguon
jr U tnuof cstepslon
) qoeiñdM lu oBtdraa
el>w^«. de U UoiM^
il miamo úehe qae te->
!• la ntlBma masen qm
A4 UtxatAett» y «aa>.
aste lá calla del Oo-
aaá otra Uregnlaridad
é ladodad , puei eea<.
i.ei^iiiDa de la oalle d»
ibacnadras qm rignea
a la oaUe de Santa Isa-
atk [1]. mlesbaa qne
I Orleóte m «rr^tana
de Taraba, ^,n^ seeon-
¡ta Teren ú de laa Ata^
roT por ni oeatro, T por
del miamo templo qoe
ipado, por lo que la
I antee ■ttabaUbte eB>
laplazflf Alaq^eeori
te de 1» eafle dd Pura*
tioi no tnvo maa ttaéÍM
la plaza. Bate emolo
B aotoabaenta . deade
uaa ooatigoaa' m la
io, 0(01 la miqw extan*
ipado, 7 rigoe Inego
oomprendlda entoe :1a
l»gt«llWI,*tll—*||j¡f tifo
•-fáéanr.* al p*dn rkhvd^
»f á* Mtai M •rntamlata,
^ifélH» fc U AlMlMtfa , r
«■IM IwtWilnll BlDgMK» d*
^tmamnttj ten ti ñlumla '
calle de Sajit# Jaés
rlente.
De eite nodo laa '
dejanm ana seOal pt
ta de la «ño^adf poE
marla, 6 Bqjetar al t
de las callea aégtui i
plie» uay nata^fttiitf
maaiaMit qoe eatáo
edi&oioB. La diverge
Foóite de&aa Dims
con mpeobial lom
estar paialelaB', ore
^oiai gne pasando
uanxaoai , iba á dei
gina.
OoDfomief paea, á
dad, «Iterada deapa
loa edificios de la p)t
rga algaiuts conTeol
•a loa paiBiaB qoe ce
ma ncbaogolar aoe
éLipi» teaieadouso
MpaoioB perdidos ó
UÜf ooiqo babria su
caaotadas. Ko se, de
y aan paiBoe qce la
meicado para todas
son el acaerdo del a
los portales, qae se ]
Tampoco se di6 & lac
Sra la comodidad e
la, pñO'tiaaqiwlt
todavfa' coaocidos, e
canoa, y no loe bat^i
qae aherftse esplec
iulua de baofcQíe en ,
ocr aun «oeaiv^mejí
La dhitribiicion de
ordinaria del ' ajuAt
cediendo los que de
qoedebion oooaid^
.d
— 197 —
por haber camplido las oondiciones oon que se
»baa y y di8¿)eD8ando ó saplieado en alganos
con Tetribaciones eu dinero en beneficio de los
iósmanici pales. May largo y poco interesante seria
aqni en estos pormenores, y solo me encargaré de
HAS de las meroedes que se hicidron, y qne por aignn
ro partionlar merezcan llamar especialmente la aten-
JBn 29 de abril de 1524 se le dio aljregidor Bernar*.
Tasqaez de Tápia^ nn solar en '4a calle del ilgna>''
es la de Santa Isabel, en el mismo sitio que hoy oca.
Hoíipital de los Terceros. Jor je de Al varado, üo-
de Paz y otras personas principales , hicieron sus
la calle de Izt^palapa, y esta y las inmediaeio*
de la plaza fueron los sitios preferidos al principio .*
pues da fundado San Francisco el nnevo, se comenza-
¿ tomar solai^js frente al convento y*con loque se
la calle de este nombre. Antonio de Alaminos , el
le piloto de Oortés, el primero que se -aventuró á en-
porel oanal de Bahama, tenia su casa en la calle de
Donceles. La de Hernando de Medel, qne después com-
el eeflor Zamárraga para caea arzobispal, era de las
saatignasi y el solar en qne se tabricó debió ser de
que le dieron cuando el ayuntamiento estaba en Cun
, pni!S el cabildo de 15 de marzo de 1524 se haliav
ja en él, sefialándolo por lindero del que en aqnel dia
dio & Hernando Bargueño. En 30 de mayo de 1525 ee
dio al comendador Leonel de Oervantes unsolar ^<que es
U la^na hacia San Franciscs/' y e)i el mismo dia se
0(70 á Alonso de Cervantes, freíito á San Francisco
lado del anterior, y otro en aquellas inmediaciones á
kufiode Aguilar, yerno del mismo comendador, qne tex
a otros mas en la calle de Santa Isabel, y en 12 de ene-
o de 1526 se le dio la demasía entre estos dos solares pa^
que oonstrnyese casa el citado su yerno. Posteriormen-
te le quitó et uuo de ellos por acuerdo del ayuntamíeuN
en el cabildo de 2i) de marzo de 152G, y se dio al aU
Ide Francisco Dávila, que pidió <^nuo de los dos solan
^ loe están dados al comendador Cervantes en el tian-«
que era de Juan Yelazqnez, el cual no está edifíca-<
labiendo consideración qne el dicho Leonel de Oer^
f» no es de los primeros conquistadores, ni ha serví-.
' dioho solar y le queda otro" y eu lar concesión w
ío
ra
X 1
previno ^^qae el dicho Dávila no edifiqne en él hasta que
vdnga elseíior gobernador." Al regreso de Oortéa delM
Hibneras hizo maohaa alteraoionea en los solares qae se
hablan dado en su anseneia, onyaa meroedes declaró nn^
las en 26 de janio del misQii) año de 1526^ y confirmó el
solar que le habia dado á Diivif a, ^ qne es nno de \o» tres
qno habian dado al comendador Cerrantes el qne está por
Itibrar^' y se le dio lioeDOia al mismo Dávila para qndlo
padíese ediftoar. De los restante^ una de laa. ramas de la
familia de Üervantes ha conservado hasta estos áltimoa
anos la casa de la plazuela da San Francisco que baee
ei^alna á U CAÜe de BaaC» la-ibal , y la rama principal
posee todavía otros de estos solares frente á San Fm^
cisúo, en que el general don José Maiía Cervantes (fi
reedificando una magnifica casa, siendo este quizá el údÍ'
co caso de qne hayaa permanecido en la m&ma fumiliAj
con el mismo nombre, los solared mercedados cuando Be
formó la ciudad hace trescientos y veintd afios. El co*
mendador Leonel de Oi^rvatites vino inmediatamente
después de la conquista con siete hijas qne casaren con
varios de los conquistadores : su ilnstre nacimiento, e&
tos enlaces y los que despnes contn\jdron sus deseendien^
tes con los del licenciado Jaau de Alt>amirano , primo de
Cortés, y con el virey don Luis de Velasoo el 11, hicieroa
de esfca familia una de las mas distinguidas de la noble.
za del paíB.
El tianguis de Juan Yelazquez « de que se haca mes^
ciou en la demarcación de estos solares, ocupaba el espa^
cio^ae habia fuera de la iTaza, desde la acequia qne pft*
saba por iacalle de Santa Isabel hasta la Alameda y p»^
de esta, hasta donde comenzaba la laguna.*EiSta sitnad<m
se halla claramente señalada en la merced de solar qs^
se hizo á Cristóbal Fores [fundador de un mayorazgo cu*
yos últimos poseedores viven todavía] en el cabildodelS
de jotio de 1526 en que se expresa ^ue este solar etabí
**en la calle que va á Tacnba, adelante de la encni(ájadi
que va de casa de Tapia [la esquina del hospital de loi
TtírcerosJ al tianguis que era de Juan de Yelazquez.'' Ei^^
te e^a un indio principal que tenia su casa por allí) y ^
tes que se fundase Sa nFrancisco^ todas las mercedes di
solares que se hioieron en la calle de este nombreí se de-
!,'
— 199 —
sigoan con el de <fla calle que va al tíanguia de Jaan
yelazqaez.'^
gEu este terreno 8e formó la Alameda por el virey don
nid de Velaseo el II , pero en su principio no tenia mas
9icteuBioa que la que qaeda entre las dosj lunetas que «s^*
tíia entre la poerta del medio y las de las esquinas , en
loa costados de Oriente á Poniente. Hacia el Oriente qne«
dó libre un grande espacio en que se construyeron casas,
y en las que eran de la Bra. D^ Oatarinajde Per^tlta, viu-
lia de don Agustín de Villanueva y Cervantes, fundó c-s^
U Beüora en el ano de ItJOO el convento de Santa Isabel,
que al principio desbinó para religiosas descalzas de la
primitiva regla de Santa Clara, pero por la humedad del
sitiD j otros inconvenientes se erigió en convento de re-
ligiosas franciscanas, por bala de Clemente VIII , de 31
de marzo de aquel año, y en 11 de febrero del siguientei
pasaron á hacer la fundación cinco religiosas del conven-
to de Santa Olara, yendo por abadesa la madre María de
Santa Olara. La iglesia primitiva se demolió^ y en el mis*
mo lagar en que estaba se f^ibricó la actual por el capitán
don Diego del Castillo^ y se dedicó en 26 de julio de 1683
por el señor don fray Juan Duran^ obispo titular de Tros
yarque pasaba de auxiliará Manila.
Batre este convento y la antigua cerca de la Alameda,
qnedó por mucho tiempo uu espacio grande sin oasas^ por
donde exA naA de las entradas á la misma Alameda, que
tenia cuatiOi no en los ángulos como ahora sino en medio
dtí li:s]¡cü8tados, Por el exoremo del Poniente, en el espa-
cio que quedaba entre ella y el convento de S- Diego, es*
t^ba el quemadero de la ioquisision, arrimado al lado don-
de después se fabriearon los arcos del acueducto^ el cual
era un espacio cuadrado rodeado de pared y terraplena-
do, para fíjar en él los palos á que se ataban los justicia'*
dos y rodearlos de IhL^, ^as cenizas se echaban en la a-*
ceqoia ó ciéndga que estaba deirás de San Diego, en lo
que ahora es jardin de Tolsai En este logar se hicieron
las ejecucioDCs de los mas de los autos de fé que hubo,
pues el otro quemadero que estaba junto á San Lázaro,
estaba destinado á los que etan condenados al fuego por
otra ciase de delitos. Después se dio á la Alameda la forn
ma actual y fué por muchos años el único paseoq ue hu«
bo, extendiéndose los coches por la calzada de B. Copme
— 200 —
kaflta la Tlaspan», y como es mny molesto llevar á
de frente por la tarde en aquella oalaada ^ se emp^bte
en ir temprano á tomar lagar en donde esti la faentelí
la Tlaspana, para pararse allí con la espalda al Poaiertk
El virey don Antonio Bacareli hizo el paseo de «i mb^
bre, mas conocido ahora con el del paseo nuevo, bédad
ano de 1775, y el conde de Ileyína Oigedo arregló el ii
la Villa en la forma qae está aotnal mente , establecía *
que l3b concurrecia faese en él en la primavera^ cnaBdo
chinampas edtán cubiertas de flores (1). La ealsadft
va al santuario de la Piedad^ se compuso para darna]
extensión al paseo nuevo^ por orden del virey don Mt|
José de Azanza, que hizo formar las lunetas y plasi
los árboles que en ella hay ; esta calzada conserró
algún tiempo el nombre do aquel virev.
Otro tianguis ó mercado había en el Tialtetoloo,;
tos mercados que estaban fuera de la traza de la éai
suplían por la falta que de ellos había en el interisr
ella. La mención que de este mercado se hace en el 19
de cabildo, en la acta del de 17 de noviembre de 1535
notable por varias circunstancias* pues en ella se (&»'
en aquel dia se dio solar á Juan Tirado, lindando pm
parte con el de Juan Bodrignez de Tillafaerte , "y te
otra con solar de Gronzalo Koble < 'en la oalle que v
tianguis del Tialtelolco, que se llama de Guatimofia'
otras constancias del minmo libro de cabildo se sste
Villafaerte, que fué el fundador de la ermita de N
Beüora de los Remedios, vivía en la calle de Tacuba,;
aquí se deduce qne su casa era la esquina frente al
vento de Santa Clara y que se llamaba calle de G
sa ó de Gaatimuz, la que ahora se llama del Factotí
duda porque allí estaba la casa de GuáutimotziB coa»
dicho en otro lugar.
Ti vía también en la calle de Taouba Juan
[1] Ijftt oMaamp as 6 Jardines flotantM faóanA iAVéQoicn in^Anion
miiga^s quitemos par* aaii«ntarelt«nr«iiooaUÍTabIe» K&nftndolo i
teagai qaa oircaadaoa la isla qu» habitaban Haoian eoá jaaeaa «na.
do grinaea owtonesqae llevaban de tierra, en qne enltlvaben plaij
xnentísias. Annqne no eean ya fljtantee las qae eet4n aliado de leact^.
la Vigt, eoQservan lafoima antii^ui 7 Üea&s de florea tSK la Fr!aaTiñ¡1
^ OB»jer ftdom6 de aquel berjooioM paeeo.
r
— 201 —
fandador dd la ermita qae llevó ^mero ea nombre, 00&9
traida en el sitio de U primera cortadura de la calsada
deTaoaba en que Oortés sufrió tan grave TMérdidaen la
Boohe triste : se le llamó después <^e los Mártires" y en
BegQidia de San Hipólito, y de ella tomó el nombré la
kermandad que fundó en 1567 el venerable Bemardino
Alvares por haber establecido su hospital oontígno á a-
qaeüa oapíUa que le sirvió de iglesia^ fll <^eto de esta
faadaoion era reoojer en el hospital á los oonvaleoientes
' y ancianos que no tenian medios de subsistencia» y tam-
f mea á les dementes^ para ouyf^ aaistenGia no habia esta*
^Metimiento alguno. Extendió tamlnen el fundador en ceu
le caritativo al oaidado de los polisones ^ é jóvenes que
^Tenían de Bspafia faltos de auxilios y conedmientos, pa-
ra cuya conduodon desde Teracruz y dónde morían mu-i
ekoa por carecer de recursos para hacer el viaje, establé-
elo uña recua y llegados á esta capitid les buscaba ocn<«
^'pación ó destino. La primera fundación, bajo el título y
' adveeadon de la Ascención del Seficr, se hizo en la casa
<{ue para ello donaron Miguel Dueñas y su mujer doña
babel de Ojeda, en la calle de la Ociada, lindando con la
^ue eira del escribano Antonio Alonso, en que después se
"tenstniyó el convento de fian Bernardo. Lafoohadela
%SBribira de esta donación es de 2 de noviembre dé 1566.
Bste fiitio pareció extrecho para su objeto al fundador»
for lo que prefirió el inmediatoá la mencionada capilla
iSe los Mártires, cuyo patronato tenia el ayuntamiento, y
tiendo esta de adove y muy maltratada, se trasladb po-
09 despaes el depósito á una sala baja que se habia cons-
truido en el hospital, la que sirvió de iglesia mientras se
pibricaba la nueva, que hizo el ayuntamiento de sus fon-
loe á instancias del virey conde de Monterey, y se dedicó
BU el año de 1739. Bu su principio esto comunidad se
Bomponia de varios eclesiásticos y seculares, unidos sin
FotoB con el título de ^^hermanos de la caridad : " en víth
Iftd de la bula de Olemento YUC de 1? de octubre de 1604
^ la qae se dio mayor extensión álafnndadon, se liga^
Bles hermanos con los votos de hospitalidad y obcn
da, y por otra posterior de Inocencio TU del año de
ÍIOO la hermandad fué declarada orden religiosa j bajo
I regl# de San Agostin, obligándose los teIi|ioeos á hxi
— 202-
caatro rotos de oastidad, pobreza^ obediencia y
Mad [1]*
Ei Joan Oarrigai f andador de la primitiva eti&it%
el primer portero que tuvo el ayuntamiento , y fué
bien gnardia de la aoeqaia del agua de Ohapoltepee^
oayó empleo en el cabildo de 26 de agosto de 1524 »]
asignó el sncldo de cincuenta pesos ** para que cuide i
puercos é indios no la ensucien ni dafien^ s&lvo que
pre venga limpia, para que los vecinos de esta di
las personas que tienen nuef ta en comarca y lede&zj
la dicha agnai se aprovechen de ella.'' Esta agua r
por una zanja desoubieita , y en el cabildo de 7 de
bi6 de 1524 se mandó '< que el mayordomo del
haga en la calzada de Tacuba una alcantarilla de
argamasa y ladrillo y que sea muy bien hecha, y qi
regidores diputados de esté mes, se hagan cargo de
dicha obra, la cual haga de cualesquiera penas qtie^
poder estuvieren depositadas." Por la alcantajllfai
entenderle una tarjea cubierta, que se construyó
gar de los caños de barro que habia antes de la
ta, los cuales hizo reponer Ouáutemotsin por 6rdi
Oortés cuando se volvió á -poblar la ciudad, y paiai
este acueducto, que era á flor de tierra, se pudiese^
servar, se mandó en 10 de mayo del afio
de 1625 *< que nlDguna persona sea osada de
traer piedra y madera por la dicha calzada de
ba^para lo pasar á esta ciudad por la di(^a pi
ataijea eubierta,] y alcantarilla, en manera que por|
la dicha calzada y puente de ella xm> venga cosa
que sea pesada ó pueda hacer daño en el oaño qsei
vamente agora se hace, ni en parte alguna de Ja '
calzada,'' habiéndose impuebto graves penas á kt.
fl) Ksta 6rd«n lüé miprimida, eomo todas las hospHálanas en ISSI i
«6rt»s de España, nb fundador «omensó ejercitesdo ea calidad fs < '
de JetQS, en el qnesirTió personalmente oleí afios, j adeaáa rcer(
na par« loa enfarmoer Bs mvLf notable ia semeJiuiMt qn« ae ebcns
los «jerei j(os ds ea*idad j ei oar&cter d« fondadon del Ttnerable
da i)«n Vicente de Paní, Bl primero mnxió de setenta añoa el 12 ái
lfi84 al empeaaree las Tlsperaa de San Hipólito. aacribiO en "vida y 1
de SQ orden el lilmo Oí. D. Joan Dial ae ArcOi ata^bispo eleeto
X)0BBingO| eon el titulo de "Pr6gimo KTangélico."
— 203 —
torea ( 1) La obra Be contrató con Jorge de Jejas, y
tal empeño que se coaolayese con breredad, qae a-
del precio se ofreció una gratificación ó albricias
«V se pagó, pnes en el cabildo de 23 de jnlio de 1525
presente el contralista ** que pnes él babia cnmpiidc^
esta oiadad lo qne se obligó de traer el agna de Cha
pee á esta dudad, suplicaba le mandasen pag ar el
de los pesos de oro que se deben según la conve-
qae con él hicieron , y además les suplicaba por
Ibhcias y mercedes que le prometieron, haciendo ve^
Ekdieliaaguacomohayenidói y los dichos señores
idaron que se dé libramiento para Hernán López de
mayordomo del concejo d& esta ciudad , para que
oe el resto de los pesos de oro que se le deben» y de
de las albricias que para adelante se quede, y
dado libramianto para qne se le paguen trescientos
(Sienta pesos qne se le deben de resto*'' El pilar 6 pila
dora que debia de hacerse, se le encargó en el mis-
cabUdo ai mayordomo Hernán López , previniendo se
ijese ^'donde el señor factor , Gonzalo de Balazar
Enere." Machos años después se construyó la mag^
|oa arquería de la Tlaspana qae ahora existe, y como
Icaló en mil pesos el costo de cada arco , esta faé la
que contribuyeron los que quisieron tener merced
a propia, y por este motivo se regula en esa cantil
elTalor de una merced de agua de cinco pajas , que
lo que todas se redujeron en el arreglo que de este
o 86 hizo por disposición del conde de Bevilla Oige^
'^ » obra sa acabó á mediados del siglo XYII , de
qne el redactor de la relación del auto de fé de 11
bril de 16á9| tuvo ya ocasion¡de admirar el celo y pie^
eon qae un inmenso gentío ocupó, no solo la plaza de
Kego y los arboles de la alamodi^, sino también todo
Sa ti añ9 pT#Bextt«, oon motÍTo dal torríbla Umblor (!• ti «ira d« 7d«
I ^ ^puitaiiitento taro qae tomar una pruvidoBcia ■emajante, prohibien'
tráoJrito át coehes y earroi por eiia ealiada, por lo mnoho que ae rttin-
^ vqaeiia que corre p^r toda ella, abriendo al efeoto la que contiDÚadea-
|ucii(« da la Victoria basta San Come, la qne parece que i e trata de yoI-
*'^t*i, privando a la dadadde aamas hfrmosa entrada» y lojftando al
' » al InconTeoiente detener que transitar eon mncho embartso, por
T«itrecho camino, toda la maltiiud de carrcs j lécoas que entran ea
por aquel rn&bo.
1
— 204^
el aroo de <Qa anntaosa arquería de los cafiOBOB deflrtí
dudad," para yer quemar á Tomás TreyiSo y Iob deáÉi
judíos que fueron entregados á las llamas en aquel «0%
en persona ó en estatua»
Oon respecto á Iss fuentes de donde sale el .agua se de-
cretó en el cabildo de 2S de febrero de 1527 una ptofi'
dencia que mereoe con rason el nombre de bárbara ^*li
este dia acordaron é mandaron, que por ouanto los iibo^
les que están sobre la fuente de Chapultepeo son per¡^
diciales en quitar como quitan el solí é así mismo laaiO'
jas que caen en el agua la tifien y da^n, á cuya csomm
doliente, é no tan sana como si dichos árboles se cor&h
sen : por tanto queriendo proveer en ello , quemandabift
é mandaron, que los dichos árboles que están é caei 8^
l^te la dicha fuente, se corten lo mas & raíz que se pudie-
re por manera que la dicha agua quede esoombndsf
descubierta*" ^í se derribó una parte del hermoao bu*
que de Ohapultepec^ una de las antigüedades mas wb^.-
rabies del país, y bajo cuyos canos y copados sabiuüflks^
bian disipado sus cuidados en solitaiios paseos Uoefi&i
suma y sus antecesores.
La alborea del mismo Ohapultepec era propia de G&r
cía de Holguin, comandante del bergantín que him Vi^
sionero á Onáutemotsin, y en el cabildo de* 19 de esatj
de 1526 se le confirmó la posesión por el^acuerdosigiutfK
te. ^'Este dia dieron, que por cuanto de seis aSos i
parte García Holguin ha estado en posesión de ob ói|
de agua con cierta tierrai que es como van de Ohapalts^
pee aeede la puente que está en el camino per usavif^
reda arriba hasta el ojo del agua , que le oou firmabas
confirmaron la dicha posesión y le hacían de nueve
ced desde el dicho ojo de agua la tierra adelante ^
cuenta pasos en cuadra, hasta la pared de Chapu
por cuanto lo tenia el dicho García Holguin com
de los indios y se lo sefialaron por su huerta y por
Tído.'^
11 terreno del lado opuesto del bosque, que oreo ser
que ahora pertenece [al rancho de AnznreSt anexo '
hacienda de la Teja , fué propiedad de la célebre
Marina y de su marido, á quienes se concedió por
yuntamiento en 14 de marzo de 1528, por el aen<
guíente. «'Este dia los dichos señores hicieron ***
— 203 —
Joan JaramiUo y á dofia Marina fin mujer , de nn ftitio
^ra hacer ana casa placer y hnettas y tener ovejas , en
arboleda qae está janto á la pared de Ohapnltepecá
la mano derecha^ qne tenga doscientOB y dnjsnenta pasos
en eaadro^ como le f aere señalado por ios dipntados^ con
tentó qae la agaa qne tomare para ello de Uhapnltepec,
qce no sea de la f aente, y sea sin perjuicio de tercero y
uroadáronle dar el título de ello."
8i6ndo tan importante el cuidar de esta ñiente , de
que principalmente se proveía de agua la ciudad, en 5 de
jonio del mismo año de 1528 se acordó: " Qne por cnanto
oott?iene qne la fuente de Ohapultepec se conserve y esté
fimpiajr aderezada, por tanto dijeron que hacian é biole--
rott alealde de la dicha fuente y cercado á Juan Díaz del
Seal, algnacii, y le dan Hcenóia para que se aproveche
de la leSa seca de la arboleda, y que pueda sembrar nn
pedafo de tierra de trigo, que es dentro en la dicha cerca
qtteestá sin árboles, y que puede allí venderá los que
íaeren á holgarse, pan y vino y otros mantenimientos, y
que tenga cargo de reglar la acequia do la agua que
^idaedeede la dicha fuente hasta las huertas , y llevar
las penas para c^í la parte del denunciador, y que no con^
^enta abrir portillos ni sacar piedra del dicho cercado."
Por lo que se ve que la dispoblcion de este sitio no ha
vanado desde aquel tiempo, y que desde entonces era la-
|[ikr de reoreacion, frecuentado por los habitantes de la
capitel.
Oepca del mismo sitio, subiendo háoia las lomas, estu^
Totioa huerta de Moctezuma que se llamaba Zacatitlan,
la eaal se le dio al factor Gonzalo de Balazar en el cabiN
do de 5 del mismo mes y año, comprendiendo en la con^
eeiion ^4qb cercados que cabe ella están , con el valle y
)^tra de una parte á otra," cuya merced se le hizo ^'se-
gnn ó en la manera que la tenia Moctezuma, y sus mer-
cedes le dieron licencia para que ei algunos indios ó es-
pañoles tienen allí junto tierra y heredades , lo pueda
comprar y meter con la dicha heredad de qne le hacian
I reod«'' Esta misma condición £e puso en todas las oon^
c ones de terreno que se hicieron en las inmediaciones
^ a dudad, prohibiendo no solo despojar á los indios
^ m tierras, sino aun comprárselas; si no era con espe-
^ ^tori^sacion. Los contornos de Cbapultepec estaban
— 20« —
entonces muy poblados de oasaB y huertas de indios , y
por esto al arreglar la forma en que había de qnedar l«
cerca y árboles de aquel sitio, se acordó en el cabildo de
3 de julio de 152S que ^4a cerca de los árboles que satai
á las casas de los indios , gocen los que tienen haertu,
echando las cercas doce pasos fuera, por maneraque q^e*
den dentro y que la pared de entre Jaraniillo y Mota n-
yau por entre ios árboles.
t^ifin la cuarta disertación [I] se dijo hablando de dcAa
Marinai que la historia no vuelve á hacer mencioii de
«lia desde la expedición de Oortés á las Hibueras , y qte
probablemente pasarla el resto de sus días con su maridó
Jaramilis, en el repartimiento de éste, Bl examen nai
prolijo que desde entonces he hecho del libro primero de
actas de cabildo, me ha paocurado noticias posterione i
aquella época acerca de esta mujer, que hizo un papel in
importante en nuestra historia. Su marido Juan Jaraai^
lio, fué comandante de uno de los bergantines en el fiitio
de Méjico, después fué muchas vecss individuo del Sfim*
tamento, apoderado de ésta para representar á la dadad
de Méjico en las juntas á que concurrían los apoderadoe
de las demás poblaciones de la Nueva^-Espafía, y £U pn«
mor alférez real (2). Su casa estaba en alguna de las em
que salen á la de Santo Domingo , pues en el cabildo de
5 de julio de 1523 se determina el solar que aquel diaiB
le dio á Juan de la Torre, diciendo que estaba ^^ lacir
He de Santo Domingo, linde por una parte con casas de
Bartolomé de Perales y y de la otra parte con la aáb
real, donde vive Juan Jaramillo," y esta Mlle sellamáto
^<de Jaramillo»'' como se ve por el cabildo de 27 de cdBt> -4
bre de 1527 (3). Ademas del terreno que se le dio pan '
(V Tamo IP.fjlio 210,
(^) 0«bUdo del mkttM 7 de esdro de 1523. "BBn e(to dia, lot diohos _
j.<»oibiero& por alféreí de eita ciudad 6 Jnan de JaraoiiUo, Tecino tfe ellaiH
^niX h\fo el j iramsnio j Si^lenmidad qae en tal caso ee requiere de lo aav
]^ien j fieliaente." *
(3) La caea de Ba*tjlomé de Parales eslaba #n la ealle qiia ahoia mMtM
'00 U Cerúa de Stnto Dominj^o," porqae en el cabildo de S de auno de USt^
ae «zpreaa, qae el solar para oons tnrrla, se lo dieron en la eal e qae n4
^aato DomUijfo (que eitaba donde detpaei se ooBstrayl )a ,mqttUietOB)&*i
BAHr á lageoKw cU Audréa de Tapia, y Biando óataa en ;as que aiiora eStiri
oonvenio de la Poaeepdon, es ciaro que la wle qno Tenia de Suilo Domb^
— 207 —
csM de plaoer junto á Ohapnltepeoí tuvo otro solar para
haerta en la calzada de San Oosme | y en 20 de jalio de
1528 se le hizo mereed <'de nna haerta cercada con cier-
tos árboles, que solía ser de Mocteznma, qne es en témi-'
nos de esta ciadad sobre Onyoacan, qne linda con el rio
qae Tiene de Atlapnlco, en qne haga haerta ó vifia y edi«
flqae lo qae qaisiere,'' y como tanto el mismo Jaramillo
como sa mnjer tenian repartimiento , se dedace de todo
qae dofla Marina vivid en Méjico, llena de riqnezas y co
modidades, y disfmtando toda la consideración de qae
gozaba sa marido, qae era caanta podía tener en aquellos
tiempos ano de los mas principales vecinos.
Bi agaa de la oafiería baja de la Tiaspana , no era la
única qne entraba en la ciadad : venia otra acequia 6
eafieria por la calzada de Ohapaltepeo á terminar en el
Salto del agaa: caál de estas faesela antigua oafiería de
barro I de los mejioanos, ó si ambas : existieron desde
antes de la conqoista, no es ^ahora posible determinarlo;
es probable que no hubiese mas 'que una, porque siempre
se habla de ella en singular, y que ésta faese la¡del Sal-
to del agaa, por dársele el nombre de <<]os eaCos de Cha-
pultepe^ de donde venia directamente, aunque se lla-
maba calzada de Ohapultepec la de San Oosme , que si**
gne por la que ahora tiene el nombre *<de la Verónica."
qae el uso común le ha dado por haberse pintado en uno
délos arcos ceirados del acueducto cuando éste se cons*
trujó, él paño de la Santa mujer con el rostro del Salva^
dor estampado en él. Estas aguas, por la poca altura á
qae venían, y no viéndose todavía unido la de los leones,
para aumentar el caudal de ellas con que se surte la ciu-
dad, eran sin duda escasas para su abastecimiento, y por
esto se trata de reparar el acueducto de los mejicanos, por
el que venia el agua de la fuente de Acuecuesco en Ou^
yoacau, y en 12 de abril de 1527 acordó el yuntamíento
á rilM, <• oaiiio ha dicho la da la Carea da 8t) Domingo. Ptraea qna esta oaaa
da Pé(al«fl ara la «aiooia da dicha oalle, paai qna la eaaa da Jaan da la Tor-
fa an la de Sinto Domoigo lindaba con aila, 7 oom» por al otro lado tocaba 6
U cftlla d4 Jaramillo, prasom? qae la cata d) éste. 7 por aonaieoia&ta la qna
Ylrió doSa Marina, ara an la eaUa da loa Msdlnas, no paüsnd» aar al airo
iMdo, donde eit& 8ant9 Dorntac^. porqae aUi astabaí loa aolarafl q^^ fa^q
^tapata dol oMí^d Oopaa.
^208 —
'^qne se ponga en pregón la traída del agaa de U íüMte
de Hoicliilobaseo [Oharubnscoj á la plaza de este da*
dady con. las condiciones que la nabia tomado Bodiigodi
Pontecillas, y heclinra de la faente y pilar y rollo , pan
qae si algan oficial lo qnisiere abajar deloqne ddiátt
PoDtecilla lo tiene pnesto, le recibirán la baja." Blcom*
nio hecho con Pontecillas y el motivo porqne no se Revi
adelante sinp qne se sacó á pregónds | se explica oi A
mismo cabildo diciendo : *<qne por cnanto la oindadn
habla ooncertado¡coDlB^dr!go de^Pontecilla8.cantero, pM
qne trajese la agaa de la faente de Hnichílobnseo á 1»
plaza de esta cindad, é hiciese la fnente é pilar, é iaio«
lio de la traza [11, é las condiciones qne para éUo asV^;
eieron por Ío cnál le daban mil é qninientos peisos deáai:
é porqne en el dicho concierto la dicha cindad halibw^
do lesa é damnificada, por no se haber pneÉto la ^'
obra en pregón, porqne podría ser qne poniéndose^
oficiales é maeetros la pusieran é tomaran á mneho 1
nos precio, por tantQ qne mandaban é mandaron ^
dicha obra se ponga en pragon, para que si algnii
quisiere abajar de los dichos pesca de oxo se le
rá.'' En el remate qne se hi2o el dia 14 del mismo
Alonso García b9Jó la postura á mil dodentos y
ta pesos de oro, y por fin se remató en el mismo
cillas en mil pesos, pero las dificnltades qne se en
ron para la ejencien de la obra faeron tales, y tu
floientes la su suma en que se ajustó, que enfel babilte
12 de agosto del miemo aQo se dice, que ^'habiéndMp'
liado imposible traer dicha agua, por la mucha
de camino que hay, pero porque todavía conviene al
4 noblecimiento de esta ciudad que la dicha agua se
ga á la plaza de ella, ó se haga la fuente é pilar é
qne est¿ acordado é mandado , se procnrar&*é ponii
obra traer el agua de la' fuente de Ohapnltepec á li
za como dicho es," y para cubrir los gastos qne se
de erogar, se dispuso qne además de los cincuenta
maravedís qne estaba mandado se repu^tíesen enM
\ 1] Por rollo •• OAtiondo 1» ploota,, en doDdot^ponUii Idi rcoi i|ii^
«anigftdei «oo lao-rloi Ala ▼* rgüoxita y cirta penai fafwniTmtia «i*
— 209 —
nos de la oiadad « ae exigiesen otros cincnentas mil
para lo ooal el tesorero Alonso de Estrada y Gonza^
da Sftlazar^ qae gobernaban entonces por mneíte del
do M&rcos de Agnilar , dieron la licencia qne se
indio para la imposición de estos gravámenes , ** por
bien é pro comnn de loa vecinos y moradores de
dodad*" Contando con estos fondos y se mandó pre^
de nuevo la obra de la dicba faente y roHo, y '*la
a de la agna de Chapnitepec & la dicha plaza," en
cabildo de 6 de setiembre del mismo afto de 1527, pero
ranate no parece qne llegase á verificarse, por lo qne
' cabildo de 4 de abril del aSío sigaiente se bizo nn
trató por lo coal <^Ios dichos señores y Bodrigo de
^ cantero, se convinieron y eoncertarqn en ésta
: qoe el dicho Bodrlgo se Pwtecillas sea obligado
ietoViga de traer la agoa á esta ciudad hasta la plaza
fOa:'^ no se expresan las condicioneB. Sn el intermen
ú iba trabajando en la fuente, pilar y roHo por cnen-^
Mi^ynntamiBnto , pues en el cabildo de 23 desep*
¿&I537 se.maudaron pagar á f'Juan de Bnttam-
,„-»j cantero, veinte y cinco pesos de oro , con qne
lidaioába^on de pa¿af cincuenta pesos qué se le aió
iooé hiciese saoa^ las piedras para la fuente , é pilar
¡So que se ha de hacer en la plaza mayor de esta dn-
porque los otros quince pesos que se le pagaron de
i pena de qne fueron condeaados Luis de Zaiagoza
Fráadeco Díaz, jzapatero, el cual libraoüento se le dio
íoriBaeste dia.^ En tiempos posteriores se ha intenta*
de nuevo traer esta agua de Ohurubusco , y también
mal éxito,
la cuanto al uso del agua de la caüería de la Tlaspa»
itt hubo diversas disposiciones : primero la disfrutaban
im restricoioQ todas las huertas que se hablan ido tors
loando en la calzada^de San Oosme; pero en el cabildo de
10 de mayo de 1529, heóha ya la atajea de calicanto se
Vreviao *^que todas las huertas que están de una parto 6
otra del cafLo del agua de Ohapultepec, se riegue con el
sgaa de dicho ca&ó todas las órdenes de huertas que hn>
^ [1]: 6 que todos los que tienen huertas en la priSEies
p] ^ár las 6rd«ii68 erw i« d«b# eatender lai Slai éñ buntsii legm la di
«MU a ^09 •itabM 4« la ^ftakdaf
— 210 —
ra orden del dicho oafio de ana parte é ota» (1), qnitai
cierren los caüos qne tienen hecho en el dicho calo
ir el agaa á sas huertas [2], é hagan sendos caffos [í
hierro dentro de quince dias é lo pongan, estando pci
tes los diputados i é no de otra manera : é que de'
huerta en otra vaya la dicha agua por todas las
[4:\j 6 que se tooie la dicha agua una hora antes
ponga el sol é no menos , só pena de veinte pesos
si no se campliere cualquiera cosa de las
que la medida del caüo de hierro sea de este
é no mayor só la dicha pena : é que ninguno hags
en el dicho caño para que entre el agua [6] , ano
caños de hierro se pongan bajosi só la dicha pona»
Bu el interior de la ciudad no se habla en el
mero de cabildo de otras mercedes de agua que dij
da en 23 de enero de 1526 ^<de pedimento de
[Alotoliniali guardián del monasterio del Sefior
cisco de esta ciudad, al que le hacian merced é
para agora y para siempre jam&s , de nn real de
la que viene por el acequia de Ohapultepee 6
ciudad» para que desde agora en adelante se
provecho de la dicha agua, y le mandaron dar éL
de ello en forma,'' y en 27 de 1528 á Bemardlnoi
ta Clara, se le concedió para su casa una et
según el tamaño marcado en dicho libro» seria
*^del agua que se ha de traer de Chapnltepec t
primer pilar que se ha de hacer á la puerta ae
de Yillaroel, en remuneración de cierta parte de
que da á la ciudad, por donde entren las bestias
nir al dicho pilar." Esta casa de Tillaroel estaban
de San Francisco, y así es probable que el
do por Bernardino de Santa Olara es la aetoal
la del colegio de las Kiflas, y la fuente que ea tíU
(1) Ea dedir, las hTiértas contiguas 6 la ealzada por qno y otit^ ím
(2) Beto es, entradas de agua sin limitación.
(3) Sendos, qniare decir ano para cada liiierta.
(4) QaeloB derrames del primer orden foesaa al tlgolanla y asi
mente.
(5) Aquí est& demarcado un oirenlo que es de cota d« m Has
(6) Qae no se piislesea r^presis para hacer «Qb(r ^ .<
^211 —
ó faente qae se hizo desde aqnel tiempo. Bln em«
habo otras meroedeSi y la de las casas^de Cortés de
í^by doeamentOy es anterior á estas.
' núBino tiempo qae se daban en la ciudad solares
e&BSAj se repartían faera de ella terrenos para hner^
laprimera de que se hace mención es la qae tavo
lo Martin, herreroi ^'camino de Tacaba, yendo de
\éaáíA, pasada la ermita de Jaan Garrido, ala mano
^obra de tiro^^edio*de balle8ta[l]. De esta tierra
luo merced al'referido Martin, en el cabildo de 8 de
de 1524| qne es el primero cuya acta está copiada
de actas, sujetando la concesión á la medida
Lte establecida , y esta huerta y la casa que en
estaba ya hecha ^^rnuchos dias hacia," como en
cabildo se expresa. Desde entonces estas mer-*
beion muy frecuentes, habiéndose poblado de buer-
¡6&iK)eo tiempo toda la calzada de San Oosme, ó como
le llamaba "el camino que ya á Tacuba." Las
idas qne se demarcaron para todas estas huertas en
"Ido de 9 de septiembre de 1524 faeron, ''cien pasos
y dentó y cincuenta en largo/' cuya medida se
ota mas precisión en el del 16 del mismo mes ex-
lo ^qüB los pasos que se midieren para las dichas
sea cada paso de tres pies de un hombre conye>«
nr manera que los cien pasos han de ser trescien-
7 los ciento y cincuenta cuatrocientos y dncnent
i^'' encargando de la medida de estos terrenos á A^
Jaiamillo (el mismo Juan que tanto papel hace en
' los negocios de aquella época) [2] y ft Cristóbal de
rajador. Bl punto desde donde se empezaron á
'^stas suertes do tierra fué un árbol "que el sefior go^
lor [Cortés] mandó señalar condes cachilladas,"
de señal característico de la época , '^y desde el
[tqKots^oidaadXMtadelAloaiMedslaa balleetafl, pero orco que eata
^^vvBdii» & «star háoia donde le baila la garita de San Cosme.
•[«Jieloibfldo deSdeJaniodel524enqae le nombraron *'Frc carador
'^'tildad, para ae jontar oon loa otroa de las YÜlaB ante el a efior gcberaa-
^ «leglr 6 nombrar procoradorea parajBapafia, etc." en la TOti.cion £e
^nn Aloaaoi y en el podar qne ae le confirió, qae se hklla inaerto. en el U-
[^«abildoi ae le da el nombre de Joan, y así c o oabe dada en qae ea la
^penona. Haata el yiaje á laa Hibnema se le Uama comnnmente Alonaos
innelta, catado ya oon doña tfariaa, no tieftosifto nombro qno Jqmu
— 212-
dioho árbol en adelante empezaran á sefialar las Mu
haertasi de las caales echaron aaertes j cupo la pdsai
jante con el dicho árbol hacia la ciudad á Benaito
T^ia, la seganda junto á ella á Bodrigo de Faz, \%t^'
cera á Bangelí la cuarta á Floresi ¿¡f ja quinta á Jaravt**
lio, y los metieron en poBesion.^'
'So encuentro cauísa ninguna á que atribuir la wfGA<'
na diminución délas laguna8|que resulta comprobada pot]
el hecho de la distribución de tierras para huertas, i no
y otro lado de la calzada de San Cosme. Ouatro afloia^
tes» cuando se yerif có la retirada de la noche tiistS)
estaba fuera del agua mas espacio que el ancho de la
zada, en todo el largo tramo que hay desde el puesta
la Maríscala, donde estaba la primera cortadara, '
Popotla que era donde comenzaba la tierra fiíne,!
1624 vemos que la laguna se ha retirado ya tasto,
queda en uno y otro costado terreno seco y suflcienle
xa formar varias órdenes ó series de huertas uiiai
otras, con ciento y cincuenta varas de fondo. La
bucion de estas huertas contiuóan haciéndose sin
misión : á Marina de Gamboa se le dio una de eÜAB
BU grangería de aves, y en el cabildo de 19 de eaeis
1526 se hizo una distribución general de teda la n
Sdan Oosme á uno y otro lado, empezando desde esta
sia que entonces se llamaba '<la ermita de Ean
dando dos solares á los individuos principales del gol
no^ Cortés, aunque estaba ausente en las Hibueíaa,
lino, Salazar y Albornoz /'l^: Pedro de^lbatado,'
de Ordaz, Leonel y'Cervantcs, el cura Tillagran^
térprete Aguilary otros muchos tuvieron xui a tva
aunque en estas^ mercedes se hizo variación & la
ta de Oortés, muchas se confirmaron y se hicieicn
nuevas.
So era solo el camino de Tacuba el que se pobU
huertas y casas de placer: en el cabildo de 20 de ma;
1528 se repartió para huertas' el camino de Ohapul
Tacubaya, '-desde el arroyo que viene de la fneste
[I] He Tísto los tltaloB de tío a oma ¿e la riyera de San Coinie, »b
reno Be eompKnde elqae faé de Kodjigode Alb«r&os y qne Tcrdtd
E
— 213 —
*68t4jantoá laceroaiía Cbi^^mlJjr^oo en adelanto: la
pr/aera, viniendo de Taacibaya á Cli.i.f--iiCO:''0C5; de suerte
y media de tierra, sq le dio á Mst^jirl Ivolii^aez-de Gaa-»
dalape (1) y á sa mujer l3ii)cilii)dr?-''i a, s, la.-; reRt^ntes
86 repaicieron entro ai^tuciloj á quavivrs tío liüblím dudo
huertas inmediata^ á la ciiida-l, y l^.^rí>lU^L^ t.o \q quitaron
para formar egidos. La riacor¡ iiL^ oii,) ..o tV?ma entre lu
cerca de Ohayiiltepecí y la^s ln.'iii^a, ili le líi-; ( n el niicimo
cabildo á Gonzalo de Alv^aiVcdo , «^ri [í^r.^'v) de eien ytaos
qae habia prestado al aynntrunieí'í'* , \ '•v.on tánioquü"
pagney contente á loa inílios qn^ lúii ti tv.í iitiíí ca&;* y,
Bementeraa^para que lequedn iii>i>.!/^ '.-C' =1 rcojiíLímiento
96 hizo en eloabihio de 3 do aj.':o.st o d'- íí>'jS díi laa ticrraa
liimedia^as á Ooyoacau, y 6¡i e-t:i d.>-{:ii;,TTfiori r.o se orní-
ttó ádoüa Antonia, hija do - víhióíí.I djOiid, aunque su
padre había muerto en íhíí líioueir;:; - r i iT^bciion.
■' Entre el límite do la Uíizi \)nv ti i.- j. íi^-níe , que era la
calle de Santa Iíí3.bíd, y ]ii?i pii'UíUi'.s c-jí-ft.s con hucitíia
déla calzada de Tacaba, qu -úiaba n-a f\Sfia<:io df soc»ípaM
do qní> se trató d^ poblar. J3i.^^dc d 15 d*- ja'io de iD27 se
habían dado en él dos solares^ uíií> t,:.3 (l'5 otro '*dc pedi-
mento del maj^ordomo ó cofrí^U ;-. o'-, ir', cííI rr;úí:i da la Sta.
Teracruz, para haeer el boj5:íil::il 6 íi I.Vcií-'oü de la dicha
cofradía,. cabe fjmtt-)] tre¿i áiboJvM reo: « qüo <i'.^táü en la
«alzada que va á Tacuba, cnn t:- nro qj^.o t.i'tde una calle
«D medio de entre el dicho iK>.'^.[.ií"."d ó h-s e *'-¿ís de ioís in*.
fltos, é con que lo labren é eáüiiJiín!! ^!;'i p ¿juicio de ka
dichos indios nalnraks de t.si-i lirríi:'' í;-u>sJ {-claiea fo
iieroa en lugar de otrovg qiio í.o lo r.í fiíl.-ix.n en la cjiüo
Ae Tacaba, cn\o si.io no p;i«.i'í;i6 coi^vi-.jieiíto á la ccfoir.
áfa para los ñnes que ae hr,b¡ii p:(;¿,'ii • .to Ea el cubildo
ít 3 dd agostí) de 1528 se ;ií::'-r>':o, q-.ir- "^'jvira íb;tiüeaoion
le 68ta ciudad, se don sol::iv3 ¡.,ii:i hí;i;;í:L' ca-ísqueva-
fan con casa muro por deiuvsín y y^^M K:s o-^oililas, para
|tte 83 pueda salir de esta cin htd lí:u-:i:x In tierxa íirme,
1] ti» hnerta qne solo quitó á na*o íío.^iVtüjz <í«: vln i 'íi'ii^o , ec lo h^bia
ladú en 2 dejando dd lí>*Jj, y «n 17 d»> iiov'; p i><.o <?. I li;.: tm» » ñ>. t-o le dio íi
B mujer otro tolarpar» cftsa á ipf^v.1 iKfc lU i ((-o :7íi t-»ji.i. F. ó piica, doloa
'MIÓOS BUus an i/íno3d« la cindcd y fii ki j»" cnj-vln á;C3 hciicUs diir¿nte
DJswTA0ií3XMíp.~ acjao n-27
— 214 —
qne sea nua cerca de casas de una parte y de otra
calzA la, hasta. laalcantarillH qae llega á la tierca firme"
y para nuiforinar con esta dieposicioa la concesión de &)-
hir<^s liecba (i la Saufca Veracruz ^ se acordó qne "por
cJiAUüO la igiesiaó bo.^pital de la Veracruz tieneseñaMw
dos «olares, el luio á la acera de la calzada y el otro mas
iideíitio liá(iia las casas de km ludios , y porque los éo^
lareí^ y casa-8 que m lübratm jantoá la dicha calzsda
lia!i de ir labrii io.í á casa muro [esfco 6% á continuftcion
unoá de otros] pora for ti tica clon de esta cindad;^rtantD^
que le quilubau ó quitaron íA solar que es liácia laseaaaá
d*^ loí iiiIi-H, y le hacían merced do oüro solar, jantoé
Wüñb con i)\ 8í)lar donde agora está hecha la iglesia del -,
dicho hospital , la calzada adelante. ^' De esta mane»
otití I*) Litiida la ciudad con 1.13 huertas de lacalzadá¿&
T<iC.ib-í» por la larga calle del puente de Alvarado, qw
íbriua u:ia fcérie continuada do casas , sin salidas latera- ■
le8 por la disposion del ayniitafniento de que se iabricase ^
'^c!Oii c.isi muro.'' En las huertas se mandó qne detwí :
0!i tro.-; Bolare^ quedase una calle, lo que ó no se cumplió,
n «o:i el trausoureo del tierüpo se han ido cerrando ya-
uié'idose á las huertas.
Entre las disposiciones que se tomaron para qne en 1*^
ciudad eo establecieaau los oücios maa necesarios, an^,
table el acuerdo del ayuntaiuiento do 13 de enero del"»S
por el qtxe se señaló salario íi Fraiícisco-Soto, barbero y d»
r.'í) í.uo *pí*r t>tiito tiempo carnto fuese su voluntad dal'
dicho <!Oíioeio, porque re¿4id a en est?w ciudad y eirraet:
ella/' y en iguales términos ee le seílalaron en el misBÍ
caiñldo cincuonta pesos de oro á Oriistóbal llniz, hem^
dor. Los medios que'paraewto se empleaban no eran
pie trin «naves, y asi fué que para que no faltase pan,
acordó en el cabildo de 5 de mayo de 1529 "qne por
evsta ciudad e^tá muy mal proreida de pan, é las mDJ
quí^ aolian amasar no lo quieren hacer , de qne la
blica recibe mucho dallo: por tanto, que ordenaron é
ilaion que nn alcalde é un regidor vayan, ó requieran
manden á todas las mujeres casadas y solteras qneb
a^^ora han amasado pan para vender, que de aqui
lante amasen e vendan pan al precio que está pnesttvi
fii algana dijere que no tiene trigo, que vaya por ello
casa de Antonio de Carmona, ó lea dará harina é
?
— 115 —
reales por cada ¿anep^a que amasaren 6 leña, 6 qne acá*
dan con el pan al dicho Antonio de Oarmoua , eó p( na
que la que no lo hiciere, si fuere soltera , le serán díidos
ciea azotea públicamente, y si fuere casada , lo lleven la
peuaque cstó puesta^ é esté presa ella ó &u maiido
hasta que lo haga." En el cabildo siguiente de 10 del mis-
mo mes se acordó una providencia mucho mas füada<ia
en razón, y que produciiía sin duda mejor efecto; que
íaé aumentar el precio del pan, pues siendo el molivo do
la escasez **e8tar puesta .la lilua de pan á ocho marave -
díe, 6 no tener gaíiancia las panaderas,'' sedispusjo subir.
la Á diez maravedís.
El primer pro tomédioo filó el licenciado Pedro Loj cz,
el cual presentó los poderes qne traía de los piotoir^éili'-
,cos del emperador, en el cabildo de 11 de eu^rtí de 15i¿7,
y se le autorizó á usar de sus facultades, seSaláudole las
penas que po¡lia impoaer. Sin eiribargo de esta aiitüiiza-
oion, no le dejó el ayuntamiento ejercer libremente bu jci^
risdiccion, paea habiendo prohibirlo que cura&e de bubfts
el barbero Pedro Hercandíz , en 1? de febrero del mienio
aSose acordó ^ que puedo» curar del dicho mrd por tanto
tiempo cuanto fufase su voluntad de la dicha jarjtioia ó
regidpres," y en IG de marzo se mandó que las visSitas do
las boticas la hiciese el doctor Ojeda, regidor y loti ühal»»
dea^ y que este ' veá.y exnñjirje las persi^rjaÑ que puFdan
cnT-ar así de buba cor»>o ús drnjí;^, ó álosqr.o hallare híx>.
hiles les dé licencia. 6 á los dí^nul les prohiba é d( ñí-irda
gne no lo unen. Tal f«íü el prirícipio del e)Tnr,?ido de* la n^c^
«ciña en esta oa[»it;al. El protomédico Lop-^z tnvo una
graucasa en la c:ilio do la Perpetua, cava míi.£r'nüí^eni:ia
celebraba el doctor OervLiTite:* en p.u diálogo ^'Méjico por
dentro.^ pero no he viato esta parte de su obra, y ne re^»
fiero á la cita que de eüa hace el padre Pk hardo Esta ca-
lle de la Perpetua se llamaba "la calle qne va de Sanio
Domingo á las Atarazan »».'' lo cual pM^ec^^ probar que aw
quel edificio í^e hallaba á la extremidad de la mi^ma
calle.
Bl ayuntamiento, siguiendo el espíritu de Oortéa prohi-
bió a^verarnente el ejercicio de la abogacía, y habiéndose
relájalo esta prohibición dar^nteel gobierno de Salaz^^r
y Ohirino, se pre8ePt/> '^^ procurador del concejo Francis-
co RodrigO; en el cal.... ae 18 de agosto de Í5126 expov
— 216-
níendo "el agravio y daüo que recibía esta eioilad y los
moradores y vedüod do el iai. porqué á causa de losdU
tího3 letr.id')hi ü iii'acu'iailoreH ae ievantau muchos mas
ideitoay dlicrLnri.us/' [>jrio que se mandó pregouar *^qa6
1;>3 leU«idi>:i üo cvb j:;iioti ni ui;oi>oejen, 8ó pena por lapn-
mera veií, üM ci¡:c:i;;;r:t t [íií iOs do oro para ]a cámara é
íisüo de 'óf id.; ó ]. r h:, y \íj;\ii>da mil pesos de oro, aplick
dü3 en la lui: ma f u- a :^ ó privados perpetuamente deoñ-
cío de abu'gacl:; é [íi)r l:t tiioína pierdan todos bieue8,é
«alga-a desieiií.uuv; iUt> e- 1;; Ismj va-España perpeüuamea-»
te/'^íj¿ta3 ulHpo:^i.;ioi-.c\^ £;0 :ii lidia con las consultas pii?i«
d:iS que ?e li;i-:iriij y p.ii.:; evitarlaa, en 17 de majo del
mismo aüo híji iíi.iü íó *• «lue de a'|DÍ adelante ningnnle^
trado ni prvcur.ui r i-^a o ;,do de procurar ni abogar ea
esui ciudad, direciü Jii iúvlircjle, eu público nieu secretoi
ni dea favor^ ni a iil.i; ii\ coütíejo, por esiirito, ni porpt*
labra t^u nii:.í::ua [-Icilu ú niagima perdona , tío las pe»as;j
qutí'feobre esio e.5ii!i pu<::.t:iB." Sin embargo, el misma a* ^^
yuíitaiuiei'lo co.^iídto íxju ios bacliilleree Juan de Ortep^
y Aloütío Ferttz acjicci dó la jurisdicción que loa frant^i
canos pudl.;.! ijer....!' ^:u viitiid délas bulas que tr&jw^i
y mas adohtuii «m :i*z uo-í todas eátaa prohibiciones peri
orden de I ib o-;'.- í- te 1 1 ] .
IVjiro U-r ui i i •>: rcii.''úgiia fiü el primero qae est»*
tablcch^ i?:i^; ••? í TI la ciil ;d para lo cual se le dio lioai*
cía e»! 1? do íii ií jjbiedj 1525. iLas demás ventas ómfr--
Bí;rjOB qu^fAO í'iif;r«:ii r-^^l.b luciendo en los oaminos
tatubou cou ii.'.a ícia. O.A apuntamiento de Méjico» que Uti
íiLTonddb.i c: ín:.í hriá !jí1.i ;>srte de sus propios: así 89^9
eu ci cdbriüdo 'jí3 1j íiü jaíio de 1527 que Martin P««%j
carpiaturo, v^;^-i:5'> c ». o r.i ciad^d, arrendó por dos
la ve;.\r.i d.í P.-r o .o eu el cr..iiii:o do Veracrnz, por la
ti I id lü ñ:^i: :) vón, ) y cítiiío psf?os anúaleSi siendo á
coua l'^j con M-ta íoion del - iiüciO: y habiendo hecho
Sb'ii^ el .::iu::ij coií'j '¡a^5 li iOíu, tenido el híicer ana
hroli 4 ;U i- í.Mi :'.^. «i: t» » l'jr ;:i^ i^^r^ .:jt)3.»ii «.r toaia ©I lioa loada Si
\
— 217 —
[j auntuoaa»" fie le prorogó el arrenílamiento por mas
>0| y ea 11 de octabre del miísino año se eucargó al
irador BerDardiuo decanta Olora, oonatrayéndoBe
mesón en Iztapalapa para propios de la ciadad^ ^'con-*
indoee cou personas qae lo hagau, é lo arriende pa-
qae g*ne para la dicha ciuilad." líjual licencia inter-
¿para construir la venta de üuajimalpa en el camino
Toluca, eu el bitlo en qoe habia nnos caes ó templos,
la de Tajimaroa y otras [ 1].
Varias faeron las diligenciad que se dictaron para el
\kúm y gobierno interior , do la3 cuales citaré alganas
tdfi laa mas notables. Bu el cabildo de 15 de falio de 1524
í«edió Ucencia al carcelero **para que pueda pedir para
los pobres de lá cárcel dos dias cada semana, los viernes
7 lod domingos, y que de las limosnas que se le dieren,
tenga ana imagen de Nuestra Señora y una lámpara que
M encienda de noéhe delante de ella.'VBn 4 de noviembre
M mismo año se arregló el comercio al menudeo , y en
13de enero del siguiente de 1525 se estableció el ¿el con-
traste, para la exactitud de p6«otf y medidas* En 1? de fe-
brero del citado año de 1525 se mandó ''que ninguna
persona de ningún estado , preeminencia , oficio y condií
donqne sea, cean osados de jugar á.los naipes, ni dadps
Ai otit» juego vedados en ninguna parte., agora sea en
pabieio ó en las atarazanas, só pena de que se le ejécu ta-
lán las penas en tal caso en derecho establecidas.'' En 5
fl] Ea26 da ialia de 1323 39 c'níediófAcnIHi &Ja%n da U Torre para
|piifaad»ti%06r aaa vd's'.a en el diap.toio. c-imiuo da ííecíioacan entre Tu-
]•«•(» ó Ii;iat)aaoa. ^Pf^'.oi-.". • d3 \íj''il;r h3 i« di6 on 10 de octubre de^
námogüo ni h\%\j en el daspob'Ad > oars hi'ery oí li3*r aa^. oam par» pro
ú»l98camLa*iitej q la vau y v enea á vi-Iaí .le llaaellin y Villarica, con la
waiUiondi "^dobiirciarto ctniaoy jaseod niiloa, y Duantsa qae hay desda
«1 '\t*v) «It'o ha^ta- Ja ¡it »^." E i ¡u ri-'J-* •i^,;'oaai da Jalapa, un soldado lla-
aa-b lienaero attblooió la v^nu do -is^rj nom ne, qni hoy sabsist^ y lo con-
«f». El I ? dtf dioiembi-e da «.323 .la l^ coa ¡ed aron á Juan da C&ceres doa
*< UÍ4« dstJerr* oaal d.>rooji .1). ea q-ij 'Ás-i^t lua roat^ , oin expresar
«ai íraéa'sa «fi' medon da 'J.'i.):a:^Q3 oi>-:);eci6 euel cibildo da 14 de sep-
\'ü Uú' 1526 & palioiQiití) da Jaim d j e .re 1ü j 7 da 11 > ir ga Jiíní?3l (^^te
O'ti )«aiaea ttasomldi U ar['i3 ac'.n i-.d) -iil íí33 uoi'jroa frsasnta *-qae
«a iinlao aiujr p^sijero oara ii vú\\ da <t3 íelun é Oaiao* , ó para las m\-
J« otr^spirtei para d>ad9 p^ain raiciotí Q¿'n<v''i al*8 6 hicen jornada en el
«:¿ lasbio,'' y para avitic á loa i «dia^ U na.esi.a qti"» os «{jalaban con te-
"3í laalijarlM, pidieron e oíjímao- par i híioorol zaesoü, Ejtoa y «1 Pdro-
^ I loi mwoaM DÍAS autigu d3 d 2 ia r0píibUc-4*
— 218-
de enero de 1526 se dl6 órdea ''para que magaña peí
de ningna estado ni condición que sean , no sean
de trabajar oon indios de ningana manera en días da<
mingos é fiestas qne la iglesia manda guardar , só
qae por cada dia qne trabajare en los snsodislios, ii
en pena de 3 pesos de oro, la tercia parto para la
¿e S. M. y las dos tercias partes para el dennnciadoc
para el jaez qae lo sentenciare.'^ En el cabildo inmc
de 12 del mismo enero, atendiendo al mnclio añmesto^
iban teniendo las malas qne se traían de las isles en
número, prefiriéndolas á los caballos, lo cnal era
diolali pnes para la defensa y aegnridad del país
eran mas neoesarios, se dispuso qne nadie pndiers
mala ni tener al mismo tiempo caballo , y para re^át
6 trocarlas por ést0S| se señaló un término de cin(
días, s6 pena de perderlas, mandándose por el go]
dor que esta providencia f nese general para toda !a
Ta>Espafia.
La falta de moneda para la circulación , era un
culo para todos los giros, pues todo se hacía por
cambio, por peso de oro y plata [origen del nombre
ta moneda] y para salvar este inconveniente , se ~
en 6 de abril de 1526 qne todas las personas qne tai
oro de tepuzque y quisiesen llevarlo á la fundición oi
senda de los oficiales reales, se les volvería á dar
do á pedazos ó tejuelos *^de uti tumi a , é dos tomiGí
cuatro tocninef^ é na peso . é dos p.'^HOs . 6 cuatro^
poniendo en cada p^^deMS tolos mismos quilates
ande por la tierra é«se pueda por me^tudo cooif^rar
der: de lo cual dieron cargo á Diego Martínez j á
dt) Or^lada plateros que tienen oargo de la fau<
porque los susod'Cli >s t^ug^n oargo de lo h^cer,
dioineaore-* les prouien+^a *ie le^ d>*r dos.pe^os deot
cieubO por lo que se di^^rninaye en lo partir, é por sbí\
b/ijo de quilaca.cü cuatro pesos por elenco, c»n tanl
eu cada cien p^^sors que qaitaren de la manera que
es, h>igan los dos tercios de menudo y el un tercio
so arriba hasta cuatro pes^s " B^te acuerdo del af
miento de Miéjico es la causa de la di visión de la
de América diversa de la de ("i^paila, división qoe
vía se conserva en pieza de uno, dog y cuAtrp reali
sos 6 moneda de oro de dos y cuatro pesos; y habí;
— 2tó-
t^ndido al Ptrú y á toda la América ^ es la forma tu
le han pasado á Earopa y Asia tantos millones de mi%
res. Para que asistiese á fandieion y estuviese presen*
<*á ver hacer el oro menndo y lo vea meter y marcar
sta tanto que se entregue á sus duegne á sns dnefips, y
ra que tenga cuenta y razón de todo ello/' nombró el
mtamiento en 11 de mayo de aquel año á García de
rena, señalándole el sueldo de cincuenta pesos de oiO|
lientras dure el tiempo que se hiciere el ,^cho oro me^
tdo.'^
ayuntamiento, al mismo tiempo que fejercía un pon
extenso en todas materias, no descuidaba lo que era
peouliar de sus atribuciones. En 28 de . septiembre
152G acordó una ordenanza de policía en lo que Ee
ida <^que todos los vecinos y moradores de esta dicha
iad alimpien sus pertenencias, y no echen ni tengan
kdares á su puerta, y de aqní adelante echen las ba^
íb y muladares fuera de la ciudad, é no echen en las
tled cosa alguna, ni agua sucia, ni cosa que mal huela,
.cosa mortecina; só pena de tres pesos de oro , aplica*
la tercera parte para las obrag públicas de esta dicha
Iad, é las dos partes para el juez que lo sentenciaieé
el denunciador: con apercibimiento, ^ue cuando al-
de lo susodicho se hallare , é no se pudiere averiguar
^ )a lo hizo, ni de donde se echó^ se penarán cuatro ca-
1^ lag mas cercana^^ de donde se hallare la basura ó mu-
' kr." Bn el mismo año , en 27 de abril •* se nombró á
Bodriguez, albañil, para que tenga cargo en dar in<
itria para que las calles de esta ciadad lleven sus eor^
ites, por manera que no se hagan en ellas lagunas, y
señaló por el trabaio de su persona cien pesos de
por cada año pagados por tercios , y se le mandó dar
idainiento para que los indios do cada vecino adoben
pertenencias, ó que lo haga ef dicho Bodrigues á su
^tra ordenanza de mayor importancia se acordó en 31
ilio de 1527 arreglando el modo de trabajar las mi-
partido que se habia de dar á las cuadrillas y otros
_ienores; entre los que se encuentra la prevención de
níDgnn minero ^^sea osado de dar á hacer ni haga jo-
^ígana de oro, ni tejuelo dh oro, á los indios plateros
ita ]^aeva Ej^paña agora ni en algún tiempo, só peua
*••
— 220 —
de perdimiento de todcs sns bienes para la cama» del
M. é de destierro perpetuo de esta ílueva España.' '
probable que el objeto que en e*to ee llovó fü6 ac
el pago de los deicclios, obligaudo á presentar á loii
ciaies reales todo el oro que se sacaba de las minas;
tal providencia, cualquiera que fuese el fiu quo en dlti
tuvo, fué sin duda la cau^a do Ja ruina del ait^ de U] '
t-eria, que tan adelantado estaba entre los mejicanai
tes de la conquista.
Se arregló también por el ayuntamiento el ramo
corredores, habiendo mandado en 30 de agosto de
&e sacase á pregones **el arrendamiento de la corredf
de esta ciudad/* ofrex^iendo á dos peses por ciento djí<
recbos, y se remató en 12 de septiembre por Jaan ~
00, por el término de dos aüos , "¿ razón de €0 pesos
afio para los fondos del ayuntamiento, y llevando **
y medio por ciento de cada parte , de todas las
y contratacianes que hicií^se."'
Para que los cortesanos lo f o distrajesen eff jwi
en pasatiempos en los dias do labor, se mundo en 21^
junio del mismo a3o "que do aquí adelante , ningtaí
cial que usare su oíicio en esta ciudad, no sean
jugar á bolos, ni á la pelota en los dias do hacer alj
pena por la primera vez de 10 pesos do ero, £0 por
gunda y 20 dias de cárcel, y por la t4?rtora vezq«i
desterrados de esta ciudad perpetuamente.'' Porat
jHJSterior de 23 de de diciembre del mi.snio ailo, el
tamiento señaló el precio que lo» arlctanoa deliau
por diversos arteüictos, y enaste punto llama mw
¿tención que cuando no liabian pasado mas que ttiai
desde la conquista, estuviesen ja establceidoa loí»
de toneleros y fabricantes de püfio , habiéndose
los primeros que ^4Icvcn por arma una bota y v
arcos de madera y hierro, dándoselo el duefio de la^
dos peüos de oro é no mat?/' y loa tundidores "per
una vara de paño, dos tomines do oro, y por alzar
zado un tomin por cada vara." En el mii^mo día se
so *'que todos los que hacen ó ovierea de hacer c<
sus solares; no echen adoves en las partes de las
que solen á las calles, só pena que se les derribar&i
«idificio ó treinta pesca de oro»''
Unñ providencia muy característica del siglo es
^ 221 —
B6 díotó en 17 de mayo de 1527^ para dar camplimiento
á ana cédala de Oárlos V pii qa^ uji>«iid^ba *'qae eu euta
JKoofa Bié^'^fÍA Qo tia^ya mugan jadío, ó hijo, iiieoo lü vis
nieto de qaomado, ui reoouciU£iaü deupru del cai»rt(* gra«
do,^ y aoiiqae eeta diisposicioa »e babia publicado ^a por
Oorté:if 86 cUépa^o ^^qae se pregone de ua^vO)" y que ios
Individaod de que se trata ^^se v^ayaa eu el primer navio
é earabela que de cat«lqaiera de loa puertos de esta iSíue-
Ta Biipaüa saliere é uo seau osados de veoir, ni tomar
áeiia, s6 la pena de perdimiento de todos bus bienes^^'
La bala del jubileo del ano santo fué presentada en el
cabildo de 26 de marzo de 1528 por el clérigo Alonso Eq^
sadeio , y el ayaatamisnto acordó ^' que porque en esta
Hoeva^fispaña no ha venido ningún jubileo, ni otras bu*-
las ni gracias para reparación de las ánimas , se reci^
bisse con toda solemnidad, para que se goce del dicho ja-
biko^ y el señor gobernodor [el tesorero Alonso de tus-»
Jraddi] (L) oomo patrou y gobdrnálor en nombre de 6.
H por no haber obic»po, señaló los tros dias en que el di^
ehojubileose hadeg^nar» conforme al dicho breve , y
que se gane el jubileo en el colateral mayor do la iglesia
de esta ciudad '' í&l escribano de cabildo , que á la sazón
;lo era Alonso Lúeas, al escribir e^te acuerdo asentó, en
;él colateral mayor <2« 2a ca/»i¿{(« (26 SanAlfonso^ y luego
:tacli6 eetas palabras, pero de modo que se pueden leer, y
r4e ellas se infiere que en la antigua catedral ó ceica de
■Mñ habla una cauilla dedicada á aquel danto.
Una délas meterlas de que se ocupó el ayuntamiento
an el afU> de 1529 fué el arreglo de la procesión de Oor-
1^, y en el'cabil lo de 24 de ma^o se mandó ''que porque
lo el salir los oficiales con sus oficios en la fiesta dta Oor-^
fiu OrUH ha habido en esta ciudad diferencia^ especial^
Ibeota entre los armeros é sastres: por tanto, por los quitar
^diCsrenoias, mandaron que el oficio de los armeros salga
(unto al arca del Corpus OtUti. é Int-go adelante de él va-
yan losciastrés con su oficio, é así sucesivamente nn oficio
ni pos de ^otrO| por manera que ningún oficio de vecinos
ft] tios aiarqn»*e de U(aa?a pf ttmiian <!e>«eiid r de AJonfl<> de E-tr«da,
«a smarauM mdíiib «1 l6m%: vT « eoj la oasa «Ih fi jv-da etc." Lo % últimof
lArídil9S 4t eaU úmáiia han'&inorto poo. ■ w&oi na.
PMSftTAOIOKSS.— 70K0 n»^2$
— 214 —
qne 8ei\ uua cerca de casas de uua parte y de otra delí
cilzA la, Uíista I a alean tari üh que llega á la tierca firme"
y para nuiforinar con esta disposición la conceaion de w^
lav(\s liecba ¿i la Saufca Veracruz » se acordó qae *'por
Cíi iuto la igiosia ó boítpital de la Veracruz tieneseñaladoB
dos Rolaren, d uno á la acera de la calzada y el otromai
íulontio liá jia Vrís casas do íom jiidio3 , y porque los éo-
l.!,reí y casaS que 80 la^brairn jantoil la dicha cabaáa
han do ir l?.biiA ios á caaa muro [esto e3> á continuación
uiio.sdeotro»] pííralortilicacloii deesta cindad;)portaDto^,
que ki qaitiibau ó qait^irou id solar qae es liácia las casan
d^ lo i iu liM, y le haoian movciid do otro solar, jaatoé
liu li' con íil 8()lhr donde agora está hecha la iglesia éá
dicho ho^nital , la calzad» adelante. " De esta manen
oae (>'> utiida ia ciudad ooá las huercas de la calzada de
Tícabt por la larga calle dol puente de Alvarado, q^e
íbrttia rt:ia scrif) continuada do casas , sin salidas latera-
les jior la dispnsion del aynntaraiento de que se labiicase
'Mt):i c.tS i muro.'^ En las liKcrtas se mandó qae de tres
0!i tiv-; Holare.í quoílase una c:ille, lo que ó no fiecnmpliÓ!
o coa el transcarno del tieiüpo se han ido cerrando ya*
nié'idoce á las huertas,
Entro las dispoíiiciones que Retomaron para qneeala
ciudad so eytAblecieseu los oiicios mas necesarios, eñn<i»
tab!e el aviuerdo del ayantamiento de 13 de enero del'''35
por el qae se señaló salario (i Fra?>cieco;Soto, barberoyci-
mi M.io *-p(>r taiiiií tiempo cu Hito fuese sn voluntad dd
dního (toiieejo, }>oiqne reaida en otita ciudad j sirraeü
eil.i/^ y eu i{^'Uiile^ téroiinoa ge le señalaron en el misoo
cal)ildo cincuí.nta pesos do oro á Oriííitóbal Eniz, htfrra*
dor. Lo3 medioi!jque'paraeí^ío se empleaban no eran aiea*
pie tiin «naves, y así fué que para que no faltase pan,íe
aconh) en el cabildo de 5 de mayo de 1529 "que por í&att
esla ciudad e^tá muy mal proveida de pan, ó las mnjerei.
qu 3 solían amasar no lo quieren hacer , de quelarepi*
blioa recibe mucho da&o: por tanto, que ordenaron é miQ'
daron que un alcalde é un regidor vayan, ó requieran 4
manden á todas las mujeres casadas y solteras qnshasli
a^^i^ra han amasado pan para vender, que de aquí adfrí
lantí3 amasen e vendan pan al precio que está pnesto^i
til algana dijere que no tiene tri^ifo, que vaya por elloí
casa de Antonio de Carmona, é les dará hariad é coMl
F^
— 115 —
reales por cada hauej^^a qne amasaren é leña, 6 qne aca«
dan con el pan al dicho Antonio de OarEnoua , 8Ó p( na
que la que no lo hiciere, ei í aere solteía , le eei án dados
ciea azotea públicamente, y si fuere casada , le lleven la
pena que está pncsta^ 6 esto presa ella ó &n maiiuo
¿asta que lo haga.-' En el cabildo siguiente de 10 del mis-
mo mes se acordó una providencia mucho mas f uudíida
en razón, y que produciiía sin duda mejor efecto ; que
ísié aumentar el precio del pan, puea siendo el motivo do
la escasez ^^estar puesta Ja libia de pan á ocho marave-
dís, 6 no tener gaaaucia las panaderas," sedíepusjo subir-
la á diez maravedís.
El primer protomédioo fué el licenciado Pedro Lo, cz,
ol cual presentó los poderes que traía de los i)i oto rr; tili-
cos del emperador, en el cabildo de 11 de eii»ro de loüT,
y fie le autorizó á usar de ^u^ facultades, seSaláudole las
penas. que poília impoaer. Sin embargo de esta autí>iiz;i-
oion, no le dejó el ayuntamiento ejercer libremerite bu jo-
riadiccion, puea habiendo prohibidlo que curase de bubfts
el barbero Pedro Hercandtz, en 1? de febrero del miemo
aSo se acordó ^ que pueda curar del dicho mril por taüto
tiempo cuanto fuese «u voluntad de la dicha j aditicia é
regidores," y en K> de marzo se mandó qut3 las viísitas de
las boticas la hiciese el docíor OJoda, regidor y lot* airáis
d8s< y que este * veá,.y e:ianiir¡e las persv^jas que piif-díin
cnrar así de buba como da círDJí.ífc, 6 áloaqne h»l'are hd^
biles les dó lice'^'C'a, ó á los d;^má les pí-ohiba é dt ñí-i:da
gne no lo u.sen. Tal f»ió el prir»cipio dcd e|r,ríñcio dí^ la ij::c^
«ielna en esta cai»it;il. El protomódico Lop'Z tnvo una
gran casa en la callo do la í*erpetua, caya ma.e:'»iürei)éia
celebraba el doctor OervL^iíteí* en p.u diálogo '^Méjico por
dí^ntro '' pero no ho viqto esta parte do su obra, y ne re^»
fiero á la cita que de eUa hace el padre Pichardo Esta ca-
lle de la Perpetua se llam »ba "la chille qne va de Santo
Domingo & las Atar^zanaft.'^ lo cnal p>irecj^ probar que a«
quel ediñcio f^e hallaba á la extremidad de la miasma
calla.
ElavuntamíAato, siguiendo el espíritu de Oortés prohi-
bió s^^verarnentp el ejercicio de la abogacía, y habióndoí^e
relajado esta pr-ihibirJon durante el gobierno de Balazí^r
y Ohirino, se presenta* '^^ Procurador del concejo Francis-
co Kodrigo, en el caU.. ae 18 de agosto de ii526 expo^
— 221 —
^ad hizo en el cabildo de 14 de abril de 1529 don FnD«
oisao Topaneofttl» gobernador de Tacaba, pidiedo se le
drjaao libre ^'citsrca estancia é tierra naya, donde d te
sofero, Bieadojadticiatnaj^or, hizo poner nn asiento^
vaoas á don' Luis su yetao. ooütra sa voluntad, é par di-
chos señorea vista, mandaron que sepa del tesorero f Ei«
trada] con joramento, si es verdad que rogó 6 los diebei
indios que ie dejasen poner allí aquella eBáuuna, 5 ñtíe^
no título de la ciudad, é que ios diputados de este mei
con el escribano del cabildo vean si es en perjuido. és
se hallare que pida justicia, den á los indios lo suyo."
Antes de teroiiaar esta disertación, será oporáno hi^
cer mención de algunos lugares de la ciudad y sus inme-
diaciones, notables por alguna cirounstaneia puticuSsr.
Tal es el sitio que hoy ocupa la iglesia y hospital de la
Santísima Trinidad, en el cual Francisco Olmos y Josa
del Castillo, alcaldes de los sastres, hicieron á an oQMa
la ermita de Sau Cosme y San Damián , y San AmaiOiy
un hospital para recibir en él pobres y mieerablea pv*
Bonas, que tuviesen necesidad de este auxilia^ y tamlaai
para que desde esta ermita saliese la corporaeíon de
oftcio el dia de Corpus, con cuyo objeto pidieron dos »■
lares en la callo de las Atarazanas fuera de la taasa, kl
que se les dieron en 9 de enero de 162f ^ con la condieiai:^
de que comenzasen luego la obra, como en afecto lo veri*;
fioaron [1],
fil terreno eu que está construido el colegio de
Juan de Letran, que quedaba fuera de la trasai era
teneciente á uu cacique llamado Quanüehel, qnadea]^
tomó el nombre de Tapia de quien io compró Diego
Ordaz con aprobaciou del ayuntamiento que confirmó
venta en 17 de agodto de 1526, *'eon tanto que nem la i
( { ) El padr« PiohArdo pr«Aam« qoe I* faadAoíon d« !«• m«I*«b n
•n la oiUe d «( hojpUlo d« San Nioo<48, p«ro ooao w lUm^ba calis di 1
tarAiiQ%t 6 da loi b argaatino toda la eal^a doa<i« Saate Tera>a haato
U UPAia «I Or anta eitando a^toa solarla faara da la traca qna •• ««k^.*.
aa la lil^ di li Saatiaima nn poditio eatir en la calla cal hoapMo Ka
cMar qna la ermita no ae fandé en denda eat6 th^ra Hi %taa a oa la Jha
ma aln^ en «4 lado opaaeto d» la maniiaiía, en la caU# qna akcts •• lis» s
laa mraTilUa^' pero alempra »n •! tenr»ae del boBpiÜU dt )a '
99^.$^ Otado de litio piu9 coló de n.xnbre. ' *
X.
— 225 —
temptA aia perjaioio y eon volantad del dioho eaci-
i ooa taato qae la venta ó precio iea convenible."
íQledia de San fkMtne estaba fandada en septiembre
ílS27« poea ya se habla de eiia en los cabildee de aqnel
ooa el nombre de la '^eamita de San Lázaro." En ja
id6l528 8eIiaoeya mención déla ermita áe Ifueitra
de Job Remedios^ con motivo de la merced qne se
i Alonso de ?illanneva de na sitio en aqnellas in-
Lones para poner asiento de ovejas y hacer allí
y vifia. Por el mismo tiempo se hicieron ignales
\ junio á TepeaquiUa , háela donde estaba nna
de Af ootezama qae se llamaba Haeycoyotl, y don-
detpoes se fandó la ermita, ahora colegiata, de Nnes*
I Sffiora de Gaadalnpe. Al nospital de Jeens 9 además
terreno qae tenia y qae habia sido casa^ de Aloi|30 de
do, en el cabildo de 18 de ootabre de 1628 se le di5
solar janto á lo edificado del dicho hospitaU"
Tal foé el principio qne tavo la formación de la dndád
H^icOy desde sa planta Shaeta el estodo de engran**
liüAiito á qne en poco tiempo llegó. Las actas üel a-
itsmiento en los cinco afios qne comprende d, primer
iro decabildOy desde 8 de marzo de 1524 hasta 7 de ja-
de 1529, contienen ana serie de providencias snjetas
Itodaí á un plan nniíormemente segaido , trazado con tn^
[Wigenela y ejecntado eon ana energía que machas veces
raléate de las ñeras costumbres de aqnel siglo, enca«
todo al objeto de formar ana gran cindad, digna
stcópoli de la Nueva Dspafta, en qne se gozasen y dis-
ttaaen todas las ventajas y placeres de ¡a vida. Sobre
ikilw principios los aumentos f aeron muy rápidos , y a^
[aimbra d ver que Méjico, tal como lo hemos conocido ,
[fté obra de los 80 afios que corrieron desde la conquista
Iwte fin del siglo. Balbuena, que publicó su «'Grandeza
Mcgicasa" en los primeros afios del siguiente» describe
vi nmariamente lo que existía en aqu^la époea:
Ouarenta y dos conventos levantados
T ochocientas j mas monjas de velo.
Una Universidad, tres sefialados
Colegios, y en diversas facultades
SCas de odienta doctores gradoadpSf
í
— 226 —
Diez ricoa hospitales ordinaiios
A todo menester y enfermedades.
Sin rednoir & cuentas y sumarios
La infinidad de iglesias, oolacioneSi
Ermitas, cofradías, santuarios.
Oratorios, visitas, estaciones
Y las mas con sagrarios y sacramento
IndolgeaciaSi y gracias y perdones."
Pero lo que mas llama la atención es, que como él
mo Balbuena dice:
Y admírese el teatro de fortuna,
Pues no ha cien años que miraba en esto
Ohosas humildes [1], lamas y laguna.
Y sin quedar terrón antiguo enhiesto^
De su primer cimiento renovada
Bsta grandeza y maravilla ha puesto.
Hn efecto^ nada quedó de la dudad de Uéjioo de
aztecas, y la ciudad nueva se levantó desde bus
tos, siendo en ella todo nuevo , templos , oflconas ,
edificios públicos y privados , religión , tlengoaje ,
costumbres. Loa productos de todos los países del
venian por los dos mares á surtir su mercado, y t
á los frutos de todos los climas, que su feliz posidoK
tre la tierra ealiente y la fría le hacen gozar igualai
hacían que en ella se disfrutasen todos los placeres
vida, en medro de una profunda paz, nunca alterada:
las vicisitudes y guerras de la Europa, de que no
ban ni aun las noticias.
té
Está al fin esta ilustre ciudad llena
De todas las grandezas y primores
Qae el mundo sabe y el deleite ordena.
Amparada del cielo y sus favoree,
A solo Marte y su alboroto extraña,
En paz, sí no son guerras los amores.
r^l Ko pareM que Balbaena tUTiese gfna ooAet^ de U
Biagnifloensia de la «mtigaa If^íeo, j «so qae p;^ i«m«T ii«l
— 227 —
feliz Méjico^ 8i llega á decirse de él en naestra época
10 qae Balbuena decía de la saya!
las diaertacionea qae forman ^tos dos tomos lie de-
ipeñado la primera parte del asnnto que me propuse
^ ea ellas: cómo se hizo la conquista, causas que la
lOTíeroni y consecuencias inmediatas que tuvo: cómo
i6 la nueva nación mejicana; y se estableció en
la religión cristiana^ y cómo se levantó desde sus ci-
itos su magnífica capital. Béstanos ahora la últim»
de mi argumento: cómo se gobernó mientras estuvo
mdientede la Espalla; cuáles fueron los aconteclN
itosmas notable que en tres siglos sucedieroD; cómo
f^eoastruyó la soberbia catedral de Méjico; en qué tiem-
7 por quién se fundaron la mayor parte do los esta^
"lentos principales , y los conventos de uno y otro
eaya historia presenta no poco interés ; y por últi^
coál era el estado del pais cuando se hizo la indepeu*
' k, que servirá de introducción á la historia de Me x
iadependiente. Batas materias serán el asunto de hi»
disertaciones que formarán el tercero y último tomo
esta obra.
i^bre la eitatua ecuestre de Carlos IV en la flaea de
Méjico.
i la disertación anterior folio 185 , al hablar de esta
^tosi no se bizo la debida especificación de las dos que
kmente se colocaron. La primera que se puso el
9 de diciembre de 1756 , fué solamente provisional,
de madera y yeso, mientras se fundía la de bronce.
pooo tiempo cayó la cabeza del caballo , con lo que se
M aquella estatua y se cubrió el pedestal con uu cer.
;de vigas, hasta que se colocó la de bronce con gran
' )Buiidad el 9 de diciembre de 1603 , siendo virey don
' de Iturrjgaray. Bsta estatua se fundió en el taller
escultor don Manuel Tols» en el colegio de San Pedro
loable que fué de los Jesuítas y en un patio detras
colegio de Ban Oregorlo en la parte que se ha vendi-
^luiee pocos años para hacer un mesón ó casa de te^
tí»''
— 228 —
Jíota iobre la descendMciá' de doña üabel de Jf o
procedente de en último matrimonio con Juan AndraÜl
Bl se&or'don José María Oasafiola, ministro de lai
Suprema de jastioia, se lia servido propordcmarme
cias muy «ariosas acerca de la descendencia de dofii'
bel Moctesamay por sa último matrimonio con Josa
dradSt qne me ha parecido no deber dejar de ini
esta obra. Las relaciones de parentesco d^l se&or'
la con el último conde de Miravalle don Joaquín '
to ; Oasai^ola, y el haber sido abogado de su casa,
cierom tomiar conocimiento de los asuntos 4ie éste y
eialmente del pleito que siguió sobre la pensión 4
mienda de tres mil pesos anuales que esta fantüis
sobre la teaoreria general, fincada antes sobre el
tributos, «omo descendiente en linea recta del en]
Moctezuma^ por dicha seiiora dcfio Isabel. En un
mentó que presentó el señor don Ambrosio Si
ta, flacal que fué de lo civil de la antigua
30 de junio de 1804, consta qne por cédula de 5 de
bit de 1500 unida 6 los autos, el rey don Felipe U^
consideración á que dofia Isabel era hija del em]
Mootesuma, habida en el matrimonio que legít
oontrajo según los ritos de la legitimidad, y que esta
fiera habia dejado varios hijos de sus dos últímoa
monios con Juan Gano y Juan Andrade, mandó
á éstos y ú BUS sucesores diversas pensiones ó lentasj
petuas á título de mayorazgo. h9, 4escende]2cia da
Isabel por el último matrimonio parece siguió sin ñ
rueden hasta dofia Leonor Andrade^^de quien pasóla;
sien á su h^o don Juan Tital Moños Andrad^ un
diga en el mencionado pedimento en que año se ^
M mayorazgo ó pensión recayó después en don
Andraide Moctezuma, y por su muerte sin sucesión
mSi en su hermana dota Mariana y de esta aefiora
BU sobrino el conde de Miiavalle, ¿ quien lo dis]
dofia María Josefa y dofia Gertrudis, hijas nal
don Pedro. La audiencia sentenció en favor del
de Miravalle^ quien quedó en posesión de 1»
— 229 —
Nmocíéiiiosele jadícialmente como descendiente legítimo
ñ linea recta del emperador Moctezama.|PosteTÍDrmen ha
íotrado en el goce de esta pensión doña María de la Mer-
»(l Trehaesto y Oasasola ^ hermana mayor del último
dade deMíravallej casada con Lorenzo Serrano, qne ro-
lde en España y aotnaloxente la disfruta, llesulta de es^
Ki noticias qne doña Isabel además de sn casamiento con
antdmotzin, con qnien por sn corta edad no cohabitó|
|tavo casada con caatFO de los eonqnlatadorea españo-
la; primeramente con Alonso de Grado con qnien la ca-*
t Oortéa ; en segnndas nnpeias, con Pt>dro (rallego , de
prien 86 hace frecnentemente mención 'en «-I ]ibro* de ca*
pdo por las mercedes qne se le hicieron de solares para
y hnertaSf y finalmente con JnanOano y Jnan An«
de, habiéndose continnado sn descendencia por eete
imo matrimonio en la casa de Miravalle.
DISCETAOIOHE^,— ZOtfO n^29
APÉNDICE PRIMERO.
atletas de las «stainpafl de que se liabla^n este
segando tomo.
I.
JBacudú de arnioí de dan Fei'nando Cortés.
|Sa explicación se halla en el apéndice eegnndo en qne
inserta la cédala por la qne se le concedió.
II.
Sejpulcró de OoriéB en la iglesia de Je$ns,
\n historia se refiere en la qninta disertación desdd el
lio 55 en adelante.
ra inscripción qne se pnso en él es la signiente :
'*^qaí yace el grande héroe Hernán Cortés, conqni^tax
de este reino de Naeva Bspaña, gobernador y capitán
leral del mismo, caballero del orden de Santiago, pri»
|r marqués del Valle deOajaca y f andador de este san*
[bospiCal é iglesia de la Inmacalada Oonoepcion y Je-*
:C¡razareno. Nació en la villa de Medellinj provincia do
— 232 — "
Sxkremadara en España, año de 1485, y falleció á^tt
diciembre de 1547 en Ia villa de Oastilleja de la Coesli^
inmediata á Sevilla. Deade ésta se le condnio alconva*
to de la orden de. San Francisoo de la de Téz<»ico, 'jh
este el año de 1G29 á sas cagas priDcipales en e&ta áúi
de Méjico, con motiv^o de baber fallecido en las misffiui
30 de enero su nieto don Pedro f ;ortés\ cuarto i»Hrpí(
del referido título del Yalie de Oajaca.' En 24 deíebnü;
de dicho año de 1629, habiendo x)reeedido el fúDebreaj
rato correspondiente á Uíu grande héroe , con mft
de los señores arzobispo y virey, real andieDcia^ tril
les, cabildo) clero, comunidades religio&as y cabal
se depositaron en diferentes cajas' abnelo y Dieto,«i
sitio en que iie hallaban er^ la iglesia de San Frandteo
esta ciudad, de donde se trasladó á este panteón ea 2
junio de 1794. Gobernador el marqués de Sierra ^r
III.
Firmas de don femando Coriéi ydehu fam\OA¿
1. Sumando Curien. Esta firma está, sacada de m*4
den comunicada á Francisoo de Santa Cruz paiaqi
sienta en el libro de sus orlados á García de Llei€Bi|
le pague doscientos pesos de oro de fundición pffl
tercios aaturaiea , durante la ancencia de esta I^flü
Bs paña del mismo etíior Corles , fecha 12 de entíí
152S. ■ •
2. El marqués. Así se firmaba Cortés en Kueva*
desde que vino con el título : las firmas con su fi<
como las que preceden son cscasasi excepto en ellit
cabildo de esta ciudad en que hay varias. En la<
de documentos inéditos para la historia de Bspaüft»
1? cuaderno 1?, se ha publicado la firma entera B<
quéi del Valle^ que he pneeto aquí por no kateili''
original Laque ahora se publica ha sido sacadai*
carta escrita 4 Garda de Ller«na en Yantepeo dl^
agosto de 1532.
Debo advertir que en la quinta disertación cooi
mienza este tomo he dicho que Martin Cortés
don Femando, había sido capitán de infianteilaf
quQ he «egnído al señor FrescetU, que snpongo ha^
— 233 —
baenag aatoridAdea para dedrk>\ pues yo no lo he visto
«a otro aator. El grado de baehiUér que se dice Iiaber
obtenido doa Fernando en la aniveraidsMl de Salamanoai
ite parece muy inciertOi pues en dos años que allí e^tn^
vo no pudo graduarse y menos eu leyes. El señor Press»-
oott que aquella universidad por eontar en su gremio á
tal alamuoi se lo daria después ; ^pero esto no es de nin-
gana manera pi^Dbable, pues ni tal grado hubiera corres-
pondido á la grandza del alumno, ni se daban por konor
estoj grados en aquel tiempo, ni ouando hubiera sido mí
habieran omitido decirlo los historiadores de Oor tés. El pa-
rea tosco de Cortea con los Altamiranos, de quienes pro-
ceden los condes de Santiago, venia de su madrcí asi oo^
no el que tuvo con Bodrigo.de Paz se originaba en su pa-
dre, cuya hermana se llamaba Inez de Paz, sin duda por
el uso que entonces era comuní de tomar los apellidos de
padrinos de bautismo.
3, La Marquesa. Doüa Juana d^ Záuiga. Esta firma
está tomada del documento que sigue: que , como todos
los demás que se citan eu este apéndice ^ se hallan origi-
nal en el archivo del hospital de Jesús.
^^Beoíbanselé en cuenta á Prancisoon Sánchez de To-
ledo, mayordamo del marqués mi sefior, treinta posos y
seis tomines del oro que corre, los cuales son que por mi
mandato gastó, los treinta pesos y seis tomines que cos-
taron seis doblones que compró , para dorar la custodia
que se hizo para el monasterio del Seüor 8an Francisco
desta villa, y los dies pesos que pagó á Esteban Franco
i del dorar della, que asi son los dichos treinta pesos y soi^
tomines Hecho en Ouernavaca, diez y ocho de diciembre
^ de mil é quinientos é cuaredta y tres años.— La Mar«
^q«a."
4 y 6. JSn Marqués. Dr Martin Oortés, hijo y sucesor de
^H Femando. La primera de estas firmas está sacada dejla
^ carta que escribió don Martin en Méjico , á 27 de enero
de 1567 á Juan Gómez su pariente y mayordomo en Oa-
)8ca^ sobre intereses, y la segunda que se ha puesto por
ser bastante diversa de la primera, se tomó de carta en^
etita en Madrid en 20 de mayo de 1585 á don Diego Pe^
res de Algaba, isKibre las misma materias.
5. 2>. Martín Pérez, Hijo de d<m Femando y de dofia
Marina la intrépida. Istá sacada del escrito que presen*
tó á la aadiencia en 29 de jalio de 1566 , pidiendo se b
manifestase la oaosa da sa priflion, ó ee le pnmose alK
birtad. Se halla en el coadtrao retpeotivo á la oaiittia
los antoai formados oon motivo de la oonjoraeioii deqoi
f aé acusado el marqnftrsa hermano ^ qne tengo onp^
nales»
7. El Marqués del VaUe. D. Pedro Cortés en qmatt
extingaió la línea masonlina de don Francisco. Be h*»
cado da un cnaderno qne tiene por mbro JKi l«ieiif j 9»
existe en el archivo citado.
8. Lhendado Jnan AltamiraM. Primo de Cortés, ri*
ministrador de sas bienes j en albacea. Tomada dd in
chivo del hospital de Jesos en qne hay mnehas finuí
suyas:
"* NOTA.— To^i astas finnas le han eioojiio d) loa docamentossa^w*'
t&n mtf qlaraa y bien foamadiw, paai hay ea «Uaa maohfsltfui TariaMii^
el Üempo y eiroimetauoiasr *
. IV.
Plano de la iglesia y iospiial de la Burüima Con^9i\
Jeeui Nasfareno de Méjico.
Explicación de este plano.
Todos los maci20B de pared que se han paesto en
tinta con líneas, son de los cimientos de la igle^ j<
ticias contígnos que no hacen parte del hospital : toi
están en negro forman el piso principal áA hospital;
BUS oficinas. *
A há iglesia. Hay en ella seis altares : el mayor
cado á la Pnrísima Concepción ; en el de cmeeroddi
del Bvangelio está la imagen de Jesús Nazareno, qi^]
dado su nombre á la igleoia y hospital : en el del ''
la Bpístola es de la cofradía del Bosario. Los tMS
eaerpo de la iglesia son, de San Atenégenes el que
entre la puerta del costado y el cnioero , y loa del ~
del Señor San José y del Santo Cristo.
La puerta a conduce á la saoritsía, y en el
en el costado ft del Evangelio, estaba el sepnloro
Fernando' Úortés. debajo de lá ve&tana que está ««
da en el madzo de la pared. Bl cubo de Ía torrees
pa^io se&alado C; en euya parte inferior está la
— 236— •
icpó8itO| 7 en frente la de los Dolores de María Santísi •
jñy ambas eon sns altares respectivos : el tramo entre loa ^
dos lo oenpa el coro , enja sabida es la escalera exterior
iiqne termina en la pnerta i; que es la entrada á dicho
coro.
Dos puertas scjUj cada nna de las cnales tiene sn can-
cel interior', dan entrada á la¿ iglesia por los cemiBnteiicH
[ del frente y costado U de la misma, qne comunica con la
eaSe por las puertas 'oji^y en el primero está la capilla
ds la Santa Bscuela es sefialada con la letra q. La
«mnmioaeion con el interior del hospital la forma la pner
tsf, que sale al patío K de la Tivienda del sacristán*
B. Enfermería de hombres.
O. ídem de mujeres.
Oadauna de estas salas tiene veinte estaseias para eu*
femoSy divididas unas de otras con tabiqnes y cerradas
por delante oon una cortina de cotin* Ambas comunican
eon la capilla D, de la que la separa un enverjado de ñtr*
m, para qué oi^m misa los enfermos.
Las salas de enfermos formaban una cmz , designada
perlas letra efJclllm^ quedando en el centro la oapilk^
, 9 hij^ pero en la actualidad el Mpaeio hf U m, está des-
' úBaao á otros usos, como ee explicará en seguida.
IL Pieza para recibir los enfermos y distiibinr la cornil
i^ qne tiene su entrada por la puerta o que sale al cor-
redor.
Bn la parte inferior de la capilla D y de la.aala E está
la hotica con sus oficinas, teniendo, además del labóralo^
tio f I otro patio interior sefialado M con el mismo objeto.
F. Cocina, con despensa anexa y depósito de agua en
R^y el brasero en?!.
6 H. Para poder recibir mayor número de enferman, se
' luui dispuesto seis camas en la pieza U contigua á la G,
qno es entrada á la sala de mujeres.
Lajpaerta principal del hospital, adornada con dos eo*^
'hmnas toscanas y su cornisamiento está en «^ y por ella
io SDtra al patio I, y de este se pasa al segando L por la
malera , y por dos arcos que están en los dos extremos
^ corredor. Ambos patios en su parte baja tienen pór-<
tioofly sostenidos por pilares, que se han substituido á las
oolnnmas que antes habia y en el piso alto los forman
eoliuimaii, JBn el centro del patio L bay una fuente con
— 236-^1
labaderos, para laa familias de loaj mpleados. La eicato-
ra J es dos ramales de tres 6accd<mes cada nno que 6^
á los dos patíos : desde la meseta qae se iorma eatiean^
bes» sale au tramo de Bneve- escalones, que se divida fH
otros dos de oeho, por los que se sobe á los coiredorfsd«
los dos patios, y por estos hay entrada iadexiesdienlBá
todas las ofie'mas y Tiviendas que signen;
K archivo de la casa de los excelentísimos selíores<!^
qufis de Terranova y Monteleone y del hospital.
O O» Tiyienda del padne capellán , con entrada porin
enverjado, señalado en el corredor con una linea de pni!*
tos.
P. Bstancias para practicantes y pensionistat, contt'
tr|ida por el corredor.
. Q Q. Vivienda del boticario del estableoimrnto, tf
entrada por el segando corredor, ea los mismos tónmvi
que la de la vivienda del padre capellán. ^
B B. Yivienda del mayordomo administrador del eiti^
bleclmiento, con entrada por la calle, además de la 4P^
tiene por el €<»Tedar. ^
S. Onarto de criados, con salida á nna azotegüeUea
está la bomba qne snbe el agpa á todas las ofidsas.
T. Bopería, con pieza eontigna para guardar la
limpia.
V V. Vivienda del facnltativo director del es
miento.
B B. Vivienda del enfermero mayor.
L L. Anfiteatro para el examen de los cadáveres,
qne se sabe por la escalera y qaeda encima de latt<
tía*
inr. Patío ton faente para lavar la ropa de los ^&
al qne se entra por el patío J^ de la vivienda dei;aa
X. Sitio de las casas nuevas qne ee están coba
do. epertnecientes al hospital.
Y Y. Oasaa qne se alquilan y son del mismo ho
Z. Gasa del convento de Santa Cli^a, oonstmida
terre^del hospital, por el que paga censo*
V.
Traslación de la imagen d$ JeéUM Nazareno á la igU
ho9j^iial de la FutUima Concepción , verificada e I
— 237 —
de marzó de 1668.^Cluadro auiiguo exMente en el mi8\
mo hoapitaU
La inscripeion Bigaiente esta paosta ea un óvalo á la
izquierda del caadro.
''Bu el á£Lo de lt>63 marió Petronila Geidníma, dneña
de la Sante imagen de Jesas Kiizareno j y en dada de á
Qaó iglesia pertenecía I se echó en suerte entre cinco, y
capo á este santo kospital de I:íaotílra Señora de la Oon«
. odpctou: y en 3 de marzo de dtoiio aíio se trasladó en 6o«
iemaeuproeeaion la ¡sagrada Jmágen de Jeans Kazare-*
no, siendo jaez oonoervador del estado del Valle de
OiíjaBa^ Jy ^corregidor en turno do e«ta ciadad, el sefior
oidor doctor don Jaan Mannel de Sotomayor del orden
doCalatrava; y gobernador^ el señor don Pedro Eaíz de
la Oolina, alcalde ordinario de la misma i y capellán ma^
yori el bachiller don Antonio Yenavldes: y en 178L man**
áó sacar este lienzo del antigao el señor gobernador don
Domingo Yictorica : y siendo jaez conserrador y gober»
nador del estado el sefior don Migael Bataller, oidor de>»
cano de esta real andieñcia , anditor de guerra de esta
'K.^Bspaña, jaez protector del Montepío de Animas y de
minisbrosy juez del real consulado de Alzadas , y jaez de
la real lotería i y contador de dicho estado don Juan Ma-
nnel Bamirez ; y escribano don Manuel Imaz , lo mandó
lenovar á sus espensas don Pedro Santiago Sanl Bolero,
mayordomo de este santo hospital de la concepción y Je<«
•na Nazareno, en 1? de diciembre de 1816.
TI.
Retablo mayor de la iglesia del hospital de la Purísitaa
Oonoejftíon y Jesús Nazareno de Méjico.
|g La descripción de est^ altar y gas imágenes^se halla
en Isbl sexta divsertacion.
HalbiéAdose insertado en el apéndice segundo de este
legando tomo, 36 la bula del papa Ulemente VII, conn
Mdiendo ^diversas gracias á la igloaia y hospital de
FesiiSy ha parecido conveniente, para dejar concluido to-
lo lo relativo á este piadoso establecimiento, poner aquí
A doouiULento siguiente por el que constan las que postea
lormento oonceUió el papa Benedicto XIII,
— 238 —
Ai«to,'-Ealaciadadd6M6)icO| á veatiocho dias dd
mes de noviembre de mil setecieatoa reintey nseve aficB,
el Heuor doctor don Francisoo Eodrigaez Naranjo , ftte^
gado de la real aadiencia de esta oórte y presoa delfisnl»
de \é inqoifiicion de este reioo, y ordinario de diolK> santo
ofií^io, catedrático jabitado de código de esta real Unirer-
»id4d, y ctiancelario de ella, canónigo doctoral de eitft
Sí^ntii ígldáia Aíecropolitana, jaea proTisor y Tícarioga*
neral de este arzobispado^ por el may ilastre yenerable
BBÍlor Dean y cabildo sede yacaute de esta dicha Sasts
Iglesia Oacedral Habiendo visto lo pedido por el huiíH
hóT don A.ntoQio Bernárdez de JEtivera, presbítero deote
arzob g jado, en sa escrito antecedente ^ en qne expraa^
qae Nuestro Santísimo Padre y Señ«ir^ el señor Be&eaidB
por la Divina Prorideneia Papa décimo terdOi se hsbía
servidlo couoeder indulgencia plenaria y lemisicMi det(h
(](J3 sus pecailos á las personas de ambos sexos , quees-
tan do eufcrnos en el hospital de Noestra BeSoni dsla
Concepción, en eliirtícalo de la mnette^ verdaderflQMDte
arrepentidos, confosados y sacramentados, invocsrsn el
Dalcislmo nombre de Jesús, no pndiendo oo& la boca oot
el corazón, como constaba del breve y demás deipaAofl
qud con la debida solemnidad presentaba. Y per sstaee
habla servido sa Santidad de conceder indalgenma pk^
uaria y remisión de todos sus pecados ó las personas, qw
eu la feíia sexta, antes de la Dominica de Penteoost»,
y [sitaren la iglesia del hospittiL de Nnestra Btóora deb
Uonoepcion, como parecía por los despachos que asímis^
mo presentaba, para que vistos por su señoría , se sirTie^
se mandar darles el paso para sa publicación, y qae se
le diesen los despachos acostumbrados. Yisto igualfflestt
lo respondido por el prooiotor fiscal de este. arzobispado
al traslado que de dicho escrito, breves apostólicos y de^
más instrumentos presentados le fué mandado dar, ea
qae vino expresando no haber inconvenimte en que se le
üiese el paso á los referidos breves aposMlieos , respeet^
á que uno y otro estaban expedidos en la forma tef^nte^
de la romana cuaia, y con los pasos del real y supreer
concejo de las Indias, y de la Santa Grasada» eon le á *
más que debió verse y tenerse presente , dicho aeHor pf
visor dijo. Que por lo que le toeaba^concedia y conosidi
licdncia para que se procela á la poblicacioa de 11» ' '
— 239 —
dalgendasfqae se contienen en los dos expresadosbreves,
en forma y con las cireanstancias qne en ellos se e:p le^
san, para onyo efecto se fijen rotalones y tarjas qae coiih
tengan dicha publicación, en las partes y lagares qae pa-
reciere conveniente al dicho bachiller don Antonio Ber^
nardes de Bivera, tfqnien se le dé testimonio de este auto,
autorizado en forma por el presente notario, oñcial ma-
yor de gobierno, y se le devaeWan dichos breves y demás
instrameatos que tiene presentados ; y asi lo provea ó a-
oordó y firmó^Dr. Francisco Bodriguez Kavaryo.— An^
te mL— José de Esoamiila y Torregrosa , notario oficial
mayor del señor secretario,— Ooncaerda este traslado con
el aato original de donde se sacó, que queda con los de-<
más sobre lo que expresa, en el archivo de la secretaría
de cámara y gobierno de este arzobispado de mi cargo y á
qae me remito; y para que conste, y en virtud de lo en él
mandado, doy el presente á dicho bachiller don Antonio
Bernárdez deBivero, en la ciudad de Méjico á tres días
det mes de diciembre de mil seceoientos veinte y nueve
a&os, siendo testigos don Miguel de Orduna, teniente de
algoaell míajot de este dicho arzobispado , y don Pedio
Antonio Bodriguez, presente!'. ^Bn testimonio de ver ^
dad k> flrmé^— J(M^ ¿« Eitsamüla y Xorregro9a*^\2k en
do6 fojas con esta*^Orátis.
VIL
Eetraio de señor Zumárraga.
Existo en el palacio arzobispal en la colección de los
señores arzobispos; no se sabe qué fé merezca," pues en
estas coiecciones los retratos mas antiguos suelen ser
cuadros de imaginación, puestos para completar la gé
ríe. Tiene al pié la siguiente noticia.
^E{ Illmo. 8f. D. Fr. Juan de Zamárraga,' natural de
la villa de J)urango en Vizcaya, primero obispo y arzo^
bispo de esta santa iglesia metropolitana de Méjico , y
llegó á ella el aüo de 1528, y por el de 1531 en 12 de di-
ciembre, se le apareció la portentosa imagen de Nuestra
Señora de Gdadalupe, que veneramos en su templo, y
dio f tíndpio á la ermita de la gran Sefiora* Falleció dQ>
>. ^
miago infraodtava de Oorpus alas nueve de la mafUuiA y
afio de 1518; de mas de ochenta aíLo.B"
VIII.
Retrato dü padre fray Juan de Torquemadú»*
Es un oaadro grande de oaerpo entero que ee conserva
en el colegio de iSantiago : cobre su antcuticidad ooarien
las mismas dada que sobre el anterior.
• :iy.
Retrato de fray Pedro de Gante.
Hay uno en el convento grande de Ban Franeisoo que
tiene esta ínFcripeion. /
^'El F. P. Fr. Pedro de Gante, hijo de esta santa pro-
vincia, fandador de la capilla de San José , del colegio
de San Jaau de Letran, del colegio de las Ilíifias , y de-
más de den igle&ias en Méjico y sns adyacentes; tuvo
ciencia infasa de todas las artes liberales que enseñó a
los indios, faé sn padre y de todo el reino £1 emperador
Oárlog Y sn ct^rcano pariente, le negoció bnlas; paten^
tes, y lioencia del Pontifíce, de nn nuncio, del general
para qoH seordfD^&e de 8i«cerdc»te, y la merced aojontA
üt) arzobispo de MéjíiX) : rounució íi* mitra, y lao admidd
la diopeus».
Eeitá enterrado en la capilla de los indios de esta con-
vento."
Gremial del señor Zumárraga.
KI gremial es nn paSo qne nsan los obispos en la misa
pontitt(ial para descansar las manos cnando están senta-
dos, cabriéadolAH los mnslos, de donde le viene el nom-
bre. Gl dnlSr. Zamárraga se conserva en nn cnadio en la
Olaveria de esta santa iglesia catedral con estaiazon.
•^Gremial del lilmo. y V. 8r. D. Fra^ Juan de Znoár-
raga del orden de nne^tro padre San Fiaiicisio,, pDmer
obispo y arzobispo 4e ASéjIco, á qnk n í^e apiíifció 1^ mi-
lagrosísima imagen de ^nestia ^tfioia de Gnadalnt.ei
electo por el señor emperador Oárlog Y i por cádola
[2 de diciembre de 1521. La bula para 8M consagra».
pof Naestro Santísimo Padre Olemenle Vil á 5 de
ibre de 1530. La de sa palio de arzobispo por
santísimo padre Fanlo III á 8 de jalio de 1541.
tor del Hospital deUAmor de Dios. Mario eldia
I janiode loáS á los ochenta de su edad. Se enterró
oatedial antigoa y se trasladó á la nneva de donde
ron sos haesos y se pnsiefon en ana c^ja de plo>
ooa la mitra qne usó y ana saela de ano de sos zapa-
ooa los instramentos correspondientes de la identi^
de todo^ la qae se introdajo en otra caja forrada en
iopelo carmesíi la qne se halla con sa llave en ana de
&aoerias altas qae están en el ante^cabirdo de esta
ita iglesia $. donde se halla costodiada la plata y oro
HBodeella.
en este áfto de 1774 se hallan estos haesos coloca-
I en la capilla del señor San Pedro al lado del Byan-
[II gremial lo forman cinco escados de raso blanco;
glande ea el centro con los signos de la pasión bor^
de oró y seda imitando los colores natnrales, y los
> chicos ea los caatro ángoloa del caadroeon ana
de oro, y las cinco llagas de seda encamadas en ca-
nea
[Todo9 estos oseados los circanda ana orla de adornos
'i^Mo y cordón de seda y oro matizados de amarillo^
' I» jr eao^raaio, y además e n la parce saperior del
id leí e<»aGi;i>, aaa bau la coa aa lema y ea ia orla
/tro extremos de la caerda de San Frauciseo. Bncier-
Á tudos en aa oaadrado au lema graade , eayas letras
\tw amarillo asi co ao dichos escudos y aduruos | es^
^ fijados por sao orillas coa cordón de seda y metal,
fA) aua tela de terciopelo azul obscoro qae suryeáto*
de fondo.
-^242~
LBMA GBANDB.
Lado Btiperior dice «
de le^ derecha dice. «
da Ia isqnietda ¡dice .
inferior diceé...»*.*
<<ArmA mvndi iedfiB(J
^^toris regis xegva.*
«^IbyxiH fialTatoDi.'
LEMA SOBRE EL ESCUDO DEL CENTBa .^
[IHgnia redemptioniinre.
4|» Arma invadí redemp ^
S
I
Tw
IU?ttr»l Ot^MiUiilN
— 243 —
tieh antiguo de I08 Greyes de M^UsOj que fué quem^ido
0ñ el iMtm desde junio de 1692.
Inmparando la distribacion de este edificio con la qne
í dí6 al palacio naeVo , sé echa luego de ver qne ae
íbióentáramenta Bn el antigao, la aadiencia con sns
!Da0y ocupaba la esquina de la plazaela del Volador)
^deepues filé habitación de los vireycsy y la cárcel esta-
A el sesimdo patio de este mismo lienzo. La habitas
: del Tirey estaba en el centro de la plaza y en el pa^
^diterlor las oficinas. Infiero que «lo qne representa
ediftoíOLes lo mismio qne estaba constmitio cuando ee
biidió al gobierno por el hijo de Cortés, qne era co-
lé las dos terceras partes de la fachada actual y
los patios eran mucho menores que los que ahora
Alaeapaldaseguiaeljardin, que por varios datos
06 se extendía por todo el ancho de la cuadra, des^
^ plazuela del Tolador hasta frente al arzobispado,
arquitectura era la de todas las casas de aquel tiem-
K>a oorredores formados con planchas de madera so*
joiunuiasen lugar de aróos, lo que era^sin duda mucho
ODUTeiiiente que estos , en un país en que son bas»
ft ¿recuentes y á reces muy fuertes, los temblores.—
puertas almohadilladas correspondian bien al ca*
r da todo el edificio, que era el de una casa fuerte
Dad» á la defensa en caso de ataque, que fué el mo-^
Erque se impidió edificar casas en la plazuela del
r. 7 no habiéndolas tampoco en aquel tiempo por
lo del arzobispado, venia á quedar el palacio como
mptcí» de cindadela en medio de toda la población.
pie en el edificio nuevo, variadas las circunstancias
ils, no 86 tuvo ya este objeto , se conservaron los
mea de la esquina de las troneras para callones, que
[aedado hasta nuestros tiempos.
• XI.
é^Ja cuadra perieneeiente á los marqueses del Valle
de Jesús en la ciudad de Méjico j ccn el
— 244-
proyecto de oonitntccian en U Alcaicería formU
en I6I1;
Bxifite en en el archivó déla caga en el ho^itali
Jesús. La entrada piiripipal de la cana qne se q«
el dia 3 de mayo de 1636 : correspondía ai centro dil
onadra, y como estaba cerrada la entrada á la Al
ría con el arqnillOi no había [intennpcion en d
floio. Tiene nn patio piincipal, y los baínartea de laaj
quinas, que eran tres, pues en la de la calle de Ta( '
S. Joké el Beal parece qne no io habia^y nn patío
que debia haberle quedado á la casa según e&te
ooyo sitio, en la reedificación que se hizo por el ii
en la que todo esto se varió, se destinó á una cssa
ciudad que aboia hay con entrada por la calle de'
ba, perteneciente al hospital de Jesús.
APÉNDICE SEGUNDO.
Doenmentof raros 6 inéditos dativos á la blsto<
ría de JH^Ico.
DOCÜMEKTCSEEIATIVCS AD TIENANDO COBTES.
Kseudo de armas que ti emperador Oárlos V concedió á
Meman Ooriéí por real cédula expedida en Madrid á
7 de marzo de 1525.
f ' '■
Rl docnmento original en vitela con miniatara de coló-
¿^Bf existe en el archivo del Exorno. Sr. Dnqne de Ter*i
^^ ranova Monteleonei en él Hospital de Jesns.
J>\ O&rlos por la divina demenda , canperadoi semper
to , rey de Alemania : dofla Juana sn madre y el
> 4on OátloB por la gracia de Dios ^ reyes de Oastit
Aé nsoü, de Aragón, de las Dos Sioilias, de Jernsalen,
TSTayárrá, de Oranada, de Toledo, de Valencia, de Ga-
do Mallorca, de Sevilla, de Oerdefia, de Córdoba^ de
ígñ, de Murcia, de Jaén, de los Algaibes, de Alge .
tUCé, de Qibraltar, de las islas de Oanaria, y dé las In*.
' * y Tierra Firme del mar Océano , condes de
Beroelona, y seBorea de
Atecas y de Neopatria
nía, marqueses de Odat
Aastria , daqaes de Bi
Flandes y de Tirol etc.
nando Oortés, nnestro, )
la Naevai'&apaBa y pro
laoiouqae eatre maohos
bds beodo ea la paoitloi
paDa y prcvinoias delta
aSoB Bojetastea y aptioa
m^ de oofaodeataa leg
gaate qae noa reoonooei
fioreH; qne voa el dioho
ifll» Femandiua oou no
lia oon loa eapaDoles qo
alendo informadoa qne
mnoha maltitnd de gen
Vaestro propóeito, qne
mando ser mejor estar <
loa navios qne Ilevaate
viendo vos qne ]oa navl
tra Inteneion, y los espi
Saner tadas ana faerzat
ecUte dar con los nav
oiesea y qaebraaen, yli
deaer sooorridos detloa
la tierra adenCro 009 tr
¿caballo, y ooliocientioi
ion al camino do nna pi
goa oon loB onales peleí
oeroados y pnesto en t»
mnohas veces por loa ei
sedea á la ooata de la n
era. may temeraria! y q
dea tan compa&eio y ú
n&xon qne.¡pae8 tob qae
pomían Á la maerte co
leastea de tal manera c
naestfo aerrioio j obed
de eata proriacia qae at
cion era de irá lagran
— 247 —
liio impottonado por ^Uos y por los españoles qrxe no fué <
Ip|^de9 Á aquella cibdad , porque estaba jfondada sobre
y tenía machas pae&tes levadizas .j y el Seüor j na.
les delta eran gente que nunca trataban ni guarda»
▼erdad| y con astucias y traiciones se habian Mxecho
poderosos que casi todas aquellas provincias eran
|iiya8; 7 que no embargante esto fiústes y enirastes en
diolia cibdad de Tenustitan, y os distestan buena má-
qae ein escándalo ni alboroto tomastes en vuestro pe-
al Sefior delta y hcioíste que él^ sus vasallos nos die^
la obediencia y señorío de la dioba tierra;, y estando
trabajando que todas aquellas provindafe fuese nnues-
vasalios, y vos dijesen y descubriesen otros secretos
eosas para nos loesctibir y hacer saber , toyistes
íva que en la costa del mar había cie/tos naTíos, y d)z
TOS salifites dé la dicha, cibdad y venistes á la dicha .
Msfea á ver qué gente eran y si llevaban prpvjsáones núes- .
. t^i^xen áaliaido, luego losrindios de la cit^ád he iebe>*
Í[lanni ¿outra Kos y con paz simulada. 09 tomaron á.rece-
fc Iñr délLtro con novecientos españoles que lleyávádesi ' f
' ¿ttiáo entrados levantaron todas las puentes y comen-!.
^ 'Saton á pelear con vos, la cual pelea di2 .qué- dñió ..feis
Í' diaS) en que¡fueron munrtos y heridos muchos éspañolef |
' y viendo vos el poco remedio que habia para los que que-
, 1 daban, determinastes de romper por los enemigos y sali^
\ ros de la dicha cibdad, en la cual salida ovo tanto peli-
( gto que murieron délos dichos españoles qué así ténía«
í' des con vos trecientos y cincuenta de caballo , y les que
; quedaron les fué forzado ir peleando y defendiéndose por
\ tierra de los enemigos mas de veinte leguas, en la cuaks
[ siempre vos fueron dando alcance , y que en todas ellas
^ vos el dicho Hernando Cortés Uevastes la retaguarda,
f donde padecistes mucho peligro y vos hirieron á vea y al
í caballo en que íbades tres 6 cuatro veces , y el dia pos-»
f trero que íbades á salir fu6ra de los términos de los ene-
I migos, se juntó todo el poder dellos creyendo que allí acá-
[ harían á los españoles , y vos comenzaron á cercar de to-
das partes y pelearon con vos muy osadamente , y que
; vos el dicho Hernando Cortés peleastes de tal manera en
: squel rencuentro que matbstes un capitán muy princi^
t pal de los enemigos , con la muerte del cual luego afloje a
ron y di«ron lugar á que vos fuésédes; y ves y los diches
^
— 21f
MpsBolM TOS Ketiroj Utos á ll
donde los natnraleB d«IU votf
flBta prOTinoia, eonra vea ; loi
rompido* y desbaratados, y b
oontra TOBOt¡ro8 , dis qae de j
Taestrft oompedifa oa atnonesti
os Tolvi^sedefl al paertio déla
vos habíadea eomenEado & hac
oon los navloa terniodes segni
hadándose o^ ooea creían q
oapula lüneaBodellos, espeí
. mfadeB qneHw naturales de t
donde eetábade^ «e confedera
T asf lerlades mas presto dest
distes lagar, ponléadoléa déla
donde no conTenia salir de all
los enemlgsBfPorqne diz que tí
rades,nÁnoa aqnellaaFpartes st
porqne idoToa y loa espaSoles
ra la conftderaúton de todo* k
odnfDrmes 1id baetar& Bingmi
de agní falstéa iaage A ana pt
oa, qtie isMiflMba oM esta a
deila estalAQ rebelades, y que
todo lo necesario ipara los indi
tro, lea heciatea la gnerra, y o
i^Q la obedienoía: y qne despn
viDúia, revolviatea aobre las '
Dnatitan qne están en tomodi
de caliallo y aeisoientoa á pié,
entraates por las diohaa provi:
cistes moobaa oosas en nnesia
gente qne Uevábadea, y por h
deron á nneatra oliedienda m
eionea de la lagaña y oomaroa
ber Tedaddo, diz qne luego dt
eo sobre la dbdad de Tenoatil;
gana maa copia de gente y oa
trece fastas para la combatir |
gran ardid é lnTen(áon vaestn
qnella oibdad en qne estaba t
Q^oellas partes : i qo» ponto é
Mes por el agua en las
Aoles, ; f aiates reqaeri-
i^éaedea porc[ae contra
«noia ; peligro, y gne no
I de las íoatas muy irapoT
8. foiete^ á meter entre
peligro deaembaroastes
) diaa peleoatfiB mano á
ligrotameate, y qae de
tRoibdad de Teija^titftn
y loa eápaSoIea y tos in-
adaban, padecistes iofi-
aaiía d¿qae vos siempre
ilio».,y ía^ertoa, mnohes
o, qae piatioaban mao&áa
o todo el trabaja pasado
les parecía eosaimpoti-
qae vos oviatea en el di-
Kffoeoesldad de mante-
■tes rompido y deabara.
ipauoles,, y. otras veces
,ao dfiiútea de otunbatir
le^OikDO de loa atenta
y prínai'galaa capitaáes
ooa,otr^ juqcHu pto-
lo servicio , y dís^e fia y
tesy pedíatea por iinér'.
armas para qne las po-
B armas que al presente
y Koa, acatando los'ma-
nraa qoe en lo snaodicho
'nebros servicipa qnede
tros desoeadientes seaia
D hacemos merced y qne-
le ftú tenéis de vuestro
sestras armas (tropias y
medio del & la mtuo de-
nsa 4£Dila nepa de dos
Dn laa armas de nneatro
Uolio medio eecado á Ja
n oampp colorado ) en
ii49 0ort6Sf yporToes»
— 260 —
tra ináastria y eBfaerzos trajiatea 1m oosai al estod0V>
riba dicho ; y en la meitad del otro medio escodo Ak
mano izqaierda á la parto de arriba . tres ooronaB di^*'
en campo negro , la nna sobre las aos , en meoMriilt;
trea Señores de la gran cibdad de Teanstítan j tmp^
vínolas qne vos vencistesj qne íaé el^j^rünero M
qne faé mnerfo por los indios , teniéndole vos pNM)}^
Oaetaoazin sn hermano qne sucedió en él sebidoi
rebeló contra ITos y os echb de la didia dbdady y doM
qne sueedió en el dicho señorioi Coáaetemniin y
la dicha rebelión hasta qne vos le venoísteB y
tes : y en la otra meitad del dicho medio aaeade
mano izquierda de la parte de ab^jo podáis] tañerla
dad de Tenn£rtitan, armada sobre agna, en meamii
por'f aerza de armas la ganastea y snjetastes innaiii
ñorío; y por orla del dicho escndoen campo amaiiBli
capitanes y sefiores de sieto provincias y po '
qn9 están en la lagaña y en tomo della qiie ae
contra Kós, y los vencistes y |M*endiste6 ^en la
dad dé Tennstitan^ apresionados y atados oon
na qne se venga á cerrar con xm. candado debido
escudo, y encima del nn yelmo cerrado oon mx
un escudo atal como este /Aquí estápiíUadú A
armas. J Las cuales dichas armas vos damos pot
armas conocidas y señaladas, demás de las
así tenéis de vuestros predecesoresi y queremoa y
lira merced y voluntad que vos y vuestros hijea]
dientes, y dellos y de cada uno dellos las
gais por vuestras armas conocidas y aeSlaladas }
tal^ las podáis y puedan traer en vaestros
casas, y en los de cada uno de los dichos vu^
descendientes, y en las otras partes que vos y
máredes y por bien toviéres. Y por esta nmei^
por. su traslado, sinado de escribano públioo^ i
á los ílustríaimos Infantes nueatroa muy oaros J
hijos y hermanos, y á los Infantes, dnques ,
condes, rico*homes, maestres de las ordene»,
mendadores y subcomendadraes, alcaides da
y casas faertes y llanas, é á los nuestro ooao^ f •
de las nuestras audiencirs, y de todos los
asistentes, y gobernadores, y alcaldes y al
nuestraoasa y corte y chancillaría^ y 6 todos loi
— 2S1 —
josi regidores^ alcaldes y algaaoiles dé nneatri^ casa y
. eorte y chauoiUeiía, y !& todos los concejos, regidores, al^*
[ i»lde8 y algaaoiles, merinos, prebostes y otras justicias
[ é jaeces eoalesqair, asi de estos ^naestros reinos y sefion
I tfos como de la dicha NaerasBspaña é Indias y islas y
'' tierra del mar océano, así á los que agora son como los
qne serán de aqní adelante, y á cada y cualquiera dellos
;* en sos lagares y jorisdicoiones, qae vos guarden y cum«
^ plan y hagan guardar y cumplir & vos , y á los dichos
L ^ TacBtios hijos y descendientes dellos , la dicha merced
' ^e TOS hacemos de las dichas armas, é las hayan y ten-
^ ' gan por vaestras armas conocidas y señaladas, y como
P . tales vos las dejen y consientan poner y traer y tener á
r 'TOB y á los dichos vuestros hijos y descendientes y dellos
I y oontíatello ni contra cosa alguna ni parte dello embar-.
í 'go ni contrario alguno vos no pongáis ni consientan po-
ner en tiempo alguno ni por ninguna manera, só pena de
* la naestm merced y de cincuenta mil maravedís para la
' "nuestra cámara á cada uno que los contrario hiciere : é
' demás mandamos al ome [1] que les esta nuestra carta
I ^nubstraxe^ que los emplace que parezcan ante Hos en la
"ttiiestracorte doquier que líos seamos, del día qnelos
emplazare hasta quince días primeros siguientes so la
dicha pena, so la cual mandamos á cualquier escribano
público que para esto fuere llamado, que dé ende al que
ge la mostrare, testimonio sinado con su sino, porque Kos
. Mpamos en oomo.se cumple nuestro mandado. Dado en
1» villa de Madrid á siete días del mes de marzo, año del
dadmiento de nuestro Salvador Jesucristo de mil y qui-
nientos é veinte é cinco años.— Yo el Bey.— To fraDcis^-
oo de los Ooboa secretario de sus cesárea y católicas Ma-
geetades la fice escribir . por su mandado. ^-Señalada con
mía rúbrica, Begistrada. D. Juan de Bámano. Fr. G.
Epi9Copus OxomensL Dr. Oürvajai. Juan de Beina por
Oanciller*
Noia. Bsta cédula se publicó en el cuaderno 2? del to-
mo 2? de la Ooleceion de documentos inéditos para la Hist
toria de Sepaña. por oopia sacada del archivo del anti<
gao marqués del Talle de Oajaca , en que sucedió el Ex^
celentlfímo BeficnrDiiqvedeliemtiUiíya.y l^^^t^^
y A copia existe entre lotf maüEfioritoft 46fla Aié¿¿t»i>*
la Historia de Madrid, perosfeiidaz^fita ^^.íi^fXHiH
se ha corregido por el i^^fnaL tfi^ «e* baila en dieibii^
cliivo, suprimiendo laift notas que le pü^tenoa losedircui.
do aquella colecdon ea loalngareírque ^>&eeiaii dodic*
el texto por lo incorrecto da él.- Acefca 4aloajqai4>l
se figuran presos con una cadena fotmaiidq oriawv
escudo de armas, dice BclmálDlazlO:S}gñieiit%^dci*
pítulo OOiy de la Historia^: f^Latotray biasanfloeH^
en BUS armas é reposteros fii«)on de mqy estoaío^
ron, y oonfonne á sus heroicos hecluM^ y eslahaii caltfj
y como yo no £é latín no lo deelaroi y traía ek^ellMi
cabezas de rejes presos en naa/BadeBa f é á lo :qsii
me parece segnn tí y enti^do^-ftero]) loa reyei^
ra diié. Mocteznnia gran SefioK^ U^icOi j6<^tf
fiu sobrino de Mocteznmai que tambAen iafi «gran
de Tezcncoi é á Ooadlabaea^ que asíníiamo. era. fiátot
Iztapalapie^ y de otros paeblosi y al fMkcjg 4á Xuabif
ai Sefior de Ouyoaoan, é áotrognoicCIiaei^iie dadios '
Tindas. que se decian Tolapa: janto & Matiüeiii
que dicho tengo, deoian <ine erft hijO; do nnaia
de Moctezuma, y muy i^ropinoao hereda 4e¿M^$C0|
postrer rey fué Guatemnz elqoe nos did gneiiai 6 ^
día la ciudad cuando la ganamos 4 elfa^ y 4 ana pi
cias, y estos siete grandes Oadques.son loa que el
qnéo traia en sus reposteros y blasones por armas
que de otros reyes yo no me aéneráo qnft.ae W
presó, que fuesen reyes.'^ > .• ,
Bl se&or don Garlos María Bastamaiite -ea ana
que puso en el folio 139' del tomo 2? de la Bisrotia da
Conquista de (Mmara que publicó el a&a 4a U26 ,
con relación á la muerte de Ouautemotzin: ^^aca^
quemas escandaliza, sino que la corte deBapalia
bara éste procedimiento^ y qae por ttofeo,. en devxediB
biason que concedía á Cortés, hkleso ooLoovr las
zas de estos reyes f habla de los ' confldeatci 4e G
motzin entre los que estaba el seVor de Taini^]
candóles sacrilegamente un texto déla sagrada
tura." Por la confrontación de las fechas se \é^ que
do la de la céduia de concesión del escudo de armas
de marzo de X525, y habiéndose verificado la
r
^ -253-
¿6 Oflantemotóin en abril de aquel afiO'i nopaede tenet
dicho eecado relación ninguna oon eate fimeato sncefio*
Jb la referida cédula no ae habla del niote que después
Moptó Cortea para bus armas, y que ponía en sus reposa
rieres 6 tapices de sus casas.
pumTimwM^Tomo n.rSe
oa».
tora."
do la de
de marzo i
— 256 -i.
OBDTJLA
lelemperador Oárlós V otmcediendo titulo de marqués del
Valle de Oojaca á don Femando Cortés,
Dado en Barcelona á 6 de julio de 1539*
• »
Pablicada en el cnaderno segundo del primer tomo de la
ooleodon de documentos inéditos parala Historia de
Espafia, confrontada con el original que existe en vite**
la,^en el archivo del Hospital de Jesús.
Ikoí Oárlos por la divina cíemenoia emperador semper
ADgnsto. rey de Alemania : doña Juana su madre y el
nüsmo don Oárlos por la gracia de Dios Beyes de Oasti^
lia etc. Por cnanto Nos por una nuestra carta firmada de
mí el Bey, Cabemos hecho merced á vos don Hernando
Cortés nuestro gobernador y capitán general de la Nne^
va^Bspaña» de veinte y tres mil vasallos en laNueva-^Es»
pAüa que vos descubristes y poblastes, señaladamente en
eiertos pueblos del valle de Guajaca que es en la dicha
Hoeva^Bspafia, y en otras partes della, como mas largo
«1 la provisión que dello vos mandamos dar se contiene;
por ende, acatando los muchos y señalados servicios que
liabeis hecho á los católicos reyes nuestro señores padres
y abuelos, que hayan santa gloria, y á Nos, especialmen^
iBen el descubrimiento y poblaeion déla dicha Nueva^
España de que Dios nuestro Señor ha seido tan servido,
Íla corona Beal de estos nuestros reinos acrecentada, y
que esperamos y tenemos por cierto que nos haréis de
aquí adelante, continuando vuestra fidelidad y lealtad, y
teóiiendp respecto á vuestra persona é á los dichos vues*
tros servicios, é por os mas honrar y sublimar, é porque
devosyde vuestros servicios quede mas perpetua me^
uoriajé porquey vos vuestros sucesores seáis mas honran
¡dos y eubzimados, tenemos por bien, y es nuesta merced
y Yolnntad, que agora y de aqiá adelante vos podáis
llamar, firmar y intitular, é vos Uamedes y intituledes
Ikrqaes del Yalle, que agora se llamaba Guajaca, como
m la dichai merced va nombrado, é porfía presente vos ha<
peines y intimulamos Marqués del dicho Yalle llamad^
GtuJMft» é por etto &ae«teft easU mandaiiioéU Uuaiibk
ttio príncipe don Felipe onestto mny oaro y mny usado
hijo y nieto, é á todos los^infánteHj^aqneSy marqneeeB, po-
lados, condes, ricoa<«liomes, maeo^tresdelM órdenes^tii»-
resi oomendadoresysnbcoméladadores^'alcaides delMca*
tillos y casas faertes y llanas, é á los del nncstro ooofle»
jo, presidentes y oidores de las nnestras andieDcisi j
chancillerías de estos reinos y de la dicha If ne vaxBspaSi»
aloaldeSi algnaoiies de nuestra casa y corte, y chsBdUd^
ríaS| é á todos los concejos, corregldoreSi asistentes, gp-
liemadorea é otra cnaiesqnier jostioias y personM di
onalqnier estado, preeminencia, condición ó digiodiA
que sean naestros yasaHos, súditos y naturales que seta
de estos naestros|reinos y de las Indias;i8la8y tierra fina
del mar Ooéano, asf 4 los qae agora son como á losiasafr
ránde aquí adelante, y á cada uno y caiúqaier déno8,qafi
▼os hayan y tengan y llamen Harqoés de dicho Talle il ']
Ooajaca, é vos gaatden y hagan goardar todas lasiios'
ras, gracias, mercedes, fh^nqaesas y libertades, pnéá^
nendas, cerimonias y otras cosas que por rason deatf
Marqués debéis haber y gozar yvosdeb^i ser goirla».
das, de todo bien y cnmpTidamente, en guisa que voa M./
mengtie ende cosa alguna; é los unos ni los otros no fe '
gades y fagan en de al por alguna manera, so pena deit|
nuestra merced y de diez mil mátavedís para la mMüáj
cámara, á cada uno y cualquier dellos por quien fliuMl
de lo así facer y cumplir. Dado en la ciudad de Barcete]
á seis (1) dias del mes de julio, aSo del nacimiento '
nuestro Salvador Jesucristo de natil quinientos y veüitej
uve ve afioe.<— Yo el Boy.— Yo Francisco de los Cobos i
cretario de sus Oesirea y Oab^licas Magestades lo
escribir por su mandado.— SafiaLada eon una r6bñ(
Título de Marqués del Talle & don Hernando
Duplicada.— £n el dorsa— Fr. G. Bpicopua ^oi
El Dr. Beltran. Bl licenciado de la corte. «-.
—Francisco de Bribieeoa.
(l) ■nU«opIapvbTI«ftdft^«iilftool6wSoii de doftMfl&Wf laédltMT-
HUtoHa df Bipaba» diot ▼•iim: m tsnot del oopriú Pi&«t en •! «r%xnAli
9618, 7 Uamiaooflt k Cortdi MwmUt dU ValU eo él aoQtUMnio ^n* !%•* .
•■dt fbeha stli, uo pddfia 4an«a «Ko titoloii ^ || |»ü)i8ia eoQ«id4i4
J
-25r —
CÉDULA
^ Hnperaior Catión V nombrando gobernador y Oapita
gmieratde la Nueva-EspalUí á don Femando Cortee
marqués del Valle.
PaMieada eomo )a anterior y confrontada con c i oiihi-
Bal que taisto ea Tiu»la en el mifimo archivo.
Dada ea Baacelona á € de Jalio de 1529.
Ooa Oárloa por la divina olemencia, emperador semper
esQgosto rey de Alemania : doña Joana su madre y el
TBÁmo don Garlos por la grada de Dios Beyes de Oas*
tídia eto» Por ooanto tos don Hernando Oortés, Margues
del \ralle habéis fecho mnehos , y grandes y señalados
senkios á los oatótioos reyes nuestros señores padres y
abodosy qne santa gloria hayan, y á Kos y de cadadia
Bw los hacéis y de aquí adelante continuando vuestra
letlfad y fidelidad^ é teniendo respecto á vuestra perso-
ga y serñoio^i y. oonflando de vuestra suñciencia y habi>
hdad; y porque entendemos que así cumple á nuestro
wmoio, y á la pas y sooiego de la K^Bspañ.a, y costa,
y pioviBoia de la mar del Sur della que vos descubristes
J poUastes, que son en los límites y paraje de la dicha
Sosva Bspaña- es nuestra merced y voluntad que agora
jds aqot adelantOi ouanto nuestra voluntad ftiere, seáis
AotttiD capitán general de la dich« Sueva fispaña, y
eosta y provincia de la mar del Sui della^ é por esta
Boflstiaoarta vos damos poder y fao.dtad para quepo*
dtk mar y uséis el dictio oficio y cargo en los casos y
eoBss á él anexas y concernientes , así por mar como por
tioiSy por vos y por vuestros Ingaresteniontes j que es
mesto voluntad que en él dicho oficio podáis poner,^ y
loi quitar y admover cada que quisiéredesi y por bien
toviéredes y viéredes q^e conviene á nuestro servicio, B
mandamos al nuestro presidente y oidores de la nuestra
« sacia y chanciUería real de la dicha Nueva España,
y .os eonceíoBf justicias, y regidores, caballeros y escu-
di NI, oficiales y homes buenos de todas las ciudades y
vi 18 y lugares de la dicha ITueva España, y provincias
iii ^ mar del> Snr, é á cualesquiei: (capitanea y gente do
gaerra qne en ellas estovierea, é á otras
sonas de cualquier cualidadi preemluoia ó dignidad q»
sean, que vos hayan, y reciban y tengan por naestaro ea«
pitan general en las dichas tierras, é asen con vos y oon
vuestros lugarestenientes en eldicho oflciOi en todas 1m
cosas y casos á él anexas y concernientes , y como á tel
vos acaten, y obsdezoan , y cumplan vuestiros manda»
mientoay de loa dichos vuestros lugaTtenientes; é maadi'
mos que vos guarden y hagan guardar todas las honiai,
gracias^ mercedeSi franquezas y libertadeSi pteeminea^
oiaS| prerogativas, y inmunidades^ y todas las otaras oo*
sas y cada una dellas que por razón de ser nnestroca^*
tan generd de las dichas tierras debéis habar y goar, j
vos aeben ser guardadas segand se us6| y onai y debió r
debe usar y guardar á los otros nuestros capitanes gess-
rales de estos nuestros reinos , y de las Indias, utmj
fierra Firmes del mar Oaéanoi de todo bien y eami^^
mente , en guisa que vos no mengüe ende cosa algutii 4
que en ello ni en parte dello embargo ni contrario algsas i
vos no pongan nin consientan poner; que nos por la pa«
senté vos rescibimos y habemos por rescibido al dicte ^
ofloiOy y al uso y ejercicio del, 6 vos damos poder y fteal^í
tad para lo usar y egercer, caso que por dios 6 por algiK
no dellos á 61 no seáis resoibido ; 6 mandamos que teM'
se conformen con vos, y vos den y hagan dar todo d üp\
ver y ayuda que les pidiéredes y menester ovíéredes, M
para el uso y ejercicio del dicho oficio, é para todo lo w
más que dicho es, por esta nuestra carta vos damos fif
der cumplido con todas sus incidencias y depeadeiur^
anexidades y conexidades • é los unos ni los otros ao
gades ni faga ende al por alguna manera , so pena ds
nuestra merced é de diez mii maravedís para la m
cámara. Dado en Barcelona á seis dias del mea de
aQo del nacimiento de. nuestro Salvador Jesacrisfes
mil y quinientos y veinte y nueve años.— Yo el Bey.
Francisco de los Oobos secretario de sus cesárea y
licas Magestades la fice escribir por su mandado,
lado con una rúbrica. Capitanía general de la Ki
España y provincia de la mar del Sor al Marquéa
Yalle. Duplicada. En el dorso. Fr. G. Episoopus Q
El Dr. Beltran« El Ldo, de la Corte. Begistrada.
co de Bribiesca»
^ 259 -:
OBDULA
ie Oárloi V, nomibranio á Reman Corté» gobtmador d« tos
Jtlat y TiwrM gue tlótouibriete en el tnar M Sur.
H&llaae en el archivo general de Indias en Sevilla entre
los papelee enviados del de Simanca. Copióse por don
Martin Fernandez de líTavarrete. Inserta en el caader-.
no número 6 del tomo segnndo de la colección de do«
eamentos inéditos para la Historia de EspafiSi I^o se
halla en el archivo del Hospil»! de JesnSt
s de novlemhre de 1539.
Don Oftrlos pói la gracia de DioS| rey de romanos é em«
perador semper angosto : dofla Joana sn madre y el misr.
mo don Garlos por la misma gracia reyes de Oasülla
eto. Por cnanto vos don Hernando Oortéa , Marqnés del
Yalleí con deseo de nos servir y del bien é acrecentamíen-
ta de nuestra corona real os habéis ofrecido á descubrir,
conquistar y poblar enalesqnier islas que hay en la mar
del Bnr de la I^neva-Bspafia, y á todas las que halluredes
hada el Poniente della^ no siendo en el paraje de las
tternu9 en que hoy hay prevenidos gobernadoresi y ansi^
nüsmo á descubrir cualquier parte de tierra Arme que
halláredes por la dicha costa del Sur de la dicha ÜTueva-*
BspaflL» hfeia el Poniente^ que no se halla hasta agora
desonbiertoi ni entre los límites y paraje Norte Sur de la
tierra qae está dada en gobernación á Panfilo de I^ar-^
vaes y Kufio de Onzman: sobre lo cual habemos manda*
do tomar con vos cierto asiento é capitulación , por lo
cual vos habemos dado licencia para descubrir, conquis-
iar é poblar las dichas islasy tierras y provincias, segund
que mjas largamente en el dicho asiento se contiene, en
el cnal hay un capítulo sn tonor del cual es esto que si-
gne: Itom entondíendo ser cumplidero al servicio de
Dios nuestro Sefior y nuestro, y por honrar vuestra per-
sona^ y por vos hacer merced, prometemos de vos hacer
nnestro gobernador de todas las dichas islas y tierras que
#Dmo dicho es descubriéredes y conquitáredes por todos
los dias de vuestra vida; y de ellos vos mandaremos dar
— 260 —
y voB ser&n dadas naestras provislonefl en forma. Pof «•
de, guardando la dicha capitulación y capftoloqae ébm
so va encorporadOi por la preseate es nnestxa mettéi f '
Tolnntadi qoe agora y de aqní adelante » parf^ en todií
mestra vida seaia nuestro gobernador de las diebas iétav'
é tierras de snso declaradas que ansí d^scobiiéredeié;
pi^láredesy y que hayaisy tengaíaja noesfera jnsláoiaeevt:
éc»uninal en las oiadades, Tillase logares qne en eílsBl
pobladas y se poblaj^en de aqníadeltmtey c^onlqs
de jQirticiaqneeneUas oviere; y.por eajtanneatm oftiü'
por sottraBlado signado de escribano públieoy ma
á los concejosi jnst&eias» é r^gidoresi caballeros,
ros, é oficiales, é bornes buenos de todas las oiudadct|^
lias é lugares de las dichas tierras é islasy á los nuertr
cíales y capitanes y veedores é otras personas que
ofiellas resi Jieren, é á cada uno dellos, que luegoqiKi
ella fiíeren requeridos, sin otra larga ni tardan»
sin^osmas requerir ni consultu;* esperar m ent
otra nuestra carta ni mandainieuto y segunda oL*
yusión, tomen y resciban de vos y de vuestras ii
tenientes, los cuales mandamos que podáis pón^y^
quitar é admover cada que quitiéredes é por bien
redes, al juramento y solemnidad que en tal eaao
. quiere.y debéis hacer, el euid por vos ansí foeho» vmJ
yan é resciban é tengan por nuestro gobernador éji
de las dichas tierras é islas de suso nombradas porl
los días de vuestra vida como, dicho es , y vos dijflí
consientan libremente usar y ^eroec el dicho ofide
nuestro gobejnador y Justicia de las dichas tierras f 1
las, é cumplir y Secutar la nuestra )usticia en ell
vos y por los dichos vuestros lugarásteniéntes, qse
los didios oficios de justicias , algoaeilaEgoa y otrat^
cios á la dicha gobernación anegos é conoenüenteB^
nuestra merced y mandamos que podáis ponery _
los cuales podáis quitar é admover cada é enaada.
vos viéredes que á nuestro servicio y á la (Recáete.;
nuestra jostíela cumple, é poner é subrogar otras
lugas^A oír, é librar y determinar todos los pleitos T^
sas» así civiles como crimínales, que en las dicl
é islas ansí entre la gente que fuere á las po _
poblar como entre los naturales de ellas jovieren j\
Oleren, y podáis llevar y llevéis vos & losnUehos
8 derfioboa y salario» al di-
tos , é hacer onalesqnlera
cho premisas , y todas las
¡as é pertensoientes en que
ais qa«á&aestro serTioio
¡nsticia y población y go.
9 é islas convenga: ; para
complir j ejeontar la unes-
a con vos, y oon sos perao-
dar todo el favor é ayoda
oviéredes « y en todo vos
in vnestres mandunientoa
«tenientes y qne en ellos
ai eontrarÍD alguno vos nq
ca Ko8 pof la presente vos
aibido al dicho oficio é al
>8 poder é fecaltad para lo
sntar la nnesira Jasticia ea
08 é por los dichos vnesroa
8, caso qne por, ellos 6 por
rescebido. U otrosi es naes-
vos el dicho Marqnés en«
ineatro Berviclo é á la eje-
qae oaalesqaier personas
vieren en las dichas tier-
1 ni estén en ellas, y qne se
qae vos lo podáis mandar
deltas salir , & los enales á
>r la presente mandamos
qaerir ni eoosnltar, espe*
arta ni mandamiento, se^
interponer de ello apela*
^n en obra sfgnnd qae lo
w las penas qne les pnsié'
ales Koa por la presente
lestas, é vos damos poder
m loa qne rebeldes é inobd*
s. Para todo lo caal qae di-
)\ dicho o&oio de nnestro go-
é oomplir y ejecntarla naea-
lOB poder complido por esta
DoidenolaB, y dependendsti.
y emergaDOiaB f a
mftDJamo» qae las
mará ; flaco, ea qn
deo&rodea, y lasqi
oámura é fleco, r jec
uscribaao p&bíloo,
haoer dellus lo que
que se tome la ra»
tro a otluiales qite n
tnttooioQ de las lui
mes de noriembie,
Jésa •Oridto de mil
Yo ht Rdtaa. Xo J(
8áre»B y oabólioas
dado de B. M. Bl (
Bfeltnia. Licentiab
Ijicnatíatos Jim«DC
BULA DI
ConcedieTtáo á don .
del hospiialdela
Méjico, ahora m
Nazareno, de í
fundara, y loi
que I« M¿íai
Olemento) obispe
mado hyo Femand
oidenCal llamada JS
dieion. Los lucaost
saatemente ya de i
oer ooa firme é íddi
gílante proTÍdend
tierra hasta idiora
iaii7 esp»aiosaa y a
^Bciesdo inmQnierablefi pncbloB y convirtíéndelofl áU
itte Oristo, con razón nos maeven para qne cuanto con
bfi podamos favorablemente asintamos á tnsdeseosi
heipalmente á los qne tiran á la fandacion y mann-
Mion de iglesias y hospitales, y á la consolación de ta
Dó verdad, la petición á Nos poco ha presentada
ta parte, contenia el qne t& , qnien con el divino ans
y favores de^nnestro muy amado en Oristo hijo Car-
electo para emperador de tomanos|y rey católico de las
las, no perdonando por mnchisimos afios á ningunos
tjoSi exponiendo la vida á todoff los peligros. íinal^
ite peleando valerosamente venciste y adquiriste la
Occidental^ al presente nombrada Kaeva^'Bspaña,
el yngo de Oristo y obediencia de la Santa Boma»*
léela y del mismo rey Oárlos, hiciste qne para hou*
, Dios y de la gloriosa ' V(rgen María, se fabricase y
Hfoaée dérto insigne hospital , para curar y alimentar
labres de Cristo enfermos, debí^ de la invocación de
Tírgen Santa María, en la civdad de Méjico de dicha
üva-Btopafia, é intentas hacer que se fabrique, y do^
^igleifflas y otros hospitales en algunas tierras de a-
t&m ^rtes, las caales dicho rey Oárlos te endonó, ó
rbíiso donaren recompensa de dichoa tas trabajos^por
nal hiciste qne humildemente se Nos snplicase, que
'lá benignidad Apostólica nos dign&semos reservar á
á tas descendientes el derecho del patronato de di'^
iglesias y hospitales, y por otra parte proveerte o-
mamente en las cosas susodichas. ONÍos así teniendo
IB^pete debido á tus eminentes obras , y para qne se
tágsk eí efecto tan solamente de las presentes por el
de estas, absolviéndote y declarándote serás ab'^
dé cualquier sententías , censuras y penas deex-
don, Busp^ision y entredicho, y de otras edesiásti-
ir derecho ó por juez, por cualquiera ocasión ó can*
natieiadas, si con algunas de cualquier modo estás
m: inclinados á aquestas súpücas con la autoridad
Jlica. por el tenor de lab preaentea concedemos á
nn© libre y lícitamente puedas hacer que se fabri-
y edifl^tteii «n dichas tus tietras tantas iglesias y
tales cuantas considerares que convienen, y que se
pjñ y consagren por el obispo del lugar ^ y si este no
lere, por el obispo mas cercano^ y pedir y percibir los
— Ü64 —
dl^smofl y primioias de los habitadores de lag i '¿r.
tierrasi y coQTertírlas para la fábrioa y dotes de
iglesias y hospitales, y haeer qae se pidan» penBi^j
oonviertaD; y también con la antoridad apoetólioaí
alterar 6 maiar oaalesqnier estatatoSi y ordenadoNl
citos honestos, y no contrarios á los sagrados
cerca de las cosas sasodiohas, y qae de cnalqáierDObl
ran á ellas cosías cuantas veces te agradare, ypcMt<
lesqaier penas contra los contravenientes ; y
concedemos, y asignamos á tí, y á tos hereástoB,;!
sores para siempre el derecho del patronato de las i
dichas iglesias y hospitales, y de presentar penMij
neas para las mismas iglesias y para onalesqmerí
dos eclcsiástioos que ahora y en lo venidero estát nj
chas tierras, cuantas veces vacaren de caalqoior
y de persona de caalquiera, también ante la 8si*<
tólioa, y por cansa de permntacionj y por maeitoj
misma 8ede« y peodiente lite desde airiba; y ~
que el derecho de dicho patronato y de pieeeattt|i
talmente de aquella fuerza, esencia y eáoacia de
eu todb y por todo el derecho de patronato de
ques seculares, por fundación ó dotación; y q«es|j
en todas partes Juzgarse, conocerse y deeidine,]
lesquieYr jueces y personas que gozan deautoiida .
diñarla, como deleeada y mixta, quitada á ellos y i^
quier dellos cualquier facultad ae juzgar, C(Híoqic[
ci^ir de otra manera, y también por nulo, y de
valor todo^lo que en contrario aconteciere inl
bre estas cosas, sabia ó ignorantemente por
con cualquiera autoridad. Y no obstante esto
tbiicos escritos mandamos á nuestros veneraUee
nos los obispos de Oastdlm,ar« y de Méjico, y de!
que ellos mismos, ó dos, ó uno dellos por ¿t 6 PKJ
otros con nuestra autoridad hagan que las
tras, y cualesquier cosas en ellas contenidas
cumplido fTeoto, y que usen y gocen de ellas
mentó tú, y tu dichos herederos y sacesoreSy y
las personas que por el tiempo aconteciere qte
sen ten por tí y por ellos, y todos y cada uno &
á quienes las mismas presentes Letras de oo) *
do conciemen; ni permitan que alguno coa á
«eei i2iolest»dO| impedido 0 l^^oletiHlP Witn
— 266 —
1m presentes, refrenando á oaalesqaier oontradictores y
rebeldes también por caalesqoier oensnrae y penas, y otn»
remedios de derecho los qae pareciere, pospuesta la a*
pelaoiopí invocado también para esto si f aere necesario
el auxilio del brazo secalar. no obstantes las oonstitacio-
nes, y ordenaciones de Bonifacio Papa YIIl de feliz re^
óoidadon nnestro predecesor , también de nna y la pni
blioada en el concilio general dedos dietas, con tal que no
sea traído algano á mas de tres dietas por autoridad de
las presentes, y otras apostólicas ; los estatntos también,
y costumbres ann roborados con jaramente, confirma «
don apostólica, 6 caalqaiera otra firmeza ; también los
privilegios, indulto^ y Letras Apostólicas de cualquier
modo también repetidas veces concedidos y confirmados,
. é innovados por cnalesqnier romanos pontífices nuestros
^ predecesores, y porKos y por la dicha Sede, también por
1, vía de Í4.y general y estatuto perpetuo, y por motu propio ,
y de derta ciencia y de plenitud de apostólica postestad,
y con cnalesqnier cláusulas irritativas, anulativas, casa^
tivas, revooativas, preservativas, exceptivas , restítituti*^
VEIS, declarativas, atestativas de la mente , y derogato
rias dciderogatorias, y otras mas eficaces, eflcasísimas y
no acostumbradas, á todas las cuales , aunque para su
safldente derogación se hubiese de tener de eflas y de
todos sns tenores especial é individua mención, y de pala-
bra á palabra empero no por cláusulas generales que im-
portan lo mismo, ó cualquiera otra expresión, ó se hubie*
se de guardar otra exquisita formai y en ellas se mande
expresamente que de ninguna manera pueda derogarse á
ellas, teniendo los tenores de todos ellos por suficiente-
mente expresados en las presentes é insertados de palar*
bra á palabra, y también los modos y forma que partí es-
to se han de guardar por guardadas en individuo, por es-
ta vez tan solamente por el orden de estas, especial y ex-
presamente derogamos á cnalesqnier cosas contrarias,
habiendo ellas en otro tiempo de permanecer en su f uer«
za ; d si á algunos en común, ó di vldidamente se ka conoe«
dido por la sobredicha Sede^ el que no puedan ser entre%
dichos, suspensos 6 excomulgados por Letras Apostóli-
\ cas que no hagan plena y expresa mendon y de palabra
i á palabra de dicho indulto, ó por cualquier otra grada
ío
eea. por la ea*l na ezi
en tu imAatM el efi
modo paeda impedir*
m tenor se haya de ti
Iiettas. Hae es maesti
ya erigido iglesia c»ti
y toa moesoreB seaia (
tiaa y diezmoB, 6 dofa
iM propias iglflflias tt
Ír Udtanteiite poAals '
OB Bb1»rediAh(S dieno
tes de doral perpetoa
gnno paestotalmeate
tat esta plana de nae
don, adgnacion, dem
tad, 6 ir coniza ella <
alganopreaamlere íD'
oorritá en la indigna
Apóstoles San Pedro
Pedro, el afiodela B
tos y veinte y naeve,
4e noe^tfo Pootífioac
^ del plomo pendien
da de seda, y qae dio
BULA DBI
íegiÜiiUMdo á lo* htj<
OlemjMite^ obispo, i
amados £Djoa MÚrtU
tadiantee, y á la ama
doncella, de la didoa
mado hijo Femando
pafia, salad y Aposb
ralez» de ninguna mi
noGitídad, porque la hermosura de las virtudes limpia en
loa hijos la maneba del naeimiento , y oou la limpiexa de
oostambres se borra la vergüeusa del origen. De aquí es
qae TOS, quienes como se afirma, estáis oons^tnidos en
edad pueril j padecéis defecto de nacimientOi siendo en •
je&drados por el amado liijo Fernando Cortés, gobema^
dor de la Nueva Bq^afia , soltero» y por solteras ó casa-
das, y recompensareis dichos defectos , como se advierte
por los indicios de vuestra pueril edad^ ;redimiendo con el
favor de las vitudes que son vistas brotar en vosotrosi lo
qae quitó en vos el odioso nacimiento ; en vista de esto, y
por qalenes también humildemente nos suplicó sobre esto
el dicho Femando, queriendo seguir con especiales fÁivp*'
res y gracias : inclinados en esta partéalas súplicas del
mismo Femando y 'de vosotros, con vosotros, con la an-
i/orldad apostólica, por el tenor de las prefienteÍ9 de doni.
de especial gracia dispensamos con vosotros y con cual-
quiera de vosotrosi para que podáis y debáis en todo y
por todo, como si fueseis procreados de legítimo matriz
monio suceder así por testamento en cualesquier bienes
del mismo Femando vuestro padre, también adquiridos
en k s partes de la India Oriental, llamada Kueva^Bss
pafia, y de otros parientes, aguates y eo^atpe, y conse>
guirloS) y tenerlos por títulos de donación de cnaliquiera
y por cualquiera otro legitimo, y devenir 4 eilós,yez^
olnir de la asecudon de ellos a los substituidos en ellos y
6 los otros que excluyerais si fus^s engendradcm IegítÍN
mámente, empero sin perjuicio de aquellos, que por otra
parte sucedieran en dichos bieaeSt si los sobredichos pas
dre, agnatos y coguatos, y otros cualesquiera fallecieran
abNÍntestato: y también favoieciendo á vosotros la edad
por otra parto legitima ser elegidos , recebidos, y tomax
Aq% para las digdidadesy honores, y cualesquiera oficios
fieisulares, públicos y pnvadoe, y obtenerlos, y ejercitar\
toayen cuanto á los favores, gracias, conceciones, p4vilev
^os, é indultos caalesquiera, ser habidos , tenidos, trata^
doflf, y nombrados por hijos de dicho Femando íegítimav
mente engendrados : y limpiamos de vosotros toda mácus
Ja de ilegalidad,^y nacimiento, y plenaria y eficamente
restituimos, ponemos y reintegramos á vosotros^, y á
eoalquiera de vosotros á los antiguos derechos de la ñas
^toralesa, y legitimes natales. Y decretamos que sois legi>
— 268 —
timados, y restítoidos, y reimcegramoB plcnaria y dlflilf*
«imamente á diohos logítimos natalea^ no obsaatedl^
bredieho defecto, y cualesqnier ooiiBtitaGioiies y oid^
doñee apastóiioaSi las lejes también imperiales, aqofilhi -
prineipalmente en quienes entie otras cosas se díoep^
Yeerse expresamente, qae en estas díspensadoDee ddxB '
¡jamarse los qae vienen ab-inteatato, de otra manan hi
dispensaciones hechas sean de ninguna faerza 6 mimm*
to; y los estatutos también municipales de las ctnditai
tierras y lugares cualesquiera , aun roboradas caaj^
mentó', confirmación apostólica 6 cualquiera otra ^pM^
y las constituciones también las que disponen qse )m
ilegitimes no puedan suceder, á todss las cuales, y ^hpü
cosas contrarias en cuanto á las sobredichas eoasHlíp*
cial y expresamente derogamos. A ninguno pues totik
mente de los hombres sea licito quebrantar esta p^^
de nuestra dispensación, aÜBtergicion, restitudon, repeti-
ción, reintegradon, decreto y derpgadon, ó contniváM
ella con atrevimiento temerario : mas si alguno pMr
miere intentar esto, haya sabido que él incurrirá es b ie»
diguadon de Dios omnipotente y de sus apéstota SÉt
Pedro y San Pablo.— Dado en Roma en SanPedm^cUI»
de la Bncamadon del Señor, de mil quinientos y veM
y nueve, el dia diez y sds de abril , el año sexto dsMl'
tro Pontiflcado.— K. Bioharda — Bn ¡ugar ^ delpifij
pendiente del pergamino mediante la cuerda de SNi|X'
que dice: Olemeute Papa TIL •
«Betas copias' latinas [IJ y sus inmediatos trasmMitf'
pañoles, van bien y ñdmente sacados de las dos
riginales que para este efegto se me entregaron
parte á quien los devolví: y van también corregi(
eertadas, y colacionadas con dichas bulas origiuideii
paraque asi conste donde convenga de pedimento i^
tanda de la parte^ como tradnctc^ de Leiras A^
lo certifico, juro y firmo de mi nombre en Méjico,
y sds dias del mes .de septiembre de mil seteeientil
trainta y un años.— Br. Pedro Peres de Avile. Loa
[1] Se hm omitido pnblioar el texto latino , pareeiendo battanta )%
eioB, flin haber oorregido en eeta alKUiioe defectos que ■• not&Oi porque i
no te pnbUeB, cai4jegalmeateaiitoÚMdo.
iiQitepié.iq(if ftottMios eeriiieMiiiMí y dniñcMr té f que el
Bk Xh ^6€Uo Patade A^ícAi de guien va tonado el tes*
tzttoüo de las9 fojas antecedentes, ee tradndtor de Letras
ApoBtótteas y Xisiuiaa de todo este anobispadoi' y come
taitadirotocálostnimintefl y teattmonios qnef el dieho
Bf. hadiido y dá,^ se ka hadado esteta íé y crédito
«njtieio y fura d6<él, y-pov nsat del lefietido oficio bieoí
Éd j legalmaat». Y para qae eoniSbe donde coavenga, da^
MSB^pveseate en la eiiidad de Héjieo^á primero de oo-
tatxre de mil seieeifiateey treinta y lUMii Joan Lms^Ja
IMíva Ménaalve^ notorio^ B* & B. Antonio Ignacio de
Agm90f nottiTio xecler, Dionisio Terán de Tovar, notario
leesptov.
BULA BEL PAPA OLBMBNTB Vil.
ConceiíBndo diversai ffraeioi al hosjfital de Jeaui y i m
■ '' Tglena.
Krisie en téitímonlo en el legsjo naviero 1 del archivo del mia-
m» heiiiltal.
• * . • • .
•. Mfiiaa Poggio^ Obisp!» GCroplenae, Nancio del SantíBimo
IB^pk f aoie Hí/y de \í^ a^fída apeetóUca^ y legado 4 La^
ter»t Al sereiiífiiaio príiieipe Qdrloe, emperador de roma>
mm^iAiím)jx^ 9knt;QAtOf y oátólieo tey dejas Españas^ Por
'Wm^nto ipooo ha qae el Papa Oleminte Vil ^ de ' feliz me-
\moan^éi6 sos Letras del tenor qae signe.— Olemente» Oü
xbáí^pOi siervo de los sierros, de Dios, para perpetua me^
Bimial StoodñSattdo con fEínei^ras de devota considera*-
flUm JUms iaeigftiae de los merec^núeatos de la ine£Eible y
ykHPioea Hadre de Dios Santa Matía ^ y pensando en lo
— creto de nnestra alma qne. parjé de sa castísimo yien^
Ina aegon nuestra necesidad, al antOT del remedio de los
bombres, y qae imega continna y cnidadosamente por el
perdón de nuestras culpas á aquel á quien amamantó ccn
mB maternales peclios 4por qué no entenderemos qne €S
tHiéiid deuda conceder gracias y remisiones á las iglesias
f liospitales heehos á honra de su Say to nombref Oomo
mto 9^^ ^f hemos sabido que nuestro hijo don Fernán i
PI0BBTAOIONB8.'— TOMO Il,-o-34
— ato —
doOortéBi oapiten de nuestro muy EQUida 14)0 en Oáá»
OárloBi católioo rey de remaoos y de lee Kq^iAaa, tíia^
emperftdori h» heeho eáifloar en ím iMáíBÚm Oeoideilriai
llamadas Nueva Bspafifty en hKáadad do Hé^w^uiii^
sigae hospital oon inrooaoion de la Tírgen Santa MiA^
para corar y sustentar los pobres enferoios de Oriato i T
qae le tieoe siognlar devoción : Nosotroe , oonsidiiim
qae el mismo don FernandOi confiando en la ayodidí
Dios y favor del rey Carlos, peleando sagacmente m«
qaistó las dichas ladias oon gran eonstamda de ftidBOr
vlgUaute providenda I diestra prndenoia , y tcabi^si
eaasar, y las aíiadid á la repábiica eristianaV y pnm-
rduido antes morir qne sev vencido en goeims de Bmefeü
maneras , aojosgó ionnmerablee pneblos de aqneUss p0-
tes, procQTó cada dia oon todo estndio y diligencia ^
sognsgados viniesen de sn gana á la £6 de Odeto , ata
yóadolos con mansedambre : También proooió qes sbti^
brícasen iglesias y logares religiosos, paira qne ae aattoa»
tase la té oatólicaj y para qae es mnevan á aenujaslsi
obras de piedad y de devoción^ desea qne ^ hospittiM
bien recogido, y la iglesia del hospital firecnentadaw
honran convenientes y venerada provechosamente tete
fie^s cristianos, y debidamente reparada , Gonsemidiy
administrada en las obras y edificios, y >|Mura los Msi
cristianos de mejor gana, por devoción, ad^ninistrams y
sustentos de los pobres, qae por tiempo en el hospitsl si-
tavieren, para qne se vean en el mtoaio la¿ar aleatslii
copiosamente oon don de grada celestial; por hk íOtbsáM
apostólica, con el tenor de las presentes Letras oWfi*
mosy qne el dicho hospital, sos goberm^orea. oñM^
enfermos, capellanes, mini8tio% servidores^ onadosi fü*
caradores, qae son y por tiempo f aeren, su igleda yl*
qne la visitaren, sns casas y cnalesqnier bienes, pastn
uar. gozar y tener, todos y aqndlos mismos pvivtíegiHb
y caoa ana de las inmunidades, eroepetones, ^ptmopA-l
vas, indnltos, indulgencias, f acalfeades , honras y giwtt
de los cnales asan, gosan y tienen los hospitatea de
tiago en la dndad Aagasl» y Cesar AngnstMuí (1), yi
[I] Biios hot^ttaUi MB «1 da Sftutiago tu Boa» y éi dt Zaraton «:
gobatnftdord^ oAoiálefb enCftrtnoSj capéUaii6«i aünistroi^ '
serridores, erladoB» pioooradoMSi y sos igleslM» y los qiie
las Tisitareiii sus casas, y coalssqoier bienes, en cualquier
manera, pnedan libm y licitamente usar , gozar y tener
de aquí adelante los indaltos eto. , en oaalqüiera manera
concedidos» y los que de aqnf se oonoedieren , tan prinoi-
pálmente, y de todo punto, y sin diferencia : Y determi^
jarnos, que lo deban así jasgar, conocer y decidir cnales
Ínierjneces y personas qae en cualquier parte tuvieren
atx>ridad ordinaria, ú delegada « 6 mixta , quitándoles á
cualquier de elkMi cualquier iiecltad de jusgarlo, conoeer-
I(^ y decidirlo en otra mañera, y anulando, y desbadeu'*
do Malquiera cosa que eu^ contrario , cualquiera » con
eualquiera autoridad atentare á sabiendas, 6 con igniMran-
oia: Y confiando en la' misericordia de Dios nuestro¿<v«
npr, y enpa autoridad eta damos y ceneedemos iodulgen^
eia, y remisión plenaria de todos los pecados, á todos y
oaiJesquier cristiaDOs, hombtea y mujeres verdaderamw'-
te penitentes y oonfisados, ó que tienen propósito de con*
fesar cuando ló mande la igIeBia,¿ los cuales visitaren de^
▼otamente, desde las primeras vísperas hasta otro día
puesto el sol inclusive, la iglefita, ó las tales hospitales en
algún dia domingo sellalado por el dicho don Fernando:
y oou todo esto i^ura que los que visitáiren la dicha igle«
ala, con la ayuda de Dios consigan la paíí de concáenoia
y remedio de sus almas, y|se dispongan mejor para conse\
gnir la dicha indulgencia plenaria, concedemos á los que
la gobernaren y por tiempo la gobernaren , que traigan
{presbíteros idóneos, seglares ó reglares de cualquiera or-
den, tantos cuantas vieren que son necesarios, los cuales
puedan ocho dias antes y echonas después del dicho do-
mingo, oir las confesiones de todos los fieles que acudan
á la dicha iglesia para ganar; la indulgencia; las cuales
diligentemente oidas, t)iieden libre y licitamente relajar
y adsolver á los fieles de todos y cnalesquier pecados , \
excesos y delitos aunque sean los reservados á la Sede
Apostólica, exceptos los contenidos en la Bula del Sefior,
y darles penitencia saludable: y que pnedan conmutar
caahisqulera votos en oirás oinas piadosas, excepto tan
solamente los ultramarinoSi de los apostóles San Pedro y
San Pablo, de Santiago de Galicia , de castidad y relix
gioU| no obstíante las constituciones y ordenanzas aposn
— 372 .
tólioas, } caalesqíeía otraa oos»
te, niugna hombre paeda qualKi
raiia ooútsaáteái aqsMta fililí^ .
onto, ladDlg«Bcita ; iadtUtOf. mt
Moa <aTeBtag»d<Mi8aa Pedio j i
Feobo ea Soma, m 6aa Pedro 4
la BOfearnaoiondeaafiHtr!» %aoj
veinte 7 nuere, j en el sexto de:
del OaBtillo.-'Bggiatnilaea 1a i
tedeoeus.
-Y por<iae teaia 1» petiflion qa
por 1* partfr 4b1 diriio álnair* jh
oaiil MftKiaés étí TaUe.pAmM .
'tine laa -partei de ilae Ii^ÍH¡)«a
oerte Eomana, y oon» 1» diokft .C
qm la e^oateii-f preci*diaa.(»lti
ooBtradictoiea de alia, j quino
tnb«!)t) á laocRte^rcMUBApu*
aüldemeate qaa bHfaiáseiBMpM
efltoiespBxa, la.diofaa Bid^' pa
Wesdo ponec ; expMsar m» la
Bola-de lafiede .á^aB&Mtaftfl» <
d((ltó> que no « enfila ^■t&ndid
fÁeattM, coofiidarando que bu^
- lMüfler4eftaiidadaa.de'Bn«fiaM
. oaterM. iaelliiadoa.& tal» aoplú
ftpDstAtloa Anosotacoaeoneedida
QsamoB ea aquesto pacte en «I '
trae: Mandamos á todoa y ímá
pos, abade», priores,. müilettos,
de moBaateriiM, deanes, atoeden
te8(»etOB y otiáe ooaleéqoier» •
tedralee ootno da tásig^esiai oai
diehas Indiaa,óeDÓtca<malqnÍi
lazon nombradas potreseriooB,
mos, 6 dos 6 naade 9II08 perol
' dando al diobo Manqoés ayada <
qñen BOlemoemeiitela^haSal
orlto lo en ella oonteaiido y.tado
re, y los eetatotoa y ordeUrasai
bospitüil se oonoierñwi f a« (ta>]
/<•
— 273 —
bajan campliclaeg60QCíOD;j^qaeeldiaho
y gobernadores, oftoiales^ enfermos , oapellanesi
ii Mcvidores; criadoi f prooaradores , las oosas y
^Afi^b^ todod/y cada nnó, y otros, á los caales oo««
ntiSPA ooncíema I tengan efecta cumplido , ni
qiie el ordinario del logar, ni sn oficial ó vioa-^
iffJJljDÚIesqyaiera de háj para arriba, en ningtina
^ ííáu^íesfeen , impidan ó ínqnieteu, refrenando
1^^ o^ntíadic^res rebeldes con penas eclesiás-
[|¿admi3éQdQÍes, suplicación ni obstando las cons-
' Vy ordenanzas dé Bonifacio Papa YIIE',7del
gni|9f»l. y de otras apostólieas, pro^nciales y sín
t{d^^iod&s y cada una las cnales están expresas
'' Ojí los dichos Breves , y las demáa^cnales^
^mmxká Dada en la Tilla de Madrid de la dl6
á primero de febrero , y del mismo-ponti]
lfa(j§^Te.Wjoánnes por Gracia, Obispo 'Tropüeil^
^^ apoBliSIicq [dejando poco mas . de dos reng^crnes
1í>a del notario de quien está éfgnfkttrv los
* Ten leer por mala letra] ^Bl Br. Lttís
in básbda qne parece haberse sacado de una
*" énj(alin y en pergamino, qne estftba presen-
CQ^I^ qiie.sé trata por pu^te ddlib santa igle<
... Jj vi cábUdo , de esta oiadad , en lá oánsa y
!mni Jiian d<9 Mendoza, mayordomo del ho8|rital
Jfim^oradéla Ooncépcion de eista' citldad'de
mmt^ el diezmo que le pide; el cnal dioho^traslado
■^ Wl>erlo jiacádo déla dicha Bala originad el ba-
7-^IJQs Uaxtínez, en virtud de la coníision á él dada
^ó^é&cto por el doctor Francisco de Loya.juez
*"""*^ déla dicha cansa y pleito, y se Corriglo con
-^M4ii en presencia de mí el notario y uso escrito*
{|^t¡¡iSQgos á lo corregir con la dicha bnla, con el
m^W hm Xartínez ; la cual dicha bula parece
¡9?íWiBntíido por parte del .dicho Juan de Mendo-
Sí» ««rigi^n con ella el dicho bachiller Luis Marti-»
"l^jifleiiciádo Blas liopez de Sañde, relator de la sa-
J?^ 4e esta corte, que dijéton y certificaron es**
^yjerdádera; y el dicho bachiller juró á Dios y
b!^i iM^^ía sacado á su leal saber y entender , y
m testigos á la ver oon^éii con el original
- Joaa Gatierrez
maion de sos n
nez, y relator J
jico á dooe dias
y noventa y ocl
Maitinsü) ol lie
beise oorrogido
tatiñ en romaní
uez, itotorio.
Ta cierto y t
eld6lBtf!ve,qi
aatos gae pareí
y el Arzobupc^
ta el (ñeoto y »
á mi la parte d
no, abogado de
Sr.Daqoedel
Mooteleoa; de i
qoe, esorlbano
de Madrid, doj
-Tdinte dias del
tr^tay tres.
Taleotia Bosq
rey hoestro Sel
aqai aignamOB
MaonelTaleat
el testímoDio a
titala; flel, leal
instrntuentoB q
les ha dado y c
él. T para qae
Madnd, á veia
y treinta y tref
BamliodeAnc
oisoo Mannel I
ceat« Paredes
ilnstilsimo sen
por la gracia d
Arzobispo de I
oio, por la Div
tot general apt
cnltad de legw
— 27o —
anobiBpo de Méjioo, y al discreto fia proviBor , y á las
más personas á qaien lo infrascrito toca ó tocar puede
^alqoier manera, y á cada uno in solidom salad en
MÉro Sefior Jesaoristo : Hacemos saber, qae ante Nos^
itó la petídon del tenor signientc:
lilmo. Sr. Francisco Pérez, en nombre de J>*
de Aragón Oortés, Daqne de Terranova, Marqués
allOy como marido de doña Estefanía Cortés, digo :
Santidad de Clemente YII, en diez y seis de majo
y quinientos y veinte y nueve , dcyspaciib Breve
[110 don femando Oortés, piimer marqués que fcé
estado del Talle y conquistador de~ la ííueva-
Cin las Indias, hiciese en sus tierras y en la ciu-
Méjico edificase y construyese á su costa las igle«
liOBiütales que le^pareciésen, tenienho en sí y en sus
el patconasgo de ellos, y que este patronazgo
«laramente de legos, prohibiendo al arzobispo de !Mé-
«na Jaeces eclesiástioos qucLO se en trometiesen en las
GOQStracciony gastos, ni cuentas tocante al bospi-
solamente en visitar los hospitales, cura y regalo
C' ^tes y culto divino,. de las misas que se celebran
pítales é iglesies que el dicho marqués D. Fer^
fgndaae; y habiendo el [susodicho edificado y fun-
«H hospital en la dicha cioáad^de Méjico, de la íuh
' m de Nuestra SefLora de la Concepciion, lo dotó con
para la curación de los pobres, nombrando capella-
niatradores, mayordomos y otros oficiales para
las dichas rentas. Y habiéndose querido entro «•
el arsobispo de Méjico y sus jueces eclesiástos á
cuenta á los dichos mayordomos y oficiales de las
del dicho hospital, poseyendo el dicho estado del
don Martin Cortés^ hijo del dicho marqués B. Fer-
segado sucesor en; el dicho estado, por parte del
don Martin se acudió á este tribunal, siendo
en estos reinos de Espafia el sefior don Felipe
para que dicho arzobispo ni sus jueces , no eo^
de la obra y fábrica ni cuentas del dicho hespid
.deapaohó Breves para ello en cinco de junio d^l
o de quinientos y ochenta y uno, con considera-
qne el dicho reino de NuevasEspafia está agre-
ré este reino de España y sujetó á la jurisdicción de
banal, como consta del Breve de su Cantidad, y
— 276 —
él Breve deepachado por Monae&or Nimclo dcm
S^CA ' T*i^^4M ^^ ^^^^^ Breve y mandamieata i
bedeeido y campUdo algunas veces « ahora no
en grande perjaioio de mi parte. Pido y snplM» é-1
lUma, mande despachar mandamiento para qué el^
bispo qme es ó f aere de la ciadad de Méjico y lamé^^
edesifei^^ camplan y gaarden el dicho BMn^e de ~
de Olem^te Tlly y mandamiento de mottseiLor nvíi
FelitM! Sega; y en sn complimij^nto no se entroae
oosá tocante á tomar cuentas déla* hacienda det
hospital, obra y fábrica de él, y se iohibaa de ei
cansas de qne en esta materia habieron oonoeídoy
remitan á«Bte tribanal; y en caso necesario ,
me presento ante nsía ilnstrísima en gfado da
y se despache mandamiento con citación en form»^ y i
pnlsorio para qne vengan los antoe originales: pido
tida etc. £1 licenciado don Francisco Valles:^
Per€s.
Y así presentada y por Nos vista mandamM d|r y
mos las piesentes por las cnales y la ántoridiád
ca é Nos concedida de qne en esta parte usamos^
tamos á^dicho sefior arzobispo y siendo n^
mándenlos en virtnd de Santa obediracia }" sapitoé
entredicho, y á sn provisor susodicho y & los demiis jt^
cesy visitadores á quien lo contenido en la- peitMoa M
BUSO incorporada toca ó tocar pneda, á cada ato la ^iT
dtnn mandamos en virtnd de dicha Santa obedS€]isi%1
so pena de excomunión mayor apostólica, y oteaa
nuestro arbitario, que siendo con las nre¿entea reotísilt
vean la petición sasodichaypiaganlo^que por ella se pl
y si causa é rasen tuviere para no lo hacer y enmfiíMt
d^tro de un alio próximo siguiente á la notiftrádiofi
las presentes, la alégusnante Nos por su fiscal a6l6siái|li
co ó¡procurador legitimo que los oiremos y gaartfaraMi
justicia. Vitamos aeímismo y llamamos ;por las ctteili
presentes, á todas y caalesquier personas, á qnItaeifMl
de tocar lo contenido en la dicha petición, y cada IM4|
ellas in sólidwn para que dentro de dicho alio . yifccáiiÉ
ante Nos y en nuestro tribunal, i>or si 6 por sua jttóM9á
dor legítimo á decir y ^alegar todajsujustícia; qnspft«
reciendo también, les oiremos y guardaiemos joatioia, f
paeado dicho término, procedejcmos en la canaa comí
[ aallareau» por dereoliOi aia mas lo dtar dí llamar ^ que
I por lasipreaentes los citamos y llamamos oon señalamien^
feto deestrados y forma» Y así mismo . mandamoSi solas
diciías oensor^ y penas ó los notarios ó escribanos y se •
t oretanos de visita, erchiyistas y otras caalesqoier per s
^nas de caalqnier grado 6 estado gne sean» así secnlares
f^úmo regalares eelesifotíoos^ por antes quienes han pasa-
.do ó eu cayo poder están los autos, papeles y escritaras
^"toeantes y conoemientes & la dicha oansa^ que dentro del
i^lo primero signíente á la notifioaolon de las pre-
ates, los remitan ariginalmente ó por tjj^aslado aatén-
^lieOf y en pública forma y manera que haga fé, á nnestro
^bonal, ámanos de ñnestro infrasóito notario.-» Otrosí
pumdamos en virtud de ; Banta obediencia y so penado
iseomanion] major 7a (V íentetíoí ipao faeto incúrrendaf
trina coMnioa monitioneptemiiaf en derecho al notario ó
escribano que Inere con las presentes requerido , las noti*^
llqueydeello défé sin dilancion. Dadas en Madrid 6
te y un días del mes de marzo de mil y seiscientos y
enta y tres aQos, Francisco ArchiepLiCopus Shodise^
ntioa Appostolícus. Petras Ricardas Abbr.
OiÜDUIíA DEL SFPEBADOB OABLOS Y.
indando pagar á Eemoñ Oortéi el ga$to que haUa he-*
cío em el apresto d$ la armada enviada á las islas del
Malueo.
una copia sacula del archivo de Simanoa , que halla en la
Academia de la Historia ioserta en el cuaderno número 5 del
tomo 3 ? de la Colección de doeumentoa inéditos para la Hla«
Soria de Eapafia.)
1? deabrU de 1599.
JBn Bey— Presidente é eideres de la audiencia real de la
foevavUspafia. El gobernador D. Hernando Oortés^ Mar-
del Yalloi me ha hecho reU cien que él por nuestro
idado hizo una armada y la envió alas islas deMa-
^9 y qHe hasta agora no se le há dado cosa alguna pa-.
el Bueldo de la gente que fué en ella,^ me suplicó mau^
^ ^ w ..y»ifl»ttTACi#CTi.~aoMt n— 56
- m -
daaé^ qae se le' pag^ee lo qne en él montase, ó «üfi .
la mi merced. Por ende Yo ros mando qae vauü^
que Nos le enviamos á mandar cerca de lo ^luodiolio, f
proveáis qae el nnestro tesorero de esta tierra le pftg8e|<>
qae yard<ideramente conforme aqnello le f aeremos oW*
gados á pagar por razón de lo sasodioho; qne por ^^
oédnla mando al dicho tesorero , qne por virtad de elli ¡f
de vaestro mandamiento gelo den y pagaen; y oenelltr
con carta de pago del dlclio,M!arqné3| ó de qaiea M f^
der hobiere, le sea rescebldo en caenta lo qne mí ledií0
y pagare. Fecha en Zaragoza á primero dia de ftW^
mil qaiaientos y veinte ynneveaños. ToelBej. I^
mandado de S, M. Francisco d3 los Oobos.
NOTA.
Los doonmentos qne signen relativos al entierro ddi|'^
ñor don Fernando Üortés y de sa nieto don Pedio, w»*]
sacado del legajo nücmero 132 del inventario de los P^j
les antignos del archivo del Marquesado del ^^^^%|
jaca, existente en el hospital de Jesns , partídftS^»^^]
62, cnya carátnla dice: '<Este enademo contiene B^
relación oircnnstanciada del faneral qne se hiflo e&tKN
tierro del cadáver del Bxcmo Sr. D. Pedro Oortéd,c^
to Marqués del Valle, y en el de los restoe da las o»r^
de su abnelo don Fernando Cortés, qne se hallabaadi
sitados en el convento de BB. PP. Francisoanos de i
coco, de donde las trasladaron á Méjico para ávm
paitara en éste de San Fi ancisco, al mismo tiempo '
se hizo con^ el cadáver del nieto.
— 279 —
DOCIJIMÍEIITOS
relativos á los diversos entierros del sefisr doa
Feraaado Cortés.
ENTIERRO DEL AÑO DE 1629.
Bntierro del Marqués del Valle de OJaoa , Hernán Oortéi,
y su nieto don P^dro Cortés^ que se hizo en esta ciudad
de Méjico en24tde febrero del año de 1629.
Se trajeFon los haesos de don Hetnan '^Oortés , primer
marqués del Valle de Qajaoai qae estaban en el nonasv
teiio de San Francisco de Tes.caco mas habia de dncaen*^
ta años^ que los hablan traído de Oastilleja de la Uaesta:
j socedlo qne habiendo muerto en esta corte de Méjico
don Pedro Oortés, marqués del YallCí en 30 de enero del
dibho añOy acordó el señor arzobispo ae Méjico, don Fran<
cisco MauBO de Záñiga y el señor virey de Méjico, mar-
qués de C^rralvo, que se hiciesen estos dos entierros jun-
tos en uno, honrándolos principalmente ó los huesos de
Hernando Cortés : f aé el entierro en San Francisco de
Kéjioo; salió de las casas del Marqués del Valle : fueron
adelante todos los estandartes de las cofradías,: fueron
todas las órdenes de frailes: fueron todos los tribunales
deMéjioo: fué la audiencia de los oidores: iba el dicho ar*
2obispo y cabildo de la catedral de Méjico^ y en este lu.
gariba el cuerpo del marqués don Pedro Cíortes en
un ataúd descubierto, y detras loa huesos de don Her*
nando Oortós en un ataúd de terciopelo negro , cerrado:
lleyaba á un lado un guión de raso blanco con un crud ■
fijo^ y nuestra Señora, y tían Juan Evangelista bordado
de oro, y del otro lado las armas del rey de España, bor*
dadas de oro: este guión del lado derecho de los huesos^
llevaba otro guión á la mano izquierda de terciopelo ne*
gro, oon las armas del Marqués del Valle, bordado de
oro^ y los que llevaban los guiones iban armados: dettas
el señor arzobispo con todos los prebendados, y detras
los enlutados, y un caballo despalmado todo enlutado:
todo lo dicho oon mucho orden, luego proseguían todos
los tribunales y la universidadi y tras estos ib^ la and|en*
~280 —
oia y el Tírey, y oon mucho aoompafiamieiito de oabaQ»*
ro0| y tras de estos iban caatro ea{titane9 armados, ooii
sus plameros, pioas en los hombros , y tras de estos ibia
caatro oompaüías de soldados oon^ sos arca1>aee8, y otm
picasy y detras banderas arrastraiñdo « y|lo6 tambores os*
biertos de lato: llevábanlos huesos oidoresy elenerpodei
marqués don Pedro Ctortes, oabemero : del hábito de Sss*
tiago: la concurrencia era inmensa , y hubo seis posn
donde ponian los ataúdes, y todas las órdenes de fiaiki
en cada posa deoian un responso*
Bcoonooimiento hecho por los rererendos padres proTia-
oial y definidores de esta proyiñeia de fi^oiscanos dil
Santo Bvangelio , de ser oap;illn mayor áA eoBTeate
grande de esta ci^^tal propiedad de los Bxemos SMi
marqúese del y alie de Oajácayde sus súceaareSieK
cuya virtud se hizo en ella ^ entierro délos seftoreB 9*
Fernando y don Pediro Cortés.
[HáliMS testimonio en el expedients dtadojel oxisinalfaitl^
legajo número IJdel miBmo archivo.]
Nos Fr. Miguel Navarrete, oomisario gensiral de ]a4r«
den de los frailes menores de las ptovinoias de esta Noe^
va«Bspafia: fray Antonio Boldan, mixiistro proviueii^déL
santo evangio: fray Melchor de B^iavente, fray Pedio
Orog, fray Francisco de las Navas , definidores de eU%
decimos : Que por cuanto hoy dia de la fecha de esta» ei«
tando juntos en nuestro deflnitorio como lo tenemos de
uso y costumbre, según los ritos y estatatosde nuesía
religionv nos fué presratada por parte del nimo. 8r. Hsr^
qués del Valle una petición , tu la cual nos pedia y de
mandaba que la^capilla mayor de este convento de San
Francisco de Méjico era y pertenecía á su sefioiía , por
cuanto el marqués don Fernando Cortés la hizo para él y
sus descendientesi y asi en «1 medio de la dicha capilla
est& sepultada la primera m^er del dicho señor mfttqoéa
don Femando CortéS| dofia Catalina Jneiei, y qne otza
ninguna persona.^n su eonsenttmimto se haUadesn-
torrar en ellai exceptos lo« raUgiosos fvnfocne 61o que
— 281 — • ^
Aba tratado, eacrito y acordado en algunaa eastitoras
rayas eomo de la orden á que se referia \ aegiin mas
púnante en la dioha petición ^ se oóñtic)^6¿ j por nos
ttty hidmos traer ante nps los librpdi aptígnos d^ esté
il^tó de Méjico qne estaban en el arc^vQ dé i^l^ para
nstj veriflcar lo en la dicha petición oontenido,. y an«
Ido en bnsca hallamos nna olásnja en la on^ deeia »
aafiUa mayor de este, eonvento de Méjico ser desii
na. seffdria del seQor ma^rqnés del Yalleit y pertenecer
tjrá sos descendientes, sipcnyo consentípaiénto; y vo-
tad ninguna persona se pQdia enterraren ella: y trata*
jr ventilado entre nop sobre ési^ dif^a rázon^ y visto
I lo contenido en la di<^a petición es yerdad. y q^ie en
^no hay eontcadicoion alguna» hallamos otmoTÓa^í la
Ütar» 7 testimonio pábiico de lop lelígi^aosdé sninií^
jtai acá, qne la diqha capilla pfnrtenec^yes del scfipr
teles del YaUe, y qne sin jsn eonsentimei^. ningnñia
a^^exiKín» de cualquier estado y. condidott que sea se
bÁBteirar en ella, por cuanto m aeftóriiii fitgwi p%-
JB^Ia hiso á sn costa y mendon f ij^ y su VomÁt^ fué
osee .pora sí y sus herederos y no otra pei^n)hrj 7 ^^
ido qne nn contador de S. M.» ^ j^/ opnsénti(m£^
labia enterrado en ella, quisoy tuvo deteymiqajfo. man-
le sacar los huesos de ella, según parece por Ió8'nliés<
I Ubres de nuestro archivor Por todo lo cual hallamos
inya le dicha capilla y no del convento, salvo las se-
mam qne el mismo señor marqués sefialó i donde se
Iteren los religiosos, y esta respuesta y revalidación se
üMitregue 6 favor, de su señoría, ;9elIado con él sello
^ de la comisión del dicho padre comisario, y con el
lAiio de esta provincia del Santo Evangdiq, para que
i;vie y haga entrega al dicho señor Marqués del TaUe.
ta .en. nuestro convento de San Francisco de Méjico á
¡tao'diAs del me9 de agosto, año de nuestro Bedentor
íly quinientos y setenta y cinco años.^Fray Miguel
miof eomisario geñerid.— Fray Antoülo Boldan.—
I^JfeM^or de Benavente.— Fray^rodro Qtúgf^Vtüf
Maúo de las ÜTavas.
Aftl dUé tssio ti ctisíB^ cciiio el tcitimoiúo.
• — 282 —
Posteriormente habiendo ocnnido al definitotiai
ronel don Bedro del Barrio Bapriella, gobernador 41
del estado y marquesado del Valle de Oaja^i,
do en nombre del Exorno. Sr. Dnqme de
qae oomo heredero del titnlo y casa del señor dm
nando Oortés. se le reoonociese por patrono de dS
pula mayor : los reverendos padres fray Fernando
80 (González, oomisrño general ; fray Baenavi^t
Galera, vicario provincial y los definidores ,
**no haber conocido esta santa provincia y oonnoM
patrono de la capilla mayor de*sa iglesia y ^
qne al Ezcmo. 8r. Marqués del Talle y sns h(
terr&ndose también en el mismo logar de la oap¡IlA|
loa religiosos:'' En esto Intervino el seCLor
choacan don firay Marcos Martínez de Prado ,
, después al arzobispado de Méjico , y entonces
' del tribunal de la cruzada , quien en carta eeañM
esta materia al gobernador del estado don Dieg»"
en 27 de octubre de 16á9 le dicaí que habla
fervor este negocio^ ^^pues redunda en memoria
yor homl«e del mundo, por quien pisamos esta
porque á casa tan ilustre no le falte el decoro
be á sus antepasados.
DOOUMBNTOa
que comprueban el sitio donde se deposifar&n los
de los seflores don í^emando y don Pedro
Petición.— El padre fray Domingo de Arizaga^i
mayor de este convento de nuestro padre San
de esta ciudad de Méjico, con licencia que
preiadOi di¿o: Que un devoto de este dicho eoni
nos hacer limosna y buena obra, prestó dea
les para hacer la bóveda en que está metido el
de está el cuerpo del señor Marqués del Talli
se deben el dia de hoy, porque yo la teniahí
positar unos huesos de cuerpos santos de na<
el gobernador de dicho marqués y las demás
que trataron de su entierro , ofceoieron que ^
otra darían los cien pesos por la brevedad.y fsü»
ifte hubo para hacer ana para el dicho efecto ) y no
maj^or cantidad gne era faerza ooBtaae la qae ha>»
de haoer, y asimismo me pidieron qíie pusiese nnas
idiUas doradas, qne costaren treinta pesos, en el en ;
del sefior don Fernando Oortéa , primer marqnés
Valle. Y habiéndolas puesto dijeron qae las pagarían,
Lto á qae en esto se les hizo gran comodidad ezcn^
lolee macha mayor costa, y kaber qaedado el gober^i
»r de pagarlos. A Vm. pido y saplico qae, como jaez
laien Ineambe el conocimiento de esta oaasa, sea servi«
de mandar qae Luis Carrillo de Alarcoa , gobernador
~ del dicho marqnés, pague los dichos ciento y trein^
pesos en que recibiié bien y merced con justicia que
lata— Pr. Domingo de Arizaga.
Avto.— >E1 gobernador Luis Carrillo , como albacea y
or de bienes del Inarqnés don Pedro Gortés difunto,
gobernador del estado del Yalle, por los señores duques
Terranova, sucesores , rea estas obras y confitándole
están hechas y dando fé de ello Antonio Manuel de
Boelia, escribano del estado, pague lo que el padre sa-
tán pide ó dé razón. En Méjico á siete de agosto de mi
entoB veinte y nueve años. Señalado con una rú^
Cer¿(/icflüi(m.--En corformidad del decreto del señor
doctor don Juan Oanseco, del consejo de S. M, , y su oi^
to en esta real audiencia, jaez privativo de las causas
del estado del Yalle : ceitiñoo, como el ataúd en que se en-
Itenó el señor marqués don Pedro Cortés, está metido en
uu bóveda pequ^a que está á la puerta del altar mayor
ÍA lado áéí Evangelio, en el convento de San Francisco
k esta oiadad, y metida la dicha bóveda debajo del dess
Mso, lo que está en el dicho altar mayor, y por la parte
de fiíera están hechas y puestas unas barandillas de azul
I dorada, y^ encima de todo el ataúd donde están los hue*
;M del señor don Fernando Oortés, primer marqués del
dieho Talle de Oajaca, con su dosel de brocado ; y para
VIS de eUo conste di el presente en Méjico, á siete de a-
Mto de mil seiscientos veinte y nueve años: testigos fray
Menso Lobato^ y fray Diego de Carvajal de la orden del
Befior San FUEmciscOt Diego Manuel de la Boca, escriba^
Koseal.
-^284 —
Bectmeeimienío ie Zo« jMrf/09.^Tieiie Ia1)óv6didd|
qnés dial Tutte, dondd 68t& depositado , cnatzo
largo, y dé anóho cuatro t^roiaai y de alto dos
ne tóinpido de pared dos varas , las dos rosipido
pared) y tiaiie la pared en que están las barandiBa
tovi^tó mas; que todo nos pareoe Valdrá dentó y
pésóSi antea toas qu^ menosi y por ser verdad leí
inoé de Atiestro nombre án treoe do agosto de mil y I
déatcs Viente y nneve afiós. Lnls Gómez. Atosao
nandiec.
Bn la dudad de Méjico á diez y ocho días d«l ^
agosto de mil y Seiflcientos y veinte y nueve afioa
mí d escribano y testigos; parecieron Alonso Heno,
y Luis Oomez, maestros de oantería> y albafiileifs,
nos de esta dudad que doy fé que conosÁo y dlger*^
las Armas de arriba i donde dice Luis Ctomes j .
HerñandeS) las hlderon y firmaron de su maaoi «
kan visto la bóveda y barandillas que se^oontienar]
dedsrodon de arribaí hecbas según y como te tkH
clarado y flrmado,y les parece y tienen por derlal
costa los dentó y treinta pesos que tienen dedim^
nuevo ante mí lo dedaian y juran á.DíoByáIaL
forma de derecho, ser derto y verdadero y lo ñi
deudo testigos Juan Adame/Lúcas Bantillan y ^
Delgado, vednos de Méjico. Lula Oómes. Alonso
nandee. Ante mí | Diego Manuel de la Bocha ,
no real.
Doewimtú reUikÜvo al entierro y natenario de lai
Marqués»
Bn la dudad de Méjico, á diez y ocho dias dd
agosto de mil y seisdentos y vdnte y nueve aaes»!
d s€fiór dodxnr don Juan Oansecp, del contfiejo de
su oidor to esta real audiencia^ juez privativo de
sas dd estado del Valle, se leyó esta petid<Mi. J
ftia:fFriKndsco de Barrientes 9 procurador g
orden da San Francisco, por lo que toca at oonv
Ban Frandsoo de esta dudad, y d padre fhiy F
— 284-
^de Tdaaco, gaardian de dicho oonvento, digo: Qae como
oBted le consta fy ee notooio, en la igleí^ principal
ú dicho convento y en el mejor lagar de ella se encnen^
[ira el sefior don Pedro Ctortés» Marqués del TalICi y en el
loro para el entierro gastó el dicho convento mas de
mtos pesos, por ser todo de cal y canto [IJi y por
[Men del Bxcmo Br. Marqnés de Oerralbo, virey'de esta
[ifaevaxEspafia, para la suntuosidad del dicho entierro
n eoBvidaron mas de trecientos religiosos de la dicha
orden qne por la detención del dicho entierro , asistieron
en el dicho convento mas de ocho dias , y en bu sustentó
m gaataton mil pesos, demás de que la comunidad de di <
«ko convento oantó en las casas del dicho «efior marqués
BB novenario de misas, asistiendo toda la dicho oomuniv
dadeonmuy gran voluntad, y en el dicho convento se
Uderon otros sufragios y celebraron misas : y atento á
|«eooando el dicho señor marqcés escogió el lugar para
«1 entierro, ofreció por él dar a^ dicho convento una muy
1)aenaUmoena y no se le ha dado hasta ahora cosa al-
(flna^yá que está muy necesitado y adeudado* A usted
l>ido y suplico que en consideración de la calidad del di^
ebo geuor marqués y de lo referido « mande se satisfaga
[il dicho convento el foneral del dicho entierro ^ recibirá
mereed con jostieia , y en lo necesario'etc. Bachiller Ni-
colás'de fiscobar. Fray Francico Barriente de Sivera.
(i) Sa dodt lo» padr«8 i^nirdiao y proonrador ignoraban qg# le había mati,
dado fBgtr al padre r&crietf n el G<Mto <'et sepulcro. Con motivo de eite eenr<
>o<>prMwt6 €A tíinlo de propiedad y patronato de la capilla mayor, iaieit9
ttwutea^éadlM.
i^tgasLtAüioinm^TOKo n>-39
. — 286 —
CUENTAS DE GASTOS DEL ENTIEBRO. (1)
Compra de la tela para el dotel y pañoy de Umbaqw »
píiso sobre el sejAulcro de don Femando €orté$^ enel
presbiterio de San^Franmoo*
Pre¿entaciQn Ealaoiadadde Méjioo á txece de abnl
de mil y seiadeutoa yjeiate y Baeve aSLos , ante el stñor
doctor doa Juan de OansecOy del consto de 8* M., oidor
de o;»ta real aadicücia, j aez privativo de las canfias del «•
tado del Va; le, ae leyó eeta petición. ( Petición J Ellie^
maao Toribio Gomez^ religioao de compañía de Jeensí 7
piocurador general de la proviocia . de JBtla ea líiieTi*
üíspafia, digo : Que yo vendí á Alonso Dias, mf^ordoB»
que faé de la cat^a del señor don Pedro, marqués del Te*
lie de Oajaca, difunto, una pieza de tela de Milán eni*
rillo, que tenia el colegio de la compañía de Jesiuf de&a
I idetbnso de la Paebla, cou setenta y dos varas^y iB£di%
de que Ym. mandd se cortase el dosel y paño da tmbk
para el entierro de dicho señor marqués don Pedro Oo^
tés, y del señor marqués don Fernando £h>rtés saabnekr!
la que conaerté á razón de nueve pesos yjmedio vara^qpi
mouta aeiacientos y ochenta y ocho pesos y seis tomuÑii
loa cuales se me deben. Por tanto. A V. suplico y pido,
mande se me pague la dichis cantidad, de los bienes M
dicho señor marqués: pido jaaticia y costar; y juro & IMoi
y á la crujs este mi pedimento* Toribio Gomes. Bl seM
oidor mandó dar traslado á los albaceas del dicho Beto
marqués difunto. Y lo rubricó. Señalado con la rábricfti
Ante míy Diego Manuel de la Bocha, escribano real.-
^^Ifotifioacion, En Méjico á veinte y cuatro de abiilds
mil y seiscientos y veinte y nueve años. Yo el escriban
leí y notifiqué la petición de atrás , con lo á ella piová*
do, á don Juan Cortés de Hermosilla, caballero del hibi*
to de Oalatravaí uno de los albaceas del señor marq^
(1) E« mnj interesante en ettas caentas comparar loe piedos de lai
en aqnel tiempo con loe aotaalea, con otrae cb'erracioBts &qiie dan lifirr
■e anotiTAn. por lo qaeee ponen aquí algnnoede eetoa d^GnAeixl%i.
— 287 —
don Pedro Oortéd^ difanto, el onal dijo : qae es verdad
qae dicho hermano ToribioCh)mez vendió al , dicho Alon-
so Diaz la tela de.brocado que refiere la petición de atra^,
qns tenia setenta y dos varas y media, á razón de nueve
pesos y medio vara; la cnal ee oompró por mandato del
sefíor oidor para hacer el dos»! y paño de tumba del en-
tierro de los señores marqueses don Pedro Oortég y don
Fernando Oortés sa abuelo, que hoy están pn estos en eu
entierro en 8an Francisco de esta ciudad; y que es ver^
dad que se le debe su valor al dicho precio, y esto dio
per su respuesta y la firmó: testigos^ Juan Bautista de Es-
prnosa, y don Diego de Atanco. D. Juan Oortés. Diego
Manuel de la Bochai escribano real.
NOTA,
En esta y en las demás cuentas se omiten las actuado .
nes siguientes hasta el pago de todo^ que se mandó ht» ••
cer por el juez conservador de los frutos del mayorazgo,
por no haber quedado bienes de los dos señores don Fcr^
aaüdo ni don Pedro Oortés.
Oua¡^a de Ut obra dd sederOj que tengo hecha para el haldo^
gti¡n y^paño de tvmhafara el entierro del señor marqués
del Yalley que zea en^ gloria.
Primeramente, y he, quince varas y media de
' franjen romano y seda negra á dos hilos , de
oro torcido con su flaeco de traza, pegado con
nna colonia, que vale cada vara de hechura
veinte reales, quemontan 38 6 O
^as: ouarenta y cinco varas de franjen de una
pulgada de ancho, que vale de hechura á cuas
tro reales vara, que monta 22 4 O
Mas : Mee seis pares de alamares de lacillo do»
ble con seis fioreciles, que llevan cada lazo cua >•
tro varas de peinecillo con su botón atondado,
que vale cada par de hechura veinte reales,
monta 15 O O
Alavaelto 79 2 9
— 288 —
Dalavvelta. 76 2 O
Tengo recibido por esta caenia treinta pa 30 O O
DébBnseme de esta oaeata, oaareata y seis pa-
sos dos tomines •••• 46 2 O
De la heoliara de diez varas de ooidoa para el
baldoquiu •«.. 2 9d
De seda y plata y hechura de los cojines y bori
las para el guión. ••••« 4td
Firesentaeion, En la ciudad de Méjico á' veinte y doa
días del mes de marzo, de mil y seisoien^s y veinte y
nueve aüps, ante el sefior dootcuf don Juan de Oanseao,
del consejo de 8. M. y su oidor en esta real andiénda,
juas privativo de las cansas del estado del Valle, se l^é
eata petición. Petición, '^Jaan de O bregón, sedero, veci-
no de esta ciudad, digo: que como consta de la memocis
que presento, yo hice el flaco romano, y franjen del bal»
doquin y paño de tumba para el entierro del sefior mar-
qués del YaUe y se me debe lo contenido^en estamemofia
y para que lo pueda cobrar,* A Ym. pido y enplioo mands
se me pague lo que se me debiere; en que leoiblré msi^ ^\
ced, con justicia que pido etc. Joan de Obregon. B pot
merced vista, mando dar traslado al gobernador Luii
Oarríllo y Alarcon, como albacea y tenedor de bienes dal
sdüor marqués don Pedro Oortés, y que se tase la obm
contenida en la memoria ; y lo rubricó. Sefialado oon oía
rábrica. Ante mí Diego Mannel de la Bocha , csmbsao
real»
Ooito de los adornos de pintura de la pira»
P/'««^»fa(?i(mEa la ciudad de Méjico, á veinte y s^
de abril, de mil y seiscientos y veinte y nueve ¡años; as^
te el sefior doctor don Juan Oanseoo, del consejo de 8»
M. su oidor en esta real audienda , juex privativo de bs
cansas del estado del Yalle, so leyó esta peticioo. ^^Fetí-
cío». Bstévan de Orona Oelí [IJi pintor , vecino deests
fftQBSi
— 289 —
digo: qae yo pinté todas las piatara? así de baní
taxjasi armasi maertes, barandillasi pirámides, y
y todo lo demás qae faé necesario para el en^
de los señores don Pedro Oortés , y don Fernán**
fOortés, saabaelOi marqueses qae faeron del Talle
iOAjaoa;6ii qae pose rnannf actara , recaadosde oo-
y papeles qae faé necesario , ea qae gast¿ mucho
ipo, tnrabajo^ dineros y enidadOi lo onai estimo en
de cien pesos; porqae pinté ocho banderas de ambas
con las armas de sn señoría, y otras tres de papel
kBaroa, doce pliegos la ana. ylasottras dos enseii^; doce
grandes de á siete pliegos cada an^ ; tres doce-
éhicaSi plateadas^ en pliego : - dos docenas úecalave-
l^ateadas ; tres docenas de tarjas r pti» docena de
para las balsas de las iñrámidesy toda la pinta*
támnlo. Por lo qne á Tm. pido y snptico ma&d0 se
I paguen por lo menoé dichos Cien pe^s i pido jnstioia
[im este nd pedimento en forma. Estévan de Órona
^ lL-iliito.^E{ sefior oidor mandó dar traslado á los
Ibaóeas del dicho sefior don Pedro OortéS| marqaés del
difanto, y así lo proveyó. Diego Mañnel de la Bo-
^eaoribano teáL^N^tiftcaeUm.^i^ii Méjico , á veinte
'" de abril de mil y seiscientos y veinte y nneve afios,
ncrilMMio leí- y notifiqné esta petición y aato á don
ftt& €ertés de Hermosilla , caballero del hábito de Oa^
iteva, albacea del sefior marqaés don* Pedro • difanto:
iwA dijo: qae lo oje, de qae doy fé. Diego Mannel de
Koeha. — O^o..— Hn Méjico , este dicho dia notiñqaé
petíeioa y aato al contador Lnis Oarrilio y Alarcon,
teea y tenedor de biea08 de dieho sefior marqaést el
I dijo: qae Joan Maestre, mayordomo del hospital de
(seitra Señora de la Concepción del dicho estado del
^íüie, tavo á sa caidado el mandar hacer las dichas pin>i
que se piden por esta petición , y qae él dedaraiá
^ caanto las concertó, y esto dio por sa respaesta, y que
[% fé. Diego Manuel de la Bocha.
JinRarúi de las maderas que se llevaron para el túmulo del
lUmo. Sr. Marqués del Yallej que Dios Aayo.
^Momamente, jueves veinte y dos de febrero
nUen^^QiidiezyochoYigiVí dea píete yaras
M^
— 290 —
ánaeverealea : i 201^
^'JEstedia, dooe tablas de jalooote á nueve rea^
lea..... 13
^^Mas, este mismo día, siete tablas de jaoolote.á
nneve reales , y dos vigas de á siete varas á
nueve reales* 19U
<<Yíérnes veinte y tres de febrero, dos cuartones
á seis reales, y caatro morrillos, á tres reales. 2 1^
*'Este dia, una tabla de jalocote y una viga de
siete varas y cuatro tablas de cubrir... i
'QSste dia. mas, nueve vigas grandes en que se
fondo el túmulo, y estas nueve vigas grandes
las volvieron aunque con algún dafio, & coiUso
reales de alquiler ii
^OBste mismo díA » treinta tablas de jalocote á u
nueve reales. Sii
^^iíaa, este dia doce cuartoncillos á^ tres reales.
<<8ábado veinte y cuatro de febrero, llevaron do^
ce cnartoncillos á tres reales: ....»••«
«Bl domingo veinte y cinco de febrero, lievanm
diez y seis cuartoncillos á tres reales
'^Martes veinte y siete de febrero, llevaron tres
tablas de jalocote á nueve reales ti
Suma •..•*^—
Digo yo, Melchor de Boj as, maestro enaaml
tola esta madera que contiene esta memoria^ (
el túmulo que se hizo para el entierro úA eeSiac
dro Oortés, marqués del Valle, la cual se llevé p
dado de Sebastian de Aspitia y Juan Maestre. X
f» verdadi iQ firmé de mi nombre. Melchor de
r
!
— 2&1 —
ftnta de la cera que ha dado Diego de CSsneros para eí
ínsito de los haesoB del sefior don Femando Oortés^
Mimer marqués del Talle, y para el entierro del señor
km Pedro Oortéa; marqnés de dicho estado, su nietO|
ía esta manera (1)
Cand«la8 Cand«lft8 -'
Aohas d»á libra deámfcHa LfbrM.
yde&d^ . 7 biJUs.
cabildo de la catedral pa-
a la vigilia , cincuenta y
natro yelas de á libra y 6^
to» tantas dea media.. 64 54 . 27
Íla capilla treinta velas
á media libra, y ocho de 51
iBbra 8 . 30 8
I de dos libras para el se*
fbarasobispo 2 2
V "eT" "sT 106
^•tanto para el dia de la
Am de cuerpo presente.. 04 84 106
I 12Í" loT 212'
que se gastó en el .
kño que se hiaso en
casas principales .....
velas de á libras. ... 14 14
ióB de cuatro libri».. 8 8
que pesaron cator-
2 14
oítíos de seis librfis . . 84 24
das de, á libra y seis
inedia 13 6 16
loa de seis libras. ... * 36 36
leandelas de á libra.. 12 12
^_M^B_^ _^^^^^^ ^..^■.■B ^a^M^
Siunaalirente 106 6 123
•nanta da idea d» la ja^giüilcenoia del evtiorroydnUafifteuMi
- 293 *
Delfrente ,..,. 106
Otroi Bei8 oiíiofl de á seis lis
bwui------ :...... 36
Otran doce cándele s de á lu
bra.. ..-.-.. 12
Dos eirios de seis libras 19
Doce velas de libra VJ
Oaatxo acbas de campeche
para acabar él túmalo de á
dos pesos cada ano
[Bfttas se sacó la snina á la
final por no ser de este •
preeio]
Oaatro cirios de á seis libras
y doce velasdé á libra 36
Doee Telas de á libra y cna- '
tro achas para servir, qne
todo pesó cuarenta libras. 2 12
Oaatro cirios de á 6 libras
veinte ycoatro 24
Doee velas de á libra. ..... 12
6
12S
31
tí
tí
tí
30}
Monta lo gastado en el novenario trescientas j »«
libras, en seis achas y doscientas y sesenta y caatio sj
délas de & libra y seis de á media.
Lat religiones el dia del aetmjpaümii^nio.
BanAo Domingo, den candelas
de á media libra
San Francisco, ha entrado en el
gasto de su casa
M convento de Ban Agastin,
otras den candelas
Bl convento de las Mercedes,
con los qae vinieron de las
100
100
r
-293-
*
Del fronte
200 100
. Huertas^ sesenta y seis oans
■■ ^^ ^^ ^^ ^* ^^
délas de & media
76 38
11 convento de Maestra Seño*
« "^^ -^^^a^
/a del Carmen,^ cincuenta
50 25
k tos religiosos de la Compañía
de Jesns otras cinonenta can-
delas de á media
60 25
U eonrento de San Diego, ona-
^^ ^^ 0im^^
renta candelas de á media li^
.bra
> 40 20
LjOs de S. Jaan de DioSi vein^
te y caatro de á media
•
24 12
i ios de San Hipólito doce de
•»
ámedia :
12 C
los millos de San Jnan de Le-
«
tran, caorenta candelas de á
4 libras y nna de libra paia
«
el capellán mayor qne todo
{HBSó once libras
11
452 237
iKonta la cera que se dio á las religiones el dia del en.
iÉra, decientas treinta y siete libras [1].
Aehas y candelas para las pcsas^
i
Cand«'
I Aohas las de 4 libras.
libra.
tin López de Brenohnn^
^ la primera posa seis a
'de á siete libras» y ocho
IjpspT ••«a repMtleign de yeUs entra iai eomunididcs ce Té el gran nü-
mbm Túiigioñoi qoe había en loa oonventoa prieipalea, y ai á lo que resalta
iar^Mi«ii.»á a^ajre^aa treeieito8fraci8o*nofl. qae por otro docamento se
igfgp ^1l9 aatatieron, resalta «na asiatenoia,) sin inolafr ios nifios de San
^ ^atraB} de bmi de seteeientos frailea.
»ISSBTAtIOIIIf»— Tono 11-37
yelas de á libra^ pesó todo
ciüoaentft libras. 6
La posa de los Plateros , cnatro
achas de siete libras, y caatro
velas de á libra, pesó treinta
oclio y dos libras 4
A los padres de la compañía, pa-
ra la teroera posa otro tanto . . 4
La coarta posa otro tanto 4
Ti"
8
4
4
50
42
32
32
20 146
La quinta posa está asentada en el gasto* de convento
de San Francisco.
Montó Itk oef a de las posas ciento onarenta y seis libras
ElgoBtú en el convento de *San Francüco.
• •
Para el altar mayor seis cande
las de á media libra
Para veinte altares, y dos ciria-
les, cuarenta y dos de á media
libra, pesaron veinte y tres Iín
bras •••*
Oinonen tacándolas para los blan-
donciUos del túmulo que peaa^
ron caarenta ycuatro libras.*.
Seis arrobas de codales en seiss
cientas candelas, q;ne pesaron
oieato y cincuenta libras
Trescientas candelas para poner
en candeleros de plata de á
tres en libras: pasaron onaT
tro arrobas que bacen cien li«
bras (1) •<
42
23
50
60 150
300 100
^uma al frente O 60 414 223
(I) No !• podría reanii hay eito aáaier^ 4» o»ikd»I«roi4ls plit» en
— 295 —
De frente 6 oO 414 223
Masaseis achaa para el.mismo tú«
mulo qae pesaron 40 libras 6 40
Al padre fray Domingo Añzv^ga^
sacris^n mayor de San Frans
cisca , ciento y ciñonenta can-<
délas para el acompañamiento,
de á media libra y doce de á
libra...-. 12 160 87
Para la posta de esto eonvesito
caatre aohas de á siete libras y
cuatro candelas de á libra 4 4 32
Teinto y cnatro achas qne Ueva^
ron los niños del oolegio y . se
. pusieron en el túmulo» pesaron
ciento sesenta y oóho libras-'*- 24 168
Al padre firay Franciseo de la
OmZ| saoristan del dicho con<
Tsnto-de SimJB'rancisce, el dia
dé la misa^ seis condelas de 6
media libr» y cuarenta de á
trea en libra para la misa ma^
yor. diez y seis libras 40 16
Mas aoce achas pura la misa de
cierpo presente, y las llevó Pe-
dro Pinzón criado de sn seño-
ría, y por mandado del gober-
nador y pesaren sesenta y o*
oholibras y media 12 08^
4G 66 604 131 i
SÜMAEIO.
Candaba! Dd & ni)<
Afth&s. de 4 libra. dia. Libias
lia catedral de esta ciudad ^ ca*-
blidoyoapUla,..*.. 12d 168 212
Bl noTenario y gasto de las ,ca>
^ 296 —
Delírente 128 168 213
sai principales •...»• 6 264 6 307
El gasto de San Francisco.... 46 &i 604 731 i
El día del acompañamiento de los
religiosos 452 237
Aohas y candelas alas posas.... 14 20 146
66 478 1230 1633
Monta la oera nn mil y seisoien-
tas treinta y tres libras y me^
dia 1633J
que & diez y nnave pesos, y seis
tominesi montan nn mil do^
cientos noventa pesos y tres to-
mines [1]
Monta seis achas de campeoheá
^dos pesos para las noches
qne se trabajo en el^túmnlo..
1290 ps. 3
12
1302 pa. 5 ra.
B ájanse de tres arrobas y seis li«
bras qne se volvió.
Presentaeion, -Bn la oiadad de Méjico á veinte y siete
diasdelmesde marzo de mil y seiscientos y veinte y
nueve años: ante el señor doctor don Jnan de Oanseooi
del consejo de S. M. y su oidor en esta real andienca^
jaez privativo de las cansas del estado del Talle, se leyd
esta petición. — Petición, — Luis Oarrillo y Alarcon, go*
bernador y jastioia mayor del estado del Valle, y alte-
cea y tenedor de bienes del señor marqués don Podre
Oortés, difanto. Bespondiendo á nna petición pres^it»^.
da por Diego de OisneroSi oerero, en qne pide á Tm. la
mande pagar nn mil y trecientos y dos pesos* y tres bh
mines de oro comnn, qne monta el valor de la cera qot
1X1 1S^\ preolo d« la ear« no ha Tariado notoblameatt. No aa haUa «a aita
•a%iit% ds eera iii9)ioatift, lo qua ivdiaa que no (la habla. * Ahora almada «b«»
peiUianoidepMrlaaiaAto4< tfl«hoacaii« yn tnola vendar 4 do«a
arroba*
— 297 —
mftiidado de Tm. dio para el entierro del dicho di*
á razón de diez y Bueve pesos y seis realeg» como
I por la coenta por menor de qne se hizo presenta*
digo: que ajustada con ét, por los vales y recibos
k» religiosos á qoien se entregó, y bajado el valor
lU eera gmesa qne se le volvió, no se le deben mas de
mil docientos y diez y Ulieve pesos y cuatro reales de
coman. — ^A Ym* pido y sliplico mande no deber se le
mas de la dicha cantidad y pido jpsticia.^Lni8
Lio y Alarcon.-'ilttto.— B por el señor oidor vístai
idé qae dicho Luis Oarrillo y Alarcqn, albacea del scn
marqués del Valle, pague de los bienes de su señoría
un mil y docientos y diez y nueve pesos y cuatro tos
que dice se le debe de la dicha cera, y para ello se
lehe mandamiento en forma, y lo morico.— SefiálaM
com una rúbrica.— Ante mi. Diego Manuel de la Bo-
esocibano reaL
£t209i»-»Despachóse este mandamiento este dia , y se
entregó á Diego iDisneros, de que doy fé.^Diégo Ma-
~ de I» Bocha.
Ua d$ los géneros invertidos en él entierro y luiOy conn*
frado9 á iMs de Medina del comercio de esta dmad,
varas de terciopelo negro de Ostilla pa-
ra el utaud á once pesos vara, monta (1) . - • . 77 O O
varas de raso negro de China, á catorce
lealeavara, monta 12 2 O
Lte onzas de senllaneta de oro &ls^ á pe-
aolaonza, monta 20 O O
pesos para tachuela del ataúd.., 7 00
mitonas para las banderolas del túmulOi
•á tres pesos y medio cada una, monta 21 4 O
abras y una onza de seda negra para co«
los lutos á siete reales onza 21 7 O
varas de terciopelo negro de OastiUa, pa-
Suma alírente...... ......•• 165 3 o
i> Yslía eaicxiMJB ^ 4obl9 qv« ahora.
— 298 —
Alavoelta.....
ra el otro¡>tand del marqüéa mi fleffor doa
Femando, á onoe pesos vara ...^
Ocho varas y media de raso de Ohma^ negro i
. isatOFce reales vara, monta •••
Trc^ta y cinco onsas de pasamano falso, á
peaolaóuza, monta..... ----....
MaS|.diez pesos para tadmelas del atand. . ••
^Üinonenta onzas de oro de Milán para £c»b«
r jon romanoi y angosto , ¿ catorce reales oa*
. 2», monta. . • •
Veinte y ocho onzas de seda negra da Mixi
tepa para el mismo efecto t ó uete re^es
oiuBa[l] •••
Tres varas de tafetán negro de la tíesra^ éái^^
ce reales vara, monta
Bésente y dnco varas de Milán azol, paxaiiii*
rodal doseij ¿ tres reales vara, moota*...!
Dos onzas de seda naranjada para coser d
donsel ........••••^ •
Dos pesos para sortiias
Un peso para candelilla
Seis onzas de panecillo de oro para los alaiiii«
res^ á. tres pesos pnza, monte
Tara y media de lana blanca para el goion*,«j
Una onza de seda mixteca
Ouatro varas de lona
ünatro varas y media de franjen blanco y
bellotas para el goion fS]...
Cinco varas de terciopelo negro de Oastülaj
ra la casaca, á once pesos vara
Yara y tercia de terciopelo negro de
Bnma al frente.
(1) Se Té por eftta putiia ▼ la tf^iiiiento qie U Mte dt
íttan éb U uer'» enn uütwcñ oomoaei de eomeitto u~
eon ell s se proyeia el coneamo. JNo habla «stonees mam
Bumee del pala. ¿Por qué no h»di rutotUoMna im
aatee flerenlóf
[2] Todoe ettoi adontca de pafanaiezte tS^amhm,
Acoetidad de tiaer nada de Aieni*
! — 2Í)9— , '
^ A la vuelta..., 52á 8 Ó
Éeajadelos huesos del marqués mi
non Fernando 14 O O
^ola de raso encamado de China .... 200
^<P6808 que se dieron al cordonero á
iKL^heohuras 30 O O
ito y setenta y seis varas de bayeta
HUto para los lutos de deudosy genti- .
pibres y pajes, á seis pesos vara, mpn<
pniB
405G O O
ta y seis varas de bayeta de la
cha, qué entraron en ocho lutos de
de la escalera abajo, á tres pesos va-
(2) 408 0.0
y sesenta vara de bayeta de la
¿dsta • que se gastaron en el tú-
y omis ooeas, á cuatro reales va<
330 O O
Suma..... •• 5394 O O
' KOTiu
Í|m las demás cuentas de sastres^ y gastos de la
riá darante el novenario, en que se dio mesa
y á' los padres francisoános qu0 acompaña^
táveres, se vé que el costo total del funeral
diez y se ismil pesos, Entre los documentos
de esta cuenta se halla el del pago de loa
fueron loa bachilleres Antonio Diaz Compa^
Saquera, á cada uno de los cuales se lé dieron
jtíBOñ segnn el documento firmado por Baque-
fiber iEMSistidd en la enfermedad que tuvo el seN
Pedro Oortés, marqués del Talle de Oajac% di«
> láifitre el tren de casa que teii* don JPadfo Ccttíi, qii« ra-
lo por ctraa caentas.
liberaba aotvnoeB el ramo de la reda. Bino también las va
^ f ' por eataa partidas se ye el miicbo tfso que le h$tíñ de
_ tierra do que babU dos clases, avoque la gente piineipal
í^aatiila.
— 302 —
Ttaslaelifn de los huesos ¿c don Femando ÓoriSs álaijf»^
sia del hospital de la PurMma Oonoepcion y Jesut
Nazareno»
Licencia del Arzobispo. Gl marqué de Sierra Nevada,
gobernador del eataüo y marquesado del Talle , pama
autt) Y JS Ilofitríoia y ooii el debido- respeto digo: Qm
ea el arcblvu de la casa del e:ítado se ha enooncrftdoift
razoQ de qae el día 24 de febrero del año de 1629, se tn^
ji^rotí los hacaos deliasiguie conquistador y primer capí*
tan general dt) este reiuo doa Hernán OortéSi priaBr
marqués del Talle, del convento de San Franeiaoo dé
Tczcuüo al grande de la misma orden de,eata ciudad^ eiQi
traslación de huesos se hizo al mismo tiempo que aectv
t^rró el cadáver de don Pedro Oortés, marqués dd Ti^
líe, qaioa f^ilei^ó el 30 de enero del mismo año de !&•
La trablaoiou de los huesos de didho capitán general ift
celebró cou la maj^or solemnidad, por haberadétldorf
ilastiúimo seüor arzobispo don Francisco Manso de Zd^
ñiga, el excelentísimo seiior virey marqués < de Oenalb^
la real audiencia y tolos los tribunateSi ambos cabüdoi
y todos los demás cuerpos eclesiásticos y seculares; da
modo que la pompa fué correspondiente á los méntoadi
nu capitán geueral, que ha sido y será para fiiempre la
admiración de todas las cortes políticas.
Desde el cittkdo mes de lebrero de 1620, se han ma&to^
nido BUS huedos eu el referido convento dé San Fraaeto*
iv} en de>>ósitOy pero eomo el excelentísimo eis&or vinf
Gondo de Kevilla Gigedo ha promovido el qne se les b»
brique un mausoleo suntuoso y magníftco, en laMgisria
del patronato de los marqueses del TallCí sucesores da,
dicho capitán geheral, que se hallaen esta ciudad eoáé
titulo del hospital de Jesús y Nuestra Señora da iaOoa*
cepcioi^ se hace precisa y necesaria la traslación da tal
huesos á la iglesia de su primer patrono. La piiiNa
traslación se hizo con toda la posible solemnidad, y sá
ea que no se nesedta repetir ahora la misma, uno que ai
haga seciretamente de noche , con la asistencia aoleBar
de la junta del estado y los dependientes de la daaan
Para lo cual y en esta forma , suplico ."í Y. B. Illma. al
sirva conceder su venía y permiso jraia hacer dicha ttaii
— 303 —
laeion , $ hacerles las ezceqoias en uno de los dias si^
gaientas, en beneficia de sa alma y de todos sns snoeN
\ sores.
Á V. H. Illma. saplico se. sirva ooncederme lo qne lie*
. TO pedido, qne es íasticia, jaro lo neoesario^ eto* El mar-
I qnés de Sierra llevada.
I Auto» Oomo se pide en todo. Así lo decretó y rnbl'ícó
I sn excelencia el arzobispo mi sefior. Ante mí, doctor don
\ Manuel de Flores, secretario.
\ Oertifioado de la traulaeion de los htieios,
[■•■
Manuel José Nnñez Morillon, escribano de 8. M. indi-
\ fiduo del real colegio de los de esta capital y propietario
[ de cámara del gobierno del estado y marquesado del
f Talle de O^ijaoa en esta Nueva España.
I* Oertíftco y doy fé: que á las oraciones de la noche de
[-ayer dos del octaiente julio^ el sefior don Joaquín Bami'
I raí de ArellanOi marqués de Sierra Nevada gobernador,
^Jwticia mayor y administrador general de las rentas de
Idiobo estado y marquesado, asistido de mí el infrascrito
NMKsribano, pasó al convento grande de San Francisco de
^iMi capitaU y manifestada previamente la superior li-
f:iMnciadelexcelen1í8imoéilustrí6imo sefior doctor don
^Alonso Nufiez de Haro, caballero prelado, gran craz de
^ real orden del sefior don Garlos III, arzobispo de epta
^óoesi84 al muy reverendo padre ministro provincial Fr.
[Martin Francisco de Orazaelegoi para la extracción de
[loa huecos del excelentísimo sefior don Fernando Cortón,
imer marqués del Valle que se hallan sepultados en la
6SM de dicho convento,^ desde veinte y cnatro de fe-
de mil seiscientos veinte y nueve , y trasladarlos al
teon que al efecto se ha ponstruido en la de Jesús
azareno y Nuestra Sefiora de lal Concepción de su pa^
QO perpetuo, en virtud de las órdenes del excelentí-
o sefior duque actual de Terranovay Monteleon, niar-
del Yalle : que en observancia de la expresada 11-
cía» dicho muy reverendo padre provincial mandó al
rendo padre fray Francisco Melgarejo, sacritan ma-
*, procediese A la entrega para la secreta traslación
se hizo en esta f^raia: el mismo padre sacristán con-
jo al sefior goDeruador, '** '^. ^ — icribano y dos
— 304-
empleadas de l>^ casa, á hora que s&ríaulaa siete y mi
de la noche á la iglesia, donde eu el presbítero , dek
del altar mayor^ estaba uua mesa, onbierta de un paSoi
hro de teroiopeío, y caatro laces : dada por dicíio
fray Franosico la llave de la bóveda qae eotá detxas
taberuáoalo del propio altar mayor con reja de üerro,
^'^j^ y V^^o sobre la mesa una urna del tamaOo de
7arai hecha de ana madera dorada y cristales jaapeat
de azal y oro, con caatro asas de plata, en «ayas cabí
ras están pintadas las-armas del excelentísimo se&or Coi!
tés, y razón de haberse hecho esta urna el año de mil aijl
tecientos ochenta y naeve por el seuor barón de Saoj
Ornz de San Garlos, gobernador qae era del estado; id
Yantada la parte snperios! de Ja urna, se halló d^itro 4
eUa nna arca forrada en plomo, y habierti» esta con U
llave qne entregó el padre. saorittaní se descabrieum ^
hnesos del señor ¡fortes envaeltos en ana sábana de caía;
bray bordada de ^eda negra , con encaje al canto de li
mismo, y la calavera envuelta con separación en sabai
nilla del propio lienzo con encaje blanco á la orilla : di^
chos huesos se reacen á unas canillas , costillas y otra{
varios qne aunque rotos están bien duros: la calav^a d
chica, achatada y larga , pero todos los huesos, ae maní
fiestan ti í gueños» de buen aspecto y olor. 06n;adaa aaEi<
bas urnas tomó la llave el señor gobernador, se fiaoaroi
vpor la portería hasta el coche donde se pasÍ€at>Q con H
debida veneración, y entracaosen él dicho señor marqaéip
y el certi Meante para su custodia ^ «iguiendo al estribo I
pié los dos dependientes «trribarefeiidos, fuimos de esti
modo hftHta la puerta del hospital de Jesús Nassareno. ei
donde sacadas las urnas se conduleron por loa dichos don
empleados y otro que esperaba allí, hasta la aaoristd
que* puestas sobre uua mesa con luces de cera la volvió i
abrir el señor gobernador, y reconocidos los haeeoe cen^
ambas arcas^ quedando la llave en su poder y so conda
jeron á la iglesia donde quedaron puestas sobre una m»
sa con paño negro^ al lado del evangelio^ hasta el día di|
hoy por la mañana temprano, que á proG^ncia del bach¡<
ller don filiguel José Bodriguez, capellán m «yor, se in-
trodujeron en el panteón que está en el presbiterio al la
do del evangelio, ya referido: con lo cual se conolayó esti
acto seoreto.
Eu certiñcacioQ ddlo caal para la debida f atara oons-
Unfiia, poBgo la presente en laoiadad de ItfójiQO, á tres
i dejaliodemilfietecientoB noventa y cua^Oi que firmó
. también el señor gobernador, aiendo testigos don Agas-
tía de Arózqaeta, don José lUfael Cronsaie^ j. 4on Mar
uael loiazt presentes y vecinos de esta oai^tal^-^Dl mar^
; qaés de Sierra Kevada.-*Mannel José J^fnñez Morilloni
\ escribano real y de estado.— En <snatrp de jnlio ser sacó
testimonio de las ouatro fbjas precedentes;, paraqnese
i archive eu el convento de San Franolsco , y al efecto lo
\ entregné al reverendo padre sacripta^i fray Francisca
M^garéjo. Bn ooko de jallo dicho ^e si|0ó t^ümonio de
I las cuatro fojas qne preceden, ps^ía i^d^iHíídOiá la direc*'
cien de Madrid y se. entpegó al señor go]í]|fMii%do&
Y0, Mánnel José Nafiez Morilloxn* .«iiQi'ibaQp de S. M.
r^individab del real colegio dolos de estacorte» propietaii,o
^ de cámara del gobierno del es^tado y mariq^e^adodelVa*^
^ lie de O^jaoa,
. JEoi^uiaa que se kioieron en la iglesia de Je$V4, iégB^^ ^«^
¡a traelaeum de loa huesos de cltm^ Femmdo Oortés al
^ sepulcro erigido «tt ejla»
Convide. Mny seQpr mió. Trasladados los huesos del ex-
I celentisimo señor conqnistador > pauiftcadot de esteréis
\ Ha« don Fernando Oortés, marqués del Valle, al panteón
qae se les ha erigido en lá iglesia de Jeiius Nazareno de
' eeca corte, se ha asignado el dia S del corriente 6 las nna^
ve y medía para celebrarle allí solemnemente exequias;
y aanque no dudamos que todo buen espafiol, penetrado
. de la mas profunda gratitud para con aquel héroe incom-
: parablC; abrace con gusto esta ocasión de manifentarla
i coB sa asistencia; no obstante este conoeptOf en cumplid
, miento de nuestras respectivas obligaciones de juez con-
^ eervador, privativo del estado, y gobernador del núsmoi
I flolicitamos la de usted á dichas exequias ^ y será favor
íqae siempre reconocerá nuestro afecto. —Dios guarde á
: usted muchos años. --Méjico 5 de noviembre de 1794, —
B li. M. á F» sus atentos y seguros . servideres» - Juan
Fraooifico de Anda.~£ll marqués de Slerza I^eyada.
— 306 —
09r<{/I^a<^{oll.— Gertiftoo y doy fé : qae asigiifldo
mñút marqués de Sierra llevada, gobernador del
estado, el dia 8 del corriente para celebrar las
ezeiiirtas fíiaebresi y manifestar en ellas al púbiioel
caito traiEilaoion que el día dos del último jolio se ' '
los haesoB del exoelentfsimo señor oonqnistad(»doi
nando Oortés « marqnés del Yalle. al panteón qoei
etig 6 en la iglesia de ^neetra Sefiora de la Oom
JesQS Fasareno de esta capital , de sn patronato
tao : eomnnioada la resolución al excelentísimo
rey« marqués de Brandforte , aplaudió debidaí
nottday y oficeofó asistía al funeral del héroe tan
rito, y 006 tamUen asistirír la real audiencia é ~
yimtamiento, con el real tribunal de cuentas y
estilo, á cayo eteoto se pasarían los oficios a^
dos. Qae participado lo antediolio al
trisimo sellor arzobispo, con expresiones de la
titnd, se ofreció igaalmente á solemnisar la faadoai
tando misa de pontidcaU lo que no se verifleó por
cisa audiencia al obispado de Michoacan , con ^eaiai
«ioii el ilostre venerable se&or Dean y cabildo se
haoer las ezeíquias en forma capitular. Lleno de
don el seff or góbcnmador por estas gratas di
nes de personas tan respetables y del objeto á qseí
rijian, dispuso que la iglesia de Jesas se deooiaiat
se decoró, alfombrando el pavimento prindpal de
distribuyéndose con toda simetría veinte y cuatm
ros de plata para otros tantos cirios de cera muy
jpanteon estaba igualmente iluminado con treinta
y velas de blandones de plata« Qae desde las
dia antes hubo un general doble 'de campanas
menzó en la santa iglesia catedral, y siguieron
demás de las parroquias y conventos de religioec
bos sexos, á cuyo efecto se le pasó oficio polítioow
de estas previas disposiciones se dio principio al ~
á las nueve y media de lamafiana, en queestal
puerta de dicha iglesia los seQores juez privativo
bemador, el contador y el certificanto , vestidos
para recibir como recibió al excelentísimo aefior
real audiencia y nobilísima ciudad que fueron
dos á sus respectivos asientos, inoorpor&ndoae en
mo acto de oeremoni^b el seflor gobernador , que
— 307 —
[Oíd en la real andlencla : y como á este tiempo ya
en el presbiterio el seüor deán y cabildo^ yestidos
liTíos de roquetes y capas negras , se comenzó la
de dif antos qae cantó la música con los ministros
déla catedral; conoloida, siguió la misa qae can-
tsQfior doctor don José Baiz^ de Oonejeras, tesorero^
' ~ kd de dicha santa iglesia y aotnal' gobernador de
Ib de esta diócesis : acabado el santo sacrifi€to con
solemnidad, el muy reverendo padre doctor Fr, 8er-
de Mier^ del orden de predicadores , del imperial
ito de Santo Dominho de esta corte , dijo nna doo«
oración en elogio de las virtades morales y políti-
excelentísimo seQor don Fernt ndo Oortés qne dn^
de tres cuartos de hora. Por último , se finalizaron
^oiae con un solemne responso que cantó el mis-*^
itKftor tesorero en frente del panteón; y durante la^
~ m estuvieron mudándose cada media hora dos gra^
que á los extremos del presbiterio estuvieron de
con las armas á la fauerala.. A mas de los tribus
expresados asistieron en particular las religiones
de esta ciudad con sus respectivos prelados^ los oo«
13, varios señores coroneles y sus efici ales , títulos de
lía, la principal nobleza de caballeros y sefioras de
de modo que el concurfio era del major lucimiento^
testando todos grande gozo como buenos espafioles.
>1»))iendo salido á dejar hasta la puerta de la iglesia^
la misma ceremonia con que se recibió á su excelen-
leal audiencia y tribunales, se concluyó la fundón en
ténninos asentados. Para constancia en el expediente
lia memoria, de orden del señor gobernador pongo la
ite en la ciudad de Méjico, á ocho de noviembre de
setecientos noventa y cuatro, siendo testigos don
Manuel Bamirez, don Agustín de Arózqueta, y D.
mél loiaz, dependientes de la casa^ presentes y veci-
de esta capital.^Manuel Joeó ÜTofiez de Morillon«
Ibano real y del estado.— Bn trece de dicho se sacó
atínonio por duplicado de esta certificación para re«
itir al excelentísimo señor duque y á la dirección de
"id.
-.308 —
Real orden aprobando la miitenoia del^virejf y üíidkneié*
en foima de trihunaU
Bl Bejr.^ Regento y oidores de mi real andíenoia qQO'i
reside «n la dudad de Méjico. iSn cattadoyeiütey coa*
tro de noviembre del auo próximo pasado, disteis eo(»ta
oon teatimonio del expedit^^nte formado (^ oonsecnencia de
un oficio que oahabia pasado el actaar virey'^le cataa
provincias marqaéa de Branciforte^ en cinco \lcl pTOi4o
mea, á €&cto^e aaistir este y vos, en forma de tnbnnal^ -;
alas honraa de don Fernando Cortés, XM}uqaÍBtador de «86 i
rein0| y eu cnanto al Ingar qne debía ocDpsr elmarqnésds
Sierra levada» gobernador del estado y marqnesado del. ;
Vallei oomoittimer doliente en tepreeentacion del daqQtt ^
de Terranova y Monteleon ; sucesor del expresiMlo don
FemandOi y concluísteis diciendo: qae & ftn de qne ente*- «
rado de la determinación qne tomó ese real aéüerdo^ »« i
sirviera deliberar lo que fuere de mi soberano agrado, X \
habiéndose visto en mi consejo de las Indias^ con io qaft \
en sn inteligencia expuso mi fiscal, y consultándome mk \
bre ello en dos de setiembre último, he resuelto; que m i
embargo de lo dispuesto por la ^^X¿ey ciento y «oateo, ti* .1
tulo quinto, libio tercero de las de Indias,-' no debiendo J
asistir el virc^y^ audiencia en cuerpo de tribunal á oio* J
gun entierro, por cu jo motivo y el de ser nueva Ja solid* \
tud del apoderado del marqDcd del Valle, pudieva haber-
se snspemdido hasta mi real determinación ; pero no oba* \
tante estas circunstancias, por las particulares quecos-
>6urren en el caso presente , es mi voluntad dispensar c<i*
modispensAy esta gracia á la memoria de don Fernando
Oortés, en atención á su especial mérito y servicio: lo
qne os participo para vuestro gobierno en lo sucesiTO, y
qne no siiLva de ejemplar con ningún otro motivo. Fechs •
en San Lor^zo, á veinte y uno de octubre de mil sete*
cientoenoventay o^nco.— YoelBey.— Por mandado del
rey nuestro sefior, Francisco Oerdá.— Señalado con tres
rúbricas.— Concuerda con la real cédala original, qne i
efecto de sacar este testimonio me manifestó el seílor go-
bernador, marqués de Sierra Kevada, á quien la devolTí
y quien la remito; y de orden verbal de su señoría bioe
saear el presente en la cíndad de Méjico, á ocho de fsbie*
' - 309 -
de mil seteoientos noventa y tres: siendo tedtigoa don
mel ImaZf den Bartolomé Yazqaez y don Ignacio de
de esta vecindad»— En testimonio de vcrdhd. [ á.^
el éigno J -Lo bigaó Mannel José Naütz Moiillon^ es« *
Hiío reái y* de estado.— (Aquí eu lúbrica.)
DI3PO3I0IOÍTB3 TOMADAS
ra 14 lolemnidad delailionras anuales de dOu
Feraátido corten.
litó ielgobernador del esindo xil reo'or de San Ildefonso,
L Vkmsfei^eQte al Amor y recoaocimienfo qne profeso á
^'is.mi ireal colegió, he díspnesto, como advertirá V. S.
^fél^Hoíonlo adianto, [ij que la oración fúnebre qne
[la^&Jjpa decitse atlaalcneute en la fancloa de honras y
'jÍiUT^<$ario del excelentísimo seílor don Hernando Cor^
i^prinjer marqué^ dbl Valle, justicia major y capitán
¿ft&L de e^tos reinos, se eucargñe privativamente á di-
£0 ¿eal colegio, haciéndosele saber de ruego y encargo,
!jpirii'5its aoép tiendo di ch»> encargo, lo desempeñe yre^
flojiuénde en honor del mismo y del expresado señor ex-
«eloniíjslmó á alguno de sus individuos qne sean ó hayan
lído, se entiende de esa beca.- -lín este concepto y en el
de mi constante aprecio por la referida, espero y me he
lidODjeado qae n&ias y los demás señores qne constituyen
dicho real colegio, se sirvan aceptar y tener á bien la
ooofiansa oon qne he dictado dicho acuerdo, persuadido
qaemeofenderíaenno tenerlay en no darla preferen^
&A en asunto tan recomendable, que estaba en mi arbi^
I irio, & mía beneméritos, distuiguidos y apreciables conco-
legas.* l)i0B nuestro Beñdr guardé á neías muchos años.
—Méjico y octubre veinte y tres de mil setecientos no^
renta, -Él Barón de Santa OrussdeSan Carlos.— Señor
' )l) ¥nL e- toatlmoaío d.\ aeta de la jtinte da itrobieTto ^^- »» ' «^ J; ?l2 »1e7
MiüútíUAfi su» gtiktlivftcion U oredor ^^
DIfiBBTAOTOWM.--'T0WO n.*^39
— 310 —
rector y seftores del real^ y mas antigao colegio déte
Ildefonso.
Contestación del rector.
May señor mio:.el día de boy he tenido innta dfti
gio, en que hice Babtr á los catediátiooBi pi( "
doctores y pasantes, el oficio de nsias deÍYeinte}^
del próximo pactado octubre, en el que no tan fioloi
cibió con general aplauso de todos, por franqm '
esto ocasión asi el servir & Ubías y á ese estado,
cuncuriir por su parte á ooneer^rar la memoria de ori
roe á quién tanto deben ambas Espafíaa, sinoqter
de eso bO cie>ó justo que el rector ft nombre de
dítra á ubías las debidas gracias por haber teiñdel
ñu presente á su colegio. Estos motivos obliguiá^
colt^gioáque admita con particular complacencia
rosa osrga y elios mismos lo estrechan á rennncitt
titicaciou que se aslgoa al orador, para que así m'\
que no admite esta carga sino por los expreeadoBí'
vos. y £>or último, se ha tenido por convenieBlB.
cuenta ó la visita así con el cñcio de osfa oomo OQftW
Bolucjon de esta junta, para que los sefiores
la den á su excelencia, sin oujfo permiso no puedli
colegio echarse encima obligación alguna. L«egoi
to se verifique , ya pasaré áümano de u£la fetmt
admisión. Dios nuestro Señor guarde ánsíamnchfill
Colegio leal y mas antiguo de Si^n Pedro^ fSan
San Ildefonso, y noviembre dos de mil setedeatail
venta. Dr, Pedro Bangel. Br. gobernador y jnstíoiftl
yor del estado y marquesado del Valle.
Acuetdo de ki junta de gobierna del estado y m
del Yalk.
Méjico y noviembre trea de mil setecientos nal
Yista la contestación det antecedente oficio dd
real y mas antiguo colegio de San Ildefonso^ en
la generosidad que le es propia y por las rasOM^t
— 311 —
qae expoDe, se franquea ó encargarse annalmei^te
[la oración f&nebre del Bxcmo. Br. ^rtés sm gratifi^
algana; acéptase por parte de este gobierno en
ntaoion del señor daqae dicha merced, vor lo qne
su sefioria personalmente eu este día, á ditrle dc-
ente las gracias. Lo decretó así el sefior Barón do
Oras de San Garlos, gobernador del estado; y lo
(Unarúbrioa.)— Ante mí| Man nel Joké Ñoñez.
IT^^El virey conde de Bevilla Gigedo en oftcio de
I jdlio de 1791 aprobó lo acordado por el colegio, pe**
enrró el conceder sn superior permiso, P&i^ cnando
[mpieee la xesolncion del Escmo. Sr. dnqne de Tt^rra-
i qnien debía darse cuenta con todo: entre tanto
linó su vireinato y quedó sin llevarse á efecto lo dis--
(BtO.
)BVAI>0 POB^A .lüIÍTA DE GOBIERNO DEL E^'^AHO T
LüOOMADO DBL VALI.B PB OaJACA, PARA LV EXHUMA-
E>4 OB LO^ nUS^OH DErU ^£!?0K DON FíSR^ANDií .ORTES
T DEIIOLIJION DE SU bE PULCRO. —A í?;^ DE iSií».
Aeta de la junta de golierno.
En la ciodad do Méjico, á treinta de septiembre de
milochociento^yeintey tres, estando en junta del esta-
do, el &ñor Oon de D. Fernando Luchessi^ apoderado
del Exorno. Sefior duque de Terranova; D. Manuel de
Fdca, gobernador; el contador D. Juan Manuel Barni-
ces, y el abogado de cámara^ Lie D. Mariano Tamaiiz:
bebiéndose tenido presentes las proposiciones hechas en
II Boherano congreso de cortes por varios sefiores dipu«
Mos, en los días seis de mayo, tres de junio, y doce de
,^ato del afio pasado de veinte y dos« sobre que se qni-
^tMen de la iglesia del hospital de Jesús, el guión, ceca-
;4o de armas, busto y osamenta del Señor D. Femando
Cortés, y su sepulcro, para olvidar el ominoso rccnerdo
ddeonq[msta &c.: habiéndose igualmente tenido x)resen-«
te los impresos que corrían en el público, en los dias 12
1 13 de agosto del referido afio próximo pasado^ cou ti-
talo nno; "El peudon se i
quedó," el otrtn "Uaeite
lorqae b« satirizan el ecp
cefiizaa oou iüriifcttvas ais
se han dadi> al público ák
y «eÍB du EoptJembre ante
liosos qn¡eii3a saber en qi
*^EI cindadano celoso J. I
lío de Veraornz, y preven
tus ligas," y el enarco: "1
yos cnatro eBcritos, oomo
en el Zeazontlo de ditz y
espeuies odiosas á los reft
y sa casa: considerando
general qnese manifestó
traiia Blempre á la memo
claraa qne llegó Á decirse
de extraei del templo doi
ra llevarlos al qaemadetc
tado hubo aviso en elaaf;
tentaba oossumar en la ti
eeis de septiembre, y sabi
ral de la casa en la maSa
pasos y hacer enérgicM
propio gobierno eapí-tior,
capitán general, Á eftioto
poner en egecnctoQ las m
seu por coureoiente, en e
qaellos momentos de peli
conservar aqnel monnme
la Limpia Oouccpcion y ¿
ffQAlment^ en coní4ÍdcrB(
BeCor Conde ha tenido st
Señor ministro de relacic
parecer y consejo qae di<
Ee demoliera el panteón i
moria de él; las providen
visor, así como qne se en'
hnesos en otro Ingar, con
evitar los atentados qne
y hospital, hasta llegar e
siá-itioaa al efeoto, y aún
la iglesia^ por qq hi\)^&
- 313 —
m intrntaQ Bacar los huesois: se acordó que á la posible
rbrevedad se qaite el pan teca y veriñcadoy se abra la igle^
Hipara ^ae ae vea qae ya no existe. Uoii lo qaovse con-
^ojfó^lajaiito, y lo ñrmaron. — Doy f4-rI^oÍié68ii.^Foi<
|flk-*Ka9^irez;<-oT^mar¡z.*-Man.ael Ituaz y Oal^aiilUas. —
^Qopia clasa original desdo la foja 30S vaeUa, á la 310,
fJBMtro del libro en qae están seniadas las actas de las
IkntaB habidas desde el ano dé 18 LG hasta el de 1823.—
IL de Foioa.— [ La rúbrica. ]
I' • ^
\fCigiifiimao pof él que contia la (xhtDnacion, de los huesos,
Oartiflco yo el infrascrito capellán ma^or dóít.wlpitftl
STaestira Señora de ía Ooneépoión y Jesns' ^Sí^iffino
eefta dudad, qae el dia diez y seis de setiembre dé!
|Ulo pasado de mil pehooientos yeinte,y tres, foí llamado
Mr el sefior orovisbr, gobernador entonces de la mitra,
l^^bQir.dof J?élix Flores Alatorre, y mex^aindó sil s^fiojrfa
J|MB:^pmjiañadQ de otros ecleaiásticos « estar efiíejt; la
Hflífeliilía" del ho&pital, por haberle aviado el sapreqift po,
'^ «ji^tiTO.jq^ae algoáos del pueblo intentáis^ fí6^^
{KtííMg^.qntí se bolocafaa eú la Iglesia dVí^^^^-^-
gó las cenijsás que en ésa tarde s^ Ibaá; á, coÁ^S^cir' á
ÉHft| paca extxaer de la iglesia de este hospital y ptótáAta
|m restos del sefli^r don Fernando Oortés ; mas no pare-
íQiMdo después bastante esta medida al sefior previsor, á
eeaenoia de las contestaciones que hubo eou el selior
político, me mandó de nuevo su señoría que inmes
imehte se sepultase con el debido decoro, y ep un lu^
seguro los huesos del señor don Fernando üottéSi lo
verifiqué al punto, depositándolos en la sepultura que
I tooaudo por el lado del frente del ángulo derecho 6
Bvángelioy la tarima del altar de Jesús I^azareuo» e^
de^se hallan encerrados en una caja de palo forriSda
riómo^ y entuéltos con una sábana de cambray j bor^
a de oro y guarnición de blonda negra, de cuatro de*
vT pasa la debida constancia , pongo la presente que
o en Méjico á doce de marzo de mil ochocientos vein*'
j sie'te. ^Joaquín Gánales.^ [Su rúbrica]
^314 —
P/i>poiicion€3 heóka en, el soberano congreio wujkauk
eorteif sobre demolioUm del Pimteon en que estaíoMit*
puUadoé los restos de don Femando Cortés de Mm
roy, marqaéi primero que fué del Talle de Osjscs
Sesión dd 6 de marzo de 1822.
A la página 1Q3, párr. 5? del tomo 1? délas fl^oiitf ^
GórteSi foliatura seganda, se halla lo ñgatoBte : '^Sel^t
otra piopoBlGioii del se&or.... sobre qua se quita ta
huesos de Oortés 7 demá9 insignias de nuestros opM^
resi del templo de Jesús."
Setion del 3 de junio de 4822.
▲ la página 11 en elpárr. 3? del tomo 2? de las diéhN
sesiones de OórteSi se halla lo siguiente que dioeá hb*
tras <*Se mandó pasar á la comisión de instruodoii piH¡'
ca la proposición del señor sobre que se qidto^»]
goion, escudo de armas, bustp jr osamedta de OorimV|
eadsten en el templo de Jesús.
Seiion del 12 de agosto de 1822.
A la página 447, párr. 3?, del tomo 2? de las n
sesiones de Oórtes, se lee lo siguiente : <<E1 sefior
dar hizo una adición al urtíoulo primero aprobado cil
última sesión, á fin de que se quitase del templo dd *
pital de Jesús el estandarte y Sepulcro de Femando^
tés, para olvidar el ominoso recuerdo de conquista
puesta [la proposion] por su ancor, f aé admitida á <
sion." lili sefior don Servando Mieri continuando la
cusion aprobó la adición conveniente en que se
M.useo, asi el estandarte como la inscripción
como monumentos de antigüedad , que siempre
comendables paia perputuar la memoria de loe
aun cuando estos no hubiesen sido favorables,
la discusión, y lossefiores diputados Teran, B<
Bostamante [don Garlos,} Hangino y Osóres abun<
en esta opinión, citando varios ejemplares de Buropi^^
donde se conservan diversos monumentos de lamas
— 315 —
note antígüedadi affadiendo el señor Odores, que Her«
Mü (Jortéj obró oonsigoiente á la falta de laces de aqael
jíglOy en qae la opiaion estaba declarada á favor de los
[imobxm de conquista , cayo timbre hada gloriosos á los
nyeSy y qae despaes, la las de la filosofía había saavisa •
jdalssoostambres, ponieado en claro estos errores, y ress
titajendo á la huaianidad sos imprescriptibles derechos.
Ba vista de todo lo caal opinaron, que ya qae no faese en
el templo, pero que sí en la Academia se conservasen e&--
ftMaemoriaa de aquella épuca.
l^ota^^Los impresos que se citan en la acta están mi-
. dos al expediente. Todos los documentos qae preceden,
esiten originales en el archivo del antiguo marquesado
dd Talle de Oajaca, en el hospital de Jeeas.
TB3TAMBNTO DH HBENAN 0ORTH3 (1).
wBa él nombre de Dios, Amen.— Conocida cosa sea á
tddos los qae el presenten vieren, como en la muy noble, é
muy leal dudad de Sevilla, sábado diesyocho diasdei
nes de agosto, año del nacimiento de Nuestro Sefior Sai-
bor Jesucristo de mil quinientos é cuarenta y ocho afios,
García de Huerta, escribano de su me gestad, dio y eni«
tegd á mí Melchor de Portes, escribano público de Sevi-
lla, el testamento original, que el muy ilustre sefior don
Fernando OortéSy marqués del Talle de Oajaoa, quees
Olla Kuevi^EispaíLa del mar Occeano, hizo y entregó an<
te míy MelohQr Portes, escribano público susodicho , cer«.
nido y sellado, el cual otorgó en miércoles, en dooe dáas
dd mes de octubre del afio que pa»6 de mil y quinientos
VI HtbliBdopedláo yarios oefiorM rasfolpkorM qa« so pnblioaae •! tetta«
AMMd» Cortés, paniener Jontoi^a esta obra todos los doonmontoi reU-
^ivo> & 111 lEMrts T eaáerro. se fiíeerta en este apéndice, no obstante laque
K^Joen Usóte del folio 62 de la 5? ditertaoion om h% isoado de ana «epU
■tt«enta existente en m\ podar, qae es eot-f jrme en lo eseneial, oon la pn-
Midsda «tt la obra d«l doctor Mora lomo 3? por no existir en el arehiTO de U
eM»tnelht9flnl|alde Jesntzelorigiíalfsehaila »n el arehWo general de
late ea Serill % Se han ejtt^lio en esta elieionalflranoe error as , qae b»]|
ofllenteacme del copiante, j qae obacnracUn &> sentido.
-316 —
y cuarenta jr aiete años. B por fallecimiento del nOkm
m^rq[ués ise abrió anta el dicho García de Huerta, eílUI^
do eu él lugar de Caatilleja de la Oaesta, en tréa dias^W
mea de diciembre del dicho año de quinientos ¿uareutoy
Biete>flo^^ por mahdado deV señor licenciado don Andril»
^ de Jáuregai, teniente de asistencia da esta ciudad , él
* cual dlóho testamento yo pedí se mé diese y entregaaa
original mente, para que io tuviese en mi poder, cotto
ante nrf^a babia otorg^do^ 6 los señores jueces d^la ai-
di^ñcia real de los grados de esta ciudad de- Sevilla , ea
sentehcla dé vista é grado dé revista^ mandaron ai ¿Ao
García dé Hoerta me diese y entregase el dicho ieA^
mentó original para que yo lo tuviese en mi poder, y diev
ron nn mandamiento para que el dicho García de Haer*
ta me diese y entregase el dicho testamento original , ú
onal mandamiento es este que sigue.
Los jaeces de la.andiencia real de Estadea, qne porsn
magestad residen en esta ciudad dé Sevilla, maúdamoa &
vos Giupeía de Huerta, escribanos desús mage^t^d^qae
luego q^e esto mandamiento vos faete ñotiác^dé, ddüi y
«]kli*egneí8 ¿ Melchor de Portes, escribano pñt)|i6o m-
estoí eiadad> él testaoiento original que se abrió ante tos
eliQiKi^tnés del Yalle, lo que tq^ mandamos que hágale é
oiunpl|iiQ¿ en ejecución de las sentépcias que contratos
. uimc^ y pronuaciamos, eu el pleito que ante nos^tratas*
tea y aegQÍt»teis con el dicho Melchor de Port^^s, bó^
qtiitMi ha de^ tener el dicho testamento j lo cual vosmasN
damosqtué hagáis y cumpláis luego, con aperclbimkota
que no'lo haciendo , mandaremos un mandan^ lento p«ia
os prender, y en lo demás os mandamos que <Himptais
laa Ai^teHcias como en ella so contiene. í^echa á dies y
seis dias del mes de agosto de mil é quinientos y cüareus
ta y ocho años.— Licenoiatqs Medina.— liicenciatiiB Úas-
tiUa.-*Licenciatus Baltasar de Salazar.— Doctor Gana
ToJnan Hurtado, escribano, de ana mp^^estadea y. déla
audiencia de los señoi es lueces , lo que fice escribir por
snmMdado.
Por virtud del cual dicho mandamiantc^ de diobaOar*
cía d< Huerta me dio y entregó el dicho testameftfeo^^l^
giaal^ que el dicho señor marqués del Talle hatjl^J^áe-
gado, cerrado é sellado ante mí, con la otorgackiá daél,
que está firmada del dicho^ señor marqoéa, y firmada é
á
— 317 —
lada de mí el dioho escribaao público y y de los testi-
qae á ello so hallaron presentes: y lo pase y asenté
mi registro, sa tenor del cnal dicho testamento con
otorgacíon qne ante mí hizo, caando lo otorgó cer*>
lo y sellado, segnu y de la forma y manera que el di'«
10 Garda de Haerta me lo dio y entregó, es sste que se
Eq la muy noble y may leal oiadad de Sevilla^ miérco-
doce diaa del mes de octabre del afio del nacimiento
Knestro Se&or Jesaoristo de mil y qainiento y caaren-
y siete años; estando en las casas donde al presente
a el ilustrísimo señor don Fernando Oortés, marqués a
Yalle, qne son en la colación de San Marcos, en pre-
liBQina de mí Melchor de PorteSi ¡escribano público de
Sevilla, y de los testigos y snsoescritos, pareció el dicho
i^r marqnés, estando entermo del cnerpo y en sn acner^
¡üonataraly cnal Dios Naestro Señor íaé servido de lo
ms, é presentó ante mí él dicho escribano público esta
^gtterilmra oerrada y sellada , qne dijo qne es sn te^stamen*
' fi^rado y sellado; el qne dijo qne estaba escrito en on**
fojAa de papel con la en qne estaba sn firma y del li^
[Melado infante é de Melchor Mojica, contador del dicho
marqnéd, y al fin de cada aoa foja firmado sa nom«
\ las cnales firmadas yo. el dicho escribano yí, porque
(M^rré el dicho testamento^ y dijo que este dicho testa^
ktolo otorgaba por sa testamento cerrado y sellado,
quería sn oamplíese como en él se contiene; y dejaba por
herederos y albaceas á los en él contenidos, y qne re-
kba todo9 coantos testamentos, mandas é codicilos ha
±0 hasta hoy, qae nlngaao valga sino este, é que pe-
¿ mí el dicho escribano público, se lo diese por testi^
nonio, é yo di este, qne es fecho el dia, mes y año snso«
"sfo, y el dicho señor marqués lo firmó de su nombre:
igOB qnefaeron presentes, Martín de Ledesma, é Die^
ie Portes, y Pedro de Trejo, escribano de Sevilla, é
^toaio de Vergara, y Juan JPerez, procurador de cau»<
y doq^ Juan Qaavedra, algaacil mayor de BeTílla, é
^n Qutierrez Tello, hijo de Francisco Tello , vecinos
esta tíadad de Sevilla : va enmendado^decir-veinte y
kfiroxde Sevilla«no<>enperca.--El marqués del Talle, -
foan Gutiérrez Tello. ]>• Juan Baavedra. Antonio de Yer-
Diego de Portes, escribano de Sevilla. Juan Perez;
— 318 -
Pedro de Trejo^ esoribado de Sevilla* Martin de Ledes-
ma, fieotibano de Sevilla.— £ yo Melchor Portes, e€crilNl^
no público de Sevilla, lo fice escribir, ó fice aqni mi signo,
é 6oy testigo. Melchor de Portes, escribano público de
Sevilla.
bin el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo, j
Espirita Santo, qae son tres personas y un solo Dios ver>
dadero, el cual tengo, creo y confieso por mi verdadero
Dios y BedenficT, y de la glorioftítsima y bienaventurada
Virgen, sn bendita madre^ Señora y Abogada nnestra.—
Sepan caautos esta carta de testamento vieren, como yo
don Fernando Oortés, marqnés del Yalle de Oájaca, os»
pitan general déla Nneva^ifispafia y mar del Sar, por la
magestad cesárea del emperador don Garlos T de este
nombre, rey de Empalia mi soberano príncipe y se&or.—
Estando enfermo, y en mi libre y natural jnicio, caalDios
nuestro Señor faé servido de 'me lo dar, temiéndome de la
muerte, como sea cosa natural á toda criatura, qnerieado
estar aparejado para cuando la voluntad de Dios sea de
me querer liev^ar, y de lo que conviene al bien de mi al<
ma, seguridad y descargo de mi conciencia, otorgo é eo-
nozoo por esta carta, hago y ordeno mi testamento, úl**
tima y postrimera voluntad en la forma y manera si-
guiente:
1. Primeramente mando, que si muriere en estos reinos
de EapauA, mi cuerpo sea puesto é depositado en la igle*
sia de la parroquia donde estuviere situada la casa do&a
de yo falleciere, y que allí esté en depósito hasta quesea
tiempo á mi sucesor le parezca de llevar mis huesos á la
Kueva-España, lo que yo le encargo é mando *qne así ha-
ga dentro de diez años, y antes si fuere posible, y que
los lleven & la mi villa de Ouyoacan, y allí le den tíena
en el monasterio de monjas que mando hacer y edifiearea
la dicha mi villa, intitulado de la Ooncepcion, dd orden
de San Francisco, en el enterramiento que en el dieho
monasterio mando hacer para este efecto, el cual aefialo
é constituyo por mi enterramiento y de mis Baoesor€&
.2. ítem mando, que al tiempo de mi fin y muerte , eí
Dios fuese servido que sea en estos reinos de Bspafia, se
haya mi enterramiento, como y de la manera que á los
señores que yo dejo nombrados por mis albaceaa , 6 <mal«
quiera de ellos que se hallare presente les pareciere.
I
— 319 —
qne seliagan y onmplan las cosas señaladas sn lo tocan-
te á ello.
3^ MandOi que demás hallen de venir [11 á llerar mi
cuerpo los curas beneficiados y capellanes de la iglesia de
dicha parroquia, se llamen y traigan los frailes de todas
las órdenes qne hobiere en la ciudad , villa ó logar doude
yo falleciere, para que vayan eu acompafiamieuto de la
Omz, y se hallen á Iffl exequias que se me dijeren, á las
cnalas dichas órdenes mando qne se le dé la limosna a-*
costumbrada, como á los dichos señores mis albaceas Jes
pareciere.
4. Itém mando, que el dicho dia de mi fallecimiento se
dé de vestir de mi hacienda á cincuenta hombres pobres,
ropas largas de paño pardo, y capemsas de lo mismo, los
ooales dichos cincueuto hombres vayan con achas encen-
didas en el dicho mi enterramiento , y después de hecho
se les dé un real á cada uno.
5. ítem mando, que el dicho dia que se hiciere mi en-«
terramiento, si fuere antes de medio dia , y si no el dia
siguiente, se digan todas las misas que se pudieren decir
en todas las iglesias é monasterios de la dicha ciudad, vi-
lla ó lugar donde yo falleciere; y sobre las misas que el
dicho dia se dijeren, se digan sucesivamente en los dias
siguienteSi cumplimiento á cinco mil misas dotadas de
esta manera: las mil misas por las almas del purgatorio,
y dos mil por las ánimas de aquellas personas que mu^
rieron en mi compañía y servicio de las conquistas , y
deacabrimiento de tierras que yo hice en la Nueva-Espa^
fia, y las dos mil misas restantes por las ánimas de aqae*
lias personas á quien yo tengo algunos cargos de que no
me acuerde ni tenga noticia; que los sabidos dejo mandas
dos que se cumplan y pague como en este mi testamento
lo dejo mandado. E por la limosna de dichas cinco mil
misas, mandarán pagar los señores mis albaeeas, á la pi«
tanza acostumbrada, á las cuales pido é suplico que lo de-
más de esto tocante á mi enterramiento ellos ordenaren
y mandaren, sea teniendo fin á excusarlas eosas que sue-
len hacer para cumplimiento y pompa del mundo, y se
conviertan de las de las almas.
(1 j P*r««9 Mg 4a«tí "<jaí ^im^9 ^w bay»» 4« TWir»'^
— 320 —
6. Item^ qae el dicho 'dia de mi enterramiento^ 4 tota
los diados que estavieren en servicio mió y de mis }aj^
lea den un vestido de luto oonvenientef como paredm
á loa dichos señores mis albaceas , y á los que son ó f»<
ren mis criadon, mando que por tiempo de seis meus
después de yo fallecido, les sea dado el salario que eoi*
migo ganan y ganaren á la sason, y todo el dicho tíoih
po lea sea dado de comer y de beber, segany de lamno-
ra que se les dá en mi vida^ y que al tiempo que saholne
ren de ir los que no quedaren en seriólo de don Martii,
mi hijo sucesor, se lea pague enteramento lo que se Ifli
debiere de sus quitaciones. «
7. ítem mando, que cuando los didios mis huesos se
llevaren y trasladen á la dicha ifuev^lílspaflay para (bir-
les tierra én la iglesia del dicho monasterio de Oayotas^
que mando hacer y edifiLcar, se haga por )a ma&^ay ^•'
den que á la marquesa do&a Juana de Záñlga, mi buq^
le pareciere, y al sucesor que 08*0 fuere de mi casa, i
cualquiera de ellos que ala sasou fincare ó fuere vi?o.
8. ItemmandOy qoe los huesos de doña Catalina H*
zarro, mi señora madro^ de don Luis mi hijo, que estáa.]
enterrados en la iglesia del monasterio de &m Vt
00 de Tezcuco é de doña Catalina mi hija, que está mé]
monasterio de Ouahuanavac, serán traidoa é puestos
mi enterramiento, en el dicho monastimo que mandil s»^
diñcar en la dicha mi villa de Ouyoacan [1],
0. Itjem. mando, que la obra del hospital de Nm
Señora de la Concepción, que yo mando hacer en la di
dad de Méjico, en la Kueva España, se acabe á mi
ta, según y de la manera que está trazada ; é la oaptl
mayor de la igksla de él, se acabe conforme á U mi
tra de madera que está hecha é hizo Pedro Yazquei Ji
métrico, é á la traza que dijere el escrito qne yo envié
la Nueva £spaña esto presento año de mil é qoinii
é cuarenta y siete: é para los gastos de la obra del
[I J L% oop^a manaavita qus «• h% Mj^do, dice qao áüñ% Catalán
d«d>Q Fdrnaado y doa LniS. estaban en Oneritairaoa, y no habla da
Ga Calina la hija: deba eitane á la copia qne dgnió el deotor Kor* , per
caal oorrogido esta dánsula T debe ooTMffin^ feambia^ lo q«^ ce l^o mi
^i$;Qeal9aíoUo9l8y49del«llt4|9^rt|iq^ff* • - . *^
— 321 —
ital ae&alo especialmente la reata de las tiéndase
qii# yo tenfiro en la dicha ciadad de Méjico , en la
é calle de Tacaba, é 8aa Fralicídco, é la qne atra-
de la nna á la otra; la caal dicha renta mando qne
en la dicha obra é no en otra cosa^ hasta tanto
ñesb acabada, y qne el snoesor de mi casa no la pneda
Lpar en otra cosa: pero qniero y es mi volnntad, qne
gaste á disposición y orden del dicho mi snoesor, co-
patrón del dicho hospital, é qne despnesde acabada
iotira de él, conforme á las dichas trazas, se gaste la di-
renta de las dichas tienda é casas en obras é dota«t
íes de qne yoso será declarado, é mando qne en lo qne
iviene é toqne á la administración é gobernación del
lioepit^, se guarde é onmpla la institndon qne yo
oirdÜBnada ante escribano público, y en defecto de
k, por no qaedar declarada é hecha, mando qne se
la forma é manera de administración qne se
^da 6 ti^ie en el hospital de las Oinco Plagas de es*
>«iadad de Sevilla^ qne fandóla sefiora dofia Catalina
BIvero, qne haya gloria^ para en lo qne toca 6 los ad*-
nstradores y capellanes, é los demás oflciales é servi"
nm qne han de servir en el dicho hospital.
10. ítem mando, qne en la capilla donde está enterra-
Kartin Cortés^ mi seCLor é mi padre , en el monasterio
^8an Francisco de Medellin, en cada un afio perpetna-
psate se hagan las memorias é saoriñcios qne yo dejo
[taiidados por nna institución que de ello dejo , lo cnal
>saapla y ejecute para siempre jamás mi sucesor é snoe^
^ para lo cnal nombro é seüalo por patrón de la di»
eiía capilla, á don Martin Cortés , mi hijo sucesor, é des-
pues de él á los qne de él sucedieren en mi casa, y estan»^
do el caal dicho patrón é los que del suced eren en mi
-nsf orazgo, puedan sustituir en su lugar, é cometer sus
veoes en lo tocante al dicho patronazgo á la persona é
penonas que ellos quisieren, por el tiempo qne fuere su
YoUmtady é puedan revocar el dicho nombramiento cada
y^ qne qnisierenj, é nombrar otra persona é personas
^ ' bien Tiste les fuere, cuantas veces quisieren, y el que
bi e nombrado, en ausencia del dicho mi sucesor de mi
€a ^ tenga el mismo poder é facultad que el dicho pa-
ne ', por el tiempo que por él estuviere nombrado.
] Itom digo; qne porque 4eapaes qiíe Pio9 ITuestrQ Se-
L08<
tadutí
— 322 —
fior Todopoderoso, tavo por bien de me oamiuf j
reoer en el desoabrimiento é eonqaista de !& Ki
fia, é todas las provinoias á ellas rojetas,
misterioordiosa mauo yo heliecibidomaly
é mercedes, así en las Vitorias qne contra
aa santa fé católica yo tuve é alcancé • como
é población de todos aquellos reinosi de qae lia
y espero qne ha de resultar gran servicio deDioi]
Seilor, en reconocimiento de las dichas gradas^
des, é para en descargacion á satisfacción de
calpa é cargo que pudiese agraviar á mi coi
qne no me aouerdCi para mandallo satísñuser
mente, mando qne se hagau las obras aigoientMbij
12. Ordeno y mando, que demás del hospital r^
para el dicho efecto mande facer 6 se faOe en
de Méjico, según que de suso se contiene, se
la mi vilUí» de OuyoacaD, en la Fneva.BspaS%
terio de monjas intitulado de la Oonoepeion, dii
de B. Francisco, en el lugar é de la forma que* ;
setialado por una institudon que dejaré
mando que se guarde é cumpla como en ella
é si yo no lo dejare dedaiado, mando qne él
es ó fuere de ||mi casa lo haga y edifique é
te de la renta que de yuso será declarado » el
monasterio en la dicha mi villa de Ooyoaéaii,
mi enterramiento é de mis sucesores, como
mando que sea en la capilla mayor qne se
iglesia del dicho monastrio, é que en ella no
consienta enterrar persona alguna,; salva de
dientes legítimoa
13. ítem mando, que en la dudad de mi
yoacan, se edifique y haya un colegio, para
que estudien teología é derecho canónico; é ~
haya personas doctas en la llueva Bspafia^
iglesias é instruyan á los naturales de ella
tocantes á nuestra fé católica, en el cual
número de estudiantes, ésea cenias faooltadaik^
den las reglas é constitndones qne en la ti
yo para ello dejo, s^á declarado; y se ediflquai
y en la forma que en dicha institución se di
condiciónese ordenanasas y estatutos qne
iaatítacio» mí<bIsiso ^mlm^ $ «I por «m 99'
«I
I
— 323 —
mando qae el snoesor que es ó faere de mi cft"
6 edifilqae» é se gaarden los estatatos, constl-
é ordenamentos que tiene el colegio de Santa
Jesos, fandado en esta ciudad de Sevilla ; é los
expensas de la ediñcacion del dicho colegio» se
y pagaen de los maravedís é rentas que de yuso
kdo.
que porque yo señalé para la dotación del di-
Atal de Nuestra Señora de la Concepción que ;o
Méjico» dos solares fronteros de las casas de Jor-
lo» é del tesorero Juan Alonso de Sosa» entre
6 la acequia que pasa por ella á las casas de don
^vedra» que sea en feria» é me obligue á facer en
casas» según que mas largamente en la dicha
á que me refiero se contiene^ y que en tanto que
18 casas no se hiciesen » se diesen de mis bienes
> AÍeho hospital é obra de él cien mil maravedís de
^neda; mando que se cumpla la dicha dotación,
de la manera que en ella se contiene, con los adi-
que abajo dirá» y mando que si el sucesor de mi
Jdgua tiempo quisiere dar al dicho hospital en
de las dichas casas en otra parte alguna los
bvedís dé renta» que lo pueda hacer» é si-
en la parte que quisiere de manera que estén
» porque asi mismo en la dicha dotación dije é
é á dar al dicho hospital tierras cerca de la
Méjico» donde pudiese cojer hasta trecientas
de trigo, según que en la dicha dotación á que
|co se contiene» mando que ssí se cumpla» é señalo
implimiento un pedazo de tierra que yo tengo
o de Ouyoacan» que está entre el dicho pueblo
y el rio que atraviesa el camino del dicho
tepecj é que si allí no hobiere cumplimiento se
en las otras tierras donde yo he tenido é ten-
brazas» que están en la otra parte del dicho rio
pultepec» en la parte que al dicho mi sucesor
y que si el dicho mi susesor é sucesores en al-
quisieren dar otras donde se cojan para el
ital trecientas fanegas de trigo, conforme á la
ion» lo pueda facer con tanto qaé sea tales é
UOB como las que yo] señalo: é porque las dichas
— 324 —
tierras que yo tengo sefialadaa 6 nombradas para d
cho hospital, no sé si hay parte & quien pertencoca
derecho de ellas y á mi no me pertenezcan oomo á
de dicho lagar» é de otra manera mando qne se resl^'^
ya á onyas faeren» é se les pagne qne valieren coiBoaí|<
dneños mas quisieren; é porque yo he labrado las dktej
tierras y aproveohádome de ellas con pensar qne lo pi^^
dría facer sin cargo de oonciencra» mando qoe sepsgñti^
cuyas fueren é pertenecieren las dichas tierras, lo
pareciere que yo m^ he aprovechado de éllaa» por mm^ji
ra que mi oondenoia quede descargada; y el dicho
sor de mi casa sea obligado, pareciendo no ser muí
dichas tierras, á dar recompensa bastante al dieho
pital» conforme á la dicha dotación.
IG. ítem, declaro é digo, que por cnanto comoe^á
cho yo tengo mandado 6 ordenado que )a obra del
hospital de Méjico se acabe de los maravedís qaoTdüj
ren y rentaren las tierras é cassuB que yo tengo ea Is*
cha ciudad, é plaza% é calle de Tacuba, é San FraB<
co, oomo antes de esto está dicho é declarado, 6 acal
la obra del¡dicho hospital,|la renta de las dichas iiai
casas habla de quedar á disposición de, mi sucesor ó
sores de mi casa, mando que lo que valieren é real
dende en adelante las dichas tiendas é casap, se
enteramente en cada un año en el edificio é obra del
sasterio do monjas é del dicho colegio que mandón
cer y edificar en la dicha mi villa de ünycacan, ea
cuales obras mando que se gasten é distribuyan los
ni vedis que se fueren menester para ponerlas en
fiion.
17. B porque con mas brevedad las obras del dk
hospital, monasterio é colegio de suso duclarados asi
caben, y el servicio que á Dios Kuestro Beüor de 6\lai
esper»! mas por esto se recibe é haga, mando que dr^
de los cuatro mil ducados de la renta de las dichas
das á casas, qne yo dejo señalados para las obras i
^dicho hospital que l^sejf hace en Méjico « é del dk
monasterio é colegio, que mando que se hagan en
ycacan, se saquen é den de mi hacienda, otros sási
ducado» en cado uu año después de mi fallecimiento,
manera que sean diez mil dacados [con los cuatro rail
dichas casas, los cuales se gasten de esta manera :
— 325 —
mil daeados de las rentas de las diolias tiendas é
en: la obra del dicho hospital basta qae ae acabe
eetá trazado» é los treí mil dzc idos ea el edificio é
del dicho moaastsrio d^ monjas, é los otros tres mil
restantes ea la obra del dicho colegio; é acikbada
del diohj hospiü<ftl , los oaatro mil daeados qae
ka, sdQalados para ella se ooavierUa y gasten de por
kit ea las obras de dicho monasterio 6 colegio 9 por
qae en cada ana de ellas se guatea cinco mil da-*
eaeada na afio, las eaales dictias obras acabadas,
lilieho mi sacesor no sea obligado ¿ dar ios seis mil da-
if é loa^onatro mil dnoados de la renta de las dichas
isa é casas^ desde entonces para siempre jamás fiean
íteadjafUqnen de esta manera: mil dncados para la do^
mé pcopios de dicho monasterio de monjas, qne co-
nMk dicho yo muido hacer y, edificar en la mi yilla de
lyoaoaa; dos mil daeados para la dotación y expensas
' dieho colegio qae mando fandar en la dicha villa ; é
mil daeados señalo é adjudico al dicho hospital de
Goneepoion/qoe yo mando hacer en la dicha ciudad de
íjisoy Qon tal postara ó oondidon , qae con los dichos
dooadoB de cada nn 1^0 ee desistan é aparten de la
tigacttoa qoe^o é mi sucesor 6 saoesores tenemos de
r, para ia dotación del dicho hospical , unas casas é
solares fronteros de las casas de Jorge do Al varado,
del tesorero Jaan de Sosa, é de la obligación que así-
I talemos de dar á cien mil maravedís de renta en
la aüo al dicho hospital* no haciendo la dicha casa; é
lísoio se desistan é nos dejen libres ^ mí é á los mis
»reB, de la obligación qae asimismo me puse al
ipo que hice la dotación del dicho hospital, de darles
ceroa de la mudad de Mé}ieO|{donde pudiera cojer
trecientas fwegas de trígO; por cuanto mi inteur
y Tolantad es, que adjudicándose al dicho hospital
cada un alio perpetuamente los dichos mil dnoadoSi se
ktuí é aparteni é yo é los dichos mis sacesorea que^^
toe libres de , derecho qué tienen a las dichas casas ,
mil maravedís de juro, no haciéndose , y á las áu
tierras donde se puedan cojer las dichas trecientas
de trigo; lo cual todo j ó cada cosa , é parte de
a sn voluntad el sucesor é sucesores de mi casa; y si
d*idio hospital no se desistiere é apartare de ello, man«
PlBBBTAOIOKaS.^ TOKIO n«-*41
— 326 —
do qae esta manda é dotaoloa de los dichos m\ is
ea otioa a a afio, sea en sí ningana« é de niDgan
efecto, 6 ios iiaya 6 tenga el saoesor de nú oM
tado.
Uf lüem digo: qae por cnanto come se vé por
ola, cada día van en crecioiítsato las reatas i» luí
ros, é casas, asi ea estos reinos de España, oomo <
£rü6va*£ipaüa; é siendo así las diohaa mis tieadail4
sas qae yo tengo en la ciadad de Méjico, de siuoM
radas, paedea valer é rentar adeiaate mas os&tii^^
maravedís de los diclios onatro mil ducados, qae jor
lo é adjadioo para siempre jamás, como está diotoj
las dotaciones del dicho moiíaaterio de monjas, é**
cbo colegio, é del dicho hospital, es mi volantadd|
qae así ^n algna tiempo mas valieren é rentana
tiendas ó casas, sean é se adjudique para el efoiM
dicho, é ordeno é mando, qae lo qae mas valieni^
taren de los cuatro mil daoados sea 6 se
esta manera : las dos partes de la dicha d
el dicho colegio, 6 las otras dos partes de por mil
ra el dicho monasterio de monjas , ó para el diete
pitaU
19. ítem digo é mando', que por cnanto por
la merced que el emperador, rey nuestro sefior «
en los pueblos en ella contenidos^ me pertenecía
patronatos de las iglesias de los dichos pnebk» ,
me á nna cláusula de la dicha merced , en que
yo teaga á los dichos pueblos todos aqneUos
contribuciones é usos, é todas las otras sosas
tiene é tuviere en los pueblos , que^ en la dieha
Bspafia quedaren para su corona real, exento
saltoas, é de estas dos cosas exceptuadas en el <
vilegio, se^n las tiene el dioho sn patronato, po(l
de lo cual asimismo á mí me pertenece. B demás'
merced por 8* M. á mí hecha, tengo el dioho y
natos por concesión desn santidad, y la bola da^
en poder de S. M. é de los de sn consejo de Indiaaf
que aprueben é haya por buena la dicha
. ro y es mi voluntad que el sncesor 6 Bnceeotes
f aere de mi casa, hayan y tengan para siempre ;
dicho juro patronatos; é porque al tiempo qae
concesión de sn santidad ^ fué mi intenáon pam^
L09
— 327 —
lea de aquellos paeblos faesen mejor' instruidos en
de nuestra santa fé oatóLioa, mando y enoargó >
Hi Martin mi hijo snoesor é sacesores j que de esto
^n may especial cuidado , proveyendo los beneficios
Iqb dichos pueblos á personas hábiles, é de buena vi-
y i^emplo, con cargo que se ejerciten muy cuotidianá<
Lte en la doctrina de los dichos naturales, 6 tengan
LO cuidado de visitar é^saber muy amenudo como es-
liaoe é cumple } él mando que porque en la dicha
koesion de Su Santidad dice « que yo é mis herederos
y llevemos todos los diezmos é primicias de los
pueblos, contenidos en el dicho juro patronatus,
Ldo las iglesias de ellos, mando , que en las dichas
lias, 6 arras, é ornamentos , é todas las otras cosas
para el culto , é vino y administración de los
ito sacramentos , se gaste todo lo necesario de los di-
dtexmos é primicias; é que hasta sor esto cumpli-
mento, sin que por falta alguna del dicho mi snoesoi ó
de mi casa y estado no se pueda entretener en
alguna de los dichos diezmos é primicias^ porque
desde ahora para siempre jamás los aplico é señalo pa-
ra las dichas iglesias é para todo lo á ellas anexo é con^
«emieate, eu tanto cuanto fuere necesario para las cosas
saoodichaa como arriba es dicho, quedando á lo« dichos
sucesores la libertad é uso del dicho, iuropatronatus, co-
mo & mí es concedida; ó por cuanto mi voluntad es, que
lo que quedare de diezmos é primicias de las dichas igle^
idas, dtfspaes de cumplidoei ene lias loa gastos é cosas de*
elaradati, así como son bienes ofrecidos á Dios Nuestro
Seüor é á sus sanaos tempto^,ise distribuyan é gastan en
obra de su servicio é no en otra cosa, dis^o y mando, que
lo que mas valieren los diezos é primicias , después de
cumplidas enteramente eu cada un afio las cosas susodi-
oliai*,é parecer é orden del dicho mi sucesor é sucesores, é
déla persona é personas que sa&alarené nombr<ireo, sea
6 se adyudiquen perpetuamente la dicha demasía de esta
manera: mitad de ella á la dotadou del dicho colegio, é
las otras dos partes de por mitad al dicho monasterio é
t dicho hospital| conforme al repartimiento que les está
doho de las rentas de las dichas tiendas é casas.
20. ítem mando, que le sean pagados á la marquesa
Juana de Zdñiga, mi muger, diez mil ducados que
— 328 —
yo hube de dote con ella, por caaiito yo los xeciUé
té, 6 Bon sayos, é maodo qae se le paguen sin ningiaj
tigio bí eoBtíeiida de lo primero é mejor parado diD
bienes.
21. ítem digo, que por cuanto entre elsefior doa fék^i
Alvaro de Osorio, marqués de Astisr^^é mí esté mott»;
tadoé fuimos oonvenidOy qae don Alvaro Peicz
sa hijo primogéaito sucesor de su oaaa , oase ami
María;OortéB; mi hijalegitima é de la dicha maiqiMfai
fia Jaana de Z&fiiga, mi mujer, según en la forisai
ñera que sobre el dicho casamiimto tenemos heehí
tulaoion^ 6S mi voluntad que aquello ae eompls é
de como en la dicha capitulación ea contiene » é
yo le tengo mandados é prometidoa oien mil da(
dote á la dicha dofia María» mi¡hya, dalea caaks úi
sefior marqaéade Astorga^ conforme á loadidMisi
los tiene recibidos veinte mil ducados, quiooqBf
todas oosasi de los bienes de la dicha marquesa ai
jer é míos se paguen los ochenta tnil duoadoa
para el cumplimiento del dicho dote , é la^ parto fifej
ellos fincaren de se pagar en el ti^npcé. manera,
nido en la dicha capitulación^ loa cuates hafa b^
dofia María, mi hija, para en cuenta da. la tegítima^
le perteneciere de nuestros bienes.
22. £ porque yo soy obligado á dotar á dofia
6 dofia Jaana, mis hijas legítimas é de la diohai
mi mujer, en cumplimiento de la dicha obUgadcHii
la mejor manera qae paedo ó de derecho haya
mando que cada una de ellas haya cincuenta mili
dos de dote, que son cien mil du¿MÍos para ambas,
cuales hag:u donación entre vivos no revocable, ¿'
chas mis hijas^ á Melchor de Mojica, mi ccmtíidof yj
cretarío, y que presente, el cual lo acepta en mi
los cuales dichos cien mil ducados hayan de los
q^ue pertenecieren á la dicha marquesa dofia Josoa
Zd^iga, mi mujer, 6 á mi para en cuenta de aaa'
msbs que han de haber de nuestros bienes ; loa
chos cien mil duacados mando que se paguen de kt]
nes de la dicha marquesa, é mios, qae¡ quedaren é
reu al tiempo do mi ñn y muerte; y en defeotode
ber bienes para cumplir la dicha cantidad de los
cien mil ducados, quiero que lo qi^e Altare lo
— 329 —
Kartín Cortés, mi hí jo snoesor , 6 enalqaiera
rWioeaor de^ mi estado, saoaado cada aüo de las ren-
4A áiiikot BU estado qaiaoe mil diioados, hasta qoe se
pbkeiMÁrameQte los dichos cien mil daoados como di-
es: é JO el dioho Helchor de Mojica i digo qne acepto
netbe^ u^dioha donación de los dichod cien mil doca-
^n ninabire délas dichas señoras dofia Oatallnaydo*
áaiift» como en este capítulo se contiene , y en firmé «
7 Tardad da ello firmé, aguí mi nombrc^Melchor de
ifcBíc*. :
! & Ifeem^ mando, é pongo gravamen á mi sncásor é ren-
tedémi^^Biasai^e de el& "«e del en cada ún año á don
IbsíSJk^ápn^ tinis Oortés^is hijos natarales, á cada uno
^ dacadoB d|eoro, qne vsúeñ trecientos setenta 7 cinco
ftil JBMn^irc^íSr todos los días qne vivieren ú hasta tanto
qps tenga isaéii lino de quinientos mil tnarayedfs de ren^
teaodb^'los éaalea mando qué les sean librados é paga •
ta en las diohas mis rentas de cada nn año ségnh di'
idM|.fPraia4^<^^^ ^9 j&ontadntías, ni otrdd derechos al«
pámt^iíííífé^ IssTsituo é señalo p<m: suyos en las
dJÁaa ¡nfit jrentaa y J^ ló vpteior parado de eIlás;*é;mando
ihN^Q^¿l>«f tf^^áil.é D. Luis mis hfjob, qué airran, é
ukémí'á^jfiji^i^ de mi estado eu to-
dasisa^MÍs^LAelíóiSa^ 16 deben facer,
miM> á jpnimguili eáticpe é cabeza donde ellos proceden,
é que par mnj^ána cosa le desobedezcan ni desacaten, é
b acudan é sirvan, no siendo contra Dios Nuestro Se»
flor, éooQtm su santa religión é fé católica, ó contra su
i^y oatoral: é láando que si notoria inobediencia é desa^
ttto paradero eá cualquiera de ellos, en tal manera que
na notabIe:é averiguada por tal, que por el mismo caso
pierdan él beneficio é alimentos que reciben, é yo mando
4«88 fe áén ó sean abidos por extraños de mi casa ó
progenie.; ^ J V
S¿ Icera niando, que habiéndose de casar las dichas
dota OataUna y.deñá J^aana, mish^jas, é alguna de
ellas, 409 sea con consejo y parecer de la dicha marquesa
sa andieé dd dicho sucesor de mi C0>sa^ é que si cuaU
|tiere de lasjdichas mis hijas se casaren laeradeesta
vídsBy d dicho sucesor de mi caua no sea obligado 6 dar
iosa alguna de lo que le mando para su dote.
S. ítem mandpy que á dofia Catalina Pizarroi mi hija,é
I
/
— 330-
de Leonor Fixarro [11 mujer que fué de Joaa ñt fialeeifl^ \
vecino de la dudad ae Méjico, se le dé todo lo qiifi pm* '
eiere qne han rentado é multíplioadolae vacas y yepitfi
ovejas de qne yo le hice donación^ al tiempo qnevisíi
loa reinos de Bspaña» é mas de todas las rentas é bus*
tos que le ha rentado el pueblo de Ohinantla, eon todsk
demás qne yo le seflalé para su doteé casamiento, loesá
se entregó todo al dicho Juan de Salcedo , marido de li
setlora dolía Leonor PizarrOi. su madre ; é porqoe yo te
recibido de los esquilmos de los dichos ganados cutiw
de caballos, é novillos, é carneros* 6 dineros , ibí>'>
qne conforme á la cuenta que de ello hubieie dárii.
el dicho Juan de Salcedo, se lo pague á la d ichsddfc;
Oatalina, mi hija, de mis bienes y casa i los {ind^
que valía á la sacon'qne los recibí , y confleso gos d«r
bligadones que Hernando de Baavedra, é Gil GosiM
deBenavides me hicieron de cierta cantidad depSBOiw
oroj por rason de ciertas vacas que yo le vendí á octii|
piases, según pareoerá por las dichas obligaolossii^
me redero, declaro* que no obstante que las ^chsKJíi
gaclones se rijan á mí, que son é procedieron do Iff Ig
nes é multiplico de los ganados de dofla Oataliafli flt]|
ja, é mando se les den y entreguen» é todo lo que ds
se ovlere cobrado 9 porque es suyo é procedió dft a
deuda: es la cantidad de las dichas obligaciones, li
de dos mil pesos da buen oro, é la otra de dos miié
cientos é cinoaenta pesos.
26. ítem declaro, que otra obligación qne Frandsoí
Tillegas, veoino de la ciudad de Méjico, me hiso ds
mil pasos da oro por razoa de ciertas vacas, de las r
les no debe sino los mil seguu dijo, el dicho JoandA
vcedoi por una célula firmada de su nombre, qne bo
bió toda la cantidad de vacas que se le vendierotí
también le proceden de los bienes de la dicha difli
taliua, mi hija, mando que se le den.
27. ítem declaro, que otra obligación que mehisa
nardino del OastiUo , de cuatrocientos pesM de '
Iior razón de dos yeguas, que también son é proc
os bienes de la dioha dofia Catalina^ mi hija, mai
se los den.
(i) ÍA tiiTO aatM d) cassrffd ooa Jatn do Saloodo.
\ — 831 —
f 28. ítem deolaro qae otra obligación que me hizo A»
lloaro Dávila, de dos mil é eoatrocientos pesoB de baen
i 0rO| por lazon de doce yeguas é seis potrancas qae son
. 6 proceden de los bienes é hacienda de la dicha dolía Oa*'
V.tiilina^ mi hija» mando que se le den.
■^ 29. ítem deolaro, que todas las vacas é ovejas qne es«
'\ tíaoL en Matalango> son de la dicha .dofia Oatalioai mi hi<>
^)a, é de la dicha Leonor Pizarro, é mas todas la yegnas
r'. é potros qne están en Taltizapan con sn señal» qne es nna
i B grande en el anca.
:. 30. ítem deolaro, qne de la obUgacion qne el dicho Gil
i ; González de Benavides tiene hecha con Hernando Saa-
vvedra, qne como está dicho pertenece á la dicha dofia
pQatalina Pizarro» mi hija, tiene pagados al dicho don Gil
^González trecientos é cincuenta castellanos de oro de
,l^inas. é los recibí en cuatro caballos, soy yo cargo de
.f:állo«, e mando que se paguen á la dicha doña Catalina.
^, 31, Icem decleirOy que ^o di un finiquito al dicho Juan
•j^ée tíalcedo, vecino de Méjico, marido de la dicha Leo-
-.;^nor Pizarro, en que dije le daba é di por libre de todas
V las cuentas que tenia con la hacienda é bienes que le fue
l'^Wk entregados de la dicha doña Oatahna Pizarro^ mi hi-
i^f digo que el dicho finiquito» no obstante que yo no fui
|DarCe para se le dar» que sin cuenta ni pago, á instancia
p mego del dicho Juan de Salcedo , por evadijrse de no
.^r las dichas cuentas en mi ausencia , con quemepro'
jnetio conjuramento, que vuelto yo de la jornada en qu«
:iba las daría muy cumplidamente é sin fraudes, que an^
.tes le ayudarla de su hacienda que tomar nada de la di-
l^ha'doña Catalina Pizarró , lo cual fizo, que pasó é fué
;pre8ente Andrés Tapia.
32. ítem» mando 6 la dicha doña Catalina, mi hija, que
do pluguiere á Nuestro Señor que ha^a de casar, se
ga con consejo é parecer del sucesor que es 6 fuete de
i estado, al tal mego tenga cuidado especial de procu^
qae la dicha doña Oataiin% su hermana, case como
convenga á la honra de su casa, al bien é honor de la di«i
Aa doña Oatalina.
r 33. ítem mando, que á doña Leonor y doña María, mis
wjaa naturales Jles sean dados para sus dotes é casamlen-
^ á oada nna oiez mil ducados de mi hacienda , á las
cnaleB mando é encargo que se casen con consejo é pare-
— 332 —
cer del dicho mi saoesor, al oaal encargo é mando lo mis
mo que en el capítulo antecedente, en lo que toca A
Oataliua su hermana; é si la dicha doSa MaHa &
quiera de ellas murieren antes de oasi^rae ,6 quieren
guir el estado de religión ú otra vía d^ esta ^ en tal
les sean dados para sus gastos 6 alimentos á tedir una
ellas ea cada un año sesenta mil maravédíSi e lo
yuelra é lo haya el dicho don Kartini'mi hijo, Sulse^of áé
mi estado é los que le sucedieren.
34. ítem mando, qne porque en mi hacienda de _
geiias han servido algunas personas, é ¿ o nó i^ ai I
había pagado su servicio, que probando eomo fueroii
cibidos por mí ó por mis mayordomos é persogas * que tii«
vieron cargo de mis haciendas, é lo qué sirvlérout j el '
partido con que se concertó al tiempo que faeron redbi
dos, se les pague lo que se lee debiere cocno'páreciera por IO0
libras de mi naoienda, ló cual se haga sin los TtkUpjtetsm
pleitos, maii de saberla verdad, lo caal quedo debajo de
las conciencias de mi sucesor 6 albaceas, sin que tengui
aecosidad de dar otra cuenta ni descargo por quéla pa»
garon. *
35. ítem mando, que por mis libros de oontadoifa ae
paguen todas las quitaciones, é otros partidos de gentes
que me han servido así en la KuevanBspaña , eomo ca
éstos reinos de EspafiH, conforme á los asiente»^ qnetxm
i»llos estftn hechos al tiempo que pareciere haber serridoi
lo cual se haga sin ninguna dilación ni Utigio, sino con*
forme á los dichos asientos; 6 porque con Bemardiiio dri
Castillo se quedó haciendo coenta de lo que me habia
servido, 4 remitido al licenciado don Joan AttiamSrana,
mando que el asiento que en esto hubiere dado el didio
licenciado se cumpla.
36. Itém mando, qué todas las deudas que pareceré
que yo debo, por cualquiera escritura a6t {lábHca eomo
privada, constando ser oieita deuda mia, se pague sin
ninguna dilación ni tela de Juicio , sino con toda breve*
dad, é sin que para la cobranza deellotenglt iieocsidad
de hacer costas, é porque podrá ser que ye debiese' algu-
na de que no tuviese hecha escritur%, mandó qi{é lo que
así ftfere enteramente paiecíere que yo debo, aunque no
sea por escritura, probándose sumariamente, se pague
•«333 —
de jaiok>, hastJt ea oantidad de cien pesos en bne-
leda. *^'
1. ítem digo, que por oaanto yo he jiraatado mnolia sa-
^euitádad de (Uñeros en la Naeva< España é provin.
te ellas, qae yo oonqaislé , 6 paciüqaé 6 traje al ya^
aeryidambre de la curona real de Uat< tilla, afií en la
kta de ia ITaeva-ff^pafla é provincias, como en ar^
qne hioe para faera de ella, como son las qne elegí
JLmaloco» donde faé por capitán Alvaro de Saave •
GtoOnimo PrimOf é la qne elegí para Hibaerasde
)faé por eapitaa é pobladoros, 6 otra para la dichB
inoia de Cübneras de qñe faé por capitán Francisco
ílisOaBMtqne todas ftieron poris&udado del empera-
Boestro señor segmi parece por sos reales instrno*
é firmas* é porqneS. M« pof^descargo de sn real
ida, é como eristiauíaimo príncipe tiene mandado
ooa «a real cédala» que est& en las escritnras qae
►n al licenciado Jnan AUamirano* y ann por sen-
qne se dio en sn real consejo, qne se haga conmigo
ittk de todo lo qoe yo he gastado, así en las dichas
l&istas oomo en las dichas armadas » mando qne se
la dicha cnenta é se cobre lo qae B. M. alcanzare,
él faé servido de me lo mandar pagar , é lo qae a&í
«obrare é alcanasareí qniero y es mi voluntad , qae lo
fs y herede el dicho don Martín Oortés # mi hijo , sn-
)r de mi casa» 4 lo» otros sucesores que sucedieren en
SS. ítem mando» que porque después qne" S. M. me hi-
la merced de las villas, ó lagares, é tierras de mi es^
' que yo tengo é poseo^ é me pertenecen en la Nueva*
bña» con las rentasi pechos é derechos » ó tribntos é
ibuciones pertenecientes á B. M según é como los
IRS de lae dichae tierras los solian llevar antes de ser
tierra conquistada, é yo puse la diligencia que me fué
oUe en averiguar las dichas rentas , é tributos, é pe-
é derechos; é contribaeiones que los señores natu-
de la dicha tierra antiguamente solian Hévar, é puse
diligencia imra.haber loe padrones[antíguoB por don,
toa diehos tributos é rentas se soliaa cobrar é pagar;
mfbnne aquellos he llevado las dichas rentas 6 tri-
eaata el dia de h<^y, mando que si en algún tiempo
íavAr^goarCí queyo en cualquiera manera , é cosa , é
puasxAcnovw.— TOMO iu^i2
— 834 —
parte de lo susodicho fdí mal iofdimado , é
be llevado qae no me perteneoieae i de qoe ye
día de hoy no he tenido notioia , peio afimpn
llevado f>08a indebida, é sobre esto eaoargo Is
al dicho don Martín mi hijo^ ó á los qae faecefti
de mi estado.
39. Icem, porqaé aoeroa de los ' esolaroa
la dicha Naeva* ül^paila, lísi de f^nerra eomo 4s.
ha habido mechas dadas 6 opiniones aobie sí
dido tener coa bnena ooac'ienda , 6 hasta
deteroiiQíftdOi maudo ^ dou Martín , mi h«jo
Ijs qae despnes de éísncedieren epi mi e«tadS|í
avengaur esto htfan todas las diligenolas qi
gao ai descargo oiá mi conciencia 6 safas.
40. ítem maudo'i qne poiqne en algoaos Im
estado se han tomado algnnsa tierras paca '
fias, é algodoaareSi á para otros efectos, qae
é sepa si estas tales'tíerras eran propiamente^
de los naturales de aquel los pnebloa, 6 siente i
do qne so les restitnjan las dichas tierras i oeal
vechamientos qne los señores de ellas,
habido, oompensando é recibiendo en desqi
los tributos é rentas qne ellos eran obl
por ellas, é lo mismo mando qne se haga y
lo qne toca á cierto pedazo de tierra qae yo
pasados á Bernardo del Onstillp ^ mi ociado ,
de Onyoacan, en el caú hizo nn ingenio de ai
reciere que el dicho pedazo de tierra perteneea
cero ó terceros.
41. ítem mando, qne porque demás da
qne yo he llevado de los dichos mis vasaUnBy
do de ellos otros serviciosi así personales
también sobre esto hay opiniones si se
con conciencia ó no, mando que se averigUa
que yo he recibido de estos dichos sarviolM^
lo que me pertenece, é se les pagae é
que así pareciere que justamente deben
é2. ítem mandó, qne se vean todos mis
ta, en eipecial un libro grande que est&
Francisco de Santa Orne que comenaó 4 ~
BLvero, mi escribano y secretario^ y deapi
el dicho cargo el dicho Franclcco de Santa
hml
— 335 —
libros, y vistos, mando que todas las deadás qae
léie por ellos á oaalqoiera persona* qae se pagnen»
lismo se cobren las que pareciere qne me de-
6 mando que se tome oaenta á dicho Francisco
Oraz del tiempo qne tnvo cargo de mis ha-
i; é se fenezca con él, é se pagne lo qne la nna á
parte alcanzare.
^tem digo, qne por cnanto ai tiempo qne Bernar
A Oastüio se casó, yo le presté mil castellanos de
minas, en oro y plata, é mas otros seiscientos en
ida qne está janto ¿ la torre del relox, como pa*'
ir nna cédntá firmada de sn nombre, qne está en
dfd Licenciado Jaan Altamiíano, mando qne pa-
qne se debiere del tiempo qne me ha servido,
le á nna cédnla firmada de mi nombre, qne le de-
mpo qne partí de Onyoacan, lo demás lo pagne é
^i dioho mi encesor.
ítem, mando á. Dofia Elvira de Hermosa, hija de
Hermosa, vecino de Avila, doncella qne es de
rqneaa, mi mujer, qne los días que ella qnisiere
ÍB servicio de cnalqniera de las dichas mis hijas y
]ttn]er] del dicho Martin, se le dé en cada nn afio
mil maravedís» y qne si qniere meterse mopja ó
esta cindad sin casarse, se le den doscientx)»
kvedís, los cnales se le den de mi hacienda 6
é dándole los doscientos mil maravedís en cada
r ítem mando, qne todo el tiempo qne la señora Oe*
iTasqaez Altamirano, mi prima, qnisiese estar en
Éafiia de la marquesa, mi mnjer, como al presente
i6 de algnna de las dichas mis hijas, de se mnjer
peho D. Sartini mi hijo sncesor, la tengan con aqnel
qne de mí h»n conocido siempre qne qniero qne
tga, demi8 bienes é hacienda se le den cada nn
onalqmera parte qne ella qnisiere estar é residiz
ivedís bien é ciertamente pagados.
^Item, mando á dos hijas del contador Jnan Alta-
m, mi primo, á cada nna de ellas doscientos mil ma-
lta para ayuda á sus dotes é casamientos, los entiles
baguen de mi hacienda.
rit
ítem, mando que todo el tiempo que el dicho Juan
■iraao qmsiere tener el cargo de la oontaduiía de
— 836 —
mi casa, que jo le dejé encargado, 6 oon el partido
con una cédaU mía yo le aeñalé, no ae le qiiiie« é
dé así eomjo ahora lo tiene, alendo an Tolontad de
nerle.
48. ítem, mandó á Dofia Beatris é Dnüa Laim ni
mana, hijas del Licenciado Frandaóo Ifnfiesi
qne son de la dicha marqnena, mi mojer ,
mil maravedís para aynda de ana oasamientoB; á !»
cha Doña Lnisa doscientos mil joarayedís, é á la '
Beatriz cien mil maravedís.
49. ítem, mando qne si María de Torres, dneB»
ahora está ó reside con la marqnesa, quisiere estar
sn servicio é de algnnas de las dichas mis hSjss, é
del dicho mi hijo é sucesor, le den en eada nn afioi
oe mil maravedís, y qne si qnisiere otra cosa de nj
sona, le den cien mil maravedís cuando ella qi' '
porque son por descargo de lo que h ista aquí ha
do, sin descontarle de ellos nada qne haya redbido
dicho tiempo que sirvió, ni de loa quince mil
que yo le mando dar por el tiempo que siivieie.
50. ítem digo, que por euanto el afio pasado di]
quinientos cuarenta y dos, estando en la ciudad da"
eelona, de ciertos dmeros míos que tenia á eargodo^
zalo Diea, que al present<e es mi caballerizo, le
cuarenta ducados, é yo manda que se 1m aumenl
su cneuta para que se los descontaren an la qmi
qne ae le dá^ y aunque en esto él no reciba agtam
go respecto á que dijo é d^e habérselos hmriado, «J
remito é perdono, é mando que no se le huga dt
alguno por ellos en su quitación» é si alguno le ft^'
eho se le tire á pagar é cumplir enteramente, é '
de estOf en remuneración de lo que me ha aervido, k|
go gracia é merced de cien ducados de oro, loa
mandóse le den é paguen de mis bienes.
51 ítem mando, que por cuanto el afio pasado de)
é quinientos é cuarenta é cuatro Pedro HemaBdOi
repostero de estrado, me hiao una obligación de
renta y cuatro mil é quinientos é veinte maravedís
le montaron ciertas piezas de plata, que faitaron '
cargo en el tiempo que fué mi repostero de plati^
enalc* él me era obligado á pagar« é ahora tesir
eo4sidQri%ciQn 4 lo qu^ me l^a vervido, le remito <
— 337 —
la dicha obligaciOB^ la onal mando qne se le entre^
, é mae le hago gracia 6 merced de veinte ducados
oro, los cables se le den é pagaen de mis bienes.
53. ítem mando, qne demás de pagársele á Gerónimo
Andrada, mi vntoellé, lo que se le debiere d^ en qni •
sioQ, 96 le den é pagaen de mis bienes treinta ducados
oía de qne yo le hago gracia y merced por lo qne me
53. ítem digo» qne por cnanto por mi parte se tratan
Iptoitos con la mnjer y herederos del licenciado Naneas,
íinlatordel consejo, mi solicitador qaefaéen corte, por
inaon de dertas cuentas que entre él é mí hablan, de que
[ise quedé 6 deber muchas sumas de mararedís ; é aun*-
ise yo estoy bien informado , 6 tengo saneada mi conf
eieaefa, de que por mi parte no se tratan los dichos plei^
tos eon malicia ni cautela, sino por alcanzar justicia ; to«
4av&i usando de equidad, é por escusar gastos é diferen«>
láaa, digo é mando , que queriendo venir la dicha mnjer
yhcárederos del licenciado Nufiez en que dos contadoree
IKiMtos por su parte, é otros dos por miB¡albaceas , vean
é deteminen amigablemente las dichas diferencias é
phitoe^ lo pongo en sus manos , haciendo seguridad y
WtítiuEas bastantes ambas las partes, é por lo que aquer
Iba loandarm é sentenciaren se pase é concluya sin otra
Madejuicio ni litigio alguno* é no queriendo la otra
pttte venir en este concierto, se siga é concluya el negó»
eio6negO''iospor vía ordinaria, como ahora se ti-ata,
pues mi intención no es sino que se sepa la verdad é ha-
gAJosticia, de los maravedís que se sacaron ó hubieren
<ie ios pleitos, mando que se repartan ó distribuyan con\
fomd á un memorial que queda en poder de Melchor de
lojica, mi escribano, é lo mismo que se entienda é hag«
de los maravedís que hubiere é cobraren de Francisoo de
Arteaga Martínez, por razón de los pleitos qne yo al pre-
>eDte trato con él.
54. ítem mando, que á una muchacha que~ está y se ha
<!riado desde niña en mi casa , que dicen que es hija de
Q] al Francisco Barco, que tuvo en Tehuantepec, que le
d^ i de mis bienes treinta mil maravedís para ayuda de
o ^rse.
I ítem mando, que á Juan de Qaintanilla, que vino
ii Air á cqrar en mi enfermedad desde Talladolid á es<f
ta ciadad ce Sevilla^ el dioho día de mi fln y muerte . i
hallándose presente , se le dé un vestido de lato oosfor-
me á lo qae dejo mandado en lo tocante á mis eñadoa,
é demás de esto se le den de mis bienes oinonenta daeS'
dos de orO| de que yo le hago gracia por lo que mehA
servido.
56. ítem mandO| qne 4 Pedro de Astorga , mi pagede
cámara, demás de pagársele lo qoe se le debiere d6 n
quitación , se le den de mis bienes treinta ducados de
oro, de que yo le hago grada é merced, por lo que me In
ser ?ido en mi enfermedad, teniendo consideración á esto,
encargo é mando al dicho don Martin, mi hijo snoesoí^ le
tenga en «n casa é servicio, con el partido, que yo le miih
do al presente|dar.
57. ítem cencargo é mando , que tenga el dicho dos
Martin, mi hijo sucesor, en su casa é servido, coMo ;o
le tengo, á Antonio de Galvarro, mi camamu por («u^
to confio que él hará bueno é leal servicio , como le lu
hecho en el tiempo que á mi me ha servido.
58. ítem mando, que á Diego Gkmsalee. vedno delb*
dellin, que al presenta reside en esta ciudad de ttevilla,
se le dé un sayo, é una capa de pafio negro vdnteeeiBe-
no, é unas calzas, é un jugon, 6 una gorra» é mas veinte
ducados de oro, de todo lo cnal yo lo hago grada é mer-
ced, que por ser buena persona de la aftdon que á mi ck-
sa ha tenido é tiene.
59. Item^ encargo é mando al dicho don Martin, mi lu-
jo é sucesor» que siempre que tenga en su servido é oom*
paula á fildohor de Mojica, mi contador , por cuanto de
lo bien é fielmente que á mí me ha servido en el pooe
tiempo que aquí BStá en mi casa, tengo entendido é coi'*
fío que asi lo hará en adelante , y que el dicho don Mar^
tin, mi hijo, redbirá buen servido é advertenda de él «i
los negodoS' y cosas que conmigo ha entendido é trata-
do, al cual dioho Melchor de Mojica encargo é manda
que así lo haga, pues yo hago de él esta conflansa, é quie-
ro é mando que esté en el c<urgo é partido , como é de la
manera que ai presente está, el tiempo que pudiere é qm^
siere el marqués.
60*. ítem mando, qua al hospital del Amor de Dios,
le dé é pague la limosna que por las cuentas é relame»
don Juan Qaliano pareciere que se debe i de lo que ii~^
— 3á9 —
iiiandó dar <3ada mes después qne estoy en esta oiadad
de Sevilla, é mas mando que se dé de mi hadenda otros
cien mil daoados de oro.
6L ítem mando, qne se vean y ''averigüen Inego las
cuentas del maestro Yicente, de las obras qae para mi
oasa é cámara ha hecho é lo que por ellas se montare,
descontando lo qne ha recibido, se le pague luego.
62. B por cuanto don Martín Cortés, mi hijo, é de la di*-
cha marquesa dofia Juana de ZáiUgai mi mujer, sucesor
da mi casa y estado, es menor de veinte y cinco años, é
major de quince, quiero y es mi voluntad que esté deba»*
jo de la adminiataraoion é cura, que yo aquí nombro por
tutores y curadores de mis hijos, hasta tanto que sean de
edad de veinte y dnoo aflos cumplidos , é dentro del tér-
mino no se aparto ni escuse de la administración é cura,
porque haato en cumplimiento de la dicha edad que yo
adíseUalo, su hacienda é estado sea mas aprovechada-
mento aumentodo é aprovechado , por manera qae a^í
conservado é administrado, mejor é mas brevemente m)
pueda cumplir todo lo que yo mando é disposgp en eete
testamento, así para la cura é administración de los bie^
nes del dicho don Martín, mi hijo, como para la tutela ó
cura de las personas é bienes de mis hijas legítimas do«
fia María é dofia Catalina é dofia Juana» nombro é sefia'*»
lo por totoras é curadores & los muy ilustres sefiores don
Juan Alonso de Gnzman duque de Medina Sidonia, é D.
Pedro de Alvarez Osorio, marqués de Astorga, é D. Pe-
dro de Arellano» conde de Aguilar: á los cuales suplico
tengan por bien de aceptar, é recibir en sí la dicha tutela
ó cura, ó la reciban é acepten , Jirayendo á la memoria ó
teniendo respecto 4 que se lo pido é suplico , é que los
dichos mis hijos son de su sangre é linage, é que favore..
ciéndolos en esto caso, cumplen lo qae deben sefiores é
deudos tan propincuos, 6 paguen en su mismo linage y
estado; é para en reconocimiento de algún servicio é de
los derechos que conforme & la ley debían haber é llevar
de mis bienes por la dicha totola é cura , mando que se
les dé en cada un afio de los que estuvieren á cargo de
sus sefiorías cincuenta marcos de plata, é yo les suplico
lo.ac^ton é tengan por bien , teniendo consideración á
las causas é raasoues sobredichas; é mando que hasta que
eean cumplidos los veinte afios de la edad del dicho don
PISXitTAOI0N«S,-*TQMO Uf^U
— 340 —
Martin mi hijo, sucesor de mi estado, para la sustettai
ciou de sa persona» casa^ é criados de sn servido, lelí
den en oada nn año doce mil daoadosi porqne áA i€d-
dao 6 remanente de mis rentas mas cnmplida é lR6v^
mente se cumpla é pague todo lo que dejo ordeosdo é
mando en este mi testamento; é cumplidos los Tasti
años pueda gozar de lo mas; aporque las Tillase li-
gares , ingenios é minas é todas las otras haoisndaaqoB
están yinouladas é son Vl^ mi estado é casa , eo la
cuales después de mis dias el dicho don Martin, milújA,
ha de suceder, están divididas en partidas , 6 sos téini-
nos caen en distintas provincias de la ITneTa^Sapafit) Je-
jos unas de otras, é como persona que mejor las eslifa-
de é llene sabidas, conviene é es de necesario que jt
provea las personss convenientes á la administraoion di
las haciendas, pido é suplico á loa dichos sefiores tatsm
6 curadores^ bus sefiorías hayan por bien , ú pasen por i
nombramiento y provisión de personas que pa?ariefe9>
to susodicho yo dejare fecho 6 firmado de mi DombMi
porque tengo por cierto, que esta manera las hadeadii
serán tratadas é administradas como mejor les eoivíai
no, é sus sefiorías serán relevados del trabajo é ccid*-
do en el proveer las personas que las han de tratar é
tener.
63. £ otrosí, dejo é nombro por sucesores de mi oa»;
estado á don Martín Cortés , mi hijo t y de la marqaoi
dofia Juana de Záfiígay mi mujer, a sus desoendie&ttf;'
á las otras personas llamadas en la institilcion de mi aa^
;erazgo, que yo instituí con facultad del empatdtf
y rey Nuestro Selior, según, 6 por la forma , éM
las condiciones é vedamentos con todo lo demis qai
en la dicha institución se contiene : é si necesano %
de nuevo hago é instituyo el dicho mayorazgo, m ti
dicho don Martín, mi hijo, en la manera susodicha, 6 j^
la dicha autoridad é licencia que. para ello tengo, é deja
por mi universal heredero al dicho don Martin , nd Isv
sucesor en todos mis bienes, muebles é raices, é úm
chos, cauciones, é quiera que ^po los h'aya, é me
nessca fuera del dicho mayorazgo; i dejo por herederos^
las dichas dofia María é dofia Catalina , é dofia Ji
mis hijas legítimas^ é de la dicha marquesa, mi mnji^
aquello que las dejo mandado que hayan para raa^'
-341-
é legitimas, oon las cuales mando qna se contengan ain
pretender otro derecho , ni acción niogana contra mis
bienes por razón de sns legítimas.
§4« E para cumplir ó pagar este mi testamento é las
mandas en 61 contenido, dejo é nombro por mis albaceas,
en estos reinos de España^^ á los dichos muy ilustres se «
fiores duque de Medina Sidonia, mar qués de Astorga,
eonde de Aguilar [marqué^,] á los cuales todos tres jun-^
lamente, é cada uno de ellos por sí in solidum, doy poder
eomplido para que por su propia autoridad puedan estar
; é tomar de mis bienes é hacienda toda ó cualesquiera
cantidad que sea menester , para cumplimiento de todo
lo que en esto mi testamento es dicho é declarado, é las
mandas en él contenidas,- los cuales dichos bienes, si fue^
xe menester, pueda vender en almoneda ó fuera de ella
oomo bien yisto le fuere, é pagar é cumplir este dicho mi
testamente^ á los cuales dichos sefiores pido é supíico
descarguen mi conciencia '^ é manden cumplir é pagar
eoii efecto todo lo contenido en este mi testamento ; ó
foni en lo que toca Á la üfueva ^Kspafia y en aquellas
proyindas se ha de proveer y hacer según en la forma é
nsanera que jo en este mi testamento lo dejo declarado
é mandado, dejo é nombro por^mis albaoeas á la paarqne •
■a dofia Juana de Zúñiga, mi mojer y al señor obispo
de Méjico fray Juan de Znmárraga, é al padre fray Do»
miii£rode JBetanzos, de la orden de Santo Domingo, y al
Ucenoiado Jnan de Altamirano , estante al presente en
ía Nueva-Espafia; é revoco otro cualquier testamento y
teetamentos que yo tengo hecho é otorgados, é quiero y
m mi voluntad que no valgan ni ae ejecuten , salvo este
|ae al presente hago escrito , é asimismo revoco otro
malquiera oodicilo é codicilos que jo haja fecho é otor^^
eado por jescrito ó por palabra, en los tiempos pasados,
I visto é leído en mi presencia, todo según é como en él
a csontiene, é lo firmé de mi nombre, é va sefialado de mi
$saaíO en todas las hojas que son diez con esta en que
^ Armada, é va también , va en todas las dichas hojas,
IB cuales firmas pu<o estando presente el lieenciado In-
iii¿0, 3Fecho en Sevilla; á once dias del mes de octubre,
no del nacimiento del Sefior I^nestro Salvador Jésucris
« da mil é quinientos é cuarenta y siete afios.
•«342 —
ítem digo, qne por enante en nn oapítalo de eiteat
testamento yo (engo dicho é mando qne loe ooatto li
daoaáoa qne rentan é valen las oaaaa é tiaidafl qnsjt
tengo en la cladad de Uréjfco , deapnes de cnmpyjylj
acabadas las obras del díoho hospital, monasterio, iét]
legio qne mando fdoeri sean ó se adjudiquen entaraatr
te desde adelante para dotación é propios del didio «*
legio, é monasterio y hospital» oomo en dicho chitólo i
qne me refiero se contiene é por cnanto podna ser qoe li-
gan tiempo, la dichas tiendas é casas yalierea meBOi
cantidad de maravedís de los dichos coatrot mu dacadoi»
y mi intención é voluntad qne enteramente se dea, i
cumplan para las dichas dotaciones, ordeno 6 mando qtt
lo qne así en algún affo féltare, lo dé é cumpla el «kmt
de mi casa de sus bienes, por manera que los dichos ofií-
tro mil ducados se cumplan enteramente 6in dhnintteiflft
alguna; y esto va añadido é las diez hojas de esta ott»
parte contenidas, fdcho é firmado en el mismo dia, fltflj
affo.— El Marqués del Yalie,— Por mandado de su ee&t-
ría, por testigo el lic«^nciado Infante.— Por mandado ii
su sefioiíai Melchor Mojíoa.
De lo cual qce dicho es según pasó, di el presante toi^i
timonio, que es fecho en la dicha ciudad de Sevilla i i'
dicho dia, mes y año su<iodioho; é de ellos fueron {WNfli*
tes por testigos Ancón Fernandes de Salázar é Jíarfit
Lddesma, é Luis da Frías, escribano de Sevilla.— ABtOt
Farnandez de Salazar escribano público de 3eTÍlISf-*¡
Martin Ledeama», escribano de Sevilla.— Melchor de Po^i
tes, escribano público de Sevilla.— Yo Fernando deFiif
escribano público de Sevilla , la fice escribir y saesriftl
este registro que fué fecho ants Melchor de Portas , »'\
cribano público que fué de Sevilla^ difuntOi en cayo flfaj
cío yo sucedí, é fice aquí mi signo— [Un signo.]
Concuerda con la copla que para este efecto se me
moatró por la contaduría general del estadOi la qos
halla en el libro de privilegios que en dicha éontodr^
paca, á qie ms refiero, T para que conste donde
veagi, en conformidad de lo mandado;, tdoy el prc
por duplicado, en la ciudad de Méjico, á veinte y
días ddl mes de enero de uAl setecientos setenta y
— 843 —
▼A «a treinta 7 seis fojM oon eeta^ la primera y
ipondiente del papel del eello oaaorto i y las de^
oomaii; siendo testigos don José Oalderoui don
Sigiienza, y José Smehez, yeoinos de esta oin*^
-Lo rigno en testimanio de la Terdad.— Ignacio Hi-
le Godoy^ escribano real y público»
FIN DEL TOMO II.
■\
DISERTACIONES
80BHS LA HISTORUL
I».
DE 11 REPOBlICl lEJICiNl.
DISDE LA EPOCAJ)^ LA CONQUISTA
«na LOS aspiSoLis xicmoir, i. rana d«l naio xr t FsiKct?ioi
wvL xn, ra>u islas t aoxmmrtK ambricako
nuri. hÁ. jin»PB2ín>BicciÁ,
FOB
D. LUCAS ALAMAN.
TOMO UL
Impronta d« LA TOZ DS eVBA,
Tsniente-Sey, 88.
18T3.
Sf
i
.?
PliOLOGO A ESTE TEROEE TOMO.
Después de una mterrapcion de tres años^ catisada en
gran parte por los desgraciados sacesos con que en ellos
ha sldQ afligida la nación, y en alguna, por haberme entre
tenido en otras materias; vuelvo á continuar la impresión
de esta obra, que él público ha maaifestado desear , se^
gnn las repetidas invitaciones que para ello se me han
hecho, tanto privadamente^ como por la via de los perió*
dicos. tiste largo silencio no ha sido inútil para el objeto
que en ello me he propi^y to , pues habiéndome ocupado
dorante él, en recojer^dpcumentos relativos á 1a historia
del períodp de qu^tengb.que tratar, son Xahí:^ y tan cum
liosos los que han venidp á mis manos,, qne la ahondan*
ciá de ellos me ha oblicuo á variar ^í plan que había
concebido, dando mucha mas extensión á la parte de tra«
bajo que me resta.
jfin las cuatro primeras disertaciones délas nueve que
he publicadOi he tíratado de las causas generales que pro»
movieron la conquista , hecha por los espafiolep, de las
islas y de una ^ran parte del continente de América, á
fines del siglo XY y principios del XYÍ , en especial de
la de Méjico, y del establecimiento del gobierno y vicisi-
tades de éste, hasta la creación del vireinato : las dos si-
Sfoientes tuvieron por objeto las noticias particulares
concernientes 6 don Fernando Oortép, sus empresas pos<
teiiores á la conquista, el establecimiuito y propagación
de la religión cristiana en Nueva^£spaiia, y por último
en la octava y novena me ocupé de la landacion de 1¿
actual ciudad de Méjico, levantada por los espaQole^ des^
de an plant», sobre [as mi
con laagaíSízoB edi&cioa y
lias, ; hermoBeadá con Is
ella establícíerony qaehf
tar en laa Biete que debiai
jno de esta obra, del modt
do, mleutrafl eslavo depeí
teoientos maa notables qm
qae daró la domiaacion es
la catedral de Méjico y fai
tabiecimieatos y convento
timo, presentar cnal era el
zo la independencia , par
historia de Méjico indepet
bo maniftístiir atora laa v.
Teniente hacer en é!, y ¡as
Cido : Bon laa signientes.
La hietori» de Méjico y (
Colaa en nltramar dESpaea
dos grandes Épocas: la pri
duka piíccipÉB anstriacoa
fiol datante loa dos priotei
po de íITÚotninacion de la <
el filtimíT. JSnel primero d
legialaoion especial d« Im
de tejes de estas , cooforn
miaño tiempo legislativos,
tado para toda la mcnnn
snjeto á la volnutad del d
íespetar las formas y rest:
la Tariacion íIg diuastía ,
4¡ambi6 no bo!o el sistema
qofa j el orden de la adm
iambSi aino también el tn
HQQ el lenguaje espaüol; y
diversidad do principios .
oaasa de qae pi-ooede. Poi
la primera diseitacicu de
cima de la obr^, A dar nui
lie Sspalla, especialmente
católicos doa JFecaando y
jtando TU.
-5-
Ha héoho también necesarias estas noticias prelimina"
res» Ia falta qae generalmrate hay de ellas, pues solo co -
nocen esta parte de la historia de fispafia algonos lite^
latoe, por no haber ningún compendio que la pooga al
aloanoe de todos, ^nes aunque pudieran llenar de alguna
manera este^vacío.'tas ^^Leocioneslnstcoctivas 80bre|la His-
toria y la Geografía'^ de D« Tomás de Iriarte, oontinaadas
deapaes hasta el reioadclle Fernando Vil, es libro poco a-
aado y el que oomunmeute anda en manos delajuventndi
4106 es el Compendio de la Historia de BspafiLa del padie
Baehesne» traducido y aumentado cen notas por el padre
lalat es sumamente incQmpleto« y ni este ni l^s lecciones
de Lriartei dan la menor idea del sistema administrativo
existente en cada período de la monarquía, ni de las vax
riadones habidas en él, que es la parte mas útil é impor-
tante del estudio de la historia, y este detecto es mas iu>]
table en el periodo^ que para el objeto de estas diserta^
dones importa mas conocer^'que íes el tiempo en que la A-
mérioa estUTO unida á la Bspaña , haciendo parte de a «
qaella monarquía. De esta unión procede la leugua que
hablamos, la religión que profesamos, todo el orden de
administración civil y religiosa que por tantos aüos duró
y aun en gran parte se conserva, nuestra legislación y
todos nuestros usos y costumbres: razón era dar á cono^
car el principio que todo esto tuvo , para saber también
apredár nuestro origen, y examinar el nacimiento, pro-*
gresoB, grandeza y decadencia de la nación do que he^
moa hecho parte, para podeí* entender nuestra propia
historia, y para aprovechar las leccioaes que nos presen-
ta tan grandes snoesos, tantos errores, y al Mama tiem-
po tantos ejemplos de sabiduría y tan profundos conoci-^
mientos en el arte de gobernar , á que se debió el alto
grado de riqueza y prosperidad 6 que este país llegó.
Sobre esta base , que una vez asentada sirve para la
inteligencia de todo lo restante de la obra , era necesario
explicar el modo en que se formó el rireinato de Nuevav
Espafidí por la agregación al territorio que oonatituia ^\
imperio de Méjico^ de multitud de reinos y estados qt^e
eran independientes de aquel, y que se estendian por tx) •
da la costa del mar del Sur desde Ooatemala hasta Cali"*
fanil% y en la costa del Seno Mejicano, desde las inme-
düaoionee de Yeracmz hasta los países, en aquella época
~6 —
desconocidos del ISTorte, oca todo el espacio intetmedio
entre ambas costas, que comprende los bastos temtorios,
entonces poco poblados y casi; incaltos y barbaree» de '
qne después se han formado las provindas y estados de
Qaerétano, Gnanajaato, San Lais, Zacateca y demás que
Bignén hasta los confines de ios Bstadoa-UnidoSj y eete
es el asunto de la undécima disertación. ^
En las fidguientes se tratará del gobierno de los vire'
yes, y esta es la parte eá que las noticias que me fiepro*
curado, han sido de tal manera copiosas, que con ellas
se puede escribir coa puntualidad el diario de los saoesoí
de muchos afios del período de los reyes austriaoos , j
dar razón menuda de todas las principales operadcmei
admmistratlvas de la época de los Borbones. Acaso lo
muy entretenido que ha sido para miel estudio dejtaatos
pormenores de la vida de nuestros abuelos » me ha inda-
cido á creer demasiado fácilmente, que igual placer dis-
frutarían mis lectores , cuando les presentase coa^exten*
sion las noticias que he podido sacar de todos estos pa-
peles viejos, arrumbados en los archivos^ y de los cuueB
muchos sin duda han sido destruidoSi viéndolos con in-
curia y desprecio. De mí puedo decir , que en medio de i
las aflixiones de espíritu, que han sido la consecueda de j
la invasión del territoiio de la repúblicaí de la ocupacíoa ^
de la capital por las tropas norte americanas, y de la dji-
sipacion de tantos sueños de felicidad y engrandecimlfin-
to nacional, que el patriotismo habla hecho concebir , y
que una cruel realidad ha venido á desvanecer ; no han
sido pocos los ratos enquejme^ha hecho olvidar los males
presentes, la lectura de los acontecimientos á que daban
gran importancia r'nuestros mayores : como por ejemplo,
eoando la ciudad de Méjico se ponia en conmodon, porque
el coche del conde de Santiago,¡vol viendo de unostorosi se
adelantaba al de los pajes del virey conde de Moctesuma,
y éste ponia sobre las armas , por tal desacato , la poca
tropa de que'podia disponer, mandaba preso al oonde i
San Agustín de las Cuevas y cuando el negocio estaba
ya pacíficamente arreglado, por la interposición del res*
peto del arzobispo, la condesa de Moctezuma, coa el or!
güilo de su sangre y ascendientes, rompía con su presen- •
cia el convenio y se volvía á poner todo en ooafoaloa.—
Bra meaester pintar este estado do la sociedad , estas
<r
costambres peoaliares de aquel siglo, y esto no por medio
de novelas llamadas hutórieas, qae son tan del gusto del
nuestro y que mas frecuentemente haoen la carioatura que
el retrato de la épooa que pretenden describir; sino por
la relación de hechos ciertos y que presentan tuda la na<
vedad y el interés del romance^ sin la exageración y aun
fal^iedad de esto. Estos motivos^ la consideración de que;
acaso y seré el último escritor que entre nosotros se Ocu-«
pe de estas rejecesi y el gasto con que me ha parecido
que el público ha recibido las disertaciones anteriores, en
que he hal^lado de nuestras antigüedades históricaSi me
ha hecho extenderme, puedo decir ilimitadamente en 6s*«
tas materias, por lo que no fijo el numere de disertacio-
nes que las comprenderán, pues será el que dé de sí el
asopio de noticias que tengo recogidas^ ó el que permita
la curiosidad y aprecio con que el público las recibat
El Mste estado á que la España se hallaba reducida
en el reinado del último de los príncipes de la dinastía
austro^espafiola, sehAbia dejado sentir también enJa ad-
ministracion de las provincias de ultramar, aunque los
males eran siempre mucho menores en estas que en la
metrópoli, y es muy esencial hacer conocer á qué sxoeso
habla llegado el desorden, al tiempo de la variación de la
familia reinante. Hay un documento extremamente im^
portante correspondiente á esta época, que es la instruc*
cien que el virey duque de Linares dejó á su sucesor el
marqués de Talero aljentregarle e]|mando, muy interesante
además por el estilo gracioso y delicado con que está es^
arito. Por todas estas ra2soneB he creído deber publicarla
fátegra, y servirá principalmente para hacer conocer, de
qa6 punto partieron los grandes hombres, nó menos dis«
impelidos por su capacidad que por su probidad, que ob*
lavieron el vireinato en los reinados de los monarcas de
la caaa de Borbon hasta el principio del de Oárlos YI, y
por cayos esfuerzos, la administración pública en todos
IHIB ramos, llegó á aquel grado de órded y regularidad
^ne tenia, cuando comenzaren los movimientos cojo reí
ioltado flnal fué la independencia.
jDebia terminar esta obra con el estado en que el país
pe liallaba en este último período, pero me ha parecido
|iie bI lagar oportuno para presentar este cuadro, es el
prnicipio de la otra, que tengo muy adelada y cuya pr^ .
es-
mera parte comprende la historia de Méjioo^ desde los
primeros movimientoa sacedidos en el afio de 1808, y ter^
mina con la indflpeudencid hecha por el sefior Itnrbide
en 1821. Esta obra vendrá á ser el complemento de la
disertaciones, ó más bien , estas son la introdnce^on d^
aquella; pues siendo el objeto de las ultimad, dar á cono^
cer el modo con qae la corona de España adquirió el do-
minio de estos paises y como ^o ejerció ; la primera pie
sentará los medios por los coales vino á perderlo, y qn^
dó la Nneva. España separada de aquella monarquía,
dcgando para tratar on las partes sacoesiyas de la misma
historial las diversas vicisitudes por las cuales la re**
pública mejicana ha ido pasando . hasta la época pre»
tíente.
Mi objeto no era publicar esta obra, que considero como
la principaldo mis trabajos históricos, durante mis disp,
Mno dejarla para que se imprimiese después de ellos, con
(1 fin de evitar los ineonvenientesqne trae consigo la rela-
ción de sucesos recientes, cuando todavía existen muchos
de los que ensillos han figurado y se conservan aun eccen*
¿idas las pasiones que aquellos exdtaton ; pero muduB
personfi3 i! aatradas me han manifestado, que noyodia
habei ; ^'^ riesgo en trataír esta materia, después del
trascui v; ao los a&os que han pasado, especialmente rea-
pecto il i'Jiíodo que comprende desde el afio de 1S08
hastc^ la muerte dt^l señor Iturbide; mucho menos casn-
do mi objeto es presentar los hechos exactamente como
fueron, ajustados á la verdad y apoyados en documeotos
Incontestables, y cuando el público^ cansado de historias
infieles y parciales que han causado grandes males, nu^
jkifiesta el df seo de instruirse en la realidad de los scce^
Bos, y ques>¡le presentengestos con imparcialidad y exas-
tltud. Esto me ha decidido á publicarla parte expresada
do la Indicada historia, de la qu^tengo concluidos los dos
primeros tomos, muy adelantado ei tercero y reunidos
los materiales para el cuarto, esperando que el primero
podrá darse & luz en el próximo mee de agosto , 6 antea
lai fuere posible, pues todo;e:£te tiempo se n8( eáta, no e<^
para disponer las estampas y planos que deben aoompa-
fiarlo, sino también para revirar y corregir todo lo qeciía
to rectificando y ampliando con nuevos docamentcMk al«
gunos puntos que me han parecido requerir ma? caldas
' ' ' '<íi^Í9n¿ii dé AfMtttaeíaoes ^ue he «tfoojido paca I5 par-
' '«bdttiif^tiilbáj^^eiftliCDíapablioo, me diapaae» de la
v >^^Á^¿0|údM'déÉ«g¿fir éiihe];hi el liilk> completo deiossaoe-
t iéS;^]Ée^atitori«||ft tratar dé prefeseooiaio. que me pa-
'«. ^MMit^'n^é^ftaftiftaé^ltilstraMoa mayor iate*
'■' ^», éá^iuad<^afi pernteniMK^iie no oouvendria á la se<
«liedadMe'la kktoti^ ^ qM má^bfieii «OB^^^
' 4ai>^ttfefioriiM,'si4tidé^rdl3^(y'^tlaaifal que mahqpro*
' ^plléítéiyiMdg^4aMi3 «él qtlé^t^(>9 6ou mejor opartosi^^^
'ffM»a4ilifa^^n^ftffrdé,'y^ooítíi6r^ ¥eQaerdxi4e ¿eohos
- <^' qtfé'M tM catldakido^: poK la^iftéaria oos qoa toklo esto se
' Sliflk^AMoí te d(Mioteidiai»hlstbrta de^to de
' ^^ ^t^táfiéift ixté^o^pó; tte.-qüed8Cre vida y oportaüidad
^ 4íata éséribifl ooü ^«eraelMf I» historia desde la conqaiat*
"V' 4lfat§á^laÍaá<i^ddta(M,^ e^be objeto ooB$i»j;rai4 mis ú a
' '^^ ^tíme^dM, n€niaiid<]M6li-tiá«(# que títi.vo4ci9 avjar ei óadi^
^ \^ ' *Ó«I^ pbi? &U» def iM^^&9iM, 1^«a abtiqii«<5^ai»i eti bifitoi i k
- ^^ 'éa^H^looj itefebgi6^^f)lg^1iemeúte:la»^que j9odoii»]lai ea
*^7 ;-1éÉlibM5i <!fe:qtf^ ptfdia^^QB^ner en Italia dosde la-eseri*
'''^*ftóy HO^^dO'tOB^I^'Iaéeti'fteíMt^ que solo p'nedeá sacar ^
i$é déioi^ docaíáeoítos qde 6q encaenttaa «a loa atohivca
•^4«r<stai éapíta). D/C^lob Bástamaa^ entuela multitnd
' ^ ^Mi£ltífaDsljos*liSetAriGos, qaidO'Oomplelarefite periodo,
"' -> ' V^eia dbda dem^oholnteróe el enplexfiíento'qQe publica
- f ^ A laióttraí^d^l ptidi%' Oá^d ; tMfro aiempm deja mueblo qae
' ' ' ^MBéftl^í bó 9iiabI^i]jao i;enido tatipooo conoeimíento de to««
"' • Ma^oÉi^íñaievialeB^que han (astado á mi disposidon^ y de
e: t i ^Mttaré raeott ea fas botad á medida que raya baoieado
' ' •nsd'aetífroe.'' . ^ ■ ^ '■■'•. '
" í ' Biitr^lod papeles <{:ae han venido & mia^ manos ; liay
a1(íuá08 que aunque impteeos j se ban becbo tan raroa ó
' - . sdft de tanto interés, que me ba parecido necesario pu-
"blibai^los íntegro» en el apéndice. Untre ellos se cuentan
edpñtt^ lugar loa diálogos d«»l doctor don Francisco
Oervantes Salazar, primer catedrático de retórica en es*
ta ITniyeraidal, de qu^ ba adqDírido casualmente lyi e-
jemplaTi en los que describe la Universidad misma de
que era profesor, según estaba en el tiempo de su funda<
cioD, y la ciudad de Méjico y sus inmediaciones en el
PISVBT4OIONB0.«-XOMOía- 3
•ri
aBadel551, ooal
formado de ella, (
coa la que le le d
bien au daiá m e
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ria de la célebre n
hasta sa muerte.
ealS38, lavldad
olla mlama, háeta
deapaes de ene ei
pndb eocantrar n
muy interoBante 1
TÍda BB MéjlM , ]
rioa, basta va. mot
Al prlDoiplo del ■
de los gobetoadoi
aotiota abreTiada
peotiros gobieiDn
rloQ Bosoriptorea) ;
Perí, que forma t
oneDoia coa que e
BjpaDa al Perú «
ba aqoel reloo de
se poadri la de lo
. macbas relooloaei
Ea todolodem
logo al priiaei tos
tograCa de qae bf
riacioa respecto á
lee, sigaieado ent
poea ea todo lo qi
ooQveaio, esopor
tal qae se ecaserv
brae, lo qae no su
oa algnaas imprát
vii'iuiia, qae deatr
, cea altera la eigoii
DISERTACIÓN EDCIMA.
Idea abreTHida d# la liastorla de Espafia , ealef «
peclal deade lov reyes catolices den Fernaado
y della lealbel Mastá dea Fernande VII^ pa-
ite la Intellfeacla de la Itlstoria deKae-
Ta.Sspafia en¡el mlsme periodo.
La provincia espaSoIa^ terminada al Korte por los mon-
te) Pirineos en la parte qaeoonflna con Francia I y xo^
deada por el Oooeano Atlántico y el mar Mediterráneo
por todos los demás lados, estabajdividida, en los prime -
tos tiempos de que hay noticia cierta en la historia, en
pequeñas repúblicas ó principados^ que se asociaban en
confederaciones para su defensa^ como sacedla también
en Italiai Francia^ Inglaterra y Alemania ^ lo qne parece
ser él primer paso para formai naciones, partiendo des-
de el elemento natural de 1» familia. Bn Italia estas con.
federaciones fueron cayendo, unas después de otras, bajo
el poder de los romanos : en España ae dividieron entre
loa romanos v los cartagineses^ que se disputaron el do>(
minio del país dosde la segunda guerra púnica; pero des<«
traídos los últimos, todo se redujo al ^ dominio romano,
aunque la parte septentrional de la península no quedó
del todo sujeta hasta el imperio]de Augusto, que habien-
do pasado él mismo á ella con un poderoso ejército, 80>
meti6 á los cántabros y asturianos después de una larga
y gloriosa resistencia. La población originaria se messcló
— 13 —
y oosfandíó cQttramBat« con la roauína ; eoi el trascor-
EO del tiempo no pudo áiBtiagmise ya de ella, babiéado*
M gsneraliz^do el idioma, coatnmbrea y lejea de tos ccn-
qnlstadores, excepto en las provincias vaacongadas, qoa
eonserraroQ y todavía conserran en propia lengoa , la
qae segan la opinión luay verosímil de Vatios eaetitcm
era la primitiva, por lo menos de aquella paite del paie.
De cata adopción en KepaBa de todo lo romano, prórjece
ta lengoa qse in^blamqs «¿ eptf, mtíf ^f América, gne m
la espafiol», la que ibiutiilkaiadn 'fiQ I4eñva de la latí-
na de todas las tengnas modernas qne de ella nacieron, y
este es tambiea el otigea-de nneatra legislaron que pro-
cede de la romana.
EgpaQa no solo hizo parte del imperio roniíno, Bino
•<ta& did^ieste-eAgBnDKdbBaa mmg,f^téfifmi»tí^Ht,r
'Bcnqtiecjfida li*gittttfia»cw»Tiinn<h<wi* éhirtma. -CMrftotca.
"Inyadtdo aqct>l-])cr1tls1iltiÍ)MésIbáHMt»ií^qiWf00moM-
Jambies, vlijífron nífAl(í!iií=*3i#'tflrt^H"lBBítoBOÍ0Be8 del
Norte y del Orienta déááe eí éniirti^-ii^ó de la era cri8«
tiaoa, laEapaüa faé pe
■ Tincias qneenfitoioa a 1
..principio del elplo qcin
dos, ó godos dtii Ocelat i
. aJanos qae reparderoa i
flegoida la goerra,para )
' |áe qne ee baljiau ^6^6
■ . dosj qáe habiéndose et^ )
loe Pirineos por óónve: •
. ,^aDdo deupDCB sus < i
griego de las cicdades '
ooBiervaba , y estable'
ba toda la peuíusula. £ i
sa principio los láonan I
^ército y por aclamación úa esto, spen&s etait otja oon
que. los primeroa capitanes de él, sujetos á cegnir la to>
I&nted de los que h>t, liabiaú uoabrsdo, y coctínDameote
ezpoeetoa á eit eno vcítimaa. El auBínaio, aan entre Jos
. lurmanoE; la violencia y las levoladones, hacian cnbir
al trono, mas bien que la Formal' legnlar de elección, qne*
dando lea que x>cr Uiles medios Jo hablan, ocupado, ez-
giestoa áser precipitados de él por losñlEiiióa. Etcleio
abia obtenido QQa prepondeíanda deoididft onandow
— 13 —
veria^b la raiaa del impario romano [1] : peraegaido en
SUípatl» por loa rey e«i godos qae segaiaa laneregfa arria-
n^/coa oaya ooadicioa lei cíoacedíó tierras el emperador
Tiúeate que perteaeoia á aqaella secta, faé sa mejor apo-
ya oaaado estos eatr^roa ea la oomaaioa romana y los
opaoUlos dd Tjldio á qae cono arrian no solo los obiS4
pos, Biao (¿imbien loi nobles y los principales empleados
ddl osudo, vlaieiron á ser nw asambleas naeionales, qne
tenían el dereeh^ de elegir á los reyes, oon quienes estos
coasnltab^n todos los negocios graves, y ea las qne se
disoatiaá y exAminabw las leyes qne aqnellos propo^
nian, como se hizo con el'Faero Jcugo , 6 Oódigo de los
visogodoa de Bspi^lia,
Iioa.nat^TOs. coaq^niatad6rés,aanqne aeparadoa prime-'
ro d^ loá[ opaqaisc^dos, oóa loa oaales no lea era permitid
do enlazarse por matrimoñiOi 7 a qnieaes trataban como
eeclarosi ae meaólaroñ maa aaelante coa la maaa de la
población ctin^obabíá-jlacedido oon íoa lomanoify y solo
quedó el orígea|goip[Q como diatintiTo de nna antigaa no*
bl^^aa. Xi'aiiNi^aii^j^j^l^aQa bajo el gobierno de ana domi-
, nadóse»; separad» tibien ea eata ves por an posición
del movimiento de laa gaerra'a y revolacionea qne agita-
ba^ el re»t j de la floropai aln maa tnrbadonea qne laa
qne feesciea temen); d excitaban laa nanrpaoionea de la oo-
roaa, fié fu6 eot^regando ¿ lamaUcia y á loa vicioar y ae
en^pnuró nprrompuia ^^e»armada| caandoae preatata»
x0i^aKavadii la;U)a flesos diacípnloadel {NPofeta de 1 ¡Sí ecay
que desde ^, cent^^á^?^^ ^^^^^^ ae hablan derramado
00010 an ((irreajt^ aev7éat;adop< p:ir toda el Asia y el Afri«
IN^ y fia h^biaoMeatablecido /en laa costaa del Medíterrá-
ae0| eofcentá de laa de Bapáüa,
Faaaroa i estaa ea loa primerea atLos del siglo octavo,
y Bl nombra de Gíbra^tar conaerva hasta naestroa diaa el
do an capicao T^nk^ y la memoria del ¡punto de an dea»
•mba|[00 (2). tina 4Qla batalla; dada en la márgenes del
•^í ; .' «^ V
\ •
( ] ^9r* U i^a^Vn^ wkerd 7 réglntn m^AieipU del fmpwl* romamo
iPéiM et » ia<>/9 ^>\^umffñft.9íi^f9 im hlilsfia 4« Prac«ia por Mr. ^al>
mot ^xueliaioa. #<r3al«Í4. . jj , . . , ^ . .. •
(SI St Drimer d^wab-.kroo ó r^e)moelíiit»iilo n Mío €n el ibm ds Julio de,
•fta é» 710. QUboi m arabo ib^ilfloa «orro 6 mootafi» Condoi HUiioria do lo
49JilaMiooñA9 '01 ár^boi oa Eipafta tomo 1 9 folio 37. .^
PISSBTA0I0MB»«»X01C0 IXL^4
— 14 —
Gaadalete, los hizo daeños dó la peníasala, xa qna 06ap&^
ron en pooo mas de dos aHoü, casi sin encontrar reásten-
oia. Prodigiosa pareoe esta conquista, hecha con taats £i*
cilidad y en tan breve tiempo, cnando en otras ^«oesn
ha visto á la nación española resistir oon. heroico sfiente
'á los que han pretendido dominarla; pero esto se expfiea
fácilmente si se reflexíonai que la paz, prolongada pot
tres siglosi habla destruido el espíritu gnerrero qae mi-
ntfestaron los espafioles defendiéndose de los romaaos, 7
que solo volvió á formarse por la guerra sostenida 00&
' los moros por setecientos años. Una profunda paz, 00&'
tinuada por mucho tiempo, es una calamidad pata tai
nacioneSi tanto y mas que una dilaitada guerra , no soto
porque debilita el carácter nacional, aino^rque eU 68«
ta como rueda p^petua de las vlcuiitudes humánasete
hombres parece que se cansan de la feliddad qae dis*
frutan, y en el seno de la paz se preparan ios elementos
de las revoluciones, que precipitando á lasnadoneseftli
miseria, hacen que en el atdsmo de esta | se mtíw^k
producir á su vez los elementos del Uen , por efeeto del
escarmiento, de lo que hemos visto en nneatios dias vb
grande y notable ejemplo.
Las mismas ásperas montañas de las provincias éá
Norte, cuyos belicosos habitantes sé sometieron lesttti*
mos al poder romano, f aeron el asilo en que ae reeogie^
roit los restos da la monarquía goda^ y en ellos coibw
la xeascion contra los conquistadores musulmanes. D. Pe-
layo, duque de Cantabria y descendiente de unoieifiW
timos reyes, volvió á levantar en Asturias él trono deta
gados y extendió sus dominios hasta LeoUf ocyo nontee
tomó el reino: sus sucesores j que lo fueron algunos foc
herencia, otros por elección , y no pocos por viotenta r
surpacioü, hasta que Isrmonarquia vino á ser heredtts-
ria, continuáronla i (atando sus conquistas: formáronse sa*
eesivamente varios condados y reinos , que altematíva-
meato se uaia'i por matrimonio V y en seguida volvían fc
dividirse por el repartimiento que de ellos hacían los re»
.ves entre sus hijos^ como si fuese una herencia ordinariai
según entonces se aoostumbraí»! casi siempre en gotfia I
unas veces eutre el mismos y otras con los moros, quis*
nes no menos discordes entre sí que los eristianos, halBaa|
foimadode c.*«daclu1a4 una monarquía iudepeiidiente
qae 86 combatían anas á otras sofriendo además f recaen-
tes rerolaoiones intestinas. Este estado de cosas faé caa^
ea de que la gnerra dorase siete siglos', pa^s^los cristia-
nos ocupados en combatir nnos con osros y pidiendo á
veces anxilio á los romanos* no podiUn atender á recobrar
sn territorio, y mas de ana vez debieron el no perderlo
de nnevo todo , á la desunión y guerra que había entre
ens enemigos. Uniéronse jpor fin las coronas de Oastilla
y L€on en el año de 1230 en la persona de S. Femado, y
pocos afios antes Aragón y Oatalufia por el casamiento
de úoña Petronila heredera de AragODi con don Bamo^i
conde de Barcelona, y á fines del siglo XYf la península
espafiola estaba dividida, per efectos üe estas uniones y
de las conquistas que fueron la consecuencia de ellas en
cinco grandes estados: Oastilla y León con las provincias
que de eHa dependían: Aragón con Oastilla y Yalencia, á
cuya corona pertenecían el Jiosellon en Franela, las islas
BaleareSf Sevilla y Ottrde&a en el Mediterráneo : Kavsir»
ra : Portugal, que en su principio fué condado feudataiio
de Oastílla, y la monarquía mora de Granada,,
A diferencia de lo que sucedió en las conquistas de los
romanos y de los godos, los árabes no se mezclaron c6a
los espaSoIes formando ana sola nación :; mantuviéronse
anteramente separados conquistadores y ccnquistadéS;
io que fué efecto del estada de guerra en que caaifiiem-**
pre estuvieron, y mas particularmente de la^diferenoia de
religión^ en ónyo punto los moros no obligaron á tos
vencidos á' seguir la del vencedor y les permitieron el uso
de la stiyá propia, en la que se observó el rito pecnliar de
Bspaüa, conocido oon ol nombre de mozárabe, que se ha
conservado hasta el dia en una capilla de la catedral de
Toledo, fundada oofll este objeto por el cardenal Cisne'-
TOS, y que en sus usos y ceremonias difieren bastante del
romano, el cual so introdujo á fines del siglo XI, á con •
secuencia de la conquista de Toledo por el rey don Alon^
so TI, no sin gran resistencia de los españoles, y después
disputarse la primacía entre ambos ritos , por los cam*«
peones que en campo omnrado sostuvieron con las armas-
cada uno el suyo, y por la prueba del fue¿o €n el que fue
ron echados los dos breviarios, quedando la victoria por
et nMKsárabe, no obstante lo cual se sobrepuso el romano,
por la predilección del rey y por influjo de don Bernar<«
Í17 —
lüspafia los eonoilios de Toledo eran, antes de la irrnp'* ,
cioB de los moroSy las i^fuides Juntas de la monarqniay
on qpe se trataban los negocios mas importantes de ella.
Bestableoida esta, los léyes volvieron, también .á. rennir
en oonoilles á los obispos y á los grandes^ aonqne los pri*
meros no oomo cuerpo epi^oopal, sino á los que manda^
ba el rey que se convocasen, y los grandes eoncnrrían, no
por un derecko que á; su clase pertenccieae , sino mas
bien p9r xma señal de obedi^icia y vasallaje', imponitfn*'
doseles la^obligacion de afrifitír^ al rey en su corte , de
donde viso llamar cortes á estas' reuniones de los braxos
eclesiástico y militar, que fgeron los 6&icos que en su
principio lo compóBian. En tlenipos posteriores , con el
fin de fomentar las dudadj^ reconquistadas, les dieron
los reyes cartas ó provilegios para su gobierno parüeur
lar, y cartas puebláa ¿ las Quevas poblaciones que se
iban formando. La dudad de León f ai la primera que la
obtuvo, y haciéndose ^zte]»s(ivo d mismo feero ó sistema
de gobierno munidpalá otras ciudades^ se deciaquese
les concedía el fncro de León , y lo mismo sucedió con-
Ouenca y otras sucesivainente. Bn estoe fueros se con*-
tenia el orden de gobierno municipal , el modo de la ad <
ministradon de justida^ qfnt estaba 6 cargo de los alcaU
des,cuyon(ímbre.víenede.lapalabn^ árabe cadí, que
quiere dedr jnes» y también 86 fijaba el género deservid
dio que la pobladon quedaba, obligada á prestar, ya fae»
66 en dinero 6 moneda forera, 6 en hombres, siempre que
fiíese requerida por d aoberj»io, quedando todo á cargo
de loe ayuntamientos,.nQinbrados por los vednos de pro-
piedad y arraigo, en cuya comipodcion hubo , según los
tiempos, diversas alteradouefti
La importancia con que íos fueros adquirieron los go«
l>ienios municipales, prodojo una novedad de grande con*
flecuenda en la forma y cemposiou de las cortes. Eea que
la ficecoenda de las guerras y los gastos que estas exi-.
jian^ poniendo á los reyes en necesidad de mayores re^
corsos que los que las dudados estaban obligadas a pres^
t»rles según sus íueíos, les obligase á pedir lo que no po-
día obligárseles á dar sin .violación de estos, y que para
]& concesión de estos'seiQridos extraordinarios, se convo-
case á los ayuntamientos, para que por medio de perso<^
que nombrasen, asistiesen á las cortes á otorgarlos
- 18 -
y que éste sea el origen de la eoiiettr£eii<áa de ld8 prOdii«
radores de las oindádee á las ecartes del reino , óquekM
rejes buscasen' en el teroer estado un apoTo cAatsnias
demasías de la nobleza 9 este faé llamado a hacer parte
de aqnellas desde qne se celebraron en León por el rey
don Alonso TU en 1188^ siendo mny digno de notar, que
este oso se introdujese en Castilla mucho antes que e&
loglaterra, en Alemania y Francia [1].
Aprovechando la osasion que esta concurrencia l^ o&e-
cia de hablar al monaroa , los procuradores ezpUBíeron ^
los exesos que se cometían , los desórdenes quesenota^
ban y solioiCaron el remedio. Bepetíanse los pedidos de
dinero, y antes de conceder nuevos subsidios^ se preten*
dio que se diese cuenta de la inversión que los ya conce-
didos hablan tenidO; que se corñiiesen los abusos qué es
su administración había^ y á cada nueva ooncesion , Iob
procuradores ds las ciudades y villas ampliaron mas ñva
petición ea> conforme^ se les prevenia en las instruoitmea
que les daban los ayuntamientos que los nombral^an.-*
ASÍ las urjencias de la corona; las frecuentes guerras de
suoeaion, eu las que los pretendientes 6 usurpadores dd
trono se hacían reconocer por las cortea , que nunca ee
mostraron difíciles en este punto, sacando nnevas ves^
tajes d&^au condescendencia , y las menoridades de los
príncipes, en las que hadan lo mismds los diversos com«
petldores á la regencia} f aeron aumentando la importan-
cia de las cortea, cuyas facoltades , sin embargo, nusoa
fueron otras, que las de conceder subsidios y pedir Io¡qiie
creían conveniente á la nacion,*qnedandQ á voluntad del
monarca concederlo 6 rehusarlo ; pero en esta voluntad
inñaia el mayor poder que las circunstancias le daban,
teniendo á veces qiae acceder á todo ouando¡no tenia faer-
zas para resistir, y de aquí proviene que las facultades
de las cortes nunca hablesen sido bien definidas , como
nunca faé tampoco tija su composion, variando á voluntad
del rey, la conca^^cenoia de los diversos brazos y el ná*<
(l) SalrgUtorrAttooonoarrieroAloBdipatad^idaloie^uiiiiM al parla*
manto haiia 6nl2o>, £a Aiemaaia no fa^ron almltilai la eiadadet ea la«
diat\« deI5mp9río, haati 1233, j en Franoian) o>ooirí1d e! ierotr a.todo á '
M osados generálar, huta el 0igio XlYt
— 19 —
mero de procaradores que se citaban á ellaSi y no tenien-
do tampoca logar lyo para reunirse i ni período preciso
para ser convocadas.
8i se hnbiese de dar crédito á atganos esoritorea mo*
demos, Castilla tavo, desda el establecimiento de la mo<«
Barquía, un gobierno constitaido sobre ^s bases mas lia
beraies» Bi rey, ejerciendo el poder ejecativo, se Hallaba
revestido de la antoiidad necesaria para poner en acción
la faerza pública , y esta antoridad era templada por la
de las cortes, en qae residía la fiacnltad de hacer las le^
yes, decretar las contribuciones é intervenir en sa inver-
úoq; pero si se examinan los hechos con imparcialidad,
se halla demostrado qne estas bellaa teorías nunca He •
garoQ á realisarse. El período en que las cortes tuvieron
mayor poder y en que fueron mas frecuentes sus reunio-
nes, faé dorante loe siglos XIY y X7, y estos fueron tam-
bién en los que estuvo mas agitado aquel reino. Cinco
gaerras civilea^ muy frecuentes las que se hacían los es-
tados orisüanos nnos á otroS| y una de ellas muy desgra-
cia; ningún progreso contra los moros , que por todo
«8te tiempo continuaron ocupando ' casi los mismos lin*
deros á que los habla reducido San Fernando '; la suce--
eúm al trono muchas veces interrumpida ; un hijo subios
▼ado tOQtra su padre y apoyado por las cortes en su re-
belión, para apoderarse del reino , despojando á aquel y
á 808 Bobrinosy que eran los legítimos herederos ; un her-
mano asesinando 6 su hermano por su propia mano ^ y
reconocido rey por las cortes que antes hablan recono ^
cido herederas de la corona á las hijas de su hermano, lo
qne da motivo á una invasión extranjera ; las ciudades
formando comunidades y confederaciones para su defen-
^; los grandes hadando lo mismo por su parte, y en sus
eontínuas revueltas invadiendo las posesiones de lacorov
tta; reduciendo á la nulidad ei erario real f disponiendo
^ sa arbitrio del trono ; ningún orden , ninguna soguri>
dad; la administración de justicia nula y las contribuoio-
^ maltiplioadas con exceso; todo esto no da idea de
osas tan ponderadas ventajas, producidas por la concnr-
^cia de las cortes y por su intervención en las gran-«
des actos del gobierno. Además de las cortes generales,
Tizeaya tenia sus Juntas partículares, que se celebraban
bsjo el famoso árbol de Gamica^seguu sus fueros, que h^
— 20 —
defendido con tanto tesón hasta nnestroa dias, y también
Astorias las tavo y &e conservaron hasta ana época mny
rédente (1).
La constitución de Aragón fié mncho ma3 regulariza*
da y estable qae la de OastlLla. Fandada sobre el anti\
guofasrode Sobrarve, conteinppiráneo con limonar,
qnía, tuyo despaes considerables mejoras, especialmente
por el privilegio llamado *^generaF' que el rey don Pedro
III se vio obligado á conceder , y por el de la '•Uúion,"
que autorizaba á los. aragonesa á armarse en defensa de
sus fueros y fué motivo de continuae guerras , hasta qae
don Pedro IV, venc<)dor de la batalla en Bpíia ^ lo hizo
anular en las cortea de 134S. Dícese que rompiendo en
ellas con su dnga el pergamino que lo contenía^ se enfa<*
recio tanto que sü hirió ia mano, y viendo correr la sangre
exolam6 : '» Justo es que se borre con sangre de rey, un
privilegio que tanta sangra ha hech3 derramar.'*— Loa
imntos eseaci-^lea de la constitución aragonesa eran , el
período fijo do la reunión de lad cortes, en las que eatabi
determinado quienes eran los grandes y los eelesiástíísoa
que tenían derecho de co icurrir, y las ciudades que de-
bían maa,1?.r gas diputados: habla nua diputación perr
manente, y si'ore tudo, lomas notable era. la autoridad
que ejercía, el Justicia muyor, & quleri se apclíiba de lag -
aentenciaa de los tribunales, y cuya protección se pcdi
oontra oi rey mis roo en defensa de lor fueros. Es un he-
cho muy singular y :icasoúaií50 en la hi8t0ria,1a declara-
ción hecha por la nación, eobre la sricceéión & la corona
por muerte del rey don üíartiñ en 1410, que he disputaba
€ntre varios pretendientes. Reunidos en Oaspe los dipuv
tados de Araron, Valencia y Cataluña, entíe los cuaUs fl3
contaba San Vicente Fener, oidjis todas las razones en
que cada uno fauvtdba sus derechos^ decidieron en favor
(1^ Scbre loa fa^.^s y sk^js dri Caat'l-a, pnsáe )7«i«9 tA SasiTo dt Xtrl-
tM, qu* pie^ie l.'duaa' e el Komince d* Its iioro»»*. I.n -Imea * la ni'torU da
Itflcortead* «aip ro3 tClaki'i) « ->eti r^ftino da hÍ9.0fiA hibis »llo v>T
)•< eo Aiobd di> p r t^n aut ^ toa «so il -r^?: patd» ieoJir^e ooe dc«r#!i onneipio
A él «i p\^. ji^a»4a Btii !ei, coa Uj moiaorms que Bácrío ^a SÁa l^enuaad
j los ■fc&jreo A8i}9 y iklaauol.
- 21 -
de don Fernando, infante de Oastill», hermano del rey
don Eariqne Ul [1\,
Annqne Valencia y Oatalaffa estaban nnidaȇ la co**
lona de Aragón tenia ene ooites eeparadae, y las tenia
también Kayarra y Portngal , todas formadaí bajo el
miamo orden, Kaviffra las ha conservado hasta estos úl .
timos tiempos [2j.
No habla tropas ningunas permanentes: onando la de-
fensa del estado lo exrgia, el rey oonyoeaba á los grandes^
que estaoan obligados á •conoarrlr á la hueste ecm sus ra*
salios; 6|los muestres de las lirdenes que lo hacian oon sas
caballeros, y á los vednos de las ciudades , que se pre^
sentaban bajo la bandera de la dudad , y el rey tenia
siempre por la primera de sus obiigacloneSy el ponerse al
frente de sus rasallos y partiaipar con ellos de todos los
peligros y trabajos de la campaña. Bsta composición de
los ejérdtos hada que no pndiesen¡permaoer largo tiempo
reuaidos, y despnep de rechazar á un enemigo que in«
tentaba invadir el reino; de hacer alguna correría en que
S8 talaban laa tierras del contrario ^ llevando cautivos á
los aldeanos, ó dé jbiHnar una dudad, operadon entonces
muy difidl y larga, por carecer de medios suficientes de
ataque: la hneste se disolvía, volviéndose cada uno á sus
hogares y dejando solo alguna gente asoldada que guar.'
nedese las fronteras, lo que fiaé el principio de la íneiza
permanente, fin las tropas con que los señores eonour-
rian, ellos mismos erani los jefes, así como los alcaldes en
las de las ciudades, sin que hubiese gerarqnía militar -es*
- tá^blecida^ así como esi la cobranza de los subsidios que se
eonoedíau ó la corona, los ayuntamientos los repartían
entre los vednos, Hiegun sus posibles, ó establecían algu*
na contribución municipal para recaudarlos*
Cuando la prolongadon de la gueira hizo indispcnsa-
Bi*MM, qM 6Mrifti6 «obra «Ik^ «^lo qae dlo^ «1 Mfi^r Fr«feots, •& su Hj«-
tQYi* <t A loe thf^ & eat6Uoo«i exiUnando 4 a%a«L
(9> ViiM á rAniuoj: P/6rtl«i7 eettlo d» Mltbn» eoctM «a el rttno do
AiaífOD, pindpiidó d« O- t41ufi« j j«>ino d« Vilenoia» j una Bdtioi« da la« da
Calilla T NaTarnu Kadrld l&^c. Véaara lamaiaB lai íaTaitif juiont a Mbia
•a Niiagiiadadaa da IlaTArra, daljanitia ttorat. Pamploaa ltf78.
-23-.
bles otroj góaero3 dd arbitzíos, CDiao la aleábala dd2)
por 100 sobre loa oonsamos; eiitiableolda por doaAlooso
XI en 1342, ain conyooar para ello laa oortea , qae debift
darar solo mientras el sitio de Algeclrae y deulacada per*
petoAi redaoida al 10 por 100 por don JBtariqne U, «m^
igoal arbitrariedad en las gaerráa, driles entte él y
sa hermano don^Pedro, se nombraron empleados para la-
candar esta y otras gabelas, ó se oedieronpor los adslM«
tos qae hacian los qae giraban en dinero en aqaeUoa
tiempos, qneeran los jndiosi gente,' oomo dice el,i;>a(lre la
riana, qtM tan bien iabe loi eaminoM de aUegar dinero [1],
Orederon» á medida qne se aumentaron ios empleados x
qae estos cargos recayeron en gente aventorwa , lasdi«
lapidaciones y los gravámenes , y esto dio logar 6 nne-
vas redamaciones de las cortes y á contíanas reformáis
sin qae nunca ss consigniese el ftn deseado , con lo <|M
las qaejas sabian de panto y solían acabar en asoaadas
y sedidonesy ó dar motivo á actos de craeldad , como al
castigo, ó mas bien asesinato de Joaeph Pioo, jadío, teso*
rero gtdueral de 4on Jaan el II, y colector g*)neral de iii
alcabalas.
Lajastida se administraba por losseSLires en sus es»
tados por sí mismos , ó por los ]aeoea «nombrados por
lloS| y ea las ciudades realengas por los alcaldes ó me-
rinos, conforme al Faero Jazgo, á.los fueros parttcnlares
de cada una y por priodpios de equidad y buena rasoB,
dando sentencias arbitrarias que llamaba '^fasaüas^ hai*
ca que por el rey don Alonso el S&bió sehico el Foero
Beal y laa Partidas, aunque estas no€eron reoonoeidaí'
como leyes nacionales, hasta el afio de 15á8 en las eertsi
de Alcalá, á las que no concurrieron ni el clero ni la bo«
bleza, niaun loa procaradores de muchas dudades—
nombrábanse también á veos por el rey corregidores 6
jascos que administrasen la justieia en los pueblos á que
eran destinados^ lo qae terminó por exdtar disgustos, y
petioiones hechas en diversas cortes# se limitaion estos
nombramientos á solo los lugares, que los pidiesen, y pa«
ra mayor aderto en la administrádon de la lusticia» se
establecieron loa alcaldes y la Audiencia de la corte, que
[l] C£twjl8,o\if;alo3?
-23 —
tatovariaB modiñoacioiLes en sa forman y de onyas reso««
laeionea se apelaba á la perso&a del monaroa, que era en
tado8 los ramos la aatoridad saprema.
£1 Consejo real, qneanügaamentelo formábanlos gran-
des y obispos qae segnian al rey, se estableció también
con uantLinero determinado de individnos en el reinado
de don Jaan el primero', eononrrlendo á él los qne se
nombraban por las pronnciaSi para qne tuviesen conoció
mieato de sns respeotlFOS fueros , en cuya composición
hubo diversas alteraciones, asi como también en el ejer<^
eioio de sns f andones, qne solían confandii;8e con las de
la audiencia, lo qne dio motivo & varias peticiones de las
cortes, para que no se meschse en|Iaadmini8trasion de la
. jastída.
Los sefiores por macho tiempo no tnvieron títnlos par-
ticnlarcB. Bn tiempos de los monarcas godos antes de la
invasión sarracenat el títalo de conde era solo nn distin*-
tivo de empleo, como lo habia sido en el impeiio roma^
no, y no nn títalo sellorial. Después del restablecimiento
de la menoi^uía, el primer tíkalo heráldico deique la hia«
toria hace mendoD, es el de conde de Trastamara, Le«
mos y Sarria^ concedido por el rey don Alonso XI á don
Alvaro ISíoftez, aefior de Oabrera y de Blvcra; el que se
le confirió con la ceremonia de sentarse el rey en público
en nn estrado, y presentándole una copa con vino y tres
sopas, el rey dijo : <*Tomad, conde," y éste : Tomad re;'',
lo cnalse repitió por tres veces , tomando ambos las son
pas y adamanda el conourso: *^Évad el conde", que quie-
re decir: «'Mirad al conde". Bste último se incorporó en
la corona y foé de nuevo^ concedido por don Enrique II,
á Beltran Da Ouesdin, en premio del auxilio que con los
franoeoes le prestó para quitar el trono y la vida á sn
hermano don Pedro, y después de varias alternativas-
vino á incorporarse en la casa de los marqueses de As-
torga [1 j. Lea títaloB se multiplicaron en los reinados si-
gnioBtes, desde el de don Bnrique II que fué Uu piódi*
go em gracias, que por su exorbitanda se llamaron l9nri<'
qaefiasy y como, no eran meros títulos» comolohan^sido en
ttempoA poeterioresy dno que llevaban consigo el sellorío
! »
(1] Berol, TftslM if CMftllliu
— 24 —
y dominio del logar sobre qae reeaían , los donuoios f
rentas reales se taeion disminnye&da hasta qnedttr ie<
dnoidoB 4 la nnllüad; á medida ^que aquellos se hideroQ
mas nnmerOhOS.
Loa g. audes) por efecto de estas ooaoesiones, eran unos
soberauus peqaeños en sus respeotlvos estados , en los
qae casi siempre residian, y aaaqne obligados áliolw
dienoiay vasallaje al subbranO| desafiaban fceoae&teoH'ii'
te la aacoii'lad du este, y goareoidos en sos omM
inexpugnables para las armas de aqaellos tiempos data»
bau sit^mpre di^paestos á resistirla, «mando no lo ereitt
lÍAtítübnUd íueite para sujetarlos. Fornuaido enta« ú&'
Tercas ligas, s-gansaa respetivos intereoeai altet»!»»
íreoaeQCtjiUbute el orden de la aaeoion 6 Ja corona» ti*
ciéadola pasar á las sienes qae les convenía , y ttfd*
vieodo al reí io eu^^contlunaa gnercas , aprovechabiab
debilidad <W los mouaroan para anmencar snsestadDit
expeuaas de los de la corona» haciendo servir a1{gnuifO'
der de las ór lenes militares^ cnyos maestrazgos ; enflo*
mieudaíi recalan ea ellos, para socavar el trono qui*
qa»llas órdoues e.steiban destinadas á sostener.Ss luMátt
Á veoes gaerr^ts anos á otros, por sus cnestiones jrsi*
cillas pbis males, esc^bieoian peajes y gabelas sobreloi
camtnttntes y hcitíiéud >st) due&os de la casa, dslap6)8>i
de i«s satinas y dül|derecho exciasivo de tener^mdíB*^^
trigo, d<)i*oeiüay da otros indastrias: redocianeloaditf'
cío á La nalid'^d y lo i pneblos á ia miseria ^ no habia'í
St^gnndad alganük enlos caminos^ poblados debaadote*
ros. ios cuales a veces se albergaban en los caatiUoiA
los setiores y encontraban asilo en todos ios ^SdM'^
ooncra la p^rsajaoon da la josdcia 81 clero pirfiioipil*^
en codos escoii desórdenes , y los obispos ^ qae ffloAoi
er<*n rauíbien señores de varios pneblos» tomaban pM
en todas US sedicciones, ó eran (os prkLcipaies motóme
ellas. Eslíe es ei cuadro qae iv^stmtaattpeoialmeatski
dos des^racmdos rein>idod de don Jaanel II y donlbit*
que VI de dftbCilia, que precedieron á la rennioa disA
corona con ia de á.r»»i;on.
a. anas dal siglo X V, noa de las freoneotM rafolsfl^;
nes qae ¿i^ltHrabtibu *ii orden de la snooesioa al.troiis m
Oaautia, hizo sabir á éate á dofia Iaabel| hermana dld*
Eoriqae IF| en perjuicio; de doña Jnana | hija do i4^
— ú —
moaard2ki á la qad llamaba la Boltraneja., por fimponería
l^ja de don Beltrati de la Ooevaí dagae de Albarqner^
qae^ JLl mismo tiempo reoajb la ootoaa de Aragón en
don demando, abriéndole paso para llegar á olla por ana
serie de heelios at^eietf, m padre don Jnan ol II, y sn ma •
dre doflLa Leonot JStieiqms, hija det almirante del Üasti,
lia, eon qnien den Jtian oasé en segnndaí nupoiss, y por
cayo influjo aqael'padtQdeenataraUeado hizo perecerá
sn hijo primogtoito dan Oárloá,- príncipoLde Tiana • y á
doSaBSanoa whiaanMiá, habidos en su primetr matrimo-
nio OQDs Aofia Blasoa, hetederi^de Navarra , pwii qne el
trono de Aragón qaedase 6 don S^erñañdo , y el de TSa^
Tamk 6 doS# Leonor, obndéia'de'S'oir. qne annqne naci^
da en el piüM^ mamncitiio; era* el objeto dé m ^redilct}^-
don, BI matiriinohib áé don IFfemando^ . heredero de Ajra.
gon, con dolía Isabel, «tt ^tíéfá recayé, p<M^ rnnérte de sn
hersMno don Bnrlqlioí la oofoha de OaatiUa^ éonto'nnada
por las hembras en la tengre de los godos ^ pero qne por
falta de snoeeion inMÓniina di éstos, habla pasado á la-
familia franeesa de Fjraíieo Oondado desde principios del
siglo xn, renitié ambM monarquías, 'aunque sin alterar
en nada susrl^es pstt^laies,|y la eonqnist» qne ambos
eonaortea hideron del reiilo moro de Granada, que qxntúó
inoorporado en la eor^tada Oastüla, hizo qne la penín\
sala espaftdia, dividida ha.f ta entonms como antes se ha
Tisto^ en loír éinoo véStíoñ de STararra, Aragón, Oastida,
Poftogal y G-ranada 9 ^quAdase reáadda 6 tres estados:
el peqnefio retno de- Ksmiíra al Norte ; la glMuide monar^
quia anida de los reyes dotf Fernando y dofia Isabel , á
quienes lafiilla Apostólieadonoedió eljtítulo de católicos,
por avselo « extender JairAigion católica, persigalende
el maheniellsnio^ y Bortnpr.
Las btesp^dades viñieio& una tras otra en este reli-
nado^ él paa glorioso de la monarquía, y qne mas contri-
bayo & lan aélido y verdadero engrandecimiento. Durante
el sfit.ó de Oranttda se )>rec^ntó á los reyes católicos dou
OrJEBtdbatOol9n|4>fM6liMd(íliesSM qne habían
sida deseohadOs p<»K'otrGV.IdberánoSy y que siendo acep*-
tado9p^4pflaI«abe), <&^on A Ut corona de Cafitillael
domlaio dePánero mnndO) cáyo^rdescubrimlento se hizo
á expensa de Im relnay' -habiéndose' ejslttblecido los espa-
fióles darahte sn r^ado,^ en las feílas de Santo Domin-
' ^ l»IS&ETA0l6ir&J9i— TOMO m.— 7
■'"^ "-•.»
go, llanada primero la laal
na, y despaea la BapaOoIi^ <
se le dio el nomine de Fem
malea, varlaa de las Antilla
Teoezcelay Hondoraa, qoa
ur la primera parCe deaoob
D. Femando, ogmo nj4
la corona de Aj:^;oiit hiiQ i
dia tener al reioo de HTápol
descenijieatesde la caca de
la Francia, y habiendo heol
esta, en el que lo menos qnt
no era la calidad mas diitii
apoderó en ño, de la totalU
de laa brillantes aodones d<
Las mejoras enla admin
fueron todavía mas Impoiti
bian sido demasiado grava
oontínnas revolaoiones eztti
la mano vigorosa de loa rey
tarlos para lo sacoesivo, dls
líos tocbalwttos «tentados,
baban de recibir grandes y <
qqista-de arañada. Qait&ro
se habían apoderado docao
reinados, con peijoicio de 1
laoion de sos jozgadoa 6 la
oblígaseles ¿ reoooooer y iei
ton demolidos mochos de si
privó de los medios de defei
á los mAlheohores, contra li
de lajostiolk La invención
oes comenzó A haoarse nso 1
mas f&oil el rednoirloa & la
iaezpagoables para las arm
hasta aqael tiempo eu el slt
resisLír á nna batería de .oi
muí aorvidoa, oomo en aqni
muatitrea da las órdenes mi
mnchaa veoes al trono, y do
la proeba déla ambición de
do BQ hermano don niriqnf
I
- Sí -
Pedro Oiroo, maestre de Oalatraya, de cayo enlace de8«-
igaál la libró la moerte aoelerada del maestre. Para te*
ner ea sos manos el gran poder de estas órdenes, los re^
^es católicos solicitaron y obtnrieron del samo pontídoe^
que se les oonflriese la administración vitalioia de las
grandes maestríasi oon lo qne la oonoesion de las enoo^
miendas vino á ser nn medio de premiar loa servicios hen
ches á la corona.
Al mismo tiempo qne Fernando é Isabel-se esforzaban
por todos estos n^ediosy en abatir nn poder que tan temi-
ble habia sido á mnehos de sns predecesoses, trabajaban
en lerantar cÁ del estado llano, ó de los comnnes, bascan-
do en las mnnicipalidades nn apoyo centra el inflajo de
los grande», y por esto no llamaron á estos á las cortes
qne se convocaron pocas veces en este reinado, y qne ess
tuvieron tíempre onidadosamente vigiladas y dirigidas
en sns optt»eioneS| no habiendo concnrrido ni la noblé^sa
ni el clero, á las de Toledo de 1484, tan célebres por la
importancia y gravedad de los asnntosqne en ellas se
trataron. Los monarcas^ arredrados por los peligros en
qne habla pnesto á la autoridad real .la prepotencia de
los grandes tnrbñletoSi no velan que homillando dema*^
siadamente á esta dase poderosa, qne . redacida á Jastos
límites era el apoyo natnral del trono, snscitaban nne-
vo9 riesgos para sn autoridad, levantando sin contrape-
so lainflnencia popnlar , mas diíí(^l de manejar qae los
grandes. Inglaterra', por el jasto equilibrio entre una y
otra, ha sabido dar á sn constitución uaa estabilidad de
que ha carecido la espafioia, haciendo contribuir á todas
las clases al bien ^general, y ha logrado, por fruto de sus
institnoionesi librarse, á lo menos por mas tiempo, del
torbellino revolmeionario que ha arrastrado y envuel-*
to en las ruina del trono á las demás naciones de la Eu«
ropa.
Con el mismo objeto de dar mas extensión á la autoría
íbü raalj los reyes oatólicos dispensaron gran favor á la
slase de letradost qne en aquel tiempo propendía mucho
i ac atener el poder absoluto de los reyes, como formada
m loa principios de la jurisprudencia romana, y en las
10' rlnas de los oomeintadores italianos de aquel siglo.—
consejo real lecompuso enteramente de ellos, y ade-
dOl Ott^tQ ¿6' su primer instituto, que faé los negó-
eio3 del gobierno. SQ lo eocargan
oioneB ea los aaantos driles, qn
sido despaohailoa por j;iecMi d
qaedaadula ailmuÜBtritaion dejí
cargad» exdaaivamutite ¿los al<
portancia dül ooaaejo vino á ser i
porque aa presidaat;) lo era tamt
qaeooncnrriaa los couscjeioa ea
La aadtenoia da la corta vino á e
líadolíd, y se orearoa otras en laE
Parala segaridad de los oamii
tft hermandad", ospeoie de oofirai
pecsegoir á losTnalheofaoreSfPan
faerza armada repartida eircoad
cayojefderael rey mismo yflnli
que de ViliahermoBa, y sa oreó i
depeadiente de loa demás, el cna
TÍgaioaoa casti^oa^ timpid de Jad:
p^laoiones, y eo rcatablecid el ó
JoBtioia,
ISn el mlomo reinado tavoprin
la la persecacfoQ de loa jadf oa. E
del reino, obligíttidoloa á vender
mino ana propiodados, y para qu
loa individuos de aquella oreenoi
erroroa ungiendo abandonarlofly
iglesia, por el oaal &e estableciori
versaa ciudades t:n qne bebía ma
(Idos de aquella í>eoU. La genera
OBtableoioiieato de este tribunal i
qae lo recibió con aplauso, como
l>eraegaii auna oliue de g«nte
nzeesda y i:or loa giros asúranos
qae habla sido frec-aente motiro
y de proTideutias de losreíes, j
era vista cod tat horror, qne entí
X}riTilegioa d,e la villa de tos Eept
uoDtaba eldeqii>)ii» peroiilia &
noche en ella.
Faeron tambieu objeto de los i
)os moios corveitidDS Á la fé erial
poeB en el mahometianio. Mietitr:
-2^-
iMCtUtiaoos K>t^« amella n^oa {tehidenmgraáiíal-
túea^ taé p<í8Íble>i!rojar délas elndadés ^ae sobre ellos
se ganaban. ^ tQ^d3 los'yeciaos, BÍenilQ las oasas 7 cam»
poa qoe se les Iigcia áT>3adoaar, el preióLo dé los eristia-
QOa T&DOedaí^^., nb^perioitLiadose & loa moroa veacidos
sacar' otcoa bleábs* qu^' ló? qae podían Uerar oonsijco, oo<>
mo tó vct pete la óam^toEa^i^Q de Seyillá, caando eata gran,
ciadaá ae entregó a'.Saa Fernando. |Fero esto mlfimo nó
era practicable caañdo se ^izo Ja oon<)alata denugnuí
territorio, ooaio ^l qtie comprendía el reino .de Granada)
ypor ja(?at>ÍtaIaoíoa'4Be<"tac^[idaC[, loa mbioa no solo
coaíerraro^'sifsl^réiióáf'sinQ también el Ubre ejercíaio de
sa lUigiph.'SIitalcá^itnlacloá no se gaardó,y & pietextd
4a IiabQr ¿iltjadó & ella Toa moros sablevándose dentro de
Ia.'QÍada¿,áQ,anséátQac:a de lae, yíoleaclfiB qne sales
ItAOÍA para reánólrlos ál oristianiamó, se lea'deolaró pri^»
Ta4ai.de I|}sdéreohoa que ella lea kabia ^asegurado, y sa
dtíTíErden^'rá.qtiBfla^iOBett del reino todoe loa qoe no
- íecíbje^ el aá»ttamo, Tíopoíia ser muy sincera nna
oonTeraióii clarad» imu tatea medios, y anf era groada e)
a antbrldad de la ia-
jost^l trlbaual, eiya
oneioigai qneporlar*
laé siempre era Umiv
i^ánjera eo el paf«,
üola, impidiéndolo na
■s lEks pieoonpacionu
personas de núa y
cioü con el faegó ó ül
lestes prijneroH.tíeqi-
la perseoocioo que ee
loa miamos espa&os
m diagnetó, sino, que
-es. capedalmaata en
9, á guian Pedro Max-
n Ai agón, coyaa oor>
;s contra el modo de
1^1 omdadtf .f^, TígUanoia de loa cayes oabSUoos, se ex-
tfiiX^<í'^Codo To qae era eaaoejptible delreformaó^de me}»-
Ta.^¿4>>^ exV^sai^ oos^ínbrea d|él cl^ra y loa düárdenaii
i^W>f^U^<¡^^a,, las BÓmRDÍdadeii cellglfaaa da qno y oic^
Disvaa'AOiéiiBs,— a'obui iu-8'
Sexo, llamaroQ si ateaoió^y
óljstBciilos, arrostrando la mi
restablecer de tal manera U •
de costafnbrea, qae á aaa esft
en los reinados sigalentes ád
sa ilastracloa y aas TÍrtadea,
teles, de donde saHeron deepi
piares qne Uevaion la laz del
Tilizádoa y Jas artoe, al naev
Ijos inforriuiioa domésüooa
de las oalamidades de la nai
prosperidades de estereioadi
^oien coB&istia la esperansa i
laa dos coronas de (Otilia 7
esperanzas, édaoado coa el i
la literatara de laa ciencias a
nobleza^ por el cáiebre milan
rfa, pdmer abad déla Jama
Erimer historiador de eata, n
a BQO&^ion al trono recata «
ja mayor do don Femando ;
Manoe!, rey de Portngal, y '
Jligael sn hijo, en quien ib» ;
rennlon de toda la peninsala
cetro: reeonooiósele por laa ci
ro de aqnel reino: mas laa de
goza, resistieron hacerlo, por
reino, las hembras no sncedlf
don Mi^el dorlraba sn dereí
sn madre. DoSa Isab^. qoe l
^aragoz-i, iinpaeiente' de aq
mas valia conqoist&r á Atago
gné esperar la tardía reeolaci
Án reconocieron por hereder
8o!o para el caso de que donl
Ktn, pero el pronto fdresimift
por tierra «atas esperanzas d
los reiiioa de Espafia en an »
Qaedó entonces heredera d
toé después llamada lá loea.
euTflrmedadde que habla ado
l»i«ina d9fif) Imbsl de Fortí
~ »l -
y qo6 en doSa Jdana se declaró p6r el excesivo amor
que profesaba á sú marido, y las frecaentes ocasiones de
celos que éste le daba* Habíase casado.' con don Felipe^
hijo del emperador de Alemania Maximiliano» arohidaqae-
de Anstrid; dnqne de BorgoBa y conde de Flandes, al
mismo tiempo qne dofia Margaritai hermana de don Fe*
Upe , casó eon el príncipe don Jnan , hermano de dofia
Jaana. Dofia Isabel vela con dólor^no solo ftnstradassns
ardientes esperanzas, sino qae conocía todos los malea
que iban á venir sobre OastiiUii por la incapacidad de aa
hija para gobemar| con lo que toda la aatorídad recaía
en un príndpe extranjero, qne no solo ignoraba las leyea;
y costumbres do aquel reinoi sino qne habia manifestado-
su oposición á ^Has^ y oprimida de la melancolía qne tal
porvenir le cacsaba^taliedó en Medina del.Oampo, el día-
^6 de noviembre de lB04t, declarando por subefioia á su
hf ja dofia Joana^ y despueB de esta á su nieto don Garlos,
y encargando la regencia del reino hasta qne esto tuviese
veinte afios, al rey don Femando.
BI reinado de los reyes católicos cansí una variacíom
completa en toda la administración de la monarquía Las
conquistas y guerras que estos robóranos hideion en Ita#
lia y otros puntea distantefli exijieron el establecimiento
de tropas asoldadasi pues no podían sostenerse aquellas
con las que antes coududan los sefiores y con que servían
las oindades, y desdo entonces la milicia vino á ser una
profesión particular I y los que en ella so empleábanse
conaideraron otra dase diferente de las demás del esta*
úo. La adaojniíitlraciea de la haeienda vino á ser mas com-
plieaday y entices tembien se echaron los cimientos de
la adm]nistMei<^ de la América y demás posesiones ul"
cramarinas^ istabledendo d Coiuejo de ludias para^ue
entendiese en todo h> relatt^o á aquellos vastos paifics, y
et tribunal y audiencia de la contratación en Sevilla, pa •
ra todo lo d^iéBdianto del embarque de mercancías, re-
Gil>o de caudales y negodos judidales á que eete tiáfi<«
oo daba lugar. lam leyes y disposioiones que para todo
esto se dictaroui vinieron á ser la baae de la legislación
particular de ludias. Su estas loa descubrimientos no
pnaaron de las islaa Antillas y costas de Tenezuela y Hon<
dariu)> y el gobierno de todos los nuevos descubrimientQS
se flj<) en S^uto Domingo, capital de la isla eapafiola,
Aate reinado deba
fUftnarqnla espaSoU,
Buw poderosa de U E
obsdiencia, y coscare
troDO; las cortes, lim
arreglo de la legislae
la iltutraoion promo^
en el exketior;- todo i
«tétgico, S todo con(
BMÍoaeB sean folícei
obadedda j acalda,
Steda reprimii la ai
TiflioHi y onyo efecl
ruina. Esta ea la gc¿
de todo lo 4De liabta
iiacle£Bp«lia[l,]'
, LoB2ran,d©Bj dóac
tona de la reina don
bieiBO gnedaba ea xc
ji«rgía y Baveridíjd ei
núTleíOD y apoyaroi
■nal gaeiia ee desleí
oatólloa, y ee lo cent
solieltóel apojo dol
Fernán do llanto par
deseonteutu con &a ;
Pox, aolirina del raj
hijos Tarones que b»
que esta habría vae!
tiTolUduqae don F*!
«idas Bcu] esperan^
donando, en TÍEt!i(
yñtxiío de Castilla; i
tiempo basti» llegar
arribó 6 L'atalpaa,t
vesido é insistió ce
retirar aa saegio ó .
t, UbOiM d* rÜilIKI, 1Á«
-sa-
que esperaban restableoer sa poderío estando el reino en
manos de nn Jó^en inexperto I oomo era don Felipe , se
declararon todos en sn £iyor , no habiendo permanecido
fieles á don Feroando mas qna el doqne de Alba^y el am
z^b&po.dé iQliejdoVimenea de OlsneroiB, Por medio^ de es-
té ÉB concerté aaa entrevista entre ambos príncipes en
nna caa^ de labor llainada Xemcial j cerca de la Póebla
de Sa&abtí'a) en la gaé goedó acordado que don Feman<«
do. se retiraría á Af^^bn. oonseryando los maestrazgos
de'las tr(¿ drdepes failitares y nna renta de oii^cnenta
iüif ducados, y i^n seigalda emprendió con sn jóran espo^
sa erTíaje á hñ reího de Ñapóles, con Icqne» y coa li9JI>er.
serprestado el jarMxento ^ fidelidad á los nuevos reyes,
y reconotído por sucesor á la corona á su hijo etprbnogé-
jútío don OárlOfi^ en las cortés qneeecelebrarott en Yall»!
dfllid eo, é\ mes dejólip ^1¿06^ tuvo. principio* el gooler^
no deles piíacipes de .1^ íWnúlia de Autttia en Oastilla.
?.:,! .!•- -•. OAÓA PB AUSTRIA.
I • " "^ i_ ♦ • » * '
. jJob ^^llpe 4|t quesuií f^ comensó á llamar al arckidu*
^ne^ no se hizo coñoceven Bspa£La m<is que para hacerse
aboirrci^i^; ,^Iin^ja que(aabre él tenían los cortesanos
"flamenoos» el despreció con qúeveia A los espafiolee, y la
dafe^ ^9 ene trajba^a &la xeiña^ áVioien twi* cerno en
ti^tlsito^ Cdudaron tal descoatento , qu^ sé comenzaban á
iiifidtár alborotos e9, los puebíos que itorabaa la «usencia
tfeliréy doiíFeinandó, y entre los. grandes- ee habla for-
liía&o^a.tiua iij^ para poner e^-libertad á la reina, cuan-
ddy^lnueitadedo^]^6li{»e, acaecida en Bargas el 25 de
Irbteepibre del miamo aSo^ 4 los veinte y ocho años de su
édádi'pox'una fiebre vk^^nta que 1& atacó en consecaeño
c£a |Se haberse puesto, á jugar á la pelota después de-ha-
bbr <)Omldo con ezoeag. vii^o á impedir: la.explosiony pero
dt mismo tiempo dfú2f llXJastilIa en la mas completa anar«
q^ítf;' Formóse un jOonsejo de regeneia de seis sefiores,
prastdidoá por cl'an¿bifi;99 de Toi^o; pero h&bicndo este
presentado & la reina pavaS^e les firmase las cartas de
d94toca¿ioii para i^unix^ias oorteS|.esta íe&usó hacerlo^.
:9Í)|«&XAaeVB0.«ieVOMO XOU— 9
diciendo qae ae dejsae'pa
dn, Qoe proreeiia 6 todo
dos partidoB; el d&o, 6 oc
de Toledo, pietendi» gae
ra qoe vomese á gobero
don Oáriot, oonforme & I
Isí^ibI; ti otro, de qae en
riaque bq nombrase al
qoe toma» en sai manoc
iM>r.bas«e jaDturon y deoli
Eabre ttíato, la reina faw
demenoia, paseando por
aa marido, 6 pretexto dé
doCa Uabal & Oranada, (
se lo hílbia aaonoíado un
morada y zelosa de ét de
no de|aba qne se le aoerc
bar^o algonoe intérraloE
grandes que reaistáan la
'ron de casarla con el tej
cm el dnqne de CalabrU
yeotoa, los qae ella rehoi
0. Fernando, aooqae i
yerno, signii} sa rUije á i
glan toa negocios de aqa
quistado neoeattaba la pi
et <»DooíaUento profandi
los prinoiploa del arte de
era menester dejar teasoí
oamUasen los ^mos de
ra qae loa desórdenes de
mano enér^^oa, capas de
den. A Sa regreso á Oast!
blspo de Toledo Oisneroi
capelo de oardenat y nna
Los grandes del partido i
Buavns inqniemdeti poro
uo, que deseoso detonar
pidió al rey de Ifararral
cito, á qae-aqael «Medid
se CMase oon la reina 13'.
ti rey don Fernando j el
-S5-
tropas, las voces qae oorria& de qae en laglateiía sé ari«
maba un grande ejérdto para desembarcar con él en las
costas de fiiipttña. Habo también sediciones en algunas
cindades^ siendo Córdora la primera, con el motivo que
antes hemo9 visto^ 7 habftndo enviado D. Fernando nn
oomisionado para formar nn proceso y castigar á los cnls
pables, le hiao prender el conde de Priego y le detuvo en
el castillo de Montilla. D. Fernando, irritado por esta
• audacia, y aprorecbando esta ocasión de humillar á los
grandes, se poso en marcha al frente de un ejército, y
aaiiqne^ conde se sometid implorando rendidamente la
demencia del reyi y fnese sobrino del Oran Oapitan D.
FemandOi le desterró |de toda Andalncia^hizo seguir la
cansa y'oastigürá los ealpad0S| y arrasar hasta sus ci-
mientos el castillo de Montillá, cuna del Oran OapitaUi
•por habas estado preso en él el comisario real.
Gon este y otros ejemplares que llenaron de terror á I04
deeoontentos, aOrmd su autoridad ¡[y considerando es^!*
taoonsotidada, sédirijid jotras empresas, delascua»
lea i» prindpal fué la 'conquista de Navarra. Beinan
ba en esta Jttft de Aloret, casado con la heredera de
eata corona, nietos de Dofia Leonor, hermana deD. Fer.
dando: ésta^ que se kallaba en guerra con la Franciai pl-
di6 paso para sos tropas y qué se le entregasen por se-
gundad tvea de las prineipaiesj^fortalesae, y habiéudosele
rehusado, hizo que el duque de Alba ocupase todo aquel
TemO| que quedó desde entonces unido al de Oastlila.
Por el mismo tiempo, el arsobispo de Toledo levantó á
BUS expensas nn ejéroltOy b^jo el mando del célebre [conde
Pedro Jfavarroi y conquistó á Oran, en la costa de Afri-
oa, cayí^ plaza, coa las damas, tomadas á los moros en la
Bdsinii oosta, sirvieron para contener las irrupciones de
estos é impedir sos piraterías*
I>« Femando, al cabo de una regencia tan gloriosa, en'
que las armas espafirias adquirieron tanto lustre ea las
aivcvceae guerras que sostuvo en Italia, murió en Hadri'«
«»le|o/.el 22 de Bnero de 1516, habiendo declarado here^*
<l€^» fde todos¡«as astados, á su hija la reina Doña Juana,
y después de su muerte al príncipe D. Garlos su nieto.
crcmt>ró al cardenal Oisneros regente de OasÜlla, y al ar-*
BOl>iiBipo de Zaragoza hi^o natural del mismo rey, regente
le ./LrugonydeloflicstMos dependientes de aquella 00^
^ a
Tona. Sa oadáver :
to Al de la reina
Dos hijos qoedi
okidaqne de ÁtuA
dero de Oastiila ;
' de loa estados de
X'ernando, y onati
na H»rla, ; la pdi
rrioaSi Bl primt
Flándoa ; habla b
do residía en Esp
mas qnerido qae
riándea y & quiei
intento de hacerli
la moGitedel re;
las inqnietades qi
<]Del piinclpe gobi
oe dolía Idftbel: loi
miento qae el rey
nerOHpar» regen
deán de Lobaina,
cipe D. Carlos, de
reino; mas despae
de acaerdo paia g
loa del catado en <
cesalí^ líti piéeen<
los coúllriitO en la
«dése que 6e le reo
el papa le trataba
bian. BebatiOeo
los grandea y el ci
zegente, pcea pan
la reina liablege o
tensión ñ. la iucap
qne üu le daiía al
pUblIcoa se pondi:
^n onjoslérminoij
do él reino.
Aonqae el iiom
piobado por el ni
des con m<-joT áni
tíl caidenal oomei
-^Si-
da {TobUokm t^^iesé Mbre las armas cierto xtátnero de
mldados «a^pro^onrié^i al de íqs habitantéBi vén brere
jatttó waéwtpé ú^ tréiilta nül lombrésf pero los grandes
y IM ofaiáades^ temieado qná esta rettaion de faerzas air-
iriase para ^pñrittii^s y ^luitarles stis f aérbs, se opusieron
A eliai slaitdo Taüá^iolld iá primera e^ reéistir el arma**
menta; eaya ajémpM si|(tileron otras; escribiendo al rey
coasr» el ^ardenal^ é iasfi&tdole para gne pasase á B^pa**
'fia.' Broard!eital'<HBÍimtI6. ' hasta qne jmdo edntar con
(ssR&as «afldiéíioss, y «ntánoes amenazó qne trataría co%
mo labéSdes á; les jqñé contiiitiasen oponiéndose, y liaría
«so^de las ttmas l)áni sojetsrlos. Oon igaal enetgía con**
teir^ta9itf(|aletifdee4tie atnagaban por el exterior, re.
ofeaaando^á ios fipancesea que iiabiam inrodido & liTavarra,
•n A qw m»nd6 á desthiir todas las placas fuertes, 6
«aceepeiea de Pánq^onaj pira peder dominar mas í&eil<«
asente 41 país, lo qae cansó mucho disgusto á los habitan-
tea, éhiao tespetar el- pabellón español, insultado por
IM genoiRceeSj faádendo ^net en prisión 6 todos los de
»qnelliinaGlon que residían 'en Bspafia y secuestrando
sos bienes, con lo que . obligó & la . rep&bUsa á dar una
completa satíslSftdbioUtf ^m5 cuentas á los que hablan es«
tado enóargado del manejo de la real hacinda , castigó
4S0a riger á^ los que hablan cometido fraudes, y obligó á
Nitttaír al erarla lo que se le habla usurpado. JSñ la dia«
tribttdcm de los empleos procedió con la mayor justiOac^
eim, prov^éndolos déle» personas mas aptas, y aten-«
diendo al mérito de los oficiales antiguos, que habiim he**
oho servicios ei la guerra.jBl gobierno de las posesiones
de América, por las reiteradas representaciones áéL Iíh
oenoiado Bartolomé de las Casas, que ;era entonces mé-
dico particular, no habiendo tótnado todavía el hábito de
Santo de Domingo, manió por gobernadores á la isla es-
. paMia^ tres priores del 'orden de BanOeróaimo» creyen-
do que 8^ remediarían todos los males y se evitaría la o-
prañon de los indios , poniendo la autoridad en manos
enteramente desprendidas de los intereses mundanos;
mas tal faé la contradicción que los monjes encontraron,
que las eosas sigaieron con corta diferencia, en el mismo
: Meen que antes.
Bl rey» excitado pbr su padre el emperador Maximilia-
no, para acelerar su viaje á BspaUa , y movido por los
, deaóiúen^ qad de n
la revolaoioa acaeoii
go de Mascada, deti
dejat heoi}a.la paz o
I, la qae secoaclají
deaTenmoso.pero.q
plir. OoQoIiiída la p
ribo á Tilla'vioiasaf
; ^re do 1517, y fo6 x\
ÉardQDal legeate si
" obstílnttí BD edad y i
, tnvo qae detenerae
vieaibre, coa el aeal
coa el 107, y de que
elda apteoladoa coa
pensados coa la m
Oficios ana cart^ pa
retirase á aa aizobl
dé, tauta ep lo reUg
.' EigQcsfandeoioaeB
íl calcivo dalasoie:
EfitQ aQo foé tam
él tavo ea AiemaDl
con ocaaloa de las 1
Iieoii X, & loa qoa
de la magnifioa ba^
pag6 lúpidameate,
el padre Mariana, '
dónde y en qaiéa a
Pronto se leafrió
bia BÍdo recibido : 1
de seUores dameno
qáe oamo oa campí
do género de medií
del rey era Oaitleri
babla sido as ayo,
ea aprovecharan d<
biitaiode XoleJo,
lado qae tanto IqbC
al Joven Gaillermo
deOhlevres, llerai
primera dignidad 1
-. 39 —
n n j6yeii eitranj^ro. Itodo caanto habia deproveclio erft
para los flamenccMi, que vendiaa 6 peso de oro todos los
empleos que no toinak>att para tí, y entonoes faé cuando
se aiiloris6 Bolemnemente el oomeroio de negrosi qne ya
desde antes se habia eomenzado á introducir en las is^as
de Améiíoai para lo qne se concedió privilegio exclasivo
de llevar cuatro mil de aquellos al gobernador de la
Bmssa» sefior liamenooi del consejo del rey, el cual la
vendió á los geneveses por veinte y cinco mil ducadoa.
El rey fué á Tordesiltas con su hermana dcñá Leonor
á visitar á la reina su madre , y allí sé presentó el arzo^
b'spo de Zamgosa, regente de Aragón , para inofrmarle
del estado de aquel reino, pero Ohievres no le permitió
ver al rey nt á la reina. De allí pasó á Yalladolid en el
afio siguieifte, donde fué reconocido por rey por las cor«
tes oonvMadas á este objeto, las que le concedieron ua
donativo de seiscientos mil ducados en tres afíos^ el ma^
yor que se habia hecho hasta entonces. Bl rey de Francia
le pidió, que conforme á lo prevenido en el tratado de
Noyon, testitayese el reino de Navarra 4 Enrique de Al-
biet, nieto y heredero de dofia Leonor, pero Garlos éata%
ba tiin lejos de pensar en cumplir esta estipulación, qne
en las oortes de aquel reino que se celebraron en Pam^
piona, hiso se le Jurase rey, y reina ádoña Juana su ma-
dre, y mandó salir del reino al cardenal Albret, obispo
de Famplona. Pasó luego Garlos á Aragón, y en seguida
á Barcelona, donde celebró cortes 6 los catalanes , en las
que se le prestó el juramento de fldelidad, habiéndolo él
mismo hecho de obedecer las leyes y privilegios de aquel
principado. Allí fué donde se efectuó ^n sn presencia la
célebre dispata entre el obispo del Darien^ fray Juan de
Qoevedo, y el licenoiado Gasas sobre si los indios eran
siervos por naturalesa, y sobre el modo en que debían
Bsr tratados,
Murió entre tanto el emperador Maximiliano , y los
electores reunidos en Francfort, no obstante las preten%
siones y manejos de Francisco I rey dcTrancia, elijieron
emperador Á Garlos^ [que se llamó Y, por serio de este
nombre (Cn el imperio, y I en Bspafia. Bntonces faé
coandotoomensó á haberse dar el tratamiento de majee*
tady no hablando usado los reyes de Bspafia mas que él
de altesa» Désds^este momento todas las miras de G&rlot
.f dwon oonoentzadae en le
*Sa vi*.eaonñoadoa los so;
la domíiiaciotí de los prfa
dfl gaeiraa, ea qae couau!
ningna objeto vardadorai
BI descontento había
comenzaron á formar jan
versas dadades, para la <
díi la reforma ds los aba
de oomónidades. Ea Valí
lado, diasoBtadoa el cien
ooDTOcado Garlos las cor
6 presidirla?, dando eale
^ae era ya oáispo de Tor
sentir ca nada de lo qae i
do OárloB, aprobá los prl<
laa asociacionea popalarf
formadas en oposición á 1
laido nn levantamiento ei
ú% de Mont«leone, on qac
neifie en salvo. En medie
diapnao Garlos pasar á A
Imperial, y antes de embí
lB8 ccrL r. lie Gastilla par:
aoteB 1:1. .case habían «
d^anJo regante al obispe
ya lií c:ipolo y se llamaba
&o el coi 010 á la írritaoiot
donde «I pueblo ae hablí
que OárloB se iba & lleva
con peligro atravesando
llnvla, por en medio de 1'
' oorbes de la üoraüa. & de
go, so habiéndose oeleba
dipntados de Toledo qus
cedió un don gratuito eo
la concesión los dipotai
Embarcóse en sqael paa
la, tuvo largas confereni
M¿o con su tia doEla Oai
cabSlieoa, ea las qae se
áibitio do lag diferencial
-T-41 —
ciay;;toman«l0 las ánnaa contra el qae no só flolmetíeee á
va desidoii, S conüimaudo sa viajOf arribó á Fleaiiiga en
la oofita de Zelanda^ de^ donde pasó á Aqnisgran, yfoé
coronado Bolemnemente én aqnella dudad el 23 de octa*«
bre de 1520, y el dia sigaientoy sentado en el trono, á pre-
sencia de los electores del imperio^ renunció los estados
que habla heredado en Alemania, en íavoc de su herma*
no don Fernando , quien por suta cesión fué reconocido
archiduque de Aüs&ia. «
Apenas se hubo verificado la partida de Garlos, el le-
vantamiento se hizo general en Uaatilla. Toledo y las de*
más ciudades confederadas tomaron el nombre de las co-
mBBidades , y 4 s^ fcente estaban Femando Davales y
Juan de Padilla» casado con doña María Pacheco, hija del
conde de Téndilla. ISn Yalenda, los germanos invadieron
varias ciudades y aun la misma capital que asieron á
saco^ después de haber desbaratado el ejército que man«<
daba el virey duque de Segorbe*. 3üo8 confederados de
Castilla se jantaron en Avila, presididos por don Pedro
Laso/diputado de Toledo, quien con{una varita en la mano
dirijla todos los movimientos, sin q^^e nadie so atreviese
á contradecirle* En breve tuvieron un ejército numeroso
que mandaba Padilla, el cual faé con un destacamCQto á
Tordesillas, á hacerse ae la persona de la reina, para au*
torizar con ella su partido.
Dofia Juana, ignorante de todo lo que pasaha, y no pu- -
dlendp por su enfermedad juzgar del verdadero estado
de las cosas, confirmó á Padilla en el empleo de geoeral,
le ancargó que se ocupase de restabJecer la tranquilidad
en ti reino, y pidió que la junta de los comuneros que es-*
taba en Avila, se trasladase & Tordesillas. £1 punto á
que la revolución ha))ia llegado, obligó á Garlos á escri^
bir á las ciudades confederadas^ pfr^léndoles que volve<
ria áEspafía, exhortándolas á sosegarse , y nombró por
asociados á la reg^oia al condestak^e úfáa Iñigo de Ye^
lasco, y fil admirante de Oastilla d«n Barique Jinriquez.
Los regentes recibieron auxilio del duque de lifájera, vi»
" re^ de Navarra, y un préstamo de cáncnenta mil ducaí
dofi del rey de Portugal, con lo que le^vaataron un ejérdto
que posieron á las órdenes del conde de Haro^ Gon este
'" motivo, los diputados de los comuneros pidieron socorros
á todos los coDfcderados, y entre los que ee presentaron
-43-
f o6 ano el obispo de Zamora don Antonio do AoafiA, con
nn oaerpOjde clérigos y otras tropas que levantó. Por ks
manejos de este prelado ambicioso y torbnlento, se quitf
el mando del ejército á Padilla y se le di6 á doQ Pedio
Gironi el cual iiabiéndose pasado al partido del rej, dejó
Ék loa comuneros en la mayor confasloni con lo qae té
nombrado naeramente Padílle; quien ae e^f aiz5 en m*
nir tropas y restablecer el orden, siguiendo la gaem con
el mayor empeño. Padilla no quería aventurar á áxito
de esta en una acción general, pero viéndose obügado á
darla por las medidas que había tomado el loonde üe Hft«
roparafjrasarioáello, los comuneros f aeren oompto
mente derrotados en los campos deYilialar, el 23 de i*
brii de 1520, y Padilla con BravOylosMaldonadosyotioi
de sus principales capitanes que cayeron priftioneroi ^
faeron decapitados. No por esoo cesé la guerra : dofii
Maríai viuda de Padillaf se hizo fuerte en Toledo, y n*
suelta á defanderse en aquella dudad hasti perecer, hio
morir á todos los que eran sospeohos, v careciendo de
recard09| encerró en la sala capitular a los oandmgoii
hasta que la hambre los obligó ai segundo día ó dttli
quinientos marcos de plata; pero faltando los vívem 7
no habiendo podido romper la línea de los sitiadoRSf i
pesar de haber dado un combate en que murieron mil 1
iresoientos de los sitiados; ocupada por las tropsadd
prior de 8an Juan que mandaba el ejército reali lacn^
dad; tomando el castillo y atacada en su misma etm, lo*
gra escapar^ vestida de aldeana, y retirarse &Poitagi!|
donde vivió por mucho tiempo por los socorros qne le dft«
ba el obispo de Braga* £11 obispo de Zamora» AoaSSy qM
se habla hecho nombrar arzobispo de ODoledo, pretal
pasar á Francia disfrazado, pero habiendo sido conocida
tú6 llevado preso á la fortaleza de SimaiicaSj en la fM
por otros delitos qae cometió para librarse de la piiBoa,
f aé decapitado. Igual pena snfrieron algunos otros de hs
pslncipales autores de la sedición, concediéndose ptra to-
dos los demás un indulto general, con pocas ezoepeíoBea
En Valencia también f aeron sometidos los germanoB^ T
la revoluoiou suauicada en Mallorca faé igualmente i^
primida. I
Fi rey de FraBoia» que habla reclamado en vano lade<
volacíon de la Niivaira en virtud del tratado do fi^%
-- 43 —
quiso aprovechar el desorden en que estas tiítbaoiónea
tenían a España para recobrar por las armas lo que no
había podido obtener, por las estipulaciones de aquel
conveniOi y con esté ocjeto puso en campaña un ejército
de doce mil íDfdntes y ochocientos caballos, con qao in«
vadlo todo aquel reino sin resistencia, habiendo Bido o-
cupada también la capital Pamplona, á excepción de la
cindadela, que fué atacada vigorosomente: no habían po-
dido concluir las forti&caciones de esta, 'y además esca*
seaban las gentes y municiones^ pero se hallaba dentro
de ella un bozarro oñciali de una familia distinguida de
Guipúcua, que sostuvo intrépidi^mente el asalto, hasta
que una piedra arrancada por una bala de cañoui le hic
rió la pierna izquierda^ al mismo tiempo que otra bala le
arrancó la derecha : su herida decidió la rendición de la
étudadela, y los franceses admirando su valor, le trata**
ron con generosidad.
Este oficial era den Iñigo 6 don Ignacio de Lojola; y
esta herida, haciendo de él un santo, faóel origen de una
de las instituciones que han producido mayores y mas
prodigiosas consecuencias en el mundo, tanto en la relia
gion como en la política y en la literatura, y á la que es^
pecíalmente en Amérca se han debido los mas grandes
resultados. Sau Ignacio], en las meditaciones á que le
condujo el retiro á que le obligó su caracioo, que íaé muy
larga y penosa, resolvió dejar el mundo trasladándose á
París, para ocuparse en aquella célebre universidad del
estudio de las ciencias eclesiásticas, y ordenado de sa«
oerdote, se presentó en Boma al Pap^J^aulo III, con sus
nueve compañeros, Pedro Lefsvre, Diego Lainez , 01au«
cjUo Lejay, Pasoacio Brouet, Francisco Javier , Alfonso
Salmerón, Simón Bodriguezi Juan Oadure y Nicolás de
Bobadílla, para formar un instituto que tuviese por ob-
jeto la educación de la juventud, la defensa delareli*
gion y la propagación de esta en los países en que no
liabia sido predicada. Esta f aó la compañía de Jesús : su
nombre, y en gran parte su régimen interior^ fueron efec*
to üe la primitiva profesión militar del fundador : 'c>u
principio íhndamental eoosistía en la obediencia absolu-
ta al jefd de la Iglesia y al general de la compañía que
reside en Boma : el primer acto del jesuíta al to;nar la
zopa de su órdeui iXé lenunciar & sa propia voluntad , y
— 4
someterse á la do eos snperio
b!» Dada de cleedoaes enea]
temante tumaltn&rios. nada<
Qíonea de loa priontclales ; c
poi el general, qne t«aia on
consnUar, y qne estaba ineti
lito de todos lo3 individaos i
íiiformeB qne recibía cada Üi
plioaba la aptitad ñsica y i
miamos informes seivian pan
sa capacidad, ;f a al ministeri
ensetLanza p&blica, ó al secri
paiees mas remotos de la tie
recompentia de lOs consuelos
ba, de la pri ración de la vid
se exponía, ni ana tos premü
porque sn regla loa ezclola d
siáfcticiB. Todos para en <5r(
loa jesnitaü, maudartnea en ]
yes en Versallea y en Madrit
de '08 grandes y ejerciendo \
de inñiyo en ia masa del pne
cosa qne áempfear el poder
ner, en el aniaeuto dé la reli|
misma oosa qne el engrande'
extranjeros, üecla el empera'
los censores del.imperio qne
de haberles permitido lev
ca dentro del recinto tnian
tos extianjuios meliacen c
y no Eé cómo recomptnsarEí
pieos y laa dignidadod; no q
gloQ les interesa ; es la tu
plaoBtloe."
Los jesaiíasi coa el fin de
al mismo titmpo contonzaro
y demás rtform adoren, ypa
do el mnndo Ia Iqz del Bti
objetos todos les talentos di
la polUioa y la literatnra j
javeotod desde la prjmera <
— 45 — •
del flabet [11 : 'trabajaifon con empeficreii las nni^ersida^i
ieSf j esta ¿irecoion xmiferme ^ dice un eacritor protes'^
tSDte^ comenzada en las escaelas y propagada per la
confesión y la predicación de todas las clases de la so**
oiddady prodajo na movimiento religioso^ acaso sin ejem^
pío en el mnndoi j fué el primer obstácnto dnradero g.ae
Sd opnso á la propagación del ^testantismo [2J Los Je--
saltas en sos estndios todo lo comprendieron, todo lo
' abrazaron : la ciencia de la réligíoni la polítáca, la histo^-
ria,Tia)e8) liteifatnra ántigaa y moderna, las clásicos
griegos y latinos^ los idiómas'mn^rtos t vivos , astrono •
miai matemáticas/ laá ciencias sojet^s a la exactitad del
cftlcnlOy así como.las qne adornan el espíritu y están des*
tinadas ft la imaginación, contó la poesía y la música: to-
do faé dé sn resorte^ todo ejercita sos plumas, todo con-
sagrado sejgnn el timbris de sn orden , Ad majorem Dei
gkriam : á la mayor gloria de' Dios A ellos debió la Kae*
va-Bspafiá la ptopagaclon de todos estos conocimientosi
y la monarquía espafiólslnna grande extensión de sus do-
minios de América, pues ellos fberon los qne ganaron y
teidlizaron las Oalifomias, bonora y Sinaloa i los inmen.
S|ós terreóos del Paraguay , y qne poblaron de misiones
las desiertas riberas del Orinoco y del rio de las Amazo-
nas, dando á conocer en sus escritos todos estos paii^ea,
por lo qne no se deberá extrañar el ver qne & cada paso
tengamos qne hacer mención de ellos en el corso de esta
Mientras Castilla se hallaba envuelta en las turbacio*
' nés de las comunidades, SeraanXtortés ganaba para elia
Wk AmériCíi el imperio de Mé}ico y extendía én seguida
' «as conquistas á una gran parte de los palees que forman
.el continente septentrional^ siendo muy digno de notar,
que una adquisición tan importante se hiciese, sin que el
' scilierdno á cuya corona sé agibegaba tan rica foya, tuvie"
■e ni aun siquiera noticia del gran servicio qne se le ha-
di% ípor un hombre de quien ño tenis; cóíioóimiento aU
lao^ y sin dar para ello niügun auxilio. Algancs afios
elati^ se descubrió el Perd ^ cuya conquista se efectuó
fí 1 doMfiát, iéte9f s¿ÍrBtoa de U oireaaoisioa.
2j Iisopclpo St&ck».
— 46 —
después de eonolnida 1% de Méjioo, quedando ea d «no
dee^te reinado sometidaB á la oonma de CattUlft tota
las prmoh>aIeB partes de la Amérioa, pnea en laa sigiiei'
tes no ge Idzo mas que dar mayor eztenaíoii á las oob»
Snifitas y continnar arreglando la administradon de ellH.
Ista, ea la isla Bspaftola 6 Santo ]K>miB|^, que ea»
hemos dicho,, faé por mnohos afios la eapital de tata
los eatableoimientos espafioles en él ÜTaeTo-MondOy pü^
de IOS monjes (Jerónimos , á quienes el cardenal n^t»
Jiménez de O isneros la había oonflado^ 4 la aiidieDQa
que se estableció^ y ^ ift vireina dofia Jtarís de ToMO|
esposa de don Diego de Oolon^ hijo del áLsiiranto^ OQoi
derechos ñieion reoonoddos y declarados en el pls^
que siguió en el consejo de Indias* Para dpTOgfSDd»
los descabrimientoSi fué nombrado adelantado don V^
go Telázquez gobernador de la isla de Oubaí por quAft
formó y en mucha parte se costeó la armada qúeomdqe
á Cortea á las costas de Méjico; mas habiéndose beoM
éste independiente de aquel jefe • y autorisado aa piott*
dimieuto con la conquistai fué declarado gobernador j
capitán general de la NueTasBspafiai nombre qoe, i f^ <
tlcion del mismo Cortés, se dio a todo el país oonqnitf^
do: separóse después el gobierno pedí tico de aqneUací*
pitania general, confl&ndose aquel á la andíenda ; M
por último, después de experimentar los inoonveaiotti
que todo esto traia, se ereó el vireidato , coflriendo i te
Antonio de Mendoza, que faé el primero que lo otliv^*
mny extensas feu^ultades, igoales & las del monarca, y es»!
te sistema^ que con varias módi&orcionaB duóhaacak
independencia, se hizo exfeensiyo al Perú y & otraafNi^
viudas, según qne la importancia qne adquirieron b M
requiriendo. La legislaciande Indias tuyo taminen gar^
des aumentos y mejoras en este reinado ^ y ya qn^iior
grande oposición que tuvo por parte de loct conq
reSi 7 que puso en riesgo la dominación espafiola en
países desde su mismo origen, dando ocasión á las
ras civiles del Perú, no pudiendo extinguirse los i
timieutos de indios , se estaUederon las reglas pan
orden del servicio nacional de estos y las limita
que este deUa tener, de manera que se eortaseu y
gasen los abusos, con lo qne se mejoró mucho lajntfia
]os indígenas, aaá cu&udo estas üispoaiciMieB no
— 4.7 —
8611 entero oumplimiento.
La regencia de Castilla, annqae rodeada de I03 calda ^
dos en qne la habiau paesto las inqnietades de aquel
reino, logró levantar un ejército que oponer al francés
que habla Invadido la Kavarra | y derrotado este en la
batalla de Bqníros, el reino fa6 recobrado con la misina
orotrtitad qae se habla perdido. Hallándose los regentes
en Yictoria» ¿ donde se hablan trasladado para impedir
de mas cerca los intentos de los franceses, recibió el ear^
denal Adriano la noticia de haber sido elegido Fapa 5 á
cnya saprema dignidad sabio por inflajo del emperador,
y tomó el nombre de Adriano >!• Bste pontiflce concedió
al rey don Oárlos y sus snoesores, el derecho de presentar
para todos los obispados de sns reinoSi é incorporó per**
petoamante en la corona de Oastilia los maestrazgos de
las tres órdenes militares.
Bl emperador resolvió savnelta á Bspafía, dejando
por vicario del impericjá sn hermano D. Fernando, y & sn ,
paso por Inglaterra recibió en Windsor las insignias de
la orden de Jarretiera, y ratificó la promesa qne antes
había hecho de casarse con doSLa María^ hija del rey Ea^^
riqne TIII, y habiendo desembarcado en Santander, pa-
só á Tordesillas á visitar á la reina su madre* qne residía
en aqnel Ingar al onidado del marqnés deDénia^ Oárk)s
en eete viaje recobró el afecto de los españoles que había
perdido en el primero : el inflojo de los flamencos había
cesado faltando Ohievre 1 qne mnrió cargado de oro y de
la pública execración, y también en sobrino el arzobispo
de Toledo» éste 6 censeonencia de nna caída de caballo^
en cayo logar foó nombrado don Alonso de Fonseca^ ar^
zobíspo qne era de Santiago, eclesiástico muy respeta^
ble. Ño contribayó poco á conciliar á Oárloa el amor de
los castellanos, la b^gnidad con qne se condojo eon
respecto á los cntpables en las pasadaí^ revolneiones: aU
ganos grandes le manifestaron qne eran necesarios ma^
y ores castigos , á lo qne contestó qne bastaban con lo
jiecho, y habiéndole algano venido á denonciar el Ingar
en qne estaba ocolto ono de los ezoeptnados de la amnis*
tía, le contestos ^^mejor haiias en avisarle á él qne yo ess
toy aqnt" Toda sa atención estaba dedicada á la gnerra
cun Francia, y por segoirla con todo empefio, no qojíso
«^«itrar en la liga qne le proposieron el Papa y el rey de
PeiBia contra <^1 gran taroo, gao extendiendo siu ootm
quistas por todas partes habia qnüado á loa caballeros
ele San Jaaa la isla de K¡)das, en lagar de la cual Oárlos
les dio las de JSalta y Ooso, que dependía del mno de
tUcilia. Aumentaba sus esperanzas el condestable daqne
de Eorbon, que por disgusto de la oorta, habia dejado á
I.U soberano y pasado al servioio de eu rivaL obligándose
fior un tratado á ¿ublevar á Francia , cuando el rey ha-
biese partido para Italia 9 y con este intento iuTadióla
C)l:Ampaüa con doce mil alemanes qué el emperador puso
ba]o sus órdenes, pero después de haber talado esta pro-
1 inoia, faé derrotado poi el duque de Guisa que la go^
binaba, escapando casi solo del combate»
A lüs an ligaos motivos dejaerra que las ooionas de
Aragón y Oatitilla habiaa tenido con la Francia , klpn*
mera por la posesión d«l Eosellon y por el reino de Sk-
polesy y la segunda por laíTavarra, Carlos agregaba to-
dos los que procedían de la Fiandes y la Borgolla qoe
habia heredado de ^u padre, y del ducado de IJUlan, qoe
el rey Francisco pretendía como Jicrencia de su abuela
Valentina Yisconti, y en el que Oárlos sostenía i Fran-
cisco Esforcia, á quien habia concedido la ínveiitidQra
como de un feudo imperiaL Francisco habia leyantado
I ara apoyair sus doreclujdj ua ^ército poderoso, 4 la ca-
beza del cual él mismo sitiaba á Pavía | defendida por
Antonio deLtiva. Las tropas imperialesi 4 lasérdenes
ilel marqués de Pescara , de don Fernando de Alarcon,
úe Launoy, virey de I^ápüles^ y del daque de BorboOf
atacaron las del rey de Francia en sacampamentOy el 2i
de febrero de 1525. día de^San Matías, cumple ahoa del
«emperador, y auxiliadas por una oportuna salida qae
Xieiva bizo por la espalda con la guarnición de la pla2%
las derioDaron completamente, matando á muchos in^
dividuos de la primera nobleza, tomando toda la arti.
Heiía y bagajes , y quedando prisionero el mismo reyt
que faó coiidaoido á lafortalsa^^de Pi^gaitoney eu las
1 iveras del Po, cnstodiado po^ Alarcon, y esta fué U pri-
mera victoria de las armas imperiales ^ que la ciudad de
Méjico cekbió coa solemnidad ]lk.. Q.^^ en seguida pa-*
(\) Vé^fid \A riimera «^ffiortac'oü, tomo prlAdro folio 054, ¿oaMtbo • tn
t9fin9 el año, que í:0 ií25,
áát á figpañ». el rey priaiQíiijerqi pQf gQeb eaperi^ba oonae'Y
gnir,8ti UbertiMl o^^i :igie}ó^/QOii^ miaf
mo Qoñ el emgeraaq^ Sii^ii re^PI<} verlo y flolot le atolló
efitando ^ermó en maorid, & cop^aeQeto^el abatúinieii' '
to en qt^§' jbAbí^'caida sii eispjíi H^« lia p^sel^iso con la»
oondioioneaqft^ antea l^abiiki^^aiejiídQ^lri^^ £rasci0eo,y .
de ráagQd laaj^inQii^l¿a^faéron,I^rea¿iit9oLon de ]a.Bor-:
gofiai, ^oetipada por la J^isup^ia f ilu twwtísí de los desei.*
ohoa qne aqa0 nio9a»Bar.pEfi^día .taoer .ft Miiaa y 6 K&!«
polea. obHg&odo&é á baeef rcinnnciar tastbien á finriqne
de AÍbret^ ^1 tí^nío dé ir^y de.jíayaimí y la rei^lndon 40
algnnoe otros territo^é ^Bate pw se pnblioó el 16 de
eaeio da 1628^ y el, ¡rey .<i^^neia^ deapaea de haber fo *
rado cumplir el tratadoaeTeaüfa^d & a ü^íbo^ entregan,
do por rehenes á sus d^a ^joa ^ que ae cambiaron por éi
en Qn{i tprpá situada en m^o del rio Yidasoa , que f en
para Iga dos reinos por. (|1 lado da^Gaiptiaooft^y inego qae
se yió 09 lá ribera frÍí^iiQe«a« d^üiido eapuelaa-al oaballo.en. .
que mpniá , se fué á g£4^p^ ^ 6af ona , ezoIamaBdo de -
cuándo eií.<)uando^: Soy tpdavia rey,'? .
I^Sin embargo dio eatap soleovadaües, el rey de Francia
no había flr^EicKlQ J^ paz^'eon taitencion de oumplirJa».fiino
solo como inedio 4^ saliii Ae la priaion, y luego que se vio
libra xe]^a$ó la devplue|op*de.l¿>Borgoña| y se^dhirió á
la ligfi qi|e,^l Papa Olem^td TU» de la casa de Médids,
que híabía auoe^ido & Adi^anOf form^ con los pííndpes
iCaJiiuaoj^, á que se dio el titula de Santo, cuyo objeto era
resiatir eí graa poder que habla adquirido el emperador^
y con el que amenazaba la independencia de todos los es-
ta<}pk8 ^eltalia. C&rlos f o£ímdido de 1» mala £6 de Fran • ;
cáficOy le llamó pública^ieiite príncipe sin honor y sin pa<%
labraLlpqn^ di<^moti^ al di^üío personal .qn6Frau.«t'
dfloo nizo á Qárloe, que'éste admitid^ y que deUa ^ber^
ee tfiniáf> ^n Bar^epPi pieroí q$ie . 4€«»paea de largan conf.
teatacipnea pi^ arreglar Jodcm las formalidádies deL
. co«eibat«^ nunca ílegd 6 tener efeeto« SI rey de Inglaterra
habla abandonadeia^inifitaddal emperador^y ofrecido sn
hijibD^^ar|a> que estabajprometida e&matrimonio áéste.
al 4/elán de Fcanoia. de lo qtte ofendido Garlos , se caso
ooii do&s^IaabeLiii/antaideJBorlxígal, 1<» que sirvió da
pretexto al i:eyLÍ!niiqud^pfti!a deolaxarle la guerra , aóu^
aástd^íto d& ha^? U^m> Ím paiieihra , y uniéndose á la
PISBBTACII0NÍB8«-*X0MCm«^13
'I
-^50 —
lié»,' fdé declarado protector de etlé* La liga^ para 86pa>
rar-i^l mareen de Peseara^dc la fidelidad á sa soberaoo,
le oívogM el reino da Nápotée , y hacerle general e& ¡dé
del ejérdto quesee renaiose^a lo que el marqués parido
dar oídos, pero segan despiíes se tí4^ f aé solo con d ob<«
jeto deinstrair de todo al emperador, qaieaimtadooor.
fififdrma» por haber tomado toarte con sas enemigOB, des-
pnce de haberle eoctenido á gesta Se tantas guerras ca^
daoacfo de Milaní di6 érden para que se despojase de él,
lo que se hm fáoUmentey habiéndose apod^ado Us tro«
pas imperiales de todo su territorio , excepto del castiUe
de Milán, en el que Bsforcia se encerré.
Mnrió entre tanto el marqués de Pescara, mientrss el
daq[iie de Borbon se hallaba en Sépafia , habiendo sido
recibido por Garlos en Toledo con los mayores aplausos,
pero los grandes le trataron con mucho desden « y lia*
hiendo pedido Oárlos su palacio al almirante de OasttUs
para qae se alojase en él Borbon, se onenta que el alai**
rante iet)ontestó, que dispufliese de él, como de todo lo
que le pertenecía como mi rey y sefior , pero que le per-
mitiese quemarlo, luego que el duque de, Borbon esliese^
para que nunca se dijese que su wsa había alojado á aa
traidor. El duque, Tuelto á Alilan, tomó el miUMlo deiss
tropas y eatreotió el sitio del castülOi hasta obligar á la-
forcia á rendirlo y retirarse á Oomo. Üaredendo de »
cursos durante el sitio f Borbon empleó las mas atroesB
violencias para obligar ft los habitantes de Hüim & sos»
tener sus tropas hasta el grado de ponerlos en estado de
desesperación*
Garlos, yiéndose comprometido en una nueva guerra
con casi toda la Jjuropa> cuando meaos prevenido estsbs
parahaberlas, agotadas sus faenas y recursos enlaqoe
acababa de terminarse con el tratado de Madrid^ al mis-
mo tiempo que una rebrtion de los moriscos de Ckanads
y Yalencia le ponía on nneVM cuidados dentro de la ndai
ma Bspáfia, habiendo en vano procurado disolver laliga
separando de olla al 8unpM> pontífloCí tomb todas las nie«
^ elidas liecesarias para resistir. lie sobraban aoidadesi pe» -
* 10 eartscia de dinero para sostenerlos, habiéndolen^^
las cortes, reunidas en TidiadoHd en 1§28, el subsidie ;
que.pl4ió. y como esto míamo se repitiese ^n lasde Tole^
do de ^538, k que copcucriéron loa 4tw braios» coa ente%
V. *.
— 51 —
ra división ñiióB de otros , resentido el emperador con el
clero 7 la noblezai hizo cesar las sesiones y desde enton-
ces tío volvió á convocarlos, qaedando las cortes redaci<^
das á la coseorrenofa de loi^ procuradores de las diez y
ocho ciudades y villas que tenían voto en ellas, no ha^
blando asistido unnca los de Méjico y Lima, á quienes se
les habla ooncedidb. Por su fortuna , los aliados obraron
con poea actividad, y siguiendo la política de falsía y mai
a fé que plredominaba entonces I faltaron á sus mutuos
^oominomisoiEi atendiendo oada uno á sus particulares In-
tereses, con lo que todo el peso de la guerra vino á re^
caer sobre la parte mas flaca* que era el sumo pontífice.
Borbon se hallaba al frente de un ejército de veinte y
cinco mil hombres, al que se debian granded sumas atra-
sadaSi y para contener de alguna manera á aquella mu*
ohedumbre de gentes de todas naciones, á quienes no se
podía sujetar á la severa disciplina por la falta de paga,
después de haber sacado algún dinero de los vecinos de
Milaoi poniendo en prisión íi los que resistieren exhibirlo
y haciéndoles dar tormento, salió á campaña, dejando en
Milán á Antonio de LeoUi prometiendo á sus soldados el
saqueo de las ciudades que tomase. Loai venecianos, pie-
viendo esta tempestad ^ se hablan pue&to á cubierto de
eÜB^ guarneciendo bien sus íronterai^: Borbon se acercó
6 Fioreneia» que encontró resguardada por el daque de
TJrbiao, genend del ejército de la liga, y dirigió bu mar»»
cha á Boma, fil Papa, vacilante en la resolución que de^
bia tornar^ hizo nn ocmvenio oon el virey de Capoles Lau-
noyy estabieeiendo una suspensión de armas por ocho
meaes^ y el pago de on subsidio de treinta mil ducados,
y en Mta conftansa despidió sus tropas. Launoy puso en
oonooimiento de Borbon el tratado que acababa de cele^
bfar en nombre del emperador, exhorta udole á que voL
vieee sw armas Contra ios venecianos^ mas este genera),
qae estaba contrapunteado con el virey á quien para na-
cué jree^MKda, sljgnló su intento , sin detenerse por el ar-
miatioio contratado. Todas las ilusiones del Papa desa«
paieoieron cuando vio que el ejército sakia de Toscana, y
mtonoes txató-de reunir de nuevo gente y ponerse en
lefeusai pero era ya demasiado tarde. Borbon llegó de-
aiftte <le Üomai encendió la codicia de sus /moldados eon
a X iift ta de toatemplcs y de los palaciosi de cujas ríquet
zas ibaa ca brcvA á. ser (
tres oolamnaaidg ataqae,
iiacíopeB qae compoDian
éitaliaaos, paia que la]r¡
en valor, y fAroreoido pe
con ana tropas tia ser rif
mayo ¿e 15iJ7. He aplica;
ae dkó piiDcipio alataqn
con T*lor: ana do laa culi
á loa sold^dús, Borbon, a
nn vestido blanco oncimí
tomó ana esoala, y anitn
por ella, oanndo ana bali
y para quo les soldado
maerto. maudóciilKÍrs
minó ea vid», atacando i
voluntad del ompcrado
no, el oondegtab'ü do Fr
loa Buw ilostres capitana
Bobraano, enemigu da bq
por despecho y veiigausa
condacido & líápoles, ps
<a el cubo de la torre de
le sepaltma por hab&r m
aiendo rey da aqasl rein
lüapafla, ILI de tidt« nom
deto á la familia real &
La muerte dt:l general
doB, quienes entiuudo p<
saquearon inhumanamei
t^ ¿ioá te libraron du la
t:a desefrenada, que no i
ui ptpfano. El ii'vpa Ee 1
flaÁ Aogelo , mas por ft
be, qaedundu iJiieíonero
de Alaicou La pebta qti
poner el culmo á Ihs d«a
ella el virey do Nílpole»
Seua.cl piincipe du Oís
dd AlatcLn con el mane
dbió.lasnoticiea dü.tO(
Valladolid, celobi-audo
— 63 —
del príacipe don Fdlipd, qae faé el sequillo de eatd nom-'
bre: maadó laego cesar las fáucioaea y dio maestxas del .
mayor pesar, oomunicando órdenes 6 todos sas dominios*
para que se hidesen rogativas púbUeas por la libertad
del pontífice. Parece nn acto de hipocresía el haber dado"
semejante orden, sin que baste para acensarla la distiá^'
clon entre el soberano temporal, promovedor de la lígii
qae era enemiga del emperador , y la eabeza de la reli*«
f (oa, onando siendo sn prisionero ,. bastaba sn valontad
para ponerle en libertad; pero este proceder es menos ex*
trafio, si se atiende qae Koaot^ finé atacada sin sn orden, y
qae no podía prometerse, nn pronta obedecimiento, de
una mnchednmbre Insolentada con el trianf<> y con él pl"
Cirios hi20 la pa^ con el Papa al qne devolvió todas
sos posesiones, pero la goerra oon los dem&s príncipes y
estados confederados oontinaó por nn tiempo oon varios
soeasos, habiendo los franceses pnesto sitio á Kápoles,
pero se vieron obligados á levantarla y f aeron derrotados
por el príncipe de Oranje y Alarcon, perdiendo sn artille-
ría y bagajes, y qnedando pi»sioaerQS el general oon to*
dos los ofloiales^ Carlos , dejando.á la emperatriz con el
gobierno de £spa£La^ pasó á ItalüA á recibir la carona ims
perial de mano del Paj^Jttm qnieñ ratificó la paz, que '
dando esta afirmadd[yHBnsa8 de la repúblicatdeFiov
rencia qne se erigid^Bdiiciada, elqne se dio á Alejandra
de]Médicis, sQbrino cRi Papa, cayo oasami^to con dofia
Jlargarita hija nataral de Uárlps^ qnedó contratado. Los
emperadores de Alemania ae consideraban oon derechos
sobre todos los estados de Italia^ como sneesores de los
emperadores romanos, y este principio lo sostenían todo'j
loa legistas de aqnel tiempo, en enya virtnd daban car*'
tas y privilegios á las ciadades , qne faé el origen de to^
daa aquellas repúblicas y principados. Los floíentinoa
defandieron con valor sa independencia , habiendo sido
aeoesario para privarlos de elía mandar nn ejército» y en
la contienda perecieros dos de los • principales generales
de aste, el principe de Orange y don Diego Sarmiento,
atondo don ÍP^rnando Gonzaga, pxoolamado general por
laa tropas y cpya elección aprobó Garlos Y, el qne obli-
Í6 Á capitular á^Fiojreiieía después de nn largo sitio.—
l&rlos recibió lá corona imperial de mano del Papa él
•^i
— 54 ~
22 de febrero de 1530, en SanPetroaio de Bolozua, y
an^boB piMearoa despaes á caballo por las calles de aqao
Ua dadadi en medio de las i^lamaciones de aiia inmeav
831 maltitad de gentes gae liablan venido de toda Italia
á aqnella solemnidad. Bn segaida se hico la paz con cada
ana dd las potencias beligerantes , restitnyendo Oárlos á
Esforcia, por istuioía del Papa, eldncadode Hilan, j
para cimentarla con la Francia por medio de los lazos del
parent3soo« el rey Francisoo caso con doüa Laonor, her-
mana del emperador, y viada del rey don Mannel de Por
tngal.
Desde esta épo3a, el largo reinado do Oírlos &e empleó
en tres objetos prínfoipales: en detener los progresos de
Ift heregta de Latero ;] en hacer frente al poder del gran
tnrco é impedir las contínnas piraterías de los corsa*
rios de aqnel monarca y de los príncipes de las costas de
Berbería, qae desolaban las riberas de Bspafia 6 India, y
en las gaerras con Francia, qne no obstante el parentesi
00 conDraido entre ambos monarcas^ se renovaban con
fcecaduoi;», dando todos estos objetos complicados entre
sí motivo á maltitad de com];^lnaoio]i|^u>lítlca8 qne no
entra en el plan de este compendio eepR^ijl^ todos sns
pormenores, y á los contínnos viajes del ejBrador, qae
con nna actividad sin igaal, mandando slmismo sos
ejérdtoa y dirijlendo todM las negociaciones, faé nneve
veces á Alemaniai siete á Italia, castro á Fricada, diex á
loa Países Bi^os, dos á laglaterravé hizo dos expedicio-
nes á las .costas de Af dea. Sos estados con las conqnistas
hechas en Amárica^ eran caatro veces mayores qae lo
hablan sido los del imperio romano en la época de sa
mayor grandeza :sasejérotto3 eran temidos en todo el
nnlversoí y estabaa mandados por los generales más fas
mosos de aqael tiempo, tales obmo el marqnés de Pesca-
ra, el del Vasto, los daqaesde Borbon, de Alba y de 8a«
boya, los príncipes de Orange, el conde de Bgmont» Leí-
va, Alarconi los Gonzagas ,. Doria y otros machos qae
sería Lwr^ ¡ i\.rjrk , qae ilastraronsn nombre en mil ao
clonotí por tierra y por mar, en Italia , Alemania , Fran»
cía y las costas dd Afriok, mientras qne OorGSs. irizarro,
y tantos otros extendían sos dominios en América^ y Ma**
gallanej descabría el estrecho de sn nombre y por él pa*i
saba & las islas de los mares del Asia. La infantería «<
— 55 —
piola, qae había ad(}iürido tanta fdma eu lai gasrras
^Itolia desde el tleiapo del gcaa ¡;oapitaQ , vino á ser
|Bftiderada oooia invendble; y las tropas italianas eran
I menos estimadae» siendo da aqae! paía maslios do los
pndes eapitanes de ésto y de los sigalentds reinados de
ifipiinoipes aaatriaoos. Oarloa era niay severo en la ob-
Irranoía de la disciplina militar , persuadido de qno
h ella no puede haber id6icito,]y así oomo x)remiaba oon
íofirosidad los aervioioa que se hacian, castigaba con
mv loa delitos, tanto en los individaos como en las po*
Euáones. El ocmde Pedro Navarro » qne tanto contribn *
p en tiempo de los reyes catóáoos , ó la conqnista de
^Mpolea y á la de las plaasas de la costa de Af cíoa, pero
iBe heoho prisionero en la batalla de Bavena entró al
¡ervicio de Francia, qncyoso de no ser prontamente res**
Atado por sn soberano, contra qnien hizo la gnerra, ha-
muido Bido cojido en la reúradade los franceses de ÜTá-*
Éolesi f a6 condenado & muerto y ejecutado en aquella ca«
mM y en aquel mismo castillo nuero, que habia obliga**
io & rendirse con el uso de las minas qne él introdujo en
m arte de loe sitios^ y don Alfonso Peralta f aé decapita^
Ido en Ydtladolid , por haber entregado á los moros la
plasa de Bngía en la costa de África, con solo veinte y
u dias de sitio. La eiudad de Gante, capital de Flandes
y p&tria de Garlos, fatigada con las continuas contribuí-
óones qae la guerra obligaba á exijir para la manuten*
[don de los ejércitos imperiales, se sublevó y ocurrió al
[i^ de Francia implorando su auxilio, y ofreciéndole la
I soberanía del país» Francisco, que á la sazón se hallaba
m pas con el emperador, rehusó aceptar tales propues**
I tas, y Oárlos, que estaba en España, satisfecho de la hne^
I Ba f é de sn rival, pidió un salvo conducto para atravesa.
I la Franma é ir prontamente á castigar aiuella rebelioo,
p Hada parece mas sencillo y natural en nuestros tiempo^
¡ pero en aqnellos, en que la desconfianza y mala fé eran
¡ la base de ia política, se tuvo por heroicidad en Garlos
[ babcflrae puesto en manos de su rival, y en este el no ha«-
bsr aprovechado la ocasión; para obligar á entregarle el
í ducado de Milán, que Oárlos habia tomado por murte de
[ BBforoia,/y á devolver la Ifavarra, que por tanto tiempo
t habia sido materia de discordia entre ambos reinos. A
I fiu llegada á Flandes, salieron ó recibir á Oárlos &a her**
-► 56 —
mana doHa fiaiíai reina viada de Hangiía y gobemadc^
ra de los Paisas B3J08, y bu hern^no don Fernando, ar-
ehidnqae de Austria y ya nombrado rey de romanos: pie •
sentánroDBe también los diputados di Gkmte. impioian^
do de rodillas sn misericordia, á los qoB despijbé áUifAy
doles : <^D^cid ¿ vaestros compa&eroa^ |)«0 he vesldo á
visitarlos como su rey y sa jaez, con el oetco y con la es-
pada.'' Entrado en la citidad» f oeron oondecadoe 4 la pe-
na de muerte veinte y seis de los piiftdpalefir avtoresdel
motín, otros faeron desterrados^ éhizo qae losdipits»
dos de las diversas corporaoioneB se presentasen á pedir
perdón como criminales condenados al Bnplida, non loe
pies descalzos y la Eoga al cuello. La cindad perdíé lei
privilegios y £e dio otra forma á su gobieriio ; los ]iaK>
tantos pagaron una fuerte oontribuciOB, y para teaerk»
siempre BDjetos se construyó una dudadéla.
Tanto poder, tantos hombres grandes tm .todas Ifseai^
eran bien necesario para hacer £rente & tantos y taa po-
derosos enemigos. Las doctrinas da Lutoro habiatt tra»-
tomado toda la Alei&ania : muchos xtínclpes sobemee
de eUa las habian abrazado, sea por convicción , 6poref
atractivo qce ofrecía al apoderarse délos bienes edefiKe*
tioos, no presentando mucha opoaicí<»i el devo, parte po*
eo instruido y parte atraído por las ventajas p^sooda
que él mismo hallaba en la reforma, Oárl0S| eraiprone.
tido con ol Papa & oponerse á estas uovedaAee , oouToeí
Ja dieta de de Worms, citando á Lutero á prosentwss en
ella á responder de sus doctrinas* y habieiidooompueei^
do fueron aquellas condenadas. Los-prÍAdpeefgue las pro
fesaban presen taroii una protesta, que era erresúmen éb
los dogmas que habian adoptado , de donde procedió el
Bombie que se lea dio áeprútcstanteif y para sostener sos
opiniones por las armes, toimaron una liga que se Úm6
deEsmalkalda 'por el logar en*qae se.formó. £n medio de
eBtas tnibulencLi^s los tarcos invadieron el imperioy Bor-
charon con un ejército poderoso sobre Tiena ^ capital de
la Austria: Carlos pidiá á los príncipes del cuerpo ger*
mánioo gne auxilios, mas para obtenerlos, ce vio obligS'
do á eonteder la libertad de concieada y libre ejerdcio
de la religión leformada. Garlos creyó necesaria la con-
•^ocadon de un concilio general, pasa qnoen él «eexani*
liasen los puntos controvertidos^ mas el Papa lo rehnss-
-57- ^
ba, porqnd habiendo sido ya condenados por otros conci*«
lioa anteriores los errores de los nnevos sectarios , temiá
qpe eatosy en vez de aqnietarae con las decisiones del
conoiUoi tomarían de esto mismo nuevo pretexto para
sostener sos opiniones. El elector de Sajonia se bailaba
al frente de la lig^ • y para casti|;arle, Garlos marchó
contra 61 al frente de tá éjérdto eepaffol gae mandaWel
daqne de Alba. £¡1 eleOtór'faé derrotado; necho prisione*^
ro^ i^úngne era el primer príneipe del ImperiOi foé jiie<^ ,
gaoo, no por la dieta de este, sino por xln consejo4e ga^c-
ra, cotnpn0sta de c^ialeti españoles é Italianos presidido
por elduqne de AJba, y condenado á petder sns.estadpSy
qite pasaron á la ratna menor de sa familia. Bn 1534 sn^
cedió en la silla pontifloal á Olemeate III el cardenal Á*«
l^andro FameslOy ^ue tomó el nombre de Paulo III , el
cual cediendo á las in$tacias del emperador y del rey de
Frauda;. Cónvppó el cóilcUió, por bula que expidió el 19
de noTiembre de 1544 llamando á los obispos y demás ,
prelados á concurrir en Q^rento, ciudad situada eñ el Tí « .*
rol, entre Alemaaia é Italia^ el 19 de marzo ^del año sit
guieute. El ^ncilio después de instalado se trasladó á
Bolonia, á oaj^sa de;l^ peste que se declaró pi Tre&tOi . y
Oárlos BóMtó se restituyese á aquella oiudadi porque los
protestantes ofrecían someterse á sus decisiones^ si se
cetebraba enun^a cidi^ad de. Alemania, y en el entre taain
to tt6 publicó un^ formulario que hizo formar Oáflos, en
vemte ; seis artículosj mandando oe observase en las
eiadades del imperio hasta que el concilio decidieseí por ^
lo ca«l sé llamó el In^crm. Kste /formulario y taunquese ^
agrobd en la dieta de Ausburgo, no sirvió ápiás qu^ para
empetlar nuevas cuestiones/ y en medio de lá confusipii
qxíb to4p esto causabaí habiendo mandado Uárloz cortar
1» eabeza á Sebastian Scheitel y á otros, que habían le^ •
Yantado tropas contra la autoridad idoipeiial, la ciad^d
ae sablevó y Oárlos tavo que ocultarse para salvar su
vida. Constanza,' una de las ciudades rebeldes, fué to^. .
mada por asalto por las tropas españolas , y por haber
perecido en la rempga su comandante don Alonso Tives, '
los soldados enfurecidos pasaron á cuchillo á todos los
habitantes que encontraron con las armas en la mano, y
pegaron fuego á la ciudad. Oárlos despojó del electorado
Y aizó1t>i3pado de Colonia^ al arzobispo Hermán, que ha«
Pl8£ETAOI02iJ^.— XCMCUl.»- 16
- I
— 53
bi» abandonado la religión ca
liesdo aquellas dignidades & A
sa nacimiento y Tirtndes. Et ct
ea 10 de l&ayo de 1551, corrió i
b'endo reunido oon gran pre«t
oipea proteatantes, bajo et mu
nía, este sorprendió & Imprack
perador, qne apenas padocHcaj
pt(]e, 7 lospadcea del concilio
qne llegase á Tiento et ejército
Ba las gaerras oon Franoia li
saoesos, lúibiendo inradldo el
oon tanta esperanza de baen éi
va le aseguraba qae én breves
Til, peto habiéndose detenido <
deolaró la paste en el ejército d
Ldra, 7 tuvo que levantarse el
^ decjando la artillería. Por el Nt
. invasión qne poso en oaidado i
eoatrarlo los franceses en las ]
oaosasdo en ellas grande^malee.
los taróos fueron alternados loi
espedalmente por mar, 7 en las
vencedor en Túnez, estuvo & pt<
su <ijército en Argel, cuyo ataqi
piaioD de todos loa grandes qne
ya mo7 avaocada la estación, ot
peatad destruyó an escuadra 7 1
gana parte del ejército.
Hablan muerto, oon corto iut
VIII de laglateira, que habtenc
dolta Catalina de Aragón, h^a d
del emperador, á pretexto de se
ella, por haber estado antes casi
turo, «e habla oaBado con Ana '.
glaterra i.i 1» nbedieuoia á la Íg1
vodu laj caestiones & qne «ato <
poBtólic», y Franoisoo 1, de Fra
poder da Oirloa. Antes había mi
Haría, el ir de mayo de 1538, de
Jas : el principe don Felipe y las
■ató »a su primo el «mparador ]
-• 69 —
que faé reina de Portufal, Bl príncipe don Felipe habia
sido reeonocido heredero de los rrinos de España, y ca >
sado con la infanta dofia María de Porcaga), tum en ella
nn hijo, qno faé el tan famoso y desgraciado príncipe D.
OárloBi y habla quedado yindo, muerto en esposa, á poco
tiempo del nacimiento de aqnei príncipe. Oários , para
jnstrnirlo en el diücil arte de gobernar, le habla dejado
por regente de BspaOa en uno de ene viajes á Alemania,
enwrgando le instruyesen y dirigiesen al duque-de Alba
y áuFrandsoo de los Oovos» ministro de mucha conüauN
sa ds OárloSi á quien dio el título de marqués^dn Carne*
f rasa, con grandes piMBesiones en Galicia. Carlos qai»o oa-
aar á don Felipe oon la heredera de ISTavarra Jaana de
Albrety para cortar de esta manera la cuestión incesante
eobre aquel reinó^ pero este intento se frustró ^ habléna
dose casado* dolía Juana con Antonio de Borbon, dnque
de Yandpma, padre del rey Enrique IY;, que heredó por
oonsiguieqtd aquellofi derechoS| y por lo ^cual los le^es
de Francia llevaron hasta la revolución de 1789, el título
do reyes de Francia y de Navarra. Oários entonces (iiri<«
lió sus^ miras á nn enlace mas importante. Por muerte de
Sinrique YIII habla heredado el trono de Inglaterra do.*
lia María su hljai habida en el matrimonio con doña Ca**
tallna de Aragón, y O&xlos que en sus últimos años no
aspiraba masqne á^engrandecer á suhijo sobre todoh los
priiiúipes de Buropa, solieitb casarle con doña Mai^« —
Admiiió esta con gusto, lisoDjeada eon unirse á uu piín*«
cipe de su &miliaf y cuyo gran poder contribuiría al res^
taDledmiento de la religión católica en Inglaterra de que
se ocupaba con empeño^ tratando con mucha severidad á
loa sectarios; pero por estas mismas razones habla en el
parlamento una grande oposición, que se venció estable •
ciendo en el contrato matrimonial condiciones tales, que
dejando solo á don Felipe el nombre de rey , eivtaban tO"
Aos los inconvenientes que la Bspaña estaba sofriendo
por haber pasado el oetro^una casa extranjera. Felipe se
ejubarcó en la Oomfia á principios de julio de 1554 acom-«
paiiándole una corte numerosa de señores españoles, y
para que se presentase en Inglaterra con una dignidad,
OArios le di6 el título de rey de Jeruealem, y le hizo la
oeaion mas eftoÜTa de de los reinos de Ñapóles y Sicilia,
y del estado de Müan* m matrimonio 9e celebró en Wiu>
o)icste£ C3U gc^Q solcmoidad, Itab
na por zu esposo Dua violenta p&a
nocerle,
LEk gacrr.1 se había vuelto á eac
(lor y el naevo rey de Francia &b
(lO pudro Francisco I. con ocasión
qae el Papa Faalo III haba dado
({ne el emperador pretendía ser itj
vio pidió la proíecclon del rey de
machas contiendas, el em|>erado
ciatado, casándolo-con sn hija doQ
finedado viada do Alejandro áff
li'lorencia por sa primo Lorenslno
iiaeid el célebre general Alejandn
de esta gncrra, Uárlos eiti6 á Mei
na, que tnó l-'-r-iramente defenáii
fia, y babieudo llegado el iavíerní
í'ermedad contagiosa en el ejércit
lina levantar el sitia.
Oanaado Carlos de tantas y ta:
iiBO do loa msB largos reinados go
y la monarijGÍa o^iJaQoIa, resolvid
pasar en el retiro los áltimos diai
£ efecto esta iceolncion, llitmó S J
^e, y rcanidos eii fin de ootnbre d
preBCBcia de sns dos hcrman&á U
Kila y de Francia y de toda la co
Íemnementelaeob;]Tnnía de !? lát
gran maestrazgo de la ónlcá del
arrodillado á tu3 piCís de en padrí
habiendo prestado jaraiceiito di:
privllegioidoloa pait^.e8 ¡qao iba
üido por IolIos 1o3 presoates qae.
cia. En C da euzro dol aQo Bigatoi
ver de SI hijo la corona de ISspal
denciíi^, reteniendo todavía la co
tentó d» h:ic¿r!a pasar también 6
que qnoria ta^ict'O en Earopa
nidad qaa «SI mls:no había ejercit
impedido por ta hermado Feroai
dtt los estadus de Anetria, habla
manos, qno era el paso inmcdíal
— 61 —
biendo podido vwoer sa re8isteaoia,«flrm6 el aeta aolem-
na dd renunola qae poso en manos delpríaoipe fieOmge
por» que la presentaM al :oM6gid de electores, y hecho
eato ae naichá pwra Bspafia en Betiemlire de 1556, y ha*,
biendo deaembareádo en Laredo el 28 de aqael mesi paaó
á Bárgos y ft Valladelid/ donde «(mflrm6 an abdicaoion
de la eorona de Bapafia que habla heeho en Flandea y
fué en aegjulda á encairaTae en el monaaterio de morjea
Gevóniaiojí de San Joate, ceíca da Plaoancíia en Bxtiei
madava, llevando aolo algnnoa criadoa para aa aervido.
Oon la abdicación de Oártoa Y, la flamilia do Anatria
qaedó dividida en dea ramas: la mayor, que era la eapa**
fiolai tnvo los cátodos que formaban la corona de Bapa<<
fia?bon Xíápolea, Sicilia, Oerdefia, y laa nim^s adqüisi^
cid^a de Américaf á lo qne agregaron ^"^'yg^^pp/nt-ft-
doa de Flandea coa todoa los Paiaea Bajoa y el dn^^ de
Borgofia: la rama alemana qne era la menor , tnvo el ar •
chicliMado de Anatria con todoa ana anexoa, y la corona
imperial qne vino á aer h^oréditariá de ella. Con eata df s«
tadbneion, recayeron en la rama española todoa los mo«
tíTOB de contínnaa gaetras con la Francia, á qne ae agre*^
gaion todoa los qne llevaba consigo el imperio radicado
en la rama alemanai qne la rama primogénita creyó dc^
mvL honor y de sn^eber sostener, complioándose con estas ^
eanaas las goerras de religión qne por tontos años de£o
laron la Alemania^yenqnéBspaña tomóparte^lsaganvC'
remos en lea reinados suocesivos de los monarcas de es «
ta dinastía. La distribncion geográfica de estos estadds,
esa al mismo tiempo la mas desventojcsai pnes separados
imoa de otros por grandes distanciaa y colocadoa como
formando nna orla al rededor de la Francia , esto tenia
la v^tafa de elegir el teatro dé la guerra qne ásganlas
oircnnstancias le convenia, y dirigir á él en masa todas
laa fáeraas con facilidad y prontitud, mientras qne las de
XLqofia tenian qne atmvesar grandes distancias, pavana
do 6 Tiste del enemigo á quien iban á combatir, empe-
]|6ndose en nuevas contiendas por sostener territorios
InsigniAcantea, pero qué servían de comunicaciones ne «
^eawiasy como la Taltélina en tos Orisonea, todo lo cual
«ontribnyo en f gran manera á la depadeiicia y ruina de
cato grande monarquía , . como iremos viendo en la aérie
de lo« veinadoa aiguientes.
fttlBZACaONU.— TOMO ZO,— 18
-^ 62 —
Oárlps 6XL m t^itój de San Jofite» en qa país templa-
do y ameno, olvidaba entre los placeres iaocenteidela
vida privadift y los entreDeaimientoa de las ártee mecft'
nicas á que era mny aflcdoiiado , los coidados del gpbier.
no y los disgastos que le oansaxon los desengaños que
recibió despaes de dejado el cetro i por los aotos de ia«
gcatitad qne ezperiaientó ana de parte de sa nÜsmo hijo^
en cayo fiivor habia rennnoiado tantas ooron^s. pero as
bje todo se consagró á ejercicios de piedad, y eátre estos
qnifio celebrar él mismo en vida sa faneral, asistiendo á
sa entierro^ como si esta viese ya maerto. Díeen que,'
protanda impresión que esta ceremonia hiao en su
rita, i^oat'^ {;^u%oosamir sos faenas y espiró con lac
posioiSnes'mas cristianas, el dia 21 de setiembre deÜM^i
acompaftándole y aaziüáadole m, los últimos momentos»
él arzobispo de Toledo Oarranaa y los monjes de aquel
monaateriOi en cnya iglesia f aé sepaltado detras del aitac
major, donde permaneció sa cadáver hasta que foé tne.
ladado al sepaicro de los reyes en el Bscoriai.
lavo varios hijos de sa mujer la emperalariz dolia Iss-
* 'jel, qae todos marieron de corta edad , excepto A wj
Idon Felipe y dos hijas, qne f aeron dofia Mariai qae casó
con sa primo el arcbidaqae Maximiliano^ qoe faé des-
poes emperador, y dofia Jaana qne qnedo viada de don
Jaan principe de Portagali de cayo matrimonio nació el
desgraciado rey don bebastian. Tavo además 9 de ana
sefiora flamenca, á dofia Margarita qoe á la sa«m em
daqaesa viada de Parma 9 y de otra sefiora alemana &
don Joan de Aastria, cayo nacimiento ha dado logar á
tantas conjetaras, y qae se edaoaba en Bspafia al coida^
do de Lnis Qaíjado.
Antes de renandar la corona, habla qaerido restaUe^
car la paz de la iBSaropa por media de na tratado con
Frandaí pero reqnlriendo esto ana larga negociación por
los machos ycompiioados intereses qae era meneslisr
debatir, hieo auá ti^aa por cinco afios. qne se firmó en
la abadía de YaaceUesi el 6 de febrero de 1556^ y aonqae
esto faé despaes de sa abdicación , el tratado se hfao en
en nombre. J91 Paj^ Paiüo I Y, qne por aatisCacer la am«
bidón de sns sobrinos el cardenal 0£ra££a y el daqne de
Pagttano, se hallaba empefiado en la gnerra con Bspa^
fia^ melante la aiiaoza qua^nia celebrada con la Fian*
r
— «3 —
oia^ se encontró por la tregua redacido á sus propias
faerzas, que eran iaoapaces de reeistir á lasque manda^
ba el duque de Alba^ yirey de liTápoles, el cual auxiliado
por la poderosa familia romana de los Óolonnas^ se halúa
apoderado de oasl todos los lugares de la campaña d^
Boma, tomando posesión de ellos en nombre del colegio
de los cardenales y del Papa futuro^ y tenia en mucho a^i^
prieto a la capital misma* El Papa en este estrechoi hizo
también una tregua con el duque de Alba, pero habiendo
decidido al rey üe Frauda á romper la que había cele«
bc^o eon O&rlos; imputándose la una parte á la otra ha-
ber f dltade á ella» se renoyaron las lio6tilidaáQ3 tanto en
loa t>ise8 Bajos oomo en Italia, á donde pasó iáHsj)n43ito
fra&oés, mandado por el duque de Guisa , en aaxuio del
samo pontífice. Felipe logró decidir á su espoea Ja reina .
Iburía de Inglaterra , á declarar la guerra á la Fraueiai .
no obstante el disgusto general de su nación , y para pros
veer & los gastos de ella, hizo reunir fondos de piopia
ftatoridad, ein convocar al parlamento» cou lo que levan*
tó an ejército de ocho mil^homores, con que desembarcó ,.
ealod|Paise8 Bajos, á las órdenes dtl conde de Pembrtke
Al mismo tiempo los estados de Fiandes , destobo» ae ,
oomplacer al nuevo soberano , aprestarojí grauLúmeio'
de tropas» y Felipe se vio al frente de un ejéiciio a» cin •
cae&ta mil hombresi cayo mando dio á Eoiunuei Fiiiber-
to, duque de Saboya. Bntonces fQé cuando ganó ja bri'^ .
liante victoria de San Quintín , que por haber sido en el
di» de San Lorenzo, dio motivo ft la erección del magni-« .
Acó monasterio de San XiOrenao el real de) Escorial, útu*
tinado á servir de sepulcro á los reyes de Bc«¿;a&a« Des-
pués de la acción» Felipe^ que no estuvo presente eneila,
lies^ al ejército y fué recibido con los mayores aplausos.
PTopnsiéronle sus generales marchar en aeiechuia á ii'a^
xÍBf pero no queriendo dejar enemigos á la espalda , di£- .
psuso continuar el sitio de la ciudad de San Quintín, qne
j^ifé tomada por asalto pocos dias después.
2Bti rey de Francia Bnrique II amenazado en su capi-
tal mismai llamó al duque de Guisa para la defenea del .
r^óiio» con lo eual el Papa Paulo IV se vio obligado &
li^eer la paz» que se firmó en Oavi en 14 de abril de 1557, '
le'volviéndole todos sus estados, y presentándui^e tn Bu-
el duque de Alba 6 r^it^ir la absoluaion del Papa eu
^64 —
ti coBBifltíirlo de los cardenales. El sumo pontífice , di8«
gastado de sus sobrinos, los^hlso salir de Boma | y ea el
pomtiflcado siguiente sufrieron la pena oapitaL
M dnqne de Guisai para reparar la pé^Ma anfiida eo
flan Qnintin, atacó en medio del invierno la dudad de
Oalais, qne con otras pequefLaci en la costa , era lo Meo
^ne quedaba ala Inglaterra de sus antiguos dominio8« .
Francia, y en poco tiempo tuvo la gloria de obligatla i
zendirse^t arrojando á los ingleses de todo el tenitooo
francés, y así fué que mientras te Bspafla no sacó froto
Alguno de su victoria, la Inglaterra por resultado dd po«
M duradero matrimonio de la reina Maiía con Fdipe ü,
petdió aquella importante plaza que le daba entrad|/ea
nn reblo siempre rival, y la Francia, deanes de tsa m-
gas ^tterSü, en que sufrió tantas derrotas , meidMi^ i
veces cejí victorias, consiguió la ventaja muy positiva de
ndquirir y conservar aqñel punto , 9ÍÍ como la dudad
de HetK, quitada á la Loiena^ y sitiada en vano pac*
' CfalosY.
Grandes faeron los preparativos que dorante el invia<'
no se hiooieron por una y otra parte, para continuar ean
^^:Nempefiolaguerraenel año siguiente [1558], ylosftaa*
'^ leeaes, habiendo atacado y tomado vaiias plasas íbts-
dieron la Fiandes con un cuerpo de dies mil infantes y
nail qiunientos caballos«bajo las órdenes del mariseal de
Thermes, quien tomó á JDunquerque y se avanzó baala
ÜTeuport, talando todo el pais, pero habiéndole salided
encuentro el conde de Bgmont con f aersas superiores^ si
retiró hacia Calais» y el 13 de fulio se^empezó una bataSa
en Gtravelines, en la que habiendo combatido con ftoer
tanto los franceses como los flamencos, tuvieron por w»
cho tiempo vacilante la victoria, hasta que una ecooadii
biglesa que pasaba casualmente cerca de la oosta, cgFta*
do el faego se acercó, y entrando en el lío Aa , en e«ja
ribera apoyaban los franceses su ala deieeha, flanqmóy
destrozó eata con su artillería, de cuya otrcunstaneia se
aprovechó el conde de Egmont para dar una nueva es»*
1^ con la que los franceses fueron completamente di^fl
rotados con gran pérdida, habiendo quedado tfi poder '
del vencedor tres mij prisiones y teda la artillerfa y te»^
gaje.
^ Aunque los ejércitos en que se hallaban los dos sobe»
'
— 65 —
ismos 86 acercaron ano á otro y parecía inminente nna ac-
ción decisiva, ambos reyes la temianí ^eaoonfiando díe las
tropas alemana* qne tenían por enganolie en ena flia«ili08
Ingleses se habiiM^. retirado del ejército daFelipe, por el
anoncio de nna invasión de los escoceses ce Inglaterra^
pero sin embargo las faevza^r efon iguales ^n número por
vnayotrapfvte. Bn^te estado 4^ cosas, tanto Felipe
oomo Bnnqne deseaban la pa% y comensá 6 tratarse de
ello en lai abadía de Oergamp i qae estaba inmediata ¿
lo8 dos ejórmtosy de dp^de se trasladaron despnes los pie-
nipoteneiarios á Gateáis Oambres^i^* Sntre tanto mari^
la reina Halla de Inglaterra el 17 de noviembre i y efito
droonstancia vino á Aunlitar la oonolQ3iaiii del tratada,
paes annqnetFalipe , pretandteddoroasarse oon la reina
Imbel^ q)(^e sncedíó en él troi)0:á Maiie^ apojó ^ |[lifi[¿(&<U
pió oon empeño la devolnciop de Oalais á los ingleser,
detTaneci^das las esperanzas de aqvel enlace ^ 90 insistió
;» en este punto, que era uno dalos que presentaban
msyor di^ltad, y se eontratd^ el casamiento de^^eUpe
«on dofia Isabel^ Uladelísey de Francia, y el de doQa
largañtá, normana de éste^üiOQ. el daqoíe fde Saboya,—
Las condiflíonf s del tratado todas f nerón ventajosas pa^
is Felipe y sns aliadosi lo qne owsó mnobo descontento
ea Franda, y amentó las divisijones y rivalidad qne ha*
Ua entré el condestable Montmoren<7^ que inflojió en la
modnsion de la pasr> y ti doqne de Ooisa, qne la resistía,
y eito dio mayor vnelo 6 las disensiones y guerras clvi-*
te qne luego eignieron. ('
Bl dnqne do Alba, que baUa sido llamado de Italia, y
qnehabia eoneurrido como primer plenipotenciario á
celebrar el tratado.de Oateau^Oamb^^ssis, tuvo el bono
de dar la mwo en f epresentacion de su soberano « á la
naeva reina, .pero la íi^tmdad de las bodas se turbó con
im accidente desgraciado. EL rey Bnriqne , que gustaba
delndr su dcfltreaa en los ejercicios de armas, qne eran
la gala deaqúaUos tiempos» en ua torneo que con esta
oeaaion se hl2M3^ £aé batido en un ojo* entrándole una as-
tilla de la lasjpa que rompió contara el conde de Hontmon
lescyi de cuyas reaultas murió loega. Sucedióla JB'rancis-
00 II, que babia r.caaado con la tan áesgraeiada rainfr di^ .
laccda Marín: yionsu corto reinadOi, s^vdebilidad'de
eipíritu y díS ou^9pia<^ntribuyéuo poco ó< fomentor* las
. ])2]nNKraoiMiBa.~Taiie xa«-17
í ^ 66 —
dl?ifiioii68 iiitMtiaM en qae aquel reiao aiúift , y en que
tenían gran parte las nnevae opiíúonee rellgloÉaa qne se
liablan extendido en él.
Habíase propagado esta tamUen iftpidamentA en los
Paiseses Bajos y Felipeí eofiolaida la pac con l^neiai
trató de eztángoirlas dlptando ooil éste objeto las medi^
das mas seberas. Anñqne oomenaaban ya á asomar Iss
inqaietadea qne terminaron en Una gnerra tan larga y
f anesta, Felipe wmAvíó volver á Bi^afia ^ dfjando pi»
gobernadola a sn hermana dota Margarita^ doqnesa de •
Parma, áoayo hijo Alejandro Franeisoo llevé eotisigOi ¿ •
pretexto ^ <)ne ee ednoase en Bspalla , pero aegon te
sospechó^^t^fiD^nna espeeie de seguridad de la oondMta.
de la daqitesa. Las tropas espaftoias é italianas qne que*
daron en aqneiias provincias;, f nerón motivo de qnc^ey
pues los estados qne Felipe convocó antes de sn para(b«
manifestsux>n qne era una violéneia de sns privilegies, fl
mantener en ellas ttopas extranjeras en tiempo de par^ y
aonqne Felipe^ para disminnir la opoeioion qne encontrar
ba, ofreció el mando de estas tfopas al príncipe de Orsn-
ge y el oonde de JRgmont, ambos lo rehusaron.
Dejando, pneB, los Patees Bajos en este estado de ia«
quietad, Felipe se embaroó para volverá Bspalla, aoom«
pafiándole una escuadra de sesenta bi^elesi y llegó coa
felicidad á Laredo el 29 de agosto de 1550; pero apenas
habia puesto el pié en tierra , cuando se levantó una
tempestad furiosa quelitsso perecer muchos buques» eon
muerte de man de mil personas, y perdiéndose eon elkM
la rica colección de estatuas y pintnrasi qne el empera*
dor üárlos Yf muy afecto á las tsellas artes, habia for«
mado en sus viajee en Italia y Alemania. Habiendo li«
brado de tan gran peligro, y en reoonodmiento del be-
neficio que Dios le habia^^diapensado. Felipe hiao pública
su resolución de emplearftodo sn poderi en defensa de la
fá catótica y para la exárpaoion de las heregfas. Desde
este momento, vamos á ver á Felipe II eombatiando 4
brazo partido con las nuevas doctrinas, y bien penecra^
do de la gran traseendeneias qne estas tenían , tanto en
lo religimo oomo en lo pcditico; persnadido que en la lu-
cha qne amprendia no cabla tnmsacion alguna ; le ve^
remos no embaraEazse en cnanto á los medioii ni «Rea
drarse por la sangre que se habia de derramar; ai fuA
•'
— 67 —
menester haour correr torrentes de ella^ no se economizó:
ú las bogaras hubieron de encenderse y los cadaizoa de
alaarde, aqoellas se encendieron y estos se lerantaroa en
todas pMCee. JÜa Empalia logró el objeto qae se propaso,
paes el progreso de las opiniones reformisi^^a se cono ab^
Boiatamente por laedio de la ioqnisicion» qae fué aatori»-
zada por ana bala del papa á proceder contra los qae las
profesaban, y la anidaa religiosa tse conservó hasta nnes^
(TOS diasy no obstante qae estas eplaloueA híAbiau sido
tan bien acojtdas, qae aonel arzobispo de ToieUo Oarran-
zafae aeosaao de haber participado de ellas, y procesa»
do, primero por la Inqoisicion y laego trasladado á Bo^
ma, no faé absoeho sino retractando las piop06Íüiu¿^'49
que había asentado en sa catecismo, y semeiiéuduse á
usa penitencia qae doró hasta su muerte. £n lus Países
Bajos, mas próximo ai foco de la reforma y sobieaidos
por las potencias imneUiatas, el resnitudo mé may diver-
•o y la lucha^ no solo en materias de religión y sino en
asontos políticos qne se cabrían con aquel lícuiu, se em^
pdió de ana manera tan tenas y sangrienta, que ella va
a ser el asunto principal de casi todo lo que tendremos
que decir, tratando del gobierno de los piíucipes de la
Qinasiüa austre española. La reina doña Isabel dé la Paz
llegó á Aonces valles el 4 de enero de 1560, y on Gaada»
lajara se ratidcó el matnmonio, de donde paso .con el
rey á Toledo, y en las cortes que allí se celebraron , faé
leoonooido por heredero de la corona el príucipe don
Oárlos.
Otras dadades llamaban al mismo tiempo la atención
de Felipe, en la rasta extensión de sus estados. Los cor^-
aaños de la costa de A&ica, protejioos por el empeíador
da los careos Solimán, tenían qu coiitínaa inquietud las
proymcias oonflnantes con el Mediterráneo, tanto en
Itapaña como en Itidia, y para la defensa de unas y otras,
fte armó ana escoadra de cien bajeles con catOLce mil
soldados, con la qae salió & la mar el virey de Ñápeles^
duque de lledinanGeli y aunque retardada la expedición
por ks vienu» contrarios, y muertos cerca^de cuati o mil
bombres por las enfermedades epidémicas) se apoderó
de la isla de ZerÜ ó G-erbes, que está poco distünt^ de
Td^h I pero informado el duque de que el almirante
tuco Piali, unido al célebre corsario Dragut, ib<»n á ata-
— 68 -^
wrte coh f adizas snperioiea, abandonó la isla, retirán -
dose en el mayor desorden, dejando ^ la fortaleza nna
certa gaarniclon á las órdeaes de don Alvaip de Mande»
Esta bizarro o&cial se defendió oon el ^naj^or Tah» f ba«
liándose sin esperanza de ser sooorrído, ein agaa» ni ?í*
veres^ mi mnniciones, propaso á la tropa qne leqoelabaí
liaoer nna salida para morir con las armas en la amo,
ante.) qne rendirse, caja resoIoionfaéreoibld^^KUiairiaiuio
por sos soldados; log^raron estos en so, atrevida eoapiasa
apoderare) de trds tciachejas enemigasi y llegwm hjusta
la tienda del general, pero habiendo perecidí^ oael to*
dos, don Alvaro se retiró con pooos á la plaja j c^ntinoií
defendiéndoaá en nñ caaoo de g&lera qae e^aba enoaUa
do en ellai y obligado á ceder al mayor n&oiej^ . iaé ke»
cüko paisiosero y tratándole con toda 1% eonsidaraeion
debida á snvalor, le llevaron á Oonsbantinopla c »a óteos
oficiales y personas de distinción, qne recobfaM x aa li-
bertad en virtad del tratado de país qne el empav ador, de
Alemenia celebró con la Tarqaía. Las opera#ionea mlll«*
tares sigaieron con empeño en las oostas de. ACrioaa « en
donde los enpaSLoles. m¿indado3 por don García de Tole-
do, se apoderaron del peiloa de Yéles.^plaaa qce se oon«
aideraba como inexpagnable.
El anxllio que para todas estas cxpedieiones babian
prestado al rey do Espaüa los caballeros de Mjilta,
qnlenes al misino tiempo reoorrian con sns galeras el
Hedlterráneo haciendo machas presas de bajeies tacóos,
hiao qne Solimán resolvisse atacarles en sn, uAa y apa-i
derarse de ella. Armóse nna escuadra formidable qae
mandaba Piali, á cajo bordo se embreó un ejército ua^
xieroso, teniendo á sa cabeza & Mnsta&i ge]iei;iit afiama-
do en las guerras de Af cica y Trípoli , qne aaxiliaaen
con sns corsarios las operaciones del sitio»r- £1 gcaoi
maestre Jnan Parisot de la Talette informado por ana
espías en Oónstantinopla, qne este grande armameato
se diri^ia contra Malta, pidió auxilio á todos lof pciaoi^
Íies orifitianoS; quienes distraídos en otras atenokoaeoí so
e prestaron niugano, y solo el rey d^ BspafiL», ál« ver*
dad mas intercsailo en ^llo que los demáSy dio í^rden al
Tirey.de Sicilia don García de Toledo, paf a qne apcea~
tase en Meslna una escuadra poderosa y esoribió á t^
dos sus aliados y ministros ei^ Italia^ 6 fin de q^eteyaat»
.>
i
Mn relate mil hombres qae estavieeeii prontos áemf«
rearae á la primera^óiden. El sitió de Malta, coaienza-
A mediados de mayo de 1565, se ha hecho eélebre én
MBterfa^ pmp los'ejeiAplOB hedióos de ralor jrccnBtan^
I qae haa eteriiiflad^'blnombre del- gran maésti^eLá
klette j dasiiveaftalMn^, Oaatímáentos de estón^^ qae
edén Ihimaf de otros^oiites héroes, eon ocho nxtl 80lda«
& ie8isttere& dttranM tres teeifes y medios de cant íanó
leíAT, á on ej^oHo de enarenta 7 ^inoo mil hombrea,
a nn n Amero faittteiiMí de^oGratlvbs crifittanos queerau
l>leado9<s6mo sapádorés, tH>n tiira artlUeiía formidable,
ipleando JttM[akia^ y^^EKttifioios' 4i{níká efttoncos deaeo.
€idos en ^1 atte dte^Ieé^H^ets :fK-apbyadó t>or rmü es6aa«
ftdedoseieatM'yeiaiiypot;^do elpoder del imperio
mano. Sédaeidotí 4 lá'^titndí extremidad, no tenían .
RS esperianza qae el 8opopN> qae les habl0 prolaaetide él
ny de Bicttta. BMnidt^ ^a la escuadra j^ ^nso eateá sn
xdonnwelpO'desieShmH hMbreié espafiales é italiá«
8| bajo las dMeÉééde ápl^'^tam de Sandé, qué tanta
iiahabÍAfafiaftoMltt)sM^d^:<}ei^ea y Aiicanlodela
811% q«é d%ti2-mbalteatett%h el í^nnto mas dtstante de
I turóos* Mástafá^ ert^fidlidó qnehabia llegado Un <gér-
o mas HBtuéroso» & bí primera notioia lefantd él sitiOi
andonaiidor la aétfflelfa'l^esa, y corrió precipitada ^
ate á \OB baqnei^/ p'ér6 mejor informado, hizo Tolrer á
rra snBtropaff y marchó con ellas al encuentro del e-
«MgO. . •
áJ^anóET eácialéj^ ' éxtranjertís eran de opinión, qné
Mperaseft" loiltíúréoB én el campameíito, pefodon
r^TOf no obstante ia gtan desproporción en el n&mero,
>lvi6 ir á rehefbirldíi, 7 f aé táfn técio el ataque, que ea*'
, eonsdebtiaMs 7a conlasp'érdfdas que hablan saíirido
ante elsttte; s&pusferón eá faea y apenas pudieron
rarseen sfire bafeleír. lAfima de'esto^, grandes Bucen
roló por tloda la Vitiropay y sus ecois gloriosos resonar .
hasta HéJióO; ^ndo'mot!tró)á un acto notable de ge^
Midad de 'dt^n Alvaro^db Wláseca , f andador de los
itas eb esta cí^tfal, ' qué Heno de admiración por
alor neróioo del gran maestre y de sus caballeros,
liso mi donativo de mas de teienia mil pesos , para
Mbuir á los gastoB de la reposición de las fortífiea-
' DIS»M!AOrO2Vfl0»--TOtfCnL<iibl8
VJ
-70^
cianea délajplaza [1]
Libre Faiipe dQl oaid^do ea qoe loe toreoe le habiaB
paestO; volvió toda sqi ateaeioa a ios P^ieea Bajoe. Im
ediotos pablloadee contra loe proteetaateeeraa tan rigt-
rosos, qae irritaron los áaimos de todos. La maerte en
las llamas ó en eUeadalso era la pena, no eolo de los qae
habian adoptado las nne vas ppiniooeBt sino délos que
les daban asilo en ens casas , 6 no los deonnoiabaiu^líos
bienes de los reos eran conflsoadoSi y con ellos se xeoem-
pensaban loa delatores; para conocer de estas oaeeas^ se
estableció nn ttibnnal especial , y para aammtar el ni^
mero de p araonas que vigilasen apbr el acossei^aciea ú%
la doctrina de la Iglesia, se aamentó el número de obis«
padoSi ^dniendo nao* en cada provincia.
Bl obispo de Arras, Ú^ranvelle, que habla quedado por
consejero deladnqtiesa Margarita^eiraqaíenflngeciatodií
estas medidas, y por premio 4e sn jselo» Felipe le owftrtó
el arzobispado de Malinasi y obtuvo del papa que se le
condecorase con la púrpura. También cenaignió el xey de
la Silla Apostólica, que se le concediese poijeínoo años U
décima parte de todas las rentas eclesiásticas paca cea-
tinnar la guerra contra los infllelss | y que se le diese A
título de protector de la iglesia. Los oseados de Fiamles
hablan representado contra todas las medidas de rigor
dictadas contra los sectarios, persuadidos que el mal po-
dría remediarse por medios mas suaves , peco Felipe 4
todo se rehusó» declarando resueltamente '^Que queda
mas no sdr rey, que tener herejes por subditos.''
Según él progreso ordinario de todas las revoluciones,
del descontento y las quejas se pasó áloe actos de ^o^
lencia. Hubo fuertes conmociones en casi todas las eiu«
dades^ siendo los eclesiásticos católicos y los objetos del
culto, el blanco del furor de los sectarios; mas todo pndo
todavía reprimirse con algunos castigos ejecutados en
los mas culpables, y con las medidas de templaasa que
adoptó la gobBrnador,ik, pero esta conducta prudente fué
(l) AXéitéf Htfiorift 4» U oompftfito di J^ aa «n Kimta* SifMfia» tsai 1?»
libra 8?, xoUo 177. Ma «1 lanr rMp»«ttTo d«Mte obtft, habrá ««mm ds re-
ítrlrotrM»tWid«g»i«r^dftdiiom*aMttOlabto^ettlM aoMtet %3tíliv
— 71 —
desaprobada por él rey, qaiea habiendo' tratado ea su
coasejo eate grave asaato, sígaió'el pareoer ddl daqae
de Alba y de otros qae estaban porque se adopüasea me^
dldas de rigor, y que se enviase un ejército, cayo m-^ndo
86 eonftrai6al mismo duqné, el onai salió de Oartagena
el 15 de abril de 1667, oon treinta y siete galeras , para
pasará Italia, donde seirenhia el ejército á cuya eabeza
seiba á poner. Bste era más bien el cuadro que había de
, llenarse oon los leolatas y nnevas fuerzas que hablan de
iaoorporársele eu su maraha^ pero era notable por la ca-
lidad de Im tropafii y por la pericia de los jefes destina^
dos á mandarlo. Componíanlo los cuatro tercios de infan^
tería española de ITápoles, Milán, Sicilia y OerdeQa, con
coarenta y nnev9 banderas ó compañías, que en todo ba**
oían el número de odio mil seiscientos setenta hombres,
mandados por los maestres y mariscales de campos A*^
lonso de Ulloa, Sancho de' Londoño, Julián Eomero y
Oonzalo de Bracamente. La caballería, formada de espa-
ñoles, italianos y albaneses, ascendía á doce mil hom*^
bres, teniendo por ^ general á don Fernando de Toledo,
prior de Oastilla en la érden de San Juan, hijo natural
del duque de Alba* La artillería estaba dirigida por Oa««
briel Oervelloni, prior de Hungría en la misma orden, y
como se preveía que habría quo empeender muchos ei-
tíoSy Felipe obtuvo deí duque de Saboya que permitiese
pasase á su servicio Paciotto de Urbino, conde de M on<
tefabrOt qtfe era considerado como el primer ingeniero
de aquel úempo, así como también obtuvo del duque de
Toscana igual permiso para el conde Ohiapino Titelli,
que hacia las funciones de maestre general del ejército.
Agrregáronse á este yariob oficiales de nombradla , tales
oonoLO Oristóbal de Moudragon, que se habia hecho co-
nocer atravesando á nado oon otros pocos el £lba, en
la campaña contra el duque de Sajonia, para apoderar-*
se de las lanohat que estaban en la ribera opuesta, en
las que habla de pasar el ejército , y habiéndose hallado
en. todas las acciones de guerra mas señaladas de su
tíempoy distihguídpse en todas por su valor, murió á los
no venta y dos años de edad, sin haber tenido jamás ni
aon. una lijeira herida; Sancho de Avila, que se hizo des--
paes eélebre oómo gobernador de la cindadela de Ami«
M Frauclsiju Verdugo, don Beraardino de Mendoza,
- 72 -
qna había de ser el historiador de la gaertft éü qtie iba á
tener paite; don Garlos Dávalos, hijo del marqués del
.'Taste y mnclios jóvenes de la primera nobleza de Stpa^»
fia é Italia, qae querían ir á aprender el arte militar , en
Ja escuela de los mas afamados capitanea de aqsel ei.
si».
Llegado á Bruselas el duque de Alba y pueatas guar*
nicienes en las principales plazas, el rigor de sos pro»
Tidenoias llenó de consternación á todoi Jos habitantea,
muchos de los cuales abandonaron so» liogares, para
buscar seguridad en los estados yeoinos . de Alemania. —
Hísolo así el príncipe de Orange, preriené» que s^^ria el
primero sobre quieii^ descargase la pemieeocion» y noha«
blendo podido persuadir al conde de Egmmit que hieMse
lo mismo» ^to y el de Hom fueron aleyosámenlepreeos.
La daquesa de Parma, viendo desairada su autoridad,
pues esto se hacia sin su conocimiento $ pidió permieo
para retirarse, llevando consigo el aprecio genera!^ pues
habia gobernado con prudencia y moderaekm , y todos *
Telan en su separación del gobierinOy el anunóio de las
calamidades que iban á sobrevenir.
Mientras en los Países Bajos las cosas^ presentaban ca«
da día un aspecto mas amenazador, en la corte se renñ*
eaba un suceso desgraciado que hisido materia de^ tan^-
tas ftccLones y romances. Bl rey, deseoso de que el príus
cipe don Garlos y': heredero de la corona w ' recibiese una
edmcacion correspondiente al alto pueetn^que estaba des-
tinado á ocupar, le habia enviado á la{univeií8i¿bEHlde
Alcalá, célebre en aquel tiempo; haciendo le acompata^
sen para educarse con él, don Juan de Austria y Ale-
jandro Farnesio.*£l principe, que tenia diez y siete afios,
era de géaip vivo y traviesot y bajando precipitadamen-
te una escalera se dio un golpe tan faerte- en la cabeza,
que le causó una fiebre violenta que lito se* desesperase
de su vida» y aunque se restableció, se eohóUtiego de ver
que sus facultades mentales hablan sido alteradas. 8a -^
carácter vino á ser arrebatado y atros t 'dií)*aSft6* el i^o
de Ualta^ se huyó de la Oorte para ir al socoro de loe
«abaneros, de cuyo intento desistió 8a;liícndo qae los imr^
eos se habían retirado : paseando uha noche por las ea«
lies de Madrid, mandó á los que le aoompafiabaai; que
eatrasem á degollar á todos los que habitaban' xa» oam
— 7S —
pegaaen f aego, porque por casttalidad habla caído
él mía poea de agaa que arrojiaroa por la ventana:
orado fmtástioamente do la archidaqaesa Ana , sa
by hija del emperador , oon quien fiolieitaba casarse
de evadirse de Bspa&a para ir á conocerlai y porqáe
6 que el rey su padre llevaba á mal este matrimonio^
laba agriamente contra él y oensoraba todas sus pro<
Bnolaa : últimamente , irritado por el nombramien-
del duque de Alba para el gobierno de loa Países
gos, que el principe pretendia se le diese, se eoIi6 con
«spada desenvainada sobre el duque que se defendió
ipetuosamentOy hasta que al ruido vinieron criados que .
salvaron, y entonces intentó pasar á los Paises Bajos,
acuerdo con los enviados de aquellos estados que se
Uaban en Madrid, para lo que pidió dinero prestado
mandó al maestro de postas que le aprestase caballos. •
'alipe, á quien el maestro de postas dio "parte de todo,
.aaó del Escorial en donde se hallaba, á Madrid, el 8 de
enero de 1568, y acompañado desús minístrosy de algu-
noe sefiores de la corte, entró én el cuarto del príncipe,
^ el cual turbado al verle con aquel acompañamiento , se
i loetió en la cama diciendo á su padre i^^Y* M. quiere ma-
ptarme f yo no estoy loco , sino desesperado de lo que se
kace conmigo." £1 rey procuró tranquilizarle; le aseguró
[ que todo se hacia por subleu; palabras á las que después
! se ha dado tan siniestra apüoacion, y dejándolo bajo
I buena guardia, se volvió al Sscorial y dio aviso de la
' resolución que se había visto precisado á tomar, al Papa,
al emperador, á todos los soberanos susalisijdos y á todas
las ciudades del reino. D. Carlos, lleno de impaciencia en
\ su prisión, unas veces pasaba muchos días sin tomar ali^
I mento y otras comía con exoeso , y en tiempo de calor
; bebia mucha cantidad de agua helada , todo lo cual le
estragó el estómago, y le cansó una fleure violenta que
le condujo al sepoloro. En estos últimos momentos quiso
ver al rey su padre, al que le pidió perdón de todos lo«^
disgustos que le había causado, y murió el 25 de julio de.
1568, á los veinte y tres años y medio de su edad.
Esta muerto de don Carlos ha sido atribuida por los
escritores enemigos de Felipe- II, á veneno 6 ¿otrome**
dio violento :' dicen que la pasión que se encendió entre
el joven desgraciado y la reina doña Isabel, que le habla
Ol^BJaTAOIONBB*— TOMO ICIr-*19
- 74 —
sido prometida en oaaamiento an
de su padre eon la míBma prinoe
amboa, apoyando esta especie bi
acaecida pooos mesea después, el
alLo. Por «1 eontrario , rebatieadi
con laudas laeonea, loa tüstorlodi
tos & Felipe ptea^itaa su oóndaol
Oáilos, como un modelo del ctuoE
de an re; paia con la nación qoe
lofl Beotimlentoa personales & las
no. Del matrim4H)io de dolía Isabí
fanta dona Isabel» Olara fiogenl
la predilección de sa padre, í dot
Felipe, deseoso de tener saaesion
aOos después [1570,] & osartas n
doila Aoa de Acstria, qae flstabfi
los, y dé qnien tuyo a don Fenuu
7 qae por sa baeaa fadold formal
dre ; las esperanzas de la nación
tambiea marieroo de corta edad,
sacedlo en el trono.
£1 daqae de Alba , estableoidc
el gobierno de los Países Bajos, [
dando se caapUesea loe pabllead
loa protestantes, y did á estos un :
lir del paÍH, Ilerándoaesas bienee
oeder contra ellos estaUeoió an
doce consejeros espaSoles coa na
meneos llamaban el Oonsf jo de m
(^eoadon de so^ proTideüoíaa, tm
tre otras la de constralr ona dad
laego qae taro presos á los cond«
citó & comparecer aate él al prtncá
hemos dtohOiseliabia relárado.&si
Uate, alendo prfuctpB del inperic
represontándoie la perseoaoion <¡
opresión en que hallaban loM Paln
emperador y el mismo Papa escnl
moderase tanto rigor, ooatestd qn
pleaba el gobernador, no era todi
Slmir y oasUgat la insolencia de
Idea, ül emperador, de^ooateal
- 75 -
voreoió al de O^nge, quien invirtiendo toda su fortuna
y auxiliado por los príncipes protestantes de Alemania^
ieyantó un ejéróito, pon el qne se proponía entrar en los
Paísss Bajos, antes que el daque de Alba consolidase
má9 sn poder en ellos. Bl duque, para aüanzar la sami-
8ion del país, mientras repelía la agresión que le amena,
zaba, redoblb las medidas de severidad, y para llenar de
terror á los habitantes, bi20 condenar & muerte á diez y
naeye de los principales selloreSi que habían entrado en
la confdderaoion que se formó para defensa de los fheros;
y habían firmado una representación á la duquesa Mar«<
gazita : instruyóse al mismo tiempo el proceso de los con-
des de Bgmont y de Horn, y no obstante que estos, C9*
mo caballeros del Toisoui no podían ser juzgados sino
por el consejo supremo de la orden , fueron condenados
á Ift pena capital por el tribunal.de sangre, y el vencedor
de Qravelinea fué degollado en la plaza de Bruselas. En
Bgpaüa, Felipe hizo dar garrote secretamente en el cas*
tullo de Simancas á Flons de Montmorency, conde de
loatígny , Jque Ihabla sido enviado á la corte por los
estados de Fiandes, y á quien se acusaba de haber invi^
tado al príncipe Garlos para la evasión que intentaba
[1], £1 otro comisionado murió en la prisión.
El principio de la oampafia no fué feliz para las armas
de Felipe: los españoles, viendo con el mayor desprecio &
ios alemanes que conducía el conde Luís de lií^assau,
hermano del principe de Orange, obligaron al conde de
Aiembergy que mandaba una división , destinada por el
daque de Alba á observar los movimientos de aquel » á
atacarle en el puesto ventajoso que ocupaba , y fueron
derrotados con gtan pérdida. Bi duque se movió con to
das BUS fuerzas contra el conde Luis, antes que llegase el
príadpe de Orange: le atacó en su campo de Jeminjeni en
las riberas del rió Bms# y no obstante la fuerte posición
qae habia tOMado# aprovechando el duque una sedición
[1] V(Wm« la horrenda fsUoíon <!• eata tj«oadoneoa todot en« poimeBoref,
«ft i« «oltodoii de dvoamaSUof da ÑATarr«ka, tomo 4^, desda •! ftUo 6 j6 has-
t*«l íiu. IPeiin . 1 1 raeomamdó «oa maeho tmpsfio f <][ua m hieiaaa croar qua
Vomita j h&bia aintrfto da eufsnaadad.
-76-
le los alemanes que estaban con el conde, qne no qmsie<«
on pelear mientras no S9 les pagase lo qne se les debía
lé^saeldoS) le desbarató eompletamentOy y no habiéndose
lado cnartel, faé vengada la primera derrota con la muer-
a de mas de siete mil hombies. Llega entonces á la tron-
era el príncipe de Orange con nn ejército de 20;;mil
Lombres, y aunque ¡el del duque fuese de igual número ,
ra mny superior por la oíase de gente que lo componia.
Un embargo, persuadido de que el deOrange no podría
lantener tanta gente por mucho tiempo^ y que por fal-
El de recursos tendría que desbandarle aquella reunión,
in necesidad da combatirla; se redujo á seguir sus mo^
imientos para impedirle penetrar en las provincias , y
ntonces se verificó aquella memorable campa ña/, en
ue dds. de los mayores generales de iiquella época, ma-
ifestaron los mas grandes conocimientos en el arte mi-^
itar, en una serie de marchas y movimientos que tenían
<a objeto biirlar el uno la vigilauoia del otro, pero cuyo
iflultaao, como el duque lo había previsto , fuéig[uedar<«
s el príncipe de Orange sin ejército . sin haber podido
•netear en .el país que intentaba poner en insurreccioui
eniendo que retirarse á Francia con las cortas fuerzas
ue le quedaron, á dar auxilio ¡al particLo calvinista que
staba en guerra contra el rey.
El duque de Alba hizo su entrada triunfante en Bru^
elas: se le levantó una estatua , alusiva á las ventajas
[ue había obtenido y á la sumisión de las proviuoias,
[ue estas tuvieron como un insulto , y castigó con su a<«
xwtumbrada severidad, á todos los que durante la cam-
)afia se habían manifestado inclinados en favor del prínr
Ápe de Orange. La revolución podía darse por termina^
\ñj pues los promovedores de ella habían tenido qué e^
iradirse, y sus esfuerzos estaban reducidos á armar al-
gunos corsarios desde los puertos de Inglaterra en que
labían sido admitidos. La corte de Espafla creyó entoni
)t8 oportuno conceder una amnistía^ que hizo confirmar
lor el Papa, y el duque la publicó en Amberes [1571J
ion toda la pompa de un monarca, sentado en un trono
llevado y delante de una concurrencia inmensa, atraída
por la novedad del espectáculo; pero no por esto cesaron
las persecuciones, pues eran tantos los exceptuados, que
ira mas bien un decreto de proscripción que una amnls»
- 7Í -
tísL Al mismo tiempo, laneoesidad de reoacsos para man-
tener tantas tropae, obligaba al daqae á emplear medidas
tiolentaa para prooarárselos. Sin respetar los faeroside
aquellos estados , ni hacer easo de sus representiciones*
escableció arbitrariamente graves contribacionesi que se
hadan mas odiosas por el rigor con que procedía á exl-
jirlas. Entre otras maclias impaso la décima de todos loa
efectos que se Tendiesen^ lo que encontró tanta opo&iciooi
que en la misma Bruselas , residencia del gobierno , se
cerraron las tiendas , no hallándove de venta ni aun las
cosas mas necesarias para la vida«*No por esto se detuvo
si gobarnador, siao que hizo poner horcas delante de las
casas de diez 5 siete de los printípales mercaderes/ y to^
do estaba dispuesto para la ejecucioa, cuando se sospeuM
di6 por haber llegado la noticia de que los desterrados
Be luibian apoderado¡del puerto de la Brilla. El duque se
habia quejado á la reina de Inglaterra por el asilo que
habia dado á los expulsos, y por la facilidad que estos en-
contraban de vendsr en sus puertos las presas qué ha««
dan, y aunque la reina ocultamente los favorecía , no
queriendo romper todavía coa la Espa&a, dio orden para
qne salieseui lo que poniéndolos en la desesperacloui les
hizo formar en Douvies una expedición de veinte y seis
baques^ bajo el mando de Goillermo de Lumey, conde de
la Marcky con la que se apoderaron de la Brilla, siendo
este el principio de aquella sangrienta guerra , en que
provincias entonces pobres , dominadas por fuerzas su-
. peñeres, después de haber sufrido muchos aSos de opre*^
Bion, desatendidas sus súplicas y atropellados sus fae>'
ros» tomaron la heroica resolución de resistir con las ar^
mas al monarcas mas poderoso de Europa , á la vista de
un ejército aguerrido y mandados por los generales y je-
fas mas afamados de aquel tiempo ; guerra en que brilló
el valor, tantos de los e£ipa|íoles , como de los holande-
ses, aunque frecuentemente tmancuado por actos de cruel-
dad por una y otra parte), que llenan de horror y son el
escándalo de la humanidad.
Mientras la guerra se encendia^enla parte mas remota
de los estados de Felipe, otro peligro mas inmediato le
amenazaba dentro de la misma Espafia, — Los moriscos
eran uu motivo de perpetua desconnanza para el gobier-
no espafiol,j con el objeto de sujetarlos, se dictaban
T)IS£BTAOIOVBS.— TOIÍIO IIL^SO
1
— 78 -
proviílenclas qae prodaolan el efeoto oontraiio , exaspe^
ráadoloB y predpit&ndoloB á la reyolacion. En 1569 se
mandó, bajo pena de la vida, que no hablaran eino la lea-
gaa castellana; qne renunciaran á su traje y á todos a^
qaellos usos que tenían alguna reladon con el mabome^
tismo y que les hacia conservar cierto carácter nadonal,
y se led prohibía mudar de domicilio sin licenela de los
magistrados, llevar armas y aun tenerlas, Bstas disposi"
clones llenaron de indignación á los moriscoe, que resol-
vieron exponerse á los últimos uxtremoe, antea que some-
terse á ellas, y con estos intentos, puestos de acuerdo los
de las montañas de las Alpujarras oón los de dentro da
la ciudad de Granada , tenían concertado apoderarse de
ésta, cuyo plan ss estorbó por uno de aquellos accidentes
casuales, que en las revoluciones vienen f recnentemeute
á impedir las combinaciones mejor meditadas: pero aun-
que esta parte de la conjuración no pudo llevarse á efec-
to, no por eso dejaron los moriscos de tomar las armas en
toda la tierra,' y rsuniéndese los prínoi|lale8 en Oadiar,
pueblo situado á la entrada de las Alpojarraa, eligltroa
por rey á don Fernando de Valor, joven deBoendiedte de
loa antiguos reyes de Granada , que tomó el nombre de
Aben*Humeya| y mandaron comisionados para pedir aa-
xllioii á los príncipes de la costa de África y al gran se»
fior, de quien se prometían abundantes socorros- La re*
voluoion, que habla sido vista á los principios con des*
precio, por ios informes]contradictorios de las autoridades
de Granada, se presentó entonces en toda su gravedad,
y fué preciso tomar medidas muy activas para repiimir»
la. fii marqués de Mondéjar, capitán general de Grana-
da, penetró con un ejército en las Ampojarras, mientras
que el de los Teles sometía con otro todos los pueblos de
la playa, y una escuadra impedía la comunicación de
estos con las costas de Af dea. Por efecto de estas ope-
raciones, la guerra pareóla terminada en la primera cam-
palla; pero el excesivo rigor con que fueron tratados los
vencidos, habiendo mandado Felipe que fuesen vendidos
por esclavos todos los prisioneros que pasasen de once
afios, volvió á encenderla con mayor furor. Bl rey, para
evitar los celos entre los jefes, que hablan sida de mucho
peguldo, dló el mando del ejérdto á su hermano don
Juan de Austria, que habla tenido ya el «fio anterior el
^79 —
de las galeras empleadas en el Mediterráneo. Habla ma><
nifestado doa Jaaa desde sas primeros afios ' iiiclioacio<i
nes may marciales, y se había ausentado de la corte, sin
permiso del rey sa hermano, para ir á servir en el sicio
de Malta, haciendo sn aprendizaje de gaerra en aqdella
gran ocasión, bajo el mando del gran maestre la Ya^
lette: Felipe le habia h^oho volver diciéadole, qne sn na-
cimiento le destinaba á mandar'y no á obedecer y en esta
gnerra, para qne sn inezperienoia no lo expasiese á errar,
pues no tenia mas qne veioté y doa aflos, le impuso la o«
bligacion de consnlcar para todas sus operauioaes , con
el presidente de la chaneillería de Oranada Deza, el du*^
qne do Sesa y el marqués de Mondéjar, dándole poiTse-
gnndo á don Luis de Bdquesens, comandado mavor de
Üaetüla en la orden de Santiago ; pero viendo luego el
embarazo que ofrecía el tener que consnltar á cad^ paso,
coando era menester operar con prontitud y ener-
gía, se le dejó obrar libremeote D. Juan comeuzó las o**
aeraciones con grande actividad al principio del año de
1579 , y habiéndose dividido los moii^cos entie si y
reconocido por rey á Aben« Aboo , que hizo ahorcar á
Aben-Humeya, y él mismo fué muerto poco después por
otro moro, fué más fácil spjetarlos, lo que sin embargo no
se hizo con mucha resistencia, habiendo perecido mas de
cien mil, de ellos y veinte mil españoles , quedando yer-
mas y destruidas muchas comarcas anteo florecientes , y
los moribCDS reducidos á un estado de ber^idnmbre, que
los tenia siempre dispuestos á nuevas alteraciones.
Sil. peligro hubiera sido mayor, si la conmoción sehun
biera extendido como era de temer, á los moriscos de los
reinos de Valencia y Márda, donde ios habia en gran nú-
mero^ y si el nuevo sultán Selim III hubiera seguido la
opinión de sus consejeros, que le persuadían lo venta««
ice o qne seria emplear en auxilio de los moriscos de £s*
ptílLA^ d ejército y armada con qne por efe te tiempo inva*^
¡lió la isla de Ohlpre, perteneciente á los veDeciauos. Es-
tos, riéndose atacados en plena psa , ocnrneíou a feolici
»r la protecmon de tódoB los piíncipes cristibDUB^ 7 el
PApt» Han Pío y, que veía ameuazaoa la luiha, y aun la
QUAiz^a capital del mundo oiistiano, per las futizas oto*-
i2C^iE0S qne se hacían cada vez mas prepotentes en el Me-
ftexTiaeo^ logró formar no a liga entre el r^y Felipe , el
-80-
ísúsmo pontífice y la república de Teneoia , á la que se
lAiieron loa caballeros de Malta. El mando de la eseaa-
dra éombínada se dio á don Jnan de Anstria, con el títaN
l9 de /¡generalísimo, bajo cnyas órdenes estaban los gene-
jales del Papa y de Tenecia y siendo su segundo el co-
mendador Beqnesens. La nobleza cspafiola dejando de
ser turbulenta, no había cesado de ser gnerrera^ y en es-
tas ocasiones de empefio y lucimiento, se presentaban los
j6venes de las familias principales como voluntarios, y á
tsu ejemplo bacian lo mif mo loBitalianos:6ne8tav¡ez faeron
muchos los qeu ocurrieron á serrir bajo las órdenes dal
hermano delmonarea y tal el entusiasmo generaljqae aan
el anciano duque de Alba escribió á don Juan {1], ma-
nifestániolesu sentimiento por no poder aoompañarlOy
**prometi^ndole que ano estar ocupado en Flandes, ntn-
gm soldado llovax;ia de tan baena gana como él, sin im-
pedírselo sus sesenta y cuatro a&os y susindisposicioneB,
porque una carrera, le dicCi aunque sea de mucho trába-
lo, no hay caballo por viejo que sea, que no la pase, en
Mf edal tomándola con buena voluntad." D. Juan saüó
de Sicilia con la escuadra cristianai al mismo tiempo qne
el bajá se hizo á la vela, dirigiéndose de Oonstantinopla
á las costas de la Grecia, con la escuadra turca. Bncon^
liándose el 7 de octubre de 1574 eu el golfo de Lepanto,
célebre ya en la historia romana por la batalla de Accio,
en que se decidió la suerte de imperio entre Augusto y
Mareo Antonio, y desde entonces no se habia visto en el
mar tan poderosas escuadras. La de la liga se oomponia
de doscientas y tres galeras con otros buques de menos
porte, que en todo hacían el total de trescientos ^treinta
y[ieis bajeles, llevando á su bordo ocho mil soldados es>
pañoles, seis mil italianos y otros tantos alemanes , con
nn número mucho mayor de galeotes , empleados en el
lemo y otros servicios. La armada turca excedia á la.
orisüana en el número de galeras, pues tenia doscientos
veinte y cinco y sesenta ¡galeazas y otros buques meno-
res, congas de veinte y cinco mil hombres de pelea ^ eir».
(1) Oartí áé\ (tagne de Alba á don Jaa& dé Áostriti fBohá •& Bmso'ad « 3
éé mayo de 1^71, daadola algunos oonaejoi para los segociot d« U ga?rra«^
WaTanvto. CoUccioB de doonmentoi íneditoi, tono 3? fo^So S73,
— 81 —
tiendo al remo multitad de caati^od cristianos. El oom *
bate faé muy empeñado: D« Jnan de Astnria ocnpaba el
oentaro, mandando la derecha Harco Antonio Oolonna,
1 general de la armada pontificiai y la &qaierda Agaatin
BarbarigOy qne lo era de las galeras yeneoíánas : la re**
I serva qaedó á las órdenes del comendador lCeqnesen£|.y
iel marqnés de Santa Ornz con las galeras de Kápoleip^
i La galera real qne montaba don Jnan , combatió con la
I almirante tnroa qne faé tomada al abordage, y la cabeza
del ba)& Halí colgada de lo alto del palo mayor ^ faé la
Mfial de la victoriai qne costó earo á los cristianos, pnes
habiendo sido sangrienta la acción, mnrieron.en ella
Barbarígo, mnchos oficiales de cuenta y mas de siete mil
soldados, siendo mncbo mayor la pérdida del enemigo.
£1 trionfo faé completo : ciento diez y siete galeras tur.-.--
eas, oon mnchos barcos menores y gran caniidad de c^'
llones y pertrechos , quedaron en poder de los cristianos;
otras machas se fueron á pique ó dieron contraía costa:'
tres mil y quinientos turcos fueron hechos esclava9, res «
titayéndose á la libertad millares de cautivos crisñanos,
que contribuyeron á la viótorla rompiendo sus cadenas
en medio del combate, y atacando dentro de sus mismos
boques á los turcos, cuando mas empeñados se hallaban
, en la pelea; mas entre tanto dichoso que recobró entonces
bhbertad, la perdió en esta ocasión el autor de D. Qui-
jote, que herido en un brazo , llevó toda su vida en $u
mano manca^ la señal de haber /concurrido á la victoria ^
mas gloriosas que las armas cristianas hablan ganado
sobre las lanas otomanas. £t Papa Ss&n Pió T, transporn
tado de gozo al recibir la noticia, exclamó con las pala-
Ivas del Evangelio : Fuit homo missus á JDeo , cui nomen
«raí Joannes. ''Hubo un hombre éúvlado de Dios, cuyo
nombre era Juan»'' haciendo alusión al del joven, príuci%
pe que habia ganado tan esclarecido triunfo, é instituyó .
- wn este motivo la fiesta del EJsariOi que la iglesia cel^»
bra hasta el dia, y muy especialmente es de grande bqm
lemnidad en la república mejicana, Felipe se hallaba eii
al coro del JEBsoorial, rezando vísperas con los monjes, el
S de noviembre octava de Todos Santos^ euando llegó el
correo, que por señal de la victoria traia el estandarte
zeal tomüado á los turcos, tenido por ellos en gran vene^
laeion : don Munuelí criado de la cámara , entró al coiro
PI8VBTA0I0irSt.-*X0MC in-*2l .
— 82 —
demudado de g02x>, á oomanioar al rey tan agradable na-
tioia : ésto, no altero en nada sa semUante ni iatenam*
pió el rezo, y caando las vísperas f aen^ acabadas, pre-«
Tino al prior hioiese qae los moojes áintasen el T^IMwm.
8ali6 entíneos á su aposento, y leyendo los despachos
qae el correo había condacldo, d(jo con grairedad : **l£ar
cho aTentdró don Jaan*".^ ISsta majobsenraoion ha dado
motívo á cteer, qae vela con zéló/la gloria de sn herma^
no, y qiie recibía mal los aplaasos'qne á este sa tribata •
ban.
Los frates de tan gran victoria estiiyiMoa lejos de cor-
responder á sa importancia, porqne la^disoordia entre los
generales de los aliados ^aé cansa da qae. nada se em-
prendieaervolviendo la esonadrá «uristíana á Sicilia : los
venecianos se separaron poco despaes de la liga» baoiea<«
do la paz oon el Gran SdfLor,,qaeno solo qoedó doefio de
la isla de Ohipro; sino qae adqaixió algunas ota^ de las
pertenencias de aqaella repúbiloSb Bspafia^ sin embargo,
Bigai6 por sí sola la gaerra, y en el corso de ella aneSi-
caadra se apoderó de Tdnez, cayas fortiftcaciones mandó
Felipe destrair» pero don] Jaan, qae aspiraba 6 ser rey
de aqael país, no solo no obedeció, vSino qae hiño fortáá*
car la Goleta: el rey sa hennan9 deiaüiprobó estas pretaa-
sienes ambiciosas, annqoe apoyadas por al Fapa, per-
soadido qae era imposible sostenw aqoel reino en la coe-
ta de Afnóa, lo qae obligaría á empeiiarseen ana gaerra
perpetaa. flt éxito probó caán fondado era este conoep«
C0| poes la Goleta faé atacada por faerzas ^ soperiorea y
tavo qae rendirse, y el rey» atriboyendo la desordenada
ambición de don Joan al inflojo dé sñ secretario Joan
de Soto, le apartb de sa lado y paso' en so lagar á Joan
de Bsoobedo, en quien tema entonóos mocha confianza.
Ea los Paises B%jos, la gaerra contíaba con el mayor
encarnizamiento. Las provinclas^id^JSolandajrde Zelan^
da se declararon por U revelación, y aonqoe 6 los prin-
oíos las faerzas superiores de los españoles obtovieron
en todas partes ventajas, estás se desvanederon moy
pronto, porque tenían que luchar con las dificultades que
ufreeia un terreno^ anegadizo , cortado por multitud £e
canales y en que era menester peleaf oon toda la poblar
clon, poniendo á cada ciudad un itítio enquelos habitan-
tes se defendían con la mayor consbincia. Bl principe de
— 8S —
Ofaage Gailtermo dt HaMaii, que hftbi» pMado de Fnuí*
júak & 800 estftdoi de Al— Mía, oan los fondos que los su*
ffetoTados le eaTimm le?»ftt6 aa ejéretOi oon el que pene-
;te6 ea FlandeSy y aanqae no pado oonsegair qae el daii
que de Alk»a alzase el sitio de Moas , de caya ciadad se
liabia apoderado el oonde Lals# hwmano del de Or ange,
eoa loe aqxilios qae le miaistraroa los protescautes de
Tcanda^ se yoItíó á Hoiaada^ y las yeatajas maritimbs
qae loa hoiaadeses obtaviegoa^ destrayeado la esoaadra
española y ^[NKieráadose delnavlo almiranteíqne se ilamai
ba la InqnisUsloa [I], les dieron en el mar ana saperioiL
dad qae oonsec?aEOtt dorante toda la gaerra, Eniapio-
sseooion de esta, las proTiaelas se dindieron en la forma
sa qae han eontinaado hasta ahora: aqaellas ea qae
Imbia el holandis, qae estáa sitaadas en lá proximidad
del BhLni y de las difersas booas por donde este sale al
mar, en las qae se había ezteadido más la regilioa refor-
mada, ae aaieron entre sí y formaron mas tarde la repú<*
bttea de Holanda^ gobemtadose desde eatonoes de ana
manera independiente , pero eonseryando eada ana sa
, goUemo pardeaUuv y todas nombraroa por jefe dsl es*
tado^ oon el tttolo de fltathoader, al príncipe de Orange,
oiya di^dad Tino 4 ser hereditaria en sas desoendien-
tes qae ocapan hoy el troao» Las otras prorinoias en qae
predomina la leagaa flamenca é wáloaai permaneoieron
oon yiaa áltemattTas bi^lo 1* dependencia de Bspafia » y
haa Tenido despaes 4 formar el actaal reino de los Pai-
M Bajos. Bl daqae de Alba eontinad ejerciendo el go^
Uemo hasta el alio de ISTS, en qae taTo por saoeaor al
de Medioa O eli| qae eoasider&idose él mismo inoapaa
para gobernar en taa difíciles dreanstancias , pidió sa
letlra-y faé aombrado ea sn logar D. Lais de Beqaesens,
qao á la fama jastarikeate adqairida de bnen soldado,
üaia nn oaráoter soaTO y ooadesoendiente. Bn el tiempo
toe gobemby se ejeoataron las mas atrsTidas empresas
(l) Ttm ptipttwtf U nwiBfto 4b mH »•••»> MSMifiS osa mt<UlU q««
n^MMatal A •! bif «• toauíáo, %mm «m lao 4» lot mñjotm qva • atéiiM» m
MBoeUii, e«Bl« laa«ip«l«^ Tn^miniia. iiiauirmtéU hímú, i« útam udulopm'
«¿it !*Ia bfm'riitaai isiihmis dSBiaicds m ffir4i6 4 d fniímt ¿•pío*
-S4-
M% konraa los fástoa militaNS de la nadoa espa&ola;
«ero aiemáB de las difionltades que U» enemigos le opo-
nían» tuvo que laohar oon las que eraa todafia auiyoies
7 proeediaa de la falta de paga á la tiopa, qw feeournte.
méate se amotinaba por este motiyo, y ea estas sedíekK
nes se apoderaba de algunas ciudades ó distcitos para
TÍTir ák dlscreoioui oprimiendo á los kabitaatss oen toda
especie de malos tratamientos* Bstos pesares condcilen»
al sepulcro áBequesenSí y por su talfeoiipinnto eatió 6
gobernar el consejo de estado^ que por debilidad á iadi*
aadon, dejó tomar cuerpo á la reyoludOEt uBiiadoae to-
das las provincias á una asociadoa | que tavo ti aMufare
de la pacificación de Gante, quedando libre él cjecdoio
de la religión católica ó reformada, y Ihuaarai pan go»
bemar al archiduque Matiasi y desooateatos: da éste si
duque de^^lenzon, hermano del rey de Fi:aaei% aoaqiie
el gobierno efectivo estuvo siempre ea aunea del prffloi*»
pe de Orange, hasta que algunos años adalimte áá ase-
fdnadoi crimen que se imputó al rey Felipe^ y txn por
sucesor á su hijo el principe Mauricio^ taa gnyide militar
y político como su padre, y que como veremos, tavo la
gloria de consolidar y hacer recoaoeer la iadapeadeaoia
de aquellos estados. Ctobernando el consejo de estedo^
la falta de disciplina en la tropa llegó Asa oolmo¡, for*
mando los soldados un gobierno aülitar • biyael maado
de los jefes que eligieron, y entre los vatios eioesos que
sometieron, atacaron y tomaron 1% oíndad doAmbeses,
que entraron al pillaje y á las llamas, y sisado oitanoss
nua de las mas opulentas de Buropa» se olaonló la pér-
dida en diez y siete millones de florinest flln dxouaton^
cias tan apuradas, Felipe, después de mucho vodlar,
sonfirió el gobierno de los Paises Bajos ádw Joaa de
Austria, que se hallaba en Milán coa el títolo de vicario
de los estados de Italia, y aates de eBeam^ana éd maa«
do pasó á España á pedir los reonnos nesesanos pam
proseguir la guerra, y combinar el plaa que taeUa hft«
l)ia de seguirse. Bl rey le autq^risó 6 ooaeeder á las pro*
vincias rebeldes todo cuanto pidiesen , á excepcioa de la
libertad de conciencia, en cuyo punto estuvo siempre
Inflexible. B. Juan atravesó la Frauda disfrazado , 6
instruido en París por el embajador de Mtptíkt^ Uu Diego
de Ztijüga» q^e todas las provladas fie habiaa ndhvddo
— 85 —
i la pacíáoacion de Gante, excepto la de LnxembiirgOi
pasó á ella oon la mayor celeridad.
La presencia de don Joan en los Países Bajos, no sirvió
ni8 que para empeorar el estado de las cosas. Oon artiA^
áoa y pérfida política se comprometió i observar li^jpa^
óftoaoion de G-antCi para lo que pnblic<$ el edicto qne se.
llamó perpetuo, y convino con los estados en gnsí saldrían
del paÍ9 las tropas espafiolas y todas las demás extranje»
ns; pero al mismo tiempo qne pedia á aquellos los fon«i
te neoesario^i para el pago de los sueldos atrasados de
los soldados que hablan de marchar, embarazaba su sa«
lida con diversos pretextos ; se apoderaba por sorpresa de .
Hamor, fingiendo visitar las fortificaciones al pasar por ^
aqaella dudad| y mandaba á Madrid á su secretario S»«
eobado á pedir nuevos refaerzos y cuya correspondencia
inteoeptada por los protestantes de Francia y comunica^*
ii&losflamencosy hizo conocer & éstos el dot^ez con que
don Juan procedía, y los decidid & llamar al príncipe de
Ocange, qne se trasladó & Bruselas S encargarse del go« .
Uerno general Don Juan se movió entonces contra las '
tiopas de los estados, habiendo obtenido ventajas oonsl-
detables/que fueron; compensadas con la gran pérdida
Ve sofrió, siendo rechazado en el ataque del campamen-
to del conde de Boasut^ que mandaba el ejército dea-*
9^11os, los cuales por este tiempo celebraron un tratado
coala reina de Inglaterra, que se obligó á auxiliarlos
oon tropas y dinero, y disculpi!^ esta conducta con. Feli-
pe pretendíeádo que con ella no se rompía la paz que
lubia entre embos reinos, pues solo tenia por objeto im-
pedir qne los sediciosos se entregasen á una potencia e^
nemiga de la Espafia ; agravio que Felipe di^muló por :
satonces, resuelto á vengarlo en mf jor ocasión. Sin co^
lUKSimiento de este, trataba don Juan de casarse con Ma:
lía Stuard reina de Escocia, y aun también con Isabel ;
de Inglaterra, cuyos tratos publlcadoa por el príncipe de
Oíange, pusieron en desconfianza ó Fdipe,. y á esto se
atiibayó la muerte de Bscobedo, 'asesinado'en Madrid 1^
Aocha del 31 de marzo de 1578, al eptrar eñ su casa , y
Min la de D. Juan, que odíalo eil los Países Bajos, sin re*
oiUr los recursos que habia pedido & Espáfia, cayó en nn
abatimiento y tristeza que le^^asó una fiebre violent^i de
foe murió en octubre de 1S78, á los treinta y un aftos de
piaxsTAOiqvss.-*xeiienL^ 22
— so-
sa edad, coaparándole loa escritores eaemigas de Felipa
á Germánioo maertx) ea lo mejor de sa Vida , Tíotiaia de,
las asBohanzas de sa padre adoptivo Tiberio. Felipe sin
embargOi manifestó el major seatimlento por la maerte
deD. Jaan, cayo cadáver hizo trasladar el Escorial. Sa-
cedióle enel gobierno de los Paieseé Bajos; jei principe de
Parma Alejandro Farnesio , qae habla llegado con los
refaerzos mandados de Italia, y se había distingaido en
Lepante y en las óampaüás saooesivas contra los tarcos,
y ea Flandes adqnirió la fama de ano de los mayores ge«
nerales de sn épooa.
La maerte de doh Sebastian, rey de Portngal, qae pe*
recio con todo sn ejército en ana expedición contra el em-
perador de^arrnecos, abrió un naévo cempo á la ambl^
cioa de Felipe. Bl cardonal don Báriqne qae sacedlo á
aqael príncipe desgraciado, era anciano y achacoso, y f at
lleció sin; decidirse á nombrar sacteor, vacilando entre
casarae, para lo qae pidió licencia al Papa, ó elegir á aU
gano <3e los pretendientes. Bdtos eran varios, y aonqae
el rey de Espaüa no era el qae tenia el msjor derecho,
paes descendía por hembras del rey don Mannel , y laa
leyes del reino exolaian de la corona á los extranjetoa,
mientras qae la daqaesa de Braganza descendía por va^
ron del mismo soberano, en igaal grado ; aqael trajo en
apoyo de sas pretensiones nn argamento qne los otroe no
podían emplear, q[ae faé mandar un cyéroito á haoeree
dnefLo del reino dlspntado. Dndábaie á qaien sé datia el
mandó de estas tropas, pues aanqae el daqae de Alba
f aese mas capaz qae ningún otro dé desempeñar aquel
encargo, habla sido desterrado de la corte y se hallaba
á la sazón en el castillo de Uceda^ por haber favorecido
el casamiento de sn hijo don García contra las > órdenes
del rey, qne habia dispnesto satisfaciese éste las obliga<^
clones que habia eon traído con una dama de palacio: Fe-
lipe no habia querido ievantade el destierro, á pesar de
las solioits clones en su favor del Papa y de varios pría»
cipes extranj^rofli porque era inflexible cuando se trataba
dttl respeto debido á su autoridad, tú el daqne,,orgolloao
por carácter y lleno de vadidad por sus servicios» habla
querido tampoco hacer acto alguno de sumisioa. Siu em -
bargo, Felipe envió á dos de sus sesretaribs á piegantar
al d^que si eu salud y achaquei le permitirían t^ar #1
^asdo del ejétoito, á lo que aquel contestó, qae las poi
iii faerzas qae le qaedfm las eaciiflcaria coa gasu) en
MI Berrioio, y pidié permiso para ir á Madrid á oesar la
■ano del rey. usté se negó^ y el daqae, no obscaac^ lia^
kr sido tratado ooa tanta dareza» f a6 á ponerse Á la oa^
^del ejóroitopara oonqnistar nn reino, sm que el sobe-
esDo recelase qae el subdito ofendido pensase veagarse
Miando á sas deberes, ni este tratase de otra cosa qae
ie dar ptoaba de sa fidelidad con nnevos y señalados
iK?ioi08; confianzAqae honra no menos alnnoqne'al
Ibo.
' La invasión de Portagal se hizo casi sin resistencia: en
Usboa habla sido proclamado rey por el pneblo qae le
pa mny adicto^ don Antonio, prior de Grato en la Orde^..
Ms Griato, unf» de los pretendüientes qae derivaba sns de<^
^hos de ana rama bastarda; pero annqne las tropas qae
leyantó hubiesen intentado defender algunos pasos úiñ^
Itilea, faeron batidas y dlspersasi y el dnqne de Alba, a«
eostombrado en Flandeá á no ver más qne rebeldes en
tolos los qae resistían & las voluntades de Felipe, traté
I eomo tales á los portagneses; entregó al saco la cindad
I de Oascaes» cajo castillo hizo resistencia, é hizo degollar
' i don Diego de Meneses , general de las (ropas de don
Antonio, qae habia sido hecho prisionero. D. Antonio,
viendo qae no pedia sostenerse^ en Lisboa , se retiró a
I Bantarem, y el dnqne de Alba entró en aquella capital^
I tti la qae hizo proclamar al rey Felipe , obligando á log
liabitantes á prestarle jaramente de fidelidad y á tomar
parte en las fiestas qne con este motivo se hicieron.— Al
rnifimo tiempo el marqnés de Santa Ornz con la escnadra
española, se apoderó en el Tajo de la portngnesa , y don
^Antonio, no habiendo sido recibido en bantarem sino
^ la condición de qne habia de salir mny pronto, lo
Teiifioó así despnes de algonas tentativas infractaosao
enlas provincias del NortCf se trasladó á Francia» en
bosea de anzilios con qne sostener sns pretensiones. Fe-
^pe prometió 80 mil dncadosálos qne le etvuegasen,
pero era tal la aversión qne el paeblo tenia á los ca^ttlja.
i>oi, y la inclmacion qne profesaba á don Antonio, qne
(Btd andnvo ocalto y errante por machos meses en las
proTinoias de Entre Daero y Mifio, sin qae naoie se atre-
^í«Be á entregarle ni 6 adelatarle, no obstante elonan-v
tioso premio gae se ofreoia,
Felipe se había acoroado & la f
en Badajoz cayó gravemente esfie
do «a la misma üiadad la reina d(
Jen restableoida ea salad, enti¿ i
en laa cortea del reino qne Be celel
nidad en el conreato de Tomar, fn
por rey , prestando él mismo el ]i
loa fneroa y leyea de aqoel reino, i
amnistía con tautas excepciones ,
para los qae no hobiesen delinqi
mercedes qae á nadie contentaroa,
níl dacados á la daqaesa de Bra.
tarla por haberla privado de la coi
por esto B^tiafeclia. Uizo so entniíj
el 29 de junio, y en ebta capital el
á priDoipicJB dei aüo eigoiente & lof
de edad, habiendo coronado tins h
toma de aqnella ciudad y de todo
«BtsTO á visitarle en en enfermeda
los últimos momentos el padre fraj
fianoho da Avíta, que había ido en
eimpo general, habiendo salido sal
enFIanaes, murió también en aquel
caballo. Felipe,habi<índolepreBtad<
Juramento de fidelidad los dipntadi
las aatoiidadea, y reconocido por a
Felipe se puso en camino para toI^
febrero, dejando poT|vlrey de i*ortD
denal Alberto su eobrino, y llegó a
en derechura á la iglesia de aqael
eias & Dioa por el buen suceao de f
logró algnnoB anxiluis en Francia,
cnadia de Bn-deos ó de Cantes y
líBf pero faé derrott>de por el mar
j como KapaQa eotaba en paE ccn
^ne fueron heclios piisloueros en n
con ellos hnbo, faeron ooneideíado
tales ahorcados. Todas las colonia
metleroQ siu leEístencía.
Oon la adqnimcion de Portaf^al '
eatadoa del rey Felipe tuvieron ni
^- — 89 —
Naim tan gran porción del globo terrestre había estado
ni ha vnelto á estar bajo éí dominio de nn solo . hombre,
y las agallas austríacas [1] ' abrazaron en sá vnelo toda
¡A oiroanferenoia del aniyerso^ por lo que se dvjo conver*
dad que el sol no se ponía nunca en los estados del rey
de Bspaña» Comprendían estos con la unión del Brasil,
perteneciente á la corona de Portugal, todo ercontínén-^.
te de América» sin mas excepción que las regíoíies del
fTorte eutonces eOl6 habitadas por saTvaje^^ y en que sk<
penas se comenzaban á establecer algunas colonias in-
glesas ; las islas Marianas y Filipinas en el grande oc«
ceanoy ponían en comunicación íaa posesiones de Amé*^
rica con las del Asia, qué ocupaban las costas del M^ala^
bar y del golfo Pérsico^ cou .las islas del mar del^a la»
diaS| que codo formaba el vireinato de Goa: lap costas oc<
dden tales de África y las islas todas intermedias futre
esta y la América/se extendían bajo el ;Qaismo dominio
hasta las playas orientales del nuevo continente: en Eu-
ropa toda la península espaüola había vnelto á reunirse
bsjo él mismo cetro, coíno en tiempo de los reyes godos
con el Bosellon y la Oérdeíla en Francia ; las £^as Ba-
leares, Sicilia y Oerdeña coa los presidios en las costas
de Berberíai la mayor y mejor parte de peníosula italia'«
na con un predominio absoluto sobre los pifncipes inde^
pendientes de ella : en el reverso de los Alpes el Francoi
condado, y desde este se seguían las posesiones españolas
por la Borgoua hasta las costas del occeano del I^orte y
jas bocas del Bhin, ocupadas por las provincias délos
Países Bajos que^ estaban en insurrección. Felipe se halIa-<
ba en paz con todas las potencias ^del Europa^ y todo su
poder Iba á emplearse en extirpar la religión [reformada,
y en sujetar las provincias sublevadas.
£1 duque de Parma al tomar posesión del gobierno de
estas, en cumplimiento del convenio hecho por 8(( prede^^.
!tU
^[I] El bttLSoa dé Uf imüU de Átiatria «ra é\ égulU fAl>n^o»a d? d:s cabe
aasa qiM ea ia zana Mpañols Ueraba «n el p^o&o «1 eMndo de lai nrmus d» Bi
pafiíu Anies ée Ja independaiioia dd Méjioo» ertM/Araoflifl fl.i.y^iaii «p ¿«iceJiM
•diücíos. especialmeato en las bÓFedaí de la caledral, j ói preoia) «onía^sr
<|ttarBadie tuwb tan bnan derecha para Dooér tní aiteacruA alglia edlfliflo, eo- ~
B&o «B I» oatsdral de Mdjioo los rajes de la fa«iUa da Aos^^iü Ufau^lia, qae *
. m liifliero& edi£lojic,ooa tanto coeto j con tin üsUdad > ejnpeüo«. • •
DrSKKTA0IONJftS..^lOJttt la— -23
^ — 90 —
odsor oon las ^rovinoias valonas, despidió las tropas es «
paftolad é italianas, reteniendo bOlo na onerpo de caba*^
Hería para sn gaardia ^ y aünqne aquellas provindas se
hablan obligado á levantar un caerpo de tropas naoionai
les, no pado verilearse por falta de reonrsos. Por otra
paite, los estados confederados se hablan visto obliga,
dos por el mismo motivo' á licenciar las sayas, viviendo
á <Ü8creoíbn sobre los vecinos las pocas qae les queda*
ban, y esto, unido á la aversión nacida por la difereneia
de religión, habla causado tales divergencias entre ellos
misólos, que las provincias en que el oatolieismo era do-
minante, estaban no solo dispuestas ', sino deseosas de
volver bajo la autoridad del rey de BspaHa. Muchos go»
bernadores de plaza fuertes y aun de provincias se ae«
olarardh por él, y el conde E¿mont, celoso partidario de
la fltspafiifty aunque hijo del que habla sido decapitado
por el duque de Alba, hizo volver bato su dependencia la
capital de Bruselas. El duque de Parma contribuyó ¿
esta reacción, recibiendo bduignamente á los que voinan
¿ la obediencia, y por último todas las provincias va2o^
ñas sd sujetaron, bajo la^ condiciones de no reconocer por
soberano sino al rey don Feíipe, no permitir otra religioa
que la cacólioi^, y la conservación de eus fueros y pnvüe*
gios , todo lo que Farnedio observó puotualmente. £t
principe de Omuge, reducido á las provincias holandesas,
conoció que era menester hacer desaparecer todo medio
de concihacion , para confiervar aun aquellas y ponerse
bajo la protección de algún soberano, que pudiera darles
grandes auxilios. Los estados de Holanda á sn persoa.
sion, declararon entonces al rey de Espafia destitaido de
todos sus derechos, y nombraron por su soberano al da^
que de Avjou, hermano del rey de Francia, jurando obe^
aeoerle como lo habian hecho á los príncipes de la cas»
de Borgofia. Felipe reclamó contr.^ este nombramiento
al rey de Francia, quo se e^óusd diciendo que su henna^
no lo liarbia udunoiao sin su consentimiento ; pero se ta«
tendió que ocuitam^hte lo protejia, y con sos auxilios y
los de la reina de Inglaterra con quien el duque presen**
dia casarscí y á quien Isabel había 4ado buenas espc-
ranaas y aan prendas públicas de dUo, levantó nnéjér*
cito y entró oon él en los Falsee Bajos • mas bus nuerc»
sdbditOff no tardaron en descontentarse de él, y habiea*
-•oí-
do venido á la mano con los auxiliares franceses los vecln
nos de Ambares, pndo retirarse con diñcaltad y mcrió á
poco tiempo.
El daqae de Parma coa las tropas españolas é italia<s
ñas, que Miso volver á petición de los estados de las mls^
mas provincias valonas qae caaco empello hAbian t^úaiij
en hacerlas salir, faé redaciendo rápidameute toda-i las
ciadades qne hablan resistido sujetarse , y solo quedaba
Amberes, que por su imporcanoia comercial y por uu sis
taacion en las riberas del Escalda» era de las mas coiibí«<i
derabies de los Países Bajos. Famesio resolvió atacarla
empleando en e^to todas sns fuerzas , y tanto las opera-
ciones de los sitiadores, como la tenaz resi»teDcia de los
sitiados, hailshecho este sitio memorable. Farueoio lodtó
toda la ciudad con las admirables obras que hizo* cons-
truir, trabi»jando en ellas todo el ejército durante filete
meses, y para cortar la comunicación por el rio, echó eu
él un puente de barcas fuertemente trabadas entre bi y
sostenido con un baluarte en cada extremo. Los bitiadus
construyeron varias máquinas dispuestas por el artillero
italiano Gambellí, hombre de mucuo ingenio y habilidad,
para romper el puente lanzando contra él bruiotts, que
"arrebataaoB por la corriente , fueron & hacer una ixplo'^
sion terrible contras las barcas, y no habiendo teniUu es-
ta invenciou el éxito que esperaba , furmaiou au casiiUo
fljjante, al que llamaron ^^IDI ün de la gueiia»" pero re-
chazado el ataque que con él hicieron , esta CLorme má-
qnlna quedo estropeada é inútil. En una de las frecuentes
salidas que los sitiados hacían, lograron apoderarle de
dos de los fuertes que eran parte áe la circunvalación de
la plaza: Fatnesio irritado por la poca resistencia que los
comandantes de estos puntos hicieron, les mandó cortar
la cabeza á la vista del enemigo. Por fin escaseando loz
víveres en la ciudad, el ejército de los confederados man^
dudo por el conde de Honeuloe, trató de abrir una comu^
nicacion para proporcípnárselos, atacando el 26 de majo
de 1565 eu cumoiuacion con el conde de (danta Aldegouu
g^ comandante de la guarnición , el contradique forina<
cío por los sitiadores, y no obstante la obstinada defensa
qae hicieron Mondragon y el conde de Manfeldt. se apo-
deraron de él y* hubieran logrado su objeto» si Farnebio,-
poniéndose al frente de 1^9 trapas, no lo babie;áe desalo <«
-IB-
jado áespaea de nn combate desesperado, en Qae nna y
otra parte perdió macha gente. Frustrado agaelintento,
la plaza capitulói concediendo Farnealo á la gnamidon j
á los habitantes las mas honrosas condiciones,
Oon la toma de Amberes la preponderancia de los ea«
pafioles fué tal, qae los confederados resolvieron entre-
garse á la Francia ó á la Inglaterra, si querían recibir»
los y defenderlos como sus sút)dito6. £1 rey de Franda
hubiera sin dada aceptado la soberanía de aquellas pío-
vinciaSy á no habérselo impedido el estado inquieto de
8U propio reino. La reina de loglaterrá. después de exa-
minar maduramente en su consejo I^s ventajas é íboob-
venientes de la admisión^ resuelra ya á romper con U
España^ y temiendo qtie los estados sublevados se so*
metiesen á esta, celebró un tratado eou ellos bajo la goh"
dicion de que permaneciendo soberanea é independien-
t€8| los auxiliaiia enviando un ^'ércitdi. sostenido á ex-
pensas de la Inglaterra, con varías estipulaciones en ü»
Tor de esta. En consecnenciai el conde de Ley cester des*
embarcó en Ilolanda con las tropas InglesaSf y faé nom^
brado gobernador y capitán general de las provincias
Unidas. Al mismo tiempo , Isabel^ decidida á haoer ]a
guerra con todo el. vigor poeible, bizo armar en sos
-puertos uua escuadra numerosa á las órdenes de air
Francis Dracke, para interceptar la flota que volvía do
las Indias, y no veriñcándose este plan , para hostilizar
las costas de España 6 invadir sus posesiones altramañ-
nas. Dracke con este objeto atacó y saqueó las costas de
Qaliciaf y de aqní pasó á las islas Canarias en donde faé
rechazado. Navegó en seguida á la de Oabo Yierde, cuya
capital saqueó, y dirigióadose á los mares de América,
tomó y saqueó á llanto Domingo, Cartagena, Sa^ Jnan
delaFloiidayla Jamaica, y £e volvió cargado de des-
pojos á Inglaterra.
Felipe, irritado con tantos agravios, quiso tomar de la
reina Isabel una venganza que hacia lar¿o tiempo medi-
taba, y que fuese digna del monarca mas poderoso de la
tierra. Eesoh ió, pues, atacarla en sus mismo reino, y
aunque tratando este grave negoio en su consejo • don
Juan de Idiaquez, uno de sus mas prudentes ministros^
manifestase la imposibilidad de someter y conservar
ima isla distante^ d<:fendida por ana maiiíi;^ uma^rosa y
— 93 --
pablada dé gente gaerrera y amante de aa libertad: otro9
por el contrario, aprobaban , el intento qne soBtenia tam-
bién el Papa Biato Y, exhortando &.Felipe á deetrnir el
enemigo mayor qne la iglesia teiUa, y oaatigar el oiímen
que Isabel acaba^Da de cometer, mandando cortar la ca-
beza á la reina de Bscocia María Staard^ qne peraegaida
por BUS subditos y víctima de sns propias indiscreoiones»
habia venido á t«nfl estados bascando nn asilo, sin enoon ^
trar más qne la prisión y la mnerte» Oomenzáronse en
consecaencia á hacer los mayores preparativosi constrn-
yéndose y armándose en los pnertos de Bapa&a gran nú«
ro de navios, los mayores qne hasta entonces se kabian
vistfO, y formándose grandes acopios de víveres y mnni-
eionesi al mismo tiempo qne el dnqne de Parma anmen-
ba el ejército de los Paises Bajos con redntas qne se ha«
oian por enganche en Alemania* Oonltábase el objeto de
la expedición, circnlando voces de que sñ destinó era
terminar de una vez con nn grande esfaerzo la gnerra de
I09 Paises Sajes, sometiendo á áqnellos rebeldes y poner
las costas de América á /^abierto de nnevos insnltos; pe<«
10 Isabel no se engafiói. no obstante las negociaciones de
paa qne hizo entablar .Felipe (son la mediación del rey de
Dinamarca, y se ociipd con la mayor actividad de preve«
nir medios de defsmsai correspondientes al giían peligro
en qne se veia expuesta, , Dracke con nna escuadra f aé
destinado á cruzar aobre las costas de Bspafia» y aunque
Felipe hizo salir algunos navios á perseguirle^ apresó y
quemó cien buques coa municiones y víveres para Ja gran
de armada* y habiendo entrado en Oádiz^ incendiódentro
del puerto dos galeones ricamente eargados, é hizo vela
para los Azores, cojlendo otras muchas presas, con cayas
pérdidas se retardó por álgun tiempo la ejecución de la
empresa.
lia expedición, sin é'pi1bai;go, estuvo lista para salir de
Liarboa á principios de marzo de 1588. La escuadra, 6
qjúúb se dio el nombre de Invenoible, se compenia de denn
lo y cincuenta buques mayores t con dos mil seiscientos
Bfacuenta caSonea de grueso calibre; iban en ella veinte
f ocho mil hombres de desembarco* con dos mil volunta^
efos de laj9 familias mas distinguidas de Espafia y ocho
mil marlnerost y estaba provista de víveres para seis
siesos, con una inmensa cantidad de pertrechos y muni«
— 94 —
olonea Debía dirijirse á las oostas de Iob Paiies Bajob,
para tomar á aa Dordo, en l^a oexeanias de Kienpoic y
Daaqverqae, al ejérdto del daqae de Parma, y estegd-
neitti qae aebia maadar en jefe, oaando el desembiiroo ae
habiesa keoiLOi había reanido- oon aqael objeto treinti
mu iuf AQttse y caatro mil caballos i habieaeo prevenido
coa sama didgeacia todos los oiedi^ik neoesarios para el
embarque y trasporte de lae tropas. Bi mando de la es^
caadra oe dl6 6 don Alvaro de Bazan, marqués de SÍnta
Oras, nao de los¡mariooB mas afiímados de sqnel tiempo:
peí o htibiendo maerto antes de hacerse á la vela, y taai-
biea el daqae de Paiíaao, que era el vice almirante, Vt^
Upa nombró para aucederle, no sin mnoho vacsilar mI da^
qae de Slediaa Sidouia, y por no tener este mnobu expe*
rieada en las co as da la mar, se le dió por segando á
KeodkLdo, que era odolal de grita repaiadoo. La luyend*
bie Siiilib de Lisboa el 29 de siayo, y tuibiéaduie aoomedo
do el ditt biguiente au» tempestad, arribo 6 la Oorails,
cja los baques maltratados y peiüidós cuateo de ellos: re
paradas lat» averías volvió & isalir a la mar, y el 30 de ja-
llo se avista coa la e«cnadra inglesa mandada porlurd
Hi>ward ttffiagham que venia 6 sn enoneutOi creyendo
qae la espadóla, que «e preseotó formando naa media la*
na que ooapaba siete millas , se dirijia & tomar á f Ü*
moutli, lo que habría acaso logrado tácUmente, y coa es-
te solo el éxito de la expedieion hubiera sido muy diver-
so I pero el duque, en cumplimiento de lo que se le pre-
venía en sus instrucciones, siguió su viaje á las costas de
Fiaudes, para tomar á bordo al dnque de Parma con sob
tropas» Habiendo andado la escuadra delante de Uaisi^
maoifestó Famesio al de Medina Sidoniai que el embar«
que no podía haoersoí sí no apartaba antes de las coetss
los baques l^oiandeses que estaban & la vista, y que le
impedían navegar con w ejéroito hasta unirse oon la es*
cnadra» porque según las órdenes que se habían dado,
no había prveuido mas que buques de transporte. Búr
toncos eVde Medina Sidouia cjndnnó su viaja para apro*
ximarse á las costas de F «andes , y habióudule cogido
Una catma & la altara da Oauquerfue^ se halló eucre ia
la playa, la escuadra holandesa y la de lord Howardiqns
liabia veoido siguléadole. En la noche comensó A soplar
«n viento fresc9| y aprovechándose de el los ingU
— »ft —
basaron ooatril los espa(iolt3« ochri bralotdSi que empe*'
zaado á arder los posieroa ea mabhode^órdea: aí Skm^ne^
OdT ddl dÍA 8 da agjsco , riéadoio^ el aliairaaca iog éd ea
esta ctafasioa los atacó coa el mft^or d«5uaedo > auuqua
losespjftüoles ftedefeadieroacoa graa va.or, pt^rdi^ruu cua--
ohos Dai|adS| daado algauos ooutraltkplttja. Uiiode «?e»tus
fué la galera que m^iniitbfa Moac^vla, que bjiro C3rc* de
OaÍAÍd| y persegaida por los baroo¿ meaored lug e^ea,
tavo qae readirsa pereoiaado caai tx> los loa qaa e i ella
escüb^df y perdiéadose clacaeaca oiiL daoa io« qae ib<ia á
sa bordo: solo el iaupejcor geoeral Jlauíi^ua bC ««ivo y
faé ti primero qae iíovó á lá^sp^fla la noucí % de e^te de •
Bttdtre. Bl da^aetle Medina ¿i lonla» no iiadieudoper4aa««
nacer bln griui peligro en la diñoil sicnacioii ou que se
li^bia paesto, ni voiirer 6 tomar el Céaul da la H^uctiai
ooa^adu por la cdCdAdra ia^l«s<ft, emprendió voiv^c a tíia-
P11ÍI4 dando Tnelta al Noita de láe icilas britáuic ^h, ú neo
canuno qne le qnedaba ezpedito.Ooaucl la eac» iaCcuuioa
por lord dow^d^ se poso ft segnirle, dejaudu la» l'aoiz 9
soflcientea pABa impedir qne entre tanto Famefrio^ apro-
yei}n4aido la oessiou, desembarcase en lugUterro: uua#
raoia tempestad disperso la flota española , peieciaudo
maotius puqaes qne chocaban eatre sí O qaa fucrou a es^
trellarde ooatra las cortas de ^urnega y biaoucit»: aiga»
nos naufragaron en las de Irlanda, cayos habiDautad aoc*
siaaroa á loi qne en ella se aalvaron, y B caldo cuu los
pocütf que quedaron, llegó á ü^spafla en el estado man da*
plorable Jaii dnqoe^ habiendo tomado la aita mar , a^or**
a ttauGander a naes de btiembre»
Oraade fué la conscemacion qáe en Espa&a cansó la
pérdida de la Invencible : sieudo tantos los joven»» vó'«
iuutarioa qne en eUa iban, no habla familia aiocmgaida.
que no estuviese de duelo, por loque Felipe, para no cou"*
Iristar más los ániaios, poniendo á la visca la calamidad
gott^riily di6 órden>para qne nadie se visUese de lau> Ji21|
mmaiOi con la flrme2^ de espiíitu qna la htzj recibir coa<
teuapiasaza la noticia de la viccuria de La^auto, uo (úaui«
faato ttDatíaiiento con este desastre: escribió al daqae de
Mediii^ tÜdunia^ con agradecimiento por el jselo coa qae
le Jtabiis aervidci y en vea de hacerle inculpación aiguua»
atribayó la desgracia qne habla sufrido alfaror aalas ^
olM y de loa vientosi y mandó se dlese^ gracias 6 Sloii
— m —
Í)orqa6 no había 8ido mas grande*« Aa Inglaterra ae ce.
lebró la victora con los mayores aplausos , é Isabel gaió
macho en el aprecio publico, por la actividad con qnsdia*
paso todo lo necesario para la defensa, ; por la grandeza
ele ánimo que manifestó presentándose armada á las tio«
pas, y entusiasmando al pueblo contra los españoles con
multitud de libros y folletosi qu,e entonces se publicaron,
én los que se ex^jeraban los tormentos de la inquiu*
clon y las crueldades ejercidas por los españoles en él
nuevo mundo, y ee representaban eñ estampas que se hi-
cieron correr entre el pueblo, las prisiones y cadenas que
se decia iban prevenidas en la escuadia, para maniatar y
castigar á los ingleses.
Isabel se aprovechó de esta ventaja para dar auxilios
mas consideitibles á las Provincias unidas, en las cuales
babia mucho dcBContento por la conducta imprudente del
conde de Le^ce^ter, general de las tropas ing'esací, al qoe
removió del mando^ confinándolo en su lugar al lord
'Willoughby, aunque dejando la autoridad superior al
piínupe Jñauzício deOiaDge que era mny digno de ella
porW capacidad y valor. La guerra siguió sin €mbar«
gocen alternados 6uctsoS| tomando y perdiendo unos y
otros algunas plazas* y de estas, habiendo Mauricio sor-
prendido con una estratagema muy ingeniosa la de Bre^
da, guarneciíla por tropas italianas, Farnesio hizo juz-
gar en un coDbejo de guerra y condenar á muerte á todos
los ofíciaks, exct^pto sólp uno, en consideración á en cor»
ta edad. La escasez de fondos para pagar las . tropas
era igual por una y otra parte, y esto daba lugar á aedi^
cioHes y tumultos : los ingleses por tal motivo entrega*
ron á los españoles á Gertiudemberg, con la condición
de que se les pagarían los sueldos atrasados y cinoo a^
fios más, lo que puso en mucha consternación á los esta-
dos, temerones de que todas las guarniciones inglesas hi<*
ciesen otro tanto, y los espafio.es por la misma causa ce
sublevaron en Courtrai, negando la obediencia ai duque
de Parma« La reina de Inglaterra favorecía á todos los
enemigos de Felipe, y esperando excitaron níovimiento
en Portugal, en favcr de D. Antonio, prior de Crato, dio
á este una escuadra y un ejéroitOi con el que el general
Entíque Norris que lo mandaba atacó á la Corufia, en
donde faé rechazado y desembarcó en Poitugal; pero el
1»
arohid&^U d Alberto qae era virey, f (A conde de Faentes
que estaba ii á la cabeza de las tropas, tomaron tan aoern
tadasme'lidasparaladefensay qaelos ingleses^ viendo
que no hfl jbia movimiento alguno en la nación en favor de
D. Antonio^ tuvieron que abandonar la am^resa y se re-
tí raron con mucha pérdida»
Aunqne Felipe se hallaba comprometido en la guerra
0 du las provincias rebeldes en los Paises Bajos y con la
1 nglaterra que las protejia, y sus recursos se hablan a-
I ¡otado con los enormes gastos hechos para habilitarla
i ^veneíble, se empeñó en otra nueva eú Francia, con mo<<
t ivo de las revoluciones que en aquel reino se habian mo-
^ rido pot causa de religión. Loa católicos unidos entre
t tf y dirigidos por el duque de Outaa, formaron una liga,
c ion la que Felipe habla celebrado un tratado secreto que
f le Armó, en JoinviUe decide el 2 de febrero de 1585, que
' tenia por objeto excluir de la corona de Francia á todo .
príncipe herége ó fautor de heregi% y no permitir en
Aquel reino otra religión que la católica^ obligándose el
feey de España á sostener la liga con poderosos auxi**
Oíos. Aunque el rey de Francili Enrique III fuese cató^
licoy consideró ofendida su 'autoridad por el estableció
miento de un poder rival dentro de su mismo reino, y no
juzgándose con fuerzas que oponer á las dé la liga, hi2o
dar muerte traidoramente al duque de Quisa y á su her«
mano el cardenal de Lorena , [1580J que habian sido
llamados para asistir á los estados del reino que se cele^
braban en Biois. Este hecho decidió la sublevación de
París y de una gran parte del reino, y el mismo rey En-
rique que sitiaba á su capital, fué asesiaado en S. Olond
por Jacobo Olemente, religioso dominico, el 1. ^ de agos^
to de 1589. Li liga, á cuya cabeza se hallaba el duque
Mayena, hermano de los Guisas, reoonoeió por rey á En-
rique, cardenal de Borbon, ya anciano, excluyendo al
rey de Navarra, que fué después Enrique 17, por ser caN
viniflta, á los que en Francia se daba el nombre de hu**
geno tes, y como tal habia sido declarado por el papa
' Sixto y, hereg^, excomulgado y privado de la sucesión
T de la ooroña. Mayena, que aspiraba ocultamente al tro»
tuo, se prometía sncceder al cardenal, y Felipe, prestan'*
"do sus auxilios á la liga, tenia por el oligeto ser él mismo
nombrado rey, ó pofr lo menos hacer derogar la ley Uas '
DISiBBTAOIOIIBa.— •SOHC lüH-T» 2 S^
-. ds —
mada Sálicaí que ezolaia á las majereB üb la faooeaion á
la oorona, en ooyo oasó éata debía leoaer en su hija I>o&a
Isabelí como h^a de la reina del nüamo nombiei de ta
familia real de Yaloifl. La Franela ae dividió en dos
partidos, qne se hideron la guerra mas encarnizada; él
del rej Eriqne 17 y el de la ligai qne mnerto el anciano
cardenal no reconoció mas jefe qne al dnqae de Kaycma,
entre tanto se elegía rey. Felipe, en oampUmiento del
tratado celebrado con la liga, biso mover sos tropas en
auxilio de aquella en todas las fronteras [1590 J, pero
derrotado Mayenaenlbri|£arique sitió á FariSi y ha.
biéndose hecho dueflo de la navegación del Sena, hizo
experimentar á aquella gran oíu£m1 todos los horrores
del hambre. La situación apumda en que los parisienses
se hallabaui decidió á Felipe á dar orden al duque de
Parma^ para que marchase á socorrerlos con el ejército
de Fiáudes. Farnesio representó en vano las funestas
consecuencias de este movimientOi pues siendo muy in-
ciertas las ventajas que se habían de obtener tomando
parteen las cosas de Frauda, era muy segura la pérdida
de las provincias que permanecian4eles en Fiándee, re<
tirando el ejército y d^ándolassin protección: fué preciso
obedeoeri y á principios de agosto salió da Bruselasi de«
jando el gobierno de los Países Bajos al conde Pedro Sis
neato de Mansfeldt^ y en una campaña para siempre me^
moíableí hizo levantar el sitio de PariSy wtró con su
ejército en esta capitaU y dejando algunas fuaraas á la
liga, volvió áFíándeSy sin haber pegr^do más que unos
ouantos hombres^ Al fln de aquel mismo afiO| Farnesio
recibió orden de volver á Frauda al socorro de Buan,
sitiado por Enriqucí el cual fué herido hadando un re-
conodmiento en que se expuso imprudentemente» y ame-
nasado de ser atacado en su campo» alaó el sitio y Far«
nesio entró triunfante en Buaui y pasó en seguida á si-
tiar Isfplazajde OaudebecBsta está situada en una penín-
sula formada entre el mar y el rio Sena, muy ancho en
a^uel punto, y Farnesio cometió la falta, acaso úiica
en su vida militar, de no dejar cubierta su retirada; falta
que dependió de su conflamsa en oCroa ief ds y que para
un general de menos habilidad que él, hubiera sido irre-
parable, pero que para él fué la ocasión de adquirir ma«
yorglori^,. Mientras examinaba la situación de lapla^
— 99 —
1%, parA determinar donde habían de colooarse las bate«
líasi faó herido gravemente en nn brazo, io que le oaas6
una fiebre* dnrance la onal Oandebeo se rmdió; pero el
re/ flnñqne se aprovechó de este intervalo, para ocapar
las entradas de la península y fortiftoarlaa de naa manea
ra^ que la pérdida del ejéroito español pareóla inevitable.
Famesio sin embargo, mientras haoia oreer á iüuiiqae
que iba á ataear sns atrioheramiento por las maniobras
qae ejecntaba, reuniendo las barcas que podo y oous^
trnyendo balsas, trasladó su ejército á la ribera opuesta
del bena, sin haber perdido nn hombre ni bagaje, y
quemando luego las baio iSj impidió que Kurique pudiera
seguirle. Yolvió asi oou todas sus tropas Á los Países
Bajos, en donde oomo lo habla previsto, los holandeatrSi
dorante su ausencia» hablan hecho grandes progrtsoí», y
Tiendo que se le escaseaban al mismo tiempo lo¿i reour«
808, hizo renuncia del gobierno que no le fué aduiitida, y
antes por el conttrario, se le dio orden par» que se dis-
posiera para otra campaüa en Francia; mas cuando se
ocupaba de los preparativos para ella» murió repentina-
monte en Arras el 3 de Diciembre de 1592. Sus mismta
^smigoa le tributaron elogios, y uno de los madores que
de él han podido hacerse ha sido el que el üutor de la
Borlada, no haya querido ponerle en paralelo con el hó-
xoe de su poema para no deslucir á éste.
Los rigores de Felipe contra los nuevos sectarios ha-
blan conserrado a JSspafta tranquila miéntrae las demás
potencias de Bnropa ardian en las guerras de religión:
pero este sosiego vino á turbarse por nu incidente que al
principio pareció de poca importancia, y que tomando
eaerpo acabó por tener las mas graves consecuencias.
Ha|;^ia sido máxima de Felipe, escojer sus ministros y en-
cargados de los negocios que requerían mayor confíanzay
entre personas que todo se lo debiesen ' y á quieues éi
núsmo hubiese formado: Buy Goméz de Silva, de quien
8e servia pwi los asuntos mas graves, había comenzado
8a carrera siendo paje de la emperatriz, y Felipe Je ha«
bla oreado príncipe de BvoU y duque de Fastrana, y le
lisbia hecho contraer parentesco con las primenis faml-
Uss del reino, casándole oon doña Ana de Méndez a, una
de las mqjeres mas hermosas de la corte: por recomen-
daeion de Buy Clomez, habia aido elevado hasta la clase
de minifitrp Antonio Pérez, cnyo padre habia obtenido
igual empleo en el reinado de Carlos Tf y por la mis-
ma habia aido nombrado secretario de D. Joan de Aus-
tria Juan de Escobedo, oomo yimQS en sa Ingar: era
también de obscnros principios D.Onstóbal de Mora, que
después obtavo el título de conde de Oastel Bodrigo, y
que f aé empleado, en Portugal para procurar que Féñn
pe fuese declarado succesor a aquella coroua. JTo eran
muy puras las costumbres de Felipe, y aunque siempre
en él la dignidad del rey que á todo se sobreponía, cu^
bri6 con dec<H*o las debilidades del bombre, se dejó sin
embargo arrastrar á una pasión mfts yiya que lo que su
carácter parecía comportar, por la prinéeea de BvolL El
intermedio de estos amores f aé Antonio Peres, pero a^
provechándose éstede la*fácilidad de comunicaciones que
con la princesa le daba la confianza del rey> supo liaoer«
ne tal logar con ella, que obtuvo la prefórencia, y estos
tratos que anduvieron ocultos por algún tiempo, aunque
durante lavida de Buy Gómez, no los estorbaba lacón**
descendencia del favorito cortesano, vinieron á ser mas
frecu^tes y comenzaron á trascended en el público des-
pués de : su muerte, habiendo llegado á descubrir-
los Escobedo, quien tuvo la indlso^on de bacer
entender á la princesa que poseia su secreto. Antonio
l'erez^ ya mal avenido con Escobedo, dispuso contra él
el animo del rey, irritado por las excesivas pretensiones
de su hermano, que Escobedo hacia valer de una mane-
ra no menos excesiva, y por la que habla sido ya re*
prendido, y atribuyendo á inflojo de éste las exigenesas
de D. Juan, resolvió quitarle de enmedio, aunque se du-
dó por algún tiempo el modo de hacerlo. Decidióse por
Anel darle muerte una noche al entear en su casa, y así
fíe verificó el segundo dia de pascua de resurrección^ 31
de Marzo de 1578 . Este género de ejecudones no se
miraban entonces bajo el mismo odioso aspecto que al-
bora: creíase que el soberano, fuente y origen de la ad-
ministración de justicia, pedia hacer esta por sí mismo,
pues los tribunales no eran más que unos delegados del
rey, el cual, habiendo justa causa, podia dispensar en
las formalidades de los juicios; y así Felipe, siguiendo
opiniones que eran muy respetables para él> estuvo siem«
pre persuadido, que en la muerte secrelto ^e £iiccbedO|
— 101 -^
iiabia hecko aso de su derecho reai, anngao pronto oo^
menzó á sospechar dé la fidelidad de Antonio Pereas, é
ioflajendo contra éate otro de los secretarios de Bstado
Méteo Vazq[aeZ| y complicándose las intri^s cortesanas,
fué puesto en prisión el 28 de Jallo de 1579^ al mismo
tiempo f aé llevada al castillo de Pinto la princesa de
- Biroii, coa la caal hablan cesado las relaciones privadas
del rey, si biea parece qae sabaistla sa pasión y sn re-
sentimiento [1]. Presentóse laego comoacasador el hi**
jo de BscobedOy yaanqaeeaias vatias alternativas 4b
este largo y complicado proceso^ en el qae se faeion an-
mentando otras acasacionesi Antonio Pérez pndo al
principio dudar sí tomaba el rey parte en su perjuicio;
después de habérsele dado tormento, viendo clara su pér-
dida, no pensó mas que en su faga, la que consiguió ha^'
cer saliendo de la prisión en la noche del miércoles santo
de 1590, disfrazado con los vestidos de su mtjer^ y cor^
riendo la posta sin detenerse llegó á Oalatayud en las
fronteras de Aragón, en donde siendo perseguido por les
comisionados enviados á seguirle, se amparó del sagran
do del convento de Santo Domingo, y como natural de
aquel reino, se acogió á la protesoiou délos faeros que
gozaba. Traslado á Zaragoza por orden del jasticia ma-
yor, se suscitó una competencia con el tribunal de este y
la Inquisición, lo que dio motivo á una sublevación ge^
neral : Pérez , que habla sido condenado á muerte en
Madrid el 19 de Junio de aquel año, á favor de este des-
orden pudo salvarse en Francia, y el pueblo en plena in-
sarrecoion, tomó las armas para deíender los fueres,
obligando al jasticia mayor D. Juan de Lanuza, quinto
de este nombre que desempeñaba aquel alto empleó, á
ponerse á su cabeza. Felipe, que deseaba reducir aquel
reino al mismo estado de samision en que estaba Oasti^
lia, aprovechó la ocasión que estas revueltas le presen^
taban; para hacer marchar á Zaragoza un ctjérclto cas-
(] J La princesa KvAi se retiró deTpaoa al oonTADto dé monjas ctnnelittfl
qna Jl2aj 6mi»x gran fdvdieoador de Haot» Tereí», fondo en ra eindad de
niStrattAi j exijift qae las moniaa la sicviceen de rodiUaa 8«nta^e;fé«a^ en
YÍrsad de iae i^f^ieaitadcB ámpUae que tenia de ia liUa tpoetólleai el día me«
nos p«nsadO} B&06 de aqnel eonTento %xu mcnjas y dejó sola h la prinresa.
DT8¥aT4aiONK0.— ^XOMC IQ— 26
— 102 —
tellanor á las órden^ de D. Aifonflo de lYargaa á pretexto
de qae se dirigia á Franela» AI acercarse á aqnetla
oapLuaiy el eacoeiasBio de loa araf oneeeaae enfdó; y este
jefe entró en ella sin resistencia et 12 4te Kommbre'de
1591, Lanada, qae se li.at>la rettradc á Bpila, pablioó
na manifiesto slnéeráüáo sn eondiietai y Tolvio ttánqai*
lamtaite ai «jeroieio do sn autoridad; peroel 20 de Ál-
oiembre al salir de sn tilbnnal| f a4 anestado y el día si*
guíente decapitado on la pialará la rista del iqéreito
castellano, en Tirtnd de naa áraen del rey en qnetre pro-
venia á Vargas qne así lo bieiese^ didéndole estas for-
males palatirate '«tanfpronto sepa yo de sn mnorté, como
de sn prisión.'' A9Í innrió Bste jóren desgraciado á los
veintiséis alios de edad; sn cadáver, por respet:) á sn na*
cimiento y empleo* >fné enteirado con gran pompSille*'
vando en liomteoa el féretro tos principates oficiales dd
ejército: sos casas y castíUoefderon derribados y oon< ^
fisoada sn hacienda, y paraiadetmnizar á sn hermano B.
Pedro, le hlso el rey conde de Plaeenota y oaballeto de
Santiago. Varios de los que emigraron á Francia con
Antonio Peres, hicleion nna mitrada en Aragón, espe*»
rando conmovw al pneldo^ pero no encontrando
apoyo y habiendo salido á sn encnentro Viargap. hñyeroB
y los qne faeroncoj idos mnrier<m en el cadalso. El da<
qne de ViUahermosa y el conde tle Aranda, acnsadoa de
haber tomado parte en lá revolndon^ mnrieron; pcesos,
pero jnstifioada sn oondncta^ fneron oespnes declarados
inocentes. Antonio Peres, favorecido por la reina de
Inglaterra y por el rey de Prancb!, murió en Paris' á los
setenta y dos afios de edad el 3 dé B^ovlembre de 1611,
y el consejo de la snprema Inqñiskñon en 2 de Maja de ,
1615 rehabilitó sn memoria, absolviéndojle de la TOnten**
ola de relajación dada contra él es sn ansendaí por el
tribanal de Zaragoza,
Otro incidente annqne mncho menos importante, pndo
haber alterado la tranqnilidad restablecida en £ jpaSai
despne»de los midosos socesos de Aragón. Unreltgioso
agnstino, ponnguéSi Pr. Mignel de los Santos, confesor
de las moDjas del mismo orden en Madrigali inventó ha»
eer pus^ur jior el r%y Don Bsliaacian, de onya ^mnone se
dudaba^ á nn hombre obsotiro de aqnet pueblo que se le
—103 —
pareda y 66 llamaba Ckibriel Bapinosa, de oficio pástele ••
ro» liaeieiido ereer á doña^jina ae j&nstria hija natural
de D. JoaOy inoiga ea el mifiaio eonyentOt qae este des*»
eonocido^aaqoel rejr,y qae obtendría dispensa del papar
para casarse cton ella y< hacerla reina de Portjagal, con lo
qae le dió eoa alhajas y con el producto dé estas. Espi-
nosa faé giiaDgeandO' ftéqoito «itre loa portugaeses, á
quienes Fr..Migaell0 daba á conocer. Descubierto este
enredo [1594l« Se, Migáel y el pastelero fueron ahorca>
dos, y lainfeiÍ2^doftaAna, que na tenia mas delito que*
sa candidez é iadisfia:ecion, faé redusa en un convento
de su orden en Avila.
Aunque la guerra se habia ido continuando eu Frau-
da, era ya verdaderamente sin objeto: Felipe habia po-
dido oonoeer^pórja: mala jieojida que tuvo por los esta*
d«8 oonvoeados en ^ria aü proposición de declarar reina
á la infamia dioñá; laabdi caaóndola coa el hijo del duque
de Ooiaa^ que ios feanceaesno estaban inclinados á so-
meterse á su dominio^ jr hálñéndose incorporado Bnrique
I? en ia iglesia ciatóliaa y aidd «absueito por el papa, ha<
bia cesando el obstáculo qte te impedia sentarse tranqui-
lamente en el trono. La suerte de las armas habia aN
tarnadOy canaadoB ambos monarcas de una lucha que
consumía sia fruto algunos los recursos del uno y del
otro, se conolajOt pcnr ñu la paz en Yervins el 2 de Ma>o
de 1597^ restütuyéndose las conquistas hechas por una y
otra parte.
Las escuadras de la reina de Inglaterra invadían en
Buropa y en América las posesiones españolas, qae por
su grande extensión no podían ser suficientemente res«
goardadasi y presentabsji mil puntos susceptibles de ser
atacados con buen éxito. .Felipe, para vengar estos insul-
U)S| iúMO 9xmsj: una gránete flota para hacer un déseme
bfiurco;ea Lrlandaí que se creía¡fácil de tomar con.el auxi-
lio deles oatóiicoa de aquella isla; pero Isabelí sin espe-.
ifr elütaquei lo prevmq. déspacbando una escuadra á
I¿s érdeaes del eonde de Bssex, la que el 2 de Jalio de
1590 entriS -y saqueó á 0ádi2> tomando mucha parte
Oel xioo cargamento que ibaá salir para la AUiérica, y
para que el resto no cayese en manoe' de los ingleses, ei
laque de Medina Bldonia que Oimrrid & la defensa de la
- 104 —
t)lazai mandó quemar los baqnos á cayo bordo estaba,
calciüaudose la pérdida totaA en más de veiiite mil caes
de dacados.. I^o por esto dejó de salir del Fend la txr
pedición contra Irlanda en Noviembre del mismo año, á
las órdenes de D. Martin Padilla* pero desgraciadas
fiiempre las empresas marítimas de FellpOi on recio tem*
poral dispersó la escaadra, pereciendo cuarenta baques
y los demás volvieron maltratados al puerto. Estarna-
ohednmbre de baqnes echados á fondo por las tormoitaf^
prneDa lo inferiores qne en aquel tiempo eran en coos-
truocion y f aerza á los actualesi y lo atrasado que estaba
iu manejo.
Mas de treinta años habia durado ya la revolueipn de
los Países Bajos: los mejores generales de Espafia nabian
dado en vano pruebas de su pericia, distinguiéndose no
menos el partiao opuesto los dos príncipes de Orange, pa«
dreé hijo, Hohenloe, Tere y otros muchos: un ejército hiitta
seguido á otro ejército, y los tesoros de América habían
ido á consumirle en aquel abismo sin fondo de gastos in'
cesantes: al príncipe da Parma habían sucedido en él gO'
bierno el conde de Mansfeldti el archiduque Brnesto y d
eoná% de Faentes» y por último el archiduque Albiorto qva
sin haber recibido las órdenes sagradas, era caidenaly
arzobispo de Toledo, y habia desempeñado con mucho a--
cierto el vireinato de Portugal Tarjas veces se hablan
entablado pláticas de paz, pero era imposible ningún ave*-
nimiento, cuando las pretensiones de las partes conten^
dientes eran tan incompatibles, como lo es la dependen^
cía á qne el rey de España quería reducir á las provindaSi
y la independencia que ellas habían proolamado^laque^^e
Jiabiacoüsolidado con el reconocimiento y auxilios de ln<»
glaterra y Francia. Felipe, cansado de las guerras que
había ocupado casi todo el tiempo de su reinado; agota^
(ios sus recursos y aquejado de enfermedadeSi en la de»
cadencia de fiu edad; quiso poner término á esta contien-
da I formando de les Países Bajos que se h&bian
mantenido ñeles, un Estado independiente, cediendo la
soberanía de aquellas provincias en favor de su hija la
infanta Doña Ibabel, á quien casó con el archiduque M^
berto, qne para esto renunció, con aprobación del papa»
Ja púrpura remana^ y el ai^zoDÍspado de IoledO| y se ais»
-^ 105 —
pat3 i pasar á Hapatla para odlebrát las bodas* Sia em««
bargo « aaaqae el aoisa de oesion se ñtrnó el 6 de Hayo
ie 1697, eos la ooadioion de reTOrsioii ft Bspafia por fal-
ta 4e saoaaeioa, y otrai cttasaias qae limitaban y hadan
^eamaoka parto ilaa^nrla la independencia de aquellas
pioviAClas» no Ueg^ á teriftearse el casamiento en vida
de Pattpe, habiendo retardado Aberto su salida de
Fiftndes por u metin de las tiopasoan^sado por la falta
depaga»
Felipe^ atormentado déla gota, á qne ee Juntó nna fie-
bre lenta qne le oonsnmfa , determinó trasladarse al Bs-
eorial pan aaabar allí sns dias » y annqne los médicos
se oponisa 9 por temor de qne d movimiento del viaje le
fssse f oiMsto^ qneriendo Ser tan dnefio de sn peraona co«*
m> lo habia sido de todo dorante sn vida, dijo con reso^
Ineion : *^ No importa , quiero ser llevado vivo á mi se^
palero ^ Ijss dolores agudos de la gota , produjeron
unas pástalas 6 tomosss en las artionlaciones , que se re-
ventaban y salían de ellos millares de gusanos con un
ksdof ioÜDOto insoportable. Felipe sufrió todas estas inx
ooAiodidadss oon magnanimidad , recibió los sacramen-
tos» y haoiéadeae traer á la recámara la caja en que hik»
bia de ser ooloeadosn cuerpo, dispuso hasta los últimos
pormenoBeB de sn entierro con admirable tranquilidad , y
ezh<»tando á sn h\jo y suooesor Felipe III » á tener en
defiBosa de la religión el mismo celo qne habla dirijldo
faui aedones de su vida, terminó esta el 13 dé Septiem*
bre de 1607 , á los setenta y dos affos de edad y ouareuM
ta y tres de reinado. Su cadáver faé depositado én él
laoorial ,. ea el arco del presbiterio al lado de la epísto-i
la I eii donde todavía se vé su estatua en actitud de a-
doraeion, eon las ds su cuatro mujeres, enfrente de la de
fs padre Oárlos Y y de la Bmperatriz su esposa , que o •
enpan el aroo del evangelio.
Poeos hombres han sidojusg^ádos tan cantradiotorlan
mente como Felipe, por los historiadores coetáneos y pos
teiiores , segnn el partido á que han pertenecido : óáeto
de horror para los protestanteSi que contorme al gusto
de aquel tiempo, de aplioar á todo las palabras de la sa-
nada esoritnra t le llamaban '< el demonio del medio
dia , ^ por haber sido el eneniige nías acéirlmo de la're
fiyrmaf ha caldo también ftobte ^él lanecradon de Ira
— 108 —
que profósaii4o los piincipioi UaiMdos liberales ^ Ten tt
él el contrarió más decidido de estos y el tiiás BCSMito
promovedoie del poder absolato. Sin emlnuga, las ogt^
niones comienzan á modiflourse raspéelo A M y se ▼» i»»
conociendo qae sa conducta^ ,«(0041110 exoesiruiflnte. ú^
garosa en machos oasos,,faé hijailB lim ctremiBteBniss,jr
exigida neóeiariamente por estasi Oolooado ei nedio
del torbellino sasioltado por las opiniones nneramente
propagadas, y coando el üapnlso qoe 6staa haUaii dado
& los espiritas tenia toda 1a f aerza de la novedad, los ois«
dios de resiateneia qna opuso, 4ebian ser ptépoifliOBados
á la^impetaoaidad dói ataqae, y para^ reprimir la libsrtsd
de disonrrir en' batería» reliiiosMy era indispeneaUs
también poner coto 6 la libiertad poUÜea. Todo ésto se
ligaba de tal manera Y qae era preciso t éd^ameUem
por la corriente ^ 5 ierantar contra esta los únieos dl-
qaes capaces de contenerla , yeaeaanto A loa mediss
empleados con este intento, luiai s61o pnede esamiaaiss
la oportahidad (¡lo sn oso y la mayor 6 moROr eirtsnstoo
qae por Felipe se les di6, pnes en oawto á la naioralé-
za de ellos, eran los mismos qne todos osaban por hqssl
tiempo, en el que persegair álos qne peasabam da dttrsr^
sa manera qne el qde ejerda el poder, era el ptiootpio
nnirersalmente por todos admitido»
Felipe nnia ft una gran onpacidad é instmooiaa t nna
incansable laboriosidad;: en el góbienia todo lo hacia por
sí mismo y sos nilnistros hanoa íaerpn más qae sos se *
cretarios : no solo acordaba todos los pantos da ocrntoa^
tacion en las correspondencias con sos enviados em las
cortes extranjeras y con los genaraíeade sAs^Jirdlü^ sU
no qne revisaba los dasj^aohos, los corregía y re£iwkiaba
por sn manO| y los hada reponer hasta trea veoes , ai no»
taba obsooridad en la redacción 6 errores en la oitogra*
líi« tíncalda^o se extendía ft las meni^res oasaa^ yes
el despacho de .los negocios monos importsaJisa omnoea
l03 de mayor trascendencia, ÍN>ni(| por el loa aoaarde^i A
veces acompa&ádos de algnna observación aobve loa fia^
damentos en que se apoyábané Pidiindole íaealtad un
clérigo para qne heredase ana h\}a soya aetecientoa dn*
cados de rento, anotó : <* Bastan dentó para kiy a da etf*
rigo." Menndo observador de lasatsndoMS debidas &
eada clase, no dejaba pasar nono» falta algosa en éUas:
— 107 —
lleváronle ft fltmar ana oarta con títalo de protincial de
una religfoiii jliideToLvl6*oon la neta: ^'Ka hay sino
/ general ea eimi 'TaélvaM á hao^." Pcmeyeiido él solo los
aecretoe de estado^ estos enan impenetrables y tenia tal
odidado eofli los papeles de sn mesa, qae tenia presente
aán el orden en qae los dejaba: nna vez ^ mientras ha«
biaba oon el seeretario Mateo Yazqneí, observó qae en
otra pies»! nn ayoSa de sámara los registraba, para bas^
car ana eeiisftlta sobre an negocio sayo, y dirigiéndose á
nn gentil homíbre de st^serrimoi le dijo: "Decid* á aqael,
qne no le mandó cortar la cabeza^ por los servicios de sa
tío Sebaitiaii de fiantoyo qae me le dio. ^
Los reinados de Garlos Y y de Felipe II. han debido
ocupar nn espacio considerable en este extracto de la
historia de Bspidiaf porqae entre ambos llenaron caai nn
8lglo/y lo llenaron con los más grandes sacesos qae la
historia recaetdaí y qae han sido el origen de todos los
aoonteolalientos postorioresi hasta la nneva época qae
üturma la tcnrolncion de Francia» Bécorreremos ahora
brevemente los de -los otros tres príncipes de )a casa de
Austria espaftelai y así como en los de los primeros, he-
mos visto llegar esta dinastía al más alto panto de poder
S gloria; la veremos caer en el abatimiento y el desprecio
asta su ^mffUfUk extinción y la desmembración de sas
eatadosi pasando la corona de ^spáaa á la casa de Bor»
hoiu qne oon tanto empello habia trabajado para su rai«-
luk Pero antes echemos con igual brevedad la vista, so-
bre las pfincipaleB alteraciones que el sistema de gobier-
no habla tenido en la monarquía, durante los dos reinas
dos cuyos principales acontecimientos acabamos de re«
ftrir.
Bl eetruendo de las armas y el brillo de las grandes ac^
Otones militares, muchas veces felices y otras adversas^
|ae habia hecdio de la monarquía espailola el centro de
\m política de la Buropa . encabria los males que la na^
llon sn&í% y la miseria a que la ibanredudendo las con-
innas demandas de hombres y caudales para sostener
fantas gaerraé/ lista incesante necesidad de fondos» ha-
lia obligado á Oárlds Y á apodersrsd de los caudales de
«rtioaUíree que se remitían en las flotas de Amenqai y á
*oIipe II áooorrir al ruinoso arbitrio de los préstamos
AtratadoB oon los banqueros genoveses^ que eran [ent
~ IOS —
tónoes los más ricos de la Bni^pai j hAllándoae ea la im«
poeibiiidad de eamplir bus compromi6ú«, deoUxó mos^fk
liOB todo3 loa oontmtoB qué habla celebrado, ma&daiMio
dedacir loa contratos que había pagado, do obutante lo
oaaliqaedó todavía debiendo más de ciento dncnaats
millonea de daoadoe, anoinando sa orédlto con ata M^
ta de la fé pública.
Bn el reinado 4e Felipe II ae fijó el aiatema de gotáer*
no de ana vastos estados, qne ae signió por loa pmelpcs
de an casa qne le ancedieron en el trona An^qne míA
te hnbieee variado en la letra de loa fneroa de loa leinoi
de Caatilla y Aragón, ni por la caida de loa comoneros
en el reinado de su padre, ni por loa acceaoa de Araípni
en el snyo^ el poder de nno y otro monarca habia dlsml*
unido muy materialmente el iiflojo de las cortea, y la
importancia de loa ajrnntamientoa. La nobkaa de Cai«
tilla habia cesado de tzisli^.oomo onerpoi deade qne no
era llamada á concnrrir á laa cortes, annqne goiaba
siempre de mucho poder per loa privilegioa y la riqaeía
de ana mdividnos; f'elipell la consideró poco, anaqas
empleó en los puestea maa distinguidoa en el ejército, su
la diplomacia y en sus consejos, á loa grandea qne persa
méiito particular eran capacea de ocuparlos, y xeoomsa»
dóáauhijoy suoceaor que dispensase mayor ateaeion
á aquella oíase. Laa cortes de Oastllla, reducidaa 4 los
procuradores de las ciudades que goaaban el privilegio
de mandarlos á ellas, casi no tenian otro objeto en sas
xeuniones/que el reconocimiento del Fifocipe lurederoy
la concesión 4e loa snbkidioa que se lea pedían v encoja
administración intervenían, por medio de loa diputados
que nombraban y que componían la sala que ae llámate
de millones: & laa aolioitndea que preaentaban sobre va-
xioa puntos de gobietno» que antiguamente etaa ate&di-
daa y despachadaa antea de la coaoeaion de loa anbaidioai
ae lea contestaba con laa firasea generalea : '^ TSo convieae
haoer innovadon ; se piocurara lo mejor ; el rey ae oen**
pa de esta materia : ^ y aunque en las cortea de Madrid
de 1548 pidieron loa procuradorea que el rey oyeae por ai
miamo sus petidonesi y en laa de 1565, que Ia8¡leyealke-
ehaa en coitea no {pudiesen ser derogadaa ó altecadea
idno con la concurrencia de estas, se lea oonteató ea
euanto á lo primero* **que se pracilQaria lo que ae ha-
- lod -
bia aoo8!;ambradG;''y en oaantoá lo segiíado, '^queel rey
haría lo qae'oreyeae mas conyeaiente.'' Todos los negocios
graves del gobierno vinerón á eer desde entonces del re«
^Borte de los consejos : estableciéronse estos cnerpos para
cada uno de los reinos 6 estados independientes^'qae se
hallaban rennidos bajo la aatoridad del monirca, y así
habo consejo de Oastiüa, de Indias, de Aragón, de Ita^
líOi de Fiaiides; además del de las órdénesi para los pne^
blos qne en Oa^tilla dependían de las órdenes militares;
de la mesta, para todos los negocios relativos á los gana>:
dos tra^hamantes; y los qne teinian el conocimiento délos
negocios generales de goblernO| como el de Estado^ ba<i
cii^nda y otrof.
Estos consejos se componían generalmente dejhotn*
bres de probidad calificada, mny instrnldos y versados
en los negocios de los paises á qne se extendía en anto -
lidad, y eran por lo mismo mcbo mas apropósito para
dirigir coa acierto sa administración, qne^ los congresos
qae les han sacedído, como qne estos ^é forman por la
casaalidad 6 las intrigas de las elec3iones popalares , y
se Gomponea mnchas veces de hombres ein conocimien^
tos ni experienciai qne no tratan más qne de arrancar el
poder de las manos qne actaalmente lo ejerce para to i
marlo en las snyas, con lo qne nanea puede haber un sis -
tema uniforme y segaido en el gobiernoi y las naciones
, aon víctimas de innovaciones indiscretas, que á títnlo de
mejoras y de progresos, las precipitan en la anarquía y
en el desorden, y por último resultado en la miseria é ic»
moralidad mas completa. En los negocios mas gravea , y
en qae se versaban puntos de derecho, Felipe consult:iba
también á los cuerpos literarioSt como lo hizo para la in*
vasion de Portugal^ preguntando á la universidad de Al-
calá» si estaba obligado á sujetarse á lo que decidiesen
losjaeses nombrados por el rey, el cardenal don Enii^
qae, para calificar Jostitoloa^e los diversos pretendieuN
tes I y habiéndole contestado la uulverbidad, que como
toberano no debia conocer superior en la tietra, rcsoN
vid hacer entrar sus tropas para apoderarse de aquel
Bl concilio de TrentOi comenzado en el reinado de C¿r •
los V, y que después de varias alternativas se suspendió
en 1552^ Gre abrió de nuevo por tercera tez en el de Feli^
• pifl8!5wWl<m|tfi(?i-TOfiTülTx.-^8
— lio —
|E>e ll, por las mnclias instanoiaB qae para ello hioeiito
moaaroa, en 18 de enero de 1562, y terminó sos saaioaes
el 1 de diolembre de 15G3, habiéndolo oonArmado elF«pa
Pío 17 el 26 de enero de 1594^ y se mandó obserirar ^ea
todos los estados de la monarquía.
Terificóse también en el mismo reinado la rejoims.- del
' calendario, que se oonooe con el nombre de ^'üorrecdon
Gregoriana," por haberse efeotnado por la bnla del Papa
Gregcrio XIII, el 24 de febrero de 158L ,habiendo con-
sultado para ello á los -principales astrónomos, yenes^
pedal á Lilio Olraldo. Bi objeto de esta reforma fué, re«
dacir el calendario civil y religioso al eorso del sel, de
manera que el equinoccio de primavera i oorrespondiese
exactamente al dia 21 de marzo, y se arreglasen, la páa-
cua y las fiestas movibles por el plenilunio de aquel mes,
para lo que f dé necesario iUsminuir por una vea diez dias
del año presente y en lo suocesivo suprimir en cada den
a&os el dia de aumento de losbisextos , introducidos en
la reforma de Julio Oésar. EnBspafia se admitió este
sistema, y los diez dias suprimidos fueron del 4 al 14 de
octubre de 1582. La muerte de Santa Teresa, tan célebre
por BUS escritos y fundaciones de conventos de la reforma
que hizo en la regla del OármeUi coincidió con esta sn>
presión, y por esto, habiendo fallecido la Santa el 4 de
octubre de aquel año, su festividad se celebró el 15. Las
dem&s potencias católicas fueron sucoesivamente adojn^
tando este arreglo; pero no lo hicieron así las protestan*
tes, y por esto quedaron en uso dos diversos modos de
contar, que se llamaron ^'antiguo y nuevo estilo." Ia In«
glaterrano admitió el calendatio reformado hasta 1752|
y por el mismo, tiempo también lo hicieron otros esta*
dos protcfitantés'i siguiendo solo la Bu&ia el antiguo 68«
tilo.
Oon loa príncipes austríacos vino á Bspafia el orden
del Toisón de OrOf establecido en Borgoña por el duque
Felipe el bueno en 1429^ qué con aquel ducado y los es-
tados de Eiandes pasó á lai^uia de Austriai por el ma*
tcimonio de María de BorgoSa con Mañmiliano de Ans-
tcia, padre de FeUpe I, y vino á ser la mas alta conde*
ooracion de la monarquía. También desde entonces sepa-
so en las banderas espafiolas la aspa de San Andrés, que
iran las armas de aquel ducado, y que con el nombra de
i - 111 — ,
i '/a erus de BorgofiAi'' Aubaístió ea las de las tropas de
Kneyasllspafia hasta la independenoia,
Ddsde el restableqimidDto de la monarquía no habla
habido en Oastilla lagar determinado para la residencia
del monarca y de sa cortOi ni tampoco de^pnes de la ren '
nion de oasl toda la penínsnla bajo nn mismo cetro. Oár%
los Y reaidió principalmente en, Toledo, qae era la anti-
gua eapital^ y cayo alcázar hizo reedifiíoar con gasto y
msgni&oencia: Felipe II declaró la Tilia de Madrid capi'<
tal del reino, y en ella hizo sn principal mansión y en los
palacios 6 sicioa reales inmediatos, prefiriéndola sin du'
da por sa sitnaoion central y por la comodidad del sitiOj
tíreonatuioias qae no concanian en Toledo.
Bi ceremonial del palacio y el servicio personaLdel rey
y fin familiai se arregló también en este período, haden^
do del monarca ana especáe de divinidad y como nn ser
saperior á los dpmás hombres* Todo estaba reglamenea"
do bajo el pió oe la mas lignrosa etiqueta, y desde el na«
cimiento de los infantes, empezaba á tributárseles aqnen
lia especie de culto de qne eran objeto durante toda su
vida^ rodeándoles una nnbe de incienso, qne les oculta- .
ba el conocimiento rerdadero de las cosas : apenas la reis
na se sentía oon los dolores del parto, se comenzaban en
la capilla real loa maitines de la natividad del ISalvador
del Mundo^ que se estaban repitiendo hasta que el parto
86 yerificabay y muerto el rey ó alguno de ios iadiñdaos
de la familia se suponía que su suerte eterna no pedia
ser otra que la biénaTenturanza, y se daba por asentado
qae ^^estaba en gloria.^ JLia principal ocupación de los
grandes vino á ser desde entonces estar empleados en la
aervidumbre del palada, y las intrigas de estCi f oeron en
los reinados siguientes, lo qne daba dirección á los negó ->
eios de la mona^uía^ abriendo la grande extensión de
esta un campo bastísimo á la ambidoui en todas líneas,
porque la multitud de empleos de¡primer orden que habia
que proveeriYireinatos,. mitras, togas* mandos de ejéid*
tos, gobiernos de provincias y admlnlstraeiones de ren-
tae» eran motivo de omitfnaas, pretensiones y daban la-
gar á cohechos^ torpes manejos que enriquecían á los
ministros y 4 los que partidpaban con estos del poder
npremoi y contribaian á mover los recortes de aquella
inmensa y complicada máquinat
^112 —
La ilnatraoioii que había tenido principio en Oastilla
en el rein»do de don Jaan II, por el favor qne eate eobe^^
rano dio á la peonía, y antea en Catalana y Taloicia por
los trovadoreí^. no haciendo cuenta de los moroa qneonl-
tivaron las ciencias é hicieron ñoreoer la lifieratnrA ara*
be on las provincias qne oonpaban, tavo grande inore*
mentó en el reinado üe los reyes cátólioos, panidpfindo
entonces dol impulso poderoEO qne en Italia ledbiópcr
el estudio de los clásicos griegos y latinos, y 11^ gó al mas
alto pnnto de gloria en el reinado de Felipe II. La len-
gna castellaDa adquirió en esta época aqne) giado de
tersura^ pmeza y e.egancia de qne no ha hecho m&B que
decaer donde entonce:», corrompida en el siglo sigmeute
con las extravagancias del gongorisswy y en el poüteriori
con la inticducdon de frasca y palabras* eajo abuso ha
ido tan adelante en el presente, que la lengua qne habla-
ron nnestrcis abueíosi ha venido á qnedar enteramente
ofuscada y confundida. Aquella fué la époea en qne bri»
liaron los mas ilustres escritoreí^; en que los teólogos €6<«
pañoles se distinguieron por sn saber en el concilio de
Trente y en |que los grandes sucesos ezoltabta el entnsias-
mo de los grandes poetan: así Herrera cantaba los trinnr
foa del ^'jóven de Austria*' en Lepante y en Tánea, y Br*
cilla celebrada en la Araucana las proeEás ¿e los con««
quistadores do América, contra el pueblo qne con mas
tesen sostuvo en ella su independencia y libertad. '
g ILa legislación de esta parte de sns estados, d^bió á
Felipe II especial cuidado. La mnchednmbica de prof
vindas-qne se hablan dictado para el gobtexno de estoa
palees, habla caneado grande embarazo y confusión. Pa-
ra reducirla á un orden claro é inteligible, tie dio orden
á los vireyes de Méjico y del Perú para que reaniei^en tO'
das las cédulas, piovisiones y capítulos « de eaxtae oon^
cernientes al gobierno y administración de JnstiOM, para
qne se padiestn impiioiir y publiofiT, y en 1570 se mandó
qne se hiciese por el consejo nna lesopilaoioxl y declara*
oion de las leyes,"Buprimiendo las qne ya no convenían y
proveyendo las que faltasen, de qne por entonces solo te
pndo formar el tíinio del oonst^jo y sus ordenanzas, man-
dadas guardar por cédula de 24de setiembre de 1571, no
habiéndole pnbiioado hasta el afio de 1696 en onatio to«
mesólas demás ;dispo8icioneB meramente onmpüdas y
... , — Ü3 —
^ Ü^'**?* Mceaario. Trabi^óae €« eoto en los reina.
«?li £Iíl^'^ emplean^ 6 lo» hombiM mas inetniidoR
m «i gobierno delndiaa, y «nfcr« oto» á don Joan de
Botórawo, y por fin, en el reinado de Oáilos n, se pnbli-
^níi!^®*^^^**^**" ^® leyeeíde loa xeioos de las Indias.»
S!?fv*,^^^®'P<^'<^'»*^e«l'»bimoBaroa,eH8íÍe >
S.Í ^^^' y ^^ f "^ ^ "^^e» qw con divema alte*
wf w •*^*°^° ?* ^'««^ <^ *»<** ^ América espafiolá
Mito la independencia» y qoe eontinoa todavía rigiendo
Boílf ^IV^^^f ^®i «obiemft, poi tantos años sostenidas
por Ja mano foerte y poderosa de i'eUpe IL pasaron por
w&Ueoimiento á la débil y floja de an hijo y gncesor K.
«w^ 2°®i*^ dejó caer «n la desa privado don Fran^
S^¿„?f°,^*^?*^y^'Í?.'*'''»**^«^'»d«JOénia, á qnien
Sf^í^^i^®.-^??"*!. íiínswoteyera dé eaiíetev ena^
2/»^^^^f*"^*!P'^V^**«»y«diioado «n la piedad
§^ iS^^® ®^ canónigo Loai8a»qne despaes foé arsobispo
«e Toledo, nunca desmintió los piineiiíoe de virtud qae
•estañaron en »u esp&Ü» desda sos primeros afics: piro
«wao de talento Jy ipny desi^plioado al trabajo da go-
K.^f 5 «provecho de las leodoae» práotícasen el di-
nn J^-^V®™?'ií'* ^ Padrele falso tomar, formando
~n^??*''° ^ *?*^ *■* ^ »»ú»« presidía, y á qoeeljó-
Ten príncipe asMtu>;P»ra.qoe seónstrayese enlosnego-
OML Bn el afio eiguente dcu hábecsabido al trono , ee
l S«»nBn prima d«aaJ4arí:ar^ do Aortri», hija del
««Aidnque üarlos, «strecWndosejisí más ]í AáK por con..
t«!,^?® *?^^*' las .reJaciones entre Jaadoazaibasde ía
S"» *t*^*"*"* y íaespafiQlay que tan funestas fae-
iwj para EspaHa, La oorte ae traaladó á Talladolld en
mi, con el objeto de benefifeier aquella cbmaroa « exte.
^íaaa am las exaociones del reinado anterior, y allí per-
maoecu) algunos afios. ^9 qnadaban mas ¡'guerras que la
oe Inglaterra y la de FJandea contra las Provincias Uní-
«as, que hacia tanta tíempo; era d cáncer roedor de la
aonarqnía. La primera,. moerta la reina Isabel, se termi*
no por el tratado oeleltfado en Londres en 160á eon «u
Qoesor Jaoobo I , hijo dala 4-griHFt«fla Jf aria 8tuat¿ •
a quien se reunieronJNAiooxbháf^S^glaterra y Bsób^^
oa. La segtinda so hacia oon todas las dificultades que
presentaba la diatanoia, y sobre todo, la falta de dioero^
qne era cansa de los frecuentes motines de la tropa , la
que por carecer de paga^ saqueaba las ciudades de qaa
sa apoderabay en que se estaUeda para bacerse mau^
tener por los vednos, duido también lugar estas esoase*
ees á nuevos compromisos , como en el que se puso el '
marqués de Ouadalete, qne por babér pasado á EspaSa
el arohidaque Alberto á celebrar su casamiento^ quedi
mandando el ejéroitOi y no tenirado medios con que sos^
tenerlo, lo biso matobar al ducado neutral de Oleres, en
el que los soldados vivían sobre el paf s, obligando por la
faerza y los tormentos á los babitantes á declarar Jas ri-
quezas que babian ocultado , y asesinaron al conde de
Faikenstelu con toda su Jámilia, porque era protestan'^
te. Los príncipes alemanes veeinoSi llenos de borror por
tales atentados, formaron una liga para defenderse y ba-
cer cumplir el edicto del emperador, por el que mandaba
salir de Oleves á los espa&oles : pero la lentitud con qne
las fuerzas de los aliados se reunieron» oomo sucede siem-
pre en las confederadones, dio lugar á que aquellos con-
tinuaran ocupándolo todo el invierno » y no lo dejaron
basta la primavera del año siguiente. Felipe» oonlaes*
peranza de poner término á esta guerra, llevó adelante la
cesión de los Países Bajcsj que su padre babia becbo en
el último afio de su vida, en favor de la infanta dofia Isa*
bel, que cslebrado su matrimonio] con el artdüduque Al-
berto, pasaron ambos á sus estados» siendo recibidos con
aplauso en las provincias que se babian conservado leles:
pero en cuanto á la reunión de las que se babian separav
do, aunque por inflajo del emperador se tuvieron confe^
rendas en Berg op^Zoom, para tratar de la naciftcaelon
general, se vio luego que no afi oonsegniria;el intento^ por
que aquellas persistian en conservar au independencia y
forma de gobierno que babia adoptado» La guerra siguió,
puesi con mayor empe&o , y aunque las tropas qne AU
berto reunió sofrieron una gran pérdida en la batalla de
las Donas, en que él mismo fué berido, emprendió el si-
tio de Oatende, plaza muy fuerte por su situación, y oon^
tfa la que por largo tiempo]se estuvieron badendo esfaer^
sos tan activos como infructuosos , basta que el marqués
Ambrosio Binóla, noble genovés . que con su caudal y
talentos sostnio la fortuna espafiolor en los Paiasi Bajea .
f
«1
— 116 - »
la obligó á rendirse^ lUsiíáiidoae dé gloria con taa larga
resifltencia al ingléa ms FranoLs Tere , qae ma&daba la
goamicion. Tanto la oorte de Madrid oomo los estados de
las Proñnoias Haldas, estaban oansados de nna gaer-
fa tan prolongada j qno exijía oontínaos sacrifloios, pues
solo el sitio de Qstende qne doró tres afios costó á los si-
tiados oincnenta mil bombreSt y ochenta mil á lossitía-
doral, ocm un inmenso gasto de Títeres, monieiones y ba^
gajes^ y por lo mismo se hallaban dispuestos á /la paz:
pero para lograrla so ofceoian grandes obstáculos , prin-
cipalmente por la oposioion del príncipe Manricio de Oí
range, la qne se atribula á motir^s de ambición é interés
personal: por lo qne no podiendo concluir un tratado de-
flniti7o , se oonvi|iieron treguas por doce afios en el me^
de abrü de 1^9^ quedando expresamente reconocida la
tadependenoia de aquellas provincias. Bn este año se flro
m6 también en el BscociaU el 11 de setiembre, el decreta
para la expulsión de Bspaha de los moriscosi aue se eje-
cutó en el mismo y en el siguients • aprestáadOse naves
que los transportasen á las costas de África, desde las de
2spa&a|61as que habian dedirijirscLacontínu inquietud
en que el gobierno estaba, por las comunicaciones que se
les acnsalMi tener con los moros de Berbería, y el riesgo
en que esto^ponia al reino, hizo se tomase una resolución
que privó á Bspaña de un millón de brazos empleados en
la agricultura y en las artes, y que no se llevó ai cabo sin
peligro, pues los moriscos Intentaron defenderse en los
reinos de Talenoia y Kdrcia, reuniéndose en gran núme^
ro y nombrando rey y comandantec; pero fueron vencidos
7 obligados á emlNuroarse, sin permitirle llevar dinero ni
alhajas y oonflseando sus bienes raices, cuya venta no
aervió para aliviar *al exhausto erario sino para enrique^
oar al duque de Leima y sus allegados.
Libre Bspaíia de este riesgo y en paz con todas las po«,
tenoias de iüuropa, vela asegurada la sucesión al trono
con el nacimiento del príncipe don Felipe y do los tres
iafantes don Carlos, don Fernando, que nombrado arzo-
bispo de Toledo á los nueve afios de edad, y condecorado
4 los diez con la púrpura romana, fué conocido con el tín-
talo del '^cardenal infante," y don| Alonso Carc¡ á quien
se dio este nombre por haber muerto de parto la reina
doña Margarita, y él mismo muiAó nifiO| adamándolas
— 161 -- - ^ . : ■
tres infii^ntas doña Ana, doña M^ría y doK» If atgaiita.—
Ko ob:ita!it j Ix paz, el esbado laterior del i^eidO no mo^
raba y hi^ qat j m coatra la admlnisteteion del da^a64é
lieiiiia, m .üif.^;>ui:U8 eulas cortes queee tKviefo& ea-Ma*
drid y daca ile dod aüo^i, eraa generales, aeaeáadole de
desacierto oa el g:}bieraü y de pooa pateca.^ la admi*-
nistraeioii do las rentas, qaeno bastaban A oidMr los
gastos, aunquo no habla ejércitos que niíaiiteilery y se bst^
bian aurneiiLado la3 coutríbc^cioEss , desapareoleado loal-
caadalds qiio ib¿u do América^ bíq qa)B se viesedí los ob«
jotos de &a iavcidion. E 1 célebre P^Ha^aw esorlbib por
aquel tiempo na tuita^do de la moneda, y el **del rey y de
saiastitaciüa;' ea que aseató las propoGlíotoaes mais a-*
Tanzadaí] iío\)¡:q 1ií ¿autoridad real, y f^QEió a&ft censara
disimala^ii. p.ro viva y eaérgioaj de los vieiosjy deféetos
del gobieiDO- • '
La saecBíou do lc9 ducados de Oleyés y Jaflers, que
Tino á ser mi>ü7ü do dtspata oontra los príaiSlpe» catbli»
eos y protestantes, qae pretendían tener detiftdho áelta-
I>or falta do boro Icio, puso en riesgo de einpétlarse^tra
veas toda la Europa en una guerra general, M la qde Bn-
lique IV rey do i^'rancia tenia el objeto^ segaido oon ten*
ta constanci¿i por bus sucesores t de- destruir él poder dd
)a casa de Austria, variando enteramente <el sisteüía po«
Utico de la Earopa^ paro la muerte de aquel «otierano, a -
sesinado por Frauoisoo B^^vaiüao, en. una eaUedé Bt3ktí9,
q\ 14 de mayo do IGiO; evitó aquel nuev« -trastorno y lá
})a2s sa coaaoUió entre Francia y flspaSLa, 'fik^r^ el dobla -
oa^a Oliendo del príacipe don Felipe oon d^la Isabel da
Borboa, y el nuevo rey da Francia Lttis XUt -oon la-in-
fanta dou% Aua, renunciando esta á todo dersebo al tfo-
nodeEdpdUa; cajo enlace porlaoorttt edad de' los
contrayentes» no tuvieron ef;50to hasta trésbOo^des^*
pues.
La gu^rri so cacen lió en Italia por la snceetoaaldu*
cado da M lütiiA y por la ocupación de la Yaltellaa, per-
teneeiente á I03 grisjne^, cantón aliado de la Baisa, en el
cual los catáliüíia exputsaron^^á los protestantes y se pu-
sieron baja la ta-otr^oeion do la Bspa&a, habiendo oh^ehb
ocupar el duque de ^ria, gobernador de Milán, oon tro-
pas espaüola^. La Francia y laBspalíay'Bin Begtt árom>
per las hostili lade^i^ tomaron parte en todas estas difo*
— 117 —
renoias en defansa de fias aliados , y en la oae&tion de la
Valtelina^ el interés era mas direetOi paes este valle era
d€! mnoha importancia para Bspa&a, paraas.'garar sas
posesiones de Italia y para facilitar la cotnnQloaoion con
los dominios de la casa de AnBtiia aleaiaaa. Bn esta , la
falta de hijos del emperador Matías, kacia recaer los esn
tados hereditarios en la rama española, mas para conser •
rar la corona imperial en la familia , Felipe renunció sus
derechos á los estados de Alemania en favor del archU
daque Fernando de Oratz, qne recibió también la coro^
na de Hangría, declarada hereditaria, no sin gran resis-
tencia de agnella nación , y nombrado despnes empera*
dor, sn eleecion fné la cansa de la desoladora gnerra de
treinta aCLos, qne comenzó por la sublevación de4a Bohe-<
mia; gnerra qne en la Bspa&a tomó una parte mny acti-
va para sostener ó la rama alemana | consumiendo en es-*
te reinado y en el siguiente sns ejércitos y tesoros j en
una cansa qne solo interesaba á la familia reinante^ pe-
ro qne era absolutamente extranjera para la nación.
I^ oposidon contra el duque de Lerma habia tomado
el major incremento ^ declarándose enemigos suyos mu-
chos de ios que le hablan sido adictos , y aun su mismo
hijo el duque de ITceda y fray Luis Aliaga, confesor del
reyt que habia sido colocado en este destino poj^ su in»
flujo. Viendo que no podia sostenerse en el ministeriOi
para hacerse respetar y ponerse á cubierto de la tempea-
.tad que;ile amenaabáa, obtuv^^del Papa el capelo de car .
denal, lo cual en vez de concillarle el favor del rey , bu<
mentó el disgusto que le manifestaba. Por último, Felin
pe le escribió de 01 propia manolun billete para que sa-
liese de Itfadrid, y se retirase á donde quisiese. Bl duque
snfrió su oaida con: nobleza y dignidad , y al alejarse de
la oortOi recibió todavía muestra del aprecio que el rey
le habia profesado. Todo el peso déla persecacion reci^yó
sabré don Bodrigo Ualderon , que fhabia gozado de su
confianza^ á quien habia hecho conde de la Oliva y mar-
qués de Siete iglesias , y que durante su privanza babia
aido el dispensa^ dé todas las gracias : después de la
. calda del duqu , f ué puesto^ en prisión y procesado per
dLversorfleliiUÉ JülÉilM k\1/f 1 1 tftrón, aliftaos de ellos ente* '
xamente destituidos de probabilidad:¡codos le abandonan
ron en la adversidal|^e?:cep,tó su sobrmo el cardenal do^
- 118-
Oabriel de Trejo » que fii6 de Bdma A Madrid á aoompt*
ílAile y oonsolaÁle ea bu atLlcolon , pero no se le permitüí
verle, y oon motilo de la maerte del Papa PaaloTu
f obrero de 1621, ee lo di6 órdea de TolTene & Boma. D.
BolrigOi despaea de dos afioa de priaion , fué eoadmado
á la peaa capital, aanqae esta no se e}eoat6 haate él pri.
mer año del reinado aigoiente, y fa$ degollado ea la pía*
aa de Kladrid el 2 L de ocCabre da 16¿1 , alendo objeto de
la pdblioa oompaaion i por en reaignaeion y por la peu-
taneía&qne ae habla entregado en an priaion y dejqiu
ae velan laa aeHalea en an cadáver. Bl dnqne de Ueada,
don Oriatóbal de Bojaa , anoedló en el miniateiio da n
padre, y el araobiapo de Toledo don Bernardo de 8aadú«
val| bermano del dnqne laerma i favoreoediur de Oema-
tea, habiendo mnerto repentinamente en el miamo alio da
la calda de an hermanOi A la qne ae. manif e8t6 mny poeo
aenaiblOi el araobiapado ae dl6 al infante don Femando^
cono antea ae ha dloho.
Annqne laa ooaaa de Italia hablan aido an^ladaaea
cnanto á la anceaion]de U Aatna, y la oonpadon de la Tai-
telina era materia de conteataoionea pacíftcaa; la falta da
cnmpUmiento en laa conilicionea paotadaa en el priman
de eatog negooioa. y loa anzllioa dadoa por la Bspaiatl
arohidnqne Femando Grata i en la gnena qne eoata?»
contra la repdblioa de Venetia, haciendo qne todaa las
potendaa de aqnella provinoía ae mantnvieaen armadaa
Bneneataaclrcnnatanoiaa (16181 loa preparatiros qua
hada el dnqne de Oinna, virey de Nápolea « con el pra*
texto de qne eran para protejer laa coataa de Italia en-
tra loa tnroo8'.y laa cjeondonea miaterioaaa de moAaa
indlvidnoa en v eneoia, hicieron creer /qne ae habla tm<-
mado nna conapiradon contra aqndla república entra d
virey de Nápolea, el gobernador de Milán marqnéa da
Tillafiranoa» y el embajador de BapaGLa en Yeneeia mar*
quéa de Bedmar. Bate anceadi qne nnnca ae ha ezp ieado
aatUf Actorjamentet ha redbido mncha daiidad en nna Us
toiia ocodema de Yeneda, cnyo antorlo ezpiicaí por dtai-
tonto qae ae atribnyó al dnqne de O^nma de haoecae lay
de N&polea . en qne cataba de aonerdo con loe venetta^
noa [1]. Bl dnqne fné llamado A Bapafia, en el reinado d^
1) o.n. Qutorift ái Y$L9ú\ tft. i? :í>. XXXI; M ma K ar«f, ha«
'— •'
^119 —
guíente se le privó del vireinato y se le paso en prisión
en el oasüllo de la Alameda, en el qne marió sin haberse
oonolnido el proceso.
El rey en 1619 fné con tola la corte á Portagal, y en •
tro en Lisboa el día de San Pedro 29 de jnnio : f aó reci-
bido con aplanFo, y en las cortes de aquel re.no faé reco ^
nocido y jurado por sucesor en la corona el piíacipe don
Felipoi que con este objeto acompañó á«u padre en este
viaje. Antes lo habla sido por las de Oastilla, convocadas
en el convento de San Gerónimo del Prado en Madrid,
en 13 de febrero de 1608. y por las de Aragón , en caya
capital estuvo Felipe IIi al principio de su reinado , y
para haott desaparecer las funestas impresiones que ha^
bian qaedado por efecto de los sucesos del reinado ante«
riori concedió un perdón general á todos los que toma«
ion parte en la revolución y confirmó los privilegios de
aquel rcdno; haciendo en el decreto que publicó con este
motivo I la declaración muy honrosa^para un mbnarca,
'*que no podía ser feliz , si alguno de sus subditos fieles
estaba triste y descontento. '^
Felipe III murió en Madrid el 31 de marzo de 1621^ á
los cuarenta y ttes afios de edad y veinte y tres de reina-
do, dando muchas muestras de piedad, y manifestando
el mayor sentimiento por no haber gobernado por £í mis*-
mo, Aunquejel periodo de su reiaado¡no faese feliz, la mo*
narqufa no sufrió en él otro menoscabo que el reconooi««
miento de la ^independepcia de las Provincias Unidas,
que estaban ya perdidas cuando subió al trono , y debe
tenerse por un acto de aderto y prudencia, el haber pues-
to término por este medio á una guerra tan funesta : las
armas españolas conservaron todo su lustre en las diver»
flas guerras en que se empefió| y en los últimos dias de
BVL vida, tuvo la satisfacción de ver affirmada la corona
imperislen su familia, i por la insigne victoria que sus
tropas, unidas & las de su primo el emperador Fernando,
obtuvieron el S de noviembre de 1620 en Praga , contra
los rebeldes de Bohemia, que hablan proclamado rey al
elector palatino Federico, quedando sometido aquel rei«
'blcndo alde «npUado tu V«a««k 4arA.t) •! iAp«rlo da Napoleón, taro I«
'"til. **•
« *. ■ •
— 120 —
mo. El estado interiorada la monar(itiía eátaba lejos de stf
tan satiiisfactorio^.Vaes consamidoss saa reonrsoi, arraina*
do el comcroio y la^agrioaltura, ésta sa&i6 un golpe mor«
til con la expnUion üe los moriscos, y la miseria era gd«
Tceral. Felipe, dt33eoso de remediar estos males, dio ór«
den al consejo do Castilla en 16 II), para que sin atender
á ningún respeto Iiamano, le dijese sa parecer y couboIi
tftse los medios que creyese eficaces para corregir los a*
busos que afligían al reiao< El consejo , coa noble liber-
tad y dando prueba dtl profandoüconoeimiento|qae tenis
del estado de las cosaS; en la consulta que preeeatéi ma-
nifestó con acierto el origen de los maleSi y para su re<
2&edio propuso la reducción de los gastos ezceslTOS que
se erogaban, especialmente en la casa real: la baja ra i^«
Tor de la agricultura , de las contaibudoneB que la coa*
sumían: la reforma del Injo: la diminución del núiúeio üe
losGiiados que llenaban las casas de los grandes, paiasu*
mentar con ellos los brazos destinados á las artas y á las
labores del campo, y por último, que no se concediese A
^tablecimiento do nuevas órdenes religiosas » lo que
también habia sicio pedido el año anterior por las GorieB
reunidas en Madrid; que no se fundasen nacTOs cosTei*
tos ni se parmiticsa profesar antes de veinte afiosj limi*
tando el número da individuos en los de uno y otro sexoi
Todo esto quedó ala fj(5cutar8e y los males continuaros;
mas sin embargo de ellos , España ocupatia siempre el
logar mao distinguido entre las potenzas de primer ái^
den de la Europa (1). Mn América el imperio español ee
extendió en ells'^aevo Méjico y con la dilatación de lee
(1) C^rTr/ 1 p. en -n iio7i)'a d) U GíLJUiil'a dj ICii-Irll, d^serlbieiid) es
Wi romaacd U rorsiuoitia do la ía'ida á núfia <^e la rilas dofia MKrg;u^
dispaes del uucm.^Lt;) uol pritic ps 1>. Fo'ipr, pudo leiaTía de6!r«fB
0 ;li6 a Taita da patí<)(i
La may*-r teína ««a Eiropa.
íki oct? x:i'VL-ts n}::7'r>oiita a Fillpe III^ qaa acoap^fial)* 4 U raiaa, eoBL
•1 f n-b cm«< ái\ co!, y \.\ da ¡}io dd ÍMtsi&, (¿as It eagiu^k l2tasdUie¿Bi9 2'.ai ^
•'tiaTo á la caea del col.
Ve J('4p.t:r: qao no haj COCA
. « Jhfic'ú á 9piivanza
Fanlada c& pradvnMt lAntM*
— 121 —
eatebleoimientoB de aquella nación en el inteiiordela
América del Sar, se repnmieronlofi movimientos de ios
araucanos , señalándose entre los mas yaUentes^ en la
guerra que se les hizo^ la monja alférez do&a Oatallna de
ÜSrauso ^ que ise halló en todas las empeñadas batallas
que en aquella prorinoia se dieron.
Felipe 17 heredó la corona á loa diez y seis años de
edad. Su padre^ imitando lo que con él mismo había he-
cho Felide II, quiso se instruyese en los negocios ^ asis**
tiendo al consejo de Bstado y tomando parto en sus de-
liberacionesy pero era desaplicado y muy afecto á diver-
siones y entretenimientos , en. lo que pasaba la mayor
p^rte del tiempo. La poesía dramátic», & que dispengó
señalada protección, y de que él mismo se dtee que se o^
capó, llegó €n su reinado ¿ su mayor[esplendbr, siendo es-
te el período en que brillaron Calderón, Morete, Lope dd
"^ega, y otros muehos autores de comedias, que aunque se
apartaron de las leyes severas de lia JoomposiciÓB], deja--
ron en las piezas que dieron al teatro , tantos modelos
de ingenio y de hermosura de poesía i que excitan la ad*
miración de todo hombre de buen gusto , aunque desde
entonces comenzó también á introducirse el estilo pom*
poso é hinchado, á que dio su nombré don Luis de Gón-
gora^ y que siguió inficionando tanto la prosa como la
poesía española. En ]a pintura, Murillo y Yelazquez au^
mentaron la gloria de la escuela española , y el primero,
protejido especialmente y premiado por Felipe lY, in*
mortalizó la familia real con los famosos retratos á caba»
lio quede ella pintó/ que por muchos años fueron uno de
los principales adornos áal palacio real deMadridí y que
aetualmente están en el museo de aquella capital.
Todos los reyes do España hasta Felipe 11, habían go*»
bernado por feí mismos, pues annque algunos hubiesen
tenido favoritos, éatos ii^aian sobre su voluntad , pero
no gobernabj^n por ellos: los reyes mismos firmaban te
das las órdenes y¡desoachos y á ellos se dirigían todas
las comunicaciones* Felipe III fué el primero que habieu*
do coQferido el ministeríci.al duqtBdd Lerma ', previno á
todos los consejos y ^^ülades que cumpliesen todo lo
qae esteles mandase en ou iiombre» como si fuese firmado
por él mismo ^.y^ei^tidMUQdaiAsD^ f(i^el'*origen del
poder grande de losMnistros; ^é entonces selíuvó por
— 122 —
un acto reprensible de desidia y abandono en los eoben^
nos, y que en nuestros tiempos ha venido á ser nn prin-i
clpio de los gobi^nos oonstitaeienales, en los que se
qitiere que los reyes reinen y no gobiernen. Felipe IT
continuó en el ministerio al duque de Uoeda , que lo o\)«
tenia oaando f AÜeció el rey su padre • pero f sé por pooo
tiempo, pues en breve entró á ejeroerio oon abaciato po«
der don Gaspar de Oozman, conde de Olivares, que ha-
biendo sido creado duque de San Láoar , por la unión de
los dos títulos se le llamó **el conde duque.'' Bste se ha-
bía grangeado la benevolencia de Felipe , á quien servis
en ciase de gentil hombre desde que era príncipe , con-
tribujendo en su corrupción y proporcionándole dinero
para satUíüaoer sus gustos : para asegurarse en sufayor
cuando subió al tronO| continuó fomentando sus inclinar
cienes al lujo, y á la disipación y aun otras mas reprenñi
bles, y para lisonjear su vwtddad le hlio tomar el nombre
de "grande,^ con el que se le distinguió en adelante, aan
que nada habia hecho g^a merecerlo. Oon el fin de cap*
tarse la opinión pública^ circuló un maniñesto , en que
censurando agriamente la administración de su ant6oe>
sor, prometía en la suya el remedio de todos los males
para lo cual establéele un consejo compuesto de hombreí
de probidad é ilustración, que debía ocuparse de correjir
todos los abasos 4ue se habían introducido ^ y entre laa
medidas que este cuerpo dictó, f aé muy aplaudida la de
mandar con el mayor rigor, que todos los que hablan in-
tervenido en la administración^ de las rentas públicas,
desde el año de 18d3 hasta el de 1621 , diese una deda^*
ración de lo3 bienes que tenían cuando entraron en sos
cargos, y de los que actualmente poseían , para caüfiear
si los hablan adquirido por medios iejiümos ó con perjai*
do del erario. La ejecución de esta providencia produjo
sumas considerables, que se destinaron á formar un fon%
do, que no habia de emplearse sino en la defensa del rei«
no y manutención de lo»¡tjéroitos y escuadrai. Mandaron'
se también llevar á efecto todas las medidas propuestas
por el consejo en el reinado anterior, y la naden llena de
conflanaa en ylsta de estas dispoaidones , en los traní^'
portes de su alegríat no dudaba llamar al conde duque
*'el restaurador del rdno,'^ y se prometía bajo su gobier-
no una época. de prosperidad': mm todas estaa aperan-
— 123 —
isȖ se desvaneoieroD, oon el oiirso que f aeren tomaado Im
coflas.
Fo se había terminado la gaerra en Alemania por la
viotoria de Praga: Sspínola oon el ejército de Fiandes o%
jcap6el Palattnado, 7 los príncipes proteatantea aennie-
jion en defensa del elector despojado de sns estados. En
Italia, la devolnoion de la Yalteiina á los grisones , e9ti«
pnlada en nn tratado qne se oelebró con la Francia y di^
|ferida indefinidamente con diversos pretextos^ y la ooa>«
•padon del MoBferrato por el dnqne de Saboya : en los
¡Paises Bajos la terminación del tiempo de la trégna : toi
lo esto faé mateiia de otras tantas gnerrasi en que las
^pas de Francia y las de Bspafia se encontraron como
iliadas 6 auxiliares de los combatientes, sin qne por esto
entendiese quebrantada la paz entre ambas naciones,
[niió entre tanto en 1633, la infanta doña Isabel , viada
ra del arühidnqiie Alberto, y la soberanía de Fiandes y
provincias anexas qne ella habla antes renunciado, vol^
16 al r^y de Bspafia, recayendo el gobierno de aquellos
»tados en don Francisco de Moneada, marqués de Aito^
la [1]^ el cual dispensó decidida protección á la rdna
Taiitt de Médids, madre del rey de Francia, y al dnqne
le Orleans hermano de éste, qne por intrigas de corte ha-
blan venido á bascar asilo en Bruselas ^ lo qua dio mo-
tivo á nuevas desavenencias entre ambos reinos. Los fia.
meneos, qne repugnaban volver bajo el dominio espaüoli
formaron^ desde que dofia Isabel hizo dimisión de la so-
beranía, una oonspiradon para hacerse independientesi
establedendo una república á la manera de la vecina de
las Previncias Unidas; mas fué descubierta por el duque
de Arschot, no obstante lo cual, el conde duque lo hi20
prender para deacubiirse los cómplices, á lo que se ne-
g6, prefiriendo morir en la prieion* £1 [cardenal infante
^I) lU mftfqaéa i% A^toxt, aaaive mnj célé'nñ como ntiliter j oomorM'
«lUor, airado kQior é« 1» **Iiuw.ia d« Isa «xptdiclOArs da 08 0a«a>u2««7
arj^OBMea eontr* taroof j moros, oonsidarada co bo obxa eI&«io« de t» jita*
ntnr» ««pifióla, io oa tod^Tia aaa por ta retrato 6oAba-l>. p^atidopcr j
Waadick j qao aa Un fam ico oon «1 nombre del aüb&llo da Moaoada, qn»..
iné rapatiio «oa diToraoa panaaaju. Jil onadro exalta en el maaao del paia- I
«M> dal Uovff cm Paría, y aa Kéiieo aa oonoeid9 per laa ezeelentaa eatan-
paa do Margb«n> qnt tleaea tttiQt aftoioiiados 6 if • bellas (urt«9.
— 124 —
jMMó á iúñiarel maailo en aquellas provincias ; del ejér^
cito I y vino á BtT uno de lo;^ mayores gtoerálesile en
tlcmpoi llisnándoso do g'oria con la victoiia que gané ed
STordliogen el ¿ de setiembre üe 1634 ^ con el ejército do
la liga católica; centra el £ueco y sus aliados de la lig^
protestante.
lok guerra m dec-aió por fin per la Ftancia en 1635,
con motivo do l¿i ocup&cion de Tiéveiis ]>or los €£pafio>
lea, que toinarou la cindad por sorpresa, degollando á )a
gmanicion fiaLce.'^a Qtie en ella había, y llevaion piieíone^
10 al electcr á kt cindadela de Amberes. Lá dcclaraoioii
«e hizo por meciio de un heraldo, enviado i)or el rey de
Trancia <1* Brui>elas á intimársela al cardenal iaíante,
quien no habiendo querido recibirla el heraldo la arrojó
enlacallc^^ iijv6 nuacópiacn nn peste. Casi todas las
potencias do hh üuropa f jrmaron una liga contra la casa
de Auñtiia^ y ú. i:u ticmp» se peleaba en Flandes, en Ale-
mania, cu las rxb; r.;.s del iihiu , en las del Danubio , en
Italia, en las frcntcras de EgpaSLai en las posesiones ul-
tramaiiaas do 6Mh, >gaaImonte por marque por tierra.^
IiOiB ejéreitoB injp^'iiaied y los de España , sestuvieron al
Í>riuci.^io cou gioii !^ tan doáigual. locha y ganaron sdEa*-
adas victoriacs, tcrjiouao por adversario al célebre Ons «
tavo Adolfo, rey u,: tííií-:cia , qno fué delarado jefe de la
liga protefitaLiiu, y maiió coaibatiendo contra el mariscal
Walfit^in. qao miM&dabe; á los austriaoos en Lutzen en 4:1
afio de 1(j3'J, ca el mi^iino campo que en nuestxa época,
Tolviá á haceiMj me!norabl6 por nua de las mas famosas
bati^Uas de I:i<,;i.o;o:>a. lül cardenal de fiichelien, ministro
del rey dd i^'rancla Luia XIII , dirigía con el mayor a-
diertoestacooipiicada máquina deintrigaS; negociaciones
y plañas áo catnparia, y aauque ministro del rey cridtiaM
nísimo y c^ideiiul do la igleáa romana • era quien daba
•I prinaioal inijuLo á la ligci protestante, al mismo
tieimpoqac¡)-:^rtí3gai.; ten^izmente álos de aquella religión
ea FrancL.', favoieciloa á euvezs por el conde daque mi-
siiitro'del i\'y citóli JO, qtie loa hacia castigar en iíispafia
K)Y la inqiiirício 11 , líi qu« tanto en la peníosula como en
éjico y Líiiüií.» cv.Lavo eu cst^e reioado en la mayor acti--
vidad, hacieítdo re[:etidüo autos de íé con mnohednmbre
depeiiiíenciaáoff, Deí,pncs de^la muerte de Luis Xllly de
JUoheiifU; elcaidcDñlMaaarino, ministro de dolía Ana
.. — 126 —
de Aoatria^ qae gobernó la Franoia dotante la menor i^
dad de Luíb XI Y, bo obatentOi eet esta fúrinoeea eapa&oia
y hermana del ley Felipe lY » eigoió lar m»ma poUtíea,
par» abatir el poder de la casa de Aostiia eomo finalmcn-
. te ioGoneígmó.
Oaando líiepalla te hallaba agobiada por tantas gner^
raa extranjeras, Tinieion á poner el oolmo 6 sus dtegra-
ciaa las dUeBfikmes interiores, que cansaron sneTas y
mas peli^osas oontiendaa Desde el piindpio delreíDa-
óítáé lelipe 17 se habían indispuesto los ánioios de Oa-
taln&a porque habiendo ido á celebrar Cortes á Baerelo*
na» halda salido precipitadamente de la . oindad sin con -
elairi6 aqaelias, pócqne los catalanes y sosteniendo sus
piitilegios, no iuibian consentido en que pudiese impone
Ubimnente oontribaeionea. Ifoobatanteesto, prestaron
Standes servloioa da hombres y dinero, cuando fué in va-
Ido por los franossea elOEtes^Udii«n 1630; pero concluida
la oampa&a^ y distribuidas las tropas en cuarteles de in<
viemo en Oatalufia*, faeron tantas las Tejaciones que e»i
tas hicieron cnírir á los vecinos f que la diputación del
principado ditlgiá sus quejas á la corte, lasque faeron
desatendidas por ol conde duque» Exasperados por efeto
los catalanes, rompieron por fin en uua terrible fiedieioa,
que estalló en Barcelona el día de Corpus 7 de junio de
XM0: en ella fué asesinado el virey don Da)man de ^ue-
ralt| conde de Santa Ooloma^ 6 igual suerte corrieron aU
gunoB magistrados, y aun todos ios castellanos, teniendo
por tales a todos los que no eran catrklanes, que cayeron
en manos dalos oedioioscs, y sus cadáveres fiíeron arw
restrados por las ealles, saqueando en seguida mucbas
osaas ^ en particular el palacio que alli tenia el marqsés
de Viila&anoa, general de las galeras del Meditei raneo
f 1]. La revolaron se propagó con rapidea en casi todo el
pru oipado, espeeialnuente en los lugares en que estaban
aoaartdiadas las tropss j I^ cuales ee retiraron al Bose**
^l) HabiA aa eUialMio dtMttrquái 4t VUIaletnea «a r*IoJ ¿e £obnm«-
ea, «en na mico qar m apTia ¿T^ar 1m hqr&i* ai pa»t>Io, sorprendida oon
!•! monaaitiit B dal atlaial, trefó qae Mel diablo,, y oarcó oon él para en-
*' trcgalio á lo» ^f^yritl^tat. Entif ^V^-trtl^ft d«l pii«0iOr¿i^ lugar á qaa lé
pnatesaa aa iAIto alganoa da loa paraagnidct) y & que la dispon por Ua an •
tOíidádM AWúcip&IdB áJjj^anoi p:B98 para ECiegarlo.
0I8K4QIS01'B3.^T0M0 111—32
— 126 —
lloD; y aanqne de pronto se calmó y fué reoonoddo por
Tirey el dnqoe de Ourdona, y se mandaron dipntado8 al
rey que protestaron sa samision ; pero exigieron qae as
leapetasen ana privilegloa y ae diese satisfiíooion por las
ofünaas reeibidaa , pooiéadoae en aptitud de 'deCwaa.^
Deapaes de mnohas deliberiicioneSi el oonde daqne reM>U
vio haoer nao de la f oerza , y . reuniendo las tropas qse
estaban diatriboidaa en las fronteras y qne gnamedaa.iai
plazas de Portagal , jantó en Zaragosa nn eJ6rdto ni-
moroBo; cayo mando se confirió á don Pedro Pujarte,
marqoéa de los Yeles : filete penetró con corta resiaieela
haata Tarragona , haciendo tremoidos castigos en ka
pneblos qne ooapó; perohabiéndoee aproximado 4 Bani-
lona, f aé rechazado con gran pérdida en el ataqne qi»
dio bl castillo de MoDjnioh en 26 da enero de 1641. y obli-
gado á retirarse á Tarragona» dejó dmando, dé qne se
eacargó don Francisco Oolonái oondeataable de Nikpolsay
yirey de Yalenda. Loa catalanes , fiara poderse sostsser,
imploraron los auxilios del rey de IPranda, y á propoesla
del canónigo don Pablo Claris y del diputado Tamaiiti
las cortes del principado lo reoonoderon por sa sotara-
no 9 con lo que mandó tropas qae aoabaton de anjdar ai
Bosellon, y el teatro de la guerra se trasladó al imoior
de Bapafia.
Los portugueses, que snfdan con repugnancia la aaioi
á CastiUai aprovechando esta ocasión sacudieron el yor
go, proclamando por rey al duque de Braganaa t coa él
nombre de Juan 17. La conspiración fué dirigida ecn «1
mayor tino por Pinto Sibeiroi quien con sus compafierai
sorprendió el 1? de diciembre de 1610, á la duquesa via-
da de M&ntua. que goberaaba como Tirelna, dando mQS^
te á Miguel Yaaconcelos au aecretario. Todo el reino ri^
gió el ejemplo de la capital , y al cabo de dncueiita y
ocho años que habia|durado la doninacion espalioiai Por*
tngal volvió á ser una nación independiente. Todas ana
antiguas colonias ae le nnieron auceaivamentoy lo qne as
facilitó mucho porque loa que las gobernaban eran todea
portagueseai maadorantola guerra hablan sidoany
diaminuidasy porque los holandeses hablan ocupado la
mayor parto del Braail y coilqulatodo muchas de las poi
seaionea de la India; oonquistaa que no. aoio no restita^
yeroD, sino que prosiguieron ha<9iendo otras nnevaa, sis
— 127 —
embargo de eer en Baiopa miiigos y aliados de les potN
tagaeMfl. ^
jSl ejemplo de Fortogal vino á ser contogloso para
otrae provinolM, y en la misma Bspafia lo fcigoiá el da •
qae de Medina Bidonia don Gaspar Alonao Parez de
Oaimao, hermano de la daqaesa de Bs-agaoza, el ^efior
mas poderoso de la Andaiaeíai de la que iuceutó hacerse
lej. 8as planes fotron desonbiertos, por Uoaa cartas qne
na religioso f cancisoano qae servia de agente en Porta*
gal^ QOttfló para el daqae á an sapaesto coofldente sayo,
el caal las poso en manos del conde daqae; mae éflte, por
relaciones de parenteseoí y acaso también por no aamen^
tar el número de enemigos con qaienes teoia qae lachar,
se coatentó con las piotestas de arrepentimitnto del da-
qae qaien para denmentic la acnsacioa de iofldelidad, de**
safló al doqoe de Braganxa y salió al campo qae señaló
para oombate, ceroa de Talenda de Aicáutara , más no
pareciendo nadie terminó esta farsa ridíanla, volriéado<:
se á Kadiid Bin embargo» se le privó de parce de sns es-
tados y se poso gnamicion en Medina Sidonia, y el mar*
qoés de Ayamonte, sn pariente y principal promovedor
del proyecto, faé coddenado á la pena capital y ejecutas
doenMadrid^
jLa gran máqnina de la monarqnía española parecía
desgajarse por todas partes, con lo qne recelando la cor«
te de la fidelidad de todos , temió qae también se excita-
sen inqnietodes en Méjico, qne hasta entonces habia sido
la región mas tranqnila y sumisa , y para evitarlas se
mandó remoyer precipitadamente al virey daqae de Bs-
caloña, pariente del do Medina BidoniSi á qalea ja habia
despojado del mando por los mismos recelos, el 9 de Janio
de 1642, el sefior Palafoz obispo de Paebla , que desem-
peñaba el grave oargo de visitador.
Tantas desgraoiasf aonmaladas por todas paites • se
laupntaban al oonde dqqne, qne había venido á ser objeto
ele la execración generaL Lareioa doña lsabel.de Büi^
boD, qne atribnia á aqnel ministro el desden con que el
r<»y la trataba^ no obstante sn yirtnd y hermosura , nnió
son esfdenoo á los de los grandes y personajes de la cor«
te que promovían la eaida del privado , y presentándose
mi rey con el prínqpe don Baltasar Oárlos, le dijo qae és-
te quedarla ledoeido á la miseria | si no removia al mi»
■^ • -
. x&istro qae at5 la cansft de la nüiift de Iñ moiíai^íA. Bl
rey oonmoviclo con e&taa palabras, esutibió aa billete al
conde daqu^ el 17 de oaero dx5 I6á3, rnaaifestándDle qae
estaba regusto a gobernar por feí miemo, y dándole per-
miso para r^tlrartití como lo había solicitado Ba eaid»
llenó do alegría á toda la. fiaüioo, y paxa eTit^r loe io-*
enltoa á^ popolachOf salió de Madjdd fieerntemente» a-
compaüáailolo el p^dre £ipaldtt6a oonfeaor» y aeretúó
á BH caea de campo de Loechea « coya igtosia estaba a«
domada con loiliermosoa caadroe qae. pintó ^ba&Sp
q(ie habla sido especialmente favorecido ]ior el féforito
durante su pri^ausa. el oaaL acabó sos diaa en n^q^iel iré*
tice. iSL rey se dedicó ó trabajar con empdELO en el de^p»
• eho de loa negemos, pero de«isjbiendo de sa resolflotOA al
cabo de algati tiempo 4 leem^la&ó en su faFor ai ^ond^
duque au oubrino don Lais de tlafx>, hombre, de bñenee
inteucioues, poro incapaz de) pteet». en laa- cfronn^taa**
das di(í'jilc;j 6u qu6 la moirarqiía se hallaba.
Bu el curciO ele la gaeira, la suerte de las cnmiasisecto-
élaró contra las dó Eeipaüd. que sufrieron gnunles reve^
sos. pero túdavíH. r.^voñ no faeroi^ sin gleria*. |Ca«rto ea
Bruselas de ^nforniedad el cardenal iuñmte en O de io**
vismbrede IGll; el gobieroo de les Paii»ed. Bajos quedó
en manos de ua eouut-jo, compuesto de donJTraaiCQfieede
.]tf.el0f del marqués de ITeiada, del conde de Vfieaiesy d«l
prssidente Eotíá» Por órdeues de la corte, estos gebeiüSiL
dores abrieron la campaüa á principio de. la piimav^»a
d^úl sfio de lü43 pouieudo siiio á Bocroy j ea la frontera
da Francia con un cjéicito de diez y ocho mil in&ntes y
dos mil caba.lloH, á las órdenes deMelcv deldaqiie de AU
barquerqui") y df.l ooade úe Fuentes.' £1 duque de fin «
ghieui conoeido de&puescon el nombré del Gran Ccntíé,
que cfitab.% e¿ituiiC63 on sa juventud; . hacía suapilfliieros
ensaj^os en el mauüo^ niaioiio con diez y .Btste mit liom«
bresde iiif^utcií^ y tr«rti mil de caballetia al 'socorro de
la fla^iir bitiada, y en lao iumedíacione^ de ésta se dio el
19 de ma.vo, la cólt^bre bataiiade Boeroy , en qae uuo y
otro (jérclto ee didputarc»! el Éerreuo osa el mayor aidi-
miento, y nno y oiro fueron vencedores altestintivamea*
te^ hastci que deciaráodose la vietoiáa ^ por el frMneé«|Sl
ooode de i^uintt-s, que aunque pareqzado por la geta, se
habla hecho llevar al combato en^ aaa sUia da-rnaaos, y
-.129-^
muidaba el^entro oon los tacólos de infánteiía española»
qoata^ta fama habían adqairiáo en: loa' dos atglosajiit&*
liores, marló glariasameüte al frexita de ellos; p^oítoido
ooa él oasl todos los soldados* Despaesjde la aoci09,6lda-
qaé de JSagklen pregaató á aa ofioial pridlonero^ qué nd-'
mero era el de aqa'elios yaUeates que hablan nnudrto con
tanta gloria : el prisionero, seSaláodol^ las línoas de ca^
d&yeres qae demarcaban la p^ioion^ le leonteaybó oon es*»
tas ^alabrasi dignas.de Leónidas en las Terp0pilaa: ^^aM
están todos^ contedlos,", líbs eipa&oles per4ieran en esta
acolen ocho mil mnértos,. seis mil prisionero^ i veinte y
oaatro caftanes, doscientas bAnderaa» sesentib estandartes;
todo el bagaje y las cajas .miibares. Iios soldados franoa*
ass, coñsegaida la vic!H)ríá) sa ech^n de rodillas y en^
tonaron el/ TanDenm" en el mismo campo de batalla La .
silla de manos en qné morid el condede Paantes^ se con**
■ar rd hasta ía revolnoioa da J*i:apoiai en la casa de eam^
po de OhantiUyi de loa príncipes da Vondé, en las lame-
diaoLonés de liaría, como na tmfea gloríosode aqoeUa in«
signé tictorla, y Bosánet en la oración fúnebre del jóren
príncipe qae Ía ganó: j^ hace mención da todas lascifonns*
tañidas de la aodon^icon el e^qanto de sn admirable elo^
onéneia [1] Daspnes de.esta victoria 9 el daqaa da Bn-
ghlén tomó fácilmente varias plazas de Fíaniesy voK
Tió éñ trinofo á París ,:4 i^eqibir los aplansoade sn vic«
toria» '.••,.
Para qne la goerra.A^OatialiiBa se sigoiese con mayor
aotlvid*d|]p'aii|ére«dl7ióiri$i<nismo:ótomar el mando
da las. tropas qné.ser%aQieron ea Zsragp^ en 1645, y
llevó consigo aliíríoóipa.i(Íoa Jlajtauír» qne faé reconoci-
do hered^o de la corona por las Oortea detAragon y de
Talencíái y lo foé también. por laa de UTavarra en Pam»
piona, á donde pasó el fey-en abrií de aqnel alio ; mas
de regreso á Zaragoza.} despetes ^e Ja oampsüa de Uata^
lofia. el joven priocipe falleció l^en aqnella omdad el 9 de
ootaoie de 1616. Mnrió tato^ién en este afio la reina dofiá
laabel, nodejando^npM.^^ionqaeü la infanta doüa
María lerea». Éí rey, que fie veia^sin hijos vavones, reco-^
i
.•y
[I] CAuOoivVrtáiii MúaiHffft Afta oraflios it^«bre & nn'po^aa épicoi 7 li
UikB f^i «B» de lai m^\9fm 4* Bowaet. :í, .*.
9lJ(fi^fái)ÍSm^•'--!EQ1tQ íq-33
-130 —
nooió A doa Jara de Aaatrio, qaa 1
o6aiiM de Hadrtd Ufiia»d4 la Cütlde
de LíM Cortea de OmCLU» qse se oelí
1617, pm Hdgar*r la aaeeiioa al 1
á logaad» nll(X)las oaa doHa tf ariai
emperador Fernando III • ana^ae
realUÓ basta oocabre de 1649.-
Lka tnrbaoioaes qne agitaroa A I
la gaerra qse ae eooendló dentro
eeacra el oardeoel Hanuioo, hlder
BspaOa al ptfnolpe deOonde, cono
lo Imbia hecho el 09Dde8tabte de B
don Juan de Amiria, qae tomó tí. :
qaa faé aeolarado guneralíglmo, reí
deipaeB de dq aitlo de qaiooe meei
& Bwoelona (1652) , oonoedieodo ni
gse BoIo faeroa exoeptoadoi algoni
OAOdillos de la retwlloa , qne ae reí
guerra ooBtiaaó ain embargo todaí
oon laa foersaa Iraaoesaa qae ooopí
TiHcia, pero loa «atalanea estabaa ;
minio flñnoés., y deseabas TOlrer
legttüno Boberano. Bn loe deminioa
naevaa inqnietodea, habiéadoae an
lia, & exoepoion de Mesína, yvn'Sl
de la capital, ee apoderó del gobi
mado Tom&s Anlelo, comunmente
bre de Uaunielo, j aaesiiuMlo <atc
tidatioe, llaBiarou al dnqoe de Gui
ma; maB4Bte foéheeho pristonero £
qae ocm la esoaadra eapaBoIa entrA
conde de Olíate eastigó A loa rebel
rios de sangre. En la miema oapita
deacabrló ana oonapinudan , pan (
coando eataTleae en la osia. Apare
el daqae de Hitar , al qae se dio toi
magnanimidad, nn ooafeaarooaa 9i
obstante ea tenido á ana malta f
lió en ella pioteatando Mempre sa
-de Padilla y ea liermano müienm
enemigos de BspaDa se onió el pn
— 131 —
do el rey Garlos 1 , 6 hLso fttaoar lai Aatillas apoderán-
dose ea 16i8 de la Jant*ica , qae desde entonces qaedd
ea podei; de aqaella nación. Ba la frontera de Porcagal
se habí* becho f a gaerra eon lentitad, pero maerco el rey
don Joan 1? en 1656, la reina regenta tomó oon maclio
empeño el oontinnarla y leraataudo na eiéroito namero**
80, hlso pouer sitio i Babi»Jos en 1658. Foiipe, atemori«
z ado eon este movimiento, pensó en ponerse en persona
al frente dtil ejéroitói lo qne no «^fectnó, y en sn logar dis<
poso f nese al socorro de la plasa sn ministro don Lnis de
HarOi annqae no era de profesión militar : á sn llegada^
no solo leTMitaron los portogness el sitio, sino ^ne don
Ljxu faé á ponerlo á la plasa portuguesa de Blvas ; pero
ataciftde en sn campo por el conde de Oastafieda el 14 de *
enero de 1659, foó completamente derrotado, siendo don
Luis el piim¿o qne hnyó.
Despoes de trmnta allos de guerra^ todas las potencias
qne hablan tomado parte en ella estaban fatigadas y a«-
gotados sus recursos^ por lo qne se comenzó a tratar de
paz en el congreso qne se reunió de Munster , y al que
asistieron como plenipotenciarios del rey de Bspafia don
Rodrigo de Bracamonte conde de Peñaranda , y elcéicu
bre literato don Diego de Saavedrai consejero de Indias.
Annqae no pudo conotuirse una paz general, cada poten>:
da fué haciendo la suya en particular, habiéndose Arma-
do desde 20 de enero de 1618 un tratado con la Holasdaí
con condiciones pooo honrosas para Bspafia , reconooien*^
do de nucTO sn|independencia. Bu el tratado celebrado
entre los príncipes del imperio y el emperador, que se oo<
noce con el nombre de la paa de Munster ó de WertCslia,
se eatablederon los principios que han constituido el des
reoho p&blico en la Bnropa hasta la revolución de Fran-
oia. Paia terminar la guerra entre ésta y la Bspafia , el
cardenal Masarino propaso el matrimonio de Lnis Xiy
coa la infanta doña María Teresa, declarada heredera del
troño^ con lo que la España hubiera quedado unida á la
Franda ; vas Como Felipe quería que sn hija casase con
na príncipe de su familiat para qne la corona se conser- .
rase siempre en la casa-de Austriai no admitió esta prc-
paeata^ hasta que naciendo el príndpe don Felipe Pros»
pero^ quedó asegurada la suceden y removido con esto el
principal Q))st6Qalo qu« imp«4i» to Wl«to««i9n a«l tratos
do, é3t« s» cpDolajÓ en
eD.BOTieiabj« de 1C69;,
Earo, eu la isla de les ]
1m frasteras de loi dos
o^ebrú tomó el sombre
maj honroBO pata Feli]
baiaEDS qae habo para
•onTOiir ea nada, ai no
oidede Oondé, qae le ht
I'lMdea, en todos ios ei
do qae comprende 124 9
samíentio de doüs Taree
ta prineeea todoa bqs e
mediante tiua dote de E
tfefinitiramente el Bose
proTtncia de Artoifl in j
ffonter», 7 ea el mea de
dos Cortes e^ la isla de
la pai y hecha la outceg
iiidadeB Felipe y los er»
ron ana ostentaeion de
de miuría á qae estaba
Aangoe & eata no le
gaeira qae eostener qa<
qnilamiento ó qoe babia
lerantar para ella mas
mando se dio & don Jat
piaras y hnbiera eia di
iiobiese contado con li
trae qao á él se le esoaS'
rador por ioñojo de (a r
ra que le deolsraroa loe
00 i tos leTeaes que en
ÍaSolas, Siendo los port
. Dgii^terra Carlos II , q
trono por el geueral Moi
BB h\zo. £n Madrid', mv
qaéi de Liohe en hijo pr
■e le háblese conferido i
djre, formó 6 principios <
jeoto de hacer volar al :
(M Soen Setiro, dando
— 133 —
que pudo hacer colocar debajo de éste ; pero doseabierta
esta Icferiial trama, íaeron» caetigados con el último aa**
plioio los antorcS) excepto él mart^ués; á quien ae perdo-
nó ea atención á loa méritoa de au padrcj ^ cuja genero-
sidad ctrreapondió airviendo en ¿.delante con macha ñ •
delidad. y perdiendo por ña heroicamente^ ea Bervioio
de aa aoberano en la gaerra da . Fortagal , la Tida que
debiaáaa bondad. D. Jaan, habiendo experimentado
' deagraciaa en Fortagal , y disgastado por la perjeoacion
que la reina le hacia aafiriri ae retiró ¿ Oonanegra . oin*-
oad perteneciente al gran priorato de fian Joan qae ae le
habia conferido, y el mando del ejército de Fortogal ae
dio á don Lnis de B^navides marqués de Oafacena» Bate
habiendo^ formado el. atrevido proj'ecto de ir derecho á
Lisboa, ae puso en ilxárcha en majo de 1665 con quince
mil infantes y seta mil y quinientos caballos , debiendo
aaxiliar ana movimientos la escuadra que con este fla ae
armaba en Oádiz^ pero no habiendo podido aalir eata tan
pr^atOi Oaráoana deaistió de au primer plan, y púao sitio
á Yillayicioaa. El marqués de Mariálva, que mandaba el
ejército portugués, f aé al aocorro de esta plaza t y ha ^
biendo atacado á loa españolesi los derrotó completamen-
te, teniendo Oaracena que retirarse & Badejoz con loa
reatos del ejército. Felipe, al recibir e&ta funeata noticia,
dejando caer la carta de la mano, dijo con reaignacioD:—
''H&gase la voluntad de Dio8^'',y habiéndole dado un des-
majo cayó en tierra. Desde entonces su salud f aé deca^
yendo cada dia , y atacado el 12 de setiembre del mismo
aAo de tina disentería muy violenta^ habiendo recibido los
« aaeraaentcs con mucha devoción, espiró en Madrid el 17
de aquel mea, á los sesenta aüos, cinco meses y nueve días
de su edad y cuarent^b y cuatro de un remado el mas fu«i
nesto para la monarquía, dejando esta para colmo de ma-
les en manos de un nifio de cuatro aüoi, que coa el nom •
Tire de Oárlos II habla sido resonooido heredero de la
corona por muerte de Felipe Próspero y domas príncipes
ms hormanss. La regencia quedó á la reina do&a María*
j]» de Austria, poco estimada dé loa espaüoles porqu^ se
.1^ úttim mai!|i .inculcada á los iateresea de au familia que á
loe del reldoi y por esto ae le atribuían iaa deagraciaa úl-
-fimamente aufridas en Portugal. Bl rey nombró un con-
sejo de regencia compuesto de los preaidentes de los con-«.
/
— 134 -
Bejos y otros litiabrai Teraados
Jaan d« Aaatrli no se aóordó «i
do perdido aa afaoto, lo qae tan
jo de la teína.
Felipe IV fa6 oondnoldo eo
panteón qne oon magal6enda n
trair en el Hioorial pan Io3 rep
hizo trasladar loa cádáTteiea de
Mdo deade O&tloa Y. De ana doi
hijo», de loa onalea aolo le aobre
loe If , doDa Uaiia Tcrcaa oaia
Hurgaiita Teresa ood «1 «¡opera
nacieron loa' d6i prinulpalea p
onando al fin del reinado aigiüi
Gioh & ella. Foera da matrimoni
madres, de las onalea aolo don
hUtorift Hra Felipe de msjestai
te ; de baena oapkddad: loa dcj
ntsnte y loa deipaoliatia oon adi
Itaa artes, onyaa prodacoienea (
goato, adomd la capital del teln
tna ecneatre, y oon laa qne el ooi
despojo de I^ápolee: aonqne de i
nanoa ae le tÍÓ reír en sa Tida.
no faeron loa de loa minlstroa & i
miniatradon del reino: de eetoa <
. metió á an soberano ea gaerraa
aamentar en poder oon ^trimei
gto de laa proTindu, qne como
ezoiti} otms en el iotarior, qae oi
naoion. Para aubrealr & tanCoa
rentas ordlnarlaa ol loa grandaa
fllases del estado hidaron á la og
ba algonoa tan oonBÍderaUw,coii
Bo^a de qoinientoa mil dnoadoa
maa deatmotorea, oomo alterar el
KjíiD4 u ■«•1 tU«ro> *w erw qa«
-155-
)o ^aé hósoIq b^Ü^ del reino toda la boeaa ieyi siiuxqiiQ
' entró de Iqa pa¡Ue3 extraojeros maoha adaltoradaf que
paraüasáel ooaiercío^y oaofló el entorpeoimieato de todos
íoi giros en eliaterior; y aanqne para remediar loe males
que Btifria la agrionltnra y aumentar la población oonoe-
di6 grandes franqoioiasá los labradoreSi y muchos privilo*
glos para fomentar los casamientos, invit^indo también á
los extiraojeros piara que fuesen 6 establecerse 6 B^pafta,
todo fa0 iñtitil, porque el mal consistía en la continuaoioii
dela^gúercay eajos gastos que esta causaba, y nada
pedia ^mediarse sin cortar el dafio en su fuente [1]
^Líé^ rtána dofla Mariana de Austria , encargad» del go^
merno durante La láinoridad del rey Oárlo II y elevó á lá
dignidad de inquisidor generali y con este carActer liizo
entrar en el sonsejo de ^bi^mo á su confesor , el padre
£i Gerardo Kitliard, jesmta alemán , lo que aumentó la o-
diosidad qué contipa ella había , y suscitó partidos en la
aortCy liabiébdose puesto I). Juan de Austria al frente del
^[ue Ora contraiio al oon&sor, de* qnien hablaba con la
mayor acrimonia» Al mismo tiemfo liOlsXIY á prind^
pies del afio de I657,.reclamó á mano armada loa derechos
que pretendía tener ¿ la corona su esposa doña María
Teresa, coínó Uja del primer matrimonio de Felipe I Vy
no obstante la renuncia solemne qae de eUos habla he^-
Cho, apoyando su pretensión en que no se le haWa paga<
do la dote que se 1q prometió, y como para ¿na poten**
ola poderosa caalqñiera pretexto es bueno para oprimii;
A otra débllf Luis comenso por ocupar varias délas prin-*
cijpales plazas de JPiandes , y en 1^68 invadió eí Franco
Ooadado con un ejército que mandaba el gran Oondé.**
Xja Ctorte de Bspafta, puesta en este estrecho^ se dio pri^
«a Á concluir la pai con Purtogal , comensada á nego-
eUsñc por la mediadon de Oárlos II rey de loglaterra , y
en 13 de febrero de aquel afto, se firmó en Lisboa, ¿i
tratado pOr él cual Bspafia reconoció la independencia
Ar> Auaqtis él ntráto qiM los M«rilarM «tpaflolM hafldit d«l eoad» áimm
lO m^M ItMi&jeroi V% i:ar«, qa« !• «omooiá j tr«l6 ooa él n«go«!OB do Fr«&oúi
A 0mM99fí%f !• repr^Mnta aaj üftTorabléHtDto. Mbra todo, on oomp«íation
PdB «1 otfdonal do BleliolUii. Véaio ol poisjo to^oUtó taQai Urd : «itiüidad
^ im JTnmtH 7 d» U JSfp. a <., tono 79 ^ foÜ9 186«
— 136 —
de aqnel reino, devolviéndole todas las posesioiies que le
habían pertenecidOi á excepción de Oenta qae quedó nsá>
(la á Espafia. Se trató también de enviar tropas á Flan-
desij'onyo mando se dio á don Jaan , deseando Ja reina
OOB este motive haoe^Io salir de BspatSa; pero estando pa-
ra darse la vela en la Oorüfia, sapo qué sa amigo y conA-
líente don Jo8é Halladas hamanldo^ preso en Madrid y
'iihorcado dos horas despnes por orden de la reina f con
cayo avisa no quiso embarcarse, y habiendo hecho dimi^
riün|delmando sslf^admitióyse le dio orden para volverse
á Consuegra. Bntre tanto los holandeses asnstíuloSf vien-
do los progresos de los franceses en los Paises Bajos, que
ponían en peligro á en rexi^6blicá| promovieron una liga
con la Inglaterra y laBneeia que to llamó lattiple alian-
za, por cuya intervención se firmó lá paz entré la Edpaffa
y Francia el 2 de mayo en i&guisgran, (Aíz-la-Ohapelle)
teniendo España, no obtanteel apoyo deáquellas poten«
ciaSf qus ceder las plazas tomadas por los^ franceses en
Fiandes^ pero recobrando el Franco Condado ^ que Luis
XI 7 se obligó á devolver. lia Oorte de Bspsfta se había
dividido en dos partido llamados el*ono ^^Kithar^stas,'' y
el otro ^^▲ustnaoosy'^ y habiendo ia reina dado orden pa-
ra prender á don Juan, éste se retiró á Aragón, y se hizo
faerte, pidiendo la expulsión del confesox; la rema le es*
oribió para que volviese dándole las mayores segmida*
dest pero lo hizo acompañado de gente armada, y eon ella
ae acercó á Madrid, con lo que el pueblo se amotinó y la
reina tuvo que admitir la renuncia del^confesor, que salió
a.oompafiado del cardenal de Afagou ^ para evitar ser
despedazado. D Joan, ensoberbecido eoii el'triunfO| mani-
festó otras preteuMones exbórbitantés, y pareció quedar
por entoaoes satisfecho habiéndosele nombrado virey de
Aragón. La re na cotinuó en protección al padre l^ühard^
retirado en Boma, y por sus súplicas el Papa le nombró
arzobispo de Bdessa.
Distraído el gobierno con estas intrigas en .la corte, y
haciendo patente por estes sucesos sndebilldady daba la-
gar á loa desórdenes que se cometían en las proviocias.
Un. Cerdeña hnbo una sublevación, en que fué asf sin&do
el virey eotide de comerano , y fué menester mandan^
^jér^ito para reprimirla y castigarla: en Talencíü sncfiSir
lo mismo, y en América los J'iibustierefli piratas de t9<
1 A
' i
das las Aa<¿oaes qae aal^iibif^Q g^qnido ea la i^rte des-
plobtada'dal^ ifila da Santo J>OBiiiigo, iofeaUifÚMii aqae-
Uoa marea é aaTadíaa laa paUao^^i^.. 4q I«i ; OMfeas, ha-
biendo líagaáo.aa audacia kásta tjpqia.r y gagnaar ¿ Por -
tóbelo 7 j«raGruZ| jr/LaMacioa tCajap iOHoaÁmi kablan
¿ecko tfxxvbiar 4 la It^sUterraan las warnin ialaa biité»
jiímb» no tenia aboca f aarzaa marítimas , baatantiea faia
eaatdgar^ WÓi|jb»Qdidoa-. i .
Luía %lSr^Q soaia . perdoiidr á la. Selaiic^- d que eoi»
la tcaple alianza le^bijLbi^ie qútaido.delaa manoé la pre-
ea d^ los P^idea Baioa evpa&oles» y liabieBáo logrado con
gu maneJQ^^p '«oIq. reparar dei ]»ligik6 la lagtaterra y
lá8aeoia,«ÍJfiohaQec.qaei ia< primer* de eatáa poteneiaa
ae.diddiaa^ á obrar^-epi^tra ÜÉ^HoIandaiH dedar6 41 mías
mcf lá goecrai ój^tá^ol 7 ^ abfU de 1682^ y Jtaupooo tiem-
po óc(^ \% "mwoi;^ fii^rte40aa ^odtoiioí Lá caaade Aos-
triA| taAto al<ipi9ii%eiw9.(Bipa&o]a I jMMnaaadff>en ana
Siae8tone% tXMÍD^ partd en U joontiieadá^ y ias: ttopaa áe
9paIa,iMii4aii:áj[aid9.B<4aadai» porirntogafioain ehe«
. iniga^ fórgi^i^niel.^éiaitoQixe <biao iarcampaiCa de Fian-
dea4:laa. ^^rdenjda 4el príacipe Onijiezmo do Orange,
noiáb«^0.8t4t9der dieade, ana primerea aBoa y y que te
m^Di&aió di|9Q deiagnol oargo- Snrél ontaa de la goer *
td>^ k>f f canaeaea ijQTadJeron jas ifrantaraa de Gataiufia,
y k%bi^il4<» 9ub>ar^0 en' SioilifriCeaiaa , - Luis mandó
(copase «uaomcnay se.apoderóda oaaitodalii iala/que*
da^AQdu^fio^do.aQueUoat mases eon lavietoria que au
e9eaiMi^gl^^m^Plk^4Nniio el adet junio de 1676, con la
que las fuerzas de mar dé EspaSla quedaron enteramente
44ftrnida9» • t
, H^ill^adose las eoaas eq un estado Mn^ apurado en' Ita-
lia» Í»j^aj!egaotejKimbFÓ Adoa Juan vlcátio^ general
. 4a tpd^ los amdoa «ue el rey da 'E^afia teiiia en ella,
. mandójidíple ee efibaroaae en Banseloi»! «n la csenadra
r holand^saf: conejas trepas que debian partir á sus orden
I ipt$s; jB^ doa Juan retardó ]» partida esperando que el
i^y^t ii«igando4 la mayor edad, tomase otras disposición
',nea» Desde la aepaxaelon del padre JSitbarir la reina ha«
1^ ole^Mdo otíco noeMLíasroiito. D«. Fernando Talenzue-
;la^ natuittLde&ondar^n elreino de Granada | habia oo«-
: «saaaado SUrOarrera por serfir en calidad de p^e al du-*
que do Inglaterra, á quien acompañó á Boma cuando
^ PI0BÁOIBONB8t— 70V0 lU— -35
—138 --
toA deembajadOT y á aquelU Corto, 4 Ift vaelte. el dniv
que lo «stimaba maohoi hico 86 le diese 1» enx de ba-
tímgo* Valeosaela wipu gaaer el epreslodel padre Ki*
thard é introdaoido en la oorte | obtíiTO el fafor de li.
r«iaa eou odya aprebi^eioii se caaó eoa ana eeliora alema*
na lUoiada Bagenia, q«e servia á asta prinoesa y diifra
tabdidatoáa sa eonfiíftttsé. Talenaaela riñe á sor el de*
positario de la de ia reina, que le nombró sa eabaUeiiio,
le dl6 el titaio áñ marquéc d« d. Barloloñé* ds Im K-
nares, y lo eleró á la dlgoidai de grande de Bspa&ai-
Bl era el dlspensdaor de todas las graoias y dándote to-
do el aire de nn amante favoieoido, aoabd de eicsUar ia
malevoleneia que se desataba en inyeetiras y sátiías
mordaoes, qne llegaban kasta á ofender el decoro de h
xeiaa. Onmplié á ui sazen los qnlnoe altos el rey, y el pii^
mer acto de sn gobierno f né hairse del paléelo y pasine
al delBaen Betlro^ en la noche del 11 de enero delSTIy
dando orden para que la reina madre no saltees de ta
caartOi é biso llamar á don Jnan nombrándole miaiitro.
Bate ae poso en maroha con naa oomittTa tan anmtiosi
qne parecía nn ejército^ y antas de entrar en Kadrtd, l!i-
so qne el rey dieieie orden para prender á TidenaiielaqaD
estalla en el Bseorial, donde el prior de aqnél monasGa*
rioleocnltóennaaalaeena; pero haUendo sidoprauo
llamar 4 nn drojano qne le adstteee en nna «kfermedad,
éite lo deíonbtróy y el deagradado favorito «privado do
todos sn empleos y lionores, toé eondnoido preso i Tala-
yera y despachado despaee á Manila. La reina madre faf
confinada a Toledo, annqne dándole pot decoro él gobíier%
no de aqnella eindad*
Habiendo la Inglaterra heeho la pas oon Holaada y
nnídoae dsspnes á la liga, dedaró la gnerra á la Frmaeb
en 9 de mayó de 1678, y Lnis XIY tnvo qne abaadouf
á If eaina j retinar las tropas qne tenia en BtoUia: pero Isa
yentajasqne obtnvoenllos F« Bi^oa con a toma de Valeí^
eienües, de Gante, de Ipres y otras planas, le dieíoB taam
anperioridad, qne en las con&rencias pera la pan que aa
tnvioron en Nimega, impnso las condiciones qne q»sa
diotar, y habiendo celebrado nn tratado partáoolar Ia He*
landa ea 10 de agosto de VK&, BspeHa se yió obligada á
admitirlo* y ana comisionados lo ñimaron ti 17 de asp%
tiembre del misino afio^ cediendo á i» Frsmria el Ftaae»
— 139 -
Condado y vmriu pUuns iaiMortftates en Flandes. -
Poco habí* durad» el aplaono oon que faó rdcib'do don
Jaan: disgniitadoa loe grandes oon en aiiivtsz y no alea-
do la naoíon lae renteJM ^ae ee piomtítia de en gobier-
no, todoe ediüban do meuoe al padre Sith<iri y a 7<*«
leu2n#lá» llOFinJo 4 mal la dnrt^a cou qnta étte habiu sit
do tratado, y iMM^eoienio pooo gaueroM la yeogaüBA que
habla tjttroido «ontra la reina madre Para OüUM-rvurde
en el poder, procorába tenec al rey entretenido como ui-
fiO| j trató de easarle oon prinoeaa de sn eltodun , para
oontar de eate modo con mayor apoyo : la reiua mad<e le
destinaba laaiohidnqaeKa hija del emperador en htsr ma-
no, pero don Jnan, temiendo qne este enlaeo preoi pitaría
la mida, decidió al rey por dofia liaría Lnisa á^ IQorbon,
hija del dnqne de Orlenne y eobrioa de Lnie XIV. Sin
embargo, don Jnan marió antes de yer oelebrsd^ las bo^
das, y sn moerte fhé mn^ oportuna para lib arin d 1 dis^
susto de p* o far el f «vor que elrey le li«Dia ya rttirado, y
anfrir ua oaida inimitable.
Desde eate momento la vida ds Carlos II se redojo á
nna cadena de intrigas en lo interior, y de de^graciae en
)o eictcirior en las guerras que tuvo que sostener contra
Franclai y á que le obligábala ambición incesante de
Lnii XlTf para qnioi los tratados de pas no eran mas
que un nuevo pretexto de gutrra. Muerto doo Joan, U
reina madre yoiyid á la oorte y por su idflajo se dió ór«i
den para que Falensuela regresase, mas esto no tuvo e«
íeeto por otra orden contrataría, y solo se le permito pa-
sar á Méjico, donde en sn lugar veremos que murió^^ A
don Juan sncedid en el minisikerio el duque de Medina<i
celi, contra quien no tardaron en suscitarse otros aspi-
rantes: la duquesa de Térranova , camarera mayor de la
reina, y los coDfdSores del rey, Intrigaban contra los mi-
nistros y éstos hacian retirar á los confesores y norabrür
otros de sn devoción. £1 rey, débil ds espíátn y de cuer-
po gobernaba aveces por feímlBmo^msnifesiaudo ader-
to y buenos deseos, mas luego volvia á caer eu tu s par-
tía y les negoolos quedaban bin despachsr¿ e per mucho
tiempo: desoontlando de todos , habla hecno eaiatlúcer
valias Juntas para todos los lamos^ lo que aumentaba la
dilación, introduciendo la diacucion en todo Jo qne n»-c«^
sitaba expedición y proñtltttd* Bntre tanto , Luis XI F,
ooatm ^alni Be
ba ¿«todos sas
gwa pftite de li
invadiA) I» Cat
doM ins ejércit)
riea ana Mca&d
bia tomado y es
bottlereí^ protc
Inonrolónea én 1
Oiilwifikall
dolia Uarf 4 Ldí
doña tfariapa
qaiea casó en b
¿ doDda ■« dirl|
Xínropat trea ei
espa&ol, per loi
MsasdialacfiE!
Fraseia, coino 1
IT, no obatante
hecho al oasal-fi
bijo dé do&a M
no habia rent»;
hijo mayor Joei
Ofirloa, sa hijo
Temando, nict
infanta dolía B
c6rte <e Bepall
favoreaiendo el
loa hijos del ei
cocetloD rednci
parador Lea ei
empleaban tod
en favor de'.los
todas las pob»
Espa&a, arreg:
de tos dÍ7Bisos
P(0tÍV05 intsK
' Francia, sam^
Bes, para'gan:
iba á qnedar y
el dclfia, oonii
ambición y eej
— 141 —
los lleno de indlgnaoiODi al ver qne en sn vida díaponia
no solo de flos estados, sino de la mano de su esposa , pi-
dió á OoTte de Franda ^ne retirase ¿ sn enilMjadori y
ImiSi que no tratál>a mas qoe 4e .eomplaoev él rej y de
kaotírse ptif Udo en BspaSa f pa^ca k> ooat luibia devuelto
generosamente en el tratado de.pas de Biswick todas las
placas que había oonpado y aoeedié.á ello, sesmo de que
el partido qpie aquel habla formado y & coya eebeza se
ludlaba el cardenal Pprtocarrero , areobispo de Toledo,
aegoirla trabajando en áú Sayor y mntrarrestando el in^
dejo anstriaóo.
Las oosas en Bspa&a y sus posesionos, hablan llegado
al último estado de desorden y miseria, agvej^ándose &
los males tlólítioos los cansados por el destemple de las
estaeipneiC ios terremotos en Simiia y el Firá , las sed!'*
Otones en Méjico contra el virey conde de Qalve^. y en
otros puntos. La escasez de reouraos era ton griüidé .que
la gniurdlA real de Hadríd para- no morirse de hambre,
tenia que aoudar 6 Jop oonfentoi A medio diá , > para sus ^
tentarse con laa sobrw 4M se napartian en las porterías.
Bl rey cadi^ ves mas ¿batido, Uegó á péisaa^se qtie es-
taba neehizfidó, y 1^ i^{lisíieba py»eedl6 á aT«rig^ar,
por la declaración qn^ sé toni^á^n&amoDja y i ott^ indi-
vidaiML en qué consistían loa^hedriáes^ eareretonéer al rey
coü Íto^,las cerem'onifua -de laii^asia, lo Queprodtije en
an ánimo taliimpreripn de tenoxv qna para disiparla ftié
mi üscoíiai, donde con : el ejei^tíolo y la e^réeión de las-
^intrigas de Madrid pobre la snession db que iao querfa fié
le luiblese, iba' rí^nmíéil^lose;. pero habiendo' querido^rer
loa cadáveres de en TWdré y de>a primera eB|K>sa \ á la
que habla amadlo coqi temsura ,. se oonmereid jfrotañá^
joaente encontrando este bien conserrado, y recónoeiendo
un Béxnblante que le Jiabia; sido tsn grato. ^'JProuto, ex*
clamS I, la segoixéi ,en el* cielo>?' y salieado precipitada^-
siente de la bóTedá, pasé A JlráBjhe^ y de allí á fladrid,
^SL donde él Iñflojf^ francés habla tenido grande inore-
jnemto durante su audiencia» 06rk» habla consultado al
qpap% qne en sa eonijesteoion no solo apoyó las preten-
jiioxiea de la casfk ^de Berhom^ sino qoe hizo caso de oon
]0n€Í^ para el i^y el decdárar la sncesiotf en sn favor.
;o aatisfeóho todavía con esto , eonsaító al consejo de
faatUla, y en síignida al VMmásh^ ambos se deelar aren
— 142 —
por la miflma cuukf proponiendo los medios oportonos peí
ra que no se cennissen las dos eoronas de Francia j Es^
pafta en nn solo individuo, eon lo qne se llenaba el obje*
to qne se habia tenido en la renanoia de doffa María Te*
resai la que por otra parte tenian por nula / porque osiin
siderando la oorona como un majorasgó, eefun los pün-
cipios de la sueesion en estos, un usuf rnotnarlo podia re-
nunciar por 8i| pero no perjudicar á sus descendientes
renunciando & los derechos de estos; solo los condes de
Euensalida y de Frigiliana propusieron el medio legal á
que se debia haber ocurrido^ que era la eonyoeacion alas
LorteSi compuestas délos tres brasos, pues ciertamente
nunca se habia presentado negodo más impértante para
someterlo 6 la decisión de estas^ pero de esta opinión no
se hizo caco*
Oátlos habia escrito al empoador qué hiciese partir ria
dilación al archiduque pai» liacer recaer en 6i la snee«
bíod;, pero no habiéndose 'pedido realisar este intento^ se
le vela paseune solo en su onarto lleno de desasosiegOi y
fuera de sí llamaba al archiduque y preguntaba donde
estaba. Ans dolencias se agrairaban, y el cardenal Porbh
carrero le manifestó la naeeeidad de otorgar su testa^
mentOi ¡¡decidiendo tujél el ponto de la sucesión paaigano
dejar á U n&cion enynelta en una guerra cítíI y extranje-
ra, é insistió en todas las raaonei alegadas en IbTorde
los Borbonesi Bl rey eedifudo 4 ellas hize su dispeslden
el 2 de octubre de 1700, y lleno de dolor al arranear por
su manq de su familia una oorona que habia Uerado por
dos siglos, para trasladarla á la de los enemigos que ha^
bian cansado todas sus deegraciasi exclamó poniendo n
Arma : *'Solo Dios es el que da los reinos, porque son su^
yo8 :" y Tolviéndose á los grandes que asistieron á rer
sellar el pliego que contenía su disposición que quedó se%
creta, dijo: **Ya no soy nada." Por el testamenro llama-
ba á la corona á Felipe , duque de Anjon , hijo ^segundo
del rey de Franciai estableciendo las reglas qae habita
de segoirse, para que no se uniesen los dos reinos eá ma
persona: para gobernar durante la ausencia de su sueen
sor, mandó formar un consejo presido por la reina , ála
que asignó una yiudedad de 400 mil ducados , y por il
oodioilo que firmó el 21 áék mismo mes^ prsTino se le die*
se el gobierno de los Paises Baso^ heohas estas dispciÉt
dones y preparándose erstianamente , falleeié el dia 1?
d0 Doviembie y faé Uevedo al eepalcro de los reyes al mo^
nMterio del BsooriaL Sa maertefaé llorada con suicaiidad
por f na yasallos, qae siempre yieren en él nn príncipe lle-
no de buenos deseos, qne aliriaba sus males en oaanto
podi0| y qne se yeia arrastrado por faerzdb á goerras qne
no podía eritar, temiendo además las desgi acias qae por
BU falta iban á oaer sobre la monarqnÍ9« Ün eseriior dis^
tíngoido ha hecho de su reinado el i-esúmen ¿igniente.
"La vida entera de Carlos estuvo llena, desde sa iufdn-
eia hasta su edad ririi, de contratiempos y desgracias.
Arrastrado á guerras continuas y funestas contri* una
nación más poderosa que la suya, unido con aliados que
sicriflcaron los intereses de España á sus conveniencias:
tuvo el dolor de ver sus provincias asoladas ó desmem^
brad&s, su ejéreito y su marina destruidos , su reino en
una situaoiou deplorable de pobreza y debilidad. E^tas
Srnebas aunque duras, no eran mas que el preludio út a*
tcdonea mucho mayores todavía Desconsolado, viendo
eKtioguirse su familia; padecieado una enfermedad larga
é incurable; dominado por una mujer imperiosa á la que
no amaba ; tratado como nifio por el embajador de Aus^
Irla : Carlos era el juguete de los partidos contraiios qne
agitaban su Corte, y se vio reducido á la tri&te ncctsi^
dad de ser testigo de los esf aeraos interesados de las pOs
tencias extranjeras ^ para distiibairse ó apropiarse sos
estados. Al fio, la lánguida existencia que le quedaba,
divida entíe pesares y cuidados , se acabó dé llenar de
amargura con la perspectiva de las calamidades que a-*
menazaban á sus fieles vasallos', y con el temor de que
0a herencia, arrebatada á sn/ainilia que amaba tierna-
mente, sirviese para aumentar el poder y esplendor de
an rival la casa de Borbon." [1]
Así terminó el dominio de ios príncipes de la casa de
JLaatria en Bspafta, que duró dos siglos: estableciéronle
OáLTlosT y Felipe Ú^ dejando en la misma grandeza á
que lo elevaron, los elementos de su destrucción ; sostún
€ fr) CoK0 "Sipafia b»io «1 goMitno d» loi njw á% la tvA dd Boibaof*
|r AitoeidA «n frAtcdi por den Aalréa Mnriel, Parit ISSr, Wmo 1 ? , ia^rodue*
1,1 XB hlitóiicft. SmcI^b 3* tQmo 51.
^U4 —
voló Felipe III, apoyado en la gloria de sos doe predece^
sores: precipitólo á su roinaLP^lipe jy,ye8ta reina se oon-
snmó «n el triste j obsearo reioado de Oárlos II» de quien
pasó el cetra & Felipe T, el primer inononwi de la dñíae^
tía de Soibon qae £e sentó en el tronqL espiAol.
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CASi DE BORBON.
Luego qne Oárlgs II espiró , los miülstroa y jefes del
paliicio se jantaroft para abrir el testameatOy y hacha puf
hiioai la eteccioa de aa priaoíjpa fraaeós para heredero de
la éoroáa, la jauta de gobierno iiutitaida pm el difaeto
rej ensa úliitna disposicioa, despachó aa torreo á Fraa-
oís oca- el aviso del fallecimiento del monarea y copia
del testamento, habiéadóaoíe dado orden pioa qna si es^
te no era aceptado por Lais XI 7^ pasase á Vieaa ápre--
sentarlo al emperador Leopoldo^ por habar sido aombraF
do sn hijo el archidaqne Üárlosi, en defoeto del dnqne de
Asjona. LnlsXITsdhallí^baen Fonliaineblean cuando
el carreo llegó, ^aunqne todo. háblese «ido obradesas
manejos, flogió vacilar entre la aoeptaeion del testamea«i
tx> y el cainplimieiito del tratado de división de los esta-
dos de la monarquía es^afiola^ celebrado ecm su partiei'^
pación: pero cediendo á las razones que le expusieron %1
delfin su hijo y loa individuos de su consejo á quienes
oonsultó, contestó á la jdnta admitiendo., la corona para
su nieto, y habiéndose .trasladado & Yersalles» hico en-
trar á su gabinete al delfln con sus tres |hi)os, los duques
de Borgofia) Anjon y Berfy y al embajador espafiol , y
dirigiéndose al joven duque de Aujon, le dljo:>'8tfior, el
rey dé ^spafia os ha hecho rey * los nobles os pideu ; i 1
pueblo os desea, y yo coiii^ento. Vais á xeinar sobre la
monarquía mayor del mundo y sobre un pueblo valif^nte
y genero^p„ afamado en todos tiempos por su honor y su
lealtad. Oí recocniendo que Iq amela» y que mereseáiei su
amor y su confianza por la suavidad de vuestro gobier^
BO ^ Yolvléndose luego al embajador espafiol , afiadló :
^•Ssflor, saludad ¿vuestro rey.'' Jilembajado hizo*^ es^
te Tina profunda reveresoia. Abriéronse entonces las
puertas del salón i y Luisy.con.el aire.de majestad
que sabia tener en las ocasiones solemnes , dijo á los
1f^. . *-
ItrftadM de ta Oortd , eatonoea 1a mm magnífloM d« Ba-
ro^, ooii700»do8 par A esta ftoco : '^Sellerea , vad aqaí al
rej de Bspafia: sa Eaoimiaato y el tettameiito del últiiio
rej le haa llainado at troao: la naaíoa eepafioU coda ea«
terA le pldn: sa noaibramieQto es 1a TolAQtad del oieCo « y
yo 1a obtfdeaeo caá plAcer," y hablAndo Al jóren priado
pk: *<Sel*baea ospallol, le dijo ; eata e« vaeatrA prloiera
obligaoloni peio aoordaos que habéis oAoldo frAoeis, pv
ra oosservar la anioa de las dos ooronAS : así hAteis foll-
óse á Ias dos naoioaes y oonssrvAreia 1a paa de Ia Baro'
pA.'^ Tal f a4 1a AOgaitA oeremoniA ooa qoe Luis ZlV.dió
A reeoneeer á sa nieto por rey de BtpAftA.
TrAtóse luego del viaje del naeto rey á MAdrid. LiU
le dio por eaorite iastraotiones UesAS de SAbidaiía y pra-
deuda pam sa gobierno, y á sa SAlidA de TcrsAlles el 4 de
enero de 1701, le reeordo a1 despedirse 1a noion qoe de«
bia..kaber entre Ias des ooronAA, y le dijo AqnellAs nota*>
bles palabras: **de hoyen AdslAate yA no hay Pirineos,^
qae hicieron conoesr A la BaropA , todo lo qee tealA qss
temer de 1a rennion de eetas dos gt^endes munerqnlAS «n
nna mismA fan^lüa. Felipe, a1 pAaAr el BidAsoA » se espe-
ró de los sefioroi fcAnoitses qae le h4biaa AOompAAadOi
qaedando & salndo soloel embsJAdorHarcenrt^ otrosdoap
y oon noA maguifloA eumitirA de los grandes de flbpKfia
comiiiionados pnra reeibirle llegó A. la eepitAl el 18 de
fobreroi pero no hizo sa entrAüa púDlioa haist^ el 21, y faé
reelbido oon grAnde AplAoso. Los espAllolas qae hAbian te.
mide ver desmembrAdA lA mooArqaía , velen en Felipa
1a prendA de 1a integridad de esta, y la grendesA y po«
dsr á qne la FrAnolA hAblA Uegedo baj j el goUerno de
Lola XI 7t les haoiA espíérAr qaa 1a IhípaHa rsoob/Aila
sn antigao lastre, gobarandA por na principo de 1a firni*
lia del grun monArcA, qae erA considerAdo oomo el Arbi-
tro de la Uarop^ Bu Cuia<» las perces de 1a monArqula
fué reoonoeido el enevo rey sin ovntradisdon , Ana en a-
qaellos sstados en qae por iaflnjo de ía reine dofiA Ma-
riiftuA db Nejboarg, oe hablAn pnesto gobemAOoiee Ale<
meáes ó adistos á 1a fiftioilíH de Anstrii»! eomo en los FaI-
ses Bajos, ÜtiíAn y Jüíápoles : en M6jtvso lüaio 1a prodAOiA-
Qion del nnevo eobdrunu el virey oonde de UuoteanoiA,
y fué rsooooCido y Janklo eemo sas predeoesoreSi el 4 de
Abril del 9üsmo Afto de 1701,
— U7 —
L^ esperanzMl qae los eapiiiioles habían concebido del
nievo reinado, no era posible se realizasen tan pronto
ni 8ia grandes saqri&oioi : el mal estaba demasiado ar^
rsigiido, y como cnoribía al ministro Torey , el macqnés
d« LonTilfe, uno de los señores franceses qae acQcnpu&a-
ron & Felipe para dirigirla: <<3i na ángel hubiesa b»J aIo
del eielo á tomar en sas maaos las riendas deC gobierno,
ae hubiera encontrafto deeconcertado en la situación qne
is Bspafia tenia, pnes paresia agangrenada de un ez^e*^
me & oteo.' ' Al baoer la pintura del estado de aqueit
lU naeion caande^ camenfió el gobierno do los piíuoi"
pea de la easa de Borbon, parecerá qne el retrato es toi
mado de un original mas cercano y qne por deegracia
nos toca mas immediatamente; pero los efectos dei des^
orden en todas partea y en todos tiempos son los mis-
mos, y nna sociedad política en estado de disolnoion , o*<
freos siempret iguales sintornaa. Los medios de defensa se
ksllaban enteramente atendonaduSí y la nación qne ka*
bia tenido en pié namerosos ejércitos , no contaba con
Beis mil bombres de regulares tropas eu la péníobula, te-
niendo casi desguarnecidas las posesioiics de Italia y
Flssdes : las fortideaciones estaban en ruinas y en Bar%
etlonaino se hablan reparado todavía la» brecbüsabier*
tss por los franceses en el último sitio: la esjuadra se
eompoeia de trece galeras viejas, arrumbadas eu diver-
sos puertos : losiirseaales estaban en inacción y aun el
artede conservar baques habla oaido on olvido: para
protejer el comercio de Améric:» y las flotas que lo hat-
dan, ño habla mas que algunos galeones, especie de na-
vios de guerra pesados y poco útiles para un combate.
La administraeion de hacienda estaba entregada á uTv
rendatario^ y el producto de las contribuciones con que
se hallaban oprimidas las provincias , eran absorvidos
por «seos ó por una multitud de empleados que llenaban
ialitflmente las oflcioas. Para hacerse de fondos para las
neeesiáades urgente de la guerra, se habían eoniratado
en el dltimo reinado préstamos con intereses ruinosoS; y
por último se hablan vendido los empleos , aun los de
INOHiJer orden, como los viieinatos de América. tÜ las en-
tradas eran escasasi la diBtriDu(den se hacia sin ecenof*
sita, aprovechándole de las migores rentas los favoritos,
y entre estos «na mnltítud de alemanes que la reina
iola líftslABa habia colocado en loa minifiteriod , y tkiai
qi64i«dei la oondeaa de Berlips^ un dama de honor, qiu
M Tolrió á la paía eon una gran rigneza « é húo OBUm-
teoion de los despojos de Bspafia , comprando mía to-
bosa posesión cerca de Oolouia. El gobierno inteiior ha-
kla eaíia en el mas completo desordena en U misma
capital déla moBarquía, las calles y placas estaban lleí
xas daraf amandos armados, qn } ^metían toda clase de
srímenes y que encontraban asilo en las iglesias 6enlai
nasas de los grandes, caando eran perseguidos por la
jimstisia. Bl pueblo io&olentado ftiltabaal respeto aldi-
f Míe rey eaando eali^enpáblioo, y apenas liabiaai'-
gnia eorrida do teros á otra ccncnrrenolai en one ae sa-
eastm las espadas por k mas ligera ocasión. Todoelmim-
4# estaba armado, menos el gobierno, que se batia yis^
te obligado á conceder cuanto se le pedia , en loa motí«:
1^ freenentes qne Ee excitaban por alguna escasea ó
narestía de \ív^6iC3, ó con otros moliYOB| como el que ba%
bo tentra los franceEea y en que fueron muertos Ufii to-
dos los qne habla en Madiid.
Para remediar tantos desórdenes , se necesitaba u&a
naáne firme y «xporimentada en los negorios, y no pare-
óla qne pudiere serlo la de un príncipe de Á&n y aiete
aleS| que sin conocimiento del paíS| tenia que avjetaise
á la direscion del cardenal Portooarreio , y seguir las
iastrnsoionC'S que redbía de Luis XIT. Para todo se O'
currió ó óíte;.qae importnaado con las oontínnas eon-
amitos que se le hacían, llegó & decir que en fisp^ña ha-
blan sin duda crcido que 61 era el ministro de su nie-
It. Bl embajiidor de Francia asistía al despacho y nada
ae kaeia sin 8u «probación, y habiéndose ci labrado el
«aKamiento de Felipe con doüa Maiia Luida, h ja del do.
fie de B^bayj^y Luis XIV nombró camarera mayor 4 Ja
priiessa de los T7rc^ino¿), la que por el íjl flojo que tjeioia
•obre la joven reina } é<5t¿i Lobre «l/ey , üisponia ú» toa
destimos do la mc^sarqnia, y en lucha ftecueuta eon ftm
embajadores de Fr^;ncia, Oían removidca esto« ó retirada
aquella, S8gun lea ÍLformcs 4iae hacian al gabineM ék
yersallca.
Aunque Felipe hnbieso &ido reconocido en todos toa
astados que di^peLdíancielcetroefipañoljnoestaba p<.xci*
te atf guiado en d trono f mientras no lo faeso for Jü
I
— 149 —
potencias «ne hablan inter^tnido en loi diversos teata^
dos e^lebrades para la desmembraoien de la menirqnia.
Lais XI 7 latan tó satisfacer á estas ^ exponiendo por
medio de memorias qne presentaron sns ministros en las
respestiras OorteSi los motivos qme habia tenida para
admitir el testamento de Garlos II , pretendiendo qne
con- la transmisión de la corona á sn nieto , quedaba re-
moTlde el temor de qae los reinos de Francia y de Sapa-
Ha yiniesen & recaer en nn mismo individuo; mas sns ra«
sones faeron bien recibidas. La muerte del príncipe de
Saviera habla disminuido el número de los pretendien*
tes y solo quedaba el archiduque Carlos , á quien sn pa-
dre el emperador Leopoldo y su hermono maye^ Joséi
que eenpó después de este el trono imperial^ hablan cet
dide sus dmreehes, pero muy lejes de renunciar á ellos
el embajador de Austria presentó una protesta al go-
bierno de Madrid [l7 de enero de 1701], y en sesuida se
retirá de aquella Oorte : la Inglaterra y la Holanda dí«
simulaban t aun rsconosieron formalmente á Felipe,
pero Luis XIV recelando de sus intenciones » trató de
fortifloanse con alianzas, negociando la del duque de Ba%
boya, por medio del casamiento del joven rey de Espafia
oon una hija de aquel soberano y renovando antiguos
tratados eon Portugal, :
El emperador, parahaeer valer por las armas el dere»
oho del archiduque su hijo, hizo entrar en Italia un ejér<«
oito & las órdenes del principe Engenio ; con el ín de a.
poderarse de Milanéa, lo que obligó á Lnis XIY á man»
dar otro para su defensa. ^1 mismo tiempo se tramaba
en S'Apoles una conspiración por los muchos adictos que
la casa de Austria tenia allí, en la que se hablan com^
prometido varios individuos de la nobleza, y aunque faí
reprimida por el virey duque de Medinaceli, siendo casti«*
fados con la pena capital los principales de los conspira-
ilorefl, aquel reino se manifestaba siempro inclinado al
partido austriaeo. Felipe creyó necesario trasladarse &
el para ganar los ánimos con su presencia, y habiéndose
adelantado hasta Figueras [setiembre do 1701]. á recibir
6 la reina, oon onya ocasión, á su tránsito por Z éragoza
Faé reconocido como rey de Aragón y en Barcelona por
|a8 Cortes de Oatalnfla, Juratida* la observancia de los
aeroa y privilegios de ¡aqueUos estados , se embarcó en
Pía VBT ACXONBi.— a'OM C Ul- 38
— 169 —
ffttAtltiflia oiadad, y llegó á Nápoltf (15 d« abril de
1702) en donde f aé recibido f dameateb Pmó de alIi |k»
mar 6 (Jéaova para aeeroarse al teatro de la guerra, y ea
loi emflaes del Píamoate sallé á eneeatrarle aa eaegro el
daqae de Saboya, á qalea ofceoló el maído del ejérelto
de Icalia ea ealldad de geaeralíeimo , mas ao habiéadolo
qaerido admitir desde entonces pndc Felipe aoaeoeri que,
no obstante el reciente parentesco, aqael prfaeipe, aegas
el carácter pérfido de aa casa , eataba dísp aeeto á absi-
donarle si se le presentaba ocasión de anmentwr ans es^
tados pasándose al bando de sos enemigos.
Las operaciones militares estaban eoaoentradaa ea ü
dneado de Máatna , dé todo el onal se kabia apoderado
Bagenio , á exeepeion de la capital y de algna otro la«
gar. Bl mariscal daqae de Tandcma qne mandaba las
tropas combinadas f raaeasas y espafiolaa , oedié él man^
do de honor á Felipe , pero continaé dirigiéndolo todo en
nombre de eace príncipe y loa yarioa movimientos qas
por ¿mboa f j^f oit:o8 se kieiéron | terminaron ea la baoh
lia de Lnaaarai en la qne Felipe dio aeftaiadaa pviébas
de viilor personal: anaqne ámbaa partea ao atriboyeraa
la TiüCoría, laa ventajas cfaatlTas qnedaron por loa fran^
oeses y espadóles, qae obligaron á los anatriaeoa 4 aban«
donar el teritorio qae hablan ooapado en la Lombas
día.
Dorante la ansenela de Felipe , qne Jó en Bapafia en-
cargada de la regencia la reina , la oaal oelobró Ooriea
de Aragón en Z^ragoaa, y habiendo obtenido de oUaa nn
eacaab donativo , pasó á Madrid descontenta de la mes«
qoindad con qne la hablan tratado loa aragoneaea. El reyi
sin conclnir loa negocios de Italia , antea del fln dol ate
volvió á Bapafia á donde le llamaban maa gravea atsa%
Otones. La Inglaterra, la Solanda^ y el emperador, ha-
blan oelebrado ol tratado qne ae llamó de la triplo alian-
sOi y en oonsecnenda en 15 de majo de 1703 doelararon
la gnerra aolemnemante á la Francia y á la EspaHat pu-
blicando nn manifiesto en qae calificaban á Lnis y á Fe-
lipe de nsnrpadores del trono espaftoli riendo sale el pita-
cipio de la célebre gnerra de anceaion, qne tantas deagni*
olaa cansó 4 la Bapafia y de la qne me limitaré á dar ao«
lo ana idea abreviada ; no entrando en mi objeto estea-
derme en t9doji sn9 pormenores*
^ -^ 151 -
El aroUdaqae Oárlos, proclamado en Yídna rey de Es-
paña ooa el nombre de Oádos III; se trasladó á Lisboa
enoBaesoaadraioglesa, habiéndose adherido Portogal
á la triple alianza [30 de abril de 1704]. Bl ejército inglés
y pertngaéi mandado par Lord (lallowAy, j por el mar-
qués de AIiaa«, se adelantó por Bztremadnra y el archi\
daqaepasóá'Baroelona, habiéndose delarado por los
reifiOB qne formaban la corona de Aragón , Yalenela y
OatalnUa, y mientras Felipe se hallaba ocupado en el
sitio de Biftrceloaay que se vio obligado á levantar aban^
donando sn artilleifai (mayo de 1706) el ejército anglo«
portngaés penetró hasta Madrid , de cnya capital se a^^
poderó, [25 de jnnioj retirándose la Oorte á B argos.
A los males de la gnerra se nnia el descontento en el
gobierno. LosespaHiFles no podían soportar la prepoten^
cía de loa f lanoesesj el descontento se habia extendido
entre los grandes, de los cnales el almirante de Oasilla,
en vez de dirijirse á Francia , para donde se le habia
noo^brado embajador oomo por un honroso destino y se
faé á Portugal á nnirse al archiduque : el conde de Oi--
faentes se declaró por él en Aragón , y el marqués de
Leganés faé preso en Madrid , acosándole de eonspira*
OiOD.
jBI mismo "cardenal Portocarrero , que tanto habia
oontribaido á poner la corona de £6paña f obre la eabe-
sa de F<)lipey se volvió contra él recibiendo á los aliados
ea Toledo prestando jaramento de fidelidad á Garlos y
bendiciendo sns entandartes. La reina viuda que residía
ea aquella dadad^ á la que Felipe le habia prevenido se
retirase desde su llegada á España , celebró con mucho
an^aiUN) la entrada de los aliados y la jara del archida-
ffSin embargo, los aliados no pudiendo ni sostenerse en
üadrid, ni volver atrás por el camino do Portugal, im^
pidiéndoselo las asertadas medidas tomadas por el[mari8-
eai duque de Bsrwiek que madanba el ejército e«pafiol,
se dirigieron á Valónela, y habiéndolos segaido Berwiek,
los derrotó completamente en Almansa f25 de abrid de
1707^, por lo que se le dio el título de duque de Liria y la
icraadoaa de Ifispafia* Si duque de Orieans hermano de
lioie XIf , que tomó el mando de las faerzas combinadas
reoobió á Aragón y Valencia, habiendo FeUpe despojali
- 152 -
¿o á cflfeos reinos de ees prlTílesioB^ en «aatigo de sa in«
fidelidad.
Las iatrigas dol palacio , ea las qme tamia la mayor
paite la primeesa ¿«{tos Urainaflu y:laapratomaiom«idaldK-
qma áe Orleams qae íateataba ídiMar aa Bipalia ma par-
tida para sí stismo < la hiaieren yelrer A Fraaaia. — 91
Mando del ejército franeéi sa la dio al marlaeal da Bas«
aoas; y el dsi aspafiol al aanda da Afoilar , paro la xira^
lidad entre a&baa sECianas era tal , qaa laa dea ca«
aérales taTleren que separar sns aampas i y Felipe para
aritar las f aaestaa eomseeaeBcias qae aran de temar, fad
á poDarae él mismo ft la eabeza de laa tropas da Ára-
f on. Ist&ba &I frente de laa de loa aliadas el mariaaál
Ütaremberg, y Felipe se atrerié á preíantarla la batalla
en Alaeiara, en las qae ana tropas en gran parta biao-
jlaa y maadadaa per genaralea inexpertos , faeren f&oil-
mente desbaratada». (Con loa reatoa qne pnde rennir ae
retiró á Zaragoza^ en ¿eade aafrió ana oompleta derro*
ta en el menie Torrero, [20 de agesto da 1710J no obs*
tante la brillante reneteacia qae hieieron loa Beldadas
capafiolea.
Oon esta victoria ka quedó á loa aliados abierto al aft«
miao de Madrid, en desde entraron por aegnnda ves (I?
lie ectabre de 1810) habiéndeae retirada la Corta y taáas
lea tribnnaleg á YalladoUd. Si arekidaqne Uze an entra-
da en la e:^pital, [S de eetabre] haeiaado ae le prealaaBOH
se rey de Bapata, pero no encontró qaien lo aplaadieae
y todea los habitaulea manifeataron la mayar deeiaieo
per Féljpo. Qaí^oso exglr el jaramento de fidelidad á al^
f nnoa grand«B« qiie p«r sa edad ' y enfermedades no ka«
bia peeido retirarle eon la e^rtOi y eontestando por te*
dos el ^.nel&no marqiéj de'ilanoera, Tirey qne babia ai«i
4o de Mójiéo, dijo; qae <<desde sa nifiez habla aprendido
á ne recenoc«r i^as qae ua Dios y na rey » -y qne no Tsr
liarla de principes cuando t^niík ya nn pié en el sepal**
aro.''— ATgaiiOiJ, da oiiibar£0, se decidieren por el arehi-
daqae.
LasdesgracIiS hablan meindaado sobre las atmas
fraBGe£a&: les eje dt#a de Lais hablan aido vebcidos en
Alemania por los i^^glegea mandaúoi^por el duque de
Jlarlborcngh y en Ic&lia por los austríacos y píamente^
ses, A Cuya eabdza cstab:^ el príncipe Bagenio y el dar
^153 —
que de Saboyai que se habla ¡declarado oontra su yomo«
Bn eonseonenoia de estas derxotaa loa aliados se apode-
raron de todas las plaaas que le qaedal)análA Espafía
en Flandesy y en Italia del Milanéa^ habiendo oq segui-
da orapado el reino de ÜTápolea el general anstriaco eon*
de de Daan. Perdiéronse también la Oerdeña j los presi -
dios de la costa de Toacana , y desde el piinoipio de la
gaerra los ingleses se hioieron dae&os de Gibraltar, y en
el progreso. de ella de las. islas Bateares. Tantos revoees
obUgaron á Lnis á selioitar la pa? , p^ro las oondioiones
con qne se la concedieron los aliados eran tales, qnese U
qneria obligar á emplear sus tropas para arrojar del tro^
no de fisps&a á Felipe. Tiendo que no le q^edaba mas
partido que seguir la guerra , tomó esta resolución di^
ciendo: '^puea que quieren obligarme á haeer la guerra
á mis hijos, yaie más hacérsela á mis enemigos." Felipe^
que habia estado inelinado á abandonar la -España, tras-
ladándose á Méjico 9 tomé Ja heroica determiiiacion de
no contar más que con sus propios recursos confiando en
el valor de los leales castellanos!^ que. taitas pruebas le
habían dado de su conataucla j^ ürme adhesión por su
cansa.
Bu Espafla faltaba más qae todo^ acierto en la díreo-*
cien de las operadouei?. Conocdéndolo asi l4Uis XI IT dio
el maodoén jefe del ejercito featicéa y espafiol al maris**
cal duque dé Tandoma, quien Yeuniendo las fuerzas dis--
persas, reforsándcdas con las que de nuevo se mandaron
de Franday é inspirándola nuevo valor y aliento ^ se a:*
eeraó á Madrid, de donde Oários haláa salido anticipada-
mente tomando con dos mil caballos el camino de Oata-*
lafia {11 de noviembre dé 1710}, Los aliados se retiraron
ft Toledo, dondi) parecáa ataban .resueltos á defenderse^
pero abandonando aqiteij^a ofiadad cuyo: alcázar quema-
ron» se pmiercnhá marclía para para volve á Aragón. Los
ing^leses mandados per Bfeauhope cubrían la retaguardia^
y Steremberg marchaba á: alguna distancia eon;el centro
7 vanguardia. Yandoma los 6igui(:ty aprovechando una
ocasión fe^vorabíe , atacó á ios ingleses en. Bríhnega o-
bligándoae á rendisae desraes dO: una resisteneia deses^
rada [9 de diciembre de X710].^.jSlfiaremberg que ^volvió á
BU socorro, ftuS batido en la célebre batalla de YiUavj^
ciosa (10 de diqiembre) ganada por las tropas espaflolas
PlIPIBSTAOXOSlSa.— 'io» ui- 39
•>>.
I
— 154 —
€xolasivamente. y pudo ct>xi diftoaltad Télvdr á Z ingou
ooa los restos de ea ejéroito. Yandoma íaé reconoeldo
por el restaurador de la monarquía aspafia,
H'ibia maerto eatre tanto el delfin de Francia, paita
de Felipe y la corona correspondía á un nillo de tttfu
edad y débil Salad qne faé despnes LnisX7. Tambiea
había fallecido el emperador José, hermano del arsbÜQ'
qas Oárlos, qnien per esto entraba ea posesión de losei«
tados hereditarios de sa casa i con lo r nal el objeto qu
se habla teaido en la formación de la triste aliaiíaa qna^
daba invertido -> pnes siendo el fin de aqneila oomsentf
la batanea del poder en Aniapa , esta se alteraba raa^
niéndose en nn solo individno la corona da Ifisp^a y les
estados de Austria , tanto por la reanion de la Espafia 7
de la Franela en ana misma familia, fll oambio de miiúfl*
terio Teriftcado por este midmo tiempo en Inglaterrs bit
zo pasar el poder á manos de personas fA-vorables á b
pas, y el único obstáonlo qne á ella se opomia ^ qns en
el temor de qae las coronas de Francia y de Bspafia pi>
dieran reanirse sobre nna misma cabeza, se tuvo por le*
movido con la nueva rennneia qne Felipe hiao (5 de lo^
viembre de 1712) de todoss os derechos al primero de es*
tos reinos y la de loii piínoipes franceses al trono de Ba-
pa&a. Bátisfecha con e^to la Inglaterra , procedió i enr
trar en negociación con la Francia y la EspaHai, ain coa*
tar con sm aliadosr Bstoa se tavieron por ofendidos y ai
emperador resolvió aegnir la guerra por ai solo, pero ha«
biéndose separado el «jéreito inglós del anatriace, elptía*
cipe Sagenio faé rechasado por el mariscal dé "VUlarsea
las líneas de Denain, y este revés iBoUñó^taanbien alw-
perador á las con Fran<áa| «ñnqne no «oon Seipalia; as
queriendo renunciar sus dereehoe á aqnel trono. Qaáa
potencia hl£0 sn tratado eqparad&y coiocidiendos todo es
los puntos esceneiales con el qne se firmé en lEadnd m^
tre Inglaterra y Bspala el 21 de marzo de 1714 y se ra«
tífico poi el Ucrech en 11 de abril de aquel afto. Imii
XI 7 dirigió la negociación dé tal manera, qoa todos loa
saoriftoios que habían de haeexse recayesm. sobre Bsoa-
fiay en aubstandl» las oondioiones que se eonvintettm fe*-
ion la división de esta monarqoía» & la manen qne se ha
bia intentado antes de comenzar la gnerra« Felióe f ae re«
conocido por rey , perocedió losPaises Bajos, MUan^
— 155 —
iSfápoleay Oerlefiaá la Austria; la Sicilia de qae la Bit
paña se habla matenido en posesión durante ^ gaerra,
faé el premio de la mala fé del duqae de Saboya , con el
títalo de rey ; Inglaterra se quedó con Oibraltar y )a isla
de Menorcaí y se le volvió a conceder '^el asiento^" que
era el odioso privilegio de iütrodaclr negros esclavos en
el continente 6 islas de América : tráfico que aquella pos
toDcia tenia entonces tanto empefio en fomentar ^ como
después ha tenido en extirparlo, Birviéndo^e de aquel pri>.
viíegio mientras subsistió, para hacer á bu sombrtí el con*-
' trabando en las poseáones españolas.
Solo los catalanes no hablan querido ceder y fieles á la
causa que una vez abrazaron, resolvieron sostenerla aun
vieado partir al archiduque, quien para que uo le implen
diese salir de Barcelona y trasladarée á Icalia con el fin
de pasar á sus estados hereditarios, tuvo que dejar en ac
queila ciudad á la archidaquesa su esposa , como prenda
de que no los abandonaba , asegarando en una solemne
declaración, (6 de setiembre da 1814) qae volvería y ha-
ría los últimos esfaerzos para terminar la guerra , onjos
malea sofrian con tanta oonetanola. Elevado deapnes al
trono imperial, aunqae no hizo la paz con la ttspafia ni
rdcon<)ció como rey a Felipe , conservando él mismo este
título 9 eelebró con la Francia y la Inglaterra nn convo'*
nio particular, por el que 8& obligó á saciir cus tropas de
O^tainñai y de las isUa de Mdlloica é Ibiza, y á un» una-
penfilon de armas en Itilia hasta la paz gi^uerai , concd>*
diéadose por él rey do Eapalia una amnistía en favor de
loa oatalanes, y obligándos la Francia y la Inglaterra á
mediar para que se les conservasen sus privilegios. -Los
catalanes no b€| desalentaron viendo salir á la emperatriz
f laa tropas austríacas , y resolvieron oonstitairae en re«
plblica, declarando con la mayor rcsolu^sion la gaerra á
IjI Francia y ó la Bspafie.
Felipe, á quien la paz que se acababa de of lebrar per-
mitía disponer de todas sus tropas, hizo marchar na gran
lámero deellas áOatalnüa^y habiendo ledncido nui» en
^38 de otra las ciadades mas impoitamcs de priaii. ado
4ae se conservaban adictas á Ja revolución , tu 0^'cito
n wdadopor el dnque de¡Pópoli, puso anio á Barceion y
lomenzó á bombardear )a ciudad. Luis XI Y, parafactiVar
M operaciones del sitio , envió otro ejército de vtinte y
— 156 —
tínmy mil hcmbres, á las órdóaea del maiLsoal da^ne áe
Bftiwlak, por haber muerto el de Yandom» en el reino
do Talencla de ua ataque apoplético , en jo cadáver por
snay espeeial honor, f aé conducido al Biaoorial y estará^
do en la bóveda de los infantes* Los sitiados , á güines
m ofreció la seguridad perisonal y de sos propiedades,
no quisieron oir proposición alguna , si no se les oonserN
vaban sus fa^iros. Loa sitiadores abrieron la trinchera y
i*>olocaron en batería para romper el f aego soImo la cia«
dad noventa cañonss do grueso calibre y veinte y easktto
laorttros. Macdab&eu la plaza don Antonio Tülaroel,
(¡ue en la batalla de YUlavieiosa se había distingoido en
«1 cuerpo del c3utro del ejército aliado á las órdenes de
Btaremberg. El ontasdasmo del pueblo se encendía con
<i ejemplo de loa eclesiásticos que se pusieron á la cal^'
sa y les exhortaban en los Sermones , á excepción de los
jesuítas, qno permanecieron fieles á Felipe: los mas
exaltados eran ios capuchinos , que para di£tingnirse se
liabian puesto cintas do colores en las barbas. Después
de muchos ataques vigorosos » Barwich logró apoderarse
de las obras exierioreB y alojar sus tropas en el intnior
de la ciudad, pero en esta habla que dar un ataque á ca-
da casa y que empeñar un combate en cada calle, Al fin
los sitiados, redaeiclos al último extremo « para evitar la
juiaa ecmpletii do Ja ciudad se rindieron [12 de setiembre
de 1714] dáudclés seguridad para sus personas y bieías
y pagando una &nma dctí:rmioada para satisfacer á les
toldados en vez del saqueo. Yüiaroel faé destinado alces-
tillo de Aliearite: el obispo de Albarracin oon doscientos
(•clesiásticoa faeron desterrados^ á Italia , y otras pino*
ñas de las mas temibles facrou dia^buidas en diversas
oindades. Gataluu» perdió sus faetos y quedó sujeta al
dominio absoluto doi rey. £ii seguida fueron ocupadas
]icr las trcp&B de Felipe las islas d^ Maüorca é Ibiza , y
de eEÍa maxiera quedó asegurada la familia de Borbou
tíobr^ertroíio'da ifc'panay dübieudo^ála^suerte deJasarm»
y al cV)ngteütimieatú de todas las potencias, lo que podüa
faltar á su d!:re;3lio. Los castellanos dieron en esta gua*
la las prebas m.Hi tefuladas de fidelidad, y el tesón con
que deíeníliercn la causa do Felipe y tu actividad enpcr-
tiegulr al ciicmiíjo por medio de las partidas de guerrilla
qiue por totiay partea ai-arccieron , hizo conocer al gene-
— 167 —
»l ingl&i Lord Gallo w^y, é iaférmarlo aaí & sa gobier.»
mo, qa« «orntra um paoblo q«« de asta Masera m soateaia,
ara imposible heeer trínifar la eansa del ar ehidaque.—
Maebe perjadieó á i«te el medo de manejAise de «as a-
liadofi pmes siende eetee ea la majer parte pretestAalte,
lee detaeatos gae ooaetieroa ea lee templos j la pref**-
. maelea, de lee objetes mas yeaerados del ealto catélieo,
hieieroB para loe espafioles de la gaerra de saoesiea ana
guerra religioaa.
Kieatras ea Jíspafia se debatía de aiia manera taa san-
grieiil» talón habla de ser el soberaaO; la Amériea toda
perouineoía en la mayor ealma , sis ret^aitir otros males
4«e les oonsigaientes ¿ ana reoepeiende las comonioai
•ieaet marítisuMi, obedeoiendo 4 Eelipe y en espera de
que la smerte de las armas dceldiese á qai6a habla de re^-
eonoeerse por rey de Itpafta y de las Indias.
▲peaai se habia terminado la gaerra » onando falleeié
la reina doSa Maiía Laisa de lábeya , (14 de febrero de
1714) qoe habia aoompafiado á Velipe en tedas las vici^
sitadas de ella, dando prnebas de ana gran constaneia
y reselaeion. Domin&bala enteramente la prineesa de los
Ursinos, por la qae tenia tanto interés , qne preTaleei6
aotm Felipe para qne insistiese al haotr la paz , en qae
ee.f armase para la Ursinos ana peqaefia soberanía ínáe^
Vimindiente de la onidad de Limboarg en les Paísts Bajes,
eon;treÍBta mil^dasados de rentes: selioitod qaefaé]apeya-
da per la Inglaterra» pero qne no admitieren las demás
pol0noUm« Del matrimonio de Felipe oon deia María
Lt^sa qiiedeion don XmiSi j arado príaoipe de A&tarias por
las Oortei reanima* 4 ^^ efecto, segan eostambre, en el
monasterio de fliin Gerónimo de Madrid, y don Fersan*
. dxv.qne ambos le saoedieronen el trono: otros doü infjini
tes 4iUeeleron dei <5orta edad.
En la eamf^fia de Italia , el daqae de Tandoma qae
mandaba.el ejercite fcancés, conoció casaalmente al aba-
te Ji¿io Álb^i^ó^» ^U^ de on pobre jardinero de Placen**
. ota an .^^iioado de Pariha, ejereioio en qne. él mismo pa«
aó eos pndieros afios. £1 daqae, prendado de sn inteli-
. geneis^ y facilidad para el trabajo, le hizo en Eeoretario,
y le llevó consigo á España, coando faé á tomar el man-
dó de aqnellás tropas. Mnerto Tandoma, Luis XIT con-
tínaó sn protección á Alberoni, qnien snpo inginnarse en
— 168 —
el favor do la Uf fiiaoSi y euaado Felipa reiOTíí pasar á
sesaadas nnpdiaa , AlDaroni persoadió 4 la TlniíiQS qoi
la prineisa mas adeoaada para qae tjareiese aobre ¿h
el misKLO iftflajo que aobre ladifanta reiiia^ era dofiaifli'
bel Faraefiio, Bebriaa del daqae de Parma , de q«ieii Al^
beroai era eaviado ea Madrid Decidido el caaaiaieato j
mandados al daqae de Parma loa pederes para redUr Sa
mano de aa sobriaa ea sombre de Fdlipe, la Urataoi to-
To noticia de que el oar&eter de Isabel era mny áivem
del g6aio dóeil y aamiso qae Alberoai le habla atiibiú*
do: pero aunque ooa tal aviao ae hiae parUr aa ooctto
para iateriampir la oelebraei(m del matriaieiiio , lexQ'
tardó arti&cioaameate á au llegada á Parma la eatceía
de los despachos, que ao recibió el daqae haata daspw
de terminada la ceremoaia aapoial. La naera Teima te
puso ea B»rcha inmediatamente para Eapafia: á aa paso
por San Jaaa de Pié del Puerto, ea la froatem de Frai»
oia, en donde ae detayo doa diaa, tavo largaa ooaTersadoi
Bes eon su tia la reiaa rinda de Garlos ll^ qae aalió á v^
cibirla á aquel puato, á qaiea Felipe habia hedió reü»
rarse á Bayona, á coHaecueaoia de la parcialidad fs
habia manifestado por el arehidaque euaado toa atíaooi
ocuparon & Toledo, ea la qae esta les iairajó del diaai-
nio que la Ur alaos ej ereia ea Sapafia , ouyas aotieias la
fueron coatrmadas por Alberoai qae la agaardaba et
Pamplona, ftiguió desde allí aa Ti%je áOaaáaiajara^dda*
de la eaperaba el rey para la ratifloadon dtl malrbaeBia.
y la Urinea eomo camarera mayor aalió á eaoofttEaria á
Jadraque.Apenaa la reiaa habia eatrado ea la hal»ti«
doa que le estaba diapuesta • ooa el aiaa ligeio pretetíi
LESO poner en aa coche á la Úidaos ooa doa oftelales qaa
la acompafiaaen, escoltada per uad^atameato de eaba*
liaría y mt n ló ae le coadnjese á Fraaoia, ala permitizlB
descansar ai aaa mudarse el traje decorie ooaqieei*
taba yeatida. La reina llegó á G-aadalajara donde easaba
el rey, y el matrimonio se rat .ftcó (24 de ootabro de ITU}
á preaeada del palriaroa de las ladiaa.
Felipe quiso fijar la auceaioa de la ooroaa do _
sobre iaa miamas bases qae la de Franela, ozelayeBdoé^
las hembras; habieado varoaes aaaqae de líaeaa oolaaa<*/
rales;; cuya forma , adoptada por el conaejo do
resistida por el de Oa¿tilla| ae hizo que la aprobasen
— 159 —
Oorteft rennidas en Madiid en 1714, ooDCürriendo con los
de üasüllay les dilatados de iulgunas ciudades de Afg^^
goH) Yaleneia j Oatalafia, y en consaovencia sepnblioó la
pragmáüea oon las solemnidades aoobiambradas. Felipe
se proponía oon esto el laudable fin de evitar las gnerras
de sncesionqae tan frecuentes habían sido en Bspafia, y
los resultados pemíeíosos que había tenido para aquella
nacion^elqae la corona por medio de los easamientoai se
trasmitiesen á familias extranjeras; pero este intento no
solo no se logró; sino que esta innovación ha sido la eau-
sa de la nueva guerra de sacefeion;á aq&elJa corana qoe se
ha verificado en nuestros días, en la qne aon üarlo» fan^
daba su derecho en la pragmática de Felipe y. mientras
que la aatnai reina do&a Issibe), en cu jo f rtvor decidieron
1m armas, hahesho consistir el sujo en las antiguas cos-
tumbres y en derogación de eaa misma pragmática , por
su padre Fernando YU.
M reinado de Felipe Y íaé la época de los aventure-
ros; Albereni, por el iníiojo de la reina, logró apoderarse
absolutamente del gobierno. La guerra de sucesión había
heeho naoer graves contestamones entre el gobierno es«*
pafiel y la corte romana, pues aunque el Papa Olemente
X£ se había maikifestado favorable á los intereses de la
casa de Borbon , dominada la Italia por los an.atriacoS|
no había dado á Felipe la investidnra del reino de l^ápo -
les, considerado en aquel tiempo como feudo ú^ la santa
sede, y había reconocido á su nval, por lo que^F«lípe ha«
bia mandado salir de Jblspaña al nuncio y hecno que los
obispos tomasen conocimiento de las apelaciones y de->
cidieseu en otros negocios que se despachaban por el
tribunal de la nunciatura ó se llevaban á Eoma. Entróse
en negociación para restablecer el antiguo orden de co-
sas^ y Alberoni ofreció que todas las diücaltades se alla<%
narían, si se le daba el capelo, como se verificó.
jíMuertoLais XI Y en 1? de>etiembre dtl715, la historia
ddl largo reinado de Feíipe^ae reduee á sus incesante^iu'-
teñios para ocnpar él trono Frenóla, de lo qne no se órela
impedido por las ^repetidas renuncias qne había heeno^
porque estaba persuadido, que no podía renunciar á un
dercíaho inherente 4 su nacimiento, y esto le hizo empe«
fiarse en una guerra desgraciada contra la Francia ,
[1719] por haber sido descubierta una trama íbrmada
— 160 —
en Péiís psra ponerle en poietion de Uregenefai daiwi-
1e la Meaoridad de^Lnie XT y á loe esfunos rapetidef,
i)rimere para rcííoterar el predominio que 1% Bepaft» a»-
í)ia ejercido en Italia, y deapmee para kaottr. aobennoe de
nlgnsos de Iob peqne&OB estadee de aquella i^nínanla, a
]os hijes do en segundo Katrimonio dom Oárlos y don
Felipe, lo que di6 motiTO á unaeéiie intecminabla de a^
lianzas y negociacionea eeneetos objetoa, y eonelde
liaeerae reatituir por la loglatetta á Gibraltar y Mi-
aorca. , ,. . .
Alberoni, obedeciendo laa ér dmes^ del r^ y l;»»jean-
do «u inclinación & las oonquistiui ealtaliai mrmé una es-
cuadra á cujo bordo se ambareó un ejéieito^ que a las
< rdeies del marqués de Lede , tatnenee de naeimiealOy
ceupó la Oerdefia ("1117 J habiendo persuadido á «das
Jas naciones, así como también al Bumo Pontiftce 9^ le
^concedió un subsidio, que el armamento se baeiaeontra
les torees. Ho obstantes las reolarnaaonee da todas las
potencias que temían ver turbada nnevaaiente la pas de
In Europa por la ambición de Felipe y de an ministro,
éate dirigió nueva expedición contra la Biollia, ptf o li-
gadas la lugUtorra, la Fraueia, la^Holanda y el empera-
dor por el tratado de la cuádruple allansa, la laglatena
para geetener la cesación de armas en Italia eenyenide
en la paz de Utrech, envió nna escaaira al Meditsrráaso
á las <3rdeiies del almirante^Biag, laenal deatrn|éla ss-
pafiola cerca de Mcdua, y las tropas que se babiaa ape-
clsrado de casi toda la iels, tuvieron que abudenarla per
una capitulación,
▲Iberoui vuio á ser el blaneo de la peraeeneien de te*
(los loa gobiernos , que so creían siempre en riesgo de
nuevas i&quietudes, mientras aquel miotetre turbalsato
y fecundo en recursos, estuviese al frente de les negodcs
en España. El mismo Felipe eomenzó á verle con reifrie
desde que bus esperanzas se frustrareny y se le dio en fla
orden p»ra retirarse de la Corte y salir de IspsiA
dentro de un corto término. Púsose en eamina , y en Os*
talufia faé detenido y registrados eserapnlosamente sitf
papeles. A su paso per Genova se le|detavo de nueve, y
el Fapa pretendió que se Je mandase preso para kaoerlo
juzgar sobre loa capítulos de acusación presentados por
el rey de España ; el gobierno de aquella repúbllcs se
^
— 161 —
rehasd oon firmeza á esta inffaoeíon del dereoho de geiin
tes, pero no padiendd resistir tampoco oontra toda la
,Baropa conjurada odn Alberoni , le previno qae saliese
de sos estados y tavp que oouMarse en Saiea, liasta que
muerto el Papa Clemente XI fué llamado á cononrrir al
oónolave para la eleosion de su snoesor laoceoeio XIII.
Siguió luego en Boma, ó. desempeñando fuera de ella di*
versas comisiones del gobierno pontificio , y mnrió en a^
qnella capital de edad muy avanzada el 26 de junio de
1752.
La caida de Alberoni habla sido prej^arada por el mar-
qués de Sootti enviado del duque de Parma , . tio de la
reinal que el mismo Alberoni habla empleado en di ver-
saa comisiones diplomáticas de la mayor importancia, y
por otro agente da inferior esfera , aunque ^e grande íq«
fluencia en este reinado qué fué dofia Laura ^ ama de le*^
che de la reina, que estaba á au lado en calidad de aza-
fata. Bl i)adre jesuíta DanbentoUi confesor del rey, ann^
que ejerció el empleo de ministro después de la calda dsl
cardenal , le sucedió eñ la preponderancia sobre el espí «
ritu del rey, pero cayó tombien de su gracia^ y disfruta-
ron mas ó menos del favor real otros ministros ; hasta la
elevación del marqués de Orimaldo. Felipe , cuyo géne-
ro de vida era monótono, y encerrado , se decidió a lie**
var á efecto el proyecto que hacia años meditaba, de a^
paitarse del todo de los negodos, y retirarse al eitio xeal
de San Ildelfoso ó la Granja , en la que habla hecho
construir nn palacio con soberbios jardines, que quiso ri-
valizasen con los de Yersalles. Oomunicada esta resol u>
don al consto de Oustilla [10 de enero de 1724] y man<«
dada publicar y cumplir por esto, el marqués de Orimal-
do pas(^ al Bscorial [14 del mismo] y presentó á don Luis
el decreto por el que se le transfería la corona*
D. Luis I subió ai trqno á los dies y siete afios de liu
edad i y fué proclamado en Madrid el 9 de febrero de
1724. Los espafioles, deseosos de t^ner un rey nacido en
0í}pafia, le recibieron con aplauso y sus buenas prendas
prometían nn felis reiaado. Por an doble matnmonio se
lo habia dado por esposa doQa Alaría I^sabal deBoibon,
hija del regante duque de Orleans. al mismo tiempo que
habla sido llevada á Francia la infanta doña María Asa
Tictoria, hija del segundo matrimonio de Felipe, niña
OISBAOIBONES»— TOlffO /^A--41
, _1G2 —
de cuatro años, con qaiea. debía caaar Luis XY, qae á la
aazoa tenia ouoa, oaando ambos taTieseii edad. Bl casan
miduto da doa Luis no f dé dicboao; tales faetón las ex»
travAganoias de sa e3i}osa^q.ao se trató deán divorcio jse
yió obligado 6 castigarla^ separándola porfalganos días
de en lado: efeuto todo dtí ios ejemplos escandalosos de
de U corte del regente, nna do las ínas ccvrompidas que
jamás se hablan vi»to, . .
▲nnqae.el reim^do de Luis faó'tan pasajero qne no lia
dejado ne&al algnna de su existencia , se eomenzaten á
descubrir síntomas de mala inteligencia con la corte de
San Ildefonso', desde cuyo retiro Felipe se^fnia gobe^
naado por sus. insinnacianes: pero á todo pusieron tármi-
ao las virneias , enfermedad f aneeta, en aqn^la época
pttra la CAsa de B jrbon , do la que falleció el jóren rey
el 31 de agosto del mismo año en que empezó a reinar.
Muchas dudas ocurrieron á Felipe para volver á tomar
la corona; habiéadole nombrado don Luis sn sucesor e&
el testamento que otorgó. La renuncia habia sido tan ab«
soluta qne no le dejaba logar de volver á snbir al trono
que debía ocupar don Fernando , segundo hijo del rey:
Felice^ Heno de esciúpulos y conji^alto á diversos teólov
gji , paro uj 60 d>iQiiió á reunir las Cortes como se
le propuso por el consejo cuando hizo la renuncia, con«
teacaudose eutonodti cou pedir su opinión á los ayunta-
mientes de Ims ciudades que tenían voto , medio que se
juzgó suficiente para suplir por la reunión de aqnéUas.
Decidióse por fin Fslipe á volver á tomar en sus manos
las riendas del gobierno, á lo que no oontribayó poco la
reioa dona"^ Isabel, que no veia otro modo de satisfacer
BU ambición de hacer á sos hijos príncipes soberanos en
lulia y para qua Felipe se decidiese , hizo mover todos
los rd:M>raeS| siu omicir el del padre Bfirmudez t oonfesor
de Fdtipa y del naucLO del Papa, quien no dudó asegur
rar la aprobjbcloa del damo Pontífioa ^ haoiéndoae res^
poasabie delaate da D¡os de la retractación de la abdi-
uAúioü da Faiipa y da Tas promesas coa que se habla li
gdii j Fausta , dauidi^io por talca razones , hisso saber éL
consejo el sel 3 de eetiambre su resolaeion de volver m
trono.
Parecía £er el destino de Felipe no poder gobernar sin
ponersd bajo la dependenoia de afgano, , ^ quien aban-
— 163 —
donaba la autoridad para perseguirlo despnep. Otro af^
yentarero llegó entonces á ejercer en el gobierno de Bs^
paña el mismo ó major poder que el qne había tenido
A'beroni. Juan Galllermo, bfbron de Riperdá, «e iuíirtnó^
en el favor de Alberoni» y se le confío el impertiente eü-
oargo de tratar secretamente con el emperador de Aus-
tria, para asegurar á don OárioS) hijo del segundo
matiimoDio de Felipe , la hereooia de la Toheana j de
Parma a que tenia derecho su madie doña Isabel. Bi->
perdá volvió á Madrid con un tratado público de paz con
el emperador, por el que reconoció á Felipe como rey de
ISspaña, y con otro secreto de alianza , en el que doña
Isabel fundaba sus esperaDzas en el establtcimiento de
sas hijos, qne intentaba casar con las dos archiduquesas
hijas del emperador. Todos losfdvores de la corte ca|e-«
Xju entonces sobre Biv>erdá: diósele ei; lítalo de duque^
hízcsele grande de España y primer minibtro, habiendo
renunciado antes á la rerljgion protestante y declarádose
católico, cambios que Biperdá^ hacia con gran facilidad»
Propúsose entohcüs ejecutar todos los provectos que te-^
nia presentados para restablecer la^indufi tria y marina es**
pañoía para impedir el contrabando que los iugleses ha-'
cian en las costas de América , y para quitai- á esta na-^
clon el predomiiiio de los mares. Biptidá divulgaba in^,
discretamente estos intentos, y contaba para tuuo coa
los ejércitos del emperador. La loglaterra, la Franuia y.
la Prusia alarmadas , formaron con este motivo una a«
lianza por un tratado celebrado en Hauover, y despuea
se unió á ellas la Holanda. Las esperanzas que hablan;
hecho concebir á la corte de íOspañalas promesas de Bin
perdá no se realizaban: la Austria :exigia los grandes aa«
xilios de dinero que se le hablan ofr<:cido , y Biperdá ha^
bia suscitado contra sí muchos enemigos : el favor que
disfrutaba se desvaneció con la mism» celebridad que lo
habían ganado. Admitiósele la rennncia que hizo dts to««
dos sus empleos, [14 de majo de 1726] asignauaole un%
rompeteute pensión , y no ttnléudi>ike por i^eguro de la
tempestad que contra él se hahia levantado , se refugia
en Ja casa del ministro inglés á quien dló coniiCiiLieiito
de todos les proyectos formados contra la Inglaterra/
pero íuó sacado de ella por un alcalde de corte y oondu*
Oído preso s>l castillo de Segovia, de donde logró escapar
ayudado por ana jóTen llamada Josefa Bomero, con quien
^ contrajo amistad , la cual , siendo amiga de la mujer del
ibloai4e, lo proporcionó descolgorae do la torre de aqne\
lia fortaleza, y ha jó cou ella á Portagal. Deepae de va**
ríaa peregñuaciones en Inglaterra y Holanda, reclamado
«¡orno reo de eatado por la España^ se retiró á Marraecoa
i;n donde faé favorecido por la sultana madre del empe*
radon tomó el turbante , sufrió la circancifiion y pret^*
cUó reconciliar á los cristianos , judíos y mahometaEOS,
firmando una nneva religión que tuvo pocos aectazios.—
Nombrado Bajá ^] se le dio el mando de las tropas motia«
cas que defendieron á Oran , cuando aquella plaza faé a<«
tacada por el ejército español, bajo las órdenes del conde
(le Montemar: peleó con desesp^acion, pero fué derrota"*^
1 10| y habiendo sido precipitado del trono sa favorece-
dor, por una de aquellas revoluciones tan frecuentes ea^
i re los moros, tuvo que liuir á Tetuan en dónde mutió (5
ele novien^bre de 1737) y faé enterrado con gran pompa
«lomo musulmán. £2n £;^pafia , por su apostasía y haber
hecho la guerra contra las tropas de aquella nación faé
degradado de su título de duque y de su dignidad de
l?r»nde [1732].
Nada contribuyó tanto á estrechar las relacianes de
la Oorte de Espa&a con la Austria i como el agravio in*
térido á la familia real por el duque de Borbon, que go>
iMumaba la Francia en calidad de primer ministro i ba^
idendo romper el matrimonio contratado del rey Loifl
ZV con la infanta áJoña, Maiía Ana Yiotoiía , alegando
)jor motivo , la necesidad en que la Francia estaba de a^
Hegurar la succfiion al trono por un pronto casamiento
del rey sin esperar que la infanta, que no tenia mas que
Biete años, llegase á la edad nubil [1725J. Bnconsecnen<
«la fué esta devuelta á loa reyes sus padres, quienes
dieron todas las muestras del mayor ^nojo , en especial
la reina que era muy altiva y violenta: mandaron volver
é Francia á la reina viuda de don Luis y á mademoise-
ile de Beaujolais &u hermana, que habla sido llevada á
España para que se educase allí y casase con el infante
don Carlos, que después faé Carlos IH: se dio orden pa«
xa que saliesen también todos los franceses que residían
en España, la que ce revocó viendo Ja leina que Felipe
disponía su viaje, y preguntándole qué intentaba', con^
testó 4116 86 prepuaba & oamplir la orden de ealír de Es**
pafiaqse le eompcendía oomo fra&eés , y quedó cortada
toda eominieaoioB entre ambas Oortos.
Oaatro años despiuB (1729) ee ooatrató oou la de Por.
tagal vn 4oble easamiento: dím Fernando , reoouooido y
jurado piíneipe de ▲etaria8.(en 25 de noviembre de
1724) per las Ctortea conveeadae para eate objeto en Ma-
drid 6 oenseoneada da la maerte del rey don I^nia, tomó
per esposa ¿ doffa María Bárbara de Pertagal , y la íem
f*nta dofia María Yietoxiai qne habla estado contratada
oon Lnis XY ^ easó een el príneipe del Brasil. — Ambas
Cortes se aoeróaron á las respeetivas fronteras , y las in-
f iintas se cambiaren en un pnente^oonstrnido y Boberbia-
mente adornado sobre el rio Oaya qne separa on aquella
parte las dos reines* Bi oasasodento de don Femando so
celebró en Badajos^ de donde pasó la Oorte á SoTilla , y
mí esta dndad permaneció FeUpe al£[nn tiempo para r«S'
tablecer sn salnd^ eottbdbnyendo la reina á tañerlo sepa-»
fado de Madrid, para ejercer s&as libremente sn ialladu^
cía sobre el anime del menaroa»
Bntralas varias y compUoadas combinaciones políti-
eas qne se formaron en Baropa d.nrante el largo reinado
delMipe^lagnerraqnefiedeolarÓEobre la eUcsion de
m soevo rey de Polonia, 6 crasecneneia de la mnerte del
rey Angnsto Illy (1? de enero de 1733) vino 4 nnir loi iac
tereses de los reyes de Franela y de iQspafia : el primero
apoyaba 6 sn snegreBstanilao, qne habla sido desprji-
do del trono por la Bnsia y vnelto á elegir por los poia«*>
eos : la Anstria y la Bnaia protegían al hilo del dif aoto
rey I nombtado en otra asamblea por el inflajo de Jas ar-«
mas de aqnellas potendas^ Para Bspafia esta coestion
era mny indiferente; pero la reina aprovechó la ocasión
qne ella le ps^orcioaaha> para llevar adelante snldea
favorita dei estableeimiento de sns hijos en Italia.— D.
Oárlos habla sido yareoenoeldo como sneesor del gran
dnoada de Tsscaaa, y estaba en posesión de Parma y de
Plaseneia por derecho hereditario de sn madre , annqae
no dn oposi^n del emperador, mas no contenta con es*
to dolía Isabel, hlso declararla gnerra ó la Anstiia , y
nn €j6roito espafiol mandado por don Jo&ó Oarriilo do
Albomosi conde de Montemar , ya ilnstrado por la con**
qnista de Orany desembarcó en las coatas de losoana
Piai&TAOieilM.— 70MCUI- i'i
-«les —
{1733]. D. O&rloB m paso á «a freate eoa el titalo de ge -
ner^Usiiao, ooapó el reino de Ñápeles mal defendido por
los aastrt'iooS; y U viotioria de Soconto ganada por Moa*»
temar, [25 de mayo de 1734] y la ocnpaoion ein resisten-^
oitt de ia áioiLli», patieron eu sn oabasa la corona da a •
qneUos reinos. M titnlo de dnqne y la grande» de Kspa-
fti* f lefon el premio de JIteacemar. Loe progresos dsi las
armíi^a espafiolas en Lombardía, hablan heobo 6 doft&^^a-
bel lisonjearse de que el dnoado de Milán vendria á for^
mar otiro estado en qae esüableear á sn segando, hi{o don
Felipe, mientras qne el tertsero, don'Lois « por efeelao de
la r«oonciliaoioa qae se verifieó con la corle dé Boma,
qne fiabia tenido gravee difareneias.oon la de Bspafta por
ineidentea de lú guerra de Icatia , habla sido nombrada
cardenal á los oono a&os de edal, condriéadole loa arza«
bidpados de Toledo y SevlLla ; peroliabiéndose yiato o-
bUgadíb la Francia a celebrar la pas oon el emperador.
Binada tavo qae haeer lo mlsmo^ qa^dando reconocido
don uárlos rey de las Doá SieUiai cediendo la Toaeana ai
dn^ne de Lorena, en compensación de este dnoikdo qae
fie dió dk E itanislao, qaien conservó ertiünlo de xejr de
Polonlai annqne el cecro de aqnel reino quedó en- manos
de sa competidor. Los dneados de Parma y Plaoenoia se
dieron al emperador, y la Lorena debía unirse á la Fran«
da después de la mnerte de Bstaniiao» Bate tratado, ca*«
yos preliminares se ñrmaron en Yiena en 9 de octubre de
1735, no f aé aceptado por Felipe hasta el 18 de mayo del
ano' siguiente*
La rivalidad entre BspalLa y Portugal no se habla ex^
tiDguido en tantos afios de pas, ni por el doble casamien-
to qae habla unido á las dos familias reinantes: oual<«
quiera causa ligera la volvíala encender, y la guerra estu-
vo á punto de romperse i eon motivo de la violación de
los privilegios diplomáticos del embajador portugués en
Madrid, á que se agregaban reclamaeioues de la Oorte de
BspaUa sobre usurpación de territorios en el Biodela
Placa: mas todo se terminó por la intervención de la Iñ«-
glaterra, quedando cedida á la BspalLa la colonia del Sa-
ocamenco en la América del Sur, de la que los espillóles
hablan obligado á retirarse á los portugueses durante
esta cuestión. Beconooido don O&rles por rey de ÜTár
poles^ el Papa dió la investidura, y quedaron terminadas
— 167 —
as nuevas diferencia que coa diversos motivos se habiau
saeoitado con las corte de Boma. Felipe trató eatouoea
de oaaar á don Garios, y se dieron iastraoolones al conde
de Fiíeaclara, embajador de fispana en Viena , para qae
pidiese á la prínceda doña M^ria Amalia, hijri del eleocor
de Sbjonia y rey de PoIoqí^. El 9 de mayo de 1733 se ce-
lebraron las bodas tn DresdOi y habiéaduse puebto enea-
mino la nueva reiaa, recibió de todas parces , en su largo
viaje hátítA S'ápules, señales de la ma>or coQtíider<&cion«
Bl f apa oomii^ionó doce cardenales que la fúllcitaseu al
paso por BUS eatadoS; y el rey de E^pi^na maudó eu cali-
dad déTembajador extraordinario al oiude de Bei wick, Oár «
los salió á recibir ú su esposa á la frontera de »u reino, y
habiendo entrado en la capital piivadamente el 23 de ju-
nio iii£0 una entrada solemne y magüiüca el 2 de julio si-
gaitnce.
Una nueva guerra de sucesión que puso en movimien^
to á toda la üluropa , volvió á abrir el campo á la nmbi^
clon de la reina doña IsabeL Üii emperador Carlos TI mu-
rió en 1740) y aunque creyó haber asegurado la suceaion
de sus oseados á su kija Mc&ría Teresa por medio de la
pragmática sa&cion reconocida y garantida por todos los
soberanos de la Jíiuropa excepto el elector de Baviera» to«<
dos pretendieron aprovecharse de bus despojos, alegan--
do derechos á la herencia de los estados de la casi* de
Au^tfia, entre ellos el rey de Kspaña, como descendiente
de Carlos V, y p¿ira apoyarioSi O mas bien para aprove««
char la oportunidad que para llenar las miras de la rei^
Ba respecto á don Eeiipci le ofrecía , el haber tenido Man
lía Teresa, que llevar el título de reina de Hungría, que
retirar las txópas de Italia para defender sus estados de
Alemania invadidos por el rey de Prusia ; hizo embarcar
ua ejército á las órdenes del'duque de;Montemar para las
costas de Italia, á la que llegó eludiendo la vigilancia de
I4 escuadra inglesa que estaoa en el .Mediterráneo, el
cual unido á qaince mil napolitanos qae atravesaron
los estados del Tapa, debia , apoderarse de Uilan; pero
todos estos planes quedaron desconcertados por el trata-
do de aliaua^a que hizo el rey de Cerdefia (^titulo qne ha-
tjisk tomado el naque de 8aboya desde qae se le dio la
Cerdtsña en cambio de la Sicilia) por la mediación de luc
glaterra con la corte de Yiena, aunque poco antea habla
— 168 —
Celebrado otro con loaBorbones. Al mismo tiempo la ei"
caadra ioglesa entró eii el puerto de Ñipóles y oMigd al
rej Garlos á declararse neutral i amenaxándole con él
bombardeo de en capital y señalándole paca eonteatar el
término de una hora, humillación que nunca olvidó aquel
monarca , y que ioflayó mucho en su política durante to*
da su vida. Montemar, privado del auxilio áe los napoli"
tanoB^ que se separaron de su ejército en virtud de esta
declaración de neutralidad y tuvo que retirarse ^háda los
estados pontificios , y el gobierno de Madrid , en el qie
habla inflaeneiaa que no le eran ftivArables, atribujéu-
dele el mal éxito de la campafia, le dio <Menpara entre*-
gar el mando al teniente general «onde de Gages, y á és-
te la de atacar á los austríacos dentro de tercero dia, ó
dejar|e1¡mande al jefe inmediato. Gagca cumplió esta órd«li
estrecha eon tanta inteligencia como valor (8 de ftbñro
de 1734). Hizo mover sus tropas « acantonadas en las in^
mediaelones 4e Bolonia con el mayor silencio, y para 0(«
cuitar su salida de aquella ciudad, dio un baile en la nod
che en que la reríñeó, haciendo una marcha rápida para
eorprender á 108*audtnaeo8 acampados en las inmediaeia«
nts de Parma , en las riberas del Pánaro. 8iu embargo,
eneontró prevenido al mariscal Traun que los mandaba;
])ero aunque esgafiado en su esperanza , no dudó empe-
^r la ac«iOD| que comenzada á las cuatro de tarde, aaa
ró hasta muy entreda la noche con la claridad de la Inn
na. Los españoles se atribuyeron la victoria por haber
pasado la noche ^x el campo de batalla : los austriaeos,
porque habiéndose retirado los espafioles el dia siguien"
te, fueron siguiendo BU retaguardia. £sta fué la batalla»
de Oampo Santo, célebre en aquellos tiempos, en que tan-
to se distinguieron las tropas espafiolas , especialmente
los cuerpos de la casa real. La pérdida fué grande por
una y otra parte , y Gages mandó á Madrid ocho estan^
dartes if una bandera tomadas al enemigo: el empleo
de capitán general que se le dib, fué el premio de esta
acción.
Bl norte de Italia^ en donde) habla otro ejercite espa^
fiol 6 las órdenes del marqués de las Minas, en el que se
hallaba el infante don Felipe era el teatro de las opei»<
clones principales de la guerra. La Inglaterra y María
Teresa celebraron ea Worms un tratado ¿de alianaa y se
l(o1
«omprometieroii á eeder la úlama varios temtorios de la
Ijombardía al rey de Oerde&a y ma&tener treinta mil
bombfes á qie se imiriaxi cawrenta mil qae le vantaria es**
te mediante aa sabsidio meosal qae pagaría la logias
térra. Bn el «tr los anstriaeos ^ habiendo recibido ref aer<-
EOS & las dxúeaes del príncipe Lobkowlt», obligaron á los
espaSoles á retirarse biioia el reino de JSTápoles^: Carlos
oon este motiro , y pretextando qne los avsdriaeos exita-
taban A ens stbditos & la rebelión, rompid el armistriclo
y salió á la defensa da sos f conteras. Los ejércitos acam-
paron á la vista nno da otro en las inmediaciones de Yc"
lelrl en los estados fontiftoíos, muy cerca de Btma , y
el feneral austríaco dispaso ana sorpresa para cojer á
Oárlos en la casa en qne estaba alojado, lo que estavo tan
^eroa de oonsesair* qne aqael menarca no pndo ponerse
^n salvo sino escapando de la cama casi desnuda por la
ventana^ lo qne atribuyó á;milagro* Bi,no haber^llegado &
tiempo la segunda columna' austríaca qnedebia sostener á
la primera, dio Itigar á los espafloles para ocurrir á la de<
f ansa, y los anstriaccB faeron rechazados habiendo tenia
do macha pérdida. Ambos cjéceitos comenzaron á resen-
tir/los efectos del clima ardiente y de las exUalaolones-
de las lagunas inmediatas á Boma, y experimentaron
mochas enfermedades. Bl genersil austríaco resolvió re.
tirarse; pero el activo Oages previno sos movimientos , y
por inay cotta di£Biebcia de tiempo kabia logrado eu ia*-
tentó de cortarle el paso,: pues laa oclumnas - espaSolas
ae comenzaron ó descubrir cuando los austríacos entra**
J>an en Perugia, que era el punto donde se dirijían.
Mientra la guerra se hacia con tanta actividad en Ita*
lis, los ingleses atacaban ooii no menor empeño las po^
nesioues españolas en América. Bl comodoro Anson faé
destinado oon un» escuadra al mar del Sur, cuyas costas
liostillsó, y habiéndose dirijido á las islas Filipinas to-
mó la nao de' China ^«-Nuestra Señora de Oovadonga"
que volvía á ella con nn rico cargamento. En el mar del
^orte otra eseiUMlra mu<Ao mas fuerte , mandada por el
almirante yefflOn , que llevaba 6 su bordo un ejército á
las órdenes del del general Wentworth,' atacó áOarta^
¿ena que fué valientemente defendida por el virey de
Santa Fé don Sebastian de Eslava y per el jefe de es*
iMiadra don Blas de Leso, con uua corta fuerza de tropa
PliSACOB^TOflU— TOMO UL-^43
-lid-
de líaefti milicia é indios. Los ingleses se vieron obligsdM
á abandonar la empresa , habiendo perdido en ella nnera
milhombres, por efecto prinoipalmento de las.enfermeda-
des propias del clima. Bl ataque qne intentaron después
oontra la Isla de^Onbayfaé igualmente deagraciado, y sia
haber hecha otra cosa qne salir á tierra en|ia8 inme^aeioi
nes de Santiago, tuyieron qne rdembaroarse, abandonan-
do por eatonoes todo intento oontra las posesiones espa«
ñolas. Bl gobierno de EspaOa había tomado medidas
oonvenientes para protegerlas , pnes Inego quesetufo
conocimiento de la expedición de Anson al m»r del Bar,
se destinó á seguirla y á impedirle entrar en aqnrt mar,
nna escuadra mandada por don José PLsarro, que se hi
zo á la vela á principios de 1742 y pero detenida por los
vientos contrariuS; no pudo doblar oportunamente el Oa-
bo de Hornos, como lo habla eonseguido Auson, aunqae
combatido por los mismos vientos. Unidas después las
fuerzas marítimafi da Fraupia y ISspafta , el poder de la
Inglaterra quedó balanceado , y las escuadras y flotas
Uegabiin á los puertos de BspafLa desde la Amérioa oon
seguridad,
lift nueva oampaüa de Italia se hiso de ana maaerik
decisiva. Gages, atravesando los Apeninos oon una mar-
cha atrevida y venciendo obstáculos que paracian insux
perabies, operó su reunión en Alejanaría , eu las Uaun*
ras de Lombardia, con el ejército espaOlol y francés qss
conduje de Provenía el infante don Felipoi que tomó el
título de generalísimo. Las faersas reunidas de ambas
naciones ascendían ¡á 62 mi! hombres : Gages manda-
ba á los espaCLoles ,* y |el mariscal de Maillebois á los
franceses. Nada pudo detener á un ejérelto tan podeco-
S0| y bien presto don Felipe tuvo la. satisfaemon de ka^
cer su entrada triunfante en Milán. A estas prospefida-
des siguieron reveses no menos grandes. María Teresa,
qne se llamaba ya la emperatris reina, salvada per la ft«
üelidad de la nobleza h&ugara del peligro en que la ha-
bla pueeto la conjuración de casi todas las potenoiaB <de
la fiaropa contra su trono, habia hachóla paa coa la
Prhsia perdiendo en ella la Silesia ; pero libre de ooida^
dos por aquel lado, habia podido destinar mayor n&mera
de tropas á la Italia. La Francia oomenaó á tratar da
paz| no obstante la oposición de la reina de Sspafllai cea
— 171 —
lo que las operaciones, de los ejéroitos combinados 4^ las
dos naciones se haoian sin la baena inteligencia y éner.
gía necesarias Las posiciones [avanzadas que habían o«
cnpado faeron abandonadas sncesivamentei JiGages, que
en tx>das estas operaciones se manifestó siempre un gran
general j así oomo las tropas qae mandaba sostavieron
siempre sa reputación, f aé rechazado con gran pérdldja,
en el ataque que las fuerzas combinadas dieron á los im-
periales en las inmediaciones de Placenda.
Bstos reveces prepararon el ánimo de Felipe y de la
reina su esposa para eeder de sus pretensiones en Italia,
no instiendo en la posesión de Milán ; pero Felipe no yu
vio bastante tiempo para ver el fin de la negociación que
sobre estas bases se habían comenzado. Bntregado á una
apática indolencia, efecto de una enfermedad de melann
oolía, pasaba su vida en la cama , no levantándose mas
que algún rato de noche, sin afeitarse á veces^lurante ma-
chos meses y presentando afií en su persona el contraste
mas notable de la debilidad humana con toda la pompa
del trono, terminó sus dias el 9 de junio de 1742 en el pa«
lacio del Buen Betiro, en Madrid, por un ataque apoplé«
tíeo, sin haber alcanzado ninguno de los auxilios de la
religión ni de la medicina, á los 63 años de edad y á6 de
reinado!: sepultósele en la iglesia Colegiata del Beal Si*
tio de San Ildelf^so^ que habia sido el lugar en que re^
sidia de preferencia, üju el testamento que tenia hecho,
dejó á la reina además de varios legados considerables
y el paiaeio de San Ildefonso , una asignación anual de
setenta mil pesos, quedando á su arbiirio la ciudad de
Bspafta en que quisiese vivir. Oenfirmó nuevamente el ^
modo de sucesiou al trono, establecido en 1714, y renovó
todas las disposiciones que habia diotado cuando <re«
dunció lo corona, adaptándolas á las circunstancias. ,
Aunque el carácter de Felipe fuese apático , demasía*
do sumiM á la voludtad de sus esposas, y á veces tenas
y caprichudo, era hombre de rectas intenciones, fiel y ob-
servador de los deberes religiosos, sabia apreciar, el va^*
lor militar de que él mismo dio señaladas pruebas, y, de«
seaba sinceramente el bien de sus vasallos. Bu reinado
produjo una va^edad notable en el gobierno del estado,
y aquella nación que en el de su predecesor parecía exi
hauca y aniquilada, de cuya suerte disponían á sn arb«
i
1 ■ • • • ■ . —172 —
trió todas las demás; saliendo apenas de la gaerra de sa.
ceslOBy se presentó con nnevo Tigor y lozanía i poniendo
en movimiento por les resortes úe sn política á toda la
lUnropa, recobrando á mano armada las posesionea que
babia perdido en Italia, castigando les insaltos que ¿a<
bia snfrído en la eosta de Af rica, j amenasando á la la^
glatorra dentro de las mismas islas británioas. Todo es*-
to faé obra de nn hábil ministro, Alberonii qne tonooló
Ucmde lo|qne era eapaz la nación, y qne pnso con acierto
en ejertícío enante era oonveniente , para dar impulso &
sa prosperidad. Sin pretender recomendar loe i^incipios
de SH política excerior, en lo qne no obró por sas propias
ideas, sino siguiendo las dispesiones de Felipe , aunque
éite después de su caida, le acosó de haberle ocultado la
\erdady y arrojádose sin su orden á todos los pasos qne
lv3 comprometieron con todas las potencias de la Buiopa
en todo lo relativo al gobierno interior del reinoi ae le ve
proceder con la mayor Inteligencia. Alberoni destruyó el
comereio de contrat>ando que se haeia pe» la frontera,
abusando do los privilegios que gozaba el se&orío de
Mzeaya ; reformó el arancel de adorna ; faeiUtó la eir^
culadon interior ; sjiprimió las contribuciones que impe-
dían los progresos de la agricultura , snstita jéndolea
otras menos onerosas; fomentó el comételo exterior, dan
do fácil salida á los productos del territorio espaflol , y
sacando onyor aprovechamiento de los de las colonias.
&US esf aerzos se dirigieron especialmente al fomento de
la industria : planteó en Oaadalajara una fábrica de pan-
nos, cuya dirección se encargó al barón de Biperdá, sien-
do este el principio de su carrera en Espafta» y.luego que
los articules manufacturados en este y otros estableei*^
misntos, fueron bastante en cantidad y calidad i dio ór--
den para que en el vestuario y equipo del ejército^ no se
nsasen efectos que no fuesen de fábrica espa&ola : para
introducir la fabricación de tejidos; ñnos «delino » hizo
randucir á Bspafia un gran número de familias holanda*
nas: trató de establecer una fábrica de cristales , y dis-
puso que se imprimiesen en Bspafia los misaleSi breviav
xios y otros libros necesarios para el culto , que hasta
entonces se hablan llevado de Amberes^
Bu cuanto á los medios necesarios para la defensa y
oAplendor de la nación, la marina y ejércitO| obtuvieron
— 17S —
él cuidado mas espeoiál de Alberonl. Qaiso hacer de Gá-
dis nao de loe priioieroe paertx>3 de E«ropa, y tamto en él
eoao em el del Ferrol, establéelo arsetialés , almacenes
y todo lo mecesauie para la constracoiea del baque. Da-
raate sn corto y tempestaoso ministeriOf ^ botaron á ia
af aa catorce navios de gaerra , y cuando s9 yeriflcó sa
calda, estaban otros tañidos á'punto de aoabairce. Faé el
f andador de la escaela de guardias marinas de Cádiz, en
laqae se instniian qainientos jóTcnes para sacar de
ellos oficiales útiles para el servicio de mar.
Para todo esto habia sido necesario comenzar por el
arreglo de la kaoieada y del ejérelto , qae fué debido á
Mr. Octiy enviado por Luis XIT con este encargo. Era
Orri, koiftbre de extenses conocimientos en este ramOy y
de macha firmeza de carácter, de la que tuvo gran nece*«
oidady para superar la ofiósieion qae hicieron á las refor*
mas que intentó, todos los interesados en sostener los a-
bmsos introducidos ea lófli ultimes afios del gobierno de
los prineipes anstriaeos Orxi puso en administración to*-
dos los ramos que^ eatabs^ en arrendamiento : suprimió
los empleados inútiles^éhizo que se restituyesen a) erario
lás sumas indebidamente tomadas de él. Tolvió á Fran««
da ^n 1714, lleno de gloria y de honores, habiendo pro-
xniado Felipe sus grasdea servicios con una espada a^
domada de brillantes j una pexision de veinte mil pesos
anuales f dejando en páé, por fruto de sus r^fonnasl, bien
armadp y equipado un ejército de ciento veinte batallo-^
nea de infantería , ciento tres escuadrones de caballeií»,
trescientos cafiones de artillería y cuarenta morteros, una
oantidad prodijiosa de pólvora, balas y bombas , y veinte
fragatas listas para salir ¿ la mar. Bíperdá, aunque lige»
ro y exagerado en t9do<e sus proyectos, dio mayor ensan-
che á los adelantos que se hablan hecho, y España debió
Á estos tres extranjeros., haber echado los cimientos de los
Srandes progresos que en todos los sames se hicieron en
loa siguiente reinados. Los ministros españoles que le
saoedieron enladirec<5ioa de los negocios , Orendain,
marqués d0 la Paz, dcm José Patifio, Ouadra y Oampillo,
fligaieron con empeño id caminó que aquellos les dejaron
tcaaado. Bspeoialmente Patino, qae ha sido llamado con
irasoo el Colbert de Bs^iaña, adquirió un gran asoendien-
te aobre el éspírltii del re^y, por la superioridad de sus tal
üisiifS&faeiraa.— TOtfo xii.— 44
- 1Í4 -
lentos y su actividad en el trabajo. Kacido en Uilan el
29 ám diciembre de 1667, caando agael país dependía
de la coroaa do Bdpaffa^ tomó en ana primeroa añoa la
ropa de la compañía de Jesns: sirvió despnes en ía cali-
dad de intendente en el ejército en la marina, y en mayo
de 1725 f aé nombrado ministro de ladias y de la marina.
Sa mayor empeño faó aumentar las fuerzas marítimas de
España y situar en América una parte considerable de
eliaSi para resguardo de las {cotas. El mismo Patino
dispuso todo lo concerniente á la reconquista de Orrn y
á las ezpedieiones de Italia. Oon el objeto de dar mayor
impulso al comercio de España en sus posesiones nltra-
marinasi estibieció la ''Compañía Godpuzeoanai'' para el
tráfico con las costas de Yenezueia y para pei^egaír ea
ellas el contrabando, y mas adelante formé la de Fiiipi«
ñas para el comercio de Asia. Todas estas medidas y las
grandes obras ejecutadas en CéAiA én el arseoal de la
Oarraca, despertaron la vigilancia celosa de la logli^ter-
ra: ^^deade que regresé á este paíSj dec|a á su gobierno el
ministro inglés en Madrid, Keen^ he observado con mu-
cho [disgusto los progresos que ha hecho PatÜIo|ea
sujplan ae hacer poderosa la marina española^'' y ka^
blando de la asiduidad de esté en el trabajo, deda el mis-
mo Keene, que parecia que apenas tenia tiempo para oo^*
mer y dormir, y que si antes él se quejaba de la "ientimd
española/' que habia venido á ser proverbial , entot Q s
tenia que lamentarse de la demse ala actividad de aquel
ministro, quien oon mayores conocimientos que sus pre-
decesores, sabia cortar los abiuos que se oometlsn ea las
aduanas, calificándole por esto de enemigo de todo co-
mercio estracj ero. Patino murió en el real sitio de San
Ildefonso el 3 de noviembre de 1736 , y pocos días antea
hizo entregar al rey los papeles de estado que estaban ea
Bd poder, expresando en ellos su spiníon, oon la misma
claridad y buen joicio que habia mostrado en éa eetaao
habitual de sriud. Febpe premió sus servicios dándole el
toisón de oro, caando se reglamentó esta orden en 1733,
y creándole grande de Espafla por decreto de 15 de oo x
tubra de 1736, y como se hallaba ya en pl último extre%
mo de au vida, al oomunioársele esta fe^ra^ manifaetó sa
recouocimiento al soberano que se la dispensabay y añan
fliO ; «'qae el rey le mandaba un som^brero , [aludiendo el
i
J
'— 175 —
privilegió de lod grandes de cubrirse delante del rej]
caando ya no teaia oabezá en que ponérselo.'' Después de
tantx)s a&os de ministerio, murió pobre, y Felipe para re««
oompeubar su desinterés, concedió una pensión considera-
ble á la duquesa de Faeuclara su sobiina, y mandó; que se
pagasen por caenta del erario los costea de su funeral ,
que se hizo en Madrid con una magneñcencia casi igual
ai de los príncipes de la sangre r<-)ai.
Dddde la maerce del marqués do la Paz, ministro de
estado, acaeoida en 1730, y el nombramieuto v^ra la eai«
bajada de JTrancla en el mismo año de don B tensar Fa^
tiíio, marqcéd de Castelar, hermano de dou Joté , que
tenia & su cargo el despacho de guerra, todas tas secre^
taríd^ estuvieron desempeñadas por esto último , y por
falleoiúileucosedisDribuyeron de nuevo entre don Bebas-
tian de la Ouadra, creado poco después marqués de Vi^
liarlas^ que fué nombrado minisrro de estado ; el mar«
qués de lorrenueva^ recomendado por Paiiflo , l^ajo cuk
ya dirección se habla formado, la de ñacienaa ; D. Fran-
cisco YaraSi también farorec do por Patifio, la de Indias
y marina, y el duque de Montemar j que era la persona
mas notable del nuevo ministerio , la de gaerra. A esta
administración sucedió la mas acuva y vigorosa de díB
I José Oampüloi formado en la escuela de Patino que ha^
bia sido intendente del ejército de Icalia y direcior del
astiiloro de Ouarnizo, en el que se coQStru^eion bajo su
dirección los doce navios de gaerra , á^que dieroo los
nombres de los doce apóstoles, Bampillo siguió con em-
peño el plan formado x)or Patino^ y no meuos desmtere-
»ado y económico que este, para animar al rey á hacer
gastx}s cuantiosos que el fomento de la marina requería,
*^yo no necesito para vivir , le decia, mas de una peseta
diaria, y en tiempo de uvas, con la mitad me basta. ''^
C^mpiüü murió repentinamente en Madrid en abiil de
1743.
Uii mas notable de los ministros formados en la escue^*
la de Patino^ fué don Zonon de Samudevilla, tan famoso
oon el título de marquéc» de la EiiSeuada. nacido oe un«
jíiftuiLJia decente en Hervías^ pequeño Ingur de la Kioja
•a fines de abril de 1,702 , dio sas primeros pasos en la
carrera de empleado en el ramo de hacienda de marina,
y babiendo sido ascendido á comisario ordenador , en
— 178 —
Eremio de la actividad é inteligencia qae manifefitó ett
í habilitación de la escuadra en qne se embaroó en 1742
la expedición destinada á la leoonqnieta de^Oran, pasó ¿
Italia con el conde de Montemar en oalidad de intenden-
te del ejércico destinado á la oenqnifita de K ápoles^ sien-
do premiado por el nnevo rey, despnes Oárlds III de Bs-
pafta oon el título de marqnéd de la Ensenada. IfombraH
do en 1737 el infante don Felipe almirante de BspaSaé
lidies, Ensenada fué elegido secretario del almirantaz^
f o y condecorado poco después con la graduación de in-
tendente de marina fin la nuera caitpafia de Italia de
1741 aeompañó al infante en calidad de seereterto liaste
que por muerto de Campillo faé nomtradoen 14 de mayo
1743.secretario de estado y de los despachos de guerr»!
xtarinai Indias y hacienda, según el principio, acaso muy
prudente , de reuoir en una misma persona i en circuns-
tancias de efioascz de eraiio, el ministerio de haeienda que
lita de proveer de resurtios á todes » con los ramos mas
éispendioBOS de la admininistracion , que eran le^ de
guerra y marina. Ensenada fué además goberniidor del
•onsejo superintendente general de rentas , con el maie«
jo y aíAtribuoien del real erario, y lugar teniente general
del almirantugo.
Tantos hombres distinguidos por sus telentos adminis-
trativos, y todaf ia mas por sujselo y honradez, dieron es-
plendor ¿ este reinado^ y nd obbtante la apatía habitual
del monarca, hieiisren de su gobierno una de las époesi
mas netables de la monarqul». Todos ellos pertenecieron
á aqaella clase de epleados, sacados de la medianía de la
sociedad, educados en las oficinas y fermados en la prác*-
tica de los negocios, que octaparon el gobierno en esto y
en los dos reinados sucesivos. Habiendo eaido todas las
Instituciones políticas, la gerarqola feudal habia desa<«
parecido: los grandes de Espaüa, reducidos á ser los
criados del palacio , no desempeñaban en la milicia otros
empleos que aquellos 6 que eran llamados ppr su aetl«
tnd. El respeto á la persona del monardaera lo único qüc
flc habia d«gado Subsistir , y esto respeto habia sido He-
Tado hasta una especie de adoración : servirle era el pri-'
mer deber de todos sus subditos; merecer sus favores el
tjúQO premio á que era lícito aspirar ; y como el buen
servicio y una rígida moralidad eran el solo camino le<
— 177 —
gítímo de obtoiiQirlo y de llagar á lofl honores qne antes
eran la propiedad del ilustre nacimiento^ este era el pnn«
to en que se oonoentraba la ambimon de todos y el estí'*
mulo que prodajo tantos ilustres genexates, tantos mi*-
nisttos hibiles. tantos magistrados honor de la toga, y
tantos oftoialesy laboriosos é inteligentes, qne dieron nne-
▼o ser 4 la administración, y qne sacaron á la real ha.
ciemda de la Innlidad y eonfadou á qne estaba reda-
oido-
ün la carrera literaria presenta este reinado hombres v
no menos distinguidos, á cuyo;frente debe ooloearse el
benedictino Feijoo, que ooíirsu **Teatto crítico de erro-
res comunes," comenzó á disipar las espesas tinieblas
que habian^ofmdido pertantosfsfios loscverdaderos prin-
cipios de los cenocimieatos hnmanos. Ustaria y D. Ber-«
nardo de Ulloa. hicieron coaoeer la faenie de la prospe-
ridad de la n%<don, y el ministro Campillo en sus diversos
escritos sobre los mismas materias , derramó mayor lus
sobre sobre estas importantes cuestiones. De la acade^
mía de guardias mannas de Oádis» salieron dos discípu-
los, don Jorge Juan y don Antonio Uiloa , que por sus
extensos conocimientos astronómicos , se manifestaron
dignos de tomar parte en los trabajos de los acadómicos
franceses que en 1734 fuereu al Petft á determinar la ver^
dadera figura de^^a tierra, por las medidas tomadas bajo
del ecuador. Luían coa su Poética , f oé el restablecedor
del buen gpsto en la poesía , extinguido con la irrupción
del gongorismo, BtíL como Marti renovó el estudio de ias
antigüedades y se distingo|ó por la: pureza y elegamááf'
con que escrlMó la lengua latina.
Bste reinado es también ni^norable, por el restablecía
miento de las reales acamedias dé la lengua espaHola y
de la historia : íandárcmse igualmente las de medicina
de Madrid y Sevilla, }a(A.oademia real de Barcelona y la
Universidad de Cervera. Bl Seminario de Xíobles de Ma**
drid se planteójen 1727, con el oligsto de que en él se edu-
casen los individuoaperteneeientes á aquella oíase de i la
sociedad, de una manera .que los hiciese dignos de servir
al estado en la dijriMmcia^ el ejófüito y la marinav, y de
él han salido hoaMKs distígnidos en todaff líneas.
Aunque Felipe afo faése afecto á la inquisición, como
lo manifestó», re)^as6indoseá asistir al auto de íé con qne
DI8«BTAflI0VM.~T0MC Ul- ^
— 178 —
era oostambie Bolemnizftr la ioangaraoion de annaero
monftroai dando por motivo qae el ley no debía ver á los
criminales Bino para perdonarlos, y qne hnbiese estado
restfelto á eztlngniria ; dejó no obstante libre el ejereicío
de aqnel tribnnal| jr en los onarenta y seis afioe de en rei-
nado, f nerón quemados en persona en la di versaa ciu-
dades de la penísnla, en los repetidos antos de fé qne ce*
lebraron los tribunales establecidos en ellas ^ 1547 incU*
vidnos, 782 en eatátna y 11,730 condenados á destierro,
con&scadon de bienes y otros penas, haciendo el total de
U,076 personas.
finoedi6 á Felipe Y su hijo Femando YI , el único qne
habia quedado de su primer matrimonio con do&a Mari a
Luisa de Baboya. Bi nuevo soberano estaba en la madu>
rez de su edad, pues tenia treinta y cuatro alios cuando
tomó en sus manos las riendas del gobierno: los espa&o.
les vieron con entusiasmo subir al trono á un príncipe
naoido en su país, y que habiendo^dado pmebas de pru-
denoia y amor á la nación , bada esperar un reinado de
paz y Drosperidad, y estas esperansas se vieron cumplí,
das. Fernando^ sin tener gran capaoidad, tenia una rec'
titud de intención que le Jijicia buscar en todo el acierto,
y desconfiando de sus propias luces , se entregaba acaso
demaaiadOi á la dirección de sus ministros. Al entrar i
gobernar, encontró desempefiando estos puestos al mar.
qués de Yiliarias en el departamento de estado , y al de
I la Ensenada en todos los demás : pero babiéndose retira*
do en breve el primero , le sucedió don José de Garbajal
y^L^mcaster, último hijo^del duque de LinareSi que había
hecho su carrera en varias comisiones diplomáticas en
Alemania* El padre Bfcvago, jesnita, era el confesor del
rey, y ejercía grande influjo en la nueva corte el mtdoo
Farinelii, que habia ganado el favor de la antigua, diaÍN
pando con los encantos de su voz, la melancolía liabitnal
del rey ; sin embargo , no abasaba de su posición , y sa*
tisfeaho con merecer la estimación de su sobwanp » se
contentaba con proporcionarle las diversiones de teatro,
sin pretender intervenir en la política»
Bl nuevo rey se encontró oon nna goecra que sostener
en Italia , movida por la ambidon de ftaaegnnda esposa
de su padre, sin otro objeto qne el establecimiento de
sus hijos en diversos estados de aqoe! piífl^ y sns esfaet^
,- 1Í9 —
kos 80 dliigieron á terminarla , aunque llenando las in*
teaoiones del rey aa padre; y oampliendo con lo qae era
debida) al deooro de la naolofti no qaLso haoer la paishafl^
ta dej^ic asdgarala á don Oárion la poroaa de U'ápolea y
Sicillíft, y eacAbteoido don Felipe en loa daoados de Par<i >
ma, Piaseaoia y Gaaatala, áoiqo frato que fispa&a sacó de
tantos aacri&ek>S| qaedando en la neaesidad de sostener :
á aquellos príncipei en lo3 estados que les había 'liecho
adqairiri y de contrib^ á la decorosa manatenoioa del
segando y aun á sns excesivos gastos, oon la asignación
de una considerable suma anual y algauas otras even^
taales.
Libre Femando de aquella gravosa é inútil guerra, de*
dico toda su atención á reparar los males qoe ella y I»
de eacesion qoe le precedió, habla ncansado en ia pobla*
cion, la agricultura y las artes de su reino. )Ooasideran%
do qae este por su posición , debia hacerse independien**
te de las caestiones que frecuentemente agitaban á las
potencias de JSuropa, dedicándose á fomentar su prospe<
ridad interior y á aprovecharse de las inmensas posesioc
nes qne tema en .Aginérica y Asiai se resolvió á conser-
varse neutral entre la Francia y la Inglaterra, cuya rivo^ . '
lidadlAS arrastraba á con ínuas é incesantes guerras» <-«• •
Futo paia que e^ta neatrali^ad fnese respetada , era mee
nesttr que estuvieáe sostenida por fnerzas competentes.
Oon este ñu, el marqués de la lünsenada se propuso nu*
mentar la marina hasta el námero de sesenta navios de
linea y sesenta y cinco fragatas y otros baques menores, ;
y hacer subir el ejército al pié de poder ponor en oampa-
fia, dejando suficientemente cubiertas • todas las gnaini- >
eiones, un cuerpo de den tMtallones de infantería , den .
esonadrones de caballería, y un tren correspondiente de )
artüiería, mas para que el aumento del ejército se hicie«
tse sin hacer subir innecesariamente el costo de estados
mayureSi en vez de crear nuevos cuerpos de infantería^ se
dispuso arreglar los ya existentes 6 un batailoui tenien«
do tres cada regimiento. ^
Páia la oonsuroccion de buques, adem&s de aumentar --
el arsenal de la Carraca en üadiz , se formaron los del ^
Ferrol y Oartagenai y seatrajeron con premios conoide- í
8abIes^;ios mejores constructores de Francia y de luglacjer* -^
ra. No solo se fortificaron las plazas marítimas, sino tam4t
— ISO —
1)16X1 las da la frontera, habiéndose oonstrnido con gran-
de Magniftoencia el célebre ca6tíllo de San Fernando de
Pigoeras* en la raya de Oatalnfia. Fernando , al snbir al
trono español, habí» protestado que mientras le ecapa*
86, ne se sometería á ser el yirey de Francia en España
oomo habia sido sn padre, y todas esfds medidas manin
feslaban qae estaba determinado á llevar adelante esta
resolmioB.
Pava poner en estado de defensa las costas de la A-
mérioa de Bnr , qne babi» sido éñ la' última gnerra eon
Isglaterra el objeto de ataque de esta nación , y oonocer
loa abusos qne se eoisetí an enla administracioa de aque-
llas lejanas posesiones, encargó el marqués de la Ense-
nada en 1744 & don Jorge Juan y á don Antonio XTlloa,
qne se bailaban en el Perd óon los aeadéoucos franceses,
en la comisión de medir un grado del meridiano bajo el
ecuador para determinar la figura de la tierra^ que ex-
tendiesen un i&forme secreto sobre estos puntos* Encara
Sáse^don Jorge Jnan del primero y UUoa del segundo, y
Á esto debemos las importantes -noticias que con el tita*
Id de ^^Kotieias iseoretas de América;'' se publicaron en
Londres por don David Barry en 1826, sacadas subrepti**
damente de los archivos del gobiérnele España^oon el
objeto de fomentar la revolución est América. El ccnoci-
)aiento de* los hechos eontenidos^n este informe • fué el
¡Principio de la muchas y útiles reformas que se hideron
i3n la adminisiracion de las posesiones ultramarinas.
España careoia de caminos y canales y por falta de los
primeros, la comunieaeion entre las dos Oastilias se difl<«
cuitaba y aon se cortaba durante el Invierno , * por nieves
«iue obsáruian los pasos de la sierra que las separa. Para
ficanqnear el paso en todas estaciones , se construyó en
dnoo meses el magnífico camino de Ouadarramai y para
faciUtar los riegos en )aa extensae y áridas llanuras de
Oastüla la Yiejai y proporcionar salida á sus frutos á po-
co eo8to« se comenzó el cañal de Oampos , bajo la direc'*
eion del brigadier don Oárloa Le-Hanr / liábil ingeniero
.francés que pasó á servir en España. También se prc*
yectió y comensé el oan«4 de Ma&id á Araojuez , debien*-
do kaeerse navegable el rio Tajo deede esce sitio real,
hasta el límite de Portugal. Al mhimo tiempo el conde de
Oages, cuyoseervioios en Italia^idron remunerados oon
el Tireinato de Navaixa, abrió lee ezoelentee .eamnios de
aqml rainOi aunque « ia e:^ii4er8e á la froaterá de Fra^
da, porqae poco afee fco i e^ta nación , en rez de facilitar
la eomaBÍeaolan oon ella, 4eoia que para impedirla , era
meoesMr oeoatrnir n na muralla iMd^re I03 Pirineos.
loBenada fomenta^ba oaoi no menor empelo los qono-
cimienteeGientíflcofl. y literarios. Oasiri habia formadoi
por ivflajo del padre Bábago, óonfasor del rey, el índica
de los mannsoritea toabee, contenido en la bibUoteea del
EacoriaU 7 Bneenada maná¿! qne m franqn^sea todoa
les auxilios y fondoaneceearieis para publicar la ^'Biblio-
teca aráb1g¿-esonrialenae|''.cou. caracteres latinos y ára-
bes, cosa qne no se habü^ hecho hasta entonces en fifipa<«
fia. Con/Cl fln de recoger los antígnps documentes, ins«
Gripeiones y medallas dispersos en Tarios archivoíi y bi**
bliotecas « oümisionó paira yiajar en todas pjcoYinoias al
Jesuíta BurrleU 6 don Franeíseo Pérez Sayei* ^ y al mar-
qués de ^'aldeflores. Dispuso se hiciese mía ed^ioc^ mag-
nífica de don Qagote» y con este objeto excitó á D. Gre-
gorio Dfajfans f 6 que anméntaee y ]9e)jorase i Ja .Tida de
Oerranteíi qne híabia escritcSl padre^Fiejoo, y el padre
Flores que habla comenzado á publicaí; su ^'Eapaña ea.
grsdñ,^ y que después esorihió las vidas de las reinas cdc
tólicas, fueron: aniñados: y esthnjiladpa con honras y dis-
tinoiones para seguí? sus útiles trab^loe* Al micmo tiem-
po que atraía ¿ los eittranJeroSt ea>pRaoes de ser útiles por
sns conocimientos, m*Andaba i^ffaen espaSoles pénalo*
uados par9 instruirso «en jas artes y ciencias qi^e estaban
maa adelamtadaaen ot^roa paisea Kl^^lebre dbi^erTatoiio
ftstronómieo de la isla de Leon^ se estableció por bus 6r-«
lan'esy iMÓoJa direccíoír de don lotgn Joan,, y por las
Dísmas se emprendió el £ran trabajo de levantar una
tarta greográ&ea de lá¡Peuínsula é islas adyacentes. Ea
nero 4e 1738 , creó d ctóVegio.de medicina de üádiz , y
ropoao la erección ^«uiiA^ acadeonia de ciencias y bae^
as letras en Madrid^ y-^mi en las capitales de pioviar
la, podiendo oonsidfiiK0< |3Dino un ensayo déestel>lan
k "'JLaamblea amistw'Sterj^ wa,' 'que por este tiempo for-
ttf ea O&diz don Jorge Juan « quien algaaos éños de€««
oes ^en 1771) publicó su cele bre obra titalada : '' Exá-
en marítimo/' en la que redujo á principios científicos
oonstruocion y manejo de las naves. Pareciéndole de~
DIS1BTA0I4 ^UBi*— XOMCUX— 46
~1S2 —
f ¿otaoflo el ftiattma de enseffuLsa de la jnriBpradeadA a-
doptado en las aniversidades de Btpafia , pig^pnee al rey
aa reforma y la formación de un* código , qae lleraae éf
nombre de ^'Fersandino,'' en el qae ee reoopilaaen en nn
orden f&oil y claro, las leyes vigentes, ezolnyendo las re-
vocadas y las inoportnnas y.deBOsadaa*
Uno de los asantos mas importantes de qne se ocnpó
el marqués de la Snsenada dorante sn miniscerio^ fa6 el
arreglo de las relaciones con la silla apoetdliea. Inter-
rumpida la armonía enrre ésta y la Corte de Bspafta por
los incidentes de la guerra de sucesión, se restableció per
el concórdate ae 17 de junio 1717 , que habia sido pt«^
parada por las conferencias tenidas en París por la me-
diación de la Frandaí entre Monseüor Aldobrandi^ nom
brade por el Papa, y don José \Eh>drígue& de TillalpandOy
después marqaés de la Oompuesta I dirigiendo lanego-
dación desde Madrid , el fiscal del consejo don Melohor
de Alacanaz: negoeiadon qne por entonces no llegó á sn
término por varios inddentte, hasta qne la oonolnyó Ain
beroni, qne fué remunerado* con el capelo de cardenal. •
Huevas disensiones dieron ocasión al segundo oouooida«
te de 1737, á cuya pnblicaeion se opuso el consejo , ha«*
biendo también diferido la Santa Sede por en parte d
cumplimiento de algunas de sns dáusniae, y esto diO mo-
tivo al concordato üe 1753, por d que al cabo de nna ne-
gocladon de dos años y madio , entre el au'ilitor de Bata
por la corona de Oastilla. don Maand VenturadeFigne*
roa y el cardenal Yaientl Gonxaga,*queda7.on terminadas
todas las disputas concernientes al patrcmato real , de-
jándolo perpetuamente nnido á la corona y reconotído
en los reyes de Jispafia el derecbo de nombrar á todas
las dignidades, prebendas y beneficios , habiéndose ar^
reglado ignal mente otros puntos impoirtantes. BiPapa
Benedlcti XI Ti reconociendo el tino y prudencia oon
que el marqaés de la Basenada habia dirigido este deii»
eado negoelo, le ofreció con instancisi lapúpura roinana
que el marqués le agradeció, pero i lo la quiso adnütir,
diciendo que no se sentía con vocaci on de oardenaL
Pero el punto á que se dirigieron, los mayores asfaer-
sos de Ensenada 9 fué el arreglo diti la admlnistradon de
hacienda : para librar á los pnebl/ja de Im mnltipUoadaa
pensiones conocidas con el nombr e de rentas provinoia*^
— 183?—
leSfProvdyd^elestableoimioiito de unsk ooQtribaoion di«
reofcaÚQie4,,paraloqueiodl6 priaoipio á los trabajos
preparatorios neeesarios: puso en aámiaistracioa las
reatas qae aaa qaedaban an arrendamleiuDo , y para dar
ma^or loipulso al oomerolo de América y qae este pro-
dDjese mayores ingresos al erario , establéelo los baqaes
qde se llamaban de registro , qae se despaohaban en los
kteraiedios de ana á otra flota, qae faeron el piel adió del
eomereio libre. Lejos de atribairse A si solo el mérito de
los pablantes qae las reatas hablan tenido dorante sa-
ministerio, deda al rey en nn informe, qne le presen té,
^*ell08 eran efecto de U baena admisistraoion, por la for-
tana de haber encontrado personas de integridad qae tss
manejasen, sin lo enal nada de provecho habría podido
hacer, por mas qae se háblese deshelado y no tariese
otras oaapaciones.]
Adem&a do los empleos qie como se ha dicho« le fae-
ron conferidos alfombrarlo ministro^obtnao las ricas en-
comiendas de la Fefia de Bíartos y Piedra baena en la
orden de üaiatrava, y faé agraciado saseaivamente con
la liare de gentilhombre, cou el cordón, de Sancti Spirin
tas, la banda de San Genaro de lF4poleS| la gran crus de
San Joan de Jernsaleni el coliar del Toisón de oro, y con
los nombramientos de capitán general honorario , cun«i
sejero de estado y secretario de la reina. Oon las inbigí
ni^s de tantas condecoraciones , se presentaba eu la
oorce en los dias de gala tan ricamente ataviado, qae las
alhajas qae llevaba sobre sa persona Sb avalaaban en
500, WO peso& Oaéntase qae el rey, le manifestó ana vez
fia sorpresa por el gran viüor de sns adornos, y qae le
oonteató : *<Qae era menester qae por la librea del cria^
do, se echase de ver qaién era el sefior."
Aaaqae Fernando nabiese reooaooido siempre la obli«
gAoioa de pagar la deada pública creada en los reinos
precedentes, paes en el sajo la nación no fué gravada
con deada algona, pero en la imposibilidad de uDeuder
Bimalcáneamente al camplioíleaco de estas cargas y al
pago de los gastos aotnales del gobierno, reanió aua jao-
ZA compaesta de obispos, ministros y letrados , á la coal
Bometió esta caestion : *< &Bi rey está de tal manera obli«
EpaeLo á satisfacer las deadas de sns predecesores, qae no
paeda saspender el pago de totas obligacionebV^— La
^ — 184 —
teaolaélon de la junto trafiqoíiixó la oondenela cMtey^
y en eonseonenoia maadó 'haoer la liqaidadoii de todas
las dendaa anteriores á 8U reinado ^ previnirado qae el
paco 80 haria eegan lo permiiieeeA laa ateooioneo del e«
rano , asigoando para ello una BUfita anual , qae Tarió
aegun lae cireunstanciae , y que por el deereto de 27 de
octubre de 1756 se fijó en ciea mil peeee^ dietriboidoa ea*
tire las divertae áeudae eegnn la gittdnacioB que para ello
ee hizo Ksto es lo que ee llamó la Imnoarota de Fer*
natrdo TI, y aunque se pueda aprobar eete proeeder ar<
bitrario respecto a los aereedoree del eetado , el ecródite
del gobierno se sostuvo , per el exacto eumpUmiesto de
t jdoa los pagos punientes,
Aunque el prudente sisteme de Fernando ae fundase
en la mus estricta economiai sabia gastar eon largieaa y
liberalidad eaafldo el caso lo pedia. Las provineíaa de
Jindaincí^ fueron üfligidaé por una grande eeoaees de
trigo» habiéndose perdido la cosecha en términos de no
haber grano, ni para la manutención de loe h^itantes,
ni aun' para las siembras del afio giguientei ;y para 80«
correr eata* neeesidad, el benéfico mcmarca comisionó s¿
corregidor de Madrid, para que pasase & auxiliar á aque-
llos pueblos con quinientos mil pesos , abriéndole un eré*
dito por mucha mayor suma sobre las tefeorerías de las
mismafií f>ro vincias, y permitió la entrada de trigos ex <
tranjeros. El temblor de tierra que«:rniBó una gran par^
te de la ciudad de Lisboa en noviraibre 4a 1755 , dié
nuevo molivo á ejercer su generosidad, habiendaman»
dado al conde de Aranda como embajador extraordisa^
rio á aquella corte, para proveer á aquel gobierno de toa-
dos los auxilios necesarios para remediar la «alamidad
ocurrida, dlcióadolé al despedirse : *' Ofrecerás al rey mi
cufiado la continuación de todos los socorros que depen«
dan de mí y de mis vasallos: que me haga decir lo que
he<íesita: los trabajos de su reinó ^ los considero como
propios, por lo qae me intereso¿en eltos^láin etnbargje de
est^ actos de liberalidad, llegó & reunir una caniiáad
muy considei^able en oaudalee efectivos , que dejó exis-
tente a su muerte, lo qne lia hecho decir Vulgarmente,
que en este reinado f aé menester apuntalar la tesorería
de Madrid.
Sspa&a recogía el fruto de la'^sabia política adopto^
— 1«5--
dft por sa monaro», y aquelí» naoioii en «oe el úlrtmA ^„
loa reyes anstriMos peuó en poner el sobíernh -« ° ^®
de los eabildos eclesiáetiooe «teSSo^SeSK «*?,*""'"
pata que el primero coidasa da la iSLS * ^ Málaga,
Lt^rlor del S^ine, el «««do -ilo^SSAÍérí*
ca, y el tercero se encargase de la dftfdM» hL i •^™*">*
, del Meditenáneo, respeteS «Soía v ^«i3« ^ ^'^^^''^
soMtar sn alianza á PO'^^X.^dSS'SÍ:' JS!
habían dispuesto de sn snerte. La Precia vlarn„f*í*
ra empefiadaa en nna larga goexra . ttótoh^n V ^'''*®'"
tenoia de adquirir ton mi^wa^yo^lT^^J '^"P*"
lo hi«» valer tas eonexSTiSdSlíSírl SSÍ-n*! "^ ^.Z
ei iüterésdel gabinete eepaHol ofS5óle"í i1?a ¿^1?
. non», de la que se habia anoderado ai «!«««- • *t? ^^'
hostilidades , y oomo los ¿SS^^da ¿SaT^„?/ '««
ban oomo ana manoha indalebto a^St L*^^^^**®?*'
sa Emilia, la pérdida dfe ¿SSto 1K yt de'^ilbrf ílí"
durante la guerra de snoeston , la inclaterr*\S ""*''»
te ofreoié también Ja cesioide «5%»; ÍJf /° ^Z
incidente graye por «í mismoVSie lo Sé^S¿oh^ m«a
por sus (wusecoencias. La ooIonia^Sel S^ranS? o?*^
da en la ribera iaauierda drt rio^^u pSS^®"**''^**"*-
é Buenoe Aires e¿ S iSS^SitóitoSf hk^-^í''"**'
caaion de oentínoos álterS r^SSL k?Í? r'^^**.**"
entre ambos gobierno?SSZ,eí fi??wÍ°'H*'^'''f ^
se celebré un tratado en 1750«í Jí-f-^^, disputas,
tagaloedié 6 BspXTcibníi Si "S^^^^T l7
S?wí« Htf''^^^ 1« célebres nridiní? qX ^^síSj
habían formado tu el Paraenav banionH» +Ir jf "''*^
cambio en los habítadtí^*LS1J las Síi^íSfeS;
SrtrtmoíS ff ^„ J-fx^?'^^'^' •** oonseouenoia de lo cual
í^ííe^XSSSi^i*"^*"^ del S.acrament;
B sumSTó S w^íwT"^ ** Portugal don Juan Y y
L-v^^ "^** / **"* ^ ♦ onyo nluistro don Sebastian
:torl>alIo, marqués de Pombíd, hito oir<S?ír SS ¿
— 186 —
Baropa aa mftniáesto en qaé Masaba á los Jesiiitasdd
ser lea aatores de la rdaisteada de los indíosi y se les re<
pre^ntaba eono qae habiaa » pretendido establecer en
Amérioa na iodoerio independiente. Bate maniflesto faé
declarado en Madrid falso y sedimoso, y se mandó qaemai
por méüo del ^erdago. Ei amor propio de tfomb^f, irri-
tado ya por otros modros contra las mas ilostres f«imi'-
lias de Portugal, asoció en sn yenganca 6 loa jesoitasi y
habeindo atridnido 6 aqoelias'y á eatos ana conspiración
contra ei rey, con motiro de anos tiros disp*üradoá con.*
tra el coche en que volvía áan palacio á deshora de la
noche d^l 3 de setiembre de 1758 , hiso prender y morir
en los mas horribles tormentos al dnqne de Avieiro , al
m^rqnéa de Tavonii á sn esposa dofia Leonor , y i otrcs
individnos de aqneUas ilnatres familias, til mismo tiem-,
po que la inqnisicion de Lisboa por ioflojo del mismo
Fombal, condenó á las llamas al jesnira Malagrida, espe*
cia de fanático 6 qnien se abasó de heregia. Loa jesnitas
f aeren expulsados de Portngaly sus bienes oonfiaoados,
y este fué el principio de la perseoacion contra aquella
orden religiosa.
Se habl<* formado en la Oorte de EspaflLa dos partidos
que f ik^oceciau respectivamente los incereses de las dos
naoioaes rivales , y aunque estunesen conformes en d
punto esencial de conservar la neutralidad , todavía et
une se inclinaba á estrechar . las relacionee con la Fraa«
cia, midiLtras que el otro propendía hacia la Inglaterra.
Bata, por medio de Mr, Keene en ministro de Madrid, pro-
curaba socabar el iufliijo del marquéií|de¡la,lfinemada,¡qa6
era tenido por afecto á la Francia y cuyas medidas para
el aumento de la marina, se veían con el mayor diagnsto
en Inglaterra ; el partido contrario era sostenido por el
minittcro Oarbajal, y le apoyaban el duque de Huescari
primogénito dei de Alba, cu jo título y estado heredó,
que deiieaipeiiaba las funciones importantes da major<«
domo mayor, y el conde de Yalparaiso, primer ca )aueri<«
ao de la reina. Bi respeto de.esta conservaba ca equi i*-
brio ambos partidos , pues no.quena que i»ep üd«»ri*ae
ninguno, oon lo que hubiera pecdido ef'ififlnjo ine ej aa
oía Bobre el ánimo del rey. HéilA«ido8e*en ^ ato eetaau la
polítio» exterior, el fallecimiento de Oarbijai acontecido
el 8 de abril de 1754, que pareóla deber indinarla balwn*
— 187 —
2a háoia el lado de la Frapcla , yiao á prodaoir el efeoto
oontrarion, oaaaaado la desgracia del marqaé ^ de la Ba>
señala. La maerte de aqael minUtro, modelo de iotegri-
dad y reotitad| f aé muy «eatida por el.rey y poi* sa espoHa,
y las lágrimas qae ambos derramaroa, no fueíou meóos
honrohae á la sensibilidad de estos monarcas , qae á la
memoria del miaieiro difasto cayos baeuotí eervicios las
hacían correr. Haeso^r y Valparaíso « qae á la primera
noticia de la muerte de Oatbajal^ ee haoian presentado
ea la cámara dt»l rey para imijediir que se nombrase en
lagar de aquel á Ensenada 6 á afganos de sns pareiaieSi
aprovecharon la ocasión para insistir en la nececiidad de
proseguir bajo el eistema adoptado ^ evitando caer bajo
la d«^ pendencia de la Francia , y deoidibron al rey según
tenían de antemano oonreoido oon el enviado inglés
Eeene, á nombrar á don Bicardo Wall , qne estaba á la
Sazón de ministro de Bspa&á en Lóadres. Üra este irlan^*
dée de nadmiento , habla servido con diotiocion en el
e}ército en lae gaerras de Italia, y había debido su eleva-
oio.i al duque de Montemar. £1 talento que maaifctttó en
el deaempeAo de diversos encargos delicados y su cooo<*
cimiento de la lengua inglesa hicieron qoeae lenombrasa
p»rael empleo que actualmente desemptfiaba, y por
sa inclinación en favor de su pala natal j Hachear y
Tal paraíso creyeron que era el hombre que leu coü venia
tener en el ministerio para contrarestar eliiiflujo fran"
cés.
Obtenida esta primera ventaja^ snsmiras se dirigieron
á precipitar del puesto á Bnsenada Acusáronlo de mans
tener relaciones secretas con la corte de íüápoles , con la
qae la de Aiadrid no estaba en mucha armonio ; de te-
aerlas también oon el gobierno francés ; de haber auxi-
liado á la oompafiía francesa de la India contra La ln-«
glesa, y de tener convenido con aquel gabinete un ata«
laa coptra ios eetablecimientos inglesee en el golf j de
Bléjii3o' Keene pretientó ana copia qae habla connrguido,
acuitando por qué medios, de las inltitruccíouua daJas
por EQueuada a loa oomündanies de lus boquee rouuidos
3 a la Habana, para arrojar á loa ing eses de iu» tttir;u.riae
jae hablan usurpado eu el goifo de Honduras , y como
tlánaeaadaeovservab* macha amietad oon el padre l£á«
raga y loe jeAuitas, se le aonsó también de haber apoya*
— 188 —
áo la inanrreccion qae se decid haber &ido excitada por
estos^ eBitre los indios de las misiones del Paragnay.
Con tales especies, los enemigos de Ensenada lograron
desde luego persuadir á la reina, para que lea dejase el
eampo abierto paia convenoer al rey, y la noche del 21
de julio de 175á, consigaieron se diese la orden , que fir«
mó el ministro Wall, para exonerar al marqués de todos
sus cargos y empleos, y habiendo sido preso por su fis<i
cal de guardias de corps, se le despachó aquella misma
moche & Granada, cabiendo igual suerte á sus amigos y
pardales, ün nuevo ministeiio se organizó bajo la in-
flaenoia del dupue da Huesear : Wall conservó el despa»
oko de los negocios exteriores : Yalparaiso fué nombrado
para el departamento de hacienda; don Julián de Arria-
ga para el de marina é Indias, y don Sebast/a n de Esla-
va, virey que habia sido de Santa Fé 6 ilustrado pot la
defensa de Uartagena, para erde guerra. M triunfo del
partido inglés parecía completo : la caida de Ensenada
fué celebrada en Londres como un triunfo, y el ministro
Eeene, lleno de satisfacción , deóiaásn gobierno: Los
grandes proyectos de Ensenada sobre la marina han al-
elo suprimidos : ya no se constulr^n otros navios : la e-
•onomía del conde [do Yalparaiso] detendrá, según creo,
los trabajos marítimos que cuando excedan de lo que re.
quiere el servicio ordinario , nunca kan tenido ni ten««
drán otro objeto que perjudicar á la Gran Bretaña*"
ISo satisfechos todavía los enemigos de Ensenada con
sacai^a, quisieron.que se le formase causa y que se procer
diese á inventariar y confiscar; todos sus bienes, hacien-
do aparecer estos excesivos, para dar color á la aeusa^
<don de haber manejado infielmente los caudales reales.
[1] Pero la reina, á instancia de Fannelli , amigo fiel y
constante de Ensenada, obtuvo que sé hiciese cesar to«<
do procedimiento, y el rey asignó al marqués una pen-
[1] Ba el luTentArio ftp'j.vQOBo artf calos dd una «Ktr^irftganda Snenibl^. Sa
dkeqaeM'eaojntí^ron 4) ;e:o)e8 dft b«Lift': 48TfBtSdoiM«Triao«: li70p«"
rm ú» meáitf de eada : ' 1 530 arrobti da ch ieol«ta : j%moQaa áñ Galicia j dt
Vianiia, por ▼alor de 11^,00» pe&oB, ademas ds otroa Attfaa'os WM oaantio-
■01 da alhajaa, plaU labrada, ccadroa, «tt. Slmarquéa 4a la Afeaerate mas*
4aba á París sa ro^a b:anoa. para l$iTaiia jr pianvhtuU, «foctadon au« paraoa
•hocaste en nn hombre como él.
^ — 189 _ •
ston annatdediesmtlpesos^ '< ^ara qtté pudites^ llevar
con deooro el Toisón de ero con qne le habia konrado."
A pesar de kaber accedido á uú desgracia manifestó
siempre aqnel mcaareii la estia^acion que de 41 'hacia, y
una Tez qne el óonde de^ Tálparáiso tavó-qne sns^eti^er
el despacko poir^ne ^padecía nna : jaqueca j Feroando le
recodó qne ^liabiá tenida un* ministro qtte trabajaba ix)-'
do el dia, y qne nnncá le dolía l£i cabeza." &in embargo
de la yaríacion de minUterio , nada se altéiá en el aia-
tema adoptado: Arriagalj¡ Salara eran hechuras de Eose-
nadaí y el enrÍG^o inglós se quejaba 'poco tiempo des-
pnes; de qne el espirita de este había trasmigrado* al se^
¿ando de «rtos ministres.
m 17 de agostó de 1^56 falleció la reina dgílá Bárbara,
y faé sepnltsiaa en la iglesia del convento de las Salesas,
qne ella misma habla fandado eñ Madrid para la ednca*
don de las ñiflas,. Bl espíritu del rey^ propenso siempre á
la melancelía , y qué páxa distraeirse necesitaba el ejer->
ciclo cootínno de'la caza , no pudo sufrir este golpe. Se
eucerró en el palacio dé Yillavíciosa | y no quiso ocupar-
se de úiíigun negocio: durante varios días no tomó ni b^
lime^to ni descaniso, lo que le causó una enfermc^dad gra-
ve y aunque se restableció de ella, continuó en un estado
tal de abandono, que parecía haber perdido el sentido.
lia muerte vino & sacarlo de tan triste situación, habien^
do fallecido el 10 de ago^t^ de 17S0, i los cuarenta y ele-'
te años de edad y ,cstorce de su reidads « 'el tnad pi;6peio
que la monarquía hkbiá tenido desde el de los rey^s ca •
t($Iicos d0n Fernando y^dotia ísabel* Su cadáver fué con>
duddo con la pompa córrespbndiente ái Madrid, para hq%
paitarle al Jiado del de su espeja , según dejó prevenido
^n su testamento.
Largs y ajena del objeto dé esta obra serla dar una
idea completa de los progresos qué . se hicieron en este
reinado.' Basta Ip dichb' acerca de los principaloB' ramos
de' la administración , y solo afiadiremos en cuanto á la
literatura y á la^'^bellas artes , que la Academia de San
Pérnando, dbSti&S3a al fomento de éstas , debió su fnn-
' dacif^Q á Fernando el YI , cuyo nombre recuerda el de
aquella oorporadon. aunque se hablan dado los primeros
pasos para* BU establecimiento desde el reinado anterior,
lün el de Fernando VI , se comenzaron á percibir les re*-
DXaXBTlOIOWM.— TOMO III«— 48
-190 —
saltados de los baesos prineipios derramados ea el ¿6
Folipe y, para lestableoer las ole&oias y mejorar su ei-
tadiOf y aaaqae en las aiiiy<^rsldades se eoatmaaeeii ea**
sefiLaado mil satálesas y i^bstraedónes iii&tílea , eonfaii*
dieodo oon ellas los faadam^atos verdaderos del dogmi
y de la legislación; se iban exbmdiendo las esoaelae pan
la ensefiansa de las matemftüoas y de las oíencias fiai«
cas, y en la elocnenoia del púbüco i miaerablemente n>
daoida á pedantismo y extravaganoias pnttiles , la aera
oensora del padre Isla en sn Oernndio y la lectora de loi
orttdores franceses, habla introdncide ana notable refior-
ma Sin embargo de este atraso de la enssfiansa en Isa
nniveisidades, y de esta imitación de los escritores firaa-
csaes qne desde entonces se biso la moda aomiaante, rec
saltaron dos males qne han venido á ser may trasen.
dentales: aqnellascorporacionesi qne debían habecie
conservado convenientemente reformadas , á la cabe»
de la enseSanaa pública , han ido calendo en olvido , y
la lengaa castellana ha perdido mncho dé sa hermosois
y pnresa , adoptado el giro y frases del estilo francés j
aon machas palabras de este idioma ; en t6rmi¿.os da
qaedar redacida á nn gergon incomprensible , en ossito*
das las traducciones pagadas 4 tanto el pliego , en qne
les libreros franceses por vía de especnlaeion» están inon-
dando á toda la América, para afrenta, de la literatnza j
raina no solo de la leogaa castellana , sino de la moral
cristiana y de las buenas costumbres. (1)
Fernando el YI murié sin sucesión y desde antes de
su f «llecioiiento » esta drcnustanoia hixo poner en fn^o
diversas intrigas: el estado de nulidad y abandono en
que el rey pasó el áltimo año de su vida , dl6 UEiotivo á
que se promoviese el hacer venir 6 su hermano el rey de
Kápoles á encargarse del gobierno , y el gabinete francés
intentó alterar el orden de la sucesión, haciendo pasar la
corona al infante den Felipe» duque de Parma, qnecst
tanda casado con una princesa Francesa , se oreia estáte
viese mas inclinado á aquella nación* Sin embargo , Pee-
^1 ) BÍ0rmt:ii d«eia dé ^tot IrsdiietorM t •
,Q ae d» ínaeé» en g»bi«h9
, . .X/adaosii«lpU«^árMl
— in—
nando, hftbiendo daalftrado tn sa testamento heredero
del trono á sa Kienaaao el re/ de Kápoles , qae desde a-
hora llamareiBOs ÜArlos ILI , eonflrmd la regeDoia hasta
)a llegada del naeTo soberano I á la reina madre dofia
Isabel FamesiOi qae yiTía retirada en el sitio de San Ii«
defunao , de donde pas6 á Madrid á tomar las riendas
deKgobiemo.
La proolamadon del naevo rejí se hi«) con las soleih^
nidades aoostambradas el 11 de setiembre de 1759. y aña
esoaalra de diesy seis naflos deiínes/algonabfragatas^
saiió de Cartagena para ir á bnsoarle á Sápoles. Oárlos,
anees de dejar aqnel reino para tomar posesión de stis
naevos estados^ taro qae arreglar la sneesion en aqa^^ly
en estos, tía hijo mayor don Felipe, padeoia desde «a in-
fancia ataqnes de epilepsia, qae le hablan redneido á nn
estado de completa imbeeilidiid, por lo qae calificada por
los médieoe la ineapaeidad mental de aqnel príncipe sin
espera^aa de reoobrar sa raaoui el rey Uárlov i habiendo
oonvoeado á los prineipiilea personajes del reino • 4 los
embajadores y ministros extranjeros 9 y los magialrados
do los tribonales y otras antorloades • snbió al trono , y
ejerciendo sa autoridad oomo rey de wpafta y de Nápot
1 'S, conoedió dirarsas gracias y en segaida hizo ls« r el
a jca de snoesioa, por la qme declaraba separados ambos
xciuos en vircad de los tratados celebrados con variai» na-
ciones, y debiendo sacederle en el de Espafta sa hijo se-
gando don OArlos por la meapaoidad de don Felipe; ecm-
ürio la corona de Káfoles á sa lüjo tsrctro den Fernán.*
do, al caal preseatsadole sa espada, le dijo: ^'Luia XIV,
rey de Francia p dio ekta espada 6 Felipe Y , vaesao a •
bueio : ^o la recibí de él y ahora os la entrego: no ía des^
envainéis nunca mas qne para la defensa ae vncbtra re-
ligión y de vuestros Vasallos.^ [1] Terminada esta angos-
ta ceremonial üarlos nombro ai surques Tanuecipara
qae dirigiese los negodoa de aquel reino durante la me-
uoridad de Femaudo, y aquella ndsma tarde se embaicó
con la reina y toda su familia á bordo déla escuadra que
« .
n£Blr»7l'«niav^TCf«'^M*a«fpaiaal ali^limátt'ivg^éi Iitrd K»1í8bbi«
eoj4iAotifod«losaociita«lnii«jhlO0á« NAp^Ui «a ti*Bp« dt U rtTolndya
• t
J k
. • / * • I . •
— 132,7^
deUa conducirle á las poatas d(^,!^ajp4^a: un vió&to iaVo-
rabie le hizo llegar en caatrodiaa & A^ice^osa [15 de ce*
tubre de 1759] en. doade faé recibiao cqa los m^joreB a-
. plaasoSy aameatándosQ eatoa por haber jestitaido á loa
catalanes, machas de las prerogatívas de^4^e kabii^ bí-
do privados eu castigo de Ba j:eoelipi;u .^ááeiae en oamino
para Madrid, y á sq náiisito por Zaragoza ma&dó erii
{¿ir an magnifico sepulq^o en ]^.Qa^drai del FiiaTi al da^
^ae de Moatejaar, que manó f^i^j^^tnAQ el empleo deca^
. liitan general de Arago% ^ q,uie9 pírlóAj debia el trono
fie I^ápoles, y de la ml^ma máoe^a lioaró la' saemoria del
4)onde de Gages, mandandpi^ le lii^€^e^:OAírQ sepalcro no
iaeno9 magaíñcOj ea^ igli^éia4!d Ipsoap^obinoade Pam*
piona. . ■ ' :. .'-.' J . . V . .-.. ,
Garlos llegó á lú&drld el 9 .dO: nóyX§j|9.bre dé 1759, pero
lio hizo 81^ entrada publica basta el IS fte jolio del año
iigoiente, cou la major Bolev^iidg^que sq habla cono^
oido. Sa primer cuidado deapc^a^^ «a lUgada^ faé vifií-
tar á la reiua fin madre/ á la i^iaehfir^ia T6ihte^y^Kho afics
qae no habla vist^D, y por, Qonúdeiaqipp ^ lá. memoria de
fia hermano, no hizo en el minititerio otra yariacioxi que
encargar el de haeieuda al v)iu:qqé3de JBaqaiiache , qnd
le habia acompañado de iNápolesy ¿Q cují^ habilidad en
estas materias teuia grr«n concepto, ea lagar del conde
de Falparaiso , que lo de^uimp^Habá^ El 15 de jalio de
1700, prestó Canos en la iglesia de 8aa Gerónimo el ja-
Himento de gaardar ks le>ea.dei reinOi al miemo tiempo
qao los dipn^ados de este prestaron el de obedecerle, y
en consecuencia de el acta de saeesi^n pnbÜcada en Kan
poleS) don Garlos fué recono<^ido¿ por príncipe de AÉta*
tnrias en el modo acostumbrado ;, )a Corte pasó en Ee-
Xnida 4 la GraujA , y volvió 4 . Madrid eu septiembre de
i»qael año, con moúvp de la enfermedad de la reina,
que falleció el 27 ut) aquel mes ^ Iqs treinta j seis aSos
do edad, dt jando feietu hijo^ de .loa trece qne habia te-
nido de su matrimouio c:>u el rey, quien no se volvió á
casar. *^,-.
Uno de los primoroR actos del nuevo gobierno , fué el
destierro del eaunco F¿^riselli) á goliürtna de la reina ma-
dre, pero coüserváTido^e 1a peú^iou que disíi^taba Hí<
aose tanto mas extr^aa esta providencia, cuanto que ii-
mitáudose Farineiii á su ejercicio de cantante, nunca ha-
— 193 —
bia abusado del ioáaja que gozaba para mezclarse en la
IKilíCica : retiróse á Bolonia donde pasó el reato de su vi-
da oon magQificenciay oonservando en aa gabinete los re**
tratos de los reyes sas protectoresv como los de nnas dei-
dades tutelares.. Per heereto de 13 de mayo de 1760 ^ so
mandó alzar el destierro al marqués dé la Ensenada, ha-
ciendo una deelaracion muy honrosa de sus bnenos serví'-
oloS| y habiendo vnelto á la Oorte, faé recibido con mnes*
tras ele estimacion y agrado.
La gaerra habla continnado entre tanto entre la Fran«<
cia y la Ifiglaterra, y los reves<^s experimentados por la
primera y hieieron temer ó Oárlos que sobreponiéadose
enteramente la segunda, quedarla destruido el equilibrio
político de la Europa, cayas consecuendas seria la ruina
üe ios estados de los príaclpes de la casa de Borbon, con
grave riesgo de perder España sus posesiohes ultraman<«
ñas. Esta consideración y la antipatía que tenia á la In-*
glaterra^ desde que él almirante ingléa Martin con ei ro'
lox en la mano, le habia obligado á declararse neutral en
la guerra de Italia, amenazándole, con bombardear á l^é,-
peles, le hicieron' abandonar el sistema pací fice adoptado
por su hermano y predeeeson En consecuencia de esta
variación de prinoipiosi celebró cbn Francia en 15 de a«*
' gosto de 1761 un tratado de alianza • conocido con el
nombre de **Pacto de familia/' en virtad «leí CTial los dos
monarcas se obligaron <<á consideiar como enemiga de
ambos á toda potencia que lo f aese de alguno de los
dos,^ y se asegararotí mutuamente sus estados, expeciñ*^
cando los auxilios que ambos hablan de prestarse, y ann-
que de esta alianza se exceptuaban las gaerras en qne la
' Francia pudiera empeííarse en Alema;iia , se establecía
qne la Espafia estarla obligada á dar los auxilios conve-
• nidos, '^siempre qae alguna poteDCia marítima, tomase
parte en a^aellas guerras, 6 caando la Fráñclá faese ia*
▼adida por tierra.'' Aunqné este tratado permaneciese
secreto, el gobierno inglés tuvo conocimieuto de haberse
celebrado, bien que sinsabor precisamente su contenido,
y considerándolo como una deelaracion de gnerrs^ exigió
qae se le oomuniéase: despnes de varias contestaciOLea
entre ambas Qo^s, publicó su manifiesto el 2 dé enero
de 1762, y habümdo heeho lo mismo el rey de Espa&a el
16 de aquel mes ^ quedaron rotas las hostilidades entre
r
las dos poteaclas. Portagai pretondia permanecer üeai
tro en ia gnerra qne acababa de deolaraise, pero la Fraoc
oía y la Bdpafia en atención 6 qne eata nentralidad era
verdaderamence hostil para.aqaeilas potencias , pe» la
ventaja qne procuraba á la Inglaterra para perjudicar-
las la poslsion geográfica de agael reino t exigieron noa
declaración abierta contra la Inglaterra ^ ofreciendo un
ejército para ocupar y defender el reino y seflalando «n
término de cuatro dias prra contestar definitivamente;
mas habiéndose rehusado aquel' roberano á nn acto que
consideraba contrario ¿ su honor y á los intereses de sus
subditos, se tU70 por una declaración de guerra.
Ldk Bspaña nó parecía haberse asocáado á la Francia,
sino para participar de sus desgracias. ^Bl ejército inglés
mandado por el duque de A.lbemarle , áescendiente del
célebre Mouk, restaurador de la monarquíi^ se apoderó
de la Habana (13 de agosto de 1762^ habiendo sido de.
fendido con bizarría el castillo del Morro por don Luis
de Yelasco y don Tícente Gonsales que murieron en la
brechai cuya memoria honró el rey con diversos premios
y con mandar acufiar una medalla que peroetnase sa
nombre y la gloria de aquella defensa, fin la H^ibana co<«
gieron los ingleses nueve na^os de líneai cuatro fragatas
y una gran suma de dinero de las flotas» qne estaba de<i
poaitado en aquella plaza para mandarlo & Bspafia, f If y
cantidad de municiones. A esta pérdida se siguió la de
Manila en las islas Filipinas: un cuerpo de poco mas de
dos mil hombres, mandado por el general Drapper , salió
de Madras y se presentó delante de aquella ciudad, antes
que se tuviese en ella noticia de la declaración de la gner*-
ra. Bi arzobispo, que tenia interinamente el gobierno, no
habiendo podido impedir el desembarco de los ingleses,
dispuso con valor é inteligencia todo cuan^to era neoesa*-
no para la defensai pero no pudo impedir que la plaza
fuese tomada por asalto , y para salvarla de una ruina
completa» dio por rescate dos millones de pesos y una li-
branza de igual suma contra la tesorería de Madrid. Po.
eos dias después cayeron en manos de los Ingleses las
1 t
{IJ Cjx^ U hao« lUbii 4 qti¡jM« nUl9&9i dt pri 9«.
— 195 —
ñaoa ^*HaiiiIa y la -Santísima TrinidAd/' qne yoMan'de
Aoa paloo, oayos oargamentos se avaluaroa en tres milio-
nes de pesos, habiéndose heoho dnefios también de todos
los buenos qne estaban en la bakía y de nn acopio consi-
derable de mnnicienes.
Tan grandes pérdidas sn&idas por la Bspafla, no tnvie^
ron otra compensación qne la toma de la colonia del Sa«
cramento en el Bio de la Plata , veriflcada por don Pe«
dro Oeballos, qne desde el reinado anterior habla salido
de Oáiíz con 10 mil hombres. Los e8panole6;cogieron en
aqutíl pnnto veinte y tres bnqnes ingleses ricamente car-
gados, estimados en onatro millones de libras [veiute mi-
llones de pesos] é hideron fmstrar el ataqne qne prepa«
rabaa contra Baenos^Aires mnchos aventureros ingleses
y portugueses, pórqno aunque llegaron ¿ intentarlo, pri<-
vados de los auxilios qne esperaban sacar del Sacramen-
to, tuvieron que retirarse con pérdida, volviendo con di"
Acuitad á Bio Janeiro.
En Portugal, el ejérdto espafiol alas órdenes del mar«
quéd de Sarna, á quien sucedió en el mando el conde de
Aranda, obtuvo ventajas condderables al principie de la
campaña y se adelantó bastante para temer lo ocupación
de Oporto, de donde los ingleses sq apresuraron á retirar
saa almacenes pero habiendo mandado el gobierno in*
glés en auxilio de aquel reino al conde de la Lippe con
uu caerpo de diez mil hombres y oflciales capaces de di^
rigir con acierto á los portugueseSi estos volvieron á tO'«
mar la ofensira, y los espafiolesi perdidas cafti y todas las
ventajas que hablan obtenido, se vieron obligados á re^
tirarse. Kn estas circunsumcias , amenazadas las costas
del Mediterráneo por los comandantes de la marina in-
glesa, la nobl¿za de la corona de Aragón dirigió al rey
una exposición que recuerda los tiempos heroicos de la
antigua caballería, ofreciendo encargarse á sus expensas
de la defensa del reino , para que se pudieran emplear
activamente las tropas destinadas á custodiarlo , lo que
Carlos agradeció, manifestando su satisfacción por aque-
lla prufiba de fidelidad y amor de aquella parte de sos eS'
xados, que mas contraria habia sido al establecimiento de
su i^miiia en el treno de JKspafia.
Los reveses sufridos por los monarcas de la casa de
Borbon y el cambio de ministerio que por este tiempo se
^ 1Í)6 —
Verifie^ en loglatetr^t abxieroa el camino á las negocia^
cienes de paz, que fie formó ea Parla ea 10 de febrero de
1762, por ia caal la Bspalia recobró la Habana y Mani^
la,^ rcstitayendo & los portogaeses la coloDía del Sacra-
mento y las plbzas que ama ocapabaa las tropas ds Por-
tugal, 7 cediendo á la loglaterra la Florida y los terri-
toriss al E^t« y Oeate del Mlsisipí. Beconoció además Á
los subditos iagleseei el derecho de cortar maderas en el
golfo de Honduras, peto debiendo ser arrasadas las fer«
u&oacioQes que se babían levantado en diversos pontos
de aquellas costaSt y renunció al que pretendía tuTlesen
los suyos de hacer la pesca del bacalao en el banco de
Terranovft En cuanto Á los dos millones de rescate de
Manila» Oárlos rtihusó pagarlos tan' decididamente, que
djío baria la gueiia toda su vida , a^tes que someterle
auna conuicion que creía injusta: y deshonrosa , con lo
que se. omitió traiar de efe te ptinto,» «^ne fué materia de
posteiiores reclaruacjones, las que quedaron siempre sin
efecto» La Francia cedió á la Iu¿laterra la llueva £sco-«
.oidí el Canadá, con el puis al Bstie del Misislpí que hs^
éia sido hasta eutonces part^ de la Luiaiana , la isla del
Oabo Bretón con lais islas y rllieras de rio de San Loren^
zo, reservando solo para gu^i st^bditos el derecho la pesca
en el banco de Terrauova, aunque. con clsrtas restriecio-
nes. Los ingleses co&tier varón tauíbien varias de las po»
sesiones franc;:aas de que se habían apoderado en las An-
tillas y la coata de Aírica , pero todas las demás con-
quistas faeron rebtitaidaa por una y Otra parte. Por un
convenio particular, ja Francia cedió á la iSspafia lo ^ue
ie quedaba de la Luisiana, en compensación de la Fío-
rida, que la segunda habia teniclo. que ceder á la Inglan
.tepra.
Luego que la guerra se terinin^ se separó del ministe^
rio de estado dou Ricardo Wall , no sin grande oposicioQ
de Oárlos, que repugnaba toda variación en las personas
de que uua voz había hecho confianza, y fiara vencer es«-
ta resistencia , Wall tuvo que fingir una enfermedad de
¡cjoa que le impedia trabaiar: el rey le concedió su retiro
con el usoírcuto del hernioso sitio llamado el ''Soto de
Boma,^' en las inmediaciones de Granada, en donde pasó
ol presto de sos dias , na presentándose más ^ue una vez
al a49 á sumplimentar í^ re^^ Sucedióle en ei ministerio
— 197 —
el máíqüós de Grimaldl, de una familia irastre de Geno-
va, por cuya íepúblioa kabia sido enviado eon üa encar-
go diplomátíoo 6 tfadcid ^ al fla del reinado de Felipe T
a cayo eernoio paaó, dfjaado^l de aquella república y
el traje de abate que uaba» por haber reoiWdo kás bráe-
aee meaoi^Si y favoceoide por el marqués de la fioaenfcs
da, fué empleado ea dii^imias oomieioaes dipíomátieas y
M hallaba 6 la eaaon; desempeñando ía embajada de
Francia. . .
Susoicárouse duante la gaenú nueras oontestacionea
con la Silla Apostólica,! ^irtglnadas 'ea «ft motiva en bu
principio ligera. JSl inquisidor general publicó un edicto
prohibiendo la leotora de ut^ libro titubado *< Verdades
.omtiauas,'' escrito por el *adre Meseenguy , qne hatna
sido prohibido por la OMigtegaeion del índice de Eoma,
üarlos , ofendido de que en sus reinos se diese cumplid
miento sin permiso á nn& disposición de una autoridad
exCraojera, mandó al inqutoidor general que euspendie*
Be la publioawon del edlot0, «recogiendo los fjsmplaTcs
qae se habian cironlado ya : el inquisidor rehusó obede-
©er y faé enviado al convento de la Cabrera, leeoleccion
de franciscanos á corta distancia dq Madrid , y oon dic-
tamen del conseja, cuyos ftaoalesc eran don Pedro Bodri»
guez de Oampomanes, después conde de Campcmane», y
üon J osé Moüino , á quien mas ai Wlante fíe dio el titulo
de conde de Florida Jt^ianca, se hiscr una ley en virtad de
la eual no debia darse eumpUmientiO A^ningana bula, bre-
ve,, o rescrito penüfloio, sin ser ante!» examinadas por el
conseje, ni elinqoisidorpodl^ tampoco publicar edicto ai^
guno sm presentarlo al rey, ni tnroSibtí los libros sin dar
audiencia á los autores], para que def;ind!e8ei!i;Jaa doctri .
nas sobre que faesen acusados, con ai^eglo 4 una cüustl-
tuoion del Papa Benedicto XI?. El i tquisldor , al cabo
de algunas semanas, pidió pwdon al n^y y obtuvo el per-
miso de volver 6 Madrid, suspendiónd ose el cumplimlen^
to de la ley por inflojo del confesor del lej el padie JbJie-
ts, de quien tendremurs -adelante ooa*ion de hablar, el
cual recordó á Garlos q^ la Habana btalsía sido tomada
por los ingleses el mismo dia en que habiav sido desterra -
do el inqumidor,. pero . algún tiempo después la ley volvió
á ponerse en práctica»
Ooncertado et casamiento de la infjihUa »* Haría Luisa
PieiBSA€I#gBA .-* -TOMP m*- 49
I
..i
— 198 —
hija Mganáa del rey oon Pedco Leopoldo» hijo Mgando
del emperador^ qae f aé doepaes grmn da^ae do Teaeona
y emperador, salló de Oartogena ea2i de jaalo de 1765
ana e«earadra al mando del capitán general marqsés de
la fictoria, para condaeir i Oéaora á.la infanta qne ee
embarcó abordo del navio Bajo,, de ochenta cafiones,
que mandaba el general, y á en rccreeo debia Toaír en la
mUma dolía Diaria Loieai hija d%l infante dnqae de Par-
ma, destinada por .esposa del príncipe de Anstria. Ha-
llábanse ambas princesas en Oónova, cnando nn acciden-
te fanesto Tino á hacer cesar las fondones con qae aqne<
lia rep&blisa las obseqnia. fll infante» ^ne habla Tenido
con motiTO de estos enlaces á ▲lejandtía en ifiamoate,
en donde con los reyes de Oerdefia esperaba ¿ la infanta
qne pasaba á Anstria « habiendo salido á caza, el 18 de
jalio de 176S, qne era la dlTersion 4 «ne todos los prlnoii
pes de la f «milla eran tan oflcionados qoa podría liamsr^
se sn maní», se apartó de sn comitiTa , cayó del caballo
qnedando nn pió én el estribo , y arrastrado largo espa-
cio por el caballo desbecado, fnó dsTorado por sns pro-
pios perros. Para di«imnlar esta desgracia , y ocnltarla
á sn madre la reina dolia IsaDel » se dUjo qne habla mner -
to de Tirnelas. Annqne este principe debiese sn eleTadon
á la clase de soberano álos sticriftsios hechos por la Bs<«
pafia para procnrárselo , abcirreda todo lo qne era espa-
fiül y afectaba haber olTidado nasta la ieogna de sn na-
ción. Su hija dofia María Lniná desembarco en Oartage-
na el 11 de agosto, y el 3 de .setiembre llegó al sitio de
San Ildefonso » donde se celebró sn matrimonio con el
principe de Astñai enlace de qne tantos males habían de
resnltar á Bspafia. £1 11 d<ft jnlio del atlo signlente, fa«
lleoió la reina madre dona Isabel Famesio : para sn res
sidenoia se había constrni áo 4 corta distancia de 49an II-
deíonso, el magídoo palacKo de Kio frío , qne qnedó sin
condnir y permaneció mnchos afios sin ser habitado,
ha$ca qnd posteriormente ha sido destlaado á algnn es •
tableimiento de instrnccicsi militar.
Anuqae se habióse celebrado la paa coa Inglaterra,
había pcrmitneoido envce ambos . gobiernos nn espirita
de enemisCttd qde f recaenuemente por ligeros motlTqs ha-
cia se renoTase ^ rieego de tm rompimiento. J^ inoertí«
dnmbre de los limites dOKitpp de lo» cnales debia enten«
— 199 —
derse qae los IngleseB eatübaa anterizados para haoer
el corta de palo de tiate y otraa maderas en el golf > da
Mondaras, era «ansa de oeatías diapatas y oonteataoio
nes» y ue meaos ia poaeson qae eooservaban los porca^
gaes^s de la colonia del Sacramento, abrigo del oontrab<ia -
do ea las riberas del Bio de la Plata. £a e^ta diepoaioion
de loa ánimos, el gobierno francés, que ejarcÍA e^toaces
na influjo t<kn decidido sobre el gabinete espat^i, iscó
para qne se adoptasen las medidas oonTeníentes para
prerenirse para la guerra y especialmente para anmen«
lar loa recurses^ haciende en la administración da las
reatas en las posesiones americanas , todas ia variaeio-
nes necesarias para hacer oreser sus prodaotos , que pas
reoian demasiadamente escasos , atendida ia extensión y
iiqueza de¡aquellos]paises..fisto foé lo que dio motÍTo;,á la
viaioa de don José de Calvez en l!rneva«lCsp»fia , qniea
aaaque habla pasado ft aquel reino desde 1761, detenido
por difloulcades y competencias con el rey, no habla da«
dopriuciplo á sus operaciones , hasta qoa plenametita
aatorizado entró en el ejedcio de sus fandenss ^en 17M.
Qalvez debía su carra & la recomendación del emb»ja«
dor francés en Madrid, y su visita es memoiable por iat
grandes mejoras que introdujo en la haeiauáa de IS^aeva
jdiipafla, de que puede llamarse creador : híaela también
en todos los ramos, que fueron objeto de su inspeoden,
tales como el arreglo de los feudos musisipales de Ja cin*
dad de Méjico, debiéndosele los reglameneos de varias
oftdaas, y cuando a su regreso á Bspafta fué nombrada
ministro universal de Indias, la ordenanza da inteuden*
tes y la creación del tribnnai y eolegio da mineiia de
Hé]ioe«
Desde su ingreso al gobierno , Garlos habia dedicado
aa atención á mejorar todos los; ramos de to adptifeitra-
cion pública : para aliviar á los trabajadores arruinados
por los años de escasea , dispensó 6 los de las provincias
de Oastilla la Naeva, Andaluoía y Murcia los adelantes
qae se les habla hecho en el reinado anterior en dinero y
graao; mandó qne se repartiese á los acreedores del es^
tado, por deuda contraída en tiempo del rey su padre,
lia seis por siento del importe de sus créditos : empreña
dio ia mejora da los caminos, y desliaó el alcázar de
Segovia, antiguo edifldo de los moros i para ooleglo aü«
— 200 —
litar á% arbillerf a. Pero aobre todo, puso todo sa cuidado
em la policía y baen órdeu de la eaplt.il~, eomo lo había
h%dho también en la de aa antigao reino de I^ápoles.
GaaBdo le reflc^zicna qae todos los edificios euntaosos
i% Madrid Man sido obra de los monarcas de la casa de
Borbon: que Felipe Y comenzó el magnifico palacio nne*
TOy contiDnado por sac^ aaoesores : qn^ Fernando TI man-
dó eonstrmif la igleaia y eonyento de las Salesai: que a
OárlOB III se deba la cada de'Gorreos, la puerta de Alca -
lá, l&s f aentes y demás adornos del hermoso paseo del
PradOi eeíoriHa muy triste idea de lo que era la capital
de la menarqnla, darante el período de los piíncipes de
la dinastía aastriáca. A esta falta de edificios notables
se agregaba la de aloQibrado , la enciedad de laa .ca-
lles, 4 la qne arrojaban de noche las inmundicias de las
canas con i>olo la vez de ^'*agaa ya,'' cayendo á veces so-
bre los transeúntes y la ninguna- seguridad de las per<>
sonas. Garlos III se x^ropuso remediarlo todo^ encentran-
do no pequen a opos clon , como sucede siempre que se
trata de cortar antiguos abusos , aun para establecer
reformas evidentemeute Yentsijosas. La odiosidad de las
proTincias que con este objets se dictaron , recayó espe**
cialmente eobve el ministro Esquilache , que mal Tiato
oomo extraDjero, se habla atraído la rivalidad de les cor-
tesanos por el fMrVor que gozaba, siendo además eus mo-
dales brncaa y aun groseras. £n estas circunstancias de-
licadas» Esquilache se atrevió á atacar las ' costumbres
naeionales, prohibiendo el uso de las oapas largas y de
loa sombreros grandes llamados ^^ohambergos/ con los
cuales se ocultaba enteramente la cara, dando ocasión á
mil crímenes duran te la noohC; á favor del embozo que
proporcionaba llevar armas: ocultas, y en lugar aquellos
se mandaron usar sombreros apuntados , que se dicen de . '
tres picos ó de tres vientos. Pero lo que acabó de excitar
tontra él la indignación popular , fué el monopolio que
autorizó para proveer á Madrid de pan, aceite jr otrOs e-
fectos de primera necesidad.
Bi aumento de precio que estos artículos tuvieron á
oonsecuencia de esta aedida , foó el principio de la fiu«
blevaclon general, qae se verífit ¿ en I « tarde del domia«
go de Bainos [26 de marzo de 1766 ] Hl pueblo se presen^
1 6 delante de la casa de EóquUaohe^ giltanda muera
-^201 —
rompiólos Tldriasdelos balcones 9 6 intentó forzar las
paerta^i : ccrrrió al mismo tiempo Im calles-, haciendo pe«
dasoB loa f croles del alambrado que acababa de esta-^
bleoerse, y obligando á bajair las alas de los sombreros á
todos pnan tos encontraba con ellos apnntados. La explo-
sión faé ta n imprevista 7 repentina 1 qne la marquesa de
BsqnilaclK »^ olbMeto también del odio popular^ se hallaba
cuando el movimiento comenzó en el paseo de las ' 'De-
licias,'' coift sa hija de donde pudo irá ocnltarse en la ca-
sa del ministro de Holanda : el marqués estaba faerá de
Madrid, y así eiicapó á la cruel suerte que hubiera corri-
dO| si hubiese oaido en manos del puebio enfurecido. La
rabia de este se ejerció sobre los soldados de las guar«
días walonas, alj^unos de los cuales f aeran muertos. La
intervención de v arips grandes y de las autoridades , fué
sin resultado algu no , y Oárlos tuvo que presentarse eu
el balcón de paiaOi*ó, desde el cual celebró una especie
de tratado con - el ]^ 'ueblO| prometiendo la destitución de
Bsquilache ; deroga r el uso dé láá capas largas y de los
sombreros chambert tos 1 y anular los privilegios conoedi'«
^os para la proviai^i t de víveres de Madrid. Un religio «
80. con un Santo Orisr^ tx> en la mano, leia cada uno de ios
artíoulos; el rey hacia señal de concederlo « y el pueblo
oontestaba oon sus ac^ amaciones. 8e publicó eu seguida
un perdón general poi' todo lo ocurrido , y el pueblo sa «
tisfecho con estas coofcesiones, se retiró gritando '*viva el
rey/' y á la noche todo quedó tranquilo.
filsta tranquilidad/ ;Biir embargo , fué de poca duraclou.
Oárlos comeúó la im) ^radencia de salir ocultamente a-
quella noche de Madiid oon toda su familia acompañan^
dolé Ehiquilache, y dirigiéndose á pié & la puerta mas ln%
mediata al palacio, en doixde le esperaban Jos coches, se
retiró á Aranj uez, siguiéndole la guardia w^alona. El paeM
bló« creyendo que se le engañaba, corrió á las armas con
Biaevo furor, sin encontrar jriviistencia alguna, pues los
soldados extran)ei^S'h|bbian a compañado al rey, y los es'«
pafioles no parécisinic xrn^r disp nedtos á repiímir por la
faerca un movimiento qm acas o aplaudían ,£1 pueblo se
I1Í20 dttQfio de la población^ sacó las armas 'dé los cuar-
teles y recorría las calles al son de tambor, llevando las
palmas que se hablan repartido en la procesión de Bafi
-mos^ pidiendo la cabeza de Bsqm'lache : sin embargo, no
oinSTAOIOM. \Mb — XOMO fll^BO
-2oa —
cometió violenoiA alganA y ningaiia'oan toé inyadida ni
saqaeada , haeiendo oreer este baea órdta en medio de
ae tamalto tan generali qne habia algnna mano oonlta
qné lo dirigía. Lie eablevados mandiftron á Ajnanjnes nna
Oirca al rey, ooa nao qaa era de pcofaaion ooohero« pie-
dle adole qaa regcasaao 4 la CApibal: G4rIo8 dirigióla
ooatestaoioa al aya^tamiento , ea la qne deoiai qna solo
la entera «amisión y obadieneia por parte de los amoti^
nados, le baria Volver á tfadrid y retirando la ptemeta
del camplimieato de cnanto babia ofrecido: esto, y la no-
tioía de la desütnoion da Bsqaiiaolid, qne salió con nna
escolta para embarcarse en Cartagena, y en cuyo Ingar
faé nombrado para %1 miaiafcerio de far^oienda don Mi-
gael ilazqaiz, blzo qae la cAlma serascableaieseí y para
aArm^rU, Üárbj mdiaió reair o ja proncitid al coade
de Aranda, ooaoeido por la energía de sn carácDer , qne
desde la oonclnsion de la campaOa de Portagal se lialla-
ba de oapltaa geaeral ea Calenda , y le o jdárió el alto
empleo de preaideate del consejo de Casti lia , qne no se
habla pro visco haoía macho tiempo , noiendj áól la caí
pítenla general de Udidrid , con amplitn<,^i de facnltaies
para asegnrara la tranqailidadi ponien(740 bajo sna órde^»
nes nn caerpo de tropas de dies mil hombres. Bi coade,
con prudencia y moderada severidad , logró el objeto :
hizo salir da Madrid á todos los vagos *: algnoas perssnas
f nerón presas y .casdgadasi y para qnid el decreto da rev
forma de los sombreros qne había sido la cansa de hacer
estallar la revolacioni hallase apojo¡ e a la opinión, mao'
dó qne el distintivo del verdngo f oies e en adelante na
sombroso de ala tendida, para qne se fcnvieae por nna es-
pecie de infamia el nsarlo. Esqnilaob.e llegó á Italia. T
faó de pnes nombrado embajador ele Eapa&a en Ye<
neda,
' Eatre las voces del pneblo en fÁ f aror de la levolncioOf
se hablan oído varias , áciaman lo al marqnés de la Bn^
senada, y pidiendo volviese al ministerio Eate foé el mxh
tivo de qne se le mandase cor Aftnado 6 Medina di^l Oam-
pO| en dpade pasó el resto de sns días yiklleoió' el 2 de
diciembre de 1787 á los setenta y nneve aftoa de edad.
Bste movimiencb popnlar p rodq{o en el ánimo de C&rloa
prof andas y dnruderas imj nesiones : nnnca pudo ohidsr
qi<e se le hubiese obligan? «ó á despedir á na ministro ea
qaiea tenia depositada sa ooalUnsai y aun taro el inten**
to de traaaferir la üorte á Barilla, de oaya idea le ratra**
jo la consideraoioQ de los machos editioios reales ooasi
traídos ea Aladcid y sos oeroanías qae qaedabaa perdí*
dos, mas no voÍTi6 á la oapical haitca üespaes de ocho
meses , caaado la tranquilidad estaba enterameate resi
tablecida.
El afio de 1767, se huso memorable por la ezpalsiou
de iQs jesoiüas de todos los domiaios de la moaarqaía
española. Jflste saosso y las oaasas qae lo motivaron s no
han sido referidos con Vdrdad en ningana obra Impresa
en oastelleao de qne yo tenga conddmidnto : en Espafta,
en los tíempus inmediatoa á ;la expnisioa, no se per«
'mido hablar sobre eílai y después ha habido inteiés en
destlgarar la verdad , y en Méjico t para dond^ especial-
mente esoribOi no se tienen mft« qne ideas mny confosas
sobre este acontecimiento, por lo qne me he propuesto
entrar acerca de él en algunos mas pormeaores que los
que pareoe permitir el objeto de esta obra, tomando tON
dos los hechos de escritores protestantes, que son los qne
han tratado este asunto con mayor impar dalidad , y en
los que no puede caber la sospecha de ser afectos á los
jesuítas*
Dos géneros de enemigos se habían declarado contra
eetoa: ios jansenistas y los fllósofos. Por los primerea, no
se entíenaen precisamente los que habían soetenido las
cinco propoaioiones del obispo de^pies, que. habian,BÍdo el
objtto de tan acaloradas disputas con la Siila Apootólíca
y los esuitas: sino el partido político y religioso, qne con
aquel nombre se habla formado f oonuarío á los princi»
cípio ultramontanos,;qne pretendían hacerla autoridad de
loa obispos casi indepenniente de la del Papa , y qne Ba
muchos artículos parecía estar de acuerdo con las opinio-
nes de los protestantes , así como en materias políticas
coincidía con las de los fllósofos de aquel siglo, que con-
forme con Icsjansenistas en estos puntos, en materias
religiosas mteutaban echar por tierra toda religión que
se fuudase en la revolución , sustitujenüo un mero deís-
mo y aun el ateísmo y inatenalismo»
La alta sodedad en Francia y aun en loglatarra ^ se
hallaba contaminada de estas opiniones de ios ftiOavfoB
en materias de religión , y particularmente eu París,
, -204-
Toltaire, Boaseéan, D' Alembert y los demás de acuella
secta, qne reconocía á Yoltaire eomo ea patriarcal daban
el tono enrtodas las concurrencias , y no era tenida por
persona de baen gusto en el uno y el otro sexo, quien na
profesaba aquellas doctrinas qne se propagaban fácil-
inente en medio de la escandalosa corrupción de cofitum-
bies, que desde el trono se había derramada en todas las
clases del estado y en especial en la más elevada. La no-
bleza ff ancesa se habia persuadido que podía impnne^
inente ayudar á socavar los cimientos de la religión: que
las ruinas de la sociedad no oaerian más que sobre el
clero y el altar , y que el trono y la nobles» no solo se
salvarían, sino que se aumentarían y consolidarían li-
brándose de la opresión religiosa. Así se lo persuadian
los filósofos, á cuya clase y a la de los jansenistas perte-
necían muchos de los magistrados y abogados*
En este estado de la opinión dirigida por los filóFO-
ios, que para extender sus doctrinas mezcladas con Io9
principios elementales de las artes y ciencias , empren-
dieron publicar la ^^Enciclopedia metódica, se formó, di-
ce el historiador protestante Schoell, *<iina conspiración
entre los janseoistas y los ñlósoíbs, 6 mas bien, cómodos
facoiones ee diiigian á nn mismo fin, trabajaban para él
con tal armonía, que se hubierapodido creer qne se poa
uian de acuerdo en sus medios* Los jansenistas, con la
apariencia de un gran zelo religioso, y los filósofss pro»
clamando principios de filantropía, trabajaban de consu-
BO para derribar la autoridad pontificia , y tal fué la ce^
guedad de algunos hombres de buenas intenciones, que
íicieron causa común con una secta qne hubieran sin
duda aborrecido, si hubieran penetrado sus miras. Los
errores de este linaje no son raros, y cada siglo adolece
de los suyos* Pero para echar por tierra el poder ecleeiás-
ticOí era menester aislarlo, quitándole el apoyo de aque**
lia fulange sagrada que se habia consagrado á la defen*
sa del trono pontificio , es decir, los Jesuítas. Tal fué la
verdadera causa del odio que se declaró contra esta ór.
den rsligiosa. Las imprudencias que algunos de sos indii«
viduos cometieron . dieron armas para combatir á la
Compaüitíi entera, y la guerra contra los jesuítas vino á
ter popular, ó mas bien, aborrecer y perseguir á nna or-
den onja existencia tocaba tan do cerca á la de la religión
i*w>^ (
-205- ... ^, '.. ..
católica y* del trono , tfaió & ser nñ líla]o*qtié ftaba áere-
' cho á lIam£^rse'1ftIdaofa; i¡íl^mt^ Xp^ ¡[ m J^^t^íbüo á^
íutííüa coia^naa, él. oáídónat ÍPí)rre|^íi}Ji, íahiwi ipén^a ■
do !£uiínUái denlos a&teraárlcHÍ dét ¿rdeá put^lUo y fie o-*^
poiiiáa'á illas <:^a todaíi sns fáerzas.'' ÍIj Podiérá lieoirae
qqe esto párrafo i3patiaBB;l»Iiifit;QiiaJaJa pera6C]picI.on'de
' los J Wulta& en el sí^Jo p$aftil($,;y todo íTííjíie^ YSkfaótf á. t%v
ño edjiías ^ua ú apleacíón de' (^ó' '^áe ea él '«ó, ajee ; ade -
inájí, elm^iaesta tatnt>|QíieI 'p0ptri(u(|ó la •¿j^QdlcioA que
80 lea sigae' haciendo ea líaéatroa diáa.* ./ ' .
Bl m^r^aéd do P#iiibal fué el' pxiaiQró..qué alxé eaUa-*
boa 4»! estaadarté'^a la gaeix^j segaa eá ralo^ar hemos
visto, y (soino párii kai^rla alóa je$Uitaé < todoflqa me-
diog oe eonfildéraíoalegídóioa.]^ uú . dlóspíada . profeaion
no 80 avergoazó dé éin^I^ar; útí ' trlbauai ospécial para
conducir al.anpUcioj^aaa Tíctiipaa, ni de conceder ka ho-
¿uerad de la ingalfiíóion.para qaemar eu^ílla á. nn ]t&QU
ZA. DiáÁ la Toz en Pórtñgal,.faé 8egaid?ii¿j^oco ti^iá|»ó .des.
] puea en Francia. '.tTn jeanita nainadaot padcé ijavÁlettet
era daperior da laa íñlsionea. franóbd^s e(i las iálaa. Anti-
llas, y para darjíe 'mayof éxtenaión y proporcionarle el
expendio de loa fcntos que i^n ellas se ccraecbaban / habia
establecido nna factoría én la Maitinica 4 qnb como nna
casa do comercio ordinaria. t tenia sns corr^sponaales en
loa pnertos de Francia- .ÍStizb & éstos varias consignacio-
nes en bnques qáe f nerón i^resado£k por lo3'lngl¿iBes dá-
tate la gaerra entre laa dos po^ncias, qneda^ído por con-
secnencia sin ser pagarás Us .libranzas que habla girado
sobre estas conBignac^opés, por co^á'^la dos ; millones de
francos (cnátrocitíntbs mirpescáJ con.cñjo motivo la ca^
8adelosharmanosiLeoncy.de Marfiélla, se presentó en
1760 demandando d pago no ya ^olorftl padre Lav^ettSi
Bino & todos lea ¡esnitas de Francia, c^n&iáürándoloa xeseí
potiaáblea en común, en Tirtúd dd la qnidad del insütn^'
to ^ do la obcdiencaa qué él establece.. respectó á sua su**
t'
• •.•*'■■.• »
tí . ' ■ i
[IJ ScbjaX Xhino d^hntorU (Ui¡oJ6iUdoair«arofaoa «ooio 44 págioi
71 oa*d j por labiaoie^hiataría d» la caída de láj iípu.taa, Paria .1*4 &• Anv-
qaa ea t^tx obra naÜMítado iMriuztdildadat en qlsé me hywyo, tnléatiaB he
Yenid9.q.ae tratar d^'wta^ttnf eo«io«id^ U h«go ahéxa taalefido q«B r «fe •
linat a obras no toaianáo en £üpafia al en M^Jioo.
DI»BTA0IOKM.— 70VO Uh -- ¿1
N,
_20« —
poiloree. Tomó WBodmitoto del i^egotto el pftrlame&to de
ifaiisi qiiien con etta ooaaiom » ptevenido de antemado
contra loe JeenilM ; pidld se le prefentaee oopia de ioi
conetitaoiones para ezaminarlae, anáqne ya eite eximen
se había heobe,. cuando faeron admiUdoe en F/aoeia por
HenriqneI7.
A loe proaedimlentoe Jndlciales Tinieion á nnkee las
intrigae palaoiegee, propíaa de nna corte corrompida co-
mo la dd LvlU X V. Tí ría éate en pública amistad don la
marqnesa de Pempadoar, por lo caal el padre Pdrnssean
jesnica^ confeeor del rey, negó la abaelncton á iste, miea
trae no ee apartaee de aqneita comonioacton escaidaloaa
y lo miemo biao el padre Deemareet § ne anoedió al padre
ftraseeaiL La ferorita mandó 4 Boma nn agente/ para
obtener por ría de negoeíaeion dipiom&tica la absoladon
qne loa confeeoree jesnitae hablan negado al rej, y para
antorUar por nna bala el adnlterio« fta lae iaetrnoeiiHies
qne dio á este agente , deda <'qaé lee eetimientos de 8.
M eran dlyeraoa de lea qne la paeion excita, pero qae el
rey léala en en corasen nna amistad y nsa confianza en
la marquesa de Pompadonr. talee qne hadan el eneanto
de en vida , y qae annqae S. nC habla laaisudo mucho en
esto, el confesor habla reeponéido qMí no pedia prestarle
en mUiisttoiOi ai no apartaba de sí & la mfir^aesa de Pom-
padonr, motiyo, eegua el soufesor , de esoándalo : [sol io
dice la imitruoeien escrita por la favorita ndsma J Qao
despuee el padre Deemareet habia enoedido al padre Pd-
msseau en el cargo de eoafesor del rey , pere que este,
mas escaso de talento qne eñ predecesor , y rodeado lo
mismo qne él de perdonas, que queriendo apartar de la
corte á la marquesa de Pempadour , le hacia considerar
como deshonroso darla abeolnden al rey, eegnia los mis-
mos priucipios que aquel." JBstae personas eran la reina,
mujer llena de yirtud. toda la familia real y todo cnanto
habia de mas respetaUe enFranda.
La t^yorita , no habiendo pedido ganar á los Jesuítas^
resoiyió su ruinai y para ello ee asomo con el ministro da«
%ae de Onoiseul, que estaba' enteramente bajo la infludtt-
eia de los fllósofos. Imposible era que-loe leenitas paüie»^
aen reeistir á esta conjuraeloai y su pérdida era eyidentai
La fayorita, d núniatro, loa Janeeniatas y con ellos la ma-
gistratnrai que ^eh gran pwrte pertenecía 6 aquella sectai
— 207-
ftnzilidbftu loa ealuersos de les filósofos, asooiados ooa 4j*>
tos ea la ügsk anüeristiaaa , los soberanos y los graades
BS&orsSy qae basoabaa sa seguridad ea la compiioidad
misaba, ooa lo qas lejos de ooatoaer la andasia de la fllo <
80 fia, los hombros opalentos, loa nobles y los poderosos^
tenían por punto de koner alentarla , y darle major im^
pulso, fil triuDÍo de los enemigos de los jesuítas pareoia,
p[aes, cierto, y Ü'Alembert esciibiendo á Teltaiie, le de-
4ia: '*]!^o fié en qué habrá do parar la religión de Jeftus,
pero entre tanto sn Compañía se halla en mal estadoi'^ y
en otra carta, hablando oon major ol^ridad sobre ibus es*
peranzas, y poniendo de manifiesto los intentos de los fi-
lósofos, agri9^aba : ^'To , que reo ahora todo de oolor de
rosa, e^toy mitando aoaber eon muerto tranquila el afio
que entra á los jansenistas, después que en este ellos nais-
mos hayan dado muerto rioleutá á los jesuítas: reo eata^
bleoerse la toleranoia, llamar á los protestantes , casarse
los eolesíástiooSi la confesión abolida, y el fanatismo des*
trnido sin que se eche de Tet.'' .
Los efectos fueron losquedebiaa esperarse de estos
anteeedeates: el parlamento de París condenó á todos los
jesuítas residentitf eu el distrito de su jurisdicción, 6 pa-*
gar las libranzas del padre Laralette , y se ocupó del
examen del instituto por demanda presentada á las oá<*
maras ó salas reunidas por el consejero eclesiástico el
abate OhauTelin, en julio de 17C1. Lo mismo^futron ha-i
cloüdj los dem&s paciamantosi ó tribunales del reino, y
auaque los cardenales, arsobispos y obispos residentes
eu Farídi, en número de cincuenta y uno, oonsulcados por
el rey, hubiesen manifestado nnáaímemente con ezc¿p«
cion de solo seis, su opinión en faror de los jesuítas; aun-
que la asamblea ó junta general del clero, covocada para
votar los auxilios que la guerra con Inglaterra hacia ne^
cesarlos, instalada en 1? de mayo de 1702 , hubiese pedi«
do coa uAanlmidad la oonservadon de la Compafiíé , el
pjirlamento de París por sentencia de 6 de agosto de
1763, declaró el msiitato de San Ignacio, 'inadmisible
por su naturaleza en ningún escaUo civilizado , por ser
oontraiio ai derecho n»tnral y atentatorio á toda auto<
ridad espiritual y temporal:^ en eonsecnencia, mandó que
la Oomptifiía quedase disuelta; que sus-bienes fotse con«
flsoadosj que los jesuítas abandonasen fas casas de su reit
Étdencia y j arasen entre otras cosca, so pena de destierro
faera del ivino, '*jao vivir ooíi cualqaiet* título 6 den imi-
jiacioii qn6 f;ie^e, o^^ervandotes con.^íltuoionesy reglas
(le íu iütititato." ^'L(5s jeenihis; dfc« el historiador protes*
tanto Scba>ll, op^vi-ieroa Jiiretígaacion^las perseaacio-
I.CS dirigiclüS C'jTitra cHcs, y túiüs^ hpdxbreQ & qtiienes se
aca:¿ab.» dü bi^rluí ¿^8 do li^'reügicn , .lehaearon prestar el
jaramento <laü fce ios exi¿la'. 'De cuatío mil jesairas que
liabía ea Fftfcüeia. jtpííiiHs cinco séfscme^ierbn i 61." -Del os
cemáíj pariameato», hís tinoá ootidenarón el instituto atin-
que con ehcasa mttjoJía de voto? r otros Tehnsaron ecii<
carrir con su autoridad á mia médiáa qtm ereyeroír t»n
contraria á la jaóticia eoriao al bien páblieo, y por últlaio,
en novieriibro de 1764. el rey mandó qne la Oompaftía de
Jes&s qaela^e exii.jguida aemis eistaáos, permitiendo
C(ue rcbidieáen en eiijs lo3 iadíviduo3 que fa eonípoDíaní
bajo la autoridad de los ordinatios y conformándose cun
las leyts del rt*ÍDO. \. * • •
ília menc^tar hacor extenslras estag proTldencias á
ilepafia dónele los jeanitsB eran podetosoB, pero esto prcí
tentaba diücnltadi^is qae parecían insuperables. La soc
bleza eap^HoU no hubia participado dfcl espíritu fítosófi>
co como la francesa, y go!o el conde de Aranda, que ha-
V>ia re^i Udo Silgan tiempo en Prnhíapar¿¡aprender la tác-
tica de Federico, ''el re,y ñiCsofo/' y tratando en París á
loe jüfoa do aqaeiiá secta, se hallaba imbuido en susdoc-
triuiu-: ]04 priacipioij janiscniíítas tenían mas secuacts,
inas est3 titrnüien untaba rcdacidoá, algunos obispos y
magistrados, y no se podía contar como en Francia con
el iiiílajo de una ft^vuritü, ni con la indiferencia del rey
fin materias de religión , puea Oárlos era muy adicto á
esta y mny serero en ens costumbres. Tomóse pues el
)jartido de e:>g¿4ü.iile , mas como ea matesias que toca--
V)an á la religión iiada h»^cia sin consulta de su confe&or,
VTG, prod£0 aiito todas cosas ganar á estOj engañándolo
también. • i) *
D¿fide el aCo do 17C3 habla entrado á servir el ministe
lio de gracia y ja^.tlcia don Manuel de Boda, abogado
tvBgohéS'y qne habia adquiíido mucha tepatacion entra
loa individivos gc tu clatse, ¿x^r eu oposioioA & los colegios
líiayores. Eran cstüs ccis , cuíitro en Saiamanoa^ \luo en
Valiadülid y otro ca Alcalá: en Méjico hal)is Otro , que
— 2C& —
gozaba ele los privilegios de aqaetlos. Estaban estos esta-
bIeoiniieQt;o8destiaadoa¡á recibir estudiantes que habiendo
eoaoiaido saoarrera, segoianpor algunos añoB¡ocupado8(u
perfeoeioaarlosoonooiDiientos qae^nabian adquiridO|pero
reqniriéndose para ser recibido en ellos información da
nobleza , y siendo además preciso tener nna renta enfl^
cíente para los gastos de admi<4on y las que sobrevenían
en las eleocionéa de rectores I áolo los que pertenecían á
familias distinguidas pedían optar á aquellas plazas, y co-
mo las prebendas en la carrera eclesiástica y las magis--
traturas en la del foro se daban de preferencia á ios co!e<«
giales mayoreSi eata circnnátancia habla venido & ooni^ti'»
tuir una especie de monopolio en su (favor , muy odioeo
para todos los demás pretíendlentes. Los privilegios de
estos cuerpos fueron aanlados, con lo que se abrió la car^
lera de loa empleados para todos los que antes no podian
aspirar & entrar en ella; pero el decoro de la magistratu-
ra, aumentado por las oalidadeiS que se requerían para
ejeroerlai perdié mucho coa esta medida y no poco la bue-
na administración, de justicia.
Boda era tenido por j ansenista^ y habiendo estado em-
pleado en Boma éñ calidad de agente general del rey de
España^ adquirió alií ios conocimientos que le fueron tan
útiles para la ej 3Cuclon de stt plan de expulsión de los
jesuítas, que trató de poner en obra desde su entrada al
ministerio , al que cooperaron eficazmente el conde de
Aranda, cuando á consecuencia del motín de Madrid fuá
nombra io presidente del consejo , y los fisoalea de este
Oampomañea y ídíoülno.
No habiti escogido Oárlos III confesor outre los jesui«
tas como había sido coatumbi*e da lo^ reyea de su fami-
lia, y desempeñaba esta deseado cargo fray Joaquia de
Bisca, gUito, [1] que había empezado Jego y fué üespues
nombrado arjsjbispo de Tabas , *'ín pattlbus iníidelium,"
mis conocido cpu el nombre del padre Osma , por el uao
que en Espáüa se seguía en algunas religiones, de to-
miv sus indivios el nombre del lugar de su nacimiento, y
por haber sido obispo de aquella ciudad el seflor Falají
[ ] IUaia93« «n Vn^lild ^'g'lHoe,'' ¿ loe rtligioso« qn? en M^ica tienes d
niXLbre da di«ga!no9, por cer <1 de iii eonrento B. QU
. -210-
fi)x> el padre Eletá tenia grande empeffo en ea oano&la^
eion promoridá haoia mnotio tiempo , á la qae se haUan
opaeatd tenazmente los Jeaaitai, por las f aertds díepntas
qae oon este prelado tavieroa siende obia^ de PaeblAi
[IJ Bdda lo aabla bien , y malioiotamente inñayó en ú
oonfisaor, para que inclinase al ray ft que faioiese solíoitar
de nnevo la caaonis%oioa del obispo de en clndad ns^
tal, lo qae Oárlos III biso de baeña gana, pero qniso qae
al mismo tiempo se pretendiese la del hermano Sebas-
tian del Niño Jesas. £ra este nn donado del oonyento da
San F^ancisoo el grande de 8s villa, qae reoogía la limos-
na para el oonvent» llevando en nn niobo nna imagen del
Kiilo Jesns, de donde le vino sm nombre. Darante laie<
sidenoia de la Oerte en aqaelia ciudad en el reinado de
Felipe Y, Oárlos, que (riendo entonces joven acompañó i
ella al rey su padre, tuvo frecuente ocasión de ver al her*
mano Sebastian, qmen le anunció que seria rey de £8pa«
fia y le áió unas oraciones escritas de su mano. Bi haberse
vBrideado el anuncio del donado limosnero con haber re-
caído la corona de EspaCa en Oárlos, hixo i^éste tener ea
mucho la virtud de aquel y apredar tanto las orackwes
qae le hahia dado, que las traia siempre consigo y eosB'^
do dormía las ponia bajo la almohada. De aqaí vieo n
empefio para la caneoizacon del hermano Sebastian: mss
(IJ Ti(iol>rtlatiTO&Uex.>itl4Íoiid»UiJiaaíiu dsRipiftft.esU mva
do ao U fliitoria ds l»fl refaivlM ds 1 m Btffboafti en aqa 1 r#iH» ^99 d «i-
flritor ifl^lás Coz», y de bi e«pUiil.)i que agtez6 & U tmdoeeioa Cnne eeed*
le mime ob-e O Aed^dd Xarl«l, qelea loi eeo6 de lii oerti* qi» pcMie5 ee
IjgieMrreD Jos6 Bleaoe Whlieieoael tltiil)ds "Carlee da Stfufie yt»
Iino «dio D jbUdo.^ B'-a Blaoeo eanóaijifo megiBtn^l del i oelegiata dsl eel
Tador da liwr'úi \, j h^bitndo {na&do 4 la^laterra f^t eteeto «• 1 le anefeH
de Bj i«fi\ d9 1809, hiso aiii preÍMloa de le religLm protMUate: U müTeiel'
dad de Oxford le eonflrI6elgrad)d9do9iorp4r priTJ^fltio, diapeaelndch
los ^Amenes, H qa*» solo ae hanla htelio oom et dsetor «íohnátw. La enieíaii
d* Bl .009 eoa Jov.U loot, qae katii» eoooeide fnttaiamente % i« da Im qee
inkerTnieroBea Uexpalija. 7 deeifaboea habla eido li r»liTftekmde
todo lo coarrd », propareionó at piimere lia dafeoí Kaa origia«lao f pie ioioi
aobro este saosao. h*bieadoh««he neo en U velaelen q>« ea d .nbl>e6 de ^
q te JoTella^oa le d ó por esorlto en Tariee eaitaa qne oonearTaba ea sa pe-
ttsr Blsoe) pnblio6 sas eartM dcs;>n*ads haber mudado ae nemtre «n el ds
ITuit^, ans ei mglé« sigalfioa le mtimo, y de haeer oúblSea pi«f»alea da
protestantismo. Jfie de notar, q le Bianoo apinebA el i^t^into 7 aplanda al le-
enitado de la expolflon, consiaer&adoU neceeoia 9I progrex» de Ins lae^a en
— 211 —
como segon práctioa constante en Soma, eíempro qae fie
solicita la canonixaoion de algnn indiTidaO| es menester
presentar originales todos sns escritos, sin qae se admi^
ta oopía algnna por antorizada qae sea) se exigió en es<^
ta ooasion por el sacro colegio la presentaolou de las o^
raciones, objeto de la predileeclon del rey. Bate tavo qae
ceder, no cria grande repn^nanoia, tomando todas las pre«
canciones neci^saiÍM para no avtntnrar el precioso ma«*
nascrit», y -para qae volviese pro ato á sns manos él mis*-
mo le entregó al correo de gabinete qae habiA de conda*
clrlo« y el embajador de Bspafia en Boma estaba preveni-
do de antemano, para qme el sacro colegio se hallase rea-
nido á la hora de la llegad» del corree y devolviese sin
demora el papel, de qae el rey se habla separado con tan-
ta pena. OárioSi entre tanto, ni comía ni dormía, y lo que
es mas no salla á cazai cpsa qae solo omitía el jaénes y
viernes santo.
A medida del interés qne tomaba por la canonización
de sa donado favorecido, faé el pesar qne tavo sabiendo
qne la solicitad no habla sido recibida favorablemente
eik Boma, y qnelacanoniaacion del seSor falafoz en*^
contralla ignalmente grande opofiioion. £fito erapreci-^
sámente lo qae Boda esperaba , para peisaadir al ley y
al conft^ser qae tedo era obra de losf jeonitas, por el odio
qne tenia 6 ja memoria del obispe de Puebla» y así logró
prevenir faertemente contra éstos el ánimo de ambos.
Bl motiii de lüadrid vino con macha oportunidad á dar
i los enemigos de los jesaitas ana nneva ooasion de acri-
minarles. Lograran persuadir á Carlos III qne aquel mo^
vimientOi que evidentemente fué accidental , originado
en cansas muy conocidas y tan fácilmente contenido; ha*%
bia sido excitado por los jesuítas ; qne se habia visto en
medio de la plebe al padre Ignacio López, que gozaba de
grande concepto/y;qne etrc^ jesuítas disfrazados, hablan
^0 conocidos entre los pelotones de los amotinados»
Aro como era preciso designar algna pl»n paia la revo«
laclen, se prentaron á Garlos cartas y papeles sediciosos,
que se pretendía haber sido escritos por jesnitas y diri.
gidas al rector del oo}egio de Madrid , los cuales habían
siio interceptados « ónyo objeto era destronar á Oárlos,
poniendo en sa lugar á su hermano el infante don Lnis,
y como estos eseritoe eran de tal natnraleza que compro^
_ 212 —
Itietian la dignidad d6 la corona y el decoro da la familia
real^ se hizo «reer qoe habla peligro aun en haoer algcaa
ladagacion acerca de ellos. Los mlniBtro8 para todo «ato
se entendían con el daqne de Ohois^nl en París , no por
znedio del embajador de Franota en Madrid, aino del aba-
te Belizardl, que residía en e«ta Corte á títalo de <* en-
cargado de negocies de )a maiis» y del comercio da
Francia.'^ Oírlos, engaitado por en confesor de bnana fé
y de mala por ras ministros, dió crédito á sn pesar 6 cnan-
to estos ha bian querido insinuarle: ^'he sabido demA«-
fiiado," dijo, con la expresión de más profondo dolor al
duque de O^nn , embajador de Francia ceroade an per-
sona.
Logrado el intento que se había tenido ¿ la mira , no
quedaba más que disponer les medios de la ejecución*
l^'ara esto^ el conde de Aranda hizo que se le diesen por
el re? facultades amp<íeimas, autorizándole por real ór€en
dé 27 de febrero de 1767 fecha en el Pardo, para todo le
necesario , mandando que le obedeciesen todas laa aato«
lidades del rt^ino, y que todas las tropas , milioiaa y paict
)3an&jeB le pí^e^tasen el auxilio que pidieee ,' so pena de
caer en la real indignación, Apompábase esta disposidon
en lo expuesto por el consejo, en el acuerdo tenido en ae-
eion extraordinaria de 29 de enero del mismo alio, sin -que
BC sepan las razones que aquel cuerpo tuvo para resol-
ver la expuleion, pues se ha aecho desapareoer esta par-
te de su iii forme, (1) no quedando en las ofldnas del go^
bierno de Espaüa m^sqce la segunda , contraída ó Jos
medios de la ejecución , y en el dictamen que sobre esta
consulta del consejo presentó en 20 do febrero una j anta
especial compuerta oel duque de Alba, don Jaime Maeo'
nes, que había estado encalcado en París per algún
tiempo dd la legación de España, el confesor y loamiiiís-
tros. eBsuelta pues por Oários lil la expulsión djüoa je«
suitas, por causa que ^ reservo en su real áuimo/^ee cir «
culo en 20 de marsio por el conde de Aranda , una 4: den
^1) Váftee el ¿ietém^n do' üb^a) d^I midtto <w>iif«jo don FratioU«o Ovtiwrta
dtJnHaeiU para ti rdfiableeirblen^o de ia CompK&U de Jema en Ss^Afla
de Bafaelen 184-». ' ' * «
— 213 —
i los jastioias reales de todos ios lagares de la Peníasn^
la é islas adyacentes en que había casas de jesnitasi coa
na pliego cerrado qne no debían abrir hasta el 2 de a-
biil á cierta hora, qae contenía el decreto de la expalsíoa
7 ana instrncoion menndíéima sobre el modo de proceder
á ]a prisión délos jesáitas, ocapacion de, sns papeles,
secaestro de sus bienes y condnccion de sos personas a
los pantos donde debían ser embarcados , formada per
OampomaneSi en la qne todo estaba previsto y calcnlado
el tiempo y las distancias para qne el golpe se diese si ■
mnltáneamenteen la noche del jaéves 2 aldeabiil [IJ Por
érden posterior de 28 de marzo, se adelantó dos üias la
ejecacion en Madrid y otros logares inmediatos, habién^
dose vexificado en la noche del 31 dó marzo á V de abríL
Al amanecer de aqnel día, Madrid sapo con asombro no
solo lo sncedido» sino qne tos jesáitas estaban ya á alga»
ñas legaas, y en el sigaiente á son de trompetas y tim-
bales se pnblicó la real pragmática , fecha en el mismo y
qae había tenido sa camplimiento antes de sn pablica^
clon, por la qne se mandaba la expatriación de los indi^
yidnos de la Uompafiía: la ocapacion de sns bienes , ¿e*
fialáadoles ana pensión annal de dea pesos & los sacer»
dotes y noTeata álod legos: se prohibía bajo las pesas
mas severas, hablar ea pro 6 en contra de \á medida, y
á los jesuítas expalsos se impuso la de perder todas las
pensiones asignadaSf si nao solo de ellos escribiese á tí**
talo de apologia.ó defensorio, contra el respeto y snmi-
fllon debida á la real resolución. En América, se faé eje^
catando esta ea los diversos vireipatos y gobiernos , y
en Méjico y toda la Kaeva EspaQa t tuvo efecto en la no-
che del 25 de janio del mismo año. Éa todas partea los je*
saitás obedecieron con sumisión la orden del rey, pues
aanqae ea algunas ciudades como en Ouanajaato, se mo-
viesen tumultos por el pueblo que les era muy adicto, es^
to fué sin participación de aquellos religiosos, que hablan
sido ya presos y saoa^os^ otros puntos. En el Paragaay
se temia encontrar ana-^can re^stenciai y se preparó en^
n) Tdi<B0at«0in«triiocfohee'f órdenes pabibiifs po-iUr'or mente se^m*
ptimieron en Madrid d3 órd«iv^al osniejo* y se reimprimí sroa ea Mojí jo f^t'
mando un oua^eico*
mBlBTAOIOVBS.--^TOlfCllI«-68 '
- 2U.-
Baenos Aires aaa ezpedioioa militar para desti'air el tro-
no y combatir ooaios ejércitos del emperador Niooli^, let
go de la Oompafiía, ^ae segaa la mentírosa relación man**
dada pabiioañr por el marqués de Pombal y condenada al
faego 0or el consejo de Oasjiiila en el reinado de Fernan-
do el y I, tenia á sa disposición ciento cinonenta mil soN
dados y mandaba á Koma tres millones de pesos cada
afto al general de la orden. Bn lagar de este pretendido
imperio , no se encontró mas ^1) 4^ qme el desengaño y la
e?idencia de las falsedades inventadas en Baropa : pne*-
blos dumisos en ves de alborotados : vasallos pací ftcos en
ves de rebeldes: religiosos ejemplarei en lagar de aedno*
torea : misioneros celosos es vez de capitanes bandidos, y
en nna palabra :. conquistas! kehcas á la religión y al Es-
tado por las solas armas de la mansedumbre , del buen e«
jempló y de la caridad, y un imperio compuesto de salva-
jes civilizados^ venidos ellos mismos á pedir el conoci-
miento de la ley, aajetos á ella voluntariamente y unidos
en sociedad por los víaculos del evangelio, la práctica de
la virtud y las costumbres sencillas de loa primeros siglos
del cristianismo.''
Los jesuítas, á quienes no se permitió sacar de sus ai
posentoa otra cosa que sus breviarios i la ropa mas
precisa y algún ctiocolate y duloea , fueron conducidos á
los estados pontiflcios, al puerto de Civita Yecchia, pero
no habiendo sido advertido el ' Papa de esta deturmioai.
clon, rehusó admltirloa y tuvieron que vagar por el Me-
diterr&neo, escasos de todo y amontonados muhoos en ca-
da buque: el gobierno de Oórcega, isla que pUeaba hu-
touoes valeroaamente por su iudependencia bajo ladi**
reocion del célebre Paoli, los recibió en sus pnerioSi pero
cedida la isla el afio siguiente por la república de Gen
nova á la Francia, el odio Uel duque de t hoiseul loa per-
siguió hasta en aquel aailo , habiendo tenido que pasar á
Góaova^ de donde ae traaladaron por fin á loa eataidea del
Papa. ASÍ ae consumó unt de loa eacandaiosoa actoa de
iniquidad que presenta la historia moderna, tramado por
tres ó cuatio hombrea aidacea^ que prevalidoa de au po«
[1] D:«liaien ddl fijoal d»! ooiitjo QaUfy^M 4«:» IC^er'a
~ 216 ~ .
Éteioa abasaron de Iñ buena té del soberano, ejeontado á
ÍAVor de las sombree del mialatro por el respete qne se
tenia & la aatoridad real, á la f az de una nación que lo
rió eoa indignación y asombro.
^Considerando esta medida á sangre fria i dice el his*
toriador inglés Ooxe, y jasg&ndola eoa imparcii^lidad, es
preoiao oonveflir, que por oonreniente y ann neceaaria
qae pareciese ser la expalsion de los jesnitas^ hnbo en su
ejecacion tanta atbitratiedad y crneldad , qne el corazón
se siente oprimido y se conmueve de ,indignaeion. Losin*^
dividaes de nna grande orden religiosa fneron arrestados
de improviso, oomo ai liabieran sido cnlpables de los ma«
yores ciímenes; desterrados de sn patria sin ser jnzadopy
expuestos á los m&s crueles padecimientos y obligados á
permanecer en loe estados pontiieios , so pena de perder
ia meaquina suma asignada para su snbsietencia, sin ale&
gar otra razón para justidcar tan rigorosas medidas , si
no es la voluntad abaolnta del rey." iiln Ñápeles y Par«
ma siguieron aquelloe soberanos, oomo que dependían del
de EeiHifta , el mismo ejemplo oon iguales ó mayores a-
tropellamientos, y en Francia con esta ocasión se levan-
tó nueva persecución contra lo^ jesnittis que hablan per--
manecid;:) en aquel reino y del que fueron obligados á
ealir.
A las contestaciones que oon este motivo se suscitaron
con Boma vino á nnirse^^an nuevo motivo dé disgusto. El
daqut) de Parma publicó un decreto haciendo en sus eB<«
tados di versas refurmae, limitando la jurisdicción eole«
fliftstica y prescribiendo reglas para la provisión de be-
neficios y publicación de las bulas y rescritos pontificios ,
conforme a lo que se habla establecido en Bspafia. Bl
Papa tuvo por ofensiyas á sn dignidad estas disposicio-
nesy para las cuales no se habla contado coa su oonsen**
timiento, y pubüoó un breve ó monitorio, declarando nut
lo Cudo cuanto se habia hecho por aquel soberano, é im«
poniendo ceasuras contra todos 4oü que hubiesen tenido
liarte en ello. Salieron á la defensa del* joven principe
codaa las cortes borbónicas, y oomo las ceüs^ras impues^
tos ee fundaban en la bula *^ lu Cosas Dómini,'' que se
leiift pú.olicamente el jueves santo,^ se declaró en JBspafia y
Praiicia, que no)habiendo sido recibida legítimamente^ no
»bli£^aba y se mandó borrar de los rituales y otros libros
— 216 —
én que se hallaba : lo mismo hicieron toáoslos demás go-^
hiéraos de Eoropa. No oontentas ambas Cortes con estas
proTÍdenoias, procedieron la de Francia á ocnpar con sos
tropas á Aviñon, y Oárioa hizo que las de su hijo el rey de
ITápoles ae apoderasen de Benayento y Ponte-cotvOi eca
tados pertenecientes al Hnmo Pontiüce«
£1 obii}po de Onenoa don laidoro Carbajal ^ orejó rer
en todas estas medidas nn plan, decidido de destinirla
antoiidad de la iglesia , y diiigió nna earta al oeofesor,
qn^ éste paso en conocimiento del rey. OárloSi aconseja^
do por el ministro Boda , mandó al obispo por medio del
confesor, qne explicase con mas claridad en qué consis-
tía la opresión qao Ja iglesia sofría t y habiéndolo verifl--
cado considerando las reformas qne se hablan hecho co-
mo otros tantos agravios inferidos á la igtesia , se man-
dó paéar todo al cossefo cayos fiscales presentaron an
informe^ en el qne efitablecieron doctrinas enteran^ente
contrarias á la aatoridad eolesiástiea y mny faTorables
á lade la coiona. £n consscneneia se mandó comparecer
al obispo, qae icé reprendido en el eontejo; ae reeogiexon
las copias qne coriian de sns cartas al confesor, y e^fs^
fió nna circalar á todos los obispos del reino , inetrayén**
dolos del proceder inconsiderado del obispo de Gnenca,
qne el rey no dudaba qae seria desaprobado por todos.
Clemente XIII , qne en estas jdifíciles circnnstanoias
ocnpaba el trono pontificio, maiíó en 1768 bajo el peso de
tantas amargaras. las cortes borhónicaa movieron enton-
ces todos los resurtes para que la elección del sneeeor re-
cayese enlíganos de los caidenales favorables á sns mi-
ras, y ann quiso imponeise como condición , la promesa
de la (•ztincion de )a Ucmpafiía de Jesns. Bl nombramien-
to se h zo en el cardenal Ganganelii , franciscano , cnya
orden era considerada como enemiga ó rival de la Oomn
pañía, el caal tomó el nombre de Clemente XIT. Bste
poLtlficepiocnró desde luego estabkecr la aimosíacon
los monarcas católicos con quienes se hallaba intennm*
pida, y no solo escribió al ley de Espafia manifestando
estas intenciones, sino que quiso ser el padrino de bau-
tismo del hijo p];imogónito del principe de Asturias , al
que por esta circunstancia &e dio el nombre ]^e Carlos
Clemente, y para perpetuar la memoria de su naoimien<«
to, Carlos III estableció en toneee la orden de caballería
— 21? —
qae lleva el de este monarca , como antes había fandado
ea Ñapóles la dé Saa Genaro. iSl príncipe, objeto de t an
tas oeiebridades, mnrió poco tiempo deapnea.
'^0 obstante estas maestras de cordialidad, y el haber
redorvado á sí mismo Clemente XIV la cansa dé cancui—
ssaeloa del seftor Patafoz , por la qae OArlos habla mani^
fdátado tanto empeffo, las cortes borbónicas contianaban
exigisado á mano armada de lá Seie Apostólica la revo-
caoioa del moQitOriO|de Parma y la bala de exciacion de
la üompdiiiía de Jdsns en todo el orba crisDiatiaoo^ pues
auQqae en Francia hablesen caído del fávflv .del rey el
dnqae de Olioiseal y la Pompadbár , el dnqne de Argen-
80U qae sucedió á aquel en et ministerio^ no obstante ser
f<ftVorable á los jesuítas, creyó necesario asegurar áOár^
los III que contíQuaría el mismo sistema respecto & estoSi
y prooedió en todo de acuerdo con la Corte de España, *
la cual nombró emb^^jador en Boma al fiscal Mofiiao^ pa^
ra dar mayor color á estas negobiacion^s. Para activara
las y decidir la repugnancia del Pa^ia , el ministro de
Francia en aquella coree, marqués de Aubeterre, propu-*
so á su gobierno qae mandase uua escuadra á bloquear
el puerto de Üivit* Vecohla , por el que Boma se provea
de trigo^ coa'to que el pueblo de aquella c apical estrecha^
do por el hambre, se subleraría y obligaría al Papa á pu«
blícar la bata deseada. Bfenester es confesar que la Sitia
Apostóticü no habla QUfrido nunca tan graves insultos,
da HQS mas crueles enemigos ^ cooio los que entonces le
íufirierou los reyes que se gloriaban de llevar los tícalos
dd criátianÍ!§imo y de católico. Por fia , cedieado á la new
oasidad, y par» evioar mayores males , pues parecía inmi'
neate la separación de las iglesias de los domioios de ta
oaaa de Bjrbon, habiéudose unido á la solicimd de é:)tos
el eoGiperiidar de Austria José II , á condición de que se
le di'jiB*^.'! los despojos de los jesuítas de susestffcdoá, ule-
neace XIF publicó la bula de ta extinción de la ^-ompa*^
ií* ea 21 de enero de 1773. ¡ Veiute aUos después eu el
níaoio dia^ subió al cadalso Luis XY£, rey de Francia,
efa de la casa de Borbon, bondenado á maerte por aque-
les miemoa que acusaban á los jeenitas de sostener la
toctrina del regicldiol Todas 1«0 diflaultades se allanaron
oa esta concesión, habiéndose aleado también las censu»
as contenidas en el monitorio de f^arma , con lo cnal le
PMVttTAOIOVJif,— T -^ MO I)I-*S$
f aeroA xtfltitaidaí a^ Papa las plazas y tetritof ios ^ae le
habían sido ooapados. Él rey de P^osiiL fededoo el gran-
de, á pesar de las'instanoias de loa. filósofos sos amigosi
Gonservó á los jesaitas en sos estados , encargados de la
edaoadoa de ios católicos residentes en ellos , y lo mis*
mo hiso la emperatriz de Basia Catalina II £1 desgra •
ciado pontíAoe Clemente XI 7, oprimido de pesares y re«
mordioiieatosi falleció el 22 de setiembre de 1774, y el
partido qae en Boma era llamado es^üol , no d«g6 de
atribnir en maerte á veneno dado por los jeánitaSi no obs-
tante la Inspecoion del cad&ver y las certifitaciones de
los f aoaltativos qae le asistieron en la última enferme -
dad fil padre Lorenzo Blcei último general de la üom<«
pañía^, que habla sido pneeto en prisión coa algaaos de
sns asisteatea en el cantillo de S^n Aiig;l0| marió en él
en ios primeros dias del pontitoado signiente, habiendo
hecho en el artíonlo de la muerte . nna protesta de sn
inooencia y de qae ia Oompaüía ao habida dado motivo
algauo para sn extinción : sn foneral se hizo con la ma-
jor solemnidad y sos cadáver fn6 depositado ai lado de
los de lo9 generales sns predecesores en la igiesia de Je -
sos. Los jesñltas españoles y americanos eu numero de
seis mil j faeron distribuidos en las dadades de los esta«
dos pontiflolosi y la pensión qae se les asigné annqne es -
casa, los faé pagada con pautnalidád. Sn suerte se hizo
mas llevadera, y en el reinado siguiente , algunos pocos
obtuvieron permiso para volver & su país : á varios se les
duplicó ó triplicó la pensión que perdbian y obtuvieron
otros premioSi habiéndose disünguido por las obras qne
publicaroui entre las cuales oeuparon un lugar muy piin*
cipal los jesuítas americanos Oiavígero, Alegre, Oavo,
Iturri, Abad, Lindivar y otros muchos.
Las cortes del Norte daban por el mismo tiempo el e««
jemplo de otro acto do arbitrariedad no menos escanda^
loso en la división de la Polonia ^ en la que hahiéndoae
^ BUsoitiMlo alteraciones con motivo de laeleocdon del rey
httcha por influjo de la Bosia en el príncipe Paniatowékl,
la Basia, la Austria y la Pmsia por nn tratado secreto,
conviuieron en difitribuLrse las provincias de aquella mo-
narquía republioanai que por su pcsician convenían á ca-
da una de aqbellas poiendas i
Aunque la cesión de la Lui9!ana á la BspaDla hubiese
— 219 —
¿do ooBvenidA tiempo haeí», no llegó á yerifioarad hasta
)1 afio de 176S. Bu 21 de abril del sigaiente de 176á, «e
es hizo saber á los habitantes t qas m&nifestaroa tesis-
¡irlo, no obstante lo eealdon Antonio Uiloa se presentó
i tomar posesión de la Kaova Orleans j mas no se logró
a snmisioa entera de aquellos oolonos^ hasta qne pasó á
mjetarlos el conde do O l^iUy, qnien en?iado de la Hai
>ana con ciaeo mil hombres • mandó cortor la cabeza á
leis de loe principales Teetnes , y enTió á otros piesos á
A isla de Oaba, habiéndose trasladado muohes á las po-
seaiones inglesas al dtrolado del Idisisipi.'
La posioion de lasislae Malrlaas qne tos ingleses IIa«
nan Fatkland, en el grande océano qne separa éíJ^f ioa
le la América , frente á la embooadnra oriental del osn
xecho de Afagallanes, había llamado la ateocion de los
lavegaDtes , eonsiierándolas como pnato' de sama im -
>ortancia para la entrada en el mar d^l 8nr , especial^
nente en tiempo de gnerrá, y además se las repr<seQtai
>a como fértiles y pco^^ae para Cormar almaceae:i. Bl go>
ñeroofcaitcés pretendiendo el derecho da deacabndor,
ntindó en 1764 al célebre naregante Boagain^ille á to-
nar posesión de la parta oriental de el as, y á formar nn
establecimiento al qne se dio el nombre de <*Paerto Laife:"
)l gabinete inglés alegando la primacía del desenbrimien &
;o, despaché en 176§al capitán Byion, qne se apod«^tó de
a isla más occidental y estableció nna colonia qoe llamó
^Pnerto fígmont^'^ en honor del primer Lord del almi-
rantazgo. La corona de Espafta sostoTO sns derechos an c
priores á estos descnbrimientos ^ en viitnd del que tenia
i toda aqoella parte de las islas y continente americano^
r esta dispota estavo á pnnte de cansar nna guerra. En
iquel tiempo, loe gobierno odosoe de sus derechos y loe
nonaroas del honor de ene coronas 9 todo lo sacrificaban
i la conservación de aquellos y de éste : ha venido des r
)ue8 una época en qne sin pensar en el porvenir, todo se
taotiñea al interés del momento , dejando acnmular las
lausas de un rompimiento^ para cuando las cosas se ha •
^an predpitado de manera que no admitan remedio al-
guno. La Francia 9 por las reclamaciones de la Bspufta,
"etiró su establecimiento | habiéndose además reccuocido
a esterilidad de aquellas islas; pero con respecto á la bo^
cnia inglesai el gebemador de Baenos Aires don Frauíi
— 220 — '
oifloo Baeareli pasó ¿ aiK>derarae da ella 6 numo armada;
kacieado prisioaera sio rediateacia la.goaf aieioH que allí
habid: el gobierno iQglé:^ raolamét aa mluistro «e retiró
deMadhd y la goerra hnbiera aidoiaftTitabhB, ainla caída
del ministerio óe Fr^bncia del daqae do Ohoiaaat [1] pero
la buena armoQía se restableció y el rey 'de lagi^cerra
habiendo nombrado na naevo em^bajáder, éste faé zecíio
en Madrid con api aneo.
Heibia continuado el conde de Arasda eatableairado
aiachaa reformas en diveraoa ramoa de la admínit»tra<;ion
iateiior del reico, en sn calidad de preaidente del conse»
jo, nsnrpando no pocas veces laa faenltadea de los misia«
tros. Sa principal objeto taé^ reatituir la autoridad eole-
fiiá&tica, y con este fia reformó el tribanal de la nnnoia*
tara, limitó el número de laa igleaiaa qae hablan de go-
zar el privilegio de asilo, y aobre todo proeoró redadir el
poder de la luqaisicion , ya qoe no pado anpiiaiir este
^tribunal, parqae no quiso prestar aa apoyo el confesor
del rey, y. porque los anticipadoa aplaoaoa de los encía
dopedistas de Faiía, llamaron li^ Atención aobre el inten«
to del conde Las medidas gabemativaa más importan-
ti'8 de su admidistracion, fueron laa órdenea qaeaedie**
xon para formar el censo de la población ; la apertura de
loa estudios reales de San Isidro en Mad^rid para reem«
plazar la enseñanza de los jeeuitaa , y el eátableoin^iento
<te las colonias extranjeras en Sierra Mersna , abriendo
aquel camino, antes el terror de los tranaenntea j por es-
tar siempre iufeí^tsdos de bandidos. ISata importante em»
presa se puso b¿>jo la dirección de don Pablo Oiavide,
peruano , que fué después preso y procesado' por la in»
quibicion , üabiéodose Cfcli^blrado para Ja lectnra de tn
causa un auto piiv^ado en 24 de noviembre de 1778, áque
fteron hitadas sesenta per^onaa, notadas áB participar de
laa mismHs opiuionea iilokdficaa del reo» Ola^ide pndo
pasar á Francia, saliendo del convento en qoe había sido
condenado á estar recluso dorante ocho afloa, y en el rei^r
nado siguiente, habiendo publicado ^'el Bvangelio en
[■] La caí:* ^e CTo^íou] S) h« exf 'galio en V z últimoa tgco. U»> Un*0S9
«bTeden«4o«nU p^I i ja en Pars e fí t'modti'tVe de C D^enf Fr^eln. jar»
•f itar «1 £p7 Gjaddu»do A u pMi« utiiUtX pcv #i fteefeliuio aUM c'«'sa mrjtr.
— 231 —
trianfo.'^ Ee le permiti6 volver á BspAfia en 1798: faé bien
recibido en ia Oorte, j manó en 1803 en B^eza en a nda-
lací* en donde se había retirado.
£1 carácter ^el conde de Aranda era doro y tenaz, pre^
tendiéHdo llevar adelanto A caalqniera eosta ana planee
de ftíút na. fisto dio motivo 6 f recnentes dispntas coa el
rej mismo, qaeadaiitió por efect;e de ellas en diini«ion de
la presidencia del consejo 9 nombráodolo embsj'iflor [en
París. La presideaeia de esta cnerpo no se volvió 6 pro^
Teer por eotooces. habiendo sido nombrado gobernador
de él doa SC annel Tentara de Figneroa , qae habla sido
auditor de Bota en Boma, por renanoia de éste , entró á
denempeSLar tah importante cargo el fiscal (Jampomanes.
L«8 coBtínnas depredaciones de los argelinos qoe in**
FestébarQ las costas de Bspaña , decidleroa á Oárlos III &
cortar de raiz este mal, atacando á aquellos pirata» en
la miamo puerto. Bsunióde pafa esto nn ejército de trsia*
:a mil hombres bajo el mando del teniente general coade
le O Btsiiiy , que ss embarcó en Oartageca en mas de
saatrocieutos buques, estando las fuerzas de mar á cár«
^o de don PftdfO Oastejon. La expedioion llegó á la vista
le Argtíl el 4 de julio de 1775, pero no estando de aeuer<«
io los jefes de mar -y tierra solare el punto en que de-
ñsk prac&icarse el desembarco, éste úo se efectuó hast'<i el
\, y habiéadoie adela itado imprudentenente el primer
laerpa compuesto de ocho mil hombres, á atacar una al-
ara en que estaban atrincherados los argelinos, volvió
a desorden sobre el cuerpo qué le seguia , con lo que el
enerai dispuso el reembcirque y que se hizo con ditlcul-^
ad) habiendo perdido cuatro mil hombreSj entre muertos
heridos, y dejando abandonados diez y zeis cañones y
rntidad do municiones.
Et^tsk de^graeia^ que fué muy sentida en la Oorte, acan
6 de deci^lir al marqués de Oiimaldi á retirarse del mi*
isterio. H(*bia estado siempre en choque con el conde
a Aranda y oon el partido que se h^bia formado en fa •
jT de óéte llamado ^<el partido aragonés/' qqé llegó á te«
er grtka asoendiente'ioSando don Juan de Fiftatéli . oñH
al de guardias de corpa , hijo menor derconde de Fnen^
s qae era ano ^e los priaoipales de él, pareoió kei favo-
ciao por la princesa de Asturias, la que desde entonces
ipezó á manifestarse liviana; mas este favor no fué de
lISBBTi.010 VBi.— TOMO »!•— 67
— 222 —
larga daraaion, habiendo deoiáido el padre Bleta á Gar-
los á alejar de la Oorte al joven Pilateli. La dimigian de
Orimaldi f aé admitida, dejando á su arbitrio la propues-
ta de en snoeaor, iegín prictiea oaai eosstante de Cir-
ios, 7 bebiendo indieado á don José Mofiino , conde de
ITlorida Bianoa, faé éntñ llamado al ministerio reempla»
zándole en la embajada de Soma el mismo Orimalái,-
que faé el último ministro extranjero qae hubo en Es.
pafta.
Sliafante don Luis, no eintiéndose con inelinacion a*
estado ecLesiftstico , habia renanoiado el capelo j los arl
zobispados de Toledo y Serilla 6 qae habia sido nombra-
do en sn infancia yreprendido por alcanas mocedades por
el comfosor Bleta, solicitó por medio del mismo permiso, pa-.
ra casaiw dejando á la eleesion del rej la persona de aa
clase cen quien quisiese se enlazase. Garlos tenia gran re-
pugnancia al casamiento de su hermano , oontribujendo
sin duda mucho ó sn resistencia » las sospechas que se le
hablan inspirado para decidirlo á la expulcion de lesje-
smitasi y todavía mas lo establecido por su padre Felipe
y en la ley de susssion, que habia sido sancionada por
las Oortes de Madrid de 1714. Según esta, no solo los va^
roñes de las líneas colaterales debían ser preferidos & las
hembras de.la directa, sino que el príncipe llamado á suoe«<
der á la corona debía ser nacido en fispafia. Usta circuns •
tanda faltaba en el príncipe de Asturias ^ que fué des-*
pues rey con el nombre de Garlos I? , habiendo nacido
en Ñápeles, por lo que las Gertes reunidas en Madrid en
julio de 1760^ tuvieron dlAcultad en reconocerle por he.
redero del trono, la que se venció con halagos y gracias
á los diputados que cencurrieron 6 formarlas. Jfor consi-
guiente, los hijos que don Luis tuviese nacidos en Sapa»
fia, teniendo por esta rezón mejor derecho á la corana
que el príucipe^de Astoxias podían ser en lo de adelante
motivo de disturbios en el reino. Para evitarlos, ya que
estandif tan reciente la ley de sucesión no se quería auu«
larla y que don Luis apretaba para que se le permitiese
casarse, haciendo al rey caso de conciencia si se ptrástía
en negarle el permisoí se tomó el arbitrio deiahabillN
tar á la descendencia para la ancesion al treno; mas pa>i
ra que esto no pareciese una. exclusión odiosa ^ sino un
efecto de las leyes genéralos, se proaedió á establecer por
— 223 —
la piAga&tioa [1] de 25 de marco de 1776^ las realas que
leblaa regir ea ios ntátrimonios desigaalee , euteadMai
lose por tales, l09 qae se oontraian entre persoaas de
lirdréa Glasé gerárqaioa. Ba coaseoaencia en 24 de abril
3el «iisooLO afio, se oeacedió al infanta el permiso qn e en
L5 del oiisDio iit^dió para osearse eoa persona designal,
pero de f émtiia noble y distiognidaí la onal segon lo pre-
7-eaiilo ea U pragsiátioa, no podía gosar de ptirós hono"
res j prerogatiras que los qne le diese sn naelmid''to^ y
los hijos habidos en el matrimonio j no podrían heredar
los dereehosi títalosi honores y distinciones procedentes
de la oorona, ni el apellido y armas del infante, sino los
le la madre, qae era de qmien prooedia la designaldad.
Kéte faó el camino que se tomó en este caso para elndir
los efdetos ds la ley de sncesion de Felipe Y , qne como
3n sa lagar se ha dioho, terminé per ser cansa de la ornel
gairra qae tan fanesta ha sido á la Bspafia en nnestros*
lias El infante tomó por esposa á dofia María Teresa
le 7allabriga , de la ilnstre familia de los condes de
Forres Secas, y anoqme despnes de verificado el matrU
monio se solloitó del rey qae se rehabilitase á los h^jos
faiabidos en él, nnncalo consintió^ por lo qne don Lnis so-
lo se presentaba en la Oorte en les días de ceremonia aia
aa esposa, y pasó sa vida en divertos lagares de U^fitiilp,
labiendo fallecido en ▲renas en 17d5 Carlos*! 7 aateri-
Bó & los hijos de don Lnis* é asar el apellido , armas y li-
t>rea8 de sa padje : estos f aeron don Lnis ^ cardenal, con
)l títalo de Santa María de la Escala y arzobispo de To«
edo; doña Haría Teresa, condesa de Chinchón, títalo qae
rennneié en ella en hermano, casada con (}odoy, príncipe
le la Paz, y dofia María Lnisa, qne f aé esposa del daqae
le San Femando.
El nnevo ministro Florida Blanca fijé sn atención des*
le laego en la nsnrpacion del territorio qne los partngae «
íes habían hecho en la ribera isqaierda del Bio de la jeia^
di, y por ana y otra parte se hicieron preparativos de
^aerra tanto en Bnropa como en América. Kieutras qae
^1) DábaB« el Bon1)r« ¿e prtgmitioa foan'lo del código d« JmtiaUao , &
os layes qa% oontisoen dUpoiIoious £«atri!a«, paoiieadM e«a cisrUs •«•
iAxii¿ai«s.
— 224 —
la««Mtiii& se discutía por Tías diplomáticas, una «frena-
dra d^ doce Daríos de ^íae» mandada por él Barquín de
Oaia TiUí, salié de Céd:z en novltmbre de 1776 UeTaüdo
áaa bordo nmYd mil hombrea de degembsroo^ las ór^
denes de don Pedro Oebállofl , la cnal habiándoee dirigix
do á la iala de S»Dta Oataiioa inmediata á la coata del
Xrafiil, fie apadeió de ella y de allí paaó á la eelonia del
Sacramento», que también fcié ocopeda por las ta-op^ a ea-*
pafiela». Mario en e^tbe circonatanclaa el rej de Porta-
, gal Je^é I, y la caiona paeó á ao fa)j^ dofia Maiía. 4 qvien
Ü^ombal babia querido oaisar con el daqne de Cumber-*
land, bí jo del rey de Inglaterra, exilaae que impidieioR
loi^ jesuítas oonft sores de la familia real , y fsé el origen
del odio qae les declaró aqnel ministro , el cnal despnea
intentó hacer ana ley do sucesión, exolajendo las bemn
bras, para impedir que Portugal yol vieae á unirse con
IBspafta, con )o qne ia corona habría pasado al príncipe
del Biabil, Jobé, bijo de esta princesa' y de su tio den
Pedroj mas Oárlos ill, íosttuido por la reina su bermana
de este prpyeoto, ee opnso á él protestando aostener lea
derechos de su r obiina. Esta agradecida, lu» go qce sab é
al trono celebró un armisticio con la España ^ y lufo&ida
de Pombal, «^ue destituido del míDisterio se retiré 6 acá
estados, habiendo la reina rehabiiítade la memoria del
duque ae Aveiro y pusslo en libertad á loa que ana per-
manecían pretroa como cómplices de la conspiración atri-
buida 4 ét^te, allanó ei oamino aun tratado de límites,
por el que ee dÍ6tiibu}ó entre abas poteucíaatodo el oon»
tinenle de la América del Sor, al Este de la cordillera de
los Andes, quedando cedida á la E^pafia la oolonia del
Sacramento, con cu} o moti?o Buenos Air^a , que hasta
entonces habia sido gchlt^mo dependiente dd Peiú , se
erige en \iieiuato eu 1777 , como lo habia sido Banta Fé
en el reiüado de Felipe V en 1737. España * además, ad-
quirió fiortte á la Cü8ta de Afuea, los doa islotes de An-
nobon y Fernando Pó, áhcra insignificantes, peroqne
entonces teLÍ^n mucha impoitancia, como puntos de de»
pófiito para el comercio de negros , de que se proveían
los españoles directamente p»ra sus colonias, desde que
en el reinado de FcinaDdo YI Fie terminó el asiento ó
ccntoata con nua coicpülila ingleca, á la que se dio una
fuerte indemnización pur el tiempOj que le fallaba. La
— 225 —
una madre de Portugal pasó á Madrid á haoer una vi-
ta el rey su hermano, con caja ocasión 0e estrecharon
las y rato laí9 relaeiones entre ambas cortes, habiendo-
B celebrado an tratado de alianza entre los dos reinos,
ae faé de grande atilidad á Bspafla en^ la gnerra en quo
K)oo (lespnes se vio empefiada con la Inglaterra.
[1779 ] Heltábaae esta úlcima comprometida con sns
toionias del Noite de América en nna sangrienta lacha,
[ue tavo principio*en la oposición que estas , fundadas
m las cartas 6 constitaciones con que habian sido esta*.
>Iecidas , hicieron al derecho que el parlamento inglés
)rerendia tener de imponer contribuciones sobre ellas*
3e Francia» aunque gobernada ya por Li^is XVI, qae ha-
>ia sacedfdo á su abuelo Luis XV , seguia el mismo sis-*
»ma de rivalidad con aquella potencia ^ que era como
característico en la casa de Borbon, y había estado ob<«
sei vando e! progreso de la guena con las colonias, anxi'«
iándolas por medios indirectos , hasta que erejó seguro
ieclaraise abiertamente, reconociendo su independencia
7 celebrando un tratado con ellas. Oárlos, sin embargo,
labia permanecido neutral , pero decidido ya á tomar
parte en la contienda , ofreció su mediaciod á l&s naoio«
íes beligerantes', presentando medios de avenimíentp
|ue eran absolutamente inadmisibles , cuando los exv
;remos en que aquellas insistían eran del todo opuestos,
r entonces atribuyendo á desaire el que sus propuestas
ID fuesen admitidas por la Inglaterra, declaró la guerra
i ésta en 16 de junio de 1779.
Ifinguna de las guerras entre Espafia é Inglaterra o-
xece tantos y tan importantes sucesos como esta, que so-
o se podrá indicar aquí ligeramente. La escuadra com*«
ñnada de Francia y Bspafia, compuesta de sesenta y o-
^ho navios de línea, sin contar las fragatas y otros bu-
lues meiiores, la mayor que hasta entonces se habia vísm
e, se dirigió al canal de la Mancha , bajo el mando del
onde d'Orvilliers, llevando número considerable de tro-
cas de desembarco; pero la habilidad del almirante in -
;lés Hardy, favorecido por el tiempo, no solo desconcer -
ó con fuerzas muy inferiores todos los intentos de aque-
la poderosa armada,*sino*qae hizo entrar á su vista en los
•nertos de Inglaterra , dos convoyes muy ricos que se
avegaban á ellos de las Antillas. La escuadra combina-
— 226 —
da volvió á Brest y este reBiiltado tan pooo satififáctorio,
dié motivo á la mala iatoligenoia que se inteodoio entre
loa gabinetes de Francia y de fiapafia, la qne ae aumen-
tó por haber negado el primero aa oooparacion á las dii
verdaa empresas qno el segando intentaba, tanto en lía-
ropa como en América.
fin esta don Bernardo Galvez , gobernador de la Lni^
aianai se apoderó de ,aaa parte de las Floridas , concia^
yendo en el afto signiente , con el auxilio de la escuadra
del mando de don José Solano y de las tropas que esta
condujo de la Habana^ la con(3[ui8ta de aquella importan-
te Feníasula con la toma de Fanaaoola. Al mismo tiem-*
po don fioberto Slvas, gobernador de Yucatán , ec)ió á
los ingleses de todos los establecimientos qne tenían for«
mad05 en la bahía de Hunduras: mas para indemnizarse
de tantas pérdidas, una expedición salida de Jamaica, &e
apoderó del castillo de Omóay de los buques que tenian á
su bordo los fondos del comercio de Guatemala, que pa^
saban de tres millones de pesos. Los ingleses abandona-
ron las plazas, dejando desmanteladas las fortiflcaciones,
y perdieron la m:iyor parce de la rica presa que habia te*
mado, habiéndose ido á pique en una tormenta el navio
Levitttan que la conduela.
^1T8 J.) Gibraltar y Mahon en la isla de Minorca, habia
siuo desae la paz de Ucrecht uno de ios objetos principa-^ ,
les de todas las guerras y negociaciones de la casa de
Borbon. Üárlos XII resolvié atacar por mar y por tierra
la primera de estas plazas, ün ejército de veinte y seis
batallones de infantería, doce escuadrones de eaballeiía
y un tren formidable de artillería á las órdenes del gene-
ra) don Martin Alvarez, comenzó por tierra las operado*
nes del sitiO| mientras que dos escuadras , la una en el
Mediterráneo mandada por don Antonio Barceló, y otra
ea el océano á la entrada del estrechOi que mandaba don
Juan de Lángara^ impedían la entrada dn víveres á la
plaza, que no podia recibirlos de la costa de África , en
viitúd de un tratado celebrado porOárlos con*el empera«<
dor de Marruecos, con el que 66 asegoró también de que
su atención no fuese distraída durante el sitio, por algún
atttque Inesperado de los moros á los f residios de aquella
eosott. Jii mando de la plaza lo tenia el general Elliot f y
aguamicicn se componía de cinco ^11 hombreando exce««
— 227 —
lentes tropas, cabrUndo aaa posicicín por ai misma iaez.
pagaable, y cayas defooeas natarales habían sido aamen*
tadas por todos los medios del arte. Los víveres comeiiN
zabaa á eaeasear, y em sa falta oonaistía toda la esperaa«*
za del sitio, así oomo el proveer de ellos á la gnarnicioQ
era el objeto preferéate del gobierno inglés. Oon estb fin,
88 preparó en loa puertos delaglaterra nna cacnadraa
las órdeaes del almirante Badney, asi como se previüieron
todos los medios de impedirle el paso por los gobitroos
fraocéd y español, que todos anudaron frnbtrados.poi qae
el tioaipo fdvoreoio de tal mi^nera al almirante ÍDg>é8, qne
no solo no pudieron salirle al encuentro laa esoaüdraa a-
postadas al efecto, sino qne habiendo alcanzado «obre la
coáta de Portagal á nn convoy de quince buques, esuol*
tado por un navio y una fragata db guerra ^ en qne se
conducían víveres y municioües á Cáaíz , se hizo dueño
de éi, y en el cabo de San Yicente deirotó completamens
te Ja escuadra de don Juan de L&ngara , que hizo una
brillante defensa, con lo que introdujo en triunfo él con-
Toy en la plaza. La dignidad de par con el titulo de con
de de San Tícente, fué el premio del almirante Bodney.
El general Solano salió de Cádiz con doce navios a se-
guir á Bodney, debiendo pasar después á los mares de a 4
móíica para unirse con las fuerzas francesa» dtatiuadas
á ellos, y auxlUari como hemos visto, las opei>ciuueB de
Galvez en la Florida. Entre tanto el gobit^rno español re-
cibió aviso de que se aprestaban en Inglaterra dos con^
vojes para la India y las Atillas, que debían hacer via-
íej ñutos hasta las islas Terceras en donde habían de se^
pararse para seguir cada uno su derrotero. Oon esta no'^
;icia , el conde de Florida Blanca, escribiendo de su ma«
10 las órdenes respectivas para no aventurar el secretOi
ire vino al general don Luis de Córdova^ que con una par-
e de las fuerzas con que cruzaba en el eatrecho con el
fenéral Gastón, fuese á interceptar estos convoyes, lo
au hizo con tan feliz éxito, que se le vió entrar triuLfanii
3 en Uádiz con sesenta baques que apresó, 1800c»oldados
e las compañías de las ludias orientales y occidentales^
oroiou de personas de importancia y una cantidad de
ler cao cías y municiones que valían mas de un millón de
daos. May nuevo fué para los puertos de Bspafia e^^te
ipeotáealO) aooetumbrados en las guerras con Ing<ater«
— 228 —
Tft ft Ttt salir sas baques para caer en manos de la maii'
va ú% esta nación. Carlos mandd qne el general Bcading,
mno de los pmioDeros y sn familia foesen tratados con la
eomsiáeracion debida á sa clase y se le dejaae en liber^
ted. Los demáa pritsioneros faeroü eangeados segnn sns
fradoaoloces.
li comodoro Jonhcstone, qne mandaba lasfaerzaa ma^
rítimas ins lesas estamonadas en Lisboa , insinnó qne el
fobierno de sn nación estaría dispnesto á tratar la pas
«•paradamente con el español, bajó la base de la cesión
de fl-ibraltar, lo que di6 origen á nna negociación secre^
tSi en qne ningaaa de tas Cortes parece qne obrase de
bmena fé : la de Londres ponía tan inadmisibles oondit
•iones á la cesión de aquella plaza , qne hasia imposible
todo aveDimiento sobre este principio , y solo trataba de
iatrodncir la desnuion entre laFranciay laEspaña: lado
Madrid qneria aprovechar los temorcís qne el conoelmien-
tD de estos tratos tabla heche concebir al gobierno fran-
oés^ para hacerle obrar más decididamente en apoyo
de los iuteretícs y miras del español» en lo qne logró sn
ijrtento.
Al mismo tiempo que Florida Blanca segnla esta ne^
gooiacioD con Inglaterra, con poca esperanza de bnen
izit-o, hdbia éiitabli&do otra de mayor importancia con la
emperatriz de Eui^ia y las demás eortes del Iforte. Ofen-
didas éstas con les insultos hechos á sn pabellón por el
derecho de visita que la Inglaterra pretendía ejercer so-
bre los buques neutrales, formaron nna alianza con el
nombre de neutralidad armada^ para sostener el princi-
pio contrario de qu-3 el p^ibellon protejo la mercancíai
excepto en el cat^o de bloqueo establecido se¿nn las reglas
qne entonces se asentaron^ y en el de conducirse en los
bnques efectos de guerra. España y Francia se apresa^
Taron á reconocer un piiacipio qne el gabinete de Madrid
kabia tenido tanta pane eu hacer establecer, y aunque
par entóneos no Fe llevase adelante sn observancia, por
las dísencioues suscitadas entre las mismas potencias
del Korte que lo hablan proclamado, ha venido á ser des-
pués una paso fundamental del derecho marítimo mo«
demo, habiondalo insertado los Estados «Unidos de Amé-
rica en los tratados de comercio que han celebrado oon
las naciones^ y sosteüí'iolo en la guerra que por esti
'^ —329— '
saaga tavieron cob la loglaterra en 1813 , - debiendo en
znn manera el aumento de «a marina meroantll á este
niamo principio que les ha proporcionado ser los oeni.
luotorM de todo el eomeroio europeo durante las largas
nierras qae fueron 1& consecuencia de la revolución fran-
cesa.
[17S1:] Bl proyecto concebido por el príncipe Poterna
:ia, mlDíatro de la emperatriz de Basia, para que se cer
líese á ésta por la Inglaterra la isla de Menorca, en pre-
Dio déla mediación que se proponía ofrecer para la país
[el que aunque se trató muy reservadamente y tuvo co»
iooimiento el gobierno da fispafia , decidió á éste de a«
aerdo con el francés , á intentar la toma de aquella isla.
*ara ocultar enteramente el objeto del armamento ^ se
izo éats en Oádiz, y la escuadra mandada por don Bue>
aventura Moreno , que escoltaba el convoy de tropas^
agió dirigirse al océano, mientras aquel navegaba hacia
i estrecho, llevando á bordo ocho mil hombres al mando
el dnque de OríUon, general francés de mtícha nombras
[a. El desembarco se hizo sin resisteneia, y los habitan-
18 de la isla con quienes líabian precedido inteligencias
icretas, se declararon luego por JBspafia; pero no hablen-
)selogrado|sorprender|e)!castillo de S. Felipe, losingleaea
» hicieron fuertes en él y era preciso emprender nn sitio
i toda forma, ^ara lo que faltaban muchas cosas neoe'«
muiki que no se hablan podido embarcar por la prisa y
creto con que so despachó la expedición. Entonces el
iqae de Onllon recibió érden de hacer prueba de sedu^
: la fidelidad -del general inglés Murray, que mandaba
guarnición, ofreciéndole quinientos mil pesos en diñe-
y nn alto grado en el ejército francés ó español/ á en
)coion« Orillon se prestó con repugnancia á este odioso
cargo, y recibió del general ixigléa la siguiente contes-
tón : ** Cuando vuestro valiente abuelo recibió de au
>erano la orden de asesinar al dnque de Guisa, dio la
ama respuesta que vos habríais sin duda dado , si el
' de Espala os hubiera encargado de asesinar á nn
nl^ra, ouyo nacimiento es tan ilustre como el vuestro^
orno el del duque de Guisa. No puedo tener de aquí
)lante otras comunicaciones con vos , sino con las ar.
9 en la mano. Bi ttiíJBis algunos sentimientos de hu-
aidad| os suplico queme enviéis ropa para los dea^ra»
— 230 —
ciados prisiones qae están ea mi poder : hacedla poaer á
una distancia conveniente y yo la mandaré reoogar, por«
qae no he de permitir en lo 'snceaivo otraa relaoionea ooa
vos, sino por medio de las armas y esto del modo mas es-
tricto y tenaz." UrilLon contestó manifestando todo el a-
precio qae eaca noble oondaota le inspiraba.
(1782 ) E ejército sitiador habia sido reforsado oon
onatro mil franceses embarcados en Tolón, y habia recl»
bido todo lo necesario para batir la plaza. Bn oonsaonen»
eia el 6 de enero , para celebrar el enmpléaailos del del-
fin, qno tan desgraciado faé despnes, sehiso iaaalrarom-
pienáo el faego cDn ciento cinoaenta cafloaes de artillen-
ría de graeso calibre : el gobernador inglés se defendió
como lo habia ofrecido, de la manera mas constante, y no
capitnló hasta qae rednoida lagaarnicion por las enferme-
dades á no teoer ni ann el número de hombres necesariOi
para cnbrir las gaardias, era imposible iM)8tener80 mas.
I ;oaoedióiele ana capitalacion honrosa, y los enfermos
faeron atendidos con la mayor humanidad por orden del
daqae de Orillen. A éiSte , en premio de tan importante
8er7ici0| se le di6 el empleo de 'capitán general de loa e*
jórcitjps españoles, la grandeza de Bspafla ooneltítalo
de daqae da Mahoa y la gran cruz de O&rlos III.
Parece qae la desgracia persegnia por todas partes á
las armas inglesas : el ndmero de sos enemigos se habia
aamentado C3n la declaración de la guerra de la Holán-*
da; en las colonias de América qae hablan sido el origen
de la gaorra» esta podía decirse terminada, habiendo te«
nido qae rendirl^e al ejército combinado francés y ameri^
cano, Lord Oomwallis con el ejéroito¿iQglés que mandaba,
y nna escuadra numerosa había salido de los puertos de
Francia y España para atacar 4 la Jamaica y haoerse
daeña de todas las potencias inglesas* en las Antillas.
La constancia de aqaella nación magnánima la salvó en
medio de tantos receses : el almirante Bodney se dirigió
á los mares de América en seguimiento de la esouaara
francesa, y habiendo logrado con h&biles maniobras en*
cerrarla en un espacio estrecho entre las islas, antes qae
operarle su reunión con la espaüola , la atacó el 12 de
abril cerca de la costa de Santo Domingo, y después de
onoo horas de combate, ganó una espléndida victoria,
habiendo obligado á rendirse al almirante conde de
— 331 —
S^rasae, qae montoba el navio <*la Oiadad de P<irís , ^ de
iieuto diez cafioiies, el mayor que háblese sido tomado
M)r loa ingleaes haeta aquella épooa.
Ba España O&rtos III, oon el feliz resultado de la ex-
3edicioa ooatra Mahon, se prometía obtener igaalea veuN
iajas eatreohando el sitio de Oibraltar, que se había con'-
ánaando aunqae flo|amente. Trasladóse allá el ejército
sonqnistador de Menorca , y á propuesta del ingeniero
Trancé D' Arzón , se comenzaron á oenstrnir en grandes
t>aqnes unas baterías detanteSi que acercándose á la pía--
sa frente á la cortina de la muralla levantada á flor de
Igna por el lado de la bahía^ abriesen brecha en ella sin
[)oder ser dañadas por las bombas ni las balas rojas por
3l artifioio de su constraoeion que era tal, que circulando
por todos los macizos oonduetos oon agua , estaba esta
prevenida para apagar el incendio que las balas rojas
Eludiesen causar* Los ingleses por su parte se hablan pre-
parado, habiendo aumentado la guarnieion hasta siete
oiil hombreSi á las órdenes del mismo general Blliot, que
ion tanto acierto habla defendido la plaza, y en esta se
tiabian construido nuevas baterías , tanto del lado de la
t>ahía, cuanto de la lengua de tierra por la que ÚDioa-
nente comunioa con el eontinentCi y se hallaba bien pro*
nsta de víveres y municiones. SI mando del ejército si«
tiiador se confirmó al duque deOrillon, más habiendo pa-
sado éste á Madrid á acordar el plan de operaciones , se
resistió ¿admitirlo 9 habiendo manifestado en una con-
ferencia que tuvo oon el ingeniero D'Arzon , delante del
sonde de Florida Blanca, ser impracticable el ataque por.
los medios propuestos , aun cuando contra su concepto
16 lograse todo el efecto que se esperaba de las baterías
iotantes, y solo se allanó á admitirlo permitiéndosele de«
iar en poder de un amigo suyo en Madrid, una declara^
non por la que constase su opinión , dejando á cubier'
;o su honor en el caso que preveía de un éxito desgra-
¿ado.
Aumentóse entre tanto el ejército sitiador hasta cuaa
renta mil hombres, siendo el más florido que Bspafia ha«
»a tenido en sigloa Bl. brillante regimiento de reales
guardias españolas, que hacia parte de él estuvo duranr
íO todo el sitio á las órdenes áe su teniente coronel, el te^
üente eugeral conde de A^víUa Cl-igedo, tan famoso des<
— 232 —
puies joomo virey de Naeva España- Toáas eetias obras de
»iiaqa9 se ailtílantaron «aanto faé posible , á pesar de las
vigorosas salidas de loa sitiados , y estaad# las baterías
flotantes ea estado de setylcio , pidi^on ser empleados
en ellas loa jefe?, oficiales y soldados más distiogaidos de
la marina ^ habiendo solicitado el mando de una de las
principales, el príncipe de NassaanSiégen, joven alemán,
que bascaba todas las ocasiones de mayor peligro para
¿acer brillar eD^ellaej^a Talor.;iialatenoioB¡ie]toda la Eu-
ropa estaba fija sobre el ataque que seisreparabay habían
ooncnrrido|de todas partes moititud de personas á presen*
ciarlo, entre ellas el conde de ArtoiF, hermano del rey de
Francia, que hace pocos afios ocupé el trono oon el nom<«
bre de Garlos X, y f aé el último monarca de sa familia
en aqael reino, y su tio el duque de Borbon.
Bl 13 de setiembre , al amanecer , las baterías se pny
sieron en movimiento en número de diez , del porte las
mayores de 1,200 toneladas, con 350 hasta 760 hombres
á bordo de cada ana, y de 6 á 12 cafiones de batir y otros
en reserva por si faesen desmontados aquellos. Todo el
sjéreito sitiador estaba sobre las armas, y Ift multitud in-
mensa de cariosos llenaba los campos y colinas inmedia- *
tas. Para pro tejer el avance de las flotantes , rompié el
fuego la arúlleiía de los sitiadores, á que eorrespodieron
las baterías de la plaza, que por grados oubiían el pe-
ñon á cayo pió está construida la ciudad : cuatrocientos
eafiones de graeso calibra haciendo á un tjiempo faego
por una y otra parte , presentaban el espectáculo más
terrible qae el uso do la artillería habla ofrecido desde
su descabrimiento. Las baterías adelantaron hasta echar
la ancla á tiro corto de coüon de la plaza , ouya muralla
empezaron á batir, sosteniéndose bien contra el faego
inoesante de loa si Diados , que arrojaba sobre ellas mnl-
titud de bombas y balas /olas ; pero al oabo de algunas
horas se notó humo en la "Tallapiedra," mandada por el
príacipe de ]^as6aa, qae era la más avanzada de todas,
7 el incendio tomó cuerpo en la noche y no pudo apa*
garse. Tomóse eatonceH la resolacion de mojar la pólvoi*
ra, con lo que cftaaudo de hecer faego, los sitiados cono^
meron su ventaja y aoretaron másalos asaltantes : foé
menester retirar la tnpolacion de la batería incendiada.
Gu la que permacierou el príncipe de Kassau y el inge*
— 233 —
niero D^Ar^on , hasta poMr en Balvo á todos los goIda'«
dos. Habíase incendiado,, entce tanto, otras de las bate^
rías y y pareoiende imposible retirar estas con el fuerte
temporal qne se habla levantado , no padiendo tampoco
contar por el mismo motivo con el anzilio de (as lan^h^s
cafioaeras y de la escuadra prevenida para venir á sn so-
oorro« para evitar qne cayesen en poder deles enemigos,
el jefe de escaadra don BaenaventaVa Moreno , [I] qne^
mandaba el atagae, dio. orden para qne se les pegase f ne-
gó. Bato as hiao sin tomar las preoanciones necesarias
para poner en salvo la gente, qne hnblera perecido toda,
si el general inglés sa hnbiese- despachado mnltitnd de
lanchas, qóe eorriendo el mayor riesgo, pudieron salvar
á machos. £^1 espestácnlo qne la bahía preientaba duran-
te la noche era el mas horroroso , alambrada con el in-
cendio de las lanchas que se quemaban , oyéndose de
cnaudo en cuando el eatallido de las que se volaban y so*
bre cuyos fragmentos sobrenadaban los pocos que se sal-
vaban de la explosión. Al amanecer del dia 14 , no que <
daban ni las cenizas de aqnel inmenso aparato, que tan*
tos millones habia costado : mas de dos mib'hombre« ha«
blan perecido, »n que la guarnición de la plasa ezperi-
mentase pérdida alguna.
No obstante esta cat&stíofe f qnedaba la esperausa de
obligar á la guarnición & rendirse por falta de víveres
' oonünnando el blogineo; pero este medio también se frus-
tré, porque la escaadra inglesa mandada por Lord flowe,
entró en el puerto con el convoy que conducía , aprove(«
chande el momento en que un golpe de viento , el aliado
mas que la loglatérra tuvo en toda esta guerra, obligó Á
la espaüola del mando de don Luis de OOrdova, muy su «
perior en námero de navios á la inglesa , á dejar ubre ]a
eutrada , oon lo que la plaza quedó provista para mucho
tiempo. Iioa sitiadores emprendieron entonces hacer una
[IJ D. Bjta&yeatara Ifora^ko murió ft^gim tfempo deipoM enMtddd «n un
dttfftfio, orígtiutdo •& BQ» diipaU Bo\tf qaioo hibi* d« ooncMTar la aetn dt
la Oilie, eoB enyo mod^o •• aandó for re^l órdsn, q «d la cnneerTate ti qna
tnfieif ia fX^A^ * 1« dtrao^ JSl tegeoiaro IV Anoa viilá batta al taaario
d* NapoLftoa & qiiaa faé mar iúi eo la infaiioa da la Hol»ada , catara el
••m^iaa d^ gtnaral de kHgada j íad'adsmái teiaiabro dal lénado coniaiTa-
«Of. Man^ «A IWj %u una aaia da aatapo qoa lenia aetaa de Pazii.
— 234 — .
mina de muy i;nmd6 extanmoii bajo el pefloa oiimoi qtie
no lleg6 á expierimeatorae su efecto por haber oeeado po«
00 deapnes laa hostiUdudes.
Bl mal éxito del aitio de Qibraltar , deoidió á Oárloa &
oondair las negoeiaoioBea de pas qae eataban ya enta-
bladas: deseábalo la Franoia 9 por laapnrada aitaacion
de oa hacienda» y en Inglaterra^ el partido qae habla ea«
tado desde el principio de la guerra en favor de loe ame-i
ricanoa, tomó mayor importanda y entró á oeapar el mi*
nisterio por efecto de las rentajae obtenidas por aqnellos;
pnea annqne la pas hnbieae venido á aer una neeseldad
para todas las potencias beligezantea, el a|aatar laa oon-
diciones de ella ofreció no pooas diflooltadeSf por las pre-
tenciones do la flspafla para la oeaion de Gibraltar. Por
este motivo, annqne se firmaron loe preliminarea er Pa^
lía el 30 de enero de 1783, el tratado definitivo no ae eon*
clnyó hasta el 3 de aetiembre , que ae firmó en Teraallea.
Por este tratado, el maa ventajoao qne la Eapafla había
celebrado í^igloa hacía, quedó dnefta de Menorca j de laa
Floridas, qne pnede oonaiderarae ooaM> la llave del golfo
de Qiéjico : el oorte de madera en la bahía da Hondoraa,
se redujo al espacio entre loa rioa Hondo y Wailis, qne«
dando reconocida la aoberania d9 la Bapafia en todo
aquel territorio, bn el qne loa ingleaea no podrían ooaa>
trnir fortificación algona i alendo viaitadoa anoalmente
loa estableolmientoa qne formaaen por nn bnqne de gner-
ra eapafiol, segan qnedó arreglado por na oonrenio pea-
teriar.
Por este mismo tratado, la Inglatferra reeonoeió la in-
dependencia de los iflatados Unidos de Amérioa , ¿ lea
que Francia y Bapafia hablan auxiliado con todas ans
f aereas para consegniria : error politioo gravíilBO qne
trajo & ana y otra potencia las auyi f naescas conaeeoen»
Olas. Ba cnanto á la filtima, el oonde de Aranda , pleni-
potenciario qne firmó por el gobierno de Madrid este tra-
tado, penetrando en el porvenir oon nn acierto digno de
nn político tan profarido eomo él era | en una menunia
reservada que dirigió á Oárlos III, qne ha venido 6 tener
jasta oelebridad, porqae los resaltÁáos la han heoho eon-
sidorar eomo una profecía, le decía : '^Aoabo de celebrar
y^firmar, en virtnd de laa órdenes y poderea qaa m^ ba
dado vneatra. mageatad ) on tratado de pas oon In^li^
-23S-
ta r ra, en el que ha qaedado reoonooida la indepeadenoia
d 9 las ooloaias inglesaa, le qae es para mí motivo de pe%
sar y de temor.'' £zpUoa eu sei^uida los errores oometirt
dos por el gobierno fraocés en f AYorecer á las colonias
BübleTadas eontra sn metrópoli, y los motivos qne hsbia
para temer qne las posesianes espafiolas de América si<«
gaitsen sa ejemplo. *^fista república federal, dice ha na-
cido pigmea» pero día vendrá en qne llegara á ser giganM
te y ann coloso formidable en aquellas regiones. Oivida**
rá en breve los benefloios que ha recibido de las dos po-
tencias, y no pensará más qne en engrandeóerse. £n(on«
ees su primer paso será apoderarse de las Floridas para
dominar en el golfo de Méjico, y cuando nod haya hecho
así difícil el comercio de la Sueva España^ aspirará á la
eoD^uista de este vasto imperio, qae no nos st^rá posible
defender contra una potencia formidable , establecida en
el mismo oentinente y contigua á éi. ü/stos temores « 8e<<
fior, son muy fanáados y deben realisars'e dentro de aU
gUDos afiosy si no hay antes en nuestra América' otros
trastornos más funestos todavía»'' Para evitar los males
que con tanta claridad preveía a|uel grande hombre de
estado, propuso prevenirlos, estableciendo desde luego
en el continente americano tres grandes monarquías en
Méjico, Oestaftrme y el Perú, con tres iufantes deBs-
paíla por reyes, tomando el monarca español él título de
emperador, y ligando entre sí estos ebtados indei^en-*
dientes por reladoaes tales, que se ayudasen y sostuvie**
sen mutuamente, sacando la £spafia msyores ventajas
que las que hasta entonces habia percibido de sus pode<«
siones uitiramarinas. Bste proyecto no se tomó en consi^
deracion y los resultados han venido áhacer palpable coán
ventajoso hubiera sido para todos , y muy especialmente
para ios pueblos de América, que hubieran obtenido por
este medio su independencia sin trastornos y la hubieran
disfrutado sin anarquía.
El movimiento de revolución que por este tiempo se
suscitó en el Ferú , vino á poner á Carlos en rie£>go de
perder aquella, parte de sus estados Don Jo^é Oabriel
Uondoroanquí , más conocido con el nombie de Topeo-
Amaib, que pretendía ser desoendiente de los Incas, an^
tigaoa sobeíaaosde aquel país, excitó una sedición con el
objeto de restablecer el imp^ de sus mayores. Hizo al
— 236 —
principio rápidos prograsos y 80 apoderó de diveraas pro*
Tindas, pero habiéadose deoUrado eaemigo de toda la
rasa espailoia, ésta tomó las aroias para defender sa exis-
tencia y bienes. Aanqae Tapao^iamaro hubiese renniéo
un giAQ número de indios, carecieftdo estos de armas y
liiscipiiua» pues no tenia más que algalias malas piezas
ele artillería. íaudidas por ellots oüsmos, faetooi fácilmen<-
Vje desbaratados por don Jo£é del Yalle que mandaba las
tropas reales, en la batalla de Tinta ea marco de l7dl.
Ifapao^ Auiaio íaé entregado 6 los espafloles y desenarti««
sacie por cuatro potros, en el pneblo de las Peñas, por or-
den del Tiáltador Areche comiaioaado para jagarlo. Sa
mnjer faó ahorcada, así como también, olzos individuos
de su familiii ó jefes principales de la oonjutacion. Otros*
de sus descendieutes fueron trasladadot 4 £spafia ^ y se
dieron á conocer en puestos públioos en época posterior.
Iios iogleses no tuvieron parba alguna en este movimien-
tOy ni tampoco ningún ex jesuita, eomo entonees 8» dijOi
por la maLía de a'üiibnírseio todo*
Bm los anos qae trasourrieror\ desde la pas con Ingla-
terra hasta la muerte de Garlos, éste se dedicó á fom«n
tar con empeño el comerciO| las artes y la üostraeion de
sus estados. tA tratado de comercio que eelebró oon la
Sarquía en 1773, abiió al pabellón espafiol loe mares del
Oriente, en los que en tiempos antiguos babia sido do\
lainaute, y los que se hicieron oon las dirersas regencias
de la costa de Berbería, después de haber bombardeado
6 Argel por do» veces con poeo £rat0| aseguraron la saj
vegacionenel Mediterráneo, dieron la libertad á los
cautivos de todas las naciones cristiaaas , pues á todas
extendió (Jarlos su generosidad y libraron las costas de
AndalQcí<i y Marcii» de las contínnas piraterías de aqne»
lies oorsaiiop, que las tenían yemas y despobladas. La
lK>lítio;^ ext^riior de üárlos cambió enteramente de di<^
reocion en e&te úitimo período de su, Tida: Iimemente
i^suelto á conservar la paz, se negó á todas las {M^pnes-x
tas que se le hicieron por la Frauda , para renorar la
guerra centra la lugluterra» y poco satisfeohq de la oon-
dueta del gabinete jtiaucés , viendo awederse en éi Iii
proyectos ucos á otros y prestntaise á las elaicaalossín^
tomas de una revolución, solía deeir £reoiieat<iímeiite qreí
todos los gobiernos deberían ponerse de acRSerdo pazi
— 237 —
leTAatar un muro da bronot, qae los prasarvase «tal oon-
tagip de loB prlAdpíos franteats. Al contrarío,. su rnnioii
eoa ia lagiatorra f té tan aiaoera eorn» en el reinado áa
Fetrnando TI^ annqae no por esto se con^igaió celebrar
na^tratAdo de comercio entre ambos reinos. Para eatre^
chir mas las relaciones con Portugal , bajo el ptiDcipio
de multiplicar les matrimonios entre las dos fdmilies rei-
nantes, para proporcionar el qné algún dia se reuniesen
ambos refnbs* oomd lo pide el interdi del uno y del otro>
S9 contrató el casamiento de la infanta doña Carlota Joa-
quina, hija mayor del príncipe de Asturia, con don Juan,
qmedespaes fué regente de^.Portngal, durante la enfarmez
dad de la reina doña Maiía sú madre, y rey con el título
de den Juan TI, y el de la princesa portuguesa doSa Ma-
ría con el infante don ftabriel, hijo predilecto de Carlos
III; de cmyo enlace procedié el infante don Pedro , que
casado con dolá María, hija de don Juan de Portugal y
de dolía Carlota Joaquina, vino á ser por las TÍoisitudes
dé aquel reino el fundalor del imperio del IrasiU
Dlsff ataba Carlos III de quietud en sus estados» goza-
ba el respeto de todas las naciones I poseía ol amor de
BUS subditos, y había teni(do la satisfacción de ver ase-
gurada la sufosion dé la corona en su familia, con el ñas
cimiento de Fernando hijo del piíncipe de Asturias, pues
habían muerto en la infancia los príncipes que habían
nacido anteriormente, cuando la muerte de don Gabriel
vino á Gubiir de tristeza y luto por* la pérdida de este
principe tan digno de sa predilección, y que era el orna*'
mentó de su févmilia por su aplicación á las letraS; de que
dejó un glorioso monumento en la exoelente tradi^ocion
de 8alustio« que hizo bajo lá (lireccion de su maestro don
Franciseo Pérez Bayér y que se publicó en una mafsntdi
oa edición en la imprenta reaL ftu esposa doña María
faé atacada de las viruelas, y don Gabriel que la amaba
tleriameáte, no queriendo apartarae^de su lado, se conta-
gió del mismo mal, tan funeste en lá familia de Borbon,
y murió el 23 de noviembre de 178S, Carlos le siguió en
l)revé al sepulcro; uu mes después, hall&udod en el Esoo-
riaL faé atacado de escalofríos y calentaras y se traslas
dó a Madrid é priucipios de diciembre. Creyóse que era
una indisposición ligera, pero habiéndose agravado íé-
pentinamentfi el 13^ recibió les sacramentos y llamando A
DiaBBTCiemuiA.— trotfy lu.— «i
— 2n —
sas hijo9| les encargó con iastancia qna permaneciesen
aiempre ii^lea á la religión de sns mayores, y constante^
mente nnidoa entre sí: y dirigiéndose al príncipe de As •
tnriaSi recomendé á an protección sns hijos y deseen^
dientes qne tariesen siempre por objeto el bien de los
que iban a ser sns vasallos^ y termltió sna consejos pi>«
üiéndole que conserrasen en el miaisterio al conde de
ITíorida Blanca 9 como nn consejero nal y nn ministro
prndentd y hábil, á qnlen el reino debía las mejoras más
importantes qne se hd^bian heebo. Cáaiop III mndé á los
seseata y dos aft03 de edad y veinte y nneve. de reinado.
Jili caráoter de este monarca era enérgico y varonil in«
mntable en medio de los mayores contrastes, ni la adrer-
sidad los abatía ni la prosperidad lo hacia orgnlloso.
PreciáiSiase de ser flel observador de sn palabra, é impe-
netrable en sns secretos. Era también eonstante en ans
amistades , y nna vez admitido algnno á su conñanza,
nnnca se la retiraba. £L dnqae de ¿osada conservó sn
intimidad desde an jarentnd hasta sn mnerte. Sos minis-
tros estibii^n segaros de ^v coaservados en sns pnestos
y de ser sodtdnidos en sas providencias : el ministro de
la gaerra Maniain, por algan disgasto con el rey de]6 de
asistir alganos dias á la sticretaría, y no habiéndosele en-
contrado siendo llamado, (Jarlos dijo : ''Macho onenta D.
Gregorio Maniain con mi resistencia á variar de minis^
tros, oaando m atreve á faltarme de ese modo.^ Tin pre<>
tendiente poco atendido por el conde do Florida Blanca,
le dijo qne oonrriría al rey : el ministro le contestó fcia«
menee: ¡Triste recnrsol
£a medio de estas altas calidades, se echan de ver fab
tas y ann def eetos graves qne no poco las obscurecen.
Hemos visto la supersticiosa adhesión de OárloSi á laa
otaciones qne le hizo el hermano Sebastian : tenia tam«
bien la puerilidad no solo de conservar los jngnetes de sn
infancia, sino la de llevarlos consigo , y ios camaristas
qne le servían, tenían cuidado de pasb&rlos de nn vestido
a otro, aun en los que usaba para asistir á la Oorte en
dias de gala. La caza f aé no solo sn diveislon predilecta,
sino puede decirse, la scnpadon principal de su vida. Sn
todas las estaciones del.año, cnalquiera qne fnese el tiem-
po qne hacia, mañana y tarde BáUa á casati andando mu-
chas legoas en tiros apartados al efecto. Bste ejerci<úO|
— 23» — '
o solo le quitaba b1 tiempo que; htibiera debido consa^
rar á la admlnistraoioa de bu reaoo , alao qne oaaaaba
randea gastos, y mantéala ; despobladas las iaaiBdiacioi
es de los sitios reales en espaoios considerables desdaa-
os 6 ^'vedados de easa^'' j algana vez di6 también ooa«
ion á alguti aoto de emeldad contra los aldeanos , qae
ntraban en estos vedados y sacaban bdllotas para sns
eimllias. Garlos llevaba un apnnts exacto de los lobos y
orra qnt^ mataba, y refiriendo á nn embajador extraoje*
o el gran número & qne ascendían , le dijo que por esto
)Odria yer qne sns'diversiones no eran inútiles para sns
rasallos.
La grande importnada de los snoesos de este reinado,
[ne todos tienen eonexion con los de la historia dé nnes-
ros dias, y sobre todo sn relación con las posesiones es^
ñauólas en América y más especialmente con la Naeva
Sspaffai ha obligado á reárlrlos ton algnna exteocion,
'eservando el enerar en mayor eapeoiflcacion , cnando
iratando de la kistozia de Méjico desde 1808 en adelan-
», se ha ja de exponer el estado de adelanto en qne este
)aís se hallaba en aquella época, el caai era en gran par-
ió debido á las proTidencias dictadas en est6 reinado;
Sagamoa ahora algnna ligera reflexión sobre alganos de
loe puntos qne no habrán de tocarse en aquel logar.
Les dos aoontedmientos qne pueden llamarse caractC'
císticos del ]feinado de Oárlos III, son la expulsión de ios
¡esnitas y el sitio de Gibraltar. Éste f aé una consecuen-
cia del sistema de política exterior que aquel monarca
adopté, en cantraposieion al qne habia seguido Femando
TI : sistema que le araastré por el pacto de familia á las
dos guerras con Inglaterrsi, de las cuales la primera f aé
muy funesta y éf.ei iodo innecesaria para los intereses de
BspaUa, y la s^pinda, aunque presentó brillantes resnl %
taoos, cansé la pérdida de m^s de Teinte navios, hizo au-
mentar consideirablemente la deuda pública y fué poditi<«
vamente perJniUcial á los intereses de .aquella nación,
establecieudo nn ejemplar á la vista de sus coioniaB de
América, que podia presentarles la tentación de imitar<-
le* Injusto, sin embargo, seria atribuir aquel suceso más
parce qne la qua realmente ha tenido en los acontecimien*
eos (.oateriores. GCr#lnta afios pasaron sin que el ejemplo
de iM Altados Unidos despertase en las Amérioas es«
pftfiolas^ Á lo menos de mni^ manera «ñoas j el deseo dé la
independencia, y £n la Naeva Bepaüa « la máe inmediata
Á aqaell€íi Estados, apenas se sabia 4}e sa ezistenoia en
Teraoinz. pnes en el interior del país solo tenían conoei*
miento de eltos algunas personas de instf uooion, qae sa
ocnpaban de estadios de geografía é historia^ y mny pro«
'bablemente las cosas habrían peimMiBeido asij^or mneho
tiempo, si la inTa^ion de Hspalia pQCi ITapotleon no hu^
1i)ies« Tenido á prampyer aqaeUaa fn^inu» de una manera
poderosa.
La iiva)idad exoitada ooatra el cende da Florida Blan-
ca en los últimos afios de sn ministerio, fomentada por el
eMáe de Aranda qae residía en Hadridf liabiéadoeele lia*
mado de }a embajada de Francia paw darla nn retiro
konroso en el consejo de estado, obligó á aqnel 6 soliei^
tar separarse del ministerios Oáiloii^ no solo no admitió
en dimieion, sino que maltípUtt^^Ias pmebaa de la coasia
deracion y aprecio qae le dispensaba , instándole para
qii« no le abandonase en m vejes, j pexqne qoenia dejar-
Xo tomo an legado á sa sncesor. Los enemigos del súnis^
tre se Tieron ebligados á callar y á algunos se les mandó
aalir de la Gorte. Florida Slanca presentó entontes al zej
un informe muy cireanatanoiado de todo lo ooorrldo en
ol tiempo de sa ministerio, que es uno de los doooméntoa
que dan más completa idea de todos loa adelantoB he-
ekos en este reinado* Es digno de notar to este informe»
qne ana de las^eosas qae ofrecieron más difteoltad y fae%
ion materia de mayor censurai fué el estab]ecimieiito ^
) ajusta de estado, ó jauta de ministros,, para tratsürés^
tos entre tí de todos aquellos pantos que requerían me<«
didas ganerales, que debían diotarse con uniformidad por
todos los departamentos. Idea tan ob?ia pareoria que
debía kaberse^ presentado naturalmente á todos y ser ad<^
mitida sin embargo, pero se la consideró cerno un medio
de ejercer el ministro de estado un predominio sobro ola
demás.
Bntre las machas é importantes r^ormas introdnoidss
en todos los ritmes, merece llsmar la atendon el estable'*
cimiento de los regidores electivos y del síndico del co-
man en los ayantamientos,icompuestoifhjasta entMoea de
regidores perpetuos. Este saludable eomportamiento en-
tre la inercia de unos cuerpos pexpótnesfy hereditarios
— 241 —
7 la demasiada ligereza de los electivos, hubiera debido
eonservarse para no caer como ha sacodido, en eV extre-
mo opoesto y mas perjadioial qae el que se quería evitar.
Las Boeiedades económioas formadas seguu el modelo de
la vasooQgadaí generalizaron los conocjlaiieivtos útiles, y
algunas como la de Madrid , esparcieron grande Ins sor
bre los pantos más importantes de la eoonomia poiítioai
que faeron tratados con la mayor solidez por Gamponiax
nes y Jíovellanos. Bl conde de Pefia Florida , principal
fundador de la sociedad vascongada , con otros indivi.«
daos de esta y los jesnitas de Azcoitia^ comenzaron el es*«
tudio de la física^xperimental, y esto dio origen al céle-«
bre seminario de Yergaia. En este reinado se estableció
también el jardín botánico de Madrid, y el gabinete de
historia natnral, el estudio de la qoímioai y se mandaron
jóvenes pensionistas á estudiar esta cieocia en París, y
todos los ramos reiativos á la minería de Sajonia y Son*
gría. [I] Fundóse también el banco de San Carlos j
89 organizó bajo mejores bases la oompafiía de Filipinas.
Ddbon ocupar muy preferente lugar, entre las reformas
mas notables que en esta época se hicieron , las restric--
Otones multiplicadas que se pusieron al uso de la autoría
dad eclesiástica. Sin «ntrar en el pormenor de ellas que
nos llevaría muy lejos, bastará decir, que en el trascurso
de 4o8 tiempoSi esta autoridad se habia ido extendiendo
6, multitud de puntos que tocaban al gobierno civil, y con
diverso^ títulos pasaban á JSome: anualmente fondos muy
ooQsiderables. Por las reformas que se introddjeron para
corregir estos antiguos abusos, no se intentó restituir á
la iglosia nacional su libertad primitiva que era lo que se
proclamaba, sino someter la iglesia enteramente á la au-
toridad temporali y á título deiegalía hacerla^ depender
deja corona. 81 las cosas hubieran llegado al punto á
qaá las encaminaban Oampomanes, Florida Blanca y de-
xnáa, defensores de las regalías del trono, lá iglesia espa*
»•
[1] )ff¿j^o) di fm;ó da iCB.do7P3^mi4nt04 adqaiii'fos oor •atoa p»rsÍonÍ9Us,
& % >Mfido ■idodMvúudVi 4/>rm%r at ooi8<Í3 d« mine'i*. dos de loa ma« di8<
,ids:qí tofl da f at'a aloi «Til iP*aiio da KlkajTAr diraolar da aiinarím 7 don
Lodréf dal ttio omolr&lfood^ m^aarAlogia, qva ha aparto hioa dosafkM
OISSI^XOIOIIMA.— TOtf o III* --<a
-242 —
ñola habiera venido á ser muy semejante 4 la iglesia é^
piacopal de lag la térra, ó & la griega de Bofiia, al mismo
tiem|io qae todos los fondos que antes sallan para Boma^
se encaminaban al fiseo con los nombres de espolieSi va i
cantes, medias anatas, snbsidlo , escnsado y otros que
cada ministro imaginaba, como veremos todavía más en
el sigaienttt reinado.
hoé eaentures qae ilustraron el de Garlos III con sag
obras en prosa j verao^ f aeron en gran ndmero. Hiato*
ria, mdkterias políticas y económicas , viajes : todo faé
oaiúpo abierto á loa lagaaios eipafloles , y la lengaa cas^
toitana se presentó en toda BU pnreza yhermosara, en
la plnma de los baenos escritores de eáte período. Lm
limitckciontts qae se pnaieron á la facaltad de prolübir li-
bros por ia iaqQÍ!ilcion, oontribn^eron sin dnda mncbo á
e:)cama1tlplicididdépíOda(9ciones literarias: el carácter
de lo^ procddLinieatos de aqael tribanal varió tambiea,
y la dlújia ptarsüna coudeaada al fuego , f¿é 17811 ^ nna
bcatt* qae en devi la pasaba por milagrosa
La prosperiidd qne en lo general gosaba el reino y
loa ttdtíiautoa que eu él babiaa tenilo las bellas artes,
hicieron que fa^^e ma/ solemne la proclamación del nae-
VüTéy OaKO;) IV, E^ce entraoaá guberiiar en biendiíl*
citeácit carilucias : los combastlbies qae se hablan aca^
matado eu Fraacia por la eticaadalosa corrapcion de eos*
tamOftíd áói re^euto y de Luis X7 ; el desciédito en qoe
por esta ca lisa hübia caldo el sistema mouárqnleo; las
ideas deaiucrátiic¿is qne hablan llevado de los Jüetadoa-
U nidos el marqués de Lafayette y otros jóvenes que ha-
bí ^n estado a hacer ha gnerra como auxiliares en aquel
país; ladifosion de les opiniones fllosóticasy el &vor
que ellas hablan eagoutrado en la nobleza ; ia relaja*-
<3ion ó falta completa de los principios y moral religiosa:
todos Cistos elemeatüs de revolncion tomaron fuego á na
tiempo, con motivo del desorden de la hacienda que oblí*
gó »1 gobieruo á ocarrir á medidas extraordinarina
Lo¿i e^stados generales convocados por el üesgra'^
ciado L\iu KVI, p^r«i to moc en consideración ei tM**
t«ido del reino y cubrir el dedciente que en las rentas
h(*Dla. vari<>adode caiácter por la reuuion en aa solo
cuerpo de ios tres bracos qae Mi^parados foimiil an aqae-*
liosy tomaron el nombre de a mblea naoioBal, 6 hi;ie-
— 243 —
ron una canstitaoion qneha sido el modelo de todas las
que le haa segaido en diversas naciones, destruyendo en
ella enteramente el prinéipio monárquico, ó hacienden im^
posible el ejerdoio de la aaooridad real. SigaiéroQse de
aqaí rápidamente nao tras otro, los snoeson qae forman
la tiistorla de aquella revolución, que ey tendiéadose des-
pués en casi todos ios paises de Buropa y a oiérica, como
ua torréate desbordado, ha arrastrado consigo todas las
inatitaciones políticas' y lejos de detenerse en en cnrpo,
amenaza ahora conmover la sociedad civil en sos mietmos ^
faudttmentos, atacando el dettcho üe propiedad que se
presenta á la mucbedumbre^ cuyas pasiones y ambición ^
se iiifldman por todos'loa medios imagmables , como nn
abubO que es menester remediar, estttDiecieudo \» igual-
dad de las fortunas, con lo que envueltos todos en igual
ruina, y miseria, las naciones volverán al estado saLvi^ie,
desapareciendo todos los adelantos, que h»n sido el fruto
de tautos aflos de cultivo y civilización.
Eu los priucipios de esta terrible borrasca , no Gono>^
ciendo bien la índole de ia revolución que amenazaba, ni
menos el remedio que podía apticiirse si alguno habia,
la política de todos los gobiernos fué vacilante ó ÍDcier.-
ta, y lo mismo fué la del gabinete español, üontiuuaba
dirigido éste por el conae üe Florida Blanca, quieA en^
tte otras provideucias qae crejfó ueceetirias para iiupe-,
dlr se comunicasen & fiepafLi» las ideas que ibun ^it;udo
domiuantes en FiUuoia, publicó' una real orden estable-
cirudo las reglas bajo las cuales habían de residir en
España los extranjeros establecidos en ella, y las que ha
biau de observarse respecto a los transeúntes. Bate fué mo
tivo de muchas reclamaciones>con lo que tomaron mayor
áuimo loo enemigos del c^nde, que habían tratado de
desacreditarlo aun en el anterior reinado, en el que tam-
bién hubo un intento de asesinato contra el mismo, frus*'
trado por casualidadí pero lo que acabó de decidir la cai<
da de este miaisterio fué*, la oposición que hizoalen*«
graudecimiento üel joven don Manuel GK>doy, que comenn
zó lesde entonces a dí^frntar del ma<» señaiatlo fi^vor.
^c^éete natural de Bi»Clajoz« de una familia de mediana
> fo * uua, aunque de noble origen, y había entado á ser^
Ti<.* e^ el cuerpo de guardias üe corps, lo que por bu fre**
fa^n^e asistencia al interior del palacio ^ le proporcionó
— 244 —
atraer por los atractivos de su figura la ateaoion de la
reinal y obtener la confianza ilimitada del rey.— Florida
Blanca fa6 destitaldo del ministerio el 28 de febrero de
17t2, y se le continuó al castillo de Pamplona, permitién-
dole después residir en Murcia en cayo reino habia naci-
do, diftfratando de todos bus honores y condeooraciones.
JÜli permaneció retirado, hasta que los acontecimientos
posterioses le hicieion volver & representar, aunque con
poca fortuna, un papel prinoipsd en la escena pública.
Sucedióle en el ministerio el conde de Aranda , más fué
por pocos meses, habiendo sido nombrado para desempea
fiarle el mismo Godoy, en 15 de noviembre de 1792. To-i
das las gracias, todos íos favores cayeron á poifia sobre
éste, que en poco espacio de tiempo faé nombrado duque
de la Alcudia, señor del Soto de Boma , capitán general
del ejército, inspector y sargento mayor de guardias de
oarps, grado antes desusado inmediato al üel monarca
que tieue el título de coronel de aquel cuerpo , grande de
España, caballero del^Toison de oto, do la gian cruz de
Carlos III, y comendador déla orden de Santiago, con-
. sejero de esuado, secretario de la rein», y por último pri*
mer secretario de estado La nación, aunque no fuesen
en ella nuevos los ejemplos de repentino engrandeci-*
miento, nunca habia visto esta multitud de gracias pro«
digadas á un joven favorito, que hasta ttitonces nada han
bia hecho para merecerlas, [1] y que habia saltado co>
mo poi encanto, de un pabellón del cuartel de guardias á
la fiecretaiía de estado.
bin embargo , el sisiema que siguió en esta primera
época de su piivanza, puede decirse que fué obra de las
circaustauciue. £1 prooeso de Luis XYI ezigia pomo de
(1] Godoy en Isa ipemoiias quo ha pnblios'o •& 'PMñ en }9^'6, |»»et0Bd9
tieiB'iadir que e?ta uTecida de favo/ es y ia cocfiADBadaCiirlca IV ie dUptntó
faé efacto doi oesto que nqn»! monhroa tüYO'dA hecsrie de un eerricio qna
dependieoe solo de sq («rs' ra y que eoIo •• lo dabieat, pam confiar'e al ti-
moa del estado ou las ciroin uiaDciAS difí iles en <)uelo hacta. Aon eoando la
credaliiad boa del que pn^^da dar a«n^D89 á esta eiu||^lar efpeeie, fieirpre M
deberá tener por f I m^^yor sberrdo de parte del nooareat poner el g' biento
entaiea circnn£t;¡nc<y'i üi» irancs de an joven inexperto, evandi no Altaban
eittcno«4 en Ks^-hila liombrfB fs paces de tomarlo en 1» suya. Diobaa meoM-
riaa abuodan eD eapeciea de eatamitma olaf e. pero icn t:n tmba^go ctrioaaa
por laa macháis cotioiae que contienen f obro loa anercoe de aqcel uf mpo.
— 24ÍÍ —
eediidad, la ia terreoeloii en íh favor de loi piíneipefl
a.tta fdfniliai y Oárlos IT íHterpaBO ai ttediation para
»lvar la rida á aquí disgraoiado monarca : el conde de
Lraadaí qae ana fue no faese faTorftblé á la rerolnoion
dnÍDSdld ha atribuida, eoneeía bien toda la trasoen*
eaoia dd ella, manifestó á Qodof las eensecaeñoiae á ^'ne
h £3spaa« se ex peala bí la ueiiaoien no era admitida,
»ada la gaerra seria eotonoes ioevitalile. Afti ee Teriloé:
tft oabezA del jefe de la oasa de Borboa cayé en él eadal-
0, y la Biipaüa no hablera podido eonservav la pae^ vine
on eoaáiciones kanUllantes. La guerra sd deelaró an 2S
le marso de 1793 , y la primera oampatta faé favorable y
loarosa á las tropas espafiolas , habiéadose apoderado
le algana parte da las provinoias fronterizas^ éti las qae
(B forüftcaron para proseoaelon de la gaerra^ faeron iian
ntkdos ú filadrid los ^gefierates que mandaban los cnerpos
iel ejército sitaados en la frontera^ y se trató en el con-
cejo de estado, s^bre los planes que debian adoptarse pa-
ra la eampaflla sigaiente. Mi oond« de Aranda opinó qne
as tropas francesas, animadas por el entusiasmo de qae
Id hallaban poseídos, eran irresistibles , y creyendo por
>tra paite que los verdaderos intereses de Isi Bapafia exi'*
il^ian qae se mantnviese en buena inteligencia con la
@*raaoia, caalqaiera qae faese el gobierno de ésta, pro «
)a90 qae se tratase de hacer la paz; pero habiéndoBe €X^
jlioadó en la dispata á qae sa parecer dio lagar con Oo<
ioy, en términos mas faértes qae lo qae permitía la pre«i
lencia del rey qae presidia el consejo, éste levantó la sd*
lion, y al retirarse manifestó sn desagrado al conde, qae
'aé enviado & Jaén y paspnes á la alhambra de Grana
la. De [allí se le permitíó pasar á sus estados de Aiagon,
)a donde vivió retirado^ habiendo maertoen físpaftá el
) de enero de 1793^ á los senenta y ocho a&os de edad [1]
¡}a nombre era don Pedro Fab!o Abarca deíBolda, y pro-
media de ana de las iamilias mas disMogaida de Aragón,
lae tenia^sa origen de los fandadores C9 aquellsi monar-
[I] Bl prínoipd de la Pal» «egaa «ai ihi«iaMUi, no coló ao OAEtrlbujd 4 U
lo9gracl4 d9- «Jbda da Aran4«, úao qaa hiso quo no o^ntánaMO el pro««io
ia» contra éi 0) cemenzó y quono lo pttMigfÚBMli lAq«i« olon que litiHUba
a «txio.
NiVRTÁOIO]rSi.~7OWDI-^03
-^24.6 —
quía. Había muerto el miniatre Boda, habiendo eido pie
zniadoB sur seryioioa coa el título, de marqués de Boda
qae se dio 6 uno de eoa sobrinos i nxagistrado en el con •
sejo de Oastiila.
lia oampafia de 1794 no f aé f aliz » pues no solo no pn «
dieron los espa&oles sostenenie en el territorio f ranees.
Bino qne faó iavadido el espafioU ; aunque en la tempav
fia Bígalente habia tomado la ofensiva de nna manera
venttijosa, la pas de Baailea , Armada éi 22 de Jalio de
1795 terminó aquella guerra , mny honrosa para las ar;«
mas españolas y conoluida con una pas en qne las Espa^
fia no hlso otro saori&cio qué la sesión de la parte qne
posáia en la iala de Santo Doming:o , que no aelo le era
inútil, sino gravosa. Por haber üirido Godoy esta nego«
oiacloa^ se la dio .el título d» priaeipa de la Paz.
La po:jlsion de la Espafia era, no obstante, mny oriti^
oa, pues en la guerra que se hacían la iFraneia y la Inn
glacerra, le era imposible permanecer neutral y tenia
que decidirse por una ú otra de las goteneias contendien-
tes. Por una parte , declf^rándoee contra la Fcaaeia, era
inmediato el peligro de uua iuvaoiou .qu^ habría cansa**
dO; como mas tarde suosdió, la pérdida de Bus posesiones
americ^naa; y por el otro uua guerra marítima , ponía á
est^ mismas en riesgo y arrunaba su comerció» «No solo
la política, Bino la fuerza de la uecesidaci, obligaban á
seguir el úLtiqío de estos partidos, y en ooaaeonencía Be
celebró un tcatado da aliaaaa con la república francesa^
en San Ildefonso el 18 de agosto de 1796 , y ladeolara-
clon de guerra contra la lugiaterra se publicó el 6 de oc:»
tubra del mismo ano. Los suceeos de esta guerra fueron
varíalos y ninguno de grande importancta r loe ingleses
atacaron en Sspafia al Ferrol é intentarcm bombardear á
Cádiz : hicierou nn desembarco en Tenerife en las Oana^
riasy en el que el célebre almisante Kelsongperdió un fora-'
zo, y ea América atacaron á Puerto Bico y algunos otro8
puatosi habiendo sido ea todas partes rechazados t sin
htiber logrado hacerse dueños, mas que de la ida de la
Trinidad en ia costa de Veaezuela , qne fué entregada
por los colonos extri»jeros establecidos en ella. Bn el ca«
bo de San Vicente, cerca de Oádíz, hubo nn combate en
que el almirante inglés Jerwis derrotó la OBCuadra espa»
fióla, mas fuerte que la suya, mandada por don José de
— 247 -.
Oóidova^ qae faé juzgado y sentenciada á la pérdida de
SQ empleo.
Bl príQolpe de la Faz solioitó oon empa&o sn retiro del
ministerio de estado, que el rey no solo no consintió, sino
que le colmó de nuevos fáTores , casándolo con la hija
mayor del infante don Lnis, y con este motivo concedió
1^ todoi los hijos de éste el oso y apeUido y armas de su
)adre. Algún tiempo después fué admitida su dimisión en
!8 de marjso de 1708^ más no por eso dejó de di&frutar el
favor de los reyes, consult^aole Garlos lY en todas las
loaalones de mayor importancia. Sucedióle don Francisco
le Saavedra, que quedó después encargado del ministe»*
io de hacienda, y don Gaspar Melchor de Jovellanon, que .
permaneció pocos meses, y le siguió don Mariano Luis de
7r quijo. El ministerio de gracia y justicia estaba desem'*
>efiado por el marqués Oaballero^ que aunque enemigo
le Godoy, tuvo mucha influencia en este reinado.
La muerte de Fio VI, en las oiromnstancias críticas en
]ue la Buropa se hallaba, despertó las esperanzas de los
lansenistas de Bspafia. Cfreyendo que en mucho tiempo
lo podría hacerse elección del nuevo pontíhce, ó que a-
(880 reunidos los cardenales en diversos puntos, se for<<
uaría un cisma; pensaron que era llegado el mo mentó
Le que el episcopado recobrase sus derechos, y con este
objeto, eu 5 de setiebre de 1799 , se publicó un decreto
*eal. mandando : *<que hasta la elección canónica de nue%
ro Fapa^ legalmente púbUcada por el gobierno, los obis-
IOS, conforme & la antigua disciplina, ejerciesen sus f un--
uones en soda su plenitud^ en materias de gracias cañó"
licas é idultOB apostólicos," reservándose el rey la fa«
mitad de resolver sobre los puntos importantes que pu-
lieran pcurrir. Al mismo tiempo se hizo circular secreta-
nente el concilio de Pistola y varias obras en apoyo de
istos princlpiosi que dieron ocasión á graves disputas y
i la resistencia del l^uncio, el cued recibió orden de salir
leí reino. Bata, sin embargo, fué revocada, y la elección
?io VII puso fin 4 este eetMo violento de cosas , siendo .
ecibida en BspaSa la bula que condenó el concilio de
^istoyai oon cierta reserva en favor de la autoridad real.
7f quijo, autor de la orden causa dé tantas ^cuestiones,
sayo en desgracia y en su lugai entró q1 ministerio don
Pedro Oebailos*
.f
• — 248 —
Én Fraaneia entre tanto Qtmadvo trastorno echó per
tlerr.^ la constitaüioa qae regía, y eütableoió la couBular,
{iendo Bonaparte primer cónanl. Sste rePoWió obligará
PortngaL á separarse de la alianza con loglaterra^ pi-
diendo á )a España pa80 para nn ejército francés qae de
bia ocupar aquel reino, anido á otro español. Para evitar
}oB graves iuconveuipntf 8 á qne podía dar lagar la en-*
trada denn ejército frsncéa en Ei^pafia , CárloelT letol-.
vio que esta eola se encargase de veíifloar la üiTa6ioii y
con tal objeto ee organizó nn tférclto cuya mando se dio
Hl principe de la Paz , pioveytndo de loa fondos nccece-
)ios ei clero, en cuenta de otro noveno del diezmo qae
]habia cedido Pió TU. La ihvaaion se hizo cafli 6in iefti8«
'¿encía, y sin llevar después de la toma de Yelves y da
Oüvenzf^ mas adelante Ja guerra, como Bonaparte qaena.
Be celfebró la paz en Badajoz, lográndose el intento esen-
cia y quedando cdida á la E&pafia )a cíodad de 01i«
Tenza y eu territorio. Godoy recibió la comisión de
organizar el ejército y se le dio el lítalo de generalí&imOi
y aespues pe lii¿o rc^vivir en su favor el empleo de almi-
Tante, dándole H tratamionto de altera (I) JSó erdn posi*
Ible mv^yor^s distinciones sin sabir al trouo^ de lo qae se
inspiraron temores al príncipe heredero por los tuemi^
tros áh Godoy, los cuales formaron nn partido podeioao
^ne teuia al mismo principe á sa cabszai
Desde la eei^ion de la Luisiana, la Francia habla ma*
Siiftstado el deeeo de recobrar aquella colonia , y Bona-
parte lo veriücó, haciendo que se le cediese en eambio
íie la ^roBcana, que debía erigirse en reino con el nombre
de "reino de Etruriá/^ ea favor de don Luis, hijo del ÚU
timo duiíud Pann^, ca^^do eon la infaota doña María
Luisa, ü ja, dti ÜÁrioa I V , y así quedó convenido por el
tratado dd Aranjaez de 1? de ootebte de 1800. El aaevo
rey y sn es;)o:4a a^ dirigieron á Parí* c ju el lítalo da con-
des da Uiorn:), y Bjaapirte hizo oátentacion de sa podar
ealaa fiestas bnlianto^ que las dio , eomplaciéadose ea
hacer ver que no temía presentir á aa rey, y á aa Bor-
— 249 —
on, ea la capital de la repúblioA francesa: de allífae*
m á tomaír p^^seeioii de ans estados, que estaban en po^
er de la Francia. Gravoso habia &ido siempre par^ Es-
afia el establecimiento de ans infantes ea las efímeras '6
isignificantes soberanías de los estados de Italia ; pero
US consecnencias que trajo la erección del reino de,£trp-
ia, han sido de duradera y fanesta trascendencia para la
lisma Espafia, y todavía más para la república mejioa-
a. Aquel reino, dependiente del capricho dé Bonaparte.
eso de existir seis años después , incorporándole en el
mpeiio francés, á pesar de la oposicTon del gabinete es*
lalloii por un decreto imperial y y no creyendo el miemo
(onapaite poder conservar la Luiaiana , ansioso de feojer
iinero para las guerras continuas en que andaba empe-
lado en Europa, vendió acuella importantísima provluv
ia á las £stadoB-Unidos por diez y seis millones de pe-
üSy de los cuales cuatro quedaron en poder de aquellos
^or indemnizaciones que reciamabaui ocultando la venta
b la Bspafia para hacer ilnaorio el artículo de 1 tratado de
)e6Íon, por el que ae establecía que no podría la Francia
sedería ni enajenarla, pues en este caso debería volver al
lominio de la Eapafia. Por esta vergonzoaa operación,
oa habitantes de la Luisiana fueron vendidos como un
'ebaño de ovejas, en los tiempos en que más ae procla-*
naba la libertad y los derecho^ del hombre, y á las pose.
dones españolas seles dio un pe1igroao]vecino, que pocos
iflos después se apoderó de las Floridas, haciéndose due*
lo de la navegación del golfo de Méjico> y fundándoae en
a incerúdumbra de loa limites de la Luiaiana, eztendió
nmediatamente sus pretenaiones, invadió á viva fuerza
as provincias colindantes de la república mejicana, é
lizo caer sobre éata el raudal de males que le sobrevi*
lieron eu 18á6 y 47, acabando por privarla de la tercera
>arte de su territorio y quedando á su arbitrio el que aun
cK)aee«
La paz de Amiens, concluida el 27 de marzo de 1802,
puso momentáneamente término á la guerra de la revo-
lución do Francia. Bspafia, en posesión &e perder algo
dn cada tratado con Inglatera, excepto en el de Paría de
L783, tuvo que ceder la iala de la Trinidad, que iQtereaa'-
ba á los ingleses conservar para hacer el depósito del
contrabando para toda la Costa Firme. La ceaiondela
DIBVBTAOIOVB0.— ZOJÍCUX-- 61
- 250 —
Laísiana aunque ya estaba hecha, se mantuYO oculta para
que no sirviese de obstáculo á la celebración del tratado,
más no parece que fuese nunca la intención de Napoleón
conservar aquella colonia, que no se apresuró á recibir
de los agtintes de Bspafia, ni á peñeren estado de defen-
sa, ni aun cuando mandó una formidable expedición pa*^
ra someter á los negros de Sanco Domingo, la queencon*'
tro su sepulcro en aquel mortífero clima
De muy corta duración fué el intervalo de paz que re-
sultó del tratado de A^iens. La Inglaterra rehusó devoU
vej á la orden de Malta la isla de este nombrCí mientras
las tropas francesas no saliesen de Holanda y Suiza, y
la guerra volvió á encenderse á oonsecuenda de las cues-
tiones que sobre estos y otros puntos se suscitaron entre
ambas potencias, guerra que nphabia de tener otra termi-
nación que la ruina absoluta de una de las dos partes con-
tendientes Bspafia quiso permanecer neutral, dando á la
Francia en vez de ios auxilios de hombres á que - estaba
obligada por el tratado de alianza, un subsidio en dinero
que se fijó en diez y ocho millones de francos anuales,
(tres millones y seiscientos mil pesos) pagados en exhii
biciones mensuales : el gobierno inglés reclamó nn equi-
valcüte á las concesiones hechas á la Francia, para qae
la neutralidad pudiese considerarse perfecta , pidiendo
ventajas en favor de su comercio, quejándose además de
que los subsidios ya dados eran ilimitados y de que se
hadan armamentos marítimos en apoyo de los intentos
de la Francia sobre la Irlanda. Aunque se dio satisfacción
sobre todos estos puntos , el gobierno inglés expidió or-
den para apresar los buques eupafioles, y ^n cumplimien-
to de ella, cuatro fragatas de guerra que conducían can^
dales de Buenos Airea y que navegaban descuidadas ba-
jo el seguro de la paz,, fueron ataeódas al recalar á Oá**
diz en el cabo de Santa María , [1^ de octubre de 1804:]
defendiéronse , no obstante no venir preparadas para
combatir^ y una de ellas i ^^la Mercedes," se voló oon su
cargamento, tripulación jr muchos pasajeros diatignidos
que estaban á su bordo ; las otras tres se vieron oDüga-
das á readirse, y fueron llevadas á Inglaterra » no como
presas sino en calidad de depósito, mientras el gobierno
español satisfacía sobre las . explicaciones que se le ha**
bian pedldOt Sal insulto hacia inevitable U» guerra y esta
— 251 —
se declaró el 12 de diciembre de 1804/ £a el curso de
ella, la marina espafiola acabó ^ aoxLQtie may gloriosa-
mente, en el combate de Trafalgar , (21 de octubre de
1305) en el que fueron destruidas casi del todo la escua^
drift de aquella nación mandada por D Federico Gravina,
que murió de las heridas que recibió , la francsa combi'^
nada con ella, cuyo almirante Yilleneuve se snicidó pa»
ra evitar el ser condenado á murte por Napoleón y aun-
que también sufrió gran descalabro la escuadra inglega y
fué muerto en la acción el almirante Lord Nelson, la lu*'
glaterra se repuso pronto de estas pérdidas , mientiaa
que para Espafia fueron irreparables , habiendo pereci-^
do además sus mas acreditados jefes y oficiales. Los íun
gleses atacaron por dos veces a Buenos Aires en la Amé<
rica del 8ur,y fueron obligados á capitular, por la htsróii.
ca resistencia que opusieron las milicias del paíii'^ ios
vecinos, dirigidos por el capitán de navio don Sdutidgo
Liníers, que fué nombrado vlrey. fl]
La Inglaterra habla logrado formar coaliaciones de
las potencias del Iforte contra Francia, y el triunfo com«
pleto que Napoleón obtuvo sobre ellas aumentó el poder
y orgullo de éste, fbment^S su ambición insaciable y vino
á hacerse tan exigente é imperioso para con sus aliados,
como para con isus enemigo». La Bspafia tuvo que man-
dar un cuerpo de diez y seis mil hombres de sus mtjures
tropas á Toscana, de donde Napaieon las hizo pae»ar á
Sueoia: aunque con el hecho^de la declaración de la guer-
«ra, los subsidios e^ dinero debian cesar, fué obligada á
exhibir una suma de veinte y cuatro millones de francos,
y agotados los recursos con los gastos de la guerra , fué
menester ocurrir entonces al arbitrio de echarse sobre los
bienes edesiásticofl en la Península y en América para
formar un fondo de oonsolldaeion que restableciese el as
batido crédito de los vales reales , medida que hubiera
producido la ruina de la Nueva Espafia, y que tanto con-
tribuyó á hacer nacer el descontento que acabo por cauc
sar la independencia de estos paiaes. Godoy consiguió
iaOm por loi frABsMMB, mé /otilado.
- 252 —
por eetoa' medios conservar la España bajo el dominio de
bos ray^s y la paz interior^ sosegando con moderación las
inqoietudes qne asomaron en Talencia y en Vizcaya , y
fomentándose todos los ramos de progreso é ilnstracion,
á que concedió liberaimente su protección. La nación, sin
i^mbargo, no confiiderando la diílcil posesión del gobieri
UO) jobiigado á cedej? en todo lo qoe era impesible resis.
tir, bbjo el enorme peso de nn poder que habia sometido
ó toda la Enrcpa» veía en Godoy el autor de todos Iw
males qne no pedia evitar, y uniendo á esto la odiosidad
con que se miraba por el origen á que*por voz general
r^e ulribuia su engrandecimiento y por la rapidez y €x<«
horbitancia de éste, créia que todo cuanto pasaba preces
día de miras siniestras del valido , y concentraba en el
jpiíticipe herbdero, que era tenido como víctima inocen*
\jQ de la ambición del favorito, un interés correspondien>
te á la auimofiidaid general declarada contra éste Bl par^
tido formado en f^ivor del príncipe de Asturias, Fernan-
do', ;tomdba nuevo aliento en esta disposición de los ea«
])írituS) y ^fapolean vino á encoatrar ea la división que
He introduju entre la f'imilia real, el camino que le gou%
dajo á sus miras, que erau la destitución de todos los so»
beranos de la familia de Borbon, ocupando por indivi-
iluos de la suya, los tronos que conssrvaban aquellos. Có-
mo se realizaron estas miras por medio del engaño, de la
traición y de la perñdia del emperador francés, auziliav
(lo por la ceguedad de lo:3 consejeros de Fernando TU^
y por vergonzosa cobardía y bajeza de éste y de los de«
xnás piíQcipes de su familia, es ya materia de la historia
de Méj ico desde el año de 1808 ' por haber sido estos su-
cesos el origen de la revolución de este reino, que termin
nó por la independencia , de que por su imporiaBcia me
he ocupado en una obra ezpicesamente deseada á aquel
objeto, de la cual esta puede considerarse oomo nnaintro*
duccion.
Hemos visto en la idea general que en esta diser taoion
Re ha presentado de la historia de E.^pa&a, á esta naoioa
formada en -su principio, como lo estuvieron todas las de«
más de Europa, de multitud de ciudades y pueblos inda-
)>endieutes, ligados entre ibí'porla alianzas ó confedera-
cienes para su defensa: la conqnista romana le dio uní**
dad nacional y la religión, idiomai leyes y CQStumbrea de
— 265— .
los oonqaifltadorefi : 0ejiiisg«dO8 édtoa pov las tiibug ití,
ISTorte qae inyadlezoii el impehOi Be eatal^leoe por los.nne-
V03 oonqaistedores de^paae áe enoacnizadae giierr«i9 entüe
ellos miamofi, una momirqnía oleetiva, sujeta ó todos los
ineonvenlentes proploB de esta forma de gobierne^ joiode-
rada por loe eonaUios y graadea jaatas naoíoiialea ^ qae
en nuion del rey ejeroiaii el poder Bnpreíoo: pacen de aqaí
nnevaa ley en 9 imevoe derechos^ diveieidad de eoétum*'
brea: loe Árabes rieBeiit ejeoataa otra ooaqaiata » apmec.
tiendo casi aín reaíateneia á mu pneblo enervado por «na
larga paz : á diferaacia de loa oonquiatadocca preoeden-
teS) no ae mezclan ooa loa pueblos oonqúi atados ; la reli-
gión criatiaao; establecida ea Bapaña á la caída del im-
perio romana, mezclada, con el ariianiamo por loa godos,
reatableoida en aa eaplendor por nno de loa príaoipea de
de est^ nádon, y la poBicion de naoa y ooatambres^ eon^-
servan aeparadoa ó loa yenoidos y ó los rencedores: la
reacción de aqnellos contra éstos da origen á diversas .
monarqaíaai y ea el principio de nna lacha de aiete aitf
gloa, onyaa largaa y variaa viciaitndaa prodacen el carao*
tar guerrero y oonatante qae viene á ser el diatintivo de
la nadon: en eate período ae ¿orma la lengua que auceai*.-
vaméSate perfeodonadat ea la que hoy hablamoa, y nace
nna literatura, que árabe en aa «rigen, italiana y pro.
venzal en ana mudiflcacionea» perfecoioaada por el cnlti»*
vo áe loa cláaicoa latinea, ae hyaoe nacional., :oon nn tinte
peculiar debido al índole del idiosta: laa diveraas monar-
quíaa ae unen en nna aola y 8oa\ aometidoa á ella los rei-
nos moros que aun subaisten: la naeion tantaa vecea coU"
quistada viene entoncea á aer oonqúiata^oia.:. somete
una parte de la Italia á que pretende tener antiguoa de^
racfao8| y el deaonbrimiento de la Amériea abre ancho
campo a ana empresas : paaa entoneea la corona á una
familia extranjera, y unióadose en el miamo soberano la
del imperio , Eapafia ae halla envuelta en guerraa que
BOU enteramente (ajenas de aus intereaea : divídese la £»*•
milia dominante en dea ramas, y la de xBspafia retiene la
sobaranía de los Faises Bajos, fanesta herencia que llevó
á la casa de Austria María de Borgofia^ y que Garlos Y
leg6 á la rama de Austria espafiola: en dos siglos de
gaerras casi contínnaa , Bapafla sacriáca su saugrCí ana
lasoros, todo el fmt^ de sus conquistas en el nuevo mun^
. PliBBTOItliraiu— VOV o ISU-^ 66
— 264-
dO| par^ sostener el dominio de los Países Bajos y los in-
tereses de la rama de Aostoia alemana: la oorona es tras-
niítLda 6 otxa casa extranjera por el derecho de heredar-
la las hembraSi y para afirmarla en ella , una guerra de
muchos afios derasta 1a naoion , y la casa que ocnpa el
trono, prodifira nuevamente los tesoros y la sangre espa-
ñola, para abatir ft aquella misma familia austríaca que
por dos siglos se consumieron en elevarla: un oorto peiío-
do sigue de un gobierno verdaderamente espafiol, en que
nó se atienden mas que los intereses nacionales; todo fio^
reoCí todo toma un aspecto de prosperidad regida la na«
cion por mejores principios ; pero nuevo error político,
el pacto de familia, la precipita en gaei^ras de que ape«
ñas comienza á recobrarse, cuando un trastorno uaiver^
sal la envuelve en la común ruina, de que habla podido
preservarse á costa de grandes sacriftcios. Laamb|eioa
de un amigo pér&doy la división de la familia reinante»
la ponen en riesgo de perder su independencia, de cuja
ignominia la salva uu esfaerao heroico y la tenaz resis-
teacia do seis aSLos de una guerra desoladora, en que la
Divina Providencia la libra del borde de uoa ruina por
medios admirables, quedando dwrocadoel poder que pa«
recia incontrastable: pero de esta contienda sis origina la
pérdida de sus posesiones en el continente dé América,
y en la historia de la revoluoloiL que la produjo, veremos
á esta nación seficHift de tan grande parte del globo , re<
dueida á poseer en la Península espallola menos que lo
que tenia en la época de los reyes católicos; nada en lian
lia; en América solo las islas de Ouba y Puerto Bioo en
las Antillas, y en el grande océano Pacífico las Filipinas
y las Bfariauaa, habiéndose verifleaáo esta gran desmem*
oración de la monarquía, en el reinado de Fernando TIC,
último monarca español que extendió, su oetro al conti«
nente de las dos Amérioas.
— 265
AÜTOBES CONSULTADOS
PABA B8CBIBIB BSTB TOMO.
Además de las obras citadas en diversos Ingares de es-
ta disertaoiOQ, se ha tenido ¿ la vista para la parte rela^
tiva al período desde Garlos Y hasta Femando TU, ios
tomos 16 á 20 de las tablas cronológloas de Sabaa agre-
gadas á la historia de Mariana, publicada en Madrid en
20 tomos en 4?: la histoiia de Oárlos T de Bobertson: las
de Felipe II y III por Watson, que pnedeñ considerarse
como nna continuación de aquella: el marqués de S. Fe-
lipe, comentarios de la guerra de sucesión , y sobre todo
para los reinados de los soberanos de la familia de Sor-
bos; li^ excelente historia de Ooze, aumentada por don
AHár6s Muriel: Becatiui, historia de Carlos III, y Mura**
tori^ Anales de Italia, especialmente para todo lo con<-
cernioute á contestaciones con Boma. Para el reinado de
Cárlo|IT,me han proporcionado muy útiles materialesj.las
memorias del príncipe de la Faz, en las que hallará mu-
cho interés quien tenga paciencia para soportar el fasti-
dio de la lectura de seis tomos, llanos desde la primera
hasta la última página, de continuas recriminacione» al
partido que contra él se formó, repetidas hasta el cans»n«<
ció casi con las mismas palabras á cada pasaje de la nar-
ración, necesitándose también algunas dosis de oreduli.
dad, para prestar fé á los profundos y elegantes discurios
que pone en boca del buen Carlos lY á quien atribuye, ó
más bien á sí mismo , las ideas mas liberales para intio<x
ducir z^fornuMi útilta en la ooaitituoion del reino, que el
V
— 266 —
miimo Oáriod desmiente en carta esoríta á fia lujo en Ba«
joma, en que caliia la conyooacioü de cortes que e^te le
prepone, por el mas desacertado de los consejos con que
le*habian seincido sus adnladorts. He aprovechado tam-
bién las mnj jaisiesas reflexiones qne ha, hecho el padre
mercedarie fray Magia Ferrar, en sa obra titulada: ^^Las
lejes fandamentales de la monarquía espálala 9 aegun
fueron antiOTameotd y se^uu conviene que sean en la épo-
ca actual/' Bitrcelonai 1843 , dos tomos en S? , en todo lo
cual, dejando aparte las opiniones sistmfttioas de todos
estos autores, he procurado sacar los hechos, para dedu*
elr la& eonaecuenoias que naturalmente me han parecido
dimanar de ellos, en lo que mi deseo ha sido presentar
las cosas conforme á la verdad, y Iqs efeetos de ellas co-
mo resultados precisos de los antecedentes asentadca.
Oelebrai^é haber acertado.
1»^
— 2«7 —
t
A LOS SEIOMS MMími
Oon este tomo terminan estae^disertadloiieB, habiéador
se presentado en él la historia de BspafLa , y correlativa-
mente la de Méjico en Ja cronología de loa vireyes , qne
forma el apéndice^ hasta el principio de la revolución qae
comenzó en el afto de 1808. qne es el asunto de la otra
obra qtíese está publicando. Nadatjpues, podia insertar/ae
entre la una y la otra, que no distrajese del objeto de
ambas y con este fla, se ha dado ala cronología délos*
virejes nna extensión suficiente, para que couteuga to«
das las noticias necesarias para tener una idea exacta de
los sucesos de la Nueva España hasta el mencionado pcN
líodo ;-la historia de Bspafia se ha tratado con mas am»
plitud que lo qne entraba en el primitivo plan de esta
obra, y para esto han sido dos los motivos. El primeroi
no haber ninguna historia española en qne se hayan re-
ferido ios reinados de los monarcas <^e la casa de Borbou
oon la debida verdad y exactitud , pues dorante algún
tiempo no hubo libertad para escribir , y coando la ha
habido, se ha escrito con pasión y por espíritu de parti ->
dO| pudiéndose lisonjear el autor de que presenta un
com{>endiu de la historia de aquella nación, sacado de las
mejores f aentes, que aun en Espafia podrá 4aer de algún in-
teiés. Bl segundo motivo ha sido, él que por la necesaria
relación de los auoescs de Méjico con los de Espafia , no
se pueden enteiíder bien los primeros sin tener un cono -
cimiento claro de los segundos: la expulsión de los jesuÍM
tas, por ejemplo, q^e es asunto de tantos artículos en los
periódicos, acaso no ha sid* bien conocida entre nosotros,
ni en sus causas, ni en loe mecUos de su ejecución, haeta
ahora qito se ha hablado de ella con alguna extensión
tñ esta disertación. La cesión de la Luisiana á la Eran**
PISBBXOIOIIBf ▲•— TOttO Ult** 66
— 258 —
cia y venta de ella á los Estados unidos, oiigen de taa*
tos malea para Méjioo, no soa macliús los qae saben de
donde prooediót y lo mismo snoede relativamente á otros
pantos, tales cómo la visita de Galvez , reformas en la
administración de las provincias americanas y otras mil
cosas de igoal importancia. Conocida , pnes , bien la his<«
toria dé Bspafia, la de Méjico se entiende fácilmente^ con
solo pasar de la lectora de nn período onalqniera de es-
ta disertación, á la orondo j^ de los vireyes en loa años
correspondientes. ^
1
APÉNDICE.
DOOCMENTOS BABOS
INÉDITOS
BBLA.TIYOS A LA HII0BI.1
DK Mim
!>-:TOMO IIL
1873.
J
NUMERO r.
TABLA. OBOISrOLOQIOA
de los irobernadorog y Tlreyos de la Nueva fispa^
fta, deide la conquista liasta la dependencia^
con un sumarlo de los sucesos principales acae-
cidos durante el gobierno de cada:,uno«
Los moDjes Jerónimos íis^j Luis de Figueroa prior del
monasterio de la Mejorada, y fray Antonio d6 Santo Do*
mingOt prior de San Jaañ de Ortega , nombrados go -
b(raadoreBdé¡Iaiala española, islas y Tierra^ Firmes
del mar Osceauo, bajo cayo nombre se oompiendían las
posesiones espafiolas en las Antillas y lo desonbierto del
continente de América, per el cardenal don fray Francia*
00 Jimenés de Oisnerosi arzobispo de Toledo, y el doctor
Adriano Flofencio, deán de LoYaina» regente de Oastilla
poransenoia del rey 'don Carlos I, é incapacidad para
gobenar de sn madre la reina dolía Joana, dieron licen-
cia en el aCo de 151S á Diego Telazqnez; adelantado y
gobernador de las islas por an iodnstria descabiertas y
qne se descubriesen, y teniente por el almirante don i)Ie«
go Ooloni de la iala de (Jaba, qae entonces ee. llamaba
Fernandina, para que armace á su costa las naves qne<
qnisieseí según lo que en aquel tiempo se practicaba, y
las enviase á una tierra que décia haber descubierto híkn
cia la parte occidental de ia isla de Ouba, con cuya aus
torieacion Yciazqusa armó tres navios y un bergantiui y
envió por capitán de ellos á Jnan de Gríjalva, y no te<f
niendo noticia de él mandó en su seguimiento otro buque
a cargo del capitán Cristóbal de Olid, Grijalva corrió ton
da la costa de Yucatán, y llegó & San Juan deXTiúa,daa
DIlVSTAOiOVSS.— ZOK^UL- 6?
\
■ •
do el nombre de Santa Varia de las Kierea á la tierra
qae desde aili se desoábríai por la nieve qae se Teia so-
bre el pico de Ofíeava.
Tiirdando Grijalya en volver é ignorándose sn parade-
ro, Yelazqaez formó otfa armada mayor y nombró oapis
tan de ella á Fernando Uortéü^ qne era á la sazón alcalde
de la otoñad de Santiago en la iniisma isla de Onba^ qnien
contribuyó á una gran parte del ooisto del armamento, y
lo mismo hicieron mnohos de sas amigos^ habiéndole da-
do Velsszqxiez muy extensas instrnciones para su viaje
( L^i hechas en la misma olad^ de Santiago en 23 de oc-
tabre de 1518. y héchose á la vela del pnerto de la flaM
baña el dia 10 de febrero de 1519, oon once baques peque-
ños, que üevaban* 110 marinaros y6b3 soldados^ 16 caba-
llos, 10 caffones y 4 mas chicos llamados falconetesi Ile^
g6 4 SáU Jaau de I7ida*y desembarcó en L» playa de-Ye«
racruz el viernes santbi 21 de abril de aquel aSo.
' Oortéd fundó allí, por pedimento de la gente que le a^
cómpaüabíky una población, á la que por el oro que h¿kbia
rsscaüado y por el día en q^ue desv$mt)aroóy puso por nom^
bre »4a Tilla Bica de la^Teracruz,'^ f nombró alcaldes y
regidores que compusiesen el a;^uátamiento, el cual por
haber revocado Velazt^uez el nombramiento que en Oor^
téñ habia hecho para capitán de la armada y haber é¿td
excedido de lo prevenido en las instrucciones que traía,
deteniéndose en fundar población, nombró al i^ismo Oor**
tés capitán general y j asriciá mayor , con cuyo Ct>ráster
hizo la conquista, habiendo entrado en la ciudad de Mé'
jioo^ después de setenta dias de^sitio ,. el miércoles IS de
agosto de 1521,
£n diciembre de aquel aflo llegó 6 Yeracruz Oiistóbal
de Tapia/ con orden de don Juan Bodriguez de Fonsecaí
obispo de B&rgos, presidente del Consejo de Indias, para
quitarle el mando i Cortés y enviarle preso & la corte, lo
que no tuvo cumplimiento, habiéndose opuesto á ello los
procuradores de los ayuntamientos de las poblaciones es^
pafLoIaSi que eran por el orden de su fundación , Tera-
.tO^tthtis Ín9lrsioÍ«n;9 m haüpubUeiido en el t^mo 1? 4e Mía obnu apéA*
craz, Tepeaca, ó Segara de la frontera) Méjico y Medél-
lia, los caaled reauiios fjraiabaa anajaaca ó coogreeo
t>royinoiaiy coi\ lo qae T^pia (le volvió, dejando el mando
en manos de Oortós, esperando la résOlnclon del rey , al
qae sé habían mandado comuáonadoa d&ndole cuenta de
todo.
OASA PB AXJSTBIL.
Reinado "^del emperador Carlos V , primero do
este nombre en Kspalla, y de su madre la rei-
na dojfta Juana»
Murié ésta el 11 de agosto de 1955, y él emperad&r abdicó ¡a corona
de Mi^pam en favor de eu Mjo don Fekpe en 6 de enero de 1556,
Por título expedido en Yalladoliden 15 de octubre de
1522, faé nombrado don Fernando Ooriés gobernador y
capitán general de la ^aena Bspafia, y para la adminis-
tración de la real haelenda faeron provistos para conta*^
dor Rodrigo de Albornos, factor Gonzalo de ¿3al»zar, te^
sorero Alonso de Bstrada, y veedor de las fundiciones
Pedro Almindes Chirino, que comunmente por abrevia^*
tara es llamado Peralnüodez. ' ■ ^
Cortés salió de Méjico contra Oristóbal de Olidí que se
había separado de su obediencia en las Hibueras, a Unes
* de octubre de 152á, dejando encargado del gobierno al
tesorero Alonso de ]í2stradayal licenciado Alonso de
Zaas50| á quirai tenia por afiesor, y á estos se unió despnes
(^( ooncador Albornoz : Salazar.y Ohiiino , á «n vuelta de
Goasacoalco, hasta donde acompafiaron á Coités hacien.
do uso de un nombramiento ooudioional que este Its dio,
gobernaron solo con el licenciado Zaszo ; más en el ca-
biido^celébrado en 17 de febreio de 1525, faeron aditidos
de nuevo ai gobierno JBlsfrada y Albornoz^ jf gobernaron
los cuatro/ con el Uoenoiado Zaazo [1].
Despue de muchas revueltas, Saiazar y Ohlrino se a-
[) ] Véanm por BMSor todof •ikw vie^tot tn si primar tomo, OM«rto c'lter*
tAolon, 7 en el ap^&diflo ícOg iCIH, «1 «zuMlo O lai mUi dol «jutUmüUto
rtlatiTafl á ellaa.
poderaron exclaslv^bmente del zn ando, habiendo despaclia-
¿o á la Habana^al liceDoiada Zaazo, puesto en prisión á
Estrada y Albornoz, y perseguido á todos los amigos de
Oortéa qae se retrajeron á San Francisco. Instraido Oor*
tés por Za^zo de e^tos desórdenes y revocó los poderes
qne kabia dado para gobernar á todos estos indindnos,
y lo confirió á sa pariente Francisco de Las Casas : pe^
ro habiendo sido é$te despachado antes á Bapafia ptir
loa gobernadores, los parólales de Cortas i salien^ de -
San Francisco, prendieron después de un refiide comba «
te, ó Balazar, que estaba solo eh Méf^co, por haher sali--
do phlrino á una expedición á Oajaoa, y le encerraron en
una jaula de vigas gruesas 9 poniendo en el gobierno á
Bstrada y Albornoz, en 29 de eiero de 1526 Ohirir^o ía^
sacado del oonvento de San Francisco de Tlaxcala^ al
que se habla retraído y puesto en otra j aula al lado de
su compañero.
Oor:|ód arribó á Yeracruz el 24 de mayo de 1526, y en-
tre tanto llegaba á la capital, nombró por aus tenientes
á Bstrada y Albornoz, y por alcalde mayor al bachiller
Juan de Ortega ; en.su entrada f aé recibido con los ma*«
yorea aplausos; y en el cabildo de 21 de )unio, celebrado
en San Francisco, recibió las varas de los aloaldes y rer
gidores puestos por Salazar y Qhicino, y nombró otros
en su lugar. Bntre tanto eu Bspafia le oonñi:ió el empe«
rador el tratamiento do Dan , le nombró adelantado de
la lifueva España ^ y le dió añnas alusivas á sos servit
oioa.
Por las contíQuas acusaciones que se hacían contra
Oortés, dispuso Oárloa V se le tomase residenoia^ y nom-
bró para jaez de ella al licduciado Luis Ponce, qae era
teniente de corregidor dé ia ciudad de Toledo t oayo
nombr cimiento avioó el emperador á Oortós, en carta de
4 de noviembre de 1525. Luis Fonce llegó á Méjico el 2
de julio de 1526 [1], y habiéndose el ayuntamiento reuN
nido en lá parroquia que estaba en la plaza el 4 del mis-
mo, fué recoQociao pur gobernador , onyo empleo debía
ejercar tan solo'durante la roiidencia de Oortéi ; más a«
^ (i; Coirfjtié tn U f urta dtertaoloii; dond* ai«al527.
— 7 -
pen¿b8 empezaba á desempeñar estos cargos , caando mn-
rió el 20 del mismo Julio.
Bl liceBoiado Fonce dej6 instituido el poder qrio trajo
para gobernar, en el lioenciado Marcos de Agnilar , que
liabia venido de Santo Domingo como inqnisidor ^ ''á en«.
tander en las oosas del santo oMoio de la inqoiaicion." Los
procuradores de los ayantamientos,: unidos al de Méjico
y á los principales vecinos resistieron reconocer este
nombramientOi pero después de muchas contestacioneiSi
entró Aguilar á gobernar en 1? de agosto de 1526^ y mn«
lió en 1? de marzo de 1527 dejando uombiado para suce^
derle, al tesorero Alonso de Estrada.
Este nombramiento sufrió la misma contradicción que
el anterior, y habiendo rehusado Cortés volver al gobier-
no, fué nombrado por el ayuntamiento el capitán Gon-*
zaío de Sandoval, y por bien de la paz gobernaron juntos
Estrada y Sandoval, aunque con la restricción de no en-
tender en cosas de los indios y de la capitanía general,
sin acuerdo y parecer de Oortés-
El 22 de agosto de 1527, presentó Entrada la real proH
Vision de 16 de marzo de aquel a&o, fecha en Yalladciid»
por la cual, con motivo del fallecimiento de Ponce, se a-
probó el nombramiento que este hizo de Aguilar^ y se
previno que por muerte o ausencia de éste, siguiese eu
el gobierno el que él nombrase, en virtud de lo cual y del
poder que confirió á Estrada el 28 de febiero de aquel
'año, dos dias antes de su muertCi quedó solo en el go**
bietno Alonso de Estrada.
Edte puso en libertad á Satazar y Ohirin^ y persiguió
á Cortés y sus amigos, habiendo hecho salir de la ciudad,
al primero que se retiró á Cuyoacan y luego á Tezcuco,
desde donde dispueo su viaje á España , que verificó en.
el afio de 1528.
Eu todo este período desde 1522, que se verificó ]a crea.
<ñon del ayuntamiento de Méjico, el cual residió áloa
principios eu Ou^oacaUi todo lo gubernativo y económico
06 acordaba en cabildOi y las £icultadea que el ayunta**
miento ejercía eran las más extensas El libro de cabildo
comienza en 8 de marzo de 1524 , por el que se celebró
en aquel dia <^en llus oaaas del magnífico s^H^r Hernando
Oortés, gobernador 6' espitan general de e^sta Kueva Es-*
paILa|dosehac8 el dicho ayuntamiento," y continuaroa te«
DliBBXAOIOVBlr— iOliVDX— es
— 8 —
niéadoae allí hasta el dia 10 de octabre de lo2$, qae coa
mat-ivo de U llegada de la aadiencia, se celebró ea casa
de B^raardiao V'azqaez de Tapia, y todoa sigaieates
desde el 11 de aqael oids, se tuvieron ya ea las casas de
cabi;|dOy ^*qae es en la cárcel pública," y es el miemo e
diftoLo que se hii CDnocido despaes con el nombre de di-
patacion.
Hibiéadoae adoptado por Oárloa Y el *fiistenia de aa«
dieiioiika para el gobierno de las posesiones de América,
se uüinbró la primera, cayo presidente faé NqQlu de Gaz-
maa, qa^ á la sai ja teaia el gobierno de Panuco , que
cbmpreudia las rib^ra^ del rio de Tampico y la Haascts
ca, y \oé oidores que debían componerla fueron los lioen-
cicédüs Jaaa Ortiz de Aiiitieazo, AloQSO de Parada, Die-
go DdlgadillOy y Francisco lyialdonado. Su entr&da en
Méjiüo se verittcó ea divsiembre de 1528, y habiendo muer
to a poco tiempo los oidores Parada y Maklonado, qne^
daron conei gobierno Nano de Guzman, ñlatienzo y jJel-
gallillo. El gooierao de esta auiiencia fuéel mas opresivo
y arbitrario, por io qae üárloa V., informado por el pri-
mer obispo y de ipaes arzobispo de Méjico fray Jaan de
Zamíjirragü, de todo lo qae pasaba, al partir para Alema^
nía dt^jó eucarg;ibdoa los uegocios d^ Méjico á sa esijosa la
emperatriz doña María, que por /su au^eQ0la quedó por
regente del roiuo liSsta priacesa resolvió nombrar nn vU
rey, y entre tanto é^tQ pasaba á la Nueva Bspaña, dispu-
so madar la audiencia, nombrando otra nueva, con el en-
cargo de re.^idenciar á;ioa individuos de la primera y man* |
darlos á Ea^^aña con sua procesos, silhallaba fundados los
cargos que se les haoian. Nulio de Onzman no esperó la
llegada de la audiencia, y marchó á la expedición que disi
paso á Michoacan y Jalisco, en donde fundó la ciudad de
Gaadalajara.
Para preaidente de la seguuda audiencia fuá nombra ■
do don cidoa^tiéu B^^mirez de Fuealeal, obispo de Santo
Do niog I, de 14 frimtiia de loa condes de TiUaescasa, y se
eucargO el nombramiento de los oidores al obispo de E¿-
d¿ijoz ^reciid^ifit^ de lé chancilleria de V^altadoíid, roco-
meudáudoie f tiesea personas de providad y ciencia , en
cu>« viitud eligió á los licenciados Juan de Salmerón,
Alonso Maldonadb, Pranclsoo Oeino y á don Yaaco de
Quiroga, que fué después primer obispo de Mlchoa'can,
«I
'.*
Con esta segunda andieneia debía Vienir don Fernando
Cortea, conlrmado en el empleo de capitaa ereuertti , á
qnien se díó el lítalo de marqués del Talle de O «Jao», por
reas cédula fecha en Barcelona en 6 de jallo de 1529, pe**
ro habiendo demorado la aadlencia su venida, llegó an^
tes el marqués del Talle, y ae previno esperase pbrn en-
trar con ella eu Méjico con cu>o motivo se detuvo en T zn
cuco, acompafiáodoie su esposa doña Jaaaa de ZddV'^
ga, hija del conde de Aguilar y sobrina del duqui» de
Bejar*
La audiencia hiaso su entrada en Méjico con gr^n so<«
'emnidad á principios del afto de 1531 y se i*loj * en las
casas del marqués del Valle, en qae ahora e^tá ^^ 1 mun»*
teplo: poco despulan llegó el obispo presideuti> y gubeiuó
hasta el alio de 1635, pues aunque se ^habia numbrs'do
virey desde 1530 tardó todo este tietnpo en verificar hu
-viaje. M gobierno del obispo Faenlsal faé una época de
felicidad para la Nueva Espafia : siendo hombie dt» pro*<
yidad y capacidad, se dedicó con este empeño a los ma-
les pasados, y á mejorar la condición de lus indios , hd-«
biendo fondado para la instrucoioa de los jóv<fni^8 nobles '
de aqael oiíg«a, el cul«»gio imperial de S^nta Ciaz, ab«-xo
al Ciinvr*uto üe Santiago Tlatelolcu; Bn su tiempii b» faa--
dó la dudad de Puebla, se eenstru^eron paente^ y ca<
miuus y se introdajo ei agua al barrio de S(kUtia¿^(f en la
ciudad de MéjícOi por cuyo engrandecimiento y hermo^*
aura tuvo grande empefio. Bus servicios iuwrou preiuia^
dos con el obispado de Cuenca , y la presidencia 4e la
chancillerla de Granada en fispafia , en donde fundó el
magníllco colegio de Onenoa en la universidad de Sala-*
manca.
PBIMSEVIRBY.D. ANTONIO DB MUNDOZ^.
Por célula del emperador Carlos T de 17 de abril de
1535, fecha en Barcelona faé nombrado vir^^v y goberna-
dor de la Naeva Elspafia^ don Antonio de Aienacza, co«
mendador de Socnéilanos en la orden de Santiago, y ca*-
marero del emperador, y per otra eédtüa de la misma fd<
-. 10 —
cha, 66 le nombró tamlÁcn pr^&idexite de la real aadie&^i
oia [IJ. asignáudole porcada ano de estos empleos, el suel-
do de ties mil ducados de oro , y dos mil más parala
guardia qne habla de tener pa^a autoridad de^an perso*
na, lo que hace el total de ocho mil ducados , que á la^
xou de once reales y nn maiavedi de moneda de Bspa«
fia, corresponden á cuatro mil cuatrocientos pesos me^
jicanos.
Faé don Antonio hijo de don liiigp López de Mendo^
za, conde de^^endüla . [embajador de los reyes católicas
en Boma, y éste era hermano del piimer duque del iu^
fante don Diego Hurtado de Mendosa 9 y de don Pedro
González dt3|AIe^doza, arzobispo de Sevilla y|de Toledo y
gran cardenal de Bspaña, ^ hijos todos del célebre litera-
to y poeta del reinado de don Juan el II, don I&igo Lo«
pez do Mendoza, primer marqués de Santillana y conde
del Beal de Manzanares* D. Antonio tuvo dos hermanu
nos, ambos ilustres por su empleos y servicios: el primen
ro, el marqnés de Mondejar, capitán general de Granas-
da, y don Diego Hurtado de Mendoza , célebre autor ie
la historia del levantamiento de los moriscosi que fué
empleado por Garlos Y en diversas embajadas , y entre
otras importantes csmisioues, como su representante en
el UoD cilio de Trento Fué también hermana suya Iaeé«
lebre heroína de Toledof la viuda de Padilla.
' Aunque don Antonio de Mendoza entró á gobernar en
el afio de 1535, el primer libro de sus acuerdos ó provi-
dencias de gobierno que existe en el archivo genera), eo\
. mieza en 1? de abril de 1542, siguiendo desde esta fecha
los de todos sus gucesores, aunque con las frecuentes in«
terrucciones que han causado en esto y en los libros de
mercedes de tierras, el descuido y abusos que ha habido
hasta qne se arreglo aquella oficina.
Bn el gobierno de este vi rey se continuaron los descu«
brimientos hacia el Norte, habiendo tenido mucha celeí
bridad el de la Quivira y las riquezas fabiriosasque ds
('3 H§ll«n?e fenhas en 6l trm'> de pi'O'VÚionf e» «ídnlM. «te., tara «1 ffO-
^ €11 0181
pofieo na
bivrno de Kb«ti\ JSr»r.Rñ». Impreso en )»éjlro en e»ricU>res cóUcoat en eÍBft
de Pedre üchisiie iOtío, íóücs y8 j SW: lioro taetaüt? raro, de que poíe
ejemplar.
— ll-
ena se contabaní que faeiy>ii motivo de rivalidad entre
Cortés y el virey. Este mandó hacer varias expediciones
marítimas al Pera, auxiliando al gobierno de aquel leU
no dudante las guerras civiles que en él b^ aoscitaron; á
OaliforniaSy y al mar del Sur, habiendo^ descubierto en
estoa viajes las islas que después se llamaron Filipinas.
Faé en persona á Jalisco á la guerra del Mixton ,\y sose-
gala ésta se trasladó la ciudad á Goadala jara al sitio
qne actualmente ocupa. Kn su tiempo se comenz6 á acu*
ñar moneda , que al principio faé solo de cobre , y ba\
biendo sido muy mal recibida por los iodioSi éstos la re»
G<rjieron por todos los medios que pudieron y la ariojaion
á la laguua, con lo que se acuüó la plata , recortada : se
estableció la primera imprenta : se abrió con mucha so-
lemniáad el colero de Santa Oruz de Tlatelolco, comexi««
zado por el obispo Fuenieal. y se fundó el colegio de las
niñas y el de San Juan de Letran. En I5i5 hubo nna
peste en los indios, de' que murió gran jiúoiero de éstos.
Se hizo una casería á la manera antiguai de que tomó el
nombre que auu conserva el llano del cazadero: fe des-
cubrieron y comenzaron á trabajar las minas de Zacatci
cas, y viao por visitador de la audiencia el Ldo. U. Frán-
eisco Tello de SandovaY, consejero de Indias , y fingió
traer igual encargo el Láo. Tena, que habiendo sido dess
cubierto, fué castigado. Después de un gobierno de diez
y siete aflos , en que don Antonio de Mendoza dio prue.
bas de gran prudencia é integridad , el año de 1550 faé
trasladado al vireinato dol f ^lú; y talleció en L^ma el 21
de julio de 1552,
V
SEGUNDO VIÜííiY.^D. LUIS DB VElko.O.
De la casa del condestable de Castilla.
Aunque el arzobispo Lorenzana asienta que este vi-
rey éncró en JtéjLoo en 5 de diciembre da 155 0^ debe ha**
bar sido áates, pues en el libro de gobierno, la primera
de BUS providencias es facha en 28 de noviembre de aquel
a fiO| así como la ultima de don Antonio de Mendoza ea
OIlBKXOXOnWA.— TOtfonif— 6§^
1
/
/
de 4 de ootabre ^I^. A sa ilastre nacimiento anía don
Lula de Velasoo servicios muy distingaidos en la milieia,
y la 'pradeaoia de sa gobierno y el empefio que ta vo en
favor de la libertad los indios, le han merecido el glorio <
so renombre de Padre de éstos Darante en gobierno, se
fandaron las villas dv Dnrango, Ghametla y San Migael
el Grande; esta última con el objeto de contener las ir^*
rncclones de los indios bárbaros chiohimecas. Bn el aCLo
de 1552 se abrió en Méjico la real y pontificia nniversi-
dad. mandad:» fundar por real cédnla del emperador Cár«
los y, el 2L de setiembre de 1551, y el mismo afiode 1552^
á conseenencia de jlavias,ezcesivas.;8alieron de madre las
lagañas y aconteció la primera inundación qae knbo en
esia cindad después de la cooquista, cen onyo motivo se
se separó el albarradon do San Lázaro. En el de 1555 hn-
bo peste en los indios, de los cuales el padre Sabagnn re-
fiere ha her enterrado mas de diez mil én Tíateloico. JBn
ei dd 1557 Bartolomé de Medina hizo el importante des-
cubrimiento del beneficio de plata por amalgacion. Kn»
vio éste virej á la Florida una armada á las órdenes de
don Trldtan de Arellano, cuyo éxito fué desgraciado.
BEINADO DH FELIPE U,
dC3de V de enero de 1556 qae entró á gobarnar por
la ifcbdlGiiclon de su padra el emperador Car-
los Vy Itastit el 13 de setiembre de I69S^ que
murld.
D. Luis de Velasco siguió su feliz y aoettado gobier-
no, h^Éia el 31 de julio de 1661 que mnrlói habiendo ser*
[^] EtLfo t>. ^^ari) Buyrn cüaUl m»3'or del arelivo gecenl, Ki Tvw'i-
laao doa macho coiiad^ por mi oa>-go, loi Utooi da ^btvmo, ptía m óar h^
«onatipei» de los di ^• en q^e ampes6 4 g ^berOAT úáák Tirejr- I>ebo 1 1 Br. D .
«igue»<l«^XiroÍA, di feetr del archivo >kleita1o He. S yon , mnobaí de
•J" "J**f*** <*• q^e haré Ufo ea esta oby», habiéndole dignedo él gebiemo ea-
S^[!!?il!r '. ^^'^^^ V>Ar^ qa« s» me «imiatreii todea lat qee pida , ta qme han
i.S'«^22i 'l?*^®*"****,"" eefiwea c^aoI n»j«r élftf éftp, per lo qi» lee debo
••té téSÜRprtg dé gratitud. ^ -» i r
-13-
Tldo el vireiuato duianta oatorcd a£Lo8, y faó sepultado
con gran «olemnidad eaia iglesia de Santo Domingo, qae
estaba entonces en lo que después fné la inqaisieíoQ. 8n
cadáver faé oondaoidu en kombros de ónatro obispos^
que se hallaban reaoidos para el segando concilio m^jL^
cano li]i cabecillo eclesi&stioo de Méjico, informando al ley
Felipe II de la mnrte de D. Luis de Velasco, ie dice: « Ha
dado en general á toda esta Kaeva Jüspaña muy gran
pena sn maerte, pprqae coa la larga experiencia qae te«
nia, goberiabacoa tanta rectitud y pjadenciei, sin ha-
cer agravio á ningauo, que todos le teníamos en lagar de
padre. Harió el pastor oía de Jaiio, may , pobre, y con
machas deadas, porque siempre se entendió de tener por
ñu principal hacer justicia con toda limpieza» sin pretenn
der adquirir cosa alguna, mss de servir á Dios y ó 7. M.,
sustentando el reino en suma paz y qnietud.'^ En el gos
blerno de este insigne Tirey y de sa antecesor Mendoza,
que entre ambos duraron treinta y nn años , se arregió
odafla administración política, civil y religiosa de la Jb<ue-
va kjispafia.
Los dos primeros concilios mejicanos, presididos por el
arzpbispo don fray Alonso de Mootúfar , se celebraron
dar<*nte el gobierno de don Luis de Yelasoo. Las act»s del
primi^ro se imprimieron en Méjico en 1556, por Juan ts^
blio^LombardOi qué faé el primer impresor que habo en
esta ciudad. Los del seguudo no salieran á luz y ee con^
servan en el archivo de esta catedral. y
Por el fallecimiento de don Luis de Yelasco, gobernó
la real audienda hasta 10 de octubre de 156G, htibiendo
llegado el afio de 1563 en calidad de visitador de eii^ el
Ldo. Yalderrama: componían este tribunal los doctores
Oeinos, Yasoo de Paga y Yillanueva» y en lugar de Paga
entró luego el doctor Orosoo. El descontento quo hi>üia
cansa lo entra los conquistadores y sus hijos las provi-
denolis de FeÜpe II, reluciendo el tiempo de ioo reparü-
mit ntos, dio motivo á la conspiración Jque se tramo y en
qne f leron acusados de haber tenido parte los hijos de
doD Fernando Uortés. Oon ocasión de las fiestas qu«9 se
hii* e on por el bautismo de dos mellizos que nacieron
á ^ O Martin Oortés, segando marqués del Yalle, sei di^
jo €iQ ) se iba á coronar, y preso el maques y todos sus
fimig^s, fuexon condenadas por la andiencia á la pena ea
— 14 —
piUly 7 e]«cntado8 freEte á las oasaa del ftjantamientOi
Atonao de ATÍla Alvarado y Gil González sm hermano
[1]^ y se ftigaió procediendo [con ignal rigor contra loa de«
xaas presos, hasta qae el nnevo yirej hizo suspender to<
do lo fae se estaba practicando,
TBROBR VIREY.— EL Hxomo. Sr- D. ftASTOX DB
PERALTA, MARQUES DE PAL0B8.
Yin* á Méjico casado con la sefiora d«£[a Leonor Tieo:
loego qae dssembarcó en Teracraz riaitó la fortaleza de
San Juan de Uiáa, y dio disposición para qae se aamen-
tai^e: iaatrnido en aqnel puerto de las graves ocarreneias
de la conspiración de Méjico , apreguró^su marcha ala
capital, y desde Paebla d^ó orden para que se snspen*
diese la ejecaoion de d#n Luis Cortés, hij# natural dd
conqniatador, que habla sido condenado á la pena capi-
tal A au llegada á^Méjico, ee verifloó el 16 de octubre de
16G6 . cortó con mucha prudencia todas las caneas, y des-'
eho á Bspaña al marqués del Talle con su familia resta-
bleciendo la tranquilidad pública • Eataieonducta moderada
excitó 'el rtísentimieato de la audienci^^ por euyós sinias'
tros informes faé removido del vireinato y regresó á Es*
paña en marzo de 1568 Este faé el primer vire; á que se
dio el trntamiento de excelencia, que se continué dOí^pnes
á BUS sueesoies: los dos primeros no tuvieron mas qM el
de señoría.
La aud^eficia gobernó durante ocho meses, y habiendo
venido de España el Ldo. Alonsf) Muñoz , consejero de
Indias, á seguir las pesquisas de la conspiración, proce-
dió en BU coaiiiiou con el¡Qiayor rigor, dando tormento á
don Martin Cortés, hijo de don Fernando y de la célebre
doña Marina, que habla quedado administrando es es-
tado de BU hermano ^^ marouéfi del Tallen condedé á
muerte á varios iad.Tiiuofl do toda j clases ; desterró á
--15-
otrosy IlenódeespULtoIa-^iadad, hasta qaé recibióla
órdett de volver á Egpafia, doade Felipe II le recibió di-
ciédoie ^'qae lo había mandado á Naeva Bsrpafiia á go-
bernar, y do á deetrnir^" lo qne le caasó tal pcsadnmbreí
que á consecuencia rnorió.
OUAETO VIBBY.-EL Bxcmo. Sr. D. MARTIN EN
BIQUH^-DE AL MAIT3A.
£ta hermano del marqnés de Alc»&i2es: tomó posesión
del vireinato en 6 de noviembre de' 1568, y gobernó la
Kaeva Bspaña dorante doce afios, hasta el de 158^, qne
faé promovido al vireinato del Perú. Para eegaridad de
las provincias pobladas por los españoles, estableció pre-
sidios en Ojnelos y Porteznelos^ en el camino de Zacate*
cas, y marchó él mismo contra los hnachiohües, qne ha*
clan ezcorsiones hasta Onanajnteto 9 para coya defensa
faadó el presidio y villa de San Felipe. En 1571 so esta^
bleció en Méjico la inqnisicion, y en el de 1572 llegaron
los jesnitas, qne se hospedaron primero en el hospital de
Jeens« de donde el 24 de diciembre pasaron al colegio de
San Pedro y San Pablo, en casa qne les dio don Alonso
de Yillaseca. Bn 1573rse oomentó á cobrar la alcabala, y
en el mismo atío se pnso la primera piedra del magnlficd
edificio de la catedral, siendo arzobispo don Pedro Moya
de Oontrerás, qne habia sido el primer inqnisidor qae
hnbo. jKan dolo á. edificar el emperador Garlos V , en el
año de 1552; y Felipe II dio orden para qne sé ampliase
el plan y se construyese con real magoiñcencia. En el
;mismo año de 1573, don Francisco itodiignez Santos
fandó él colegio de Santos, declarado mayor en 1700, y
en el de 157G dedicó la ciudad de Méjico el santuario de
Nnestra Señora de los Bemedios en el ;cerro de Tctolte-*
pee. Ea'el de 157G, faé fancfitd', por la peste devoradora del
iíatlalzahí$atlf qne hizo perecer mas de dos millones de
indios^ dando ocasión al virey de ejercitar sn celo en be-
neficio de la humanidad afligida con esta calamidad.
DUnUtlOXOVSSA.— ZOÜb^O Ilt— 79
— 16 —
í)UINTO VIREY.-EL Exorno. Sr.D. LORENZO SÜAREZ DE
MENDOZA, CONDE DE LA CORüJíü . .
Era de la misma DoBtre familia que el primer Tirey,y
habla fiide gran soldado: entró á gobernar en 4 do octa« «
bre de 1580. En m tiempo, en el año de 1581, ae eatable« '
q\6 el conaalado, y viendo qne la audiencia no cumplía
con 6UB "leberes y que las rentas reales andaban mal adr
miuUtrad^&s, no alciinz-inde su autoridad^ que habla sido
restringida en los gobiernos anteriores, á remediar estos
males, pidió al rey nombrase vislta^ori poroujo ioforme
Felipe I[ dio este importante en cargo al arzobispo don
Pedro flfoya de Uoutreras Ei conde de la Oorulla, aieudo
de avanzada eial ouaado vino á Méjioo/duró pooo üem^
en el mando, y falleció el 19 de junio de 1533. Sucadá«
ver fué sepultado con mayor pompa que lo que se había
visto hasta entonces, en San Francisco , de donde des^
pues fné llevado á España al sepulcro de su familia.
Lük real audiencia , compuesta del Dr. Pedro Farf<in,
Ldo. Sánchez Paredes, Dr. Fz-ancisco de Sande, y Dr. Bo'
blesy gobernó dittz y seis meses [1]«
SEXTO VIREY.-EL limo. Sr, Dr. D. PEDRO MOYA DE
CONTRERAS, ARZOBISPO Y VISITADOR-
Bevestido del gran poder que le daba la triple autcri*«
dad que ejercía, entró do a Pedro K[o;a en posesión del
vlreinato el 25 de setiembre de 1584^ y lo desempeñó con
integridad, tino y acierto. Quitó el empleo á los oidores
que nabian abusado de su puesto, y castigó severamente,
hasta con la pena de horca, á los empleados de rentas
que las hablan administrado con infidelidad. Presidió el
tercer concilio mejicano, á^que concurrieron seis obisposi
y cuyo secretario fué el doccor don Juan de Salcedo, deán
de Méjico y catedrático de cañones de la universidad, el
[1] Aif Qonsta de loB libros de pfobkvno del aroUiTO ^neral. El padra Ga"
YO, I olio SiO, dio 3, qne tUeoano ora el oidor ViUaaaeTa*
. -- 17 -
caal ordenó todoa los decretos y los puso en latín. E«te
conoilio faé aprobado por la Billa Apostólica en 115899
aaí como el CAteoismo qne en é 1 se formó y se mandó se
observase.
El arzobispo Moya\ después de cnmplir exactamente
con las vastas^obligaciones de sus multiplicados cargos,
y de haber mandado á Bspafia sumas mas consideiiables
quenioguno de sus antecesores^ en premio de saa servia*
cios fué propoLovido á la mayor digo idad que Jixabia en la
carraca de Indias , que era presidente ieü consejo de éa«
tasy -n cayo empleo murió» tan potare» no. obstante haber
sido doce años arzobispo de Méjico , oipco visitador, con
poder cacti absoluto, y uno virey, que el rey Felipe II tu^
vb que mandar se hiciesen sus funerales y se.^agasen sñs
deudas, contraídas todas en obras de beneñcencia, á ex^
pensas deí real erario. Su fallecimiento fné en diciembre
de 159Ij y se enterró en la parroquia de Santiago de
MMrid.
SÉPTIMO VIEEY.-EL Exorno. Sr. D.ALVARO MANRIQUE
DE YüSlGA, MASQUES DE VILLA MANRIQUE.
Siendo hermano del duque de Béjar, pertenecía á una de
las mas ilustres familias de Bspaña: vino á Méjico acom-
pañándolo su espoiía la señora doña Blanca de Ve lasco,
hija del conde de Nieva, é hizo su entrada en 17 de octu^'
bre de 1585, y gobernó hasta febrero de 1590 qne entre-
gó el mando y se volvió á Bspafia.
Tavo este virey a^as contestaciones con loa prof in«
cíales de Santo Domingo, San Francisco y San Agustín,
sobre el cumplimiento de las órdenes del rey, acerca de
lasecularizacioB de las doctrinas ó curatos que aquellas
órdenes administraban, la que quedaron por fln sm eje*
cntarse, fiabiendo apelado aquellos al rey, envlándole
procuradores.
Bu I5S6^el corsario inglés Tomás Oavendish apresó la
nao que vunia de Filipinas á Acapnlco. y en el de 1587
otro oorsarió de la misma nación, sir Francis Drake, a -
presó también eu la costa da Californias, la nao Santa
An «, que conducía un riquísimo cargamento de efectos
— 18 —
de Ohina y el Japón, y volvió á Inglabarrá por el cabo dé
Baena HsppraDza, daodo It^ vuelta al mando. Bl micimo
corsario había recorrido áutes torla la costa del Faciftoo,
cansando grande» males en Jas provinclaB de Jalisco y
Sinaioa, por lo qne el virey di5 orden para qae se posiei*
sen sobre las armas las miiiciassy ali stasen los bagues
qae habla en i^capnlco, nombrando jefe déla expedición
ai doctor Palacios, pero annqne los bnqaes salieron á la
mar en seguimiento de los ingleses no los pndicroa en-
contrar, y volvieron al puerto sin haber hecho cosa al «
guna.
fínsoitáronpe graves cuestiones entre este virey y la
audiencia de Guadalajara, sobre términos de las respec-
tivas (arisdlociones, lo que did motivo á levantar tropas
para una y otra parte. Las noticias c^ajeradas de estas
diferencias^ causaron mucha inquietud en la Oorte de
España, que temió bq empeñase una guerra civil, porlo
qud se apresuró 6, remover del mando al marqués de Ti-
lla Manrique^ nonibrando visitador al obispo de Puebla
don Diego Eomano, quien trató con mucha severidad al
marqués, habiendo mandado embargar sus bienes y has«
ta la ropa de la inarque^a su esposa^ y aunque el oopsejo
de Itt\iias mandó alsar el embargo, el marqués murió' en
Madtíd, gia haber sido reintegrado en ello.
OCTAVO VIREY.-EL Ercmo. Sr. D. LUIS DE VELASCO'
SEGUKDp DE ESTE NOMBRE.
JSecelosa la Oortede España de las inquietadas sbsgí-
tadas eñ Nueva Eispaña ñor las competencias de autori-*
dad entre el marqués de Tilla Manrique y la aadiencia de
^Guadalajara, se dio orden á don Lois de Yelascoque vis
niese con precaución y no desembarcarse en Yeracrus, y
los arribó á Tamingua, cerca de Tampico, de donde fué
á Veracrus, viendo que todo estaba tranquilo.
La circuubtancia de ser don Luis nativo de Méjico, de
cuyo apuntamiento había sido aiféres real, -hizo qaea«
quel cuerpo dispusiese recibirle con gran solemnidad. 8a
entrada fué el 27 do enero do 1590^ y la hieo montado en
un caballo ricamente enjaezado^ cayas riendas llevaban
— 19 -
á pié el corregidor Ldo. Pablo Torres, el alcalde León
de Oervantes, y otros índividaoa de la manicipalidad.
Dnrante sa gobierno paso término á las oorrerÍM de
los chichimecas, haciendo la .paz con ellos « y para civili*^
zailos se establecieron colonias de tlaxcalttoaa de San .
liáis Potosí y otros pu¿^^. Arregló los derechos de la
admiuÍ8traciotiddjaBti<íiV& los indios, librando á éstos de
todo gravamen, y haciendo que* aquellos se sacasen del
medio real de ministrot^lque sa satisfacía con el tributo.
Bestableció los obrages , por deci[eto de 1? de {unió de
1590, con ío qué dio mucho fomento á la manufactura de
las lanas, y ^aspendi^ la ejecución de las órdenes para la
reunión do loa indios en cüngregaoiones, viendo la repng<«
nancia con que dejaban sus chozas esparcidas en los cam«
pos. Bu el alio de 1593 se plantó el paseo de la alameda
en Méjico, y en el de 1594 se dispuso la¡expedicion para la
conquista de üf nevo Méjico, alas órdenes de don Juan
de Oñate En este mismo a&o, pbr orden del, rey, y para
subvenir á los grandes gastos de las guerras en que la
corona se hallaba empeñada, se duplicó el tributo á los
indios, haciéndose mas gravoso por el modo de pago que
se estableció. Oobernó don Luis de Yelasco hasta no-
viembre de 1595; que faó promovido al vireinato del
Perú.
líOVENO VIREY.-EIi Excmo. Sr. D. GASPAE DE ZUUlGA
YACEVEDO, CONDE] DE MONTEBEY.
Jiesdc 5 de noviembre de 1595 , hasta octabre de
1603^ que pasó al Perú.
En su gobierno se continuó la expedición de Kaev;>
31iéjioo, mandada formar por su antecesor. Se hlso otra á
Oallfomias, al mando de Sebastian Vizcaino, descubrien-
do toda la costa de la alta California , en la que se dio el
aombre del virey á la bahía que todavía lo conservaí así
:$omo á la ciudad de Monterey^en el nuevo reino de Leen,
fondada en su tiempo. Por las órdenes estrechas de la
I?orte, procedió á la reunión de los indios on pueblos y
PIBVaXAOMinift— 70XCUX—71
— 20— V^l
oongregaeionesi de que eigiiieroii gl^andes malea, qae
proouró entar con prudentes proviaenoiaa, y habiéndose
mandado qae los indios se alquilasen libremente para el
trabajo de campos y minas, en vez de los repartimientóei
el mismo virey asistía personalmente los domingos á las
placas de Santiago y S^n Juan, donde estos ajustes se
Jiaoían en Méjioo, para ervitar que aquellos fuesen engai
nados. En 1601 se levantaron los indios de la sierra
de Topia, y los sosegó el obispo de Guadalajara don lU
defonso de la Motai quien para la mayor seguridad, es»
tableólo allí varias misiones de jesuitais.
Habiendo fallecido el rey Felipe U el 13 de setiembre
de 1598 en el Bscorial , se publicaron los lutos y se hiio
la proclamación del rey Felipe III, con la mayor pompa
y solemnidad.
A flues de 1600 se trasladó la ^illa rica de la Veracrus
de la Antigua, á donde la habla mudado don Fernando
Cortés, al isitio que hoy tiene y que es el mismo en qne
primitivamente se fundó. Bn 1615 se le' concedió por el
rey Felipe III, el título de ciudad con los honores milita*
res de capitán general de provincia.
Habiendo sido promovido al Perú ol conde de Monte»
rey, salió á recibir á Otumba á su sucesor el marqués de
Monteadaros, y le trató con tfkl suntuosidad , qne en los
ocho dias que allí se detuvo, gastó mas del sueldo de'un
eñodel vireinato. Siguió luego su viaje para embarcarse
an Acapulcoi aoompaUándole en grandes tropas los in^
dios que lloraban su ausenciai' como de^G^u bienhechor y
{^dre, demostración que no habla hecho con nioguno de
Pas predecesores.
.FIiOIá.SQl7¿lT(&f-ÍE!BONBl!rBL SIGLO X7I.
Hablé cdose establecido el sistema de flotas para el co*
mercio de América | vinieroifi en el primer siglo las si^
guientes: '
1581 .La del general don Francisco Lujan, quesevoU
vio al año siguiente.,
1583. La del general don Alvaro Flores % Quillones»
que se f aé el mismo afio.
158&. La del general don Antonio Ifanriqte* Se |aé el
mismo a&o.
— 2i —
loS5. L2k del gdneral don Diego de AIo<ida. Se íaé el
miamo aQo.
1586. hsk del general don Jaan de Gorman- ídem.
1587. lia del general don Francisoo I^ovoa. ídem.
15S9« L3I del general don Martin Fere2 de Olasaval.
ídem.
1595. La del general don Luis Fajardo. ídem.
159G. La del general don Pedro Méndez Marqnez. Id.
1599« La del mismo general. ídem.
EBINADODB P£LÍPB III,
desde 1 A muerte de nn i»adro el rej Felipe 11, lias-
tasu fallecliiileBto, acaecido el 31 de marzo de
1621 á los cnuarenta y tres años de su edad^ y
veinte y tres de reinado.
DÉCIMO VIRE Y.-ÍSL Erctno. 8r. D. JOAN DE "MENDOZA
Y LUNA, MARQUES DE MONTESCLABOS.
Desde 27 ¿e oduhré de 1603 en que hiz'^ su enerada en co mpa
^üiodi 8^A esposa doña Ana de Meñaaita, ^JuXio de 1607, Q. ue pus
•• ul Ferú.
^^siJi|3l firimar afio del gobierno de este virey, faó señalado
'^or itíia calamidad pública. Las excesivas líavias deVmes
ue agosto de 1604, lucieron salir de madre las lagnnas y
se iüuiídó la cindad, y aanqne bajaron pronto las agnas,
quedaron anegadas por on año, las parces mas bajas de
\'Á población. Con este motivo se trató de trasladar la
ciadad á las lomas de Tácabaya, lo qniB no se efectuó por^
baberae calculado que los ediflcios existentes valían mad
de veinte millones, los que iban á quedar perdido^. Tra-
tóse entonces do abrir el desagüe, en que se habia pen»
sado desde el gobierno de don Martin }i;nriquez, á lo qtie
66 opuso el ñsoal| ;sr se resolvió defender la ciudad con
ps etiques y calzadas que se construyeron^ como la de
ociíera de Guadalupe, San Cristóbal y Ohapultepec. Se
dio también principio á alzar y empedrar las calles* y ee
comenzó á construí): la'oañería sobre arcos para conduü
— 22 —
cir él agna deade Ohapnltopeo, que hasta entonces venia
por la antigua ataijea baja. En 160S fie concedió á loa ins
dioi volver á liabit»r en sus tierraa, y en 160G ae hi^o en
lAéjioo la jara del piíucipe^de Asturias que fué deapnes
Felipe IV, con eolemnidad nunca vista hasta entonces.
Bl marqnéa de Muntesclaros fad promovido al viréis
nato del irerñ en 1G07, y se le concedió por mny especial ,
disolución que continuase gobernando hasta e) acto de
embarcarse en ^capulco, con cuyo objeto le acompafidó
hasta aquel puerto un oidor de la audiencia. Don Juan
de 8o>órzano, en en célebre obra titulada: Po ítica india-
nfb|0ita frecaeotemente las providencias de este virey en
el jPerú, como moielo de prudencia y rectitud.
Bn el afio de 1G07 vino for visitador de la audiencia
el doctor Landeroa de Yeiasco, quien privó de empleo y
mandó á España á doa de los magistrados de aquel tjU
bnnal.
UNDÉCIMO V1REY,-EL Excmo- Sr. D, LUIS. DE VELAS-
""CO, SEaUNDO DE ESTE NOMBRE POR SEGUNDA VEZ
Desde d de Julio 1607 liasla Janfo de 1611.
Hallábase don Luis de Telasco ya andanOf viviendo
tranquilamente en su encomienda de Atzcapciaaleo« cuan-
do recibió el nombramiento de virey por la segunda ves,
lo que se dice fué anunciado dias antes por un meteoro
luminoso que se dejó ver sobre aquel pueblo. Betiróse
por ocho dias al convento fir^nsiscafto de Santiago
Tiatelolco y desde él hizo su entrada pública el 2 de ju-
lio de 1607. Yínole después el título de marqués de 8aIÍN
ñas, que se han continuado en Méjico en un ramo de la
casa de los condes do Santiago, que desciende de este
virey.
La terrible inundación acaecida en el mismo a&o, hizo
se decidiese la ejecución de la obra del desagüe, á que
dio principio el virey el dia 23 de diciembre, sacando por
su mano tierra con una azada, después de naberse cele**
brado en Huebuetoca una mii^a solemnej á que asistieron
— 23 —
el ajantamiento jr tribanales. Para gastos de la of>ra eré
cobró una oontribaoioa de ano por ciento sobre las poae*
siones y mercancías qae habia en la dadad, qne se avaí
laaron en 20.267,555 pesos, y además^ se impaso nn de-*
recho de 5(1 reales de á S, sobre cada pipa de YÍno|qae en««
trase por las garitas. La obra se trasó por el padre Jaan
Sánchez, de la compaüía de Jesos. Habo temores de sn-
bletraoioQ de los negros esdarosi qae efectivamente se
inquietaron en la provincia de Yeraoras, pero faeron fá-
cilmente sujetados. Bl virey arregló el servicio de los in^
dios, lo qae le sascitó^machas enemistades. Bn el aflo
^e 1611, el dia dies de janio, hubo an eclipse total de
sol; que llenó de terror á todos los habitantes de la capi-
tal qud aoadíeron á las iglesias. Bi visitador Landeras
recibió orden de volver á la Oorte, por las acasaoiones
oalnmniosas qae contra él se hicieron y de qae se indep^'
nizó.
Bn 1611; don Lniff.de Telasco faé llamado á ejercer la
alta digaidad de ^presidente del consejo de Indias, con-
servando el mando hasta sa embarque en Veracraz.
DUODÉCIMO ^VIREY.*-EL Excmo. EL limo. Sr. D. FRAY
GABCIA GUERRA, DE LA ORDEN DE PREDICADO-
RES/ARZOBISPO DE MÉJICO.
\9esde 19 de juaio de ^611, liasta fX2 de sebrero de
i 1612 que murió.
Bn el corto tiempo que gobernó^, no habó otro suceso
notable que un violentísimo temblor en agosto do 1611,
que causó la ruina de varios edificios. Pidiéronse iafor.<
mes por el rey sobre la obra del desagüe siendo muchas
las contradicciones qae sobre esto hubo en los años si-
guientes.
Bl arzobispo virey murib, á consecuencia de nna calda
que se dio al tomar el coohe^ de cuyas resultas se le f ar-
mó un tumor que aunque se le operó, siendo ya hombre
anciatio le quicó la vida* Se le enterró en su catedral
oon grande pompa» por reunir los dos empleos de virey y
OiaURTAOIOMBIU— 7 O 3f €UI— 72
— 24 ~ .
arzobispo. Por sa maerto , gobernó la aadienoia , laca^
yendo el mando en el oidor decano don Pedro de Otálo-
ra. Una conspiración de negaros qoe estaba txamada para
estallar el Jueves santo de 16 I2yfaé descubierto por casua*
lidad| y en consecuencia faeron'ahóroados, veinte y noere
hombres y cuatro mujeresi y castigados con otrab penas
•otros muchos.
E3 cosa digna de observarse, que las dos ocnspirado-
nes que habla habido desde la conquista , se tramaron
gobernando la audienoiai y que esta fué la que háw los
castigos mas seyeros.
DECIMOTEBCERO VIREY.-EL Exorno. Sr. D. DISOO FER-
NANDEZ DE C0RD07A, MARQUES DE GUADALCAZAR.
l^lno con su esposa dofta María RIederer, gober-
nó desde M de octubre de 1619, basta It de mar*
o de 1691. .
' Por las varias dudas que oourrieron sobre la conve^
nieñoia del desagüOi esta obrk se sus pendióen 1614^ y se
Tolyi6 á continuar en 1616. Bn este año , la eseases de
lluvia causó una hambre general, valiendo la fanega de
maiz siete ú ocho pesos. Ea 1613 se fundo la ciudad de
Lerma, dándole este nombre, por el título de duque de
Lerma, privado del rey: en 1G18 la villa de Oórdovay con
el apellido del virey, cuyo título se conserva en el real de
minas de Gaadalcázar, de la' provincia de 8an;Luis Póto-«
sí. Todos estos nombres de fos vireyesi dados á diversas
poblaciones, señalan la época en que se fundaron é indi •
can un adelanto positivo en los progresos del país, fin
1616 se levantaron los indios tepehuanes ^ matando á los
misioneros jesuítas que los doctrinaban y á otros de di-
versas religiones, contándose entre los primeros el padre
Femando de Tovar, natural de Ouliacan, pariente del
duque de Lsrma, é hijo de la señora doña Isabel de To«
var y Guzman que entró monja en San Lorenzo en 20 de
agosto de 1603^ á la que Balbueua dedicó su poema de la
— 25 —
Ofciudezai Mejic^kna [1]. Sosegó la revelación y castigó á
los sublevados, el gobernador de Darango don Gaspar
Albear. Ea IG20 se coaclayeroa loa arc9d qae oondacen
e 1 agna de S^nta F6 á la oaja de agaa de la esquina de la
alameda de Méjioo: son novecientos d^ á ocho varas cada
a no, seis de aleo y vara ; media de grueso: costaron mas
d e ciento cincuenta mil pesos, para cuyo gasto tomó el
ayuntamiento ciento veinte y cinco mil pesos á réditos, á
Baltasar Badrigües Bios. Oonstruyó también ó aumentó
este virey el castillo de San Diego de Acapulco , en cuyo
puerto se embarcó para pasar al vireinato del Perú, á
que fué promovido.
En 31 de marzo de 1621, murió en Madrid el rey Feli*''
pe III. Este monarca* por real cédula de 19 de julio de
ÍGi4, de la cual y de las sucesivas conñrmatorias de la
misma, se formó la ley 72, libro 3? título 3? de la Becopi-
lacion de Indias, fijó el sueldo de los virey es del Perú en
treinta mil ducados, y en veinte mil el de los de Nveva
España; que hacen ios primeros diez y seis mil quinientos
pesos, y los segundos diez mil quinientos ; los que se les
debian comenzar á abonar desde el dia que tomasen po^
sesión del mando, dándoseles además eljsueldo de seis me-
ses para el viaje de ida y otro tanto parala vuelta. An^
teriormente, por cédula de Felipe II de 27 de mayo de
1568, que es la ley 67, libro 3?, título 3? de Indias, se les
habia miandado dar para su ornato y acompañamiento,
na capitán y cincuenta alabarderos de guardia al del
Perú, y un capitán y veinte alabarderos ai de Nueva Es«
paña. Estos sueldos eran escasos, y de aquí venia que
algunos vireyes para hacer dinero , particularmente en
loa dos reiaados siguientes^ recibían regaloe y hacian co-
mercios que degeneraban en perjuiciales monopolios, a<«
basando de su autoridad, lo que después se corrí gió au*
mentándoseleí^ con este objeto el sueldo, como se dirá en
sa lugar.
La real audiencia, que gobernó por la salida del mar**
qués de Guadalcázar, hizo la t>roclamacion del nuevo, rey
Felipe IY9 con las solemnidades acostumbradas. Fres! 1
^IJ DjsiííiQ¡CU9? tO-¿o 2? foUo S¿73,
— 26 -
dia aquel ttibanal como decano el Ldo. Paz de Vallecillo
y oomponian la eala de gobierno los oidores doctor GaK
doB de ValeBcia y Ldo Diego Gómez Oornejo, en cayo
Ingar entió despuea el Ldo. f edro de Yergara Gabina.
. líADO DB FELIPE IT.
Heredó meo oaa por muerte da su pudre Felipe
II ^ eu *Z1 do marzo de l^^l, y reinó bástala de
setlenr bre de 1665^ que Diurló.
DEc; MOCÜARTO VIREY -EL Excmo. Sr. D. DIEGO CAR •
LO DE MENDOZA Y PIMENTEL . MARQUES DE
GALVES Y CONDE DE PJBIOGH.
Dt,hde 13 de setiemhre de 1691, haeki 1^ de noviembre dd 1624.
Este virey, demasiado daro y arrebatado de carácter,
se propaso desde el principio de bu gobierno, limpiar los
caminos de los ladrones que los infestaban, de los'coales
hizo ahorcar tantos, que faeran en poco tiempo en ma-
yor número, que coantos hablan sido castigados desde la
conquista. Teniendo por infundado todo cuanto se decia
sobre las inundaciones que á estaba sujeta la capital , y
I>ara hacer prueba de la altura á que subian las lagunas,
mandó en el mes de jaujo del año de 1623, en la fuerza
de las aguas, romper el dique que contenía el rio de Onau«
titlan, cou lo que subiendo mucho el nivel deilas laga^
ñas, y aumentadas éntae con las lluvias extemporáneas
que hubo en el mes dé diciembre, se inundó la ciudad en
aquel mes. Las competencias en que se empelló con el
arzobispo don Juan Pérez de la Sema $ tan ardiente y
precipitado como el viréy^con motivo deun.reo|qae se ha*
bia acojido al sagrado del convento de Santo Domingo,
dieron ocasioa »L íarioBO motia de la plebe el 15 de enero
de 1G24, que obl gó al virey á retrairse á San FranciscOi
en donde permaneció h^^ta que se volvió á España, de^
jando entre tanta el gobierno eu manos de la audiencia,
por lo que &nnque permaneció en Méjico hasta fln de
1624 la última providencia firmada por él que se vé en
— 27 —
los libros dg eobiefno, es feoha 20 de diciembre de 1G2¿
Bl arzobispo faé llomado á Áspala^ en donde se la di6 el
obisj^ado de Zanora, v
D^OIMOQin^TOVIBBY.-EL.Bxdmo. Sí, D. RO-
DRIGO PAIHBLO OaOKIO. aiA-RQUlfiS 0£ OBR-
RALVO.
D9dÍ0noviemrr$delfiU, tfl8.e!« seliemhre ie 1G35.
Yíqo coa este rirey don Martin Oarrillo^ inquisidor de
Yalladolid, parafhaeer averignaoion y c^ij^iigar á los
autx>res dal tamalto contra el marqaéi de GeWes , y la
nMderaoion com qne desempefió sn encargo, unida al ca«
r&cter oonoiliador|delnueTOTirey,bioieron qne may proQ'«
to quedasen remediados los mitles eansaaos por aquel
suceso.
La obra de la catedral de Méjico, qne se babia ido con-
tinuando, y para la cual el rey Felipe IIE mandó nuevos
di^eftos^ formados por su arqniteoto Juan Qtomez de
Mora, estaba bastante adelantado en el año de 1626, pa^
ra que conolnida la sacr^atíg, se trasladase á ella el Qán*
tísimo Bacrameito de la antigua; iglesia^ que estaba en
la contraesquina de la calle de PiateroSi la cual se echó
por tierra por el mes de abril de aquel año ^l^^ y siguió
sirriendo de catedral para todas las funciones, la referi<«
da sactistís.
JIo el a&o de 1628, el almirante holandés Pedro HéiUi
atacó y tomó en el canaUde Bahama la ¿ota que volvía
á Bspsfia con ocho millones , causando gran daño al e0'«
mereio'de Bspaña.
Ba el año de 1629 faé la grande inundación de Méjic^^
el 20 de setiembre, causada por el descuido en qae había
catado todo lo relativo al tfesagjid y limpia de acequias,
desde la peligrosa experiencia que híso el marqués» de
Gal ved. .lia taludad permaneció anegada hasta el alio de
(l) Yétat el load 39 d9 €s:aB dimitaoionss S« diierttdon, WÁo 961.
J
- 28-
1S2L, y 88 condujo á ella ea canoa hasta la parroqaia de
Santa Catalina, de donde faé llevada en prot^efikn á la
catedral, la im&gen de ütneatra Señoril de Oaadalapd,
qae el arzobispo JPerez de la Serna habla trasladado el
año de 1622^ de la capilla del oerrito, á la ermita qneéir-
ve ahora de parroqaia , en la qae parmaneció hasta el
año de 1709. La inandacion repitió el año de 1634, y con
edte motivo se volvió ¿ tratar de trasladar la ciudad á
las lomas de Tacbbaya, lo qae no se verificó por haberse
calcalado el valor de lo fabricado en ella en mas de cin«-
cnenta millones de pesosi y desechada esta idea , se si-
galo el desagüe, que ae conQluyó en 1623, y ce oons-
trayó la calzada de San Cristóbal tal como hoy está. El ^
virey y el arzobispo don Francisco Manzo de Zdñtga, so-
corrieron con el mayor empeño á 1m familias qas sufrie-
ron por esta calamidad, qae causó machas muertes/ En
este mismo año de 1629 se dispuso que el término de go-
bierno de cada virey fuese de tres años, ea lugar de seis
que habia sido hasta entonces, lo que no se observó du-
rando más ó menos, sogun el favor que disfrutaban en
la Corte.
Al ña de su goblerao en 1634, el marqués de Cerralvo
hizo construir (in f aerte en el nuevo reino de León, que
conserva su nombre. La previsión délos vireyes se habla
?jado en aquella frontera, y desde el año de 16 L3 José
Previno y Bernabé Casas , hablan propuesto al marqués
de Oaadalcázar hace^ la conquista de las provincias del
Korte, para echar á los ingleses de la Florida en d<m^
de se hablan establecido, lo que por entonces no se ve'«
riflcóy no habiéndose decidido el virey á efectuarlo sin
orden del rey, al que dio aviso. Bl marqués de Cerralvo
volvió á España con fama de muyirico.
DECIMOSEXTO VlRBY,-BLElcmo. Sf. D. LÓPEZ DÍAZ
D£ ALMENDABIZ, MASQUES DE CADER^JTA.
J>e8Je 10 d9 setiembre d$ 1635 , ha$ia affo$(o de 1C40.
Gobernó con mucha rectitud y moderaron : w aplicó á
remediar los malos causados for las Inundaciones y evit
— 29 —
tar édtas alelaatando las obras del desagua. Darante sa
gobierno , se estableció la armada qae se llamó de Bar*
lo vento, estaoioiíada en Yeraonus, para protejer alcO'-
meroíb eontra los ingleses y holandeses qne atacaban á
las flotas é impedían sn venidaí y fondo la viU^ de Cade^
reita.
DECIMOSÉPTIMO' VIEEY.-.ÍÍL Ermo. Sr. D. DIEGO LÓPEZ
PACHECO CABRGBA Y BOBADILLA MABQUE3 Ofi VI-
. LLENA Y DUQUE ^DE ESCALONA, CIBANDE DE ES-
PAÑA.
Desde 28 de ogQSh de 1640, hasta 10 ^ jumo de 16 '2.
En 1611 don Lnis Cetin do Oafias, gobernador deSinar
loa, paiEÓ á Oalifornlas oondaeiendo á los jesuítas qae
faeron á establecar las misiones, con que conquistaron y
civilizaron aquellos países. En el mismo año se quitaron
las doctrinas á los regulares , estableciendo en su lugar
curas clérigos.
lia inquietud en que estaba el gobierno espafiol por las
revoluciones de Portugal y Cataluña, le hacia desconflar
de todos, y por esto, con muy ligeros motivos, se sospe**
chó de la fidelidad del duque de Escalona. El Illmo. Sr.
D. Juan de Palafox, obispo de Puebla, nombrado visita*
dor y comisionado para la residencia del marqués de Oa-<
dereita, en la que procedió con sumo rigor, y también pa<«
ra la del marqués de Oerralvo, se trasladó ocultamente
á la capital, y reur idas las autoridades en la noche del 9
de junio de 164^, hixo arrestar al virey y conducirlo pre««
80 al convento de ChurubusoOi de donde fué después lle>
vado á S. Martin Texmelucan, y mandó confiscar y vent
d^r en almoneda sus bienes. El duque de Escalona, ha^
biendo vuelto á España, fué declarado inocente, y se le
mandó restituir el vireinato qtie renunció, {oon lo que se
le nombró para reparar su honori al de ¡Sioiiia.
— 30—
DECIMOOCTAVO VIREY -EL Ejcmo. érHino. S-.D JUAN
LAFOX Y MENDOZA OBISPO Dfi PUEBLA.
J)ud$ 10 Mji^nio d9 1843, haaki él d9 dé noviembre del mismo afío.
En lOB cinco meses que denempefió el tiieinato, traba-
jó con mocho enipeTlo eu él arreglo áe los estndioa de la
aniv^rsidad, j eu foimdr ordeaaDZM para la üodienoia,
abogados y procor^idorrs, y para la d« f msa'dd leítio, le^
Taiitó doce compañíati de milicias. £ra hombre de mocha
actividad y de samo dmuteiés, no h^t^bieodo qaeiido
percibir el saeldo de virey i>i de visitador ; pero »u o^lo
no siempre tr» diiigldo por la prndenciat como se vio en
sus rnidodas dieípouscon los fesoitaS) qnehan sido cáasa
de qae sa caDouizacioD hüja venido Á hacerse a^ubtc
de partido entre los amigos y eaemigos de la oompsfiia.
Peí trasladado á JBtepaña al obispado de Osmai en don-
de moiid*
DECtMOXOXO VIREY.^EL Ex«mo. Sr.D. GABCIl SAB-
MIENTO DE SOTO VI Atoa CONDRbE 8ALVATlfiBBB4
MARQUES DE SOBBOfeO.
j)€8dA ^l 3} de noviembre daWÍ%, hasta el Vdé mayo de 16iS^ qu
pcLÓ ul vireinuto del Fctú,
Bn 164486 dispuso lo expedición á Oalifomias, manda-
da por don Pedro Portel de Odsanate , qne feufñó la des-
gracia de qne se quirma-^en dos bnqnes al haceif^e á la ve*-
la, por lo qne no hc verittcd sa salida hiista el afio de Í64S,.
7 se volvto sin h^ber hecho establf cimiento algUDO , por
lo esiéril qae se rtconooiO ser la B(»ja iJalifornia á donde
se dirigió.
Ba l6i5haboinnndaf9loD, por haberse obAtrnido con
los derrambes el canal BubteriAueo del desat^tt-*, cnyo ín«
oonveniente se había ya pr<dVÍAto, y por esto se hab a C0'«
aenzttdo á hacer á thjo abierto desde el tiempo de^ mar*
qnéa á<^ Oader^ita, pero se había adelantado poco*
Bn 1647 se fandó la ciudad áe Salvatierra^ con él a;tt-
- 31 -
bre del Tirey ; la que lioy es pyte del estado de Gaa«
Bdjaatx). ,
yjQ loa aQoi de 1617 y 4S, habo may solemüea autos de
fé en la catedral y ea La igli»sia de la oj^sa profesa de to3
jeanitas, con graa número dé peniteDoiados^ y entre ellos*
en el último de estos autos, faé oastígado Hartia de Yi^
ilavicaucio^ poblano, más conocido coa el nombre de gn-
ratítza por sus enredos y artiftolos^ fiujíétidode eaoerdut^
y como tal aoduvo administrando los dacramentos en ios
Talles de On>ftntla y Cuerna vaca.
El conde de Salvatierra era hombre muy religioso; y
gobernó con moderación y justicia.
VIQESIMO VIREY.-EL limo. Sr.D, B(rABC03 DE ToR*
BES YBÜEOA, OBISPO Dfi, YUCATÁN.
Aunque no tuvo título de yirey, sino solo de goberoáúor,
se pone en la fiérie de los virey^s, por no hacer inter--
rupMon en ella. J^ntró á gobernar por el viaje al Peiú
de su antecesor, en 13 de mayo de 1643, y espuVo en el
mando hasta 22 de abril de ÍGiO, en que murió y fué
sepultado en San Agustín,
El único suceso notable del gobierno del obispo Baeda,
fué el so emne auto defé que celebró Ja inqniisicion en^la
pUzuela del Volador, la domíuica in Albis qae^faé el 11
de abril ¿e 16 19, en el que fné quemado vivo, en el que-
madero que estaba entre la alameda de San Diego , To**
más Trevi&o y otros dofce entre hombres y mujeres, &
qnienés antes se dio garrote: hubo muchos quemados en
estatua y osamenta do difantos ^ con gran número de
otros, condenados á azote», galeras ó destierro. Presidió
este auto el arzobispo D. Juan Mañosea, qne era visitador
de la inqnisicion. Los judíos portugueses, algunos sacer-
dotes fingidos* un fraile casado, varios bigamos y moje*
res que se hacian pasar por hechiceras, dieron materia á
éste y 6 los autos de los dos años anteriores, habiendo ni-
do esta la época en que la inquisición estuvo en mayor
actividad.
Aunque el obispo gobernador hubiese sido hombre ín'*
mSBBTOIOWBf Ai— TOSTÓ III.— 75
/
«i» 'i*>. «.
tegro.B. Jaan de Salazar 8a secretario, fiasado con dofia
Petronila de Baeda aa sobrina habia abasado de sa
paeato y del estado de eafermedad de aqael, y por esto
la aadienoía» qae eatr5 á gobernar por sn falleoimientOy
estando todavía expaesto el oad&ver para l6 solemnidad
de los fanerales, hizo pablioar b^ndo para qae se pre^
sentasen todos I03 bienes del difanto, por qnien tuviese
algo qhe faese de sa perteaenclai para recobrar más de
caatrocientos mil pesos qna se decía haber ooaltado Sa««
lazar, procedente de dikdiras, ooh&chos y venta de oflcio,
en lo qae se faé prosigaiendo con macha rigor , aaaqae
despaes se mandS dejar libre á Salazar, qne se habia re-
traído á Santo Domlago, y se pablioó.nna indemnización
del obispo para reparo de sn bnena fama , ofendida por
estos actos públicos. Sin embargo, dofia Petronila mn*
rió estando todavía los bienes embargados^ y se libraron
sobre ellos los gastos del entierro..
Laandienoia gobernó qninoe meses hasta janio de
1G50, presidida por el doctor don Matías de Peralta , el
oaal mandó continaar la obra del desagüe á t9jo abierto,
qae el obispo habia hecho suspender.
ViaESlMOPaiMEllO VIREY.-ELExcmo.Sr. D.LUI8EN-
RIQOEZ DEGUZMA.N.CONDB DE ALBA DE LISTE,
MARQUBS DE YXLLAFLOR.
Vbsde 38 dejanin qm prestó eljurcmento é liiso la entrad'i pú^li -
cacld di julio d$ 1650, hasta agosto de 1653, que pasó al FerA mm-
plidn loa tre$ años del vireinak) de MéSico,
ISn la tranquilidad profunda qne gozaba Ja Kueva fisv
pafia, se pasaban los afios sin qne ooarriese novedad dig-
^ na de atención: el cuidado del desagüe, aiguna sedición
^ de indios en las provincias mas distantes « la llegada de
las flotas, cato era lo que ocupaba á los vireyes, y así sa-
cedlo en el tiempo que gobernó el conde de Alba de Liste,
durante el cual vino de visitador el doctor don Pedio
Qálvest
En 1650 murió en Caitaxtla, cerca deOrizava, la moBja
alférez que iba con sa recua á YeracraZ| pues haof a el
¿ráflco d6 arrieiie: vino á Nueva iEiSpa&a, siendo virrey el
marqaéá de Oerralvo, y presentó la cédala por la qne se
le concedió una pei^Bion de quinientos pesos anuales, li*«
bradoB sobre las cajas de de Méjiooi Lima ó Manila los
que ae le pagaron hasta su muerte en la de Méjico.
VIGESIMOSEQÜNDO VIREY.-EL Exorno. Sr. D.FJRANCIS
CO FERNANDEZ DE LA CUEVA, DUQUE DE ALBUR-
QUERQUE, QRANDE DE ESPAÑA.
JEAtró en Méjico eníiode agosto áe 1658, en compañía de su espesa
douÁ Juana de Armtnd4nt, marqusea de Caaereita, y gobernó
JíMM setiembre^ de 166i>, que fué pron^owiio al vircinú^o de tíicilia.
Bn 1055, los ingleses mandadosi por el almirante Fenn,
rechazados^en Santo Domingo, seaponeraion dala Ja-
maioa^ y con este motivo el año siguiente se levantaron
tropas en Méjico para recobrar aquella isla, pero tuvo
mal éxito la expedición y perecieron casi todos los que
en ella faeion.
Habiéndose multiplicado los ladrones en términoe de
no liaber seguridad en los caminos , fueron cojidos y
alLorcados muchos, y en elafiode 1659 fueron quemados
en el quemadero de San Lázaro trece sodomitasi
Tomó el duque de Alburquerque con el mayor empeño
la conclusión ae la catedral, visitando todas las tardes
el estado de la obra, subiendo á los andamies y estimu-
lando á los artesanos con gratificaciones , de su bolsillo.
Sabiéndose terminado la mayor parte de las bó.vedas y
cnbierto de madera lo restante del edificio;, mientras se
liacian las demás, resolvió el duque verificar la solemne
dedicación, y el 30 de enero de 1656 por la tarde, reuni-
do en el coro el cabildo que gobernaba en sede vacante,
le hizo entrega formal de la iglesia, y en seguidst subió á
las gradas del altar mayor, acompañándole la dnquesa
s a ecjposaé hija, y lastres barrieron por sus manos el
preabiteiio, para que se celebrasen los oficios divinos,
jilenando de edificación á toda la ciudad este acto de res-
peta al lugar santo en tan ilustres personajes. Bl dia si'*
Bf uiente 1^ de febrero, se hizo una gran procesión al re<
— 34 — s
dedor de 16 plaza, y el 2 del mismo mes, dia déla Pnii-
flOHCion de ISaestxa Sefiora, el yirey foé recibido oun la
itiayor pompa, como Tice patrono, cantándose en aegnida
cuatro mit^aa á nn t-empo, nua en cada ano de Job altares
del ciprés, y aiguienao en los ochos diaa inmediatos la
solemnidad. . /
Bl 12 de marzo de 16G0, oatando retando el dnqne en
la capilla de la Soledad, deapnea de bajar de ia Mveda
del crncero del OrieLte, qae ae eat^ba haciendo, fué ata«
oado por la eepa)da por un soldado llamado Manuel de
Ledeema, nhtnral do Madiid, qae faé ahorcado el día aii
gaiente.
fi(»te yirey, muy afecto á fieataa'pompesiaai celebró con
máscaras > otia» diverH'ouea, el nacimiento de los yarlos
infantes hijos de Felipe I V' y con odasion del de don Fe"
lipe Próu^^TO, por sólo una iusinnacion yerbal f-aja , la
cladad de Méjloo en 4 de ma;o de 1638 ofreció un dona-
tíyo para mauiillac»del niño, de doscientos cincaenta mil
doeados aúnales^ dnrante qaince afios, lo qae hace ana
sama de roaaxie (^o» millones de pesos.
Eq el año de 1660 se f ando en Naeyo Héjieo la yilla^de
Albarqaeique, leijartiéadose titrras á cien familiaa de ea-
pafioUa qoe faeron á establecerse en ella.
TIQB8IMOTBE0BBO TIBBY.— UL Bjccmo. Sr. D.
JUAN DtíiLBlVv Y DH^LátOERDA, MARQUES
DJS leí VA Y D£ LaDB x D A, CCIIDB DJfl Ba-
SOS.
Uniré á golernar el 16 de 8$iiembre de 1600» haita íunio d$ ICOá.
Desde el ingreso al gobierno del conde <fe Bafioa. ha-
bo no incidente qae hiZo faese mal recibii o. 'y faé ana
diapata qae ccarnó en ühapnltepec áotes de entrar en
Itféjico, entre bu hijo ma^or don Pedro y el conde de
BanÜMgo, por h' bcr hablado el piimeio mal de la gente
del pait"; lo qae faé motivo para qae don Pedro matase '
á nn criado del cuade j desafiase á éste, despnea de con^
eloido el rireicato de sa padre, hi qae ae impidió llegaise
á tener efecto^ por el obispo Esoobar y LlamaSi qae au-
• ~ » --
eedíó al e^nde de BiQos, el cual pu90 presoa á ano y oU0
coateadluati» ea aad Ciíaas, cja mait^'de lioj mil dallados,
Bi Nvtliaa do eUa0«
OüVM varias oaarrenoiaa órglaadas por órdenea hvbu
trarittB del yirey, caa^arou muiihua diagacitoa / takaooiAO
la qiitf dió ei aüo de 16S2 para alCer^r la oarrera du la
proceaioa del i^orpas, tiitaleodo que 6<«ta pagase delaate
de lo:9 ba^ceaes da p<ila3io para qae la neaó la vireiua, lo
qte dio mouro á agii*a «xiaUM&aciOuea coa el cabitdo
e(3Usiá4tioo, toobro lo qae liabo oenaaraa, y kabeado o»
ca* rido el cabildo á la Oorte no eoui ea dtídH^rooo la pro-
YideBoia df^l Yirey aiüo qae faé oondttoaio éate a P'igaraaa
muí a de 120 O dao^dua, maudt»n4o ae uo alterase la car-
rera tíaúbi«clda p<ira la proceaiua, y lo iBÍtímt> ae m^ndó
reapecoü á la faucioa de aacar el peudoa, pur repreienea^
cica del a)iintamieatü.
La aabievaciou de Tt:haaatepe6 faé sos^^g^dá por las
provi leuciaa de dou jil' uae y Caifas Dó?a!o/« , ot.iapo
de P ijaoa, natarai de Méjico» de donde detípa^ faé vjtíoi-
piar arzobiapot
Li entrada de loa ingleses en la ciaclad de Santiago de
OaOaf iaqdeaaqaearonf b'izo ae touiaaen proviilbuciaa
para la dtfanaa de las coataa | de qae no llegó á Uaber
neceaidad. '
Hl dia 24 de janio de 1661 arrojó gran oantiiad de ha**
mo el volc<*u de Popooatepetl , lo qae no kabla sucedido
d«ade el afto df 15S0,
iíll Cunde dv B^ftea, lYeao de los diagaatos qae le acar-
rearon 804 iuducrcícoDea y los de sa hjo» volvió á Ifispa-
fia, y b^tbieado enviadado toinó el bikblco de caraieiica
en It drid.éá donde profeaó y eaucó «a primera miaa, el
dia 27 de octnbre de 1676^ reiiráudoae á vinr al euiiTeii«
to de Qaadabjara.
/ _ ■
\«v<
vnBBSACOMná— iei(íift^>7i
\
-#6-
V1&ESIM0CÜA1IT0 VIREY.-EL Exorno, elimo. Sr. D. DI«-
GO 030EI0 DB rESCOYAE Y LLAMAS, OBISPO DS P É"
BLA. I
De8de,2^ de j unió de 16G4, ^hasta 15 de ociuhre del mismo añ
Tomó posesión del yireinato rdpentmamente, habiaado
recibido por aa aooidente cMual el pliego de en nombra*
miento, pues el conde de Baños había interceptado loa
anteriores avisos. En el oferto tiempo de su gobierno no
ocnrrió cosa particalar, habiéadose ocnpado en rcfstablev
cer á los empleados qoe habían sido privados de empleo
por sn antecesor, y en exíjirlas maltas en qne f nerón
condenados algnnos otros. Sennnoió el vireinato y tam^
bien el arzobispado de Méjico I para él qne había sido
electo.
YiaESIMOQÜINTOVIBEY.-lBLEMmo. Sr. D. ANTONIO
SEBASTIAN 1>1S^ TOLEDO, MARQUES DlE MANCERA.
JDisde 15 d$ oelubre de 1664, áSdé diciembre de 1678.— Fino ««
8U compañía eu ^p^aa la 84i^9ra doñsi Jjeoner (Jarrete» que mwió
«it Tepeaoa al volver á JSspñiiñ»
En el aBo de 1667 en 22 de diciembre, se hizo la segnn^
áí dedicacton de la catedral, por estar conclaidas las
bóvedaSy y se celebró con solemnísima fnncion« Iban gas«
tados hasta entonces en la obra^ 1.752^000 peses, todo
por cnenta de la real hacienda. Oon las obrss qne se si*-
gnieron haciendo, ascendía el gasta en el afio de 1739, á
2 262,000 pesos, qnedando todavía pendientes las torres,
qne se hicieron despnes.
Habiendo mnerto en Madrid el rey Felipe ly el 17 de
setiembre de 1665, se celebraron sns exéqnias en Méjico
con gran solemnidad, el 2? de jnlio de 1666^ y faé procla-
mado su snoesor el rey Garlos íl.
Bn 3 de febrero de 1668, toelebró ! el tribnnal de la inv
qnisicion anto de fé en Banto Domingo^ en qne salió pee
Bitenciado don Diego de f efiáloea, gobernador de Knev^
K<)ico. ^'por snelto de lengna contM los sacerdotes y Be-
llotes inqnigidores.''
fin febrero de 1670j bajó el virw á Y eracn» ft vírUm
las fortiAoaoiones del castillo de San Jaan de Ulia, que
se temía faese atacado por los ingleses. Bn 1G7S se roli^
yió & Bspafia, habiéndosele prorogado por. dos veoes el
tiempo ordinario del vireinato.
Ba la flota que salió de Teracraz en fines de 1673, j de
la Hal^ana el 22 de enero de 1673, al mando del general
don Diego de Ibarra, ce registraron del rey 1 781,028 pe-
sos y dos cajas, una de perlas y otra de esmeraldas, y
otras dos con cerradnras^de plata para la crnziida con
320 000 ps. Da particulares faeron registrados 16«7SI,322
peso^, no solo en I^neva flspafla, sino inclaso lo del Psn
xtj y sin contar lo que iba faera de registro.
BÜIETADO DB 0ABLO3 IL
' esde IT úm setiembre de 1665, que heredó la c
roña por nsnerte de s« padre Felipe IT, liasfa
el ^B de octalbre de ITOO, que joaur ea Ma-
drid.
Por sn menoridad, pnes' tenia cnatro años cnando snbi6
al trono, gobernó la reina madre doña María Ana de
Anstria, con nn consejo de regencia Faé declarado
miyor en 1677, y comenzó á gobernar por sí mismo;
ViaBSIM031XT0 VIKEY.-EL Ezemo. Sr. D. PEDRO HtJ-
ÍÍO COLON DE PORtUaÁL- DUQUE DE VERAQÜAg^
MARQUES DE LA JAMAICA, GRANDE DE ESPAÑA,
C ABALLERe DEL TOISÓN PE ORO.
De$i$ él 8 de dkimbre i«1673, qm hiMO m entrada pública, iaHM
el 13 del miimQ quéi fáUeeió, >
Ko ejerció más que seis dias el vireinato i siendo
ciano y enfermizo cnando tomó posesión de él. Se hi
«entierro con mncha solemnidad en la catedral^ de
fié despnea llevada á Espala sn oadáver*
/
/
— 88-
ViaEC^MOSEFTIMO VlRíT-EL Exorno. E I"mo 8r. D Fr
PATO c.NRiQ0»:3 0& ñWERk, DEL OKDEV DE SAX
AGUSTÍN. ABZOíSiSFO D£ MtJitO.
Beot lando la rfiaa gubernadora que M daqqedeT^
tagala Dti viviese na ho tiempo bomrr6pa*'aaaovdariral
a'Bobitüpo D. PdTjo y luaudó á preftnoo 1 6 pUe»j;u aeorii-
Wnieütó a U iuqoíftioioa. Era eaC» p elaio hijo d«l duqoa
cl<9 Alcalá adt^L»Di/ado de u AodalüoU : f'ie Dombri^do
obispo de Gaareniift a eu 1657 y «11 el de 1607 paró á MU
cbuaran. habiéüdoeele «oikfeiido el araobh»¿/ado de Meji«
00 ea lü6d.
Bu al afto de 1675 ee empetó la aoofiadon de oro en la
casa de moneda do Méjico paeeiías a euióocee eóio ae a^^
ea&aba plata y el oro e^.tejua ee lleyaba A Hapufi^ Ba
17 de uioiembre del náifecno tifio, sé cornt-iaKó a kaoc-r de
piedra la («alzada que oondoce de Méjico ai isMUiaaiio de
Quadalape, b. jola ÍDNp<^ojii»n del Ik^oal de la nrül ha«
oienda dou Frc^ucidCo filarmolrjo, y deldoetor deu Isidro
deSanfi^na. fi5e condujo también el agoa á aqntl aan-
taario per la aiqacrU que »« ooiietraié; el aixobiapo vi-
rey ouidó coa el iu<*^ur eaiptfto, ám la mtjora dn laa de*
más eutradttS de la capiUi*
£1 Yiéru^s 11 de diciembre de 16'6 «e qnemó la ig'esia
de San Agubtin de Méjioo, y biáió trfa dius mo babeut
podido apttgar el iuocudio, por haber tomad» cuerpo en
el te^bo, que era de srUMOUado de madura, y el plomo
qnelocabciai h*biéQdo^« fohdidOy^. caía eomo agt acero.
JEl arzobicipo Yiré> bizo pifjiseutar planos a loa ajqoiiec-
tos parolevancat deiia«vo )» iglesia oen enrnbotilad.
iero ésta uo be comei>£Ó hasta el 0 fin de 1680 | a el coal
*Mero¿ á pedir iitnosuHci para la obra ^l dia 15 de maisoy
^l l*ovinoiat y otro» leijgiüsoa, llevando una Ubta de cítB«
toot^^Q^iii^ ptetioTiO'4 ó primeros couCiibuy entes a qai<i
niente^.peaoB cada unOi lo que hace la oaotidad de sateiH
ta y eiifc^ mil pedoa
la 16v^ ¡os piratas saquearon 4 Campeche, j kabUn^*
lose ^apoúB^ade de la isla del Oármen , anittfkanrvA i
y- 39 --
Alvarado, qae faé defeadldo odh valor por los habitan^
tes.
íSq el ^último aflo del gobierao de este virejí se suble-
varon los indios de lüTaovo Méjiooi qae estaban redaol**
dos á misión y mataron veinte y na misioneros franoisoa-
nos« por lo que se diotaion medidas para sidetarlos.
D. Fr. Fayo habia renunciado tiempo hacía el arzobis-
pado y vireinatOf y aanqae no se le«Adaütió, iiabiendo ia-
sistido en la renuncia, qe le llamó á Espaüa en el afio de
1680 para presidir el consejo de Indias, dándole el obisi
pado de Cnenca* Antes de su salida de MéjicOi repartió
el poco dinero que tenia entre los establecimientos de ca»
ridad, y dio su librería al oratorio de San Felipa de Ke^
ri, y el3Ddejaniodel68lBalióde la capital, para la
caalfaé este un dia deluto^ llevándolo en su ooolie á la de-
reoha el virey su sucesor, y acompañándolo la audiencia
y todas las autoridades^ con las bendiciones de toda la
población. Llegado á Bspafiá, desde, el pneito escribió
al rey dándole las gracias por los honores que le habia
conferido, y renunciando todos sus. empleos, se faé ¿con
un solo criado á encerrarse por el resto de su vida en el
convento del BisoO| retiro de agustinos desoalzoS|. en el
obispado de Avila,; en el que terminó santamente sus
dias. Para su sustentación, el rey le asignó una pensión
de cuatro mil ducados anuales , pagados en las cajas de
Méjico.
D. Payo murió en el Bisco el 8 de abril de 1631, y r£cif
bida en Méjico la noticia de su fallecimiento, por el gran-*
de apredo que de él se hada» se celebraron honras mag>
níficas, y el virey de luto recibió el pésame del arzobispo
y de todas las antoridades, lo quf4 no se habia hecho con
ninguno de los vireyes anteriores.
TIGBSIMOOOTAVO TIRBT»— EL Bxcma Sr. D. TO-
MAS AHTONIODHLiOBBOA Y ARiQOír/COHt
DB DB PABBDBS, MASQUES DB LA Lá.GÜKA.
DeBde 80 ib ^¿rttórede im, á igual Ji9ha de 16S6.
Bste virey, y M>tire todo su esposa dofia María lu^i
NraBZAaiOMMk— lOM Ciil— 75
//^
-' 40 -
Manrique d6 liara y Gtonzagai faeron objeto de machad
de las oompofiioioiieB poéticas de la oélebre moBja de S.
QerónimOi Sor Jnana Inés de la Omz, y ambos visitaban
frecáentemente á la religioia, complaciéndose con ga
txato é ingenio.
Para asegnrar la tranquilidad en Nnevo Méjico , el
oonde de la Laguna, además de la tropa que destinó á
aquella proyinoia, mandó una colonia de tresoientaa f a%
milias de espafioles y mulatos, á laa que se repartieron
tierras y dieron auxilios para labrarlas en las iomedia^i
clones de Santa Fé/á cuya población ledló el título de
ciadad«
Bl 21 de marzo de 1683 se recibió la jaoticla del des -
embarc3 de los piratas conducidos por Lorenzillo en la
Antigua, de donde pasaron á Teraomzi y de esta ciudad
se apoderaron el 17 de aquel mes , habiendo cojido nn
gran caudal por estar en espera de la ilota que llegó
de BspaOa por el mismo tiempo. El vlrey mandó tomar
laa armas á todos los vecinos de quince ^ sesenta añosi
y comisionó á los oidores Delgado y Solía para que con-
dujesen las tropas que marchaban á Yeracruz : la cab^->
Hería fué á las órdenes de tJrrutia de Yergara , y el 24
del mismo mes marchó la infantería , que faeron unos
dos mil hombres, bajo el mando del conde de Santiago^
que fué nombrado para esta expedición maestre de cam •
po; m&i todo fué inútil, porque los corsarios ise retiraron
después de saquear á veracruzi pasando á la vista de la
flotaque llegaba. Bl vírey salió para aquel puerto ell 7 de
julio) y con parecer de asesor, condenó á la pena capital
al gobernador de la plaza, pero habienda éste apelado^
faé enviado á Bspaño en la fiota. Bl virey volvió á Méji.-
00 el 11 de setíembroi y durante todo el tiempo de su go<
biernOi faeron cantínaos los amagos de desembarcos de
enemigos, tanto en las costas del golfo^ como en las áel
mar del Sur.
Bl 9 de junio del mismo afto trajeron de Pueblai^prefio
á la cárcel de corte de Méjlcoi & don Antonio Benavidesi
que se fingía marqués de San Yioente y visitador, y le
llamaban el tapcido: fué «horcado el 12 de julio de.l684.
Hfzose á Oalifernias una expedición, bi^o el 2BAndo de
don Isidro Otondo, que faé tan costosa é infructuosa cor
mo las anterioresi y al cabo de tres aüos se volflót Ba
\
— 41 —
ella íaeroa tres jeauitasy el padre KiaO| qae po? entón^*
ees no hicieron efitableoimiento alguno.
El conde de la Laguna gobernó seis años , al cabo de
las caales regresó & Ifispafia, en donde hizo nn donativo
de cincuenta mil pesos, y fué hecho grande de Bspaña y
^nayordomo major de la reina, y á su hijo mayor se le dio
el titulo de duque de Guastala.
ViaESIMONONO VIREY.- EL Excmo. Sr. D. MELCHOR
POTOCARRERO LASO DE LA VEGA, CONDE D& LA
MONCLOVA.;.
Desde 30 dú noviembre d9 1686, hasta noviembre del^Sd, que pas^
devireyal Ferú,
Llamábanle brazo de plata, á causa que se decía quo
tenia de este metal el brazo* derecho, que habla perdido
ea una batalla: vino en su compafiía su esposa la señora
do&a Antonia de XJrrea. Hizo á sus espensas la cafietía
que conduce el agua de Ohapñltepeo al Salto del Agua y
barrios del Sur de la capital. Los corsarios que infesta'*
ban las costas lo tuvieron en continuo sobresalto, é hizo
se reconociesen los puntos en que hablan formado esta*^
blecimientos, encontrtodose nn fuerte comenzado á cof«b-
truir por los franceses en la bahía de San Bernardo en la
provincia de Tejasi pero hablan sido muertos por los
salvajes todos los que. hablan empezado á formar aquel
establecimiento. Bate virey fundó en Ooahuila el presidio
que lleva su nombre.
La obra del desagüe, suspendida trece afics hacía, con
motivo de haber quitado la dirección de ella don Pa^o de
Si vera al padre fray Manuel Oabrera en 1674, y dódola
al oidor don Lope de Sierra, se continuó en el año de
1637, TOlviéndose á dar el encargo al mismo padre Oa«
lyc%t»j por acuerdo de la junta general que se celebró pa-
ra proceder con con mayor acierto.
Aunque el conde de la Mondova dejó el mando desde
noviembre de 1668, no verificó su embarque para el Pe-
rú por falta de buque^ hasta mayo del año siguiente^
]bia1»iendo salido de Tííííqo él lunes 18 de abrili acompa^
— tó —
fiiadole iia&ta la Piedra el yitej, aadienda y demás an-
toridadea.
yitlGESma VIRÉ¥.««-£L Iplxcmo. Sr.D. GASPAR DE SáN-
""TJbVAL, SILVA Y MENDOZA, CONDE DE GALVE.
■t i
Uegó á Chapnitepec el 11 de noviembre de IGSS : tomó
posesión en el real acaerdo el 20 de aquel mes, é kizo
su entrada t>úblioa el 4 de diciembre : gobernó hasta
febrero de 1606.— Le acompañó en esposa la señora
doña Elvira de Toledo , hija del marqnés de YiUa^i
franca.
£1 gobierno de esto virey es nno de los mas notables,
por los acontecimientos ooniridos en el período de sn du-
ración.
En 1689 mandó reconocer la bahía de San Bernardo
en la costa do Tejas, para echaijr Ae ella i los franceses
que allí se habian e&tablecido.y se encoutíró que habían
sido mueitos pt r les indios. Hizo establecer en aquel
punto nn presidio, quo fué abandonado poco después •—
En el mismo año aconteció el levantamiento de los in-
dios tarumares y tepebuanest que dieron muerte á los
nnsioneros franciscanos y á tres jesuitaSi y se'calmó por
el padre jesaita Juan María tíalvatierra » natural da
Milac
En el si^n^lonto de 1690 fueron derrotados los franceses
en el Gnaiieo, por el gobernador de Santo DomingOi a
loquecontrlt^n^eronlas tropas mejicanas que elvirey
mandó a eqnella expedición, .
]bil 30 de cBero del mismo año llegó á Méjico D* Fer«
nando Vales z^acla, que habla siáo favorecido de la reisá
doña Mariana de Áustxia, regenta del wino en la meno^
xidad del rey Ciarlos II, y que faé peiBOguido después:
Tino de Manila ccn óxden de residir en esta capital y que
se le tratase de Y. S. £1 domingo 30. de diciembre de
1691 le dio un cnVaHo una coz en «1 estómago, pues pre»
ciaba de gincte: el 5 de enero de 1602 ee te: administró el
vl&tico, y no pudo firmar el testamento» ^n el que dejó de
albacea al virey conde Galve. Murió, el jueves 7 á las
nueve de la noche y doblaron en todqís ig&e^^UU^ Bl día 8
^ 43 —
f Qé embabamaáo el oadárer, y aanqae estaba dispuesto
darle sepaltara en el mismo dia, faé taa grande el con-
cargo de gente qoe ooorríó á verlo, que fcé preciso dejar
el entierro para el día Bigoiente lO, en qne ee hizo en San
Agastin, en la capilla de las Fibree qne está en ii claus-
tro, habiendo aaii^tido el virey, andieiici», cabildo eotC'*
siástico y todas Jas coms^idades, y el 10 de aqnel mes
se le hicieron honras en la misma iglesia con igual golem»
nidad.
El jueves 23 do agosto de 1691| á las nueve de la ma<«
fiana, hubo ua eclipse total de sol, y durante un cuarto
de hora fué tanta la oscuridad^ que se vieron laa estre<«
Has y cantaron los gaiIoi^ ; se tocó rogativa en todas las
igleeias y se expuso el Santísimo BaoramentOr
A este eclipse se atribuyó la plaga de gusanos que ca-
yó á \OA ti igo« que causó mucha escases de mancenimien-
toa Perdióse también la cosecha de m^iz, y Ja falta de
éste fué el motivo del tumulto acontecida en Méjico el dia
8 de junio de 1692; en que la plebe quemó el, palacio y
)a diputación ó casa de cabildo, habieudo salvado los 11 1
broa de éste con mucho riesgo don Garlos de Sigü^oiza.
SI yirey y su esposa se recogieron á San Francisco, ha**
biendo reprimido el motín don Juan de Yelaeco, conde de
Santiago, que salió á caballo con toda la gente principal.
Hiciéronse después muchos castigos y se tomaron medi-i
das de segntidadi y entre otras se'prohit>ió el uso del pul •
que. La eacssez y carestía de víveres siguió por mucho
tiempo después^ y á consecueucia de ella se volvió á per-
mitir el cultivo del trigo blanquillo, que so había prohiv
bido aun con excomunión, por considerarlo perjudicial á
la salad.
El gobernador de Tiaxcala se presentó con muchos in-
dios á auxiliar al virey, pero pocos dias después hubo. un
motin semejante en aquella ciudad y en otras. Fueron
también firecuentes en este periodo los temblores de tier-
ra muy violentos y repetidos.
El viernes 21 da noviembre de aquel afio llegó la noli*
cía de haberse concluido pacíñcamente^ la cou quieta de
Nuevo Méjico por el gobernador don Diego de Vargas, y
el fiignientedia se solemnizó con misa de gracia.
lia primera piedra para la construcción del seminario
tridentino de Méjico, se puso el domingo 4 de dieiembr^
«♦•
7
- 4t -
de IGSO: el virey dio el primer bftrfetaco. Si 25 de mar^o
de 1695 se oomenzó la aotaal iglesia de ITaestra Befiora
de Gaadalape. habieado puesto la primera piedra el ar«
zobispo doa Fraaciaoo de Agaiar y Sei]aS| con aeifitenda
del virey y audiencia.
Bu el mes aigaiente de abril , el domingo 17 á las tres
de la mafiana, murió la célebre poetisa mejicana Sor
Juana Inás de la Oruz, monja de San Oerónimo. Buter^-
rósele con mucha fiolemnidad| con asistencia del cabildo
eclesiástico.
El sábado 21 de enero de 1096 hizo entrega del mando
el conde de Galte, habiendo sido nombrado para snoe^
derle el obispo de Puebla D. Manuel f^ernandez de Sts^.
C(*az, y por no haber querido admitir éste el Tireinato, se
abrió por la audiencia el segundo pliego, en qró vino
nombrado el obispo de Michoaoan don Juan de .Ortega
Montañés. Bu el último afio del gobierno del conde de
0^1709 fie concluyó la fortaleza de Panzaoola en la Flo.-
jida, á la que hizo conducir en la armada de Barlovento
colonos y guanicion.
TRia¿;SIMOPBI^£EO TiaCV*— ^li Ezcmo. é.Ilmo. Sr. D.
JUAN DE ORTESA MONTAÑÉS, OBISPO DE MI-
CHOAOAN.
Dc^A^ 37 ge febrero ^ 18 de diclemhre de 1096. ^
Datante el corto tiempo de- su gobierno^ loa p^tctres je-
suítas Salvatierra y Klno, con limosnas que colectaron,
tomaron á su cargo establecer las mialones, de Oalisfur-^
nias y civilizar aquel país por medio de la religión.
No hubo otro suceso notable en este períodOi más que
un motín de los estudiantes de la universidad el 27 de
mftr£o, para quemar )a pioota,que está en la plazaj la quQ
se volvió á poner el dia siguiente.
— 45 —
TRiaESIMOSEaüNCO VIREY.-KL Erc;no. Sr. D. J03B
SARMENTÓ DE VALLADARES, CONDE DE MOCTE-
ZUMA Y DE TULA.
Desde 18 de diciembre de 1606 hasta noviembre de 1701.
YíDo o»8ado con la sefiora dofia María Audrea ütocte-
zuma, Jofre de Loaisa, tercera coadesa-d^ IVIo itezaaia«
cuarta nieta del segando emperador de iUéjico de este
nombre, Dor su hijo don Pedro Johaalicdkaaizia &Ioc«
tezama. Faé nonbrado en 25 de noviembre de 1701
dnqae de Attixco y grande de España.
Al hacer su entrada pública el día 2 de febrero do
1697, en el arco puesto en Santo Domingo, lo derribó ei
caballo ea que iba montado.
£1 dia 12 de marzo del mismo aSLo, por la grande esci-
aez de maiz que habia, no hallándolo el pueblo en la al*
hóndiga, .se presentó delante de los balcones del virey
pldiéadole pan, y se logré sosegar el tumulto, tomáado^*
se las medidas mas etoaoes para la provisión de la ciuv
dad. En este afio vino cédula del rey, permitiéndole el
uso del pulque.
El 25 de aquel mes, habiéndose concluido las obras
priocipales del palacio comenzado á reedificar por el con*,
de de Gal ve, á consecuencia del incendio que aquel edi«<
ñcio sufrió en el tumulto del año de 1692 , el conde de
Moctezuma se trasladó á él, habiendo habitado los vire^
yes en este intermedio en la casa . del estado del Yaiie,
que es ahora Montepío.
Bl padre Salvatierra con sus compañeros, salió de Mé«*
jico para su expedición de Oalifomias el dia 9 de febrero
del mismo año.
Bl 16 de julio falleció de viruelas doña Fausta Domin-
ga, hija del viiey: se enterró con gran solemoidad en ISan-
vo Domingo, y habiendo muerto también sin sucesión en
1717 su hermana dofia Melchora , el título de conde de
Moctezuma, con la pensión de cuarenta mil pesos que le
estaba asignada, pasó por la segunda liuea femoaiaa á
Jos marqueses de Tenebron^ cayo mayorazgo existía en
Oaatiila y pertcqieció al eardeinal don Francisco Jiménez
de OisBoros.
^ I
— 46 —
SI 20 de octobr/" de 1697 Hizo anaerapcion de faego el
voloni fl^ PoK*tcatí>pet<
£r. 13 dt- ina>od«< 1G90 f4)4 reconocido patroso déla
eiudaii df MéjKOG^;Ltr»ei chahuiistlev qn» en Job afioB
aritfiioirt^ hdLUiá dettcraido loa crig08| San Beraurdo, y ee
Boi« IUD1VÓ kou nihgLiÜc» procefiioo.
Jil dt:mii,g.' 14 de jamo hi£o la ínqnicifiion anto defé
.eu c^iuí^i Dutaiijgo ooa ái^z y síet^ reoa, v fa6 qoi^mado
doL Ftii-auao de Molifia, [áliao] Alberto Moiaen Gome?,
por jQüíü.
««. )>il >ciiáoe) del a&odelTOO., qae faé afio santo, ae
6ü« iió gi,.uüaf»ilv.»n aobre&i aa aftaietidfa ó no laa iu>
da!g<'uciaH ordiiiariaa, con motivo de nn alimón qae ao-
bre ébtj predicó en la igleaia de la casa profesa de Iom je-
BUii M el itm 1? del año al padre Jaan Manint'Z de la Par-
ra, célebre predicador, y la diapnta ae aegnió con cal- r
por uiaoho tiempo.
Bl domiiigo 22 de agoato falleció en el hoapital del
Amor de Dios, de qae era capellán ^ahora Academia de
San Cárlob) el Ldo. D. C átioa de tiigüeitza y Oóngora,
natural de Méjico^ nao da loa primeros ornamentos de la
literatura mf jicjua. fiatandó ea cama profesó en la com*
. pafiÍA de Jesas, en Ja que h^hie, estado aiete aiioa y ha-
bía df jiido la ropa en el de 1667, por acompafiar á su ija^^
dre, Faó cnteirado en el colegio de les jesnitas de San
Pedro y BdU Pablo, en capilla de la Paríaima.
£1 lúuea 16 de noviembre de 1700 al anochecer, vol-
viendo de los toros que se estaban haciendo delante del
conde de dan Juan de Dios^ para celebrar la canoniza-
clon de e^te santo , paeaba el virey* por la calle de San
Francitsco, al mismo tiempo que el conde de Santiago,
que hizo detener aa coohe, según lo que estaba estableció .
üo, miéütraa pasaba ti del virey, y lo miamo hizo con el
de laa damas de la vireina. pero habiendo mandado al
cochero que anduviese antea que paaase la, de los pajes
del virey, se trabó uia pendencia entra éstos y el conde
y loa que le acomi-añaban, de loacualea resultó heiiJo
don Diego Flores, t^i virey avisado de éato, volvió é hizo
que el conde se fuese á su casa por otra calle, y habiendo
hecho reunir el acuerdo^ é^te fué de parecer qne el conde
de SaBiibgo habla cometido desacato, y en coii^ecuencia
fie le manaó prego á San Agustín de laa OuevaSi para lo
— 47 —
qae se pusieron sobre las armas los panaderoa y cerca * •
ion la oasa á las once de la noobe , sacando al conde el
alcalde de corte don Alonso de Yillaf aerta Bl dia si «
gnlente fáé el atzobispo á ver al yirey para cortar el lan •
ce, á lo que se opuso la vlreina » que era de carácter im-
perioso y alüvoi y el arzobispo tuvo que volverse sin
conseguir nada y antes por el contrario^ se dio orden al
conde para que fuese desterrado á Campeche por diez
afios, lo que úo llegó á. vérifioarse.
Bl 7 de marzo de 1701| ó las nueve de la nocliSi se re •
ciJbió la noticia del fallecimiento del rey Carlos II, último
de la dinastía anstriaoa en Bspafia^ ocurrido el 1? de no -
viembre del aQo anterior en Madrid^ y el é de abril, dia
de la Bncarñacion del Divino Verbo, a las tres áo la tar-
de, se hizo la jura -del rey* Felipe y de Borban , y en los
dias 26 y 27 del misino mes se oelebiaron las honras dol
rey difunto en la catedral, con la manifícenoia acostum»
da en tales ocasiones»
Bn ñn de noviembre llegó á Yeracruz un navio fran^
ees con pertrechos de gnerra , para poner en estado de
defensa aquel puerto, que se temía fuese atacado en \jk
guerra que amenazaba con toda la Kuropa por la suce-
fiíon de Bspalla.
Bl nuevo ley removió del gobierno de la Nueva Bspa-
fia al conde de Mooteznma , quiz&s teniéndolo por afec-
to á la casa de Anstaria, aunque después eo Bspafia lo
Konró y premió con. el título y honores que se ha dicLo
arriba.
Se omile la noticia de las flotas venidas en este fiigío,
por no contener mis que los nombres de los genepales
que las mandaron* Tinieronrcasi todos los años con al*
gunas inüQrraptío&es eansadas por la guerra, y en las di^
sertaoiones se dará rtzon de los incidentes principales de
sus viajes.
DWWXeVOllMAt— solio J1I1--77
— 48 -
CieA DE BOBBON
Beluado«é Felipe V.-.Desde ^4 de noviembre de
lt09 «iue faé proclamado en 3Iadr|d por matrtj»
di) Carlos 1(, que lo nombró su beredero e6 su tes-
tamento^ basta 14 de enero de i 724, que abdicó
la.corona en su bJJo don l«ul»l. .
TRIGESIMOTERCERO VIREY.-EL Excmo, E Illmo. Sr. D.
JUAN DE ORTEGFA MONTAKES, POR SEGUNDA VEZ.
Desde 4 de noviembre de 1701, en que I een^regó el mando el conde
de Mockmma, haeta 27 de noviem^lfre del año eigukhte*
D« Jaan de Ortega Montañés habla sido nombrado el
año anterior arzobispo de Méiioo. át cuja dignidad ó tor
mó posesión el JSÍ2 de mayo de ITOl, y reQibió*el palio al
mismo tiempo qne la cédala de^TÍrejt
Bl 17 de diciembre se recibió el sello del nnevo rey Fe-
lipe y, con gran pompa y solemnidad: lo llevó por poder
del gran cbaneiller de Bspaña, don Fddxt> Sánchez de
Tdgle^ quien lo presentó al virey y á la audiencia renni*i
dos con todas las autoridades en el ealon de palacio, en
una fuente de plata cubierta oon un rico paño de aeda, y
úe allí» acompañándolo algunos ministros de la andienN
cia, fué llevado á la oasa de moneda.
Ul arzobispo virey persiguió oon empeño todoa los vi'
dos y en especial á loa ooiososi considenMido la ociosidad
como origen de todos los malea. Por esto motiva el dia 2
de mayo de 1702, habiendo ido á visita de oixeel entró
en la sala del ciímen, y hallándo[a llena de gente que ea^
taba oyendo los informes y alegatos de los abogados,
mandó cerrar las puertas, é hizo prender á todoa los que
allí estabaU; que eran muchos, diciendo que pnea iban á
entretenerse en oir pleitos, no tendrían ocnpaoiont
La nota que salió de Veraoruz escoltada por la esona"
dra francesa del mando del conde de Ohatean Benand,
pasó felizmente sin ser vista por la escuadra inglesa^ que
'Ja ameraba en la sondadle la Tortuguilla; pero no ha**
Dxendo podido eü^txar en Cádiz jfpx w , wwnkmf^ qoü
- 49 -
las escaadras inglesa y holai^d^a, que la agaardaba en la
arñbada á aquel paertOy entró en 7igo.ea la costa de
Galicia, donde f aé atacada por los ingieres y holandeses^
estando anclada» y faeron tomados algunos baques y los
demás echados á pique , para que no cay^en én manofii
de los enemigos, perdiéndose mas de diez y siete milloüefli
de pesos, que en tiempos posteriores se han intentado
varias veces eacar fiin efecto.
A principios de octubre llegó á Yet^acruz la escuadra
francesa mandada por el almirante Dacas, trayendo ó su
bordo al virey duque de Alburquerque , y eu virtud da
Jas órdenes recibidas anteriormente, se estableció en a-<
qií^l puerto la factoría francesa del asiento de negros,
eoüfarme al tratado de Madrid del afilo anterior, para
proveer de esclavos por un precio determinado, á las is«
las y todo el continente de América.
Para el recibimiento del nuevo viray, se hicieron gran*
des preparativos, y el dia 18 de noviembre salió el arso<
bispo á encontrarlo hasta Otnmba eon un tren soberbio.
TJJIGESIMOCÜARTO VIRBY-^íiLExcmo. Sr. D. FRANGÍS •
CO FERNANDEZ DE L^^UEVA ENRIQWEZ, DÜQÜE
PE ALBURQÜ££QUiS.
l^osde 17 de noviembre ^ 1701, haakt enero de Vlh^Traja ccnsiao
á SU eeposa la señora doña Juana de la Cerda, ^ ^
HizQ su entrada pábliea oca extraordinaria solemnic
dad el dia d de diciembre de 1701. £1 gobierno de este
vlrey ea la época del mayor lojo y magaidcencia entre
los que obtuvieron eate alto empleo. ií¡n el afio de 1708
recibió el duque el toisón de oso, con que lo condecoró
J^diipd y, habiéndole puesto las insignias de esta orden
el ifiquifiidor más antiguo doa Francisco Deza. por c<mí<;
aion especial. Desde el dia de B,^yeQ del aílo de 1703 se
presentaron los soldados del pcklacío con uniformes ¿la
f f ancessr, llamando mucho la atención del público loa
8o;r..brero3 de tres picos, y desde entonces se comenza<«
ron á mudar los ¿ates en hombres y mnjeres y todos
— 50— /
lofl usos y costQmbres, ajostándoAe todo ftl modelo de
Francia.
El casamiento de la hija de don Jaime Oinzat, gober-»
nador qno habia fiido de FilipiDas^ á la que llamaban la
Ohinat qne qnodó mny rica por mnerte de sn padre, tído
ú ser un negocio público de alta importancia. Disputaban
en mano el conde de Santiago, don Domingo Sánchez de
íTagle, 7 otros jóvenes piincipales: obtuvo Tagle la pre -
íerencia^ pero habiéndose verificado el casamiento eljné.
■ves 14 de junio de 1703^ octava deOórpns^ en la porteiía
del convento de San Lorenzo, en el qne el arzobispo ha*-
bia depositado á la novia, por haber intervenido gente
armada el virey en aquella misma noche hizo piender al
310VÍ0 y lo despachó a Veracmz para desterrarlo á Pan«
sacóla, imponiéndole veinte mil pesos de multa: mandó
desterrado ^ Acapuloo al padre del novio don Pedro
Sánchez de Tagle, con igual multa, y á don Luis su hijo
«egundo á Vcraciuz, con multa de diez mil pesos, todo
lo que se ejecutó á las doce de la noche, por medio de
los alcaldes de Corte. La duquesa vireina que favorecía
á TaglCj ^e separó con este motivo del virey su marido, y
310 se reconciliaren hasta algunos dias después por in^
terveneion del arzobispo.
Sin embargo, estas providencias severas se teinplaron
despueSf habiendo pedido el comercio y los empleados de
]a moneda que se alzase el destierro^e den Luis, pero el
negocio siguió cou mucho empeSo y tsl ^rev impuso prii
aion en su casa en San Cosme con multa de diez mil pe-
sos si salia de ella, á los hermanos de la novia, porque
ee dijo q^e habia amenazado ir á matarla en el convento
en que estaba. Complicóse el pleito con la presentación
que hizo una mujer que pretendía s^rlo de Tagle, y todo
terminó con la muerta de la <*Ohi&a'' que se llamaba do '
lia Ignacia María, que &Ueeió de tarbadillo en el coii"
vento en que estaba depositada hacia mediados de julio
del mismo año, habiendo mandado en su testamento
que de BU caudal sepa gasen todos los gastos que Tagle ha*
bia erogado para el pleito y ee le diesen diez mil peces
;iQa8, nombrando por herederos de todos sus bienes á eu
jbbuela y á su hermano mayor.
La necesidad de oaudales para los gastos de la guerra ,
Idzo que Felix>Q Yi exigiese al clero la déoima de sus ren<<
%.
. . — 51 —
taSf para lo qad se odiebró cabildo en 2Q de Setiembre
de 1703, y foé motivo de graves ooateataclones entre el
arzobispo Ortega Montañés y el cabildo, habiendo o<
enrrido éste por medio de ¡cinco Comisionados que nom-
bró , en apelación 6 la mitra de Paebla , é interpo-^
niendo el arzobispo recurso defneiza, y sin reconocer
para este caso el de apelación, insistió en el pago de la
décima. 8n las mitras de Bfichocan y Darango el clero
hizo un donativo voluntario para evitar esas contestación^
ISo habiendo llegado la nao de Ohica ni las flotas en
dos afios por el motivo de la gnerrai todos loa efectos de
Bnropa y Asia escasearon y subieron extteoidinaiiamen
te de precio, por lo qiie el virey por bando publicado en 9
de joho de 1703 fijó loa pftdos & que hablan de venderse
los artícnloB priaeipalea de ^coasomoi el como papel, fier^
10, eta oon penas severas á los contraventores Bl pre-
do del papel se fijó en seis pesos resma, de catorce que
valía: el fierro veinte y cinco estando á cuarenta, y así
otros artículos.
Bn 15 del mismo mes de Julio dio la confirmación el ar-
zobispo Montaflés con grap solnmnidad, repiques y sal -
va de los pocos y pequeños oafiones que para esto había
y asistencia de todas las antoridades, á la hija del vi-
My, y se le pusieron eincuenta y tzés nombres d8 otros
tantos santos.
Bn el ofio de 1700 se celebró con gran magnificencia la
dedieaoion del Santuario de Guadalupe ou>a construc
don fué promovida por el bachiller doa Tintura de Me .
dina l^icaso y por el capitán don Fedro Buiz de Casta-
fieda. Tomó mucho empefio en la ejeoacion de la obra el
arzobispo don. Juan de Ortega Montafiés que salió per«
Bonalmente por las calles 6 recojer limosnas y no tuvo la
satisfacción de verla oonduida, habiendo fallecido el 16
de didembre del afio precedente. Bl rey Felipe I erigió
esta santuario en colegiata, y en 1747 se juró á la San-
ta Imagen por patrona general del reino dcKuevaBs'-
pafia.
yon los afaos precedentes^ en medio de n^l dificultades
y contrastes, lotí midoaeroB jesuítas, pa^es /Salvatierra
y Fgarte, adelantaron mucho el estableoimíento de las
misiones de Oalifomias.
DnsBTAOioiif»— Toxrui-*78
— 62 —
Ea el largo período del gobierno de este virey se cuen-
tan m los diarlos nuanasoritos de aqael tiempoi mnltítad
de aotoa de autoridad que aanqae dirigidos 6 baenos fin
nes, parecen más propios de los países del Orieute, que
de aqaeUos en qao rigen las leyes d^e la oiyílizaoioQ enn
ropea.
TRIGESIMQQÜINTO VIÜEY -EL Bromo. Sf. D. FERNAN-
DO DE aLENCASTRE. NOROÍIA Y SILVA, DUQUE DE
LISTAR ES, MARQUES DR TALDEFüENTlí S.
Desdi 15 de enero de 1711» ^ 15 Se agoih dt 1716.
£n^ el dnqne de linares comlenM la 6<rie da grandes
hombres que gobernaron la ITaem Bspala én loa reioi^
dos de los prinoipales de la oasa de Borbon hasta Oárlos
III, habiendo stdo todos los Tireyes de este período «alo
general, sagetos áe eapaoidad y probidad, siendo el r»«
saltado de sns aoertada» provideocias el progreso Buny
notable qae el pala tnvo en este período*
En 16 de agosto <!e 1711 habo en Méjloo un temblor
tai f aeree qne si se ha de creer t las relaciones de aque-
llos tiempos, las campanas se tocaban por sí solas y dnió
mella h(¿:a, cansando mnohos' estragos en los edíAeios
qae el virey taro mnoha ofloaeia en reparar.
Tomó el mayor empeño en persegnir á los ladrones y
en su tiempo se estableció el oibonal de la Aoordada
destinada á su persecacion y castigo* Begnn él mimno di«
ce en la instrncción qae dejó á sn encesor, dos denlos más
famosos que descubrM faeron el campanero de catedral
y el sacristán de la ermita de los Bemedios.
Esta instraccion da la más alta idea de la capacidad
d9 este virey. Escrita con - preoisioa y agndesa, pinta en
ella al natural á todos los individaos qae ocapaban los
paescos principales de la igiesii» y del «mtado : deaoabre
con acierto los males de qae nao y otro adoledan y las
arterias do que se valían Ioh seductores para hacer eijtrar
á los vireyes en sus miras. Es un documento inaprecia-
ble, que sin embargo no se ha impreso nunca.
Construyó, con el producto del estanco de la nieve él
— 53 —
acnedacto de los aróos de Belén 5 del Salto del Agua en
Méj leo, y fondo ana nneva colonia en la provincia de
Montsrey coa el nombre de San Felipe de Linares , qne
es la oiadad actnal dé Jüinares que conserva sa nombre.
L^paz celebrada entre logiaterra y España desdo
1714 y qne despnes.se hizo extensiva alas demás poten**
^cias beligerantes, afirmó la corona de España en la dinas-
tía de Borbon, y habiéadose renovado el '^asiento" ó con.»
trata de negros con la Inglaterra, vino á ser el origen de
los mayores abaseis y moUvo de continuas disputas entre
ambas potencias.
Üonclnido su gobierno, el duque de Linares por sus en«
fdrmtsdades se quedó en Aíéjico en donde falleció el 3 de
junio de 1717. Se le sepnltó én la iglesia de San Sebas«
tian que era encónces el convento del üármen. Su retra^*
to de cuerpo entero se conservó en la portería del con-
Tentx) de religiosas de Santa Teresa la Nueva en Méjico
de que fué insigne bienhechor.
TRIGESIMOSEXTO VIRE Y.- EL Excmo. Sr. D B ^ LTAS AR
DiJ. Züís laA, MARQUES DÉ VALERO, CONDE Dtí ARION.
Ddsde 16 de agosto de 1716 en que hizo su entrada pú-«
btioa, hasta octubre de 1722 en que pasó & la presiden^
cia del consejo de Indias.
Durante su gobierno se confirmó por la Corte el encar*- ,
go de visitador , al inquisidor de Méjico don Francisco '
Garzaron.
Bl día de Corpus, 16 de junio de 171S , al volver de la
procesión el marqués de Valero , comenzando á subir la
escalera de palacio con la audiencia y demás comitiva a^
costumbrada en taes solemaidades» se le aeen;ó un hom- .
bre llamado Kiculás OamachOi natural de San Juan del
SiOf y se avalaDZó á sacarle el espadín que llevaba c<dñi%
do: detenido y conducido al cuerdo de guaro i « por los a**
labarderos que acompañaban al virey, resulió espiar loco,
y fld le consignó al hocipítal de San fitpóiito,
L3S indios de J^ayarit que habían permut ejido en es»
tado desalv»j«Sy se redujeron á la civiiJsiiciGn por infipjo
-- 54 -^
de tino de loa individaos de )a ilastre familia de Flareí
Alatorre, habiendo veoido á Méjico an jefe donde faé bian
recibido y obsequiado por el virey, y en segaida admitie-
ron midoDeroBjedaitas qae ci buzaron eon ia religión
tc/do et paíi iatnrm^dto edtre loa (datados de Zacatecas
y ITayarit Ei ídolo qae máa rererenoialMA fné rrnido á
Méjico V ia luqai-^ici m his i con 61 na llanta de fé."
tíln 1715 el marqués de Valero remitió en presente ala
reina dod » £s^bai F^raesio nna rica vajilla j otras alha«
jas rrcciosaa, que oostoAron los mineros*
E i 20 te euero de 1522 aa voras incendio deatrnjó el
tetfciro qae estaba ea el dáaatto principal del aatieno
HüSpitüi Bea(, á ctirgo de lO(3 reUgioaoa hipófitos Ha-
biaae reprebe^ tado la tarde, anterior la trrgedia^Boina é
incendio de Jeranalen, ó desagraTio de Uriato,'' y para
el dia en ca^ a madragada se verificó el incendio estaba
anunciada otra titalada ^'Aqaí fné Troya.'' En Ingar de
aquel teatro se construyó el que se conserva hasta ahora
eon el nombre de ^^T^atro Principai'' en el sitio de las
casas que f aeren de don Juan de Yillavicenolo bajo la di*
reccion de don Jnan de Cárdenas , mayordomo del hcs «
pital. La obra no se concluyó hasta el 'aíLo de 17fi3. y la
primera comedia, titalada ^*M!éjor estaque estaba," se re<
presentó el di>« de la Pascua de Kavidad, 25 de dlcfem^
bre de di< ho año.
Fundó este virey el convento de capuchinas indias lla*^
Biado de Oorpus Ohristi , en cuyo presbiterio está sa oo\
rason remiti<lo de Madrid donde falleció: nna inscripción
latiaa expresa el lugar ea que está depositado.
TRIGESIMOS^PTIMO VmEY.—EL Eicmo. 8r. D. JUAN DE
ACU5r A, MARQUES DE CASA FUERTE.
DasdelW de octubre de 1722, dVJ de fnar$o de 1784, en quf murió.
Bl marqués de Hasafuertea ea uno de los máslnsigiies
vireyes que h^^n gobernado la Fneva Espafia. Kadd en
Lima en el Perú, y en sus largos afios de servfaio , que
llegaron á cincuenta y nueve, tuvo el gobierno de Iffesina
en Sicilia: fué general de la artillería» y obtavo el snprer
— 55-
mo grado de capitán general de ejercita Bra oaballero
de la ^rden de Santiago y coinenda4or de Adelfa en la
de Alo&ntara. Los magQífleoá edlflcioe de la casa de Mo^
neda y la Ádaana de Méjico «ionseryarán au memoria en
eata oindad. Hiao praotioar las yiaitae de los presidios de
las provincias inte^as por el brigadier don Pedro de Ri"
vera, qne en esta comisión empleó cerca de caatro aüos, y
andnvo más de tres mil legnas dejando arreglado todo lo
ooncemiente al mejor servicio de estos importantes estac
blecimientoe.
Desde enero de 1728 comenzó á publicar la gaceta de
Méjico don Jaan Francisco Sahagun de Arévalo .y se
imprimía en la oficina de don José Bernardo de Hogal,
en la calle de San Bernardo. Salía nn número cada me^y
denn pliego, y contiene noticias muy cni losas de aqael
tiempo. Desde 1722 comenzó á salir pnblicad» bajo la di-
rección del lilmo. 8r. Oastoreoa; obispo qne foé de Yaca*
tan y natnral Je Zacatecas; pero interrumpida su pnbli^
oacion no se restableoió hasta la época citada.
Boel afio de 1730 se estrenó en el coro de la Catedral
de Méjico la magnifica reja de metal de Ohina, construí.
da en la cindad de Maoaoj segnn los dibujos qne se remi
tieron de Méjico.
La gran confianza que el rey Felipe , Y dispensaba al
marqués de Oasaforte, hizo que ésie disfmtasede ám*
pilas facultadeS| y que se le prolongase el vireinato hasta
su fallecimiento, flsce se verificó el 17 de marzo de 1734
con general sentimiento , y se le enterró con extraordi*
naria pompa en la iglesia del convento de vecoletos £ran-
decanos de San Cosme, en cnyo presbiterio se conserva
todavía su sepulcro, magnífico para el mal gusto de aquel
tiempo. Bl caudal que h*bia formado Con lad economías
de su sueldo, no obstante las muohas limosnas que han
cía. lo dejó para fundaciones piadosas.
Habiendo quedado descrito el oeremimial del entierro
del marqués de Casafuerte en laa gacetas de Sahagun,
ha servido de modelo pata los de loa vireyes que des-*
pues fiillecieron, r de él se ha tomado también la iey que
previene el qne 00 observa en et de los presidentes da la
repdblica.
líos progresos qne el vsy de la Nueva Bspafia había
hecho desde el principio del siglo , eran notables en to»
DniiBTAOxoni.-^oiicm— 79 ,
— 56-^
dos los ramo8| y la amonedaoioA baMa Babido á oaei el
daplo.
Bn el iaBo de 1724 el rey Felipe Y hizo renuncia de la
corona eii an hijo don Luis I, qnien habiendo fallecido
de viraelas el 31 de agosto del mismo año, en padre reso.
mió el gobieinOf debiendo aftadir por tanto á la cronoloa
gía de los reyes de JBspafia las épocas signientes.
EEISTADO DB DOiT LUIS I,
Desde 9 de febrero de It 24 en aae Alé proclamado
•n IMladrid, por renuncia de su padre el rejr doft
Felipe y. basta 81 de agosto que f allecld sin su-
cesión*
Dorante el corto tiempo del gobierno de este príncipe,
continnó en el vireinato de ITneva Bspaña el marqués de
Oasafaerte.
DON FELIPE V. FOE SEGUNDA VEZ.
Desde G de setiembre de 1721 que publicó su resolución
de reasumir el gobierno por muerte de su hijo D\ Luis,
hasta 9 de julio de 1746 que falleció en Madrid en el-
palacio del Buen Betíro , 6 los sesenta y tres afios do
edad y cuarenta y seis de reinado.
VIGESIMOOCTAVO VIREY.r- EL Exorno. E lUmo. Sr. D
JUAN ANTONIO DE VIZAHRON T EaüIARBETA, ABZO •
DISPO DE MÉJICO.
, De8iíe €i 17 de mano de 1784, hasta 17 áe agoeto dt 1740, gue tnWe •
gó e) Mando á tu 9»QUor.
Yerlflof^o él fallecimiento del marqués de Gasaf uerte &
la una y tres cuartos delamaSana del 17 de mano » el
oidor decano, marqués de ViUahermoea , dtó á lareol
audiencia para acuerdo extraorfltnario á lae cinco de la
mafllana del mismo dia 9 y dada fé de <wafyo mnerlo por
los escribanos de cámara I se procedió á abiir el pliego
de mortaja reserrado en el archivo secreto del mismo
— 57 —
real acaerdo* Se enoontió nombrado virey el arzobigpo
don Jaan Antonio de Yizarron y Egui^rreta guien tomó
inmediatamente posesión del mando, el qne ejerció' con
integridad é inteligencia.
En láa oartas que dirigió al rey después de separado .
del vireinato por las reiteradas renuncias que hizo^ man '
nifefitó con moderación los servicios que habia prestado,
siendo uno de Jos má^ importantes el haber sido de todos
los yireyes que hasta entonces habia habido, el que hi%
zo mayores remesas de caudales á España . sin haber
echado mano de depósitos ni otros fondos , dejando au-
mentado el fondo destinado at giro de la casa de Mos
neda,
En el alio de 1736 tuvo origen en un obraje de Tacú**
baya la destructora epidemia llamada Matlazahuatl que
desde allí se propagó á la ciudad y sus inmediaciones y
suceeivamente á todo el ]:eino con gran mortandad espen
cialmente de los indios , considerándose como causa ó
precursores de ella los vientos furiosos del Sur que sopla-
ron y que en el Talle y dudad de Méjico derribáronlos
más altos árboles y las veletas de las torres, Bl arzobispo
yirey, el ayuntamiento, las comunidades religiosas y tOi
da la gente acomodada^ proporcionaron con generosidad
todos los auxilios necesarios, sin escusar el servicio per^^
sonal en los hospitales 4iu6 en diversos puntos de la ciu«
dad se establecieron. Oon este motivo la ciudad de Méi
jico, en marzo de 1737 juró por su patrona á la Virgen
Santísima bajo la advocación de Guadalupe, que años
despuea fué declarada patrona de todo el reino. Según
los registros que se llevaron del número de muertos en«
terrados en Méjico en las iglesias y en los cinco hospita-
les que se establecieron extramuros, ascendieron aque-
llos á cuarenta mil dentó cinonenta siendo muchos los
que los indios enterraban] ocultamente ó que arrojabas
en las acequias, lo que contribuyó mucho á aumentar la
infeocidn. En Puebla pasaron de cincuenta y cuatro mil,
habiendo quedado oon esto desiertos en ambas eiuda^
desy pueblos y barrios enteros*
Ba el mismo afio un indio de la nación Guaima, cona
movió parte de la Sonora pretendiendo ser profeta. Bl
oapitan don JuanBantista de Ansa, gobernador de aquel
EUfltrito, lo hizo ahorcar en Gnaimas el dia 1? de junio de
-^ 68 -^
dicho año, coii gran admiracioxi de los Indios qne hasta
que fcfipiíó estuvieron esperando 'qae iba á convertir en
piedrtM á los eopuAoles
Ei arzobispo Tizarron hizo renovar el palacio arzobis-
pal de Méjico, y cunbtrnir el de Tacnbaya en nna hermo>-
sa sitaaciüD, coidando de advertir en la inscripción qae
hizo poner en noa esquina del edificio, que la hübia edi^
flcado no como virey sino oomo arzobispo de Méjico , y
para el uso de los que le sucediesen encesta última dlgni'*
dad Ifu su tiempo se construyó (amblen él colegio apos
tólico de Pan Fernando, cuya obra fomentó con sus 11-
mosnas, siendo crecidas las qne se hicieron por los parti-
culares, de los cuttlts el cunde de Begla estuvo dando por
algnn tiempo mil pesos semanarios. Murió el arzobispo
' en 17á7, y fué enterrado en su iglesia Catedral.
TRiaESIMONOVENO VIREY -EL Exorno. Sr. D. PEDRO
DECAaTRO Y PIGÜáROáL DUQUE pE LA CONQUISTA
Y MARQUÉS DE GRACIA REAL«
Deíde 17 de agoatf^ ñe 1740, qim U>m6 pfi$e9^cn délvirematn en Giia -
^. dalupe, liasta 2)3 de ugoeio de 1741 en jfiif murió.
c^.
Bus ascensos y títulos los debió ó las oampafiaa de Ita«
lia en cuyas guerras se hallaban emp^fiadaa entonces la
monarquía espaftola. para establecer como soberanos en
aquel a provincia á los hijos del^ segundo matrimonio del
ley Felipe T.
Templen se hacia la guerra á la loglatenra oon cuyo
motivo el virey para poaer pasar oon aegoridad se em-
barcó enipi buque mei cante holand4»; pero persegnido,
y á punto de ser apresado por dos boquea dé gnerra in-
gleses, para ponerse en salvo tuvo qoe eohane en ana
balandra ligera de Puerto Bieo que lo eacoitaba, sin po«
iler tomar ni aun su ropa y p^pelesy .en cuyo «atado llegó
á Yeracruz en 30 da junio de 1740 Aaaqae no tfaia des«
pachos para darbc á conocer por vir^, la andienüia acordó
80 le reconociere y recibiese por taU iíln ei corto tiempo
<le su gobierno no pudo hacer otra eoaa que atender á
fortificar á Yeracruz para evitar que aquella plaza fuese
— 60 -.
tomada por IO0 ingleses, coa cayo ña hizo construir en el
oastilLo de San Joan de Ulúa las baterías rasantes de
Gaadalape y San Uigael, y levantó para la gnarnioion
de aquel puerto uu batallón con el nombre de '<La Coro-
na/' que fué el origen del regimiento de este nombre,
compuesto de la trepa de marina que había quedad<f allí
cuando estuvo en aquel puerto la escaadra de Barloven-
to. Atacado de las enfermedades propias de aquel clima,
volvió á Méjico 4 morir, y fa£ sepultado en la bóveda del
altar de los reyes en la Catedral.
. Por su muerte, no habiendo pliego da mortaja, gober^
nó hasta la venida de su sucesor, en noviembre de 1743,
la real audiencia presidida por el oidor decano ' don Pe-
dro Mal^o de Tillavicencio,
CUADRAaESIMOVIREY.-ELErcmo. Sr. D. PEDHOCE-
BBIAN Y AGUSTÍN , CONDE DE FÜENCLARA.
iPbideS de noviembre de 174S, hasMjutióde 1746. '**
Fué el último virey que por cotonees tuvo la dignidad
de grande de Bspafia : hizo» reparar el acuedacto que va
de Chapultepeo á Méjico, y tomó el mayor empeño en la
compostura de los empedrados y aseo de las calles de la •
capital) ó hizo reparar la cateada dé Sftn Antonio Abad
que estáal rombo del Sur de la misma.
Bn el afio de 1743| el almirante inglés Anson apresó
al volver á Haniia la nao de China ^Nuestra Segom áe%
Oovadonga'' con un cargamento tan rico, que solomo t
ñero y barras de plata pasaba de millón y nie(
pesos* A
Bu 1744 pasó oon José de Bsoandon á establece!
colonias de Nuevo Santander, ahora Bstado de Tamau-
Kpas.
Por disposición de la Corte se mandaron recojer noli ^
das estadísticas, y esto dio motivo á la publicación del
<<Ieatro americano^ do ViHasefigr, cuyo primer tomó sa«
lió á luz en el afio de 1746 y el segundo dos afios des«
pues. Obra*utilísima y llena de noticias preciosas sobre
el estado del país en aquella época.
Blf mBTOTOVMA.— TOMO T lU^SO
— 60 —
.Al trámdto por Jalapa del^'oonde de Faenóiarai le ma^
nifeató el alealde mayor de aqiMla villa, la carta oíroa-
lar qae le Iiabia pasado el caballero don Lorenzo Botori-
niy icallano de saoiony para qae colectase limoána para la
ooronaoioa de la ímágea de Goadalnpe para lo que había
obtenido bala del papa. Oon este antecedente Jileo pro«
ceder en Méjioo por medio del fiscal á examinar lo qie en
el caso habia^ y resnltó qne Botarini habla venido An la
licencia del consejo de Indias que se exigía 6 los extraña
jeros, y qae la bala tampoco habla obtenido el pase del
consejo, qae se snpUó con el de la andiencia. Oon esto se
procedió ó lai>rision de Botarini y secnestro de sos paa
peles qne formaban nn maseo de noticias ¡históricas mny
iateresantes. Aaaqae Botarini habia^procedidb en todo de
baenafó,¡8e le tavo en prisión por macho tiempOi y por úl-,
timo,>o sabiendo qné hacer.con 61, se le mandó 6 S^aSa
donde se indemnizó y se le'dió el títnlo de cronista oon
mil ps. de eneldo mandándosele devolver sos papelest lo
qaenanca se verificó acabando por extraviarse en gran
parte en la secretaría del vireinato. Bn cnanto á la an-
diencia, se le mandó al conde de Faencl8ra,|qae citándola
á acuerdo seoretOi le echase una grave repreosion por
haberse excedido ájooncedeijel pase á nna bala pontificia»
lo qae era peoaUar del consejo , no obstante la disonlpa
de haberlo hecho por la interceptación de comnnicacío*
nes con motivo de la gaenra, Botarini publicó en Ma*
dridy en 1746, su '^Idea de nna nueva historia general de
la América Septentrional/ y con su trato frecuento coa
Yeytiai en cuya casa vivía, dio motivo & lo que ésto es*
cribió sobre historia antigua de Méjioi. La per£eoacion
y d^iOTji^e Botarini causó nna pérdida irrepacable
Iria mcgicana.
^eiFuaiclaia fué muy estimado en H^ico
jSpafia con general sentimiento ^ los habi«
— Cl —
BBIErADO DBFEBNAN VI,
Desde 11 de Jallo de 1^46 que murió su padre Fe-
lipe V^ lia» tasa fallecimiento acaecido en Villa-
¥Íclo»a el viernes lO de asrosco de l^dO^ á^ los 4ir
años de su edad y 14 del remado mas A»'lz.q«e ha
tenido la monarquía española eu los úUiU;.os
siglos.
CUADRAaESIMOPBIMERO VIREY. - EL Excmo. Sr. D.
FKANCISCO OÜ GÜEMEZ Y SOKCASITAS, PEIMER .
CONDE DE REVILLA aiGEDO.
Desde 9 dejuHio de 17é6, haeta 9 de namimhro' do 1755.
Pasó de la Habana cayo f?obierno habia tenido, al vi «
relnato de Naeva España. Hizo la proolamaciou solemne
de naevo rey y las honras del dif anto coa la pompa a^
costombrada.
Fandó en el tiempo d^ gobierno de este virey don Jd**
sé de Escanden en ÍTaeva Santander once pneblos ó vi-
llas de españoles y mulatos y cuatro misiones de in-
dios, poniéndose por nombre á varias de las primeras los
apellidos del virey y los del mismo Escandon y de su esc
pisa doña María Josefa Llera. A Escanden se le dio el
títalo de conde de Sierra Gorda con macha extensión de
'tierras en los países que pobló.
Ba las provincias de Ouanajaato, Zacatecas y otras
del Korte, hubo hambre en los años de 50 y 51 y mortan-
dad á causa de los malos alimentos. En estos años oo^
menzaron á trabajar las minas de Bolafioa.
. JBl eclipse de sol de 13 de mayo de 1752 que fué casi
total eu Méjico causó gran terror á la población, y el 5
ie abril de 1755 se quemó la iglesia y convento de Santa
Jlar£íy pasándose las monjas ai de Santa Isabel en nú<«
ñero de ochenta y tres reli^osas y ciento cinoaenra ni- ^
L¿iS y orladas. Para la reedidoacion de la iglesia y 6on<%
ento contribuyó con grandes limosnas don Jaan Oaba^
ero y Osio, presbítero , hombre mny acaudalado y bct
6ñcOf de Qaerétaro.
^
— 62 — i
El conde de Sevilla Gigedo mejoró maeho la adminigs
traoión de la real hacienda y aomentó sos prodaotos, sin
olvidarse de sns propios interesea « pnea reaaio na gran
caudal. En España fué asoendidó al alto grado de ca^^
pitan generar del ejército y presidente del oonsejo de
guerra.
CÜ*DRAGESIMOSEGUNDO VIRET.— EL Excmo. Sf. D.A-
GÜSTIN DE AHUMADA YVILLALON,MAKQÜES DEjLAS
AMARILLAS, TENIENTE GBf^fiBAL DE LOS BIALES
EJÉRCITOS.
Lesds 10 de noviembre de 1755. haekt 5 áe forero de 1760, qtu
^ muñó,
" Habla sido teniente coronal del regimiento de reales
guardias eepañolas de cayo cuerpo salieron otros varios
Tireye8y y había deoempeftado el gobierno de la ciudad
de Barcelona. Las enfermedades de que adolecía le hi-
cieron retirarse á Ouernaraca en donde fálleotó^ y su ca-
dáver Ee depositó en el convento de Santo Domingo
de Méjico, de donde faé trasladado al Santuario de la
Piedad^ extramuros de la capital , en donde fué sepul-
tado.
En el año de 1756 falleció en Querétaro el famoso ca*
pitan de la acordada don José Yelasques de Loroa, quien
on el ejercicio de bu empleo limpió los caminos de saltea-
dores, destrcivendo las caadrillas que infestaban las pro-
vincias. En loa años de 1728 y 29. siendo teniente de su
padre, derrotó en tierra adentro la famosa cuadrilla de
jtredro Raso , compuesta de sesenta bandoleroé bien ar
mados: hizo lo mismo años después en la tierra caliente
con las cuüdrinas de García y Miguel del Yalle, y exter-
minó también la» de Juan Manuel Gtonzales que con cinv
cuenta hombrea tenia en consternación la provincia de
Zacatecas é inmediaciones de Fresniilo : lo mismo hizo
4'.on la de los oela:irefio8 qne capitanealm Miguel de Oje-
(la, haciendo muchos y severos castigos. Le sucedió don
Jcfié ám la Coucha, y en las varias competencias de au^
toridad que suscitó la audiencia, el virey sostuvo al ca-
j
— es-
pitan de la aoordalfti oayoa importantes servioioa eran
tan notorios. .
Faé muy raidosa y de poea doraoíoa la riqaeaa de las
minas de la I^aana en el I7aero reiao de Leon^ desca'^
biertasen 1757.
Éa 1753 se veriñoi la erapoloD del voloan de Jorallo.
El marqués de las Amarillas, bien diverjo en este pan-
to de fia antecesor, noWó no se hizo de caudal, sino que
faé tan desinteresado que á su maerte la marquesa su
esposa quedó sin medios para subsistir y volverse á Es-
paña, & todo lo cual proveyó con noble generosidad el ar-
zobispo don Manuel Bubio y Salinas.
Por. muerte del marqués de las Amarillas gobernóla
real aadienoia, presidida por el oidor decano don Fran
cisoo Antonio de Hch&varri. desde 5 de f jbreio á 2S de
abril de 1760.
BEIüTADO DQ 0ABL03 IIL
Oesde 9 de dlelembre de 17^9 que llegó á madrid
liablendo heredado la corona de Cspaña por
muerte gin sucesionde su hermano el rey FernHn-
dío VI» y pasó ú tomar posesión de eHa^ dejando
el trono de IVílpol^s qae ocupaba, liasta 14 tie dl«
ctembre do iras i^ne murió.
CÜADBAOESIMOTERCBBO VIREY.- EL Exflmo. Sr. D.
^ PBANCISCO CAGUSAL . DE LA VEGA.
Desde 28 de abril á^de aclubn de 1760.
de la Habana, de donde era gobernador, á servir
imente el vireinato hasta la llegada del propieta-
. Pasó
interinamente
rio. Tenia, como todoí sus antecesores durante el gobier-*
no de los príncipes de la casa de Borbon, el empleo mili-
tar de teniente general. Bn los pocos meses que gobernó,
no pudo hacer otra cosa que empezar el aseo y oompos-:
bara de la plaza mayor de Méjico* que los yireyes sucesi-
vos llevaron ¿ tanta perfección y hermosura.
DI8VBTA0I0KBÍ.— TOtfCui 81
— 61 —
J
CUADRAaBSMOCQARTO VIREY.-EL Exemo. Sr.D. JOA-
QUÍN D£ MONSERBAT, MARQUES DE CRÜILLAS.
Desie 6 ds, octubre de llñO, á 24le agesto de 1760. '
Tres son los asantos importantes qne llaman la atens
oion en el gobierno de este yirey : la proolamaoion del
nuevo rey : la creación del ejército de 'Ñaeva Bspafia, y
la visita que hizo en ella don José de Galvez.
La jara de Carlos III se hizo el afio de 1761 con la ma-
yor selemnidad , pues aunque estaba prevenida desde el
afio anterior^ se dejó para éste con el ftn de que con ma^
yor preparativo f aese más suntuosa.
£a la guerra que se rompió entre la Inglaterra y el nae«
vo rey, el gobierno inglés dispuso invadir la isla de Ou-
b3^ y el general conde de Albemarle se hizo dueffo de la
ciudad y puerto de la Habana, aunque heroicamente de^
tendida. Temióse por esto que fuese atacado Yeracruzi y
el virey bajó por dos veces á aquella plaza para disponer
su defensa, é hizo bajar también las pillicias para formar
ua cantón; pero estas tropas apenas tenían disciplina sX-
^aoa. EL rey, que era muy militar» se propuso darle me«<
j 3r forma , y careciendo de oficiales dio orden para que
t3dos los que hablan servido en BspaCLa en el ^ército y
estaban actualmente empleados en gobiernos, alcaldías
mayores y otros destinos , se presentasen en el cantón,
con lo que pudo contar con algunos snc^étos útileB, y po-
ner alguna tropa en un pié regular de disciplina. Kl ooiA.
sulado de Méjico levantó entonces un regimiento de dra-
gones vestido y armado á sus expensas, al *'que se dio el
nombre de Méjico y fué el primer caerpo de tropa vete-
rana que hubo en el país: el primer coronel que estecner*
po tuvo fué don Jacinto de Barrios [I]. .
Bl rey habia manifestado á la Oorte el estado absolu-.
lamente indefenso en que el reino ye haUaba, y aunque
^taba hecha la paz, Oárlos III trató de organizar una
[i] Kn las guiu ds forast.roí da Méjico pTibUetdm port^^^bidmo, m povi*
eomu «M tniigao éí rcglmianlo de dngonM d« IfispilUi fijindo •« orMoion
en i;Cl y U iei dt M^Jl^o en 1765,
— 65 —
faerza respetable para sa resguardo. A este fin mandó
coa títalo de comandante general al teniente general D.
Jaan de Yillalvaí qae llegó á Yeraornz el 1? de noviem-
bre del765^ con caatro mariscales de campo, mnohos ofi-
ciales de diversas gradaac iones, el regimiento de isfan^
teiía ^'Beal América'Vy varios piquetes de otros cuerpos
para que sirviesen de enadro á los que se hablan de for-
mar. Tillalva[comenzó sus operaciones sin contar para i]a>
na con él virey : reuniendo algunas compaííías sueltas
oreó el regimiento veterano de dragones de España, cuyo
primer coronel fué don Domingo de Blizondo: reformó el
batallón de la Oorona, destinado & la guarnición de Te^
racruü, incorporándolo en el ^'Ueal América" de que vino
é ser el tercer batallón. Las dos antiguas compafiíasde
infantería y caballería, llamada, de Palacio, únicas tro^
pas que habia en^Nueva Bspafiai se incorporaron en estos
cuerpos. Todo esto produjo disgustos con el virey, y el
gobierno de Madrid, habiendo desaprobado la oonáueta
de^Yülftlva, lo mandó volver d^ando la^creacion del ejér»
cito á cargo del virey, quien levaató los regimientos proc
vindales de dragones de Puebla, Querétaro y otros, dan-
do así principio al ejército de Nueva Espafia que fué des«*
pues tan considecable.
El visitador don José de Galvez habia Ilegado^desde el
aflo de 1761; pero no estando de conformidad con el vi* •
rey, no dio paso para el cumplimiento de su comisión,
hasta que recibidas nuevas instrucciones y autorizado con
facultades absolutas, comenzó á ejercerlas en 1764. Do*
tado de gran capacidad, con un carácter enérgico y re««
suelto que ningún obstáculo era capaz de contener, GaU '
vez comenzó su i?isita con mucha severidad, suspendien«
do ó privando de empleo á varios individuos y dirigiendo
especialmente su atendon al aumento de las rentas nea«
leaj cree el estanco del tabaco , puso en administración
las*^ alcabalas, y casi no hubo ramo que no experimentase
eu sus manos útilea é importantes mejoras. En el largo
tiempo que duró su visita, durante el gobierno de .eeite
vlrey y de su sucesor, Oalvez visitó las Califoruias y Boo
XLora, acompafiándote en calidad de escribiente don Mi--
gael José de Alanza, y habiendo padecido en Sonora el
vlsitador.una enfermedad que lo dejó por algún tiempo
falto de juiciOi Azazan dio aviso al virey, lo cual sabido
!*.
— 66 —
por Oalvoz á i^n regreso á Héjioo en 1769, hizo poner en
prisión por a^gau tiempo á Azanza en el colegio de Td-
pozotlau.
Una epidemia de las qne en aquellos tiempos eran- tan
frecaentes díó ocasión al ^irey y al arzobispo Bnbio y
Sailnas de ejercer en zelo y caridad.
M Yirey üiBptaso que se numerasen las casas en las ca-
llesi lo que en ^ójico se hizo sin dificultad ; m&s en Fue**
bla, temiendo qne esto fuese con intento de nuevas con-
tribuciones, el pueblo se amotinó é hizo huir á pedradas
á loa nnmeíadüreSf
Con la^ tropas venidas de Espafia y las levantadas en
Méjico, el míiiquós de Oruillas pudo hacer ostentación de
una íiieiz-i mili t&r rdspetable, y hasta esta época nunca
yi8ta en Méjico en la solemnidad del entierro del arzobis-
po Babio y dalinas, que falleció dI 3 de julio de 1765. La
cañera ise cubiió por el regimiento Beal de América, y el
virey, que pTeü>idió el entierro , se hizo escoltar no solo
por loB aii;«barderoH como hasta entonces lo habían prac-
ticado su 3 predecesores, sino poruña compafifa de gra«
nuderoa Ce uquel cuerpo y un escuadren de dragones de
E0pp.ua, recientemente levantado.
El murqnés de Oruillas tuvo que sufrir un juicio rigU'«
roso de icMdtiiicia, hc^biendo permanecido durante él en
Oholula. por no habérsele permitido volver á Bspafta,
dej:iU(io H¿>'s;derado, como se habla practicado con loa de-
mas vire^ es Kl jaez comisionado para su residen<da fué
don Joeó irechi^. tiscal nombrado para Manila, que ha-'
bierulo pns .do en o^iidad de visitador' al Perú, dió;allí
mui^btra» de excesiva severidad en el castigo de Tapac
i; maru y demás complicados en la revolución acaecida
en aquel leiuo^ en el reinado de O&rlos III.
CUADRAGFS^MOQUTOTO V1RET,-EL Excmo.E lün^o. Sr.
D. CA:¿LOi I KANCISCO DE CROIX, MARQUES DE
CROIX.
Desde 2^ de agosto de Vidñf toto22 de 9et¡eilMre de 1771.
Fué ñj»menco9 natural de Lille, de ana ,£amilia iluotre
^ — 67 —
e aquella ciudad. Sir?ió en Espafia mnch.GS empleos Jm-
portántee, entre otros ^1 de coronel* de guardias walonas;
y obtaYO.el aprecio y confianza pc^rcioafar del rey Gar-
los IIL Sa iatrgfidad y desiuteréa* ftiiá'tal' ^áe rehügfó'
admicir ajoin alguaod reg^ftM establecido^ .<^ae He bacian á
los virqy^s en ocasión^ rfelerminadas por diVeréis cor** '
poraciqz^^ jfliabien do. líe(ifaLQ presenté a) re^y' qae para
vivir d^^pa manera cí^r respondiente i^* pnesco quooon^
pAb^, €i|:a corto el aneldo d^ caárenf a mil pesos gce ténlaii
lo.' nr^yea'de MójioOj. se le a^nnientó á sesenta mil t>e80ar
acaalesy Riendo este el qae'desd^ent6n£^9 'oaed'ó'a&igaal-
doá este al(Q empleo^ ^a piiaci'pio tLiAdo eifa la obedien-*- '
cia ab9Qldt£( ,, y a^ comq ip liablálja ñnnca del i:ey sin
llamar)^ '<^a aü^ú,^ no snfrí^ nioganá contradicsion en el ^
ejercicio de su antoridadr " ^
Eq llfilf el 25 de jnniO| poco antea de amanecer, ge ye^-'
rificó á nna mism's^ hóraen tp(l^ , el reino' la prisión do
los jesTvit^, aig/iiéadose €»1 aedi^estro de fipB bitf&ee y el
envióle elloa mismos 41t£jiia, á'oayo'flá W íes condojo' ^
con es^oUa;á;ye£acrnz ^&f a embárcatlos enaónel puerto . •
Esto d)ó ^btivp a( motín ociítrido éu Gaanajuato y en
otros ijcig^res q^ue e\ yi8Ít£KlbT Ofrivez castigó con gran
severidad y Ai mismo hizo etViaje ¿6 Oállfornias con ocas
8ion de lol9 ¿rándea teáor^s y i^aerzas coneidei^blds ^ué
ae d6QÍa-te^i;aIlllQ6^e{mit^s* ' ' - '
Par» rqprimir eptoj9 movimientoeí y atetder á la^efen^ *
sa del re^np en }ap continuas gtierfas que en éste r^iníido'
¿abo pon lalnglatepra. de'ihandaron de Ysptifla ma^oi'es
faers^e^.y en if Sle jnoio'de 176á, llegaron & Teracrnz lo^ - '
regimienta do infantería dé Babota« * Flandeatr/tTitoniai
y después llegáronlos dé Zamoi^; Gnadatajaral tJastilla
y, Granada, todos de tres batallán^s,* hácten^ un total de*
aiibs diez mil hombres.* Como todaa estas tropaa estaban
oniformadaa de blanco, con vueltas, de. diversos colorea
que distiñguian los regimientosresTe fnéel origen de quQ
Aarante mucho tiempo sediede á loa scldadoa el nombre
le blafiquillosM '
Todas estoa regimiéntala Tolvieion sucesivamente á E»i.
>afi8, siendo el último qué en el reino quedó el de Zamo-
a, y de elloa ae aacaron los oflonlea, sargentea y cabos
LQcesarioa para organizar loa cuerpos de milicias que se
3vaiitaron en el país.
•
. 1
— 68 —
£a premio de loa baeooa aervlo^os prestados por el
marqaés de Oroixen estas delioa^Mi oiroanstanciaSi se le
dio el empleo de oapitan geueral H¿ tíércita
Kn sa gobierno se constrayó el dmllo dé Pelote desx
tioado á gaardar en él oon seguridad loa eanditei gpe
hablan de embarcarse pasa Bspafia^ y á servir de alma^
cenes para las tropas acantonadas eñ Jriapay sos inmo'
diaoiones, y se perfeccionó el sistema de presidio para
resguardo de la frontera contra les bárbaros. Oroix eoidó
también del embellecimiento de la ciadad de ][é)ico^,ha«
bieado dado doble extensión at paseo de la alameda, y
quitado de la vista e) quemamxo de la ioqolaicion que
estabaentre la alameda y Ban Diego.
Siguiéronse formando los regimientos de milidas, por
lo que hubo inquietudes en algunos lagares^ que lo re*
sistieron como Pázouaro, aunque se caims^n^con faci^
lidad.
Bl cuarto oondlio mejicano convocado^ p<^ tealeaoé*
dalas de 21 de agosto de 1769^ oomensó sus sesiones el
dia 13 de enero de 1771» las que se abrieron con gran so*
lemuidad. Presidió el arzobispo don FraM|fiD Antonio
de Lorenzana, que después pasó á serlo de^M^^ y ob^
tuvo la dignidad de Oardeual» Bate conoiKo se cerró el
16 de ootuDre del mismo afio» y no habiendo sido aprobar
do por el consejo de ludias ni por la silla apostólica^ que«
dó sin efecto todo lo acordado en éL ^
. Bn tiempo de este virey comenzaron á hacerse varia*
clones en el modo de vivir de los mejicanos, introduoién*-
dose el uso de comer á la firancesa á imitación del virey
quesera espléndido en su trato y mesa. Pasó A la capita**
nía general de Valencia] en España, dejando en Méjico
una reputación de iate^^dad y rectitud que los allos no
kan hecho desaparecer todavía.
— 69 —
OÜADRAGESIMOSEXTO VIBÍ;Y.-EL Exaoio. Sr. Pí, D.
&TONIO MABIA DE BUCAlfitíLI Y ÜRSUA, BAILIOD£
^ LA ORDEN DE SAN JUAN.
f
Desde 33 de 9QÍlembreie 1771 Aasto 9de(i&n7 dfc 1779, que murió,
Faeda llamarse el periodo del gobierno de este virey
aaa época de DO interrampida felicidad para la Kaeva
Bspa&a» La ProvidOBOía Divina pareeía^querer remunerar
las virtudes del virey, derramando aebre el país qae go»
bernaba-tobo género de prosperidad.
Bra natural de Sevilla y pasó á Héjlcodel gobierno de
la Habana, y á sa llegada á Teracroz enpontró que los
campos oircanrecinos y parte de l^jprovincia estaban
plagados de langosta^ por lo qae para exterminarla y que
no se reprodnjeae en los affos siguieintes, biza se destina.*
san á matarla cnadrillas de gentCi y en sa inerme á la
oSrte dijo qne habiaii sido innertas y qaemadás cinco mil
noveoiMia9 noventa y iieU mrrobas de aquellos Inseotoa
Para establecer el fondo/^ necesario para el giro de la
casa de moneda, el comercio de Méjico le prestó sin pre-*
mió algunO) ni más garantía qae su palabra^ dos millonea
y ochocientos mil pesos, entieesto» cuatrocientas barras
de plata que i^resentó el conde d^ Begla^ délas cuales
destinó trescientas á la fundación del Montepío. El virey
no solo devolvió 3 eUgiosamente estas eumasi sino que
con la economía que «stM^de^ió en el giro de la casa, te**
nía len ella en abril de 1778 un fondo de dos¡D^ii Iones y
medio de pesos*
Bn en ttempo se destiló para hospital de tropa el cole«
gio de San Andrés^ que habia sido noviciado y despueis
basa de ejendoio de los Jesuitast
fie dotó casa para recogidas. *
Se abrió él hoepieio da pobres y casa de expósitoSi,
Se hizo la f andaeíon del Montepío.
Se adelantó casi en estado de concluirse la grande obra
del deeaigile que corrió & cargo del consolado de Méjico.
Se concluyó el castillo de Perote.
Se eonatroyó el castillo de San Diego de Acapulco, y
se aumentaron y mi^Qxmon las obras del de San Joan de
Vlúa en Yeracrua.
— 70 -
Fandóse el tribniíal de Miuería * ; ' . .
tíe hicieíoD con empefio ind^gaeionea. pava tDSJtitrar
minau de azogoe que ue trabajaron por (menta de la real
hhOieiiíia • .'.-.-■'-.
, be lepararon los ediftcios de la casa de Moneda / A**
duiíua, Acortltdv mt^ltratadoi^por tiembloreedetierrik
En enero de 1777 entró en Yeraerox la úitíaa flota , -
mandada por el jefe de esdnadra don dLatonlo de Uiléa^
tan célebre por Ba viaje a|: Perú y po^ «a» informe aeoreto <
sobre el e» titilo de aqa^i reino. Bl ccnnoroio* libre se iét»^
bleció <^n Tírtud del reglamento' qn^ «• lórmáen 12 de
octubre del año de 1778. /• «■ . * ». » * .
Httbieodo ocurrido al virey el gsnetal de los Hipólitos
nanifestabdo el eat^do de miseriiaá^ae ^estallan íedneii
dos ios' pobres dementes, Bneaketi exetté >)« «oooipasiOBL'
delcou^nlndo, el cuai^di6de'prenlo< SeismU pesoa^para •*
el ^ocurro iti mediato de aqoellM deegffaeiaáos ^ j topó 4-
su GATgo hacer la grande ebra del* Milj^nSal, eowmto «6 -
iglesia rn qrnj gaBió aqoei <merpó 'laAa del •cnrtrociettSsa
mil peeoa, habiendo impdrtadoffelo* Ih cuenta del herrera .
con quien se eontriitó la obra, ^0 le perteneciente & este
ramo, más dfe eeteAta asU pellos. - *^ »
£:n el fsño de 1777, liabiendo' pedido el rirej per Orden
de la corte nu donatlTo, «peñarse Insilinó 4 las oorpofies*
cienes y {^attíoülares, le fraa^oearon, trescientos 'mU.pe< i ( a
808 el consulado, ignal scutoala ttlnterta; loe dictados del
consulado de Oádiz dSfftOTeiBteiliiipef :^ oonde«cle.Be^ ^ ^
gla doscientos mil, el ayantapsientode Méjica oeheakfe í.j
mil, el' de Yeracme cincnenM mil, el arzobispo f eabiiio ;
eclesiátjitiQo de Méjico ochenta mil^ y asi lOUM 'MkpflEll**
ciones haciendo en todo en poos»dias 4a áilUoa cteselem* .
tos noventa y 8iete[mil Ilesos. • * ■ - • ■ v
En Méjico hize abri^ y poMar de arM(4a el jtímé q«e '
lleva an ^lombre, aunque efi más ooaéeide eoa- al áe^Fat
seo Nuevo. ' ' , . . .
Oo3fiideranclo4 los eon^rabandistai MstaiadvosieÉt eiu
cargó su persecQcióu á la Acordada, y JiaMeaflO' njarsha»
do el Capitán de ésta Aristioinfio óott Maeilto*^ «eeleridad
al rio de TacatK^k^o, Bort)re]i(di4 en ftmtiOO é -toaoapItSAea
de siete bnques empleados en el tráfico clanáeatíJU^ ák txh .
dos los cuales condujo presoSt y también al alcalde de
aquel pueblo que favorecía estos manejos.
I
V «i
— 71 — •
AcompaQado del aprecio general que le daba el nom>
bre glorioso de padre del paeMo, falleció á'conseeaencia
de aa ataque de plearesfa. 8a f aneral ee biso con gran
pompa en San Francisco, de doode fué trasladado el ca «
d&ver á la colegiata de GaadalapCi y sepultado, según
previno en su testamento, en el lugar más inmediato déla
puerta por donde solía entrar á rezar y encomendarse á
tan s^^grada imagen.
Uno de sus aliáceas fué don Joaquín l}dngo, que tan •
ta celebridad ba adquirido por baber sido asesinado ailOB
después con toda su familia.
£1 rey Carlos III que babia mandado se le diesen vein**
te mil pesos de gratificación anuül, sobre el sueldo de se*
senta mil que disfrutaba, expresando la real cédula que
efeta gracia era sin ejemplar para lo suoesiyo , bonió an
memoria declarando que en todo le babia servido bien y
fielmente, y ezmiéndole del Juicio de residencia. Por fa-
llecimiento de este virey gobernó la real andienMa, des*
empefiando las funciones de eapit»n general, según lo re-
cientemente dispuesto, don Francisco Eoma y Roeell, que
faé el primero queobtuvo la regencia creada por cst» tiem-
po«y de cujo empleo tomó posesión en 10 de m^rzu da
1778.
Durante el gobieno de la audiencia entró en posesión
de la mitra de Monterey el primer obispo de aquella dio*
oesis don fray Antonio de Jesús Saoedon , y se publicó
solemnemente en 12 de agosto de 1779 la guerra contra
Inglaterra para sostener la independencia de los Eet»"*
doerUnidos.
El sábado 30 de mayo de 1778 muiió en Ouernav^ca el
célebre minero don Jo6é de la Borda. Era de nacir^iento
francés, y pasó á la Kueva Bspafia el año de 1716 de
diez y seis sfios de edad. Oasó en Taeco en 1720 con do*
í&a Teresa Verdugo, y enviudó siete año4 después, de cu-
yo matrimonio precedieron el doctor don Manuel ^e la
Borda y Im mídre ÁnaHaiía de San José, níonja en el
oonvento de. Jesús Varía de Méjico. Trabajó "minas en
. Tlalpojakua* Tasco y Zacatecas con tal felicidad que en
tolai tuvo bonaDza, habiendo ganado en ellas cosa de
cuarenta millones de pesos, que gastó con suma liberali-
dad en obras piadosas y caritativas en beneficio del país.
Oonstrujó la iglesia parroquial de Tasco en cuya obra
— 72 —
material invirtió oaatrocíentoa setenta y nn mil qninieii^
tos setenta y dos pesos adem&s del oocito no menos oo&c
siderable de ornamentos y vasos sagrados, de los eiiales
la enstodia que hoy tiene la Catedral de Méjíeo^ y que se
híso para aqneUa iglesia, costó cien mil pesos. A sos ex<
pensas se ejecntaroa varias obras públioas de gran ntHi'
dad en Tasoo, y anzilió generosamente á aquella pobfan
oion y á Oaernavaoa en attos de escasez, siendo mnebos
y extraordinarios los aotos de generosidad que de él se
refieren. Sa hijo el doctor don Manael de la Borda cons^
trayó la iglesiti ¿e Gbaadalnpe en Onernavaca, y los jsr.
díaes de la oasa que tavo en aqneUa ciudad en la qae
afios después recibió expléadidamente al arzobispo Haro
en la visita que hiso de aquella parte del arzobispadoi
dándole una función en los mismos jardines, ilumiuados
con luces de colores y faegos artificiales, digna de un
monarca*
CUADRAGSSIMOSEPTIMO VIREY.- EL Er^oao. Sr. D.
MARTIN DE BÍAYORaA.
Desde 23 d$ agesto de ÍTti, Ji78ta 28 de aj>r%l de 1783.
una casualidad hizo vlrey interino de Méjico á don
Martinde Majorga. D. José dejQalvez visitadorrque había
sido de Kueva Ifispafiai y que á su regreso á Kadrid ob«
tu^oel ministerio universal de Indias por muerte de
Bailio don Julián de Arriaga en 1776, destilaba el vi-
reiuato á su hermano don Matías de Gal vez, á quien ha-
bla conferido la presidencia de 6oatemaia , y para que
pasase á Méjico sin llamar.la atención, nombró en el plie-
go de mortaja de Bucareli por su sucesor al pieeádente
de Qoatemaia. Abierto el pliego por muerte de aqnei vi«
rey, se mandó el aviso á Goatemalai y el correo que le
llevó, cuyo nombre se ha cofiservado por la extraordinat
ría brevedad del viaje, que era un andaluz llamado Cray
TarO| llegó á aquella capital en siete diaS| andando oaa%
trecientas leguas por malds y ásperos caminoa: Todavía
no habia llegado 4 ella , Galvez y estaba de piesidente
]^yorga| por lo queen él recayó la eleodony sepoflo
— 73 —
prontamente en camino para üéjioo; más &i faé virey por
este aooidente, él mismo le atrajo la mala volantad del
ministro y faé el origen de los sinsabores del resto de
sa vida.
Declarada la gaerra contra Inglaterra, la principal
atención del virey faé tomar medidas para la defensa de
Yeracroz, mandar abundantes recursos á la Habana
para la gaarniclon y escuadra de aquel punto, y para la
expedición que hizo don Bernardo ae Galyez á la Fioti«
da, habiéndose apoderado de Panzacola y demás puntos
fortificados de aquella península. Esta guerra se hizo con
mucho empeño y éxito varió en las coscas del AméricF|
habiendo tomado los ingleses á Omoa en la costa de Oo^-
temala, destruidos los españoles el establecimiento de
WaUs en la costa de Honduras.
El virey bajó á Veraoruz para ver por ñí mismo la e-^
jecucion de sus órdenes : arregló y aumentó el ejército:
cuidó con eficacia de la asistencia de los enfermos en la
gran epidemia de viruelas del año de 1779, en la que se
comentó el uso de la inoculación: estableció la academia
de bellas artes qne se abrió en la (^casa de moneda,
bajo la dirección del superintendente don Femando Man-
ginOy y desempeñó con exactitud todos los ramos de su
obligación. Sin embargo, el enemigo que tenia en el mi-^^
nisterio era demasiado poderoso , y después de muchas
contestaciones desagradables, faé por ñu relevado del
empleo. Antes de hacer entrega del mandón hizo una seun
lida exposición al rey quejándose de lob agravios que
se le hablan hecho, de haberlo tenido como virey interi<«
no á medio sueldo, cuando tenia que hacer todo el gasto
como propietario, después de haber perdido cuanto te<»
nia en la ruina de Guatemala, y cnatido esperaba presen^
táiidose al rey que se le hiciera justicia, murió ;en la na-
vegación casi ai llegar á Cádiz. 8u viada doña María Jo-
sefa Yaloárcel, obtuvo de Garlos 1(1 que se le mandase
dar una indemnización de veinte mil pegos* j
I'
lii
"•*»*%
— 74-
CUADRAGESIMOOCTAVO^VIREY -EL Exorno. Sr. D. MA-
TI ^S DE GAL VEZ.
Desíh 29 de ahríl de ITSSj hfista 3 de novkmhrc de 17 84, que
murió.
Era este virey un hombre de bien may desinteresado,
taa dt'ii cilio eu bqs modailea y trato qfae mto bien pareoia
au hoürado labrador de tierra de ftlAlagA, qae era aa ejer-
cicio ¿^ntea da la elevraoiou de ea heraiaao» qae la pereoaa
qae repreBoutaba al soberano. Todo lo debía al valiaiien'*
to de'isa hermaao; pero anoqae anciano y enfermo, traba*
jó con e 01 peño en todo lo qne correspondia ai alto pnesto
qne ocupada.
Faó ai áioimo virey qne Uso entrada pdblica á caballo
coafurme al a!iti,'i:ao ceremonial de qn» se dará razón al
fia de eiéto tabla cioaulógioa Por sn edad y enfermeda-
des qaiz.0 hacer sa entrada en cocke, pero habiéndose sna*'
citddo disijraca eaire la andiencia y el avnntamiento so«
bre preferencia de lugares, para cortaría ee resolvió á
proceder segan la cc^ttambrC'
Tavo maciía eñoacia en la mejora de las calles de la
capittkl: tiizo limpiar tv>da9 las acequias y empedrado de
Uh callos come/» zaudo por la de la Palma, y Inego la de
la Mout6iIlia y San Francisco. Para proveer á estos gas-
tos, estableció anacontribacionBobrd el pnlqae, qne ta-
vo qne huphmir porqae no solo no produjo 10 qae se ^3*
peraba, éioo qae coa ella bajaron )o8 prodnctos de los
derecho» ya establecidos sobre esta bebida.
Fo meneó la academia de bellas artes establecida por
BU antecesor, y en sn tiempo llegaron los grandes modC"
los de 3^et?o de las estatuas más eélebres griegas y roma«
^as Por eato eBtá Cülocado sn retrato en la sala de jnnr
tas do la Academia.
t n 22 de Loviembre de 1783 se concedió privileigo ex-
ciasivoal impresor don Mannel Yaldéá para publicar
nua g;>c ta que uo )a habia desde qne cesó Iía da Saha«
guQ. pri'viüi^^ndo qu» nu he pnblicasen noticias^ quo üo
iaeoen dei gobierno, con lo qne oabl no oontoniamás qne
elecciones municipales y de comunidades, entradas y sa-
lidas de buqaes y otras cosas indiferentes.
— 75 —
Para ol oatablecimieato del banco espaílol de. Saa Civy
los 86 pidió por el gobierno fondos & las oajag de coma-
nidad de loa iadios, qae debiaa percibir las atilidadea
^ qae les correspondiesen como acoloniatas. Las parcia<«
lidades de San Jaan y Santiago d^ Méjico se apuntaron
con veinte mil pesos qae sicaaron libres de oost)aB en
España, y nombraron por sa apoderado al ilnstre Jo*»
velianos.
Durante el gobieroo de QaWez se oyeron en 6 nana r
ja»to nnos trnenos subuerráneos qaq aterraron á aqaella
poblacim.
En el año de 1784 se hizo la denameracion de caches
qne había en Méjico, y se h^lló qae estabas en asó 637.
En el mismo año por las dos acequias de la Viga y
San Lázaro entraron en esta capiG4i 52 3S5 canoas da co*
dóspoite^ y se introdujeron 26S 795 carneros:' ip3 0SG
cerdos : 12 286 toros : 8S3 chivo<« : 38 6¿5 cargas de ct34
bada: 2,7S8 de garbonso: 10,554 de frgol: y 780 de
arroz.
El virey, habiendo caádo enfermo y conosiendo la pro^
ximidad de su ña, dispaso q¿e la aadieocia se encargsse
del gobierno desde el 20 dooctnbr{>i, y faKeoiéel 3^ de no-
viembre de 1781. Entéresele, segnn previno en sa iesta'«
mentó» en la iglesia del colegio 'apostjóiico de San Fer**
nandOf en cayo presbiterio se ve sa sep'atero.
Ko habiendo paego de mortaja gobernóla aadiencia^
qaedando por capitán general sa regente don Vieente
Herrera [ij. £1 19 de noviembre de aqael año, se voló la
fabrica de pólvora de Banta Fé, por la caarta vez en me-
nos de seis años, habiendo perecido cuarenta y seis per^
sonas y catorce que quedaron heridas de gravedad. Uüa
epidemia de dolores de costado que se generalizó en
aquel invierno y en el año siguiente causó la maerte á
machas personas^ y entre ellas del primer con le de Va^
lenoiana don Antonio O bregón»
[l] PAíódespaaaASjpsüa^leonBrjo da IidtisB, e%sAd'>coi nsa hljidel
•onda áñ Se^la, Talifc tomó «1 titulo aa laarqaés d« Herrsn, j en «Bp>6R he-
Mdó •! de iB»r^ae8« d« 8án Fr^noisoo, Uvqai okbó en ■•go'^dwBQpeiM ooi
don Manuel da la P«dreqraera/gaardia d^orps, nativD de J&tap'ii d) aui»n
piooede'laeaftaaetnal de este apellido. C^ia nno deles kijos del conde da
i(egla tasia vsk titnlo. ,
im'mTmQVMA.^TOJeoJ Il«- 8^
-^ 76 -
. CÜADRAaESmONO VENO VtREY.-EL Eterno. Sr.D.BER -
. NARDO DE GALVEZ, CONDE DI5 GAL VEZ/HIJO DEL .
ANTERIOR.
D(>$de 11 Junio de 1785, hasia 80 de noviembre de 1786, a^e murió.
•
Bl ^valimiento de su tio, y las glorias de la campafia de
la Florida y .toxna de Pansaoola , hicieron que se le reci^
' biese con grande aplanso. Yino oasado con doña Felici-
tas Saint Maxent, nataral de N^be^at^Orleana.
8a corto gobierno faé se&alado por dos grandes cala-
midades. B) dia 27 de agosto de 1785 ca^ó nna helada
que hiEO se perdiesen oon generalidad las sementeras de
maÍ2 cansando ana escasez tan grande de esa semilla)
qne se llamó el año del hambre, y en ei; signiente, á can-
sa de la miseria y malos alimentos de la gente pobre, ha-
bo ana epidemia qne hi20 qne aqnel aELo se conozca con
el nombre del afio de la peste.
Bl virey atendió con la mayor eficacia á proveer á es-
tas necesidadeSi dictando las medidas más adecuadas
para remediarlas. Sin embarga del aprecio qoe con esto
mereció, algnnas indiscreciones oon que qniso ganar po«
palaridad, hicieron menos considerada sn persona y ann
sospechosa sa condacta atrayéndole graves di^gascos.
irara hacer ostentación de sn habilidad cocheril y de la
hermosara de la vlreina, salió con ésta en ana calesa a«
bierta gobernando él mismo los caballos en la plaza de
toros, ai rededor de la oaal dio Varias vaeltas en medio
de los aplanaos de la mnohedambre allí raanida.
Hizo qne sa hijo, todavía peqaeQo, sentase plaza de
soldado en el regimiento de Zamora, y para solemnizar
el saceso dio ana merienda á todo el regimiento sobre la
azotea del palacio, andando durante ella el niño en mar
nos de los soldadoe.
Bstando de temporada en la casa llamada ^<Ei Pen*-
ÚV (qne ahora son minas) en el pueblo de Saa Juanico,
junto á Tacaba, al venir a la capital á caballo para la
visita de cárceles del sábado de la semana de pa»ionen
abril de 1786, se hizo encontradizo con tres reos que la
acordada hacia ajastielar, y 6 pedmiento del pueblo les
pedonó las vidas, lo que aunque se lo aprobó en la oór«>
. — 77 —
te por el ministro sa tiOi se le previno tomase proTidens
ciad para qae no se repitiese.
Coando los víveres escasearon en Méjico en el año de la
hsmbre, se le dio cierto dia parte de que se habia acaba-
do el maiz en el |pósitó del a:^nntamiento , á la sazón
qne cataba en janta de hacienda, y saliendo inmediatas
mente no solo sin escolta sino ann sin sombrero^ faé al
pósito (qne estaba en lo que ahora' es la bolsa) á tomar
disposición para qué no faltase maiz para el pnebio, el
cnal habiéndose reunido á la novedad , lo acompañó al
volver á palacio con muchos gritos de aplauso*
Sstos incidentes, tan agenos*de la gravedad con qie se
habían manejado siempre los víreyes, hicieron sospechar
que habia miras ocultas, y áellOf^ contribuyó también Ja
coastrncoion del palacio de Ohapultepec para recreo de
los vireyes. Habia antes allí una casa pequeña en que los
vireyes se alojaban á su llegada: estaba 8ituad[^ al pié del
cerro en cuya cumbre habia una ermita dedicada á San
Francisco Javier , en el mismo sitio en que en tiempo de
la gentilidad habia habido un adoratoiio de ídolos. Tq^
do estuvo al cuidado^de un absalde qne se titulaba serlo
dé la ^^real'casa y castillo de Ohapultepec:" después cor.*
rió á cargo del ayuntamiento, al cual eljrey cedió la pro%
piedad del sitio. La antigua casa íaé reedificada por el ,
primer duque de Alburquerque; pero habiendo vuelto & .
ponerse en estado ruinoso , el marqués de Croix pidió
permiso á la corte para renovarla, calculando que el cos-
to no excedería de doce mil pesos. Diósele; más Bacaieli
que gobernaba ya cuando te recibió esta autorización,
creyendo que el gasto sería mucho mayor, no dio paso ft
ejecutar la obra, que quedó en tal estado hasta el conde
de Galvéz. Este emprendió construir el palacio sobre el
cerro con un jardín y otras obras que tenia cierto aire de
fortificación, quedando todo sin concluir , como ha per-
manecido, hasta que destinado el ediJÜeio á otros usos
después de la independencia^, se le ha quitado toda su
hermosura en el pegadizo de un observatorio aetronómi .
co, dejando por fin un triste recuerdo por loa sucesos a«^
caeddos en aquel sitio cuando la ciudad ha sido atacada
y tomada por el ejército norte-americano en setiembre
de 18á7.
Todo esto se tiene entendido haber atraído á Qalvez
— 78 -
gcavds dis gasto sen la corte, de coyas resuItAa enfermó,
y reoibilos i0 8 Santos Sacramentos el 15 de octubre de
17S6, di>jó dea de aquel día el gobierno político en manos
de la audiencia, ret^ervándose solo el mando militar^ y &•
Ueció e) 30 de noviembre sigaiente en el palaoio arzobiac
pal de Taoubaya de donde taé traslado su cadáver á la
capital para h;»cerle en ia catedral los honores fánebres
debidos y el 11 de ma^o del afto siguiente, faé ooitdacádo
por la noche, cou grande aparato, á la iglesia del colegio
apostólido de San Ftíruando, en la que se ve su sepulcro
ñeute al de bu padre
Además de la coustruccion del palacio de Chapaltepec
y habar atiei^do y piütado el de Méjico^ se hicieron 6 oom-
pudierou duraure el gobierno de este virey, las calzadas
de YaiU jo, la Piedad y S^^n Agustín de las Cuevas : se
empesaioa las hermosas torrea de la Ciitedral , se empe^
draiuii maclias cdliü^t y se di6 principio al alumbrado de
e las.
Los consumos de la ciudad de Méjico en el aSo de 17S5.
faeron los sigoientea: 274 807 carneros: 46 679 cerdos:
450 t;éniera-> : 54^080 cargas de cebada : 123 784 cargas de
hacina : G OSS de frijol : 11 81C docenas de pacos : 174,185
cargas de vocdura : > 49,290 canoas cou toda especie de
efdcüos No hay notiici^ del ganado* mayor consumido.
Ea tio(npo de este virey . se estableció el primer café,
que tie puso eu la calle de Tacuba, en uaa de las acceso*
rías de la caqh, que hace esquina al Ampedradilio. Un
mucht^ctio qai encaba á la puerta por laa ma&anas llama-
b j á loa quo pasaban, á tomar café con leche y molletes
al UtíO de Francia.
Por Lio haber pliego de mortaja que desigaase el suce^
sor, gobernó la real aadiencia presidida por el regente
dou iJuciebio Bdlt:xlo. Eu el tiempo de su gobierno noo*i
carrió oira coda aotabl» que los temblores de Oajaca, que
causaron ta ruina de algunos edííloios de aquella ciudad.
En ia co^tdb de icapulco por la misma cau^a se retiró
coubiderableiuente la mar, y volviendo después con gran
furia sobre las placas hizo grandes estragos-
- 79 —
QUINCUAGÉSIMO VIREY.-EL Excmo.E Illmo. Sr. ALON-
SO NUÑEZ DE BfARO Y PERALTA, ARZOBISPO DE
MÉJICO.
Desde 8 de mayo á 16 de agosto de 1787.
Sabida en la corte la muerte del oonde de Gal vez , se
nombró pard qae lo remplazase mientras se le nombraba
saoesor al arzobispo Saro, qnien en los pocos meses que
deaempeffó el irireinato se maneja con pradencia y reoti^»
tad, habiendo merecido la aprobación del lej/ qne le dio
las gracias y le continuó por toda su Tida los honores y
tratamiento de virey, habiéndol e dado también la gran
cruz de Oárlos IIL
El establecimiento de las intendencias, uno de los más
importantes frutos de la visita de Oalvez , ofreció en su
principio tantas dificultades, que el prudente Bncareli a^
consejó que se desistiese del intento- Llevóse adelante
con tesón y el arzobispo Haro dio la última mano á la e*
jecucion de tan benéftca providencia.
Bu el curso de su gobierno eclesiástico, e! aizobidpo
Haro estableció el hospital general de San Andrés , inr
oorporando en él el del ^^Arnor de Dios ó de las bulas,''
fundado por el sefior Zamárraga, que ocupaba el local
que ahora tieue la academia de bellas artes de San Cár^
los. Estableció también el recogimiento de clérigos de
Tepozotlan en el edificio que habla sido noviciado de los
jesuítas, y anmenlAS y mejoró considerablemente el pala^
ció arzobispal. Atendió también mucho al colegio semi*
nario y á otros establecimientos de instrucción y de cari-
dad. Falleció en Méjico y su entierro se hizo con toda la
pompa y solemnidad de virey.
QÜINCUAGESIMOPRIMERO VIREY. -EL Exjm o. Sr. D.
MANUEL ANTONIO FLORES.
Desde 17 de agosto de 1787, h:i8ta 16 de ociuhre de 1789.
Habiéndose resuelto por disposición del ministro Gal «
DiaVETACTOirU.-r-'XOVClU- 85
— 80 —
Vez separar la administración de rentas del vireinato, faé
nombrado superintendente de real hacienda don Feman-
do Mangino qn^ obteníala de la casa de moneda, pero la
complicación y embaraaos que resultaron faeron tales,
que fué preciso desistir del intento , pasando Mangino ai
consejo de Indias y reasumiendo el virey la sapeiintan-
denda de real haciencia»
En el afio de 1788 levantó Flores los regimientos Tete<
ranos de iníantería de Naeva fispafia y Méjico, y en el
siguiente de 1789 se comenzó á formar el de Paebla : el
de la Corona habia permanecida coa diversas altematí*
vas desde el afio de 1740 en que fué organizado por el
virey duquio de la Üonquista , y el de Yeracrnz , destina-
do á la guarnición de aquella plaza , se levantó más tar.
de con un solo batallón y se aumentó hasta tres en el de
1810.J
Durante el gobierno de este virey , se veriftoóladivi*
sien en dos de la comandancia de proYincias intenas*
coya idea fué adoptada y se siguió por algún tirapo , y
vueltas á incorporar en una sola, se dividieron nuevamen.
te en las de Oriente y Poniente á consecuencia de la re^
voluoion de 1810.
Bi vire^ Flores era teniente general de la real armada,
y ante de pasar al vireinato dcIJueva fOspafia, habla ser-
vido el de Santa Fé. Su hijo casó en Méjioo con una se.
fiora de la familia de Teran , obtuvo el título de oonde
de Casa Fiores, faé virey de Bbenos Aires, y embajador
de Bapafta eu Francia, prooedieudo de esce origen una
de las familias mfts distinguidas de Méjioo. El virey FiOs
res renunció, y el cafmmiento de su hijo no contri bu jó
poco á que se le admitiese la renuncia, pues la sana políti-
ca del gobierno espaSol no permitía qae los empleados de
alta categoiia estuviesen emparentados en el país en que
servían.
Por muerte del ministro Galvez en 17S7, el ministerio-
universal de ludias se dividió en dos departamentos de
que se encargaron el Bailio don Antonio Yaldés y don
Antonio Porlier. £1 favor de Galvez habla fenecido anteo
que su vida y la f iimiiia del virey su sobrino fué muy po^
00 atendida por el gobierno. Ifil fué, sin embargo, uno de
los mas grandes mmistrov que en Bspafia haMa habido y
a qui«n se debió en gran nraaera el sistema de hacienda
— si-
da Ka^va Bapafta y el arreglo de la administcaoion de
toda la Amérioa.
V El 14 de dioiembre de 1788, á la ana meaos oaarto de
la m»£Lana, fdlleclO el rey Oárloa III, y en los días 26 y 27
de majo sigaientes se oelebraron las exeqaias can regia
solemaidad, en la catedral de Méjico.
Darante su reinado^ qae faé de veinte y nueve años y
cinco meseSf se acnñaron en la casa de moneda de Méji-
co 480.083,975 pesos 6^]reales. Ba el mismo período en^
tcaron en Bspafia 474.358,663^ pesos 14 reales y S mará**
vedis-
BEINADO DB 0ABL03^ lY.
Desde la mnerte 4e su padre el rey Carlos III eu
14 ae diciembre de 1768 liasta 19 de marzo de
' 1$0S 4|it8 abdicó en Ai^njuez en favor 4LC su •
UIJo Fernando VI. *
QUíNCUAaESIMOSEaUNDO VIREY -SL Excmo. Sr. D,
JUAN VIüENTE JB QUEMEZ PACHECO DÉ PADILLA
SEGUNDO CONDE DE REVILLA aiGEDO.
9
Desíh 17 do octuhre de nSO, hasta 11 de julio de 1704.
Este virey* el más insigae de onantos gobernaron la
Kaeva Bspafiai nació en la Habana, siendo sn padre el
primer virey del mismo títnlo, capitán general de la Isla
de Üaba, y como mnchos de sns predeccisoresy hizo sn
carrera miliUr eu las tropas dé chsü real habUfndo &ida
teaiente coronel del regianeotio de ga^^rdl^* edpafLolHb^^
cnyo cuerpo mand<í con distinción por el sitio de Gi«
bcaitar. ^
Llegó á Veraornz el 8 de octubre de ;i789 y el 16 del
mismo le entregó sn antecesor el bastón en G «daiupe,
como estaba prevenido por las reoiencfjs Oís 'U^iciunea
£1 24 del mismo mes se dio aviso á las siete y tres onar-
toa de la mañana al alcalde de corte D« Agostin de £m>»
-82-
paras y Otbe, de haberse enpontrado asesinado en su ca-
sa, en la calle de OordoTanea númeio 13^ á don Joaquín
Dongo, BDjeto acaudalado y nno de los prindpales toh
cinos de la ciudad, y miiertx>B todos sus criados y depen-
dientes en número de 11 persoüaSi habiendo sido abiertas
)as cajas de bu almacén y extraído cantidad de dinero y
alh&jas. Sil virey manifestó en eata primera ocasión que
se le presentaba toda )a actividad y energía de sn oax^"
ter. Dictáronse las más eficaces' providefacias parades*^
cubrir y aprehender á los perpetuadores de tan horrendo
atentado. Averiguóse que lo eran tres espigóles enro-i
pees Blanco, Alüama y Qointéroi y quince dias después
de cometido el crimen, el 7 de noviembre inmediato, su.
frieron los reos la pena de garrote en la plaza de Méjico,
en un cadalso enlatado. Tan pronto castigo, debido en
gran parte á la actividad del yirey, le mereció oon justi^
cía el título áejustitife vindeXf que se puso en sus retratos,
La ciudad coubtemada por tales sucesos^ lo fué todavía
9iás por un fenómeno natural nunca visto en ella, que fué
la aurora boreal que se presentó en la noche del 14 de
noviembre, y que crejéadola fuego del cielO| ee tuvo por
el fin iiel mundo.
El 27 de diciembre del mismo alia se hizo la proclama-
ción del rey Oárloa IT con uuá solemnidad no vista has^^
ta eató&ces, habiéndose i^bierto con esta ocasión y con
la de la jara de las demás ciudades del reino, las hermo«-
sas medallas que mandaron acufiar diversas corporaoto-
nes, y que tanto honor hacen al grabador don Gerónimo
Antonio GiL
Todo el período del gobierno del conde de Bevilla 6í-
gedo es una serie de grandes y acertadas disposimones
en todos los ramos de que da idea la instrucción que de-
jó á su sucesor. La ciudad de Méjico le debe su hermo-
sura y aseo^ y no hubo ramo ninguno de la adminis-
tración que no sintiese los efectos de la mano firme é in«
teligente que llevabn el timón del gobierno. Ba su tiem^
po sucedieron los raidosos asesinatos del comendador del
convento de la Merced de M^éjioo, ejecutado por un reli-
gioso de 6U orden <^l 23 de setiembre de 17^0, y el del ca-
pitán general de Yucatán 4on Lúeas de G-<*lvez, el 25 de
junio de 1792^ que dieron lugar á largos y ruidosos pro
oesoa*
— 83-
Empez&rcmse las leooloaea de bot&aioa por don Martia
da Sesé; jefd de la ezpedieion destinada á íoroiar la
''Flora mejícima" ea el jar lia de palaolo, míéatiaa se for-
maba el j ardía botáaioo, y se hizo la expedioion de reoo^
nooloiieato de la's c jetas de Oaliforaias por el oapitati de
Qavío doa Alejaadro Ualaspiaa ooa las corbetas <*Dea«
oQbierfca j Atrevida'' de qae di6 el virey aa completo in -
forme á la corte.
Tantas empresas útiles sasoitaron á Sarilla. Oígedo
machas contradiooionesy enemigos, y se constitajó en
acasador ea el jaioio de resllencla , el ayuntamiento de
Méjico, habiéndolo así acordado en jnnta de 9 de enero
de 1796. Aanqae el rey le había dispensado la residen»
cia secreta, y mandado que la pública se le tomase ea ei
preci8o|término de cuarenta días, por iii flojo de snsncesor
no se ef<50Da6 así, y se sigaió en el coasejo de ladias el
jálelo, no obstante el cial Bdviila' Gigedo faé nombrado
director general de artillería, y en la sentenciik absoluto-
ria no soto se le hizo el mayor honor, sino qne se conde^
n6 al pago de las costas á los regidores de Méjico qae
concarrifsron á la janta de 9 de enero de 1795. Ke villa Gi-
gedo había fallecido ya en 12 de mayo de 1799^ antes de
la cpnclusion del proceso, y sas exequias se celebraroa
con gran solemnidaa por sus amigos en San Francisco de
Méjico en 2i de octubie de aquel aQo: el ley , para
honrar su memoria^ concedió la grandeza de EspaQa á
sus descendietes.
Los disgustos que le causó la injasta persecución diíÍH
gida contra él, llenaron de amargura los últimos dias^ de
su vida , habiendo merecido que después de su muerte
ae le presente á todos los que gabiernan eate país como
modelo de integridad y de acierto que hasta ahora más
ha sido admirado que imitado.
ülgBUAarOMII*— lOMClU^ 8C
— 84 —
QUiNCÜAaESIMOTERCERO VIBEY-EL Ercmo. Sr, D.
MiaUlüLDifi LA GRÚA TALAMANCAY BRANCIPORTE,
MARQUES DE BRANCIFORTE.
Desde 12 de julio de 1794, hasta 81 de mayo de 1798.
Eatando casado con dofia Liaría Antonia Godoy, her-
mana del piínoípe de la paz, qne por el valimiento qne
gozaba del rey Oárlos 17, gobernaba la Hspafla á m ar*
bitriOi se aonmnlaron sobre Branciforte todas las gradas
y honores. Bra naoido en Bieilia y de la familia de ios
príQclpes de Oaiini«'Hízole grande de Bspafia de prime-
ra clasoí capitán general del ejército, y estando en Méji«
co se le di6 el toisón de oro*
Oon tantos honores y distinciones, qniso qne se le tra.
tase como 6 la persona misma del monarca', y jon los be«
sámanos y otras ceremonias, recibía á la anditocia y dog-
mas autoridades sentado bajo el dosel, cuando todos sns
antecesores habian recibido siempre en pié.
Sa principal objeto faé enriquecer, y el intermedio de
que se valió para ello fué don Erancisoo Pérez Softanes,
conde de .Oontramina, que era el canal por donde se oon^
seguían todas laa gracias á precio de dinero. El reetable*
cimiento de los cuerpos provinciales, retirados 6 disuel«>
tos por Sevilla Glgedo que los cpnsideró inútiles, [y esto
fué uno de los pocos errores que cometió] fué una mina de
oro para Branciforte que se hizo gratificar por la oonoe<*
sion de todos loa empleos, entonces muy apetecidos , de
estos cuerpos. Por estos y otros medios logró reunir un
gran caudal que fiituó en Bspafia.
La guerra de Francia, á consecuencia de la revolución»
dio motivo ala persecución délos pocos franceses . qne
habla en el país, y se .comenzaron á notar síntomas de
conspiraciones , de las cuales la primera , intentada por
el andaluz don Juan^Guerrero , corresponde á este pea
riodo»
Bl IS de julio de 1796 colocó elvirey, acompafiadode
todos los tribunales, la primera piedra del pedestal para
la estatua ecuestre do Oárlos IV, que obtuvo permiso de
erigir en la plaza de Méjico á sus espensas , y mientras
se fundía la de bronce, se colocó una provisional de yeso
— 85 —
o on gran solemnidad el 9 de diciembre sigaiente, oam«
p 1 eaüos de la reina doña María Loisa de Borbon, esposa
del rey Carlos lY. En el propio di» ^e comenzó en la ga**
rita de San Lázaro el camiDo de Yeraoroz, á gne se dio
ei nombre de la misma reina Luisc^, y se pnbiicó el bando
concediéndola libertad de la fabricación del aguardiente
de caña,
r La guerra declarada á la Inglaterra después de hecha
la paz con la Francia, hizo que Branoiforte reuniese un
cantón de tropa y que él mismo se trasladase á Orizava,
en donde se hallaba cuando llegó á Yeraoruz , el 17 de
mayo de 1798« el navio de guerra ^'Monarca" que pudo
salir de Oádiz de noche por entre la escuadra inglesa que
bloqueaba aqnel puerto, en el que vino don Miguel José
Azanza, nombrado para sncederle , á quien entregó el
mando en la misma villa de Onzava en 31 de aquel mes,
y ba)ó & Yeracruz para volver á Bspaña en el propio bu^
que que condujo cinco millones de pesos, tres del rey y
dos ae particulares! siendo mucha parte de estos últimos
del virey, y para salvar tan rica presa, pudo eludir la vi-
gilancia de las escuadras inglesas , dirigiéndose al Fer «
rol en donde entró con felicidad. Branoiforte en las re-
vueltas sucesivas de España se declaró por el partido
francés.
QUINCÜAQESIMOCUARTO VIEEY.-EL Excmo. Sf. D. MI-
GUEL JOSÉ DSÍ AZANZA.
Desde 81 d$ mapo de 1798, á 80 de ahril de 1800.
•
L<b carrera de este virey no había sido militar, pues
sólo obtuvo grados inferiores en la milicia. Siguió la din
plomática y de oficinas » y aüsompafió , como se ha dicho^
la visitador Oalvez en su visita de Kueva España.
Bn el vireinato se condajo pon la mayor probidad y
moderación, haciéndose estimar generalmente, pues aun«
que el comercio de Cádiz le hizo graves inculpaciones
con motivo.de los permisos concedidos á los buques de
naciones neutrales para conducir efectos á Yeracrnz, se
vindicó manifestando las órdenes en virtud de las cuales
— 86 —
habift procedido y el modo en qae les liaUa dado com-
plimiento.
Betíró las tropas que habia reanido Braneíforte en el
cantón^ tomando otras providencias para la defensa de
Veraoraz, aunque con funesto resultado, pnes habiendo de-
ido algunas fuerzas en las inmediaciones de aquella
plaza, perecieron Cüsi todos los soldados por efectu del
dima.
Bl S de marzo de 1800, ocurrió el gran temblor de tier-
ra llamado de <*San Juan de Dios," por ser el santo de
aquel dia, uno de los más Tiolentos que se habían co<^
nocidOé
j&zanza trató de aumentar la pobladon de Oalifomias,
á cuyo efecto envió algunos nifios de la cuna.
En BU tiempo se establecieron las brigadas en que se
distribuyeron los cuerpos de milioiaS| y se dio el mando
de la de San Luis Poto&l á don Félix Calleja , lo que en
épocas sucesivas produjo tan grandes consecuencias.
La conspiración llamada de los machetes , dennn<áa«
da á este virey, le hizo conocer el peligro qae el país
corría, si se hacía mover; como resorte revoluoionario la
, rivalidad entre criollos y gachupines, sobre lo que infor.
mó á la qórte.
Al dejar el gobierno, casó con su prima dofia María
Josefa Alegría, condesa viuda de Oontramina. Bn la na^
vegacion para regresar & Bspafla , fué hecho prisionero
por los cruceros ingleses. A su llegada se le nombró oon«
sejero de Bstado» pero por las intrigas en qae abundaba
la corte de Madrid, se le mandó permaneciese en Ora»
nada, de donde lo sacó la revolución de Aranjaes de
180S, y arrastrado por los acontecimientos á seguir el
partido del intruso rey José, quien le dio el título de do*
que de Santa Fé, tuvo que emigrar á Frauda, y aanque
después volvió á Bspafia, murió en Burdeos ea 20 de jo*
nio de 1826; á lofi ochenta afioa de edad^ pobre y desti^-
tuido de sus empleos y cogideooraoieneB, pero estimado
de todos los que supieron estimar su mérito j yirtadea*
-8Í-
QUINCÜAaESIMOQÜINTO VIBEY.-EL Exorno. Sr. D.FÉ-
LIX BERENaUER DE MARQÜINA..
*. • . • • ■ •
Desde ZO de ahrü de 1800, hasta 4 de enero de 1803.
Faé Biempre ua misterio por qué resortes pudo llegar
al vireinato ua hombre tan infiigaifloaute Como este vi -
rey. Era jefe de escuadra, en la marina real , y en bu ñas
vegacion á Veracru» faé h.eolio prisionero por los ingle-
sea en el cabo Catoche y conducido á Jamaica, de don.
de se le permitió pasar á Méjico y entró en posesión del
vireíoAtOt
Hombre de buena intención y de suma probidad, no
tenia la capacidad necesaiia para hacer todo el bien que
deseaba. Sin embargo, Ipgró aotivar el despacho de loa
tribunales en donde habia causas atrasadas de mucho
tiempo, y puso enteramente al corriente el de secretaiía
v asesoría - * ~
Bu 9 de setiembre de 1802 se publicó la paz con Ingla**
térra» firmada en 27 de marzo de aquel aüo, con lo que el
comercio y la minería tomaron mayor actividad* ElaSo
anterior se habia celebrado también con Portogal, con
cayo motivo se dio el título de príncipe de la Paa al fá^
Torito Godoy.
Sacedlo en este mismo período la' conspiración de los
indios de Tepic y la expedición de KoIIandá las provine
cias internas del Oriente, en las cuales hnbo tambidU ca^^
lamidades causadas por el destemple de las estaciones, y
en Oajaca un temblor de láerra tan violento en la noche
del 5 de octabre de 1861, que arruinó la iglesia del con^
vento nuevo de Concepción ^ que faé célegio de los je-
suítas.
Marquina volvió á Españs* sin dejar quejosos, y aun.
que üormó un corto caudal « faé á expensas de tratarse
con suma economía para ah/arrar una parte de su suelda
watsftilv IJOKM.— JOMC 111-1- 87
— 88 —
Q UIÜCUAGESIMOSEXTO VIREY. -EL Ercmo. Sf. D.JO-
BE DE ITüRRiaABAY.
Desde á de enero d¿1808^ 7i:i8tal^d&H6embrede 1908.
Habiendo tratado con extensión en Ii\ Historia de M6 <
jioo desde 1808 , de loa snoeaos principales acaeoidoa en
tiempo de éste y los siguientes rirejes , bastará haoer
aquí una ligera indicación de ellos.
Estándose corriendo los toros con que solemniíó, como
eqí de costnmbreí la llegada de este vireyi én la taxde de
21 de febreroi hubo un eclipse de sol casi total, y el tta%
merpso concurso aplaudió>con tItbs aclamaciones la rea*
parición del astro, habiendo cesado la f nneion durante d
eclipse.
Bi 16 de diciembre de 1803 llegó áTeraorns el arBo«
biapo don Fraclsoo Javier de Lizana y Beaumont ; y el
dia 11 de enero siguiente hizo su entrada pública eu Mé^
jioo.
jBn el mes de junio del mismo afio, hizo el virey un via-
je á G^ aanaj nato con el objeto de Cuitar las minas. Fué
recibido y obsequiado en los lugares de su tiánsito ooír
mo si hubiera sido el monarca en persona. En Ganajua»
to á' su entrada estiró el coche en que itm, la gente ope-
raria de la mina de Yalenoiana que estaba todavía flore-
ciente, vistosamente veatídaí y á su salida hizo lo mismo
la de BayaS| en traje de luto. Alojóse en casa del conde
de Pérez Galvez, y se le hicieron cuantiosos regatee por
las minas de Valenciana y Bayajá y por la diputación de
minería. A su tránsito por Cela ya f, concedió á aquel a-
yuntamlento hacer corridas de toros, para construir con
su producto el hermoso puente cj[ue está sobre el rio de
la Laja, levantado bajo la direoc ion del célebre arquitec-
to: don Francisco Trasguerraa
Bu 9 de diciembre del propio afio, se celebró la coloca-
ción de la estatua ecuestre de bronce de Oárloa IT, en la
plaza de Méjico, costeada ppr Branciforte. Asistió & esta
función el barón de Humboldt> que á la sazón se hallaba
en esta dudad.
En I80á llegó la expedición para la propagación de la
vacuna, dirigida por don Fraiioico Javier d9 Balmls : «
— 89 —
virey habia establecido ya el oso de este útil preservati^
vo, ooQ pás qne hizo oondacir de la Habana y con qne
incóalo á yarios nifio« el profesor don Juan de Arboleya,
siendo el primero á quien se aplicó el hi]o peqaefio del
mismo vliey.
Los dos autos secretos de la inquieioion en que se pre«
sentaron oomo.reos el padre don Juan Antonio 01avar«
rieta y don Juan Bojas I severificaion en este tiempo.
Olayarrieto hizo después mucho papel en^Oádiz du**
rante las cortes 9 pubUoando el Diarfo de aquella eia%
dad.
Bn marzo de ISOS, se tuvo noticia en Méjico de la de^
olaraoion de guerra contra Iog1aterra,.á consecuencia de
la agresión que esta potencia hizo atacando y tomando
cuatro fragatas espatiolas de guerra que tM» dirigían á
Oádiz con caudales de la América meridional. Bn con-*
secuenoíai el yirey recibió órdem para poner el país en
estado de defensai y el cantón que formó en las villas y
lugares inmediatos de las intendencias de Yeracruz y de
Puebla^ con los cuerpos veteranos y milicias de las pro-
vinciasi fué él planta de¡doDde salieron las tropas que
hicieron frente & la revolución suscitada en 1810«
Los acontecimientos que fueron acumulándose termi*
naron por la deposición de Ituirigaray , verificada en la
noche del 16 de setiembre de 180i , por don Gabriel de
^Yermoy con trescientos europeos casi todos del comercio,
"^or di influjo y bajo la dirección de algunos individnos
de la audieiuúa»
— 90 —
REINADO DE FEENANÜO VII,
*
Último rey do España que domlntf cu Méjico.
Pe sde 19 de marzo de 180S que entró A geberBar
per la abdicación de su padre, y lialblendo »ldo
conducido ü Francia y obiisn do A renunciarla
corona en el Emperador ffapolcon^liabo varios
gobiernos que lo representaron hasta 1814 que
r<>gres6 1.a acta de independencia firmada en
M^ico en d$ de setiembre de 1831, puso fin al do-
minio español en estas rejones.
QÜlNCÜAaESmoSEPTTMO VIRET.-EL Excmo, Sr. D. PE-
DRO GAEIBAT-
iJesde 10 setiembre de 1808, á 19 dejuHo de 1809.
^ Bntró á gobernar interinametite, á cansa de la depoBi«-
don de sa antecesor, por eer/el militar de majot gradoa*
don» no habiendo tenido ia audiencia por oonveniente a^
brir el pliego de mortaja. Gobernó bajo el infiajo del par-
tido qne lo habia elevado al mando: disolvid el oantou de
tropas formado por Itorrigaray , y mándd grandes auzi'
lioB en numerario á Bspafia, Después de retirado el Tirei-
nato, se le confirmó el empleo de teniente general y la
grau cruz de Oárloa III,
QUINCUAGESIMOOCTAVO VIREY.-EL Excmo. E Illmo.
Sr. D.FEANCI3C0 JAVIER DE LIZANATBEAÜMOOT,
ARZOBISPO DE MÉJICO.
Desdó 19 ds jnlio de 1809,;/usf fa Slde m ayo d¡s 1810.
Datante su gobiernOf prevaleció ^ partido contrario á
los aprebensores de Iturrigaray: volvió á reunir algunas
tropas aumentando estas con la isreaciou de varios oner^
pos de miliciasi y dispaso propoxeioiiar armamento tra-
' -Oí- . ,
jéndolo de loglaterra, M espixita.deiíjidepenÚQacia tomo
mucho Tnelo y ¿é formó ebTalIabaólid úná cohspiraciou
qae estavo á punto de estallar. La regencia establecida
en Cádis qvtító coa desaire el gobierna A^l arzobiapo, á
qnien despüefi se di6'en premio de sus fiíer vicios la gran
omz de Garlos III Mnrió en M^ico y faé enterado en su
catedral con los honores ^b virey.
La real andiencia, cnyo i egente era djpn Podro Gata-
ni, gobernó hasta 14 de setiei^bre de ISlO.
QUINCUAGESIMONOVEXO YIRBt.-;.í¿|í^cino.^Sr. D.
FRANCISCO JAVIER V£NSJG[Ai9.
Sa historia es la dk la revolíÉ^oioa qnc ,tayo principio en
él pueblo de pelotes* en la praviáéí^ de .Qoaua^uato, en
16 de setiembre de 1810 Dióaele la grap qrnz de Garlos
III» y el rev Fernando VII le conc^i6 el iítulo de mar-
qúéé de la Bdanion de S'aeva lUpa&a, y.gozó de mnoh&
consideración en la córte,f hablé adósele coafeiido los mas
distingnidos empleo^,. ' . ' ; -. .f;
i'
SEXAGÉSIMO VIR8Y.-EL Excmo. Sf. D. FÉLIX MARÍA
CALLEJA.
Desde i de m%jF$Q de 1813, kaeiá 20 de ietkmbre de 1810.
La xelacioQ de sud camptf as es la p^ite más impcr^
tanta, áe la historia déla revolacioa del aflo de 1810.
QoatnTO el primer impulso de ésta» y.qaebistntó su faer-
aa en la batallar del poante de GaMeran^ por laque le dio
el; rey Fernando TU al lítalo ddoondhdeCíidderon. Ele«
vado al vireinatD, poc sos diaposieioiies deyt^ytf'las nue-
vas f aereas leya^taibis por Mpielós y y iwaúéd dejó el
BiaadOi la revolneiqíL fMdé Mf^rsiMBte deeoi^nizada
y redncida á elementoa idiapejESoa. JHIn'BspHSta^btnyo di^i
verisos pajados, y murió en Talencia dknrde se habla es-
tablecido con su familia*
-. 92 —
8£XAGESIM0P&IMERa TIBEY.^EL Exemo. Se. D. JUAN
RÜIZ DE APODACA.
Desde 20 de setiembre de 1810^ hasti 5 de iulio de 1831.
ApTOTeoliando las veatajas obtenidas por bus dos pr6«
deodfiores, logró la casi completja paclflcacioa del país
por medio de sa benigaidad. L^ expedición de Miaas
aoBta^o la levolacion por alg&ti tiempo y le dio naeyo
oaloi; pero habiendo sido cogido aqnel en el rancho del
Venadito, por lo qae se dio al vire/ el títaLo de conde
con este nombre, faé fajúlado, coa lo cnaL la revolncion
' decayó del todo, y los que aan'ae conservaban en elia se
fueron indaltando A pot&a.
Bl restablecimiento de la constitacion de 1812 en E5>«
pafta, di6 origen á na noevo movimiento en Kneva Bs**
pa&% A cnya cabeza se^pnso don Agpstia Itorbide^ y en
el progreso rápido de la revelación . los ofloialea de al-*
ganos cnerpos de tropas earopeas , descontentos con A-
podaca^ á cayos desaciertos atribaian la decadencia en la
cansa espafiolai lo depnsieron. en la noche del 5 de jallo
de 1821, oonflriendo el mando al director de artillería D.
Francisco Novella. Apodaca, de regreso ü España, fué
tratado con la coneideracion qne era debida á su honra-
dez y acendrada fidelidad.
SEXAGESIMOSEGÜNDO Y ULTIMO VWEY.-ExcmcSr.
D* JUAN 0-DONOJtJ*^
*
Lleg6 A Yeraon» €l 31 de JoUo de 1821, y eiJoontró to^
do al reind declarado anr favor de la revolndon excitada
por Itorbide» á eocoepcion de la capital en 4né mandaba
l^orella» y algunos otros piintosq^e no podian'flbstener'-
86 largo tiempo. Oelehrti con ItatMáe^i^ tra(»db'de Gófn
dova, por lo qne se aanoionó el plan de la revolaoion, pa--
ttk lo qne OsUonoJd no tenia íhenltades, y feé desaproba-
do en ütepaia: pasó á M^oo donde entró el 26 de se-
tiembre, y f né reoiUdo con aplauso- Itnrbide hizo su en--
«rada trimf al en lA miamft dudad el STMAe aqnel mes,
— 93 —
o OH lo qae qaedó coasamida la iadepaadencia. O- Dono-
í& íiraió lá aotia de éita «1 23 del miaoiO) cjmo láliviiao
de la jaafca qi^e 9e cóutooó» y fa6 uonoibrado por édte aao
de los laiemo^íw á^ laregeaoia. Falleeló pocos diaé de9«
paf0,el S^d^ootetNoei de aa ataque de palmonla, y foé é>:e-
paltzftdo ooa la oorceapondieate solemaldacL ea la bóveda
del altar delo3 ttayed ea la catedral de Alé jico
Oesieei^a^abi^DíoiiaatiO de la casa de Borboa en Ea*
paña t«4oirjío4Tireye9 áexaepoion de Azanza, f nerón de
la oacrajiarimiU^r en.Bl ejército ó en la marina, habiendo
pect^neeidoA fote FlprAS^ itarqnina y Apodaca , y casi
. . todoa .de la gradAacion de teaientee generaleii, pnes solo
tnyieroiiLljk<le<aftfií tañes generales el marqaó.i de Ütisa*
faerte, y «I diMM da la Oonqaúta, el M^rqnéa de Oroiz
y el de Bcandforte, pnes aunque también la tuvo el prid
mer conde de Beillla Qigedo. se confirmó desunes en el
regreso á Bsp6fia :.poeooomo Marqninay Oalieja eran, el
primeFO yfA de eseuadra, y el segando matisoal de cam^
„ po ¿ que foorrespmde aquella graduadoa en la marmai y
iuago faeroa asoaadidos á tenientes generalen. ¡
Durante el tieaipo de la dominación de la caea de Ans^
Uia, todos los vireyes f nerón sacados de la clase de gran**
des de ISspalia ó de sus familias > y por ebto u>mbit-b se
hSM menaiQn..dA sos esposas que perteneolau aá.uiitmo
cang»; pesOfd0QA»ilM ooiip6 el trono la casad» -oibuní
se stanaroA 4á}|Mf«reuoia de nopleza media, de que ba-^
lieton también los empleados qno ocdparou los pnucii>a<«
les;ouest(|8 l>4jp aouelioamonaroas, no habiendo habido
dewde el ooade de X'.OMOiasa Aingun otr j grande que ob-
la viede el vif^MJuauíliiMluijei marqués oe Brancifi;rLe Los
mas de los ytrveá de esta época no fuMon casados, co*-
mo el d^ae de Unaies, el marqués de 7alero, el'de üa^
saíuette, el duque de la Oouquioia el maiqaés de Üroix,
Baoaroli, Asanza, Marquina y Venegas ^uDqoe oe fijó
como petíodo del gobierno de cada vire; el término de
cinco afLos« casi nunca seobuervói habiendo prrm^bt cido
> . algunos enlel iiiia9;áo|mBelio más tempo como ttsatutitCi
y otros ménoB| según se* disponía en la corte* '
KOTA.— HaVIsndo tomtdo del artobiapo Lorecfana en K
p'arce nae tfkt^de '* gobierno pelíclco 4e Nuera Bio^fiA,^'
Íine aIito té inttodaeeion á su edición dt iaa cart.ag do Curtes*
a notioia de ios entierros de los yireyes, no fte turo preseato la
V
I
— 94 —
jAks mnclias noticias Inéditos que contiene la ero-
nologrla de los vlreyes que ]precedo, lian sido Um^
n ada^ de diversos diarios antivvo» manuicrifes
y otros documentos , princli^almonte do los sl-
srnlontfs?
Diario q^Q escribió el Ldo. D* Qregotio HAttin deIlGai>
jo, presbítero , eeoietario del oabildo metropoHtaito de
MéyiQo, que comprende desde 1? de eneso-de 1648, siendo
virey el conde de Salvatierm , ' kMta fln do diciembre de
1664 qne lo era el marqués de HaMora. Ck)ntiene una re-
lación mny circanistanciada de todo enaüto ocurría ca-
da día, eapeclaloiente en cosas eoledáaticas. Un tomo en
folio.
Oontinnacicn de este mismo diaiio^ escrita por el Ldo.
D. Antonio Robles, presbítero, colegial del oolegiodo
San Pedro de Méjico, que comprende deade 1^ de enero
de 1665, en qae oontunuaba de tlrejr el marqués de Man-
cera, hasta ña de 1703, siendo vlroy el eegnndó dnqne de
Albarqaerqae. El Ldo. Bobles se exoasa de no poder
formar ana relación tan exacta y olronnstanoiada como la
de sa antecesor ^Gaijo , por no tener la ocasión qne á
a^ael proporcionaba sa empleo para obtetaer noticias, y
por oareoer de medios pecnniarlM en eircoBStanciaa en
qae an pliego de papel costaba ttidio real. TJh tomo en^
folio.
Eetoa dos tomos, con otros grandes mny grnesos, de
noticias y docamentds antigaes, pertenecen á la librería
del oratorio de 6an Felipe üeii; y ^on an tesoro históriit
co inapreeiable* El reTereado padre prepósito de aqnella
venerable casa, se ha servido finmqtiearlos al antcr de
nota que pone al ña de laa ^tratss, eñ ^ao advierte qne hablan-
do del marqnéa ^h las Amatlitas» dito que sn cadáver está e» el
e&nia&rio ae i» Pifídad, á aon4e £aé trasladado de Ssnto Do-
iaiDfl:o« tiendo af í que permaDeció én Saoto Domios:o» y el qne
de esta i^ioBÍa iaó tmfiiAdado al santoariq ^ Ja Pisdad , fué el
dd) daqae de la Cooqaiata, r ésU'^, par lo xniamo, no. faé enter-
xikáo en bóveda d'^I ai(ar de lojí Eeyes do la carral, como es
au lugar se dtjo. Téngase pceaente ea loa reipeetivoa artioalos
para nacer en ei^oa la debida cerrecoicn.
_ 95 -
efitas diserfcacioDes, qae ha eaeado de ellos mnohos mate^
ríales importantes para éstas y otras obras.
Bl Ldo. Bables e^ribió también, sejaa él 'mismo dice ,
un diario desde 1621 á 27, al qae formaba contianacio,
el de Gai}o; pero éste no se ha encontrado en la citada
librería. Dice también el mismo Boblesen el prólogo á
sn tomo de diario , que intentaba escribir éste desde la
conqnista, para lo que tenia recogidos, á costa de mttcha
diligencia y gastos, los materiales necesarios, informan'-
dose tambiea de personas ancianas y fidedignas, y annqne
no parece qae llegase á realizar este proyecto ^ propaso
qneloscaatro tomoETde docnmentoi y noticias son los
que él hubia recogido para emprender esta obra. tSn el
mismo prólogo declara qae casi la mitad de lo contenido
en su diario, lo había tomado del qae llevó el Ldo Die
go de Ot^lderon BdnAWdea, aüadieado maobias cosas y
quitando otras, protestando de la Verdad de toJo caanto
asienta*
En la biblioteca de la universidad hay otro diaiio cor;
respondiente al mismo peí iodo, llevado por na capellán
del hospital de Jesas; pero no comprende más qae desde
1676 á abril de 1696. Está en nn tomo en octavo, desen-
cnadernado, faltándole hojas del principio y del ña. JTs
diminuto en las noticias importantes, y pny prolijo en lo
qae no ofrece ningún Interés , como quien prediisaba en
cada función, las monjas que morían, y otoas cosas insig*-
nificantes» Parece ser el mismo de que hizo uso el Xdo.
Bobles.
De épocas posteriores se encuentran multitud de noti-
cias de este género ; pero lo que me ha sido de gran uti^
lidad es la '^Uronolocría de los vireyes que han gobernado .
eéta Kueva Espatla,'^ que escribió el teniente coronel don
Diego Panes, y llega hasta el tiempo del virey Flores Ja^^
que con las demás obras del mismo, presentaron sus he*«
rederos al ministro que fué de hacienda, don José Igna^
ció Esteva, quien las dio al museo. Están truncas y es de
desear que se impriman así comb otras muchas obras his-
tóricas que permanecen inéditas» y seria muy importante
que se diesen á conocer por la prensa*
Innecesario es decir que ha tenido siempre á la vista
la historia del padre Oavo, continuada por don Carica
Bustamente, siendo éata una de las más útiles que pubü^
— 96 —
00 eate infatigable esotítor, taütoB por varios dcoomen^*
toe originales que inserta, sacados del arohivo general^
oaanto porqae ¿asta el yireinato del vlrey Marquina^ no
hubo los motivos que desde Itarrigaray en adelante, le
haoen escribir con tanta parcialidad* Bnstamante, para
escribir esta obra, no solo hi^o nso de los docnmenu» del
arohivoi sino también del diario que llevó don José Gó-
mez, alabardero de la gaarda de los vireyes , qnien por
esta ciróonstanoia tenia á la vista lo qne se pasaba en
palacio. Bste diario comprende veinte y dos años, desde
II de agosto Je 1776, siendo virey Baoarlii| hasta 26 de
jonio de 1798, en'qae ya lo era Asanza^ pues su antecesor
le habia entiegado el bastón en la villa de Orizava d 31
de mayo anterior. Bl diario de Biofrio que yo poseo» coi*
mienza en eÉiero de 1802, y llega hasta el 22 de octubre
de 1813. Uon todos estos auxilios y otros muchos que se
pueden proporcionar en los libros impresos, manuscritos
documentos de las oficinas, se puede escribir la historia
de la época del gobierno espafiol ;en Nueva Espafta, casi
dia por dia.
Futrada de un vlrey en el reino de ¡Vaera Espa-
ña, y toma de posesión del mando.
Al acercarse las flotas á las costas de Teracruz, se a^
delantabau siempre un navio de aviso desde la sonda de
CampechOi y en él mandaba ;el nuevo virey á algún gen^^
til hombre de su familia, que pasaba ft Méjico con cartas
¿ las autoridades» escriUi según un formulaiio establecí'-
d0| haciendo saber su llegada que se soleumi^aba con re>
piques.
lili virey que acababa enviaba á Yeracruz á su sucesor
literas y toao avío de camino con regalos de dulces, cho«
colate y frasquera^ de vinos, en lo que cada uno manifes-
taba su generosidad y magnificencia,
Al desembarcar el virey en Yeracruz , salla & recibirlo
al muelle el cuerpo de ciudad y el gobernador, que hacia
la ceremouia de entregarle las llaves. Ja guarnición esta-
ba formada desde allí hasta la puerta de la parroquial en
la que le esperaba el cura de capa pluvial, con el clero
-97 -
palio qae el ylxey mandiUia retirar , y deqpiiM del Te<^
Denm, se dirigía á la^csasa dispáesta para ea habitación,
con la misma comitiva.
En Yeracroz fie detenía el nuevo virey más ó menos
días haciendo el reconocimiento del castillo y fortifica-
cioneSy y esperando tambiep la respuesta al aviso que
habla dado de su llegada, en la qae fijaba el virey que
terminaba, el lugar ^ que debia de concurrir para la tn^
trega de mando. Si no habla tropa de oaballeiía en Vera*
cruz, se mandaba de Méjico una compañía, y salía tam--
bien á escoltar al virey el capitán de la Acordada con da^
riñes y estandarte, y pordou de comisarios, el que gene^
raímente llegaba a Jalapa ó las Tigas.
El virey se ponía encamino llevando delante cuatro
batidores y dos oorreo9i acompafiándole la ^opa referid
da. Bu todo el camino salían á recibirlo las autoridades
y gobernadores de indios de los pueblos del tránsito é
inmediatos, teniendo el camino barrido y adornado , y
presentándole sartas de floras con areng as de cumplí**
miento en su idioma^
Bn Jalapa le esperaba uno de los secretarios de gobier-
. no y dos canónigos de Pueblai comisionado por su obis-
po y cabildo para aoompafiarlo y obsequiarlo en el viaje
hasta aquella dudad.
Dirigíase de Ferote á Tlaxcala donde hacía entrada
pública á caballo , la que se ordenaba de la manera bí«
guíente, desde media legua antea de llegar á la ciudad«
Iban delante los batidora y un paje del virey con un es*
tandarte en que estahan bordadas de nn lado las armas
Teales y en el reverso las del virey. Seguíase un gran nú-
mero de indios con sus tambores y chirimías y otros ins^
trumentos de música, llevando levantados en paléalas
banderas ó divisas de los queblos á que pertenecían: el
cuerpo de dudad compuesto todo de indios nobles, pre^
cedía al virey, < Uevanoo largas cintas que pendían dd
íreno del caballo que éste montaba, y los regidores Uevaí
ban sobre sus vestidos mantas de flao algodón , en que
estaban bordados los timbres de sus familias y pueblos;
Bvgnia al virey su caballerizo, comitiva y escolta en me«
dio de un concurso inmenso de gente , y llegando al ex*«
tremo de la calle Beal, encontraba fachada de perspeotÍM
va con adornos 6 geroglífloos rdativos á su persona y alU
— 98 -
86 le decía ana loa adeoaada también á las elrcnnstan-
oiaflu Pasaba Inego á la parroquia al Te»I>eum, y laego á
laa cagas reales desde se le teaia dispuesto alejamiento.
Bn Tlaxoala permaneoia tres dias, en la qae habia toros
y otras diversiones.
Oontinnaba laego su camino ¿ Faebla en donde se le
recibía con mayor solemnidad^ entrando á caballo, y allí
solía permanecer ocho días entre fiestas y obseqoios, y
visitando los conventos de monjas en los qne en aqnellos
tiempos entraban los vlreyes como ^eepatronos.
En Oholnla y Hnejoeiogo se hacía también entrada
pública, por consideración á aquellas antiguas ciadades,
aliadas de loa españoles en la conquista ; pero en estos
pantos no permanecía más qne el día de sn llegada. En^
tretfinto en Méjioo el virey qne acababa habia desoon-
pado el palacio trasladándose con hu familia á slgnoa
casa particular y salía á recibir á sn sucesor á Otumba,
donde hacía entrega del gobierno. Bs noble el lujo con
que lo hizo el arzobispo virey don Juan Ortega Monta-
ñés, cuando en 18 de noviembre de 1702 sali6 á recibir
al dtqüe de Alburquerque , segundo virey de este títu-
lo, con muchas carrozas soberbias' y los criados vestí •
dos con costosas libreas, llevando en una de ellas su se--
cretario con muchas ceremonias, el bastbn que iba á en^
tregarle*
Las autoridades salían á i^reséntarse al nuevo virey á
San Cristóbal, de dónde pasaba á Guadalupe, y allí te^
nía prevenido el mismo arzobispo Montases , un esplén*^
dido donvité para recibir al duque de Alburqnerque, que
llegó el 22 de noviembre , á quien áoompafió á comer, y
lo condujo á la tarde á Ohapnltepeo. Bu la casa 4 pala^
do que en aquel lugar habia, estaba p^venido el aloja^
miento, y era la diversión de la oiadad en los anteriores
& la llegada del virey, ir 4 ver estes pfléparativos. Para
recibir al duque de Alburqnerque , según un diario ma*
unscrito de aquel tiempo, toda la casa estaba ricamente
colgada y adoroada, llamando la atención dos escrito
xios embutidos de plata que llegaban hasta el te<^o, y
qu« se apreciaron en quince mil pesos.
Bn Chapultepec recibía el virey á las autoridades, que
i/ygfis, aun el tribunal de la inquisifficm , iban á preseui*
táiseleí y allí se le obsequiaba con toros y o^as diver-
-- »9 —
siones. Solía ir privadamente á la dudad & tomar di8po-
aioiones para sa alojamiento en an palacio, ¿ viBitar la
Catedral, ó á alganas imágenes como el Santo Oristo de
Saiita Tereaa* » .
Aanqae ya estaba en ejerciólo de la antotidad que le
habia sido entregada por su antecesor en la primeza en*
travista, el acta solemne de la toma de posesión, s^ ye-
lifloaba del modo siguientet lo que copiaié de lo que se-
gún el diario citado se hizo por el duque de Álburquer-
que el 27 de noTiembre del mismo afio de 1702. (^Después
üe la oración de la noche vino de Chapultepec i esta
ciudad á tomar su posidsion el sefioi: virey duque de Al--
burquerque, y fa6 primero 4 la Catedral & hacer oíacioui
y luego al real palacio : entró por la puerta piincipal á
las siete^ en donde lo recibieron con hachas $ j habiendo
bajado del coche, fué acompaliado de loa ministros y tri<«
bunaltisá oojer la escalera para sabir á la audiencia ,
donde lo recibieron los sefiores de las audiencias y lo lle-
varon á la sala de lo eiFil, en la cual, abajo de las gradas
de los estrados, estaba puesto un dosel de terciopelo y
damasco encarnado y baldoqnin de seda de los mismos
colores, una mesa larga, y jauto á ella seis sillas por ca'
da lado, y la del eeOior virey de terciopelo encarnado y
abajo su cojio: la mesa aon sobrecamas de Ohina borda-
das de efioarnado; encima un misal abieito á la mano de-
recha de S. E , y señalado el evangelio; en ocho candele«<
roa ocho velas de á media libra, y habiéndose sentado
8. B. j los señorea de la audiencia, se cerraron ]m puerN
tas y luego tocó S. JB. la eampaniila, y habiendo entrado
UQ portero, mandó S. E. se retirase el real sello, el oubl
xrajo en uu azafate don Pedro de Tagle, [hacía de can-
ciller] armado con sus armas y cubieito, acompañado de
miníateos de la audiencia que con doce hrchas le alum«i
braban, y habiendo entrado lo puso al lado de S. E., po«^
niéndose todos en pié al entrar en la sala , el cual tomó
S S en la mano en señal de posesión , y luego exhibió
tres cédulas que se leyeron por los dos secretarios de cá-
mara y gobierno , primera , la de capitán general, luego
la de virey, y luego la de presidente de la real audicien^
ola, y acabadas las pusieron los señores sobre sus cabe«
zas, y luego llegaron dichos secrecajios por los dos la-
dos de & B. , é hizo el juramento sobre el. evangelio:
PTSSETAOJOVJMU- lOHO 111--^ 90
— 100 —
volMó&elaego él sello á la oasKállería del mismo modo
qne se trajo, y laego salieron de la sala loa sefiores , a-
oompafiottdo oon todos los ministros á 8« B« hasta el oo«
che. y habiendo entrado en 61 , pasó & ver al sefior Ar.
zoblspo-
Para la entrada solemne se tomaba el tiempo neoesa.
rio para qne la clndad, como fnnoíon propia snya, pudie-
se disponer lo (Oonvenie.nteOrdenábase la entrada por la
tarde desde la parroquia de Santa Oatalina á ¡a de San-
ta Ana, á donde oonoorrian la andienoia , loa tribanalea
y nobleza, compitiendo en la riqueza de ios trajes, gallar-
día de los oabaliosy en lo vistoso de las jaeo2S y arneo), y
en el número y costo de orlados y libreas. Bl vireycon
esta comitiva llegaba á la esquina de Santo Doningo, en
donde estaba dispuesto un aróOy y allí lo recibía uneor«
regidor y ajuntamiento, que le presentaban las llaves de
la ciudad, recibiendo juramento de guardar los f aerea de
esta. Allí estaba prevenido el pallo, y llevando las varas
los regidores, seguía bajo de él el virey , aunque en esto
hubo muchas variaciones y diversas reales órdenes qui«
tando y restableciendo este uso: el corregidor y alcaldes
á pié, llevaban las riendas del caballo que montaba el
virey. Bate desmontaba frente á la puerta del costado de
la Catedral, en donde había otro arco, y allí se hacía una
loa, en que se comparaban loa servicios y virtudes del
virey oon los del héroe 6 divinidad fabulosa, que estaba
representada en los adornos del arco. ^1) En la ptierta de
la Catedral los redbia el arzobispo pontiical y el ca-
bildo con todo el ceremonial correspondiente al patrona-
to, y después del Te^^Deumi pasaba el virey á palacio oon
la misma comitiva y en aquella noche y los d|as siguien«.
tes habla fuegos, iluminaciones, y otras diversiones.--'
Bi iu jorque ios virey es ostentaban en su entrada, era
menor ó mayor según las personas. Bu la del dnque de
Alburquerque que hemos citado , que se verificó el 8 de
diciembre de 1702 , dice el diario de que he hecho réfe«<
rencia, que ^'atrás [del virey] venia la vireina'y damas en
m Sd eon-erT&n mnohaa dt aat; e lo&s impreiiB, d« lai qi« 70 tengo ii-
iWui tn mii ii)>f or«
— 101 —
coohesi y ¿ lo último veinte y cuatro, muías de repostería
(de 6arga,)ooii loe fcenoa y cabezadas de p}ata, plumeros
y las cubiertas de las cargas de color de fuego bordadas,
y las cuerdas con que Teman liadas eran de seda, y los
barrotes con que se apretaban de plata,
Bl yirey que tennlinabay solía permanecer á veces mu-*
cho tiempo en Méjico 6 en algún lugar que elegía para su
mansión después de entregado el mando, en espera de
ocasión para trasladarse ai punto de su nuevo destino,
ya para volver á Bspafia, y más todavía si tenia que pa%
sar al Perú, ó para cbntestar á los cargos que resultasen
en el proceso de residencia ^ ¿ que se daba desde luego
principio por éljuei comisionado para formarlo, pu-
blicándose para que ocurriesen los que tuviesen deman*
das que presentar.
A resultias de las contestaciones suscitadas con motivo
de la entrada da don Matns de Oalvez , se mandó por la
corte que en ^delante no hubiese entrada & caballo, y se
extinguió todo el ceremonial referido. £1 virey, 4 su He»
gada, se trasladaba con su escolta y decoro correspon-
diente á Puebla, desde donde lo acompasaba él inten«i
dente de aquella provincia: concurría en San Cristóbal^
en el ediftclo ebnstmido al[eféctojpor;el consulado que ha-
cía los gastes del recibimiento, con el virey que acababa,
quien le hada allí entrega del mando y seguía su viaje á
embarcarse: el nuevo virey era recibido y acompañado
derde Guadalupe por todas las autoridades en coche, esi
tando formadas en las calles del /tránsito las tropas de
la guarnición, y prestado el juramento respectivo en el
acuerdo, entraba en el ejercicio de^la|autoridad. Bl ayun-^
tamiento hacía el gasto de la mesaren los tres dias , que,
coa lo que gastaba el consuladOi ascendía á unos catorce
mil pesos, todo lo cual pareció exoesivo al segundo con-
de de Bevilla Glgedo, y propuso en la instraccion que
dejó á su sucesor que se suprimiese.
En todo el ceremonial antiguo para éste y otros ca«
sos, es echar de ver el empefio que se tenia en hacer res«^
potable la autoridad real y á quien la representaba , y
no menos .el de conservar á todas las autoridades la dign
nidad que les correspondía. Asombra el número de leyes
y disposiciones que se dictaron con este motivo , arre-
glando hasta los menores apéndices de las asistencias, la
— 103-1-
pleza en qne el virey debia resibir á la andiiaela, los oi*
doies qne habian de acompañarlo en al ooobe j lagar qne
hablan de ocapar, y habiendo ocnnido ana Tea qne en la
fleata de Ban Hipólito en qne se aaoaba el pendón real,
por nn aguacero qne sobteTino, eoaa ficeonente en M éjioo
en el mte de agoAto, la comitiva con el pendón ee gnáre-«
cieae en nna casa partíenlar; eito le tnvó por indecoro^
80| y se mandó por real orden , qne aanqme Iloñefle, el
pendón no entrase en singana oaaa, y la oomitiTa sigide^
se acompafiándolo hasta las eaaas oonsistoriales ó á la
iglesia de tían Hipólito.
Bstas formalidades estaban preyenilas eon mispre^
visión si sabe en lo qae tenia relación oon los prcSados
eolesiáatícos, habiéndose llegado & mandar por realcé-
dnla de 9 de febrero de 1670 , qne el araobispo en cate*»
dral pasando por la crajía del coro al presbiterio^, al ha«
cer cortesía á los virejes , soltase la eanda de sn ves^
tido.
Los vireyes por sn parte exijían todo el respeto qne les
era debido, tanto qne el segando dnqne de Albrqnerqae,
volviendo a pal» cíe en el coche por la oalle de San Fran-«
cisco, y encontrándose con el chantre de la catedral qne
iba á pié, notando qne éste no se detenia y qnitaba el
sombrero hasta abs jo, como estaba establecido con los vi«
rejes, laego qae llegó 6 palacio pasó recado al anobia^
po para qne antes de veinte y onatro ho^aa. hiciesen sa^
lir al chantre desterrado veinte legnas á la redonda, como
se verificó. Peio este respeto y consideración eran mAn
tnos, y las autoridades civiles eran ignalmente celoaas de
qne en nada se faltase a lo debido á los Ingtrca consagra*
dos al culto de sus ministros^
— 103-
sainarlo ir^n^ral del Importe délos srafttos eroga-
do^ü en el reedlllclf» y obran del palacio real de
Méjico, det.^e qnefué quemado en eltnmaUode
§ de junio de 1692, siendo vlrejr el conde de Qal«
vez, hasta el vlrelnato de don Hanuel ^e Flores,
con distinción de la«i cantidades pertenecientes
al tiempo de cada uno de los setkores vire fes qué
nan ^9iierna<lo en este periodo, y sin compren-
der lo gastad *• en la obra de la casa de moneda,
cuya construcción se lilzo por cuenta separada
en esta misma época*
Al tiempoldel Exoma,.Sr. oonde de Qalvez
correapoBden. . . . . J 193 541 4 9
Al del Sxcmo é Illmo- Sr. D Jaftn de Oc»
tega Montaüéa, obispo da Mlohoaean.. 000 O O
Al del Bxcmo. Sr. oonde de Moctesnica. . 2 800 O O
Al del Exorna, é Illmo. Sr. MoaMIéa, hit
la segaada ves qae f jeroió el vircinato. 000 O O
Al del Exorno. Sr. daqae de Albarqner^
que 78,612 1 4
Al del Exorno. Sr daqae de Linares 63 591 4 9
Al del Exorno. Sr. marqués de Talero.. 10,141 4 6
Al del Bxcmo- Sr. marqués de Oasafaer^^ '
te 38,216 2 6
Al del Exorno, é Illmo. Sr. D, Juan An-
tonio de Pizarrón, arzobispo de esta
capital 45.923 4 G
Al del Exorno. Sr. daqae de la Conquista. 16,000 O O
AldelaBeal Audiencia Gobernadora.. 24.079 7 6
Al del Exorno. Sr. oonde de Fuen clara** 99 551 3 7
Al del Exorno. Sr. conde de BdviUa Gíge*
do [primero de este título] 40^524 2 O
Al del Exorno. Sr¿ marqv*éa oe las Ama**
lillas 33,721 7 O
Al de la Beal Audiencia Gobernadora.. 1200 O O
Al del Exorno. Sr. Oagígal 000 O O
Al del Exorno. Sr marqués de Oroillas. . 27,721 5 6
Al del Exorno. Sr. marqués de Oroix 12,672 6 7
Al del Excmo. tír. Baoareli 16 910 3 6
Al frente.... 709,219 9 2
BTÍHETACTOMU.- TOTÍO 111*91
— 104 —
Del frente.... 709,210 9 2
Ál de la Beal Aadíenoia Gabernadora. . 1,790 O O
Al del Exorno. Br. Mavorga 11>909 3 6
Al del Bxáno. Sr. D. Msiías de Galvec. . 1.586 O O
Al de la Beal Aadienda Gobernadora ... 3,647 O O
Al del Bxoxno. Sr. oonde dh Galvez 17,914 1 6
Al de la Beal Aadienoia Gobernadora. .. 2,006 2 O
Al del V zomo. é Illmo. Sr. D. Alonso Na-
flez de Har0| arzobispo de esta capital . . 6^950 O O
Al del Bzomo. Sr. D. Manael Antonio de
Flores 10,502 3 O
Importe general...... 767,607 4 O
Agregándose por q\ salario anual de 200
pesos qae disfruta el maestro de obras
del real palaoio, considerados desde el
affo de 1720 en que se hizo esta asigna -
cion^ hasta el año de 1789 14,000 O O
Monto total , 781,6071 O
Bsta noticia está sacada del expediente que mandó
instmir el conde de BeviLia Gigedo por órdan 4e 14 de
setiembre de 1792, dirigida al tribunal de .Qlowtaa , el
cual comisionó para su cumplimiento al comtedersde re^
sultas don Juan Ignacio de la Faente, quien ea 19 de
octubre del mismo año , presentó uu infoime . muy cir<-
cunstandado explicando en él las obras, que sucesiva^
mente se kabian hecho y la aplicación de cada partida^
no habiendo encontrado, apuntes anteriores , suficientes
á dar una idea completa de los gastos erogados desde la
adquisición del palacio por el gobiernot cemo el virey ha-
bía mandado, por la destrucción y extravío de papelea
que hubo en el incendio. La obra^ comenzó b^o la di-
rección del reverendo padre visitador de San Agustín
fray Diego Yalverde, y signió . después , según la trasa
formada por éatCi á cargo de los maestros mayores del
ndsmo palacio,
Bl expedente existe en el archivo general.
— 105i-
Notlcias que ministró al se^fior don Dicero Panss el
contadorde la. real casade üHonedade .HCJico don.
jlinítonio dt Campo niarlu»
El aQo do í 731, á IC de aúil, Biendo vire j de edta Nae«
va EspafiLa el Exorno* Sr. marqaéá de Oasaf aerte j se co»*
menzo á contrair esta real oasa, y se oonelnyó en igaal
diáb del mes de dieiembre de 1734, á loa siete meses de ha-
ber fallecido dicho virey^ y pucediéadole eu el vireinate
él lUmo. y Exorno. Sr. D. Joa^i Antonio Vizarron ' ^rzo^
bispo de esta didcesis. Tavó d¿ cbato la obra material, im
olasos solamente algunos de loé instramentos y máqm«*
nag para la labor de moneda [qne en gran paite yinie^
ron de Espa&a donde se sufragó sn importe,] cuatiO'«
cientos cuarenta y nueve mil ochocientos noventa y tres
pesos.
La ampliación de las oficinas de esta real casa, reedi«
fioaeion de algunas, edificio de las de ensayos, fan^cí.e<»
nesi molinos y otra sala de hileras , y el de la real aea-«
demia del grabado y nobles artes de escultoj» , pintora
y arquitectura, se principió en el año de 1773 y dnró más
de diez afios, siendo su costo el de quinientos omcuenta
y cuatro mil y seiscientos pesos. > . .
Aunque en la contaduría de esta rea) o^sa existieron
mucho tiempo los papeles relativos al e^tableoimiwto y
progresos dala citada real academii»,. depiles qiie. cesó el
señor don Fernando Jogé Mongino ea^ia aaperiatenden<*
•cia de la misma real casa, se le entregaron todos, siendo
notorio el inflojo y gran trab^j^ que para el logro de es«
te benéfico proyecto impendiéi el señor Mangino, cono
para otros muy útiles á estos reinos^ manifestando siem*-
litd el amor y afeoto que les tuvo • (1)
[]] Vrétlod9lie?oy doiUafAelUacgÍTiOf qv» fué niiietro do hioIonclA
d« ropállíM «d Iji tfioi U 1130, 91 y pAits del 32, y ohinro otr^i altos om^
p:«or, qi • BÍiTió con d a»yw tla« y Mierio»
— 106 —
Serle délos superintendentes de la casa de mett «-
da de aiéjlco, de^de la creaclAA de este empleo
liasta la independencia, comunicada por el mis-
mo señor campo Marín al seftor Panes , liasta el
qulnlo de estos altos empleos.
1? El fiefior don JoEé Fera andes Bejtia Lis age, del
consejo de S« M., oidor de esta real andieneia de Méjiooi
faé el primer superintendente de sn real casa de mone^
da, nombrado en 16 de marzo de 1729 por el Excmo. 8t.
virey marqués deOasafuertei para correr con las lalK)re8
de moneda de las platas que por f¿ctorfa se hablan de la^
brar de cuenta de 8. M,, según sus reales órdenes dirigí'*
das al estab],eoimiento de la nueva fábrica de moneda
circular, y obtuvo la aprobación del rey y real título de
tal superintendente, jue2 privativo de dicha casa, dado
en Sevilla á 17 de setiembre de 1732. De este empleo faé
promovido á la dignidad de chantre de la santa igieeia
Catedral en la ciudad de Puebla de los Angeles; pero se
dice que murió ¿ntea de recibir los sagrados ók denes
2? El señor coronel don Gabriel Fernandez Molinillo^
caballero del orden de S&Btiago, fué nombrado superiu"
tendente, juez privativo de dicha real casa por real tícu-
lo dado en t*uen Betiroá I? de julio de 1733| conoedién-'
dolé al mismo tiempo los honores de ministro de capa
y espada del consejo de hadenda. 8e le concedió su re^
tiro y jubilación por el afio de 1750 « y abrazó el estac
do eclesiásÉico, en que falleció de clérigo secular pres -
bitero.
3? El seQor don Pedro Ifafiez de Tillavioencio, costa*
dor general que era de reales tributos de esta Nueva
España, füéeUcto superÍDtei>dfnte. jaez privativo de es*-
t^a real ca^a por real título de 17 de noviembre de 1750.
Obtuvo lOB boiior^s.dflcoDSfjo de hacienda , y empleo
de juez comisaiin de. loa derecbos de media' annata y ser-
vicio de lanzas en estos reinos, cot cediéndole por últi-
mo su retiro v jubilaeion por teal- orden de 15 de no<«
viembre de 1777, y gozando el sueldo Integro de tal su-
perintendente, y su última enfermedad tomó el hábito
I
- 107 —
de lego del oratorio de San Felipe Neri de esta capi«
4? £i señor don Feraando José Mangiao * . siendo con^i
tador general de tribatos do esta ^aeva España , f aé
nombrado Bostltato del señor YiUavicencio en el empleo
de saperintendente, jaez privativo de esta real oasa por
real despacho de 12 de marzo de 1776 , para que en sos
enfermedades ejerciese y despachase como tal. y en caso
de vacante qnedase en propiedad, como se verificó en ia
jabilacion del señor YiUavicencio desde 25 de febrero de
1778. Obtnvo el citado señor Mangino el gobierno del a^
partado de oro y plata, por sn agregación á la snperin**
tendencia de dicha real casa é iacorporacion á la corona
el año de 1778, los honores del consejo de hacienda , el
jQzgado y comisaiía de los derechos de media annátay'
servicio de lanzas en estos reinos, la snperintendencia de
azogues, y la sabdelegadon del Ézcmo. Br. secretaiió de
estado y del despacho universal de Indias, para el des»-
cnbrimiento y laborío de minas del referido ingrediente r
en Nueva España. Fi;é promovido del empleo de snpeiin-
tendente de esta real casa á la superintendencia general
subdelegada de real hacienda de esta Nueva España , é
intendencia y corregimiento de esta capital y su provin-
cia. Y por último ascendió á una plaza nuevamente crea-
da por S. M. el ministro de capa y espada del real su*
premo consejo de Indias , y murió en Madrid sii viendo
este honroso empleo. (2)
5? El señor don Francisco Fernandez de Córdova, ca^
ballero pensionista de la real y distinguida orden espa^
ñola de Oárlos lil , del consejo de B. M. , su secretario
oon ejercicio de decretos, fué electo superintendente,
jaez privativo de esta real casa de moneda y real apar**
tado general de oro y plata, agregado á ella por real tí «
[1] Faénfttüral de Méjico, hermano del padre j9eai'a Jatn de ViHiTleen-
oio, «>ov« Tida eflcribi6 «n Utia el padre tfanelro, y es U piimera <ie\ primer
toza>. Tradú|oUcn oaeteliaooontodae he .del pTÍm<»rtomo j paiaaslse*
gunda «i doctor Areohederreta, ooyj mamucriio yoté» el aator ae ceta obra.
[3] Cu Ticda la Kfiera ¿ofia Jcaefa Panei Tolfió 6 Méjico j murió en eeta
IW^BTAOJOOTIB.— TOMO T U.-- 92
—ios-
talo dado en el Parda á 14 de febrero de 1787- [IJ
6? Bl señor don Bafáel de Lardizabál , oomlaatio ordes
Bador gradoádo de los reales ejércitos , caballero de la
orden de OárlocMII , servia este empleo cuando se hiso
la independencia en 182 U
Dorante esta época la casa ha venido á ser de may
poca importanda, y el empleo de snperintendente mneho
menos considerado que antes.
(1) 8* la di6 daipnei hl título da marqués da fian Bomtn, j ottó eo» U aa-
Sora dofia Qnadalvpa da tlonoMU y Barrio, hfja dat cooda d« San Xalao
ValpaiwBO narqpea dolJáral da Barrio. Córdova daM6 (oda a« oarrara i loa
▼ira^ai OalTtz, da qnian ícé aeeraUrio. Poa6 al eonarjo da ladiaa an oaliiai
do aonaojoro do oapi j aspada, y morfó aa Kadrid.
FIN D£L T£EC£R TOMO.
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