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Full text of "Dos viajes botánicos al Rio Salado superior (Cordillera de Mendoza) ejecutados en los años 1891-1892 y 1892-1893"

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Gray  Herbarium 

Purchase 

August  1970 


FEDERICO     KURTZ 


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DOS  VIAJES  BOTÁNICOS 

AL   RIO   SALADO  SUPERIOR 
(cordillera  de  Mendoza) 

EJECUTADOS   EN    LOS   AÑOS   1891-92   Y   1892-93 


AHtcalo publicado  en  el  Boletín  de  l\  Academia  Nacional  de  Ciencl\s 
DE  CónoGUA,  tomo  XIII,  pár¡ino£  171  y  siguientes 


BUENOS  AIRES 

IMPRENTA  DE  PABLO  E.  CONI  É  HIJOS,  ESPECIAL  PARA  OBRAS 
680  —  CALLE     PERÚ   —   680 

1893 


FEDERICO     KURTZ 


DOS  VIAJES  BOTÁNICOS 

AL   RIO   SALADO  SUPERIOR 
(cordillera  de  Mendoza) 

EJECUTADOS   EN    LOS   AÑOS   1891-92   Y   1892-93 


Articulo  publicado  en  el  Boletín  de  l\  Academia  Nacional  de  Ciencias 
DE  Cóp.doua,  tomo  XIII,  páginas  171  y  siguientes 


BUENOS  AIRES 
IMPRENTA  DE  PABLO  E.  CONI  É  HIJOS,  ESPECIAL  PARA  OBRAS 

680  —  CALLE     PERÚ   —   680 


1893 


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DOS 

VIAJES  BOTÁNICOS  AL  RIO  SALADO  SUPERIOR 

(CORDILLERA   DE  MENDOZA) 

EJECUTADOS   E*;   LOS   AÑOS    1891-92    Y    1892-93 

POR  FEDERICO  KURTZ 


La  parte  argentina  de  la  Cordillera  de  los  Andes,  es  decir, 
su  falda  oriental  desde  la  frontera  deBolivia  hasta  el  Estre- 
cho de  Magallanes,  es  indudablemenle  la  región  mas  rica  en 
plantas  de  toda  la  República,  respecto  al  número  de  especies 
que  componen  su  vegetación,  más  rica  aún  que  las  provincias 
subtropicales. 

Sin  embargo,  los  conocimientos  que  se  tienen  sobre  esta 
flora,  son  hasta  ahora  lejos  de  ser  satisfactorios,  circunstan- 
cia que  tiene  casi  por  única  causa  la  escasez  de  observadores 
y  coleccionistas  y  por  tanto  la  de  material  de  estudio.  He 
aquí  una  ligera  ojeada  de  lo  que  se  ha  escrito  sobre  el  parti- 
cular. 

El  primero  que  ha  contribuido  á  la  historia  de  las  plantas 
andinas  fué  el  médico  inglés  Dr.  Gillies,  quien  después  de 
una  larga  residencia  en  Mendoza,  donde  ejercía  su  profesión, 
volvió  á  Europa  al  ñn  déla  segunda  década  de  este  siglo. 
Sus  ricas  colecciones,  depositadas  hoy  en  el  Museo  de  Kew, 
cerca  de  Londres,  han  formado  el  objeto  de  una  serie  de  tra- 
bajos de  W.  J.  HooKER  y  G.  Walrer  Arnott,    con  impor- 


_  4  — 

tantes  contribucioues  de  su  propia  pluma  (').  El  Dr.  Gillies 
formaba  su  herbario  andino  en  la  parte  de  la  Cordillera  com- 
prendida entre  el  Paso  de  Uspallata  al  Norte  y  el  valle  del 
Rio  Salado  al  Sur.  A  más  de  esta  colección  él  ha  herborizado 
también  en  otros  puntos  de  la  Provincia  de  Mendoza  y  en  las 
de  San  Luis  y  Buenos  Aires. 

Después  de  un  intervalo  de  treinta  años,  empezaron  á 
aparecer  recien  los  trabajos  del  Dr.  R.  A.  Philippi,  Director 
del  Museo  Nacional  de  Chile,  sobre  plantas  de  la  Cordillera 
entre  Santiago  de  Chile  y  Mendoza  y  de  las  inmediaciones  de 
esta  ciudad,  estudios  que  contienen  la  descripción  de  muchas 
especies  nuevas  (~). 

En  1871,  YicEiNTio  de  Cesati,  profesor  de  botánica  en 
Roma,  publicó  descripciones  y  láminas  de  plantas  que  el  na- 
turalista Pellegrino  Strobel  había  encontrado  en  la  bajada 
del  Paso  del  Planchón  tomando  el  camino  de  Mendoza  (3). 

Un  discípulo  de  nuestra  Universidad,  el  Dr.  Saile  Eche- 
GARAY,  formaba  en  1875  un  herbario  de  291  especies  en  su 
Provincia  natal,  San  Juan,  en  las  cercanías  de  Leoncito  y  del 
Cerro  Tontal,  escribiendo  el  mismo  una  memoria  sobre  sus 
colecciones,  de  las  que  más  tarde  se  ocupó  detalladamente 
el  Dr.  J.  HiEROJNYMUs(^). 

El  señor  Gustavo  Niederlein,  que  acompañaba  al  Dr. 
Pablo  Lgrejítz  en  la  expedición  del  General  Julio  A.  Roca 
al  Rio  Negro,  volvió  del  Neuquen  á  Mendoza  siguiendo  el  pié 
de  la  Cordillera,  recogiendo  en  ese  trayecto  plantas  que  han 
sido  descritas  é  incorporadas  en  el  informe  científico  de  di- 
cha expedición  (•'). 

Más  tardo,  hace  dos  años,  se  publicó  un  artículo  por  J.  Ball 
dando  noticias  de  las  plantas  que  Mr.    Williams  Aindrews 

(')  Véase  en  el  Apéndice  I,  n»  1. 
(')  Véase  en  el  Apéndice  I,  n°  -2. 
f )  Véase  en  el  Apéndice  I,  n"  3. 
(*)  Véase  en  el  Apéndice  I,  n"  4. 
(')  Véase  en  el  Apéndice  I,  n"  5. 


-    D    — 

recogiera  cerca  del  lago  Laucar  y  otros  puntos  de  la  Pata- 
gonia  (i). 

Finalmente,  el  autor  de  estas  líneas  ha  escrito  un  informe 
de  su  primer  viaje  á  la  Cordillera  tratando  de  la  vegetación 
que  se  observa  entre  Villa- Vicencio,  Uspallata,  Puente  del 
Inca  y  Juncal  en  Chile  (-). 

Estos  son  los  trabajos  que  se  ocupan  directamente  de  la  ve- 
getación de  la  falda  argentina  de  la  Cordillera,  pues  en  la  obra 
de  GmsEBACH,  Symbolae  ad  Floram  argentinam,  sólo  se 
encuentran  mencionadas  plantas  de  las  sierras  de  Catamarca, 
Salta  y  Jujuy  ;  y  de  una  espléndida  colección  de  las  sierras  de 
Rioja,  debida  á  los  esfuerzos  de  los  señores  Hieronymus  y  Nie- 
DEiiLEijv,  clasificada  ya  en  parte,  no  se  ha  publicado  nada  aún. 

En  el  Museo  Botánico  de  nuestra  Universidad ,  el  nicas  rico 
en  plantas  argentinas  que  existe,  la  flora  andina  está  repre- 
sentada por  las  siguientes  colecciones: 

1"  Un  herbario  regalado  por  el  ür.  K.  A.  Philippi,  que 
contiene  una  gran  parte  de  las  plantas  descritas  por  el  mismo 
en  las  obras  mencionadas  más  abajo  (Véase  el  Apéndice  I,  n"  2); 

2^  El  herbario  del  Dr.  Saile  Echegaray,  ilustrando  los 
trabajos  citados  bajo  el  número  4  del  Apéndice  I. ; 

3"  Una  cantidad  de  plantas  de  las  cercanías  del  Lago  Ar- 
gentino, obsequio  del   teniente  de  navio  señor  Carlos  M. 

MOYAKO  ; 

4^  Cuatro  colecciones  formadas  por  el  infrascrito  en  va- 
rios viajes  ala  Cordillera,  á  saber  : 

a.)  Camino  de  Mendoza  á  Puente  del  Inca  y  Juncal  éu 
en  Chile,  959  números; 

h)  Cerro  Nevado,  Cordillera  entre  el  rio  Salado  al  Norte 
y  el  lago  Laucar  al  Sur,  1033  números; 

c)  Cordillera  mendocina  entre  rio  Salado  y  rio  Malal-hué, 
222  números ; 


(')  Véase  en  el  Apéndice  I,  n"  6. 
[")  Véase  en  el  Apéndice  I,  n"  7. 


-  6  — 

dj  Camino  de  Mendoza  á  la  Junta  del  Atue!  y  del  Salado, 
Cordillera  entre  el  Atuel,  Salado  y  la  frontera  chilena,  280 
números. 

Sumando  todas  estas  contribuciones,  me  parece  que  tene- 
mos representados  en  nuestro  Museo  como  1800  á  2000  es- 
pecies de  la  flora  andina,  es  decir,  más  ó  menos  la  mitad 
de  las  que  deben  existir  en  esta  región  de  la  República 
Argentina.  De  Chile,  que  no  es  más  que  la  falda  occidental 
de  la  Cordillera  con  un  litoral  muy  estrecho,  en  1881  hemos 
conocido  ya  5358  especies  de  plantas  fanerógamas  y  criptó- 
gamas  superiores  ('). 

Para  dar  una  idea  de  la  riqueza  de  la  flora  de  la  Cordille- 
ra voy  á  mencionar  el  solo  hecho  de  que  durante  nuestra  es- 
tancia en  el  Cajón  de  Trolope,  al  pié  del  \iejo  volcan  de 
Copá-hué,  he  recogido  en  las  faldas  del  dicho  volcan  y  en  las 
inmediaciones  de  los  baños  termales  y  sulfurosos  de  Copá- 
hué,  106  especies  de  plantas  en  dos  escursiones. 

Partimos  para  nuestro  viaje  de  Villa  Mercedes  (Provincia 
de  San  Luis)  donde  se  formaba  la  tropa  y  alistaba  todo  lo  ne- 
cesario para  un  viaje  á  través  de  la  Pampa  hasta  San  Rafael,  hoy 
«25  deMayo»,  nombre  quese  usa  sólooficialmente.  El  itinerario 
seguido  para  llegar  á  este  último  punto  fué  el  siguiente  :  Villa 
Mercedes,  Médanos  Colorados,  Chichaca  Grande,  Cerro  Vare- 
la,  Agua  Dulce  (Rio  Salado),  Paso  de  Tierra,  Fortin  Nuevo 
(sobre  el  rio  Diamante)  y  entonces  hemos  seguido  el  rio  Dia- 
mante hasta  Rama  Caida,  que  está  como  á  5  leguas  al  E.-SE. 
de  San  Rafael .  Después  de  algunos  dias  de  descanso  em- 
prendimos viaje  en  dirección  al  Cerro  de  la  Guardia  y  de  allí 
al  Puente  de  Nihuil.  Desde  ese  punto  hemos  seguido  el  rio 
Atuel  arriba,  hasta  su  confluencia  con  el  Salado.  Un  poco 
más  arriba  estábamos  en  la  Cordillera,  siguiendo  siempre 
el  valle  del  rio  Salado  que  hemos  recorrido  hasta  su  origen. 

(^)  Véase  en  el  Apéndice  I,  n*  8. 


Al  regreso  visitamos  ilodeo  Viejo  y  Maial-huc,  y  de  este 
establecimiento  del  General  Ortega  tomamos  el  camino  á  los 
Jagüeles  (pequeña  sierra  al  Sur  del  Diamante),  pasando  para 
la  junta  del  Atuei  y  el  Saludo,  y  ¡)ara  la  Salina  en  la  Pampa 
del  Sur.  Al  íin  volviamos  á  tomar  el  camino  de  ida  en  Ra- 
ma Caida  para  volver  á  Córdoba. 

3Ii  segundo  viaje  (Diciembre  de  1892  á  Marzo  de  1893), 
tenía  por  objeto  la  exploración  más  detallada  de  la  misma  re- 
gión, es  decir  de  la  parte  de  la  Cordillera  entre  los  rios 
Atuel  y  Salado  y  el  límite  de  Chile  (Paso  del  Planchón).  Sus 
resultados  en  la  parle  que  se  refiere  á  la  Cordillera  y  sus  con- 
trafuertes están  incluidos  en  este  mismo  informe. 

De  Villa  Mercedes,  con  rumbo  á  los  Médanos  Colorados, 
se  atravieza  primero  una  zona  de  monte  claro  que  sigue  los 
bordes  del  Rio  5"  y  cu}a  composición  me  parece  idéntica  á 
la  que  se  extiende  al  Sur  de  San  Luis.  Sus  plantas  más  carac- 
terísticas son  las  siguientes  : 

Atamísquea  erimrg ¡nata  Mieus.  (Atamisque),  en  ejem- 
plares arbóreos. 

Bulnesia  Retamo  Gkisiíb.  (Retamo),  en  terrenos  algo  sa- 
lados. 

Larrea  diüaricata  Cav.  (Jarilla  hembra),  aparece  en  esta 
región  también  bajo  la  forma  de  árboles  elevados,  elegantes. 

Schiniis  dependens  Ort.  var.  subíntegra  Ekgl.  (Du- 
vaua  praecox  GiiisE]}. ;  3Iolle),  muy  frecuente  y  muy  variable 
en  su  tamaño  y  en  la  forma  de  sus  hojas. 

Gourlíea  decorticans  Gíll.  (Chañar). 

Prosopis  alba  Giuseb.  (Algarrobo). 

Prosopis  Algarrobilla  Griseij.  (Calden),  árbol  bajo  muy 
frecuente. 

Aspídosperma  Quebracho  blanco  Schldl.  (Quebracho 
blanco),  árboles  altos  generalmente  aislados. 

Jodina  rhombifolia  Hook.  et  Arn.  (Árbol  peje;  en  la 
Provincia  de  Córdoba  :  Quebracho  flojo). 

Verbesína  encelioides  (Cav.)  Bejvth.  etHooK.;  muchas 


veces  se  observa  donde  hay  hacienda  vacuna,  formando  cír- 
culos bajo  ios  árboles  (Algarrobos)  que  los  animales  buscan 
por  la  sombra. 

Hyalis  argéntea,  Don.  (Blanquillo),  en  terrenos  secos, 
arenosos,  formando  á  veces  matas  extensas. 

Jwitícia  campestris  (jRiseb.  (Quiebra-arado  ;  en  la  Pro- 
vincia de  Córdoba  tiene  el  mismo  nombre  la  Heimia  salici- 
folia  Lr.  et  Otto);  muy  frecuente. 

Arístida  sp.  (AsaitiUo);  cubre  muchas  veces  grandes  es- 
pacios y  se  dice  que  es  un  buen  pasto  ;  no  se  le  observa  al 
Sur  del  Diamante. 

Un  poco  antes  de  llegar  á  los  Médanos  Colorados  empieza 
la  región  de  los  Médanos,  uno  de  los  paisajes  más  tristes  que 
conozco  y  que  con  algunas  interrupciones  se  extiende  hasta  la 
confluencia  del  rio  Salado  con  el  Diamante,  aunque  variando 
algo  el  carácter  de  su  vegetación  según  la  cantidad  de  agua 
que  está  en  el  suelo  ó  en  sus  alrededores  (en  las  cercanías 
de  los  grandes  rios).  El  mismo  carácter,  monótono  y  depre- 
sivo en  su  vegetación,  presenta  el  vasto  espacio  de  la  Pampa 
comprendido  entre  el  Cerro  Várela  (al  Sud  de  San  Luis)  al 
Este,  el  pié  de  la  Cordillera  al  Poniente,  el  Rio  Diamante  al 
Norte  y  el  límite  setentrional  de  la  flora  patagónica  (situado 
masó  menos  en  los  bordes  del  rio  Agrio,  cerca  de  Norquin), 
al  Sur.  Toda  esta  inmensa  región  pertenece  á  la  misma  forma- 
ción botánica  á  excepción  de  algunos  puntos  que  salen  como 
isletas  en  este  océano  pampeano,  v.  gr.  el  Cerro  Várela,  el  de 
la  Guardia  y  algunos  grupos  de  médanos. 


1.    LA   PAMPA 

La  Pampa,  tal  como  se  presenta  entre  los  límites  arri- 
ba iudicados,  se  divide  muy  naturalmente  en  las  siguientes 
subformaciones  : 


—  9  — 

1)  La  Panipci  llana,  y  1"  los  Salitrales  ; 

2)  Los  Médanos,  cimas  de  arena  movedisa  hasta  de  20  me- 
tros de  altura; 

3)  Los  valles  de  los  rios  y  de  las  lagunas  ; 

4)  Las  sierras  pampeanas. 


i  y  i'')  La  Pampa  llana  ?/  los  Salitrales 

La  Pampa  se  presenta  generalmente  como  una  planicie 
más  ó  menos  ondulada  ó  completamente  llana,  de  colores  cla- 
ros (bauquizco,  pampa  de  gramas,  especialmente  de  Andropo- 
goneas,  Tupe  (Panicum  patagonicum  Hiero.n.)  y  Junquillo 
(Diachyrium  arundínaceum  Griseb.),  verde-gris  ó  gris 
(pampa  de  Chenopodiáceas  ó  también  salitrales),  interrumpi- 
da ó  punteada  en  algunas  partes  por  manchas  ó  líneas  negras  : 
grupos  de  monte,  que  cuando  afectan  la  forma  lineal  señalan 
el  curso  de  algún  arroyo  ó  una  bajada  un  poco  húmeda.  Los 
arbustos  más  frecuentes  en  la  Pampa  son  :  Molle  en  sus  va- 
rias formas  (Schínus  dependens,  Ort.  var.  subíntegra 
E]\GL.)  y  Solupe  (Ephedra  americana  W.  y  E.  ochreata 
MiERS.).  Muy  raras  veces  se  nota  un  árbol  de  un  color  verde 
claro,  el  Sauce  hediondo  fSalix  Humboldtiana  AV  J  ó  la 
elevada  forma  del  álamo  de  Italia  (Populus  pyramidalis 
Roz.),  indicio  seguro  de  agua  ó  de  una  habitación  cualquiera. 
Es  característico  para  la  Pampa,  y  puede  observarse  en  cual- 
quiera de  sus  partes,  el  predominio  de  una  ú  otra  planta,  de 
tal  modo  que  puede  hablarse  de  Cachiyuyu-pampa,  Zamba- 
pampa,  Tupe-pampa,  Junquillo-pampa,  Verbena-pampa  fFe?'- 
hena  seriphioides  Gill.  et  Hook.  y  Lippia  foliolosa Phil.), 
Chinita-pampa  (Grindelia  speciosa  Bth.),  Blanquillo-pampa 
(Hyalis  argéntea  Don.). 

Entre  la  Pampa  y  los  Salitrales  que  se  encuentran  en  la 
región  de  que  tratamos,  los  límites  no  pueden  determinarse 


—  10  — 

de  un  modo  claro  y  preciso,  pues  sucede  que  hay  un  nú- 
mero de  plantas  halófilas  que  aparecen  también  en  la  Pampa 
(Zamba,  Cachiyuyu^  Brizopyrwni,  Juncus  acutus  Lam.) 
mientras  el  Chañar  no  parece  ser  suceptible  á  resistir  mucha 
sal :  lo  he  encontrado  muchas  veces  en  la  región  intermedia 
entre  la  Pampa  y  los  Salitrales.  Plantas  que  viven  solamente 
entérrenos  salados  son,  por  ejemplo:  Jume  (Suaeda  divavi- 
caíaMocQ.)  y  además  Sp¿7'Osíac/iyspaíago?iicaGRisEB.  y  S. 
vagínata  Griseb.,  Halopeplis  Güliesü  Grises.,  Nieder- 
leinia  juniperoides  Hier.,  Statice  brasiliensis  Boiss., 
Cortesía  cuneata  R.  etP.,  Lippia  saZsaGRisEB.,  Prosopis 
strombulífera  Bth.  De  todas  estas  plantas  es  la  más  nota- 
ble y  singular  la  Niederleinia  juniperoides,  pequeño  ar- 
busto muy  frágil,  de  un  gris  verde,  que  se  asemeja  mucho  en 
su  aspecto  á  ciertas  formas  del  género  Juniperus  y  en  espe- 
cial á  la  que  se  cultiva  en  los  jardines  botánicos  bajo  el  nom- 
bre de  J . prostrata  Pers.  (J.  horizontalis  Míxch.).  Como  lo 
ha  mostrado  J.  Hiero jvymus  (Bol.  déla  Acad.  Nac.  de  Ciencias, 
t.  IIl,  1879,  p.  219-30  con  lám.),  pertenece  esta  planta  á  la 
pequeña  familia  de  las  Frankeniaceas,  conocida  hasta  entonces 
solamente  de  la  región  mediterránea  y  de  la  isla  de  Santa  He- 
lena. La  Niederleinia  fué  descubierta  por  G.  Niederleik, 
durante  la  expedición  del  General  Roca  al  Rio  Negro,  en  las 
orillas  de  los  pantanos  salados  «  Narraco »,  poco  al  Norte  del 
rio  Colorado,  y  el  que  estas  líneas  escribe  la  ha  encon- 
trado desde  Tendrica  (al  pié  del  Cerro  Nevado)  y  la  Laguna 
Llancanelo  al  Este,  hasta  la  junta  delAtuel  y  Salado,  y  Agua 
Nueva  al  Oeste  y  Norte,  formando 'céspedes  bajos  de  hasta  un 
metro  de  diámetro  que  cubren  á  veces  grandes  espacios  de 
terreno. 


11 


2)  Los  Médanos 

Cuando  los  iiiédatios  se  presentan  con  el  carácter  de 
travesía,  como  por  ejemplo  entre  Médano  Colorado  y  Chi- 
chaca  Grande,  carecen  completamente  de  árboles,  apenas 
se  observa  de  vez  en  cuando  un  pequeño  Chañar  estro- 
peado, siendo  la  única  planta  leñosa  de  alguna  frecuencia 
una  clase  de  Solupe  (EpJiedra  ochreata  Miers),  que  forma 
grupos  circulares.  Por  lo  demás,  la  vegetación  se  compone 
de  algunas  gramas  (Andropogonis  spec.  2),  que  se  encuen- 
tran también  en  la  Pampa  baja,  y  de  algunas  Compuestas  y 
Verbenáceas  (Hyaüs  argéntea  Boís.,  Baccharis  axillaris 
Do^. :  muy  frecuente,  Trichocline  sp.,  Lippia  salsa  Gr., 
Verbena  sp.). 

Sin  embargo,  son  generalmente  los  médanos  los  portadores 
de  los  grupos  ó  islas  de  montes  que  se  observan  en  la  Pampa 
y  que  en  las  cercanías  de  los  rios  se  presentan  á  veces  en  for- 
ma de  bosques  más  ó  menos  grandes.  Los  elementos  de  estos 
grupos  aislados  de  monte  son  los  mismos  en  toda  la  región, 
helos  aqui  : 

Atamisquea  emarginata  Miers.  (muchas  veces  arbó- 
rea). 

Tricomaria  Usillo  Uook.  (Usillo). 

Larrea  dioaricata  Cay. 

Larrea  ciuwata  Cav.  (Jarilla  crespa);  encontrada  por 
primera  vez  en  el  Diamante  frente  áSan  Rafael,  pero  que  se 
halla  también,  mucho  más  al  Oriente,  en  San  Luis,  Córdoba, 
Catamarca. 

Dulncsia  Retamo  Griseb.  (Retamo). 

Condalia  linéala  A.  Gray  (Piquillin),  raro. 

Schinus  dependens  Ort.  (Molle). 

Gourliea  decorticans  Gill. 

Acacia  striata  Bth.  (?,  Pichana  de  perro). 


—  12  — 

Cyclolepis  genistoídes  Don.,  en  su  aspecto  muy  seme- 
jante al  Usillo. 

ChuquiragcL  erinacea  Don, 

Lycium  sp. 

Tricycla  spinosa  Cav.  (Monte  negro);  más  cerca  de 
la  Cordillera. 

Ephedva  ochreata  Miers.  (Solupe). 

Hyalis  argéntea  Dojn. 

Lippia  foliolosa  Vmh.  (Tomillo  hembra). 

Panicum 2:)atagonicur)i  Hiero^.  (Tupe). 

Diachyrium  arundinaceuin  Griseb.  (Junquillo). 

En  forma  de  árboles  se  presentan  sólo  tres  :  Chañar,  Cal- 
den  y  Retamo,  encontrándose  á  veces  Molle  y  Atamisque  en 
ejemplares  dedos  y  más  metros  de  altura  pero  nunca  con  tron- 
co bien  desarrollado.  El  Chuquiraga  {Chuqxdraga  erinacea 
Don.)  que  se  cría  con  frecuencia  en  los  médanos  es  uno  de 
los  arbustos  más  feos,  espinosos,  y  desagradables  que  pueden 
imaginarse,  siendo  las  brácteas  del  involucro  de  sus  flores 
mismas  transformadas  en  espinas. 


3)  Las  orillas  de  los  rios  y  de  las  lagunas 

Las  márgenes  délos  rios  Diamante  y  Atuel  son  los  que  se 
han  podido  estudiar  más  detalladamente.  Este  último,  como 
el  rio  Salado  que  separa  las  provincias  de  Mendoza  y  San  Luis, 
es  un  rio  pampeano  típico,  es  decir,  carece  de  una  formación 
litoral  bien  definida  y  la  Pampa  se  acerca  hasta  el  rio  mismo 
sin  que  medie  una  zona  de  monte  como,  por  ejemplo,  la  que 
acompaña  al  rio  Diamante  á  lo  menos  en  su  margen  derecha. 

Las  plantas  que  constituyen  la  flora  litoral  del  rio  Diaman- 
te son  muy  abundantes  en  número  aunque  de  muy  pocas 
especies,  formando  cada  una  zonas  extensas,  donde  una  mis- 
ma especie  cubre  muchas  cuadras  y  hasta    media   legua. 


—  13  — 

las  que  llevan  los  nombres  de  Cortaderales,  Piclianales,  etc. 
naturalmente  bastante  monótonas. 

Las  principales  entre  estas  plantas  son  cuatro  : 

Gyneviura  argenteuin  Nees.  (Cortadera). 

Heterothalamus  spariioides  Hogk.  et  Akw.   (Pichana). 

Baccharis  salicifolia  Pers.  (Ciiilca). 

Juncus  acutus  Lam.  (Junco). 

La  Cortadera  se  cría  generalmente  á  la  orilla  del  rio  y  en 
los  pantanos  inmediatos,  formando  lindísimos  grupos  que 
constituyen  una  zona  de  un  blanco  argentino  que  desde  lejos 
indica  la  dirección  del  rio. 

Un  poco  más  distante  de  este  se  encuentran  la  Pichana  y  la 
Chilca,  con  una  altura  que  varía  entre  0.3  m.  y  2  á  2.5  m. 
(Chilca). 

E\  Juncus  se  encuentra  con  menos  frecuencia  que  las  otras, 
prefiriendo  terrenos  algo  salados,  y  forma  con  sus  hojas  rígi- 
das y  punzantes  grupos  de  un  verde  oscuro. 

Como  se  ha  dicho  ya,  estas  plantas,  por  lo  general,  se  pre- 
sentan solas  una  al  lado  de  la  otra,  pero  á  menudo  se  hallan 
mezcladas,  especialmente  la  Pichana  y  la  Chilca. 

Entre  las  yerbas  que  se  encuentran  en  la  margen  del  rio 
las  más  características  son  :  Pluchea  Quitoc  DC,  Glycir- 
rhiza  astr ag aliña  G\ll.,  Prosopis  strombulifera  Bth., 
Distichlis  sp.  2,  etc. 

El  único  árbol  que  existe  cerca  del  rio  es  el  Chañar,  el  que 
se  presenta  algunas  veces  en  ejemplares  grandes.  Por  el  con- 
trario, los  médanos  que  acompañan  al  rio  Diamante  por  su 
margen  derecha,  son  cubiertos  continuamente  de  un  monte 
denso  compuesto  de  los  mismos  elementos  que  caracterizan 
esa  formación  y  además  de  :  Prosopis  siliquastrum  DC, 
Prosojñs  Algarrobilla  Griseb.,  Adesmia  trijuga  Gill., 
Proustia  ilicifolia  H.  et  A.,  Doniophytum  anomalum 
{Dov.)M.,  Sclerophylax  Cy nocr ambe  GmsEB.,  Verbena 
ceratophylla  Gill.  etH.,  Verbena  flava  Giíh.  etH.,i¥?¿n- 
roa  squarrosaToRii.  (MunroamendocinaVmL.). 


—  14  — 

Las  orillas  del  rio  Atiiel  en  su  parte  pampeana  no  presen 
tan  una  llora  litoral  y  nada  indica  su  rumbo  á  no  ser  algu- 
nos cortaderales.  Por  lo  general,  la  Pampa,  cubierta  de  Tupe, 
Junquillo  ó  Zamba,  llega  hasta  la  margen  misma  del  rio,  pero 
más  arriba  de  su  confluencia  con  el  Salado  aparecen  en  el 
aluvión  algunos  tipos  serranos  como  Adesinia  trijuga 
GiLL.,  Senecio  salsus  Griseb. 

Por  falta  de  tiempo,  muy  poco  se  ha  podido  estudiarla  flora 
de  la  Laguna  Llancanelo  situada  al  [)ié  de  la  falda  occidental 
del  Cerro  Nevado,  la  que  cerca  de  la  desembocadura  del  rio 
Malal-hué  tiene  orillas  pantanosas  cubiertas  de  densos  toto- 
rales, encontrándose  al  lado  de  la  Totora  (Typha  domin- 
gensis  Pers.)  una  especie  de  Phragmites  (P.  dioica, 
HcídK.).  (Los  totorales  más  grandes  que  he  visto  en  la  Re- 
púl3[ica  son  los  que  adornan  las  orillas  del  Curú-leubú,  cerca 
de  ChusKiiialal).  A  poca  distancia  de  la  laguna  tenemos 
un  monte  claro  (Molle  pispo,  Alpataco,  Piquillín,  Monte- 
negro etc.),  que  cubre  también  el  Cerro  de  los  Leones. 
En  algunos  lugares  algo  salados  se  veían  Statice  brasi- 
liensis  Boiss.  y  Niederleinia  juniperoides  Hierow.,  do- 
minando el  Junquillo  en  el  campo  vecino  á  Malal-hué. 


4)  Las  sierras  pampeanas 

Bajo  esta  denominación  pueden  comprenderse  el  Cerro 
Várela  al  sud  ó  sudeste  de  San  Luis  y  el  Cerro  de  la  Guar- 
dia al  sud  de  San  Eafael,  el  que  como  toda  la  sierra  de  San 
Rafael,  de  la  que  forma  parte,  no  es  sino  el  borde  de  la  alti- 
planicie que  se  extiende  entre  el  Cerro  Nevado  y  la  Cordi- 
llera, limitada  al  norte  por  los  ríos  Atuel  y  Diamante  (según 
el  Dp.  G.  Bodewbender). 

El  Cerro  Várela  que  se  presenta  como  una  pequeña  ca- 


—  15  — 

deii:\  do  moiitaíias  dirigida  de  norte  á  sud  y  compuesta    de 
póríido  cLiarcífero,  eii  su  mayor  parte  colorado,  posee  cerca 
del  Puesto  Várela,  ea  su  pendiente  oriental,  contornos  muy 
pintorescos  y  valles  circulares,  peio  la  falta  de  corrientes  de 
agua  hace  que  la  vegetación  sea  muy  escasa,   y  su  monte 
demasiado  claro,  se  compone  de  los  tipos  más  simples  de  los 
médanos,  como,  por  ejemplo.  Larrea  divaricata  Gav.  Entre 
las  pocas  plantas  que  lie  observado  merecen  mención  las  si- 
guientes : 
Pitcairnia  spathacea  Guiseb.  (frecuente). 
Monnina  linearifolia  E.  et  P. 
líyaloseris  cinérea  Gr.  var.  tomentella  Gii. 
Salvia  Gilliesii  Bth.  var.  LorenUii  (Gr.)  Hiero>. 
El  Cerro  de  la  Guardia,  pequeño  grupo  aislado  al  sur  de 
San  Rafael,,  presenta   la  misma  llora  que  las  sierras  áridas 
frente  á  la  cordillera  (Sierra  de  Tunuyan)  caracterizada  por 
algunos  tipos  sub-andinos  que  se  hallan  junto  al  monte  pam- 
peano, el  que  entra  y  sube  siguiendo  los  valles  de  los  arroyos. 
Así  aparecen  en  el  Cerro  de  la  Guardia  los  siguientes  tipos: 
Larrea  niticla  Cay.,  Cereus  sp.  y  Gochnaiia  glutinosa 
Doíí. 

Poco  abajo  de  la  cumbre,  en  las  cercanías  de  la  Fuente  de 
la  Guardia,  se  divisan  las  dos  plantas  que  tanto  predominan 
en  las  riberas  del  Diamante  :  la  Cortadera  y  la  Pichana,  aun- 
que ejemplares  algo  bajos. 

La  vegetación  délos  valles  comprende,  á  más  de  las  es- 
pecies ya  varias  veces  mencionadas,  como  Atamisque,  Reta- 
mo, Piquillíu,  3IolIe,  Calden,  Chañar,  Montenegro,  las  si- 
guientes: 

Larrea  niticla  Cw.  (Jarilla  de  la  sierra),  raro. 
Caesalpinia  praecox  R.  et  P.  (Brea),  frecuente  en  los 
valles  y  notable  por  sus  ramos  verdes.  Se  presenta  aquí 
en  forma  de  sub-arbusto,  sin  tronco  principal,  pero  á  juz- 
gar por  las  hojas  y  frutas  es  indudablemente  idéntica  con 
la  Caesalpinia  praecox  de  San  Luis  y  Córdoba. 

2 


—  16  — 

Poinciana  Gilliesíi  Hook.,  pequeño  arbusto  hasta  de  1 
metro  de  altura. 

Cassia  aphylla  Civ.,  en  una  forma  muy  baja  teniendo 
á  lo  nuís  1.5  ti  3  decímetros  de  altura. 

Zuccagnia  punctata  Cav.  (Jarilla  macho),  frecuente  en 
los  bordes  de  los  arroyos,  presenta  en  su  aspecto  mucha 
semejanza  con  las  verdaderas  Jarillas,  especialmente  con  la 
Larrea  divaricata  Cav. 

Cereus  sp.  (véase  el  texto  más  abajo). 

Gochnatia  glutinosa  Don.,  arbusto  que  con  sus  pe- 
queñas hojas  relucientes  juntas  con  el  pappus  de  las  cabe- 
zuelas florales,  recuerda  algo  el  Myrtus  communis  L. 

Proustia  i¿¿c¿/oíia  H.  et  A.  (Altepe),  abundante  en  los 
arroyos  secos. 

Míkania  tenuiflora  Griseb.,  enredadera  muy  frecuente 
en  lugares  algo  húmedos. 

Chenopoclimn  papuloswni  Moco.  Takd.,  raro  en  terre- 
nos arenosos. 

La  planta  más  característica  de  esta  seca  región  es  el  Cereus 
(con  flores  coloradas  pequeñas  muy  numerosas)  que  en  forma 
de  columnas  verticales  de  0.5  hasta  1 .5  m.  de  altura  y  0.2  á 
0.3  m.  de  diámetro  adorna  de  un  modo  extraño  las  lomas  su- 
periores, semejando  á  lo  lejos  cristales  gigantescos  ó  colum- 
nas basálticas. 


11.     LA  CORDILLERA 

1)  La  región  sub-andina 

Siguiendo  el  río  Salado,  aguas  arribas,  desde  su  confluen- 
cia con  el  Atuel,  se  encuentra  cerca  de  su  desembocadura  ó 
salida  de  la  ^ierra  entre  las  primeras  colinas  y  lomitas  de  la 
cordillera,  una  estrecha  zona  que  hemos  podidoe.studiardesde 


—  17  — 

San  Carlos  (lioy  «9  de  Julio»)  al  norte,  hasta  más  al  sur  de 
3Ialal-hué  y  que  está  ocupada  por  una  vegetación  que  combina 
elementos  del  Monte  panpeano  (MoUe,  Jarilla,  Piquillín,  Al- 
garrobo)con  cierto  número  de  tipos  hasta  ahora  no  observados 
ú  observados  en  muy  escasos  ejemplares  y  que  llamamos  sub- 
andinos.  Como  tales  pueden  considerarse  Ep^/.ed7\i  ochreata 
MiERs,  (Solupe),  Verbena  aphyllaGiLí.  etHooK.,  Tricycla 
spinosa  Cay.  (Montenegro),  Larrea  nítida  Cay.,  Colli- 
guaya  integerrima  Gill.  et  Hogk.  (Colliguay),  Cassia 
conjugata  E.  et  P.,  y  el  Chacay  (ColleLia  Doniana  Clos.)  ; 
el  Chacay  es  un  lindo  árbol,  el  último  en  la  Cordillera 
que  acompaña  los  arroyos,  generalmente  en  unión  con  la 
Colliguaya  integerrima  Gill.  et  Hogk.,  arbusto  de  rama- 
je verde  claro  brillante  ;  más  arriba  todas  las  plantas  leño- 
sas:  Molle,  Leña  Amarilla,  Anarthrophyllum,  se  presen- 
tan en  forma  de  arbustos  que  no  alcanzan  más  que  hasta  2.5 
m.  de  altura. 

Estas  especies  sub-andiuas  aparecen  de  repente  en  las 
faldas  de  la  Cordillera,  único  punto  donde  existen,  para 
desaparecer  muy  luego  un  [  oco  más  arriba.  El  Chacay  se 
halla,  aunque  en  forma  de  pequeño  arbusto,  hasta  Alverja- 
Utos;  la  Ephedra  ochreata  Miers.  cede  pronto  á  las  va- 
rias formas  de  la  E.  americana  W.,  planta  muy  común 
en  el  valle  del  río  Salado,  y  Tricycla,  con  Cassia  conju- 
gata R.  et  P.  y  la  Colliguaya,  las  plantas  más  caracterís- 
ticas de  la  zona  sub-andina,  apenas  si  entran  en  la  Cordi- 
llera. De  his  plantas  más  genuinas  del  monte  pampeano 
desaparecen  al  pié  de  la  Cordillera  :  el  Chañar,  Larrea  dtva- 
ricata  Cay.,  L.  cuneata  Cay.,  los  Algarrobos,  la  Chuquira- 
ga  crínacea  Dojn;  mientras  que  el  Piquillín  se  observa 
hasta  más  arriba  de  Los  Molles  y  el  Molle  sube  más  ó  menos 
hasta  el  límite  de  los  arbustos,  junto  con  la  Leña  Amarilla 
(Adesmia  pinifolía  Gill.),  pero  parece  no  pasa  la  cumbre, 
j)or  lo  menos  no  recuerdo  haberlo  encontrado  al  otro  lado 
en  el  Valle  Hermoso. 


—  18  — 


Al  lado  de  los  tipos  locales  sub-andinos  se  divisan  algunas 
especies  andinas,  como  ser  la  Adesmía,  trijuga  Gill.  var. 
robusta  Hook.,  y  la  Dípyrena,  glaberrhna  Gill.  et  Hook. 

Las  plantas  encontradas  en  esta  zona  intermedia  entre  la 
Pampa  y  la  Cordillera  se  hallan  en  la  lista  siguiente  : 


Plantas  de  la  región  siib-andina 

Monnina  dictyocarpa  Giuseb. —  Embocadura  de  los  ríos 
Salado  y  Atuel. 

Larrea  7iítida  Cav. —  Arroyo  Chacay. 

Prosopis  Alpataco  Phil.  (?) — Agua  caliente;  arbusto 
de  1  á  1 .5  m  de  altura,  formando  bosques  extensos. 

Cassia  conjúgala  l\.  et  P.  —  Cieneguita;  arriba  de  la 
embocadura  del  Atuel  en  abundancia. 

Anarthrophyllun  rígidum  (Gill.)  Brnth.  et  Hook.  — 
Cerro  de  las  Leñas  Amarillas  (la  verdadera  Lefia  amarilla, 
Adesmia  pini folia  Gill  .,  no  se  cría  á  tan  baja  altura). 

Collelia  Doniana  Clos.  (Chaca}'). — Arro}'os  faja,  Man- 
zanas, Chacay,  Pequenco,  La  Cieneguita. 

Gochnalia  glutinosa  Don.  -  Barranca  del  río  Diamante, 
etc. 

Prouslia  ilícifolia  Hook.  et  Ark.  (Altepe), —  Arroyo  Fa 
ja;  arbolito  hasta  de  3  m.  de  altura. 

GrindeíiaspeciosaBEiNTH.  (Chinita). — Desde  Yaucha  has- 
ta la  Sierra  de  Loncoche  y  más  al  sur;  una  de  Jas  plantas  más 
frecuentes  y  muchas  veces  predominante. 

Gutierrezia  spalhulata  (PHiL.)m.,  var.  ochroleuca  ni. 
—  Entre  los  arroyos  Papagayos  y  Hondo  muy  frecuente.  La 
planta  típica  de  la  Cordillera  tiene  flores  amarillas  ;  la  va- 
riedad las  tiene  blancas  y  algo  amarillentas. 

Senecio  albicaulis  Hoor.  et  Auiv. —  Muy  frecuente. 

S.  salsus  Giuseb. — Yaucha,  Bajada  al  Papagayos. 


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Chuquíraga  erinacea  Don  (Cola  de  zorro).  —  Entre 
Diamante  y  Faja,  Coy-hueco ;  frecuente. 

Doniophytum  anomalum  (Doin^  m.  —  Embocadura  del 
Salado.  ■■'■^^■■'-  '    '  ''        ^^"^  y^:^o^r'Z^^] 

Lippía.  foliolosa  Phil.  (Tomillo  hembra). — Desde  Yau- 
cha  hasta  Malal-hué  ;  frecuente. 

Verbena  aphyíla  Gill.  et  Hook. —  La  Cortadera  hasta 
el  río  Salado,  algunas  \eces  en  forma  de  grandes  bosques, 
es  el  arbusto  predominante.  Parece  que  existe  otra  especie 
muy  semejante  más  robusta  y  más  alta,  pero  de  ella  (observada 
especialmente  entre  el  Cerro  Mesa  y  Malal-hué)  no  tengo 
materiales  suficientes  para  una  determinación. 

V.  flava.  Gill.  et  Hook. —  Arroyo  Papagayos,  frecuente; 
tiene  llores  amarillas  ó  blanco-violáceas. 

V.  glauca  Gill.  et  Hook. —  Arroyo  Carrizalito. 

V.  ser iphioides  Gilí..  etHooK.  (Tomillo  macho). — Desde 
Yaucha  al  sur  muy  frecuente. 

Salvia  GilliesiiBTvi. —  Arroyo  Faja;  arbustos  hasta  2  m. 
de  altura, 

Plantago  patagónica  Jacq.  —  La  Cortadera. 

Tricycla  spinosa  Cav.  (Montenegro).  —  Arroyo  Hondo, 
Malal-hué;  frecuente. — Al  sur  hasta  el  Río  Negro  (J.  Hiero- 
ivYMus,  Sertum  patagonicum,  N°  24). 

Colligiiaya  integerriina  Gill.  et  Hook.  (Colliguay). — ■ 
La  Cieneguita  hasta  el  Portezuelo  del  mismo  nombre,  en 
abundancia  ;  en  otras  partes  de  esta  región  no  la  he  visto;  pero 
la  conozco  también  de  Villa-Vicencio, adonde  se  cría  bajo  con- 
diciones semejantes. 

Ephedra  ochreata  Mieks.  (Solupe),  —  Coy-hueco,  Em- 
bocadura del  río  Salado,  La  Cieneguita,  frecuente.  Las  fru- 
tas, de  un  color  rojo-claro,  dulces,  comestibles,  son  las  más 
grandes  de  las  especies  argentinas  del  género  Ephedra. 

Gynerium  argenteiira  Nees.  —  Pantano  de  la  Cieneguita 
(ejemplares  muy  pequeños);  Arroyo  de  la  Cieneguita  y  más 
arriba  hasta  Los  Morros. 


—  20  — 

Stipa  Neaei  Nees. —  Embocadura  del  Salado,  La  Cieiie- 
giiita  ;  planta  muy  linda. 

En  el  valle  del  arroyo  Cieueguita,  más  ó  meuos  en  el  lí- 
mite de  la  zona  sub-andina,  existe  un  pantano  que  presenta 
especies  áeRanunculus,  Anagallís,  Mimulus,  Plantago, 
Ainneria,  Juncus,  Scirpus,  Koelería,  y  los  ejempla- 
res más  pequeños  de  Gynerium  que  jamás  he  visto :  toda  la 
planta  no  tenía  más  de  15  á  30  centímetros  del  altura.  Este 
pantano  estaba  encerrado  por  bosques  de  Chacay  y  Colli- 
guay,  divisándose  eu  las  peudieutes  secas  los  brillantes 
racimos  de  la  Cassia.  conjúgala  R.  et  P.,  y  más  arriba  los 
espinosísimos  grupos  del  Crucero  {Berberís  Grevilleana 
GiLL.)  entrelazados  por  laMutisía  retrorsa  Cav.,  enreda- 
dera muy  frágil  con  grandes  flores  amarillas,  que  según  he 
observado  parece  buscar  siempre  la  protección  de  cualquier 
arbusto  espinoso  como  lo  hace  tambieu  otra  linda  plauta: 
la  Stipa  Neaei  Nees. 

Como  límite  superior  de  la  zona  sub-andina  se  puede  fijar, 
muy  naturalmente,  la  aparición  ó  límite  inferior  de  la  Leña 
Amarilla  (Adesmia  pinifolia  G[ll.)  con  tanta  más  razón, 
cuanto  que  al  mismo  tiempo  que  este  arbusto  aparece  una 
serie  de  otras  plantas  hasta  entonces  no  observadas. 

Un  poco  más  arriba,  siguiendo  el  arroyo  de  la  Cieneguita 
se  atraviesa  el  Portezuelo  de  la  Cieneguita  que  divide  el  va- 
lle de  este  nombre  de  el  del  Rio  Salado.  Eu  la  cima  de  este 
Portezuelo  y  en  su  falda  al  Salado  encontramos  por  primera 
^ez  un  número  de  plantas  que  indican  el  principio  de  una 
nueva  región.  Estas  son:  Adesmia  pinifolia,  A.  trijuga 
y  AnarthropJiyllum  rígidum,  formando  bosques  junto  con 
Ephedra  americana,  Tetraglochín  sirictum  y  Cassia  Ar- 
notliana.  De  plantas  bajas,  matas  y  yerbas,  se  observan  : 
Malesherbia  solanoides,  Argylia  Duslillosii,  Schizan- 
thus  sp.,  Acaena  sp.,  Nassauriaaxillaris,  presentándose 
esta  última  en  forma  de  corales  blanquizcos.  Entre  las  plan- 


—  21  — 

tas  lefiosas  mencionadas  se  presenta,  como  la  más  caracterís- 
tica y  común,  al  par  que  sirviendo  para  marcar  el  límite  su- 
perior de  la  yegetacion  leñosa  de  esta  región,  la  Leña  amari- 
lla. Esta  circunstancia  y  la  de  criarse  en  el  reino  de  luAdes- 
ni la.  ¡rini folia  una  llora  bien  caracterizada  me  han  inducido 
á  llamar  esta  zona:  la  región  do  la  Leña  amarilla  ó  re- 
gión andina  media,  con  sus  límites  bien  sencillos:  desde 
donde  aparece,  hasta  donde  deja  de  existir  la  Leña  amarilla. 


2)  La  región  andina  media 
(Región  de  la  Leña  amarilla) 

Desde  la  cima  del  Portezuelo  de  la  Cieneguita  se  divisa  la 
parte  superior  del  valle  del  rio  Salado  bastante  ancho,  con 
rumbo  general  de  Este  al  Oeste  y  rodeado  de  considerables 
sierras  de  pendientes  rápidas,  cuyas  cimas  están  en  algunas 
cubiertas  de  nieve,  como  por  ejemplo  la  Sierra  délos  Molles, 
los  Cerros  de  los  Blancos  y  de  los  Morros  y  la  Sierra  del  Por- 
tezuelo ancho.  Al  frente  de  la  pequeña  laguna  de  las  Pie- 
dras Negras,  pasa  el  Salado  por  una  pequeña  garganta,  pero 
un  poco  más  arriba  los  cerros  de  su  margen  izquierda  se  re- 
tiran al  Norte  para  formar  así  el  pintoresco  valle  de  los  Mo- 
lles. Arriba  de  Los  Molles,  en  el  valle  del  Salado,  conserva  un 
cierto  ancho  hasta  poco  arriba  de  los  Morros,  estrechándose 
luego  cada  vez  más  hasta  la  Cuesta  del  Portezuelo  ancho. 

A  los  dos  lados  del  valle  principal  del  rio  Salado  deseu- 
bocan otros  valles  pintorescos:  del  lado  derecho  los  de  las 
Vayas  altas,  de  las  Ánimas,  de  las  4guas  amarillas,  de  los 
Morros  y  de  la  Yesera ;  del  izquierdo,  el  valle  de  los  Molles, 
el  cajón  de  Lbilla  y  el  valle  del  Alverjalito. 

Con  respecto  á  su  vegetación,  el  valle  del  rio  Salado,  como 
casi  todos  los  de  la  Cordillera  alta,  ofrece  á  primera  vista  un 


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aspecto  más  ó  menos  desnudo,  no  se  nota  en  parte  alguna 
una  capa  de  plantas  continua  de  alguna  extensión  ;  en  el 
fondo  del  valle  y  en  ciertas  alturas  se  observan  bosques  ra- 
los formados  siempre  de  los  mismos  elementos,  que  se 
suceden,  según  su  grado  de  frecuencia,  en  el  siguiente  or- 
den :  Molle,  Adesmía  trijuga,  Chuquiragci  oj^positi folia, 
Dipyrena,  Epliedra,  Cassia,  Berberís  Grevilleana, 
Anartlirophyllwn,  Tetraglochin  ;  y  de  plantas  más  bajas: 
Argulia,  Verbena  spatliulata,  Nassauvia  axillaris.  Más 
arriba,  en  la  sierra,  se  presentan  grupos  de  Leña  amarilla, 
Molle  y  Dipyrena,  y  al  fin  queda  solamente  la  Leña  amarilla 
formando  grupos  aislados  que,  vistos  de  abajo,  se  destacan 
como  manchas  negras  del  color  moreno  de  las  rocas. 

Prados,  ó  algo  semejante,  hay  cerca  de  Los  Molles  y  en  el 
suelo  de  algunos  valles,  pero  ellos  están  formados  por  plan- 
tas introducidas  al  mismo  tiempo  que  la  hacienda  vacuna 
como  por  ejemplo  la  Verbesina  encelioides  [Cay.]  Bth.  et 
HooK.,  Astragalus  unifultus  L'Her.,  Glycirrhiza  astra- 
galina  Gill. 

Las  pequeñas  manchas  verdes  que  de  vez  en  cuando  se  ob- 
servan en  las  pendientes  de  los  cerros,  son  pantanos  ó  cié- 
negas de  poca  extensión,  y  la  vegetación  se  limita,  en  gene- 
ral, á  estos  y  á  las  márgenes  de  los  arroyos. 

Al  lado  de  esta  vegetación,  algo  continua  y  característica, 
tenemos  un  número  de  plantas  que  se  crían  en  grupos  aisla- 
dos ó  en  pequeñas  comunidades  en  el  suelo  del  valle  y  las 
cercanías  de  las  pendientes,  pudiendo  mencionarse  entre 
ellas  las  siguientes :  Malesherbia,  Malinum  spinosum, 
Azorella  Gilliesii,  Rhodolirion,  Melosperma,  Tropaeo- 
lum  polyphyllum,  Lathyrus  macropus,  y  dos  ó  tres  es- 
pecies de  Calicéreas. 

Entre  las  plantas  que  acompañan  al  agua  en  sus  varias  for- 
mas (véase  la  lista  más  abajo),  se  encuentra  como  especie  no- 
table Triglodiin  maritÍ7na  L.  que  se  halla  en  abundancia 
en  el  barro  en  parte  caliente  y  fuertemente  sulfuroso  de  los 


—  23  — 

Baños  de  los  Molles,  en  unión  con  Distichlis  thalassica, 
(Kth. )  Desv.,  Junciis  sp.,  Bc2cc/iar¿s  subiilata  Hoor.  et 
Arn.,  etc.  Esa  especie,  perigea  de  la  mitad  setentrional  del 
globo,  era  conocida  del  hemisferio  austral  hasta  ahora  sólo 
del  Estrecho  de  Magallanes  (véase  Marc  Micheli  en  DC. 
Suites  au  Prodromus,  Ilí,  1881,  pág.  107). 

A'an  en  seguida  las  determinaciones  de  las  plantas  más  ca- 
racterísticas déla  región  andina  media  que  he  podido  efec- 
tuar hasta  ahora  (■). 


Plantas  de  la  región  andina  media 
(Zona  de  la  Leña  amarilla,  Ádesmia  pinifolia  Gill.). 

A.  —  Plantas  de  los  lugares  secos 

fícinunculas  peduncularís  S>i.  —  Leñas  amarillas, 
arroyo  Tordillo ;  frecuente. 

Berbaris enipetrifolia  Lam.  (Zarzaparrilla). — Alverjalito 
hasta  Leñas  amarillas,  en  abundancia  ;  Yalle  Hermoso. 


f^j  Los  detalles  geográficos  se  encuentran,  con  pocas  excepciones, 
en  el  mapa  que  de  la  región  que  tratamos  ha  publicado  mi  colega  Dr. 
G.  BoDENBENDER  en  cste  mismo  Boletín  tomoXÍII,  página  5  y  siguien- 
tes), pero  necesito  añadir  los  siguientes  detalles: 

1°  El  Arroyo  de  las  Vayas  altas  es  el  indicado  por  G.  BooENBENDERque 
desemboca  al  frente  de  Los  Molles  y  recibe  por  su  margen  derecha  el 
Arroyo  de  los  Blancos; 

2°  El  arroyo  que  desemboca  frente  á  «  Los  Pozos  »  (indicado  por  G. 
Bodenbender)  es  el  arroyo  Ubilla; 

3°  El  arroyo  llamado  por  Bodenbexder  '<  A.  de  las  Leñas  amarillas  » 
tiene  el  nombre  de  «A.  de  las  Aguas  amarillas  »;  el  primero  es  el  bajo 
del  Portezuelo  ancho; 

4°  En  lugar  de  «  Alverjillo  »  debe  ponerse  «  Alverjalito  »; 

5°  Los  dos  «  Cerros  de  los  Molles  y  de  los  Baños  >  pertenecen  al 
mismo  grupo  que  el  Cerro  de  la  Hoyada  en  el  mapa  de  BodenbenJer. 


_  24  — 

Berberís  Grevilleana  Gill.  (Crucero,  Junquillo  en  Rodeo 
Viejo).  —  Los  MoUes  ;  baja  hasta  la  Cieneguita. 

HexajDtera  j^iniicLt ífida  Gill.  et  Hook. — Alverjalito,  Le- 
ñas amarillas. 

Helianthemuní  sp.  variat  floribus  purpuréis  vel  albis. — 
Los  Molles,  Vallas  altas;  frecuente. 

Arenaria  serpyllifolia  Naud.  (?).  —  Los  Molles,  hasta 
Leñas  amarillas. 

Oxalis  platypila  Gill.  apud  Hook.  et  Arn.  —  Alverja- 
lito. 

Tropaeolum  polyphyllum  Cav. —  Los  Molles,  Alverja- 
lito,  entre  Atuel  superior  y  Tordillo ;  frecuente. 

Colletia  nana  Clos.  —  Rio  Tordillo,  Valle  Hermoso. 

C.  Doniana  Clos.  —  Los  3l3lles,  Cajón  de  Ubilia,  Cajón 
de  las  Aguas  amarillas,  Alverjalito.  El  último  lugar  es  el  más 
elevado  del  Chacay,  que  fornia  aquí  arbustos  de  1.5  á  2  m. 
de  altura. 

Schinus  dependens  Oht.  v.  andinus  Engl.  —  Rodeo 
Viejo,  Los  Molles,  Alverjalito,  Puesto  Ubilia. 

Cassia  Arnottiana  Gill.  (Mayu  en  rio  Atuel  y  Rodeo 
Viejo). — Entre  el  Atuel  y  el  Salado,  desde  la  cumbre  del  Por- 
tezuelo ancho  hasta  la  Cieneguita  en  todas  las  partes  algo  hú- 
medas. Es  un  lindo  arbusto  de  0.2  hasta  1.5  m.  de  altura, 
con  hojas  algo  carnosas  de  un  verde  oscuro  y  con  llores  gran- 
des color  oro  (C.  Lorentzii  Niederl.). 

Anarthrophyllum  rigidum  (Gill.)  Rth.  et  Hook. — 
Portezuelo  de  la  Cieneguita,  Los  Pozos,  Atuel  entre  Los 
Arroyos  y  el  Puesto  de  übilla. 

Adesmia  pinifolia  GiLi..  (Leña  amarilla,  Colí-mámil). — 
De  todas  las  plantas  leñosas  de  la  región  tratada,  la  más  ca- 
racterística y  la  más  frecuente.  'Se  extiende  del  Portezuelo 
de  la  Cieneguita  hasta  Leñas  amarillas  bajo  la  cumbre  del 
Portezuelo  ancho,  formando  á  veces  bosques  densos  en  las 
pendientes  de  los  Cerros  de  los  Molles  y  de  los  Ranos,  entre 
Los  Pozos  y  el  Arroyo  de  los  Morros,  encontrándose  también 


—  25  — 

en  abundancia  en  los  valles  del  rio  Tordillo  v  del  Atuel  (muy 
escaso  en  el  Valle  Hermoso),  cerca  del  Rodeo  Yiejo,  en  el 
3Ialal-luié  superior,  etc.  El  aspecto  de  la  Leña  amarilla  es 
muy  característico :  de  un  tronco  amarillento  salen  muchas 
ramas  que  toman  todas  más  ó  menos  la  dirección  vertical  for- 
mando un  ramaje  compacto  cubierto  de  hojas  unamente  cor- 
tadas de  un  verde  claro,  imitando  los  grupos  de  penachos  del 
Pinus  ó  más  bien  de  una  Larix.  En  el  año  se  cubren  las  ex- 
tremidades de  los  ramos  de  las  masas  blanquiscas  lanosas  de 
las  frutas. 

Adesmia  trijuga  Gill.  var.  robusta  Hook.  (Choique- 
mámil).  —  Portezuelo  de  la  Cieneguita,  Los  Molles,  Alverja- 
lito,  Rio  Tordillo.  Después  de  la  Leña  amarilla  es  el  arbusto 
alto  más  frecuente,  pero  no  sube  á  alturas  tan  considerables 
como  aquella.  Tiene  un  tronco  rojizo,  y  un  ramaje  poco 
denso. 

Astragalus  unifultus  L'Her.  (Yerba  loca). —  Muy  común 
cerca  de  los  caminos  en  todas  partes. 

Lathyrus  anomalus  Phil.  (?). —  Leñas  amarillas. 

L.  macropus  Gill.  (Agua  de  Nieve). —  En  toda  la  regiou 
indicada  muy  frecuente  desde  los  calles  hasta  el  límite  de  las 
plantas  leñosas.  Linda  planta  con  racimos  grandes  de  flores 
blanco-azuladas  ó  blanco-rosadas  fragantes.  Los  animales  no 
comen  esta  planta,  de  tal  modo  que  se  ha  extendido  tanto  que 
en  algunos  puntos,  como  sucede  cerca  de  Alverjalito,  parece 
ser  una  planta  sembrada. 

Acaena  (Cardillo). — De  este  género  se  observan  á  lo  menos 
tres  especies  en  el  valle  del  Rio  Salado,  una  de  las  cuales 
llamada  «  Cepa-caballos  de  la  Sierra  »  tiene  propiedades  es- 
tomacales y  es  muy  conocida  entre  los  serranos  que  la  to- 
man haciendo  una  infusión  de  la  raiz  leñosa  cortada  en  pe- 
dacitos. 

Tetraglochin  strictura  Poepp.  (Margyricarpus  alatlis 
Gill.  et  Hook.). —  Portezuelo  de  la  Cieneguita,  Rio  Salado 
al  frente  de  Alfalfito. 


—  26  — 

Gayophytum  humile  A.  Juss. —  Los  Molles,  etc.;  fre- 
cuente en  jDendientes  arenosas. 

Cajophora  Kurtzii  Urb.  et  GilCx.  (Ortiga). — Los  Molles, 
Cajón  de  las  Aguas  amarillas.  Al  Sur  hasta  la  laguna  Cari- 
lauquen  . 

Cajophora  scandens  Mey.  et  Kl.  (Ortiga  caballuna). — 
Puesto  de  Ubilla  en  el  Atuel  superior,  Arroyo  de  los  Mo- 
lles. 

Loasa  tricolor  Ker.  var  mendocina  Urb.  et  Gilg. — Ya- 
lle  Hermoso. 

Malesherbia  solano  ¿des  Mey. —  Desde  el  Portezuelo  de 
la  Gieneguita  y  la  Laguna  Blanca  hasta  Alverjalito,  frecuente. 
También  la  he  encontrado  cerca  del  Rodeo  Yiejo  pero  no 
más  al  Sur. 

Azorella  Gilliesii  Hook.  —  Desde  Alfalfito  hasta  el  Porte- 
zuelo ancho,  formando  en  el  yalle  y  en  las  pendientes  de  los 
Cerros,  céspedes  densísimos  hemisféricos,  que  tienen  hasta 
un  metro  de  diámetro  y  25  centímetros  de  altura. 

Mulinum  spinosum  Pers.  (Yerba  Negra,  Chinchimari, 
Chinchimal  en  Rodeo  Yiejo).  —  Muy  común  en  todo  el  valle 
del  Salado  desde  Alfalfito  hasta  Alverjalito. 

Phyllactis  sp.  —  Solamente  encontrado  entre  los  escom- 
bros basálticos  del  Infierno  chico,  cerca  de  la  laguna  de  las 
Piedras  negras. 

Baccharis  microphylla  Kth.  in  H.  et  B.  —  Arroyos  de 
los  Molles  y  de  Ubilla. 

B.  subulata  (Dow  mss.)  H.  et  A. —  Los  Molles. 

Gutieyí'ezia  spathulata  (Phil.)  m.  (Yerba  del  Buitre). — 
Vayas  altas,  Rodeo  Viejo. 

Haplopappus  glabratus  Phil. — Alverjalito  ;  frecuente 
cerca  del  arroyo. 

Senecio  albicaulis  H.  et  A. — Común  en  las  regiones  bajas 
del  valle  del  Salado. 

S.  holophy lilis  Remy.  —  Los  Molles,  Alverjalito;  fre- 
cuente. 


07   

S.  saísus  Griseb.  —  Alfalfalito. 

Chuquíraga  ojopositifolia  Gill.  et  Don  (Retamillo). — 
Muy  frecuente  en  la  parte  inferior  de  las  pendientes  hasta 
Leñas  amarillas. 

Doniophytum  anomaliun  (Dojn)  m,  (Chuquíraga 
anómala  Don,  Doniophytum  andicolwín  Wkdu.)  —  Los 
MoUes.  Lo  he  observado  de  San  Rafael  y  Los  Molles  en  el 
Norte  hasta  Agua  Botada  (Rio  Grande)  en  el  Sur. 

Mutisia  retrorsa  Cav.  (M.  runcinata  W.). —  Los  Molles 
y  abajo  hasta  la  Cieueguita  ;  raro. 

Nassauvía  (Stvongglonia)  axillaris  (DC.)  Bth.  et  Hook. 
— Desde  el  Portezuelo  de  la  Cieneguita  hasta  Los  Molles  y  más 
arriba  (hasta  Los  Morros)  muy  frecuente,  formando,  cubierto 
de  sus  flores  blancas,  en  las  pendientes  de  los  Cerros  grupos 
casi  coralineos. 

AchyrophoriLS  andinus  DC.  (?). — Los  Molles,  en  lugares 
algo  húmedos. 

Gentiana.  —  Pantanos  arriba  de  Alverjalitos,  Atuel  al  pié 
del  Cerro  Sosneado. 

Trechonaetes  laciniata  Miers.  —  Leñas  amarillas. 

Calceolaria  plantaginea  Sm.  —  Rocas  húmedas,  orillas 
de  los  arroyos  de  toda  la  región  indicada. 

Melo'^perma  andícola  Bth,  —  Común  en  lugares  areno- 
sos de  todo  el  valle,  hasta  Alverjalito. 

Mhnulus  liiteus  L.  —  En  los  mismos  lugares  pero  más 
frecuente  que  la  Calceolaria. 

Schizanlhus.  —  Portezuelo  de  la  Cieneguita,  Los  Molles, 
Valle  Hermoso,  entre  Atuel  superior  y  Tordillo.  Parece  se 
cría  aquí  una  especie  en  dos  formas:  en  los  valles  se  presenta 
como  planta  más  alta,  de  flores  color  rosa,  y  en  los  sitios  más 
elevados  aparece  más  baja  con  flores  purpúreas. 

Argylia  Bustillosii  Phíl. — Muy  frecuente  en  las  faldas  de 
todo  el  valle  del  Salado,  tapizando  muchas  veces  grandes  es- 
pacios con  su  ramaje  verde-claro  y  sus  grandes  flores  amari- 
llas. En  el  Sur  lo  he  encontrado  hasta  Codi-hué  (Rio  Agrio). 


—  28  — 

Dipyrena  glaherrima  Gu.í.  et  Hoor.  —  Uno  de  los  ar 
bustos  más  frecuentes  del  valle:  sube  hasta  cerca  del  límite 
de  la  Leña  amarilla. 

Verbena  junijDerina,  Lag.  Entre  Alverjalito  y  Leñas  ama- 
rillas. 

V.  microphylla  Kth.  in  H.  et  B.—Atuel  superior,  Leñas 
amarillas. 

V.  spatkulata  Gill.  et  Hook. — Los  Molles  hasta  Alverja- 
lito;  Cerro  de  los  Molles,  frecuente.  Tiene  flores  blancas,  azu- 
les ó  rosadas. 

Oxyteca  de?idroideaNuTT.  —  Los  Molles,  colinas  areno- 
sas. 

Urtica-  sp.  —  Los  Molles,  los  Morros. 

Sisyrrhijnchiuin   flexuosum  Phil.  —  Leñas  amarillas. 

Rhodolirion  montanum  Phil. — Los  Molles,  Alverjalito, 
Valle  Hermoso.  Muy  frecuente  en  los  dos  primeros  lugares, 
guarneciendo  con  sus  grandes  flores  purpureas  las  pendien- 
tes bajas. 

Carex  atropicta  Steud.  —  Valle  Hermoso  ;  raro. 

Bromus  macranthus  Mey.  —  Alverjalito,   Rio  Tordillo. 

Dyeuxia  and¿na?nu..  —  Los  Molles,  Alverjalito,  Valle 
Hermoso,  Rio  Tordillo. 

Festuca  acantkophylla  Desv. —  Alverjalito,  Valle  Her- 
moso, Rodeo  Viejo. 

Poa  annua  L. — Puesto  de  Ubilla,  Atuel  superior;  en  abun- 
dancia. 

Slipa  Neaei  Nees. —  Los  Molles,  frecuente;  no  lo  he  ob- 
servado más  arriba. 

St.  (sp.  nov.  gve^e  Pappophoreariun) . —  Desde  la  em- 
bocadura del  Salado  hasta  los  Morros;  entre  este  lugar  y  Los 
Pozos  es  el  pasto  principal. 

Ephedra  americana  W. —  Alfalfalito  hasta  Los  Morros, 
muy  frecuente;  tiene  frutas  coloradas,  blancas  y  rosadas,  co- 
mestibles. 


—  29 


B.  —  Plaitías  de  /«■?  orillas  del  rio,  arroyos,  ciénegas  y  pantanos 

Ranunculus  Cymbalaria  Pursch.— 3Iuy  frecuente  en 
los  bordes  de  los  arroyos. 

Senecio  Ilualtata  Bkrt. —  Forma  grandes  grupos  en  el 
arroyo  de  la  Laguna  de  las  Piedras  negras. 

Ba.ccha.vis  subulata  (Don  mss.)  H.  et  A.  —  Barro  sulfu- 
roso de  los  baños  de  Los  Molles. 

Solidago  linearifolia  DC.  —  Se  encuentra  casi  siempre 
cerca  del  agua. 

Anagallis  alternifolia  Cav. —  Pantano  de  la  Cieneguita, 
cerca  de  Los  3Iorros  ;  al  Sur  la  he  observado  hasta  Copa-hué, 
al  poniente  de  Xorquin. 

Gíaux  mucronata,  Phil. —  Orillas  húmedas  arenosas  del 
Atuel,  al  pié  del  Cerro  Sosneado. 

Plantago  niacrostachys  Bcne.  —  Pantano  déla  Ciene- 
guita. 

Qaincliamaliiun  sp. —  Orillas  del  Salado  al  frente  de  Los 
Melles. 

Juncus  Mancloni  Blch.  (J.  depauperatus  Phil.  exspe- 
cimine  autor.}.  —  Pantano  de  la  Cieneguita;  arroyitos  cerca 
de  la  cumbre  del  Cerro  de  los  ¡Molles  ;  frecuente. 

Triglochin  maritima  L.  —  En  el  barro  sulfuroso  de  los 
Baños  de  los  iMoUes,  muy  frecuente.  Hasta  ahora,  en  el  he- 
misferio austral  era  conocida  sólo  del  Estrecho  de  Magallanes. 

Scirpus  ripariusVRT.SL. ,  forma  inflorescentia  contracta. 
— Laguna  délas  Piedras  negras,  ciénega  cerca  de  Los  Pozos, 
formando  grandes  matorrales. 

Festuca  acanthophylla  Desv. —  Alverjalito,  cubre  gran- 
des espacios  de  terreno  pantanoso. 

Gynerium  argenteum  Nees.  —  En  todas  parles  cerca 
del  rio. 

Hordeum  comosuyn  Presl.  — La  Cieneguita,  Los  Molles, 


—  30  - 

Rodeo  Viejo,  Portezuelo  ancho.  Las  espigas  muy  frágiles  sou 
de  un  color  negro-purpúreo,  ó  negro-azulado. 

Dístíchlis  thalassica.  (Kth.  in  H.  et  B.)  Desv. —  Baños 
de  Los  Mol  les. 


Plantas  de  los  terrados  del  Rio  Salado,  cerca  de  los  Molles 

Asteriscium  chilense  Cii.  et  Schldl.  —  Planta  robusta 
(0.25  ni.  de  altura)  coriácea,  de  un  verde  amarillento  ;  algu- 
nos grupos  aislados. 

Baccharis  subulata  (Don  mss.)HooR.  et  A.,  var.  B. — 
Una  forma  postrada  pero  mostrando  todos  los  caracteres  de  la 
forma  típica  erecta. 

Sporolohus  deserticola  Phil. —  Linda  gramínea  muy  de- 
licada, frecuente  entre  las  piedras  redondas  de  la  orilla  del 
rio,  encontrándose  también  cerca  de  la  laguna  de  las  Piedras 
negras. 


3)  Región  andina  superior 

(Zona  entre  el  límite  superior  de  la  Leña  amarilla  y  la  línea  inferior 
de  la  nieve  perpetua) 


Un  poco  más  arriba  del  arroyo  Alverjalito,  Ja  vegetación 
cambia  considerablemente;  los  únicos  arbustos  son  :  Ades- 
viia  pinifolia  GiLh. ,  Berberís  emjjetrifolia  Lam.  y  Argy- 
lia  Bustillosii  Phil.,  los  dos  últimos  cubriendo  largos  es- 
pacios de  las  faldas.  Aquí  aparecen  especies  de  Acaena, 
(Cepa-caballo  de  la  sierra),  Latyhrus  anotnalus  Phil., 
Oxytropis,  Epilobium  (2ó  3 especies),  Carex,  Arenaria, 
Plantago,  Ranunculus,  Verbena  juniperina  G.    et  H., 


—  31  — 

V.  microphy lia  Kth.  ia  H.  et  B.,  uq  uúmero  crecido  de 
Compuestas,  Hexaptera  pinnatifida,  Gill.  et  Hook.,  Si~ 
syrrhynchiiun  flexuosum  Phil.,  y  los  pantanos  contienen 
grandes  grupos  de  un  Senecio  alto,  semejante  al  S.  Hual- 
tata  Bert.  ,  al  lado  de  la  cruel  Fesíuca  acanthophylla 
Desv. 

En  fin,  hemos  pasado  ya  la  región  de  las  plantas  leñosas  y 
subiendo  al  Portezuelo  ancho,  que  divide  las  aguas  que  co- 
rren al  Este  al  valle  del  Salado,  de  los  arroyos  que  bajan  al 
Poniente  al  Valle  Hermoso,  nos  saluda  una  vegetación  baja, 
pero  muy  interesante  y  generalmente  con  lindas  flores  gran- 
des. Una  excepción  en  este  sentido  hace  la  planta  principal 
de  los  terrenos  pantanosos,  la  Ochychloé  andina  Phil.,  una 
Juncácea  rígida  con  hojas  algo  punteadas,  que  forma  grupos 
densísimos  hemisféricos  hasta  de  1  m.  de  diámetro  y  0.6 
ra.  de  altura.  Entre  las  demás  plantas,  son  de  notarse  una 
Brodiaea  con  flores  estriadas  de  blanco  y  negro  {D.  Poep- 
piggÍ3.na  m.),  Chamelum  Bodenbenderi  m.  (linda  plantita 
semejante  á  un  Crocus  con  flores  blanco-rosadas),  Cajo- 
phora  pulchella  TJrb.  et  Gilg.,  que  se  cría  cerca  de  la 
nieve,  la  curiosa  Barneoudia  chilensis  Gay,  con  flores 
morenas  que  aparecen  antes  que  las  hojas,  atravesando  la 
nieve,  como  lo  hacen  las  flores  de  Soldanella  en  los  Al- 
pes, y  el  Phleum  alpinum  L.,  gramínea  conocida  de  Eu- 
ropa, Asia  y  de  las  dos  partes  de  América. 

Algo  diversa  de  la  flora  formada  por  las  plantas  arriba 
mencionadas,  que  se  crían  en  un  suelo  húmedo  ó  turboso, 
reunidas  de  vez  en  cuando  en  pequeñas  bandas  verdes,  es  el 
aspecto  de  la  vegetación  de  los  escombros,  como  lo  he  podido 
estudiar  en  las  cumbres  de  los  Cerros  de  los  3Iolles  y  de  los 
Baños.  Aquí  se  encuentran  los  individuos  délas  plantas  ais- 
ladas, apenas  visibles  entre  las  piedras  y  algunas  especies  di- 
simulan aún  más  su  presencia  á  causa  de  la  semejanza  de  sus 
colores  con  las  rocas,  (por  ejemplo,  Barneoudia  chilensis 
Gay.,  las  especies  de  Viola  del Qrupo Rosulatae,  Calandri- 


—  32  — 

nia  pida  Gill.,  Pozosl  hydrocotylifolicL  Field  et  Gardn., 
Chaetantheravillosa  Gill.).  Las  plantas  más  características 
de  esta  región  son  :  Loasa  petrophila  Urb.  et  Gill.,  con 
lindas  flores  blancas  y  hojas  finamente  recortadas,  la  Len- 
cería Contrayerba  m.  y  el  Culcitium  Poeppigii  DC.  — 
La  Leuceria  llamada  «  Contrayerba «  es  una  plantita  baja 
con  una  roseta  de  hojas  algo  gruesas,  y  grandes  flores  porce- 
láneas,  purpureas  por  fuera,  blancas  adentro;  los  serranos 
la  buscan  y  usan  su  raíz  para  dar  fragancia  al  tabaco.  El 
Culcitium  Poeppigii,  la  Yira-vira  déla  Cordillera  de  Men- 
doza, es  una  planta  robusta,  gris,  con  cabezuelas  amarillas  y 
á  la  que  los  serranos  atribuyen  "virtudes  contra  la  tos  con- 
vulsa. 


Plantas  de  la  región  andina  superior 

[Zona  entre  el  límite  superior  de  la  Leña  amarilla  y  el  inferior 
de  la  nieve  perpetua) 


Barneoudia  chilensis  Gay  \ar.  rtiajor  (Phil.)  m.  — 
Portezuelo  ancho.  Cerro  de  los  MoUes. 

Ranunculus  peduncularis  Sm.  var.  minor  Wedd.  — 
Portezuelo  ancho,  Rio  Tordillo  superior. 

Hexaptera  pinnatifida  Gill.  et  Hook.  ■ —  Cerro  de  los 
Molles. 

Violae  sp.  (Rosulatae).  —  Cerro  de  los  Molles,  Paso  en- 
tre Atuel  superior  y  Tordillo, 

Cerastium.  — De  este  género  se  observan  á  lo  menos 
dos  especies  en  la  región  superior,  pero  hasta  ahora  no  he 
podido  determinarlas. 

Calándrenla  affinis  Gill.  —  Portezuelo  ancho,  Yalle 
Hermoso. 

C:  dianthoides  Phil.  —  Vayas  altas,  Cerro  de  los  Mo- 
lles. 


—  33  — 

C.  picta,  GiLL.  —  Cerros  cerca  de  Alverjalito  (frecuente), 
Paso  entre  Atuel  superior  y  Tordillo. 

Oxalis  compacta  Gill.  —  Portezuelo  ancho. 

Colletia,  nana  Clos.  —  Portezuelo  ancho  ;  los  troncos, 
medio  subterráneos,  son  gruesos  hasta  3  cm.  y  de  un  largo 
hasta  1  .5  dm.  y  las  ramas  no  tienen  más  de  1  á  2  cm.  de 
largo.  Cubre  como  una  alfombra  densa,  pero  muy  espi- 
nosa, las  piedras. 

Lathyrus  anomalus  Phil.  (?),  —  Cerro  de  los  Molles,  á 
la  orilla  de  un  arroyito  bajo  la  Cumbre. 

Cajophora  pulchella  Urb.  et  Gilg.  —  Portezuelo  ancho, 
cerca  de  la  nieve. 

Loasa  petrophila  ürb.  et  Gilg.  —  Cerro  de  los  Molles. 
Recogida  por  primera  vez  en  el  Cajón  de  Trolope,  al  Oeste 
de  Ñorquin. 

Larreiia  acaulis  Gill.  'et  Hook.  —  Portezuelo  ancho, 
Paso  entre  Atuel  superior  y  Tordillo  ;  la  raíz  es  muy  aromá- 
tica. 

Mulinum  spinosum  Pems.  f.  humilis  fructibus  brun- 
neis.  —  Cerro  de  los  Molles  ;  planta  compacta  de  sólo  0.5 
á  1  dm.  de  altura  y  con  frutas  más  grandes  que  las  de  la 
forma  típica  de  la  Yerba  negra. 

Pozoa  hydrocotylifolia  Fíelo,  et  Gardn.  —  Cerro  de 
los  Molles  (escombros  de  la  Cumbre),  Cerro  de  los  Baños, 
Paso  entre  Atuel  superior  y  Tordillo. 

Sanícula  macrorrhiza  Colla.  —  Vayas  altas,  Porte- 
zuelo ancho. 

Boopis  sanjuanina  Hierok.  —  Cerro  de  los  Molles; 
escasa. 

Culcitium  Poeppigii  DC.  (Vira-vira).  —  Faldas  supe- 
riores del  Cerro  de  los  Molles  y  de  los  cerros  vecinos  ;  fre- 
cuente; encuéntrase  algunas  veces  en  los  valles,  traída  por 
la  corriente,  como  por  ejemplo,  en  el  del  Papagayo.  Esta* 
planta  es  la  «  Vira-vira  »  de  Mendoza  y  se  usa  en  forma  de 
árabe  para   combatir  la  tos  convulsa  en  los  niños   {Gnapha- 


—  34  — 

lium  luteo-albumL.^  Senecio  Vira-vira  Hieron,  tienen 
aquí  el  mismo  nombre  y  se  les  atribuye  las  mismas  ó  seme- 
jantes propiedades  ;  véase  Hieron ymus,  PJantae  diaphoricae 
Florae  Argentinae,  pág.  150,  160). 

CcLlojjtiliuní  Lagascae  Hook.  et  Ar]\.  —  Cerro  de  los 
Melles;  escasa. 

Chaetardhera  villosaGiLí,  (Carmelita  formosa  Gay). 
—  Cerros  cerca  de  Alverjalito;  rara. 

Leuceria  Contrayerha  m.  (Contrayerba).  —  Cerro  de 
los  Baños  (recogida  antes  en  la  sierra  de  Loncoche).  Los 
arrieros  y  \aqueanos  usan  la  raíz  de  esta  planta  para  dar 
fragancia  al  tabaco  y  dicen  que  posee  también  propiedades 
estomacales. 

Nassauvia  axillaris(DC.)BTH.  etHooK.  —  Cerro  de  los 
Melles,  Cerro  de  los  Baños. 

N.  glomerata  (Gill.)  Wedd.  —  Paso  entre  Atuel  supe- 
rior y  Tordillo ;  escasa. 

Perezia  carthamoides  (Don)  Hook.  et  Arn.  —  Vayas  al- 
tas ;  linda  planta  con  grandes  flores  color  crema  que  tienen 
una  fragancia  parecida  ala  Vainilla. 

P.  (Clarionea)  pilifera  (Don)  m.  —  Portezuelo  ancho. 

Treckonaetes  laciniata  Miers.  —  Portezuelo  ancho. 

Verbena  erinacea  Gill.  et  Hook.  —  Vayas  altas. 

Plantago  unciah's  Dcne.  —  Portezuelo  ancho. 

Rumex  magellanicus  Campd.  —  Paso  entre  Atuel  su- 
perior y  Tordillo. 

Chamelum  Bodenbenderi  m.  —  Portezuelo  ancho. 

Sisyrrhynchium  flexuosum  Phil.  —  Vayas  altas,  Ce- 
rro de  los  Molles,  Portezuelo  ancho. 

S.  ex  affinitate  S.  floribundi  Phil.  flor,  purpuréis.  — 
Portezuelo  ancho,  Cerro  de  los  Molles. 

Brodiaea  Poeppigiana  (Gay)  m.  — Portezuelo  ancho. 

Juncus  Mandoni  Buch.  —  Cerro  de  los   Molles. 

Oxychloe  ancZina  Phil.  —  Frecuente  en  la  región  supe- 
rior, formando  grupos  densos  cerca  de  los   arroyos.  (Cerro 


—  35  — 

délos  Molles,  Vayas  altas,  Portezuelo  amcho,  entre  Atuel  y 
Tordillo). 

Deyeuxia  andina  Phil.  f.  humilis  m.  —  Portezuelo 
ancho. 

Phleum  alpinum  L. —  Portezuelo  ancho. 


En  suma,  por  la  descrijDcion  que  acabo  de  hacer  se  des- 
prende que  la  flora  de  esta  parte  de  la  Cordillera  no  es 
tan  rica  como  la  de  la  parte  entre  el  Neuquen  y  el  Limay,  y 
las  investigaciones  que  se  hagan  más  tarde  probarán  cada  vez 
más  el  hecho  que  desde  ya  se  observa,  de  que  la  flora  de  la 
falda  oriental  de  los  Andes  no  es  sino  una  vegetación  empo- 
brecida con  respecto  á  la  de  la  falda  chilena,  con  muy  pocos 
elementos  propios,  fenómeno  que  debe  atribuirse  en  primer 
lugar  á  las  diferencias  climatológicas  de  ambas  vertientes  y 
que  tiene  una  completa  analogía  con  la  diferencia  existente 
entre  las  floras  de  los  dos  lados  de  la  Sierra  Nevada  en  Norte- 
América,  donde  contrástala  aridez  y  escasez  de  plantas  de 
la  falda  oriental  con  la  rica  y  variada  vegetación  que  adorna 
la  pendiente  del  lado  de  California. 


Córdoba,  Junio  de  1893. 


-  36    - 


APÉNDICE  I 


LITERATURA 


HooKER,  W.  J.  On  the  Genus  Colliguaya  of  Molina,  witli 
an  account'of  three  new  species.  —  Hooker's  Bota- 
nical  Miscellany.  Yol.  J,  1830,  p.  138-143,  tabb. 
XXXIX-XL. 

—  On  the  species  of  the  Genus  Colletia,  of  the  Natural 

Order  Rhamneae,  discovered  bj  Dr,  Gillies  in 
South  America.  —  Ibid.  p.  150-159,  tabb.  XLIII- 
XLV. 

—  On  the  species  of  the  Genus  Verbena,  and  some  nearly 

allied  Genera,  found  by  Dr.  Gillies  in  the  extra- 
tropical  partsof  South  America.  —  Ibid.  p.  159-173, 
tabb.  XLVI-XLIX. 

—  On  the  plants  of  the  Natural  Order  Umbelliferae, 

dctected  by  Dr.  Gillies  in  the  extratropical  parts 
of  South  America.  —  Ibid.  p.  343-335,  tabb.  LXIII- 
LXVII. 

—  On  a  new  Genus  of  the  Natural  Order    Cruciferae, 

from  the  Andes  of  Chile  and  Mendoza.  —  Ibid.  p. 
349-352,  tabb.  LXXII-LXXIV. 

—  Descriptions  of  various  plants  from  Dr.  Gillies'  Cor- 

dilleran  CoUections.  Ibid. 

a)  Mutisia;  p.  7-12,  tabb.  IV-IX. 

b)  Poinciana;  p.  129-131,  tab.  XXXIV. 

cj  Atropa  (Salpichroa);   p.  135,  tab.  XXXVII. 
d)  Jaborosa;  p.  347-348,  tab.  LXXI. 


—  37  — 

HooKER,  W.  J.  and  G.  A.  Walkeu  Arnott.  Gontributions 
towards  a  Flora  of  South  America  and  tlie  Islands  of 
the  Pacific.  I.  Extratropical  South  America;  en: 

a)  Bot.  Miscellany  111,  1838,  p.  129-211,  302- 
367; 

b)  Gompanion  to  theBotanical  MagazineT,  1835, 
p.  29-38,  102-1 11,  234-244;  II,  1836,  p.  41-52, 
250-254; 

c)  The  Journal  of  Botany  T,  1834,  p.  276-296, 
tab.  CXXXVII;  Til,  1841,  p.  19-47,  310-348. 

2.  Philippi,   R.  a.   Sertum   mendozinum.  Catálogo  de  las 

plantas  recogidas  cerca  de  Mendoza  y  en  el  camino 
entre  esta  y  Chile  por  el  Portezuelo  del  Portillo, 
por  D.  AVenceslao  Diaz,  en  los  años  de  1860  y 
1861. — Anales  de  la  Universidad  de  Chile,  XXI, 
Santiago,  1862,  p.  389-407. 
—  Sertum  mendozinum  alterum,  ó  sea,  catálogo  de  las 
plantas  recogidas  cerca  de  Mendoza  y  en  los  cami- 
nos que  conducen  de  Chile  á  esa  ciudad.  Ibid. 
XXXIV,  1870,  p.  159-212. 

3.  Cesati,  V.  DE.  lllustrazioue di  alcune  piante  raccolte  dal 

Sr.  Prof.  Strobel  sul  versante  oriéntale  delle  Ande 
Ghilene  dal  Passo  del  Planchón,  sino  a  Mendoza, 
attraverso  la  Pampa  del  Sud. — Atti  Reale  Accad.  di 
science  fisiche  e  matemat.  V,  Napoli,  1871,  p.  1-22, 
tab.  III. 

4.  EcHEGARAY,  S.  Determinación  de  plantas  sanjuaninas. — 

Boletín  de  la  Academia  Nacional  de  Ciencias  exac- 
tas, II,  Córdoba,  1875,  p.  341-353. 
HiEROiNYMUs,  J.  Sertum  sanjuaninum  ó  descripciones  de 
plantas  fanerógamas  y  criptógamas  vasculares  reco- 
lectadas por  el  Dr.  D.  S.  Echegaray  en  la  Provincia 
de  San  Juan.  Ibid.  IV.  1881-1882,  p.  1-73. 

5.  P.  LoRE]VTZ  vG.  XiEDERLEixN  en':  Informe  oficial  de  la 

Comisión  científica ...    de  la    Expedición   al   Rio 


—  38  — 

Negro  (Patagonia)  bajo  las  órdenes  del  general 
D.  Julio  A.  Boca,  Buenos  Aires,  1881,  Botánica, 
p.  171-296,  con  12  láminas. 

6.  Ball,  J.  Further  Contributions  to  the  Flora  of  Patagonia. 

—  The  Journal  of  the  Linnean  Society,  Botany 
Yol.  XXVII,  1891,  p.  471-500. 

7.  KuRTZ,  F.  Informe  preliminar  de  un  ^iaje  botánico  etc. 

en  las  provincias  de  Córdoba,  San  Luis  y  Mendoza 
hasta  la  frontera  de  Chile,  en  los  meses  de  Diciem- 
bre de  1885  á  Febrero  de  1886. — Boletin  de  la 
Academia  Nacional  de  Ciencias  exactas,  IX,  Cór- 
doba, 1886,  p.  349-370. 

8.  Philippt,  F.   Catalogus  plantarum  vascularium  chilensium 

adhuc  descriptarum.  Santiago  de  Chile,  1881. 


APÉNDICE  II 

NOTAS  SOBRE  ALGUNAS  PLANTAS  DE  LA  CORDILLERA  MENDOCINA 

Leuceria  Contrayerba,  nov.  spec. 

Lencería  Lagasca,  Bentham  etHooKER,  Gen.  Plant.,  11,  p.  499. 

Planta  perennis,  humilis,  acaulis.  Bhizoma  simplex,  y.  2 
—  ooceps,  lignosum,  6-10  cm.  longnm,  0,5-0,8  cm.  crassum, 
sordide  fuscum,  cortice  demum  irregulariter  fissa  obtectum. 
Folia  basalia,  rosulata,  petiolata,  crassa,  subcoriacea,  bullata, 
orbicularia,  oblonga  v.  rhomboídea,  basi  truncata  v.  breviter 
in  petiolum  attenuata,  1,5-3  era.  longa,  1,5-2,2  cm.  lata, 
margine  irregulariter  eroso-dentata  v.  crenata,  supra  floccoso- 
lanata,  subtus  dense  albo-tomentosa;  petiolis  1-2,5  cm. 
longis,  basi  vaginantibus,  subtomentosis.    Capitula  homoga- 


—  se- 
ma, radiatiformia,  majuscula,  ad  5  cm,  lata,  solitaria,  pedi- 
cellata;  pedicellis  3-7,5  cm.  longis,  purpurascentibus,  parce 
íloccosis.  Flores  radiiuiiiseriati  iiitiis  albi  extus  purpurascen- 
tes,  parce  lanati,  glandulis  llavis  minutis  obsiti;  flores  disci 
flavi,  pappus  albus. 

Involucriim  campanulatum,  bracteis  subtriseriatis,  imbri- 
catis,  herbaceis,  acuminatis,  exterioribus  minoribus  (ad  0,5 
cm.  longis),  interioiibus  maximis  (ad  1,5  cm.  longis),  ápice 
purpurascentibus,  margiae  scariosis,  dentibus  perpaucis 
minutis  munitis,  extus  glandulis  flavis  minimis  more  corolla- 
rum  radii  onustis,  ómnibus  lana  alba  floccose  obtectis.  Re- 
ceptaculum  planum,  epaleatum,  íavosum,  areolis  marginibus 
scariosis  ápice  leviter  laceratis  cinctis.  Corollae  bilabiatae; 
flores  radii  labio  exteriore  3-deutato,  elongato,  liguliformi 
(ad  1,2  cm.  longo),  interiore  ^-partito,  segmentis  longis, 
revolutis;  disci  flores  labiis  subaequilongis,  exteriore  brevi- 
ter  3-dentato,  interiore  profundius  2-partito,  revoluto,  fauce 
extus  pilis  paucis  minutis  adspersi.  Antherae  radii  papillo- 
sae,  acuminatae,  basi  sagittatae,  candis  papillosis,  filamentis 
brevibus,  non  dilatatis  nec  |papillosis:  antherae  disci  fauci 
iusertae  glabrae,  acuminatae,  basi  longe  caudatae,  caudibus 
barbatis,  lilamentis  basi  dilatatis  papillosis.  Styli  radii  cla- 
viformes,  ramis  brevissimis,  erectis,  rotundatis,  minute 
papillosis;  styli  disci  filiformes  ramis  brevissimis,  erectis, 
rotundatis,  capitulum  quasi  formantibus  (more  Chaetanthe- 
rae  villosae  Gill.,  Oriastripusilli  Poepp.  etENDL.,  Ega- 
niae  acerosae  Remv).  Achaenia  immatura  obconica,  angulis 
4  prominulis,  dense  albo-papillosa,  ad  3  mm.  longa.  Pappi 
setae  radii  2-senatae,  disci  1  seriatae  (?),  scabro-serrulatae. 

Species  nullae  aliae  generis  Leuceriae  mihi  cognitae 
aífinis  habitum  Trichoclines  aemulans,  a  qua  generice 
characteribus  supra  indicatis  et  insuper  colore  et  distribu- 
tione  nervorum  florum  radii  diversa,  ad  sectionem  a  Bein- 
THAMio  1.  c:  «capitulis  majoribus  iu  scapo  aphyllo  v,  caule 
simplici  solitariis  »  definitam  pertinet. 


-  40  — 

Crescit  Ínter  lapides  regioiiis  superioris— supra  limitem 
plantarum  lignosarum— Audiiim  proviaciae  Mendozae  Reipu- 
blicae  Argentiiiae:  Portezuelo  de  Loiicoche  (F.  Kurtz,  Herb. 
argentin.  N°  5978;  1,  11(1888);  Cerro  de  los  Baños,  Valle 
del  Rio  Salado  superior  (F.  Kurtz  1.  c.  N°  7659;  11,  If, 
1893). 

«CiOntrayerba»  ab  inquilinis  appellatur. 

Planta  tota,  praecipue  radix  quidem^  gratam  fragrantiam 
exhalat,  quam  ob  rem  ab'incolis  Andium  aegre  quaeritur;  eam 
ad  tabaci  odorem  meliorandum  utuntur.  Praeterea  infusio 
theiformis  contra  stomachi  dolores  applicatur. 


VerhericL  aphylla  Gill.  et  Hook. 

Verbena  aphylla   Gill.    et  Hook.  ia  W.  J.  Hooker's  Bot.  Miscellany 
I,  1830,  p.  161. 

Haec  species  in  ramis  junioribus,  saepe  flexuosis,  apicem 
versus  pilis  albis  brevibus  obsitis  folia  minuta  (ab  illi.  Gillies 
et  HooKER  non  observata)  exhibet  opposita,  breviter  (petio- 
lum  ad  1  mm.  longum)  lateque  petiolata,  oblonga,  1-4  mm. 
longa,  0,5-1,2  mm.  lata,  obtusa  v.  acutiuscula,  crassiuscula, 
caducissima. 

Spicae  florum  pulchre  lilacinorum  terminales  v.  laterales. 

Verbena  aphylla  G.  et  H.  inter  plantas  praedominantes 
formationis  subaudinae  provinciae  Mendozae  arbustus  (ad 
1  m.  altus)  insignis,  fruticeta  diífusa  formans. 

Observavi  inter  torrentes  Arroyo  Papagayos  et  Arroyo  de 
la  Faja   (F.  Kurtz,  Herb.  argentin.  N°  7422;  27,  XII,  1892). 


—  41  — 
Chamelum  Bodenbenderi  nov.  spoc. 

Chamelum  R.  A.  Philippi;  Bentham  et  Hooker  Gen.  plant..  III.  p.  700. 

Planta  omnino  glabra,  Rliizoma  fiiscum  oblique  adscen- 
dens,  nodoso-articulatum,  ramosum,  1,5-3  mm.  crassum, 
subtus  radices  fuscas,  caniosulas,  ad  4,5  cm.  longas  emittens. 
in  apicibus  ramorum  folia  floresque  gerens.  Folia  fascicnlo- 
rum  exteriora  vaginiformia,  \iridi-fuscescentia,  2-6  cm. 
louga,  4-6  nini.  lata,  membranácea,  striata,  apiciilata;  inte- 
riora lineari-filiformia,  rígida,  glaucescenti-viridia,  striata, 
8-13  cm.  longa,  1,5-2  mm.  lata,  compressiuscula,  mucronato- 
apiculata,  recúrvala,  basi  longe  vaginantia  (vaginae  ad  5-6 
cm.  longae),  flores  superautia,  júniora  apicem  versus  pilis 
paucis  brevibus  albis  obsita.  Scapus  ex  axilla  unius  foliorum 
exteriorum  vaginiformium  ortus  yalidus,  1,5-4  cm.  altus, 
teres,  saepe  foliisbasalibus  complete  obtectus,  glaber.  Spa- 
thae  terminales,  2  v.  rarius  3-florae;  bracteae  (et  prophylla) 
membranaceae,  ápice  apiculatae  v.  interdum  laminuligerae, 
striatae,  yiridi-purpurascentes,  2,5-4  cm.  longae,  3,5-8  mm. 
latae,  superiores  saepe  ápice  plus  minus  laceratae.  Flores 
breviter  pedicellati  (pedicelli  circa  3  mm.  longi);  perian- 
thium  infundibuliforme,  ad  6,5  cm.  longum;  tubus  18-20  mm. 
longus,  tennis,  ad  basin  vix  1,5  mm.  latus,  intus  lutescens; 
lobi  lanceolati,  obtusinsculi,  erecto-patentes,  snbaequales, 
albae,  nervis  purpuréis.  Antherae  6,5  mm.  longae,  basi 
profunde  sagittatae,  tubum  filamentorum  aequantes.  Ova- 
rium  oblongum,  circa  5  mm.  longum,  2  mm.  latum;  stylus 
fiiiformis,  antheris  longior,  ramisbrevissimis  (2  mm.),  leviter 
apertis,  ápice  apiculum  gerentibus. 

Crescit  in  jugo  «Portezuelo  ancho»  dicto  Andium  Mendo- 
zae  Ínter  vallem  flaminis   «Rio  Salado»   et  vallem    «Valle 


—  42  — 

Hermoso»  appellatum  (F.  Kurtz,  Herb.  argentin.  N°  5835; 
15,  I,  1888,  etNo7180;  1,  11,  1892). 

A  Chámelo  lúteo  R.  A.  Philippi  diífert  Ch.  Bodenben- 
deri  mihi  statura  duplo  majori,  glabritie,  foliis  mucronato- 
acuminatis,  floribus  2- \'.  3-plo  raajoribus,  rosaceo-albidis. 
Ch.  andinum  (R.  A.  Phil.)  Hook.  fil.  floribus  luteis  gaudet 
et  ex  descriptione  Philippii  variis  alus  notis  a  specie  nostra 
diversum. 

Pulchellam  hanc  plantám  amico  itinerumque  socio  carissi- 
mo,  ia  Universitate  cordobensi  collegae,  Dr.  G.  Boden- 
BEPíDEii  dedica\i.