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JSihUateiea Oei Boi^in ife in Soeie^ioH Awrieotn MexiemHU
EL MAGUEY
MEMORIA
SOBRE EL CULTIVO Y BENEFICIO DE SUS PRODUCTOS.
POR EL INOBNIERO AORONOMU
TITULADO.
JOSÉ C. SEGURA,
Director y Profesor de la Escuela N. de Agricultura y Veterinaria,
Miembro de varias Sociedades
Científicas del país y del extranjero; Miembro del Jurado de Recompensas
en las Exposiciones internacionales de París
de 1889 y 1900.
Condecorado por el gobierno francés con la cruz de Caballero
de la Legión de Honor, de la de oficial de la
Orden del Mérito Agrícola
y con las palmas de oficial de Instrucción Pública.
CUARTA EDICIÓN CORREGIDA Y AUMENTADA.
MÉXICO
IMPRENTA PARTICULAR DE LA S AGRÍCOLA MEXICANA
CALLEJÓN DB LA OONDBSA 4 1/2
I90I.
A LOS SEÑORES INGENIERO
^. Q)RanuU oFo^^nánÓQ^z Xq<iI
Y LICENCIADO
^. ofcaanm cBa^anba.
Tesstimonio de afecto y reconocimiento.
El autor.
An VERTENCIA.
En el cuadro estadístico de los productos del ma-
guey correspondiente al año de 1899, encontrará el
lector que en los Estados de Chiapas, Querétaro y
Sinaloa se produce el henequén y en los de Nuevo
León y Veracruz el pulque, no apareciendo Campe-
che como productor de henequén.
Nuestras investigaciones sobre el particular nos
enseña que Yucatán es el principal Estado de pro-
ducción de nuestra valiosa fibra, viene en seguida
el de Campeche y poco se produce en Oaxaca y Chia-
pas; pero dudamos absolutamente se encuentre cul-
tivado ó silvestre en Querétaro y Sinaloa, aseguran-
do que no son lugares de producción del pulque los
Estados de Veracruz y Nuevo León.
No creyéndonos autorizados para truncar el cua»
dro estadístico publicado por la oficina respectiva de
la Secretaría de Fomento al reproducirlo en esta
obra, por ser un documento oficial, lo transcribimos
íntegro haciendo la presente advertencia.
ESTA OBRA ES PROPIEDAD DEL AUTOR.
Gonforme a la Ley ae reserva los derechos de reproducción en todo 6 en parte
y ios de traducción.
íii&^^
ttttttttttttttttttttttttttttt
INTRODUCCIÓN.
JL^A planta que nos ocupa abarca en el Continen-
te americano una zona inmensa. Se encuentra
desde los 34 9 de latitud Norte, al 6fJ de latitud
Sur.
Hace cerca de cien años que el ilustre barón de
Humboldt creía que el desarrollo de la vid tomaría
proporciones colosales luego que el sistema anti-eco-
nómico de la MetrópoD para con esta su colonia, de-
sapareciera, y que se sustituiría ventajosamente al
maguey; pero los hechos actuales prueban lo con-
trario.
Ahora que se ha generalizado el uso del pulqueen
casi todas nuestras clases sociales, el consumo es
mayor que en los siglos pasados, y el fisco percibe
mayores sumas que antes.
Los productos que las rentas públicas han perci-
bido del pulque desde la Conquista hasta el año de
1864 son como siguen : *
Productos del pulque mientras estuvo
arrendado, durante el Gobierno espa-
ñol $ 4.266,500
ídem Ídem desde 1763 en que fué admi-
nistrado por la Corona, hasta 1809,
época de la insurrección 31.974,416
ídem Ídem durante la guerra de Inde-
pendencia hasta 1822 4.379,552
ídem Ídem durante la época de la Fe-
deración, de 1825 á 1830 639,631
ídem Ídem desde el restablecimiento de
las alcabalas hasta 1857 869,956
ídem Ídem desde la época de la guerra
civil, llamada de Reforma, desde 1858
á 1864 998,003
Total $43.128,058
r
No me ha sido posible adquirir datos desde de 1864
hasta 1878; pero desde 1879 á 1889, ha causado por
* Memoria sobre el maguey mexicano y sus di-
versos productos, por Manuel Payno. — México, 1864 ;
pág. 95.
^5
derechos la cantidad de $5.467,049,72, sólo en la
Capital.
Por lo expuesto se ve que como planta sacarina y
sólo limitado su producto al consumo de la Capital,
en donde hay más de 822 pulquerías, éste es cuan-
tioso, más aún si se considera que Tlaxcala, Queré-
taro y Puebla consumen grandes cantidades de pul-
que y que en los estados de Guanajuato, San Luis,
Oaxaca, Michoacán, México, Jalisco, etc., la pro-
ducción de pulque, aunque limitada con relación á
la de los llanos de Apam, sobrepasa su conjunto al
que se consume en la Capital.
La pfoducción del pulque fino en la República en
el año de 1899, llegó á la cantidad de 3.095,357 hec-
tolitros cuyo valor representa la cantidad de 6.196,703
pesos; 'siendo la de tlachique de 3.454,847 por valor
de 9.292,353 pesos como se ve en el cuadro adjunto.
ESTADÍSTICA DE LOS PRODUCTOS
ESTADOS
Agtunftca tientes
B, Califomia,..
Cafnneehe
Ooanuila
Colima
Chiaj^a»
CHiHuaHua
Buranao
€rUunajuato . .
Chuerrero
MiAaZgo
Jalisco ,
México
Michoaeán
Morelo»
Nuevo Ije&n
Oaacaca
Muebla
Queirétaro
SifUMloa
Sonora
Tahoifco
Tamaulijfas . . .
Tej9ic
Tlaaccala
Veraeru»
Yucatán
Zacatecas
Suncas.
HSNSQÜSN
khoos.
142.000
450
6Ó.702
90.000
118.645.288
118.878,
VALOR
28.089
IXTUB
KIIiOOS.
18
9.800
6.000
33.183.305
440
VALOR
230
'49.480
1.221.000
115
12.000
100.000
692.550
15.430
13.195
259.524
322.102
14.000
19.100
350
1.420.350
28.945
11.000
32.475
57.807
• • «
150
4.012.785
42.300
965
12.000
'Í6.480
33.227.203
8.354.353
46
iÓ.693
169.690
16
4.670
10.000
47.755
3.062
3.522
6.234
49.331
5.540
2.928
154
169.122
2.850
110
4.765
• • •
150
285.282
4.992
68
14.839
"2.803
808.621
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DB PO
HE0T8.
17
16
• ouc5
274
574
269
.500
21.591
DEL MAGUEY EN EL AÑO DE 1899
Dnran
LQUl.
VALOR
480
21.222
"4.658
• • •
• • •
'n.480
"7.614
125.000
170.454
lOZOAL o nOÜILA
VALOR
660
'iÓ.500
70
"4.767
4.715
4.506
9.302
1.39?
58.826
'*' 872
1.060
6.796
10.506
333
306
14.430
7.964
i.787
3.500
723
11.857
155.466
PULaui
18.750
239.067
2.380
144.967
90.301
79.169
223.260
21.739
1.689.164
'Í9.994
25.852
139.221
267.752
6.276
8.162
319.156
818.072
'42.251
m'.ioo
13.014
184.268
12.060
10.900
18
3.325
5.321
11^
1.083.705
12.407
1.065.175
140 306
• • •
300
305.568
78.148
4.155
VALOR
354.423
1.390
"3.053
3.904.925 3.095.357
TLAOHIQUl
HB0T8.
24.060
76.300
. 106
13.275
17.015
400
1.539.286
32.057
1.860.363
835.040
""i.200
923.780
123.822
10.920
726.414
6.912
"*6.762
VALOR
6.196.703
73
13.732
200
572.819
4.964
2.654.478
130
290
"i. 901
126.117
(1.175
50
68.318
600
3.454.847
438
{n^.484
1.200
1.564.136
12.744
7.346.411
457
1.564
"3.675
127.484
38.799
400
136.636
1.200
9.292.578
-8-
Si comparamos nuestra producción de pulque con
lo que nuestros Estados del norte produjeron de vi-
no en el mismo año, se tendrá una diferencia enor-
me, no obstante el empeño y protección que el Gral.
Pacheco, le impartió en el espacio de 9 años que es-
tuvo á su cargo la Secretaría de Fomento.
Pulque y tlachique producidos en
la República en 1899 6.550,204 hects.
Vino producido en id. id. id 9,652 ,,
Esto prueba lo que asentamos en el prólogo de la
presente obra.
Como planta textil, la exportación del henequén,
ixtle y lechuguilla, acusa en el año de 1899, la res-
petable cantidad de $34.035,824; más si tenemos en
cuenta el valor del consumo interior, indudablemente
tendremos que convenir que el maguey es una de
nuestras plantas agrícolas de las más productivad.
Los Estados de Oaxaca, San Luis, Jalisco, Ta-
maulipas, Michoacán, Morelosy otros, hacen un gran
comercio con el aguardiente que se obtiene de su
mesontete y hojas tatemadas, que ya comienza á ser
un artículo de exportación de alguna importancia,
habiéndose fabricado en el año de 1899 la cantidad
de 177,057 hectolitros representando un valor de
$4.075,379. Hasta ahora se cuentan 125 especies de
magueyes clasificadas propias de nuestro país, de las
cuales cuatro ó cinco se explotan por su filamento,
unas siete ú ocho por el pulque y unas cinco ó seis
para el aguardiente mezcal.
El producto de la lechuguilla en el Estado de Hi-
dalgo sería ana fuente de riqueza, si su explotación
no se hiciera por la clase indígena, que limita su co-
mercio por carecer de medios económicos para la
preparación de la fibra.
Pero si como planta sacarina el maguey que lla-
man manso es lucrativo, por su cultiv(^ económico,
como planta fibrosa sería su explotación bien remu-
neradora, toda vez que como planta sacarina y fi-
brosa puede explotarse á la vez.
En los Estados de Hidalgo, Tamaulipas, Chihua-
hua, Nuevo León, etc., se explota ventajosamente el
ixtle, alcanzando la fibra que se exportó en el año de
1899, el valor de $808,621.
Para dar el impulso debido al beneficio de la fibra
del maguey, sólo se necesita el empleo de máquinas
raspadoras que vengan á economizar los brazos y
hacer la producción abundante y barata.
Los mecánicos nacionales y extranjeros se han fi-
jado en el asunto y estudiado el sistema de una má-
quina para extraer el ixtle, y podemos asegurar que
hay muchas que como las de Smith y los hermanos
Prieto, llenan todas las condiciones para el objeto.
Respecto al pulque, no obstante ser una bebida de
gran consumo, su elaboración deja mucho que de-
sear, parece que el tinacalero, al preparar el pulque,
lleva como principio esencial determinar la fermen-
tación acética con detrimento de la alcohólica, y si
2
—10—
bien es cierto, por observaciones que me son perst»-
naleá, que el pulque adquiere mejor gusto cuando el
bacteríum aceti que determina la fermentación acé-
tica se encuentra en proporciones casi iguales al sac-
caromises que determina la fermentación alcohólica
y que el Dr. Barragán denominó micrococus del pul-
que, hay que notar que desde el momento en que
sobrepasa á este último, se agria el pulque.
Hasta ahora, la exportación del pulque es mezqui-
na, no obstante que el Sr. D. Manuel Terreros hizo
esfuerzos pitea, introaucirlo en Europa como un tó-
nico para los convalecientes, y haberse exhibido en
la Exposición de Nueva Orleans 15 magueyes de los
Llanos de Apam, que en completa sazón fueron lle-
vados á aquel puerto por la Comisión mexicana y
bajo mi dirección, los cuales se castraron y raspa-
ron, y tanto los expositores extranjeros como los ha-
bitantes de Nueva Orleans, pudieron saborear en to-
do el invierno de 1884 á 1885, un exquisito pulque
elaborado bajo el mismo sistema que aquí; no obs-
tante esto, repito, la exportación ha sido insignifi-
cante, ascendiendo el valor del pulque exportado en
el año fiscal de 1899 á la cantidad de $160.
Otro de los productos de la mayor importancia es
el mezcal, aguardiente que se extrae, de la cepa del
maguey. Su consumo, en estos últimos años, ha to-
mado gran incremento,^ y aun cuando figura en la
balanza de exportación del año fiscal de 1899 con un
valor de $3,062, el consumo interior en casi todos
los Estados, es importante.
El maguey, cuya variedad de productos puede dar
al especulador pingües ganancias, ya sea conside-
—11—
rado como planta sacarina ó filamentosa, ha t)cupa-
do la atención de los curiosos 7 de los sabios desd0
la ifpocA de la Conquista hasta nuestros días. Her-
nández, en su'*Historia plantarum Novae Hispaniae/*
consignó once clases de agaves, con el nombre me-
ricano; el modesto mexicano D. Ignacio Blázquez,
de Puebla, en 1867 propuso una clasificación botá-
nica empírica, la cual no fué aceptada por carecer
de bases científicas. El sabio naturalista Sr. Jaco-
bi, en su ** Ensaya de un orden sistemático de los
agaves," cuyo sistema de clasificación fué publica-
do en el cuaderno correspondiente á Enero de 1864
de la ** Gaceta de Jardinería y de Flores," de Ham-
burgo, página 498 á la 503, y sus rectificaciones en
los cuadernos correspondientes á los años de 1867,
1868 á 1869, y de 1869 á 1872 de los * 'Anales de la
Sociedad de Ciencias" de Silesia, no satisface las
necesidades de la ciencia por lo que no ha recibido
de los sabios una acepts^ción completa por encon-
trarse dicha monografía deficiente.
Respecto de su cultivo, algunos autores antiguos lo
han tratado de un modo superficial; otros, como D.
Mariano Sánchez y Mora,que con el seudónimo de Jo-
sé Ramo Zeschan Noamira, escribió un opúsculo pu-
blicado en 1837, ha hecho más que sus antecesores,
pues nos dio á conocer una sinonimia, el dibujo de
las pencas de los magueyes que se cultivan en los
Llanos de Apam, y las reglas empíricas de su culti-
vo, con muy juiciosas observaciones. Posteriormen-
te á esa Memoria, el Sr. D. Manuel Payno escribió
otra notable bajo el punto de vista histórico y eco-
nómico, pero en la cual se nota un gran vacío res-
pecto de la clasificación botánica y sistema de culti-
tuí;^ y, /8C9i?^ipí ^ wr^Jl, 7j€|^itaíÍQ ppp fí . Waí^ífifo^ iBr^-
c>4J^!P9?r ?e5)^r3»# . en 48^X.. ,...,., 7- .( ,.,, ...¡..'....m -i-
' Eri'188i;ldl'STÍÍiW; D.'Jóáé ftáTaóy|,éti'8Ü'lüihinó-
Sá tósis §bbre' lía- dé^éñéi^áci¿n grábóóá tíél hijjááó^ ¡jr
^én 1884, elSr. Di< Ü. Joáé G. iJóbitb én sií /^'Efetü-
dio químico -mduértrial de los varios p^ductóá del
maguey,'* han tratado dé está amárílídeá bajó el
punto de viáta médico é itidustriál . • ' '
El Sr. Peniche, alupano de la Escuela de Agricul-
tura, hizo uu estudio sobre el henequén,, y más an-
tes que él, el Sr. D* José Dolores Espinoss^, de Yu-
catán, dio un Informe á la Secretaría de Fomento
sobre el cultivo dé esa planta.
De los Sres. Sánchez y Blazquez tomé todos esos
elementos para escribir mi Memoria sobre el maguey,
que por encargo de la Comisión mexicana para la
Exposición de Nueva Orieans, publiqué en 1884.*
^ * , , Reseña sobce ^} pultívq .d^ ajlgunas plantas íi?l-
duBtrialesíqueQeieKplotan ó. son susceptibles -de, eX i-
pdiot arse . en lai Eepüblieay formada por JQséí Ci.' Segu r
ra^y Manuejjü. GoI^r^^^)OI^enDargjQi'<te l)irc0mis¿ó«
mexiQaaa papaílarE^posioión. daJSíijieva, Orlean^ít-^
Ofí<?inia itipogTíifioa.i dt© la 'Setjretairía . -.da .Pon^eníci.
1¡884. ''i : !,;''í^M^i> 7 K'ifiW'.í' •■•! ■■' "♦¡'>í".*):li^i.;'' r.i ■♦h'-i-f..
--rjJ^—
secuencia de haberse agotado la %x\bfíVÍpY,iy¡^\pn(^9
muy solicitada en el extranjero, el Sr. D. Manuel
"férii'áii'cíet! léaír énMcés ericafgádb' W la '¿¿(ííeta-
m'tfé'S'c&éii^'díspüáo áü t¿ímpi-¿álÍ5tí; ¿óstéáiiiib
Ibk'^átóJíá rtféhciórikdá' áecTetaWk.'"fiíh 'ésta "que
ÍIáM¿ Id' tétieWá é'áicíóh; lé hitfé álgühóá aürtíénlók',
ftütó 'd'é' Ib crae había vfstó en las hacieridas dedica-
das al cultivo de los magueyes y de las observácio-
neB-ooQ: qttie se dignaron favorecerme algunas per-
aoHás prácticas en estos cultivos.
-.: Agotada también en poco tiempo la tercera edi-
ción^ que en su mayor parte fué vendida en Francia,
y la demás distribuida al cuerpo diplomático de to-
das las naciones c(m quienes entonces México man-
tenía jrelaciones, me proponía dos años después ha^
cer uaa edición en francés que se me pedía de Bél»
g:ica. Por rjazpnes de ocupación y financieras y con
la mira de obtejiei;* nuevos datos par^ completar ngii
pjbra, se h^t jpiasado el tiempo hasta que la Sociedad
Ágrícpii^ ^exicana.eri vista de las ^pligitudes y pe-
didos que se le hacían, de la obra, acordó, en sesión
del día 8 de Mayo del presente ano, se jrae solicitara
á dar mi consentimiento para que ella por su cuenta
hiciera una nueva ediciópt Cungustp ,he cedido á
dar mi autorización y á aumentar mi trabajo con
los isrt^'i^s^ntés estudios bacteriológicos del Dr.
Carbajal, que son la base para la fabricación in-
dustrial de una bebida sana y nutritiva de nuestro
vino nacional. Como poco sabemos, aparte de la
—14—
clasificación de los agaves que trae la *^ Biología
Central Americana," y con el fin de facilitar este
estudio á nuestros jóvenes naturalistas que quieran
dedicarse á él, inserto la clasificación de Baker tra-
ducida del inglés.
Siendo de actualidad las cuestiones higiénicas y
de criminalidad del pulque, también doy mi opinión
sobre el particular. Por último, le he agregado las
descripciones de máquinas que no había hecho en
la edición anterior y el de las nuevas inventadas re-
cientemente.
Otro motivo que me obliga á hacer la presente
edición, es la de dar satisfacción á un sentimiento
de afecto y gratitud dedicándola á los Sres. Fernán-
dez Leal y Baranda que siempre me han honrado
con su amistad y protección, únicas que he tenido
en mi vida profesional y para quienes hoy me com-
plazco en hacer público mi agradecimiento que no
podrá tomarse como una estúpida adulación.
Mis agradecimientos á la ''Sociedad Agrícola
Mexicana" por haber honrado mi obra con su elec-
ción y que si ella es de utilidad pueda la presente
edición testificar el interés que tiene dicha Corpora-
ción para difundir los conocimientos agrícolas entre
nuestros cultivadores.
México, Junio 19 de 1901.
José C, Segura,
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 1 1
fflSTORIA.
JH,L metí ó maguey es, sin disputa, originario de
la América, y sólo en la Mesa Central de la Re-
pública se cultiva desde la más remota antigüedad,
para la fabricación del pulque.
Nuestra Historia patria registra datos en las épo-
cas anteriores á la Conquista sobre esta amarilídea,
que prueban la utilidad que de ella sacaban nuestros
antepasados.
Hernán Cortés, en la segunda de sus cartas al em-
perador Carlos V, hablando de lo que vio en el mer-
cado de Tlaltelolco, dice: * 'Venden miel de abeja y
cera y miel de cañas de maíz, que gon tan melosas
y dulces como las de azúcar; y miel de unas plantas
que llaman en las otras y éstas, maguey, que es mu-
—le-
cho mejor que arrope; y de estas plantas facen azú-
car y vino, y que asimismo venden."
En la relación de un gentil-hombre de la comitiva
de Hernán Cortés, hablando de los productos del
maguey, se expresa de la siguiente manera : "Tam-
bién sirve para hacer vestidps de los hombres y mu-
jeres, zapatos, cuerdas, y sirve también para techar
las casas."
El sabio historiador Orozco y Berra, citando como
autoridades á Torquemada, Sahagun y al Padre
Duran, dice en su * 'Historia antigua y de la Con-
quista de México:^' *'En la fiesta, Panquetzalistli,
bebían el **motlaloctli" ú octli azul, porque lo teñían
de este color; en la fiesta de Atemoztli, daban el vi-
no á las mujeres, como si fuera prevenido por el ri-
tual ; en la fiesta de Izcalli, al licor tomado le daban
el nombre particular de "texcalcehuilo." Ninguna
olla de vino nuevo se comenzaba, sin ofrecer un tan-
to en sacrificio á Ixtliton. Ometochtli era dios del
vino y del juego; cuando echaban el "ocpatli" al
aguamiel y ésta empezando á fermentar, hacía es-
puma, encendían braseros, les ponían copal y zahu-
maban el "octli" en honra del dios. Componían el
pulque con miel ó chilli, frutas, yerbas y otros in-
gredientes, según el gusto ó la sazón;" y más ade-
lante: "Las púas terminales de las hojas servían
en las penitencias religiosas; se les empleaba como
punzones, de clavos en las paredes y maderas ; de
alfileres para retener lienzos gruesos; en algunas
especies se arrancan unidas á las fibras de la plan-
ta, y entonces servían de aguja é hilo á la vez. Las
hojas y pencas frescas servían á las molenderas pa-
—17—
ra recibir la masa, á los albañiles para arrancar el
barro."
S^ún Motolinía, las pencas hechas pedazos ser-
vían á los artífices, llamados ^^amantecati," para
hacer sobre ellas sus preciosos mosaicos de pluma y
oro.
Este árbol de las maravillas, como le llama ^Acos-
ta, se empleaba tanto en las artes y en la economía
doméstica, como para los sacrificios á las sangrien-
tas deidades mexicanas.
Nada se sabe con certeza sobre la época en que
los mexicanos descubrieron extraer el aguamiel ó el
filamento del maguey. Su origen está envuelto en
la fábula.
Los mexicanos, á semejanza de los pueblos primi-
tivos, crearon sus divinidades, deificando ya al sol,
ya á la luna, ya á Venus, y en la fantástica imagi-
nación de un pueblo niño forjaron sus dioses, que
suponían presidían los diversos actos de su vida. No
podían, pues, faltar los dioses del vino, que llama-
ron Toltecatl, Omextli, Ometochtli, Texcatzoncatl,
Tequecbmecaniani y Teathahuiani.
La primera mención que se hace, según Sahagun,
se refiere á los Olmeeahuixtoli. ''Estos mismos, di-
ce, inventaron el modo de hacer el vino de la tierra;
era mujer la que comenzó y supo primero agujerar
los magueyes para sacar la miel de que se hace el
vino, y llamábase Maiaoel, y el que halló primero las
raíces que echaban en la miel,se llamaba Pantecatl.
Los autores del arte de saber hacer el pulcre, así co-
mo se hace ahora, se decían Tepuztecatl, Quatla-
3
—18—
panqui, Tliloa, Papatztactzocaca, todos los cuales
inventaron la manera de hacer el pulcre, en el mon-
te llamado Chichinahuia, y porque el dicho vino ha-
ce espuma, también llamaron al monte Popocanal-
tepetl, que quiere decir monte espumoso." *
Según el caballero Boturíni, el dios Izquitecatl in-
ventó extraer el aguamiel del maguey.
La poética leyenda de Xóchitl nada prueba en su
favor como descubridora del pulque.
El presente hecho por ella á Tepancaltzin, monar-
ca tolteca, no fué un jarro de pulque, como escribe
D. Carlos María de Bustamante adulterando el texto
de la obra del P. Sahagun, sino como dice Veytia en
el tomo I, pág. 263: **Llevaba en las manos un aza-
fate, y en él algunos regalos, comestibles, siendo el
principal un jarro.de miel de maguey."
Creo, sin embargo de estas poéticas leyendas, que
el descubrimiento del pulque se debe á un hecho de
observación, y que los mexicanos, fanáticos en sus
creencias y una vez perdido el origen del descubri-
miento, lo atribuyeron ala enseñanza de sus sangui-
narios dioses. Con todas las reservas debidas aven-
turo una hipótesis que en mi concepto tiene algunas
probabilidades de certidumbre, y es que acaso nues-
tro vino nacional tenga por origen la («bservación de
alguno sobre las costumbres de un roedor del géne-
ro **arbícola," conocido entre nosotros con el nom-
bre de metoro.
Sahagun, tomo III, página 142.
—19—
Bien sabido es de las (gentes del campo que este
roedor que tanto abunda en los maguey ales, tiene la
costumbre de agujerar los magueyes en sazón pata
beberse el aguamiel, del cual gusta mucho. Sabido
es también que este liquido entra prontamente en
fermentación y se trasforma en un líquido alcohóli-
co y blanquecino que conocemos con el nombre de
pulque. ¿No sería probable que alguna vez este roe-
dor hubiese sido observado en su costumbre de per-
forar el meyolote del maguey, y alguno gustando del
líquido fermentado y encontrándolo agradable y no
perjudicial, hubieran partido de esta observación
para descubrir su fabricación? Esto explica mejor
su origen que el carácter divino ó la leyenda poética
de Xóchitl que le atribuye la mitología ó la tradición
de nuestro país.
Los aztecas, en sus costumbres austeras, tenían en
su legislación penas severas contra la embriaguez.
Sólo se permitía que tomaran pulque los enfermos,
los ancianos de más de 50 años, las mujeres en los
primeros días de su alumbramiento, los hombres que
tenían que soportar grandes fatigas, en ciertas fes-
tividades y en las bodas, y eso en cantidades deter-
minadas.
Castigaban el vicio de la embriaguez trasquilando
al borracho y demoliendo su casa. Después de la
Conquista se viciaron las costumbres porque no es-
tando ya la autoridad en manos de aquellos indios,
celosos del cumplimiento de sus deberes, el pueblo
se dio á este repugnante vicio.
La palabra maguey con que designaron los espa-
—20—
ñoles la planta que nos ocupa, no es de origen azte-
ca; llamábasele "metí."
La bebida alcohólica que con su jugo se preí>ara,
le llamaban *'ootli," sustituyéndola los conquistado-
res con la palabra "pulcre" y después * 'pulque, "
Según los estudios lingüísticos de nuestro malogra-
do amigo el 8r. Núñez Ortega, la voz pulque se de-
riva de la voz náhuatl "poliúhqui uctli" pulque co-
rrompido. En la erudita disertación en que nos pro-
bó y convenció que la palabra pulque no es de ori-
gen araucano como habíamos dicho, fundándonos
en nuestro historiador Clavijero, termina como si-
gue: "A primer examen * creímos que la voz pul-
que resultaba de una metonimia directa, es decir,
que el poliúhqui (vino descompuesto) pasó á ser de-
signado por el participio que le daba su calidad de-
terminante, y que el. sentida meramente abstracto
de la palabra poliúhqui había tomado después el ca-
rácter de nombre con sentido correcto como en el ca-
so de la voz huiztli (punzante), que por sí sola sig-
nifica octli nuevo. ** Pero en la segunda considera-
ción y á causa de la "letra r" introducida en el bar-
barismo pulcre hemos venido á juzgar que el uso de
aglutinación tan complicada como poliúhquiuctli,
por más que no fuese extraordinaria en la lengua
náhuatl, debió originar desde el principio un apóco^
* Véase el "Correo de Sotavento," 15 de Octubre
de 1885.
**
Sahagun, lib. IV, cap. X,
—21—
pe en el participio políúhqui, convirtiendo la dicción
enpoliúh (-qui) uctli con puliúhuitli y sucesivamen-
te poliúhtli, conservando todavía en 1520 su natural
epitasis. Es probable que la voz poliúhtli fuese de
difícil expresión para los conquistadores, quienes
siendo en su mayor parte extremeños y andaluces,
cambiaron la "tr' en "r" * de la cual con el tiempo
resultaron poliucre y pulcre. Los indígenas no te-
nían la "letra r,*' á su vez comenzaron á decir pul-
que cuando hablaban con españoles y la voz quedó
así formada y acentuada en su primera sílaba.
Las diversas especies del maguey son objeto de
peculiares explotaciones, según los lugares en don-
de crecen, ya sean expontáneas ó ya sean cultiva-
das. En los climas templados y calientes, como son
muchos lugares de Tamaulipas, Veracruz, Guerre-
ro, Morelos, Hidalgo, Yucatán y Oaxaca, se les uti-
liza como planta filamentosa. En otras partes, de
temperatura templada, como varios puntos de los
Estados de Jalisco, Oaxaca y Michoacán, para la
elaboración del aguardiente mezcal y de pulque de
mala calidad, llamado tlachique.
En los climas fríos e^cclusivamente se le cultiva
para el pulque, obteniéndose el de buena calidad en
una zona que presenta caracteres meteorológicos y
geológicos especiales, y cuya extensión puede cal-
* Son ejemplos de esa clase de alteraciones de pa-
labras: Maltrata (Matlatlan), Atrisco (Atlixco),
Aurizaba (Aulizapa), Churula (ChoUolan).
—22—
cularse en más de seiscientas leguas cuadradas, com-
prendidas en un cuadrilátero que tiene por vértice:
al Norte, Pachuca, capital del Estado de Hidalgo ;
al Sur, Texcoco, en el Estado de México; al Oeste,
Zumpango, en el mismo Estado; al Oriente, Tlaxca-
la, capital del Estado de su nombre, conocida esta
región con el nombre de los Llanos de Apam, en la
cual hay 278 haciendas y ranchos dedicados á este
ramo, distribuidos de la manera siguiente: 70 que
pertenecen al Estado de México, 96 al de Hidalgo y
el resto al de Tlaxcala.
Se le cultiva también con este objeto en los Va-
lles de México, Puebla, Toluca y San Martín Tex-
melúcan, en algunos Distritos de Oaxaca, Michoa-
cán, Querétaro é Hidalgo y varios lugares de los
partidos de Guanajuato, San Luis Potosí y Tamau-
lipas, dando el pulque tlachique.
Después de la Conquista se introdujo el maguey
en el extranjero. Se le encuentra en las Antillas y
en California. Ya hemos indicado cual es la zona
que abarca en la República. Al otro lado del Grolfo
Mexicano se extiende á Cuba, Jamaica y Santo Do-
mingo. Al Norte á la Florida, Georgia y Carolina
del Sur.
Se encuentra el maguey en la Provincia de Cara-
cas, en Venezuela, en Cumaná y en el Orinoco, en
el Perú y en Chile.
Se encuentra en muchos puntos de Italia como en
eMago de Como, sobre el lago Mayor en Luzano, en
muchos jardines del Tirol, Trieste, Toscana, en Pi-
sa, Luca, Florencia, Siena, Arezo, Padua, Bolonia,
-23—
Venecia, Pemigia, y hemos admirado algunas va-
riedades en los jardines del Monte Palatino en Ro-
ma; en Calabria, en Ñapóles hasta cerca del Vesu-
bio, en Sicilia, se encuentra al pié del Etna, etc.,
etc.
Es muy común en todo el litoral de la Dalmacia y
en los departamentos meridionales de la Francia.
En París sirve de ornato en la casa de Francisco I.
En el Languedoc, Provenza, Narbona, Montpellier,
Avignon, Marsella, Hyares , Cannes Roussillon ,
Brest, etc.
En España se le encuentra en Cataluña, las Ba-
leares, Granada, Valencia en la parte de Andalucía,
situada al Sur del Guadalquivir, en Extremadura y
Placencia.
En Portugal sobre el lado del Atlántico hasta la
altura de Coimbra.
En Grecia en la parte del Peloponeso, en los jar-
dines de Smirna y de Mesina cerca de Kalamate y
de Creta.
En turquía en los jardines de Constantinopla. En
Servia y Bosnia se le cultiva como planta ornamen-
tal en Czernagora y Montenegro.
En Rusia prospera en Suchum sobre el Mar Ne-
gro. Se encuentra en África en las Islas Canarias,
en las Asores, en la de Madera, en la de Borbón,
Maurícioy en los cabos Verde y de Buena Esperan-
za, siendo muy común en Argelia.
En Asia se produce particularmente en la India
Oriental. Según Ch. Martins, el maguey en Euro-
—Si-
pa 8B encuentra en la región mediterránea del 44 S
al 86 ° de latitud septentrional, y del 11 ?. de longi*
tud occidental de Paria al 27 9. de longitud críental,
abarcando una área de 8Í de latitud y de 38 de lon-
gitud. El mismo autor dice, que en el Nuevo Mun-
do la zona del maguey se extiende del 34 P. al 8S
de latitud septentrional y del 64 ?. al 120 P de longi-
tud occidental. Pero como muy bien hace observar
el Sr. Danielli " puesto que el agave ha floreado en
la parte meridional de Inglaterra y espléndidamente
en Suchum, parece que debe modificarse para Eu-
ropa los limites asignados por Martins á la región
del maguey y extender el límite septentrional á SOS
y el oriental á i3 9. de longitud, también el límite
aiietral del Nuevo Mundo es mucho más meridio-
nal.
La lechuguilla (agave heterocantha, Kerchovei,
lophanta, vivípara, etc., etc.), se encuentra al esta-
do silvestre en los Estados de Chihuahua, Tamauli-
pas, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, San Luis y Chia-
pas, y su explotación por medio de máquinas, se pue-
de calcular del modo siguiente, según experieneiae
hechas sobre el terreno. Un sitio, ó sean 25 millo-
nea de varas cuadradas, tiene 50 millones de plan-
tas, calculando á dos plantas en cada vara cuadra-
da. Cada planta rinde, cuando menos, cuatro on-
zas de fibra ; de modo que un sitio produce próxima-
mente 125,000 quintales de fibra, que á $4.00 quin
' Studi sull'agave americana L. Firenze, 1835.
^25—
tal, son $600,000. Las mejores máquinas raspado-
ras producen 10 quintales diarios, con los gastos si-
guientes :
12 peones á 3 reales . . , $ 4.50
1 mayordomo 2.00
1 fogonero 0.50
Empaque, leña, agua, etc 3.00
Suma $ 10.00
De modo que cada máquina en explotación deja
una utilidad de 25 á 30 pesos diarios, con la ventaja
de que poniendo dos ó más máquinas juntas se re-
ducen los gastos en un 10 por 100. *
Un sitio en buenas condiciones puede explotarse
en un año con cuatro máquinas.
La exportación de la lechuguilla en el año de 1900
alcanzó la suma de 1.622,387 pesos.
Las municipalidades del 4 9, Distrito del Estado
de Tamaulipas en cuyo suelo se produce la lechu-
guilla, son:
Tula, sus ñncan rurales, son : Cerrogordo, á 16 le-
guas distancia al O : se explota en mayor escala.
Hacienda el Coronel, á 10 leguas distancia al 8. 0.,
en los mismos términos que la anterior.
* Estos cálculos están basados en experiencias que
se hicieron con la raspadora Eureka de la extinguida
Compañía "La Azteca."
—26—
Hacienda el Buey, á 12 leguas distancia al O., en
grande escala.
Hacienda de la Verdolaga, á 7 leguas distancia al
Noroeste, en menor escala.
Rancho de la Rosita, á 9 leguas distancia al Nor-
te, en menor escala.
Rancho de la Muralla, á6 leguas distancia al Nor-
te, Noroeste, en menor escala.
Rancho de la Noria, á 6 leguas distancia al Nor-
te, en menor escala.
Villa de BüSTAMante, sus fincas rurales, son:
Hacienda de calabacillas, á 8 leguas distancia al
S., en mayor escala.
Hacienda del Gavilán, á 2 leguas distancia al S.,
en menor escala.
Hacienda del Palo Blanco, á 3 leguas distancia al
N. E., en menor escala.
Hacienda del Caracol, á 4 leguas distancia al O.,
en menor escala.
Rancho del Capulín, á 6 leguas distancia al E., en
menor escala.
La Perdida, terreno del Municipio, á 2 leguas dis-
tancia al O., en menor escala.
Villa de Palmillas. En esta población se ex-
plota la lechuguilla por varios vecinos en terreno
uancomunado al Norte, y en menor escala.
Villa de Jaümave, sus fincan rurales, son:
Rancho de Palomas, á 7 leguas distancia al Nor-
te, en mayor escala.
—27—
t
Magueyes, á 10 leguas distancia al Norte, en me-
nor escala.
Hacienda de las Pilas, á 8 leguas distancia al Nor-
te, en mayor escala.
Rancho de la Muía, á 7 leguas difiltancia al Norte,
«n menor escala.
Rancho de Calabazas, á 7 leguas distancia al Nor-
te, en menor escala.
Rancho de Salamanca, á 4 leguas distancia al
N. E., en menor escala.
Rancho de las Moras, á 6 leguas distancia al Nor-
te, en menor escala.
Rancho del Ndpal, á 6 leguas distancia al Norte,
en menor escala.
Rancho del Naranjo, á 6 leguas distancia al Nor-
te, en menor escala.
Hacienda de la Maroma, á 3 leguas distancia al
Norte, en mayor escala.
Hacienda de los Saldañas, á 3 leguas distancia al
N. O., en mayor escala.
Hacienda de Ébanos, á 2 leguas distancia al O.,
en menor escala.
Hacienda de la Puente, á legua y media distancia
al S., en mayor escala.
Hacienda de Huasacana, á 10 leguas distancia al
S., en mayor escala.
Rancho de San Antonio, á 1 legua distancia al S.,
en menor escala.
Rancho de Bucareli, á 4 leguas distancia al N.E.,
en menor escala.
De todas las fincas rurales del 4 S Distrito y amen-
—28—
clonadas, y que explotan la lechuguilla, las que ex-
portan directamente la fibra son : las Haciendas de
El Coronel, Cerrogordo, la de Calabacillas, las Pilas,
en jurisdicción de Jaumave.
«
Las otras, en lo general, la especulación se hace
por comisiones ó casas de comercio de Tula.
El henequén es una planta cuyo cultivo, en pe-
queña escala, fué conocido antes de Ja Conquista, y
en la actualidad es un elemento de riqueza para el
ingrato suelo de Yucatán. En Chiapas y Campeche
también lo cultivan, pero Yucatán es el más impor-
tante punto de producción, habiendo exportado en el
año de 1899 la cantidad de 73.220,865 kilogramos con
un valor de $21.285,260.
En una carta del Sr. Smith dirigida al Secretario
del Congreso nacional de industrias de Chicago, cal-
cula, por informes ^ue recibió en México, en más de
20.000,000 las plantas cultivadas en Yucatán, em-
pleándose en ese trabajo 480 raspadores y 263 má-
quinas de vapor.
Creemos que este cálculo es muy bajo, y por los
datos que en seguida expondremos se verá que es
inadmisible :
Según la estadística agrícola del Estado de Yuca-
tán, en el año de 1883 había 826 haciendas, dedica-
das al cultivo del henequén, representando ....
40566,4047 hectaras en el orden siguiente :
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Se sabe que los mejores plantíos de henequén se
establecen dando á cada planta la distancia de 3 va-
ras (2m. 514) de donde resulta que en las 826 ha-
ciendas se producirán ó caben 64.185,920 plantas.
Por otra parte, si deducimos de la superficie total
la quinta parte, espacio ocupado por los depósitos,
casa habitación, caminos, etc., etc., tendremos que
las plantas de henequén que existían en aquel año
serían cuando menos 51.348,736.
Cálculo que es necesario considerar como el míni-
mum de la explotación, toda vez que hemos consi-
derado 64 plantas por mecate cuadrado (404m.493),
cuando se sabe que si bien es cierto la equidistancia
de tres varas [2m. 514] es la racional para el culti-
vo del henequén, la mayor parte de los cultivadores
plantan á razón de 90 matas por mecate cuadrado,
lo que daría 72.209,160 plantas.
El Sr. Sánchez Ascona erudito y sabio estadista
en su historia de Yucatán calcula en 2.478,000 me-
cates en cultivo del henequén lo que da 23.756,343
plantas.
1 1 n 1 1 n I n n i n I n n n 1 1 n 1 1
DESORIPOION
Y CLASIFICACIÓN VULGAR
fH L ür. Hernández, siguiendo en su **Rerumme-
dicarum nowse hispanice thesaurus" el sistema
de clasificación de Plíneo, comprende con el nombre
de '*metl" géneros y aun familias distintas del msi-
gu®y > y señala las especies siguientes :
la. "Metí Coztli" (maguey amarillo). — El ma-
guey amarillo que llaman metí coztli ó maguey de
gran utilidad, tiene las márgenes de las hojas ama-
rillas, las espinas ó púas, pequeñas y negras, las ho-
jas chicas, el tallo tiene dos codos de alto y un dedo
de grueso, rojo, con la flor azul tirando á rubia, la
—32—
cual nace en la cumbre y lugar más alto del talló.
La raíz es tuberculosa. Nace en los lugares llanos
de los campos mexicanos en cualquier tiempo, aun-
que solamente florece en el estío.
' Siémbrase de los renuevos que nacen junto á la
mata principal.
2a. "Mexcalmetl." — Este fnaguey, acomodado
para comerse asado, es una especie muy pequeña,
espinosa y teñida de un verde muy oscuro, cuyas
hojas asadas se comen y son más agradables al gus-^
to que todas las demás. Hállase gran can^^^idad de
maguey en los montes de Tepuztlan .
3a. '*Mexocotl." — El mexocotl ó maguey de ci-
ruelas, es una especie de esta planta espinosa que
se debe reducir á los géneros del maguey. Tiene la
fruta agridulce, de muchas maneras y semejantes á
la ciruela, de donde le vino el nombre. Es redonda
y en cierta manera igual á la que en las Indias lla-
mamos pina, y algunas veces son mayores, llenas
de zumo, buenas para comer y de sabor agradable.
Las hojas de la planta son de maguey y en alguna
manera semejantes á las de las plantas que produ-
cen las pinas indianas, espinosas, leonadas y como
marchitas ; el tallo bien redondo y grueso, y la raíz
hebrosa y gruesa. Las ciruelas son blancas, seme-
jantes á bellotas, tienen un color blanco, tiran á ru-
bias, con una tela é túnica cubierta, dentro la cual
está la carne dulce y acida y del sabor de las pinas,
llena de una simiente que al principio es blanca y
después negra, redonda y dura. Nace en partes pe-
dregosasde la Tierracaliente, como es la de Tepe-
-83—
coacuiloo. * La fruta mojada y traída en la boca
cura las llagas nacidas de calor.
4a. **Nequametl." — La planta llamada nequa-
metl, que propiamente quiere decir "bebedora de
mieles," es una especie de maguey semejante á las
demás plantas de su género, en la facultad, virtud y
forma peregrina y rara, porque produce las hojas un
poco más gruesas que un dedo atravesado, ásperas
á los lados y hacia la punta, la cual es muy aguda;
el tallo del grueso de un brazo, cuya cumbre ocupa
la fruta, la cual es larguilla, de hechura de peras
pequeñas y rodea por todas partes el tallo. Nace en
tierras calientes. Hállanse otras muchas especies
de maguey, de las cuales diremos solamente los
nombres y las diferencias de algunas partes, por ser
semejantes en la virtud ó poco diferentes en la figu-
ra y forma. La primera empezaremos, que se llama
"mexoxoctli" ó maguey verde, y á otra porque tie-
ne color ceniciento le llaman **mexmetl." A la ter-
cera llaman **quauhmetl" ó maguey montano, se-
mejante á los demás géneros en color y facultad, la
raíz hebrosa y el tallo ó renuevo largo y grueso. La
cuarta se llama "huitzitzimetl," con unos agujeros
* Hernández sin duda padeció una equivocación.
Ninguna de las variedades del maguey corresponde
á esta descripción ; más bien corresponde á una bro-
meliácea: la ''karatas plumieri," Ed. Morren, cono-
cida con el nombre vulgar de cardón en el Estado
de Veracruz.
6
—34—
largos, y rojas las raíces y espinas. La quinta se
llama '*tepeyametr' ó maguey de Tapayaxin, casi
semejante ala pasada. La sexta se llama ''acametl"
ó maguey de caña, la cual tiene las hojas blanquiz-
cas hasta cerca de la inserción con la raíz, las raíces
y espinas rojas. La sétima se llama * 'maguey ne-
gro," por el color que tiene aunque las espinas y
raíces son de un color que de negro tira á leonado.
La otra se llama ''xilometl" ó maguey peloso, el cual
tiene las raíces y espinas coloradas. Esta clase es
más rara en cierta manera que las pasadas.
5a. "Tepemexcalli." — La planta que llaman **te-
pemexcalli," que es como decir *'otro maguey mon-
tano," tiene la forma del maguey, pero con delga-
das espinillas por fuera. Cura esta planta la falta
de movimiento perdido de los miembros, acontecido
por alguna contusión ó daño de los nervios. Dase
en lugares pedregosos y montañas de tierras calien-
tes como lo es la de Tepuztlan.
* 6a. **Tlacametl." — También es especie de ma-
guey la planta que llaman "tlacametl," que quiere
decir **maguey amarillo," la cual es de la misma ñ-
gura y facultades que los demás y vale para las
mismas cosas; pero tiene entre todas las demás par-
ticular virtud para dar vigor y fuerza á las mujeres
flacas y á las que padecen desmayos: púsosele el
nombre por la grandeza.
7a. **Teometl." — Entre las otras diferencias de
maguey se halla también ésta, la cual llaman *Heo-
metl," que quiere decir **maguey de Dios," el cual
es de la misma facultad y forma, la raíz larga y he-
brosa, las espigas sutiles, las hojas de dos palmos
de lai^. El zumo bebido ó aplicado por fuera, sa-
na las calenturas. Nace en lugares fríos y calientes
y en altos y llanos. *
8a. "Pati." — La planta que llaman ''pati*' ó ma-
guey sutil y delgado, es muy semejante al maguey,
pero tiene las hojas más angostas, mení»re8 y más
delgadas, y que por la mayor parte tiran á purpúreas.
La raíz es hebrosa y gruesa y especie de la planta
de que sacan el hilo que llaman pita. Hácese de
esta planta lindísimo hilo muy delgado tenido en
mucha estimación de las damas mexicanas para sus
labores y galas y para sus preciosos tocados. **
9a. ••Quetzalichtli."— La planta que lleva este
nombre y que algunos llaman **metl pita" ó maguey
de pita, paréceme se puede reducir á las especies de
maguey, aunque crece á la altura de un árbol, el
cual echa la raíz gruesa y hebrosa y que poco á po-
co se va adelgazando. Las hojas llevan espinas y
son semejantes á las del maguey. Hacen de esta
* El teometl ó maguey manso fino, es propio, de
los Llanos de Apam, cuyo clima es reseco y frío, y
degenera en cualquiera otro lugar.
** La pita que en Honduras llaman seda vegetal,
y que con tanta profusión se encuentra en una zona
comprendida desde Tuxtepec, en el Estado de Oa-
xaca, hasta Acayúcan, en el de Veracruz, es labro-
melia silvestre, á la cual parece referirse el Dr. Her-
nández.
—36—
planta los naturales todo lo que se puede hacer del
maguey; pero la ropa que del hilo de esta planta se
hace es delicada y de mayor estimación. Nace en
tierras calientes, como k» son las de Quauhquechu-
la * y Mecatlan.
10a. "Xolometl." — Llaman así, que es como de-
cir **maguey de siervo," á otra especie de maguey
que tiene la raíz fortalecida con tres raíces ó bolillas
juntas, y tiene ciertas hebras bermejas, de las cua-
les salen las hojas con unas espinas raras y rojas
que producen desde el medio hasta la punta.
El zumo exprimido de las hojas en cantidad de diez
onzas, quita los dolores de todo el cuerpo, especial-
mente los de las junturas, restituye el movimiento
perdido, empero debe cubrirse bien el cuerpo y guar-
darse con gran cuidado el tiempo que se debe. Na-
ce en Huejotzingo, cerca de donde nace la agua.
El Sr. Sánchez y Mora, Conde del Peñasco, que
escribió sobre la planta que nos ocupa, bajo el seu-
dónimo de "José Ramo Zeschan Noamira," trae la
clasificación de las variedades de maguey que se
cultivan en los Llanos de Apam, con las figuras de
las pencas: la reproducimos con pequeñas modifica-
ciones, y la completamos con la traducción de algu-
nas palabras mexicanas.
la. **Cimarrón inferior." — En otomí bona huada
* Por la descripción, parece que se trata del izote
(iczotl) acaso sea la "yücca comuta?"
—37—
Tiene media vara de altura (Om. 419), y sirve para
hacer cercas. (Figure la., lámina la.)
2a. *'Mechichil negro" ó "Tliltic."— Bode ó boti
en otomí. Maguey negro. Tiene una vara de altu-
ra (8m. 838), y se emplea para cercas. (Figura
2a.)
3a. "Chino legítimo." — De vara y media de al-
tura (Im. 257); se le emplea para cercas. Figura
3a.)
4a. ^'Espinaca" ó "quilic." — ^Tiene la misma al-
tura y empleo que el anterior. (Figura 4a.)
5a. "Mezontete." — Altura y usos, los mismos que
el anterior. (Figura 5a.)
6a. **Cimarrón Tepalcametl amarillo," ó "Meta-
palca," ó "costic tepalcate," ó "tepalcatudo." —
Crece dos varas [Im. 676], y se emplea para hacer
cercas. [Figura 6a., lámina 2a].
7a. "Otra id. Tepalcatl." — Semejante en altura
y usos á la anterior. [Figura 7a.)
8a. "Cimarrón morado." — En otomí caastihua-
da, bruto. Altura y uso como el anterior. [Figu-
ra 8a.]
9a. "Cimarrón Mechichitl." — "Maguey que se
chupa," la misma altura y usos que el anterior. [Fi-
gura 9a.]
10a. "Lechuguilla" ó "Metometl."— En otomí
chihuada, en castellano reata. Tiene una vara de
altura [Om. 838], da poca aguamiel, blanquizca y
desabrida; se emplea para la jarcia, para la prepa-
—38—
ración del aguardiente de mezcal y para el mezcal
de comer. [Figura 10a.]
lia. **Mechichitl Guichilac." — En castellano es-
pinoso. Tiene vara y media de altura fl"!- 257].
Da p9ca aguamiel, dulce, fluida y amarilla. Dura
en producto veinte días: con su aguamiel se beneñ-
cia pulque. [Figura lia., lámina 3a.]
12a. '^Cimarrón blanco." — De altura como el an-
terior, da muy poca aguamiel, blanca, espesa y de-
sabrida. Dura en producto veinte días; con su agua-
miel se fabrica pulque y mezcal. [Figura 12a.]
13a. **Cosmetl." — En castellano maguey blanco.
Tiene dos varas de altura [Im. 676] ; da poca agua-
miel, amarilla, dulce y fluida. Dura dos meses en
producto ; sirve para la fabricación de pulque y de
mezcal. (Figura 13a.)
14a. "Cimarrón Izmetl." — En castellano, izclu-
do. Altura y calidad de la aguamiel, como en el
anterior. Dura tres meses en producto. Sirve pa-
ra la fabricación del pulque y del mezcal. Su pen-
ca da un ixtle más fino que el que producen las pen-
cas de los magueyes anteriores. Figura 14a.
15a. ^'Cimarrón pita." — En castellano, bruto; de
dos varas de altura Im. 676. Da poca aguamiel,
blanca, espesa y desabrida. Da producto por un po-
co más de dos meses. Sirve para pulque y mezcal.
Figura 15a.
16a. "Cimarrón mecuametl."— En castellano, ví-
bora; en otomí, taxi-huada. Poco más de dos va-
ras. El aguamiel que produce es de la misma cali-
dad que el anterior. Dura mes y medio producien-
do, y con su aguamiel se fabrica pulque. Figura
16a.
17a. "Cimarrón superior.*'- Mechichil; en cas-
tellano, colorado. De dos y media varas de altura
2m. 095; da una aguamiel dulce, clara, fluida y
abundante. Dura cuatro meses en producción. Con
su aguamiel se elabora pulque. Figura 17a.
18a. **Xocotic."— En castellano, verde limón ; en
otomí, canguí. Tamaño y calidad del aguamiel, lo
mismo que el del anterior. Dura tres meses en pro-
ducto, y con su aguamiel se fabrica pulque. Figu-
ra 18a., lámina 4a.
19a. **Cimarrón fino superior." — Tiene cerca de
dos y media^varas de altura. Aguamiel abundante,
amarillenta, desabrida y fluida ; produce dos meses
y medio y se fabrica pulque. Figura 19a.
20a. "Cimarrón manso fino." — Las mismas di-
mensiones que el anterior. Aguamiel abundante,
espesa, blanquizca y muy dulce. Dura en producto
cuatro meses y medio. Se le beneficia para pulque.
Figura 20a.
21a. "Cenizo ó mepitzahuac." — Enotoraí, bous-
pí. El tamaño es como el anterior. Da poca agua-
miel, espesa, blanquizca y desabrida; dura produ-
ciendo dos meses. Se le utiliza para la fabricación
de pulque. Figura 21a.
22a. "Cimarrón mexoxotl, verde limón" ó "metl-
sosotic." — Maguey agrio. Las mismas dimensio-
nes que el anterior. Da abundante aguamiel, blan-
quizca, cristalina y dulce; se le utiliza para hacer
-40—
palque. Dura en producto tres meses. Figura
22a.
23a. ''Chichimeco de Castilla" ó "Mecometl, Pe-
rro meco." — La misma longitud de las pencas que el
anterior. Aguamiel abundante, espesa, cristalina.
Se le emplea para pulque y dura tres meses produ-
ciendo. Figura 23a., lámina 5a.
24a. *'Xoxometl cimarrón" ó *'Mexmetl." — Ten-
dido. Talla, la lisma que el anterior. Aguamiel
poca, verdosa, límpida; de un dulce desabrido. Du-
ra tres meses en producto. Figura 24a.
25a. "Cimarrón fino, Mecuametl" ó "Xilometl."
— '*Alto." — En otomí, zerezoo. 2/i varas 2m.095.
Aguamiel abundante, amarilla^ cristalina y de un
dulce desabrido. Dura 5 meses en producto y con
su aguamiel se hace pulque. Figura 25a.
26a. '*Cimarrón fino verde." — De dos varas tres
cuartas de altura 2m. 304. Aguamiel abundante,
blanquizca, espesa y desabrida. Se emplea para
pulque. Dura dos meses y medio en producto. Fi-
gura 26a.
27a. **Temexmetl, De cal." — Porte de tres varas
de altura 2m. 514. Aguamiel abundante, amarillo-
turbia y muy dulce. Se le emplea para hacer pul-
que. Dura en producto cerca de cuatro meses. Fi-
gura 27a.
28a. **Manso legítimo." — En otomí, maxo. De
tres y media varas 2m. 933 de altura. Aguamiel
abundante, cristalina y muy dulce; se le emplea pa-
ra hacer pulque. Dura en producto cuatro meses.
Figura 28a., lámina 6a.
—41—
29a. "Ixtametl, Salado." — De dos y media varas
de altura 2m. 095. Aguamiel abundante, amarilla,
espesa y desabrida. Se le emplea para el pulque.
Dura en producto cuatro meses. Figura 29a.
30a. **Cimarron fino superior, verde." — Altura
dos varas y tres cuartas 2m. 304. Da poca agua-
miel, amarilla, cristalina y muy dulce; se le emplea
para hacer pulque. Dura en producto tres meses.
Figura 30a.
31a. "Cimarrón fino." — Crece hasta dos varas
Im. 676 de altura; da poca aguamiel, líquida, ama-
rilla y muy dulce. Dura en producto hasta cuatro
meses. Se emplea para hacer pulque. Figura 31a.
32a. "Cimarrón verde." — Crece hasta dos varas
y media 2m. 095; da poca aguamiel, líquida, blan-
quizca, cristalina y muy dulce. Dura en producto
hasta cinco meses. Figura 32a.
33a. "Xoyametl, Fuego." — Crece hasta dos va-
ras Im. 676; da poca aguamiel, blanquizca, espesa
y desabrida. Se le emplea para hacer pulque. Du-
ra en producto cuatro meses. Figura 33a.
En el Distrito de Lerma, Estado de México, cuyo
clima es frío y húmedo, se conocen cinco clases de
magueyes cultivados para la elaboración del pulque
tlachique, con los siguientes nombres vulgares:
lo. "Tlacametl" [de "tlaca," persona ó cosa ra-
cional; y "metí," maguey]. — Pencas de dos metros
de largo, anchas, gruesas, de un color verde pálido;
espinas de los bordes de las hojas bastante separa-
das entre sí, la terminal gruesa y corta. La altura
6
—42-
tbtal del maguey es de 2m. 50; las pencas son poco
abundantes. Dura de diez á doce años.
2o. '*Toluqueño" ó uña de gato. — Pencas de Im.
70 de altura, angostas y un poco gruesas, de color
verde oscuro, curvas, inclinándola espina terminal,
que es débil, hacia el centro de la planta; espinas de
los bordes bastante juntas y grandes. La altura de
la planta es de 2 metros. Dura ocho años.. Es me-
nos apreciado que el anterior.
3o. **Blanco." — Pencas de Im. 80 de largo, an-
chas y poco gruesas, de un color verde cenizo, espi-
nas laterales pequeñas pero muy unidas, la terminal
pequeña y fuerte. Porte del maguey, 2m. 20; pro-
duce muchas pencas y dura 12 años.
4o. **Verde calabaza."— Penca de 2 metros de
largo, angostas pero gruesas, de color verde azula-
do; espinas de los bordes, pequeñas y separadas.
La terminal, larga y débil. La altura del maguey
es de 2m. 35. Dura diez años.
5o. *'Santa Fe." — Pencas de 2m. 40 de largo,
más angostas que en las especies anteriores, de co-
lor verde cenizo; espinas laterales muy finas y pe-
queñas, pero muy juntas. La terminal pequeña.
Porte del maguey, 3 metros. Dura quince años.
Hay otro maguey que se cultiva como planta de
ornato en casi toda la República, conocido con el
nombre vulgar de *'maguey meco:" Las pencas
son verdes franjeadas de amarillo. En Tehuacán
abunda al estado silvestre un hermoso maguey de
0m,40 á 0m,50 de altura con la espina terminal, al-
gunas veces es espiral; le llaman *' papalometl"
—43—
(agave Leopoldi); más .propio para ornato. EnGua-
dalajara, en la barranca de Portillo, existe otro tam-
bién pequeño de hojas angostas y festonadas (aga-
ve sehidigera ) propio para decoración de jardi-
nes. En Durango, Nuevo León, abunda el esplén-
dido maguey llamado en botánica agave regina.
Victorae-reginae de T. Moore.
El Estado de Jalisco es, sin duda, en donde se cul-
tiva en mayor escala el maguey mezcal, para la fa-
bricación de un ágfuardiente aromático que lleva el
nombre genérico de "tequila." 8e conocen allí va-
rias clases, denominadas vulgarmente con los nom-
bres de mezcal chino, azul, bermejo, sigüin, mora-
neño, chato, mano larga, zopilote, pie de muía, y
otros muchos nombres provinciales, pero que t<»dos
ellos se cultivan y sirven para la preparación del
mezcal.
En Yucatán y Campeche, como ya lo he indicado,
el henequén forma, por ílecirlo así, la base de la
agricultura en aquellas regiones, conociéndose las
siguientes especies agrícolas:
la. *'Zaccí."— (Henequén blanco). Agave rígi-
da var, elongata. La penca es de un verde cenizo.
Muy productivo en todos los terrenos, excluyendo
los puramente silíceos y los humíferos, en donde el
filamento, además de ser poco abundante, no ad-
quiere consistencia; los que más le convienen son los
arcillo-ferruginosos ("Kancab") de subsuelo cali-
zo. El zaccí es la variedad más comunmente culti-
vada por la abundancia, la tenacidad y el mayor diá-
metro de su filamento. Las demás variedades se las
ve representadas en los planteles por sólo algunos
individuos aislados.
—44—
2a. '*Chucumcí." — Es casi igual al anterior, pe-
ro la planta es más dura, gruesa y larga, su filamen-
to más pesado, grueso y menos flexible. Menos pro-
ductiva que la anterior, esta variedad da una fibra
de buena calidad, pero es mal apreciada; se acomo-
da igualmente á todos los terrenos, particularmente
al llamado **chichlum" (tierra de aluvión). Agave
rígida var, Sisalana.
3a. '*Yaaxcí." — (Henequén verde). Las pencas
son de un verde aterciopelado más oscuro que el
zaccí. Bastante productivo. Su filamento es muy
flexible y tenaz; vegeta en cualquier terreno, con
especialidad en los dos anteriormente citados.
4a. "Cittamcí." — "Quitanquí." — Es de pencas
cortas y delgadas y de poco filamento, por lo que no
es apreciada. Filamento de buena calidad ; terreno,
el arcillo-ferruginoso (*'Kancab").
5a. "Cahum." — Fourcroya Cubensis. Es de pen-
ca larga, delgada como la pita, de color pajizo. Pros-
pera en los terrenos pedregosos , silíceo - calizos
(**tzekel") situados á inmediaciones de la Costa. La
penca de esta variedad es la que alcanza la mayor
longitud, y aunque es poco filamentosa, en general,
es suceptibie de mejoramiento.
6a. "Chelem." — Agave angustifolia. Su filamen-
to es tenaz, y tiene casi la flexibilidad, el lustre y la
finura del yaaxcí ; pero además de ser poco abundan-
te, presenta el inconveniente de tener muy poca lon-
gitud. Esta es la única variedad que ha permanecido
al estado silvestre; se la ve vegetar en todos los te-
rrenos.
7a. **Pitací.''-^E8ta variedad es la menos oo-
mún, ó por mejor decir, la más rara de todas. Se la
distingue de las demás por la ausencia completa de
espinas en los bordes de la penca. Se desarralla
bien en las tierras de aluvión ("chichlum) y en los
terrenos calizo-sillceos cubiertos de una ligera capa
de "Kancab" (''arcüla'').
8a. "Babqui." — Es semejante al zaccí, pero tie-
ne dobles pencas y más delgadas: produce menos fi-
lamento, aunque de mejor calidad.
I II n 1 1 1 1 1 n II n I II n n 11 11 1 i I n
CLASIFICACIÓN BOTÁNICA.
J^LANTA acaula monocárpica y fructicosa. Lám.
7a. Raíz vivaz, compuesta, ramosa, revestida de
escamas morenas é imbricadas. Cepa bulbosa cilin-
drica, corta, gruesa y prolífera. Hojas radicales,
acanaladas, semiamplexicaules, oblongo-lanceola-
das (en algunas especies ensiformes), arrejonadas,
sésiles, carnosas, rígidas, lampiñas, glaucas [en va-
rias especies son de un verde-oscuro ; hay algunas
jaspeadas y otras franjeadas de rojo ó de un amari-
llo pálido, ó de gris claro] ; simples, enteras, ligera-
mente onduladas, con los bordes armados de aguijo-
nes más ó menos ganchudos; en algunas especies en
ángulo recto y en otra faltan ; moreno-rojizos.
La longitud de las hojas es variable según lases-
-47—
pecies, pero siempre terminadas por una espina gran-
de, dura y morena. Esta en algunas especies toma
accidentalmente la forma de rejón ó en espiral. En
las especies más robustas alcanzan hasta tres y me-
dio metros de longitud, en las variedades de pencas
pequeñas treinta centímetros y aun menos. Las ho-
jas inferiores reflejas, las interiores erguidas. Pre-
foliación conduplicativa. Yema central bastante de-
sarrollada, casi de la longitud de la planta, y pris-
mática de tres ángulos; á esta yema se le da el nom-
bre de "meyolote" (en mexicano "meyollotli"). Las
yemas inferiores nacen cerca del suelo y se les lla-
ma "mecuates" ["mecoatl" en mexicano]. El b<'-
hordo se llama vulgarmente '*quiote," f *quiotr'];
es rollizo, erguido, estriado, largo, grueso, con brác-
teas perf oliadas, aplicadas contra él ; las inferiores
imbricadas, las superiores separadas, todas delgadas
y terminadas por una espina recta , pequeña y
aguda.
Su inflorescencia en panoja, ramosa; raquis ci-
lindrico y estriado, decreciendo en longitud desde el
cuarto superior hasta la extremidad del escapo. Pre-
floración [lámina 7] valvar induplicati va, con loses-
tambres doblados hacia dentro. Flor monoperian-
tada, de ovario infero, hermafrodita, pedunculada,
son pedúnculos cortos y encorvados. Perianto tu-
buloso é infundibuliforme; el tubo hinchado y sub-
exágono, de color verdoso; lacinias oblongo-agudas,
amarillas en la base y tomando insensiblemente un
color rojizo hacia la extremidad. Estambres, seis,
amarillos, fértiles; inclusos al principio y largamen-
te exertos después; filamentos subulados; anteras
lineares bilobadas y versátiles. Ovario turbinado
sub-exágono; de tres lóculos multiovulados; óvulos
anátropos, de placentación axilar. Elstilo central,
lai^, cilindrico; estigma capitado, trígono y del
mismo color que el estilo. El fruto es una cápsula
oblonga, con seis costillas longitudinales de tres ló-
culos polispermos. Semillas n^pras, deprimidas,
triangfulares, violadas, coriáceas ; de embrión recto y
endosperma carnoso.
El henequén es una planta textil, vivaz, mocar-
piana, de la familia de lasamarilideas; acaule en los
primeros tiempos de su desarrollo, presenta el as-
pecto de las plantas bulbosas; pero más tarde, y á
medida que va perdiendo las primeras hojas, deja
ver un tallo simple, más ó menos leñoso, lleno y ci-
lindrico, que conserva en su superficie exterior las
huellas de la inserción de aquellos apéndices; las
hojas, muy aproximadas y dispuestas sobre el tallo,
según varias espiras que marchan paralelamente de
izquierda á derecha y de derecha á izquierda, como
las escamas de la pina, son sésiles, largas [de un
metro á metro y medio], gruesas, carnosas, un po-
co estrechadas cerca de su inserción, acanaladas,
formando con el tallo un ángulo más abierto, á me-
dida que son más inferiores, y provistas de espinas
en las puntas y en los bordes; la raíz es ramosa des-
de el cuello, y se extiende casi horizontalmente en
el suelo hasta ocupar una superficie cuyo radio es la
longitud de la hoja; las flores, dispuestas en raci-
mos sobre el tercio ó la mitad superior de un escapo
estipulado que sale del centro de la planta, son de
perianto simple ep^íneoy sepaloide, formado de seis
-49—
lacinias regularmente arregladas en dos verticilos
trímeros, alternados, con seis estambres opuestos á
las lacinias del perianto é insertos á su base, de' fi-
lamento subulado y de anteras biloculares introrsas,
y un estilo simple y grueso, terminado por un estig-
ma también simple, ligeramente trilobado; ovario
infero de tres lóculos separados por septales axiles,
con muchos óbulos campilotropos, biseriados en ca-
da lóculo; fruto, una cápsula poliespérmica de de-
hisencia loculioida. *
Los naturalistas, por los caracteres que hemos
descrito, colocan á las plantas que nos ocupan en la
familia de las amarilídeas, y en el género agave [de
Agave, madre de Penteo, que habiendo enloqueci-
do por Baco, hizo pedamos á sa hijo ; alusión que se
hace de esta planta por lo espinoso de sus hojas]. **
Humboldt creía que los diversos magueyes que
crecen en América, eran variedades de una misma
especie; pero según los estudios modernos, existe un
número considerable de especies.
En la "Biología Centrali amei¿cana," parte XVII,
correspondiente á Febrero del año de 1884, se en-
cuentran clasificadas 125 especies y tres variedades
* P. Peniche, **E1 henequén bajo el punto de vis-
ta fitotécnico."— 1883.
** Según unos, del griego **ayavo8," admirable,
pomposo, magnífico; según otros, se deriva "ayar,"
herida, alusión á las fuertes espinas de las hojas.
7
—so-
peculiares de México, pero las cuales deben acep-
tarse á reserva de rectificaciones, atendiendo á que
muchas de ellas han sido clasificadas sobre plantas
jóvenes ó aclimatadas en los invernaderos de Kewó
en los jardines botánicos de Europa. Por lo mismo
muchos de los caracteres específicos deben haberse
modificada por el cultivo forzado á que se les ha so-
metido. Es posible también, atendiendo ala confu-
sión que reina en la clasificación de los agaves, que
aparezcan mayor número de especies de las que en
realidad haya. No obstante esto, ponemos á conti-
nuación la clasificación de las especies tomadas de la
monografía escrita en inglés por Baker por ser el
único trabajo científico de este género que conoce-
mos, hecho por un botánico competente.
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 ttt ttttttttttt
AGAVE UNN.
"Perianto" infundibuliforme de tubo corto y seg-
mentos casi ig^uales, oblanceolados y falcíformes*
Estambres insertados en la garganta ó abajo d^
ella; filamentos filiformes, por lo regular mucho más
largos que los segmentos; anteras lineares y ver-
sátiles. **Ovario" oblongo-cilfndrico, rostrado y 3
locular; multíovoludo y óvulos superpuestos, estilo
alesnado; estigma capitado y 3 lobado. Fruto
una cápsula oblonga, loculicida y 3 valvada. **Se-
*Reim preso con modificaciones del "Gardeners'
Cronicle" en 1887. tíl folleto se tradujo al italiano
por el Barón Ricasoli, y apareció con grabados ori-
millas" discoidales, de testa negra y delgada. Mo-
nocarpico y acaule; raras veces policárpico y cau-
lescente. "Hojas" en roseta apretada, más ó menos
carnosas y por lo regular de textura firme con es-
pina terminal punzante y con abundantes aguijones
corneos y marginales. '^Inflorescencia," densamente
subespigada ó en panoja tirsoide; pedúnculo solo
con hojas reducidas; flores amarillo- verdoso, pro-
toandricas.
ginales en el vol. IV (1879) de la **Report of th«
Tuscan Horticultural Society." Para más detalles
véase Jacobi's elabórate Monograph, que apareció
original en la **Hamburg Gartenzeitung" 1864-1867
y sus dos anotaciones; el folleto de Engelmann en
el vol. III de la "Transactions of the Academy of
Sciencaof St. Louis," Salmdigck en "Hortus Dyc-
kianus" 1834 y Bomplandia 1895, pp. 85-96; K.
Koch en "Wochenschrift" 1869. Las recientes Se-
guras y descripciones de las nuevas especies por
Todaro en **Hort. Bot. Panorm" y la Synopsis
Terraciano (1885) de las especies cultivadas en
Ñapóles. Mis propias descripciones la mayor par-
te fueron diseñadas de las plantas vivas en Kew y
de las colecciones de Mr. Wilson Saunders en Reiga-
teydeMr. J. T. Peacock en Hammersmith . Además
de las figuras publicadas hay en Kew series de fo-
tografías tomadas de las colecciones de Mr. Wilson
Saunders, Barón van Ellemeet y M. van Bemmeie.
mi DE IOS SDB6EIÍER0S FDKDADA EK li INElOHIiCil.
EUAGAYE, Flores en racimo compuesto oolocad«#
en la extremidad de las ramas de una panoja tirsoi*
dal deloido.
LiTT^A. (Tagl) Flores por pares formando una
densa y cilindrica inflorescencia subespigada.
Manfreda, (Salisb) Flores solitarias formando
un subrasimo sencillo y flojo ó espiga.
{love de los seiies ) ppos iM eo lo íofi, Ho y ieiiun
Series 1. Coriaceo-carnos^. Hojas persistentes,
gruesas y rígidas y no del todo flexibles.
Espina terminal, ancha y punzante.
Grupo 1. FiLiFER^. Margen de la hoja aflecad*
Esp. 1-6
Grupo 2. Margínate. Margen de la hoja provista
de un continuo borde corneo y dentado de
la punta á la base.
Hojas ensiformes.
GrandifolísB Esp. 6-10
Parvif oliaB Esp. 11-16
Hojas oblongas ú oblanceolado-espatu-
ladad.
GrandifoliaB Esp. 17-20
ParvifoliflB Esp. 21-23
Grupo 3. - SuBMARQiNAT^. Maleen de la hoja pro-
visto de un borde continuo comeo y den-
tado en la mitad ó tercio superior pero no
en la base.
Parvif olisB Esp. 24-30
GrandifoliaB*. Esp. 81-34
Grupo 4. AmericaNí£. Margen de la hoja sin con-
tinuo borde corneo abajo de la extremi-
dad; dientes marginales anchos con el
margen ondulado entre ellos.
Hojas oblongo-espatuladas Esp. 35-45
Hojas oblanoeolado-espatuladas.
Grandifoli» Esp. 46-&3
Parvifoliae Esp. 54-60
Grupo 5. RiQíDiE. Margen de la hoja, sin ningún
borde corneo continuo abajo de la extre-
midad; dientes pequeños con el margen
no ondulado, entre ellos.
Hojas oblongo-espatuladas Esp. 61-64
Hojas oblanceoladas ó enciformes. . . Esp. 65-75
Grupo 6. Striat^. Margen Ae la hoja finamente
aserrado; superficies claramente acosti-
lladas. Esp. 76-79
Grupo 7. Int£GRIF0LL£. Margen de la hoja ente-
ro; superficies no acostilladas. Esp. 80-82
-55-
Series II. Carnoso -coriácea. Hojas persistentes,
más carnosas y menos rígidas que en las
últimas series; espina terminal más pe-
queña y menos punzante.
Grupo 8. GEMnoPLORiE. Margen de la hoja divi-
dido en hilos Esp. 83
Grupo 9. Aloide^. Margen de la hoja provisto de
pequeños dientes corneos separados.
Hojas oblongo- espatuladas Esp. 84-92
Hojas oblan ceoladas ó ensiformes.
GrandifoliaB Esp. 93-103
ParvifoliflB Esp. 104-113
Grupo 10. SerrulaTíE. Margen de la hoja una-
mente aserrado Esp. 114-115
Grupo 11. Attenuatae. Margen de la hoja entero.
Esp. 116-117
Series III. Flesciles. Hojas persistentes, pero más
delgadas y más flexibles que en las dos
series anteriores. Espina terminal pe-
queña y apenas punzante.
Grupo 12. Viviparae. Hojas distintamente denta-
das.
Hojas lineal-ensiformes Esp. 118-119
Hojas lanceoladas Esp. 120-123
Hojas ablanceolada-oblongas Esp. 124-125
Grupo 13. Yuc^FOLi^. Hojas casi enteras ó ape-
nas aserradas Esp. 126
Series IV. Herbácea. — ( Manfreda ). Hojas que
caen anualmente, casi herbáceas. Espi-
na terminal no del todo punzante.
Estambres cortos Esp. 127
Estambres mucho más largos que los
segmentos del perianto.
Segmentos del perianto casi tan largos
como el tubo Esp. 128-134
Segmentos del perianto máa
largos que el tubo Esp. 135-138
GRUPO L-FILIFERtE,
1. A. (Littffia)FiLiFERA. Salmdyck, Hort. Dick.
8.309; Lemaire, III. Hort. t. 243; Baker in Gard.
Chron.1877, fig. 49;Berl. Monat. 1887. t.5.— Acaule.
— Hojas 60-100 en una densa roseta, duras, dere-
chas, ensiformes, de 6-9 pulgadas de largo por una
de ancho, estrechándose gradualmente para termi-
nar en una espina gris, punzante, verde pálido, éi
margen continuo dividido en hilos grísea de consis-
tencia rígida, e! dorso marcado con lineas grises,
impresiones de loa márgenes de las otras hojas. Pe-
dtínculo de 3-4 píes de longitud; hojaa-bracteas
alesnadas las de arrib». desparramadas. Flores en
espiga densa de 2-4 pi6s de largo, bracteas lineales,
moreno purpurinas. Perianto de 2 pulgadas de lar-
go incluyendo el ovario: ovario con un pico largo;
tubo de una pulgada de largo; aegfnentos lineales,
moreno - verdiosos de h pulgada de largo. Fila-
mentos purpúreos de 1 H pulgada de largo.
I
—57—
Var. A. Fn.AMENTOSA. Salmdyck en Bompland.
VII. 94; Baker en-8aund. Ref. Bot. t. 164.— Hojas
más laicas, alcanzando una longitud de 18-21 pul-
gadas. Pedúnculo incluido 5-6 pies. Espiga de
10-12 pies de largo.
Hab. México, fué descrita primero por el Prínci-
pe Salmdyck en 1834. Floreció en Kew en" 1875 y
1887. "A. Romani." Hort. De Smet. se dice que es
un híbrido de esta especie y el **A. Xalapensis."
2. A. (LiTT^A) SCHIDIGERA, Lemaire, 111. Hort.
t. 330; Hook. fil. en Bot. Mag. t. 5,641.— Habit de
"A. filifera" de la cual difiere por los hilos margi-
nales blancos, aplanados y no alesnados.
Hab. México, introducida al cultivo por Vers-
chaffelt en 1861. Floreció en Kew 1878, 1879, 1881.
De conformidad con Roezl, en Belg. Hort. 1883, las
hojas de la planta silvestre son algunas veces de un
colorado brillante y otras de un púrpura obscuro.
**A. Ortgiesiana" Hort. es una forma enana, con
una faja pálida central abajo de la cara. Floreció
en el Jardin Botánico de Palermo en 1882.
3. A. (Lrrr^A) Schottu Engelm. Notes, 17.
"A. geminiflora" var. **Sonoroe," Torrey. Acaule.
— Hojas lineales de /¿-I pie de largo, H-H pulga-
das de ancho. Textura muy tiesa, planas ó cóncavas
en la cara, tricuetras en el dorso, muy punzantes en
la extremidad, el margen dividido en abundantes
hilos blancos y finos. Pedúnculo con inflorescencia
de 5-6 pies de largo. Flores en pares ascendentes
flojos, pedicelos muy cortos. Perianto con ovario
1>¿ pulgadas de largo, segmentos iguales al tubo
8
estrechamente infundibuliforme. Filamentos de dos
veces la longitud de los segmentos.
Hab. Las sierras del Sur de Arizona Pringle*.
Descubierto por el difunto Dr. Arthur Schott en
1855. Tenemos un ejemplar del Jardín Botánico de
Missouri sin ningún hilo marginal.
4. A. (Litt^a) Parviflora. Torrey en Bot.
Mex. Bound 214. Acaule. Hojas lineal-lanceola-
das de base deltoides, de textura rígida, de 2 % -3
pulgadas de largo terminadas en una espina pun-
zante gris, el margen provisto de dientes pequeños
cartilaginosos de color moreno, en la mitad inferior,
arriba se divide en pocos hilos cortos inflexibles.
Pedúnculo con inflorescencia de 4-5 pies de largo.
Flores de % pulgada de largo á lo más, ovario oblon-
go de H de pulgada de largo; tubo campanulado un
poco más largo que el ovario. Filamentos de K de
pulgada de largo insertos un poco abajo en el tubo,
ligeramente prolongados más allá del extremo de
los segmentos.
Hab. Las sierras del Sur de Arizona; también
descubierto por el Dr. Schott durante la expedición
enviada para explorar las fronteras Mexicanas en
1855.
5. A. [LnTiEA] Angüstissima. Engelem. No-
tas 18. Hojas lineales, estrechas, rígidas, de 2-3
pies de largo, U de pulgada de ancho, convexas en
el dorso, filamentosas en los márgenes, terminando
en una espina punzante corta y morena. Pedículo
con espiga de 5-6 pies de largo.
Hab. Occidente de México^ cerca de OcotUlo, co-
leccionada por el Dr. Gregg.
—SO-
GRUPO 2 -margínate.
6. A. Karatto, Miller, Gard. Dict. No. 6. non
Salmdyck.- Hojas ensiformes, verde obscuro de
2)é-3 pies largo, 3 pulgadas ancho, la espina ter-
minal negra, el margen moreno-rojizo y ligeramen-
te aserrado. Inflorescencia desconocida.
Hab. Indias Occidentales. Isla de St. Kitts. Una
planta recibida últimamente en Kew de St. Kitts del
Hon. J. H. H. Berkeley es probablemente la especie
de Miller en su juventud. Tiene unas hojas verdes
brillantes, un poco estrechas abajo de la mitad y con
un margen angosto moreno rojizo, con pequeños
dientes ganchudos, cuspidado- deltoides.
7. A. (Litt^a). Lophantha. Schlede in Lin-
naea. IV. 582. Acaule. — Hojas 30-40 en roseta, rígi-
das, ensiformes, de 2-3 pies de largo, IH pulgadas
ancho, en el medio, verde obscuro en la forma típi-
ca, H de pulgada de grueso en el centro, ('asi cón-
cavas abajo de la cara, redondeadas en el dorso,
terminando en unaespina morena punzante, con una
linea gris marginal, estrecha y cornea continuada,
provista de dientes grises falciformes y separados,
de casi una linea de largo. Pedúnculo con espiga
alcanzando una longitud de 15-20 pies. Flores den-
sas, IH pulgadas largo; tubo muy corto; segmentos
lineales oblongos, verde pálido, con tintes morenos;
-- Bo-
tan largos como el ovario. Estambres de doble Ion-*
gitud de los segmentos del perianto.
Hab. México, introducida por Schiede próxima-
mente en 1840. Ahora es común en las colecciones,
con muchas variedades mencionadas. Floreció en
Kew en el otoño de 1887. *'A. coerulescens." Salm-
dyck es una variedad con hojas muy verdes que se
parece al tipo de las vars. "Subcanescens" y ^'gri-
sea." "A. Funkiana." K. Koch & Bouché apa-
rece como una variedad con hojas rayadas.
8. A. [Lit^a]. Univittata. Harr. en Phil. Mag.
X. 414. Baker en Saund. Ref. Bot. t. 215. Gard.
Chron. 1877, fig. 58; Bot. Mag. t. 6655. Acaule.—
Hojas 50 ó más en roseta, ensiformes, de textura
muy rígida, de 2-2/^ pies de largo, 2-3 pulgadas an-
cho en el medio, estrechándose ligeramente hacia
abajo y gradualmente en una espina terminal pun-
zante de una pulgada de largo, la cara muy ligera-
mente cóncava, de color verde obscuro opaco con
una^ banda pálida abajo de la mitad; el margen pro-
visto de un bordé moreno estrecho y continuado con
aguijones pequeños falciformes y distantes. Pe-
dúnculo 3-4 pies de largo con hojas bracteas pro-
fusamente desparramadas. Espiga densa de 7-8
pies de largo y 4 pulgadas diámetro. Ovario cilin-
drico, verdoso, de una pulgada de largo, tubo muy
corto, segmentos amarillentos, de >é pulgada de lar-
go. Estambres insertados en la garganta, de doble
longitud de los segmentos.
Hab. México, se introdujo al cultivo próxima-
mente en 1830. Floreció en Kew en 1880, con Mr.
Peacock casi al mismo tiempo, y con Mr. Wilson
—61—
Saunders en 1869. No puedo por la descripción se-
pararla del *'A. ensifera." Jacobi. Nacht. 14.
9. A. [Litt^a]. Splendens, Jacobi, Nacht. II.
63. — Ligeramente caulescente. Hojas de 50-60 en
roseta, ensiformes, muy rígidas, de cerca de 2 pies de
largo, 2 pulgadas de ancho en la mitad, verde olivo
medio opaco, no rayadas, estrechándose en punta
punzante de una pulgada de largo, con muy ancho
borde marginal moreno, cambiándose en gris; los
dientes muy anchos, ganchudos, irregulares, subdel-
toides, algunas veces confluentes.
Hab. Descrita por Jacobi en 1870 de las colec-
ciones de Muilman en Utrech y Barón de Jonge van
Elemeet. Afine al " A. xylonacantha." Floreció
en el Jardín Botánico de Missouri en Enero de 1885
y Mr. Shaw nos envió una hoja para el Herbario de
Kew.
10. A. [Lrrr^A]. Xylonacantha. Salmdycken
Bompland.VII.92; Hook. ñl. en Bot. Mag. t. 5660;
Gard. Chron. 1877, fig. 81. — Ligeramente caulescen-
te. Hojas, á lo más 20 en roseta, ensiformes de 1 *^ -
3 píes largo, 2-3 y aun 4 pulgadas ancho en el me-
dio, ligeramente verde glauco obscuro, estrechán-
dose gradualmente en una punta morena, punzante,
de una pulgada de largo, verde pálido, marcadas en
el dorso con algunas líneas verde obscuro, provis-
tas de un ancho borde continuado corneo y algunos
dientes ganchudos, muy anchos, deltoides é irregu-
lares y á menudo geminados. Pedúnculo de 5-6
pies largo, hojas bracteas ascendentes, alesnadas.
Espiga más larga que el pedúculo. Flores de IJí-
IH pulgadas largo; ovario cilindrico; tubo muy cor-
—62—
to; segmentos lanceolados, amarillo verdiosos, de
}ú'/i pulgada de largo. Estambres tres veces la
longitud de los segmentos.
Hab. México; introducido del Real del Monte
por Mr. Pepper en 1848. Floreció en Kew «n 1867,
y con Mr. Wilson Saunder en 1866 y 1867. Vars.
"perbella" [Gard. Cron. 1877, fíg. 22] é ''hybrida"
(fígi 80) son formas enanas con hojas rayadas. **A.
amurensis" Jacobi, Monog. 46 [A. Kochü Jacobi.
Monog. 211] aparentemente es una forma similar
enana.
11. A. (LitTíEA) Multilineata Baker. *'A. he-
teracantha." Hort. Angl. non Zuce. Acaule. —
Hojas de 30 á 40 en una roseta densa, ensiformes, de
un pie de largo y una pulgada de ancho en el me-
dio, verde obscuro, ni glauco ni rayado, estrechán-
dose gradualmente en un ápice punzante, con un
borde gris, estrecho y continuado, con dientes pe-
queños, lanceolados y encorvados, á distancias irre-
gulares, redondeadas en el dorso, verde pálido con
líneas verde obscuro, abundantes é interrumpidas.
Perianto de IH pulgadas largo, tubo muy corto;
segmentos lineales de % pulgada largo. Estambres
de doble longitud de los segmentos. Cápsula oblon-
ga trigonal de % pulgada de largo".
Hab. Probablemente en México. Descrita de una
planta que floreció en Kew en el otoño de 1887. Se
ha recibido últimamente de Leichtlin como **A. te-
tragona."
12. A. [Littjsa] Heteracantha Zuccar. in No-
va Acta, XVI. 2,675; Regel. Gartenfl. t. 639. "A.
—63—
Poselgerü." Salmdyck. A. Lechuguilla Torrey. —
Acaule. — Hojas 20 ó 30 en una roseta tupida, ensi-
formes, rígidas de 1^ pies largo, 1)^-2 pulgadas
ancho en el medio, verde opaco, con una banda an-
cha y pálida abaio de la cara, redondeada y señala-
da con distintas líneas verdes abajo del borde, el
margen provisto de un borde distinto moderadamen-
te ancho gris ó moreno, con numerosos dientes de ta-
maño mediano ganchudos, anchos, de color moreno.
Pedúnculo incluyendo la espiga tupida, alcanzan-
do una longitud de 6-10 pies. Flores IK pulgadas
largo; tubo muy corto; segmentos lanceolados de
casi % pulgada largo. Estambres de dos veces la
longitud de los segmentos.
Hab, Texas y la parte Norte de México. Wright
1907! Palmer 1311 A. Pringle 157! Tenemos un
ejemplar de una planta de Mr. Shaw. que floreció en
el Jardín Botánico de Missouri en Enero de 1885.
Las Abras cortas y fuertes se emplean seo^ún me di-
ce Mr. Morres en la manufactura de cepillos.
13. A. [LitTíEA] Kerchovei. Lemaire en 111.
Hort. 1864, 64; Gard. Cron. 1877. fíg. 78.''A.Beau-
carnei" Lemaire. — Acaule. — Hojas 20-30 en roseta,
rígidas, ensiformes de 6-12 pulgadas, longitud 1>2- 2
pulgadas; abajo, verde opaco, con una banda cen-
tral pálida en la cara, redondeadas en el dorso sin
ninguna linea verde obscuro, la espina punzante
termina) de una pulgada largo, el borde continuado,
gris ó moreno, moderadamente ancho; los dientes
irregulares, lanceolados y curvos 1/6- % pulgada lar-
go. Inflorescencia en espiga densa. Flores 1)^ pul-
gadas largo; segmentos lineal- oblongos de doble
—64—
longitud del tubo anchamente infundibuliforme. Es-
tambres de doble longitud de los segmentos del pe-
rianto. Cápsula de una pulgada de ancho.
Hab. México. Chihuahua, alt. 7,000-8,000 pies.
Pringle 802 1 Introducida por Vaschaff elt en 1894 y
nombrada por Lemaire en honor del Barón Ker-
chove von Ousselghem. Muy abundante ahora en
los jardines con muchas variedades: "inerrais" es
enana sin espinas; *'pectinata" tiene uña hoja más
ancha que la típica; sin ninguna banda central;
**mácrodonta"tiene hojas 1/2 pies con espinas abun-
dantes grises y lanceoladas; y "diplacantha" con
pocos dientes pequeños á menudo geminados. "A.
rigidissima" Jacobi, Nach. II 66 parece ser también
una forma con muy pocos dientes deltoides, algunas
veces poco aparentes.
14. A. NISSONI Baker **en" Gard. Cron. 1874 y
529. — Acaule. — Hojas de 30-40 en roseta ensiformes,
rígidas de 5-6 pulgadas largo, %-% pulgada ancho
arriba de la base ensanchada, verde glauco en la
cara, con una banda central distinta y pálida, la es-
pina punzante terminal de % pulgada largo; el bor-
de marginal continuado, muy estrecho y gris, con es-
pinas abundantes lanceoladas de H pulgada largo.
Inflorescencia descon(»cida.
Hab. México; recientemente introducida por Vers-
chaffelt; difiere de todas las formas de**Kerchovei"
por las hojas más numerosas y más delgadas con un
borde estrecho.
15. A. ROEZLIANA. Baker in Gard. Chron.
1877; 529, fig. 79.— Acaule.— Hojas de 20-30 en ro-
—es-
seta, ensiformes, rígidas, de 6-7 pulgadas largo, 1-
í}ú pulgadas ancho en el medio, verde lustroso bri-
llante en la cara, con una banda pálida central dis-
tinta, redondeada en el dorso sin ninguna linea ver-
de obscura, adelgazándose en espina punzante mo-
reno rojiza brillante de )á - ^ pulgada larg(»j borde
marginal continuado, de un ancho moderado de co-
lor moreno rojizo tendiendo al gris; provisto de
abundantes dientes un poco curvos, lanceolados, de
H'H pulgada largo. Inflorescencia desconocida.
Var. Inqhamii Baker. 1. c. — Hojas l>2-2 pulgadas
ancho en el medio, estrechándose ligeramente hacia
abajo, de 1-1>¿ pulgadas ancho arriba de la base.
H9.b. México, introducida por Roezl.
16. A. [LrrrjEA]. "VictorisB-ReginsB. T. Moore
in Gard. Chron. 1875, II, 485, con grabados; En -
gelm. in Gard. Chron. 841, figs. 148, 149; III.
Hort. n. s. t. 413. "A. Consideran ti." Garriere in
Rev. Hort. 1875, 429, fíg. 66.— Acaule.— Hojas 100-
200 formando una densa roseta de un pié de diáme-
tro, densamente embricadas, lanceoladas, de 6-8
pulgadas largo, 18-20 líneas ancho arriba de la ba-
se ensanchada, estrechándose gradualmente en una
punta casi roma guarnecida de una espina negra
punzante de }4 pulgada largo, que tiene comunmen-
te 1-2 dientes pequeños, deltoides, de cada lado, ver-
de opacas, con un borde marginal continuado que lle-
va varias bandas verticales: impresiones de las ho-
jas vecinas. Pedúnculo de 4 pies largo. Espiga
densa, cilindrica de 6 pies de largo. Flor amarillo
verdiosa de l>í pulgadas de largo; tubo muy corto;
segmentos oblongo-lanceolados de }4 pulgada de
9
—66—
largo. Estambres de tres veces la longitud de los
segmentos.
Hab. México, cerca de Monterrey; fué llevada á
Europa por M. Considerant, en 1872. Floreció la
primera vez en el Jardín Botánico de Cambridge,
Boston, E. U. A. en el otoño de 1882; habiendo si-
do llevada la planta de Monterrey por el Dr. Palmer.
Es una de las especies más distintas y notables.
17. A. Vanderwinneni . Jacobi, Nacht. 19. —
Acaule. — Roseta de 5 pies ancho y casi 3 pies de al-
to. Hojas numerosas oblongo-espatuladas, 2-2 H'
pies de largo, 6-7 pulgadas ancho en el medio, ver-
de enteramente opaco, no rayadas, bandeadas y
glaucescentes en el dorso, con una espina larga ter-
minal y borde recto continuado, de color gris -more-
no y dientes anchos, morenos, separados, alesna-
dos, uncinado-deltoides, regularmente separados.
Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente en México; descrita de las
colecciones Belgas en 1868.
18. A. Demeesteriana . Jacobi. Monogr. 21§. —
Ligeramente caulescente. Hojas muy rígidas, lan-
ceolado-espatuladas, de cerca de 2 pies de largo,
y 3/í pulg-adas ancho en el medio, estrechándose á
2K pulgadas arriba de la base, opacas, verde glau-
co, sin rayas, con bandas anchas transversales pá-
lidas y más subidas de color; la espina terminal
corta pero punzante; el margen distinto, angosto,
corneo y extendido, con dientes pequeños, anchos y
separados .
Hab. Probablemente en México. Descrita por
Jacobi de las colecciones Belgas en 1865.
19. A. [Litt^a] Henriqüesh Baker in Gard.
Chron. 1887. i. 732, fig, 70. —Acaule.— Hojas oblon-
go-lanceoladas, rígidas, verde brillante, de 2 pies de
longitud, 5 pulgadas de ancho en el naedio, punzante
en el ápice, con un borde moreno continuado, an-
cho, con abundantes aguijones cuspidado- deltoides
de H pulgada de largo, de ancha base, algunas ve-
ces geminados. Pedúnculo incluyendo la inflores-
cencia, de 13-14 pies de largo. Espina densa más
larga que el pedúnculo. Ovario de una pulgada de
largo; tuvo muy corto; segmentos lineales, moreno
obscuro. Estambres de más del doble de la longitud
de los segmentos estrechos.
Hab. Probablemente en Mxico. Descrita de una
planta que floreció en el Jardín Botánico de Coim-
bra, Mayo 1887, del material proporcionado por su
Director, Prof. Henriques.
20. A. (LiTT^A). Haynaldi Todaro. Hort. Bot.
Panorm. 88. t. 24. — Hojas 30-40 en una den-
sa roseta, rígidamente coriáceas, verde obscuro, de
una yarda de largo, 4-5 pulgadas de ancho en el
medio, estrechándose á 2)^-3 pulgadas arriba de la
base, con una espina terminal punzante, morena, de
una pulgada de largo; margen continuado gris mo-
reno, provisto de aguijones abundantes de tamaño
mediano, irregulares muy ganchudos. Pedúnculo
incluyendo la espiga, de cerca de 25 pies de longi-
tud, el primero corto. Flor verde de dos pulgadas de
largo, tubo casi nulo; segmentos oblongos de una
pulgada de largo. Filamentos 2>í-3 pulgadas de
longitud.
Hab. Probablemente en México. Descrita por
-68—
•
el Dr. Todaro en 1878, de una planta que floreció
cerca de Palermo, Dedicada al Arzobispo. Hay-
nald.
21. A. Gheisbreghtii. Lemaire; Jecobi, Monogr.
42. — Acaule. — Hojas 30-60 en una roseta densa, lan-
ceólado-espatuladas, rígidas, verde lustroso brillan-
te no rayadas, de 9-12 pulgadas de largo, 2>í-3
pulgadas ancho en el medio estrechándose de 2-2 >í
pulgadas arriba de la base dilatada, la espina ter-
minal punzante de ^4 pulgada de largo, no estriado
el dorso con líneas verdes. El borde, moreno roji-
zo hasta su último estado, dientes deltoides lanceo-
lados abundantes é irregulares de 1-6 á H pulgada
de largo. Inflorescencia desconocida.
Var. A. ROHANII. Jacobi. Monugr. 43.— Hojas
de cerca }4 pie de longitud, rayadas abajo de la
cara.
Var. A. Leguayana. Hort. — Hojas de 1 pie de
largo, l/¿ pulgadas de ancho en el medio, con un
borde más delgado.
Hab. México, enviado por Gheisbreght. en 1862
á Verschaff elt.
22. A. Peacockii. Croncher in Gard. Chron 1873,
1400. tab. 2831. — Acaule. — Hojas 40-60 en una ro-
seta, rígidas, oblanceolado-espatuladas, de 9-12 pul-
gadas de largo, 2 pulgadas de ancho arriba del me-
dio, estrechándose álH pulgadas arriba de la base
ensanchada, verde opacas, con una banda central
pálida, abajo de la cara, la espina terminal punzan-
te de una pulgada de largo; el continuado borde
corneo medianamente ancho, al principio rojo more-
DO, después gris; los aguijones deltoide cuspidados,
anchos y distantes, áe H-H pulgada de largo. In-
florescencia desconocida.
•
Hab. México Central; Provincia deTehuacán,
importado por Roezl. Descrita de una planta vista
en la casa de Mr. J. T. Peacock en Noviembre de
1872.
23. A. (LriTiEA) Hórrida. Lemaire;Jacobi, Mo-
nog*. 43; Baker in Bot. Mag. t. 6511. "A. Desmetia-
na y Regeliana." Hort. Acaule. Hojas 30-50 en
una roseta densa, rígidas, lanceolado-espMuladas,
• de 9-12 pulgadas de largo, lM-2 pulgadas ancho en
el medio, verde brillantes, no rayadas, la espina ter-
minal punzante, de h-l pulgada de largo, el mar-
gen con un borde gris, ancho y continuado, con
abundantes dientes deltoide cuspidados, anchos, de
^->¿ pulgadas largo. Pedúnculo grueso, 3-4 veces
la l(*ngitud de las hojas; hojas-bracteas abundan-
tes, alesnadas y esparciHas. Espiga muy densa, tan
larga como el pedúnculo. Flores Ih pulgadas de
largo, tubo infundibuliforme, de H pulgadas de lar-
go, segmentos lanceolados, verde amarillentos, tan
largos como el ovario. Estambres menos de tres ve-
ces la longitud de los segmentos.
Var. Macrodonta. Baker in Gard. Chron. 1877,
623. — Hojas 50-6^) más anchas que en el tipo (2>é
pulgadas). Espinas más grandes.
Var. MiCRACANTHA Baker in Gard. Chron. 1. c.
fig. 98. A. Grandidentata Jacobi Monog. 207. —
Borde de la hoja más estrecho y espinas más pe-
—70-
quenas que en la forma típica. *' A. Morganii." Hort,.
difiere de esta por sus dientes más anchos.
Var. "A. Gilbeyi" Hort; Gard. Chron. 1873,
lS05, fig. 270; 1877, ñg. 101; Regel, Gartenfl. 1874.
89, con grabados. Hojas 30 próximamente, á lo más
de 3-4 pulgadas de largo, 2 pulgadas de ancho en
el medio; verde obscuro, con una raya pálida abajo
del centro ; el borde tan ancho como el del tipo, con
3-4 espinas anchas de cada lado. Introducida por
Roezl, de Tehuacán.
Var. *'A. Triangularis" Jacobi en K. Koch Wo-
chen 1869. 178. — Hojas obc^vadas, gris glauco, de 4
pies de largo por 3 pulgadas de ancho, el borde muy
ancho, los dientes muy largos y curvos.
Hab. México. Introducida por Verschaffelt. en
1862. El tipo se describió de una planta de Mr. J.
Peacok, que floreció en Kew en Abril de 1880. Te-
nemos una fotografía del Dr. Todaro de una mata
que tenía 10-12 spigas simultáneamente, enelJardín
Botánico de Palermo en 1885. No puedo por la des-
cripción separaria del "A. Maigretiana" Jacobi, Mo-
nogr. 215.
GRUPO 3 -SUBMARGINATJE,
24. A PUMILA. Hort. De Smet.— Acaule. — Hojas
de 7-8 en una roseta densa, de una pulgada de alto,
—71-
•
Y2H'2^ pulgadas diámetro, aovadas, gruesas, rí-
gidas más ó menos ascendentes, de 1-1/^ pulgadas
ancho >é-% pulgada largo, estrechándose repenti-
namente, en una espina terminal, obscura y débil
de í4 pulgada de largo la cual está volteada como
una linea estrecha mitad abajo del limbo; aguijo-
nes marginales distantes, lanceolados, curvos, de h
1/6 pulgada largo. Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Nuestra planta de
Kew, de esta curiosa especie muy enana, fué recibida
de Smet en 1879 y durante ocho años no ha aumen-
tado de tamaño materialmente. Produce hijos ó re-
toños cerca de la base.
25. A. (Euagave) Shawii. Engelman, Notes,
26 tabs, 2 y 3.— Acaule. — Hojas de 50-60, ó más,
oblongo -espatuladas, 8-10 pulgadas de largo, 3^í-.
4/^' pulgados de ancho en el medio, verde obscuro,
adelgazándose en una espina terminal morena de
una pulgada de largo, el borde corneo decurrente,
el margen de abajo provisto de abundantes dientes
curvos hacia arriba, lanceolados de H-}4 pulgada
de largo. Pedúnculo de 8-12 pulgadas. Panoja tir-
soides de cerca de 2 pies de largo y ancho; ramas
fuertes de 4-9 pulgadas de largo. Flores de 3-3>2
pulgadas de largo, amarillo verdioso ; tubo amplia-
mente infundibuliforme de %'H pulgada de largo;
segmentos de una pulgada ó más. Estambres déla
mitad de la longitud de los segmentos. Cápsula
oblongo -trigonal, cuspidada de 2^2-2% pulgada de
largo.
Hab. Las montañas áridas que limitan el Pacífi-
co, en el extremo Sud-Oeste de California; descu-
—72—
bierta por el Dr. Parry en 1850. Dedicada por el
Dr. Engelmama al Sr. W. Swan quien fundó y dotó
el Jardín Botánico de San Louis Missouri. En 1855
Mr. Shaw bondadosamete nos envió para el Herba-
rio de Kew, una colección de hojas de todos los aga-
ves que tenia en cultivo. Introducido al cultivo en
1875.
26. A. (Eugave). Deserti. Engelm. Notes, 22.
— Caulescente. — Hojas pocas en una roseta, oblan -
ceoladas, de 32-1 pié de largo, l^^-2 pulgadas an-
cho,muy glaucas,profundamente cóncavas en la ca-
ra, con un largo y delicado aguijón terminal more-
no y decurrente hasta cerca de la mitad del margen ;
tanto éste como el borde de la mitad inferior de la
hoja, provisto de muchos aguijones apiñados, fuer-
tes, corneos, encorvados, lanceolados, de 1/6- Já pul-
gada de longitud. Pedúnculo delgado que llega á
6-10 pies. Panoja tirsoide; ramas muy cortas; las
inferiores horizontales. Flor amarilla, de longitud
menor de 2 pulgadas; tubo H-l/Q pulgada largo y
ancho; segmentos oblongos,^ de pulgada de longi-
tud. Estambres de doble longitud de los segmen-
tos.
Hab. La base oriental de las montañas del Sur
de California ; descubierta por el Teniente Emory en
1846. Introducida al cultivo en 1875 próximamente.
27. A. (Euagave) Huachucensis. Baker, — Ho-
jas muy gruesas y rígidas, oblongas, de 15-16 pulga-
das de largo, 3á pié de ancho en el medio, docurren-
te en un borde comeo hasta la mitad del limbo;
tanto éste como el resto está provisto de abundantes
—73-
aguijones morenos y encorvados ; los superiores lan-
ceolado-deltoides de K->í pulgada de largo; los
inferiopes regular y gradualmente más pequeños.
Flor de 2>¿ pulgadas de largo; tubo infundibulifor-
me, de K-X pulgada largo y ancho; segmentos X
pulgada de largo*, amarillos, lanceolados, de base del
toldes. h]stambrés 2-3 veces la longitud de los seg-
mentos.
Hab. Arizona; montañas de Huachuca, alt. 5000
-8000, Pringle'. Recibido en 1885. Afine al **A.
Shawii.*' Engelm.
28. A. (Euagave) Applanata. Lemaire; Jaco-
bi, Monogr. 48; Sodaro Hort. Bot. Panam. ii, 29, t.
30. — Acaule. — Hojas algunas veces 150, oblongo es-
patuladas, 8-12 pulgadas de largo, 3-3 ^i pulgadas an
cho en el medio, adelgazándose á 2-2 1/2 pulgadas
arriba de la base,intensa y persistentemente glaucas ;
la mitad inferior de la cara, plana, la mitad superior
cóncava; la espina terminal punzante, de una pul-
gada largo, decurrente en la tercera parte ó la mitad
del limbo en un borde moreno; los aguijones encor-
vados, lanceolados, de color moreno brillante, de H
á K pulgada de longitud. Pedúnculo 3-4 veces la
longitud de las hojas. Panoja tirsoide tan larga co-
mo el pedúnculo, las ramas inferiores extendidas.
Flores amarillo verdiosas, de 2H-3 pulgadas de lar-
go; tubo corto; segmentos lanceolados de una pul-
gada de largo. Estambres 2-3 veces la longitud de
los segmentos.
Hab. México. Introducida al cultivo en 1862 próxi-
mamente. Floreció por la primera vez, poco ha, con
10
I
—74—
el Dr. Todaro en el Jardín Botánico de Palermo. No
puedo por la descripción separarlo claramente del
**A. cinerascéns" Jacobi, Monogr. 51.
29. A. (Euagave) Asperrima. Jacobi: Monogr.
61. — Acaule. — Hojas pocas, oblanCeoladas, del/í-2
pies de largo, 3-4 pulgadas de ancho en el medio;
verde opaco cuando maduran, glaucas en la juven-
tud; ásperas en ambas superficies, con una punzan-
te espina terminal muy ancha, decurren te por medio
pié ó más, los aguijones muy anchos y deltoide-cus-
pidados. Flores 2^4 pulgadas de largo; tubo am-
pliamente infundibuliforme de }4 pulgada de longi-
tud ; segmentos amarillentos de menos de 1 pulgada
de largo. Estambres de más del duplo de la longi-
tud de los segmentos. Cápsula oblonga, lH-2 pul-
gadas de largo.
Hab. México; Estado de Coahuila Palmer 1309!
Pringle 158! Descrita por Jacobi en 1864 de las
plantas enviadas por Lindheimer al Jardín Botánico
de Munich. El Dr. Engelmann envió semillas con
el nombre de "A. longispina."
30. A. ToNELiANA Baker in Gard. Chon. 1881, 1,
362. — Acaule. — Hojas 20-50 en una roseta densa,
lanceoladas, rígidas, de l>2-2 pies de longitud, 3-4
pulgadas de ancho en el medio, angostándose á 2>¿
-3 pulgadas arriba de la base, plana en la mitad in-
ferior, verdes, glaucas, siendo jóvenes, de Kpulgada
grueso en el centro ; la espina terminal punzante, mo-
rena, de una pulgada de largo, decurrente en 3-4
pulgadas, el resto del borde ribeteado con aguijones
moreno -castaños, cuspidados, de IM á 11/12 pulga-
das largo con base muy ancha, la que es confluente,
—76—
exceptuando en un corto espacio arriba de la mitad
del limbo. iQflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente en México. Descrita de una
planta de la casa de Mr. J. T. Peacock, cuando su
colección fué exhibida en Kew en 1881 ; dedicada á
M. Tonel de Ohent.
31. A. [Euagave] Hookeri Jacobi, Monogr.
219; Baker in bot. Mag. t. 6589— Acaule.— Hojas
90-40 en una roseta, oblan ceoladas, de 4 pies de
longitud, 6-9 pulgadas ancha en el medio, estrechán-
dose 4-^ pulgadas arriba de la base, verdes, ligera-
mente glaucas cuando jóvenes y hacia la base, adel-
gazándose gradualmente para terminar en una espi-
na 1>* -2 pulgadas de largo, la que es decurrente en
un margen estrecho y moreno de 4-5 pulgadas;
aguijones deltoide-cuspidados de base ancha y >¿ -
)é pulgada largo. Pedúnculo 30 pies largo inclu-
yendo la panoja, de 4-5 • pulgadas de grueso en la
base. Panoja tirsoide de 4-^ pies largo, las ramas
inferiores de un pié de longitud. Flores amarillo-
verdiosas, de 3 pulgadas largo; tubo ampliamente
infundibuliforme de >2 pulgada largo; segmentos H
pulgada. Estambres más del doble de la longitud
de los segmentos.
Hab. México. Descrita por Jacobi en 1865, de
las plantas de Kew y Reigate. En Kew floreció por
primera vez en Octubre de 1880. *'A Fenzliana." —
Jacobi; Monogr. 221, difiere de la típica "Hookeri"
(véase N. E. Brown in Gard. Chron. 1883 1. 507)
por sus aguijones más pequeños. No puedo por la
descripción separarla del **A. insequidens" K. Kock
—76—
in Wochen 1860. 28, y si esta es la misma, tal nombre
es el más antiguo.
32. A. (Euágave) Atrovirens Karw; Salmdyck,
Hort, Dyck, 1834, 302, **A. Tehuacensis," Karw.
''A. Salmiana" Otto; Rev. Hort. 1873, 373, tabs,
40-41; Gard. Chron, 1871, ií, 141, t. 31, 1877. 2 fig.
33. —Acaule.— Hojas 12-30, oblanceolado-espatula"
das, de 2-4 pies de largo en cultivo, 4-6 pulgadas
de ancho arriba del medio, adelgazándose 8-4 pul-
gadas arriba de la base, verde opaco ligeramente
glauco, la cara amenudo muy cóncava, la espina
terminal punzante de l>í-2 pulgadas y decurrente
en 6-12 pulgadas, los anchos dientes ganchudos,
hacia arriba ó abajo, deltoide-cuspidados, con el
margen ondulado entre ellos. Pedúnculo con la in-
florescencia llegando á una longitud de 20-30 pies.
Panoja 6-8 pies de largo; flores de 4 pulgadas lar-
go; tubo corto, segmentos de l>í pulgadas de largo.
Estambre de 3 pulgadas Idhgitud. No puedo sepa-
rar completamente por la descripción la '*A. Jaco-
biana," Salmdyck la "A. Canartiana," *'Schlech-
tendalii;" **deflexispina" *'Ottonis" y "gracilis'*
Jacobi.
Var. A. Latissima Jacobi, Monogr. 41. —Hojas
más anchas, oblongo-espatuladas, 2-3 pies de largo
por 8-9 pulgadas ancho arriba del medio. De esta
no puedo separar "A. Lehmanni, mitraBÍormis" y
'*coarctata" Jacobi.
Hab. México, introducida al cultivo por Karwi-
niski, quien dice que en la planta silvestre la longi-
tud de las hojas llega á 12 pies. Debe suponerse
que las dimensiones de las hojas en estas descrip-
—77—
ciones se toman invariablemente en las plantas cul-
tivadas en macetas bajo vidrios, y que pop consi-
guiente, amenudo son mucho más cortas que las que
tienen las plantas en el lugar de su origen. Se dice
ésto pasticularmente de las plantas destinadas á la
fabricación del pulque. Floreció en Paris, Antibes,
y en las costas del Lago Maggiore, y lo hacen tam-
bién en Kew.
33. A. (Eugave) Cochlearis Jacobi, Nachptii.
67. — Acaule. — Hojas pocas en roseta, oblongo espa-
tuladas, de 5-6 pies de largo más de un pie de an-
cho, verde opaco, con cara profundamente exca-
vada, la espina terminal fuerte, decurrente en al-
guna longitud, los aguijones de tamaño mediano
deltoide-cuspidados, morenos, de curvatura varia-
ble. Pedúnculo con inflorescencia que llega á la
longitud de 26 pies. Flores de 4 pulgadas largo;
tubo corto, segmentos verde amarillosos, de más de
1 Sí pulgadas de largo. Estambras 3 pulgadas lar-
go-
Hab. México. Descrita por Jacobi de una planta
que floreció en Stuttgart en 1867. Tal vez no sea
distinta de la '*A. atrovirens."
34. A. (Euagave)Spectabilis. Todaro Hort. Bot.
Panorm. ii 4. t. 25. — Acaule. — Hojas 180 en una ro-
seta, lanceoladas, muy glaucas, de 6-7 pies de largo,
y 5 pulgadas de ancho en el medio; con una ancha
espina punzante, decurrente en la mitad de un pie,
dientes de tamaño mediano, lanceolado-deltoides, y
morenos, con el margen no ondulado entre ellos.
Panoja tirsoide; ramas erguido-extendidas, la in-
—78—
ferior de más de un pié de longitud. Flores amari-
llo-verdiosas de 2>¿ pulgadas de largo; tubo muy
corto; segmentos de más de una pulgada. Estam-
bres de doble longitud de los segmentos.
Hab. Probablemente en México. Floreció en 1879
á la vista del Dr. Todaro en el Jardín Botánico de
Palermo.
GRUPO 4.-AMERICAN^.
35. A. CucuLLATA. Demaire; Jacobi, Monogr.
89. — Acaule. — Hojas cerca de 20 en una roseta den-
sa, oblongo-espatuladas, muy glaucas, 4-4/^ pulga-
das largo, 3 pulgadas ancho, la espina terminal pun-
zante de % pulgada largo, los dientes cerrados, cor-
neos, deltoide-cuspidados, de 1-6 pulgada largo. In-
florescencia desconocida.
Hab. México; introducida al cultivo por Vers-
chaffelt en 1860 próximamente. Tal vez únicamente
es una variedad enana de **A. Scolymus," ** A. Sim-
sii," "Croucheri" y "rotun difolia." Hort. son for-
mas afines.
36. A. (Euagave) Megalacantha." Helms. Diag
iii, 55; Biol. Cent. M. iii. t. 88. — Hojas oblongas de
4 pulgadas. largo, 3 pulgadas ancho con una espina
terminal punzante de cerca de una pulgada largo y
5-6 aguijones muy anchos de]cada lado, con un ápice
—79—
corneo deltoide - cuspidado. Flores IH pulgadas
largo ; tubo muy corto ; segmentos lanceolados, ama-
rillos, H pulgadas de largo. Filamentos 1-1 >á pul-
gadas largo.
Hab. México en el Pedregal, cerca de la ciudad
de México. Bourgeau 1020 bis. Coleccionado du-
rante la expedición francesa de 1863-1866.
37. A. (Eugave) Seemanniani. Jací»bi. Nacht.
29. — Acaule.- Hojas cerca de 20 en una roseta,
oblongo-espatuladas, de 6-9 pulgadas largo, S-3H
pulgadas ancho en el medio, adelgazándose á 2 pul-
gadas arriba de la base, ligeramente glaucas, la ca-
ra piaña excepto cerca de la extremidad, la espina
terminal moreno obscura de >é pulgada largo; los
Hientes pequeños, moderadamente apretados, del-
toide-cuspidados y encorvados. Pedúnculo con pa-
noja de una longitud de 6 pies.
Hab. Guatemala, introducida al cultivo por el
Dr. Seemann con ayuda de Mr. W. Bull en 1868.
38. A. (Euagave) Parryi, Engelm. Notes. 23. —
Acaule. — Hojas 20-30 en una roseta, oblongo-espa-
tuladas, de 10-12 pulgadas de largo, 3-3 3^ anchoen
el medio, estrechándose á 2}i pulgadas arriba de la
base, la espina terminal punzante, morena, de una
pulgada de largo ; los dientes corneos, débiles, á lo
más de 1/6 pulgada en la parte superior del limbo.
Pedúnculo 8-12 pies de largo. Panoja de 3 pies de
largo. Flores de 2 pulgadas largo; tubo amplia-
mente infundibuliforme, K pulgada de longitud ; seg-
mentos lanceolados. Cápsula oblongo-trigonal, IK
pulgadas largo.
^80-
Hab. Arizona y Nuevo México, descubierta pop
el Teniente Emory en 1846. Distribuida en los Jar-
dines Europeos por el Dr. Engelmann en 1868 de las
semillas cosechadas por el Dr. Parry. Floreció en el
Jardin de Missouri en 1879.
39. A. (Euagave) Wismzeni. Engelm. notes 32.
**A. scabra." Salmdych in Bonplan vii. 89. — Acau-
le.— Hojas cerca de 30 en una roseta, oblongas, de
un pie de largo, 3-5 pulgadas ancho en el medio,
muy verdes y glaucas, la espina terminal dura y
punzante poco decurrente; espinas de tamaño me-
diano, sub-equidistantes, deltoide-cuspidadas, rec-
tas ó curvas. Pedúnculo con panoja llegando á te-
ner 10-12 pulgadas largo. Flores 2 1/2 pulgadas lar-
go ; tubo corto,inversamente cónico ; segmentos ama-
rillentos, H pulgada de largo. Estambres de ma-
yor longitud que el duplo de los segmentos. Cáp-
sula de 2 pulgadas de largo.
Hab. La parte Norte de México; provincia de
Chihuahua. &., Palmer 13101 Pringle22I Des-
cubierta por el Dr. Wislizenus en 1847.
40. A. Ferox. K. Kochin Wochin 1860, 23.—
Acaule. — Hojas de 20-30 en una roseta, oblongo-
espatuladas, de 1 ly2-2 pies de largo,6-9 pulgadas an -
cho en el medio, adelgazándose á 4 1/2-6 pulgadas
arriba de la base dilatada, de un verde opaco lige-
ramente glauco, la cara plana menos en el ápice; la
espina punzante ligeramente decurrente, de más de
una pulgada de largo; los dientes morenos deltoide-
cuspidados, muy anchos, ly3-l/2 pulgada largo, con
el margen profundamente undulado entre ellos. In-
florescencia desconocida.
Hab« México, no rara vez cultivado. *' A. Bonne*
tíuia" del Jardín de Bélgica es poco diferente.
41. A. Galeottei. Baker in Garden. Chron. 1877,
ii, 41. — Acaule. — Hojas 30-40 en una roseta densa,
oblongo-espatuladas, de l-Dú pies de largo, 4-6
pulgadas ancho arriba de la base dilatada, la cara
plana ó más bien cóncava, verde, ligeremen te glau-
cas cuando maduras, la espina terminal punzante
h"! pulgadas de largo, los aguijones apretados del -
toide cuspidados, negro purpúreos, de 1/6- M pulga-
das largo, rectos ó ligeramente ganchudos. Inflo-
rescencia desconocida.
Hab. México. Descrita de las plantas que se
vieron en las colecciones de Saunders y Peacock en
1872.
42. A (Buagave) Guedeneyri. Houlletin Rev.
Hort. 1875. 466. — Acaule. — Hojas próximamente 30
en una roseta, oblongo-espatuladas de 2>¿ pies de
lai^^, 4-6 pulgadas ancho arriba del medio, verde
opacas,glaucas,con una espina terminal punzante de
una pulgada de largo, y pequeños aguijones more-
nos, deltoide cuspidados, de •8-1/6 pulgadas largo.
Eje florífero de 10-12 pies de largo. Panoja tirsoide
con cerca de 20 ramas. Flores verde-amarillosas.
Estambres muy unidos.
Hab. México. De ésta, solo he visto una planta
joven en la colección de Mr. J. T. Peacock. Fio*
recio en la colección de M. Guedeney de Vesinet en
1876.
48. A. (Eüaoave) Longisepala. Todaro, Hort,
Bot. Panoryn. t. 81. — Acaule. — Hojas moderada-
11
—82—
mente numerosas, oblongo-eapatuladas, verde glau-
cas, de 7-8 pulgadas ancho en el medio, adelgazán-
dose á 3-4 pulgadas arriba de la base; la espina
punzante terminal de una pulgada de longitud, el
margen ligeramente undulado entre los dientes an-
chos, deltoide-ouspi dados. Pedúnculo de 5 veces
la longitud de las hojas próximamente. Panoja más
corta que el pedúnculo, ramas ascendentes. Flores
de 2/¿-3 pulgadas largo; tubo corto; segmentos
verde amarillosos, de l>ií pulgadas largo. Estam-
bres muy largos.
Hab. Probablemente en México. Floreció últi-
mamente con Mr. Todaro en el Jardin Botánico de
Palermo.
44. A (Euagave) Scolymus. Karw. ; Salmdyck.
Hort. Dyck. 307; Baker in Saund. Ref. Bot. t. 328.
— Acaule. — Hojas 20-40 en una roseta densa, oblon-
go-espatuladas, de 9-18 pulgadas largo, 3-4 pulga-
das ancho arriba del medio, muy glaucas, la espina
terminal punzante de una pulgada ó más de largo;
los dientes anchos, corneos, deltoide-cuspidados, de
Já - K pulgadas largo en la mitad superior del limbo
con el margen perfectamente undulado entre ellos.
Pedúnculo, incluyendo la panoja tirsoides, de 14-16
pies largo. Flor 2-3 pulgadas largo, tubo corto,
ampliamente infundibuliforme; segmentos amarillo
verdiosos, de ^ -1 pulgada largo. Estambres de do-
ble longitud de los segmentos.
Hab. México. Introducida al cultivo por 1880 y
ahora común con numerosas variedades. Entre es-
tas colocóla "A. Schnittsphani." Jacobi: **A. amoe-
na" Lemaáre (más pequeña que la típica "Scoly-
mus) A. "Verschaffeltü" Lemaire in III. Hort. t.
564. Baker in Saund. Ref.Bot.t. 306. "A. Saunder-
8ii." Hook in Bot.Mag.t. 5493 (hojas de casi un pie
de largo, dientes muy anchos) "A. Crenata" Jacobi
A. ^'Mescal" K. Koch (hojas menos glaucas que en
el tipo), y *'A. auricantha" Hort (hojas más delga-
das y más numerosas que en el tipo, moderada-
mente glaucas con espinas pequeñas) **A. Verscha-
Seltii medio-picta." Hort. De Smet, es una forma
con hojas veteadas. Una planta que á medida que
da más hojas puede ser una forma de **Scolymus"
floreció en Kew en 1887 con las ramas de la panoja
casi suprimidas, proporcionando así un enlace de
transición entre el subgénero **Euagave" y el **Li-
ttaea."
46. A. (EüAGAV]^) PoTATORüM Zuccar. in Nova
Acta XVI. 2. 674. — Acaule. — Hojas cerca de 20 en
roseta, obl(»ngo-espatuladas, de2-2>¿ pies de largo,
7-9 pulgadas ancho en el medio, adelgazándose á
4-5 pulgadas arriba de la base, de un verde opaco
glauco, la cara ligeramente cóncava, la espina pun-
zante terminal ligeramente decurrente, de l)¿-2
pulgadas de longitud, los aguijones corneos, deltoide
cuspidados, de >4 - K pulgadas largo con undulacio-
nes en el borde que las separa. Pedúnculo de 10-12
pulgadas de longitud, incluyendo la panoja tirsoide
que tiene 4-5 pies de longitud. Flores de 3 pulga-
das largo ; tubo corto ; segmentos amarillo verdio-
sos, de una pulgada de largo. Estambres de doble
longitud de los segmentos.
Hab. México, introducido al cultivo en 1830 pro-
—84—
ximamente. Muy dudoso que sea específicamente
distinta de "A. Scolymus."
46. A. Oligophylla. Baker in Gard. Chron.
1878. 492. "A. paucifolia." Baker "non" Todaro.
— Acaule. — Densamente cespitosa y sobolifera.
Hojas 6-8 en roseta, lanceoladas, de 3-4 pulga-
das largo, K-H pulgadas ancho, ligeramente glau-
cescentes, ampliamente acanaladas en la cara in-
ferior, adelgazándose insensiblemente en una es-
pina terminal débil de >^-K pulgadas largo; los
aguijones lanceolados, corneos, encorvados, los cen-
trales de H pulgadas largo, los superiores é infe-
riores pequeños. Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente en México. Descrita de
una planta en la propiedad de Mr. Justus Corderoy
de Blewbury, cerca de Didcot en 1878.
*
47. A. (LrTTiEA) Utahensis. Engelm. Notes 20.
— Caulescente. — Hojas ensiformes, de K-1 pie de
largo, 12-21 líneas de ancho, gruesas, glaucas, rígi-
das, la espina' terminal punzante de 1 pulgada lar-
go; los dientes deltoides de )b-1/6 pulgada largo,
blancos con la base obscura. Pedúnculo de 5-7 pies
incluyendo la espiga de l*-2 pies. Flores de cerca de
una pulgada; tubo muy corto; segmentos % pulga-
da largo. Estambres poco unidos. Cápsula oblon-
ga de una pulgada lai^.
Hab. El Sur de Vtáh y Arizona. Introducida al
cultivo próximamente en 1880. Esta es de todos los
Agaves la que llega á la parte más lejana del Norte.
48. A. (Lrrr^A) Macracantha. Zuccarin No-
va Acta XVI. 2676; Baker in Gard. Chron. 1877, ü
tab. 27. *'A. flavesoens." Salmdyck. ''A. Besse-
reríana." Jacobi; Bot. Mag. t. 5940. — Acaule ó li-
geramente caulescente. — Hojas de 30-^ en una ro-
seta, lanceoladas, >¿-l pie de largo, IH pulgada an-
cho arriba del medio, muy rígidas, muy glaucas, la
oará más bien hinchada en la mitad inferior; la es-
pina terminal casi neg^a, muy punzante de ^-h
palgada largo; los aguijones pequeños, subdeltoide-
cuspidados, negro-purpureos,de H-1^6 pulgada lar-
go. Pedúnculo de 2-3 pies largo. Flores 10-12 en
« un racimo flojo, todas solitarias, en pedículos as-
cendentes de H-}4 pulgada de largo. Perianto de
2 pulgadas largo; segmentos verdiosos, tres veces la
longitud del tubo. Estambres unidos en casi media
pulgada.
Hab. Montañas Centrales de México, ascendien-
do á 5,000-6,000 pies. Introducida al cultivo próxi-
mamente en 1830. Floreció con Mr. Saunders en la
primavera de 1871. No puedo separarla específica-
mente de "A. subfalcata" y **lineari8" Jacobi.
49. A. CONNCINNA Baker in Gard,. Chron. 1877 ii
137. — ^Acaule. — Hojas cerca de 30 en una roseta,
oblanceoladas, rígidas, de 7-8 pulgadas lai^ 2 pul-
gadas ancho en el medio; adelgazándose á Dú pul-
gadas arriba de la base, la cara plana, ligeramente
glauca, la espina terminal punzante próximamente
de 1 pulgada largo; aguijones muy curvos, deltoide-
cuspidatos, sub-equidistantes, de H pulgada largo.
Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de la co-
lección de Peacock en 1872.
50. A. Flaccida. Jacobi. Monogr. 226; Baker
—86—
in Gard. Chron. 1877. fíg. 26. —Acaule.— Hojas 40-
50 en una roseta, oblanceoladas de un pie de lai^,
3 pulgadas ancho arriba del medio ; adelgazándose
álH pulgadas arriba de la base ensanchada^verde-
glaucas, la cara plana en toda su extensión ; la es-
pina terminal punzante y ligeramente decurrente de
1 pulgada largo; los aguijones deltoide cuspidados y
ligeramente curvos de 1/6 á 1/5 pulgadas lai^. In-
florescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de una
planta vista en la colección de Saunders en 1872.
Intermedia entre "Scolymus" y ^^Macracantha."
51. A. ViRiDisSEMA. Baker in Gard. Chron. 1877.
ii 137. — Acaule. — Hojas cerca de 30 en una roseta,
oblanceoladas, de 1 pie de largo, 3 pulgadas ancho
arriba del medio, disminuyendo á2% pulgadas arri-
ba de la base, muy rígidas, verde brillante, la cara
plana, la espina terminal dura y punzante de cerca
de 1 pulgada largo; los aguijones apiñados, exten-
didos, lanceolados, desiguales, grises de 1/6- >í pul-
gada largo; los de la mitad superior del limbo lige-
ramente encorvados hacia arriba. Inflorescencia
desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de una
planta vista en la colección de Peacock. Nov. 1872.
52. A. (Euagave) Weissenburgensis Wittm. in
Berl. Gartenzeit. 1885. 14. fig. 5. — Acaule. — Hojas
30-40, oblanceoladas, de 8-9 pulgadas largo, 2-2 he
pulgadas ancho arriba del medio, rígidas, verdes,
escasamente todas glaucas, la espina terminal pun-
zante de }i pulgada largo ; los aguijones deltoide-
cuspidados, separados y ganchudos. Pedúnculo con
—87—
panoja, de 7-8 pies de largo ;la última, de pocas ra-
mas cortas, ascendentes. Flores de más de 2 pul-
gadas de lai^; tubo %, pulgada; segmentos ama-
rillo verdosos, lanceolados de %, pulgada largo. Es-
tambres de doble longitud de los segmentos. Cáp-
sula \yi pulgadas largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por el
Dr. Wittman de una planta que floreció en Werssen-
burg ^n la provincia de Bradenburg en 1885.
53. A. (Eüagave) Baxteri Baker. — Acaule. —
Hojas cerca de 90 en una roseta, oblanceolado-es-
patuladas, de 3 pulgadas ancho arriba del medio ;
adelgazándose á 2 pulgadas arriba de la base, la ca-
ra plana, moderadamente glauca, la espina termi-
nal punzante, de cerca de una pulgada de largo ; los
dientes marginales poco distantes, lanceolados, gan-
chudos, corneos en la base y á lo más 1/6 pulgada
de largo. Pedúnculo glauco de 4 pies largo y una
pulgada grueso. Panoja tirsoide 4 pies largo; ra-
mas erguido -extendidas, las centrales de 4-^5 pulga-
das lai^, con ñores arriba de 20 en un denso raci-
mo terminal. Flores de eerca de 2 pies de largo;
ovario %, pulgada; tubo corto.
Hab. Probablemente México. Descrita de una
planta que floreció en Kew en la primavera de 1888,
recibida del Jardín Botánico de Oxford. Dedicada
á su ñnado conservador.
54. A. [Eüagave] Palmeri Engélm. Notes 31. —
Acaule. — Hojas cerca de 30 en una roseta, oblan -
ceoladas, de 1-1 >é pies largo, 2-2 >2 pulgadas ancho
arriba del medio, adelgazándose á 1>2 pulgadas arri-
ba de la base, glaucas, la espina terminal punzante
poco decurrente de 1-1 >á pulgadas largo, el margen
ligeramente undulado entre los aiguijones anchos,
deltoide cuspidados, de los cuales, los de la mitad
superior del limbo tienen >í-M pulgada largo. Pe*
dúnculo con panoja, de 8-12 pies largo. Flores 15í-
2 pulgadas largo ; tubo muy corto ; segmentos ama*
riilentos, oblongo lanceolados, de K pulgada largo.
Estambres más del doble de la longitud de los seg-
mentos. Cápsula l)¿-2 pulgadas de largo.
Hab. Montañas del Sur de Arizona, ascendiendo
á 6,300 pies Vasey ! Pringle ! Descubierta por el Di*.
Schott en 1855. Introducida al cultivo en Europa
próximamente en 1880.
55. A. (Euagave) Marmorata Roezl. in. Belg.
Hort. 1883, 238.— Acaule.— Hojas 12-15 en una ro-
seta, extendidas, oblanceoladas, de 2-^ pies de lar-
go, 4-n5 pulgadas ancho arriba del medio, adelga-
zándose á 2-2^4 pulgadas arriba de la base, glaucas,
cóncavas en la mitad superior de la cara, muy ás-
peras en ambos lados ; la espina terminal punzante
de 1 pulgada largo, el margen muy undulado entre
los apiñados aguijones, irregulares, anchos, deltoi-
de-cuspidados de H-K pulgada largo y ancho, con
la punta cornea, encorvada y morena. Pedúnculo
con panoja 10-16 pies lai^.
Hab. México; Provincia de Tehuacán. Introdu-
cida al cultivo por Roezl. Descrita de las dos plan-
tas de la colección de Kew en 1887. Entre "A*. Seo-
lymus" y "americana." Usada por los indios pa-
ra limpiar la piel de sus caballos y múlas.
56. A.~(Euaqave) Theometl, Zucar, in, Roem.
—89-
Collect. 188. t. 8. — Acaule. — Hojas cerca de 30,
oblanceolado-espatuladas, 1^-2 pies largo, 4 1/2-d
pulgadas ancho arriba del medio, adelgazándose á
3 pulgadas arriba de la base, extendidas, la cara ca.
si plana, verde, solo ligeramente glaucas cuando jó-
venes; la espina terminal punzante, moreno obscu-
ra, de 1 pulgada largo; los aguijones separados,
deltoide-cuspidados, á lo más de H pulgada de lar-
go. Pedúnculo 10-12 píes largo, incluyendo la pa-
noja tirsoide. Flores verde amarillosas de 3 pulga-
das largo. Estambres de doble longitud de los seg-
mentos del perianto.
Hab. México. Descrita de una planta de la co-
lección de Peacock en 1872 y de la inflorescencia de
Zuccagpii. El nombre de **Theometl" se debe ya á
Morison, y Kunth citados en sus ñguras, por Mun-
ting y Ray. No puedo distinguirla de la que he vis-
to en los jardines ingleses bajo el nombre de "A.
Beauleuriana" Jacobi.
57. A. Coccínea Roezl ; Jacobi ; Monogr. 76. —
Acaule. — Hojas 20-30 en una densa roseta, oblan-
ceolado-espatuladas, de 1 1/2-2 pies de largo, 4-6
pulgadas ancho, arriba de las dos terceras partes,
adelgazándose á 3 pulgadas arriba de ^a base ex-
tendida, verde obscuro, solo ligeramente glaucas
cuando jóvenes, la espina punzante termihal dura
de IH pulgadas de largo, el margen undulado en-
tre los aguijones apretados, irregulares, deltoide-
cuspidados que tienen 1/6- >á pulgada largo. Inflo-
rescencia desconocida.
Hab. México ; introducida al cultivo por Roezl en
1859. Descrita de las plantas que se vieron en Kew,
12
—90—
Reigate y Hammersmith. No puedo distinguirla es-
pecíficamente de una planta recibida en Kew en
1883 de Leichtlin, rotulada **A. graoilispina." Var.
"brevifolia." Hort; es una forma enana.
58. A. Maximiliana, Baker in. Gard. Chron.
1877, ii 202. *'A. Gustaviana" Hort.— Acaule.— Ho-
jas cerca de 20 en una roseta, oblanceolado-espatu-
ladas, de 1 1^2-2 pies de largo, 2 ly2-3 pulgadas an-
cho arriba del medio, adelgazándose á 1 1/2-2 pul-
gadas arriba de la base, verde ligeramente glauco,
la espina termiiral punzante negro-moreno de una
pulgada longitud; los aguijones moreno -castaño
claro, más anchos y más irregulares que en la "ame-
ricana," con más largo y aguzado ápice de más de
yi pulgada largo. Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de las
muestras vistas en Kew y Reigate; enviada la pri-
mera por Mr. Justos Corderoy.
59. A. (Eugave) Mexicana Lam. Encyc. i. 52:
Ricasoli in Gard. Chron. 1883. i. fíg. 22. — Acaule. —
Hojas 20-30 en una roseta, oblanoeolado-espatula-
das,de 2-3 pies largo 5-6 pulgadas ancho arriba del
medio, adelgazándose en 3-4 pulgadas arriba de la
ba8e,muy glaucas; la punta punzante morena, de 1
pulgada largo; los aguijones deltoide-cuspidados»
subdistantes, de Já-1/6 pulgada largo. Pedúnculo
18 pies largo incluyendo la panoja tir8(»ide de 7-8
pies. Flores 2K-3 pulgadas largo; tubo Ii2-K pul-
gada; segmentos amarillo verdiosos, menos de una
pulgada largo. Cápsula 2 pulgadas largo.
Hab. México. Común en los jardines Europeos.
La descripción anterior está hecha de las muestras-
—91-
de Kew y Reigate y de la inflorescencia de una
planta que floreció en 1855, en Bruselas. La planta
del Barón Ricasoli vegetando al aire libre en Flo-
rencia tenía cerca de 100 hojas alcanzando una lon-
gitud de 4 pies y un pedúnculo de 23 pies de largo
con 46 ramas. No puedo separarla específicamen-
te de "A, cyanophylla" Jacobi.
60. A. (EuGAVE) Americana. Lim. Sp. Plant.
461; Andr. Bot. Rep. t. 438; Bot. Mag. t. 3654.—
Acaule. — Hojas generalmente 30-40, algunas veces
50-60 en una roseta, oblanceolado-espatuladas, de
3-6 pies largo 6-9 pulgadas ancho arriba del medio,
angostándose á 4-5 pulgadas arriba de la base, ver-
de glaucas; la espina punzante terminal 1 1/2-2 pul-
gadas largo, el margen undulado entre los aguijo-
nes desigualmente distantes, deltoide-cuspidados.
Pedúnculo con panoja 24-36 pies largo, la última
con 2ft-40 ramas, la inferior de un pie de largo. Flor
que llega á una longitud de 3-^ 1/2 pulgadas; tubo
infundibuliforme de 1;2 pulgada largo; segmentos
amarillentos, 1-1 M pulgada largo. Estambres de
doble longitud de los segmentos. Cápsula oblonga,
2 pulgadas largo.
Hab. Muy extendida en la América Tropical é
introducido hoy en muchas partes del viejo Mundo.
Se dice que fué introducida en Europa próxima-
mente á mediados de la 16a centuria y haber flore-
cido primero en Inglaterra en Hampton Court en
1714. Para una relación completa de su historia
véase un folleto por Danielli in Nuov. Giom. Bot.
Ital. xvii p. 49-138. tabs. 5-10. Martius (H. Bras.
üi. 185) enumera 50 libros en que se hace mención
^92—
de ella entre 1554 y 1748. "A. Milleri/' Harr. ("A.
Virginica" Miller "non" Linn) es una variedad
enana y "A. picta" Salmdyck y "A.ornata" Jacobi
son formas con hojas veteadas. No puedo por las
descripciones separarla con claridad de las "A.
Fuerstenbergü" y "expansa" Jacobi.
GRUPO 5.-RIGID^.
61. A. Decaisneana. Jacobi. Nacht. 28. — Acau-
le.— Hojas oblongo - espatuladas, de 14 pulgadas
próximamente de largo, 3 pulgadas ancho en el me-
dio, angostándose á 2 pulgadas arriba de la base,
verde brillante claro, la cara cóncava, la espina ter-
minal fuerte y casi neg^a, el margen provisto de
pequeños dientes apiñados, deltoides, que son más
bien curvos en el extremo. Inflorescencia descono-
cida.
Hab. México. Introducida en 1889 próxima-
mente. Descrita por Jacobi de una muestra del
Jardin de plantas de París.
62. A. Wareluana. Baker in Gard. Chron.
1877. ii 264 figura 68.— Acaule.— Hojas casi 30 en
una roseta, oblongo -espatuladas, de 9- 10 pulgadas
largo, 3 pulgadas ancho arríba del medio angos-
tándose á 2 pulgadas arríba de la base casi planas en
—as-
ía cara, verde, raras veces del todo glaucas, termi*
Dadas por espina fuerte, morena, de una pulgada
largo; marginadas de pequeños aguijones apreta-
dos,deltoides que son de color moreno rojizos cuando
jóvenes y casi negro en la madurez. Inflorescencia
desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de la co*
lección de Saunders en Reigate en 1872.
63. A. (LrTTGBA) Macrantha. Todaro. Hort.
Bot. Panoram ii, 11, t. 27. — Acaule. — Hojas 40-50
oblongo-espatuladas, de 5-6 pulgadas en medio, 2-
3 pulgadas arriba de la base, verde glaucas opaco,
la cara cóncava, la espina punzante terminal de una
pulgada de largo, las hojas jóvenes con el borde de
color moreno, los dientes pequeños, deltoide cuspi-
dados, moderadamente apretados. Pedúnculo con
espiga densa, 4-5 pies de largo. Flores de 3 pulga-
das largo; tubo infundibuliforme de 1/2 pulgada
iMTgo. Estambre casi tres veces la longitud de los
segmentos.
Hab. Probablemente México. Floreció con el
Dr. Todoro en el Jardin Botánico de Palermo en
1879.
64. A. (LnTiEA) BoTTERU Baker in Bot. Mag. t.
6248; Gard. Chron. 1877 ü ñg. 54.— Acaule.— Hojas
cerca de 50 en una roseta, oblongo-espatuladas, de 2
pies largo, 6 pulgadas ancho arriba del medio, an-
gostándose á 4-4 1/2 pulgadas arriba de la base, verde
pálido, escasamente glaucas, la espina punzante ter-
minal de 1/2 pulgada largo ; los dientes apiñados
casi negros, deltoides, de 1/2 pulgada largo alo más.
-94-
Pedúnculo largo de 2-3 pies con espiga densa de 7-
8 pies. Flores 2 ly2 pulgadas largo; tubo H^H
pulgadas largo. Estambres más de doble longitud
de los segmentos.
Hab. México. Enviada por Botteri y por Mr.
Wilson Saunders. Floreció con Mr. J. T. Peacock
en la primavera de 1876.
65. A. (EuAGAVE) Rígida Miller. Gard. Dict.
No. 8. Engelm. Notes 28. "A. IxtU'* Karw. *'A.
Karwinskü." Zuccar, **A. ixtlioides." Hook. in Bot.
Mag. t. 5893. "Fourcroya rígida" Haw. — Acaule ó
ligeramente caulescente. — Hojas 30-40 en una ro-
seta, ensiformes, de 1 1/2-2 pies largo, 1 1/2-2 pul-
gadas ancho en el medio, angostándose á una pul-
gada arríba de la base, rígidas, erguido extendidas,
glaucas, la espina punzante terminal de una pulga-
da largo; los dientes subdistantes, moreno oscuro ó
casi negros, deltoides, á lo más de K pulgada largo.
Pedúnculo incluyendo la panoja tirsoide de 12-16
pies longitud. Flores 1 1/2-2 pulgadas largo; tubo
muy corto; segmentos estrechos, verdiosos y de una
pulgada largo. Estambres de dos veces la longitud
de los segmentos. Cápsula 1 1^2-2 pulgadas largo.
Var. *A. Elongata. Jacobi. Monogr. 108. **A.
fourcroyoides" Jacobi. **A. ixtlioides" Lemaire. "A.
rígida." var. "longifolia*' Engelm. "A Candela-
brum." Todoro Hort. Bot. Panorm. i 66. t. 15.-^
Hojas 100 en una roseta, 3-4 pies de largo, 4-6 pul-
gadas ancho. Pedúnculo incluyendo la amplia pa-
noja tirsoide, 20-26 pies largo.
Var. Sisalana. Engelm. Notes. 28. — Tronco
corto. Hojas de 4-6 pies de largo, 4-6' pulgadas
ancho generalmente sin dientes. Pedúnculo inclu-
yendo la panoja 25-30 pies de largo.
Hab. El Sur de México; Provincias de Vera-
Cruz, Yucatán, etc. Esta es la especie que produce
la fibra de más valor; para una completa relación de
ella véase Morris in '*Kew Bulletin" No. 3. La ex-
portación de Yucatán en 1883 produjo £658,000. "A.
rígida" Miller fué llamada una variedad enana con
hojas enteras. La cual probablemente es la misma
que se halla en los dibujos que no se han publicado
del Museo Británico, tomados del Jardín Syshagen
en 1720 bajo el nombre de ''Alae pita foliis, non spi-
nosis." Mi descripción de la forma típica se refiere
á la planta que comunmente crece en los Jardines
Inglés y Británico. La variedad pequeña conocida.
"A. angustifolia" Haworth probablemente es una
forma de estas especies. La hemos recibido última-
mente en flor de Demarara y Madagascar Central.
Tenemos una fotografía del Dr. Todaro de una planta
en flor que probablemente es "sisalana" que creció
como la "A. brevís," en el Jardín de Palermo."
66. A. CoRDEROYi. Baker in Gard. Chron. 1877
ii 399. fig. 79. — Acaule. — Hojas de 40-50 en una ro-
seta densa, rígidas, erguido -extendidas, de Ih
pies largo y una pulgada ancho en el medio, angos-
tándose á H pulgada arriba de la base, ligeramente
acanaladas abajo de la cara, verde brillante, la espi-
na terminal punzante de una pulgada largo; los
aguijones del margen moreno obscuros, equidistan-
tes, erguido-extendidos, deltoide-cuspidados, de H
pulgada largo. Inflorescencia desconocida.
—96—
Hab. México: introducida por Roezl. Dedicada
á Mr. Corderoy por De Smet; de su Establecimiento
de Ledeberg-lez-Gand, en Bélgica, fueron compra-
das muchas de las colecciones de Saunders y Pea-
cock.
67. A. (Eüagave) Pringlei. Engelm. — Hojas
ensiformes muy rígidas, de 15-18 pulgadas largo, la
base ensanchada de 3-3 1'2 pulgadas ancho, angos-
tándose gradualmente á 2 pulgadas arriba de la ba-
se al apéndice punzante; los aguijones marginalefl
pequeños, separados, morenos, deltoide-cuspidados
y ganchudos. Flor de 1 1>2 pulgadas largo; tubo
corto sub-cilíndrico; segmentos amarillos, estre-
chos, de 1'2 pulgada largo. Estambres de doble lon-
gitud de los segmentos. Cápsula oblonga de 1 ly2
pulgadas largo.
Hab. Las montañas centrales de la Baja Cali-
fornia á 6,000 pies, Orcutt. Descrita de una mues-
tra desecada, enviada por Mr. C. G. Pringle. Teñe
mos una muestra de otra planta añne que ñoreció
con Mr. J. T. Peacock en 1881, que fué llamada
**A. scaberrima."
68. A. (Euagave) Excelsa Jacobi; Monogra.
238. — Ligeramente caulescente. — Hojas cerca de 30
en una roseta, ensiformes, rígidas, de 2 pies largo,
2 pulgadas ancho en el medio, verde en completa
madurez, ligeramente glaucas cuando son jóvenes;*
la espina punzante terminal de 1/2 pulgada largo;
los aguijones pequeños, casi negros, deltoide-ous*
pidados, distantes. Pedúnculo con panoja tirsoide
de 12-15 pies largo. Flores parecidas á las de *^A.
rígida."
—97-
Hab. México. Descrita de una planta que flo-
reció en el Jardín Botánico de Glasgow en Agosto
de 1884, por Mr. Bullen.
A. REGE1.IANA Jacobi : Monogr. 236. — Acau-
le.— Hojas oblanceoladas, de 1 1/2 pies largo, 2%
pulgadas ancho arriba del medio, angostándose á
\% pulgadas arriba de la base, verde claro harino-
so, la cara ligeramente cóncava, la espina terminal
punzante, los dientes marginales muy pequeños,
apiñados, sin color. Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Descrita por Jacobi en Í865, de
una planta expuesta en la Exposición de Amster-
dam, por Messrs Glynn de Utrecht. No puedo con
claridad separarla del **A. ananassoides," De Jon-
ghe y Jacobi, Nacht. 32, de la cual tenemos una fo-
tografía en las series de Elemeet. La planta que
comunmente aparece en los jardines con el nombre
de "A. Regeliana" es el **A. hórrida" Lemaire.
70. A. fEu agave] Miradorensis. Jacobi Nacht.
31. — Acaule. — Hojas cerca de 30 en una roseta,
oblanceoladas, de 2 1/2-3 pies largo 2 1/2 pulgadas
ancho arriba del medio, angostándose 1 ly2-2 pul-
gadas arriba de la base, verde pálido brillante, glau-
cas cuando jóvenes, la espina terminal punzante, mo
reno-castaño de una pulgada largo; aguijones del-
toides, muy pequeños, todos corneos y muy duros.
Pedúnculo 2-5 pies de largo incluyendo la panoja
tirsoide que tiene 5-6 pies. Flores de 2 pulgadas
largo ; tubo muy corto ; segmentos menores de una
pulgada de largo. Estambres de doble longitud de
los segmentos.
13
—98—
Hab. México; descrita por Jacobi de los Jardi-
nes belgas en 1867. La descripción anterior y tre8
bosquejos que están ahora en el Herbario de Kew,
fueron hechos de una planta que floreció con Mr-
J. T. Peacock en Hammersmith en Diciembre 1877.
No puedo separarla por la descripción de la primiti-
vamente llamada "A. Desmetiana" Jacobi, Monogr.
241.
71. A. [Littjsa] Polyacantha. Haw. Revis.
Succ. 35. ''A. xalapensis" Roezl "A. uncinata" y
"chiapensis." Jacobi. — Acaule. — Hojas cerca de 30
en una4*oseta, oblanceoladas, de 1-2 pies largó, 3-5
pulgadas ancho arriba del medio, angostándose á
2-3 pulgadas arriba de la base, verde brillante, so-
lamente poco glauca en la tierna edad. La espina
terminal, moreno-obscura, de ^-X pulgada largo,
pocodecurrentes; los aguijones deltoides, apiñados,
de color moreno-obscuro, irregularmente extendi-
dos, de 1 1/12 álH pulgadas largo á lo más. Pe-
dúnculo de 8-12 pies largo incluyéndola espiga den-
sa de 3-4 pies. Flor de l>4-2 pies largo; tubosub-
cilíndrico, de K pulgada largo, segmentos de H
pulgada largo moreno amarillosos. Filamentos de
más del doble de la longitud de los segmentos.
Hab. México. Introducida al cultivo en 1820 próxi-
mamente. La hemos recibido últimamente de la
Trinidad de Mr. Hart. Una planta de la colección
de Saunders, floreció con Mr. F. Paule, en Reigate
en 1875.
72. A. (Lrrr^A) Denshj'lora. Hook. in Bot,
Mag. t. 5006. — Acaule. — Hojas de 30-40 en una ro-
seta, oblanceolado-espatuladas, de 2^ pies largo,
—99—
3-4 pulgadas ancho rariba del medio, angostándose
á2>é -4 pulgadas arriba de la base, verde brillante
en su madurez, y solo ligeramente glaucas en su ju-
ventud ; la espina terminal punzante, poco decurren -
te, de H pulgada longitud; los aguijones deltoides,
apiñados, irregularmente extendidos, de color mo*
reno brillante, de /¿-I linea de longitud; pedúnculo
incluyendo la espiga densa, de 6-8 pies de largc
Plores de 1)^-2 pulgadas largo; tubo infundibuli-
forme, )í-K pulgadas largo; segmentos lanceola-
dos, moreno verdiosos, íú-h pulgadas largo. Es-
tambres 2 pulgadas largo. Cápsula X-1 pulgada
largo.
Hab. México. Descrita primero por Sir W. J.
Hooker, de una planta que floreció en Kew en 1857.
Ha floreado después varias veces en Kew y en Red-
gate.
73. A. (EUAGAVE) LURIDA Ait. Hort. Kew, i.
472; Gawl. in Bot. Mag. t. 1522. Baker in Saund,
Ref. Bot. t. 307. **A. vera-cruz*' Miller, un nombre
primitivo, alterado por Haworth en '*vera-crucis.*'
—Acaule ó ligeramente caulescente. — Hojas 30-40,
en una roseta, oblanceoladas, de 2-3 pies largo, y
iH'Q}4, pulgadas ancho arriba del medio, angostán-
dose á 2 pulgadas arriba de la base, muy glaucas,
la espina terminal punzante de una pulgada delargo ;
los aguijones deltoides, equidistantes de % pulgadas
largo, al principio de un rojo-moreno y Analmente
casi negro. Pedúnculo de 12-16 pies, incluyendo la
panoja tírsoide de 3-6 pies. Flores 3 pulgadas largo ;
tubo ampliamente infundibuliforme, de >¿ pulgada
—100—
largo. Estambres de doble longitud de los segmen-
tos; cápsula 1^-2 pulgadas largo.
Var. A. Jacquiniana. Schult. Syst. Veg. vii,
727 ; Hook. in Bot. Mag. t. 6097 ; Belg. Hort. ix. t.
25. "A. lurida" Jacq. Collect. IV. 94. t. 1.— Tronco
1-1 >2 pies largo. Hojas 2>¿-3 pies largo. Flores
pequeñas.
Hab. México : la más abundantemente extendida
después de la "A. americana." Fué mencionada
por Commelinus en 1706. La descripción anterior
fué hecha de una planta propiedad de Mr. Wilson
Saundefs que floreció en 1870. La tenemos en ñor
de Madras (1810) Coimbra (1881) y Hong-Kong
(1882). Una hoja de 6 pies de largo y 7 pulgadas
ancho, enviada de Bahamá por el Secretario Colo-
nial en 1887, aparentemente pertenece á esta es-
pecie.
74. A. Salmdyckii, Baker in Gard Chron. 1877.
11490. "A. Keratto." Salmdyck et Jacobi "non"
Miller. — Acaule. — Hojas 40-50 en una roseta, obian-
ceoladas, de 4-5 pies largo, 5-6 pulgadas de ancho
arriba del medie, angostándose á 4-5 pulgadas arriba
de la base, verde brillante, la espina terminal lige-
ramente punzante; los aguijones pequeños y apiña-
dos, deltoide-cuspidados, de un moreno oscuro, no
excediendo de 1-12 avo de pulgada de largo. In-
florescencia desconocida.
Hab. México. Descrita de plantas vivas en Kew
y Reigate en 1872.
75. A. (Küaoave) Morrisii Baker "in" Gard
Chron. 1897, i. 643 ñg. 105.— Caulescente.— Hojas
—101—
20-30 en roseta, oblanceolado-eapatuladas, de 4-í>
pies de larg^ y 1/6-1 pies de ancho arriba del medio,
angostándose á 4-6 pulgadas arriba de la base, ver-
des, a{>enas glaucas, completamente lisas en ambas
superficies; la espina terminal punzante, los agui-
jones moreno-obscuros, equidistantes, deltoide-cus-
pidados, M-ly6 de pulgada de largo. Pedúnculo in-
cluyendo la panoja tirsoide, de 15-20 pies de largo ;
ramas 30-50, la más baja horizontal, excediendo de
un pie de largo. Flores de 2-23*4 de pulgada de
largo; tubo corto; segmentos amarillo brillante, de
una pulgada de largo. Estambre casi de doble lon-
gitud de los segmentos. Cápsula de una pulgada
de largo.
Hab. Jamaica ; confundida por Grisebach y otros,
con la "A. americana."
Los datos para describirla fueron coleccionados
por Mr* Morris, ahora ayudante del Director de los
Jardines de Kew, durante su residencia en la isla ; y
también introdujo al cultivo en Kew, tanto el tipí>
como una forma de hojas veteadas.
GRUPO 6 -STRIAT^
76. A. (LitTíEa) striata. Zuccar. in Nova Acta
xvi. 2. 678; Hook. in Bot. Mag. t. 4950.— Acaule ó
ligeramente caulescente. — Hojas de 150 á 200 en *
—102—
una roseta densa, lineales, de base muy ensanchada
de 2-2}4 pies de largo, >4-K pulgadas ancho arriba
de la base, angostándose gradualmente hacia la es-
pina punzante de color moreno, escabrosas en los
márgenes, verde glauco, la cara más bien levantada,
el dorso subtricQetro; ambas superficies limitadas
por costillas verticales apiñadas. Pedúnculo de 6-
8 pies de largo incluyendo la espiga de 2-3 pies.
Flores 1-1 >^ pulgadas largo; tubo ampliamente in-
fundibuliforme, casi igualando los segmentos oblon-
gos verde-morenuscós. Estambres purpúreos, de
IK pulgadas de largo que inser^^ados abajo del tubo.
Cápsula oblongo -trigonal de yi pulgada largo.
Var. A. Recurva Zuccar. "loe. cit." Hojas más
anchas y más falciformes que en el tipo; próxima-
mente de 3-4 pies. Espina terminal no punzante.
Var. A. Stricta Salmdyck '.'A. Hystrix" Hort.
Hojas muy tiesas de ün pie próximamente de largo,
más convexas en la cara.
Var. A. EcHiNOiDES. Jacobi, Nacht. 48. *'A. en-
siformis" y "Richardsii." Hort. — Todavía más rí-
gida y más enana que la variedad "stricta," las ho-
jas de cerca de un pie de largo, H pulgadas ancho
en el medio.
Hab. Las Montañas de México, hoy muy común
en el cultivo, bajo un gran número de formas. Fi-
guró en el "Botánica Magazine," de una planta que
floreció en 1856 en Kew. enviada del Reaí del Monte
por Mr. Repper. Tenemos dos fotografías de una
planta que floreció con el Signor Fenzi en Florencia,
en Octubre de 1876. Dr. Palmer la consiguió en
—103-
Goahuila. Muchas veces se menciona en los jardi-
nes como ''Yuccahystrix," y muchas también como
"Dasylirion junceum.*' Una cápsula cuadrilocular
ha sido figurada últimamente por Terracino in
NuoT. Giorn. Bot. Ital. xvii. t. 19.
77. A. (Litt^a) Falcata. Engelm. Notes, 16.
*'A, californica" Jacobi. — Acaule, — Hojas 20-30 en
una roseta, lineales, de 1.^2-2 pies longitud por *ií-
H pulgadas ancho arriba de la base ensanchada,
rígidas, glaucas, estrechándose hasta la espina pun-
zante, cornea, morena, ásperas en el margen, con
una quilla muy marcada en la cara, subtricuetras en
el dorso, perfectamente estriadas en ambas super-
ficies. Pedúnculo de 4-8 pies de longitud compren-
diendo la espina floja. Flores de 1-1^4 pulgadas
largo; tubo ampliamente infundibuliforme, casi tan
largo como los segmentos oblongos. Estambres de
IM -2 pulgadas largo insertados á la medianía del
tubo. Cápsula oblongo trigonal de '« - ?4 pulgadas
largo.
Hab. México, montañas de Coahuila. Palmer
1314 Pringle. Descubierta por los Dres. Wislizenus
y Gregg en 1846-1848. Introducida al cultivo en
1867 próximamente. Primero fué descrita por Ja-
cobi de una planta viva en Kew. No se sabía que
vegetara en California.
78. A. (LriTiEA) Paücipolia. Todaro. Hort.
Bot. Panorm. i. 77, t. 19.— Acaule. — Hojas pocas,
rígidas, lineales, de 1)4 pies largo, >2 pulgada ancho
finamente estriadas, convexas en la cara, ásperas
en el margen, punzantes en el ápice, la base repenti
ñámente dilatada. Pedúnculo de la de 4 pies de
—104—
longitud. Plores pocas, subespigadas, verdiosas, de
1 ^2 pulgadas largo, limbo tan largo como el ovario ;
tubo igualando* á los segmentos oblongos. Estam-
bres purpúreos de 1>2 pulgadas largo.
Hab. Probablemente en México. Descrita por
el Dr. Todaro de una planta que floreció en el Jar-
din Botánico de Palermo en 1877.
79. A. (LITT.EA) DasvurioideS" Jacobi y Bou-
ché, Monogr. 150; Hook in Bot. Mag. t. 5716. Ba-
ker in Gard. Chron- 1877, 2. fig. 111. ''A. dealbata**
Lemaire. — Acaule. — Hojas 80-100 en una densa ro-
seta, lineales, muy glaucas, de 1 ^-3 pies largo, H"
1 pulgada ancho arriba de la base dilatada, rígidas,
erguidas, extendidas ó falciformes; planas en la cara
y muy convexas en el dorso; adelgazándose gra-
dualmente desde la mitad hasta una espina corta
punzante, aserraditas en el margen, finamente ee-
traidas verticalmente, en ambas superficies. Pe-
dúnculo de 10-12 pies largo incluyendo una espiga
larga y densa frecuentemente pendiente. Flores de
1 1/2-1% pulgadas largo; tubo ampliamente infun-
dibuliforme, de H pulgadas largo; segmentos ama-
rillos de doble longitud del tubo. Estambres de 1 1/2
pulgadas largo.
Hab. México. Figuró en el "Botanical Maga-
zine" tomada de una planta que floreció en el Re-
gentas Park, en Enero 1868. Floreció además va-
rias veces en Reigate y en Kew, la última vez en 1887,
][
—IOS-
GRUPO 7 -INTEGREFOLICE.
80, A. INTEGBIPOLIA Baker. — Acaule. — Hojas
cerca de 90 en una densa roseta, rígidas, oblanceo-
ladas, enteras, encorvadas, muy glaucas, de 5-6
pulgadas largo, 1-1 V2 pulgfadas ancho arriba del
medio, angostándose gradualmente desde la base y
repentinamente hacia una espina terminal punzante,
morena, de H ,pulgadas longitud, de margen entero.
Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Descrita de una planta recibida
en Kew del Jar din Botánico de Missouri en 1885.
81. A. (Euaoave) Newberbti. Engelm. Notes,
21. — Acaule. — Hojas ensiformes, de 7-8 pulgadas
largo, H pulgadas ancho arriba de la base ensan-
chada, rígidas, enteras, angostándose gradualmente
hacia una espina, morena, punzante y terminal da
1/2 pulgada largo. Pedúnculo delgado, de 8 pies de
largo. Panoja estrecha, floja, ramas 1-3 pulgadas
aparte, 1-2 pulgadas largo, llevando cada una 2-5
flore» que solo tienen una pulgada de largo, inclu-
yendo el ovario, con un tubo corto y segmentos
oblongos. Estambres poco exsertos, insertados abajo
del tubo.
Hab. Las montañas del Ñor- Oeste de Arízona,
14
—106—
alt. 4000 pies. Descubierta por el Dr. J. S. Newbe-
rry en Marzo de 1848.
82. A. HoüLLETii Jaoobi Monogr. 256.— Acaule.
— Hojas 30-40 en una roseta, oblanoeóládas, dé 1-
1 1^2 pies largo, 2 pulgadas ancho arriba del medio,
angostándose á una pulgada arriba de la base en-
sanchada, verde brillantes, glaucas en el dorso hacia
la base,casi enteras en el margen ; la espina punzan-
te terminal de ^4, pulgadas largo. Inflorescencia
desconocida.
Hab. Probablemente en México. Descrita por
Jacobi de los Jardines Belgas en 1866. La he visto
viva en Kew y en Reigate. Puede ser una dltima
variedad del "A. rígida."
GRUPO 8.-GBMINIFL0RJB
83. A. (LrrTAJB) Geminiflora. Gawl. in. Bran-
des Journ. üi. t. 1; Bot. Reg. t. 1145; I^eích. Ic.
Exot. t. 209-210; Spin. in. Cat. Hort. Sebast. 1823,
3, con figura. ''Littffia geminiflora" Tagl. — Acaule.
— Hojas 200-300 en uña densa roseta, encordadas
lineales de 1 1/2-2 pies de largo, H^yí pulgadas an-
cho en el medio,verde brillantes, convexas en ambos
lados, no estriadas, el borde pálido dividido en hilos
finos, el ápice ligeramente punzante. Pedúnculo de
—107—
18-24 pies de largo incluyendo la espiga densa.
Flores de 1^-2 pulgadas largo; tubo semicílfndrico
de K pulgadas largo; segmentos lineales, moreno
verdiosos de doble longitud del tubo. Filamentos
de longitud doble de los segmentos.
Hab. México. Introducida al cultivo en 1797.
Primero floreció en 1815 en el jardin del Conde Von
látta, por quien se dio el nombre al género Littcea.
Se encuentra á menudo en los jardines ingleses con
el nombre de ^'Bonapartea júncea," y también ha
8ido llamada "Dracosna Boscii** y "Yucca Boscii.**
U "A Taylori." Hort. WilUans (Gard. Chron. 1877.
ii 125) es un híbrido de jardín del que ''ge-
miniflora" es un pariente y "filamentosa" (no **den-
siflora" oomo se ha dicho) probablemente es el otro.
GRUPO Q.-ALOIDEiB.
84. A. Regia. Baker in Gard. Cron. 1877 ii 620,
fig. 124. **A. revoluta." Hort. Peacock. — Acaule. —
« Hojas 12-15 en una roseta, oblongo-espatuladas, de
IH'lVi pies largo, 4-5 pulgadas ancho en el medio,
angostándose á 2-3 pulgadas arriba de la base, ver-
de brillante en la cara plana, la espina morena, se-
mipunzante, de 1/2 pulgada largo ;los aguijones mo-
deradamente apiñados» morenos, deltoides, á lo más
—ios-
de 1 1/12 pulgadas, los superiores asoendentes, . los
inferiores inclinados hacia abajo. Inflorescencia des-
conocida.
Hab. , Probablemente México. Se ha visto viva
en las colecciones de Kew, Reigate y Hammersmith.
85. A. Melanacantha Lemaire; Jacobi Monogr,
117. — Acaule. — Hojas pocas en una roseta, oblongo-
espatuladas, dé un pie próximamente de longitud, 4
pulgadas ancho en el medio, angostándose á 2 pul-
gadas arriba de la base, de un verde claro opaco, la
espina terminal corta y morena, los dientes equidis-
tantes, pequeños, morenos, deltoide-cuspidados. In-
florescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
cobi de una planta presentada en la Exposición de
Ghent en 1863.
86. A. (EuAGAVE) WiLDiNOHii Todaro. Hort.
Bot. Panorm. t. 32. — Acaule. — Hojas pocas, oblon-
go-espatuladiLs, verde brillante^ de 6-7 pulgadas
ancho en el medio; espina terminal corta,' no pun-
zante, dientes pequeflos, próximos, deltoide-cuspi-
dados, moreno obscuro. Pedúnculo de 4-5 veces la
longitud de las hoja». Panoja floja tan larga como el
pedúnculo. Flores de 1 1^2 pulgadas largo; tubo
muy corto; segmentos amarillentos tan largos como
el ovario. Estambres de doble longitud dé los seg-
mentos.
Hab. Probablemente México. Dibujada por To-
daro, últimamente, del Jardín Botánico de Palermo.
87. A. RuDis. Lemaire; Jacobi Monogr. 118. '*A.
—109—
Malinezii K. Kooh. — Ligeramente caalescente. —
Hojas pocas, oblongo-espatuladas, de 16 pulgadas
de largo, 6-6 anoho en el medio, angostándose á 2
pulgadas arriba de la base, de un verde opaco claro
en la cara cóncava, la espina terminal corta, more-
na, los dientes poco distantes, pequeños, morenos,
deltoide-cuspidados. Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
oobi en 1864 de una planta viva del Jardin de Herr.
Tonel, en Ghent.
88. A. Laürentiana Jacobi, Monogr. 254. —
Acaule. — Hojas moderadamente numerosas, oblon-
go-espatuladas, de l'2-2 pies de largo, 5-6 pulgadas
ancho arriba del medio, angostándose á 3 pulgadas
aniba de la base; la cara verde opaco y muy cón-
cava, la espina terminal corta, fuerte, morena, el
margen ligeramente ondulado entre los dientes, pe-
queños, morenos y deltoides. Inflorescencia desco-
nocida.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
cobi en 1866 de una planta de la colección de Herr.
Laurentius en Leipsic.
89. A. Offoyana. Jacobi, Monogr. 116. — Acau-
le.— Hojas de 25-30 en una roseta, oblongo-espatu-
ladas, de 1 1/2-2 pies largo, 4-5 pulgadas ancho
arriba del medio, angostlndose á 3 pulgadas arriba
de la base, muy cóncavas en la cara, verde brillan-
te; la espina terminal poco punzante de 1^2 pulgada
largo. Inflorescencia desconocida.
Hab. Cuba. Mis apuntes fueron tomados de
una planta que vi en Reigate en Agosto de 1872.
— lio—
Fué descrita por Jacobi de la colección de Madame
Legrelle d'Hanis en Antwerp en 1862.
90. A. (LiTT^A) Celsiana. Hook in Bot. Mag.
t. 4934. — Acaule. — Hojas 20-30 en una roseta, oblon-
go-espatuladas, de 1 1/2-2 pies largo, 4-6 pulgadas
ancho, el medio angostándose á 2 1/2-3 pulgadas
arriba de la base, la cara persistentemente glauca,
plana en el medio ; la espina terminal ligeramente
punzante ; las espinas lanceoladas, apiñadas, muy
desiguales en forma y tamaño, de 1 lyl2-l 1-8 pul*
gadas largo, solamente la más larga morena y cor-
nea en el ápice ; las de abajo del medio del limbo
inclinadas. Pedúnculo de 5-6 pies de largo, inclu-
yendo la espiga densa y corta. Plores de lK-2 pul-
gadas largo ; tubo muy corto ; segmentos verde pur-
púreos, lanceolados, de H-X pulgadas largo. Fila-
mentos de 1)^-2 pulgadas largo.
Hab. México. Descrita por Sir W. J. Hooker de
una planta que floreció en Kew, en Mayo de 1856»
recibida de M. Cels, de París. Floreció otra vez en
el verano de 1879, y una pequeña variedad con ho-
jas de 8-9 pulgadas con Mr. Cordero y en Julio de
1883.
91. A. (LlTT.£A) EHRENBEROn. JaCObi. MoUOgT.
136. — Acaule. — Hojas poco numerosas, oblongo-es-
patuladas de 1 1/2-2 pies largo, 5 pulgadas ancho
arriba del medio ; angostándose á 2 pulgadas arriba
de la base, de color verde glauco opaco en la cara
cóncava; la espina terminal corta morena, los dien-
tes marginales apiñados, pequeños, deltoides, mo-
renos solo en la punta. Pedúnculo 4-5 pies largo.
Flores 1 1/2 pulgadas largo; tubo corto; segmentos
—111—
linealee-oblongos de más 1/2 pulgada largo. Fila-
mentoB de más de 2 pulgadas largo.
Hab. Méxioo. Descrita por Jacobi de plantas
que se vieron en Berlin y Erfurt en 1864. Floreólo
con Herr. Allardt en Berlín en 1867. No puedo por
la descripción separarla específicamente del '*A.
Legrelliana." Jaoobi. Monogr. 253.
92. A. LiNDLEYi Jacobi. Nacht. 37.— Tronco 1 1;2
pies largíi abajo de la roseta de las hojas. Hojas
numerosas, oblongo-espatuladas, de 6-7 pulgadas
ancho en el medio, angostándose á 3-3 1/2 pulgadas
arriba de la base, muy gruesas, planas en el medio,
glaucas; la espina terminal moreno obscura, los
aguijones marginales apretados, deltoides, con la
punta negra y comea. Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Descrita por Jacobi de una planta
de la colección de Mr. Wilson Saunders en 1867.
93. A. (LrrTiEA) Gceppertiana Jacobi. Monogr.
243. — ^Tallo llegando á la longitud de un medio pie.
Hojas 20-30 en una roseta, oblanceolado-oblongas,
de 4-5 pulgadas ancho en el medio, angostándose á
3-3 1/2 pulgadas arriba de la base, verde brillante;
la espina terminal corta, morena, apenas punzante,
los dientes deltoides, apretados, morenos, exten-
didos de menos de una línea de largo. Pedún-
culo, incluyendo la espiga densa, de 4-5 pies, con
longitud total de 8-9 pies. Flor próximamente de
2 pulgadas largo; tubo tan largo como los segmen-
tos oblongos. Estambres de 2 pulgadas largo. Cáp-
sula de X pulgadas largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
—112—
cobi en 1865 de las plantas que se vieron en Breslau
y en Reigate, de las cuales la primera floreció en
1874 y se dibujó en el ''Index Seminum" para ese
año, del Jardtn de Breslau del cual era Director el
Dr. Groeppert.
94. A. (LrrT.^E:A) Hobizontinalib. Jacobi. Nacht.
33. — Caulescente. — Hojas pocas en una roseta,
oblanceolado-oblongas, de 2 pies largo,4-5 pulgadas
ancho en el medio, angostándose á 2K pulgadas
arriba de la base ; la cara ancha acanalada, de un
verde claro brillan te,glauca8 cuando jóvenes; la ep-
pina terminal corta, morena, semi -punzante; los
dientes marginales apretados, pequeños, morenos,
deltoides. Pedúnculo de 6-7 pies largo incluyendo
2-2 1/2 pulgadas de la espiga densa. Flores de me-
nos de 2 pulgadas largo; segmentos oblongos, mo-
reno-rojizos, casi tan largos como el tubo amplia-
mente infundibuliforme. Estambres de 2-2 1'2 pul-
gadas largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja»-
cobi en 1865 de la colección de Yon Elemeet cuya
planta floreció en esa época y de la que tenemos
una fotografía.
95. A. SMrrniANA Jacobi, Monogr. 250. — Acaule.
— Hojas cerca de 30 en una roseta, oblanceolado-
oblongas, de 2-2 1^2 pies largo, 4-5 pulgadas ancho
en el medio, angostándose á 2-2 1^2 pulgadas arriba
de la base, verde brillante en la cara plana, el ápice
semipunzante, moreno, de 1/2 pulgada largo; los
aguijones marginales deltoides, morenos, poco apre-
tados, de 1 1^12 pulgadas largo. Inflorescencia des-
conocida.
—118—
Hab. Mézico; San Luis Potosí. Descrita por
Jacobi de una planta vista en Kew en 1856, que aun
está allí y no ha floreado nunca. No puedo sepa-
rarla claramente por la descripción de la ''A. lam-
prochlora'* y la "A. perlucida" Jacobi.
96. A. HuMBOLDTiANA. Jacobi, Monogr. 251. —
Acaule. — Hojas 30-40 en una roseta, oblanceolado-
oblongas, de 2 ly2-3 pies largo, 5-6 pulgadas ancho
arriba del medio, angostándose á 3 pulgadas arriba
de la base, verde brillantes, ligeramente glaucas
cuando jóvenes; la espina terminal morena, poco
punzante de ly2 pulgada largo, los aguijones margi-
nales pequeños, deltoides, con la punta morena. In-
florescencia desconocida.
Hab. México; San Luis Potosí. Descrita por
Jacobi de una planta vista en Kew en 1866, que aun
está allí y no ha floreado nunca.
97. A. Kewensis. Jacobi. Monogr. 242.— Tronco
ly2 pie largo abajo de la roseta de las hojas. Hojas
30-40 en unaro8eta,oblanceo]ado-oblongas, de 3 1/2-
4 pies largo, 7-8 pulgadas ancho arriba del mediOi
angostándose á 4 pulgadas arriba de la base, verde
brillantes; la'espina terminal semipunzante, corta y
morena, la cara cóncava en el medio, los aguijones
marginales pequeños, próximos, morenos, deltoides.
Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Descrita por Jacobi de una plan-
ta que se vio en Kew en 1865 y que aun está allí.
98. A. (LriT^fiA) Sartorii, K. Koch. Wochen.
1860. 87; Bot. Mag. t. 6292.— "A. Noackii" y **ru-
focincta" Jacobi. "A. péndula" Schnitt. "A. ccbs-
15
—114—
pitosa." Todaro. Hort. Bot. Panorm. t. 8. — ^Tronco
1-2 pié8 de largo, algunas veces ahorquillado. Ho-
jas 30-40 distribuidas en una roseta floja, ensifor-
mes, de 1 l'2-2 pies largo, 3 pulgadas ancho en el
medio, angostándose á 2-2 1'2 pulgadas arriba de la
base, verde brillantes, con una faja pálida abajo del
centro, la cara plana; la espina terminal pequeña y
no punzante, los dientes pequeños, deltoides con la
punta rojo moreno. Pedúnculo lateral de 6-8 pies
largo, incluyendo 2-3 pies de la espiga pendiente.
Plores verdiosas,de l>á-l/¿ pulgadas largo; tubo h
pulgadas largo; segmentos lanceolados de ^4 pulga-
da largo. Estambres casi tres veces la longitud de
los segmentos, insertados en su base.
Hab. México y Guatemala. Introducida en 1863
próximamente. Frecuente en el cultivo y en Kew
generalmente floreaba cada año.
99. A. (LrrrJSA) oblongata. Jacobi. Naoht.
40. — Acaule. — Hojas 20-30 en una roseta, lanceola-
das, de 2 pies largo, 8)4 pulgadas ancho en el me-
dio, angostándose á 3 pulgadas arriba de la base,
verde claro glauco, la cara casi plana en el centro,
la espina terminal pequeña y débil; los aguijones
marginales pequeños, morenos, deltoides y aproxi-
mados. Pedúnculo de 4 pies de largo, espiga densa
de doble longitud del pedúnculo. Flores de 1 1/2
pulgadas largo; tubo corto. Estambres de 2 1/2
pulgadas largo. Cápsula oblonga de IK pulgadas
largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
cobi en 1868 de una planta de la colección de Herr.
—115—
Tonel en Ghent. Tal vez es una variedad de la
"micracantha," no siendo el nombre apropiado.
100. A. (Littaea) Hasblofpii. Jacobi. Monogr.
244. — Ligeramente caulescente. — Hojas oeroa de 20
en una roseta, lanceoladas, de 1 1/2-2 pies largo, 3
pulgadas ancho en el medio, angostándose á 2 pul-
gadas arriba de la base, verde claro brillante; la
espina terminal morena, poco punzante, de 1,2 pul-
gada largo; los dientes marginales morenos, aproxi-
mados; los centrales lanceolados, de H pulgadas de
largo, los inferiores á los dos tercios del borde, más
ó menos inclinados. Pedúnculo de 7 pies largo in-
cluyendo 2 pies de la espiga densa. Flores verdes
1 1;2 pulgadas largo ; tubo corto ; segmentos 1/2 pul-
gada largo. Filamentos 2-2 1,2 pulgadas largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
cobi en 1864 de una planta en el Jardin del Caballe-
ro de quien toma su nombre. La he visto en Kew y
en Reigate.
101. A. (LitTu£a) Muilmanni. Jacobi. Nacht. ii.
76. — Ligeramente caulescente. — Hojas cerca de 90
en una roseta, lanceoladas, de 2 pies ó más de largo,
2-2 1/2 pulgadas ancho en el medio, verde brillante
en la cara cóncava; la espina terminal poco pun-
zante y moreno rojizo; los aguijones marginales
apretados, pequeños, deltoides, rojo-moreno. Pe-
dúnculo, incluyendo la espiga densa y corta, de 4-5
pies de largo. Flores menores de 1 1/2 pulgadas
largo ; tubo muy corto ; segmentos de 1'2 pulgada
largo. Filamentos de IM pulgadas largo.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
—116—
cobi en 1871 de una planta de la colección de Her
Muilmann en Utrecht.
102. A. Martiana K. Kooh. Wochen. 1860. 88.—
Acaule. — Hojas lanceoladas que llegan á una lon-
gitud de 2-2 1/2 pies, 3-^ 1/2 pulgadas ancho en el
medio, angostándose á 2 1/2 pulgadas arriba de la
base; verde claro opaco, la cara casi plana; la es-
pina terminal corta, el margen en la parte de arriba
provisto de una línea continuada morena y fina-
mente dentada; la parte inferior provista de peque-
ños dientes irregulares morenos y deltoides.
Hab. Probablemente México. Descrita de una
planta del Jardin Botánico de Berlin por el Dr. Karl
Koch.
103. A. (Euagave) Carib^a Baker in Gard.
Chron. 1877 ii 683. — Acaule. — Hojas cerca de 90 en
una roseta, lanceoladas, de 2-3 1/2 pies largo, 3-4
pulgadas ancho en el medio, angostándose á 2 1/2-
3 pulgadas arriba de la base, verde brillantes, la cara
casi plana; la espina terminal morena, débil, de 1/2
pulgada largo; los dientes marginales muy peque-
ños, todos pálidos y solo de color moreno en la pun-
ta. Inñorescencia una panoja tirsoide. Flores de
2 pulgadas largo; tubo muy corto; segmentos lan-
ceolados, amarillentos, de K pulgadas largo. Fi-
lamentos casi tan largos como los segmentos.
Hab. Martinica, Hahn 114. Inflorescencia des-
crita de una muestra desecada, recibida del Doctor
Cosson en 1873. Tenemos la misma especie viva en
Kew que me sospecho sea; pero nunca ha floreado.
La otra sola especie de este grupo que tiene una pa-
noja tirsoide es la **A. Wildingii."
—117—
104. A. Bernhardii. Jacobi. Nacht. 38¿— Lige-
ramente caulescente. — Hojas oblanceoladas, de 7-8
pulgadas largo, 3 pulgadas ancho en el medio, an-
gostándose á 2 1/2 pulgadas arriba de la base, verde
claro brillante; la cara más bien cóncava; la espina
twminal corta, de color castaño, delgada, los dien-
tes más bien apretados, deltoides, cuspidados, frá-
giles, desiguales. Inflorescencia desconocida.
Hab. Probablemente México. Descrita por Ja-
cobi en 1868 próximamente, de una planta del Jardin
Botánico de Leipsic.
105. A. (LrrTiEA) Rüpicola Regel in Gartenfl.
vü. 812. — Ligeramente caulescente. — Hojas cerca
de 20 en una roseta, oblanceoladas, de 12-16 pulga-
das largo, 3>¿ -4 pulgadas ancho arriba del medio,
angostándose á 2 >¿ -3 pulgadas arriba de la base,
verde brillante; la espina terminal pequeña y débil,
el margen dentellado más bien que dentado, el extre
mo castaño. Pedúnculo 7-8 pies largo incluyendo
la espiga densa de 2 pies. Flores menores de 2 pul-
gadas largo; segmentos oblongos, amarillentos, de
casi igual longitud del tubo infundibuliforme. Es-
tambres 2 pulgadas largo.
Hab. México. Enviada por Karwinski al Jardin
Botánico de Petersburg en donde floreció en 1863.
106. A. (Litt^a) Bouchei. Jacobi Monogr.
120. — Tronco de casi un pie de longitud.— Hojas 20-
30 en una roseta, oblanceoladas, de 1-1 >2 pies largo,
3>¿-4>¿ pulgadas ancho en el medio, angostándose
á 2>¿-3 pulgadas arriba de la base, verde claro bri-
llante, más bien glauco cuando jóvenes; la espina
—lis-
terminal semipunzante, moreno obscura, de 1/2 pul-
gada largo ; los dientes deltoides, morenos, aproxi-
mados y muy pequeños. Pedúnculo de cerca de 6
pies de largo. Flores menores de 2 pulgadas largo^
verde amarillosas; segmentos oblongos, tan largos
como los tubos. Estambres menores de 2 pulgadas
largo.
Hab. Probablemente México. Introducida al
Jardin Botánico de Berlín en 1861, y allí floreció en
1864. La he visto en Kew y en Reigate.
107. A. (LiTTJEA) MiCRACANTHA. Salmdyck in
Bonpland vii. 93; Baker in Saund. Reí. Bot. t. 827.
— Ligeramente caulescente. — Hojas de 20-30 en una
roseta, oblanceoladas, de 16-18 pulgadas arriba de
la base, verde brillantes, la cara casi plana; la espina
terminal rojo morena y moderadamente ñrme; los
numerosos dientes deltoides, aproximados, moreno -
rojizos, de 1 1/12 pulgadas largo. Pedúnculo inclu-
yendo 3-4 pies de la espiga densa, de 6-7 pies lon-
gitud total. Flores 1>¿-1% pulgadas largo; seg-
mentos oblongos, amarillosos, tan largos como el
tubo infundibuliforme. Estambres 2 pulgadas lai^.
Hab. México. Introducida próximamente en 1860;
ahora frecuente en el cultivo. Descrita de una
planta que floreció en 1870, con Mr. Wilson Saun-
ders en Reigate. Floreció también en Kew en 1867
y 1878.
108. A. (LrTTiGA) Mins. Salmdyck in Bonpland.
vii 93; Baker in Gard Chron. 1877, ü 717. fig. 187.
— Ligeramente caulescente. — Hojas cerca de 30 en
una roseta, oblanceoladas, de 12-16 pulgadas largo,
—119-
9 pulgadas ancho arriba del medio, angostándose é
2 pulgadas arriba de la base, verde brillantesyplanas
en el medio, la espina terminal débil ; los dientes,
deltoides, aproximados, muy pequeños, enteramente
verdes ó moreno rojizo en las puntas. Pedúnculo
9-10 pies de largo incluyendo 3-4 pies de espiga
densa. Flor de casi 2 pulgadas largo; segmentos
oblongas, casi tan largos como el tubo. Estambres
mayores de 2 pulgadas largo.
Hab. México. Introducida en 1860 próxima-
mente. Floreció en Berlin en 1869 y en 1877 en
Mortola en la casa de Mr. Thomas Hanbury , Se ha
visto yiva en Kew y Hammersmith. Apenas no
es más que una variedad de **A. micracantha."
109. A. (Lrrr^A) Albicans Jacobi Monogr. 137 ;
Baker in Gard. Chron. 1877, ii. 717. fig. 138. ''A.
Ousselghemiana." Jacobi. — Acaule. — Hojas cerca
de 30 en una roseta, oblanceoladas, de 12-15 pulga-
das largo, 3-4 pulgadas ancho en el medio, angos-
tándose á 2'2H pulgadas arriba de la base, persis-
tentemente glaucas, con una pequeña espina termi-
nal débil; los dientes corneos, aproximados, more-
nos, deltoidee), de menos de una línea de largo. Flor
1>2 pulgadas largo ; segmentos amarillo verdiosos,
lineal-oblongos, de doble longitud del tubo infundi-
buliforme. Estambres de menos de 2 pulgadas de
longitud.
Hab. México. Introducida próximamente en
1860. Floreció en 1867 en la casa del Conde Ker-
ohove d'Ousselghem, y en 1882 en la de Mr. Justus
Corderoy. Apenas es solo una variedad de **mi-
cracantha." Hay una forma con hojas veteadas.
—120—
110. A. Thomsoniana. Jacobi. Monogr. 240. —
Acaule. — Hojas 30-40 en una roseta, oblanceolado-
oblongas, de 12-15 pulgadas largo, 3>á-4>sí pulga-
das ancho arriba del medio, angostándose á 2>¿-3
pulgadas arriba de la base, verde muy brillante ; la
espina terminal morena, semipunzante, de ^ pul-
gada largo; los dientes aproximados, rojo-moreno
muy irregulares, el más largo de 1 1/12 pulgadas.
Inñorescencia desconocida.
Hab. México. San Luis Potosí. Descrita por
Jacobi, de una planta vista en Kew en 1865, y nom-
brada en obsequio del Dr. Thomson.
111. A. Wallisii Jacobi. Nacht. ii 78. — Acaule.
— Hojas pocas, lanceoladas, de 9- 10 pulgadas largo,
2 pulgadas ancho en el medio, angostándose & IH
pulgadas arriba de la base, verde brillantes ; espina
terminal morena, corta; los dientes deltoides, apre-
tados, pequeños, morenos. Inflorescencia desco-
nocida.
Hab. Colombia; enviada por Wallis á Linden en
1867.
112. A. (LiTTiEA) Chloracantha. Salmdyckin
Bonpland. vii. 93. — Tronco algunas veces de }ú pie
de largo. — Hojas cerca de 30 en una roseta, oblan -
ceolado-oblongas, de 18-20 pulgadas largo, 4-5 pul-
gadas ancho arriba del medio, angostándose á 2K-
3 pulgadas arriba de la base, verde brillantes; la es-
pina terminal pequeña y débil, y los dientes margi-
nales próximos, muy pequeños, deltoides, con las
puntas algo morenas. Pedúnculo de 6-6 pulgadas
largo, incluyendo 2 pies de una espiga densa. Fio-
—121—
res de 1>¿ pulgadas largo, verde brillante. Estam-
bres más de 2 pulgadas longitud.
Hab. México. Introducida en 1860. Descrita
de una planta de Mr. J. T. Peacock, que floreció en
Kew en Marzo de 1882.
113. A. Brauniana Jacobi. Monogr. 240. — Casi
acaule. — Hojas 30-40 en una roseta, lanceoladas,
de 15-18 pulgadas largo, 2H'-2H pulgadas ancho en
el Inedio, angostándose á 1>¿-1% pulgadas arriba
de la base, verde brillantes, la cara plana en el cen-
tro, la espina terminal morena, semipunzante, de ly2
pulgada largo; los dientes deltoide-cuspidados, mo-
deradamente próximos, morenos, de l'2-l líneas
lai^go, algunas veces confluentes en un borde conti-
nuado moreno; los superiores encorvados hacia
arriba y los inferiores hacia abajo. Inflorescencia
desconocida.
Hab. México; San Luis Potosí. Descrita por
Jacobi de una planta vista en Kew en 1865, que to-
davía está allí y nunca ha floreado.
GRUPO 10 -SERRULAT^.
114. A. Pruinosa Lemaire; Jacobi. Monogr.
168. *'A. Debaryana" y "Kellockü" Jacobi. '*A.
Gheisbreghtii" y "dentata." Hort. — Ligeramente
16
—122—
caulescente. — Hojas 10-20 en una roseta, extendi-
das, oblanceolado-oblongas, de 1 1/2-2 pies largo,
4-5 pulgadas ancho arriba del medio, angostándose
á 2-2 1^2 pulgadas arriba de la base; la cara plana
verde pálido glauco, textura suave y carnosa ; la
espina terminal no del todo punzante, el borde pro-
visto de pequeños dientes deltoides, extendidos,
irregulares, verde pálido y sin ningún tinte moreno.
Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Introducido por De Smet de
Ghent en 1863. Hábito de la "attenuata," de la
cual difiere por sus hojas aserraditas.
115. A. (LrrrjSA) Bracteosa. S. Wats, in Proc.
Amer. Acad. xi, 162; Engelm, in Gard. Chron. 1882,
ii 776 figs. 138-139. — Acaule. — Hojas cerca de 15 en
una roseta, lineales, de 1 l'2-2 pies largo, 1 1'2 pul-
gadas ancho, abajo, angostándose hacia el extremo
terminal no punzante, finamente aserraditas. Pe-
dúnculo de 3-4 pies largo, con numerosas bracteas
encorvadas, subuladas, de 4-6 pulgadas largo; flo-
res en espiga densa de casi 2 pies largo. Flor de
casi una pulgada largo; tubo muy corto; segmentos
oblongos, de H pulgadas largo. Estambres de 2
pulgadas largo. Cápsula oblonga, de 1/2 pulgada
largo.
Hab. El Norte de México, cerca de Monterrey.
Introducida por el Dr. Palmer al Jardin Botánico de
Cambridge (Harvard) en donde floreció en 1881.
Hábito del **A. yucceefolia."
—123—
GRUPO 11-ATTENUAT^.
116. A. (Litt^a) Elemeetiana. Jacobi. Mo-
nogr. 178, 313; Baker in Saund. Ref. Bot. t. 163;
Gard. Chron. 1876. ii. fig. 115. — Acaule. — Hojas 20*
25 en una roseta, oblanceolado-oblongas, de 1 1/2-
2 pies largo, 4 1/2-6 pulgadas ancho arriba del me-
dio, angostándose á 3-4 pulgadas arriba de la base,
ligeramente glaucas, la cara plana arriba del medio,
el extremo no punzante; el margen pálido y casj
entero. Pedúnculo 12-13 pies largo, incluyendo 3-
4 pies de una espiga densa. Flores de Ih'l -« pies
de largo; tubo casi ninguno; segmentos amarillo
verdiosos, oblongos, de 1/2-^ pulgadas largo. Es-
tambres de 2 pulgadas largo.
Hab. México. Introducida en 1864 próxima-
mente y nombrada por Jacobi en honor de su amigo
M. de Jonge Van Elemeet, cuya hermosa colección
fué distribuida en 1873. Floreció primero en la casa
de Mr. Wilson Saunders en Reigate en 1867 y des-
pués floreció en Kew en 1877 y 1883.
117. A. (Litt^a) Attenuata Salmdyck. Hort.
Dyck. 308; Rev. Hort. 1875, 1499 figs. 31-32. "A.
glaucescens." Hook. in Bot. Mag. t. 5333; Gard.
Chron. 1887 ü. 219 fig. 55. *'A. spectabilis." Hort.
— Tronco que llega á 4-5 pies de longitud, abajo de
-124—
la roseta de las hojas. — Hojas 10-20 en una roseta,
extendidas, oblongas, de 2-2 ±¡2 pies de largo, 8-9
pulgadas ancho arriba del medio, angostándose á
2 1^2-3 pulgadas arriba de la base, persistentemente
glaucas, la cara plana, el extremo no del todo pun-
zante, el borde pálido y casi entero. Pedúnculo del
doble de las hojas; bracteas aplicadas, lanceoladas.
Espiga densa, pendiente, de 6-8 pies largo. Flor 2
pulgadas largo ; segmentos amarillo verdiosos, oblon-
gos, más largos que el tubo infundibuliforme. Es-
tambres de menos de 2 pulgadas largo.
Hab. México, introducida al cultivo en 1834 pró-
ximamente. Floreció varias veces en Kew, comen-
zando en 1861, y fué dibujada últimamente en el
**Gardener's Chronicle" de una planta que floreó en
la casa del Dr. Henriques en Coimbra.
GRUPO 12.-VIVIPAR^.
118. A. PüGiONiFORMES. Zuccar. in Nova Acta
xvi 2,676. — Acaule. — Hojas lineales, de 1 1/2-2 pies
largo, 6-8 líneas ancho, glaucescentes, angostán-
dose gradualmente hacia una espina terminal, mo-
rena oscura, firme, de 1/2-^ pulgadas largo; lige-
ramente cóncavas en la cara, los dientes pequeños
distantes, deltoide-cuspidados, moreno oscuro, rec-
tos ó uncinados. Inflorescencia desconocida.
—125—
Hab. México, introducida en 1830. No he visto
nunca esta especie.
119. A. Serrülata Karw, in Otto Gartenzeit.
1842. 51. — Acaule. —Hojas ensiformes, 2'2H pies
largo, una pulgada ancho en el medio, angostándose
á )í pulgadas arriba de la base, glaucescentes, la
cara ligeramente cóncava, la espina terminal muy
pequeña, negra, los dientes pequeños, apretados, en
la parte inferior del margen ; al principio verdiosos,
después morenos. Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Introducido al cultivo en 1842
próximamente. También esta especie nunca la he
visto.
120. A. (Euagave) Vivípara Linn. Sp. Plant.
461 (Rumph. Amboin v. 273. tab. 94); Wight, Se.
t. 2044, non Salmdyck. "A. cantula" Roxb. "A.
Rumphii" Hassk. — '*Fourcroya Cantula" Haw. —
Ligeramente caulescente. — Hojas de 20-50 en una
roseta, ensiformes, de 2-3 pies largo, 1 1/2-2 pulga-
das ancho en el medio, angostándose á 1-1 1'4 pul-
gadas arriba de la base, verde (»paco, en su madu-
rez, glaucas en menor edad, de textura delgada pero
firme; la espina terminal morena, semipunzante, 1'2
pulgada largo, los dientes, deltoides, equidistantes,
morenos, ganchudos, de 1/2-1 línea largo. Inflores-
cencia alcanzando una longitud de 12-20 pies; pa-
noja tirsoide mucho más corta que el pedúnculo.
Plores de 1 1/2-2 pulgadas largo, á menudo trans-
formadas en un bulbillo parecido al de la**FurcraBa; "
tubo muy corto; segmentos amarillo verdiosos, de
3Í-1 pulgada largo. Filamentos de doble longitud
de los segmentos.
—126—
Hab. México y Honduras. Introducida hace
tiempo y ahora muy extendida en el Viejo Mundo.
Es común en la India, y la hemos tenido también de
Fernando Po. Últimamente ha floreado dos veces
en la casa de Mr. Thos Hanbury en Mortola. Des-
crita completamente por Jacobi, bajo el nombre de
'*A. Cantula" Galeotti en su primera *'Nach trage"
p. 45-47. No puedo por la descripción separarla del
''A. bulbifera" Salmdyck y -'A. stenophylla" Ja-
cobi.
121. A. RijBEgCENS Salmdyck. Hort. 1834. 306.
''A. flaccida" Haworth? — Acaule. — Hojas lanceo-
ladas de 2 pies largo, 1 1'2 pulgadas ancho, glaus-
cecente, cambiándose en rojiza á la luz del medio
día ó cuando se marchitan, suavemente encorvadas,
la parte de arriba muy acanalada; la espina termi-
nal delgada y morena, los dientes pequeños, apre-
tados, deltoides, blanquiscos, con la punta moreno
pálido. Inflorescencia desconocida.
Hab. México, descrita por el Príncipe Salmdyck
de su propia colección en 1834.
122. A. Laxa. Zucar in Salmdyck Hort. 1834, 8;
Baker in Gard. Chron. 1877, ii ñg. 51. — Ligeramen-
te caulescente. — Hojas 50-60 en una roseta, ensi-
formes, de 2-2^ pies largo, 1 1/2-2 pulgadas ancho
en el medio, angostándose á una pulgada arriba de
la base y muy gradualmente del medio hacia eJ ápi-
ce semipunzante, pequeño^ moreno obscuro ; verde
brillantes, ligeramente glaucas hacia la base en su
primera edad, los aguijones marginales distantes,
ganchudos, morenos, de casi una línea de largo. In-
florescencia desconocida.
—127-
Hab. México. Fué descrita por el Príncipe Salm-
dyck de su propia colección en 1834. Puede ser una
variedad d©l "A. vivipara."
123. A. Bromeli^folia. Salmdyck. Hort. 1834,
303 "A. teoxamuliana" Karw. — Acaule. —Hojas en-
siformes, parecidas á las de la "Karatas Pinguin,"
de 2-2 1/2 pies largo, 2-2 1'2 pulgadas ancho en el
medio, angostándose á una pulgada arriba de la ba-
se, verde reluciente; la espina terminal débil, los
dientes deltoides, moderadamente apretados, gan-
chudos, moreno rojizos de 1-1/12 &1H pulgadas lar-
go. Inflorescencia desconocida.
Hab. México. Introducida al cultivo por Kar-
winski en 1834 próximamente.
124. A. (EUGAVE) SOBOLIPERA. Salmdyck. Hort.
1834, 307 (Herm. Lugd. 16-17 con figura). **A. an-
tillarum." Dése. — Ligeramente caulescente. — Hojas
20-40 en una roseta, oblongas, de 2-3 pies largo, 3-5
pulgadas ancho en el medio, angostándose 2-3 pul-
gadas arriba de la base, verde muy brillante, la ca-
ra muy cóncava; la espina terminal semipunzante
de 1/2 pulgada largo; los aguijones marginales, dis-
tantes, morenos, deltoide-uncinados, de 1-1/12 á
IH pulgadas largo. Pedúnculo de 8-10 pies largo.
Inflorescencia en panoja deltoide; las ramas más
bajas, 9-12 pulgadas largo. Flores 2-2 1/2 pulga-
das largo; tubo 1 1/2 pulgadas de largo; segmentos
lineales, oblongos, amarillo brillante, ^-1 pulgada
largo. Estambres menos del duplo de los segmen-
tos. Cápsula oblonga, de 1 Iy2-1K pulgadas largo.
Hab. Indias Occidentales. Primero señalada co-
—128—
mo planta cultivada por Hermann en 1678. Mi des-
cripción está tomada de las plantas vivas de Kew y
Reigate y de una inflorescencia delDr. Engelmann,
cuyas notas fueron hechas de planta» coleccionadas
por el Dr. Parry y Mr. C. Wrigh en Santo Domin-
go. Se parece á la '*Furcroea cubensis" en hojas y
hábito, se le llama á menudo, ''A vivípara" en los
Jardines Ingleses, y está dibujada con ese nombre
en Gard. Chron. 1877 ii fig. 150.
126. A. FoRDAROi, Baker. — Acaule. -Hojas o-
blongas, de 6-7 pies largo, 18 pulgadas ancho en el
medio, angostándose á 9 pulgadas arriba de la ba-
se, verde brillante, muy undulada, la cara muy cón-
cava, la espina terminal apenas punzante, el borde
muy undulado entre los aguijones marginales, muy
anchos deltoides y ganchudos. Inflorescencia des-
conocida.
Hab. Probablemente México. Descrita de una
hoja y fotografía enviada por el Dr. Todaro en Ene-
ro de 1886. Ha sido cultivada en elJardín Botánico
de Palermo, bajo el nombre de ^*A. undulata." Es
' una planta magnífica, con las hojas como las de **A.
sobolifera," en color y en textura, pero con el borde
ondulado y dientes anchos de los "A. Scolymus" y
'potatorum."
GRUPO 13-YUCC.fflFOLLffi
126. A. (LitTíEA) YucCíEFOUA- D C in Red. Lil.
1 328-829; Hook in Bot Mag. t. 5213. "A. CJohnia.
na" Jacobi. — Ligeramente caulesoente* — Hojas de
20-30 en una roseta densa, lineales, muy encorva-
das, de 1 1/2-2 1/2 pies largo, ^-1 pulgada ancho en
el medio, dilatándose 1 1,2 pulgadas de la base, pro-
fundamente acanaladas abajo de la cara, de un verde
opaco glauco, con una banda pálida abajo del cen-
tro, la punta no es del todo punzante, el dorso an-
chamente redondo; el borde con una angosta línea
morena, escariosa, entera ú obssuramente aserra-
dita. Pedúnculo 6-8 pies largo, incluyendo una es-
piga corta y floja. Flor de 1 1/2 pulgadas largo;
tubo H pulgadas largo; segmentos lineal oblongos,
amarillo verdiosos, de H-X pulgadas largo. Es-
tambres de doble longitud de los segmentos.
Hab. México. Introducida al cultivo casi al prin-
cipio de la centuria. Floreó en Kew en 1829 de una
planta traída por Richard Cunningham de París, y
otra vez en 1861 y 1874; y en la casa de Mr. Tho-
mas Hanbury en Mortola en 1887. Las flores mu-
chas veces están solas ó bien por pares; enlazán-
dose así los subgéneros "Litt®a'' y **Manfreda."
127. A. (LiTT^A) Spicata. Cav. Desori. 454.
17
—130—
non D. C. Hojas extendidas, ensiformes, de más de
2 pies de largo, y de cerca de 3 pulgadas ancho en
la base en donde es muy ancha, acanaladas abajo
de la cara, aserraditas en el margen. Pedúnculo de
15 pies largo, incluyendo los 6 pies de espiga. Pe-
rianto amarillo verdioso; tubo corto; segmentos li-
neal-oblongos. Estambres de doble longitud de
los segmentos.
Hab. Desciáta por Cavanilles en 1802 de una
planta que floreó en el Jardin Botánico de Madrid,
traida de la Habana. No hay otros botánicos que
la hayan visto.
GRUPO 14.-HERBAGEiE
128. A* (Manpreda) Magülata. Regel. Ind.
Sem. Hort. Petrop. 1856. 16 "A. maculosá." Hook
in Bot. Mag. t. 5122; Fenzi in Gard. Chron 1872,
1194, fig. 273.— Acaule.— Hojas 12-20 en una rose-
ta, lanceoladas, extendidas, de 1/2-1 pie largo, K-
1 pulgada ancho en el medio.; verde glaucas, salpi-
cadas en ambos ladoa de manchas morenas irregu-
lares; el ápice no del todo punzante; el margen dis-
tinto ó más bien separadamente aserradito. Pe-
dúnculo de 1 1/2-3 pies largo; bracteas pocas y muy
reducidas. Flores en racimo flíojo subespigado, de
—181—
1/2-1 pie lai^. Perianto 1 1/2 pulgadas largo;
tubo semicilíndríco, encorvado, de K pulgadas lar-
go; segmentos lineal-oblongos,verde purpúreo, me-
nores que la longitud del tubo. Estambres casi tan
largos como los segmentos. Cápsula de K pulgada
largo.
Hab. Texas y el Norte de México. C. Wrigh,
483.' 1905.' Palmer 1306.' 1307.'
129. A. (Manfreda) Sessiflora. Hemsl. Bot.
Cent. Amer üi. 350. tab. 88. — Acaule. — Rizoma de
21/2 pulgadas diámetro. Hojas lineales ó ensifor-
mes, de 1-1 1/2 pies largo, 1/2- >í pulgada ancho en
el medio, angostándose gradualmente en una punta
larga; apretadamente aserraditas en el margen.
Pedúnculo de 2 pies ó más largo. Espiga corta y
floja. Flores 1 1/4-1 1^2 pulgadas largo; tubo an-
gosto, in£undibuliforme,tan largo como los segmen-
tos lineal-oblongos y morenos. Estambres muy
unidos.
Hab. Montañas centrales de México. Bourgeau
412! 30031
130. A. (Manfreda) Revoluta. Klotzsch in
Otto. T. Dietr. Gartenzeit. 1870. 274.— Acaule.—
Hojas una docena ó más, lanceoladas, de 6*8 pul-
gadas largo, 1'2-^ pulgadas ancho abajo, verde
claro harinosas, por debajo falciformes, acanaladas
abajo de la cara, con el margen entero. Pedúnculo
de 4 pies largo, incluyendo la espiga densa. Pe-
rianto de l>í-l 1'2 pulgadas largo; tubo de igual
longitud de los segmentos lineal-oblongos y verdio-
sos. Estambres exsertos.
—132—
Hab. México. Introduoido al Jardín Botánico
de Berlín en 1840.
131. A. [Manfreda] Variegata. Jacobí. Mo-
nogr. 180; Baker in Saund, Ref. Bot. t. 326. — Acau-
le.— Hojas 15-18 en una roseta, extendidas, lanceo-
ladas, de 12-15 pulgadas largo, 1-2 pulgadas ancho,
muy acanaladas abajo de la cara, con manchas mo-
renas abundantes, fondo verde; el margen estrecho
cartilaginoso, obscuramente aserradito. Pedúnculo
de 3 pies largo, incluyendo 12-15 pulgadas de la es-
piga floja de 12-15 Alores. Flores 11/4-1 1/2 pulga-
das largo; tubo semicilíndrico, igual en longitud á
los segmentos lineal-oblongos, moreno verdiosos.
Estambres muy exsertos. Cápsula oblonga, menor
de una pulgada en longitud.
Hab, Norte de México; valle de Rio Grande.
Descubierta por el Dr. Gregg en 1847. Descrita de
una planta que floreció en la casa de Mr. Wilson
Saunders en 1870.
132. A. (Manfreda) Alibertii. Baker in Gard.
Chron. 1853. i 176. "Allibertia intermedia" Marión.
— Rizoma con variáis hojas -escamas, carnosas, en-
vainantes.— Hojas 10-12 en una roseta, lanceoladas,
de 12-16 pulgadas largo, angostándose g^radual-
mente deede un poco arriba de la base, á una punta
aguda y acanalada, aserraditas en el margen. Pe-
dúnculo, incluyendo la inflorescencia, de 4-5 pies
largo. . Plores subespigadas ; pedículos muy cortos.
Perianto un poco mayor de una pulgada largo ; tubo
semicilíndrico ; segmentos muy cortos. Estambres
exsertos en casi una pulgada.
—133-
Háb. Probablemente México. Dibujada y des-
crita por M. Marión en la **Rewe Horticoledes Bou-
ches du Rhone/' Septiembre y Noviembre de 1892.
Recibimos una planta viva en 1894 de M. Delenil
rotulada *'Alliberthiera intermedia."
133. A. (Manfbeda) Pubescens. Regel <fc Ort-
^es in Gartenfl. 1874, 227, tab. 804.— Hojas 12-15
en una roseta, extendidas, lanceoladas, de 9-12 pul-
gadas largo 1-1 1'2 pulgadas ancho, papilosa y fina-
mente pubescente en ambas superficies, verde opa-
ca8,con manchas purpúreas hacia la base, no aserra-
ditas. Pedúnculo de 3 pies largo. Espiga H pie
largo, floja, 12-15 pies. Perianto IH pulgada lar-
go; tubo semicilíndrico, más largo que los segmen-
tos lineales oblongos verdio3os,que tienen >4->í pul-
gada largo. Estambres muy exsertos.
Hab. México. Introducida por Roezl en 1870.
Vista en la casa de Mr. J. T. Peacock en Diciembre
de 1877, pero no en ñor.
134. A. (Manfreda) Virginica Linn. Sp. Plant.
416; Jacq. Ic. t. 378; Bot. Magt. 1157, no MiUer.—
Acaule. — Hojas 10-15 en una roseta, extendidas,
lanceoladas, de }4-l}i pies largo, 1-3 pulgadas an-
cho en el medio, verde claro ó salpicado de manchas
morenas, el margen blanco, ango8to,poco aserradi-
to. Pedúnculo de 2-3 pies largo. Flores verde mo-
reno, colocadas en un racimo flojo,de 1-1 >a pies lar-
go; pedículos inferiores de 3í-K pulgada largo. Pe-
rianto de 1-1 M pies largo; tubo semicilíndrico,de )i
pulgada largo; segmentos lineales oblongos, de K-
>é pulgada largo. Estambres 2-3 veces la longitud
de los segmentos. Cápsula >2-X pulgada largo.
-134—
Hab. El Sur de los Estados Unidos.
135. A. (Manpreda) Brachystachys, Cav. Des-
cri. 458. "A spicata" DC. in Red. Lil. t. 485, nar.
Cav. "A. polyanthoides," Cham. A. Sohlecht. "A.
saponaria." Lidl. in Bot. Reg. XXV. t. 55. "A. hu-
milis" Roem. — Acaule. — Hojas* 12-15 en una roseta,
extendidas, lanceoladas, de -1>¿ pies largo, 1-1 >¿
pulgadas ancho en el medio, lisas, verde claro, el
margen pálido muy indistantemente aserradito. Pe-
dúnculo de 3-4 pies largo ; bracteas distantes, pe-
queñas. Espiga floja de un pie ó más de largo.
Flores 2 pulgadas largo ; tubo semlcilíndrico, K-l
pulgada largo ; segmentos lineales, amarillo verdio-
sos de H pulgada largo. Estambres de doble longi-
tud de los segmentos. Cápsula X pulgada largo.
Hab. México. Introducida al cultivo al principio
de la centuria. Coulter 1555. Andriex 16! La tuvi-
mos viva en 1877 del Rev. H. N. Ellacombe. El
nombre nativo es "Amolé" y la raíz se usa como
jabón.
136. A. (Manpreda) Planipolia S. Wats. Con-
trib. XIV 479.— Rizoma persistente por tres ó cua-
tro años. — Hojas lanceolatas, planas ó casi planas
18-2 pulgadas largo, 1-2 Já pulgadas ancho en el me-
dio, sin manchas, finamente dentadas. Pedúnculo
de 4-6 pies largo. Perianto de % pulgada, sin in-
cluir el ovario ; segmentos 3-4 veces la longitud del
tubo. Estambres muy unidos.
Hab. México, provincia de Chihuahua, colectada
por Mr. C. G. Pringle en 1886.
137. A. (Manpreda) PROruBEBANS.Engelm. ine-
—186-
dit. ^'A guttata" Hemsi. Biol. Cent. Amer. Bot. iii.
t. 87. — Acaule. — Hojas 8-12 en una roseta; exten-
didas, lanceoladas, de más de un pie largo en la ma-
durez, I-IH pulgadas ancho en el medio, angos-
tándose á % pulgada arriba de la base, ligeramente
acanaladas abajo de la cara, verde opaco, salpicado
de manchas morenas confluentes, apretadamente
denticuladas en el margen cartilaginoso. Pedúncu-
lo de 3-4 pies largo. Flores en espiga densa ó flo-
ja. Perianto de 1-1 3^4 pulgadas largo; tubo 1/6- >4
pulgada largo, anchamente infundibuliforme; seg-
mentos lineales oblongos de 2-3 veces la longitud del
tubo. Filamentos de doble longitud de los segmen-
tos. Cápsula oblonga de menos de una pulgada
largo.
Hab. México. Montañas de San Luis Potosí,
alt. 6,000-8,000 pies Schaff ner 505 1 506 ! Parry J.
Palmer 865! Descrita parcialmente de plantas vi-
vas en Kew, recibidas de Max. Leichtlin.
138. A. (Manpreda) Guttata. Jacobi <fc Brou-
ché, Monogr. 190; Nacht. ii 87. — Acaule. — Hojas
pocas, lanceolado -extendidas, 15-16 pulgadas largo,
2 pulgadas ancho abajo del medio, profundamente
acanaladas abajo de la cara, verdes más pálidas por
debajo, con rayas subharinosas y manchas moreno
rojizas en ambas superficies y de margen sub-ente-
po. Flores IH pulgadas largo ; segmentos lineal-
oblongos, de doble longitud del tubo corto, infundi-
buliforme. Estambres de 2 pulgadas largo.
Hab. México. Introducida al Jardín Botánico de
Berlin en 1860 próximamente por Ehrenberg y flo-
reció en 1870.
—136—
139. A. (Manfreda) Undülata Klotzsch in Otto
ADietr. Garten2i«it. 1840. 274. **A. drimicBfolia'*
Hort. — Acaule. — Hojas una docena ó más en una
roseta, lanceoladas, de 1>¿ pies largo IH pulgadas
ancho, con canaladuras profundas abajo de la cara, '
verde opaco glauco, sin manchas, muy onduladas,
el borde estrecho cartilaginoso paco aserradito. Pe-
dúnculo de 3-4 pies largo. Flores de más de 1>¿
pulgadas largo; segmentos de doble longitud del tu-
bo. Estambres muy exsertos.
Hab. México. Introducida al Jardín de Berlin
en 1840 y floreció allí en 1869.
1 1 I I 1 1 I I I I I 1 1 1 I I I I I I I I I I I
CLIMA Y TERRENO.
J[_^^OS diferentes magueyes que dan los productos
que hemos indicado, requieren climas di-
versos.
El henequén [lámina 9a.]) agave rígida, osisala-
na, etc., es propio de los climas calientes y algo re-
secos, la lechuguilla y el mezcal dan sus mejores
rendimientos en los climas templados, y el maguey
del pulque [lámina 8a.], prospera en las partes al-
tas y frías ; mas todos ellos no son exigentes en cuan -
to á la naturaleza de los terrenos.
Como todas las plantas g^rasas, se acomodan en
los más ingratos, en donde cualquiera otra planta no
prosperaría.
18
—138-
El maguey de pulque semejante á la vid, crece y
da su aguamiel más azucarada y fluida en las coli-
nas, en los terrenos en pendiente, resecos, calizos ó
volcánicos.
En las llanuras, en los terrenos arcillosos ó en los
ricos en sustancias orgánicas, produce mucha agua-
miel insípida espesa y desabrida.
Aunque constituido para soportar las sequías y la
rápida evaporación, debido á la altura en que vege-
ta, los rigores del invierno; las granizadas y otras
inclemencias cuando está en producto,, le perjudi-
can, pues es bastante sensible á las influencias at-
mosféricas, disminuyendo su producto por un aba-
timiento en la temperatura, por los fuertes vientos
que soplan y por cualquiera perturbación atmosfé-
rica.
La vegetación del maguey de pulque es lenta y
continuada; en estado silvestre tarda para florecer
de 12 á 19 años, según el clima ; el cultivo aproximii
este tiempo. Como todas las plantas grasas, para
alimen tarde, absorve por las hojas, que al efecto es-
tán sembradas de inumerables estomas, los gases
atmosféricos y por sus raices toma las sustancias fi-
jas del terreno. La superficie de absorción es muy
grande. Según los Sres. Blázquez, ésta es de 30,000
pulgadas cuadradas. Florece una sola vez; pero
antes de terminar su existencia, se desarrollan en el
rizoma gran cantidad de yemas laterales fmecuates]
que sirven y se emplean para la reproducción y cul-
tivo del vegetal. En nuestros climas florecen los
magueyes y madura su fruto ; pero no es el medio
general de propagación, porque aparte delinconve-
—188—
niente que tiene toda la planta obtenida por semilla
de degenerar para volver al tipo silvestre, dilata mu-
cho su desarrollo; no obstante los pocos experimen-
tos que se han hecho para obtener plantas por se-
milla han prosperado muy bien.
La verdadera zona del maguey manso fino, es más
bien fría que templada, cuyos límites ya hemos de-
signado al principio de esta Memoria; tiene una al-
titud sobre el nivel del mar de 2,220 metros á 2,700,
y su composición geológica es una toba arcillosa,
llamada tepetate. (*)
La lechuguilla (lámina 10a) v^^ta perfectamente
bien en los terrenos montañosos, creciendo en esta-
do silvestre en muchos Elstados de la República. Es
una de las plantas cuya explotación no está aún de-
bidamente ordenada ni sometida al cultivo.
Las variedades del henequén requieren los terre-
nos que hemos indicado en las páginas de la 43 á la
46 de esta Memoria, pero eñ tesis general los calizos.
El Sr. Peniche describe en los siguientes térmi-
nos la constitución geológica de la Península de Yu-
catán y los terrenos convenientes para el henequén :
*'E1 suelo de Yucatán es el lecho del mar levan-
tado y metamorfoseado en la mayor extensión de su
superficie por la acción de la materia ígnea del glo-
(*) También se le da el nombre de tepetate al
conglomerado pomoso, que se emplea como roca de
construcción en el Valle de México.
—140—
bo. Su génesis debe remontarse al período cretá-
ceOy según las huellas que han dejado impresas en
la roca sus antiguos moradores. Este suelo de pie-
dra, abrasado por el sol de los trópicos, sólo es pro-
pio para llevar algunas especies fáciles y tardías.
En general es árido y casi desnudo de vegetación.
Sólo ofrece á la vista el espectáculo de una natura-
leza desolada. No se ve por todas partes mas que
árboles y arbustos deshojados, al pie de Cuyos tron-
cos, más ó menos desunidos, crecen algunas yerbas
enfermizas. El henequén, esto es lo único que atrae
las miradas del que recorre sus inmensos páramos.
No parece sino que el Gran Poder, provisor de la
Naturaleza, quiso compensar la esterilidad de este
suelo ingrato, haciendo surgir de sus entrañas pe-
trificadas, la más singular, la más exclusiva de las
plantas útiles, el henequén, esta planta preciosa que
vendría á ser para sus pobladores la única fuente de
riqueza y bienestar. Pero el aspecto triste y des-
consolador de este semidesierto, cambia completa*
mente en algunos lugares donde se ostenta lujurioso
y magnífico. Estos bellos parajes son como fértiles
oasis en medio del desierto."
"El tiempo, por la acción erosiva de las aguas llo-
vidas y del aire, ha ido modificándola roca de sedi-
mentación en parte metamorfoseada que constituye
el suelo de esta vasta península; pero como dichas
aguas carecen de corriente por la perfecta horizon-
talidad del terreno, no pueden desaparecer sino por
la infiltración, dejando depositar en este acto Jos pro
ductos del deslave. Elste es el origen de los '*oeno-
tes," verdaderas grutas formadas de caliza estalac-
ticia, y de algunos terrenos de arcilla y de aluvión
—141—
C^Kankab" y ^^chíchluum,") los más prc^pios para
el cuMyo de la planta de que me ocupo.'*
El henequén de Veracruz [Lámina 11] se acomoda
bien en los terrenos calizos.
LfOS terrenos convenientes para el cultivo del ma-
guey mezcal (lámina 12a.) en el Estado de Jalisco,
son los resecos y aquellos entre cuyos componentes
predomina la arcilla y la sílice, esto es, los terrenos
arcülo- arenosos.
No conozco ningún análisis que dé la composi*
ción mineral de las plantas de maguey de pulque,
lechuguilla y henequén.
El Sr. Lázaro Pérez ha hecho el análisis de la ce-
pa del maguey de mezcal y le asigna la composición
águiente: [*]
Cien gramos de polvo seco de la cepa dieron 3gr.
800 de cenizas, las cuales contienen :
De ácido sulfúrico gramos 1.344
„ Ídem fosfórico „ 0.212
„ Ídem carbónico •^ . . . ,, 0.080
„ silícico „ 0.600
„ cal „ 1.028
[*] Estudio sobre el maguey llamado mezcal en
el Estado de Jalisco. — Ouadalajara. Imprenta, Li-
tografía y Librería de Ancira y Hermano, Santo Do-
mingo núm. 13.— 1887.
-142—
De pota43a gramos 0.170
sosa.. „ 0.026
alúmina „ 0.110
magnesia ,, 0.133
cloro „ 0.050
fierro „ 0.006
Pérdida „ 0.043
3.800 [♦]
[*] Haremos notar la enorme proporción de
ácido sulfúrico, de cal y de ácido fosfórico que no
se encuentran en ninguno de los análisis de plantas
conocidas, por lo que creemos que necesita rectifi-
cación.
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 ttt 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
ABONOS.
Contrariamente á lo que algunos práotíoos
asientan, las diferentes clases de magueyes
cuyos productos utilizamos, tienen necesidad de en-
contrar en el terreno los elementos indispensables
para su desarrollo. Bien sabido es por los agróno-
mos que las materias minerales que forman la base
de la alimentación de las plantas, sólo pueden en-
trar en el torrente circulatorio por difusión, pene-
trando por los espongiolos de las raíces ; que el ma-
g^uey no hace excepción á la regla general, por con-
siguiente, el rendimiento será mayor siempre que se
ponga á disposición de las plantas los elementos
que asimilan para la formación de sus productos.
La potasa, el azoe^ la cal, la magnesia, el ñerro, el
ácido fosfórico y el sulfúrico, son ciertamente los
—144-
abonos que le convienen, sin excluir por esto loe
orgánicos.
La práctica ha enseñado que el maguey se desa-
rrolla mejor y adelanta la época de la sazón en los
terrenos fértiles, y se han hecho comparaciones de
las plantas que han sido abonadas, con otras que no
lo han sido, [*] deduciéndose lo ventajoso que es el
abono para su mejor desarrollo.
Por la naturaleza de los terrenos en que vive bien,
creemos que es una planta potásica, y en tal virtud
los abonos que deben preferirse son los que conten-
gan potasa, cal y ácido fosfórico. No obstante,
para proceder con acierto^ y. co^ el fin de suminis-
trar el abono en cantida:á y calfdad, bueno es que
se establezcan campos de experimentación que, sin
ser costosos, den la solución de este problema agro-
nómico.
Conocida la constitución del téi^feno y \oé abbo^é
salinos y orgánicos en su cantidad y componentes,
haciéndoles obrar separadamente sobre una docena
de plantas, después de experimentar por algún tiem-
po, f ácilmente-se vendrá en conocimiento del abono
que más le conviene^
■ »
Las cemitas , de las pencas indudablemente son
[*] ''Boletin de iUi Sociedad Agrícola Mexicana"
tomo X, {)ágina8 246 y siguientes* — Idea general
sobr^ li^ importancia, progreso y porvenir de las
fincas de pulque, por ,el C. M^uiüel F. Soto.
uno de bus mejores abonos; pero como hay mague-
yes que se explotan por su fibra y para la elabora-
ción del aguardiente mezoal, no es fácil económica-
mente reducir el bagazo á ceniza, en cuyo caso lo
•más conveniente es establecer pudrideros como para
el estiércol, para que el bagazo se desagregue y
pudra por la fermentación, y se administra como se
administra el estiércol, haciéndolo más fertilizante
por la adición de la cal, huesos, etc.
19
§$§§§§§S§§§§§S§I§$§§§S$SS
ALMACIGA.
|H L maguey de pulque se propaga por semilla y
por estaca ó renuevos. Aunque es general
no hacerlo por el primer sistema por ser más dilata-
do y obtenerse variedades de la especie, lo describi-
remos, siquiera sea porque algunos cultivadores lo
han ensayado.
Para esto por los meses de Febrero á Manso se
cava la tierra perfectamente bien en el lugar en
donde va á establecerse la almáciga, procurando
esté cerca de un depósito de ag^a para regar cuan-
do fuere necesario, y abonado con estiércol bien
podrido, formando camellones de un metro de ancho
por diez de largo, espacio suficiente para sembrar
dos mil semillas. Al rededor de cada camellón se
—Hi-
para hacer el segundo plantel para la otra tras-
plantación, que tiene por objeto formar bien la caja
del maguey, se elige el mejor terreno plano y fértil
y en cuanto sea posible cerca de algún jagüey ó de-
pósito de agua para regarlo cuantas veces sea ne-
cesario. Se abona bien el terreno y se le remueve
con los pasos de arado que fueren precisos, á fin de
desentrañar y desmenuzar la tierra. Se hacen es-
tas labores en invierno no sucediéndolas unas á las
otras inmediatamente, sino procurando que medien
algunos días entre una labor y la siguiente.
El hacer las labores preparatorias en el invierno,
tiene por objeto facilitar con las heladas el desme-
nuzamiento de los terronos que el arado levanta, y
su acción fertilizante sobre ellos, por lo cual debe
procurarse con los riegos mantener una humedad
conveniente.
A la salida del invierno, esto es, en el mes de
Marzo, se trasan surcos á distancia uno de otro de
unavara, (0m,838,) á cinco cuartas, (lm,047,) según
la feracidad del terreno, y se procede á la planta-
ción.
Para hacer el trasplante, se sacan del primer plan-
tel las plantas que tengan más de 0,20 de altura, y
si la propagación ha sido por retoños ó hijos, se eli-
gen los renuevos de magueyes sanos y robustos que
no estén raspados y cuyos renuevos tengan de una
cuarta (0m,2095) á media vara (0m,419) de meyo-
lote ó corazón, y se plantan en los surcos de la al-
máciga, separados uno de otro la misma distancia
que tienen entre sí los surcos, y á tresbolillo, com-
—160—
primiendo bien la tierra alrededor de su cepa ó
banco.
Los renuevos que se deben plantar en la almáci-
ga, se han de arrancar desde medianos de Enero,
para que tengan tiempo de irse escurriendo, tenien-
do el mayor cuidado de no lastimar su caja ó cepa,
procediendo déla manera siguiente: se introduce
la estremidad ensanchada de una barreta entre la
última hoja ó penca del magueyito (se llama "me-
xinastle") y la tierra, dando el golpe de manera á
no lastimar la planta, sino sólo á trozar el rizoma,
dejándole de éste al mexinastle^ como diez centíme-
tros. Después con un cuchillo bien afilado se le
quitan dos, tres y hasta cinco pencas de las inferio-
res, y todas las espinas laterales (mechichiguales)
de las pencas restantes, cortando la extremidad in-
ferior de la cepa, de manera que, quede un corte
limpio, sin desgarradura alguna, y se procede á la
plantación en el mes de Marzo ó Abril.
Algún cultivador cree que no es necesario dejar
escurrir la planta antes de hacer el trasplante, y
supone que esto se hace por economía en el tras-
porte, puesto que al enjutarse el maguey pierde
peso y volumen. Pensamos que el procedimiento
usual es bueno y tiene su razón de ser aparte de la
ventaja indicada. En jardinería es práctica secu-
lar no plantar las plantas grasas sino después que
se han escurrido, y la experiencia ha probado que
cuando se procede de otra manera se pierde la plan-
ta. Cuando se extrae el maguey de la planta ma-
dre, se rompen las raicesillas y se determina una
herida al separarlo del rizoma y para facilitar la ci-
—147—
lev&nta un bordo de tierra para que no pe derrumbe
sobre los pasillos ó andadores que separan entre sí
los camellones^ teniendo dichos pasillos setenta cen-
tímetres de ancho. Bien mullida la tierra del cen-
tro, y emparejada con un rastrillo, se siembra lase-
milla muy rala, después de haberla remojado por lo
menos durante dos horas v se cubre cerniendo al
través de un ayate y por encima de ella, tierra des-
menuzada, hasta formar una capa de poco más de
un centímetro de grueso. Con anterioridad se ten-
drán construidas * 'tapas" hechas son carrizos, va-
ras 6 tules, formando cuadrados de un metro por
lado, é inmediatamente después de la siembra se
cubren con ellas y se riegan cuantas veces sea ne-
cesario para mantener la tierra húmeda. Los rie-
gos deben darse con regaderas vertiendo el agua
sobre las tapas. A los quince días ó poco más, co-
mienzan á germinar las semillas, apareciendo las
plántulas con una ó dos hojas alesnadas (como las
hojas de la cebolla común en los primeros días de
su nacimiento). Entonces se levantan las tapas á
10 ó 15 centímetros, colocándolas sobre arcos de vara
enterrados en los bordos del camellón, para que
puedan ventilarse las plantitas, y unos ocho ó
diez días después se quitan en la mañana des-
pués de salido el sol y se cubren á la puesta para
preservarlos del enfriamiento nocturno ó de la he-
lada que pudiera sobrevenir en la madrugada.
Cuando las hojas seminales han adquirido cierta
robustez y ya no son de temerse las heladas, se
quitan completamente estos abrigos. Deben darse
escardas ú mano para evitar la invasión de las ma-
—148—
las yerbas y regarlas lo necesario para mantener el
terreno húmedo.
Según el Sr. Juan B. García, partidario de la
propagación del maguey por semilla, debe trasplan-
tarse la plantita del maguey á un 'plantel preparado
como la almáciga anterior, pero sin que los came-
llones tengan bordos, luego que ha alcanzado una
altura de nueve á diez centímetros y colocando ca-
da una áOms. 25 centímetros de las otras, después de
haber sido preparadas cortándoles con un cuchillo
bien afilado todas las raíces de la cepa, procurando
que el corte sea limpio y sin herir ninguna hoja. No-
sotros, en un cultivo experimental, hemos practica-
do lo siguiente con buenos resultados : La víspera
del dia en que ha de hacerse el trasplante, se riega
abundantemente la almáciga donde están las plan-
titas, y al día siguiente se extraen éstas con un al-
mocafre cuidando de no destruir ni herir sus raices;
extriiyendo la cantidad necesaria que se puede tras-
plantar en el día al plantel, para que no se dese-
quen sus raices, y se plantan en los camellones que
para este efecto de antemano se tienen preparados,
procurando que en estos queden las plantas en
marco real, separadas entre sí veinticinco centíme-
tros en todos Bentidcs. Para e&to se trazan á lo
largo y á lo ancho de los camellones rayas separa-
das entre sí veinticinco centímetros y en los puntos
de intersección, se abre un agujero con un plantador
y se coloca la planta comprimiendo bien la tierra á
su alrededor. Este primer trasplante, lo mismo que
el siguiente, deberán hacerse en los meses de Abril
á Junio. Los cuidados principales se reducen á
mantener el plantel limpio y húmedo. '
—181—
oatrijsaoión es necesario cortar con un cuchillo bien
afilado las raices desgarradas y la extremidad de la
cepa, y para disminuir la evaporación que se veri -
fioa por las pencas, se cortan también estas en la
I^oporción que hemos indicado en el lugar corres-
pondiente. Si se plantM*a sin esperar la cicatriza-
ción de las heridas, los micro -organismos que con-
tiene la tierra puestos en contacto con las heridas
de la cepa, encontrarían un medio de cultivo apro-
piado á su desarrollo y determinarían la podre-
dumbre.
Es conveniente ponerle un poco de polvo de car-
bón de madera en la herida, para evitar que pueda
entrar en putrefacción.
Una vez plantado, se regará para facilitar el que
enraice, y durante el tiempo que esté en el plantel
se regará cada vez que sea necesario, más. aún en la
época de las secas, cuidando de escardarlo cada vez
que se empaste, particularmente en tiempo de
aguas.
El maguey debe permanecer en la almáciga de tres
á cuatro años, hasta que tenga cinco cuartas (Im.,
047), que es el tamaño más conveniente para tras-
plantarlo de asiento.
Algunos cultivadores evitan el cultivo en almáci-
ga y plantel, conformándose para hacer el plantío
de asiento con elegir los renuevos de maguey sano,
que tengan de una vara (Om.,838) á cinco cuartas
(lm.,047), arrancándolos con los cuidados y en la
época que hemos indicado, y le cortan todas las pen-
cas inferiores, conservándole tres ó cuatro de las
—162—
que están cerca del meyolote (lámina 8a.; véase
la figura intitulada* 'Maguey preparado para el tras-
plante,") así como la extremidad de éste á siete cen-
tímetros, los mechichiguales y todas las raíces que
tenga el rizoma, á esto le llaman '^arrancar á toda
piña;'^ pero si á los magueyes les dejan una parte
del rizoma y con él algunas raíces, le llaman *% pun-
ta de raíz" ó "á media pina."
Creemos que es un buen sistema de cultivo educar
primero la planta en la almáciga, quehacer el plan-
tío de asiento, porque aunque el maguey es muy rús-
tico y fácilmente enraiza, está destinado á vivir en
terrenos pobres y en climas resecos, y debe rodeár-
sele de condiciones á propósito para equilibrar con
éxito estos inconvenientes.
En la altitud en que crece, la evaporación es muy
rápida, por la diminución de presión atmosférica;
así es que el maguey necesita estar provisto de lar-
gas raíces, que tomen la humedad en las capas pro-
fundas del terreno, en aquellas en donde son perma-
nentes los ju^s que faltan en la superficie, para
ponerlo á cubierto de las prolongadas sequías fre-
cuentes en la región del maguey.
En un lugar de pequeña extensión, es indudable
que se pueden colocar las plantas en buenas condi-
ciones para que puedan vivir por sí solas y desarro-
llarse lozanas, lo cual no se consigue dejándolas ve-
getar al lado de la planta madre hasta qué tengan el
tamaño para ser trasplantadas; en este caso debili-
tan á la madre en los rendimientos de su producto,
se crían raquíticas y enfermizas á causa de que se
—168—
aglomeran muchas de ellas en un corto espacio, ro-
bándose entre sí una alimentación escasa.
Eln la almáciga al contrario, encuentran una tie-
rra mullida y abonada, con la humedad convenien-
te, lo que facilita la formación de las raíces en gran
cantidad, y ocupando el espacio seüalado á mayor
número de raíces, tiene que haber mayor absorción
de jugos alimenticios y por consecuencia mayor de-
sarrollo.
Los prácticos dicen que cuando se trasplanta ma-
guey menor de una vara (Om.,838) sin que se haya
criado en la almáciga, ''la tierra se lo come;" ex-
presión con lo cual indican que el maguey se pierde
secándose gradualmente todas las pencas, comen-
zando por las superiores.
Esto'prueba lo inconveniente que es la trasplan-
tación de asiento del maguey, cuando no ha pasado
por la almáciga; es decir, cuando no se ayuda á la
naturaleza.
Para el henequén se destina un lugar de buena
tierra y que no tenga ninguna sombra, para ir colo-
cando los hijos como de una cuarta de alto, (Om.
209) de los que estén muy apiñados junto á las ma-
dres, porque se perjudican unos con otros en la nu-
trición, así como también perjudican á la madre.
Seguirán entresacándose para que los que queden
estén separados como de media en media vara. Los
que se hubiesen sacado se llevarán al lugar destina-
do para el semillero, poniéndolos de vara en vara.
En este lugar es fácil desyerbarlos á coa cuatro ó
cinco veces al año, y en el verano regarlos bien ca-
20
—164—
da ocho días. Con este cultivo levantarán más pron -
to que si estuviesen junto á las madres. Cuando
tengan tres cuartas (0m.9628)y se sacarán de la al-
máciga para trasplantarlos, cortándolos con el tron-
co principal ó la cepa que forma y preparándolos de
la misma manera que hemos indicado se hace para
plantar de asiento el maguey de pulque. En el mis-
mo lugar se irán reproduciendo los hijos, siguiendo
con el mismo cultivo.
Para el mezcal generalmente no se emplea la al-
máciga; pero creemoa esta práctica útil y aunque se
aumenta un poco el gasto de producción, se avanzará
más la época de la sazón de la planta y tendrá me-
jor desarrollo.
tt 1 1 I I I i I I 1 1 1 I I i I I I 1 1 1 1 tt
TRA.SPLANTR
y^E plantan de asiento los magueyes de pulque
educados en la almáciga ó arrancados cuan-
do están de '^encaje," es decir , cuando han llegado
atener cinco cuartas (lm.y047) de meyolote; para
esto se dispone el terreno de la manera que sea con-
veniente, según las circunstancias topográficas del
terreno, de manera que las labores que vamos á
describir, queden terminadas en los meses de Mayo
á Junio, que es la época del trasplante.
Ehi los plantíos se rompe el terreno, después de la
estación de las aguas y cuando todavía conserva
humedad; esto es, en los meses de Octubre y No-
viembre. Se cruza, tercia y se le dan los fierros
necesarios á fin de que el terreno quede bien mulli-
do y profunda la cepa de tierra vegetal.
—156—
En el mes de Mayo se procede á surcar el terreno
abriendo con un buen arado, surcos paralelos, equi-
distantes entre sí de ocho (6m.,704) á diez varas
(8m.,38))
El fondo de estos surcos se abona con estiércol
bien consumido y con algunos abonos salinos como
fosfatos, sales de Stassfurt, cenizas, salitres, etc.,
etc., se abren cepas distantes cinco varas (4.019)
una de otra, y en tresbolillo.
Algunos cultivadores aconsejan se tracen los
"metepantles** (*) de doce varas (10m,056) de an-
cho, y los magueyes se plantan en cada surco á tres
varas [2m,514] uno de otro; pero esta práctica re-
comendada por'el Sr; Sánchez y Mora, tiene el in-
conveniente de contener el desarrollo de la planta y
el de formar una cerca que impide el libre ejercicio
de los trabajos subsecuentes.
Si se cultiva el maguey con una planta intercala-
ría como el maíz, la cebada, etc., se ejecutan las
mismas labores, duplicando las distancias que aca-
bamos de indicar.
En ios terrenos planos y de tierra vegetal profun-
da» se abren. las cepas ó fosas exactamente de las
dimensjiones del banco del maguey <mezontete) ; en
los húmedos, se fpn^án alipa^tas azofradas» cuyo
ancho sea igual á lo que debeirían tener los surcos
[*] Se da este nombre al terreno comprendido
entre dos surcos de magueyes.
—167—
entre si, según hemos dicho, y en el medio de éstas
se planta el maguey. Por este procedimiento se
evitan los perniciosos efectos de la humedad, ó tam-
bién es práctica hacer excavaciones de 1 metro de
latitud, 1 de longitud y 75 centímetros de profundi-
dad, en los lugares que corresponden á cada ma-
guey, y plantarlo sobre el montón que forma la tie-
rra extraída.
En los terrenos en pendiente se hace la planta-
ción de dos maneras: en zanjas ó á nido de liebre.
Para plantar en zanjas, que también se. ejecuta
en los terrei^os planos, se cavan zanjas paralelas de
veinte á veinticinco varas [16,m76 á 20,m86] de lar-
go, dos tercias de ancho [0,m568] por media vara
de profundidad [0,m419], perpendiculares ó ligera-
mente inclinadas á la dirección de la pendiente del
terreno, separándolas entre sí de cuatro á cinco va-
ras [3,m35 á 4,ml9] según la mayor ó menor incli-
nación. Figura la.
Figura 1a.
La tierra que Se remueve en estas excavaciones
debe colocarse á lo largo de la zanja y en cualquier
lado, si es plano el terreno ; pero si es inclinado, se
—158-
colocará del lado más «Ito de ésta, para que las
aguas lloTedizas, al deslavar los terrenos altos, no
azolven las zanjas y se formen barranquillas. Es
conveniente dejar una berma de media vara entre el
borde de la zanja y la tierra extraída.
• El espacio ó metepantle que debe haber entre dos
zanjas paralelas, es relativo á la inclinación del te-
rreno, al sistema de cultivo y á la permeabilidad de
las tierras.
Cuando el terreno es en pendiente, las zanjas tie-
nen de largo tres varas [2,m614] y una vara de an-
cho [0,m838] y tres cuartas de profundidad [0,m619]
separando entre sí las zanjas de una misma serie
por espacio de una vara. Cada serie de zanjas es-
tá separada de la que le sigue, y que le debe ser pa-
ralela de diez varas [8,m88] á veinticinco varas
[20,m930], según la mayor ó menor inclinación del
terreno.
En los terrenos tepetatosos se planta el maguey en
''nido de liebre,'' para lo cual se hace una excava-
ción formando un borda en media luna, con la parte
cóncava hacia la dirección de la pendiente. La
abertura de las ramas es de cerca de 4 metros; la
parte más elevada de este bordo es de 0,m35 á 0,m50,
según la inclinación del terreno, y la mayor anchu-
ra es de dos metros. Sobre la parte media y más
ensanchada se planta el maguey.
Al construir el bordo, debe revestírsele forman-
do un paramento con las primeras laja^ t^>etato8as
que se extraigan al romper el terreno. .
Este sistema, aunque costoso, tiene la ventaja»
—169—
por la forma que afecta, de retener la humedad ne-
cesaria á la planta.
Últimamente en los terrenos planos, se ha comen-
zado á establecer un sistema vicioso de cultivo, el
cual consiste en dividir el campo por medio de li-
neas de magueyes, en tablas de cincuenta varas
[41.m90] de ancho; los magueyes en cada linea es-
tán á tres varas (2,m41) uno de otro. Este sistema,
8i bien facilita el cultivo de los metepantles por al-
gún cereal, tiene por una parte el inconveniente de
restringir el número de magueyes que deberían ca-
ber según el primer sistema que hemos indicado, y
por la otra acumular á los magueyes en una misma
linea de terreno, lo que impide darles un buen be-
neficio á poco costo.
Cuando el maguey no se ha educado en la almá-
ciga sino que se ha arrancado de la planta madre,
cuando ha llegado alas cinco cuartas, es convenien-
te dejarlo ^'escurrir" por algún tiempo. Ya hemos
indicado que el arranque debe hacerse en los dos
primeros meses del año; así es que los magueyes
pueden dejarse escurrir desde que se cortan hasta el
momento del trasplante que es én Mayo, ó á princi-
pios de Junio, preparándolos como hemos indicado
en la página 160. En el momento de plantarse estos
magueyes, lo repetimos, se deben limpiar otra vez
de todas las partes secas ó alteradas que tengan,
cortándolas con un cuchillo bien afilado.
Los magueyes que procedan de la almáciga de-*
ben extraerse con el mayor cuidado posible para no
romper sus raices, y plantarlos inmediatamente.
—160—
Para hacer el trasplante se va distribuyendo la
planta á lo largo de la zanja ó en la línea; un peen
abre en el lugar que debe ocupar el maguey, un
agujero, procurando que sea de las dimensiones del
banco (mezontete), y coloca la planta perfectamen-
te vertical; en seguida comprime la tierra alrededor
de ella; esto tiene por objeto el que arraigue bien,
pues si lo hace de un lado más qué del otro, la plan*
ta se **va de lado,'' y por consecuencia hay dificul-
tades para su raspa.
Si el terreno que se destina al cultivo del hene-
quén ha quedado muchos años inculto, se comienza
por la tala de los árboles, de manera á dejar el te-
rreno enteramente descubierto, porque siendo la luz
el agente que parece obrar más especialmente en la
producción de la fibra, la sombra de los árboles per-
judicaría esta producción, y el filamento sería poco
abundante. Esta operación se practica habitual-
mente desde el mes de Agosto al mes de Diciembre,
inmediatamente después de las lluvias. Después de
la tala se practica la quema para destruir les restos
de los árboles y. los matorrales, operación que tiene
por efecto limpiar y abonar al mismo tiempo el te-
rreno. En seguida se procede al cercado con el
doble objeto de hacer respetar la .propiedad, é impe-
dir la entrada al ganado. ,Todo8 lo& propietarios de
fincas rústicas acostumbran cercar los planteles con
muros hechos de grandes piedras superpuestas, sin
consolidarlas con ninguna especie de mortero. Estoa
muros, conocidos allá con el nombre arcaico de **al-
barradas,'* son de gran resistencia, gracias á su
corta altura (un metro á metro y medio) y á la pe-
santez y volumen de los materiales- empleados en su
—161—
oonstruooión. No ae ara nunca la tierra por la im-
posibilidad áe haoer penetrar en ella la reja del ara-
do. Antes de la llegada de las aguas, conviene ha-
eer una s^unda quema para acabar de destruir los
restos de los árboles que hubiesen quedado y las
yerbas que posteriormente hubiesen crecido, des*
pues de lo cual se espera la caída de las primeras
lluvias para sembrar maíz, frijol, etc., ya sea con el
objeto de preparar mejor el suelo por medio de los
trabajos ulteriores, ó bien con la mira altamente
económica de obtener desde luego un primer pro-
ducto que compense de alguna manera los gastos
erogados en la preparación del terreno.
Después de la cosecha, esto es, por los meses de
Setiembre y Octubre, queda el terreno en estado de
poder ser plantado en henequén ; pero en algunas
partes se espera el año siguiente para plantarlo en
la estación lluviosa, ó para sembrarlo de nuevo y
recoger una segunda cosecha.
Para trazar un plantel de henequén se comienza
por marcar sobre el terreno líneas paralelas á su
menor dimensión y distantes tres varas (2,m514)
unas de oto*as, dejando á trechos entre las líneas,
calles ó avenidas suficientemente amplias para el
tránsito de los carros que deben hacer el servicio.
Convendría mucho, para mayor facilidad del tras-
porte, dejar al derredor del plantel, dentro del perí-
metro formado por la albarrada, calles badtante an-
chas, de manera á dar paso, cuando menos, á dos
carros marchando juntos, uno al lado del otro, en la
misma dirección. Sobre las líneas marcadas del
modo expresado, se planta el henequén .
21
—162—
La plantaciÓD Be practica abriendo laa lineas, y A
la distanoia de doa ó tres varas f l,m676 á 2,m514}
unos de otroa, hoyoa de 0,m25 de diámetro por
0,ml5 ó 0,in20 de profundidad, y enterrando dentro
de silos loa turionea de loa hijos, teniendo cuidado
de no enterrarlos hasta el punto en donde comienzan
á mostrarse las pencas, porque se podrirían, sobra
todo, cuando la plantación se hace en la época de
las lluvias. Es conveniente la práctioa usual de
poner dos ó tres piedras pesadas encima de los bul-
bos enterrados, para mantener fijas las plantas
mientras emiten raíces.
Sin embargo de que en cualquier tiempo del año
ae puede sembrar el henequén, á la caída detasllu-
vias generales es la mejor época de colocar los hijoá
en lod agujeros, procurando enterrarles únicamente
el tronco inferior, sosteniéndolos con tres ó cuatro
piedras para que queden bien perpendiculares. En
Junio 80 puede hacer otra operación después de la
caída de la lluvia. Es necesario desyerbar en Julio
y Noviembre, siendo á coa los primeros años, por-
que ae consigue con esto preparar el terreno para
que las plantas crezcan pronto, se robustezcan y
produzcan muchos hijos. Si no se pudiese desyer-
bar á coa todo el plantío, se hará, aunque sea el
contorno de cada tronco, dándole la extensión de
una vara de radio de ella. Si se tienen en la mismft
ñnca ó cerca de el!a los hijos del henequén que
van á servir para trasplantar, se esperará que
hayan caído dos ó tres aguaceros para extraerlos
con raíces de los planteles ó semilleros y colocarlos
en sus agujeros como queda dicho, procurando seroT
—168—
I
brmr inmediatamente cada día todos loa que se airan -
quen, oon muchoouidado. Se adelanta muchísimo
por este
El tamaño más propio para trasplantar los hijos
del henequén, es de media vara [09m419] ó tres
cuartas [0,m028] de alto.
Para preparar el terreno donde se ha de tras-
plantar el maguey mezcal, se labra bien la tierra y
se ^azan surcos á distancia de cuatro varas [3,m
35], y en las melgas ó caballetes se plantan los re-
nuevos llamados '^semilla/' separándolos entre sí
siete cuartas [l,m466].
El tamaño de los renuevos por plantar ha de ser,
por lo menos, de tres cuartas (0,m63) de altura, eli-
giendo los que preseQten^ mayor frescura y loza-
nía.
Se separa de la planta madre para hacer el tras-
plante, se les quita la mayor parte de las hojas ó
pencas, dejándole generalmente seis, privadas de
sus espinas terminales. El plantío debe hacerse al
principio de las lluvias, para favorecer el enraiza-
miento y el desarrollo de la semilla.
Aun cuando hemos dicho que la lechuguilla crece
silvestre en los lugares que hemos indicado, con-
vendría para su explotación racional someterla al
cultivo.
Experiencias en pequeño nos han demostrado que
I
—164—
la lechuguilla se desarrolla mejor y produce una
fibra más fina y reeástente, trasplantando la planta
en un terreno fértil y mullido, cuando - tiene de &,m
30 á 0,m35 de altura, después de cortarle las pencas
que ha soltado, colocándolas en surcos distantes
una vara: (0,m838) y separándolas en el mismo surco
igual distancia.
1 1 1 1 1 1 t.t 1 1 1 ttt 1 1 tt 1 1 1 1 1 1 1
CUIDADOS DE CONSERVACK^N.
J_.OS mejores prácticoe aconsejan se prooure te-
ner el maguey en los dos primeros afios de
trasplantado exento de malas yerbas, aflojando
anualmente y pooo después de la época de las Uu-
vias, y á un metro alrededor, el pie del maguey.
Greneralmente se cultiv^an los metepantles de al-
guna gramínea, y con las labores que se dan á ésta
se beneficia el maguey; pero siempre es convenie'n-
te desonyerbar y aflojar el pie de la planta.
Algunos cultivadores recomiendan quitar los re-
nuevos que broten alrededor del maguey para evi-
tar el que se ''amatorralen;'' cuya práctica es muy
buena para tener siempre planta lozana.
—166—
Algunos prácticos también aconsi^an quese pode
el maguey para facilitar el desarrollo del tronco ó
cepa, pues mientras más desarrollado esté, mejor
calidad de aguamiel producirá; pero creen que esta
operación retarda la ''sazón" de la planta.
Se hace la poda generalmente á los cuatro ó cinco
años de plantado el maguey, á principio de la pri-
mavera y en los primeros días de Agosto, cuya ope-
ración se ejecuta cortando con la "coa" y con un
cuchillo las hojas inferiores del maguey, conserván-
dole cuatro ó cinco de las más inmediatas al meyo-
lote y cortándole la punta á éste, como á 0,m05 más
abajo del nacimiento de la espina terminal, con el fin
de encontrar la sabia á la ^epa para su meyór;desa-
rroUo.
Después de trasplantado el henequén, suele prac-
ticarse en los planteles dos escardas cada año, un&
antes y otra después de la estación lluviosa. Est^
escardas se las ejecuta á brazo de hombre, pór^pfr
impoeíble-la aplicación de otros instrumentos arato-
riós al terreno pedregoso de Yucatán. Peto dé-
be tenerse el cuidado de dejar limpio el terreno en
toda la extensión del plantel-y no sólo alderredor de
loa taUos.eomo es costumbre hacerlo. En donde el
terreno lo permite,, es económico dar las escardas
con arado. El conocimiento de la dirección que si-
guen en qI sufilo las raÍQes de est« planta y de la su*
perficie en que se extiende, debe obligar á seguir li-
terarmentieeete consejo, qué es frcicirentemen te des-
deñado tjón gran perjuidio de la producción.
* # • * ■
La necesidad de repoíier las plantas que un aeci-
—167—
dente cualquiera hubiese destruido, es suficiente-
mente obvia para insistir sobre ella.
E¡n los plantíos de mezcales, cada año en el tem-
poral de aguas se ara el terreno que media entre las
lineas de las nuevas plantas, para destruir el zacate
y demás yerbas que en aquél espontáneamento na-
cen. Al terminar dicho temporal, se quita con la
"coa" todo vegetal extraño que se encuentre junto
á la cabeza del mezcal. Por los meses de Junio y
Julio se hace la poda ó ''barbeo," que consiste en
despojar al mezcal, mediante un grande y afilado
cuchillo llamado ''machete," de una parte conside-
rable de las pencas laterales, dejándole solamente
intactas las que rodean al cogollo. Esta poda se
hace anualmente con el fin de que al tiempo de arar
el terreno, los bueyes se acerquen á la planta todo
lo posible, y el de beneficiarla así mejor: al mismo
tiempo sirve el barbeo para facilitar el desarrollo del
maguey y evitar una plaga muy perjudicial que se
cría y crece en el interior de las pencas. La citada
operación se practica comunmente ocho veces en el
espacio de ocho años; al fin de este tiempo la planta
está próxima á madurar.
Los mezcales llegan á menudo á su completo sa*
son á los diez años de edad; pero hay algunas es-
pecies más precoces que pueden utilizarse á los ocho
ó nueve.
M n i I i I I I I I i 1 1 I I I I 1 1 I i 1 1
^i^
I- ■ . ■- 1
CÁÍSTRACION.
I ^A época de la castración del maguey de pulque
se indica por cierta fisonomía especial de la
planta, por la aproximación de las hojas inferioras
al meyolote y por lo delgado de éste. Otro de los
signos característicos es: que la espina terminal de i
meyolote se presenta negra, chica y delgada y los
bordes <Ie las pencas exteriores que forman el me-*
yoloto están desproristós hacilGL so cuarto inferior de
espinas (mechichiguales), reemplazfulas por un bor*
de continuo y delgado.
Para hacer la castración se carea el maguey,
cuya operación consiste en ..buscarle la parte más
accesible, para que el tlachiquero pueda con facili-
dad hacer la ''raspa;" se corta la penca más pró-
xima al meyolote y que está enfrente de la entrada
— 1(»—
I
que 86 ha elegido, y á las dos hojas exteriores que
la forman se les quitan los '^mechichig^ales" para
que pueda entrar con facilidad el tlachiquero.
LfOS prácticos consideran en el maguey tres ca-
ras, la "cruzada," la "recruzada" y la "grande."
La cruzada es la cara donde se cruzan la? dos pen-
cas más exteriores del meyolote. La recruzada es
la opuesta á ésta y en ella se cruzan tres pencas, y
la grande es la que ebtá formada por la penca más
externa del meyolote.
Para castrar se elige la cruzada. Después de
abrirse paso hasta el meyolote, se separan tres cru-
ces, que consiste en separar cuatro pencas, una á la
derecha, otra á la izquierda, otra hacia atrás y otra
del lado del castrador, la cual se arranca y lleva el
nombre de *41aye." Estas separaciones se repiten
por tres veces, arrancando siempre la penca que
quede del lado del castrador. En seguida se corta
oon un ouchillo bien afilado todo el meyolote en la
parte más baja, y se extrae la "jicama," es decir,
toda la parte en donde tiene que desarrollarse el pe»
dúnoulo floral llamado "quiote."
Algunos capan cortando horizontalmente con un
cuohillo la tercera penca, y como á siete centímetros
de su nacimiento, y rajan de arriba á abajo la parte
de la penca que quedó adherida al tallo de la plan-
ta; en esta inciédón se mete el quebrador (que es
una barra de madera dura, de una vara de largo
(0m,838) por dos pulgadas (Om,046) de diámetro,
terminadas en bisel sus dos extremidades), dando
algunos golpes y palanqueándolo un poco á fin de
que se aflojen los de trozos laterales y se puedan
22
—170-
extraer con las manos. Una vez hecho esto, se re*
piten los golpes diagonales con el quebrador y ea el
verdadero asiento del meyolote» para sacar á tirones
todas las penquitas tiernas interiores amarillentas y
extraer el "quiote.'^
En otras haciendas se procede de la manera si-
guiente : Al pie del meyolote se corta la qará ó
primera penca y se deshoja éste hasta encpntrar las
pencas tiernas y débiles, susceptibles de trozarse
con facilidad del centro por un solo tirón. Después
con un '^quebrador'' se desprende perfectamente la
**jícama/'
Otra manera de castrar consiste en dar un corte
trasversal en la base del meyolote, de manera que
penetre un poco más allá del centro de éste, y dar
otros dos oblicuos á igual profundidad, de manera
que la cavidad que resulte de estos cortes tenga la
forma de pirámide triangular; en seguida se mete
inclinado el /'quebrador' '.entre la tercera penca
cortada, cuya sección se ye en el corte trasversal
que se ha hecho y se extrae con él toda la ^'jicama."
Como s» comprende por la descripcióh de estas
operaciones, el objeto de la castración es de^truír el
pedúpculo floral ó bohordo de maguey parpí que
entre en fruto (*) y formar una citvidad en donijle se
deposite la savia que debería alimentar el ^'quiote."
Es indispensable hacer la sustraoción del ^'quiote"
v
, (*) Palabra que en ,p\ lenguaje campestre de<
signa que el maguey va á entrar en produeto. . .
—171—
de una manera completa, porque si se queda alguna
parte sin destruir» se ^'atoruna'' el maguey, es de-
cir, vuelven á aparecer otro y otros quiotes. Al
maguey '^saltado'* en estas condiciones se le llama
"atorunado."
Concluida la castración por cualquiera de los mé-
todos que se han descrito, se limpia la taza del ma-
guey con mucho cuidado para no lastimar la base de
las pencas que han quedado; se pica suavemente
con el quebrador el asiento de la cavidad á fin de
destruir cualquier elemento generador de nuevo
"quiote.**
Lias penquitas interiores al meyolote, tiernas y
amarillentas, se les llama ^'banderillas,*' y se colo«
can algunas de ellas en las púas de las pencas gran*
des para indicar que los magueyes están castrados*
La castración generalmente se ejecuta por los
meses de Mayo y Septiembre; pero debe caparse
todo maguey que tenga los signos característicos
que hemos indicado, para saber que ha llegado á su
"colmo** ó "sazón.**
Hace algún tiempo se ha pedido un privilegio para
la explotación del maguey y elaboración del pul*
que, por un sistema esi>ecial, en el cual no hay ne*
cesidad de la castración del maguey, y el pulque se
elabora en extracto; pero cuyo procedimiento aun
no se halla al presente en explotación.
Hacia la época de la floración, se ve salir del cen-
tro de las plantas del henequén y erguirse hasta una
altura de 5 á 6 metros, el escapo florido que se lla-
ma "bob** en el idioma de los mayas. Los cultiva^
-lía-
dores acostumbran amputarlo desde que aparece, sía
otro objeto que el de suprimir las flores, porque pre-
tenden haber observado que la miel que estos órga-
nos secretan en alguna abundancia, mancha el fila-
mento de ias pencas sobre las cuales gotea. Una
persona ilustrada y de reconocida experiencia en el
arte del cultivo, el malogrado 8r. D. Antonio G.
Rejón, ha creído descubrir en las manchas del he-
nequén, la presencia de un hongo, y aunque no se
preocupó de darlo á conocer, es de sospecharse que
así aea, porque, como él lo asegura, estas manchas
ee presentan sobre plantas muy distantes de las que
han florecido, y aun sobre las que crecen en los
planteles recientemente formados, en donde no se
ha verificado aún la floración. Como quiera que
í^ea, la costumbre de suprimir los órganos florales
desde su aparición, es profundamente acertada a las
luce» de la físiologia : en efecto, la supresión de las
ñores no puede más que favorecer el total creci-
miento de las úlümaa pencas, haciendo afluir aellas
mayor cantidad de savia, mientras que su perma-
nencia sobre el "bob" las perjudicaria en su desa-
rrollo, atrayendo hacia las flores los jugos nutriti-
vos de la planta, en detrimento de las pencas mis-
mas. Sin preocuparse, pues, del accidente más ó
menos real atribuido á la miel de las flores, convie-
ne tener presente que importa suprimirlas, ampu-
tando los escapes á medida que aparecen sobre las
plantas.
Como ya lo hemos indicado, Á los ocho ó diez años
los mezcales entran en sazón y comienza á desa-
rrollarse el bordo, que como en el maguey pulquero
—17a—
llefva el nombre de ^'quiote.*' Al instante que co-
mienza á aparecer este órgano floral, se procede á
la oastraoión de la planta, operación que consiste en
destruir el germen de aquel órgano, con el fin de con-
centrar en la cepa ó ''mezontete," que en Jalisco
llaman ^'mezonfie,'' la savia que más tarde debe mi-
nistrar la materia amilácea- sacarina, base funda-
mental de la industria del ''Tequila." Sin esta ope-
ración, el eje florífero ó quiote, cuya altura es de 4
ó 5 metros, y las flores que lo terminan, absorberían
la totalidad de la savia, dejando casi inútil el me-
zotttle para el producto industrial á que está desti-
nado. Un año después de esta operación, se pro-
cede al arranque, para la preparación del mezcal.
Á
§SS{Sf$§$§ff$§fi§§iffSf{ÍI
PICAZÓN Y RASPA.
j^.L complemento de la castración del maguey de
pulque, es la picazón y la raspa, operaciones
que tienen por objeto : la primera, formar la cavidad
en donde se ha de depositarla savia sacarina, lla-
mada aguamiel, y provocar una irritación para de*
terminar la afluencia de la savia; y la segunda,
mantener esta afluencia, quitando de las bocas de
los vasos saviosos el sarro ó escara que se cría para
determinar la cicatrización que indudablemente per«
judicaría á la producción del aguamiel. Se acos*
tumbra picar el maguey de los cuatro á los seis me-
ses de castrado; pero hay un signo que indica cuán-
do es el momento de hacerla, y es cuando comienza
á ^'mancharse:" entonces el maguey presenta en la
—167—
dente cualquiera hubiese destruido, es suficiente-
mente obvia para insistir sobre ella.
En los plantíos de mezcales, cada año en el tem-
poral de aguas se ara el terreno que media entre las
lineas de las nuevas plantas, para destruir el zacate
y demás yerbas que en aquél espontáneamente na-
cen. Al terminar dicho temporal, se quita con la
''coa" todo vegetal extraño que se encuentre junto
á la cabeza del mezcal. Por los meses de Junio y
Julio se hace la poda ó ''barbeo," que consiste en
despojar al mezcal, mediante un grande y afilado
cuchillo llamado '^machete," de una parte conside-
rable de las pencas laterales, dejándole solamente
intactas las que rodean al cogollo. Esta poda se
hace anualmente con el fin de que al tiempo de arar
el terreno, los bueyes se acerquen á la planta todo
lo posible, y el de beneficiarla así mejor: al mismo
tiempo sirve el barbeo para facilitar el desarrollo d#l
maguey y evitar una plaga muy perjudicial que se
cria y crece en el interior de las pencas. La citada
operación se practica comunmente ocho veces en el
espacio de ocho años; al fin de este tiempo la planta
está próxima á madurar.
Los mezcales llegan á menudo á su completo sa*
zón á los diez años de edad; pero hay algunas es-
pecies más precoces que pueden utilizarse á los ocho
6 nueve.
—176—
Los primeros días después de la limpia, se raspa:,
sólo una vez al día; después, cuando el aguamiel va
aumentando, se raspa por mañana y tarde.
Para extraer el aguamiel de un maguey, ya pica-
do, el tlaohiquero destapa lá cavidad del maguey
(que siempre está cubierta por las pencas que con
este objeto se le dejaron en la castración, para evi-
tar que los perros, los coyotes y otros animales se la
beban), y con un calabazo perforado en sus dos
extremidades, en la más delgada de las cuales está
guarnecida pot un pedazo de cuerno de toro tallado
en bisel, mete ésta en la cavidad, hace la succión
por el agujero dé la extremidad más ancha, el líqui-'
do se deposita en esta parte del calabazo, y una vez
que ya no hay nada eh él maguey, lo saca y vierte
el líquido en un zurrón de piel de 'oveja que lleva
consigo á su e^alda. [Lámina 12a.] Después, con
el ocaxtle, raspa )a taza y quita él métzale, cubrién-
dola con las' pencas y una piedra encima para ma-
yor se^rídad. El calabazo con que se extrae el
aguamiel se llama "acocote."^ [•]
Es preciso vigilar que la raspa se haga bien, por-
que así se obtiene del maguey sazón el mayor pro^
ducto.
La raspa debe llevarse, lo más delgada y pareja
["*]£! acocote es el fruto de la planta conocida
con el nombre científico de ''Lagenaria vulgaris,*'
var. B de Linneo.
r-177—
posible. Cuando está bien raspado un maguey la
taza toma un color amarillo-chabacano, y todas las
hojas se van inclinando hacia la tierra, de manera
que al acabar la raspa todas ellas han caído, afec-
tando la forma de estrella.
Es prudente que en tiempo de calor la aguamiel
presente la menor superficie posible.
Las obligaciones que se le imponen al tlachique-
ro, son: [*] Castrar, picar y raspar, esto es lo ge-
neral; pero en algunas partes les ponen otras obli-
gaciones; así cuando se recibe un tlachiquero nue-
vo, si sabe su ejercicio, se le entrega la tanda co-
rrespon(|lente. 'Eia las grandes haciendas la tanda
se compone de 40 á 70 magueyes, y sí efe un* ranchi-
to, la tanda se da en proporción al número de ma-
gueyes de raspa que tiene.
>.
[*] Memoria instructiya sobre el maguey ó aga-
ve mexicano, por José Ramo Zeschan Noamira.
1837.
■k'
23
1 1 1 1 I I I I I 1 1 I i I I I I I I I I 1 1 1 1
ENEMIGOS DEL MAGUEY!
fH L maguey de pulque, oomo ya hemos indicado,
es sensible á los cambios de temperatura
óuando está en raspa. La tusa y el metoro mucho
le perjudican. La manera de desembarazarse de
ellos es la caza. La lagartija se come los brotes
cuando se siembra el mag^uey por semilla.
La humedad y la sequedad excesiva de la atmós-
fera le son perjudiciales en todo tiempo.
Vamos á describir alg^unos de los insectos los
más comunes que atacan al maguey, (véase la
lámina 13a) y de uno que le es propicio, to-
mando las descripciones de la Memoria del Señor
Blazquez, publicada en **La Naturaleza,** advir-
tiendo que la clasificación debe ser rectificada por-
—17»-
que el Sr. Blazquex carecía de loe elementos nece-
sarios para esta clase de estudios y aun cuando
grande fué su amor á la ciencia, por la cual sacri-
ficó su fortuna, y mucha su dedicación al estudio,
en los trabajos entomológicos que publicó se en-
cuentran graves errores; así es que damoQ la clasi-
ficación corrigiendo lo que nos ha sido posible.
Dice así:
Teria aoavis.
^^Este insecto corresponde al orden 6o de su nom-
bre, ^'Lepidópteres;" á la sección la. de los ''Diur-
nos," á la primera tribu de éstos, ''Papilionidos," y
al género "Teria.**
"Su cuerpo, que tiene ocho milímetros de diáme-
tro, es cilindrico, de la longitud de las alas, que tie-
nen cuatro centímetros, y está enteramente cubierto
de vello fino. La cabeza y el protórax son peque-
ños, y los ojos pardos, grandes y salientes. Tiene
los palpos cortos, cubiertos de pelos escamosos, y el
último artejo es muy pequeño, desnudo, puntiagudo
y duro. Las antenas son delgadas, más cortas que
el cuerpo, y están terminadas en una masa compri-
mida y en punta. Las alas, de ocho centímetros de
envergadura, son muy delicadas y más angostas
que las inferiores. El cuerpo es de un color gris
uniforme con reflejos brillantes como el plomo, y la
8ui>erficie inferior de las alas es aplomada, salpica-
da de manchas pequeñas, negras y blancas. El
fondo de la parte superior es amarillo-rojizo, claro,
con ancho ribete negro y unas manchas del mismo
—180-
color en el centro y otras dos blancas y* amarillas
cerca de su extremidad. . Las alas inferiores tienen
una orla blanca en su circunferencia, el borde abdo-
minal forma uñ pliegue, y la celdilla del disco es ce-
rrada. La superficie de las cuatro alas está cubierta
en su mayor parte de un vello largo tupido, marcán-
dose muy bien, en ellas los nervios: sus cuatro pa-
tas posteriores son más largas que las delanteras;
los muslos están muy desarrollados, y así éstos co-
mo las piernas son muy vellosos por su parte inter-
na: el primer artejo de los tarsos es de igual longi-
tud á la de los otros reunidos, apareciendo por esta
causa un codo ó articulación, como si las patas cons-
taran de cuatro partes; Los últimos artejos están
armados de dos garfios simples pequeñísimos, con-
teniendo un lóbulo en medio de ellos.
Boisduvaly Falnricio han descrito con los nombres
de "Terias Agave'* y "Papilio Agave," una mari-
posa que conviene en muy pocos caracteres con la
nuestra, y por lo mismo dudo sea la que acabo de
describir
En los meses deOctubre y de Noviembre, las hem-
bra depositan sus huevos en la superficie de las ho-
jas del magaeyy •qu« después han de convertirse en
slimento y morada de las orugas.. Elstos hueveci-
Uos quedan adheridos á la epidermis de la penca, en
virtud de la viscosidad de que están dotados al tiem-
po de su postura, y siempre se^les observa dispersos
y nunca en grupqs. ^Tienea dos milímetros de diá-
metro; sa^figu^a es la de un cono truncado con un
ligero hundfanieíntD en su parte superior, y su color
es de^ un blanco mate. :
—181—
Se conservan en este estado hasta los meses de
Diciembre y Enero, y aun Febrero si la estación de
los hielos ha sido rigurosa, época en que aparecen
ya las pequeñas orugas, las cuales se introducen en
las hojas, permaneciendo en ellas ocultas hasta me-
diados del año.
Estas orugas, durante cuatro ó cinco meses, per-
judican notablemente al maguey, porque se labran
para vivir, un cilindro hueco como de cuatro decí-
metros de largo y uno ó dos centímetros de diáme-
tro. Regularmente por los meses de Abril y Mayo,
la gente del campo acostumbra comerlas por su buen
sabor, buscándolas con ansia en los magueyales,
porque es necesario advertir que no se encuentran
ni en todas las pencas, ni en cualquiera clase de
maguey.
Aun los delicados paladares de las personas que
habitan en las ciudades populosas, se recrean con
este manjar campestre, que ciertamente bien condi-
mentado, puede competir con muchos de nuestra co-
cina civilizada. [*]
Estas orugas son cilindricas, rugosas y hasta de
siete centímetros de largo y quince milímetros de
diámetro, cuando han llegado ásu perfecto desarro-
llo. Constan de doce segmentos; son de un blanco
sucio, de consistencia blanda y untuosa, excepto la
[*] Por estos meses venden en los mercados y ca-
lles de la Capital los gusanos, en bolsas hechas con
la cutícula del maguey.
cabeza y el apéndice que las termina, que son co-
riáceas y de un color moreno obscuro. Son entera-
mente inodoras, y todo su cuerpo está salpicado de
puntos pardos menudísimos, y de los ouKles nacen
unos pelos cortos muy sutiles* Como tienen una piel
diáfana, se ve muy bien el vaso dorsal con su movi-
miento de '' sístole'' y /'diástole." Álzate, en sus
^'Gacetas," habló sobre esto, y no copiamos aquí su
Disertación por ser muy extensa. Carecen de cue-
llo, su cabeza es esférica y el apéndice es aplanado
y está dividido en dos lóbulos trasversales. La Na-
turaleza no les dio ojos, por serles inútiles, puesto
que viven en la obscuridad. Tienen seis patas ver-
daderas en figura de gancho, y colocadas por pares
en los tres primeros segmentos. Las falsas patas
son diez, callosas y situadas también por pares en
les segmentos 6o., 7o., 8o., 9o. y 12o. Tienen nue-
ve estigmas de cada lado en los segmentos lo., 4o.,
5o., 6o., 7o., 8o., 9o., 10o. y lio. Jamás se les ha
visto cambiar de piel, y los indígenas las llaman
' ' meocuillin : ' ' gusano del maguey.
Desde Junio hasta Agosto se trasforman en cri-
sálidas, y para lo cual la superficie interior del ci^
lindro en que viven lo endurecen y reducen á una
sustancia leñosa hasta un espesor de dos á tres mi-
límetros, sin duda con el objeto de que si la penca
se seca y contrae, no las oprima en su habitación y
las haga perecer, ó también para encontrar un paso
libre en el momento de ser convertidas en insectos
perfectos. Estas crisálidas no son de forma angu-
losa, y se sitúan con la cabeza hacia arriba en el
fondo del cilindro.
—188—
En Agosto 7 Septiembre se desprende el insecto
de su cubierta coriácea que lo había tenido encerra-
do, y la rompe primero por la parte que corresponde
á su cabeza en la línea ó sutura trasversal, después
por el vientre en todo ei espacio que ocupan las
patas, permaneciendo unida á su abdomen la refe-
rida cubierta, por otras catorce ó diez y seis horas,
con la singularidad notable de que su dorso queda
entero. Las alas se les forman dobladas al través,
como á los coleópteros, debajo de sus estuches.
Aunque estas mariposas son diurnas, no nacen sino
en la oscuridad de la noche. Las hembras son más
gruesas y velludas que los machos, ostentando so-
bre sus alas loe colores negro, blanco y amarillo ro-
jizo con más viveza. Desde que ellas nacen tienen
en el ovario formados los huevecillos del mismo ta-
mafio oon que los dan áluz en la época de la postu-
ra, siendo por lo regalar ésta de 25 á 30 huevos.
Por la relación exacta que acabo de hacer, severa
que este insecto efectúa toda su metamorfosis en el
espacio de un año.
BOMBIX AGAVIS.
Este insecto corresponde al orden 6o. ••Lepidóp-
teros," á la sección 3a. •'Nocturnos," á la primera
tribu de éstos, ••Bombicidos" y al género ••Bombix."
Su cuerpo es oblongo, velludo, de quince milíme-
tros de largo y cuatro de diámetro, estando cubierto
todo por las alas en los machos, y con su extremi-
dad descubierta en las hembras, debido esto á que
laa segundas tienen el abdomen más voluminoso que
loB primeros. El tórax es globoso y muy velludo,
con el protorai bien marcado y sumamente angosto.
Su cabeza ea muy ppqueña, con loa ojos casi cu-
biertos por el vello. Los palpos son como en la ge-
neralidad de eatoa insectos y sin particularidad no-
table. Las antenas son bipectineaa en los dos se-
xos, de diez milímetros de lai^o, situadas delante de
los ojos, y teniendo envuelta su base con unos pin-
celes de vello. La trompa ea rudimentaria, lo que
prueba que eatoa insectos pasan sin alimento el corto
periodo de su existencia, como sucede con los "Noc-
tuélidos." Tienen seis patas de igual tamaño, los mus
los y las piernas vellosas, cada una con cuatro artejos
en los tarsos y el último con dos pequeñas uñas. Laa
alas inferiores son más pequeñas que las superio-
res, y éstas eatán inclinadas cuando el animal se
halla en reposo ; extendidas miden treinta y cuatro
milímetroa de un extremo al otro, y tienen un fleco
de vello en su orilla inferior. Todo el color del in-
secto ea pardo oacuro por la parte superior y eenizíí
por abajo. El protorax es más oscuro que el resfcl
del cuerpo, loa pinceles dé que nacen laa antenas
aon blanquizcos, los ojos negros mates y las antenas
de color moreno claro. Cada una de las alas su-
periorea, tiene dos líneas trasversales muy angostas,
pardas y negras, y algunas más pequeñas de los
mismos colores cerca de los hombros. Desde éstos
hasta la extremidad, y por la orilla externa de lae
mismas alas, tionen una faja de un blanco sucio oon
algunas manchas negras. Lae alas inferiores soú
blanquizcas.
En los meses de Abril y Mayo hacen estas marí'
\
posas sos posturas sobre las raices y tallos del ma-
^ey, y nunca en ninguna otra pluita, escogiendo
siempre de preferencia las especies que conocemos
con los nombres de ^'chichilmetl cimarrón" y sus
variedades, y ^^cosmetL" Deportan sus hueveci-
llos en número de cuarenta á cincuenta en grupos
de cinco ó seis, cubiertos con una sustancia pega-
josa y del color y consistencia de la goma. Estos
huevecillos son de la figura de un cilindro inclinado,
de medio milímetro de diámetro y de un milímetro
de altura, de consistencia dura, con la superficie
áspera, reticulada y de color de ocre oscuro. La
parte inferior que les sirve de base está cubierta de
una película blanquizca y delgada. La pequeña
oruga dilata en desarrollarse y romper el huevo diez
ó doce días, pasados los cuales se sale de él y se
introduce en las partes del maguey que le van á
servir de alimento y morada por algún tiempo.
Cuando han llegado estas orugas á desarrollarse
enteramente, lo que sucede en los meses de Julio y
Agosto, son como de cuatro centímetros de largo y
cinco milímetros de ancho, convexas por el dorso y
planas por el vientre. Están compuestas de doce
segmentos trasversales, con un surco ligero en me-
dio de cada uno de ellos; su color es rojo en la parte
superior, amarillento en la inferior, y la cabeza y
demás partes comeas de un color pardo oscuro ; las
mandíbulas son casi negras.
La cabeza, las seis patas verdaderas y el apéndice
ganchoso que tienen sobre el último segmento, son
de consistencia comea; el resto del cuerpo escoriá-
ceo. Dicho cuerpo generalmente es opaco, y sólo
24
—188—
se distingue en él el vaso dorsal con su n^ovimíento
de sístole y diástole. '. . .
Aunque la -cabeza de estas orugas no está sepa*
rada por un cuello del resto del cuerpo, se distingue
fácilmente á primera vista. Es de figura orbicular
y con un lóbulo en el oentro de su oircunférenoia,
formado por el labio superior. Estas orugas carecen
de ojos. : ', •
El labio sujierior consiste en uña piez^ deprimida,
trasversal, nibvibie de adelante hacia atrás y unida
á la parte anterior del eplstomo, cubre completa-
mente loismaxfláreet 'Cuando el animal está én repo-
so, y su uso es retenerlos alimentos durante lá maé-
tícaoión. '
Las mandíbulas son de consistencia comea, oblQn-
gas, cóncavas por su cara inte^rna, con cuatro en-
dentadur<as cadia un$t, opuestas como las pilmas de
unas pinzas y articuladas con las extremidades del
labio superior.
Los maxilares son dos, colocados debajo de las
mandíbulas: están compuestas de dos cilindros ar-
ticulados, siendo de menor diámetro el superior, él
ciial termina en un apéndice pequeño, también ar-
ticulado y papiforme. Estos órganos sirven para
retener, eñ unión del labio superior, la sustancia
destinada á ser dividida.
El labio inferior es de^^gfura tr^peaoide y. le fi^l*
tan los pequeños palpos que ordinariamente acom-
pañan á este órgano en la mayor parte de las otu^
Los palpos son dps, uno de cada lado, cilindricos,
—187—
terminados por un pelo, compuestos de dos artejos
y situados en la base de las mandíbulas exterior-
mente.
Las verdaderas patas son seis, comeas y de figura
de gancho, colocadas por pares en los tres primeros
segmentos del insecto; las falsas patas son ocho,
retráctiles, y están colocadas también por pares en
los segmentos del 7o. al 10o., compuestas de muchos
garfios. Estas orugas tienen nueve estig^nas de
cada lado, en medio de cada segmento y arriba de
una faja que divide el dorso del vientre; están co-
locados en los segmentos lo., 4o., 6o., 6o., 7o., 8o.,
9o., 10o., y lio. Estos estigmas son circulares y
con su borde comeo.
Tienen estos insectos algunos pelos sobre sus cos-
tados, en la cabeza y palpos; despiden un olor ^'sui
generis" penetrante, y la muda de piel la hacen en
diez ó doce horas, abriéndose por el vientre al des-
prenderse el insecto de ella. En todo el tiempo que
permanecen en los tallos del maguey verifican tres
mudas de piel, y ya sepultados en la tierra y en el
momento preciso de convertirse en crisálidas, ex-
perimentan su cuarta y última muda.
Viven en comunidad en los nidos ó galerías que se
fabrican en los tallos subterráneos del maguey, y en
ellos se alimentan por cinco meses con la sustancia
del mismo tallo, al cual dañan notablemente, por-
que lo petrifican y reducen á una sustancia roja.
Vulgarmente llaman á estas orugas las gentes del
campo '^chiloouiles, tocóles' ' ó ^'gusanos colora-
dos.''
i
LfOS meses que ya dejo dichos, antes de Julio y
Agosto^ son la época del año en que los dependien-
ted de las haciendas buscan con afán estas orugas
coloradas para comerlas» preparadas del mismo mo-
do que los gusanos blancos del ^^Teria/' aunque no
son tan sabrosos como estos últimos.
Luego que pasa la estación de las lluvias y se
anuncia el inyiemOy se salen estas orugas en grupos,
de los magueyes en que han vivido y se han alimen-
tado por tanto tiempo, y se introducen en los agu-
jeros que naturalmente se encuentran formados en
la tierra. Arrojan una baba sedosa, con la cual for-
man una tela gruesa y tupida que les sirve para cu^
brír la entrada y el fondo de los agujeros, donde
pasan adormecidas y sin tomar ningún alimento en
la estación del invierno. (*) A fines de esta estación,
por el iñes de Febrero, y cuando se aproxima el tiém -
po en que deben trásformarse en crisálidas, se des-
coloran hasta quedar con una ligera tinta de un ama-
rillo pálido.^
En los m^ses de Marzo y Abril se tirasf orman en
crisálidas, para lo cual mudan por última vez de piel,
como dije ante3. Estas crisálidas son desnudas, ca-
(*) He con^ervi^p por once meses algunas de es-
tas orugas sin d^trí^iB ningún alimentp, y han per-
manecido vivas, con sus movimientos naturales y
sin alteración eñ su salud. He visto también otras
de estas orugas atacar á sus compafieras para ali-
mentarse con ellas.
recen de inguloe y su color es amarillo pajizo muy
brillante. Los cuatro primeros segmentos de abdo-
men están como plagados y embutidos los unos en
los otros, y armados en su borde de una multitud de
espinas muy pequeñas. Supongo que éstas no son
otra cosa que las mismas que formaban las falsas
patas de la oruga y que se han extendido en la cri-
sálida. Las patas se le forman al insecto sobre el
dorso é inmediatas á las antenas, en estado aún de
ninfa. Se les observan algunos movimientos en el
abdomen, por medio de los cuales y con el auxilio de
las coronas de espinas que adornan cada uno de los
segmentos abdominales, se arriman á la entrada de
los agujeros para desprenderse de la cubierta que
las ha tenido encerradas, lo cual ejecutan siempre
rompiéndola primero por la parte que corresponde al
pecho. Hacen esta operación en las primeras ho*
ras de la noche, y pasadas dos ó tres horas, pueden
ya lanearse al aire para efectuar la unión de los dos
sexos y propagar la especie.
Como la cubierta de la crisálida es diáfana, al irse
formando la mariposa aparece aplomada, por tras*
parentarse su color. En estas crisálidas se sigue con
la vista el desarrollo del insecto.
Sólo vuelan estos ^^lepidópteros" en las altas ho-
ras de la noche, pues son muy torpes durante el día ;
no ven absolutamente nada y permanecen ocultos,
mientras alumbra el sol, en los lugares más sombríos
y debajo de las pencas de los magueyes.
Eiste insecto realiza todas sus metamorfosis en el
espacio de un año, como el ^^Teria," aunque las ha*
-1«0—
ce en periodoé y estaciones diferentes 'd« los de esté
último.
PHíENAX auricoma.
En la época en que I^s orugas del "bombyaj:**
abandonan los magueyes para trasladarse é^ los agu-
jeros en que deben convertirse en crisálidas, apare-
ce un insecto de los "hemípteros," del género "pbfP-
najc," conocido vulgarmente con. el nombre de "ga-r
llito,^' que ataca y destruye un grto nújcnero de di-
chas orugas, sin lo cual sufríría,n n^ayoreg daños los
magueyales. Continuamente se les ve en ese tiem-
po aplicar á ellas su largo ]|;:ostro para extra,erles la
sustancia grasosa de que se componen. ,,
El ^^p}i6^nax" tiene ^1 cuerpo oblongo», gtueeo-y
corto. Su parte superior es amarillenta, esponjosa
y recogida en pliegues á los lados del abdomen ^ la
parte inferior de éste es coriácea, negruzca, con el
bordé de sus segmentos rojo y terminado en yii ap^nr
dice pedjnculado y de figura de alarbadá. Todo el
abdomen está envuelto en una sustancia blanca, al •"
godonosa, que se desprende con facilidad y es íñuy
suave al tacto,.. El, bprde anterior del coselete se ^-
tiende spbre los hopibros, y pl escudo es triangular
y descubierto. Sus ojos soi^ pequeños y sali^iiites;
las antenas muy cortas; ^f ericas, pediculada?^ tfi^
tuadas en una d^pr$}sión 4e la frente abajo de lo^
ojos. El rostro es trímero, con el primer artejo en-
cajonado entre las woioaa de las dos patas delante-
rad, y el segundó art^a muy largo. Las patas pps-
—191—
teriores tienen las piernas muy largas ; cada una de
las seis patas consta de dos artejos en los tarsos, j
el seg^undo de estos tiene dos uñas: todas estas par-
tes son de un color amarillo sucio con manchas ne*
gras.
En las articulaciones de los muslos con las pier-
ñas, tienen algunas espinas. Las alas superiores
80Q más largas que las inferiores y de doble longi*
tud que el cuerpo, reticuladas, semitrasparentes y
negras, con los hombros rojos. Las alas inferiores
son trasparentes, reticuladas, blancos y con una
faja ancha, negruzca en su borde.
El Sr. Blasquez le ha dado el nombre ''Tingis
Bombycida," por la voracidad con que persigue á
las orugas del **Bombix agavis,*' y creyó que era
una especie nueva, desconocida de los naturalistas
europeos, no estando por lo mismo clasificada.
Este insecto es muy singular, ya por alimentarse
exclusivamente de las referidas orugas, como por la
sustancia algodonosa en que se halla envuelto su
abdomen.
VeLIA AGAVIS.
Este insecto corresponde al orden 4o, ^'Hemípte-
ros;'' á la sección la., ^^Heterópteros;" á la familia
5a., ^'Hidrómetras,*' y al género "Velia."
Su cuerpo tiene 20 milímetros de largo y 3 de an*
oho; la cabeza es muy pequeña en comparación del
cuerpo, y de figura romboidal; las antenas son tan
Á
-lea—
largae como el cuerpo, filiformes, de cuatro artejos,
siendo el segundo y el cuarto muy pequeños y ioa
otros dos bastante largos. Estas antenas naeea
casi en la extremidad de la cabeza y delante de los
ojos, que son laterales, salientes y lieos. El pico Ib
nace de la frente, y aparentemente consta de dos
partes. El protorax es trapesoide, ensanchan doso.
por la parte posterior, y tiene dos pequeñas promí'
nenciaa se mi esféricas por la anterior. El escudo ei
triangular y pequeño. La parte superior de los hé-
litros es casi de la consistencia de la inferior, y coq:
venas salientes. Tanto los hélitros como las alasT
cubren enteramente el abdomen y sobresalen de él
por su extremidad.
Las patas anteriores y posteriores son más largas
que las medianas, y todas son muy delgadas. El
primer par está situado en dos protuberancias del
protorax por su parte inferior, y loa otros dos pares
están separados del primero y colocados á los lados
del abdomen. Todas las patas están cubiertas de i
vello fino, y constan de un solo tarso con dos p©- I
quenas uñas, " I
La parte superior de la cabeza, los ojos, las ante-
nas, el rostro, el protoraz, el escudo. los hélitros y
las patas son de color negro mate; todo el resto del
insecto es rojo, lo mismo que la orilla del protorax
y los hombros. En cada muslo tiene dos pequeñas
manchas amarillas, y los seis segmentos del abdo-
men están marcados con una linea de este mismo
color y otra negra. Las alas son pardas. Los hé-
litros de los machos tienen en su parte media unu
manchas triangulares amarillas.
I
—188-
Estos insectos se alimentan exclusÍTamente de la
aguamiel de los magueyes, sobre los cuales viven
en gran número.
El ^'Chrysomphalus agavis'' de la tribu de los coc-
cianos y del orden de los hemípteros, conocido con
el nombre vulgar de ^ 'piojo del maguey," perjudica
notablemente á la planta, pues cubre completamen-
te las pencas, las agota por la succión de sus jugos
y las mata. La figura exterior es la de un casquete
esférico más ó menos regular de un diámetro próxi*
mámente de un milímetro; de un color gris sucio con
una manchita morena obscura en el centro. Es el
casco de la hembra debajo del cual existen las lar-
vas.
A principios del año (1901) me remitió unos ejem-
plares el Sr. Beltrán, de San Andrés Chalchicomu*
la, manifestándome el destrozo que causaban en los
maguey ales y en contestación publiqué en el '^ Bo-
letín de la Sociedad Agrícola Mexicana" las siguien-
tes recetas para su destrucción, que también usé en
el año de 1^4 contra el pulgón del café :
Jabón n^^ro, media libra. Petróleo, veinte cuar-
tillos. Agua, diez cuartillos.
Pónganse á calentar los diez cuartillos de agua y
cuando esté hirviendo disuélvase el jabón. Hecha
la solución viértase en ella el petróleo y remuévase
fuertemente por espacio de un cuarto de hora, te-
niendo cuidado de separar de la lumbre la solución
antes de poner el-petróleo, para evitar el que éste se
inñame : cuando ya está fría se le agregan 270 cuar-
tillos de agua, se agita y se riegan los magueyes
25
—194—
atacados, con un aparato pulverizador ó con rega-
dera de finos agujeros. Si el agua es caliza y no
puede obtenerse buena, entonces se sustituye ésta
con el suero.
También se usa con éxito la sígnente :
Cal viva, una y media arrobas. Azufre, veinte li-
bras. Sal, quince libras. Agua 000 cuartillos.
El azufre en polvo y diez libras de cal se ponen
con doscientos caartillos de. agua en una caldera.
Se hacen hervir á fuego vivo hasta que el azufre se
haya disjaelto completamente y la mezcla tome un
color ambarino. Se coloca en otro recipiente ei
resto de la cal y se le agrega bastante agua caliente
para apagarla y cuando esté hirviendo por el mismo
calor que desprende al hidratarse, se le añade la sal.
Disuelta ésta se mezcla esta solución con la primera,
se pone al fuego y se remueve manteniéndola hir-
viendo por tres cuartos de hora y después se le agre-
ga el ag^a que falte para completar los seiscientos
cuartillos. Se aplica con regadera ó irrigador.
El pinacate del maguey (Sphenophorus spinolse?)
es un gorgojo que causa muchos perjuicios. Se le co-
noce con el nombre de pinacate y á la planta ataca-
da, con el de maguey apinacatado. Recomiendo una
mezcla formada de 460 gramos de verde de Paris en
450 litros de agua y 9 litros de lechada de cal agua-
da ; aplicando esta papilla con bomba irrigadora ó
con jeringa.
Por último, entre los insectos nocivos al maguey,
tenemos el fraile ( Acanthoderes funeraria) que pue-
de combatirse con la mezcla, anterior.
—185—
En ciertas haciendas de los Llanos de Apam sue-
le presentarse la podredumbre del maguey determi-
nada por un hongo del género Phytophthora muy
semejante á la '^infestans'* de Mont; acaso sea una
variedad afine de esta especie.
Esta enfermedad la hemos observado y estudiado
en la hacienda de Ometusco en compañía del Dr.
Víllada. El aspecto de la enfermedad es como si-
g;ae: EIn la extremidad del meyolote aparecen unas
manchas morenas de diversas dimensiones, estando
desorganizado el tejido parenquimatoso en el lugar
que ocupan, y en muchas de ellas trasformado en
ana masa pastosa bastante Qscura. Deshojados al-
gunos meyolotes se nota que la podredumbre parece
que invade del exterior al interior y de la extremi-
dad á la base, pero examinando detenidamente se
descubre interiormente manchas más extensas de
podredumbre muy avanzadas y en las pencas más
profundas manchas pequeñas de un color ligera-
mente oscuro y trasparente. Esta enfermedad se
presenta en los magueyales por manchones. Ataca
de preferencia las almácigas. El tratamiento que
aconsejo contra esta enfermedad, es quemar la plan-
ta invadida en el lug^r y regarlo con dos litros de
una solución de sulfato de cobre al 3 pg
Los hijos tiernos del henequén los come el gana-
do vacuno, los cochinos, venados, cabras, etc., y al-
gunos de ellos, cuando les falta pasto verde y apura
el verano, acometen hasta á las hojas grandes para
masticar y chuparles el jugo. El caballar, aunque
no lo come, trilla el terreno y mata los hijos. El in-
secto de la familia de los coleópteros, llamado en la
i
—188—
Los roeees que ya dejo diehoa, antes de Julio y
A^sto, eon la época del año en que los dependien*
tea de las haciendas buscan con afán estas orugas
coloradas para comerlas, preparadas del mismo mo-
do que los gusanos blancos del "Teria," aunque no
son tan sabrosos como estos últimos,
Lueg;o que pasa la estación de las lluvias y se
anuncia el invierno, se salen estas orugas en grupos,
de los magueyes en que han vivido y se han alimen-
tado por tanto tiempo, y ee introducen en los agu-
jeros que naturalmente se encuentran formados en
la tierra. Arrojan una baba sedosa, con la cual for-
man ana tela gruesa y tupida que lessirve para cu-
brir la entrada y el fondo de los agujeros, donde
pasan adormecidas y sin tomar ningún alimento en
la estación del invierno. (*) A fines de esta estación,
por el mes de Febrero, y cuando se aproxima el tiem-
po en que deben trasformarae en crisálidas, se dea-
coloran hasta quedar con una ligera tinta de un ama-
rillo pálido.
En los meses de Marzo y Abril se trasforman en
crisálidas, para lo cual mudan por última vez de piel,
como dije antes. Estae crisálidas son desnudas, ca-
(') He conservado por once meses algunas de es-
tas orugas sin darles ningún aumento, y han per-
manecido vivas, con sus movimientos naturales y
sin alteración en su salud. He visto también otras
de estas orugas atacar á sus compañeras para ali-
mentarse con ellas.
I
recen de inguloe y su color es amarillo pajizo muy
brillante. Los cuatro primeros se^n^entos de abdó*
men están como plegados y embutidos los unos en
los otros, y armados en su borde de una multitud de
espinas muy pequeñas. Supongo que éstas no son
otra cosa que las mismas que formaban las falsas
patas de la oruga y que se han extendido en la cri-
sálida. Las patas se le forman al insecto sobre el
dorso é inmediatas á las antenas, en estado aún de
ninfa. Se les observan algunos movimientos en el
abdomen, por medio de los cuales y con el auxilio de
las coronas de espinas que adornan cada uno de los
segmentos abdominales, se arriman á la entrada de
los agujeros para desprenderse de la cubierta que
las ha tenido encerradas, lo cual ejecutan siempre
rompiéndola primero por la parte que corresponde al
pecho. Hacen esta operación en las primeras ho*
ras de la noche, y pasadas dos ó tres horas, pueden
ya lamparse al aire para efectuar la unión de los dos
sexos y propagar la especie.
Como la cubierta de la crisálida es diáfana, al irse
formando la mariposa aparece aplomada, por tras*
paren tarso su color. En estas crisálidas se sigue con
la vista el desarrollo del insecto.
Sólo vuelan estos * lepidópteros" en las altas ho-
ras de la noche, pues son muy torpes durante el día;
no ven absolutamente nada y permanecen ocultos,
mientras alumbra el sol, en los lugares más sombríos
y debajo de las pencas de los magueyes.
Este insecto realiza todas sus metamorfosis en el
espacio de un año, como el '^Teria," aunque las ha*
—188—
Los meses que ya dejo dichos, antes de Julio y
Agosto, son la época del año en que los dependien-
tes de las haciendas buscan con afán estas orugas
coloradas para comerlas, preparadas del mismo rao-
do que los gusanos blancos del "Tena," aunque no
son tan sabrosos como estos últimos.
Luego que pasa la estación de las lluvias y se
anuncia el invierno, se salen estas orugas en grupos,
de los magueyes en que han vivido y se han alimen-
tado por tanto tiempo, y se introducen en los agu-
jeros que naturalmente se encuentran formados en
la tierra. Arrojan una baba sedosa, con la cual for-
man ana tela gruesa y tupida que les sirve para cu-
brir la entrada y el fondo de los agujeros, donde
pasan adormecidas y ain tomar ningún alimento en
la estación del invierno. (") A fines de esta estacióo.:
por el mea de Febrero, y cuando se aproxima el tiéni»
po en que deben trasformarse en crisálidas, se des*
coloran hasta quedar con una ligera tinta de un ama*
rillo pálido. '
En los meses de Marzo y Abril se trasforman ea
crisálidas, para lo cual mudan por última vez de piel)
como dije antes. Estas crisáhdaa son desnudas, ca*
(■) He conservado por once meses algunas de es*
tas orugas sin darles ningún alimento, y han per-
manecido vivas, con sua movimientos naturales y
sin alteración en su salud. He visto también otras
de estas orugas atacar ¿ sus compañeras para ali-
mentarse con ellas.
—191—
teriores tienen las piernas muy largas; cada una de
las seis patas oonsta de dos artejos en los' tarsos, j
el segundo de estos tiene dos uñas: todas estas par*
tes son de un color amarillo sucio con manobas ne*
gras.
En las articulaciones de los muslos con las pier-
ñas, tienen algunas espinas. Las alas superiores
son más largas que las inferiores y de doble longi-
tud que el cuerpo, reticuladas, semitrasparentes y
negras, con los hombros rojos. Las alas inferiores
son trasparentes, reticuladas, blancos y con una
faja ancha, negruzca en su borde.
El Sr. Blasquez le ha dado el nombre -'Tingis
Bombycida," por la voracidad con que persigue á
las orugas del *'Bombix agavis," y creyó que era
Qna especie nueva, desconocida de los naturalistas
europeos, no estando por lo mismo clasificada.
Este insecto es muy singular, ya por alimentarse
exclusivamente de las referidas orugas, como por la
sustancia algodonosa en que se halla envuelto su
abdomen.
Velia agavis.
Este insecto corresponde al orden 4o, **Hemípte-
rós;" á la sección la., "Heterópteros;" á la familia
5a., ^'Hidrómetras,*' y al género "Velia.**
Su cuerpo tiene 20 milímetros de largo y 3 de an*
oho; la cabeza es muy pequeña en comparación del
cuerpo, y de figura romboidal ; las antenas son tan
largas como el cuerpo, filiformes, de cuatro artejos,
alendo el segundo y el cuarto muy pequeños y los
otros dos büstante largos. Estas antenas nacea
casi en la extremidad de la cabeza y delante de loB
ojos, que son laterales, salientes y lisos. El pico 1»
nace de la frente, y aparentemente consta de do»
partes. El protorax es trapeaoide, ensanchándose
por la parte posterior, y tiene dos pequeñas promi-
nencias semiesféricas por la anterior. El escudo ecf
triangular y pequeño. L,a parte superior de los hé-
litros es casi de la consistencia de la inferior, y con'
venas salientes. Tanto los hélitros como las alas.
cubren enteramente el abdomen y sobresalen de él
por su extremidad.
Las patas anteriores y posteriores son más largas
que las medianas, y todas son muy delgadas. E^
primer par está situado en dos protuberancias dei
protorax por su parte inferior, y los otros dos parea
están separados del primero y colocados á los lados
del abdomen. Todas las patas están cubiertas dé
vello fino, y constan de un solo tarso con dos pe*'
quenas uñas. "
La parte superior de la cabeza, los ojos, las ante-
nas, el rostro, el protorax, el escudo. los hélitros y
las patas son de color negro mate; todo el resto del
insecto es rojo, lo mismo que la orilla del protorax
y los hombros. En cada muslo tiene dos pequeñas
manchas amarillas, y los seis segmentos del abdo-
men están marcados con una línea de este mismo
color y otra negra. Las alas son pardas. Los hé-
litros de loa machos tienen en su parte media unas _
manchas triangulares amarillas.
—188-
Estos insectos se alimentan exclusiyamente de la
aguamiel de los magueyes, sobre los ouales viven
en gran número.
El ^'Chrysomphalus agavis" de la tribu de los coc-
cianos y del orden de los hemipteros, conocido con
el nombre vulgar de 'apiojo del maguey," perjudica
notablemente á la planta, pues cubre completamen-
te las pencas, las agota por la succión de sus jugos
y las mata. ■ La figura exterior es la de un casquete
esférico más ó menos regular de ün diámetro prózi*
mámente de un milímetro; de un color gris sucio con
una manchita morena obscura en el centro. Es el
casco de la hembra debajo del cual existen las lar-
vas.
A principios del año (1901) me remitió unos ejem-
plares el Sr. Beltrán, de San Andrés Chalchicomu-
la, manifestándome el destrozo que causaban en los
magueyales y en contestación publiqué en el ^'Bo-
letín de la Sociedad Agrícola Mexicana" las siguien-
tes recetas para su destrucción, que también usé en
el año de 1894 contra el pulgón del café :
Jabón n^^ro, media libra. Petróleo, veinte cuar-
tillos. Agua, diez cuartillos.
Pónganse á calentar los diez cuartillos de agua y
cuando esté hirviendo disuélvase el jabón. Hecha
la solución viértase en ella el petróleo y remuévase
fuertemente por espacio de un cuarto de hora, te-
niendo cuidado de separar de la lumbre la solución
antes de poner el-petróleo, para evitar el que éste se
inñame: cuando ya está fría se le agregan 270 cuar-
tillos de agua, se agita y se riegan los magueyes
25
—194-
atacados, con un aparato pulverizador 6 con rega-
dera de finos agujeros. Si el agua ea caliza y no
puede obtenerse buena, entonces se sustituye éats
con el suero.
También se usa con éxito la síg:uiente:
Cal viva, una ymediaarrobaa. Azufre, veinte li-
bras. Sal, quince libras. Agua 600 cuartillos.
El azufre en polvo y diez libras de cal se pone^
con doscientos cuartillos de agua en una caldera.'
Se hacen hervir á fueg^o vivo hasta que el azufre se
haya dis.uelto completamente y la mezcla tome ua
color ambarino. Se coloca en otro recipiente e\
resto de la cal y se le agrega bastante agua calienta
para apagarla y cuando esté hirviendo por el mismo
calor que desprende al hidratarse, se le añade la sal.
Disuelta ésta se mezola esta solución con la primera^
ae pone al fuego y se remueve manteniéndola hir-
viendo por tres cuartos de hora y después se le agre-
ga el agua que falte para completar los seiscientos
cuartillos. Se aplica eon regadera ó irrigador.
El pinacate del maguey (Sphenophorus spinolae?)
ea un gorgojo que causa muchos perj uicios. Se le co-
noce con el nombre de pinacate y á la planta ataca-
da, con el de maguey apinacatado. Recomiendo una
mezcla formada de 460 gramos de verde de Paria en
450 litros de agua y 9 litros de lechada de cal agua-
da; aplicando eata papilla con bomba irrigadora 4
con jeringa.
Por último, entre los insectos nocivos al maguey,
tenemos el fraile ( Acanthoderes funeraria) que pus*
de combatirse con la mezcla anterior.
—186—
En ciertaJB haciendas de los Llanos de Apam sue-
le presentarse la podredumbre del maguey determi-
nada por un hongo del género Phytophthora muy
semejante á la '4nfestans" de Mont; acaso sea una
variedad afine de esta especie.
Esta enfermedad la hemos observado y estudiado
en la hacienda de Ometusco en compañía del Dr.
Villada. El aspecto de la enfermedad es como si-
gue: En la extremidad del meyolote aparecen unas
manchas morenas de diversas dimensiones, estando
desorganizado el tejido parenquimatoso en el lugar
que ocupan, y en muchas de ellas trasformado en
una masa pastosa bastante oscura. Deshojados al-
gunos meyolotes se nota que la podredumbre parece
que invade del exterior al interior y de la extremi-
dad á la base, pero examinando detenidamente se
descubre interiormente manchas más extensas de
podredumbre muy avanzadas y en las pencas más
profundas manchas pequeñas de un color ligera-
mente oscuro y trasparente. Esta enfermedad se
presenta en los mag^eyales por manchones. Ataca
de preferencia las almácigas. El tratamiento que
aconsejo contra esta enfermedad, es quemar la plan-
ta invadida en el lugar y regarlo con dos litros de
una solución de sulfato de cobre al 3 pg
Los hijos tiernos del henequén los come el gana-
do vacuno, los cochinos, venados, cabras, etc., y al-
gunos de ellos, cuando les falta pasto verde y apura
el verano, acometen hasta á las hojas grandes para
masticar y chuparles el jugo. El caballar, aunque
no lo come, trilla el terreno y mata los hijos. El in-
secto de la familia de los coleópteros, llamado en la
—196—
lengua maya Max, taladra cerca del cogollo par»
comerse lo más tierno. La tusa, "geomys mexlca-
nu8," come las raíces. El cochol y el kuxluch, ea-^
tos dos insectos roen las hojas tiernas. La sombra
y el desaseo te perjudican mucho.
Bien se puede comprender el modo de evitar el
mal que causan la sombra, el desaseo ylos cuadrú-
pedos. El Max (Xyloryctes Testalus) se tiene que
perseguir en los mismoa troncos, de mañana y tar-
de, extrayéndolos de sus hoyos con unos palitos
aguzados, embutiendo en seguida dichos hoyos con
tierra seca y una piedrecita para evitar que les en-
tre agua. "El zorrillo grande, conocido con el nom-
bre de Pai-och, es enemigo de dicho insecto, y así,
se debe procurar que los perros no lo maten." La
tusa se coge con trampas ó se le mata con rejalgar
untando en pedazos de calabaza ii otrasfrutas, y loa
demás insectos con registrar las plantas, partieu-»
larmente en la estación de las lluvias. '
Hay todavía un enemigo muy terrible y que es
necesario mucho cuidado con él, el indio perverso
que roba laa pencas en los plantíos y que también
roba al tiempo de rasparlas, pues de un cadejo grue-
so de henequén hace dos, ó de dos hace tres, para
que pase cada uno de elloa por el producto de una
penca. Para evitar esto es necesario reunirlos en la {
casa principa! para que delante del mayordomo ras-
pen sus tareas.
En la página 172 henms llamado la atención so-
bre las manchas que presentan las pencas del hene-
quén, y cuyo verdadero origen es dudoso. Sí ea
—197—
oierto que estas manchas son de naturaleza fungi-
forme, oomo es de sospecharse, debe buscarse elre*
medio pronta y eficazmente en el estudio de la no-
sología, pues en el caso de que así fuese, dichas
maiiichas no podrán menos de constituir una verda*
dera enfermedad que será necesario desterrar de los
planteles. La aplicación del sulfato de cobre en so-
lución en el agua, al 3 pS » dará buen resultado.
El maguey mezcal no está exento de animales que
lo atacan, ni de enfermedades que lo destruyan.
£3 ^^teria agavis,'' insecto de la tribu de los papi-
liónidos, es uno de ellos. Las larras de este insec-
to penetran en las pencas, llegando muchas veces
hasta el corazón de la planta. Sus taladros, cuyo
número suele ser hasta de 20 en los mezcales pla-
gados, tienen un diámetro de 8 á 9 milímetros. En
estos canales viven durante algunos meses del año,
alimentándose con la sustancia déla hoja. Las mis-
mas larvas revisten el interior de su morada con una
materia que ellas mismas elaboran, la cual tiene
las propiedades de endurecerse con rapidez y de ser
muy resistente. ¡ Admirable precaución instintiva
de estos seres I parece que han previsto que sin ella,
sus crisálidas morirían aplastadas á consecuencia de
la inevitable contracción de las pencas, atrofiadas
por las muchas soluciones de continuidad existentes
en el interior de su tejido.
El otro enemigo, que es el más temible por loses-
tragos que hace en los mezcales, consiste en una en-
fermedad que parece trasmisible, y cuya naturaleza
—190—
ce en periodoé y estaciones diferentes de tos de eeté
último. '
PHíENAX auricoma.
En la época en que Ifis orugas del **bombyx'*
abandonan los magueyes para trasladarse^ los agu-
jeros en que deben convertirse en prísáUdaa, apare-
ce un insecto de los "hemípteros," del género "phfa-
najc," conocido vulgarmente con, el nombre de "g,a"r
Ilito/' que ataca y destruye un grkn nújnero desdi-
chas orugas^ sin lo cual sufrirían n>ayore9 dánoslos
magueyales. Continuamente se les ve en ese tiem-
po aplicar á ellas su largo ^stro para extraerles la
sustancia grasosa de que se componen, i ,
El ^^phadnax" tiene ^1 ouerpo oblongo^, gtuesay
corto. Su .parte superior es amarillenta, esponjosa
y recogida en pliegues á los lados del abdóm^i;- la
parte inferior de éste es coriácea, negruzca, con el
bordé dé Sus segmentos rojo y terminado en yii ap^n-
dióe pedinoulado y de figura de alarbadá. Todo el
abdomen está envuelto en una sustancia blanca, al-
godonosa, que se desprende con facilidad y es íñuy
suave ^l tacto^ El, borde anterior del coselete se ex-
tiende spbre, los hopibrps, y pl escudo es triangular
y descubierto^ Sus ojos 901^ pequeños y. sali^ates;
las antenas muy corta^'; .^féricas, pediculadas^ /si-
tuadas en una d^pr^sión 4e 1|b^ frente abajo de lo^
ojos. El rostro es trímero, con el primer artejo en-
cajonado' entre las anoas de las dos patas delante-
rad, y: el segundo artera muy largo. Las patas pos-
—ul-
teriores tienen las piernas muy largas; cada una de
las seis patas consta de dos artejos en los* tarsos, y
el segundo de estos tiene dos uñas: todas estas par«
tes son de un color amarillo sucio con manchas ne-
gras.
En las articulaciones de los muslos con las pier-
nas, tienen algunas espinas. Las alas superiores
son más largas que las inferiores y de doble longi-
tud que el cuerpo, reticuladas, semitrasparentes y
negras, con los hombros rojos. Las alas inferiores
son trasparentes, reticuladas, blancos y con una
faja ancha, negruzca en su borde.
El Sr. Blasquez le ha dado el nombre -'Tingis
Bombycida," por la voracidad con que persigue á
las orugas del **Bombix agavis," y creyó que era
una especie nueva, desconocida de los naturalistas
europeos, no estando por lo mismo clasificada.
Este insecto es muy singular, ya por alimentarse
exclusivamente de las referidas orugas, como por la
sustancia algodonosa en que se halla envuelto su
abdomen.
Veliaaoavis.
Este insecto corresponde al orden 4o, *'Hemípte-
rós;'* á la sección la., "Heterópteros;" á la familia
5a., **Hidrómetras,*' y al género **Velia.'*
Su cuerpo tiene 20 milímetros de largo y 3 de an*
oho; la cabeza es muy pequeña en comparación del
cuerpo, y de figura romboidal; las antenas son tan
largas como él cuerpo, SUformas, de cuatro artejos^
siendo el segundo y el cuarto muy pequeños y losf
otros dos bastante largos. Estas antenas naceiVj
casi en la extremidad de la cabeza y delante de ton
ojos, que son laterales, salientes y lisos. El pico 1^
nace de la frente, y aparentemente consta de dos
partes. El protoraz es trapesoide, ensanchándose
por la parte posterior, y tiene dos pequeñas promi-
nencias semiesféricas por la anterior. El escudo es
triangular y pequeño. La parte superior de los hé-
litros es casi de la consistencia de la inferior, y coq
venas salientes. Tanto loe hétitros como las alas,
cubren enteramente el abdomen y sobresalen de él
por su extremidad.
Las patas anteriores y posteriores son más largaf^
que las medianas, y todas son muy delgadas. K^
primer par está situado en dos protuberancias dej
protorax por su parte inferior, y los otros dos parea,
están separados de! primero y colocados á loa lado»
del abdomen. Todas las patas están cubiertas de'
vello fino, y constan de un solo tarso con dos pe-
queñas uñas. "
La parte superior de la cabeza, los ojos, las ante-
nas, el rostro, el protorax, el escudo, loa hélitros y
las patas son de color negro mate; todo el resto del
insecto es rojo, lo mismo que la orilla del protorax
y los hombros. En cada muslo tiene dos pequeñas
manchas amarillas, y loa seis segmentos del abdo-
men están marcados con una línea de este mismo
color y otra negra. Las alas son pardas. Los hé-
litros de los machos tienen en su parte media unas
manchas triangulares amarillas.
i
Estos insectos se alimeotan exdusíTamente de la
aguamiel de los magueyes, sobre los cuales viven
en gran número.
El ^'Chrysomphalus agavis" déla tribu de los coc-
cianos y del orden de los hemipteros, conocido con
el nombre vulgar de ^^piojo del maguey/' perjudica
notablemente á la planta, pues cubre completamen-
te las pencas, las agota por la succión de sus jugos
y las mata. La figura exterior es la de un casquete
esférico más ó menos regular de un diámetro próxi-
mámente de un milímetro ; de un color gris sucio con
ana manchita morena obscura en el centro. Es el
casco de la hembra debajo del cual existen las lar-
vas.
A principios del año (1901) me remitió unos ejem-
plares el Sr. Beltrán, de San Andrés Chalchicomu*
la, manifestándome el destrozo que causaban en los
maguey ales y en contestación publiqué en el ^'Bo-
letín de laSociedad Agrícola Mexicana" las siguien-
tes recetas para su destrucción, que también usé en
el año de 1894 contra el pulgón del café :
Jabón n^ro, media libra. Petróleo, veinte cuar-
tilloe. Agua, diez cuartillos.
Pónganse á calentar los diez cuartillos de agua y
cuando esté hirviendo disuélvase el jabón. Hecha
la solución viértase en ella el petróleo y remuévase
fuertemente por espacio de un cuarto de hora, te-
niendo cuidado de separar de la lumbre la solución
antes de poner el-petróleo, para evitar el que éste se
inflame : cuando ya está fría se le agregan 270 cuar-
tillos de agua, se agita y se riegan los magueyes
25
—194-
atacados, con un aparato pulverizador ó con rega- ]
dera de finos agujeros. Si el agua ea caliza y no 1
puede obtenerse buena, entonces se sustituye éstS J
con el suero.
También se usa oon éxito ta siguiente : >
Cal \-iva, una y media arrobas. Azufre, veinte lí?-
bras. Sal, quince libras. Agua 600 cuartillos. '
Eí azufre en polvo y diez libras de cal se ponea I
con doscientos cuartillos de agua en una calder^^'l
Se hacen hervir á fuego vivo hasta que el azufre a^ I
haya disuelto completamente y la mezcla tome unJ
color ambarino. Se coloca en otro recipiente q\ I
reato de la cal y se le agrega bastante agua caliente '
para apagarla y cuando esté hirviendo por el mismo
calor que desprende al hidratarse, se le añade la sal.
Disuelta ésta se mezcla esta solución con la primera,
se pone al fuego y se remueve manteniéndola hir-
viendo por tres cuartos de hora y después se le agre-
ga el agua que falte para oompletar los seiscientos
cuartillos. Se aplica con regadera ó irrigador.
El pinacate del maguey (Sphenophorus spinolae?)
es un gorgojo que causa muchos perjuicios. Se le co-
noce con el nombre de pinacate y á la planta ataca-
da, con el de maguey apinacatado. Recomiendo una
mezcla formada de 460 gramos de verde d© Paria en
450 litros de agua y 9 litros de lechada de cal agua-
da; aplicando esta papilla con bomba irrigadora 6
con jeringa.
Por último, entre los insectos nocivos al maguey,
tenemos el fraile (Acanthoderes funeraria) quepue-
de combatirse con la mezcla anterior.
—186—
En oiertaJB haciendas de los Llanos de Apam sue-
le presentarse la podredumbre del maguey determi-
nada por un hongo del género Phytophthora muy
semejante á la '4nf estañe" de Mont; acaso sea una
variedad afine de esta especie.
Esta enfermedad la hemos observado y estudiado
en la hacienda de Ometusco en compañía del Dr.
Villada* El aspecto de la enfermedad es como si-
gue: En la extremidad del meyolote aparecen unas
manchas morenas de diversas dimensiones, estando
desorganizado el tejido parenquimatoso en el lugar
que ocupan, y en muchas de ellas trasformado en
una masa pastosa bastante oscura. Deshojados al-
gunos meyolotes se nota que la podredumbre parece
que invade del exterior al interior y de la extremi-
dad á la base, pero examinando detenidamente se
descubre interiormente manchas más extensas de
podredumbre muy avanzadas y en las pencas más
profundas manchas pequeñas de un color ligera-
mente oscuro y trasparente. Esta enfermedad se
presenta en los magueyales por manchones. Ataca
de preferencia las almácigas. El tratamiento que
aconsejo contra esta enfermedad, es quemar la plan-
ta invadida en el lugar y ruarlo con dos litros de
una solución de sulfato de cobre al 3 pg
Los hijos tiernos del henequén los come el gana-
do vacuno, los cochinos, venados, cabras, etc., y al-
gunos de ellos, cuando les falta pasto verde y apura
el verano, acometen hasta á las hojas grandes para
masticar y chuparles el jugo. El caballar, aunque
no lo come, trilla el terreno y mata los hijos. El in-
secto de la familia de los coleópteros, llamado en la
—194—
atacados, con un aparato pulverizador 6 con r^a^
dera de finos agujeros. Si el agua ea caliza y i
puede obtenerse buena, entonces se sustituye é^ií.
con el suero.
También se usa con éxito la siguiente:
Cal viva, una ymediaairobas. Azufre, veintell'
braa. Sal, quince libras. Agua 600 cuartillos. "'
El azufre en polvo y diez libras de cal se ponea
con doscientos cuartillos de agua en una calder^^.
Se hacen hervir á fuego vivo hasta que el azufre 3^
haya dis.uelto completamente y la mezcla tome u^
color ambarino. Se coloca en otro recipiente e|
resto de la cal y se le agrega bastante agua calient^,
para apagarla y cuando esté hirviendo por el mismq
calor que desprende al hidratarse, se le añade la sal^-
Uisuelta ésta se mezcla esta solución con la primera]
ae pone al fuego y se remueve manteniéndola hir-'
viendo por tres cuartos de hora y después se le agre^
ga el agua que falte para completar los seiscientos
cuartillos. Se aplica oon regadera ó irrigador.
El pinacate del maguey (Sphenophorus spinolfieíj
ea un gorgojo que causa muchos perjuicios. Se le co-
noce con el nombre de pinacate y á la planta atacan
da, con el de maguey apinacatado. Recomiendo un^
mezcla formada de 460 gramos de verde de Paria e
450 litros de agua y 9 litros de lechada de oal aguá^
da; aplicando esta papilla con bomba írr^adora i
con jeringa.
Por último, entre lo8 insectos nocivos al magueyj
tenemos el fraile ( Acanthoderes funeraria) que puai
de combatirse con la mezcla anterior.
—186—
E¡n oiertaJB haciendas de los Llanos de Apam sue-
le presentarse la podredumbre del maguey determi-
nada por un hongo del género Phytophthora muy
semejante á la ''infestans" de Mont; acaso sea una
variedad afine de esta especie.
Esta enfermedad la hemos observado y estudiado
en la hacienda de Ometusco en compañía del Dr.
Villada. El aspecto de la enfermedad es como si-
gue: En la extremidad del meyolote aparecen unas
manchas morenas de diversas dimensiones, estando
desorganizado el tejido paren quimatoso en el lugar
que ocupan, y en muchas de ellas trasformado en
una masa pastosa bastante Qscura. Deshojados al-
gunos meyolotes se nota que la podredumbre parece
que invade del exterior al interior y de la extremi-
dad á la base, pero examinando detenidamente se
descubre interiormente manchas más extensas de
podredumbre muy avanzadas y en las pencas más
profundas manchas pequeñas de un color ligera-
mente oscuro y trasparente. Esta enfermedad se
presenta en los mag^eyales por manchones. Ataca
de preferencia las almácigas. El tratamiento que
aconsejo contra esta enfermedad, es quemar la plan-
ta invadida en el lugar y regarlo con dos litros de
una solución de sulfato de cobre al 3 pg
LfOS hijos tiernos del henequén los come el gana-
do vacuno, los cochinos, venados, cabras, etc., y al-
gunos de ellos, cuando les falta pasto verde y apura
el verano, acometen hasta á las hojas grandes para
masticar y chuparles el jugo. El caballar, aunque
no lo come, trilla el terreno y mata los hijos. El in-
secto de la familia de los coleópteros, llamado en la
—188—
Los meses que ya dejo dichos, antea de Julio y
Agosto, son la época del año en que los dependieic
tes de las haciendas buscan con afán estas orugaa
coloradas para comerlas, preparadas del mismo mo-
do que los gusanos blancos del "Tena," aunque no
son tan sabrosos como estos últimos.
Luego que pasa la estación de las lluvias y se
anuncia el invierno, se salen estas orugas en grupos,
de los magueyes en que han vivido y se han alimen-
tado por tanto tiempo, y se introducen en los agu-
jeros que naturalmente se encuentran formados en
la tierra. Arrojan una baba sedosa, con la cual for-
man una tela gruesa y tupida que les sirve para cu^
brir la entrada y el fondo de loa agujeros, donde
pasan adormecidas y sin tomar ningún alimento en
la estación del invierno. (') A fines de esta estación,
por el mes de Febrero, y cuando se aproxima el tiem-
po en que deben trasformarse en crisálidas, se des-
coloran hasta quedar con una ligera tinta de un ama-
rillo pálido.
En loe meses de Marzo y Abril se trasforman en
crisálidas, para lo cual mudan por ultima vez de piel,
como dije antes. Estas crisálidas son desnudas, ca-
(•) He conservado por once meses algunas de es-
tas orugas sin darles ningún alimento, y han per-
manecido vivas, con sus movimientos naturales y
sin alteración en su salud. He visto también otras
de estas orugas atacar A sus compañeras para ali-
mentarse con ellas.
I
reo^n de ingulos y su oolor es amarillo pajizo muy
brillante. LiOS cuatro primeros segmentos de abdo-
men están como plegados y embutidos los unos en
los otros, y armados en su borde de una multitud de
espinas muy pequeñas. Supongo que éstas no son
otra cosa que las mismas que formaban las falsas
patas de la oruga y que se han extendido en la cri-
sálida. Las patas se le forman al insecto sobre el
dorso é inmediatas á las antenas, en estado aún de
ninfa. Se les observan algunos movimientos en el
abdomen, por medio de los cuales y con el auxilio de
las coronas de espinas que adornan cada uno de los
eegmentos abdominales, se arriman á la entrada de
los agujeros para desprenderse de la cubierta que
las há' tenido encerradas, lo cual ejecutan siempre
rompiéndola primero por la parte que corresponde al
pecho. Hacen esta operación en las primeras ho-
ras de la noche, y pasadas dos ó tres horas, pueden
ya lanzarse al aire para efectuar la unión de los dos
sexos y propagar la especie.
Como la cubierta de la crisálida es diáfana, al irse
formando la mariposa aparece aplomada, por tras-
parentarse su color. En estas crisálidas se sigue con
la vista el desarrollo del insecto.
Sólo vuelan estos "lepidópteros** en las altas ho-
ras de la noche, pues son muy torpes durante el día;
no ven absolutamente nada y permanecen ocultos,
mientras alumbra el sol, en los lugares más sombríos
y debajo de las pencas de los magueyes.
Este insecto realiza todas sus metamorfosis en el
espacio de un año, como el "Tena,'' aunque las ha-
ce en períodos y estaciones diferentes de los de eatft
último.
PhJENAX AUBICOMA.
En la época en que las orugas del "bombyx^^
abandonan los magueyes para trasladarse á los agu,-
jeroB en que deben convertirse en crisálidas, apare^
ce un ÍnseetodeIos"hemípteros," del faenero "pheer
nax," conocido vulgarmente con el nombre de "gay
Ilito," que ataca y destruye un gran número de di-
chas orugas, sin lo cual sufrirían mayores dánoslos
magueyales. Continuamente se les ve en esetieniT
po aplicar á ellas su largo rostro para extraerles la
sustancia grasosa de que se componen.
El "phaenax" tiene el cuerpo oblongo, gruescy
corto. Sti parte superior es amarillenta, esponjosa
y recogida en pliegues ¿ los lados del abdónien; la.
parte inferior de éste es coriácea, negruzca, con el
borde de sus segmentos rojo y terminado en un ap¿..
dice pedinculado y de figura de alarbada. Todo el
abdomen está envuelto en una sustancia blanca, aX^
godonosa, que se desprande con facilidad y es muy
suave al tacto. El borde anterior del coselete se ex-
tiende sobre los hombros, y el escudo es triangular
y descubierto. Sus ojos son pequeños y salientes;
las antenas muy cortas; esféricas, pediculada», si-
tuadas en una depresión de la frente abajo de los
ojos. El postro es trímero, con el primer artejo en-
cajonado entre las anoas de las dos patas delante-
ras, y el segundo artejo muy largo. Las patas ¡
—191—
tenores tienen las piernas muy largas; cada una de
las seis patas consta de dos artejos en los tarsos, y
el segundo de estos tiene dos uñas: todas estas par«
tes son de un color amarillo sucio con manchas ne-
gras.
En las articulaciones de los muslos con las pier-
nas, tienen algunas espinas. Las alas superiores
son más largas que las inferiores y de doble longi-
tud que el cuerpo, reticuladas, semitrasparentes y
negras, con los hombros rojos. Las alas inferiores
8on trasparentes, reticuladas, blancos y con una
faja ancha, negruzca en su borde.
El Sr. Blasquez le ha dado el nombre -'Tingis
Bombycida," por la voracidad con que persigue á
las orugas del "Bombix agavis,** y creyó que era
ana especie nueva, desconocida de los naturalistas
europeos, no estando por lo mismo clasificada.
Este insecto es muy singular, ya por alimentarse
exclusivamente de las referidas orugas, como por la
sustancia algodonosa en que se halla envuelto su
abdomen.
VeLIA AGAVIS.
Este insecto corresponde al orden 4o, "Hemípte-
ros;'* á la sección la., "Heterópteros;" á la familia
5a., ^'Hidrómetras,** y al género "Velia.'*
Su cuerpo tiene 20 milímetros de largo y 3 de an*
oho; la cabeza es muy pequeña en comparación del
cuerpo, y de figura romboidal; las antenas son tan
largaa coino el cuerpo, filiformes, de cuatro artejoa^f
siendo el segundo y el cuarto muy pequeños y \q^ I
otros dos bastante largos. Estas aat^nas nacen.
casi en la extremidad de la cabeza y delante de loa 1
ojos, que son laterales, salientes y lisos. El pico le
nace de la frente, y aparentemente consta de dos
partes. £1 protorax es trapesoide, ensanchándose
por la parte posterior, y tiene dos pequeñas promi-
nencias semiesféricas por la anterior. El escudo es
triangular y pequeño. La parte superior de los hé-
litros es casi de la consistencia de la inferior, y con
venas salientes. Tanto los hélitros como las alas,
cubren enteramente el abdomen y sobresalen de él
por su extremidad.
Las patas anteriores y posteriores son más largas
que las medianas, y todas son muy delgadas. El
primer par está situado en dos protuberancias del
protorax por su parte inferior, y loa otros dos pares
están separados del primero y colocados á los lados
del abdomen. Todas las patas están cubiertas de
vello fino, y constan de un solo tarso con dos pe-
queñas uñas.
La parte superior de la cabeza, los ojos, las ante-
nas, el rostro, el protorax, el escudo, los hélitros y
las patas son de color negro mate; todo el resto del
insecto ee rojo, lo mismo que la orilla del protorax
y los hombros. En cada muslo tiene dos pequeñas
manchas amarillas, y los seis segmentos del abdo-
men están marcados con una línea de este mismo
color y otra negra. Las alas Bon pardas. Los hé-
litros de los machos tienen en su parte media unas
manchas triangulares amarillas.
Estos insectos se alimentan exclusÍTamento de la
aguamiel de los magueyes, sobre los cuales viven
en gran número.
El '^Chrysomphalus agavis" déla tribu de los coc-
cianos y del orden de los hemipteros, conocido con
el nombre vulgar de 'apiojo del maguey," perjudica
notablemente á la planta, pues cubre completamen-
te las pencas, las agota por la succión de sus jugos
y las mata. ■ La figura exterior es la de un casquete
esférico más ó menos regular de un diámetro próxi-
mamente de un milímetro; de un color gris sucio con
ana manchita morena obscura en el centro. Es el
casco de la hembra debajo del cual existen las lar-
vas.
A principios del año (1901) me remitió unos ejem-
plares el Sr. Beltrán, de San Andrés Chalchicomu-
la, manifestándome el destrozo que causaban en los
maguey ales y en contestación publiqué en el '* Bo-
letín de la Sociedad Agrícola Mexicana" las siguien-
tes recetas para su destrucción, que también usé en
el año de 1^4 contra el pulgón del café :
Jabón negro, media libra. Petróleo, veinte cuar-
tillos. Agua, diez cuartillos.
Pónganse á calentar los diez cuartillos de agua y
cuando esté hirviendo disuélvase el jabón. Hecha
la solución viértase en ella el petróleo y remuévase
fuertemente por espacio de un cuarto de hora, te-
niendo cuidado de separar de la lumbre la solución
antes de poner el-petróleo, para evitar el que éste se
inflame: cuando ya está fría se le agregan 270 cuar-
tillos de agua, se agita y se riegan los magueyes
25
—194-
atacados, con un aparato pulverizador 6 con rega^
dera de ñnos agujeros. Si el agua es caliza y oo
puede obtenerse buena, entonces se sustituye ést»
con el suero.
También se usa con éxito la siguiente :
Cal viva, una y medía arrobas. Azufre, veíntelí'
bras. Sal, quince libras. Agua 600 cuartilloB. '
El azufre en polvo y diez libras de cal ae poneu
con doscientos cuartillos de agua en una caldera,
Se hacen hervir á fuego vivo hasta que el azufre sq
haya dís.uelto completamente y la mezcla tome UQ
color ambarino. Se coloca en otro recipiente ej
reato de la cal y ae le agrega bastante agua calienta
para apagarla y cuando esté hirviendo por el mismo
calor que desprende al hidratarse, se le añade la sal.
Disuelta ésta se mezcla esta solución con la primera,
se pone al fuego y se remueve manteniéndola hir-
viendo por tres cuarto8 de hora y después ae le agre-
ga el agua que falte para completar los seiscientotí
cuartillos. Se aplica con regadera ó irrigador.
El pinacate del maguey (Sphenophorua spinolie?^
es un gorgojo que causa muchos perjuicios. Se leco'
noce con el nombre de pinacate y á la planta ataca-
da, con el de maguey apinacatado. Recomiendo una
mezcla formada de 460 gramos de verde de París eo
450 litros de agua y 9 litros de lechada de cal agua»
da; aplicando esta papilla con bomba irrigadora ^'
con jeringa.
Por último, entre los insectos nocivos al maguey^.i
tenemos el fraile (Acanthoderes funeraria) quepu<
de combatirse con la mezcla anterior,
I
En ciertas haciendas de los Llanos de Apam sue-
le presentarse la podredumbre del maguey determi-
nada por un hongo del género Phytophthora muy
semejante á la ^^infestans" de Mont; acaso sea una
variedad afine de esta especie.
Esta enfermedad la hemos observado y estudiado
en la hacienda de Ometusco en compañía del Dr.
Villada. El aspecto de la enfermedad es como si-
gue: En la extremidad del meyolote aparecen unas
manchas morenas de diversas dimensiones, estando
desorganizado el tejido parenquimatoso en el lugar
que ocupan, y en muchas de ellas trasformado en
una masa pastosa bastante oscura. Deshojados al-
gunos meyolotes se nota que la podredumbre parece
que invade del exterior al interior y de la extremi-
dad á la base, pero examinando detenidamente se
descubre interiormente manchas más extensas de
podredumbre muy avanzadas y en las pencas más
profundas manchas pequeñas de un color ligera-
mente oscuro y trasparente. Esta enfermedad se
presenta en los magueyales por manchones. Ataca
de preferencia las almácigas. El tratamiento que
aconsejo contra esta enfermedad, es quemar la plan-
ta invadida en el lug^r y regarlo con dos litros de
una solución de sulfato de cobre al 3 pg
Los hijos tiernos del henequén los come el gana-
do vacuno, los cochinos, venados, cabras, etc., y al-
gunos de ellos, cuando les falta pasto verde y apura
el verano, acometen hasta á las hojas grandes para
masticar y chuparles el jugo. El caballar, aunque
no lo come, trilla el terreno y mata los hijos. Elin-
8ecto de la familia de los coleópteros, llamado en la
V. ..
/■
■•:^
I
FiouBA NuM. 3.— Sacharomyces Cerevisiíe
Agavica.
Esporae obtenidas por el método de Hansen. Cuí-
tívo puro de 48 horas á 25 í — A, Celdillaa con una
espora oada una. — B. Id. con doa eaporas. — C. Id,
con tres y cuatro esporas. — D. Id. con tres esporas.
•■':U' '
—213—
.▼ierte á causa del reposo, desde el principio, y tam-
bién por la falta de aire constantemente renovado en
la superficie del liquido. Finalmente, al noveno día
ha terminado la fermentación y se ha formado una
considerable cantidad de levadura que se deposita
en él, dejando un licor opalino, clarificado, ó como
se dice en términos del arte, "atenuado." Pasada
la fermentación principal, durante algunas semanas,
se conserva el cultivo, que no es otra cosa que pul-
que *'puro,, exento de bacterias en un estado esta-
cionario, de acuerdo con ciertas condiciones físi-
cas, de temperatura ó contacto del aire, y sobrevie-
nen otras modificaciones de que no pretende ocu-
parse por ahora el Dr. Carbajal, es lo que se llama
''fermentación lenta ó secundaria,, que requiere es-
tudios químicos profundos, más aún que bacterioló-
gicos, porque persistiendo la levadura en gran can ti -
dad| aun después de haber agotado el medio nutritivo
en su reprodución, persistirá en producir modifica-
ciones químicas, según las condiciones en que se
conserje. Una de ellas, que varias veces ha ano-
tado el mismo bacteriologista en sus observaciones,
ocurre á los dos ó tre meses, y es un aumento en la
acidez, sin que ésta pueda atribuirse al ácido acéti-
co; esto ocurre ai contacto del aire y á la tempera-
tura ordinaria ; es decir, abandonando el licor en un
matraz de fermentación, no herméticamente cerrado.
En matraces chicos, ordinarios, el Dr. Carbaj al ha
notado que el sedimento va tomando un color more-
no claro, que poco á poco va obscureciéndose. En
estas últimas circunstancias, se forma en la superfi-
cie del líquido algunos días c^espués del fin de la fer-
mentación, una película fina, de un color gris mate
—214—
que comienza por placas pequeñas en diversos luga-
res, las cuales se van uniendo hasta constituir lo qu»
se llama un **velo" que cubre toda la superficie y se
prolonga y adhiere á las paredes del matraz.
Como esta levadura se encuentra en la planta del
Agave, pareció justificado al ilustre baoteriologista
Sr. Carbajal para indicar todos sus caracteres, in-
clusive su origen, designarlo con el nombre de **Sac-
charomyces Cerevisiae Agávica silvestre," entretan-
to logre perfeccionar una raza seleccionada, de la
cual posee y conserva desde hace varios meses un
ejemplar que designó con el núm. 1 y será una raza
de cultivo.
No es costumbre usar de materias colorantes pa-
ra caracterizar los micro-organismos de la fermen-
tación, en especial de las levaduras, si no es para in-
vestigaciones determinadasVpor ejemplo,para descu-
brir el núcleo ó conocer si gozan de vitalidad. Sin
embargo, ha advertido que se tiñen muy bien, des-
pués de fijadas, es decir, muertas, por los colores
básicos de anilina, principalmente el azul de Meti-
leno, el cristal violeta, la violeta genciana y la fu-
china fenicada; no toman el Gram; no se tiñen por
la eosina ni el carmín. Aún no ha hecho investiga-
ciones sobre el núcleo. Como en el sedimiento del
pulque, se observan formas alargadas muy seme-
jantes a las del Sach. Pastorianus, le parece casi
seguro que hay algunas variedades de ese germen
silvestre. En teoría no es fácil comprender que se
conserve pura una sola raza, siendo como es silves-
tre; y estando constantemente expuesta á contami-
naciones de todo género.
—210—
la familia de las **Cryptoceas,'' al género "Crypto-
ooocus :" la especie aún no la determinó, pues no su-
po si era ttna nueva especie ó variedades del "Cryp-
tococcus cereviciae," conformándose con llamarle,
hasta nuevo estudio, al vegetal de que tratamos,
Cryptococcus del pulque. Hoy se sabe que es una
variedad silvestre del Saccharomyces Cerevisiae.
Debemos advertir que el micro -organismo descri-
to, no es el único, pues el microscopio descubre tam-
bién una bacteria y algunos otros.
Estudios recientes publicados á mediados del pre-
sente año, hechos por uno de nuestros más aventa-
jados bacteriologistas, el Dr. Carbajal, nos dan á
conocer que el principal fermento para la formación
del pulque es una variedad del sacaromiseto de la
cerveza que ha designado con la denominación de
"Agavica," y que existen constantemente además
de éste, el *'Bacterium aceti," el**Bacillos V. ó vis-
C08U8," el **Micrococcustran8lucidus"y el **Micro-
coocus luteus : " y como accidentales una *'Torula
rosada, "el '*Micrococcu8 cinabareus,, *'Sarcina
amarilla,, "Micrococcus rosado,, un cladoctrix y va-
rios hongos que especifica en su interesante estudio.
Tanto por lo importante de él, como porque dá la
clave para que el agricultor inteligente é instruido
haga una inovación completa en la fabricación del
pulque, en beneficio de la salubridad pública, y con
provecho en la buena calidad del producto; extrac-
to, con permiso del autor, lo más interesante del re-
ferido estudio
—211—
MICRO -ORGANISMOS CONSTANTES. (1)
Sacchabomtces CerevisiíE Agavica. — Figuras 2a.
Y 3a.
Se encuentra en el aguamiel, aún antes de ser ex-
traído del mezontete como lo prueba el hecho de co-
menzar y terminar la fermentaciói» hasta quedar con-
vertido en pulque, si se abandona en el maguey.
Es, en consecuencia, una levadura silvestre.
Los Caracteres Morfológicos.
Son celdillas redondas ó ligeramente ovoideas, de 6
á 8 milésimos de milímetro de diámetro y aún más
pequeñas las primeras, y las segundas hasta de 12
milésimos de milímetro de mayor diámetro; aisla-
das la mayor parte, y otras unidas en dirección de
su eje mayor en grupos de dos ó más celdillas; pro-
toplasma hialino, homogéneo, con vacuolos más ó
menos grandes. Estos son los caracteres que corres-
ponden á un Saccharomyceto puro, cultivado en
(1) Véase el estudio completo en el tomo XXV pá-
ginas de la 645 á la 665 del ** Boletín de la Sociedad
Agrícola Mexicana".
—212—
aguamiel, á la temperatura de 25 ^ y á las 24 horas de
la siembra; levadura que se llama de "depósito".
Después de ocho días,habiendo terminado la fermen-
tación, se encuentran levadurasviejas que se distin-
guen por un protoplasma granuloso ; es decir, en
medio del protoplasma, se encuentran dos ó más gra-
nulos obscuros; el aspecto hialino, es menos franco
en los vacuolos ; aparecen algunas formas alargadas,
lo mismo que en el velo de que se hablará después.
Caracteres de cultivos.
En aguamiel esterilizado, sembrado un rastro de
levadura con una asa de platino : á las 24 horas, y á
la temperatura del 25 ^ ó poco menos (entre 18 y
25 ^ ) aparece una mancha blanca en el fondo del tu-
bo ó matraz; al tercer día se advierten signos mar-
cados de fermentación y del fondo del líquido, re-
montan burbujas que vienen á romperse en la super-
ficie . Agitando ligeramente ó destapando el matraz,
se percibe un olor aromático agradable, etéreo y li-
geramente picante. En los días siguientes, la super-
ficie del líquido se encuentra cubierta de espuma;
el color, primero opalino, se va opacando, y al aroma
descrito se viene á unir otro francamente alcohólico.
Al sabor que al principio era dulce y ligeramente
ácido, sucede otro como el de pulque de '^tinacal,, que
es ligeramente ácido, aromático y agradable. Esa
consistencia babosa de que hablaremos adelante con
extensión, es mucho menor en el primer cultivo de
levadura pura. La sedimentación, ó sea la separa-
ción en dos partes de aspecto físico diferente, se ad-
MICRO -ORGANISMOS DEL PULQUE
CONSTANTES.
f PlOÜRA NUM. 2. — Sacharomyces Cerevisice Aoa-
vicA. Cultivo pubo. Raza No. 1.
A. Formas eeféríaae ó ligeramente ovoideas. — B.
^>rma8 alargadas.
—gis-
te la mayor parte del año, deade Febrero hasta Oc-
tubre, que la bebida contiene una cantidad bastante
considerable de ácido acético. Prescindiendo de otros
defectos, éste solo basta para ocasionar dispepsias ó
catarros gastro-intestinales.
Bacilo V. o Viscosus.— figura 5a.
Este bacilo se encuentra constantemente en el pul-
que, y abunda en el q^ue ba llegado á Is putrefao*
ción.
Es un bacilo de 2 á 12 milésimos de milímetro den
largo, y de un milésimo de milímetro ó poco meno^
de ancho, rectoó ligeramente curvo; la mayoría rec*
tod de 5.6 á 7.6 milésimos de milímetro de largo; los
pequeños móviles y aislados, los largos flemosos,
casi inmóviles. Se tiñen bien por los colores básicos
de anilina y fuchina. Toman el Gram Nicolle, pero
destifiendo ligeramente.
' Cultivo en aguamiel esterelizada.
Al tercer día forma un velo diáfano, completo, que
se vuelve gris y de aspecto mucoso ; no se advierte
olor especial. El licor se vuelve baboso y la acidez
no aumenta al gusto. En gota suspendida se obser-
van los bacilos móviles y esporas libres. El velo es-
tá formado por bacilos agrupados paralelamente en
zooglea; algunos esporulados.
MICRO -ORGANISMOS DEL PULQUE
Figura Num. 5. — Bacillus V o Vibcosub.
CultiTopuro en caldo peptonixadocong'luooBa. Ve-
lo. Temp. 30 =" . Teñido con O. NicoUe. Oc. IV. obj.
1 ' 18. imnierBión . long'. tubo 160 mm. Reiohert.
¿ífc-
-F^^. ■-•"'■ ■ .
—219—
Cultivo en oelatin a de aguamiel.
Por picadura, colonias globulosas finas que se ex-
tienden a lo largo del piquete, blancas; licúa la ge-
latina en dedo de guante, formando un velo gris en
la superficie y dejando en el fondo del embudo un
sedimento blanco. En gelatina de aguamiel incli-
nada: estría blanca opaca, que á la larga toma un
color amarillento en el fondo. En placas de gelati-
na de aguamiel se forman colonias redondas ú ova-
les, morenas al microscopio y azuladas á la simple
vista, que al tercer día comienzan á licuarse.
Este bacilo secreta un enzima que licúa la gelati-
na; en consecuencia, debe contribuir a la transfor-
mación enpeptonaó amidas de las substancias azoa-
das que contiene el aguamiel, é indirectamente á la
nutrición de losSacharomycetos; es posible también
que secrete alguna goma; no ha dado resultado una
experiencia de cultivo hecha en solución de sacarosa
al 10 por ciento, que permaneció sin alteración no-
table después de varios días. Esta investigación se
hizo con la mira de saber si este bacilo era el sacha-
robacilo Pastorianus, pues presenta cierta semejan-
za morfológica con esta bacteria descubierta por Van
Laer en algunas cervezas que tienen un sabor des-
i^adable, y que vuelven viscosa una solución de
azúcar de caña.
Cultivado como anaerobio no se reproduce. Es por
último saprofito.
MiCROCOCCüs LüTENS.— Figura 7a.
Son unos micrococcus que se presentan bajo la
forma de diplos de 1.3 milésimos de milímetro de diá-
metro, aislados y formando cadenas como estrepto-
coccus, inmóviles y sin cápsula en los cultivos puros.
Se tiñen bien con los colores de anilina, no toman el
Oram. NicoUe, ni los afeqta el iodo de una manera
especial.
En aguamiel esterelizada se cultivan sin alterar
marcadamente el olor ni el sabor, formandp un se-
sedimento ligeramente moreno.
No se desarrolla en gelatina privada de aire, y es
por la misma aerobio. Es por último saprofito. El
hecho de licuar la gelatina lo aproxima al bacílusV.
en sus propiedades biológicas y debe contribuir á la
peptonización de las substancias azoadas del agua-
miel, pero no comunica olor especial.
MiOBPCOCCUS TRANSLUCIDÜS. — FlOURA 6a.
EstA bacteria se encuentra constantemente en el
pulque bajo la forma de coccus y diplococcus esféri-
cas de 0.8 milésimos de milímetro ó poco menor de
diámetro, aisladas y eii cadenas de 4 ó 6 elementas.
Se tiñe bien con los colores básicos de anilina y la
fuchina fenicada; no es afectado.de una manera es-
pecial par el iodo y se destiñe por el método Gram.
NicoUe. El Ziehl diluido da las mejores preparacio-
nes. Es inmóvil y no tiene cápsula.
Cultivos en aguamiel esterelizada.
Enturbia el licor y produce un sedimento escasa,
blanco. No produce fermentación ni velo, ni au-
menta la acidez, ni comunica olor especial.
.ifíJÍ;>'H1« .;; :•
<<
'.V. ..
MICRO -ORGANISMOS DEL
Figura Num. 7. — Micrococus lutens.
Cultivo puro en gelatina de aguamiel. Cristal
violeta fenicado. Oc. IV. obj, 1/18 imtn. long. tubo
160 mm. Reichert.
MICRO -ORGANISMOS DEL PULQUE
C0K8T ANTES.
Figura Num. 6.— Micrococu8 translucidus.
Cultivo puro en gelatina de aguamiel. Cristal vio-
l leta fenicado. Oc. IV. obj. l/lSimmerBÍónlong. tubo
3 mm. Beíchert.
. -rf . • ^ ■■*
—221—
Cultivos.
En gelatina de aguamiel, en placas: se forman
colonias translúcidas, exactamente iguales á una go-
ta de rocío, que llegan i tomar una dimensión de 1
á 2 milímetros con este aspecto; se enturbian des-
pués y quedan de un color blanco lechoso : en pica-
dura, el canal está constituido por numerosas colo-
nias globulosas y traslúcidas que se opacan como las
anteriores, y lo mismo sucede con la cabeza del cla-
vo: no se licúa la gelatina; por lo menos fué dudo-
so el caso en que se verificó este fenómeno; en ge-
latina inclinada se forma una banda tranlúcida á
todo lo largo de la estría que se vuelve lechosa, con-
vexa y húmeda; finalmente opaca.
No se cultiva enmedio anaerobio; en consecuen-
cia es aerobio, aunque no extricto, tal vez. Es ade-
más saprofito.
Contribuye á dar al pulque el color opalino y no
parece influir en el sabor, olor, ni en la fermenta-
ción; al menos de una manera apreciable.
MICRO-ORGANISMOS ACCIDENTALES.
TORULA ROSADA.
En dos ocasiones encontró el Dr. Carbajal una
Tórula que no produce fermentación y cuyo estudio
quedó incompleto por haberse infectado el cultivo.
Eran celdillas enteramente iguales á las de la leva-
dura que formaron en placa de gelatina de aguamiel
colonias circulares color de rosa»
—22a—
En gelatina inclinada, una banda convexa húme-
da de superficie brillante y del mismo color. En
aguamiel esterilizado^ sedimento abundante blanco
primero y después de algunos días color de rosa. No
hubo fermentación ; no se formó velo, ni filamentos
micelianos, como en una variedad que hay de esta
clase de Tórulas.
MiCROCOCCUS GINABAREUS. •
En dos ocasiones también encontró en placas sem<
bradas con pulque este microooccus, que da colo<
nias de un color rojo-lacre y está formado por coc<
cus gruesos aislados.
Sarcina amarilla.
En una ves se ha presentado una colonia de un
amarillo ligeramente verdoso, que está constituida
por una sarcina que da en cultivo en picadura de
gelatina un clavo del mismo color.
MiCROCOCCUS ROSADO.
En uni^ yez se ha presentado esta bacteria. Fué
en una placa d^ gelatina sembrada con pulque
^^agrio.^' Eran coccus de 1.2 milésimos de milímetro
de diámetro balados y uno que otro diplo. En la
placa, las colonias eran de un color rosado, circula-
res. En gelatina por picadura se obtuvo un clavo
cuya cabeza, de forma circular, era lisa, conveza y
de color rosado; el canal presentaba numerosas co-
lonias muy finas, que al principio tenían un color
blanco; no licuaron la gelatina.
9
Cladotrix.
En una placa apareció una colonia que resultó ser
un Cladotrix, que se aisló y dibujó; pero el cultivo
quedó inu&lizado antes de poder ser estudiado.
Hongos.
Las impurezas más frecuentes que contienen e[
pulque y el aguamiel pertenecen á esta clase y son
entre los observados, el Penicillium glaucus, Asper-
gillus glaucus y niger, Mucor mucedo y Stolonifer.
El capítulo de las impurezas que se encuentran en
el aguamiel, y pueden pasar, ó de hecho pasan al
pulque, es interminable. Justo es decir, sin embar-
go, que sólo se encuentran aquellas que no han podi-
do ser detenidas en la filtración, á que se somete to-
da aguamiel previamente ; pero se agregan otras,
resultado de contaminación ulterior.
La densidad del pulque es muy variable y depen-
de de muchas circunstancias.
Las que he determinado son las siguientes :
l^ilque deObstocapa (en el tinacal). . 0,092
ídem de Cuautengo 1,008
ídem de las casillas de despacho en
México 1,108
—224—
• La cantidad de azúcar también es variable. El Sr.
Bio de la Loza ha encontrado S grs. 023 por litro.
Yo he hallado en un pulque de lahacienda de Cuau-
tengo hasta 13,08 por litro, y 1,63 en el de Obstoca-
pa como mínimum.
El pulque, sometido á la acción del calor, forma
una espuma viscosa, toma un color ligeramente opa-
lino, desprende los gases con un olor característico
y algo alcoholizado; tratado por alcohol ¿80 ® cent,
ó por el subacetáto de plomo da un precipitado blan-
co. La cantidad de gases puede estimarse, por tér-
mino medio, reducidos á cero de temperatura y á
0,76 de presión, en 190,46 centímetros cúbicos por li-
tro, conteniendo:
Acido carbónico 170,81
„ sulfohídrico ''ÜSÍlllí:'
Oxígeno. , 002,29
Azote 008,36
L. Río DE LA Loza.
El alcohol contenido en el pulque, es también va*
riablé, como es el azúcar que contiene el aguamiel;
pero puede estimarse, como resultado de varias in-
vestigaciones, que está comprendido entre 24 y 40
gramos por litro.
El pulque tiene una reacción acida aun anteé de
que esté ^^hecho," palabra con que designan que ya
ha sufrido la fermentación alcohólica.
El Sr. Rio de la Loza le asigna al pulque la com
posición siguiente en 1,000 partes :
Substancia albuminoide, goma y resina. . . 12,57
Azúcares 8,23
Sales solubles en el agua 1,68
„ „ „ los ácidos 0,37
„ insolubles en ambos vehículos 0,15
Alcohol absoluto (promedio de tres ope-
raciones) 36,80
Agua y productos gaseosos 940,20
Las sales que el anterior análisis expone, son las
mismas que hemos indicado al hablar de la compo-
sición del aguamiel, pues sólo varían en sus propor-
ciones. Boussingault ha encontrado en un litro de
pulque procedente de uno de los ranchos de Tlaxca-
la, pesando 976 gramos, la composición siguiente en
peso:
Alcohol absoluto 58, grs. 76
Glucosa 00, 00
Glicerina 2, 10
Acido succínico 1, 40
carbónico O, 61
orgánico libre [málico ?].._. 5, 50
butírico y acético indicios.
láctico O, 00
Goma O, 50
Amoniaco formado O, 05
29
99
Análisis de una -serie de pulques de las fincas qt
§ i
o
p
Densidad 0,987 0,988 0,981
Agua, ácido agávico, aceite esen-
cial y ácido carbónico 901,25 897,25 918,0C
Alcohol agáv. con aceite esencial. 1 84,74 87,00 71,81
Acido agávico 1,20 1,791 -• ^
ídem múcico 1,59 2,30/ ^»*
ídem acético 1,11
ídem valeriánico indioh
Azúcar no trasformada 2,92 1,30 1,29
Groma formando mucílago 2,25 3,84 2,81
Sales solubles é insolubles 7,47 1,42 3,21
Pérdida 4,48 5,10 2,7!
g í i
e i s
>4
00
§ i
Densidad 0,988 0,981
Agua, ácido agávico, aceite esen-
cial y ácido carbónico 893,70 895,00 897,0(
Alcohol agávico con aceite esencial 80,00 85,00 87,ñ
Acido agávico 1,00 2,00 1,81
ídem múcico 5,00 2,00 1,0Í
ídem acético indicios 1,00 0,81
ídem valeriánico
Azúcar no trasformada 7,05 2.00 1,71
Goma formando mucílago 7,55 3,00 2,11
Sales solubles é insolubles 1,35 2,25 1,81
Pérdida ^ 4,36 8,75 631
1. La fuerza alcohólica centecimal está representada n
21fi,24P.,21P.,23P.,22ñ,21f>.23ñ,21f>,222,22ñ,22S
tancia resinoide. — 3. Esta cantidad representa la azúcari
nica.
in, hechos por el Dr. 6. Lobato, en 1834.
g
a
^
I
M
>
O.
-1
<
s
u
s
s
n
»•
<
o
0,989
0,968
0,987
0,986
0,987
0,989
905,00
900,00
895,00
894,00
898,00
895,00
84,00
86,00
86,00
86,00
83,00
87,00
1.00
1,10
1,00
2,00
1,00
2,10
1,26
1,95
1,80
1,00
2,00
1,25
■ • • •
• • • • J
indicios
indicios indicios indicios
• • • •
indicios
• « • •
• • • •
• ■ • • J
indicios
2,00
1,25
0,85
0,15
2,00
1,50
4,00
4,15
4,00
5,00
5,00
4,90
3,00
3,00
3,00
2,00
2,50
2,35
1,76
3,55
7,35
9,85
6,50
5,90
^
S
i
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3
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3
1
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o
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06
3
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2
0}
I 0,986 0,991 0,983 0,985 0,989 0,988
) 899,00 898,00 899,05 896,00 895,00 898,00
) 85,60 84,85 81,10 87,00 88,00 85,00
)
)
>
1,25
1,95
1,00
5»
0
1
• • • •
1,00
3,00
1,85
4,46
1,50 2,80 1,90 1.85
1,25 1,75 1,15 2,25
1,88 1,50 1.00 ....
indicios indicios indicios
2,50* 2,71 2,00 3,89
3,00 3,39 2,45 5,95
2,20 2,38 1,89 2,00
4,77 5,21 6,61 1,06
1,00
1,59
2,85
3,25
2,15
6,16
úñente por 23°, 21?., 22?., 22°, 22?., 21?, 21?
'*"íí — 2. En esta cantidad está comprendida la sus-
También representa esta cantidad la azúcar má-
-231—
De lo expuesto se deduce que hasta ahora tampo-
co tenemos una análisis completa del pulque, pues
las que hemos transcrito no nos dan la composición
real, ni indican la naturaleza de los alcoholes, ni de
los éteres que contienen ni los demás componentes
cuyo conocimiento interesa á la medicina, á la higie-
ne y á la industria. Pocos químicos se han ocupa-
do de este estudio y como dejo dicho los pocos aná-
lisis que poseemos son incompletos.
La elaboración del pulque se hace en las hacien-
das pulqueras, en construcciones especiales que,
bajo del punto de vista higiénico y tecnológico, de-
jan mucho que desear: no tienen ni buena ven-
tilación, ni están construidas de manera á evitarlos
cambios bruscos de las influencias exteriores. Gene-
ralmente son grandes galeras con ventanas á los cos-
tados, techadas con ''tejamanil," sin aparatc:)S ca-
loríficos que regularicen la temperatura de la fer-
mentación. Alrededor están colocados unos pies
derechos de poco más de un metro de altura, sopor-
tando rectángulos de madera destinados á sostener
las tinas (lámina 14). Estos aparatos están dispues-
tos para llevar dos ó tres tinas, y se les dá el nom-
bre de ''tendido :" las tinas donde se hace la fermen-
tación son vastos receptáculos formados de cuero de
res sin curtir, preparados con cal, y cosidos, clava-
dos ó atornillados por sus bordes á un bastidor rec-
tangular de "morillos," del grueso conveniente: se
les da figura de un casquete esférico, para lo cual
recargan el cuero con tierra para amoldarlo. Las di-
mensiones más comunes de las tinas son lm,53 lon-
gitud, lm,10 de latitud, y 0m,80 centímetros de pro-
—282-
fundidad, las cuales pueden contener perfectamente
4561trs,264 (1,000 cuartillos) de pulque; pero hay
otras de mayores dimensiones que contienen de 684
ltrs,396 á 9121trs,527 (1,500 á 2,000 cuartillos).
En algunas haciendas los tinacales son lujosos co*
mo por ejemplo los de las haciendas de San Loren-
zo, Ometusco, Mazatepec y aígún otro, pero- bajo el
punto tecnológico no llenan las condiciones de una
sala de fermentación.
La elaboración del pulque es casi primitiva^ para
esto se elige la mejor aguamiel de magueyes mansos
añejos: se ponen en una tina 1361trs,879 (6 cubos)
y se abandona á que se fermenten, teniendo cuida-
do de tapar la tina con otra : cuando aparece únate-
la espesa y que ésta se desgarra, se procede á lim-
piarla; es decir, á quitar los grumos y girones de
dicha tela, ala que le dan el nombre de ''zurrón."
Esta aguamiel, que ya ha pasado á la fermentación
acética, se le llama ''semilla, píe, xinaxtli," y sirve
de fermento para preparar el pulque. El tiempo que
dilata la semilla para hacerse, es variable, y depen-
de de la temperatura. En el invierno tarda de vein-
te días á un mes, y en el verano de diez á veinte días.
Una vez preparada la semilla se comienza á ce-
bar con aguamiel : primero, poniendo 01tr8.,456 (1
cuartillo) en la mañana y en la tarde por dos ó tres
días, y se va aumentando sucesiva y diariamente lá
cantidad hasta llenar la tina: llena ésta, que enton-
ces toma el nombre de "tronco," se toman de ella
nueve cubos (2051trs.,328) y se ponen en otra; á
esto se le llama "cortar puntas," y según el grado
de fermentación, asi se le pone una ó dos cargas de
aguamiel (2hectB.,28) ó (4hect8.,66)9 continuando
cebando la del tronco, de la cual puede cortarse
puntas para varias tínan. Cuando ya se han llena-
do éstas ó que, por los signos organolépticos, el
encargado de la operación conoce que está ya de
buen punto, de ésta se cortan puntas para las de-
más: cuando la semilla ha sido repartida en todas
las tinas del tinacal, se dice que ''se ha tendido la
semilla.** Se conoce que el pulque se ha vuelto
potable, cuando hace hilo, es decir, cuando tomando
una pequeña cantidad con una jicara y derramán-
dola, el líquido hace baba y adquiere un sabor es-
pecial : entonces se procede al expendio extrayén-
dolo de las tinas y reemplazándolo por aguamiel,
que generalmente es una carga; pero nunca se
puede despachar pulque de tina que haya recibido
aguamiel en la mañana. El pulque poco antes de
descomponerse llega á su máximum de bondad: Cg
un delicioso vino por su gusto y aroma; por lo mis-
mo, cuando el pulque ha llegado á este estado, al
medirlo para ser transportado á México, no se ex-
trae parte de él de las tinas que presentan estos ca-
racteres, sino que se vacían completamente, á cuya
operación llaman **barrer tinas." Cuando el tronco
va á media tina, se procede á preparar nueva semi-
lla, de manera á tener siempre un tronco : una se-
milla á media tina y otra en preparación.
E!n algunas haciendas se prepara la semilla de
otra manera, poniendo aguamiel en un barril, el
cual se cubre con una tapa que tenga agujeros para
la introducción del aire necesario á la fermentación,
30
—284—
ó con un lienzo de tejido flojo; ae deja en reposo
hasta que se observa el zurrón ; se limpia y se pone
en una tina, sigiuiendo los procedimientos que ya
hemos descrito. Hay otros modos de preparar la
semilla, tales como la "cristalina" y por "apaleo;"
pero la práctica no ha sancionado como buenos es-
tos procedimientos.
En Cuitzeo (Miehoaeán) el pulque se prepara po-
niendo á hervir el aguamiel, y después sometién-
dolo & la fermentación. Sale de un color amari-
llento y muy baboso; no tierte ni el gusto ni al olor
del pulque de los Llanos. En Jalisco se deja fer-
mentar el aguamiel en la taza ó cepa del maguey,
añadiéndole cierta cantidad de aguardiente catalán.
En algunas haciendas ó ranchos de la región del
maguey se prepara un pulque llamado de "panal,"
de la manera siguiente: Se elige un maguey añejo
que tenga grande caja ó recipiente, se raspa, limpia
bien y se le pone una cantidad de buen pulque en re-
lación con la capacidad de la taza ó recibiente. Des-
pués á la hora que se acostumbra raspar el maguey,
se levanta con el acocote el pulque, se limpia y ras-
pa el maguey y se vuelve á poner el pulque que se
sacó. Para tomar el pulque se le extrae del maguey
con un trasto bien limpio. Todos los días á la hora
de costumbre se raspa el maguey como hemos dicho
y se tendrá hasta el agotamiento de la plantaun pul -
que suave, aromático y fresco. Este pulque se pre-
para por curiosidad y para el consumo de la familia
del hacendado ó del administrador pero nunca for-
ma un ramo de especulación.
En los grandes tinacales es mucha lalimpiezaque
ae tiene en ellos porque se ha comprendido euánto
influyen las emanaciones pútridas de las substancias
orgánicas para el desarrollo de sus alteraciones; por
eso se tiene cuidado de no dejar en las tinas los se-
dimentos que el pulque deposita, y que no son más
que los seres orgánicos que determinan el desdobla-
miento de la azúcar, que han dejado de existir así
como otros micro-organismos que determinan pu-
trefacción ó alteración del pulque; pero esto no es
bastante, se necesita observar extrictamente las re-
glas que la ciencia ha descubierto, para una buena
fermentación.
Creen que teniendo cuidado de colar las aguamie-
les al ponerlas en las tinas, y de regularizar su can-
tidad en relación ála semilla se previenen las causas
que influyen en las alteraciones del pulque. Cuando
la. temperatura sufre un abatimiento, el aguamiel no
fermenta y entonces elevan la temperatura por me-
dio del fuego, cuidando que el combustible sea de
los que no producen mucho humo. En algunas ha-
ciendas se asolean las aguamieles para elevar la
temperatura y hacer que entren en fermentación.
Se ti6ne como medio reprobado el poner en las tinas
cierta cantidad de agua hirviendo para el mismo
objeto.
Es necesario poner en cada tina la cantidad de
aguamiel necesaria, según la cantidad de la semilla.
Cuando se pone más aguamiel de la que necesita
aquella, se dice que se '^granizó el pulque." Esta
alteración se msnifiesta porque el fermento se corta
y aparece en grumos en el líquido; adquiere mal
olor y sabor, á consecuencia del desarrollo de la
fermentación pútrida. Cuando b1 fermento está en
exceso, con relación al aguamiel, el pulque sale ea-
psHo y baboso, y entunees se dice que se "empachó
la eeniilla."
Estos accidentes son más frecuentes en el verano
que en el invierno. En nuestro concepto, creemos
que la primera de estas alteraciones, más bien es de-
bida al enfriamiento del líqoido y del aire ambiente
á un exceso de azúcar, y á la presencia del ácido
acético.
Aun cuando se haya puesto á la semilla la canti-
dad extrictamente necesaria de aguamiel en el vera-
no, easi Mempre ae agria el pulque (*'8e pica").
El medio seguro de obtener buen pulque en todo
tiempo, es preparar la levadura ó fermento puro y
seleceionario y arreglar convenientemente el tinacal
por medio de una buena ventilación, para abatir la
temperatura cuando el termómetro acuse un aumen-
to de grados superior á los que se necesitan para la
buena fermentación, y aparatos caloriñcos que la
eleven cuando el ambiente la abata.
Poco ó más bien nada ee ha adelantado en el pa<
sado siglo sobre la preparación del pulque. Podría-
mos decir que aun cuando la naturaleza indica las
condiciones que son favorables á la buena fermen-
tación, se ha descuidado y mucho la observación de
ellas para obtener un buen pulque.
Se observa que entre la estación del otoño y el prin-
cipio del invierno, el pulque que se fabrica es da
buen sabor y aún no se han determinado loa limites
de temperatura entre los cuales los microorganismos
I
I
—237—
que determinan la fermentación del pulque, enouen*
tran las oondiciones biológicas para su desarrollo.
Mis estudios sobre ^dl particular me hacen creer
que las cualidades organolépticas del pulque no se
desarrollan por la presencia de un solo miciH>-orga*-
nismo, pues he observado que antes de tener las
cualidades de potable aparece el sacharomises cere-
YiccflSy mientras que cuando adquiere buen sabor,
entonces el bacillus que he observado se encuentra
en cantidad igual al sacharomises. En la tercera
edición de esta obra decía: ^'Asi que en mi opinión
oomo base de los estudios técnicos para la mejora
en la fabricación del pulque, se necesita conocer
cuál es la acción de cada uno de los organismos que
descubre el microscopio, y cuáles son las condicio-
nes biológicas de su desarrollo, para que en vista de
ellas se proceda á la construcción de los tinacales
de una manera adecuada y á la elaboración del pul-
que de una manera segura."
Afortunadamente los estudios del Dr. Carbajal
vienen á darnos los datos que desconocíamos para
abordar la solución de la buena fabricación del
pulque.
El pulque, en los tinacales, no tiene un olor des-
agradable, pero tomado de algunas de las casillas de
expendio adquiere un olor insoportable, parecido al
de la carne podrida, que repugna á las personas que
no están habituadas á él; algunos creen que lo ad-
quiere accidentalmente por la intervención de la ma-
teria animal de la piel donde se fabrica ; otros, al con-
trario, dicen ser debido á la fermentación, fundán-
dose en que, conteniendo substancias proteicas, la
-238—
fermentación determina su descomposición, y de aquí
resulta ese olor nauceabondo. 8e apoyan también
en que los pulques de Jocotítián (que si bien son bue-
nos, nunca podrán compararse con los de los Llanos
de Apam) no lo tienen: dicen que esto es debido á
las modificaciones que !a fermentación sufre á causa
del abatimiento de temperatura de cse lugar,
Bonssingault, para dilucidar esta cuestión, some-
tió á la fermentación en un vaso cerrado, 80 centí-
metros cúbicos de una solución de 110 centímetros '
cübieoB de aguamiel (que para remitirla á Francia
evaporaron 10 kilógrareíoB hasta reducirlos á uno)
en 9Í>2 de agua, con 65 de levadura de cerveza bien
lavada. Ei líquido fermentado tenía la apariencia
del suero, aun después de haberlo nitrado, y bu olor,
ligeramente vinoso, no tenia la fetidez del pulque
que Mr, Dreger le había remitido; de este hecho
dice Mr. Boussingault lo que sigue: "Este expe-
rimento prueba que el Jugo del agave puesto á fer-
mentar en una levadura fresca é inalterable, da un
pulque cuyo olor de ninguna manera es repugnante,
de donde acaso se puede concluir, que el pulque
preparado en México debe el olor que lo caracteriza^
á que la fermentación del aguamiel se provoca y 'j
mantiene por un fermento líquido y nauseabundo,
una especie de levadura que se le procura, dejando
agriar y pudrir el jugo del agave."
Creemos que el mal olor que se nota en los pul-
ques de las casillas de expendio en la Capital, de-
pende principalmente del poco aseo que se tiene en
las barricas en que lo conducen. Estas, no estando
construidas de una manera especial, nopueden lint-
I
¡narse cual conviene para extirpar completamente
los Bedimentos de los pulques anteriores que, en-
trando en putrefacción, lo descomponen y le dan un
olor detestable.
Bl mal olor y sabor del pulque que se vende en
las casillas de la Capital desde hace siglos, se ha
hecho proverbial y ha llamado la atención de la au-
toridad. En 1528 la Reina se dirigió al Obispo Zu-
márraga previniéndole prohibiese de cuantas mane-
ras le fuese posible con excepción de multa, el em-
pleo de la yerba llamada ocpatli para fabricar el
pulque, y en el informe del Marqués de Sonora al
virey Bucareli, le hace mención de las adulteracio-
nes que el pulque sufría.
El pulque parece una bebida sobre la cual se han
ideado las más groseras preparaciones para adulte-
rarlo.
El Sr. Dr. Río de la Loza en 1864 (*) decía. "Si
no 68 fácil hallar en el comercio vinos de uva no
adulterados, es más difícil encontrar el de maguey
tal como debía ser, no obstante que su bajo precio
sería una garantía que alejara todo temor de frau-
de. Pero el hecho es, que son tantas y tan variadas
las materias que se encuentran en los pulques del
comercio, que se llega á perder la paciencia con el
convencimiento de que no es fácil fijar ni el prome-
dio de su composición, aun con respecto á las par-
tes esenciales como son el alcohol, agua, azúcar.
(*) Memoria sobre el maguey mexicano por D.
M. Payno, 1864.
—240—
raucílago, fermento, etc. Parece, en efecto, qt
cada vendedor al menudeo tiene sua fórmulas
ticulares ó las materias predilectas de que haceustf^
segiin el estado en que reciben los pulques, el reza^.
go que de ellos tienen y aún la preennción, confor-
me á su experiencia, de la mayor ó menor salida del
efecto. La cal, el agua, el almidón, la harina, la
goma, el "tequezquite" y algunos vegetales más 6
menos ¡nocentes ó nocivos, son comunmente de los,
que más uso se hace para cubrir ya la mucha fluíH
dez, la acidez y hasta la corrupción de la bebidihj
fermentada; esto, sin contar con el abuso de loft
conductores que consiste en la adición de diverssftj
aguas más ó menos impuras y sin hacer mérito dfe
las modiñcaciones naturales relativas á las estacio-
nes como son las lluvias, y sobre todo la elevación
de temperatura que tanto violenta la alteración del
producto."
En la época actual es verdaderamente alarmante
lo detestable de los pulques en la mayor parte de
loB expendioB de la Capital, y ahora más que en
otroB tiempos la autoridad deberia ser severa para
reprimir el fraude.
El pulque in "natura" es aromático, de un sabor
agradable y se presume dotado de propiedades ali-
menticias y medicinales. Tomado en muchas de las
casillas de pulque llamadas pulquerías, es un licor
de olor repugnante, de gusto detestable, malsano y
á veces tóxico. (')
I
C) En una memoria que con el título de"Elm¿
—241—
Un agricultor de los Llanos, persona respetabili-
sima y (vofundamente conocedora del cultivo del
maguey, fabricación y comercio del pulque, en co-
municación de fecha 3 de Abril del año en curso di-
rigida al i^esidente de la '* Sociedad Agrícola Mexi-
cana*' dice: '* Verdad es que uno que otro comer-
ciante en pequeño, no teniendo pulque en ciertas
épocas del año para su abasto ó queriendo llamar la
guey" presentó el 8r. General Pedro Rincón Gallar-
do al Congreso Internacional de Fort Worth, el autor
protesta porque expongo en mi obra algunas adulte-
raciones que hacen sufrir al pulque algunos especu-
ladores de mala fé. No obstante su protesta tengo
que dejar asentado en esta edición lo que dejé en la
anterior sobre este particular, por ser cierto, público
y notorio que se hacen estos fraudes. Me imputa
hasta de calumnia, diciéndome que no rindo prueba
alguna de mi dicho como estaba obligado á hacerlo
y asegura que no hice el menor ensaye en los líqui-
dos falsificados. Manifiesto con la lealtead que debe
caracterizar al escritor, que al escribir mi obra no me
he gfuiado solo por informaciones; visité haciendas
pulqueras en donde permanecí varios días y aun me-
seSytomé notas y comprobé informaciones. Las adul-
teraciones! que indico, las vi hacer en varias pulque-
rias y las he ratificado al publicar esta edición, por
lo cual me era innecesario la investig^ión química
para comprobarlos, que por otra parte sería absolu-
tamente inconducente, puesto que aun no conoce-
mos la composición normal del pulque.
31
atención de los consumidores por medio de una me-
dida superior á la que permitiera dar un moderado
lucro, le mezcla con agua ó con el pulque sobrante
que no pueden vender; pero los comerciantea de bue-
na fé reprobamos esa falsiHcación y la per8^:uimo9
con los pequeños medios que tenemos á nuestro al-
cance,"
Ojalá y solamente en esto consistiera el fraude no
ocasionaría tantos males al conaumidor, Y sin em-
baído por más que el agricultor de los Llanos quiera
paliar la importancia de este fraude es muy común y
alarmante, sin que por esto ee crea que no hay co-
merciantes honorablea que venden el pulque puro.
En algunos expendios al terminar las ventas del
día, les queda un sobrante de pulque que al día si-
guiente está agrio ó que ya viniendo maleado para
expenderlo lo componen mezclándole aguamiel, lo
agitan fuertemente y después de algunas horas de
reposólo expenden; pero para evitársela compra
del aguamiel emplean diversas recetas en substitu- '
ción de aquella.
Una de las recetas de las menos perjudiciales con
que componen el pulque agrio li-s expendedores,
consiste en mezclar cierta cantidad de una solución
formada con agua, azúcar y tequesquite [sesquicar-
bonato de sosa impuro conteniendo autfatos, nitratos,
cloruros y materia orgánica] llamada por ellos "agua
miel" del país. Otra más perjudicial, mezclarle ai
pulque agrio sumo de pencas de maguey y teques-
quite. Esta mezcla cáustica y corrosiva debe neoe-
sariamente ocasionar grandes desarreglos en la eoo-
i
—248-
nomfa, y acaso á esto se debe la mortalidad que hay
en la capital á consecuencia de las enfennedadee
intestinales que tanto abundan. No son estas la^
únicas recetas para las adulteraciones, pues, como
muy tñen hace observar el 8r. Dr. Leopoldo Río de
la Loza, son inumerables, algunas hasta asquerosas.
Examinemos qué efecto produce el cuero de que
está formada la cuba de fermentación. La química
nos enseña que bajo la influencia de un fermento ó
de una sustancia albuminoide alterados, ó de las
membranas animales, el azúcar se transforma en
''manita" y hay producción de una materia viscosa,
circunstancias que en nuestro concepto se encuen-
tran en la fabricación del pulque. Se sabe también
que los líquidos fermentados que han sufrido la fer-
mentación manítica, si se concentran, pueden de-
mostrar la presencia del ácido succínico y de la gli-
cerina, principios que Mr. Boussingault ha determi»
nado en el pulque, según el análisis que hemos in*
dicado.
Esto nos autoriza á decir que la fabricación dex
pulque en las ''tinas" que hemos descrito, tiene por
objeto desarrollar la fermentación viscosa, para que
le dé esa babosidad que el consumidor le busca, y
que el fabricante llama ''cuerpo;" y tan cierto es
esto, que varios cultivadores de los Llanos de Apam
han elaborado el pulque en vasijas de porcelana, y
si bien lo hati obtenido de buen gusto, ha sido de
ningún ''cuerpo:" nuestros experimentos nos han
conducido al mismo resultado.
Se conocen dos clases de pulque: el "fino" y el
'^achique." El fino es el que se fabrica en los Lia-
—244—
nos de Apam con el aguamiel de maguey manso, y
el tluchique es el que se elabora con aguamiel de los
magueyes del Valle, que la mayor parte no son man-
sos, sin la limpieza y con trasiegos incompletos por
lo cual no resulta un pulque 6no, y además, ae trae
de ios lugares de elaboración sin haber sufrido La
fermentación alcohólica: es mucilaginoso, duice, y
fáüilmente se agriü y tiorrumpe.
En el añe de 1877 vimoa un pulque fabricado en ]
la hacienda de Aoosac, en el Distrito de Chalco,
cuyo sabor y olor eran muy semejantes al mejor pul-
quede los Llanos de Apam. La cantidad de alcohol
que contenía era la misma que la que hemos encon-
trado en los mejores pulques de la zona del ma-
guey, á diferencia de contener más albúmina. Por i
esto deducimos que si el clima, el terreno y la clase
de maguey modifican la calidad de los pulques, la
elaboración influye de una manera especial sobre s
bondad.
Sería de desear que loa hacendados, por el bien de |
aus intereses, establecieran una estación donde se í
estudiaran, experimentalmente los fenómenos de la \
fermentación por químicos y bactereologistas con el ]
fin de deducir loa procedimientos oientifieos para j
una elaboración perfecta.
El pulque, siendo una bebida fermentada, entra 1
en el orden común de las fermentaciones.
1° En la preparación del "xinaxtll"debe prooe-
derae con el mayor cuidado y no preparar un fer-
mento acético y contaminado como lo es cuando apa- <
rece el "zurrón," sino prepararlo con levadura bao-
—245-
teriológioamente pura y partiendo de una celdilla y
con aguamiel esterilizada para que la fermentación
que sufre esa primera aguamiel, ''tome cuerpo" sin
acetificarse^ y para tener un fermento propio que dé
buenos resultados. La práctica de hacer semilla en
tina es mala y el hacerla en barril lo ea menos
pero debe recomendarse principalmente la prepara-
ción de levadura pura que, indudablemente dará
mejores resultados.
2 S Para que la fermentación alcohólica recorra
todas sus fases con regularidad y se obtengan bue*
nos productos, es necesario mantener constantemen-
te la temperatura del tinacal entre 16^ á20^ En la
fabricación del pulque seria conveniente no cortar
puntas sino hacer la fermentación en cubos de ma-
dera de haya ó en receptáculos de ñerro esmaltado
poniendo á cada una de ellas, el fermento ó levadu-
ra necesaria que experimen taimen te se hubiere de«
terminado y regularizar bien la temperatura. Si es-
ta és más baja, la fermentación se debilita y hay
desarrollo de levadura inferior. Existiendo en el pul-
que materias plásticas, por pequeñas que sean las
causas que existan de alteración, abatiendo la tem-
peratura del grado que se ha indicado, se forman
productos lácticos, butíricos ó viscosos. Una eleva-
ción de temperatura superior á 20 ^ , tiene sus incon-
venientes; apresura el desarrollo del fermento supe-
rior, y favorece rápidamente la fermentación alco-
hólica, que se traduce por una pérdida seca en el
alcohol. Una temperatura elevada facilita el desa-
rrollo del BaclUus aceti que transforma una parte de
él en ácido acético que reobrandc á su vez sobre el
líquido, lo transforma en vinagre.
—246-
3f? Bueno sería también que se hicieran exp**^
ñmentos para determinar el grado de atenuación
que sufren loa mejores pulques en igualdad de cir-
cunstancias.
49. En nuestro concepto, la elaboración del pul.-. J
que, para su mejor calidad, debería hacerse conití J
hemos indicado en cubas de madera ó de fierro es*]
maltado y cubrirlas con tapaderas, Esta precaiíg
ción tiene por objeto impedir la pérdida del alcohdl
El ácido carbónico que se desprende de la cuba ei^
fermentación, retenido entre la superficie del líquido
y la tapadera de la cuba, ae opone al acceso del
aáre, que gastaría una parte del azúcar en la multi-
plicación del fermento con pérdida en el rendimiento^
del alcohol.
5° El trasiegue incompleto que se hace en 1
tinacales con el nombre de "cortar puntas,'
mos conveniente debería hacerse por completo cuaj
do termina la fermentación tumultuosa, para evita»*
que el depósito sedimentoso que se forma en las ti-
nas en via de fermentación, al descomponerse, «orno
sucede con toda materia orgánica, dé ciertos pro- .
duetoa que hacen d^enerar el pulque hasta trasfoi
marlo en una bebida detestable.
LoB prácticos valorizan en dos hectolitros 28 la caiií
tidad de pulque que cada maguey da por térmittl
medio.
En la transformación del aguamiel en pulque 1
una pérdida de un 14 á un 16 por ciento.
Expondremos lo que se sabe sobre la pretendida
conservación del pulque.
—847—
Fundándose unos en que el oxígeno es necesario
para la fermentación alcohólica, han creído que por
el vacío, ó cerrando herméticamente las botellas que
lo contienen, podrían conservarlo indefinidamente.
El experimento del Sr. Payno demuestra la inefica-
cia de este procedimiento: este señor llenó una bo-
tella de pulque y la tapó herméticamente; al cabo
de (ñerto tiempo había quedado una agua clara y
ligeramente acida. En el fondo se había depositado
on sedimento amarillo de sabor acre y ácido, lo que
prueba en nuestro concepto que por este solo medio
es imposible su conservación. Otros han empleado
poner al pulque cierta cantidad de alcohol, porque
se sabe que el fermento deja de desarrollarse y de
obrar en soluciones que contienen cierta cantidad
de este compuesto hidro-carbonado, pero aparte de
las modificaciones tanto químicas como organolép-
ticas que experimentaría, el resultado no ha coro-
nado las esperanzas del especulador. Las sustan-
cias que suspenden ó interrumpen completamente
la fermentación, han sido también empleadas para
el mismo objej^o.
E3 Dr. Kaska y algunos pretendidos conservado-
res del pulque han empleado el ácido salicílico, áci-
do orgánico cuyos efectos fisiológicos son bien co-
nocidos por sus propiedades venenosas; pero cree-
mos que el resultado aun no había sido satisfacto-
riOy pues habiendo publicado sus trabajos, nadie se
ha ocupado de ellos para establecer un ramo de es-
peculación. En Europa se ha empleado también en
la conservación de los vinos, pero la autoridad ha
prohibido con penas severas el empleo de este anti-
séptico para preservar á los babitantee de males
trascendentales.
Se nos ha dicho que para exportar el pulque Á
Francia el Sr. Terreros hizo uso, antes de embote-
llarlo, de elevar su temperatua á 60° ; pero tampo-
1 perfecto estado de conservación.
En nuestras excursiones á los Llanos de Apam he-
mos sabido que un individuo decía haber descubier-
to un procedimiento por concentración para conser-
var el pulque. Según pudimos investigar, consistía
en evaporar éste hasta la sequedad. Creemos que
esa operación se hará por medio del vacío, porque
ai fuera por el fuego, habría una descomposición en
el licor, por la precipitación completa de la albúmi-
na y la destrucción del cryptococcus. Pero aún
queda que averiguar este punto capital :
También se ha recomendado para su conserva-
ción el ácido carbónico, ya sea el que seinyecteeon
aparatos apropiados ó el producido por el pulque
embotellando éste antes de haber terminado la fer-
mentación. El Dr. Altaniirano primero y después
el Sr. J. Várela se han ocupado de este asunto. Los
he repetido y no he llegado á un resultado satis-
factorio.
Otros muchos pretenden ser poseedores de secre-
tos para la conservación indefinida del pulque. El
Sr. Dr. Riquelme presentó en la Exposición de Pa-
rís un pulque conservado que no ha deemerecidc
mucho después de un año. Pero aparte de este
procedimiento, vanas patentes se han obtenido y se
preconizan como infalibles.
—249^
¿ElzperimentoB decisivos han probado la verdad de
estos métodos? ¿Se ha visto por personas idóneas el
pulque conservado por este procedimiento? ¿Por
qué no se ha especulado en gran escala con él?
Por nuestra parte creemos que todavía no se
sientan los datos para resolver el problema : serios
experimentos seguidos con perseverancia se necesi-
tan para resolver este importante asunto de la quí-
mica y economía rural.
La conservación de las bebidas fermentadas está
basada en la eliminación del fermento y de las ma-
terias plásticas, para lo cual se emplean los métodos
conocidos del trasiegue, la encoladura, el tanino,
etc. ; en el pulque no es posible, porque las materias
albuminoides son las que dan los caracteres físico -
químicos que especializan sus propiedades, y su
eliminación lo trasformaría en otro licor, al que pro-
piamente no le convendría el nombre de pulque.
32
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 ttt 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
IMPUESTOS Y DISPOSICIONES
DE POUOIA.
^j^ consecuencia de la reforma constitucional so-
bre abolición de alcabalas, el Ejecutivo por
ley del Congreso, de 6 de Mayo de 1896 expidió el
decreto con que se sustituyó aquel molesto é infruc-
tuoso impuesto :
Art. 1^ . Se estableósrun impuesto sobre el pul-
que, el aguamiel y el tlachique que se pongan á la
venta en el Distrito Federal, á partir del primero de
Julio próximo. Este impuesto será de 18 centavos
por cubo de 27 litros 376 mililitros de capacidad.
Art. 2^ . Sólo podrán ser vendidos al menudeo
el pulque, aguamiel ó tlachique en los expendios
-2B1—
autorizados expresamente por la autoridad política
superior oon la licencia respectiva, como casillas,
fondas, figones ó expendios ambulantes.
Art. 3^ . La venta por mayor sólo podrá hacer-
se á los dueños ó encargados de casillas, fondas ó
figones para la realización al menudeo, y á los esta-
blecimientos, compañías ó particulares para el con-
sumo de sus empleados, dependientes ú operarios,
siempre que tengan la licencia respectiva de la au-
toridad política del lugar, y que hubiesen hecho la
manifestación correspondiente á la Oficina de Con-
tribuciones.
Art. 4^ . Está prohibido á los introductores de
pulque, aguamiel ó tlachique, darlos en comisión
para su venta ó venderlos á personas que no se ha-
llen en el caso del articulo anterior: así como tam-
bién vender dichos líquidos al por menor, sea quien
fuere el comprador, y en caso de infracción respon-
derán para con el Pisco no sólo del impuesto, sino
de las penas pecuniarias á que haya lugar.
Art. 5^ . Para los efectos del artículo antorior, y
para garantizar todas las demás responsabilidades
que esta ley les imponga,- los introductores de pul-
que al Distrito Federal deberán inscribirse previa-
mente en la Oficina de Contribuciones Directas, y
otorgflur en ella una fianza por una cantidad que no
sea menor de doscientos pesos ni mayor de cinco
rnilf y cuyo importe fijará el Director regulándolo
según la cantidad de pulque que introdujeren. La
ampliación de esta fianza podrá exigirse en cual-
quier tiempo por la 'Oficina dentro del máximum ex-
presado. . :
Art. 6 ® . Lod introductores Itevarán un libro ta-
lonario en el que cuidarán de asentar diariamente y
sin retardo alguno :
I. La cantidad de pulque que hayan introducido^
expresando dicha cantidad en cubos de 27 litros 376
mililitros.
II. 81 el trasporte se yerifícó por ferrocarril 6 por
medio de carros, acémilas ó <$argadores.
III. La clase de recipientes empleados en el tras-
porte y el número de ellos.
IV. La población á donde se haya hecho la in-
troduccióUfc
V. El expendio á dónde se hdya remitido el lí-
quido, ó el nombre y ubicación del establecimiento,
compañía ó persona á quien lo hayan vendido.
Art. 7 ^ . Si la introducción se verificase por me-
dio de ferrocarril, deberá designarse en el libro de
que habla el artículo anterior, la estación de embar-
que, la fecha y número del talón de carga respec-
tivo; y si el trasporte se hubiese verificado en ca-
rros ó acémilas, se .expresará el lugar de proceden*
cia, el número de carros. ó acémilas y el camino por
donde se hubiere introducido, .
Art. 8 ^ . Los asientot que hagan los introduo-
tores en su libro, ée extenderán por duplicado en ti
talón y en la hoja á él adherida. Bata hoja se des-
prenderá del libro y será enttegada, precisamente
dentro de las 24 horas siguientes, al empleado que
designen las disposiciones ó reglamentos respecti-
vos, juntamente oon los oertificados ó recibos que
los dueños de oasillas ó establecimientos están obli-
gados á expedir para acreditar la entrega que se les
hubiere hecho de determinada cantidad de líquido.
Estos certificados no necesitarán llevar estampilla.
Art. 9 ® . Los productores de pulque, aguamiel ó
üachique en el Distrito Federal, serán considerados
como introductores para los efectos de esta ley, de-
biendo prestar, por lo tanto, la fianza de que habla
el artículo 5 ^ . y llevar el libro á que se refieren los
articules que preceden.
Estos productores, lo mismo que los introductores
de pulque que no condujesen el líquido por medio
de. ferrocarril, deberán dar conocimiento previa-
mente, y por escrito, á la Oficina de Contribuciones
del camino que hayan de recorrer los carros, acé-
milas ó cargadores que introduzcan el líquido desde
el lugar de su producción ó del punto por donde pe*
netren al Distrito Federal hasta el lugar de la en-
trega.
Cualquier cambio que deseen hacer al derrotero,
deberá avisarse por escrito á la Oficina con tres días
de anticipación cuando menos.
Art. 10. Los dueños y encargados de casillas lle-
varán en el mismo expendio un libro especial en el
que asentarán, precisamente al fin de cada día, la
cantidad de pulque que hubieren recibido para la
venta y el nombre de las personas á quiene lo hu-
bieren comprado ó de quienes lo hubieren recibido
en comisión. En el caso de que la pulquería surtie-
-8M-
re á fondas ó figones que le estuvieren anexos, ó á
expendedores ambulantes, se asentará igualmente
en el libro el pulque que tales fondas, figones ó ex-
pendedores ambulantes hubieren recibido para su
venta ó consumo.
Art. 11. Los dueños ó encargados de fondas ó fi-
gones, llevarán también un libro análogo al de que
habla e! articulo anterior, y expresarán con toda cla-
ridad si la fonda ó figón está anexo á alguna pul-
quería, ó si corre por su propia cuenta,
Art. 12. Loa expendedores ambulantes serán de
dos clases, según se trate del reparto regular que ha-
gan las casillas á domicilio, ó bien de la venta ac-
cidental de pulque d tlachique que se verifique por
razón de fiestas ó circunstancias especialesde tiem-
po ó de localidad. Ninguno de ellos podrá ejercer
su industria sin acreditar debidamente que depen-
den de una casilla, y los de segunda clase sin cum-
plir, además, con los requisitos de que habla el ar-
tículo 24. Ni unos ni otros estarán sujetos ala obli-
gación de llevar el libro de que hablan loa artículos
que preceden ; pero tas casillas de que dependen
tendrán que expresar en sus libros respectivos, la
cantidad del liquido que salga á la venta por eatos
medios.
Art. 13. Los diae 1*^ . y 16 de cada mes, los due-
ños ó encargados de casillas, y loe de fondas 6 figo-
nes que no dependan de pulquería, remitirán á ta
Oficina de Contribuciones una noticia en la que
consten ¡os asientos que hubieren hecho en su libro
durante la quincena anterior, y en la que se expre-
I
—265-
ae la cantidad total de ouboa de pulque, tlachique ó
agaamiel que se hubiere recibido para su venta en
el expendio, haciéndose en dicha noticia la separa-
ción de que habla el ¿nal del articulo 10.
Art. 14. LfOS libros talonarios de los productores
ó introductores de pulque, de que hablan los artícu-
los 6^ • á 9^ ., y los libros especiales de las casillas,
fondas y figones á que se refieren los artículos 10 y
11, se llevarán en la forma que prevengan los re-
glamentos, y serán autorizados por la Oficina del
Timbre respectiva, la que cobrará las cuotas de
S0.05 por hoja conforme á la ley general de la ma-
teria.
Art. 15. Los dueños ó encargados de pulquerías,
ó bien de fondas ó figones en que se consuma pul-
que, aguamiel ó tlachique, presentarán á la Oficina
de Contribuciones directas en los diez primeros días
de Junio y Diciembre de cada año, una manifesta-
ción por triplicado, expresando :
I. El nombre y la ubicación del expendio, advir-
tiendo si está en esquina de calle ó en otro sitio.
II. El número y fecha de la licencia expedida por
la autoridad política.
in. La cantidad de pulque, aguamiel ó tlachique
que se recibió en el expendio para la venta en el se-
mestre inmediato anterior, ya sea que dicha venta
se hubiere hecho en mostrador, ó ya por reparto,
expendios ambulantes, fondas ó figones. El semes-
tre se contará como previene el artículo 25.
IV. Si se trata de una pulquería, se expresará el
número y la designación de las fondas y figones que
-2M-
I
re á fondas ó figonea que le estuvieren anexos, ó i
expendedores ambulantes, se asentará igualmente
en el libro el pulque que tales fondas, figones ó ex^W
pendedóres ambulantes hubieren recibido para f
venta ó consumo.
Art. 11. Loa dueñoa ó enoargadoa de fondas 6 fi-{
gones, llevarán también un libro análogo al de quel
habla el artículo anterior, y expresarán con toda cla-
ridad 8Í la fonda ó figón está anexo á alguna pul-
quería, ó ei corre por su propia cuenta.
Art. 12, Loa expendedores ambulantes serán
dos clases, según ae trate del reparto regular que ba<
gan las casillas á domicilio, ó bien de la venta ao/
cidental de pulque ó tlachique que se verifique
razón de Restas ó circunstancias especiales de tiem'
po ó de localidad. Ninguno de elloa podrá ejercí
su industria sin acreditar debidamente que depen-
den de una casilla, y los de segunda claae sin cum-
plir, además, con los requisitos de que habla
tículo 24. Ni unoB ni otros estarán sujetosálaobli-
gación de llevar el libro de que hablan los artículos
que preceden; pero las casillas de que dependen
tendrán que expresar en sus libree respectivos, la
cantidad del liquido que salga á la venta por eatoa
medioB.
Art. 13. Loa días 1^ . y 16 de cada mee,lo8dui
ños ó encargados de casillas, y los de fondas ó ñ|
nes que no dependan de pulquería, remitirán á
Oficina de Contribuciones una noticia en la qi
consten loa asientoa que hubieren hecho en bu libro"
durante la quincena anterior, y en la que ae ^pre-
i
—255-
se la cantidad total de cubos de pulque, tlachique ó
aguamiel que se hubiere recibido para su venta en
el expendio, haciéndose en dicha noticia la separa-
ción de que habla el final del artículo 10.
Art. 14. Los libros talonarios de los productores
ó introductores de pulque, de que hablan los artícu-
los 6^ . á 9^ ., y los libros especiales de las casillas,
fondas y figones á que se refieren los artículos 10 y
11, se llevarán en la forma que prevengan los re-
glamentos, y serán autorizados por la Oficina del
Timbre respectiva, la que cobrará las cuotas de
S0.05 por hoja conforme á la ley general de la ma-
teria.
Art. 15. Los dueños ó encargados de pulquerías,
ó bien de fondas 6 figones en que se consuma pul-
que, aguamiel ó tlachique, presentarán á la Oficina
de Ck>ntribuciones directas en los diez primeros días
de Junio y Diciembre de cada año, una manifesta-
ción por triplicado, expresando:
I. El nombre y la ubicación del expendio, advip-
tíendo si está en esquina de calle ó en otro sitio.
n. El número y fecha de la licencia expedida por
la autoridad política.
in. La cantidad de pulque, aguamiel ó tlachique
que se recibió en el expendio para la venta en el se-
mestre inmediata) anterior, ya sea que dicha venta
se hubiere hecho en mostrador, ó ya por reparto,
expendios ambulantes, fondas ó figones. El semes-
tre se contará como previene el artículo 25.
IV • Si se trata de una pulquería, se expresará el
número y la designación de las fondas y figones que
— 266 —
rrama de 870,000 al mes, entre todas las casillas ubi-
cadas en el Distrito Federal, valiéndose al eíecto, á
título de información, de las manifestaciones de los
dueños ó encargados de dichas casillas, de los datos
de la oficina, de las noticias *de los ferrocarriles, y
de su experiencia ó conocimientos personales. En
sus funciones se regirá por las resoluciones que ella
misma adopte por mayoría de voto, siempre que no
sean contrarias á las resoluciones que al efecto po-
drá dictar la Secretaría de Hacienda ; pero una vez
aprobada la derrama, se considerará como definiti-
va, á no ser que la reclamación de alguno de los cau^»
santes estuviese apoyada por cuatro ó más miem-
bros de la Junta.
6?. Cuando alguno de los causantes acreditare
con sus libros de contabilidad, llevados con toda re-
gla, haber recibido en las casillas, para su venta,
una cantidad de pulque determinada, la Junta Cali-
ficadora señalará á dicho causante la cuota que co-
rresponda á la cantidad expresada.
7 S La derrama de que se habla en los artículos
anteriores, subsistirá por todo el semestre de Julio á
Diciembre, pasado el cual se aplicará en todas sus
partes las prescripciones de la ley.
Con fecha 15 de Septiembre del mismo año se pu-
blicó el siguiente decreto reformando el artículo 8^ .
de la ley de ingresos vigente en ese año :
Art. 1^ . El impuesto establecido por la ley de 12
de Mayo del presente año sobre el pulque, tlachique-
—267—
y aguamiel que se pongan á la venta en el Distrito
Federal, será de setenta y cinco centavos por hec-
tolitro.
Art. 2^ . Desde el día siguiente al de la publica-
ción de este decreto, los introductores asentarán dia-
riamente en el libro talonario á que se refiere el ar-
tículo 6^ . de la ley de 12 de Mayo, la cantidad de
pulque que haya introducido, expresando dicha can-
tidad en litros.
Art. 3^ . En la noticia que conforme al artículo
13 de la citada ley, deben remitir á la Oficina de Con-
tribuciones los dueños ó encargados de las casillas
y los de fondas ó figones que no dependan de pul-
quería, en vez de expresar en cubos la cantidad de
pulque, tlachique ó aguamiel que hubieren recibido
para su venta, la expresarán en litros.
Art. 4^ . Cuando la Oficina de Contribuciones
rechace las manifestaciones de los causantes, seña-
lará la cantidad de hectolitros por que debe pagarse
el impuesto, dando á la Junta calificadora el aviso á
que se refiere el artículo 12 de la ley de la materia.
En el caso del artículo 25 de la misma ley, el im-
puesto se liquidará según el promedio del número de
litros que se hubieren recibido en los expendios, du-
rante los períodos que fija el mismo artículo.
Art. 5^ . Se modifica la fracción III del artículo
28 de la propia ley, en los términos siguientes:
III. Cubos de veinticinco litros.
—268-
Transitorio.
Lo dispuesto en el artículo 1^ . no altera la de
rrama hecha por la Junta entre todas las casillas
ubicadas en el Distrito Federal, y la cual derrama
subsistirá hasta el 31 de Diciembre próximo.
Con el fin de reglamentar el expendio de pulque y
evitar los escándalos y crímenes que origina el abu-
so de él, las autoridades han dictado las disposicio-
nes que han creído oportunas.
He aquí los principales artículos de los bandos so-
bre la materia, publicados por los Grobiernos de los
Estados de Tlaxcala, Puebla y Distrito Federal, ac-
tualmente vigentes, Estados de mayor consumo de
nuestra bebida regional.
El bando de policía del Estado de Tlaxcala, en su
artículo 14, previene que los dueños ó encargados
de tinacales uniformen las medidas de pulque, con-
teniendo el barril 150 cuartillos [68 litros 40]; el cu-
bo, 31 }i [17 litros 10], y el cuartillo, 16 onzas.
La Ley de Hacienda del propio Estado, dice en su
artículo 8 ^ :
''La contribución de tinacales se causará por las
tandas que tenga cada finca y según la calidad del
pulque, pagando el fino un peso veinte centavos y
el tlachique un peso por tanda, mensualmente.
—289—
' IxM dopÜM ó encaramados de fincas rústicas que
toigaa tinaoales, manifestarán en los primeros quin-
ce dfis de Enero, al Recaudador de Rentas respec-
tivo el número de tandas que sostengan los expresa-
dos tinacales, y sí dicho empleado no se conformare»
con tal manifestación, hará las investigaciones con-
.ducentes, pudiendo para ello visitar los referidos es-
tablecimientos asociado de la autoridad más inme-
diata: y resultando alguna ocultación, se impondrá
una multa de cinco á veinticinco pesos que ingresará
al Erario.
Art. 18. Las casillas de pulque pagarán trece cen-
tavos por cada barril que introduzcan/'
E3 Reglamento y expendio de licores del Estado de
Puebla, es como sigue :
"Art. 1 ® . 8e prohibe la embriaguez en lugares
'públicos, bajo la pena de cincuenta centavos á dos
pesos de multa.
Art. 2^. El comercio de licores es libre, pero
quedará sujeto á las prescripciones de este regla-
mento.
Árt. 3 ® . Todo el que tenga expendio de pulque
ú otro licor, ó lo estableciere en lo sucesivo, pedirá
licencia por escrito á la Jefatura política, ante quien
justificará previamente su buena conducta.
Art. 4 ® . Para obtener la licencia de que se ha-
bla en el artículo anterior, será indispensable : Pri-
mero, manifestar en la solicitud dirigida al Jefe po-
lítico el nombre del dueño del expendio, el título de
éste, y si aquel sirve personalmente el estableci-
miento 6 se vale de alguno ó algunos dependientes
—270—
que en su nombre lo hagan. Segundo, dar noticia
de la calle y casa en que esté situado ó haya de si-
tuarse el expendio, Tercero, acreditar debidamente
que éste no tiene comunicación con el interior de la
casa en que esté situado.
Art. 5 ^ . Para el exacto cumplimiento de lo pre-
venido en el artículo anterior, la Jefatura política
abrirá un registro en el que se hagan constar todas
las disposiciones contenidas en dicho artículo, rela-
tivamente á cada expendio.
Art. 6 ^ . Los pulques que se expendan serán
completamente puros sin mezcla de ninguna otra
sustancia, prohibiéndose la venta de los qne estén
agrios ó pasados. La infracción de este artículo se
castigará con multa de uno á diez pesos, conforme
á lo prescrito en la fracción X del artículo 1150 del
Código penal y sin perjuicio de que se cumplan
cuando sea preciso las disposiciones de los artículos
849 y 850 del citado Código.
Art. 7 ^ . Los dueños ó encargados de las pul-
querías impedirán que se formen reuniones en las
puertas ó en el interior de esos establecimientos,
castigándose la infracción de este artículo con mul-
ta de Cíincuenta centavos á tres pesos.
Art. 8 ^ . Las pulquerías se abrirán á la misma
hora que los demás establecimientos, y podrán per-
manecer así hasta las oraciones de la noche en los
días de trabajo, y en los festivos ó en que el comer-
cio esté cerrado, hasta la una de la tarde.
Art. 9 ^ . Los dueños de los mencionados esta-
blecimientos, ó los dependientes de los mismos, en
—271-
8U casOy cuidarán de que las hojas de las puertas,
durante las horas de la venta, estén enteramente
abiertas.
Art. 10. Los establecimientos á que este regla-
mento se refiere, estarán perfectamente aseados tan-
to en el interior como en el exterior de los mismos.
Art. 11. Los dueños ó encargados de ellos son
inmediatamente responsables de los escándalos que
allí ocurrieren, y por tanto, están en la obligación
de dar parte á la policía luego que alguno cometa
una falta, sufriendo una multa de cinco á veinticin-
co pesos si no cumplieren esta prevención.
Art. 12. Si en alguno de los referidos estableci-
mientos ocurriere alguna riña y el dueño ó encar-
gado no da el aviso oportuno, será castigado por la
primera vez con multa de cinco á veinticinco pesos,
y por la segunda con la clausura inmediata del es-
tablecimiento; pero si la riña fuere á mano armada.
Se cerrará éste desde luego.
Art. 13. A ninguno que se halle en estado de em-
briaguez se le venderá pulque, y en caso de que in-
sistiere en permanecer en la casilla, el encargado de
ésta lo denunciará al agente de policía que estuvie-
re más inmediato para que lo aprehenda, castigán-
dose la infracción de este artículo con multa de dos
á ocho pesos.
Art. 14. Ni á los niños ni á las personas notoria-
mente menores de edad se les venderá pulque, á no
ser que lo compren para llevarlo á sus casas, pero en
ningún caso se permitirá que lo beban en los expen-
—272—
dios, bajo la pei^a mencionada en el artículo ante-
rior.
Art. 15. En las puertas de los expendios no habrá
mostradores ni estorbos de ninguna clase, sin que
tampoco se permita que se adornen las pulquerías
con banderolas que tengan los colores nacionales,
castigándose la infracción de este artículo con mul-
ta de cincuenta centavos á dos pesos.
Licores.
Art. 16. Los licores que se expendan serán de
buena calidad sin mixturas ni ingredientes que los
hagan dañosos, pero los alcoholes que se vendan
para ser tomados en los mismos establecimientos, no
podrán ser de más de cincuenta grados del alcohó-
metro centígrado. Los expendedores serán respon-
sables bajo las penas señaladas en el art. 849 y en
la fracción X del 1,150 del Código penal por los frau-
des que cometieren respecto de la cantidad y la me-
dida de los licores.
Art. 17. Los dueños de los establecimientos en
que éstos se vendan quedan sujetos á las mismas
prescripciones del reglamento de pulquerías, excep-
to en lo relativo á las horas de clausura, la que se
veriñcará á las nueve de la noche.
Art. 18. El dueño de cualquier expendio clan-
destino, entendiéndose por tal el que no tenga la co-
rrespondiente autorización, será castigado con una
multa de 25 á 50 pesos, lo mismo que el que vendie-
re pulque ó licor de cualquiera especie que sea des-
—273—
pues de las horas señaladas en los artículos ante^
riores.
Art. 19. Este reglamento se pondrá en el lugar
más visible de los expendios, para lo cual se impri-
mirá el competente número de ejemplares."
El Gobierno del Distrito Federal, en el reglamento
de pulquerías, después de indicar en los arts. 1^ ,
2^ , 3^ , 4^ y 5^ el perímetro de la capital en cuyo
interior no deben establecerse expendios de pulque,
en los demás artículos previene lo siguiente :
"Art. 6 ^ . Los expendios que existen en la actua-
lidad dentro del cuadro y líneas anteriormente in-
dicadas, quedarán defínitivamenle cerrados por el
simple hecho de que sus dueños 6 encargados no
los abran en tres días consecutivos, recogiéndose al
efecto la patente y licencia respectivas. Los Ins-
pectores de policía y los demás empleados del ramo,
vigilarán eficazmente el cumplimiento de esta pres-
cripción, castigándose su negligencia ó disimulo con
la destitución del que resulte culpable.
Art. 7 ^ . Podrá c<.)ncederse la traslación de ex-
pendios de un punto á otro dentro del cuadro y lí-
neas que señalan los artículos 2 ^ . y 3 ^ ., siempre
que haya causa fundada á juicio del Gobernador;
pero en las tres líneas de la primera calle de Plate-
ros al Paseo de la Reforma, de la calle de Tacuba á
Buenavista, y de la calle del Refugio á la segunda
de la Independencia, así como en las trasversales
de todas ellas, sólo podrá permitirse la traslación
tratándose de casillas que ya existan en dichas ca-
35
—274—
lies y que deban trasladarse á un punto más lejano
•del centro de la ciudad.
Art. 8 ^ . Subsiste la prohibición de establecer
^expendios interiores ; los existentes al publicarse el
bando de 24 de Octubre de 1873, subsistirán en el
estado que dispuso el de 25 de Noviembre de 1871
que los autorizó.
Art. 9 ^ . Los expendios que después de esta fe-
cha se abrieren y en los que actualmente existieren
sin permiso para despacho interior, tendrán el mos-
trador separado de la puerta el espacio de un metro
y medio, y se prolongará hasta las paredes latera-
les, sin asientos interiores ni exteriores, y sin co-
municación alguna con otra pieza, patio ó corral.
Art. 10. En los expendios de pulques situados en
las demarcaciones que señalan los artículos 2 ^ y
-3 ^ , nunca podrá haber música interior ni exterior-
mente. En los expendios que estuvieren fuera de
dicha demarcación, sólo podrá haber música exte-
riormente, en los días festivos y previa licencia del
Gobierno del Distrito.
La infracción de este artículo se castigará con mul-
ta de cinco á diez pesos ó reclusión de cinco á diez
días, que se aplicará al vendedor ó al encargado del
expendio.
Art. 11. El pulque conservado mediante los pro-
cedimientos químicos reconocidos por el Gobierno,
podrá expenderse en cualquier establecimiento lo
mismo que los demás licores, bajo las siguientes con-
diciones :
■-.T-
r previameate Bcenoia del Gobiemo del Dis-
. Uto: que d pulque esté embotellado y perfeetamen-
torlÉdMdd; que dentro del expendio no se destapa-
xiiii.las botellas ni en él se consumirá el pulque por
idngte pretexto ó motivo; que al expendio se lleva-
féjA pulque ya embotellado y perfectamente lacra-
do, ain que en ningún caso pueda embotellarse en el
miflmo establecimiento; quedando, además, prohibi-
do que en el expendio haya pulque en ninguna otra
<£i8e de vasijas ó envase.
'La infracción de cualquiera de las prescripciones
dé ésto artículo, será castigada con multa de cinco
' á dies pesoSy y en el caso de reincidir por tres veces
. chirahte dos meses en la misma infracción, la auto-
rfiiad política podrá retirar al establecimiento el per-
' rbíiao para el expendio expresado.
' Art. 12. No se permitirá la venta del pulque en
eOftstlrucciones de madera, ni en piezas divididas por
tübiques de esta materia.
Durante las ferias que anualmente se verifican en
loe barrios de la capital y en las poblaciones foráneas
d81 Distrito, el Gobernador ó la autoridad política
rAq[>eotiva en su caso, atentas á las circunstancias
eapeeiales que concurran, podrán permitir el expen-
dio de pulque en construcciones de madera.
Art. 13. El Inspector General de Policía y los Co-
misarios respectivos incurren en responsabilidad que
80 castigará con suspensión de empleo de uno á dos
meses, por la omisión que hiciere en sus informes de
. etudquiera de las circunstancias y requisitos que por
I
I
—276—
este Reglamento se exigen para la apertura ó tras-
lación de un expendio de pulque.
Art. 14. Son obligaciones de los dueños de ex*
pendios de pulque:
I. Cuidar de que el pulque sea absolutamente
puro, sin mezcla de líquido ó sustancia alguna que
lo altere ó haga nocivo, bajo las penas que señala
el Código Penal.
II. Tener en perfecto estado de aseo el local del
expendio y el frente de él, bajo la pena de uno á cin-
co pesos de multa, sin perjuicio de que se repare la
falta inmediatamente.
líl. Hacer que el expendio no se abra antes de
las seis de la mañana y que se cierre á las seis de la
tarde desde el día 15 de Septiembre al 15 de Marzo,
y las siete de la noche en el resto de cada año.
La infracción de esta disposición se castigará con
multa de cinco á diez pesos por la primera vez, de
diez á veinticinco por la segunda, dé veinticinco á
cincuenta por la tercera, y se clausurará el expen-
dio por la cuarta.
IV. Cuidar de que la puerta quede cerrada con
candado al exterior y de que nadie quede dentro del
local durante la noche, bajo las mismas penas seña-
ladas en la fracción anterior.
V. Dar aviso semanariamente á la Comisaría res-
pectiva, del nombre de los vendedores y j i careros,
así como de sus domicilios, bajo la pena de tres á
cinco pesos de multa.
VI. Renovar cada año la licencia del Gobierno
dd;]HflMlo, b«Jo.lM penas de oinoo .pesos de multa
sí no lo Uoiere en.él mes de Enero, diez pesos si'lo
hkdere el mes de Febrero, clausurándose la casa sí
taMBurriese el mes de Marzo sin haberse refrendado
laUóenoia.
, .Vn. Presentar la licencia una vez obtenida ó
renovada á la (Comisaría respectiva para la debida
toma de razón, bajo la pena de un peso de multa.
YUI. Poner el número de la patente que deba
ot^^erse del Ayuntamiento y el de la licencia del
€k>biemo del Distrito, sobre la puerta del expendio
en la parte exterior con caracteres legibles, bajo la
pena de pagar die2 pesos de multa.
Dt. Fijar en el interior del establecimiento y en
parte visible, un ejemplar del presente Reglamento.
Art. 16. Son obligaciones de los vendedores :
i. No permitir que dentro del mostrador haya
más personas que las encargadas del expendio de
pulque.
n. Tener enteramente abiertas las puertas del
expendio.
líl. No permitir que en el interior del expendio
haya bailes, músicas, comidas, juegos de ningpuna
dase, ni vendimia alguna en las puertas.
IV. No permitir que los consumidores saquen
los vasos para tomar el pulque en la calle.
V. No recibir prendas bajo ningún pretexto.
VI. No recibir en el expendio armas de ninguna
oíase ni objeto extraño á]la negociación.
—278-
VII. Son igualmente obligaciones del vendedor,
las que marcan, las fracciones 1. * , 2. * , 3. * y 4. *
del artículo 14.
VIII. Tener especial cuidado de no vender ni re-
galar pulque á los gendarmes que estén de servicio
ó en la calle donde esté ubicado el expendio, cuando
alguno de estos agentes, olvidando la dignidad y el
decoro de su empleo, penetre en el establecimiento
con objeto de tomar dicho líquido.
IX. Dar aviso á los agentes de la policía inme*
diatamente que se suscite cualquier desorden den-
tro del expendio.
Art. 16. La infracción de cuahjuiera de las frac-
ciones del artículo anterior, será castigada con arres-
to de tres á diez días, ó con la multa correspondien-
te conforme al Código Penal.
Art. 17. No podrá concederse licencia para el
expendio de pulque, ni aun con el carácter de muy
transitorio, en las calles, plazas ó zaguanes, excepto
durante las ferias de los barrios de la ciudad y de
las poblaciones foráneas del Distrito, en los térmi-
nos del artículo 12.
Art. 18. El Gobernador del Distrito en la ciudad
de México, y la autoridad política respectiva en las
poblaciones foráneas, son las únicas autoridades
competentes para imponer las penas que señala este
Reglamento, teniendo á la vista las actas que debe-
rán levantar los Inspectores de policía para com-
probar los hechos, conforme al artículo 18 de) Re-
glamento de Comisarías. En los Distritos, la auto-
—871—
^Jftt^»^^^?^^^^^ 4^^^^^j^ de las puertas,
durante las horas de la venta, estén enteramente
Art.' 10. Los establecimientos á que este regla-
ntefiito 86 refiere, estarán perfectamente aseados tan-
to en el interior como en el exterior de los mismos.
Art, 11. Los dueños ó encargados de ellos son
inmediatamente responsables de los escándalos que
allí ocurrieren, y por tanto, están en la obligación
de dar parte á la policía luego que alguno cometa
una falta, sufriendo una multa de cinco á veinticin-
00 pesos si no cumplieren esta prevención.
Art. 12. Si en alguno de los referidos estableció
ndebtos ocurriere alguna riña y el dueño ó encar-
gado no da el aviso oportuno, será castigado por la
^lliiierii vez con multa de cinco á veinticinco pesos,
fftit lá segunda con la clausura inmediata del es-
tablecimiento; pero si la riña fuere á mano armada,
Aé' céirrará éste desde luego.
- ". t. ' •.'
Art, 13. A ninguno que se halle en estado de em-
briaguez se le venderá pulque, y en caso de que in-
É&fíére en permanecer en la casilla, el encargado de
esta lo denunciará al agente de policía que estuvie-
ra más inmediato para que lo aprehenda, castigán-
dose la infracción de este artículo con multa de dos
á ocho pesos.
Art. 14. Ni á los niños ni á las personas notoria-
Qi^nte menores de edad se les venderá pulque, á no
ser que lo compren para llevarlo á sus casas, pero en
ojÉpgün caso se permitirá que lo beban en los expen-
ttttttttttttttttttttttttt
usos ECONÓMICOS
Y PROPIEDADES MEDICINALES
«
DEL PULQUE
Y ENFERMEDADES QUE DETERMINAN SU ABUSO.
J^¿/|^UCHAS son las propiedades medicinales que
el vulgo atribuye á esta bebida así como á
la planta que la produce, llegando á considerarse
«orno la panacea que liberta á la humanidad de las
afecciones á que está sujeta.
Gregorio López, más conocido por el epíteto de
^'siervo de Dios," gozó en su tiempo gran reputa-
ción como médico y como santo, y en el tratado de
Terapéutica que compuso á principios del siglo pa-
sado, le consagró al pulque un importante lugar.
I
A Ilá9* dd ikdKiio siglo, un empírioo de Pátzoua-
lo UaauídO IHoolás de Viana y conocido con el ao-
branomfare del Beato» preconizó un antivenéreo de
su inyendón, cuyas fórmulas diversas, en lo subs-
tmoial, consistían en un cocimiento de la raíz del
maguey en el pulque, lavativas de cocimiento de
ndi de begonia y coloquíntida, y otras substancias
de menos interés, como carne de víbora y rosa de
Castilla, etc.
«
Sometido este antivenéreo á la * experimentación
SD uno de los hospitales de esta ciudad, paraimpro*
visar su crédito fué preciso recurrir á las superche-
rfas; y cuya historia la consigna el Dr. O'Sullivan,
entonces encargado del Hospital de San Andrés.
El-^Dr. Bálmis, propietario de la plaza que servía
. él Dr. O'Sullivan, atacó rudamente esta medicina;
pero luego, por circunstancias puramente persona-
les, áe hizo el acérrimo partidario de la medicina del
Beato.
El Sr. Sánchez y Mora, en el opúsculo que escribió
sobre el maguey, le atribuye las siguientes virtudes
medicinales :
•*La cabeza del maguey se pone á c()cer en lo que
llaman barbacoa, y sacáíidola del fuego, cuando es«
té fría se come; es agradable, de calidad caliente;
le llaman generalmente mezcal.
* ^'Cuando el maguey se salta, que es cuando da el
•quiote, éste, estando medio asado, se come como la
«afia de Castilla; es muy jugoso y fresco, pero si se
eñepe mucho toma una calidad caliente.
"El quiote, en su parte superior, produce unos
3ft
—274—
lies y que deban trasladarse á un punto más lejano
•del centro de la ciudad.
Art. 8 ^ . Subsiste la prohibición de establecer
^expendios interiores ; los existentes al publicarse el
bando de 24 de Octubre de 1873, subsistirán en el
estado que dispuso el de 25 de Noviembre de 1871
que los autorizó.
Art. 9 ^ . Los expendios que después de esta fe-
cha se abrieren y en los que actualmente existieren
sin permiso para despacho interior, tendrán el mos-
trador separado de la puerta el espacio de un metro
y medio, y se prolongará hasta las paredes latera-
les, sin asientos interiores ni exteriores, y sin co-
municación alguna con otra pieza, patio ó corral.
Art. 10. En los expendios de pulques situados en
las demarcaciones que señalan los artículos 2 ^ y
-3 ^ , nunca podrá haber música interior ni exterior-
mente. En los expendios que estuvieren fuera de
dicha demarcación, sólo podrá haber música ^exte-
riormente, en los días festivos y previa licencia del
Gobierno del Distrito.
La infracción de este artículo se castigará con mul-
ta de cinco á diez pesos ó reclusión de cinco á diez
días, que se aplicará al vendedor ó al encargado del
expendio.
Art. 11. El pulque conservado mediante los pro-
cedimientos químicos reconocidos por el Gobierno,
podrá expenderse en cualquier establecimiento lo
mismo que los demás licores, bajo las siguientes con-
diciones:
—275—
Obtener previamente licencia del Gobierno del Dis-
trito : que el pulque esté embotellado y perfectamen-
te lacrado; que dentro del expendio no se destapa-
rán las botellas ni en él se consumirá el pulque por
ningún pretexto ó motivo; que al expendio se lleva-
rá el pulque ya embotellado y perfectamente lacra-
do, sin que en ningún caso pueda embotellarse en el
mismo establecimiento; quedando, además, prohibi-
do que en el expendio haya pulque en ninguna otra
clase de vasijas ó envase.
La infracción de cualquiera de las prescripciones
de éste artículo, será castigada con multa de cinco
á diez pesos, y en el caso de reincidir por tres veces
durante dos meses en la misma infracción, la auto-
ridad política podrá retirar al establecimiento el per-
miso para el expendio expresado.
Art. 12. No se permitirá la venta del pulque en
construcciones de madera, ni en piezas divididas por
tabiques de esta materia.
Durante las ferias que anualmente se verifican en
los barrios de la capital y en las poblaciones foráneas
del Distrito, el Gobernador ó la autoridad política
respectiva en su caso, atentas á las circunstancias
especiales que concurran, podrán permitir el expen-
dio de pulque en construcciones de madera.
Art. 13. El Inspector General de Policía y los Co-
misarios respectivos incurren en responsabilidad que
se castigará con suspensión de empleo de uno á dos
meses, por la omisión que hiciere en sus informes de
cualquiera de las circunstancias y requisitos que por
—276—
este Reglamento se exigen para la apertura ó tras-
lación de un expendio de pulque.
Art. 14. Son obligaciones de los dueños de ex-
pendios de pulque :
I. Cuidar de que el pulque sea absolutamente
puro, sin mezcla de líquido ó sustancia alguna que
lo altere ó haga nocivo, bajo las penas que señala
el Código Penal.
II. Tener en perfecto estado de aseo el local del
expendio y el frente de él, bajo la pena de uno á cin-
co pesos de multa, sin perjuicio de que se repare la
falta inmediatamente.
III. Hacer que el expendio no se abra antes de
las seis de la mañana y que se cierre á las seis de la
tarde desde el día 15 de Septiembre al 15 de Marzo,
y las siete de la noche en el resto de cada año.
La infracción de esta disposición se castigará con
multa de cinco á diez pesos por la primera vez, de
diez á veinticinco por la segunda, de veinticinco á
cincuenta por la tercera, y se clausurará el expen-
dio por la cuarta.
IV. Cuidar de que la puerta quede cerrada con
candado al exterior y de que nadie quede dentro del
local durante la noche, bajo las mismas penas seña-
ladas en la fracción anterior.
V. Dar aviso semanariamente á la Comisaría res-
pectiva, del nombre de los vendedores y jicareros,
así como de sus domicilios, bajo la pena de tres á
cinco pesos de multa.
VI. Renovar cada año la licencia del Gobierno
—277—
del Distrito, bajo las penas de cinco pesos de multa
si no lo hiciere en el mes de Enero, diez pesos si lo
hiciere el mes de Febrero, clausurándose la casa si
trascurriese el mes de Marzo sin haberse refrendado
la licencia.
VIL Presentar la licencia una vez obtenida ó
renovada á la Comisaría respectiva para la debida
toma de razón, bajo la pena de un peso de multa.
VIII. Poner el número de la patente que deba
obtenerse del Ayuntamiento y el de la licencia del
Gobierno del Distrito, sobre la puerta del expendio
en la parte exterior con caracteres legibles, bajo la
pena de pagar diez pesos de multa.
IX. Fijar en el interior del establecimiento y en
parte visible, un ejemplar del presente Reglamento.
Art. 15. Son obligaciones de los vendedores:
I. No permitir que dentro del mostrador haya
más personas que las encargadas del expendio de
pulque.
II. Tener enteramente abiertas las puertas del
eicpendio.
III. No permitir que en el interior del expendio
haya bailes, músicas, comidas, juegos de ninguna
clase, ni vendimia alguna en las puertas.
IV. No permitir que los consumidores saquen
los vasos para tomar el pulque en la calle.
V. No recibir prendas bajo ningún pretexto.
VI. No recibir en el expendio armas de ninguna
clase ni objeto extraño á]la negociación.
■
—276—
este Reglamento se exigen para la apertura ó tras-
lación de un expendio de pulque.
Art. 14. Son obligaciones de los dueños de ex-
pendios de pulque:
I. Cuidar de que el pulque sea absolutamente
puro, sin mezcla de líquido ó sustancia alguna que
lo altere ó haga nocivo, bajo las penas que señala
el Código Penal.
II. Tener en perfecto estado de aseo el local del
expendio y el frente de él, bajo la pena de uno á cin-
co pesos de multa, sin perjuicio de que se repare la
falta inmediatamente.
III. Hacer que el expendio no se abra antes de
las seis de la mañana y que se cierre á las seis déla
tarde desde el día 15 de Septiembre al 15 de Marzo,
y las siete de la noche en el resto de cada año.
La infracción de esta disposición se castigará con
multa de cinco á diez pesos por la primera vez, de
diez á veinticinco por la segunda, de veinticinco á
cincuenta por la tercera, y se clausurará el expen-
dio por la cuarta.
IV. Cuidar de que la puerta quede cerrada con
candado al exterior y de que nadie quede dentro del
local durante la noche, bajo las mismas penas seña-
ladas en la fracción anterior.
V. Dar aviso semanariamente á la Comisaría res-
pectiva, del nombre de los vendedores y jicareros,
así como de sus domicilios, bajo la pena de tres á
cinco pesos de multa.
VI. Renovar cada año la licencia del Gobierno
—277—
del Distrito, bajo las penas de cinco .pesos de multa
si no lo hiciere en el mes de Enero, diez pesos sí lo
hiciere el mes de Febrero, clausurándose la casa si
trascurriese el mes de Marzo sin haberse refrendado
la licencia.
VIL Presentar la licencia una vez obtenida ó
renovada á la Comisaría respectiva para la debida
toma de razón, bajo la pena de un peso de multa.
VIII. Poner el número de la patente que deba
obtenerse del Ayuntamiento y el de la licencia del
Gobierno del Distrito, sobre la puerta del expendio
en la parte exterior con caracteres legibles, bajo la
pena de pagar diez pesos de multa.
IX. Fijar en el interior del establecimiento y en
parte visible, un ejemplar del presente Reglamento.
Art. 15. Son obligaciones de los vendedores:
I. No permitir que dentro del mostrador haya
más personas que las encargadas del expendio de
pulque.
II. Tener enteramente abiertas las puertas del
eicpendio.
III. No permitir que en el interior del expendio
haya bailes, músicas, comidas, juegos de ninguna
clase, ni vendimia alguna en las puertas.
IV. No permitir que los consumidores saquen
los vasos para tomar el pulque en la calle.
V. No recibir prendas bajo ningún pretexto.
VI. No recibir en el expendio armas de ninguna
clase ni objeto extraño á]la negociación.
—288—
como los de perlas y se los ponen en el cuello las
personas que tienen bultos enormes en la garganta,
ó que la tienen quebrada y con dolores.
*'Para un golpe contuso se asan en la lumbre las
pencas de un maguey chico, ó delmecuate, y estan-
do cocidas, con ellas se frota bastante la parte en-
ferma, lo más calientes que se puedan aguantar,dos
ó tres noches.
"Las mismas pencas, con igual método, sanan la
partes enfermas por convulsión.
*'Las mismas, sacándoles el jugo y bebiendo ca-
liente éste continuamente, sanan cualquier dolor
provenido de mal venéreo.
'^Cuando se padece de mucha sed, es útil acos-
tumbrarse á tomar el pulque á pasto, y se quita to-
talmente la sed.
*'E1 pulque reseca y purifica la sangre, templa y
refrigera el hígado, tempera y limpia el bazo, des-
hace todas las hidropesías y obstrucciones del estó-
mago, bazo, hígado, vientre; porque desbarata y
hace arrojar continuamente por la orina todas las
flemas y cóleras.
* 'También cura perfectamente todo mal de orina
abre los poros del cutis, hace sudar y orinar con a-
bundancia, limpia los ríñones, la vejiga y el caño de
la orina. .
**E1 continuo uso del pulque hace arrojar en me-
nudas arenas los cálculos de la orina y ríñones.
^^Es estimulante, pues que promueve la gana deg
comer, humedece y refresca la cabeza y cerebro.
—289—
"Causa abundante y apacible sueño tomado con
método; cura la tos tomándolo en ayunas, y si se
toma caliente, suelta el vientre y lo limpia.
"Cura los pujos y cursos, aunque estos últimos
6ean provenidos de mala indigestión ; de suerte que
enfermos de este accidente, aunque lleven veinte
años de enfermos, si usan del j)ulque como se tiene
dicho por seis ó más días, sanan ciertamente; con
especialidad si se usa del pulque cocido conazú-
car, y con el método prescrito.
"En los dolores de cabeza, provenidos de haberse
asoleado mucho, se unta la frente y las sienes con
pulque; será útil, para precaver esta dolencia, un-
tarse antes que venga el dolor.
"Los asientos ó residuos que deja el pulque en las
vasijas en que se guarda, sirven ¡Dará quitarlas pe-
cas y manchas ó barros tercos y berrugas que afean
la cara, untándosela con frecuencia con dichos asien-
tos por la noche antes de acostarse, y al día siguien-
te lavando la cara para quitar lo que se untó en la
noche.
"Para quitarle al pulque el ácido carbónico, y que
no aviente el vientre, se le echa lo que coje un real
de plata ó poco más de carbonato do sosa, ó dos gra-
nos de polvos de cangrejos, ó una poca de sal co-
mún.
"Las raíces gruesas del maguey que llaman me-
•cual, sirven muy bien para lavar la ropa, en lugar
■del jabón común.
.**Para la roña de las bestias, se machuca bien una
penca, se le exprime el jugo, y con éste se unta ó se
37
—290—
lava la roña, poniendo á la bestia al sol, y procuran*
do que si llueve no se moje.
''Esta misma medicina se aplica para el resfrío de
los encuentros en las bestias.
*'Para los animales que estuvieren despeados, se
asa una penca, y se le obliga al animal que pise som-
bre la penca, estando ésta lo más caliente posible*
•'Para los caballos ú otros animales que estén
mancos de los encuentros, se machaca una ó dos
pencas; con esto se les da una buena frotada diaria
por nueve días, y si no sanan, se dejan descansar
ocho días, y se les vuelve á repetir lo mismo. Esta
medicina sirve también para curarles los golpes.
"También para las bestias atorzonadas, selespo*
ne un freno de maguey, y esto mismo sirve para cu-
rarles el mal de la lengua.
"Si á algún animal se le comenzaren á hacer nu»
bes en los ojos, se toma un mezote seco de maguey,,
se raspa con un cuchillo, la raspadura se pasa por
un tamiz, y el polvo se le echa en el ojo.
"Papel, se hace muy bueno con las pencas ver-
des bien machacadas. Estas se ponen á podrir en
agua, hasta tanto que lavándolas suelten la parte
carnosa y quede sólo la fibrosa ó sus estambres; és-
tos se muelen, y en este estado se hace un papel más
ó menos bueno, según la habilidad del fabricante.
"Para hacer pita, machacan bien las pencas chi-
cas con palos fuertes: luego las ponen á hervir mu-
cho para que suelten mejor y más pronto la carne :
se lavan con agua sola ó mezclándole jabón, el que
-291—
sínre oomo de lejía; con esto salen los estambres
blancos, y luego los sacan para torcerlos, y para
hacer los tejidos gruesos y ordinarios.
"Esta operación anterior, tiene la diferencia que
para hacer reatas, ^^ostalos \i otras manufacturas
ordinarias, sólo machacan las pencas grandes, pues
para cosas más finas como eiií'ajes, tilmas, calzados,
etc., se benefician solo las pencan chicas, que dan
unos hilos más finos y suaves.
**Cuando capan los magueyes, de las pencas que
les cortan, al estirarlas, les salen unas fibras tan
suaves y finas, que de ellas tejen unas minchas blan-
cas mejores que las de Guatemala, para usarlas en
tUgar de yesca.
**Con las pencas secas y el mezote seco del ma-
guey se sirven en lugar de leña para las cocinas.
**En lugar de tabletas, de ladrillos ó tejas para
cubrir los techos de las casas, usan las pencas, ó
secas ó verdes, pues son de mucha duración.
"Con el quiote ponen vigas para l(»s techos, que
bien son de mucha duración, y frecuentemente se
forman con él tabletas para techos,partido en tablas,
y con éstas amarradas con mecates forman como pe-
tates, que llaman tinglados, y sirven para poner los
tequios en las matanzas de los ganados para que la
carne no se ensucie.
"Con los magueyes ordinarios se forman cercas
para los corrales, patiosjy labores del campo, pues
estando bien puesto yj^tupido, es casi impenetrable.
'Con las púas de las puntas de las pencas se sir-
(<i
—292—
ven en lugar de clavos para todo cuanto se les ofre-
ce, pues son tan duras y compactas, que jamás se
pudren ni corrompen con nada."
El Sr. Dr. Martínez, tratando de las consideracio-
nes higiénicas y usos terapéuticos del pulque, dice
lo^que sigue:
*'E1 pulque es una especie de vino alcohólico -áci-
do, no depurado, producido por el aguamiel fermen-
tada del maguey y que contiene agua, alcohol, azú-
car, mucílago, sales y ácidos especiales, que son
productos de la trasformación de los elementos del
Aguamiel y de los principios esenciales del maguey.
*'Las dosis de alcohol que contiene no son exa-
geradas; representan un 79 por 1,000 en término
medio, ó sea 8 por 100, esto quiere decir que es una
bebida alcohólica que presenta en su composición 8
por 100 de alcohol ; luego el que tome un litro ó 1,000
gramos de pulque, habrá ingerido 79 gramos, ó sea
un poco más de 2 onzas y media de alcohol ; y como
esta ingestión se verifica á dosis pequeñas, después
de cada platillo durante la comida, resulta que para
consumir 2 onzas y media de alcohol, se necesita
haber apurado un litro de pulque. Pero es imposi-
ble á cualquiera persona moderada tomar más de
una botella de pulque de á cuartillo; de aqui debe-
mos inferir que al tomarse un individuo una botella
de buen pulque, habrá tomado 39 gramos de alco-
hol que excitará sus funciones digestivas y nervio-
sas. El tomar pulque en una dosis como ésta, no
produce el alcoholismo crónico, es una dosis muy
parca, que apenas basta, diluida en 600 gramos de
—293-
ag^a, para producir una tonifíeación moderada d©
los sistemas nervioso y digestivo. (*)
"Supuesto que los 39 gramos de alcohol (¿ue s
ingieren en cada comida en el cuartillo y cuarto de
pulque no deben causar ningún estado patológico,
¿podrán producir alguna enfermedad los ácidos y el
mucílago? No lo creo tampoco, y por el contrario,
me parece que la goma puede calmar la irritación
producida en el estómago por el contacto de algunos
alimentos tales como el chile, y de aquí viine la
costumbre que se tiene generalmente de tomar pul-
que después de algún alimento en fjue abunda el
chile.
"Respecto de la azúcar no Irasformada, las sales
y los residuos que sedimenta el púlqui^ de ningún
modo puede influir en la producción de las enferme-
dades. Las sales (*onslLluidas por sulfato y fosfato
de cal, por el fierro, por ])otasa y sosa, en la propor-
ción que se hallan todas de 1 gramo á 2 p(»r mil, ja-
más serán generadoras de alguna enfermedad; ve-
mos, por el contrario, que algunos enferinns de <lía-
(*) El Dr. Lobato cree que el pulque no produce
el alcoholismo crónico, aun cuando ocasúme el agu-
do, fundando su opinión, entre otras i*azones, en el
hecho de que en Guanajuato, San Luis y Zacatecas,
lugares en que se usa mucho el mezcal que se ex-
trae también del maguey, jamás se ha presentado,
como lo ha notado por las estadísticas de los hospi*
tales de esos Estados.
—294—
rrea curan por el uso del pulque, probablemente á
consecuencia de las sales de cal que contiene; en
cuanto á la azúcar, la cantidad que no se ha tras-
formado es tan insignificante, que no puede consi-
derarse siquiera como alimento ; los residuos están
constituidos por materias del mucílago del aguamiel
que se sedimentan cuando la fermentación termina.
Además, las sustancias albuminoides que contiene
son muy favorables para la nutrición ; algunas per-
sonas hay en México que no toman la cantidad de
alimentos azoados suficientes para su nutrición, y sí
toman una dosis regular de pulque, y estas personas
tienen una magnífica constitución, presentando las
apariencias de una buena nutrición.
"De todos los hechos trasmitidos por la observa-
ción y la experiencia, se debe concluir que el pul-
que es una bebida nutritiva, tónica del sistema ner-
vioso y de la economía en general, regeneradora de
la sangre, conteniendo sales que pueden curar al-
gunas enfermedades y ácido carbónico que deter-
mina muchos efectos favorables á la digestión.
"No sabemos si los principios que lo constituyen
obran cada uno aisladamente ó en conjunto, pero lo
cierto es que el pulque como bebida es muy saluda-
ble, perteneciendo á los llamados "alimentos nervi-
nos" estudiados por Lacassagne, y que con tanta
exactitud describe refiriéndose á los alcohólicos.
"Como alimento nervino es muy útil para la re-
paración de las fuerzas de los obreros de cualquiera
industria, "siempre que se use con moderación."
El ejercicio de cualquiera industria mecánica, car-
pintería, zapatería, herrería, maquinaria, etc., hace
producir mucho trabajo muscular, éstese trasforma,
Como se sabe, en calor, y este calor perdido debilita
las fuerzas musculares ; esto es muy notable en las
clases pobres que no pueden hacer uso de una buena
alimentación y se privan de la carne, tomando tor-
tillas, frijoles, garbanzo, chile, etc., alimentos que
no son susceptibles de restaurar las fuerzas que es-
tos obreros necesitan en el ejercicio de su profesión.
Como dice muy bien Marvaud, "todas las observa-
ciones europeas están á favor del uso por las clases
obreras de cierta ración de alcohol.'- Esta conse-
cuencia la deduce de las siguientes premisas: **Las
clases pobres, en su alimentación, no hacen gran
consumo de carne ; á veces aun les falta entera-
mente: hacen gran gasto de feculentos, azúcares y
grasas; el consumo de las bebidas espirituosas y
fermentadas es muy notable, pues está en relación
con la insuficiencia del régimen alimenticio y con la
cantidad de fuerza que cada obrero tiene que gas-
tar para atender á su trabajo. Luego en estos ca-
sos el hombre tiene que tomar alguna cantidad de
alcohol para concurrir á su nutrición y á su activi-
dad muscular, que suministran materiales de (»alor
y reparación .
"Los alimentos nervinos obran fisiológicamente
de dos maneras : disminuyendo la corriente endos-
mótica, y en consecuencia de esto los cambios mo-
leculares de las celdillas que crecen y de las que ca-
ducan, y excitando el gran simpático, cuyos nervios
vaso-motores, estrechando el calibre de los capila-
res, obran como moderadores de las combustiones
ntraorgánicas ; esta acción nerviosa se reasume en
—296—
lo siguiente : el alcohol, ingerido con moderación,
obfa como agente dinámico por el efecto excitante
de la parte que no se trasforma, y como alimento
calorífico y agente de ahorro, por la parte que se
trasforma en la economía.
**8egún estas doctrinas, el pulque de buena cali-
dad se debe permitir en cantidad moderada á las
clases obreras de nuestro país, supuesto que posee
todas las cualidades del alcohol diluido, y además
propiedades alimenticias debidas á las otras subs-
tancias que entran en su composición.
"Para concluir, manifestaré algo acerca de los es-
tados patológicos en los cuales se usa el pulque con
buenos resultados.
*'En las; dispepsias acidas obra probablemente por
sus sales y su ácido carbónico; por las sales, por-
que encontrándose al estado de bicarbonatos de po-
tasa, cal y sosa, se combinan desprendiendo ácido
carbónico con los ácidos del jugo gástrico; el ácido
carbónico obra por su acción analgésica disminu-
yendo la excitación del estómago. Los pulques li-
geramente ácidos obran, por el contrario, sobre las
dispepsias básicas.
'*En las gastralgias lo usan mucho con el objeto
de calmar el dolor: yo no sé si algunas veces de-
pendan de la excitación estomacal por los jugos di-
gestivos ; lo cierto es que hay algunos enfermos á
quienes se ha administrado el pulque con aguamiel
ya fermentada, con el objeto de que la bebida se sa-
ture de ácido carbónico, y casi todas han curado de
—297—
esas gastralgias abandonando por completo el uso
del ag^a.
"En la mayor parte de los estados saburrales de
las vías digestivas, en que el estómago ó eJ hígado
no funcionan convenientemente, el uso del pulque,
mejor que el de los vinos, restablece perfectamente
su acción; esto es muy notable en las mujeres clo-
ro-anémicas, en que la debilidad general se ha exa-
gerado y sufren náuceas tan luego como quieren a-
limentarse. El Sr. Lobato ha visto enfermas que no
podían comer nada, porque sólo á la vista de la co-
mida se determinaba una basca tenaz, comenzar á
emplear el pulque en los primeros días como único
alimento; á los diez días ya comían algo, á los vein-
te un poco más, y al mes ya se alimentaban bien.
*'Por lo que toca á las enfermedades intestinales,
*la eficacia del pulque es tan notable, que aun el mis-
mo **tlachique" de Cuitzeo produ(.'e muy buenos re-
sultados, y los médicos de los Estados de Michoa-
cán y Guanajuato que ejercen en poblaciones cer-
canas á aquella localidad, conocen muy bien sus
buenos efectos, sobre todo en las enfermedades in-
flamatorias del sistema gastro-intestinal, y mandan
á sus enfermos á Cuitzeo, on donde después de ha-
ber hecho uso, por un tiempo más órnenos largo del
pulque producido allí mismo, en suficiente estado de
pureza, regresan completamente curíid( >? ó por lo
menos mejorados. Hechos de esta naturaleza, acae-
cidos algunos en personas de mi familia, podría ci-
tar un número considerable; pero sólo diré que co-
nozco á un enfermo que ha tenido que radicarse en
Cuitzeo, porque tan luego como abandona el uso del
38
-298—
pulque que allí se produce se le exacerba su enfer-
medad gastro -intestinal.
"Muchos estados consuntivos dependiendo de la
tuberculosis, diabetes, etc., se han modificado, se-
gún he oído decir á varios médicos, y esto tal vez
porque se ha mejorado el estado de las vías diges-
tivas, que en todos estos enfermos se alteran.
''Las madres y nodrizas que quieren aumentar su
leche, recurren al uso vulgar del pulque, con el que
consiguen, en efecto, mejorar su constitución, au-
mentando al mismo tiempo la- secreción láctea, y
pudiendo, por consiguiente, criar á los niños sanos
y robustos.
"También se ha creído que es emenagogo, y muy
bien podría serlo para algunas cloróticas, porque
contribuyendo poderosa y eficazmente á fortificar
su constitución y á modificar la composición de su
sangre, aumentando la fibrina y glóbulos rojos, pro-
duce los efectos de aquella clase de medicamentos.
*'En fin, eh la convalescencia de casi todas las
enfermedades , se usa con mucha frecuencia del
pulque. Las enfermedades que han producido un
gran deterioro del organismo, las que han pertur-
bado el aparato gastro-intestinal, las consuntivas,
acompañadas ó no de calentura, son las que recla-
man el uso moderado del pulque, durante la conva-
lecencia, á la vez que una alimentación reparadora.
Todas las ventajas que se obtienen en este caso, del
uso de los vinos tónicos, ácidos, alcohólicos, espu-
mosos, se hallan reunidos en el pulque, el cual ade-
—299—
más, está al aloanoe de las clases pobres, por su ba;
ratura."
El Sr. Dr. Francisco Martínez Baca, representan-
te de México por el Estado de Puebla en el Congreso
de Salubridad Pública que se verificó en Buffalo en
Octubre del año de 1896, en la memoria que presen-
tó al referido Congreso, al referirse á la acción te-
rapéutica del pulque sobre el escorbuto, dice: "El
Sr. Dr. Manuel Vergara, médico auxiliar de los tra -
bajos antropológicos del establecimiento, m e sugi-
rió la idea de administrar el pulque á ios atacados,
queá su vez tomó de la Enciclopedia Internacional
de Cirujía:
*'Ví desde luego justa la indicación é inmediata-
mente prescribí la bebida nacional, haciéndola ex-
tensiva á todos los asilados, para obedecer en los sa-
nos, no á una orden terapéutica, sino á un medio de
alimentación que compensara lo defectuoso de la or-
dinaria; pero por un principio de ecí.momía, más
bien que científico, ordené que se diera pulque ''tla-
■chique" que es mucho más barato.
**La ración diaria era de 250 á 300 u:ramos, toma-
da en una sola vez entre diez y once de la mañana.
"En los rostros de los asilados enfermos se pinta-
ba la esperanza que tenían en su licor de que les
volviera la salud, y lo bebían con avidez, sintiendo
que se reparaban por un momento sus fuerzas per-
didas. Al poco tiempo comencé á notar que ese de-
bilitamiento marcado de la energía muscula^r, las
manchas equimóticas que denunciaban la hemorra-
gia eu el tejido celular, el estado fungosa y exhube-
—300—
rante de las encías, que impedía á la mayor parte de
los enfermos cerrar los labios, iban desapareciendo
lentamente, es cierto, pero lo bastante para no ocul-
tar los buenos efectos que de la bebida se obtenían
y que robustecían en mí la esperanza de triunfar de
esa tristísima situación que tanto me afligía. Pude
advertir también que empezó á disminuir el número
de los atacados, y que á los ocho días de adminis-
trar el pulque ^Hlachique" no se presentó ningún
nuevo enfermo á la consulta. Perseveré en mi tra-
tamiento, y antes de treinta días había triunfado de
tan terrible azote." '* Desde entonces cerré las puer-
tas de la prisión á la epidemia escorbútica, y por
más que las condiciones de alimentación y de abri-
go se hayan mejorado notablemente, cada invierno
se anuncia esa discracia, anatema de los débiles y
acumulados, á quienes no sólo han unido la miseria
y el vicio, sino que han vinculado los estrechos la-
zos del crimen. Pero confiado en mi victoria, ape-
nas se inician los dolores musculares y se enrojecen
las encías, ocurro á la bebida nacional, producto del
maguey ó **agave mexicano," y luego desaparece el
mal."
*'La profilaxia, pues, del escorbuto de las prisio-
nes del Estado de Puebla, y acaso en todas las de la
República, está asegurada; pero antes de pasar a-
delante, toca á la honradez del médico y mis senti-
mientos de justicia y de equidad, hacer pública la
primacía de la administración del aguamiel del ^ ^aga-
ve mexicano" en el tratamiento del escorbuto, al
Dr. Perin, '*quien la ha experimentado y encontra-
do superior á los otros antiescorbúticos," como lo-
—301 —
dice en su Estadística Médica del ejército délos Jus-
tados Unidoá, en los años de 1839 á 1854."
El distinguido naturalista 8r. D. Alfonso Herre-
ra, en una notable Memoria leída á la Academia de
Medicina el año de 1873, ha propuesto el uso de
pulques medicinales; hé aquí partt^ de la Memoria
relativa á este asunto:
"El distinguido naturalista i). J. Barragán, ha
publicado un notable escrito sobre el fermento del
pulque: según este señor, el movimiento mf)le('ular
desarrollado en la savia del maguey, ps debido auna
alga del género criptococcus, dotada de una extraor-
dinaria resistencia á la disolur-ión, aun con reacti-
vos tan poderosos como el ácido nítrico, el nitrato
ácido de mercurio y el sulfúri(*o no muy concentra-
do: (*) tal vez de esto pi-o venga la dificultíid de no
conservar el pulque por los mt^lios ono.'idc», y por
consiguiente, la imposibilidad de emphMrlo en las
preparaciones oficinales.
?*Después de niuí-híjs y variados experimentos, he
conseguido destruir la vitalidad de las celdillas del
criptococcus, y por consiguiente, detenerla fermen-
tación sin cambiar las í)ropiedad»'S del pulque, y sin
que intervenga ninguna sustanr-ia nociva. ITiui vez
conseguida la conservaci()n del licor, ({uedan estas
(*) Creo haber observado que cuando la fermen-
tación se perturba, esta alga se trasforma en «>tra
que viene á vivir en la superficie del líquido.
—302—
cuestiones por resolver: ¿Podrán haeerse con el
pulque algunas preparaciones farmacéuticas? Pre-
sentarán alguna utilidad? A priori podría contes-
tarse afirmativamente, pues que atendiendo á las
composiciones químicas del vino del maguey, su
poder disolvente debe ser considerable, sobre todo
tratándose de algunas sustancias de composición
complexa, cuyos principios no se disolverían ni en
el agua, ni el alcohol, ni aun en una mezcla de estos
dos líquidos, con la misma facilidad que en el pul-
que que contiene, además de estos vehículos, ácidos
orgánicos en estado de libertad, cuya presencia fa-
vorece, como es sabido, la disolución de los alcaloi-
des y de otras sustancias activas.
*' Además, este líquido, como antes he dicho goza
de propiedades importantes, y por consiguiente, su
introducción en la terapéutica podrá ser de bastante
utilidad en México, ya se le considere con sus pro-
piedades especiales, ó ya como vehículo que venga
á reemplazar hasta cierto punto á los vinos genero-
sos, en algunas preparaciones farmacéuticas, cuyo
uso ha estado reservado hasta ahora á las clases
acomodadas.
*'La fácil conservación de los pulques medicina-
les, á juzgar por las experiencias que hasta hoy he
verificado, y su módico precio, me hacen esperar
que su uso se generalice, si acaso las experiencias
clínicas de mis distinguidos consocios vinieren á
confirmar las ideas expuestas. ,
^^Hasta ahora, los pulques medicinales que he
preparado son los siguientes :
Pulque ferruginoso.
P. Fosfato de fierro citro-amoniacal.. . 1,04
Pulque conservado '^0,00
PULQUE DE BISMUTO.
Crema de bismuto 12,00
Pulque conservado 350,00
pulque de quina.
Quina calisaya 8,fX)
Pulque conservado 2o0,00
Para tomar un pocilio á la hora del almuerzo.
"Suplico áesta ilustre Academia, que siempre ha
demostrado un empeño tan decidido por todo lo que
tiende al progreso de la terapéutica nacional, nom-
bre una Comisión que haga el estudio respectivo de
mis nuevas preparaciones, para que si su fallo es
favorable, entren al dominio pübHco en beneficio de
los enfermos, y sobre todo de la clase pobre, los
"pulques medicinales."
Mi apreciable y modesto amigo el inteligente Doc-
tor José Ramos, en el año de 1881, en una luminosa
tesis, dice lo que sigue :
—304—
'*¿ Cuáles son las circunstancias que favorecen
esta degeneración (la grasosa), puesto que no se pre-
senta en todos los alcohólicos^ y que en México nos
es dado observar también con frecuencia la hepatitis
intersticial perfectamente caracterizada, y otras al-
teracioned de origen alcohólico, como los abscesos?
Me limitaré á decir respecto de estos últimos, que
nuestro eminente clínico el Sr. Dr. M. Jiménez, estu-
dió perfectamente sus condiciones etiológicas y se-
ñaló la influencia tan grande que tienen en su pro-
ducción los excesos tan comunes entre las gentes de
nuestro pueblo, que los designa con el nombre de
"empulcadas," en las que además de hacer copiosas
* libaciones de pulque, hay ingestión de alimentos in-
digestos, abundando nuestro excitante favorito, el
chile, aveces muy picante; todo esto origina en mu-
chos casos una violenta indigestión seguida no pocas
veces de una hepatitis supurativa. Dejando á un lado
este asunto, que no es de mi incumbencia, diré, que
cirrosiay degeneración del hígado, se ven en nuestras
salas de hospital, y que los individuos que padecen
estas enfermedades. confiesan tener costumbres al-
cohólicas más ó menos inveteradas: si se interro-
ga á estos enfermos sobre la naturaleza de su bebi-
da favorita, la cantidad que de ella acostumbraban,
las horas en que la bebían, etc^; se notarán en los
diversos casos algunas diferencias : muchos dirán
que acostumbraban tomar una copa de aguardiente
en ayunas, y que en el resto del día continuaban
bebiendo pulque; otros, originarios de nuestras tie-
rras calientes, ó de otros puntos en donde el uso del
pulque no es muy general, referirán que el aguar-
diente de maguey [**mezcal"] ó de caña es la bebí-
da que han usado largo tiempo; algunos, pero ra-
ros, dirán que tomaban exclusivamente pulque, pues
casi todos añaden un poco de aguardiente que toman
en la mañana, aunque el pulque representa siempre
la porción más considerable. Respecto de las can-
tidades varían mucho ; pocos enfermos conñesan con
lealtad cuánto bebían, á pesar deque algunos refie-
ren haber tomado cantidades sorprendentes; no falta
quien asegure beber 30 ó 40 cuartillos de pulque al
día, lo que á primera vista parece increíble, pero que
es exacto sin embargo ; con el aguardiente pasa otro
tanto, pues algunos lo toman por botellas: el alco-
holismo producido por otras bebidas como cerveza,
ajenjo, etc., es verdaderamente extraordinario en
nuestros hospitales.
"Anotando con cuidado estas diversas circuns-
tancias cuando se observa cada enfermo, se llegará
al conocimiento de este hecho: que el alcoholismo
por el pulque determina con frecuencia la degene-
ración grasosa del hígado, y que el uso continuo del
aguardiente origina muchas veces la • irrosis: de
ninguna manera afirmaría lasproposií i(nes recípro-
cas, pues aunque el pulque ocasiona aioha degene-
ración, no por esto deja de producir en algunos in-
dividuos la cirrosis; pero lo que debe ser excepcio-
nal [yo no recuerdo un solo caso], es que el toma-
dor de aguardiente padezca la degeneración grasosa
en lugar de la cirrosis. He observado con mucha
frecuencia lo que acabo de señalar, pues aunque los
que beben pulque exclusivamente sean muy raros,
la cantidad de aguardiente que toman es en propor-
-ción tan corta, que debe atribuirse al. primero la
39
parte principal. Respecto del grado de frecuencia
con que se observa la enfermedad de que me ocupo
y de sus relaciones con la naturaleza de la bebida,
diré con toda la lealtad que debe servir de norma en
este género de investigaciones, que no me es dado
representarlas por números, pues para esto debía
contarse con estadísticas extensas y minuciosas, en
que constaran las autopsias respectivas; puedo ase*
gurar no obstante, que la degeneración hepática es
entre nosotros muy frecuente, más aún que la ci-
rrosis: algunos profesores que se han fijado en este
punto, me han asegurado también haber visto más
casos de la primera: los Sres. Dres. Bandera y Vér-
tiz han encontrado con más frecuencia la degenera-
ción grasosa, que la hepatitis intersticial. Aunque
no me sea posible prasentar números que resulten
de una extensa estadística, diré como un ejemplo,
que durante el mes de Noviembre y la primera mi-
tad de Diciembre de 1880, para seis autopsias que
hice en casos de hígado degenerado, sólo practiqué
cuatro en individuos muertos de cirrosis: en dos
años que llevo de estudiar la afección, la he encon-
trado más frecuente que la hepatitis intersticial, y
he notado en el mismo período de tiempo, la rela-
ción que señalé antes entre el abuso del pulque y la
degeneración grasosa del hígado, aunque, lo repito,
la misma bebida suele originar la cirrosis.
"¿Por qué rdzón produce el pulque con tanta
frecuencia la d^eneración grasosa de la glándula
hepática, qué circunstancias favorecen su acción, y
de qué manera explica la alteración anatómica pro-
ducida, la génesis de las perturbaciones funcionales?
—307—
Respecto á la primera parte de la cuestión, si el he-
cho mismo es para mí bien conocido, por habérmelo
ensefiado la experiencia, no sucede lo mismo con la
causa íntima : es el pulque una bebida tan comple»
xa, contiene tantos principios que la diferencian de
los otros licores espirituosos, que sería muy difícil
decir á cuál de sus principios es debida su acción
esteatógena; no podria asegurar siquiera si dicha
acción depende de los principios normales del licor,
ó de las sustancias con que lo falsifican tan frecuen-
temente: recordaré, que según mi respetable maes-
tro el Sr. Rodríguez, existen en el pulque, además
del alcohol etílico, los éteres etil, metil, butil y pro-
pil-acético, así como una pequeña cantidad de al-
cohol amílico, y que entre las muchas adulteracio-
nes que sufre el licor, se encuentra la que hacen
por medio del amolé, según me han informado; re-
cordaré también que hay un principio resinoso, y
que las fermentaciones alcohólica, acética, viscosa
y pútrida, se suceden en el pulque con una notable
rapidez. ¡Vayase á investigar en vista de una com-
posición tan complexa, á cuál ó á cuáles de estos
principios son debidos los caracteres tan especiales
del alcoholismo por el pulque ! Sería muy intere-
sante, pero también muy difícil esta investigación :
en todos casos, el hecho en sí mismo es tal como lo
he presentado, y con el objeto de no prejuzgar, me
limito por ahora á señalar los resultados de la ob-
servación.
"Una vez ingerido el líquido, es absorbido en la
mucosa gastro-intestinal por las venas estomáqui-
cas y mesaraicas, que lo llevan en seguida á la ve*
na porta, la que dividiéndose en numerosas ramifi-
caciones en' el espesor del hígado, pone al licor en
el más íntimo contacto con el parenquima hepático,
y así como otras bebidas alcohólicas y aun el pul-
que mismo en algunos casos, ejercen por un contac-
to tan íntimo, una acción electiva sobre el tejido
conjuntivo inter-lobulillar, determinando en él una
flegmasía formadora crónica, que tiene por resulta-
do la proliferación de aquel tejido ; en otros casos,
que son los más numerosos, pasa un fenómeno dis-
tinto, pues el pulque dirige su acción morbosa, no
a.1 tejido intersticial, sino á las celdillas hepáticas
mismas, determinando en ellas la acumulación, y
más tarde la verdadera degeneración grasosa. ¿Por-
qué en unos casos se desarrolla la hepatitis inters-
ticial y sobreviene en otros la degeneración de las
celdillas en circunstancias semejantes, cuando me-
nos en apariencia? No me encuentro por ahora en
el estado de resolver la cuestión. ¿Acaso las diver-
sas sustancias irritantes contenidas en el pulque,
pueden determinar algunas veces la flegmasía cró-
nica de los pequeños vasos de la glándula hepática,
y como una consecuencia ineludible la falta de vi-
talidad y la degeneración de sus celdillas, como
opina el Sr. Dr. Lobato? Como yo carezco de prue-
bas que confirmen la realidad de este proceso dege-
nerativo, me conformo con citar la teoría después
de asentar el hecho.
"Con relación á las circunstancias que favorecen
los nocivos efectos del pulque sobre el organismo,
quiero referir lo que he observado, por ofrecer, á mi
juicio, alguna importancia para el asunto de que
trato : he notado que el licor del maguey es sobre
todo, nocivo, cuando su eliminación por la superfi-
cie cutánea encuentra grandes dificultades, mien-
tras que en las circunstancias opuestas la salud
puede conservarse largo tiempo aun consumienda
grandes cantidades de pulque ; así, los pobres que
viven en las habitaciones húmedas, bajas y som-
brías, tan comunes en la capital, son los más ex-
puestos á sentir las funestas consecuencias de su
vicio : los enfermos que van al hospital á curarse de
la afección que me ocupa, se han encontrado, por lo
común, en estas circunstancias, y refieren haber
llevado una vida sedentaria, haber hecho poco ejer-
cicio muscular, y haber vivido en malas habitacio-
nes. Por lo contrario, las personas que hacen un
ejercicio corporal sostenido, que se agitan y sudan,.
están menos expuestos, aunque la pertinencia de la
causa llegue al fin á determinar el efecto, como su-
cede con los cargadores, por ejemplo, entre los que
he observado ya varios casos de degeneración he»
pática."
I I I I I I I i II II I y « I g u I II g i g » II I II
EL PULQUE
COMO
FACTOR DE LA (■KIÍI1NALI1)AI).(*>
Jj-^UESTO que el pulque es una bebida embria-
gante, tiene que hacer aparecer su efecto
cuando el tomador no se detiene en los límites de la
moderación y de la prudencia. Y que la embria-
(*) Dictamen sobre el pulque presentado ala So-
ciedad Agrícola Mexicana por el Ingeniero José C.
Segura y Dr. Sabino Riquelme. Boletín de la So-
ciedad Agrícola Mexicana tomo XXV página 622.
—311—.
gue^, si no es la causa primordial y generadora por
sí misma del delito en la generalidad de los casos,
sfesla determinante; nadie que sea imparcial y
honrado podrá negarlo. Así es que el pulque toma-
do con exceso y produciendo por esto mismo la em-
briaguez, tiene que provocar todos los síntomas de
ella, semejantes siempre en las diferentes fases por
que atraviesa el hombre intoxicado por el alcohol,
puesto que al principio aparece el período de exci-
tación en el que, como dicen Lavaran y Teissier en
su obra citada: "la fisonomía del bebedor se anima,
sus ojos brillan ; los más melancólicos se vuelven
charlatanes y ruidosos; la necesidad de movimiento
se manifiesta por acciones excéntricas. . . . La sen-
sibilidad se exalta, todos los sentimientos son lleva-
dos al extremo y las pasiones no tienen ya en la ra-
zón su freno natural; la cólera, la alegría inmode-
rada, la tristeza se apodera del espíritu por los mo-
tivos más fútiles y algunas veces sin motivo apa-
rante, etc "
'*Cuando las bebidas alcohólicas han sido ingeri-
das en mayor cantidad, ó cuando el vómito no ha
expulsado una parte del alcohol no absorvido, la em-
briaguez, después de un período de excitación de
duración variable, pasa al segundo período, ó si se
quiere al segundo grado. La parálisis reemplaza á
la excitación, la palabra se embaraz;i más y más, la
inteligencia se aniquila, los enfermos caen sin co-
nocimiento y las excitaciones más vivas no logran
sacarlos de este estado; la resolución muscular v la
anesthesia son completas, Ja respiración es esterto-
rosa, en una palabra, es el '*coma."
^-312—
Conviene hacer notar que el alcohol][contenido en
el pulque obra en el organismo humano como todos
los alcoholes para producir la embriaguez,, y que no
tiene propiedades especiales y características como
algunas personas le atribuyen sin razón alguna. En
Europa, en donde no se conoce el pulque, todas las
autoridades que hablan de los efectos que aparecen
por la ingestión del alcohol y de los líquidos que lo
contienen, hablan de los síntomas de la embriaguez,
y en nada difieren de los que aquí observamos en
los tomadores intemperantes del pulque. Ya se ha
visto, en efecto, lo que exponen Laveran y Teissier;
y para confirmar nuestros asertos véase lo que dice
GrisoUe en su "Tratado de Patología Interna,'' ar-
tículo de **Lfa Embriaguez " ** A un grado más
avanzado, se ve ya, con síntomas de una viva exci-
tación aparecer fenómenos de depresión ; la exalta-
ción cerebral es llevada al punto de que la razón y
la voluntad han perdido ya sus derechos : es la em-
briaguez propiamente dicha, **y cuyo carácter varía
según los individuos." Unos tienen una locuacidad
extraordinaria, una alegria ruidosa, extravagante;
otros son perversos, pleitistas, su furor puede llegar
hasta la manía, mientras que cierto número experi-
mentan, por el contrario, tristeza y melancolía."
Rcesch, en un buen artículo sobre el abuso de las
bebidas espirituosas (Anales de Higiene, citado por
Becquerel en su Tratado de Higiene), distingue en-
tre los fenómenos alcohólicos la "inhumanidad del
ebrio," que se produce bajo dos formas diferentes
que son : A. La ferocidad que se manifiesta en los
hombres robustos, fuertes, desprovistos de educa-
ción. Los impele á la jactancia, á las injurias, á
—313—
los golpes y á las lesiones de que no son avaros; B.
La tristeza se presenta en los individuos más débi-
les. Los vuelve sombríos, descontentos, pendencie-
ros, haciendo, á propósito de todo y á todos, repro-
ches; son al mismo tiempo perezosos y charlata-
nes.'*
Todos estos defectos son propios del aguardiente,
de los alcoholes industriales, del vino, cuando se
abusa de ellos. Los ya citados Laveran y Teissier
asientan que ''el aguardiente, sobre todo el aguar-
diente de granos y el ajenjo, excitan á las pasiones
violentas é impulsan con frecuencia á cometer actos
criminales." "¿Por qué, pues, dotar única y ex-
clusivamente al pulque de propiedades impulsivas,
8i son comunes á todos los licores embriagantes?
Para nosotros no es, por tanto, el pulque, por ser
pulque, el que produce la criminalidad en el Distrito
Federal. No por ser del pais y exclusivo de la Re-
pública Mexicana despierta en el pueblo de ella la
tendencia al delito y la comisión del crimen, la riña
y el pleito á mano armada. Estas tendencias, estas
inclinaciones, están y residen en las clases inferio-
res actuales de nuestros habitantes, en las que aún
no desaparecen las influencias atávicas y los efec-
tos de nuestra vida revolucionaria anterior; y estos
instintos se descubren en toda su desnudez y con
más intensidad cuando el cerebro es invadido por el
alcohol y obra solo á impulsos del dinamismo ani-
mal, no contrabalanceado entonces por los débiles
destellos de moralidad y de justicia, que á duras
penas irradian de espíritus envueltos en las tene-
brosidades de la ignorancia y del vicio. Y lo mis-
40
—314—
mo aparecen y se externan después de las libacio-
nes frecuentes y repetidas del pulque, quede las de
aguardiente, de mezcal, de cognac y de todos los
líquidos espirituosos. A la embriaguez en general,
y no al pulque en particular, se debe atribuir la co-
misión de los delitos de sangre. Suprimir, pues, la
embriaguez, sería suprimir muchas ocasiones de de-
linquir; mas como este es un objeto que creemos
diñcilísimo y tal vez imposible de alcanzar, y que
aun tan solo para reprimirla se tiene que esperar
mucho tiempo, no debe perderse éste con medidas
utópicas y poco prácticas sino para aprovecharlo en
dar instrucción al pueblo y educiarlo, haciendo que
penetren á su inteligencia las ideas de moralidad,
de orden, de honradez y temperancia que lo de-
fiendan de las atracciones del vicio y de la holgaza-
nería. Por hoy poco debemqs esperar que se mo-
difiquen las condiciones morales de fiuestro pueblo,
pues sólo una labor lenta y constante educativa, ya
posible en razón de la paz de que por fortuna goza-
mos, puede ir acabando con las costumbres, los há-
bitos y la manera .de ser de nuestro pueblo, en el
que aún existen la mayor parte de los caracteres que
poseían sus antecesores.
Toda persona medianamente ilustrada admite que
la criminalidad no es producida por una sola causa,
sino que es el resultado de multitud de factores que
se unen y se combinan de variadísimas maneras
para determinar en un pueblo é imprimirle las ten-
dencias, costumbres, íiptitudes y defectos que lo ca-
racterizan. El hombre, como el animal, como el
vegetal, está sujeto á la infinidad de circunstancias
—115—
que lo envuelven, y se halla influenciado de un
modo poderoso por los diversos agentes de la natu-
raleza. Así es como nace con órganos conformados
de tal suerte, que al desarrollarse se encuentra im-
pulsado ai delito y lo comete de una manera fatal ;
es decir, en este caso el hombre es el criminal nato
de Lombroso y de Garofalo. Pero aparte de esto,
que es la excepción, la generalidad de los hombres
ejecuta todos sus actos bajo el poder de los elemen-
tos que constituyen el medio en que vive, elementos
del orden material y del orden moral ; y .por esto es
que el carácter humano se modifica en relación á la
altitud en que se vive, según la mayor ó menor den-
sidad de la atmósfera, su estado higroscópico, la
temperatura; la configuración geográfica del terri-
torio; las vías de comunicación más ó menos acce-
sibles, que aislan ó aproximan á los habitantes y á
los pueblos ; la habitación en los campos ó en las
ciudades; la miseria ó la facilidad de procurarse el
alimento; la clase de éste; el estado de paz ó de agi-
taciones políticas, religiosas ü otras; el grado de
ignorancia ó de ilustración en las masas y mil otros
factores que ni siquiera podemos señalar ahora por-
que nos llevarían demasiado lejos. Si pues el hom-
bre sufre la acción de tantos y tan variados agentes
naturales y sociales, le importa muchísima poseer
recursos poderosos también para no ser el juguete
de aquéllos y conservar la energía bastante para
contrarrestar los efectos nocivos que de ellos se de-
rivan. Y estos recursos no puede encontrarlos en
otra parte que en la instrucción y en la educación,
únicos medios por los que se adquieren los conoci-
mientos indispensables para luchar con éxito en la
-516-
brega continua de la vida y se desarrollan ó nacen
en el espíritu las altas ideas de justicia, de altruis-
mo, de honradez, de moralidad en suma.
Pueden verse en el estudio de psiquiatría social»
que con el título de "La génesis del crimen en Mé-
xico" ha publicado hace pocos meses el Lie. Julio
Guerrero, todos los elementos, todas las circunstan-
cias y demás causas que influyen y actúan en la
vida de los habitantes del país, para darles el ca-
rácter que poseen. Por fortuna muchas de esas
causas no son permanentes y pueden desaparecer»
suprimiendo así los efectos que determinan, contán-
dose entre ellas las productoras de la criminalidad
en las clases inferiores de la escala social.
Fundándose en todo lo anteriormente expuesto y
resumiéndolo, decimos:
Que el pulque, no obstante su pequeña riqueza al-
cohólica, preduce el alcoholismo agudo cuando se
abusa de él y es problemático el que cause el cró-
nico. En cuanto al papel que desempeña en la cri-
minalidad, no tiene ninguno especial y es factor de
ella como lo es cualquiera otra bebida espirituosa»
1 1 t.t.-t tt 1 1 1 ttttttttttttttt
VALUACIÓN DE UNA FINCA
PULQUBRA.
w^E toma por base para la venta de las haciendas
pulqueras, el valor de las cargas de pulque
que producen semanariamente (multiplicándolas por
260), ó las producidas en un mes (multiplicándolas
por 100), añadiendo á este conjunto el valor de las
demás tierras de labranza, aguas, cereales, etc.
Los magueyes es costumbre venderlos á los si-
guientes precios :
Maguey Manso Fino.
Maguey de raspa $ 2.50
Id. capón 2.50
— ais-
Id. deporte $ 2.Q0
Id. % de porte 1.60
Id. % porte 1.00
Id. >4 de porte 0.50
Plantado de % á una vara 0.25
Mexinastle, millar 50.00
Maguey Cimarrón.
Capones , $ 0.75
Meyehuales 0.50
De tres cuarterones 0.37/^
De raspa, nuevos y viejos 0.37 íí
De surco en planta, millar 30.00
Mexinastle 15.00
En los Llanos de Apam los terrenos tenían los si-
guientes valores en 1896 :
Terrenos sin riego la. clase $ 3,000 caballería,
Id. id. 2a. id 2,000 id.
Id. id. 3a. id 1,000 id."
Id. id. pastal en loma
4a. clase 500 id.
Id. id. pastal cerril 5a.
clase 250 id.
t 1 1 1. 1 I I I I I g 11 H II « n II II 11 H » I 1 1 1
MEZCAL.
PROPIEDADES FÍSICAS, QUÍMICAS Y COMPOSICIÓN DEL
AGUARDIENTE LLAMADO VLNO MEZCAL
O TEQUILA. (*)
jH L aguardiente de mezcal, impropiamente llama-
do vino mezcal, es un líquido espirituoso in-
coloro y diáfano, muy fluido, más ligero y movible
que el agua destilada: su olor y sabor le son pecu-
liares y característicos, y permiten distinguirlo fá-
cilmente de otros aguardientes.
(*) Estudio sobre el maguey llamado mezcal, por
D. Lázaro Pérez.
-^20—
^'Su densidad á la temperatura de 15 ^ del termó-
metro centígrado, es de 0.935.
''A esta misma temperatura el alcohómetro cen-
tesimal de Gay-Lussac, marca 50 ^ , y el areómetro
de Cartier 19 ^ 2, en dicho licor.
"Cuando de un vaso se vacía en otro, dos ó tres
veces repetidas, forma lo que comunmente se llama
perla ó concha, la cual consiste en una serie de pe-
queñas burbujas trasparentes que, en la parte su-
perior del líquido y en contacto con las paredes del
vaso, simulan un rosario ó hilo de perlas.
"Destilándolo en baño de maría y fraccionando
en tres partes el producto, el primer tercio marca
31 ^ 5 del areómetro de Cartier, y el segundo 24 ^ , á
la temperatura de 20 ^ del termómetro centígrado :
el último no es más que agua ligeramente teñida de
amarillo con la materia extractiva de la madera del
barril en que se guarda.
"Este licor no ofrece al gusto ni acritud ni acidez
notables.
"Embotellado, conserva sin la menor alteración y
por un tiempo indeñnido, su actividad, sabor y cua-
lidades que le son propias.
"Cuando se le inflama, arde con una llama azu-
lada, que durando un espacio de tiempo bastante
largo, permite utilizar su calor para cualquier in-
tento.
"Disuelve el alcanfor, lafc gomo-resinas y muchas
materias extractivas.
— 3g—
<<i?.
^Examinado con el papel azul de tornasol, maní-
fiesta una reacción ligeramente acida.
"Contiene un principio aromático de naturaleza
compleja y particular, al cual el citado licor debe su
olor y sabor especiales.
"Puede privársele do este principio casi comple-
tamente, por medio íle lavaduras y destilaciones,
dos ó tres veces repetidas.
"El nitrato de plata no ofrece el menor indicio de
Algún compuesto dórico, en el licor de que se trata.
"Los reactivos más sensibles de los álcalis vege-
tales no han manifestado la presencia de alguno de
estos principios activos en los productos de la desti-
lación fraccionada del tequila, ni en su residuo só-
lido.
COMPOSICIÓN DEL VINO MEZCAL.
"Un litro de este licor contiene:
De alcohol absoluto 500 cent. cub.
>>
agua -00 ,,
5»
,, ácido acético puru gramos 0,04
,, ,, valérico, vestigios.
,, materia extractiva de color mo-
reno é higrométrica ,, 0,10
,, un aceite volátil de olor grato y
"sui géneris," asociado á un
principio pirogenado, ambos
en muy pequeña é indetermi-
nada proporción."
41
El Sr. D. Vicente Fernández, en el periódico titu*
lado "El Repertorio," correspondiente á Enero de
1876, dice lo que sigue :
**Hace ya mucho tiempo que el maguey y algunos
de sus productos han sido objeto de divefdos estu-
dios, sin que hasta ahora — al menos que yo sepa —
se haya determinado la composición química del
mezcal, aguardiente que la industria extrae de*
aquella planta. Al publicar á continuación los re-
sultados del trabajo que á fin de llenar ese vacío
emprendí, no pretendo haber hecho una análisis
completa : sólo aspiro á llamar la atención de las
personas competentes, para que ilustren una mate-
ria tanto más importante cuanto más se generaliza
en nuestro país el uso de aquella bebida.
Hé aquí mis observaciones :
**E1 mezcal tiene constantemente reacción acida
al tornasol.
"En diez clases de mezcal estudiadas, todas tie*^
nen un alcaloide desconocido para mí, al cual pro-
visionalmente he llamado "agavina."
"En doce, todos han contenido ácido acético.
"De diez, ocho han tenido ácido clorhídrico.
"En tres, las tres contuvieron ácido valeriánico..
"De ocho, cinco resultaron con 42 por 100 de al-
cohol, y los otros con 39, 40 y 41. — Sus densidades
son 0,95 para aquellos y 0,9575—0,9525 y 0,955»
para éstos, á 20 ^ centesimales de temperatura.
"Un litro de mezcal más ácido dio :
Acido aoétfoo monohidratado 1. gr. 8872
„ ^ elorliídrioo O 0198
M valeriánico O 0500
'*Lo8 grados de acidez, tomando la de éste por
unidad, fueron :
1'. clase 1,000
1.000
0.866
0.866
0.659
0.542
0.520
0.500
2«. ,
8«. ,
4«. ,
6«. ,
6«. ,
-.1*. ,
8«. ,
«1
'En general precipitan en blanco por el nitrato-
de ¡data, y este precipitado se pone rojo á la luz di-
fusa; pero cuando tiene ácido clorhídrico, el color se
üKÍcBfica por el violado que toma el cloruro de plata»
EüiDOlor rojo es debido á la ''agavina."
//Se ye que de estas observaciones se puede de-
duoie que el mezcal tiene normalmente 0,95 de den-
sidad» ó sean 17 grados de Carthier, y además
"42 por 100 de alcohol etílico.
"Ácidos acético y valeriánico.
"Agavina.
"68 por 100 de agua.
"Analizado el mezcal cualitativamente, ha resul-
tado con una composición media de
Alcohol 420 ce.
Agua 580 ce.
—324—
Agavina 1 gramo
Acido acético 1,8872
Acido valeriánico 0,0500
"El ácido clorhídrico, por litro, ha sido 0,0176;
pero en mi concepto, nó es propio del mezcal, sino
añadido, sin saber con qué objeto.
"Quiero que se sepa cómo he aislado la sustancia
que llamo "agavina," para que proporcionándosela
las personas ilustradas, desidan si en efecto es un
nuevo alcaloide, ó si no, me saquen de mi error.
"La fisiología conoce las propiedades de los com-
ponentes del mezcal, es decir, del alcohol y los áci-
dos valeriánico y acético; ahora sería bueno que es-
tudiara laade la "agavina."
"La manera de extraerla es ésta:
"Con 16 2 gramos de bicarbonato de sosa puro se
saturan los ácidos de una botella de mezcal y se des-
tila fraccionando los productos. El primero y se-
gundo son formados de alcohol, el tercero es agua
conteniendo la "agavina" casi pura, se evapora es-
pontáneamente ó en el vacío para obtenerla seca.
"Sus propiedades son, si no me equivoco, las si-
guientes :
"Azulea fuertemente al tornasol.
"Es polarizante, y esta propiedad se observa en
el microscopio con el prisma de Nicol y el analiza-
dor.
"Su acetato es instable.
**Fonnm un clorhidrato que cristaliza en el aiste-^
xaateserál.
'*Se combina con el bicloruro de platino y da cu-^
bo-octaedros muy perfectos, visibles en el micros-
copio.
"Forma un bisulfato cuyos cristales, microscópi-
cos también, son láminas rombales muy agudas.
"El nitrato de plata da un precipitado blanco que
se vuelve rojo.
**E1 subacetato y el carbonato de plomo lo preci-
pitan y el gas sulfhídrico le aisla de esta combina-^
«ion.
"La forma cristalina no se ha determinado."
ttttttttttttttttttttttttt
FAHRlCACK'lX DKL MEZCAL,
TEQUILA.
jH N Oaxaca y Morelos, los magueyes que sirven
para preparar el mezcal, llamados en el pri-
mer Estado *'tobalaa," y en el segundo* 'maguey de
mezcal," crecen silvestres en aquellos terrenos.
Además del maguey tobalaa, en el Estado de Oa-
xaca se conocen varías especies de magueyes con
los nombres de tobaxiche, biliaa, bicuixe mexicano,
largo y tepextatle ó tepem excale: de todos ellos se
extrae el mezcal, cuyo licor es de mucho consumo
en el Estado. El tobalaa es planta de 1 á 2 varas
de alto, sus pencas son angostas, verdes y armadas
de púas; el tobaxiche crece de dos á tres vara9, su^
-^27-
pencas son chicas, angostas y cenicientas, armadas
de púas en la extremidad y en los bordes; el biliaa
crece como media vara, sus pencas son anchas de
una cuarta de largo y de color ceniciento; el bicui-
xe crece como cuatro varas, su tronco es desnudo de
pencas, pero del medio para la extremidad está cu-
bierto de ellas, las cuales son largas, angostas, ver-
des, de más de vara, armadas de púas; el largo cre-
ce más de seis varas, su tronco es desnudo de pen-
cas,, pero de la tercera parte para la extremidad es-
tá cubierto de ellas, las que son de media vara de
largo, angostas, verdes y con púas; el tepextatli
crece hasta dos varas, sus hojas son largas y hasta
de vara y media por una tercia de ancho, carnosas
de color verde y cubiertas de muchas púas (*)
Según el Sr. D. José S. Anda, de Oaxaca, en su
Memoria sobre el mezcal, cree queeltobaxichees el
bicuixe, llamado también por otro nombre, espadi-
lla. • En ese Estado, según el citado autor, se fabri-
ca el mezcal de la manera siguiente :
Cuando están á punto de «altarse, los cortadores
les quitan todas las pencas, quedando sólo la cepa
que llaman cabeza. Reunido algún número de ellas
para hacer una hornada, se prepara el horno, que
es una excavación bastante profunda hecha en la
tierra, de forma cónica, revestido su fondo y las pa-
(*) Parece que el maguey tobaxiche, el bicuixe y
el largo pueden ser más bien una yuca y un dashi-
lirion que unos verdaderos agaves.
—328—
redes con piedras refractarias. Se calienta, ponien-
do en el centro, cualquier combustible y una vez
que las piedras han llegado á tomar la temperatura
del rojo sombrío, se ponen las pinas y se cubre el
todo con sacate, pencas, piedra y tierra, permane-
ciendo en este estado por dos ó tres días, es decir^
hasta que se enfrie bien.
La acción del calor determina la sacarificación de
la sustancia amilácea contenida en la cepa.
Una vez bien frías las pinas, se ponen á remojar
en unas tinas, cuyo remoje dura de un día para otro,
Al día siguiente, con un mazo, se majan perfecta-
mente en unas canoas, y después, bagazo y jugo
que resulta, se ponen en las tinas de fermentación.
Una vez terminada ésta, se somete á la destilación
el jugo fermentado, al cual se le da el nombre de
tepache.
En el Sur de México y en el Estado de Oaxaca
esta industria no está explotada en grande escala, y
las fábricas son pequeños edificios con materiales
imperfectos para )a destilación. En este último Es-
tado, los alambiques comunmente empleados por los
indígenas, son dos ollas superpuestas y soldadas por
sus bocas con barro ó argamasa del mismo maguey,
y por capitel tienen una jicara de hoja de lata. Al-
gunos fabricantes desechan los aparatos mejorados,
por la circunstancia de que el valor del mezcal es-
triba precisamente en la mayor cantidad de aceite
empireumático que contenga, y los aparatos primi-
tivos favorecen la formación de él.
Dos clases de mezcal se conocen en el Sur deMé-
xioo : el mezcal de cabezas, que es el que se obtiene
por la destilación del líquido en donde se han pues-
to á fermentar las cabezas, y el que llaman de sus-
tancia, que es el que se obtiene destilando el jugo
fermentado de las cabezas con carne de gallina co-
cida, ó patas de ternera. También acostumbran en
algunas partes aromatizar el mezcal, destilándolo
sobre cascaras de fruta.
Se calcula que 400 cabezas dan 30 jarras de mez-
cal (246,litros240).
El mezcal de Miacatlán, cuya fábrica es una de
las más importantes del Estado de Morelos, goza de
buena reputación en el comercio y se fabrica con
los procedimientos que acabo de describir.
En Jalisco, el tequila se obtiene de la manera si-
guiente :
Una vez llegado el mezcal á la sazón, se arranca
y cortan todas las pencas, dejando limpia la cepa y
se llevan á la fábrica llamada taberna para hacer la
tatemación. ?]sta operación se hace en un horno
que consiste en una grande excavación hecha en el
suelo de forma de un cono truncado, teniendo su
base mayor hacia la superficie del terreno revestida
su periferie con piedra refractaria llamada ''china."
En el centro de esta excavación se levanta una pira
* hecha djB gruesos leños, que se enciende y cuando
el fuego comienza á entrar en actividad se le cubre
también con piedra china formándole un revesti-
miento y después con las cabezas ó cepas del mez-
cal se llena la parte vacía del horno arreglándolas
bien y procurando que entre ellas haya la menor
42
—aso-
solución de continuidad. Antes de cubrir completa-
mente la pira con las piedras y cabezas se le pone
un grueso tronco de árbol en el vértice para qué una
vez cubierta con la tierra y cabezas deje cuando se
quiera una especie de chimenea. Cuando el mon-
tón de cabezas ha sobrepasado como dos metros el
nivel del suelo se cubre todo con zacate y después
con tierra suelta forman una capa como de cincuen-
ta centímetros de grueso. El tronco debe sobresa-
lir de esta capa y se vierte sobre ella dos ó tres cu-
bos de agua. Al día siguiente se destapa, quitando
el tronco y se vierte por allí más agua. Al cabo de
30 ó 40 horas las cabezas toman un color moíeno
color de yezca. Entonces se destapa el horno com-
pletamente ; se sacan las cabezas y se trituran en
una taona de piedra generalmente movida por mo-
tor de sangre y se esprime en las prensas. Con la
maza y el líquido producido se llenan las tinas de
fermentación de forma cónica y de una capacidad
de 80 á 100 hectolitros y se diluye con la cantidad
de agua necesaria para que marque de 8 ^ á 10 ^
del areómetro de Beaumé. Se le deja fermentar
dura de 15 á 20 días. Esta se establece expontá-
neamente, pero en algunas partes le ponen un fer-
mento, consistiendo en partes amiláceas con ingre-
dientes inertes ó nocivos cuyas recetas polulan en
la zona mezcalera del Estado dé Jalisco.
Cuando la atenuación del líquido ha llegado á 1 ^
del areómetro Beaume, se procede á la destilación
en alambiques más ó menos perfectos, pero en ge-
neral son de los mejores sistemas.
El Sr. Profesor Lázaro Pérez describe como sigue
-331—
el tratamiento del mezcal después de haber sido ta-
temado: (*)
''En las fábricas montadas al estilo antiguo, la
molienda del mezcal cocido se fabrica en tahonas
movidas por fuerza animal: la pulpa resultante, di-
luida en suficiente cantidad de agua, se trasporta A
las cubas de fermentación; cuando ésta ha termina-
do, se destila el líquido vinoso con todo y bagazo,
en alambiques de construcción muy sencilla, pero á
la vez demasiado imperfecta y antieconómica. V.n
estos aparatos destilatorios, además de perderse una
parte muy considerable del producto alocohólieo por
la incompleta condensación de los vapores, los hor-
nos mal construidos, como generalmente lo están,
-consumen cantidades considerables de leña, artícu-
lo que de día en día escasea más, y por lo mism(.» su
^quisición cuesta más cara.
"En las fábricas del vino mezcal en que se han
■adoptado los procedimientos y aparata >s destilatorios
perfeccionados y de acción continua, la molienda
•del mezcal y extracción de su jugo se ejecutan con
'.gran facilidad, limpieza y economía de tiempo, me-
diante molinos de construcción particular y de pren-
sas de gran poder que permiten obtener todo el lí-
quido azucarado de la pulpa sometida á la presión.
"En estas fábricas, el primer jugoc^ue suministra
la pulpa marca 20^ al areómetro de T^eaunié; mas
(*) Estudio sobre el maguey llamado mezcal en
el Estado de Jalisco.
—382—
para someterlo á la fermentación vinosa se le añade
suficiente agua para rebajarlo á 8 ® ó 10 ^ del mis-
mo instrumento. Así diluido, se le trasporta á las
cubas de fermentación, convenientemente colocadas
en galerías ó piezas más ó menos espaciosas, en cu-
yo interior, durante el invierno, se mantiene por me-
dios artificiales una temperatura constante de 20 ^
á 25 ^ centígrados, durante nueve ó diez días, tiem-
po á fin del cual la fermentación generalmente ter-
mina.
* 'Cuando el citado instrumento marca !¿ ^ ó cero
en el jugo fermentado, juzgaij los fabricantes del
tequila que la fermentación ha concluido y que este
es el momento oportuno para proceder á la destila-
ción. Sería preferible que para conocer con exac-
titud ese momento se empleara el pequeño alambi-
que de Salieron, aparato sencillo, barato y de muy
fácil manejo, y con cuyo auxilio se pueden conocer,
día por día, los progresos de la fermentación y su
término. El tiempo empleado en estas diminutas
''destilaciones" es demasiado corto.
"El "vino mezcal," bebida espirituosa muy apre-
ciada no solamente en toda la República mexicana,
sino también en varios países de Europa, donde se
tiene en grande estima, se conoce bajo el nombre de
Mexican Gin (Ginebra mexicano), y coneldeMexi-
can Brandy (aguardiente mexicano) en algunos Es-
tados de la Unión Americana, en los cuales se ven-
de á precio de oro."
De una noticia sobre la fabricación del mezcal en
el Estado de San Luis Potosí, extractamos lo si-
guiente:
* 'Montada la fábrica, que se compone de tinas,
pilas ó cueros de fermentación, hornilla para el
alambique, horno para asar el mezcal, bodega y ha-
bitaciones, ae comienza por establecer cierto núme-
ro de "quiebras," es decir, se prepara un numero
muy considerable de magueyes, cortándoles el co-
razón y dejándolos en este estado unos quince días,
se procede á rasparlos de la misma manera que para
el pulque, y tomando diariamente su savia ó agua-
miel, se echa á fermentar en las tinas, poniendo por
fermento una planta astringente que llaman *'tim-
be" (rhus schinoides, Dr. Oliva.) Igualmente se
suelen usar las raíces de dos mimosas, huisachi,
'^acacia albicans," y mezquite, ''prosopis dulcis,"
también astringentes.
"Estos depósitos así preparadoy, con aguamiel y
"timbe," se llaman de pulque.
"Por otra parte, todo el maguey que se ha des-
quiotado ó castrado con anterioridad, más el que se
ha raspado, y algunos otros que estén bien en sa-
zón, se van arrancando sucesivamente del terreno,
se le quitan las pencas (operación que se llama
"desvirar"), y en estado, que toma el nombre de
"pinas, cabezas de maguey ó mezcal crudo," es
trasladado á la fábrica, y cargando con él un horno
Ide un sistema parecido al de cocer ladrillos, ó más
bien al de quemar piedra de cal. Ya lleno, se pone
fuego al combustible, que está en la parte inferior,
y estando en plena combustión se tapa con pencas
de maguey y tierra, lo que evita todo desperdicio de
calórico. De esta operación, en que la parte ami-
ácea, abundantísima en el maguey, se trasforma en
—384—
glucosa, salen las pinas sumamente dulces, carga-
das de jngo sacarino. Este maguey asado es pro-
piamente lo que se llama mezcal, y aun en el mer-
cado de México lo he visto vender con este nombre.
''Preparado así el maguey, pasa luego al machu-
cadero, en donde es despedazado, contundido y ex-
primido por distintos medios muy imperfectos. El
más común consiste en sendos golpes que le dan
con enormes porras ó mazas de madera, y luego pi-
sándole le exprimen el jugo.
**E1 jugo que escurre y el bagazo 3e trasporta á
las tinas, donde mezclado con el pulque en ciertas
proporciones, forma el verdadero líquido de fer-
mentación. La aguamiel de ese maguey nunca da
más de 6 '^ de Baumé, por lo que la mezcla con el
jugo de mezcal le da grado más alto y favorece así
la fermentación y aumenta notablemente el produc-
to. El bagazo les sirve para cubrir los caldos de
las tinas, pues de otro modo habría mucha pérdida
por la evaporación espontánea. Además, la parte
de jugo que queda en la fibra vegetal, entra tam-
bién en fermentación y aumenta el rendimiento. A
este jugo es al que debe el vino mezcal su sabor em-
pireumático, parecido, y á veces idéntico al ginebra
de Holanda. Toda mejora que tienda á quitarle este
gusto particular, no es aceptada por los fabri-
cantes ni por los consumidores. Yo he hecho ex-
periencias redestilando varias veces con agua, vino
mezcal, hasta quitarle todo sabor empíreumático.
Lo he dado á gustar á los peritos aficionados, y me
lo han desechado como insípido. Igual hecho hay
en la historia del rhom. Tenia antiguamente un sa-
-335-
bor empireumáticoy que por los adelantos en el arte
de la destilación se le llegó á quitar. Los primeros
empresarios que establecieron estas mejoras, per-
dieron el dinero, y algún tiempo se pasó para que
los paladares se acostumbrasen al rhom como es
hoy.
"Terminada en las tinas la fermeniación, lu que
se conoce por la espuma y bagazo que las cubre,
comienza á descender (caida de montera, según ex-
presión de los destiladores), se procede á destilar el
liquido en unos alambiques muy imperfectos, y en
los cuales es seguro que hay mucha pérdida de va-
pores alcohólicos.
"El primer producto que «e obtiene y que se lla-
ma vino "ordinario," sufre una segunda destilación,
que produce el vino "refino," que se expende en el
comercio con un grado de 46^ (Oay Lussac). Las
primeras porciones que pasan en esta se;:^unda des-
tilación, toman el nombre de '*flor primera, segun-
da,'* etc. Hay un vino que rectifican añadiéndole
gallina y no recuerdo qué otras cosas bien poco vo-
látiles, que llaman vino de ^'pechuga,'' el cual lo
preparan solamente para regalo.
"En algunas fábricas el grado del vino es aún in-
ferior (37^ Gay Lussac), y así lo llevan al Estado
de'Zacatecas, que es donde se consume este vino in-
ferior. El de 46 "^ , casi todo, se consume en el Es-
tado de Guanajuato, y una corta parte en San Luis.
Todo el vino que sale de las fábricas montadas de la
manera que he dicho, tiene el nombre de "vino de
chorrera," para distinguirlo del que preparan los
— 336—
pobres en pequeñas cantidades, con medios aun más
imperfectos y que llaman '^yino de campanilla."
^^La diferencia principal consiste en el.alambique,
el cual en las fábricas está formado de una caldera
de cobre que, embutida en una grande hornilla al
ras del suelo, que admite una carga de seis ó más
barriles, y cubierta de un enorme tonel llamado '*pi-
pote," que en vez de fondo lleva un gran cazo de
cobre lleno de agua fría, que sirve de refrigerante.
Dentro del pipote y de bajo del cazo, está sus-
pendida una gran cuchara de madera, cuyo man-
go ahuecado en forma de canal, conduce fuera
del aparato el vino condensado por el cazo lleno de
agua fría y que es en bastante cantidad para pro-
ducir un chorro continuo. De aquí, á no dudarlo,
viene el nombre de '*vino de chorrera." En algu-^
ñas fábricas, aunque pocas, el mango de la cuchara
entra en un serpentín, ó como llaman los *' chorre -
ros," culebra, que acaba de condensar los vapores
alcohólicos y enfría el vino condeesado en el inte-
rior del "pipote," lo que no es poca \rentaja res-
pecto de un líquido tan volátil como es el alcohol.
»
**E1 alambique en que elaboran el vino de "cam-
panilla" es lo más imperfecto y 43urio8o que pueda
imaginarse: se compone de una olla de barro un po-
co alargada, que apenas sale de la hornilla donde
está embutida, cubierta de otra olla invertida y cu-
yo fondo abierto recibe un pequeño cazo de cobre
con agua fría, que sirve de refrigerante. Dentro
del aporato y debajo del cazo, está suspendida una
cazuela de barro ó "apaste," como allí llaman, que
es la que recibe el alcohol condensado, en el fondo
—337-
del cazo. A esta disposición del aparato es á lo que
debe este vino el nombre de "campanilla." Como
el estado de la campanilla es un misterio mientras
no se desmonta el aparato, muchas veces sucede
que se llena, comienza á derramarse el alcohol en la
olla, vuelve á volatizarse, vuelve á condensarse, etc.,
y se establece así un círculo, durante el cual se gas-
ta mucho más combustible y tiempo del necesa-
rio." (*)
Como se ve por la descripción que hemos dado de
la elaboración del mezcal en distintos lugares dei
-país, esta imperfecta tatemación deja mucho que
desear. El foco de calentamiento estando en el cen-
tro no reparte uniformemente el calor en todo el es-
pacio ocupado por las cabezas, pues aunque se tapa
para evitar la pérdida de calórico y que éste se pro-
pague en toda la maza, resulta que. las cabezas que
están más próximas á la pira, se cocen mejor que las
que están más retiradas, habiendo desigual cocimien-
to que necesariamente influye en el ?'endimiento.
Por otra parte, el machacamiento del . zcal cocido
que se hace en tahonas, que p(;r lo r icral son de
asiento permeable, determinan una pérdida conside-
rable de materia fermenticible y el empleo de un
fermento salvaje y contaminado, retarda la fermen-
tación y hay producción de alcoholes tóxicos junta-
mente con el alcohol etílico. Se podría en beneficio
(*) Memoria sobre el maguey mexicano y sus di-
versos productos, escrita por D. Manuel Payno.
43
-338-
de la industria y aprovechamienro del productor,
modificar el sistema. En lugar de hacer el coci-
miento en hornos tan primitivos como los que hemos
descrito, hacerlo por el vapor en cámaras apropia-
das á una temperatura de 150 ^ centígrados y "á la
presión de tres atmósferas. Ya se ha intentado este
ensaye y se ha obtenido un 30 p3 más de aguar-
diente que por el sistema ordinario. La cámara de
Parsy que se emplea para la desfibración del lino,
así como la del Sr, Dr. Martínez Calleja para la del
henequén, hecha en grandes dimensiones, sería un
buen sistema que adoptar. La trituración por ci-
lindros corrugados recibiendo el líquido, en tanques
ó en canales apropiados para conducirlo alas pipas,
sería otra inovación de no menos importancia, y
por último, la construcción de salas de fermentación
de manera que á voluntad pudiera cambiarse la
ventilación con el fin de mantener en su interior una
temperatura uniforme en todas las estaciones, jun-
tamente con el empleo de levaduras puras, son las
mejoras que. reclama la industria tequilera.
En el año de 1889 se introdujo á la capital, la can-
tidad de 3,613 barriles, con un valor de $61,470.
tt+tttttttttttttttttttttt
PROPIEDADES MEDICINALES
DEL MEZCAL.
^i\/l_UCHAS son las propiedades medicinal-.rs que
se le atribuyen al mezcal. Algunoír^ creen
que sus virtudes son las comunes á las projnedades
tónicas de toda bebida alcohólica tomada con m(.)de-
ración; otros le asignan cualidades espe(íiales.
El Sr. Dr. Jesús Valenzuela, en un artículo pu-
blicado en el órgano de la Sociedad francesa de acli-
matación, dice lo que sigue:
**Llamamos la atención de aquéllos á quienes es-
ta noticia pueda interesarles, rx bre un licor que se
extrae del pulque, y mencionaremos las cualidades
particulares de esta preparación llamada "mezcal.'^
—340-
Sin ser irritante, goza de propiedades medicinales
muy notables, poseyendo un sabor exquisito. El
mezcal introducido en pequeñas dosis en el estóma-
go, causa apetito, favorece las digestiones y tonifi-
ca las funciones gástricas. Se puede desde luego
sacar una gran ventaja de este remedio agradable
que tiene una acción real en las enfermedades en las
que la atonía hace el papel principal, y en algunas
dispepsias, las que á menudo son tan rebeldes á to-
dos los agentes conocidos de la terapéutica."
El Sr. D. Lázaro Pérez añade á estas observa-
ciones, que hace que cicatricen rápidamente y por
primera intención, las heridas poco profundas, cuan-
do se lavan y curan con él ; que calma el dolor y
evita en lo general la inflamación consiguiente á
las terceduras, aplicándolo en fomentaciones; que
vigoriza las funciones de la economía debilitadas
por la edad ; que calma la sed ocasionada por la in-
solación, propiedad que aprovechan con el mejor
éxito muchos caminantes, evitándose así las en-
fermedades á veces de terminación fatal, que so-
brevienen cuando para sastisfacer aquella imperiosa
necesidad, usan del agua natural; que atenúa no-
tablemente los efectos que sobre la economía pro-
duce en ciertas ocasiones, una extraordinaria baja
de temperatura del ambiente; que calma la ingrata
sensación del hambre por espacio de muchas horas,
por ser un alimento de los llamados respiratorios;
levanta las fuerzas agotadas por un trabajo excesi-
vo ; aviva la inteligencia, ahuyenta el fastidio y pro-
cura ilusiones agradables; y advierte que sólo usan-
do este licor con la debida moderación y oportuni-
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—341—
■—■•-•
~m
tecU i^popofeicma loa efectos saludables, higiénioos
ó morales que se acaban de mencionar; de lo loon-
trario, sólo produce la embriaguez, con todas las
consecuencias físicas é inmorales que trae consigo
el alcoholismo crónico ó agudo, y que son de la más
lamentable trascendencia para el individuo, la fa-
milia y la sociedad.
Las personas*de una constitución delicada ó las
Qonvalescientes, deben tomar el ''tequila" diluido ei\
sa volumen de agua azucarada, ó usar de la ''mis-
tela," bebida agradable, hecha con vino mezcal,
agua, azúcar, canela, anís ó algún otro aroma.
Mt I I I I I I I I I I I I I I I I I I I tt t
IMFÜKTANÍ^IA DEL MAGUEY
COMO PLANTA SACARINA.
JH L Sr. Boussignault (*) apreciando los rendi-
mientos del pulque, opinó contrariamente á
lo asentado por el Barón de Humboldt que creyó que
nunca, el desarrollo del cultivo de la vid en México,
nulificaría ó abatiría sobre manera su producción.
En su artículo sobre la materia, dice :
^'Cuenta Humboldt que en una plantación anti-
er) Archives dé la Comission Scientifique du Me-
xique tomo 1 ® , 1865.
-^343—
guamente establecida, se explota anualmente para
extraer el aguamiel la décima tercia parte, lo cual
es admitir que en estas condiciones el agave llega á
desarrollar su bohordo á los 13 años. A razón de
4,000 magueyes por hectara, hay 307 sometidos á la
raspa por lo menos 86 días, dando 933 hectolitros de
xnosto. Si de esta cantidad quitamos el sexto por
la diminución del volumen ocasionado por la fer-
mentación, la evaporación favorecida grandemente
por la superficie del líquido en contacto con el aire
y por los trasiegues, se tiene un producto anual por
liectara de 776 hectolitros. En las situaciones me-
nos favorables hemos visto que el rendimiento de ca-
da planta es de 136 litros, el producto sería enton-
ces de 418 hectolitros de mosto que se reducirían á
348 hectolitros de pulque."
*'Es necesario muchos años de observación para
fijar la media de las cosechas de vino. No hay cul-
tivo cuyos rendimientos sean más variables como
los de un viñedo. Abarcando grandes extensiones,
asombra la debilidad del producto. Un eminente
economista M. Blanqui, mi malogrado colega en el
Conservatorio, establecía en una nota que existe en
mi poder, que en el departamento de la Gironda
103,000 hectaras daban por término medio 2.000,000
de hectolitros de vino; 19,4 hectolitros por hectara;
porque la cosecha algunas veces es nula en ciertos
cantones destruidos por el graniz(3, algunas veces
reducidas á mínimas proporciones por las heladas
de invierno ó de primavera, por la caída de las flo-
res, etc. Sin embargo, cuando todas las circuns-
tancias le son favorables, da :
I
—344—
80 hectolitros de vinos ordinarios en el suelo del
Garona.
60 hectolitros de vinos de menage sobre las coli-
nas de Dordoña.
40 hectolitros de vinos finos sobre las colinas bien
expuestas de Greves y San Emilion.
30 hectolitros de vinos superiores, ligeros, fríos,
en las tierras del alto Medoc."
"En el Languedoc las cepas de Aramon y de Te-
rret, son ciertamente las más productivas; los cul-
tivos muy cuidadosos fuertemente abonados, dan
por hectara en los buenos años hasta 300 hectolitros
de vino á 1,10 de alcohol. En los cultivos ordina-
rios se obtienen 135 hectolitros con una media alco-
hólica de 8 por ciento. En la Costa de Oro, la me-
dia de las cosechas hechas en Volney de 1807 á 1842,
no ha pasado de 17 hectolitros y ¡cuántas diferen-
cias en la producción anual ! La más elevada, la
de 1842, ha sido de 45 hectolitros; la más débil, la
de 1816, 1%, litro. La riqueza alcohólica de los
buenos vinos de Borgoña se estima en 10 por 100.
Estos productos de la viña aun en las comarcas las
más favorecidas son ciertamente inferiores á los del
agave."
Sin duda no entrará en el espíritu de nadie asimi-
lar el pulque al vino aun al de calidad ínfima; la
comparación no debe llevarse sino sobre una mate-
ria común á las dos bebidas, sobre el alcohol, te-
niendo en una y otra parte la misma composición,
las mismas propiedades y el mismo valor. El aguar-
diente de pulque, el **mezcal^' preparado en las in-
■I
'* tíiidiBriijl de Valladolid, Méxioó y Durango hacía
^ . m otro. tieoipo una tal oonourrenoia á los aguardíen -
' tee de Cartilla^ que el Gobierno español prohibió se-
^réramente su uso. (*) El alcohol que he sacado
destilando el pulque de Tlaxcala era de buen gusto,
BO recordaba en nada el olor desagradable del líqui-
. do qaa lo había producido."
■ "Conteniendo el pulque 7,13 por 100 en volumen
del alcohol absoluto, se tiene para el alcohol produ-
cido por una hectara plantada de agave :
Cultivo muy favorable 56 hectólits.
Cultivo muy común 25 ,,
**Tomando para los vinos del Gironda una media
alcohólica de 11 por 100, se tiene para el alcohol cu-
yos elementos son elaborados sobre una hectara:
Vino Alcohol
' - -Cosecha excepcional. . . 80 hectólits. 8,8 hectólits.
Cosecha media 19,4 ,, 2,1 ,,
Languedoc, Aramon y
Terret, cultivo excep-
•eional 300 „ 30 „
• Languedoc, cultivo co-
mún \ 135 „ 11
Costa de Oro 17 ,, 2 ,,
**'Si se extiende la. comparación á la caña de azú»
(*) Humboldt. Ensayo político de la Nueva
Eqwña.
■ 44
- /
—846—
car, á la remolacha, á la papa, á los cereales desti-
nados al alambique, la superioridad como produc-
tor de alcohol le queda al agave."
"Sobíe tierra firme, en el Estado de Venezuela,
la caña de Otaiti cosechada sobre una hectara da al
trapiche un caldo en el cual se encuentra 2,000 ki-
logramos de azúcar, pudiendo dar 27 hectolitros de
"rhum" marcando 50 grados al areómetro y conte-
niendo por consigniente 13 hectolitros de alcohol ab-
soluto."
*'Una cosecha por hectara de 30,000 kilogramos
de remolacha de 10 por ciento de azúcas, contiene
los elementos de 20 hectolitros de alcohol."
En el departamento del Sena y del Marna la remo
lacha globo amarillo, mejorada por el estiércol y el
guano, dan 45,000 kilogramos á la hectara con una
riqueza de 6 por 100. Por la destilación se sacan 36
hectolitros de flegmas á 50 grados, sea 18 hectolitros
de alcohol."
*'En Prusia, en Alsacia, en Flandes se admite en
la práctica que :
loo kilos de
papa dan.
maíz
trigo
centeno
. . 16 hects. de alcohol á 50 *^
50 „
55 „
45 „ „ „ „
avena
cebada
44 „ „ „ „
43 „ „ „ „
. *
-«47—
* "Del OOD junto de estoe datos se gaos, para la pro-
dnoQidn dd aloohol de un cultivo hecho sobre una
heotara» los números que he reunido en el siguiente
cuadro:
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—349—
**De las plantas que pueden suministrar el aleó-
lo!, el **Agave Americano" á igualdad de superfi-
cie cultivada, parece pues ser la más productiva y
y es dudoso aún cuando haya predicho de Humboldt
que las plantaciones de maguey serían un día reem-
plazados por los viñedos. La predicción data de
más de 60 años, y nada ha cam>)iadü. Las tentati-
vas de viticultura, hechas en México, no han dado
hasta ahora más que resuhados insignificantes aun
cuando se obtienen uva^ de excelente calidad en
Zapotitlán, cerca de Oaxaca, y que el vino del Paso
es muy estimado. Por otra parle hay una altitud,
y por consiguiente una situi'.ción ••Uniciicrica donde
la vid no desalojará nunca al aj_;-ave, indiferente á
las alternativas las más bruscas de sequedad y hu-
medad, desafiando los m»^reoros por la rigidez de
sus órganos, estableciéndose sohi'^' h^s suelos los
más ingratos, vegetaiilo enti^ncvs >,¡ii duda más
lentamente pen.) siempre produ(Mend(.>, asimilándose
como la selva inculta los más uiíii irnos elementos de
fertilidad que están diseminados en el aire y en la
tierra."
$$§§§§§§§§§§§$§§§§§§§§§§§
TALLADO.
J^^^'A explotación de la fibra del maguey es eiu
duda alguna el mejor negocio que puede ob-
tenerse de esta planta.
Cierto es que el maguey manso produce una pe-
queña cantidad de fibra, pero en cambio de supe-
rior calidad por su finura y resistencia. Podría muy
bien explotarse á la vez que como planta productora
del pulque y como filamentosa.
Ensayaremos poner de manifiesto este aserto por
nn sencillo cálculo :
En la época del arranque para trasplantar el ma-
guey, se le quitan por término medio tres hojas. En
el recorte que se hace en los tres primeros años de
plantado de asiento, suponiendo el mínimum de tres
—351—
pencas, las que se supriman, son 9. En la castra-
ción aparte de las dos cruces se le pueden coi*tar 10
pencas del meyolote, total 27 pencas. El maguey
da un 3,63 por lOOde fibra, por consiguiente si su-
ponemos un promedio de 5 libras el peso de cada
penca de maguey, lo que es un hechu, las 27 pencas
pesarán 135 libras y producirán de fibra 4 libras y
90 centesimos. Si suponemos también que en las
278 haciendas pulqueras que hay en los Llanos de
Apam, contienen cada una 500,000 plantas, y que
este número permaneciere fijo por 10 años reponien-
do solamente los que se hubiesen agotado p<=r la
raspa, al terminar este tiempo tendríamos la canti-
dad 6.811,000 quintales ó sean 31o,íX)9 toneladas
métricas, que al precir) de S5 quintal, darían
834.055,000 ó $3.405,500 anuales, sólo de lo que ac-
tualmente se desperdicia en la zona productora del
maguey.
Algunos cultivadores calculan que se necesitan
de 7 á 8,000 pencas de henequén para hacer una
paca de 400 libras de fibra limpia y consideran que
la hectara rinde por término medio 1,650 libras de
fibra.
Según los prácticos, 1,000 perica.^ de henequén
pesan 1,500 libras y rinden de íibra 62'j libras, lo
que equivale á 2 '^ arrobas de fibra.
En las costas de Yucatán en el primer corte se que
tan de 18 á 20 hojas y la planta dura de 12 á 14 años
dando producto.
Al Sur del Estado sólo se cortan 35 hojas por año
y la planta sigue produciendo durante 8 años.
—352—
Un mecate ó 576 varas cuadradas^ 0,0404 hectá-
reas, en donde caben 90 plantas, que producen (á
200 hojas por mata) 18,000 hojas en 8 años, cuyo
número rinden 45 arrobas de filamento.
Cada 1,000 mecates ó 40.4492 hectáreas, rinden
45,000 arrobas de ñbra.
Cada planta rinde en todo el período de vegeta-
ción, 40 libras fibra.
De un opúsculo publicado por el Departamento de
Agricultura de Washington, traducimos lo siguiente :
"Un vastago de henequén plantado, cuando tiene
18 pulgadas de altura, produce hojas que en 3 años
están en disposición de poderse cortar. Las hojas
inferiores son las más maduras y las que se cortan
primero ; éstas deben tener, por lo menos, tres pies
de largo. El Sr. Clemison informa que el término
medio de la longitud de las hojas en las plantas de
cuatro años es, en Florida, de tres pies tres pulga-
das por año. Refiere también que las plantas ex -
huberantes producen á los siete años hojas de cinco
pies de largo y que si el pedúnculo se corta tan lue-
go como aparezca, la planta continuará creciendo y
rindiendo hasta los veinticinco años.
"El Sr. Ranson de Titiusville, en la región del
Indian River en 1887, plantaba cuando los vastagos
tenían tan sólo seis á ocho pulgadas. A los dos
años las hojas de las plantas grandes tenían una
longitud de dos pies ocho pulgadas, y á los tres añocj
tres pies dos pulgadas estando ya buenas para co-
menzar el corte. Aquí, en el Indian River, el pro-
ducto de una planta, de dos y medio años de crecí-
«BJ^fdie^M pot; ténniíip medio, de diez y aiete plan-
as ii^3](i^ y- Im hf>iam de un tamaño sufioiente para
poder ooBeohfurse : asegura que en el cuarto año
dará ün resaltado todavía más satisfactorio hasta la
época de la inñorescencia, es decir, del 11 ^ al 18 ^ ,
año en 'que acaba la vida de la planta."
En la costa occidental se vieron plantas de cuatro
•áfios cu;jras hojas medían sobre 5 pies de largo. Cree-
ikos/éii^^nio expuesto, que las plantas son de un
merecimiento inferior en la región Indian River, que
«p^í^ más trópicas de la Florida.
i^¡f[jtxi Burén decía que el producto de 900 plsiúmá
^.uilfaore, que es una superficie casi diez veqee
OQig^Qir.que un. mecate, al tercer año, con dos ó trea
•iynglM^de á cinco hojas cada uno, y con un pesopa-
ilf /Sfi^jpl&nta^e 12 á 15 libras, vendrían á ser de
'^^¿¡l.ixmétodBLS de hojas verdes por acre, con un ya*
kff VQR.^9 menos de $3 tonelada. Estimando el rear
^jjnBWJiynto^del año siguiente en 18 toneladas en cinoo[
A§fÍB cortes, con un valor por acre de $50. El Sr».
^Hpjaiton en su informe aseguró que en Yucatán vió>
^ujA-bpja de 4 pies de largo, peso 1.1 libras, midien-
'4p en su parte más ancha de espina á espina, 3)í
piilgada,^, con ^i de pulgada de grueso. Se asegu-
A que en las Bahamas una hoja pesa Dú Ubras y
iMáeAH pulgadas de ancho y 5/6 de pulgada de
¿íiiéso.
L:
r?^'
,^^ÉXí la Florida las hojas presentan las dimensiones
jpj M80 siguientes :
45
-3B4—
1. Lisa Fort Myers: longitud, 5 pies % púl^riaá;
ancho, 4>2 pulgadas; peso de la hoja, 2 libéas.
2. Lisa Upper Metacombe; longitud, 5 pies 8 pul-
gadas; ancho, 5 pulgadas.
3. Espinosa. PiñineGrant: longitud, 3 pies VA
pulgadas; ancho, 532 pulgadas.
Respecto al rendimiento y tamaño de las hojas en
las Bahámas, el Sr. Rae en sú informe reciente da
los daios siguientes :
*'E1 tiempo que sé requiefépáradárelpTíméi'cóN
te de las plantas puede estimarse, seg^n mi opinión^
en cuatro años contados desde la plátítáción. Etfta
depende también, én su mayor parte, del ttf maño dé-
los vastagos al ser trasplantados, pues téniétldo és*
tos un tamaño conveniente, es decir, dé 12 á 15pril*
gádas, sin duda alguna que estas hojas llegarán á
una longitud de 4 á 5 pies, y podrán cortarse en el
período de tiempo ya dicho. Eñ esta localidad áé-
han visto millares de plantas con hojas dé 2 ó 3 piés^
de largo y que sólo tenían 2 años de plantadas; pu-
dimos observar también plantas qué, según ños di-
jeron, eran de tres años y cuyas hojas ya habían si-
do cortadas.
"En el mismo lugar, el rendimiento por acre to-
davía es apenas una cuestión de cálculo, en razón
de los pocos años que lleva esta industria de estar
establecida. El número de hojas cortadas de inñ-
nidad de plantas de 4 años y más, ha venido á dar
un promedio de 40 hojas por planta, con un peso de
1>2 libras por hoja y un rendimiento de 4 por 1 O
dé fibra limpia. Con 600 plantas, por término me-^
dio, en cada acre, con 40 hojas por planta y con un
pesó de 60 libras, el rendimiento vendría á ser
31,500 libras de hojas y 1,440 libras de fibra, siendo
muy baja esta estimación."
El Departamento de Agricultura no ha podido
hástá ahora hacer textos comparativos con respecta
al rendimiento de la fibra en Florída; en la actuali-
dad se eetá trabajando en este sentido.
El Sr. Bier hace notar, por último, que la fibra de
la Florida es de una textura más fina, siendo ade-
TúíÁ más larga y más fuerte que la que crece en Yu-
catán, y con un peso de fibra con relación á las ho-
jas mucho mayor, pues en Yucatán el promedio por
hoja es de 490 gramos, es decir, 1,064 libras, mien-
tras que las muestras de Florida, con menos hume-
dad, pesan 820 gramos.
El Sr. John Grant de Júpiter (Filadelfía), ñus in-
forma que las plantas que crecen en Dade Count
rinden 7 libras de fibra por 100 hojas, ó lo que es lo
mismo, 140 libras de fibra por tonelada de material
en rama. Este cálculo es idéntico al que da el in-
forme de la exhibición de New York en 1853, donde
se estiman 7. '2 libras como rendimiento de 75 hojas.
En el cálculo hecho por el Sr. Grant, 75 hojas ven-
drían á rendir unas 8 libras de fibra limpia.
Según el informe del Sr. Preston (en el cultivo de
las Bahamas) pueden cortarse anualmente de una
planta madura, sobre 40 hojas, poniendo á cada ho-
ja, por término medio, una y media libras y 650
—346—
car, á la remolacha, á la papa, á los cereales desti-
nados al alambique, la superioridad como produc-
tor de alcohol le queda al agave."
"Sobre tierra firme, en el Estado de Venezuela,
la caña de Otaiti cosechada sobre una hectara da al
trapiche un caldo en el cual se encuentra 2,000 ki-
logramos de azúcar, pudiendo dar 27 hectolitros de
*'rhum" marcando 50 grados al areómetro y conte-
niendo por consigniente 13 hectolitros de alcohol ab-
soluto."
'*Una cosecha por hectara de 30,000 kilogramos
de remolacha de 10 por ciento de azúcas, contiene
los elementos de 20 hectolitros de alcohol."
En el departamento del Sena y del Mama la remo
lacha globo amarillo, mejorada por el estiércol y el
guano, dan 45,000 kilogramos á la hectara con una
riqueza de 6 por 100. Por la destilación se sacan 36
hectolitros de flegmas á 50 grados, sea 18 hectolitros
de alcohol."
*'En Prusia, en Alsacia, en Flandes se admite en
la práctica que :
IDO kilos de papa dan ... 16 hects. de alcohol á 50 *^
maíz 50
trigo 55
centeno 45
avena 44
cebada 43
-«47—
^ "Del ooD junto de estoe datos se saca, paralapro-
duooión del aloohol de un cultivo hecho sobre una
heotara, los números que he reunido en el siguiente
cuadro:
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—349—
**De las plantas que pueden suministrar el alco-
hol, el ''Agave Americano" á igualdad de superfi-
cie cultivada, parece pues ser la más productiva y
y es dudoso aún cuando haya predicho de Humboldt
que las plantaciones de maguey serían un día reem-
plazados por los viñedos. La predicción data de
más de 60 años, y nada ha cambiado. Las tentati-
vas de viticultura, hechas en México, no han dado
hasta ahora más que resultados insignificantes aun
cuando se obtienen uvas de excelente calidad en
Zapotitlán, cerca de Oaxaca, y que el vino del Paso
es muy estimado. Por otra parle hay una altitud,
y por consiguiente una situación ^-limcitcrica donde
la vid no desalojará nunca al agave, indiferente á
las alternativas las más bruscas de sequedad y hu-
medad, desafiando los mt^teorí)S por la rigidez de
sus órganos, estableciéndose ¿obr^^ los suelos los
más ingratos, vegetando entonet^s sin duda más
lentamente pero siempre produciendo, asimilándose
como la selva inculta los más mínimos elementos de
fertilidad que están diseminados en el aire y en la
tierra."
í>5^;^^^^^^B«a=^
"Tallador Universal,"
D£L Sr. Dr. García Barrera.
"La honda ae laza en uno de los ganchos de la
tuerca, se abraza el aparato y el objeto, se amarra
el extremo del lazo en el otro gancho de la tuerca y
luego se dan vueltas al tornillo hasta darle solidez
al amarre.
"El asiento del tallador puede ser un trozo de pal-
ma ó una piedra, alto del suelo sólo nueve pulgadas,
y distante del pedal veinte 6 veinticinco.
"El raspado de la ñbra es un trabajo más que de
fuerza, de habililidad. Las pitas se cojen, como en
—361—
el sistema antiguo, con un palote ó bolillo; este sis-
tema de tracción es más conocido que cualquiera
otro; se hace uso primero de las dos manos asocia-
das, hasta que los pies hayan .ailquirido el tacto ne-
cesario.
"La presión debe ser moderadla; .4 es mucha, no
riale la pita, si poca, sale sucia la fibra ; el tacto se
adquiere con el tiempo, después es instintivo.
''Usando las dos manos asociadas se duplica el
producto. Usando una primero y después la otra,
se triplica.
"Para el maguey es necesario dividir primero la
penca en dos ó tres tiras longitudinales, según su
espesor, y asociar las dos manos ])ara la tracción.
"De esta planta se puede hacer el raspado direc-
to, pero es más cómodo y rindo más haciendo pasar
primero las pencas por un molino de los que se usan
para la caña de azúcar, hasta hacerlas perder su ju-
go, dejarlas orear lo suficiente para que no estén
resbalosas y se puedan coger bien, y be hace luego
el raspado con suma facilidad, usando el bolillo só-
lo para el segundo tiempo de la operación.
'•El trabajador que ha hecho uso del sistema an-
tiguo, para evitar la costumbre de meter la pita dos
veces por cada extremo, es necesario que la saquen
en un solo tiempo, aunque la fibra no salga limpia
las primeras veces, hasta que adquiera el tacto ne-
cesario ; es preferible perder dos ó tres libras del
producto por lo mal raspado, que conservar una cos-
tumbre innecesaria en este aparato y que los hace
perder mucho tiempo,
46
—362—
^'Las pitas que por su resistencia ó espesor, nece-
sitaban con el antiguo sistema cuatro tiempos por
cada lado, con éste necesitan dos, uno de plano y
otro de canto.
'*A los trabajadores les conviene recolectar por sí
mismos las plantas que tienen que raspar, pues ren-
didos de permanecer sentados varias horas, se le-
vantan á ejecutar este quehacer descansando de la
posición primera, sin dejar de trabajar.
**Cuando por el uso, el ajuste de las cuchillas que-
de imperfecto, tálleselas con una lima hasta que, al
caer una sobre otra, no se vea la luz por la juntu-
ra, procurando dejar el filo redondo y embota-
<Jo. [•]
La sencillez y baratura de este aparato, sin duda
alguna, serán unas de las causas que influyan para
su propagación en el país. Tiene la ventaja de apro-
vechar todas las hojas de la lechuguilla, lo que no
es posible con el procedimiento á mano, pues sólo
las pencas centrales son las que se raspan. De ma-
nera que de quince á veinte pencas que tiene un ma-
guey de lechuguilla, se aprovechan las cuatro ó cin-
co centrales, que son las más suaves para la raspa á
mano.
Los Sres. Prieto hermanos inventaron una máqui-
na para tallar la lechuguilla en los Estados de Ta-
[*] Boletín de la Sociedad Agrícola Mexicana,
tomo XI, pág. 136.
--363—
maulipas y Coahuila y aun cuando se formó una
SGoiedad y el Sr. Gral. Pacheco prestó toda su pro-
tección como Ministro de Fomento para el éxito de
la empresa, no tuvo resultado, dependiendo esto de
algunos defectos de la llamada raspadora**Eureka"
así como de las disidencias y miserias de los princi-
pales socios.
Entregados al estudio de una máquina para ras-
par henequén abandonaron su primitiva idea de una
máquina para la lechuguilla, alcanzando su objeto
uno de ellos, el Sr. D. Manuel, en el presente año
ha obtenido la patente de una máquina para tallar
lechuguilla, mezcal, palma loca y otros textiles de la
clase de los monocotiledones.
La máquina llamada la '^Estrella" se compone en
sus partes esenciales (lámina 15) de una rueda de
cuchillas movida por una polea que al engranar su
eje con una rueda de engrane comunica su movi-
miento á una cadena formada de pinzas que toman
las pencas y que al pasar por una prensa las com-
primen en su medio fuertemente, lo bastante para
ponerlas á la acción de la rueda raspadura. Al sa-
lir al lado opuesto (lámina 16) se abre la quijada ó
pinza para poder tomar la penca medio raspada ó el
cadejo completo si ya ha obtenido otra pasada. Unos
tomillos que lleva en su parte superior sirven para
arreglar la entrada de las pencas y la presión de la
prensa.
Como se ve por la ligera descripción que hemos
dado, el desfibrado tiene que hacerse en estas má-
quinas en dos tiempos, lo que es un gran inconve-
niente porque aumenta el tiempo y el número de
—sea-
operarios. Cree el inventor, y así lo aconseja, que,
para obviar este inconveniente se empleen dos má-
quinas en convinación; esto es que saliendo las
pencas de una de ellas en la mitad raspada, pasen
inmediatamente á la otra para tallar la otra mitad
que no lo ha sido ; lo que no hace desaparecer el in-
conveniente que señalamos. Con objeto de hacerla
portátil, á fin de evitar los gastos de acarreo de la
lechuguilla, la máquina está montada sobre unas
ruedas.
El peso de la máquina es de 700 kilogramos, su
precio es de mil quinientos pesos y según el m ven-
tor el rendimiento de la máquina por día de trabajo
de diez horas es en la lechuguilla de veinte arrobas
de ixtle. Funciona con un motor de gasolina de dos
caballos de fuerza. Cuando menos necesita de tres
hombres para funcionar. Existen actualmente cua-
tro de estas máquinas en explotación.
Próximamente, según asegura el inventor, se es-
tablecerá una en la hacienda Cuametra, Distrito de
Cuautitlán, Estado de México.
Las pencas de henequén no se someten al raspado
sino después de haberles quitado las espinas de la
punta y de los bordes, para evitar que hieran á los
trabajadores; esta es la única preparación que se las
hace sufrir. La operación del enriado, además de
ser innecesaria, vista la consistencia herbácea de las
pencas, dañaría el filamento por la fermentación pú-
trida que acompaña siempre ala máceracíón más ó
menos prolongada de las materias orgánicas. En
otro tiempo, el raspado del henequén se hacía á la
qiaiio por uno cualquiera de los dos procedimientos
ocmbclQOS oon^ej nombre de '^toncos y paooné.
•if
- ■ - V
" Áníbos dan igual resultado en cuanto al tiempo qíie
«éiíÁ^erte para raspar bien cien pencas, que poco
i&ás Ó menos es el de tres horas; pero en cuanto á Ta
oáEdad del rleuspado y aprovechamiento de las hebras
M^ii^úclid mejor él **pacché," porque lo menos-deja
d¿^eá^érdiciar del 6 al 10 por ciento. El uso dees- ^
iS'ttitímo', aunque es poco común, parece §ér el miás
• natural, susceptible de mejoras. Por ejemplo, po-
fliáBdole pies, asegurando la tabla suave que recibe
1» penca pan^i que el sirviente no tenga que hacer
fiMFSia con la barriga, sosteniendo la tabla y la gen*
oá á la vez, quedará más expedito para girar sobre
^U^^^l raspador de madera, que es de tres filos^, de
l^f^gmp, de un prisma, de medía vara de largo y Qon
«i|9/mangos en los extremos. Después de ser ambos
i^odoa un medio grosero, tiene la desventaja de mor¡-
Jlf 9/1 operario .con el j ugo cáustico que expide la pi^i^-
00^ pau3ando una comezón desesperada, por lo que
46 parte de noche y de mañana, hasta la salida del
flpl^ se hace este trabajo. En seguida se pondrá
tendido al sol hasta mediodía, para que se. seque
. bien y esté blanco, pues si queda húmedo es fácil
-que desmejore en su calidad, poniéndose amarillo y
algunas veces con manchas negras. No está de más
hablar aquí del mal raspado que el indio llama "pá-
jo6h. ' Es un engaño, ó por mejor decir, un robo, el
qué se hace vendiendo el henequén mal raspado,
porque no es sólo el ñlamento el que venden, sino
palote del bagazo, que no sirve más que para aumen-
tar el peso y dar más trabajo á los manufactureros
— 36é—
con detrimento de los instrumentos que les sirven ;
pero estos procedimientos, extremadamente lentos é
insuñcientes, fueron felizmemte reemplazados por
otro más eficaz, precisamente cuando la demanda de
esta materia prima comenzaba á activar la agitación
en las haciendas del Estado de Yucatán. Este nue-
vo procedimiento, si bien es cierto que alcanzó á He*
nar las necesidades de otro tiempo, esyainsuficien*
te para satisfacer las actuales exigencias de la explo-
tación, y está pidiendo reemplazo.
En 1833, Henry Perryne inventó é introdujo uña
maquinaria que no surtió buen efecto, porque la co-
locación y movimiento de las cuchillas no correspon-
día á la forma de las hojas.
En 1847, Mr. James Hitchcok, acompañado dé un
ingeniero, planteó una nueva máquina que támipoco
pudo arreglarse satisfactoriamente. Después Mr.
Tompson, de Boston, planteó otra diversa que ño tu-
vo mejor resultado; por último, en 1853, D. José
Maria Millet, residente en Mérida de Yucatán, pidió
al Ministerio de Fomento privilegio exclusivo como
inventor de una máquina paira raspar la penca del
henequén, cuya descripción, por parecemos curio-
sa, copiamos en seguida: [*]
*'Lá máquina se compone de un esqueleto de ma-
dera de tres varas de largo por vara y cuarta dé al-
to y tres cuartas de ancho, colocado sobre dos ejes
con sus correspondientes ruedas, para su fácil tras-
[*] Anales del Ministerio de Fomento, 1854.
— 367ih-
porte. Sobre el esqueleto se elevan dos columnas,
en cuya parte superior, se hallan dos puntos de apo-
yo, alrededor de los cuales se muven dos palancas
que tienen colocadas en una de sus extremidades
dos piezas que aseguran las pencas que se quieren
raspar, mientras en las otras hace fuerza el hombre
que le da ún movimiento, que trasmitido á la penca,
atraviesa entré unas cuchillas horizontales que es»
tan colocadas sobre dicho armazón y producen el
efecto deseado. Antes de colocar la penca en la
pieza deque se ha hablado anteriormente, debeque»
brantarse su tronco á golpes, ó bien entre cilindros»
Con dos ó tres veces que á lo más pase la penca en»
tre las cuchillas, es bastante para limpiarla conlple»
támente de la corteza y carnosidad que hay entre el
filamento. La fuerza necesaria para el uso de esta
máquina es la de dos hombres, que dan impulso á
lAs extremidades de las dos palancas, y la de dos
muchachos que manejan las cuchillas. Trabajando
en un día 3,000 pencas, que dan cuando menos, seis
arrobas de henequén.
El Señor Cónsul inglés, en Progreso, en un infor-
me rendido á su gobierno en el año de 1899, da cuen»
ta del número y clase de máquinas usadas en Yu»
catán para desfibrar el henequén, en el cuadro si-
guiente :
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— 3ft9—
Solo describiremos las de Solís, Prieto, Villamor,
Torreollay Torre, por carecer de los datos para ha-
cer las de las otras.
•La máquina de Solís la más antigua que general-
mente se ha usado con resultado relativamente me-
diano fué introducida primeramente en la hacienda
de Vagalach, su descripción es como sigue :
Una rueda de madera puesta en movimiento por
una polea fija al eje que la lleva, y provista en la cir-
cunferencia de ocho cuchillas de bronce, inclinadas
á las cuales se puede ar^ercar á voluntad, con la ayu-
da de una palanca, una pieza de madera, curva, co-
locada adelante y hacia abajo. Sobre esta pieza se
extiende la penoa para ser sometida á la acción de
las cuchillas por medio de un movimiento impreso á
la palanca; pero hay necesidad de retener una de
las mitades de la penca, de suerte que el raspado se
hace sólo por mitades. Esta rueda demanda mucha
mano de obra, raspa mal, no limpia y desperdicia
mucho filamento.
Esta máquina se ha reformado y es la más repar-
tida en Yucatán. En la actualidad se compone (lám.
ny de un tambor R de fierro colndo de 0m90 á un
metro de diámetro, sobre 0m30 á Oiti40 de ancho,
guarnecido de quince cuchillas do bronco de cinco
centímetros de alto y de un centímetro y medio de
ancho en su base. Este tambor gira sobre un fuer-
te bastidor de madera movido por una polea exte-
rior al bastidor, dando 200 revoluciones por minuto.
Lateral é inferiormente al tambor se haya un con-
trabatidor de madera S concéntrico y que puede
aproximarse al tambor por el pedal P. Las hojas se
47
—370—
colocan en A entre el contrabatídor y el tambor.
El gañán ó mozo las sostiene sólidamente por un
puño de acero y apoyándose sobre el pedal aproxi-
ma el contrabatidor al tambor, las cuchillas obran
entonces sobre las pencas y por el golpeo y raspa
las desembarazan de la pulpa. Después se voltean
para raspar la segunda mitad asegurándolas por la
mitad raspada. Esta máquina requiere una fuerza
de dos caballos de vapor y limpia con dos obreros
hábiles de 900 á 1,000 pencas por hora.
Una vez extraído el filamento, se le lleva al lugar
en donde debe ser secado al aire y al sol ; la doble
influencia de estos dos agentes lo blanquea, lo sua-
viza y lo preserva de la putrefacción que pudiera de-
sarrollarse en él permaneciendo mucho tiempo hú-.
medo. Pero antes de ser tendido al sol y al afre, de-
be ser bien lavado para desembarazaVlo de la mate-
ria verde que lo ensucia, y peinado ó cepillado, para
desprender las partes del tejido celular que quedan
siempre adheridas alas fibras. La operación del la-
vado se suele practicar en muchas fincas, pero en to-
das se desdeña inconsideradamente el peinado de la
fibra, con menoscabo de su estimación. Después de
cuatro ó seis horas de tendido, cuando ya está bien
seco el filamento, se le trasporta á la finca para ser
allí en terciado, y finalmente, se le envía á la prensa
para su empaquetamiento. En los buques destina-
dos á la exportación se suele cobrar el flete del
henequén por "cubaje ó cubitaje," y no por peso.
Esta es la razón por que los exportadores empacan
fuertemente el filamento, apretándolo con grandes
prensas hidráulicas hasta reducirlas pacas á un me-
nor volumen.
-^71—
Los gastos que se erogarían en esta clase de má-
quina para raspar 100,000 pencas son los siguien-
tes: (♦)
100 jornales de $0.25 para el corte de las
pencas $ 25.00
Trasporte del campo á la sala de bene-
ficio 4.75
20 operarios para servir 10 máquinas
raspadoras á $0.62J2 12.50
10 tenedores que además de colocar el
filamento para que se seque, amonto-
nan y suben lad pencas junto á la rue-
da á $0.25 2.50
Un maquinista á $0.75 0.75
Dos y medio tercios de leña 1.75
Aceite 12 botellas con conducción, etc.,
etc, 4.00
Reposición 7.00
Suma $58.25
La raspadora Villamor se compone de un pesado
bastidor de madera teniendo de un mismo lado las
dos ruedas raspadoras las que funcionan sobre las
pencas que son llevadas sucesivamente por un sis-
tema de cadenas alas prensas y á las ruedas raspa-
doras. Sobre una ancha cadena sin fin, a, (lámina
18) se colocan las pencas bien extendidas y perpen-
(1) Explotación de los textiles y especialmente de
los agaves, por el Dr. Francisco Martínez Calleja.
—372—
diculares á la longitud de la cadena, las que son lle-
vadas, una vez en marcha la máquina á un prensador
P. por las poleas R. Este prensador, comprime las
pencas por su parte media con el auxilio de unos re-
sortes verticales (r) colocados arriba del prensador.
La parte libre de la izquierda de la penca, sufre pri-
mero la acción de la rueda raspadora B armada de
cuchillas de bronce y la penca raspada en su mitad
izquierda, monta sobre la rueda Z hasta un tope (o)
en donde la invierte de tal manera, que la otra parte
que no había sido raspada, queda bajo, la acción de
la segunda rueda raspadora D. Un segundo pren-
sador P sirve para fijar la penca raspada contra la
cadena de eslavones y por su medio sale por la par-
te (a') en cuya extremidad es tomada por los opera-
rios para llevar la fibra al secadero .
Estas máquinas tienen un elevador de pencas que
se hace funcionar, algunas veces, con objeto de con-
ducir las pencas automáticamente desde el suelo
hasta el lugar en donde el operario las ha de exten-
der sobre la cadena que sirve de alimentador.
Los gastos que origina esta máquina para limpiar
100,000 pencas se estiman como sigue :
100 jornales á $0.25 para el corte de las
pencas $ 25.00
Trasporte 4.75
Cuatro operarios duplicando dos que son
necesarios para tarea de cincuenta mil 3.00
Seis botadores á $0.31íí 1.87 >é
Ocho tenedores á 0.18% 1.50
^ Al frente 36,12>¿
--378—
Del frente $ 36,12K
Un maquinista á $0.75 0.75
Gasto de leña 1.75
Aceite 4.00
Reposición 7.00
Total $49.62>í
Los Sres. Prieto han perfeccionado la máquina
raspadora de su invención, llamada la *'Eureka" y
hoy la "Vencedora," que perteneció á la Compa-
ñía **La Azteca," con la cua el Ministerio de Fo-
mento, en el año de 1884, celebró un contrato parala
adquisición de diez y seis máquinas, dos para raspar
henequén y catorce para lechuguilla, á los precios do
4,000 pesos las del tipo henequén, y 3,500 las del ti-
po lechuguilla, cuyo .contrato caducó por falta de
cumplimiento de la Empresa.
Los órganos esenciales de la máquina son dos ci-
lindros estriados superpuestos, entre los cuales pe-
netran las pencas y hacen el oficio de trituradores
(lámina 19, fíg. la. y 2a.)
Dos sistemas de bandas y cadenas sin fin desem-
peñan el oficio de conductores, que llevan la penca
hasta las ruedas raspadoras.
Las máquinas de raspar henequén constan de tres
ruedas sobre las cuales están montadas las cuchillas
de bronce, destinadas á raspar por mitades cada una
de las pencas conducidas por las bandas.
En las de raspar lechuguilla, son dos las ruedas
raspadoras.
Varios órdenes de engranes establecen el movi-
miento simultáneo de todos los órganos referidos,
por la acción de un motor de vapor.
—374—
No necesita de motor especial, pues sólo se requie-
re un generador de vapor porque los émbolos cons-
tituyen parte de la máquina.
Es, ciertamente, una de las raspadoras más per-
fectas que se conocen. Como la máquina raspado-
ra de Weicher, su alto precio las pone fuera del al-
cance del explotador.
Sabemos que esta máquina ha producido buenos
resultados en Yucatán, y que los inventores tienen
pedidos para dicho Estado.
Antes del último perfeccionamiento, la máquina
fué ensayada en Yucatán con resultado satisfacto-
rio, notándose en la cuestión detalle algunos defec-
tos que en la actualidad han corregido los invento-
res.
El Sr. Espinosa Rendón, en un Informe rendido á
la Secretaría de Fomento, dice de la máquina de que
tratamos, lo que sigue.
**Dicha máquina raspa por el mismo sistema que
el aparato actual de rueda, cuchillas y curva que
hoy se usa en el país, pero con la diferencia que la
"Eureka** tiene las cuchillas trasversales, y están
montadas sus ruedas de manera que por medio de
un juego de cadenas alimenta dos ruedas raspado-
ras, pasando dichas cadenas por entre un juego de
cilindros que maceran la hoja de henequén y luego
pasa á otro juego de cadenas que, á la vez que sir-
ven de conductor, también sirven de apretador, re-
sultando que dicha máquina, por esta combinación,
sé hace automática, y á mi juicio es muy buena y
proporcionará sobre nuestras ruedas raspadoras las
siguientes ventajad.
- 375—
**1 ^ Que siendo automática evita el riesgo de He-
rrarse los brazos de los operarios, como suele suceder
en nuestros actuales aparatos.
"2 ^ Que siendo tan rápida en su ejecución, puede
raspar de tres á cuatro mil pencas por hora con dos
operarios, haciendo por consiguiente el trabajo de
cuatro á cinco de los actuales aparatos, en que hay
que emplear diez operarios, y por consiguiente se
economizan ocho.
'*3 ^ Que no habiendo una fuerte fricción de la fibra
entre la curva y las cuchillas, por estar aquella fija
no debe desperdiciar ni la mitad de lo que hoy des-
perdician nuestras ruedas raspadoras, que se calcula
en un 20 por 100. Según los experimentos que he
hecho entre el raspado de nuestros aparatos y el de
la máquina '*Eureka," ha producido esta última un
10 por 100 de aumento.
*'Ahora bien: la actual máquina '*Eureka'* mon-
tada en mi hacienda de San Antonio como la primera
que había venido al país, y que no había podido po-
nerse á trabajar en los Estados Unidos por falta de
pencas de henequén, necesita de algunas pequeñas
reformas que la práctica en el trabajo ha demostrado,
cuyas reformas las han llevado apuntadas los Sres.
Prieto, para que en adelante las máquinas que se
hagan vengan corregidas.
**1 ^ Aumentar el cilindro triturador.
**2 ^ Hacer más fuertes las cadenas alimentadoras.
"3 ^ Hacer que las cadenas conductoras-apretado-
ras anden más despacio.
- **4 ^ Separar un pié más la segunda de la primera
—376—
rueda, para que al empezar á raspar la segunda par-
te de la penca, haya salido de la curva que trascribe
entre la primera y segunda rueda .
"5^ Poner otro tornillo de presión en el apretador
de la segunda rueda, para que cuando empiece á ras-
par esté bien apretado el filamento que raspó la pri-
mera rueda, y^ pueda aguantar la tensión que le da
en la segunda al raspar la punta de la penca.
"6 ** En los apretadores de la segunda rueda debe
ponerse un colchón de lona de cáñamo, para que no
sufra el filamento con la fuerte presión de las dos ca-
denas, y tampoco lo suelte con la repentina tensión
que le da al raspar la segunda parte de la penca.
"En mi concepto, hechas estas ligeras modifica-
ciones, que en nada varían, ni la invención, ni las
piezas, ni el sistema de la máquina, debe quedar
completamente buena, y ya así, puede ponerse a tra-
bajar constantemente para que el público la estudie^
se convenza de sus buenos resultados y la utilice con
ventaja en la explotación de sus planteles."
El Sr. Ingeniero Rafael R. Quintero, por encargo
del señor Grobernador de Yucatán, rindió con fecha
6 de Diciembre de 1887, el siguiente Informe sobre
la raspadora de los Sres. Prieto, modificada en el
sentido que indicó el Sr. Espinosa Rendón, y con
otros perfeccionamientos que la práctica enseñó á los
inventores.
El. informe es como sigue:
''Ciudadano Gobernador: — Cumpliendo con lo que
esa superioridad se sirvió ordenarme, hoy tengo el
honor de producirle el siguiente Informe técnico-
—377—
práctico de la máquina para raspar henequén, "La
Vencedora" de los Sres. Romano y Prieto.
"Descripción." — Dentro de un espacio de un rtie-
tro cuarenta y nueve centímetros de alto, dos metros
cincuenta centímetros de ancho y tres metros cin-
cuenta y ocho centímetros de largo, se haya la má-
quina.
Un par de cilindros de vapor aplicados directa-
mente á la máquina, con una fuerza de cuatro caba-
llos buscada por la fórmula de ''Rupper"
V^ V 0.7,854 vp><N-^^4=HP,
33,000
mueve con una velocidad media de doscientas revo-
luciones por minuto, tres ruedas, ó mejor dicho, po-
leas de hierro fundido, sobre cuya superficie conve-
xa hay cuatro cepillos para limpiar el tablón y cua-
tro cuchillas de bronce, equidistantes entre sí, cuya
sección trasversal, es un ángulo de 45 ^ , y que á la
vez que se hallan sujetas á la polea tienen unos tor-
nillos de presión para el objeto que más adelante
se explicará. Paralelo á la polea ó rueda hay un
disco, arco ó tablón de hierro, fundido con una plan-
cha de bronce en su parte cóncava, de tres milímetros
de espesor, el cual taMón se haya ñjo al armazón de
la máquina y al cual se aproximan á voluntad las
euchillas con los tornillos de presión, dejando entre
ambas piezas el espacio que se necesita para llenar
el objeto deseado. Dos de estas ruedas descritas an-
teriormente, y de un diámetro de setenta y cinco
centímetros, se hayan colocadas una á continuación
—378—
de la otra, ácada lado del conducto, girando en sen-
tido contrario el conductor que, como antes he di-
cho, se haya entre las dos ruedas; es una cadena
sin fin hecha de goznes de bronce, movida por sus
senos por dos ruedas dentadas que reciben el movi-
miento por un engranaje en el eje general. A unoy
medio metros del centro de las dos ruedas, hay una
tercera rueda de un metro de diámetro y á la cual
corresponde otro conductor semejante al primero,
que se mueve bajo el mismo principio del ante-
rior.
Dos rodillos acanalados, de hierro fundido, giran-
do en sentido contrario uno de otro, se hallan colo-
cados en el frente de la máquina con tornillos de
presión en sus chumaceras, para aproximarlos ó
alejarlos entre sí cuando se deseé. A medio metro
de éstos hay dos ruedas dentadas con unas cadenas
de trasmisión, colocadas en el centro de la mesa de
alimentación.
•'Operación del raspado". — Descritas ya las prin-'
cipales piezas de la máquina, pasaré á explicar el
modo como se hace el raspado. Un hombre colocado
cerca de las dos ruedas con cadenas de trasmisión
que giran como los rodillos, entrega la penca diago-
nalmente; ésta es conducida á los rodillos, que sin
lastimar en nada á la fibra, exprime gran parte del
jugo y unifica el grosor de la penca. Al salir de los
rodillos entra en el conducto, el cual la sujeta fuer-
temente por la mitad de su largo, en una anchura
de tres pulgadas; en esta posición la conduce, colo-
cando los extremos sobre los tablones de bronce;
Sobre ellos inmediatamente las cuchillas ejercen su
-379-
acción gradualmente, en razón del ángulo suma-
mente agudo que forma cualquiera de las cuchillas
con el tablón; la parte pulposa es desprendida
de la fibra, pasando cada cuchilla sobre la parte
raspada cuatro veces, puesto que la anchura del ta-
blón es igual ala de la rueda y la recorre el conduc-
tor con la penca sujeta, en el mismo tiempo que dá
cuatro revoluciones la rueda; hecha esta primera
operación, continúa el conductor con la penca su-
jeta por el medio hasta que la entrega al segundo
conductor, el cual está unido al primero por una
diagonal ó guía de bronce. El segundo conductor
toma la penca en ia parte raspada, por una de las
dos primeras ruedas, y le presenta á la primera
rueda la parte que el primer conductor apretó y que
esta tercera rueda raspa instantáneamente, salien-
do el henequén limpio y sin que las fibras hayan
sufrido nada.
"Gente empleada en la raspa." — Dos personas
solamente senesecitan para ésta operación, pudien-
do ser ambas mujeres ó niños de corta edad.
**Cpmparación entre las ruedas actuales y *'La
Vencedora."— Tres diferentes ensayos comparati-
vos he hecho y cuyo resultado inserto en seguida,
habiendo ejercido en todos ellos la mayor vigilancia
para evitar equivocaciones.
NOVIEMBRE 26 DE 1887.
PKlMKn KNSAY»».
Rueda raspadora, *'La Vencedora"
8,000 pencas. 8,000 pencas
—380—
Pesaron en bruto,
348 arb. 8 Ib.
Peso neto de la fibra
12 arb, 9H Ib.
Tiempo empleado,
7h8. 24
Pesaron en bruto,
348 arb. 12 Ib.
Peso neto de la fibra,
18 arb. 20 Ib.
Tiempo empleado,
2hs. 25
Diferencia de producto á favor de "La Vencedo-
ra*' 6 arb. 10 Ib.
NOVIEMBRE 30 DE 1887.
SEGUNDO ENSAYO.
Cuatro ruedas raspadoras
25,000 pencas.
Pesaron en bruto,
1,026 arb.
Peso neto de la fibra,
53 arb. 13 Ib.
Tiempo empleado.
6 hs. 40
Gente empleada,
12 hombres.
Diferencia de producto á
ra" 25 arb. 17 Ib.
"La Vencedora"
25,000 pencas
Pesaron en bruto,
1,040 arb. 7>í Ib.
Peso neto de la fibra
79 arb. 5 Ib.
Tiempo empleado,
6 hs. 58
Gente empleada,
. 2 hombres.
favor de **La Vencedo-
Economía de gente á favor de **La Vencedora,'*
10 hombres.
Hace aproximadamente el trabajo de 4 ruedas en
el mismo tienpo.
DICIEMBRE 2 DE 1887.
TERCER ENSAYO.
Una rueda raspadora, **La Vencedora"
—381—
1,000 pencas. 1,000 pencas.
Pesaron en bruto, Pesaron en bruto,
41 arb. 1 Ib. 41 arb. 1 Ib.
Peso neto de la fibra Peso neto de la fibra
mojada, mojada,
3 arb. 9 'i Ib. 4 arb. 10 bl.
Tiempo empleado, Tiempo empleado,
55 minutos. 16 minutos.
Diferencia de producto á favor de "La Vencedo-
ra," 1 arb. '2 Ib.
**La Vencedora," á no dudarlo, es la máquina lla-
mada á favorecer la industria henequera en este Es-
tado, por las inmensas ventajas que ella brinda sobre
las actuales ruedas raspadoras, pues una máquina
de las llamadas ''Vencedoras" raspa 32,000 pencas
en ocho horas y media, con dos hombres, mujeres ó
muchachos; mientras que para la misma cantidad de
pencas, se necesitan cuatro ruedas con doce hombres
y nueve horas de trabajo, donde se ve claramente
que la máquina "La Vencedora" tiene sobre las ac-
tuales ruedas una ventaja de trescientos por ciento
en tiempo y quinientos por ciento en personal, sien-
do lógico suponer que á medida que vayan estando
prácticos los trabajadores obtendrán mayores venta-
jas, tanto más, cuanto que la máquina que he tenido
á la vista para los ensayos anotados, es pequeña
para los trabajos que debe hacer, y como el au-
mento de dimenciones permitirá desarroyar ma-
yor fuerza, sin que esto modifique en nada el prin-
cipio, es natural esperar que con aquellas condicio-
nes raspe mayor cantidad de lo que hace hoy, no de-
—382—
biendo omitir tampoco que es puramente automática
y sin peligro alguno para los jornaleros."
La raspadora del Sr. TorreoUa (Lam.20 fig. 1* y 2*)
su mayor parte es de bronce. En la plataforma circu-
lar A (fig. 2^ ) se colocan las pencas por limpiar;
estas son comprimidas por una extremidad en el mo-
vimiento giratorio de la plataforma por una rueda de
ángulo B. que las expone á la acción de la rueda
raspadora C y por un mecanismo especial pasa á la
plataforma D (ñg. 1 ^^ ) en donde sufre la talla la ex-
tremidad de las pencas que no han sido raspadas
por la rueda raspadora E pasando á las varillas
de donde son llevadas al asoleadero.
La desfibradora Torre está construida con mate-
riales de primera clase y bien acabada (Láminas 21
fig. 1 y 2) Sus piezas van perfectamente numeradas,
lo que facilita su armadura. Ocupa un espacio de 16
por 17 pies y pesa toda como 12,000 libras.
Se necesita grandes instalaciones y en la hacienda
de San Diego, del Sr. Manuel Rodrigues, de Yuca-
tán, hay instalada una muy sólidamente en el suelo,
y la mueve una máquina de vapor de ocho caballos,
directamente sin árbol de poleas y raspa á razón de
8,000 hojas por hora con una presión de 60 libras.
La rueda raspadora es glande, ancha y sólida tie-
ne 60 pulgadas de diámetro por 20 de cara y una vez
movida esta rueda con su peso y velocidad que es
de 300 á 350 revoluciones por minuto, le sirve de vo-
lante á la máquina motora, y le ahorra fuerza. La
rueda usa dobles cuchillas que penetran en unas ra-
- nurus que tienen on flu Uaota, Momaada BUiKpooo
al exterior de la rueda, k> .que.haoe que ■ton^pooo:
el espacio que queda entre la curva- y lamed*, el ,
henequén ealgii ain rizar ó "esponjar," como algu-
nos le llaman .
Vi objeto de la dublé cuchilla, es que, la pnmera 6
M£^ numero 21, ñgs, 1 y 2 que se pone un ootávu
. d'^'fnilgada separada de la curva, reduzca la penca á
ufr «olo grueso antes de pasarla ; la 2 * cuchilla,. N ®
dtf, Ciue solo está despegada de la curva como H» ,
ée' U que la desñbr» completamente. Esta fácil
oombinabión usada solo en esta máquina, disminuye
loa desperdicios y aumonta el producto en el filamen-
te. Algunos hacendados han estado poniendo á 8U8
quinas unos cilindros como los que se usan en loe
. tNijriohes para que la hoja antes de ser raspada pase
^entre ellos y la reduzca á un solo grueso. Esto au-
menta todo el aparato y hace necesaria más fuerza-
para-moTerlo. Con la combinación de la doble cu-
chilla son inútiles esos rodillos.
Las cuchillas tienen por debajo de 1 1 rueda unos
'""tornilloí (N ° 32) que sirven para arrimarlas ó reti-
^rarlas de la curva, y los que una vez apretados evi-
' íaii que las cuchillas sd muevan de su lugar.
La curva es de bronce y muy ancha (24 pulgadas)
k> que facilita que la panoa, sea desfibrada paulatt- -
': nitoente. Esta curva tiene una yarda tres pulgadas
d« largo, y en la parte por donde entean las pencas, .
V- tiene un declive, lo que facilita la entrada ¿ ella de-
^ 1m pencas más largas y grUesae', lae que raspa oon
k-CwUldádqnelM más coftas y delgadas.
49
—884—
Delante de esta mesa debe ponerse otra, lo sufi-
cientemente larga para poder depositar en ella hasta
un millón de hojas.
Eí operario colocado delante de la mesa alimen-
tadora A (Lam. 21. fig. 1*^) va extendiendo las pencas
lo más juntas posible, sin interrupción, y procurando
no vayan estas una encima de la otra, sóbrelas tres
cadena Link Belts, B. B. B. delamesaalimentadora
quedando la cadena de bronce H, sobre las pencas.
Las pencas deben colocarse con la punta más delgada
hacia la rueda de tensión N - 5, y en el tronco por el
lado donde se para el operario.
Las pencas en esta posición son llevadas por las
cadenas Link Belts hacia la rueda raspadora al pa-
sar las pencas sobre la polea C, esta hace que la pun-
ta de ellas se eleve como 8 pulgadas, y al salir la
penca de esta polea, la punta de ella queda descan-
sando sobre la rueda de canales N ^ 28, entre cuya
canal superior es apretada por la cadena de bronce
H; el resto de la penca al salir de la cadena Link
Belts, toma por su propio peso una posición vertical
y en esta posición es arrastrada hacia la curva de
bronce N ^ 19 y raspada por la rueda de cuchillas
N ^ 33. saliendo la penca por el lado contrario á su
entrada completamente raspada en la mitad de su
largo.
La cadena de bronce sigue arrastrando la penca
en esta posi^^ión hasta la parte opuesta ala rueda de
cuchillas ó sea hasta el punto marcado D, y donde
forman ángulo las^^adenas de bronce U y F. Allí la
parte de la penca raspada que ocupa una posición
vertical, es mordida por la cadena de bronce inferior
—385—
F, que la oprime entre la canal O y así mordida
por las dos cadenas de bronce recorre dos pulgadas
hasta el punto en» que la cadena de bronce H, sepa-
rándose de la canal D, de la. rueda de canales vá á la
rueda de tensión N '^ 5.
En este lugar la j)enca sólo queda mordida en su
parte raspada por la cadena inferior F, la parte no
raspada que estaba sobre la rueda do canales es obli-
gada por una guía á caer y quedar colgando de la
cadena F, que la pasa otra vez delante de la curva,
la que acaba de raspar saliendo completamente lim-
pia sobre la cadena F, que la conduce hasta el pun-
to G, donde ea recojida por un operaaio. La parte
raspada déla penca en la primera operación, al pa-
sar esta por segunda vez para ser acabada de raspar,
pasa por detrás de la curva y por consiguiente no es
raspada dos veces, como algunos creen.
La parte déla cadena de bronce está cubierta por
un caño de hierro, que e\iia que la pencta que sola-
mente tiene la mitad raB{)a(la, arraslre consigo la
penca que completamente raspada, sale al mismo
tiempo debajo de ella.
El hombre puedo m^f'ter las hojas sin interrupción
lo más pegado posible y estas resultan ser raspadas
después de la primera vuelta de la rueda de canales
de dos en dos al mismo tiempo una sobre otra, sien-
do raspada la mitad inferior de una penca sobre la
parte superior de otra penca, apesar de lo que salen
perfectamente limpias.
Algunas personas dicen ser un defecto capital el
raspar juntas el tronco de una penca sobre la punta
—ase-
de otra, pepo invitamos á todos los que tienen má-
quinas raspadoras hagan raspar en ella pencas sobre
puestas, de dos en dos y aún de tres en tres ya sean
oon la punta de las unas sobre el tronco de las otras
ó t.odas tronco sobre tronco, y se convencerán de que
son pHrfet'tíi mente raspada^, á pesar de serlo en má-
quinas fabi'i<\H<jMS '>iii i:.< ' objeto. Por consiguiente,
la pr*^SLMUt^ inácjuina h 'cha en vista de esta partid
oulariíhid, las tií-ne qu»» raspar m^jor.
lllsta mciquina s^lo lij.i,» de iiia.lei-t la tapa circu-
lar tjiie debe ponerse^ á hi rué* la r.ispadora, y la me-
sa alimentadora, las que ru> s«* remiten con la máqui-
na, pero si todas las radena^. j)i)h»as, etc. de la mesa
alimentadora. ( I )
Como para el ramie, se han inventado procedimien-
tos quím¡(?os y físicos y como para este, apesar de lo
fundado de «dios no se han admitido en la industria.
j^]l procedimiento de Parsy para el enriado del lino,
hace tiempo fué abandonado y el empozado y la má-
quina (continúan conjo el procedimiento industrial
más económico.
Kn el último congreso internacional habido en Pa-
rís en 1,900 asistimos como delegados así como en el
de 1,889 y en ésto, lo mismo que en el jurado, no se
presento procedimiento alguno químico sino todos
mecánicos, y observamos que, las máquinas están
fundadas en el mismo principio de nuestras raspa -
doras de henequén^ la rueda de cuchillas y el con-
trabatidor.
(1> Esta descripción esta tomada del the Pioneoer
Iron Works. •Brooklgin N. J.
tm^G^Ueja aplicó elprocedúmento Psfvji aibenafi*
- «i&^-det henequén; pery no oba£ante queenpequefio
■ Mtvo resultados, aun no se ha-propa^ado en laindu* ~
Ma henequera. Se funda en la acción disolventedri
Tttpor de agua sobre las eustancias péeticas y &mi>
laaeas de laB pencas. Hu aparato se compone de un» -
estufa cilindrica do píxlasti-u dtí capacidad relativa á
la cantidad de hojus que se quiera desintegrar por
día. Según cálculos aproximados del Sr. Calleja, -
t»ra20,000penca5iserixi, necesario tuviera las dimen- .
tíones de diez metros de largo por dos de diámetro.
Tiene una puerta giratoria ñjada por tornillos yba- .
rras trasvt^rsales y etitá rebestida por una oiibierta
áfi madera para impedir la radiación del calor. Por
«o sistema de tubos i^ircula el vapor para él «alan,';
tamiento de la caldera. Por debajo tieneunosoitin"
dros de cobre por donde circula la miel provenida
por la sacarilicación de las sustancian amiláceas c[ae
contiene la planta. I.^pntrode la caldera y enlaparte
baja, hay unos rieles convenientemente diapueatQl
&ñn de que la carretilia, que contÍenelaBpeiMa8,4to
introduzcan facilmentn,
-. Un juego de llaves sirve para la entrada del vapory
^ extracción del líquido. Un generador de VBpow
independíente del aparato principal,, alimenta la
caldera. Llaves, válvulas, manómetro y nivel ooni'
plets el aparato.
Según el-Sr.Martinez Calleja, f unotona de la mane-
ra siguiente (1). Porunadelaa extremidades (de la
^'Francisco Martinaa jCallfiJa spueeuk) citado.
-388—
oaldera) entrara la carretilla con las pencas, coloca-
das unas encima de otras y tal como vienen del cor-
te, no teniendo que preocuparse por otra cosa más
que por ocupar, en mayor provecho, la capacidad d©
la carretilla. Colocada esta y cerrada la puerta, se
abrirá la llave del vapor, teniendo cuidado de dar
salida al aire; ahí permanecerán dos horas las pen-
cas.
En este tiempo, las modiñeaciones ya descritas se
habrán efectuado. Se abrirá la llave de salida de
vapor, dejando que penetre el aire y se enfrie el
aparato.
La poca tensión del vapor de agua contenido den-
tro del aparato, permite por efecto del calor, la eva-
poración de nuevas cantidades de agua y esto hace
que la miel salga más concentrada.
Abriendo la puerta se extrae la carretilla y se con-
ducen en ella las pencas á las prensas.
Otra nueva carretilla, cargada de pencas, se intro-
ducen, siguiendo así alternativamente la opera-
ción.
La casa the Pioneer Iron Works de Brooklin, ha
construido una magnifica estufa para hacer la des-
fibraron y aprovechamiento de los líquidos del he-
nequén de la cual damos un dibujo (Lam. 22) pero
no ha prosperado, su uso no se ha repartido á los
centros henequeneros.
No hemos tenido oportunidad de conocer las cau-
sas que se oponen á su propagación, sospechamos
sea porque la fibra obtenida por este procedimiento
no lien» tal v«z 1h «nidioionea d«l ittwéado ó w>.sm
•oonomica.
Recordamos qu» pju*a «mitir un dictamen sobra
e particular hicimos, en oompafiiadelosotnMinií-
«mbroB de comieión, un ensaye, valiéndonos de ua '
autoclabe y obtuvimos una fibra ríeada y amarillen-
ta que habfa que sujetarla ¿un tratamiento ulterior
para ponerla apta al mercado, aumentando los gat-
tos de producción.
C^
1 tt I I I I I I I I I I t I I I I I I iTTf
bibliografía.
**Petri Martyris" ab Angleria mediolanen. orato-
tíb clarissimi, Ferdinandi et Helisabeth Híspanlo-,
rum quondam regum a consiliis, de rebus Oceatiis
et Orbe novo decades tres: quibus quicquid de in-
ventis nuper terris traditum, novarum rerum cupi-
dum leotorem retiñere possit, copióse, fideliter, eru-
diteque docetur. Basileae 1533.
"Pranc. López de Cromara." Historia de illustrias,
et valorosiss. capitano Don Ferdinando Cortes Már-
chese Dalla Valle eco. Trad. in italiano da Augus-
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"Clusíus," C. Aromatum et simplicium hist. Ant-
verpiae 1674.
50
—392—
." RariO)rum aliquot stirpium pép Hís-
;panias observataMim historia. Antverpiae 1676.
**De Lobel, M." írtíantarum seu stirpium historia^
Cui annexum est .A<dversariorum volumen. Antver-
piae 1576. Figura «in escapo.
**Cae8alpinu8, A." De plantis. Florentiae 1583.
"Dodonaeus, R." Stirpium historiae pemptades'
«ex. Antverpiae 1583. Figura sin eseapo.^
^'Durante, C." Herbario nuovo^^ Roma 1*585. Fi-
gura ffln flores.
**Matthiolus. Camerarius.^'' De plantis epitome-
utilissima. Francofurti ad Moenum 1586.
**Dalechamp." Historia generalis plan tarum Lug-
duni 1586.
**Camerariu8." Hortus oi^dicus.. Francofurti ad-
Moenum 1588. Figura*
**De Lobel, M." Icones stirpium. Antverpiae 1591.
**Acosta, G/* Historia naturale e morale delle In--
dio. Trad. in* it* día G. P..Galucci. Venetia. 1596.
"Clusius, C/^ Rariopum plantarum historia. Ant-
verpiae 1601.
"Durante, C." H-ortulussanitatis, dasist, ein heyl-
sam und nützliches gahrtlin der gesundthedt, ins-
teutsche versezt durch Peter Uffenbach. Krankfurt
a M 1609. Figura sin flores con rizoma ; planta con.
inflorescencia, flores casi del tamaño naturaL
**Clusíu8, C." Curae posteriores. Officina Planti:-
niana Rapheiengii 1611.
"Columna, F."^ Minus cognitarum rariorumque*
nos^m cne^o or»í»nt?um stfrpíum Rrm» 1616.
rIC**Bauhinu8, G."_ Theatri botanici. Basileae
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"Aldinus T." (Castelli, P.) Horto Farnesiano.
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1895.
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México 1901 .
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Principis Catholicae, etc. Neapoli 1696. — Supple-
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ohen Aloe. Leipzig 1700.
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w.Kiell705.
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Schleswig 1705.
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—406—
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miedt B^schreib. derer Aloen u. 8. w. Kiel 1705.
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[Waldschmiedt's]. Kiel 1706.
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tlandia floren tibus. [Diss. epist. Greizae 1743].
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"Vriese.,, Eene bloejende Agave americana. Lei-
den 1847.
"Adama.,, A short account of the american Aloe.
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
AL LECTOR.
Por la premura con que tuvo que hacerse esta
•edición no se corrigió con la escrupulocidad debida
sacando por lo mismo varias erratas: de éstas solo
anotamos en seguida aquellas que son muy notables
dejando los errores de caja que fácilmente pueden
comprenderse.
PAGINAS LINEAS
5
17
6
9
7
32
17
1
17
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30
20
35
1
36
16
37
5
49
26
59
27
«7
11
73
13
d3
22
DICE
9.292,353
28,089
155,466
arrancar
Olmecahuixtoli
23.756,343
espigas
debe
(8m.838)
Ayavos
Ayar
tuvo
Sodaro
Todoj'o
DEBE DECIR.
9.292,578
28,080
154,866
acarrear
Olmecahuixtoti
237.563,403
espinas
bebe
(Om.838)
Agavos
Agar
tubo
Todaro
Todaro
— n—
99
1
rañba
arriba
110
22
Cordero y
Cordóroy
128
10
Tordaroi
Todaroi
137
5
osisalana
sisalana
152
1
lámina 8 *
lámina 7 *
176
17
Lamina 12
Lamina 8 bis.
190
19
alarbada
alabarda
195
5
variedad afine
especie afine ó
de esta especie
solo variedad
224
15
170,81
179,81
229
26
339
3.38
229
27
338
3.39
234
20
recibiente
. recipiente
241
14
dejé
dije
280
15
siglo pasado
siglo antepasado
310
10
Sabino
Silvino
323
26
cualitativo
cuantitativo
331
12
alocohólico
alcohólico
333
23
y en estado
y en este estado
348
7
26
25
354
30
4
4 por ciento
362
20
Cuametra
Ouamatla
368
1
UMERO
NUMERO
398
9
Plarae
Florae
401
14
Kaizcorheljne
Kaiserhelne
402
28
Memoine
Boussingault.
Memoire
410
32
Mieroescus
Micrococcils
ttt 1 1 I I I I I I I I I I I I I I I I tt t
índice.
PA0IHA8
introducción 3
Estadistica de los productos del ma-
guey en el año de 1899 6—7
Historia 16
Descripción clasiñcación vulgar 31
Clasificación botánica 46
Agave Linn 51
Clave de los subgéneros fundada en la
inñorecencia 63
Clave de las series y grupos fundada en
la forina,tamañoy textura de las hojas 53
Grupo 1 Filif erae 56
Grupo 2 Mai^natsB 59
Grupo 3 SubmarginatflB 70
Grupo 4 AmericansB 78
Grupo 5 Rigidse 92
Grupo 6 Striat» 101
PAQVIAI.
Grupo 7 IntegrifolisB ...
Grupo .8 GeminiflorsB
Grupo 9 Aloideae
Grupo 10 Serrulatae
Grupo 11 Attenuatae
Grupo 12 Viviparae
Grupo 13 Yuccaefoliae
Grupo 14 Herbaceae
Clima y terreno
Abonos
Almaciga
Trasplante '. . . .
Cuidados de conservación
Castración
Picazón y raspa
Enemigo del maguey
Teria agavis
Bombix agavis
Phoenax auricoma
Velia agavis
Chrysomphalus agavis
Pinacate del maguey (SphenophoruS
spinolae?)
Corte
Aguamiel
Fabricación del pulque
Micro-organismos constantes
Saccharomices Cerevinse
Bacterium aceti
Bacillus V ó Viscosus
Mieroescus Luteus
105
106
107
121
123
154
129
130
137
143
146
155
165
168
174
178
179
183
190
191
193
194
199
202
208
211
211
215
218
219
I Mieroooccus Translucldus 220
Mícroorg^anísmos accidentatea 221
Impuestoa y diaposicionea do policía. . 250
Ueoa eoonómicoa, propiedades medici-
naiea del pulque y enfermedades
que determinan su abuso 280
El pulque como factor de la criminalidad 310
Valuación de una finca pulquera 317
Mezcal 319
Composición del vino mezoal 321
Pabricación de! mezcal 326
Propiedades medicinales del mezcal . . 339
Importancia del maguey como plan-
ta sacarina 342
Tallado 350
. Bibliografía 391
CULTIVO DELMAGUEY. Lám. 7
Flor Frijlo en la dey^cencia.
lyiaguBy preparado
para ellrssplanfe
CULTIVO DEL MAGUEY LAM 8
1
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CULTIVO DEL MADUEY. Lám. 9,
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V 4
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CULTIVO DEL MAOUEY Lám 10
1. Lechuguilla de Tampréífc*^
2 id de Hidalgo
CULTIVO DELMAQUEY. Lám. 7.
Flor Fru'o en la lieyecencia.
¡Maguey preparado
para el trasplante
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CULTIVO DEL MAOUEY Lán-ulO
I. Lechuguilla de Tam pico .-• ■
2 Id _ _; de Hidalgo
P CULTIVO DEL MAGUE Y
Lám.l2
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Mezcal.
4
CULTIVO DEL MAGUEY,
d de füa^ey Láml3
¡mecfo perfecto (HíMSfíAl visto por el dorso
Crisálidd vista -""
•
Insecto
perfecto visto de lado
Bombix at^vi
HuevUlos
.Huevs''^aisíaiSe
insecto Jnsecfo perfecto descüt riendo
perfecto ^'/r- las alas superiores
Crisálida vista _
por el dorso. Oru^a vísts
por el dorso
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m újj^ Insectu ^.r^^.,„^
mCrisálidaM p^''^^-^^" '^<:)^,J^
^1 vista por ^m Crisálida vista ^^-S^<J^,
W elvientrsW
Velis a^avis .
Phenax aurlcoma visto por arriba Phenax auriccma visto por debsjo
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1
DATEDUE 1
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STANFORD, CAUFORNIA 94305