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Full text of "El maguey"

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JSihUateiea  Oei  Boi^in  ife  in  Soeie^ioH  Awrieotn  MexiemHU 


EL  MAGUEY 


MEMORIA 


SOBRE  EL  CULTIVO  Y  BENEFICIO  DE  SUS  PRODUCTOS. 

POR  EL  INOBNIERO  AORONOMU 
TITULADO. 

JOSÉ  C.  SEGURA, 

Director  y  Profesor  de  la  Escuela  N.  de  Agricultura  y  Veterinaria, 

Miembro  de  varias  Sociedades 

Científicas  del  país  y  del  extranjero;  Miembro  del  Jurado  de  Recompensas 

en  las  Exposiciones  internacionales  de  París 

de  1889  y  1900. 

Condecorado  por  el  gobierno  francés  con  la  cruz  de  Caballero 

de  la  Legión  de  Honor,  de  la  de  oficial  de  la 

Orden  del  Mérito  Agrícola 

y  con  las  palmas  de  oficial  de  Instrucción  Pública. 


CUARTA  EDICIÓN  CORREGIDA  Y  AUMENTADA. 


MÉXICO 

IMPRENTA  PARTICULAR  DE  LA  S  AGRÍCOLA  MEXICANA 

CALLEJÓN  DB  LA  OONDBSA  4  1/2 
I90I. 


A     LOS     SEÑORES    INGENIERO 


^.  Q)RanuU  oFo^^nánÓQ^z  Xq<iI 


Y    LICENCIADO 


^.  ofcaanm  cBa^anba. 


Tesstimonio  de  afecto  y  reconocimiento. 


El  autor. 


An  VERTENCIA. 


En  el  cuadro  estadístico  de  los  productos  del  ma- 
guey correspondiente  al  año  de  1899,  encontrará  el 
lector  que  en  los  Estados  de  Chiapas,  Querétaro  y 
Sinaloa  se  produce  el  henequén  y  en  los  de  Nuevo 
León  y  Veracruz  el  pulque,  no  apareciendo  Campe- 
che como  productor  de  henequén. 

Nuestras  investigaciones  sobre  el  particular  nos 
enseña  que  Yucatán  es  el  principal  Estado  de  pro- 
ducción de  nuestra  valiosa  fibra,  viene  en  seguida 
el  de  Campeche  y  poco  se  produce  en  Oaxaca  y  Chia- 
pas; pero  dudamos  absolutamente  se  encuentre  cul- 
tivado ó  silvestre  en  Querétaro  y  Sinaloa,  aseguran- 
do que  no  son  lugares  de  producción  del  pulque  los 
Estados  de  Veracruz  y  Nuevo  León. 

No  creyéndonos  autorizados  para  truncar  el  cua» 
dro  estadístico  publicado  por  la  oficina  respectiva  de 
la  Secretaría  de  Fomento  al  reproducirlo  en  esta 
obra,  por  ser  un  documento  oficial,  lo  transcribimos 
íntegro  haciendo  la  presente  advertencia. 


ESTA  OBRA  ES  PROPIEDAD  DEL  AUTOR. 
Gonforme  a  la  Ley  ae  reserva  los  derechos  de  reproducción  en  todo  6  en  parte 

y  ios  de  traducción. 

íii&^^ 


ttttttttttttttttttttttttttttt 


INTRODUCCIÓN. 


JL^A  planta  que  nos  ocupa  abarca  en  el  Continen- 
te americano  una  zona  inmensa.     Se  encuentra 
desde  los  34  9  de  latitud  Norte,  al  6fJ  de  latitud 
Sur. 

Hace  cerca  de  cien  años  que  el  ilustre  barón  de 
Humboldt  creía  que  el  desarrollo  de  la  vid  tomaría 
proporciones  colosales  luego  que  el  sistema  anti-eco- 
nómico  de  la  MetrópoD  para  con  esta  su  colonia,  de- 
sapareciera, y  que  se  sustituiría  ventajosamente  al 
maguey;  pero  los  hechos  actuales  prueban  lo  con- 
trario. 

Ahora  que  se  ha  generalizado  el  uso  del  pulqueen 
casi  todas  nuestras  clases  sociales,  el  consumo  es 


mayor  que  en  los  siglos  pasados,  y  el  fisco  percibe 
mayores  sumas  que  antes. 

Los  productos  que  las  rentas  públicas  han  perci- 
bido del  pulque  desde  la  Conquista  hasta  el  año  de 
1864  son  como  siguen :  * 

Productos  del  pulque  mientras  estuvo 
arrendado,  durante  el  Gobierno  espa- 
ñol    $    4.266,500 

ídem  Ídem  desde  1763  en  que  fué  admi- 
nistrado por  la  Corona,  hasta  1809, 
época  de  la  insurrección 31.974,416 

ídem  Ídem  durante  la  guerra  de  Inde- 
pendencia hasta  1822 4.379,552 

ídem  Ídem  durante  la  época  de  la  Fe- 
deración, de  1825  á  1830 639,631 

ídem  Ídem  desde  el  restablecimiento  de 

las  alcabalas  hasta  1857 869,956 

ídem  Ídem  desde  la  época  de  la  guerra 
civil,  llamada  de  Reforma,  desde  1858 
á  1864 998,003 

Total $43.128,058 


r 


No  me  ha  sido  posible  adquirir  datos  desde  de  1864 
hasta  1878;  pero  desde  1879  á  1889,  ha  causado  por 


*  Memoria  sobre  el  maguey  mexicano  y  sus  di- 
versos productos,  por  Manuel  Payno. — México,  1864 ; 
pág.  95. 


^5 


derechos  la  cantidad  de  $5.467,049,72,  sólo  en  la 
Capital. 

Por  lo  expuesto  se  ve  que  como  planta  sacarina  y 
sólo  limitado  su  producto  al  consumo  de  la  Capital, 
en  donde  hay  más  de  822  pulquerías,  éste  es  cuan- 
tioso, más  aún  si  se  considera  que  Tlaxcala,  Queré- 
taro  y  Puebla  consumen  grandes  cantidades  de  pul- 
que y  que  en  los  estados  de  Guanajuato,  San  Luis, 
Oaxaca,  Michoacán,  México,  Jalisco,  etc.,  la  pro- 
ducción de  pulque,  aunque  limitada  con  relación  á 
la  de  los  llanos  de  Apam,  sobrepasa  su  conjunto  al 
que  se  consume  en  la  Capital. 

La  pfoducción  del  pulque  fino  en  la  República  en 
el  año  de  1899,  llegó  á  la  cantidad  de  3.095,357  hec- 
tolitros cuyo  valor  representa  la  cantidad  de  6.196,703 
pesos;  'siendo  la  de  tlachique  de  3.454,847  por  valor 
de  9.292,353  pesos  como  se  ve  en  el  cuadro  adjunto. 


ESTADÍSTICA  DE  LOS  PRODUCTOS 


ESTADOS 


Agtunftca  tientes 
B,  Califomia,.. 

Cafnneehe 

Ooanuila 

Colima 

Chiaj^a» 

CHiHuaHua 

Buranao 

€rUunajuato . . 

Chuerrero 

MiAaZgo 

Jalisco , 

México 

Michoaeán 

Morelo» 

Nuevo  Ije&n 

Oaacaca 

Muebla 

Queirétaro 

SifUMloa 

Sonora 

Tahoifco 

Tamaulijfas  . . . 

Tej9ic 

Tlaaccala 

Veraeru» 

Yucatán   

Zacatecas 


Suncas. 


HSNSQÜSN 


khoos. 


142.000 


450 

6Ó.702 
90.000 


118.645.288 


118.878, 


VALOR 


28.089 


IXTUB 


KIIiOOS. 


18 

9.800 
6.000 


33.183.305 


440 


VALOR 


230 

'49.480 

1.221.000 

115 

12.000 

100.000 

692.550 

15.430 

13.195 

259.524 

322.102 

14.000 

19.100 

350 

1.420.350 

28.945 

11.000 

32.475 

57.807 

•  •  « 

150 

4.012.785 

42.300 

965 

12.000 

'Í6.480 


33.227.203 


8.354.353 


46 

iÓ.693 

169.690 

16 

4.670 

10.000 

47.755 

3.062 

3.522 

6.234 

49.331 

5.540 

2.928 

154 

169.122 

2.850 

110 

4.765 

•  •   • 

150 

285.282 

4.992 

68 

14.839 

"2.803 


808.621 


AQÜAR 
DB  PO 


HE0T8. 


17 


16 


•  ouc5 
274 

574 
269 


.500 


21.591 


DEL  MAGUEY  EN  EL  AÑO  DE  1899 


Dnran 

LQUl. 


VALOR 


480 

21.222 

"4.658 

•  •  • 

•  •  • 

'n.480 
"7.614 


125.000 


170.454 


lOZOAL  o  nOÜILA 


VALOR 


660 

'iÓ.500 
70 

"4.767 
4.715 
4.506 
9.302 
1.39? 

58.826 

'*'  872 

1.060 

6.796 

10.506 

333 

306 

14.430 

7.964 

i.787 

3.500 

723 


11.857 


155.466 


PULaui 


18.750 

239.067 
2.380 

144.967 

90.301 

79.169 

223.260 

21.739 

1.689.164 

'Í9.994 

25.852 

139.221 

267.752 

6.276 

8.162 

319.156 

818.072 

'42.251 

m'.ioo 

13.014 


184.268 


12.060 


10.900 
18 


3.325 

5.321 

11^ 

1.083.705 

12.407 

1.065.175 

140  306 

•  •  • 

300 

305.568 

78.148 

4.155 


VALOR 


354.423 
1.390 

"3.053 


3.904.925    3.095.357 


TLAOHIQUl 


HB0T8. 


24.060 


76.300 
.    106 


13.275 

17.015 

400 

1.539.286 

32.057 

1.860.363 

835.040 

""i.200 

923.780 

123.822 

10.920 


726.414 
6.912 

"*6.762 


VALOR 


6.196.703 


73 


13.732 

200 

572.819 

4.964 

2.654.478 

130 

290 

"i. 901 

126.117 

(1.175 


50 
68.318 


600 


3.454.847 


438 


{n^.484 

1.200 

1.564.136 

12.744 

7.346.411 

457 

1.564 

"3.675 

127.484 

38.799 


400 
136.636 


1.200 


9.292.578 


-8- 


Si  comparamos  nuestra  producción  de  pulque  con 
lo  que  nuestros  Estados  del  norte  produjeron  de  vi- 
no en  el  mismo  año,  se  tendrá  una  diferencia  enor- 
me, no  obstante  el  empeño  y  protección  que  el  Gral. 
Pacheco,  le  impartió  en  el  espacio  de  9  años  que  es- 
tuvo á  su  cargo  la  Secretaría  de  Fomento. 

Pulque  y  tlachique  producidos  en 

la  República  en  1899 6.550,204  hects. 

Vino  producido  en  id.  id.  id 9,652      ,, 

Esto  prueba  lo  que  asentamos  en  el  prólogo  de  la 
presente  obra. 

Como  planta  textil,  la  exportación  del  henequén, 
ixtle  y  lechuguilla,  acusa  en  el  año  de  1899,  la  res- 
petable cantidad  de  $34.035,824;  más  si  tenemos  en 
cuenta  el  valor  del  consumo  interior,  indudablemente 
tendremos  que  convenir  que  el  maguey  es  una  de 
nuestras  plantas  agrícolas  de  las  más  productivad. 

Los  Estados  de  Oaxaca,  San  Luis,  Jalisco,  Ta- 
maulipas,  Michoacán,  Morelosy  otros,  hacen  un  gran 
comercio  con  el  aguardiente  que  se  obtiene  de  su 
mesontete  y  hojas  tatemadas,  que  ya  comienza  á  ser 
un  artículo  de  exportación  de  alguna  importancia, 
habiéndose  fabricado  en  el  año  de  1899  la  cantidad 
de  177,057  hectolitros  representando  un  valor  de 
$4.075,379.  Hasta  ahora  se  cuentan  125  especies  de 
magueyes  clasificadas  propias  de  nuestro  país,  de  las 


cuales  cuatro  ó  cinco  se  explotan  por  su  filamento, 
unas  siete  ú  ocho  por  el  pulque  y  unas  cinco  ó  seis 
para  el  aguardiente  mezcal. 

El  producto  de  la  lechuguilla  en  el  Estado  de  Hi- 
dalgo sería  ana  fuente  de  riqueza,  si  su  explotación 
no  se  hiciera  por  la  clase  indígena,  que  limita  su  co- 
mercio por  carecer  de  medios  económicos  para  la 
preparación  de  la  fibra. 

Pero  si  como  planta  sacarina  el  maguey  que  lla- 
man manso  es  lucrativo,  por  su  cultiv(^ económico, 
como  planta  fibrosa  sería  su  explotación  bien  remu- 
neradora,  toda  vez  que  como  planta  sacarina  y  fi- 
brosa puede  explotarse  á  la  vez. 

En  los  Estados  de  Hidalgo,  Tamaulipas,  Chihua- 
hua, Nuevo  León,  etc.,  se  explota  ventajosamente  el 
ixtle,  alcanzando  la  fibra  que  se  exportó  en  el  año  de 
1899,  el  valor  de  $808,621. 

Para  dar  el  impulso  debido  al  beneficio  de  la  fibra 
del  maguey,  sólo  se  necesita  el  empleo  de  máquinas 
raspadoras  que  vengan  á  economizar  los  brazos  y 
hacer  la  producción  abundante  y  barata. 

Los  mecánicos  nacionales  y  extranjeros  se  han  fi- 
jado en  el  asunto  y  estudiado  el  sistema  de  una  má- 
quina para  extraer  el  ixtle,  y  podemos  asegurar  que 
hay  muchas  que  como  las  de  Smith  y  los  hermanos 
Prieto,  llenan  todas  las  condiciones  para  el  objeto. 

Respecto  al  pulque,  no  obstante  ser  una  bebida  de 
gran  consumo,  su  elaboración  deja  mucho  que  de- 
sear, parece  que  el  tinacalero,  al  preparar  el  pulque, 
lleva  como  principio  esencial  determinar  la  fermen- 
tación acética  con  detrimento  de  la  alcohólica,  y  si 

2 


—10— 

bien  es  cierto,  por  observaciones  que  me  son  perst»- 
naleá,  que  el  pulque  adquiere  mejor  gusto  cuando  el 
bacteríum  aceti  que  determina  la  fermentación  acé- 
tica se  encuentra  en  proporciones  casi  iguales  al  sac- 
caromises  que  determina  la  fermentación  alcohólica 
y  que  el  Dr.  Barragán  denominó  micrococus  del  pul- 
que, hay  que  notar  que  desde  el  momento  en  que 
sobrepasa  á  este  último,  se  agria  el  pulque. 

Hasta  ahora,  la  exportación  del  pulque  es  mezqui- 
na, no  obstante  que  el  Sr.  D.  Manuel  Terreros  hizo 
esfuerzos  pitea,  introaucirlo  en  Europa  como  un  tó- 
nico para  los  convalecientes,  y  haberse  exhibido  en 
la  Exposición  de  Nueva  Orleans  15  magueyes  de  los 
Llanos  de  Apam,  que  en  completa  sazón  fueron  lle- 
vados á  aquel  puerto  por  la  Comisión  mexicana  y 
bajo  mi  dirección,  los  cuales  se  castraron  y  raspa- 
ron, y  tanto  los  expositores  extranjeros  como  los  ha- 
bitantes de  Nueva  Orleans,  pudieron  saborear  en  to- 
do el  invierno  de  1884  á  1885,  un  exquisito  pulque 
elaborado  bajo  el  mismo  sistema  que  aquí;  no  obs- 
tante esto,  repito,  la  exportación  ha  sido  insignifi- 
cante, ascendiendo  el  valor  del  pulque  exportado  en 
el  año  fiscal  de  1899  á  la  cantidad  de  $160. 

Otro  de  los  productos  de  la  mayor  importancia  es 
el  mezcal,  aguardiente  que  se  extrae,  de  la  cepa  del 
maguey.  Su  consumo,  en  estos  últimos  años,  ha  to- 
mado gran  incremento,^  y  aun  cuando  figura  en  la 
balanza  de  exportación  del  año  fiscal  de  1899  con  un 
valor  de  $3,062,  el  consumo  interior  en  casi  todos 
los  Estados,  es  importante. 

El  maguey,  cuya  variedad  de  productos  puede  dar 
al  especulador  pingües  ganancias,  ya  sea  conside- 


—11— 

rado  como  planta  sacarina  ó  filamentosa,  ha  t)cupa- 
do  la  atención  de  los  curiosos  7  de  los  sabios  desd0 
la  ifpocA  de  la  Conquista  hasta  nuestros  días.  Her- 
nández, en  su'*Historia  plantarum  Novae  Hispaniae/* 
consignó  once  clases  de  agaves,  con  el  nombre  me- 
ricano;  el  modesto  mexicano  D.  Ignacio  Blázquez, 
de  Puebla,  en  1867  propuso  una  clasificación  botá- 
nica empírica,  la  cual  no  fué  aceptada  por  carecer 
de  bases  científicas.  El  sabio  naturalista  Sr.  Jaco- 
bi,  en  su  **  Ensaya  de  un  orden  sistemático  de  los 
agaves,"  cuyo  sistema  de  clasificación  fué  publica- 
do en  el  cuaderno  correspondiente  á  Enero  de  1864 
de  la  ** Gaceta  de  Jardinería  y  de  Flores,"  de  Ham- 
burgo,  página  498  á  la  503,  y  sus  rectificaciones  en 
los  cuadernos  correspondientes  á  los  años  de  1867, 
1868  á  1869,  y  de  1869  á  1872  de  los  * 'Anales  de  la 
Sociedad  de  Ciencias"  de  Silesia,  no  satisface  las 
necesidades  de  la  ciencia  por  lo  que  no  ha  recibido 
de  los  sabios  una  acepts^ción  completa  por  encon- 
trarse dicha  monografía  deficiente. 
Respecto  de  su  cultivo,  algunos  autores  antiguos  lo 

han  tratado  de  un  modo  superficial;  otros,  como  D. 
Mariano  Sánchez  y  Mora,que  con  el  seudónimo  de  Jo- 
sé Ramo  Zeschan  Noamira,  escribió  un  opúsculo  pu- 
blicado en  1837,  ha  hecho  más  que  sus  antecesores, 
pues  nos  dio  á  conocer  una  sinonimia,  el  dibujo  de 
las  pencas  de  los  magueyes  que  se  cultivan  en  los 
Llanos  de  Apam,  y  las  reglas  empíricas  de  su  culti- 
vo, con  muy  juiciosas  observaciones.  Posteriormen- 
te á  esa  Memoria,  el  Sr.  D.  Manuel  Payno  escribió 
otra  notable  bajo  el  punto  de  vista  histórico  y  eco- 
nómico, pero  en  la  cual  se  nota  un  gran  vacío  res- 
pecto de  la  clasificación  botánica  y  sistema  de  culti- 


tuí;^  y,  /8C9i?^ipí ^  wr^Jl,  7j€|^itaíÍQ  ppp  fí .  Waí^ífifo^  iBr^- 

c>4J^!P9?r  ?e5)^r3»# . en 48^X..  ,...,.,  7- .(  ,.,,  ...¡..'....m  -i- 

'  Eri'188i;ldl'STÍÍiW;  D.'Jóáé  ftáTaóy|,éti'8Ü'lüihinó- 
Sá  tósis  §bbre'  lía-  dé^éñéi^áci¿n  grábóóá  tíél  hijjááó^  ¡jr 
^én  1884,  elSr.  Di<  Ü.  Joáé  G.  iJóbitb  én  sií /^'Efetü- 
dio  químico -mduértrial  de  los  varios  p^ductóá  del 
maguey,'*  han  tratado  dé  está  amárílídeá  bajó  el 
punto  de  viáta  médico  é  itidustriál .      •         ' ' 

El  Sr.  Peniche,  alupano  de  la  Escuela  de  Agricul- 
tura, hizo  uu  estudio  sobre  el  henequén,,  y  más  an- 
tes que  él,  el  Sr.  D*  José  Dolores  Espinoss^,  de  Yu- 
catán, dio  un  Informe  á  la  Secretaría  de  Fomento 
sobre  el  cultivo  dé  esa  planta. 

De  los  Sres.  Sánchez  y  Blazquez  tomé  todos  esos 
elementos  para  escribir  mi  Memoria  sobre  el  maguey, 
que  por  encargo  de  la  Comisión  mexicana  para  la 
Exposición  de  Nueva  Orieans,  publiqué  en  1884.* 


^   * ,  , Reseña  sobce  ^}  pultívq .d^  ajlgunas  plantas  íi?l- 

duBtrialesíqueQeieKplotan  ó.  son  susceptibles -de,  eX  i- 
pdiot arse .  en  lai  Eepüblieay  formada  por  JQséí  Ci.'  Segu  r 
ra^y  Manuejjü.  GoI^r^^^)OI^enDargjQi'<te  l)irc0mis¿ó« 
mexiQaaa  papaílarE^posioión.  daJSíijieva,  Orlean^ít-^ 
Ofí<?inia itipogTíifioa.i dt© la  'Setjretairía . -.da .Pon^eníci. 

1¡884. ''i :  !,;''í^M^i>  7  K'ifiW'.í' •■•!  ■■' "♦¡'>í".*):li^i.;''  r.i  ■♦h'-i-f.. 


--rjJ^— 

secuencia  de  haberse  agotado  la  %x\bfíVÍpY,iy¡^\pn(^9 
muy  solicitada  en  el  extranjero,  el  Sr.  D.  Manuel 
"férii'áii'cíet! léaír  énMcés  ericafgádb'  W la  '¿¿(ííeta- 
m'tfé'S'c&éii^'díspüáo  áü  t¿ímpi-¿álÍ5tí;  ¿óstéáiiiib 
Ibk'^átóJíá  rtféhciórikdá'  áecTetaWk.'"fiíh 'ésta "que 
ÍIáM¿  Id'  tétieWá  é'áicíóh;  lé  hitfé  álgühóá  aürtíénlók', 
ftütó 'd'é' Ib  crae  había  vfstó  en  las  hacieridas  dedica- 
das  al  cultivo  de  los  magueyes  y  de  las  observácio- 
neB-ooQ:  qttie  se  dignaron  favorecerme  algunas  per- 
aoHás  prácticas  en  estos  cultivos. 
-.:  Agotada  también  en  poco  tiempo  la  tercera  edi- 
ción^ que  en  su  mayor  parte  fué  vendida  en  Francia, 
y  la  demás  distribuida  al  cuerpo  diplomático  de  to- 
das las  naciones  c(m  quienes  entonces  México  man- 
tenía jrelaciones,  me  proponía  dos  años  después  ha^ 
cer  uaa  edición  en  francés  que  se  me  pedía  de  Bél» 
g:ica.  Por  rjazpnes  de  ocupación  y  financieras  y  con 
la  mira  de  obtejiei;*  nuevos  datos  par^  completar  ngii 
pjbra,  se  h^t  jpiasado  el  tiempo  hasta  que  la  Sociedad 
Ágrícpii^  ^exicana.eri  vista  de  las  ^pligitudes  y  pe- 
didos que  se  le  hacían,  de  la  obra,  acordó,  en  sesión 
del  día  8  de  Mayo  del  presente  ano,  se  jrae  solicitara 
á  dar  mi  consentimiento  para  que  ella  por  su  cuenta 
hiciera  una  nueva  ediciópt  Cungustp  ,he  cedido  á 
dar  mi  autorización  y  á  aumentar  mi  trabajo  con 
los  isrt^'i^s^ntés  estudios  bacteriológicos  del  Dr. 
Carbajal,  que  son  la  base  para  la  fabricación  in- 
dustrial de  una  bebida  sana  y  nutritiva  de  nuestro 
vino  nacional.     Como  poco  sabemos,  aparte  de   la 


—14— 

clasificación  de  los  agaves  que  trae  la  *^  Biología 
Central  Americana,"  y  con  el  fin  de  facilitar  este 
estudio  á  nuestros  jóvenes  naturalistas  que  quieran 
dedicarse  á  él,  inserto  la  clasificación  de  Baker  tra- 
ducida del  inglés. 

Siendo  de  actualidad  las  cuestiones  higiénicas  y 
de  criminalidad  del  pulque,  también  doy  mi  opinión 
sobre  el  particular.  Por  último,  le  he  agregado  las 
descripciones  de  máquinas  que  no  había  hecho  en 
la  edición  anterior  y  el  de  las  nuevas  inventadas  re- 
cientemente. 

Otro  motivo  que  me  obliga  á  hacer  la  presente 
edición,  es  la  de  dar  satisfacción  á  un  sentimiento 
de  afecto  y  gratitud  dedicándola  á  los  Sres.  Fernán- 
dez Leal  y  Baranda  que  siempre  me  han  honrado 
con  su  amistad  y  protección,  únicas  que  he  tenido 
en  mi  vida  profesional  y  para  quienes  hoy  me  com- 
plazco en  hacer  público  mi  agradecimiento  que  no 
podrá  tomarse  como  una  estúpida  adulación. 

Mis  agradecimientos  á  la  ''Sociedad  Agrícola 
Mexicana"  por  haber  honrado  mi  obra  con  su  elec- 
ción y  que  si  ella  es  de  utilidad  pueda  la  presente 
edición  testificar  el  interés  que  tiene  dicha  Corpora- 
ción para  difundir  los  conocimientos  agrícolas  entre 
nuestros  cultivadores. 

México,  Junio  19  de  1901. 

José  C,  Segura, 


1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 11 1 1 


fflSTORIA. 


JH,L  metí  ó  maguey  es,  sin  disputa,  originario  de 
la  América,  y  sólo  en  la  Mesa  Central  de  la  Re- 
pública se  cultiva  desde  la  más  remota  antigüedad, 
para  la  fabricación  del  pulque. 

Nuestra  Historia  patria  registra  datos  en  las  épo- 
cas anteriores  á  la  Conquista  sobre  esta  amarilídea, 
que  prueban  la  utilidad  que  de  ella  sacaban  nuestros 
antepasados. 

Hernán  Cortés,  en  la  segunda  de  sus  cartas  al  em- 
perador Carlos  V,  hablando  de  lo  que  vio  en  el  mer- 
cado de  Tlaltelolco,  dice:  * 'Venden  miel  de  abeja  y 
cera  y  miel  de  cañas  de  maíz,  que  gon  tan  melosas 
y  dulces  como  las  de  azúcar;  y  miel  de  unas  plantas 
que  llaman  en  las  otras  y  éstas,  maguey,  que  es  mu- 


—le- 
cho mejor  que  arrope;  y  de  estas  plantas  facen  azú- 
car y  vino,  y  que  asimismo  venden." 

En  la  relación  de  un  gentil-hombre  de  la  comitiva 
de  Hernán  Cortés,  hablando  de  los  productos  del 
maguey,  se  expresa  de  la  siguiente  manera :  "Tam- 
bién sirve  para  hacer  vestidps  de  los  hombres  y  mu- 
jeres, zapatos,  cuerdas,  y  sirve  también  para  techar 
las  casas." 

El  sabio  historiador  Orozco  y  Berra,  citando  como 
autoridades  á  Torquemada,  Sahagun  y  al  Padre 
Duran,  dice  en  su  * 'Historia  antigua  y  de  la  Con- 
quista de  México:^'  *'En  la  fiesta,  Panquetzalistli, 
bebían  el  **motlaloctli"  ú  octli  azul,  porque  lo  teñían 
de  este  color;  en  la  fiesta  de  Atemoztli,  daban  el  vi- 
no á  las  mujeres,  como  si  fuera  prevenido  por  el  ri- 
tual ;  en  la  fiesta  de  Izcalli,  al  licor  tomado  le  daban 
el  nombre  particular  de  "texcalcehuilo."  Ninguna 
olla  de  vino  nuevo  se  comenzaba,  sin  ofrecer  un  tan- 
to en  sacrificio  á  Ixtliton.  Ometochtli  era  dios  del 
vino  y  del  juego;  cuando  echaban  el  "ocpatli"  al 
aguamiel  y  ésta  empezando  á  fermentar,  hacía  es- 
puma, encendían  braseros,  les  ponían  copal  y  zahu- 
maban el  "octli"  en  honra  del  dios.  Componían  el 
pulque  con  miel  ó  chilli,  frutas,  yerbas  y  otros  in- 
gredientes, según  el  gusto  ó  la  sazón;"  y  más  ade- 
lante: "Las  púas  terminales  de  las  hojas  servían 
en  las  penitencias  religiosas;  se  les  empleaba  como 
punzones,  de  clavos  en  las  paredes  y  maderas ;  de 
alfileres  para  retener  lienzos  gruesos;  en  algunas 
especies  se  arrancan  unidas  á  las  fibras  de  la  plan- 
ta, y  entonces  servían  de  aguja  é  hilo  á  la  vez.  Las 
hojas  y  pencas  frescas  servían  á  las  molenderas  pa- 


—17— 

ra  recibir  la  masa,  á  los  albañiles  para  arrancar  el 
barro." 

S^ún  Motolinía,  las  pencas  hechas  pedazos  ser- 
vían á  los  artífices,  llamados  ^^amantecati,"  para 
hacer  sobre  ellas  sus  preciosos  mosaicos  de  pluma  y 
oro. 

Este  árbol  de  las  maravillas,  como  le  llama  ^Acos- 
ta,  se  empleaba  tanto  en  las  artes  y  en  la  economía 
doméstica,  como  para  los  sacrificios  á  las  sangrien- 
tas deidades  mexicanas. 

Nada  se  sabe  con  certeza  sobre  la  época  en  que 
los  mexicanos  descubrieron  extraer  el  aguamiel  ó  el 
filamento  del  maguey.  Su  origen  está  envuelto  en 
la  fábula. 

Los  mexicanos,  á  semejanza  de  los  pueblos  primi- 
tivos, crearon  sus  divinidades,  deificando  ya  al  sol, 
ya  á  la  luna,  ya  á  Venus,  y  en  la  fantástica  imagi- 
nación de  un  pueblo  niño  forjaron  sus  dioses,  que 
suponían  presidían  los  diversos  actos  de  su  vida.  No 
podían,  pues,  faltar  los  dioses  del  vino,  que  llama- 
ron Toltecatl,  Omextli,  Ometochtli,  Texcatzoncatl, 
Tequecbmecaniani  y  Teathahuiani. 

La  primera  mención  que  se  hace,  según  Sahagun, 
se  refiere  á  los  Olmeeahuixtoli.  ''Estos  mismos,  di- 
ce, inventaron  el  modo  de  hacer  el  vino  de  la  tierra; 
era  mujer  la  que  comenzó  y  supo  primero  agujerar 
los  magueyes  para  sacar  la  miel  de  que  se  hace  el 
vino,  y  llamábase  Maiaoel,  y  el  que  halló  primero  las 
raíces  que  echaban  en  la  miel,se  llamaba  Pantecatl. 
Los  autores  del  arte  de  saber  hacer  el  pulcre,  así  co- 
mo se  hace  ahora,  se  decían  Tepuztecatl,  Quatla- 

3 


—18— 

panqui,  Tliloa,  Papatztactzocaca,  todos  los  cuales 
inventaron  la  manera  de  hacer  el  pulcre,  en  el  mon- 
te llamado  Chichinahuia,  y  porque  el  dicho  vino  ha- 
ce espuma,  también  llamaron  al  monte  Popocanal- 
tepetl,  que  quiere  decir  monte  espumoso."  * 

Según  el  caballero  Boturíni,  el  dios  Izquitecatl  in- 
ventó extraer  el  aguamiel  del  maguey. 

La  poética  leyenda  de  Xóchitl  nada  prueba  en  su 
favor  como  descubridora  del  pulque. 

El  presente  hecho  por  ella  á  Tepancaltzin,  monar- 
ca tolteca,  no  fué  un  jarro  de  pulque,  como  escribe 
D.  Carlos  María  de  Bustamante  adulterando  el  texto 
de  la  obra  del  P.  Sahagun,  sino  como  dice  Veytia  en 
el  tomo  I,  pág.  263:  **Llevaba  en  las  manos  un  aza- 
fate, y  en  él  algunos  regalos,  comestibles,  siendo  el 
principal  un  jarro.de  miel  de  maguey." 

Creo,  sin  embargo  de  estas  poéticas  leyendas,  que 
el  descubrimiento  del  pulque  se  debe  á  un  hecho  de 
observación,  y  que  los  mexicanos,  fanáticos  en  sus 
creencias  y  una  vez  perdido  el  origen  del  descubri- 
miento, lo  atribuyeron  ala  enseñanza  de  sus  sangui- 
narios dioses.  Con  todas  las  reservas  debidas  aven- 
turo una  hipótesis  que  en  mi  concepto  tiene  algunas 
probabilidades  de  certidumbre,  y  es  que  acaso  nues- 
tro vino  nacional  tenga  por  origen  la  («bservación  de 
alguno  sobre  las  costumbres  de  un  roedor  del  géne- 
ro **arbícola,"  conocido  entre  nosotros  con  el  nom- 
bre de  metoro. 


Sahagun,  tomo  III,  página  142. 


—19— 

Bien  sabido  es  de  las  (gentes  del  campo  que  este 
roedor  que  tanto  abunda  en  los  maguey  ales,  tiene  la 
costumbre  de  agujerar  los  magueyes  en  sazón  pata 
beberse  el  aguamiel,  del  cual  gusta  mucho.  Sabido 
es  también  que  este  liquido  entra  prontamente  en 
fermentación  y  se  trasforma  en  un  líquido  alcohóli- 
co y  blanquecino  que  conocemos  con  el  nombre  de 
pulque.  ¿No  sería  probable  que  alguna  vez  este  roe- 
dor hubiese  sido  observado  en  su  costumbre  de  per- 
forar el  meyolote  del  maguey,  y  alguno  gustando  del 
líquido  fermentado  y  encontrándolo  agradable  y  no 
perjudicial,  hubieran  partido  de  esta  observación 
para  descubrir  su  fabricación?  Esto  explica  mejor 
su  origen  que  el  carácter  divino  ó  la  leyenda  poética 
de  Xóchitl  que  le  atribuye  la  mitología  ó  la  tradición 
de  nuestro  país. 

Los  aztecas,  en  sus  costumbres  austeras,  tenían  en 
su  legislación  penas  severas  contra  la  embriaguez. 
Sólo  se  permitía  que  tomaran  pulque  los  enfermos, 
los  ancianos  de  más  de  50  años,  las  mujeres  en  los 
primeros  días  de  su  alumbramiento,  los  hombres  que 
tenían  que  soportar  grandes  fatigas,  en  ciertas  fes- 
tividades y  en  las  bodas,  y  eso  en  cantidades  deter- 
minadas. 

Castigaban  el  vicio  de  la  embriaguez  trasquilando 
al  borracho  y  demoliendo  su  casa.  Después  de  la 
Conquista  se  viciaron  las  costumbres  porque  no  es- 
tando ya  la  autoridad  en  manos  de  aquellos  indios, 
celosos  del  cumplimiento  de  sus  deberes,  el  pueblo 
se  dio  á  este  repugnante  vicio. 

La  palabra  maguey  con  que  designaron  los  espa- 


—20— 

ñoles  la  planta  que  nos  ocupa,  no  es  de  origen  azte- 
ca; llamábasele  "metí." 

La  bebida  alcohólica  que  con  su  jugo  se  preí>ara, 
le  llamaban  *'ootli,"  sustituyéndola  los  conquistado- 
res con  la  palabra  "pulcre"  y  después  * 'pulque, " 
Según  los  estudios  lingüísticos  de  nuestro  malogra- 
do amigo  el  8r.  Núñez  Ortega,  la  voz  pulque  se  de- 
riva de  la  voz  náhuatl  "poliúhqui  uctli"  pulque  co- 
rrompido. En  la  erudita  disertación  en  que  nos  pro- 
bó y  convenció  que  la  palabra  pulque  no  es  de  ori- 
gen araucano  como  habíamos  dicho,  fundándonos 
en  nuestro  historiador  Clavijero,  termina  como  si- 
gue: "A  primer  examen  *  creímos  que  la  voz  pul- 
que resultaba  de  una  metonimia  directa,  es  decir, 
que  el  poliúhqui  (vino  descompuesto)  pasó  á  ser  de- 
signado por  el  participio  que  le  daba  su  calidad  de- 
terminante, y  que  el. sentida  meramente  abstracto 
de  la  palabra  poliúhqui  había  tomado  después  el  ca- 
rácter de  nombre  con  sentido  correcto  como  en  el  ca- 
so de  la  voz  huiztli  (punzante),  que  por  sí  sola  sig- 
nifica octli  nuevo.  **  Pero  en  la  segunda  considera- 
ción y  á  causa  de  la  "letra  r"  introducida  en  el  bar- 
barismo  pulcre  hemos  venido  á  juzgar  que  el  uso  de 
aglutinación  tan  complicada  como  poliúhquiuctli, 
por  más  que  no  fuese  extraordinaria  en  la  lengua 
náhuatl,  debió  originar  desde  el  principio  un  apóco^ 


*  Véase  el  "Correo  de  Sotavento,"  15  de  Octubre 
de  1885. 


** 


Sahagun,  lib.  IV,  cap.  X, 


—21— 

pe  en  el  participio  políúhqui,  convirtiendo  la  dicción 
enpoliúh  (-qui)  uctli  con  puliúhuitli  y  sucesivamen- 
te poliúhtli,  conservando  todavía  en  1520  su  natural 
epitasis.  Es  probable  que  la  voz  poliúhtli  fuese  de 
difícil  expresión  para  los  conquistadores,  quienes 
siendo  en  su  mayor  parte  extremeños  y  andaluces, 
cambiaron  la  "tr'  en  "r"  *  de  la  cual  con  el  tiempo 
resultaron  poliucre  y  pulcre.  Los  indígenas  no  te- 
nían la  "letra  r,*'  á  su  vez  comenzaron  á  decir  pul- 
que cuando  hablaban  con  españoles  y  la  voz  quedó 
así  formada  y  acentuada  en  su  primera  sílaba. 

Las  diversas  especies  del  maguey  son  objeto  de 
peculiares  explotaciones,  según  los  lugares  en  don- 
de crecen,  ya  sean  expontáneas  ó  ya  sean  cultiva- 
das. En  los  climas  templados  y  calientes,  como  son 
muchos  lugares  de  Tamaulipas,  Veracruz,  Guerre- 
ro, Morelos,  Hidalgo,  Yucatán  y  Oaxaca,  se  les  uti- 
liza como  planta  filamentosa.  En  otras  partes,  de 
temperatura  templada,  como  varios  puntos  de  los 
Estados  de  Jalisco,  Oaxaca  y  Michoacán,  para  la 
elaboración  del  aguardiente  mezcal  y  de  pulque  de 
mala  calidad,  llamado  tlachique. 

En  los  climas  fríos  e^cclusivamente  se  le  cultiva 
para  el  pulque,  obteniéndose  el  de  buena  calidad  en 
una  zona  que  presenta  caracteres  meteorológicos  y 
geológicos  especiales,  y  cuya  extensión  puede  cal- 


*  Son  ejemplos  de  esa  clase  de  alteraciones  de  pa- 
labras: Maltrata  (Matlatlan),  Atrisco  (Atlixco), 
Aurizaba  (Aulizapa),  Churula  (ChoUolan). 


—22— 

cularse  en  más  de  seiscientas  leguas  cuadradas,  com- 
prendidas en  un  cuadrilátero  que  tiene  por  vértice: 
al  Norte,  Pachuca,  capital  del  Estado  de  Hidalgo ; 
al  Sur,  Texcoco,  en  el  Estado  de  México;  al  Oeste, 
Zumpango,  en  el  mismo  Estado;  al  Oriente,  Tlaxca- 
la,  capital  del  Estado  de  su  nombre,  conocida  esta 
región  con  el  nombre  de  los  Llanos  de  Apam,  en  la 
cual  hay  278  haciendas  y  ranchos  dedicados  á  este 
ramo,  distribuidos  de  la  manera  siguiente:  70  que 
pertenecen  al  Estado  de  México,  96  al  de  Hidalgo  y 
el  resto  al  de  Tlaxcala. 

Se  le  cultiva  también  con  este  objeto  en  los  Va- 
lles de  México,  Puebla,  Toluca  y  San  Martín  Tex- 
melúcan,  en  algunos  Distritos  de  Oaxaca,  Michoa- 
cán,  Querétaro  é  Hidalgo  y  varios  lugares  de  los 
partidos  de  Guanajuato,  San  Luis  Potosí  y  Tamau- 
lipas,  dando  el  pulque  tlachique. 

Después  de  la  Conquista  se  introdujo  el  maguey 
en  el  extranjero.  Se  le  encuentra  en  las  Antillas  y 
en  California.  Ya  hemos  indicado  cual  es  la  zona 
que  abarca  en  la  República.  Al  otro  lado  del  Grolfo 
Mexicano  se  extiende  á  Cuba,  Jamaica  y  Santo  Do- 
mingo. Al  Norte  á  la  Florida,  Georgia  y  Carolina 
del  Sur. 

Se  encuentra  el  maguey  en  la  Provincia  de  Cara- 
cas, en  Venezuela,  en  Cumaná  y  en  el  Orinoco,  en 
el  Perú  y  en  Chile. 

Se  encuentra  en  muchos  puntos  de  Italia  como  en 
eMago  de  Como,  sobre  el  lago  Mayor  en  Luzano,  en 
muchos  jardines  del  Tirol,  Trieste,  Toscana,  en  Pi- 
sa, Luca,  Florencia,  Siena,  Arezo,  Padua,  Bolonia, 


-23— 

Venecia,  Pemigia,  y  hemos  admirado  algunas  va- 
riedades en  los  jardines  del  Monte  Palatino  en  Ro- 
ma; en  Calabria,  en  Ñapóles  hasta  cerca  del  Vesu- 
bio, en  Sicilia,  se  encuentra  al  pié  del  Etna,  etc., 
etc. 

Es  muy  común  en  todo  el  litoral  de  la  Dalmacia  y 
en  los  departamentos  meridionales  de  la  Francia. 
En  París  sirve  de  ornato  en  la  casa  de  Francisco  I. 
En  el  Languedoc,  Provenza,  Narbona,  Montpellier, 
Avignon,  Marsella,  Hyares ,  Cannes  Roussillon , 
Brest,  etc. 

En  España  se  le  encuentra  en  Cataluña,  las  Ba- 
leares, Granada,  Valencia  en  la  parte  de  Andalucía, 
situada  al  Sur  del  Guadalquivir,  en  Extremadura  y 
Placencia. 

En  Portugal  sobre  el  lado  del  Atlántico  hasta  la 
altura  de  Coimbra. 

En  Grecia  en  la  parte  del  Peloponeso,  en  los  jar- 
dines de  Smirna  y  de  Mesina  cerca  de  Kalamate  y 
de  Creta. 

En  turquía  en  los  jardines  de  Constantinopla.  En 
Servia  y  Bosnia  se  le  cultiva  como  planta  ornamen- 
tal en  Czernagora  y  Montenegro. 

En  Rusia  prospera  en  Suchum  sobre  el  Mar  Ne- 
gro. Se  encuentra  en  África  en  las  Islas  Canarias, 
en  las  Asores,  en  la  de  Madera,  en  la  de  Borbón, 
Maurícioy  en  los  cabos  Verde  y  de  Buena  Esperan- 
za, siendo  muy  común  en  Argelia. 

En  Asia  se  produce  particularmente  en  la  India 
Oriental.     Según  Ch.  Martins,  el  maguey  en  Euro- 


—Si- 
pa 8B  encuentra  en  la  región  mediterránea  del  44  S 
al  86  °  de  latitud  septentrional,  y  del  11  ?.  de  longi* 
tud  occidental  de  Paria  al  27  9.  de  longitud  críental, 
abarcando  una  área  de  8Í  de  latitud  y  de  38  de  lon- 
gitud. El  mismo  autor  dice,  que  en  el  Nuevo  Mun- 
do la  zona  del  maguey  se  extiende  del  34  P.  al  8S 
de  latitud  septentrional  y  del  64  ?.  al  120  P  de  longi- 
tud occidental.  Pero  como  muy  bien  hace  observar 
el  Sr.  Danielli  "  puesto  que  el  agave  ha  floreado  en 
la  parte  meridional  de  Inglaterra  y  espléndidamente 
en  Suchum,  parece  que  debe  modificarse  para  Eu- 
ropa los  limites  asignados  por  Martins  á  la  región 
del  maguey  y  extender  el  límite  septentrional  á  SOS 
y  el  oriental  á  i3  9.  de  longitud,  también  el  límite 
aiietral  del  Nuevo  Mundo  es  mucho  más  meridio- 
nal. 

La  lechuguilla  (agave  heterocantha,  Kerchovei, 
lophanta,  vivípara,  etc.,  etc.),  se  encuentra  al  esta- 
do silvestre  en  los  Estados  de  Chihuahua,  Tamauli- 
pas,  Hidalgo,  Michoacán,  Jalisco,  San  Luis  y  Chia- 
pas,  y  su  explotación  por  medio  de  máquinas,  se  pue- 
de calcular  del  modo  siguiente,  según  experieneiae 
hechas  sobre  el  terreno.  Un  sitio,  ó  sean  25  millo- 
nea de  varas  cuadradas,  tiene  50  millones  de  plan- 
tas, calculando  á  dos  plantas  en  cada  vara  cuadra- 
da. Cada  planta  rinde,  cuando  menos,  cuatro  on- 
zas de  fibra ;  de  modo  que  un  sitio  produce  próxima- 
mente 125,000  quintales  de  fibra,  que  á  $4.00  quin 


'  Studi  sull'agave  americana  L.  Firenze,  1835. 


^25— 

tal,  son  $600,000.  Las  mejores  máquinas  raspado- 
ras  producen  10  quintales  diarios,  con  los  gastos  si- 
guientes : 

12  peones  á  3  reales . . , $  4.50 

1  mayordomo 2.00 

1  fogonero 0.50 

Empaque,  leña,  agua,  etc 3.00 

Suma $  10.00 

De  modo  que  cada  máquina  en  explotación  deja 
una  utilidad  de  25  á  30  pesos  diarios,  con  la  ventaja 
de  que  poniendo  dos  ó  más  máquinas  juntas  se  re- 
ducen los  gastos  en  un  10  por  100.  * 

Un  sitio  en  buenas  condiciones  puede  explotarse 
en  un  año  con  cuatro  máquinas. 

La  exportación  de  la  lechuguilla  en  el  año  de  1900 
alcanzó  la  suma  de  1.622,387  pesos. 

Las  municipalidades  del  4  9,  Distrito  del  Estado 
de  Tamaulipas  en  cuyo  suelo  se  produce  la  lechu- 
guilla, son: 

Tula,  sus  ñncan  rurales,  son :  Cerrogordo,  á  16  le- 
guas distancia  al  O :  se  explota  en  mayor  escala. 

Hacienda  el  Coronel,  á  10  leguas  distancia  al  8. 0., 
en  los  mismos  términos  que  la  anterior. 


*  Estos  cálculos  están  basados  en  experiencias  que 
se  hicieron  con  la  raspadora  Eureka  de  la  extinguida 
Compañía  "La  Azteca." 


—26— 

Hacienda  el  Buey,  á  12  leguas  distancia  al  O.,  en 
grande  escala. 

Hacienda  de  la  Verdolaga,  á  7  leguas  distancia  al 
Noroeste,  en  menor  escala. 

Rancho  de  la  Rosita,  á  9  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  menor  escala. 

Rancho  de  la  Muralla,  á6  leguas  distancia  al  Nor- 
te, Noroeste,  en  menor  escala. 

Rancho  de  la  Noria,  á  6  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  menor  escala. 

Villa  de  BüSTAMante,  sus  fincas  rurales,  son: 

Hacienda  de  calabacillas,  á  8  leguas  distancia  al 
S.,  en  mayor  escala. 

Hacienda  del  Gavilán,  á  2  leguas  distancia  al  S., 
en  menor  escala. 

Hacienda  del  Palo  Blanco,  á  3  leguas  distancia  al 
N.  E.,  en  menor  escala. 

Hacienda  del  Caracol,  á  4  leguas  distancia  al  O., 
en  menor  escala. 

Rancho  del  Capulín,  á  6  leguas  distancia  al  E.,  en 
menor  escala. 

La  Perdida,  terreno  del  Municipio,  á  2  leguas  dis- 
tancia al  O.,  en  menor  escala. 

Villa  de  Palmillas.     En  esta  población  se  ex- 
plota la  lechuguilla  por  varios  vecinos  en  terreno 
uancomunado  al  Norte,  y  en  menor  escala. 

Villa  de  Jaümave,  sus  fincan  rurales,  son: 

Rancho  de  Palomas,  á  7  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  mayor  escala. 


—27— 

t 

Magueyes,  á  10  leguas  distancia  al  Norte,  en  me- 
nor escala. 

Hacienda  de  las  Pilas,  á  8  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  mayor  escala. 

Rancho  de  la  Muía,  á  7  leguas  difiltancia  al  Norte, 
«n  menor  escala. 

Rancho  de  Calabazas,  á  7  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  menor  escala. 

Rancho  de  Salamanca,  á  4  leguas  distancia  al 
N.  E.,  en  menor  escala. 

Rancho  de  las  Moras,  á  6  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  menor  escala. 

Rancho  del  Ndpal,  á  6  leguas  distancia  al  Norte, 
en  menor  escala. 

Rancho  del  Naranjo,  á  6  leguas  distancia  al  Nor- 
te, en  menor  escala. 

Hacienda  de  la  Maroma,  á  3  leguas  distancia  al 
Norte,  en  mayor  escala. 

Hacienda  de  los  Saldañas,  á  3  leguas  distancia  al 
N.  O.,  en  mayor  escala. 

Hacienda  de  Ébanos,  á  2  leguas  distancia  al  O., 
en  menor  escala. 

Hacienda  de  la  Puente,  á  legua  y  media  distancia 
al  S.,  en  mayor  escala. 

Hacienda  de  Huasacana,  á  10  leguas  distancia  al 
S.,  en  mayor  escala. 

Rancho  de  San  Antonio,  á  1  legua  distancia  al  S., 
en  menor  escala. 

Rancho  de  Bucareli,  á  4  leguas  distancia  al  N.E., 
en  menor  escala. 

De  todas  las  fincas  rurales  del  4  S  Distrito  y  amen- 


—28— 

clonadas,  y  que  explotan  la  lechuguilla,  las  que  ex- 
portan directamente  la  fibra  son :  las  Haciendas  de 
El  Coronel,  Cerrogordo,  la  de  Calabacillas,  las  Pilas, 
en  jurisdicción  de  Jaumave. 

« 

Las  otras,  en  lo  general,  la  especulación  se  hace 
por  comisiones  ó  casas  de  comercio  de  Tula. 

El  henequén  es  una  planta  cuyo  cultivo,  en  pe- 
queña escala,  fué  conocido  antes  de  Ja  Conquista,  y 
en  la  actualidad  es  un  elemento  de  riqueza  para  el 
ingrato  suelo  de  Yucatán.  En  Chiapas  y  Campeche 
también  lo  cultivan,  pero  Yucatán  es  el  más  impor- 
tante punto  de  producción,  habiendo  exportado  en  el 
año  de  1899  la  cantidad  de  73.220,865  kilogramos  con 
un  valor  de  $21.285,260. 

En  una  carta  del  Sr.  Smith  dirigida  al  Secretario 
del  Congreso  nacional  de  industrias  de  Chicago,  cal- 
cula, por  informes  ^ue  recibió  en  México,  en  más  de 
20.000,000  las  plantas  cultivadas  en  Yucatán,  em- 
pleándose en  ese  trabajo  480  raspadores  y  263  má- 
quinas de  vapor. 

Creemos  que  este  cálculo  es  muy  bajo,  y  por  los 
datos  que  en  seguida  expondremos  se  verá  que  es 
inadmisible : 

Según  la  estadística  agrícola  del  Estado  de  Yuca- 
tán, en  el  año  de  1883  había  826  haciendas,  dedica- 
das al  cultivo  del  henequén,  representando .... 
40566,4047  hectaras  en  el  orden  siguiente : 


S5S' 


M  O  N  íO  Os_  iC  T-^  •-;  O  O 

im" 'f  O  cí  ro  SÍ  co  uí  ^*  c> 


■-"      oo  o  w  o  "-I      iH  cü  ■*  3  01  co 


>)  íD  o  g  « 

3SS3 


"-ikomíoco 


-irtSe; 


|l|i|¡|lllli|3|i 


!  S? 


-30— 

Se  sabe  que  los  mejores  plantíos  de  henequén  se 
establecen  dando  á  cada  planta  la  distancia  de  3  va- 
ras (2m.  514)  de  donde  resulta  que  en  las  826  ha- 
ciendas se  producirán  ó  caben  64.185,920  plantas. 

Por  otra  parte,  si  deducimos  de  la  superficie  total 
la  quinta  parte,  espacio  ocupado  por  los  depósitos, 
casa  habitación,  caminos,  etc.,  etc.,  tendremos  que 
las  plantas  de  henequén  que  existían  en  aquel  año 
serían  cuando  menos  51.348,736. 

Cálculo  que  es  necesario  considerar  como  el  míni- 
mum de  la  explotación,  toda  vez  que  hemos  consi- 
derado 64  plantas  por  mecate  cuadrado  (404m.493), 
cuando  se  sabe  que  si  bien  es  cierto  la  equidistancia 
de  tres  varas  [2m.  514]  es  la  racional  para  el  culti- 
vo del  henequén,  la  mayor  parte  de  los  cultivadores 
plantan  á  razón  de  90  matas  por  mecate  cuadrado, 
lo  que  daría  72.209,160  plantas. 

El  Sr.  Sánchez  Ascona  erudito  y  sabio  estadista 
en  su  historia  de  Yucatán  calcula  en  2.478,000  me- 
cates en  cultivo  del  henequén  lo  que  da  23.756,343 
plantas. 


1 1  n  1 1  n  I  n  n  i  n  I  n  n  n  1 1  n  1 1 


DESORIPOION 


Y  CLASIFICACIÓN  VULGAR 


fH   L  ür.  Hernández,  siguiendo  en  su  **Rerumme- 

dicarum  nowse  hispanice  thesaurus"  el  sistema 

de  clasificación  de  Plíneo,  comprende  con  el  nombre 

de  '*metl"  géneros  y  aun  familias  distintas  del  msi- 

gu®y >  y  señala  las  especies  siguientes : 

la.  "Metí  Coztli"  (maguey  amarillo). — El  ma- 
guey amarillo  que  llaman  metí  coztli  ó  maguey  de 
gran  utilidad,  tiene  las  márgenes  de  las  hojas  ama- 
rillas, las  espinas  ó  púas,  pequeñas  y  negras,  las  ho- 
jas chicas,  el  tallo  tiene  dos  codos  de  alto  y  un  dedo 
de  grueso,  rojo,  con  la  flor  azul  tirando  á  rubia,  la 


—32— 

cual  nace  en  la  cumbre  y  lugar  más  alto  del  talló. 
La  raíz  es  tuberculosa.  Nace  en  los  lugares  llanos 
de  los  campos  mexicanos  en  cualquier  tiempo,  aun- 
que solamente  florece  en  el  estío. 

'  Siémbrase  de  los  renuevos  que  nacen  junto  á  la 
mata  principal. 

2a.  "Mexcalmetl." — Este  fnaguey,  acomodado 
para  comerse  asado,  es  una  especie  muy  pequeña, 
espinosa  y  teñida  de  un  verde  muy  oscuro,  cuyas 
hojas  asadas  se  comen  y  son  más  agradables  al  gus-^ 
to  que  todas  las  demás.  Hállase  gran  can^^^idad  de 
maguey  en  los  montes  de  Tepuztlan . 

3a.  '*Mexocotl." — El  mexocotl  ó  maguey  de  ci- 
ruelas, es  una  especie  de  esta  planta  espinosa  que 
se  debe  reducir  á  los  géneros  del  maguey.  Tiene  la 
fruta  agridulce,  de  muchas  maneras  y  semejantes  á 
la  ciruela,  de  donde  le  vino  el  nombre.  Es  redonda 
y  en  cierta  manera  igual  á  la  que  en  las  Indias  lla- 
mamos pina,  y  algunas  veces  son  mayores,  llenas 
de  zumo,  buenas  para  comer  y  de  sabor  agradable. 
Las  hojas  de  la  planta  son  de  maguey  y  en  alguna 
manera  semejantes  á  las  de  las  plantas  que  produ- 
cen las  pinas  indianas,  espinosas,  leonadas  y  como 
marchitas ;  el  tallo  bien  redondo  y  grueso,  y  la  raíz 
hebrosa  y  gruesa.  Las  ciruelas  son  blancas,  seme- 
jantes á  bellotas,  tienen  un  color  blanco,  tiran  á  ru- 
bias, con  una  tela  é  túnica  cubierta,  dentro  la  cual 
está  la  carne  dulce  y  acida  y  del  sabor  de  las  pinas, 
llena  de  una  simiente  que  al  principio  es  blanca  y 
después  negra,  redonda  y  dura.  Nace  en  partes  pe- 
dregosasde  la  Tierracaliente,  como  es  la  de  Tepe- 


-83— 

coacuiloo.  *     La  fruta  mojada  y  traída  en  la  boca 
cura  las  llagas  nacidas  de  calor. 

4a.  **Nequametl." — La  planta  llamada  nequa- 
metl,  que  propiamente  quiere  decir  "bebedora  de 
mieles,"  es  una  especie  de  maguey  semejante  á  las 
demás  plantas  de  su  género,  en  la  facultad,  virtud  y 
forma  peregrina  y  rara,  porque  produce  las  hojas  un 
poco  más  gruesas  que  un  dedo  atravesado,  ásperas 
á  los  lados  y  hacia  la  punta,  la  cual  es  muy  aguda; 
el  tallo  del  grueso  de  un  brazo,  cuya  cumbre  ocupa 
la  fruta,  la  cual  es  larguilla,  de  hechura  de  peras 
pequeñas  y  rodea  por  todas  partes  el  tallo.  Nace  en 
tierras  calientes.  Hállanse  otras  muchas  especies 
de  maguey,  de  las  cuales  diremos  solamente  los 
nombres  y  las  diferencias  de  algunas  partes,  por  ser 
semejantes  en  la  virtud  ó  poco  diferentes  en  la  figu- 
ra y  forma.  La  primera  empezaremos,  que  se  llama 
"mexoxoctli"  ó  maguey  verde,  y  á  otra  porque  tie- 
ne color  ceniciento  le  llaman  **mexmetl."  A  la  ter- 
cera llaman  **quauhmetl"  ó  maguey  montano,  se- 
mejante á  los  demás  géneros  en  color  y  facultad,  la 
raíz  hebrosa  y  el  tallo  ó  renuevo  largo  y  grueso.  La 
cuarta  se  llama  "huitzitzimetl,"  con  unos  agujeros 


*  Hernández  sin  duda  padeció  una  equivocación. 
Ninguna  de  las  variedades  del  maguey  corresponde 
á  esta  descripción ;  más  bien  corresponde  á  una  bro- 
meliácea:  la  ''karatas  plumieri,"  Ed.  Morren,  cono- 
cida con  el  nombre  vulgar  de  cardón  en  el  Estado 
de  Veracruz. 

6 


—34— 

largos,  y  rojas  las  raíces  y  espinas.  La  quinta  se 
llama  '*tepeyametr'  ó  maguey  de  Tapayaxin,  casi 
semejante  ala  pasada.  La  sexta  se  llama  ''acametl" 
ó  maguey  de  caña,  la  cual  tiene  las  hojas  blanquiz- 
cas hasta  cerca  de  la  inserción  con  la  raíz,  las  raíces 
y  espinas  rojas.  La  sétima  se  llama  * 'maguey  ne- 
gro," por  el  color  que  tiene  aunque  las  espinas  y 
raíces  son  de  un  color  que  de  negro  tira  á  leonado. 
La  otra  se  llama  ''xilometl"  ó  maguey  peloso,  el  cual 
tiene  las  raíces  y  espinas  coloradas.  Esta  clase  es 
más  rara  en  cierta  manera  que  las  pasadas. 

5a.  "Tepemexcalli." — La  planta  que  llaman  **te- 
pemexcalli,"  que  es  como  decir  *'otro  maguey  mon- 
tano," tiene  la  forma  del  maguey,  pero  con  delga- 
das espinillas  por  fuera.  Cura  esta  planta  la  falta 
de  movimiento  perdido  de  los  miembros,  acontecido 
por  alguna  contusión  ó  daño  de  los  nervios.  Dase 
en  lugares  pedregosos  y  montañas  de  tierras  calien- 
tes como  lo  es  la  de  Tepuztlan. 

*  6a.  **Tlacametl." — También  es  especie  de  ma- 
guey la  planta  que  llaman  "tlacametl,"  que  quiere 
decir  **maguey  amarillo,"  la  cual  es  de  la  misma  ñ- 
gura  y  facultades  que  los  demás  y  vale  para  las 
mismas  cosas;  pero  tiene  entre  todas  las  demás  par- 
ticular virtud  para  dar  vigor  y  fuerza  á  las  mujeres 
flacas  y  á  las  que  padecen  desmayos:  púsosele  el 
nombre  por  la  grandeza. 

7a.  **Teometl." — Entre  las  otras  diferencias  de 
maguey  se  halla  también  ésta,  la  cual  llaman  *Heo- 
metl,"  que  quiere  decir  **maguey  de  Dios,"  el  cual 
es  de  la  misma  facultad  y  forma,  la  raíz  larga  y  he- 


brosa,  las  espigas  sutiles,  las  hojas  de  dos  palmos 
de  lai^.  El  zumo  bebido  ó  aplicado  por  fuera,  sa- 
na las  calenturas.  Nace  en  lugares  fríos  y  calientes 
y  en  altos  y  llanos.  * 

8a.  "Pati." — La  planta  que  llaman  ''pati*'  ó  ma- 
guey sutil  y  delgado,  es  muy  semejante  al  maguey, 
pero  tiene  las  hojas  más  angostas,  mení»re8  y  más 
delgadas,  y  que  por  la  mayor  parte  tiran  á  purpúreas. 
La  raíz  es  hebrosa  y  gruesa  y  especie  de  la  planta 
de  que  sacan  el  hilo  que  llaman  pita.  Hácese  de 
esta  planta  lindísimo  hilo  muy  delgado  tenido  en 
mucha  estimación  de  las  damas  mexicanas  para  sus 
labores  y  galas  y  para  sus  preciosos  tocados.  ** 

9a.  ••Quetzalichtli."— La  planta  que  lleva  este 
nombre  y  que  algunos  llaman  **metl  pita"  ó  maguey 
de  pita,  paréceme  se  puede  reducir  á  las  especies  de 
maguey,  aunque  crece  á  la  altura  de  un  árbol,  el 
cual  echa  la  raíz  gruesa  y  hebrosa  y  que  poco  á  po- 
co se  va  adelgazando.  Las  hojas  llevan  espinas  y 
son  semejantes  á  las  del  maguey.     Hacen  de  esta 


*  El  teometl  ó  maguey  manso  fino,  es  propio,  de 
los  Llanos  de  Apam,  cuyo  clima  es  reseco  y  frío,  y 
degenera  en  cualquiera  otro  lugar. 

**  La  pita  que  en  Honduras  llaman  seda  vegetal, 
y  que  con  tanta  profusión  se  encuentra  en  una  zona 
comprendida  desde  Tuxtepec,  en  el  Estado  de  Oa- 
xaca,  hasta  Acayúcan,  en  el  de  Veracruz,  es  labro- 
melia  silvestre,  á  la  cual  parece  referirse  el  Dr.  Her- 
nández. 


—36— 

planta  los  naturales  todo  lo  que  se  puede  hacer  del 
maguey;  pero  la  ropa  que  del  hilo  de  esta  planta  se 
hace  es  delicada  y  de  mayor  estimación.  Nace  en 
tierras  calientes,  como  k»  son  las  de  Quauhquechu- 
la  *  y  Mecatlan. 

10a.  "Xolometl." — Llaman  así,  que  es  como  de- 
cir **maguey  de  siervo,"  á  otra  especie  de  maguey 
que  tiene  la  raíz  fortalecida  con  tres  raíces  ó  bolillas 
juntas,  y  tiene  ciertas  hebras  bermejas,  de  las  cua- 
les salen  las  hojas  con  unas  espinas  raras  y  rojas 
que  producen  desde  el  medio  hasta  la  punta. 

El  zumo  exprimido  de  las  hojas  en  cantidad  de  diez 
onzas,  quita  los  dolores  de  todo  el  cuerpo,  especial- 
mente los  de  las  junturas,  restituye  el  movimiento 
perdido,  empero  debe  cubrirse  bien  el  cuerpo  y  guar- 
darse con  gran  cuidado  el  tiempo  que  se  debe.  Na- 
ce en  Huejotzingo,  cerca  de  donde  nace  la  agua. 

El  Sr.  Sánchez  y  Mora,  Conde  del  Peñasco,  que 
escribió  sobre  la  planta  que  nos  ocupa,  bajo  el  seu- 
dónimo de  "José  Ramo  Zeschan  Noamira,"  trae  la 
clasificación  de  las  variedades  de  maguey  que  se 
cultivan  en  los  Llanos  de  Apam,  con  las  figuras  de 
las  pencas:  la  reproducimos  con  pequeñas  modifica- 
ciones, y  la  completamos  con  la  traducción  de  algu- 
nas palabras  mexicanas. 

la.     **Cimarrón  inferior." — En  otomí  bona huada 


*  Por  la  descripción,  parece  que  se  trata  del  izote 
(iczotl)  acaso  sea  la  "yücca  comuta?" 


—37— 

Tiene  media  vara  de  altura  (Om.  419),  y  sirve  para 
hacer  cercas.     (Figure  la.,  lámina  la.) 

2a.  *'Mechichil  negro"  ó  "Tliltic."— Bode  ó  boti 
en  otomí.  Maguey  negro.  Tiene  una  vara  de  altu- 
ra (8m.  838),  y  se  emplea  para  cercas.  (Figura 
2a.) 

3a.  "Chino  legítimo." — De  vara  y  media  de  al- 
tura (Im.  257);  se  le  emplea  para  cercas.  Figura 
3a.) 

4a.  ^'Espinaca"  ó  "quilic." — ^Tiene  la  misma  al- 
tura y  empleo  que  el  anterior.     (Figura  4a.) 

5a.  "Mezontete." — Altura  y  usos,  los  mismos  que 
el  anterior.     (Figura  5a.) 

6a.  **Cimarrón  Tepalcametl  amarillo,"  ó  "Meta- 
palca,"  ó  "costic  tepalcate,"  ó  "tepalcatudo." — 
Crece  dos  varas  [Im.  676],  y  se  emplea  para  hacer 
cercas.     [Figura  6a.,  lámina  2a]. 

7a.  "Otra  id.  Tepalcatl." — Semejante  en  altura 
y  usos  á  la  anterior.     [Figura  7a.) 

8a.  "Cimarrón  morado." — En  otomí  caastihua- 
da,  bruto.  Altura  y  uso  como  el  anterior.  [Figu- 
ra 8a.] 

9a.  "Cimarrón  Mechichitl." — "Maguey  que  se 
chupa,"  la  misma  altura  y  usos  que  el  anterior.  [Fi- 
gura 9a.] 

10a.  "Lechuguilla"  ó  "Metometl."— En  otomí 
chihuada,  en  castellano  reata.  Tiene  una  vara  de 
altura  [Om.  838],  da  poca  aguamiel,  blanquizca  y 
desabrida;  se  emplea  para  la  jarcia,  para  la  prepa- 


—38— 

ración  del  aguardiente  de  mezcal  y  para  el  mezcal 
de  comer.     [Figura  10a.] 

lia.  **Mechichitl  Guichilac." — En  castellano  es- 
pinoso. Tiene  vara  y  media  de  altura  fl"!-  257]. 
Da  p9ca  aguamiel,  dulce,  fluida  y  amarilla.  Dura 
en  producto  veinte  días:  con  su  aguamiel  se  beneñ- 
cia  pulque.     [Figura  lia.,  lámina  3a.] 

12a.  '^Cimarrón  blanco." — De  altura  como  el  an- 
terior, da  muy  poca  aguamiel,  blanca,  espesa  y  de- 
sabrida. Dura  en  producto  veinte  días;  con  su  agua- 
miel se  fabrica  pulque  y  mezcal.  [Figura  12a.] 

13a.  **Cosmetl." — En  castellano  maguey  blanco. 
Tiene  dos  varas  de  altura  [Im.  676]  ;  da  poca  agua- 
miel, amarilla,  dulce  y  fluida.  Dura  dos  meses  en 
producto ;  sirve  para  la  fabricación  de  pulque  y  de 
mezcal.     (Figura  13a.) 

14a.  "Cimarrón  Izmetl." — En  castellano,  izclu- 
do.  Altura  y  calidad  de  la  aguamiel,  como  en  el 
anterior.  Dura  tres  meses  en  producto.  Sirve  pa- 
ra la  fabricación  del  pulque  y  del  mezcal.  Su  pen- 
ca da  un  ixtle  más  fino  que  el  que  producen  las  pen- 
cas de  los  magueyes  anteriores.    Figura  14a. 

15a.  ^'Cimarrón  pita." — En  castellano,  bruto;  de 
dos  varas  de  altura  Im.  676.  Da  poca  aguamiel, 
blanca,  espesa  y  desabrida.  Da  producto  por  un  po- 
co más  de  dos  meses.  Sirve  para  pulque  y  mezcal. 
Figura  15a. 

16a.  "Cimarrón  mecuametl."— En  castellano,  ví- 
bora; en  otomí,  taxi-huada.  Poco  más  de  dos  va- 
ras. El  aguamiel  que  produce  es  de  la  misma  cali- 
dad que  el  anterior.     Dura  mes  y  medio  producien- 


do,  y  con  su  aguamiel  se  fabrica  pulque.    Figura 
16a. 

17a.  "Cimarrón  superior.*'-  Mechichil;  en  cas- 
tellano, colorado.  De  dos  y  media  varas  de  altura 
2m.  095;  da  una  aguamiel  dulce,  clara,  fluida  y 
abundante.  Dura  cuatro  meses  en  producción.  Con 
su  aguamiel  se  elabora  pulque.     Figura  17a. 

18a.  **Xocotic."—  En  castellano,  verde  limón ;  en 
otomí,  canguí.  Tamaño  y  calidad  del  aguamiel,  lo 
mismo  que  el  del  anterior.  Dura  tres  meses  en  pro- 
ducto, y  con  su  aguamiel  se  fabrica  pulque.  Figu- 
ra 18a.,  lámina  4a. 

19a.  **Cimarrón  fino  superior." — Tiene  cerca  de 
dos  y  media^varas  de  altura.  Aguamiel  abundante, 
amarillenta,  desabrida  y  fluida ;  produce  dos  meses 
y  medio  y  se  fabrica  pulque.    Figura  19a. 

20a.  "Cimarrón  manso  fino." — Las  mismas  di- 
mensiones que  el  anterior.  Aguamiel  abundante, 
espesa,  blanquizca  y  muy  dulce.  Dura  en  producto 
cuatro  meses  y  medio.  Se  le  beneficia  para  pulque. 
Figura  20a. 

21a.  "Cenizo  ó  mepitzahuac." — Enotoraí,  bous- 
pí.  El  tamaño  es  como  el  anterior.  Da  poca  agua- 
miel, espesa,  blanquizca  y  desabrida;  dura  produ- 
ciendo dos  meses.  Se  le  utiliza  para  la  fabricación 
de  pulque.     Figura  21a. 

22a.  "Cimarrón  mexoxotl,  verde  limón"  ó  "metl- 
sosotic." — Maguey  agrio.  Las  mismas  dimensio- 
nes que  el  anterior.  Da  abundante  aguamiel,  blan- 
quizca, cristalina  y  dulce;  se  le  utiliza  para  hacer 


-40— 

palque.     Dura    en  producto   tres  meses.      Figura 
22a. 

23a.  ''Chichimeco  de  Castilla"  ó  "Mecometl,  Pe- 
rro meco." — La  misma  longitud  de  las  pencas  que  el 
anterior.  Aguamiel  abundante,  espesa,  cristalina. 
Se  le  emplea  para  pulque  y  dura  tres  meses  produ- 
ciendo.    Figura  23a.,  lámina  5a. 

24a.  *'Xoxometl  cimarrón"  ó  *'Mexmetl." — Ten- 
dido. Talla,  la  lisma  que  el  anterior.  Aguamiel 
poca,  verdosa,  límpida;  de  un  dulce  desabrido.  Du- 
ra tres  meses  en  producto.     Figura  24a. 

25a.  "Cimarrón  fino,  Mecuametl"  ó  "Xilometl." 
— '*Alto." — En  otomí,  zerezoo.  2/i  varas  2m.095. 
Aguamiel  abundante,  amarilla^  cristalina  y  de  un 
dulce  desabrido.  Dura  5  meses  en  producto  y  con 
su  aguamiel  se  hace  pulque.     Figura  25a. 

26a.  '*Cimarrón  fino  verde." — De  dos  varas  tres 
cuartas  de  altura  2m.  304.  Aguamiel  abundante, 
blanquizca,  espesa  y  desabrida.  Se  emplea  para 
pulque.  Dura  dos  meses  y  medio  en  producto.  Fi- 
gura 26a. 

27a.  **Temexmetl,  De  cal." — Porte  de  tres  varas 
de  altura  2m.  514.  Aguamiel  abundante,  amarillo- 
turbia  y  muy  dulce.  Se  le  emplea  para  hacer  pul- 
que. Dura  en  producto  cerca  de  cuatro  meses.  Fi- 
gura 27a. 

28a.  **Manso  legítimo." — En  otomí,  maxo.  De 
tres  y  media  varas  2m.  933  de  altura.  Aguamiel 
abundante,  cristalina  y  muy  dulce;  se  le  emplea  pa- 
ra hacer  pulque.  Dura  en  producto  cuatro  meses. 
Figura  28a.,  lámina  6a. 


—41— 

29a.  "Ixtametl,  Salado." — De  dos  y  media  varas 
de  altura  2m.  095.  Aguamiel  abundante,  amarilla, 
espesa  y  desabrida.  Se  le  emplea  para  el  pulque. 
Dura  en  producto  cuatro  meses.     Figura  29a. 

30a.  **Cimarron  fino  superior,  verde." — Altura 
dos  varas  y  tres  cuartas  2m.  304.  Da  poca  agua- 
miel, amarilla,  cristalina  y  muy  dulce;  se  le  emplea 
para  hacer  pulque.  Dura  en  producto  tres  meses. 
Figura  30a. 

31a.  "Cimarrón  fino." — Crece  hasta  dos  varas 
Im.  676  de  altura;  da  poca  aguamiel,  líquida,  ama- 
rilla y  muy  dulce.  Dura  en  producto  hasta  cuatro 
meses.     Se  emplea  para  hacer  pulque.     Figura  31a. 

32a.  "Cimarrón  verde." — Crece  hasta  dos  varas 
y  media  2m.  095;  da  poca  aguamiel,  líquida,  blan- 
quizca, cristalina  y  muy  dulce.  Dura  en  producto 
hasta  cinco  meses.     Figura  32a. 

33a.  "Xoyametl,  Fuego." — Crece  hasta  dos  va- 
ras Im.  676;  da  poca  aguamiel,  blanquizca,  espesa 
y  desabrida.  Se  le  emplea  para  hacer  pulque.  Du- 
ra en  producto  cuatro  meses.     Figura  33a. 

En  el  Distrito  de  Lerma,  Estado  de  México,  cuyo 
clima  es  frío  y  húmedo,  se  conocen  cinco  clases  de 
magueyes  cultivados  para  la  elaboración  del  pulque 
tlachique,  con  los  siguientes  nombres  vulgares: 

lo.  "Tlacametl"  [de  "tlaca,"  persona  ó  cosa  ra- 
cional; y  "metí,"  maguey]. — Pencas  de  dos  metros 
de  largo,  anchas,  gruesas,  de  un  color  verde  pálido; 
espinas  de  los  bordes  de  las  hojas  bastante  separa- 
das entre  sí,  la  terminal  gruesa  y  corta.     La  altura 

6 


—42- 

tbtal  del  maguey  es  de  2m.  50;  las  pencas  son  poco 
abundantes.     Dura  de  diez  á  doce  años. 

2o.  '*Toluqueño"  ó  uña  de  gato. — Pencas  de  Im. 
70  de  altura,  angostas  y  un  poco  gruesas,  de  color 
verde  oscuro,  curvas,  inclinándola  espina  terminal, 
que  es  débil,  hacia  el  centro  de  la  planta;  espinas  de 
los  bordes  bastante  juntas  y  grandes.  La  altura  de 
la  planta  es  de  2  metros.  Dura  ocho  años..  Es  me- 
nos apreciado  que  el  anterior. 

3o.  **Blanco." — Pencas  de  Im.  80  de  largo,  an- 
chas y  poco  gruesas,  de  un  color  verde  cenizo,  espi- 
nas laterales  pequeñas  pero  muy  unidas,  la  terminal 
pequeña  y  fuerte.  Porte  del  maguey,  2m.  20;  pro- 
duce muchas  pencas  y  dura  12  años. 

4o.  **Verde  calabaza."— Penca  de  2  metros  de 
largo,  angostas  pero  gruesas,  de  color  verde  azula- 
do; espinas  de  los  bordes,  pequeñas  y  separadas. 
La  terminal,  larga  y  débil.  La  altura  del  maguey 
es  de  2m.  35.     Dura  diez  años. 

5o.  *'Santa  Fe." — Pencas  de  2m.  40  de  largo, 
más  angostas  que  en  las  especies  anteriores,  de  co- 
lor verde  cenizo;  espinas  laterales  muy  finas  y  pe- 
queñas, pero  muy  juntas.  La  terminal  pequeña. 
Porte  del  maguey,  3  metros.     Dura  quince  años. 

Hay  otro  maguey  que  se  cultiva  como  planta  de 
ornato  en  casi  toda  la  República,  conocido  con  el 
nombre  vulgar  de  *'maguey  meco:"  Las  pencas 
son  verdes  franjeadas  de  amarillo.  En  Tehuacán 
abunda  al  estado  silvestre  un  hermoso  maguey  de 
0m,40  á  0m,50  de  altura  con  la  espina  terminal,  al- 
gunas veces  es  espiral;  le  llaman  *' papalometl" 


—43— 

(agave  Leopoldi);  más  .propio  para  ornato.  EnGua- 
dalajara,  en  la  barranca  de  Portillo,  existe  otro  tam- 
bién pequeño  de  hojas  angostas  y  festonadas  (aga- 
ve sehidigera )  propio  para  decoración  de  jardi- 
nes. En  Durango,  Nuevo  León,  abunda  el  esplén- 
dido maguey  llamado  en  botánica  agave  regina. 

Victorae-reginae  de  T.  Moore. 

El  Estado  de  Jalisco  es,  sin  duda,  en  donde  se  cul- 
tiva en  mayor  escala  el  maguey  mezcal,  para  la  fa- 
bricación de  un  ágfuardiente  aromático  que  lleva  el 
nombre  genérico  de  "tequila."  8e  conocen  allí  va- 
rias clases,  denominadas  vulgarmente  con  los  nom- 
bres de  mezcal  chino,  azul,  bermejo,  sigüin,  mora- 
neño,  chato,  mano  larga,  zopilote,  pie  de  muía,  y 
otros  muchos  nombres  provinciales,  pero  que  t<»dos 
ellos  se  cultivan  y  sirven  para  la  preparación  del 
mezcal. 

En  Yucatán  y  Campeche,  como  ya  lo  he  indicado, 
el  henequén  forma,  por  ílecirlo  así,  la  base  de  la 
agricultura  en  aquellas  regiones,  conociéndose  las 
siguientes  especies  agrícolas: 

la.  *'Zaccí."— (Henequén  blanco).  Agave  rígi- 
da var,  elongata.  La  penca  es  de  un  verde  cenizo. 
Muy  productivo  en  todos  los  terrenos,  excluyendo 
los  puramente  silíceos  y  los  humíferos,  en  donde  el 
filamento,  además  de  ser  poco  abundante,  no  ad- 
quiere consistencia;  los  que  más  le  convienen  son  los 
arcillo-ferruginosos  ("Kancab")  de  subsuelo  cali- 
zo. El  zaccí  es  la  variedad  más  comunmente  culti- 
vada por  la  abundancia,  la  tenacidad  y  el  mayor  diá- 
metro de  su  filamento.  Las  demás  variedades  se  las 
ve  representadas  en  los  planteles  por  sólo  algunos 
individuos  aislados. 


—44— 

2a.  '*Chucumcí." — Es  casi  igual  al  anterior,  pe- 
ro la  planta  es  más  dura,  gruesa  y  larga,  su  filamen- 
to más  pesado,  grueso  y  menos  flexible.  Menos  pro- 
ductiva que  la  anterior,  esta  variedad  da  una  fibra 
de  buena  calidad,  pero  es  mal  apreciada;  se  acomo- 
da igualmente  á  todos  los  terrenos,  particularmente 
al  llamado  **chichlum"  (tierra  de  aluvión).  Agave 
rígida  var,  Sisalana. 

3a.  '*Yaaxcí." — (Henequén  verde).  Las  pencas 
son  de  un  verde  aterciopelado  más  oscuro  que  el 
zaccí.  Bastante  productivo.  Su  filamento  es  muy 
flexible  y  tenaz;  vegeta  en  cualquier  terreno,  con 
especialidad  en  los  dos  anteriormente  citados. 

4a.  "Cittamcí." — "Quitanquí." — Es  de  pencas 
cortas  y  delgadas  y  de  poco  filamento,  por  lo  que  no 
es  apreciada.  Filamento  de  buena  calidad ;  terreno, 
el  arcillo-ferruginoso  (*'Kancab"). 

5a.  "Cahum." — Fourcroya  Cubensis.  Es  de  pen- 
ca larga,  delgada  como  la  pita,  de  color  pajizo.  Pros- 
pera en  los  terrenos  pedregosos ,  silíceo  -  calizos 
(**tzekel")  situados  á  inmediaciones  de  la  Costa.  La 
penca  de  esta  variedad  es  la  que  alcanza  la  mayor 
longitud,  y  aunque  es  poco  filamentosa,  en  general, 
es  suceptibie  de  mejoramiento. 

6a.  "Chelem." — Agave  angustifolia.  Su  filamen- 
to es  tenaz,  y  tiene  casi  la  flexibilidad,  el  lustre  y  la 
finura  del  yaaxcí ;  pero  además  de  ser  poco  abundan- 
te, presenta  el  inconveniente  de  tener  muy  poca  lon- 
gitud. Esta  es  la  única  variedad  que  ha  permanecido 
al  estado  silvestre;  se  la  ve  vegetar  en  todos  los  te- 
rrenos. 

7a.     **Pitací.''-^E8ta  variedad  es  la  menos  oo- 


mún,  ó  por  mejor  decir,  la  más  rara  de  todas.  Se  la 
distingue  de  las  demás  por  la  ausencia  completa  de 
espinas  en  los  bordes  de  la  penca.  Se  desarralla 
bien  en  las  tierras  de  aluvión  ("chichlum)  y  en  los 
terrenos  calizo-sillceos  cubiertos  de  una  ligera  capa 
de  "Kancab"  (''arcüla''). 

8a.  "Babqui." — Es  semejante  al  zaccí,  pero  tie- 
ne dobles  pencas  y  más  delgadas:  produce  menos  fi- 
lamento, aunque  de  mejor  calidad. 


I II  n  1 1 1 1 1  n  II  n  I II  n  n  11 11 1  i  I  n 


CLASIFICACIÓN  BOTÁNICA. 


J^LANTA  acaula  monocárpica  y  fructicosa.  Lám. 
7a.  Raíz  vivaz,  compuesta,  ramosa,  revestida  de 
escamas  morenas  é  imbricadas.  Cepa  bulbosa  cilin- 
drica, corta,  gruesa  y  prolífera.  Hojas  radicales, 
acanaladas,  semiamplexicaules,  oblongo-lanceola- 
das  (en  algunas  especies  ensiformes),  arrejonadas, 
sésiles,  carnosas,  rígidas,  lampiñas,  glaucas  [en  va- 
rias especies  son  de  un  verde-oscuro ;  hay  algunas 
jaspeadas  y  otras  franjeadas  de  rojo  ó  de  un  amari- 
llo pálido,  ó  de  gris  claro] ;  simples,  enteras,  ligera- 
mente onduladas,  con  los  bordes  armados  de  aguijo- 
nes más  ó  menos  ganchudos;  en  algunas  especies  en 
ángulo  recto  y  en  otra  faltan ;  moreno-rojizos. 

La  longitud  de  las  hojas  es  variable  según  lases- 


-47— 

pecies,  pero  siempre  terminadas  por  una  espina  gran- 
de, dura  y  morena.  Esta  en  algunas  especies  toma 
accidentalmente  la  forma  de  rejón  ó  en  espiral.  En 
las  especies  más  robustas  alcanzan  hasta  tres  y  me- 
dio metros  de  longitud,  en  las  variedades  de  pencas 
pequeñas  treinta  centímetros  y  aun  menos.  Las  ho- 
jas inferiores  reflejas,  las  interiores  erguidas.  Pre- 
foliación  conduplicativa.  Yema  central  bastante  de- 
sarrollada, casi  de  la  longitud  de  la  planta,  y  pris- 
mática de  tres  ángulos;  á  esta  yema  se  le  da  el  nom- 
bre de  "meyolote"  (en  mexicano  "meyollotli").  Las 
yemas  inferiores  nacen  cerca  del  suelo  y  se  les  lla- 
ma "mecuates"  ["mecoatl"  en  mexicano].  El  b<'- 
hordo  se  llama  vulgarmente  '*quiote,"  f  *quiotr']; 
es  rollizo,  erguido,  estriado,  largo,  grueso,  con  brác- 
teas  perf oliadas,  aplicadas  contra  él ;  las  inferiores 
imbricadas,  las  superiores  separadas,  todas  delgadas 
y  terminadas  por  una  espina  recta ,  pequeña  y 
aguda. 

Su  inflorescencia  en  panoja,  ramosa;  raquis  ci- 
lindrico y  estriado,  decreciendo  en  longitud  desde  el 
cuarto  superior  hasta  la  extremidad  del  escapo.  Pre- 
floración  [lámina  7]  valvar induplicati va,  con  loses- 
tambres  doblados  hacia  dentro.  Flor  monoperian- 
tada,  de  ovario  infero,  hermafrodita,  pedunculada, 
son  pedúnculos  cortos  y  encorvados.  Perianto  tu- 
buloso é  infundibuliforme;  el  tubo  hinchado  y  sub- 
exágono,  de  color  verdoso;  lacinias oblongo-agudas, 
amarillas  en  la  base  y  tomando  insensiblemente  un 
color  rojizo  hacia  la  extremidad.  Estambres,  seis, 
amarillos,  fértiles;  inclusos  al  principio  y  largamen- 
te exertos  después;  filamentos  subulados;  anteras 


lineares  bilobadas  y  versátiles.  Ovario  turbinado 
sub-exágono;  de  tres  lóculos  multiovulados;  óvulos 
anátropos,  de  placentación  axilar.  Elstilo  central, 
lai^,  cilindrico;  estigma  capitado,  trígono  y  del 
mismo  color  que  el  estilo.  El  fruto  es  una  cápsula 
oblonga,  con  seis  costillas  longitudinales  de  tres  ló- 
culos polispermos.  Semillas  n^pras,  deprimidas, 
triangfulares,  violadas,  coriáceas ;  de  embrión  recto  y 
endosperma  carnoso. 

El  henequén  es  una  planta  textil,  vivaz,  mocar- 
piana,  de  la  familia  de  lasamarilideas;  acaule  en  los 
primeros  tiempos  de  su  desarrollo,  presenta  el  as- 
pecto de  las  plantas  bulbosas;  pero  más  tarde,  y  á 
medida  que  va  perdiendo  las  primeras  hojas,  deja 
ver  un  tallo  simple,  más  ó  menos  leñoso,  lleno  y  ci- 
lindrico, que  conserva  en  su  superficie  exterior  las 
huellas  de  la  inserción  de  aquellos  apéndices;  las 
hojas,  muy  aproximadas  y  dispuestas  sobre  el  tallo, 
según  varias  espiras  que  marchan  paralelamente  de 
izquierda  á  derecha  y  de  derecha  á  izquierda,  como 
las  escamas  de  la  pina,  son  sésiles,  largas  [de  un 
metro  á  metro  y  medio],  gruesas,  carnosas,  un  po- 
co estrechadas  cerca  de  su  inserción,  acanaladas, 
formando  con  el  tallo  un  ángulo  más  abierto,  á  me- 
dida que  son  más  inferiores,  y  provistas  de  espinas 
en  las  puntas  y  en  los  bordes;  la  raíz  es  ramosa  des- 
de el  cuello,  y  se  extiende  casi  horizontalmente  en 
el  suelo  hasta  ocupar  una  superficie  cuyo  radio  es  la 
longitud  de  la  hoja;  las  flores,  dispuestas  en  raci- 
mos sobre  el  tercio  ó  la  mitad  superior  de  un  escapo 
estipulado  que  sale  del  centro  de  la  planta,  son  de 
perianto  simple  ep^íneoy  sepaloide,  formado  de  seis 


-49— 

lacinias  regularmente  arregladas  en  dos  verticilos 
trímeros,  alternados,  con  seis  estambres  opuestos  á 
las  lacinias  del  perianto  é  insertos  á  su  base,  de' fi- 
lamento subulado  y  de  anteras  biloculares  introrsas, 
y  un  estilo  simple  y  grueso,  terminado  por  un  estig- 
ma también  simple,  ligeramente  trilobado;  ovario 
infero  de  tres  lóculos  separados  por  septales  axiles, 
con  muchos  óbulos  campilotropos,  biseriados  en  ca- 
da lóculo;  fruto,  una  cápsula  poliespérmica  de  de- 
hisencia  loculioida.  * 

Los  naturalistas,  por  los  caracteres  que  hemos 
descrito,  colocan  á  las  plantas  que  nos  ocupan  en  la 
familia  de  las  amarilídeas,  y  en  el  género  agave  [de 
Agave,  madre  de  Penteo,  que  habiendo  enloqueci- 
do por  Baco,  hizo  pedamos  á  sa  hijo ;  alusión  que  se 
hace  de  esta  planta  por  lo  espinoso  de  sus  hojas].  ** 

Humboldt  creía  que  los  diversos  magueyes  que 
crecen  en  América,  eran  variedades  de  una  misma 
especie;  pero  según  los  estudios  modernos,  existe  un 
número  considerable  de  especies. 

En  la  "Biología  Centrali  amei¿cana,"  parte XVII, 
correspondiente  á  Febrero  del  año  de  1884,  se  en- 
cuentran clasificadas  125  especies  y  tres  variedades 


*  P.  Peniche,  **E1  henequén  bajo  el  punto  de  vis- 
ta fitotécnico."— 1883. 

**  Según  unos,  del  griego  **ayavo8,"  admirable, 
pomposo,  magnífico;  según  otros,  se  deriva  "ayar," 
herida,  alusión  á  las  fuertes  espinas  de  las  hojas. 

7 


—so- 
peculiares  de  México,  pero  las  cuales  deben  acep- 
tarse á  reserva  de  rectificaciones,  atendiendo  á  que 
muchas  de  ellas  han  sido  clasificadas  sobre  plantas 
jóvenes  ó  aclimatadas  en  los  invernaderos  de  Kewó 
en  los  jardines  botánicos  de  Europa.  Por  lo  mismo 
muchos  de  los  caracteres  específicos  deben  haberse 
modificada  por  el  cultivo  forzado  á  que  se  les  ha  so- 
metido. Es  posible  también,  atendiendo  ala  confu- 
sión que  reina  en  la  clasificación  de  los  agaves,  que 
aparezcan  mayor  número  de  especies  de  las  que  en 
realidad  haya.  No  obstante  esto,  ponemos  á  conti- 
nuación la  clasificación  de  las  especies  tomadas  de  la 
monografía  escrita  en  inglés  por  Baker  por  ser  el 
único  trabajo  científico  de  este  género  que  conoce- 
mos, hecho  por  un  botánico  competente. 


1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1  ttt  ttttttttttt 


AGAVE  UNN. 


"Perianto"  infundibuliforme  de  tubo  corto  y  seg- 
mentos casi  ig^uales,  oblanceolados  y  falcíformes* 
Estambres  insertados  en  la  garganta  ó  abajo  d^ 
ella;  filamentos  filiformes,  por  lo  regular  mucho  más 
largos  que  los  segmentos;  anteras  lineares  y  ver- 
sátiles. **Ovario"  oblongo-cilfndrico,  rostrado  y  3 
locular;  multíovoludo  y  óvulos  superpuestos,  estilo 
alesnado;  estigma  capitado  y  3  lobado.  Fruto 
una  cápsula  oblonga,  loculicida  y  3  valvada.    **Se- 


*Reim preso  con  modificaciones  del  "Gardeners' 
Cronicle"  en  1887.  tíl  folleto  se  tradujo  al  italiano 
por  el  Barón  Ricasoli,  y  apareció  con  grabados  ori- 


millas"  discoidales,  de  testa  negra  y  delgada.  Mo- 
nocarpico  y  acaule;  raras  veces  policárpico  y  cau- 
lescente.  "Hojas"  en  roseta  apretada,  más  ó  menos 
carnosas  y  por  lo  regular  de  textura  firme  con  es- 
pina terminal  punzante  y  con  abundantes  aguijones 
corneos  y  marginales.  '^Inflorescencia,"  densamente 
subespigada  ó  en  panoja  tirsoide;  pedúnculo  solo 
con  hojas  reducidas;  flores  amarillo- verdoso,  pro- 
toandricas. 


ginales  en  el  vol.  IV  (1879)  de  la  **Report  of  th« 
Tuscan  Horticultural  Society."  Para  más  detalles 
véase  Jacobi's  elabórate  Monograph,  que  apareció 
original  en  la  **Hamburg  Gartenzeitung"  1864-1867 
y  sus  dos  anotaciones;  el  folleto  de  Engelmann  en 
el  vol.  III  de  la  "Transactions  of  the  Academy  of 
Sciencaof  St.  Louis,"  Salmdigck  en  "Hortus  Dyc- 
kianus"  1834  y  Bomplandia  1895,  pp.  85-96;  K. 
Koch  en  "Wochenschrift"  1869.  Las  recientes  Se- 
guras y  descripciones  de  las  nuevas  especies  por 
Todaro  en  **Hort.  Bot.  Panorm"  y  la  Synopsis 
Terraciano  (1885)  de  las  especies  cultivadas  en 
Ñapóles.  Mis  propias  descripciones  la  mayor  par- 
te fueron  diseñadas  de  las  plantas  vivas  en  Kew  y 
de  las  colecciones  de  Mr.  Wilson  Saunders  en  Reiga- 
teydeMr.  J.  T.  Peacock  en  Hammersmith .  Además 
de  las  figuras  publicadas  hay  en  Kew  series  de  fo- 
tografías tomadas  de  las  colecciones  de  Mr.  Wilson 
Saunders,  Barón  van  Ellemeet  y  M.  van  Bemmeie. 


mi  DE  IOS  SDB6EIÍER0S  FDKDADA  EK  li  INElOHIiCil. 


EUAGAYE,  Flores  en  racimo  compuesto  oolocad«# 
en  la  extremidad  de  las  ramas  de  una  panoja  tirsoi* 
dal  deloido. 

LiTT^A.  (Tagl)  Flores  por  pares  formando  una 
densa  y  cilindrica  inflorescencia  subespigada. 

Manfreda,  (Salisb)  Flores  solitarias  formando 
un  subrasimo  sencillo  y  flojo  ó  espiga. 


{love  de  los  seiies )  ppos  iM  eo  lo  íofi,  Ho  y  ieiiun 


Series  1.  Coriaceo-carnos^.  Hojas  persistentes, 
gruesas  y  rígidas  y  no  del  todo  flexibles. 
Espina  terminal,  ancha  y  punzante. 

Grupo  1.     FiLiFER^.    Margen   de  la  hoja  aflecad* 

Esp.  1-6 

Grupo  2.     Margínate.  Margen  de  la  hoja  provista 
de  un  continuo  borde  corneo  y  dentado  de 
la  punta  á  la  base. 
Hojas  ensiformes. 


GrandifolísB Esp.  6-10 

Parvif oliaB Esp.  11-16 

Hojas  oblongas  ú  oblanceolado-espatu- 
ladad. 

GrandifoliaB Esp.  17-20 

ParvifoliflB Esp.  21-23 

Grupo  3.  -  SuBMARQiNAT^.  Maleen  de  la  hoja  pro- 
visto de  un  borde  continuo  comeo  y  den- 
tado en  la  mitad  ó  tercio  superior  pero  no 
en  la  base. 

Parvif olisB Esp.  24-30 

GrandifoliaB*. Esp.  81-34 

Grupo  4.  AmericaNí£.  Margen  de  la  hoja  sin  con- 
tinuo borde  corneo  abajo  de  la  extremi- 
dad; dientes  marginales  anchos  con  el 
margen  ondulado  entre  ellos. 

Hojas  oblongo-espatuladas Esp.  35-45 

Hojas  oblanoeolado-espatuladas. 

Grandifoli» Esp.  46-&3 

Parvifoliae Esp.  54-60 

Grupo  5.  RiQíDiE.  Margen  de  la  hoja,  sin  ningún 
borde  corneo  continuo  abajo  de  la  extre- 
midad; dientes  pequeños  con  el  margen 
no  ondulado,  entre  ellos. 

Hojas  oblongo-espatuladas Esp.  61-64 

Hojas  oblanceoladas  ó  enciformes. . .  Esp.  65-75 

Grupo  6.  Striat^.  Margen  Ae  la  hoja  finamente 
aserrado;  superficies  claramente  acosti- 
lladas.  Esp.  76-79 

Grupo  7.  Int£GRIF0LL£.  Margen  de  la  hoja  ente- 
ro; superficies  no  acostilladas.  Esp.  80-82 


-55- 

Series  II.  Carnoso -coriácea.  Hojas  persistentes, 
más  carnosas  y  menos  rígidas  que  en  las 
últimas  series;  espina  terminal  más  pe- 
queña y  menos  punzante. 

Grupo  8.  GEMnoPLORiE.  Margen  de  la  hoja  divi- 
dido en  hilos Esp.  83 

Grupo  9.  Aloide^.  Margen  de  la  hoja  provisto  de 
pequeños  dientes  corneos  separados. 

Hojas  oblongo- espatuladas Esp.  84-92 

Hojas  oblan ceoladas  ó  ensiformes. 

GrandifoliaB Esp.    93-103 

ParvifoliflB Esp.  104-113 

Grupo  10.  SerrulaTíE.  Margen  de  la  hoja  una- 
mente aserrado Esp.  114-115 

Grupo  11.  Attenuatae.  Margen  de  la  hoja  entero. 
Esp.  116-117 

Series  III.  Flesciles.  Hojas  persistentes,  pero  más 
delgadas  y  más  flexibles  que  en  las  dos 
series  anteriores.  Espina  terminal  pe- 
queña y  apenas  punzante. 

Grupo  12.  Viviparae.  Hojas  distintamente  denta- 
das. 

Hojas  lineal-ensiformes Esp.  118-119 

Hojas  lanceoladas Esp.  120-123 

Hojas  ablanceolada-oblongas Esp.  124-125 

Grupo  13.  Yuc^FOLi^.  Hojas  casi  enteras  ó  ape- 
nas aserradas Esp.  126 

Series  IV.  Herbácea. — (  Manfreda  ).  Hojas  que 
caen  anualmente,  casi  herbáceas.  Espi- 
na terminal  no  del  todo  punzante. 


Estambres  cortos Esp.  127 

Estambres  mucho  más  largos   que   los 
segmentos  del  perianto. 
Segmentos  del  perianto  casi  tan  largos 

como  el  tubo Esp.  128-134 

Segmentos  del  perianto  máa 

largos  que  el  tubo Esp.  135-138 


GRUPO  L-FILIFERtE, 


1.  A.  (Littffia)FiLiFERA.  Salmdyck,  Hort.  Dick. 
8.309;  Lemaire,  III.  Hort.  t.  243;  Baker  in  Gard. 
Chron.1877,  fig.  49;Berl.  Monat.  1887.  t.5.— Acaule. 
— Hojas  60-100  en  una  densa  roseta,  duras,  dere- 
chas, ensiformes,  de  6-9  pulgadas  de  largo  por  una 
de  ancho,  estrechándose  gradualmente  para  termi- 
nar en  una  espina  gris,  punzante,  verde  pálido,  éi 
margen  continuo  dividido  en  hilos  grísea  de  consis- 
tencia rígida,  e!  dorso  marcado  con  lineas  grises, 
impresiones  de  loa  márgenes  de  las  otras  hojas.  Pe- 
dtínculo  de  3-4  píes  de  longitud;  hojaa-bracteas 
alesnadas  las  de  arrib».  desparramadas.  Flores  en 
espiga  densa  de  2-4  pi6s  de  largo,  bracteas  lineales, 
moreno  purpurinas.  Perianto  de  2  pulgadas  de  lar- 
go incluyendo  el  ovario:  ovario  con  un  pico  largo; 
tubo  de  una  pulgada  de  largo;  aegfnentos  lineales, 
moreno  -  verdiosos  de  h  pulgada  de  largo.  Fila- 
mentos purpúreos  de  1  H  pulgada  de  largo. 


I 


—57— 

Var.  A.  Fn.AMENTOSA.  Salmdyck  en  Bompland. 
VII.  94;  Baker  en-8aund.  Ref.  Bot.  t.  164.— Hojas 
más  laicas,  alcanzando  una  longitud  de  18-21  pul- 
gadas. Pedúnculo  incluido  5-6  pies.  Espiga  de 
10-12  pies  de  largo. 

Hab.  México,  fué  descrita  primero  por  el  Prínci- 
pe Salmdyck  en  1834.  Floreció  en  Kew  en"  1875  y 
1887.  "A.  Romani."  Hort.  De  Smet.  se  dice  que  es 
un  híbrido  de  esta  especie  y  el  **A.  Xalapensis." 

2.  A.  (LiTT^A)  SCHIDIGERA,  Lemaire,  111.  Hort. 
t.  330;  Hook.  fil.  en  Bot.  Mag.  t.  5,641.— Habit  de 
"A.  filifera"  de  la  cual  difiere  por  los  hilos  margi- 
nales blancos,  aplanados  y  no  alesnados. 

Hab.  México,  introducida  al  cultivo  por  Vers- 
chaffelt  en  1861.  Floreció  en  Kew  1878,  1879, 1881. 
De  conformidad  con  Roezl,  en  Belg.  Hort.  1883,  las 
hojas  de  la  planta  silvestre  son  algunas  veces  de  un 
colorado  brillante  y  otras  de  un  púrpura  obscuro. 
**A.  Ortgiesiana"  Hort.  es  una  forma  enana,  con 
una  faja  pálida  central  abajo  de  la  cara.  Floreció 
en  el  Jardin  Botánico  de  Palermo  en  1882. 

3.  A.  (Lrrr^A)  Schottu  Engelm.  Notes,  17. 
"A.  geminiflora"  var.  **Sonoroe,"  Torrey.  Acaule. 
— Hojas  lineales  de  /¿-I  pie  de  largo,  H-H  pulga- 
das de  ancho.  Textura  muy  tiesa,  planas  ó  cóncavas 
en  la  cara,  tricuetras  en  el  dorso,  muy  punzantes  en 
la  extremidad,  el  margen  dividido  en  abundantes 
hilos  blancos  y  finos.  Pedúnculo  con  inflorescencia 
de  5-6  pies  de  largo.  Flores  en  pares  ascendentes 
flojos,  pedicelos  muy  cortos.  Perianto  con  ovario 
1>¿  pulgadas  de  largo,  segmentos  iguales  al  tubo 

8 


estrechamente  infundibuliforme.  Filamentos  de  dos 
veces  la  longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  Las  sierras  del  Sur  de  Arizona  Pringle*. 
Descubierto  por  el  difunto  Dr.  Arthur  Schott  en 
1855.  Tenemos  un  ejemplar  del  Jardín  Botánico  de 
Missouri  sin  ningún  hilo  marginal. 

4.  A.  (Litt^a)  Parviflora.  Torrey  en  Bot. 
Mex.  Bound  214.  Acaule.  Hojas  lineal-lanceola- 
das  de  base  deltoides,  de  textura  rígida,  de  2  %  -3 
pulgadas  de  largo  terminadas  en  una  espina  pun- 
zante gris,  el  margen  provisto  de  dientes  pequeños 
cartilaginosos  de  color  moreno,  en  la  mitad  inferior, 
arriba  se  divide  en  pocos  hilos  cortos  inflexibles. 
Pedúnculo  con  inflorescencia  de  4-5  pies  de  largo. 
Flores  de  %  pulgada  de  largo  á  lo  más,  ovario  oblon- 
go de  H  de  pulgada  de  largo;  tubo  campanulado  un 
poco  más  largo  que  el  ovario.  Filamentos  de  K  de 
pulgada  de  largo  insertos  un  poco  abajo  en  el  tubo, 
ligeramente  prolongados  más  allá  del  extremo  de 
los  segmentos. 

Hab.  Las  sierras  del  Sur  de  Arizona;  también 
descubierto  por  el  Dr.  Schott  durante  la  expedición 
enviada  para  explorar  las  fronteras  Mexicanas  en 
1855. 

5.  A.  [LnTiEA]  Angüstissima.  Engelem.  No- 
tas 18.  Hojas  lineales,  estrechas,  rígidas,  de  2-3 
pies  de  largo,  U  de  pulgada  de  ancho,  convexas  en 
el  dorso,  filamentosas  en  los  márgenes,  terminando 
en  una  espina  punzante  corta  y  morena.  Pedículo 
con  espiga  de  5-6  pies  de  largo. 

Hab.  Occidente  de  México^  cerca  de  OcotUlo,  co- 
leccionada por  el  Dr.  Gregg. 


—SO- 


GRUPO  2 -margínate. 


6.  A.  Karatto,  Miller,  Gard.  Dict.  No.  6.  non 
Salmdyck.-  Hojas  ensiformes,  verde  obscuro  de 
2)é-3  pies  largo,  3  pulgadas  ancho,  la  espina  ter- 
minal negra,  el  margen  moreno-rojizo  y  ligeramen- 
te aserrado.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Indias  Occidentales.  Isla  de  St.  Kitts.  Una 
planta  recibida  últimamente  en  Kew  de  St.  Kitts  del 
Hon.  J.  H.  H.  Berkeley  es  probablemente  la  especie 
de  Miller  en  su  juventud.  Tiene  unas  hojas  verdes 
brillantes,  un  poco  estrechas  abajo  de  la  mitad  y  con 
un  margen  angosto  moreno  rojizo,  con  pequeños 
dientes  ganchudos,  cuspidado- deltoides. 

7.  A.  (Litt^a).  Lophantha.  Schlede  in  Lin- 
naea.  IV.  582.  Acaule. — Hojas  30-40  en  roseta,  rígi- 
das, ensiformes,  de  2-3  pies  de  largo,  IH  pulgadas 
ancho,  en  el  medio,  verde  obscuro  en  la  forma  típi- 
ca, H  de  pulgada  de  grueso  en  el  centro,  ('asi  cón- 
cavas abajo  de  la  cara,  redondeadas  en  el  dorso, 
terminando  en  unaespina  morena  punzante,  con  una 
linea  gris  marginal,  estrecha  y  cornea  continuada, 
provista  de  dientes  grises  falciformes  y  separados, 
de  casi  una  linea  de  largo.  Pedúnculo  con  espiga 
alcanzando  una  longitud  de  15-20  pies.  Flores  den- 
sas, IH  pulgadas  largo; tubo  muy  corto;  segmentos 
lineales  oblongos,  verde  pálido,  con  tintes  morenos; 


-- Bo- 
tan largos  como  el  ovario.    Estambres  de  doble  Ion-* 
gitud  de  los  segmentos  del  perianto. 

Hab.  México,  introducida  por  Schiede  próxima- 
mente en  1840.  Ahora  es  común  en  las  colecciones, 
con  muchas  variedades  mencionadas.  Floreció  en 
Kew  en  el  otoño  de  1887.  *'A.  coerulescens."  Salm- 
dyck  es  una  variedad  con  hojas  muy  verdes  que  se 
parece  al  tipo  de  las  vars.  "Subcanescens"  y  ^'gri- 
sea."  "A.  Funkiana."  K.  Koch  &  Bouché  apa- 
rece como  una  variedad  con  hojas  rayadas. 

8.  A.  [Lit^a].  Univittata.  Harr.  en  Phil.  Mag. 
X.  414.  Baker  en  Saund.  Ref.  Bot.  t.  215.  Gard. 
Chron.  1877,  fig.  58;  Bot.  Mag.  t.  6655.  Acaule.— 
Hojas  50  ó  más  en  roseta,  ensiformes,  de  textura 
muy  rígida,  de  2-2/^  pies  de  largo,  2-3  pulgadas  an- 
cho en  el  medio,  estrechándose  ligeramente  hacia 
abajo  y  gradualmente  en  una  espina  terminal  pun- 
zante de  una  pulgada  de  largo,  la  cara  muy  ligera- 
mente cóncava,  de  color  verde  obscuro  opaco  con 
una^ banda  pálida  abajo  de  la  mitad;  el  margen  pro- 
visto de  un  bordé  moreno  estrecho  y  continuado  con 
aguijones  pequeños  falciformes  y  distantes.  Pe- 
dúnculo 3-4  pies  de  largo  con  hojas  bracteas  pro- 
fusamente desparramadas.  Espiga  densa  de  7-8 
pies  de  largo  y  4  pulgadas  diámetro.  Ovario  cilin- 
drico, verdoso,  de  una  pulgada  de  largo,  tubo  muy 
corto,  segmentos  amarillentos,  de  >é  pulgada  de  lar- 
go. Estambres  insertados  en  la  garganta,  de  doble 
longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  México,  se  introdujo  al  cultivo  próxima- 
mente en  1830.  Floreció  en  Kew  en  1880,  con  Mr. 
Peacock  casi  al  mismo  tiempo,  y  con  Mr.  Wilson 


—61— 

Saunders  en  1869.    No  puedo  por  la  descripción  se- 
pararla del  *'A.  ensifera."    Jacobi.  Nacht.  14. 

9.  A.  [Litt^a].  Splendens,  Jacobi,  Nacht.  II. 
63. — Ligeramente  caulescente.  Hojas  de  50-60  en 
roseta,  ensiformes,  muy  rígidas,  de  cerca  de  2  pies  de 
largo,  2  pulgadas  de  ancho  en  la  mitad,  verde  olivo 
medio  opaco,  no  rayadas,  estrechándose  en  punta 
punzante  de  una  pulgada  de  largo,  con  muy  ancho 
borde  marginal  moreno,  cambiándose  en  gris;  los 
dientes  muy  anchos,  ganchudos,  irregulares,  subdel- 
toides,  algunas  veces  confluentes. 

Hab.  Descrita  por  Jacobi  en  1870  de  las  colec- 
ciones de  Muilman  en  Utrech  y  Barón  de  Jonge  van 
Elemeet.  Afine  al  "  A.  xylonacantha."  Floreció 
en  el  Jardín  Botánico  de  Missouri  en  Enero  de  1885 
y  Mr.  Shaw  nos  envió  una  hoja  para  el  Herbario  de 
Kew. 

10.  A.  [Lrrr^A].  Xylonacantha.  Salmdycken 
Bompland.VII.92;  Hook.  ñl.  en  Bot.  Mag.  t.  5660; 
Gard.  Chron.  1877,  fig.  81. — Ligeramente  caulescen- 
te. Hojas,  á  lo  más  20  en  roseta,  ensiformes  de  1  *^  - 
3  píes  largo,  2-3  y  aun  4  pulgadas  ancho  en  el  me- 
dio, ligeramente  verde  glauco  obscuro,  estrechán- 
dose gradualmente  en  una  punta  morena,  punzante, 
de  una  pulgada  de  largo,  verde  pálido,  marcadas  en 
el  dorso  con  algunas  líneas  verde  obscuro,  provis- 
tas de  un  ancho  borde  continuado  corneo  y  algunos 
dientes  ganchudos,  muy  anchos,  deltoides  é  irregu- 
lares y  á  menudo  geminados.  Pedúnculo  de  5-6 
pies  largo,  hojas  bracteas  ascendentes,  alesnadas. 
Espiga  más  larga  que  el  pedúculo.  Flores  de  IJí- 
IH  pulgadas  largo;  ovario  cilindrico;  tubo  muy  cor- 


—62— 

to;  segmentos  lanceolados,  amarillo  verdiosos,  de 
}ú'/i  pulgada  de  largo.  Estambres  tres  veces  la 
longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  México;  introducido  del  Real  del  Monte 
por  Mr.  Pepper  en  1848.  Floreció  en  Kew  «n  1867, 
y  con  Mr.  Wilson  Saunder  en  1866  y  1867.  Vars. 
"perbella"  [Gard.  Cron.  1877,  fíg.  22]  é  ''hybrida" 
(fígi  80)  son  formas  enanas  con  hojas  rayadas.  **A. 
amurensis"  Jacobi,  Monog.  46  [A.  Kochü  Jacobi. 
Monog.  211]  aparentemente  es  una  forma  similar 
enana. 

11.  A.  (LitTíEA)  Multilineata  Baker.  *'A.  he- 
teracantha."  Hort.  Angl.  non  Zuce.  Acaule. — 
Hojas  de  30  á  40  en  una  roseta  densa,  ensiformes,  de 
un  pie  de  largo  y  una  pulgada  de  ancho  en  el  me- 
dio, verde  obscuro,  ni  glauco  ni  rayado,  estrechán- 
dose gradualmente  en  un  ápice  punzante,  con  un 
borde  gris,  estrecho  y  continuado,  con  dientes  pe- 
queños, lanceolados  y  encorvados,  á  distancias  irre- 
gulares, redondeadas  en  el  dorso,  verde  pálido  con 
líneas  verde  obscuro,  abundantes  é  interrumpidas. 
Perianto  de  IH  pulgadas  largo,  tubo  muy  corto; 
segmentos  lineales  de  %  pulgada  largo.  Estambres 
de  doble  longitud  de  los  segmentos.  Cápsula  oblon- 
ga trigonal  de  %  pulgada  de  largo". 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  de  una 
planta  que  floreció  en  Kew  en  el  otoño  de  1887.  Se 
ha  recibido  últimamente  de  Leichtlin  como  **A.  te- 
tragona." 

12.  A.  [Littjsa]  Heteracantha  Zuccar.  in  No- 
va Acta,  XVI.  2,675;   Regel.   Gartenfl.  t.  639.  "A. 


—63— 

Poselgerü."  Salmdyck.  A.  Lechuguilla  Torrey. — 
Acaule. — Hojas  20  ó  30  en  una  roseta  tupida,  ensi- 
formes, rígidas  de  1^  pies  largo,  1)^-2  pulgadas 
ancho  en  el  medio,  verde  opaco,  con  una  banda  an- 
cha y  pálida  abaio  de  la  cara,  redondeada  y  señala- 
da con  distintas  líneas  verdes  abajo  del  borde,  el 
margen  provisto  de  un  borde  distinto  moderadamen- 
te ancho  gris  ó  moreno,  con  numerosos  dientes  de  ta- 
maño mediano  ganchudos,  anchos,  de  color  moreno. 
Pedúnculo  incluyendo  la  espiga  tupida,  alcanzan- 
do una  longitud  de  6-10  pies.  Flores  IK  pulgadas 
largo;  tubo  muy  corto;  segmentos  lanceolados  de 
casi  %  pulgada  largo.  Estambres  de  dos  veces  la 
longitud  de  los  segmentos. 

Hab,  Texas  y  la  parte  Norte  de  México.  Wright 
1907!  Palmer  1311  A.  Pringle  157!  Tenemos  un 
ejemplar  de  una  planta  de  Mr.  Shaw.  que  floreció  en 
el  Jardín  Botánico  de  Missouri  en  Enero  de  1885. 
Las  Abras  cortas  y  fuertes  se  emplean  seo^ún  me  di- 
ce Mr.  Morres  en  la  manufactura  de  cepillos. 

13.  A.  [LitTíEA]  Kerchovei.  Lemaire  en  111. 
Hort.  1864,  64;  Gard.  Cron.  1877.  fíg.  78.''A.Beau- 
carnei"  Lemaire. — Acaule. — Hojas  20-30  en  roseta, 
rígidas,  ensiformes  de  6-12  pulgadas,  longitud  1>2- 2 
pulgadas;  abajo,  verde  opaco,  con  una  banda  cen- 
tral pálida  en  la  cara,  redondeadas  en  el  dorso  sin 
ninguna  linea  verde  obscuro,  la  espina  punzante 
termina)  de  una  pulgada  largo,  el  borde  continuado, 
gris  ó  moreno,  moderadamente  ancho;  los  dientes 
irregulares,  lanceolados  y  curvos  1/6-  %  pulgada  lar- 
go. Inflorescencia  en  espiga  densa.  Flores  1)^  pul- 
gadas  largo;   segmentos  lineal- oblongos  de  doble 


—64— 

longitud  del  tubo  anchamente  infundibuliforme.  Es- 
tambres de  doble  longitud  de  los  segmentos  del  pe- 
rianto.    Cápsula  de  una  pulgada  de  ancho. 

Hab.  México.  Chihuahua,  alt.  7,000-8,000  pies. 
Pringle  802 1  Introducida  por  Vaschaff elt  en  1894  y 
nombrada  por  Lemaire  en  honor  del  Barón  Ker- 
chove  von  Ousselghem.  Muy  abundante  ahora  en 
los  jardines  con  muchas  variedades:  "inerrais"  es 
enana  sin  espinas;  *'pectinata"  tiene  uña  hoja  más 
ancha  que  la  típica;  sin  ninguna  banda  central; 
**mácrodonta"tiene  hojas  1/2  pies  con  espinas  abun- 
dantes grises  y  lanceoladas;  y  "diplacantha"  con 
pocos  dientes  pequeños  á  menudo  geminados.  "A. 
rigidissima"  Jacobi,  Nach.  II  66  parece  ser  también 
una  forma  con  muy  pocos  dientes  deltoides,  algunas 
veces  poco  aparentes. 

14.  A.  NISSONI  Baker  **en"  Gard.  Cron.  1874  y 
529. — Acaule. — Hojas  de  30-40  en  roseta  ensiformes, 
rígidas  de  5-6  pulgadas  largo,  %-%  pulgada  ancho 
arriba  de  la  base  ensanchada,  verde  glauco  en  la 
cara,  con  una  banda  central  distinta  y  pálida,  la  es- 
pina punzante  terminal  de  %  pulgada  largo;  el  bor- 
de marginal  continuado,  muy  estrecho  y  gris,  con  es- 
pinas abundantes  lanceoladas  de  H  pulgada  largo. 
Inflorescencia  descon(»cida. 

Hab.  México;  recientemente  introducida  por  Vers- 
chaffelt;  difiere  de  todas  las  formas  de**Kerchovei" 
por  las  hojas  más  numerosas  y  más  delgadas  con  un 
borde  estrecho. 

15.  A.  ROEZLIANA.  Baker  in  Gard.  Chron. 
1877;  529,  fig.  79.— Acaule.— Hojas  de  20-30  en  ro- 


—es- 
seta,  ensiformes,  rígidas,  de  6-7  pulgadas  largo,  1- 
í}ú  pulgadas  ancho  en  el  medio,  verde  lustroso  bri- 
llante en  la  cara,  con  una  banda  pálida  central  dis- 
tinta, redondeada  en  el  dorso  sin  ninguna  linea  ver- 
de obscura,  adelgazándose  en  espina  punzante  mo- 
reno rojiza  brillante  de  )á  -  ^  pulgada  larg(»j  borde 
marginal  continuado,  de  un  ancho  moderado  de  co- 
lor moreno  rojizo  tendiendo  al  gris;  provisto  de 
abundantes  dientes  un  poco  curvos,  lanceolados,  de 
H'H  pulgada  largo.    Inflorescencia  desconocida. 

Var.  Inqhamii  Baker.  1.  c. — Hojas  l>2-2  pulgadas 
ancho  en  el  medio,  estrechándose  ligeramente  hacia 
abajo,  de  1-1>¿  pulgadas  ancho  arriba  de  la  base. 

H9.b.     México,  introducida  por  Roezl. 

16.  A.  [LrrrjEA].  "VictorisB-ReginsB.  T.  Moore 
in  Gard.  Chron.  1875,  II,  485,  con  grabados;  En - 
gelm.  in  Gard.  Chron.  841,  figs.  148,  149;  III. 
Hort.  n.  s.  t.  413.  "A.  Consideran  ti."  Garriere  in 
Rev.  Hort.  1875,  429,  fíg.  66.— Acaule.— Hojas  100- 
200  formando  una  densa  roseta  de  un  pié  de  diáme- 
tro, densamente  embricadas,  lanceoladas,  de  6-8 
pulgadas  largo,  18-20  líneas  ancho  arriba  de  la  ba- 
se ensanchada,  estrechándose  gradualmente  en  una 
punta  casi  roma  guarnecida  de  una  espina  negra 
punzante  de  }4  pulgada  largo,  que  tiene  comunmen- 
te 1-2  dientes  pequeños,  deltoides,  de  cada  lado,  ver- 
de opacas,  con  un  borde  marginal  continuado  que  lle- 
va varias  bandas  verticales:  impresiones  de  las  ho- 
jas vecinas.  Pedúnculo  de  4  pies  largo.  Espiga 
densa,  cilindrica  de  6  pies  de  largo.  Flor  amarillo 
verdiosa  de  l>í  pulgadas  de  largo;  tubo  muy  corto; 
segmentos  oblongo-lanceolados  de   }4  pulgada  de 

9 


—66— 

largo.     Estambres  de  tres  veces  la  longitud  de  los 
segmentos. 

Hab.  México,  cerca  de  Monterrey;  fué  llevada  á 
Europa  por  M.  Considerant,  en  1872.  Floreció  la 
primera  vez  en  el  Jardín  Botánico  de  Cambridge, 
Boston,  E.  U.  A.  en  el  otoño  de  1882;  habiendo  si- 
do llevada  la  planta  de  Monterrey  por  el  Dr.  Palmer. 
Es  una  de  las  especies  más  distintas  y  notables. 

17.  A.  Vanderwinneni .  Jacobi,  Nacht.  19. — 
Acaule. — Roseta  de  5  pies  ancho  y  casi  3  pies  de  al- 
to. Hojas  numerosas  oblongo-espatuladas,  2-2  H' 
pies  de  largo,  6-7  pulgadas  ancho  en  el  medio,  ver- 
de enteramente  opaco,  no  rayadas,  bandeadas  y 
glaucescentes  en  el  dorso,  con  una  espina  larga  ter- 
minal y  borde  recto  continuado,  de  color  gris -more- 
no y  dientes  anchos,  morenos,  separados,  alesna- 
dos, uncinado-deltoides,  regularmente  separados. 
Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  en  México;  descrita  de  las 
colecciones  Belgas  en  1868. 

18.  A.  Demeesteriana .  Jacobi.  Monogr.  21§. — 
Ligeramente  caulescente.  Hojas  muy  rígidas,  lan- 
ceolado-espatuladas,  de  cerca  de  2  pies  de  largo, 
y  3/í  pulg-adas  ancho  en  el  medio,  estrechándose  á 
2K  pulgadas  arriba  de  la  base,  opacas,  verde  glau- 
co, sin  rayas,  con  bandas  anchas  transversales  pá- 
lidas y  más  subidas  de  color;  la  espina  terminal 
corta  pero  punzante;  el  margen  distinto,  angosto, 
corneo  y  extendido,  con  dientes  pequeños,  anchos  y 
separados . 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  por 
Jacobi  de  las  colecciones  Belgas  en  1865. 


19.  A.  [Litt^a]  Henriqüesh  Baker  in  Gard. 
Chron.  1887.  i.  732,  fig,  70. —Acaule.— Hojas  oblon- 
go-lanceoladas,  rígidas,  verde  brillante,  de  2  pies  de 
longitud,  5  pulgadas  de  ancho  en  el  naedio,  punzante 
en  el  ápice,  con  un  borde  moreno  continuado,  an- 
cho, con  abundantes  aguijones  cuspidado- deltoides 
de  H  pulgada  de  largo,  de  ancha  base,  algunas  ve- 
ces geminados.  Pedúnculo  incluyendo  la  inflores- 
cencia, de  13-14  pies  de  largo.  Espina  densa  más 
larga  que  el  pedúnculo.  Ovario  de  una  pulgada  de 
largo;  tuvo  muy  corto;  segmentos  lineales,  moreno 
obscuro.  Estambres  de  más  del  doble  de  la  longitud 
de  los  segmentos  estrechos. 

Hab.  Probablemente  en  Mxico.  Descrita  de  una 
planta  que  floreció  en  el  Jardín  Botánico  de  Coim- 
bra,  Mayo  1887,  del  material  proporcionado  por  su 
Director,  Prof.  Henriques. 

20.  A.  (LiTT^A).  Haynaldi  Todaro.  Hort.  Bot. 
Panorm.  88.  t.  24. — Hojas  30-40  en  una  den- 
sa roseta,  rígidamente  coriáceas,  verde  obscuro,  de 
una  yarda  de  largo,  4-5  pulgadas  de  ancho  en  el 
medio,  estrechándose  á  2)^-3  pulgadas  arriba  de  la 
base,  con  una  espina  terminal  punzante,  morena,  de 
una  pulgada  de  largo;  margen  continuado  gris  mo- 
reno, provisto  de  aguijones  abundantes  de  tamaño 
mediano,  irregulares  muy  ganchudos.  Pedúnculo 
incluyendo  la  espiga,  de  cerca  de  25  pies  de  longi- 
tud, el  primero  corto.  Flor  verde  de  dos  pulgadas  de 
largo,  tubo  casi  nulo;  segmentos  oblongos  de  una 
pulgada  de  largo.  Filamentos  2>í-3  pulgadas  de 
longitud. 

Hab.     Probablemente  en  México.     Descrita  por 


-68— 


• 


el  Dr.  Todaro  en  1878,  de  una  planta  que  floreció 
cerca  de  Palermo,  Dedicada  al  Arzobispo.  Hay- 
nald. 

21.  A.  Gheisbreghtii.  Lemaire;  Jecobi,  Monogr. 
42. — Acaule. — Hojas  30-60  en  una  roseta  densa,  lan- 
ceólado-espatuladas,  rígidas,  verde  lustroso  brillan- 
te no  rayadas,  de  9-12  pulgadas  de  largo,  2>í-3 
pulgadas  ancho  en  el  medio  estrechándose  de  2-2  >í 
pulgadas  arriba  de  la  base  dilatada,  la  espina  ter- 
minal punzante  de  ^4  pulgada  de  largo,  no  estriado 
el  dorso  con  líneas  verdes.  El  borde,  moreno  roji- 
zo hasta  su  último  estado,  dientes  deltoides  lanceo- 
lados abundantes  é  irregulares  de  1-6  á  H  pulgada 
de  largo.     Inflorescencia  desconocida. 

Var.  A.  ROHANII.  Jacobi.  Monugr.  43.— Hojas 
de  cerca  }4  pie  de  longitud,  rayadas  abajo  de  la 
cara. 

Var.  A.  Leguayana.  Hort. — Hojas  de  1  pie  de 
largo,  l/¿  pulgadas  de  ancho  en  el  medio,  con  un 
borde  más  delgado. 

Hab.  México,  enviado  por  Gheisbreght.  en  1862 
á  Verschaff  elt. 

22.  A.  Peacockii.  Croncher  in  Gard.  Chron  1873, 
1400.  tab.  2831. — Acaule. — Hojas  40-60  en  una  ro- 
seta, rígidas,  oblanceolado-espatuladas,  de  9-12  pul- 
gadas de  largo,  2  pulgadas  de  ancho  arriba  del  me- 
dio, estrechándose  álH  pulgadas  arriba  de  la  base 
ensanchada,  verde  opacas,  con  una  banda  central 
pálida,  abajo  de  la  cara,  la  espina  terminal  punzan- 
te de  una  pulgada  de  largo;  el  continuado  borde 
corneo  medianamente  ancho,  al  principio  rojo  more- 


DO,  después  gris;  los  aguijones deltoide  cuspidados, 
anchos  y  distantes,  áe  H-H  pulgada  de  largo.  In- 
florescencia desconocida. 

• 

Hab.  México  Central;  Provincia  deTehuacán, 
importado  por  Roezl.  Descrita  de  una  planta  vista 
en  la  casa  de  Mr.  J.  T.  Peacock  en  Noviembre  de 
1872. 

23.  A.  (LriTiEA)  Hórrida.  Lemaire;Jacobi,  Mo- 
nog*. 43; Baker  in  Bot.  Mag.  t.  6511.  "A.  Desmetia- 
na  y  Regeliana."  Hort.  Acaule.  Hojas  30-50  en 
una  roseta  densa,  rígidas,  lanceolado-espMuladas, 
•  de  9-12  pulgadas  de  largo,  lM-2  pulgadas  ancho  en 
el  medio,  verde  brillantes,  no  rayadas,  la  espina  ter- 
minal punzante,  de  h-l  pulgada  de  largo,  el  mar- 
gen con  un  borde  gris,  ancho  y  continuado,  con 
abundantes  dientes  deltoide  cuspidados,  anchos,  de 
^->¿  pulgadas  largo.  Pedúnculo  grueso,  3-4  veces 
la  l(*ngitud  de  las  hojas;  hojas-bracteas  abundan- 
tes, alesnadas  y  esparciHas.  Espiga  muy  densa,  tan 
larga  como  el  pedúnculo.  Flores  Ih  pulgadas  de 
largo,  tubo  infundibuliforme,  de  H  pulgadas  de  lar- 
go, segmentos  lanceolados,  verde  amarillentos,  tan 
largos  como  el  ovario.  Estambres  menos  de  tres  ve- 
ces la  longitud  de  los  segmentos. 

Var.  Macrodonta.  Baker  in  Gard.  Chron.  1877, 
623. —  Hojas  50-6^)  más  anchas  que  en  el  tipo  (2>é 
pulgadas).     Espinas  más  grandes. 

Var.  MiCRACANTHA  Baker  in  Gard.  Chron.  1.  c. 
fig.  98.  A.  Grandidentata  Jacobi  Monog.  207. — 
Borde  de  la  hoja  más  estrecho  y  espinas  más  pe- 


—70- 

quenas  que  en  la  forma  típica.  *' A.  Morganii."  Hort,. 
difiere  de  esta  por  sus  dientes  más  anchos. 

Var.  "A.  Gilbeyi"  Hort;  Gard.  Chron.  1873, 
lS05,  fig.  270;  1877,  ñg.  101;  Regel,  Gartenfl.  1874. 
89,  con  grabados.  Hojas  30  próximamente,  á  lo  más 
de  3-4  pulgadas  de  largo,  2  pulgadas  de  ancho  en 
el  medio;  verde  obscuro,  con  una  raya  pálida  abajo 
del  centro ;  el  borde  tan  ancho  como  el  del  tipo,  con 
3-4  espinas  anchas  de  cada  lado.  Introducida  por 
Roezl,  de  Tehuacán. 

Var.  *'A.  Triangularis"  Jacobi  en  K.  Koch  Wo- 
chen  1869.  178. — Hojas  obc^vadas,  gris  glauco,  de  4 
pies  de  largo  por  3  pulgadas  de  ancho,  el  borde  muy 
ancho,  los  dientes  muy  largos  y  curvos. 

Hab.  México.  Introducida  por  Verschaffelt.  en 
1862.  El  tipo  se  describió  de  una  planta  de  Mr.  J. 
Peacok,  que  floreció  en  Kew  en  Abril  de  1880.  Te- 
nemos una  fotografía  del  Dr.  Todaro  de  una  mata 
que  tenía  10-12  spigas  simultáneamente,  enelJardín 
Botánico  de  Palermo  en  1885.  No  puedo  por  la  des- 
cripción separaria  del  "A.  Maigretiana"  Jacobi,  Mo- 
nogr.  215. 


GRUPO  3 -SUBMARGINATJE, 


24.    A  PUMILA.  Hort.  De  Smet.— Acaule. — Hojas 
de  7-8  en  una  roseta  densa,  de  una  pulgada  de  alto, 


—71- 

• 

Y2H'2^  pulgadas  diámetro,  aovadas,  gruesas,  rí- 
gidas más  ó  menos  ascendentes,  de  1-1/^  pulgadas 
ancho  >é-%  pulgada  largo,  estrechándose  repenti- 
namente, en  una  espina  terminal,  obscura  y  débil 
de  í4  pulgada  de  largo  la  cual  está  volteada  como 
una  linea  estrecha  mitad  abajo  del  limbo;  aguijo- 
nes marginales  distantes,  lanceolados,  curvos,  de  h 
1/6  pulgada  largo.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Nuestra  planta  de 
Kew,  de  esta  curiosa  especie  muy  enana,  fué  recibida 
de  Smet  en  1879  y  durante  ocho  años  no  ha  aumen- 
tado de  tamaño  materialmente.  Produce  hijos  ó  re- 
toños cerca  de  la  base. 

25.  A.  (Euagave)  Shawii.  Engelman,  Notes, 
26  tabs,  2  y  3.— Acaule. — Hojas  de  50-60,  ó  más, 
oblongo -espatuladas,  8-10  pulgadas  de  largo,  3^í-. 
4/^'  pulgados  de  ancho  en  el  medio,  verde  obscuro, 
adelgazándose  en  una  espina  terminal  morena  de 
una  pulgada  de  largo,  el  borde  corneo  decurrente, 
el  margen  de  abajo  provisto  de  abundantes  dientes 
curvos  hacia  arriba,  lanceolados  de  H-}4  pulgada 
de  largo.  Pedúnculo  de  8-12  pulgadas.  Panoja  tir- 
soides  de  cerca  de  2  pies  de  largo  y  ancho;  ramas 
fuertes  de  4-9  pulgadas  de  largo.  Flores  de  3-3>2 
pulgadas  de  largo,  amarillo  verdioso ;  tubo  amplia- 
mente infundibuliforme  de  %'H  pulgada  de  largo; 
segmentos  de  una  pulgada  ó  más.  Estambres  déla 
mitad  de  la  longitud  de  los  segmentos.  Cápsula 
oblongo -trigonal,  cuspidada  de  2^2-2%  pulgada  de 
largo. 

Hab.     Las  montañas  áridas  que  limitan  el  Pacífi- 
co, en  el  extremo  Sud-Oeste  de  California;   descu- 


—72— 

bierta  por  el  Dr.  Parry  en  1850.  Dedicada  por  el 
Dr.  Engelmama  al  Sr.  W.  Swan  quien  fundó  y  dotó 
el  Jardín  Botánico  de  San  Louis  Missouri.  En  1855 
Mr.  Shaw  bondadosamete  nos  envió  para  el  Herba- 
rio de  Kew,  una  colección  de  hojas  de  todos  los  aga- 
ves que  tenia  en  cultivo.  Introducido  al  cultivo  en 
1875. 

26.  A.  (Eugave).  Deserti.  Engelm.  Notes,  22. 
— Caulescente. — Hojas  pocas  en  una  roseta,  oblan - 
ceoladas,  de  32-1  pié  de  largo,  l^^-2  pulgadas  an- 
cho,muy  glaucas,profundamente  cóncavas  en  la  ca- 
ra, con  un  largo  y  delicado  aguijón  terminal  more- 
no y  decurrente  hasta  cerca  de  la  mitad  del  margen ; 
tanto  éste  como  el  borde  de  la  mitad  inferior  de  la 
hoja,  provisto  de  muchos  aguijones  apiñados,  fuer- 
tes, corneos,  encorvados,  lanceolados,  de  1/6- Já  pul- 
gada de  longitud.  Pedúnculo  delgado  que  llega  á 
6-10  pies.  Panoja  tirsoide;  ramas  muy  cortas;  las 
inferiores  horizontales.  Flor  amarilla,  de  longitud 
menor  de  2  pulgadas;  tubo  H-l/Q  pulgada  largo  y 
ancho;  segmentos  oblongos,^  de  pulgada  de  longi- 
tud. Estambres  de  doble  longitud  de  los  segmen- 
tos. 

Hab.  La  base  oriental  de  las  montañas  del  Sur 
de  California ;  descubierta  por  el  Teniente  Emory  en 
1846.     Introducida  al  cultivo  en  1875  próximamente. 

27.  A.  (Euagave)  Huachucensis.  Baker, — Ho- 
jas muy  gruesas  y  rígidas,  oblongas,  de  15-16  pulga- 
das de  largo,  3á  pié  de  ancho  en  el  medio,  docurren- 
te  en  un  borde  comeo  hasta  la  mitad  del  limbo; 
tanto  éste  como  el  resto  está  provisto  de  abundantes 


—73- 

aguijones  morenos  y  encorvados ;  los  superiores  lan- 
ceolado-deltoides  de  K->í  pulgada  de  largo;  los 
inferiopes  regular  y  gradualmente  más  pequeños. 
Flor  de  2>¿  pulgadas  de  largo;  tubo  infundibulifor- 
me,  de  K-X  pulgada  largo  y  ancho;  segmentos  X 
pulgada  de  largo*,  amarillos,  lanceolados,  de  base  del 
toldes.  h]stambrés  2-3  veces  la  longitud  de  los  seg- 
mentos. 

Hab.  Arizona;  montañas  de  Huachuca,  alt.  5000 
-8000,  Pringle'.  Recibido  en  1885.  Afine  al  **A. 
Shawii.*'     Engelm. 

28.  A.  (Euagave)  Applanata.  Lemaire;  Jaco- 
bi,  Monogr.  48;  Sodaro  Hort.  Bot.  Panam.  ii,  29,  t. 
30. — Acaule. — Hojas  algunas  veces  150,  oblongo  es- 
patuladas,  8-12  pulgadas  de  largo,  3-3  ^i  pulgadas  an 
cho  en  el  medio,  adelgazándose  á  2-2  1/2  pulgadas 
arriba  de  la  base,intensa  y  persistentemente  glaucas ; 
la  mitad  inferior  de  la  cara,  plana,  la  mitad  superior 
cóncava;  la  espina  terminal  punzante,  de  una  pul- 
gada largo,  decurrente  en  la  tercera  parte  ó  la  mitad 
del  limbo  en  un  borde  moreno;  los  aguijones  encor- 
vados, lanceolados,  de  color  moreno  brillante,  de  H 
á  K  pulgada  de  longitud.  Pedúnculo  3-4  veces  la 
longitud  de  las  hojas.  Panoja  tirsoide  tan  larga  co- 
mo el  pedúnculo,  las  ramas  inferiores  extendidas. 
Flores  amarillo  verdiosas,  de  2H-3  pulgadas  de  lar- 
go; tubo  corto;  segmentos  lanceolados  de  una  pul- 
gada de  largo.  Estambres  2-3  veces  la  longitud  de 
los  segmentos. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  en  1862  próxi- 
mamente. Floreció  por  la  primera  vez,  poco  ha,  con 

10 


I 


—74— 

el  Dr.  Todaro  en  el  Jardín  Botánico  de  Palermo.  No 
puedo  por  la  descripción  separarlo  claramente  del 
**A.  cinerascéns"  Jacobi,  Monogr.  51. 

29.  A.  (Euagave)  Asperrima.  Jacobi:  Monogr. 
61. — Acaule. — Hojas  pocas,  oblanCeoladas,  del/í-2 
pies  de  largo,  3-4  pulgadas  de  ancho  en  el  medio; 
verde  opaco  cuando  maduran,  glaucas  en  la  juven- 
tud; ásperas  en  ambas  superficies,  con  una  punzan- 
te espina  terminal  muy  ancha,  decurren te  por  medio 
pié  ó  más,  los  aguijones  muy  anchos  y  deltoide-cus- 
pidados.  Flores  2^4  pulgadas  de  largo;  tubo  am- 
pliamente infundibuliforme  de  }4  pulgada  de  longi- 
tud ;  segmentos  amarillentos  de  menos  de  1  pulgada 
de  largo.  Estambres  de  más  del  duplo  de  la  longi- 
tud de  los  segmentos.  Cápsula  oblonga,  lH-2  pul- 
gadas de  largo. 

Hab.  México;  Estado  de  Coahuila  Palmer  1309! 
Pringle  158!  Descrita  por  Jacobi  en  1864  de  las 
plantas  enviadas  por  Lindheimer  al  Jardín  Botánico 
de  Munich.  El  Dr.  Engelmann  envió  semillas  con 
el  nombre  de  "A.  longispina." 

30.  A.  ToNELiANA  Baker  in  Gard.  Chon.  1881, 1, 
362. — Acaule. — Hojas  20-50  en  una  roseta  densa, 
lanceoladas,  rígidas,  de  l>2-2  pies  de  longitud,  3-4 
pulgadas  de  ancho  en  el  medio,  angostándose  á  2>¿ 
-3  pulgadas  arriba  de  la  base,  plana  en  la  mitad  in- 
ferior, verdes,  glaucas,  siendo  jóvenes,  de  Kpulgada 
grueso  en  el  centro ;  la  espina  terminal  punzante,  mo- 
rena, de  una  pulgada  de  largo,  decurrente  en  3-4 
pulgadas,  el  resto  del  borde  ribeteado  con  aguijones 
moreno -castaños,  cuspidados,  de  IM  á  11/12  pulga- 
das largo  con  base  muy  ancha,  la  que  es  confluente, 


—76— 

exceptuando  en  un  corto  espacio  arriba  de  la  mitad 
del  limbo.  iQflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  de  una 
planta  de  la  casa  de  Mr.  J.  T.  Peacock,  cuando  su 
colección  fué  exhibida  en  Kew  en  1881 ;  dedicada  á 
M.  Tonel  de  Ohent. 

31.  A.  [Euagave]  Hookeri  Jacobi,  Monogr. 
219;  Baker  in  bot.  Mag.  t.  6589— Acaule.— Hojas 
90-40  en  una  roseta,  oblan ceoladas,  de  4  pies  de 
longitud,  6-9  pulgadas  ancha  en  el  medio,  estrechán- 
dose 4-^  pulgadas  arriba  de  la  base,  verdes,  ligera- 
mente glaucas  cuando  jóvenes  y  hacia  la  base,  adel- 
gazándose gradualmente  para  terminar  en  una  espi- 
na 1>* -2  pulgadas  de  largo,  la  que  es  decurrente  en 
un  margen  estrecho  y  moreno  de  4-5  pulgadas; 
aguijones  deltoide-cuspidados  de  base  ancha  y  >¿  - 
)é  pulgada  largo.  Pedúnculo  30  pies  largo  inclu- 
yendo la  panoja,  de  4-5  •  pulgadas  de  grueso  en  la 
base.  Panoja  tirsoide  de  4-^  pies  largo,  las  ramas 
inferiores  de  un  pié  de  longitud.  Flores  amarillo- 
verdiosas,  de  3  pulgadas  largo;  tubo  ampliamente 
infundibuliforme  de  >2  pulgada  largo;  segmentos  H 
pulgada.  Estambres  más  del  doble  de  la  longitud 
de  los  segmentos. 

Hab.  México.  Descrita  por  Jacobi  en  1865,  de 
las  plantas  de  Kew  y  Reigate.  En  Kew  floreció  por 
primera  vez  en  Octubre  de  1880.  *'A  Fenzliana." — 
Jacobi;  Monogr.  221,  difiere  de  la  típica  "Hookeri" 
(véase  N.  E.  Brown  in  Gard.  Chron.  1883  1.  507) 
por  sus  aguijones  más  pequeños.  No  puedo  por  la 
descripción  separarla  del  **A.  insequidens"  K.  Kock 


—76— 

in  Wochen  1860.  28,  y  si  esta  es  la  misma,  tal  nombre 
es  el  más  antiguo. 

32.  A.  (Euágave)  Atrovirens  Karw;  Salmdyck, 
Hort,  Dyck,  1834,  302,  **A.  Tehuacensis,"  Karw. 
''A.  Salmiana"  Otto;  Rev.  Hort.  1873,  373,  tabs, 
40-41;  Gard.  Chron,  1871,  ií,  141,  t.  31,  1877.  2  fig. 
33.  —Acaule.—  Hojas  12-30,  oblanceolado-espatula" 
das,  de  2-4  pies  de  largo  en  cultivo,  4-6  pulgadas 
de  ancho  arriba  del  medio,  adelgazándose  8-4  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  opaco  ligeramente 
glauco,  la  cara  amenudo  muy  cóncava,  la  espina 
terminal  punzante  de  l>í-2  pulgadas  y  decurrente 
en  6-12  pulgadas,  los  anchos  dientes  ganchudos, 
hacia  arriba  ó  abajo,  deltoide-cuspidados,  con  el 
margen  ondulado  entre  ellos.  Pedúnculo  con  la  in- 
florescencia llegando  á  una  longitud  de  20-30  pies. 
Panoja  6-8  pies  de  largo;  flores  de  4  pulgadas  lar- 
go; tubo  corto,  segmentos  de  l>í  pulgadas  de  largo. 
Estambre  de  3  pulgadas  Idhgitud.  No  puedo  sepa- 
rar completamente  por  la  descripción  la  '*A.  Jaco- 
biana,"  Salmdyck  la  "A.  Canartiana,"  *'Schlech- 
tendalii;"  **deflexispina"  *'Ottonis"  y  "gracilis'* 
Jacobi. 

Var.  A.  Latissima  Jacobi,  Monogr.  41.  —Hojas 
más  anchas,  oblongo-espatuladas,  2-3  pies  de  largo 
por  8-9  pulgadas  ancho  arriba  del  medio.  De  esta 
no  puedo  separar  "A.  Lehmanni,  mitraBÍormis"  y 
'*coarctata"  Jacobi. 

Hab.  México,  introducida  al  cultivo  por  Karwi- 
niski,  quien  dice  que  en  la  planta  silvestre  la  longi- 
tud de  las  hojas  llega  á  12  pies.  Debe  suponerse 
que  las  dimensiones  de  las  hojas  en  estas  descrip- 


—77— 

ciones  se  toman  invariablemente  en  las  plantas  cul- 
tivadas en  macetas  bajo  vidrios,  y  que  pop  consi- 
guiente, amenudo  son  mucho  más  cortas  que  las  que 
tienen  las  plantas  en  el  lugar  de  su  origen.  Se  dice 
ésto  pasticularmente  de  las  plantas  destinadas  á  la 
fabricación  del  pulque.  Floreció  en  Paris,  Antibes, 
y  en  las  costas  del  Lago  Maggiore,  y  lo  hacen  tam- 
bién en  Kew. 

33.  A.  (Eugave)  Cochlearis  Jacobi,  Nachptii. 
67. — Acaule. — Hojas  pocas  en  roseta,  oblongo  espa- 
tuladas,  de  5-6  pies  de  largo  más  de  un  pie  de  an- 
cho, verde  opaco,  con  cara  profundamente  exca- 
vada, la  espina  terminal  fuerte,  decurrente  en  al- 
guna longitud,  los  aguijones  de  tamaño  mediano 
deltoide-cuspidados,  morenos,  de  curvatura  varia- 
ble. Pedúnculo  con  inflorescencia  que  llega  á  la 
longitud  de  26  pies.  Flores  de  4  pulgadas  largo; 
tubo  corto,  segmentos  verde  amarillosos,  de  más  de 
1  Sí  pulgadas  de  largo.  Estambras  3  pulgadas  lar- 
go- 

Hab.  México.  Descrita  por  Jacobi  de  una  planta 
que  floreció  en  Stuttgart  en  1867.  Tal  vez  no  sea 
distinta  de  la  '*A.  atrovirens." 

34.  A.  (Euagave)Spectabilis.  Todaro  Hort.  Bot. 
Panorm.  ii  4.  t.  25. — Acaule. — Hojas  180  en  una  ro- 
seta, lanceoladas,  muy  glaucas,  de  6-7  pies  de  largo, 
y  5  pulgadas  de  ancho  en  el  medio;  con  una  ancha 
espina  punzante,  decurrente  en  la  mitad  de  un  pie, 
dientes  de  tamaño  mediano,  lanceolado-deltoides,  y 
morenos,  con  el  margen  no  ondulado  entre  ellos. 
Panoja  tirsoide;  ramas  erguido-extendidas,  la  in- 


—78— 

ferior  de  más  de  un  pié  de  longitud.  Flores  amari- 
llo-verdiosas de  2>¿  pulgadas  de  largo;  tubo  muy 
corto;  segmentos  de  más  de  una  pulgada.  Estam- 
bres de  doble  longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Floreció  en  1879 
á  la  vista  del  Dr.  Todaro  en  el  Jardín  Botánico  de 
Palermo. 


GRUPO  4.-AMERICAN^. 


35.  A.  CucuLLATA.  Demaire;  Jacobi,  Monogr. 
89. — Acaule. — Hojas  cerca  de  20  en  una  roseta  den- 
sa, oblongo-espatuladas,  muy  glaucas,  4-4/^  pulga- 
das largo,  3  pulgadas  ancho,  la  espina  terminal  pun- 
zante de  %  pulgada  largo,  los  dientes  cerrados,  cor- 
neos, deltoide-cuspidados,  de  1-6 pulgada  largo.  In- 
florescencia desconocida. 

Hab.  México;  introducida  al  cultivo  por  Vers- 
chaffelt  en  1860  próximamente.  Tal  vez  únicamente 
es  una  variedad  enana  de  **A.  Scolymus,"  **  A.  Sim- 
sii,"  "Croucheri"  y  "rotun difolia."  Hort.  son  for- 
mas afines. 

36.  A.  (Euagave)  Megalacantha."  Helms.  Diag 
iii,  55;  Biol.  Cent.  M.  iii.  t.  88. — Hojas  oblongas  de 
4  pulgadas. largo,  3  pulgadas  ancho  con  una  espina 
terminal  punzante  de  cerca  de  una  pulgada  largo  y 
5-6  aguijones  muy  anchos  de]cada  lado,  con  un  ápice 


—79— 

corneo  deltoide  -  cuspidado.  Flores  IH  pulgadas 
largo ;  tubo  muy  corto ;  segmentos  lanceolados,  ama- 
rillos, H  pulgadas  de  largo.  Filamentos  1-1  >á pul- 
gadas largo. 

Hab.  México  en  el  Pedregal,  cerca  de  la  ciudad 
de  México.  Bourgeau  1020  bis.  Coleccionado  du- 
rante la  expedición  francesa  de  1863-1866. 

37.  A.  (Eugave)  Seemanniani.  Jací»bi.  Nacht. 
29. — Acaule.-  Hojas  cerca  de  20  en  una  roseta, 
oblongo-espatuladas,  de  6-9  pulgadas  largo,  S-3H 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  adelgazándose  á  2  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  ligeramente  glaucas,  la  ca- 
ra piaña  excepto  cerca  de  la  extremidad,  la  espina 
terminal  moreno  obscura  de  >é  pulgada  largo;  los 
Hientes  pequeños,  moderadamente  apretados,  del- 
toide-cuspidados  y  encorvados.  Pedúnculo  con  pa- 
noja de  una  longitud  de  6  pies. 

Hab.  Guatemala,  introducida  al  cultivo  por  el 
Dr.  Seemann  con  ayuda  de  Mr.  W.  Bull  en  1868. 

38.  A.  (Euagave)  Parryi,  Engelm.  Notes.  23. — 
Acaule. — Hojas  20-30  en  una  roseta,  oblongo-espa- 
tuladas, de  10-12  pulgadas  de  largo,  3-3 3^  anchoen 
el  medio,  estrechándose  á  2}i  pulgadas  arriba  de  la 
base,  la  espina  terminal  punzante,  morena,  de  una 
pulgada  de  largo ;  los  dientes  corneos,  débiles,  á  lo 
más  de  1/6  pulgada  en  la  parte  superior  del  limbo. 
Pedúnculo  8-12  pies  de  largo.  Panoja  de  3  pies  de 
largo.  Flores  de  2  pulgadas  largo;  tubo  amplia- 
mente infundibuliforme,  K  pulgada  de  longitud ;  seg- 
mentos lanceolados.  Cápsula  oblongo-trigonal,  IK 
pulgadas  largo. 


^80- 

Hab.  Arizona  y  Nuevo  México,  descubierta  pop 
el  Teniente  Emory  en  1846.  Distribuida  en  los  Jar- 
dines Europeos  por  el  Dr.  Engelmann  en  1868  de  las 
semillas  cosechadas  por  el  Dr.  Parry.  Floreció  en  el 
Jardin  de  Missouri  en  1879. 

39.  A.  (Euagave)  Wismzeni.  Engelm.  notes  32. 
**A.  scabra."  Salmdych  in  Bonplan  vii.  89. — Acau- 
le.— Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta,  oblongas,  de 
un  pie  de  largo,  3-5  pulgadas  ancho  en  el  medio, 
muy  verdes  y  glaucas,  la  espina  terminal  dura  y 
punzante  poco  decurrente;  espinas  de  tamaño  me- 
diano, sub-equidistantes,  deltoide-cuspidadas,  rec- 
tas ó  curvas.  Pedúnculo  con  panoja  llegando  á  te- 
ner 10-12  pulgadas  largo.  Flores  2  1/2  pulgadas  lar- 
go ;  tubo  corto,inversamente  cónico ; segmentos  ama- 
rillentos, H  pulgada  de  largo.  Estambres  de  ma- 
yor longitud  que  el  duplo  de  los  segmentos.  Cáp- 
sula de  2  pulgadas  de  largo. 

Hab.  La  parte  Norte  de  México;  provincia  de 
Chihuahua.  &.,  Palmer  13101  Pringle22I  Des- 
cubierta por  el  Dr.  Wislizenus  en  1847. 

40.  A.  Ferox.  K.  Kochin  Wochin  1860,  23.— 
Acaule. — Hojas  de  20-30  en  una  roseta,  oblongo- 
espatuladas,  de  1  ly2-2  pies  de  largo,6-9  pulgadas  an  - 
cho  en  el  medio,  adelgazándose  á  4  1/2-6  pulgadas 
arriba  de  la  base  dilatada,  de  un  verde  opaco  lige- 
ramente glauco,  la  cara  plana  menos  en  el  ápice;  la 
espina  punzante  ligeramente  decurrente,  de  más  de 
una  pulgada  de  largo;  los  dientes  morenos deltoide- 
cuspidados,  muy  anchos,  ly3-l/2  pulgada  largo,  con 
el  margen  profundamente  undulado  entre  ellos.  In- 
florescencia desconocida. 


Hab«  México,  no  rara  vez  cultivado.  *' A.  Bonne* 
tíuia"  del  Jardín  de  Bélgica  es  poco  diferente. 

41.  A.  Galeottei.  Baker  in  Garden.  Chron.  1877, 
ii,  41. — Acaule. — Hojas  30-40  en  una  roseta  densa, 
oblongo-espatuladas,  de  l-Dú  pies  de  largo,  4-6 
pulgadas  ancho  arriba  de  la  base  dilatada,  la  cara 
plana  ó  más  bien  cóncava,  verde,  ligeremen te  glau- 
cas cuando  maduras,  la  espina  terminal  punzante 
h"!  pulgadas  de  largo,  los  aguijones  apretados  del - 
toide  cuspidados,  negro  purpúreos,  de  1/6- M  pulga- 
das largo,  rectos  ó  ligeramente  ganchudos.  Inflo- 
rescencia desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  de  las  plantas  que  se 
vieron  en  las  colecciones  de  Saunders  y  Peacock  en 
1872. 

42.  A  (Buagave)  Guedeneyri.  Houlletin  Rev. 
Hort.  1875.  466. — Acaule. — Hojas  próximamente  30 
en  una  roseta,  oblongo-espatuladas  de  2>¿  pies  de 
lai^^,  4-6  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  verde 
opacas,glaucas,con  una  espina  terminal  punzante  de 
una  pulgada  de  largo,  y  pequeños  aguijones  more- 
nos, deltoide  cuspidados,  de  •8-1/6  pulgadas  largo. 
Eje  florífero  de  10-12  pies  de  largo.  Panoja  tirsoide 
con  cerca  de  20  ramas.  Flores  verde-amarillosas. 
Estambres  muy  unidos. 

Hab.  México.  De  ésta,  solo  he  visto  una  planta 
joven  en  la  colección  de  Mr.  J.  T.  Peacock.  Fio* 
recio  en  la  colección  de  M.  Guedeney  de  Vesinet  en 
1876. 

48.  A.  (Eüaoave)  Longisepala.  Todaro,  Hort, 
Bot.  Panoryn.  t.    81. — Acaule. — Hojas  moderada- 

11 


—82— 

mente  numerosas,  oblongo-eapatuladas,  verde  glau- 
cas, de  7-8  pulgadas  ancho  en  el  medio,  adelgazán- 
dose á  3-4  pulgadas  arriba  de  la  base;  la  espina 
punzante  terminal  de  una  pulgada  de  longitud,  el 
margen  ligeramente  undulado  entre  los  dientes  an- 
chos, deltoide-ouspi dados.  Pedúnculo  de  5  veces 
la  longitud  de  las  hojas  próximamente.  Panoja  más 
corta  que  el  pedúnculo,  ramas  ascendentes.  Flores 
de  2/¿-3  pulgadas  largo;  tubo  corto;  segmentos 
verde  amarillosos,  de  l>ií  pulgadas  largo.  Estam- 
bres muy  largos. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Floreció  últi- 
mamente con  Mr.  Todaro  en  el  Jardin  Botánico  de 
Palermo. 

44.  A  (Euagave)  Scolymus.  Karw. ;  Salmdyck. 
Hort.  Dyck.  307;  Baker  in  Saund.  Ref.  Bot.  t.  328. 
— Acaule. — Hojas  20-40  en  una  roseta  densa,  oblon- 
go-espatuladas,  de  9-18  pulgadas  largo,  3-4  pulga- 
das ancho  arriba  del  medio,  muy  glaucas,  la  espina 
terminal  punzante  de  una  pulgada  ó  más  de  largo; 
los  dientes  anchos,  corneos,  deltoide-cuspidados,  de 
Já  -  K  pulgadas  largo  en  la  mitad  superior  del  limbo 
con  el  margen  perfectamente  undulado  entre  ellos. 
Pedúnculo,  incluyendo  la  panoja  tirsoides,  de  14-16 
pies  largo.  Flor  2-3  pulgadas  largo,  tubo  corto, 
ampliamente  infundibuliforme;  segmentos  amarillo 
verdiosos,  de  ^  -1  pulgada  largo.  Estambres  de  do- 
ble longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  por  1880  y 
ahora  común  con  numerosas  variedades.  Entre  es- 
tas colocóla  "A.  Schnittsphani."  Jacobi:  **A.  amoe- 
na"  Lemaáre  (más  pequeña  que  la  típica  "Scoly- 


mus)  A.  "Verschaffeltü"  Lemaire  in  III.  Hort.  t. 
564.  Baker  in  Saund.  Ref.Bot.t.  306.  "A.  Saunder- 
8ii."  Hook  in  Bot.Mag.t.  5493  (hojas  de  casi  un  pie 
de  largo,  dientes  muy  anchos)  "A.  Crenata"  Jacobi 
A.  ^'Mescal"  K.  Koch  (hojas  menos  glaucas  que  en 
el  tipo),  y  *'A.  auricantha"  Hort  (hojas  más  delga- 
das y  más  numerosas  que  en  el  tipo,  moderada- 
mente glaucas  con  espinas  pequeñas)  **A.  Verscha- 
Seltii  medio-picta."  Hort.  De  Smet,  es  una  forma 
con  hojas  veteadas.  Una  planta  que  á  medida  que 
da  más  hojas  puede  ser  una  forma  de  **Scolymus" 
floreció  en  Kew  en  1887  con  las  ramas  de  la  panoja 
casi  suprimidas,  proporcionando  así  un  enlace  de 
transición  entre  el  subgénero  **Euagave"  y  el  **Li- 
ttaea." 

46.  A.  (EüAGAV]^)  PoTATORüM  Zuccar.  in  Nova 
Acta  XVI.  2.  674. — Acaule. — Hojas  cerca  de  20  en 
roseta,  obl(»ngo-espatuladas,  de2-2>¿  pies  de  largo, 
7-9  pulgadas  ancho  en  el  medio,  adelgazándose  á 
4-5  pulgadas  arriba  de  la  base,  de  un  verde  opaco 
glauco,  la  cara  ligeramente  cóncava,  la  espina  pun- 
zante terminal  ligeramente  decurrente,  de  l)¿-2 
pulgadas  de  longitud,  los  aguijones  corneos,  deltoide 
cuspidados,  de  >4  -  K  pulgadas  largo  con  undulacio- 
nes en  el  borde  que  las  separa.  Pedúnculo  de  10-12 
pulgadas  de  longitud,  incluyendo  la  panoja  tirsoide 
que  tiene  4-5  pies  de  longitud.  Flores  de  3  pulga- 
das largo ;  tubo  corto ;  segmentos  amarillo  verdio- 
sos, de  una  pulgada  de  largo.  Estambres  de  doble 
longitud  de  los  segmentos. 

Hab.    México,  introducido  al  cultivo  en  1830  pro- 


—84— 

ximamente.    Muy  dudoso  que  sea  específicamente 
distinta  de  "A.  Scolymus." 

46.  A.  Oligophylla.  Baker  in  Gard.  Chron. 
1878.  492.  "A.  paucifolia."  Baker  "non"  Todaro. 
—  Acaule.  —  Densamente  cespitosa  y  sobolifera. 
Hojas  6-8  en  roseta,  lanceoladas,  de  3-4  pulga- 
das largo,  K-H  pulgadas  ancho,  ligeramente  glau- 
cescentes,  ampliamente  acanaladas  en  la  cara  in- 
ferior, adelgazándose  insensiblemente  en  una  es- 
pina terminal  débil  de  >^-K  pulgadas  largo;  los 
aguijones  lanceolados,  corneos,  encorvados,  los  cen- 
trales de  H  pulgadas  largo,  los  superiores  é  infe- 
riores pequeños.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  de 
una  planta  en  la  propiedad  de  Mr.  Justus  Corderoy 

de  Blewbury,  cerca  de  Didcot  en  1878. 

* 

47.  A.  (LrTTiEA)  Utahensis.  Engelm.  Notes  20. 
— Caulescente. — Hojas  ensiformes,  de  K-1  pie  de 
largo,  12-21  líneas  de  ancho,  gruesas,  glaucas,  rígi- 
das, la  espina' terminal  punzante  de  1  pulgada  lar- 
go; los  dientes  deltoides  de  )b-1/6  pulgada  largo, 
blancos  con  la  base  obscura.  Pedúnculo  de  5-7  pies 
incluyendo  la  espiga  de  l*-2  pies.  Flores  de  cerca  de 
una  pulgada;  tubo  muy  corto;  segmentos  %  pulga- 
da largo.  Estambres  poco  unidos.  Cápsula  oblon- 
ga de  una  pulgada  lai^. 

Hab.  El  Sur  de  Vtáh  y  Arizona.  Introducida  al 
cultivo  próximamente  en  1880.  Esta  es  de  todos  los 
Agaves  la  que  llega  á  la  parte  más  lejana  del  Norte. 

48.  A.  (Lrrr^A)  Macracantha.  Zuccarin  No- 
va Acta  XVI.  2676;  Baker  in  Gard.  Chron.  1877,  ü 


tab.  27.  *'A.  flavesoens."  Salmdyck.  ''A.  Besse- 
reríana."  Jacobi;  Bot.  Mag.  t.  5940. — Acaule  ó  li- 
geramente caulescente. — Hojas  de  30-^  en  una  ro- 
seta, lanceoladas,  >¿-l  pie  de  largo,  IH  pulgada  an- 
cho arriba  del  medio,  muy  rígidas,  muy  glaucas,  la 
oará  más  bien  hinchada  en  la  mitad  inferior;  la  es- 
pina terminal  casi  neg^a,  muy  punzante  de  ^-h 
palgada largo; los  aguijones  pequeños,  subdeltoide- 
cuspidados,  negro-purpureos,de  H-1^6  pulgada  lar- 
go. Pedúnculo  de  2-3  pies  largo.  Flores  10-12  en 
«  un  racimo  flojo,  todas  solitarias,  en  pedículos  as- 
cendentes de  H-}4  pulgada  de  largo.  Perianto  de 
2  pulgadas  largo;  segmentos  verdiosos,  tres  veces  la 
longitud  del  tubo.  Estambres  unidos  en  casi  media 
pulgada. 

Hab.  Montañas  Centrales  de  México,  ascendien- 
do á  5,000-6,000  pies.  Introducida  al  cultivo  próxi- 
mamente en  1830.  Floreció  con  Mr.  Saunders  en  la 
primavera  de  1871.  No  puedo  separarla  específica- 
mente de  "A.  subfalcata"  y  **lineari8"  Jacobi. 

49.  A.  CONNCINNA  Baker  in  Gard,.  Chron.  1877  ii 
137. — ^Acaule. — Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta, 
oblanceoladas,  rígidas,  de  7-8  pulgadas  lai^  2  pul- 
gadas ancho  en  el  medio;  adelgazándose  á  Dú  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  la  cara  plana,  ligeramente 
glauca,  la  espina  terminal  punzante  próximamente 
de  1  pulgada  largo;  aguijones  muy  curvos,  deltoide- 
cuspidatos,  sub-equidistantes,  de  H  pulgada  largo. 
Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  la  co- 
lección de  Peacock  en  1872. 

50.  A.  Flaccida.    Jacobi.  Monogr.  226;  Baker 


—86— 

in  Gard.  Chron.  1877.  fíg.  26. —Acaule.— Hojas  40- 
50  en  una  roseta,  oblanceoladas  de  un  pie  de  lai^, 
3  pulgadas  ancho  arriba  del  medio ;  adelgazándose 
álH  pulgadas  arriba  de  la  base  ensanchada^verde- 
glaucas,  la  cara  plana  en  toda  su  extensión ;  la  es- 
pina terminal  punzante  y  ligeramente  decurrente  de 
1  pulgada  largo; los  aguijones  deltoide  cuspidados  y 
ligeramente  curvos  de  1/6  á  1/5  pulgadas  lai^.  In- 
florescencia desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  una 
planta  vista  en  la  colección  de  Saunders  en  1872. 
Intermedia  entre  "Scolymus"  y  ^^Macracantha." 

51.  A.  ViRiDisSEMA.  Baker  in  Gard.  Chron.  1877. 
ii  137. — Acaule. — Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta, 
oblanceoladas,  de  1  pie  de  largo,  3  pulgadas  ancho 
arriba  del  medio,  disminuyendo  á2%  pulgadas  arri- 
ba de  la  base,  muy  rígidas,  verde  brillante,  la  cara 
plana,  la  espina  terminal  dura  y  punzante  de  cerca 
de  1  pulgada  largo;  los  aguijones  apiñados,  exten- 
didos, lanceolados,  desiguales,  grises  de  1/6- >í  pul- 
gada largo;  los  de  la  mitad  superior  del  limbo  lige- 
ramente encorvados  hacia  arriba.  Inflorescencia 
desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  una 
planta  vista  en  la  colección  de  Peacock.   Nov.  1872. 

52.  A.  (Euagave)  Weissenburgensis  Wittm.  in 
Berl.  Gartenzeit.  1885.  14.  fig.  5. — Acaule. — Hojas 
30-40,  oblanceoladas,  de  8-9  pulgadas  largo,  2-2  he 
pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  rígidas,  verdes, 
escasamente  todas  glaucas,  la  espina  terminal  pun- 
zante de  }i  pulgada  largo ;  los  aguijones  deltoide- 
cuspidados,  separados  y  ganchudos.  Pedúnculo  con 


—87— 

panoja,  de  7-8  pies  de  largo ;la  última,  de  pocas  ra- 
mas cortas,  ascendentes.  Flores  de  más  de  2  pul- 
gadas de  lai^;  tubo  %,  pulgada;  segmentos  ama- 
rillo verdosos,  lanceolados  de  %,  pulgada  largo.  Es- 
tambres de  doble  longitud  de  los  segmentos.  Cáp- 
sula \yi  pulgadas  largo. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  el 
Dr.  Wittman  de  una  planta  que  floreció  en  Werssen- 
burg  ^n  la  provincia  de  Bradenburg  en  1885. 

53.  A.  (Eüagave)  Baxteri  Baker. — Acaule. — 
Hojas  cerca  de  90  en  una  roseta,  oblanceolado-es- 
patuladas,  de  3  pulgadas  ancho  arriba  del  medio ; 
adelgazándose  á  2  pulgadas  arriba  de  la  base,  la  ca- 
ra plana,  moderadamente  glauca,  la  espina  termi- 
nal punzante,  de  cerca  de  una  pulgada  de  largo ;  los 
dientes  marginales  poco  distantes,  lanceolados,  gan- 
chudos, corneos  en  la  base  y  á  lo  más  1/6  pulgada 
de  largo.  Pedúnculo  glauco  de  4  pies  largo  y  una 
pulgada  grueso.  Panoja  tirsoide  4  pies  largo;  ra- 
mas erguido -extendidas,  las  centrales  de  4-^5  pulga- 
das lai^,  con  ñores  arriba  de  20  en  un  denso  raci- 
mo terminal.  Flores  de  eerca  de  2  pies  de  largo; 
ovario  %,  pulgada;  tubo  corto. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  una 
planta  que  floreció  en  Kew  en  la  primavera  de  1888, 
recibida  del  Jardín  Botánico  de  Oxford.  Dedicada 
á  su  ñnado  conservador. 

54.  A.  [Eüagave]  Palmeri  Engélm.  Notes  31. — 
Acaule. — Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta,  oblan - 
ceoladas,  de  1-1  >é  pies  largo,  2-2  >2  pulgadas  ancho 
arriba  del  medio,  adelgazándose  á  1>2  pulgadas  arri- 
ba de  la  base,  glaucas,  la  espina  terminal  punzante 


poco  decurrente  de  1-1  >á  pulgadas  largo,  el  margen 
ligeramente  undulado  entre  los  aiguijones  anchos, 
deltoide  cuspidados,  de  los  cuales,  los  de  la  mitad 
superior  del  limbo  tienen  >í-M  pulgada  largo.  Pe* 
dúnculo  con  panoja,  de  8-12  pies  largo.  Flores  15í- 
2  pulgadas  largo ;  tubo  muy  corto ;  segmentos  ama* 
riilentos,  oblongo  lanceolados,  de  K  pulgada  largo. 
Estambres  más  del  doble  de  la  longitud  de  los  seg- 
mentos.    Cápsula  l)¿-2  pulgadas  de  largo. 

Hab.  Montañas  del  Sur  de  Arizona,  ascendiendo 
á  6,300  pies  Vasey !  Pringle !  Descubierta  por  el  Di*. 
Schott  en  1855.  Introducida  al  cultivo  en  Europa 
próximamente  en  1880. 

55.  A.  (Euagave)  Marmorata  Roezl.  in.  Belg. 
Hort.  1883,  238.— Acaule.— Hojas  12-15  en  una  ro- 
seta, extendidas,  oblanceoladas,  de  2-^  pies  de  lar- 
go, 4-n5  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  adelga- 
zándose á  2-2^4  pulgadas  arriba  de  la  base,  glaucas, 
cóncavas  en  la  mitad  superior  de  la  cara,  muy  ás- 
peras en  ambos  lados ;  la  espina  terminal  punzante 
de  1  pulgada  largo,  el  margen  muy  undulado  entre 
los  apiñados  aguijones,  irregulares,  anchos,  deltoi- 
de-cuspidados  de  H-K  pulgada  largo  y  ancho,  con 
la  punta  cornea,  encorvada  y  morena.  Pedúnculo 
con  panoja  10-16  pies  lai^. 

Hab.  México;  Provincia  de  Tehuacán.  Introdu- 
cida al  cultivo  por  Roezl.  Descrita  de  las  dos  plan- 
tas de  la  colección  de  Kew  en  1887.  Entre  "A*.  Seo- 
lymus"  y  "americana."  Usada  por  los  indios  pa- 
ra limpiar  la  piel  de  sus  caballos  y  múlas. 

56.  A.~(Euaqave)  Theometl,  Zucar,  in,  Roem. 


—89- 

Collect.  188.  t.  8. — Acaule. — Hojas  cerca  de  30, 
oblanceolado-espatuladas,  1^-2  pies  largo,  4  1/2-d 
pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  adelgazándose  á 
3  pulgadas  arriba  de  la  base,  extendidas,  la  cara  ca. 
si  plana,  verde,  solo  ligeramente  glaucas  cuando  jó- 
venes; la  espina  terminal  punzante,  moreno  obscu- 
ra, de  1  pulgada  largo;  los  aguijones  separados, 
deltoide-cuspidados,  á  lo  más  de  H  pulgada  de  lar- 
go. Pedúnculo  10-12  píes  largo,  incluyendo  la  pa- 
noja tirsoide.  Flores  verde  amarillosas  de  3  pulga- 
das largo.  Estambres  de  doble  longitud  de  los  seg- 
mentos del  perianto. 

Hab.  México.  Descrita  de  una  planta  de  la  co- 
lección de  Peacock  en  1872  y  de  la  inflorescencia  de 
Zuccagpii.  El  nombre  de  **Theometl"  se  debe  ya  á 
Morison,  y  Kunth  citados  en  sus  ñguras,  por  Mun- 
ting  y  Ray.  No  puedo  distinguirla  de  la  que  he  vis- 
to en  los  jardines  ingleses  bajo  el  nombre  de  "A. 
Beauleuriana"  Jacobi. 

57.  A.  Coccínea  Roezl ;  Jacobi ;  Monogr.  76. — 
Acaule. — Hojas  20-30  en  una  densa  roseta,  oblan- 
ceolado-espatuladas,  de  1  1/2-2  pies  de  largo,  4-6 
pulgadas  ancho,  arriba  de  las  dos  terceras  partes, 
adelgazándose  á  3  pulgadas  arriba  de  ^a  base  ex- 
tendida, verde  obscuro,  solo  ligeramente  glaucas 
cuando  jóvenes,  la  espina  punzante  termihal  dura 
de  IH  pulgadas  de  largo,  el  margen  undulado  en- 
tre los  aguijones  apretados,  irregulares,  deltoide- 
cuspidados  que  tienen  1/6- >á  pulgada  largo.  Inflo- 
rescencia desconocida. 

Hab.  México ;  introducida  al  cultivo  por  Roezl  en 
1859.    Descrita  de  las  plantas  que  se  vieron  en  Kew, 

12 


—90— 

Reigate  y  Hammersmith.  No  puedo  distinguirla  es- 
pecíficamente de  una  planta  recibida  en  Kew  en 
1883  de  Leichtlin,  rotulada  **A.  graoilispina."  Var. 
"brevifolia."  Hort;  es  una  forma  enana. 

58.  A.  Maximiliana,  Baker  in.  Gard.  Chron. 
1877,  ii  202.  *'A.  Gustaviana"  Hort.— Acaule.— Ho- 
jas cerca  de  20  en  una  roseta,  oblanceolado-espatu- 
ladas,  de  1  1^2-2  pies  de  largo,  2  ly2-3  pulgadas  an- 
cho arriba  del  medio,  adelgazándose  á  1  1/2-2  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  ligeramente  glauco, 
la  espina  termiiral  punzante  negro-moreno  de  una 
pulgada  longitud;  los  aguijones  moreno -castaño 
claro,  más  anchos  y  más  irregulares  que  en  la  "ame- 
ricana," con  más  largo  y  aguzado  ápice  de  más  de 
yi  pulgada  largo.    Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  las 
muestras  vistas  en  Kew  y  Reigate;  enviada  la  pri- 
mera por  Mr.  Justos  Corderoy. 

59.  A.  (Eugave)  Mexicana  Lam.  Encyc.  i.  52: 
Ricasoli  in  Gard.  Chron.  1883.  i.  fíg.  22. — Acaule. — 
Hojas  20-30  en  una  roseta,  oblanoeolado-espatula- 
das,de  2-3  pies  largo  5-6  pulgadas  ancho  arriba  del 
medio,  adelgazándose  en  3-4  pulgadas  arriba  de  la 
ba8e,muy  glaucas;  la  punta  punzante  morena,  de  1 
pulgada  largo;  los  aguijones  deltoide-cuspidados» 
subdistantes,  de  Já-1/6  pulgada  largo.  Pedúnculo 
18  pies  largo  incluyendo  la  panoja  tir8(»ide  de  7-8 
pies.  Flores  2K-3  pulgadas  largo;  tubo  Ii2-K  pul- 
gada; segmentos  amarillo  verdiosos,  menos  de  una 
pulgada  largo.     Cápsula  2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Común  en  los  jardines  Europeos. 
La  descripción  anterior  está  hecha  de  las  muestras- 


—91- 

de  Kew  y  Reigate  y  de  la  inflorescencia  de  una 
planta  que  floreció  en  1855,  en  Bruselas.  La  planta 
del  Barón  Ricasoli  vegetando  al  aire  libre  en  Flo- 
rencia tenía  cerca  de  100  hojas  alcanzando  una  lon- 
gitud de  4  pies  y  un  pedúnculo  de  23  pies  de  largo 
con  46  ramas.  No  puedo  separarla  específicamen- 
te de  "A,  cyanophylla"  Jacobi. 

60.  A.  (EuGAVE)  Americana.  Lim.  Sp.  Plant. 
461;  Andr.  Bot.  Rep.  t.  438;  Bot.  Mag.  t.  3654.— 
Acaule. — Hojas  generalmente  30-40,  algunas  veces 
50-60  en  una  roseta,  oblanceolado-espatuladas,  de 
3-6  pies  largo  6-9  pulgadas  ancho  arriba  del  medio, 
angostándose  á  4-5  pulgadas  arriba  de  la  base,  ver- 
de glaucas;  la  espina  punzante  terminal  1  1/2-2  pul- 
gadas largo,  el  margen  undulado  entre  los  aguijo- 
nes desigualmente  distantes,  deltoide-cuspidados. 
Pedúnculo  con  panoja  24-36  pies  largo,  la  última 
con  2ft-40  ramas,  la  inferior  de  un  pie  de  largo.  Flor 
que  llega  á  una  longitud  de  3-^  1/2  pulgadas;  tubo 
infundibuliforme  de  1;2  pulgada  largo;  segmentos 
amarillentos,  1-1 M  pulgada  largo.  Estambres  de 
doble  longitud  de  los  segmentos.  Cápsula  oblonga, 
2  pulgadas  largo. 

Hab.  Muy  extendida  en  la  América  Tropical  é 
introducido  hoy  en  muchas  partes  del  viejo  Mundo. 
Se  dice  que  fué  introducida  en  Europa  próxima- 
mente á  mediados  de  la  16a  centuria  y  haber  flore- 
cido primero  en  Inglaterra  en  Hampton  Court  en 
1714.  Para  una  relación  completa  de  su  historia 
véase  un  folleto  por  Danielli  in  Nuov.  Giom.  Bot. 
Ital.  xvii  p.  49-138.  tabs.  5-10.  Martius  (H.  Bras. 
üi.  185)  enumera  50  libros  en  que  se  hace  mención 


^92— 

de  ella  entre  1554  y  1748.  "A.  Milleri/'  Harr.  ("A. 
Virginica"  Miller  "non"  Linn)  es  una  variedad 
enana  y  "A.  picta"  Salmdyck  y  "A.ornata"  Jacobi 
son  formas  con  hojas  veteadas.  No  puedo  por  las 
descripciones  separarla  con  claridad  de  las  "A. 
Fuerstenbergü"  y  "expansa"  Jacobi. 


GRUPO  5.-RIGID^. 


61.  A.  Decaisneana.  Jacobi.  Nacht.  28. — Acau- 
le.— Hojas  oblongo  -  espatuladas,  de  14  pulgadas 
próximamente  de  largo,  3  pulgadas  ancho  en  el  me- 
dio, angostándose  á  2  pulgadas  arriba  de  la  base, 
verde  brillante  claro,  la  cara  cóncava,  la  espina  ter- 
minal fuerte  y  casi  neg^a,  el  margen  provisto  de 
pequeños  dientes  apiñados,  deltoides,  que  son  más 
bien  curvos  en  el  extremo.  Inflorescencia  descono- 
cida. 

Hab.  México.  Introducida  en  1889  próxima- 
mente. Descrita  por  Jacobi  de  una  muestra  del 
Jardin  de  plantas  de  París. 

62.  A.  Wareluana.  Baker  in  Gard.  Chron. 
1877.  ii  264  figura  68.— Acaule.— Hojas  casi  30  en 
una  roseta,  oblongo -espatuladas,  de  9- 10  pulgadas 
largo,  3  pulgadas  ancho  arríba  del  medio  angos- 
tándose á  2  pulgadas  arríba  de  la  base  casi  planas  en 


—as- 
ía cara,  verde,  raras  veces  del  todo  glaucas,  termi* 
Dadas  por  espina  fuerte,  morena,  de  una  pulgada 
largo;  marginadas  de  pequeños  aguijones  apreta- 
dos,deltoides  que  son  de  color  moreno  rojizos  cuando 
jóvenes  y  casi  negro  en  la  madurez.  Inflorescencia 
desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  la  co* 
lección  de  Saunders  en  Reigate  en  1872. 

63.  A.  (LrTTGBA)  Macrantha.  Todaro.  Hort. 
Bot.  Panoram  ii,  11,  t.  27. — Acaule. — Hojas  40-50 
oblongo-espatuladas,  de  5-6  pulgadas  en  medio,  2- 
3  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  glaucas  opaco, 
la  cara  cóncava,  la  espina  punzante  terminal  de  una 
pulgada  de  largo,  las  hojas  jóvenes  con  el  borde  de 
color  moreno,  los  dientes  pequeños,  deltoide  cuspi- 
dados,  moderadamente  apretados.  Pedúnculo  con 
espiga  densa,  4-5  pies  de  largo.  Flores  de  3  pulga- 
das largo;  tubo  infundibuliforme  de  1/2  pulgada 
iMTgo.  Estambre  casi  tres  veces  la  longitud  de  los 
segmentos. 

Hab.  Probablemente  México.  Floreció  con  el 
Dr.  Todoro  en  el  Jardin  Botánico  de  Palermo  en 
1879. 

64.  A.  (LnTiEA)  BoTTERU  Baker  in  Bot.  Mag.  t. 
6248;  Gard.  Chron.  1877  ü  ñg.  54.— Acaule.— Hojas 
cerca  de  50  en  una  roseta,  oblongo-espatuladas,  de  2 
pies  largo,  6  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  an- 
gostándose á  4-4 1/2  pulgadas  arriba  de  la  base, verde 
pálido,  escasamente  glaucas,  la  espina  punzante  ter- 
minal de  1/2  pulgada  largo ;  los  dientes  apiñados 
casi  negros,  deltoides,  de  1/2  pulgada  largo  alo  más. 


-94- 

Pedúnculo  largo  de  2-3  pies  con  espiga  densa  de  7- 
8  pies.  Flores  2  ly2  pulgadas  largo;  tubo  H^H 
pulgadas  largo.  Estambres  más  de  doble  longitud 
de  los  segmentos. 

Hab.  México.  Enviada  por  Botteri  y  por  Mr. 
Wilson  Saunders.  Floreció  con  Mr.  J.  T.  Peacock 
en  la  primavera  de  1876. 

65.  A.  (EuAGAVE)  Rígida  Miller.  Gard.  Dict. 
No.  8.  Engelm.  Notes  28.  "A.  IxtU'*  Karw.  *'A. 
Karwinskü."  Zuccar,  **A.  ixtlioides."  Hook.  in  Bot. 
Mag.  t.  5893.  "Fourcroya  rígida"  Haw. — Acaule  ó 
ligeramente  caulescente. — Hojas  30-40  en  una  ro- 
seta, ensiformes,  de  1  1/2-2  pies  largo,  1  1/2-2  pul- 
gadas ancho  en  el  medio,  angostándose  á  una  pul- 
gada arríba  de  la  base,  rígidas,  erguido  extendidas, 
glaucas,  la  espina  punzante  terminal  de  una  pulga- 
da largo;  los  dientes  subdistantes,  moreno  oscuro  ó 
casi  negros,  deltoides,  á  lo  más  de  K  pulgada  largo. 
Pedúnculo  incluyendo  la  panoja  tirsoide  de  12-16 
pies  longitud.  Flores  1  1/2-2  pulgadas  largo;  tubo 
muy  corto;  segmentos  estrechos,  verdiosos  y  de  una 
pulgada  largo.  Estambres  de  dos  veces  la  longitud 
de  los  segmentos.     Cápsula  1  1^2-2  pulgadas  largo. 

Var.  *A.  Elongata.  Jacobi.  Monogr.  108.  **A. 
fourcroyoides"  Jacobi.  **A.  ixtlioides"  Lemaire.  "A. 
rígida."  var.  "longifolia*'  Engelm.  "A  Candela- 
brum."  Todoro  Hort.  Bot.  Panorm.  i  66.  t.  15.-^ 
Hojas  100  en  una  roseta,  3-4  pies  de  largo,  4-6  pul- 
gadas ancho.  Pedúnculo  incluyendo  la  amplia  pa- 
noja tirsoide,  20-26  pies  largo. 

Var.      Sisalana.   Engelm.  Notes.  28. — Tronco 


corto.  Hojas  de  4-6  pies  de  largo,  4-6' pulgadas 
ancho  generalmente  sin  dientes.  Pedúnculo  inclu- 
yendo la  panoja  25-30  pies  de  largo. 

Hab.  El  Sur  de  México;  Provincias  de  Vera- 
Cruz,  Yucatán,  etc.  Esta  es  la  especie  que  produce 
la  fibra  de  más  valor;  para  una  completa  relación  de 
ella  véase  Morris  in  '*Kew  Bulletin"  No.  3.  La  ex- 
portación de  Yucatán  en  1883  produjo  £658,000.  "A. 
rígida"  Miller  fué  llamada  una  variedad  enana  con 
hojas  enteras.  La  cual  probablemente  es  la  misma 
que  se  halla  en  los  dibujos  que  no  se  han  publicado 
del  Museo  Británico,  tomados  del  Jardín  Syshagen 
en  1720  bajo  el  nombre  de  ''Alae  pita  foliis,  non  spi- 
nosis."  Mi  descripción  de  la  forma  típica  se  refiere 
á  la  planta  que  comunmente  crece  en  los  Jardines 
Inglés  y  Británico.  La  variedad  pequeña  conocida. 
"A.  angustifolia"  Haworth  probablemente  es  una 
forma  de  estas  especies.  La  hemos  recibido  última- 
mente en  flor  de  Demarara  y  Madagascar  Central. 
Tenemos  una  fotografía  del  Dr.  Todaro  de  una  planta 
en  flor  que  probablemente  es  "sisalana"  que  creció 
como  la  "A.  brevís,"  en  el  Jardín  de  Palermo." 

66.  A.  CoRDEROYi.  Baker  in  Gard.  Chron.  1877 
ii  399.  fig.  79. — Acaule. — Hojas  de  40-50  en  una  ro- 
seta densa,  rígidas,  erguido -extendidas,  de  Ih 
pies  largo  y  una  pulgada  ancho  en  el  medio,  angos- 
tándose á  H  pulgada  arriba  de  la  base,  ligeramente 
acanaladas  abajo  de  la  cara,  verde  brillante,  la  espi- 
na terminal  punzante  de  una  pulgada  largo;  los 
aguijones  del  margen  moreno  obscuros,  equidistan- 
tes, erguido-extendidos,  deltoide-cuspidados,  de  H 
pulgada  largo.     Inflorescencia  desconocida. 


—96— 

Hab.  México:  introducida  por  Roezl.  Dedicada 
á  Mr.  Corderoy  por  De  Smet;  de  su  Establecimiento 
de  Ledeberg-lez-Gand,  en  Bélgica,  fueron  compra- 
das muchas  de  las  colecciones  de  Saunders  y  Pea- 
cock. 

67.  A.  (Eüagave)  Pringlei.  Engelm. — Hojas 
ensiformes  muy  rígidas,  de  15-18  pulgadas  largo,  la 
base  ensanchada  de  3-3  1'2  pulgadas  ancho,  angos- 
tándose gradualmente  á  2  pulgadas  arriba  de  la  ba- 
se al  apéndice  punzante;  los  aguijones  marginalefl 
pequeños,  separados,  morenos,  deltoide-cuspidados 
y  ganchudos.  Flor  de  1  1>2  pulgadas  largo;  tubo 
corto  sub-cilíndrico;  segmentos  amarillos,  estre- 
chos, de  1'2  pulgada  largo.  Estambres  de  doble  lon- 
gitud de  los  segmentos.  Cápsula  oblonga  de  1  ly2 
pulgadas  largo. 

Hab.  Las  montañas  centrales  de  la  Baja  Cali- 
fornia á  6,000  pies,  Orcutt.  Descrita  de  una  mues- 
tra desecada,  enviada  por  Mr.  C.  G.  Pringle.  Teñe 
mos  una  muestra  de  otra  planta  añne  que  ñoreció 
con  Mr.  J.  T.  Peacock  en  1881,  que  fué  llamada 
**A.  scaberrima." 

68.  A.  (Euagave)  Excelsa  Jacobi;  Monogra. 
238. — Ligeramente  caulescente. — Hojas  cerca  de  30 
en  una  roseta,  ensiformes,  rígidas,  de  2  pies  largo, 
2  pulgadas  ancho  en  el  medio,  verde  en  completa 
madurez,  ligeramente  glaucas  cuando  son  jóvenes;* 
la  espina  punzante  terminal  de  1/2  pulgada  largo; 
los  aguijones  pequeños,  casi  negros,  deltoide-ous* 
pidados,  distantes.  Pedúnculo  con  panoja  tirsoide 
de  12-15  pies  largo.  Flores  parecidas  á  las  de  *^A. 
rígida." 


—97- 

Hab.  México.  Descrita  de  una  planta  que  flo- 
reció en  el  Jardín  Botánico  de  Glasgow  en  Agosto 
de  1884,  por  Mr.  Bullen. 


A.  REGE1.IANA  Jacobi :  Monogr.  236. — Acau- 
le.— Hojas  oblanceoladas,  de  1  1/2  pies  largo,  2% 
pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á 
\%  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  claro  harino- 
so, la  cara  ligeramente  cóncava,  la  espina  terminal 
punzante,  los  dientes  marginales  muy  pequeños, 
apiñados,  sin  color.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  por  Jacobi  en  Í865,  de 
una  planta  expuesta  en  la  Exposición  de  Amster- 
dam,  por  Messrs  Glynn  de  Utrecht.  No  puedo  con 
claridad  separarla  del  **A.  ananassoides,"  De  Jon- 
ghe  y  Jacobi,  Nacht.  32,  de  la  cual  tenemos  una  fo- 
tografía en  las  series  de  Elemeet.  La  planta  que 
comunmente  aparece  en  los  jardines  con  el  nombre 
de  "A.  Regeliana"  es  el  **A.  hórrida"  Lemaire. 

70.  A.  fEu agave]  Miradorensis.  Jacobi  Nacht. 
31. — Acaule. — Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta, 
oblanceoladas,  de  2  1/2-3  pies  largo  2  1/2  pulgadas 
ancho  arriba  del  medio,  angostándose  1  ly2-2  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  pálido  brillante,  glau- 
cas cuando  jóvenes,  la  espina  terminal  punzante,  mo 
reno-castaño  de  una  pulgada  largo;  aguijones  del- 
toides, muy  pequeños,  todos  corneos  y  muy  duros. 
Pedúnculo  2-5  pies  de  largo  incluyendo  la  panoja 
tirsoide  que  tiene  5-6  pies.  Flores  de  2  pulgadas 
largo ;  tubo  muy  corto ;  segmentos  menores  de  una 
pulgada  de  largo.  Estambres  de  doble  longitud  de 
los  segmentos. 

13 


—98— 

Hab.  México;  descrita  por  Jacobi  de  los  Jardi- 
nes belgas  en  1867.  La  descripción  anterior  y  tre8 
bosquejos  que  están  ahora  en  el  Herbario  de  Kew, 
fueron  hechos  de  una  planta  que  floreció  con  Mr- 
J.  T.  Peacock  en  Hammersmith  en  Diciembre  1877. 
No  puedo  separarla  por  la  descripción  de  la  primiti- 
vamente llamada  "A.  Desmetiana"  Jacobi,  Monogr. 
241. 

71.  A.  [Littjsa]  Polyacantha.  Haw.  Revis. 
Succ.  35.  ''A.  xalapensis"  Roezl  "A.  uncinata"  y 
"chiapensis."  Jacobi. — Acaule. — Hojas  cerca  de  30 
en  una4*oseta,  oblanceoladas,  de  1-2  pies  largó,  3-5 
pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á 
2-3  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillante,  so- 
lamente poco  glauca  en  la  tierna  edad.  La  espina 
terminal,  moreno-obscura,  de  ^-X  pulgada  largo, 
pocodecurrentes;  los  aguijones  deltoides,  apiñados, 
de  color  moreno-obscuro,  irregularmente  extendi- 
dos, de  1  1/12  álH  pulgadas  largo  á  lo  más.  Pe- 
dúnculo de  8-12  pies  largo  incluyéndola  espiga  den- 
sa de  3-4  pies.  Flor  de  l>4-2  pies  largo;  tubosub- 
cilíndrico,  de  K  pulgada  largo,  segmentos  de  H 
pulgada  largo  moreno  amarillosos.  Filamentos  de 
más  del  doble  de  la  longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  en  1820  próxi- 
mamente. La  hemos  recibido  últimamente  de  la 
Trinidad  de  Mr.  Hart.  Una  planta  de  la  colección 
de  Saunders,  floreció  con  Mr.  F.  Paule,  en  Reigate 
en  1875. 

72.  A.  (Lrrr^A)  Denshj'lora.  Hook.  in  Bot, 
Mag.  t.  5006. — Acaule. — Hojas  de  30-40  en  una  ro- 
seta, oblanceolado-espatuladas,  de  2^  pies  largo, 


—99— 

3-4  pulgadas  ancho  rariba  del  medio,  angostándose 
á2>é -4  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillante 
en  su  madurez,  y  solo  ligeramente  glaucas  en  su  ju- 
ventud ;  la  espina  terminal  punzante,  poco  decurren  - 
te,  de  H  pulgada  longitud;  los  aguijones  deltoides, 
apiñados,  irregularmente  extendidos,  de  color  mo* 
reno  brillante,  de  /¿-I  linea  de  longitud;  pedúnculo 
incluyendo  la  espiga  densa,  de  6-8  pies  de  largc 
Plores  de  1)^-2  pulgadas  largo;  tubo  infundibuli- 
forme,  )í-K  pulgadas  largo;  segmentos  lanceola- 
dos, moreno  verdiosos,  íú-h  pulgadas  largo.  Es- 
tambres 2  pulgadas  largo.  Cápsula  X-1  pulgada 
largo. 

Hab.  México.  Descrita  primero  por  Sir  W.  J. 
Hooker,  de  una  planta  que  floreció  en  Kew  en  1857. 
Ha  floreado  después  varias  veces  en  Kew  y  en  Red- 
gate. 

73.  A.  (EUAGAVE)  LURIDA  Ait.  Hort.  Kew,  i. 
472;  Gawl.  in  Bot.  Mag.  t.  1522.  Baker  in  Saund, 
Ref.  Bot.  t.  307.  **A.  vera-cruz*'  Miller,  un  nombre 
primitivo,  alterado  por  Haworth  en  '*vera-crucis.*' 
—Acaule  ó  ligeramente  caulescente. — Hojas  30-40, 
en  una  roseta,  oblanceoladas,  de  2-3  pies  largo,  y 
iH'Q}4,  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostán- 
dose á  2  pulgadas  arriba  de  la  base,  muy  glaucas, 
la  espina  terminal  punzante  de  una  pulgada  delargo ; 
los  aguijones  deltoides,  equidistantes  de  %  pulgadas 
largo,  al  principio  de  un  rojo-moreno  y  Analmente 
casi  negro.  Pedúnculo  de  12-16  pies,  incluyendo  la 
panoja  tírsoide  de  3-6  pies.  Flores  3  pulgadas  largo ; 
tubo  ampliamente  infundibuliforme,  de  >¿  pulgada 


—100— 

largo.     Estambres  de  doble  longitud  de  los  segmen- 
tos; cápsula  1^-2  pulgadas  largo. 

Var.  A.  Jacquiniana.  Schult.  Syst.  Veg.  vii, 
727 ;  Hook.  in  Bot.  Mag.  t.  6097 ;  Belg.  Hort.  ix.  t. 
25.  "A.  lurida"  Jacq.  Collect.  IV.  94.  t.  1.— Tronco 
1-1  >2  pies  largo.  Hojas  2>¿-3  pies  largo.  Flores 
pequeñas. 

Hab.  México :  la  más  abundantemente  extendida 
después  de  la  "A.  americana."  Fué  mencionada 
por  Commelinus  en  1706.  La  descripción  anterior 
fué  hecha  de  una  planta  propiedad  de  Mr.  Wilson 
Saundefs  que  floreció  en  1870.  La  tenemos  en  ñor 
de  Madras  (1810)  Coimbra  (1881)  y  Hong-Kong 
(1882).  Una  hoja  de  6  pies  de  largo  y  7  pulgadas 
ancho,  enviada  de  Bahamá  por  el  Secretario  Colo- 
nial en  1887,  aparentemente  pertenece  á  esta  es- 
pecie. 

74.  A.  Salmdyckii,  Baker  in  Gard  Chron.  1877. 
11490.  "A.  Keratto."  Salmdyck  et  Jacobi  "non" 
Miller. — Acaule. — Hojas  40-50  en  una  roseta,  obian- 
ceoladas,  de  4-5  pies  largo,  5-6  pulgadas  de  ancho 
arriba  del  medie,  angostándose  á  4-5  pulgadas  arriba 
de  la  base,  verde  brillante,  la  espina  terminal  lige- 
ramente punzante;  los  aguijones  pequeños  y  apiña- 
dos, deltoide-cuspidados,  de  un  moreno  oscuro,  no 
excediendo  de  1-12  avo  de  pulgada  de  largo.  In- 
florescencia desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  de  plantas  vivas  en  Kew 
y  Reigate  en  1872. 

75.  A.  (Küaoave)  Morrisii  Baker  "in"  Gard 
Chron.  1897,  i.  643  ñg.  105.— Caulescente.— Hojas 


—101— 

20-30  en  roseta,  oblanceolado-eapatuladas,  de  4-í> 
pies  de  larg^  y  1/6-1  pies  de  ancho  arriba  del  medio, 
angostándose  á  4-6  pulgadas  arriba  de  la  base,  ver- 
des, a{>enas  glaucas,  completamente  lisas  en  ambas 
superficies;  la  espina  terminal  punzante,  los  agui- 
jones moreno-obscuros,  equidistantes,  deltoide-cus- 
pidados,  M-ly6  de  pulgada  de  largo.    Pedúnculo  in- 
cluyendo la  panoja  tirsoide,  de  15-20  pies  de  largo ; 
ramas  30-50,  la  más  baja  horizontal,  excediendo  de 
un  pie  de  largo.     Flores  de  2-23*4    de  pulgada  de 
largo;  tubo  corto;  segmentos  amarillo   brillante,  de 
una  pulgada  de  largo.     Estambre  casi  de  doble  lon- 
gitud de  los  segmentos.     Cápsula  de  una  pulgada 
de  largo. 

Hab.  Jamaica ;  confundida  por  Grisebach  y  otros, 
con  la  "A.  americana." 

Los  datos  para  describirla  fueron  coleccionados 
por  Mr*  Morris,  ahora  ayudante  del  Director  de  los 
Jardines  de  Kew,  durante  su  residencia  en  la  isla ;  y 
también  introdujo  al  cultivo  en  Kew,  tanto  el  tipí> 
como  una  forma  de  hojas  veteadas. 


GRUPO  6 -STRIAT^ 


76.  A.  (LitTíEa)  striata.  Zuccar.  in  Nova  Acta 
xvi.  2.  678;  Hook.  in  Bot.  Mag.  t.  4950.— Acaule  ó 
ligeramente  caulescente. — Hojas  de  150  á  200  en  * 


—102— 

una  roseta  densa,  lineales,  de  base  muy  ensanchada 
de  2-2}4  pies  de  largo,  >4-K  pulgadas  ancho  arriba 
de  la  base,  angostándose  gradualmente  hacia  la  es- 
pina punzante  de  color  moreno,  escabrosas  en  los 
márgenes,  verde  glauco,  la  cara  más  bien  levantada, 
el  dorso  subtricQetro;  ambas  superficies  limitadas 
por  costillas  verticales  apiñadas.  Pedúnculo  de  6- 
8  pies  de  largo  incluyendo  la  espiga  de  2-3  pies. 
Flores  1-1  >^  pulgadas  largo;  tubo  ampliamente  in- 
fundibuliforme,  casi  igualando  los  segmentos  oblon- 
gos verde-morenuscós.  Estambres  purpúreos,  de 
IK  pulgadas  de  largo  que  inser^^ados  abajo  del  tubo. 
Cápsula  oblongo -trigonal  de  yi  pulgada  largo. 

Var.  A.  Recurva  Zuccar.  "loe.  cit."  Hojas  más 
anchas  y  más  falciformes  que  en  el  tipo;  próxima- 
mente de  3-4  pies.     Espina  terminal  no  punzante. 

Var.  A.  Stricta  Salmdyck  '.'A.  Hystrix"  Hort. 
Hojas  muy  tiesas  de  ün  pie  próximamente  de  largo, 
más  convexas  en  la  cara. 

Var.  A.  EcHiNOiDES.  Jacobi,  Nacht.  48.  *'A.  en- 
siformis"  y  "Richardsii."  Hort. — Todavía  más  rí- 
gida y  más  enana  que  la  variedad  "stricta,"  las  ho- 
jas de  cerca  de  un  pie  de  largo,  H  pulgadas  ancho 
en  el  medio. 

Hab.  Las  Montañas  de  México,  hoy  muy  común 
en  el  cultivo,  bajo  un  gran  número  de  formas.  Fi- 
guró en  el  "Botánica  Magazine,"  de  una  planta  que 
floreció  en  1856  en  Kew.  enviada  del  Reaí  del  Monte 
por  Mr.  Repper.  Tenemos  dos  fotografías  de  una 
planta  que  floreció  con  el  Signor  Fenzi  en  Florencia, 
en  Octubre  de  1876.     Dr.  Palmer  la  consiguió  en 


—103- 

Goahuila.  Muchas  veces  se  menciona  en  los  jardi- 
nes como  ''Yuccahystrix,"  y  muchas  también  como 
"Dasylirion  junceum.*'  Una  cápsula  cuadrilocular 
ha  sido  figurada  últimamente  por  Terracino  in 
NuoT.  Giorn.  Bot.  Ital.  xvii.  t.  19. 

77.  A.  (Litt^a)  Falcata.  Engelm.  Notes,  16. 
*'A,  californica"  Jacobi. — Acaule, — Hojas  20-30  en 
una  roseta,  lineales,  de  1.^2-2  pies  longitud  por  *ií- 
H  pulgadas  ancho  arriba  de  la  base  ensanchada, 
rígidas,  glaucas,  estrechándose  hasta  la  espina  pun- 
zante, cornea,  morena,  ásperas  en  el  margen,  con 
una  quilla  muy  marcada  en  la  cara,  subtricuetras  en 
el  dorso,  perfectamente  estriadas  en  ambas  super- 
ficies. Pedúnculo  de  4-8  pies  de  longitud  compren- 
diendo la  espina  floja.  Flores  de  1-1^4  pulgadas 
largo;  tubo  ampliamente  infundibuliforme,  casi  tan 
largo  como  los  segmentos  oblongos.  Estambres  de 
IM -2  pulgadas  largo  insertados  á  la  medianía  del 
tubo.  Cápsula  oblongo  trigonal  de  '« -  ?4  pulgadas 
largo. 

Hab.  México,  montañas  de  Coahuila.  Palmer 
1314  Pringle.  Descubierta  por  los  Dres.  Wislizenus 
y  Gregg  en  1846-1848.  Introducida  al  cultivo  en 
1867  próximamente.  Primero  fué  descrita  por  Ja- 
cobi de  una  planta  viva  en  Kew.  No  se  sabía  que 
vegetara  en  California. 

78.  A.  (LriTiEA)  Paücipolia.  Todaro.  Hort. 
Bot.  Panorm.  i.  77,  t.  19.— Acaule. — Hojas  pocas, 
rígidas,  lineales,  de  1)4  pies  largo,  >2  pulgada  ancho 
finamente  estriadas,  convexas  en  la  cara,  ásperas 
en  el  margen,  punzantes  en  el  ápice,  la  base  repenti 
ñámente  dilatada.     Pedúnculo  de  la  de  4  pies  de 


—104— 

longitud.  Plores  pocas,  subespigadas,  verdiosas,  de 
1  ^2  pulgadas  largo,  limbo  tan  largo  como  el  ovario ; 
tubo  igualando*  á  los  segmentos  oblongos.  Estam- 
bres purpúreos  de  1>2  pulgadas  largo. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  por 
el  Dr.  Todaro  de  una  planta  que  floreció  en  el  Jar- 
din  Botánico  de  Palermo  en  1877. 

79.  A.  (LITT.EA)  DasvurioideS"  Jacobi  y  Bou- 
ché,  Monogr.  150;  Hook  in  Bot.  Mag.  t.  5716.  Ba- 
ker in  Gard.  Chron-  1877,  2.  fig.  111.  ''A.  dealbata** 
Lemaire. — Acaule. — Hojas  80-100  en  una  densa  ro- 
seta, lineales,  muy  glaucas,  de  1  ^-3  pies  largo,  H" 
1  pulgada  ancho  arriba  de  la  base  dilatada,  rígidas, 
erguidas,  extendidas  ó  falciformes;  planas  en  la  cara 
y  muy  convexas  en  el  dorso;  adelgazándose  gra- 
dualmente desde  la  mitad  hasta  una  espina  corta 
punzante,  aserraditas  en  el  margen,  finamente  ee- 
traidas  verticalmente,  en  ambas  superficies.  Pe- 
dúnculo de  10-12  pies  largo  incluyendo  una  espiga 
larga  y  densa  frecuentemente  pendiente.  Flores  de 
1  1/2-1%  pulgadas  largo;  tubo  ampliamente  infun- 
dibuliforme,  de  H  pulgadas  largo;  segmentos  ama- 
rillos de  doble  longitud  del  tubo.  Estambres  de  1 1/2 
pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Figuró  en  el  "Botanical  Maga- 
zine"  tomada  de  una  planta  que  floreció  en  el  Re- 
gentas Park,  en  Enero  1868.  Floreció  además  va- 
rias veces  en  Reigate  y  en  Kew,  la  última  vez  en  1887, 


][ 


—IOS- 


GRUPO  7 -INTEGREFOLICE. 


80,  A.  INTEGBIPOLIA  Baker.  —  Acaule.  —  Hojas 
cerca  de  90  en  una  densa  roseta,  rígidas,  oblanceo- 
ladas,  enteras,  encorvadas,  muy  glaucas,  de  5-6 
pulgadas  largo,  1-1  V2  pulgfadas  ancho  arriba  del 
medio,  angostándose  gradualmente  desde  la  base  y 
repentinamente  hacia  una  espina  terminal  punzante, 
morena,  de  H  ,pulgadas  longitud,  de  margen  entero. 
Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  de  una  planta  recibida 
en  Kew  del  Jar  din  Botánico  de  Missouri  en  1885. 

81.  A.  (Euaoave)  Newberbti.  Engelm.  Notes, 
21. — Acaule. — Hojas  ensiformes,  de  7-8  pulgadas 
largo,  H  pulgadas  ancho  arriba  de  la  base  ensan- 
chada, rígidas,  enteras,  angostándose  gradualmente 
hacia  una  espina,  morena,  punzante  y  terminal  da 
1/2  pulgada  largo.  Pedúnculo  delgado,  de  8  pies  de 
largo.  Panoja  estrecha,  floja,  ramas  1-3  pulgadas 
aparte,  1-2  pulgadas  largo,  llevando  cada  una  2-5 
flore»  que  solo  tienen  una  pulgada  de  largo,  inclu- 
yendo el  ovario,  con  un  tubo  corto  y  segmentos 
oblongos.  Estambres  poco  exsertos,  insertados  abajo 
del  tubo. 

Hab.    Las  montañas  del  Ñor- Oeste  de  Arízona, 

14 


—106— 

alt.  4000  pies.     Descubierta  por  el  Dr.  J.  S.  Newbe- 
rry  en  Marzo  de  1848. 

82.  A.  HoüLLETii  Jaoobi  Monogr.  256.— Acaule. 
— Hojas  30-40  en  una  roseta,  oblanoeóládas,  dé  1- 
1  1^2  pies  largo,  2  pulgadas  ancho  arriba  del  medio, 
angostándose  á  una  pulgada  arriba  de  la  base  en- 
sanchada, verde  brillantes,  glaucas  en  el  dorso  hacia 
la  base,casi  enteras  en  el  margen ;  la  espina  punzan- 
te terminal  de  ^4,  pulgadas  largo.  Inflorescencia 
desconocida. 

Hab.  Probablemente  en  México.  Descrita  por 
Jacobi  de  los  Jardines  Belgas  en  1866.  La  he  visto 
viva  en  Kew  y  en  Reigate.  Puede  ser  una  dltima 
variedad  del  "A.  rígida." 


GRUPO  8.-GBMINIFL0RJB 


83.  A.  (LrrTAJB)  Geminiflora.  Gawl.  in.  Bran- 
des Journ.  üi.  t.  1;  Bot.  Reg.  t.  1145;  I^eích.  Ic. 
Exot.  t.  209-210;  Spin.  in.  Cat.  Hort.  Sebast.  1823, 
3,  con  figura.  ''Littffia  geminiflora"  Tagl. — Acaule. 
— Hojas  200-300  en  uña  densa  roseta,  encordadas 
lineales  de  1 1/2-2  pies  de  largo,  H^yí  pulgadas  an- 
cho en  el  medio,verde  brillantes,  convexas  en  ambos 
lados,  no  estriadas,  el  borde  pálido  dividido  en  hilos 
finos,  el  ápice  ligeramente  punzante.    Pedúnculo  de 


—107— 

18-24  pies  de  largo  incluyendo  la  espiga  densa. 
Flores  de  1^-2  pulgadas  largo;  tubo  semicílfndrico 
de  K  pulgadas  largo;  segmentos  lineales,  moreno 
verdiosos  de  doble  longitud  del  tubo.  Filamentos 
de  longitud  doble  de  los  segmentos. 

Hab.     México.    Introducida  al  cultivo  en  1797. 

Primero  floreció  en  1815  en  el  jardin  del  Conde  Von 

látta,  por  quien  se  dio  el  nombre  al  género  Littcea. 

Se  encuentra  á  menudo  en  los  jardines  ingleses  con 

el  nombre  de  ^'Bonapartea  júncea,"  y  también  ha 

8ido  llamada  "Dracosna  Boscii**  y  "Yucca  Boscii.** 

U  "A  Taylori."  Hort.  WilUans  (Gard.  Chron.  1877. 

ii  125)    es  un  híbrido  de    jardín  del   que    ''ge- 

miniflora"  es  un  pariente  y  "filamentosa"  (no  **den- 

siflora"  oomo  se  ha  dicho)  probablemente  es  el  otro. 


GRUPO  Q.-ALOIDEiB. 


84.  A.  Regia.  Baker  in  Gard.  Cron.  1877  ii  620, 
fig.  124.  **A.  revoluta."  Hort.  Peacock. — Acaule. — 
«  Hojas  12-15  en  una  roseta,  oblongo-espatuladas,  de 
IH'lVi  pies  largo,  4-5  pulgadas  ancho  en  el  medio, 
angostándose  á  2-3  pulgadas  arriba  de  la  base,  ver- 
de brillante  en  la  cara  plana,  la  espina  morena,  se- 
mipunzante,  de  1/2  pulgada  largo  ;los  aguijones  mo- 
deradamente apiñados»  morenos,  deltoides,  á  lo  más 


—ios- 
de  1 1/12  pulgadas,  los  superiores  asoendentes, .  los 
inferiores  inclinados  hacia  abajo.  Inflorescencia  des- 
conocida. 

Hab. ,  Probablemente  México.  Se  ha  visto  viva 
en  las  colecciones  de  Kew,  Reigate  y  Hammersmith. 

85.  A.  Melanacantha  Lemaire;  Jacobi  Monogr, 
117. — Acaule. — Hojas  pocas  en  una  roseta,  oblongo- 
espatuladas,  dé  un  pie  próximamente  de  longitud,  4 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  á  2  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  de  un  verde  claro  opaco,  la 
espina  terminal  corta  y  morena,  los  dientes  equidis- 
tantes, pequeños,  morenos,  deltoide-cuspidados.  In- 
florescencia desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
cobi  de  una  planta  presentada  en  la  Exposición  de 
Ghent  en  1863. 

86.  A.  (EuAGAVE)  WiLDiNOHii  Todaro.  Hort. 
Bot.  Panorm.  t.  32. — Acaule. — Hojas  pocas,  oblon- 
go-espatuladiLs,  verde  brillante^  de  6-7  pulgadas 
ancho  en  el  medio;  espina  terminal  corta,'  no  pun- 
zante, dientes  pequeflos,  próximos,  deltoide-cuspi- 
dados, moreno  obscuro.  Pedúnculo  de  4-5  veces  la 
longitud  de  las  hoja».  Panoja  floja  tan  larga  como  el 
pedúnculo.  Flores  de  1  1^2  pulgadas  largo;  tubo 
muy  corto;  segmentos  amarillentos  tan  largos  como 
el  ovario.  Estambres  de  doble  longitud  dé  los  seg- 
mentos. 

Hab.  Probablemente  México.  Dibujada  por  To- 
daro, últimamente,  del  Jardín  Botánico  de  Palermo. 

87.  A.  RuDis.  Lemaire;  Jacobi  Monogr.  118.  '*A. 


—109— 

Malinezii  K.  Kooh.  —  Ligeramente  caalescente. — 
Hojas  pocas,  oblongo-espatuladas,  de  16  pulgadas 
de  largo,  6-6  anoho  en  el  medio,  angostándose  á  2 
pulgadas  arriba  de  la  base,  de  un  verde  opaco  claro 
en  la  cara  cóncava,  la  espina  terminal  corta,  more- 
na, los  dientes  poco  distantes,  pequeños,  morenos, 
deltoide-cuspidados.   Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
oobi  en  1864  de  una  planta  viva  del  Jardin  de  Herr. 
Tonel,  en  Ghent. 

88.  A.  Laürentiana  Jacobi,  Monogr.  254. — 
Acaule. — Hojas  moderadamente  numerosas,  oblon- 
go-espatuladas,  de  l'2-2  pies  de  largo,  5-6  pulgadas 
ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á  3  pulgadas 
aniba  de  la  base;  la  cara  verde  opaco  y  muy  cón- 
cava, la  espina  terminal  corta,  fuerte,  morena,  el 
margen  ligeramente  ondulado  entre  los  dientes,  pe- 
queños, morenos  y  deltoides.  Inflorescencia  desco- 
nocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
cobi en  1866  de  una  planta  de  la  colección  de  Herr. 
Laurentius  en  Leipsic. 

89.  A.  Offoyana.  Jacobi,  Monogr.  116. — Acau- 
le.— Hojas  de  25-30  en  una  roseta,  oblongo-espatu- 
ladas, de  1  1/2-2  pies  largo,  4-5  pulgadas  ancho 
arriba  del  medio,  angostlndose  á  3  pulgadas  arriba 
de  la  base,  muy  cóncavas  en  la  cara,  verde  brillan- 
te; la  espina  terminal  poco  punzante  de  1^2  pulgada 
largo.    Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Cuba.  Mis  apuntes  fueron  tomados  de 
una  planta  que  vi  en  Reigate  en  Agosto  de  1872. 


— lio— 

Fué  descrita  por  Jacobi  de  la  colección  de  Madame 
Legrelle  d'Hanis  en  Antwerp  en  1862. 

90.  A.  (LiTT^A)  Celsiana.  Hook  in  Bot.  Mag. 
t.  4934. — Acaule. — Hojas  20-30  en  una  roseta,  oblon- 
go-espatuladas,  de  1 1/2-2  pies  largo,  4-6  pulgadas 
ancho,  el  medio  angostándose  á  2  1/2-3  pulgadas 
arriba  de  la  base,  la  cara  persistentemente  glauca, 
plana  en  el  medio ;  la  espina  terminal  ligeramente 
punzante ;  las  espinas  lanceoladas,  apiñadas,  muy 
desiguales  en  forma  y  tamaño,  de  1  lyl2-l  1-8  pul* 
gadas  largo,  solamente  la  más  larga  morena  y  cor- 
nea en  el  ápice ;  las  de  abajo  del  medio  del  limbo 
inclinadas.  Pedúnculo  de  5-6  pies  de  largo,  inclu- 
yendo la  espiga  densa  y  corta.  Plores  de  lK-2  pul- 
gadas largo ;  tubo  muy  corto ;  segmentos  verde  pur- 
púreos, lanceolados,  de  H-X  pulgadas  largo.  Fila- 
mentos de  1)^-2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Descrita  por  Sir  W.  J.  Hooker  de 
una  planta  que  floreció  en  Kew,  en  Mayo  de  1856» 
recibida  de  M.  Cels,  de  París.  Floreció  otra  vez  en 
el  verano  de  1879,  y  una  pequeña  variedad  con  ho- 
jas de  8-9  pulgadas  con  Mr.  Cordero  y  en  Julio  de 
1883. 

91.      A.  (LlTT.£A)   EHRENBEROn.  JaCObi.  MoUOgT. 

136. — Acaule. — Hojas  poco  numerosas,  oblongo-es- 
patuladas  de  1 1/2-2  pies  largo,  5  pulgadas  ancho 
arriba  del  medio ;  angostándose  á  2  pulgadas  arriba 
de  la  base,  de  color  verde  glauco  opaco  en  la  cara 
cóncava;  la  espina  terminal  corta  morena,  los  dien- 
tes marginales  apiñados,  pequeños,  deltoides,  mo- 
renos solo  en  la  punta.  Pedúnculo  4-5  pies  largo. 
Flores  1 1/2  pulgadas  largo;  tubo  corto;   segmentos 


—111— 

linealee-oblongos  de  más  1/2  pulgada  largo.    Fila- 
mentoB  de  más  de  2  pulgadas  largo. 

Hab.  Méxioo.  Descrita  por  Jacobi  de  plantas 
que  se  vieron  en  Berlin  y  Erfurt  en  1864.  Floreólo 
con  Herr.  Allardt  en  Berlín  en  1867.  No  puedo  por 
la  descripción  separarla  específicamente  del  '*A. 
Legrelliana."  Jaoobi.  Monogr.  253. 

92.  A.  LiNDLEYi  Jacobi.  Nacht.  37.— Tronco  1 1;2 
pies  largíi  abajo  de  la  roseta  de  las  hojas.  Hojas 
numerosas,  oblongo-espatuladas,  de  6-7  pulgadas 
ancho  en  el  medio,  angostándose  á  3-3  1/2  pulgadas 
arriba  de  la  base,  muy  gruesas,  planas  en  el  medio, 
glaucas;  la  espina  terminal  moreno  obscura,  los 
aguijones  marginales  apretados,  deltoides,  con  la 
punta  negra  y  comea.    Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  por  Jacobi  de  una  planta 
de  la  colección  de  Mr.  Wilson  Saunders  en  1867. 

93.  A.  (LrrTiEA)  Gceppertiana  Jacobi.  Monogr. 
243. — ^Tallo  llegando  á  la  longitud  de  un  medio  pie. 
Hojas  20-30  en  una  roseta,  oblanceolado-oblongas, 
de  4-5  pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  á 
3-3  1/2  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillante; 
la  espina  terminal  corta,  morena,  apenas  punzante, 
los  dientes  deltoides,  apretados,  morenos,  exten- 
didos de  menos  de  una  línea  de  largo.  Pedún- 
culo, incluyendo  la  espiga  densa,  de  4-5  pies,  con 
longitud  total  de  8-9  pies.  Flor  próximamente  de 
2  pulgadas  largo;  tubo  tan  largo  como  los  segmen- 
tos oblongos.  Estambres  de  2  pulgadas  largo.  Cáp- 
sula de  X  pulgadas  largo. 

Hab.    Probablemente  México.     Descrita  por  Ja- 


—112— 

cobi  en  1865  de  las  plantas  que  se  vieron  en  Breslau 
y  en  Reigate,  de  las  cuales  la  primera  floreció  en 
1874  y  se  dibujó  en  el  ''Index  Seminum"  para  ese 
año,  del  Jardtn  de  Breslau  del  cual  era  Director  el 
Dr.  Groeppert. 

94.  A.  (LrrT.^E:A)  Hobizontinalib.  Jacobi.  Nacht. 
33.  —  Caulescente.  —  Hojas  pocas  en  una  roseta, 
oblanceolado-oblongas,  de  2  pies  largo,4-5  pulgadas 
ancho  en  el  medio,  angostándose  á  2K  pulgadas 
arriba  de  la  base ;  la  cara  ancha  acanalada,  de  un 
verde  claro  brillan te,glauca8  cuando  jóvenes;  la  ep- 
pina  terminal  corta,  morena,  semi -punzante;  los 
dientes  marginales  apretados,  pequeños,  morenos, 
deltoides.  Pedúnculo  de  6-7  pies  largo  incluyendo 
2-2  1/2  pulgadas  de  la  espiga  densa.  Flores  de  me- 
nos de  2  pulgadas  largo;  segmentos  oblongos,  mo- 
reno-rojizos, casi  tan  largos  como  el  tubo  amplia- 
mente infundibuliforme.  Estambres  de  2-2  1'2  pul- 
gadas largo. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja»- 
cobi  en  1865  de  la  colección  de  Yon  Elemeet  cuya 
planta  floreció  en  esa  época  y  de  la  que  tenemos 
una  fotografía. 

95.  A.  SMrrniANA  Jacobi,  Monogr.  250. — Acaule. 
— Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta,  oblanceolado- 
oblongas,  de  2-2  1^2  pies  largo,  4-5  pulgadas  ancho 
en  el  medio,  angostándose  á  2-2  1^2  pulgadas  arriba 
de  la  base,  verde  brillante  en  la  cara  plana,  el  ápice 
semipunzante,  moreno,  de  1/2  pulgada  largo;  los 
aguijones  marginales  deltoides,  morenos,  poco  apre- 
tados, de  1  1^12  pulgadas  largo.  Inflorescencia  des- 
conocida. 


—118— 

Hab.  Mézico;  San  Luis  Potosí.  Descrita  por 
Jacobi  de  una  planta  vista  en  Kew  en  1856,  que  aun 
está  allí  y  no  ha  floreado  nunca.  No  puedo  sepa- 
rarla claramente  por  la  descripción  de  la  ''A.  lam- 
prochlora'*  y  la  "A.  perlucida"  Jacobi. 

96.  A.  HuMBOLDTiANA.  Jacobi,  Monogr.  251. — 
Acaule. — Hojas  30-40  en  una  roseta,  oblanceolado- 
oblongas,  de  2  ly2-3  pies  largo,  5-6  pulgadas  ancho 
arriba  del  medio,  angostándose  á  3  pulgadas  arriba 
de  la  base,  verde  brillantes,  ligeramente  glaucas 
cuando  jóvenes;  la  espina  terminal  morena,  poco 
punzante  de  ly2  pulgada  largo,  los  aguijones  margi- 
nales pequeños,  deltoides,  con  la  punta  morena.  In- 
florescencia desconocida. 

Hab.  México;  San  Luis  Potosí.  Descrita  por 
Jacobi  de  una  planta  vista  en  Kew  en  1866,  que  aun 
está  allí  y  no  ha  floreado  nunca. 

97.  A.  Kewensis.  Jacobi.  Monogr.  242.— Tronco 
ly2  pie  largo  abajo  de  la  roseta  de  las  hojas.  Hojas 
30-40  en  unaro8eta,oblanceo]ado-oblongas,  de  3 1/2- 
4  pies  largo,  7-8  pulgadas  ancho  arriba  del  mediOi 
angostándose  á  4  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde 
brillantes;  la'espina  terminal  semipunzante,  corta  y 
morena,  la  cara  cóncava  en  el  medio,  los  aguijones 
marginales  pequeños,  próximos,  morenos,  deltoides. 
Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Descrita  por  Jacobi  de  una  plan- 
ta que  se  vio  en  Kew  en  1865  y  que  aun  está  allí. 

98.  A.  (LriT^fiA)  Sartorii,  K.  Koch.  Wochen. 
1860.  87;  Bot.  Mag.  t.  6292.— "A.  Noackii"  y  **ru- 
focincta"  Jacobi.    "A.  péndula"  Schnitt.  "A.  ccbs- 

15 


—114— 

pitosa."  Todaro.  Hort.  Bot.  Panorm.  t.  8. — ^Tronco 
1-2  pié8  de  largo,  algunas  veces  ahorquillado.  Ho- 
jas 30-40  distribuidas  en  una  roseta  floja,  ensifor- 
mes, de  1  l'2-2  pies  largo,  3  pulgadas  ancho  en  el 
medio,  angostándose  á  2-2  1'2  pulgadas  arriba  de  la 
base,  verde  brillantes,  con  una  faja  pálida  abajo  del 
centro,  la  cara  plana;  la  espina  terminal  pequeña  y 
no  punzante,  los  dientes  pequeños,  deltoides  con  la 
punta  rojo  moreno.  Pedúnculo  lateral  de  6-8  pies 
largo,  incluyendo  2-3  pies  de  la  espiga  pendiente. 
Plores  verdiosas,de  l>á-l/¿  pulgadas  largo;  tubo  h 
pulgadas  largo;  segmentos  lanceolados  de  ^4  pulga- 
da largo.  Estambres  casi  tres  veces  la  longitud  de 
los  segmentos,  insertados  en  su  base. 

Hab.  México  y  Guatemala.  Introducida  en  1863 
próximamente.  Frecuente  en  el  cultivo  y  en  Kew 
generalmente  floreaba  cada  año. 

99.  A.  (LrrrJSA)  oblongata.  Jacobi.  Naoht. 
40. — Acaule. — Hojas  20-30  en  una  roseta,  lanceola- 
das, de  2  pies  largo,  8)4  pulgadas  ancho  en  el  me- 
dio, angostándose  á  3  pulgadas  arriba  de  la  base, 
verde  claro  glauco,  la  cara  casi  plana  en  el  centro, 
la  espina  terminal  pequeña  y  débil;  los  aguijones 
marginales  pequeños,  morenos,  deltoides  y  aproxi- 
mados. Pedúnculo  de  4  pies  de  largo,  espiga  densa 
de  doble  longitud  del  pedúnculo.  Flores  de  1  1/2 
pulgadas  largo;  tubo  corto.  Estambres  de  2  1/2 
pulgadas  largo.  Cápsula  oblonga  de  IK  pulgadas 
largo. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
cobi en  1868  de  una  planta  de  la  colección  de  Herr. 


—115— 

Tonel  en  Ghent.    Tal  vez  es  una  variedad  de  la 
"micracantha,"  no  siendo  el  nombre  apropiado. 

100.  A.  (Littaea)  Hasblofpii.  Jacobi.  Monogr. 
244. — Ligeramente  caulescente. — Hojas  oeroa  de  20 
en  una  roseta,  lanceoladas,  de  1  1/2-2  pies  largo,  3 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  á  2  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  claro  brillante;  la 
espina  terminal  morena,  poco  punzante,  de  1,2  pul- 
gada largo; los  dientes  marginales  morenos,  aproxi- 
mados; los  centrales  lanceolados,  de  H  pulgadas  de 
largo,  los  inferiores  á  los  dos  tercios  del  borde,  más 
ó  menos  inclinados.  Pedúnculo  de  7  pies  largo  in- 
cluyendo 2  pies  de  la  espiga  densa.  Flores  verdes 
1 1;2  pulgadas  largo ;  tubo  corto ;  segmentos  1/2  pul- 
gada largo.     Filamentos  2-2  1,2  pulgadas  largo. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
cobi en  1864  de  una  planta  en  el  Jardin  del  Caballe- 
ro de  quien  toma  su  nombre.  La  he  visto  en  Kew  y 
en  Reigate. 

101.  A.  (LitTu£a)  Muilmanni.  Jacobi.  Nacht.  ii. 
76. — Ligeramente  caulescente. — Hojas  cerca  de  90 
en  una  roseta,  lanceoladas,  de  2  pies  ó  más  de  largo, 
2-2  1/2  pulgadas  ancho  en  el  medio,  verde  brillante 
en  la  cara  cóncava;  la  espina  terminal  poco  pun- 
zante y  moreno  rojizo;  los  aguijones  marginales 
apretados,  pequeños,  deltoides,  rojo-moreno.  Pe- 
dúnculo, incluyendo  la  espiga  densa  y  corta,  de  4-5 
pies  de  largo.  Flores  menores  de  1  1/2  pulgadas 
largo ;  tubo  muy  corto ;  segmentos  de  1'2  pulgada 
largo.     Filamentos  de  IM  pulgadas  largo. 

Hab.     Probablemente  México.     Descrita  por  Ja- 


—116— 

cobi  en  1871  de  una  planta  de  la  colección  de  Her 
Muilmann  en  Utrecht. 

102.  A.  Martiana  K.  Kooh.  Wochen.  1860.  88.— 
Acaule. — Hojas  lanceoladas  que  llegan  á  una  lon- 
gitud de  2-2  1/2  pies,  3-^  1/2  pulgadas  ancho  en  el 
medio,  angostándose  á  2  1/2  pulgadas  arriba  de  la 
base;  verde  claro  opaco,  la  cara  casi  plana;  la  es- 
pina terminal  corta,  el  margen  en  la  parte  de  arriba 
provisto  de  una  línea  continuada  morena  y  fina- 
mente dentada;  la  parte  inferior  provista  de  peque- 
ños dientes  irregulares  morenos  y  deltoides. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  una 
planta  del  Jardin  Botánico  de  Berlin  por  el  Dr.  Karl 
Koch. 

103.  A.  (Euagave)  Carib^a  Baker  in  Gard. 
Chron.  1877  ii  683. — Acaule. — Hojas  cerca  de  90  en 
una  roseta,  lanceoladas,  de  2-3  1/2  pies  largo,  3-4 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  á  2  1/2- 
3  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillantes,  la  cara 
casi  plana;  la  espina  terminal  morena,  débil,  de  1/2 
pulgada  largo;  los  dientes  marginales  muy  peque- 
ños, todos  pálidos  y  solo  de  color  moreno  en  la  pun- 
ta. Inñorescencia  una  panoja  tirsoide.  Flores  de 
2  pulgadas  largo;  tubo  muy  corto;  segmentos  lan- 
ceolados, amarillentos,  de  K  pulgadas  largo.  Fi- 
lamentos casi  tan  largos  como  los  segmentos. 

Hab.  Martinica,  Hahn  114.  Inflorescencia  des- 
crita de  una  muestra  desecada,  recibida  del  Doctor 
Cosson  en  1873.  Tenemos  la  misma  especie  viva  en 
Kew  que  me  sospecho  sea;  pero  nunca  ha  floreado. 
La  otra  sola  especie  de  este  grupo  que  tiene  una  pa- 
noja tirsoide  es  la  **A.  Wildingii." 


—117— 

104.  A.  Bernhardii.  Jacobi.  Nacht.  38¿— Lige- 
ramente caulescente. — Hojas  oblanceoladas,  de  7-8 
pulgadas  largo,  3  pulgadas  ancho  en  el  medio,  an- 
gostándose á  2  1/2  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde 
claro  brillante;  la  cara  más  bien  cóncava;  la  espina 
twminal  corta,  de  color  castaño,  delgada,  los  dien- 
tes más  bien  apretados,  deltoides,  cuspidados,  frá- 
giles, desiguales.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  por  Ja- 
cobi en  1868  próximamente,  de  una  planta  del  Jardin 
Botánico  de  Leipsic. 

105.  A.  (LrrTiEA)  Rüpicola  Regel  in  Gartenfl. 
vü.  812. — Ligeramente  caulescente. — Hojas  cerca 
de  20  en  una  roseta,  oblanceoladas,  de  12-16  pulga- 
das largo,  3>¿ -4  pulgadas  ancho  arriba  del  medio, 
angostándose  á  2 >¿ -3  pulgadas  arriba  de  la  base, 
verde  brillante;  la  espina  terminal  pequeña  y  débil, 
el  margen  dentellado  más  bien  que  dentado,  el  extre 
mo  castaño.  Pedúnculo  7-8  pies  largo  incluyendo 
la  espiga  densa  de  2  pies.  Flores  menores  de  2  pul- 
gadas largo;  segmentos  oblongos,  amarillentos,  de 
casi  igual  longitud  del  tubo  infundibuliforme.  Es- 
tambres 2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Enviada  por  Karwinski  al  Jardin 
Botánico  de  Petersburg  en  donde  floreció  en  1863. 

106.  A.  (Litt^a)  Bouchei.  Jacobi  Monogr. 
120. — Tronco  de  casi  un  pie  de  longitud.— Hojas  20- 
30  en  una  roseta,  oblanceoladas,  de  1-1  >2  pies  largo, 
3>¿-4>¿  pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose 
á  2>¿-3  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  claro  bri- 
llante, más  bien  glauco  cuando  jóvenes;   la  espina 


—lis- 
terminal  semipunzante,  moreno  obscura,  de  1/2  pul- 
gada largo ;  los  dientes  deltoides,  morenos,  aproxi- 
mados y  muy  pequeños.  Pedúnculo  de  cerca  de  6 
pies  de  largo.  Flores  menores  de  2  pulgadas  largo^ 
verde  amarillosas;  segmentos  oblongos,  tan  largos 
como  los  tubos.  Estambres  menores  de  2  pulgadas 
largo. 

Hab.  Probablemente  México.  Introducida  al 
Jardin  Botánico  de  Berlín  en  1861,  y  allí  floreció  en 
1864.     La  he  visto  en  Kew  y  en  Reigate. 

107.  A.  (LiTTJEA)  MiCRACANTHA.  Salmdyck  in 
Bonpland  vii.  93;  Baker  in  Saund.  Reí.  Bot.  t.  827. 
— Ligeramente  caulescente. — Hojas  de  20-30  en  una 
roseta,  oblanceoladas,  de  16-18  pulgadas  arriba  de 
la  base, verde  brillantes,  la  cara  casi  plana;  la  espina 
terminal  rojo  morena  y  moderadamente  ñrme;  los 
numerosos  dientes  deltoides,  aproximados,  moreno - 
rojizos,  de  1  1/12  pulgadas  largo.  Pedúnculo  inclu- 
yendo 3-4  pies  de  la  espiga  densa,  de  6-7  pies  lon- 
gitud total.  Flores  1>¿-1%  pulgadas  largo;  seg- 
mentos oblongos,  amarillosos,  tan  largos  como  el 
tubo  infundibuliforme.  Estambres  2  pulgadas  lai^. 

Hab.  México.  Introducida  próximamente  en  1860; 
ahora  frecuente  en  el  cultivo.  Descrita  de  una 
planta  que  floreció  en  1870,  con  Mr.  Wilson  Saun- 
ders  en  Reigate.  Floreció  también  en  Kew  en  1867 
y  1878. 

108.  A.  (LrTTiGA)  Mins.  Salmdyck  in  Bonpland. 
vii  93;  Baker  in  Gard  Chron.  1877,  ü  717.  fig.  187. 
— Ligeramente  caulescente. — Hojas  cerca  de  30  en 
una  roseta,  oblanceoladas,  de  12-16  pulgadas  largo, 


—119- 

9  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostándose  é 
2  pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillantesyplanas 
en  el  medio,  la  espina  terminal  débil ;  los  dientes, 
deltoides,  aproximados,  muy  pequeños,  enteramente 
verdes  ó  moreno  rojizo  en  las  puntas.  Pedúnculo 
9-10  pies  de  largo  incluyendo  3-4  pies  de  espiga 
densa.  Flor  de  casi  2  pulgadas  largo;  segmentos 
oblongas,  casi  tan  largos  como  el  tubo.  Estambres 
mayores  de  2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Introducida  en  1860  próxima- 
mente. Floreció  en  Berlin  en  1869  y  en  1877  en 
Mortola  en  la  casa  de  Mr.  Thomas  Hanbury ,  Se  ha 
visto  yiva  en  Kew  y  Hammersmith.  Apenas  no 
es  más  que  una  variedad  de  **A.  micracantha." 

109.  A.  (Lrrr^A)  Albicans  Jacobi  Monogr.  137 ; 
Baker  in  Gard.  Chron.  1877,  ii.  717.  fig.  138.  ''A. 
Ousselghemiana."  Jacobi. — Acaule. — Hojas  cerca 
de  30  en  una  roseta,  oblanceoladas,  de  12-15  pulga- 
das largo,  3-4  pulgadas  ancho  en  el  medio,  angos- 
tándose á  2'2H  pulgadas  arriba  de  la  base,  persis- 
tentemente glaucas,  con  una  pequeña  espina  termi- 
nal débil;  los  dientes  corneos,  aproximados,  more- 
nos, deltoidee),  de  menos  de  una  línea  de  largo.  Flor 
1>2  pulgadas  largo ;  segmentos  amarillo  verdiosos, 
lineal-oblongos,  de  doble  longitud  del  tubo  infundi- 
buliforme.  Estambres  de  menos  de  2  pulgadas  de 
longitud. 

Hab.  México.  Introducida  próximamente  en 
1860.  Floreció  en  1867  en  la  casa  del  Conde  Ker- 
ohove  d'Ousselghem,  y  en  1882  en  la  de  Mr.  Justus 
Corderoy.  Apenas  es  solo  una  variedad  de  **mi- 
cracantha."     Hay  una  forma  con  hojas  veteadas. 


—120— 

110.  A.  Thomsoniana.  Jacobi.  Monogr.  240. — 
Acaule. — Hojas  30-40  en  una  roseta,  oblanceolado- 
oblongas,  de  12-15  pulgadas  largo,  3>á-4>sí  pulga- 
das ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á  2>¿-3 
pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  muy  brillante ;  la 
espina  terminal  morena,  semipunzante,  de  ^  pul- 
gada largo;  los  dientes  aproximados,  rojo-moreno 
muy  irregulares,  el  más  largo  de  1  1/12  pulgadas. 
Inñorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  San  Luis  Potosí.  Descrita  por 
Jacobi,  de  una  planta  vista  en  Kew  en  1865,  y  nom- 
brada en  obsequio  del  Dr.  Thomson. 

111.  A.  Wallisii  Jacobi.  Nacht.  ii  78. — Acaule. 
— Hojas  pocas,  lanceoladas,  de  9- 10  pulgadas  largo, 

2  pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  &  IH 
pulgadas  arriba  de  la  base,  verde  brillantes ;  espina 
terminal  morena,  corta;  los  dientes  deltoides,  apre- 
tados, pequeños,  morenos.  Inflorescencia  desco- 
nocida. 

Hab.  Colombia;  enviada  por  Wallis  á  Linden  en 
1867. 

112.  A.  (LiTTiEA)  Chloracantha.  Salmdyckin 
Bonpland.  vii.  93. — Tronco  algunas  veces  de  }ú  pie 
de  largo. — Hojas  cerca  de  30  en  una  roseta,  oblan - 
ceolado-oblongas,  de  18-20  pulgadas  largo,  4-5  pul- 
gadas ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á  2K- 

3  pulgadas  arriba  de  la  base, verde  brillantes;  la  es- 
pina terminal  pequeña  y  débil,  y  los  dientes  margi- 
nales próximos,  muy  pequeños,  deltoides,  con  las 
puntas  algo  morenas.  Pedúnculo  de  6-6  pulgadas 
largo,  incluyendo  2  pies  de  una  espiga  densa.  Fio- 


—121— 

res  de  1>¿  pulgadas  largo,  verde  brillante.     Estam- 
bres más  de  2  pulgadas  longitud. 

Hab.  México.  Introducida  en  1860.  Descrita 
de  una  planta  de  Mr.  J.  T.  Peacock,  que  floreció  en 
Kew  en  Marzo  de  1882. 

113.  A.  Brauniana  Jacobi.  Monogr.  240. — Casi 
acaule. — Hojas  30-40  en  una  roseta,  lanceoladas, 
de  15-18  pulgadas  largo,  2H'-2H  pulgadas  ancho  en 
el  Inedio,  angostándose  á  1>¿-1%  pulgadas  arriba 
de  la  base,  verde  brillantes,  la  cara  plana  en  el  cen- 
tro, la  espina  terminal  morena,  semipunzante,  de  ly2 
pulgada  largo;  los  dientes  deltoide-cuspidados,  mo- 
deradamente próximos,  morenos,  de  l'2-l  líneas 
lai^go,  algunas  veces  confluentes  en  un  borde  conti- 
nuado moreno;  los  superiores  encorvados  hacia 
arriba  y  los  inferiores  hacia  abajo.  Inflorescencia 
desconocida. 

Hab.  México;  San  Luis  Potosí.  Descrita  por 
Jacobi  de  una  planta  vista  en  Kew  en  1865,  que  to- 
davía está  allí  y  nunca  ha  floreado. 


GRUPO  10 -SERRULAT^. 


114.  A.  Pruinosa  Lemaire;  Jacobi.  Monogr. 
168.  *'A.  Debaryana"  y  "Kellockü"  Jacobi.  '*A. 
Gheisbreghtii"   y   "dentata."    Hort. — Ligeramente 

16 


—122— 

caulescente. — Hojas  10-20  en  una  roseta,  extendi- 
das, oblanceolado-oblongas,  de  1  1/2-2  pies  largo, 
4-5  pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostándose 
á  2-2  1^2  pulgadas  arriba  de  la  base;  la  cara  plana 
verde  pálido  glauco,  textura  suave  y  carnosa ;  la 
espina  terminal  no  del  todo  punzante,  el  borde  pro- 
visto de  pequeños  dientes  deltoides,  extendidos, 
irregulares,  verde  pálido  y  sin  ningún  tinte  moreno. 
Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Introducido  por  De  Smet  de 
Ghent  en  1863.  Hábito  de  la  "attenuata,"  de  la 
cual  difiere  por  sus  hojas  aserraditas. 

115.  A.  (LrrrjSA)  Bracteosa.  S.  Wats,  in  Proc. 
Amer.  Acad.  xi,  162;  Engelm,  in  Gard.  Chron.  1882, 
ii  776  figs.  138-139. — Acaule. — Hojas  cerca  de  15  en 
una  roseta,  lineales,  de  1  l'2-2  pies  largo,  1  1'2  pul- 
gadas ancho,  abajo,  angostándose  hacia  el  extremo 
terminal  no  punzante,  finamente  aserraditas.  Pe- 
dúnculo de  3-4  pies  largo,  con  numerosas  bracteas 
encorvadas,  subuladas,  de  4-6  pulgadas  largo;  flo- 
res en  espiga  densa  de  casi  2  pies  largo.  Flor  de 
casi  una  pulgada  largo;  tubo  muy  corto;  segmentos 
oblongos,  de  H  pulgadas  largo.  Estambres  de  2 
pulgadas  largo.  Cápsula  oblonga,  de  1/2  pulgada 
largo. 

Hab.  El  Norte  de  México,  cerca  de  Monterrey. 
Introducida  por  el  Dr.  Palmer  al  Jardin  Botánico  de 
Cambridge  (Harvard)  en  donde  floreció  en  1881. 
Hábito  del  **A.  yucceefolia." 


—123— 


GRUPO  11-ATTENUAT^. 


116.  A.  (Litt^a)  Elemeetiana.  Jacobi.  Mo- 
nogr.  178,  313;  Baker  in  Saund.  Ref.  Bot.  t.  163; 
Gard.  Chron.  1876.  ii.  fig.  115. — Acaule. — Hojas  20* 
25  en  una  roseta,  oblanceolado-oblongas,  de  1  1/2- 
2  pies  largo,  4  1/2-6  pulgadas  ancho  arriba  del  me- 
dio, angostándose  á  3-4  pulgadas  arriba  de  la  base, 
ligeramente  glaucas,  la  cara  plana  arriba  del  medio, 
el  extremo  no  punzante;  el  margen  pálido  y  casj 
entero.  Pedúnculo  12-13  pies  largo,  incluyendo  3- 
4  pies  de  una  espiga  densa.  Flores  de  Ih'l  -«  pies 
de  largo;  tubo  casi  ninguno;  segmentos  amarillo 
verdiosos,  oblongos,  de  1/2-^  pulgadas  largo.  Es- 
tambres de  2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Introducida  en  1864  próxima- 
mente y  nombrada  por  Jacobi  en  honor  de  su  amigo 
M.  de  Jonge  Van  Elemeet,  cuya  hermosa  colección 
fué  distribuida  en  1873.  Floreció  primero  en  la  casa 
de  Mr.  Wilson  Saunders  en  Reigate  en  1867  y  des- 
pués floreció  en  Kew  en  1877  y  1883. 

117.  A.  (Litt^a)  Attenuata  Salmdyck.  Hort. 
Dyck.  308;  Rev.  Hort.  1875,  1499  figs.  31-32.  "A. 
glaucescens."  Hook.  in  Bot.  Mag.  t.  5333;  Gard. 
Chron.  1887 ü.  219  fig.  55.  *'A.  spectabilis."  Hort. 
— Tronco  que  llega  á  4-5  pies  de  longitud,  abajo  de 


-124— 

la  roseta  de  las  hojas. — Hojas  10-20  en  una  roseta, 
extendidas,  oblongas,  de  2-2  ±¡2  pies  de  largo,  8-9 
pulgadas  ancho  arriba  del  medio,  angostándose  á 
2  1^2-3  pulgadas  arriba  de  la  base,  persistentemente 
glaucas,  la  cara  plana,  el  extremo  no  del  todo  pun- 
zante, el  borde  pálido  y  casi  entero.  Pedúnculo  del 
doble  de  las  hojas;  bracteas  aplicadas,  lanceoladas. 
Espiga  densa,  pendiente,  de  6-8  pies  largo.  Flor  2 
pulgadas  largo ; segmentos  amarillo  verdiosos,  oblon- 
gos, más  largos  que  el  tubo  infundibuliforme.  Es- 
tambres de  menos  de  2  pulgadas  largo. 

Hab.  México,  introducida  al  cultivo  en  1834  pró- 
ximamente. Floreció  varias  veces  en  Kew,  comen- 
zando en  1861,  y  fué  dibujada  últimamente  en  el 
**Gardener's  Chronicle"  de  una  planta  que  floreó  en 
la  casa  del  Dr.  Henriques  en  Coimbra. 


GRUPO  12.-VIVIPAR^. 


118.  A.  PüGiONiFORMES.  Zuccar.  in  Nova  Acta 
xvi  2,676. — Acaule. — Hojas  lineales,  de  1  1/2-2  pies 
largo,  6-8  líneas  ancho,  glaucescentes,  angostán- 
dose gradualmente  hacia  una  espina  terminal,  mo- 
rena oscura,  firme,  de  1/2-^  pulgadas  largo;  lige- 
ramente cóncavas  en  la  cara,  los  dientes  pequeños 
distantes,  deltoide-cuspidados,  moreno  oscuro,  rec- 
tos ó  uncinados.     Inflorescencia  desconocida. 


—125— 

Hab.  México,  introducida  en  1830.  No  he  visto 
nunca  esta  especie. 

119.  A.  Serrülata  Karw,  in  Otto  Gartenzeit. 
1842.  51. — Acaule.  —Hojas  ensiformes,  2'2H  pies 
largo,  una  pulgada  ancho  en  el  medio,  angostándose 
á  )í  pulgadas  arriba  de  la  base,  glaucescentes,  la 
cara  ligeramente  cóncava,  la  espina  terminal  muy 
pequeña,  negra,  los  dientes  pequeños,  apretados,  en 
la  parte  inferior  del  margen ;  al  principio  verdiosos, 
después  morenos.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Introducido  al  cultivo  en  1842 
próximamente.  También  esta  especie  nunca  la  he 
visto. 

120.  A.  (Euagave)  Vivípara  Linn.  Sp.  Plant. 
461  (Rumph.  Amboin  v.  273.  tab.  94);  Wight,  Se. 
t.  2044,  non  Salmdyck.  "A.  cantula"  Roxb.  "A. 
Rumphii"  Hassk. — '*Fourcroya  Cantula"  Haw. — 
Ligeramente  caulescente. — Hojas  de  20-50  en  una 
roseta,  ensiformes,  de  2-3  pies  largo,  1  1/2-2  pulga- 
das ancho  en  el  medio,  angostándose  á  1-1  1'4  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  (»paco,  en  su  madu- 
rez, glaucas  en  menor  edad,  de  textura  delgada  pero 
firme;  la  espina  terminal  morena,  semipunzante,  1'2 
pulgada  largo,  los  dientes,  deltoides,  equidistantes, 
morenos,  ganchudos,  de  1/2-1  línea  largo.  Inflores- 
cencia alcanzando  una  longitud  de  12-20  pies;  pa- 
noja tirsoide  mucho  más  corta  que  el  pedúnculo. 
Plores  de  1  1/2-2  pulgadas  largo,  á  menudo  trans- 
formadas en  un  bulbillo  parecido  al  de  la**FurcraBa; " 
tubo  muy  corto;  segmentos  amarillo  verdiosos,  de 
3Í-1  pulgada  largo.  Filamentos  de  doble  longitud 
de  los  segmentos. 


—126— 

Hab.  México  y  Honduras.  Introducida  hace 
tiempo  y  ahora  muy  extendida  en  el  Viejo  Mundo. 
Es  común  en  la  India,  y  la  hemos  tenido  también  de 
Fernando  Po.  Últimamente  ha  floreado  dos  veces 
en  la  casa  de  Mr.  Thos  Hanbury  en  Mortola.  Des- 
crita completamente  por  Jacobi,  bajo  el  nombre  de 
'*A.  Cantula"  Galeotti  en  su  primera  *'Nach  trage" 
p.  45-47.  No  puedo  por  la  descripción  separarla  del 
''A.  bulbifera"  Salmdyck  y  -'A.  stenophylla"  Ja- 
cobi. 

121.  A.  RijBEgCENS  Salmdyck.  Hort.  1834.  306. 
''A.  flaccida"  Haworth? — Acaule. — Hojas  lanceo- 
ladas de  2  pies  largo,  1  1'2  pulgadas  ancho,  glaus- 
cecente,  cambiándose  en  rojiza  á  la  luz  del  medio 
día  ó  cuando  se  marchitan,  suavemente  encorvadas, 
la  parte  de  arriba  muy  acanalada;  la  espina  termi- 
nal delgada  y  morena,  los  dientes  pequeños,  apre- 
tados, deltoides,  blanquiscos,  con  la  punta  moreno 
pálido.     Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México,  descrita  por  el  Príncipe  Salmdyck 
de  su  propia  colección  en  1834. 

122.  A.  Laxa.  Zucar  in  Salmdyck  Hort.  1834, 8; 
Baker  in  Gard.  Chron.  1877,  ii  ñg.  51. — Ligeramen- 
te caulescente. — Hojas  50-60  en  una  roseta,  ensi- 
formes, de  2-2^  pies  largo,  1  1/2-2  pulgadas  ancho 
en  el  medio,  angostándose  á  una  pulgada  arriba  de 
la  base  y  muy  gradualmente  del  medio  hacia  eJ  ápi- 
ce semipunzante,  pequeño^  moreno  obscuro ;  verde 
brillantes,  ligeramente  glaucas  hacia  la  base  en  su 
primera  edad,  los  aguijones  marginales  distantes, 
ganchudos,  morenos,  de  casi  una  línea  de  largo.  In- 
florescencia desconocida. 


—127- 

Hab.  México.  Fué  descrita  por  el  Príncipe  Salm- 
dyck  de  su  propia  colección  en  1834.  Puede  ser  una 
variedad  d©l  "A.  vivipara." 

123.  A.  Bromeli^folia.  Salmdyck.  Hort.  1834, 
303  "A.  teoxamuliana"  Karw. — Acaule. —Hojas  en- 
siformes, parecidas  á  las  de  la  "Karatas  Pinguin," 
de  2-2  1/2  pies  largo,  2-2  1'2  pulgadas  ancho  en  el 
medio,  angostándose  á  una  pulgada  arriba  de  la  ba- 
se, verde  reluciente;  la  espina  terminal  débil,  los 
dientes  deltoides,  moderadamente  apretados,  gan- 
chudos, moreno  rojizos  de  1-1/12  &1H  pulgadas  lar- 
go.    Inflorescencia  desconocida. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  por  Kar- 
winski  en  1834  próximamente. 

124.  A.  (EUGAVE)  SOBOLIPERA.  Salmdyck.  Hort. 
1834,  307  (Herm.  Lugd.  16-17  con  figura).  **A.  an- 
tillarum."  Dése. — Ligeramente  caulescente. — Hojas 
20-40  en  una  roseta,  oblongas,  de  2-3  pies  largo,  3-5 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  angostándose  2-3  pul- 
gadas arriba  de  la  base,  verde  muy  brillante,  la  ca- 
ra muy  cóncava;  la  espina  terminal  semipunzante 
de  1/2  pulgada  largo;  los  aguijones  marginales,  dis- 
tantes, morenos,  deltoide-uncinados,  de  1-1/12  á 
IH  pulgadas  largo.  Pedúnculo  de  8-10  pies  largo. 
Inflorescencia  en  panoja  deltoide;  las  ramas  más 
bajas,  9-12  pulgadas  largo.  Flores  2-2  1/2  pulga- 
das largo;  tubo  1  1/2  pulgadas  de  largo;  segmentos 
lineales,  oblongos,  amarillo  brillante,  ^-1  pulgada 
largo.  Estambres  menos  del  duplo  de  los  segmen- 
tos.    Cápsula  oblonga,  de  1  Iy2-1K  pulgadas  largo. 

Hab.     Indias  Occidentales.  Primero  señalada  co- 


—128— 

mo  planta  cultivada  por  Hermann  en  1678.  Mi  des- 
cripción está  tomada  de  las  plantas  vivas  de  Kew  y 
Reigate  y  de  una  inflorescencia  delDr.  Engelmann, 
cuyas  notas  fueron  hechas  de  planta»  coleccionadas 
por  el  Dr.  Parry  y  Mr.  C.  Wrigh  en  Santo  Domin- 
go. Se  parece  á  la  '*Furcroea  cubensis"  en  hojas  y 
hábito,  se  le  llama  á  menudo,  ''A  vivípara"  en  los 
Jardines  Ingleses,  y  está  dibujada  con  ese  nombre 
en  Gard.  Chron.  1877  ii  fig.  150. 

126.  A.  FoRDAROi,  Baker. — Acaule.  -Hojas  o- 
blongas,  de  6-7  pies  largo,  18  pulgadas  ancho  en  el 
medio,  angostándose  á  9  pulgadas  arriba  de  la  ba- 
se, verde  brillante,  muy  undulada,  la  cara  muy  cón- 
cava, la  espina  terminal  apenas  punzante,  el  borde 
muy  undulado  entre  los  aguijones  marginales,  muy 
anchos  deltoides  y  ganchudos.  Inflorescencia  des- 
conocida. 

Hab.  Probablemente  México.  Descrita  de  una 
hoja  y  fotografía  enviada  por  el  Dr.  Todaro  en  Ene- 
ro de  1886.  Ha  sido  cultivada  en  elJardín  Botánico 
de  Palermo,  bajo  el  nombre  de  ^*A.  undulata."  Es 
'  una  planta  magnífica,  con  las  hojas  como  las  de  **A. 
sobolifera,"  en  color  y  en  textura,  pero  con  el  borde 
ondulado  y  dientes  anchos  de  los  "A.  Scolymus"  y 
'potatorum." 


GRUPO  13-YUCC.fflFOLLffi 


126.  A.  (LitTíEA)  YucCíEFOUA-  D  C  in  Red.  Lil. 
1 328-829;  Hook  in  Bot  Mag.  t.  5213.  "A.  CJohnia. 
na"  Jacobi. — Ligeramente  caulesoente* — Hojas  de 
20-30  en  una  roseta  densa,  lineales,  muy  encorva- 
das, de  1  1/2-2  1/2  pies  largo,  ^-1  pulgada  ancho  en 
el  medio,  dilatándose  1  1,2  pulgadas  de  la  base,  pro- 
fundamente acanaladas  abajo  de  la  cara,  de  un  verde 
opaco  glauco,  con  una  banda  pálida  abajo  del  cen- 
tro, la  punta  no  es  del  todo  punzante,  el  dorso  an- 
chamente redondo;  el  borde  con  una  angosta  línea 
morena,  escariosa,  entera  ú  obssuramente  aserra- 
dita.  Pedúnculo  6-8  pies  largo,  incluyendo  una  es- 
piga corta  y  floja.  Flor  de  1  1/2  pulgadas  largo; 
tubo  H  pulgadas  largo;  segmentos  lineal  oblongos, 
amarillo  verdiosos,  de  H-X  pulgadas  largo.  Es- 
tambres de  doble  longitud  de  los  segmentos. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  casi  al  prin- 
cipio de  la  centuria.  Floreó  en  Kew  en  1829  de  una 
planta  traída  por  Richard  Cunningham  de  París,  y 
otra  vez  en  1861  y  1874;  y  en  la  casa  de  Mr.  Tho- 
mas  Hanbury  en  Mortola  en  1887.  Las  flores  mu- 
chas veces  están  solas  ó  bien  por  pares;  enlazán- 
dose así  los  subgéneros  "Litt®a''  y  **Manfreda." 

127.  A.   (LiTT^A)   Spicata.  Cav.   Desori.  454. 

17 


—130— 

non  D.  C.  Hojas  extendidas,  ensiformes,  de  más  de 
2  pies  de  largo,  y  de  cerca  de  3  pulgadas  ancho  en 
la  base  en  donde  es  muy  ancha,  acanaladas  abajo 
de  la  cara,  aserraditas  en  el  margen.  Pedúnculo  de 
15  pies  largo,  incluyendo  los  6  pies  de  espiga.  Pe- 
rianto amarillo  verdioso;  tubo  corto;  segmentos  li- 
neal-oblongos.  Estambres  de  doble  longitud  de 
los  segmentos. 

Hab.  Desciáta  por  Cavanilles  en  1802  de  una 
planta  que  floreó  en  el  Jardin  Botánico  de  Madrid, 
traida  de  la  Habana.  No  hay  otros  botánicos  que 
la  hayan  visto. 


GRUPO  14.-HERBAGEiE 


128.  A*  (Manpreda)  Magülata.  Regel.  Ind. 
Sem.  Hort.  Petrop.  1856.  16  "A.  maculosá."  Hook 
in  Bot.  Mag.  t.  5122;  Fenzi  in  Gard.  Chron  1872, 
1194,  fig.  273.— Acaule.— Hojas  12-20  en  una  rose- 
ta, lanceoladas,  extendidas,  de  1/2-1  pie  largo,  K- 
1  pulgada  ancho  en  el  medio.;  verde  glaucas,  salpi- 
cadas en  ambos  ladoa  de  manchas  morenas  irregu- 
lares;  el  ápice  no  del  todo  punzante;  el  margen  dis- 
tinto ó  más  bien  separadamente  aserradito.  Pe- 
dúnculo de  1  1/2-3  pies  largo;  bracteas  pocas  y  muy 
reducidas.    Flores  en  racimo  flíojo  subespigado,  de 


—181— 

1/2-1  pie  lai^.  Perianto  1  1/2  pulgadas  largo; 
tubo  semicilíndríco,  encorvado,  de  K  pulgadas  lar- 
go; segmentos  lineal-oblongos,verde  purpúreo,  me- 
nores que  la  longitud  del  tubo.  Estambres  casi  tan 
largos  como  los  segmentos.  Cápsula  de  K  pulgada 
largo. 

Hab.  Texas  y  el  Norte  de  México.  C.  Wrigh, 
483.'  1905.'  Palmer  1306.'  1307.' 

129.  A.  (Manfreda)  Sessiflora.  Hemsl.  Bot. 
Cent.  Amer  üi.  350.  tab.  88. — Acaule. — Rizoma  de 
21/2  pulgadas  diámetro.  Hojas  lineales  ó  ensifor- 
mes, de  1-1  1/2  pies  largo,  1/2- >í  pulgada  ancho  en 
el  medio,  angostándose  gradualmente  en  una  punta 
larga;  apretadamente  aserraditas  en  el  margen. 
Pedúnculo  de  2  pies  ó  más  largo.  Espiga  corta  y 
floja.  Flores  1  1/4-1  1^2  pulgadas  largo;  tubo  an- 
gosto, in£undibuliforme,tan  largo  como  los  segmen- 
tos lineal-oblongos  y  morenos.  Estambres  muy 
unidos. 

Hab.  Montañas  centrales  de  México.  Bourgeau 
412!  30031 

130.  A.  (Manfreda)  Revoluta.  Klotzsch  in 
Otto.  T.  Dietr.  Gartenzeit.  1870.  274.— Acaule.— 
Hojas  una  docena  ó  más,  lanceoladas,  de  6*8  pul- 
gadas largo,  1'2-^  pulgadas  ancho  abajo,  verde 
claro  harinosas,  por  debajo  falciformes,  acanaladas 
abajo  de  la  cara,  con  el  margen  entero.  Pedúnculo 
de  4  pies  largo,  incluyendo  la  espiga  densa.  Pe- 
rianto de  l>í-l  1'2  pulgadas  largo;  tubo  de  igual 
longitud  de  los  segmentos  lineal-oblongos  y  verdio- 
sos.    Estambres  exsertos. 


—132— 

Hab.  México.  Introduoido  al  Jardín  Botánico 
de  Berlín  en  1840. 

131.  A.  [Manfreda]  Variegata.  Jacobí.  Mo- 
nogr.  180;  Baker  in  Saund,  Ref.  Bot.  t.  326. — Acau- 
le.— Hojas  15-18  en  una  roseta,  extendidas,  lanceo- 
ladas, de  12-15  pulgadas  largo,  1-2 pulgadas  ancho, 
muy  acanaladas  abajo  de  la  cara,  con  manchas  mo- 
renas abundantes,  fondo  verde;  el  margen  estrecho 
cartilaginoso,  obscuramente  aserradito.  Pedúnculo 
de  3  pies  largo,  incluyendo  12-15  pulgadas  de  la  es- 
piga floja  de  12-15  Alores.  Flores  11/4-1 1/2  pulga- 
das largo;  tubo  semicilíndrico,  igual  en  longitud  á 
los  segmentos  lineal-oblongos,  moreno  verdiosos. 
Estambres  muy  exsertos.  Cápsula  oblonga,  menor 
de  una  pulgada  en  longitud. 

Hab,  Norte  de  México;  valle  de  Rio  Grande. 
Descubierta  por  el  Dr.  Gregg  en  1847.  Descrita  de 
una  planta  que  floreció  en  la  casa  de  Mr.  Wilson 
Saunders  en  1870. 

132.  A.  (Manfreda)  Alibertii.  Baker  in  Gard. 
Chron.  1853.  i  176.  "Allibertia  intermedia"  Marión. 
— Rizoma  con  variáis  hojas -escamas,  carnosas,  en- 
vainantes.— Hojas  10-12  en  una  roseta,  lanceoladas, 
de  12-16  pulgadas  largo,  angostándose  g^radual- 
mente  deede  un  poco  arriba  de  la  base,  á  una  punta 
aguda  y  acanalada,  aserraditas  en  el  margen.  Pe- 
dúnculo, incluyendo  la  inflorescencia,  de  4-5  pies 
largo.  .  Plores  subespigadas ;  pedículos  muy  cortos. 
Perianto  un  poco  mayor  de  una  pulgada  largo ;  tubo 
semicilíndrico ;  segmentos  muy  cortos.  Estambres 
exsertos  en  casi  una  pulgada. 


—133- 

Háb.  Probablemente  México.  Dibujada  y  des- 
crita por  M.  Marión  en  la  **Rewe  Horticoledes  Bou- 
ches  du  Rhone/'  Septiembre  y  Noviembre  de  1892. 
Recibimos  una  planta  viva  en  1894  de  M.  Delenil 
rotulada  *'Alliberthiera  intermedia." 

133.  A.  (Manfbeda)  Pubescens.  Regel  <fc  Ort- 
^es  in  Gartenfl.  1874,  227,  tab.  804.— Hojas  12-15 
en  una  roseta,  extendidas,  lanceoladas,  de  9-12  pul- 
gadas largo  1-1  1'2  pulgadas  ancho,  papilosa  y  fina- 
mente pubescente  en  ambas  superficies,  verde  opa- 
ca8,con  manchas  purpúreas  hacia  la  base,  no  aserra- 
ditas.  Pedúnculo  de  3  pies  largo.  Espiga  H  pie 
largo,  floja,  12-15  pies.  Perianto  IH  pulgada  lar- 
go; tubo  semicilíndrico,  más  largo  que  los  segmen- 
tos lineales  oblongos  verdio3os,que  tienen  >4->í  pul- 
gada largo.     Estambres  muy  exsertos. 

Hab.  México.  Introducida  por  Roezl  en  1870. 
Vista  en  la  casa  de  Mr.  J.  T.  Peacock  en  Diciembre 
de  1877,  pero  no  en  ñor. 

134.  A.  (Manfreda)  Virginica  Linn.  Sp.  Plant. 
416;  Jacq.  Ic.  t.  378;  Bot.  Magt.  1157,  no  MiUer.— 
Acaule. — Hojas  10-15  en  una  roseta,  extendidas, 
lanceoladas,  de  }4-l}i  pies  largo,  1-3  pulgadas  an- 
cho en  el  medio,  verde  claro  ó  salpicado  de  manchas 
morenas,  el  margen  blanco,  ango8to,poco  aserradi- 
to.  Pedúnculo  de  2-3  pies  largo.  Flores  verde  mo- 
reno, colocadas  en  un  racimo  flojo,de  1-1  >a  pies  lar- 
go; pedículos  inferiores  de  3í-K  pulgada  largo.  Pe- 
rianto de  1-1 M  pies  largo;  tubo  semicilíndrico,de  )i 
pulgada  largo;  segmentos  lineales  oblongos,  de  K- 
>é  pulgada  largo.  Estambres  2-3  veces  la  longitud 
de  los  segmentos.     Cápsula   >2-X  pulgada  largo. 


-134— 

Hab.     El  Sur  de  los  Estados  Unidos. 

135.  A.  (Manpreda)  Brachystachys,  Cav.  Des- 
cri.  458.  "A  spicata"  DC.  in  Red.  Lil.  t.  485,  nar. 
Cav.  "A.  polyanthoides,"  Cham.  A.  Sohlecht.  "A. 
saponaria."  Lidl.  in  Bot.  Reg.  XXV.  t.  55.  "A.  hu- 
milis"  Roem. — Acaule. — Hojas*  12-15  en  una  roseta, 
extendidas,  lanceoladas,  de -1>¿  pies  largo,  1-1  >¿ 
pulgadas  ancho  en  el  medio,  lisas,  verde  claro,  el 
margen  pálido  muy  indistantemente  aserradito.  Pe- 
dúnculo de  3-4  pies  largo ;  bracteas  distantes,  pe- 
queñas. Espiga  floja  de  un  pie  ó  más  de  largo. 
Flores  2  pulgadas  largo ;  tubo  semlcilíndrico,  K-l 
pulgada  largo ;  segmentos  lineales,  amarillo  verdio- 
sos de  H  pulgada  largo.  Estambres  de  doble  longi- 
tud de  los  segmentos.    Cápsula  X  pulgada  largo. 

Hab.  México.  Introducida  al  cultivo  al  principio 
de  la  centuria.  Coulter  1555.  Andriex  16!  La  tuvi- 
mos viva  en  1877  del  Rev.  H.  N.  Ellacombe.  El 
nombre  nativo  es  "Amolé"  y  la  raíz  se  usa  como 
jabón. 

136.  A.  (Manpreda)  Planipolia  S.  Wats.  Con- 
trib.  XIV  479.— Rizoma  persistente  por  tres  ó  cua- 
tro años. — Hojas  lanceolatas,  planas  ó  casi  planas 
18-2  pulgadas  largo,  1-2  Já  pulgadas  ancho  en  el  me- 
dio, sin  manchas,  finamente  dentadas.  Pedúnculo 
de  4-6  pies  largo.  Perianto  de  %  pulgada,  sin  in- 
cluir el  ovario ;  segmentos  3-4  veces  la  longitud  del 
tubo.    Estambres  muy  unidos. 

Hab.  México,  provincia  de  Chihuahua,  colectada 
por  Mr.  C.  G.  Pringle  en  1886. 

137.  A. (Manpreda)  PROruBEBANS.Engelm.  ine- 


—186- 

dit.  ^'A  guttata"  Hemsi.  Biol.  Cent.  Amer.  Bot.  iii. 
t.  87. — Acaule. — Hojas  8-12  en  una  roseta;   exten- 
didas, lanceoladas,  de  más  de  un  pie  largo  en  la  ma- 
durez, I-IH  pulgadas  ancho  en  el  medio,  angos- 
tándose á  %  pulgada  arriba  de  la  base,  ligeramente 
acanaladas  abajo  de  la  cara,  verde  opaco,  salpicado 
de  manchas    morenas  confluentes,  apretadamente 
denticuladas  en  el  margen  cartilaginoso.  Pedúncu- 
lo de  3-4  pies  largo.    Flores  en  espiga  densa  ó  flo- 
ja.    Perianto  de  1-1  3^4  pulgadas  largo;  tubo  1/6- >4 
pulgada  largo,  anchamente  infundibuliforme;  seg- 
mentos lineales  oblongos  de  2-3  veces  la  longitud  del 
tubo.     Filamentos  de  doble  longitud  de  los  segmen- 
tos.    Cápsula  oblonga  de  menos  de  una  pulgada 
largo. 

Hab.  México.  Montañas  de  San  Luis  Potosí, 
alt.  6,000-8,000  pies  Schaff ner  505 1  506 !  Parry  J. 
Palmer  865!  Descrita  parcialmente  de  plantas  vi- 
vas en  Kew,  recibidas  de  Max.  Leichtlin. 

138.  A.  (Manpreda)  Guttata.  Jacobi  <fc  Brou- 
ché,  Monogr.  190;  Nacht.  ii  87. — Acaule. — Hojas 
pocas,  lanceolado -extendidas,  15-16  pulgadas  largo, 
2  pulgadas  ancho  abajo  del  medio,  profundamente 
acanaladas  abajo  de  la  cara,  verdes  más  pálidas  por 
debajo,  con  rayas  subharinosas  y  manchas  moreno 
rojizas  en  ambas  superficies  y  de  margen  sub-ente- 
po.  Flores  IH  pulgadas  largo ;  segmentos  lineal- 
oblongos,  de  doble  longitud  del  tubo  corto,  infundi- 
buliforme.    Estambres  de  2  pulgadas  largo. 

Hab.  México.  Introducida  al  Jardín  Botánico  de 
Berlin  en  1860  próximamente  por  Ehrenberg  y  flo- 
reció en  1870. 


—136— 

139.  A.  (Manfreda)  Undülata  Klotzsch  in  Otto 
ADietr.  Garten2i«it.  1840.  274.  **A.  drimicBfolia'* 
Hort. — Acaule. — Hojas  una  docena  ó  más  en  una 
roseta,  lanceoladas,  de  1>¿  pies  largo  IH  pulgadas 
ancho,  con  canaladuras  profundas  abajo  de  la  cara, ' 
verde  opaco  glauco,  sin  manchas,  muy  onduladas, 
el  borde  estrecho  cartilaginoso  paco  aserradito.  Pe- 
dúnculo de  3-4  pies  largo.  Flores  de  más  de  1>¿ 
pulgadas  largo;  segmentos  de  doble  longitud  del  tu- 
bo.   Estambres  muy  exsertos. 

Hab.    México.    Introducida  al  Jardín  de  Berlin 
en  1840  y  floreció  allí  en  1869. 


1 1  I  I  1 1  I  I  I  I  I  1 1 1  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I 


CLIMA  Y  TERRENO. 


J[_^^OS  diferentes  magueyes  que  dan  los  productos 
que  hemos  indicado,   requieren   climas  di- 
versos. 

El  henequén  [lámina  9a.])  agave  rígida,  osisala- 
na,  etc.,  es  propio  de  los  climas  calientes  y  algo  re- 
secos, la  lechuguilla  y  el  mezcal  dan  sus  mejores 
rendimientos  en  los  climas  templados,  y  el  maguey 
del  pulque  [lámina  8a.],  prospera  en  las  partes  al- 
tas y  frías ;  mas  todos  ellos  no  son  exigentes  en  cuan  - 
to  á  la  naturaleza  de  los  terrenos. 

Como  todas  las  plantas  g^rasas,  se  acomodan  en 
los  más  ingratos,  en  donde  cualquiera  otra  planta  no 
prosperaría. 

18 


—138- 

El  maguey  de  pulque  semejante  á  la  vid,  crece  y 
da  su  aguamiel  más  azucarada  y  fluida  en  las  coli- 
nas, en  los  terrenos  en  pendiente,  resecos,  calizos  ó 
volcánicos. 

En  las  llanuras,  en  los  terrenos  arcillosos  ó  en  los 
ricos  en  sustancias  orgánicas,  produce  mucha  agua- 
miel insípida  espesa  y  desabrida. 

Aunque  constituido  para  soportar  las  sequías  y  la 
rápida  evaporación,  debido  á  la  altura  en  que  vege- 
ta, los  rigores  del  invierno;  las  granizadas  y  otras 
inclemencias  cuando  está  en  producto,,  le  perjudi- 
can, pues  es  bastante  sensible  á  las  influencias  at- 
mosféricas, disminuyendo  su  producto  por  un  aba- 
timiento en  la  temperatura,  por  los  fuertes  vientos 
que  soplan  y  por  cualquiera  perturbación  atmosfé- 
rica. 

La  vegetación  del  maguey  de  pulque  es  lenta  y 
continuada;  en  estado  silvestre  tarda  para  florecer 
de  12  á  19  años,  según  el  clima ;  el  cultivo  aproximii 
este  tiempo.  Como  todas  las  plantas  grasas,  para 
alimen tarde,  absorve  por  las  hojas,  que  al  efecto  es- 
tán sembradas  de  inumerables  estomas,  los  gases 
atmosféricos  y  por  sus  raices  toma  las  sustancias  fi- 
jas del  terreno.  La  superficie  de  absorción  es  muy 
grande.  Según  los  Sres.  Blázquez,  ésta  es  de  30,000 
pulgadas  cuadradas.  Florece  una  sola  vez;  pero 
antes  de  terminar  su  existencia,  se  desarrollan  en  el 
rizoma  gran  cantidad  de  yemas  laterales  fmecuates] 
que  sirven  y  se  emplean  para  la  reproducción  y  cul- 
tivo del  vegetal.  En  nuestros  climas  florecen  los 
magueyes  y  madura  su  fruto ;  pero  no  es  el  medio 
general  de  propagación,  porque  aparte  delinconve- 


—188— 

niente  que  tiene  toda  la  planta  obtenida  por  semilla 
de  degenerar  para  volver  al  tipo  silvestre,  dilata  mu- 
cho su  desarrollo;  no  obstante  los  pocos  experimen- 
tos que  se  han  hecho  para  obtener  plantas  por  se- 
milla han  prosperado  muy  bien. 

La  verdadera  zona  del  maguey  manso  fino,  es  más 
bien  fría  que  templada,  cuyos  límites  ya  hemos  de- 
signado al  principio  de  esta  Memoria;  tiene  una  al- 
titud sobre  el  nivel  del  mar  de  2,220  metros  á  2,700, 
y  su  composición  geológica  es  una  toba  arcillosa, 
llamada  tepetate.  (*) 

La  lechuguilla  (lámina  10a)  v^^ta  perfectamente 
bien  en  los  terrenos  montañosos,  creciendo  en  esta- 
do silvestre  en  muchos  Elstados  de  la  República.  Es 
una  de  las  plantas  cuya  explotación  no  está  aún  de- 
bidamente ordenada  ni  sometida  al  cultivo. 

Las  variedades  del  henequén  requieren  los  terre- 
nos que  hemos  indicado  en  las  páginas  de  la  43  á  la 
46  de  esta  Memoria,  pero  eñ  tesis  general  los  calizos. 

El  Sr.  Peniche  describe  en  los  siguientes  térmi- 
nos la  constitución  geológica  de  la  Península  de  Yu- 
catán y  los  terrenos  convenientes  para  el  henequén : 

*'E1  suelo  de  Yucatán  es  el  lecho  del  mar  levan- 
tado y  metamorfoseado  en  la  mayor  extensión  de  su 
superficie  por  la  acción  de  la  materia  ígnea  del  glo- 


(*)  También  se  le  da  el  nombre  de  tepetate  al 
conglomerado  pomoso,  que  se  emplea  como  roca  de 
construcción  en  el  Valle  de  México. 


—140— 

bo.  Su  génesis  debe  remontarse  al  período  cretá- 
ceOy  según  las  huellas  que  han  dejado  impresas  en 
la  roca  sus  antiguos  moradores.  Este  suelo  de  pie- 
dra, abrasado  por  el  sol  de  los  trópicos,  sólo  es  pro- 
pio para  llevar  algunas  especies  fáciles  y  tardías. 
En  general  es  árido  y  casi  desnudo  de  vegetación. 
Sólo  ofrece  á  la  vista  el  espectáculo  de  una  natura- 
leza desolada.  No  se  ve  por  todas  partes  mas  que 
árboles  y  arbustos  deshojados,  al  pie  de  Cuyos  tron- 
cos, más  ó  menos  desunidos,  crecen  algunas  yerbas 
enfermizas.  El  henequén,  esto  es  lo  único  que  atrae 
las  miradas  del  que  recorre  sus  inmensos  páramos. 
No  parece  sino  que  el  Gran  Poder,  provisor  de  la 
Naturaleza,  quiso  compensar  la  esterilidad  de  este 
suelo  ingrato,  haciendo  surgir  de  sus  entrañas  pe- 
trificadas, la  más  singular,  la  más  exclusiva  de  las 
plantas  útiles,  el  henequén,  esta  planta  preciosa  que 
vendría  á  ser  para  sus  pobladores  la  única  fuente  de 
riqueza  y  bienestar.  Pero  el  aspecto  triste  y  des- 
consolador de  este  semidesierto,  cambia  completa* 
mente  en  algunos  lugares  donde  se  ostenta  lujurioso 
y  magnífico.  Estos  bellos  parajes  son  como  fértiles 
oasis  en  medio  del  desierto." 

"El  tiempo,  por  la  acción  erosiva  de  las  aguas  llo- 
vidas y  del  aire,  ha  ido  modificándola  roca  de  sedi- 
mentación en  parte  metamorfoseada  que  constituye 
el  suelo  de  esta  vasta  península;  pero  como  dichas 
aguas  carecen  de  corriente  por  la  perfecta  horizon- 
talidad del  terreno,  no  pueden  desaparecer  sino  por 
la  infiltración, dejando  depositar  en  este  acto  Jos  pro 
ductos  del  deslave.  Elste  es  el  origen  de  los  '*oeno- 
tes,"  verdaderas  grutas  formadas  de  caliza  estalac- 
ticia,  y  de  algunos  terrenos  de  arcilla  y  de  aluvión 


—141— 

C^Kankab"  y  ^^chíchluum,")  los  más  prc^pios  para 
el  cuMyo  de  la  planta  de  que  me  ocupo.'* 

El  henequén  de  Veracruz  [Lámina  11]  se  acomoda 
bien  en  los  terrenos  calizos. 

LfOS  terrenos  convenientes  para  el  cultivo  del  ma- 
guey mezcal  (lámina  12a.)  en  el  Estado  de  Jalisco, 
son  los  resecos  y  aquellos  entre  cuyos  componentes 
predomina  la  arcilla  y  la  sílice,  esto  es,  los  terrenos 
arcülo-  arenosos. 

No  conozco  ningún  análisis  que  dé  la  composi* 
ción  mineral  de  las  plantas  de  maguey  de  pulque, 
lechuguilla  y  henequén. 

El  Sr.  Lázaro  Pérez  ha  hecho  el  análisis  de  la  ce- 
pa del  maguey  de  mezcal  y  le  asigna  la  composición 
águiente:  [*] 

Cien  gramos  de  polvo  seco  de  la  cepa  dieron  3gr. 
800  de  cenizas,  las  cuales  contienen : 


De  ácido  sulfúrico gramos  1.344 

„  Ídem  fosfórico „  0.212 

„  Ídem  carbónico •^ . . .      ,,  0.080 

„  silícico „  0.600 

„   cal „  1.028 


[*]  Estudio  sobre  el  maguey  llamado  mezcal  en 
el  Estado  de  Jalisco. — Ouadalajara.  Imprenta,  Li- 
tografía y  Librería  de  Ancira  y  Hermano,  Santo  Do- 
mingo núm.  13.— 1887. 


-142— 

De  pota43a gramos  0.170 

sosa.. „  0.026 

alúmina „  0.110 

magnesia ,,  0.133 

cloro „  0.050 

fierro „  0.006 

Pérdida „  0.043 


3.800  [♦] 


[*]  Haremos  notar  la  enorme  proporción  de 
ácido  sulfúrico,  de  cal  y  de  ácido  fosfórico  que  no 
se  encuentran  en  ninguno  de  los  análisis  de  plantas 
conocidas,  por  lo  que  creemos  que  necesita  rectifi- 
cación. 


1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1  ttt  1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 


ABONOS. 


Contrariamente  á  lo  que  algunos  práotíoos 

asientan,  las  diferentes  clases  de  magueyes 
cuyos  productos  utilizamos,  tienen  necesidad  de  en- 
contrar en  el  terreno  los  elementos  indispensables 
para  su  desarrollo.  Bien  sabido  es  por  los  agróno- 
mos que  las  materias  minerales  que  forman  la  base 
de  la  alimentación  de  las  plantas,  sólo  pueden  en- 
trar en  el  torrente  circulatorio  por  difusión,  pene- 
trando por  los  espongiolos  de  las  raíces ;  que  el  ma- 
g^uey  no  hace  excepción  á  la  regla  general,  por  con- 
siguiente, el  rendimiento  será  mayor  siempre  que  se 
ponga  á  disposición  de  las  plantas  los  elementos 
que  asimilan  para  la  formación  de  sus  productos. 
La  potasa,  el  azoe^  la  cal,  la  magnesia,  el  ñerro,  el 
ácido  fosfórico  y  el  sulfúrico,  son  ciertamente  los 


—144- 

abonos  que  le  convienen,  sin  excluir  por  esto  loe 
orgánicos. 

La  práctica  ha  enseñado  que  el  maguey  se  desa- 
rrolla mejor  y  adelanta  la  época  de  la  sazón  en  los 
terrenos  fértiles,  y  se  han  hecho  comparaciones  de 
las  plantas  que  han  sido  abonadas,  con  otras  que  no 
lo  han  sido,  [*]  deduciéndose  lo  ventajoso  que  es  el 
abono  para  su  mejor  desarrollo. 

Por  la  naturaleza  de  los  terrenos  en  que  vive  bien, 
creemos  que  es  una  planta  potásica,  y  en  tal  virtud 
los  abonos  que  deben  preferirse  son  los  que  conten- 
gan potasa,  cal  y  ácido  fosfórico.  No  obstante, 
para  proceder  con  acierto^  y.  co^  el  fin  de  suminis- 
trar el  abono  en  cantida:á  y  calfdad,  bueno  es  que 
se  establezcan  campos  de  experimentación  que,  sin 
ser  costosos,  den  la  solución  de  este  problema  agro- 
nómico. 

Conocida  la  constitución  del  téi^feno  y  \oé  abbo^é 
salinos  y  orgánicos  en  su  cantidad  y  componentes, 
haciéndoles  obrar  separadamente  sobre  una  docena 
de  plantas,  después  de  experimentar  por  algún  tiem- 
po, f ácilmente-se  vendrá  en  conocimiento  del  abono 
que  más  le  conviene^ 

■  » 

Las  cemitas ,  de  las  pencas  indudablemente  son 


[*]  ''Boletin  de  iUi  Sociedad  Agrícola  Mexicana" 
tomo  X,  {)ágina8  246  y  siguientes* — Idea  general 
sobr^  li^  importancia,  progreso  y  porvenir  de  las 
fincas  de  pulque,  por  ,el  C.  M^uiüel  F.  Soto. 


uno  de  bus  mejores  abonos;  pero  como  hay  mague- 
yes que  se  explotan  por  su  fibra  y  para  la  elabora- 
ción del  aguardiente  mezoal,  no  es  fácil  económica- 
mente reducir  el  bagazo  á  ceniza,  en  cuyo  caso  lo 
•más  conveniente  es  establecer  pudrideros  como  para 
el  estiércol,  para  que  el  bagazo  se  desagregue  y 
pudra  por  la  fermentación,  y  se  administra  como  se 
administra  el  estiércol,  haciéndolo  más  fertilizante 
por  la  adición  de  la  cal,  huesos,  etc. 


19 


§$§§§§§S§§§§§S§I§$§§§S$SS 


ALMACIGA. 


|H  L  maguey  de  pulque  se  propaga  por  semilla  y 
por  estaca  ó  renuevos.  Aunque  es  general 
no  hacerlo  por  el  primer  sistema  por  ser  más  dilata- 
do y  obtenerse  variedades  de  la  especie,  lo  describi- 
remos, siquiera  sea  porque  algunos  cultivadores  lo 
han  ensayado. 

Para  esto  por  los  meses  de  Febrero  á  Manso  se 
cava  la  tierra  perfectamente  bien  en  el  lugar  en 
donde  va  á  establecerse  la  almáciga,  procurando 
esté  cerca  de  un  depósito  de  ag^a  para  regar  cuan- 
do fuere  necesario,  y  abonado  con  estiércol  bien 
podrido,  formando  camellones  de  un  metro  de  ancho 
por  diez  de  largo,  espacio  suficiente  para  sembrar 
dos  mil  semillas.    Al  rededor  de  cada  camellón  se 


—Hi- 
para hacer  el  segundo  plantel  para  la  otra  tras- 
plantación, que  tiene  por  objeto  formar  bien  la  caja 
del  maguey,  se  elige  el  mejor  terreno  plano  y  fértil 
y  en  cuanto  sea  posible  cerca  de  algún  jagüey  ó  de- 
pósito de  agua  para  regarlo  cuantas  veces  sea  ne- 
cesario. Se  abona  bien  el  terreno  y  se  le  remueve 
con  los  pasos  de  arado  que  fueren  precisos,  á  fin  de 
desentrañar  y  desmenuzar  la  tierra.  Se  hacen  es- 
tas labores  en  invierno  no  sucediéndolas  unas  á  las 
otras  inmediatamente,  sino  procurando  que  medien 
algunos  días  entre  una  labor  y  la  siguiente. 

El  hacer  las  labores  preparatorias  en  el  invierno, 
tiene  por  objeto  facilitar  con  las  heladas  el  desme- 
nuzamiento de  los  terronos  que  el  arado  levanta,  y 
su  acción  fertilizante  sobre  ellos,  por  lo  cual  debe 
procurarse  con  los  riegos  mantener  una  humedad 
conveniente. 

A  la  salida  del  invierno,  esto  es,  en  el  mes  de 
Marzo,  se  trasan  surcos  á  distancia  uno  de  otro  de 
unavara,  (0m,838,)  á  cinco  cuartas,  (lm,047,)  según 
la  feracidad  del  terreno,  y  se  procede  á  la  planta- 
ción. 

Para  hacer  el  trasplante,  se  sacan  del  primer  plan- 
tel las  plantas  que  tengan  más  de  0,20  de  altura,  y 
si  la  propagación  ha  sido  por  retoños  ó  hijos,  se  eli- 
gen los  renuevos  de  magueyes  sanos  y  robustos  que 
no  estén  raspados  y  cuyos  renuevos  tengan  de  una 
cuarta  (0m,2095)  á  media  vara  (0m,419)  de  meyo- 
lote ó  corazón,  y  se  plantan  en  los  surcos  de  la  al- 
máciga, separados  uno  de  otro  la  misma  distancia 
que  tienen  entre  sí  los  surcos,  y  á  tresbolillo,  com- 


—160— 

primiendo  bien  la  tierra  alrededor  de  su   cepa  ó 
banco. 

Los  renuevos  que  se  deben  plantar  en  la  almáci- 
ga, se  han  de  arrancar  desde  medianos  de  Enero, 
para  que  tengan  tiempo  de  irse  escurriendo,  tenien- 
do el  mayor  cuidado  de  no  lastimar  su  caja  ó  cepa, 
procediendo  déla  manera  siguiente:  se  introduce 
la  estremidad  ensanchada  de  una  barreta  entre  la 
última  hoja  ó  penca  del  magueyito  (se  llama  "me- 
xinastle")  y  la  tierra,  dando  el  golpe  de  manera  á 
no  lastimar  la  planta,  sino  sólo  á  trozar  el  rizoma, 
dejándole  de  éste  al  mexinastle^  como  diez  centíme- 
tros. Después  con  un  cuchillo  bien  afilado  se  le 
quitan  dos,  tres  y  hasta  cinco  pencas  de  las  inferio- 
res, y  todas  las  espinas  laterales  (mechichiguales) 
de  las  pencas  restantes,  cortando  la  extremidad  in- 
ferior de  la  cepa,  de  manera  que,  quede  un  corte 
limpio,  sin  desgarradura  alguna,  y  se  procede  á  la 
plantación  en  el  mes  de  Marzo  ó  Abril. 

Algún  cultivador  cree  que  no  es  necesario  dejar 
escurrir  la  planta  antes  de  hacer  el  trasplante,  y 
supone  que  esto  se  hace  por  economía  en  el  tras- 
porte, puesto  que  al  enjutarse  el  maguey  pierde 
peso  y  volumen.  Pensamos  que  el  procedimiento 
usual  es  bueno  y  tiene  su  razón  de  ser  aparte  de  la 
ventaja  indicada.  En  jardinería  es  práctica  secu- 
lar no  plantar  las  plantas  grasas  sino  después  que 
se  han  escurrido,  y  la  experiencia  ha  probado  que 
cuando  se  procede  de  otra  manera  se  pierde  la  plan- 
ta. Cuando  se  extrae  el  maguey  de  la  planta  ma- 
dre, se  rompen  las  raicesillas  y  se  determina  una 
herida  al  separarlo  del  rizoma  y  para  facilitar  la  ci- 


—147— 

lev&nta  un  bordo  de  tierra  para  que  no  pe  derrumbe 
sobre  los  pasillos  ó  andadores  que  separan  entre  sí 
los  camellones^  teniendo  dichos  pasillos  setenta  cen- 
tímetres  de  ancho.     Bien  mullida  la  tierra  del  cen- 
tro, y  emparejada  con  un  rastrillo,  se  siembra  lase- 
milla  muy  rala,  después  de  haberla  remojado  por  lo 
menos  durante  dos  horas  v  se  cubre  cerniendo  al 
través  de  un  ayate  y  por  encima  de  ella,  tierra  des- 
menuzada, hasta  formar  una  capa  de  poco  más  de 
un  centímetro  de  grueso.     Con  anterioridad  se  ten- 
drán construidas  * 'tapas"  hechas  son  carrizos,  va- 
ras 6  tules,  formando  cuadrados  de  un   metro  por 
lado,  é  inmediatamente  después  de  la  siembra  se 
cubren  con  ellas  y  se  riegan   cuantas  veces  sea  ne- 
cesario para  mantener  la  tierra  húmeda.     Los  rie- 
gos deben  darse  con  regaderas  vertiendo  el  agua 
sobre  las  tapas.     A  los  quince  días  ó  poco  más,  co- 
mienzan á  germinar  las  semillas,  apareciendo  las 
plántulas  con  una  ó  dos  hojas  alesnadas  (como  las 
hojas  de  la  cebolla  común  en  los  primeros  días  de 
su  nacimiento).     Entonces  se  levantan  las  tapas  á 
10  ó  15  centímetros,  colocándolas  sobre  arcos  de  vara 
enterrados  en  los  bordos  del  camellón,  para  que 
puedan    ventilarse  las   plantitas,   y   unos    ocho    ó 
diez   días   después   se   quitan   en  la  mañana   des- 
pués de  salido  el  sol  y  se  cubren  á  la  puesta  para 
preservarlos  del  enfriamiento  nocturno  ó  de  la  he- 
lada que  pudiera  sobrevenir  en  la  madrugada. 

Cuando  las  hojas  seminales  han  adquirido  cierta 
robustez  y  ya  no  son  de  temerse  las  heladas,  se 
quitan  completamente  estos  abrigos.  Deben  darse 
escardas  ú  mano  para  evitar  la  invasión  de  las  ma- 


—148— 

las  yerbas  y  regarlas  lo  necesario  para  mantener  el 
terreno  húmedo. 

Según  el  Sr.  Juan  B.  García,  partidario  de  la 
propagación  del  maguey  por  semilla,  debe  trasplan- 
tarse la  plantita  del  maguey  á  un  'plantel  preparado 
como  la  almáciga  anterior,  pero  sin  que  los  came- 
llones tengan  bordos,  luego  que  ha  alcanzado  una 
altura  de  nueve  á  diez  centímetros  y  colocando  ca- 
da una  áOms.  25  centímetros  de  las  otras,  después  de 
haber  sido  preparadas  cortándoles  con  un  cuchillo 
bien  afilado  todas  las  raíces  de  la  cepa,  procurando 
que  el  corte  sea  limpio  y  sin  herir  ninguna  hoja.  No- 
sotros, en  un  cultivo  experimental,  hemos  practica- 
do lo  siguiente  con  buenos  resultados :  La  víspera 
del  dia  en  que  ha  de  hacerse  el  trasplante,  se  riega 
abundantemente  la  almáciga  donde  están  las  plan- 
titas,  y  al  día  siguiente  se  extraen  éstas  con  un  al- 
mocafre cuidando  de  no  destruir  ni  herir  sus  raices; 
extriiyendo  la  cantidad  necesaria  que  se  puede  tras- 
plantar en  el  día  al  plantel,  para  que  no  se  dese- 
quen sus  raices,  y  se  plantan  en  los  camellones  que 
para  este  efecto  de  antemano  se  tienen  preparados, 
procurando  que  en  estos  queden  las  plantas  en 
marco  real,  separadas  entre  sí  veinticinco  centíme- 
tros en  todos  Bentidcs.  Para  e&to  se  trazan  á  lo 
largo  y  á  lo  ancho  de  los  camellones  rayas  separa- 
das entre  sí  veinticinco  centímetros  y  en  los  puntos 
de  intersección,  se  abre  un  agujero  con  un  plantador 
y  se  coloca  la  planta  comprimiendo  bien  la  tierra  á 
su  alrededor.  Este  primer  trasplante,  lo  mismo  que 
el  siguiente,  deberán  hacerse  en  los  meses  de  Abril 
á  Junio.  Los  cuidados  principales  se  reducen  á 
mantener  el  plantel  limpio  y  húmedo.   ' 


—181— 

oatrijsaoión  es  necesario  cortar  con  un  cuchillo  bien 
afilado  las  raices  desgarradas  y  la  extremidad  de  la 
cepa,  y  para  disminuir  la  evaporación  que  se  veri  - 
fioa  por  las  pencas,  se  cortan  también  estas  en  la 
I^oporción  que  hemos  indicado  en  el  lugar  corres- 
pondiente. Si  se  plantM*a  sin  esperar  la  cicatriza- 
ción de  las  heridas,  los  micro -organismos  que  con- 
tiene la  tierra  puestos  en  contacto  con  las  heridas 
de  la  cepa,  encontrarían  un  medio  de  cultivo  apro- 
piado á  su  desarrollo  y  determinarían  la  podre- 
dumbre. 

Es  conveniente  ponerle  un  poco  de  polvo  de  car- 
bón de  madera  en  la  herida,  para  evitar  que  pueda 
entrar  en  putrefacción. 

Una  vez  plantado,  se  regará  para  facilitar  el  que 
enraice,  y  durante  el  tiempo  que  esté  en  el  plantel 
se  regará  cada  vez  que  sea  necesario,  más. aún  en  la 
época  de  las  secas,  cuidando  de  escardarlo  cada  vez 
que  se  empaste,  particularmente  en  tiempo  de 
aguas. 

El  maguey  debe  permanecer  en  la  almáciga  de  tres 
á  cuatro  años,  hasta  que  tenga  cinco  cuartas  (Im., 
047),  que  es  el  tamaño  más  conveniente  para  tras- 
plantarlo de  asiento. 

Algunos  cultivadores  evitan  el  cultivo  en  almáci- 
ga y  plantel,  conformándose  para  hacer  el  plantío 
de  asiento  con  elegir  los  renuevos  de  maguey  sano, 
que  tengan  de  una  vara  (Om.,838)  á  cinco  cuartas 
(lm.,047),  arrancándolos  con  los  cuidados  y  en  la 
época  que  hemos  indicado,  y  le  cortan  todas  las  pen- 
cas inferiores,  conservándole  tres  ó  cuatro  de  las 


—162— 

que  están  cerca  del  meyolote  (lámina  8a.;  véase 
la  figura  intitulada* 'Maguey  preparado  para  el  tras- 
plante,") así  como  la  extremidad  de  éste  á  siete  cen- 
tímetros, los  mechichiguales  y  todas  las  raíces  que 
tenga  el  rizoma,  á  esto  le  llaman  '^arrancar  á  toda 
piña;'^  pero  si  á  los  magueyes  les  dejan  una  parte 
del  rizoma  y  con  él  algunas  raíces,  le  llaman  *%  pun- 
ta de  raíz"  ó  "á  media  pina." 


Creemos  que  es  un  buen  sistema  de  cultivo  educar 
primero  la  planta  en  la  almáciga,  quehacer  el  plan- 
tío de  asiento,  porque  aunque  el  maguey  es  muy  rús- 
tico y  fácilmente  enraiza,  está  destinado  á  vivir  en 
terrenos  pobres  y  en  climas  resecos,  y  debe  rodeár- 
sele de  condiciones  á  propósito  para  equilibrar  con 
éxito  estos  inconvenientes. 

En  la  altitud  en  que  crece,  la  evaporación  es  muy 
rápida,  por  la  diminución  de  presión  atmosférica; 
así  es  que  el  maguey  necesita  estar  provisto  de  lar- 
gas raíces,  que  tomen  la  humedad  en  las  capas  pro- 
fundas del  terreno,  en  aquellas  en  donde  son  perma- 
nentes los  ju^s  que  faltan  en  la  superficie,  para 
ponerlo  á  cubierto  de  las  prolongadas  sequías  fre- 
cuentes en  la  región  del  maguey. 

En  un  lugar  de  pequeña  extensión,  es  indudable 
que  se  pueden  colocar  las  plantas  en  buenas  condi- 
ciones para  que  puedan  vivir  por  sí  solas  y  desarro- 
llarse lozanas,  lo  cual  no  se  consigue  dejándolas  ve- 
getar al  lado  de  la  planta  madre  hasta  qué  tengan  el 
tamaño  para  ser  trasplantadas;  en  este  caso  debili- 
tan á  la  madre  en  los  rendimientos  de  su  producto, 
se  crían  raquíticas  y  enfermizas  á  causa  de  que  se 


—168— 

aglomeran  muchas  de  ellas  en  un  corto  espacio,  ro- 
bándose entre  sí  una  alimentación  escasa. 

Eln  la  almáciga  al  contrario,  encuentran  una  tie- 
rra mullida  y  abonada,  con  la  humedad  convenien- 
te, lo  que  facilita  la  formación  de  las  raíces  en  gran 
cantidad,  y  ocupando  el  espacio  seüalado  á  mayor 
número  de  raíces,  tiene  que  haber  mayor  absorción 
de  jugos  alimenticios  y  por  consecuencia  mayor  de- 
sarrollo. 

Los  prácticos  dicen  que  cuando  se  trasplanta  ma- 
guey menor  de  una  vara  (Om.,838)  sin  que  se  haya 
criado  en  la  almáciga,  ''la  tierra  se  lo  come;"  ex- 
presión con  lo  cual  indican  que  el  maguey  se  pierde 
secándose  gradualmente  todas  las  pencas,  comen- 
zando por  las  superiores. 

Esto'prueba  lo  inconveniente  que  es  la  trasplan- 
tación de  asiento  del  maguey,  cuando  no  ha  pasado 
por  la  almáciga;  es  decir,  cuando  no  se  ayuda  á  la 
naturaleza. 

Para  el  henequén  se  destina  un  lugar  de  buena 
tierra  y  que  no  tenga  ninguna  sombra,  para  ir  colo- 
cando los  hijos  como  de  una  cuarta  de  alto,  (Om. 
209)  de  los  que  estén  muy  apiñados  junto  á  las  ma- 
dres, porque  se  perjudican  unos  con  otros  en  la  nu- 
trición, así  como  también  perjudican  á  la  madre. 
Seguirán  entresacándose  para  que  los  que  queden 
estén  separados  como  de  media  en  media  vara.  Los 
que  se  hubiesen  sacado  se  llevarán  al  lugar  destina- 
do para  el  semillero,  poniéndolos  de  vara  en  vara. 
En  este  lugar  es  fácil  desyerbarlos  á  coa  cuatro  ó 
cinco  veces  al  año,  y  en  el  verano  regarlos  bien  ca- 

20 


—164— 

da  ocho  días.  Con  este  cultivo  levantarán  más  pron  - 
to  que  si  estuviesen  junto  á  las  madres.  Cuando 
tengan  tres  cuartas  (0m.9628)y  se  sacarán  de  la  al- 
máciga para  trasplantarlos,  cortándolos  con  el  tron- 
co principal  ó  la  cepa  que  forma  y  preparándolos  de 
la  misma  manera  que  hemos  indicado  se  hace  para 
plantar  de  asiento  el  maguey  de  pulque.  En  el  mis- 
mo lugar  se  irán  reproduciendo  los  hijos,  siguiendo 
con  el  mismo  cultivo. 

Para  el  mezcal  generalmente  no  se  emplea  la  al- 
máciga; pero  creemoa  esta  práctica  útil  y  aunque  se 
aumenta  un  poco  el  gasto  de  producción,  se  avanzará 
más  la  época  de  la  sazón  de  la  planta  y  tendrá  me- 
jor desarrollo. 


tt  1 1  I  I  I  i  I  I  1 1 1  I  I  i  I  I  I  1 1  1 1  tt 


TRA.SPLANTR 


y^E  plantan  de  asiento  los  magueyes  de  pulque 
educados  en  la  almáciga  ó  arrancados  cuan- 
do están  de  '^encaje,"  es  decir ,  cuando  han  llegado 
atener  cinco  cuartas  (lm.y047)  de  meyolote;  para 
esto  se  dispone  el  terreno  de  la  manera  que  sea  con- 
veniente,  según  las  circunstancias  topográficas  del 
terreno,  de  manera  que  las  labores  que  vamos  á 
describir,  queden  terminadas  en  los  meses  de  Mayo 
á  Junio,  que  es  la  época  del  trasplante. 

Ehi  los  plantíos  se  rompe  el  terreno,  después  de  la 
estación  de  las  aguas  y  cuando  todavía  conserva 
humedad;  esto  es,  en  los  meses  de  Octubre  y  No- 
viembre. Se  cruza,  tercia  y  se  le  dan  los  fierros 
necesarios  á  fin  de  que  el  terreno  quede  bien  mulli- 
do y  profunda  la  cepa  de  tierra  vegetal. 


—156— 

En  el  mes  de  Mayo  se  procede  á  surcar  el  terreno 
abriendo  con  un  buen  arado,  surcos  paralelos,  equi- 
distantes  entre  sí  de  ocho  (6m.,704)  á  diez  varas 
(8m.,38)) 

El  fondo  de  estos  surcos  se  abona  con  estiércol 
bien  consumido  y  con  algunos  abonos  salinos  como 
fosfatos,  sales  de  Stassfurt,  cenizas,  salitres,  etc., 
etc.,  se  abren  cepas  distantes  cinco  varas  (4.019) 
una  de  otra,  y  en  tresbolillo. 

Algunos  cultivadores  aconsejan  se  tracen  los 
"metepantles**  (*)  de  doce  varas  (10m,056)  de  an- 
cho, y  los  magueyes  se  plantan  en  cada  surco  á  tres 
varas  [2m,514]  uno  de  otro;  pero  esta  práctica  re- 
comendada por'el  Sr;  Sánchez  y  Mora,  tiene  el  in- 
conveniente de  contener  el  desarrollo  de  la  planta  y 
el  de  formar  una  cerca  que  impide  el  libre  ejercicio 
de  los  trabajos  subsecuentes. 

Si  se  cultiva  el  maguey  con  una  planta  intercala- 
ría como  el  maíz,  la  cebada,  etc.,  se  ejecutan  las 
mismas  labores,  duplicando  las  distancias  que  aca- 
bamos de  indicar. 

En  ios  terrenos  planos  y  de  tierra  vegetal  profun- 
da»  se  abren. las  cepas  ó  fosas  exactamente  de  las 
dimensjiones  del  banco  del  maguey  <mezontete) ;  en 
los  húmedos,  se  fpn^án  alipa^tas  azofradas»  cuyo 
ancho  sea  igual  á  lo  que  debeirían  tener  los  surcos 


[*]    Se  da  este  nombre  al  terreno  comprendido 
entre  dos  surcos  de  magueyes. 


—167— 

entre  si,  según  hemos  dicho,  y  en  el  medio  de  éstas 
se  planta  el  maguey.  Por  este  procedimiento  se 
evitan  los  perniciosos  efectos  de  la  humedad,  ó  tam- 
bién es  práctica  hacer  excavaciones  de  1  metro  de 
latitud,  1  de  longitud  y  75  centímetros  de  profundi- 
dad, en  los  lugares  que  corresponden  á  cada  ma- 
guey, y  plantarlo  sobre  el  montón  que  forma  la  tie- 
rra extraída. 

En  los  terrenos  en  pendiente  se  hace  la  planta- 
ción de  dos  maneras:  en  zanjas  ó  á  nido  de  liebre. 

Para  plantar  en  zanjas,  que  también  se.  ejecuta 
en  los  terrei^os  planos,  se  cavan  zanjas  paralelas  de 
veinte  á  veinticinco  varas  [16,m76  á  20,m86]  de  lar- 
go, dos  tercias  de  ancho  [0,m568]  por  media  vara 
de  profundidad  [0,m419],  perpendiculares  ó  ligera- 
mente inclinadas  á  la  dirección  de  la  pendiente  del 
terreno,  separándolas  entre  sí  de  cuatro  á  cinco  va- 
ras [3,m35  á  4,ml9]  según  la  mayor  ó  menor  incli- 
nación.    Figura  la. 


Figura  1a. 


La  tierra  que  Se  remueve  en  estas  excavaciones 
debe  colocarse  á  lo  largo  de  la  zanja  y  en  cualquier 
lado,  si  es  plano  el  terreno ;  pero  si  es  inclinado,   se 


—158- 

colocará  del  lado  más  «Ito  de  ésta,  para  que  las 
aguas  lloTedizas,  al  deslavar  los  terrenos  altos,  no 
azolven  las  zanjas  y  se  formen  barranquillas.  Es 
conveniente  dejar  una  berma  de  media  vara  entre  el 
borde  de  la  zanja  y  la  tierra  extraída. 

•  El  espacio  ó  metepantle  que  debe  haber  entre  dos 
zanjas  paralelas,  es  relativo  á  la  inclinación  del  te- 
rreno, al  sistema  de  cultivo  y  á  la  permeabilidad  de 
las  tierras. 

Cuando  el  terreno  es  en  pendiente,  las  zanjas  tie- 
nen de  largo  tres  varas  [2,m614]  y  una  vara  de  an- 
cho [0,m838]  y  tres  cuartas  de  profundidad  [0,m619] 
separando  entre  sí  las  zanjas  de  una  misma  serie 
por  espacio  de  una  vara.  Cada  serie  de  zanjas  es- 
tá separada  de  la  que  le  sigue,  y  que  le  debe  ser  pa- 
ralela de  diez  varas  [8,m88]  á  veinticinco  varas 
[20,m930],  según  la  mayor  ó  menor  inclinación  del 
terreno. 

En  los  terrenos  tepetatosos  se  planta  el  maguey  en 
''nido  de  liebre,''  para  lo  cual  se  hace  una  excava- 
ción formando  un  borda  en  media  luna,  con  la  parte 
cóncava  hacia  la  dirección  de  la  pendiente.  La 
abertura  de  las  ramas  es  de  cerca  de  4  metros;  la 
parte  más  elevada  de  este  bordo  es  de  0,m35  á  0,m50, 
según  la  inclinación  del  terreno,  y  la  mayor  anchu- 
ra es  de  dos  metros.  Sobre  la  parte  media  y  más 
ensanchada  se  planta  el  maguey. 

Al  construir  el  bordo,  debe  revestírsele  forman- 
do un  paramento  con  las  primeras  laja^  t^>etato8as 
que  se  extraigan  al  romper  el  terreno.  . 

Este  sistema,  aunque  costoso,  tiene  la  ventaja» 


—169— 

por  la  forma  que  afecta,  de  retener  la  humedad  ne- 
cesaria á  la  planta. 

Últimamente  en  los  terrenos  planos,  se  ha  comen- 
zado á  establecer  un  sistema  vicioso  de  cultivo,  el 
cual  consiste  en  dividir  el  campo  por  medio  de  li- 
neas de  magueyes,  en  tablas  de  cincuenta  varas 
[41.m90]  de  ancho;  los  magueyes  en  cada  linea  es- 
tán á  tres  varas  (2,m41)  uno  de  otro.  Este  sistema, 
8i  bien  facilita  el  cultivo  de  los  metepantles  por  al- 
gún cereal,  tiene  por  una  parte  el  inconveniente  de 
restringir  el  número  de  magueyes  que  deberían  ca- 
ber según  el  primer  sistema  que  hemos  indicado,  y 
por  la  otra  acumular  á  los  magueyes  en  una  misma 
linea  de  terreno,  lo  que  impide  darles  un  buen  be- 
neficio á  poco  costo. 

Cuando  el  maguey  no  se  ha  educado  en  la  almá- 
ciga sino  que  se  ha  arrancado  de  la  planta  madre, 
cuando  ha  llegado  alas  cinco  cuartas,  es  convenien- 
te dejarlo  ^'escurrir"  por  algún  tiempo.  Ya  hemos 
indicado  que  el  arranque  debe  hacerse  en  los  dos 
primeros  meses  del  año;  así  es  que  los  magueyes 
pueden  dejarse  escurrir  desde  que  se  cortan  hasta  el 
momento  del  trasplante  que  es  én  Mayo,  ó  á  princi- 
pios de  Junio,  preparándolos  como  hemos  indicado 
en  la  página  160.  En  el  momento  de  plantarse  estos 
magueyes,  lo  repetimos,  se  deben  limpiar  otra  vez 
de  todas  las  partes  secas  ó  alteradas  que  tengan, 
cortándolas  con  un  cuchillo  bien  afilado. 

Los  magueyes  que  procedan  de  la  almáciga  de-* 
ben  extraerse  con  el  mayor  cuidado  posible  para  no 
romper  sus  raices,  y  plantarlos  inmediatamente. 


—160— 

Para  hacer  el  trasplante  se  va  distribuyendo  la 
planta  á  lo  largo  de  la  zanja  ó  en  la  línea;  un  peen 
abre  en  el  lugar  que  debe  ocupar  el  maguey,  un 
agujero,  procurando  que  sea  de  las  dimensiones  del 
banco  (mezontete),  y  coloca  la  planta  perfectamen- 
te vertical;  en  seguida  comprime  la  tierra  alrededor 
de  ella;  esto  tiene  por  objeto  el  que  arraigue  bien, 
pues  si  lo  hace  de  un  lado  más  qué  del  otro,  la  plan* 
ta  se  **va  de  lado,''  y  por  consecuencia  hay  dificul- 
tades para  su  raspa. 

Si  el  terreno  que  se  destina  al  cultivo  del  hene- 
quén ha  quedado  muchos  años  inculto,  se  comienza 
por  la  tala  de  los  árboles,  de  manera  á  dejar  el  te- 
rreno enteramente  descubierto,  porque  siendo  la  luz 
el  agente  que  parece  obrar  más  especialmente  en  la 
producción  de  la  fibra,  la  sombra  de  los  árboles  per- 
judicaría esta  producción,  y  el  filamento  sería  poco 
abundante.  Esta  operación  se  practica  habitual- 
mente  desde  el  mes  de  Agosto  al  mes  de  Diciembre, 
inmediatamente  después  de  las  lluvias.  Después  de 
la  tala  se  practica  la  quema  para  destruir  les  restos 
de  los  árboles  y.  los  matorrales,  operación  que  tiene 
por  efecto  limpiar  y  abonar  al  mismo  tiempo  el  te- 
rreno. En  seguida  se  procede  al  cercado  con  el 
doble  objeto  de  hacer  respetar  la  .propiedad,  é  impe- 
dir la  entrada  al  ganado.  ,Todo8  lo&  propietarios  de 
fincas  rústicas  acostumbran  cercar  los  planteles  con 
muros  hechos  de  grandes  piedras  superpuestas,  sin 
consolidarlas  con  ninguna  especie  de  mortero.  Estoa 
muros,  conocidos  allá  con  el  nombre  arcaico  de  **al- 
barradas,'*  son  de  gran  resistencia,  gracias  á  su 
corta  altura  (un  metro  á  metro  y  medio)  y  á  la  pe- 
santez y  volumen  de  los  materiales-  empleados  en  su 


—161— 

oonstruooión.  No  ae  ara  nunca  la  tierra  por  la  im- 
posibilidad áe  haoer  penetrar  en  ella  la  reja  del  ara- 
do. Antes  de  la  llegada  de  las  aguas,  conviene  ha- 
eer  una  s^unda  quema  para  acabar  de  destruir  los 
restos  de  los  árboles  que  hubiesen  quedado  y  las 
yerbas  que  posteriormente  hubiesen  crecido,  des* 
pues  de  lo  cual  se  espera  la  caída  de  las  primeras 
lluvias  para  sembrar  maíz,  frijol,  etc.,  ya  sea  con  el 
objeto  de  preparar  mejor  el  suelo  por  medio  de  los 
trabajos  ulteriores,  ó  bien  con  la  mira  altamente 
económica  de  obtener  desde  luego  un  primer  pro- 
ducto que  compense  de  alguna  manera  los  gastos 
erogados  en  la  preparación  del  terreno. 

Después  de  la  cosecha,  esto  es,  por  los  meses  de 
Setiembre  y  Octubre,  queda  el  terreno  en  estado  de 
poder  ser  plantado  en  henequén ;  pero  en  algunas 
partes  se  espera  el  año  siguiente  para  plantarlo  en 
la  estación  lluviosa,  ó  para  sembrarlo  de  nuevo  y 
recoger  una  segunda  cosecha. 

Para  trazar  un  plantel  de  henequén  se  comienza 
por  marcar  sobre  el  terreno  líneas  paralelas  á  su 
menor  dimensión  y  distantes  tres  varas  (2,m514) 
unas  de  oto*as,  dejando  á  trechos  entre  las  líneas, 
calles  ó  avenidas  suficientemente  amplias  para  el 
tránsito  de  los  carros  que  deben  hacer  el  servicio. 
Convendría  mucho,  para  mayor  facilidad  del  tras- 
porte, dejar  al  derredor  del  plantel,  dentro  del  perí- 
metro formado  por  la  albarrada,  calles  badtante  an- 
chas, de  manera  á  dar  paso,  cuando  menos,  á  dos 
carros  marchando  juntos,  uno  al  lado  del  otro,  en  la 
misma  dirección.  Sobre  las  líneas  marcadas  del 
modo  expresado,  se  planta  el  henequén . 

21 


—162— 

La  plantaciÓD  Be  practica  abriendo  laa  lineas,  y  A 
la  distanoia  de  doa  ó  tres  varas  f  l,m676  á  2,m514} 
unos  de  otroa,  hoyoa  de  0,m25  de  diámetro  por 
0,ml5  ó  0,in20  de  profundidad,  y  enterrando  dentro 
de  silos  loa  turionea  de  loa  hijos,  teniendo  cuidado 
de  no  enterrarlos  hasta  el  punto  en  donde  comienzan 
á  mostrarse  las  pencas,  porque  se  podrirían,  sobra 
todo,  cuando  la  plantación  se  hace  en  la  época  de 
las  lluvias.  Es  conveniente  la  práctioa  usual  de 
poner  dos  ó  tres  piedras  pesadas  encima  de  los  bul- 
bos enterrados,  para  mantener  fijas  las  plantas 
mientras  emiten  raíces. 

Sin  embargo  de  que  en  cualquier  tiempo  del  año 
ae  puede  sembrar  el  henequén,  á  la  caída  detasllu- 
vias  generales  es  la  mejor  época  de  colocar  los  hijoá 
en  lod  agujeros,  procurando  enterrarles  únicamente 
el  tronco  inferior,  sosteniéndolos  con  tres  ó  cuatro 
piedras  para  que  queden  bien  perpendiculares.  En 
Junio  80  puede  hacer  otra  operación  después  de  la 
caída  de  la  lluvia.  Es  necesario  desyerbar  en  Julio 
y  Noviembre,  siendo  á  coa  los  primeros  años,  por- 
que ae  consigue  con  esto  preparar  el  terreno  para 
que  las  plantas  crezcan  pronto,  se  robustezcan  y 
produzcan  muchos  hijos.  Si  no  se  pudiese  desyer- 
bar á  coa  todo  el  plantío,  se  hará,  aunque  sea  el 
contorno  de  cada  tronco,  dándole  la  extensión  de 
una  vara  de  radio  de  ella.  Si  se  tienen  en  la  mismft 
ñnca  ó  cerca  de  el!a  los  hijos  del  henequén  que 
van  á  servir  para  trasplantar,  se  esperará  que 
hayan  caído  dos  ó  tres  aguaceros  para  extraerlos 
con  raíces  de  los  planteles  ó  semilleros  y  colocarlos 
en  sus  agujeros  como  queda  dicho,  procurando  seroT 


—168— 

I 

brmr  inmediatamente  cada  día  todos  loa  que  se  airan  - 
quen,  oon  muchoouidado.  Se  adelanta  muchísimo 
por  este 


El  tamaño  más  propio  para  trasplantar  los  hijos 
del  henequén,  es  de  media  vara  [09m419]  ó  tres 
cuartas  [0,m028]  de  alto. 

Para  preparar  el  terreno  donde  se  ha  de  tras- 
plantar el  maguey  mezcal,  se  labra  bien  la  tierra  y 
se  ^azan  surcos  á  distancia  de  cuatro  varas  [3,m 
35],  y  en  las  melgas  ó  caballetes  se  plantan  los  re- 
nuevos llamados  '^semilla/'  separándolos  entre  sí 
siete  cuartas  [l,m466]. 

El  tamaño  de  los  renuevos  por  plantar  ha  de  ser, 
por  lo  menos,  de  tres  cuartas  (0,m63)  de  altura,  eli- 
giendo los  que  preseQten^  mayor  frescura  y  loza- 
nía. 

Se  separa  de  la  planta  madre  para  hacer  el  tras- 
plante, se  les  quita  la  mayor  parte  de  las  hojas  ó 
pencas,  dejándole  generalmente  seis,  privadas  de 
sus  espinas  terminales.  El  plantío  debe  hacerse  al 
principio  de  las  lluvias,  para  favorecer  el  enraiza- 
miento  y  el  desarrollo  de  la  semilla. 

Aun  cuando  hemos  dicho  que  la  lechuguilla  crece 
silvestre  en  los  lugares  que  hemos  indicado,  con- 
vendría para  su  explotación  racional  someterla  al 
cultivo. 

Experiencias  en  pequeño  nos  han  demostrado  que 


I 


—164— 

la  lechuguilla  se  desarrolla  mejor  y  produce  una 
fibra  más  fina  y  reeástente,  trasplantando  la  planta 
en  un  terreno  fértil  y  mullido,  cuando  -  tiene  de  &,m 
30  á  0,m35  de  altura,  después  de  cortarle  las  pencas 
que  ha  soltado,  colocándolas  en  surcos  distantes 
una  vara:  (0,m838)  y  separándolas  en  el  mismo  surco 
igual  distancia. 


1 1 1 1 1 1  t.t  1 1 1  ttt  1 1  tt  1 1 1 1 1 1 1 


CUIDADOS  DE  CONSERVACK^N. 


J_.OS  mejores  prácticoe  aconsejan  se  prooure  te- 
ner el  maguey  en  los  dos  primeros  afios  de 
trasplantado  exento  de  malas  yerbas,  aflojando 
anualmente  y  pooo  después  de  la  época  de  las  Uu- 
vias,  y  á  un  metro  alrededor,  el  pie  del  maguey. 

Greneralmente  se  cultiv^an  los  metepantles  de  al- 
guna gramínea,  y  con  las  labores  que  se  dan  á  ésta 
se  beneficia  el  maguey;  pero  siempre  es  convenie'n- 
te  desonyerbar  y  aflojar  el  pie  de  la  planta. 

Algunos  cultivadores  recomiendan  quitar  los  re- 
nuevos que  broten  alrededor  del  maguey  para  evi- 
tar el  que  se  ''amatorralen;''  cuya  práctica  es  muy 
buena  para  tener  siempre  planta  lozana. 


—166— 

Algunos  prácticos  también aconsi^an  quese  pode 
el  maguey  para  facilitar  el  desarrollo  del  tronco  ó 
cepa,  pues  mientras  más  desarrollado  esté,  mejor 
calidad  de  aguamiel  producirá;  pero  creen  que  esta 
operación  retarda  la  ''sazón"  de  la  planta. 

Se  hace  la  poda  generalmente  á  los  cuatro  ó  cinco 
años  de  plantado  el  maguey,  á  principio  de  la  pri- 
mavera y  en  los  primeros  días  de  Agosto,  cuya  ope- 
ración se  ejecuta  cortando  con  la  "coa"  y  con  un 
cuchillo  las  hojas  inferiores  del  maguey,  conserván- 
dole cuatro  ó  cinco  de  las  más  inmediatas  al  meyo- 
lote y  cortándole  la  punta  á  éste,  como  á  0,m05  más 
abajo  del  nacimiento  de  la  espina  terminal,  con  el  fin 
de  encontrar  la  sabia  á  la  ^epa  para  su  meyór;desa- 
rroUo. 

Después  de  trasplantado  el  henequén,  suele  prac- 
ticarse en  los  planteles  dos  escardas  cada  año,  un& 
antes  y  otra  después  de  la  estación  lluviosa.  Est^ 
escardas  se  las  ejecuta  á  brazo  de  hombre,  pór^pfr 
impoeíble-la  aplicación  de  otros  instrumentos  arato- 
riós  al  terreno  pedregoso  de  Yucatán.  Peto  dé- 
be  tenerse  el  cuidado  de  dejar  limpio  el  terreno  en 
toda  la  extensión  del  plantel-y  no  sólo  alderredor  de 
loa  taUos.eomo  es  costumbre  hacerlo.  En  donde  el 
terreno  lo  permite,,  es  económico  dar  las  escardas 
con  arado.  El  conocimiento  de  la  dirección  que  si- 
guen en  qI  sufilo  las  raÍQes  de  est«  planta  y  de  la  su* 
perficie  en  que  se  extiende,  debe  obligar  á  seguir  li- 
terarmentieeete  consejo,  qué  es  frcicirentemen te  des- 
deñado tjón  gran  perjuidio  de  la  producción. 

*  #  •  *       ■ 

La  necesidad  de  repoíier  las  plantas  que  un  aeci- 


—167— 

dente  cualquiera  hubiese  destruido,  es  suficiente- 
mente obvia  para  insistir  sobre  ella. 

E¡n  los  plantíos  de  mezcales,  cada  año  en  el  tem- 
poral de  aguas  se  ara  el  terreno  que  media  entre  las 
lineas  de  las  nuevas  plantas,  para  destruir  el  zacate 
y  demás  yerbas  que  en  aquél  espontáneamento  na- 
cen. Al  terminar  dicho  temporal,  se  quita  con  la 
"coa"  todo  vegetal  extraño  que  se  encuentre  junto 
á  la  cabeza  del  mezcal.  Por  los  meses  de  Junio  y 
Julio  se  hace  la  poda  ó  ''barbeo,"  que  consiste  en 
despojar  al  mezcal,  mediante  un  grande  y  afilado 
cuchillo  llamado  ''machete,"  de  una  parte  conside- 
rable de  las  pencas  laterales,  dejándole  solamente 
intactas  las  que  rodean  al  cogollo.  Esta  poda  se 
hace  anualmente  con  el  fin  de  que  al  tiempo  de  arar 
el  terreno,  los  bueyes  se  acerquen  á  la  planta  todo 
lo  posible,  y  el  de  beneficiarla  así  mejor:  al  mismo 
tiempo  sirve  el  barbeo  para  facilitar  el  desarrollo  del 
maguey  y  evitar  una  plaga  muy  perjudicial  que  se 
cría  y  crece  en  el  interior  de  las  pencas.  La  citada 
operación  se  practica  comunmente  ocho  veces  en  el 
espacio  de  ocho  años;  al  fin  de  este  tiempo  la  planta 
está  próxima  á  madurar. 

Los  mezcales  llegan  á  menudo  á  su  completo  sa* 
son  á  los  diez  años  de  edad;  pero  hay  algunas  es- 
pecies más  precoces  que  pueden  utilizarse  á  los  ocho 
ó  nueve. 


M  n  i  I  i  I  I  I  I  I  i  1 1  I  I  I  I  1 1  I  i  1 1 


^i^ 


I-  ■  .  ■- 1 


CÁÍSTRACION. 


I  ^A  época  de  la  castración  del  maguey  de  pulque 
se  indica  por  cierta  fisonomía  especial  de  la 
planta,  por  la  aproximación  de  las  hojas  inferioras 
al  meyolote  y  por  lo  delgado  de  éste.  Otro  de  los 
signos  característicos  es:  que  la  espina  terminal  de  i 
meyolote  se  presenta  negra,  chica  y  delgada  y  los 
bordes  <Ie  las  pencas  exteriores  que  forman  el  me-* 
yoloto  están  desproristós  hacilGL  so  cuarto  inferior  de 
espinas  (mechichiguales),  reemplazfulas  por  un  bor* 
de  continuo  y  delgado. 

Para  hacer  la  castración  se  carea  el  maguey, 
cuya  operación  consiste  en  ..buscarle  la  parte  más 
accesible,  para  que  el  tlachiquero  pueda  con  facili- 
dad hacer  la  ''raspa;"  se  corta  la  penca  más  pró- 
xima al  meyolote  y  que  está  enfrente  de  la  entrada 


— 1(»— 

I 

que  86  ha  elegido,  y  á  las  dos  hojas  exteriores  que 
la  forman  se  les  quitan  los  '^mechichig^ales"  para 
que  pueda  entrar  con  facilidad  el  tlachiquero. 

LfOS  prácticos  consideran  en  el  maguey  tres  ca- 
ras, la  "cruzada,"  la  "recruzada"  y  la  "grande." 
La  cruzada  es  la  cara  donde  se  cruzan  la?  dos  pen- 
cas más  exteriores  del  meyolote.  La  recruzada  es 
la  opuesta  á  ésta  y  en  ella  se  cruzan  tres  pencas,  y 
la  grande  es  la  que  ebtá  formada  por  la  penca  más 
externa  del  meyolote. 

Para  castrar  se  elige  la  cruzada.  Después  de 
abrirse  paso  hasta  el  meyolote,  se  separan  tres  cru- 
ces, que  consiste  en  separar  cuatro  pencas,  una  á  la 
derecha,  otra  á  la  izquierda,  otra  hacia  atrás  y  otra 
del  lado  del  castrador,  la  cual  se  arranca  y  lleva  el 
nombre  de  *41aye."  Estas  separaciones  se  repiten 
por  tres  veces,  arrancando  siempre  la  penca  que 
quede  del  lado  del  castrador.  En  seguida  se  corta 
oon  un  ouchillo  bien  afilado  todo  el  meyolote  en  la 
parte  más  baja,  y  se  extrae  la  "jicama,"  es  decir, 
toda  la  parte  en  donde  tiene  que  desarrollarse  el  pe» 
dúnoulo  floral  llamado  "quiote." 

Algunos  capan  cortando  horizontalmente  con  un 
cuohillo  la  tercera  penca,  y  como  á  siete  centímetros 
de  su  nacimiento,  y  rajan  de  arriba  á  abajo  la  parte 
de  la  penca  que  quedó  adherida  al  tallo  de  la  plan- 
ta; en  esta  inciédón  se  mete  el  quebrador  (que  es 
una  barra  de  madera  dura,  de  una  vara  de  largo 
(0m,838)  por  dos  pulgadas  (Om,046)  de  diámetro, 
terminadas  en  bisel  sus  dos  extremidades),  dando 
algunos  golpes  y  palanqueándolo  un  poco  á  fin  de 
que  se  aflojen  los  de  trozos  laterales  y  se  puedan 

22 


—170- 

extraer  con  las  manos.  Una  vez  hecho  esto,  se  re* 
piten  los  golpes  diagonales  con  el  quebrador  y  ea  el 
verdadero  asiento  del  meyolote»  para  sacar  á  tirones 
todas  las  penquitas  tiernas  interiores  amarillentas  y 
extraer  el  "quiote.'^ 

En  otras  haciendas  se  procede  de  la  manera  si- 
guiente :  Al  pie  del  meyolote  se  corta  la  qará  ó 
primera  penca  y  se  deshoja  éste  hasta  encpntrar  las 
pencas  tiernas  y  débiles,  susceptibles  de  trozarse 
con  facilidad  del  centro  por  un  solo  tirón.  Después 
con  un  '^quebrador''  se  desprende  perfectamente  la 
**jícama/' 

Otra  manera  de  castrar  consiste  en  dar  un  corte 
trasversal  en  la  base  del  meyolote,  de  manera  que 
penetre  un  poco  más  allá  del  centro  de  éste,  y  dar 
otros  dos  oblicuos  á  igual  profundidad,  de  manera 
que  la  cavidad  que  resulte  de  estos  cortes  tenga  la 
forma  de  pirámide  triangular;  en  seguida  se  mete 
inclinado  el  /'quebrador' '.entre  la  tercera  penca 
cortada,  cuya  sección  se  ye  en  el  corte  trasversal 
que  se  ha  hecho  y  se  extrae  con  él  toda  la  ^'jicama." 

Como  s»  comprende  por  la  descripcióh  de  estas 
operaciones,  el  objeto  de  la  castración  es  de^truír  el 
pedúpculo  floral  ó  bohordo  de  maguey  parpí  que 
entre  en  fruto  (*)  y  formar  una  citvidad  en  donijle  se 
deposite  la  savia  que  debería  alimentar  el  ^'quiote." 
Es  indispensable  hacer  la  sustraoción  del  ^'quiote" 


v 


,  (*)    Palabra  que  en  ,p\  lenguaje  campestre  de< 
signa  que  el  maguey  va  á  entrar  en  produeto.  .    . 


—171— 

de  una  manera  completa,  porque  si  se  queda  alguna 
parte  sin  destruir»  se  ^'atoruna''  el  maguey,  es  de- 
cir, vuelven  á  aparecer  otro  y  otros  quiotes.  Al 
maguey  '^saltado'*  en  estas  condiciones  se  le  llama 
"atorunado." 

Concluida  la  castración  por  cualquiera  de  los  mé- 
todos que  se  han  descrito,  se  limpia  la  taza  del  ma- 
guey con  mucho  cuidado  para  no  lastimar  la  base  de 
las  pencas  que  han  quedado;  se  pica  suavemente 
con  el  quebrador  el  asiento  de  la  cavidad  á  fin  de 
destruir  cualquier  elemento  generador  de  nuevo 
"quiote.** 

Lias  penquitas  interiores  al  meyolote,  tiernas  y 
amarillentas,  se  les  llama  ^'banderillas,*'  y  se  colo« 
can  algunas  de  ellas  en  las  púas  de  las  pencas  gran* 
des  para  indicar  que  los  magueyes  están  castrados* 

La  castración  generalmente  se  ejecuta  por  los 
meses  de  Mayo  y  Septiembre;  pero  debe  caparse 
todo  maguey  que  tenga  los  signos  característicos 
que  hemos  indicado,  para  saber  que  ha  llegado  á  su 
"colmo**  ó  "sazón.** 

Hace  algún  tiempo  se  ha  pedido  un  privilegio  para 
la  explotación  del  maguey  y  elaboración  del  pul* 
que,  por  un  sistema  esi>ecial,  en  el  cual  no  hay  ne* 
cesidad  de  la  castración  del  maguey,  y  el  pulque  se 
elabora  en  extracto;  pero  cuyo  procedimiento  aun 
no  se  halla  al  presente  en  explotación. 

Hacia  la  época  de  la  floración,  se  ve  salir  del  cen- 
tro de  las  plantas  del  henequén  y  erguirse  hasta  una 
altura  de  5  á  6  metros,  el  escapo  florido  que  se  lla- 
ma "bob**  en  el  idioma  de  los  mayas.    Los  cultiva^ 


-lía- 


dores  acostumbran  amputarlo  desde  que  aparece,  sía 
otro  objeto  que  el  de  suprimir  las  flores,  porque  pre- 
tenden haber  observado  que  la  miel  que  estos  órga- 
nos secretan  en  alguna  abundancia,  mancha  el  fila- 
mento de  ias  pencas  sobre  las  cuales  gotea.  Una 
persona  ilustrada  y  de  reconocida  experiencia  en  el 
arte  del  cultivo,  el  malogrado  8r.  D.  Antonio  G. 
Rejón,  ha  creído  descubrir  en  las  manchas  del  he- 
nequén, la  presencia  de  un  hongo,  y  aunque  no  se 
preocupó  de  darlo  á  conocer,  es  de  sospecharse  que 
así  aea,  porque,  como  él  lo  asegura,  estas  manchas 
ee  presentan  sobre  plantas  muy  distantes  de  las  que 
han  florecido,  y  aun  sobre  las  que  crecen  en  los 
planteles  recientemente  formados,  en  donde  no  se 
ha  verificado  aún  la  floración.  Como  quiera  que 
í^ea,  la  costumbre  de  suprimir  los  órganos  florales 
desde  su  aparición,  es  profundamente  acertada  a  las 
luce»  de  la  físiologia :  en  efecto,  la  supresión  de  las 
ñores  no  puede  más  que  favorecer  el  total  creci- 
miento de  las  úlümaa  pencas,  haciendo  afluir  aellas 
mayor  cantidad  de  savia,  mientras  que  su  perma- 
nencia sobre  el  "bob"  las  perjudicaria  en  su  desa- 
rrollo, atrayendo  hacia  las  flores  los  jugos  nutriti- 
vos de  la  planta,  en  detrimento  de  las  pencas  mis- 
mas. Sin  preocuparse,  pues,  del  accidente  más  ó 
menos  real  atribuido  á  la  miel  de  las  flores,  convie- 
ne tener  presente  que  importa  suprimirlas,  ampu- 
tando los  escapes  á  medida  que  aparecen  sobre  las 
plantas. 

Como  ya  lo  hemos  indicado,  Á  los  ocho  ó  diez  años 
los  mezcales  entran  en  sazón  y  comienza  á  desa- 
rrollarse el  bordo,  que  como  en  el  maguey  pulquero 


—17a— 

llefva  el  nombre  de  ^'quiote.*'  Al  instante  que  co- 
mienza á  aparecer  este  órgano  floral,  se  procede  á 
la  oastraoión  de  la  planta,  operación  que  consiste  en 
destruir  el  germen  de  aquel  órgano,  con  el  fin  de  con- 
centrar en  la  cepa  ó  ''mezontete,"  que  en  Jalisco 
llaman  ^'mezonfie,''  la  savia  que  más  tarde  debe  mi- 
nistrar la  materia  amilácea- sacarina,  base  funda- 
mental de  la  industria  del  ''Tequila."  Sin  esta  ope- 
ración, el  eje  florífero  ó  quiote,  cuya  altura  es  de  4 
ó  5  metros,  y  las  flores  que  lo  terminan,  absorberían 
la  totalidad  de  la  savia,  dejando  casi  inútil  el  me- 
zotttle  para  el  producto  industrial  á  que  está  desti- 
nado. Un  año  después  de  esta  operación,  se  pro- 
cede al  arranque,  para  la  preparación  del  mezcal. 


Á 


§SS{Sf$§$§ff$§fi§§iffSf{ÍI 


PICAZÓN  Y  RASPA. 


j^.L  complemento  de  la  castración  del  maguey  de 
pulque,  es  la  picazón  y  la  raspa,  operaciones 
que  tienen  por  objeto :  la  primera,  formar  la  cavidad 
en  donde  se  ha  de  depositarla  savia  sacarina,  lla- 
mada aguamiel,  y  provocar  una  irritación  para  de* 
terminar  la  afluencia  de  la  savia;  y  la  segunda, 
mantener  esta  afluencia,  quitando  de  las  bocas  de 
los  vasos  saviosos  el  sarro  ó  escara  que  se  cría  para 
determinar  la  cicatrización  que  indudablemente  per« 
judicaría  á  la  producción  del  aguamiel.  Se  acos* 
tumbra  picar  el  maguey  de  los  cuatro  á  los  seis  me- 
ses de  castrado;  pero  hay  un  signo  que  indica  cuán- 
do es  el  momento  de  hacerla,  y  es  cuando  comienza 
á  ^'mancharse:"  entonces  el  maguey  presenta  en  la 


—167— 

dente  cualquiera  hubiese  destruido,  es  suficiente- 
mente obvia  para  insistir  sobre  ella. 

En  los  plantíos  de  mezcales,  cada  año  en  el  tem- 
poral de  aguas  se  ara  el  terreno  que  media  entre  las 
lineas  de  las  nuevas  plantas,  para  destruir  el  zacate 
y  demás  yerbas  que  en  aquél  espontáneamente  na- 
cen. Al  terminar  dicho  temporal,  se  quita  con  la 
''coa"  todo  vegetal  extraño  que  se  encuentre  junto 
á  la  cabeza  del  mezcal.  Por  los  meses  de  Junio  y 
Julio  se  hace  la  poda  ó  ''barbeo,"  que  consiste  en 
despojar  al  mezcal,  mediante  un  grande  y  afilado 
cuchillo  llamado  '^machete,"  de  una  parte  conside- 
rable de  las  pencas  laterales,  dejándole  solamente 
intactas  las  que  rodean  al  cogollo.  Esta  poda  se 
hace  anualmente  con  el  fin  de  que  al  tiempo  de  arar 
el  terreno,  los  bueyes  se  acerquen  á  la  planta  todo 
lo  posible,  y  el  de  beneficiarla  así  mejor:  al  mismo 
tiempo  sirve  el  barbeo  para  facilitar  el  desarrollo  d#l 
maguey  y  evitar  una  plaga  muy  perjudicial  que  se 
cria  y  crece  en  el  interior  de  las  pencas.  La  citada 
operación  se  practica  comunmente  ocho  veces  en  el 
espacio  de  ocho  años;  al  fin  de  este  tiempo  la  planta 
está  próxima  á  madurar. 

Los  mezcales  llegan  á  menudo  á  su  completo  sa* 
zón  á  los  diez  años  de  edad;  pero  hay  algunas  es- 
pecies más  precoces  que  pueden  utilizarse  á  los  ocho 
6  nueve. 


—176— 

Los  primeros  días  después  de  la  limpia,  se  raspa:, 
sólo  una  vez  al  día;  después,  cuando  el  aguamiel  va 
aumentando,  se  raspa  por  mañana  y  tarde. 

Para  extraer  el  aguamiel  de  un  maguey,  ya  pica- 
do, el  tlaohiquero  destapa  lá  cavidad  del  maguey 
(que  siempre  está  cubierta  por  las  pencas  que  con 
este  objeto  se  le  dejaron  en  la  castración,  para  evi- 
tar que  los  perros,  los  coyotes  y  otros  animales  se  la 
beban),  y  con  un  calabazo  perforado  en  sus  dos 
extremidades,  en  la  más  delgada  de  las  cuales  está 
guarnecida  pot  un  pedazo  de  cuerno  de  toro  tallado 
en  bisel,  mete  ésta  en  la  cavidad,  hace  la  succión 
por  el  agujero  dé  la  extremidad  más  ancha,  el  líqui-' 
do  se  deposita  en  esta  parte  del  calabazo,  y  una  vez 
que  ya  no  hay  nada  eh  él  maguey,  lo  saca  y  vierte 
el  líquido  en  un  zurrón  de  piel  de  'oveja  que  lleva 
consigo  á  su  e^alda.  [Lámina  12a.]  Después,  con 
el  ocaxtle,  raspa  )a  taza  y  quita  él  métzale,  cubrién- 
dola con  las' pencas  y  una  piedra  encima  para  ma- 
yor se^rídad.  El  calabazo  con  que  se  extrae  el 
aguamiel  se  llama  "acocote."^  [•] 

Es  preciso  vigilar  que  la  raspa  se  haga  bien,  por- 
que así  se  obtiene  del  maguey  sazón  el  mayor  pro^ 
ducto. 

La  raspa  debe  llevarse,  lo  más  delgada  y  pareja 


["*]£!  acocote  es  el  fruto  de  la  planta  conocida 
con  el  nombre  científico  de  ''Lagenaria  vulgaris,*' 
var.  B  de  Linneo. 


r-177— 

posible.  Cuando  está  bien  raspado  un  maguey  la 
taza  toma  un  color  amarillo-chabacano,  y  todas  las 
hojas  se  van  inclinando  hacia  la  tierra,  de  manera 
que  al  acabar  la  raspa  todas  ellas  han  caído,  afec- 
tando la  forma  de  estrella. 

Es  prudente  que  en  tiempo  de  calor  la  aguamiel 
presente  la  menor  superficie  posible. 

Las  obligaciones  que  se  le  imponen  al  tlachique- 
ro,  son:  [*]  Castrar,  picar  y  raspar,  esto  es  lo  ge- 
neral; pero  en  algunas  partes  les  ponen  otras  obli- 
gaciones; así  cuando  se  recibe  un  tlachiquero  nue- 
vo, si  sabe  su  ejercicio,  se  le  entrega  la  tanda  co- 
rrespon(|lente.  'Eia  las  grandes  haciendas  la  tanda 
se  compone  de  40  á  70  magueyes,  y  sí  efe  un*  ranchi- 
to,  la  tanda  se  da  en  proporción  al  número  de  ma- 
gueyes de  raspa  que  tiene. 


>. 


[*]  Memoria  instructiya  sobre  el  maguey  ó  aga- 
ve mexicano,  por  José  Ramo  Zeschan  Noamira. 
1837. 


■k' 


23 


1 1 1 1  I  I  I  I  I  1 1  I  i  I  I  I  I  I  I  I  I  1 1 1 1 


ENEMIGOS  DEL  MAGUEY! 


fH  L  maguey  de  pulque,  oomo  ya  hemos  indicado, 
es  sensible  á  los  cambios  de  temperatura 
óuando  está  en  raspa.  La  tusa  y  el  metoro  mucho 
le  perjudican.  La  manera  de  desembarazarse  de 
ellos  es  la  caza.  La  lagartija  se  come  los  brotes 
cuando  se  siembra  el  mag^uey  por  semilla. 

La  humedad  y  la  sequedad  excesiva  de  la  atmós- 
fera le  son  perjudiciales  en  todo  tiempo. 

Vamos  á  describir  alg^unos  de  los  insectos  los 
más  comunes  que  atacan  al  maguey,  (véase  la 
lámina  13a)  y  de  uno  que  le  es  propicio,  to- 
mando las  descripciones  de  la  Memoria  del  Señor 
Blazquez,  publicada  en  **La  Naturaleza,**  advir- 
tiendo  que  la  clasificación  debe  ser  rectificada  por- 


—17»- 

que  el  Sr.  Blazquex  carecía  de  loe  elementos  nece- 
sarios para  esta  clase  de  estudios  y  aun  cuando 
grande  fué  su  amor  á  la  ciencia,  por  la  cual  sacri- 
ficó su  fortuna,  y  mucha  su  dedicación  al  estudio, 
en  los  trabajos  entomológicos  que  publicó  se  en- 
cuentran graves  errores;  así  es  que  damoQ  la  clasi- 
ficación corrigiendo  lo  que  nos  ha  sido  posible. 
Dice  así: 


Teria  aoavis. 

^^Este  insecto  corresponde  al  orden  6o  de  su  nom- 
bre, ^'Lepidópteres;"  á  la  sección  la.  de  los ''Diur- 
nos," á  la  primera  tribu  de  éstos,  ''Papilionidos,"  y 
al  género  "Teria.** 

"Su  cuerpo,  que  tiene  ocho  milímetros  de  diáme- 
tro, es  cilindrico,  de  la  longitud  de  las  alas,  que  tie- 
nen cuatro  centímetros,  y  está  enteramente  cubierto 
de  vello  fino.  La  cabeza  y  el  protórax  son  peque- 
ños, y  los  ojos  pardos,  grandes  y  salientes.  Tiene 
los  palpos  cortos,  cubiertos  de  pelos  escamosos,  y  el 
último  artejo  es  muy  pequeño,  desnudo,  puntiagudo 
y  duro.  Las  antenas  son  delgadas,  más  cortas  que 
el  cuerpo,  y  están  terminadas  en  una  masa  compri- 
mida y  en  punta.  Las  alas,  de  ocho  centímetros  de 
envergadura,  son  muy  delicadas  y  más  angostas 
que  las  inferiores.  El  cuerpo  es  de  un  color  gris 
uniforme  con  reflejos  brillantes  como  el  plomo,  y  la 
8ui>erficie  inferior  de  las  alas  es  aplomada,  salpica- 
da de  manchas  pequeñas,  negras  y  blancas.  El 
fondo  de  la  parte  superior  es  amarillo-rojizo,  claro, 
con  ancho  ribete  negro  y  unas  manchas  del  mismo 


—180- 

color  en  el  centro  y  otras  dos  blancas  y*  amarillas 
cerca  de  su  extremidad. .  Las  alas  inferiores  tienen 
una  orla  blanca  en  su  circunferencia,  el  borde  abdo- 
minal forma  uñ  pliegue,  y  la  celdilla  del  disco  es  ce- 
rrada. La  superficie  de  las  cuatro  alas  está  cubierta 
en  su  mayor  parte  de  un  vello  largo  tupido,  marcán- 
dose muy  bien,  en  ellas  los  nervios:  sus  cuatro  pa- 
tas posteriores  son  más  largas  que  las  delanteras; 
los  muslos  están  muy  desarrollados,  y  así  éstos  co- 
mo las  piernas  son  muy  vellosos  por  su  parte  inter- 
na: el  primer  artejo  de  los  tarsos  es  de  igual  longi- 
tud á  la  de  los  otros  reunidos,  apareciendo  por  esta 
causa  un  codo  ó  articulación,  como  si  las  patas  cons- 
taran de  cuatro  partes;  Los  últimos  artejos  están 
armados  de  dos  garfios  simples  pequeñísimos,  con- 
teniendo un  lóbulo  en  medio  de  ellos. 

Boisduvaly  Falnricio  han  descrito  con  los  nombres 
de  "Terias  Agave'*  y  "Papilio  Agave,"  una  mari- 
posa que  conviene  en  muy  pocos  caracteres  con  la 
nuestra,  y  por  lo  mismo  dudo  sea  la  que  acabo  de 
describir 

En  los  meses  deOctubre  y  de  Noviembre,  las  hem- 
bra depositan  sus  huevos  en  la  superficie  de  las  ho- 
jas del  magaeyy  •qu«  después  han  de  convertirse  en 
slimento  y  morada  de  las  orugas..  Elstos  hueveci- 
Uos  quedan  adheridos  á  la  epidermis  de  la  penca,  en 
virtud  de  la  viscosidad  de  que  están  dotados  al  tiem- 
po de  su  postura,  y  siempre  se^les  observa  dispersos 
y  nunca  en  grupqs.  ^Tienea  dos  milímetros  de  diá- 
metro; sa^figu^a  es  la  de  un  cono  truncado  con  un 
ligero  hundfanieíntD  en  su  parte  superior,  y  su  color 
es  de^  un  blanco  mate. : 


—181— 

Se  conservan  en  este  estado  hasta  los  meses  de 
Diciembre  y  Enero,  y  aun  Febrero  si  la  estación  de 
los  hielos  ha  sido  rigurosa,  época  en  que  aparecen 
ya  las  pequeñas  orugas,  las  cuales  se  introducen  en 
las  hojas,  permaneciendo  en  ellas  ocultas  hasta  me- 
diados del  año. 

Estas  orugas,  durante  cuatro  ó  cinco  meses,  per- 
judican notablemente  al  maguey,  porque  se  labran 
para  vivir,  un  cilindro  hueco  como  de  cuatro  decí- 
metros de  largo  y  uno  ó  dos  centímetros  de  diáme- 
tro. Regularmente  por  los  meses  de  Abril  y  Mayo, 
la  gente  del  campo  acostumbra  comerlas  por  su  buen 
sabor,  buscándolas  con  ansia  en  los  magueyales, 
porque  es  necesario  advertir  que  no  se  encuentran 
ni  en  todas  las  pencas,  ni  en  cualquiera  clase  de 
maguey. 

Aun  los  delicados  paladares  de  las  personas  que 
habitan  en  las  ciudades  populosas,  se  recrean  con 
este  manjar  campestre,  que  ciertamente  bien  condi- 
mentado, puede  competir  con  muchos  de  nuestra  co- 
cina civilizada.  [*] 

Estas  orugas  son  cilindricas,  rugosas  y  hasta  de 
siete  centímetros  de  largo  y  quince  milímetros  de 
diámetro,  cuando  han  llegado  ásu  perfecto  desarro- 
llo. Constan  de  doce  segmentos;  son  de  un  blanco 
sucio,  de  consistencia  blanda  y  untuosa,  excepto  la 


[*]  Por  estos  meses  venden  en  los  mercados  y  ca- 
lles de  la  Capital  los  gusanos,  en  bolsas  hechas  con 
la  cutícula  del  maguey. 


cabeza  y  el  apéndice  que  las  termina,  que  son  co- 
riáceas y  de  un  color  moreno  obscuro.  Son  entera- 
mente inodoras,  y  todo  su  cuerpo  está  salpicado  de 
puntos  pardos  menudísimos,  y  de  los  ouKles  nacen 
unos  pelos  cortos  muy  sutiles*  Como  tienen  una  piel 
diáfana,  se  ve  muy  bien  el  vaso  dorsal  con  su  movi- 
miento de '' sístole''  y  /'diástole."  Álzate,  en  sus 
^'Gacetas,"  habló  sobre  esto,  y  no  copiamos  aquí  su 
Disertación  por  ser  muy  extensa.  Carecen  de  cue- 
llo, su  cabeza  es  esférica  y  el  apéndice  es  aplanado 
y  está  dividido  en  dos  lóbulos  trasversales.  La  Na- 
turaleza no  les  dio  ojos,  por  serles  inútiles,  puesto 
que  viven  en  la  obscuridad.  Tienen  seis  patas  ver- 
daderas en  figura  de  gancho,  y  colocadas  por  pares 
en  los  tres  primeros  segmentos.  Las  falsas  patas 
son  diez,  callosas  y  situadas  también  por  pares  en 
les  segmentos  6o.,  7o.,  8o.,  9o.  y  12o.  Tienen  nue- 
ve estigmas  de  cada  lado  en  los  segmentos  lo.,  4o., 
5o.,  6o.,  7o.,  8o.,  9o.,  10o.  y  lio.  Jamás  se  les  ha 
visto  cambiar  de  piel,  y  los  indígenas  las  llaman 
' '  meocuillin : ' '  gusano  del  maguey. 

Desde  Junio  hasta  Agosto  se  trasforman  en  cri- 
sálidas, y  para  lo  cual  la  superficie  interior  del  ci^ 
lindro  en  que  viven  lo  endurecen  y  reducen  á  una 
sustancia  leñosa  hasta  un  espesor  de  dos  á  tres  mi- 
límetros, sin  duda  con  el  objeto  de  que  si  la  penca 
se  seca  y  contrae,  no  las  oprima  en  su  habitación  y 
las  haga  perecer,  ó  también  para  encontrar  un  paso 
libre  en  el  momento  de  ser  convertidas  en  insectos 
perfectos.  Estas  crisálidas  no  son  de  forma  angu- 
losa, y  se  sitúan  con  la  cabeza  hacia  arriba  en  el 
fondo  del  cilindro. 


—188— 

En  Agosto  7  Septiembre  se  desprende  el  insecto 
de  su  cubierta  coriácea  que  lo  había  tenido  encerra- 
do, y  la  rompe  primero  por  la  parte  que  corresponde 
á  su  cabeza  en  la  línea  ó  sutura  trasversal,  después 
por  el  vientre  en  todo  ei  espacio  que  ocupan  las 
patas,  permaneciendo  unida  á  su  abdomen  la  refe- 
rida cubierta,  por  otras  catorce  ó  diez  y  seis  horas, 
con  la  singularidad  notable  de  que  su  dorso  queda 
entero.  Las  alas  se  les  forman  dobladas  al  través, 
como  á  los  coleópteros,  debajo  de  sus  estuches. 
Aunque  estas  mariposas  son  diurnas,  no  nacen  sino 
en  la  oscuridad  de  la  noche.  Las  hembras  son  más 
gruesas  y  velludas  que  los  machos,  ostentando  so- 
bre sus  alas  loe  colores  negro,  blanco  y  amarillo  ro- 
jizo con  más  viveza.  Desde  que  ellas  nacen  tienen 
en  el  ovario  formados  los  huevecillos  del  mismo  ta- 
mafio  oon  que  los  dan  áluz  en  la  época  de  la  postu- 
ra, siendo  por  lo  regalar  ésta  de  25  á  30  huevos. 

Por  la  relación  exacta  que  acabo  de  hacer,  severa 
que  este  insecto  efectúa  toda  su  metamorfosis  en  el 
espacio  de  un  año. 


BOMBIX  AGAVIS. 

Este  insecto  corresponde  al  orden  6o.  ••Lepidóp- 
teros," á  la  sección  3a.  •'Nocturnos,"  á  la  primera 
tribu  de  éstos,  ••Bombicidos"  y  al  género  ••Bombix." 

Su  cuerpo  es  oblongo,  velludo,  de  quince  milíme- 
tros de  largo  y  cuatro  de  diámetro,  estando  cubierto 
todo  por  las  alas  en  los  machos,  y  con  su  extremi- 
dad descubierta  en  las  hembras,  debido  esto  á  que 


laa  segundas  tienen  el  abdomen  más  voluminoso  que 
loB  primeros.  El  tórax  es  globoso  y  muy  velludo, 
con  el  protorai  bien  marcado  y  sumamente  angosto. 
Su  cabeza  ea  muy  ppqueña,  con  loa  ojos  casi  cu- 
biertos por  el  vello.  Los  palpos  son  como  en  la  ge- 
neralidad de  eatoa  insectos  y  sin  particularidad  no- 
table. Las  antenas  son  bipectineaa  en  los  dos  se- 
xos, de  diez  milímetros  de  lai^o,  situadas  delante  de 
los  ojos,  y  teniendo  envuelta  su  base  con  unos  pin- 
celes de  vello.  La  trompa  ea  rudimentaria,  lo  que 
prueba  que  eatoa  insectos  pasan  sin  alimento  el  corto 
periodo  de  su  existencia,  como  sucede  con  los  "Noc- 
tuélidos." Tienen  seis  patas  de  igual  tamaño,  los  mus 
los  y  las  piernas  vellosas, cada  una  con  cuatro  artejos 
en  los  tarsos  y  el  último  con  dos  pequeñas  uñas.  Laa 
alas  inferiores  son  más  pequeñas  que  las  superio- 
res, y  éstas  eatán  inclinadas  cuando  el  animal  se 
halla  en  reposo ;  extendidas  miden  treinta  y  cuatro 
milímetroa  de  un  extremo  al  otro,  y  tienen  un  fleco 
de  vello  en  su  orilla  inferior.  Todo  el  color  del  in- 
secto ea  pardo  oacuro  por  la  parte  superior  y  eenizíí 
por  abajo.  El  protorax  es  más  oscuro  que  el  resfcl 
del  cuerpo,  loa  pinceles  dé  que  nacen  laa  antenas 
aon  blanquizcos,  los  ojos  negros  mates  y  las  antenas 
de  color  moreno  claro.  Cada  una  de  las  alas  su- 
periorea,  tiene  dos  líneas  trasversales  muy  angostas, 
pardas  y  negras,  y  algunas  más  pequeñas  de  los 
mismos  colores  cerca  de  los  hombros.  Desde  éstos 
hasta  la  extremidad,  y  por  la  orilla  externa  de  lae 
mismas  alas,  tionen  una  faja  de  un  blanco  sucio  oon 
algunas  manchas  negras.  Lae  alas  inferiores  soú 
blanquizcas. 

En  los  meses  de  Abril  y  Mayo  hacen  estas  marí' 


\ 


posas  sos  posturas  sobre  las  raices  y  tallos  del  ma- 
^ey,  y  nunca  en  ninguna  otra  pluita,  escogiendo 
siempre  de  preferencia  las  especies  que  conocemos 
con  los  nombres  de  ^'chichilmetl  cimarrón"  y  sus 
variedades,  y  ^^cosmetL"  Deportan  sus  hueveci- 
llos  en  número  de  cuarenta  á  cincuenta  en  grupos 
de  cinco  ó  seis,  cubiertos  con  una  sustancia  pega- 
josa y  del  color  y  consistencia  de  la  goma.  Estos 
huevecillos  son  de  la  figura  de  un  cilindro  inclinado, 
de  medio  milímetro  de  diámetro  y  de  un  milímetro 
de  altura,  de  consistencia  dura,  con  la  superficie 
áspera,  reticulada  y  de  color  de  ocre  oscuro.  La 
parte  inferior  que  les  sirve  de  base  está  cubierta  de 
una  película  blanquizca  y  delgada.  La  pequeña 
oruga  dilata  en  desarrollarse  y  romper  el  huevo  diez 
ó  doce  días,  pasados  los  cuales  se  sale  de  él  y  se 
introduce  en  las  partes  del  maguey  que  le  van  á 
servir  de  alimento  y  morada  por  algún  tiempo. 

Cuando  han  llegado  estas  orugas  á  desarrollarse 
enteramente,  lo  que  sucede  en  los  meses  de  Julio  y 
Agosto,  son  como  de  cuatro  centímetros  de  largo  y 
cinco  milímetros  de  ancho,  convexas  por  el  dorso  y 
planas  por  el  vientre.  Están  compuestas  de  doce 
segmentos  trasversales,  con  un  surco  ligero  en  me- 
dio de  cada  uno  de  ellos;  su  color  es  rojo  en  la  parte 
superior,  amarillento  en  la  inferior,  y  la  cabeza  y 
demás  partes  comeas  de  un  color  pardo  oscuro ;  las 
mandíbulas  son  casi  negras. 

La  cabeza,  las  seis  patas  verdaderas  y  el  apéndice 
ganchoso  que  tienen  sobre  el  último  segmento,  son 
de  consistencia  comea;  el  resto  del  cuerpo  escoriá- 
ceo.   Dicho  cuerpo  generalmente  es  opaco,  y  sólo 

24 


—188— 

se  distingue  en  él  el  vaso  dorsal  con  su  n^ovimíento 
de  sístole  y  diástole.  '.     .      . 

Aunque  la -cabeza  de  estas  orugas  no  está  sepa* 
rada  por  un  cuello  del  resto  del  cuerpo,  se  distingue 
fácilmente  á  primera  vista.  Es  de  figura  orbicular 
y  con  un  lóbulo  en  el  oentro  de  su  oircunférenoia, 
formado  por  el  labio  superior.  Estas  orugas  carecen 
de  ojos.    :  ',  • 

El  labio  sujierior  consiste  en  uña  piez^  deprimida, 
trasversal,  nibvibie  de  adelante  hacia  atrás  y  unida 
á  la  parte  anterior  del  eplstomo,  cubre  completa- 
mente loismaxfláreet 'Cuando  el  animal  está  én  repo- 
so, y  su  uso  es  retenerlos  alimentos  durante  lá  maé- 
tícaoión.  ' 

Las  mandíbulas  son  de  consistencia  comea,  oblQn- 
gas,  cóncavas  por  su  cara  inte^rna,  con  cuatro  en- 
dentadur<as  cadia  un$t,  opuestas  como  las  pilmas  de 
unas  pinzas  y  articuladas  con  las  extremidades  del 
labio  superior. 

Los  maxilares  son  dos,  colocados  debajo  de  las 
mandíbulas:  están  compuestas  de  dos  cilindros  ar- 
ticulados, siendo  de  menor  diámetro  el  superior,  él 
ciial  termina  en  un  apéndice  pequeño,  también  ar- 
ticulado y  papiforme.  Estos  órganos  sirven  para 
retener,  eñ  unión  del  labio  superior,  la  sustancia 
destinada  á  ser  dividida. 

El  labio  inferior  es  de^^gfura  tr^peaoide  y.  le  fi^l* 
tan  los  pequeños  palpos  que  ordinariamente  acom- 
pañan á  este  órgano  en  la  mayor  parte  de  las  otu^ 

Los  palpos  son  dps,  uno  de  cada  lado,  cilindricos, 


—187— 

terminados  por  un  pelo,  compuestos  de  dos  artejos 
y  situados  en  la  base  de  las  mandíbulas  exterior- 
mente. 

Las  verdaderas  patas  son  seis,  comeas  y  de  figura 
de  gancho,  colocadas  por  pares  en  los  tres  primeros 
segmentos  del  insecto;  las  falsas  patas  son  ocho, 
retráctiles,  y  están  colocadas  también  por  pares  en 
los  segmentos  del  7o.  al  10o.,  compuestas  de  muchos 
garfios.  Estas  orugas  tienen  nueve  estig^nas  de 
cada  lado,  en  medio  de  cada  segmento  y  arriba  de 
una  faja  que  divide  el  dorso  del  vientre;  están  co- 
locados en  los  segmentos  lo.,  4o.,  6o.,  6o.,  7o.,  8o., 
9o.,  10o.,  y  lio.  Estos  estigmas  son  circulares  y 
con  su  borde  comeo. 

Tienen  estos  insectos  algunos  pelos  sobre  sus  cos- 
tados, en  la  cabeza  y  palpos;  despiden  un  olor  ^'sui 
generis"  penetrante,  y  la  muda  de  piel  la  hacen  en 
diez  ó  doce  horas,  abriéndose  por  el  vientre  al  des- 
prenderse el  insecto  de  ella.  En  todo  el  tiempo  que 
permanecen  en  los  tallos  del  maguey  verifican  tres 
mudas  de  piel,  y  ya  sepultados  en  la  tierra  y  en  el 
momento  preciso  de  convertirse  en  crisálidas,  ex- 
perimentan su  cuarta  y  última  muda. 

Viven  en  comunidad  en  los  nidos  ó  galerías  que  se 
fabrican  en  los  tallos  subterráneos  del  maguey,  y  en 
ellos  se  alimentan  por  cinco  meses  con  la  sustancia 
del  mismo  tallo,  al  cual  dañan  notablemente,  por- 
que lo  petrifican  y  reducen  á  una  sustancia  roja. 

Vulgarmente  llaman  á  estas  orugas  las  gentes  del 
campo  '^chiloouiles,  tocóles' '  ó  ^'gusanos  colora- 
dos.'' 


i 


LfOS  meses  que  ya  dejo  dichos,  antes  de  Julio  y 
Agosto^  son  la  época  del  año  en  que  los  dependien- 
ted  de  las  haciendas  buscan  con  afán  estas  orugas 
coloradas  para  comerlas»  preparadas  del  mismo  mo- 
do que  los  gusanos  blancos  del  ^^Teria/'  aunque  no 
son  tan  sabrosos  como  estos  últimos. 

Luego  que  pasa  la  estación  de  las  lluvias  y  se 
anuncia  el  inyiemOy  se  salen  estas  orugas  en  grupos, 
de  los  magueyes  en  que  han  vivido  y  se  han  alimen- 
tado por  tanto  tiempo,  y  se  introducen  en  los  agu- 
jeros que  naturalmente  se  encuentran  formados  en 
la  tierra.  Arrojan  una  baba  sedosa,  con  la  cual  for- 
man una  tela  gruesa  y  tupida  que  les  sirve  para  cu^ 
brír  la  entrada  y  el  fondo  de  los  agujeros,  donde 
pasan  adormecidas  y  sin  tomar  ningún  alimento  en 
la  estación  del  invierno.  (*)  A  fines  de  esta  estación, 
por  el  iñes  de  Febrero,  y  cuando  se  aproxima  el  tiém  - 
po  en  que  deben  trásformarse  en  crisálidas,  se  des- 
coloran hasta  quedar  con  una  ligera  tinta  de  un  ama- 
rillo pálido.^ 

En  los  m^ses  de  Marzo  y  Abril  se  tirasf orman  en 
crisálidas,  para  lo  cual  mudan  por  última  vez  de  piel, 
como  dije  ante3.    Estas  crisálidas  son  desnudas,  ca- 


(*)  He  con^ervi^p  por  once  meses  algunas  de  es- 
tas orugas  sin  d^trí^iB  ningún  alimentp,  y  han  per- 
manecido vivas,  con  sus  movimientos  naturales  y 
sin  alteración  eñ  su  salud.  He  visto  también  otras 
de  estas  orugas  atacar  á  sus  compafieras  para  ali- 
mentarse con  ellas. 


recen  de  inguloe  y  su  color  es  amarillo  pajizo  muy 
brillante.  Los  cuatro  primeros  segmentos  de  abdo- 
men están  como  plagados  y  embutidos  los  unos  en 
los  otros,  y  armados  en  su  borde  de  una  multitud  de 
espinas  muy  pequeñas.  Supongo  que  éstas  no  son 
otra  cosa  que  las  mismas  que  formaban  las  falsas 
patas  de  la  oruga  y  que  se  han  extendido  en  la  cri- 
sálida. Las  patas  se  le  forman  al  insecto  sobre  el 
dorso  é  inmediatas  á  las  antenas,  en  estado  aún  de 
ninfa.  Se  les  observan  algunos  movimientos  en  el 
abdomen,  por  medio  de  los  cuales  y  con  el  auxilio  de 
las  coronas  de  espinas  que  adornan  cada  uno  de  los 
segmentos  abdominales,  se  arriman  á  la  entrada  de 
los  agujeros  para  desprenderse  de  la  cubierta  que 
las  ha  tenido  encerradas,  lo  cual  ejecutan  siempre 
rompiéndola  primero  por  la  parte  que  corresponde  al 
pecho.  Hacen  esta  operación  en  las  primeras  ho* 
ras  de  la  noche,  y  pasadas  dos  ó  tres  horas,  pueden 
ya  lanearse  al  aire  para  efectuar  la  unión  de  los  dos 
sexos  y  propagar  la  especie. 

Como  la  cubierta  de  la  crisálida  es  diáfana,  al  irse 
formando  la  mariposa  aparece  aplomada,  por  tras* 
parentarse  su  color.  En  estas  crisálidas  se  sigue  con 
la  vista  el  desarrollo  del  insecto. 

Sólo  vuelan  estos  ^^lepidópteros"  en  las  altas  ho- 
ras de  la  noche,  pues  son  muy  torpes  durante  el  día ; 
no  ven  absolutamente  nada  y  permanecen  ocultos, 
mientras  alumbra  el  sol,  en  los  lugares  más  sombríos 
y  debajo  de  las  pencas  de  los  magueyes. 

Eiste  insecto  realiza  todas  sus  metamorfosis  en  el 
espacio  de  un  año,  como  el  ^^Teria,"  aunque  las  ha* 


-1«0— 

ce  en  periodoé  y  estaciones  diferentes  'd«  los  de  esté 
último. 


PHíENAX  auricoma. 

En  la  época  en  que  I^s  orugas  del  "bombyaj:** 
abandonan  los  magueyes  para  trasladarse  é^  los  agu- 
jeros en  que  deben  convertirse  en  crisálidas,  apare- 
ce un  insecto  de  los  "hemípteros,"  del  género  "pbfP- 
najc,"  conocido  vulgarmente  con.  el  nombre  de  "ga-r 
llito,^'  que  ataca  y  destruye  un  grto  nújcnero  de  di- 
chas orugas,  sin  lo  cual  sufríría,n  n^ayoreg  daños  los 
magueyales.  Continuamente  se  les  ve  en  ese  tiem- 
po aplicar  á  ellas  su  largo  ]|;:ostro  para  extra,erles  la 
sustancia  grasosa  de  que  se  componen.    ,, 

El  ^^p}i6^nax"  tiene  ^1  cuerpo  oblongo»,  gtueeo-y 
corto.  Su  parte  superior  es  amarillenta,  esponjosa 
y  recogida  en  pliegues  á  los  lados  del  abdomen  ^  la 
parte  inferior  de  éste  es  coriácea,  negruzca,  con  el 
bordé  de  sus  segmentos  rojo  y  terminado  en  yii  ap^nr 
dice  pedjnculado  y  de  figura  de  alarbadá.  Todo  el 
abdomen  está  envuelto  en  una  sustancia  blanca,  al •" 
godonosa,  que  se  desprende  con  facilidad  y  es  íñuy 
suave  al  tacto,..  El, bprde  anterior  del  coselete  se  ^- 
tiende  spbre  los  hopibros,  y  pl  escudo  es  triangular 
y  descubierto.  Sus  ojos  soi^  pequeños  y  sali^iiites; 
las  antenas  muy  cortas;  ^f ericas,  pediculada?^  tfi^ 
tuadas  en  una  d^pr$}sión  4e  la  frente  abajo  de  lo^ 
ojos.  El  rostro  es  trímero,  con  el  primer  artejo  en- 
cajonado entre  las  woioaa  de  las  dos  patas  delante- 
rad,  y  el  segundó  art^a  muy  largo.   Las  patas  pps- 


—191— 

teriores  tienen  las  piernas  muy  largas ;  cada  una  de 
las  seis  patas  consta  de  dos  artejos  en  los  tarsos,  j 
el  seg^undo  de  estos  tiene  dos  uñas:  todas  estas  par- 
tes son  de  un  color  amarillo  sucio  con  manchas  ne* 
gras. 

En  las  articulaciones  de  los  muslos  con  las  pier- 
ñas,  tienen  algunas  espinas.  Las  alas  superiores 
80Q  más  largas  que  las  inferiores  y  de  doble  longi* 
tud  que  el  cuerpo,  reticuladas,  semitrasparentes  y 
negras,  con  los  hombros  rojos.  Las  alas  inferiores 
son  trasparentes,  reticuladas,  blancos  y  con  una 
faja  ancha,  negruzca  en  su  borde. 

El  Sr.  Blasquez  le  ha  dado  el  nombre  ''Tingis 
Bombycida,"  por  la  voracidad  con  que  persigue  á 
las  orugas  del  **Bombix  agavis,*'  y  creyó  que  era 
una  especie  nueva,  desconocida  de  los  naturalistas 
europeos,  no  estando  por  lo  mismo  clasificada. 

Este  insecto  es  muy  singular,  ya  por  alimentarse 
exclusivamente  de  las  referidas  orugas,  como  por  la 
sustancia  algodonosa  en  que  se  halla  envuelto  su 
abdomen. 


VeLIA  AGAVIS. 

Este  insecto  corresponde  al  orden  4o,  ^'Hemípte- 
ros;''  á  la  sección  la.,  ^^Heterópteros;"  á  la  familia 
5a.,  ^'Hidrómetras,*'  y  al  género  "Velia." 

Su  cuerpo  tiene  20  milímetros  de  largo  y  3  de  an* 
oho;  la  cabeza  es  muy  pequeña  en  comparación  del 
cuerpo,  y  de  figura  romboidal;  las  antenas  son  tan 


Á 


-lea— 


largae  como  el  cuerpo,  filiformes,  de  cuatro  artejos, 
siendo  el  segundo  y  el  cuarto  muy  pequeños  y  ioa 
otros  dos  bastante  largos.  Estas  antenas  naeea 
casi  en  la  extremidad  de  la  cabeza  y  delante  de  los 
ojos,  que  son  laterales,  salientes  y  lieos.  El  pico  Ib 
nace  de  la  frente,  y  aparentemente  consta  de  dos 
partes.  El  protorax  es  trapesoide,  ensanchan doso. 
por  la  parte  posterior,  y  tiene  dos  pequeñas  promí' 
nenciaa  se  mi  esféricas  por  la  anterior.  El  escudo  ei 
triangular  y  pequeño.  La  parte  superior  de  los  hé- 
litros  es  casi  de  la  consistencia  de  la  inferior,  y  coq: 
venas  salientes.  Tanto  los  hélitros  como  las  alasT 
cubren  enteramente  el  abdomen  y  sobresalen  de  él 
por  su  extremidad. 

Las  patas  anteriores  y  posteriores  son  más  largas 
que  las  medianas,  y  todas  son  muy  delgadas.  El 
primer  par  está  situado  en  dos  protuberancias  del 
protorax  por  su  parte  inferior,  y  loa  otros  dos  pares 
están  separados  del  primero  y  colocados  á  los  lados 
del  abdomen.  Todas  las  patas  están  cubiertas  de  i 
vello  fino,  y  constan  de  un  solo  tarso  con  dos  p©- I 
quenas  uñas,  "  I 

La  parte  superior  de  la  cabeza,  los  ojos,  las  ante- 
nas, el  rostro,  el  protoraz,  el  escudo.  los  hélitros  y 
las  patas  son  de  color  negro  mate;  todo  el  resto  del 
insecto  es  rojo,  lo  mismo  que  la  orilla  del  protorax 
y  los  hombros.  En  cada  muslo  tiene  dos  pequeñas 
manchas  amarillas,  y  los  seis  segmentos  del  abdo- 
men están  marcados  con  una  linea  de  este  mismo 
color  y  otra  negra.  Las  alas  son  pardas.  Los  hé- 
litros de  los  machos  tienen  en  su  parte  media  unu 
manchas  triangulares  amarillas. 


I 


—188- 

Estos  insectos  se  alimentan  exclusÍTamente  de  la 
aguamiel  de  los  magueyes,  sobre  los  cuales  viven 
en  gran  número. 

El  ^'Chrysomphalus  agavis''  de  la  tribu  de  los  coc- 
cianos  y  del  orden  de  los  hemípteros,  conocido  con 
el  nombre  vulgar  de  ^ 'piojo  del  maguey,"  perjudica 
notablemente  á  la  planta,  pues  cubre  completamen- 
te las  pencas,  las  agota  por  la  succión  de  sus  jugos 
y  las  mata.  La  figura  exterior  es  la  de  un  casquete 
esférico  más  ó  menos  regular  de  un  diámetro  próxi* 
mámente  de  un  milímetro;  de  un  color  gris  sucio  con 
una  manchita  morena  obscura  en  el  centro.  Es  el 
casco  de  la  hembra  debajo  del  cual  existen  las  lar- 
vas. 

A  principios  del  año  (1901)  me  remitió  unos  ejem- 
plares el  Sr.  Beltrán,  de  San  Andrés  Chalchicomu* 
la,  manifestándome  el  destrozo  que  causaban  en  los 
maguey  ales  y  en  contestación  publiqué  en  el  '^  Bo- 
letín de  la  Sociedad  Agrícola  Mexicana"  las  siguien- 
tes recetas  para  su  destrucción,  que  también  usé  en 
el  año  de  1^4  contra  el  pulgón  del  café : 

Jabón  n^^ro,  media  libra.  Petróleo,  veinte  cuar- 
tillos.   Agua,  diez  cuartillos. 

Pónganse  á  calentar  los  diez  cuartillos  de  agua  y 
cuando  esté  hirviendo  disuélvase  el  jabón.  Hecha 
la  solución  viértase  en  ella  el  petróleo  y  remuévase 
fuertemente  por  espacio  de  un  cuarto  de  hora,  te- 
niendo cuidado  de  separar  de  la  lumbre  la  solución 
antes  de  poner  el-petróleo,  para  evitar  el  que  éste  se 
inñame :  cuando  ya  está  fría  se  le  agregan  270  cuar- 
tillos de  agua,  se  agita  y  se  riegan  los  magueyes 

25 


—194— 

atacados,  con  un  aparato  pulverizador  ó  con  rega- 
dera de  finos  agujeros.  Si  el  agua  es  caliza  y  no 
puede  obtenerse  buena,  entonces  se  sustituye  ésta 
con  el  suero. 

También  se  usa  con  éxito  la  sígnente : 

Cal  viva,  una  y  media  arrobas.  Azufre,  veinte  li- 
bras.    Sal,  quince  libras.    Agua  000  cuartillos. 

El  azufre  en  polvo  y  diez  libras  de  cal  se  ponen 
con  doscientos  caartillos  de.  agua  en  una  caldera. 
Se  hacen  hervir  á  fuego  vivo  hasta  que  el  azufre  se 
haya  disjaelto  completamente  y  la  mezcla  tome  un 
color  ambarino.  Se  coloca  en  otro  recipiente  ei 
resto  de  la  cal  y  se  le  agrega  bastante  agua  caliente 
para  apagarla  y  cuando  esté  hirviendo  por  el  mismo 
calor  que  desprende  al  hidratarse,  se  le  añade  la  sal. 
Disuelta  ésta  se  mezcla  esta  solución  con  la  primera, 
se  pone  al  fuego  y  se  remueve  manteniéndola  hir- 
viendo por  tres  cuartos  de  hora  y  después  se  le  agre- 
ga el  ag^a  que  falte  para  completar  los  seiscientos 
cuartillos.    Se  aplica  con  regadera  ó  irrigador. 

El  pinacate  del  maguey  (Sphenophorus  spinolse?) 
es  un  gorgojo  que  causa  muchos  perjuicios.  Se  le  co- 
noce con  el  nombre  de  pinacate  y  á  la  planta  ataca- 
da, con  el  de  maguey  apinacatado.  Recomiendo  una 
mezcla  formada  de  460  gramos  de  verde  de  Paris  en 
450  litros  de  agua  y  9  litros  de  lechada  de  cal  agua- 
da ;  aplicando  esta  papilla  con  bomba  irrigadora  ó 
con  jeringa. 

Por  último,  entre  los  insectos  nocivos  al  maguey, 
tenemos  el  fraile  ( Acanthoderes  funeraria)  que  pue- 
de combatirse  con  la  mezcla,  anterior. 


—185— 

En  ciertas  haciendas  de  los  Llanos  de  Apam  sue- 
le presentarse  la  podredumbre  del  maguey  determi- 
nada por  un  hongo  del  género  Phytophthora  muy 
semejante  á  la  '^infestans'*  de  Mont;  acaso  sea  una 
variedad  afine  de  esta  especie. 

Esta  enfermedad  la  hemos  observado  y  estudiado 
en  la  hacienda  de  Ometusco  en  compañía  del  Dr. 
Víllada.  El  aspecto  de  la  enfermedad  es  como  si- 
g;ae:  EIn  la  extremidad  del  meyolote  aparecen  unas 
manchas  morenas  de  diversas  dimensiones,  estando 
desorganizado  el  tejido  parenquimatoso  en  el  lugar 
que  ocupan,  y  en  muchas  de  ellas  trasformado  en 
ana  masa  pastosa  bastante  Qscura.  Deshojados  al- 
gunos meyolotes  se  nota  que  la  podredumbre  parece 
que  invade  del  exterior  al  interior  y  de  la  extremi- 
dad á  la  base,  pero  examinando  detenidamente  se 
descubre  interiormente  manchas  más  extensas  de 
podredumbre  muy  avanzadas  y  en  las  pencas  más 
profundas  manchas  pequeñas  de  un  color  ligera- 
mente oscuro  y  trasparente.  Esta  enfermedad  se 
presenta  en  los  magueyales  por  manchones.  Ataca 
de  preferencia  las  almácigas.  El  tratamiento  que 
aconsejo  contra  esta  enfermedad,  es  quemar  la  plan- 
ta invadida  en  el  lug^r  y  regarlo  con  dos  litros  de 
una  solución  de  sulfato  de  cobre  al  3  pg 

Los  hijos  tiernos  del  henequén  los  come  el  gana- 
do vacuno,  los  cochinos,  venados,  cabras,  etc.,  y  al- 
gunos de  ellos,  cuando  les  falta  pasto  verde  y  apura 
el  verano,  acometen  hasta  á  las  hojas  grandes  para 
masticar  y  chuparles  el  jugo.  El  caballar,  aunque 
no  lo  come,  trilla  el  terreno  y  mata  los  hijos.  El  in- 
secto de  la  familia  de  los  coleópteros,  llamado  en  la 


i 


—188— 

Los  roeees  que  ya  dejo  diehoa,  antes  de  Julio  y 
A^sto,  eon  la  época  del  año  en  que  los  dependien* 
tea  de  las  haciendas  buscan  con  afán  estas  orugas 
coloradas  para  comerlas,  preparadas  del  mismo  mo- 
do que  los  gusanos  blancos  del  "Teria,"  aunque  no 
son  tan  sabrosos  como  estos  últimos, 

Lueg;o  que  pasa  la  estación  de  las  lluvias  y  se 
anuncia  el  invierno,  se  salen  estas  orugas  en  grupos, 
de  los  magueyes  en  que  han  vivido  y  se  han  alimen- 
tado por  tanto  tiempo,  y  ee  introducen  en  los  agu- 
jeros que  naturalmente  se  encuentran  formados  en 
la  tierra.  Arrojan  una  baba  sedosa,  con  la  cual  for- 
man ana  tela  gruesa  y  tupida  que  lessirve  para  cu- 
brir la  entrada  y  el  fondo  de  los  agujeros,  donde 
pasan  adormecidas  y  sin  tomar  ningún  alimento  en 
la  estación  del  invierno.  (*)  A  fines  de  esta  estación, 
por  el  mes  de  Febrero,  y  cuando  se  aproxima  el  tiem- 
po en  que  deben  trasformarae  en  crisálidas,  se  dea- 
coloran  hasta  quedar  con  una  ligera  tinta  de  un  ama- 
rillo pálido. 

En  los  meses  de  Marzo  y  Abril  se  trasforman  en 
crisálidas,  para  lo  cual  mudan  por  última  vez  de  piel, 
como  dije  antes.     Estae  crisálidas  son  desnudas,  ca- 


(')  He  conservado  por  once  meses  algunas  de  es- 
tas orugas  sin  darles  ningún  aumento,  y  han  per- 
manecido vivas,  con  sus  movimientos  naturales  y 
sin  alteración  en  su  salud.  He  visto  también  otras 
de  estas  orugas  atacar  á  sus  compañeras  para  ali- 
mentarse con  ellas. 


I 


recen  de  inguloe  y  su  color  es  amarillo  pajizo  muy 
brillante.  Los  cuatro  primeros  se^n^entos  de  abdó* 
men  están  como  plegados  y  embutidos  los  unos  en 
los  otros,  y  armados  en  su  borde  de  una  multitud  de 
espinas  muy  pequeñas.  Supongo  que  éstas  no  son 
otra  cosa  que  las  mismas  que  formaban  las  falsas 
patas  de  la  oruga  y  que  se  han  extendido  en  la  cri- 
sálida. Las  patas  se  le  forman  al  insecto  sobre  el 
dorso  é  inmediatas  á  las  antenas,  en  estado  aún  de 
ninfa.  Se  les  observan  algunos  movimientos  en  el 
abdomen,  por  medio  de  los  cuales  y  con  el  auxilio  de 
las  coronas  de  espinas  que  adornan  cada  uno  de  los 
segmentos  abdominales,  se  arriman  á  la  entrada  de 
los  agujeros  para  desprenderse  de  la  cubierta  que 
las  ha  tenido  encerradas,  lo  cual  ejecutan  siempre 
rompiéndola  primero  por  la  parte  que  corresponde  al 
pecho.  Hacen  esta  operación  en  las  primeras  ho* 
ras  de  la  noche,  y  pasadas  dos  ó  tres  horas,  pueden 
ya  lamparse  al  aire  para  efectuar  la  unión  de  los  dos 
sexos  y  propagar  la  especie. 

Como  la  cubierta  de  la  crisálida  es  diáfana,  al  irse 
formando  la  mariposa  aparece  aplomada,  por  tras* 
paren  tarso  su  color.  En  estas  crisálidas  se  sigue  con 
la  vista  el  desarrollo  del  insecto. 

Sólo  vuelan  estos  *  lepidópteros"  en  las  altas  ho- 
ras de  la  noche,  pues  son  muy  torpes  durante  el  día; 
no  ven  absolutamente  nada  y  permanecen  ocultos, 
mientras  alumbra  el  sol,  en  los  lugares  más  sombríos 
y  debajo  de  las  pencas  de  los  magueyes. 

Este  insecto  realiza  todas  sus  metamorfosis  en  el 
espacio  de  un  año,  como  el  '^Teria,"  aunque  las  ha* 


—188— 

Los  meses  que  ya  dejo  dichos,  antes  de  Julio  y 
Agosto,  son  la  época  del  año  en  que  los  dependien- 
tes de  las  haciendas  buscan  con  afán  estas  orugas 
coloradas  para  comerlas,  preparadas  del  mismo  rao- 
do  que  los  gusanos  blancos  del  "Tena,"  aunque  no 
son  tan  sabrosos  como  estos  últimos. 

Luego  que  pasa  la  estación  de  las  lluvias  y  se 
anuncia  el  invierno,  se  salen  estas  orugas  en  grupos, 
de  los  magueyes  en  que  han  vivido  y  se  han  alimen- 
tado por  tanto  tiempo,  y  se  introducen  en  los  agu- 
jeros que  naturalmente  se  encuentran  formados  en 
la  tierra.  Arrojan  una  baba  sedosa,  con  la  cual  for- 
man ana  tela  gruesa  y  tupida  que  les  sirve  para  cu- 
brir la  entrada  y  el  fondo  de  los  agujeros,  donde 
pasan  adormecidas  y  ain  tomar  ningún  alimento  en 
la  estación  del  invierno.  (")  A  fines  de  esta  estacióo.: 
por  el  mea  de  Febrero,  y  cuando  se  aproxima  el  tiéni» 
po  en  que  deben  trasformarse  en  crisálidas,  se  des* 
coloran  hasta  quedar  con  una  ligera  tinta  de  un  ama* 
rillo  pálido.  ' 

En  los  meses  de  Marzo  y  Abril  se  trasforman  ea 
crisálidas,  para  lo  cual  mudan  por  última  vez  de  piel) 
como  dije  antes.     Estas  crisáhdaa  son  desnudas,  ca* 


(■)  He  conservado  por  once  meses  algunas  de  es* 
tas  orugas  sin  darles  ningún  alimento,  y  han  per- 
manecido vivas,  con  sua  movimientos  naturales  y 
sin  alteración  en  su  salud.  He  visto  también  otras 
de  estas  orugas  atacar  ¿  sus  compañeras  para  ali- 
mentarse con  ellas. 


—191— 

teriores  tienen  las  piernas  muy  largas;  cada  una  de 
las  seis  patas  oonsta  de  dos  artejos  en  los'  tarsos,  j 
el  segundo  de  estos  tiene  dos  uñas:  todas  estas  par* 
tes  son  de  un  color  amarillo  sucio  con  manobas  ne* 
gras. 

En  las  articulaciones  de  los  muslos  con  las  pier- 
ñas,  tienen  algunas  espinas.  Las  alas  superiores 
son  más  largas  que  las  inferiores  y  de  doble  longi- 
tud  que  el  cuerpo,  reticuladas,  semitrasparentes  y 
negras,  con  los  hombros  rojos.  Las  alas  inferiores 
son  trasparentes,  reticuladas,  blancos  y  con  una 
faja  ancha,  negruzca  en  su  borde. 

El  Sr.  Blasquez  le  ha  dado  el  nombre  -'Tingis 
Bombycida,"  por  la  voracidad  con  que  persigue  á 
las  orugas  del  *'Bombix  agavis,"  y  creyó  que  era 
Qna  especie  nueva,  desconocida  de  los  naturalistas 
europeos,  no  estando  por  lo  mismo  clasificada. 

Este  insecto  es  muy  singular,  ya  por  alimentarse 
exclusivamente  de  las  referidas  orugas,  como  por  la 
sustancia  algodonosa  en  que  se  halla  envuelto  su 
abdomen. 


Velia  agavis. 

Este  insecto  corresponde  al  orden  4o,  **Hemípte- 
rós;"  á  la  sección  la.,  "Heterópteros;"  á  la  familia 
5a.,  ^'Hidrómetras,*'  y  al  género  "Velia.** 

Su  cuerpo  tiene  20  milímetros  de  largo  y  3  de  an* 
oho;  la  cabeza  es  muy  pequeña  en  comparación  del 
cuerpo,  y  de  figura  romboidal ;  las  antenas  son  tan 


largas  como  el  cuerpo,  filiformes,  de  cuatro  artejos, 
alendo  el  segundo  y  el  cuarto  muy  pequeños  y  los 
otros  dos  büstante  largos.  Estas  antenas  nacea 
casi  en  la  extremidad  de  la  cabeza  y  delante  de  loB 
ojos,  que  son  laterales,  salientes  y  lisos.  El  pico  1» 
nace  de  la  frente,  y  aparentemente  consta  de  do» 
partes.  El  protorax  es  trapeaoide,  ensanchándose 
por  la  parte  posterior,  y  tiene  dos  pequeñas  promi- 
nencias semiesféricas  por  la  anterior.  El  escudo  ecf 
triangular  y  pequeño.  L,a  parte  superior  de  los  hé- 
litros  es  casi  de  la  consistencia  de  la  inferior,  y  con' 
venas  salientes.  Tanto  los  hélitros  como  las  alas. 
cubren  enteramente  el  abdomen  y  sobresalen  de  él 
por  su  extremidad. 

Las  patas  anteriores  y  posteriores  son  más  largas 
que  las  medianas,  y  todas  son  muy  delgadas.  E^ 
primer  par  está  situado  en  dos  protuberancias  dei 
protorax  por  su  parte  inferior,  y  los  otros  dos  parea 
están  separados  del  primero  y  colocados  á  los  lados 
del  abdomen.  Todas  las  patas  están  cubiertas  dé 
vello  fino,  y  constan  de  un  solo  tarso  con  dos  pe*' 
quenas  uñas.  " 

La  parte  superior  de  la  cabeza,  los  ojos,  las  ante- 
nas, el  rostro,  el  protorax,  el  escudo.  los  hélitros  y 
las  patas  son  de  color  negro  mate;  todo  el  resto  del 
insecto  es  rojo,  lo  mismo  que  la  orilla  del  protorax 
y  los  hombros.  En  cada  muslo  tiene  dos  pequeñas 
manchas  amarillas,  y  los  seis  segmentos  del  abdo- 
men están  marcados  con  una  línea  de  este  mismo 
color  y  otra  negra.  Las  alas  son  pardas.  Los  hé- 
litros de  loa  machos  tienen  en  su  parte  media  unas  _ 
manchas  triangulares  amarillas. 


—188- 

Estos  insectos  se  alimentan  exclusiyamente  de  la 
aguamiel  de  los  magueyes,  sobre  los  ouales  viven 
en  gran  número. 

El  ^'Chrysomphalus  agavis"  de  la  tribu  de  los  coc- 
cianos  y  del  orden  de  los  hemipteros,  conocido  con 
el  nombre  vulgar  de  'apiojo  del  maguey,"  perjudica 
notablemente  á  la  planta,  pues  cubre  completamen- 
te las  pencas,  las  agota  por  la  succión  de  sus  jugos 
y  las  mata.  ■  La  figura  exterior  es  la  de  un  casquete 
esférico  más  ó  menos  regular  de  ün  diámetro  prózi* 
mámente  de  un  milímetro;  de  un  color  gris  sucio  con 
una  manchita  morena  obscura  en  el  centro.  Es  el 
casco  de  la  hembra  debajo  del  cual  existen  las  lar- 
vas. 

A  principios  del  año  (1901)  me  remitió  unos  ejem- 
plares el  Sr.  Beltrán,  de  San  Andrés  Chalchicomu- 
la,  manifestándome  el  destrozo  que  causaban  en  los 
magueyales  y  en  contestación  publiqué  en  el  ^'Bo- 
letín de  la  Sociedad  Agrícola  Mexicana"  las  siguien- 
tes recetas  para  su  destrucción,  que  también  usé  en 
el  año  de  1894  contra  el  pulgón  del  café : 

Jabón  n^^ro,  media  libra.  Petróleo,  veinte  cuar- 
tillos.   Agua,  diez  cuartillos. 

Pónganse  á  calentar  los  diez  cuartillos  de  agua  y 
cuando  esté  hirviendo  disuélvase  el  jabón.  Hecha 
la  solución  viértase  en  ella  el  petróleo  y  remuévase 
fuertemente  por  espacio  de  un  cuarto  de  hora,  te- 
niendo cuidado  de  separar  de  la  lumbre  la  solución 
antes  de  poner  el-petróleo,  para  evitar  el  que  éste  se 
inñame:  cuando  ya  está  fría  se  le  agregan  270  cuar- 
tillos de  agua,  se  agita  y  se  riegan  los  magueyes 

25 


—194- 

atacados,  con  un  aparato  pulverizador  6  con  rega- 
dera de  finos  agujeros.  Si  el  agua  ea  caliza  y  no 
puede  obtenerse  buena,  entonces  se  sustituye  éats 
con  el  suero. 

También  se  usa  con  éxito  la  síg:uiente: 

Cal  viva,  una  ymediaarrobaa.  Azufre,  veinte  li- 
bras.    Sal,  quince  libras.     Agua  600  cuartillos. 

El  azufre  en  polvo  y  diez  libras  de  cal  se  pone^ 
con  doscientos  cuartillos  de  agua  en  una  caldera.' 
Se  hacen  hervir  á  fueg^o  vivo  hasta  que  el  azufre  se 
haya  dis.uelto  completamente  y  la  mezcla  tome  ua 
color  ambarino.  Se  coloca  en  otro  recipiente  e\ 
resto  de  la  cal  y  se  le  agrega  bastante  agua  calienta 
para  apagarla  y  cuando  esté  hirviendo  por  el  mismo 
calor  que  desprende  al  hidratarse,  se  le  añade  la  sal. 
Disuelta  ésta  se  mezola  esta  solución  con  la  primera^ 
ae  pone  al  fuego  y  se  remueve  manteniéndola  hir- 
viendo por  tres  cuartos  de  hora  y  después  se  le  agre- 
ga el  agua  que  falte  para  completar  los  seiscientos 
cuartillos.     Se  aplica  eon  regadera  ó  irrigador. 

El  pinacate  del  maguey  (Sphenophorus  spinolae?) 
ea  un  gorgojo  que  causa  muchos  perj  uicios.  Se  le  co- 
noce con  el  nombre  de  pinacate  y  á  la  planta  ataca- 
da, con  el  de  maguey  apinacatado.  Recomiendo  una 
mezcla  formada  de  460  gramos  de  verde  de  Paria  en 
450  litros  de  agua  y  9  litros  de  lechada  de  cal  agua- 
da;  aplicando  eata  papilla  con  bomba  irrigadora  4 
con  jeringa. 

Por  último,  entre  los  insectos  nocivos  al  maguey, 
tenemos  el  fraile  ( Acanthoderes  funeraria)  que  pus* 
de  combatirse  con  la  mezcla  anterior. 


—186— 

En  ciertaJB  haciendas  de  los  Llanos  de  Apam  sue- 
le presentarse  la  podredumbre  del  maguey  determi- 
nada por  un  hongo  del  género  Phytophthora  muy 
semejante  á  la  '4nfestans"  de  Mont;  acaso  sea  una 
variedad  afine  de  esta  especie. 

Esta  enfermedad  la  hemos  observado  y  estudiado 
en  la  hacienda  de  Ometusco  en  compañía  del  Dr. 
Villada.  El  aspecto  de  la  enfermedad  es  como  si- 
gue: En  la  extremidad  del  meyolote  aparecen  unas 
manchas  morenas  de  diversas  dimensiones,  estando 
desorganizado  el  tejido  parenquimatoso  en  el  lugar 
que  ocupan,  y  en  muchas  de  ellas  trasformado  en 
una  masa  pastosa  bastante  oscura.  Deshojados  al- 
gunos meyolotes  se  nota  que  la  podredumbre  parece 
que  invade  del  exterior  al  interior  y  de  la  extremi- 
dad á  la  base,  pero  examinando  detenidamente  se 
descubre  interiormente  manchas  más  extensas  de 
podredumbre  muy  avanzadas  y  en  las  pencas  más 
profundas  manchas  pequeñas  de  un  color  ligera- 
mente oscuro  y  trasparente.  Esta  enfermedad  se 
presenta  en  los  mag^eyales  por  manchones.  Ataca 
de  preferencia  las  almácigas.  El  tratamiento  que 
aconsejo  contra  esta  enfermedad,  es  quemar  la  plan- 
ta invadida  en  el  lugar  y  regarlo  con  dos  litros  de 
una  solución  de  sulfato  de  cobre  al  3  pg 

Los  hijos  tiernos  del  henequén  los  come  el  gana- 
do vacuno,  los  cochinos,  venados,  cabras,  etc.,  y  al- 
gunos de  ellos,  cuando  les  falta  pasto  verde  y  apura 
el  verano,  acometen  hasta  á  las  hojas  grandes  para 
masticar  y  chuparles  el  jugo.  El  caballar,  aunque 
no  lo  come,  trilla  el  terreno  y  mata  los  hijos.  El  in- 
secto de  la  familia  de  los  coleópteros,  llamado  en  la 


—196— 

lengua  maya  Max,  taladra  cerca  del  cogollo  par» 
comerse  lo  más  tierno.  La  tusa,  "geomys  mexlca- 
nu8,"  come  las  raíces.  El  cochol  y  el  kuxluch,  ea-^ 
tos  dos  insectos  roen  las  hojas  tiernas.  La  sombra 
y  el  desaseo  te  perjudican  mucho. 

Bien  se  puede  comprender  el  modo  de  evitar  el 
mal  que  causan  la  sombra,  el  desaseo  ylos cuadrú- 
pedos. El  Max  (Xyloryctes  Testalus)  se  tiene  que 
perseguir  en  los  mismoa  troncos,  de  mañana  y  tar- 
de, extrayéndolos  de  sus  hoyos  con  unos  palitos 
aguzados,  embutiendo  en  seguida  dichos  hoyos  con 
tierra  seca  y  una  piedrecita  para  evitar  que  les  en- 
tre agua.  "El  zorrillo  grande,  conocido  con  el  nom- 
bre de  Pai-och,  es  enemigo  de  dicho  insecto,  y  así, 
se  debe  procurar  que  los  perros  no  lo  maten."  La 
tusa  se  coge  con  trampas  ó  se  le  mata  con  rejalgar 
untando  en  pedazos  de  calabaza  ii  otrasfrutas,  y  loa 
demás  insectos  con  registrar  las  plantas,  partieu-» 
larmente  en  la  estación  de  las  lluvias.  ' 

Hay  todavía  un  enemigo  muy  terrible  y  que  es 
necesario  mucho  cuidado  con  él,  el  indio  perverso 
que  roba  laa  pencas  en  los  plantíos  y  que  también 
roba  al  tiempo  de  rasparlas,  pues  de  un  cadejo  grue- 
so de  henequén  hace  dos,  ó  de  dos  hace  tres,  para 
que  pase  cada  uno  de  elloa  por  el  producto  de  una 
penca.  Para  evitar  esto  es  necesario  reunirlos  en  la  { 
casa  principa!  para  que  delante  del  mayordomo  ras- 
pen sus  tareas. 

En  la  página  172  henms  llamado  la  atención  so- 
bre las  manchas  que  presentan  las  pencas  del  hene- 
quén, y  cuyo  verdadero  origen   es  dudoso.     Sí  ea 


—197— 

oierto  que  estas  manchas  son  de  naturaleza  fungi- 
forme, oomo  es  de  sospecharse,  debe  buscarse  elre* 
medio  pronta  y  eficazmente  en  el  estudio  de  la  no- 
sología, pues  en  el  caso  de  que  así  fuese,  dichas 
maiiichas  no  podrán  menos  de  constituir  una  verda* 
dera  enfermedad  que  será  necesario  desterrar  de  los 
planteles.  La  aplicación  del  sulfato  de  cobre  en  so- 
lución en  el  agua,  al  3  pS »  dará  buen  resultado. 

El  maguey  mezcal  no  está  exento  de  animales  que 
lo  atacan,  ni  de  enfermedades  que  lo  destruyan. 

£3  ^^teria  agavis,''  insecto  de  la  tribu  de  los  papi- 
liónidos,  es  uno  de  ellos.  Las  larras  de  este  insec- 
to penetran  en  las  pencas,  llegando  muchas  veces 
hasta  el  corazón  de  la  planta.  Sus  taladros,  cuyo 
número  suele  ser  hasta  de  20  en  los  mezcales  pla- 
gados, tienen  un  diámetro  de  8  á  9  milímetros.  En 
estos  canales  viven  durante  algunos  meses  del  año, 
alimentándose  con  la  sustancia  déla  hoja.  Las  mis- 
mas larvas  revisten  el  interior  de  su  morada  con  una 
materia  que  ellas  mismas  elaboran,  la  cual  tiene 
las  propiedades  de  endurecerse  con  rapidez  y  de  ser 
muy  resistente.  ¡  Admirable  precaución  instintiva 
de  estos  seres  I  parece  que  han  previsto  que  sin  ella, 
sus  crisálidas  morirían  aplastadas  á  consecuencia  de 
la  inevitable  contracción  de  las  pencas,  atrofiadas 
por  las  muchas  soluciones  de  continuidad  existentes 
en  el  interior  de  su  tejido. 

El  otro  enemigo,  que  es  el  más  temible  por  loses- 
tragos  que  hace  en  los  mezcales,  consiste  en  una  en- 
fermedad que  parece  trasmisible,  y  cuya  naturaleza 


—190— 

ce  en  periodoé  y  estaciones  diferentes  de  tos  de  eeté 
último.  ' 


PHíENAX  auricoma. 

En  la  época  en  que  Ifis  orugas  del  **bombyx'* 
abandonan  los  magueyes  para  trasladarse^ los  agu- 
jeros en  que  deben  convertirse  en  prísáUdaa,  apare- 
ce un  insecto  de  los  "hemípteros,"  del  género  "phfa- 
najc,"  conocido  vulgarmente  con,  el  nombre  de  "g,a"r 
Ilito/'  que  ataca  y  destruye  un  grkn  nújnero  desdi- 
chas orugas^  sin  lo  cual  sufrirían  n>ayore9  dánoslos 
magueyales.  Continuamente  se  les  ve  en  ese  tiem- 
po aplicar  á  ellas  su  largo  ^stro  para  extraerles  la 
sustancia  grasosa  de  que  se  componen,    i , 

El  ^^phadnax"  tiene  ^1  ouerpo  oblongo^,  gtuesay 
corto.  Su  .parte  superior  es  amarillenta,  esponjosa 
y  recogida  en  pliegues  á  los  lados  del  abdóm^i;-  la 
parte  inferior  de  éste  es  coriácea,  negruzca,  con  el 
bordé  dé  Sus  segmentos  rojo  y  terminado  en  yii  ap^n- 
dióe  pedinoulado  y  de  figura  de  alarbadá.  Todo  el 
abdomen  está  envuelto  en  una  sustancia  blanca,  al- 
godonosa, que  se  desprende  con  facilidad  y  es  íñuy 
suave  ^l  tacto^  El, borde  anterior  del  coselete  se  ex- 
tiende spbre,  los  hopibrps,  y  pl  escudo  es  triangular 
y  descubierto^  Sus  ojos  901^  pequeños  y.  sali^ates; 
las  antenas  muy  corta^';  .^féricas,  pediculadas^  /si- 
tuadas en  una  d^pr^sión  4e  1|b^  frente  abajo  de  lo^ 
ojos.  El  rostro  es  trímero,  con  el  primer  artejo  en- 
cajonado' entre  las  anoas  de  las  dos  patas  delante- 
rad,  y:  el  segundo  artera  muy  largo.   Las  patas  pos- 


—ul- 
teriores tienen  las  piernas  muy  largas;  cada  una  de 
las  seis  patas  consta  de  dos  artejos  en  los*  tarsos,  y 
el  segundo  de  estos  tiene  dos  uñas:  todas  estas par« 
tes  son  de  un  color  amarillo  sucio  con  manchas  ne- 
gras. 

En  las  articulaciones  de  los  muslos  con  las  pier- 
nas, tienen  algunas  espinas.  Las  alas  superiores 
son  más  largas  que  las  inferiores  y  de  doble  longi- 
tud que  el  cuerpo,  reticuladas,  semitrasparentes  y 
negras,  con  los  hombros  rojos.  Las  alas  inferiores 
son  trasparentes,  reticuladas,  blancos  y  con  una 
faja  ancha,  negruzca  en  su  borde. 

El  Sr.  Blasquez  le  ha  dado  el  nombre  -'Tingis 
Bombycida,"  por  la  voracidad  con  que  persigue  á 
las  orugas  del  **Bombix  agavis,"  y  creyó  que  era 
una  especie  nueva,  desconocida  de  los  naturalistas 
europeos,  no  estando  por  lo  mismo  clasificada. 

Este  insecto  es  muy  singular,  ya  por  alimentarse 
exclusivamente  de  las  referidas  orugas,  como  por  la 
sustancia  algodonosa  en  que  se  halla  envuelto  su 
abdomen. 


Veliaaoavis. 

Este  insecto  corresponde  al  orden  4o,  *'Hemípte- 
rós;'*  á  la  sección  la.,  "Heterópteros;"  á  la  familia 
5a.,  **Hidrómetras,*'  y  al  género  **Velia.'* 

Su  cuerpo  tiene  20  milímetros  de  largo  y  3  de  an* 
oho;  la  cabeza  es  muy  pequeña  en  comparación  del 
cuerpo,  y  de  figura  romboidal;  las  antenas  son  tan 


largas  como  él  cuerpo,  SUformas,  de  cuatro  artejos^ 
siendo  el  segundo  y  el  cuarto  muy  pequeños  y  losf 
otros  dos  bastante  largos.  Estas  antenas  naceiVj 
casi  en  la  extremidad  de  la  cabeza  y  delante  de  ton 
ojos,  que  son  laterales,  salientes  y  lisos.  El  pico  1^ 
nace  de  la  frente,  y  aparentemente  consta  de  dos 
partes.  El  protoraz  es  trapesoide,  ensanchándose 
por  la  parte  posterior,  y  tiene  dos  pequeñas  promi- 
nencias semiesféricas  por  la  anterior.  El  escudo  es 
triangular  y  pequeño.  La  parte  superior  de  los  hé- 
litros  es  casi  de  la  consistencia  de  la  inferior,  y  coq 
venas  salientes.  Tanto  loe  hétitros  como  las  alas, 
cubren  enteramente  el  abdomen  y  sobresalen  de  él 
por  su  extremidad. 

Las  patas  anteriores  y  posteriores  son  más  largaf^ 
que  las  medianas,  y  todas  son  muy  delgadas.  K^ 
primer  par  está  situado  en  dos  protuberancias  dej 
protorax  por  su  parte  inferior,  y  los  otros  dos  parea, 
están  separados  de!  primero  y  colocados  á  loa  lado» 
del  abdomen.  Todas  las  patas  están  cubiertas  de' 
vello  fino,  y  constan  de  un  solo  tarso  con  dos  pe- 
queñas uñas.  " 

La  parte  superior  de  la  cabeza,  los  ojos,  las  ante- 
nas, el  rostro,  el  protorax,  el  escudo,  loa  hélitros  y 
las  patas  son  de  color  negro  mate;  todo  el  resto  del 
insecto  es  rojo,  lo  mismo  que  la  orilla  del  protorax 
y  los  hombros.  En  cada  muslo  tiene  dos  pequeñas 
manchas  amarillas,  y  loa  seis  segmentos  del  abdo- 
men están  marcados  con  una  línea  de  este  mismo 
color  y  otra  negra.  Las  alas  son  pardas.  Los  hé- 
litros de  los  machos  tienen  en  su  parte  media  unas 
manchas  triangulares  amarillas. 


i 


Estos  insectos  se  alimeotan  exdusíTamente  de  la 
aguamiel  de  los  magueyes,  sobre  los  cuales  viven 
en  gran  número. 

El  ^'Chrysomphalus  agavis"  déla  tribu  de  los  coc- 
cianos  y  del  orden  de  los  hemipteros,  conocido  con 
el  nombre  vulgar  de  ^^piojo  del  maguey/'  perjudica 
notablemente  á  la  planta,  pues  cubre  completamen- 
te las  pencas,  las  agota  por  la  succión  de  sus  jugos 
y  las  mata.  La  figura  exterior  es  la  de  un  casquete 
esférico  más  ó  menos  regular  de  un  diámetro  próxi- 
mámente  de  un  milímetro ;  de  un  color  gris  sucio  con 
ana  manchita  morena  obscura  en  el  centro.  Es  el 
casco  de  la  hembra  debajo  del  cual  existen  las  lar- 
vas. 

A  principios  del  año  (1901)  me  remitió  unos  ejem- 
plares el  Sr.  Beltrán,  de  San  Andrés  Chalchicomu* 
la,  manifestándome  el  destrozo  que  causaban  en  los 
maguey  ales  y  en  contestación  publiqué  en  el  ^'Bo- 
letín de  laSociedad  Agrícola  Mexicana"  las  siguien- 
tes recetas  para  su  destrucción,  que  también  usé  en 
el  año  de  1894  contra  el  pulgón  del  café : 

Jabón  n^ro,  media  libra.  Petróleo,  veinte  cuar- 
tilloe.    Agua,  diez  cuartillos. 

Pónganse  á  calentar  los  diez  cuartillos  de  agua  y 
cuando  esté  hirviendo  disuélvase  el  jabón.  Hecha 
la  solución  viértase  en  ella  el  petróleo  y  remuévase 
fuertemente  por  espacio  de  un  cuarto  de  hora,  te- 
niendo cuidado  de  separar  de  la  lumbre  la  solución 
antes  de  poner  el-petróleo,  para  evitar  el  que  éste  se 
inflame :  cuando  ya  está  fría  se  le  agregan  270  cuar- 
tillos de  agua,  se  agita  y  se  riegan  los  magueyes 

25 


—194- 


atacados,  con  un  aparato  pulverizador  ó  con  rega-  ] 
dera  de  finos  agujeros.  Si  el  agua  ea  caliza  y  no  1 
puede  obtenerse  buena,  entonces  se  sustituye  éstS  J 
con  el  suero. 

También  se  usa  oon  éxito  ta  siguiente :  > 

Cal  \-iva,  una  y  media  arrobas.  Azufre,  veinte  lí?- 
bras.     Sal,  quince  libras.     Agua  600  cuartillos.       ' 

Eí  azufre  en  polvo  y  diez  libras  de  cal  se  ponea  I 
con  doscientos  cuartillos  de  agua  en   una  calder^^'l 
Se  hacen  hervir  á  fuego  vivo  hasta  que  el  azufre  a^  I 
haya  disuelto  completamente  y  la  mezcla  tome  unJ 
color  ambarino.     Se  coloca  en   otro   recipiente   q\  I 
reato  de  la  cal  y  se  le  agrega  bastante  agua  caliente  ' 
para  apagarla  y  cuando  esté  hirviendo  por  el  mismo 
calor  que  desprende  al  hidratarse,  se  le  añade  la  sal. 
Disuelta  ésta  se  mezcla  esta  solución  con  la  primera, 
se  pone  al  fuego  y  se  remueve  manteniéndola  hir- 
viendo por  tres  cuartos  de  hora  y  después  se  le  agre- 
ga el  agua  que  falte  para  oompletar  los  seiscientos 
cuartillos.     Se  aplica  con  regadera  ó  irrigador. 

El  pinacate  del  maguey  (Sphenophorus  spinolae?) 
es  un  gorgojo  que  causa  muchos  perjuicios.  Se  le  co- 
noce con  el  nombre  de  pinacate  y  á  la  planta  ataca- 
da, con  el  de  maguey  apinacatado.  Recomiendo  una 
mezcla  formada  de  460  gramos  de  verde  d©  Paria  en 
450  litros  de  agua  y  9  litros  de  lechada  de  cal  agua- 
da; aplicando  esta  papilla  con  bomba  irrigadora  6 
con  jeringa. 

Por  último,  entre  los  insectos  nocivos  al  maguey, 
tenemos  el  fraile  (Acanthoderes  funeraria)  quepue- 
de  combatirse  con  la  mezcla  anterior. 


—186— 

En  oiertaJB  haciendas  de  los  Llanos  de  Apam  sue- 
le presentarse  la  podredumbre  del  maguey  determi- 
nada por  un  hongo  del  género  Phytophthora  muy 
semejante  á  la  '4nf estañe"  de  Mont;  acaso  sea  una 
variedad  afine  de  esta  especie. 

Esta  enfermedad  la  hemos  observado  y  estudiado 
en  la  hacienda  de  Ometusco  en  compañía  del  Dr. 
Villada*  El  aspecto  de  la  enfermedad  es  como  si- 
gue: En  la  extremidad  del  meyolote  aparecen  unas 
manchas  morenas  de  diversas  dimensiones,  estando 
desorganizado  el  tejido  parenquimatoso  en  el  lugar 
que  ocupan,  y  en  muchas  de  ellas  trasformado  en 
una  masa  pastosa  bastante  oscura.  Deshojados  al- 
gunos meyolotes  se  nota  que  la  podredumbre  parece 
que  invade  del  exterior  al  interior  y  de  la  extremi- 
dad á  la  base,  pero  examinando  detenidamente  se 
descubre  interiormente  manchas  más  extensas  de 
podredumbre  muy  avanzadas  y  en  las  pencas  más 
profundas  manchas  pequeñas  de  un  color  ligera- 
mente oscuro  y  trasparente.  Esta  enfermedad  se 
presenta  en  los  magueyales  por  manchones.  Ataca 
de  preferencia  las  almácigas.  El  tratamiento  que 
aconsejo  contra  esta  enfermedad,  es  quemar  la  plan- 
ta invadida  en  el  lugar  y  ruarlo  con  dos  litros  de 
una  solución  de  sulfato  de  cobre  al  3  pg 

Los  hijos  tiernos  del  henequén  los  come  el  gana- 
do vacuno,  los  cochinos,  venados,  cabras,  etc.,  y  al- 
gunos de  ellos,  cuando  les  falta  pasto  verde  y  apura 
el  verano,  acometen  hasta  á  las  hojas  grandes  para 
masticar  y  chuparles  el  jugo.  El  caballar,  aunque 
no  lo  come,  trilla  el  terreno  y  mata  los  hijos.  El  in- 
secto de  la  familia  de  los  coleópteros,  llamado  en  la 


—194— 

atacados,  con  un  aparato  pulverizador  6  con  r^a^ 
dera  de  finos  agujeros.     Si  el  agua  ea  caliza  y  i 

puede  obtenerse  buena,  entonces  se  sustituye  é^ií. 
con  el  suero. 

También  se  usa  con  éxito  la  siguiente: 

Cal  viva,  una  ymediaairobas.  Azufre,  veintell' 
braa.     Sal,  quince  libras.     Agua  600  cuartillos.     "' 

El  azufre  en  polvo  y  diez  libras  de  cal  se  ponea 
con  doscientos  cuartillos  de  agua  en  una  calder^^. 
Se  hacen  hervir  á  fuego  vivo  hasta  que  el  azufre  3^ 
haya  dis.uelto  completamente  y  la  mezcla  tome  u^ 
color  ambarino.  Se  coloca  en  otro  recipiente  e| 
resto  de  la  cal  y  se  le  agrega  bastante  agua  calient^, 
para  apagarla  y  cuando  esté  hirviendo  por  el  mismq 
calor  que  desprende  al  hidratarse,  se  le  añade  la  sal^- 
Uisuelta  ésta  se  mezcla  esta  solución  con  la  primera] 
ae  pone  al  fuego  y  se  remueve  manteniéndola  hir-' 
viendo  por  tres  cuartos  de  hora  y  después  se  le  agre^ 
ga  el  agua  que  falte  para  completar  los  seiscientos 
cuartillos.     Se  aplica  oon  regadera  ó  irrigador. 

El  pinacate  del  maguey  (Sphenophorus  spinolfieíj 
ea  un  gorgojo  que  causa  muchos  perjuicios.  Se  le  co- 
noce con  el  nombre  de  pinacate  y  á  la  planta  atacan 
da,  con  el  de  maguey  apinacatado.  Recomiendo  un^ 
mezcla  formada  de  460  gramos  de  verde  de  Paria  e 
450  litros  de  agua  y  9  litros  de  lechada  de  oal  aguá^ 
da;  aplicando  esta  papilla  con  bomba  írr^adora  i 
con  jeringa. 

Por  último,  entre  lo8  insectos  nocivos  al  magueyj 
tenemos  el  fraile  ( Acanthoderes  funeraria)  que  puai 
de  combatirse  con  la  mezcla  anterior. 


—186— 

E¡n  oiertaJB  haciendas  de  los  Llanos  de  Apam  sue- 
le presentarse  la  podredumbre  del  maguey  determi- 
nada por  un  hongo  del  género  Phytophthora  muy 
semejante  á  la  ''infestans"  de  Mont;  acaso  sea  una 
variedad  afine  de  esta  especie. 

Esta  enfermedad  la  hemos  observado  y  estudiado 
en  la  hacienda  de  Ometusco  en  compañía  del  Dr. 
Villada.  El  aspecto  de  la  enfermedad  es  como  si- 
gue: En  la  extremidad  del  meyolote  aparecen  unas 
manchas  morenas  de  diversas  dimensiones,  estando 
desorganizado  el  tejido  paren quimatoso  en  el  lugar 
que  ocupan,  y  en  muchas  de  ellas  trasformado  en 
una  masa  pastosa  bastante  Qscura.  Deshojados  al- 
gunos meyolotes  se  nota  que  la  podredumbre  parece 
que  invade  del  exterior  al  interior  y  de  la  extremi- 
dad á  la  base,  pero  examinando  detenidamente  se 
descubre  interiormente  manchas  más  extensas  de 
podredumbre  muy  avanzadas  y  en  las  pencas  más 
profundas  manchas  pequeñas  de  un  color  ligera- 
mente oscuro  y  trasparente.  Esta  enfermedad  se 
presenta  en  los  mag^eyales  por  manchones.  Ataca 
de  preferencia  las  almácigas.  El  tratamiento  que 
aconsejo  contra  esta  enfermedad,  es  quemar  la  plan- 
ta invadida  en  el  lugar  y  regarlo  con  dos  litros  de 
una  solución  de  sulfato  de  cobre  al  3  pg 

LfOS  hijos  tiernos  del  henequén  los  come  el  gana- 
do vacuno,  los  cochinos,  venados,  cabras,  etc.,  y  al- 
gunos de  ellos,  cuando  les  falta  pasto  verde  y  apura 
el  verano,  acometen  hasta  á  las  hojas  grandes  para 
masticar  y  chuparles  el  jugo.  El  caballar,  aunque 
no  lo  come,  trilla  el  terreno  y  mata  los  hijos.  El  in- 
secto de  la  familia  de  los  coleópteros,  llamado  en  la 


—188— 

Los  meses  que  ya  dejo  dichos,  antea  de  Julio  y 
Agosto,  son  la  época  del  año  en  que  los  dependieic 
tes  de  las  haciendas  buscan  con  afán  estas  orugaa 
coloradas  para  comerlas,  preparadas  del  mismo  mo- 
do que  los  gusanos  blancos  del  "Tena,"  aunque  no 
son  tan  sabrosos  como  estos  últimos. 

Luego  que  pasa  la  estación  de  las  lluvias  y  se 
anuncia  el  invierno,  se  salen  estas  orugas  en  grupos, 
de  los  magueyes  en  que  han  vivido  y  se  han  alimen- 
tado por  tanto  tiempo,  y  se  introducen  en  los  agu- 
jeros que  naturalmente  se  encuentran  formados  en 
la  tierra.  Arrojan  una  baba  sedosa,  con  la  cual  for- 
man una  tela  gruesa  y  tupida  que  les  sirve  para  cu^ 
brir  la  entrada  y  el  fondo  de  loa  agujeros,  donde 
pasan  adormecidas  y  sin  tomar  ningún  alimento  en 
la  estación  del  invierno.  (')  A  fines  de  esta  estación, 
por  el  mes  de  Febrero,  y  cuando  se  aproxima  el  tiem- 
po en  que  deben  trasformarse  en  crisálidas,  se  des- 
coloran hasta  quedar  con  una  ligera  tinta  de  un  ama- 
rillo pálido. 

En  loe  meses  de  Marzo  y  Abril  se  trasforman  en 
crisálidas,  para  lo  cual  mudan  por  ultima  vez  de  piel, 
como  dije  antes.     Estas  crisálidas  son  desnudas,  ca- 


(•)  He  conservado  por  once  meses  algunas  de  es- 
tas orugas  sin  darles  ningún  alimento,  y  han  per- 
manecido vivas,  con  sus  movimientos  naturales  y 
sin  alteración  en  su  salud.  He  visto  también  otras 
de  estas  orugas  atacar  A  sus  compañeras  para  ali- 
mentarse con  ellas. 


I 


reo^n  de  ingulos  y  su  oolor  es  amarillo  pajizo  muy 
brillante.  LiOS  cuatro  primeros  segmentos  de  abdo- 
men están  como  plegados  y  embutidos  los  unos  en 
los  otros,  y  armados  en  su  borde  de  una  multitud  de 
espinas  muy  pequeñas.  Supongo  que  éstas  no  son 
otra  cosa  que  las  mismas  que  formaban  las  falsas 
patas  de  la  oruga  y  que  se  han  extendido  en  la  cri- 
sálida. Las  patas  se  le  forman  al  insecto  sobre  el 
dorso  é  inmediatas  á  las  antenas,  en  estado  aún  de 
ninfa.  Se  les  observan  algunos  movimientos  en  el 
abdomen,  por  medio  de  los  cuales  y  con  el  auxilio  de 
las  coronas  de  espinas  que  adornan  cada  uno  de  los 
eegmentos  abdominales,  se  arriman  á  la  entrada  de 
los  agujeros  para  desprenderse  de  la  cubierta  que 
las  há' tenido  encerradas,  lo  cual  ejecutan  siempre 
rompiéndola  primero  por  la  parte  que  corresponde  al 
pecho.  Hacen  esta  operación  en  las  primeras  ho- 
ras de  la  noche,  y  pasadas  dos  ó  tres  horas,  pueden 
ya  lanzarse  al  aire  para  efectuar  la  unión  de  los  dos 
sexos  y  propagar  la  especie. 

Como  la  cubierta  de  la  crisálida  es  diáfana,  al  irse 
formando  la  mariposa  aparece  aplomada,  por  tras- 
parentarse su  color.  En  estas  crisálidas  se  sigue  con 
la  vista  el  desarrollo  del  insecto. 

Sólo  vuelan  estos  "lepidópteros**  en  las  altas  ho- 
ras de  la  noche,  pues  son  muy  torpes  durante  el  día; 
no  ven  absolutamente  nada  y  permanecen  ocultos, 
mientras  alumbra  el  sol,  en  los  lugares  más  sombríos 
y  debajo  de  las  pencas  de  los  magueyes. 

Este  insecto  realiza  todas  sus  metamorfosis  en  el 
espacio  de  un  año,  como  el  "Tena,''  aunque  las  ha- 


ce  en  períodos  y  estaciones  diferentes  de  los  de  eatft 
último. 


PhJENAX  AUBICOMA. 

En  la  época  en  que  las  orugas  del  "bombyx^^ 
abandonan  los  magueyes  para  trasladarse  á  los  agu,- 
jeroB  en  que  deben  convertirse  en  crisálidas,  apare^ 
ce  un  ÍnseetodeIos"hemípteros,"  del  faenero  "pheer 
nax,"  conocido  vulgarmente  con  el  nombre  de  "gay 
Ilito,"  que  ataca  y  destruye  un  gran  número  de  di- 
chas orugas,  sin  lo  cual  sufrirían  mayores  dánoslos 
magueyales.  Continuamente  se  les  ve  en  esetieniT 
po  aplicar  á  ellas  su  largo  rostro  para  extraerles  la 
sustancia  grasosa  de  que  se  componen. 

El  "phaenax"  tiene  el  cuerpo  oblongo,  gruescy 
corto.  Sti  parte  superior  es  amarillenta,  esponjosa 
y  recogida  en  pliegues  ¿  los  lados  del  abdónien;  la. 
parte  inferior  de  éste  es  coriácea,  negruzca,  con  el 
borde  de  sus  segmentos  rojo  y  terminado  en  un  ap¿.. 
dice  pedinculado  y  de  figura  de  alarbada.  Todo  el 
abdomen  está  envuelto  en  una  sustancia  blanca,  aX^ 
godonosa,  que  se  desprande  con  facilidad  y  es  muy 
suave  al  tacto.  El  borde  anterior  del  coselete  se  ex- 
tiende sobre  los  hombros,  y  el  escudo  es  triangular 
y  descubierto.  Sus  ojos  son  pequeños  y  salientes; 
las  antenas  muy  cortas;  esféricas,  pediculada»,  si- 
tuadas en  una  depresión  de  la  frente  abajo  de  los 
ojos.  El  postro  es  trímero,  con  el  primer  artejo  en- 
cajonado entre  las  anoas  de  las  dos  patas  delante- 
ras, y  el  segundo  artejo  muy  largo.    Las  patas  ¡ 


—191— 

tenores  tienen  las  piernas  muy  largas;  cada  una  de 
las  seis  patas  consta  de  dos  artejos  en  los  tarsos,  y 
el  segundo  de  estos  tiene  dos  uñas:  todas  estas par« 
tes  son  de  un  color  amarillo  sucio  con  manchas  ne- 
gras. 

En  las  articulaciones  de  los  muslos  con  las  pier- 
nas, tienen  algunas  espinas.  Las  alas  superiores 
son  más  largas  que  las  inferiores  y  de  doble  longi- 
tud que  el  cuerpo,  reticuladas,  semitrasparentes  y 
negras,  con  los  hombros  rojos.  Las  alas  inferiores 
8on  trasparentes,  reticuladas,  blancos  y  con  una 
faja  ancha,  negruzca  en  su  borde. 

El  Sr.  Blasquez  le  ha  dado  el  nombre  -'Tingis 
Bombycida,"  por  la  voracidad  con  que  persigue  á 
las  orugas  del  "Bombix  agavis,**  y  creyó  que  era 
ana  especie  nueva,  desconocida  de  los  naturalistas 
europeos,  no  estando  por  lo  mismo  clasificada. 

Este  insecto  es  muy  singular,  ya  por  alimentarse 
exclusivamente  de  las  referidas  orugas,  como  por  la 
sustancia  algodonosa  en  que  se  halla  envuelto  su 
abdomen. 


VeLIA  AGAVIS. 

Este  insecto  corresponde  al  orden  4o,  "Hemípte- 
ros;'*  á  la  sección  la.,  "Heterópteros;"  á  la  familia 
5a.,  ^'Hidrómetras,**  y  al  género  "Velia.'* 

Su  cuerpo  tiene  20  milímetros  de  largo  y  3  de  an* 
oho;  la  cabeza  es  muy  pequeña  en  comparación  del 
cuerpo,  y  de  figura  romboidal;  las  antenas  son  tan 


largaa  coino  el  cuerpo,  filiformes,  de  cuatro  artejoa^f 
siendo  el  segundo  y  el  cuarto  muy  pequeños  y  \q^  I 
otros  dos  bastante  largos.  Estas  aat^nas  nacen. 
casi  en  la  extremidad  de  la  cabeza  y  delante  de  loa  1 
ojos,  que  son  laterales,  salientes  y  lisos.  El  pico  le 
nace  de  la  frente,  y  aparentemente  consta  de  dos 
partes.  £1  protorax  es  trapesoide,  ensanchándose 
por  la  parte  posterior,  y  tiene  dos  pequeñas  promi- 
nencias semiesféricas  por  la  anterior.  El  escudo  es 
triangular  y  pequeño.  La  parte  superior  de  los  hé- 
litros  es  casi  de  la  consistencia  de  la  inferior,  y  con 
venas  salientes.  Tanto  los  hélitros  como  las  alas, 
cubren  enteramente  el  abdomen  y  sobresalen  de  él 
por  su  extremidad. 

Las  patas  anteriores  y  posteriores  son  más  largas 
que  las  medianas,  y  todas  son  muy  delgadas.  El 
primer  par  está  situado  en  dos  protuberancias  del 
protorax  por  su  parte  inferior,  y  loa  otros  dos  pares 
están  separados  del  primero  y  colocados  á  los  lados 
del  abdomen.  Todas  las  patas  están  cubiertas  de 
vello  fino,  y  constan  de  un  solo  tarso  con  dos  pe- 
queñas uñas. 

La  parte  superior  de  la  cabeza,  los  ojos,  las  ante- 
nas, el  rostro,  el  protorax,  el  escudo,  los  hélitros  y 
las  patas  son  de  color  negro  mate;  todo  el  resto  del 
insecto  ee  rojo,  lo  mismo  que  la  orilla  del  protorax 
y  los  hombros.  En  cada  muslo  tiene  dos  pequeñas 
manchas  amarillas,  y  los  seis  segmentos  del  abdo- 
men están  marcados  con  una  línea  de  este  mismo 
color  y  otra  negra.  Las  alas  Bon  pardas.  Los  hé- 
litros de  los  machos  tienen  en  su  parte  media  unas 
manchas  triangulares  amarillas. 


Estos  insectos  se  alimentan  exclusÍTamento  de  la 
aguamiel  de  los  magueyes,  sobre  los  cuales  viven 
en  gran  número. 

El  '^Chrysomphalus  agavis"  déla  tribu  de  los  coc- 
cianos  y  del  orden  de  los  hemipteros,  conocido  con 
el  nombre  vulgar  de  'apiojo  del  maguey,"  perjudica 
notablemente  á  la  planta,  pues  cubre  completamen- 
te las  pencas,  las  agota  por  la  succión  de  sus  jugos 
y  las  mata.  ■  La  figura  exterior  es  la  de  un  casquete 
esférico  más  ó  menos  regular  de  un  diámetro  próxi- 
mamente de  un  milímetro;  de  un  color  gris  sucio  con 
ana  manchita  morena  obscura  en  el  centro.  Es  el 
casco  de  la  hembra  debajo  del  cual  existen  las  lar- 
vas. 

A  principios  del  año  (1901)  me  remitió  unos  ejem- 
plares el  Sr.  Beltrán,  de  San  Andrés  Chalchicomu- 
la,  manifestándome  el  destrozo  que  causaban  en  los 
maguey  ales  y  en  contestación  publiqué  en  el  '*  Bo- 
letín de  la  Sociedad  Agrícola  Mexicana"  las  siguien- 
tes recetas  para  su  destrucción,  que  también  usé  en 
el  año  de  1^4  contra  el  pulgón  del  café : 

Jabón  negro,  media  libra.  Petróleo,  veinte  cuar- 
tillos.   Agua,  diez  cuartillos. 

Pónganse  á  calentar  los  diez  cuartillos  de  agua  y 
cuando  esté  hirviendo  disuélvase  el  jabón.  Hecha 
la  solución  viértase  en  ella  el  petróleo  y  remuévase 
fuertemente  por  espacio  de  un  cuarto  de  hora,  te- 
niendo cuidado  de  separar  de  la  lumbre  la  solución 
antes  de  poner  el-petróleo,  para  evitar  el  que  éste  se 
inflame:  cuando  ya  está  fría  se  le  agregan  270  cuar- 
tillos de  agua,  se  agita  y  se  riegan  los  magueyes 

25 


—194- 

atacados,  con  un  aparato  pulverizador  6  con  rega^ 
dera  de  ñnos  agujeros.  Si  el  agua  es  caliza  y  oo 
puede  obtenerse  buena,  entonces  se  sustituye  ést» 
con  el  suero. 

También  se  usa  con  éxito  la  siguiente : 

Cal  viva,  una  y  medía  arrobas.  Azufre,  veíntelí' 
bras.     Sal,  quince  libras.     Agua  600  cuartilloB.      ' 

El  azufre  en  polvo  y  diez  libras  de  cal  ae  poneu 
con  doscientos  cuartillos  de  agua  en  una  caldera, 
Se  hacen  hervir  á  fuego  vivo  hasta  que  el  azufre  sq 
haya  dís.uelto  completamente  y  la  mezcla  tome  UQ 
color  ambarino.  Se  coloca  en  otro  recipiente  ej 
reato  de  la  cal  y  ae  le  agrega  bastante  agua  calienta 
para  apagarla  y  cuando  esté  hirviendo  por  el  mismo 
calor  que  desprende  al  hidratarse,  se  le  añade  la  sal. 
Disuelta  ésta  se  mezcla  esta  solución  con  la  primera, 
se  pone  al  fuego  y  se  remueve  manteniéndola  hir- 
viendo por  tres  cuarto8  de  hora  y  después  ae  le  agre- 
ga el  agua  que  falte  para  completar  los  seiscientotí 
cuartillos.     Se  aplica  con  regadera  ó  irrigador. 

El  pinacate  del  maguey  (Sphenophorua  spinolie?^ 
es  un  gorgojo  que  causa  muchos  perjuicios.  Se  leco' 
noce  con  el  nombre  de  pinacate  y  á  la  planta  ataca- 
da, con  el  de  maguey  apinacatado.  Recomiendo  una 
mezcla  formada  de  460  gramos  de  verde  de  París  eo 
450  litros  de  agua  y  9  litros  de  lechada  de  cal  agua» 
da;  aplicando  esta  papilla  con  bomba  irrigadora  ^' 
con  jeringa. 

Por  último,  entre  los  insectos  nocivos  al  maguey^.i 
tenemos  el  fraile  (Acanthoderes  funeraria)  quepu< 
de  combatirse  con  la  mezcla  anterior, 


I 


En  ciertas  haciendas  de  los  Llanos  de  Apam  sue- 
le presentarse  la  podredumbre  del  maguey  determi- 
nada por  un  hongo  del  género  Phytophthora  muy 
semejante  á  la  ^^infestans"  de  Mont;  acaso  sea  una 
variedad  afine  de  esta  especie. 

Esta  enfermedad  la  hemos  observado  y  estudiado 
en  la  hacienda  de  Ometusco  en  compañía  del  Dr. 
Villada.  El  aspecto  de  la  enfermedad  es  como  si- 
gue: En  la  extremidad  del  meyolote  aparecen  unas 
manchas  morenas  de  diversas  dimensiones,  estando 
desorganizado  el  tejido  parenquimatoso  en  el  lugar 
que  ocupan,  y  en  muchas  de  ellas  trasformado  en 
una  masa  pastosa  bastante  oscura.  Deshojados  al- 
gunos meyolotes  se  nota  que  la  podredumbre  parece 
que  invade  del  exterior  al  interior  y  de  la  extremi- 
dad á  la  base,  pero  examinando  detenidamente  se 
descubre  interiormente  manchas  más  extensas  de 
podredumbre  muy  avanzadas  y  en  las  pencas  más 
profundas  manchas  pequeñas  de  un  color  ligera- 
mente oscuro  y  trasparente.  Esta  enfermedad  se 
presenta  en  los  magueyales  por  manchones.  Ataca 
de  preferencia  las  almácigas.  El  tratamiento  que 
aconsejo  contra  esta  enfermedad,  es  quemar  la  plan- 
ta invadida  en  el  lug^r  y  regarlo  con  dos  litros  de 
una  solución  de  sulfato  de  cobre  al  3  pg 

Los  hijos  tiernos  del  henequén  los  come  el  gana- 
do vacuno,  los  cochinos,  venados,  cabras,  etc.,  y  al- 
gunos de  ellos,  cuando  les  falta  pasto  verde  y  apura 
el  verano,  acometen  hasta  á  las  hojas  grandes  para 
masticar  y  chuparles  el  jugo.  El  caballar,  aunque 
no  lo  come,  trilla  el  terreno  y  mata  los  hijos.  Elin- 
8ecto  de  la  familia  de  los  coleópteros,  llamado  en  la 


V.    .. 


/■ 


■•:^ 


I 


FiouBA  NuM.  3.— Sacharomyces  Cerevisiíe 
Agavica. 


Esporae  obtenidas  por  el  método  de  Hansen.  Cuí- 
tívo  puro  de  48  horas  á  25  í  — A,  Celdillaa  con  una 
espora  oada  una. — B.  Id.  con  doa  eaporas. — C.  Id, 
con  tres  y  cuatro  esporas. — D.  Id.  con  tres  esporas. 


•■':U'  ' 


—213— 

.▼ierte  á  causa  del  reposo,  desde  el  principio,  y  tam- 
bién por  la  falta  de  aire  constantemente  renovado  en 
la  superficie  del  liquido.  Finalmente,  al  noveno  día 
ha  terminado  la  fermentación  y  se  ha  formado  una 
considerable  cantidad  de  levadura  que  se  deposita 
en  él,  dejando  un  licor  opalino,  clarificado,  ó  como 
se  dice  en  términos  del  arte,  "atenuado."  Pasada 
la  fermentación  principal,  durante  algunas  semanas, 
se  conserva  el  cultivo,  que  no  es  otra  cosa  que  pul- 
que *'puro,,  exento  de  bacterias  en  un  estado  esta- 
cionario, de  acuerdo  con  ciertas  condiciones  físi- 
cas, de  temperatura  ó  contacto  del  aire,  y  sobrevie- 
nen otras  modificaciones  de  que  no  pretende  ocu- 
parse por  ahora  el  Dr.  Carbajal,  es  lo  que  se  llama 
''fermentación  lenta  ó  secundaria,,  que  requiere  es- 
tudios químicos  profundos,  más  aún  que  bacterioló- 
gicos, porque  persistiendo  la  levadura  en  gran  can  ti - 
dad|  aun  después  de  haber  agotado  el  medio  nutritivo 
en  su  reprodución,  persistirá  en  producir  modifica- 
ciones químicas,  según  las  condiciones  en  que  se 
conserje.  Una  de  ellas,  que  varias  veces  ha  ano- 
tado el  mismo  bacteriologista  en  sus  observaciones, 
ocurre  á  los  dos  ó  tre  meses,  y  es  un  aumento  en  la 
acidez,  sin  que  ésta  pueda  atribuirse  al  ácido  acéti- 
co; esto  ocurre  ai  contacto  del  aire  y  á  la  tempera- 
tura ordinaria ;  es  decir,  abandonando  el  licor  en  un 
matraz  de  fermentación,  no  herméticamente  cerrado. 
En  matraces  chicos,  ordinarios,  el  Dr.  Carbaj  al  ha 
notado  que  el  sedimento  va  tomando  un  color  more- 
no claro,  que  poco  á  poco  va  obscureciéndose.  En 
estas  últimas  circunstancias,  se  forma  en  la  superfi- 
cie del  líquido  algunos  días  c^espués  del  fin  de  la  fer- 
mentación, una  película  fina,  de  un  color  gris  mate 


—214— 

que  comienza  por  placas  pequeñas  en  diversos  luga- 
res, las  cuales  se  van  uniendo  hasta  constituir  lo  qu» 
se  llama  un  **velo"  que  cubre  toda  la  superficie  y  se 
prolonga  y  adhiere  á  las  paredes  del  matraz. 

Como  esta  levadura  se  encuentra  en  la  planta  del 
Agave,  pareció  justificado  al  ilustre  baoteriologista 
Sr.  Carbajal  para  indicar  todos  sus  caracteres,  in- 
clusive su  origen,  designarlo  con  el  nombre  de  **Sac- 
charomyces  Cerevisiae  Agávica  silvestre,"  entretan- 
to logre  perfeccionar  una  raza  seleccionada,  de  la 

cual  posee  y  conserva  desde  hace  varios  meses  un 
ejemplar  que  designó  con  el  núm.  1  y  será  una  raza 
de  cultivo. 

No  es  costumbre  usar  de  materias  colorantes  pa- 
ra caracterizar  los  micro-organismos  de  la  fermen- 
tación, en  especial  de  las  levaduras,  si  no  es  para  in- 
vestigaciones determinadasVpor  ejemplo,para  descu- 
brir el  núcleo  ó  conocer  si  gozan  de  vitalidad.  Sin 
embargo,  ha  advertido  que  se  tiñen  muy  bien,  des- 
pués de  fijadas,  es  decir,  muertas,  por  los  colores 
básicos  de  anilina,  principalmente  el  azul  de  Meti- 
leno,  el  cristal  violeta,  la  violeta  genciana  y  la  fu- 
china fenicada;  no  toman  el  Gram;  no  se  tiñen  por 
la  eosina  ni  el  carmín.  Aún  no  ha  hecho  investiga- 
ciones sobre  el  núcleo.  Como  en  el  sedimiento  del 
pulque,  se  observan  formas  alargadas  muy  seme- 
jantes a  las  del  Sach.  Pastorianus,  le  parece  casi 
seguro  que  hay  algunas  variedades  de  ese  germen 
silvestre.  En  teoría  no  es  fácil  comprender  que  se 
conserve  pura  una  sola  raza,  siendo  como  es  silves- 
tre; y  estando  constantemente  expuesta  á  contami- 
naciones de  todo  género. 


—210— 

la  familia  de  las  **Cryptoceas,''  al  género  "Crypto- 
ooocus :"  la  especie  aún  no  la  determinó,  pues  no  su- 
po si  era  ttna  nueva  especie  ó  variedades  del  "Cryp- 
tococcus  cereviciae,"  conformándose  con  llamarle, 
hasta  nuevo  estudio,  al  vegetal  de  que  tratamos, 
Cryptococcus  del  pulque.  Hoy  se  sabe  que  es  una 
variedad  silvestre  del  Saccharomyces  Cerevisiae. 

Debemos  advertir  que  el  micro -organismo  descri- 
to, no  es  el  único,  pues  el  microscopio  descubre  tam- 
bién una  bacteria  y  algunos  otros. 

Estudios  recientes  publicados  á  mediados  del  pre- 
sente año,  hechos  por  uno  de  nuestros  más  aventa- 
jados bacteriologistas,  el  Dr.  Carbajal,  nos  dan  á 
conocer  que  el  principal  fermento  para  la  formación 
del  pulque  es  una  variedad  del  sacaromiseto  de  la 
cerveza  que  ha  designado  con  la  denominación  de 
"Agavica,"  y  que  existen  constantemente  además 
de  éste,  el  *'Bacterium  aceti,"  el**Bacillos  V.  ó  vis- 
C08U8,"  el  **Micrococcustran8lucidus"y  el  **Micro- 
coocus  luteus : "  y  como  accidentales  una  *'Torula 
rosada,  "el  '*Micrococcu8  cinabareus,,  *'Sarcina 
amarilla,, "Micrococcus  rosado,,  un  cladoctrix  y  va- 
rios hongos  que  especifica  en  su  interesante  estudio. 

Tanto  por  lo  importante  de  él,  como  porque  dá  la 
clave  para  que  el  agricultor  inteligente  é  instruido 
haga  una  inovación  completa  en  la  fabricación  del 
pulque,  en  beneficio  de  la  salubridad  pública,  y  con 
provecho  en  la  buena  calidad  del  producto;  extrac- 
to, con  permiso  del  autor,  lo  más  interesante  del  re- 
ferido estudio 


—211— 


MICRO -ORGANISMOS  CONSTANTES.  (1) 

Sacchabomtces  CerevisiíE  Agavica. — Figuras  2a. 

Y  3a. 

Se  encuentra  en  el  aguamiel,  aún  antes  de  ser  ex- 
traído del  mezontete  como  lo  prueba  el  hecho  de  co- 
menzar y  terminar  la  fermentaciói»  hasta  quedar  con- 
vertido en  pulque,  si  se  abandona  en  el  maguey. 
Es,  en  consecuencia,  una  levadura  silvestre. 


Los  Caracteres  Morfológicos. 

Son  celdillas  redondas  ó  ligeramente  ovoideas,  de  6 
á  8  milésimos  de  milímetro  de  diámetro  y  aún  más 
pequeñas  las  primeras,  y  las  segundas  hasta  de  12 
milésimos  de  milímetro  de  mayor  diámetro;  aisla- 
das la  mayor  parte,  y  otras  unidas  en  dirección  de 
su  eje  mayor  en  grupos  de  dos  ó  más  celdillas;  pro- 
toplasma  hialino,  homogéneo,  con  vacuolos  más  ó 
menos  grandes.  Estos  son  los  caracteres  que  corres- 
ponden á  un  Saccharomyceto   puro,   cultivado  en 


(1)  Véase  el  estudio  completo  en  el  tomo  XXV  pá- 
ginas de  la  645  á  la  665  del  **  Boletín  de  la  Sociedad 
Agrícola  Mexicana". 


—212— 

aguamiel,  á  la  temperatura  de  25  ^  y  á  las  24  horas  de 
la  siembra;  levadura  que  se  llama  de  "depósito". 
Después  de  ocho  días,habiendo  terminado  la  fermen- 
tación, se  encuentran  levadurasviejas  que  se  distin- 
guen por  un  protoplasma  granuloso ;  es  decir,  en 
medio  del  protoplasma,  se  encuentran  dos  ó  más  gra- 
nulos obscuros;  el  aspecto  hialino,  es  menos  franco 
en  los  vacuolos ;  aparecen  algunas  formas  alargadas, 
lo  mismo  que  en  el  velo  de  que  se  hablará  después. 


Caracteres  de  cultivos. 

En  aguamiel  esterilizado,  sembrado  un  rastro  de 
levadura  con  una  asa  de  platino :  á  las  24  horas,  y  á 
la  temperatura  del  25  ^  ó  poco  menos  (entre  18  y 
25  ^  )  aparece  una  mancha  blanca  en  el  fondo  del  tu- 
bo ó  matraz;  al  tercer  día  se  advierten  signos  mar- 
cados de  fermentación  y  del  fondo  del  líquido,  re- 
montan burbujas  que  vienen  á  romperse  en  la  super- 
ficie .  Agitando  ligeramente  ó  destapando  el  matraz, 
se  percibe  un  olor  aromático  agradable,  etéreo  y  li- 
geramente picante.  En  los  días  siguientes,  la  super- 
ficie del  líquido  se  encuentra  cubierta  de  espuma; 
el  color,  primero  opalino,  se  va  opacando,  y  al  aroma 
descrito  se  viene  á  unir  otro  francamente  alcohólico. 
Al  sabor  que  al  principio  era  dulce  y  ligeramente 
ácido, sucede  otro  como  el  de  pulque  de  '^tinacal,,  que 
es  ligeramente  ácido,  aromático  y  agradable.  Esa 
consistencia  babosa  de  que  hablaremos  adelante  con 
extensión,  es  mucho  menor  en  el  primer  cultivo  de 
levadura  pura.  La  sedimentación,  ó  sea  la  separa- 
ción en  dos  partes  de  aspecto  físico  diferente,  se  ad- 


MICRO -ORGANISMOS  DEL  PULQUE 


CONSTANTES. 


f  PlOÜRA  NUM.  2. — Sacharomyces  Cerevisice  Aoa- 
vicA.    Cultivo  pubo.    Raza  No.  1. 


A.  Formas  eeféríaae  ó  ligeramente  ovoideas. — B. 
^>rma8  alargadas. 


—gis- 
te la  mayor  parte  del  año,  deade  Febrero  hasta  Oc- 
tubre, que  la  bebida  contiene  una  cantidad  bastante 
considerable  de  ácido  acético.  Prescindiendo  de  otros 
defectos,  éste  solo  basta  para  ocasionar  dispepsias  ó 
catarros  gastro-intestinales. 


Bacilo  V.  o  Viscosus.— figura  5a. 

Este  bacilo  se  encuentra  constantemente  en  el  pul- 
que, y  abunda  en  el  q^ue  ba  llegado  á  Is  putrefao* 
ción. 

Es  un  bacilo  de  2  á  12  milésimos  de  milímetro  den 
largo,  y  de  un  milésimo  de  milímetro  ó  poco  meno^ 
de  ancho,  rectoó  ligeramente  curvo;  la  mayoría  rec* 
tod  de  5.6  á  7.6  milésimos  de  milímetro  de  largo;  los 
pequeños  móviles  y  aislados,  los  largos  flemosos, 
casi  inmóviles.  Se  tiñen  bien  por  los  colores  básicos 
de  anilina  y  fuchina.  Toman  el  Gram  Nicolle,  pero 
destifiendo  ligeramente. 


'  Cultivo  en  aguamiel  esterelizada. 

Al  tercer  día  forma  un  velo  diáfano,  completo,  que 
se  vuelve  gris  y  de  aspecto  mucoso ;  no  se  advierte 
olor  especial.  El  licor  se  vuelve  baboso  y  la  acidez 
no  aumenta  al  gusto.  En  gota  suspendida  se  obser- 
van los  bacilos  móviles  y  esporas  libres.  El  velo  es- 
tá formado  por  bacilos  agrupados  paralelamente  en 
zooglea;  algunos  esporulados. 


MICRO -ORGANISMOS    DEL   PULQUE 


Figura  Num.  5. — Bacillus  V  o  Vibcosub. 


CultiTopuro  en  caldo  peptonixadocong'luooBa.  Ve- 
lo. Temp.  30  =" .  Teñido  con  O.  NicoUe.  Oc.  IV.  obj. 
1 '  18.  imnierBión .  long'.  tubo  160  mm.  Reiohert. 


¿ífc- 


-F^^.    ■-•"'■     ■  . 


—219— 

Cultivo  en  oelatin a  de  aguamiel. 

Por  picadura,  colonias  globulosas  finas  que  se  ex- 
tienden a  lo  largo  del  piquete,  blancas;  licúa  la  ge- 
latina en  dedo  de  guante,  formando  un  velo  gris  en 
la  superficie  y  dejando  en  el  fondo  del  embudo  un 
sedimento  blanco.  En  gelatina  de  aguamiel  incli- 
nada: estría  blanca  opaca,  que  á  la  larga  toma  un 
color  amarillento  en  el  fondo.  En  placas  de  gelati- 
na de  aguamiel  se  forman  colonias  redondas  ú  ova- 
les, morenas  al  microscopio  y  azuladas  á  la  simple 
vista,  que  al  tercer  día  comienzan  á  licuarse. 

Este  bacilo  secreta  un  enzima  que  licúa  la  gelati- 
na; en  consecuencia,  debe  contribuir  a  la  transfor- 
mación enpeptonaó  amidas  de  las  substancias  azoa- 
das que  contiene  el  aguamiel,  é  indirectamente  á  la 
nutrición  de  losSacharomycetos;  es  posible  también 
que  secrete  alguna  goma;  no  ha  dado  resultado  una 
experiencia  de  cultivo  hecha  en  solución  de  sacarosa 
al  10  por  ciento,  que  permaneció  sin  alteración  no- 
table después  de  varios  días.  Esta  investigación  se 
hizo  con  la  mira  de  saber  si  este  bacilo  era  el  sacha- 
robacilo  Pastorianus,  pues  presenta  cierta  semejan- 
za morfológica  con  esta  bacteria  descubierta  por  Van 
Laer  en  algunas  cervezas  que  tienen  un  sabor  des- 
i^adable,  y  que  vuelven  viscosa  una  solución  de 
azúcar  de  caña. 

Cultivado  como  anaerobio  no  se  reproduce.  Es  por 
último  saprofito. 

MiCROCOCCüs  LüTENS.— Figura  7a. 

Son  unos  micrococcus  que  se  presentan  bajo  la 
forma  de  diplos  de  1.3  milésimos  de  milímetro  de  diá- 


metro,  aislados  y  formando  cadenas  como  estrepto- 
coccus,  inmóviles  y  sin  cápsula  en  los  cultivos  puros. 
Se  tiñen  bien  con  los  colores  de  anilina,  no  toman  el 
Oram.  NicoUe,  ni  los  afeqta  el  iodo  de  una  manera 
especial. 

En  aguamiel  esterelizada  se  cultivan  sin  alterar 
marcadamente  el  olor  ni  el  sabor,  formandp  un  se- 
sedimento  ligeramente  moreno. 

No  se  desarrolla  en  gelatina  privada  de  aire,  y  es 
por  la  misma  aerobio.  Es  por  último  saprofito.  El 
hecho  de  licuar  la  gelatina  lo  aproxima  al  bacílusV. 
en  sus  propiedades  biológicas  y  debe  contribuir  á  la 
peptonización  de  las  substancias  azoadas  del  agua- 
miel, pero  no  comunica  olor  especial. 


MiOBPCOCCUS  TRANSLUCIDÜS. — FlOURA  6a. 

EstA  bacteria  se  encuentra  constantemente  en  el 
pulque  bajo  la  forma  de  coccus  y  diplococcus  esféri- 
cas de  0.8  milésimos  de  milímetro  ó  poco  menor  de 
diámetro,  aisladas  y  eii  cadenas  de  4  ó  6  elementas. 
Se  tiñe  bien  con  los  colores  básicos  de  anilina  y  la 
fuchina  fenicada;  no  es  afectado.de  una  manera  es- 
pecial par  el  iodo  y  se  destiñe  por  el  método  Gram. 
NicoUe.  El  Ziehl  diluido  da  las  mejores  preparacio- 
nes.    Es  inmóvil  y  no  tiene  cápsula. 

Cultivos  en  aguamiel  esterelizada. 

Enturbia  el  licor  y  produce  un  sedimento  escasa, 
blanco.  No  produce  fermentación  ni  velo,  ni  au- 
menta la  acidez,  ni  comunica  olor  especial. 


.ifíJÍ;>'H1«      .;;  :• 


<< 


'.V.  .. 


MICRO -ORGANISMOS   DEL 


Figura  Num.  7. — Micrococus  lutens. 


Cultivo  puro  en  gelatina  de  aguamiel.  Cristal 
violeta  fenicado.  Oc.  IV.  obj,  1/18  imtn.  long.  tubo 
160  mm.  Reichert. 


MICRO -ORGANISMOS    DEL   PULQUE 
C0K8T ANTES. 


Figura  Num.  6.— Micrococu8  translucidus. 

Cultivo  puro  en  gelatina  de  aguamiel.  Cristal  vio- 
l  leta  fenicado.  Oc.  IV.  obj.  l/lSimmerBÍónlong.  tubo 
3  mm.  Beíchert. 


.  -rf  .  •  ^  ■■* 


—221— 

Cultivos. 

En  gelatina  de  aguamiel,  en  placas:  se  forman 
colonias  translúcidas,  exactamente  iguales  á  una  go- 
ta de  rocío,  que  llegan  i  tomar  una  dimensión  de  1 
á  2  milímetros  con  este  aspecto;  se  enturbian  des- 
pués y  quedan  de  un  color  blanco  lechoso :  en  pica- 
dura, el  canal  está  constituido  por  numerosas  colo- 
nias globulosas  y  traslúcidas  que  se  opacan  como  las 
anteriores,  y  lo  mismo  sucede  con  la  cabeza  del  cla- 
vo: no  se  licúa  la  gelatina;  por  lo  menos  fué  dudo- 
so el  caso  en  que  se  verificó  este  fenómeno;  en  ge- 
latina inclinada  se  forma  una  banda  tranlúcida  á 
todo  lo  largo  de  la  estría  que  se  vuelve  lechosa,  con- 
vexa y  húmeda;  finalmente  opaca. 

No  se  cultiva  enmedio  anaerobio;  en  consecuen- 
cia es  aerobio,  aunque  no  extricto,  tal  vez.  Es  ade- 
más saprofito. 

Contribuye  á  dar  al  pulque  el  color  opalino  y  no 
parece  influir  en  el  sabor,  olor,  ni  en  la  fermenta- 
ción; al  menos  de  una  manera  apreciable. 

MICRO-ORGANISMOS  ACCIDENTALES. 

TORULA  ROSADA. 

En  dos  ocasiones  encontró  el  Dr.  Carbajal  una 
Tórula  que  no  produce  fermentación  y  cuyo  estudio 
quedó  incompleto  por  haberse  infectado  el  cultivo. 
Eran  celdillas  enteramente  iguales  á  las  de  la  leva- 
dura que  formaron  en  placa  de  gelatina  de  aguamiel 
colonias  circulares  color  de  rosa» 


—22a— 

En  gelatina  inclinada,  una  banda  convexa  húme- 
da de  superficie  brillante  y  del  mismo  color.  En 
aguamiel  esterilizado^  sedimento  abundante  blanco 
primero  y  después  de  algunos  días  color  de  rosa.  No 
hubo  fermentación ;  no  se  formó  velo,  ni  filamentos 
micelianos,  como  en  una  variedad  que  hay  de  esta 
clase  de  Tórulas. 


MiCROCOCCUS  GINABAREUS.   • 

En  dos  ocasiones  también  encontró  en  placas  sem< 
bradas  con  pulque  este  microooccus,  que  da  colo< 
nias  de  un  color  rojo-lacre  y  está  formado  por  coc< 
cus  gruesos  aislados. 


Sarcina  amarilla. 

En  una  ves  se  ha  presentado  una  colonia  de  un 
amarillo  ligeramente  verdoso,  que  está  constituida 
por  una  sarcina  que  da  en  cultivo  en  picadura  de 
gelatina  un  clavo  del  mismo  color. 


MiCROCOCCUS  ROSADO. 

En  uni^  yez  se  ha  presentado  esta  bacteria.  Fué 
en  una  placa  d^  gelatina  sembrada  con  pulque 
^^agrio.^'  Eran  coccus  de  1.2  milésimos  de  milímetro 
de  diámetro  balados  y  uno  que  otro  diplo.  En  la 
placa,  las  colonias  eran  de  un  color  rosado,  circula- 
res.   En  gelatina  por  picadura  se  obtuvo  un  clavo 


cuya  cabeza,  de  forma  circular,  era  lisa,  conveza  y 
de  color  rosado;  el  canal  presentaba  numerosas  co- 
lonias muy  finas,  que  al  principio  tenían  un  color 
blanco;  no  licuaron  la  gelatina. 

9 

Cladotrix. 

En  una  placa  apareció  una  colonia  que  resultó  ser 
un  Cladotrix,  que  se  aisló  y  dibujó;  pero  el  cultivo 
quedó  inu&lizado  antes  de  poder  ser  estudiado. 

Hongos. 

Las  impurezas  más  frecuentes  que  contienen  e[ 
pulque  y  el  aguamiel  pertenecen  á  esta  clase  y  son 
entre  los  observados, el  Penicillium  glaucus,  Asper- 
gillus  glaucus  y  niger,  Mucor  mucedo  y  Stolonifer. 

El  capítulo  de  las  impurezas  que  se  encuentran  en 
el  aguamiel,  y  pueden  pasar,  ó  de  hecho  pasan  al 
pulque,  es  interminable.  Justo  es  decir,  sin  embar- 
go, que  sólo  se  encuentran  aquellas  que  no  han  podi- 
do ser  detenidas  en  la  filtración,  á  que  se  somete  to- 
da aguamiel  previamente ;  pero  se  agregan  otras, 
resultado  de  contaminación  ulterior. 

La  densidad  del  pulque  es  muy  variable  y  depen- 
de de  muchas  circunstancias. 

Las  que  he  determinado  son  las  siguientes : 

l^ilque  deObstocapa  (en  el  tinacal). .  0,092 

ídem  de  Cuautengo 1,008 

ídem  de  las  casillas  de  despacho  en 

México 1,108 


—224— 

•  La  cantidad  de  azúcar  también  es  variable.  El  Sr. 
Bio  de  la  Loza  ha  encontrado  S  grs.  023  por  litro. 
Yo  he  hallado  en  un  pulque  de  lahacienda  de Cuau- 
tengo  hasta  13,08  por  litro,  y  1,63  en  el  de  Obstoca- 
pa  como  mínimum. 

El  pulque,  sometido  á  la  acción  del  calor,  forma 
una  espuma  viscosa,  toma  un  color  ligeramente  opa- 
lino, desprende  los  gases  con  un  olor  característico 
y  algo  alcoholizado;  tratado  por  alcohol  ¿80  ®  cent, 
ó  por  el  subacetáto  de  plomo  da  un  precipitado  blan- 
co. La  cantidad  de  gases  puede  estimarse,  por  tér- 
mino medio,  reducidos  á  cero  de  temperatura  y  á 
0,76  de  presión,  en  190,46  centímetros  cúbicos  por  li- 
tro, conteniendo: 


Acido  carbónico 170,81 

„      sulfohídrico ''ÜSÍlllí:' 

Oxígeno. , 002,29 

Azote 008,36 

L.  Río  DE  LA  Loza. 


El  alcohol  contenido  en  el  pulque,  es  también  va* 
riablé,  como  es  el  azúcar  que  contiene  el  aguamiel; 
pero  puede  estimarse,  como  resultado  de  varias  in- 
vestigaciones, que  está  comprendido  entre  24  y  40 
gramos  por  litro. 

El  pulque  tiene  una  reacción  acida  aun  anteé  de 
que  esté  ^^hecho,"  palabra  con  que  designan  que  ya 
ha  sufrido  la  fermentación  alcohólica. 


El  Sr.  Rio  de  la  Loza  le  asigna  al  pulque  la  com 
posición  siguiente  en  1,000  partes : 


Substancia  albuminoide,  goma  y  resina. . .  12,57 

Azúcares 8,23 

Sales  solubles  en  el  agua 1,68 

„          „         „  los  ácidos 0,37 

„    insolubles  en  ambos  vehículos 0,15 

Alcohol  absoluto  (promedio  de  tres  ope- 
raciones)    36,80 

Agua  y  productos  gaseosos 940,20 


Las  sales  que  el  anterior  análisis  expone,  son  las 
mismas  que  hemos  indicado  al  hablar  de  la  compo- 
sición del  aguamiel,  pues  sólo  varían  en  sus  propor- 
ciones. Boussingault  ha  encontrado  en  un  litro  de 
pulque  procedente  de  uno  de  los  ranchos  de  Tlaxca- 
la,  pesando  976  gramos,  la  composición  siguiente  en 
peso: 


Alcohol  absoluto 58,  grs.  76 

Glucosa 00,          00 

Glicerina 2,          10 

Acido  succínico 1,          40 

carbónico O,          61 

orgánico  libre  [málico  ?].._.  5,          50 

butírico  y  acético indicios. 

láctico O,          00 

Goma O,          50 

Amoniaco  formado O,          05 

29 


99 


Análisis  de  una -serie  de  pulques  de  las  fincas  qt 


§         i 


o 


p 


Densidad 0,987  0,988  0,981 

Agua,  ácido  agávico,  aceite  esen- 
cial y  ácido  carbónico 901,25  897,25  918,0C 

Alcohol  agáv.  con  aceite  esencial.  1     84,74  87,00  71,81 

Acido  agávico 1,20  1,791  -•  ^ 

ídem  múcico 1,59  2,30/      ^»* 

ídem  acético 1,11 

ídem  valeriánico indioh 

Azúcar  no  trasformada 2,92  1,30  1,29 

Groma  formando  mucílago 2,25  3,84  2,81 

Sales  solubles  é  insolubles 7,47  1,42  3,21 

Pérdida 4,48  5,10  2,7! 

g  í  i 

e  i  s 


>4 
00 


§  i 


Densidad 0,988  0,981 

Agua,  ácido  agávico,  aceite  esen- 
cial y  ácido  carbónico 893,70  895,00  897,0( 

Alcohol  agávico  con  aceite  esencial     80,00  85,00  87,ñ 

Acido  agávico 1,00  2,00  1,81 

ídem  múcico 5,00  2,00  1,0Í 

ídem  acético indicios  1,00  0,81 

ídem  valeriánico 

Azúcar  no  trasformada 7,05  2.00  1,71 

Goma  formando  mucílago 7,55  3,00  2,11 

Sales  solubles  é  insolubles 1,35  2,25  1,81 

Pérdida ^ 4,36  8,75  631 

1.  La  fuerza  alcohólica  centecimal  está  representada  n 
21fi,24P.,21P.,23P.,22ñ,21f>.23ñ,21f>,222,22ñ,22S 
tancia  resinoide. — 3.  Esta  cantidad  representa  la  azúcari 
nica. 


in,  hechos  por  el  Dr.  6.  Lobato,  en  1834. 


g 


a 

^ 


I 


M 
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O. 
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< 
o 


0,989 

0,968 

0,987 

0,986 

0,987 

0,989 

905,00 

900,00 

895,00 

894,00 

898,00 

895,00 

84,00 

86,00 

86,00 

86,00 

83,00 

87,00 

1.00 

1,10 

1,00 

2,00 

1,00 

2,10 

1,26 

1,95 

1,80 

1,00 

2,00 

1,25 

■   •  •  • 

•     •     •     •                 J 

indicios 

indicios  indicios  indicios 

•  •  •  • 

indicios 

•  «  •  • 

•      •      •      • 

•      ■      •     •                   J 

indicios 

2,00 

1,25 

0,85 

0,15 

2,00 

1,50 

4,00 

4,15 

4,00 

5,00 

5,00 

4,90 

3,00 

3,00 

3,00 

2,00 

2,50 

2,35 

1,76 

3,55 

7,35 

9,85 

6,50 

5,90 

^ 

S 

i 

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3 

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3 
1 

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06 

3 

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< 

iJ 

2 

0} 

I        0,986       0,991       0,983       0,985       0,989       0,988 

)      899,00     898,00     899,05     896,00     895,00     898,00 
)        85,60       84,85       81,10       87,00       88,00       85,00 


) 
) 

> 

1,25 
1,95 
1,00 

5» 

0 
1 

•  •  •  • 

1,00 
3,00 
1,85 
4,46 

1,50  2,80  1,90  1.85 

1,25  1,75  1,15  2,25 

1,88  1,50  1.00  .... 

indicios  indicios  indicios 

2,50*       2,71  2,00  3,89 

3,00  3,39  2,45  5,95 

2,20  2,38  1,89  2,00 

4,77  5,21  6,61  1,06 


1,00 
1,59 


2,85 
3,25 
2,15 
6,16 


úñente  por  23°,  21?.,  22?.,  22°,  22?.,  21?,  21? 
'*"íí — 2.    En  esta  cantidad  está  comprendida  la  sus- 
También  representa  esta  cantidad  la  azúcar  má- 


-231— 

De  lo  expuesto  se  deduce  que  hasta  ahora  tampo- 
co tenemos  una  análisis  completa  del  pulque,  pues 
las  que  hemos  transcrito  no  nos  dan  la  composición 
real,  ni  indican  la  naturaleza  de  los  alcoholes,  ni  de 
los  éteres  que  contienen  ni  los  demás  componentes 
cuyo  conocimiento  interesa  á  la  medicina,  á  la  higie- 
ne y  á  la  industria.  Pocos  químicos  se  han  ocupa- 
do de  este  estudio  y  como  dejo  dicho  los  pocos  aná- 
lisis que  poseemos  son  incompletos. 

La  elaboración  del  pulque  se  hace  en  las  hacien- 
das pulqueras,  en  construcciones  especiales  que, 
bajo  del  punto  de  vista  higiénico  y  tecnológico,  de- 
jan mucho  que  desear:  no  tienen  ni  buena  ven- 
tilación, ni  están  construidas  de  manera  á  evitarlos 
cambios  bruscos  de  las  influencias  exteriores.  Gene- 
ralmente son  grandes  galeras  con  ventanas  á  los  cos- 
tados, techadas  con  ''tejamanil,"  sin  aparatc:)S  ca- 
loríficos que  regularicen  la  temperatura  de  la  fer- 
mentación. Alrededor  están  colocados  unos  pies 
derechos  de  poco  más  de  un  metro  de  altura,  sopor- 
tando rectángulos  de  madera  destinados  á  sostener 
las  tinas  (lámina  14).  Estos  aparatos  están  dispues- 
tos para  llevar  dos  ó  tres  tinas,  y  se  les  dá  el  nom- 
bre de  ''tendido :"  las  tinas  donde  se  hace  la  fermen- 
tación son  vastos  receptáculos  formados  de  cuero  de 
res  sin  curtir,  preparados  con  cal,  y  cosidos,  clava- 
dos ó  atornillados  por  sus  bordes  á  un  bastidor  rec- 
tangular de  "morillos,"  del  grueso  conveniente:  se 
les  da  figura  de  un  casquete  esférico,  para  lo  cual 
recargan  el  cuero  con  tierra  para  amoldarlo.  Las  di- 
mensiones más  comunes  de  las  tinas  son  lm,53  lon- 
gitud, lm,10  de  latitud,  y  0m,80  centímetros  de  pro- 


—282- 

fundidad,  las  cuales  pueden  contener  perfectamente 
4561trs,264  (1,000  cuartillos)  de  pulque;  pero  hay 
otras  de  mayores  dimensiones  que  contienen  de  684 
ltrs,396  á  9121trs,527  (1,500  á  2,000  cuartillos). 

En  algunas  haciendas  los  tinacales  son  lujosos  co* 
mo  por  ejemplo  los  de  las  haciendas  de  San  Loren- 
zo, Ometusco,  Mazatepec  y  aígún  otro,  pero- bajo  el 
punto  tecnológico  no  llenan  las  condiciones  de  una 
sala  de  fermentación. 

La  elaboración  del  pulque  es  casi  primitiva^  para 
esto  se  elige  la  mejor  aguamiel  de  magueyes  mansos 
añejos:  se  ponen  en  una  tina  1361trs,879  (6  cubos) 
y  se  abandona  á  que  se  fermenten,  teniendo  cuida- 
do de  tapar  la  tina  con  otra :  cuando  aparece  únate- 
la espesa  y  que  ésta  se  desgarra,  se  procede  á  lim- 
piarla; es  decir,  á  quitar  los  grumos  y  girones  de 
dicha  tela,  ala  que  le  dan  el  nombre  de  ''zurrón." 
Esta  aguamiel,  que  ya  ha  pasado  á  la  fermentación 
acética,  se  le  llama  ''semilla,  píe,  xinaxtli,"  y  sirve 
de  fermento  para  preparar  el  pulque.  El  tiempo  que 
dilata  la  semilla  para  hacerse,  es  variable,  y  depen- 
de de  la  temperatura.  En  el  invierno  tarda  de  vein- 
te días  á  un  mes,  y  en  el  verano  de  diez  á  veinte  días. 

Una  vez  preparada  la  semilla  se  comienza  á  ce- 
bar con  aguamiel :  primero,  poniendo  01tr8.,456  (1 
cuartillo)  en  la  mañana  y  en  la  tarde  por  dos  ó  tres 
días,  y  se  va  aumentando  sucesiva  y  diariamente  lá 
cantidad  hasta  llenar  la  tina:  llena  ésta,  que  enton- 
ces toma  el  nombre  de  "tronco,"  se  toman  de  ella 
nueve  cubos  (2051trs.,328)  y  se  ponen  en  otra;  á 
esto  se  le  llama  "cortar  puntas,"  y  según  el  grado 


de  fermentación,  asi  se  le  pone  una  ó  dos  cargas  de 
aguamiel  (2hectB.,28)  ó  (4hect8.,66)9  continuando 
cebando  la  del  tronco,  de  la  cual  puede  cortarse 
puntas  para  varias  tínan.  Cuando  ya  se  han  llena- 
do éstas  ó  que,  por  los  signos  organolépticos,  el 
encargado  de  la  operación  conoce  que  está  ya  de 
buen  punto,  de  ésta  se  cortan  puntas  para  las  de- 
más: cuando  la  semilla  ha  sido  repartida  en  todas 
las  tinas  del  tinacal,  se  dice  que  ''se  ha  tendido  la 
semilla.**  Se  conoce  que  el  pulque  se  ha  vuelto 
potable,  cuando  hace  hilo,  es  decir,  cuando  tomando 
una  pequeña  cantidad  con  una  jicara  y  derramán- 
dola, el  líquido  hace  baba  y  adquiere  un  sabor  es- 
pecial :  entonces  se  procede  al  expendio  extrayén- 
dolo de  las  tinas  y  reemplazándolo  por  aguamiel, 
que  generalmente  es  una  carga;  pero  nunca  se 
puede  despachar  pulque  de  tina  que  haya  recibido 
aguamiel  en  la  mañana.  El  pulque  poco  antes  de 
descomponerse  llega  á  su  máximum  de  bondad:  Cg 
un  delicioso  vino  por  su  gusto  y  aroma;  por  lo  mis- 
mo, cuando  el  pulque  ha  llegado  á  este  estado,  al 
medirlo  para  ser  transportado  á  México,  no  se  ex- 
trae parte  de  él  de  las  tinas  que  presentan  estos  ca- 
racteres, sino  que  se  vacían  completamente,  á  cuya 
operación  llaman  **barrer  tinas."  Cuando  el  tronco 
va  á  media  tina,  se  procede  á  preparar  nueva  semi- 
lla, de  manera  á  tener  siempre  un  tronco :  una  se- 
milla á  media  tina  y  otra  en  preparación. 

E!n  algunas  haciendas  se  prepara  la  semilla  de 
otra  manera,  poniendo  aguamiel  en  un  barril,  el 
cual  se  cubre  con  una  tapa  que  tenga  agujeros  para 
la  introducción  del  aire  necesario  á  la  fermentación, 

30 


—284— 

ó  con  un  lienzo  de  tejido  flojo;  ae  deja  en  reposo 
hasta  que  se  observa  el  zurrón ;  se  limpia  y  se  pone 
en  una  tina,  sigiuiendo  los  procedimientos  que  ya 
hemos  descrito.  Hay  otros  modos  de  preparar  la 
semilla,  tales  como  la  "cristalina"  y  por  "apaleo;" 
pero  la  práctica  no  ha  sancionado  como  buenos  es- 
tos procedimientos. 

En  Cuitzeo  (Miehoaeán)  el  pulque  se  prepara  po- 
niendo á  hervir  el  aguamiel,  y  después  sometién- 
dolo &  la  fermentación.  Sale  de  un  color  amari- 
llento y  muy  baboso;  no  tierte  ni  el  gusto  ni  al  olor 
del  pulque  de  los  Llanos.  En  Jalisco  se  deja  fer- 
mentar el  aguamiel  en  la  taza  ó  cepa  del  maguey, 
añadiéndole  cierta  cantidad  de  aguardiente  catalán. 

En  algunas  haciendas  ó  ranchos  de  la  región  del 
maguey  se  prepara  un  pulque  llamado  de  "panal," 
de  la  manera  siguiente:  Se  elige  un  maguey  añejo 
que  tenga  grande  caja  ó  recipiente,  se  raspa,  limpia 
bien  y  se  le  pone  una  cantidad  de  buen  pulque  en  re- 
lación con  la  capacidad  de  la  taza  ó  recibiente.  Des- 
pués á  la  hora  que  se  acostumbra  raspar  el  maguey, 
se  levanta  con  el  acocote  el  pulque,  se  limpia  y  ras- 
pa el  maguey  y  se  vuelve  á  poner  el  pulque  que  se 
sacó.  Para  tomar  el  pulque  se  le  extrae  del  maguey 
con  un  trasto  bien  limpio.  Todos  los  días  á  la  hora 
de  costumbre  se  raspa  el  maguey  como  hemos  dicho 
y  se  tendrá  hasta  el  agotamiento  de  la  plantaun  pul  - 
que  suave,  aromático  y  fresco.  Este  pulque  se  pre- 
para por  curiosidad  y  para  el  consumo  de  la  familia 
del  hacendado  ó  del  administrador  pero  nunca  for- 
ma un  ramo  de  especulación. 

En  los  grandes  tinacales  es  mucha  lalimpiezaque 


ae  tiene  en  ellos  porque  se  ha  comprendido  euánto 
influyen  las  emanaciones  pútridas  de  las  substancias 
orgánicas  para  el  desarrollo  de  sus  alteraciones;  por 
eso  se  tiene  cuidado  de  no  dejar  en  las  tinas  los  se- 
dimentos que  el  pulque  deposita,  y  que  no  son  más 
que  los  seres  orgánicos  que  determinan  el  desdobla- 
miento de  la  azúcar,  que  han  dejado  de  existir  así 
como  otros  micro-organismos  que  determinan  pu- 
trefacción ó  alteración  del  pulque;  pero  esto  no  es 
bastante,  se  necesita  observar  extrictamente  las  re- 
glas que  la  ciencia  ha  descubierto,  para  una  buena 
fermentación. 

Creen  que  teniendo  cuidado  de  colar  las  aguamie- 
les al  ponerlas  en  las  tinas,  y  de  regularizar  su  can- 
tidad en  relación  ála  semilla  se  previenen  las  causas 
que  influyen  en  las  alteraciones  del  pulque.  Cuando 
la.  temperatura  sufre  un  abatimiento,  el  aguamiel  no 
fermenta  y  entonces  elevan  la  temperatura  por  me- 
dio del  fuego,  cuidando  que  el  combustible  sea  de 
los  que  no  producen  mucho  humo.  En  algunas  ha- 
ciendas se  asolean  las  aguamieles  para  elevar  la 
temperatura  y  hacer  que  entren  en  fermentación. 
Se  ti6ne  como  medio  reprobado  el  poner  en  las  tinas 
cierta  cantidad  de  agua  hirviendo  para  el  mismo 
objeto. 

Es  necesario  poner  en  cada  tina  la  cantidad  de 
aguamiel  necesaria,  según  la  cantidad  de  la  semilla. 
Cuando  se  pone  más  aguamiel  de  la  que  necesita 
aquella,  se  dice  que  se  '^granizó  el  pulque."  Esta 
alteración  se  msnifiesta  porque  el  fermento  se  corta 
y  aparece  en  grumos  en  el  líquido;  adquiere  mal 
olor  y  sabor,  á  consecuencia  del  desarrollo  de  la 


fermentación  pútrida.  Cuando  b1  fermento  está  en 
exceso,  con  relación  al  aguamiel,  el  pulque  sale  ea- 
psHo  y  baboso,  y  entunees  se  dice  que  se  "empachó 
la  eeniilla." 

Estos  accidentes  son  más  frecuentes  en  el  verano 
que  en  el  invierno.  En  nuestro  concepto,  creemos 
que  la  primera  de  estas  alteraciones,  más  bien  es  de- 
bida al  enfriamiento  del  líqoido  y  del  aire  ambiente 
á  un  exceso  de  azúcar,  y  á  la  presencia  del  ácido 
acético. 

Aun  cuando  se  haya  puesto  á  la  semilla  la  canti- 
dad extrictamente  necesaria  de  aguamiel  en  el  vera- 
no, easi  Mempre  ae  agria  el  pulque  (*'8e  pica"). 

El  medio  seguro  de  obtener  buen  pulque  en  todo 
tiempo,  es  preparar  la  levadura  ó  fermento  puro  y 
seleceionario  y  arreglar  convenientemente  el  tinacal 
por  medio  de  una  buena  ventilación,  para  abatir  la 
temperatura  cuando  el  termómetro  acuse  un  aumen- 
to de  grados  superior  á  los  que  se  necesitan  para  la 
buena  fermentación,  y  aparatos  caloriñcos  que  la 
eleven  cuando  el  ambiente  la  abata. 

Poco  ó  más  bien  nada  ee  ha  adelantado  en  el  pa< 
sado  siglo  sobre  la  preparación  del  pulque.  Podría- 
mos decir  que  aun  cuando  la  naturaleza  indica  las 
condiciones  que  son  favorables  á  la  buena  fermen- 
tación, se  ha  descuidado  y  mucho  la  observación  de 
ellas  para  obtener  un  buen  pulque. 

Se  observa  que  entre  la  estación  del  otoño  y  el  prin- 
cipio del  invierno,  el  pulque  que  se  fabrica  es  da 
buen  sabor  y  aún  no  se  han  determinado  loa  limites 
de  temperatura  entre  los  cuales  los  microorganismos 


I 

I 


—237— 

que  determinan  la  fermentación  del  pulque,  enouen* 
tran  las  oondiciones  biológicas  para  su  desarrollo. 

Mis  estudios  sobre  ^dl  particular  me  hacen  creer 
que  las  cualidades  organolépticas  del  pulque  no  se 
desarrollan  por  la  presencia  de  un  solo  miciH>-orga*- 
nismo,  pues  he  observado  que  antes  de  tener  las 
cualidades  de  potable  aparece  el  sacharomises  cere- 
YiccflSy  mientras  que  cuando  adquiere  buen  sabor, 
entonces  el  bacillus  que  he  observado  se  encuentra 
en  cantidad  igual  al  sacharomises.  En  la  tercera 
edición  de  esta  obra  decía:  ^'Asi  que  en  mi  opinión 
oomo  base  de  los  estudios  técnicos  para  la  mejora 
en  la  fabricación  del  pulque,  se  necesita  conocer 
cuál  es  la  acción  de  cada  uno  de  los  organismos  que 
descubre  el  microscopio,  y  cuáles  son  las  condicio- 
nes biológicas  de  su  desarrollo,  para  que  en  vista  de 
ellas  se  proceda  á  la  construcción  de  los  tinacales 
de  una  manera  adecuada  y  á  la  elaboración  del  pul- 
que de  una  manera  segura." 

Afortunadamente  los  estudios  del  Dr.  Carbajal 
vienen  á  darnos  los  datos  que  desconocíamos  para 
abordar  la  solución  de  la  buena  fabricación  del 
pulque. 

El  pulque,  en  los  tinacales,  no  tiene  un  olor  des- 
agradable, pero  tomado  de  algunas  de  las  casillas  de 
expendio  adquiere  un  olor  insoportable,  parecido  al 
de  la  carne  podrida,  que  repugna  á  las  personas  que 
no  están  habituadas  á  él;  algunos  creen  que  lo  ad- 
quiere accidentalmente  por  la  intervención  de  la  ma- 
teria animal  de  la  piel  donde  se  fabrica ;  otros,  al  con- 
trario, dicen  ser  debido  á  la  fermentación,  fundán- 
dose en  que,  conteniendo  substancias  proteicas,  la 


-238— 


fermentación  determina  su  descomposición,  y  de  aquí 
resulta  ese  olor  nauceabondo.  8e  apoyan  también 
en  que  los  pulques  de  Jocotítián  (que  si  bien  son  bue- 
nos, nunca  podrán  compararse  con  los  de  los  Llanos 
de  Apam)  no  lo  tienen:  dicen  que  esto  es  debido  á 
las  modificaciones  que  !a  fermentación  sufre  á  causa 
del  abatimiento  de  temperatura  de  cse  lugar, 

Bonssingault,  para  dilucidar  esta  cuestión,  some- 
tió á  la  fermentación  en  un  vaso  cerrado,  80  centí- 
metros cúbicos  de  una  solución  de  110  centímetros  ' 
cübieoB  de  aguamiel  (que  para  remitirla  á  Francia 
evaporaron  10  kilógrareíoB  hasta  reducirlos  á  uno) 
en  9Í>2  de  agua,  con  65  de  levadura  de  cerveza  bien 
lavada.  Ei  líquido  fermentado  tenía  la  apariencia 
del  suero,  aun  después  de  haberlo  nitrado,  y  bu  olor, 
ligeramente  vinoso,  no  tenia  la  fetidez  del  pulque 
que  Mr,  Dreger  le  había  remitido;  de  este  hecho 
dice  Mr.  Boussingault  lo  que  sigue:  "Este  expe- 
rimento prueba  que  el  Jugo  del  agave  puesto  á  fer- 
mentar en  una  levadura  fresca  é  inalterable,  da  un 
pulque  cuyo  olor  de  ninguna  manera  es  repugnante, 
de  donde  acaso  se  puede  concluir,  que  el  pulque 
preparado  en  México  debe  el  olor  que  lo  caracteriza^ 
á  que  la  fermentación  del  aguamiel  se  provoca  y  'j 
mantiene  por  un  fermento  líquido  y  nauseabundo, 
una  especie  de  levadura  que  se  le  procura,  dejando 
agriar  y  pudrir  el  jugo  del  agave." 

Creemos  que  el  mal  olor  que  se  nota  en  los  pul- 
ques de  las  casillas  de  expendio  en  la  Capital,  de- 
pende principalmente  del  poco  aseo  que  se  tiene  en 
las  barricas  en  que  lo  conducen.  Estas,  no  estando 
construidas  de  una  manera  especial,  nopueden  lint- 


I 


¡narse  cual  conviene  para  extirpar  completamente 
los  Bedimentos  de  los  pulques  anteriores  que,  en- 
trando en  putrefacción,  lo  descomponen  y  le  dan  un 
olor  detestable. 

Bl  mal  olor  y  sabor  del  pulque  que  se  vende  en 
las  casillas  de  la  Capital  desde  hace  siglos,  se  ha 
hecho  proverbial  y  ha  llamado  la  atención  de  la  au- 
toridad. En  1528  la  Reina  se  dirigió  al  Obispo  Zu- 
márraga  previniéndole  prohibiese  de  cuantas  mane- 
ras le  fuese  posible  con  excepción  de  multa,  el  em- 
pleo de  la  yerba  llamada  ocpatli  para  fabricar  el 
pulque,  y  en  el  informe  del  Marqués  de  Sonora  al 
virey  Bucareli,  le  hace  mención  de  las  adulteracio- 
nes que  el  pulque  sufría. 

El  pulque  parece  una  bebida  sobre  la  cual  se  han 
ideado  las  más  groseras  preparaciones  para  adulte- 
rarlo. 

El  Sr.  Dr.  Río  de  la  Loza  en  1864  (*)  decía.  "Si 
no  68  fácil  hallar  en  el  comercio  vinos  de  uva  no 
adulterados,  es  más  difícil  encontrar  el  de  maguey 
tal  como  debía  ser,  no  obstante  que  su  bajo  precio 
sería  una  garantía  que  alejara  todo  temor  de  frau- 
de. Pero  el  hecho  es,  que  son  tantas  y  tan  variadas 
las  materias  que  se  encuentran  en  los  pulques  del 
comercio,  que  se  llega  á  perder  la  paciencia  con  el 
convencimiento  de  que  no  es  fácil  fijar  ni  el  prome- 
dio de  su  composición,  aun  con  respecto  á  las  par- 
tes esenciales  como  son  el  alcohol,   agua,  azúcar. 


(*)     Memoria  sobre  el  maguey  mexicano  por  D. 
M.  Payno,  1864. 


—240— 

raucílago,  fermento,  etc.  Parece,  en  efecto,  qt 
cada  vendedor  al  menudeo  tiene  sua  fórmulas 
ticulares  ó  las  materias  predilectas  de  que  haceustf^ 
segiin  el  estado  en  que  reciben  los  pulques,  el  reza^. 
go  que  de  ellos  tienen  y  aún  la  preennción,  confor- 
me á  su  experiencia,  de  la  mayor  ó  menor  salida  del 
efecto.  La  cal,  el  agua,  el  almidón,  la  harina,  la 
goma,  el  "tequezquite"  y  algunos  vegetales  más  6 
menos  ¡nocentes  ó  nocivos,  son  comunmente  de  los, 
que  más  uso  se  hace  para  cubrir  ya  la  mucha  fluíH 
dez,  la  acidez  y  hasta  la  corrupción  de  la  bebidihj 
fermentada;  esto,  sin  contar  con  el  abuso  de  loft 
conductores  que  consiste  en  la  adición  de  diverssftj 
aguas  más  ó  menos  impuras  y  sin  hacer  mérito  dfe 
las  modiñcaciones  naturales  relativas  á  las  estacio- 
nes como  son  las  lluvias,  y  sobre  todo  la  elevación 
de  temperatura  que  tanto  violenta  la  alteración  del 
producto." 

En  la  época  actual  es  verdaderamente  alarmante 
lo  detestable  de  los  pulques  en  la  mayor  parte  de 
loB  expendioB  de  la  Capital,  y  ahora  más  que  en 
otroB  tiempos  la  autoridad  deberia  ser  severa  para 
reprimir  el  fraude. 

El  pulque  in  "natura"  es  aromático,  de  un  sabor 
agradable  y  se  presume  dotado  de  propiedades  ali- 
menticias  y  medicinales.  Tomado  en  muchas  de  las 
casillas  de  pulque  llamadas  pulquerías,  es  un  licor 
de  olor  repugnante,  de  gusto  detestable,  malsano  y 
á  veces  tóxico.     (') 


I 


C)  En  una  memoria  que  con  el  título  de"Elm¿ 


—241— 

Un  agricultor  de  los  Llanos,  persona  respetabili- 
sima  y  (vofundamente  conocedora  del  cultivo  del 
maguey,  fabricación  y  comercio  del  pulque,  en  co- 
municación de  fecha  3  de  Abril  del  año  en  curso  di- 
rigida al  i^esidente  de  la  '*  Sociedad  Agrícola  Mexi- 
cana*' dice:  '* Verdad  es  que  uno  que  otro  comer- 
ciante en  pequeño,  no  teniendo  pulque  en  ciertas 
épocas  del  año  para  su  abasto  ó  queriendo  llamar  la 


guey"  presentó  el  8r.  General  Pedro  Rincón  Gallar- 
do al  Congreso  Internacional  de  Fort  Worth,  el  autor 
protesta  porque  expongo  en  mi  obra  algunas  adulte- 
raciones que  hacen  sufrir  al  pulque  algunos  especu- 
ladores de  mala  fé.  No  obstante  su  protesta  tengo 
que  dejar  asentado  en  esta  edición  lo  que  dejé  en  la 
anterior  sobre  este  particular,  por  ser  cierto,  público 
y  notorio  que  se  hacen  estos  fraudes.  Me  imputa 
hasta  de  calumnia,  diciéndome  que  no  rindo  prueba 
alguna  de  mi  dicho  como  estaba  obligado  á  hacerlo 
y  asegura  que  no  hice  el  menor  ensaye  en  los  líqui- 
dos falsificados.  Manifiesto  con  la  lealtead  que  debe 
caracterizar  al  escritor,  que  al  escribir  mi  obra  no  me 
he  gfuiado  solo  por  informaciones;  visité  haciendas 
pulqueras  en  donde  permanecí  varios  días  y  aun  me- 
seSytomé  notas  y  comprobé  informaciones.  Las  adul- 
teraciones! que  indico,  las  vi  hacer  en  varias  pulque- 
rias  y  las  he  ratificado  al  publicar  esta  edición,  por 
lo  cual  me  era  innecesario  la  investig^ión  química 
para  comprobarlos,  que  por  otra  parte  sería  absolu- 
tamente inconducente,  puesto  que  aun  no  conoce- 
mos la  composición  normal  del  pulque. 

31 


atención  de  los  consumidores  por  medio  de  una  me- 
dida superior  á  la  que  permitiera  dar  un  moderado 
lucro,  le  mezcla  con  agua  ó  con  el  pulque  sobrante 
que  no  pueden  vender;  pero  los  comerciantea  de  bue- 
na fé  reprobamos  esa  falsiHcación  y  la  per8^:uimo9 
con  los  pequeños  medios  que  tenemos  á  nuestro  al- 
cance," 

Ojalá  y  solamente  en  esto  consistiera  el  fraude  no 
ocasionaría  tantos  males  al  conaumidor,  Y  sin  em- 
baído por  más  que  el  agricultor  de  los  Llanos  quiera 
paliar  la  importancia  de  este  fraude  es  muy  común  y 
alarmante,  sin  que  por  esto  ee  crea  que  no  hay  co- 
merciantes honorablea  que  venden  el  pulque  puro. 

En  algunos  expendios  al  terminar  las  ventas  del 
día,  les  queda  un  sobrante  de  pulque  que  al  día  si- 
guiente está  agrio  ó  que  ya  viniendo  maleado  para 
expenderlo  lo  componen  mezclándole  aguamiel,  lo 
agitan  fuertemente  y  después  de  algunas  horas  de 
reposólo  expenden;  pero  para  evitársela  compra 
del  aguamiel  emplean  diversas  recetas  en  substitu-  ' 
ción  de  aquella. 

Una  de  las  recetas  de  las  menos  perjudiciales  con 
que  componen  el  pulque  agrio  li-s  expendedores, 
consiste  en  mezclar  cierta  cantidad  de  una  solución 
formada  con  agua,  azúcar  y  tequesquite  [sesquicar- 
bonato  de  sosa  impuro  conteniendo  autfatos,  nitratos, 
cloruros  y  materia  orgánica]  llamada  por  ellos  "agua 
miel"  del  país.  Otra  más  perjudicial,  mezclarle  ai 
pulque  agrio  sumo  de  pencas  de  maguey  y  teques- 
quite. Esta  mezcla  cáustica  y  corrosiva  debe  neoe- 
sariamente  ocasionar  grandes  desarreglos  en  la  eoo- 


i 


—248- 

nomfa,  y  acaso  á  esto  se  debe  la  mortalidad  que  hay 
en  la  capital  á  consecuencia  de  las  enfennedadee 
intestinales  que  tanto  abundan.  No  son  estas  la^ 
únicas  recetas  para  las  adulteraciones,  pues,  como 
muy  tñen  hace  observar  el  8r.  Dr.  Leopoldo  Río  de 
la  Loza,  son  inumerables,  algunas  hasta  asquerosas. 

Examinemos  qué  efecto  produce  el  cuero  de  que 
está  formada  la  cuba  de  fermentación.  La  química 
nos  enseña  que  bajo  la  influencia  de  un  fermento  ó 
de  una  sustancia  albuminoide  alterados,  ó  de  las 
membranas  animales,  el  azúcar  se  transforma  en 
''manita"  y  hay  producción  de  una  materia  viscosa, 
circunstancias  que  en  nuestro  concepto  se  encuen- 
tran en  la  fabricación  del  pulque.  Se  sabe  también 
que  los  líquidos  fermentados  que  han  sufrido  la  fer- 
mentación manítica,  si  se  concentran,  pueden  de- 
mostrar la  presencia  del  ácido  succínico  y  de  la  gli- 
cerina,  principios  que  Mr.  Boussingault  ha  determi» 
nado  en  el  pulque,  según  el  análisis  que  hemos  in* 
dicado. 

Esto  nos  autoriza  á  decir  que  la  fabricación  dex 
pulque  en  las  ''tinas"  que  hemos  descrito,  tiene  por 
objeto  desarrollar  la  fermentación  viscosa,  para  que 
le  dé  esa  babosidad  que  el  consumidor  le  busca,  y 
que  el  fabricante  llama  ''cuerpo;"  y  tan  cierto  es 
esto,  que  varios  cultivadores  de  los  Llanos  de  Apam 
han  elaborado  el  pulque  en  vasijas  de  porcelana,  y 
si  bien  lo  hati  obtenido  de  buen  gusto,  ha  sido  de 
ningún  ''cuerpo:"  nuestros  experimentos  nos  han 
conducido  al  mismo  resultado. 

Se  conocen  dos  clases  de  pulque:  el  "fino"  y  el 
'^achique."    El  fino  es  el  que  se  fabrica  en  los  Lia- 


—244— 

nos  de  Apam  con  el  aguamiel  de  maguey  manso,  y 
el  tluchique  es  el  que  se  elabora  con  aguamiel  de  los 
magueyes  del  Valle,  que  la  mayor  parte  no  son  man- 
sos, sin  la  limpieza  y  con  trasiegos  incompletos  por 
lo  cual  no  resulta  un  pulque  6no,  y  además,  ae  trae 
de  ios  lugares  de  elaboración  sin  haber  sufrido  La 
fermentación  alcohólica:  es  mucilaginoso,  duice,  y 
fáüilmente  se  agriü  y  tiorrumpe. 

En  el  añe  de  1877  vimoa  un  pulque  fabricado  en  ] 
la  hacienda  de   Aoosac,  en  el  Distrito  de   Chalco, 
cuyo  sabor  y  olor  eran  muy  semejantes  al  mejor  pul- 
quede  los  Llanos  de  Apam.    La  cantidad  de  alcohol 
que  contenía  era  la  misma  que  la  que  hemos  encon- 
trado en  los  mejores  pulques  de  la  zona   del  ma- 
guey, á  diferencia  de  contener  más  albúmina.     Por  i 
esto  deducimos  que  si  el  clima,  el  terreno  y  la  clase 
de  maguey  modifican  la  calidad  de  los  pulques,  la 
elaboración  influye  de  una  manera  especial  sobre  s 
bondad. 

Sería  de  desear  que  loa  hacendados,  por  el  bien  de  | 
aus  intereses,  establecieran  una  estación  donde  se  í 
estudiaran,  experimentalmente  los  fenómenos  de  la  \ 
fermentación  por  químicos  y  bactereologistas  con  el  ] 
fin  de  deducir  loa  procedimientos  oientifieos  para  j 
una  elaboración  perfecta. 

El  pulque,  siendo  una  bebida  fermentada,  entra  1 
en  el  orden  común  de  las  fermentaciones. 

1°  En  la  preparación  del  "xinaxtll"debe  prooe- 
derae  con  el  mayor  cuidado  y  no  preparar  un  fer- 
mento acético  y  contaminado  como  lo  es  cuando  apa-  < 
rece  el  "zurrón,"  sino  prepararlo  con  levadura  bao- 


—245- 

teriológioamente  pura  y  partiendo  de  una  celdilla  y 
con  aguamiel  esterilizada  para  que  la  fermentación 
que  sufre  esa  primera  aguamiel,  ''tome  cuerpo"  sin 
acetificarse^  y  para  tener  un  fermento  propio  que  dé 
buenos  resultados.  La  práctica  de  hacer  semilla  en 
tina  es  mala  y  el  hacerla  en  barril  lo  ea  menos 
pero  debe  recomendarse  principalmente  la  prepara- 
ción de  levadura  pura  que,  indudablemente  dará 
mejores  resultados. 

2  S  Para  que  la  fermentación  alcohólica  recorra 
todas  sus  fases  con  regularidad  y  se  obtengan  bue* 
nos  productos,  es  necesario  mantener  constantemen- 
te la  temperatura  del  tinacal  entre  16^  á20^  En  la 
fabricación  del  pulque  seria  conveniente  no  cortar 
puntas  sino  hacer  la  fermentación  en  cubos  de  ma- 
dera de  haya  ó  en  receptáculos  de  ñerro  esmaltado 
poniendo  á  cada  una  de  ellas,  el  fermento  ó  levadu- 
ra necesaria  que  experimen  taimen  te  se  hubiere  de« 
terminado  y  regularizar  bien  la  temperatura.  Si  es- 
ta és  más  baja,  la  fermentación  se  debilita  y  hay 
desarrollo  de  levadura  inferior.  Existiendo  en  el  pul- 
que materias  plásticas,  por  pequeñas  que  sean  las 
causas  que  existan  de  alteración,  abatiendo  la  tem- 
peratura del  grado  que  se  ha  indicado,  se  forman 
productos  lácticos,  butíricos  ó  viscosos.  Una  eleva- 
ción de  temperatura  superior  á  20  ^ ,  tiene  sus  incon- 
venientes; apresura  el  desarrollo  del  fermento  supe- 
rior, y  favorece  rápidamente  la  fermentación  alco- 
hólica, que  se  traduce  por  una  pérdida  seca  en  el 
alcohol.  Una  temperatura  elevada  facilita  el  desa- 
rrollo del  BaclUus  aceti  que  transforma  una  parte  de 
él  en  ácido  acético  que  reobrandc  á  su  vez  sobre  el 
líquido,  lo  transforma  en  vinagre. 


—246- 

3f?     Bueno  sería  también  que  se  hicieran  exp**^ 
ñmentos  para  determinar  el  grado  de  atenuación 
que  sufren  loa  mejores  pulques  en  igualdad  de  cir- 
cunstancias. 

49.     En  nuestro  concepto,  la  elaboración  del  pul.-.  J 
que,  para  su  mejor  calidad,   debería  hacerse  conití  J 
hemos  indicado  en  cubas  de  madera  ó  de  fierro   es*] 
maltado  y  cubrirlas  con   tapaderas,     Esta  precaiíg 
ción  tiene  por  objeto  impedir  la  pérdida  del  alcohdl 
El  ácido  carbónico  que  se  desprende  de  la  cuba  ei^ 
fermentación,  retenido  entre  la  superficie  del  líquido 
y   la   tapadera   de  la  cuba,  ae  opone  al   acceso  del 
aáre,  que  gastaría  una  parte  del  azúcar  en  la  multi- 
plicación del  fermento  con  pérdida  en  el  rendimiento^ 
del  alcohol. 

5°     El  trasiegue  incompleto  que  se  hace  en  1 
tinacales  con  el  nombre  de  "cortar  puntas,' 
mos  conveniente  debería  hacerse  por  completo  cuaj 
do  termina  la  fermentación  tumultuosa,  para  evita»* 
que  el  depósito  sedimentoso  que  se  forma  en  las  ti- 
nas en  via  de  fermentación,  al  descomponerse,  «orno 
sucede  con  toda  materia   orgánica,  dé  ciertos  pro-  . 
duetoa  que  hacen  d^enerar  el  pulque  hasta  trasfoi 
marlo  en  una  bebida  detestable. 

LoB  prácticos  valorizan  en  dos  hectolitros  28  la  caiií 
tidad  de  pulque  que  cada  maguey  da  por  térmittl 
medio. 

En  la  transformación  del  aguamiel  en  pulque  1 
una  pérdida  de  un  14  á  un  16  por  ciento. 

Expondremos  lo  que  se  sabe  sobre  la  pretendida 
conservación  del  pulque. 


—847— 

Fundándose  unos  en  que  el  oxígeno  es  necesario 
para  la  fermentación  alcohólica,  han  creído  que  por 
el  vacío,  ó  cerrando  herméticamente  las  botellas  que 
lo  contienen,  podrían  conservarlo  indefinidamente. 
El  experimento  del  Sr.  Payno  demuestra  la  inefica- 
cia de  este  procedimiento:  este  señor  llenó  una  bo- 
tella de  pulque  y  la  tapó  herméticamente;  al  cabo 
de  (ñerto  tiempo  había  quedado  una  agua  clara  y 
ligeramente  acida.  En  el  fondo  se  había  depositado 
on  sedimento  amarillo  de  sabor  acre  y  ácido,  lo  que 
prueba  en  nuestro  concepto  que  por  este  solo  medio 
es  imposible  su  conservación.  Otros  han  empleado 
poner  al  pulque  cierta  cantidad  de  alcohol,  porque 
se  sabe  que  el  fermento  deja  de  desarrollarse  y  de 
obrar  en  soluciones  que  contienen  cierta  cantidad 
de  este  compuesto  hidro-carbonado,  pero  aparte  de 
las  modificaciones  tanto  químicas  como  organolép- 
ticas que  experimentaría,  el  resultado  no  ha  coro- 
nado las  esperanzas  del  especulador.  Las  sustan- 
cias que  suspenden  ó  interrumpen  completamente 
la  fermentación,  han  sido  también  empleadas  para 
el  mismo  objej^o. 

E3  Dr.  Kaska  y  algunos  pretendidos  conservado- 
res del  pulque  han  empleado  el  ácido  salicílico,  áci- 
do orgánico  cuyos  efectos  fisiológicos  son  bien  co- 
nocidos por  sus  propiedades  venenosas;  pero  cree- 
mos que  el  resultado  aun  no  había  sido  satisfacto- 
riOy  pues  habiendo  publicado  sus  trabajos,  nadie  se 
ha  ocupado  de  ellos  para  establecer  un  ramo  de  es- 
peculación. En  Europa  se  ha  empleado  también  en 
la  conservación  de  los  vinos,  pero  la  autoridad  ha 
prohibido  con  penas  severas  el  empleo  de  este  anti- 


séptico  para  preservar  á  los  babitantee  de  males 
trascendentales. 

Se  nos  ha  dicho  que  para  exportar  el  pulque  Á 
Francia  el  Sr.  Terreros  hizo  uso,  antes  de  embote- 
llarlo, de  elevar  su  temperatua  á  60°  ;  pero  tampo- 
1  perfecto  estado  de  conservación. 

En  nuestras  excursiones  á  los  Llanos  de  Apam  he- 
mos sabido  que  un  individuo  decía  haber  descubier- 
to un  procedimiento  por  concentración  para  conser- 
var el  pulque.  Según  pudimos  investigar,  consistía 
en  evaporar  éste  hasta  la  sequedad.  Creemos  que 
esa  operación  se  hará  por  medio  del  vacío,  porque 
ai  fuera  por  el  fuego,  habría  una  descomposición  en 
el  licor,  por  la  precipitación  completa  de  la  albúmi- 
na y  la  destrucción  del  cryptococcus.  Pero  aún 
queda  que  averiguar  este  punto  capital : 

También  se  ha  recomendado  para  su  conserva- 
ción el  ácido  carbónico,  ya  sea  el  que  seinyecteeon 
aparatos  apropiados  ó  el  producido  por  el  pulque 
embotellando  éste  antes  de  haber  terminado  la  fer- 
mentación. El  Dr.  Altaniirano  primero  y  después 
el  Sr.  J.  Várela  se  han  ocupado  de  este  asunto.  Los 
he  repetido  y  no  he  llegado  á  un  resultado  satis- 
factorio. 

Otros  muchos  pretenden  ser  poseedores  de  secre- 
tos para  la  conservación  indefinida  del  pulque.  El 
Sr.  Dr.  Riquelme  presentó  en  la  Exposición  de  Pa- 
rís un  pulque  conservado  que  no  ha  deemerecidc 
mucho  después  de  un  año.  Pero  aparte  de  este 
procedimiento,  vanas  patentes  se  han  obtenido  y  se 
preconizan  como  infalibles. 


—249^ 

¿ElzperimentoB  decisivos  han  probado  la  verdad  de 
estos  métodos?  ¿Se  ha  visto  por  personas  idóneas  el 
pulque  conservado  por  este  procedimiento?  ¿Por 
qué  no  se  ha  especulado  en  gran  escala  con  él? 

Por  nuestra  parte  creemos  que  todavía  no  se 
sientan  los  datos  para  resolver  el  problema :  serios 
experimentos  seguidos  con  perseverancia  se  necesi- 
tan para  resolver  este  importante  asunto  de  la  quí- 
mica y  economía  rural. 

La  conservación  de  las  bebidas  fermentadas  está 
basada  en  la  eliminación  del  fermento  y  de  las  ma- 
terias plásticas,  para  lo  cual  se  emplean  los  métodos 
conocidos  del  trasiegue,  la  encoladura,  el  tanino, 
etc. ;  en  el  pulque  no  es  posible,  porque  las  materias 
albuminoides  son  las  que  dan  los  caracteres  físico - 
químicos  que  especializan  sus  propiedades,  y  su 
eliminación  lo  trasformaría  en  otro  licor,  al  que  pro- 
piamente no  le  convendría  el  nombre  de  pulque. 


32 


1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1  ttt  1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 


IMPUESTOS  Y  DISPOSICIONES 


DE  POUOIA. 


^j^  consecuencia  de  la  reforma  constitucional  so- 
bre abolición  de  alcabalas,  el  Ejecutivo  por 
ley  del  Congreso,  de  6  de  Mayo  de  1896  expidió  el 
decreto  con  que  se  sustituyó  aquel  molesto  é  infruc- 
tuoso impuesto : 

Art.  1^ .  Se  estableósrun  impuesto  sobre  el  pul- 
que, el  aguamiel  y  el  tlachique  que  se  pongan  á  la 
venta  en  el  Distrito  Federal,  á  partir  del  primero  de 
Julio  próximo.  Este  impuesto  será  de  18  centavos 
por  cubo  de  27  litros  376  mililitros  de  capacidad. 

Art.  2^ .  Sólo  podrán  ser  vendidos  al  menudeo 
el  pulque,  aguamiel  ó  tlachique  en  los  expendios 


-2B1— 

autorizados  expresamente  por  la  autoridad  política 
superior  oon  la  licencia  respectiva,  como  casillas, 
fondas,  figones  ó  expendios  ambulantes. 

Art.  3^ .  La  venta  por  mayor  sólo  podrá  hacer- 
se á  los  dueños  ó  encargados  de  casillas,  fondas  ó 
figones  para  la  realización  al  menudeo,  y  á  los  esta- 
blecimientos, compañías  ó  particulares  para  el  con- 
sumo de  sus  empleados,  dependientes  ú  operarios, 
siempre  que  tengan  la  licencia  respectiva  de  la  au- 
toridad política  del  lugar,  y  que  hubiesen  hecho  la 
manifestación  correspondiente  á  la  Oficina  de  Con- 
tribuciones. 

Art.  4^ .  Está  prohibido  á  los  introductores  de 
pulque,  aguamiel  ó  tlachique,  darlos  en  comisión 
para  su  venta  ó  venderlos  á  personas  que  no  se  ha- 
llen en  el  caso  del  articulo  anterior:  así  como  tam- 
bién vender  dichos  líquidos  al  por  menor,  sea  quien 
fuere  el  comprador,  y  en  caso  de  infracción  respon- 
derán para  con  el  Pisco  no  sólo  del  impuesto,  sino 
de  las  penas  pecuniarias  á  que  haya  lugar. 

Art.  5^ .  Para  los  efectos  del  artículo  antorior,  y 
para  garantizar  todas  las  demás  responsabilidades 
que  esta  ley  les  imponga,-  los  introductores  de  pul- 
que al  Distrito  Federal  deberán  inscribirse  previa- 
mente en  la  Oficina  de  Contribuciones  Directas,  y 
otorgflur  en  ella  una  fianza  por  una  cantidad  que  no 
sea  menor  de  doscientos  pesos  ni  mayor  de  cinco 
rnilf  y  cuyo  importe  fijará  el  Director  regulándolo 
según  la  cantidad  de  pulque  que  introdujeren.  La 
ampliación  de  esta  fianza  podrá  exigirse  en  cual- 


quier  tiempo  por  la 'Oficina  dentro  del  máximum  ex- 
presado.    .  : 

Art.  6  ®  .  Lod  introductores  Itevarán  un  libro  ta- 
lonario en  el  que  cuidarán  de  asentar  diariamente  y 
sin  retardo  alguno : 

I.  La  cantidad  de  pulque  que  hayan  introducido^ 
expresando  dicha  cantidad  en  cubos  de  27  litros  376 
mililitros. 

II.  81  el  trasporte  se  yerifícó  por  ferrocarril  6  por 
medio  de  carros,  acémilas  ó  <$argadores. 

III.  La  clase  de  recipientes  empleados  en  el  tras- 
porte y  el  número  de  ellos. 

IV.  La  población  á  donde  se  haya  hecho  la  in- 
troduccióUfc 

V.  El  expendio  á  dónde  se  hdya  remitido  el  lí- 
quido, ó  el  nombre  y  ubicación  del  establecimiento, 
compañía  ó  persona  á  quien  lo  hayan  vendido. 

Art.  7  ^ .  Si  la  introducción  se  verificase  por  me- 
dio de  ferrocarril,  deberá  designarse  en  el  libro  de 
que  habla  el  artículo  anterior,  la  estación  de  embar- 
que, la  fecha  y  número  del  talón  de  carga  respec- 
tivo; y  si  el  trasporte  se  hubiese  verificado  en  ca- 
rros ó  acémilas,  se  .expresará  el  lugar  de  proceden* 
cia,  el  número  de  carros. ó  acémilas  y  el  camino  por 
donde  se  hubiere  introducido,  . 

Art.  8  ^ .  Los  asientot  que  hagan  los  introduo- 
tores  en  su  libro,  ée  extenderán  por  duplicado  en  ti 
talón  y  en  la  hoja  á  él  adherida.  Bata  hoja  se  des- 
prenderá del  libro  y  será  enttegada,  precisamente 
dentro  de  las  24  horas  siguientes,  al  empleado  que 


designen  las  disposiciones  ó  reglamentos  respecti- 
vos, juntamente  oon  los  oertificados  ó  recibos  que 
los  dueños  de  oasillas  ó  establecimientos  están  obli- 
gados á  expedir  para  acreditar  la  entrega  que  se  les 
hubiere  hecho  de  determinada  cantidad  de  líquido. 
Estos  certificados  no  necesitarán  llevar  estampilla. 

Art.  9  ® .  Los  productores  de  pulque,  aguamiel  ó 
üachique  en  el  Distrito  Federal,  serán  considerados 
como  introductores  para  los  efectos  de  esta  ley,  de- 
biendo prestar,  por  lo  tanto,  la  fianza  de  que  habla 
el  artículo  5  ^ .  y  llevar  el  libro  á  que  se  refieren  los 
articules  que  preceden. 

Estos  productores,  lo  mismo  que  los  introductores 
de  pulque  que  no  condujesen  el  líquido  por  medio 
de.  ferrocarril,  deberán  dar  conocimiento  previa- 
mente,  y  por  escrito,  á  la  Oficina  de  Contribuciones 
del  camino  que  hayan  de  recorrer  los  carros,  acé- 
milas ó  cargadores  que  introduzcan  el  líquido  desde 
el  lugar  de  su  producción  ó  del  punto  por  donde  pe* 
netren  al  Distrito  Federal  hasta  el  lugar  de  la  en- 
trega. 

Cualquier  cambio  que  deseen  hacer  al  derrotero, 
deberá  avisarse  por  escrito  á  la  Oficina  con  tres  días 
de  anticipación  cuando  menos. 

Art.  10.  Los  dueños  y  encargados  de  casillas  lle- 
varán en  el  mismo  expendio  un  libro  especial  en  el 
que  asentarán,  precisamente  al  fin  de  cada  día,  la 
cantidad  de  pulque  que  hubieren  recibido  para  la 
venta  y  el  nombre  de  las  personas  á  quiene  lo  hu- 
bieren comprado  ó  de  quienes  lo  hubieren  recibido 
en  comisión.  En  el  caso  de  que  la  pulquería  surtie- 


-8M- 


re  á  fondas  ó  figones  que  le  estuvieren  anexos,  ó  á 
expendedores  ambulantes,  se  asentará  igualmente 
en  el  libro  el  pulque  que  tales  fondas,  figones  ó  ex- 
pendedores ambulantes  hubieren  recibido  para  su 
venta  ó  consumo. 

Art.  11.  Los  dueños  ó  encargados  de  fondas  ó  fi- 
gones, llevarán  también  un  libro  análogo  al  de  que 
habla  e!  articulo  anterior,  y  expresarán  con  toda  cla- 
ridad si  la  fonda  ó  figón  está  anexo  á  alguna  pul- 
quería, ó  si  corre  por  su  propia  cuenta, 

Art.  12.  Loa  expendedores  ambulantes  serán  de 
dos  clases,  según  se  trate  del  reparto  regular  que  ha- 
gan las  casillas  á  domicilio,  ó  bien  de  la  venta  ac- 
cidental de  pulque  d  tlachique  que  se  verifique  por 
razón  de  fiestas  ó  circunstancias  especialesde  tiem- 
po ó  de  localidad.  Ninguno  de  ellos  podrá  ejercer 
su  industria  sin  acreditar  debidamente  que  depen- 
den de  una  casilla,  y  los  de  segunda  clase  sin  cum- 
plir, además,  con  los  requisitos  de  que  habla  el  ar- 
tículo 24.  Ni  unos  ni  otros  estarán  sujetos  ala  obli- 
gación de  llevar  el  libro  de  que  hablan  loa  artículos 
que  preceden ;  pero  tas  casillas  de  que  dependen 
tendrán  que  expresar  en  sus  libros  respectivos,  la 
cantidad  del  liquido  que  salga  á  la  venta  por  eatos 
medios. 

Art.  13.  Los  diae  1*^ .  y  16  de  cada  mes,  los  due- 
ños ó  encargados  de  casillas,  y  loe  de  fondas  6  figo- 
nes que  no  dependan  de  pulquería,  remitirán  á  ta 
Oficina  de  Contribuciones  una  noticia  en  la  que 
consten  ¡os  asientos  que  hubieren  hecho  en  su  libro 
durante  la  quincena  anterior,  y  en  la  que  se  expre- 


I 


—265- 

ae  la  cantidad  total  de  ouboa  de  pulque,  tlachique  ó 
agaamiel  que  se  hubiere  recibido  para  su  venta  en 
el  expendio,  haciéndose  en  dicha  noticia  la  separa- 
ción de  que  habla  el  ¿nal  del  articulo  10. 

Art.  14.  LfOS  libros  talonarios  de  los  productores 
ó  introductores  de  pulque,  de  que  hablan  los  artícu- 
los 6^  •  á  9^ .,  y  los  libros  especiales  de  las  casillas, 
fondas  y  figones  á  que  se  refieren  los  artículos  10  y 
11,  se  llevarán  en  la  forma  que  prevengan  los  re- 
glamentos, y  serán  autorizados  por  la  Oficina  del 
Timbre  respectiva,  la  que  cobrará  las  cuotas  de 
S0.05  por  hoja  conforme  á  la  ley  general  de  la  ma- 
teria. 

Art.  15.  Los  dueños  ó  encargados  de  pulquerías, 
ó  bien  de  fondas  ó  figones  en  que  se  consuma  pul- 
que, aguamiel  ó  tlachique,  presentarán  á  la  Oficina 
de  Contribuciones  directas  en  los  diez  primeros  días 
de  Junio  y  Diciembre  de  cada  año,  una  manifesta- 
ción por  triplicado,  expresando : 

I.  El  nombre  y  la  ubicación  del  expendio,  advir- 
tiendo si  está  en  esquina  de  calle  ó  en  otro  sitio. 

II.  El  número  y  fecha  de  la  licencia  expedida  por 
la  autoridad  política. 

in.  La  cantidad  de  pulque,  aguamiel  ó  tlachique 
que  se  recibió  en  el  expendio  para  la  venta  en  el  se- 
mestre inmediato  anterior,  ya  sea  que  dicha  venta 
se  hubiere  hecho  en  mostrador,  ó  ya  por  reparto, 
expendios  ambulantes,  fondas  ó  figones.  El  semes- 
tre se  contará  como  previene  el  artículo  25. 

IV.  Si  se  trata  de  una  pulquería,  se  expresará  el 
número  y  la  designación  de  las  fondas  y  figones  que 


-2M- 


I 


re  á  fondas  ó  figonea  que  le  estuvieren  anexos,  ó  i 
expendedores  ambulantes,  se  asentará  igualmente 
en  el  libro  el  pulque  que  tales  fondas,  figones  ó  ex^W 
pendedóres  ambulantes  hubieren   recibido  para  f 
venta  ó  consumo. 

Art.  11.     Loa  dueñoa  ó  enoargadoa  de  fondas  6  fi-{ 
gones,  llevarán  también  un  libro  análogo  al  de  quel 
habla  el  artículo  anterior,  y  expresarán  con  toda  cla- 
ridad 8Í  la  fonda  ó  figón  está  anexo  á  alguna  pul- 
quería, ó  ei  corre  por  su  propia  cuenta. 

Art.  12,  Loa  expendedores  ambulantes  serán 
dos  clases,  según  ae  trate  del  reparto  regular  que  ba< 
gan  las  casillas  á  domicilio,  ó  bien  de  la  venta  ao/ 
cidental  de  pulque  ó  tlachique  que  se  verifique 
razón  de  Restas  ó  circunstancias  especiales  de  tiem' 
po  ó  de  localidad.  Ninguno  de  elloa  podrá  ejercí 
su  industria  sin  acreditar  debidamente  que  depen- 
den de  una  casilla,  y  los  de  segunda  claae  sin  cum- 
plir, además,  con  los  requisitos  de  que  habla 
tículo  24.  Ni  unoB  ni  otros  estarán  sujetosálaobli- 
gación  de  llevar  el  libro  de  que  hablan  los  artículos 
que  preceden;  pero  las  casillas  de  que  dependen 
tendrán  que  expresar  en  sus  libree  respectivos,  la 
cantidad  del  liquido  que  salga  á  la  venta  por  eatoa 
medioB. 

Art.  13.     Loa  días  1^  .  y  16  de  cada  mee,lo8dui 
ños  ó  encargados  de  casillas,  y  los  de  fondas  ó  ñ| 
nes  que  no  dependan  de  pulquería,  remitirán  á 
Oficina  de  Contribuciones   una   noticia  en  la  qi 
consten  loa  asientoa  que  hubieren  hecho  en  bu  libro" 
durante  la  quincena  anterior,  y  en  la  que  ae  ^pre- 


i 


—255- 

se  la  cantidad  total  de  cubos  de  pulque,  tlachique  ó 
aguamiel  que  se  hubiere  recibido  para  su  venta  en 
el  expendio,  haciéndose  en  dicha  noticia  la  separa- 
ción de  que  habla  el  final  del  artículo  10. 

Art.  14.  Los  libros  talonarios  de  los  productores 
ó  introductores  de  pulque,  de  que  hablan  los  artícu- 
los 6^ .  á  9^ .,  y  los  libros  especiales  de  las  casillas, 
fondas  y  figones  á  que  se  refieren  los  artículos  10  y 
11,  se  llevarán  en  la  forma  que  prevengan  los  re- 
glamentos, y  serán  autorizados  por  la  Oficina  del 
Timbre  respectiva,  la  que  cobrará  las  cuotas  de 
S0.05  por  hoja  conforme  á  la  ley  general  de  la  ma- 
teria. 

Art.  15.  Los  dueños  ó  encargados  de  pulquerías, 
ó  bien  de  fondas  6  figones  en  que  se  consuma  pul- 
que, aguamiel  ó  tlachique,  presentarán  á  la  Oficina 
de  Ck>ntribuciones  directas  en  los  diez  primeros  días 
de  Junio  y  Diciembre  de  cada  año,  una  manifesta- 
ción por  triplicado,  expresando: 

I.  El  nombre  y  la  ubicación  del  expendio,  advip- 
tíendo  si  está  en  esquina  de  calle  ó  en  otro  sitio. 

n.  El  número  y  fecha  de  la  licencia  expedida  por 
la  autoridad  política. 

in.  La  cantidad  de  pulque,  aguamiel  ó  tlachique 
que  se  recibió  en  el  expendio  para  la  venta  en  el  se- 
mestre inmediata)  anterior,  ya  sea  que  dicha  venta 
se  hubiere  hecho  en  mostrador,  ó  ya  por  reparto, 
expendios  ambulantes,  fondas  ó  figones.  El  semes- 
tre se  contará  como  previene  el  artículo  25. 

IV •  Si  se  trata  de  una  pulquería,  se  expresará  el 
número  y  la  designación  de  las  fondas  y  figones  que 


— 266 — 

rrama  de  870,000  al  mes,  entre  todas  las  casillas  ubi- 
cadas en  el  Distrito  Federal,  valiéndose  al  eíecto,  á 
título  de  información,  de  las  manifestaciones  de  los 
dueños  ó  encargados  de  dichas  casillas,  de  los  datos 
de  la  oficina,  de  las  noticias  *de  los  ferrocarriles,  y 
de  su  experiencia  ó  conocimientos  personales.  En 
sus  funciones  se  regirá  por  las  resoluciones  que  ella 
misma  adopte  por  mayoría  de  voto,  siempre  que  no 
sean  contrarias  á  las  resoluciones  que  al  efecto  po- 
drá dictar  la  Secretaría  de  Hacienda ;  pero  una  vez 
aprobada  la  derrama,  se  considerará  como  definiti- 
va, á  no  ser  que  la  reclamación  de  alguno  de  los  cau^» 
santes  estuviese  apoyada  por  cuatro  ó  más  miem- 
bros de  la  Junta. 

6?.  Cuando  alguno  de  los  causantes  acreditare 
con  sus  libros  de  contabilidad,  llevados  con  toda  re- 
gla, haber  recibido  en  las  casillas,  para  su  venta, 
una  cantidad  de  pulque  determinada,  la  Junta  Cali- 
ficadora señalará  á  dicho  causante  la  cuota  que  co- 
rresponda á  la  cantidad  expresada. 

7  S  La  derrama  de  que  se  habla  en  los  artículos 
anteriores,  subsistirá  por  todo  el  semestre  de  Julio  á 
Diciembre,  pasado  el  cual  se  aplicará  en  todas  sus 
partes  las  prescripciones  de  la  ley. 


Con  fecha  15  de  Septiembre  del  mismo  año  se  pu- 
blicó el  siguiente  decreto  reformando  el  artículo  8^ . 
de  la  ley  de  ingresos  vigente  en  ese  año : 

Art.  1^ .  El  impuesto  establecido  por  la  ley  de  12 
de  Mayo  del  presente  año  sobre  el  pulque,  tlachique- 


—267— 

y  aguamiel  que  se  pongan  á  la  venta  en  el  Distrito 
Federal,  será  de  setenta  y  cinco  centavos  por  hec- 
tolitro. 

Art.  2^  .  Desde  el  día  siguiente  al  de  la  publica- 
ción de  este  decreto,  los  introductores  asentarán  dia- 
riamente en  el  libro  talonario  á  que  se  refiere  el  ar- 
tículo 6^ .  de  la  ley  de  12  de  Mayo,  la  cantidad  de 
pulque  que  haya  introducido,  expresando  dicha  can- 
tidad en  litros. 

Art.  3^  .  En  la  noticia  que  conforme  al  artículo 
13  de  la  citada  ley,  deben  remitir  á  la  Oficina  de  Con- 
tribuciones los  dueños  ó  encargados  de  las  casillas 
y  los  de  fondas  ó  figones  que  no  dependan  de  pul- 
quería, en  vez  de  expresar  en  cubos  la  cantidad  de 
pulque,  tlachique  ó  aguamiel  que  hubieren  recibido 
para  su  venta,  la  expresarán  en  litros. 

Art.  4^ .  Cuando  la  Oficina  de  Contribuciones 
rechace  las  manifestaciones  de  los  causantes,  seña- 
lará la  cantidad  de  hectolitros  por  que  debe  pagarse 
el  impuesto,  dando  á  la  Junta  calificadora  el  aviso  á 
que  se  refiere  el  artículo  12  de  la  ley  de  la  materia. 
En  el  caso  del  artículo  25  de  la  misma  ley,  el  im- 
puesto se  liquidará  según  el  promedio  del  número  de 
litros  que  se  hubieren  recibido  en  los  expendios,  du- 
rante los  períodos  que  fija  el  mismo  artículo. 

Art.  5^  .  Se  modifica  la  fracción  III  del  artículo 
28  de  la  propia  ley,  en  los  términos  siguientes: 

III.     Cubos  de  veinticinco  litros. 


—268- 


Transitorio. 

Lo  dispuesto  en  el  artículo  1^  .  no  altera  la   de 
rrama  hecha  por  la  Junta  entre  todas  las  casillas 
ubicadas  en  el  Distrito  Federal,  y  la  cual  derrama 
subsistirá  hasta  el  31  de  Diciembre  próximo. 


Con  el  fin  de  reglamentar  el  expendio  de  pulque  y 
evitar  los  escándalos  y  crímenes  que  origina  el  abu- 
so de  él,  las  autoridades  han  dictado  las  disposicio- 
nes que  han  creído  oportunas. 

He  aquí  los  principales  artículos  de  los  bandos  so- 
bre la  materia,  publicados  por  los  Grobiernos  de  los 
Estados  de  Tlaxcala,  Puebla  y  Distrito  Federal,  ac- 
tualmente vigentes,  Estados  de  mayor  consumo  de 
nuestra  bebida  regional. 

El  bando  de  policía  del  Estado  de  Tlaxcala,  en  su 
artículo  14,  previene  que  los  dueños  ó  encargados 
de  tinacales  uniformen  las  medidas  de  pulque,  con- 
teniendo el  barril  150  cuartillos  [68  litros  40];  el  cu- 
bo, 31  }i  [17  litros  10],  y  el  cuartillo,  16  onzas. 

La  Ley  de  Hacienda  del  propio  Estado,  dice  en  su 
artículo  8  ^  : 

''La  contribución  de  tinacales  se  causará  por  las 
tandas  que  tenga  cada  finca  y  según  la  calidad  del 
pulque,  pagando  el  fino  un  peso  veinte  centavos  y 
el  tlachique  un  peso  por  tanda,  mensualmente. 


—289— 

'  IxM  dopÜM  ó  encaramados  de  fincas  rústicas  que 
toigaa  tinaoales,  manifestarán  en  los  primeros  quin- 
ce dfis  de  Enero,  al  Recaudador  de  Rentas  respec- 
tivo el  número  de  tandas  que  sostengan  los  expresa- 
dos tinacales,  y  sí  dicho  empleado  no  se  conformare» 
con  tal  manifestación,  hará  las  investigaciones  con- 
.ducentes,  pudiendo  para  ello  visitar  los  referidos  es- 
tablecimientos asociado  de  la  autoridad  más  inme- 
diata: y  resultando  alguna  ocultación,  se  impondrá 
una  multa  de  cinco  á  veinticinco  pesos  que  ingresará 
al  Erario. 

Art.  18.  Las  casillas  de  pulque  pagarán  trece  cen- 
tavos por  cada  barril  que  introduzcan/' 

E3  Reglamento  y  expendio  de  licores  del  Estado  de 
Puebla,  es  como  sigue : 

"Art.  1  ® .  8e  prohibe  la  embriaguez  en  lugares 
'públicos,  bajo  la  pena  de  cincuenta  centavos  á  dos 
pesos  de  multa. 

Art.  2^.  El  comercio  de  licores  es  libre,  pero 
quedará  sujeto  á  las  prescripciones  de  este  regla- 
mento. 

Árt.  3  ® .  Todo  el  que  tenga  expendio  de  pulque 
ú  otro  licor,  ó  lo  estableciere  en  lo  sucesivo,  pedirá 
licencia  por  escrito  á  la  Jefatura  política,  ante  quien 
justificará  previamente  su  buena  conducta. 

Art.  4  ® .  Para  obtener  la  licencia  de  que  se  ha- 
bla en  el  artículo  anterior,  será  indispensable :  Pri- 
mero, manifestar  en  la  solicitud  dirigida  al  Jefe  po- 
lítico el  nombre  del  dueño  del  expendio,  el  título  de 
éste,  y  si  aquel  sirve  personalmente  el  estableci- 
miento 6  se  vale  de  alguno  ó  algunos  dependientes 


—270— 

que  en  su  nombre  lo  hagan.  Segundo,  dar  noticia 
de  la  calle  y  casa  en  que  esté  situado  ó  haya  de  si- 
tuarse el  expendio,  Tercero,  acreditar  debidamente 
que  éste  no  tiene  comunicación  con  el  interior  de  la 
casa  en  que  esté  situado. 

Art.  5  ^  .  Para  el  exacto  cumplimiento  de  lo  pre- 
venido en  el  artículo  anterior,  la  Jefatura  política 
abrirá  un  registro  en  el  que  se  hagan  constar  todas 
las  disposiciones  contenidas  en  dicho  artículo,  rela- 
tivamente á  cada  expendio. 

Art.  6  ^ .  Los  pulques  que  se  expendan  serán 
completamente  puros  sin  mezcla  de  ninguna  otra 
sustancia,  prohibiéndose  la  venta  de  los  qne  estén 
agrios  ó  pasados.  La  infracción  de  este  artículo  se 
castigará  con  multa  de  uno  á  diez  pesos,  conforme 
á  lo  prescrito  en  la  fracción  X  del  artículo  1150  del 
Código  penal  y  sin  perjuicio  de  que  se  cumplan 
cuando  sea  preciso  las  disposiciones  de  los  artículos 
849  y  850  del  citado  Código. 

Art.  7  ^  .  Los  dueños  ó  encargados  de  las  pul- 
querías impedirán  que  se  formen  reuniones  en  las 
puertas  ó  en  el  interior  de  esos  establecimientos, 
castigándose  la  infracción  de  este  artículo  con  mul- 
ta de  Cíincuenta  centavos  á  tres  pesos. 

Art.  8  ^  .  Las  pulquerías  se  abrirán  á  la  misma 
hora  que  los  demás  establecimientos,  y  podrán  per- 
manecer así  hasta  las  oraciones  de  la  noche  en  los 
días  de  trabajo,  y  en  los  festivos  ó  en  que  el  comer- 
cio esté  cerrado,  hasta  la  una  de  la  tarde. 

Art.  9  ^  .  Los  dueños  de  los  mencionados  esta- 
blecimientos, ó  los  dependientes  de  los  mismos,  en 


—271- 

8U  casOy  cuidarán  de  que  las  hojas  de  las  puertas, 
durante  las  horas  de  la  venta,  estén  enteramente 
abiertas. 

Art.  10.  Los  establecimientos  á  que  este  regla- 
mento se  refiere,  estarán  perfectamente  aseados  tan- 
to en  el  interior  como  en  el  exterior  de  los  mismos. 

Art.  11.  Los  dueños  ó  encargados  de  ellos  son 
inmediatamente  responsables  de  los  escándalos  que 
allí  ocurrieren,  y  por  tanto,  están  en  la  obligación 
de  dar  parte  á  la  policía  luego  que  alguno  cometa 
una  falta,  sufriendo  una  multa  de  cinco  á  veinticin- 
co pesos  si  no  cumplieren  esta  prevención. 

Art.  12.  Si  en  alguno  de  los  referidos  estableci- 
mientos ocurriere  alguna  riña  y  el  dueño  ó  encar- 
gado no  da  el  aviso  oportuno,  será  castigado  por  la 
primera  vez  con  multa  de  cinco  á  veinticinco  pesos, 
y  por  la  segunda  con  la  clausura  inmediata  del  es- 
tablecimiento; pero  si  la  riña  fuere  á  mano  armada. 
Se  cerrará  éste  desde  luego. 

Art.  13.  A  ninguno  que  se  halle  en  estado  de  em- 
briaguez se  le  venderá  pulque,  y  en  caso  de  que  in- 
sistiere en  permanecer  en  la  casilla,  el  encargado  de 
ésta  lo  denunciará  al  agente  de  policía  que  estuvie- 
re más  inmediato  para  que  lo  aprehenda,  castigán- 
dose la  infracción  de  este  artículo  con  multa  de  dos 
á  ocho  pesos. 

Art.  14.  Ni  á  los  niños  ni  á  las  personas  notoria- 
mente menores  de  edad  se  les  venderá  pulque,  á  no 
ser  que  lo  compren  para  llevarlo  á  sus  casas,  pero  en 
ningún  caso  se  permitirá  que  lo  beban  en  los  expen- 


—272— 

dios,  bajo  la  pei^a  mencionada  en  el  artículo  ante- 
rior. 

Art.  15.  En  las  puertas  de  los  expendios  no  habrá 
mostradores  ni  estorbos  de  ninguna  clase,  sin  que 
tampoco  se  permita  que  se  adornen  las  pulquerías 
con  banderolas  que  tengan  los  colores  nacionales, 
castigándose  la  infracción  de  este  artículo  con  mul- 
ta de  cincuenta  centavos  á  dos  pesos. 


Licores. 

Art.  16.  Los  licores  que  se  expendan  serán  de 
buena  calidad  sin  mixturas  ni  ingredientes  que  los 
hagan  dañosos,  pero  los  alcoholes  que  se  vendan 
para  ser  tomados  en  los  mismos  establecimientos,  no 
podrán  ser  de  más  de  cincuenta  grados  del  alcohó- 
metro  centígrado.  Los  expendedores  serán  respon- 
sables bajo  las  penas  señaladas  en  el  art.  849  y  en 
la  fracción  X  del  1,150  del  Código  penal  por  los  frau- 
des que  cometieren  respecto  de  la  cantidad  y  la  me- 
dida de  los  licores. 

Art.  17.  Los  dueños  de  los  establecimientos  en 
que  éstos  se  vendan  quedan  sujetos  á  las  mismas 
prescripciones  del  reglamento  de  pulquerías,  excep- 
to en  lo  relativo  á  las  horas  de  clausura,  la  que  se 
veriñcará  á  las  nueve  de  la  noche. 

Art.  18.  El  dueño  de  cualquier  expendio  clan- 
destino, entendiéndose  por  tal  el  que  no  tenga  la  co- 
rrespondiente autorización,  será  castigado  con  una 
multa  de  25  á  50  pesos,  lo  mismo  que  el  que  vendie- 
re pulque  ó  licor  de  cualquiera  especie  que  sea  des- 


—273— 

pues  de  las  horas  señaladas  en  los  artículos  ante^ 
riores. 

Art.  19.  Este  reglamento  se  pondrá  en  el  lugar 
más  visible  de  los  expendios,  para  lo  cual  se  impri- 
mirá el  competente  número  de  ejemplares." 

El  Gobierno  del  Distrito  Federal,  en  el  reglamento 
de  pulquerías,  después  de  indicar  en  los  arts.  1^ , 
2^ ,  3^  ,  4^  y  5^  el  perímetro  de  la  capital  en  cuyo 
interior  no  deben  establecerse  expendios  de  pulque, 
en  los  demás  artículos  previene  lo  siguiente : 

"Art.  6  ^  .  Los  expendios  que  existen  en  la  actua- 
lidad dentro  del  cuadro  y  líneas  anteriormente  in- 
dicadas, quedarán  defínitivamenle  cerrados  por  el 
simple  hecho  de  que  sus  dueños  6  encargados  no 
los  abran  en  tres  días  consecutivos,  recogiéndose  al 
efecto  la  patente  y  licencia  respectivas.  Los  Ins- 
pectores de  policía  y  los  demás  empleados  del  ramo, 
vigilarán  eficazmente  el  cumplimiento  de  esta  pres- 
cripción, castigándose  su  negligencia  ó  disimulo  con 
la  destitución  del  que  resulte  culpable. 

Art.  7  ^  .  Podrá  c<.)ncederse  la  traslación  de  ex- 
pendios de  un  punto  á  otro  dentro  del  cuadro  y  lí- 
neas que  señalan  los  artículos  2  ^  .  y  3  ^  .,  siempre 
que  haya  causa  fundada  á  juicio  del  Gobernador; 
pero  en  las  tres  líneas  de  la  primera  calle  de  Plate- 
ros al  Paseo  de  la  Reforma,  de  la  calle  de  Tacuba  á 
Buenavista,  y  de  la  calle  del  Refugio  á  la  segunda 
de  la  Independencia,  así  como  en  las  trasversales 
de  todas  ellas,  sólo  podrá  permitirse  la  traslación 
tratándose  de  casillas  que  ya  existan  en  dichas  ca- 

35 


—274— 

lies  y  que  deban  trasladarse  á  un  punto  más  lejano 
•del  centro  de  la  ciudad. 

Art.  8  ^ .  Subsiste  la  prohibición  de  establecer 
^expendios  interiores ;  los  existentes  al  publicarse  el 
bando  de  24  de  Octubre  de  1873,  subsistirán  en  el 
estado  que  dispuso  el  de  25  de  Noviembre  de  1871 
que  los  autorizó. 

Art.  9  ^  .  Los  expendios  que  después  de  esta  fe- 
cha se  abrieren  y  en  los  que  actualmente  existieren 
sin  permiso  para  despacho  interior,  tendrán  el  mos- 
trador separado  de  la  puerta  el  espacio  de  un  metro 
y  medio,  y  se  prolongará  hasta  las  paredes  latera- 
les, sin  asientos  interiores  ni  exteriores,  y  sin  co- 
municación alguna  con  otra  pieza,  patio  ó  corral. 

Art.  10.  En  los  expendios  de  pulques  situados  en 
las  demarcaciones  que  señalan  los  artículos  2  ^  y 
-3  ^ ,  nunca  podrá  haber  música  interior  ni  exterior- 
mente.  En  los  expendios  que  estuvieren  fuera  de 
dicha  demarcación,  sólo  podrá  haber  música  exte- 
riormente,  en  los  días  festivos  y  previa  licencia  del 
Gobierno  del  Distrito. 

La  infracción  de  este  artículo  se  castigará  con  mul- 
ta de  cinco  á  diez  pesos  ó  reclusión  de  cinco  á  diez 
días,  que  se  aplicará  al  vendedor  ó  al  encargado  del 
expendio. 

Art.  11.  El  pulque  conservado  mediante  los  pro- 
cedimientos químicos  reconocidos  por  el  Gobierno, 
podrá  expenderse  en  cualquier  establecimiento  lo 
mismo  que  los  demás  licores,  bajo  las  siguientes  con- 
diciones : 


■-.T- 


r  previameate  Bcenoia  del  Gobiemo  del  Dis- 
.  Uto:  que  d pulque  esté  embotellado  y  perfeetamen- 
torlÉdMdd;  que  dentro  del  expendio  no  se  destapa- 
xiiii.las  botellas  ni  en  él  se  consumirá  el  pulque  por 
idngte  pretexto  ó  motivo;  que  al  expendio  se  lleva- 
féjA  pulque  ya  embotellado  y  perfectamente  lacra- 
do, ain  que  en  ningún  caso  pueda  embotellarse  en  el 
miflmo  establecimiento;  quedando,  además,  prohibi- 
do que  en  el  expendio  haya  pulque  en  ninguna  otra 
<£i8e  de  vasijas  ó  envase. 

'La  infracción  de  cualquiera  de  las  prescripciones 

dé  ésto  artículo,  será  castigada  con  multa  de  cinco 

'  á  dies  pesoSy  y  en  el  caso  de  reincidir  por  tres  veces 

.  chirahte  dos  meses  en  la  misma  infracción,  la  auto- 

rfiiad  política  podrá  retirar  al  establecimiento  el  per- 

'    rbíiao  para  el  expendio  expresado. 

'  Art.  12.  No  se  permitirá  la  venta  del  pulque  en 
eOftstlrucciones  de  madera,  ni  en  piezas  divididas  por 
tübiques  de  esta  materia. 

Durante  las  ferias  que  anualmente  se  verifican  en 
loe  barrios  de  la  capital  y  en  las  poblaciones  foráneas 
d81  Distrito,  el  Gobernador  ó  la  autoridad  política 
rAq[>eotiva  en  su  caso,  atentas  á  las  circunstancias 
eapeeiales  que  concurran,  podrán  permitir  el  expen- 
dio de  pulque  en  construcciones  de  madera. 

Art.  13.    El  Inspector  General  de  Policía  y  los  Co- 
misarios respectivos  incurren  en  responsabilidad  que 
80  castigará  con  suspensión  de  empleo  de  uno  á  dos 
meses,  por  la  omisión  que  hiciere  en  sus  informes  de 
.  etudquiera  de  las  circunstancias  y  requisitos  que  por 


I 

I 


—276— 

este  Reglamento  se  exigen  para  la  apertura  ó  tras- 
lación de  un  expendio  de  pulque. 

Art.  14.  Son  obligaciones  de  los  dueños  de  ex* 
pendios  de  pulque: 

I.  Cuidar  de  que  el  pulque  sea  absolutamente 
puro,  sin  mezcla  de  líquido  ó  sustancia  alguna  que 
lo  altere  ó  haga  nocivo,  bajo  las  penas  que  señala 
el  Código  Penal. 

II.  Tener  en  perfecto  estado  de  aseo  el  local  del 
expendio  y  el  frente  de  él,  bajo  la  pena  de  uno  á  cin- 
co pesos  de  multa,  sin  perjuicio  de  que  se  repare  la 
falta  inmediatamente. 

líl.  Hacer  que  el  expendio  no  se  abra  antes  de 
las  seis  de  la  mañana  y  que  se  cierre  á  las  seis  de  la 
tarde  desde  el  día  15  de  Septiembre  al  15  de  Marzo, 
y  las  siete  de  la  noche  en  el  resto  de  cada  año. 

La  infracción  de  esta  disposición  se  castigará  con 
multa  de  cinco  á  diez  pesos  por  la  primera  vez,  de 
diez  á  veinticinco  por  la  segunda,  dé  veinticinco  á 
cincuenta  por  la  tercera,  y  se  clausurará  el  expen- 
dio por  la  cuarta. 

IV.  Cuidar  de  que  la  puerta  quede  cerrada  con 
candado  al  exterior  y  de  que  nadie  quede  dentro  del 
local  durante  la  noche,  bajo  las  mismas  penas  seña- 
ladas en  la  fracción  anterior. 

V.  Dar  aviso  semanariamente  á  la  Comisaría  res- 
pectiva, del  nombre  de  los  vendedores  y  j  i  careros, 
así  como  de  sus  domicilios,  bajo  la  pena  de  tres  á 
cinco  pesos  de  multa. 

VI.  Renovar  cada  año  la  licencia  del  Gobierno 


dd;]HflMlo,  b«Jo.lM  penas  de  oinoo  .pesos  de  multa 
sí  no  lo  Uoiere  en.él  mes  de  Enero,  diez  pesos  si'lo 
hkdere  el  mes  de  Febrero,  clausurándose  la  casa  sí 
taMBurriese  el  mes  de  Marzo  sin  haberse  refrendado 
laUóenoia. 

,  .Vn.  Presentar  la  licencia  una  vez  obtenida  ó 
renovada  á  la  (Comisaría  respectiva  para  la  debida 
toma  de  razón,  bajo  la  pena  de  un  peso  de  multa. 

YUI.  Poner  el  número  de  la  patente  que  deba 
ot^^erse  del  Ayuntamiento  y  el  de  la  licencia  del 
€k>biemo  del  Distrito,  sobre  la  puerta  del  expendio 
en  la  parte  exterior  con  caracteres  legibles,  bajo  la 
pena  de  pagar  die2  pesos  de  multa. 

Dt.  Fijar  en  el  interior  del  establecimiento  y  en 
parte  visible,  un  ejemplar  del  presente  Reglamento. 

Art.  16.    Son  obligaciones  de  los  vendedores : 

i.  No  permitir  que  dentro  del  mostrador  haya 
más  personas  que  las  encargadas  del  expendio  de 
pulque. 

n.  Tener  enteramente  abiertas  las  puertas  del 
expendio. 

líl.  No  permitir  que  en  el  interior  del  expendio 
haya  bailes,  músicas,  comidas,  juegos  de  ningpuna 
dase,  ni  vendimia  alguna  en  las  puertas. 

IV.  No  permitir  que  los  consumidores  saquen 
los  vasos  para  tomar  el  pulque  en  la  calle. 

V.  No  recibir  prendas  bajo  ningún  pretexto. 

VI.  No  recibir  en  el  expendio  armas  de  ninguna 
oíase  ni  objeto  extraño  á]la  negociación. 


—278- 

VII.  Son  igualmente  obligaciones  del  vendedor, 
las  que  marcan,  las  fracciones  1.  * ,  2.  * ,  3.  *  y  4.  * 
del  artículo  14. 

VIII.  Tener  especial  cuidado  de  no  vender  ni  re- 
galar pulque  á  los  gendarmes  que  estén  de  servicio 
ó  en  la  calle  donde  esté  ubicado  el  expendio,  cuando 
alguno  de  estos  agentes,  olvidando  la  dignidad  y  el 
decoro  de  su  empleo,  penetre  en  el  establecimiento 
con  objeto  de  tomar  dicho  líquido. 

IX.  Dar  aviso  á  los  agentes  de  la  policía  inme* 
diatamente  que  se  suscite  cualquier  desorden  den- 
tro del  expendio. 

Art.  16.  La  infracción  de  cuahjuiera  de  las  frac- 
ciones del  artículo  anterior,  será  castigada  con  arres- 
to de  tres  á  diez  días,  ó  con  la  multa  correspondien- 
te conforme  al  Código  Penal. 

Art.  17.  No  podrá  concederse  licencia  para  el 
expendio  de  pulque,  ni  aun  con  el  carácter  de  muy 
transitorio,  en  las  calles,  plazas  ó  zaguanes,  excepto 
durante  las  ferias  de  los  barrios  de  la  ciudad  y  de 
las  poblaciones  foráneas  del  Distrito,  en  los  térmi- 
nos del  artículo  12. 

Art.  18.  El  Gobernador  del  Distrito  en  la  ciudad 
de  México,  y  la  autoridad  política  respectiva  en  las 
poblaciones  foráneas,  son  las  únicas  autoridades 
competentes  para  imponer  las  penas  que  señala  este 
Reglamento,  teniendo  á  la  vista  las  actas  que  debe- 
rán levantar  los  Inspectores  de  policía  para  com- 
probar los  hechos,  conforme  al  artículo  18  de)  Re- 
glamento de  Comisarías.     En  los  Distritos,  la  auto- 


—871— 

^Jftt^»^^^?^^^^^  4^^^^^j^  de  las  puertas, 
durante  las  horas  de  la  venta,  estén  enteramente 


Art.'  10.  Los  establecimientos  á  que  este  regla- 
ntefiito  86  refiere,  estarán  perfectamente  aseados  tan- 
to en  el  interior  como  en  el  exterior  de  los  mismos. 

Art,  11.  Los  dueños  ó  encargados  de  ellos  son 
inmediatamente  responsables  de  los  escándalos  que 
allí  ocurrieren,  y  por  tanto,  están  en  la  obligación 
de  dar  parte  á  la  policía  luego  que  alguno  cometa 
una  falta,  sufriendo  una  multa  de  cinco  á  veinticin- 
00  pesos  si  no  cumplieren  esta  prevención. 

Art.  12.  Si  en  alguno  de  los  referidos  estableció 
ndebtos  ocurriere  alguna  riña  y  el  dueño  ó  encar- 
gado no  da  el  aviso  oportuno,  será  castigado  por  la 
^lliiierii  vez  con  multa  de  cinco  á  veinticinco  pesos, 
fftit  lá  segunda  con  la  clausura  inmediata  del  es- 
tablecimiento; pero  si  la  riña  fuere  á  mano  armada, 

Aé'  céirrará  éste  desde  luego. 

- ".  t.   '  •.' 

Art,  13.  A  ninguno  que  se  halle  en  estado  de  em- 
briaguez se  le  venderá  pulque,  y  en  caso  de  que  in- 
É&fíére  en  permanecer  en  la  casilla,  el  encargado  de 
esta  lo  denunciará  al  agente  de  policía  que  estuvie- 
ra más  inmediato  para  que  lo  aprehenda,  castigán- 
dose la  infracción  de  este  artículo  con  multa  de  dos 
á  ocho  pesos. 

Art.  14.  Ni  á  los  niños  ni  á  las  personas  notoria- 
Qi^nte  menores  de  edad  se  les  venderá  pulque,  á  no 
ser  que  lo  compren  para  llevarlo  á  sus  casas,  pero  en 
ojÉpgün  caso  se  permitirá  que  lo  beban  en  los  expen- 


ttttttttttttttttttttttttt 


usos  ECONÓMICOS 

Y  PROPIEDADES  MEDICINALES 

« 

DEL  PULQUE 
Y  ENFERMEDADES  QUE  DETERMINAN  SU  ABUSO. 


J^¿/|^UCHAS  son  las  propiedades  medicinales  que 
el  vulgo  atribuye  á  esta  bebida  así  como  á 
la  planta  que  la  produce,  llegando  á  considerarse 
«orno  la  panacea  que  liberta  á  la  humanidad  de  las 
afecciones  á  que  está  sujeta. 

Gregorio  López,  más  conocido  por  el  epíteto  de 
^'siervo  de  Dios,"  gozó  en  su  tiempo  gran  reputa- 
ción como  médico  y  como  santo,  y  en  el  tratado  de 
Terapéutica  que  compuso  á  principios  del  siglo  pa- 
sado, le  consagró  al  pulque  un  importante  lugar. 


I 


A  Ilá9*  dd  ikdKiio  siglo,  un  empírioo  de  Pátzoua- 
lo  UaauídO  IHoolás  de  Viana  y  conocido  con  el  ao- 
branomfare  del  Beato»  preconizó  un  antivenéreo  de 
su  inyendón,  cuyas  fórmulas  diversas,  en  lo  subs- 
tmoial,  consistían  en  un  cocimiento  de  la  raíz  del 
maguey  en  el  pulque,  lavativas  de  cocimiento  de 
ndi  de  begonia  y  coloquíntida,  y  otras  substancias 
de  menos  interés,  como  carne  de  víbora  y  rosa  de 
Castilla,  etc. 

« 

Sometido  este  antivenéreo  á  la  *  experimentación 
SD  uno  de  los  hospitales  de  esta  ciudad,  paraimpro* 
visar  su  crédito  fué  preciso  recurrir  á  las  superche- 
rfas;  y  cuya  historia  la  consigna  el  Dr.  O'Sullivan, 
entonces  encargado  del  Hospital  de  San  Andrés. 

El-^Dr.  Bálmis,  propietario  de  la  plaza  que  servía 
.  él  Dr.  O'Sullivan,  atacó  rudamente  esta  medicina; 
pero  luego,  por  circunstancias  puramente  persona- 
les, áe  hizo  el  acérrimo  partidario  de  la  medicina  del 
Beato. 

El  Sr.  Sánchez  y  Mora,  en  el  opúsculo  que  escribió 
sobre  el  maguey,  le  atribuye  las  siguientes  virtudes 
medicinales : 

•*La  cabeza  del  maguey  se  pone  á  c()cer  en  lo  que 
llaman  barbacoa,  y  sacáíidola  del  fuego,  cuando  es« 
té  fría  se  come;  es  agradable,  de  calidad  caliente; 
le  llaman  generalmente  mezcal. 

*  ^'Cuando  el  maguey  se  salta,  que  es  cuando  da  el 
•quiote,  éste,  estando  medio  asado,  se  come  como  la 
«afia  de  Castilla;  es  muy  jugoso  y  fresco,  pero  si  se 
eñepe  mucho  toma  una  calidad  caliente. 

"El  quiote,  en  su  parte  superior,  produce  unos 

3ft 


—274— 

lies  y  que  deban  trasladarse  á  un  punto  más  lejano 
•del  centro  de  la  ciudad. 

Art.  8  ^ .  Subsiste  la  prohibición  de  establecer 
^expendios  interiores ;  los  existentes  al  publicarse  el 
bando  de  24  de  Octubre  de  1873,  subsistirán  en  el 
estado  que  dispuso  el  de  25  de  Noviembre  de  1871 
que  los  autorizó. 

Art.  9  ^  .  Los  expendios  que  después  de  esta  fe- 
cha se  abrieren  y  en  los  que  actualmente  existieren 
sin  permiso  para  despacho  interior,  tendrán  el  mos- 
trador separado  de  la  puerta  el  espacio  de  un  metro 
y  medio,  y  se  prolongará  hasta  las  paredes  latera- 
les, sin  asientos  interiores  ni  exteriores,  y  sin  co- 
municación alguna  con  otra  pieza,  patio  ó  corral. 

Art.  10.  En  los  expendios  de  pulques  situados  en 
las  demarcaciones  que  señalan  los  artículos  2  ^  y 
-3  ^ ,  nunca  podrá  haber  música  interior  ni  exterior- 
mente.  En  los  expendios  que  estuvieren  fuera  de 
dicha  demarcación,  sólo  podrá  haber  música  ^exte- 
riormente,  en  los  días  festivos  y  previa  licencia  del 
Gobierno  del  Distrito. 

La  infracción  de  este  artículo  se  castigará  con  mul- 
ta de  cinco  á  diez  pesos  ó  reclusión  de  cinco  á  diez 
días,  que  se  aplicará  al  vendedor  ó  al  encargado  del 
expendio. 

Art.  11.  El  pulque  conservado  mediante  los  pro- 
cedimientos químicos  reconocidos  por  el  Gobierno, 
podrá  expenderse  en  cualquier  establecimiento  lo 
mismo  que  los  demás  licores,  bajo  las  siguientes  con- 
diciones: 


—275— 

Obtener  previamente  licencia  del  Gobierno  del  Dis- 
trito :  que  el  pulque  esté  embotellado  y  perfectamen- 
te lacrado;  que  dentro  del  expendio  no  se  destapa- 
rán las  botellas  ni  en  él  se  consumirá  el  pulque  por 
ningún  pretexto  ó  motivo;  que  al  expendio  se  lleva- 
rá el  pulque  ya  embotellado  y  perfectamente  lacra- 
do, sin  que  en  ningún  caso  pueda  embotellarse  en  el 
mismo  establecimiento;  quedando,  además,  prohibi- 
do que  en  el  expendio  haya  pulque  en  ninguna  otra 
clase  de  vasijas  ó  envase. 

La  infracción  de  cualquiera  de  las  prescripciones 
de  éste  artículo,  será  castigada  con  multa  de  cinco 
á  diez  pesos,  y  en  el  caso  de  reincidir  por  tres  veces 
durante  dos  meses  en  la  misma  infracción,  la  auto- 
ridad política  podrá  retirar  al  establecimiento  el  per- 
miso para  el  expendio  expresado. 

Art.  12.  No  se  permitirá  la  venta  del  pulque  en 
construcciones  de  madera,  ni  en  piezas  divididas  por 
tabiques  de  esta  materia. 

Durante  las  ferias  que  anualmente  se  verifican  en 
los  barrios  de  la  capital  y  en  las  poblaciones  foráneas 
del  Distrito,  el  Gobernador  ó  la  autoridad  política 
respectiva  en  su  caso,  atentas  á  las  circunstancias 
especiales  que  concurran,  podrán  permitir  el  expen- 
dio de  pulque  en  construcciones  de  madera. 

Art.  13.  El  Inspector  General  de  Policía  y  los  Co- 
misarios respectivos  incurren  en  responsabilidad  que 
se  castigará  con  suspensión  de  empleo  de  uno  á  dos 
meses,  por  la  omisión  que  hiciere  en  sus  informes  de 
cualquiera  de  las  circunstancias  y  requisitos  que  por 


—276— 

este  Reglamento  se  exigen  para  la  apertura  ó  tras- 
lación de  un  expendio  de  pulque. 

Art.  14.  Son  obligaciones  de  los  dueños  de  ex- 
pendios de  pulque : 

I.  Cuidar  de  que  el  pulque  sea  absolutamente 
puro,  sin  mezcla  de  líquido  ó  sustancia  alguna  que 
lo  altere  ó  haga  nocivo,  bajo  las  penas  que  señala 
el  Código  Penal. 

II.  Tener  en  perfecto  estado  de  aseo  el  local  del 
expendio  y  el  frente  de  él,  bajo  la  pena  de  uno  á  cin- 
co pesos  de  multa,  sin  perjuicio  de  que  se  repare  la 
falta  inmediatamente. 

III.  Hacer  que  el  expendio  no  se  abra  antes  de 
las  seis  de  la  mañana  y  que  se  cierre  á  las  seis  de  la 
tarde  desde  el  día  15  de  Septiembre  al  15  de  Marzo, 
y  las  siete  de  la  noche  en  el  resto  de  cada  año. 

La  infracción  de  esta  disposición  se  castigará  con 
multa  de  cinco  á  diez  pesos  por  la  primera  vez,  de 
diez  á  veinticinco  por  la  segunda,  de  veinticinco  á 
cincuenta  por  la  tercera,  y  se  clausurará  el  expen- 
dio por  la  cuarta. 

IV.  Cuidar  de  que  la  puerta  quede  cerrada  con 
candado  al  exterior  y  de  que  nadie  quede  dentro  del 
local  durante  la  noche,  bajo  las  mismas  penas  seña- 
ladas en  la  fracción  anterior. 

V.  Dar  aviso  semanariamente  á  la  Comisaría  res- 
pectiva, del  nombre  de  los  vendedores  y  jicareros, 
así  como  de  sus  domicilios,  bajo  la  pena  de  tres  á 
cinco  pesos  de  multa. 

VI.  Renovar  cada  año  la  licencia  del  Gobierno 


—277— 

del  Distrito,  bajo  las  penas  de  cinco  pesos  de  multa 
si  no  lo  hiciere  en  el  mes  de  Enero,  diez  pesos  si  lo 
hiciere  el  mes  de  Febrero,  clausurándose  la  casa  si 
trascurriese  el  mes  de  Marzo  sin  haberse  refrendado 
la  licencia. 

VIL  Presentar  la  licencia  una  vez  obtenida  ó 
renovada  á  la  Comisaría  respectiva  para  la  debida 
toma  de  razón,  bajo  la  pena  de  un  peso  de  multa. 

VIII.  Poner  el  número  de  la  patente  que  deba 
obtenerse  del  Ayuntamiento  y  el  de  la  licencia  del 
Gobierno  del  Distrito,  sobre  la  puerta  del  expendio 
en  la  parte  exterior  con  caracteres  legibles,  bajo  la 
pena  de  pagar  diez  pesos  de  multa. 

IX.  Fijar  en  el  interior  del  establecimiento  y  en 
parte  visible,  un  ejemplar  del  presente  Reglamento. 

Art.  15.     Son  obligaciones  de  los  vendedores: 

I.  No  permitir  que  dentro  del  mostrador  haya 
más  personas  que  las  encargadas  del  expendio  de 
pulque. 

II.  Tener  enteramente  abiertas  las  puertas  del 
eicpendio. 

III.  No  permitir  que  en  el  interior  del  expendio 
haya  bailes,  músicas,  comidas,  juegos  de  ninguna 
clase,  ni  vendimia  alguna  en  las  puertas. 

IV.  No  permitir  que  los  consumidores  saquen 
los  vasos  para  tomar  el  pulque  en  la  calle. 

V.  No  recibir  prendas  bajo  ningún  pretexto. 

VI.  No  recibir  en  el  expendio  armas  de  ninguna 
clase  ni  objeto  extraño  á]la  negociación. 


■ 


—276— 

este  Reglamento  se  exigen  para  la  apertura  ó  tras- 
lación de  un  expendio  de  pulque. 

Art.  14.  Son  obligaciones  de  los  dueños  de  ex- 
pendios de  pulque: 

I.  Cuidar  de  que  el  pulque  sea  absolutamente 
puro,  sin  mezcla  de  líquido  ó  sustancia  alguna  que 
lo  altere  ó  haga  nocivo,  bajo  las  penas  que  señala 
el  Código  Penal. 

II.  Tener  en  perfecto  estado  de  aseo  el  local  del 
expendio  y  el  frente  de  él,  bajo  la  pena  de  uno  á  cin- 
co pesos  de  multa,  sin  perjuicio  de  que  se  repare  la 
falta  inmediatamente. 

III.  Hacer  que  el  expendio  no  se  abra  antes  de 
las  seis  de  la  mañana  y  que  se  cierre  á  las  seis  déla 
tarde  desde  el  día  15  de  Septiembre  al  15  de  Marzo, 
y  las  siete  de  la  noche  en  el  resto  de  cada  año. 

La  infracción  de  esta  disposición  se  castigará  con 
multa  de  cinco  á  diez  pesos  por  la  primera  vez,  de 
diez  á  veinticinco  por  la  segunda,  de  veinticinco  á 
cincuenta  por  la  tercera,  y  se  clausurará  el  expen- 
dio por  la  cuarta. 

IV.  Cuidar  de  que  la  puerta  quede  cerrada  con 
candado  al  exterior  y  de  que  nadie  quede  dentro  del 
local  durante  la  noche,  bajo  las  mismas  penas  seña- 
ladas en  la  fracción  anterior. 

V.  Dar  aviso  semanariamente  á  la  Comisaría  res- 
pectiva, del  nombre  de  los  vendedores  y  jicareros, 
así  como  de  sus  domicilios,  bajo  la  pena  de  tres  á 
cinco  pesos  de  multa. 

VI.  Renovar  cada  año  la  licencia  del  Gobierno 


—277— 

del  Distrito,  bajo  las  penas  de  cinco  .pesos  de  multa 
si  no  lo  hiciere  en  el  mes  de  Enero,  diez  pesos  sí  lo 
hiciere  el  mes  de  Febrero,  clausurándose  la  casa  si 
trascurriese  el  mes  de  Marzo  sin  haberse  refrendado 
la  licencia. 

VIL  Presentar  la  licencia  una  vez  obtenida  ó 
renovada  á  la  Comisaría  respectiva  para  la  debida 
toma  de  razón,  bajo  la  pena  de  un  peso  de  multa. 

VIII.  Poner  el  número  de  la  patente  que  deba 
obtenerse  del  Ayuntamiento  y  el  de  la  licencia  del 
Gobierno  del  Distrito,  sobre  la  puerta  del  expendio 
en  la  parte  exterior  con  caracteres  legibles,  bajo  la 
pena  de  pagar  diez  pesos  de  multa. 

IX.  Fijar  en  el  interior  del  establecimiento  y  en 
parte  visible,  un  ejemplar  del  presente  Reglamento. 

Art.  15.     Son  obligaciones  de  los  vendedores: 

I.  No  permitir  que  dentro  del  mostrador  haya 
más  personas  que  las  encargadas  del  expendio  de 
pulque. 

II.  Tener  enteramente  abiertas  las  puertas  del 
eicpendio. 

III.  No  permitir  que  en  el  interior  del  expendio 
haya  bailes,  músicas,  comidas,  juegos  de  ninguna 
clase,  ni  vendimia  alguna  en  las  puertas. 

IV.  No  permitir  que  los  consumidores  saquen 
los  vasos  para  tomar  el  pulque  en  la  calle. 

V.  No  recibir  prendas  bajo  ningún  pretexto. 

VI.  No  recibir  en  el  expendio  armas  de  ninguna 
clase  ni  objeto  extraño  á]la  negociación. 


—288— 

como  los  de  perlas  y  se  los  ponen  en  el  cuello  las 
personas  que  tienen  bultos  enormes  en  la  garganta, 
ó  que  la  tienen  quebrada  y  con  dolores. 

*'Para  un  golpe  contuso  se  asan  en  la  lumbre  las 
pencas  de  un  maguey  chico,  ó  delmecuate,  y  estan- 
do cocidas,  con  ellas  se  frota  bastante  la  parte  en- 
ferma, lo  más  calientes  que  se  puedan  aguantar,dos 
ó  tres  noches. 

"Las  mismas  pencas,  con  igual  método,  sanan  la 
partes  enfermas  por  convulsión. 

*'Las  mismas,  sacándoles  el  jugo  y  bebiendo  ca- 
liente éste  continuamente,  sanan  cualquier  dolor 
provenido  de  mal  venéreo. 

'^Cuando  se  padece  de  mucha  sed,  es  útil  acos- 
tumbrarse á  tomar  el  pulque  á  pasto,  y  se  quita  to- 
talmente la  sed. 

*'E1  pulque  reseca  y  purifica  la  sangre,  templa  y 
refrigera  el  hígado,  tempera  y  limpia  el  bazo,  des- 
hace todas  las  hidropesías  y  obstrucciones  del  estó- 
mago, bazo,  hígado,  vientre;  porque  desbarata  y 
hace  arrojar  continuamente  por  la  orina  todas  las 
flemas  y  cóleras. 

* 'También  cura  perfectamente  todo  mal  de  orina 
abre  los  poros  del  cutis,  hace  sudar  y  orinar  con  a- 
bundancia,  limpia  los  ríñones,  la  vejiga  y  el  caño  de 
la  orina. . 

**E1  continuo  uso  del  pulque  hace  arrojar  en  me- 
nudas arenas  los  cálculos  de  la  orina  y  ríñones. 

^^Es  estimulante,  pues  que  promueve  la  gana  deg 
comer,  humedece  y  refresca  la  cabeza  y  cerebro. 


—289— 

"Causa  abundante  y  apacible  sueño  tomado  con 
método;  cura  la  tos  tomándolo  en  ayunas,  y  si  se 
toma  caliente,  suelta  el  vientre  y  lo  limpia. 

"Cura  los  pujos  y  cursos,  aunque  estos  últimos 
6ean  provenidos  de  mala  indigestión ;  de  suerte  que 
enfermos  de  este  accidente,  aunque  lleven  veinte 
años  de  enfermos,  si  usan  del  j)ulque  como  se  tiene 
dicho  por  seis  ó  más  días,  sanan  ciertamente;  con 
especialidad  si  se  usa  del  pulque  cocido  conazú- 
car,  y  con  el  método  prescrito. 

"En  los  dolores  de  cabeza,  provenidos  de  haberse 
asoleado  mucho,  se  unta  la  frente  y  las  sienes  con 
pulque;  será  útil,  para  precaver  esta  dolencia,  un- 
tarse antes  que  venga  el  dolor. 

"Los  asientos  ó  residuos  que  deja  el  pulque  en  las 
vasijas  en  que  se  guarda,  sirven  ¡Dará  quitarlas  pe- 
cas y  manchas  ó  barros  tercos  y  berrugas  que  afean 
la  cara,  untándosela  con  frecuencia  con  dichos  asien- 
tos por  la  noche  antes  de  acostarse,  y  al  día  siguien- 
te lavando  la  cara  para  quitar  lo  que  se  untó  en  la 
noche. 

"Para  quitarle  al  pulque  el  ácido  carbónico,  y  que 
no  aviente  el  vientre,  se  le  echa  lo  que  coje  un  real 
de  plata  ó  poco  más  de  carbonato  do  sosa,  ó  dos  gra- 
nos de  polvos  de  cangrejos,  ó  una  poca  de  sal  co- 
mún. 

"Las  raíces  gruesas  del  maguey  que  llaman  me- 
•cual,  sirven  muy  bien  para  lavar  la  ropa,  en  lugar 
■del  jabón  común. 

.**Para  la  roña  de  las  bestias,  se  machuca  bien  una 
penca,  se  le  exprime  el  jugo,  y  con  éste  se  unta  ó  se 

37 


—290— 

lava  la  roña,  poniendo  á  la  bestia  al  sol,  y  procuran* 
do  que  si  llueve  no  se  moje. 

''Esta  misma  medicina  se  aplica  para  el  resfrío  de 
los  encuentros  en  las  bestias. 

*'Para  los  animales  que  estuvieren  despeados,  se 
asa  una  penca,  y  se  le  obliga  al  animal  que  pise  som- 
bre la  penca,  estando  ésta  lo  más   caliente  posible* 

•'Para  los  caballos  ú  otros  animales  que  estén 
mancos  de  los  encuentros,  se  machaca  una  ó  dos 
pencas;  con  esto  se  les  da  una  buena  frotada  diaria 
por  nueve  días,  y  si  no  sanan,  se  dejan  descansar 
ocho  días,  y  se  les  vuelve  á  repetir  lo  mismo.  Esta 
medicina  sirve  también  para  curarles  los  golpes. 

"También  para  las  bestias  atorzonadas,  selespo* 
ne  un  freno  de  maguey,  y  esto  mismo  sirve  para  cu- 
rarles el  mal  de  la  lengua. 

"Si  á  algún  animal  se  le  comenzaren  á  hacer  nu» 
bes  en  los  ojos,  se  toma  un  mezote  seco  de  maguey,, 
se  raspa  con  un  cuchillo,  la  raspadura  se  pasa  por 
un  tamiz,  y  el  polvo  se  le  echa  en  el  ojo. 

"Papel,  se  hace  muy  bueno  con  las  pencas  ver- 
des bien  machacadas.  Estas  se  ponen  á  podrir  en 
agua,  hasta  tanto  que  lavándolas  suelten  la  parte 
carnosa  y  quede  sólo  la  fibrosa  ó  sus  estambres;  és- 
tos se  muelen,  y  en  este  estado  se  hace  un  papel  más 
ó  menos  bueno,  según  la  habilidad  del  fabricante. 

"Para  hacer  pita,  machacan  bien  las  pencas  chi- 
cas con  palos  fuertes:  luego  las  ponen  á  hervir  mu- 
cho para  que  suelten  mejor  y  más  pronto  la  carne : 
se  lavan  con  agua  sola  ó  mezclándole  jabón,  el  que 


-291— 

sínre  oomo  de  lejía;  con  esto  salen  los  estambres 
blancos,  y  luego  los  sacan  para  torcerlos,  y  para 
hacer  los  tejidos  gruesos  y  ordinarios. 

"Esta  operación  anterior,  tiene  la  diferencia  que 
para  hacer  reatas,  ^^ostalos  \i  otras  manufacturas 
ordinarias,  sólo  machacan  las  pencas  grandes,  pues 
para  cosas  más  finas  como  eiií'ajes,  tilmas,  calzados, 
etc.,  se  benefician  solo  las  pencan  chicas,  que  dan 
unos  hilos  más  finos  y  suaves. 

**Cuando  capan  los  magueyes,  de  las  pencas  que 
les  cortan,  al  estirarlas,  les  salen  unas  fibras  tan 
suaves  y  finas,  que  de  ellas  tejen  unas  minchas  blan- 
cas mejores  que  las  de  Guatemala,  para  usarlas  en 
tUgar  de  yesca. 

**Con  las  pencas  secas  y  el  mezote  seco  del  ma- 
guey se  sirven  en  lugar  de  leña  para  las  cocinas. 

**En  lugar  de  tabletas,  de  ladrillos  ó  tejas  para 
cubrir  los  techos  de  las  casas,  usan  las  pencas,  ó 
secas  ó  verdes,  pues  son  de  mucha  duración. 

"Con  el  quiote  ponen  vigas  para  l(»s  techos,  que 
bien  son  de  mucha  duración,  y  frecuentemente  se 
forman  con  él  tabletas  para  techos,partido  en  tablas, 
y  con  éstas  amarradas  con  mecates  forman  como  pe- 
tates, que  llaman  tinglados,  y  sirven  para  poner  los 
tequios  en  las  matanzas  de  los  ganados  para  que  la 
carne  no  se  ensucie. 

"Con  los  magueyes  ordinarios  se  forman  cercas 
para  los  corrales,  patiosjy  labores  del  campo,  pues 
estando  bien  puesto  yj^tupido,  es  casi  impenetrable. 

'Con  las  púas  de  las  puntas  de  las  pencas  se  sir- 


(<i 


—292— 

ven  en  lugar  de  clavos  para  todo  cuanto  se  les  ofre- 
ce, pues  son  tan  duras  y  compactas,  que  jamás  se 
pudren  ni  corrompen  con  nada." 

El  Sr.  Dr.  Martínez,  tratando  de  las  consideracio- 
nes higiénicas  y  usos  terapéuticos  del  pulque,  dice 
lo^que  sigue: 

*'E1  pulque  es  una  especie  de  vino  alcohólico -áci- 
do, no  depurado,  producido  por  el  aguamiel  fermen- 
tada del  maguey  y  que  contiene  agua,  alcohol,  azú- 
car, mucílago,  sales  y  ácidos  especiales,  que  son 
productos  de  la  trasformación  de  los  elementos  del 
Aguamiel  y  de  los  principios  esenciales  del  maguey. 

*'Las  dosis  de  alcohol  que  contiene  no  son  exa- 
geradas; representan  un  79  por  1,000  en  término 
medio,  ó  sea  8  por  100,  esto  quiere  decir  que  es  una 
bebida  alcohólica  que  presenta  en  su  composición  8 
por  100  de  alcohol ;  luego  el  que  tome  un  litro  ó  1,000 
gramos  de  pulque,  habrá  ingerido  79  gramos,  ó  sea 
un  poco  más  de  2  onzas  y  media  de  alcohol ;  y  como 
esta  ingestión  se  verifica  á  dosis  pequeñas,  después 
de  cada  platillo  durante  la  comida,  resulta  que  para 
consumir  2  onzas  y  media  de  alcohol,   se  necesita 
haber  apurado  un  litro  de  pulque.     Pero  es  imposi- 
ble á  cualquiera  persona  moderada  tomar  más  de 
una  botella  de  pulque  de  á  cuartillo;  de  aqui  debe- 
mos inferir  que  al  tomarse  un  individuo  una  botella 
de  buen  pulque,  habrá  tomado  39  gramos  de   alco- 
hol que  excitará  sus  funciones  digestivas  y  nervio- 
sas.    El  tomar  pulque  en  una  dosis  como  ésta,  no 
produce  el  alcoholismo  crónico,   es  una  dosis  muy 
parca,  que  apenas  basta,  diluida  en  600  gramos  de 


—293- 

ag^a,  para  producir  una  tonifíeación  moderada  d© 
los  sistemas  nervioso  y  digestivo.     (*) 

"Supuesto  que  los  39  gramos  de  alcohol  (¿ue  s 
ingieren  en  cada  comida  en  el  cuartillo  y  cuarto  de 
pulque  no  deben  causar  ningún  estado  patológico, 
¿podrán  producir  alguna  enfermedad  los  ácidos  y  el 
mucílago?  No  lo  creo  tampoco,  y  por  el  contrario, 
me  parece  que  la  goma  puede  calmar  la  irritación 
producida  en  el  estómago  por  el  contacto  de  algunos 
alimentos  tales  como  el  chile,  y  de  aquí  viine  la 
costumbre  que  se  tiene  generalmente  de  tomar  pul- 
que después  de  algún  alimento  en  fjue  abunda  el 
chile. 

"Respecto  de  la  azúcar  no  Irasformada,  las  sales 
y  los  residuos  que  sedimenta  el  púlqui^  de  ningún 
modo  puede  influir  en  la  producción  de  las  enferme- 
dades. Las  sales  (*onslLluidas  por  sulfato  y  fosfato 
de  cal,  por  el  fierro,  por  ])otasa  y  sosa,  en  la  propor- 
ción que  se  hallan  todas  de  1  gramo  á  2  p(»r  mil,  ja- 
más serán  generadoras  de  alguna  enfermedad;  ve- 
mos, por  el  contrario,  que  algunos  enferinns  de  <lía- 


(*)  El  Dr.  Lobato  cree  que  el  pulque  no  produce 
el  alcoholismo  crónico,  aun  cuando  ocasúme  el  agu- 
do, fundando  su  opinión,  entre  otras  i*azones,  en  el 
hecho  de  que  en  Guanajuato,  San  Luis  y  Zacatecas, 
lugares  en  que  se  usa  mucho  el  mezcal  que  se  ex- 
trae también  del  maguey,  jamás  se  ha  presentado, 
como  lo  ha  notado  por  las  estadísticas  de  los  hospi* 
tales  de  esos  Estados. 


—294— 

rrea  curan  por  el  uso  del  pulque,  probablemente  á 
consecuencia  de  las  sales  de  cal  que  contiene;  en 
cuanto  á  la  azúcar,  la  cantidad  que  no  se  ha  tras- 
formado  es  tan  insignificante,  que  no  puede  consi- 
derarse siquiera  como  alimento ;  los  residuos  están 
constituidos  por  materias  del  mucílago  del  aguamiel 
que  se  sedimentan  cuando  la  fermentación  termina. 
Además,  las  sustancias  albuminoides  que  contiene 
son  muy  favorables  para  la  nutrición ;  algunas  per- 
sonas hay  en  México  que  no  toman  la  cantidad  de 
alimentos  azoados  suficientes  para  su  nutrición,  y  sí 
toman  una  dosis  regular  de  pulque,  y  estas  personas 
tienen  una  magnífica  constitución,  presentando  las 
apariencias  de  una  buena  nutrición. 

"De  todos  los  hechos  trasmitidos  por  la  observa- 
ción y  la  experiencia,  se  debe  concluir  que  el  pul- 
que es  una  bebida  nutritiva,  tónica  del  sistema  ner- 
vioso y  de  la  economía  en  general,  regeneradora  de 
la  sangre,  conteniendo  sales  que  pueden  curar  al- 
gunas enfermedades  y  ácido  carbónico  que  deter- 
mina muchos  efectos  favorables  á  la  digestión. 

"No  sabemos  si  los  principios  que  lo  constituyen 
obran  cada  uno  aisladamente  ó  en  conjunto,  pero  lo 
cierto  es  que  el  pulque  como  bebida  es  muy  saluda- 
ble, perteneciendo  á  los  llamados  "alimentos  nervi- 
nos" estudiados  por  Lacassagne,  y  que  con  tanta 
exactitud  describe  refiriéndose  á  los  alcohólicos. 

"Como  alimento  nervino  es  muy  útil  para  la  re- 
paración de  las  fuerzas  de  los  obreros  de  cualquiera 
industria,  "siempre  que  se  use  con  moderación." 
El  ejercicio  de  cualquiera  industria  mecánica,  car- 
pintería, zapatería,  herrería,  maquinaria,  etc.,  hace 


producir  mucho  trabajo  muscular,  éstese  trasforma, 
Como  se  sabe,  en  calor,  y  este  calor  perdido  debilita 
las  fuerzas  musculares ;  esto  es  muy  notable  en  las 
clases  pobres  que  no  pueden  hacer  uso  de  una  buena 
alimentación  y  se  privan  de  la  carne,  tomando  tor- 
tillas, frijoles,  garbanzo,  chile,  etc.,  alimentos  que 
no  son  susceptibles  de  restaurar  las  fuerzas  que  es- 
tos obreros  necesitan  en  el  ejercicio  de  su  profesión. 
Como  dice  muy  bien  Marvaud,  "todas  las  observa- 
ciones europeas  están  á  favor  del  uso  por  las  clases 
obreras  de  cierta  ración  de  alcohol.'-  Esta  conse- 
cuencia la  deduce  de  las  siguientes  premisas:  **Las 
clases  pobres,  en  su  alimentación,  no  hacen  gran 
consumo  de  carne ;  á  veces  aun  les  falta  entera- 
mente: hacen  gran  gasto  de  feculentos,  azúcares  y 
grasas;  el  consumo  de  las  bebidas  espirituosas  y 
fermentadas  es  muy  notable,  pues  está  en  relación 
con  la  insuficiencia  del  régimen  alimenticio  y  con  la 
cantidad  de  fuerza  que  cada  obrero  tiene  que  gas- 
tar para  atender  á  su  trabajo.  Luego  en  estos  ca- 
sos el  hombre  tiene  que  tomar  alguna  cantidad  de 
alcohol  para  concurrir  á  su  nutrición  y  á  su  activi- 
dad muscular,  que  suministran  materiales  de  (»alor 
y  reparación . 

"Los  alimentos  nervinos  obran  fisiológicamente 
de  dos  maneras :  disminuyendo  la  corriente  endos- 
mótica,  y  en  consecuencia  de  esto  los  cambios  mo- 
leculares de  las  celdillas  que  crecen  y  de  las  que  ca- 
ducan, y  excitando  el  gran  simpático,  cuyos  nervios 
vaso-motores,  estrechando  el  calibre  de  los  capila- 
res, obran  como  moderadores  de  las  combustiones 
ntraorgánicas ;  esta  acción  nerviosa  se  reasume  en 


—296— 

lo  siguiente :  el  alcohol,  ingerido  con  moderación, 
obfa  como  agente  dinámico  por  el  efecto  excitante 
de  la  parte  que  no  se  trasforma,  y  como  alimento 
calorífico  y  agente  de  ahorro,  por  la  parte  que  se 
trasforma  en  la  economía. 

**8egún  estas  doctrinas,  el  pulque  de  buena  cali- 
dad se  debe  permitir  en  cantidad  moderada  á  las 
clases  obreras  de  nuestro  país,  supuesto  que  posee 
todas  las  cualidades  del  alcohol  diluido,  y  además 
propiedades  alimenticias  debidas  á  las  otras  subs- 
tancias que  entran  en  su  composición. 

"Para  concluir,  manifestaré  algo  acerca  de  los  es- 
tados patológicos  en  los  cuales  se  usa  el  pulque  con 
buenos  resultados. 

*'En  las; dispepsias  acidas  obra  probablemente  por 
sus  sales  y  su  ácido  carbónico;  por  las  sales,  por- 
que encontrándose  al  estado  de  bicarbonatos  de  po- 
tasa, cal  y  sosa,  se  combinan  desprendiendo  ácido 
carbónico  con  los  ácidos  del  jugo  gástrico;  el  ácido 
carbónico  obra  por  su  acción  analgésica  disminu- 
yendo la  excitación  del  estómago.  Los  pulques  li- 
geramente ácidos  obran,  por  el  contrario,  sobre  las 
dispepsias  básicas. 

'*En  las  gastralgias  lo  usan  mucho  con  el  objeto 
de  calmar  el  dolor:  yo  no  sé  si  algunas  veces  de- 
pendan de  la  excitación  estomacal  por  los  jugos  di- 
gestivos ;  lo  cierto  es  que  hay  algunos  enfermos  á 
quienes  se  ha  administrado  el  pulque  con  aguamiel 
ya  fermentada,  con  el  objeto  de  que  la  bebida  se  sa- 
ture de  ácido  carbónico,  y  casi  todas  han  curado  de 


—297— 

esas  gastralgias  abandonando  por  completo  el  uso 
del  ag^a. 

"En  la  mayor  parte  de  los  estados  saburrales  de 
las  vías  digestivas,  en  que  el  estómago  ó  eJ  hígado 
no  funcionan  convenientemente,  el  uso  del  pulque, 
mejor  que  el  de  los  vinos,  restablece  perfectamente 
su  acción;  esto  es  muy  notable  en  las  mujeres  clo- 
ro-anémicas, en  que  la  debilidad  general  se  ha  exa- 
gerado y  sufren  náuceas  tan  luego  como  quieren  a- 
limentarse.  El  Sr.  Lobato  ha  visto  enfermas  que  no 
podían  comer  nada,  porque  sólo  á  la  vista  de  la  co- 
mida se  determinaba  una  basca  tenaz,  comenzar  á 
emplear  el  pulque  en  los  primeros  días  como  único 
alimento;  á  los  diez  días  ya  comían  algo,  á  los  vein- 
te un  poco  más,  y  al  mes  ya  se  alimentaban  bien. 

*'Por  lo  que  toca  á  las  enfermedades  intestinales, 
*la  eficacia  del  pulque  es  tan  notable,  que  aun  el  mis- 
mo **tlachique"  de  Cuitzeo  produ(.'e  muy  buenos  re- 
sultados, y  los  médicos  de  los  Estados  de  Michoa- 
cán  y  Guanajuato  que  ejercen  en  poblaciones  cer- 
canas á  aquella  localidad,  conocen  muy  bien  sus 
buenos  efectos,  sobre  todo  en  las  enfermedades  in- 
flamatorias del  sistema  gastro-intestinal,  y  mandan 
á  sus  enfermos  á  Cuitzeo,  on  donde  después  de  ha- 
ber hecho  uso,  por  un  tiempo  más  órnenos  largo  del 
pulque  producido  allí  mismo,  en  suficiente  estado  de 
pureza,  regresan  completamente  curíid(  >?  ó  por  lo 
menos  mejorados.  Hechos  de  esta  naturaleza,  acae- 
cidos algunos  en  personas  de  mi  familia,  podría  ci- 
tar un  número  considerable;  pero  sólo  diré  que  co- 
nozco á  un  enfermo  que  ha  tenido  que  radicarse  en 
Cuitzeo,  porque  tan  luego  como  abandona  el  uso  del 

38 


-298— 

pulque  que  allí  se  produce  se  le  exacerba  su  enfer- 
medad gastro -intestinal. 

"Muchos  estados  consuntivos  dependiendo  de  la 
tuberculosis,  diabetes,  etc.,  se  han  modificado,  se- 
gún he  oído  decir  á  varios  médicos,  y  esto  tal  vez 
porque  se  ha  mejorado  el  estado  de  las  vías  diges- 
tivas, que  en  todos  estos  enfermos  se  alteran. 

''Las  madres  y  nodrizas  que  quieren  aumentar  su 
leche,  recurren  al  uso  vulgar  del  pulque,  con  el  que 
consiguen,  en  efecto,  mejorar  su  constitución,  au- 
mentando al  mismo  tiempo  la-  secreción  láctea,  y 
pudiendo,  por  consiguiente,  criar  á  los  niños  sanos 
y  robustos. 

"También  se  ha  creído  que  es  emenagogo,  y  muy 
bien  podría  serlo  para  algunas  cloróticas,  porque 
contribuyendo  poderosa  y  eficazmente  á  fortificar 
su  constitución  y  á  modificar  la  composición  de  su 
sangre,  aumentando  la  fibrina  y  glóbulos  rojos,  pro- 
duce los  efectos  de  aquella  clase  de  medicamentos. 

*'En  fin,  eh  la  convalescencia  de  casi  todas  las 
enfermedades ,  se  usa  con  mucha  frecuencia  del 
pulque.  Las  enfermedades  que  han  producido  un 
gran  deterioro  del  organismo,  las  que  han  pertur- 
bado el  aparato  gastro-intestinal,  las  consuntivas, 
acompañadas  ó  no  de  calentura,  son  las  que  recla- 
man el  uso  moderado  del  pulque,  durante  la  conva- 
lecencia, á  la  vez  que  una  alimentación  reparadora. 
Todas  las  ventajas  que  se  obtienen  en  este  caso,  del 
uso  de  los  vinos  tónicos,  ácidos,  alcohólicos,  espu- 
mosos, se  hallan  reunidos  en  el  pulque,  el  cual  ade- 


—299— 

más,  está  al  aloanoe  de  las  clases  pobres,  por  su  ba; 
ratura." 

El  Sr.  Dr.  Francisco  Martínez  Baca,  representan- 
te de  México  por  el  Estado  de  Puebla  en  el  Congreso 
de  Salubridad  Pública  que  se  verificó  en  Buffalo  en 
Octubre  del  año  de  1896,  en  la  memoria  que  presen- 
tó al  referido  Congreso,  al  referirse  á  la  acción  te- 
rapéutica del  pulque  sobre  el  escorbuto,  dice:  "El 
Sr.  Dr.  Manuel  Vergara,  médico  auxiliar  de  los  tra  - 
bajos  antropológicos  del  establecimiento,  m  e  sugi- 
rió la  idea  de  administrar  el  pulque  á  ios  atacados, 
queá  su  vez  tomó  de  la  Enciclopedia  Internacional 
de  Cirujía: 

*'Ví  desde  luego  justa  la  indicación  é  inmediata- 
mente prescribí  la  bebida  nacional,  haciéndola  ex- 
tensiva á  todos  los  asilados,  para  obedecer  en  los  sa- 
nos, no  á  una  orden  terapéutica,  sino  á  un  medio  de 
alimentación  que  compensara  lo  defectuoso  de  la  or- 
dinaria; pero  por  un  principio  de  ecí.momía,  más 
bien  que  científico,  ordené  que  se  diera  pulque  ''tla- 
■chique"  que  es  mucho  más  barato. 

**La  ración  diaria  era  de  250  á  300  u:ramos,  toma- 
da en  una  sola  vez  entre  diez  y  once  de  la  mañana. 

"En  los  rostros  de  los  asilados  enfermos  se  pinta- 
ba la  esperanza  que  tenían  en  su  licor  de  que  les 
volviera  la  salud,  y  lo  bebían  con  avidez,  sintiendo 
que  se  reparaban  por  un  momento  sus  fuerzas  per- 
didas. Al  poco  tiempo  comencé  á  notar  que  ese  de- 
bilitamiento marcado  de  la  energía  muscula^r,  las 
manchas  equimóticas  que  denunciaban  la  hemorra- 
gia eu  el  tejido  celular,  el  estado  fungosa  y  exhube- 


—300— 

rante  de  las  encías,  que  impedía  á  la  mayor  parte  de 
los  enfermos  cerrar  los  labios,  iban  desapareciendo 
lentamente,  es  cierto,  pero  lo  bastante  para  no  ocul- 
tar los  buenos  efectos  que  de  la  bebida  se  obtenían 
y  que  robustecían  en  mí  la  esperanza  de  triunfar  de 
esa  tristísima  situación  que  tanto  me  afligía.  Pude 
advertir  también  que  empezó  á  disminuir  el  número 
de  los  atacados,  y  que  á  los  ocho  días  de  adminis- 
trar el  pulque  ^Hlachique"  no  se  presentó  ningún 
nuevo  enfermo  á  la  consulta.  Perseveré  en  mi  tra- 
tamiento, y  antes  de  treinta  días  había  triunfado  de 
tan  terrible  azote."  '* Desde  entonces  cerré  las  puer- 
tas de  la  prisión  á  la  epidemia  escorbútica,  y  por 
más  que  las  condiciones  de  alimentación  y  de  abri- 
go se  hayan  mejorado  notablemente,  cada  invierno 
se  anuncia  esa  discracia,  anatema  de  los  débiles  y 
acumulados,  á  quienes  no  sólo  han  unido  la  miseria 
y  el  vicio,  sino  que  han  vinculado  los  estrechos  la- 
zos del  crimen.  Pero  confiado  en  mi  victoria,  ape- 
nas se  inician  los  dolores  musculares  y  se  enrojecen 
las  encías,  ocurro  á  la  bebida  nacional,  producto  del 
maguey  ó  **agave  mexicano,"  y  luego  desaparece  el 
mal." 

*'La  profilaxia,  pues,  del  escorbuto  de  las  prisio- 
nes del  Estado  de  Puebla,  y  acaso  en  todas  las  de  la 
República,  está  asegurada;  pero  antes  de  pasar  a- 
delante,  toca  á  la  honradez  del  médico  y  mis  senti- 
mientos  de  justicia  y  de  equidad,  hacer  pública  la 
primacía  de  la  administración  del  aguamiel  del  ^ ^aga- 
ve mexicano"  en  el  tratamiento  del  escorbuto,  al 
Dr.  Perin,  '*quien  la  ha  experimentado  y  encontra- 
do superior  á  los  otros  antiescorbúticos,"  como  lo- 


—301  — 

dice  en  su  Estadística  Médica  del  ejército  délos  Jus- 
tados Unidoá,  en  los  años  de  1839  á  1854." 

El  distinguido  naturalista  8r.  D.  Alfonso  Herre- 
ra, en  una  notable  Memoria  leída  á  la  Academia  de 
Medicina  el  año  de  1873,  ha  propuesto  el  uso  de 
pulques  medicinales;  hé  aquí  partt^  de  la  Memoria 
relativa  á  este  asunto: 

"El  distinguido  naturalista  i).  J.  Barragán,  ha 
publicado  un  notable  escrito  sobre  el  fermento  del 
pulque:  según  este  señor,  el  movimiento  mf)le('ular 
desarrollado  en  la  savia  del  maguey,  ps  debido  auna 
alga  del  género  criptococcus,  dotada  de  una  extraor- 
dinaria resistencia  á  la  disolur-ión,  aun  con  reacti- 
vos tan  poderosos  como  el  ácido  nítrico,  el  nitrato 
ácido  de  mercurio  y  el  sulfúri(*o  no  muy  concentra- 
do: (*)  tal  vez  de  esto  pi-o venga  la  dificultíid  de  no 
conservar  el  pulque  por  los  mt^lios  ono.'idc»,  y  por 
consiguiente,  la  imposibilidad  de  emphMrlo  en  las 
preparaciones  oficinales. 

?*Después  de  niuí-híjs  y  variados  experimentos,  he 
conseguido  destruir  la  vitalidad  de  las  celdillas  del 
criptococcus,  y  por  consiguiente,  detenerla  fermen- 
tación sin  cambiar  las  í)ropiedad»'S  del  pulque,  y  sin 
que  intervenga  ninguna  sustanr-ia  nociva.  ITiui  vez 
conseguida  la  conservaci()n  del  licor,   ({uedan   estas 


(*)  Creo  haber  observado  que  cuando  la  fermen- 
tación se  perturba,  esta  alga  se  trasforma  en  «>tra 
que  viene  á  vivir  en  la  superficie  del  líquido. 


—302— 

cuestiones  por  resolver:  ¿Podrán  haeerse  con  el 
pulque  algunas  preparaciones  farmacéuticas?  Pre- 
sentarán alguna  utilidad?  A  priori  podría  contes- 
tarse afirmativamente,  pues  que  atendiendo  á  las 
composiciones  químicas  del  vino  del  maguey,  su 
poder  disolvente  debe  ser  considerable,  sobre  todo 
tratándose  de  algunas  sustancias  de  composición 
complexa,  cuyos  principios  no  se  disolverían  ni  en 
el  agua,  ni  el  alcohol,  ni  aun  en  una  mezcla  de  estos 
dos  líquidos,  con  la  misma  facilidad  que  en  el  pul- 
que que  contiene,  además  de  estos  vehículos,  ácidos 
orgánicos  en  estado  de  libertad,  cuya  presencia  fa- 
vorece, como  es  sabido,  la  disolución  de  los  alcaloi- 
des y  de  otras  sustancias  activas. 

*' Además,  este  líquido,  como  antes  he  dicho  goza 
de  propiedades  importantes,  y  por  consiguiente,  su 
introducción  en  la  terapéutica  podrá  ser  de  bastante 
utilidad  en  México,  ya  se  le  considere  con  sus  pro- 
piedades especiales,  ó  ya  como  vehículo  que  venga 
á  reemplazar  hasta  cierto  punto  á  los  vinos  genero- 
sos, en  algunas  preparaciones  farmacéuticas,  cuyo 
uso  ha  estado  reservado  hasta  ahora  á  las  clases 
acomodadas. 

*'La  fácil  conservación  de  los  pulques  medicina- 
les, á  juzgar  por  las  experiencias  que  hasta  hoy  he 
verificado,  y  su  módico  precio,  me  hacen  esperar 
que  su  uso  se  generalice,  si  acaso  las  experiencias 
clínicas  de  mis  distinguidos  consocios  vinieren  á 
confirmar  las  ideas  expuestas.     , 

^^Hasta  ahora,  los  pulques  medicinales  que  he 
preparado  son  los  siguientes : 


Pulque  ferruginoso. 

P.  Fosfato  de  fierro  citro-amoniacal..  .         1,04 
Pulque  conservado '^0,00 


PULQUE  DE  BISMUTO. 

Crema  de  bismuto 12,00 

Pulque  conservado 350,00 


pulque  de  quina. 

Quina  calisaya 8,fX) 

Pulque  conservado 2o0,00 

Para  tomar  un  pocilio  á  la  hora  del  almuerzo. 

"Suplico  áesta  ilustre  Academia,  que  siempre  ha 
demostrado  un  empeño  tan  decidido  por  todo  lo  que 
tiende  al  progreso  de  la  terapéutica  nacional,  nom- 
bre una  Comisión  que  haga  el  estudio  respectivo  de 
mis  nuevas  preparaciones,  para  que  si  su  fallo  es 
favorable,  entren  al  dominio  pübHco  en  beneficio  de 
los  enfermos,  y  sobre  todo  de  la  clase  pobre,  los 
"pulques  medicinales." 

Mi  apreciable  y  modesto  amigo  el  inteligente  Doc- 
tor José  Ramos,  en  el  año  de  1881,  en  una  luminosa 
tesis,  dice  lo  que  sigue : 


—304— 

'*¿ Cuáles  son  las  circunstancias  que  favorecen 
esta  degeneración  (la  grasosa),  puesto  que  no  se  pre- 
senta en  todos  los  alcohólicos^  y  que  en  México  nos 
es  dado  observar  también  con  frecuencia  la  hepatitis 
intersticial  perfectamente  caracterizada,  y  otras  al- 
teracioned  de  origen  alcohólico,  como  los  abscesos? 
Me  limitaré  á  decir  respecto  de  estos  últimos,  que 
nuestro  eminente  clínico  el  Sr.  Dr.  M.  Jiménez,  estu- 
dió perfectamente  sus  condiciones  etiológicas  y  se- 
ñaló la  influencia  tan  grande  que  tienen  en  su  pro- 
ducción los  excesos  tan  comunes  entre  las  gentes  de 
nuestro  pueblo,  que  los  designa  con  el  nombre  de 
"empulcadas,"  en  las  que  además  de  hacer  copiosas 
*  libaciones  de  pulque,  hay  ingestión  de  alimentos  in- 
digestos, abundando  nuestro  excitante  favorito,  el 
chile,  aveces  muy  picante;  todo  esto  origina  en  mu- 
chos casos  una  violenta  indigestión  seguida  no  pocas 
veces  de  una  hepatitis  supurativa.  Dejando  á  un  lado 
este  asunto,  que  no  es  de  mi  incumbencia,  diré,  que 
cirrosiay  degeneración  del  hígado, se  ven  en  nuestras 
salas  de  hospital,  y  que  los  individuos  que  padecen 
estas  enfermedades. confiesan  tener  costumbres  al- 
cohólicas más  ó  menos  inveteradas:  si  se  interro- 
ga á  estos  enfermos  sobre  la  naturaleza  de  su  bebi- 
da favorita,  la  cantidad  que  de  ella  acostumbraban, 
las  horas  en  que  la  bebían,  etc^;  se  notarán  en  los 
diversos  casos  algunas  diferencias :  muchos  dirán 
que  acostumbraban  tomar  una  copa  de  aguardiente 
en  ayunas,  y  que  en  el  resto  del  día  continuaban 
bebiendo  pulque;  otros,  originarios  de  nuestras  tie- 
rras calientes,  ó  de  otros  puntos  en  donde  el  uso  del 
pulque  no  es  muy  general,  referirán  que  el  aguar- 
diente de  maguey  [**mezcal"]  ó  de  caña  es  la  bebí- 


da  que  han  usado  largo  tiempo;  algunos,  pero  ra- 
ros, dirán  que  tomaban  exclusivamente  pulque,  pues 
casi  todos  añaden  un  poco  de  aguardiente  que  toman 
en  la  mañana,  aunque  el  pulque  representa  siempre 
la  porción  más  considerable.  Respecto  de  las  can- 
tidades varían  mucho ;  pocos  enfermos  conñesan  con 
lealtad  cuánto  bebían,  á pesar  deque  algunos  refie- 
ren haber  tomado  cantidades  sorprendentes;  no  falta 
quien  asegure  beber  30  ó  40  cuartillos  de  pulque  al 
día,  lo  que  á  primera  vista  parece  increíble,  pero  que 
es  exacto  sin  embargo ;  con  el  aguardiente  pasa  otro 
tanto,  pues  algunos  lo  toman  por  botellas:  el  alco- 
holismo producido  por  otras  bebidas  como  cerveza, 
ajenjo,  etc.,  es  verdaderamente  extraordinario  en 
nuestros  hospitales. 

"Anotando  con  cuidado  estas  diversas  circuns- 
tancias cuando  se  observa  cada  enfermo,  se  llegará 
al  conocimiento  de  este  hecho:  que  el  alcoholismo 
por  el  pulque  determina  con  frecuencia  la  degene- 
ración grasosa  del  hígado,  y  que  el  uso  continuo  del 
aguardiente  origina  muchas  veces  la  •  irrosis:  de 
ninguna  manera  afirmaría  lasproposií  i(nes  recípro- 
cas, pues  aunque  el  pulque  ocasiona  aioha  degene- 
ración, no  por  esto  deja  de  producir  en  algunos  in- 
dividuos la  cirrosis;  pero  lo  que  debe  ser  excepcio- 
nal [yo  no  recuerdo  un  solo  caso],  es  que  el  toma- 
dor de  aguardiente  padezca  la  degeneración  grasosa 
en  lugar  de  la  cirrosis.  He  observado  con  mucha 
frecuencia  lo  que  acabo  de  señalar,  pues  aunque  los 
que  beben  pulque  exclusivamente  sean  muy  raros, 
la  cantidad  de  aguardiente  que  toman  es  en  propor- 
-ción  tan  corta,  que  debe  atribuirse  al.  primero  la 

39 


parte  principal.  Respecto  del  grado  de  frecuencia 
con  que  se  observa  la  enfermedad  de  que  me  ocupo 
y  de  sus  relaciones  con  la  naturaleza  de  la  bebida, 
diré  con  toda  la  lealtad  que  debe  servir  de  norma  en 
este  género  de  investigaciones,  que  no  me  es  dado 
representarlas  por  números,  pues  para  esto  debía 
contarse  con  estadísticas  extensas  y  minuciosas,  en 
que  constaran  las  autopsias  respectivas;  puedo  ase* 
gurar  no  obstante,  que  la  degeneración  hepática  es 
entre  nosotros  muy  frecuente,  más  aún  que  la  ci- 
rrosis: algunos  profesores  que  se  han  fijado  en  este 
punto,  me  han  asegurado  también  haber  visto  más 
casos  de  la  primera:  los  Sres.  Dres.  Bandera  y  Vér- 
tiz  han  encontrado  con  más  frecuencia  la  degenera- 
ción grasosa,  que  la  hepatitis  intersticial.  Aunque 
no  me  sea  posible  prasentar  números  que  resulten 
de  una  extensa  estadística,  diré  como  un  ejemplo, 
que  durante  el  mes  de  Noviembre  y  la  primera  mi- 
tad de  Diciembre  de  1880,  para  seis  autopsias  que 
hice  en  casos  de  hígado  degenerado,  sólo  practiqué 
cuatro  en  individuos  muertos  de  cirrosis:  en  dos 
años  que  llevo  de  estudiar  la  afección,  la  he  encon- 
trado más  frecuente  que  la  hepatitis  intersticial,  y 
he  notado  en  el  mismo  período  de  tiempo,  la  rela- 
ción que  señalé  antes  entre  el  abuso  del  pulque  y  la 
degeneración  grasosa  del  hígado,  aunque,  lo  repito, 
la  misma  bebida  suele  originar  la  cirrosis. 

"¿Por  qué  rdzón  produce  el  pulque  con  tanta 
frecuencia  la  d^eneración  grasosa  de  la  glándula 
hepática,  qué  circunstancias  favorecen  su  acción,  y 
de  qué  manera  explica  la  alteración  anatómica  pro- 
ducida, la  génesis  de  las  perturbaciones  funcionales? 


—307— 

Respecto  á  la  primera  parte  de  la  cuestión,  si  el  he- 
cho mismo  es  para  mí  bien  conocido,  por  habérmelo 
ensefiado  la  experiencia,  no  sucede  lo  mismo  con  la 
causa  íntima :  es  el  pulque  una  bebida  tan  comple» 
xa,  contiene  tantos  principios  que  la  diferencian  de 
los  otros  licores  espirituosos,  que  sería  muy  difícil 
decir  á  cuál  de  sus  principios  es  debida  su  acción 
esteatógena;  no  podria  asegurar  siquiera  si  dicha 
acción  depende  de  los  principios  normales  del  licor, 
ó  de  las  sustancias  con  que  lo  falsifican  tan  frecuen- 
temente: recordaré,  que  según  mi  respetable  maes- 
tro el  Sr.  Rodríguez,  existen  en  el  pulque,  además 
del  alcohol  etílico,  los  éteres  etil,  metil,  butil  y  pro- 
pil-acético,  así  como  una  pequeña  cantidad  de  al- 
cohol amílico,  y  que  entre  las  muchas  adulteracio- 
nes que  sufre  el  licor,  se  encuentra  la  que  hacen 
por  medio  del  amolé,  según  me  han  informado;  re- 
cordaré también  que  hay  un  principio  resinoso,  y 
que  las  fermentaciones  alcohólica,  acética,  viscosa 
y  pútrida,  se  suceden  en  el  pulque  con  una  notable 
rapidez.  ¡Vayase  á  investigar  en  vista  de  una  com- 
posición tan  complexa,  á  cuál  ó  á  cuáles  de  estos 
principios  son  debidos  los  caracteres  tan  especiales 
del  alcoholismo  por  el  pulque !  Sería  muy  intere- 
sante, pero  también  muy  difícil  esta  investigación : 
en  todos  casos,  el  hecho  en  sí  mismo  es  tal  como  lo 
he  presentado,  y  con  el  objeto  de  no  prejuzgar,  me 
limito  por  ahora  á  señalar  los  resultados  de  la  ob- 
servación. 

"Una  vez  ingerido  el  líquido,  es  absorbido  en  la 
mucosa  gastro-intestinal  por  las  venas  estomáqui- 
cas  y  mesaraicas,  que  lo  llevan  en  seguida  á  la  ve* 


na  porta,  la  que  dividiéndose  en  numerosas  ramifi- 
caciones en' el  espesor  del  hígado,  pone  al  licor  en 
el  más  íntimo  contacto  con  el  parenquima  hepático, 
y  así  como  otras  bebidas  alcohólicas  y  aun  el  pul- 
que mismo  en  algunos  casos,  ejercen  por  un  contac- 
to tan  íntimo,  una  acción  electiva  sobre  el  tejido 
conjuntivo  inter-lobulillar,  determinando  en  él  una 
flegmasía  formadora  crónica,  que  tiene  por  resulta- 
do la  proliferación  de  aquel  tejido ;  en  otros  casos, 
que  son  los  más  numerosos,  pasa  un  fenómeno  dis- 
tinto, pues  el  pulque  dirige  su  acción  morbosa,  no 
a.1  tejido  intersticial,  sino  á  las  celdillas  hepáticas 
mismas,  determinando  en  ellas  la  acumulación,  y 
más  tarde  la  verdadera  degeneración  grasosa.  ¿Por- 
qué en  unos  casos  se  desarrolla  la  hepatitis  inters- 
ticial y  sobreviene  en  otros  la  degeneración  de  las 
celdillas  en  circunstancias  semejantes,  cuando  me- 
nos en  apariencia?  No  me  encuentro  por  ahora  en 
el  estado  de  resolver  la  cuestión.  ¿Acaso  las  diver- 
sas sustancias  irritantes  contenidas  en  el  pulque, 
pueden  determinar  algunas  veces  la  flegmasía  cró- 
nica de  los  pequeños  vasos  de  la  glándula  hepática, 
y  como  una  consecuencia  ineludible  la  falta  de  vi- 
talidad y  la  degeneración  de  sus  celdillas,  como 
opina  el  Sr.  Dr.  Lobato?  Como  yo  carezco  de  prue- 
bas que  confirmen  la  realidad  de  este  proceso  dege- 
nerativo, me  conformo  con  citar  la  teoría  después 
de  asentar  el  hecho. 

"Con  relación  á  las  circunstancias  que  favorecen 
los  nocivos  efectos  del  pulque  sobre  el  organismo, 
quiero  referir  lo  que  he  observado,  por  ofrecer,  á  mi 
juicio,  alguna  importancia  para  el  asunto  de  que 


trato :  he  notado  que  el  licor  del  maguey  es  sobre 
todo,  nocivo,  cuando  su  eliminación  por  la  superfi- 
cie cutánea  encuentra  grandes  dificultades,  mien- 
tras que  en  las  circunstancias  opuestas  la  salud 
puede  conservarse  largo  tiempo  aun  consumienda 
grandes  cantidades  de  pulque ;  así,  los  pobres  que 
viven  en  las  habitaciones  húmedas,  bajas  y  som- 
brías, tan  comunes  en  la  capital,  son  los  más  ex- 
puestos á  sentir  las  funestas  consecuencias  de  su 
vicio :  los  enfermos  que  van  al  hospital  á  curarse  de 
la  afección  que  me  ocupa,  se  han  encontrado,  por  lo 
común,  en  estas  circunstancias,  y  refieren  haber 
llevado  una  vida  sedentaria,  haber  hecho  poco  ejer- 
cicio muscular,  y  haber  vivido  en  malas  habitacio- 
nes. Por  lo  contrario,  las  personas  que  hacen  un 
ejercicio  corporal  sostenido,  que  se  agitan  y  sudan,. 
están  menos  expuestos,  aunque  la  pertinencia  de  la 
causa  llegue  al  fin  á  determinar  el  efecto,  como  su- 
cede con  los  cargadores,  por  ejemplo,  entre  los  que 
he  observado  ya  varios  casos  de  degeneración  he» 
pática." 


I  I  I  I  I  I  I  i  II  II  I  y « I  g  u  I  II  g  i  g  »  II  I  II 


EL  PULQUE 

COMO 


FACTOR  DE  LA  (■KIÍI1NALI1)AI).(*> 


Jj-^UESTO  que  el  pulque  es  una  bebida  embria- 
gante,  tiene  que  hacer  aparecer   su   efecto 
cuando  el  tomador  no  se  detiene  en  los  límites  de  la 
moderación  y  de  la  prudencia.     Y  que  la  embria- 


(*)  Dictamen  sobre  el  pulque  presentado  ala  So- 
ciedad Agrícola  Mexicana  por  el  Ingeniero  José  C. 
Segura  y  Dr.  Sabino  Riquelme.  Boletín  de  la  So- 
ciedad Agrícola  Mexicana  tomo  XXV  página  622. 


—311—. 

gue^,  si  no  es  la  causa  primordial  y  generadora  por 
sí  misma  del  delito  en  la  generalidad  de  los  casos, 
sfesla  determinante;  nadie  que  sea  imparcial  y 
honrado  podrá  negarlo.  Así  es  que  el  pulque  toma- 
do con  exceso  y  produciendo  por  esto  mismo  la  em- 
briaguez, tiene  que  provocar  todos  los  síntomas  de 
ella,  semejantes  siempre  en  las  diferentes  fases  por 
que  atraviesa  el  hombre  intoxicado  por  el  alcohol, 
puesto  que  al  principio  aparece  el  período  de  exci- 
tación en  el  que,  como  dicen  Lavaran  y  Teissier  en 
su  obra  citada:  "la  fisonomía  del  bebedor  se  anima, 
sus  ojos  brillan ;  los  más  melancólicos  se  vuelven 
charlatanes  y  ruidosos;  la  necesidad  de  movimiento 
se  manifiesta  por  acciones  excéntricas. . . .  La  sen- 
sibilidad se  exalta,  todos  los  sentimientos  son  lleva- 
dos al  extremo  y  las  pasiones  no  tienen  ya  en  la  ra- 
zón su  freno  natural;  la  cólera,  la  alegría  inmode- 
rada, la  tristeza  se  apodera  del  espíritu  por  los  mo- 
tivos más  fútiles  y  algunas  veces  sin  motivo  apa- 
rante, etc " 

'*Cuando  las  bebidas  alcohólicas  han  sido  ingeri- 
das en  mayor  cantidad,  ó  cuando  el  vómito  no  ha 
expulsado  una  parte  del  alcohol  no  absorvido,  la  em- 
briaguez, después  de  un  período  de  excitación  de 
duración  variable,  pasa  al  segundo  período,  ó  si  se 
quiere  al  segundo  grado.  La  parálisis  reemplaza  á 
la  excitación,  la  palabra  se  embaraz;i  más  y  más,  la 
inteligencia  se  aniquila,  los  enfermos  caen  sin  co- 
nocimiento y  las  excitaciones  más  vivas  no  logran 
sacarlos  de  este  estado;  la  resolución  muscular  v  la 
anesthesia  son  completas,  Ja  respiración  es  esterto- 
rosa, en  una  palabra,  es  el  '*coma." 


^-312— 

Conviene  hacer  notar  que  el  alcohol][contenido  en 
el  pulque  obra  en  el  organismo  humano  como  todos 
los  alcoholes  para  producir  la  embriaguez,,  y  que  no 
tiene  propiedades  especiales  y  características  como 
algunas  personas  le  atribuyen  sin  razón  alguna.  En 
Europa,  en  donde  no  se  conoce  el  pulque,  todas  las 
autoridades  que  hablan  de  los  efectos  que  aparecen 
por  la  ingestión  del  alcohol  y  de  los  líquidos  que  lo 
contienen,  hablan  de  los  síntomas  de  la  embriaguez, 
y  en  nada  difieren  de  los  que  aquí  observamos  en 
los  tomadores  intemperantes  del  pulque.  Ya  se  ha 
visto,  en  efecto,  lo  que  exponen  Laveran  y  Teissier; 
y  para  confirmar  nuestros  asertos  véase  lo  que  dice 
GrisoUe  en  su  "Tratado  de  Patología  Interna,''  ar- 
tículo de  **Lfa  Embriaguez "     ** A  un  grado  más 

avanzado,  se  ve  ya,  con  síntomas  de  una  viva  exci- 
tación aparecer  fenómenos  de  depresión ;  la  exalta- 
ción cerebral  es  llevada  al  punto  de  que  la  razón  y 
la  voluntad  han  perdido  ya  sus  derechos :  es  la  em- 
briaguez propiamente  dicha,  **y  cuyo  carácter  varía 
según  los  individuos."  Unos  tienen  una  locuacidad 
extraordinaria,  una  alegria  ruidosa,  extravagante; 
otros  son  perversos,  pleitistas,  su  furor  puede  llegar 
hasta  la  manía,  mientras  que  cierto  número  experi- 
mentan, por  el  contrario,  tristeza  y  melancolía." 
Rcesch,  en  un  buen  artículo  sobre  el  abuso  de  las 
bebidas  espirituosas  (Anales  de  Higiene,  citado  por 
Becquerel  en  su  Tratado  de  Higiene),  distingue  en- 
tre los  fenómenos  alcohólicos  la  "inhumanidad  del 
ebrio,"  que  se  produce  bajo  dos  formas  diferentes 
que  son :  A.  La  ferocidad  que  se  manifiesta  en  los 
hombres  robustos,  fuertes,  desprovistos  de  educa- 
ción.    Los  impele  á  la  jactancia,  á  las  injurias,  á 


—313— 

los  golpes  y  á  las  lesiones  de  que  no  son  avaros;  B. 
La  tristeza  se  presenta  en  los  individuos  más  débi- 
les. Los  vuelve  sombríos,  descontentos,  pendencie- 
ros, haciendo,  á  propósito  de  todo  y  á  todos,  repro- 
ches; son  al  mismo  tiempo  perezosos  y  charlata- 
nes.'* 

Todos  estos  defectos  son  propios  del  aguardiente, 
de  los  alcoholes  industriales,  del  vino,  cuando  se 
abusa  de  ellos.  Los  ya  citados  Laveran  y  Teissier 
asientan  que  ''el  aguardiente,  sobre  todo  el  aguar- 
diente de  granos  y  el  ajenjo,  excitan  á  las  pasiones 
violentas  é  impulsan  con  frecuencia  á  cometer  actos 
criminales."  "¿Por  qué,  pues,  dotar  única  y  ex- 
clusivamente al  pulque  de  propiedades  impulsivas, 
8i  son  comunes  á  todos  los  licores  embriagantes? 

Para  nosotros  no  es,  por  tanto,  el  pulque,  por  ser 
pulque,  el  que  produce  la  criminalidad  en  el  Distrito 
Federal.  No  por  ser  del  pais  y  exclusivo  de  la  Re- 
pública Mexicana  despierta  en  el  pueblo  de  ella  la 
tendencia  al  delito  y  la  comisión  del  crimen,  la  riña 
y  el  pleito  á  mano  armada.  Estas  tendencias,  estas 
inclinaciones,  están  y  residen  en  las  clases  inferio- 
res actuales  de  nuestros  habitantes,  en  las  que  aún 
no  desaparecen  las  influencias  atávicas  y  los  efec- 
tos de  nuestra  vida  revolucionaria  anterior;  y  estos 
instintos  se  descubren  en  toda  su  desnudez  y  con 
más  intensidad  cuando  el  cerebro  es  invadido  por  el 
alcohol  y  obra  solo  á  impulsos  del  dinamismo  ani- 
mal, no  contrabalanceado  entonces  por  los  débiles 
destellos  de  moralidad  y  de  justicia,  que  á  duras 
penas  irradian  de  espíritus  envueltos  en  las  tene- 
brosidades de  la  ignorancia  y  del  vicio.     Y  lo  mis- 

40 


—314— 

mo  aparecen  y  se  externan  después  de  las  libacio- 
nes frecuentes  y  repetidas  del  pulque,  quede  las  de 
aguardiente,  de  mezcal,  de  cognac  y  de  todos  los 
líquidos  espirituosos.  A  la  embriaguez  en  general, 
y  no  al  pulque  en  particular,  se  debe  atribuir  la  co- 
misión de  los  delitos  de  sangre.  Suprimir,  pues,  la 
embriaguez,  sería  suprimir  muchas  ocasiones  de  de- 
linquir; mas  como  este  es  un  objeto  que  creemos 
diñcilísimo  y  tal  vez  imposible  de  alcanzar,  y  que 
aun  tan  solo  para  reprimirla  se  tiene  que  esperar 
mucho  tiempo,  no  debe  perderse  éste  con  medidas 
utópicas  y  poco  prácticas  sino  para  aprovecharlo  en 
dar  instrucción  al  pueblo  y  educiarlo,  haciendo  que 
penetren  á  su  inteligencia  las  ideas  de  moralidad, 
de  orden,  de  honradez  y  temperancia  que  lo  de- 
fiendan de  las  atracciones  del  vicio  y  de  la  holgaza- 
nería. Por  hoy  poco  debemqs  esperar  que  se  mo- 
difiquen las  condiciones  morales  de  fiuestro  pueblo, 
pues  sólo  una  labor  lenta  y  constante  educativa,  ya 
posible  en  razón  de  la  paz  de  que  por  fortuna  goza- 
mos, puede  ir  acabando  con  las  costumbres,  los  há- 
bitos y  la  manera  .de  ser  de  nuestro  pueblo,  en  el 
que  aún  existen  la  mayor  parte  de  los  caracteres  que 
poseían  sus  antecesores. 

Toda  persona  medianamente  ilustrada  admite  que 
la  criminalidad  no  es  producida  por  una  sola  causa, 
sino  que  es  el  resultado  de  multitud  de  factores  que 
se  unen  y  se  combinan  de  variadísimas  maneras 
para  determinar  en  un  pueblo  é  imprimirle  las  ten- 
dencias, costumbres,  íiptitudes  y  defectos  que  lo  ca- 
racterizan. El  hombre,  como  el  animal,  como  el 
vegetal,  está  sujeto  á  la  infinidad  de  circunstancias 


—115— 

que  lo  envuelven,  y  se  halla  influenciado  de  un 
modo  poderoso  por  los  diversos  agentes  de  la  natu- 
raleza. Así  es  como  nace  con  órganos  conformados 
de  tal  suerte,  que  al  desarrollarse  se  encuentra  im- 
pulsado ai  delito  y  lo  comete  de  una  manera  fatal ; 
es  decir,  en  este  caso  el  hombre  es  el  criminal  nato 
de  Lombroso  y  de  Garofalo.  Pero  aparte  de  esto, 
que  es  la  excepción,  la  generalidad  de  los  hombres 
ejecuta  todos  sus  actos  bajo  el  poder  de  los  elemen- 
tos que  constituyen  el  medio  en  que  vive,  elementos 
del  orden  material  y  del  orden  moral ;  y  .por  esto  es 
que  el  carácter  humano  se  modifica  en  relación  á  la 
altitud  en  que  se  vive,  según  la  mayor  ó  menor  den- 
sidad de  la  atmósfera,  su  estado  higroscópico,  la 
temperatura;  la  configuración  geográfica  del  terri- 
torio; las  vías  de  comunicación  más  ó  menos  acce- 
sibles, que  aislan  ó  aproximan  á  los  habitantes  y  á 
los  pueblos ;  la  habitación  en  los  campos  ó  en  las 
ciudades;  la  miseria  ó  la  facilidad  de  procurarse  el 
alimento;  la  clase  de  éste;  el  estado  de  paz  ó  de  agi- 
taciones políticas,  religiosas  ü  otras;  el  grado  de 
ignorancia  ó  de  ilustración  en  las  masas  y  mil  otros 
factores  que  ni  siquiera  podemos  señalar  ahora  por- 
que nos  llevarían  demasiado  lejos.  Si  pues  el  hom- 
bre sufre  la  acción  de  tantos  y  tan  variados  agentes 
naturales  y  sociales,  le  importa  muchísima  poseer 
recursos  poderosos  también  para  no  ser  el  juguete 
de  aquéllos  y  conservar  la  energía  bastante  para 
contrarrestar  los  efectos  nocivos  que  de  ellos  se  de- 
rivan. Y  estos  recursos  no  puede  encontrarlos  en 
otra  parte  que  en  la  instrucción  y  en  la  educación, 
únicos  medios  por  los  que  se  adquieren  los  conoci- 
mientos indispensables  para  luchar  con  éxito  en  la 


-516- 

brega  continua  de  la  vida  y  se  desarrollan  ó  nacen 
en  el  espíritu  las  altas  ideas  de  justicia,  de  altruis- 
mo, de  honradez,  de  moralidad  en  suma. 

Pueden  verse  en  el  estudio  de  psiquiatría  social» 
que  con  el  título  de  "La  génesis  del  crimen  en  Mé- 
xico" ha  publicado  hace  pocos  meses  el  Lie.  Julio 
Guerrero,  todos  los  elementos,  todas  las  circunstan- 
cias y  demás  causas  que  influyen  y  actúan  en  la 
vida  de  los  habitantes  del  país,  para  darles  el  ca- 
rácter que  poseen.  Por  fortuna  muchas  de  esas 
causas  no  son  permanentes  y  pueden  desaparecer» 
suprimiendo  así  los  efectos  que  determinan,  contán- 
dose entre  ellas  las  productoras  de  la  criminalidad 
en  las  clases  inferiores  de  la  escala  social. 

Fundándose  en  todo  lo  anteriormente  expuesto  y 
resumiéndolo,  decimos: 

Que  el  pulque,  no  obstante  su  pequeña  riqueza  al- 
cohólica, preduce  el  alcoholismo  agudo  cuando  se 
abusa  de  él  y  es  problemático  el  que  cause  el  cró- 
nico. En  cuanto  al  papel  que  desempeña  en  la  cri- 
minalidad, no  tiene  ninguno  especial  y  es  factor  de 
ella  como  lo  es  cualquiera  otra  bebida  espirituosa» 


1 1  t.t.-t  tt  1 1 1  ttttttttttttttt 


VALUACIÓN  DE  UNA  FINCA 


PULQUBRA. 


w^E  toma  por  base  para  la  venta  de  las  haciendas 
pulqueras,  el  valor  de  las  cargas  de  pulque 
que  producen  semanariamente  (multiplicándolas  por 
260),  ó  las  producidas  en  un  mes  (multiplicándolas 
por  100),  añadiendo  á  este  conjunto  el  valor  de  las 
demás  tierras  de  labranza,  aguas,  cereales,  etc. 

Los  magueyes  es  costumbre  venderlos  á  los  si- 
guientes precios : 

Maguey  Manso  Fino. 

Maguey  de  raspa $    2.50 

Id.  capón 2.50 


— ais- 
Id.  deporte $  2.Q0 

Id.  %  de  porte 1.60 

Id.  %  porte 1.00 

Id.  >4  de  porte 0.50 

Plantado  de  %  á  una  vara 0.25 

Mexinastle,  millar 50.00 

Maguey  Cimarrón. 

Capones , $    0.75 

Meyehuales 0.50 

De  tres  cuarterones 0.37/^ 

De  raspa,  nuevos  y  viejos 0.37  íí 

De  surco  en  planta,  millar 30.00 

Mexinastle 15.00 

En  los  Llanos  de  Apam  los  terrenos  tenían  los  si- 
guientes valores  en  1896 : 

Terrenos  sin  riego  la.  clase $  3,000  caballería, 

Id.            id.         2a.    id 2,000  id. 

Id.            id.         3a.    id 1,000  id." 

Id.  id.        pastal  en  loma 

4a.  clase 500  id. 

Id.  id.        pastal  cerril  5a. 

clase 250  id. 


t  1 1  1. 1  I  I  I  I  I  g  11  H  II  «  n  II  II  11  H  »  I  1 1 1 


MEZCAL. 


PROPIEDADES  FÍSICAS,  QUÍMICAS  Y  COMPOSICIÓN  DEL 

AGUARDIENTE  LLAMADO  VLNO  MEZCAL 

O  TEQUILA.  (*) 


jH  L  aguardiente  de  mezcal,  impropiamente  llama- 
do vino  mezcal,  es  un  líquido  espirituoso  in- 
coloro y  diáfano,  muy  fluido,  más  ligero  y  movible 
que  el  agua  destilada:  su  olor  y  sabor  le  son  pecu- 
liares y  característicos,  y  permiten  distinguirlo  fá- 
cilmente de  otros  aguardientes. 


(*)  Estudio  sobre  el  maguey  llamado  mezcal,  por 
D.  Lázaro  Pérez. 


-^20— 

^'Su  densidad  á  la  temperatura  de  15  ^  del  termó- 
metro centígrado,  es  de  0.935. 

''A  esta  misma  temperatura  el  alcohómetro  cen- 
tesimal de  Gay-Lussac,  marca  50  ^ ,  y  el  areómetro 
de  Cartier  19  ^  2,  en  dicho  licor. 

"Cuando  de  un  vaso  se  vacía  en  otro,  dos  ó  tres 
veces  repetidas,  forma  lo  que  comunmente  se  llama 
perla  ó  concha,  la  cual  consiste  en  una  serie  de  pe- 
queñas burbujas  trasparentes  que,  en  la  parte  su- 
perior del  líquido  y  en  contacto  con  las  paredes  del 
vaso,  simulan  un  rosario  ó  hilo  de  perlas. 

"Destilándolo  en  baño  de  maría  y  fraccionando 
en  tres  partes  el  producto,  el  primer  tercio  marca 
31  ^  5  del  areómetro  de  Cartier,  y  el  segundo  24  ^  ,  á 
la  temperatura  de  20  ^  del  termómetro  centígrado : 
el  último  no  es  más  que  agua  ligeramente  teñida  de 
amarillo  con  la  materia  extractiva  de  la  madera  del 
barril  en  que  se  guarda. 

"Este  licor  no  ofrece  al  gusto  ni  acritud  ni  acidez 
notables. 

"Embotellado,  conserva  sin  la  menor  alteración  y 
por  un  tiempo  indeñnido,  su  actividad,  sabor  y  cua- 
lidades que  le  son  propias. 

"Cuando  se  le  inflama,  arde  con  una  llama  azu- 
lada, que  durando  un  espacio  de  tiempo  bastante 
largo,  permite  utilizar  su  calor  para  cualquier  in- 
tento. 

"Disuelve  el  alcanfor,  lafc  gomo-resinas  y  muchas 
materias  extractivas. 


— 3g— 


<<i?. 


^Examinado  con  el  papel  azul  de  tornasol,  maní- 
fiesta  una  reacción  ligeramente  acida. 

"Contiene  un  principio  aromático  de  naturaleza 
compleja  y  particular,  al  cual  el  citado  licor  debe  su 
olor  y  sabor  especiales. 

"Puede  privársele  do  este  principio  casi  comple- 
tamente, por  medio  íle  lavaduras  y  destilaciones, 
dos  ó  tres  veces  repetidas. 

"El  nitrato  de  plata  no  ofrece  el  menor  indicio  de 
Algún  compuesto  dórico,  en  el  licor  de  que  se  trata. 

"Los  reactivos  más  sensibles  de  los  álcalis  vege- 
tales no  han  manifestado  la  presencia  de  alguno  de 
estos  principios  activos  en  los  productos  de  la  desti- 
lación fraccionada  del  tequila,  ni  en  su  residuo  só- 
lido. 


COMPOSICIÓN  DEL  VINO  MEZCAL. 

"Un  litro  de  este  licor  contiene: 
De  alcohol  absoluto 500  cent.  cub. 


>> 


agua -00    ,, 


5» 


,,  ácido  acético  puru gramos     0,04 

,,      ,,      valérico,  vestigios. 

,,  materia  extractiva  de  color  mo- 
reno é  higrométrica ,,  0,10 

,,  un  aceite  volátil  de  olor  grato  y 
"sui  géneris,"  asociado  á  un 
principio  pirogenado,  ambos 
en  muy  pequeña  é  indetermi- 
nada proporción." 

41 


El  Sr.  D.  Vicente  Fernández,  en  el  periódico  titu* 
lado  "El  Repertorio,"  correspondiente  á  Enero  de 
1876,  dice  lo  que  sigue : 

**Hace  ya  mucho  tiempo  que  el  maguey  y  algunos 
de  sus  productos  han  sido  objeto  de  divefdos  estu- 
dios, sin  que  hasta  ahora — al  menos  que  yo  sepa — 
se  haya  determinado  la  composición  química  del 
mezcal,  aguardiente  que  la  industria  extrae  de* 
aquella  planta.  Al  publicar  á  continuación  los  re- 
sultados del  trabajo  que  á  fin  de  llenar  ese  vacío 
emprendí,  no  pretendo  haber  hecho  una  análisis 
completa :  sólo  aspiro  á  llamar  la  atención  de  las 
personas  competentes,  para  que  ilustren  una  mate- 
ria tanto  más  importante  cuanto  más  se  generaliza 
en  nuestro  país  el  uso  de  aquella  bebida. 

Hé  aquí  mis  observaciones : 

**E1  mezcal  tiene  constantemente  reacción  acida 
al  tornasol. 

"En  diez  clases  de  mezcal  estudiadas,  todas  tie*^ 
nen  un  alcaloide  desconocido  para  mí,  al  cual  pro- 
visionalmente he  llamado  "agavina." 

"En  doce,  todos  han  contenido  ácido  acético. 

"De  diez,  ocho  han  tenido  ácido  clorhídrico. 

"En  tres,  las  tres  contuvieron  ácido  valeriánico.. 

"De  ocho,  cinco  resultaron  con  42  por  100  de  al- 
cohol, y  los  otros  con  39,  40  y  41. — Sus  densidades 
son  0,95  para  aquellos  y  0,9575—0,9525  y  0,955» 
para  éstos,  á  20  ^  centesimales  de  temperatura. 

"Un  litro  de  mezcal  más  ácido  dio : 


Acido  aoétfoo  monohidratado 1.  gr.  8872 

„  ^  elorliídrioo O        0198 

M     valeriánico O         0500 

'*Lo8  grados  de  acidez,  tomando  la  de  éste  por 
unidad,  fueron : 

1'.  clase 1,000 

1.000 

0.866 

0.866 

0.659 

0.542 

0.520 

0.500 


2«.    , 

8«.    , 

4«.     , 

6«.    , 

6«.    , 

-.1*.    , 

8«.    , 

«1 


'En  general  precipitan  en  blanco  por  el  nitrato- 
de  ¡data,  y  este  precipitado  se  pone  rojo  á  la  luz  di- 
fusa; pero  cuando  tiene  ácido  clorhídrico,  el  color  se 
üKÍcBfica  por  el  violado  que  toma  el  cloruro  de  plata» 
EüiDOlor  rojo  es  debido  á  la  ''agavina." 

//Se  ye  que  de  estas  observaciones  se  puede  de- 
duoie  que  el  mezcal  tiene  normalmente  0,95  de  den- 
sidad» ó  sean  17  grados  de  Carthier,  y  además 

"42  por  100  de  alcohol  etílico. 

"Ácidos  acético  y  valeriánico. 

"Agavina. 

"68  por  100  de  agua. 

"Analizado  el  mezcal  cualitativamente,  ha  resul- 
tado con  una  composición  media  de 

Alcohol 420  ce. 

Agua 580  ce. 


—324— 

Agavina 1  gramo 

Acido  acético 1,8872 

Acido  valeriánico 0,0500 

"El  ácido  clorhídrico,  por  litro,  ha  sido  0,0176; 
pero  en  mi  concepto,  nó  es  propio  del  mezcal,  sino 
añadido,  sin  saber  con  qué  objeto. 

"Quiero  que  se  sepa  cómo  he  aislado  la  sustancia 
que  llamo  "agavina,"  para  que  proporcionándosela 
las  personas  ilustradas,  desidan  si  en  efecto  es  un 
nuevo  alcaloide,  ó  si  no,  me  saquen  de  mi  error. 

"La  fisiología  conoce  las  propiedades  de  los  com- 
ponentes del  mezcal,  es  decir,  del  alcohol  y  los  áci- 
dos valeriánico  y  acético;  ahora  sería  bueno  que  es- 
tudiara laade  la  "agavina." 

"La  manera  de  extraerla  es  ésta: 

"Con  16  2  gramos  de  bicarbonato  de  sosa  puro  se 
saturan  los  ácidos  de  una  botella  de  mezcal  y  se  des- 
tila fraccionando  los  productos.  El  primero  y  se- 
gundo son  formados  de  alcohol,  el  tercero  es  agua 
conteniendo  la  "agavina"  casi  pura,  se  evapora  es- 
pontáneamente ó  en  el  vacío  para  obtenerla  seca. 

"Sus  propiedades  son,  si  no  me  equivoco,  las  si- 
guientes : 

"Azulea  fuertemente  al  tornasol. 

"Es  polarizante,  y  esta  propiedad  se  observa  en 
el  microscopio  con  el  prisma  de  Nicol  y  el  analiza- 
dor. 

"Su  acetato  es  instable. 


**Fonnm  un  clorhidrato  que  cristaliza  en  el  aiste-^ 
xaateserál. 

'*Se  combina  con  el  bicloruro  de  platino  y  da  cu-^ 
bo-octaedros  muy  perfectos,  visibles  en  el  micros- 
copio. 

"Forma  un  bisulfato  cuyos  cristales,  microscópi- 
cos también,  son  láminas  rombales  muy  agudas. 

"El  nitrato  de  plata  da  un  precipitado  blanco  que 
se  vuelve  rojo. 

**E1  subacetato  y  el  carbonato  de  plomo  lo  preci- 
pitan y  el  gas  sulfhídrico  le  aisla  de  esta  combina-^ 
«ion. 

"La  forma  cristalina  no  se  ha  determinado." 


ttttttttttttttttttttttttt 


FAHRlCACK'lX  DKL  MEZCAL, 


TEQUILA. 


jH   N  Oaxaca  y  Morelos,  los  magueyes  que  sirven 
para  preparar  el  mezcal,  llamados  en  el  pri- 
mer Estado  *'tobalaa,"  y  en  el  segundo* 'maguey  de 
mezcal,"  crecen  silvestres  en  aquellos  terrenos. 

Además  del  maguey  tobalaa,  en  el  Estado  de  Oa- 
xaca se  conocen  varías  especies  de  magueyes  con 
los  nombres  de  tobaxiche,  biliaa,  bicuixe  mexicano, 
largo  y  tepextatle  ó  tepem excale:  de  todos  ellos  se 
extrae  el  mezcal,  cuyo  licor  es  de  mucho  consumo 
en  el  Estado.  El  tobalaa  es  planta  de  1  á  2  varas 
de  alto,  sus  pencas  son  angostas,  verdes  y  armadas 
de  púas;  el  tobaxiche  crece  de  dos  á  tres  vara9,  su^ 


-^27- 

pencas  son  chicas,  angostas  y  cenicientas,  armadas 
de  púas  en  la  extremidad  y  en  los  bordes;  el  biliaa 
crece  como  media  vara,  sus  pencas  son  anchas  de 
una  cuarta  de  largo  y  de  color  ceniciento;  el  bicui- 
xe  crece  como  cuatro  varas,  su  tronco  es  desnudo  de 
pencas,  pero  del  medio  para  la  extremidad  está  cu- 
bierto de  ellas,  las  cuales  son  largas,  angostas,  ver- 
des, de  más  de  vara,  armadas  de  púas;  el  largo  cre- 
ce más  de  seis  varas,  su  tronco  es  desnudo  de  pen- 
cas,, pero  de  la  tercera  parte  para  la  extremidad  es- 
tá cubierto  de  ellas,  las  que  son  de  media  vara  de 
largo,  angostas,  verdes  y  con  púas;  el  tepextatli 
crece  hasta  dos  varas,  sus  hojas  son  largas  y  hasta 
de  vara  y  media  por  una  tercia  de  ancho,  carnosas 
de  color  verde  y  cubiertas  de  muchas  púas  (*) 

Según  el  Sr.  D.  José  S.  Anda,  de  Oaxaca,  en  su 
Memoria  sobre  el  mezcal,  cree  queeltobaxichees  el 
bicuixe,  llamado  también  por  otro  nombre,  espadi- 
lla. •  En  ese  Estado,  según  el  citado  autor,  se  fabri- 
ca el  mezcal  de  la  manera  siguiente : 

Cuando  están  á  punto  de  «altarse,  los  cortadores 
les  quitan  todas  las  pencas,  quedando  sólo  la  cepa 
que  llaman  cabeza.  Reunido  algún  número  de  ellas 
para  hacer  una  hornada,  se  prepara  el  horno,  que 
es  una  excavación  bastante  profunda  hecha  en  la 
tierra,  de  forma  cónica, revestido  su  fondo  y  las  pa- 


(*)  Parece  que  el  maguey  tobaxiche,  el  bicuixe  y 
el  largo  pueden  ser  más  bien  una  yuca  y  un  dashi- 
lirion  que  unos  verdaderos  agaves. 


—328— 

redes  con  piedras  refractarias.  Se  calienta,  ponien- 
do en  el  centro,  cualquier  combustible  y  una  vez 
que  las  piedras  han  llegado  á  tomar  la  temperatura 
del  rojo  sombrío,  se  ponen  las  pinas  y  se  cubre  el 
todo  con  sacate,  pencas,  piedra  y  tierra,  permane- 
ciendo en  este  estado  por  dos  ó  tres  días,  es  decir^ 
hasta  que  se  enfrie  bien. 

La  acción  del  calor  determina  la  sacarificación  de 
la  sustancia  amilácea  contenida  en  la  cepa. 

Una  vez  bien  frías  las  pinas,  se  ponen  á  remojar 
en  unas  tinas,  cuyo  remoje  dura  de  un  día  para  otro, 

Al  día  siguiente,  con  un  mazo,  se  majan  perfecta- 
mente en  unas  canoas,  y  después,  bagazo  y  jugo 
que  resulta,  se  ponen  en  las  tinas  de  fermentación. 
Una  vez  terminada  ésta,  se  somete  á  la  destilación 
el  jugo  fermentado,  al  cual  se  le  da  el  nombre  de 
tepache. 

En  el  Sur  de  México  y  en  el  Estado  de  Oaxaca 
esta  industria  no  está  explotada  en  grande  escala,  y 
las  fábricas  son  pequeños  edificios  con  materiales 
imperfectos  para  )a  destilación.  En  este  último  Es- 
tado, los  alambiques  comunmente  empleados  por  los 
indígenas,  son  dos  ollas  superpuestas  y  soldadas  por 
sus  bocas  con  barro  ó  argamasa  del  mismo  maguey, 
y  por  capitel  tienen  una  jicara  de  hoja  de  lata.  Al- 
gunos fabricantes  desechan  los  aparatos  mejorados, 
por  la  circunstancia  de  que  el  valor  del  mezcal  es- 
triba precisamente  en  la  mayor  cantidad  de  aceite 
empireumático  que  contenga,  y  los  aparatos  primi- 
tivos favorecen  la  formación  de  él. 

Dos  clases  de  mezcal  se  conocen  en  el  Sur  deMé- 


xioo :  el  mezcal  de  cabezas,  que  es  el  que  se  obtiene 
por  la  destilación  del  líquido  en  donde  se  han  pues- 
to á  fermentar  las  cabezas,  y  el  que  llaman  de  sus- 
tancia, que  es  el  que  se  obtiene  destilando  el  jugo 
fermentado  de  las  cabezas  con  carne  de  gallina  co- 
cida, ó  patas  de  ternera.  También  acostumbran  en 
algunas  partes  aromatizar  el  mezcal,  destilándolo 
sobre  cascaras  de  fruta. 

Se  calcula  que  400  cabezas  dan  30  jarras  de  mez- 
cal (246,litros240). 

El  mezcal  de  Miacatlán,  cuya  fábrica  es  una  de 
las  más  importantes  del  Estado  de  Morelos,  goza  de 
buena  reputación  en  el  comercio  y  se  fabrica  con 
los  procedimientos  que  acabo  de  describir. 

En  Jalisco,  el  tequila  se  obtiene  de  la  manera  si- 
guiente : 

Una  vez  llegado  el  mezcal  á  la  sazón,  se  arranca 
y  cortan  todas  las  pencas,  dejando  limpia  la  cepa  y 
se  llevan  á  la  fábrica  llamada  taberna  para  hacer  la 
tatemación.  ?]sta  operación  se  hace  en  un  horno 
que  consiste  en  una  grande  excavación  hecha  en  el 
suelo  de  forma  de  un  cono  truncado,  teniendo  su 
base  mayor  hacia  la  superficie  del  terreno  revestida 
su  periferie  con  piedra  refractaria  llamada  ''china." 
En  el  centro  de  esta  excavación  se  levanta  una  pira 
*  hecha  djB  gruesos  leños,  que  se  enciende  y  cuando 
el  fuego  comienza  á  entrar  en  actividad  se  le  cubre 
también  con  piedra  china  formándole  un  revesti- 
miento y  después  con  las  cabezas  ó  cepas  del  mez- 
cal se  llena  la  parte  vacía  del  horno  arreglándolas 
bien  y  procurando  que  entre  ellas  haya  la  menor 

42 


—aso- 
solución  de  continuidad.  Antes  de  cubrir  completa- 
mente la  pira  con  las  piedras  y  cabezas  se  le  pone 
un  grueso  tronco  de  árbol  en  el  vértice  para  qué  una 
vez  cubierta  con  la  tierra  y  cabezas  deje  cuando  se 
quiera  una  especie  de  chimenea.  Cuando  el  mon- 
tón de  cabezas  ha  sobrepasado  como  dos  metros  el 
nivel  del  suelo  se  cubre  todo  con  zacate  y  después 
con  tierra  suelta  forman  una  capa  como  de  cincuen- 
ta centímetros  de  grueso.  El  tronco  debe  sobresa- 
lir de  esta  capa  y  se  vierte  sobre  ella  dos  ó  tres  cu- 
bos de  agua.  Al  día  siguiente  se  destapa,  quitando 
el  tronco  y  se  vierte  por  allí  más  agua.  Al  cabo  de 
30  ó  40  horas  las  cabezas  toman  un  color  moíeno 
color  de  yezca.  Entonces  se  destapa  el  horno  com- 
pletamente ;  se  sacan  las  cabezas  y  se  trituran  en 
una  taona  de  piedra  generalmente  movida  por  mo- 
tor de  sangre  y  se  esprime  en  las  prensas.  Con  la 
maza  y  el  líquido  producido  se  llenan  las  tinas  de 
fermentación  de  forma  cónica  y  de  una  capacidad 
de  80  á  100  hectolitros  y  se  diluye  con  la  cantidad 
de  agua  necesaria  para  que  marque  de  8  ^  á  10  ^ 
del  areómetro  de  Beaumé.  Se  le  deja  fermentar 
dura  de  15  á  20  días.  Esta  se  establece  expontá- 
neamente,  pero  en  algunas  partes  le  ponen  un  fer- 
mento, consistiendo  en  partes  amiláceas  con  ingre- 
dientes inertes  ó  nocivos  cuyas  recetas  polulan  en 
la  zona  mezcalera  del  Estado  dé  Jalisco. 

Cuando  la  atenuación  del  líquido  ha  llegado  á  1  ^ 
del  areómetro  Beaume,  se  procede  á  la  destilación 
en  alambiques  más  ó  menos  perfectos,  pero  en  ge- 
neral son  de  los  mejores  sistemas. 

El  Sr.  Profesor  Lázaro  Pérez  describe  como  sigue 


-331— 

el  tratamiento  del  mezcal  después  de  haber  sido  ta- 
temado:    (*) 

''En  las  fábricas  montadas  al  estilo  antiguo,  la 
molienda  del  mezcal  cocido  se  fabrica  en  tahonas 
movidas  por  fuerza  animal:  la  pulpa  resultante,  di- 
luida en  suficiente  cantidad  de  agua,  se  trasporta  A 
las  cubas  de  fermentación;  cuando  ésta  ha  termina- 
do, se  destila  el  líquido  vinoso  con  todo  y  bagazo, 
en  alambiques  de  construcción  muy  sencilla,  pero  á 
la  vez  demasiado  imperfecta  y  antieconómica.  V.n 
estos  aparatos  destilatorios,  además  de  perderse  una 
parte  muy  considerable  del  producto  alocohólieo  por 
la  incompleta  condensación  de  los  vapores,  los  hor- 
nos mal  construidos,  como  generalmente  lo  están, 
-consumen  cantidades  considerables  de  leña,  artícu- 
lo que  de  día  en  día  escasea  más,  y  por  lo  mism(.»  su 
^quisición  cuesta  más  cara. 

"En  las  fábricas  del  vino  mezcal  en  que  se  han 
■adoptado  los  procedimientos  y  aparata  >s  destilatorios 
perfeccionados  y  de  acción  continua,  la  molienda 
•del  mezcal  y  extracción  de  su  jugo  se  ejecutan  con 
'.gran  facilidad,  limpieza  y  economía  de  tiempo,  me- 
diante molinos  de  construcción  particular  y  de  pren- 
sas de  gran  poder  que  permiten  obtener  todo  el  lí- 
quido azucarado  de  la  pulpa  sometida  á  la  presión. 

"En  estas  fábricas,  el  primer  jugoc^ue  suministra 
la  pulpa  marca  20^  al  areómetro  de  T^eaunié;  mas 


(*)     Estudio  sobre  el  maguey  llamado  mezcal  en 
el  Estado  de  Jalisco. 


—382— 

para  someterlo  á  la  fermentación  vinosa  se  le  añade 
suficiente  agua  para  rebajarlo  á  8  ®  ó  10  ^  del  mis- 
mo instrumento.  Así  diluido,  se  le  trasporta  á  las 
cubas  de  fermentación,  convenientemente  colocadas 
en  galerías  ó  piezas  más  ó  menos  espaciosas,  en  cu- 
yo interior,  durante  el  invierno,  se  mantiene  por  me- 
dios artificiales  una  temperatura  constante  de  20  ^ 
á  25  ^  centígrados,  durante  nueve  ó  diez  días,  tiem- 
po á  fin  del  cual  la  fermentación  generalmente  ter- 
mina. 

* 'Cuando  el  citado  instrumento  marca  !¿  ^  ó  cero 
en  el  jugo  fermentado,  juzgaij  los  fabricantes  del 
tequila  que  la  fermentación  ha  concluido  y  que  este 
es  el  momento  oportuno  para  proceder  á  la  destila- 
ción. Sería  preferible  que  para  conocer  con  exac- 
titud ese  momento  se  empleara  el  pequeño  alambi- 
que de  Salieron,  aparato  sencillo,  barato  y  de  muy 
fácil  manejo,  y  con  cuyo  auxilio  se  pueden  conocer, 
día  por  día,  los  progresos  de  la  fermentación  y  su 
término.  El  tiempo  empleado  en  estas  diminutas 
''destilaciones"  es  demasiado  corto. 

"El  "vino  mezcal,"  bebida  espirituosa  muy  apre- 
ciada no  solamente  en  toda  la  República  mexicana, 
sino  también  en  varios  países  de  Europa,  donde  se 
tiene  en  grande  estima,  se  conoce  bajo  el  nombre  de 
Mexican  Gin  (Ginebra  mexicano),  y  coneldeMexi- 
can  Brandy  (aguardiente  mexicano)  en  algunos  Es- 
tados de  la  Unión  Americana,  en  los  cuales  se  ven- 
de á  precio  de  oro." 

De  una  noticia  sobre  la  fabricación  del  mezcal  en 
el  Estado  de  San  Luis  Potosí,  extractamos  lo  si- 
guiente: 


* 'Montada  la  fábrica,  que  se  compone  de  tinas, 
pilas  ó  cueros  de  fermentación,  hornilla  para  el 
alambique,  horno  para  asar  el  mezcal,  bodega  y  ha- 
bitaciones, ae  comienza  por  establecer  cierto  núme- 
ro de  "quiebras,"  es  decir,  se  prepara  un  numero 
muy  considerable  de  magueyes,  cortándoles  el  co- 
razón y  dejándolos  en  este  estado  unos  quince  días, 
se  procede  á  rasparlos  de  la  misma  manera  que  para 
el  pulque,  y  tomando  diariamente  su  savia  ó  agua- 
miel, se  echa  á  fermentar  en  las  tinas,  poniendo  por 
fermento  una  planta  astringente  que  llaman  *'tim- 
be"  (rhus  schinoides,  Dr.  Oliva.)  Igualmente  se 
suelen  usar  las  raíces  de  dos  mimosas,  huisachi, 
'^acacia  albicans,"  y  mezquite,  ''prosopis  dulcis," 
también  astringentes. 

"Estos  depósitos  así  preparadoy,  con  aguamiel  y 
"timbe,"  se  llaman  de  pulque. 

"Por  otra  parte,  todo  el  maguey  que  se  ha  des- 
quiotado  ó  castrado  con  anterioridad,  más  el  que  se 
ha  raspado,  y  algunos  otros  que  estén  bien  en  sa- 
zón, se  van  arrancando  sucesivamente  del  terreno, 
se  le  quitan  las  pencas  (operación  que  se  llama 
"desvirar"),  y  en  estado,  que  toma  el  nombre  de 
"pinas,  cabezas  de  maguey  ó  mezcal  crudo,"  es 
trasladado  á  la  fábrica,  y  cargando  con  él  un  horno 
Ide  un  sistema  parecido  al  de  cocer  ladrillos,  ó  más 
bien  al  de  quemar  piedra  de  cal.  Ya  lleno,  se  pone 
fuego  al  combustible,  que  está  en  la  parte  inferior, 
y  estando  en  plena  combustión  se  tapa  con  pencas 
de  maguey  y  tierra,  lo  que  evita  todo  desperdicio  de 
calórico.  De  esta  operación,  en  que  la  parte  ami- 
ácea,  abundantísima  en  el  maguey,  se  trasforma  en 


—384— 

glucosa,  salen  las  pinas  sumamente  dulces,  carga- 
das de  jngo  sacarino.  Este  maguey  asado  es  pro- 
piamente lo  que  se  llama  mezcal,  y  aun  en  el  mer- 
cado de  México  lo  he  visto  vender  con  este  nombre. 

''Preparado  así  el  maguey,  pasa  luego  al  machu- 
cadero,  en  donde  es  despedazado,  contundido  y  ex- 
primido por  distintos  medios  muy  imperfectos.  El 
más  común  consiste  en  sendos  golpes  que  le  dan 
con  enormes  porras  ó  mazas  de  madera,  y  luego  pi- 
sándole le  exprimen  el  jugo. 

**E1  jugo  que  escurre  y  el  bagazo  3e  trasporta  á 
las  tinas,  donde  mezclado  con  el  pulque  en  ciertas 
proporciones,  forma  el  verdadero  líquido  de  fer- 
mentación. La  aguamiel  de  ese  maguey  nunca  da 
más  de  6  '^  de  Baumé,  por  lo  que  la  mezcla  con  el 
jugo  de  mezcal  le  da  grado  más  alto  y  favorece  así 
la  fermentación  y  aumenta  notablemente  el  produc- 
to. El  bagazo  les  sirve  para  cubrir  los  caldos  de 
las  tinas,  pues  de  otro  modo  habría  mucha  pérdida 
por  la  evaporación  espontánea.  Además,  la  parte 
de  jugo  que  queda  en  la  fibra  vegetal,  entra  tam- 
bién en  fermentación  y  aumenta  el  rendimiento.  A 
este  jugo  es  al  que  debe  el  vino  mezcal  su  sabor  em- 
pireumático,  parecido,  y  á  veces  idéntico  al  ginebra 
de  Holanda.  Toda  mejora  que  tienda  á  quitarle  este 
gusto  particular,  no  es  aceptada  por  los  fabri- 
cantes ni  por  los  consumidores.  Yo  he  hecho  ex- 
periencias redestilando  varias  veces  con  agua,  vino 
mezcal,  hasta  quitarle  todo  sabor  empíreumático. 
Lo  he  dado  á  gustar  á  los  peritos  aficionados,  y  me 
lo  han  desechado  como  insípido.  Igual  hecho  hay 
en  la  historia  del  rhom.   Tenia  antiguamente  un  sa- 


-335- 

bor  empireumáticoy  que  por  los  adelantos  en  el  arte 
de  la  destilación  se  le  llegó  á  quitar.  Los  primeros 
empresarios  que  establecieron  estas  mejoras,  per- 
dieron el  dinero,  y  algún  tiempo  se  pasó  para  que 
los  paladares  se  acostumbrasen  al  rhom  como  es 
hoy. 

"Terminada  en  las  tinas  la  fermeniación,  lu  que 
se  conoce  por  la  espuma  y  bagazo  que  las  cubre, 
comienza  á  descender  (caida  de  montera,  según  ex- 
presión de  los  destiladores),  se  procede  á  destilar  el 
liquido  en  unos  alambiques  muy  imperfectos,  y  en 
los  cuales  es  seguro  que  hay  mucha  pérdida  de  va- 
pores alcohólicos. 

"El  primer  producto  que  «e  obtiene  y  que  se  lla- 
ma vino  "ordinario,"  sufre  una  segunda  destilación, 
que  produce  el  vino  "refino,"  que  se  expende  en  el 
comercio  con  un  grado  de  46^  (Oay  Lussac).  Las 
primeras  porciones  que  pasan  en  esta  se;:^unda  des- 
tilación, toman  el  nombre  de  '*flor  primera,  segun- 
da,'* etc.  Hay  un  vino  que  rectifican  añadiéndole 
gallina  y  no  recuerdo  qué  otras  cosas  bien  poco  vo- 
látiles, que  llaman  vino  de  ^'pechuga,''  el  cual  lo 
preparan  solamente  para  regalo. 

"En  algunas  fábricas  el  grado  del  vino  es  aún  in- 
ferior (37^  Gay  Lussac),  y  así  lo  llevan  al  Estado 
de'Zacatecas,  que  es  donde  se  consume  este  vino  in- 
ferior. El  de  46  "^ ,  casi  todo,  se  consume  en  el  Es- 
tado de  Guanajuato,  y  una  corta  parte  en  San  Luis. 
Todo  el  vino  que  sale  de  las  fábricas  montadas  de  la 
manera  que  he  dicho,  tiene  el  nombre  de  "vino  de 
chorrera,"  para  distinguirlo  del  que  preparan  los 


— 336— 

pobres  en  pequeñas  cantidades,  con  medios  aun  más 
imperfectos  y  que  llaman  '^yino  de  campanilla." 

^^La  diferencia  principal  consiste  en  el.alambique, 
el  cual  en  las  fábricas  está  formado  de  una  caldera 
de  cobre  que,  embutida  en  una  grande  hornilla  al 
ras  del  suelo,  que  admite  una  carga  de  seis  ó  más 
barriles,  y  cubierta  de  un  enorme  tonel  llamado  '*pi- 
pote,"  que  en  vez  de  fondo  lleva  un  gran  cazo  de 
cobre  lleno  de  agua  fría,  que  sirve  de  refrigerante. 
Dentro  del  pipote  y  de  bajo  del  cazo,  está  sus- 
pendida una  gran  cuchara  de  madera,  cuyo  man- 
go ahuecado  en  forma  de  canal,  conduce  fuera 
del  aparato  el  vino  condensado  por  el  cazo  lleno  de 
agua  fría  y  que  es  en  bastante  cantidad  para  pro- 
ducir un  chorro  continuo.  De  aquí,  á  no  dudarlo, 
viene  el  nombre  de  '*vino  de  chorrera."  En  algu-^ 
ñas  fábricas,  aunque  pocas,  el  mango  de  la  cuchara 
entra  en  un  serpentín,  ó  como  llaman  los  *' chorre - 
ros,"  culebra,  que  acaba  de  condensar  los  vapores 
alcohólicos  y  enfría  el  vino  condeesado  en  el  inte- 
rior del  "pipote,"  lo  que  no  es  poca  \rentaja  res- 
pecto de  un  líquido  tan  volátil  como  es  el  alcohol. 

» 

**E1  alambique  en  que  elaboran  el  vino  de  "cam- 
panilla" es  lo  más  imperfecto  y  43urio8o  que  pueda 
imaginarse:  se  compone  de  una  olla  de  barro  un  po- 
co alargada,  que  apenas  sale  de  la  hornilla  donde 
está  embutida,  cubierta  de  otra  olla  invertida  y  cu- 
yo fondo  abierto  recibe  un  pequeño  cazo  de  cobre 
con  agua  fría,  que  sirve  de  refrigerante.  Dentro 
del  aporato  y  debajo  del  cazo,  está  suspendida  una 
cazuela  de  barro  ó  "apaste,"  como  allí  llaman,  que 
es  la  que  recibe  el  alcohol  condensado,  en  el  fondo 


—337- 

del  cazo.  A  esta  disposición  del  aparato  es  á  lo  que 
debe  este  vino  el  nombre  de  "campanilla."  Como 
el  estado  de  la  campanilla  es  un  misterio  mientras 
no  se  desmonta  el  aparato,  muchas  veces  sucede 
que  se  llena,  comienza  á  derramarse  el  alcohol  en  la 
olla,  vuelve á volatizarse,  vuelve  á  condensarse,  etc., 
y  se  establece  así  un  círculo,  durante  el  cual  se  gas- 
ta mucho  más  combustible  y  tiempo  del  necesa- 
rio." (*) 

Como  se  ve  por  la  descripción  que  hemos  dado  de 
la  elaboración  del  mezcal  en  distintos  lugares  dei 
-país,  esta  imperfecta  tatemación  deja  mucho  que 
desear.  El  foco  de  calentamiento  estando  en  el  cen- 
tro no  reparte  uniformemente  el  calor  en  todo  el  es- 
pacio ocupado  por  las  cabezas,  pues  aunque  se  tapa 
para  evitar  la  pérdida  de  calórico  y  que  éste  se  pro- 
pague en  toda  la  maza,  resulta  que.  las  cabezas  que 
están  más  próximas  á  la  pira, se  cocen  mejor  que  las 
que  están  más  retiradas, habiendo  desigual  cocimien- 
to que  necesariamente  influye  en  el  ?'endimiento. 
Por  otra  parte,  el  machacamiento  del  .  zcal  cocido 
que  se  hace  en  tahonas,  que  p(;r  lo  r  icral  son  de 
asiento  permeable, determinan  una  pérdida  conside- 
rable de  materia  fermenticible  y  el  empleo  de  un 
fermento  salvaje  y  contaminado,  retarda  la  fermen- 
tación y  hay  producción  de  alcoholes  tóxicos  junta- 
mente con  el  alcohol  etílico.     Se  podría  en  beneficio 


(*)  Memoria  sobre  el  maguey  mexicano  y  sus  di- 
versos productos,  escrita  por  D.  Manuel  Payno. 

43 


-338- 

de  la  industria  y  aprovechamienro  del  productor, 
modificar  el  sistema.     En  lugar  de  hacer  el  coci- 
miento en  hornos  tan  primitivos  como  los  que  hemos 
descrito,  hacerlo  por  el  vapor  en  cámaras  apropia- 
das á  una  temperatura  de  150  ^  centígrados  y  "á  la 
presión  de  tres  atmósferas.    Ya  se  ha  intentado  este 
ensaye  y  se  ha  obtenido  un  30  p3    más  de  aguar- 
diente que  por  el  sistema  ordinario.     La  cámara  de 
Parsy  que  se  emplea  para  la  desfibración  del  lino, 
así  como  la  del  Sr,  Dr.  Martínez  Calleja  para  la  del 
henequén,  hecha  en  grandes  dimensiones,  sería  un 
buen  sistema  que  adoptar.     La  trituración  por  ci- 
lindros corrugados  recibiendo  el  líquido,  en  tanques 
ó  en  canales  apropiados  para  conducirlo  alas  pipas, 
sería  otra  inovación  de  no  menos  importancia,  y 
por  último,  la  construcción  de  salas  de  fermentación 
de  manera  que  á  voluntad  pudiera  cambiarse  la 
ventilación  con  el  fin  de  mantener  en  su  interior  una 
temperatura  uniforme  en  todas  las  estaciones,  jun- 
tamente con  el  empleo  de  levaduras  puras,  son  las 
mejoras  que.  reclama  la  industria  tequilera. 

En  el  año  de  1889  se  introdujo  á  la  capital, la  can- 
tidad de  3,613  barriles,  con  un  valor  de  $61,470. 


tt+tttttttttttttttttttttt 


PROPIEDADES  MEDICINALES 

DEL  MEZCAL. 


^i\/l_UCHAS  son  las  propiedades  medicinal-.rs  que 
se  le  atribuyen  al  mezcal.  Algunoír^  creen 
que  sus  virtudes  son  las  comunes  á  las  projnedades 
tónicas  de  toda  bebida  alcohólica  tomada  con  m(.)de- 
ración;  otros  le  asignan  cualidades  espe(íiales. 

El  Sr.  Dr.  Jesús  Valenzuela,  en  un  artículo  pu- 
blicado en  el  órgano  de  la  Sociedad  francesa  de  acli- 
matación, dice  lo  que  sigue: 

**Llamamos  la  atención  de  aquéllos  á  quienes  es- 
ta noticia  pueda  interesarles,  rx  bre  un  licor  que  se 
extrae  del  pulque,  y  mencionaremos  las  cualidades 
particulares  de  esta  preparación  llamada  "mezcal.'^ 


—340- 

Sin  ser  irritante,  goza  de  propiedades  medicinales 
muy  notables,  poseyendo  un  sabor  exquisito.  El 
mezcal  introducido  en  pequeñas  dosis  en  el  estóma- 
go, causa  apetito,  favorece  las  digestiones  y  tonifi- 
ca las  funciones  gástricas.  Se  puede  desde  luego 
sacar  una  gran  ventaja  de  este  remedio  agradable 
que  tiene  una  acción  real  en  las  enfermedades  en  las 
que  la  atonía  hace  el  papel  principal,  y  en  algunas 
dispepsias,  las  que  á  menudo  son  tan  rebeldes  á  to- 
dos los  agentes  conocidos  de  la  terapéutica." 

El  Sr.  D.  Lázaro  Pérez  añade  á  estas  observa- 
ciones, que  hace  que  cicatricen  rápidamente  y  por 
primera  intención,  las  heridas  poco  profundas, cuan- 
do se  lavan  y  curan  con  él ;  que  calma  el  dolor  y 
evita  en  lo  general  la  inflamación  consiguiente  á 
las  terceduras,  aplicándolo  en  fomentaciones;  que 
vigoriza  las  funciones  de  la  economía  debilitadas 
por  la  edad ;  que  calma  la  sed  ocasionada  por  la  in- 
solación, propiedad  que  aprovechan  con  el  mejor 
éxito  muchos  caminantes,  evitándose  así  las  en- 
fermedades á  veces  de  terminación  fatal,  que  so- 
brevienen cuando  para  sastisfacer  aquella  imperiosa 
necesidad,  usan  del  agua  natural;  que  atenúa  no- 
tablemente los  efectos  que  sobre  la  economía  pro- 
duce en  ciertas  ocasiones,  una  extraordinaria  baja 
de  temperatura  del  ambiente;  que  calma  la  ingrata 
sensación  del  hambre  por  espacio  de  muchas  horas, 
por  ser  un  alimento  de  los  llamados  respiratorios; 
levanta  las  fuerzas  agotadas  por  un  trabajo  excesi- 
vo ;  aviva  la  inteligencia,  ahuyenta  el  fastidio  y  pro- 
cura ilusiones  agradables;  y  advierte  que  sólo  usan- 
do este  licor  con  la  debida  moderación  y  oportuni- 


:rf  •■,1  ▼■-■i.-     ;  i;- 


—341— 

■—■•-• 

~m 

tecU  i^popofeicma  loa  efectos  saludables,  higiénioos 
ó  morales  que  se  acaban  de  mencionar;  de  lo  loon- 
trario,  sólo  produce  la  embriaguez,  con  todas  las 
consecuencias  físicas  é  inmorales  que  trae  consigo 
el  alcoholismo  crónico  ó  agudo,  y  que  son  de  la  más 
lamentable  trascendencia  para  el  individuo,  la  fa- 
milia y  la  sociedad. 

Las  personas*de  una  constitución  delicada  ó  las 
Qonvalescientes,  deben  tomar  el  ''tequila"  diluido  ei\ 
sa  volumen  de  agua  azucarada,  ó  usar  de  la  ''mis- 
tela," bebida  agradable,  hecha  con  vino  mezcal, 
agua,  azúcar,  canela,  anís  ó  algún  otro  aroma. 


Mt  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  tt  t 


IMFÜKTANÍ^IA  DEL  MAGUEY 


COMO  PLANTA  SACARINA. 


JH  L  Sr.  Boussignault  (*)  apreciando  los  rendi- 
mientos del  pulque,  opinó  contrariamente  á 
lo  asentado  por  el  Barón  de  Humboldt  que  creyó  que 
nunca,  el  desarrollo  del  cultivo  de  la  vid  en  México, 
nulificaría  ó  abatiría  sobre  manera  su  producción. 

En  su  artículo  sobre  la  materia,  dice : 

^'Cuenta  Humboldt  que  en  una  plantación  anti- 


er) Archives  dé  la  Comission  Scientifique  du  Me- 
xique  tomo  1  ® ,  1865. 


-^343— 

guamente  establecida,  se  explota  anualmente  para 
extraer  el  aguamiel  la  décima  tercia  parte,  lo  cual 
es  admitir  que  en  estas  condiciones  el  agave  llega  á 
desarrollar  su  bohordo  á  los  13  años.  A  razón  de 
4,000  magueyes  por  hectara,  hay  307  sometidos  á  la 
raspa  por  lo  menos  86  días,  dando  933  hectolitros  de 
xnosto.  Si  de  esta  cantidad  quitamos  el  sexto  por 
la  diminución  del  volumen  ocasionado  por  la  fer- 
mentación, la  evaporación  favorecida  grandemente 
por  la  superficie  del  líquido  en  contacto  con  el  aire 
y  por  los  trasiegues,  se  tiene  un  producto  anual  por 
liectara  de  776  hectolitros.  En  las  situaciones  me- 
nos favorables  hemos  visto  que  el  rendimiento  de  ca- 
da planta  es  de  136  litros,  el  producto  sería  enton- 
ces de  418  hectolitros  de  mosto  que  se  reducirían  á 
348  hectolitros  de  pulque." 

*'Es  necesario  muchos  años  de  observación  para 
fijar  la  media  de  las  cosechas  de  vino.  No  hay  cul- 
tivo cuyos  rendimientos  sean  más  variables  como 
los  de  un  viñedo.  Abarcando  grandes  extensiones, 
asombra  la  debilidad  del  producto.  Un  eminente 
economista  M.  Blanqui,  mi  malogrado  colega  en  el 
Conservatorio,  establecía  en  una  nota  que  existe  en 
mi  poder,  que  en  el  departamento  de  la  Gironda 
103,000  hectaras  daban  por  término  medio  2.000,000 
de  hectolitros  de  vino;  19,4  hectolitros  por  hectara; 
porque  la  cosecha  algunas  veces  es  nula  en  ciertos 
cantones  destruidos  por  el  graniz(3,  algunas  veces 
reducidas  á  mínimas  proporciones  por  las  heladas 
de  invierno  ó  de  primavera,  por  la  caída  de  las  flo- 
res, etc.  Sin  embargo,  cuando  todas  las  circuns- 
tancias le  son  favorables,  da : 


I 


—344— 

80  hectolitros  de  vinos  ordinarios  en  el  suelo  del 
Garona. 

60  hectolitros  de  vinos  de  menage  sobre  las  coli- 
nas de  Dordoña. 

40  hectolitros  de  vinos  finos  sobre  las  colinas  bien 
expuestas  de  Greves  y  San  Emilion. 

30  hectolitros  de  vinos  superiores,  ligeros,  fríos, 
en  las  tierras  del  alto  Medoc." 

"En  el  Languedoc  las  cepas  de  Aramon  y  de  Te- 
rret,  son  ciertamente  las  más  productivas;  los  cul- 
tivos muy  cuidadosos  fuertemente  abonados,  dan 
por  hectara  en  los  buenos  años  hasta  300  hectolitros 
de  vino  á  1,10  de  alcohol.  En  los  cultivos  ordina- 
rios se  obtienen  135  hectolitros  con  una  media  alco- 
hólica de  8  por  ciento.  En  la  Costa  de  Oro,  la  me- 
dia de  las  cosechas  hechas  en  Volney  de  1807  á  1842, 
no  ha  pasado  de  17  hectolitros  y  ¡cuántas  diferen- 
cias en  la  producción  anual !  La  más  elevada,  la 
de  1842,  ha  sido  de  45  hectolitros;  la  más  débil,  la 
de  1816,  1%,  litro.  La  riqueza  alcohólica  de  los 
buenos  vinos  de  Borgoña  se  estima  en  10  por  100. 
Estos  productos  de  la  viña  aun  en  las  comarcas  las 
más  favorecidas  son  ciertamente  inferiores  á  los  del 
agave." 

Sin  duda  no  entrará  en  el  espíritu  de  nadie  asimi- 
lar el  pulque  al  vino  aun  al  de  calidad  ínfima;  la 
comparación  no  debe  llevarse  sino  sobre  una  mate- 
ria común  á  las  dos  bebidas,  sobre  el  alcohol,  te- 
niendo en  una  y  otra  parte  la  misma  composición, 
las  mismas  propiedades  y  el  mismo  valor.  El  aguar- 
diente de  pulque,  el  **mezcal^'  preparado  en  las  in- 


■I 


'*  tíiidiBriijl  de  Valladolid,  Méxioó  y  Durango  hacía 

^     .  m  otro. tieoipo  una  tal  oonourrenoia  á  los  aguardíen  - 

'      tee  de  Cartilla^  que  el  Gobierno  español  prohibió  se- 

^réramente  su  uso.  (*)    El  alcohol  que  he  sacado 

destilando  el  pulque  de  Tlaxcala  era  de  buen  gusto, 

BO  recordaba  en  nada  el  olor  desagradable  del  líqui- 

.  do  qaa  lo  había  producido." 

■  "Conteniendo  el  pulque  7,13  por  100  en  volumen 
del  alcohol  absoluto,  se  tiene  para  el  alcohol  produ- 
cido por  una  hectara  plantada  de  agave : 

Cultivo  muy  favorable 56  hectólits. 

Cultivo  muy  común 25        ,, 

**Tomando  para  los  vinos  del  Gironda  una  media 
alcohólica  de  11  por  100,  se  tiene  para  el  alcohol  cu- 
yos elementos  son  elaborados  sobre  una  hectara: 

Vino         Alcohol 

'  -   -Cosecha  excepcional. . .     80  hectólits.  8,8  hectólits. 

Cosecha  media 19,4        ,,         2,1        ,, 

Languedoc,  Aramon  y 
Terret,  cultivo  excep- 

•eional 300        „  30        „ 

•  Languedoc,  cultivo  co- 
mún  \ 135        „  11 

Costa  de  Oro 17        ,,  2        ,, 

**'Si  se  extiende  la. comparación  á  la  caña  de  azú» 


(*)     Humboldt.      Ensayo  político  de  la  Nueva 
Eqwña. 

■  44 

-  / 


—846— 

car,  á  la  remolacha,  á  la  papa,  á  los  cereales  desti- 
nados al  alambique,  la  superioridad  como  produc- 
tor de  alcohol  le  queda  al  agave." 

"Sobíe  tierra  firme,  en  el  Estado  de  Venezuela, 
la  caña  de  Otaiti  cosechada  sobre  una  hectara  da  al 
trapiche  un  caldo  en  el  cual  se  encuentra  2,000  ki- 
logramos de  azúcar,  pudiendo  dar  27  hectolitros  de 
"rhum"  marcando  50  grados  al  areómetro  y  conte- 
niendo por  consigniente  13  hectolitros  de  alcohol  ab- 
soluto." 

*'Una  cosecha  por  hectara  de  30,000  kilogramos 
de  remolacha  de  10  por  ciento  de  azúcas,  contiene 
los  elementos  de  20  hectolitros  de  alcohol." 

En  el  departamento  del  Sena  y  del  Marna  la  remo 
lacha  globo  amarillo,  mejorada  por  el  estiércol  y  el 
guano,  dan  45,000  kilogramos  á  la  hectara  con  una 
riqueza  de  6  por  100.  Por  la  destilación  se  sacan  36 
hectolitros  de  flegmas  á  50  grados,  sea  18  hectolitros 
de  alcohol." 

*'En  Prusia,  en  Alsacia,  en  Flandes  se  admite  en 
la  práctica  que : 


loo  kilos  de 

papa  dan. 
maíz 
trigo 
centeno 

. .  16  hects.  de  alcohol  á  50  *^ 
50    „ 
55    „ 

45     „        „        „         „ 

avena 
cebada 

44     „        „         „         „ 
43    „        „        „         „ 

.  * 


-«47— 

*  "Del  OOD  junto  de  estoe  datos  se  gaos,  para  la  pro- 
dnoQidn  dd  aloohol  de  un  cultivo  hecho  sobre  una 
heotara»  los  números  que  he  reunido  en  el  siguiente 
cuadro: 


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—349— 

**De  las  plantas  que  pueden  suministrar  el  aleó- 
lo!, el  **Agave  Americano"  á  igualdad  de  superfi- 
cie cultivada,  parece  pues  ser  la  más  productiva  y 
y  es  dudoso  aún  cuando  haya  predicho  de  Humboldt 
que  las  plantaciones  de  maguey  serían  un  día  reem- 
plazados por  los  viñedos.  La  predicción  data  de 
más  de  60  años,  y  nada  ha  cam>)iadü.  Las  tentati- 
vas de  viticultura,  hechas  en  México,  no  han  dado 
hasta  ahora  más  que  resuhados  insignificantes  aun 
cuando  se  obtienen  uva^  de  excelente  calidad  en 
Zapotitlán,  cerca  de  Oaxaca,  y  que  el  vino  del  Paso 
es  muy  estimado.  Por  otra  parle  hay  una  altitud, 
y  por  consiguiente  una  situi'.ción  ••Uniciicrica  donde 
la  vid  no  desalojará  nunca  al  aj_;-ave,  indiferente  á 
las  alternativas  las  más  bruscas  de  sequedad  y  hu- 
medad, desafiando  los  m»^reoros  por  la  rigidez  de 
sus  órganos,  estableciéndose  sohi'^'  h^s  suelos  los 
más  ingratos,  vegetaiilo  enti^ncvs  >,¡ii  duda  más 
lentamente  pen.)  siempre  produ(Mend(.>,  asimilándose 
como  la  selva  inculta  los  más  uiíii irnos  elementos  de 
fertilidad  que  están  diseminados  en  el  aire  y  en  la 
tierra." 


$$§§§§§§§§§§§$§§§§§§§§§§§ 


TALLADO. 


J^^^'A  explotación  de  la  fibra  del  maguey  es  eiu 
duda  alguna  el  mejor  negocio  que  puede  ob- 
tenerse de  esta  planta. 

Cierto  es  que  el  maguey  manso  produce  una  pe- 
queña cantidad  de  fibra,  pero  en  cambio  de  supe- 
rior calidad  por  su  finura  y  resistencia.  Podría  muy 
bien  explotarse  á  la  vez  que  como  planta  productora 
del  pulque  y  como  filamentosa. 

Ensayaremos  poner  de  manifiesto  este  aserto  por 
nn  sencillo  cálculo : 

En  la  época  del  arranque  para  trasplantar  el  ma- 
guey, se  le  quitan  por  término  medio  tres  hojas.  En 
el  recorte  que  se  hace  en  los  tres  primeros  años  de 
plantado  de  asiento,  suponiendo  el  mínimum  de  tres 


—351— 

pencas,  las  que  se  supriman,  son  9.  En  la  castra- 
ción aparte  de  las  dos  cruces  se  le  pueden  coi*tar  10 
pencas  del  meyolote,  total  27  pencas.  El  maguey 
da  un  3,63 por  lOOde  fibra,  por  consiguiente  si  su- 
ponemos un  promedio  de  5  libras  el  peso  de  cada 
penca  de  maguey,  lo  que  es  un  hechu,  las  27  pencas 
pesarán  135  libras  y  producirán  de  fibra  4  libras  y 
90  centesimos.  Si  suponemos  también  que  en  las 
278  haciendas  pulqueras  que  hay  en  los  Llanos  de 
Apam,  contienen  cada  una  500,000  plantas,  y  que 
este  número  permaneciere  fijo  por  10  años  reponien- 
do solamente  los  que  se  hubiesen  agotado  p<=r  la 
raspa,  al  terminar  este  tiempo  tendríamos  la  canti- 
dad 6.811,000  quintales  ó  sean  31o,íX)9   toneladas 

métricas,  que  al  precir)  de  S5  quintal,  darían 

834.055,000  ó  $3.405,500  anuales,  sólo  de  lo  que  ac- 
tualmente se  desperdicia  en  la  zona  productora  del 
maguey. 

Algunos  cultivadores  calculan  que  se  necesitan 
de  7  á  8,000  pencas  de  henequén  para  hacer  una 
paca  de  400  libras  de  fibra  limpia  y  consideran  que 
la  hectara  rinde  por  término  medio  1,650  libras  de 
fibra. 

Según  los  prácticos,  1,000  perica.^  de  henequén 
pesan  1,500  libras  y  rinden  de  íibra  62'j  libras,  lo 
que  equivale  á  2 '^  arrobas  de  fibra. 

En  las  costas  de  Yucatán  en  el  primer  corte  se  que 
tan  de  18  á  20  hojas  y  la  planta  dura  de  12  á  14  años 
dando  producto. 

Al  Sur  del  Estado  sólo  se  cortan  35  hojas  por  año 
y  la  planta  sigue  produciendo  durante  8  años. 


—352— 

Un  mecate  ó  576  varas  cuadradas^ 0,0404  hectá- 
reas, en  donde  caben  90  plantas,  que  producen  (á 
200  hojas  por  mata)  18,000  hojas  en  8  años,  cuyo 
número  rinden  45  arrobas  de  filamento. 

Cada  1,000  mecates  ó  40.4492  hectáreas,  rinden 
45,000  arrobas  de  ñbra. 

Cada  planta  rinde  en  todo  el  período  de  vegeta- 
ción, 40  libras  fibra. 

De  un  opúsculo  publicado  por  el  Departamento  de 
Agricultura  de  Washington,  traducimos  lo  siguiente : 

"Un  vastago  de  henequén  plantado,  cuando  tiene 
18  pulgadas  de  altura,  produce  hojas  que  en  3  años 
están  en  disposición  de  poderse  cortar.  Las  hojas 
inferiores  son  las  más  maduras  y  las  que  se  cortan 
primero ;  éstas  deben  tener,  por  lo  menos,  tres  pies 
de  largo.  El  Sr.  Clemison  informa  que  el  término 
medio  de  la  longitud  de  las  hojas  en  las  plantas  de 
cuatro  años  es,  en  Florida,  de  tres  pies  tres  pulga- 
das por  año.  Refiere  también  que  las  plantas  ex - 
huberantes  producen  á  los  siete  años  hojas  de  cinco 
pies  de  largo  y  que  si  el  pedúnculo  se  corta  tan  lue- 
go como  aparezca,  la  planta  continuará  creciendo  y 
rindiendo  hasta  los  veinticinco  años. 

"El  Sr.  Ranson  de  Titiusville,  en  la  región  del 
Indian  River  en  1887,  plantaba  cuando  los  vastagos 
tenían  tan  sólo  seis  á  ocho  pulgadas.  A  los  dos 
años  las  hojas  de  las  plantas  grandes  tenían  una 
longitud  de  dos  pies  ocho  pulgadas,  y  á  los  tres  añocj 
tres  pies  dos  pulgadas  estando  ya  buenas  para  co- 
menzar el  corte.  Aquí,  en  el  Indian  River,  el  pro- 
ducto de  una  planta,  de  dos  y  medio  años  de  crecí- 


«BJ^fdie^M  pot;  ténniíip  medio,  de  diez  y  aiete  plan- 
as ii^3](i^  y-  Im  hf>iam  de  un  tamaño  sufioiente  para 
poder  ooBeohfurse :  asegura  que  en  el  cuarto  año 
dará  ün  resaltado  todavía  más  satisfactorio  hasta  la 
época  de  la  inñorescencia,  es  decir,  del  11  ^  al  18  ^ , 
año  en 'que  acaba  la  vida  de  la  planta." 

En  la  costa  occidental  se  vieron  plantas  de  cuatro 
•áfios  cu;jras  hojas  medían  sobre  5  pies  de  largo.  Cree- 
ikos/éii^^nio  expuesto,  que  las  plantas  son  de  un 
merecimiento  inferior  en  la  región  Indian  River,  que 
«p^í^  más  trópicas  de  la  Florida. 

i^¡f[jtxi  Burén  decía  que  el  producto  de  900  plsiúmá 
^.uilfaore,  que  es  una  superficie  casi  diez  veqee 
OQig^Qir.que  un.  mecate,  al  tercer  año,  con  dos  ó  trea 
•iynglM^de  á  cinco  hojas  cada  uno,  y  con  un  pesopa- 
ilf /Sfi^jpl&nta^e  12  á  15  libras,  vendrían  á  ser  de 
'^^¿¡l.ixmétodBLS  de  hojas  verdes  por  acre,  con  un  ya* 
kff  VQR.^9  menos  de  $3  tonelada.  Estimando  el  rear 
^jjnBWJiynto^del  año  siguiente  en  18  toneladas  en  cinoo[ 
A§fÍB  cortes,  con  un  valor  por  acre  de  $50.  El  Sr». 
^Hpjaiton  en  su  informe  aseguró  que  en  Yucatán  vió> 
^ujA-bpja  de  4  pies  de  largo,  peso  1.1  libras,  midien- 
'4p  en  su  parte  más  ancha  de  espina  á  espina,  3)í 
piilgada,^,  con  ^i  de  pulgada  de  grueso.  Se  asegu- 
A  que  en  las  Bahamas  una  hoja  pesa  Dú  Ubras  y 
iMáeAH  pulgadas  de  ancho  y  5/6  de  pulgada  de 
¿íiiéso. 


L: 


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,^^ÉXí  la  Florida  las  hojas  presentan  las  dimensiones 
jpj  M80  siguientes : 

45 


-3B4— 

1.  Lisa  Fort  Myers:  longitud,  5  pies  %  púl^riaá; 
ancho,  4>2  pulgadas;  peso  de  la  hoja,  2  libéas. 

2.  Lisa  Upper  Metacombe;  longitud,  5  pies  8  pul- 
gadas; ancho,  5  pulgadas. 

3.  Espinosa.  PiñineGrant:  longitud,  3  pies  VA 
pulgadas;  ancho,  532  pulgadas. 

Respecto  al  rendimiento  y  tamaño  de  las  hojas  en 
las  Bahámas,  el  Sr.  Rae  en  sú  informe  reciente  da 
los  daios  siguientes : 

*'E1  tiempo  que  sé  requiefépáradárelpTíméi'cóN 
te  de  las  plantas  puede  estimarse,  seg^n  mi  opinión^ 
en  cuatro  años  contados  desde  la  plátítáción.    Etfta 
depende  también,  én  su  mayor  parte,  del  ttf maño  dé- 
los vastagos  al  ser  trasplantados,  pues  téniétldo  és* 
tos  un  tamaño  conveniente,  es  decir,  dé  12  á  15pril* 
gádas,  sin  duda  alguna  que  estas  hojas  llegarán  á 
una  longitud  de  4  á  5  pies,  y  podrán  cortarse  en  el 
período  de  tiempo  ya  dicho.    Eñ  esta  localidad  áé- 
han  visto  millares  de  plantas  con  hojas  dé  2  ó  3  piés^ 
de  largo  y  que  sólo  tenían  2  años  de  plantadas;  pu- 
dimos observar  también  plantas  qué,  según  ños  di- 
jeron,  eran  de  tres  años  y  cuyas  hojas  ya  habían  si- 
do cortadas. 

"En  el  mismo  lugar,  el  rendimiento  por  acre  to- 
davía es  apenas  una  cuestión  de  cálculo,  en  razón 
de  los  pocos  años  que  lleva  esta  industria  de  estar 
establecida.  El  número  de  hojas  cortadas  de  inñ- 
nidad  de  plantas  de  4  años  y  más,  ha  venido  á  dar 
un  promedio  de  40  hojas  por  planta,  con  un  peso  de 
1>2  libras  por  hoja  y  un  rendimiento  de  4  por  1  O 


dé  fibra  limpia.  Con  600  plantas,  por  término  me-^ 
dio,  en  cada  acre,  con  40  hojas  por  planta  y  con  un 
pesó  de  60  libras,  el  rendimiento  vendría  á  ser 
31,500  libras  de  hojas  y  1,440  libras  de  fibra,  siendo 
muy  baja  esta  estimación." 

El  Departamento  de  Agricultura  no  ha  podido 
hástá  ahora  hacer  textos  comparativos  con  respecta 
al  rendimiento  de  la  fibra  en  Florída;  en  la  actuali- 
dad se  eetá  trabajando  en  este  sentido. 

El  Sr.  Bier  hace  notar,  por  último,  que  la  fibra  de 
la  Florida  es  de  una  textura  más  fina,  siendo  ade- 
TúíÁ  más  larga  y  más  fuerte  que  la  que  crece  en  Yu- 
catán, y  con  un  peso  de  fibra  con  relación  á  las  ho- 
jas mucho  mayor,  pues  en  Yucatán  el  promedio  por 
hoja  es  de  490  gramos,  es  decir,  1,064  libras,  mien- 
tras que  las  muestras  de  Florida,  con  menos  hume- 
dad, pesan  820  gramos. 

El  Sr.  John  Grant  de  Júpiter  (Filadelfía),  ñus  in- 
forma que  las  plantas  que  crecen  en  Dade  Count 
rinden  7  libras  de  fibra  por  100  hojas,  ó  lo  que  es  lo 
mismo,  140  libras  de  fibra  por  tonelada  de  material 
en  rama.  Este  cálculo  es  idéntico  al  que  da  el  in- 
forme de  la  exhibición  de  New  York  en  1853,  donde 
se  estiman  7. '2  libras  como  rendimiento  de  75  hojas. 
En  el  cálculo  hecho  por  el  Sr.  Grant,  75  hojas  ven- 
drían á  rendir  unas  8  libras  de  fibra  limpia. 

Según  el  informe  del  Sr.  Preston  (en  el  cultivo  de 
las  Bahamas)  pueden  cortarse  anualmente  de  una 
planta  madura,  sobre  40  hojas,  poniendo  á  cada  ho- 
ja, por  término  medio,   una  y  media  libras  y  650 


—346— 

car,  á  la  remolacha,  á  la  papa,  á  los  cereales  desti- 
nados al  alambique,  la  superioridad  como  produc- 
tor de  alcohol  le  queda  al  agave." 

"Sobre  tierra  firme,  en  el  Estado  de  Venezuela, 
la  caña  de  Otaiti  cosechada  sobre  una  hectara  da  al 
trapiche  un  caldo  en  el  cual  se  encuentra  2,000  ki- 
logramos de  azúcar,  pudiendo  dar  27  hectolitros  de 
*'rhum"  marcando  50  grados  al  areómetro  y  conte- 
niendo por  consigniente  13  hectolitros  de  alcohol  ab- 
soluto." 

'*Una  cosecha  por  hectara  de  30,000  kilogramos 
de  remolacha  de  10  por  ciento  de  azúcas,  contiene 
los  elementos  de  20  hectolitros  de  alcohol." 

En  el  departamento  del  Sena  y  del  Mama  la  remo 
lacha  globo  amarillo,  mejorada  por  el  estiércol  y  el 
guano,  dan  45,000  kilogramos  á  la  hectara  con  una 
riqueza  de  6  por  100.  Por  la  destilación  se  sacan  36 
hectolitros  de  flegmas  á  50  grados,  sea  18  hectolitros 
de  alcohol." 

*'En  Prusia,  en  Alsacia,  en  Flandes  se  admite  en 
la  práctica  que : 


IDO  kilos  de  papa  dan ...  16  hects.  de  alcohol  á  50  *^ 

maíz  50 

trigo  55 

centeno         45 
avena  44 

cebada  43 


-«47— 

^  "Del  ooD junto  de  estoe  datos  se  saca,  paralapro- 
duooión  del  aloohol  de  un  cultivo  hecho  sobre  una 
heotara,  los  números  que  he  reunido  en  el  siguiente 
cuadro: 


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—349— 

**De  las  plantas  que  pueden  suministrar  el  alco- 
hol, el  ''Agave  Americano"  á  igualdad  de  superfi- 
cie cultivada,  parece  pues  ser  la  más  productiva  y 
y  es  dudoso  aún  cuando  haya  predicho  de  Humboldt 
que  las  plantaciones  de  maguey  serían  un  día  reem- 
plazados por  los  viñedos.  La  predicción  data  de 
más  de  60  años,  y  nada  ha  cambiado.  Las  tentati- 
vas de  viticultura,  hechas  en  México,  no  han  dado 
hasta  ahora  más  que  resultados  insignificantes  aun 
cuando  se  obtienen  uvas  de  excelente  calidad  en 
Zapotitlán,  cerca  de  Oaxaca,  y  que  el  vino  del  Paso 
es  muy  estimado.  Por  otra  parle  hay  una  altitud, 
y  por  consiguiente  una  situación  ^-limcitcrica  donde 
la  vid  no  desalojará  nunca  al  agave,  indiferente  á 
las  alternativas  las  más  bruscas  de  sequedad  y  hu- 
medad, desafiando  los  mt^teorí)S  por  la  rigidez  de 
sus  órganos,  estableciéndose  ¿obr^^  los  suelos  los 
más  ingratos,  vegetando  entonet^s  sin  duda  más 
lentamente  pero  siempre  produciendo,  asimilándose 
como  la  selva  inculta  los  más  mínimos  elementos  de 
fertilidad  que  están  diseminados  en  el  aire  y  en  la 
tierra." 


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"Tallador  Universal," 
D£L  Sr.   Dr.  García  Barrera. 


"La  honda  ae  laza  en  uno  de  los  ganchos  de  la 
tuerca,  se  abraza  el  aparato  y  el  objeto,  se  amarra 
el  extremo  del  lazo  en  el  otro  gancho  de  la  tuerca  y 
luego  se  dan  vueltas  al  tornillo  hasta  darle  solidez 
al  amarre. 

"El  asiento  del  tallador  puede  ser  un  trozo  de  pal- 
ma ó  una  piedra,  alto  del  suelo  sólo  nueve  pulgadas, 
y  distante  del  pedal  veinte  6  veinticinco. 

"El  raspado  de  la  ñbra  es  un  trabajo  más  que  de 
fuerza,  de  habililidad.     Las  pitas  se  cojen,  como  en 


—361— 

el  sistema  antiguo,  con  un  palote  ó  bolillo;  este  sis- 
tema de  tracción  es  más  conocido  que  cualquiera 
otro;  se  hace  uso  primero  de  las  dos  manos  asocia- 
das, hasta  que  los  pies  hayan  .ailquirido  el  tacto  ne- 
cesario. 

"La  presión  debe  ser  moderadla;  .4  es  mucha,  no 
riale  la  pita,  si  poca,  sale  sucia  la  fibra ;  el  tacto  se 
adquiere  con  el  tiempo,  después  es  instintivo. 

''Usando  las  dos  manos  asociadas  se  duplica  el 
producto.  Usando  una  primero  y  después  la  otra, 
se  triplica. 

"Para  el  maguey  es  necesario  dividir  primero  la 
penca  en  dos  ó  tres  tiras  longitudinales,  según  su 
espesor,  y  asociar  las  dos  manos  ])ara  la  tracción. 

"De  esta  planta  se  puede  hacer  el  raspado  direc- 
to, pero  es  más  cómodo  y  rindo  más  haciendo  pasar 
primero  las  pencas  por  un  molino  de  los  que  se  usan 
para  la  caña  de  azúcar,  hasta  hacerlas  perder  su  ju- 
go, dejarlas  orear  lo  suficiente  para  que  no  estén 
resbalosas  y  se  puedan  coger  bien,  y  be  hace  luego 
el  raspado  con  suma  facilidad,  usando  el  bolillo  só- 
lo para  el  segundo  tiempo  de  la  operación. 

'•El  trabajador  que  ha  hecho  uso  del  sistema  an- 
tiguo, para  evitar  la  costumbre  de  meter  la  pita  dos 
veces  por  cada  extremo,  es  necesario  que  la  saquen 
en  un  solo  tiempo,  aunque  la  fibra  no  salga  limpia 
las  primeras  veces,  hasta  que  adquiera  el  tacto  ne- 
cesario ;  es  preferible  perder  dos  ó  tres  libras  del 
producto  por  lo  mal  raspado,  que  conservar  una  cos- 
tumbre innecesaria  en  este  aparato  y  que  los  hace 
perder  mucho  tiempo, 

46 


—362— 

^'Las  pitas  que  por  su  resistencia  ó  espesor,  nece- 
sitaban con  el  antiguo  sistema  cuatro  tiempos  por 
cada  lado,  con  éste  necesitan  dos,  uno  de  plano  y 
otro  de  canto. 

'*A  los  trabajadores  les  conviene  recolectar  por  sí 
mismos  las  plantas  que  tienen  que  raspar,  pues  ren- 
didos de  permanecer  sentados  varias  horas,  se  le- 
vantan á  ejecutar  este  quehacer  descansando  de  la 
posición  primera,  sin  dejar  de  trabajar. 

**Cuando  por  el  uso,  el  ajuste  de  las  cuchillas  que- 
de imperfecto,  tálleselas  con  una  lima  hasta  que,  al 
caer  una  sobre  otra,  no  se  vea  la  luz  por  la  juntu- 
ra, procurando  dejar  el  filo  redondo  y  embota- 
<Jo.  [•] 

La  sencillez  y  baratura  de  este  aparato,  sin  duda 
alguna,  serán  unas  de  las  causas  que  influyan  para 
su  propagación  en  el  país.  Tiene  la  ventaja  de  apro- 
vechar todas  las  hojas  de  la  lechuguilla,  lo  que  no 
es  posible  con  el  procedimiento  á  mano,  pues  sólo 
las  pencas  centrales  son  las  que  se  raspan.  De  ma- 
nera que  de  quince  á  veinte  pencas  que  tiene  un  ma- 
guey de  lechuguilla,  se  aprovechan  las  cuatro  ó  cin- 
co centrales,  que  son  las  más  suaves  para  la  raspa  á 
mano. 

Los  Sres.  Prieto  hermanos  inventaron  una  máqui- 
na para  tallar  la  lechuguilla  en  los  Estados  de  Ta- 


[*]  Boletín  de  la  Sociedad  Agrícola  Mexicana, 
tomo  XI,  pág.  136. 


--363— 

maulipas  y  Coahuila  y  aun  cuando  se  formó  una 
SGoiedad  y  el  Sr.  Gral.  Pacheco  prestó  toda  su  pro- 
tección como  Ministro  de  Fomento  para  el  éxito  de 
la  empresa,  no  tuvo  resultado,  dependiendo  esto  de 
algunos  defectos  de  la  llamada raspadora**Eureka" 
así  como  de  las  disidencias  y  miserias  de  los  princi- 
pales socios. 

Entregados  al  estudio  de  una  máquina  para  ras- 
par henequén  abandonaron  su  primitiva  idea  de  una 
máquina  para  la  lechuguilla,  alcanzando  su  objeto 
uno  de  ellos,  el  Sr.  D.  Manuel,  en  el  presente  año 
ha  obtenido  la  patente  de  una  máquina  para  tallar 
lechuguilla,  mezcal,  palma  loca  y  otros  textiles  de  la 
clase  de  los  monocotiledones. 

La  máquina  llamada  la  '^Estrella"  se  compone  en 
sus  partes  esenciales  (lámina  15)  de  una  rueda  de 
cuchillas  movida  por  una  polea  que  al  engranar  su 
eje  con  una  rueda  de  engrane  comunica  su  movi- 
miento á  una  cadena  formada  de  pinzas  que  toman 
las  pencas  y  que  al  pasar  por  una  prensa  las  com- 
primen en  su  medio  fuertemente,  lo  bastante  para 
ponerlas  á  la  acción  de  la  rueda  raspadura.  Al  sa- 
lir al  lado  opuesto  (lámina  16)  se  abre  la  quijada  ó 
pinza  para  poder  tomar  la  penca  medio  raspada  ó  el 
cadejo  completo  si  ya  ha  obtenido  otra  pasada.  Unos 
tomillos  que  lleva  en  su  parte  superior  sirven  para 
arreglar  la  entrada  de  las  pencas  y  la  presión  de  la 
prensa. 

Como  se  ve  por  la  ligera  descripción  que  hemos 
dado,  el  desfibrado  tiene  que  hacerse  en  estas  má- 
quinas en  dos  tiempos,  lo  que  es  un  gran  inconve- 
niente porque  aumenta  el  tiempo  y  el  número  de 


—sea- 
operarios.  Cree  el  inventor,  y  así  lo  aconseja,  que, 
para  obviar  este  inconveniente  se  empleen  dos  má- 
quinas en  convinación;  esto  es  que  saliendo  las 
pencas  de  una  de  ellas  en  la  mitad  raspada,  pasen 
inmediatamente  á  la  otra  para  tallar  la  otra  mitad 
que  no  lo  ha  sido ;  lo  que  no  hace  desaparecer  el  in- 
conveniente que  señalamos.  Con  objeto  de  hacerla 
portátil,  á  fin  de  evitar  los  gastos  de  acarreo  de  la 
lechuguilla,  la  máquina  está  montada  sobre  unas 
ruedas. 

El  peso  de  la  máquina  es  de  700  kilogramos,  su 
precio  es  de  mil  quinientos  pesos  y  según  el  m ven- 
tor el  rendimiento  de  la  máquina  por  día  de  trabajo 
de  diez  horas  es  en  la  lechuguilla  de  veinte  arrobas 
de  ixtle.  Funciona  con  un  motor  de  gasolina  de  dos 
caballos  de  fuerza.  Cuando  menos  necesita  de  tres 
hombres  para  funcionar.  Existen  actualmente  cua- 
tro de  estas  máquinas  en  explotación. 

Próximamente,  según  asegura  el  inventor,  se  es- 
tablecerá una  en  la  hacienda  Cuametra,  Distrito  de 
Cuautitlán,  Estado  de  México. 

Las  pencas  de  henequén  no  se  someten  al  raspado 
sino  después  de  haberles  quitado  las  espinas  de  la 
punta  y  de  los  bordes,  para  evitar  que  hieran  á  los 
trabajadores;  esta  es  la  única  preparación  que  se  las 
hace  sufrir.  La  operación  del  enriado,  además  de 
ser  innecesaria,  vista  la  consistencia  herbácea  de  las 
pencas,  dañaría  el  filamento  por  la  fermentación  pú- 
trida que  acompaña  siempre  ala  máceracíón  más  ó 
menos  prolongada  de  las  materias  orgánicas.  En 
otro  tiempo,  el  raspado  del  henequén  se  hacía  á  la 


qiaiio  por  uno  cualquiera  de  los  dos  procedimientos 
ocmbclQOS  oon^ej  nombre  de  '^toncos  y  paooné. 


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"  Áníbos  dan  igual  resultado  en  cuanto  al  tiempo  qíie 
«éiíÁ^erte  para  raspar  bien  cien  pencas,  que  poco 
i&ás  Ó  menos  es  el  de  tres  horas;  pero  en  cuanto  á  Ta 
oáEdad  del  rleuspado  y  aprovechamiento  de  las  hebras 
M^ii^úclid  mejor  él  **pacché,"  porque  lo  menos-deja 
d¿^eá^érdiciar  del  6  al  10  por  ciento.  El  uso  dees-  ^ 
iS'ttitímo',  aunque  es  poco  común,  parece  §ér  el  miás 

•  natural,  susceptible  de  mejoras.  Por  ejemplo,  po- 
fliáBdole  pies,  asegurando  la  tabla  suave  que  recibe 
1»  penca  pan^i  que  el  sirviente  no  tenga  que  hacer 
fiMFSia  con  la  barriga,  sosteniendo  la  tabla  y  la  gen* 
oá  á  la  vez,  quedará  más  expedito  para  girar  sobre 
^U^^^l  raspador  de  madera,  que  es  de  tres  filos^,  de 
l^f^gmp,  de  un  prisma,  de  medía  vara  de  largo  y  Qon 
«i|9/mangos  en  los  extremos.  Después  de  ser  ambos 
i^odoa  un  medio  grosero,  tiene  la  desventaja  de  mor¡- 
Jlf  9/1  operario  .con  el  j  ugo  cáustico  que  expide  la  pi^i^- 
00^  pau3ando  una  comezón  desesperada,  por  lo  que 
46  parte  de  noche  y  de  mañana,  hasta  la  salida  del 
flpl^  se  hace  este  trabajo.  En  seguida  se  pondrá 
tendido  al  sol  hasta  mediodía,  para  que  se.  seque 

.  bien  y  esté  blanco,  pues  si  queda  húmedo  es  fácil 
-que  desmejore  en  su  calidad,  poniéndose  amarillo  y 
algunas  veces  con  manchas  negras.  No  está  de  más 
hablar  aquí  del  mal  raspado  que  el  indio  llama  "pá- 
jo6h.  '  Es  un  engaño,  ó  por  mejor  decir,  un  robo,  el 
qué  se  hace  vendiendo  el  henequén  mal  raspado, 
porque  no  es  sólo  el  ñlamento  el  que  venden,  sino 
palote  del  bagazo,  que  no  sirve  más  que  para  aumen- 
tar el  peso  y  dar  más  trabajo  á  los  manufactureros 


— 36é— 

con  detrimento  de  los  instrumentos  que  les  sirven ; 
pero  estos  procedimientos,  extremadamente  lentos  é 
insuñcientes,  fueron  felizmemte  reemplazados  por 
otro  más  eficaz,  precisamente  cuando  la  demanda  de 
esta  materia  prima  comenzaba  á  activar  la  agitación 
en  las  haciendas  del  Estado  de  Yucatán.  Este  nue- 
vo  procedimiento,  si  bien  es  cierto  que  alcanzó  á  He* 
nar  las  necesidades  de  otro  tiempo,  esyainsuficien* 
te  para  satisfacer  las  actuales  exigencias  de  la  explo- 
tación, y  está  pidiendo  reemplazo. 

En  1833,  Henry  Perryne  inventó  é  introdujo  uña 
maquinaria  que  no  surtió  buen  efecto,  porque  la  co- 
locación y  movimiento  de  las  cuchillas  no  correspon- 
día á  la  forma  de  las  hojas. 

En  1847,  Mr.  James  Hitchcok,  acompañado  dé  un 
ingeniero,  planteó  una  nueva  máquina  que  támipoco 
pudo  arreglarse  satisfactoriamente.  Después  Mr. 
Tompson,  de  Boston,  planteó  otra  diversa  que  ño  tu- 
vo mejor  resultado;  por  último,  en  1853,  D.  José 
Maria  Millet,  residente  en  Mérida  de  Yucatán,  pidió 
al  Ministerio  de  Fomento  privilegio  exclusivo  como 
inventor  de  una  máquina  paira  raspar  la  penca  del 
henequén,  cuya  descripción,  por  parecemos  curio- 
sa, copiamos  en  seguida:  [*] 

*'Lá  máquina  se  compone  de  un  esqueleto  de  ma- 
dera de  tres  varas  de  largo  por  vara  y  cuarta  dé  al- 
to y  tres  cuartas  de  ancho,  colocado  sobre  dos  ejes 
con  sus  correspondientes  ruedas,  para  su  fácil  tras- 


[*]  Anales  del  Ministerio  de  Fomento,  1854. 


— 367ih- 

porte.  Sobre  el  esqueleto  se  elevan  dos  columnas, 
en  cuya  parte  superior,  se  hallan  dos  puntos  de  apo- 
yo, alrededor  de  los  cuales  se  muven  dos  palancas 
que  tienen  colocadas  en  una  de  sus  extremidades 
dos  piezas  que  aseguran  las  pencas  que  se  quieren 
raspar,  mientras  en  las  otras  hace  fuerza  el  hombre 
que  le  da  ún  movimiento,  que  trasmitido  á  la  penca, 
atraviesa  entré  unas  cuchillas  horizontales  que  es» 
tan  colocadas  sobre  dicho  armazón  y  producen  el 
efecto  deseado.  Antes  de  colocar  la  penca  en  la 
pieza  deque  se  ha  hablado  anteriormente,  debeque» 
brantarse  su  tronco  á  golpes,  ó  bien  entre  cilindros» 
Con  dos  ó  tres  veces  que  á  lo  más  pase  la  penca  en» 
tre  las  cuchillas,  es  bastante  para  limpiarla  conlple» 
támente  de  la  corteza  y  carnosidad  que  hay  entre  el 
filamento.  La  fuerza  necesaria  para  el  uso  de  esta 
máquina  es  la  de  dos  hombres,  que  dan  impulso  á 
lAs  extremidades  de  las  dos  palancas,  y  la  de  dos 
muchachos  que  manejan  las  cuchillas.  Trabajando 
en  un  día  3,000  pencas,  que  dan  cuando  menos,  seis 
arrobas  de  henequén. 

El  Señor  Cónsul  inglés,  en  Progreso,  en  un  infor- 
me rendido  á  su  gobierno  en  el  año  de  1899,  da  cuen» 
ta  del  número  y  clase  de  máquinas  usadas  en  Yu» 
catán  para  desfibrar  el  henequén,  en  el  cuadro  si- 
guiente : 


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— 3ft9— 

Solo  describiremos  las  de  Solís,  Prieto,  Villamor, 
Torreollay  Torre,  por  carecer  de  los  datos  para  ha- 
cer las  de  las  otras. 

•La  máquina  de  Solís  la  más  antigua  que  general- 
mente se  ha  usado  con  resultado  relativamente  me- 
diano fué  introducida  primeramente  en  la  hacienda 
de  Vagalach,  su  descripción  es  como  sigue : 

Una  rueda  de  madera  puesta  en  movimiento  por 
una  polea  fija  al  eje  que  la  lleva,  y  provista  en  la  cir- 
cunferencia de  ocho  cuchillas  de  bronce,  inclinadas 
á  las  cuales  se  puede  ar^ercar  á  voluntad,  con  la  ayu- 
da de  una  palanca,  una  pieza  de  madera,  curva,  co- 
locada adelante  y  hacia  abajo.  Sobre  esta  pieza  se 
extiende  la  penoa  para  ser  sometida  á  la  acción  de 
las  cuchillas  por  medio  de  un  movimiento  impreso  á 
la  palanca;  pero  hay  necesidad  de  retener  una  de 
las  mitades  de  la  penca,  de  suerte  que  el  raspado  se 
hace  sólo  por  mitades.  Esta  rueda  demanda  mucha 
mano  de  obra,  raspa  mal,  no  limpia  y  desperdicia 
mucho  filamento. 

Esta  máquina  se  ha  reformado  y  es  la  más  repar- 
tida en  Yucatán.  En  la  actualidad  se  compone  (lám. 
ny  de  un  tambor  R  de  fierro  colndo  de  0m90  á  un 
metro  de  diámetro,  sobre  0m30  á  Oiti40  de  ancho, 
guarnecido  de  quince  cuchillas  do  bronco  de  cinco 
centímetros  de  alto  y  de  un  centímetro  y  medio  de 
ancho  en  su  base.  Este  tambor  gira  sobre  un  fuer- 
te bastidor  de  madera  movido  por  una  polea  exte- 
rior al  bastidor,  dando  200  revoluciones  por  minuto. 
Lateral  é  inferiormente  al  tambor  se  haya  un  con- 
trabatidor de  madera  S  concéntrico  y  que  puede 
aproximarse  al  tambor  por  el  pedal  P.  Las  hojas  se 

47 


—370— 

colocan  en  A  entre  el  contrabatídor  y  el  tambor. 
El  gañán  ó  mozo  las  sostiene  sólidamente  por  un 
puño  de  acero  y  apoyándose  sobre  el  pedal  aproxi- 
ma el  contrabatidor  al  tambor,  las  cuchillas  obran 
entonces  sobre  las  pencas  y  por  el  golpeo  y  raspa 
las  desembarazan  de  la  pulpa.  Después  se  voltean 
para  raspar  la  segunda  mitad  asegurándolas  por  la 
mitad  raspada.  Esta  máquina  requiere  una  fuerza 
de  dos  caballos  de  vapor  y  limpia  con  dos  obreros 
hábiles  de  900  á  1,000  pencas  por  hora. 

Una  vez  extraído  el  filamento,  se  le  lleva  al  lugar 
en  donde  debe  ser  secado  al  aire  y  al  sol ;  la  doble 
influencia  de  estos  dos  agentes  lo  blanquea,  lo  sua- 
viza y  lo  preserva  de  la  putrefacción  que  pudiera  de- 
sarrollarse en  él  permaneciendo  mucho  tiempo  hú-. 
medo.  Pero  antes  de  ser  tendido  al  sol  y  al  afre,  de- 
be ser  bien  lavado  para  desembarazaVlo  de  la  mate- 
ria verde  que  lo  ensucia,  y  peinado  ó  cepillado,  para 
desprender  las  partes  del  tejido  celular  que  quedan 
siempre  adheridas  alas  fibras.  La  operación  del  la- 
vado se  suele  practicar  en  muchas  fincas,  pero  en  to- 
das se  desdeña  inconsideradamente  el  peinado  de  la 
fibra,  con  menoscabo  de  su  estimación.  Después  de 
cuatro  ó  seis  horas  de  tendido,  cuando  ya  está  bien 
seco  el  filamento,  se  le  trasporta  á  la  finca  para  ser 
allí  en  terciado,  y  finalmente,  se  le  envía  á  la  prensa 
para  su  empaquetamiento.  En  los  buques  destina- 
dos á  la  exportación  se  suele  cobrar  el  flete  del 
henequén  por  "cubaje  ó  cubitaje,"  y  no  por  peso. 
Esta  es  la  razón  por  que  los  exportadores  empacan 
fuertemente  el  filamento,  apretándolo  con  grandes 

prensas  hidráulicas  hasta  reducirlas  pacas  á  un  me- 
nor volumen. 


-^71— 

Los  gastos  que  se  erogarían  en  esta  clase  de  má- 
quina  para  raspar  100,000  pencas  son  los  siguien- 
tes: (♦) 

100  jornales  de  $0.25  para  el  corte  de  las 

pencas $  25.00 

Trasporte  del  campo  á  la  sala  de  bene- 
ficio        4.75 

20  operarios  para  servir  10  máquinas 
raspadoras  á  $0.62J2 12.50 

10  tenedores  que  además  de  colocar  el 
filamento  para  que  se  seque,  amonto- 
nan y  suben  lad  pencas  junto  á  la  rue- 
da á  $0.25 2.50 

Un  maquinista  á  $0.75 0.75 

Dos  y  medio  tercios  de  leña 1.75 

Aceite  12  botellas  con  conducción,  etc., 
etc, 4.00 

Reposición 7.00 

Suma $58.25 

La  raspadora  Villamor  se  compone  de  un  pesado 
bastidor  de  madera  teniendo  de  un  mismo  lado  las 
dos  ruedas  raspadoras  las  que  funcionan  sobre  las 
pencas  que  son  llevadas  sucesivamente  por  un  sis- 
tema de  cadenas  alas  prensas  y  á  las  ruedas  raspa- 
doras.  Sobre  una  ancha  cadena  sin  fin,  a,  (lámina 
18)  se  colocan  las  pencas  bien  extendidas  y  perpen- 


(1)  Explotación  de  los  textiles  y  especialmente  de 
los  agaves,  por  el  Dr.  Francisco  Martínez  Calleja. 


—372— 

diculares  á  la  longitud  de  la  cadena,  las  que  son  lle- 
vadas, una  vez  en  marcha  la  máquina  á  un  prensador 
P.  por  las  poleas  R.  Este  prensador,  comprime  las 
pencas  por  su  parte  media  con  el  auxilio  de  unos  re- 
sortes verticales  (r)  colocados  arriba  del  prensador. 
La  parte  libre  de  la  izquierda  de  la  penca,  sufre  pri- 
mero la  acción  de  la  rueda  raspadora  B  armada  de 
cuchillas  de  bronce  y  la  penca  raspada  en  su  mitad 
izquierda,  monta  sobre  la  rueda  Z  hasta  un  tope  (o) 
en  donde  la  invierte  de  tal  manera,  que  la  otra  parte 
que  no  había  sido  raspada,  queda  bajo,  la  acción  de 
la  segunda  rueda  raspadora  D.  Un  segundo  pren- 
sador P  sirve  para  fijar  la  penca  raspada  contra  la 
cadena  de  eslavones  y  por  su  medio  sale  por  la  par- 
te (a')  en  cuya  extremidad  es  tomada  por  los  opera- 
rios para  llevar  la  fibra  al  secadero . 

Estas  máquinas  tienen  un  elevador  de  pencas  que 
se  hace  funcionar,  algunas  veces,  con  objeto  de  con- 
ducir las  pencas  automáticamente  desde  el  suelo 
hasta  el  lugar  en  donde  el  operario  las  ha  de  exten- 
der sobre  la  cadena  que  sirve  de  alimentador. 

Los  gastos  que  origina  esta  máquina  para  limpiar 
100,000  pencas  se  estiman  como  sigue : 

100  jornales  á  $0.25  para  el  corte  de  las 

pencas $  25.00 

Trasporte 4.75 

Cuatro  operarios  duplicando  dos  que  son 

necesarios  para  tarea  de  cincuenta  mil  3.00 

Seis  botadores  á  $0.31íí 1.87  >é 

Ocho  tenedores  á  0.18% 1.50 

^  Al  frente 36,12>¿ 


--378— 

Del  frente $  36,12K 

Un  maquinista  á  $0.75 0.75 

Gasto  de  leña 1.75 

Aceite 4.00 

Reposición 7.00 

Total $49.62>í 

Los  Sres.  Prieto  han  perfeccionado  la  máquina 
raspadora  de  su  invención,  llamada  la  *'Eureka"  y 
hoy  la  "Vencedora,"  que  perteneció  á  la  Compa- 
ñía **La  Azteca,"  con  la  cua  el  Ministerio  de  Fo- 
mento, en  el  año  de  1884,  celebró  un  contrato  parala 
adquisición  de  diez  y  seis  máquinas,  dos  para  raspar 
henequén  y  catorce  para  lechuguilla,  á  los  precios  do 
4,000  pesos  las  del  tipo  henequén,  y  3,500  las  del  ti- 
po lechuguilla,  cuyo  .contrato  caducó  por  falta  de 
cumplimiento  de  la  Empresa. 

Los  órganos  esenciales  de  la  máquina  son  dos  ci- 
lindros estriados  superpuestos,  entre  los  cuales  pe- 
netran las  pencas  y  hacen  el  oficio  de  trituradores 
(lámina  19,  fíg.  la.  y  2a.) 

Dos  sistemas  de  bandas  y  cadenas  sin  fin  desem- 
peñan el  oficio  de  conductores,  que  llevan  la  penca 
hasta  las  ruedas  raspadoras. 

Las  máquinas  de  raspar  henequén  constan  de  tres 
ruedas  sobre  las  cuales  están  montadas  las  cuchillas 
de  bronce,  destinadas  á  raspar  por  mitades  cada  una 
de  las  pencas  conducidas  por  las  bandas. 

En  las  de  raspar  lechuguilla,  son  dos  las  ruedas 
raspadoras. 

Varios  órdenes  de  engranes  establecen  el  movi- 
miento simultáneo  de  todos  los  órganos  referidos, 
por  la  acción  de  un  motor  de  vapor. 


—374— 

No  necesita  de  motor  especial,  pues  sólo  se  requie- 
re un  generador  de  vapor  porque  los  émbolos  cons- 
tituyen parte  de  la  máquina. 

Es,  ciertamente,  una  de  las  raspadoras  más  per- 
fectas que  se  conocen.  Como  la  máquina  raspado- 
ra  de  Weicher,  su  alto  precio  las  pone  fuera  del  al- 
cance del  explotador. 

Sabemos  que  esta  máquina  ha  producido  buenos 
resultados  en  Yucatán,  y  que  los  inventores  tienen 
pedidos  para  dicho  Estado. 

Antes  del  último  perfeccionamiento,  la  máquina 
fué  ensayada  en  Yucatán  con  resultado  satisfacto- 
rio, notándose  en  la  cuestión  detalle  algunos  defec- 
tos que  en  la  actualidad  han  corregido  los  invento- 
res. 

El  Sr.  Espinosa  Rendón,  en  un  Informe  rendido  á 
la  Secretaría  de  Fomento,  dice  de  la  máquina  de  que 
tratamos,  lo  que  sigue. 

**Dicha  máquina  raspa  por  el  mismo  sistema  que 
el  aparato  actual  de  rueda,  cuchillas  y  curva  que 
hoy  se  usa  en  el  país,  pero  con  la  diferencia  que  la 
"Eureka**  tiene  las  cuchillas  trasversales,  y  están 
montadas  sus  ruedas  de  manera  que  por  medio  de 
un  juego  de  cadenas  alimenta  dos  ruedas  raspado- 
ras,  pasando  dichas  cadenas  por  entre  un  juego  de 
cilindros  que  maceran  la  hoja  de  henequén  y  luego 
pasa  á  otro  juego  de  cadenas  que,  á  la  vez  que  sir- 
ven de  conductor,  también  sirven  de  apretador,  re- 
sultando que  dicha  máquina,  por  esta  combinación, 
sé  hace  automática,  y  á  mi  juicio  es  muy  buena  y 
proporcionará  sobre  nuestras  ruedas  raspadoras  las 
siguientes  ventajad. 


-  375— 

**1  ^  Que  siendo  automática  evita  el  riesgo  de  He- 
rrarse los  brazos  de  los  operarios,  como  suele  suceder 
en  nuestros  actuales  aparatos. 

"2  ^  Que  siendo  tan  rápida  en  su  ejecución,  puede 
raspar  de  tres  á  cuatro  mil  pencas  por  hora  con  dos 
operarios,  haciendo  por  consiguiente  el  trabajo  de 
cuatro  á  cinco  de  los  actuales  aparatos,  en  que  hay 
que  emplear  diez  operarios,  y  por  consiguiente  se 
economizan  ocho. 

'*3  ^  Que  no  habiendo  una  fuerte  fricción  de  la  fibra 
entre  la  curva  y  las  cuchillas,  por  estar  aquella  fija 
no  debe  desperdiciar  ni  la  mitad  de  lo  que  hoy  des- 
perdician nuestras  ruedas  raspadoras,  que  se  calcula 
en  un  20  por  100.  Según  los  experimentos  que  he 
hecho  entre  el  raspado  de  nuestros  aparatos  y  el  de 
la  máquina  '*Eureka,"  ha  producido  esta  última  un 
10  por  100  de  aumento. 

*'Ahora  bien:  la  actual  máquina  '*Eureka'*  mon- 
tada en  mi  hacienda  de  San  Antonio  como  la  primera 
que  había  venido  al  país,  y  que  no  había  podido  po- 
nerse á  trabajar  en  los  Estados  Unidos  por  falta  de 
pencas  de  henequén,  necesita  de  algunas  pequeñas 
reformas  que  la  práctica  en  el  trabajo  ha  demostrado, 
cuyas  reformas  las  han  llevado  apuntadas  los  Sres. 
Prieto,  para  que  en  adelante  las  máquinas  que  se 
hagan  vengan  corregidas. 

**1  ^  Aumentar  el  cilindro  triturador. 
**2  ^  Hacer  más  fuertes  las  cadenas  alimentadoras. 
"3  ^  Hacer  que  las  cadenas  conductoras-apretado- 
ras  anden  más  despacio. 

-  **4  ^  Separar  un  pié  más  la  segunda  de  la  primera 


—376— 

rueda,  para  que  al  empezar  á  raspar  la  segunda  par- 
te de  la  penca,  haya  salido  de  la  curva  que  trascribe 

entre  la  primera  y  segunda  rueda . 

"5^  Poner  otro  tornillo  de  presión  en  el  apretador 

de  la  segunda  rueda,  para  que  cuando  empiece  á  ras- 
par esté  bien  apretado  el  filamento  que  raspó  la  pri- 
mera rueda,  y^  pueda  aguantar  la  tensión  que  le  da 
en  la  segunda  al  raspar  la  punta  de  la  penca. 

"6  **  En  los  apretadores  de  la  segunda  rueda  debe 
ponerse  un  colchón  de  lona  de  cáñamo,  para  que  no 
sufra  el  filamento  con  la  fuerte  presión  de  las  dos  ca- 
denas, y  tampoco  lo  suelte  con  la  repentina  tensión 
que  le  da  al  raspar  la  segunda  parte  de  la  penca. 

"En  mi  concepto,  hechas  estas  ligeras  modifica- 
ciones, que  en  nada  varían,  ni  la  invención,  ni  las 
piezas,  ni  el  sistema  de  la  máquina,  debe  quedar 
completamente  buena,  y  ya  así,  puede  ponerse  a  tra- 
bajar constantemente  para  que  el  público  la  estudie^ 
se  convenza  de  sus  buenos  resultados  y  la  utilice  con 
ventaja  en  la  explotación  de  sus  planteles." 

El  Sr.  Ingeniero  Rafael  R.  Quintero,  por  encargo 
del  señor  Grobernador  de  Yucatán,  rindió  con  fecha 
6  de  Diciembre  de  1887,  el  siguiente  Informe  sobre 
la  raspadora  de  los  Sres.  Prieto,  modificada  en  el 
sentido  que  indicó  el  Sr.  Espinosa  Rendón,  y  con 
otros  perfeccionamientos  que  la  práctica  enseñó  á  los 
inventores. 

El. informe  es  como  sigue: 

''Ciudadano  Gobernador: — Cumpliendo  con  lo  que 
esa  superioridad  se  sirvió  ordenarme,  hoy  tengo  el 
honor  de  producirle  el  siguiente  Informe  técnico- 


—377— 

práctico  de  la  máquina  para  raspar  henequén,  "La 
Vencedora"  de  los  Sres.  Romano  y  Prieto. 

"Descripción." — Dentro  de  un  espacio  de  un  rtie- 
tro  cuarenta  y  nueve  centímetros  de  alto,  dos  metros 
cincuenta  centímetros  de  ancho  y  tres  metros  cin- 
cuenta y  ocho  centímetros  de  largo,  se  haya  la  má- 
quina. 

Un  par  de  cilindros  de  vapor  aplicados  directa- 
mente á  la  máquina,  con  una  fuerza  de  cuatro  caba- 
llos buscada  por  la  fórmula  de  ''Rupper" 

V^  V  0.7,854  vp><N-^^4=HP, 
33,000 

mueve  con  una  velocidad  media  de  doscientas  revo- 
luciones por  minuto,  tres  ruedas,  ó  mejor  dicho,  po- 
leas de  hierro  fundido,  sobre  cuya  superficie  conve- 
xa hay  cuatro  cepillos  para  limpiar  el  tablón  y  cua- 
tro cuchillas  de  bronce,  equidistantes  entre  sí,  cuya 
sección  trasversal,  es  un  ángulo  de  45  ^  ,  y  que  á  la 
vez  que  se  hallan  sujetas  á  la  polea  tienen  unos  tor- 
nillos de  presión  para  el  objeto  que  más  adelante 
se  explicará.  Paralelo  á  la  polea  ó  rueda  hay  un 
disco,  arco  ó  tablón  de  hierro,  fundido  con  una  plan- 
cha de  bronce  en  su  parte  cóncava,  de  tres  milímetros 
de  espesor,  el  cual  taMón  se  haya  ñjo  al  armazón  de 
la  máquina  y  al  cual  se  aproximan  á  voluntad  las 
euchillas  con  los  tornillos  de  presión,  dejando  entre 
ambas  piezas  el  espacio  que  se  necesita  para  llenar 
el  objeto  deseado.  Dos  de  estas  ruedas  descritas  an- 
teriormente, y  de  un  diámetro  de  setenta  y  cinco 
centímetros,  se  hayan  colocadas  una  á  continuación 


—378— 

de  la  otra,  ácada  lado  del  conducto,  girando  en  sen- 
tido contrario  el  conductor  que,  como  antes  he  di- 
cho, se  haya  entre  las  dos  ruedas;  es  una  cadena 
sin  fin  hecha  de  goznes  de  bronce,  movida  por  sus 
senos  por  dos  ruedas  dentadas  que  reciben  el  movi- 
miento por  un  engranaje  en  el  eje  general.  A  unoy 
medio  metros  del  centro  de  las  dos  ruedas,  hay  una 
tercera  rueda  de  un  metro  de  diámetro  y  á  la  cual 
corresponde  otro  conductor  semejante  al  primero, 
que  se  mueve  bajo  el  mismo  principio  del  ante- 
rior. 

Dos  rodillos  acanalados,  de  hierro  fundido,  giran- 
do en  sentido  contrario  uno  de  otro,  se  hallan  colo- 
cados en  el  frente  de  la  máquina  con  tornillos  de 
presión  en  sus  chumaceras,  para  aproximarlos  ó 
alejarlos  entre  sí  cuando  se  deseé.  A  medio  metro 
de  éstos  hay  dos  ruedas  dentadas  con  unas  cadenas 
de  trasmisión,  colocadas  en  el  centro  de  la  mesa  de 
alimentación. 

•'Operación  del  raspado". — Descritas  ya  las  prin-' 
cipales  piezas  de  la  máquina,  pasaré  á  explicar  el 
modo  como  se  hace  el  raspado.  Un  hombre  colocado 
cerca  de  las  dos  ruedas  con  cadenas  de  trasmisión 
que  giran  como  los  rodillos,  entrega  la  penca  diago- 
nalmente;  ésta  es  conducida  á  los  rodillos,  que  sin 
lastimar  en  nada  á  la  fibra,  exprime  gran  parte  del 
jugo  y  unifica  el  grosor  de  la  penca.  Al  salir  de  los 
rodillos  entra  en  el  conducto,  el  cual  la  sujeta  fuer- 
temente por  la  mitad  de  su  largo,  en  una  anchura 
de  tres  pulgadas;  en  esta  posición  la  conduce,  colo- 
cando los  extremos  sobre  los  tablones  de  bronce; 
Sobre  ellos  inmediatamente  las  cuchillas  ejercen  su 


-379- 

acción  gradualmente,  en  razón  del  ángulo  suma- 
mente agudo  que  forma  cualquiera  de  las  cuchillas 
con  el  tablón;  la  parte  pulposa  es  desprendida 
de  la  fibra,  pasando  cada  cuchilla  sobre  la  parte 
raspada  cuatro  veces,  puesto  que  la  anchura  del  ta- 
blón es  igual  ala  de  la  rueda  y  la  recorre  el  conduc- 
tor con  la  penca  sujeta,  en  el  mismo  tiempo  que  dá 
cuatro  revoluciones  la  rueda;  hecha  esta  primera 
operación,  continúa  el  conductor  con  la  penca  su- 
jeta por  el  medio  hasta  que  la  entrega  al  segundo 
conductor,  el  cual  está  unido  al  primero  por  una 
diagonal  ó  guía  de  bronce.  El  segundo  conductor 
toma  la  penca  en  ia  parte  raspada,  por  una  de  las 
dos  primeras  ruedas,  y  le  presenta  á  la  primera 
rueda  la  parte  que  el  primer  conductor  apretó  y  que 
esta  tercera  rueda  raspa  instantáneamente,  salien- 
do el  henequén  limpio  y  sin  que  las  fibras  hayan 
sufrido  nada. 

"Gente  empleada  en  la  raspa." — Dos  personas 
solamente  senesecitan  para  ésta  operación,  pudien- 
do  ser  ambas  mujeres  ó  niños  de  corta  edad. 

**Cpmparación  entre  las  ruedas  actuales  y  *'La 
Vencedora."— Tres  diferentes  ensayos  comparati- 
vos he  hecho  y  cuyo  resultado  inserto  en  seguida, 
habiendo  ejercido  en  todos  ellos  la  mayor  vigilancia 
para  evitar  equivocaciones. 

NOVIEMBRE  26  DE  1887. 

PKlMKn  KNSAY»». 

Rueda  raspadora,  *'La  Vencedora" 

8,000  pencas.  8,000  pencas 


—380— 


Pesaron  en  bruto, 

348  arb.  8  Ib. 

Peso  neto  de  la  fibra 

12  arb,  9H  Ib. 

Tiempo  empleado, 

7h8.  24 


Pesaron  en  bruto, 

348  arb.  12  Ib. 

Peso  neto  de  la  fibra, 

18  arb.  20  Ib. 

Tiempo  empleado, 

2hs.  25 


Diferencia  de  producto  á  favor  de  "La  Vencedo- 
ra*'  6  arb.  10  Ib. 


NOVIEMBRE  30  DE  1887. 

SEGUNDO  ENSAYO. 


Cuatro  ruedas  raspadoras 
25,000  pencas. 
Pesaron  en  bruto, 
1,026  arb. 
Peso  neto  de  la  fibra, 
53  arb.  13  Ib. 
Tiempo  empleado. 
6  hs.  40 
Gente  empleada, 
12  hombres. 
Diferencia  de  producto  á 
ra"  25  arb.  17  Ib. 


"La  Vencedora" 

25,000  pencas 

Pesaron  en  bruto, 

1,040  arb.  7>í  Ib. 

Peso  neto  de  la  fibra 

79  arb.  5  Ib. 
Tiempo  empleado, 

6  hs.  58 
Gente  empleada, 
.     2  hombres. 
favor  de  **La  Vencedo- 


Economía  de  gente  á  favor  de  **La  Vencedora,'* 
10  hombres. 

Hace  aproximadamente  el  trabajo  de  4  ruedas  en 
el  mismo  tienpo. 

DICIEMBRE  2  DE  1887. 

TERCER  ENSAYO. 

Una  rueda  raspadora,  **La  Vencedora" 


—381— 

1,000  pencas.  1,000  pencas. 

Pesaron  en  bruto,  Pesaron  en  bruto, 

41  arb.  1  Ib.  41  arb.  1  Ib. 

Peso  neto  de  la  fibra  Peso  neto  de  la  fibra 

mojada,  mojada, 

3  arb.  9 'i  Ib.  4  arb.  10  bl. 

Tiempo  empleado,  Tiempo  empleado, 

55  minutos.  16  minutos. 

Diferencia  de  producto  á  favor  de  "La   Vencedo- 
ra," 1  arb.  '2  Ib. 


**La  Vencedora,"  á  no  dudarlo,  es  la  máquina  lla- 
mada á  favorecer  la  industria  henequera  en  este  Es- 
tado, por  las  inmensas  ventajas  que  ella  brinda  sobre 
las  actuales  ruedas  raspadoras,  pues  una  máquina 
de  las  llamadas  ''Vencedoras"  raspa  32,000  pencas 
en  ocho  horas  y  media,  con  dos  hombres,  mujeres  ó 
muchachos;  mientras  que  para  la  misma  cantidad  de 
pencas,  se  necesitan  cuatro  ruedas  con  doce  hombres 
y  nueve  horas  de  trabajo,  donde  se  ve  claramente 
que  la  máquina  "La  Vencedora"  tiene  sobre  las  ac- 
tuales ruedas  una  ventaja  de  trescientos  por  ciento 
en  tiempo  y  quinientos  por  ciento  en  personal,  sien- 
do lógico  suponer  que  á  medida  que  vayan  estando 
prácticos  los  trabajadores  obtendrán  mayores  venta- 
jas, tanto  más,  cuanto  que  la  máquina  que  he  tenido 
á  la  vista  para  los  ensayos  anotados,  es  pequeña 
para  los  trabajos  que  debe  hacer,  y  como  el  au- 
mento de  dimenciones  permitirá  desarroyar  ma- 
yor fuerza,  sin  que  esto  modifique  en  nada  el  prin- 
cipio, es  natural  esperar  que  con  aquellas  condicio- 
nes raspe  mayor  cantidad  de  lo  que  hace  hoy,  no  de- 


—382— 

biendo  omitir  tampoco  que  es  puramente  automática 
y  sin  peligro  alguno  para  los  jornaleros." 

La  raspadora  del  Sr.  TorreoUa  (Lam.20  fig.  1*  y  2*) 
su  mayor  parte  es  de  bronce.  En  la  plataforma  circu- 
lar A  (fig.  2^  )  se  colocan  las  pencas  por  limpiar; 
estas  son  comprimidas  por  una  extremidad  en  el  mo- 
vimiento giratorio  de  la  plataforma  por  una  rueda  de 
ángulo  B.  que  las  expone  á  la  acción  de  la  rueda 
raspadora  C  y  por  un  mecanismo  especial  pasa  á  la 
plataforma  D  (ñg.  1  ^^  )  en  donde  sufre  la  talla  la  ex- 
tremidad de  las  pencas  que  no  han  sido  raspadas 
por  la  rueda  raspadora  E  pasando  á  las  varillas 
de  donde  son  llevadas  al  asoleadero. 

La  desfibradora  Torre  está  construida  con  mate- 
riales de  primera  clase  y  bien  acabada  (Láminas  21 
fig.  1  y  2)  Sus  piezas  van  perfectamente  numeradas, 
lo  que  facilita  su  armadura.  Ocupa  un  espacio  de  16 
por  17  pies  y  pesa  toda  como  12,000  libras. 

Se  necesita  grandes  instalaciones  y  en  la  hacienda 
de  San  Diego,  del  Sr.  Manuel  Rodrigues,  de  Yuca- 
tán, hay  instalada  una  muy  sólidamente  en  el  suelo, 
y  la  mueve  una  máquina  de  vapor  de  ocho  caballos, 
directamente  sin  árbol  de  poleas  y  raspa  á  razón  de 
8,000  hojas  por  hora  con  una  presión  de  60  libras. 

La  rueda  raspadora  es  glande,  ancha  y  sólida  tie- 
ne 60  pulgadas  de  diámetro  por  20  de  cara  y  una  vez 
movida  esta  rueda  con  su  peso  y  velocidad  que  es 
de  300  á  350  revoluciones  por  minuto,  le  sirve  de  vo- 
lante á  la  máquina  motora,  y  le  ahorra  fuerza.  La 
rueda  usa  dobles  cuchillas  que  penetran  en  unas  ra- 


-  nurus  que  tienen  on  flu  Uaota,  Momaada  BUiKpooo 
al  exterior  de  la  rueda,  k>  .que.haoe  que  ■ton^pooo: 
el  espacio  que  queda  entre  la  curva- y  lamed*,  el   , 

henequén  ealgii  ain  rizar  ó  "esponjar,"  como  algu- 
nos le  llaman . 

Vi  objeto  de  la  dublé  cuchilla,  es  que,  la  pnmera  6 
M£^  numero  21,  ñgs,  1  y  2  que  se  pone  un  ootávu 
.  d'^'fnilgada  separada  de  la  curva,  reduzca  la  penca  á 
ufr  «olo  grueso  antes  de  pasarla ;  la  2  *  cuchilla,.  N  ® 
dtf,  Ciue  solo  está  despegada  de  la  curva  como  H»  , 
ée'  U  que  la  desñbr»  completamente.  Esta  fácil 
oombinabión  usada  solo  en  esta  máquina,  disminuye 
loa  desperdicios  y  aumonta  el  producto  en  el  filamen- 
te. Algunos  hacendados  han  estado  poniendo  á  8U8 
quinas  unos  cilindros  como  los  que  se  usan  en  loe 
.  tNijriohes  para  que  la  hoja  antes  de  ser  raspada  pase 
^entre  ellos  y  la  reduzca  á  un  solo  grueso.  Esto  au- 
menta todo  el  aparato  y  hace  necesaria  más  fuerza- 
para-moTerlo.  Con  la  combinación  de  la  doble  cu- 
chilla son  inútiles  esos  rodillos. 

Las  cuchillas  tienen  por  debajo  de  1 1  rueda  unos 
'""tornilloí  (N  °  32)  que  sirven  para  arrimarlas  ó  reti- 
^rarlas  de  la  curva,  y  los  que  una  vez  apretados  evi- 
'  íaii  que  las  cuchillas  sd  muevan  de  su  lugar. 

La  curva  es  de  bronce  y  muy  ancha  (24  pulgadas) 

k>  que  facilita  que  la  panoa,  sea  desfibrada  paulatt-  - 

':  nitoente.  Esta  curva  tiene  una  yarda  tres  pulgadas 

d«  largo,  y  en  la  parte  por  donde  entean  las  pencas, . 

V-  tiene  un  declive,  lo  que  facilita  la  entrada  ¿  ella  de- 

^  1m  pencas  más  largas  y  grUesae',  lae  que  raspa  oon 

k-CwUldádqnelM  más  coftas  y  delgadas. 

49 


—884— 

Delante  de  esta  mesa  debe  ponerse  otra,  lo  sufi- 
cientemente larga  para  poder  depositar  en  ella  hasta 
un  millón  de  hojas. 

Eí  operario  colocado  delante  de  la  mesa  alimen- 
tadora  A  (Lam.  21.  fig.  1*^)  va  extendiendo  las  pencas 
lo  más  juntas  posible,  sin  interrupción,  y  procurando 
no  vayan  estas  una  encima  de  la  otra,  sóbrelas  tres 
cadena  Link  Belts,  B.  B.  B.  delamesaalimentadora 
quedando  la  cadena  de  bronce  H,  sobre  las  pencas. 
Las  pencas  deben  colocarse  con  la  punta  más  delgada 
hacia  la  rueda  de  tensión  N  -  5,  y  en  el  tronco  por  el 
lado  donde  se  para  el  operario. 

Las  pencas  en  esta  posición  son  llevadas  por  las 
cadenas  Link  Belts  hacia  la  rueda  raspadora  al  pa- 
sar las  pencas  sobre  la  polea  C,  esta  hace  que  la  pun- 
ta de  ellas  se  eleve  como  8  pulgadas,  y  al  salir  la 
penca  de  esta  polea,  la  punta  de  ella  queda  descan- 
sando sobre  la  rueda  de  canales  N  ^  28,  entre  cuya 
canal  superior  es  apretada  por  la  cadena  de  bronce 
H;  el  resto  de  la  penca  al  salir  de  la  cadena  Link 
Belts,  toma  por  su  propio  peso  una  posición  vertical 
y  en  esta  posición  es  arrastrada  hacia  la  curva  de 
bronce  N  ^  19  y  raspada  por  la  rueda  de  cuchillas 
N  ^  33.  saliendo  la  penca  por  el  lado  contrario  á  su 
entrada  completamente  raspada  en  la  mitad  de  su 
largo. 

La  cadena  de  bronce  sigue  arrastrando  la  penca 
en  esta  posi^^ión  hasta  la  parte  opuesta  ala  rueda  de 
cuchillas  ó  sea  hasta  el  punto  marcado  D,  y  donde 
forman  ángulo  las^^adenas  de  bronce  U  y  F.  Allí  la 
parte  de  la  penca  raspada  que  ocupa  una  posición 
vertical,  es  mordida  por  la  cadena  de  bronce  inferior 


—385— 

F,  que  la  oprime  entre  la  canal  O  y  así  mordida 
por  las  dos  cadenas  de  bronce  recorre  dos  pulgadas 
hasta  el  punto  en»  que  la  cadena  de  bronce  H,  sepa- 
rándose de  la  canal  D,  de  la.  rueda  de  canales  vá  á  la 
rueda  de  tensión  N  '^  5. 

En  este  lugar  la  j)enca  sólo  queda  mordida  en  su 
parte  raspada  por  la  cadena  inferior  F,  la  parte  no 
raspada  que  estaba  sobre  la  rueda  do  canales  es  obli- 
gada por  una  guía  á  caer  y  quedar  colgando  de  la 
cadena  F,  que  la  pasa  otra  vez  delante  de  la  curva, 
la  que  acaba  de  raspar  saliendo  completamente  lim- 
pia sobre  la  cadena  F,  que  la  conduce  hasta  el  pun- 
to G,  donde  ea  recojida  por  un  operaaio.  La  parte 
raspada  déla  penca  en  la  primera  operación,  al  pa- 
sar esta  por  segunda  vez  para  ser  acabada  de  raspar, 
pasa  por  detrás  de  la  curva  y  por  consiguiente  no  es 
raspada  dos  veces,  como  algunos  creen. 

La  parte  déla  cadena  de  bronce  está  cubierta  por 
un  caño  de  hierro,  que  e\iia  que  la  pencta  que  sola- 
mente tiene  la  mitad  raB{)a(la,  arraslre  consigo  la 
penca  que  completamente  raspada,  sale  al  mismo 
tiempo  debajo  de  ella. 

El  hombre  puedo  m^f'ter  las  hojas  sin  interrupción 
lo  más  pegado  posible  y  estas  resultan  ser  raspadas 
después  de  la  primera  vuelta  de  la  rueda  de  canales 
de  dos  en  dos  al  mismo  tiempo  una  sobre  otra,  sien- 
do raspada  la  mitad  inferior  de  una  penca  sobre  la 
parte  superior  de  otra  penca,  apesar  de  lo  que  salen 
perfectamente  limpias. 

Algunas  personas  dicen  ser  un  defecto  capital  el 
raspar  juntas  el  tronco  de  una  penca  sobre  la  punta 


—ase- 
de otra,  pepo  invitamos  á  todos  los  que  tienen  má- 
quinas raspadoras  hagan  raspar  en  ella  pencas  sobre 
puestas,  de  dos  en  dos  y  aún  de  tres  en  tres  ya  sean 
oon  la  punta  de  las  unas  sobre  el  tronco  de  las  otras 
ó  t.odas  tronco  sobre  tronco,  y  se  convencerán  de  que 
son  pHrfet'tíi  mente  raspada^,  á  pesar  de  serlo  en  má- 
quinas fabi'i<\H<jMS  '>iii  i:.<  '  objeto.  Por  consiguiente, 
la  pr*^SLMUt^  inácjuina  h  'cha  en  vista  de  esta  partid 
oulariíhid,  las  tií-ne  qu»»  raspar  m^jor. 

lllsta  mciquina  s^lo  lij.i,»  de  iiia.lei-t  la  tapa  circu- 
lar tjiie  debe  ponerse^  á  hi  rué*  la  r.ispadora,  y  la  me- 
sa alimentadora,  las  que  ru>  s«*  remiten  con  la  máqui- 
na, pero  si  todas  las  radena^.  j)i)h»as,  etc.  de  la  mesa 
alimentadora.  ( I  ) 

Como  para  el  ramie,  se  han  inventado  procedimien- 
tos quím¡(?os  y  físicos  y  como  para  este,  apesar  de  lo 
fundado  de  «dios  no  se  han  admitido  en  la  industria. 

j^]l  procedimiento  de  Parsy  para  el  enriado  del  lino, 
hace  tiempo  fué  abandonado  y  el  empozado  y  la  má- 
quina (continúan  conjo  el  procedimiento  industrial 
más  económico. 

Kn  el  último  congreso  internacional  habido  en  Pa- 
rís en  1,900  asistimos  como  delegados  así  como  en  el 
de  1,889  y  en  ésto,  lo  mismo  que  en  el  jurado,  no  se 
presento  procedimiento  alguno  químico  sino  todos 
mecánicos,  y  observamos  que,  las  máquinas  están 
fundadas  en  el  mismo  principio  de  nuestras  raspa  - 
doras  de  henequén^  la  rueda  de  cuchillas  y  el  con- 
trabatidor. 


(1>  Esta  descripción  esta  tomada  del  the  Pioneoer 
Iron  Works.  •Brooklgin  N.  J. 


tm^G^Ueja  aplicó  elprocedúmento  Psfvji  aibenafi* 
-  «i&^-det  henequén;  pery  no  oba£ante  queenpequefio 
■  Mtvo  resultados,  aun  no  se  ha-propa^ado  en  laindu*  ~ 
Ma  henequera.  Se  funda  en  la  acción  disolventedri 
Tttpor  de  agua  sobre  las  eustancias  péeticas  y  &mi> 
laaeas  de  laB  pencas.  Hu  aparato  se  compone  de  un» - 
estufa  cilindrica  do  píxlasti-u  dtí  capacidad  relativa  á 
la  cantidad  de  hojus  que  se  quiera  desintegrar  por 
día.  Según  cálculos  aproximados  del  Sr.  Calleja,  - 
t»ra20,000penca5iserixi,  necesario  tuviera  las  dimen-  . 
tíones  de  diez  metros  de  largo  por  dos  de  diámetro. 
Tiene  una  puerta  giratoria  ñjada  por  tornillos  yba-  . 
rras  trasvt^rsales  y  etitá  rebestida  por  una  oiibierta 
áfi  madera  para  impedir  la  radiación  del  calor.  Por 
«o  sistema  de  tubos  i^ircula  el  vapor  para  él  «alan,'; 
tamiento  de  la  caldera.  Por  debajo  tieneunosoitin" 
dros  de  cobre  por  donde  circula  la  miel  provenida 
por  la  sacarilicación  de  las  sustancian  amiláceas  c[ae 
contiene  la  planta.  I.^pntrode  la  caldera  y  enlaparte 
baja,  hay  unos  rieles  convenientemente  diapueatQl 
&ñn  de  que  la  carretilia,  que  contÍenelaBpeiMa8,4to 
introduzcan  facilmentn, 

-.  Un  juego  de  llaves  sirve  para  la  entrada  del  vapory 
^  extracción  del  líquido.  Un  generador  de  VBpow 
independíente  del  aparato  principal,,  alimenta  la 
caldera.  Llaves,  válvulas,  manómetro  y  nivel  ooni' 
plets  el  aparato. 

Según  el-Sr.Martinez  Calleja,  f  unotona  de  la  mane- 
ra siguiente  (1).  Porunadelaa  extremidades  (de  la 


^'Francisco  Martinaa  jCallfiJa  spueeuk)  citado. 


-388— 

oaldera)  entrara  la  carretilla  con  las  pencas,  coloca- 
das unas  encima  de  otras  y  tal  como  vienen  del  cor- 
te, no  teniendo  que  preocuparse  por  otra  cosa  más 
que  por  ocupar,  en  mayor  provecho,  la  capacidad  d© 
la  carretilla.  Colocada  esta  y  cerrada  la  puerta,  se 
abrirá  la  llave  del  vapor,  teniendo  cuidado  de  dar 
salida  al  aire;  ahí  permanecerán  dos  horas  las  pen- 
cas. 

En  este  tiempo,  las  modiñeaciones  ya  descritas  se 
habrán  efectuado.  Se  abrirá  la  llave  de  salida  de 
vapor,  dejando  que  penetre  el  aire  y  se  enfrie  el 
aparato. 

La  poca  tensión  del  vapor  de  agua  contenido  den- 
tro del  aparato,  permite  por  efecto  del  calor,  la  eva- 
poración de  nuevas  cantidades  de  agua  y  esto  hace 
que  la  miel  salga  más  concentrada. 

Abriendo  la  puerta  se  extrae  la  carretilla  y  se  con- 
ducen en  ella  las  pencas  á  las  prensas. 

Otra  nueva  carretilla,  cargada  de  pencas,  se  intro- 
ducen, siguiendo  así  alternativamente  la  opera- 
ción. 

La  casa  the  Pioneer  Iron  Works  de  Brooklin,  ha 
construido  una  magnifica  estufa  para  hacer  la  des- 
fibraron y  aprovechamiento  de  los  líquidos  del  he- 
nequén de  la  cual  damos  un  dibujo  (Lam.  22)  pero 
no  ha  prosperado,  su  uso  no  se  ha  repartido  á  los 
centros  henequeneros. 

No  hemos  tenido  oportunidad  de  conocer  las  cau- 
sas que  se  oponen  á  su  propagación,  sospechamos 
sea  porque  la  fibra  obtenida  por  este  procedimiento 


no  lien»  tal  v«z  1h  «nidioionea  d«l  ittwéado  ó  w>.sm 

•oonomica. 
Recordamos  qu»  pju*a  «mitir  un  dictamen  sobra 
e  particular  hicimos,  en  oompafiiadelosotnMinií- 
«mbroB  de  comieión,  un  ensaye,  valiéndonos  de  ua  ' 
autoclabe  y  obtuvimos  una  fibra  ríeada  y  amarillen- 
ta que  habfa  que  sujetarla  ¿un  tratamiento  ulterior 
para  ponerla  apta  al  mercado,  aumentando  los  gat- 
tos  de  producción. 


C^ 


1  tt  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  t  I  I  I  I  I  I  iTTf 


bibliografía. 


**Petri  Martyris"  ab  Angleria  mediolanen.  orato- 
tíb  clarissimi,  Ferdinandi  et  Helisabeth  Híspanlo-, 
rum  quondam  regum  a  consiliis,  de  rebus  Oceatiis 
et  Orbe  novo  decades  tres:  quibus  quicquid  de  in- 
ventis  nuper  terris  traditum,  novarum  rerum  cupi- 
dum  leotorem  retiñere  possit,  copióse,  fideliter,  eru- 
diteque  docetur.  Basileae  1533. 

"Pranc.  López  de  Cromara."  Historia  de  illustrias, 
et  valorosiss.  capitano  Don  Ferdinando  Cortes  Már- 
chese Dalla  Valle  eco.  Trad.  in  italiano  da  Augus- 
tino  de  Cravoliz.  Roma  1656. 

"Clusíus,"  C.  Aromatum  et  simplicium  hist.  Ant- 
verpiae  1674. 

50 


—392— 

."  RariO)rum  aliquot  stirpium  pép  Hís- 
;panias  observataMim  historia.  Antverpiae  1676. 

**De  Lobel,  M."  írtíantarum  seu  stirpium  historia^ 
Cui  annexum  est  .A<dversariorum  volumen.  Antver- 
piae 1576.  Figura  «in  escapo. 

**Cae8alpinu8,  A."  De  plantis.  Florentiae  1583. 

"Dodonaeus,  R."    Stirpium  historiae  pemptades' 
«ex.  Antverpiae  1583.  Figura  sin  eseapo.^ 

^'Durante,  C."  Herbario  nuovo^^  Roma  1*585.  Fi- 
gura ffln  flores. 

**Matthiolus.    Camerarius.^''    De  plantis  epitome- 
utilissima.  Francofurti  ad  Moenum  1586. 

**Dalechamp."  Historia generalis plan tarum  Lug- 
duni  1586. 

**Camerariu8."  Hortus  oi^dicus..  Francofurti  ad- 
Moenum  1588.  Figura* 

**De  Lobel,  M."  Icones  stirpium.  Antverpiae  1591. 

**Acosta,  G/*  Historia  naturale  e  morale  delle  In-- 
dio.  Trad.  in*  it*  día  G.  P..Galucci.   Venetia.  1596. 

"Clusius,  C/^  Rariopum  plantarum  historia.  Ant- 
verpiae 1601. 

"Durante,  C."  H-ortulussanitatis,  dasist,  ein  heyl- 
sam  und  nützliches  gahrtlin  der  gesundthedt,  ins- 
teutsche  versezt  durch  Peter  Uffenbach.  Krankfurt 
a  M  1609.  Figura  sin  flores  con  rizoma ;  planta  con. 
inflorescencia,  flores  casi  del  tamaño  naturaL 

**Clusíu8,  C."  Curae  posteriores.  Officina  Planti:- 
niana  Rapheiengii  1611. 

"Columna,    F."^  Minus  cognitarum  rariorumque* 


nos^m  cne^o  or»í»nt?um  stfrpíum  Rrm»  1616. 


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l323, 

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"Romae  1625.  Figura  (Lam  I.  Planta  [con  el  escapo 
separado.  Lam.  II.  Ramo  florífero,  flor  y  fruto,  tam- 
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''Francisco  Xavier  Bálmis."  Demostración  de  las 
eficaces  virtudes  nuevamente  descubiertas  en  las 
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nério  y  escrofuloso  y  de  otras  enfermedades  que  re- 
sisten el  uso  del  mercurio  y  de  otros  remedios.  Ma- 
drid 1794. 

**Linnaeus,  C."  Species  plantarum.  Vindobonae 
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« 

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'^umboldt  et  Bompimnd."  Voyage.  Nb^ti  jj;dh3ra 
et  apecies  plantarum.  París  1815.  /  * 

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tenica.  Napoli  1847. 

**Kunth,  C.  S."  Enumeratio  plantarum.  Stutgar- 
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piante  ornamentali.  Torino  e  Roma  1880.  Figura. 

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mini  e  agli  animali.  Torino  e  Roma  1880.  Figura. 

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"GuBsone,  J..„  Florae  siculae  prodromus.  Neapoli 
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**De  Candolle  et  De  Lamarck.,,  Flore  francaise. 
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**LoÍ8eleur  Deslongchampp,  J.  L.  A.,,  Flora galli- 
ca.  Parísiis  1828. 


—398— 

**De  CandoUe,  A.  P.,,  Botanicon  gallicum  seu  sy- 
nopsis  plantarum  in  Flora  gallica  descriptarum.  Pa- 
rísiis  1828. 

"Caudin,  J.„  Flora  Helvetica.'Turici  1828. 

**Reichent)ach,  L.,,  Flora  germánica  excursoria, 
Lipsiae  1830. 

"Boissier,  E.,,  Voyage  botanique  dans  le  midi  de 
l'Espagne  pendant  Tannée  1837.  París  1839-45. 

**Reiohenbach,  L.,,  Icones  Flarae  germanicae  et 
helvet.  Lisps.  1845. 

**Koch,  G.  D.  J.,,  Synopsis  Florae  germanicae  et 
helveticae.  Ed.  II.  Lipsiae,  1845. 

**Brotero,  Félix  de  Avellar,  Flora  lusitanica.  Olis- 
siponae  1804. 

**Ascherson,  P.  et  Kanitz,  A.,,  Catalogus  cormop- 
hytorum  et  anthophytorum  Serbiae,  Bosniae,  Her- 
zegovinae,  Montis  Scodrí,  Albaniae  hucusque  cog- 
nitorum.  Claudiopoli  1877. 

**Grí8ebach,  A.  H.  R.,,  Flora  of  the  British  West 
Indian  islands.  London  1864. 

**Warming,  E.,,  Symbolaé  ad  Floram  Brasiliae 
centralis  cognoscendam.  Hafniae  1875. 

"Mueller,  F.„  Selectplants  readily  eligible  for in- 
dustrial culture  or  naturalisation  in  Victoria.  Mel- 
bourne  1876. 

**Gemelli  Careri,  G.  F.,,  Giro  del  mondo.  Napoli 
1700. 

"SantjjG.,,  Viaggio  III  per  le  due  provincie  sene- 
si.  Pisa  1806. 

*'Beulloch.  Voyage  au  Mexique  en  1823  (sec.  Ca- 
ruel . 


''De  fiumboldi;»  A."  Essaí  politique  de  la  Nouve- 
Ue  E¡8p.  Parie  1826. 

"De  Humboldt,  A."  Cosmos.  Traduit  par  H,  Pa- 
ye. París  1848. 

"Vigneaux."  Viaggio  al  Messico.  Milano  1874. 

Dictionnaíre  des  sciences  naturelles.  Strasbourg 
Páris  1816. 

"Gera,  F.  Nuovo  dizionario  universale  e  ragiona- 
to  di  Agríooltura.  Venezia  1834. 

''Mórat,  F.  V.  et  Lens,  A.  J."  Dictionnaíre  uni- 
Tersel  de  matióre  medicales.  T.  I.  París  1829.  T. 
Vm.  París  1846. 

Nuova  enciclopedia  popolare  italiana.  Toríno 
1866. 

?*Ra¡ge-Delorme  et  Dechambre,  A."  Dictionnaíre 
de8  sciences  medicales.  París  1865. 

"Germain  De  Saint-Píerre,  E."  Nouveau  díctío- 
nnaire  de  botanique.  París  1870. 

"San  Giorgío  (Contessa-dí)."  Catalogo  políglotto 
delle  piante.  Firenze  1870. 

Dizionario  universale  di  scíenze,  lettere  ed  arti. 
Milano  1874. 

"Cazzuola,  F."  Dizionario  di  botánica  applícata. 
Pisa  1876. 

"Baillon,  M.  H."  Dictionnaíre  de  botanique.  Pa- 
ria 1876.  Figura. 

PERIÓDICOS  Y  OBRAS  ESPECIALES. 

'^Boreau,  N."  Notice  sur  T Agave  amerícana  (Ex- 

61 


—400— 

tr.  du  Bull.  80C.  industr.  d'Angers  et  du  départe- 
ment  de  Maine  et  Loire.  N^6  et  6.  12. me  annóe). 

*'Du  Dpesnay."  [Extr.  d'une  lettre  de].  [Mémoi- 
res  du  Museum  d'hist.  natur.  XV.  París  18^7. 

''José  Ramo  Zesohan  Noámira."  Memoría  instruc- 
tiva sobre  el  magney  ó  agave  mexicano.  México  1837. 

''Manetti,  G."  Dell' Agave  americana  (Estratto 
dal  Giorn.  Agrario  Lombardo-Véneto  ecc,  gennaio 
e  febbrario  1837.) 

''Curtís."  Botanical  magazine  or  Flower  Garden. 
displayed.  London  1839.  Figura  de  la  var.  B. 

"Martius,  C.  F.  P."  Beitrag  zur  Natur  und  lite- 
ar.  Geschichte  d.  Agaveen.  München  1865. 

Quatre  pieds  d'Agave  americana  ñeuris  en  méme 
temps  á  Salcombe  [Angleterre].  [Bull.  soc.  bot.  Fr. 
II.  Rev.  bibl.  Paris  1855.] 

"Martius,  Ch."  De  Tintroduction  en  Europe,  de 
la  naturalisation  et  de  la  floraison  de  TAgave  ame- 
ricona  [Bull.  soc.  bot.  Fr.  II.  Paris  185,^.] 

"Koenig-Warthausen,R-"  Eine  achtfachbluhen- 
de  Agave  ame.icana  [Bull.  soc.  bot.  Fr.  III.  Rev. 
bibl.  Paris  1856.] 

"Lister,  J."  Notice  of  the  flowring  of  Agave  ame- 
ricana [Bull.  soc.  bot.  Fr.  III.  Rev.  bibl.  Paris  1856. 

"Meyer,  E.,,  Die  Europaische  Agave  und  ihre 
ursprungliche  Heimath  [Bull.'"soc.  bot.  Fr.  III.  Rev. 
bibl.  Paris  1856.  J 

"Vaupell,  Ch.„  Note  sur  le  mode  de  multiplication 


—401— 
4i|JiM^^*  unerioana  [Bull.  aoc.  bot.  Fr.  IV.  Paiis 

^^Qi^Tt  J*tt  L'Agsye  americana  oonsid^^  daBB« 
868  moyens  de  reproduction  par  bourgeons  soute- 
fTWPi»  [Bull.  80C.  bot.  Pr.  IV.  Pari8  1857.] 

'^iCavtinSy  Ch.„  Floraison  en  pleine  terre  d'uno^ 
Agvre  americana  au  jardín  des  plantes  de  Montpe* 
Vi/mi  en  1866  [Bull.  soo.  bot.  Fr.  IV.  París  1857]. 

"Gay,  J.„  Jeunes  regets  floriféres  de  TA.  ameri- 
caaa  [Boíl.  soo.  bot.  Fr.  París  1857.] 

"Vaupell,  Ch.,,  Nota  del  1^  settembre  1867  in- 
dirizzata  da  Copenaga  alia  Societá  [Bull.  soc.  bot. 
Ft.rV.  París  1857.] 

"Regel,  E.,,  Die  Agave  Arten  des  Kaiserheljnc 
Botanischen  Gartens  in  Saint-Petersburg.  Oarten- 
flópa,  cah.  d'octobre  1858,  pp.  310-314  [Bull.  soc. 
bot.  Fr.  V.  Rev.  bibl,  1858.] 

"Koch,  Ch.,,  Die  Agaveen  [Wochenschrift  für 
Gaertnereí  und  Pflanzenkunde.  Nos.  1-8,  de  1860;- 
5,  12,  19  et  26  janvler,  2,  9  16  et  23  février.-  Bull 
Boc.  bot.  Fr.  VII.  Rev.  bibl.  París  1860]. 

L'IUustration  horíicole.  VIL  1860  XTX.  1872.  XXI 
;j874.  XXII.  1875.  Gand. 

"Watelet,  A.,,  Sur  la  floraison  d'une  Agave  ame- 
ric«ia  (Bull.  soc.  bot.  Fr.  VI.  París  1859.) 

"José  Dolores  Espinosa."  Manual  del  Mayordo- 
mp  de  las  fincas  rústicas  de  Yucatán.  Mérída  1860, 

'^Murtins,  Ch.,,  Des  ciroonstances  qui  peuvent 
déterminer  la  floraison  de  1' Agave  americana  (BulL 
800.  bot.  Fr.  VI [I.  París  1861.) 


—402— 

''Martíns,  Ch.,,  Lettre  á  Mr.  J.  Gay,  sur  lafllorai- 
son  simultanee  de  1500  Agave  americana  dans  les 
plaines  de  Mustapha  prés  Alger  (BuH.  soc.  bot.  Pr. 
IX.  París  1862.) 

"Maugin,  G.,,  Sur  les  mouvements  du  cone  cen- 
tral de  TAgave  americana  (Bull.  soc.  bot.  Fr.  IX. 
París  1862.) 

*'Payno.,,  Memoría  sobre  el  Maguey  mexicano  y 
sus  productos  1864. 

Várela.,,  Cultivo  sobre  el  Maguey  mexicano  y  ela- 
boración del  pulque  (inédito).  México  1864. 

*'Blasquez,  Pedro  etlgnaceo.,,  Memorís  sobre  el 
Maguey  mexicano.  México  1866.  [Bull.  soc.  bot.  Fr. 
Rev.  bibl.  París  1867.] 

**Le  Grand.,,  Sur  la  naturalisation  dans  le  Rousi- 
Uon  de  l'Agave  americana  [Bull.  soc.  bot.  Fr.  XVII. 
París  1870. 

'*Pedro  ó  Ignacio  Blasquez.,,  El  Maguey  conside- 
rado como  planta  productiva  del  suelo  mexicano. 
Diccionarío  de  agricultura  y  economía  rural  mexi- 
cana. Puebla  1870. 

**Pablo  Sánchez.,,  Gaceta  agrícola  Veterínaria. 
Tomol^  1877. 

**Josó  C.  Segura.,,  El  Pulque.  Gaceta  Agrícola 
Veterinaria.  1877. 

Agave  mexicana  (Bull.  soc.  bot.  Fr.  XVIII.  Rev. 
bibl.  París  1871.) 

Mémoine  sur  la  composition  du  pulque,  boisson 
fermentée  preparée  avec  laséve  du  maguey.  Archi- 
ves de  la  Commission  Soientífique  du  Mexíque.  To- 
mo 1®  París  1865.  '     . 


"Boussingaulty  J.„  Sur  la  fermentation  du  fruit*á 
noyau.  Bouaaingault.  Agronomie,  Chimie  agrícole 
et  Physiologie.  Tomo  IV.  París  1868. 

"Jacopo  Danielli.,,  Studi  suH'Agave  americana. 
Firenze  1886. 

"José  G.  Lobato."  Estudio  químico  é  industrial 
de  los  varios  productos  del  Maguey  mexicano..  Mé- 
xico 1884. 

"Lázaro  Pérez."  Estudio  sobre  el  Maguey  lla- 
mado mezcal.  Guadalajara  1887. 

"José  C.  Segura."  El  Maguey.  Memoria  sobre  el 
cultivo  y  beneficio  de  sus  productos.  México  1887. 

"Esteban  M.  Calderón."  Breve  estudio  sobre  el 
Maguey.  México  1889. 

"Gaspar  Sánchez  Ochoa."  El  Maguey.  Boletín  de 
la  Sociedad  de  Geografía  y  Estadística.  México,  se- 
gunda época.  Tomo  2  ^ 

"Félix  Riquelme."  Manual  del  magueyero  y  fa- 
bricantes de  pulques.  México  1890. 

"Engelmann,"  G.  Notes  on  Agave.  St.  LouisMo. 
1876. 

.    "Fernández,  V."  Análisis  del  mezcal  (La  Natu- 
raleza, t.  III.  México  1876). 

"Hoffman,  H."  Areal  der  Agave  americana  L.  in 
Europa  ais  Freilandpflanze(Gartenflora.  Vierundz- 
wanzigster  Jahrgang.  Stuttgart  1875). 

Agave  americana  L.  (Samereien  zum  Tausch  aus 
dem  koniglichen  botanischen  Garten  der  Universi- 
tat  Breslau  1877).  Figura. 

"Baker,  F.  G."  Succinto  della  Monograña  delle 
Agave,  trad.  e  compil.  da  V.  Ricasoli.  Firenze  1879. 


—404— 

Die  wichtigsten  und  gebrauchiichsten  menschli- 
chen  Nahrungs,  Genussmittel  und  Getranke.  Bear- 
beitet  von  R.  Palm.  St.  Petersburg  1882. 

**Beni,  C."  II  Pulque  (Neutli)  deiMessicani(Estr. 
dal  vol.  XIII  deirApch.  per  Tan  tropología  e  la  et- 
nología. Firenze  1883). 

*'José  Ramos."  Breve  estudio  sobre  la  degenera- 
ción grasosa  del  hígado  por  el  abuso  del  pulque. 
México  1881. 

"José  C.  Segura  y  M.  D.  Cordero."  Reseña  sobre 
el  cultivo  de  algunas  plantas  industriales.  México 
1884. 

**P.  Peníche."  El  henequén  bajo  el  punto  de  vista 
fitotécnico.  México  1883. 

**A.  L.  Pinart  etCh.  Bourgeois."  L'aloes  ameri- 
-oain  [agave]  et  ses  diférents  produits.  París  1896. 

**L.  Ch.  Watelin."  Culture  du  Maguey  [agave] 
París  1900. 

''Boletín  agrícola,  comercial  ó  industrial;  órgano 
de  la  Oficina  de  Estadística.  Año  IV.  N^  2.  San 
Salvador  1897.  República  del  Salvador. 

"Juan  B.  García."  Cultivo  del  Maguey.  México 
1895. 

"R.  Barba."  El  henequén  de  Yucatán.  México 
1895. 

^'Martínez  Calleja."  Explotación  de  los  textiles  y 
especialmente  de  los  agaves.  México  1895. 

"Un  agricultor  de  los  Llanos."  El  Maguey  y  sus 
productos.  México  1901. 

"Pedro  Rincón  Gallardo."   El  maguey.    México 


—405— 

lODl.  [Extracto  en  su  mayor  parte  de  la  3*  edición 
•dé la  obra  de  Segura]. 

"S^;ura  y  Ríquelme."  Dictamen  sobre  el  pulque. 
México  1901 . 

Diccionario  Enciclopédico  de  Agricultura,  Gana- 
dería é  Industrias  Agrícolas.  Tomo  1  ^  Madrid  1885. 

Memoria  de  la  Secretaría  de  Fomento  correspon- 
diente á  los  años  de  1883  á  1885.   Tomo  3  ^  México. 


OBRAS  AGOTADAS . 

"Castelli,   P."   Hortus    Messanensis.    Messinae, 
typ.  Viduae  Bianco  1640. 

"Hager.*'  De  Aloe  aculeata  americana,  quaeCho- 
rae  floruit.  Altemburgi  1664. 

*  Wundersame  Aloe  zu  Schleiben  bei  Jena.  1669. 

"Munting."  Aloidarium.  Amstelaedami  1680. 

\  **Cupani,  F.'*  Hortus  catholicus  s.  ill.  etexo. 
Principis  Catholicae,  etc.  Neapoli  1696. — Supple- 
mentum. — Supplem.  alterum.  Panormi  1677. 

**Pein."  Eigentliche  Abbildung  der  amerikanis- 
ohen  Aloe.  Leipzig  1700. 

"Waldschmiedt."  Beschreibung  derer  Aloenu.  s. 
w.Kiell705. 

"Siricius"  Beschreibung  dreyen  blühenden  Aloen 
Schleswig  1705. 

"Major,  J.  D."  Amerikanische  bei  dem  Schlosse 
Gottorff  im  Monat  August  und  September  1668  blü- 


f- 


—406— 

hende  Aloe.  Schleswig  1668.   Impr.  cum  Waldsch- 
miedt  B^schreib.  derer  Aloen  u.  8.  w.  Kiel  1705. 

'*8iricius."  Beantwortung  derer  Imputationen 
[Waldschmiedt's].  Kiel  1706. 

**Wald8chmiedt.,,  Amerikanischer  zur  Gottorff 
blühemder  Aloen  femare  Beschreibung.  Kiel  1706. 

*'Brenner.,,  Minne  ofver  den  Amerikanska  Aloe. 
Stockolm  1708. 

'*Siricius.,,  Bajae  cimbricae.  Schleswig  1709. 

üie  americanische  Aloe  zu  Copenick.  Berlin  1712. 

**  Olearius.  ,,  Aloidarium  historicum.  Arastadt 
1713. 

'*Trew.,,  Beschreibung  der  grossen  amerikanis- 
chen  Aloe.  Nurnberg  1727. 

Account  of  the  Aloe  americana.  London  1729. 

''Buchner,  J.  G.,,  De  Aloe  americana  florente. — 
De  Aloe  americana  aliisque  plantis  exoticis  in  Voig- 
tlandia  floren tibus.  [Diss.  epist.  Greizae  1743]. 

Versuch  einer  poetischen  Beschreibung  zweier 
amerikanischen  Aloen.  Kopenhagen  1745. 

"Schultz,  J.  D.,,  Ueber  die  grosse  amerikanische 
Aloe,  richtiger  Agave.  Hamburg  1782. 

Turio,  B.  Specimen  plantarum,  quas  in  agro 
Clavariensi  aliisque.  Clavari  1806. 

**Roubieu.,,  Opuscules  Dissertation  sur  l*Agave 
americana  L.  Montpellier  1816. 

"Petter,  F.,,  Versuch  einer  Geschichte  der  ame- 
rikanischen Agave.  Friedland  1817. 


"Wikatrom.,,  Den  Amerikanska  Agavea  natural- 
historia.  Stocholm  1828. 

"Petter,  F.,,  Botanischer  Wt^gweiser.  Zara.  Ba- 
ttara  1832. 

"Herbert,  W.,,  Amaryllidaceae.  London  1837. 

"Vriese.,,  Eene  bloejende  Agave  americana.  Lei- 
den  1847. 

"Adama.,,  A  short  account  of  the  american  Aloe. 


§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§ 


AL   LECTOR. 

Por  la  premura  con  que  tuvo  que  hacerse  esta 
•edición  no  se  corrigió  con  la  escrupulocidad  debida 
sacando  por  lo  mismo  varias  erratas:  de  éstas  solo 
anotamos  en  seguida  aquellas  que  son  muy  notables 
dejando  los  errores  de  caja  que  fácilmente  pueden 
comprenderse. 


PAGINAS       LINEAS 


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17 

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d3 

22 

DICE 

9.292,353 

28,089 

155,466 
arrancar 
Olmecahuixtoli 
23.756,343 
espigas 

debe 
(8m.838) 
Ayavos 

Ayar 

tuvo 
Sodaro 
Todoj'o 


DEBE  DECIR. 

9.292,578 

28,080 

154,866 

acarrear 

Olmecahuixtoti 

237.563,403 
espinas 

bebe 

(Om.838) 

Agavos 

Agar 

tubo 

Todaro 

Todaro 


— n— 


99 

1 

rañba 

arriba 

110 

22 

Cordero  y 

Cordóroy 

128 

10 

Tordaroi 

Todaroi 

137 

5 

osisalana 

sisalana 

152 

1 

lámina  8  * 

lámina  7  * 

176 

17 

Lamina  12 

Lamina  8  bis. 

190 

19 

alarbada 

alabarda 

195 

5 

variedad  afine 

especie  afine  ó 

de  esta  especie 

solo  variedad 

224 

15 

170,81 

179,81 

229 

26 

339 

3.38 

229 

27 

338 

3.39 

234 

20 

recibiente 

.  recipiente 

241 

14 

dejé 

dije 

280 

15 

siglo  pasado 

siglo  antepasado 

310 

10 

Sabino 

Silvino 

323 

26 

cualitativo 

cuantitativo 

331 

12 

alocohólico 

alcohólico 

333 

23 

y  en  estado 

y  en  este  estado 

348 

7 

26 

25 

354 

30 

4 

4  por  ciento 

362 

20 

Cuametra 

Ouamatla 

368 

1 

UMERO 

NUMERO 

398 

9 

Plarae 

Florae 

401 

14 

Kaizcorheljne 

Kaiserhelne 

402 

28 

Memoine 

Boussingault. 
Memoire 

410 

32 

Mieroescus 

Micrococcils 

ttt 1 1  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I  I tt  t 


índice. 


PA0IHA8 


introducción 3 

Estadistica  de  los  productos  del  ma- 
guey en  el  año  de  1899 6—7 

Historia 16 

Descripción  clasiñcación  vulgar 31 

Clasificación  botánica 46 

Agave  Linn 51 

Clave  de  los  subgéneros  fundada  en  la 

inñorecencia 63 

Clave  de  las  series  y  grupos  fundada  en 

la  forina,tamañoy  textura  de  las  hojas  53 

Grupo  1  Filif  erae 56 

Grupo  2  Mai^natsB 59 

Grupo  3  SubmarginatflB 70 

Grupo  4  AmericansB 78 

Grupo  5  Rigidse 92 

Grupo  6  Striat» 101 


PAQVIAI. 


Grupo  7  IntegrifolisB ...    

Grupo  .8  GeminiflorsB 

Grupo  9  Aloideae 

Grupo  10  Serrulatae 

Grupo  11  Attenuatae 

Grupo  12  Viviparae 

Grupo  13  Yuccaefoliae 

Grupo  14  Herbaceae 

Clima  y  terreno 

Abonos 

Almaciga 

Trasplante '. . . . 

Cuidados  de  conservación 

Castración 

Picazón  y  raspa 

Enemigo  del  maguey 

Teria  agavis 

Bombix  agavis 

Phoenax  auricoma 

Velia  agavis 

Chrysomphalus  agavis 

Pinacate  del  maguey    (SphenophoruS 
spinolae?) 

Corte 

Aguamiel 

Fabricación  del  pulque 

Micro-organismos  constantes 

Saccharomices  Cerevinse 

Bacterium  aceti 

Bacillus  V  ó  Viscosus 

Mieroescus  Luteus 


105 
106 
107 
121 
123 
154 
129 
130 
137 
143 
146 
155 

165 
168 
174 
178 
179 
183 
190 
191 
193 

194 

199 
202 
208 
211 
211 
215 
218 
219 


I  Mieroooccus  Translucldus 220 

Mícroorg^anísmos  accidentatea 221 

Impuestoa  y  diaposicionea  do  policía. .  250 
Ueoa  eoonómicoa,  propiedades  medici- 
naiea  del  pulque  y  enfermedades 

que  determinan  su  abuso 280 

El  pulque  como  factor  de  la  criminalidad  310 

Valuación  de  una  finca  pulquera 317 

Mezcal 319 

Composición  del  vino  mezoal 321 

Pabricación  de!  mezcal 326 

Propiedades  medicinales  del  mezcal  .  .  339 
Importancia   del  maguey  como   plan- 
ta sacarina 342 

Tallado 350 

.  Bibliografía 391 


CULTIVO  DELMAGUEY.        Lám.  7 


Flor      Frijlo  en  la  dey^cencia. 


lyiaguBy  preparado 
para  ellrssplanfe 


CULTIVO  DEL  MAGUEY         LAM  8 


1 


^  ■ 


f 


CULTIVO  DEL  MADUEY.        Lám.  9, 


«r 


V      4 


■«s 


CULTIVO  DEL  MAOUEY        Lám  10 


1. Lechuguilla  de  Tampréífc*^ 
2   id  de  Hidalgo 


CULTIVO  DELMAQUEY.        Lám.  7. 


Flor      Fru'o  en  la  lieyecencia. 


¡Maguey  preparado 
para  el  trasplante 


'^;r 


's 


fj 


CULTIVO  DEL MAOUEY         Lán-ulO 


I.  Lechuguilla  de  Tam  pico  .-•  ■ 
2    Id    _  _;  de  Hidalgo 


P                CULTIVO  DEL  MAGUE  Y 

Lám.l2 

! 

AUl 

5      ! 

i^W^ 

■* 

-SL»^ 

1^ 

.^^_,.,- ■      ^ 

ii^v 

Mezcal. 

4 

CULTIVO  DEL  MAGUEY, 

d  de  füa^ey  Láml3 


¡mecfo  perfecto  (HíMSfíAl  visto  por  el  dorso 
Crisálidd  vista  -"" 


• 


Insecto 

perfecto  visto  de  lado 


Bombix  at^vi 

HuevUlos 

.Huevs''^aisíaiSe 

insecto     Jnsecfo  perfecto  descüt  riendo 

perfecto    ^'/r-      las  alas  superiores 

Crisálida  vista  _ 

por  el  dorso.     Oru^a  vísts 

por  el  dorso 


i 

m  újj^      Insectu    ^.r^^.,„^ 

mCrisálidaM  p^''^^-^^"     '^<:)^,J^ 

^1  vista  por  ^m  Crisálida  vista  ^^-S^<J^, 

W  elvientrsW 


Velis  a^avis . 
Phenax  aurlcoma  visto  por  arriba       Phenax  auriccma  visto  por  debsjo 


M-      ■        f 


•  I 


9;.  ■■ 


>. 


•  -sí 


1 


DATEDUE                         1 

STANFORD  UNIVERSITY  LIBRARIES 
STANFORD,  CAUFORNIA    94305