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J. odos lo^ tíotnbrv* no son amados .
Véase IcLpi^eiSS. del TotnoJ^ .
!a i^da de Turena aS'crtra vot-Jíamj'ai.
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ESPECTÁCULO
NATURALEZA.
ó CONVERSACIONES
A CERCA DE LAS PARTICULARIDADES
DE LA HISTORIA NATURAL,
QUE HAN PARECIDO MAS A PROPOSITO
paia excitar una curiosidad utU,y formarles la tazcn
á loe Jóvenes Le¿tores.
QUECOKTIEKE LO QVB PERTENECE AL HOMBRE
en lockdad
XSCKITO EN EL IDIOMA FRANCÉS
POfi £L ABAD M. PLÜCHE.
¥ TRADUCIDO AL CASTELLANO.
TERCERA EDICIÓN.
PARTE VI. TOMO XL
Con las Licencias nbcbsarfas.
En Madrid : «a la Imprenta de Pbsro Marín.
. Año de 1773.
^ tMta it la Sítal Ctm^aáia 4e Imjiruont ^ y Llírtrat Jtl Xjytltt
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DE LAS CONVERSACIONES
contenidas en este Tomo XL
Conversación L El origen de la sociedad,
pag. I.
G)nversacioQ IL El Matrimonio , pag. ti.
Conversación ni. La Educación , pag. $a
Conversación IV. Los egercicios de la in£in-
cia, pag. 6i.
Conversación V. Aditamento á cerca de la edu-
cación, pag. 76.
Carta de un Padre de Familias , pag. 77.
Conversación VL La diversidad de
nes, pag. 276.
Conversación VIL La supredon de la
guéz , pag^ J96,
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ESPECTÁCULO
DE LA
NATURALEZA.
; TOMO XI. PARTE VI.
QUE CONTIENE LOQUE PERTENECE
' al 'hombre en sociedad.
CONVERSACIÓN PRIMERA.
EL ORIGEN DE LA SOCIEDAD.
ANTA multii'ücidad de He-
nes coma cercAn al Iwir.breí
y se renuevan por la mayor par.
te todos los anos, í proporcioa
de su nectísidad ; tanta, variedad
de órganos , iáestinadus i asegurarle en el
pxe 1 y una inteligencia capaz de perfeccior
nar el uso , y gilorUic^l al Autor ; .tod«i soif
V Tm.XL A pter-
*
a Espectáculo de la Naturaleza.
prerrogativas > que no se haUan jootas sino en
el hombre , y nos han manifestado y i quién
es el Inspeétor de la Naturaleza , el Usufiruc**
tuarío de la tierra , y el Señor de lo que este
suelo , y vivienda común contiene* Sus luces,
y su experiencia debían abrazar ^ y estendersc;
á otro tanto como se estiende su dominio $ y
así le vemos gozar de so dignidad , y apro-
vecharse de todas sus ventajas quando se ocu-
pa en arreglar su conduela 9 . y sus trabajos.
Solo se hace ridiculo ^ quando de Labrador,
y efe Gobernador 9 que son los títulos Con qué
sació ) se mete á Intei^prete de la Natura*
leza , y á atribuir % su ii\teligencia la depisioa
de lo que Dios reseivó para su proprio con-
sejo. -
Pero no obstante ser cierto, que es Due-
ño , y Gobernador de todo quanto le cerca,
unJ cosa parece que le degrada , y obscurece la
preeminencia del puesto , á que le hemos vis-
to elevado. El hombre no está solo aqui : el
Genero Humano cubre la tierra : podrémosle,
pues, llamar todavía preeminente, y mirar co^
mo elevado á un puesto, en que tiene milloi:tt|S
de compañeros que le igualan? 1^
La sociedad ' Biene$ hay , que se pueden poseer con ze-
Cretn'pofc íos, y^eft qué uo sufrimos compañía , nidivi*
sioD íie lu tíon ; pero no es de esta especie nuestro domi*-
nio , del qual no se reviste el hombre 5 sino
mientras está' acompañado de $us semejantes^
..' i *v
c
. £7 origen áela sociedad. %
y en efeéto pierde todos sus derechos ^i media-
da qae deja de ser sociable*
Anoque la Providencia Divina nos dispen-
sa sus fajroiesoQO tal economía ^ que pueden
comunmente servir de recompensa á nuestros
a&neS) pata animar de esta -suerte- mas nues-
tro tr^jo : con todo eso, no es necesfrio , ni
conduceoie i que la vista de tan ricas posesión
oes f de tan bellas luces , y . claros conocí^
mientos , de tantas- operaciones , á quienes
;fiígne un efeélo cierto , é indeft¿Uble , nos
hagan mirar al hombre .con medida distinta de
la que. tiene , precipitándonos de este modo
en la ilusión. Uno de los er^años que pin
diéramos padecer eú esta raíon , sería persua^
dirnos ,; que le fuese concedicb á un hombre
sok> descubrir suCoesivatnente , y adquirir por
4 mismo todo h que acabamos de ver 9 y que*
da expuesto en .esta Obra. Los frutos del entena
df miento , y los frutos de la. tierra 00 se han
concedido á ^guno de nosotros con extensión
suficiente , si no concurre el ministerio de otros
hombres, y con lú oUi^;acion reciproca de
ayudamos mutuamente. Mientras cada hom^
«^^Deifírv^ 9on SU: industria ípart^ukr al Cómun;
^ la sociedad Je tfiifiifkía su iéconóoimiento/aba4«
' teciendole' de tíos socorros. que« necesita^ Ls
^aoquéfi ios. descubrimientos dé iodks las eda*
des^ j'ká producciones , y frutos de todos los
. mwtt: iñjbom éa^péndia de ^íeiqpO'^ y^ 1«
• na A a li^
• l/
4 Espe^factílo de Ja Naturakéa.
libra de fatigosas tareas. Al común es pro^riár
mente , y á la sociedad , á qitien todo se le én^
" tregó , y por ella participa el hombre de los
presentes , que le hizo con taata 19)eralidad el
Criador; - ' ^
J>el mismo modo qiie Tas producciones dé
la tierra están esparcidas por todas partes , lé
están también los talentos desde el xM cabo al
citro de esta nuestraliabitacion, para que los que
inoran en ella se preguiyen^ y se enseñen mu^
tuamente , como mutuamente se comunican
ios bienes que poseen. El que se sale de la so^
ciedad baee dos males ^ pierde e} tiempo en it>-
qvirir laboriosamente lo que la sociedad le
ofrece de un moda expedito ^ y libre^ y dea^
precia ^ 6 huye injustametM un talento ^ que
babia recibido para el l»en de la misma socie^
diad. De aquí se deduce claramente, que Dios
^ae propuso, poner en la tierra » no Solitarios^
Mno Giíadacknos;».! . - '
GluardemonoS) con todb eso V de confluí^
n!Lin^sc.in dif«í fetirocon Uí soledad. Para ser Ciudada^
é^i^nót "er w ,:no.ea «cesario estár siempre entre el bu^
ciu4a4aiios. Ujcio; aotes bien ^ por .el contrario, la vida mlÉ.
(mnnltudsa.ea' por loJ comuña la mas irimiRSe
AqtfeH quien el espirím dé Dios cbddiice al
letiroi 00 es usi Solitaria CBisantro^^ó-devo-^
xador de bombire&, que abomina y ó reqsa d
Ikn ConHtn v^í^^ un Qudádano prudente , (|ud
em |q»- pdjgcos máts fiíertes qoe éL Ssceseid
/
^'Et origen de ia iúcMidl' '^\ ^
-iinVablo^ó tin Hilarión V quésfe riedrá dé'tt
•ftiria de los perseguidores , y hoye el peligró dé
'vna deplorable caldd; ó un Raneé > que se
burra al cohtügk) dd siglb en que vivió , 7
'coya impresión , y malignidad hdVia éx^pe^
timentado no poeto ; ó será un'MdbilIÓn , qife
« recoge del todo , para "distráHetie tiitnbs , y
entregarse á trabajos verdadefartrente 'Eclesiás-
ticos ; pero tales hombres no dejaron de Uebat
"en el corazón á sus herniaños , ni de trabajar
por ellos y segnn toda la extensión de üi 'pó¿
Retiíx)s hay, en donde ño se excitan ^álil¿
talentos muy comunes ^ y muy liiíiitádos ; tú
es ei cultivo de un jardin , el servir á lúA etífeH
mos^el tegér , el hacer BilásVjT ^' sacaí^j f
Sabrair piedraSé' Pero settíéjaÁIes estóblie^ciiínen^
tos, lejos dé ser despredebles;!) jpofque a'^ue'^
130$ que los egetcitaQ estén en lugares apartad
do$j son por el contrario el 'airtparo-',- sicor-
fo,y iredeft^delrfs¿V?iedsd,- guindo' el- tráí^
bajo ) y la bermañbaá s^ vén aUIcoB'^f^lArbcti^
lar boMK ••'••'•'''' *^ :" '* '-'••' - • ' » ''
^ E» efiéla» este «nb^ febórfoso'^ ^y-*stái
^arid&d adiva es ák)^ qáb dos-^xdtán, y á kí
^tíes Unhib casi^t^dás hs 'pmtíi^étí EVatK
gdio; la^tentíBéfo,^ y ol^fdd. de tsif ihisttbsj
que fidé esté letitoVn^es'liísafiüádÉl müt)¿k^>
afetaboriecimfento de la sociedad; sfea'!»
ássbpxtíúú^ dé loa lasos ^smar ^roprío , qué
^ Esps&aruh (k h Naturakz^
todoloquiere para sí, y que en lqMr)de9eie«
.yira SQS hermanos ^ busca solo^^ s€;r servido.
Lejos de permitirnos el encono y el aborrecí*-
míeato , y la ira 5. no pqrmite aun 1^ indifer
xencia ^ é inaccioq ^ pues nos obliga 4 ^mar
i todQS los bombres , como nos amamos á nor
^rros mismos; asegura la protección f y el
imparo á quaotos viven cercanos , y en parar
geen que pueden ser socorridos: qos enseña
á ngr d^r oídos al odio , á aborrecer la enemisr
t^áy y: aui} ii^mds ^1 eqen^jrgjiy bol viéndole hieo
por mal , y correspondiendo con beneficios 4
}z ingratitud Qiialquiera que buscara un de-
^er^to por eironerarse de las obligaciones qu«
lfenp.4 la ,isopiedad, sería una fiera « un ;Salva-^
ge^¿^ un n^on^rup; y liden lftjvJ!S,deseit f^hxi^c
jóano y ' no sería ni a^n . FhUpfopbo , • aunqt^
es cosa bien ^pequeña el no ser Plülosor
pho. ..'•'.':
. ; En ^cíeao , la PbMpspphía i qw pe jaé^i^
baqerf4 Ips l^iQbijes sopi^bles^qQ ^^ conQcir
d9,el.yer^a|erq origen. de la sodedí^d^^ ,ni¡íJ4
ha asegurado los apoyos verdaderos^ ^ ique.;)^
o-tgen , j pu94^ ^nHu^ener. ^M ^averiguación en M^e
¿M™odc. ^ ¿a inetiJo dgl principio , que; p>ido^ uqirT
^^' guiias faip jiias ^ h,i h^cho el ^i^or de e^ta conr
fetjeracipn >, jf. junt« á ,Ía^ pec^sidad rqpi? la?
oprifijía,! y 4 las. teftexíone^.de alg^fios Legpi»?
fedores: ala verdad. en esftq^cftqippjwt^^
cpmoquando se figuj^ ,::^we, pl ínoviipi^q»,
V
/
W origen de la socfcáad. i
qáe mantiene la Kattiraieza , la pudo fbrmar^
táirUen: y 1^ la putrefacción que sustenta
los gusanos que provienen del EscaraK'>jo , y
de la Mosca , babia necesariamente ordenado
también las seroiUas especificas. De aquí vie*'
nen todos los systémas de Pbysica , y de umi'
virtud moral \ en que Dios no entra para cosa
alguna»
No será pfailosophar , si creemos á estos'
Dolores ; recurrir á Dios'quando se trata de
las causas ibrulatrices de las cosas ; pues un po-
co de cieho , fomentado del cálot , liará que
nazcan: todo es consigui'eíite á un Sol, y á'
una Tierra, las aves , los quadrupedos , un
bomhre, seguido fielmente de su muger ^ el'
trigo ,'Ios graíiós , el agua para nutrirlos , y^
en uúa palabra, el mundo , y todas las aHiajasI
que le adornan, y íiermo^an. El gran Descaí^*"
tes vio salir todo esto de su materia , movida
á modo de torbellino , sin que Dios pusiese átlt
arden álgiino. T después de Descartes ¡^ otros^
han llebado aun mucho mas adelante su Phy*'
sica. Descartes no pudo obtener , sin recurrir^
áDíos , aquel cieno , 6 barro primitivo , y el
^g^Rvímiento ibrmador de las especies : estas*
dos únicas cosas pedia al Criador i pero * lo¿»
Moderaos que le siguieron , después de Itebeé'
visto, 6 creído , que veían con Descartes el
Sol, y la ¿una, un hombre , y puntualmente,
una múgeír, salir del polvo^ npcomo produc-;
do*
é
& Espe^iMth de ¡a NaturaJef;^.
QOQes de pn consejo, particular, sino como efeo.
Ips necesarios del movimiento; de un remolino,-
6 tqrbillon, tampoco vieron necesidad para atri«
Ijuir el cieno , y el movimiento á consejo algu-
no del Criador ; con que le dejaron á parte , j
splo conocieron la materia»
Según estos tales 9 la moral debe ser trata-,
da del mismo modo, sin qiie Dios intervenga
qn ellaT porque , qué otra cosa es sino el con-
junto , 6 cuerpo de .reg^ , que deben observar
en^re^s^ los hombres? ,Cpn que para los tales
est preqsQ \f\}^t ef tas .reglas en . la causa , jj
efí la intención que juntó los hombres > y los-,
puso en sociedad : porque no hay otro moti-^
Mf> <|up los reuniese , sino la necesidad , y las;
Inflexiones fipl Legislador: luego no hay razón.
[|ára: «sten^sr jos derechos, jc^obiig^ciones. . de^
la^óciedads sino según nos lo pedia el inter^^)
Pe aquí viene aquella lisongera , y fastidiosa^
ipof al de Epicuro , que arregb la medida de
QUfstras obligaciones por el contentamiento^
^satisfacción absoluta de todas nuestras faculta-^
4^1 (^^) ^ '^9^ Ip^ risibles principios de Hol^^
bes , y. Machiabelo , que nada reconocen led-
tjmo , y honesto sino lo que agrada al Legisu|L
4pir : porque e$te Qefe df la sociedad , techen- .
éfi^i ppr. razón del puesto , conocimiento de> f •
r««-)Bien subiJo es, que k Epicuro le escás» muchos, «fir-» .
mmdo , que poto Ik fet^cidji^ en U quietad , j pa« «el atma;
HA obttance el defeft^ de no lleSarU mas «U9» de modot que im«
rist como £n la viitá cUra de ta X>úMl
- I*- 4.
aEÍ origéh'dé Id séciedáí ^ t^r
lai necesidades de todo el cuerpo de la repn«^
bUca.9 vienen á ser , dicen los tales » la re^
de la justida » y aun de la Religión , que bos:
es preciso aeguir. Los Ddstte nrodemds ^|t>K
03 d^erentes de los Epicúreos antiguos yüÁy
rao al tx>mbre cooio un i animal , sin preeitai-^
ijüencía alguna ^ qm le diferencie de los demákí
anicnales , sus consortes 9 y .cottitnepsalés» Poti
sa oHgeo^ Iíbi bestia ^ty el b&oibié todc^ hdrba*
jariandíl mismo modo los piados , Gopaeríanc
las bayas mas insipidas y é. insulsas , irkli át
montanera 9 y .cascarían ,W béÜcita;^ qúeicru^,
g^ría igualmente deb^ de Ips .dientes de bs)
«eidos^ y^Josbcxnbees^Peío.pasa lo^oír me^
jpr parte en loa frucbs .de U tiferra , se juntó:
d bombre. al biytnbre : y 4si,, las> obl^^cioúesr
de la sociedad no son X)tra: oosa » sino tomn
lieosacioóes de las varía$ utíUdades y .^ue no^
sienen efe eUa^lKMl^oycQs^ tomaron este ne»
¿OCIO a>n {úguna diversidad ^y sti^nimieoda el
interés , se eximieton^d^ ¡toda^ especie de deu^
da[: loqualen mi so^tklo vi á d^^ ftiímio
principio. Porque. Qom9 estos P^jllwc|>boft m%
an peasuadidos á queel boibbr^ sd basca <)
nlsmo , y que ni d dolor personal , ni los
ultos ágenos pueden fadcec n^^ ^ ni empiít
iper á un alma^qiie r9aio9if)at.flQmlr9biiq^c;pma
cosa i p^rte^que no bace juegpcoKloa demái^
ni ti^i^ Qomp^oftiJe flqueUQs.é/}ttQ seiUamai»
Ini^K^ ; y ¿| <nifq^.tl^«é»^Ji«eb^^ in^
i;^7<9m.az * B pe*
:•
m EspeSfacuhd¿1dNatürafeia.
pedia exigir cosa alguna de los otros , íos ponia
también en estado de que nadie se la deba. De
aqui se signe , que tds Phílosopbos , que hacen
al hoinbft nn aniúnal sditario , arroinan por
cónsequencia su obligación ; y Bi mayor parte
de los que le hacen animal sociable , no le esta*
Uecen mejor » midiendo por solo el interés la
obligación ^ y las deuda$«
Después de hiber consultado i los Pbilo-
sophos , escuchemos la experiencia : El lengua-
ge de esta es muy diverso , y se encuentra
que haUa el idioma mismo que la Escritura*
Observemos lo que pasa etitre los animales;
ks inclinaciones, y loa orgatios que recibie-
ron deciden el puntó , determinan su suerte^
y la intención del Autor. Algunos, como
los Castores , y las Abejas , aman la com«
pafíia , gustan de vivir en comunidad , y sus
órganos no les bastan , quando viven solóse
y esie amor á la sociedad produce , «n duda,
su verdadera ventaja ; pero no es de modo al*
gutío la observación de la utilidad quien los
diiponé i que se unan : su felicidad es efedo
de una impresión dominante , y aAc^ior al
•entimienh) , que pueden tener de la milidaflL
Por d contrario en los otros animales ; orga*
nos, ¿inclinaciones , tcxlo los dispone i lá i^
desunión. ' Es verdad , que la madre manifiesta
desde que nacen un tierno carifío , que la obli-
ga á coidair de sus bij|uÚo«9 por lo que mira i
su
*
)
/
Bl erigen ík la sodedaié tt
su manutencioD , y alimento , aunque no esií*
pera correspondenc» reciproca alguna de ellos»
Y esta ternura inexplicable ^ que la inspiran , 6
infunden para con sus hijos , dora otro taa<^
to , quanto dura en ellos la neoesidad 4ñ do
cuid»io ageno. Quando connieoBan á poder
valerse á sf mismos , la madre se aparta con «n*
tereza ^ se aleja sin dolor ^ y su ternura se trueca
en indiferencia, y aun «o tedio, ira, y d^svfo* £1
padie, que no está destinado á mantener al \á^
jo, no fedád menor testimonio de cariño, y
oomuúmeme parece desconocerle. Todas las
señas que vé, le astán advirtiendo al hijuelo, que
podhrábién piesto* mantenerse por 4 mismo, y
proveer á su necesjdad ^ y peftoria. Hecba la se^
pairacion , el padre , la madre > y los hijos yá no
se conocen , cesó el carfito, y se acabó laternu«
ra. En efeéfco , sus órganos «no los disponen á
aytriane mutuamente , ni á construir casas , y
habitaciones comunes. -No dei^n oonúdmien*
to alguno de números ^ m medidas , ni saben
dBtingoir sino su alimento ^ ni aprender otra
cosa, Di instruirse en materia albina. BICíp
balb ooo su Casco (**} manejará d martiilo^
i esquadra por ventura ? El Ciervo se ñi^
ricará con sus mand alguna cabafia , dcieii»
da? No hay entre estos animales lierramieii^
tas^ deseos ^ ni jadustris v9ua vloa cmtroqife
Ba %
na
it Espe&actdo dg h Ndhffáíha.
& vivir juntos ; «antes por el contrario, toda
los dispone á vivir cada uno separado de los
otros , y aun los que' habitan én comunidad,'
no forman stnío unas pequeñas tropas , del to-^
do disternunadas á ua lugar misma El hom"
be solo , aunque. Ueo' avecindado , estiende
mas lejos su correspondencia , y se comunica,
y ama i otro , aunque- le separeti immensas?
golfos , y honduras. Esta pasión universa] pon
la sociedad es en el bonibre ^ coma to son sua
brazos 9 un^ presente del Criador* No fíie j3ñ
modo alguna la esperatizn de utilidad la que
le dio al hombre los brazos , las . manos , las
jgipturas» y esta admirable diversidad de tíio-
vimientos; Nd fue ^tamptMd^yk necieádad qti«!
b»y. de vestirse ^.y alojarsfe, ^ la que pu$o la-
na:en las espalda» déla Obeja, y la quehi*
Co bf otat las bi^ibas V y Aorecer los pmdos
^ca .-dieliboii^hre ^ ó estender betaa de piedm
dí^b^ 4et sus pies^ Batoa úoorvos - rens^aif
au4AeCe$^bdei v.pero precediemni ellas. Upa
amencioo' ^-uná voluntad superior formó loa
•iiMb^w^rde 'manera, t)ne -pudiesen áac^ de
jiU$iisanielBs;ry conar dé!, sos.' bancos las pie^
4la^:Al;modo ;ip&]es,.que la Piñiox^faía tfl^
^üpí^ mal .en. atribuirse la, mvencion de lar^
4H$)}tas:9 3t k)^ biázos, porqnejha h^dtío'nor ^
t«^ yescbolíos aoM: tlbrádird^ osar.br^aos,
iy piedras ; asi fiokitendrá mas razón en atri-
buir el origen de la sociedad á las^n^c^idades * v
COi ^
aarnuocs 9 7 recíprocas^ y i la< ¡nviencioo dá
MiomKl 9 ó de Diaea¿ f^*) Kaes dudable^
que los socorros mutuos séan^^éu los design
JEMOS de DícBf fruto Infiífible de las población
fiés^ y: justa reoompeusa de la harmoDÍa ,, 7
ttDún ;. peni dt amor de - b.sociédad e& rotes
^uf^ toda:utflidad , i inferes. EaÉi es la ioteo*
ckmdeDios.r este es nuestro estada ,. de suer-
te ^.que aun c(esaodo la utilidad» na ces^urían
las pobteiouear, ui m» ^paatartooi^uDw d«
otros 9 quebrando los Untos ^]erno>;.iiiantie^
nen unidos: es k niano de Dios quien kv
fi34nUOft .* '• <
La Bfailosbpfifo.itiealaM^
iWDpéilds ^.qémclo¿te:jQfadfiK*>:fwr;mjad^
«tantas séfUs antiguas ^«y flMdemas ^ rdnedjr
nuestras. ohKgaciooeií coa nuestros placeres , ^
jiécestdades. La becc^sidad sola ea «n mal
AAa^stso ^ ddqníea:ímd(.%ay>i)ue:esp€^i: jbuer
•^ jiteleme cou'íla iiMrsa^ E^ra fora^ar SKos 1$
(Sociedad 5 <fDé. aahr^ .la ..tseiia , uo e»pa6 i^
cy¿itos:dí .lt»oL^)i»d£ar^i J^ple^
^j^lo medios mas eficaces ^ y npss ÍQfa][ibl<^
^W^ d(ó 4ilfa(M3plMe biyzes , y diversidad de ta-
r
'if
dtotoft I peiQ tiileafos ^^^ y bracos ^ que le sofi
^ ff*y RF'^ f^Crl"* M|tiS90 J.e;gi«ladpf ¿ú A^en:is Sus Ley» eran
^twá hñproileátes, dt^mporcionáda^) y-^cTaff',^ii^ se dccU 4f<-
•oa
14 EípitShílBtd&d^hNkbirát^
bmt^ i'áuo iofe pone eo obra . jaotameate
sos semejantes. El le mueitfa pra^isbotís praiH»
C8S para vestirie i abjarle ^ y oíameoerie $ pero
d hombre pierde el uso de loüeOBsarío^siae
s^artade la sodé(^. Yá ea otm^ocaricxi» Ansí'*
cm*T"uc dá ^ "^^^ > hablamos de cato. * Nb hay coaa eo
fia al como i. que no se le haga sensible al iiombre la ohM
de Dios , y entonces se conforma coa la inteiH»
Clon del Criador ^ qoando trsdiaja , y ayuda á
su semejante ; petó como las leflexiones , qué
puede hacer acerca de la necesidad de susten^
tiirse , no han intfododdo la necesidad de co^
mer , ni producen tampoco los manjares: del
tnismo modo ) la maa phllosophloa reflexión á
terca de la rentaia que ios homlires hallan en
líyadiirseinntQflmentet oo ha producido lasoo»
Ciedad » como no ha produddo otros hombrea.
Todos juntos , los hombres, las materias que loa
ocupan , y correspofldenoía^qiK'los aneit^sOB
rtiblemente efedo^ tma insihiidoii smperiar
é los dempos^ y áílas miras, é'idáasdelosFhí-
4oso[¿ios. Por esta causa , las obligaciones , 6
fundamentes de esta sociedad se hallan tan an*
ttguas , y tan immatables como la intendoft
•de su Antevé \x
No es , según esto ) el movimiento ét quS^
formó la Naturaleza ^ y la» diversas esenoias ^
de las cosas ; ni son la necesidad , ó la Philo»
sophia , y I4 Política Lis que formaron las dl-
*ferentes pattes , y las varias inclinaciones de la \
El wigim dtUsúckáaJL if
aidedttt; sino que ésta , j h HmmUtlstsoi^
óbfa de om pmidcncsi idonfeto , que ttnplte
d isoviifiienca pan coMcníar y y maoteoer ak
\3íHtenOi<y que llefataddaMr ta^Qckdad, tao^
to por mecfio de la diiecddin de lo^ entena
mjentos mas altos j como del aguijón , ^ estípt
mulo de la necesidad.
Los Pfailosoplios y sefidaoda por isausn. da
la sociedad to que era onicamanie. ai^uda y y
mecfio para ella^ oa han ésialUeddo3SÍ^o emh*
das, 7 fekas obKgaciones^ mas capaces de sntA^
car la noion^ ^ue de afirmarla., (ii ei^ieiiria¿
tía , que nos '«conduce i^mw :<^\isaáia«f riaUe^
cttaUttW «amblen «trnaainir i»i»alr i% sooi^,
dad 9 y áiCÍertas^b%Kridaas 5 sfeaKpse lasmo^
mas , aunque se interrumpa nuestro inteféa> y
cesen miesttoa plape^ai: /Loff. mfernUos: que
componen esÉb^todo j.tnDapodrfai;(&ñar ^ óéak^
Mai^de Ueiies>(!{ieraoitffaartiinivaiielhast¿>
nos diipeosaii'de traba^ por la «Mojhd ^ ni el
enftdoyóel bofror nqa permite apaccamosde
ella , pfie&en elordcnide Dk)^ tirine rdeiecfa^
iocoimasidbfeá nuestras br^ama^^' , á
Los Pl9^nos^ guiados de fiílsas lucres Y y los
J0m f aimqoíi Uuminado^ .con una revelan
^Bon ; per» solo pasparatóiia ^ y 00.. perftccsoF»
^ Mdft^'todo^ pidi9mnfW6faEíy^^ noesti^
baticM^acios^á amái^sittoi.^1^^ Lee»
dooai firlarv y bioes imprtifeAar.txy pndMoÉ
Ipaoer que loa «io44loa de iaJowdaá fuea»
muy
:t
' .4
' qnuy coteUDes -^ m ]»qdíeroa' multiplicSir^ <Sm $^
UKiíta csQotíni^acioa fes cigemplos de la dulzur/
ifafrattcaas.parafíbtfEier part&jdei híen^ qui^
aecesilabaa^ fiii¿ {«eciso ayiKiár ^;
yl con. ley^ (tenalesy y yá cob ideas ^de ^.
fipr 9 de Teoganzá ^^ y del amor de la paiar£si«i
Jlias pasiones venían en sóconro de la do¿lfi-*4
BO^y^supHao ^stde&Slo de principios y¿trda«
jdei^Vi qoe^^ 6 . ae faabian i peidído ^ ohscurefí
cido^.y' ofuseado. Pero', ni la ípasíon > ni laai
idías liibitadas de los hombres sabea nias qnej
kinboqudad., niiaciefftan á llegar, basta el t^ir-j
|BÍóoti{nocia9^9 pacandoí^dondec. era necesaria»
{Miar; !£a ünarfúdabca: v esa 7, qnrlIaoian/9ltQ0#
.fioHba Imrtadí^ pon hacet .' Ctndadaote. p6c^
f) > Solo: ei amor «iace»i, y ^1 amor deroos^
tódotS Jos. Üioinihfes , consideradosi comQ hí^
jos^ imlnúsmo PáAe V y €QP3tO:heriiali09^
hn mismo Salvador ; y sólo el CfaristíaoismOi
son los qne sin iocertklumbreí ni disputa,4teom
tódas medidas, y ciimt^en paracon loahombíe*
toda justicia. Qjialqniér.otro pnaC^ e$ imkt
Bdence., y sospechoso^ La caridad sola evita ea
todas, las oosas )A dañar a! progtmo^ ^^^
4]uerr6 yo hacer nuil i quien amó ? ElCbípistil'ir
Rom. 13. 10. ^Bosaio es , según eatq ^ilaipeiftf <;ii)A<delar.sQdH^ f
dad^> pues^ pefsiguecitf ^ ifgnstioia , ;arf aáo^ndcf
liasta'ks iránma ndíces ^ y ísupiimí^
ftura> el rá»QtiAieato<y y^k «Ek: J :. ^^ i.:..i
El
vli U
r
Eí orígen de la sociedad. 17
£1 Pbílosopho puede parecer Gudadano, y
amar su patria , sin amar con todo eso la jus*
tida; pero aquel que ama la justicia ^ y aun
á sus enemigos, ama ciertamente, y comoá
golpe seguro su patria. Pero no hasta para ser
Cbrístiano saber el Cbristianismo , y hacer pro-
fesión pública de él. Todas las Críticas que se
han faecho contra los Christianos , con inten-
ción de expugnar el Christianismo , caminan
visiblemente á la fiílsedad , y asestan sus ti-
tos á Manco incierta No es verdadeíramente
Qiristiaiio^l que no ama á sus hermanos ; y
aquel que carece de este amor , aunque honra-
do con un decoroso nombre, está muerto á la
jostída. El caraftefr, por cuya impresión, y me-
-díose itpconoceel disdpulodel Dodor de la y^l ''''^'
caridad, es amar á los hombres , como él mis- '
mo los amó. Si el 6dio es la ruina de la socie-
dad, y el amor es su la^ mas seguro , es claro,
ique quien dice iih verdadero Christiano , dice
im Ciudadano verdadero; y sí y o busco aqui mi
Ondadáno «n el Christianismo ^ es porque no le
encuentro en otra parte. Eb todas las demás no
liállo ^íno apariencias destituidas de principios,
Por conseqúenda , es cosa bien inútil ir i
l>u9CBi!.las primetás obligaciones , y la verda«
den deúcfa de ta sociedad entre los raciocinios
dé una FfaÜóAophia aémpre timida , y siem-
-pre incierta.4^o%rán , ni Aristóteles i ni Puf-
T(m.XIm C fttH
j.
. X ^ R^peStacülo de la Naturaleza.
fendorff los que tome yo por Maestros* Es-
tos me podráa enseñar algunos usos de una
institución prudente , aunque arbitraria ^y bu-
mana ^ donde encontraremos conocimientos
seguros , incontrastables , y sólidos , es solo en
la revelación. Los defedos admirables que res^
pira este espirita benéfico d^ Evangelio ^ nos
manifiesta , que pertenece á aquel que hizo ú
hombre , y formó la sociedad , enseñarnos lo
que podía Uebar á laperfeccioo de los miembros
que la componen» £1 , condujo so amiguo Pue-
blo , encargado del depósito de las. prónfiesad»
por medio de leyes duras ^ y proporcionadas
áel grosero proceder de los. Hebreos 3 y ^no
menos i la conse];vju:áot) del jd^pósito» Nosor
tro9^ pues 9 hallamos toda la ; proporción ^ bellb-
za9.y obiigapioneff'de la sociedad en la ptírai>
ra creación del hombre , y en el Ey ang^ que
le reforma. • - ',
[ . Una de las^ verdades mas .|nip9rtante$ de h
Antigua Escritura , ó Viejo 7e^anM»tí> » d esf
ta:que I^os crid-^ honí4;Nr<imflecnejtoz^
para gob^narlo. todo sobre la tierra ; y una de
las ma» importantes máxima^ del NoeVoTes^
tamento, y el fin de la revelaclod ^ , w\
amando áDios« animosa, los otros*^ com^
nos amamos á nosotros mismos» £f tas idos^er^
dades se ayudan admirablemedt^ Hnvi'.ft' otráé
La primera^nos instruye de nuestrdfi obligacic^
/pes 9;y la segunda nos dá el modo de cumplir^
' . .las.
/
f
El erigen de la sociedad. 19
las. La esi^eríencia manüíesta , que están de
acuerdo ^ y quáota verdad nos dicen : quanto
mas ban tespetado los hombres la unión , y
fraternidad , tanto mas felices ban sido. £1 Mi*
aaottope ^ ó el bombre que se sustenta de la rui-
na del Geoeio Humano » por el contrario^
echándose fuera de la sociedad y no conserva
derecho al pan ^ que Dios multiplica por las
manos de los hombres sus semejantes, y pierde
ti egeicicio de su dominio sobre los animales:
impunemente se verá insultado en la soledad^y
acometido en los áionüBs: es un Rey , que salió
desús Estados;, nadie le <2oooce : solo yá, y fue»
la de sus fronteras, todo lo perdió , y de todo
se ha enageoado. .
. . } Bero sí tos Misartfippes t.quales se» , por
cgemplo» los Bonzos deja Cbitia^y los Brach-
ipanes de las. Indias, y tactos otios Phílosophos
ssdv^ges, qqe pasan su vida separados, y me«
tidos en éxtasb, i que Dios no los lUioia de
qiodo^lgaao » pueden ser mirados justamen-
te oomo. desertores de la sociedad i con toda
eso no son , hablando propríametott ^ sus des*
truidores : son dignos de llorarse ; peno no son
groaos.
Xos. vetdadeíos destmidoies de la sociedad
soa los Philosdphos Anti-Cbrístianos, ú opues»
tos al Cbristiaqismo. Estos son los que rompep
)os primeros lazos de la unión por medio de
(¿aceres desreglados , añadiendo el menospre**
C a cío
ao EspeSlacuJo de Ja Naturalexa.
cío de las Leyes reveladas. Qué pensariadios dé
un hombre , que os¿se bolver á decir pública-
mente lo que Cariucho (*^) enseñaba á sus s&-^
quaces en el centro de los desienos , y bosques
de VUlers-Cotteréts ^ que puede ser bueno un
hombre, y aun ntil i su patria, hurtando al pro*'
gimo. lo que tiene , con tal, que no le quite la vi-
da? Esta doéirina diriacnos, que turbaba- todo el
orden de la sociedad; y la suavidad de Cartucho
es una extravagancia ridicula ; pues permitir el
hurto, és abrir dos puertas muy anchas al hotpi«
ddior porque el que quisiere defeáder su hactefi^
da, será tirando ata vida de quien lé acomete: y
éste, 6 4»ra acometer , y hurtar , ó para defeo-*
derse á sí , matará tamtrien* Tal es , y aun iñas
pernicioso, el discurso de los que miran co*
mo indiferente el quitar á un markló el cora<^
son de su esposa, y que en menosprecio del.
matrimonio , de la educación , y de los pri«
meros, y mas principales intereses de laaocie-
dad se han atrevido á adelantar , y á pubticar,
dándola á la estampa , esta estratía máxima:
que si David havia sido reprehensible , fué
por quitar la vida á Urías , y no por haver
conocido á Bethsabée. Quando la Pfaiiolth^
phía , y el entendimiento del hombre no Uera^-
por guia la revelación , si raciocina mal, corre ^
peHg^, y le amenaza naufragio: y si dfecurre ^
Uen^
I**) lt4rott famoso » ajusticiado ca Francia d aftd 4c i7ii.
\
y
& 9latrimoiéh. .^' ^ air
bien DO tfeoe. autoridad infidente Imm;!]^:
cene craer i coa qp]« vie&e^át ser una escudaf^rj
lign» , 6 pocaiitü , demódo^ queneoesitattiQ»
otra, que noa asegiire4náa»
' i H
.''»(,' f '.'f 1 * '
j^fl
M fc tr- »
r^'*i I ;;!•)>
CONVERSACION.SeGUNJ3!A.
EL IMatrimomo esh-€eiiiiÍiáv7^cl>Asem(b
doQ de toda la sodcdaciiEs la seitoílla,
y el origet) 9 pues todos los bomlires pr orieaea
de un hombre 9 y una mugen es: la.coQservaF-i
tíon , y ^ffiíndamento, pueswpi^mdoiétiMait,
tranoúio y sef acabaría ^ Gaaeio Humano.. Bu9r
quamoís desde lo^o 'ifBáh^A primer
de esta umoú, y oouocerémos iasi: osas
te so mérito^ y obligaciones. . . 1 r^
Al sacar DIds al hombre ' de m aoledidí
pudo darle átídt luego muchas ' mageres 9 ó
darle una sola. Si la pluralidad de mugeies bor
viera sido bien del hombre , y ventaja de la
, Dios no ^ huviera dejado, á Adám
el espacio de una largan duración de año^
fiiii otia compañía 9^ que la de una sola espofea^
ni empetira con orna imperfección el disonó*
Luego ú jq^ que ut)a muger era para Adám
compañera j y ayuda sufidente » fiíe para ma-
ní-
iS^ Espe&acüla ihJa MtturéeMé
mfiát^ desde jiucgoL el iiKsidél^^ y la ragbi
dé'^sib' estado;' Todos aquiettof que baii;9ii€9rfd(»
ifitídafleste ordea primitívo, QihaQ proctiraK
do , en esta razoa^ ni oooocido €l bieq, de k>
sociedad.
^M!$.^%xxf^^t9^^ y otras evir
taí'^ci inbterefiléiite ^ibb 4 ó .Magínfidc^
prefiriendo los Phíbsopbos sus discursos al or-
átfééi^^^f^^ de
tiempo en tiempo systémas muy diferentes á
cííea^^maiiimooia. ^ 7 ' •'\T
,' Ili Aldivio^Plátónie paneció vér.claramentfe
k'-nebesi^adiafaaolúta deque fu^s^n ^Qpiiuoés
k6viiiitgeares.i Mafaom«(^iy;$us Senarios , qii9 no
8^fl^ot!i»(liosa;>9W^flMti^^^
d^bdos yjl2ícomp9áad9. de:9]g«92^^
fiad'cereniDnias feáo^ir^a^^^véft «úflíjra^ai;!»^
iiimeirákiiaeQesidadde.a$eggr9r,á.pada upo^
á fuerza de clausuras^ i^eríallos^ jt prec^aoio^
^^ lagpropribdad^e stís mauetesi^vy d? te-
dei caditgquah tfesjy y aua Otr^^ tuntas , quao*
t»s pueda mantefieí^OrrfOs Peíwagillehap eliem^í
i^fto de un inatr|moftÍQ Xtpásno , y cooocido^
<36n btras comuniqadoQíes clan<|estÍ9as.t Aw
)arw^«-
^iéageifas^ y es áii wasoil ^ y .disoarso: ^[4x>pr
sdarnenté i quien Ips guiaiá.estt.^ystémaf .Ma< w
<]ti6 cosa lay^ que la t^iaQu humM^ iiQ.baya ^
emprendida establecer f y defender:^ autorizan- \
doM con la evidencia? \
Por J
E7 Matrimonio^ * 'a j
• ' Tor lo qUe á nosotros toca , amado Cato*
llero mío, no ponemos el laoro, y gloria dé
nuestra razonen establecer reglas nuevas , sino
en seguirla regla que yá está dada , y en con<«
formar la unión del hombre, y déla iHuger coi>
la voluntad dé aquislr que la instituyó.
El introducir en la ísodedadrla ^pst^ labue^
tía educación , láis provisióhes necesarias á una
ccxigrua sustentacioü ^ el cJoosejo , y consuelo
mutuo , cbn todos- 'Itís demás ' socorros » tan
i6t)Ití^cadds , c<Hno' itfalibleí y = filé la-éauss
pbf que imptiáó ^DlosT^-y f&kHüt^ iX tiombreí
desde el prindpio; lá' obügáctbib de aniar á sti
mttgef , y de serle fiel , haciéndole que lá mi*
* f^'como «I una parter á& ú tí&ácáxii -Quiso qoe
flíésüAed lar fórmadái'lú <^ <teUü ^^ en la
tixitíeapis^iaktidxí i f^ (SoaiA la úst^en
iU ¿aüle yaé Ufi dói sé fiimfe" id iodo stttí^
■ rtWW.t-'í' •: '•■■•■■■''■ ; . ' '.-"''-i •-.' (. í ' •"• ' •' t ' •'»
' tat^di lá gfevadá idéd ^ que 'Jfi-'&Gtltma fiM
dá dd matiimonio : y tD!raaddle'4$gi¿i lá alt^
tíi áb esttfiiQ»i^ ) nos ttianlfiestA'faitti- daéa su
est|lnlidad, y excelencia. La estaUlidad es-tdti
J0Dñt quipdo puedd foásper el- marido^ Uh
<^^^qúele «neá-atí eftfiosa , -sio AMn^tei' el qoé
M le' une eif rf iniaaio : y lavexedenda eá' tan alta,
r ^e el eddCe ,' que «8 VixifííióA ptía c<^' toe
/padres , iMá con todoT eso bubordioado id que
tie-
Espe&actíhde ía Naturiáessa.
A&» ú maiido con la muger , y al t»ntrariO|
la muger con el marido*
Después ^ en los tiempos que se siguieron^
el egemplo de Lam^qb , uno d^ los deseen-
luientes 49 Caín , y .el d?seo , yá fuese. de que
no le rait^ sijcceskm) é (}e dejar ima posterí-
da4^a(Q^K>sa:,.:ia.tnxl)ijo. casi ^venalmen-
te la ptufalidad de miigiBres , y b libertad ds
vor a< «e ^^W^^ ^'9^ '><' l'O^ necesarío sujetar á
cMc¿i¿ u yaa l^y. seivera á los qi)e quiso elevar á la digoj-;
im'^pmUrt ^ dé PatTÍfircas. Goofióles sus |ttomesas;per
*^'' fo no lo; f^4nB6 i fe^Mrpaar el corazón huma»
po,,^ fe!9tab)Qcer el orden primitivo. Esta obra
gran^( estaba destinada .para su Unigénito, para
su ü^ejrboyq!í»j0^t^._ s^r el Reformador 4d '
Íjreg§ro.Hi]iD^fip^'Í]9QiPrJbat)ia,$ido e| Autor.
P^.»P9a> «^ te' üUipiidaá áfi. Se0pjr.,y 4«
MJa^ttro, er^qui^ti ^si^oijlieti^» pata siempre
I4 liberta (¿1 r^pudiOt, ^ W uaíone^ «rbitmr
fias , llama , y buelve eí matrimonio á su.liw^
i^í r.gstw pejCMífKílabws^ que^bamos dfccí-
^,-4^01» ditü 1^4^! oonio del Npelw.TW"
m^tm t . sstftWejspn: ísi^.yf!^34f» fy. W^P rajjp
|)i<yi9l á^^j (9Q»9fM, 1 -^. t9d^. ios <^¡^ténu9^
ítelikWíjPWlfififtpíWácy iquí < íodpft I09. íKKildQi w
^ ftrt^Qaí.fluíí,5?f:l»n «cri» ^ áwsiwlel o»-' '^
áSisn<KU$h. !t9^.M:ifd^ifjf^iím 9K se han \ i
-sii he- \'
E2 Matrimonio. ^$
hecho 9 y méthodos^ que se han dada en esta
materia , miran mas á lisong^r el particular
enemigo del apremio ^ y la viotencía ^ que á
procurar al' genero humano el orden , el wposo^
y la buena crianza. No pertenece sino al Autw
de la sociedad asegurar al estado , como de un
golpe, todo d bfen 9 por medio de las rerda*
den» ventajas de nna estrecha obligación im«*
puesta al hcMabre i de amar , y rontentarsecoa
nna sola muger > permanedeikk) unidos insepa^
sablemente entre sL La Phílosophía , y el ape-
tito j Á ]podemos acaso separar lo uno de la
otro , corren en sus opiniones detrás de úgat^
ms ventajas particulares, ó sumamente limita-
das , y &Uan á los bienes mas esenciales , y-
que mas se deben mirar.
El matrimonio indisoluble de un solo hom-
bre con una sola múger, podrá ocasionar algo»
na amaingura , 6 ^dgun inconveniente para el
paniculw ; pero miradas umversalmente las
ventajas , que dimanan de aquí al genero huma-
no, se hdla ser esta disposición prdferible á qual-»
guiéca otra. La razón , y la experiencia nos
manifiestan en. sem^ante estsUédmlento una*
caía , digna de aqud que le determinó, j
vio á renovar este orden , pues él trahe mar»
yor imdtiplicacion al genero humano , y ma-
yor reposi^t-fas fan^ilias.
Hase notado ,. que d numero de nilbi^
qoe nacen de cada matrimonio , es casi siempre,
Tm.XI. D con
3 6 EspeSlacuh de la Naturakxiu
con corta diferencia ^ igual al de las niñas : y
ü las guerras , los viages ^ los grandes ^ y du-
ros trabajos arrebatan antes de tiempo bastan^
te numero de varones 9 parece que aun es ma*
yor el numero, que falta en el otro sexo ^ y
en edad semejante , por la debilidad en el tem«
peramento , y principalmente por los peligros
que experimentan las. mugeres, yS por razo«i
de los partos , y yá por la alteración que les
ocasiona su leche misma , quando hacen , que
madres estrañas crien , y alimenten zvis hijos.
Sin riesgo , pues , podremos suponer di Dumé«
ro de varones , y hembras , con corta : dife»
rencia^ igual , y la b^nza quedará sin tor«*
cerse mucho , ni faltar él fiel á su ¿aja. Su**
pongamos que hay en la tierra den manee-
bos 9 y cien doncellas , y discurramos , ó ra-
dodnemos como si no hubiera mas ral pre-»
senté. Lo que fuere verdad , hablando de este
pequeño numero ^ lo será también respectó de
todo el genero humano. En las alianzas que
pueda haber entre estas doscientas personas^
6 nos podemos atetíer á la primera institución^
6 seguir las ideas ^ que se introdugeron de»*
pues. Veamos él bien ^ ó el mal que se dche
seguir , si nos conformamos con las costun^^
bres de los Orientales. Veinte de estos jove?
nes 9 habiendo llegado.^ ó por su valor ^ 6 po( N
su industria , á colmarse de honor ^ y lograr
los derechos que les dio su propria fuerza ^ ó
el
\
Eí Matrímonió. 27
él consentiinieDto de los otros ^ desposará cada
qual ooasígo tfes doncellas: y es un rasgo de
modMacion 9 y de condescendencia en séme^ *^
jante libertad ^el no apropriarse mayor ntime*
ID* De otros diez menos poderosos » y de ea^
phera subdtema , tomará cada uno dos. Que*
dañóos todavía setenta varones , y veinte don«
odas que casar« Siendo otros diez mas pobres
que los precedentes ; pero que puede mante* V
ner cada qual una muger ^ se contenta con ella^
an aspinor i mas : quedan sesenta hombres ^ y
iiiezmugereSyáquienesnóse tratará casamien*
10 9 y unos ^ y ptros son mirados como escla-
vos , 7 que se entrarán á uiia comunica-
dcMiy y libertad desr^lada. Gentes hay, que
tendrán esta distribución por bastantemente
joBta, si la hallan» utiL JComencemos por la
utilidad; yo entro en ella por aora ; después ^
pesaremos i lo que pide la esáéla jusdda , y la
iMCTtrJifc honestidad*
la utilidad grande^ que solicitan, aquf los
aequaces^ dejesta idea , es la mayor multiplica-
donde los hQ0s.S^;un la experiencia de los
Qriebtáles 9 que viven con tres miigeres , es
tener ties , 6 quatro hijos de cada una.
j de quatro esposas no tubo sino trece
ligoí ; concedamos con todo eso dnco en ca-
da una , y serán quince hijos de lastres muge-
res : que los que se casan cún dos tengan de ca-
da una seis | que son doce en las dos mugeres.
Da en
/
/
. 98 Espe^acuto déla Naturaleza*
itn cada fiuDilia : y se puede admitir que tenga
«ocho de:dla , el que tiene solo una muger. Las
demás yfcuyo estado, no será constaate^ d la mis^
ffia licencia les quitará absolutamente los hi*
jos , ó tjeodrán muy pocos ^ y sin duda será
mucho ,.si con el desorden de su conduela
pueden conservar una leche pura ^ yU^ar á
criar dos. hijos cada una. Las cien oraga^es^
pues j del modo que las hemos supuesto cfistri*
buidas 9 darán:
i."" Las 6a que contrahen los C ¿a veces.-
ao. enlaces primeros. • . . . ¿ $. hijos...
• O por ao. hombres^ que con^ Tía veces.»
.tragetoQ la utiion dicha..... (, 1 5»,
i . . Esto e& ........... «M jcahijos..
• de los enlaces de
orden . daránmitttt
íia veoesu
■0« ..*..•
la veces*.
xa.......
Atoes la snma de».... ^ laa hyos^
S«^ Las la del tercer orden.... fia v^
^#^#^^9..^^^^^
{la
8.híjo8,i»..
\
Estoes.. •....« 8a híjostM. '
Las
ES Matrimonio. t^
4/ Las lo. cuyo estado no se V xo» V€ces^
^1 é^^^^. • .\ 2;'fa^os.M«
airegl^
Esto eB*.v. ••; • <io.
laoii
' Total.....'. 510.
• • • •
>• <•
Es evidente 5 que en esta distribución y la
mas numerosa posteridad es de aquel que tiene
tres mugefes ^ y la menor dei qfoenó tiene sino
«na : de donde parece qué se conduye , que
la unidad en el matrimomo es el orden mas
conírarío á la fecundidad. En buen hoia , que
apa];ezca asi
' Fofo botraanos d:|mntoiáidóode los den
jóvenes estaban püontos á casarse*, y que de
las den doncdbs , que Dios hábia puesto en
la tierva » cada uno tomó la soya : este és el
mismo ciiden , y el mismo caso que d de
ASám y que no tubo mas muger ^ que aquella
que Dios había puesto entonces sobre la haa
tierra*
Muchas de estas mugares tendrán diez y
<)cbo , h veintt fai)OS | y ^un^maf : otras caaDr*
oe>óquinoe;a%\inas«iueire> ódfez, yotrasme*
Qos. Quitemos de un golpe nueve ^ ó diez hi-
jos á laa qiie tnfaíerin ma^ y no añadamos sino
dos
é
20 Espe&acido de la Naturaleza.
dos 9 d tres á las que tutúeraa menos* Esta
cuenÉtmedia.Uegvía.á dac .oosa de diez » 6
doce-faijos^ cada una : Utnitemonos á nueve:
feduzcamoslos á.ocho.> paca acercarnos mas
á la veidad. Las cíen mugeres juntas tendrían
800 hyQS|K>r lo menos: lo qualdá aSo hi-
jos, y. aH^ daría por ventura fa mitad mas^ ^
que^ea-^^^aso de la polygamia ^ suponiendo '
por. una^ y {lor. otra parte que viven todos»
Asi , aunque la pluralidad de mugeres pudie*
ra aumentar hijos en una misma casa ^ como
un bien particular \ aunque no parece ser este
d objeto de ciertos PfaUosopfaos tmagínarkis^
que intentan tal libertad ; pero al genero hu-
mano le .daría mucho menos , lo qual escoo-
trario á la manifiesta intención de Dios» La
Philospphf^ misma cpnyiene en general ^ en
quieel fio dd matrimonio es la indtipliai-
don del\ genero humana Cómo', pues 9 sé
atreverá á lébantar d grito contraía mono*
gamia primitiva , y evangélica ^ que aumenta
tanto, esta multiplicación \ y piefimrá yá eí
que sean Gqmunes: las mugeres j^ 6 yila pío*
ralidad de ellas , pues disminuye tanto una , y
otra el numero de los hombres? ^^
Para cortar por el pie toda vana dispm^»^
notemos solamente ^ qpe náoclias de estas den %
mugeres , de las quales tres , ¿ qua;tro tubie- ^
ran sedo un marido común ,.no tendrían ja*
más ciulbi una otros tantos fa^ctt f como si cada
qual
El MatrimMio. % t
qnal sola viviera con solo un marido. For otra
parte , aquellas que fuesen comunes , y en*
llegadas á una libertad brutd ^ notoriamente
serían menos fecundas 5 6 absolutamente aa
quedarían estérfles, por fazon d6 aü desor*
deo. Esta es una verdad evidente , sacada de
h experiencia comunique den inug^res ca-
sadas según la costüníil»!^ de los Orientales^
darían knénos Mjos id genero faumano ,' Com«
puesto de den íiombres solamente , qué si se
hubiesen formado cien casas , ó iaimiJias dis*
tintas por medio áé la unidad del hombre^ j
debffiugén'" ' " :•■'.« -'i'' -
' El interés general , ú mas. digno -sin dtida
dd discurso , y examen de tiñ colráten vdrda*
deramente philosophico \ aseg|ura iiasta aquí á
la tnbnog^ia un motivo graAdé^ (^refefiecH
tí2iiVtfb iadertás' dé ie^Í és ':p^ ^quis áe
ayudeil totituáineké iWbkMtvoB^y'tió sea ^lifi
está primera Ventaja se hallé dísirul^b cdn mtf-
cbos^ y muy grandes kicodveüridntesL Kó ae
puede juzgar bien del mérítbV y dé'lasinCb*
modídades déedK>sidó6 estadú6,án&* ptít
de la compáradon de tinoMn ófira
itiiémos desde Itiégo en las Tiendas de
lech y y veamos c¿mó Vive con sus dba
Ada^ y SeUá: éf es el* primero que
dio esté' égemplo / y según paittce , pesaría de
antemano los inconvenientes ^ y meditaría las
conseqoetícias de su nuevo empeño. Y halló
aca«
• f* r.
3^ Espe&acuh de la NaturaUta.
acaso las ventajas 'que se había prometido ^ j
con que se lisongeó su discurso.
To no reo en e^ta casa sino diversidad de
intereses , y. pasiones: Qué zel^s, qué alterca-»
dones enere las dos. mugeres ! Qué rencillas^ ^
respetos ^ ideas ., y malignidad de interpretado-,
nes para d^ri ibsur^ una i, ojtra mutuamente de h
estima 9 yciKtizqA deÍ^i||arido!:Qué debates»
y aun fjirofes emre los .hijiis >*^090s parada*,
ríos de sus madres ! Qué aflicdones , qué pley-
tos 9 y qngas para con Lamech! Teme su pro« ^
(Mria morada 9 y en ella todo b vé en cpmbua«
tion 9 todo es incendio : cada día hay zcxxK^
QÍ9Qi^ nuevas ;y^i^linjileodo dMefioM , y
lleno de desagrado 9 6 llantos colmadoa de
^epesf 9 ocapaa 9 y hacen resonar la habita*
c«on« Dp;P^,v<e9e4 parar ep Jue? 9 y el re-
«iiedi(^iquQ9¥^uflsg^^lígado es. todavía mat)
fupesip.psm,éLt^iie^l itiatdeqm:nqp^ li«;
Ivac 9 pues no poede ccnduir aqtt
t(9tlo9 aíxiQ í«>Q I9. muerte de Ips npoy sedido*
• »
uo,^ae hjbin^Qt iQQPtaab^! pmlwt«»nedte>)
d(9pHtt de[avefigiiadono$ , y s^urkJlíd^ pr^s-
m.&a. jt^tída, y «3909 entre dosde un oL
t^^^mmoyAnnm e^^tl^^ , y.boeqa criao-^
^^.t4^|Qop!Hg(>^I« uddad eó tos intereses, \
¿Idjfi&iwíiííad dei huioor i y realsanüentos,. V ^
cAlMbfdldbarse uno á otro , el oonsesjo mutuo, \ 1
la >1
SI Miarimonlú. 3}
|a paz 9 y en üoa palabra , la mas ()iiloe coinpa«
&a y que se puede concebir : luego h urúáñá
en d matríooomo es incomparabletnente mas
^TeniajDsa^qpela polygamla : al genero buma-
fiDporla propagarioQ) y á los particulares
fogh vasfOf concordia, y reposo.
Esta verdad se baria todavia mas sensible^
si ala deacripdoadel estado de k» Poligámoa
a&adíesempak pintoiade las iiífiímias , y de
las ipfdiddades, á que redugera neoeáariamei^
telapaskmal resto del genero bumano > pues-
to en semejantes dicunstandaSi Condbs^ des-
de loqgo la 'mitá4 de la sociedad; esto es,' to«
das las muleles sin honor 9 por la deseonfian-
sa ootverKd que se tiene de eUas , aprisiona-
das por toda su vida, y obl%adáiá vivir per»
petuamente coq otras, á quienes le parece
ipie deben aborreoer, y «que tienen el motívo
mas eficaz para el cdío^'y en»ihi , abandona-^
das como in&lices captivas al capricho de un
pequeño numero de brutos , que no pueden
asegurarse de esta odiosa plimdidad , sino á
fiíerza de barreras, y cfemineleis. :
Concíbase por otra pártela míeail dé los
nres reducida á retíuncSar hs sabias le*
ide la Naturaleza , y4 sea por la dificultad
hallar una gompafiia faonesta,:y fiel,d yí
por las precauciones violentas, que tomanloi
iiinirp«ifweá^:p^rapápesefyat
Tm.jn. E in-
34 EspeSíactílo déla Ifatutalexa.
interpresas , que recelan de aquellos que na
las tienen.
^.^ > Peio yo ofendería la modestia con la re«
lacion de estos hprrores ; y si la [natura ,sola
de ellos €3 escandalosa , qiiánto mas con*
trario será el objeto misntio , á la institución del
Criador^ y á las primeras luce^ , y sentimien-
tos de fauípanidad ? El Eváíigelia ;^ pues , qué
supripiió, estes bortón ^ y.desofdeniss'^ ledqíciii
su primer estado la sociedad*
. Despu^ de estas diferentes fórmas ^ que le
ban hechp^ tomar al matrimonio^ y ipie. se-
gún los tiempos. ; y lugares /ha lomeado ál<-
gupa estabilidad por razón d6 los fieg^aoBneu*^
tos diversos, de los hombres , hay tamhtea^
otras dos sociedades 9: en que no sé coRooen
mas leyes , que el capricho ) y en donde no
**u^fortica- ^ respeta, niel honor de las famiUas^ nil^.
«ioa. ventaja del genero humano : quiero dedr^
aquellas dos esi^es de cometido » que se
mantiene , 6 con personas ligadas yá con el
matrimopfoVi^ con peraóoaaUbres^desuyugo.
Honremos con. :di' nombre de sodedadá estas
alianzfis ^ jKglaVibnoadas á I9 avdntura ^r
un apetito, y pasión brutal , que todo 16
duce ^ y convoca á sí , ^ á pe^r de' los grit
deÍa.fasOQ^;y del menosprecio , y nútía det
- No txaberémosá questíbnvd^adukeri
■í • - y
'^
Ei BSiitrtmonhm % 5
y él ^comercio ilegUimode penonas bbres des*
figixn^ y emponzañaa la sociedad ; ni si estas
alianzas ^ paramente fortuitas ^ deshonran á
aqóel ,:qiie'ddie ser ia imagen áñ. Dios en h
tierra > el obrador de todo bien durable ^y el
apQ]po del bnea onien» No hssg' pénona^ que
no reconozca ealo interior de su conciencia^
qoe ño es digna esta question de que se tray-
ga á disputa 9 si yá np ^^¿ta alucinarse con
furiorinins, que pqeden pasar umcamenie por
fotSe»»ddl)amor fropfio;Mo<eti'S»4ogar to-
caréflios othi 9 d^napor derto de exagítarse»
y coyaqí¿uck»i lo será también en la precedefir
vtxf^i fR^Sisabee qioéi^ «trias contrario á
Javsodtdad, y Ja ini¿e mbyor ii^usiitía , aqu^
que* domercia <3oa la fauíger agena ; d>t aqud*,
^ue por d tratocoK una persona Jibre impide
d atagiirar d; est^do^ y erianata de los Ujoa
pot inedio;deoaQ manimotiioileptimow
lndá6:]así'^aQkux8 i qué d adull^rip es ^ desputt
del liomicidia^d masdjgpode castigo entre
lodos los deitoos; pesque es d robo inas cruel»
yjyi 'uhrqp capas d$ ocasionar hs muertt^
r exoBsoa ma^ deploraHes.^
especie de comercio ilegitimo no
dá lugar comunmeirte á tantas quejas, y esh
mod addierioL Los mdes que
sotíedad na aoo tau daros., ni
ttáheiconsigoí tama apaidénda de tnales^d
£a Úen
é
.* sé
> ii
i
30 Expe&ofiaJo d^ Id Naiwákta.
bíeo no son menos verdaderos ; y aunque esb|
culpa tiene inferior grado en rasson de eoormi*
dad 9 es acaso, el dafío mayor^ por. las con«
sequencias qiie ae la signen :«s¿i tratamos aquí
de vjÉr^ , »
ii adaiccno. El adulcerip es cosa cierta ^ qoe es la unión
de do(f covezones corrompidos, y llenos de
injusticia , . de dos almas , á quienes ha hedió
bastardear la pasión, y que deberían ser el ob*
jeto de un horror mutuo , pori la . mtsina ra^
•zon, ^pie dos iadrohqi/fle despredan nnb i
ptro , porque se conocen: mejor. La adnlteía
puede hacer «UQodafioá.k» hijas, que pío?
vieoen.del adulterio ; pues ao hay que e^ient
tK)r k) coikiuik , qne los mhé cbo aquella ter^
Aura materna, ñique tosialoancen sus efisdos^
de parte de una muger , que no vé en dios
aino motivos de icM|uietnd-,y Depidiensiofies
de su infidelidsdi Tampoco hay. que ^xpem
, tsgSbnda tobie su crianaa, y costumliies eo
ana madre , qub perdió la quietud, y ddUdas
de la innocencia ; pero aunque estosseanda-
fios bien grandes, mientras el desorden está se-
.cretoal patecer , sufire poco la sociedad ,^os
hijos se alhtociifesn^ y logran una especie
criaojsa honesta. No pasa asi en el conierciJ
4Kisag^jro de personas libres.
u i<>mi5ft- - Quíleseóefefitoel destino.de los atrafii*
¿wci^dHÍ* »^^^ ^"*^ previenen al hombre? Quál es el
Al verdadero de los placeres^ Por qué, pongo
por
Bltíatrnnoíiiú. 3Í7
pur egemplo ^^praa el Criador 00 sabor agra-
dable en los mantenítnieMos ^ ás que debe
usar el hombre? Por qué se siente movido coc-
ina de un •poderoso aliciente , á. con versar coa
su semejante? El entendimiento ^ destituido d^
jbcéxes que le exciten j y cerrado en sus
aver^uaciones^ 7 discursos^ pudiera oWidat^
se de las necesidades del cuerpo , 6 desdeñar
la compañía^ y cuidado de la sociedad » á cu*
yo servido le destinó el Criador. - Perof para
evitar este incsAveniente^ és el (dacér un- ad4
Hxmitór eíicáz,que condoce ál entendimien^
10 al logro de su fin ; conoce ^ iiombre el
va^MT del tién^^ y el precia de la salpd) y asi
«edooe el gusto de laccDiversadon, y db la me*
saá loB términos prudentes^ y quejus^abr
santamente necesarios: con que lejcis de gober*
naiaeporlos atraifttvai^.la.raz0n.mismalo&dt«>
viSB^y |ps gobieniatten' una pálabr^^ elatcac^
tívo ffiii%i el desd^, y la drazon modera el
aira£tivoi>
Xo mismo sucede en los^más alicientes^
y en particular en los que el Criador ordeoóren
la j|ciecbd conjuga Estosatraélivos miran al
dd genero humano^ y el eféfio^igue
institución de la providencfo^ quando los pb¿-
cétvs se scgetan á una regla ; pero quando son
despioporcíobados 9 y de tratos irregulares, son
coKoú oonsequéncias necesarias U ruina de la
í; y el oprQbfk> ddt getiero huinaoo.
Son
%• s
11 %r»(^ri
y
. 6on la ruiw ik'h &qiiqgH^
fbrque hs mugarett^ de90om)Cen sus obliga^
clones , estiman eo^ poca la '<)uaUdad de m»»
dres> y acaso estáo podo expuestas á lograrla^
pero si les es éontingéotey ó las áaieoUza > na^^
4a temeoí mas 5 que el fruto de so, comércapr
-AQnca Ten con -agrado salir it la Ia2 estos iii*^
ielicea In&ntes ; de nüódo , que parece ^ que
iia tiedeo ' derecho á entraren la vida. Stt
6iecit8yS^ saspÍTa^se>vén «1 sumo émfaano^
Ui;m«lnes4ÍQ impide el que logren la íáía,^
dad deVivir^ cbn^abortos, y con* remedios mor-
bles: seles quita la vida, quando apénasele*
garó» Si pisar leltmáfard priinerp d¿ ella, ¿^ se
Vhtmi dé hj peaidiimbre,. dejabdoloa; espoestot
jrbindénienda:; 7 ae introdoce entre les
padres , y los hijos, un* caos , que fes tendrá
entre tioiéHas ^ .desQonocidoa», y > sepavdi os
para * ^Sempre. Ete este conjuato. de faíjbsr abaír»
donados se forma una tospéest» de Poebb^ di
mas Ínfimo , el mas vil , y despreciable.'^ ^sia
educación , y sin profesión , ni faatíenda& Na-
die los protege ,¿ ninguno los conoce. La li«»
bertadsuma en queae criarpn^y en qo|b^uul
"Vivido , los deja neeesaiiamente^in prinap|^
sin regla ^ y sin frenó alguno : mochas vec^
se apoderan de ellos la inquietud 9 el desasosíe-*\
go, y ta rabia; y por rengarse del abandono \
«n que se miran, se entregán^á Ips mas fimes* \
IOS , y ^rjudiciales excesos» ' \
1
El menor de los maks , que pudieran cau-
sar estos ameres ilegitíoios , es cubrir la.tíerra
de Cmdadanos Henoade dofitttunfOa i^qot ^pere^
cen y sin poderse casar ^ 6 unir con {Kícsona te»
lada y y que no tian traédo aínomalea ^.i la^so-
9 donde sola «e lian, d^do v¿r¡ con des*
)iada;:cs^^u6i, maslx^^idídaLí^Jii mat
ttarmd d acreoeolamiento^ y jQeposot ije bi
[^•qoe b doftrtaa^ y el oelibatorióiamQ
de aqnellosi falsos Phüosopbo^, que seeaeociief»
ea d jnttBdo.^l7riq)i^na hd)kade ptfa.c^sa 9^
del bieh.de kaockdadf^(ftLiiusíiao.:t^^
affuinaa ¡ana. msodadéros fuodúaontos* áVm-
otra parte, nada hay maá saludabb al «stati
do 9 que la (fodr^na^ y el sselo de }» Iglesia».
que no ix»ira dcepfaato ystíiQ:ep agudüas-pech
sona^ i que le ábraaán por ilegir^ s^,mas pei^.
feébB, y mas uliM ái loa otrosí que sie aplicat:
á inculcar^ y persuadir á los .gisodes, y k U»i
peque&)8>la<¿Úgnidad/del )natñcP4>nia ^ pafEi
establécerlosljea¡.iiiia)¡saQt»> jchmcggfá^^fsnoer
pañia; y quBi^afapiénte tn^s^/cobcwqu^
todiji; jtfdofi'|)Ot f^obrar 9 tsriiiri, á.inffQPiiif^
itiños y qoe dejahar.afaaAdOQados .una^
: Qi^ {ml^ J^MQsophikv:q«e «. detílam^
lar fa^flifam '«Ri^r^QaoiiB^ ^lafán,^ pon
criUbatode :Hpíctpro.? <^uedar eseíatp r4$>
; ciQda<ioc^dr los sttto»^.ii^^ t^SMr-
• . •> • *• Wo»-.
ft
40 Espe&acido de ki Niaiirdega.
bledtniento ^ y de toda pena ^ y trabajo ^ que
es lo misnio que dedr 9 que lo hará todo por
étlaaoofedad^ qoaiidó ¿o faaoe Ú la metior
GQsaporella. . • ; . -
No rehusetños escachar lasiasaonesde esta
süblínfe Bhilosopi^ , qae vé maa cíaramente
que la Iglesia , y halla que leprebender ea la
nevielacioo. Los Sedarlos . de Epicnio no se
creen can imiqles ¿ 70 ksherjoído dedr^qoe»
sm alianzas no eran siempre infiroébiosas r que
era menester siempre en un estado de gente de
todk especie ; y que si la República aolicítafaa
por una paite Qudadanos bieacriados, é ina^
tnádos 9 necesitaba también ' tener quien ma-» -
nejase la escoba^ y la carduza.
Convengo en la equUad , con que qaáe^ .
ren ¡estos Phitosopliofi^ conspirar á que d na«
cimiento , y eduoaicion de ios Reyes , y el de
aquellos, que acttpaa en la República los em«
pieos 9 y logares mas distingoidos ^ deben ser
los felices frutos del matrimonio j legítima*
mentí contr^Udo; peto qué equidades Iñson' '
ya,qaando quieren atriiraívásustobra^^que,
se propague en el mundo la canalla 9 jdbés-
del Pueblo T Pretensión semejante trabe ñato-
ca vanidad consigo , é infiere mucha icjus^
da. Ellos se apiopiiah una ^liia ^ et^ que * loaV
naa brutales , violentos^ y menos PfailQ90«l\,
pho5selld»n la mayor paree-: de donde se i
^iffi^f qvfe la sockdad^ que no lia anido jamás
.fi.
JE/ Matrlfnonio^ .4 1
sa alguna á degas, y desordenadas
as 9' no se cree mas obligada al agra-
decimiento para con aquellas personas, que
se atreren á dar el nombre de Philosophía i
SB desenfrenada 9 y barbara libertad
La expeiíencta enseña , que el bien del
.g^eio humano conviene perfe&amente con
4a revelación 9 que pide la unidad 9 y lazo i»
disoluble del matrimonio ; pues suprimiendo
esta firmeza 9 y perpetuidad 9 se suprimen los
a&Aoa maa honrados , el amparo , y el abri^
^ mas durable 9 la estimación 9 la amistad, lá
prudencia 9 y el egerdcio de todas las virtudes,
con todos aquellos socorros 9 que perpetúan
eficazmente todos los estados
Bsbisvao pnelvistD Ekqs : Jas (onsequencias cer je ei h«in.
ioesiiattbles de <sta unión , facilita di cum<i dlu' mug^!^
pUmiento de las obligaciones , y ayuda de
hecho á la conaervacion , y. efe¿to feliz con
la dív«fstdad de qualidades 9 que puso en el
hombre 9 y en la cmigfer. Al hombre le di6
lo^ : honrosos títulos de- Gefe 9 Gobernador 9 y
Defensor de su familia : y para ponerle en t^Ast
dode hacer á íesta familia feliz con el produc-
oe su trabajo 9 y con la, 3^vidad de su
roceccion 9 le díó ona estattir^.yeot^^a 9 uo
naagest^ld , un t^mperanhínto robu^
e;>^ y un9 adividad enemiga de la inaccion9
y del ocip. Por esta causa las diversiones de
su niñez son. tiKnaltUOsas 9 llenan de viv$»a 9 y*
Tm. XI. F bu--
j. Ji.
4 a Espe^aculo. de la Naturales.
bullicio. Después , yá> que la edad viril iné-
doró sus deseos , y puso ordeo én sus ideáis,
aparece un juicio seatado* Pero obsérvesele
aun eo aquel reposo aparente : Un fuego se-
creto le consume: forma á golpe seguro un
proyeétb, si acaso no partió yá á egecutar-
ie : es como preciso á su inclinación natural
estar en todo, reparar en quanto sucede , no^
tar lo que pasa , y advertir cómo van todas
las cosas : es necesario que n^antenga la abun-
dancia , y .la seguridad en^or casar; pn^iebe
la intemperie de las estaciones^ ^ y repava 1^
ruinas con quie amenazan los edificios; Si in«
terrumpe el trabajo con alguna diversión , 6
algún juego , aquel le desagrada mas , que
pide mgas quietud , y • elige 1^ carrera^ á {xe » ó
á caballo : socí de su gusto el juego de lá re^
queta , 6 pebta , y se* divierte con stngutaf
placer en la caza , 6 en la pesca : su descatisó
es el egercicio , y la acción es quien le forti-
fica , y dá vida. £1 hombre se - parece' á laá
plantas vigorosas , qite' peiiscen á la sombra^
% secan en los rincones , y solo saben vivir á
irampo de^ubieno » y á cielo claro. De gce-
nodo , su gusto , sus diversiones ^ y su caraC^
universal le mantienen en una agilidad sali^
dable ^ y le ponen en estado de adelantar sus
bienes , y prosperar sü hacienda , y i&mília ,>d
por medio de una legitima defensa y 6 por el
de un trabajo constante ^ y provechoso»
El
£7 MatHémio. 4S
El destino de la muger es muy dtvefso , j
sus qnalidades corresponden sensiblemente al
destino. Aunque á titulo de criatura racional
tiene derecho , como su marido , y como tg>
do el genero humano , al dominio de la tierra;
pen) con su Bimilia y solo tiene el segundo
asiento : es la segunda persona de la casa , está
siijeta á su marido , y «s su ayuda, y compañera;
pero es una compañera semejante á él : es digna
de respeto en la casa^ tanto por sus.^óprios de-
rechos y como por el poder , que su marido
la comunica; pero no ha recibido la misma me-
dida de fuen^ , y robustez , ni la misma adi«
vidad. Esta fue unambia precaución , que mi^
ró á reducirla á nxeoores cuidados, y á hacer
que tómase por su cuenta las operaciones in«
tenores de la casa , mientras el marido vela*-
ba 9 y trabajaba fiíera* Par Ifacerle á éste siem-
pre am^e su compat^a » y au presencia agra-
dable á la familia , le dió el Autor tanta dul-
zura , y tantas gracias. Es obedecida , porque
agrada^ pero sí la dulzura , y las inclinado^
nes beioéfícas , de^ique est^ naturalmente dota-,
da l^mugeil , sisu exterior réfl«5te del interior,
de adeotfo la aparieocia hermosa, coa
se manifiesta por fuera , y si se viste de un
^canRfít naturalmente señoril , entonces es obe^
decida peiseTOniitemeoCe , no ^lo porque agrá* .
dak , sino porque se la estima , y aprecia.
El todo del marido e$ mas dooxtoaote, y
F a res-
4 4 Espe^ aculo dé la Naturaleza.
respetoso que el de la miiger ; pero la áuto«-
ridad de la mnger no es menos provechosa , ni
menos eíicáz. Egercíta esta autoridad conti-
nuamente ^ y la hace mil , unas veces por el
exaéto conocimiento que adquiere de las ma--
yores menudencias de la casa , y por la necesi-
dad perpetua que tiene la familia de sus luces; y
otras veces por el acierto de su parecer y y ■
consejo , 6 por la moderación de sus avisos,
y amonestaciones ; y en tal , d tal ocasión^
también su disimulo , y silencio es provecho-
so. Aun sus lágrimas ayudan i su autoridad;
pero su poder mas in&Uble es el que le comu*
nica su dulzura , y su virtud
La hermosura , gracia , y deiícade2a , que
hacen á la muger mas sedentaria , y retirada^
po la dispensan sino de los trabajos que piden
mayores fuerzas , y de los afónes mas duros;
y se creería deshonrada- , si sus atraéUvos , y
su descanso hiciesen de ella un ídolo sin uso
de pies , y manos , ó una fea divinidad y pre-
parada siempre , y siempre eti parage de reci*
hír inciensos , cultos ^ y faomenages* Ai mo- •
do que participa de tos honores del ^obi^o,
toma también sobre sí los a&nes , y el c
do : y aunque su adividad , y jornadas se
cierran en espacios muy limitados y y miran
los objetos mas pequeños ; con todo eso sus
ocupaciones son continuas y y continuameo»
te necesarias. Cuida de las compráis diarias, ar-
re-
£7 Matrimonio. 45
legla los salarios ^ las pagas , las raciones ^ la
distribución , la buena crianza , el ceremonial^
y orden de la' casa. Su ptesenda lo alumbra^
aclara , y anítna todo , no se le huye á su
penetración la menor fiílta ; aunque no se
queja de todo lo que advierte reprehensible,
bástale que noten , el que su silencio no es
eftéto de estupidez , ni descuido , sino de re*
tentiva , y prudencia. De esta manera man-
tiene la casa toda pendiente de sus determi-
naciones, y juicio. Consigue que sus quejas,
y advertencias , cuya fuerza se disminuye , y
embota quáudo- son demasiado ñequentes,
hagan , por ser muy raras , una impresión
«til, siempre que lasí hace; Su inspección,
aunque apacible , y sin afeétadon alguna,
mantiene en su deber á todo el mundo, al
mismo ¡tiánpa qué su paciencia la hace tan
fespetabie , que se vé (hígada á endulzar con
un semblante risHeño , y ct>n su naturalidad,
y humor , síeftipre benéfico , dulce , y amoro»
90 , lo qne podía tener de auáéro , é incomo-
do una v^ílatída continua.
unqúe el borden ,1a limpien 9 y 1^ paz,
esfeaUeóe i?n toda la l^mflsa , y habitatíon
cosas tan estimables , y ventajas por sí
mismas naturalmente dignas de todo aplauso;
no obstante , ia muger tiene otra mira , di-
f^ptendolo todo i im fin n^s importante , qual
es k satisficctan 4e w marido. fiUa quiere masí
que
^6 EspeSíapüIo de la Naturaleza*
que todo , que en entrando éste en sií casa^
después del trabajo del día , pueda sentarse ^ j
descansar libremente 9 np p^ra oir quejas ^ ni
juchar 9 ó juzgar procesos 9 mas fastidioso»
para él , que los mas duros trabajos. Todo lo
halla arreglado á su buelta ; y la amante , y
cuidadosa muger quiere 9 que con el buen or-»
den encuentre también la tranquilidad 9 y ale-
gria 9 00 hallando otro m^dío' cpas seguro pan
ra hacerle amable su casa. Eo la oecesidaddé:
elegir entre una economía 9 la mas arreglada,
y una calma 9 y paz inalterable 9 le dá siem*^
pre á esta la preferencia , no arándose tal
vez en. algunos gemidos intereses 9 y pequen
ñas pérdidas 9 por mirar la pa^ 9 y d tosiego
como la mayor ganancia de todas.
, Quando alguna justa 9 y racional nficest^
dad la .obliga ^ informar al dueño de jla cada^
^ de Aio negocio sérib ', 6: de U9 accidente ^ 6*
novedad 9 que es preciso llegue á su ñoticia9
se apodera de las avenidas , y cierta los coü-»-
du^9s del mal .9 impidiendo que alguna lengua-,
imprudente le anuncie sin discmciotí aquelue***
ge>cio 9 que ! ptiede: ; turbarle . el: jsomgoi Esta
prudente 9* y ^ahia.n>uger iprepcnrai, sü mantos
á escucharla sin desazón 9 le instfiúa que
s^ altere 9 y que conserve absolutamente la
p^Z 9 por penoaa quesea la: noticia que le dé:,
no solameat^' ^ndbilea* la^amalrgaiGa , sino que t
después de¡haber dadQ'el^tííano^inec&sariopara j
• ."1 re*
j
lili
JE/ lUatrímonh. 47
teflexiotiar k) qiié tonviené hacer en aquel ca-
-so , y para que se tomen las medidas condu-
centes , sabe hacer una diversión sutil , y dies-
tra , de modo , que insensiblemente le saca de
aquella conversación lúgubre , y de repeticio-
íies inu tí lesw Tuerce la plática , y Ueba él dis-
curso é objetos -pYoximoá 5 y <fe menos aflic-
ción : ocupa sti espíritu , y divierte su entendi-
miento con otras necesidades*. De esta mane-
ra 9 por la discreción con que maneja el dolor,
y ocupa poco á poco el pensamiento de su
marido 9 dístrabe de su imaginación aquella
penosa idea , que le pudiera , sola , ser mortal,
y restituye insensiblemente á su rostro la sere-
nidad 9 tan necesaria al hombre , como la mis-
ma salud
Aunque sepa variar con ' prudencia la con-
versación , no varía el genio , y se queda siem-
pre usual 9 y siempre dócil. La abertura de
corazón , y el candor la son insepafables; pe-
ro esta franqueza de alma, no la conduce ja-
más á introducirse en toda especie de questio-
nes , y menos emplea el arte peligroso de
oblijgr al marido á que diga lo que tenía
inacion de callar. Detesta una indigna
File^ / proprb ^ solamente jpara turbarb to^-
,' y de poner ' la casa en combustión. Lejos
de nianffilstiarse deiséonfiada con un empeño
a&noso 9 y desasoseg-ado de saberlo todo , 6
coa la lfl)ertád indiscreta de criticarlo , no le
de*
48 EspeSí aculo de la Natvrakza.
deja peroebir eo sí abismo sipo rvma ^soSa pa-
. sion , que es d^nrle libre ^ lenetJe con^eor
to , y hacerle feliz* Este deseo , que se (descubre
en toda su conduéta j y que anima igualmente
sus precauciones , su silencio, y sus discursos,
hace su compañia verdaderanientis amable , ¡y
.deliciosa. £1 marido es feliz, pqrqcie se quieije
seria , y umversalmente que lo sea ; no se vé
mortificado con réplicas y con i:esoluciones
contrarias , ni con censuras , del wpáo de prot*
ceder con que vive i y se maneja* Si el marido
sabe quánto vale un carader de esta.especie , y
una muger semejante corresponde con aten^
cion , y cuidado : cómo podrá comprebender .
el tesoro que posee , quando á pesar de las mo^
dales rusticas , que tal vez usa , de las distraer
ciones , que pueden traher consigo el ayre de
menosprecio , y de los legítimos motivos df
quejas y y sentimiento en la muger , encueo*^
tra en ella la misma igualdad , y una serena , y
constante alegría? ;
El corazón excelente de su esposa se der
clara todos los dias con nuevos rasgos á quat
quiera prueba que venga ;y su inalterabte^dul«
zura adquiere con la duración un nuevouMt
rito y y grado de estimación en el conce^-
que yá formando su esposo. El tiempo , y iW
costumbre , que debilitan el gusto sensible de
la posesión , no sirven sino para .convencer
con qias evidencia la felicidad que goza : el
hom*
faoáibrie ODn.séBie|BiitB réittiHa» f!íjtHi\6ni^«
Gasa,y oadaVéen dh-y/qneac»' vfiy< eoi^r-,
den 9 niTdado coa su gusto i f oía much^.
filas allá de sus deseosJ A b= afictoo ^ é índus-
tria de su esposa debe laqueUa ^raota ob^eui. .
cia^ todos 9 aquella ^gilid^ >^ akgria coa ,
que le sirven ,y que logreen aucasa uua.^var-^
dadera soberanía. Dónde hallará , pues^ el hom-
bre mas ^so'edoo ^ OMS solidase» y. nacaos es-*
pinas ) junto con tanta obediencia ? Ello es asi»
qbela espfsaVll pesár^de : l<s joíídsicione» » ér
ihipedímehtos mas grandes^ viene á ser el obJeW*
de una estimacioo stoeera^ de ^a amw sóli*
do*, y por fin lá depositaría de todos los pen-
samieotoi dé su nianddbl^tieaí^tSDlQi s|(ra4.
luz -todo el mécko de Ir pnofe^cia » y dp* uii^cof
neón constaoce^ y íieL
£liagasa}o»y di^ztifa^ bí$|i lejos de ea-r
vkostyó il^ndar á la q^uger ei^ Iqís ojpi;.
de fltt mafida^.U aa|)ÚQ99a tarde » 6. t^tfir:
pianoá cjue logpttdi prioMMr m^to en su €0*
laooo 3 y di pcímer lugar » quede, derecho no
la pertenecía •en la -cafa ; pero J^ara hacer
este ^niÍQk> estable» y. utü, se gparda la mu-,
uy hie» de aprt)priarsele: na i»a> 4e él,
b para asegurar él Padre de familias lasub*
rdinadon » y d respeto ^ y á la fiuniUa mis-
ua d buen orden » y el reposo :. yent^ de
todas maneras .apreciables^ y hiea^.dignpsde
ser buscados sobre la ti^ca! Pero coora la ad-
Tm. XI. G qui-
i_
$^ Espe£tacuIo:^de^lá NíMñiikza.
qllisioÍDrí^^^ltd^ed'iar dülsqpratde ia dhftdre^
de^feflfilfó^ V la roiqa.fiJera in&Uhte , m^aáo^
ift>peri6sa $ 6 sir hinriera intentado con quejad
amargas , y Con ' voces* desconopasadas la obe-
dienda prt)Mait}ek)0|iie tnabda^yxiue. ob se
dft skidiáLutr boeti jtUi¿io , á inna n^tuilal. di^n¿-«
dad / y' á Uña tianquüidad sereiia.»
^A EI5UC AGIOK
CONVERSACIÓN TERCERA.
m
QUátKb' et Cielo ^bendijoryá leL mauirno*
vos senumientoé >' y aiedoa , animan
también la condona del padce # y de la ma«*
áte^ Está Mira i su hija'i % 'isti^ al fi^iito ^
sO'Viénritetpor' medüy^fos lázos^dé un aoioii'
tierno , y pro{$tiO) paw¿ >i}aberla v fijante ^ y\
suavizar sus trabajos^ Este infame ^ qae' la per*
sigue xón llantos 9 ^tid Ilota, y le <faiut aun
dreposodé la noche'/ patsece -que lav ha^ia
de' ser un'súpücio; peirotoque se ama IÍLn<-»
pte agrada , y na Iiay aiicionf comparable á^|k^
que el Crlacbr ha puesto en ti corazón deL
tina madre. La menor seña de apacibilldád y la
mas leve sonrisa del niño ^ que los demás aun
no la advierten, penetra á la madre de una ale^
«ri-
te toda sa sajtcisldi y.tdRía.1^
• • . fi|KamQdclrit4MflGS(es miSi Ir^oqtukbb ye .^i
•fiien< um jonaibte ,:]iljiii^n)C^ ei9ia9}^!#^4iift>>
.dfe, Bo;hafariabqinoR j^Bif(lnca$e ,4e au casa,
coh perjdcio de itít«ieMS , y ii^gpcku,, que
•le llananá otras «panes. JLa isarpant: vas$etak
4e ase^osa BuSdeitt^vaBt^,^ to4<»l(>»$iWlaT
<lo8 %3teffÍDtt&yydel».lt)licitiid; nfOMUja. J^
-faomlxeis^ifiKB VK^g^mfiS&vesla^tái^k P^KQ
Bnoque-merad. matenpr y:DQ 9», laeow dScá^
7 aéiivo di amor del p(íáre)if( speM W»M
'fiunittftse 3iimi3iía.^ leslp^jibi )YÍg*NQl!>'»i^
cuidado^ nqevQ$ iii0^0s]»t|aiHa9ttfV)s fvffiiifí^
«se»; se tegocija d» tntntewr aigttialmfAte jea
sa casa «oa abiindaaíia.faoop^ ., y um fí^^
«Bapía bodroaa'» iá.liiM)gé« ^' 9X9vm: $^
aieoBinvy ^aotfriIasniÍMitttilis fs^blán^^f
ide-aoBirafaagos « pti^ 'Íu!(g9r fliMQri i)ieq. I?
eBcacia del antor {p^CerOQu IMos J^s ^ftáeiao^
•«pnieotosidd' ii^EdOte igícttoo iie«' f^.vcgrazoa
<dei • padre .tnu aeortta ia}^;nia> li^e;^ hru^é^»
y deácnbcc a%iin 4an«i« ^qa^( ^ ^oiofk.emr
^ -pi^á andar , y á afírroiar sus paso»^ ^ue, %^
TlBj^las darás yá^.y^in di$naittlf>,á los ^|^^f|i^
' L|^Grepa8euk»<de la raac^<: ,'¡ -.
ijg - ^ pesar de ia,vj veza, i^ uoipefes^^Elad ), q«|e
Wñ árve para desentumecer la in&nda, yqueh^-
yí\ oeaLniño ., qoe solo d^ un juqgp jwr otro,
s, • Ga la
% álegrfá de la aiadrenola inipide diiponei^
se suamente á la ptÜBÚcsk de sos obligaci»
^eS<Mn mtir'búená ^ise^mzb^^Laijnagtstuo-
n ré^fe^tíicioaf detipHdK-le ioiprifi» elisMi-
^ta, detiene iM desaciertos ^ 6 los pceviene,
^ consei^vk en tOdD el orden , y reAitud. los
isSños son -felices' efr esp^riqíentaf cada ¡ostaa*
tfe k éteneicm^^ el '^sotíwio, d caricias 4e la maf-
te^ y'y^^en^'reciblr- úú üitfeVnlisvDiic mieros dones
del arñor paterno ; pérá su m^íyot ' iákidad coar
abte eo conocerá quiéo se lo deben todo ^ y
hontar to retbrndá súSí Uénfaecbofes. Impr»*
'tneslélés tídÉrci}ldadi>esn9t)tticioftv j cmocA-
mkÁtó j- ^ lísiitl M paca
itíodarar séi ^destos ^ esiteadíeiidoi al mian»
tietepa, qüís la Religión los arregla ^ y los di?*
tigí : algunas Veeesse tes admite á facaár .aqaep
Ha maáe^ H]c]e '4¿d Uéoa coniiMiadaa^eate de
ibiéáéS', y do ¥éli t^d» todas panbs rstno pénalis^
ilad,'^ triMézá , qnánd&el púdrelos piofaSbe su
presentía y y los destíerra de sL ^
Atnedídá que kiieddd^ los fortifica ^súreaN
«peta, f feconociinieiiia < vá^ccreaendo. cobto
süs'áñds, 3^ liefgaii'ft ser k» «f^ tiernos. , y
mas seguros amigos de sus padres y y no^^|o»- i
cas veiris su báculo, y su sustento^ Pero ve%- "^^
mos mas de cerca poi^^qué grados^, 6 conj^ub^
'^reeátieKJ6éi'ú|5l'a todos ^ estos bicaes; la Pro-
•Videncia;-' v :.: ;. • . . '. -*. . ^ :,,
Esta «8 ¿ sin (Alda, quttD poop fa las maac
éA padie aquellas comodidades , y provisio-
nes siempre nuevas 9 que cada aoo , y cada
día traslada i las macos de sus hijos. Esta es
ama providencia tan sensíUe y que llena no-
che 9 y dia d seno materno de un licor pro-
porcionado á la debilidad del infante , y la que
á este niiío sin experiencia le dá industria para
pedir con lagrimas, y apretar con ansia aquel
-pecho , que provee solo todas sus necesidades:
pero esta providencia , que la edad , y la ra-
4Eon descubre 9 se esconde á los ojos de la in-
&ncia , que no los levanta sído basta aquella
mano , de quien todo lo recibe immediata*
mente. Dios le muestra ^ aegun sus designios^
.las liberalidades paternas , sin dejarles todsH
: vía percibir las suyas. Parece que es tarea ^ y
premio suyo hacerle amables i sus padres, por-
que son Lugar^Tenientes suyos, en quienes
descansa y para la ejecudon de los intentos , y
.deteitninaciones que tiene. No solamente qui^
jre el Criadpr asociar á los padrea en aquellas
«joperadónei^ con que asegura la vida , el ves-
.tkk>^ el .mantenimiento ^ y el cultivo de la
á la &milia que nace , sino que , en der-
odo y Its reserva .toda la gloria de la edi^
^(ftlgÉacion. Y esto es en lo que , además de su
j l^esenda^descubre el bonibre ser verdaderameiv-
jm 4etmage)t de Dios, cuya .inteUg^ncia imíta^
mi .variando los movimientos, y. determinaciones
Y xx)Qfi>ime al modo con que quiere disponer los
• ' cuer-
ura2^
tcdRo
54 Espe&acuJo^ de /¿ ^JShturaleza.
cuerpos de sus Hijos, y las* ideas , y las inclina-
ciones , que pretende infundir ea su espi*
ritu. . . *
No dejemos la tierna hifiíncía^ ^sici deck
plicdc TiiTre! una palabra á cerca de la célebre quescion de
su'h.To!paíí si las madres están obligadas á criar á los ni-
que le cric, gos por sí mismas ; ó pueden , sin perjudicar
su conciencia ) ó el bien de los lujos ^ entregar-
los á otras mugeres, 6 amas , que ios afímeo*-
ten y y crien.
liOS que no han sido nunca casados y tie^^
nen esta quesúon por estraña, y afirman , qt»
es perjudicial á la razón , y que no debía po-
nerse siquiera en dtida, ni disputarse: ;que no
hay sino una enfermedad declarada , ó alguna
otra necesidad absoluta , que pueda dispensar á
la madre de aumentar á su hijo con la lecbe^
4ue ha recibitlo para éL *
Por otra )pari» , los padres, y las madte
creen tener derecho para juzgar de otro modé.
Yo expondré aquí las principales razones , que
-fie alegan de utia ^ y otra parte , d ün de dejaf Je
á V.m. Cábalferomio, el gusto libre, pata que
pesadas unas, y otras pruebai , elija ia^rte
mas racional , y necesaria. ^
£1 amor materno es obra de la Provideik. - "
cía, la qual no ins^ra á la madre aquella pa^
sion viva , sino para asegurar mejor la conseiw 1
vacion de su f¥uto , y con la dulce satisfacción^ \v^]
que experimenta criando por sí misma á su bíjo^ "^
en-
* la Edaíatioñ. f j
encuentia el interés duplicado, quiero decir,
la salud propría , y la del infadte tierno , que
alimenta.
Este licor admirable , que nunca abunda
eo los pechos de la madre , sino quandoyá ha
entrado el niño en el Mundo 9 y le pide con
I/antOy y lagrimas, puede venir á ser mortífe-
ro para la madre , por falta de salida ; y reti-
rándose á lo interior , estancarse , y causarla por
lo menos, una peligrosa calentura , quando ella
entregó su .fruto, para que manos , y pechos
ágenos le alimenten : y como quiera poco, ó
mucho, siempre halla castigo la madre por
aquella especie de dureza , y mal trato , que
parece hacerle á su hijo.
Por otra parte , hay una proporción natu-
fal entre la leche , que su propria madre le mi«;
nistra al niño , y la sangre, que corre en las ve-^
aas de éste ; lo qual hace que le sirva de ali-
mento saludable, y siempre mas provechoso,
que otta leche estraña , y alimento estrangero
s^su complexión , y humores. La madre es ver-
dad tardará mas tiempo en dar á luz otro fruto,
porque una preñez nueva Uam^ la substancia
álrlnterior para alimentar el feto , encani*
ido , y arruinando la salud de aquel , que
ne en los brazos : pero no obstante que este
inconveniente^ parece que disminuirá las po-
Iriaciones; , se . puede asegurar sin riesgo, que
aunque es verdad ^.^le dará míenos iluz;^ lo
es
$6 . EspeffacuJo de Ja I^ahiraJeaiL
es también el qtie se conservarán mas ; por*»
que los hijos serin nías robustos , estarán me*
jor proveídos de todo , no siendo posible que
:^ se encuentre quien supla adequadamente el
amor materno. Añadamos á esto el que un ni-
ño criado por su misma madre se vé querido
muy de otra suerte , y con mas intensión , y
ternura : y los socorros de toda especie , el au-
xilio continuado 9 que nunca sobra en la deli-
cadeza suma de aquella edad primera^ crecen á
medida del amor, que toma á su cargo este
afán.
Nada es capiz de compensar el tierno amor
de las madres, y el de las amas no pasa de una
endeble imitación, pues jamases tan vivo, taa
cauto , y tan cuidadoso ; y no pocas veces con
una infidelidad , conocida tarde , y cuyas con*
aequencias son tan infelices, como frequentes,
vienen á ser madres , habiendo prometido el sec
solamente amas : estas pocas palabras eader^
ran muchas vqrdades.
Por ei contrario , los que se declaran por
él uso que prevalece tanto , de buscar amas de
leche , aikman , y traben en favor de su opi-
nión innegable , que se vén perecer miSi^s
madres , que seria faédble librarlas , sí se entre!|,. .. ^
gasen sus hijos para que los criasen otras , yQ
en esto convienen todos; y que es mucho
mejor , añaden estos, expcxief los hijos á un
riesgo, que dejarlos sin m^re ^ amenazados
de
I J ^
laEdneaciim. ' * $7 '
de ima lafinldid de peligros. Por cotisequencui
neofesaria del modo con qoe se crian las doñee*
Ibf en la mayor parte de nuestras Ciudades^ sih
cede ^ que no lle^ á ser madres sin peligro; j
ai crian á sos fa^^ viene á ser extremó^ y eyi^
daite d riesgo. Comp^radones hay , que tri-
llen consigo mismas la prueba. Todos confesa-
fán , que le sucede á una donbella criada á la
sombra , y con descanso 5 y regaloensa cama*
dn 9 óením qoarto ^ lo que alas plantas jfcnyas
ixgasse qukroi poner Mancas atándolas ^ y pri*
vanA^ del ay re. liss damas de todos es¿ulo%
por razón del poco ayre que toman , y del casi
nangpn éxercido que hacen ^ son de un tempes-
lamento tan dettcado , que solo criar un niño
instara á acabar con ellas , y á él le sería insu«
ftáente el alimenta Si nosotros solicitamos
que las Madres de fiímilia tei^n recurso á
ctxa ledie , no^ es por autorizar su :ddicadeza^
ai pcNT' dejarlas én astado de estriarse al jaego^
á la dfversbñ ^i las delicias ^ ranos entretenía
míentos, y:oompañías incompatibles para una
señora con>un niño en ]o9 brazos para ctíarie;
m^ q^ solo se intebta^iio'alivio 5 que iaspfta
pmdencia:^^ y ensélíaela écooomíáy y auá
satreremesádedr^qneila necesidkl't ;mas
t la dettcadgga ^ d Vfx^ indutgénda » y alivio
nos obliga á esta o(ñn«>n. N»
peosiguen V sino escucbar la vofc
kNatundtea^ y s^guif Jeliateiésde 1^^
TonkXL H dad:
-«•
-. % ^1 [lir^rU
^■^i f - n » .
5t Esp€&ag§JodeJaNi9urdlexa.
isid ; nuestra leteiicion oo €8 ottá , que praah
nt i Duestíos fagos ^juti maútímmkmo sano > y
abundante, y eanronigirles con lalfiche de una
paysana ff>bu3ta ^^fde^buentCüfaCleVjdlgiui taor
to siquiera ide aqiuél ietopefunneoto .isaniaÍDio
que ella tiene. Por «ira {Mine decretos isevetosi
y arreg^amentos sftbiw oos responden^ y asegu-
fan de Ja condu&s í^eftendráñ las amas : y de
este nodo ias madrea ^k» tij/OSyy é estado se
encuentran ton anudaos socónos r, queocsoferos
ludíamos tú h ptáéHca imoderna»
Vans* que se opíObeo., y nos.prAefaan'muy
luen ^ique la iotendon de la Naturaleza es^
que la madte f que dió.tl fruto , le alimente; y
Uebe á sazón, no prueban otfa' . cosa » sino lo
mismo que concedemos. Unos , y ouros conr
venimos en otra segunda verdad ; y es , que
no debe . haber recurso á la^ amas , sino en
iBBa necesidad ¡emStí > y cbora^ Añadamos tK>*
davja tana cesa 9 .^le es mny cieña ; y>es ^ que
<tl SB^emeoto I no Ú^ de isec innocente por
lial)erae hecÍM> común. N0sotcos solicitaremos
xon V^ms. sefiores ^ que^man ei cdd)ato ^ y
fiftorffeceír qué ilaa madscs/ tcadádeaft ^^ras
wsáiy yi ka crien ' paf; sí, mismas :;' pera pafaT^^
oréfomiar la libaitad ^ y^ga^to qiieé8tíis.tien^^^
tde aaalárísr una ¿ma ^ (íomensad por cefonnai
iavedúcacion anÍMr^.; oómtgpid ^ J)Be/k|9
" ^* "' jiMíN|9imti(eKá!aDdaíia ¿yíK
^ ^ . lí-
«I » • • • 0*
♦ M ' fc w I "^ K -• I : • ' » r ./ -n ' Hl ; ; * ' - i ' j 1 1 1 j ( •
Jm EAécackmn i^
ttife,y tíos trabajos del campO) como lo eje*
catan las Aldeaous, Hace J coa vuestras pro«>
puestas y y representaciones ^ que el público se.
convenga en adelante } ganad ef pley to » y con^*
i^gttíd , qáetodas las solteras as empleen en uo;
irnhajo serio ; que los cuerpos se ensefien i Ue--
bar cargas pesadas $ que se endurezcan al firio,
y al calor ; y que resistan á las m^^res fatigas.
Procarad i todas la educado» , que tubierao^
las tujas deBathuel^ y lasde Labáo# Entotioea
podrán V.ais« señores Reformadores , poner stf
r^;Ia en vigor , y suprimir excepciones , que
iip hacemos et gasto por cierto ^ sino es á mas-
Ao poder. Estamos muy persuadidos á que las^
madres de un temperamento robusto no de«
ben dndar de esta obligación ; pero quisiera^
mos Ter en las Ciudades el vigor 9 y la simplici-
dad, que miramos con evidencia en los campos^
y en ks Aldeas»
' Bien lejos vivimos deesió : pero sttpúest»
k ddñlidad de nuestro» cuerpos , y aún eos*
tumbres, juzgamos ser una potidca laudable^
y aun nos atrevemos á dedr , que christia*
aa 0á asociar k» mugeres de 1(b Lugares , y
Ideas , á la» de las Ciudades en la prime-
educación ^ coa la robusta crianza de loa
hijos y que ea el primer fundamento de la so-^
ciedad. Supuesta la buena eleedonde las ama%
«restablecen laíoB 9 que ünen^ estrechaminte-
hs fiuufias' iéoÉioáadBS CM I^^ mas pobres/
H^ To-
.6o Espe&actJo de Ja NafuraksUL
Todas las riquezas 9 y aun los socohjDa - de lü:
caridad están casi encerrados en las Ciodadm*
Iiias Aldeas embian á éstas lo mejor que reco«
gen de sus frutos .; y como carecen de pro«^
|>rios , y bienes raíces » aquello, que les vale lo
qae.CDndiKen.á las Ciudades ^ no* les alcanza*
para, maptenerse ; pero esparciéndose los hijps
de la Ciudad por las Aldeas , y Víllages ctrcun-
wcint>s y e^parpen también algooa pljua^ que
baoe reynar la abuodaocia , en donde üoIq se
v^'.antes pna lastimosa . miseria* .
Entre los habitadores de Iqs Ciudades ^ y
los de lasAld^ no se baila de suyo sino una
iodíferenda suma. En .muchos meses del afio
se ven los Aldeanos destituidos de urabajo > que
los socorra ; pero fiandoles los Ciudadanos las
prendas que tienen mas amadas en su casa^cgra
^os veptajas principales la sociedad , porque ae
socorren , y alivian las Aldeas ^ cuyo feliz esf ar-
do , y abundaACia son la primera raiz cíe la
prosperidad del comercio interior de un Reyno^
y se asegura una buena constitución á los nifio^
que descaecerían en I09, brazos de sif$ madres»-
Todos los dias los vemos bplverde su crknza*
con los mas beílcsr colores ; y de diez^que diex ^
Viadres y criadas delicadamente » tomaron
Cuidado de criarlos por sí mistnas^ se haUaráiB ^' I
^ duda ocho , cuya crianza es menester que V> í
abandonen las. ocho mad^ ep mitad de la car-
lesa ^ púa salfar la vida de las auidies^ y los;
hi-
4>
\
bij06. Guardémonos ^ pues y de atajar , 6 romper
los condtdos de^ la kmidád ^ y fes aoconror más
cieito$de.4aaA14é«s.-7 • : -^ .^ ^ r^.,.-^. ;
* ^e iFeinos^^éti^anifefit^ ^a4ra eóia^eaáa
día 9 qvie vemr esta jbvpria gente á las Ciada*
des con la gloria de liabér criado , y de eoo^h»
dr i ellas un niño^ átdeahc^'/bien n^antifi^
do , roltizo^ y grueso , y que con un licor abnn»
4anté.y y sano^ bdelve. medio caapfesi^ ár sa
casa. Éi marido de la ama que le Cf i¿ ts 4ete«
pre bien recibido en la casa d« su Sefior , se le
ampara en todas sus iiecesi^ades ^ y se le proí-
4ege en todossos negocios , . escootieiidas ^ y
sKxidenties; £1 dia que-¥Íeoe. la ama de, leeb%
es fiesta, psra toda la c^sa, .entonces es esquíes
manda. La Madre de fimiliast qcie no tiene oca*
aion y m n^esida^ de secibir algún lifi^ de ^
{«quQñp infente^ ,; se x^gpqijíi y jc^p^^lace^df
q|tte por su medio se vea protegía aquella que
la represeoca« Esta ternura se poqpetéa ^ y esta-
blece entre Ips tdjos de una , y otra madre , qué
se alimentaron de* un licor mismo • concedien*
jdoÜes la leche utm .hamaiiéaá , qoe ao perná»
te ^e.atgiiinó ^de éUos wá entie peoa«, m sé
«ta co uabajos. ' ' '
••« • j
tos
e^ EtpéSamhiAii^aÜtdkta,
-íi/r-) i)E "'EA ■•INFANCIA. - - ^V
CONVERSACIÓN QüARTA.
^ ''^' A c Hr €ge»)plo vy '^^tiiclado ' del padre-, y de
h ttíadfé es á qüien^ deben loí hijos sus
piiméiras idead , sos modales , y comunmente
iái inclitiaclbnes# También el cuidado , y ofi*
tio de la madre', ceticefradb siempre en loin*
tt^M de k casa , C(>iñútii&a , é infunde en la
failfoda , qtíé &ti continüíainenté á su vista , ua
exterior agradable , y un fondo de buena , sin-^
J;^J|"if*JJ5?:cera , y compasiva voluhtad , que vaya siem*
M. («»j |)ie delante iie ks neóesldades agenás /previa
t > •
"f^y £^vá tomamos té tHirtt^% tío legan hi mtriticiicl xle tke^*
^ioRjCs <|u« cieii« $ ya c^mprcb^dioido ItC prjiner?. farte -dcU
H6raF, en'quánco mira «r gobierno,' v biéen orden ¿t los Bstadoí^
iTárdéiiojapio la cop^u^af articular ili| «aHa mío con an €|mtUa|^
y.a significando la reserya ^ cauccla , prudencia ,^ circunspección»
T'asHfetoéfé tM qnese prheedt^ttt Jaa'Jhiig(kfoB»aeBstatio • y costea
quencia. La acepción^ pues» en qae (Oleamos aquí ecce i^mb¡re
4« #olitipi^^, e» ifi 't(vHtmt^ sigi^ica-tifta 'especit de buena mUn^
ka i aiodestia > noble apariencia • y modo de presentarte cofaw
ftyre magestuoso, cortés» y señoril : estendleMlofe cambien ^ l4,^^^,^^ai^
urbanidad , trato civil t propriedad , y cultura en el hablar , coJlf^^^^í
otras habilidades » y usos caballerosos. Esta prenda» 6 virtud mo -
4era la rusticidad , la descortesía , la altivez » el silencio desde*
Aoso » 6 íatuo , la familiaridad ridicula » h licenciosa , de modo»
qoc parexca el hombre en lo exteri >r » como debe ser eu lo ia-
cerior , haciendo cortesanas , y agradables las virtudes, tat. Vf •
kmnitds , fmitdi , wurmm, tltg^ntié. Ital Pmtittxj^» dpUitúy nr-
ésmirs t f§rt0tis. Vcansctof Dicción. 4c Trcvoiix » Odiii» Sobr*
Aacoam* &c.
t
.ák0dcda$ pan'el ^dcoricK Sabe teftífíkt los
gestos I y tnovimiei^ios j^xinordí^nos , lasaOr
Clones rusticas^ y groseras, perqfíiueodole al vom
mo tiempo, i* su peqUefioPkieblo aqudlos juer
{;os, y ^'ifooe^ ^'/qnc^ |MMg«i &eiii :de tietppa^
ijor darles aigpmdMogQo SúajteittíMcNi^ i í^f
qualea hacef ¡eirqi^iü ^m^eafe smvidad>,y didr
«iia^ y^b pifBe!veieiia£^ñddbítahtQioem utir
lea » ^ocpi^poctíit 9 cadi st^^li^liiaf^pidabiii^
<x>iiágpctf el<^ntte>[Joag9fB<^^^
poatma^ J««ai)tea ,.Ik üt^adon jde^ e^nir
ésa . tAíxksldídfúií n^Wáffñ-éldtíiitáOiét'^nr
4ar sin prespacSóp ;.y isiáá b^ aparitaci» ddl
cnerpo gratíoaa ^-y adUa : ^ , ', > . «y
'^ CoooCt aouy^hfepjaiiradee^ .qiie' lfluM¿iÍr
«nd'del cnerpp^^yrja- lopgdstádjfeieiien' IVQIi^»-
mente cóxiióitohse^ueodas^deídaledciaoes^^
timarte , y mas qnaodo uht aaaditf i^ todo calP
fDoddba tan.sea8tble5<^y:?jmi^ade!iafitd ^gnKW
a^ sus ¿votenciaa ^ry flMreciiíQnc^éi:)^» t»do|e
4ei41egi i^^crt^cSl á^siis (tijoa «9ta ikeotMv^
rke sota , y cof^ k JtÉ&af:ÍQa.iF(» Ihco dipileslp
que sea etcuerpr.deliiÓ^y yídela bvapanrif-
^Mbo qaandD ectatífi^aMñ^^pe^^
JHBopaitce mandada! ^sirieflexa, sui(i^<|iie ae iilji-
I ^' -ttfíesca^f y lacoooseivii^ spmsá^ ostAitá afiüli*
'leñad i» 7 ^uOiCtt ¡If ixuiniii ji^tgcbeia; yr^lh
'TidoiuttnQBL'ii 't\\i\\ tjúj- í? ,U!/bi:¡ ¿i
*i Pe-
»•••.
(->•>
•i* _•
I i 'I («
Sdeli! ^^" ^ ^ ^^ ^^ moy-bten la^dbdie^ Quel'niedi-
da que .s6 empiezan á descubrir las primeras la<*
ees de la razón , ha de buscar ocasiones para
introducirse por medb de 4ulces documentos
«I el Gorazoo dé stuPbljD^ , tfalKgftdo ^€n^
ttiunicarles alguna- oosfinM^ ^qqé b exterior
iSdad y^ apatienda^^Sabe^ qn^^inexterior sua«
«viisadoooD b cukfora^no'dsinudqs yecos sino
Ana tnaisoMía* , apta sdb paiji «Inclndr y y U^ms^
ICIOS lA\:en{^DO vesical» aqiidla^p^
-étqso MtMescilK» ysi AíaqMl ip^e:eiég|iiite> j
'típiíñkútíM á¿ ta^^ afia^
ide nh deseí^ verdadero ;de tibUgarlos» y ser«
virios. Sabe , que la ve«dadera poliiica e«¿en
-^ vCDftizttK V d nb ' mei eñ - p9ne a%una^ que
-«dtfftleose^'deiddlaqtiitl'cocre^ y se^estiea^
4a'átíáiaii démis pactes , brillando en:to»
<dili 1» aóifHíes ; y que qoando la piano , h
¿^riiCít, taleagna^ yttQjüp'iel cuerpo maoifiettaB
^ 'kMÜ >otfos f^ y les dan 7;tesdnion¡os de non
-ipobimaidt sineera ^ quelles £dta éa; la cealS-
'4lad'',¡ lóf qoe se llama policio» yno e? sino mtti
-^ura representación^ y 6 entremés ^^ yi no es
fUna occdta trsydon '^^ % fierdaderaf (lí^|^«
rOomó oooséqoenáiadefesca persuasión ^d^
c'{>ues de «haliñse* apfowcfaado de b dopi
-de la niñez y y teroaráde los años para el
* ne^ de U» órganos , é < imiQ;¡nacio|i , ea ; oa-
*defl[ ^ ie bgéiyí crianftu^ firiAica ^ y <ttato db
h sociedad » se aplica mas JMfawinienici 4
Lo5 egerchios dé la infancia. 6 y
Insinuar en su razón , que empiezan yá á ama^
•necer todos los principios de una verdadera
«dulzura^y de unatumaoidad lamas oficiosa:
pone anclar cuidado ^n repetir á sus hijos , fe
inculcar prudentemente ^ enseñandcHes de cien
modos esta verdad importante: jgt^ tt>dos, Iüs
éombres , ^ viven ^en nuestra ccnnpa^a ^ d
cerca ^y aun hs que viven mtff lejos , traban
¡an eficamnefite for 'hacemos felices ^ noso^
tras. De suerte , qué no hay - bombré^ dlgurib
^n el MvKidD^ á quién* no debamos amor 5 y
«eamodaiieüto? ^ue aquel que abate su cüeHéí,
y enoorba^sus espaldas debajo de 4as mas pe^
sadas car^ , es tan esdmable por ^us senrí cios^
como el qioeiiQsddSendei'biirentedeim Ege¿
cito podáfoso't que fiO'báy cosa mehbspiteek^
htoj siso los hombres 9 ^ ^nada- hacen por
los otros; pero qm lea el buen régimen ^ y
distribudott de nuestnt^rtcoooGiñ^úti)', 'ú
ptétíso hóorar tñséé: ^qptetl€s/<}i]eie]é«^i])iD|
inas^^pnieib^^Atitor^áeijEOdtf qmeb esé^Ukúl
este orden, y nos hallaríamos faltos dé 'qiian»^
tflsrcosas necesitamos, á'áiesen todos losKom-
frrffftiágiwífff. Bsta á%6tuosd m«dré toiste era
geam^ este punto ^ ¿o 'Soiamen te porque la kt^
^«cucfaai^y a{tfendesia< ¿rkh2^, mtiáo
pruebas otras tantas pinturas delidosaír , quí
la llenan de regocijo, y sinreti de diversión; ^no
porque Ana nacdiO'taa ^ pmpo^¡iooyp$x$^Sopam9
66 EspeStaculo de la Naturaleza.
el corazón , destruyendo en él las primeras
millas de la fiereza , y del desdén , taQto con el
conocinüepto de la justicia , cooqp de quanto
nos interesa 2^ todos los hopnbce^
^Vi^ue la Religión le imi^trai Ip» bom-
Inres uncidos p9r noe^io de una i^pr^ioa dir
viw > y cQ«í U¡¡im o?a5t re^íwabWs > que \q% de
la necesidad) kq en»^ ^tf^ cpn h in&Dcia
.ana ai^eU?) qu» ppc ia natijHFaiew iniwaa
.C9pdece,y se dejja esqHcbw* Loí^moíWosfior
derQW)6) q!^ (e:aem!M t«4m pa|^ rWM^
mo berffii%BQ$9 s» rdii«r<v«^ p«rft uj^ ttfaidtxi)»
capá? de coQOcer la d^ntd^d » y consequen^
cías de esta saluiJaÜ^ dp^rina. £ln.l» medida de
luz, que coi»^j3iÍC9Jt fm Mj03 ^ ^ acdmod» á
sttcapacid^d ^U9l ^ ¿r io))ts^ para coadljlos la
condiu^, qito pbs^sv» Pití9 «PO todo el Qeod^
fo Humsno^ I«w priaierjs k<?cimie^ dadíis á lot
}K>iiLlv$»lmid^eonJq»fKi:^osiba^ la
fnlUíCacípa del JSvaDgpUoi y h ffííOA del&ilT
l^iadoi^ lo^ hij2Í99eo:»ipilcecüle 't^ latmplitud
déla verdadé
: Nuestra Masase de ^pailias ae^susta de to^
do # y de todo pipoura apRP^ediaisetrlQ^Bie^'
das de ferobídad:;latReJ«(i. ^cuidadd^ ¡ápálr^^
oen en aróla 9 y la obligan i aervit de cermr^
nela vigilante^ Atiende silenciosa ^. basta éa hi
tos egercichs de ta infancia. 67
sus bijos y los quales son observados , é ins-
truidos en sus mismos, juegos ; y quando es-
tán naturalmente con mas descuido , juzgan-
do que nadie repara en ellos , los deja go*
* zar de la seguridad necesaria , para que sa(^
gan sus pequeñas pasiones á plaza con ev^
dencia^ sin riña^ ni corrección instantánea,
que los haga disimulados^ de modo , qué
"pasen luego á insensibles. Después ordena siís
^discursos > dirige su filática ^ j teáó quantb
^tá en su mano , á Imfint el aboflrecíníiieR^
to , y horror á ésta > 6 á la otra inclinación
t}ue notó. ^ j por egemplo , advirtió un fonh
do de Indiferencia , para ver sin léstíftMi ié&
In&Ccictídes agenas , ó acaso un prindpío de
^crueldad, que se estienda hasta dáfktr á Ids
otros, % aplica de veras á humanizar su co«
irazon con historias , y relaciones > que le ert*
temezean ^ íejos de aumentaren ellos esia du^
rtisk tiattiral ^XM tratamientos rigurosos , mé^
t)08 propylds , st la verdad , para trocar di co^
razón , que pftfa ésttítar 6fi <tiel desagrado , y
deseos <fe iudepeúdenda , los hace diestra*-
mej^ sen^bles al plücer, y guste de hacei
^ Irien á todos , yá enópegaíSlotes albinas cosas^
^^^^ra probar su generosidad, y yá con la visca de
1,^ algún objeto lastimoso , que cotno casual , sabe
f ponerles á los ojos. Todo aquello que denota
^ entrañas de {ñedad , ó un corazón elementé , y
la tiey*
.68 Espe&acuh de ia Naturakxa:
.tierno ^ yá se encuentre en su &míUa » * 6 yá
.en la agena , recibe de esta nuidre la rd-
. compensa y 6 el elegió al punta Por el con-
.trarioi no hallan sino oprobrio ^. y confur
.sion las acciones que indican , 6 por quie-
joes se declaran algunas señas ^ y rasgos de
avaricia y de fiereza ^ ó de duro > y áspero
corazón. Esto mismo egecuta para abogar las
¡semillas de todos los demás vicios que adr
<vierte , su£x!andolas en la cuna j si es po^i^
úHe y y ahogándolas en su^ nacimiento ^ sieoír
pre con nuevas, trazas y destreza ^ ¿ invencio»*
jiea , que varían , como se vén vaf iac las ci£p
¡constancias.
Estas pruebas no son instantáneas , y pa-«
s^eras y ni solamente en las ocasiones. , que
¿>frece la casualidad ;.y como no se puede bar
xer juicio de una enmienda sólida y sino coa
jel fundamenta del habito contrario y se mut-
JtipUcan las advertencias , y luces , según pa-
tece 9 y se desea» Todos los dias se reiterai}
las tentativas, que dan lugar á el egercicio de
aquella qualidad, que idea* plantear en el co^
razón del niño. Todos los (fias trabaja kuna*
dre con infetigable cuidado y perseverancia , y
arte, principalmente en zanjar , y fortificaár^-v^
en toda la familia la beneficencia* Con estav
mira , todos los rasgos de amistad y y todas i .
las señas de un bue» natural^ yá sean aque? v
.i lías,
Jlas^que por..c4 fni%a^:»obeC€p ^^ yá }as
que se haceq venir 4e pftofosxto > y á i€pr^-
.sentar, en la scei^a , aon pqestas en tan alto
:pr^q,y^^|eat>ea/CQo .t»nt^ alab^n;»^, iy
. lK>QonfV^s)s (¿lapiacioq^ ^ . t^ft. |o^ P^ra^oi^s
^inas durps^ y i^üefr alrseatimjispto» y. )h|«
.manidady.recoooceA pocaá poco la bermo*
tfura^y se coQviert^n áci^ el, bien fromuí^^
^yá que ao por Qtpa. cosa , 4 ^ l^^^oo^ Eor wafí
.especie de* emulaqioo , y átzcifi^zy^ siempK
es provechoso moderar el fuego del aoqpr pror
prio , y reprimir uoa pasión incónimoda á todo
el Genero Humano , aun por medio de. otr^
pasión y^con ttl ^ que sea mas apacible y 6 me^
pos perjudicial ^y violenta. ElV>vCts ^si^f queeu
lugar de &stidiosas lecciones , que no alcanzan
otro bien , que desflorar el alma ^ y robarle sin
fruto sus p^micias y ni|estira i^Aa^i^ ^.familias
imaginsí njil nv^Jios, líjeqo; fJ? rp»09aOj|,y no?
jredad,q^é en cada reencuentra,^, j( ; en cad^
(paso inducen en sus biyos un egeicicio perpe»
too desimpresiones proprias, para .que /lazcan^
y se exciten los sentiojiientos mas, vivos del
xpf^áero Jbuoor', para hacer á su familia ap^-*
^^ pblM?, oblif^te.>afeíluosa5y apasionada de
^^!^cx]as las obligsiciones en que nos constituye i
.^'lodos la humanidad.
f Pero aguarda del dueík> de los coraza-
^ nes aqud espíritu de qtfi4ad,9 9ae lo perfec«
cio^.
/
V 70 Éspe&acuíó ik la ÑOtíPtaliM.
dona todo , y <}ué' íote * él ^ céttíiinica la pií-
litícá verdadera ^ pues él 'ísoio itidína siefI^-
ptt á cbrar bien. A medida qtiela edad pei^
mite -y qué k» liijée '^áyan^ cdfloÜeftd^ ^ ti
valor dé todo^>\les '^ns^ñá á ')A) '1orhiat> (^
tes apar fentkis dé la úrhadiáad ^^jaqítel > juicíé^
' que forma el Müúdo ^ é\ qual estima ^ y ca*-
c noniza una viñud fri^dia , despreciando ki
^caridad verdlsldeti \^ iéH 4íáce díéstranüeMe^ enr
* tender ^ácrco Se '«ítgeflan 'los hombres ft
Cérea de ^bs fííks sólidos intereses » ménos-^
^jreciando la caridad , cayo mérito cono-»
ce y basta Uegar i comraherle , falseando s9
tealidádf, y «despérdidando él arte de oompIa*f»
fcér , qtié^ i!ió'^lé del corazón*^ es solo artetié
engañar.
Con la tttisma solicitud con que hemoi
wdaiL Visto á^ esta -éíceíerite madre aplicarse á íbr^
niár «uhós'' Sóra¿6nes ben¿íkx>s ^^ y dispuea^'
tos i idází' vürtod , la veremos tálMbien ¡t*-
Trodücir en éltos i4na reCtítüd litrariáble. Ní>
tendrá -paz ^u corassoní , ni se tiéjará ver -lá
alegría en su sdfnMahte en presencia de sfaYa4
biüía, hasta táiito qué Vea altamente és||ila¿
dala verdad; y mientras hola céiftilíque unA ^
multitud consecutiva de pruebas satisfadoria#>^»^
y convincentes , que no se abre boca al*^
guna en su casa , sino para decir la verdad V
éxaéla, y las cosas como son en sL £1 uso del v
^ - MuQ«
Amor de la
Los egerckios de la hfoHcía. jt
Mundo, y el tratóla ha enseñado bien clara-
mente^ que quien no respeta á la verdad cono-
cida y no respeta tampoco á Dios y ni atiende i
la humanidad*
Ejecutada v Ja primera ohia tfe inspirar á cultura de u
MS hijos aquellas calidades esebcia^ ^ que loa '*^^^
hacán Ciudádapos ^ y de cora^poes f edos ^ to-*
ma por pasaiiempp^ y ie siir^e de lecreacion
íxtdinmn fortsBcaries : la mzon que vacila en
cUes^ erissñaiHieAQsárandar:, d el modo c6«
ino.hande acaihiiiar^ipBaBaiiRie^'y'sdtr.al pú*i
bCco, éxjdipaeíqprá ide las, cosas que ocur«*
reO) y se ofrecen á Ja yistá ; pequeñas admi«
fadones; objetos nuevos, que.se les proponen
con destreza í;:* paseos elegidos ^á prDpasitd
fBria/introdvicic aúevas qkiésriQniss f y rolacior
ees ^agradables; gtan divdpsidad (fe estaaipas^i
y quadros histáricos, todo se pqne en eger-*
^káo ) y. de todo ise aprevedia para dtsper«.
lar la curiosidad :, .y leoar él ) vado de aqne^
^ inteiig^ncsa.^qxíe 00 espera .sino ideas;
de, iodo se debe «taler la cuidadosa no&dre pa-»
ra ii las itUfoducfendo. %tuiUnente atiende á
que^o^Vfdcn^^jtéas ^tílsas d (a ^a^on ^ y sli
1^ i^flái<i|xy<á,5^-ai>ugha«Í:^:está siempre en
^'^ntíqeb ', |)ara ^bílítdr k ^ ifyspceslocí \ qaó
t hay a hecki ^ é pufd^ hacera piieviene los ac«
^ cidemes, cierra los condudos , d impide los
^ atii^lt? : más ^SPtturibs yf6twíuié& balseras
--: i- imr
7f E^dtMuhdeta Nütwále¿(U^'^
impenetrables , y atrkichemftdd aquella' rki
zon deticada , para itxipedir todo' g^Ipe dfe
i«^'íísmri« *^^^^ nocirán, 6 falsas* Castíllos encantadosi
espantosas. Líbros de Caballería, todo eDCuentro de \^
áronés, ¿fe : maetfes vI^tÍDciftios», prisiones,
' ajusticiadoi^^'. toda conseja de viejas ^ tod^^ pfaH
Mra de WsÍDRes^:de' faritas^as^^ duendes' y 4
trasgos; todo es /perjtidioial ' ^ todo es daQoso;
No je basta á la temnra! macema n^nrané ds
ks costumbfes /Sy. redará ^a<hFiQitehcia>d& sus
doméstioós: nad^i quiere ^ ,< -riMoliitatnbtice i üsk
da 9 que deshoare , é extenúe, iy pferrierta ia
razón : sabe muy bfeá, qihe. estas historias - son
comunmente toda la ciencia dd Pad)lo, y que
bacen bqyoá:, y flbcen zanjas: profundasSen. b
imaginación ^dejándola tanfasríday que ,ó imf
primen en efla un desórdeayqueitóes&dlte^
mbcfiar^é de^an un ^boáo de timidez, y uns|
indioacion .peodiente-iáiaa di lúísdo^i y eLpa-«
iFor^ qu¿ ni la edaft ,-nr .& refleidon^ la pédié
jiBnüsicurár. Toda la casa tteae,,téaieatá.razoa^'
ordenes tan seriad, y precauciones tan faíeu tov
niadas^queei nifíorque.iio aprehende , ni -peli-f
gro verdadero.; ni mtilds imaginarios .5
}ndi£ereiitg9ietKe;en b obseurídad^* y^pa ibMq
tad del día , y nút conoce la isoleda^ síné por
que es' realmente ; esto «es , por un disfefto y
carencia d^ eompañia. . >
< . Um nstKbejQíciosa oq im^ de aqDf^
-. ; per-
personas , que andan al rededor , y> eerc9 di
ella 9 que á sus hijos le hagan sumisíoiies, y rea«
dimientos; pero quiere respeten su enteqdknien*
t<^ aunque todavía endeble» Sufre COh ipaciea^
da, qiie ^u razón se vaya pócaipocoactarando,
é instruyendD.^ y aunque no .<^»irra todavi^
easi nada por sí misma , aleja con iñdignacioa
todo aqueUo , qué la pueda pervertir 5 6 haces
(jpe tome algun^ resabio tnjudiciaL ;
Los progrésQSilél leocúan del nitk> son có^ caMado k ctt^
mo los de «u tazón* Algunas veces son mas ráp^i nimcUcioii,
dos, y U^áip basta imponerse con la mayor per«
&ccÍDn en las fSras^ .^ 6 tortao del idioma , y ea
el mayor encantP déla articulación. La madcé»
^936 sábe'miq^ 6iearqiiámdi$tiníto es el leoguagp
del rectbimieáto ^ ó de h' antesala , deaquel qud
se usa en sqqcmrto , cuida de que nose ^^je la
infancia de su lado. Entonces podrá estar segu^
ra , que si ella por sí misma pronuncia Uen , de<i»
adió para stenrprQ de I9 pronunctadop de sua
hijos. Los oídos , que no escuchan sino her mor
fas voces , inñesdones puras ^ y palabras expresi-»
vas , casti2»s y y proprias^ las aprenden correda»
píente , y las pa&n i su lengua con perfecta fi^
delAd: un eco es quantb twblan ; él por 41 > eí
I^mJ^^S^^S^ ^^ ^^ madre.
I^f Tra^adese este niño desde Toledo, á hiU
' • J vao •^ desd« Madrid i Malaga , (♦*) el soni-»
; ^ Tonh XL K . do,
74 EfpeSlactélo de la NaturalezdL
lio 9 y el tono de la voz , la elección de la» pa«
labras despierta la atención 9 convoca el cui«
dado y y corren todos á oirle. Las cosas que
dice son comunes , y aparecen llenas de mará*
villoso encanto. Quién pudo ^ pues , infuQ->
dirles una impresión semejante? Es alguna no^
vedad ? Alguna vez podrá ser ; pero todos los
dias aparecen en estas Ciudades cosas nuevas^
y se ven objetos estraños : y con todo eso^
ni mueven la atmdon ^ ni atraben la curiosí*
dad. Este acento que embelesa 9 y que ningiH
na lengua pudo enseñar , es obra infalible dé
una madre » que habla bien y y que sufre á aul
hijos junto á si.
Por lo demás 9 contenta la madre de ver
lograr sus cuidados acerca.de la pronunctsN
cion 9 de la unión ^hermosa de las palabras , é
ideas 9 del garbo natural de presentarse , no aé
para á hablar 4e esto de proposito con persona
alguna y por temor de que una pasión tan loa-*
ble no degeneré en flaqueza ; ni lo manifiesta
fuera de proposito en un concurso , en qtie vá
á interesar poco. Se regocija en secreto de h$
pequeñas felicidades , conseguidas por medip de
las piadosas artes que ha usado , y del meKxIo
de que se ha valido para adornar aquello , quegiP^
tía de aparecer á su tiempo ; pero aora son má^T^
quinas , que se quedan escondidas detrás de ka 4
bastidores. y
Entretanto que la madre se« aplica incer
san-
y ob solo á faeimosearel éxteriojly
^ndéle cada dia atguna nueva piúoelada^ sino
mucho .mas á ainobkoer ^ y dar uoa veida^
den belleza , y gloría al alma ; esto es , á ha-
«celia stfioeiai , y hméfíca ^^sooCárreL^^ñiilefCel
padre de su parte ^ ^niendo de un gpipe to-
dos Ips medios • can éok> acostumbrar á sus
¿¡jos al trabajo. No gusta de que con algunas
lkSKjdnss'i7;e^rcüciásde{)iedad9 hechos pdr
la ma&ana , piense su familia , que adquirió
deretfao^a^: ebnspd^r el resto de di dia> ea
obras limas á^ ociosidad » fantasía ^ y em««
baymieDtD» Quiere que todo vaya ordena-
do» y ver qofr en sus hijos crece la iodustríát
eomo vaa cracsendo los años % y sucoostam
asL eo haeerte^ obedecer en esteémpeño, pro^ .
viene de la intensión de so amor » que co^
noce el alto precio de los talentos, y la ne^
dnoluta de una vida ocupada. Fa^
cíonsolará de. no dc;jar I sus h£^
jos stioo sedo un pasar homado y b una me-
dianía en la foituha ; ^o intenta con pa-
sión 9 y con inquietud inspirarles un gust<s do^
minute por el trabajo 9 lo qual Jli^a finalr
^te á conseguir con la eficacia , y suave per-*
Mf4l
.^auasion del egemplo , y con la nciudad queda
^ la costumbre*
El miedo de errar en la elección de las
primeras octqiaciones de la juventud , le obli«
. ¿a i comparar entre sí 5 y unos con otros»
Ka los
76 ^ EspeSactílo de h Tfatttrakxh.
los varios métodos que hay de fimoaila.) y
acertar , y luegp pone en ejecución aqod , qu^
con evidencia trabe la solidez consigo.
ADITAMENTO
A. CERCA DE LA EDUCACIÓN.
'■ > CONVERSACIÓN QUINTA. ^
COMO las ideas puestas á prneba^yafiaa-
zadas cond fttts suceso, soq mucho, oias
fleguras^.que tas que tienen sotamenfle á sQ ñH
^ot una ■ apariencia de razón ^ yule^aptitud feo
lugar de producir aquí mis pensamientos ácer«
ca de la primera educación y pondré solamen^
te la copia de uña Carta ^ en que un^Piklte de
£im¡lia , respetable pos sa espíritu de:^discre^
don ^ y ;disc^nimíentb ^ei^neá uñ Acmgo e{
plan , que siempre tubo á la vista en la táad^
cion de sus ti^os y y. que se logró en .ellos
per&éiamisnlie* sí ^ ..;^
'■• * «*
^
V
CAR*
77
CARTA
-
DE UN PADRE DE FAMILIAS,
. . acerca de la primera cultura
: delarazoft.
, • ' ' • • I I '
• • * •« • w i • ^
ES verdad , señor ^ que los (diversos cuida-
dos , que me ha costado, hf educddoo
^mis lujos 5 7 cfei' mis. hijas- V'lopsitk alguna
. -Tentim ; y asi me hailp-iantonsBldQ QOn J^ exp
feríeoda y para podedc.dar á y^.^mda irespu€9-
*ta que me pde. Cou todo eso ^ «i no Íe.dea-
- ^agrada ; callaré aqui lo que pertenece al.ca-
irader V y progresos, particular^ de mis hijo%
l^júBa atender uoícainefite. á.aqtteUa:^ en que
V. Mil» «a interesa:; esto es i á los . medios , ^
lúe báa;paieddo^.ii)a8 proiirio8.;.y asílospict-
pondré gqieralinepte 9 y de jmiibodQ. el xsm
ab8ti]d^ído:déoiáei^8taMiaáL :^' .. :. é ;. r j
. : \ Vi)mei)cemd5 por bircducacíon de/1^ btr u cdacacioa
^ ¿^ ^ que. ae coptí^i: ^tt^máior lextertaípfi de ^ ^^ ^^
^^;ercidoi ^ y. cooodiiiienloa > que la de los h^
. jos. Toda» las es|)édes.de.edticadop que be d<a
«- ;ála8h4jaa^8e pnedeo;redqcíf i 4o9> dEAttoai
eo que ae cim^otw o» qiMLlíEiglKO iiai»yt«d!e
bue-*
*7^ Espe&aculo de la Natur cueza.
buena crianza, con algunas ligeras ocupaciones,
proprias pwa ayo*? i Ja Jipariencia , gracia , .y
ademanes , sin añadir algún trabajo sólido. La
otra , en que , sip^descuidar del exterior, se pro-
cura , que Ana doQcelkLalcance ^j^se adorne de
conocimientos práélicos , y se acostumbre á no
creerse felís,síno qnando se halla sólidaméQtB
ocupada.
Si se quiere seguir el primer método, que
tiene un gran numero de partidarios , el úni-
co cuidado será agradar por medio de las gra*
das aparentes, y del gusto que causan sus mo-
dales, y admianes cultos : la que así se cria, S9
guardará nray biea de aplicarse á cosa alguna»
que fktigue la cabeza , ni canse la menor mo«
^lestia; de modo , que por con^guíente, nada im*
^ide, aun levemente, su alegría, su viveza, gra-
tiá, y garbo. Entregada de este modo i conde»*
^nder conr la delicadeza de su comple^oQ, y
avenida oiuy bim con toda ocasión 4e aqiieUúB
^^satiempos , que autoriza la casttmbre, pasa^
-rt sus (fia» entre ela^pdon^elnzo^yhsecbe
%i salM'á andar con sus pies , ni tampoco obrar
con sus manos i sin iá^'^ sin imeres»e ea
^dsa^) y por iiaa conaequenda necesaria, sia
•Ascemimieato al^uncr , si yá oo es acerca ^Ú0^
-vestido i ka tnoda, la díveisioo , y d paseo. E>
«biciif svéd , y «I <»9nwntal seráif el único ^
«fljgOGíb qw traK^í yuoda la; cukura de sa V
%B»DllU¿ift»2V.aii CBDQOetá pieno tal criaq-
•-4 ' «i
Carta de tánPadre 4é famiUas. 7^
sa 9 por la indiferencia con que n^ira todo lo
curíoqp, é ÍDStri)¿lÍTó y y por él anda con que
9e lleba sus ojos lo que es pura bagatela. La vista
solo de un Librajinporiante hará que se enage*
ne de él ; y ;uó hombre , que en lugar de chocar-
lear , y hablar truhanerías meras y radocína al
caso , y habla con un método serio , le parece
venido del otro mundo. Toda su vanidad está
puesta en no faltar al arancel del cumplimien-
to , y i los ápices de la ultima moda: (**) pon-
go por egemplo ajamas bajará un escalón ^ ni
pasará de una pieza á otra sin un brazo segu«
fo en que estrive ; y si se siente con bastante va-
lor para arriesgarse á este viage porsí sola, será
guando no hay compañía cpmt la asegure , y
escolte ; pero se acoitlará muy.bien quando hi
bay , de que caminar sin bracero 9 ó ar á pie, es
acercarse demasiado á aer Aldeana. Foco á po^
Co se vá revistiendo de estas ideas , h de cien
otras semejantes á ellas , y del mismo modo
unponastes para el bien cciÉun :y la úknision
de la menor etiqueta le parece la mayor ruina
de la ras^n , al tiempo mismo queiescucha tran*
quilan^sote discursos enteros , que vuln^an la
vinu£^y dá aplausos á un desafio incompatH
con la humanidad.
^^ £1 gran arte de agradar, en que ha visto
^inculcar tanto continuadamente , le robatodq
fo Eípé&aculó 4t Ja ^alw'ahaa^
ú tiempo j y llenan toda la capacidad át $n en^
teodímiento. Asi pasa la juventud en la mayo9
inutilidad : anda de diversión en diversioO|
de cortejo en cortejo: siempre ocupada en
su figura , cómica verdadera , que no tiene
otra ambición sino la de representar 2 jamás
ésta será unamuger natural , ni juiciosa , ni ca**
paz de gobierno alguno. Sale del tocador ^ deja
el espejo , la compañía , y el juego 1 Su entena
dimiento queda embotado , y sus manos ett^
tumeddas : ella vive 9 en fin , de un modo 9 que
el demasiado reposo ^ y el poco egercido en«
crasan los humores, atraben mil desazonesi
y por consiguiente achaques , y.eo&nnedai'
des : y finalmente cien especies de vápore%
que se intentan curar con medicinas , pero sin
efeéto $ pues ja mayor parte de estos vapores no
son otra cosa , que pensamientos triste9 9 y los
femedíoSy.y m^oinasno se bao hecho para
carae pensamientos, . .
£1 fruto infalible de tab frivola educación
es una grande debilidad > y una especie de es^
tupidez f de que no obstante ae ven curar nüu^
chas sefioras , quando accidentes imp|evistoa g
lis obligan á pensar , y á que usen de lAa^né .
l^ientras aguardamos estas instrucciones ^ qu^tf^
h amargura hace.efícaces algunas veces ; qué sw
podrá esperar de una cabera llena de espeáacu*.
los 9 de romancea 9 y maiumas &lsas ? Si esta V
miiger tiene corto entendimiento 1 es preciso
qu9
qqe úrtcávadi m fÜBoA) rcotúmn^f y |
íom átíj^&ümdz verg(Mi9Ósi ; Ó que abra s^
Ixxra pna hablar b qoe oo entiende s¡tu> con**
Ibsamente^ j qae ío exftíéa aun popr que to
ooidbe. SI liene btiea ettehdnisecto ,:6itÉ
dftinfaéBe.adbriiadórccmaqiiftte aóticm.qw
fe .ilsniHián ^ jr deliabeiie piéTOnJ(k.x»níaq«&
ttw aftAos que le vríeglááy sgerdtafi'tQda: la
afiiiridaA de su^ eqpuñÉrjpQ (|aabtüNi anden/ cert
Cá^«i:'per^iB^3?[estt>'dDq t^nbknii^ ari0r>i
j pettgrn^*:7]oanmf ^ejOBiiániBu: oafniri'BKiitr
cfail 'el:egefcioi69 y qc^u^tQ» la ptopriedaJ de
lipodn,7 sktyíBS lé consiflíáa mas apta^iA
Marido ^ ^MEie^tíeoa ^JveoinQB:, pirioitete ^ jf
fiflBlgos/:beáia ahefeoadf ipeáté 'jdi dt^sto flejsn
critotfiy^déosua dje^aqiiCB (^ set^s^^fLdeíBeAol^
taalignidad^^ tíhdatafOiuY qaé sfíA ^ ú bsté
áímiento ddira , oeobatido , 6 ánitaíoá
? ' Qyé difereñda tin giaade «ifisnxMDfCBkt
ra£tariaipefnfanrv4 qqien) n(r^?uire^ ^4 ac^
fficav 3^ '^t^ ^ma v^eay ^tíiá quat aoon'Itast
ta petKvacatKli y ccurio :saaii^^ chiriUi
jttirtPábcathTOeiprp um^altajidóa! de í^i <BA
4hDfalMena ^e qní:sUiidefl^iiaÍ9K enogitdai^
miento muy mediano; no bay duda^, xfdeMid
nor 'obÜanttv catftmtgroi^fÉO'^ ycoailoadbeos
d¿iseoBaraei^yájea>el w^Mj/cyieiaém^
Ji Tm. XL L per-
pertenezca á $u pejssona k nairará con lionor*
j^ro vámoa al t^nnina verdadero de la edot
cacion. Esta mir&á pooer á una jívcn en eat
tído de poderse gobernar á si misma ^ y aun
i qike^* ^hiérae á otrosí algún dia.. Para; esto
ea. necesario ühprímir en sa ébtenffimjebtb
con buenai gracia^ \ con alaria » deatrezM^ ^
aob» toda con oertiduinfafe) de moda^ qué
XXX "fncÜe^ uidode i pKÍDdpo& qué ia mud**
vanV^fat^uieni)^ jicá^Ioa quatesL pue^a: seguíri
pk^c^btKidoaienfiD» A:esi2e.|prímer;>gustQ(^^^ que
tbberocxBig^ Id que e^ sólida^ y vetdadb^
wo'j na se dejará de <añddk a^piel egerdcio^
qu^ ddxL ocup» an&vmanoa^ y que la ha?
ce uttt ^ lar ftfflllia i y tal vesi á la aotíe*»
^BBá^ iBbkdar por sí misma, ai SGfo un tráfit^
j3faóDesto;peio coser para loa pobres ea titti
obra llena de noUeza ^ y dé un animo » y
corazón grande.. No nos lisongeemos ^ nide^
jtoior^^ng^dar^^toob edflcackm de nu^Mroa
ft|ba^yi^|k h%ar.'de:propca]erie& ocüpaciOT
Bes Ueoaa de esplendor,, qiieraerá pr¿c¡¡aabant
dúnar;^ después de^mucba tfempor> jjpsmfo^
dbdb, para botxer». acam nn]yjtaidfe»á^l%)iei
ctúaneoterfaeceáatíQi^xhudteoflif |)rlta ^catoj
qüertucuaae segairilorbrülaittB.;^ si acasaMiorf^
bíase^lt^ariL ' ^^^n .• ;••«•'.• 'i •••-íi^m^í
JSÍQ bay niña alguna,^ ^cugfO.eMsndidueckii ^
tG(Fsea.tani Jnnkado ^, «que ino«'pn(c4& •''fiKndes ^
de béchos-memorablM, gottaa i la infeociá ^.y
la ficUidadque tieoQir paiairpocoápooopo»
«ic«i(W«s en orden , es di m^q agradable, y s6»
goro 0MdÍi>¿ al mismo 4ieni()0<]ÍM és tamfaim
daias fwoatoftott colocar en H«nifliMÍíni«i^
toma ttiiiltkttd de ideas ptorfdiotts , «« él
aflta de kocioaes^ Este egevdcio , <^ndo ci
fionstaftte , la «coatambiia 4 ^leasar lefiaméate;
yi hablar con la propriedad mas fifcilí y deli*
€dta , aAebjb de tiotxliiiii^ 6tfb ' bita mayor.
La Rel%l(m,'<^es ét oifgén de latf ñiixiaiás
iuB Iiimioosat , y-de tai eBfttrio^ mab Brnes^
ae aptendé tüttoticañientd 9aaí doupelta joveói
puede , «gtfk estOj i&qéifAr ^eoMKdmfeob de
uña ioftádad dé^ tMtífM r que lÁdiefí conii-í
go mondidhd,di^miGdoÉi,'y'obetticlri óoit
áama fiídKdad la Ctetida que \t Baate, reie^
■ieiido solo4a IdStbriá d^ Eráogélio, y el ei^
tilblMtmkat» de la <Igle4a* (ay^Ló- qué «ké
étadáío paedit eotendsr todtf^id mKkPv 'j^
eabaite á» tÓB efttendiitttemos kK3tt «nasdUK
las, que pueden introducir en ellos todos lar
iMOiliieS» jOfiitfe fiscos disputan i fastidian , y
ttipQ#^ i pél^fti. • Pefb el Bvá'ngeUa agrap"
dftjy j^ropont M^^tarñuí mteiiiias,^ priiK
dpjos di a}ftdttftai^ quihCQSc son tos úasosqu»
r^ere: penque el hecho es siempire intdig^
Me I y' toaf ^ ptopuifiDi, qttt it¿a tetitoií üán*
- ■ ■ "■-'>• f'- 1 < ■/C'l^^jíir) íJ ;' , •%.!'■' ^igbiK
X* librería
guidá , y d^ , para hacer ga«ir el bleü»
que es necesario Jiacer , y. para hacer, odioíi
el mal , que es preciso huir, fiste es verdadte
nmemc el lulero ^ qde dá iot^ligciiCJs^dc ^
pequeños , , cotooi ios grandes» Es» «f I« t^
l^ca universal : pues es imporibie teérlft sin adt
quírir mas j)rop&rciop, y justicia en loí. pcn?
9amiem<»»<y nM»<re^i|jid». y bondad, «ft ^
cDstiimbtiist •-. ! . I- t ., .' -< . T •.'••••■ ■' <
. . Deheafr a&adir¿á, . la ;b}atpó& <te loS qoam
Dya6getios,y de!lapcedk:aci9i»j(% fe» Apo^
tt^e^ ^,el Cathgcisnao oqn la iostrucCiop del
éaiyxiCQ: porqu!&l^'Pq$imi;Chrt$t»|pa.9eF«t
tecssU i im ^lei^A ^iPiik>K>pl^ , á Ja der
bleraiBos solam^e^ 4 mMa«n> M^^^ » y oc> ila
CKi^icacion del Pastor , encargado de la eose^
fianza. JPued^.. añadir el. Ó>tbedsino dcji Abad
Fleuty , la historia del . Antiglio .: TcstgmtwM»
^del Pueblo;, de. dIq», y.las cc^iioabfefl 'de;10ii
^rjsiiaaiMb I^bii» pequeño , qo» Gp«tíeflí'4Í
«qáritu, y la üibataocM de la HÍKÓria- JBelf?
vastica» . •.. . i.t
X , Tal es la (primera Sibl«othei:a4e';niia49Q((
€^a Joven. Y |y)drá kh»fí»ú& , y : iiíb(%!$»díft
nuichoftaños copsecutáv^p i hasta fga/t el >p(0^ J
lechó sea sensible ) y. la permita: asfárará at»»*^
g«oa CQsamas».. . v .....:.. i
^ liDwpnQi lúf^i «Ha j»jnttf»iji iy<;.óec^«iií
ii|At|j^cion » á la qu^.iodo debe estar subor-
ilinado , la aegnoda , 0119 or^ioaiiameate ^está
4
ékñ'd^sfmáadky bo phstBmtéMqúe á 'mi jv^
-tío debe en ]f edoeacíoa, jiburáii piaoucí^
ner el primer lugar después de la Religpoki,
^s^-safaeic ontah éon'rficifidBdy 91 etorífaSr una
««nn 4ton pMmiiud: :tpu9 iii%3e^aii éoñ^ct^
S8S ao se {^uede^ cspcráf de una pencMsa jp^
!weú 9 sea en el vietíro ybm co .el matrimonia,
9¡. la einpRaa :dis algnn igoiiiessa en: la . qm^ ;Íe
fqtteoezc^VBic la^. coaaerTa^kM ¿afe.; lin rard^
anegladow ..; • 1 '^a\ . :nvá
Ibdoa. púBÍbsn saber ^tar : los eotendi-^
-Biientos maa. tnr^ ^.6 los mas; ümitadíoaá GOe^
«B ^ y materna ^deíér inioadwv > aftebdrn t imlg
•bien esta^cinieia 9. y ¿lireceri alihliílc(jpfei;iia lija
«éntendímieBtbSímas -si^iímirs^con :Md,^ii^la
-^jefciten con fieequenciir. Tü¿ idepi^íde a^
4e;la '¡paciencia)>.> la4^1 eoircoa^ppr fíossomn^
^« ifacbosmíBid$l)fl*eaii^lcpiéiiaMio pBiaM%
mm<jp9tOy:útajúíBG^afmM tmvéraoi^yi aar
ttettude^ entyiMÜmifmttK^ itegoe áipader c|h
-Cfibir boa tafia -cm nn pnea^^ gv^^ ^ iiif^
a|i]lafida¿«^íLa.Oidio^ paftp»
«•K «l^alnigaas'.n^a?^ pfiMipdatti3ieiai£^
cesa 9 pKfeel conorimiemó'.'deinraclfea^fe^eA^
y eircepciones solo para escuAsr coi^eAamenf-
te 9 y con * la puntuncioa . necessriau : Tenta-^
d> esmbarft creer -^ ^Ejat ina ^laBCiaik saber ;i
lando k. GfaaatatkardErtqaalquíeiBí Jengna .^n^
ae Inbia^ ^stadto^tiea^iccg-jwia. Ift^iofinñn
*y gdei caá aiogimó ^^etSsqctomfáf^
^f dedr^ Jo» árroyads^^ üoai hasckí á tOf
(fjbis^i' ^ 'i **. --^ '''•♦/ ^ "í ' '* '''-í í i'- '
í :!i: WfGbla t^aagteifxfifiíailttA á^wctíbU o»
•feCtaiáei]ce^3esi la qneiCJQbefikapsi^c ia mta^
^on pant pracora' los medios db que mu as*
tfibrica logie ^ste importante sobiirro ^ que k
iiioiBtitiiyecD'eatacbde.iio d^arae .engañar ^ly
ádé^aenir á Jm omqss ügunoáol wofjpn. ckgof
bernarlos bien. u
-í. ^ >M'piittcipio dfaaervfeae ciiUbdoaataieiite la
HMüáiaá^ de que no ofcawte ^le ttoga la aer»
^[kdtaifbdal; ^capadéd
adkx casi'lpfidiUe {Mura bacerta^perenm eo: Ü*
léiftifi ^y^aon'xaai tidKula'CD^ Id -qué cscii*
ilia^ eid^T 'de «tlfais y. ana reixoiiienídarla aor
la—ffwe^ v|Qe«a loa Isíllstei^ed 'papelea.de'pilr
camoata, que ae la encarguea-^ .manififeate
jBMebD] eiasQdiipiqMul&jfar «u coit]|rii1icioa
tne pfnpsooit ^nai eoBj^íseat ^ jeocari^iidobl >*qus
iM baga 'la: oaeiior ptteniiacáítoiie.aoi^eiiieaí^
•dimleiico, y haceiia entender ^ qoe ae deaagf»
^ ^ 1 propordon de . loa. isafiier^t^s. ^ qoe ae
ireoofaoceo \ en uoá^ cartas para mostrar %Ag»
4eza5y luces en ella : que una carm es ia
4fmgen')6 d subatítuto detina oonvqrsadoi^
«y que asi es predao escribqr llaa peíaopaa
ausentes del vmi^nio moáf^ que ae habla á iáa
{veaentes; coocar una noticia , como aé cto^
tám na»A Qomrpmídkm Jkxjo^ ima
4
que le hKpin bfidto$y*á <di8ctr^eirfiiri.9Ío.a(»«
latD) ni altos jdisGiixaos^síoaicaDta ffaio.pec«^
{eAa> senciUéE » lo ique.teega ^le decín.
No » gMtt-pam» tu a& ^cegiembía la ki«
fimcia á aér jiaiasal^ y* á coaientaÑ&. ooo. loft
dÍ8eogs«.ipa>jCognines>. A¿ » alieiitÉ» y: í(»t
DocededtarendiáV^qu^iM^ e& negotib ar^
doo^ eBK3)írnDa canat jd^: tiene: rtpulsa^^
tachas» 6 notas^ que sufrir^ toda* la cnficía.tit^
eiésohir al^tal» .feltMi d¿:-Offtbogr4^ ^ j
eaia adveiádicia^iiLtiafae/peaatato i. JHk>eft
Eb las cartar,. yá aea» atcettnss^ ó jt
4de uMst inpQakJbo^y 1 egcfockf ^ la. lefionr
te^á lid A(buris6riMbrvy » N ^ník^ j^pSám^
al Giaa]kÍc^^ae:aM»sta¡ieíoApf^^
qoe ae tdUérccwieiiter^.'piifQ' k y 4iB^ «giMk
éo fiatmt nbdoíjéít liáUar[( {pi»;, ^ mbi9^
p» nadaijÉKrfilaiiaifoíafiielíe^^
aude^qpift fecM^e^^señJiúr^Iiues* ae % «pbisih
y al DaiaBcÉ» iiaigpoüaai«|»4^iiyeMiJiaceim
fúe(>€a8»dfefbb|jír¡UkÉilte fekreviB^
láiBá.]a pnsbiicSoib. ' : .><' ^"^ .->' '^ ^
ypíeidetodo au mérito ^ ai no ea ,amwnMlM>
ítítMtúti bwqoese^ pués^ia nammüdid ^
]^69s 00* cafBo f^gttlÁriyiicU á tai pibm^
Ea agadeza*^ y elevados peoBamiereros Veodnía
después^ si ei fimdo b^di de siiyo ; y como
quiera , stempre áarit Ib que i)aBia parsi afcudír
i Ea necesicbd : y aftado ^ x]|beffii» dosei dárd
ffodcv; de la disereci6o/,.^aB*: jpviadpaiaaeiiie
eoQ el lenguage mas sípiple'^ y :qué^ acerca
maiá la dulzura natural ide «la cawreraachm
X f fUraí impoáértí inui: ÜeteriQíIíi 4b' í^c»
i^diiCQ afí¿8 ^ :tti:*qstadaíidr tm&ittíüá na»
turalmente como habla ^ hay ua medk^, 4^
áip <atf«ró' i deair , qcK,:ea infóliUé ^ y es,
<ionáariar.rre(]MflteRieDte^OQ' cño de Fiii8a»ríi^
qpKÍ la9aKá%a'v y ^mpcfbnrlaTen qtíe^. ibm»
WB»íé'- pepita )'()afa escfftftrle iciego^ ddbnÉoé»
4Úé l)einoft dicho. Por Yéntura la causaba eni<*
i»ra2o v^empi^ndo por la. oompOfltími d^
cams^f ^ ear q«e tiecetiiá aÍKrar 4e salioabeaa (4
di^'fMs*/ pioptíosi ¿al6fati)rriar:::uniD»bdR puK^
«ts^ y*lat trmfisicfeiMr nittic^^ ijuftadm
fcib nqui fiada hay ^le pens&r ; )elf:bedio «t
«nciiloi, y ads Jie buelfe ád ^ iiiiiinQ%aiikU|
^ue le rebifaidy .con- qaer > m queia síudí uq ^um J
tbu]UÍ4lár^para)esGribiritíiQiiflbdb yá^soidiíi
con alguna ligereza lo que ae^ le ha contado^
ttp será ta^ibin Acilelnesciibir un IfiMcy d
fttpel; oiiyo'coacenidoaefebdNrádicbo uui
•- -Bafii fortificad eti a^me «tjpí pririQípÍQp^
y unir la OrtbognphU^ , i fos oli^tos o^s orr
9:circoQl<laacjone^ ^^JM.4ktJC)lw|:H»*«;:$9
^ 9ie:escríba frequeq^egieiite qinas verdad??
fas y 6 im3giQ9ríds á personas . conocidas ^ y ^
cerca de cosas , (niya$id^.so9G)ari^^4i^gr
l9liQiKe)8iaipIe^ i y "^l^o^ ^nit^res á la per*
aoioa joven , que «scríbe.^ Pe esta matiera pres-
to sstá uo m^ro juego para ella jel escribir
i cerca de lo quq Jtqppi^t^ , y ai|n el deseoír
J^arasarsls fyülm^^ t y, ^U hm» ff^Cf^ d(r
«Igrtnos eocaiilQS ,;50flwjy,,gí«vs8 j/qneje 1?
«quíeraD hacer .:*y lasenpr^^: «e; regocijara de
-¥tf , que es utü su habiMd^d i aquellos ^ que
«n la casa no sab^ntesgpiWr. ,Q)iando yAelpa*-
die misnjo quieni egercifaria ¿y^ppf á: íóg^
áú oifB necesidad , que' decirla su pensamieo»
to; dígame V.in. le ruegps quál de los'do§^
<el padre ^ ó ia bya ^ ^tíría en su ooiafEQQ
l^acer mas afeétuoso , y mas vivo ? La qi:^t|fm
L toy por.el liadie. u^ Ir
Acaso CQP .una facilidad grande d^ e^rir
liir,se hallará todavía falta la Orthographia
eu ésta » ó en la otra cosa ; pero la joven don^
CAh podrá hacer ^portable « y aun pruxítniiJá
la exaíftitud y lo que escriba , copiando mti«
Tam. JZ M Chat
$0 EíféSlacuk á¿h N&t^Mem^^
chas veces las inflexiones de tos tiempos, jf per-
sonas , que forman lo que llamamos conjugación
f¡e¿ decios verbos , vátíenáofie de'unl)uen Arte, 6
Gramática Ostelftana^f^To yo no quinera quo^
brarle demasiado la óiibe^a con' una 'l^rga éxpH^
cacion de las reglas de la Lengua, que acMpez-
Ceden su inteligencia , ó disgustarla , y causarle
liastto á' cerca detoda le£turá« < ^
' -, llo^tie acabamos* de decir , será acato h
|)arfe de lias tíencias , que k toque á nues-
tra joven señorita : la qual encontrará en lo que
^be de su Reli^on , en la predicación ordi*
'müíütáá EWángéliá ,y en algunos Libros bue-
«líos^i^nie ^titSUdad. conocida ,bá2»atites luces
'para' gobernarse : en sli Escritura , (**) y en su
Arithmetiea hallará suficientes medios pafira. est»-
i>Iecer d bued orden éií su casa , para ocasión
'nar alegria , y de^ñto á su marido ^ pera co^
^itíiíerlbt porte de sus domesticas y y lafideUddd
'te sus Renteros , 6 ' Admin¿tradores ; etir una
palabra , para condiiarse aquel respetoso temof)
v^ iráhef consigo la vigÜatacla , y un aneglado ¡
¿)biernol ' • ^ - ; I
*^"' ^ la séSfikitá^^tubler&singular eotJed(men^
to , el qual no es justo confundir cotí ijnh J
cierta viveza y que es muchas veces fuera de
I »
¿ <**) El parecer <ie aqae|I«f« que lienten • que las mareret no
aprendan a escribir >' ni otrtr letras » ea absolntatnente fuera «é
. moo , y Jai que alegan' por csca ^arte , carecen de foda eficacia
por mas que esté por ellas la apanentu.
CkrtatktínPadteéefandHas. 91
2CÍx»sQi, y sta eiítensíon de. inteUgentía ^ ni
jpmienRKdon: alguivi ; oofiODcei Ja necesidad de
iocapar su proótittid natural 9 es tanto m^
yor ^ qaanto falta de an.{>asto sufideate » y e^
cogida, paede:dar en los ma^peUgraias tropie*
-0O& PotiOtra parte 9 (jomo se^ áJa y^^^^i^'^o^
Quista mi^grand^ consB^iktt^vqtie^uiii0tittnp
idimieDia muy Balitado adquiera pw medio de
bcdtuf^^l capacidid),':qu¿ icitiíffTpeisona
|a ^fa^is&lida^ yide^deseinpefei, jbs^ para el
fttdjf^ <denqa fl9ti^0QÍDi»»U|f>'gt»idb¡#/mr te
Jriaa'ifelkbtuibpó»^ rea;^ujlQJa i iíabec-
I» h^cfaDiCretor v >y Ud)^ á ripobno aoh la
fi&isñfm <ét tKhipacfiooes . de .mucha utilidad,
^ jeflOainMii ! ]b« <]g^ii]9s,;taJento8 de; un ofc-
ifio'fiaéekñ'. Uqgae.ájsetiéi'amparo de toda ixüa *
itoíli9$i4b9aiiuna.ihi^;d^ ex^ espítiti^
y capacidad, podrá ser su recreo , y^u coi%*
«idow liifytuÉilmiente^ y sip aftifícíQ , uaa se-
AfHíta; .entendida atrah^üsí i la f^Ua^cjl
Jos Aoiigoa y\f ¿. los. JBnomg^rosr yn/rpKrp
iienBoao ite U«ba las .primem «teridones: :V pe-
to poco i poCo verá V.m. que casi se «tror
{ttU4f todos; poir irse :i?sentar al nededpr de
aquella , :«Q..i|pieo!adinii!an !oti Juicio taa di%-
cretq , coitaocéUdQ. Uua^aeooríta ^Aw!»r.9^
fiora , que time adrfentei^idiidDtu.hiwJM
do , y que se explica con propriedad , es el
lazo, que une toda la/armUa.,np solamen-
te porque es sedentaria , sos«fgada , y^ de oná
^^ Ma coa-
t conversación deliciosa \ sino 'poniue ea todv
ios accidentes i, y oegoeios. , que aobrevienec!»
los consejos acertados .^ ti espiritare, paz ^ y U
*dulce persua»on > todo cuela de sus labios.
Para procurarle^ este xatstélér airahleV<]fK
4b Jmkálrespeüar ^ y ^ssr buscada de todo^^ em^
-feaarémos bfKri^odola componer.: themas: latt^
'iio6 • por lespacioi d^ m uchds áñosr seguidos? La
KTondtiifiréiDoa desloe jA Latín á la Meta(. faysicái
Jó iliof p«Dt?lcnia^eiáXjtt3Qii][ei^siáal^e?(^
^b»n«le¿io6r 3p(9?C8te'ioedoí3fir€pararb ^^ptifi
^ué'S¿ inttcdlu«raa3 kddSciqtiiot&faiíaidelM
^li^tUones*; práicí^MbUe* todas laaxaoéS'^' ¡6 «fi
Jas dáiusas:myiterá>sa8Lde los Planetfas fnóf», tt
-ácefoan.ina5vy náa^y taegosesepaioQ^loiiincv
ide «los otro¿ en vados^immáiso^ ^ sáobUKicM^
iTodé oiroti cuerpos 9 que los ánipeiiiq ^Üd^liÉ
«eparen? . ' ' - - '-•- ,í •.■-i'.^'::/ -;
* ^Una séfioirita podiia adquirk todos '4»^
itos cÓÉodniíieDios , si estos sOct :co0Ocittl8»>
<tú& i" y quedarse con todo eso en. )asmá pfoL
-ftitidak tinieblas : y ^corría riiesgó de v orest 'M
-m iBZOn capaz de bastarse ás< npisma ^' autíw
que iba realmente caminando de obsSírid^fj
-th^dbscuridad. 'El • menor mal para «ata aefld^
lita sería no encontrar allí cosa algüta^ ^ ^ue
ik lücieie mas fdtÍ2 ^ ni mas capaz de- con^
*(^*) traca de Ifl déteriniitác¡oti.'¿ ígaaUclones ^e las llutkt cur-
hit^f y ñt i^ salidos, ^u€ s« engf i|^r|ui de €|Uv Ckifl* Vvol%)
Slem. ñíacrli^ t.S.p. i". !(€• li.'Cap- ^«^ "" ' * * ' a *
i '1
Offa /k'vn V^^ ^^fanHUarí, ^
iri1>iitKá b felicidad de (k^ottQ&^P^doner
nosla » pues ^ una apUcappniiatígtísa,, que po*
toríamente , y después de egi^mplos reiterados
muchas veces , sabemos que no la puede con-
ducir á cosa alguna 9 que s^ sólida ^ y propria
^ra peifecdúoar d natural &1Í2^) que Dioy
-fadió. •
Exceptúenlos. de la condenación de los ea#
tndíos penosos , la del latin de buenos Autores»
-y de las preces .dp la I^sía » que pueden eo
.ciertas circunstaacias y y estados venir á ser el
mantedinDÓento del espirítu^y de mucha práéU?»
ca« Si este idioma le fuere necesario , conven-
dria^ para que le supiese , qué se tomase et mer
.dio 9 qw ya toiñé » y que he viyo pro))ar fuur
icfaasrvcsxs. (Quaodo haÜémm de bs. estudíqs^ de
dos niííosysecár tírnjpo m^ opc^rtuuo para der
-dr lo que siento eo c?te punip.. . . ^
El fin d^ lai Idees , que se procurap^
-boa sefiorim de buen etittiñdimi^.tp , es Jl^r
f caria sóUda ^ áa disminuir sii toatural fiapde^
la alegria: ip ws se ¿^be igUakaeuie aciio^io^,
y Iniir üo modo de aiarla , que U hiciera
- nefa^G^^ca^íattfBtable ^ .y rustica 9 qw el qqe
b hiciera vana y y ligenu Yo no conozcp
*6Í00 jw Igedúp (de léatudío* , que .reúna ; todos
los l»enes? i^y Yeniagas verdaderamente apeto-
cibl^r'^ qué traiga consigoelreselodeiiiF-
' conveniente alguna Este estudio solo es (UH
dei. preoedetite , qncarvió 4p prime-
o ]i;>4 iKf 'iv* - iBti«^« ^^*(-4 «I
•
^4 Espe&aciJ^HkU}^¡itkiré9h^
tS cuitara al em^c^iedtá dé 'fe ^ «uÉMcil
Tódñvh e& historia ; pero ttm éxteíi$9 1 y me-
jor desmenuzada» No hay que ar-redrarae con
b1 nombre de estudio. La historia es una ftieoce
^erenae.de gusto 9 que ciecdJt medida que se
«defacHá/en ella: nO es 'estíidid^ seco^ insír
pido 9 y descarnado , sino solamente en loí
comperklíGis ; pero para^ evitar la* prol^idad,
i como se debe evitar la brdvjedad demasiada,
^es tfeottarto nd desciüdarse-cy seguntel.mQH
^o cotí que se arregle este agradable estudio^
-83 puede faoílmeQte conseguir , que la seíki-
Tira aprenda i fondo la Religión j y también
ií desembolver , y penetrar el corazón hum»-
lío i que $aqúe ideas , sentimientos > y liicés,
qué la c<^sti^uyan apta para todófaim: qx
'adorne &u entendimiento ^, y su coaversadob
de millares de» pasages , ra^os , y casos ú>
'irlosos; que api^snda á habbr > y á ieícrihír
iiHjy puraniente au lengua \ y qvéeííMa^
tjuierd eñ todas las cosas ua 4i3cernmiiaotD
f'^iMto dé to verdadero , y un ^faDñedíniea-
« to absot«ita4e lo- falso , de lo fiivob ^ y de
-todo aqd^fc^ ) que exceda* la»xii^¿á& Vki^
'fias. • • • '•*' <>^^ . • :í 'i c í-i .: '. / :' .í
^ Este estOijKo. tan titil ilo plde^ioorunjt»-
- co de tnétodo ^ y de pérseveraqcía^ ^ rid exl-*
^ esfuerzos grandes , ni' retiro sumo«, Qmt>^
do una persona joven estulnere yá en esta-
do de dar cuenta fiel de los. .quJKco^^ 6 as*
Carta de ftíiPítdfeékfmiliaf. 9^
eó pequeños libros , de que compusimos la
libreTÍa primera^ de su in&nda , y quando
se hailáfe ya ágil ea contar t y en escribir
bien una carta ^ con la costumbre d<e no ne-
cesitar mochos, ipre^tdtiyos para este asun^
f o 9 yá es tiempo de echar los dmiemos de
el sólido /y agradable edificio de la histo-
ria.
Bftá obra consiste en hace» v» illa jor '0"!^^
ven nifíayique ^ educa ^ una serie inte»* i«w$tona.
tesante 9 y bien utíida de todos los aconte*
cimientos memorares » y de las mayoies re«
Ixiludones y que se han visto en la extensión
•de todos los siglos pasados y dlesde el principa
dd Muódó , hasta nuestros dias , uniendo á
€stü8 bccbds la inspección» y conocimiento^
de los lugares en que sucedieron* Y esta es u% ¿Ycnat
aqui propriamtíite una Geograpfáa histórica, ^^*'^^**
^ya primera v^tf^a es no Ip^cer á parte i)o
largo estudio de todos los otfmhfes de los lur
gareS) que estando casi unidos entre sí en
un mapa > causan sumo fiístidip y y se 0I7-
vidan^espues con mucha fiícilidad y hahieo-
dose prendido con gran trabajo. Otra vetn
taja , no menor; que .ésta , y acaso superior»
inseparablemente unida á este método y es»
que la vista de los lugares en el mapa » uni<-
da con las ctrcunstancíns de a^g^n hecho cur
irloso , afi^nzTy y. fortifica la. íspep^siy, Ja
de louno excita laidéa :<ij^ lo otro.
Pe-
M[«<M[ti
^é
Jj
96 Espe&éMíh déla ^títwaktiju •
Pero los Maf>as , ó Cartas Geographicas están
sujetas á ua grande inconveniente , pues tur-
ban la imaginacioa con una coriáistoQ de
nombres, y de objeios, en'ck>nde el enten-*
dimiénto no acierta á distinguid el lugar, que
iaélualmente busca ; y quando yi lé llegó á des*
Cubrir entre la multitud » la impresión que tía-
ce , es siempre endeble , enflaquecida coa Ja
viita'ide «amos c&mpañeróft , que* Ik debilitan.
flüti que es nédeaario tener, ó^d^aear expre*
sámente con esta mira mapas particulares, para
véc en cada' País los nombres , y objetos de que
se trata en la parte de la historia \ ^ que süccesli
'vamente 'se vá legando , sf itofoscar el eotendfr
miento, rii la Vista con una immehsídád detaooi*
bres estrangeros |- é inútiles para elásuiítopie*
senté* . '
Enipefiíaráse , pues , esta GeograpUq histON
irica , mostrando k Tierra desnuda , de«itu^
■ »
"da de todo nombre , de habitaciones , y lo-
gares , y aun también de quien los ocupe. En
la incertidumbre del estado en que estdx) el
"Mar desde el principio , y que visiblemeate ha
mudado de parage en muchas partes de ÜlkTier-^
'fa , será suficiente figurar ' en el Gbbo , h
-en el Mapa del Mundo él Gk)lfo Pérsico , el
curso de los Rios Tygre, y Eupbntes, paní
colocar el Paraíso entre el punto en que e»-
tos des^ Ríos se juntan ; y et. ptro^ en que áe
desuneh siís aguas ¿ para desembocar en'el Qofc>
Coffade tí» Paiiñe dé fañiiUas^ 9 7
fo Pérsico, el uooácla el Qrieme,y el otro
átía el Occidente j ftente po* frente de la I^
deliB Parlas. fil"«>it>de^AráUa ,,. te peflasidé
Catif, lo9 nombf it ds Jos Rfos , y PueUof^t
que después habíiaron sus riberas^ y otras dí-^
versas sefiales , que nos dá Moysés « fijan lar
ÜDiag^nacion , y nos ayudan ¿ balhr de eati^
manera aquéUa.viiica áiienfie , qiie. saUaenjef .
higar de delicias , y deanes á conocer las qua-* .
tto madres, que fuera yá del fiaran , tomaba .
cada qoal su nombre» . . j
Desde Adám hasta elDiín^iQlioliay acOOfii
Wdmientosiáetewiinttdosáitugac aigaoa Des-
pués deesni segunda^, y oieáiorable EpOcír^j
la Tierra se muda. Puédese repceseotar coa«
sus quaCfoOontíaentes, con sus Mates jdter*.
nos, y exteriv», am corta difefonda;Qeald£
oy loa vémo» ; pues todos ..quantoa naoon«i
memos nos quedan , aud de k./tnaa ;rm0tai
ant^aedad , conspira en wio, parji 0Éam«»
ftsfaioos después del Diluvio los .masmoa Mar*:
tea, los iitisaioa^oa,i6s mlsBat» Mouias,, y;
loa Busmos Ciontiiietites. En eata aqgund^ Tier-«:
ta , óJblaniente.en la parte de Asta, será su- '
fldeme colocar en el nacimiento del Tygre
loa montes Gordios, en que se detuvo el Accarj
loa campos de Sencnár , ^ pbnoa de r Afest^^
potamia,^eiitw^iel Tygóe;, y. dl.£aphr4teb^ jT,
h t^rre de Babel , que los descendientes de
N06 constituyafoaen^^una Ijánauní ^ paca set
TonuXU N via-i
98 EspeSlaíulo ík lü l^aturOlesfo^
▼tsta de lejos y y para qae les sirviere de se*
nal, (a) de uoioii , y de acogiaúefitP » aegua .
el designio que, teáiaik de na. sefiar^ní! ir* i pe-
sar de la iiecesidad eo que cttabao detesten-
deise por el Moodo y para ser proveidoi de
mantemmieotos* El tercer mapa llamará la
.dispersiM ^ y manifestará la ¿milla de Sexo ea
Asia, la de Japhet en Europa^ y al Norte del
Asía I desde donde se estiehde en America: por
la Tartaria, y por la. Tierra verde ; y en fin , la-
de Cham , propagada desde el Cbuaistán , háa«
ta el centib de Afiicá.. ;
^ En los mapas sigiaidnteias aplicará á des*,
cribir clara , y casi¿ uoicaniente la tístcaSa lo-
cal del Pueblo de Dios, desde Abrafaam hasta
la muía de Jemaalém por Vespasiana Los
Baíaeí c¡rcimiNrcino9 no deben repreaoocaise ea
esta especie de'Cartas,;siiia eo quao^o ae ne^
cesiteti' para fijai) los limites de.cada.reaideiv»;
ciá; "Aquí ae verán , {mes, i.^ Ia)s, vSa^ que;
faf20 Abraiem^ 2/^ La situación dé «loa Pue*
hlos^tfot deaotenden rdéélylaaiaalíias^í Idart
neos', tiraelte , MacOanitas^ &c« . ^"^ Lo&iriarl
*gea de Moysásy y de Josaé. ^° £1 r^írtín
miento de la Tierra < pronletida , y la sicoacioa^
délas Tribos. f*"" Las conqúistaa . de David.)
&.e Los viagesr del» Flotas de Salomón ^ y:
Jvsapfaat. 7^"^ JLa> divisíon/d&^Jos ;Bayiite ,á^^
t <a) Sbem üy\fiz sígnum Gm.. 1 1** ^4 <
Carta de un Vadre de familias^ 99
Judi,y de Israel. 8.' La ruina del d6 Sama-*
lia por las conquistas de los Asyrios. 9^ La
captividad de lus Jucbos en Babylonia , 7 su
resdtndoQ en tiempo de Cyro. xo."^ Las
Colonias de los Judíos, ii.^ Su dispersión^
sus expulsiones p«teriores , y diversos paragA
de su resMencia , hasta el tiempo, en que dé-
4iíeodD caoocer á )ni Libertador , le desedis^
ítoq»
Md dejará de ser 4]til juntar ioaeparablemea- um M*«ie.
.terá(fai9 J^tnlieehosmaS'C&tKiguidos; per6 auM^iegU.
«unque eito 16 juz^ 1 convenirte , estoy le^
jos de peflsar, que k> sea d embarazar el ^1^
tencfimiemo de una señorita con ias reyertas^
y arduídades de la Chipodogia antigiuu Ape^
nas los Sabkii debefbn oo^Nnie' en eMaa mu>-
diotlempa Bl'Bs^atu Santo ^ i^ué puso en
orden los acomecimieútoa de su Pueblo 9 por
medio de las datas , no juzgó á propo^to
sacisfikcer la ^^^lidad de nuestras precisíenésl
Nos enseña que tal Patriarca > tal , y tal Pei^
iODs^ cékbre, vifió, y foyoó 6a 9&dri » ef
otro Id, éste 70, aquel lao, pero no dice
si fMbn 60 años, y ocho días, si 599 y ^
aemanas, SÍ90 a&06,y 6. meses. Todas las
adidoaes , que puestas sus datas, una imme^
diata á otra , sin interrupción , vienen por fía
á juntar muchos años con el total de la isuma.
principal , introducen por este medio una in-
certidnmbit laL en estas Chtpoolo^ arbitra^
Ka riaS|
'i<x> Espedlacuhdela NaturaleiSií.
ñas 9 y añadidas al Texto , que las hace inutiíéSy
h interiDioablés. Pero las datas síd disputa^ a&e
den ordeo , yftjan la memoria.
Otro medio para facilitar la memoria de
,Ios tiempos 9 seria tomar el nacimiento del SaV
.vador por un punto , ó época comün |de que \
comentasen todas las enumeracioiües. Desuei^
>te y que como nosotros contamos deide el na^
cimiento de Jesu-Christo todos los acaedmle»
tos poiteri«es á él / se crataten tamhíen los
precedentes pordl.numeflD^^a&xf^ qna.distaii
de su venida; y así, entibar de: collta^4dvia^
^ de Abrahan eo tal afío' del Mundo , d del
periodo Jultaoo, lo qual, ¿ e& fncietto, 6 de
jina erudtcjpn muy siiperÍBua, gustaría yo mas
que 9e duew ^Jhfií .yocacioo de. Aimhtt^ suc&f
(^ CQsa df^ X 9.t»glo& antes del aacimieiito dtí
Salvador: porque^este cálculo es con corta dt*
jferenda ci«rto, y excka una idea mas &cil pa>t
pL ^ordar^^ bacieoda á Jesu-Cluristo el cen?
!• ^Dospue^^díi^ate priméf.disefk>delah¡s(o«
fiasa^ta, hecho con algún cuidado « se trata*
fá también la historia proiaqa , r^iesenando
(tf un mapa de la . antigua Asia los dilatadoa
Reyoop de Iqs Asáríos , de los.Medos ; det
lUbylonia 5 y de. Persia t íúxí olvi(|ar á lo lar-^
go del Meifitprraneo > y en.su circuito las priíi-^
cipales Colonias de los Phenicios. Se sefiAlará?
COA puDtos el yjageá Car^ > d AndahttkJ
Ckrtá de un VaSre 3e famUds. lot
3^1 pqr d Mar Mediterráneo 9 yá por el Mat
Rojo^én cuya cesta teniaá, para idejafi^n^r
JxJver á tomar sus géneros ^ un Puerto^ ó'Es*
: -Cala de donde tomaban la derrota para Es^
•paña 9 y de aquí navegaban ^ dando, buelta á
las Celtas de Afirica, logrando ^nahciasim*
acensas , por medio jde so^jC8x^\oa ^ eocré
¡aquellas Costas > y Gestes barbaras. Se dará
.- también tina idea de la antigua Grecia^ y de
todo elJAófiterraneo ^' con d* ñiocivo de los
errores de Ulises, derrotas de. Eneas , y via«
ges de "Telobaco^, sin despreciar la dulzura de
ios episodios; y advirtiendo, que el todo es
- ^boloso. No hay cosa mas fugitiva , que la
rcjeocia (fe los Lugares; pero jamás se olvidan
jaqtielloS) en que, 61a maravillado la nove««
«dad dio golpe al entencfimiento. Continnaráse,
{Hies, en la historia con la noticia de los viages
de Cyro , de Cambises , Jerges ^ Alejandro,
Agatodes > Aonibal \ iScipion y Julio Cesar^
Xntjano^ Constantino , Juliano ^ Carlo^Magno,
del Tamerlán 9 y todos aquellos , cuyos via^
ges 9 ^expediciones se hallan circunstancía<^
das dir modo , que hacen famosos , y, notables
los LugareSi Un egemplo solo justüScairá la
i de este método* Después de las exw
de Alejandro en los TribaUos , &
Uirios , le vemos llegar á Thebas de BoecL-?,
^1á qvial sáquéii) porque réfanJa' entrar en la
liga de i».ilcimblíf»9'.<^
HftJí i*.^
10 3 Espe&aculo de lá Naturaleza.
Corsas. De alli se dkige áda el H«lesponto, te
^traviesa , y llega á Ghranica : pasa^ Jooia^ á.CT-
Wch'j Xso iTyro , Gaza , Jerusatéor^ £gyp<^
«Libia ^ ib las Arenasde Amnon , de donde buei«
ve á Egy ptK> i pajra lechar loa dmientos de Ale-
jandría^ I^s{»iiesíjváá, buscará. J>arío detladó
de uliá del Tygre , encoentcaieen las Uanoras
de Arbelas, le hace hxm á Miec&t y atraviesa el
Asia acia d Orieítfie , dobla sa camino al Me«
dioüa acia el. Oceaoo Indico, y irieáeá mo^
rirá Bíjbybnia. . < - j*-» / /v
f ' Qulcale lo geogra|ib2da k todoa ¿Etoa; ao^
cesos, y yá no se sabe eá dónde pasan las
cos^s , no se vé la concatenación , ni las razo^
nes que hubo para ellas ; sin este socorro no se
comprefaende , por .qué el Rey :de Macedooía
gasta tanto tiea>po en sujetar laSyria , y figyp*
to , en lugar de ir desde luego acia el Tygre^
á buscar á su enemigo. Los Historiadores ob«
^rban bien , que si Alejandro se hubiera ia*
producido á guerrear en el corazón del Asia^
dejando detrás de sí, y en poder de Darf^
los Puertos del Mediterráneo , podrían ^Ijr de
aquellas partea Armadas capaces de arribar la
Greda, y Mpcftdonia , en el tiempo de la ex-»
pedición. Pero esta írazon eficiz no lo parece,
si no se haca seoábfe ooo la disposícioo de los
lugares.
Qnítesedd mismo modo lo historicoála
GeopaphÍR,.¿L inténtese cctepqp en lá mena^*^
Carta de un Taire de f4mAlias. loj:
oa el orden de los Lugares ^ sin el socx)rfo
de un viage , é de una historia , que no ba-
ga seguir á. unrAj^emurero j ó. Conquis^flo/}
pítenos ocp^,:y.cpQdttQe como uqij^os á
araf ipter^s^ ^y,^ Kiotivo^ que le hace 4e«
J9r op júlgar > y pasaip ¿ otro ; no es dable re-
tejen nada^ y Ja; «itpacioa de Tyro^ ó Ale*-
jawlrfe.7íe,«»ap6í4 de k n^iiaoidar con la
mjivi^ ipr«ae:fi^ ,qu« l4njumm ^ 6 :i\íaííy-
\ Por d: contrarío 9 la id^ de uq aconteci-
miento, memoiKable^ hi 4e «Loa ^ngulaiidad dig^
mM. ««« i ^Wfct^QSÉC^ó^ B0AjS3d8cUiK>^de los^
parages en que hubo alguna deteqf|on , d|
pausa: lahíizañay07^aioy«(l^Ís;qpe¿f^ eíc-
pérímemó en esta ^d Id «ftr^-PloxipQla^ enea-,
dena agradab^omkjt« sí Cddftsji »H <;ote .pP^.
so brdeqjeivla m^ipprta^lL»^]^
que aim no^^e cpnocetf ^«i » »o^^^p|l, s^gqar
ae desea , enrel mapa; ^¡ ppr! evitar c'onfusion^r
se hacen claros , y^taihcapaces de leteaerse^ co-*
Ko ft)do8^)0a! <¿»[iís.,Jwgp qi^se «be,, que
cptánCacaiH»jáírtj^^ff43M4prr.pqp^ kIÍ
f .A«siOfj^¡fpnetíe©i,PBíifllr Íí» ^\^^m^i
3I.IQ& liecho» #te Iw. WworiaíJ ^fCprieg? ,^R9l?»apa, ,
Gkxica» Fmocesa , liomhardí , $ariacena>Nw-i
manda» X^P^^ñplfl^ 6«K»<^)ft q^^fú^» ^..4^M*;
.(«*) Dos Logare» , uoo en la Isla de Francia , yiacro Ugiias de
ib'f Espe&actílóde Ja tíatnráleziu "^
ttid de la i)ers6na joven que se instruye. Yo-
recelo > que se desdeñen con demasía en itnpo*
ner d la infancia en ios acaécitnientúsde la;
edad mediat se halla acaá) Imas gusfó , d uti«'
llda4 leyendo IsS hazañas die Seitorio , que ht
de los Normandos, y sns - establedmientoB én ,
Hotstein ^ en la Neustria ^ €n la EEalia- Infib-
rior^y en Inglaterra? Se pMd»^«títontT»'Cú-
sa que interese «a;, á estt ledaá- tffeámtt ¡' Kfáie
el matrimonio honorífico 9 y el cará^r de
Rollón, qiie de Pyyaítase hizo w» admirable
Politico ; ó que la« oónquktas , y sábks lc^é«
dte Rogerc^ eiiMSIcitía , y las de^^OuíKéfttcr eni
loglattílrííff ■ - -• -i'-'r"» <^^ •' •- -i^ '' ' \ '-:
-"' Q)áé ddicik'«áti «tévás^ tío bkllárá ana
señórkar en lo¿ déstubritbteotos de Basco de-
Oamaiea las ImUaa^Oriemafes, 6 en Ipfs de^
OhfisHÍ^^á^€>616á^^ laf Am&ríca , y' ^ «kIos -
16s ésfkblecitñiétitc»^ íaoderADsdfe nuestras Co« '
Imhi £üropédá'9obre! las' mejores Coscas de
I9s Contineniies mai lejanos? -
- /Esta Gedgráphíft histórica , bien' ordens^^
da eñe éñteúólfokÁto d« dina •pemn^Tet^j
pdf tnedk>dk lm Maeatito iiitdigtnctt V'seri
una llave, ton qoe aé podrá entirar yá t)or^:
misma á estodiarla Historia ^ y auii la Qeo*^
imkncia;en todo se halla con esta noticia^
todo lo entiende , sabe quanto pasa , penetra
c^ ^aa ¿íasst. ú m^a y ^ue tíeniSA entre 4 :
los Iii|[ai»i9 y.íapibfeil *ao»í«cín)j(entos, . Y^
puede ser Maestra, forpiar una s^rie bistoric)
para ú íDÍ»rt» , y •escribirla ^e ^u mano. ^
». I^eQ(}9 1^.. a$ñorJíC9 las traduacípi}es^dé lof
AuU2KS antiguos ,. íju?, t^p^mfij , conocerá, dlWjK'ru!
que b <|iie« le lia. manifestada iia^ ahora^ Jirf/poV'^'ÍJ
por deUciosQt qu^.^a , á causa ^ sus agrada- ^^^^
bles »y GOdtinvas . poyada^es^ , no e; tod^ia
lo ma»; Ijermo^o , qiie tie«eií í¿tpr¡a. ^ue
]a substaodd de ^sjte ..«^jqsp ej^ucfiQ^ fWsjsíf
eo d^xxiocmií^mo de los ixral>re& y en^i^ eíeor
fia dei corazón > y lea l^s reflexión^. ^ que
cada conocinHeat49, trabe cpqsigo » sin c^ ^^
^^ el Autor^ Qof^^ti , que, es ,f]epes^ú|
ver los casos ,€UQ^dÚd$|s ^^ ^dori^adc^i /^Y.^^
sos cíicttostaacsas • para poder juzgar los mo*
tivos » y conocer si la^ medidas fu^n ¿ien|
6 mal »nu»4as4 j ejH ujq?i ^íjxi ^ ¿í
cernir Ip q^^e^2^ia:^(tgJjp^ tr^^^ PPÍWÍg?,
We ^^^.j^pr^ljeQffUfe í)íp 4^^ ,de ;?p'
que iiasta aora nos faeinos dMtenidof ^ iat^
|ttCi(; en f^qe iiaga «stv i^e^íooes 3^ p(^r nó
«s^ .«u^ aaájif^d ,^ y. yiyeza^ j^ <jpe 5plp se
]^ b^^^ado ^1 hacerla utíl^cofe ciffifffs ,,3^ cia-
o^^starla^el ,c?nwp; ft p^^ qup y^ S5;í9??P0.
de que pase adelante ^ y entienda aquello de
que es capaz.
Vé aquí los Übtós de que jpddi'S áácár los
óaatetiales def Ja historia, qué 'seta sumatp^^
tedigDOLdé «lesen componga potosí soímusí
TfmhXt O é
I
i 66 Espectáculo (k h iJafuf'akisa.'^^
ú quiere adquirir las luces ^ qtre ,súa k res^
tan y y una facilidad , que ía hará capaz de toctos
I."" La obra de los $eis días. %."" La his*»
toría del Testamento' Viejo con' sus reflexio*
nes (a)l 3.°; Lá explicación d« Ibs- Libíio^ cib
ios Beyes (b). 4*"' La historia de los Judíos
por Humfreí Prideáux (c): obra un poco fría^
fero ekafta /y juiciosa. jJ" La Vida de Je^
su^Ihristo por M/-de Tóürncüx (♦*> 6,^ Los
Discursos de Bositet soléela Historiia^UniversaL
V-"* La Histoiria Eclesiaáica por Mi Fleury*
La costumbre que hay ^ ^es di^r á laa
íéñdrítás algunos compen^o^ de estas bisto^
íías V ^ ha<í¿rseloS aprender de memoria', con
ésto y gúns^ veces aparece mucho ^ aunque la
réali^d sea muy poca*. De^mos falsos bri^
liantes , que no tienen consistencia ^ y quando
itna iseñóntü muestra ' buena fuerte en sus^ta^
lentos^, ^^guirémós iá^ soGáéis > qüfe será isiem*
pk *^h mhíha j acotopañada'de un phé^w iiH
atitétfbfe. ' . ■ , " '*'''
Estar solidez no^ es otra ccísa^ , 'qú& s&be#
peñW cáú équídads' yex^lk^ coh tetó»
yor (ifopriédad ^ posible i yi[ áea discu^íéli£b
feoiamáité ^ 6 yá' e^cribieá^; tód¿ de lía mb^
w I
, (i) . Ciactf rom* eii^ia. Bn.Patiíf , jc«» 4e Dttaíii»
' (f>} Sclstom eií 1 a. París, -Cica tíéBibüty* -- t . - /
•. <c> Siett com.€iv 12 £dic, del R.?* de (Tqumcmin^* TmtU « dc<^
(««) Por todo esto se podrá stib&títliir la itislotU dcí Poéblo dt
»^
Carta ¿k unVadre isfamiKd», IQ7
do silabe , y. iddo dp ^o tnodo .n^blí^^ Este
balñto faa iiprétíable T)o se paede.ai^virír con
métbodo raas mt^ipVt , ni mas fecunda;, qqe
leyendo tin capittüode historia ^y repitiéndo-
le , de modo , que se oyg9 á sí mismz \ d dar-
le cuenta ^ él á :t>tiia persona >y Itiegoal pun-
to escrihírie»
]&£é. ejercicio será ^n t}uda ma» pto<re«
cbosD^ 7 eficaz , ú aeohace> wmo d opin-
pendió ^eogriptóco, detejo ife. 1/1^^.^^
-4fe \m Maestra ji&lÍoío > qv^ puedf jad^ttur
.laa&leaa que.biih¡efe),,«tt»ro Cfístr^Ja/^ííSÍ-
titod histórica , como contra la regd[aiJ4%d
ortbí>graphica; 0 tei^t socorm con que se
puede a]ri)dar el trabajo deiinji señorita, ^. i^
ae aiplfca á escribir.^ es aplaudirla el bwQ gM9-
to, que tubo en la !caai$i0a i que' ac^^^.l^
ya hecho de tal, 6 tal menHidenda ppco
muren el cuidado , que puso eb iosíffir.ea
• ^ui pasage -liermoicft ^\h^^ iloa ÍQJietíei»#baBr
-recíblet en. lo 8iÍB£luoaaY>y^^Qi!^^ % Que se
manífesié en. nnii futura !vim!, jé i«tfre%^
te. Muy poc^o-vdeqnxs doa.bueoaa; atdig^i^ , dos
bemmi^ > que sé. iden mutuamente cuenta
ót lo.qaeihan rtral^ajado ^^ aerairto de JVb»-
tíO. La historia santa , expuesta en libros tan
bien escrftbs , como los^éúe betn0S 'aconse-
jado , y mantenido asimismo en la memo-
ria^ como digimos 9 yá con h. costumbre larr
ga de 'hablar de esta materia mu^ha^ , yeces
V
N
'dlgiiBíad «ffíoritas juntas 5 6 obla* eo ^n gtfaínde
^ quálquiera de ellas ) dyá «scnhieodolaicorveSi*
'meote^ no puede dejar de ^múries áservir de
Una escuela de moralidad ,de doquencia , y de
*^biíen gusto. El verdadero bien ^ qué de esto ks
'^úedairfi > tío es cargar cuidadosa ^ yexa&ameá-
te la memoria de una larga serie de acaeciiníei-
*tús j qué podrán olvidar como aprendieron, sin
* que se siga de ellos consequencia alguna. La
^verdadera ventaja 4k éstei nikhoJkes idr insefh
^'síMmimPe , 3( ^ meMo ¿k uMprJdUca in*
Si las señoras quieren después perfeccionar*
vie en la iMstoiia profiuR, libros bay tsimbien ep
-esta raíon^n^y e^imaMes. ÍVinapakaé^te ae
"-(raeden^ apliear á los de M. el Abad RüUm yi, la
( Hisjtoríá del R. P. Daniel , del R; P. de Orlean^
' y de M.el Abad de Vertot, &c. (*^) libros todos
ndet mas puro estilo^ y sii» la mendr abacios.
^^ - - Juntandoi esiTQs 'bs traduodooes lo^celeí?-
-ti»9 que íe chah /iiecbo dp las historias Grio^
^l^s , y Latinas psaid el- auxilio particular, de
'láS sefíofas /s«r verán iñucfaas veces iteradas
-con dibsionés^ lrequetiie$> yá rá :io& usos de
í¡}'3 '• • ' ' r,; f:x .-s. / » « 'j':'.^ f/. • ' i J . Ja
rU del P. Juan «le Mariana, .que por su juicio, estilo*, universali*
'^ad » prAprieiadU y critica ( ño oisstadcc que el A%adrV>)trÁcÍc
opooe.áesro ulcimo ,fio con demaMada razón > en orHeh á Jos
^tiempos remoti^tnos ie U antigüedad) rak por mnelios ^ f^ 'mis
liabiendo tafip]is.v4iueJ}eiiM(ic fa^ulái tu narutifai >;y U fanu^
■-i*«
• U
,la^ iiDtigueda^ , j^ yá á? las divíoidades , y ce}-
iremcsiia^ ét h religión de los Pagaoos ; y
ibíHidiin mucha SQCcmro parala perfeéla inteli-
geücia de lo mas priocipal en la historia an-
-tígba de ; M« Rolfín.^ si bien no se estendíó
lá todos 1m. héds. de- la antígnédad» Puede sef,
}queel tiempc^nos conceda poder preparar en
'«s^ m^rtieria uoa t>bra udl j y que alcance , sin
ser difusa*
r *r ^Kb'soUimenté tieoéb néc^daü las seño-
-lasj {tara la .historia ^ de alguo ¿onociinientQ f^l^ ^ *•
de la fabbla , sillo .que no podrán dar uñ paso
da ella' en la inteligencia de muchas pintu^
tas , ni leer sin obstáculo las mas oh'as de
. literatunf. Partí acudir 9 pues , i este incoo-
- .Teniente > se podrán servir de un libro , que
w A tíctíkió con estas dos excelentes mkas á un
tiempo : este es el pequeño diccionario de b
Quando yá- el entendimiento está formaf*
HSby cambfeti' están las séiíoras en estado de
i-conocer ;el oont^tto 9 aunque frivolo , de las
'&bulas.r. f&o ^eria :muy pel%xoso empezar te
liostiibeiQfi 3df h «in&ncia otos tüema coú e^
?tas';^ulosas!^^iftioj)esi, y ocupdr cdd semen
«jante» ciientAS(luQ9 ^ntasía-^ski es^cies^yuna
anzqtk del ilodo ^uneva y en qíiriío ie ha pue»«
ilo: aun^en í wdln*//V(erdod alguna. ^Coa* todb
^t» efr^ nuiy .«rdinyio .bafcer xamio» il - oo
^ I^Ea Pj^ris €0 CMü d< Dctaint» («lie de San Juan 4c Bcauf^it
» 1
tío Esp^acuJode td NatmráSexa. >
paso igual la historia sagrada .| y la febnfodl)
ó los methamorphoseos ^ de suerte i qoe una
persona joven se enternece por lo menos oteo
tanto por la suerte que les cupo á las her-
manas de Pha^ton j comb por^ la proximi-
dad del sacrificio de Isaíc , y iuiblia con ía
.misma gravedad del Din Júpiter ,• qtie de el
Dios de Abraham ; ¿osa por ckrtb bien io^
propria.
Quándd yi la se&oriita hiya adquirido una
idea justa de la Religión n^' y totnadole el gtUh
to á la verdad , será rason declararle lo9 ob-
j?tos lastimosos , y razones lameotaUes > eu
que estrivaba la seda de los Paganos. Es pre«
Kriso darles á las personas , y á los hechos un
'jayre ridículo y por temor de que estas loctt^-
xas no hicieran la imaginación con pinturas át^
;masiado vivas ^ basta para esto inctdcar , y es*
trivar siempre en lo absurdo de la maraTlila^
-para «nUaquecer' la in^^resion; .
. Healmeóte es desperdiciar el tíebipo y y la
rrázon enhreg^se muchos^ años seguidos á ai«
.cnejantes extravagancias; nunca se podri dea-
-pacbar con bascanoe prontitud un estucIL tan
-miserable^ Pero en taneceddad en qué estante
í^ tener, a^ná noddn ^ es bastante > exooór *
-rarse <le la fábula en menos de juú ' mes ^ qoe
v'basta para ponerla en ^ muy buen orden en la
anemoria ^ haciéndola aprender ;w píatiiraa,
•<|qe sean modestaSi
i t t\ , . . ^ -.../"">••»': . '-.j í ?
C^a de imFadre Je familias, x ix
Consieozase dütribuyendo los Dioses de ^* ^^^^ «•
I X 1 . j. ' - - pinturas^
alto a bap en diversas clases , y además de
los diversos puestos > que ocupan , se le pone
por carácter á cada qual aquella aventura , 6
atributo , .qiuí tejdá á coi¥>ceff Júpiter trate
^ cetro ^. ^ el rayo» Neptufi9 el tridpnoe,,
Mercurio uP caduceo , y asi los demás. A
Juno se la conoce púr su Pabo Real ; á Ve-
nus por laSc Patoims ^ iqiie tiran 4e si) Carro-
sea \ á Diana por. «Uf al[jaha, d Jg^t. su Perro:;
Vttlcanotrahe pot <ára¿ler «os tei¥»sas ^ y Es-^.
culapio su Serpiente. Esto €$ á lo que yo lla«.
mo anrlbitto > que Jos caraéierlza. Además de
este distintivo ^ se conocen por tal ^ ó tal hisb
u>ría.> que lea sucedió»' . .
. Quando todo está yá contado sucesiva*
urente ^ y sin conftision , solo de palabra ^ y
sin escribirlo « se buelve á tomar cada aven^
tura para sacarlas á todasen unquadro^&in
nombrar en él los persofaages. Itóse prinCi-
pk> y rogando á la señorita ^ que imagine una
Ciudad 9 un Puerto , Plaza pública y ó qual^
guier otio parage y que del» servir de fon-
do á ij^pintura ; luego se la buelve á pedlr^
que conciba este persobage ^ ó el otro, con
esta > 6 la otra postura y transportados de tal
padoD y ó afeéto y comenzando y 6 acabando
esta^d^/ót^a ^cción» Tratase de adivinar lo
que se acabáde pintar coft sola U YOZ viva^
y de dar ra2díí^4& todo»
\
f.-
f I í Fspe&aculoáé U l^dturaléia. ^
Expliquenoa Vhxl se le dirá , esta pHitfl;
ra , de que yá la hemos hablado J aqiii se vé urf
magnifico salón , lámparas, colgadas en los te-^
ehos, un Rey senttdoásíi taeto) que nwni-l
fiesta hastfoá iln ntónjar , Sque! léihan servi-
do, y en fin 5 unadé los Cbm*iínsales ^ ^
se lebantade lá mesa coo cabeia de Lobo (**a)..
Qué es lo que está pkitadQ en on qoadfo , ea.
que s¿ Vé una Diü8?i(*^b) sobre isa eaijfow
^*c) tirada^ dos Paboaw ; y que üega 4j
uña obscura cüAa , donde la recibe uo Rey^
que estieode «u cetro acia una multitud de
éaras botantes , hinchadas , y con apariencias
de sedición ('^d)? - '
Qué representa otra figura , co ^e «
. - ...:.•' veo
X**a) lUtt fae Lytaoa » ¡Asigne lAtlhcchor.
Ov M«tk I- . i • . j ^ ' . . . •
'f**c)' Dora V» ^» Mftti. ->•«.'*. '.' •:.•... , '
^(**d) Juno Ur|«i a la cucba de B^ . Key de ^09 VicntW 1 «V
ñó 16 piuca elegantemente ct fíoetaJen éétor^rsós'
í Nvnjhnm mpatriam, loca foeíéfurméut AiMrU%
^ jífolfom vetúu He vasto Rex Áeolus antro *
Ludantes^eníof y tempestiUesque sonoras
" hipeñ^ premh iOcvincKs , fs carcere jraerOim ' **
^ pli iná^namef magn» cum fnurmtíremonHt; ^t ;
, Grcim claustra /remum. Celsa sedet Aeolus Arce . ,
^ Sceptra teneñs , moUitque ánimos » & temperas iras»
: Kt facías mmia y ac térras y Chdtm^fftfimium *
c Qwppéfigrans r^£ secum ; verrqnsquefer fiurat^ -;
SedPater ommpotens speUincis abáiSt atriSy .^
' Hoc metaens , mokmqut , & ffíom^/ f^t/a/in' oAff» '^ '
( iqM>ji«tr ; R^Miftfe Adí/ qtájwiékre^tirtoii % ; ?
Er /r^ere , & laxas sdr^dorf Jf^M^^ -^ Z
Yftju £n« libt u
ÚBifthji^^PM^éfma VIS
jféfí 1 1« riberas: áA Itfar Itres filaras » la ídí;
!tad mtigeres í y potts (^*a) la otra Qittad 9 y
tque parece oombidatiár uohooibn? (^^b) vaca-
do al mástU de uo Navio , que j>Jtton f^tsatr
!por la Costa? Pr^gmitaodo a«i tefietadartec^
«d ñoitobye de todos, estos objitos^tae nvitná el
-trabajo de didar^á d afia de las kcciooes i
Cérea de esta materia. Asi no entra en el ear
■tendimientp» sioo b que se qulene que éoire^
•4|uiodo un Übíodice^ acaso mucha$ veces mu
'de lo que coiivietie saber : y aquí ae respeta » y
-mira a^oua cosa mas estimable ano , que e(
*tíempO| y que el cultivo de Jla raaKXi.
Acelerando mucho* este métbcdd la obcá^
y sfendo somameote gustoso ^ no digo yo.(»> ^f»^' ^
«tlaio&ociá 9 sino también para, ia juveih-
tud, se puejdte usar para que ^ m^'or. en .lii
imapnacton^ y traiga agradablememé i^la te»
jnmia los mejores: moQ«ineotx»i9:y<, rasgos^
«qúei OQsquedaq de la antigüedad* Una^te^
&mtz I que js$fi imtvíM tú la Ustosa «•
-grada , y pco&na .^ no/ sola responderá, am
9dattoJ^ sedMytites qu^atiopea , úaojqmjt
egeidearlgasMsa! en tafmri par sí miseMdi^
-fa«iins^yiima^[4icaf!«d^ uMjan^a seh
f*»«) £stpf ipa lis Sircüis^t ^«e scgtuí alpnot «tcnCA U. pn
4e oiwgeret r ]rT»tcscMtr dcf lyei.'TOBcli.'flijrcfaL pars. ). 7 cm
io eoBcrario es error coman de ios Pincores» jr alemas aicdauM
coBticiicaí coa esto: otros afirman qac antes fueron peces , y iae-
fD te «onvirueropí en aves« - Vos CnAgos lofluronU cthynwiygi^
' ^^ 9%^M.^ qoé sM£€t ca^cM* Vcaie el Ote & Ttcr. ^
r: •;.. j •?
214 Espe&acuh xfe Ja Nafür^deíOsu '
^a, ó á alguna paiáenta aftcionadá^ Qué po^
¿rá , por egemplo , signiiicar una prntura^qoe
tepresenta un campo en que los Soldados se
quitan unos á otros la vida , 6 se atiopellan^
y ahogan al buir confosafQente ; escando al
mi^mo tiempo el recinto ^ en que se hallan^
acordonado por un pequeño numero de Sol-
dados, cada qualoon una iaz en la manoÍ2S«
^uierda , y en la derecha uña trompeta, que to-
caban al mismo tiempo ¥ De quéacontedmieo-
to sería la representación , ó la pintura , en que
«e figurase un monte , cuyas cuestas , ó decli-
ves estubiesen cubiertos de viñas , en las qua-
Jes' se' intródugete multitud de Bueyes: sus
coercrps con^ liachas de paja encendidas , cuh-
-70 refl^ alumbra algún ^taiitad espacio vei*
tino en |a obscuridad de la noche ? Añádase
-estar alli al mismo tiempo dos '^érdtos, dé
tíos quates elutio huye del todo dnoMeiíado^
*éla ciunbte del monte, y el otrase^qoeda tte»
*fiD d0 traiiquilidad éa el ttábo^ ^n> doinSe' 7ie
mecho en trjefcho se vén teas encendidas , - 7
^UaiJos con «sus casquetes , riéndose ^carca^
^klaíe ('•^)^qiié';signifl¿aciórf.téii(^ .;
-y\'¿ itfbfo^ eMei egerrieio^V ^^^ ^^^ ^ adoknqr
Ja", memoria , 6 á servir de diversioh -después
^ItfábajoV'no debe ser sino UjQÍYJueg!o*,.,Xia
Véase ^hi%t..JRotny ppf ^ Keli^<f MM9. J. f^ 10, imfu:4í fy»
|ís » Mo de MDQCXin. ^
* • 1 •,
i jcAímA dd 4fMead¿cnt9Qto , á. I<
lel'«atíta;gr mod» mas al djscer^
mbttíáúgtm'át ii hetamanencía»
lEBnwHnB ivmiaet» * ,. .
> ' Fomatái yái A giosto coD'. «I habito d9
flfepeib'kt faitudií » y de escriUrifl » .iK> ae inaa«
t¿átá '. tmá» úmpíytíKemástfiík kIq d mon
ooeÍBátamétIm iKChot,: fiiK».«p9 vataán
qfttñJoúfsamt^&ietífiímfH «NV>r:de..toÍQf
los Aetooll.. ifi^ ümáaátí iqfitfibkaiente á
an sefiotitaife .dvÉrktt, 7 capit ái coaoou
las ¿girnnfi<Trt'4 .¿¿«m» htfnMM aompwicion,
Á«pu«áuJ8«q<fehBrprÍPciH^
fioqaeactt^ y B««líarf< pas%. «prwnechaiwi . <Í8
io nagoc, qoí «ioeiiiM.«K$iitq ao fiBfegfiüf?
«D. Bmará pat r^attívt-M kixioo.de Un. mv
^aocioacaifwífeaasy^yifr la»: dldp, m« a^iam
ést ka PúeoMU de Homdío » T^> V*^ S^icah
iíiao en veno'de las Obns dt Vlrg^l Qté
CDcanto oo le serán lastraducctoae» de 1^ gran*
des liistDrias de Grecia, y de Italia , casi tan
<ficaoe|, y perféfias» como loa Poetas , y las
pinti]9& or^linales! ...
La curiosa averignacioit» que fas sido ooii*
docída con acierto » nunca está ocÍ3sa , y fin
cUmente se inclina á buen lado. Es cono in?
didñtable d adquirir algún conocimiento de
las particidar&lades ttias beliasde la hbtona na-
tnial : trabióo tan apto para hacemos ado-
^ Pa rar
M6 EfpeSlaái^ Ah líatuféhuu'
faren toda la pbvSdencJft ^ cóina»
tirnosile nuestras tnismas nqoeaas.
Pocóá poco irá descubriendo éo'sa lea*
gua nativa otrob thesbiM-/ sm-ioompavadóo
mas estimables 9 que quanto bascávaon 'hémoi
dlcboí' quiero decir*; excelente; ilbios: piado*
sos, llenos de grada ^ y solidez , especie de
obfa& eii que nuestra Nación (^) >tienefiii]ia de
nO^cddeír i otra aíguna» K^ teáéáica
{«iVa^c^irtnM e n n^entaja nimcca*
í Tales eí efeab , y el ^privilegio dé el
estudio de la tdstoria : ^no fimüia^y^haoe bio*
tar en el corazón el a«Mr-'de la verdad , y
aolidéz: dAiKie!s4elb^fiialsé'ptieifei»^
dbscatfs» 9 etí Qtdw j| lo^emlsi txi'^essa: e¿i
célente pasStíñ ', ¿hadóla catataar ^»gun sit
propria' conduáa. Porel coatrariD^ á estaiH
do sáa tierna' la' rMon » se carga/^ e^kitñ
desde iuégo^ de mpniUdades 9 4]e máximas, y
de'A)rmiilas , b Ib que es todavía mas noGH
TO , de abstracciones , y disputan, no sientea
tírfo el -peso de la tarea , ni anhelan sino por-
que llegue eLíin de un egercicio 9 q^ moi*
lesta , y aflije tanto. Hágase desear elxoiio-r
cer las verdades prádicas; pero no se mani-
jiésten al punto , sino aquellas que pueden agrá»
dar. Atiéndase ^ pues ^ á la historia , porque
:eUa
^ (««) Dicoe por la Franccísi j pero «n ctu mon Juxgo .que n<f
le viene cou menos propriedfld á la Española , y solos » eorre in*
4|Uini7nUef> Tr» Auis dq <}iaiiacU- > el jp.l^is(de If ^n^c^y |^«i^
Kbio Mícicmbcrg > pucdcu bofiar'la noia i toda pasios.
jese, creédmelo. queld^o.^de^sela monlk.
dad eir . semUia ; dUa dai4 ^hitD 9 Uega^
pD de i]se:%nádpré^ yupor¿miibi xroent^ > . . * :
- 7 QdaD^Ü ík i^pffiBenundfeiintde ,U j ntocMb
fe báñete JSíñaáidaipKoé'po»'}^
piéftíca de aqnoUas laborto pensmcSeotts^ á>
toda especie4é^ ncainadefc, fe^xi]Qte5'^jb«!^^
lln« eiicaiBes«:desfa9ado&4'if acincUik iTárifidadb
jnimeiMa cxta-qoe/ heroio«ab¿g^iic6ap»'tQd<
suene de lienzos ^ y ^elaft; la. costumbre dfe áát>
pasto al enteodimieEitD llegará á. ser tan 9^m^
j draoinanté^ qne de trasi^. é qpaattO: hilenas.
ami^^qneTer^aBiá bateif » labdr; de íooiffijfiot
fiía^ó para'dUnjaiTeLásipasipm'^'^
siendo para los pobres ^ te {^aqd&axUiQCJarjdsan
de Inego, que ae Jbalbiá¿catt '«ecoppe. i)^
dlasquequ¡eml«gr4. las ctois^x -4*^^^
leramqrtrár Ja ledwd^y.^ilE^.ftenvdft
gnoaa rrf\e!iaií>rite »i«i<i.mÍBa4»wrad3>py» ; k|utt
lo jsiino que se be* y ,: oí.
K - B ^trabajo ijnaoual > tan.tecomeodáUe (xMt
abráneg^: paopf ioi^ij^ .tan oecoiar» ; para :quo
b& ásiratt ' eiriíaiibiipa, ociosidadí tant^casis^da^
como pefaíkáosa ^ laa:..üi^ t)tfOvbieni j.^oe
hasta por ú solo: para i^ki oonaerveo .sio-^
gphr cariño! 9 ipuea.sirltt de jreboMláy lardea
cia^
(MI) Si esdle éii rraAclfl|Í; qife l4< sínórlttii^abfljéii por si
afesna^ cosas coo qqe arjean > 4«SFiics d« ^casane » su quarco^
7 3e «SCO habU a^uL
cfer» modobdo anvw^i-^laíbéUiflr^iwíoa^ h
veidod fafeír .moceóte^ peo qúB^ithKBr^
meüto^' y ae ::¥iÉé(aii()i)a/ ^ iqbé ¡áe^ t\daéála^
iaimú^vkMiqík^um^BS^ dqkvíKf^y se
oúst ; y 0Steiú9gafalt8'5 qpiaikdb escái^ ccuij^
dalias nooiOBi^r elcntrarió^riiia scñcxi^iíao
lio cpboce^ Jaililbor (de'^iiiodo algaoa^ » dto^
hobM^^'sí ftiisfiir'igp^lmeitte y.qa^^sr fijáca . 99ii
bftpiuí imctt ^dí el ano , t6 él om> r de estos doá
caytdes^:álf^ii ^oi» jr^ ;desth$a para eljuega^ (^)
Atü ^^mo-^s para que vivan tés sabias. ^)
^r^.jiLsl xtáMs^^ fNrivicada ,. que oUiga/á. cn^
aofipOP^ ¡ikidmt{(fe>1od que la v6o »€9ta afr«
dwi A ld{I^tini^ y rque ó& para día . on i^
moiiíarde ioGca, y; de. codsueloi ^ U 0UÍ91
eon^imiyw^razbDiá suprimir toda p9rd8lidad^
todaofl^vm i::si todb queja eai mstexia: ^ fié*
éBá% y .|90dW)¥«M9. (^)<Anna'' deiiniii»ice su
Miglotí,' yiki eacucttaa llena 'ét léc/Yisin db^
puta en las decimoes , y en los syndyobs^de
la Iglesia; en el EmagéliD 9 y en laipiéflíca*
doa ooiqui¿:de sos P^tQr(»i;.ea\uii(Lkifiak
dad de olma lutnlnosas ^ que ia «ucanSaufe^^
aprecio universal significad ^ y señaba. Ooo
estos socorros tan extensos, y tan s^uros piao^
áca su EeligiioQ con el mas Immüde sUea-"
doc
(**) Vil •Fk'aftjdtei usa especie de lafemia tl^oiUr tns o^mi
para el juego.
C*) o ta daeia • es wM Sdbla » cem» traduce d ttaliáao.
Cífta dt mTiifáe ét fiBniB¡k. «19
demás estados^ pues díbiob I» iaído eoibifldc
para su re&rma. Calla á cerca de lo que m>
moeode, y auaá cerca de to ,€¡ae entiende»
aonafarírios. o)»» sinosobteisa'pippm 1IP0^ '' .
áú&a^ persuadida á que Ja úekewñ' 9 ci^ 06
ia que cbiBütuye en- la scicjedad fai ^oriadr
jaoa señora, no es peift&i , Justa ianto que
«aincQDStcasbUe^y QQXvénsL >
^ Ssta^ sdidéz en su jgnta y y;esu^ ifrudeacla
«n su modo , maotendrátoBan fiuwUiMti'pas»
y hará íeü^ al marido. Esto podcásrir jügpdQC»
{üodigo^ y sin religión; peto no dejacáde «m«^
^f respetar á su mugen se puede casi ^rqphetl^
«ar y .que oopiquistaiá i sfrooaipdD^ y ^oe le
bol verá á ganar para el cumptitmentó de sa
-oblación , y para d fivai^elio , con el cui-
dado de evitar amaigurai, y^t^ertas en lis
-quedioe* Una.^riitud aieiapee eoBSlaoié » áú
<xr incómoda j' esrpl'^'SermMrtíiasr éficáfe ^de
•qnantos se púedeo «ifaruT sÍJÍatk)lidá0>MJbLesse
4bneD gii^o es un remedio, táñ'' ptídeneo* ep
Jas difipltades de la sociedad' f ^qué> tfatso^
aró taif gDuídeO'VWDdr& i';pe(^:si iae üásbídaud
ffeára3^ -I í-r-r,; i^-^h-. e:;[) í.i.'T (i'-ir: j::; ^.."^
,f Vet^iaoB yáánU'téDa^odqradob^V^''^ fos*bi-lr'^
.«ánnos sestarywatmbdp '^ 'qtKr -lo egecütic-
-moB^\ haUaocbdeJas tufiaa'^ «ednasckmos h
-educiicipn deJloft bi^íí dost ^MStj^ettera-
Jes> qpeisoa ^ laiveMad kb ddgMncdoS' téh
La eiioeacioii
91» .1S^^eSdctíloá¿Jd?ültffüki^^
Igulaves^que iny'deediicarlQSf8iio()de:Coii^
gima variafed eá eL más^ y menos de cada nrid
da ellos.
f' Segtmeii primer plin, noa pro|x>ndréinctt
superaciia''^ saear nq:ívquese/llama.nn tiraibre agradable;
9o ^^91^ I que scste ek el blrácaáiquemíraalDs
tdesedsdf ñiudiba^ y.qiie.auQq^'Bii lenguage
'^ divsevsD^. todos k» ésfueraoB ^ queae faBCe%
y todos los cufldadosi^que se |XMeo^ ae dmgea
lÍ3€8lfa(;i|fAflao$ f aon^jdB qué suferfce se ^ccuta^
^ qiiCwicir di exeSMUilnpe ^grad^e ) de que
A 3qelé luGaar eq el muaob aadto casa De9^
.ptfss: pasiÉéinbs i otio plan p cpie seguido ^ pD«
<]l¿íp:ip(MBÍReser^tatnbíen agradable á toda 1^
^ioeiBdadi 9ÍQ que:e9|é Raines io^apoda 4el ides-
Jiigúb de ^s^núkín
- ' ' La ícostunibre es ooúdiscir á los túñoa púí
^ gfaa camino de los estudios ordínariiss ^ y
ifaac^rkis. pnac» de dase énrdase: en esie. mo^
'áoéé'jéáaf^aKm:i90iffíLi ^gaoar Dradb0> pitti
'Beodefeafgándeiüna infiraca^ kj wetáBáimF
.porcoaa. .Sedidl /que ae s%«e eneatalanocí^
*^»y qurseüace todo quanto esaemarid;
ide añadirá ttidaírí?^. que la. educacioQ !piibUca
es un medio para que adquieran los pnasa
iHBiistades^ y 'conocimkntoa ^ que ^dl tiempo^
y las ocasiones les podrán hacer muy ntileii
Esto solo nó es ciertamente solicitarle' á la j^
^eotudy ni d Griego» lii d l4dn /m.^pie-
dkdy jcd reg^ de. oondii^ Qué bván .eob
«5»
Qffta de im Padre de fandlias^ 49t
esta crianza entine los ingeniosos ^ y cohosff
'Aun les falta que saber. . Peto no es malo,
que nn joven sepa escribir un papel ^ que te»
ga algana idea de la historia , y sobre toám
el cooochníento de los Dioses, y Diosas, s^
gun aquel orden que ocupan sus aventiúras , y
metaaiori^xisís ; y en una palabra, que posean
ia febula* La fábula hermosea el entendipiim-
to , dá materia para el aduno de quartos , y
jardmes, está inseparablemente unida 1con la
música, y la pintura. Y en los espedacdb^
y en el trato del Mundo se podrá acaso pasar
Btn ella? Preciso es siempre tener al^n fin en
en lo que se hace.
Con miras. tai relevantes á cerca 4e la
educación , se trabe . acaso un Ayo , ó per*
sona , que haya de instruir , y enseñar al ni*
fio. Se le hace lá primera acción de politi*
ca á está persona ; pera quando en. adelan^
te se dga ver, ó.éotia^en la sala, so ile r»
dbe con ún ayrerde iodtferencia , semejauíf
te al que se tiene con un animal domesti-»
eo, qim'entra sin hacer ruido en el quar«;
to ; haée ,nna ' demonstracion 4e cortesía .> y
se bndveil saUr úa coosequeocía, 6 Gp^iS^
no faoviora ehtrádúv Coi^ todo *eso se ^irá al?
guninedde este hdmbre, si él niña tíaiie
tñfieodímienta ; p^» 1^ causa se septencia
eoDtraiéL antes con aates^ai el jofielí; Ctrc^
- TGm.XL Q ce
% ^
i[^9 Esp^acvk de ¡a Natur^dexa.
iC6;de él ^ sin ocultarle á éste ymisu
Acabado el tiempo de los estudios 9 por-
^[Be el tiempo , y no los addantamientos ^ es
quien lo determina txxlo , se le saca al joveo
4 luz , y al trato del Mundo , se le procura
tapafaíen un empleo, y alguo difitado ; pero
sin afanarse por las cargas , que trabe consi-
•go ; por el contrario , se le sugieren los me-
dios que hay de suplirlas , y de libertarse de
días. Ko és necesario sino saberse gobernar^
y boorarse con el talento de l^s jsubalternosi
dejando siempre en buen lugar las - aparien^
das : de este modo todo viene á ser una firus*
lería, y puro ju^a £1 punto que se le encch
mienda, el pimto capital ^ es el erie de agradar.
Dá gustp^le dicen, y tú lograrás, hagas loque
JS^ verdad 9 que un hombre, que noesla*
fcorioso, que lio se halla instruido, xa k £itigan
tampoco sus. óbU^dones , iiacá -gútar contra él
á todos quantO0tiehenáIgun n^cKdo^.queper*
fenezca á su despacho. Dilaciones^ rodéos^'des-t
gracias, supercherías, y aun injusticí^, qnas
yeces unoyotrasioiTo,y otras todo^sektnh
puta , porque sus operaciones no pioeeden áá
dbseo ^e hacer bien^ ni déla intencioar' de
agradar á aquél , que vé d ibndo de los iranH
¿ones; peroél no dejará de verse éntitofiadr»
ettetMuodp>y de mantenerse con sma «s^
: pe-
Cenata de un Padre defamfUas. x i j
pecie de repiitadon ^ con tai que sepa agfa«
dan (**a)
ffl arte de agradar^ que e« carf el nttíco l« prí«ci-
importante en el Mundk), paes pasa portxid^ SÍTií^*"^
liro^ por talento^ y por TÍnud émre lo$ Hdm^'
hresj se puede reducir á ciertos meifios gems
rales y que son como las fuentes de donde sde
la dulzura ^ y todas las gracias.
Después de la sumisión y que es ef afma sumiito*.
de esta arte^ y que mide totfes sus oUígatío^
nes con los deseos de aquellos , á quknes vá
á hacer la corte , los ck>s medios , que son
mas generalmente á gusto del Mundo , son
Qa el
• (»iF) Eocronadot cmi esta ortJMia » crajairia el creiUto k m 1
Triboodi, h Oficina» aan<^ue sea la mas decorosa , y honrada. Lle-
gará á ellos un TreceadicntenMl arreado » acaso porqae le des« I
«rayeron sus vescidos los erábalos de ia gncrri > que a^ndó á sos* |
tener con sa sudor » y su sangre > en dtfensa de la Religión» Rey»
y Patria ; esplicales so precensioa á e<cos Héroes i y > 6 porque
se espUca'mal , por entender mas de valor aue de cloquencia» h
rir^ne insiste demasiado en sa raxon> 6» loque es mas cierto«
causa de sa mal restido > los Héroes > de que tratamos » fe
desazoaaB , tlaan la roz » lebaman las manos á U ftcnte > y la)
cabeza » y dicen > que ios atormentan » y matan pretensiones
tua mole&tas » y hombres tan porfiados $ y finalmente > los des-
piden desabridamente del puesto , y los dejan sm esperanza : %ím,
cuidar del gasto > y mala obra del infeliz Pretendiente • ai ha-
cerse carg^de que los mantiene el Estado en aquel oneato par»
sufrir co^Vones semejantes > para amparar al dcsvalíAo » y ser-
ynx de esté modo á la sociedad » y 4 la Paertá : pero aij^ni el arte
de agradar no les stnre > ni es del caso. Por el contrario « si lle-
ga á la mesa de estos hombres grandes nao > que lo sea tú el'
Blando , que los pnede valer > que vá ricti y costosamente res^
ádo » se Icbantan ae sn puesto > le ákn asiento , le ofrecen sv a««
ailio • pondera» ia 4iMl«Bddeta'pflietciiston > I» arduo de U
empresa > annqne sea un pápelde N. h alguna licencia de tabla;
•ero asi ■nietcraiis« a(^M » sm qne les ¿nesfe la «MTor <cm • le«
Santan sn mérito > y. ponderan sn trabajo % qne no viene despees
il ser dcvalde» ni i&gSp^ De éste aiodo» con ¡«tticlai, ^ sW
elbt se gatta^íttce « y triuppha Miren si el arte de af^adar im-;
portnba aqoi : .4t tfn^ u b$ét Mimtrtt fdttdi . «f^irff *#fWs^
pues la Deidad para todos es igual.
X14 Esp^acido de la Naturakstiu .
el juego 9 y un ayre desembarazado, y libre*
m jaego. '«"^ Una de las primeras obligaciones de
ú hombre agradaUe ^ es jugar fuerce , y sa-
ber perder su dinero con una apariencia de
tr$M)qiiiliÍ4ad , y soriego, £1 buen jtidador es
ooa especie de héroe , siempre prcmto á obli«
gara los otros, y á hacer su voluntad» Este
es un amable Philosopho, á quien V. m. encona
. trará sienoipre el mismo en 'fiodas las ocasio-
nes : acerca con un ayre de indiferencia la pla^
ta , que gana , y aparta con ayre risueño las
sumas que pierde* Tien^ comumnente la ra-
bia en lo íntimo d^l corazón : pero la seré-
sudad se ha de dejar ver siempre en su fren-
te. Ko hay uno , que no admiresu igualdad, y
que no aplauda su desinterés ; pero ello es ver«
dad , que esta calma no impide que la sangre
se turbe, queme, y corrompa ; que la negra
melancolía altere ú temperamento ; ni menos
ti que este héroe liberal perezca de miseria*
Bero antes de llegar á la desesperación,
6 á la triste necesidad de ocultar en el re^
tiro la ruina de sus negocios , goza ^r al-»
gun tiempo las primeras dulzuras de su ofi«
cia El juego le franquea entradas , y le ha«
ce esperar protecciones : también hay tiempos
en que pintándole bien la suerte , y aun con
dguna constancia, se le pone en la cabeza^
y 1& persuade eficazmente aquella opínon, tan
vana , como lisongera , de que nadó deba-
• JO
%
jo de algún sigtjo , ó Planeta fesroraWe. . Aí^
gunos rebeses pasagerp? no son capaces <Je bor^
farle asta .j^wHaáqo t^p, wciaaaj, LÍég;ase £|
^empoi tvrbsr ?.$qhiffivienenfit«n)pQ9tades,qM
le destruyeo ¡to^a.ac^a leUcidad de sos pri-
meias empresas. Sú Ptúlosophip está firme. La
aéiiie de triboladone^ , aüa las mas obstinadas,
» interfUBbpedp qiiapdo)^,qi«andpx3{iD «Igunáá
vislumlms d« esp^i»^ 1,7: de^ Jíwl» > í I , oo
peide jamás de vista aq9<^ ^tidl» , debajoc
de cayo boroscop feliz nació» £45- pruebas de?
etto bao £ida muphas^f ui^ poco de.iiúr9<qf qiiet
bolvérá el Astjo 4 , tomaf su ^sQeddt^if^^ír, ccto
esue^eraaza se etpbida^, ^Ám^i^ xwaúaáJ
No turbemos el esfiídQ dei tfnir : wol .una>
previsioa imponuná.ieS; viable ,. ^cttotbomf .
be, que ifiac^ ídía,,, ^.iáíitít\<^ «m^i
Yo lo quiero q^eei ^ y.eefO;]^9fta,tp^<abrar
SMT un estado,:;^! que ^j^.5^BUian|Qfttd::g»n
naocia en él ^ Examinémo» siquierd un^iosoír
pmt I9S nobles mqtiTos , : que, juman <la$ .per-
smas apadooádas.pov d:!J9«g» ,: d^adoífe k)
parte |pdos los peligfoi FodriasiQ& ' imi^nary:
que la razón qoepl^Ke, (queiw ijygbdoT: ^an
siempre bien recibido, es la t^ecesidad , que
tieoen las personas desocupadas (le hallar at-.
{[UQO , que les haga coinpaiíia , y que esté
pronto para su diversión. , Yp no dudo , que
esta causa coopére< a%p para que ba^n ca-
so de éL No saben estos hombres qué ha-
.» cei
' é
lid EspéShíoiJó de ta Naturtúeza. ^
eér del dempo^ y es muy justo ^ que estímea
á uno , que sabe perder álegremeaie con ellos;
^to todavía faay otrb tazón nías poderos , ^
mas secreta para que este hombre sea recibido
eon un semblante risuefio ^ y con un tono fes-^
tivo á donde quiera que llega»
Entre toda esta buena gente , que ík> ba«
bla sino de oUigar j de afeétos nnuy ^íngtda-^
res 9 de móstifar un corazón nobfe 9 y desíiáte*'
resado , no hay tino siquiera , que no entre en
el juego con un deseo sincero , y con- útia fir^
me esperanza de ganan Este deseo es muy eff->
cá2 en todos los que Juegan con pasión : y si
V. m; me (ftegunta quál es él verdadero mo^
tivo^ que los a|>risiona día, y noche á una me-
sa de juego , y princípálméiiee de un juego fuer*
te, coii perjuiék) de aü suéfio^, y str sáliid, res*
ponderé, sin tetbor dé^ errar. ^áe;d ^feí^pe^
maoLSitM pítm^ interesa
y quees la pura avarficíái
- Un jttgádot., y ávr tí buenf Jugador , no
es akaoiHi bone$tdí.harpáfg6n* (**) Hay acá--
sp aviroálg^MO i que no vea á>a a^ía , y
aaa oná iocÜnMiot» natural aquellos , dé qtiie*
nes espera ganar? Por esto les tiene abiertas
st» puertas. Luego un jugador mira á otro co«
'- ' ' ? • " • * * mo
^<^*) Gtte nombre es nuéyo k'n et Iltómt Franc^i » ¡iitro<laci Jo
por Moliere en la Comedía dcit uiviér^ ¿-y es lo mummjfíft L^^
dr§ií t ií honbre que enriquece por riu injustas : .viene del
CWego ^fXa^^m t[4^u. fcjiiinttp ^ríéiA
rM#.
Caffa de m l?a4x^^ fi'f^<*^ %^7
B)0 á su- recunp, y ccunoá uq lioqa]}re i k.cor
ya cosa/esperaeo|n(|i]ep^.Tad<S|80ii los por
derosoc laxos, <]ue los uoqik . .
Esto es «kcñ*) me op9Qdi^nánaí,.dei>'
jpasiado pqco: «^ .6« comparar á uo taúr
coa ip aviVFp.; Un.ffwaiK}^ «%)? > y w^-« ^
«US gaowoMs ;!0B.^»9aQ9í$p^:Ia i^<)aEifisri-
« de un tn^jo €pj)$|aate. , y obstinado.. Ua
4vaio yodura ^ qiper «dqui«re ; .pefo sa^ cao*
fa^,i6 1» 9ii«iKWii4f ^WiCfnitniíe^ yf^nc; «iiy
xon«ui.<»s i«i9^$ leye^:jE»ÍQ¡4miflooijafiitt7
gador?E«tete(Di4>9sieatOieoii»p OKsa de juegOf
dos l.fHaes(**') soa IP(lp<^ C9iidM>y.ao qutrtá
le^49(|i;se delaiti(:^^^swl|p9lt8.:és|^twói^
^^ había preparado )a {bcovideacía pura aeeoaif
pensade tm tra))!ajohQii«MO»y.de.iii»aipdjastrái
legitima rpi)Q¡pto i ai^niprMo todo y ata dÉr
oada' «n cambioiiSl; jiifiíAHr pasa; auti.4im«de«
Jante ; ^ tece <Eqri^,iQii i^eoe ixütiea coft
Wro J|igadot»S(^f ti^od^^ cina ituencionUtu;^
«noen^4(^|>qfarle,^de;5Mprle sin una Uiúica,^
de sacaur de ^ lo^gmí np.ijea^^ yiobOgaik á qtiá
le pBgoe^cDpttiiy^Kb dsNi^i9i9.yleti«o e>» t»».
leacjútctMatancáasli ver Vi^rd^idl^^i»t(».£UKn'
eo^iMKs» se|;iijDret|p> Bitlazp,de uqn-imoenasob
4.1. • ; . , .
d Tilpr • los hay d^ ce fea de <tf o., reales, y ttmbico de ocho^iuiE*
tftS Eipe&aetih ^íá
tíedcíd , ni un simple dápeídieio delliéilipo , \A
-^tola una ávarick paliada^ es un corsa verdadero^
y un latrocinio auté^izado con lá costumbre. Vé
-«qui la objeción Cbn toda la {berza <)ue tienen
Bfiteaiiior del ju^, tan esenctalá un lioní-
aéijl^fo? bre agradable ^ y cortesano , can necesario para
forqiar un bozñbre <lel tiempOyó del mundo, no
deja ^ ¿igM lo que dijeren , de tener sus prmle*
gios singalaMs; El juego arruínala salud,ylaha-
tienda delds nobles ;per^tlenje ésto 4e bueba»
^oe puede peát «a >elioá pdr^«odái«trtdémo, y
por lociai su denóiai El juc^ impedirá á un Juna^
perko adquirir d conocimiento i y noticias prer
cisas á suempléo; peto jes cómodo, popqoe no le
esnrliarí d qué se duerma en^ lá Audiencia, ni ef
ifoe 4eóida despues^laí Vida^ y-hácfeádá a^ftal
El amor del juego ^ieriectira Ventaja , détíUta Itf
mayor pane de las^masffuértesf paciones, y la$
Ifeae: én «aptlvidad^ poír>«gempló y 4eslt»ida de
)oigaiiM:á4^ur feí b8l^ el am6r Cót^iigiil'f M
debida» Í4itis}1iijM9Í)d(x»á púh&díSrimtc6^tl
«entiohlefiío déla eqp^ati^y qúkt^Ióis'i^^
losrlbmsr dfestta, y^bcukíMie e»
sttyo'^ e»lmmm^rái^^ ^JM^tnJbdiaadéii^, qu¿
cea6lobav>Se^ddigUdb i' ma^^ Íéáks^^pSSt^tí&A
do^y eadml^4:te «e^éi^tkía^^édHI «u^tibKgíH
dones. Es preciso confesar, que un ladrón mu*
chas veces causa menos mal que un jugadw;
Pero tú esi Jariuee&a de ú ccfitumhMÍ,.elJd(j^
t
Carta d^tíh Paire de fmílias. ' tíif
io embiaal ladrón á laborea > y acoge al qué
9b3x ijae es un jugador perpetua»
• a."* Después db la bajeza , 6 coodescenden* ^•pj^'f?j ^ %
• j • . i* ■_ í ,* • ,..•'«<*« libertad
aa del juego foette , no hay elcKa de oy medfo r chtiUauK-
toas seguiró pava adelantarse en el arte dé agrá^ '^^'
dar 9 obcno. un áyre4e libertad , (^a) y la vatia
ostentación de dw1atán«Lo$ Militaren /áqüie*
Bes so ocupación 9 y trato de Mundo parece que
los dispensa deiácücuiispeocion, yitserva á que
está sujeto un ^agismdo ; títmen naturalmente
un ayrede^ftanqueza, y festividad , que e«oy
muy lejos de criticar ; y asi , no hay que equivo*
car uno con otro* El ayre de libertad , de
qoe aqoi bablamo; « se dará á conocer súfl«
Cieatemente , afiadiendote el bullicioso 'atur^
dímien^^ d la locura de un cbartatán y[**h)
Tom.XL R ^ dé
LthtrUr y solmtUr. ^ * " ' '
•<*^) Bsm fon k»s 4|iie €a'FrJUid4tlMiaa> etMttr<t(ftt¿r'>'Ji:«il
tre. Y aunoué $c,pudiera disputar muy bteii> si los <|ue en auescrt ^
Ispaáji se Uamaii J!«rMifftf r^ áui 4Í<] carador ^A^peHosi i¿jo re ¿
trato se poac aquí; pero n© ob^cancr» . que • mochos de los ile Hspa*
na TÍTCfi siempre ^úmxvtéPw Ae H mÍ5mo$,en quieséS co4o los ena-
mora ¿^ae su primer consultor p^r la maiiaft-cf-el espejo > ^i^
pasan las horas enceras ¿n t\ cocaJor , con oprobrio de su sexo, ,^^ ^ fiara»
coa co4o.esaito tiene el nombxe dePetímecrc'ciifispsfta b «ígiiÜ
ncacionque en Francia > donde pasfin lospeciiHecres por la gen^c
níáa difoMta« impia,/^ct9t in rcli^on ) qtre Kay en el muntfor poc
lo qnal iHjo DDtuy. bienal. Vqlucre • casi al^rincipio deji Casca. 4«
5U Tragedla- ete Z«i>4 ! S^ths'Petimitret stn Í9S anfmtlermat f$-
ii&missd* ^mémtti t^ttm^tram ^m •rgnU» flirt l4its^éfíít pitrré.foo
razón* pues9 de esta diferencia , no le dáino$ aquí el ^nombre d¿
P0tmttrts ft estos ules» Uamaaáoles ChArUtmneú nombre, annqu^
>ügo gcaeríco > bastante proprio « y capaz, da U especio de^hoin.*'
itoes, i|iie ^«moi ^ describir; tí bien - les pudiéramos 'H ama? coi)
bastante proporción hmfiti t (r^f 4«sir4< » ¿ce. nnmbres » ^uc m
ílesdic««dcsu-ttmAer. ülltalUnoles U.ití>iiy«ffm«*». « *^
i^ja Espe&actilo de la NaturtJeza. )
4b qoieo la franquess^a 9 y abertura miBtar efe
solo una &lsa copia. Consiste ^ si esto se pue*^
de explicar , en un modo burlador , inipecuo-
«0, chocarrero» que parece aer sin réflbúoó^
úñ estudio 9 y aun sin regla; Yoquiaíeasiver d
un Lógico emprender .la defimdon^ dd:;ayre
de estos trapacistas por su generó , y difereo^
cia. Sin duda , que se había de hallar muy* enn
barazado*. £1 modo de proceder 9 y naspejatn
se uno 4e estos 4Ebirlatsiie8 \ ^reoe eoeni^
de tod9 atención > y cortesía' ; <peK> se^estienH
de atan grande numero de predicados^ que
una .corta defíaicion es imposible que los Gom«>i
prebeqdOf Sin tanto philosopfaar arrieagnemos»
una doscrspcioQ , que admc^ la3 genriteig»¿>
^e incluye este caraéter^ el día d& oy taa
importante.
El espíritu , pues , del charlatán , es cier-
to C0oq>ue8to de una multitud de peque&oa
viages ^ y pasos, acciones , ó modos de por»
fár^ y y de j>alabrás alusivas, y suaves , que
trabídas á proposito , y festivamente , pudie-
ran gustar 9 aun mas que las que preceden de
un juicio muy sentado , . de la ciencia misma,
y de los mas bellos talentos. Tales son , por
egfímplo j la averiguación de l;as modas tír
gurosas , ói grandes modas , que van saliendo
diariamente : el decidir con proporción á cer«
ca de la elección de los colores , del lugar
cabal , que le viene á un bucle , á un. tren-
«za-
CartádemVadíreJefamSUm. lat-
eado y 6 á on filete: el picarse de tener á ttot^
fio las esencias , 6 la agua de dor, la mas per-
feéka 9 siempre que quiere ; de* hacer pirovisíoít
4e todas \vi^ fiíbufaa ^ ó historietas que córiets;^
áe epilogar ea t(»oobUgaiDrioib>máiQr.cbi«*
sa que se haya dicho , hallaoda delicadezas,^
mysterbs , ¿ inteticíooes ^ en que no se bahia
pensado ; ingerine , tordrado con siySézai, ]r
aun con vloleoeiaia conVeiucion^ pasa redu^
dría por fuerza , ó por grado á la diocanreiia^
7 á la burla ; estar de acecho para arrojarse co«
mo. ave de rapiña sobre al^n abanico ^ que
«e ouga ; ofrecer á tiempo el «ooorro de una;
mano > severamente cubierta con el jpafío , j^
tefa del vestkio i para servir de braceroá una*
Señora 9 que se puede tener mejor que él ; di-
versíicar, segad lasdretmstaiyciasy aquellas for**:
midas suaves de los cumpliaiietttos , y cortea
alas 9 que corren ^traher la nótída de Ainai pie^
2a <fe música ItsAana, que acaban dé tocar mal^-
d desludr Guignon ^h k Clero ^ (^^) d de ua
romance absdutamente nuevo,; ydemcacce^
Imte tn^l, 6 ima obra de muy sodbsdos)Erfe^os¡/
Petó prindpalmente donde tríumpfaa el diar-^
latan es en lamesa , por la multitiíd, é idipor-^-
tanda de los oficios que egerce ; posee eñ su*,
premo gradc> el ^r^ maravilloso de partir uní
polto sobre fes puQts^ de los dientes^de \m te*'
R a ne*
(W> ÜM VioIÍMi de Parts»
IS^ EspéSoMhde la NatWTidna. ^
nedor ^ 6 trinchante /sin afear , ni desoíembrar
las pie^ que corta ; con la vista » y d olfato
dedde sin apelación el grado ele- bondad^ el pno-.
tf^ del cocido ^ y las raxones 4e pre&reoc¡a;i
quita todas las iocertidümhres ^ ptevieae todaft
las necesidades ^ y adiviq? las intepcktaes ; á to-
do atiende : sin so auiiUo no sabiian los que.
están allí para qué 'se* baUao «entiido á la meau
sobre este ege rueda la máq<Ü£fa> y. todo corre
4 $u cuenñi . ' ^ . ^ . .
£1 paseo le franquea todavía mucho cam«
po para egercitar so generosidad > y su carao*
uest oficioso; El arregla quánto pertenece sd Co-.
dieio y ^mpide los atolladeros , qoaodo él la
iosinik se beján del coche i y por él se ea«^
Guentran céspedes , 6 campo hermoso en que
descansar ; no l^y ooss que no se le deba^
oorreá la (fiestra , y á la siniestra \ aqui sar^
€a una c^ ^ialli un tulpísp de fiJdriquera}
eñ otea un KakoSario univeníá: (^) si se ofrar
oe refrescar ^ él escanda , y sirve de copéroj,
conH> quiera ^ se multiplica 9 y se halla en to-»
das partes á un tiempo. Pero quién p^4 ^e^
cribír la multitud de cosas a^ad^les Tqtie ^
ca á luz , yá sea de memoria , yá de su pro«
prio fondo^ 6 despensa ? Quién pocM haces
inducpon de las sutiles disputas con que 43e8-
pieru los entendimientos ^ y <k Im qieniidas
f^^) Libro 9 que 9e ma en Trahcia % y t$ aaa especie ^c Guia
4c forasccfof 9 niisque pone mucho mt» dc'iocoiiMUi««
gdaittcdas con que oUigai la» petnoás , que
nomoañji?
I Ea hombre s^S^, y SíidoadlniscaáDpreii
pÉratitos ser titíbciiBif^ecto U bmtoa rpm^j
y C(»itríJboye eo todo á la dulzma de;h coaveM
sadon ; pero so se fie por la provisión que
haya hecfao de la rea , ni qinndo no hay»
asunto <ie <]ue i«ir ; no baee osteotacioa., o»
«ngna i»i lm(eoa voluntad m cosas ddicQbs^
reservando su afedo para servicie» reales , 51
^tíídos. FMo «1 charlatán ; por el contrario,
desaparece como un relaropagp , quando 8e[
trata deoe|^0)ó.de tra^jo; Do as:llamadq
f«ra «sQo , su aaividod seilítníta 4 las dérasio^)
ncs nada fuigosas^de ia Yida;ctrll, y á o»iut-)
cer casa« ■ t
%
Quien le viere daosar « boltear. sobre d
t46n , awtar jstlvar,i(tari|fs»j^l t»^pi,\x9^,
Uaoarse «n un can^ , abrir un tibiio , y ti^
nofeal tercer reoi^y'podráimi^^nar^ que
esielKMitlne.fip'iáens^ de modo á%uno,.6
9ieM>«a ti^i^yqiie obedece i le primem
«topteq|^i; pero resto «s ; conoeUr uria ifiítei
idea de lo <j«ft ^<) paiecefi iact^Ue ^ quáa
grimde . designio lUbe i y cce qiiéata
-I Wf
baoe quaoto se le vé ejecutar tan pred^iita^
dameme, y sin seso. Sabe muy bien. el pnn
vecho, que sacará con ta{. gasto, d tal ac^
don, vé quíjato le hade «¡^ryir determinada
nústura , upa sonrúa , «mi palabra . un des*
f -a
CUi-
f 3 4 E^éSacutoíkla 2V¡m^raftteiu
CMÍdo« V^nu: le verá adáaf; y^ M -es porque
se haya propuesto el llegará parte alguna ^^a
clea^goioe» mostrar^ i^itetíene^ ta pierna > bien
^ledaa'j . órk» . hbml^ds ' bien- sa«ado^ 8e:rie(
AO' «B posqite X haya ^ dicho' CúSá m^y idtt^
é ingeoidsa ,y aun muchas veces nada se ha
cücho^siao que enseña á los qiie han «ntr»^
do .de JúwsTO y qoe tíene los dientes^ muy blao-i
costes juay justo darles prbsto^naiidóad?»
pei;sond» - .'•.':
, Qué quiere- decir aquel sbmbrero ridicuía,í
7 andrajoso , que cuelga negligentemente eo la*
|iQQtas.de sus dedos ^ y que ileba después oon laa^
dosiwnbȇck lo inferior de la barb^ ;^bajaQ-^
daJbsidjoSi ¿•incfinátídcriie %oñ uh -ayre afto^
tuoso ; que le pasa , y repasa de un ladaá otio^
le hohéa por largo tiempo en eí áyre , y biielve
ea^(? 4 pa^^ d6baja4*l toazo^dei^tePdf úxt^
t r ) ps&» moViMÍéHtofl s qbe^á'V.M.'le pam-t
cen casmles \ y tú- veí itiv^tuntariüs s soo
muy librea , y ^bemados : ese' sófnbftrc^áyii»
é»,.§a rboenir' dispéKsidón^ qu6 €» já-^sa dé
tcxlq^sq'^íiiérito^ ése'^nfbifeM:^ dMOtd so^aKM
dot'dfTaccidmr ; y^leíJiVérsiliíá/ O^^i^^ ^^
Heá^éa í y qué relaeieifk tan dilatada sería
meqester parra: saber discurrir i cerc^ de loa
recufsds 5 y novedbdes^^ qik' este hooibfe ha^
lia en las-cosa^^ que eliéoiiimi'^loB'detnáa
desprecia ;9 y uAüí ccmio bagatelas TEsas buel-^
^s.
«Byy .g^ttjbetasbechak con arte , todas las
ventajas , dmique pequé&as ^ que prcK!ura ma^
9¡&starcáda ^noinento por xúedio de inilla-
les de acames ^-que cada una parsce nada,
inñdas iJiésusaiBePte 4ia la i^ternipdon de vk^
iostaote , muestran la extensión ^^ y 'la-gran^
de C9paítid8d de ^ste* hombre^ f^ún. Su firín*-
o^laetreto sobretodo es dar el ayre d¿ t^
saaUdad>« ty de. dislaraccian ^^ 6 «ej^geiotja á^
todo ^biito ^JedittB ^ laifavcon- ia; inayt» re-^
flexiotí» . '.'-» ',• ' ''* c;> •/> . ^ • '-• i:^ ty-v' e^ rb
- Si< mayor cuidado es dará 'emefiderVqtii6'
tabe vengarse. ^ veráo partir 5ufoi(anienté>
tal , ^aetse i podría, xm^j^ i^fue un negocien S!b
1^ xocMqdbDoalecstá «pápatíd¿ 4 sé léflaP'
fltoyfed aieiiésterr'cenmr ioda3 lias>|)Mert«íH'> y^
Bo cuesta poco trabajo detenerle ; pe^^ éntóñ-^
ceses quai^do ttnia menos que hacer , y bas
gana de quedarse allí ^ tík él, sábfei^á ddndesL
k en^ ^)art»]dose ; >péro con todo >eso ^recibe
ka graciásL de haberle detenido ^ y dado-ií^ü^
gusto á todos* Siempre tiene algún menságe-i
fo j cup ié venga á hablar al^ ¿ido; ifecibe
eartas sdire: cartas i^ y. larmáyor j^rée- süpues-^
tas 9 y seUadas . por ^sü m»n9.' Algunas vecés^
está Invencible ^ ^ liada esorcha i parte de b&--
cbo; pero dá esperanzas de que le bdivérán
^ ver. Para ser mas ^leseado ¡ le vino al pen**
aamiento ausentar5e:>d¿. doiKte está por iatgiin^
tíenapQ^y^ncaminársB'íl Jotra jp&he^tícMíide^
' 'fe aun
á
/
aub do habun .visco el áueVa vestido , tpie "»
babia echado* Aotesidé bqlyer 9 averigu^t el joi^
cío , que ha hecho ei publico en las Tbuílerías^
^n la GQmedía Franoésat^ en k. Opera , y en la
Gwnedta Itaíiaaa , á ídonüe vi suoesifáaxemes
todo io 'atid¿^ ■ . ' ^ '.; f:.:-. .: ^ ^ •> • i
~ Un bomlMre 9 que skbe- mabejar bMeftsn
tan diversos^ íjue se perfecciona toáoslos diw
qp el af te de impo^ene jeoeUbs y y. que^ sabe va-r
Li^^r aun: el prbvecbo¿qae pvmte saMudol mo^
do de poner su mano , ó de alargar el dedo pe*
qpeñp, puede Ufegar á ser un excdente Come-
diante ; y realmente 00 es cora cosa ; pero si
qi)ie;e introducir $a .carañer eo lo serio , si
quiere €fi;v4l9ie de su óaanepen iarsodedad^y,
eB si}s^9$gocios i podrá ser un: pcAígnssa t]|fiffi4
tero , que debajo de lá caipá de destresa ^ y ao4
tj^yidad esbooderá oracha ociosidad, ó grandes
eKSI)^9fÍjti|iqttídide^r . • ^ j> ^ •
dr^:j?^r9 %cajb»r de perfeccionar este agrada*^
hh rC^baMejTOA^ M madera / que i srá el déseme
pmoep todas las cotas, no sé trata, sino. de.
^ner^^eu Jas. manos algún tratado ^ Me^
t^ysffra^.la moderna, ,'ep donde 'Sele ba^
qe-eateiod^ir \mn.^ que no es; necesario xspet
a^ii , ni pena por rnssoá. de las proebo& faísto-'
ricas , y senstíl^ déla revelací{>n , qiie^babien-
donos sido, d^da la ráson para juzgar de todo,
qq e$ pi^lso^ que se !sujéie. á ia fe^ sino que
antes bien lo^^ es , el que á ésta 'la.aQp(eoqpe. la
iraott, 7 una VC8 «nnadO'CODiccie bcUtf|>rín-
ei{ilo, de ttxkMje bnrlaráenai cdnsoni.tfeni
por cosa inata eiammtr ha pruebas de la |W99
laciBo, coo tal, que él bs baile tibmiKMfítcKr
dose'IoJia dkio la- suxio , gr v%»rfVlMt ¿pej(9
Uqgado yiáier Pbiktt^)b0,,y qp :QE«npi.i^itf
(a , «ino BUIpaofibodttl ftwogt fudeii < J^ij^.^f
en^idido , que la .PfaÜQK)^ sabe gobesnar
su le^Bkf y lio jgaoei el merito^k Ja faqi^ff
akla¿£Íih*o/43:«ttKfl^f$b(»«dusi|cÍ99j 9§t
fá exDiiecarsr.«n. ad^Mte d« tfidft ioqufetwJ * j
ccMsipúeflítetneqt^. *?g¡ik eo üpch> «n v^u^a4
y álvedriQ^ oo dantieiiegtM algiuiji .deUs,^^ir
tes, y malea ágenos , ni tím¿ Sfímí^lí^CS»
cíb», q«e0qiieUa».«en3ti}o^;K;p9Hinegalbi]f!»
landoap confirine» yddjfaovd» ^vf^p^M
todo el geoeio fa^unanob ,
Yo e8^>y muy lejos de peoMr , que se
leoga a^m^teifia. ^ el ptela de; la ,édMC;%r
cíoD.of^oaRkitpero }p»^ pooo c^i<No»íi^f
en ella ae tiene de oirdeiuoijlftéimir^atr^l í.#f
cbiia^^ias^y al snnor. dte jiuetirois berina^
tt» i cafe bímlMs,i«gi^b(ffj , q^e se ^íici^
tín.de ^bftherle dlligido^(«$«s>P .sft ppf|p»' íter
Kary¡e8t4QkiLu%Jb9qibreide, tbestrys.yQ \%\¿f
wwwdo*^ «abre J« :t(^: flu#> aqr(a^, ¿
9ié balladamf^AiJe.quiji^ajpqp'^fulr ^ní$
de k%. \MSd^mé^}/r^íkí^ ^tifi«l9f :^ 59 (^^i^'
- ^m* Kt % Guar-
igS Efp^acáh de la NatmrdkM. ^^
- i Omideníionos de empdoiyofiaf Ja
hunUaáa con k» :eoIIseqabldas^cb'IHla edneá^é
dkm» <}ue tiD iiatemdd otib &i, sino uoajcnl^
tura^ y grada exterior , finca el menor oaal^
qne proviene de ona intencioo tan ffÍTOla:ieft
lá ignwtticia^ y :esttt{)idéz: fórmémda^n Ineiá
iíoi'a él e^tterior de tinestiós hijog; pera no aea
isteel uniéo iaegodo; cuidadoa maa .dignos
nos llaman : tratase de hacerse soci^Ues^ y de
adornarlos con tiempo de aquellas Inoss ^ qne
\éi hm de seríír ¿T la prédieay y de esüidiilarf
Ibs con* íiiotivos proprios^ yá-'^sea-paca poner
en freno sos padones, y. yi para inclinar sa
ijofazcb ái cumpUnBiekitode todas Jas obU^f
tídnes áe*<Sudadsnosí. c
"^ Los joveñeft tienen tamó^ mayor tiecesH
'dad dé sw fbrmados con estas dos Buras^ qnaní»
to^ es constante, qne se criaa para xt el conse^
jo, y el amparo* de su famflla ^ y. qx sú% ta-»
lientos, y ocapacíbp^ etponen mas comntH
mente su vkttíd á 'mucho m^yoies pd^rosé
Es, pues, necesario empezar con tiempo^
y trabajar desde la mas tierna ,iofiiq|p ea
los preparativos de esta hemsosa obra ; .no
úos dexémos vencer., ni desmayemos )ior la
pequenez' , 6^ por 4a ternura de la iafiuK
cia , ni por la lentitud de los primeros pro»
gresos» Todo quanto . entonces se tfábsga
aparece obscuro , y sin belleza ; éste es^ un
cimiento escondido , es verdad 9 pero es ci*
nkiito} p«ra4B< Setia l0 tíúsaiQ. «oeomen-.
darátn lob.Peoo de AlbaiíU k dife^do»
de los ndHiMMeos» y «jtoientos! 4fi.«n; ^4^
ItKio, que ^iModoMf ío9^ ^icie^'it.pcbo'f&iSj
de n» «üb. ^ .|(9híeCRf^de:qHa^iH9n'()ea[i«9-i
tícDsio educado») y.iStd-mlras, h ideas justas* :
"Dtíátxf» la naoD d^punta , y la kt^a de
voestto Ujo mntiieaa á dejar la balbiideotét e%
imipenaa. tíL inñcés ¡qiie liay > fD qMe:i¥ulc^
vea^y.-oadft o%Ry 0109 lOiqoe es'juotO) y-
lili- I »
hetnoi tímo el modo con que. iin«
1 fiílülfarle puede aleg^mr «má j^ue?
^y wi íebgi^ pmO| iA«DkT
teoieodoleen su compañía > quedes pan )4
fa meooa penosa, 7 la mas perfeéia de todas
las escudas del muiKk)íi La que el oído pro4
duce en kjleegua»» eXecuta la vista «o to?
dala disposicioa; y i pelar db la. iimguUit
ridad oatuml de nU iofiíocta 9 acostuQPfbfada
ht Tisca á uf» bueo ajrre > dispone maquinal*
niente. todo el cuerpo á una imitación > que
nada Jíene de difteil^ di tioleato. Loa otr
ños temadaú ákeinadaAeiKei las pfoqesiones
de las Iglesias , el egerdcio^tde, los SoldsEdoSi
el ataque de las Plaa^ , el ' gobierno de uo
CocbCf las postoras de los Artesanos ; y e«
una psdafara 5 joñeao quaofo.tén : tengaseleii
pues 9 i la^?tsiih ée.pefsonatbdídtas i y bieo pues*
taS| y «Há tereD3uek<ie>su dispMoioQ exitáor»
• Sa y
j 6u poMura. Lds leceioiMS^e >0Má^^itioin9nw
(«rfídal^rin entonées laiiBo^&eiiba^ pdigno»
cas y qtmto *el • nifío nó^pi^de aéei ^^ juij^ f « «na
de estos^'adeoianés , y ápnriencitf^ qoe btcenf
impíreskm en#^ dii <]pi0 ptiedan cdirifomfier^
le. Este niño agftida siii tenar ánn ¿i meooii
pensanüento. St por el contrario le separáis de^
masiado, adquirirá una rastidddd capá2 de
txercitar no pocoeti addaote. vuestra cultivo^
y: paciencia ^ y apn de ^ttfigtiiar el^ mas 1?elkB
natural : no pocas veces hemos visto , que
aquellos^ que han estado mucho á la sombra^
se deslumhran al llegar á véi^el dia daro , de
Mdid0 5 quQltifí^. búelven )a cabes» ^ y mir«a
áotro lado* ^ ' ' . : * •
Yo qtüse qqe mi hijo aprendiese á feet
desde la edad de cinco afios , y aun se podría
empegar antes : el medio ^ que. se ^empl¿ para
^Kilkar ilsf \t&mt de ; los oídos 5 puede servv
lambie» para las ¿íifias; pero como aquellos
tengan mayor necesidad de un cultivo (m>a*
to 9 creí poder diferir hasta aqui el articulo ds
estos primeros principios. ^
Aprender i leer desde la edad de quatio,
^ cinco años » nos dirán y es renunciar de*
masiado apriesa la alegría , y meter en pttvf
ia el regocijo : esto es ^ acortar sumamente
ai^lla felicidad, que oosotros mismos logr»-
mos hasta la edad de ocho., 6 nueve afk>s« Yo
queenseñará uanifioá leer desde
4
• i»i.i- .•
Carta de un Padre de familias. 141 ^
h edad de qoatro años'^del modo :aér¡b , qué
se acostambnra, es el medio de matarle , d de
hacer que se dfeguste para siempre de to»
da especie de lección ; y esie disgusto se con-
rertiria eo ira , y abomciniento , quando ^
sea eil adelante oece^rio pasar por las espinas
de la Granbatica , y de la Phibsophíá Escolas*
tica. '
Tomada la objeccion asi , no tiene réplica:
con que es- necesario introducir íá dulsora en kanu""^
h» estudios, gobernar : con destreja los prin*
cipíos , y no menos los ^ogresos. La infancia
no apetece sino el juego ; y así, para no opri*
mida 9 tttbrémobde fiecer juego dé las le-
tTBs, y del méúxxio primero de enseñarlas:
coo que puesto que no se trata , sino de jugar,
se podrá empezar muy bien desde la edad de
qoatro años.
Yo aprecio mucho la pantalla {**) agu^ paotaiuu
gereada con dos, ó tres pequeñas aberturas^
ó ventanillas , por las quales se le muestra
al niño la letra , ó la cifra , ó sylaba , que
se quiye , que pronuncie , poniéndoselas de*
lante con la ayuda de un papel moviUe, asi-
do á la buelta de la pantalla. El primer pa«
pél no contiene sino las dnco vocales ma«
yusculas , y las pequeñas de modo, que acom-
pañe cada una de estas á sa correspondiente
de
X4a EspeBaciéh dt la Uaturakmu
de aquellas: di segundo papel contiene % f
Tá presentando suoesiTamente todas las con-
sonantes : el tercero unirá las vocales con al-
gunas consonantes. Porgedlo de de estas cat-
tillas, movibieriy y oortádasde diversa taane-'
ra y se halla modo para poner al nifk) delante de
los ojos lo que se quiere. El mérito de esta má-
quina está en proponer un objeto solo , quase*
do la letra, que se le muestra en un libio ^ esti
acompafiadade otras doscientas. V.m,<pa¡efe#
que no vea sino una; ^pero esto le es imposi*
ble, pues está viéndolas todas, y se le v4n k
ellas los ojos sin remedio^
Nada>diré á cerca del cuidado, c)ue se tiene
de prometerle esta pajQfóllita bien adornada , y
hermosa muchos dias antes que se le dé, ni de
la determinación de no dársela sino quando
está el niño de buen humor , b la pide; ni tam^
poco de la destreza con que se le reusa, quan*
do no están gustosos con él por alguna caussi
que haya dado. Todo este juego se encamina
á excitar sus deseos ; y es necesario portarse
de manera , que este egercido, Heno á| diver-
-oon, se le conceda con tan atenta medida, qu6
-no llegue á disgustarse de él , sino de modo
que le ame , y veúga en aquella edad á ser pft-
fiion#
La pantalla no pide gasto , ni prepárala-
^'^*' vos , como ni taippoco la caja. Esta tiene un
pie de lar^ > y tres^ 6 quatro pulgadas de an-
CaftademíVadt9áefmdUii9. 143
cba , dividida endnco/ó seis cajonckos , en
que se acomodeo otros tantos . paquetes ^ ó ba<-
fajitas de naypes con que podrá jugar d niik)
sin dispendio alguna En la espalda de los nay«
pcs ar pega un papel blanco , para qué la vista
DO alcance , sino aquel caraéler que se quiere
dejar ver. Las letras están señaladas á la orilla
de los naypes. Un paquete ^ sirve para señalar
separadamente las vocales ^ que es preciso se
aprendan las primeras: en el segunda paquete
están las consonantes : en el tercero las naay ús-
enlas : otro contiene las letras de la escritura
corriente, y de registros antiguos r y el ultimo,
salabas , 6 palabras , ó números ; y todo se
oiuda conforme se necesita : ponese un naype
sobre otro , y sin descubrir sino los caradéres,
acercándolos unos á otros sobre una mesa , se
van formando sylabas, que el niño pronuncia**
fá poco á poco, y con un sonido solo, y las
deletreará , y distinguirá tan fácilmente , como
las letras separadas , si la paciencia , la maña^
y suavidad del semblante acompañan la ense»
fianza* f^
Puedense disponer taaibien dos bolas de Boi»con4i«
marfil con sus^oaras, ó planos, (^) ponien^
do en el uno las vocales^ ea otro las coo^^
so«
(H) A Riodo ¿t nn cicagmid % exágono» ftc. ciC«ts decacr-
Tcaofidos ae seis , & ú^t jplMMt igutUí ^tM^U ^ogad
itc las ktrafc
144 EipeOaítdod^hNimtakKa. «
aonaotes 9 después de echar i radat las bolitis^
y bacede adivinar idm&ohqr]aba9 6.vos que
resulta de k» dps caraftém , que quedan en
la parte superior 9. poniendo la conaonantei
yáá la derKfaa de la vOcal , y yá i fe Í2&^
quierda.
variHas de Puedensete poner al niño en la mano^
plomo. dándole el dominio con plena libertad , unas
varillas de plomo y llanas por los: lados ^ .des^
{Mies de haber grabado ;en ellas todas laalttiaa. .
Estos méthodosy y otros muchos ae vén
justificados con una experiencia ü^ ; peto
yo quiero pasar de una ve^ al mas útil de
todos ; d aquel^ de quien Jos demás son der«
ramos solamente ; este es el Escritorio ^
Imprenta*
Esta especie de Escritorio es un pequefio
armario^.mas ancho que alto y con qnatro^
6 cioc^'filaa de gabstas , en que se. ponen
con bqm orden diferente» paqu9t^ ^ ¿> ba-r
fajitas d& Qaypes ^ en cuy^espalda - están car
ciitoslos caraáémi de lasüetras ; ^hbas , 7
todas las voces simples | d compnesip 4 que
8fc iBóesItant.QaáR* gabeia ti^e no totislo de
)o:qne;e4cferr^t La: puér^ i. quer cubiQiliMb
al: plaoi ddbat60>fle.teite^títoiÍ9|iie. «br»
-( i do
t\ <i n é — * i
dfeaho á bajo, yi con la ayuda- de dos: y^
^g'^ 9 y ^ pi^ 9 V^ ^^ sosdeoen , queda
en forma de ' mesa piüpofoooada para el m^
^yú qnal se pone en pié delante de esta
joesa: pan ir oidenan^o enj «atü postuta; lar Isí-
nm^jtxmáio pu^cKera bacér •4]n Ifnpreáotj
váosele pidiendo los caradéres de las voce%
j íás yfá sacando de las gabetas , ó dajeti-
CKS en GRie están OBdeaadas • viiien diSDUM*
La piimefa ventqa de éste Escritorio con- ^^ Bfcrftorí
aiste en qae loa nombres , qae'se dan alti á oh f^ciiica la ice.
da caiaáter , se hallan mas ^unidos , y coofor^ abrcru.^ ^
mes con las voces , qoe expríáaea.j que lo , .;
estabaoren la' denomioacion. ZDÚgazf^^ lo qoai
^&cjlíta mucho la ledura. To.añado , que hay
mudx> numero de voces , expresadas con mo-
chas letraa , para, lat qua^ voces^ .6^ sookjtos
basta aolo tpEnaype/^coBBD: sifueeá una jra^
aola^iiam deasaoinsBa,^ k> qüal abj^e^iailqii^
dniíüobia, o
..liavsQjdnda veniaja de el fiscritorio de
fmpimta ^^'yl> que' hace'- iffefiMribte este mé^
«aodor* qualquíffo otip r, ^ e$i jd. troodupr « aú^ *
^gnranittite á k^pei&cdon! de kr IcAoear á ia
ia&Dcia. 9 atritiismó tiempo qoe la entredene
8Dmamente:iy así; i xxé] cada día por este
anedtOy qne uno» ñiños y que Jtodavia no en^
tienden cosa < alguna vde quantd leen-^ ló ej6-
.con grada I y ^üaiiáiA ; (Kvqtie sus
-ojos 9 y sus oídos se iiatlao iinpcficbs .'regútaiS
.'iDfiqte.con aquellas repetíciooes contionas de
-todas^las voces imagifiabieis ^ unidas poc media
jdecacáñéfcs ^ qu&^lasmismosináiKJaa 9 y co-
4dcari V de .«iqrte^quevse^iiDtaicon tiste oqétodo^
iá la limitteaaikrlas figaraa^íona divereíoafGa»
janua*. !
La inajTor cruz deíestia edad Ugera^yliblar
4fl 9;eá.e8iaise.lo( mfioscb un lugar ¿un libro iw
es apto solamente para embrollarles el entent
éíodenioitaDJainQltiftud depuras' 9 sina que
los miirtifkii > 7 aflíg^^ dtaiidolos á unrmeiiio
á. pesar suyo; peio vé aquí ¡reducida á bieo^
tpü. "y'^dl'^ 9 aprovediada cata causa de afliocáoiu Pídat
f^Mdl '"^ ^ ^ ^ ^ niños / cómo es preciso que se hat
ga en las Escuelas publicas ^ 'que estén mu«
chas horas consecutivas sosegadamente senta-
dós^iíasta que lea U^u^ su^ tump.de dar una
fvquefia lecdoo rtcsie leposoí esipaia- ellos mi
«upUdo^ jjc>asi ,«stán^paBrtosaBc!nnr|K>ta^
co 9 ó seis horas y de suerte , que Ja cefcuái
út esta Ié|p3)ré^c¡ebcia ios jespfanta^^'.yi fts dá
-una idea; desagradable áé la^rj^eó^u^ i; dp^mi-
* "éd 9 qae dqgébera: en vpreocaputíte
atas veces invencible^ 5e áonpod biennelrpcii»»
dpio y que mueve lop pies de Já infiaicia ? Pdes
ae ie padfia«tener por aalitre^PoirgiiMlf coo
utilidad én movim^Qto : démosle aedop i\att
fiacrífioirio'es' buen medio r l^dt «eneren
orisioQ í la* ¡nfertruit «ogrcita mQohas'
Qnta Sewí 'PaéEre defamítiM. ^ x^'^t
ees todas sos potencias. AUi usatf de los ojcMi|i
de las manos y. y lo <p]e es para (íUús el pon^i
to mas importante , tienen en movimieotoi
les pies : es -menester sacar los na ypes de sur
gabttas j hacer cada instante noevosr viagé^
colocaf los naypeí éo dirtí^ disposicícm , yo
ciden ^ que viene ái ser empiesar , aunque di«^
vertida 9 Íx>lverÍos después á lasgabetas m¡s«i
mas de que salieron- , con^mne lopideelró*-
tttb de cada una y oonque coniienun de oiit?#t
bsjomai^
De los que componen «sta tropa ^ unoaí
sonAfioresty otros In^iedores, otros ínter*
ventores» Puede haber' sos premios -señalados
para aqodlos , que hicieron mas s^ustpda ki^
operación r los puede haber también i^ará- k»'
que critiquen mejor , y corrijan nías apriesa.
Quando hquadrilla es numerosa, se emplean
varios Escritorios , con que se puedea poner -
en pie at'rmsmb tiempo mochos nifios , y
i' b miónos no se veri condenados á la cmél
necesidad de* estar perpetuamente sentados. 8t
se ptnentan vooes algo dificiles i la pronuh-
ciacian , sé les haoep bospaar > ea< ^el ' sueb' kié
las gabelas dbsr caraAérwv^que icomengah'^
á estas voces , poniéndolas , para . alcntailBa^ «
coas veces en)'flores ^otíás en/ frotas , y otras
en hermosa vitelas^ ó estampas^^ cuya expli-
cación viene á ser. un cebo; aun mas utfl
T« raí
i^r EspeffactíU ¿k Ja Naturalexa» ' )
r^ serán asi las mas cerrieotes. Es cosa indubn >
table^quecoQ arte semejante se vendrá felizs*
mente al fin , que se intenta.
La ultima ventaja , comparable á. la pre«
cedenle y es ocupar k iñfinda muchos aik»
cpqseGiftivos 5. y darle) toda amplitud á b que <
aprende. Feljcidad'sería -^ jdióen muchas ^ que
lio nifio supiese leer de edad de quatro año8|
ú pddiei^lueéo: empegar 4 eacrihir; pueses-
ti^iios cusas sabidas V serle, ocuparía utílmen«<
te 9 y se adelantarían muchos arios ; peio se.
ha«i{)erimeQtacb^ qmneatascleéiuras keijfipra-
oas nada producen »'que sea útil reí enten-^
dimieBro no está aun hecho 9 y no concibe.
CDtaa^una de quanto lee : la maotirno lie* <
tie lodavia 9 eb' edad tto tiiúrna ^ vigor » :m ú
pulsó sentado para escribir : con qué lo me»
jor es diferir estos e^rcicios para tíempo mas*
maduro»
u Bscriedrio ' ^ métcdo ttferído es solo quién puede
supiere! cscri- respondes agesta dificultad 9 supliendo ^ y firan-
queando lo que se solicita. El Escrítoirio no en«
seña áescrl)ir ; pero hace las^ veces , y orupa '.
d Jugar ^é plana '^^ puea quien sabe impnmir^ >
sabe esoráxr toml)iea testo es ^ sabefwitar un i
amiento. < '< ^ - . « ^ '
Quando en un aifio, que de. cinco ;afiof:
lee yá Jbien , cosa que el dia de oy es imíiy
conofun , se nota itha> mcmcaria íéioL \ y ^^ *
proporcioittdas p^ laa bomas, le* ;
1 1 tra^
'f
t''KU\%\%'
Curta A m PaA^e défamiliaf.^ r^^ .
tr» , ttn miles á todos (os estados ^seU pue*
de formar el juego de manera : que aprenda'
á leer el Hebreo^ el Griego , el Gothico , y*
el modo de escribir que hubo .en lo» siglos püe- '
cedentes» La visca sola de semejantes CaraC"-
teres espanta y en quálqniera edad , i quiea
DO está hecho de algún modo , y hasta pa«^
ra retraher del útil conocimiento de estos idio-
tMs á un numero no: pequeño de capacida-
des y qoe le hubieran logrado con perfección.
La especie de Escritorio , de que hablamos^' <
desenreda estos caradéres , y escritos , de aaer*^
le,qnese hagan tratables , aun á la más tier-
na y^&nda, con la misma fiKrilidad q^e ha»
ce y que distinga una A mayúscula de una a '
pequeña. En frente de mi casa Tive aftual»'
mente un niño de cinco años y que lee ve*
lozmente el Griego de qualqnier Amor y ^ue*
se le ponga delante 9 y fue toda esta empresa
n^ock> de ocho días. V. m. dispone- el Alpha
en la gabeta de la A , y la €iama en la ga^'
beta déla G^ y asMdeilas: demás r ub ca-
rafter e^ lo que se añade en cada gabeta con^
estauoperacfoii, y empieza indiieitiMetíQénte^
^unagy ¿y una' y en lo que impnnpe; Qui<^'
tense después^ todos los caraéiéres ^ ^ift"* dejar
soo los Griq^ eo ka gabetüs , penkndo eá
uno . de dios la^ abreviaturas y ó tetras 'ligtHi
das , y eo pofraft ¿días.' if^piimirá -d: niño t«tíi
letxaa Griegas todo quanto se le ponga eftCüs^
^ te*
I -^ J:»
teUnQOé Los meses dgtiíeptes sé podrá
liairAZ8r€(Hi:d misino método dé b fisdeog^a^
p}iÍ34fs íoí siglos de U.€d^ medía ^ que está
radtxada á veit)te>9 ^ tneiotk íigons nuevas^ que:
séráo tamliíeo para el niño an nuevo jiiegp.
I2n iiie9.es.ma$ que aufideote para imponer*:
sa ea la letra.Gothica del sig^ dedmo qiiia*
to I y décimo sexto. Si no logramos aqneUos
p»Dto» adelaiitamientos ^queae desean ., y el
iQiik^car con tanta praDámá los ipiepafaávoa
dp la erudición ^ no3 debemos consolar -■ con
el gusto siquiera de haberks. procurado á k».
hijos la lecdon de una lengua materna sin dis«'
gnseos f y sin lagrimas* Cocos entendimientoa'
lisy i quienes ettsespeditde Escritorio noay u*
d«ái^qpre»derconpront¡tBdi leer bieou Pero
poMePlP^que^e* hallen los progresos 5 que ha-
gp^«y]/«jsor|i3da agudo, por lo menos.no ex«
perimeota «qui las correcdones , y obstáculos^
que ae encuentran ^ y ven brotar en cada paso, .
que se dá , aegun el méttfdo andguo , y que
hacen la condición del. nifio dobladamente iii->
Yé que hemos, aptandido i eteno^ooB.
esta xoáqiúna , empleémosla en su .qso -yer*
dfidero: yá nos ha servido de muestra, me
dirá Vt m# ventaja^ que no es desptfediMe; y
puestp ^que^ sabemos escribir , entremos , sib
perder jtlempo , en la Gfaattt¡oa>.y oomposí^
cíonia»!)»».
Yo
Carta Jk m Paire defan^ias. rt jrr
To cieo lo uno ^ y lo otro muy nece-
(ario ; p«K> á mi payecer j es demasiado xtmr
praoo.para que- soñemos eo esou Sabe V.m*
que la Gramatfca es un conjunto ite coMs
horríUemeñte absmiAas; que lesee etireiN^ien-
.to tierno, que se quíeve ocupar ^ Da¿ii ^
de todo quáuio 1¿ dicen ; ^e 4u ' mtmatík
no retiene sino palabfas ; y que su juicio fib se
eateía j une , lii oombíná lAéas^ iP«ra ^OMenh
to de la injusticia quieta ¥«4». que radKÍM,
9^ que €00 iiott COfido^^pida. bien iaoada Vía^
dé un caso , dejando otro , que no >viefie ^ ^
«1 gerundio en 4t(m eq Iv^r del supfao en
Uy quando 4 ^ le soB todas 1^ cos»:ate»-
Intamente iguales. La injusticia es muy teáo^
Ikf y A n}0Q no'saSe yá donde está >• n|
tonoce cfefintametíte sino su triste pena , y
k amargura de Ins reprehensiones , que le
dai&Me atre^eK) á decir ^ que tratar asi á los
oitíos de cinco ,6 seis arios y es asesinar los
enrendimieHtDs > mas que formarlos y ^ im|)lQk
T3rfa yo ^scoso el^imtilio de las leyes tti. su
Ptsif^ emplear Me^i^ la habilidad ^^qiie y<
teneoÉios y de escribir V esto ^^ para'«ir|de^
Qiejor nuestro Escrlv6«ft> ^ <}ue tíene el lugar
ide plana y y nosha dado ¿ fóima ; hagá^
mosle servir en alhajar la memoria ^ y que
vaya poco á poco ftñrnfiando ti juido ; y ad-
quiridos estoB dos puntos'^ nos abcisámoaas
car
:i(ii Esp^acñh de h NatuMhUL
'Camíoo en quatfo meses ^ y síempie^a fCgod-
-jo 9 que podríamos coDS^uir en quMro años , y
siempre con penalidad » y aflicdoft ^ empezan-
do por reglas , y composicioaes.
Métanse al principio en las gabetas de este
;EscritoríQ los paradigmas detiombres^y verboai
tanto ea Latan, como en la Lengua nativa* Esta
es fai'|f)mera provisión samameace útil pwa de-
poner á k» niños desiie kifos al estudio .de las
.Lenguas antiguas ^y para enseñarlea la Ortb»-
^apUa de la raya j y por aofa oq .necesita mas
Gramática*
Otro preparaiiro , ao minos util para tas
-ciencias 5 y que nos* le fmnquéa <tamhien la
-ioiama máqmoá V es el atnjjwxto de , la OMyoc
i|iaf;jte;i^ los noa^res' Catinos 9 y materacs dé
Ic^ .ol^QS:de mayor uso , y que Oías 1 6 menos
comunmente nos ocurren. Esto es lo que pro-
curaron ej^utar el P^Pómei (a) ^ y Címenib (1^
en sus Vocabularios y ea que idearon unir los
-nlafieijales de las I^eoguas ¿adoa^ Fcaocesa mas
(iromameflte 9 que «e juntan en la taemoriad^
los niños los materiales de su Lengua patria > 4t*
j{áeiidoIes:las'h4iií4>rés delos-ply^i^^ii^ ven.
-jPeroeo nuestro casok diferenciales gr^ad^éfin 4
«so de la vida, los ojos tropiezan con losobjetos^
3f losüombres se graban iacilmente en la me-
mo-
(b) Eñ Nii Ubco > nOkttUmcace áacicttb«ia ; J^miié (b^^iíéram
Cma i$m Ihiér^ 4^ fixmiJhtí^ [til
mor!a , y no se puede decir lo tnistto^de x\&
estalogo de palabras , queien un liBró se'le' fo^
ne delante áan oifk>» Esta es una \tt»táá vmy^
fría ^ y que bien presto se entrega al ot^i-^
do, porque sgn^pieaas stídtas, y ún traba*^
siÓD álgona«.j £1 /«¡scriéórÍDí f puede fi|ar 'me--'
j(Hr las idéás. V.m. pues , mete en utía jgabe-^
tá los nombres de los animales domesticósr!
oi otra los de los campesinos; aquí las aves»^
alli losiinseébos y ^ los ^pebes« El niño sdbe^
donde viven -todos^ y k¿ imprime: idierná-^
dáñente sdve la ^mesa > y> en so' iném<Klá;i
ydeqaies los^buelvé x:on buena orden á sus^^
lagares: retendrá los nombres en Castellano^!
en Ladii, yen la (^gua qóe «se quiera. Pre«:
gpinteiele después por nha Ballena , por um C^ '
mello, una Cabra, y> dirá k» nombres iLati^^^^ ^
nos j que les convienen, principalmente si se^
^ le faaa dicbo algunas' particularidades de estos )
animales. Quiere: V.^nu jugar á golpe , todavía '<
ism seguro,! y á ganancia cierta? junte, ,'yi
distribuya en sus gabetad estampas , que rqire^ i
seotenÍ|tt animal» cod tos nombres de lot
iostrumeñtDfiyvoces^ly: modos :de vivir, que'
tiei^aida;anOv£xiipacticiiÍari: ptestio,. no^erá^
decesarío ^ . sia&asolianáente . inamhrar .una de i
estoa. animales eú^Castefiaoo , 6 en I^tin , ¿«
if4 el niño sin^ detrnoíon i. buscar^ icn sa pro^ :
pao lugar .,l ty. «aja 'ú-i al^jeto ^^que lé . piden: :
h mismo sucederá con las plantas , con laa:
ptm.XL V flo*
' I $4 Espe&acuh de U Naturcdeza.
flores^ y cod los frutos» Colocad en la pri«
mera hoja de uoa gabet^ el plan de una Cíih
dad^ bien grabado , y dispuesto , y en la
bo^ segunck los nombres de las partes j que
le coipponea E41 otra gabeta póngase la ii«
gura, ó planta de uní Templo ^ 6 la de un
Kavío con los nombres de todas las píe^asi
como mali ^ antenaty rudetaes ^ vela , faríf
transtra , retnigium , y todos loa detcás 9 y
lograremos et fío de grabados en la raeino-
úa deljaííío; con estos pocosá egcmplos co-
nocerá V¿m..que el or%en de I2& gsdbrtas ^ la
vista de los objetos ^ el habito de aplicar el
npmbre proprío i cada qual > y á toáas^ sus
piezas 1 6 de imprimir^ , juntarán^ y con^
senacáa en b memoria una rica provisíoa
de materiales y que baá de servir á su tiem--
p9« Pero no perdamos de vista , que el prin-
cipal mérito de este Escritorio es cgercitar la
iafancia en imprimir» d de memoria^ ó dic«
tadopor alguno otro: y esto es. para el ni-
fk> un egereicio veidadero de escribir , aun--
que todavia no tome la pluma en lozano.
Todas estas ventajas han hecho admitít el too
del Escritorio en Pavís^i en León ^ y en .to^^
das partes, y él sirvid á la educación de et*
Señor Delfín. Pero todavia releva mas su mé-
rito el abreviar mucho et tiempo, y el tra-
bajo en las Escuelas, donde concurran los po-
bres*
Carta de §m Padre d§ famlUas. 1 5 f
Hemos visto yá quán proprio es este mé^
ttxJo para formar la memoria con la feer-
za de la impresión ^ y con el orden de las
ideas ; pero no se ferma metk>s el entendí-^
fDÍento y que lá memoria , aprendiendo el uso
de mucíias cosas. Ix>$ juicios á que de este
modo se acostumbran á cerca de aquellas co-
sas ^ que vén ^ son solamente los que la edad
les permite; porque buscar en tm niño dis^
cursos y y aplicaciones ajustadas con las re^
glas de la Syntaxis 9 es pedirle demasiado,
y aun abusar del derecho^ que se tiene dé
mandariet Mientras * tanto se* vá habilitan-
do mas, y mas en la lesura* JCamlna ade^
kote en íki , y yá ^líedé pasarse sin Escrito W
rio ; pero para que se radique mas en la Iec«
tura , es conducente ^ y será cosa muy fácil
de persuadir, que lé tiene una pñu cuenta^
y que le será muy utíl ^ y decoroso sabeí
leer con perfección, sin permitirle 0I piínci-^
pió, para este efeéto, otros libros, que utiasl
fabute hermosas, que le instruyan, y divier*
tan , 6#gunas ttfstorias, que' le atraigan : pues
es preciso, que se contriste en ver que se lai
quitan al punto« ' r^
yá seguros , y corrientes en la lectura,
se sigue el egercído de escriWr. Si se lleba ade-
lante el método , y la prudencia , le podri
servir al nlfio de una novedad agradable. Al
principio basta , hacerle escribir por pauta, 3^
• V 3t pa-
I $6 EspeSíacuh' Je h Nafurakza. '-
pasar una pluaia sueltamente coo freqnencia
sobre todas las letras^, y rasgos de upsí buena
fornaa^ spñalajlajcon liqeas qncarqadas.^ J^sta co^r
tambre ;Sola h coD4ucirá á escribir 4e un mOt
00 tqler^able > basta q.ue llegue lel tíempQ, eo que
fordfíeadas razoo > y mana , le facUkarán na
modo regular de escribir , cuyo negocio está re*
flucidoal pri^cipio^ á que la pluma esté suel-
ta, y bien ¿<»rt^4^ > después á ía iijustada eje?
cucion de t^es e&¿)p$ de la pluma , que. son li-
nea llena ^ delicada, y mixta , que es el paso,
que se dá desde lo grueso , ó Ueno de una letra
ár lo; delgado > el manejo de los dedos ^ y el eje-
cutar con dellc^cde^a, y facilidad est^s-linea^
primeras ^deberla ser el trabajo del principio
por algunos meses 9 aun mas que la forma 4e
l^is letras ) que S0I9 viene ^ ser.un juego , quan*
^.yá I? vs^a/BíO e$t4 b^biituada á ra^gps^y tetras
^indanjeisisfes^X^*) :;..
P(^in3e;^^uto,d9*la, habilidad df escri-r
m
|úr será acostumbrar al niño , por espacio da
un oHo ^ \ -mas , á trasladar, todos los dias
9lgun: párrafo de historia , ó si no, al|(Q/i, bi«
}lete,. al principio didado por otro^ y des-
pués por sí mismo , y á saber ordenar una
cuenta, «igviendo qualquiera de las reglas de
la Aritfametica* No repetiremos aquí lo que
i^*} Lo primero debt ser tomar buena forma de Jerra> de modo»
ifat tea como una bcrm^sa pintura : jr luego se egmita esta for*
ma, siik apresurar la plHBM» lus^A^at U maao *c incite por t(
Gijrta ¿k un Padre de Familias. 157
fÁ; dijfQios , tiablando de la educación de las ni*
i)0s ; y b mismo se debe entender á.Círca de Stt
príaieía Bfl^Uotheca, pues no les es menos ne-
cesaria á \ú» niños* ^ )
.Quando un padre no descubre en su hv^
jo alguna delicadeza de. ingenio ^ ni en la s}«
tuadon dé sus negocios halla causa particular
para dirigirle por el camino de Jas buenas le-
tras 9 DO puede con todo, eso rehusarle aque-
lla especie de cultura > que le hag^ ipas ap«
to para d4r alguna mas extensión á su en-
tendimiento , y propriedad i su lenguage. Uno^
y otro conseguirá iofajiblemente > si todos los
¿fias y con un rostro placentero , egerclta á
su hijo' en quejen dé cuenta de lo qu( contie-
ne su pequeña Bibliotbeca. Todo .«lio es his*
toríco,y.facUde traher á la memoria. Des-
pués de haberle hecho leer » no de un modo: MonofoAía»
nionotimo jdde un ^ííIo temo y sino con, /^r in^ SuiVcn^u
fiexiones ordinarias de la conversación ^ un *****'*•
capitulo de historia del Viejo Testamento y 6
ik las costumbres de los Christianos y pide á
«a hijQ^ que le refiera lo qiie ha entendido^
y con que se^ ha. quedado. Lo qipe el niño
le podrá decir y después de haberlo .decorado^
pasa poco mas allá de su memoria y apenas
d entendimiento se habrá hectp cargo de so-
la una psyrte y lo qual es de muy poca uti-
lidad ; pero aquello , que refiera y porque lo
y lo pensará al punto : y al punto
lo
ifS Espe&acuh ái la Namr^^enoB
lo dirá tambieo* Este es el efedo del orden
b de las ideas, y obra verdadera del eotendi*
miento. Si la leogua exjwesa luego lo que coih
cibió el enteodii^eoto , éste es quien forma el
lenguage, y todo sale entonces sin preparativos^
sin violencia 9 y sin trabajo»
lia felicidad de este eg^rdcio depende de
la continuación 9 laqual es tanto mas ftdli
quanto es cierto, que no tfabe espinas , ni pe^
sadumbre , que turbe aquel e^iritii ftcU á
conmoverse , y á contristarse» Se alaba la me»
cor dificultad , que vence , 6 la facilidad , que
adquiere. El cree , que vale mucho , y se le
permite el creerlo^
Si á la edad de doce, 6 trece años le pone
el padre en la mago la regla , y el compás con
nn Rivard , 6 un Le Clerc , (a) no son necesa»'
rias otras disposiciones para sacar algunas ve-'
ees grandes utilidades, aun de qualquier en<»
tendímiento poco vivo , y muy limitado, que
nomaniiiesta sino una penetración muy co*
mun. El estuche de Matbematica es la llave de
la Agrimensura , de la Astronomía , Abiuitec-
tura , Qprica , Navegación , FoítÚlcacion ^ y
de todas las mecánicas»
Saber leer, escribir, contar, disponer, d
di^ar bien una carta , hablar bástantemeote
su propria lengua , leyendo , por lo común,
(a) Soo Iqs iiom|7C9 4p ioi mej^rt* deii«At9S át Oeoaii«n4f
fluc ha^ CA FraÉcia.
Canta ék tm Tiuke'de famiUas^ 1^9^
m error , m tropiezo lo que se ofrece : esto
€6 lo que yo llamo el primer necesario > y el
comup indispensable efe la buena crianza. No
^y niñobkn educada^ ni en estado honroso^
que. pueda pasar sin estas pioviriQnes» Venga-
mos yl al articulo que lleba los Buryores cuida*
dos 9 y consume h mayor parte del tiempo
tu la educación de la in&ncia. V* m» juzgará
dcade luego , que Toy i parar al estudio de las
lenguas antiguas. Qu41e8 son aquellas 9 que les
es necesario aprender I Y quál es el camino
mas seguro para lograrlo?
Como sea asi y que tenemos muy bábí*
ks Maestros ^ y grandes socorros para facili-
tar el estudio de las buenas letras y me deten-
até mas panicularmente en la práétíca de los
prinneros principios , porque está la mas olvi-
dada, y es la peor gobernada entre todas las
demás» Las fiüttis, que en esto se cometen^ son
tales, que tos pías hábiles profesares, que te-
nemos, y los libros mas escogidos, son teso-
ios escondidos para nueAros hijos , aun los mas
capaces ^ aprovechan *
Antes de hablarle á V»m. de esta mate-: , i>ivef líoiiet
^ . , - de It iiifaii«
na, que mteresa a tantos, y abie la puer-. m.
tz á tantas, y tan agradables ocupaciones en
la sociedad , es justo detenernos siquiem un ins*
tante en las diversiones de la infimcia» La '
ocupación ajgradaUe de los ojos , y el moví^^^
mknto del Cuerpo, d la agimckm contipua,
son
-^ I
1 6o EspéElaculade ¡a Namráhuí^
ma sus dos apasiones dominantes ; pero qM
se pnecfe apforecfaar igualmente en favor de
los que buvieren de estudiar las Lenguas 5 y de
los que, ó no las estudien , 6 sí las estudian^
sea soto muj por encima, y superficialmente»
lios unos , y los otros tendrán necesidad dead*^'
quirir algún conocimiento de las Artes , y^
aqui es á donde se les puede conducir por ú
camino de la (¿versión. Las ideas , y las in^
tenciones se tendrán siempre escondidas , y or«
denarémos dentro de nosotros mismos los pro»
ye¿tos , sin dar á entender jamás á donde pre«'
tendemos llegar con nuestras miras ; pero so-
bre todo nb se descubra al niño idea a%iH.
na en que aprenda sujeción , ni liaya aque-^
lias repulsas tan regulares , ni aquellas sobre-^
cargas tan penosas , como suele haber* Quan*^
do se trata de divertir á * la niñez , déjesela
creer , x]ue sos conformamos con su volun^
tad, y que queremos su ^ato ^ y su diver<(
8Í00# \ > \ t
Después de las estampas , que son la in-
vención mas feliz , que hay para f^ la U««
gereza de ios pocos años ^ y con que pode-
mos^ jsín. sacar á la inÜBocia; de sii lugar v trana*
portarla Ü .díscieción á el , mundo antíguo^ y
¿las partea tan diveraaa , que <x>mpQnen:;el
munda inCKkrn(3í; 00 hay cosa que haga ioík
pfissiones) ma$ ^cad^l^éjiikiKímps; profrechn-^
pai: que Í9sri0iéq)l«iíur.t t fixtqsé.jFu^Kse uoo;
joo*
Carta de m Vádre de famtliáí. i6i
't^ootesitar con mostrarles éstas á los niños sii^
C^sivamente , dando lugar á sus questiones , y
saus&cxdon á sus preguntas á cerca de la comu<-
«licacioQ de los movmüentos , 6 de la ejecu!-
don de la obra ^ con mas utilidad ^ qua daado«- .
les lecciones muy seguidas ; pero el medK> .
mas seguro para aficionarlos ^ y para dar al*
guoades.trezaá'su mano, como también al-*,
guna extensión al entendimiento , es egercír
tarles su curiosidad con aqiiellas piezas y que
se les entregaron como á dueños , y con aque*
líos instrumentos , de que y¿ ellos mismos dis-*
pooeo coQ propriedad absoluta. Batreguesdes
enteramente un relox antiguo , algún taller , ü
ofidoa peqoeña de Carpimería con algunas ciar
TÍJ3S , que pueda manejar , quitándolas , y po-
niéndolas , algún tomo de asador , el diseno
d& una groa , un martinete ("^a) pequeño , d
algunas otras maquinas y cuyas piezas se pue^
dan desunir y y bolver á juntar por medio de
números , que las ordenen y y coloquen cada
qual en su lugar y bolviendo el todo á su estado
natara^
A la madera y 6 Carpintería y cuyas pier
zas safarán contar, y y llamarán bien presto
por sus nombres propríos y se puede añadir
una caja llena de zoquetillos y cortados en
TonuJO. X íbr-
(«*a) iksi se lUm* la jnáqnüía con que %t cUyaa las estacas , ^
IMÚílcras graadn^gicioa » &c« El Italiano traduce máquina de le^
1 6 2 Espéñacuh de la Uatúrákticu
forma de ladrillos. Con solo este » aparato se
verán dentro de muy poco tiempo obras le«>
bancadas por los nifk)s , casas con tabiques ^ j
techos muy bien hechos ; en una palabra ^ unos
ediBcJos completos. V. m« verá tomar medí*
das^ cautelar inconvenientes, y sobresalir la
industria en todas las cosas. Un tonu)^ un instrtí*
memo para ensamblar , (^*b) todo un taller de
herramientas mecánicas , entregadas con tiem*>
po al Abad NoUet , al Abad de la Deuille , á
Fuuchy , Secretario de la Academia de las Cíe»
das , no han sacado Tortieros , Ensamblado-
res , ni Carpinteros , síiki hombres capaces éc
dar nbuchas luces á los que manejan todas las
Artes, y de honrar los Estados mas distinguidos»
£1 conocimiento , é inteligencia de mu«-
chas lenguas , no supone singular penetración
én un hombre ; y como se puede renunciar la
noticia de muchas lenguas sin sentimiento par^
ticular 9 yo puedo , >in exponerme i aer vano^
confesar ^ que he logrado entender- bastantes-
mente dos 9 ó tres fuera de la materna : coa
que he adquirido el derecho de que i^ cveaa
i, cerca de los medios , que., se pueden tomar
para conseguir este socorro ^ sin arriesgar mu»
Cho tiempo,
f»*b) El loftrumeHCA t que nsaii lof Ctr jsmbMoref 4e r^^í^
pflr? s^cftr los embutidos • rs un escoplo : ««croiOfictateit que ñe* '
ccsican cambirn cm^nrídos romo OuÚWf€fO»rftC* *Ma 4c vuü
Czrta de un Vadre de familias. 163
Aunque las Lenguas no comuniquen por
ií mismas luces algunas , son un medio segn**
fo para adquirirlas , facilitándonos el poder-
nos Uegar á las memorias , cFencias , y mo*
nümentos , €^ las contienen. £1 Latin ^ el lengua °
Gnego y y el Hebreo son las primeras fueHi»
tes de la erudición r y si se quiere conse«
guir de un modo , que se asegure prontameu*
te esta adquisición 9 se reserrará lugar bastan**
te para a/íidírtes' la Inglesa , y la Italiana*
iios qtás se desttnáii á las ciencias , en pun«
to de Lenguas modernas , podrán atenerse á
hs dos ^ que acabamos de nombran El Ale-
mán , que antes era oecesário para viajar^
aevé by- Cfommutádo en dt Idioma Francés^
que de mucho tiempcl á está- (3arte ha llega-
do á ser la Lengua del comercio en todas las
Cortes 9 y Ciudades áias populosas de Euro-
pa. Los Franceses la han estendído por to-
das paites 9 y las Compañías , que han esta-^
bleddo en Breslau ^ en Berlin , en Copehen-
agoe 9 en Londres ^ en los Suizos ^ en toda Ho-
landa j ^ hasta en el Cabo de Buena-Espe-
fanza* El buen acogimiento y que los Estran-
geros baní hecho á muchos libros Franceses, ha
Contribuido no poco á hacer su Lengua , de al-
gún modo, universal» Añadamos, que la Francia
está casi en el centro de las Naciones , que son
mas aficionadas i viajar» La Lengua Españo-
la ^ por el contrario y encerrada ea un rincón
• Xa del
1 6 4 EspeSf acolo dé la Natufdeta.
del Mundo , (*'^) y no habiéndose distinguido
en la literatura , sino es por medio de libros
de devoción , (**) que se pueden muy bien su-
plir, no combida á persona alguna á aprender-^
la 9 aunque entre todas las Lengua^ vivas es la
que tiene ma$ harmonía , y se aproxima mas
á la riqueza de la Lengua Griega , yá sea por la
diversidad de su colocación ^ cg'den ^ y frases ^ ó
yá sea por la multitud de sus terminaciones,
siempre llenas , y perfedas , y por la justa loa**
gitud de sus términos , tan hermosos siempre^
y tan sonoros. La Lengua Italiana , por la ra-
zón contraria , se estudia , á pesar del enojo,
que causa el círculo .perpetuo de sus quatro
sonidos , a , e ^ i ^^o , que terminso casi todas
sus palabras , y fatigan los oídos con una des»*
gradable uniformidad. En la Francia se comien*
sa tamUen ü estudiar I9. Lengua Inglesa., aun-»
Que despedazada en las menudas fí^zasrde^ una
9ylaba , y áspera, y herízada de^ consmantes
continuas , que es necesario irlas' sil vando ún.
dejar alguna. Con todo eso estas dpa Ien-«
guas han sido usadas por Escritores %9 ^estn
mables , los unos por el natural atra&ivo da
su entendimiento , y los ^t|Os pgtf b .6xten«>
• . / -i*- rion
(**) A casi coda la America descubierta» buena parte ^d Asia^
y muchos otros f arn^es de Europa, en que se había la Lengua fis«
f>añola , 00 parece justo llamarles un riocou del kUindp » ,si^a 4
a mayor parre de él "
. (*^; Las Qibliothedlu dcf EsD«íWi iifs ^'cfii ; '^f.'n^ rs^ Vf{
Nación tan pobre de L¡t)ros de lite)racur|i \ y tal yci^ las es^ange\
ras han labíip aprovfdwifn 4« e1&qs% .: .: . j . ¿ :;. i i * *
vivas.
Carta de un Paire de familias* 1 6 J
sion de sus descubrimientos , y averiguaciones,
que se puede sacar de ellas , no solo casi tanto
provecho como de las Lenguas antiguas , sino
machas luces , y conocimientos , que la anti-
güedad nos escasea , ó no tubo.
Todos aquellos , á quienes yo he visto ^^^^^ »"||^»
aprender él Idioma Italiano , ó el Inglés con i» Unguat
el estudio de reglas y y composición de t he-
ñías 9 han gastado mucha plata , y no han
aprendido la lengua , que querian saber ; 6 si
consiguiercni su idea , fue solo mudando de
método. No hay sino uno para aprender las
Lenguas vivas , y es ir ai País en que se ha^
blan 9 6 hablarlas constantemente con las per-
sonas , que las poseen. Bien entendida > que
al frequente egercido de la conversación se le
puede añadir con utilidad el conocimiento
de algunas reglas , y la lección de algunos li»
bros bien escritos en las lenguas mismas. Yo
confieso mas ^ y 6s , que un hombre lalx>
lioso ^ á fuerza de hojear Libros , y Dicciona^
dos , se puede poner en estado de entender
bastantemente una Lengua ; pero nunca llegad
ri á hablarla ^ 6 á escribirla , sin dar que
reír á los que la saben. Este camino , por
otra parte tan largo , está lleno de tantos em*
barazos ^ é incertidumbres , que quando hay
á mano otro medio seguro , y pronto , se
puede decir y . que es el único. Según esto¿
^ sio duda neceSíUio aprender lasi Lengtias vi-r
• ^ vas
1 6 6 EspeSiacuh dk la NaturutezA.
vas por el uso 9 y conversación de aquello»»
que las hablan.
No es det todo lo mismo ^ hablando de
las lenguas muertas : Uamanse lenguas muer-
tas , porque no son yá vulgares : yá no se
baUan* Y aquellos , que á fuerza de leer , y
trabajar , las entienden mejor que los demás,
son los que confiesan con mayor candor,
que es temeridad snma quererlas hablar. £n
la necesidad de recurrir á ellas se ejecuta
lo menos mal que se puede ; yasi.esnb po^
ca felicidad llegarlas á entender ; pecó si se
escriben , ó hablan en páblico , no es sin tra«
bajo , ni sin riesgo ; y si se quiere adqui-
rir habito de hablarlas , casi siempre se eje-
cuta 5 dejándose llebar del genio , y modo de
la lengua materna. La experiencia de la mi-
sera 9 y lastimosa latinidad y que re}^ en los
¡Colegios de Alemania , Flandes , y Holan-
da, y en todas las demás partes , donde se acos-
tumbra hablar en Latin , basta para hacemos
renunciar esta costumbre , que impide á un
joven hablar bien su propria Lengua^ le faa«
bitúa á un Latin grosero y capaz de perver«
tirle universalmente el gusto ; porque qutea
habla mal , escribirá mal , y apenas discerni-
rá el mérito de lo que está bien escrita Ei
preciso , que el habito de una btinidad adul»
terada influya poderosamente en el entendí*
miento > y le infunda un modo extraño , y
^u«-
Carta de un Taire de j Multas. 167
fostico ; y asi , á causa de esta educación , in-
finidad de personas , aun de las que han leído
buenos Autores , enseñan, y escriben dé un mo-
do tan bárbaro , como se vé cada dia. Sabios
del None ^ quáhdo escuchareis la razón en esta
parte?
Nuestros mayores comprehendieron muy tos rudimcA*
bien la necesidad de comenzar el estudio de
vna Lengua , haciendo aprender á la juven-
tud las declinaciones de los nombres , y las
conjugaciones de los verbos ^ trayendo las
palabras á ciertos modos de hablar ordina-
rios , á los quales dieron el nombre de re-
glas. Estas generalidades sirven comunmen-
te de n:odélos , y principios , yá para reco-
tiocer las partes fundamentales de un discur-
so en la explicación de un Autor Griego , ó
Latino ; y yá para egercitar el entendimien*
to por medio de la propriedad de la imita-
ción en la estruñura de algun.?s frases. Yo
báblo aqui de los primeros fundamentos de
d discurso , y no de los modos menos ordi*
na ríos, i]^ de las expresiones figuradas. Un ^l^^^l¿^ ¿J
muchacho se hallará siempre en medio de las J^^„j*|^^""***"
tinieblas , y detenido en cada paso , si no
se le muestra con cani¿téres sensibles en un
todo: i.** El nominativo ; ó la persona que
hace , ó de que se habla, i."" El verbo prin-
cipal , que explica eí juicio , que se forma,
^'á exprese el ser , 6 existencia , ó yá signi-
fr
1 6 8 EspeEíacuh (k la Naiufükía.
fique alguna acción. 3.'' £1 régimen de este
verbo ; esto es , el nombre de la persona so-
bre quien se eg^cita la acción , ó de quieo
la acdoa misma proviene. 4*'' £1 verbo ior
cidente , que significa un juicio accesorio y ó
' explicativo , y que se halla en el periodo co-
mo una parte sobreañadida ^ ó como una pie-
za de unión , yá sea al nominativo , ó yá
al régimen. 5.'' Las preposiciones ^ que sirr
ven para señalar claramente los respetos , que
las cosas dicen entre sí ; y además de esto
un numero bien pequeño de otras partes de
la oración ^ que en todo discurso vienen siemr
pre á ser las mismas. Yo confieso , que es«-
tas reglas tienen una pbisonomia extremameor
te metaphysica 9 y poco agradaUe , con es-
pecialidad á los niños. Y qué se concluirá de
«sto ? Qué se ha dé abandonar totalmente?
De ningún modo., sino que^ es menester ha-
cérselo sensible , y agradable con lo diverti-
do de los egemplos , y reducir el numero á
lo mas necesario , mas simple , y mas co-
mun« £1 uso enseñará lo restan te. ^^ mucho
mejor , que la infancia tome el trabajo de
aprender bien de una vez estas primeras re-
glas, y que sepa distinguir claramente las
siete , ü ocho partes elementales de que la
oradcHi se compone ; que no el que cami'
ne continuadamente á obscuras , traducien-
do d latin sin regla , y sin poder dar razón
dé
deeosa aleuna. I/» niñoís ^ es verdad, con [«^'C^^q»»
^ ,' •' hay en cstu-
ua Maestro » ^M camina ddame de. ^llps^* ^^^ i«f au-
y con uiía bbma tnemoría , quá s^mal MaéfrD ^Uf! q»" «Z
tro fidmetite^ó guiados por él ordeni ivm^ ^"^^^^
mo de lat id^^ podrán mducír Autores ' en«
tef08,y pareced al principio , que caminan
mudio;pefo lo mismo será dejar d Maea«
tro , é interniiiipir el .^rcicio de la memoria^.
que todo se disipará por ialta de alguoos^princH
pios, ó elementos, qoe i^en el juicio, y radi*
qoen el entendimiento ; se pararáo en el latia
mas corriente , que:se les ponga delante, y no
podrán descitrar aun el Autor m^ daro» qoan^.
do quieran bolrer sobre d: con que el conocí^
mi^to de las partes de la oración , y las pri<«
meras reglas, conforme i las qualeí estas par«
tes se construyen , eon absolutamente neoesa*
cias) porqm son guias ^ que jamás se perderán»
y ñdlitarán siempre d camino al entendió
miento , sea para entender qualquier Autor ,d
na para traducir qualesquiora palabras de laJea:^
gua oaciQualá^ Latina. Dejemos fuera >todq^
k» m9a?iUosos métodos, y loa nuevos aecre^
tos , y medios cotíos í tomemos el partido ae?^
guro: esto es , atengámonos al parecer del Aba4
RpiUn , y pf iocipali^ept^ i \^i prá^iicas tati
Jnlciasaa, qu^ propones con el apbre-escrlw da
deaeos , (a) po( Mur establecida lo ooiyrarid. ..
TwhXU y El
(1) TrtfKl» 4c lo» tnmlfOf « Arte át M«a4ae U tenga»
1 70 Espe&aeuh de la Naturakxa.
Es preciso confesar , que el servicio gran»
de , que nosbtzo por medio de su tratado, se
Mdeüa masut b substancial «te lói eatudiov
que á los Tudímentos : y ésto fíeg , 8efi6r , la
qneá V.in.Ie inovi6(para gobernarse' eñ or--
den á la enseñanza de sti amado hijo) á pre-?
guntarme lo que yo luívia iiotaÜoi'ceicá dr
Ips deféétos de los pritxserós estudios , que. etf
•alíenda imperfetos, no pnoden dejar de ser-
vir de grande obstáculo al buen eífefio de k*
estudios mayores;. - •> ,
M. Rollín se explica coir mucha eficacia^
y no menos daridád' én ordeo á uiia espe-»
•cié de ^ri&icu , de que bá tiempo que se la^*
mentan. „ Es preciso , dice , comenizar por la
„ composición de themas> 6 por la explica--
„ ci<m de Autores ? Esta es la mayor dificul-»
„ tad , y en que los pareceres están divididos-'
„ Si se oculta solaínertte el jaita sentido d»
„ la reSta razón y parece que el ultimd mé-<
,, todo debería ser preferido.* porque pai^ con»*
„ poner en Latin con acierto , es preciso co^
¡f nocer algún tanto la colocación , la^iver-
„ sidad , y las reglas de ésta Lengua , y tener
„ hecha una li^ de palabras > cuya signica*
„ don se penetk a bien > y e» fecil de apli^
„car con la mayor expresión' > y proprie-
fy dad, Y esto no se consigue sino explicanr
ff do los Autores f que son como un Díccio-
^pam vivo , y una Gramática eloquente»
„|n
Carta ék un Packe de familias. 171
^ ea donde KBpieqde por experiencia la iii^r-
' t9 >A 9 y radadeiD váo de las palabrasiy de hf
f, fiaaei, y de laa te^as de la^ Syntáxis,
M Es verdad , qve el método cootrario
^yfaa preralecido , y que es bastantemente
^y antiguó; 'piso lia x sigue de a<^i , que
^ ae ¿Aa^fAimu degapdeQte^y seguir sin ex»-
^y moj. Mttcbas vec9 /a c^imére egercHu
fy fífbre ios enúnáimentos imr especie de pjh
yyraotaf gue^ Jas esclaoiza ^ é , impide H sisa
^jde ¡a razón , gue en^ esta fMteria es unts
ji gfda fias segura y ^ue él egempid solo y por
4» mas ^ h autorice el tiempo. QuintiKa^
jy no dice y que en los veinte años y que ense^
^9 56 Ja Rbetprica ^a?> ^havia visto oU%ado á
91 observar en pébtieo la^costumbre, que halló
ntestaUecida en la» Escuelas, de no explicar eo
jy ellas los Autores y y no duda confesar la di-
II ficultad que tubo en dgarse llebar de la cor«
fy riente» «^
^^ No se experimenta dafio alguno en la
fy Universidad de París y por haber variado en
11 otra^cosas algún tanto el método antiguo
i9 de oíseñar» Yo querría , que se hiciese po^
^ ailde el expefimentar áqnfeía y eñ orden á
91 la materia de que hablamos al presebc^^ á
H fin de asegurarse con esta experiencia y si
fy se conseguía en el pdblico el feUz suceso^
I» que me consta haberse logrado ; en paiti-
p cular f con muchos oiííost Pero mien«
• Ya ' ,,tfas
17a E^e&acíáo A la Natúndeza.^
J . yy tras vivimos con esqp «sperapza 9 debemos €«r
.^y tar muy oontentos dd* sahíó medíor^ qrn si«
,y gue .la. Universidad , no : eniregandoae tcftat-
,, mente á 4iQo solo de estos métodos .^ sino
I, uniendo los dos juntos.
7r4iia{idd M. Róllia de h jodqc^Qion'de las
•leñorftas V quiep^ juzg? deben apttQddr Latioi
00 hallando knpedímeoto por mdtivoé ,.ó ideas
^ue lo embaracea^ decide , sin la menor doda^
^, qoe la €om{j05icion de thenias se 4ebe abso-
^ lulamente desteñir. (*'•') - *
Al parecer de M. RoUín ¿ cerca de los prir
meros estudios, juntemos el parecer^y conduéUi
de los sabios mas capaces de hablar en esta ma-
• ^e crttor, terla» QCerón í ^ creía \^ que no podia fonxiaras
»• 34- líiejor un Romano ,qak traduciendo en su len-
gua lofe Autofes Griegos, VL Le Fevre de Sau«
mur , en la exposición del ipétodo , que él mis->
mo seguía en la educación , y enseñanza de su
bljo y y con que le adelantó tanto en la corta
duración de dos 3üfk)S', nos manifiesta , que no
praéticó sino sola la traducdon* M. Amaud , en
un manuscrito, que aun se conserva s^o, á
cerca delímodode enseñar las letras, humanas}
M« Lancdot , en susr dos.excelentes Grámafckat;
ilel Abad Fleuri, ML Guet, M* deCfóu2ax,y to«
iioft
(•«) It traducción ItalisBa omite estot patages de M. Roflin»
7 dice solamcfite» que tu método se reduce k ana alternatira ci»n«
líaua de traducción II y ^omfe^icion 9 'dando siempre mas ciem*
pd» y el primer logar k la traducción » principalmente en )oi
•rimeroa añot.» y ateodicndo ñas á Us bucBM «rí^MlM » ^tk
m meras rcgUs » k^ ^
Carta de un Vadre de familras. 173
do6 aquellos ^ que han discurrido mejor á cerca
de ia edocacíoD , sdo han tenido una voz. en
oriien al modo de enseñar bs Lenguas : todo
quanto dicen ^ se reduce á estas dos palabras:
Pocas reglas > y mucha prd&ica.
Póo como la prádica de faablar un mal
latín es pemicibsa^la práética de componer fre«
qnentemente un mal latin lo será tamUen:
hay 9 pues , una precaución , que tomar á cer«
ca de la composición latina : esta precaución no
es suprimir la composición , sino hacerla mas
firequente todavía , deteniéndose mucho tiem- prjn,ef«edí4
po en bolver al Idioma Latino aquello que se E^'* *p^«n-
havia traducido antes de algún Autor estima- g»* » do ^oir
ble 9 7 piopordonado á la capacidad y y uso gulige* ^¡
posible en los principiantes* De esta manera no ^^
oir^ desde luegq sino un lenguage puro, que
es el primer medio natural para aprender bien
una lengua.
La composición , 6 el thema , que se dá
á uñ nüío para que lo trabaje , se puede eje^
cutar repentinamente sin Diccitínario 9 y sin
perder d^vista un excelente modelo de latin:
6 sí no, este thema se puede trabajar de e^
pado, con quietud, y con la ayuda de uo
DiccJonario , x sin: teher presente otro modelo
alguno. £1 thema, que se trabaja luego , y
poniendo con la voz viva en latin , lo qu€
se ha traducido^ oomoM. Rollin, y los mas
hábili^ en la materia lo accms^ ^ y el the-
ma,
fi74 Espe&acuío de la NaturakíUh
tna , que se ordena coo la pluma en h oui»
no,áiia de hacer un Iiadn y conforme ai
que se ha leído ^ son composiciones una f j
otra igualmente de una utilidad indecible» To«
do esto es imitar , porque las Lenguas no se
aprenden sino por eco , y por imitación*
Aquí no hay Diccionario ^ aqui do hay tro^
piezos , aqui hay lagrimas» En lugar de
un thema al dia , se podrán de esta suerte sa»
car doce. El niño, que sabe sus reglas ^ las
aplica sin trabajo con la ayuda del Latió ex^
célente , que le guia , y cuya estruétura man^»
tiene todavía presente» Si el Ladn , por quien
se gobierna j yá sea componiendo de repen«
te 9 6 tomando tiempo suficiente en su quarto^
es puro , y sacado , no de la cabeza del MEaes-
tro> sino de un Autor clasico ; esto s^i y á jutito
con la traducción lo que se puede llamar uso
verdadero de los Autores , y latinidad práo^
tica. En el extremo peligro ^ que hemos v¡s^
to poder dar el entendimiento de los nifio^
tomando resabios irremediid>le$ ^ por obligarlos
i estropear , con el uso continuo de^us coo*^
rersadones, un Latin^ que no saben ^ y que
lio habrá punto y que no yerren y no ijueda otro
lécurso sino la práAica de la traduccioo y y
d uso de las composiciones» Pero como da<»
femos también en el mismo inconveniente^
oUigandolosá componerlo una Lengua ^ que
ignoran, ^olo resta, que lo egecuten, yá sm
c ^con
Carta de un Padre de familias. 175
om sn voz viva , ó yá tomando lugar > y tiem-
po proporcioaada para seguir de cerca un mo«
délo , que los guíe con acierto. La composi^
don de un latb , que salga totalmente de su
capacidad > é ingenio , es preciso reservarla pa-
ra quando se hayan fortificado mas en los es«
tudiosy 6 que las muchas especies, que yá po«
seen de una peftéta latinidad y los provea con
80 abundancia.
V. m. stñot mió 9 podrá conocer mejor que
otfos muchos, pues es su padre , lo que en
orden á esta educación quiero notan Quando
el seik>rito , su hijo , esté en la edad de siete á
ocha años, su resolución de V.m. será sin
duda elegir un Maestro , que sepa con per*
feccíon la Gramática corriente , y que se ex-
plique con claridad* Pero este hombre , que
V. m. vá á introducir con su provisión de re-
glas y i que ilumine un entendimiento, que co-
mienza á descubrirse , entiende del gobierno de
eotendimieÑtos ? conoce las consequencias de
bs primeras impresiones? Ruegole á V.m* que
vea quálep/án á ser las consequencias preci-
as de este método»
' Sea en particular , 6 sea en una Escuela
|to>líca, el niño no oirá otra cosa sino reglas,
7 definiciones horriblemente abstraétas. A la
tristeza de una larga lección sucederá la tris*
teza de una composición" todavía mas larga*
Figúrese V. nou este entendimiento, cuyos pro^
1 7 & Esp:Slae(fIo d^ la N^ufakm^
gresos le son tan amables ^ unas vece» elart»
do en una Sataxis ioiütdigjible , otras aven*
turado en los rodeos de un lúgubre Dicdona^
rio 9 donde no halla lo que busca de nfüdo
ftlguoo , y donde b que encuentra 9 \i me-«
te en un abismo de perplegidades* Si quie*
fe hacer la aplicación á so materia 9 hay taur
tD que obs^var 9 tantos peligros que buift que
el muchacho aun no sabe donde está» La elec^
don del verbo, el modo 9 la V099 el tlem«
p0 9el nombre 9 la persona 9 todo esto deeem?
brc41ado yá 9 todavia no tenemos sino una pa^*
labrai nuevas meditaciones i (%rca de la siguien»
te 9 le ponen en igual consternación 9 de mane*
ra 9 que el pobre niño no vé sino predpiciosi
y apartándose del uno 9 perece, y dá de C9b9^
n en el otro,
cottieqscii» Si el niño no tiene &c¡Udad9 6 es dema*
¿wpifstcio" tódo vivo 9 cómo quiere V. m. que ejecute con
íiVftKi¿aa4 presencia de ánimo , y aplique con sosiego
de entendimiento toda esta menuda división de
preceptos 9 que le turban 9 6 le confunden 9 y
penetran ? Jamás saldrá bien de tami^ laberln«
to 9 y se pasarán seis años 9 6 en trabajar
remando 9 ó en idear medios ^ hurtar et
cuerpo al trabajo. De tres instantes 9 se \i CO**
gerán en fraude los dos; y será mucho 9 d af
fin de los estudios 9 á fuerza de bab^r pídPt
aunque á pesar suyo 9 repetir las mismaj cgsaa
fontal v^ce^i comienM á s9C«r xm composh
.. €loa
Carta de un Padre dé fimiHa¿. 177
don limpia de solecismos ^ y atada á las reglas; -^
jp&co am todo eso hay cien leguas de distancia
^tesde su latín al de los buenos Autores. T con
toda la confinrmidad de ^us ultimas composí*. '
ciones con las teglas de la Qiiamatica'le suce--
derá á ese niño lo que á otios muchos , que
coa un buen fondo de capacidad, y gran pro«
vision de r^ks , saldrá del Colegio sin saber i
húsu De mil personas , que han estudiado , yo
quiero 9 que haya cinquenta, qué puedan ha^
blar con propriedad la lengua , y doscientas que
la entiendan ; y es mucho conceder: y si las
ochocientas restantes, ni la hablan, ni la en-
tienden , cierto , ,que no es por falta de themas,
abo por sobca de pesadumbres, y hastío.
Necesario es, pues, reducir á mayor faci-
lidad la práétíca de los themas , lo qual se ba-
ria componiendo .ú nifk> con frequenda , y por
mocho tiempo , ayudado de la voz viva de sii
Maestro , ó en su ^arto , teniendo por guia
un modelo , de que está llena su fantasía , y
fiescas las especies.
Suppigamos al presente , que el joven , á ct« " de" u«
ouien se le hace sacar la composición desde corapoMcío-
luego, tiene gran facilidad Concedamos tam* rUs , sacadas
• . ^ f . . ^ j I con facilidad**
neo , contra la expenenaa , que todos los ge-
mes tienen bastante paciencia para escuchar
om gusto todas las reglas del libro quarto , y
bastante aptitud para aplicarlas. Todo está yá
hecho : vuestro amado hijo entenderá quan-
Tom.XL Z tos
1 78 EspeSacuJo déla Naturaleza.
tos modelos le propongan y qüantos métodos fe
hagan leer ^ y sabrá ajüstar sus composiciones
con ellos: vapor complaceros á mortificarse^
y á recogerse del todo* V« m. le conducirá de
Aula en Aula 9 y le hará pasar de clase en cla-
se 9 hasta practicar sólidamente las mayores
arduidades, qué se hallan en la Gramática* Sía
duda creerá V. m. que ha ganado mucho: y es»
toe&á lo que los Labradores llaman buena
tierra , y los Arquiteños , y Albafiiles buen ci«
miento* Pero á la verdad se le ha hecho uo
agravio irreparable* No era esta especie de cooi*
posición la que ese niño necesitaba* Este latln^
que ha sacado de su. cabeza, según la direc-
ción de algunas reglas, es un latín ftlso, que
k buelve áciá atrás tanto, quanto camina ade-
lante: y esta seguridad, que le comunica ixtx
largo habito, es solo un resabio nocibo , qiie
será casi imposible quitar*
Notoriamente es una especie de absurdo
abandonar á un niík) la composición de una
lengua, cuyo caraéter, cuya colocación, y
modos particulares de hablar , le ^. ente-
ramente desconocidos* Pedirle buen latín , 69
señalar la paga de una deuda en una casa , que
se sabe está desalquilada : (*^) y quando esto
no obstante pueda llegar á ser regular di kn«^
^age, agenciando para esto las palabras^ se«»
guq
^#) o librar U laoa en U Oreja per<Uda«
Cofta 'de un Vadré de fandlias. 1 79
gan las reglas que le gobiernan , evitará in<^
enrrir en faltas groseras, lo confieso ; pero este
latin á que se acostumbra , es un perpetuo ^^
licisiaoy (^y quanto giasse fbrtífíca ea este
leoguage, que es ef todo de str composición^^
tanto mas se ^leja del' verdadero mso de la ber*^
mosa latinidad* Este piño está precisamente txx
d caso en que se vería un Estrangero, que qiii«
siera aprender el Francés con unaGraniatica, y-
un Diccionario. Yo conocí un Holandés , que'
con tstt socorro enseñaba atrevidamente lá¿
lengua Francesa en su Patria. Pidiósele , que
tradujese en la lengua Francesa el Porttdana
Holandés, ó la descripción de los Puertos , y
Gostasde Mar, que se acababa de relmpri^mir
con addiciones. Es costumbre en las lenguas
del Norte amontonar epítetos, y ponerlos to«
dn^ en fila antes de aquel nombre , ó substanti-
vo á que se refieren. Van* podrá juzgar del bello
gusto de 8u traducción por la letanía de epíte-
tos , ^ue componen solo el titulo ; Z£ nouoeau
2i 2 grand
(**) GéUic^mt es niu frate » 6 régimen particular 4é la Ungaa
f^aaccsa > wk se aparta , b es en algo contrario á las regías de
Gramática 4e las lenguas j ^ idiomas ordinarios. También se lU-«
na Galicismo aquella frase latina , que sieae la construccioa
Francesa mas que la Latina > conservando efrégtmeíi « orden , f
modo de liablar Francés, fisto mismo se entiende á proporción
del HisféuitnM : y asi , dijo un Sabio , hablando de un mal Lati-
no : ^«e bitkli Etf4M en Ldtim » y Lmíh tnBipdM i y respedo
d^ qualquiera otra lengua », se podría también decir esto .: por
cgtmplo: Si onB^á&pV» que M «st^ido eq Francia » 6 vé sos.
escritos , observa en lossu7o^> 6 en sos conversaciones el mo-
¿^ > colocación » 6 alusiones Francesas > se dirá bien , que habla
Español en Francés : cada lengua tiene su caradcr particular > f
para JiahtotU biea t ca «cccwiri» obscrrarle.
iSo Espé&actsló de la Naturakxa.
grand ilhminant flambeau de la fner. Las pa*
labras son. Francesas; paro la colocación Ho«
landesa: éste es un puro Holandés.
Otro caso tengo que durk á V. m. que
parece nacido para la materia de que hablamos.
Dos amigos, que tengo en I/>ndres, me diri-'
gieron , en diversos tiempos , dos Mancebos
viageros , de los quales el uno po sabía una pa«
labra en Francés , y el otro le habia estudiado
en sucasa por mas de seis años á fuerza de the-
mas , y Diccionarios* Procúreles al uno, y al
otro conocimientos , y diversiones , y al cabo
de un año, el primero hablaba con propriedad
el Francés , sus^fra^es eratk ajustadas , y á ex-
cepción de uno , u otro genero en que todavía*
se descuidaba , lo demás todo era muy proprio^
y conforme con el idiolna de Francia* JEi otro
se:l)aYÍa formado para $í una io^ginada lengua
Francesa , que messdaba á cada paso con la pro^
pria: y después de un. año haUaba con Oieooft
propriedad , que el primero. Sus mismo$ estu-
dios le havian impreso en la cabeza una geri«
gonza,que impedía enteramente las ||ppresío^
nes de un buen estilo. Lo que decia mi Joven
Gramático, havia sido mudbas veces compues*-
to , y escrito en su casa , y era un verdadero
galimathías ; (^'*') porque en todas las frases^
aunque conformes á las reglas, dislocaba algu«
ñas
(««; Bsto €s • ana pnm confatioa i «kfctrHIiid > y mbroUo.
Curta de un Padre de familias. iSi
oas palabras , cuya colocación » y orden se pue-
de fijar, sino por medio de la costumbre* Yá
había diez y ocho meses que estaba en París,
quando me dijo un dia al entrar en las Thui-
lerías: Qféevoila un jardín beau , & de bien
taíBes arbres. El Joven y que praétíca el hablar,
y componer después de haber oído un latin po«
To,es cabalmente nuestro primer viagero; y
el que adquirió el habito del latin de los tbe-
mas , es tsít& segundo.
V. m. le advertirá al Joven , que es vicio-
sa la estruélura de su latin ; que el genio de
la lengua Latina muda las palabras , y las co-
loca de otro modo, que se colocan en el idio-
ma Francés; pero á pesar de este aviso salu-
dable , no conoce esta inversión , para la qual
tampoco hay que esperar reglas , pues depe»
de únicamente del gusto , y de la costumbre*
Las busca , y se atormenta ; pero lo que ade>»
lanta , es dejar casi siempre peor colocado lo
que muda. Quiere en fin hablar sin violen-
cia, ó poner en lo que ha compuesto el or-
den sinyi^e , y natural , que tienen en sí sus
ideas : pues este orden gramaticalmente es bue-
no ; pero el ay re de la frase es enteramente
Francesa , y la naturalidad de su lengua mater-
na se le llebará siempre tras sí : con que si
hay un modo át componer estos themas , que
los separe de tales imperfecciones , es claro^
^oe debe ser preferido.
Pe-
I S 2 Fspedtacuh de la Naturakza.
Pero vamos adelante : vé aquí otro inconh
veniente, qiie no se ha notado aún bastan^
te. Sucederá , que entre cien niños haya tres^
6 quatro j que tengan una penetración de en*
tendimiento nñas feliz que los otros ; . éstos
percebírán el gusto , y delicadeza de la estaruc«>
tura > que caraéteriza los Autores , que se les
muestran. Y yo quiero , que á fuerza de me-
ditar , y aun soñar en esto , imiten su estilo,
y se aproximen de todos modos á él. Su tra«-
bajo se verá recompensado. Para estos serán
las distinciones, los premios, y las coronas»
Se esforzarán á emplear , sí es preciso , dos^
ó tres horas en traducir una docena de rea«
piones de su lengua nativa en un latin sopor*
table: será, si V. m. quiere, un verdadero. la^^
tin. Pero dos horas para componer doce ren«
glones,esun medio muy proprio para que
Li eoinpoii. V. m. haga cogitabundo á su hijo. El gusto,
cion del la- que le causa la visoria , le acostumbrará , en
«m por reglas * ^ ^
hace i los ni. el espacio de algunos años , á no hablar oo-
ñof sombríos . i • • • ^ r-\
Y cogicabuii. sa , que salga sm preparativos , y sin afecta*
^^^ cion , y violencia* Y nótese , fuera de ^e , otro
inconveniente , aun mas nocivo : por tres , que
hayan meditado con provecho , quedarán
ochenta , que nada hayan peinado sino delirios,
después de alambicarse los sesos. Digame V. m.
le ruego , composición tan trabajosa saldrá
natural , ó podrá serlo jamás el habito de
medir con un compás todo lo que quiere de*
cir?
Ctrfa de un Vadre de famiUas. 183
cir? No es causa , siguiendo uaa experiencia
bien notoria ^ de que este Joven se halle sieni'-
pre preocupado de reglas , ó de modelos , y fra-
ses, qnando quiera hablar? Siempie distraído
8e embaraza á sí mismo > y en lugar d^ faablari
afeéta^y compone.
Cómo es 9 pues, necesario portarse con los
principiantes para afirmarlos en las reglas, sip
arruinar la dulzura natural , con la pesadez de
las composiciones demasiadamente afeébdas^y
reflejas? El medio es ensenarles desde luego
un numero pequeño de reglas con la voz viva»
y sin libros: y después , haciéndoles tambieii
con su voz viva , que apliquen estas reglas por
medio de algunos renglones de un Autor ia«^
di , que se le hará al principio traducir del latia
á su lengua materna , y luego bol verle de ésta
al latin , siguiendo las mismas reglas* Y aquí
bailamos , como se praítíca en los Colegios , la
Gramática, la composición, y la traducción.
I."* Luego que su hijo de V. m. ha apren- ^^ cramat-
dido á dedínar los nombres, y los pronombres, ca . 6 ],. pril
á conjuga muy bien los verbos regulares , y á
dar efe memoria un numero de nombres , y
verbos irregulares , 6 que tienen inflexiones
diversas del común , y habiéndole hecho co^
piar muchas veces todo esto impreso curio-
samente en paradigmas , (**) yá es tiempo
de enseñarle sus reglas. Entonces muestresele
una
(**) Egemplos»^ modcl«9«
meras reglaa.
T 8 4 Espe&acuk de la Naturalexa.
una hoja botante^ ó sola ^ yá sea impresa , h
yá manuscrita por V. m. ó lo que iserá mejor,
copiada por el mismo niño. En ésta hoja se ha-
(brán juntado cosa de cioquenta egemplos muy
xortoÁ ,.á los qu^bes se pueden reducir las prin-
cipales reglas de las palabras latinas , y aun se
podrían comprehencter en menos : véaqui los
primeros egemplos; !• Müa mens. Malus anh
mus» Cultus ager» Culta novalia. Tenerum grch^
mn. 2« Funus procedió. Séqtdmur. 3 • Rem cnf
nem audies. Audita eloquary &c. Por la como-
xlidad 9 y por la pureza de estos egemplos , se
¡puede colegir cómo deben ser los demás , y de
dónde se han de tomar. Basta uno y ó dos para
^^ ^1^9 y siempre de cosas sensibles. Y se
debe solicitar 9 que el todo no exceda las dos
paginas de una hoja en dozavo. De suerte , que
¿Lmño con sola una mirada vea el fin de sq
tarea, y quede seguro de saber el primer nece-
sario , dando razón de lo que está contenido
en este papeL
En lugar de los egemplos de una felsa,
y baja latinidad con que retumban ^ Escue-
las.poco estimables , ó entregadas á la igni>*
rancia ) tómense los que ofrecen Terencio^ Pbe-
dro y y Cesar , donde quiera que se abra, ó aque-
llos que se escogieron expresamente para el
asunto por Sanchez,(**)ó por Lanceloto. Pero la
Mi«
(**) Francifco Sanchct, llamado coinunmenee el Sr«^#»/t i por
Justo Lypfio MfTcufh > h oifl* de España : y por Sctpio H9tm^
krt Diviu: Véase la Bibliock. 4e D« Nicolás Aacoiiío,
Carta Je un Padre de favilas. 1 8 f
Minerva (♦*) del primero , y las Gramáticas
Griega , y Latina del seguodo , con todas las
demás Gramáticas , aunque sean , si las hay,
mas estimables , no deben servirle sino á V. m*
Tiempo vendrá 9 en que su Alumno se halla-
rá en una edad y en oña amplitud de en-
tendimiento ^ que pueda usarlas , y alternar*
se con V. m. Pero mientras los primeros es-«
todios , ojalá pueda ignorar la infancia ^ ¿ igna«
rarlo por largo tiempo ^ que hay Gramati-^
cas en el mundo. Ks predso , que no co-<
oozca sino sus paradigmas , su hoja bobnte¿
y buenos Autores. l)esaparezcan Im Despau*^
teres , los Bohours , los Bretonneaux , el gran^
de 9 y pequeño método , todos los Gaulyers
ant^uos , modernos , y por venir. Degüellen^
ie 9 y déseles por el sueb á todos los trata^*
dos de la Syntaxis , de partículas , de glosas^
de elegancias 9 de anómalos, de heteroclites, (**)
ó irr^ulares» Fadlitesele la entrada para bue*
O06 Autores , que esta edad no necesita otra
cosa. La práéUca de éstos acabará de ense*
fiarles IcPque les fiílta mas agradable , y mas
prontamente y que lo hacen los cámulos , d
montones de preceptos : y V. m* se los fran«
quéa por sí m&mo , y se los abre , quando
eX menor mal que ^das las otras gergas le
Tom. n. Aa ha-
fM) %^ u ohrft » ^«c le dio iiiAs nombre » j k hixo lUmu
Ééáf9 di hs S¿bi9$,
1 8 6 EspeBtacuh de ta hatufcieta.
harán , será , además de brqmarles él entendi-
miento , y no enseñar líitin á vuestro hijo,
hacer , que todos los libros , que vea en ade-
lante , le parezcan otros' tantos Gaulyers, y
Bohours.
La traducción, . ^^' Quondo yá cstos priflieíos pTepafatl*
y composición.^^ ^.j^^j^ algo ordenados ,. es < necesario
ponerlos éb práélica , af^cando di todo á ua
Autor , que se traduzca del latin en la leo-»»
^a natural , y después se buelva de ésta al \k^
tax. Pero qué Autor quiere V« m. que tomé*
píos ? Le hay acaso tan simple , como requie^
re la necesidad de un niík) ? No están todos fu^
ra de su conocimiento, y alcance ? No será
preciso atenernos á estas frases tan traqueada^?
£• L^íq \;ui sttídes. a. Joannes laborat '- ai
¡ucrandas pecunias. 3 • Vapulo á Praeceptore.
^. Osculot . á matre. 5 , Nicalaus celavit tm
hünc rem. -6, Res , quas doSH sumus d Msh
gistro i Se. JEstos ¿gemplós no son , es ver^
dad , ni muy nobles , ni muy justw , pitincft
pálmente d tercero , y él quarto;: Pero los
Preceptores se han hecho yá á ellos % éste es
6u camino ^ y para ellos una máquina moj
cómoda': mas la facíHdad , que encuentcan ea
desenredar su doñrina , nos tfeberá p^mitir,
que pasemos por encima de] este latin , á ^
vetdad bastante pobre; y contodoeso.foastan-
te bueno para principiantes. ' '
Este razon^imii^to , ^u& a»iega á n^uchos
JPar
4
Coffade unVadre Jefamilioí. 1S7
Padres: , hace un infinito agravio á la sodé*
dad , autorizando una práéUca enteramente
opfuesta al fin de los estudios» Yo be visto rnu^
efaas veces á los. Profesores mas tiábiles , y
á todas las personas de buen gusto lamentar^
como cosa deplorable 9 él que la infancia
ae abandonase de este modo á Precepto*
íes ^ y Maestfos , que no saben , ó no quie-»
ren^saber sino reglas , y que todo lo reducen
i ellas. Qoantos han mirado con alguna aten-
ción este desorden , convienen en que es ne-
eesario , que no se dejen las primeras reglas,
poes acuitan la inteligencia de los Autores;
pero se afligen de ver sacrificar el gu^to de
éstos > y la colocación verdadera de la lengua
á la adquisición , y memoria de las reglas^
En e&éto , la juventud se exercita quatro , 6
cinco años seguidos en componer latin , si-
guiendd modelos falsos 9 y se le permite co-
munmente echar todas sus frases en la tur-
quesa de la lengua patricia ; sirva de testigo
esto t^oarntes ^ qtd labarat ad lucrandas pe--
cumias. Í^Motros nos acordamos de haber pa-
sado por el mismo método , y nos podemos ^^^ pr¡,rerw
acordar por una parte de quántas amarguras impresiones
costaron a los que aprovechaban poco en él; más ser i^auas.
y por otra parte, quánto mayores hubieran
sido los adelantamientos , y quánto mas pron-
tos, sí d primer latín , que se les hizo com-
poner y y traducir , no hubiera sido tan vi-
^ Aa a ció*
/
'i88 Espe&acuk de la Naturaleza.
cioso. Naturalmente retenemos mejor lo que
aprendemos en la infancia* Pues qué especie
de injusticia no será habituar á los nifíos á un
lenguage , que es necesario arrancarle después
de la cabeza? (a)
Qué pensaría Vi m. de un Espafíol , que
queriendo , que aprendiese el idioma Fran*
cés un hijo suyo y dijese : El lenguage Parif
cíense es muy alto para un niño. Empezaré*
mos, ejercitándole dos años largos en algu<
na Aldea de Limosin. El primer Maestro
de qualquiera Escuela que se halle ^ le basta-
rá. De alli le pasaré á las vecindades de Or-
leans , en que se habla un poco mejor. T
quando de este modo fuere adelantando de gra-
do en grado, le Uebaré á la Corte ^^en que
«e habla con toda perfección. Es cosa eviden-
te y que lo que ¿febe ejecutar por el contra-
fio , es Uebar al Joven Español á París desde
luego , ü á Versalles , en donde no oyendo
otra cosa , sino lo que es mas proprio en la
lengua , la sabrá desde luego con cultural quan-
do tomando ese otro método , se%rá á ex-
poner con evidencia á mil trabajos , para qui-
tarle los hábitos , y resabios , que contrajo.
A cada paso sacará términos de Limosin , la
co-
(a) Natura tetMcissifni sumus ecrum quae n^
iibusannis ptr9ipifnus.^mn asntescat ergo{Puer)
ne dum infans quidem est , sermoni , quf dedis^^
iendus rít. QuintilíaOt lib. i. cap. i. y^ ¡
Gnrta de un Padre de Familias. i S9
colocación será limosiiía , y Límosíoa tam-
bién la pronunciación»
No se diga , pues , de modo alguno , que
es menester atender en esta materia á la debil¿-
úad de la infancia. La debilidad es derta ; pe»
4t> no autoriza y para que se la obligue á pa-
sar por un mal latin , y que por este me*
dio llegue después á otro bueno : nada se la
fecilíta, haciéndola empezar por la barbarie
pues lo que es falso 9 y vicioso y no puede
ser escalón para subir á lo justo , y verda«
dero« La condescendencia necesaria con lo
endeble de la niñez consiste en no • propo*
nerlede una vez sino un corto numero de
palabras. Pero estas palabras deben ser bue«-
fias , y colocadas con gusto. Una madre dé
ñimiUas no carga á sus hijos de discursos muy
largos 9 ni de harengas muy seguidas. Menos
les propondrá las reglas de Vaugelas , 6 de
Bobours : i*"^ no la entenderían sus hijos:
contentase, pues, con quatro , ó dnco dic^
dones juntas , dirigiéndoselas á ellos : estas
falabra;» serán proprias , colocadas según d
gusto de la Nación , y bien articuladas. Sea,
pues , para el Castellano , ó sea para el Latin,
es absolutamente preciso , que las primeras im«
presiones sean ajustadas , y que jamás baya
necesidad de suplirlas, 6 reformiarlas con otras.
En
t**> VeAse el Diccionario de Mtrcri > palabra Vaugelas « ^.
T90 Espe^aúuloae:laN(^ura!^xa^.
£n la exten^OQ desluces ^ de que los juzga
capaces » puede haber difereotes. grados; pero
en la propriedád no' bay mas i y menos , y
todo quantaha.Uegado á los oídos del níño^
desde que entró en lá Escuela- , hasta que sa!«
k de los estudios y debe ser proprio ^ y tx*
presivo. La propríedad > y la colocación de
los términos para la lengua > es lo que el man-
tenimienta para la sai^' ^ y la vida* Alimen-
tos hay maft , 6 menos fíiertes ; y es cierto,
qne no todo estomago es apto para digerir
qualqniera especie de viandas ; pero como quie-
ra , npnca debe «ntrar^ en él alguna , que no
sea saludable. Nuestros primónos Maestros y coa
4oB rudimentos en que pos imbuyen , y coa
los egemplos , que tienen siempre á mano^
vierten en él entendimiento de los nifíos una
especie deveneoo/^ de modo y que habrá no
poco trabajo en atajar las consequencias , y ea
impedir sus malos efeoos.
La impropriedad de los egemplos se vé
seguida de otro desorden , tanto mas perjudi-
cial y quanto Id vemos durar tres , ^ quatio
años , y aun. masj Es , pnes , sujetar á la ju«
ventud á que traduzca qualquier libro impreso^
y le vaya poniendo en latín. Esto le vá in-
sensiblemente introduciendo una colocación
del todo semejante á la propria , y natural de
su lengua. Quando , por egemplo , en la len-
gua Francesa encuentra V. m. la partícula on^
^la
Carta de un Vaáre defmAlias^ 191
la partfeula que ji^ los fioseMvos san 9 sa^ ,ses^
&c. trocará la aSávñ en paiívs ^ y pas^r^ sin
embarazo adelante : V.m. t6ndr4.s¿i9^i;ite
precaixion ; pero el xúrio jamás pone dos paf
•iahras latinas , síq observar al punta I9 estfuc^-
tura de .las dos palabras Ftanceías , que le
-guían , sea :para dejarlas en latiú con^l mismo
orden , si el método no se opone ^ ^ sea parn
bacer solamente una mutación muy leve , sí
d método se lo ordena. £1 genio de la len*
•gua natural, presicje á todas las operaciones*
£1 mucbaciio aprenderá ^i1 tres años veinte
i:osas 9 en que no se goléeme por su lengtia
nativa OÍ: un todo; pero le quedan aiui mas
«de mil en ^que . se d^a üehar dé la ei^ce$ioQ
natural, que*fcurles)gua.fo inspira t en qoé edfld
llegará á saber ?'Quanto mas se radica en I9
prádica de su método , tantp mas se le sepá^
^ra del dso ahti^w, y dei^ buen latín : ñiei[a
9¡t los vantÉ tík ;tréiata ¿rticulps á que se es^
hiende toda la peopriedad de .sa wUo , b^i^ir
poñdoo-ilátina sigue la patria;», lo qu»l:l)aQeb
^e d ruó llebe un estílo entódo , y porto-
-dosemgante-áéste;yM»q^if.>^ qtíi ¡O^mst'ú^
^Jucmndatn pecMam^' ' . - ' ^ .
1 Si estafriaatoes iia. apaíecín tod^v»: der Jxf^i 2
monsfratitas , ved aqui un principio ^o, p^ ^w«*
jra esffircir. mas luz eaesta 'materia* la ktt-
-gioMr ^gme ia\ cenáki^n} éel/Mowr^ asi ^^d que
*€9 áhwloiamcn^tsoidQr de oacuitt9nilO;(e&pf«r
a-
r
i9i E^éSiacuh de la Naturakssa.
riso que sea mudo-: con que por conseqnen^
tía no podtá 6l lenguage dejar de ser defeo
tuoso I si el crfdo esiubiere hecho á malas co«
locaciones. Juzgue V. m. por aqui los peligros
i que se hallará expuesta ki infancia ^ esparcír
da en Escuelas libres , y ún régimen.
Lo natural era , que se la egercitase ^ em-
pezando con la pequeña Historia Sagrada de
Severo Sulpicío , ó con d Compendio liecho
por Aurelio Viélor , quitándole lo que no es
suyo. Debríase continuar y tomando de Cor*
nelio Nepote , del Cesar > ó de otros buenos
Escritores algunos pedazos ^ ó pasages , que
sean lo que fueren , traben consigo siempre un
estilo simplidsimo , y una perfeSa latinidad^
sin dislocar Jamás cosa alguna. Pero la mayor
parte de los Maestros egercitan á los princi*
plantes en frases , que juzgan de maravillosa
utilidad f porque son , dicen los tales , hechas
expresamente para la infancia. Nosotros los
creemos capaces i estos Maestros de mejor com»
posición ; y asi , no lloramos aquí su talen*
to 9 sino la demasiada indulgencia dtn que s»
primen la bu^na latinidad. Ea efeéto estas fra-
ses están mas lejos del vetdadero latin y que
vMenguage de las Aldeas lo está del de la
Corte 9 y aun del de qualquíera Ciudad: el
genio y y el fondo de la lengua Española se
hallará en los campos ; pero quien es con to*
tío eso. di yecíQ0»aua elmas simple deMa^
«drid.
Qírta ds un Tadte defamiÜas. 193
éid , que emhíe su hip á la abuela á un Villa-
ge , 6 Aldea de qualquiefa oira Provincia , para
qiie apreodaá leer , hablar Castellano , y á dis*
poner una carta?
Otros creen, que obran con mucha mas
pnKkocia , haciéndoles traducir á los niños
desde luego historias , sacadas del latin de la
Vidgata ; pero si se los quiere imponer en los
mas bellos ra^os de la Historia Santa , ó en
las máximas de Salomón 9 y del Eclesiástico, es
mejor hacerseb leer en alguna otra |iarte 9 dis*
tiiita C^) de la Vulgata 9 la qual no nos fue
dada para enseñamos d orden 9 y colocación
dd latín.
No faltan a%unos 9 que juntando á los ru«
duaeotos comunes ciertas historias 9 sacadas
de los Autores profanos , truecan elorden de
la firase latina 9 y añaden algunos preceptos
de la Moral : pero muchas veces estos pre«
ceptos son largos 9 y la relación sobre que re-
caen muy breve 9 b qual es cosa fuera de to-
da razon« El latin de la Moral no puede de-
jvde S(^so^echo80 9 siendo moderno 9 y el
de la historia 9 en perdiendo su primera dis-
po^cion 9 y ^ntaxis ^ perdió el sabor : yá no
eslatin.
Después de estos preparativos roas pro*
(rios para corromper 9 en razón de latinidad,
TmiuXL Bb los
(**) U Flaacés » j d Italia no dUco • ^«c o mejor hacérselo
iCcrcBiiM cradttccioA Fraaccst.
194 Espe&aculo de la Naturaleza.
los oídos , que para formarlos y se praétíca ha»
cer traducir todos los días algunos renglones
de un Autor antiguo , lo qual es el egerci*
cío mas provechoso que hay ; pero por des-
gracia es el mas corto , y aun parece que
se hace estudio de impedir el buen efedo,
pasando á lo que se llama construcción del La*
m1i\"oViírur ^ÍD- Esto realmente no es sino la destrucción,
lín" M ai i* P"^ construyendo , como se construye , se le
jiarít. disloca el Latió ^ y se le Ueba palabra por pala*
bra al genio , y á la estruéhira de nuestra Len-
gua materna» No bastaría notar el objeto de
que se habla, y el verbo , que expresa el juicio^
que se formó , sin tocar en lo demás ? Há-
gase 9 que luego correspondan las palabras cas-
tellanas á las latinas ; pero sin quitar éstas de
su lugan £1 niño se reirá del desorden de la
lengua natural 4 pero pondrá al punto después
cada pieza en d lugar que le toca. Este pe-
queño trabajo (^geraita jsu juicio , y no se re*
cele por esto ^ que se pervierta su lengua na-
tural , pues la colocación de ésta le es muy
familiar ^ para que se descuide en qj^. El ni-
ño encuentra en el Español otros tantos Maes-
tros , como son las personas con quienes tra«
ta : en todas partes oye un Cattellaoo pérfbc*
to , y al contrario 9 un poco de Latin puro,
que llega á sus oídos cada dia ^ se vé puesto
al punto en tormento , y en un estado in-
fapázde conocerle. Una Lengua no consiste
Carta de un Padre ikfamiUas. 195
soló en las palabras ^ sino que consta princi-
palmente de su estruétura propría , y natural.
Es indiferente decir un blanco pomelo y 6
un panueh blanco ? De estos dos modos iguala
meóte confimnes á ks reglas de la Syntaxis^ pe-
ro qae d uno será proprio de una AldÉr , y el
otro proprio de la Cbrte» V.m. hará , queoy-
ga siempre éste y y jamás el otro* Cómo , pues»
querrá imprimir en la cabeza de su byo una
idea justadeIacoIocadoodeAthenas,6deRo->
ma adámente 9 si fimna una ley de descompo-
nerla ^ destruir su naturaleza > y de hacerla ri-
dicula j lu^o al punto que aparece ?Este L»-
tin quecb semejante á una naranja , que pasó
por analysis quinsica ; no hay yá aquel espíritu,
que hairiá : después de la operación no resta^
ni naranja , ni latín.
A la descomposición del latín sucede otra
prédica todavía nuis peroidosa 9 y es , com-
p(Mier themaa j según las reglas dadas » en lu*
gar de sacar una composición con la voz vi-
va > 6 por escrito» siguiendo el latín de un
éxcelen^ Autor 9 que se acaba de traducir»
y cuyo estila se budve á llamar á. la lengua»
ó á la pUmuu Quién no lamentará aquí la
mitsxít infeliz de la infancia % La mayor per-
fección y que se e^ra de su trabajo , es lle-
gar después de quatro » 6 cinco años á nosa-*
car scrfecismos en el patanmno de sus themas.
Todos los días se emplea infinito tiempo en
Bb 2 mos^
19 & Éspe&aculo de la Naturakxa.
mostrarle por todos los caminos las faltas,
que ha hecho contra las re^as : cada falta
Ueba una cruz , y el pobre niño las Ueba to-
das , pues se pregonan , y burlan sus defeo*
tos. Para aumento de esta miseria , después de
haber ocupado muchas horas seguidas en la
composición de su proprio latín y y en refle-
xionar atentamente un lenguage tan' lasti-
moso , se vé obligado á escuchar tranquila»
mente los solecismos, y los barbaríamos de otra
Y yé aquí sus oídos golpeados oontinuamente
de un lenguage rustico , é intratable. Todo
quanto llega á ellos por espacio de quatro , ó
dncQ años seguidos ^ es sediente lo que j^
más había de oír.
Este método viene á parecerse al de cierto
frtqfíactmcn. Cabalkro , que creía ensefíar maravillosamente
*íe'barbTrÍ*'*'^^"'^J°^ la LeuguaFrancésa^haciendo hablar de-
lante de él á todos los nifíos de hs Aldeas veci-
nas , advirtiendole , que todo aquello- era cotitra
b lengua , y contra la prommciaciixi. £1 mu-
chacho , que no tenia en sus oídos sino im«*
presiones barbaras , sonidos rústicos^ y fhisea
ridiculas I las contrahacía con eminencia^ Qy-
piaba con naturalidad á todos Mos pequeños
paisanos , é imprimía muy bien en su me-
moria la algaravía de su crianza. Lo que me-
nos tomaba en la boca era su misma lengua.
Sin duda y que ignoraba este Caballero , que
po se aprende la música , ni las lenguas oyen-
do
Carta de un Fadre de familias. 197
do malos sonidos , y peores composiciones.
El tbema , que como yá conegído á su Fakj cesrum
modo , di6hi el Maestro • no reéUiíca • ni re- !!'lí* í*™*'
' ' ' corregidos.
media el mal > pues todo su mérito está en
ser una composición escrupulosamente confor-
me á las reglas. La causa es por haberse pues*
to cuidado en extenuar , ó bajar obligante*
mente la latinidad en fiívor de la edad ; y asi,
sale un latín todavía falto , y de pernicioso
eg^mplo : y hablando con puridad , es para
los oídos una nueva herida , que se mira con
respeto.
Vé aqui , según todo esto 9 una serie suma-
mente larga de impreaonessin propriedad, mas
aptas pata corromper los oídos , que para for-
marlos. Esta obra de arruinar el oído , se acaba
dé ejecutar ^ y acaso sin remedio , con la bajá la-
tinidad de dos años de cierta Philosophia , que
se usa. En vano, me dirán^se habrán podido re-
formar los oídos 9 y perfeccionarse, escuchara
áo la Rbetorica de un Hersán , 6 de un Tur-
nébe. (a) £1 hijo de un Oficial , que está hecho
al lengt^ge popular ^ no se reforma por haber
oído algunas veces i Bourdalu , ó á Masillon ; oi
un joven , cuyo mérito é^i todo en haber sido
fiel á las reglas en las cortas composiciones, que
sacó , podrá , como de un sako , corregirlo
todo con escuchar las lecciones de un Juven-
cio>
(a) Dof celebres profesores de ta UiiivcrsMa<l^ de Firífe.
198 Espe&acufo ck la Naturaítía^
cío , de un Le Beau , ó de un Crevien A
pesar de la bondad de los socx)rras de estos
excelentes Maestros , su oído , por ser socor*
ros pasageros , le llebará siempre » por egem-
plo , al galticisaia , 6 á alguna colocacíoa
viciosa , á causa de estar sin oomporadon mas
habituado á esta corrupción , que á lo mas pu-
ro ^ y correólo. Se fiítígarán repitiéndole á es-
te joven , que yá es tiempo de que buelva
sobre sí el buen gusto ^ y que yá en fio es
preciso renunciar aquel estilo aniñado ^ en que
estubo tantos años. El entendimiento recono*
cera la necesidad ; pero el oído , hecho al mal,
está viciado , y ^qui todo ^ todo , depende del
oído.
Dos son las ventajas , que se hanpreten*
dido sacar del establecimiento ^ y (»den de
los estudios públicos ; es á saber , poner á la
mayor aparte de los jóvenes concurrentes en
estado de entender por lo menos los mejo«
res Autores de la antigüedad , y hacer , que
los niños de genio mas elevado lleguen á
imitarlos , hablando con grada , y^scrihien-
do con dignidad. Pero la desgracia está en
que la inversión &tal de los egerctcios , que
acabamos de ver , arruina estos dos bienes;
y si el mal se disminuye , ó se repara en al-
gunos , es por la aplicación infatigable de los
Maestros juiciosos , que se dedican , no sola*
mente i hacer traducir , sino también á que
Carta de un Padre de familias. 199
je penetre lo mas perfe¿to que se halla en
la antigüedad , y á no arriesgar composición
alguna , que no siga en algún modelo los ras-
gos tirados por los Antiguos. Y si algunos
bombies de poca autoridad 9 á pesar de quan«
to reclaman continuadamente contra su mé«
todo los Profesores mas sensatos , han intn>-
ducido en los primeros estudios rubricas , que
arruinan , ó alteran los buenos efedos ^ su
opinión mal nos servirá de ley. El amor pa-
terno se pone alerta , y se lastima de ver Ue-
bar á la juventud por caminos , que no la
eonducen al fin , que se {mtende ; y del mis-
mo modo que no entregaremos nuestros hi-
jos, en sus últimos estudios 9 sino al gobier-
no de los mejores Maestros , remediemos ^ si
es posiUe^ el desorden de los primeros, por-^
que si estos no son , como conviene , 6 des-^
truyen de antemano , 6 retardan por lo me-
nos el efeSo de los ¿guientes. Algunos Ami-
gos de M. RoUin le hicieron en sus últimos
años ^ que notase la insuficiencia de los ru«*
dimentos^omunes « y de las palabras , saca--
das de la Yulgata para este e&éto , como de
qualquier otro latín 9 á quien se haya quita-
do la inversión 9 y colocación nativa. Y asi,
aconsejaba , aun mas eficazmente 9 que lo eje-
cuta en sus Tratados 9 que se diese siempre
principios por egemplos escogidos en los me-
jores Autores. En fin , en su ultimo Trata->
do,
a co EspeSlacuh de la NatufakzA
do , que es el del estudio de las señoritas,
hablando del que deben hacer en las lenguas,
truncó la palabra , y suprimió la composición
de los themas , como (Juien conocía muy hiea
lo largo que es este método , lo ridicu*
lo , y lo inútil. Tanto estos deseos , como
los mejores avisos de M. Le Fevre , de M.
Arnauld , y de M. Duguet se pueden redo*
dr á las quatro , ó cinco precauciones , que
se siguen,
precaucioncí j a Reuulr ctt una hoja un numero su-
neccsarias. .
ficiente de eg^mplos muy cortos , pero siem«
pre puros , y sacados de buenas Autores , pa-
ra explicar con la viva voz los primeros prin-*
cipios , sin mostrar á los niños mas Gramas-
tica que esta hoja , y júntense los paradigmas
de nombres , y verbos regulares , é irregu-
lares.
a.^ No recurrir i egemplo trivial j ó in-
ventado 9 ni á latinidad alguna » sino solo hacec
traducir lo mas simple , que se halle en los Au-
tores 9 aplicando frequentemente á las partes es-
cogidas las reglas fiíciles, ysinlasq[^les nose
pu^ pasar.
3.* No quitar del lugar ^ que tienen loa
términos de las frases latinas , que se han tra-
ducido, sino solamente hacer notar la per-
sona , que entra en la oración , y el verbo
principal en que estriva el pensamiento , que
ae enuncia : después leer una 1 y otra vez la
mifi-
Citta de un Vadre défanüUdi. 10 1
misma frase Utína, según la perfeéla integri-^
dad que tiene 9 para que de esit modo se co-
nozca , y tome el gusto al iorno 9 6 coloca-
don natural.
4.'' No hacer componer tbenáa alguno,
sea con la voz. viva » y repentinamente , 6
sea con la pluma en la manó^ 7 á solas^ sino
con el auxilio de un modelo agradable , y de
un latin castigado , y puro 9 que se haya ex«(
pilcado el mismo dia^ ó poco antes de b com-
posición.
5.'' No d^r composición 9 por mas cor-*
leg^ que parezca» que no sea tomada en
obra de buenos siglos. El método para el
Idioma Griego 9 será el mismo que para el
LttÍDO.
De esta manera todo viene á ser fácil,
y s^ro 9 sea que se egercite un niño en
componer repentinamente 9 y con la voz vi-
va ctespoes de haber escuchado un latin per-
idStOy6 sea que se le diéte el Castellano de
aquello mismo 9 que acabó de traducir , pa-
ra hacexftio bolver al latin con sosiego 9 y
á sos solas. La necesidad 9 que tiene el mu-
chacho de este texto 9 y la comodidad 9 que
halla en él9 le hace mas cuidadoso 9 y mas
atento. Todo quanto retiene 9 le sirve de guia;
d uso continuado afirma sus pasos 9 y nada
le expone á peligro. Si alguna vez se descui-
da por ana 9 d por otra parte 9 en ordea á
f ofn. J7« Ce la
30 1 Espe&acuh de la NcAuraJeíUU
la estruétura, las reglas, que yá sabe, le di«
rigen. Si se aleja de la colocación , que pi-
de de la bu^na latinidad, el modélp que tiene
en su entendimiento, le buelve al camino ver*
dadero. Y si con todas estas prevenciones, y
ayudas se halla algún defeSo ,> ó contra las
reglas ',6 contra la justa inversioD ^^ las dic-
ciones , se le pone otra vez delainte de los ojos
el modelo á que faltó* El Maestro decide aquí
con una total certidumbre, y en lugar de per-
vertir el gusto de su Discípulo con las compOf
sidones, dispuestas á su modo, en queno{x>-
drá ser sino muy dudoso el acierto , tiene di
placer de ser infalible en todo el orden, y co«*
locación , que pide el lenguage. que enseña , y
de quien hace el elogio con seguridad de con^
ciencia.
Para justificar esta idea , basta notar , que
todo el Griego puro , y el puro Latín , que nos
queda , se contiene en los Autores buenos: es«^
tos son aquellos buenos hombres de la antigua
Roma , y de la antigua Atfaenas , de quienes
podemos fiar en esta parte , y con q Acnés po^
demos conversar para aprender su lengua ; y
un Maestro inteligente conocerá siempre, me-*
jor que el que no lo sea tanto , que escucfaacr^-
do este lenguage , adelantarán sus Disdptdos
mas seguramente , que escuchando eUuyo.
Es cosa inútil examinar aq^i la qnestion^
de si los Romanos eo sus^ C9aTersaciones &«-
Ccorta (k un Padre de familias, aoj
miliares dejaban la inversión de las palabras^ co
mo la bailamos nosotros en todos sns escritos
incoacüsámeoee» Nuestro fin .es entender estos
escritos 9 y después imitólos ; acxBOimbrémos
ios (^dos á su» modos de explicarse , princí^
en las primeras impresiones : y guar*
de emplear mudx» años en golpeap-
los con uña coíocadon de voces, y de idéas^
que no sea todo de aquella venerable antigüe»
dad* Bsto no esdecir^qne nosotros hayamos de
empezar á. enseñar á los niños desde luego con
periodos, quadrados. (^ Haremos elección de
aquello mas simple , que podamos : encontrar^
perodsntrode esta sencillez , que se busca, bay
un gusto^ y una harmonía, que debe ser in viola«
blef y ved aquí lalmgua de los Autores» £1 oído
se hará i esto , Como el de una señorita, á quien
V» m. pusiera en Londres , en lugar de ponerla
en San Germán de Laya, (^*) que poco á po-
co se haría dueña de aquella colocación Ingle-
sa, que hallaría alterada en San Germán : y
bieD Igos de que le fuese necesario dislocar
las palahAs Inglesas , haciéndolas correspon-
der escrupulosamente á la colocación de su len^
gua ^ no lo ejecuta , porque la inversión con»
riBoadacon que escucha las íiases Inglesas , la
a ha«
(*«) Ü orceionefl ¿t quiltro micmbrof s pttCf M catifodeii mil*
iho mejor qnaoto.mas breves.
(**) eitt«i4 de U Isla de FraocU.
904 Esp^acuío de la NaturúJexa^
hace mas ímpredoa , á fuerza 4e ser éstas las
que solamente oye.
Como quiera , es excelente ventaja para ha-
blar bien una lengua , no oír jamás á poraona^
qjue la hable mal , y hallarse en prc^rcíon de
escuchar con frequenda á quien hable bien : y
•yo me atrevo á decir ^ que los Maestros hablan
nal el latín siempre que lecastellanisan^yqué
«>lé hablan jamás bien y sino quando le dejan
enteramente con su propria colocación. El bien
del oído y que se quiere acostumbrar al Latín,
pide 9 que nunca se toque á la inversión : esta
es una cosa t sagrada.
Pero 'no basta que el oído 9 y la imag¡«
nación estén acostumbrados ; es también pre*
ciso 9 que la lengua poco d poco se vaya
ensayando 9 y que como un Parisiense habla
bien el Parisiense , siguiendo á aquellps , qué
a. Medio pa- «^Q ^^ rcdedor de él , asi el joven Disd^
blcn'^Ena^en- "P"^^ * despucs dc haber oído á Terencio , y
gaa, hablar Cíceróu , habla como eti tumo despues dc eUo8|
cfr'^r^otros! y exaéiaménte como dios. Las laigoas na ise
2um b?€ii.*** aprenden sino con el uso, y priilKpálmen-
-te con el buen uso. Busquemos , pues , en
el ^tudio de el Griego , y de el Latín lo que
nos puede .. acercar á este buen uso con la ma^
-yor prontitud. Será^te, por ventura , estar cin«
-co , ó seis años seguidos escribiendo thema^
que se dicen corregidos ^ sin ser siquiera la-
tín?
Carta áe un Vaére de famUas. 205
tío ? Será el ensuciar los oídos y escuchando dos
boras enteras las monstruosas faltas y que hor*
roiguean , y se cruzan en los themas ? Será
guardar un álencio inviolable en orden al la^
tin , que se vá á aprender, y no hablarle sino
con una pluma mal conada y y después de una
4arga meditack)n ? No , no se puede apren^
der por estos medios y sino á liablar mal , ta^
.tamudear , 6 guardar un vergonzoso silencia
Haga V. m. lo que se hace en todo el Mtin»
dO) quando se trata de instruirse en alguna
Lengua« H^,que su hijo oiga desde luego
aquel lenguage, que hablaban los Ciudada-
nos dr Roma; y que los s^ en oyéndolos.
Si riñen, si se saludan y si relatan y ó forman
algún razonamiento y que el nifk> refiera coa
sus proprios términos los debates y las forma-
^de su cortesía , sus relaciones , 6 razona*
•alientos. Que Phedro le cuente ál nifío una
•&bula divertí , y luego que la haya enten*
dido, y gustado de ella, la repetirá Belmen-
te á su^ Bidre , al principio en su lengua na^
tiva par;Jl6Cár asegurado del orden de las ideas,
.y yá no queda sino un solo paso que dar ; y es,
jqne la diga en latín, sin saberla de memoria,
4]ue él la Ik^afá á saber. ExpUquele V. m. 1^
•Scena üe la Andria , en que Simón declara
á Sosia su liberto : C^^) la causa que. tiene par
ra
' C*^) Ter&Kius And. a&vs ^imi Sxnáftimd^
3o6 Espe&acuh de Ja Naturailezcu
ta fingir el que quiere casar á su hijo : y cfes*
pues la otra Scena , (**) en que el viejo Simoa
amenaza á Davo^ que le embiará todo el res«-
to de sus diasé andar Ja piedra de una tahona^
si trama algo contra el proyeéto y ó idea de
este casamiento. Su Discípulo de V. m. no per-
derá una palabra. Inti^udd después al viage-
ro Menegmo , que .riñe , y Uega á las manos
con los domésticos' de su hermano mellizo,
porique le tubieron por su mismo Señor ; y
después de rdtseel mño á carcajadasy le dirá
á V. m. todo el caso con un latin tan puro, co«
ffio lo Ihzo Planto ¿ ó si al principio tropieza,
mudará semblante felÉs su lenguage dentro de
bien pocos meses, y no pasarán muchos , sin
que tome un nuevo ayre de firmeza , y solidez,
•¿a naturalidad , y jA gusto, de estos dialc^^
■harán seguramente , que los bueUba mny bien
€n su propria lengna , isigmeridola luego el la-
tín. Quiere V. nu no haUar sino Moral , Gra^
matica^ó Eloquencia? De quantos se hallaa
ptesentes , los dos tercios .noe^áo .allí , y los
que atienden se cansan de escuchafl^ aunqoe
ae hable con un estilo clausulado , y sublime;
Tómase el partido dé cif»tarles la atencfoa
{x>r medio del placer? Todbsse ponen aten-
tos: todos hablarán , y lo ejecutúán con n^
turaljdad*
Yo
Carta de un Padre de famlias. 107
Yo convengo , me dirá V. tcu en que los
objetos de suyo divertidos y manejados de un
modo familiar , y Uano , embelesan á la in*
fimda 9 y la ensanchan el corazón* Si se la
habitúa con tiempo á poner al punto en la-
tín las mismas cosas , lo ejecutará término
por término , y colocación por colocación^
Bien presto vendrá á ser para el nífk> un pu«
fo juego , pero juego muy útil 9 que le hará sin
tardanza , ni trabajo adquirir habito del mas
hermoso latió , y aquel ayre de liberal 9 y
expedición ^ que cara¿lefiza el estilo de la con-
versación familiar. Todo esto es cierto ; pero
por de^^cia nuestra los Autores mas á pro-
txidto para producir este buen efeélo , están
sembradas de pelaros para las buenas costnm*
bres : y Planto, que es todavia mas vivo , y
mas festivo que Terencio, monifica^á cada
pa^ el buen gusto con dooayre^, y truhaner
-rías 9 i}ue secamente son del caso para hacer, reir
-al pueblo mas iofímo , 6 á mosqueteros sío
*jmcio« V, m. sabe moy bien quánto se qu^jabft
Horacio. #
No obstante todo etto, es tan dificU ^cx)r
*mo necesario 9 el pasar ^sin dafk) por enct-
ma de estsos dos peligros ^ y hacer
los. primeros estudios , no per^^idicando
i la piedad ,- ni al buen gusto» No ti
Jos que enseñan toda Ja . : aniciguedad á: su
posición?. No' son dueñas' de cxtrabei^'de óor^
tai
Tenemos to-
dos los %%•
corros nece-
sarios pasa
caminar sin
ao8 EípeSíacuhde la Nafuraksiaw
tar , y de unir las (oezas elegidas como juz«
garen conveniente ^ según la necesidad ac^-
tual de sus Discípulos? Provisiones tienen en
abundancia , y provisiones excelentes. Hermo*
sos rasgos en la Historia , Diálogos gustosos^
y Scenas llenas de pinturas agradables : todo
es suyo , solo les falta elegir. Si no se. baHan
impresas separadamente aquellas partes , que
juzgan conducentes , no las pueden hacer im«
primir, según necesiten , ó didarlas, con mas
utilidad que los themas de su Composición!
Los niños se enterarán todavía mejor de aque^
Uo , que escribieron por sí mismos y y se au«
mentará su facilidad y como se aumenta su gas-
to. Multipliqúense 9 pues., recitados agrada-
bles: póngase consecutivamente bastante na«
mero de Scenas, yá de Plauto , y yá de Te-
rencío, con que se forme un z&o honesto^
pero seguido ; porque tanto mas seguro est^
fá d Maestro de atraber y y formar el ea-
tendimieneo del niiVo ^ quánto la acción fue-
te mas seguida , ¿ interesante : para, compo-
ner un año completo y y divertida y no son
necesarias algunas veces sino; tres > d quatro
Scenas. Mucho mejor es anie^ar el que en-
seña algunas costuras proprías , y tal qual plie*-
gue á su modo , como todo el resto sea un
latín exquisito y que dejar de ejercitar á la
faermosa juventud en d gusto dd Dialogo
antiguo I tan proprio para omunicar al estUo
. nn
Qtrta de un Padre de familias. 209
nñ caraAer natural para apartar de su enten*
dimiento et espíritu de agudeza , y para dis^
pertar los estudios por medio de una diver-'
sion racional
El M^^tro mismo se puede perfecdooar^
y ocupar con gusto en el discernimiento da
estas partes , que elige como mas aptas para
ibrmar el estilo de los jóvenes: él tiene en stf
mano el allegar tbesoros proprios de su eleo
don 9 ¿ el servirse de lo que halla trabajado yá
por otros. Un Literato acaba de imprimir en
París (a) muchos tomos de extractos y sacados
con esta mira. El primero tiene al príndpio la
excelente historia de Severo Sulpido , y otras
oompiladones históricas , sacadas de los mas
simples Autores. Los extrados siguientes van
subiendo por su grado. El tomo segundo es una
cdecdon de los lugares mas apreciablesde Poe-
tas escogidos, y contiene entre otras piezas has-
ta treinta drammas pequeños, sacados de un to-
do de Terencio, y Plauto. La acción está tro*
cada 9 y el motivo se conoce muy bien. Estas
acdones.^ acaban algunas veces con algún g>
nero de dureza : pero en dónde está el peli«
gro? El que las saca á luz ha querido mas
pasar por endma de esta imperfección , que
añadir suplemeiitos á su modo. Para facilitar
TanuXL Dd en
(a) Latini sermanis exemplaria é Scriptorihus pro^
hatisims. A París cbez ks freres Guerio , &c.
9 10 Espe^ácuh de la N^uriúeM.
en todas partes la leétura ^ aun en el paseo mis-
mo , vienen estos estraétos acompañados de un
comentario á proposito con la explicación de
los términos. Yo no he visto hasta aora obra
mejol* hecha que esta recopilación ^ tanto para
la utilidad de los, principiantes >, como de los
Maestros jóvenes , y aun de las personas hoa*
radas, qué quieren, ó* bolver csobre sus estu-
dio6 , h solamente divertirse en las buenas le«
tras sin preparativos particulares.
Pero en qué tiempo ^ poco mas , tc^ me-
nos, será conducente hacerle al joven ^ que
hable prontamente latin , aunque siempre con
la cautela de que nunca pierda de vista aquel
excelente modelo, que acaba de copiar? Quan-
do se reconozca , que está já firme en sos
principiéis , y que á fuerza de traducir el la-
tin en su lengua natural , y de bolverlo de
ésta al latín , conüenza á abundar ^tí su me-?
moria los términos comunes , y los prime-
ros, y mas regulares modos , frases ,. y co^
locación de la lengua , yá es tiempo de de-<
clararle algunas verdades, que hast^entonces
se le ocultaron; convienen s^ber, que aque-r
lias regla3 , que para facilitar el usó de los
Autores se le han repetido tantas, veces, no
son, con todo .eso , ley es inviolables ; y que
apenas se hallará entre todas ellas alguna , que
no admita variedad de excepciones ; que hay-
tai regla , que su excepción es de po. menor
ÜSO^
Czrtadk un Padre ds familiat. ^i r
uso y y hertitosttra de estilo , que la regla mis*
roa ; que hablará , y espñbírá con propríe-
dad y siempre que se coofbrme con la regla;
pero, que si oo se.estieodeá mas todavía^ lo-
grará muy poca perfección en la lengua ; que
con toda esta tegularídad en la composición,
se saldrá del Colegio sin que pueda entender
4ds Autores ^ cuyo g^nio , modo ^ colocación,
y estilo son diversos ; que la hermosura de
una lengua consiste en tal infinidad de cir-
cunstancias y que es imposible reducirlas to-
das á regla y y aun ridicula el intentarlo , y
.que sokftnentp se aprenden por medio de la
,firequedté lecdon ^ y manejo de los mejores
Áutoies; que trahe consiga una utilidad muy
diminuta; notar fríamente este» diversos mo-
dos de hablar y quando se advierten en los
Autores^ sí na se les hacen familiares á sí
mismos 9 y se los aproprian y sirviéndose de
ellos con cuidado ; que para adquirir la prác-
tica de esto, solo es necesario imponerse una
ley. , y adquirir un habito constante de re-
currir á ^ Maestro , 6 pensar á solas con*
a^ mismo á cerca de aquello , que acaba de
traducir , haciendo esta reflexión al principio^
después de solo el trabajo de media pagina,
y poco á poca, después de un discurso, 6
capitob entero ; que puede muy bien ejer«
dtarse en lá imitación y mudando el objeta, y
las circunstancias , esforzandose quanta pue^
Dda da
1 II Espeñaculo de la Naturdk^ta.
do para aproximarse al estilo del Autor, y
priacipalmente en tomar basta el ayre de su
frase; que si hay medio alguno para adquí-*
rir facilidad , y gracia en el lenguage > no es
'Otro que éste; que habituándose á hablar con
mucha frequencia entre sí , ^n , particular si-
guiendo á Salustio 9 á Cesar , Tito Livio , d
.Cicerón , puede cada qual servirse de Mae»*
!tro á sí mismo , y adquirir otea tanta pror
-priedad como habito ; pero que aun qoan^
do no logremos de esta manera alcanzar el
talento , que pide una Cathedra , 6 la eloqueo-
x:ia , que requiere un Estrado, 6 Audiencia
pública , ni Uégar á la perfección del estitd,
será como fruto infalible de este habito d ade*
lantar en la inteligencia de los Autores , y ca«
minar á pie llano por sus obras ; y á lo menos
es el medio de lograr un placer honesto eo su
leétura.
La perfección de este ^rcicio r tan sim«
pie , y tan semejante al modo común con
que aprendemos las lenguas vivas , nos debe
estimular á que se ponga en práétí^g , lu^o
que se empieza á abrir el entendimiento. El
niño , que tiene fondo de capacidad conse*
guirá sin duda el fin ; el que tiene memoria^
sacará también provecho ; y ^V quQ no tubie-
^ tanto talento , hallará por lo menos naas
alivio 9 y mas socorro para repetir lo que ha
oído muchas veces , que trabajando amarrado
•*
Gtrfa de un Vadre de familias. 113
á un Diccionario en la creación de una fra-
se, de que no sabe aun la primera pala-
bra. T aun aquel , que ni poco , ni mucho
entiende 9 no encontrará con todo eso aquel
immenso embarazo , que halla en el labe-
rinto de las composiciones didadas , según
las r^las. Todos los otros > en fin , por quan^
to este egercicio llega j por razan de la fre^
quencia grande que ha¡f de hacerle , á engen^
erar habito , todos , digo , aprenderán á hablar
de repente , y seguido. Es verdad , que lo que
dicen , no es suyo todavía ; pero no es poca
ventaja, que vayan colocandb una multitud
.de pegamientos , que han entendido muy bien,
que se vaya desatando su lengua , y que sea
-el lenguag^ , que usaron las Naciones mas
cultas del Mimdo , todo quanto articula por es-
pacio de muchos ark>s : y el método para infor-
marnos de la lengua de Anacreonte , y de De<-
mostbents, no es diverso de aquel, que nos pue-
de familiarizar prontamente con Horacio, y
Cicerón.
Percho llamemos método á lo que es
la misma naturaleza ; y veamos acra ú
con la certidumbre de no entregar la ima*
ginacion , el oído , ni la lengua , sino solo
á la colocación mas propria , conseguimos al*
guna otra ventaja, que nos haga preferir la
perpetua repetición de Autores, y la compo-
^on de themas , que los tienen por modé-
a 1 4 Espe&acuh de la Naturales.
loa aquella composición de themas > cuyo la»
tin no se había oído de aotemeno»
Bstt praaL. i*"^ Esto quító infinito tiempo , que gas-»
^\ ho**^"™'^* ^^^ ^^ niño en hacerse irresoluto, y distrahí-
cicmpo. do; quando del otro modo aprovechará los
instantes, y en lugar de cien renglones, aca-
bados tristemente en ima semana , y vestidos
de un latin , tal qual , nos traherá setecien-
tos , ü ochocientos, y en adelante mucho mas,
y mas perfefto , sacando repentinamente , y
con la voz viva , su latín , ó restableciéndole
con la pluma en la mano , y bolvíendole á su
«ér. Este es el modo con que se llega á la prác-
tica, y lo que es mas recomendable , á una
prá^ca acertada»
a.* Fáciles de reconocer, que este eger-
Consenra la , - _^, ,
salud de el cicio , recayendo mucho mas en los Disapu-
tíga éste tanto su cabeza , ni rebienta sus pul-
mones, y logra el placer de escuchar aquellos
nuevos Oradores , ó á lo menos tiene el gus-
to de ver cómo se despliegan sus entendimieti*
tos , y cómo se van abriendo. V^ el con-»
trario, el Maestro acabaría consigo á fuerza
de inculcar , y repetir las reglas á sus oyen*^
tes, 6 de reprocharles por menor tantas, y
tan diversas transgresiones ; quando en nues-
tro modo de gercitar la juventud , no teg
queda lugar á las voces , ni á la impaciett-
cía. La cortesía ^ y el agasajo ocupan sus sib-
ilas*
4
Carta de un Vadte de familias, a i $
Uais. El Maestro calla , casi nuDca le tcx:a el tur-
no de hablar; sus Discípulos se. le ocupan, y
el uno viene al socorro del otro : si éste se
desvía del modelo , que le está dando á to-
dos la ley ^ otro le contradice^ y emmienda;
el Maestro se interesa en sus esfuer^s , y en
sos vidorías ; pero él es Juez , y los Jueces
hablan poco.
3 •** El mayor provecho de esta práélica^ Afuda á ha-
es alentar cada dia mas á la juventud , en or- ^^*
dep á hablar en público ; egercicio casi igualr .
mente necesario en todos estados ; quando por
el contrario, el uso.de las composiciones taci-
turnas , y penosas , si no se les junta la práéti-
^ca continuada de la composición verbal , en
jugar de Oradores, saca mudos.
Yo he visto muchos jóvenes de catorce
años , ó mas , dar cuenta con immenso despejo,
y facilidad . por espacio de dos horas enteras de
machos Libros de <^uinto Curcio , de Tito
Uvio, y algunas veces de Mariana ^ ó del
Argenisde 3arclayo, (**) y que los hablan
kido en ^a una semana allá en particular,
y sin perjuicio de su estudio , y lecciones or- .
dífiarias. Z^os acaecimientos , que referían , bol-
vian á aparecer en su boca con la misma ener-p»
gía^ y colocación, que se hallaban en el mo«
délo. Y en adelante los acompañaba siempre
(««) En lugar de MAriana , y MércUj» > que offli(C d Italiano»
iradace solo sl^wnt ftrwin
ii6 Espe&acuh de la Naturaleza.
este lenguage » tan puro y como veloz , distiti^
guiendolosde todos los demás eti siis egerci*
dos , yá fuesen de Pbilosophia , y á de Medi-
cina 9 ó de qualquiera otra facultad.
4*'' Aquí descubro yo otro bien , que creo
decdon^ dé equivaler á todos los precedentes. Hallando*
loi Maestros. ^^ necesitados á no elegir para la enseñan-
za de los jóvenes sino solamente Maestros,
de una virtud experimentada , será fácil con-
solarse ^ quien elija , si acaso el Maestro no
está adornado de un explendor lustroso , 6
de una capacidad mas que ordinaria. Tiene
piedad política , y reétitud de corazón ? Pues
yá es listante para que se logre la infancia
con el uso de hacerla hablar continuadamen-
te 9 siguiendo perfectos modelos, dsi nada
se ostentará á sí mismo ; pondrá alternada-
mente ^ y en su lugar los Autores , sin que-
rer que aparezca otro sino ellos , ni que se
piense , ni hable , sino como ellos hablan , y
piensan. Con semejantes socorros conducirá á
sus discípulos bien altos , aun en razón de
gusto ^ y delicadeza , sin que él ^ ni un
Mureto, ni un Buchanan , ni un Mapheo.
Oh y y qué satisfacción para un padre , y qué
seguridad de los progresos en las Ciencias,
sin tener que recelar las lecciones indiscre-
tas de un ingenio sublime ; pero poco escni*»
puloso!
5.'' No despreciemos otra ventaja exoe*
lethf
Qtrtáik un ?i$áré dé familias: 917
láDte , que encuentro en traducir , y repetir esVnái'J," «2
mucbaís veces en Latín los Autores mas sim«* ^oidoi.
pies, y después los mas difíciles , siguietido
en esto los grados , que tienen : es , pues ^ el
poder restablecer los estudios mal tenidos , 4
olvidados ; porque , 6 yá sea solo en su quarto^
ó en compañía de un buen amigp , que le ea-
cocha, podrá V. m. leyendo uq Autor fácil»
como Phedro , d Gorodlío Nepote , servirae de
Maestro á sí mismo. Si V.m.ae descuidare , el
Autor mismo le avisará , con la circunstancia»
de que sus reprehensiones 9 ni incomodan , ni
mortifican.
La prádica de i^tir al principio en la
loigua nativa , y después en Latín aquello, que
ae ha traducido , se puede perfeccionar , suprí*
miendo la repetición en la lengua propria. E^
preciso , en quanto sea posible , no. confrontar
una coQ otra dos lenguas de diferente ca«
lafter, pues la impresión de la una amorti-
gra » .y confunde la impresión de la otra«
Excitad eficazmente la imaginación de ua
mucbachi^4e espíritu 9 y capaz , con alguna
fdacion , 6 discurso seguido , sea en el idio-
ma Griego , 6 en el Latino : no hay que te-
mer , como una vez le entienda » que haya
detención en repetirle en el Griego , 6 La«
tb del mismo modo , que le e^ciichó. Si
b lengua halló el camino , todo está ga-
ndo , y es una prueba cierta de que las
TgnuJSL £e im»
^ 1 8 Espe&acuJo de Ja Naturaleza.
im presiones son claras en la imaginación ét
aquel niño. El sabe muy bien quanto le dixo
su Autor 9 con que para qué recunirémos des*
pues á un Interprete , que xx>s es del todo io-
ütil?
Tiempo llegará en -que le veréis substi-
tuir al fogoso estilo de los Poetas aquella sua-
i^idad 9 y gracia proprta de un lenguage regu-*
lar: y si emprende con sosiego sacar vestido
de otro n^odo , y poner en prosa un Poeta , no
le descarnará, dejándole hecho un esqueleto^
como lo ejecutó La Kue en su Interpretación
de Virgilio ; sino que le conservará aquella subs*
tiancia regular , y Razonable ^ comoüssojuben*
do con Horacio»
?erc¡bc el 6.** Conocercoo delicadeza él mérito de
uen gusto. ^^ Antlguos , y llegar á explicarse como «se
éxpUcarotí ellos, es casi imposible sin adquirir
un gusto, que pacfe adelante, y se estienda á mas;
aun la lengua materna participará algún bien;
y aunque tiene su genio particular , adquirirá
«n vigor , y una energía , que lebante de pun-
i!0 su belleza natural CDn sólo leer cqn ñ'equen-
cia á Cicerón , ^ á Tito Livio. Podráse juzgar
está verdad por Bossuet , y Róllin solamente,
que fueron de los que escriWeiton mejor la len-
gua Latina , y de los que mas dominio tuhie-
j^n en la Francesa.
DestrcM para Ésta práéüca tau -estimal^le de tina liep*
^lla^t *"* -*osa latinidad , se puede prevenir desde le-
Cartá'át un Padre de familias. . 319
JO89 y facilitarla coa afganos» ejercicios , que
la ayudea ;, empteafida,. por egemploj desde
la mas tíema in&icla el medio cte que* to^^
camos; algo eo el articulo det Escritoria db .
Impieota. La destreza v^ie mas inúta el mo-»
do^ coQ que apreodeb tódo^ . los?, titños. las
lenguas vulgaies 5 es ponerles en I«atía todas
las notas , que acampafiaa á las estampas lus^ ,
toncas: estas son ^ coma V-^in. sabe > el «ncan«
tocfe esta edad ^ y nos £icilitan'el hacerles.^
ver iiimmie|:able : mukiiud de o^jetor cpn. la
propriedad de aquellos nomines qtie tienent
provisión 9 que k^ servirá después mucho. I^rQ^
en lo que se necesita teqer á ia infimcia íiq «
gran, respetoes ¡^ si en adeianiieu9e idés^hacer*
fe letener ea la memoria alguna corta historia
en latín ^ ó solamente comenzar á. juntar .dos
6 tres palabras en esta misona lengua.^ para
que conciba el niño algiin objeto t^r una pala-!'*
bra ^ que ^ en este cáso^ camiosi sola^ no ríe podré
dañar muclio > y se le puede hacerconesta cao^
tela una provisión de palabras Griegas ^ ó La<*
tinss ^ taiyampla como se quiera ; pero trefi
acciones y qne se. le propongan juntas; > qud
00 fomieQ entre sí la.figum-mas agradable^
y i le cansarán iastidio. Bs menbtet colocarlas •
á la Griega ^ 6 á la Romana , como nosotros
colocamos las nuestras en la lengua materna.
las frases , por decirlo asi 9, «n todas las len-
guas se encuentran hechas. Coloca V* m^ e^
Ee a al^
á
1 10 EspeSaeido de la NaturakseOé
alguna contra el común estilo 9oh una pt»
labra ? Pongo por egecnplo , si en la lengu»
Francesa se dixese : un Mane moucboir j 6un
fMucboir granJ. (^^ Jamás permitirá una
madre bien criada , que su hijo adquiera ba«
Uto semejante , ni colocación tan violenta en
el báblar ; aunque no falte á otras reglas con
aquella locución. Del mismo modo sí le muea»
ira á un niño el Paraíso Terrenal , no se pue-
aecnanr cd dé jozgaf cosa indiferente, el decirle : En ma^
iiVc«^«" "^ * *^** peccavét prima, i 6 prior mMer
peccavit. La primera colocación es gallicismo^
y la segunda propria del gusto Latino. Las
psdabras ^ y k» <¿jeii)s todo entra de com*
pafíia en la cabeza ; y no es razón , que entre
en ella cosa , que no pueda conservarse ooo
equidad.
vcRtMa^e ha- Qoando yá está formada la razón « y la
ños en mace- leiigion aigo conocKia 9 no se podra ^ como
f lÉs se {iimUi. p^^ consequencia de este discurso , á qui^ co*
munica no poca fuerza la experiencia , efei^
€itar á la juventud ^ haciéndola dar cuenta en
Latin de algunos tratados seguidos ^y escritos
con toda la pureza de esrilo en una lengua^
como lo están en la Francesa los Dioses Poe<^
ticos del P. Jubencio, los uüos de la Repur
Uica Romana del Y. CanteHo , un extracto
* (**) fittáil lonrmldM »t7 mal ¿dIocadMiü j^nlaBrat :' coma ai
f R Castellao» 4ixcramof t cra/gp u» k^im* f «H^/i % ^ V^. TÚtf
U a#|Tt AfÉi^rr » ftc. ' ' * ^' , -- - J
Carta ieímVaán de famlioi^ %\x
cabal de la Geographia antigua de Cellario^
ó de la moderna del P. Fournier , que facilita
d conocimiento de cada Pdís por medio de la
disposicioo de los Rios ? Estos tratados ayudan
á la inteligencia de los buenos Autores ; y es«
ta es la causa principal , después de la exce^
ienda de su estilo ^ para que yo los estime tan*
ta Los nifíos , que tienen una memoria tenaz;
letíenen todo lo que una vez comprehendie*
ion , solo se les resisten aquellas disertaciones^
que se hacen acerca de éstas ^ 6 de las otras
palabras : moesrrenseles á los tales aquellos obr
jetos 9 que significan las palabras 9 y las hagan
letener ; y quaodo finieron por medio de la
lengua nativa en C(»iocimiento de lo que aon
los objetos, y de las pabbras 9 que los signifi*
can y lo mismo será para los nifíos , al hablan»
ks de ellos , preguntarles en Latin^ que en su
propria lengua. Para el entendimiento todas las
lenguas son iguales : no se le dá mas de una^
que de otra. Qnando el objeto le agrada , ape*
ñas sabe si hay lengua , 6 no para expresarlet
De becb^ estos ^on los elementos de las len«
gnas , como lo son de la razón.
Preveo, que vá V. m. á hacorme un argn*
mentó terrible. El Latín de los Autores, queaca^
bamos de nombrar, es moderno, y acaso duda«>
tí V. m. no poco en fiarse de él : yo confieso^
que estoy tan tímido en esta razón como qual«
solera^ y ati , aun á pesar'dela&élo^y aun de la
preor;
t a 9 EspeSiacuIo de la Naturakaa.
preocapacipa^que tengo por los quatro, quo
nombré ,7 ,por otros mucho&vw parecer es»
que los* principios de la ensetmiza nadeben go»
bernarse por ellos : vamos aE partido mas sá*
bio 9 y sírvanos el I^atín de la.mas hermosa an-
tiguodad: de primera ^ y mas am[^a provisiooi
pues na sernos , que la bondad del estilo vi-
viese en otra parte , que alli. No arrie^uemos
nuestros ejercicios en una latinidad equivoca^
IDodas las qiiestiones ^ que se exdteoí » y las resr
p.u«$;tas ) que se: prepOTeta en la lengua natural^
podrán. ser con mucbautflidad acerca dt las
leyes de la Eustori^ ^ de la hermosura» y reglas
4et apólogo ^ Q j&bula moral , de la Uylia , 4
peqmm poema de aventuras agradables ^ de
los di^lpgo^ de, la febula épica f y 4e todas
las obras de espíritu.. En estos principios > y en
la aplicación de elbs á los Autores se puede
introducir una reditud geométrica ^ tan pro-
pria i^ra formar el entendimiento y como pa-
ra adornarle. (**) Pero como lo substancial
de los estudios , y los ejercicios nms cuida»
dosos 9 de mas trabajo y y mas largg^ se ha-
yan fundado en los Autores antiguos , se pue-
de yá haber ^adquirido tanta facilidad y y. tan-
ta práética ^que lob tratados escritos en La-
tín por los modernos acerca de los usos de
la misma antigüedad vengan á ser un acce-
<^ L« cmdHcdoii Ic«UiM mnite «i «a tod» lot ¿os poací
frfc«dcBccs»
Carta de un Padre defamlias. ^ 1 3
sorio muy útil ^ pues además de. lo divenjdoy
y gustoso de la materia , y de la dicción^
ofrecen con muy buen orden una^ aérie de
ideas , que también se necesitan ^ y que 110 se
hallan en otra parte ^jsino dispersas ^y jabando*-
Dadas á la casualidad*
Hagamos todavía alguna cosa mejor: con- ventaja , qoe
voquemos en nuestro socorro los placeres de "sanio 'l^^\í
la infancia , y sus inclinaciones mas conDcí* «cdio^'dc ^ul
das. Sea el grado>de facilidad 9 b de lentitud e"«to.6r*n<i€*
el que se fuere : V. m. podrá estar jseguro «de
que las estampas históricas serán sienipre gus*
tosas á los díSos. Latinícense quanto se quie«
ra estas estampas^ Jo nüsmo .es dar -noticia
de una cosa y que se puede ver , que al pun«
to , aun ia razón mas ofuscada , y .d enten-
dimiento mas lerdo , jse pondrá á su lado. coDieqaendaí
Después del atraáiivo ile las .estampas., cuyo *** *** «««»-
mérito está en facilitar el ejercicio , hacien*
dolé' amable » hay otro ^ de que igualmente
nos podemos afffoirecban Los niños y y aun L.,g^^j^„ ^^
los que no lo son . gustan de oír hablar de '<» anciguo*
objetos ^i^pesmos 4 esta . .es una pasión -en
los hombres j que sob se Jes acaba con la. vi-
da ; pero de algún modo e$ máis.eficáz en los
pocos afios ; porque todas las .obras de la .Agcl*
cultura , además de aquella natural diversión,
que traben consigo , tienen .para los jóvenes
todo el mérito de la novedad. Si los niños
jon tan aficionados á los pasages de las Geor«-
j[i-
^1324 Espe&acuh de la Naturakxa.
gicas j que no están cargadas de erudídoo
coa demasía; qué gusto , y qué provecho no
«acaran con la leétura de aquellos maravillo*'
60S lugares , ó partes j de que abundan tanto
los doce libros de Columda ? El mérito de
este Autor , tan poco le^ 9 no es solamen^
te el que su latinidad sea de aquel hermoso
siglo en que floreció con toda su pureza d
Latin ; pues tiene además de eso el de tratar
cosas sumamente prácticas 5 y comunes de ua
modo simple 9 y por consequencia proporcio-
nado 9 componiendo con esta natural sencillez
b mayor delicadeza 9 y magestad No esté
V. m. á mi dicho 9 léale, y encontrará 9 que hay
pocos 9 si es que hay alguno , que hayan co-
nocido mejor que él 9 quán bien concuerdan
k nobleza 9 y la simplicidad : unión 9 que yo
miro como el lleno de toda la perfección , ó
como el origen de un estib verdaderamente
sublime» Paladio 9 que dcbia de saber 9 aun-
que con alguna rusticidad 9 se queja algua
tanto de que aquellos , que escribieron antes
que él de Agricultura 9 hubiesen ^ppleado en
este asunto las gracias de la doquenda. Lo
que quiere dedhr 9 bien se conoce ; pero esto
se llama tener los cabdlos nimiamente hirsu«
tos 9 ó derechos 9 é indomables 9 y llebar mal
el que otroslos tengan por naturaleza rizadosi
y suaves.
Los tratados de amistad ^ y de ofidosp
que
Qirta de un Padre defamiUas. 21^
'«{Oeen mi juventud me disgustaban algunas
creces, acra me agradan , y aun me aprn
sionan. La razón de esto es bien clara. Lo
útil , lo honesto , lo justo ^ la buena crianza^
y todas las ideas intelectuales, tienen muy po^
co dominio en aquella edad ; pero abrásele
á la misma la Casa de Campo de Colume*
la, y se verá á todo el mundo concurrir á
verla. Todo quanto hay en ella es nuevo»
todo agradable , el sitio para k habitación'»
d favorable aspe^ del Oelo,el discernimien-
(o del ayre puro , las señales saludables en las
aguasólas operaciones del cultivo de los gra-r^
005 , el beneficio de las viñas , y Olivares , el
tODÍkar , y conservar las frutas, y en una pa«
labra, todo es delicioso, y todo universal : so*
fe se necesita quitar las es()inas del camino»
suprimiendo lo que es dificil , y principal^
neute algunas particularidades acerca del go^
Memo de las Yeguadas , 6 castas de los Caba*^
Nos , que no convienen de modo alguno á esta
edad. Siendo este apacible , y juicioso Autor
muy po9 común , es necesario diéiar lo que
se quiere que traduzcan los niños , y^ solo sé
debe diéiar lo mejor ; pero esta cosecha , ó la
liega de lo mejor , es aqui muy abundante,
y no se puede buscar , ni alimento mas sano
pva la razón , ni luces mas provechosas para
b sociedad*
Cosa sef á - muy f rd^a de un Maestro ver-
'TQm.XI. Ff da*
9a6 EspeSactílo di la Natufcie^a;.
"río!"* ** daderamente deseoso del adelantamienta 4e
sus discipulos, qiiaacb yá se hallan en tér-
minos de perfeccionar las tetras humanas, jr.
tienen alguna, facilidad en explicarse noble^
y prontamente , entendiendo los Autores ma&
dificiles en reservar ^ como por ultimo de
los servicios, que les pueda hacer una agrá*
dable colección de los rasgos mas bellos da
la historia natural j entrasacandolos de Var^
ron y de Columela» Paladío, y princípalmenr
te de la historia de PUnio : a&adíenda a8imí$?
mo los lugares de Agrícola acerca de fbsiles^
^ minerales ^ los de Rondekcío ^ que tratan de
los peces ^ y de WiUugbt de la^ aves» y tam^
bien los de algunos otros mas modernos* Ls
razón de este ultimo egercício na se funda so*
lamente en la facilidad suma con que los jove*
oes dan razón de las particularidades de la Na«^
turaleza y disponiéndose ^ la mas sólida de to-r
das las Philosophías , sino que además de esto
brujuleo yo otro bien > cuya omisión baria
merecedores de las reprehensiones mas justas á
los que enseñan las buena$ letras» H> bastan^
iii con mucho , los Oradores» los Philosophos
Morales, y los Historiadores » que se vén ma-
nejar en los estudios ordinarios para aprender
bien la lengua. Sola la historia natural » por
razón de la gran variedad de /sus materias , les
podrá servir de suplemento ^ como sirven^los
Boetas cómico^., por Í0:£idl ; y común de sus
expresiones^ El
4
Carta de tm Padre de familias. 3^7
El medio tnas oportuno para fijar en hir
memoria la diversidad de especies , que se
encuentran en la historia natural ^ es determt'
oar en el globo terrestre los lugares j que se
hacen notables 9 con tal, ó tal curiosidad , se*
nalando los que producen las cosas 9 que trz^
faen consigo mas atraélivo , y admiración , y
en cuya pesquisa se ocupa mas la industria
humana. La Geographla se hará sumamente
deliciosa ^ ayudada de la historia natural y y la
historia natural ayudada de la Geograpbia. Pe->
xo, 6 yá hermosee V«m. la Geographía con una
sabia enumeración de las particularidades lo-
cales de la historia , ó yá se limite á notar so-«
kmente en ella las revoluciones sucedidas en
diversos Pueblos , siempre será preciso , que
para perfeccionar toda especie de estudios , se
enteren los jóvenes de la Geographia antigua^
Jamás la sabrán , si en este tiempo no apren-
den. Un Maestro hábil les podrá preparará
sus discípulos estas noticias de la Geographia
antígua, sacándolas del Mundo antiguo de
Cbristov^^ Cellario , (a) añadiéndole los ma«
pas de la antigüedad , de Guillermo de Lisle^
y algunos de Sansón. Cellario empleó trein^
ta años en componer este excelente libro , y
k) ejecutó perfedisimamente ^ aun en el leo*
guage y por el grande ejercicio de leer los Au*
Ff 7, to^
(**) Dos volomenes en qaarco » edición buena de Lipsu» cor*
rigiendoU el Autor. Buena , y muy hermosa edición del primer
Mmo de Cambrige > y del segundo en Amscerdám.
1 18 Espéñaculo de hNátWíiSésuu "
tores antiguos , imirando de tal modo el ayre,
7 estilo de aquella edad de oro , que se puede
con mucho provecho seguir , aun en la locu«
cioD , y modo de hablar. Solo ios lugares , j
acaecimientos mas notables de la historia , de-
ben ser la materia de este estraéto, pues se des^
truiria el fin » queriendo decirlo todo.
El egercicio Acostumbrarse los que tienen una me-'
acja memo- ^^^i^í felíz á decorar aquellos lugares m»
perfectas de Poetas , y Oradores , es una prác^
tica excelente. Pero habiendo ^ como bay^
gran numero de jóvenes, para quienes el apreo*
der de memoria es un suplicio , nos podremos
contentar con pedirles cuenta todos los días
de alguna pequeña parte de la Historia Sagra*-
da , ó de la Eclesiástica , que se les haya leído,
y hacerlos, que la refieran en su propria,y na-
tural lengua ; y aun será mas útil hacérsela es«
críbir como por cabeza de sus mismas traduc*
clones , ó de las composiciones , que sacan*
Escribir to- De este modo, además de la utilidad , que
«igoa ca^o ae trabe la memoria consigo 9 y de la facilidad
f ro^4a Un"" que adqulereu para salir bien de aq||lla tarea,
^^^ de que cada uno es capaz , podremos estar se*
guros de que no se les pasará dia alguno , sin
haber escrito alguna cosa de su misma cosecha
ien su propria lengua. Fácil es de comprehen«
der adonde mira todo esto : ah ! por qué, pues,
de^uidarémos?
Otros muchos modos hay , y otras ideas,
y
Carta de^m Paire de FamiUas. %%^
y estratagemas ^ que inventa la afición , y
deseo de qtie aprovechen los niños ; de mo-
do , que alternando unas con otras ^ Uega*
rán á producir feliz efeéio. Pero el punto,
que jamás debe perder de vista nn MaestrQ
bábil es, conducir á sus Discípulos por me^
dio de una prdSlica escogida , y nu(y fre^
fuente , de modo, que los haya hecho tradu-
cir, y repetir muchas veces una serie hermo*
sa de Autores , recogido diversos Tratados la-
tióos de Agricultura, de Historia Natural , de
Geographia , de las costumbres antiguas , d
de la Historia Prophana , y ^gercitado en
su lengua materna , acerca de la Historia Sa-
grada , y de su misma Religión : jamás logra-
rá mejor eíedo , que quando por medio del
eg^rcicio lo una todo , obligándolos á hablar,
y preguntándoles sin intermisión acerca de
qoanto saben. £1 Latin , que sirve para ex-
presar el objeto , como éste les agrade , yá
te les fijó para siempre , nunca huirá de sa
memoria. Asi se aprenden las lenguas , asi se
ibrma ei^ntendimiento , y afina el gusto.
Tales son los cimientos de las ciencias, y
tales los modos de hacer estas ciencias prác-
ticas.
Yá en los últimos años , principalmente
quando una facilidad dichosa en concebir , y
en explicarse , esfuerza el trabajo de los jo*
Yeoes, é inspira nuevas empresas al Maestro,
qui**
•
«
9 3^ Espe&acuío de la Naturaleza.
quisiera yo , que se insisriese principalmente
en todo aquello , que tiene ayre de discurso,
de deliberación , d de raciocinio. Y supues*
to , que no hay estado , ni condición en que
DO se necesite hablar de repente , ó como di-
cen 5 sobre la marcha , explicar un proyeéto,
disputar de los inconvenientes , y dar cuenta
de aquello que se ha visto , 6 está á nues«
tro cuidado , y gobierno , gustaría yo mucho
de conducir un natural bueno, y un entendí*-
miento á proposito á una grande complacen^
cia en la analysis , (**) á aquel espíritu me-
tódico , despejado , y natural , tan buscado y j
iiplaudido en todas partes.
No nos lisongeemos de sacar , aun de es-
te modo , Colbertos , Torcis , Despreaux , ó
Bosuets. Es verdad , que se pueden repro-
ducir y y que acaso se producirán , gobernando
el
(**) Analysis en el Algebra se dice de la reso-
lución de toda especie de problemas , y en la Chi-
mica es la resolución de los mixtos en sus princi-
pios ,b partes simples , para conocer mas exada-
mente toda la naturaleza ; pero aqui W toma en
otro sentido ; y es, en quanto Analysis significa el
examen de algún discurso , o proposición , aten-
diendo á su composición , y principios , desembol-
viendo, y desenredando las partes de una cosa, que
solo se cooocia por mayor para considerarlas se-
paradamente , á fín de conocer mejor el todo. Es
palabra absolutamente Griega afxXva-Uj que sig-
nifica duolucion. Véase el Dic. de Trevoux.
dffa de un Vadre de familiar. 931
di magisterio con acierto, y sacando á la luz
talentos que hubiera dejado en la obscuridad^
6 en la nada un método escabroso 9 y ial-
ao ; pero la gloria de los Maestros es ibrtí*
ficar la razón , formar el entendimiento, en^^
seriando á la juventud á hablar con pro»
priedad , y sin embarazo , ni bajeza* La baje-^
za la podrán impedir , habituando á los ni-
ños por grados y y poco á poco á los Autores
mas cultos en el estilo : el embarazo le obvia-
fán también , no atenaceándoles el celebra
con la necesidad de atender á doce reglas dis»
tintas para zurcir dos palabras ; y les infun*
dirán la propriedad y acostumbrándolos al ana-
lysis de quanto vén» Discurra , y questione
con su juventud á cerca de la serie natural de
un poema ; sobre el fin , y pruebas de un dis**
curso ; en orden á las circunstancias en que se
baila éste , ó el otro Principe en la historia;
toque los intereses , que le estimulan , las dí^
ficultades , que encuentra , y el partido y que
le conviene tomar ; no omita los descuidos,
que desc^jpra en su conduda , añadiendo tam-
bién la ignorancia en que todos vivimos , y
que le puede disculpar al Principe en el error,
que se nota. Si no llegáremos por esta via á
sacar Poetas excelentes , é Historiadores exac*
tos, llegaremos á lo menos á multiplicaren la
República Ciudadanos sólidos , y hombres
• • •
m
[•írtvt
1^1 Espe&aculo áeJa Nattiraléxa.
^f!¡[lrdc1of'^* ^' método , que una en sí las ventajas
|ara aliviar Dias díñcíles de concíUar , será sin duda al-
eros» sin per- guna ei mejor ; y aunque aquí defendemos
Di^püils!*' la causa de la infancia , y es su interés quien
DOS dá la ley , con todo eso es preciso guar«
darnos de olvidar el descanso proporcionado
de los Maestros. No pedimos por cierto , que
estén siempre ocupados , principalmente en el
particular de hacer hablar sin intermisión á
sus discípulos j ni que abandonen la prádica
de las diversas especies de com porciones , con
especialidad las que pertenecen á la imitación..
Siempre es prudencia dejarlos vivir á todos;
y asi será conveniente , y á sea proporcionaos
dose á la diversidad de entendimientos , ó yá
atendiendo á el alivio de Maestros , y Disci<-
pulos j mudar un egercicio en otro de di-
verso caraéler , para impedir , quanto sea po«
sible, el fastidio. Aunque un hombre Ileno^
y yá hecho haya adquirido una loaicion la
mas Ubre 9 y despejada , no está por eso dis**
pensado de discurrir acerca del objeto , que
ha de tratar , 6 de que ha de habl% en pá-
blieo 9 ni tampoco de poner en orden aque*
Uo^ que ha de decir? con que será muy del
caso , no menos para la utilidad del EKscí-
pulo y que para el alivio del Maestro , que al
egercicio de hablar le suceda el de la lesu-
ra, y á la ledura se le substituya la compo-
fiicion. Después de haber insistido en* las pre-
cao»
Carta de un Vadre de fafhilias. 133
emciones , que se deben tomar pava disminuir
el peligro y k que un jo^pen está expuesco^aban-^
donándole la pluma ^ y dejándole libre para
qne se fabrique el estilo por sí mismo , apun-
taremos algunos otros egercicios , con que se
pueda fomentar , y Uebar adelante sin daño al-*
guno este alivb del Maestro.
En ana excelente Carta , que acerca de
los estudios de Humanidad se halla entre las
conversaciones del P. Lami , del OratociOi
aconseja el Abad Guet la práctica de que aca-
bamos de hablar ; es á saber , reducir de nue-
vo al Latín aquellos lugares mas dignost de
Gcerón ^de Salustio , ó de Cesar , que se faa-^
yan traducido antecedentemente á nuestra
lengua nativa. Este grande ingenio , que pa-«
rece lo posek todo junto , y sabía á fondo
el Franca , el Latin , y et Griego , con toda
la cultura , y delicadeza , que encierran estos
idiomas , comprehendió perfeéiameiite la ne«
ceádad j que havia de conformarse , por ló
que mira á lenguas muertas , con los textos
oríginalqn Pero es del caso , como Guet lo
desea , que intervenga entre la traducción,
y composición el tiempo de veinte y quatra
iiorss, para que debilitada de este modo la
impresión d^l mod^o, se reconozca quán-
tó se alejaroode él , por mas conato que se
poso , y por mas esfuerzos qtie se hicieíoit
para siaheile á la memosi», -y paia segtíir
*• ^09iu XI% Gg
134 EfpjSíaHito Je Ja N^urJesío.
sus pisadas ?'Qué provecho se saca de rehe*
rar frequentemente composiciones defeéhio-
sas 9 que nos convencen de la superioridad
del estilo de Cicerón ^ por el desorden del nifes^
tro ? Qu^ fruto sacafía un Proveas^ , que vi--'
nlese de Ardennas ^ 6 del Delpbinado , en
corp parar nnuchas yeces el modo con que ea
un buen Francés se expUcst una cosa , con
el modo con que se explicaría en su tierral
Para hablar bien y solo es necesario oir siem*-
pre el lenguage mas perfeAo , sin que se ne-
cesite cotejarle con el de&duoso y ni un9
lengua se aprende con perfección á puro nie^
ditar faltas resto es solo, desbastar el mal* Guar«
demonos dei caer en el inconvenieote de aque-
llos estudios, públicos ^ en que se pasan los
años enteip^. en corregir ialta&deestUo, y mos-
trar el modo con que no debemos hablan.
jpll único ipedio seguro para hacer pro*
vechosa la com|)osicion , es veit si una , dos^
ó tres pagina^ de la lengua patvral se tradu*
cen con propr|edad á un I^tla i quQ 9^ haya
leído , y cuya impresión esté todav^^ recién-»
te. £s verdad 9 que este es un trabajo fácil;
perp la misma ^Udad., coki tal que; camí*
tít al fia ) «j^ qiiiea le estüi bacleodQ el elo-
gio mas seginrob Síp duda. 9 qme es mucho roe*
jor juntar sto iariga en sola una hora muluk
tud de palabras suaves j y proprí«s ,que ba-
h9r« por 4eQirW asi, emtonastftlo l¿ofia-
Qmfadi m Paire de famiUaSi %ii
lamente algunas frases vulgares , que jamás SQ
liicieroQ para estar juntas. Tal es di origen
del desorden de muchos estilos » infelices á la
verdad.
Y qué aqui no hay peligro que temer?
El muchacho encuentra tan presto hecha yá
so obra por este medio , que se puede decir^
que la facilidad dd egercicto le viene á ser*
vir de ju^o , yá que no para conocer t á lo
míenos para entender el Latin mas puro : esto
es asi : con que sobrará infinito tiempo ea
^le ni el Maestro , ni el Discípulo sabr¿i qué
faacene. No es así por cierto ; antes bien por
d contrario, d tiempo que sobra , es d ara-
to verdadero de esta práíáica^pueft servirá a>p
grande utilidad para iotroducir en , él aquer
Jla leftara' apta para dispertar la curiosidad , /
para formar la razón. Pero antes dq hablarle
á V. m. de esto , acabemos de recorrer aque-
llos medios , que pueden perfeccionar el habi-
to de escribir , y hablar. ;
El uso de componer ^ al fin de estos es^ cómale? sia
tudios 9 ipi modelo , y de caminar sin arri^ ^^^^^
mo , es sin duda de los mas provechosos ; .p^-
ro. quál es el punto .preciso de los estudios de
la juventud » en que se podrá Colocar, e^. práo-
tica sin riesgo alguno % Quando un joven , acos«
tumbrado por espacio de muchos íúíqs á no
. oír , sino las locuciones mas apropriadas , y
mas justas, teqga 1^ ioxigioacÍPO UwA. d^l
Gg a len-
1
1 3 6 Espe&actí!¿ de Ja NatUTaktBu
lenguagé de los Autores , se le puede expe-^
titnentar y j fertifícarle por medio de com<»
posícioaes tnas arduas : se le pueden dídsor
en su propria lengua Scenas enteras de Teren*-
icio ^ y de Planto , y algunos lugares de las
traducciones de Vaugelas y y de Ablaooourt*
Entonces ,se trata de acercar yá aquel jovea
al Latín de Cesar , ó Quinto Curdo ^ ó á al*
gun otro estilo , del mismo modo estima-
ble ^ poniéndolo todo de suyo , y sin que le
guie modelo. No se equivocará con Tere»
cío y é con Salustio , dibujándolos sin discre^
par en su Latín ; pero en fin , hallará V.m. qué
"es Latín. Nuestros jóvenes conservarán en n
Idea el molde , y verá V. m. al uno indinarse
al Latín corriente de Cesar ; al otra manifestar
inas su 'gmio áda la iiarmonia de Cicerón,
aegun la capacidad , ó entendimiento parti-
Cubr de cada uno. Si se hallare todavia al-
aguna cosa endeble ea la composición ,elori«
ginal lo dirige , la turquesa lo enmienda to-
do. Se verá, qiie entienden bien los Auto-
res , y que con todo esq no d^|||ti de te*
ner las composiciones sus<defe£ios; pero no
' por esto lo perdemos todo. Una Sefk>ra ^ que
nendende , y hAla bien ^ y fácilmente su len-
-gúá ,r podfá cometer . muchas faltas al escrí-
^ bir^ita «arta. El que entiende bien los Auto-
res ^ aunque no tenga su jcomposicíon una
'aiimÉa«Da¿kitiid , «o es tanto para }lotadoi pues
••i : • » en
C^ttd de un PáJre defamiU¿fí. a 3 7
en él discurso de la vida tendrá muchas ven-
ces precisión de entender el Latin , y jamás la
tendrá acaso de saberle componer. Yo no me
lamento , sino de aquellos , que gastan ocho
aiíos en sacar un thema corréelo , y no en-
tienden d Latto de las obras mejores de la
antigüedad , ni tampoco saben hablar su pro-
pria lengua ; y éste es el blanco á que con todo
eso parece 9 que miran la mayor parte de los
.estadios»
El hacerles escribir á los jóvenes , que yjá ^l¿¡^^^
« hallan adelantados , algunas <]uestiones con
fus argunlentos acerca de la Geographia , de
la Historia ^ de lea costumbres ^ y de otras
.niateriaa , que yá empiezan á saber bien ^ y
-eugtfles las respuestas adequadas , y verdade*
•ras , es un trabajo , y una especie de com-
posición muy útil á esta edad , y no menos
propria pafa eg^rcitar la fuerza de su razón,
^ue ^reoe perfeccionar el estilo.
Pe» 3\ modP que hay un arte dé pregun^
tar , y de insinuar la respuesta con la misma
{Mreguot^iA <)ue se hace ; asi también hay mo-»
do infalible de embrollar las materias , y alu-
cinar los entendimientos con questiones vagas
de preguntas , y generalidades , que no fijan
la atención del que responde á punto determi-
nado^ ni le mueven en la cabeza cuerda algu-
na de quantaa tiene. „ , .
' Versot Latí-
£n la composición de versos Latinos se nos.
vá
1
%l% EspeSíacuh de Ja Naturáhuu
Tá á ganar miicho para aquellos ^ qiie tienen
facilidad en hacerlos. Este trabajo pone eo
acción el entendimiento , y puede hermosear
el estilo con el fuego de una imaginación fe^
líz ; pero también hay el peligro de que se
pierda mucho tiempo , teniendo por g^nio
poético ) lo que no es algunas veces sino una
fantasía destituida de gusto* £1 mecanismo
para los versos es mas sensible ^ mas aftivo,
y tnas de golpe , que el de una bella prosa.
Cada dia verá V. m» entre los Jóvenes , que
se dejan llebar de este fuego poético , aque^
Uos que tienen mas viva b imagínadoD ; y
por el contrario ^ la mayor parte no recono-
ce al principio bs gracias de la prosa , sinD
•^muy levemente , por «er mas finas , mas di-
versas , y menos artificiales. Es cosa muy co-
mún ver jóvenes Humanistas componer ver-
sos Latinos, llenos de harmonía , y ardori
al mismo tiempo que su prosa es Indpida , y
dura. Guardémonos ^ pues , á los principios
de insistir demasiado en ésta composición poe-
' tica j en la qual no se logra alguni^eoes co-
sa estimable , sino á costa de un caraéler mas
simple 9 y mas aprectable. Muchos de los que
se distinguen en esto , se parecen á aquellos
• baylarines , que ejecutan con ayre ^ y brío
pasos , cabriolas , y movimientos capaces de
sorprender , y con todo eso su paso natu-
ral es sin dignidad , y sin grada. De becho^
no
Ctrta áe un Vodftie famlHof. «{9
no es ordinario y ni aun apetecible ^ que, e»
tre hombres , que todos saben andar , y ha»
Mar , baya muchos , que se ocupen en la dan<-
za figurada ^ ni en el estilo poético* Pedir^
pues y estas especies de composición indistin»
lamente á todos los que componen la clase^
y lo qiue es aun peor ^ exigirlo con rigor , es
exponer á aquellos , que gusten de versos^
á aplicarse á ellos con demasía , y causarles
un bien vano , . atormentando ¿ los otros. No
obstante , quaodo el oído , y la kogBa estén
yá hechos á una buena prosa ^ y fortalecidoa
en el discernimiento de ella ^ no embídiemos
á los jóvenes el placer ^ que «pueden hallar en
los Poetas- antiguos ,. y modernos, con cierta,
y prudente elección» Para hacerles conocer á
todos la estn^^ura de los versos , y aun at»
guna cosa mas que la estructura , se les
pueden proponer muy I»en , sin pérdida de
tiempo , los tres egercicios , que se siguen,
y de que todos, los entendimientos son capar
ces^
El prjjper paso es desleír , ó descomponer
frequen témeme algunos versos hermosos , y
hacer á los niños , que de palabra , y sin larga
meditación pongaa cada. pieza en el lugar que
pide el metn>.;
El segundo, paso, es suprimir algunos epi^
tetos , 6 alguna otra gracia , que pida el ob*
jeto de que se trata , y proponer á los Dis-
ci-
j
a 40 Espe&aculo de la Naturaleza. •
-dpulos , que coloquen allí lo que faíta , He*
nando aquellos vacíos.
El tercer egercicio , y que le aprendí de
un Maestro bien hábil , es hacerlos compo-
ner de compañía 9 é in solidum j ó cada uno
obligado al todo , un poema peqnefk) , dan«
deles el plan de él , y el argumento ^ según
los progresos , y fuerzas , que hayan yá ad-
quirido. En este caso dispierta la emuladon
todos los entendimientos para cada Teraode
quantos han de ir componiendo por su tar-
rnó ; de una fila de nifios traben uo rerso muy
proprio ; pero el de la íUa opuesta yieoe con
otro , que? parece se Ueba la palma : se com-
paran los dos entre sí y él primero pretende
itodavia el tríuníb ^ todos toman partido»
-unos en rontra , y otros en faror : se alegan
razones ,, que favorecen á éste ^ y excluyen
á aquel , con que hay ocasión para que se
(digan las cosas mas lucidas , y elegantes , de*
•fendiendo i estx>s dos ^ á qiiiei^s panece que
se ladeó sin disputa la viéloria ; pero quando
se piensa yá en declararla , se ^||banta otro
tercero , que abate la presunción de los dos^
se Ueba eji triunfo , y se queda con la co-
rona.
Con esta especie de egercicio , que trahs
mas de diversión , que de trabajo , se logra la
ventaja grande de no ocupar jamás los en-
tendimientos, sic)0. con las colocadonea- fifias
cle-
#
Curta deanVadre de familias. 941
elegantes y y con las imágenes mas hermosas de
ia Poesía en lugar de dejarlos correr allá á so-
\2& (ras ideas vanas, y zurcir harapos» que so*
lo pueden servir para que se vistan con ellos
Arlequinesco Truhanes.
Puédeseles , en fin , ordenar á aquellos, que
se conocen mas ingeniosos , y que cierta tra«
•vesura de entendimiento , junta con so mayor
iifícion , les permite tarea mas larga , que com«
pongan á solas en verso alguna cosa seguida;
pero que sea siempre sin dispendio del taten-"
to de los mas cortos.
Ysíes ^uido, d mayor que je pue-
de imaginar 9 pedirles á los nifk>s , que com-^
pcxigan en prosa en una lengua , que todavía
no saben , y á cerca da la qual no es capaz re<»
gla alguna de infundirles gusto ; no es menos
absurdo, el pedirá toda una multitud de ni«-
fios ^ que se ponga * por espacio de dos ho-
ras enteras á meditar , y que saque ocho , ó
diez versos, sin conocer ni la estnidura , ni la
gracia , ni el sonido. Mucho mejor les estuhíe-
f a el habd#escrito una pequeña carta en su
{vopria lengua, y en un estUo corriente, y na^
Cural , que haberse fiítigado para sacar , con
total s^uridad 1 nquy malos versos, sean Lati-
nos ,6 sean Griegos.
Tres , ó quatro veces cada semana los han
obQgado á este remo » y según buena cuenta^
son cosa de dos mil versos al año; pero de<(
Tmn. XL Hh mos*
342 EspeSácutodeh Naturaleza.
mosle tres mil S0I03 en tres años , y juzgué^
mos del valor del todo por el ultimo verso de
ellos^ que será , si V. m. lo quiere, un poco meó-
nos miserable que los primeros. Lo que sola^
mente se halla en él , es la cantidad de las sy^
labas; pero gracia , ni dulzura 9 no hay que espe*
rarla , todo faiulco ^ flojo , y trivial: y si vamos
á contar las ñdtas, que se hallan en cada paUh
bra y será menester multiplicar cinco , 6 seis
por los tres mil para sacar el totaL Además de
que aqui debemos pensar lo mismo ^ que dijí^
mos del latín , sacado por reglas precisamente.
£1 niño honra sus reglas^ consumiendo su en-
tendimiento 9 y corrompiéndole con habitas
viciosos ; y consagra á cultos , evidentemente
nocivos^ el tiempo debido al egercido de su
talento natural, que se deja á. un lado. . rv
Peligro de us Escosácbra, que muchos corren estos
iiíncT^pfc?' mismos riesgos con el egercicia de las amplí-
íicrcc de^eí- ficacioncs, y piezas de eloquencia , en que ne-
tendimien- cesita el entendimiento ponerlo todo de su
casa , el fondo , los pensaniientos , y A esti»
lo : no llegarán muchos á esto. Sí^de ciento
se haUan seis, na será poco; puescoa qué prur
dencía , y verosimilitud se 4es pedirá á los de^
níii& la invención , el orden y el raciocinio , las
imágenes , las acciones, y el decir bien, ó la elo-
quencia ? Esto es pedir una cantada , b una área
muy suave , á quien na tiene música ^ voz^ ni
aun gaznate.
Aque-
suerte
ten
tes*
Cuta dé ttn Padre de familias. 243
Aqudlos nifk» , qiie dan mas esperan-
xas , se los puede excitar á que compongan al-
gunas crías , ó piezas pequeñas de eloquencia;
y esto viene á ser k> mismo que ponerles de-
lante las herramientas á los que nacieron pa«
la las artes mecánicas, TamUen se puede
egercitar en esta especie de composiciones á
aquellos, que maniífestan mucho gusto en irse
imponiendo en ellas , pues casi siempre se
perfeccipna to que se ejecuta ^in violencia^
jpor razón de un natural atraéiivo. Tales son
bs principios déUles 9 que han llegado tantas
veces con el tkmpo á ilustrar la Catbedra ^ y
el Estrado. Pero se debe prevenir , que estos
egerdcios particulares de algunos , ne les, sean
empachosos á los otro^ Es acaso en eiedo
necesario, que todos pasen por. una misma
hilera ? (^*) No por cierto, antes Uen e» im-»
posibk , y conviene , que sus incUoacio*
nes sean diversas , y esta variedad de inclinado^
oes, y« ñdlidad para unos egercidos , mas
«pie para otros, es uno de los mas ricos pre*
lentes, qií# le hace la Providencia á la so-
ciedad humana : y asi , es muy proprio de
un Maestro hábil , descubrir los talentos de sus
Discipulos, y cultivarle en dios á la Repú-
blica sugetos á proposito para todos bs es-
Hh» ta-
(<Hi) Esto es , per aquel ¡astnimenta < aue tienen los Víate-
rot » Tiradores de oro > &c con mnlcítua de agiigeros dc^f^r»
íes para ir adelgazando luccsiraflicicc tos metales : umbiea le
>
^44 Espe^acuTo de la NtOutak^a.
tados , repartiendo con caridad los egerdcios
segun la necesidad y y el alcance de los enteu*
dimientos.y que le entregaron : y asi , paraqoe
entren en aqodlo ^ que es de su genio , y
para renunciar sin pérdida las composiciones^
para que no nacieron > se les abre una puerta
honrosa*
Aquel 9 á quien solamente le pküeren
una carta en su propda lengua ^ y á cerca de
un objeto muy común y se piouá ^ esfor-
zandose para el acierto , éste le hace amar
el trabajo » y el trabajo hará renacer la fe^
Itcidad > donde antes no había esperanza de
ella.
fffeptraei(m (^) Un Maestfo hábil 9 y que sabe muy
ákios Aaco- j¿gQ qoánto vale el tiempo , cuida de reser-
var .alguna parte de él , con desigiUo de
qné sus DSscipubs no se vean faltos , ni ago^
viadosi del trabajo : no aplicando sus taten*
tos , sino á cosas que k» ceben y y con ua
ayre del: buen éxito , que espera en lo .que
laceO) se queda ñempre con el derecho de
hacer nuevas tentativas* El Maes% será en
los primeros años quien haga por sí mismo
ia traducción > él lo allana todo; pero no se
pasará mucho tiempo 9 sin que d niño cami^
ne el primero i y haga por sí ^ tanto la pre-
paración de los Autores en particular , como
la
C'^*) Eb la craduccio&Italiaiui m> m &aUi eA el (« que se sigpM^
4c modo» q«c se omicc lá prcf aracioa de los Autores»
0
I
4 ^
Carta de un Vadre de famiUas. 34 (
k éxplicacioD púbüca de toda la tarea, que lie-
ba« EatODCes se conoce bien quánto fbrtiÍK
can en un joven el uso 9 y dominio de la len*
gua las repeticiones , las analysis , las qoestio-
neS) y preguntas , y las composiciones verba*
les, que se siguen á las traducciones. Siendo fá-
ciles las composiciones domesticas , que se ha-
cen sin Diccionarios , ni laicas meditaciones^
k dejarán la libertad necesaria para prevenir
sus Autores: con que vendrá á ser el tiempo^
que le sobra , una recreación tan útil como el
mismo estudia
Puestos yá una vez los jóvenes en el ca-
mino de la buena latinidad , y afirmados por ticuiares.
razón del largo habito á nn latín siempre
puro, seles podrá permitir , después de ha-
berlos hecho esperar algún tiempo y la liber-
tad de leer por algunos ratos , que se les se-
Mlan» los libros escritos con mas proprie*
dad en su lengua materna. En otras se les
¡podrán dejar leer las obras de los moder-
nos 9 que han escrito mas puramente el latín,
y que pa#:en una Bibliotbeca hecha expresa-
mente para ellos* Solo la Conjtiracion de Por*-
lugal por el Abad Vertot convencerá desde
lusgo á muchos, á que se puede encontrar en
los labros Franceses no poco gusto ; presto
pedirán algunos de los niños las Reboluciones
de Suecia^é las de Inglaterra , las Vidas de
^ del Cardenal Cisneros ^ y de el
34^ EsfeSacuh de la Naturakxa.
Tamerlán. Harán la Corte para obtener la fab»
toria antigua , 6 la historia de Francia 9 6 la de
IVIalta. (*♦) Y si V» m. hubiere de contentar to-
dos los niños, que le pidan libros » bien pue«
de hacer provisión.
Los Autores 9 que de doscientos años á
esta parte han escrito mas pura 5 y mas noble-
mente el latín , tienen en particular d§ bueno,
que las costumbres de su siglo , y por consi-
guiente sus ideas, son lo mismo casi que las núes*
tra& Generalmente hablando, ningún lugar su*
yo pide averiguaciones , ni comentaríoa para
que se entienda : á la primera leélura se allana
todo* En el desahogo , que se les permite á los
Humanistas , ó en el tiempo que les sobra ^ por
razón de la prontitud con que hayan sacado sus
composiciones, déjeseles gossar el pensamiento
alegre 9 de que caminan yá solos en la lección de
los Poetas, de los» Historiadores , y Oradores
Latinos. Las fábulas de Faerno serán yá. para
«líos un mero juego. En lugar de ponerles en
la mano á Marcial, que los embarazará mu-
cho 9 y los edificará poco , permítase^ el deUc^
tus epigrammattm^ precedido del prefacio La-
tino sobre la diferencia de la hermosura natu-
m1| y la afedada , y compuesta. En vez de la
Phar-
(*«) Por to que mira ti Castellano , Ribadeneira , Mariana»
Fr. Lult de Granada , Fr. Lait de León > Solíi , &c. son muy bue-
nof por la pureza de su lenguage al mismo tiempo que las mac9*
ús > que cratan , siendo can ▼ariasv pueden intcmir mucho.
■Of
TUS
»
Carta de un Padre de familias. 247
Pharsalia de Lucano , y de la Thebaida de
Stack), que podrían inclinar al Humanista á la
bincfaazon , muestreseles la Poética , ó los juegos
de ag^dréz , y los gusanos de seda de Geroni*-
mo Vida. Qué latinidad tan hermosa ! Qué di«
versidad de mensura 9 y de harmonía ! Qué se«*
tnejanza con Virgilio, tanto en la riqueza de
%\\ narración , como en el fuego de las pinturas!
Vot Catulo, Propercio, y Claudíano substituí
yase la numerosa versificación de Sannazaro , 6
la de Commiro , en quienes no se hallará , ni
]a cadencia demasiado uniforme de los versos
de Claudiano 9 ni las pinturas peligrosas délos
otros do& Commiro reemplazará suíic¡entemei>
témeme los caraéiéres de todos , tomando di-
versas formas, sin saberse en quál sea masagran
daUe. Lo ^e el joven Humanista pu<&ra pei^
der 9 no viendo sino muy poco de las obras de
Ovidio , se le puede resarcir en las Elegías^ tan
ficiles^y abundantes, como ingeniosas, del P.
Sidron. C*'''^) Qué embeleso no encontrará una
imaginación feliz, y qué commocion de espiri*-
tus no ciUarán en ella aquellas elevaciones,
que se descubren en los pequeíios poemas , y
en los bymnos de M« Santeuill!
Pero si sucediese , que á pesar del fuego,
y sublimidad de este gran Poeta , experimen-
ten los Ledores algún disgusto , como le ex-
pé-
r^) o Sidroiiio. £1 laUano emite el punco , y parrapho > que
se sigue* '
3 48 Espectáculo de la NatunJes^
perimentaráa sin duda , por razoa de la infi-
nidad de antíthesis Í^^) tan ordinarias en él, se
puede compensar 9 poniéndoles en la mano á
los niños la Colección de hymnos de M. Co&
fin y (a) que les resarcirá qualquier pérdida por
medio de una rica variedad de pensamientos, é
inversiones, multitud de imágenes, á la ver-
dad no muy vivas, pero graciosas, nada aiec«
tadas , y sin afeminación alguna ; jánto oon
la mas dichosa latinidad , y con los pensamien^
tos mas aptos para mover el corazón. No ha
producido nuestro siglo cosa mas perfeéla en
este genero : en Cof fin nos vino un Horacio,
Christiano sin duda.
Sí se hubieran de juzgar los Libros por los
titulos , qualquiera pensará por el de Terentius
Cbristianus^ que es un compendio de piezas de
theatro , compuesto en Harlem (**) acia los
principios áA siglo pasado , que Terendo nos
havia también venido al Mundo con este Aator,
como Etorado con Coffin. Su estilo es copia del
4e Terencio , y los argumentos tomados de la
Escritura. El titulo plausible, pero e%iíioso, de
este libro, y la lección de algunas Scenas de una
latinidad muy pura , havian preocupado en su
fevor al Abad Rollin , y al P. Porée, (**)y fue
<««) OpOficJOB de peatamievtof » ^ i^ef^ de pt labraf
(a) Ba cAM de Desaiac • y SaiUaat • calle de San Juan de Bcaa*
rats
(«*| ciudad de las Províapias Unidas.
(•*} La tradttceíOB Italiajia oaice «1 K. Pore'e.
f
Cariade un Taire defandÜdf. 949
já tar()e , quando conocieron sq engaño uno^
y otro.
Si le hubieran leído del todo ^ antes de
formar el concepto , fauvieran visto claramen«
te» que no se halla en d tal libro, ni el dis*
cemimiento , ni la delicadeza de Terencio^
íbíndiriiítablemente les hubiera dado en ros-^
tro , y causado hastío. Encontrarán por todas
partes un Autor grosero» un Moralista sempi«
ternoy un hombre que se mete en formar píe*
zas de theatro, sin tener el menor conocimien-
to del camino , y reglas de una acción dram*
matica » que á cada paso se olvida de la bue-
na crianza » (*^) con caracteres llenos de ba-
jeza» y con grosjerías chocantes» y lo que es
aun peor » con pinturas muy poco christianai»
y pías»
Si queremos , pues » abreWar » 6 diferenciar
el trabajo de bs jóvenes por medio de leduras»
que los conduzcan sin rie^ al modo regular
de un discurso , busquemos lo que nos conviene
en otra parte. Ellos leerán con gusto los Día*
logos {^yS^ Erasmo, y aunque tienen menos
sal» que convenia; pero encontrarán mucha mas
pureza de estilo» y mayor magestad que en las
Cartas de PauloManuciaEl latin de la traducción
de Herodiano por A^^g^ Policiano » les será sin
Tm.XL lí du*
^ («H») sin Mordine ¿t tiempo, l«g«r 9 iú pcrsoftas t dfidail»
f lU gaJir4ar el carader de tnu*
(^ fixporgado 1q |i9cÍTt«
i ■
>
d5o lEsp^aculó de la ÑatnraleM. *
duda grato ^ y acaso se * acomüdar^n
al de Justo Lipsio en su útil tratado de la^
«sáquinas de* Guerra , y hallarán en él fre-
^utntefheme las- inversiones , y disposición de'
Flauta No dejarán tal ve2 de coropbcetse*
en poder hacer la con^paracion de los anti«
guos con loa nsodérnte , y determinar con^
equidad á quál de los estilo^ conocidos eo
la antigüedad sé podrá reducir ei de la histCH
ría de Italia por Sigooio \ el de la historia de
Flandes por Estrada ^ y principalmente el de
la historia de España por Mariana* Tainbten
se podrá divertir á los jóvenes con muchas
traducciones de una latinidad muy pura ^ qua^
lesHHi lai de . Jylandro , de .Cameratior ^ de
JLeunclavio ^ de Henríco Estephano , y otsoa
muchos. El siglo 17. les ofrece leélurasmuy
útiles 9 y' sin numero. En las * obras latinas
históricas 9 y de oratoria 9 6 en otras , qtie
ks podrán destinar á los pocos afíos , ks da*p
fia yo la preferencia á aquellas ^ que al- mérito
de' una dicción exquisita juntan el de apriáonar
el alma con la dulzura de la n%eria ^ que
tratan. Los jóvenes siguen el atra6ivo de la
curiosidad 9 y llegan al iin del libro casi sin
pensar en qué lengua se escribió ; lo qoal
es aprender un idioma por la práctica ^ que
en hecho de idiomas es llegar al ün desea*
do. Por grandes que fara consegiarle seai)
1m auxilios 9 que comunica un sabio ASaestito
f
Carta^ie un Paire de fandUas. i f x
con todas aquellas luces de que acompaña la
^lección póbUca , que hace , no son menores los
^ue din estas lecciones particulares ; en ellas
experimentan un secreto testimonio de la íaci*
tidad adquirida , que los lisongéa con razón:
el atra(9ivo se aumenta , y llega yá á ser pa-
sión. Aconsejadles entonces y que abran una
excelente Gramática. El joven lo Ueba bien,
y este es el tiempo en que le es tan provecho*
sa y como necesaria. La pasión se lo hace em-
prender todo, y el joven , convencido agrá* Tiempo de
daUementede la &ciUdad, que ha adquirido^ Grana J!uir
no se rehusará i cosa alguna : nada le acobar-
^ Esta lengua ha venido á ser para él un te-
«ofDy y será bien tecíbido , quanto le parezca^
'proporcionada para aumentarle. £3v9^eas¿»/)^i^^,
por la prd&ica ^y acabad por las observado»
*ms gramas icaks.
Otro mayor Uen , que el de afianzar el Medio part
entendimiento en la práétíca de las lenguas, ^^' ^^**
traben consigo estas lesuras particulares por
•modo de diversión , y sin fatiga. El entendi-
miento sáÉ» conoce Isi infancia , en quanto ^
ae mira vado de ideas, 6 juzga de las cosaa
sin experiencia , si yá no es que absoluta*
mente no juzga. Sálese al remedio de estos
defeétos, no haciéndola componer con un pro-
fundo silencio una docena de rengbnes car
-da dia 9 sino habituándola desde la mañana á
la noche á oír haUar de un numero gran-
.lia de
1 5^ EsfeQacuh de Ja Natilrdleta.
de de objetos , agradables por á mismos y y
proferidos agradablemente; después á dar ra«^
zoo de todo, y á repetir ^yá sea en su pro*
prla lengua 9 yáen Latín , ó en Griego, ge*
neralmente lo que se leyó, ó difió, 6 aque*
Uo que se baya contado , 6 explicado , y oomp
prehendido.
Es preciso tratar de diverso moáOj j ha«
bernos de otra manera en aqudlós objetos, cu^
yo conocimiento intentamos , que en la adf
quisicion de las lenguas , que deseamos ha*
blar , ó por cuyo medio nos queremos instruir^
Que nos cuesten un trabajo serio los objetos^
que nos importan , y cuyos descubrimiento!
nos interesan, es muy justo, y se Ueba Uene
y mas siendo cosa indubitable , y derta, que
quando alguna nueva verdad se aclara , 6 quao-
do algún otro ccmodmientp útil es el frui9
de nuestro sudor , y trabajo , la impresión es
mas viva, y mas durable. Feto para las leo*
guas es preciso seguir otro método. La ex-
periencia nos enseña demasiadamente , que d
querer ooos^uirlos progresos délMa juven-
tud por medio de la obediencia á las reglan
á unos se les impide , y ahuyenta para siemr
.pre,y á otros los hace ridiculos. Ko se vé
otra cosa, por efeéto de este método, sino
dilaciones , tartamudeos , preparativos , y lo
que es aun peor, hincbsuson, y ninguna iMp
turalidad
Por
Carta áe m f aire Je fimílias . ajj
Por el coQtrario, la prádíca^y uso con*
tíauadp, que hemos dicbo^dá á todo qyan^
tD se dice cierto ayre de expedicioo ^ y do*
mioio 9 y adquiere al enteodüniento . aque-»
lia extensión , que le falta. Este egpffcido
dejará en la razoo de los Discípulos una
amplia provisión de ideas ^ que na podrán
dejsr de crecer , y de formar esa razón,
«|ue las aposenta , y abriga. No puede la ra-
zón ?ér muchas ideas nuev^ y unas en prer
leocia de otras ^ sin que las compare entre
ú ) examine sus relaciones , y determine el va«
lor^ que tienen. Aptueba la una, y le hac«
guerra á k otra. AÍdmira , se enternece , y
«ffla, ose em>)a , y ^ fastidia conforme el
caraéter d^ la verdad , que se le muestra ; y
trayendo é la balanza muchas veces el juicio,
9ie otros forman » la razón introduce, alli tam^
faieo el suya Buedese suplir ac^si^ cop 'Otr^^ co^^
sa mejor la experiencia, que je* &Ua todavía ü
la lazon?
A la jQventud se le hace el mayor serví- vúM%é ét
tío posibl«| habituándola en el rfetiroá ocupa-^ ¡TrccwcK
9iooes seguidas , y facilitándole la adquisición necesarias.
de aquellas luct;s ^ y conocimii^vos nece$a«»
tíos , tanto por razón de la lejanía de las dis^
tracciones 9 y fug^ del tumulto , como por el
estímulo de la emulación , con tal y que se ten»
gala sabia precaución de sacar á sus casas de
tiempo en tiempo^de sus Colegios á losjove-.
nesj
.«
iH Espe&Mítíp4kla NoNirakza.
nesy yá sea para qi)e se hagan al tinto de
las gentes , comercio de los Políticos , y al
gusto de una buena crianza , y cortesía , ó yá
sea para> formarles el coraron 9 lenovandd
Amistades dignas*. Los Padres conocen may
bien por ló coman la. ventaja de sus hijos
con esta separación : solo hay que recelar^
que ios padres mismos no se la arruinen » íok-
pidiendo la educación feliz 1 que empezaron
id^rá-^üs hijos, por convenir con ellos en
salidas muy frequentes , en di veranes dema-
siado vivas , ó én permitirles espeétacidos ap-
tos para perturbarles la imaginación ^ y per-
Vertirles el gusto , comparando fi» libertad^
que logran en sus casas , y las diversiones
¿fué tienen, con la aligación del retiro.. Pe<«
ro'éste , que es la salva -guardia de su juven-^
tud y podrá por otra parte servirles de tía pe-
figlto süttfo y si precisamente ise em^ean los
bellos años de un alto entetodímiento en so*
la la aplicación metódica de algunas r^las
de la Syntaxis , amplificación , y mosodia. Dá
este entendimiento un paso segualttina regla^
arriesga el segundo siguiendo otra ; y para
poner el segundo en onden , vienen veinte re^
glas juntas. La jornada se hace muy lenta^
mente , parte siguiendo la vereda , y parte
siguiendo el discurso; sale al fin el joven ^6
te parece que sale de su dificultad : prosigue
adelante , y i &erza de haber praéticado las
pe-
Cuarta ék w^ Tadre de familias. 15$*
peligrosas sendas de poenitety toedet ^ futurum
fidsse ut , llega sin desgracia al fin de la ta»
fea diarias Pero sacadle de sus composiciones
fegulares^y llanas, quiteéele su plumas y sos
regias : pues todo se le ha quitado : él no
sabía skioeso, y en todo lo demás se que-
da mudo, sea en su propria lengua > d sea
en Latín , porque su entendimiento no se ha
mantenido en otra cosa. La experiencia nos
enseña , que los que están acostumbrados %
no -faabbr , .ni componer , sino solamente ata?
dos á tal, y tal regla , se parecen á aquellas
máquinas , que no. se pueden mudar de su
puesto un puntó ^ ni sacarias de su uniforau^
4ad, sin invertir su servicio. Absolutamente
•se descomponen , todo se detiene ^ si las mu«^
Ruegolei V. mvque me iSga, por qué
-aprenden los niños con tanta fecilidad su lenr
:gua materna^ sin estudia ^Igüix) ? Porqué las
«ñoras saben pensar tan ajustadamente, y ex-
plicarse con tanta propriedad, sin haber co-
nocido^ ^ Desm^iets , m á Vaugdaa ? Por
qu6 los que viajan aprenden con tanta pron«-
títud las L^ngiids estrangeras , y muchas veces
•áti abrir un solo jihro? La causa es, que en
.lugar de estudiar con ioipertinente enfado la
lengua paia coáocenlos obji^ais , se sirven de
la vista , y del uso de las cosas , que y á co-
nocen, paira setena ptontamente la lengua
con
j
af6 Espé&aModeJk Naturdexéí
coa qué se explícaiu Phitarca se determioé
muy tarde á aprender la latinidad , de que
9ntes había descuidado; pero llegó muy pron*-
tamente á entender los Autores Latinos; por-
que , según él mismo ^cma al principio de
las vidas de Demostbenes ^ y de Cicerón ^ ,9 le
^y ayudaba mucho á entender esta nuera len-*
99gua9y conservarla el conocimiento de las
59 materias ^ que hallaba expresadas en eUa«
Éste es el orden de la naturaleza ^ porque es
(^ de una experienda universal. Bolvamos^
pues^ á él en d estudio del Griego 9 y del La-
fin. Pocas disertaciones á cerca de las pala*
bras 9 y mucho atra¿tívo eo las materias. Sia
que mudemos cosa algum en quanto al tía*
bajo 9 que se {Araéttca en los Colegios^ pida«
mosle solamente á aquellos que dirigen la en«
^señanza en eBos;9 que en lugar de las abstrac-
iciones fugitivas 9 y escabrosas 9 empleen síem«*
pre para la enseñanza una serie continuada de
materias llenas de dulzura 9 y aliciente 9 de mo*
do 9 que atraigan el entendimiento 9 y le bar
gan retener los términos 9 que Ülüsignificaii,
y que sepan de antemano los niíios todo d
latin 9 que se quiera que haUen , 6 cómpoo?-
^n ; para que trabajando en producir este la^
tín mismo 9 tal 9 qual le entendieron antes,
no se aparten jamás del genio de ta lengua de
que tratan» '
Todos nos acordamos' muy bien de el
c
de m ^aéte de Fan^of. %sy
estraSo Latín , porque hao pasado oaestras
orejas r después de las fórmulas lastimosas de
los qúatro , 6 cinco primeros aBos ^ era por
ventura modelo mas seguro el Latín de las
amplificaciones , que sé nos diiftaban como
corregidas ? Los ifiscursos trabsjados , que
nnestros Maestros arriesgaban irlgunas vecea^
sacándolos al público ^ son la prueba demons-
trativa de sus descuidos , d á b menos de la
desiguafdad en razón de estilo ; como tam«
bíeo del desorden de las composiciones quo*
tidianas , que nos consumían el tiempa El
uno no tenia otro medio , que las bagatelas^
6 afgumentiUos de los dos Plinios , ni taiostra<»
hi mas ofido , que Séneca el Pfaílosopbo. Otros
JBSgaban , que habían llegado k conseguir la
eoei^ de Tito Livio , y copiaban con fideli-
dad aola su dureza. La mayor parte » persuacfi-
dos á que b grande, y autorizado del audito*
rio peffia un poco de mas nobleza , y mas pom«
pa 9 echaban á bolar los felumbrones de Am^
miano Mbráelino, y de Apuleyo, y aun tal vez
la rastica moéadon de Sydonío Apolinar. Se-
gún esto, podrá suceder muy fiKilmente , que
sé egerdten<los jóvenes seis años seguidos en
latines, unos muy bajos , y otros muy M^
sos. Aqni , pues , tratamos de no al
á la casualidad, ó i la costumbre
amamos; quieto decir, la primer
que dependerá aquel orden de
TofikXÍ Kk 7
%í'» iK
a $ 8 Espe^aculode la NaturakfUL
y fortuna de nuestros hijos. Los Maestros na
cumplirán jamás con aquello que deben i los
niños , si no tienen ^ según el consejo de Ar*
nauld , la generosidad de supríooir en sus clases
toda composición , sacada de su proprio cau»
dal y y hacienda , ^rdtando á la juventud
con egemplos , yá sean largos y 6 yá sean cor-»
tos y sacados fielmente de los Autores mas pu-
ros; porque coma qu«sra 9 loque convieoe es
ir ppr camip9 s^uró.
La ciencia de pg^Q qq {^^^^ qué'Ios Macstrosfse ábsteó?
los objetos T
crahc consigo gan de propouer á la juventud % como pdú^
Ja vid lengua- ..*^*^,r.i:.f • 1
i;e que wc]^. cipios t egemplos falsos ) O lo que viene a ser
^^''^' 19 mismo, ^ ie darles par modílo sus pio-^
prias composiciones ^ deben haberse ea el
Latin , d en el Griego , del mismo modo que
lo-ejecutamos con un ESscrangero ^ que quie*
re aprender nuestro idioma, entre nosotros»
Muestransele los objetos ) que le pueden ¿nte^
regar mas ^' se habla en su presencia , y él es^
cribe , 6 repite la que ha oída Que lomen
los Maestros la tarea d& no dirinr fosi.ojos^
ni el. entendímientade sust Dísdi^wbs , sjoo á
CQsas muy encogidas ^ varíadas^ toa sagscídM»
y prudencia i y que traygan' énsítm^cataéter
proprio para excitar, la curiosidad f pero pcrf
sí mismos nada digan , ó nada saquen de so^
ya, dejen hablar, desde lluego, á los fGríegbs¿
dá los Rom^nos t que vean .daspues;.^)sL:sus
9}umnos repiten. fíelinente lo i^ababarúo*d^
oír,
c
Carta áewnVaáre di fm^lias\< 959
(rfr , 6 repitietidolo segakk» , ó sí oo , daiw
dolo por respuesta á alguna pregunta , que
€e les haga de ésta , ó la otra cosa ; ó escri*
híendolo á su espacio el mismo dta 9 d de
allí á algunos : su cuidado singular será , que
no <en , ni á la propríedad de los térmi-»
nos 9 ni al orden , y alma y que tiene toda la
üraseu La perseverancia en el egercicio es la
que se le pide al Maestro ; y aunque no ten-
ga por ysi talentos superiores ^ sin engañar á
nadie con ilusiones y ó anuncios de caminos
secretos ^ ó veredas nuevas ^ comprehendien*
do solsffiíente la fuerza, y mérito de una prác-
iic^ buena y téndri la ^tisfeccion de haber en*
aeñado á sus Discípulos el lenguage puro de
los siglos.de oro.
Lejos de que este haWto bien radicado, l'^;J^ ;«t
no solo de hablar con firequencia • sino tam- '* «' '''<» <^«^
V. , . 1, .. mundo.
bien de pensar , y componer noblemente , na*
ga á un joven sombrío , é inepto para todo,
recogiéndole con demasía dentro de sí mis«
mo , ae le dnre una puerta muy espaciosa pa^
ta adquirirlas lenguas , las deucias , y el uso
de la civilidad, y del mundo , pues habla to*
dos los dias por instantes , y de repente , sin
preparativos $ y en público cinoo, 6 seis años
seguidos.
No es evidente , tjue aquel , que posee
mas aptitud , y xrapacidad , que memoria , ha-
bilitará su lentitud con tan multiplicado eger-
Kka ci-
26o EspeÜacuk ée la Natwakxa.
cício , y que aonqentará aén la memoria coa la
serie de tantas ideas encadenadas unas eo
otras ? Y que aquel en quien domina la me*
moria , formará tamMen la razón 9 y el modo
de asentir ^ ó disentir á las cosas con el habip
to y que adquiere de juzgar continuadamente
de ellas?
vrmaiuirtktt* Éntrela multítud de jóvenes concnnen?
lar de este ^¡^ ^ \^ Estudios oúblicos , se baila por lo
egercicto para % , ' . « • ■•
lot jóvenes, comuu un 0umeffD raeii grande sm oieoes de
due carecen ^
de bienes 4e fortuua » y Cfot uo eucuentrau mas recarso,
fnrtnna. ^^ ^ Escuelas , para pasar decentemente la
vida 9 y suplir los socorros domésticos ^ que
les fiíltaa Estos reconocen mucho mejor que
los ricos y por lo ordinario ^ él bien , que se
les quiere hacer enseñándolos ^ y se entuban
con docilidad á quanto. un Maestro laborio-
so ks aconse^Sé Este ks recomienda con do^
1^0 singular , ó las Gramáticas Griega ^ y La»-
tina de Laocelot ^ 6 b Gramática Francesa
del Secr^arb de la Academia , ya las partí-
culas de Turselino > y yá los pennmientosinr
geniosos del P. Bohours ^ comunrakiddes al^
ganaa aoticbs , y haciéndoles otras adverten^
cia» acerca de la pxáética de las lenguas La*
tina y y ptopria. Coa estos Ubros y ciertamen^
te estimables y piensan los jóvenes , que He»
garon y eom& de un golpe ^ á la perfección
del estilo ^ y á la práéUca mas bella de la
lengua ^ que aétualmence estudian. Yo no dur
Ci»fta4tmVaSre defamitías. 261
9o , que sus compoádcMies lograrán tú algu-
na bondad » que no faltarán á las reglas y y que
las acompañarán con algunos remiendos bri*
fiantes , que habrán zurcido , inal que bjen,
en todo quwto componen. Pero con sok>e»-
M , se quedarán tímidos en lo exterior ^ y tan
'informes para el trato público ^ como al prin*-
cípio , y les sucederá siempre que se aliguen
á mantenerse siete , ü ocho aik» seguidos ocuW
sos , atados á la lentitud de una composición
sedentaria : no formarán la razón , ni redtfi»
carán el juicio , atados á sola la libertad de una
sofedad desdeñosa 9 y tímida.
Quando neceskan producirse , sdir al p6-
blico , y habbr repentinamente , los abando^
na la mitad de su razón 5 si yá no desapa-
rece del todo. Después tendrán las teglas de*
los sylogismos | el futuro contingente y j^^
materia primera , que ieifiadirán la barbark á
la timidez. Pongamos en salvo , y aymiemos
los talentos de los pobres , pues fonda el pé-
bHco en rUbs la mejor pane de sus esperan-
zas. CraMzcamoslos por medio de un vaé^
todo, que sin gastos los vista , y adonie , co*
mo á los ricos , del buen gusto de una verda»
dera política j (^) valiéndose de toda la efir
cacia de un egercicio continuado. Cómo se»
rán bárbaros , oyendo diez años consecutivos
d lenguage mismo de la Corte de Augusto^
sin
(<H») Vcase acerca de csiq la aoea al princ^l» 4« la Cauy. 4.
1
1
a6a Espe&aa^ú de U Natmraimk :
5ia mezcla de rusticidad , aun la mas levé!
Cómo serán dmidoa después de .empleados
diez aík» en una alternativa continua de dis*
cursos repentinos , de resolucaoiies á las dudtfi
y dificultades y que se lespfx>ponen y paraque»
según su modo de concebir ^ las desateti ,.y úl-
timamente de confiposicíones , que han de exh
fregar por escrito ^ sin dilación , y sin incerti-
dumbfl^^ ni dudas. ^
V. m» ha yisto Uen claro y Señok: mió , d
sumo peligro , ^le hay ^ de que nuestros ama-
dos hijos vean atormentados : muchos . afios
sin intermisión sus oídos con. ks imjHesiones
de im lenguage ridiculo , ()ue inútilmente de-
spearemos , que le olviden. Del mismo mo-
^o conoce V. m.. que la pesadé? de las com-
posiciones sedentarias , y silenciosas^ es c^páz
de hacerlos tímidos, taciturnos , y sotnbríos.
•Para evitar todos 'estos ii:^nvenientes., qq he
propuesto otro medio , sino el qáe tonkó para
sí mismo con tiempo Cicerón , á fin de hacer->
se duefk) de la lengua de Demost^enes ; que el
que acostumbraron desde luego lldoleto ^ el
'Bembo, Mureto, los Maoucios, Petavio , y
otros buenos Escritores en la lengua de Cice-
rón ; que el que egerdtaron Severo Sulpicio,
y el'P. Turselino para imitarla delicada bre-
* vedad del estilo de Saluscio ; y que el que ha
comunicado á algunos modernos la amenidad
del estilo de Terencia
Pero
Curta áe un Padre de familias. 163
Peio apeos» oqs hemos librado de una Vj¡r'tn^\t
ioqnietud, acerca del cultivo de nuestros hi- jV5■"**"-
■ 7 ^^ piiicu de una
4os y cuando nos hallamos insensiblemente ^^^^^ briiiaa.
asaiiadcs de otras muchas : si teo^enfios ^ y cíoa.
•con faíon > aqi^jetios métodos bastos , ,' que
fiieden ^rrulpar Ja a^ivid^d de su emendií-
mtento , y entorpecerles siv lengua -; no debe-
mos rezelarnos menos de un falso brillan-
te , (**) Con que ,el uto continuado: de.buer
i:os Autores suele «lucíp^r 9 y * brvcei^ qiie^ peli^
gre la juTeptud, dando, ep^^d escollo contra^t
río , 6 en la mania de una ingeniosidad afec-
tada. Los Maestros mismos , aun los mas^ há-
biles , coo(i)^r3n na poco ^ mucbaaveces, á en*
getidrar este. defeAi)' ) > ^ ^ se ¡introduce en lá
comítivb de ¿qúcllo^ cuidados ,,: que : tieneni
*y egercítao: para per^cionarlei elgu^oá sus
Discípulos*:' Ladaeman mochas vt^ces lo que
bailan frivolo ibiéso. co J«ís.ob^<as ingeniosiasi
y (Gonduceá ix^fél mi^mó.caibinQ á susiBisci^
pul* > sin pepsEír en el'o*. ^ . ' U '; v . '
Nadie iynora ,^ que se procura eco xkm^
po hacer f ^MstírguiT' á la juveptud k: díverst-»
dad 'que . hxg dé ^ pensar r^ para, ncostvmhf arlar
Íju2gac.s^e'j ;^ teéibaiiiente;d&:ttoddx«.:De^
de lQqg<> '4ie Ja 4iM^ cridado áquo-^
Uos pensamfeotos , que hay Henos- de gr^pde^
xa, y;;sablimi4ad y ^lyá: porque :el ol^to ear
en ú gitAde ^isy-íyá: jorque ^ abn iar^ ponípa^
'•.. • ••; |:*í ÍÍVJM ic- t,r\ ■ ,.;,!•; i\ ';dff*
<*^ Teue el rjcc de TieTouic tom.j. pal. Bel. fiípirtc*
t
264 Espedfacuh de ía l^ahirakza.
de los términos , acompaña allí coo razón la
magestad de la acción. Tal vez se la hace
reparar en el carañer de un pensamiento de-
gante 9 y florido ; 6 en el de otro , que sica-*
do del todo simple ^ trahe la deOda em-
buelta en la misma naturalidad. Tampoco
se deja , que ignore la juventud aquella mi«
xima y que reconoce capaz de arreglar co-
munmente nuestros' juicios ^ y conduAa ; ni
que sea una pintura y que por h vivacidad
^ de la expresbn parece , que nos pone el ob«
jeto á nuestra vista ; tampoco qué cosa sn
un pensamiento delicado , y que toca al co*
razón con una moción piadosa. Tal ves se
lé propondrá la explicación dímidiada sola-
mente de una cosa , para d^irle al joven él
placer de adivinar lo que fiüta ^ y asociarle
en sacar á luz aquel pensamiento. También
9e le dan señales ciertas , con que pueda reco«
nocerla diversidad ,* que puíede haber de ga»
Uardía , y de hermosura en d pensar* Esta
es una práética excelente ; pero trae su pela-
gio. Al modo que el eútendimielilo se cor-
fómpe^ y ae pervierte 9 aun sin querer, usan-
do mucho tiempo un mal Latín , se puede
también pervertir , y conomper , ^ peosac
en ello , con el uso frequeote de pensamieci^
tos hermosos 9 y con un ayre. apasionadc»
á modps de hablar poco copmnrs. Detenieii*
dose á cada paso d joven en estos rasgos^
y
f
4, ^
drta de un Padre de familiof. 265
y sutilezas mas 5eñaladas , y pasando muy por
encima en lo testante , se acostumbra á ele--
▼arse goq sns Maestros en todo quanto en-
cuentra , y puede llamarse iagecHoso ; lo se-
ñala en los libros, busca los que son de este
caraéler y -corre tras todos los pensamientos
agudos, y está en acecho de todas 4as colec-
cioaes , que amontonan las ideas mas subli-
mes , y fes ofirednrientos mas altos : en to^
dD qoaBto oye, y lee, sdlo atiende al inge^
tiio. Al ingenio^ ai ingenio , esta es su pa*
sion^ y su esfermedad* Sus conatos todos se-
rán fiallsr la ingeniosidad, donde ne se quiso^
ni la hay, y de introdacírla donde no vengar /^í»b^* :f^
61 desiruirá An, naturalidad ; y de este modo, masiado «a
aquello 9 que se creyó á proposito para for*»' mfeñtor'ul
marle el entendimiento , contribuye por acd- >í"*^**-
dente á corromperle»
Los Maestras , pues , deberán tener gfatí
cuidado en no manifestarles i los Discípulos
ks rasgos mas britlantas , y lugares mas lu-
cidos, tom^si todo k> demás , que se en*
coentra eri^l discurso , fuera menos estima-»'
ble , y menos rico. En lugar de permitirles,
qoe compiten pensamientos, que deslumhran,
y. son capaces de pervertirlos , privandolós,-
yá que no del gtisto de lo verdadero , á lo
menos de lo «imple, se les recomendará , que
noten, y recojan a<)ueÍ]os lugares de histo*^
cía, que conduzcan á formarles la .razón. Sel
Tm.XI. Ll les
•
9 6 6 EspeEiacído de la Naturaleza.
les hará conocer , que los pensamientos mas
simples , y comunes parecen también con su
nauual sencillez, como los mas vivos , y me-
nos ordinarios , con tal , que los unos , y
los otjros pinten su objeto prpprip , según sa
forma particular , y cpa ífus verdaderos colo-
res: que si tal vez, con todo eso , oos para«>
^ mo6 un poco mas en aquellos, que dan mas
gplpe, qoes porque su l>riUantéz los aQte^
pong^ i los oOKis » ^00 porque trayendo con-
sigo la siogolaridad, es justx) fijar el caradat
proprio, <^ tienen, y ver si están puestos
donde corresponde ; si la persona , el lag^r,
- y el objeto ,d acción los pedia; y si embiiel-
vén hinchazón, bajeí^ , a&élacioo , ó aigaoa
cosa contraria á las cijrcanstancia& en que se
hallan.
Imponer , pues , de esta manera á los jo-<
yenes , que llegaron á -la inteligencia de los
Autores en lacQstuoibre de distingair k> su-
blime de b a^raciadp,lo natural de lo sen-
tencioso, lo ^fícáz de lo. florido; un pasa-
ge vivo, que la colera, 6 el dolc^trahe en
yirgilio , (fe los ornamentos que el arte acu*
mqU en Ovidio ; esto es formarles el discer-
nimiento , haciéndoles mirar el inviolable , y
tjlerno amor á la verdad , como d único ori-
gen de la belleza ; y el ansia , ó deseo de
mostrar ingeniosidad, como fuente de la ri**
diculéz, y &ntasía« Esto es darles kceiam^
del
f
Carta de un Vadre de familias. Í67
M gusto , y conducirlos en todo á la mas
ajustada variedad , que es dable en la edu»
cacion^ radicandolos en todo por medio de
compiradones diversas. Poco cuidado les dá
al trabajador , que arranca una piedra áú
1>anco de le cantera ^ y &i que la corta des*
pues de sacada , del destino ^ que ha de te^
ner luego la piedra '^ lo que hacen única*
mente , es mirar las %fí(ldes , que les han da*
do, y seguirlas^ sin discrepar , ni pasar mas
adelante. Pera el Arquiteiáo obra muy de
otra manera^ examina la especie de que es la
piedra , su grano , y solidez ; si será conducen-
te para los cimientos , 6 diri mejor en la fa*
cháda , y arregla los cortes conforme el lugar,
que determina en la fabrica. Asi un sabio
Maestro, un buen Ayo, un Padre amoroso^
no trabajan en la educación como Canteros,
sujetos á las lineas , que les tiraron , uno como
Arquitedos inteligentes , que ordenan ope-
raciones diversas á un mismo fin. Todos los
^erdríM) ^r los qoale» se hacen pasar los
entendimiliíRos, se deben suprimir, d ante*
poner, y Uebar adetaace, segan la necesidad,
que se advierte en el sugeto, que se cultiva;
pero principalmente , según los medios , que
pueden ayudar , 6 impedir el fin general , que
se proponen en el estudio de las ba:^nas le*
tras. El fruto, que se desea en esta enseñan-
za ^ es ayudar ai particular , y qi}e un hom*
lia bre;^
!i6S EspeSlactíJo de Ja J^atur^eztL
bre^ que ba de tivir á la vista^ de- todo di
muDdo, 9e instruya primeramente á slmismc^
para que pueda de5piies hacer á los demás
partícipes de sus luces. Los estudios ao soa
d^Dos de estimación , si. no enriquecen la so^
c4edad , hacienda manifiesta al público alguna
verdad , que le utilice»
Comensaráse y pues , imponiendo i la ju^
ventud en la imitación habitual del lenguage
de los buenos Autores,. en Lugar de reducirla
al silencio con preceptos enfadosos, y coa ad*.
Tertencias^ antes de tiempo., 6 ftiera de tcxlQ
proposito. Después se inculcará eficazmente al
fotuto Predicador^ Jue¿ » Abogado y. 6 Comi-
sionado de qualquier negocio y, que coa ^
tiempo pueda manejar, que ia v^ dad. no ne-
cesita proponerse con la ?ana ostentación de
multitud de pensamientos ingeniosos y coaia
tampoco necesita salir al público con bueltas
de puntas, ni coa cabeUos, ó peluca^ de tres
altos , ó de seis , ó siete rizos. Los negocios^
sean Eclesiásticos , ó sean Secular^, solo pide»
dignidad , y reéUiud» Un hombre^^ave ^ que
^n una Academia ^ ó en un Tribunal abce la
boca para mostrar , que es ingeniosa, y en-
tendido-, íio. es menos ridiculo,, que un Pe-
timetre vestido de aquel modo, que Uaoiaa
Majo , con mangas , y cabeza perdida*
Quando algún razonamiento se dirige al
público^ es por con?enceEle de la verdad, que
t -' -^ .K
f
Carta^de wt Vadte ¿k familias. 969
le interesa ; y ^ se llera otra ititeocion y es
solo charlatanería b • elQqjiieneia* Todos^ loi
preceptos, nuis aptos^ para ibrmar un Orador,
se vén abreviados , y de alguna oíanera reuni-
dos ea solo éste : ^mar d los gentes y y á
Xa verdad. El respeta, á lo» oyea^es le hará
atento i su decoro ; y el .amor á la vercíad le
obligará á que le siira como única objeto <
suyo;y coQ tanta mayor confianza lesegui^
sá el auditorio ¿ quanto conozca mas clara
esta adhesión. Quahdo , por el contrario, si
percibe , qiae el Oradoif le pretende captar ^
y atraher con su representacioa y ó con su
ingenio , le causa enojo ,, y una indignación
secreta*.
Todoquanto he dichp hasta aquí. , se
ha dirigido unicameare á desbastar la educar \
don ; deteniéndose especialmente en la pri^
mera cultusa de la juventud , que se vé ex*
tremamente mal conducida ; y en el princi-
pal inconveniente , que es la causa de este
desorden , ^ que proviene muchas veces del
método Is^los profesores , aunque por otra
parte hábiles, é industriosos. Después de esr
tos medios preparativos , y cuya importan-
cia le suplico á V. m. considere , no porque
sea éste mi parecer , sino porque se vé con*
firmada con una continuach experiencia, será
yá tiempo de buscar luces absolutamente ca-
bales acerca de las partes diversas á. que se
«
é
2 70 Espe^acuh de la Naturdl^ta.
estienden las letras humanas. Nuestro sígío es
ciertamente feliz , pues posee, para perfeccio-
narse eñ esta razón , el libro del mas amable,
y mas virtuoso Maestro; yá entiende V.m.de
qué libro hablo ; quiero decir , el Tratado de
los Estudios del Abad Rollin.
La Phílosophia , que se ísigue después dé
phia.^*''*'''**" las Letras Humanas, se vé acaso puesta poi'
algunos en mas alto precio , que merece , y
por otros tasada en menos dgl justo valor. Su
estudio no es , como muchos juzgan , el estu;^
dio de la sabiduría. Los qué enseftaü la Phí-
losopbia mas sólida , saben muy bieri , que no
hay sino una escuela de sabiduría , al modo
que no hay sino un solo Maestro , que es el
Pastor de las almas. Este es el camino ; si la
razón humana nova por él, camina por las
tinieblas ; y si quiere tomar Otro rumbo , di
en el peligro , y se aventura. Por otra parte
sería íbrrfiar una idea muy baja de la Philo*
sophi?, el mirarla como un egercicío traa*
sitorio , y únicamente á propositfc^ para en-
señar á la juventud i que dispute , yl para ins«
truirla de las opiniones , que hacen mucho
ruido en el mundo. La ciencia de dl<¡putar es
la menos necesaria de todas las Artes; y mu-
chas opiniones Philosophicas ^ que tienen la
mayor apariencia de sublimes, y de maravillo-
sas, pasan en el entendimiento de una infinidad
de personas sensatas . que se han dedicado d
un
f
4
Carta de m Padre de familias. 171
un estudio seiio ^ por monstruos en punto
de Pbyáca,ó por fábulas, que serán la risa
de los venideros. Este juícÍQ formaron Pas-
chai 9 y Guet de la idea de Descartes acerca
de la cKncia de la materia, y de la idea , que
él HMsao se Ibrjó de la generación del Mun-
do por medio de un movimiento , incapaz á
k verdad de ordenar la franja , el bruñido^
moldvras , y textura de las alas del mas pe-
qnefio mosquita M. de Fontenelle , y aun
mochos Ingleses han cretío , que debían fbr-
arar d mismo juicio de aquella tendencia con
que pretenden los Newtonianos ^ que los cuer-»
pos Planetarios, y^ otros , son movidos, y real-
mente transportados , atrayéndose mutuamente
los unos acia los otros en un váBfb , en que
en ningún otro cuerpo k» impele , con ser
asi , que en la tierra no vemos cosa, que se le
parezca á esta atracción, que ellos vén allá-
tan lejos.
Pero yo no quiero aora , que estas opi*
otoñes sean^ mas peligrosas , ó mas ridicu-
las y que m influencias de la Astrologfa Judi-
ciaria , ó que las qualidades ocultas de la anti-
gua Pfailosópbia ; permito , pues , que sean
adaptables. Mas lo cierto es, que ninguna de
estas opiniones , sea de ellas lo que fuese , ha
hecho mas feliz al Genero Humano , ni le ha
Megado á hacer mas utiL Después de los msK
yores conatos > y después de habetse buel-
to
0
9T% Espe^actíío de la Ndurdeta.
to con la mayor eficacia á todas partes , la
cazpn se halla tan poco iluminada ^ y tan p(H
co satisfecha , que al «fin viene á confesa^
aunque muy tarde , que no era ésta, aunen
materia de eatvicfios, su vocación ^ hohieDdo
sido criada ^ uo para entrarse en los senos de
la Naturaleza del Mundo , que camina muy
|»ien sin esta arerignadon ^ sino para ocupar-
se en lo q^e. debe hacer^ y ea aquello y qoe
le toca goberaar« Es ^ pue¿, na tieoopo may
mal emplead» meterse en desembrollar ideas,
y conc^toa tenebrosos , y desembcrf verlos á
los ojos de una juveatnd sin experiencia , que
poco á pocQ se ?¿ epardeciendo , confunde
su imagiaacipn « y se jepulta sio fruto ea
unos estucQ^fiescanMoadps >, sin senda para
dar con la verdad. Oh , y quin mas sabio coa-
s^ sería . cultivar á esa juventud aquel ta-*
llanto jiartícular , que le haría, util.á la socie-
dad , en que se ha de incorporar lu^ al
puotcj ^
En esto consiste el memo dala ^erdade^
ta Philosophia de las Escuelas guando se
enseña coo discernimiento* HaUase esta cíen*
cía <:alacad:i eatreUidfaacU) y la elecotoa
de algún :camiiK>9 6 estado de v(da« El ver^
eidero bien 9 y el bien sumamente grandef
qqe %t ppdia hacer á la juventud en este ca^.
so, era.,soadear de (ojos los modal 4)0SiMesL
la di^posicipst n^tur^l de C9da eipteodiaiieittciu ^
La
Gtirfa ae tm Vadre áe familias, a 7 j
La mayor parte de estos jovenís, que acu-
den á las Escuelas, y Aulasde Philo&ophía, igno-
ran para qné serán aptos. El uno en la realidad
es nacido para Maquinista , el otro para Arqui-
4e¿to, ó Ingeniero. Este, que es naturalmente de
enteBdimieñto delicado , y recogido , será bueno
para la discusión, y el raciocinio: aquel otro mas
a£tivo, y mas curioso se logrará mejor en los
descubrimientos de la tüstoria natural ; pero el
Alcón mas castizo jamás será cazador , si no le
muestran la presa. La Philosopbía es la facultad
en que sabe la destreza de un Maestro poner de-
lante á los que se entregan á su gobierno la oca-*
don de conocer la diversidad de genios , y sacar-
Jos sin equivocó á la luz. No es necesario sino
mostrarle al joven Aquilés una espada ; ó un
relox al joven Hughens : la naturaleza misma
se declara , y se conocerá bien presto el corazorl
marcial del uno , y el genio , nacido por las me-
cánicas , del otro.
Con esta mira , algunos de nuestros Pro-
fesores de ^ilosophía , que prefieren el bien d¿
la juventiB , que instruyen , á la comodidad de
leperirles seis meses consecutivos una opinión á
cerca de la naturaleza de las ideas , ó de la es-
trudura imaginaria de pequeños tuf biiipnes, eli-
geti aquellas materias , que son dé utilidad co-
nocida á la República , y con mas especialidad
las indispensablemente necesarias. Saben , que
entregándoles sus hijos, tanto la Nobleza, conio
Tom.XL Mm Ift
é
^74 Eípe&acuh de la Nátmakiuu
la Plebe , dq se los encomiendan para qne loa
saquen turbillonistas ^ ó atraccionarios, anopar
ra inspirarles una pasión vehemente por los oo»
nodmientos experimentales , que son el tesoro
de la sociedad* Saben , que se amootonaa coo
razón los elogios para aquellos Maestros^ que
han dado á la Patria Mecánicos , Ópticos, Ar«
quitemos 9 Naturalistas, 6 Agricultores, Coo esta
esperanza versifican sus tratados , de n^odo^qu^
tanteen , por decirlo asi , los entendimientas^
^rcitando , y limando en cada qual el talento
particular , que tenia encerrado , y estaba des*
• 5
t}i •:«r« •
No se les arma á estos talentos lasso alguoo^
sino que con la diversidad de tentativas se lol^
conduce al punto en que se conozcan á sí mia-r
mos , y vean el parage, en que estaban sus riqué-^
8sa& Se les dice aquello para que vienen como
nacidos, instruyéndolos de manera, que sigan no
método , que se Vé no solo bien recibido^ pero
lleno de favor , ó que vá tomando buekx en los
mejores Colegios ; la Arithmetica ^ Geome^
tría , las Mecánicas, la Pbysica expa^poental, \k
Esphera , la Gnomonica , la lithologia, (^J^a) la
Metálica , ("^^b) las plantas de mas uso , los ver-?
daderos principios de la vejetacion , y Agricul-
tu-
f**a) Bstoes > cicnciAf que contiüera U forma > fignra » valor»
«to % f dcmit <|iii4i<^aUcs pcrteaccicntes \ lat piedras » Tiene 4e
Al6®* GrtCRo.
' («*b) O ciencia , que coniiiicr» nctaks % y mcdalUf. VcafC el
Dic de TrcT' pal. Mccalliquc.
t
ik-un Paé^ (^familias. 2yi'
tura ; y en fio > los elementos de la política , del
comercio ^ y de la sociedad. Un entendimiento
superk>r conoce desde luego quánto valor úe^
dgn todas estas cosas , y no querrá que le fal--
tase alguna de ellas , todo lo quiere poseer. Los
enteodiroientos medianos , 6 de segundo orden,
se entregan , et uno al gusto de una ciencia se-
paiaijamente., y el otro al gusto de otra ^ que íe
paitare mas digna 9 y en que saldrá ventajoso*
: Todos se distinguen en aquello que eligieron , y
la sociedad sé mira felfz en lograr, en todo geríe-
í 10 de cosas prédicas , hombres de inteligencia,
y acierto á quienes poder recurrir por socorro,
' b por consejo en todas sus necestdadeá , sin soli-
[ (atar por esto encontrar todas las luces en una
cabeza sola. Tales son las consequencias de una
Philosophía bien elegida y y prudente : quando
! por el contrario , se quedan estériles los mejo-»
I res establecimientos , y entorpecidos los talen*
los mas singulares por cultivarse con demasía l/ts
disputas metapbysicas , i^las opiniones mas lei-
jaoas de lasjiíecesidades comunes de la vida.
La PMDosophía , pues , que se sigue á los es*
todios de Humanidad. , tomada como se debe,
ti la prueba de las talentos^ y la escuela de los
Otídadanos: no es otra cosa , pero ésta encierra
en áel mayor elogio. Yoquedóde V.m
I..M.
Mm t LA
0
176 Espe&ífctdo de la Natunáauu ')
LA DIVERSIDAD
DE CONDICIONES.
CONVERSACIÓN SEXTA.
Cansa ¿t It
^rsigualJad
cnrre los
iiombrct.
AL salir de la educación delibera d hotn«*
bre á cerca de la elección de estado**
Las diferentes ocupaciones de la sociedad se le
ponen todas á la vista» Mientras él las conaide-;
ra para determinarse con prudencia y podemosi
recorrerlas en su compañía , sin dejar alguna^
para juzgar por los efe¿ios de esta pasmosa di-
versidad 9 qual és el primer origen^ » y ^ primer
móvil de todo.
,. Estos efedos nos harán tocar con las ma-r
nos la importante y^ad y que nos enseña la
revelación y y que la Philosopbía^esconoce»^
(juando abandona la revelación mlkúa y por
seguir su proprío capricho. Como los Pbilon
sophos y que huyen xie la senda de la revela*
cion y han perdido de vista la verdadera cau-
sa , y consiguientemente las verdaderas ohli«
gaciones de la sociedad, han atribuido tam-
bién, del mismo modo á causas imaginarias
la diversidad de condiciones y que la componen.
El
"N
-~ El PlBtowSWQ^iítiguQ^y.Bioclíriioatribw^.
^ }a<i¿s¡gttirid0d.decf»)€Uci|}nes á foaViirícia;de{
lo» Conquistadores , d á las usurpaciones de»
díTereotts Señores^ y decide , que siendo «stOi
cpntr^ip á la wzon > es qecesqrío reducir con
todt» kw «(f iMíffzos posible» á Iqs hprobre&á un»
nivel perfecto , y á una especie de comusidady
que loffiguale á todos.
La:f mprew ^ :gfVide , pue? es preci» tr-
fcriu8r,geiíer«lto€We;toílas Ips ÍJapone^ , por-,
que: tod^s han tenido la flaqueza de admitir uq
gobierno ^ segiw diversos- grados áe suhordÍQa<*
Cion , yá jnas 5 yá^ meóos. Qué gloria tan gran-:
de para la Pbilosopbía , deshaqer radicalmentei
todos los tuertos , y suprimir , y veogaraodasr
Ifis iojqriasl Dos ir órlales ^ llenos de valor , haa
comenzado á poner mano á la obra : Platón y y,
D, Quijote*
Lctt sequaces de Leibnitz ^ lo$ Optin>ista8,
(**) y la mayor parte de los Metaf^sicos^ quq
comparan los diversos mundos posibles » á fin
de determii^ los intentos , que tubo Dios para
atrreglar lai»rra,dedden lo contrario que Platón:
que todo está bti^i^o; qw po ppeíe estar mqorj
que el bou fere es tal, qiial debe ser, y qiiecje es*
la diversidad de estjido$,de inclinaciones, y mo-
dos de obrar , tanto los^ m^los., como los buenos,
imvii» uP9:^ie4f4:d«.prde« , en que se qqvx^
*v : • pla-
t**) A cerra^clcl error de los Optianistas yeasc el Diccionariv
*e Trer. let. O. *. , : ' ...vi
/
^9^ EípéSaculo de id Ñat3»éíMl
place IHds, y> tbkjiqúece á sa tina el Uollrer-
8& ; dando á nuestra morada una constituciofi
diferente de la que puso en los demás Pla«
netas. De esta sublime CTOQfipafadoo de nue^^
Itú ^lobó (*^) con los otros mundos ^ de Im^
quales ciertamente no han t6tki))o ^^toaí Pht«:
kisoptxxs embajada , relación , ni instruocío-
¿es algunas , hacen dimanar los pretendidos
prihdpíos de nuestra nKiral ^ y los motivos
de nuestra tranquilidad ; atendiendo , dicen^
lo^ tales 9 i que nos debemos conformar con*
h mira , é intentos del Criador 9 que fadlló al
Universo mas diversificado , y biermo^ con
esta me^Ia de bíenes> y hoales esparcidos e»
nuestra esphera y que con uúa iünccencia , todtf
ttnifi)rme > que sdo sería repetícion dé sdgun»
otra espherá»
Dejemos al entendimiento humano hacer
proye£tos de igualdad , y de refermfa, 6 desenre-
dar hermosuras relativas ^ y meramente meta^
physicas. Yo no dudo y que á muchos de estos^
que miran estas conjeturas imagínarfgs como una
grande, y profunda ciencia, les dá mfl)^ poco cui-
dado el conciliarias con las decisiones de la F&
Há , que semejantes principios son propriosde
quien no mira dereclio , y poco i proposito pa«
la indinarlos al bien ! O, y cómo estos oonsoe-
ios son endebles para endulzalr nuestros trabajos!
No-
{**) Bl Vraoc^i «Ucc «ttcstr» f Uuicts«
t
;^7oflokf06. ifiDeDios feUcíaiixwtaQeote üaa escuda
4iias,Sí^te , y más tí>oforo9e á la experiencia,
x:oino tamfaieD ooas propofdonada con nuestcas
necesidades : esta es Ja Rel^idn revelada.
Ella txi& ^enseña , que íA faonbfe q!üeil6
iofe&o y y que está conpaipidQ^ y que el
motivo por que Dios estableció la autoridad,
la neoesüfld de la. ofa^dieDCia , y diversidad
4e esfteras ,* ó . <:oad)CÍQiies , fue!, para repfif^
fioár ans deUtos , |)araf]i^oderar la p^idíeote^
que le fleba al ixuüt , para egercttar con tas^
bajos á loa delicqueotes , aunque lo sientan,
y lo repugnen ^ -y para per&ccionar á losbuer
«IOS con la pfá^ka: de; tádás, lis virtudes^
ál modo, que: deiermiiiÓ sujetar idos bombies i
la alternativa de. las etfarírinea, del año ^ á los
m^heoros los mas ásperos y y penosos ^ y en
fin 9 á innumerables necesidades , que ios d&^
jan anix>rd¡nados /y dependientjes Unos de
otros» i :'.'.•.'. j . •
La intención de sujetar á los hombres á .
ima vida t||^josa , consta por * experiencia
universal ^fty la voluntad de unirlos entre af
fxir medio át. la: diversidad de neoosidade^
y condíciones^na está menos atestiguada dori
knonuméntos ^ y lugares tan obvios , y tan oh
muñes , que los pueden saber todos. No ae
contentó Dios 00a. suprimir las plaitas be«
néíicas , ^ue si se hubieran transplantddo dA
jardín de £dén á lo restante de la tierra 9 1^
htt-
é
\
• 1
iBubiefan hecho de tm cabo i ooro tíiótiSk
ede delicto , y asiento de Immortalidad; Quii*
:so , además de esto , si^imir después del Di<^
luvio* la lar^ duración de la vida ^ y puso
cdesde wtaaoéseü la NatmateEsí las catrlas de
inuestros trabajos , y dé los iofort^njos , qué
ihacen nuestra vida penosa , y corta* Bor to-
das partes S3 vea ea la tierra iooimecables
-vestigios , de qiie no cabe dudar, '^ue proé^
Jban can evidencia , que /^L Dilovio ramera
gi6 todas :las antiguas^bitadooes de los ihooH
^res , que mudó su: madne al Mar ) y llenó
detamblasy y de quebradas^ la tierra , que cvir
|3ria el ^agoa , b de que antes había estado cii^
bierta ; de ikb.mocb 9 ^úe esta . mutadoa dejó
en unas partes. dKÜik^ en otras pedr^hes im**
men9os , en otras buena 9 y fertil tierra 9 y ea
ca««a <i« j« muchas amontonó ionumerabies conchas , y*
Vocu gene- obrog. dfspojos propños d(l Maxs J>s zipá b¿^
Ua de provenir 9 como ek&o de tan txtnot^
fiinaria diferencia' 9 ía prodigiosa fecundidad
de unos parages , y la fsteriUc^ grande de
otros. De áquiinecesaciacnisnte ,^íie. los que
iMindosen de hier» ; y . eanécieisen de vino^
Uebasen á otros terrenas lo stiperflito paní
obtener , por medio^ de dgun cambio 9 aquel
licor benéfico ; y de aqui 9 el que unos 9 y
otros fiíesen á visitar 9 y tratar cange coa los
^üe tubiesén granos 9 para participar alguna
pár(e de su. abundancia. 1 1. ..
De
r«f«
4
t
De está misma <!iestguátdad de terrenos^ ^ucurü
y csDndidones provendría , que aquellos , que ▼oíanurtA.
se Tiesea desproveídos de todo ^ oTreciesen i
loa otros sos fuer»» , y su serVkio , para *
jdcanasr d sustento, y socorros , sm que
aa podían pasar. La disposicioQ aélual dé la
Naturateza ^ obliga vísíblemeote á los hom-*
bres á trabajar , afiínar , y á ayudarse recí-
procamente. Dios oo es de modo alguna'
Aoeor de la itialicia de los hombres , antes
bieki intentó moderarla, y tenerla á raya por
medio de esta dispostdon , y es Autor suyo.
Del mismo modo, pues, lo es también de'
la desigualdad de condiciones , que es el pri^
aier efefiode las bubnas , y malas qualida**
des , de diferentes Países , y de la necesi«
dad en que están los hombres de reparar el
defeéto de aquellas cosas de que carecen , sub-
miDistrando las que no tienen los otros. Luen-
go Dios es ¡el que quiere , que se sujeten los^
horobvesá un orden de que.depende su con*'
senradon ^mque se diversifiquen los traba*
jos , que loraantienen , y por cuyo medio sub-
astan. Artificio es de la providencia , el que
isooa hombres , que no se aman , antes bien
están aianipre preparido!t al furor' de continua-
das iras para destruirse mutuamente , se unan,
y se GOmncáqUen <k>Q todo eso , conspiran*
do ¿^prepararse unos i otros los socorros , que
necesitan. ....-,. -
Tam. XI. No Ix>
s
Lp QDismot) que suce^^ ¿ Ío$ th«l»M£k>res
de una gran Ciudad ). socede.á los que pueUaft
^oda la tierra. ^ Aquellos se repanen en diversas
pKofesipii^jj y, ofícios ^ y. aun miuchos de. ellos
ponen sus ta^l4S , y c^t^Ies ij paca qiieseaepa.
su e^Tcicio, ry . acudan. ár.su$ casas 96 á su»
tiendas : todos €;stos trab^ap sin duda para si
inisnsos ; peío como quiera síryeD á k socio*
dad. £1 qno DOS. ofre^ z^atos^ ^ oiro nos fií-
bríca un soiDbr^rQi ^qit^L nos venderá p^car
dos 9 6 telas , y ^e, frq^Si^i bebidas* Todosi
1<)S carteles^ que hay en Londres 9 jó fcn Ma-*
dfid, son proniesas d^ servirnos» En estas Qa-
dddes , como en todas las . demás , cada uno
juzga, quQ trabaja pjirafiir^ y^ lio se enga&i;:
pero desde el un cabo di ' ot^ro de la tierra est-
tan las cosas ordenadas de tal modo , como' ai
Qíqguno de quantos la habitan tubilsra maá
ipira., que. el servicia de la sociedad* Lo que
se faaqe^poc la. sociedad ) se hace por nSÍ^ y
por todos quasios la qomponea ; con qué yo
1; debo dar i Dios 1§$ gracias pqSvla diversi-
dad de condiciones , que quiso [xMieir en la
tierra, á^fin de conservEirla ooi[x)umaicioii9 y
los .gorros ^ y de habérmelos ^ bt^ ibfidir
bles., excitando á ca^a particular cop .^^ etti^.
mulo de Su necesidad proprk.
£1 Epicurismo, {*'^) aoHgD^ "siempre de-
(**) tft PIül«sopUft traduce ti iCaliiiM»
♦ »
la dhersidad áe eofidiciones. 183
camas segundas, bo qtriso reconocer otra co«
ia pora el estabiecimíeoto dé UsUyes^ y or«
den de (3 sociedad r sÍQ^ los razonamientos
de los Legisladores ^ y las pasiones de los ham*
bves. Confesamos 9 que el acicate 9 y el fre-
oo gobieman al Caballo; pero la espuela, y
la bdda están también por A mismas debajo
de otro gobierna La experiencia nos ha ma«
nífestado, que es preciso moderar los ímpe-
tus, y extravagancias del corazón humano;
pero los ttabeses de la fortuna , que le do*
Biaa,y las necesidades, que le amortiguan,
y sujetan , tienen al mismo Dios por Autorj
y guia.
Aquel , que conozca qiiánto concuerdan
la lutturaleza , y la sociedad con los testimo*
añsdela teYelacioa ^ reconoce también,
que el hombre 00^ es qual debe ser , y qué
la dÍYeraidad de condiciones es obra de la
Providencia ^ atenta áempre á disminuir lo»
efeoos de la milicia del corazón humano,
yá^i^gag^ hombrea hacer ^ siquiera por
interés , l^que debía obrar por virtud* Con«»
¿feotemente se entiende muy Htn , que si
hay 4imi Religibn , que por medio de im
pciaripió de amor para con los boiiibres, nos
óUiga ik ^^atar lo que hemds' visto, ierá
esta Religa la qud forme Ciudadanos só-*
lidoÉ , y veidaderos : por quanto los- efedos
áel amor soa ndavia mas fif mes , que los de.
No 2 la
ííll'-íU
«I* Mil ti
a84 Esp^ací^ de la NatwrúktíL
h necesidad , y ei interés. £1 Christianbnia^
pues» y no aquel y que se ostenta ^ sino el
que t)abica en, el corazón > y se manifiesta en
las obras, es la perfección de la sociedad.
Si quisiésemos bacer pasar e:
revista á los diversos estados , que
esta sociedad , que es ^1 instrumento de aque»
lia dicha , á qué los hombres pueden llegar
en la tierra ^ hallariamcs ser iomimerafaies , y
nos llenara al mismo tiempo de regocijo el vec
lo que se trabaja en ;el mundo por nosboros.
Lo mejor es reducir estos ittridos , y hienec
aun numero determitiadó*. .
Todos los hombres trabajan • ó en sa-»
««^'t^oTen h car de la tienra aquettos . frutos , que produ*
Mcica^i. ¿^^ y metides ,. que éncieira en sos éncrañasy
den disponM^riOíqae.yá oogierott^y'^i^b^^^cr
transportar ^ 6 distribuir quanto sirve al uso
del genero humano: 6 en fin , en hacer fe*
lízála sociedad 9 JUDOS con d trabajo de sus
manos, y otros con la fatiga de sus cabezas*
Otra especie de hofubres se halla ^ e^iecie,'
que por desgracia tfene muchos ndivkluo^
quiero decir , aquellos , que sirviéndolos en-
todo la sociedad I ellos en.ndda la sirven^ imi»<
da la buelven en cambio. Y estos tales .te»-'
dráa algún . derecho para ser ledbídQS tnreilaf >
Saquemos á mas clara luz su ¡ojostida y no
por vengarnos de elloa cpn. la ta^ra , «oo^
Epr obligar 9 siquiei^á 3Í$pDm^á hohaíí^
la
h fociéísid, f eftpeñiflús éo aervirW LosRd^
manos hoiur»fen con una ooronaá aqiiél 9 qike
faavia librado de la maeiteá oúr Ciudadano;
y qué DO halnréiiios hecho nosotros mas fO*
davia , la podemos cotí sibias ptecabdones
festituifle á la RepubUca* ^e) trabaja de tuto
solo de aquéllos ^ que con su odosMad la sii^
ven únicamente át carga ? No la habremos
obligado mas, aún , que poniéndole su tidü
en libertad?
Después de Dios, nada áttaitaos inaat^ íá^ ^^ ha^M*
H rui t vt
nos es mas estimare Cúsá ' (dlgtmy^ "^ «MUe»
D ' QUC la MOC-*
* . o ' ouc
que la sociedad) y el Autor , por {totiernos^ ¿ad.
mayor atraétivo , y unimos con mas eflca«^
da á ella 9 00 quis^ poner al hombre en po*
seiíoQ de su dominio *, Ui, dejiúrle goaar los
frfttos de la tíetraí,' sina ¿ob la ayudh de sus
semejantes. Dios mismo esconde su mano en
los beneficios, que nos hace, y en los bid«
i»a, qué (UstrAuye^ mosttfsndo sbl& h ma^
no del hombie , p<» cuya oiédlo jies loa'
dispensa. ;m' ^ ^ * '
Ei rec¿ínectmieom,sube sin doaa .hasta
Dios, el qttal se descubie á la piedad ver*
dadera; y aun los coracboes maes- 'iúdiflren^'
tes 9 y>dssaüeoR)9 no pueden" d^ de eb^''-
nocer aqueUa SQdeáiid,'q«ie4e8 míádtíeíae lá-
lida ^ ni es dable reúsarle alguna- compen-*
sado&. Ninguno sei^é^ &rzád»á*emrar enlsi
Mdedad de loi joMMi fnto\x psoviden^Ua^
é
«86 fi|ít(;g<«il(>^^.^.:^ft»ilíi^^
oiífíltífldfla lofii >Qisbr«tiry l9¥3obl|ffi .<)pft-«i«
jElepablica^ sin cuyo auxüio «^ imposiUe i»-
sar» .Toflo nos vkqq por ipaoP: del liombret
U i^fíagu^ f ú y.9stiio yiú mjiptqoiipientO}
la foljlsííi^iiy «jaix^l£4í^QiftP[d9:Ul» irercMes,
DiQs.!qi|Áere, quq dqscobraiiiQs^cOfl jbienii^cboc
siagolar nuestro en cada qdo (le quintos tra-
tK)Í4n .por nosotros , para qw, compensemos
su aiSn coa el rotorno debido; y que almo?
<te fjíi^'fn Jiiog»^ tÜjWnt» pQáeflaoí vivir sin
^U^S'k.'AUQstrQ tcabiuoi) y: mmutsi ^ncoooi^
oneiHP.Bo seÍQtfrcptnpa,y'^ ^ual ^:nif
meip de iiiiestros dMs* í ..
-y,^ VMgewi Hpbioapa Cni^, 917:4 fixr-
9^a «oledadv j:á ! .q M QO sm. . t^e^Mna , ,.«$ '.
i I9 iQetfo^ v¥ieqiisiñ«l » no se •ju^p|»» iqjRettfl
^ «u Is(a ^ si^ porque cx> fa^üba eo élk:
su s^mcgante , .p^im ser ajjrudado. de.^ » y pa-'
Kiayu(l^rls¡.«PcifitpiP9f: Al irse, m Mavíoíi
de su destrozo, tubo cuidado derivar coa-;
sjgp^, y . Sks^t k tiprra sw fiíail ,\i pólvora,
bala» , hacluvs , una si^nra^ y otvos iostrameñ-
to^ de su rs^vicio , MteDfendQ en la pte/á'i
sÍ9R de {«rdeff^ la- %^ciedad sus aiypntf , ioveo- ,
c;ion^;;;9plJÍ6<yae,á]^^earUi9,.y etfeQ le sat^i
vó la vi(^..To()a su faístiMriii es «a t^ido.
dte ^napU» , t qns minin'i hacernos' sentí-.
bl«» que ití. Áftmbjie. a^ {>md0:. fotac. $ia jsi»
La. üvenidad lie c¿nJÜckfíés^ i $f
«fiiqamtt , y pck coDsiguknte tf^á obfigddo á
mmúfescar^ qtie íes es 'deudor reciproco.
Pero esto ts- absolutamente cierto ? P«a
asi como decinios? Veamos 5 •qué seria de ua
PhílosopbO' Misantrope , que pOr --¡Ic^' ^eno^
jtjs^y hastía, que lei causa '«I getiefo'büiiia*
no 9 ^i&se no deberle mida , y adquirirlo
todo coo su prc^ria inteligeticia , de la qua!
. ae forma él mny alta idea. Xos PMtosophooí
báo^cbo tantas veces v qt^eelSábio se bas-
ta^á sí mísaio , qoe él sé^lo'^ctieiitra en slí
toda. Sigamos^ este negocio ^ y hagamos la
prueba.
Vé aqd un botttbre y qoe por librarse de
lar ocmipafiía de sgoorantés , y de Importu^
nos:, deja xtxi despecho, todo quamo gene--
lalmente teóia de los bombties , vestidos ^ ar«
tes 9 oíidüs, iñstramentos , ciencias , religión. .
Todo lo ha olvidado yá , y todo la ha aban*'
donado. Es^ es oír ' Cafthesiano rígido v <)ut
vé^^que^scT' vaeoá4e podré servir <de todo;
destierrase, (|pV coo >Ha'd -isna sol^d pro-
fundar éf 'vfi^< por decirlo asi, á fundir tOi^'
daa «sus' idéns , y 4iecba la fond^idín genensiV
vtf iÉsacar')de ¿I cabeza "utNi «ériei^dft C0nt>« *
€imfstí^c»^m€3íáÁ6^de^áMdt (fimanarits iccu^
sigoigiiogrtepié ttxlai las invenciones^ necesa-
rias» ifiro^peélos^ iinidkis ! Esperanaas vanas}
Antes es vsvirV'^w phüo$oi¿an Ko hablo
déiKioc^^ «Bftiersgos^ inuta^ir^ '^ué hari pafa
< * ha«
T 1
*
é
JüsAhr en su ra^on la idéaiáe ia • verdadera te*
ligion.vsieiido una revelación libre y que de*
pende de la elección de Dio» , cuya señal ^ y
cuyo hilóse faaUaenlasociedad^estoes^enla
Iglesia ^ de la quri no le: podrá cfecir cosa id*
gima ÉVí lason sofau Ooncéotome coa aotaf.
luucamente , que las xieoesidadea mas oomiH*
fies de la vida , bastarán para consiinur ooes*
tro Philosopho 9 y acabar Con él.
Los áciinialea naoeu proveídos de todo
to oecesatio; P^n eltxHnbce ai entrar en el
mundo ^ y tote PhUoscpho en su soledad no
tiene , ni vestidos , ni provisiones : mas ; el
hombre encuentra en la ternura de su ma-
dee , y en el cuidado de cfoantps le cecoan.
las mantiUss.f adorno» y alimento , que ne-
cesita ; pero á . nuestro desbudo Misantrope,
yá le persigue el hambre 9 y yá le deja ate-
rido 9 y herizado el hielo : altemadameote
sf mita trateído.de ftiOfiíimodaéD de. aguas»
y tostad <loa lofe ardientes «ayosé^del SoL
Boneseá.sbñar quatitó le puedeá^tener ccn*
venieBCia , y tralier alivio , oómo^lhrá Sastre,
^fqujttélo^y Jiaidípert). Su ¡sj^biducía le aec-^
vicá de muy poca; <)ues tódpSiksi. cuerpos se/
attaygan . unos á otrotf . en torite partes ^ 6 . qué
sea esta atracción unt fiíbula phikMDphka;qiie
el fuego sea el [mocipio de la efefiricic¿d,.
ó.qiíe. Qolo sea ;^ que. el resorte dd/ ayre di*,
latad» eon: la .bi^elUrdd calor ab» el: piw-i
pió
La diversidad de^ondidanes^ a S 9
pfO del ascenso de los Hcores para la fititri-
cíon de las plantas ^ ó no ; es necesario há«-
cer treguas con estas questiones y y dívori-
cío coa toda la PhRosophia ^especulativa.
Kuestfo Mísantrope , b traga faombres , se vé
llamado por otras paites , y tiene otras ave-
r^uaciones <]ue hacer. Yo quiero verle su-
dar coa la agitación que trabe 9 y con«
wmirse coa el caimiento de ánimo en que
se mira , por no poder pulir , y afilar una
piedra, de manera , que la deje con el core-
te de una anuida para servirse de éiz. De-
«spera dd asunto ; mas se pone á pensar
pwa su consueb, y muy al caso 9 que es
una cosa ridicula para ^u alta capacidad , el
pararse á copiar hs advertencias de la vieja
Agricultura. Pero mientras Canto que él me*
dita 9 y se ensaya coa <£versas tentativas 9 el
tíentipo de la siega se pasa , y su tierra
.aun no está arada : mas no importa ; antes
es sustentarse de bellotas 9 que imitar hom-
bres perverj^ 9 ni deber á razón agena co-
sa alguna Mo quiere socorros de otros 9 ab«
solutamente los renuncia. Pero con qué ina-
trunientos podrá fabricar una casa 9 tal , qual
él la ha concebido ; el equivalente de una
álla 9 de una cama 9 de una estera 9 de una
barca 9 ó de un simple vaso siquiera? Falto
de instrumentos 9 de instrucciones , y destitui-
do de los materiales > át que la sociedad le
Tm. XL Oo pro-
'é
190 Espe&aculo de la Naturaleza.
proveería en un momento y nada sacará sino
tosco , nada logrará sino en bruto.. Lo que le
haya costado mas tiempo y y mas trabajo,
fe le quebrará entre las manos y y no conse-
guirá sino un servicio falso , ó diminuto ; st
yá no es que la materia absolutamente se re«
lista á la obra. El verá el fin de sus dias , sin
que haya podido conseguir , no digo yo la
comodidad de un relox de péndola 9 ó un mo-
lino , pero; ni aun hallado la materia de un
hilo , que se tuerza sin quebrarse ^ de una
aguja medianamente hecha, ó el suplemen-
to de la mas grosera ho2. Envilecido su en-
tendimiento con tan bajos cuidados , y apu-
rado en las cosas mas ínfimas ^ dilatadas , é in-,
fruéiuosas , no ha podido anhelar » ni leban-
tarse á las heroicas , y grandes. Ello es asi,
que quando renunció los socorros ágenos ^ y la
experiencia de los siglos precedentes , se .privó
de un golpe de los mas altos, y agradables co-
nocimientos 9 y de la prá¿tica mas expedita , y
-mas uti). ^
La sociedad , pues , riguroslV y exaéhn
«lente hablando , nos debe ser tan amable co-
mó la vida , pues el apartarnos de ella , nos
arroja del todo en una necesidad absoluta , en
una indigencia verdaderamente mortal Míem*-
' bros somos de un cuerpo , supuesto que nos
comunicamos unos á otros los socorros , y la
Yida. En el cuerpo humano ^ los ojos no des-
• fre-
La diversidad de condicicnes. ^ 591
precian á los pies , y manos , á quienes di«
rigen ; y los pies , y las manos , lejos de des-
deñar la condi)6ia de los ojos , corren ^ y
obran para su conservación en caso de nece-
sidad* Del mismo modo en la sociedad ^ to-p
do vá á un fin. Los <]ue txrupan honorifi-
cos cargos , na pueden pasar sin aquellos , qae
tienen el uUimo asienta La experiencia nos
enseña nuevamente cada dia , conspirando coa
d Evangelio , en prescribirnos como r^Ia
de aquél amor ^ que le debemos al progí*
mo ^ que ix> ejecutemos con otro aquello^
que xxo queremos que ejecute él con noso-
tros , y que le sirvamos como á nuestra mi^
ma persona , pues todos juntos armamos on
cuerpo solo. * ^p^' ^•'' **-
Debemos , pues, estimar , y debemos amar
con todia realidad , é intensión al mas humil-
de Oficial , cuyo trabajo nos ahorra muchos
afanes , y contribuye con muchas cosas al
socorro de las necesidades de nuestros cuer-
pos. Pero COA ^é ojos podremos mirar á aque-
Uos baraga'is^ perezosos , que quieren nues-
tro auxilio Y sin que ellos nos le den en co-
sa alguna? Farecense }ostale$ á las lupias , 6
á otras semejantes excrescencias monstruosas»
que chupan lo que había de vivifícar los miem-
bros cercanos ^ sin egerdtar por sí estos feos
bultos fundón alguna en el cuerpo : y si es ^
verdad > que los holgazanes son unos mona-
Qo a truos
\
a 9 ^ ¡^¡íp^acuh de la Náturaktiu
truos en fealdad , y en injusticia , pues des-
figuran la sociedad , y la destruyes \ muchos
monstruos hallaremos entre los hombres. Hay*
los sin duda , y que salen al público con las
mas hermosas apariencias ; y muchas veces
cargados de oro , y con mas lucimiento^
y brillos que el resto de el Genera Huma-
no. Otros hay , que se cubren mal , y sola
ae visten de harapos , formando el espeéiacu-
lo mas hediondo que es posible ver sobre la
tierra^
Aquí se ofrecen dos questiones bien curio-
sas : una es inquirir , quál es mas nocivo á la
sociedad ^ ó el rico , que no hace nada , 6 ef
pebre y que no quiere hacerlo ? La otra es ^ si
habrá algún remedio para estas dos especies
de flojedad , y pereza.
... - Hay una devoción poco iluminada ^ que
<iue^'hace"\ uos hacc mirar indistintamente á todos los
!L" pcí«o$"". pobies como objetos dignos de nuestra com«
pasión ; y hay una Phüosophia indiscreta,
que querríiar reconciliar nuestra ^[listad con
el hombre mas licencioso , porque^dice , que
el tal expende utilmente sus bienes en la. so-
ciedad* Es verdad , que ta Providencia sabe
sacar grandes bienes de nuestros descuidos, de
nuestras codicias , y aun de nuestras injusti-
cias mismas ; y asi , es verdad también , que
el pobr^ mas embustero puede egercitar la vir-
tud de aquellos ^ é quienes aétualmeiue en^
a •
La diversidad de condicÍMes. ^93
gaña. No hay duda , qne los gastos mas pró-
digamente desvariados , arrojan en las manos
de otros un dinero , que circula , y que vie*
De á ser recompensa de muchos trabajos. Pe-
ro si los ricos perezosos , y libres hacen al«
gun bien , es sin intento de hacerle , y va*
luntariamente hacen mucho menos bien que
mal.
El Evangelio , acorde siempre con et bien
de la sociedad , y mucho mas equitativo que
la Philosophía y reprende , sin acepción de per*
senas 9 á todo hombre ^ que no quiere tra«
bajar , y le condena á no comer : y quando
la pereza del pobre , ó del rico diese lugar
á algunos buenos efeétos , no quiere el Evan-
gelio mismo , que venga algún Hen , obraci-
da mal , ni aun tolerando el mal siquiera ^ y
m^cho menos alentando á él 9 pudiéndole su«
primir. A sok una razón sensual , ó á una
Philosophía parásita, (**) le podrá parecer bien^
y aplaudir la glotonería , dando color de vir«
tud á la licjtficia , que parte con otros el lo-
gro de su^-^laceres* La Philosophía Christia-
na no sabe , ni variar , ni componer , y quie-
re , que nos abstengamos de tpdo quauto» trahe
consigo el caraéter , y las señales de iníqui*
dad. Ordena , que obrando el bien con la sim*-
plicidad de Palomas ^ usemos de la penetra-
cion^
<W 'QS* «om< ^ costil agcBa* CrUgo T*pcWiTQ$t
«94 EspeSíacuIo de la Naturaleza, f
cion , y prudencia de Serpientes para discer-
nir el mal , y para huir cautelosameme et
peligro. Conozcamos , pues ^ los males , y
los peligros inseparables del lujo , y de la
mendiguez y para compararlos» y arreglar nues-
tro enojo contra el mal , que resulta de uno.
y otro.
Lo primero , el rico , y el pobre , que no
trabajan > se echan fuera de aquella semencia
universal , que condena al hombre á un tra*
bajo serio , y provechoso. Lo segundo , uno,
y otro son injustos en quererse aprovechar
del sudor ageno , y atribuirse sus talentos,
sin bolver trabajo por trabajo , ^ industria por
industria. Ellos son otras tantas manos , y ca«
bezas perdidas para la comunidad , que los
alimenta , y mantiene. Esta pereza es una en-
fermedad afeétada , que induce á la flojedad,
y al desmayo la mitad de la fiímilia , y sobre-
carga á la otra mitad de un trabajo , que la
destruye , y la arru¡na<
digué». paf[g gg bastante igual. Pero no ^el pobre
el que hiere mas cruelmente á la sociedad?
£1 rico no busca ^en ella sino la alegría , el
sosiego 9 y el descanso : no pone en cuidado
á los que andan , ó viven cerca de él ; pe-
ro el pobre es un vecino incómodo, y no
pocas veces peligroso. Si se une á otro de la
misma especie , yá tenemos el cimiento , y la
ma-
díla Va meo! Hasta aqui la injusticia de una ^ de otra
La diversidad de condiciones. ags
nasa de una facción , que' empieza por ficcio-
nes , y por clamores , y acaba eh iniquidades.
No ignoramos j ni sus artes , ni la canción ^ que
les hace él ix>nor , que se merecen.
Con arte ed inganno
Si vive mezzo C annoi
Con inganno , e con arte
Si vive V altraparte.
Con et engaiio 9 y el arte
Viven la mitad del año:
y con el arte ^ y engaño
Viven también la otra parte.
Si la mendiguez nos ofende con razón ^ por el
cuidado , y por la sobrecarga ^ que impone i
la sociedad necesariamente ; y si miramos coa
justa indignación hombres vi)luntariament6
inútiles cargar de vino ^ y abundar de vian-
das y mientras le fa}ta lo necesario al Oficial
laborioso ; oué podremos decir de esta canalla,
que hormiguea en medio de nosotros ? Sin du«*
da 9 que nos debe ofender mas , y de muy ál^
versa manera por el deshonor , que nos causa.
Con verdad se puede decir , que nos llena de
oprobrio á todos.
De donde viene en efeélo el que un hom-
bre , que puede trabajar muy bien , halle mo*
do para subsistir con el sudor de nuestros afa^
nes>
i* .
^9 6 EspeSaculo ¿k la NatwaUta.
oes , si yá no es , |k)rque nos dejemos engañar
de sus dan[K)res ^ ^ porque no tenemos enuo-
dímiento 9 y nos faltan el talento , y |a discre-
ción para prepararles los medios de vivir , ocih-
pandolos en servicio del Estado ? Cómo pue-
de ser, que queramos pasar en paz nuestros
días , y que alentemos con nuestra liberalidad»
y franqueza una infinidad de gente 9 que man*
tenga á nuestra vista escuelas públicas de pica-
ros, rateros , y salteadores , que turben los
Oiictos santos , impidan los t aegos públicos,
y desdórenla Magestad del Templo con sa-
caliñas , llenas de tumulto 9 y de indecencia,
siguiéndonos con gritos hasta nuestras casas,
y haciéndonos poner en arma en los cami-
nos , asaltados , por lo menos , del pensamien-
to , de lo que puede emprender la necesi-
dad , y la disolución con el favor de una so-
ledad úx\ socorro ? Nuestra libertad está sabia-
mente arreglada con las leyes ; pero la men-
diguez , ó no las conoce , é las elude. Los
carteles , y las pesquisas , que l^^olítica dis-
pone de quando en quando , anliyentan, d
hacen que desaparezcan los mendigos, que
inundan á París. Pero antes de partirse unos
de otros , quedan convenidos en lo que han
de hacer: distribuyanse á montones en las
Ciudades grandes del circuito , y asi se los
vé después en las Iglesias de Orleans , de Di-
jon , de Troya , de Reims , de Amiens , y
de
¿feRuatu Quanda yá se. pasó .la' . tebopeacM» '
buelven acia Mootargis ) Sobóos > Beaorais,
y PoDtoise, y se acercan en pequeñas tropait
fiiígiendo sor gentes^ que traben manteÉimiea* .
tos, y abastos.á jas Plazas de Pam , en don-.,
d^se encuentran al fin ^ como en el centro de- :
seado de sus operaciones. Yá ha veinte años^
que observo este modo de vivir; y hudvoá/
v£r aquellos viejos pobres mis conocido» ^ jun- 1
toscon ;otn»9 que han abrazado nuevamen-,
te la misma profesión , y á quienes los vie-
jos ¡nstruyeb de las rubricas 9 que 1^'mantie-
neo. Las mismas caras 9 y los mismos registro! )
tcahen siempre ^ y jamás varían de arancd.
Tomamos amtttad con ellos , les señalamos,
lentas 9 y nos quejamos quando no parecen el
día ) que acostumbran parecer* Les . avissmosi
4e hs medidas^ que se toman contra ellos^ y^
se destruyen con nuestra indulgencia los or<-;
denes,y providencias, que para disminuir el
numero de.perdidos , toma una sabía polia--
QBu DetestQMts la ociosidad > y al mismo tiein^
po la ¿cttriqaqios. No es posiUe concebir ^. có-r
no haya juicios reftos en un País eicúmn
te, en que se halla un gran numeíode mech
d^QS.
t Todo esto se ofireoe Jn^nediatf múite. at
a^ndüniéntoci quabdo considera laft Coúse^
qneadas de una mendiguez, ociosa : , que es
«io duda azotbi .y vergüenza nuestra. Ño ^ae
Tm. XL Pp le
la pueden ictttc» seoiejantes nulidades 2 la^
ocíojodad de los ricos : y principalmente b i
que parece claro, es, que no debct ocásionar-
oos queja alguna ; pues su nrabajo na esiá^
destinado para nuestras obras ; m nos causa
la menor inquietud , antesf bien la sociedad,
^jos de recelar la proñision de losr ricos ?h
ciosos, saca; de ella algunas ventajas verdade-
ras, y reales ; pero con todo éso los males,
qne causan , son todavía mayoresr , y mas
ciertos.
Aquel ^ que posee muchos Uenesr , te^
cibió mucho de la sociedad; Digámoslo me*
jor : á la sociedad es á quien todo se la de^
be ; pues le- ba proveído de. tentas , d por
ibedio del comercio , ó del manejo de los
negocios. La sociedad parece, que ba toroa^
do á su cargo enriquecerle , y darie gusto,,
y ^aplauso, con una multitud de servidos, y
distinciones. Toda ella atiende á complacerá
le; con que es razón , y justicia , que cor«
ftsponda etrico á lo que la ^^|be coii ov
retomo digno de su opulencia ; y si l»t)oa
de dedr verdad, lo que las riquezas . tienen
de mas digno, y : estimable para, el rico ^ es
constituirle en estado de que sea el ampa-*
ho de los pobres , la fortaleza 4le los flacos,
7 eti Padre de. lá Patri.u^ Pudiera adquirir este
nombre honroso ,* coflidocsend» una agua s»«
M alXugar.en que nadó, d^iaia fuente pé«
: . JMi-
^'iilica'al barrio én que hihbu Bagaría á st
(Patria a%un taato de b que k debe, arries*
rgandose á algunas tentati7as para ñciUtar e»-
ftablecimientos provediosos , é impidieada á
Jm imprudentes la infelicidad de arruinarse.
>Ohram noblemente , emprendiendo el ce-
•gar tal laguna pestilencial , fundando &
.cuelas 9 en que gratuitamente se ensenase : do<-
'tando pucheros de enfermo , prevención de
caldos, y lemedios para algui» barriada des*
valida, y pobre: ó acaso sería mas beneíido
el aeparar de la masa de sus rentas alguna
parte , que por medio de un fondo determi*
nado, y perpetuo, se emplease en que los
trábyadoies de sus mismas heredades ^ y de^
{tendencias tnbiesen jornal segura, oompo-
Hmeodole los caminos en aquellas temporadas
en cjue no hay qué trabagar,y principalmen-
te en loa aiíos , que son estériles. Una sabia
eoooomía le pncÑara haoer lograr al rico b
alegría inexplicable de ser prudentemente It-
beral,y d^nlacer felices á sus Gondudada*
«08 , impmieodo auo: la sombra de meiidi^^
guéz. Podría perpetuar el gasto, y hacer eter-^
nos sus beneficios , sin faltar por eso , m á
poitafse con aquel honor , y decoro corre»*
pondiente á su condición , y estado , ni á la
aasfeeñda debida á su fiímilía. Pero el servi<«
do de la sodedad es lo que menos pena le
causa , creyéndola feliz solo con mirarla co«
Ppa me
(joo Esp^actA) de la Naturaleiá».
moÁm lado , iecibiendo el precio ^de los
placeres que ^ goza. Su uiikra ambición^
su pasión . dominante es parecer todaviá mas
de lo que és y y lograr todo aquello ^ que
la necesidad 'de los negocios , b la propoido*
43ada dísiÍDcion le ha .podido conceder á la
mas aba nobleza yÓ.k los puestos nias ele^»
vados. Se cree infeliz , y deshonrado ^ si no
mantiene dos Aytidas de Cámara^ por íoioeh
DOSy bien recompensados, y .coa ^aia, y Itb*
cíwkmo ; á uño para que; le cuide; de sva
vestidos 9 y el otro de sus joyaÉs y que* puedea
|)asar por diges , y chucherías. No puede
pasar sin uo Secretario » tan .torpe cojno su
Atno^ de rniodo^ que til una, ni. otro sabea
saUr de un QOQCep<o.vque'fio viene 9 de,, ub
teirmino , que no encaja y y: de una coIocsh»
cion fuera de to^o prbposttxx Dará quareDt%
f^ quarentt y. <}iTatto mtl leales aun Mies^
tío (de Cocina > para que! le atosigue, y empoxh*
zdñe 4a comida » como isea con arce ; nece*
sita un Repcatero con su Oficia]^ para que
con crystalcs'v :y papd.;le' dñpongaa trin«
cheros^ iBamenqmHasy.yjasientps para rami»
Uetes^ y postres 9. proprios para divertirá ni*
iíos. Un Mayordomo y Pages y Lacayos,
duplicado , y triplicado tren , Cocheras pro*
ponzoñados á esté desorden , Palafrenero,
Volante , Portero , Postillón , y otros mu-
chos , cuyos nombres ^ y que haceres , ú
ocu*
ía dhérsidadúe ¿üñ^daitós. 30X
«dspácioríes quiero ignoran ' Todos éstos ihao
de estar bien mantenidos., sin que^tefig^aü mab
cuidado al cabo del día y qoe servirle^ por ala-
gunas knras ; ó solo para qu^ se hagan preseai-
(tes 9 y acodan á la^ orden á liis ^hora^ ^sefialaj»
das. Yo no lamento^ aqoi reí- gasto. ^qw'h^
*€e i tsie rico , i^no . el modoi, ¡ji^ jGÍ despeiidido.
rSús ioainensas rent^ , que pudieran excitar fa
iadnstria 9. esparcir el sococro,^ derramar la
abundancia en los Lug8KS')en)iqHe recoge sús
-Ueoés^se emplean en .maintaaer^ Qnoti¡a par^
'te rniiy distima ^ hombres ^in :iaieqt08 /. hoin«»
bres, que al entrar en su séryicio , dejaron
desee Giiidadanüs:! otro tantp pervierte^ quan^
•loianda cenca 4e ^é\&a mayoi^ delito ino ' és
iqoitar ! zi -áooma óé lar rsotiedad; :^ las mano^
y los ingenio^ jiqué «pucfieran ocuparse en pro^
sftsicnes útilefi ;; y aunquet jcomete^ una injus^
licia grande 'em abroganse^, y apropriár para
«niausto e) servicio de yeinitey cin^ , 6 treio^
4rpel^nás , que le bastarán á un Principe^
podiendo él^asar muy. bien con solas tres^
¿ qoatro , que «stubiesen á su inaandado ; con
lodoesó^su ipayor culpa ^ y. agravio á la so^
dedada es emponzoñailos á todos ^ oGiipai>f
dolasen objetos frivolos, y haciéndolos com-
pañeros dé su ociosidad. '
£1 ensoluto V ocupado únicamente en el
^^JP > 7 en los placeres , p^ . el conta^
i toda esta ouinerosa familia ^ que 00 conoce
otra
so? Espé&úcéih ée ídNi^ifaídk.
otra legb^le ostiendeá-fodala^edodad^d»
lumbrada coauna locai ematacioó de tanto
gasto ^ y expensas; contamina aun loa Can»-
{)08mas remotos^ las Aldeas mas l^anas^ j
pervierte los bij6s de aua Admiofetradpfes»
-dísgustandolps delsu ie^tado;
Los tüjobdel l^abrador , y Jomáfere com^
paran aquello ^ que á ellos les cuesta tanto afSn^
y tanto sudor ^ con la ttanqóitídad ^ j aÉnm-
daocia át que* gpssan íos qne sirven , 7
-acompañan d este iiomfare dnrertido ^ y Ucea»
ciosó: luego les asaha el deseo de vivir en
iá Qudad 9 y principalmente en las^ casaa de
los Ticos. Estos pudieran haber isido buenos
'Administradoies ^ d buenas *. Jovnakroá z p»*
^ran encargarse de üitfchos negodosl^deapesr
Jas liaciendas, ó cuidar de- algunas nianií&c*
turas; pero renuncian la vida ruttica » y las
íxupaciónes sólidas , por eritrarae en casat de
«n rico, que. los báoe tan flojos , tan dca^
defíosós^y tan intratables como él/ Qnañt»
vén y y quanto oyen , los acal^de penkr.
Toda la casa vi copis^odo insensonlemente la
conducta de su Sefk>r» El gran princiiib 8o«
fare que establecen sus desonienes^ y que tran*
quili2a los libertinos, y sus imitadores , es^
que Dios no se abate á considerar las accio-
nes v que se ejecutan en la tíenra, y que lo
que Dios no mira, basta esconderlo á los ojos
de los hombres: esta dodrin» es bien simple,
J
y lAonra muchas .diputas; pefode tal escoda
addrán estfaiios, y notables Ciadadaiios: y ea
qué parte oo está abierta semejante escuela? Esta
se dá no poco la mana oon aquel^espisícu jac-
tandosD^ y ranb^ cpset neyoa tama eo el mua-«
do : higreo 5 6 rompen aquellos lazos 9 sin los
qoatesno puede faaber sociedad durable: ae
iMU^n tMÍoctofldorea y habladores , y charla-
tañes importunos ^ intentando i»^rsuadír, que
el que abre sus maños para cofanarnos de. ble-
aes, na tiene abiertos los ojos para ver có-
mo los distribuimos 5. y expendemos. El efedo
necesatío dd tw bellas Instr acciona ^ es ^ruir
narla re&ítnd' natural de los jeoiendimientos^
y pervertir con la conciencia el buen orden , y
la razón.
la diferencia , bien notable á la verdad»
que se* hallarentre la mendiguéis, y ej lujo » y
dfoducion^es^ que la mendigues se Heba so«í
lamente tras sí aquellos genios mas toscos , y
aquellos entendimientos menos industriosos:
tan basta. es ^n inculta 5.. y tao poco apete-
dUe: pero^ disolaciooy y e( Iqp arrebatan
illa sockdad aquellos talentos f que hacen
inútiles,. y aqueHas virtudes. 1 que obligan á
desaparecer coa los mas engañosos eixrantos#
Donde los placeres dáo la Jey % no h^y que es^
perar algún eféda ácia^el biiep. ordei} , n| opK
nibn piadosa paca el ptfbUca»: :.....
Paaémotmak. adelante: etie lujo 9 ó ex«
ce*
3f^ Bfp^áciiod¿ld l^fir^ii9m^
eésoy 7'* demasía en:Íai'pothpa , 'y en *eí 'te^^^
gala,:que los licenciosos , y distrahidos creea
útil á lo menos pQlittcamente , « es «o k rea-»»
Udad laidescruocjonrdela i mas.isana poUtíca*
Ei lojo {xme síein{ve el caíndal' para sus^f^aa-^
tos en manos ^ que domina también el pía**-
cér^y que por consequenda descuidan ente^
ramente de los demás» Este desorden es caiH.
sa de que la djstiibudon: dec las riquezas , y de.
los íTUtoS'Seatao desigual ^ y tan mal h^rfaa,
de ^ niock) , que cargan unos con todo ^ y otros
con casi nada*,- ¿ cop nada absolutamei^ : de
donde se sigue , que d hijo ^ y h odosidadí
son los mas daros azotes del : conmn ; pues
lernas de haber causado mayores males y qqe;
la mendiguez j corrompiendo ios ingenios ^ y
^lentos , se halla , que llegan- con ta írrégu-
btridad dé > I09 gastos , y a^cacioa de cauda- •
ksá ser la causa prindpcd de la mendigué^'
misma. í , . . .
CMsa,y re. Digo la causa principal ^ y no la única:
mendiguez. ^ todofc coíitriboítiios: á( este mal , ^^que. de dí«
fersa m»itt»\ f nunca nos poorana tns*
ifruir de esto-con demasía y si qubenioa acu«.
diral remedio^ De este -modb nos> hallamos*
yt en }a segunda que8tK>n ; és i saber , si hay
-^algun remedia al desorden de los. despeid¿«
dos de:Un'diviértido , y mondaiiD^ Y^ ^
holgazanería de los pcíbres , y mendiigQS.{ ¥•
pienso 9 que «oto pertenece el curat la ocio-
La ihersiddd áectmiiciona. jo ^
«dad 9 y caprichos de los ricos » á aquel Señor^
que io es de los corazones r y faltándonos di
carader 9 y la misión para arreglar su conduc-
ta t desconfiamos déla curativa 9 sin mas re-
w
medio humano , que una buena educación. Por
d contrarío 9 aunque la mendiguez sea can es-
tapida , é intratable > que es cosa inútil el pro-
ponerle ideas , y abrirle caminos 9 con todo
eso es posible , y aun necesario , e^rzarnos á
suprimir , y desterrar su odosid^ ; pues real-
mente el remedio está en nuestra niano^ Esta
ftosibílidad no conaste en doblar nuestras li-
mosnas 9 ni en aumentar nuestras cargas , sino
en que hagamos por el trabajo, lo que bacia«
mos por la desi(fia« Veamos, pues, si esto es
íafiiUe. Aquí se reúne la solicitud da un hom-
bre Christiano con h de un hombre licencio^
so. El Christiano no tiene pa<don mas eficaz^
y vdiemente , que ver hartos á sus hermanos»
y con alivio , y satisfecha toda especie de obli-
gación. El delicioM) soto apetece vivir tran-
quilo, y sin la menpr inquietud; sí hay, pues,
algún medio para satisfacer al uno, y al otro,
es, suprimiendo la mendiguez , porque aqué-
llo, que sérb el remedio de los pobres , cum-
pliendo los deseos de los corazones caritativos^
»i también lar seguridad de los ricos, y el re*
poso, y descanso de todo, el cuerpa
2Wn.iZ Qq LA
Ío6 Espe&acuhdeh Natwakza.
LA SUPRESIÓN
DE LA MENDIGUEZ.
CONVERSACIÓN SÉPTIMA.
C
Cantt de U
Osa imposible es suprimir la mendiguez^
si no se conoce su verdadero origen. Las
causas de la mendiguez no son aquellas que
comunmente se al^n.
Comunnoente se atribuye á 1os.impuestbfi|¿
Bdigaci. que oprimen al Pueblo^ á la Compañía de In«
días, que arruina el cobiercio , á el conjunto'
de Eclesiásticos, que poseen los mejores bienest
Ko se oye otra cosa ; esto es , que no habría
mendigos , si se disminuyesen los impuestos^
si la Compañía de Indias se suprimSese 9 y si.
los^bienes de la Iglesia se pusiesen 6n manos
delegos. A
Yo me atrevo á dedr lo contrarió, que en
el primer caso la mendiguez sería h misma;
que en el segundo caso ao venderían los Mer-
caderes una vara mas de paño ^ que vendían
antes; y que en el tercer caso infalible-,
mente se aumentaría el numero de mendigos»
Preciso será^ pues^ recurrir i otras causas.
ía st^^ntión Je y men^et, ioj
- t," La causa de la meadigaé& ao son los " imiNiem
impuestos. M(»dncan al aamcuhr * cuya «en* *• ^,i« «•«■•
ta dismiauyea; peto no impiden a^oelL gas* '"-*'
tos comunes ^ y aquellas operaciooes uniyer-
ssdes 9 que hacen drcolar h plata en todo el
Estada La coostrucdan de Navios^ ú gasto
pieciso para mantener en buena disposÍGioB
las Plazas de Armas, la (Nrovision de las Tro-
pas, la femonta de la Qtballería , el paga-
mento de rentas constituidas yá , y determi*
nadas^las pensiones pertenecientes á la Mi«
fida, y á toda especie de empleos , Minis-
tros, y Oficiales, las obras ordinarias , y ex-
traordinarias, que se hacen por orden del
R^ : todas estas distribudoQes esparcen las
Rentas Reales hasta en las extremidades del
Reyiip;y asi viene á ser el Erario Real las
rentas de todo el cnerpo , y la recompensa
délos servicios, que se le han hecho al cuer*
po mismo«
Confieso , que el impuesto podrá ser au-
mento de aflicción, y de trabajo para aque«
Uas fiunilias , á quienes nada les sobra , y que
viven con estrediéz^ al modo que un empe-
Uon aumenta el peligro de la caída á un cuer«
po enfermo* Pero vamonos en derechura á
la verdad ; asi como este empellón no es
la causa de la enfermedad , tampoco el tri-
buto es el origen de la miseria ; pues vemos,
que la miseria es menor donde hay mayores
Qq % con-
SoS Espe&aado áe la NattífíJexaé
coóttibocionesiy talbs^en que cada unopa*
ga á proporcbn de su hacienda, y la miseria
e8 excesiva doode casino hay impuestos. La
prueba de esto se h?.Ha en París , y en el cir-
cuito de las .mejores Ciudades j donde la ca-
pitación es mucho mayor que en las Ciuda-
des mas lejanas del Rey no de Francia : con
todo eso el Pueblo se halla allí considerable-
mente mejor puesto por una como consequen*
ciá natural del gasto , qué se hace , y recursos,
que se encuentran. Lo qual es pórueba bien cla«
fa ^ de que sí el comercio , y ventas se aviva-
sen 9 y multiplicasen por todas partes , no im-
pidiera la capitación cierta e^iecie de desahogo*
eo los Pueblos , y familias. :
Pero supuesto que el trafiígo del comer^
tío es mucho menos en las Provincias y su-
pongamos 9 que la talla , y las gabelas, las puer-
tas, y Aduanas se disminuyese de un golpe^ no
menos que una mitad* No era necesaria tan*^
ta rebaja para escuchar las aclamaciones más
vivas , y para ver en los Pueblos ^1 regocijo *
Toayot ; y ¿ la verdad , es un consuelo digno
de desear; pero veamos quál es el objeto det-
esta alegría.
Si el Labrador estaba ajustado en qua-
trocientos reales de contribución , paga solo
doscientos; pero el proprietario de ia heredad
subirá , según esta misma proporción, el arren-^
damiento; y como éste era antes mas mo-'
de-
V.
La supresión de la mpuSgu^ . 309
dorado ) por razón de una capitacíoQ mas zU
ta , toda la carga recaía sobre el dueño de la
beredái , y oo sobre el Labrador 9 que la ar-
irieuda.
Un Trillador 9 que pagaba doce , ó diez
j seis reales de contribución , se hallará con
el dívio de quarenta sueldos j 6 dos pesetas.
Pero una remisión semejante , y aunque sea
mayor 9 será para un Padre ^ y una Madre de
£imilias j á quienes se pretende aliviar , causa
de que logren en adelante con mas abundancia
el pan ? Les dará medios para que sus hijos se
vistan y en lugar de aquellos corcosidos ha*
rapos j que los cubrían , de alguna tela mas
decente , y mas honrada ? Y el comercio lo^
grará mas ventajas que logran estos? Des->
nudos casi estaban durante la imposición ^ y
desnudos se quedaban después de todo el ali*
vio; pues el Mercader no les dará el paño
mas barato , después de un perdón , que aj^e-
Has basta para hacerle unos zapatos á uno de
los aliviados^
El Oficial, y él Artesano , establecido en la
Ciudad de una Provincia , y que entra al año
dos barriles de vino , pagaba por derecho de
Sisas , y Millones cosa de catorce reales y 6
quatro pesetas, con que se le descargarán á
lo mas quarenta sueldos , n ocho reales. Aña-
damos , si se quiere , la rd)ája de una mitad
eo el repartimiento de la sal ^ y que codsu«
mié-
|to Efpe&acido ¿k la Natiir^Jexa.
míese veinte y cioco libras cada afk> i veth
drá á pagar veintie y qoatio leales en lug^
de quarenta y ocho ^ que pagaba antes $ coa
que el Rey le eronera de to restante y y le vea«
drá á perdonar en sal , y vino treinta y doi
reales, con corta diferencia cada año: no de-
ja de ser , en una casa de no mucho gast0|
motivo de consuelo , y alegría ; pero su condi-
ción, y estado no quedará mas opulento; ni k
familia gastará por eso mejor Iknzo , ni me-
jor paño. Esta diminución tan deseada , sok)
podrá conducir para que se gaste un poco
mas de vino en una , ó dos fiestas al año. Pe«
ro no alcanza, ni con mucho, á poder res«
tablecer el comercia, ni desterrar del Reyno
la mendiguez. Con que el primer origen de
los males no son las contribuciones , é impues-^
tos , ni el remedio está propriamente en su«
primirlos; y asi, los que atribuyen la infeli**
cidad de los Liares á el repartimfento pro-
porcionado á la hacienda , y al impuesto de
la sal , no vén , ni conocen el windpio de
la enfermedad. Discurren como el mas Ínfi-
mo Pueblo , que mira á los Arrendadores,
que cobran las contribuciones, comoá Au-
tores de su miseria. £1 impuesto , y el eje-
cutor molestan , porque el Pueblo está en la
mayor infelicidad ; pero no lo está porque
hay impuestos , y ejecutores , si no son injus--
tos , y crueles.
U
La supresión ¿k la men^guei. % 1 1
La prueba de esta verdad se ha hecho
en muchos Lugares ; y aquellos , en que se
ha reducido el Rey á oo pedir casi na^,
están todavía , después de esto , en mas náf
seria que estaban: quando los lugares , de que
saca mas^ viven con mayor alivio ^ y conve«
niencia.
No quiero decir por esto^ que el aumen-
to del impuesto , proporcionado á los bienes de
cada qual , sea el motivo de que los Norman-
dos, y los habitadores de la Isla de Francia lo*
gren algún desahogó. Pero tampoco les submi-
Distrará el pao , que les falta á los pobre^ del
Foitou 9 y á los de los Laudes en la Gascuña el
quitarles la mitad , y aim todo el impuesto»
La causa del mal comienza , pues , á darse yá
á conocer : la habia antes del impuesto ; y dis-
minuido éste 9 y aún suprimido > subsistirá in«.
dependiente de él todavía»
En otro tiempo se hilaba en Gante , y
en los Países de Flandes circunvecinos la her-
mosa lana de Inglatena ^ y se fabricaban tam»
bien en estt& partes I9S telas» Abrieron en fin
los luyeses los ojos para ver las ventanas n^-
' torales 9 que les concedía su terreno : y des-
de el Reynado sabio de Enrique VII , to-
da la lana la trabajan por sí mismos; y soá
taozelosos en este asunto , que hó puede salir .
déla Ida 9 sino como contrabando» Con el co-
ooonuento de la utilidad han tomado después
ta-
S I a &pe&actí!o de la NahtraletíL
tales precauciones , reconcentrando tocb él
provecho , y todos los privilegios en laá ma«
ti&s de los naturales del País , que absolutameti*
te han desterrado por todas partes á los Estran*
geros. Desde que transportan por sí mismos
los paños 9 7 demás géneros aíl Norte > y i
las Escalas de Levante 9 pagan al Estado el
triplo ^ 6 el quadruplo de sus antiguos im«
puestos 5 y con todo eso no se quejan de su
suerte. Los Holandeses eran tenidos , y pasa-
ban por mendigos , y pordioseros ^ quando
pagaban á la España un ligero impuesto 90«
bre sus escabeches y cecinas , y quesos: y oy^
que pagan á su República la qoarta parte
de sus ganancias , rentas , é industria , no es-
tán pobres. Con que el blanco á que debe
anhelar el Pueblo , no es á no contribuir con
cosa alguna 9 ni á que se le quiten impues^
tos 9 sino i tener cpn qué pagarlos sin men^li-
guéZ) ni aflicción; y ojalá pudiera ps^rlos
mayores.
i."* De ese modo » me replicarán 9 qoal-
quiera dirá lo mismo : nadie balita , que no
guste de pagar mas , poseyendo mas : pero le-
jos de animar entre nosotros el comercio , y su
industria , y afiividad , se arruina con el esta-
blecimiento de una Compañía , que lo hace to-
do por si ^ y se lebanta con todo.
I^scurso semejante no hiciera mucha har-
monía «n un fator^ ó mancebo de qualquien
tien-
Lasupresíon de la fnemSguez. 313
tienda 9 que no conoce sino la vara -coa que
mide , y los Lugares de donde le traben los
paños y 6 estambres 9 que vende. Pero sorpren*
de el oírle , y no se concibe , cómo pueden ha«
falar 4b1 mismo modo personas.de entendimiea«
to, sin tomar siquiera el trabajo de saber quá«-
les son los establecimientos de esta Compañía,
y quál es la naturaleza de sus operaciones* La
mayor parte de los Mercaderes, de quiraes^
«1 quejas semejantes , no somo» los d^mís
6ÍDO el eco,' Son solo revendedores, 6 rega«
tones , cuyas noticias , y conocimiento no
salen de aquellas especies, que venden , y de
las ferias vecinas. Pero $i escachamos á al*
guoos de los Comerciantes inteligentes , que
cocKxren bien la sociedad, y los tazos ^ que
míen sus miembros , los oiremos hablar de
muy diversa manera. A causa déla descon*-
fiaaza, que con razón tengo de mis proprias
luces , y para no errar en el juicio , que d^
bia formar á cerca de la Compañía de Co-*
fnercio, he consultada á los Mercaderes mas
célebres, y que mantienen correspondencias
en Cádiz , la BAartínica , Santo Dominga,
y en las Escalas, que ^rven de medio pa«
m et Qmercio , y que al mismo tiempo tie-
nen .la. mayor independencia con la Compa^
fiia, y ningún interés en ella ; y me bao
€X>nfesado unánimemente , que las quejas , que
•e formaban contra esta Compa&ia ^ careclari
1 1 4 Espe&aculo de la Naturaksia.
de todo fundamento ; y aun uno de ellos óyefVi
do iebantar el grito ^ en particular contra
ella y me dijo : Nosotros complacemos á mies»
tros vecinos y que nos vén tan mal instruí •
dos de aquello , que nos conviene , y que na •
da temen mas que el vernos aplicados al co •
mercío estrangero , y que le tomemos el gus •
to. Saben muy bien^ que este comercio , qus
ha ido descaeciendo cada día mas en la Fran •
cia j sería capas de darle al Reyno nuevo vi«
gor , y animar , y dar muchas creces al mis*
mo tiempo al trafago , y comercio interior.
En el Diccionario de M. Savary podrá ver
qualquiera la causa , que ha habido para es«
te descaecimiento » y los continuos j y efi*
caces deseos de este juicioso Qudadano , de
que se radicase la Compañía de Indias ^ que
mira como uno de les medios mas oportunos
para reparar las pérdidas de la Francia. Coa
todo eso y siempre ha andado titubeante, y sin
firmeza hasta la administración de M. de MatH
fepás; pero aunque de algunos años^á esta' par^
♦ Efcrit. 4ci '^ * ^ ^^ ^^ mas lucimiento , y fondos, to-
9áo 1744. ¿lavia solo se puede decir que empieza. £1 Mer«
cader, que vende por menudo, y que vé su po<
co despacho, al mismo tiempo que mira junto
á sí crecer cada diá mas la Compaiüa , cre^
que se enriquece á costa suya ; declama contra
ella, y dice, que yá es necesario , que los par^
ticulares cierren las tiendas»
-lo
La supresión ds ta tmnügueju %i%
Ijy mas especiosa , que cootra esta Com-
pañía se ha dicho ^ es y que i:»ce sus com-
pras en Indias en plata coostante^ sí a con-
dudr casi á días genero alguno de los que
produce b Francia : pera esta dificultad , y
tacha comprebende igualmente á las célebres
Compañías de Holanda , y de Inglaterra* La de
Francia consume » y saca del Reyno una infi-
nidad de mercaderías , y materias, que se que-
daran en él absolutamente inútiles. Qué es del
caso á quién se venden , con tal que se vendan
fuera ? Despq^ de hechos los camUos de los
géneros de la India en ella , y sus ventas eni
el Puerto de oriente , se halla al fin ^ que
biielve á Francia mas plata , que sacó del
Reyno: con que la ganancia es segura ; y mas
qaando es imposible emprender con felicidad
hs cosas que emprende la Compañía de In-
dias en Francia , sino siendo una sola , y vien->
dose protegida : y esto mismo se vé también
en otras Naciones.
3.^ Yá se empiezan á hifiUar algunas; per*
sonas ^ que en esta materia siguen la razón,
y quieren mas ver florecer el Comercio de
fiíera del Reyno en las manos de una Com^
psañia, queestieode el mismo deseo en el
centfo del Estado , que verle en poder de al -
gtioos particulares avecindados en lois confia
nes del Reyno , expuestos , como sus pre-
decesores, o á destruirse mutuamente entre
Rra sí^
3 1 6 'Espedtacuh de la NaturaleM.
sí ^ ó á quebrar con la primera pérdida por fal«
ta de fondos , é ínteligeDcia. Pero hay , dicen,
otra razón bien clara , y siempre subsiste, pa«
ra impedir el que se mejore, y tome boelo ^
comercio interior en Francia? y es la gran-
de porción de bienes , que posee la Iglesia,
la qual chupa el jugo, y ^ lleba tras si la
substancia ^le todo el cuerpo; sí se hiciera ooa-
estos bienes , y rentas , lo que hizo en loglar
térra Enrique VIII , y lo que han hecho tam^
bien los Holandeses, muy otro sería el comer-
cio interior, y á buen seguro qq^ría dester^
rada la mendiguez.
Las Provincias ¡Unidas no deben de mo^
do alguno el esplendor á la extinción de las
rentas Eclesiásticas. Mucho tiempo después di¿
fu asociación, y li^ se mantubieron en la
misma miseria en que -estaban antes. Aun eo
la fuerza mayor de la guerra con España, era
ésta , y Portugal quien le ^da á los Holan--
deses la compra mayor de sus escabeches*
Quandola Corte dé Madrid resolvió de.^é-
ras cerrarles absolutameate «us Puertos -i los
Holandeses,! quienes casi todo les faltaba en
su terreno^ resolvieron tentar fortuna en otras
partes. Desde los principios del siglo diez y
siete 9 y principalmente desde él año de 164S9
en que los declaró la Paz de Munster Pue-
blos libres, se hicieron costeadores del Uní-
verso, ilebando generalmente de todo á to-
das
supteswn déla mendiguez. 3 17
áas las Naciones , y trayendo qoanto necesita
la saya. Esta industria, y no de modo algu*
no el cisma con la Iglesia Catfaolíca , ^es quien
ha enriquecido aquellas Provincias.
La ileligitrá tampoco ba influido en In-
glaterra en ordena lo civil. Este Reyno le
debe su mejoría á tres medios principales. El
primero , es la fálmca de las Lanas de Ingla*
ten'a por úñanos de los Ingleses y que las em-
biaban antes á las manifaduras de Brujas , y
Gantet eV segundo , es ^ aumento de la Mad-
rina, y del Gomerdp estrangero , rá causa de
los privilegibis coíicedidosá solos los Ingleses
en los Reynados de Maria ^ é Isa}>él. £1 ter^
eero , el -famoso Afto , «paisado por el Parla-
tsento el año de 1660^^ en c|ue se declara
contrabando^ y qiieda confiscado todo ge^
fiero , que llegue á aquel Reyno ^ que no sem
crudo-, y del País de tbnde viene el Navío^
que le trafae:y que del mismo modo es per*
dido , aunque sea de las Escaks de Leván^»
le , como se haya cargado desde el Estrecho
de Gibrakar, hasta las Islas Británicas; y ú
el genero fuere de las Indias Orientales , co-
ico se haya hecho la -presa del .Cabo :de Bue-
na ^perahza acá^^es también pierdido d ger
iieío. Este arr^hmenta, que contiene otros
muchos artículos semejantes ^ y en que Cro^
mwel, que le fiírmó^ empleó toda sudelica-
deza^ ahuyentó de Ip^latenra infinidad deOo-
mex-
^•ylt •
/
%\% Espe^actJo de la NaturaksS^
merciantes , y aun Naciones enteras >
la Holandesa , que casi nach tíene ea geoerol
crudos. El eít&ó de este AEbo no fue solatnan*
te separar á los demás Pueblos de los Puer^
tos de Inglaterra por temor de las extorsío*
nes , y mal trato , que eran como naturales
i tantas precauciones exclusivas , sino mucha
mas obligar á los Ingleses á que las m6f^
cancíasy que entrasen en su poder ^ fuesen
siempre de primera mano , y se aprovecha*
fien de este modo , no solo de la ventaja,
que traben consigo las primeras ventas he*
chas sin Fatores , ni Comisionados , y en los
terrenos proprios , que producen los generoS|
que se compran ; sino también de la immeo*
6a utilidad de todos los transportes necesarios
á sus Compatriotas ^ y Condudadanos* Dd
esta manera , transportando á otros Reynos lo
que les sobra en el suyo , y trayendo á él lo
que les falta , logran la ocasión de cargar al
mismo tiempo eñ todas partes de aquellas mer«
candas ^ que son de mayor uso ^ y consumo,
haciendo trafico de ellas del misnio modo,
que le haced de las que les produce su pro«
prio terreno : lo qual les dobla la ganancia,
y aumenta sin límite el gusto , é indinacion,
que tenían á navegar. Inglaterra se^ encami-
na acia todos los demás Reynos , y no
parte su ganancia casi con persona alguna. No
debe^ pues, según esto, la Inglat^ra sus r¡«
que-
La supresicm de la tnendiguái. 3 19
iqoezas al cisma, que excitó 9 y todavía man*
tiene con la I^esia Gatholica, sino á la es*
pecie de cisma , que siembra entre las de*
más Naciones , excluyéndolas de la suya con
la sutileza de sus arreglamentos. En esta su«
poskion pertenecerá á los Ingleses d examí«
nar , si las disposiciones de este Ado célebre se
poeden conciliar con el equilibrio de aquella
libertad mutua, y con el acceso fácil, que el
simple derecho efe la naturaleza , y el respe-
to debido í la sociedad nos parece , que pi«
den igualmente en todas partes ? Por k> de-
más y la Inglaterra es cierto , que ha dejado
libres las rentas de sus Obispos , como tam-
bién las de sus Capítulos , y Beneficios Cu-
rados. Sí se (Kspusiera en Francia , como se
disposo en In^erra por Enrique VIII , de las
rentas de los Monasterios , abandonándolas á
cierto oumero de Cortesanos, quedarían indu-
bitablemente destruidas sus Provincias, y coa
especialidad las Aldeas , y Lugares arruinados
sin remedio^ y muertosde hambre sin recur-
so alguna
La mayor partede los Sefioies en Fran-
cia siguen la Corte ^ 6 residen en París, y
en las Ciudades grandes del Rey no : lo con-t
ftario ejecutan los Señores en Inglaterra , pues
í^)enas ácdban sus Juntas , ó Parlamentos , y
los negocios, que tienen que tratar en Loa-
4reS| guando^ se van á vivir á sus tierras pro-
priat
4 #
310 Espe&actéIode'la'NaturiJe:UK
prias^ ea donde gastan, y: expenden , jiiQta««
cuente Gbn sus antiguas rentas , las:qiie poseían
antes en aquellos^ parages los Monasterios*
Además de eso , pocos^ son los Paysanos en^
ire los Ingleses , que no hayan conservado
algunas tierras ^ al modo que sucedq también
en Flandes , y en varias partes de Alema-*
nia y lo qual los hace mas laboriosos ; paar«
que el que nada tiene , encuentra siempre ca«*
si muerto el estímulo al trabajo 9 y su mis»-
ma miseria te empereza» En fin y el Rey no
de Inglaterra juz^ á proposito conservar li-^
bres en cada Aldea aquellas tierras y que eran
necesarias para que trabajasen los pobres, de
cada Lugar 9 librándolas al! misrao tiempo , pa-
ra alentarlos y de toda contribución. Entreguen-*
se en Francia los mejores bienes Eclesiásticos
á los Señores , que siguen el Egercito , 6 la
Corte j y será preciso en este caso » que pe^
lezca la Provincia , y que en lugar de mil
pobres , aparezcan^ 6 salgan.' de ella dieá oail:
en este Rey no d Noble , 6 el Clud3d^c>SQn
los que tienen la propriedad de casi todas las
lier^ades , y los Paysaóios. solo logcaron el
poder empezar á /poseeri algunos proprios eti>
el Reynádo de San Xruis , y en tiempo. de iloft
hips de Phelipe el Hermo(so se. aumentó : el
numero de estos proprietarios ; pero las ga^
nancías, y adquisiciones de las gentes de et.
campo 2 nunca fueron glandes., La faadend^
qU9
Luí soffeHon áe la foen^gt^ 311
que tienen los Qiidadanos , ccMnunmeQte Jof
váá buscar ala Ciudad con su úsufruélo. £«
que posee la Nobleza ^vá con el suyoá Fa^
TÍSy á las fronteras del Reyno^ 6 adonde la
llama el senricio: am qoe-esta duplicada porr
don de haciendas se yS á cansotak bien. 1er
jos de áqoel terrena en que está ^ sin espeira&za
alguna de bolverle á vén Por el contrarío up
Obispo y persuadido á que el Pastor debe ser
en su Dioceisis tan estable > coíno lo ¿s su Ci-
Chedral ^ poique en aquel parage . es utan n^
cesario como ella, parte comumñeni^ b rela-
ta de ocho, ó diez, mil ducados con aquellos^
á quienes dá el nombre de hermanos , y de
•hijos. Todos los Abades Régnlareí residen f y
consumen su renta en d territorio ',: que .se
le dá. Vénse mudios Abades Com^adores,
que como Depositarios Gienerales sustentan,
por medio de un trabajo sin intern^doa^ to-
das las familias pobres de su distrhOf^ iman-
teniendo honradamente la : qualidadi de; Pa«
dre», ^ que la Iglesia les coínserra. Los^ Re- « Abba. ?«*
yes han honrado siempre con sus elogiosa ^^
los Beneficiados , que residen en donde tienen
sus rentasi. Un Cabildo , un Monasterio r^
co y una Comunidad de Religiosos Hospita-
leros ^ y aun Mendicantes , consumen en el
mismo País lo que reciben de la tierra , 6 de
las manos de los fieles. Mantienen al Cere«
ro 9 al Bordador I al ArquiteAo, al Fundidor^
Tm. JTZ Ss y
ia% Esj^acido Je h ISaiurálesú^
y á otros mochos Ofídálesy cuya iodustiia
f^za >el Iptíúiim ; í pero, que en . IreaUdad ^ : quien
kH alentó y y^ ^forcnó:, fqefoá ' a^eilos. estable*
dmientos,yy fpodacibnfes^ que por la mayor
parte ios^áostentan. Los «que .poseen estas reo-
^fi,£ob)etode tamos deseos ', y einbidias ^ no
«ociivps ^ . los >Turcos ^ ni^haéen batido á
'paFté y pues) sus iamiiías , y las de sus Conciu-
dadanos participan , y logran con eUo^ de sus
bienes. Alá política jpoco cuidado lé' dá el
^oe éstie ande vestido de ihlanco , ¿^ de ne-
-gro;^ por lo demás, stq alegar .acora en &-
vor de los Eclesiásticos ) m la necesidad de
Jbs ministerios 9 que egerceo , ni el servicio
^^ue hácBi al pfiUioó ua. Seminario y un Cotie-
qgio^ un, Hospital, y^ todo. letnro ^ ó casa: de
« recogimiento bien ai^reglada , no se puede
.negar, que son las rentas Ecfósiasiicas y en
la xxxistítucíoii en qtieestamosydmedto roas
-segmO) paira que Jos irutoSL^jque se producen
-ebl un. téiiteiiQ, se iuantengab.en il, y iSe<es^
•parzaní entre toda espédé de ^ótes. Xta :Saty«-
ra no quiere ver estos bienes-, aunque en la
fieajidad^oeán comunes ¿ y pone siis malignos
^ófos «n a^gutíosdpaipticulares j que no soa muy
•fiel|ss Sísu^iresidiéntía. *
' ; Conozco , que acaso insistirán , diciendo,
que si los fíeles en lugar de ofrendas arU-
trafilas i y limosnas manuales , señalaron al mi^
,iifeterio santo, Ty necesario una limosna esta-
ble.
£a supresión de la fnend/giéék. í%í
ble 9 y situada en los mejores fondos , fue
por creer, que todo aquello , que excediese 4
la neeesícbd dd Pastojr bolv^éria á parar eig
las manos de los pobres; y aun por esto. ^e le
dá á está magnifica liberalidad el nombre dt
patrimonio de pobres , y lo es verdaderamen*
te; por qué, pues, han de e$tár todavía los
pQbres. á ' nuestro cargo ? Estjt féplica no$
conduce á aclarar en un ^odo lo que hay
aqni.
lia ' mendiguez forzada , á la «pial por
CoápocQserle vá reamando el gq$to 9 hasta
que vfene á hacerse voluntarla ^ no puede. 9 m
en Francia, ni en alguno otrd País bueno»
j^ovenir sino de una de tres causas : d de
que el. terreno no produce frutos suficien-
tes para mantener las personas 9 que, le habit^^n;
6 de que.lo^ habitadores no egercitan su in*
dustria para que la cierra les franquee aqu9*
líos bienes, que puédelo en fin-, de que, á
pesar de la fertilidad del País , y de. Jn in^QSr
tria laboriosa de lOfi' habitjanti». ^, en^.md
hecha la distribución de loa frutos ^ h tkf^
ra , derramándolo todo i uo lado y y d^o^ Aqueiioi ^«e
do vacío el otro;' de modo , que auna mu- S*o,"aoMÜr
cbosles feltalo precisamente oecesbrío > ¡aíH ¿i^^é^'^^^H
tener un bocado de pan • que poder Uebar á por ei mn-
• •■I A.- cho gasto , si.
la boca» La averiguaaon de esta causa eniei- nopo^eimo.
dará en un todo el puoto.de que tratamos, g^lsuñ^"^^^
y ál mismo tiempo nos instruirá de una d? d«p«'^«a«-
Ssa las
l>
'1
3' *4 EspelSaCulo de U Natúraktd.
las mas apreciables obras de la sociedad > y de!
impulso mas eficaz de sus operaciones; quiero
decir, de la ái^ibttcioa de los frutosde la tierra.
' I,** TonaeittoS'á te Francia por egemplo,
para que de este modo, viendo que un Esta-
do muy rico tiene sus pobres , se colija m^s
fácilmente la causa del aumento de ellos, eo
Italia , en donde es menos el comercia , y en
España , en áo^áe *, ni la fertilidad ayuda , ni
la aplicación , é industria concurren. (^) No
tenemos aqui que probar otra cosa ^ sino que
Francia por sí misma basta para mantener
kis habitantes. Los fistrangeros sacan de este
Reyno todos los a^» provisiones ímmensas
de vinos , aguardientes , aceytes , sal , cáña-
mo , cordeles , lienzos , telas , piedras , pizar-
ras , papel , y toda especie de muebles. Los
gránoá , según Calculadores muy hábiles , que
se (recogen en Francia en un año , son bas-
tantes para mantener á todos sus halMtadores
dfio y medio por lo menos , y que sin cons-
trucción de edificio {ÁiUicos , coo dejar los
granos en las manos de los Traficantes , y
Fropríetarios , qoe S2^n conservarlos , sin anal
necesidad , que usar de la precaución de
impedir la saca á Reynos estrangeros , qua-
fc •-" j •' ' • . : • • .tro
**: tf^.^.C«iie quiera ^ et ^pul derta » qve ivaí Mbrtt^c Fran-
cia mantiene España , que al contrario , y que los granos > vi-
é^9 » y Mfbt géneros » qut por U común salett ie iBspaiña >-son
fin uuiacro i ai loe fispAñglft |oa MU ftltof iU iadusKia «xoBit
I
La suprtsibn de la mendigúete f^f
tro años consecutivos , se hallaFÍa Franciii
con doble pforísíon de granos, y estando abas-
tecida de esta manera , podría en los años át
guientes, ó Tender, ó conseryar los grands^ cojí^
fonne h fertilidad , ó carestía le inspírase.
aJ" No tenemos aqui necesidad de de-
Bonstrar y que no se hallan destituidos de ¡n«
dustria los Franceses > nt seria bien parecido
poner en k boca de un natural el elogio dé
su Nación ; pero como quiera , es bien notorio
en el mundo 9 que el cultivo de la tierra,
las artes ,.7 el comercio no se halla desprecia*
do , nt puesto en olvido eneste Reyno.
j."" Si á pesar de la fecundidad de la tier«
ra , y de la aétividad de la Nación , se halk
con todo eso tanta gente, que caída de áni»
IDO , no se aplica al trabajo , y busca su vida
mendigando y no puede ser otra la causa , sino
sna distribución desproporcionada y y mal he^
cha en los bienes de fortuna»
Fór la distribución,, que se hace del pro*-
dnélo del arrendamiento de un terreno en
qualquier País y se podrá hacer juicio del usur
finiélOrde la administración de todo el Rey*
no ^ y para reducir el cálculo á la mayor sim-
plicidad poñble , discturramos ser sokx en gra-
nos el produfio del arrendamiento... Supocir
gamos, que el País de Caux, (**) por égem^
pío,
C*«}EaU MbrmaQdia, ctiPVaMÚ.» coaprehoi^c £» Ciu-
éftdcs , y ttcinta tttgafcf.
$ i6 EspeSaculo de la Naturaleza.
plb , DO produce otra cosa. Para el asunto^
lo mismo es , que los quatro mil reales , ó
mil francos > que dé al Proprietario qaalquier
soelo , los dé en granos ^ ^ en una heroio^
sa mimbrera, 6 que los reditué una pesca
abundante , una cantera de pizarras , ó qual-
^niera otra especie de proprio. Los graoqs
significan aqui , como en compendio , todas
las rentas imaginables | pues todas se pueden
apreciar según el valor de los granos mis*
mos , por los quales se hace necesariamente
el cambio. £s verdad , que iiay algunas espe-
des de bienes , y de frutos , cuya labranza,
y cosecha cuesta menos , que la de los gra-
nos ; pero en este caso es también mucho
menor la porción, que el Proprietario le ce«
de al Arrendador. Con que si sacamos , que
iquando la parte, que éste pdfcibe , toda en
granos, no alcanza para el sustento de los
que le ayudan en su trabajo ; con mayor ra*
zon se sacará , que los mozos de labor que*
darán mas necesitados , pues el Administra^
dor tiene tan poco que darles ; y esto , aun
ocupando pcx:as personas. La questíoo, pues,
viene á refundirse en inquirir , qué perso^
Das tendrán parte »en este .produ¿lo de el ar-
tendamiento, y. quáles quedarán priv^adas ne»
-cesariamente de, él ) y a^uo él modo oomup
-de vivir , la mismo que sucede en una be-
redad^ü quinta arrendada ; vendrá á suce-
der,
La supresión de la mendiguez. %%j
der 9 y se pui^de aplicar á todp un Rey no*
£1 Beyno» 6 Estado que comprehende seis
especies de personas, i."" ElRey, sus Minis*
tros 9 Oficiales , y gente de Guerra , ó todos
aquellos ^ que se emplean en gobernarnos , ó
en deíenda-nos^ i^J* El Clero, 3." Los Pro^
prietarios de éste ^ 6 el otro terreno. 4*''' Los
Labradores^ y todos aquellos , que recogen lo
que frutíifíca la tierra. $."" Los Mercaderes
Fatores ^ Arrieros^ d qualesquiera ouqs^ que
transportan > y cafnbían los géneros, ó."" Los
Artesanos ^ u . Oficiales , y los domésticos^
que ayudan, y facilitan el logro., y cosecha
de los frutos. Todas estas esf ecies de perso^
vsA son necesprÍ9S al bien estar , y logro de
una heredad ; .y ; tpanteniendola y es consequen--
cía 9 que adquieran derecho al produtío. £1
Rey , y sus Ministros la defienden de to-
do insulto; porque era imposible conservar
la ' propríedad ^ ni disfrutaría, si no huvier^
^bierno. El Pastor coDfiirre con la saluda-
ble do¿ÍTÍna , y conduce ¿ esta habitación el
espíritu de paz , y de dulzura y, iptrqclucien-
do en la casa la ^legria verdadera > el crden^
las buenas eostuoibres^ h inclinaciones sociar
bles por medio de la caridad, del amparo, so-
corro , y esperanza de les verdaderas bie-
Aes, El Labrador , el Obrero, el Artesano,
y el Mercader la mantienen con una serie
de operaciones, y servicios tan frequentes,
co-
«rrcftáamien
%7% Espe&aculo de la KaturcíkM.
como necesarios. El PropñetariO| después de
reservar parte de sus frutos para su manutetir
Cien y destina la mitad del produño , ó los dos
tercios^ para compensaría todos los que he^
mos dicho , y para reconocer los socorros dí«
versos 9 que le mantienen su Estada
Regtt de lot La experiencia mas constante ha enseña*
do á los dueños de las heredades , que partan
con el Arrendador la mitad de gastos , y
frutos 9 6 lo que viene á ser lo mismo y ú
Propríetario se echa fuera de todo gasto y y se
contenta con un tercio del usufirudo , que li
heredad dá de sí , ú ordinariamente suele dar;
y esto es lo que se llama tercio liire. Sí la
heredad , computado un año con otro , pro-
duce el valor de mil escudas y se contenta
con quatro mil reales ^ y deja al Arrenda-
dor lo que resta. Si un Paysano entra en dác
por un pedazo de tierra veinte haces de la
mies y que siembra y ('^*) es necesario y paca
no perderse y qi)e á él le dé ú rededor de
quarenta y 6 sesenta en todo. Quando han
querido los Proprietarios percebir una mltad|
<ó mas que el tercio , casi siempre ha sucedido^
Ib que se qtiedan sin paga y 6 que no pueden
ponerla en cobro y sino con la ruina del que
arrendó.
La foitona de éste con semejante distri-
(»*) Cala haz ie «stot tiene ao « ^ 14 masadas de las qut d
%tffíiw cmpHia quaadM siega, aick. Dic. U G. / i. J.
La supresión de la mendigue::. % 39
bocion y parece buena , y la percepción de I05
dos tercios del total parece que la hacen embi-
diable. Pero no goza enteramente esta suma;
acra veremos quántos acreedores acuden para
ser participantes.
i.^ Primeramente el Rey, como Protec*
tor del orden , y régimen público , y como de-
fensor de cada particular , exige comunmente
en aquellos Países, en que la fecundidad del ter-
reno es mediana, ó el comercio muy limita-
do, 1 8 dineros (^^) por cada quatro reales del
produéto del arrendamiento. La talla , ó repar-
timiento proporcionado á la hacienda todavía
és mucho mas ; y en aquellos Países , en que
el consumo es grande 9 y la industria prove-
chosa , sube basta tres sueldos , ó cosa de i S
maravedís por cada quatro reales. Pero este ex-
ceso en la talla no debe entrar aqui en cuenta,
pues queda abundantemente compensado con
la certidumbre del fruto ; atengámonos , pues,
á 19 maravedís- por cada quatro reales, que es
el modo común de imponer la talla propor-
cionalmente al produéto del arrendamiento.
La capitación , y otras imposiciones peque-
ñas suben todas juntas hasta la quarta parte , 6
poco mas de la talla : hagamos cuenta sola-
*mente deque sube todo hasta 18 maravedís
Tom.XL Tt por
;<««) 240 dineros en moneda corrícote en Francia hacen una libra»
h quatro reales de vellón de Espxña, Rich. Dic. l.D. 6 segun ci
Pie. de Trev» doce dineros bacea un sueldo • y yeince sueldua
una pcxecv
j j o EspeSlacuh de Ja Naturales.
por. cada quatro reales. Con que si el produc-
to de la heredad es cosa de mil escudos, (**)
y tiene el Arrendador , que darle al Proprieta-
rio un tercio libre, pagará al Rey la suma de
500 reales por tributo , ó talla. Si en lugar de
mil escudos^, queremos reducir el total á mu-
cho menos, y computamos el produdo de la
tierra en 60 haces , dados por el Arrendador
ao al dueño , tiene que dar al Rey otros dos
y medio de los quarenta, que quedan^
Quando el Labrador mismo es el Propri^
tario de la tierra , que cultiva , tiene doble
imposición , repartiéndole a 4 maravedís en
lugar de I a ; ó 36 en lugar de 1 8 por cada
quatro reales del producto de la heredad* La
razón de esta sobrecarga proviene lo primero
de que la gente del campo no paga puertas, ó
alcabala del viento ; y asi , si esta hacienda fuera
propria de alguno , que estubiese establecido
en ésta , ó la otra Ciudad , la talla sería menor,
porque los tales pagan derechos de entrada,
además de un tributo mucho mayor, impues-
to sobre los pescados , y sobre los demás co-
mestibles, y además de la alcabala en toda es-
pecie de mercadurías. Solo la entrada de vino
le cuesta á un Parisiense un Luis de oro, 6 144
reales (**) por cada pieza, 6 tonel de 43 ^ li-
bras.
(**) El escodo , como aqni se toma > es ¿t 6o sueldos > h casi
doce realck de vellón.
(««-; El Tfllor del Luis de oro , oue es una mr.neda de Francit»
lia sido suiuaiDcn:c Y«rio » subiendo caú SHUsivamcntc desde so
La supresión de la mendiguez. 331
bras.(**),La segunda razón de la sobrecarga '
de los Labradores proprietarios de hered<ídes
proviene de que antiguamente las gentes del
campo eran esclavas , é inhábiles para poseer
proprio alguno, según el uso , ó derecho , que
introdugeron los Romanos en las Gallas ; y es«
te derecho se conservó sin la menor mutación
todo el tiempo de las dos primeras razas , ó h*-
aages de los Reyes de Francia , y mucho del
tiempo de la tercera. Regularmente el Paysano,
7 su familia eran parte de la hacienda , sin que
pudiesen ni aun mudar de domicilio , arrayga-
dos 9 por decirlo así , á la misma tierra "^en que * ^dua^t
nacieron , como el árbol , que se planta en ella. *^^'
En los Reynados de San Luis , y de los
tres hijos de Phelipe el Hermoso , se comen-
zó á permitirá los Aldeanos el poderse re-
¿Kmir, y libertar de su esclavitud , mudar do-
micilio , comprar heredades , y adquirir fon-
dos como los Nobles, y Ciudadanos ; pero
todo con la condición de pagar impuestos ma«
yores qde ellos , de obligarse á tantos dias de
servidumbre sin paga alguna para con los Se-
ñores immedlatos , y á otros muchos del mis-
mo modo, para con los Soberanos; y en fin,
á someterse á algunos derechc^ , y óbligacio-
Tt a nes,
reales He vellón de España» hasta 144 , y aun mas. Véanse el.
Dic. de Savary , y el de Trevoux. Oy «lia » hablando absoluca-
neote asi , L%i» dt Or» se enciende el valor de 24 pesetas, 6 cer-
C9 de loo reales.
(**) Véase la nota del como quarto de esta Obra > pag. 1^0
^ ^ne se habla acerca de estas medidas.
331 Espediaculo de h Natur aleta.
nes , mas^é menps onerosas, que los Señores de
los Lugares juzgaron poderles imponer por és«
te , ó el otro titulo.
No se limitan los derechos Reales á la
u Sal ^'^^^ y y capitación. El impuesto de la Sal equi-
vale á una mitad de los dos precedentes. Un.
Labrador , que paga quatro mil reales de ar-
rendamiento, tiene, por lo menos, ocho, d
nueve personas , que mantener , y á sean hi-
jos, ó yá domésticos , y consume , ó puede
consumir cinquenta libras de Sal , dos tercios
para saleros , y guisados , y el otro para ceci-
nas, {**) y cerdos; y si acaso en esta ultima
partida gasta mas , la industria ^ que en ello
egerce , le compensa. Cinquenta libras de Sal
equivaldrán á la sexagésima parte de mil es-
cudos , con que se podría añadir un haz en los
sesenta , que dejamos dichos ; pero aqui será
bastante el contar la mitad de esta imposición,
porque le franquea al Labrador una mercan-
cía , que le ayuda al sustento , y al comercio:
añadamos, pues, medio haz , á los dos y medio
de capitación , y talla : con que de los 6o , que
produce la heredad , hay que rebajar tres de
los quarenta , que le quedan al Arrendador.
A los derechos Reales podremos juntar los
scAoríor ^ derechos de Señorío , qqe comunmente no lle-
gan , ni con mucho á la sexagésima parte del
ta«
<**) SAÍ4fj»ts Uamaa tlgaaos ü toda eipecíe 4c carof > ^ pct^
fiJo > ^iK t< coBscrra por medio df U taJL
La supresión de Ja mendigues^. 33}*
total. En los Lugares , en que los derechos de
saca ) y de suelo , (**) y algunos otros soa
violentos , pongo por egemplo , si sacan síete^
u ocho haces del todo , tienen los Intenden*
tes la equidad de pedir menos para el Rey^
atenta una tan pesada imposición. Las Ald^
de esta especie , que quisieron antiguamente
introducir un encabezamiento y airreglado por
el numero de Vecinos ^ como le había en otras
partes , sin reparar en las cargas ^ que y á te-
nían 9 poco á poco se han ido quedando desier*
tas. Por lo que mira á semejantes Lugares , nos
deberíamos contentar con poner aqui la mi-
tad de una sexagésima parte para satisfacer el
derecho de Señorío ; pero para prevenir todo
acaecimiento , es razón contar un haz , ó una
sexagésima entera. Ko hay año alguno , ea
que no sobrevenga en qualquier terreno algo
¿latado, elíjase el que se quiera , algún ac«
ddente imprevisto: en una parte una nube de
piedra arruina los panes , en otra la desgracia
de alguna Muía , ó ganado atrasa al Labrador^
y en otra se arrebatan los sembrados. (**) Es-
tos infortunios, y otros semejantes se suavi-»
zan con la remisión , y descarga , que se con-
(M) Saca» 7 suelo son <lo9 especies ilc ímpnesto > que en algo-
■as tierras tienen los Señores en Francia los granos 9 y legam-
Wes, que producen > aunque Rich. Dic. 1. C. palabra» Champart»
J^e , que es uno con dos nombres.
i**) Por lo que mira al Tnx§ t que es el haber principal de «n
labrador , purde padecer muchas quiebras 9 y tener muchos de<^
itAof : U NermlU > h ^tinut^ planta bien coBO«ida ¿ U M^
/
334 Espe&acuh de Ja Natur ateza.
cede á los Lugares , que sufrieron mas ea ellos»
Pero alcanzan de algún modo á los demás de
la comarca , pues han de completar el im-
puesto 9 que tiene la Provincia sobre sí ; y lo
mismo sucede si algunos Lugares publican fal-
samente ^ que tienen la talla muy alta , ó que
se les ha aumentado ^ y si otros la tienen real-
mente mas alta , que debiera estar. Todo es-
to, jiínto á los derechos , é impuestos , que hay
sobre las bebidas comunes , que usa la gente
del campo ,' de aguapié , sidra , y cerbeza , pi-
de 9 que pongamos aqui una sexagésima ente-
ra: con que de los quarenta haces y que eran la
parte del Labrador , Uebamos yá quitados qua«
tro.
3.^ Del produjo total queda todavía que
sacar otra parte , que recae también sobre el
^ue arrienda , y es la que pertenece á la Iglesia,
h lo que llamamos Diezmo Eclesiástico.
£n Provenza , y en algunos otros Luga-
4ÍwtuJ¿7"" Tes se contribuye al Clero con una parte de
éxtz y ocho, y aun con menos ; pero ea
otras partes lo común es darle la decima , 6
la
%erjsi cuyo grano es redondo, menos negro que el de AgennZifen
algunas parces le llaman ^l^ATr§b* sylvtttrt ) el TíkJ» « <^ue et
el trigo i|ueniado por dcncru , á causa de las oteblat > frío , 6
hielo; el 'Ceurtat , cuyo grano es largo » delgado , y verdeciuo¿
€Í CMehíllej$ , cuya caña sube ma« que la de crigo , ^u flor mo-
rada » y encarnada , el grano largo , y chaco ácia la punca j el
C0rt^tl9 , ¿ grano, que no llena , y se separa al ahechar, co«
mo mas leve • oue el grano común; codos estos • y ocros de«
leftos, que puede padecer el trigo, atrasan > empobrecen , /
^9n enemigos del JLabrador.
Pieimo BdC'
La supresión de la mendiguea. 3 3 j
la oncena , y en tal qual de trece uno. Tó-
menlas aquí un numero medio entre los
que son casi universales ; y como donde el
Diezmo Eclesiástico está mas subido , se dis*
tnlnuye el impuesto Real , viene á quedar to-
do con cierta especie de igualdad. Suponga*-
mos , pues , que se dá á la Iglesia de ddce
uno en todas partes ^ y de este modo en los
60, que es el numero total á que hacemos
subir el prodiéio de la heredad , hallamos^
que pertenecen al Clero cinco haces : con que
sacados de los quarenta , que le quedan al
que arrienda , quatro para satisfacer los dere-
chos Reales , y de Señorío , y cinco para el
Clero 9 le vienen á restar treinta y uno sola-»
mente*
La cuenta no es menos clara , que bien
hecha , en la su|:osicicn de reducir el arren-
damiento todo á granos; y aunque en la rea-
lidad hay algunas cosas , que no pagan Diez-
mo á la Igitsia , cerno son los prados 9 y los
bienes 9 que Uamam.os de industria ; pero in«
direéiamente diezman también , pues dan al
Clero el Diezn^o de los animales, cuyamul-
tiplicacicn es el principal prodtéio de la in-
dustria de la gente del campo , y las prade-
rías ícn el socorro principal para que se lo-
gre esta industria. Y si hay algunas utilidades
en los Lugares, que no contribuyan , la Igle-
sia queda abundantemente compensada con
las
33^ Espe&acuh de la NatWíüeta.
las ofrendas vol untarías ^ que añaden los Fifr*
Íes al magnifico presente de su Décima.
Se ha tenido la curiosidad de notar , que
exceptos aquellos Lugares , en que la exemp*
oon de la gabela de la Sal , ó un consumo
grande de géneros , ó producciones dan la«
gar á una talla muy subida ^ y exceptos tam«
bien los que tienen muchos prados , ó hter«
baS) y pocas tierras de labor : en todos los de-
más lugares excede el Diezmo Eclesiástico I
la talla , ó repartimiento general » {^) en una
sexta 9 ó en una quinta , 6 quarta parte ^ y
á veces en mas. La prueba de esto se halla
en las operaciones hechas por M. Vaubaa
en muchas Parroquias , aun de la Norman*
día 9 en que los recursos de la industria son
mas comunes , y mayores. Y todavía se ha-
lla la prueba aun mas sensible en los Paí«
ses de granos , en que ^ como en el de CaaX|
^ guarda al Cura todo el Diezmo , y des-
pues de la muerte del Beneficiado se depo-
sita el Diezmo de un año , como constitutí-
irodela renta del Obispo: (**) y el pro-
duéio del tal deposito es mayor , que el de
la
<»♦) o Lihr9t , que es el nomWe i que le dan por lo comoa.
<**) Hsce Dieimo , que en Francia se aplica al Obispo en U
mnerte de loi Beneficiados , en Espina en varios Obispados es
la quarca parce de la renca annual del Beneficio » / se lUma
QnártA Cfu^nit^; en ceros Ohisptdos es menos ; en algu.os eU<
ge el Obispo una aihaia mueble del Beneficiado , por egem-
«plo » el Esclavo , el Caballo , &c. y $e le dá el nombre de Luf
$u§sé, i» ^u»i ix le^endéi d^fuuSti m»ri9 PT9'99nUt, VcMC el P.
la há^rtslón áe ta mendigáis 337'
U tálh. Eá bastantemente común en algunas
Aldeas , que el Diezmo Eclesiástico , compa-
rado con la talla y es como cinco á tres ; j
aunque sucede lo contrario en los Lugares,
que usan de la sal blanca , en los que hay
mucha madera, ú otras espedes de bienes,
que na dan á la Iglesia cosa alguna; pero es-
tos parages son muy raros. En fin , en los
Lugares en que abunda el comercio » y se
egercita la industria , será la calla como cin-
co, y el Diezmo cx>mo tres : con que com-
pensando uno con otro , vienen á subir en to-
das partes estos dos derechos hasta igualará^
ocho haces de los quareuta, que isocan la Af'»
teodador.
Aunque la parte con que se contribuye
al Rey, y la que se dá á la Iglesia, sean al
parecer iguales, son en la realidad muy des*
iguales. La Iglesia recoge la suya sin contes-
tación, embarazo, ni repartimiento alguno;
Bn hombre solo acude al campo mismo en
que se acaba de hacerla siega, y se hallan las
míeses reducidas á gabiUas, 6 tuces , y pica
con un bastón hemdo, ó con un palo con
su lierron en la punta , aquello , que corres-
ponde al Beneficiado, á quien se diezma, y
aqui dio fin toda la operación, y trabajo: por
d contrario , el Rey para poner cobro en la
pane, que le corresponde, se ré precisado á
emplear, y mantener con sumo gasto Inten-
Tm. 2Z Vr den-'
^,
denües> Contadores , Theaoreros i AlguadíeS) *
Egecutores , Quadrilleros ^ y una infinidad de
Q^a^daft^9 <^on ^ P^ft® ^^ ^ %Iesia queda
ipaa ^nUra^ y lOiaa segnnu A la Iglesia le
coDtribufmosisiD'sentíaiientOy y sin quejas : es-
to miatno bebíamos ejecutar con él Rey, sin
murmuraciones , ni escusas; y mas quaodoen
muchos JLugarés es menos :1o que, se dé al.
Rey y que á la >Iglesk ; y los^Ecledasticos^ atde-
más del Diezmo , gozan^ , y poseen muchas
tierras, y heredades muy opimas, y muy fér-
tiles , y á todo se les sobreañade la ofrenda vo-
luntaria ide los Fteles#. , No .es aora nuestro
asuntol reducir ..aricl;}mfiucarnepte. i uoa exac-
ta comparación las rentas Reales , y las Ecie?
siasticaa; pues aupque esto pudiera ser muy údl,
no tratamos ¿íqtii, sinq solo de conocer aque-
llo, que le qui^daiUbre^ jun labrador <lel ar«*
rendami.ento «o qtieémfa:,fy qu^ es lo quq
tiene que dar á otros , para sacaf ^ jen limpio la^
causas, que pueden concurrirá empobrecer-
le ; con que dando qudtro haq^s , d partes a(
Rey, quatro.áM. Iglesia, y, una; por los de-
rechos de sal , y Señgiío, le vienen á quqdas
treinta y una de las^ qijarentía* '
No será fuera del caso , el que valuemos
también aquellos gastos , que al cabo del añq
hace insensiblemente , y por juenudo el Af*
rendador , y á con el Párroco en ofrendas vo-
luntadas,-en honras, y cumplimientos pre^
cí-
."La supreshnldé Id mesüligufj^ 3 29
€Í90S de sus difuntos y y jí con .los. Religión
sos M^adicaoteS) DemanJadefos',- Familias afi
roinadaá poi* inéendios ^ y pobres del Lu«
gar y en frequentes distribuciones , y limosa
Das de riñó , cañatnp , lino, y «Htiaza ^ cafia>i
ODones ^ guisantes 9 judias j j" toda especie de
lumbres , en lana, faílo:^ ;Ieña , y otras nra«
chas provisiones 9 y menesteres; yo tengo la
prueba en la mano y de que él Arrendador
mas limitado expende más^ de quatio : doblón
oes al .año en* obr^ semejantes. ¡iBl Labran*
(br tieae. puertas, y manos abiertas , quan«^
do el granero está lleno , y es innegable , que
lo que en 61 es rustico j son sus modales;
pero su cDcazon es mas compasivo ^ jque el
nuestnx L n . )
Con ' todo: eso Ümitémos lo que dbtrLp
baye con piadosa manó , por todo el espado
del año i solos tres doblones» Si suponemo%
qué el total de su cosecha , reducido á plata^
es de trescientos deblónes , tenemos ', que ha
gastado en estas menudas expensas la centest^
ma parte del todo :. pero verdaderamente ^ qué
nos quedamos muy ¿ortos , porque el Ai*ren-
dador se vé indubitablemente cargado ;de ocroi
muchos gastos precisos ,; perteneciente^ á Jta
^lesia , y que deben entrar en. la cuenta;
reparos del Cementerio , . composkrion del
Presby teriD , fundición de campanas , fiíbirica
de %ldsíá t y qiiaofeK> .p^rt^nece á.sa iulofiioi
Vva des-
i34o EspeSaeuhdeUNiOwraíaUu
desde el cimiento de la cave , basta el Cyn^
borio , y desde el cancel de la puerta , hasta
los balaustres del G)ro, y del Altan No será
mticho por todos estos gastos ^ que se estiendan
á una brga serie deafios, y que suben algunas
veces oo poco ^ sobreañadiendo lo que expende
nuestro Arrendador jen limosnas , el contar una
aexagesíaui , y vá la cuenta bien baja. Si acaso
diere mas, se harán todavia coa eso mas evi-
dentes las causas de la medianía de su caudd^
que esi lo. c^e.bascánaos aquL Añadido , pues,
este sexagésimo hí% i^jos nueve precedente^
no le quedan yá sino treinta.
oattot ae S*'' P^ra hacer la siega, y trillar , es eos-
líifL.^*" tumbfe dar una parte á los.que concurren , ó
ejecutan estas operaciones precisas. En el mo«
^o dé esta paga varían las Provincias; peroco«
mo quiera sube por lo menos d gasto á una
jtrdntena, ó á dos sexagésimas de el total: con
esto los treinta haces se nos quedan en veinte
y ocho* No cuento aqui la 'maquila del Mo-»
lino, porque este gasto, no tanto pertenece á
la tierra , qniamo al gasto personal.
Vé aqui yá consumida la mitad , y mas de
la mitad de el prododo de la tierra , antes
que d Arrendador pueda aprovecharse de un
grano siquiera para so sustento , y el de su
numerosa familia. Jíoco háj, qne le temarnos
embidia , y empezamos yá á tenerle lastima:
puei todavia* tnidri que auficic muchas iaef<'
tacioacf.
scaicntcnk
la S9(presi0n A ¡a mnJígufiu S4i
ims y y desfalques , antes que pueda gpzar la
fecompeosa de su trabajo.
V El peso de 125 Uhrasde granos, sem- cisrot ac
brado eo una heredad, dará tal vez doce, 6 ca-
torce veces mas de lo que se sembró, muchas
veces ocho, ó nueve solamente , y otras me-
nos, y seria fdkrídad el que siempre diese diez
por lino : con todo eso supongamos , que com-
pensando unas tierras con otras , «de asi á
diez por uno. Para as^urar diez septiers, 6 car-
&^ 9 (**) P^f ^^^ P^'^ d ^^ siguiente , es
menester deshacerse este afio de una carga;
y así, para recoger el Arrendador este afio
60
f<^) A cerca de la medtila > >|iic aqni fe tn¿9€t « que ct ti
JMjmm , (<Íc Jos quaics seis hacen un Sepcíers) además de lo que
^acJa notado en el Tomo IV. pag» aoV <« lu de adrcrcir » qne
aanque alH se dice ». que cada Boiteao contiene qvano Sjférrsi^
y cada quaf ta «cho Uttúmeg > seeun el Diccionario de Treroux»
ton. 4, pal. Licron » ultima Edic. de París « año de i7f 2 y afia*
de , q«e el Litron e< la decimasesta parte de el Boiseau ¿ pero
d mismo t>ic. f la misma, Edición com. i. pal. Soiseau » dice»
^oc cada Lint» cu París es la C^nvs térti del BnttJtu » pues
¿firma • q«ie esta medida coacienr quatro qoarcas 1 ii ocho Litro-
■es. £1 Soiscau debe tener * segiin la Ordenanza del a¿o de ié4ft
Ocho pulgadas » t dos lincas y m«dia de alto » j diex pnlgadaa
de ancho , h de jiametro. El P. Merseno observó > que el Bol*
teas colmado de París cabía tío itfo gi anos de trigo t y rasado
173000. £1 Boiseají 4e París pesa ao libras de 'buen triro. De
todo esto se puede colegir muy bien la redocdon» y mas saDÍendo»
que el Se^tier j en cuyo lugar ponemos ^qui la carga > es de
seb Boiseaux » ( no oostante t que el común Septier contiene
f 2 ) de 20 libras «le buen trigo cada uno % y que nuestra carga
es de 4 fanegas de casi una arroba cada una t que son cerca de
.rooUbra*» h nu qtiÍntal:con que cargat y Septier solo se diferen»
^an en 20 libras > que tiene mas el Septier j y asi » no tenien-
do me<)i4a 4gual > usamo5 del nombre de carga : con esta «ota*
SI Italiano traduce en lugar de Seprier doce Status » que scguii
Antonio Dic es lo mifmo que B3i^cau 9 siendo así» que M.
Pinche ¿ice , que el Septier aquí solo vale seis ; Francios. Dtc«
dice > qnc la Staia es una fanega > coa que en logar de quatfo
^cgas» poco- MM Y traduce doet*. * • • •
l^i EspeSlactálo de h Ifytufíikzdé
6o haces , necesita sacrificar seis^ loi qu^e^
reservados para este -efeélo , se habrán de re^
bajar de los 38, que quedaban : con que si el
afk) es regular , y no hay pérdida , ni en el
producto, ni en 1» venta ^ seraneas los ha«
ees de que podrá disfXMíer 7 aora , f^ues , 6q
son á 11 y como 3000 a 1100 ; con que de
los mil escudos solo le quedan al Arrendador
mil y cíen libras, ó quatro mil , y quatrodei»
tos reales , en cuya cantidad ha de hallar sa
alimento , la manutención de su familia , los
gages 9 y salarios de una Criada » un Criádc^
y un Pastor; la compra , y sustento de och0|
6 diez Caballos , la paga de un Carro , y de
todo lo que ha' de ccfm^rar ál Alharden>|
al Guarnicionero'', -al Herrero al Carpinte*
fo , al Herrador , al Cabador , aL— • Conci-
be V. m. esto ? Basta decir , que es necesa-^
rio j que el Arrendador perezca. Dado , que
solo gaste en salarias de sus domésticos ocho»
cientos reales, y mil y doscientos de su manu-
tención, que absolutamente es imposible que
alcance para quatro personas corpuletuas, y
robustas, que trabajan continuadamente , y se
disipan sin cesar ; pues el resto , carriiages,
transportes , y composturas se lo lleban , se
sigue , que nuestro Labrador ha trabajado pa-^
n otros.
Boivamos un poco acia atrás , y rebaje*
mos ep el gasto quantó nos fuere posiUe«^
£a
La supresión de la mendigueit, 34$
En un arrendamiento pequeño $e perdería sin
doda el Ladrador , como no trabajase por si
mismo casi todas las obras , que se ofre-
cen : deje , pues 9 el numero grande de do-
mésticos á otros Arrendadores mas ricos : en-
cargue su ganado al Pastor común del Lu-
gar: ayúdele su hijo en lugar de mozo de
labranza. La muger , con su hija ^ cuidará de
quanto perteneced quesos , leche , y requeso-
oes ; trabajará los cañamos ^ hará las legías, car*
gando al mismo tiempo con todo el mane-
jo de la casa, lísit cuidadoso afán comienza
á ahorrar mucho á nuestro Labrador , que hu-
ye de toda compra , evita la tienda del
Mercader ,. como un escollo, y no desecha
el vestido , sino quando yá descubre la hi-
laza por gastado , y aun por roto ; no se com*
pra un mueble y ni se compone un trasto^
sino quando no puede servir de otro modo.
Peroá pesar de una tan trabajosa economía,
conocerá este Arrendador, qué cosa es con-
sumirse 9 y perderse , y que la condición de
uno, que trabaja por sus mismas manos, y
con la ayuda ^t elgunas caballerías , ü otros
animales, es mucho mejor , que la suya , y que
DO mejorando fortuna por medio del comercio
de granos, lanas, y otros produélos de su bo-
dega , redil , y corrales , que son los recursos
del arrendamiento , vivirá con la mayor es-
trechez, y penuria.
Pe-
S44 Espe&acuh de ta Natur:ílem^
Pero esta economía tan loable > que fé
pone en salvo , y hace que viva con algao
alivio , viene á s^r ocasión de miseria para
otros. Sí el que arrienda la heredad , la tra«
i)aja por sí mismo , yá no es su casa el re--
fugio del Jornalero ; si es tan tímido en los
gastos , nada le venderá al Mercader , y muy
poco le comprará el Artesano ; con que to-
dos 9 en sus respeéiivos oficios , sentirán él al-
cance 9 y experimentarán con él la miseria. La
que padece el Oficial , 6 Artesano , arruina
al Mercader vecino ^ <o del consumo, que
había de hacer el ínfimo Pueblo en su tien-
da. Todas estas cosas tienen unión entre su
si el Labrador vive con estrechez , todo el
Mundo la experimenta , los Lugares , las Al«
deas , y Ciudades. Y quanto hemos dicho de
los gastos , y cargas , que Ueba sobre sí el La«
brador ^ que arrienda un terreno ^ son á las ve*
ees mucho mayores en los Lugares ^ en que
es arbitrario el tributólo talla.
De aquí se colige bien claramente , quan-
to deben recelar los Proprietarios , aun aten-
tos sus miimos intereses ^ que se aumenteUi
y pujen en lol remates sus tierras , y arren-
damientos. Al mismo tiempo se vé, quáa
injusto es oponerse en parte alguna á la in^
troduccion de una talla proporcionaL Verda-
deramente se ayuda á la Patria , y al Esta-
do , ayudando al Labrador , pues el gasto de
6te
0
La supresión déla mendig^A^ 5 4 j
éste decide de la suerte del Ofícíal , ó Ane^
sano 9 y vá á dar, como de rechazo , al Mer«
cader» Asi , como sí se quita el agua á los arro-
yos » se disminuyen infaliblemente los rios, del
mismo modo , si la multitud del Pueblo sac»
poco del Labrador , «los primeros conduétot
del comercio interior de un Reyno se veráa
secos > y el comercio todo arruinado.
Aunque el Labrador no sea rico, coa
todo eso vire , y ayuda á vivir á los otros;
y si tuviera mas parte en la propriedad de
los fondos de un Reyno ^ gastaría mas ; y
acabara de hacer soportable la condición de
los Artesanos. De aqui se sigue , que recae
la obligación de ayudar al Labrador sobre
algunos otros ^ que le Causan sin duda su mi^
sería. El Rey contribuye á ayudarle , expen-
diendo y y distribuyendo umversalmente sut
rentas. El Clero concurre también^ gastando las
que goza en aquellas Provincias , que se laa
suministran. Si las rentas ^ pues y del Rey , el
consumo de la Clerecía » y los gastos de el
Labrador no alcanzan á aliviar ^ y dar uin
poco de ensanche á los Vecinos de Aldeas^
y Lugares » y al ínfimo Pueblo de ellas , y
para animar el comercio en todas partes por
medio délas compras , aunque menudas , que
hacen los trabajadores ^ es preciso » que este
defeéloy y este mal provenga de los Proprie*»
taños* Aqui nos resta buscar la causa , y coü^
Tm. XL Xx si-
346 EspeSlaculo de la Naturalesuu
siguientemente el remedio. Aqui está la etH
iermedad, ó no se halla en parte alguna.
Acaso ninguno de quantos hemos recibido
una porción abundante de los frutos de la
tierra , á titulo de propriedad , 6 de benefi*
cío , ó como recompensa de comisiones y i
cerca de los negocios ágenos ^ hemos parado
la atención en los empeños indispensables^ que
contrallemos al adquirir > y conservar estos
títulos.
Quantos hombres hay en la tierra fue*
ron puestos en ella para vivir : tal es la ia«
tención del Criador , que les dio la vida : y
supuesto 9 que multiplica cada año los irü«
tos de la tierra para este efe¿io ^ todos los
hombres tienen derecho á ser partícipes de
ellos : con que rehusarles aquella parte y que
les destinó ú Criador « es ir contra su inten*
cion y y es violentar la justicia , y aun casi
me atrevo á decir , que es cometer un ho-
micidio.
Es verdad , que la providencia los ha que-
rido sujetar á tanta variedad de condiciones,
y que les ha hecho difícil á muchos el ga*
oar aun solo un pedazo de pan. Todos los
hombres tienen propensión al mal , y todos
se vén reprimidos , y castigados con la pe*
nalidad de los trabajos , ó esforzados al afán
con tantas necesidades ; ó en fin , se vé la
virtud ejercitada con la desigualdad > aun de
la
La supresión de la mendiguez. 347
la abundancia misma , con la dependencia,
y subordinación , y con la diversidad de ge-
nios , y acontecimientos , que se encuentran en
el Mundo cada instante. Pero la intención
evidente del Autor de todos los bienes , y
del orden con que los distribuye , es , que
quantos habitan la tierra puedan vivir , ayu-
dándose unos á otros ; tal es el fin del esta-
blecimiento de toda especie de sociedad : á
esto miran todas las leyes humanas , y esto
inculca incesantemente el Evangelio j de don-
de se sigue, que todos aquellos , que poseen
en la tierra muchos bienes , son , según los
distribuyen , y emplean , 6 alimento , y so-
corro de sus hermanos , ü homicidas suya<s,
pues los pobres en efeélo no pueden vivir sin
los ricos. Aunque Dios puso tanta desigual-
dad entre los hombres , para obligarlos al tra-f
bajo con una continuada necesidad , y depen-
dencia , debe haber con todo eso una espe-
cie de igualdad , 6 por mejor decir , debe ha*
ber una distribución proporcionada de estos
bienes, pues quiere el Autor , que aquellos,
á quienes él dá la vida , tengan con que
mantenerla , y que alli donde hay mas hom-
bres, que amparar, ^ dé mas pan , se dis-
tribuyan mas vestidos , y se expendan mas
socorros*
En los Lugares hay mas gente , que ea
hs Ciudades , y á proporción del numero da
Xxa los
3 4S E^peíl aculo de la Naturdlem.
los hombres , es preciso que crezca el de lof
pobres; y así, los de los Lugares, y Aldeas deben
ler el primer objeto de la solicitud , y socor-
ros de aquellos, que están eucomendados de
ayudarlos á subsistir \ quiero decir ^ de aque«
^ Uos , que poseen la mejor , y mas abundante
porción de la tierra , 6 los mas hermosos do^
ne& de la sociedad , quales son los Proprieta-
fios , los Comerciantes , y los Comisionados^
ó que manejan negocios de otros : estos dos
iiltimos modos de vivir son por lo común de
mayor ganancia.
Yo be oído predicar en los Lugares con-
tra las Comedias , y contra la pluralidad de
Beneficios , y no he oído jamás predicar ea
las Ciudades á cerca de la obligación , que
les corre, y necesidad que tienen de ayu-
dar á los Aldeanos. No parece , que estén-,
demos, ni el conocimiento , ni las obligación
oes fuera de los muros de la Gudad en que
nacimos ; y á lo mas conocemos en los Lu-
gares á nuestro Administrador , y á su fami-
lia ; y esto por ponerse mas en nuestra pre-
sencia para enriquecernos con sus cuidados^
que para importunarnos con súplicas : si es
menester tal vez adelantarles algún dinero, ó
ayudarlos con nuestra recomendación en sus
negocios, yá creemos , que hicimos mucho
por ellos , y que somos grandes Proteélores
de los Lugares , sin baver averigaado síquie-.
n
La supresión de la fnendigueí. % 49
n quién vive junto á la casa de aquellos idú»
mos^ que nos sirven ^ y quanta necesidad pa«
decen ; todos son estrangeros para nosotros!^
y nos falta poco para mirar á les desgraciar
dos Aldeanos , como á unos animales de dis?
tinta especie 9 sin que creamos jamás ^ que se
(Hieda contar entre nuestras obligaciones la de
aliviarles sus males. Con todo eso es eviden«
te > que estamos obligados á socorrerlos con«
forme á la medida de los bienes > que poseemosc
sobre estos fondos tienen los pobres de el Lu-^
gar aquellos derechos , que como á todos loi
demás les dá su nacimiento ^ pues han de vivifi
y no tienen mas dominio en las tierras de los.
Lugares vecinos , que tienen en las tierras de
México 9 ó del Japón.
Fuera de este primer derecho ^ adquieren
el segundo y regando nuestros bienes con sus
sudores : no hay aqui exageración alguna* Estos
Jornaleros , que vemos al pasar por el cami*
no 9 estos Segadores , á quienes miramos con
tanta indiferencia , recogen los henos ^ y no«
ponen en cobro las cosechas ^ manteniendo^
se al descubierto contra un Sol , que los abra^
sa. Previenen con sus madrugadas al Sol ^ y
llenan los dias , empleando sus afanes en los
trabajos mas obstinados , y duros 9 yá trillanr
do nuestras mieses ^ yá ligripiando los con^
dudos para el riego , y yá preparando sus mar
DOS 9 y sus espaldas á la primera señal de I09
que
^ 56 Éspe&acuh de Ja Naturaleza.
-qtie cuidan la hacienda ; y después de nns
larga serie de egercicíos penosos con que con-
tinuadamente nos sirven , se nos quedan des-
conocidos , no adquieren por este medio ^ ni
amigos 9 ni protección; y muchos dias los fa-
tiga el hambre ^ y aun se están muchas sema*
ñas seguidas sin trabajo y y sin provisiones : so«
lo las veinte y quatro horas y que se van pa-
sando, se miran seguros de tener con que vh
vir y y el pan , que comen , pierde el sabor con
la acedía de la incertidumbre de si le tendrán
para el dia que se sigue.
La lejanía en que viven de nosotros ^ nos
deja solamente una idea conñisa de sus penas^
y contentos con alguna especie de liberalidad^
que hemos egercitado con los pobres de nuestra
misma Ciudad; miramos las necesidades de
los pobres Aldeanos como un mal , que na
nos toca y y cuyo remedio sobrepuja nuestras
fuerzas^
Asi no dejando salir nuestras limosnas del
recinto de nuestra Ciudad, cometemos dos
ftltas bien notables; la una derogando i hk
Justicia y que obliga á los Propnetarios á que
subsistan por su medio los pobres de aque«
líos Lugares y en que tienen sus haciendas;
y la otra atrayendo á la Ciudad mucho nu^
Mero de persohias y que no deberían estar en
ella , y cuya industria se reduce á deborar, jun*
tos yá cien holgazanes y lo que podría man •
te*
La supresión de Ja men^gu^z. i$x
tener en la Aldea trescientos trabajadores» La
medianía , pues y en los gastos de los Labra-^
dores , y la Costumbre de no dar nuestras li^
mosnas sino en las Ciudades ^ son las prime-
ras causas de las miserias, que se vén en los
Lugares, y Aldeas , y que experimentan núes*
tros Obreros mismos,
A estas dos causas añadamos la tercera,
superior por cierto en mucho á las preceden-^
tes, y es , que estas pobres gentes viven muy
lejos de donde los ricos Proprietarios expen-r
den con mayor abundancia sus bienes. Los
Ciadadanos , que viven de la renta de algu-
nos fondos medianos , que poseen , ayuda-
da de algún empleo, é industria , se conten*
tan comunmente con su estado , y pasan sus
dias en la Ciudad, que los vio nacer: estos
tales concurren algún tanto á hacer subsistir
las Aldeas , y campos vecinos , que perece-
rían sin duda, si careciesen de aquellos bie-
nes, que en recompensa de algunos géneros,
y abasto reciben de las Ciudades vecinas. Pe-
ro un consumo tan endeble distribuye en las
vecindades socorros tan flacos como su ori-
gen , y absolutamente casuales. Lo que arrui-
na los Lugares , y lo que hace perder al Pafo
lo mejor de su substancia , agotándole casi en
un todo , son las extracciones tan abundanr
tes y y quantiosas , que hacen de él los ricoy
estragados , que no conocen uxas Patria que
las
S ; á EspeSlacuJo de la Naturaleza*
las Ciudades mas deliciosas , y mas llenas de
placeres ; y que coasumen su Irrimensa ren-
ta en una Capital lejana , sin que buelva la
menor pane á los campos , que se la die-
ton.
Yo conozco, en París siete particulareüi
que gastan cada año en esta Corte un mi*
Uon de reales ^ que sacan de un País muy me-
dianamente fértil , de solas doce leguas de lar^
go 9 y de cinco á seis de ancho ; y otros seis,
que sacan casi lo mismo de un Cantón ve-
cino , ¿ igualmente extenso. De estos dos mi-
llones de reales , que trece personas gasean
sin necesidad, tan lejos de quien se los dá^
6 á lo menos en parte diversa ^ no buelvea
quarenta itiil reales para ayuda de mantenet
á los trabajadores , y para la paga de Arte-
sanos á los Lugares , que ministraron los jfru-
tos. En estos Lugares , como en los demás^
feay toda especie de Oficíale» ; pero , y qué
hará el Heriador , y el Maestro de Coches^
si estos y y los Caballos se están en Pans? Eb
imposible , que las Provincias tengan vigor,
ni logren un alimento abundante, si después
del recobro de - repartimientos para el Real
£rario, dé los Diezmos Eclesiásticos, y de la
sementera sacan los Proprietarios toda la subs*
tancia , que producen , dejando apenas el ali«
ttiento necesario para la vida*
NodecímoK por e$«o^ que una Ciudad
La supresión dt hmenXgíifá. 3 5 S
populosa como Londtres , d Párfe » sean mas
dañosas y que útiles á la sociedad ; antes por el
contrario > son en muchas cosas su recurso^
y ornamento , sacando el coiMun de Luga*
res semejantes , bienes immensos ;. pero le
debe su esplendor á ios medios indefediUes^
y legítimos, que sabemos, y rio al capricho
y lujo de particulares algunos. Una policía sa«
bia , que arregla' los límites de la Capital y y
determina su extensión ^ penetra muy bien el
peligro que hay de que vivan en ella todos los
ricos >, y testiBca al mismo tiempo que no hay
Becesidad alguna psuoi que fijea su asienio eo
las Cortes.
En la edad media (^) estaba dividida la
Fraada^ en muchos feudos grandes, cuyos Seño*
res, cercados de su Corte , y de los retroféudosi
que poseían, ó subordinaban, residían en su&res^
peétívas Provincias, y consumían su renta, dan-
do lugar á una circulación general , que no por
& dejar de ser sumamente provechosa á todo
elReyno.PerohaUandosepo9 todas partes^ au«
torizadas las guerras de Seíior á Señor^y anrui-
ttmdose en ellas mutuamente sus Vasallos, se si-
guieroD innumerables desordenes» No dejaba de
ser una bien estraña forma de gobierno , verse
convertidas todas las Qudades en Plazas de Aro-
mas, las Casas de Campo en otros tantos
^ Tam.XL Yy C^^
(^ VeáM a Dic 4« Trer. let. A.
\
ifA Sspe^acah de la Natur/áesta.
Castillos , y armada coda la sociedad 9 sus mieni^
bros unos contra otros. Los tres recintos de
Montaigu ,i donde Thomás de Marle retira*
,ba .el botín , que había hecho en las Uanu-
ras de Picardía 9 y Ohampagna 9 mas parecían
cuébas ^de salteadores ^ 4S refugio de ladrones^
que circuitos del Palacio de un Ptiacipe Pro»
teótor de sus Vasallos. Las exacdones^ juntas
con levas continuas , hacían ;al Estado tan in*
feliz ,'"t|ue »! tubo 9 con razón ., por vemuio*
so el ver estos grandes feudos , 7 todos los ^ob*
des Señores subalternos , yá fuese por medio de
ventas libres , ó yá por /eversión de derecho^
reunidos á la Corona^.
Vé «éste modo se vio él Rey én «estado de
mantener el orden dentro de sn fteyno , y de
resistir alas ínvaaones de fuera de sus £stado%
£1 aumento del Poder Real dio lugar por con»
sequencía precisa al ,3crecentamiemo , y opa*
lencía die la «Corte. Los Tribunales ^ las gr««
«tías , y toda especie de negocios atrajeren
poco á poco Regdicolas , .y JCstrangeros , j
juntamente uo cons^imo grande ^ y una mag«
nificencia útil : no hay bien alguno ^ que no
viniese tras eslo ;; una Ciudad coroo Párfo
mantiene en todai partes la correspondencia,
las empresas , las luces , y conocimientos y las
-artes ;, ÜQS^alentos^^ylasoáenuías, y .una emú*
lacion feliz. Y siendo esta Ciudad el \centro
del comercio , y del buen gustó , es la. esciie*
tasuffésicH di la'iretídiffA. % f 5
k de tmo , y otro , forma codos los viageros^
y se aprovecha también de sii estanda 9 y de»
tención ; pero 00 tiene necesidad de que se a ve*
eindeú en ella , ni tampoco de qué sus habí**
tantes la llenen de opiilepcfa , dejando exhans><
tas las demás Provincias ; pues el esplendor^
y magnificencia de la Corte será siempre gran-
de con los gastos , que la tributan la curiosi*
dad de muchos 9 la necesidad de los particula*-*
Tes 9 y la residencia de las familias del primer
orden ^ y de la mas alta ebse» La frequente con^
currencia de los principales Sefx>res en presen-^
da de su Rey manüeíie el afedo , y conserva
1^ quietud. Él Rey es mas poderoso 9 y la fir«
flieza á^ la Monarquía hace vivir á todos sos
Piaeblos^ enr reposo^ ^ que es el fin de un buetf
gobierno^
Todos estos linenes , por utia parte jóñili«
tes 9 siefun la constitución ^ que aétualmente
tkne la Francia , son compatfides por otra coa
la residencia de los mas ricos Ciudadanos en
aquellas Provincias , en quetienen el grueso de
sus rentas, yá sea en producciones naturales , yá
en Beneficios 9 y yá en cargos y y empleos , ó
eu industria.:
La misma' politica , que se complace en
las riquezas ^ y abundancia de las Ciudades
Capitales , se aflige de k obstíúacion , y nu*
mero excesivo de tamos como trasladan á ellas
sos bienes , y 3us ñmilias.' Muchas ntéces es
Yy a * »m-
V ■
impraftícable A abasto de estas poblaciones ho^
mensas , y el vicio de los demasiadamente
libres , y licenciosos sube todos los géneros
á un precio tan alto , que destruye la me-
dianía de muchos , ^ue se ven precisados i
vivir álli por algún tiempo. No Ueba la jus*
tioia menos- mal que la politica semejantes
profnsíones , reconcentradas en un mismo Lu*
gar á costa de las Provincias , que se desen«
trañan visiblemente ^ y se agotan para poder
dar abasto. Por mas que nos sea permitida
testificar á los ricos la maravitla grande » <}ue
Bos causa verlos venir á costa de tantos gas*
tos (á vivirá una Ciudad^ que los ccmñiode
entre la multitiid , pudiendo distinguirse > tan^
10 en sus Provincias , y mantener la abwH
dancia en las cercanías de su morada ; nos
guardaremos muy ixende causarle aun la me-
nor tentación ^ asi -á la lfl)eftad común , co-
mnÁ la suya , ni hacerles aun la mas leve íih
veéUva. £1 rico podrá , 'per lo que á ii06O«
tros «toca , disponer como le .parezca su do-
micilió 9 y sus gastos*; yo unaxosa solo lesu-
pl^ 9 y ^ 9 <iue si los hace, lejos de los Lu«
gares , que le abastecen , haga la justicia de
embíar á ellos algún suplemento , que endul-
ce él mal, que loscoosumé , y los deja aua
desnudos de lo que es absolutamente nece»
sario.
JSsie su[$Iemento puede Ueharse nuestro tra«
ba-
Za supresión He la memSgue^ S ; 7
tejo , y atenciones , como se lleba las del go-
bierno ; no hay medio de que no se haya éste
Talído , de mucho tiempo i esta parte , para
adelantar por todo el Rey no aquellas operado*
bes^ que son proprias de la industria , y para es-
p.'^rdr por todas las costas sencillas de abundan«
aa , y de riqueza. £1 restablecimiento del O)-
oiercio por la Marina ; la protección con que el
Rey fevorece el que se hace en Países estrange*
ros, las manífaéluras de seda , papel 9 parios, 7
tantas otras , que autoriza , y fomenta con pri-
Tile^os , y aun con ejecutorias de nobleza , y
distinciones de honor , todos son medios , que
con la distribución universal de sus Rentas Rea*
les niiran dhreétamente á ir forníando por to-
do^l Rey no Ciudadanos laboriosos, ^lola Fá-*^
bríca deOystales ocupa en San <7obaín mas de
quatrocieotos trabajadores , y derrama la feli-
cidad en codos los Lugares circunvecinos , cu-
yos materiales emplea , de cuyos servicios se
vale , y c-uyos generosconsume 9 llenando de
abundancia á aquellos 9 que antes veíamos, pe-
recer sin alivio. Qué4>ienes no -traben consi-
go las nuevas manual uras de 'Sedán., y de
Abbeville ? Quántas otras pone^h-á la Fran-
cia en estado de vender á los Estrangeros lo
imsmo que saca de ellos ? La Ciudad de Orien-
te,f/'í*) que no hace sino acabar de nacer,
ha
f**) Pqerto dé Fraocúi ep la *Bf< tafia., uw «e.&briciS porjoi
SBM de 1739.
Í$S Espeñactdo de la Naturakxá.
ha formado dentro de sus murallas , y en sil
circuito millares de establecimientos. Al pre?
senté inspira pl amor al trabajo » y la espe-
ranza de un pasar honrado á todo uo Cmr
ton de Bretaña ^ en que apenas había antes
ánimo para recoger , aun lo^ qoe la tierra le
daba. Solo el numero de navios , que en uoP
año quitaron á la Francia las guerras ultimasi
basta para probar ^ que las quejas, comunes:
de este Rey no á cerca del poco comercio^
no son siempre las mas justas. Pero por bue-^
nos que sean, los deseos de los Reyes , y por
mas poder que tengan para animar la emu-
lación en las Provincias , y Colonias^ de sit
tíoándo por medio de prudentes^ oonciesíone^
con todo eso , no son criadores* ^ oí pueden po^
ner los frutos de la tierra en todas* las manos»
que los piden. Sobre nosotros recae ultimada-
mente este cuidado , á. nosotros oosi/toca pro-
veer en éL
Kó es esto decir , que «enemos: oBl^'
don de llenar de plata todas las manos necesi-
tadas de aquellos Lugares ,. en que' poseemos
algunos proprios. £1 mismo Evangelio , que
¡nipone* á los dueños dé ellos la obligación de
hacer partícipes de sus frutos á Iqs necesitan
dos , les prohibe á estos comer ef pan , que no
hayan ganado con algún trabajo, que sea mil
Es verdad , que Dios hace salir el Sol 9 y em-
bia los rocíos del Cielo sobre los hombres
in-
/
Za supresión de la mendiguez. 3^9
injustos ; pero aun á estos los doma , sujeta,
y hace útiles los unos á los otros , aunque
tecalcitren , y les duela , por medio de la
necesidad del trabajo. Este es ^ pues , nuestro
modelo* Para hacer partícipes á los hombres
úd aquellos bienes , que poseemos , ó admi-
nistramos j no deben^Ds buscar précisamaite
hombres d6 bien ., ni el que sean justos ; pms
de este modo dejaríamos perecer mucha ppr-
le del Genero Humano. Pero obliguemoslois
por lo menos ^ quanto esté de nuestra parte,
á que se hagan útiles con ajgun trabajo pro*
vechoso , hasta llegar á reusarle el sustento
i aqud ^ que leuse el trabajo. De otro mo*
do y nosotros :mismos ibme^itamos la ociosidad,
j mantenemos la mendiguez con unas' .con*-
-sequoicias perjudiciales realmente , y afrento*
:sas. I.'' Demos ^a."" Pero esto sea á quieo
trabaja. De la unión de estas dos reglas áer
ptnát ú Uen de la sociedad , y se arruina , ú
se separan. No aumentemos nuestras cargas,
que no son pequeñas. Si es preciso , que ?de-
más ile los pobres xle la Ciudad ^ sé encar^
guen tamben los Propriet^ios del sustento de
los pobres de las Aldeas, darán ún duda en
tierra con el aun>ento de una carga , que los
.agobia , y los bnntia : ó lo \üinéxfs>s de
mirar como nna torre en. cí viento , y un
proytéio impraéticaíble , como en eftdo Ío
xxva ^ si fuese necesario dar mas limosn.%
, que
i 6o Espe&actéhde U Natmaldku
que la Francia dá comunmente;. Na tSApKCi^
so encabezarnos ^ apear las uerras , m imponer*
nos algún tributo de nuevo. En nuestras maoai
tenemos el fondoconducente para hacer trabt»
jar á los pobres de lasAldéas, y para que bdIoi
haya en las Gudades. Bn la dulzura de nuesm
trato y en la humanidad de nuestra nación , y en
el efedo con que se inclina* á socorrer á los po»
bres , que es la g)[oria de la Iglesia Cátholica, si
hallará este fondo.. Bien podemos contentarnoi
con dar lo que antes dábamos , nuestras limos-
nas son suficientes para que subsistan^lo^pobres»
Esto e& loque haremos patente aora. Pero aque-
llas limosnas , que mantienen holgazanes , y
siBtentan la odosicbd , se deben* totalmente si>*
primir. Empleando el bíeír que hacemos en so>
correr , y en ayudar el trabajo , gobernará nues-
tras manos la equidad , y haremos florecer el
comercio. No tratamos de in^poner un yugo
oneroso , sino de que lir prudencia tome algunas
medidas y que nos aaegúlre uo Estado, mas traft*
qiiiio.
molía ^éinl: ^^''''^^ » «g"° «^ cómputo del Mariscál
ríl para suprí- dc Voubáu « tiene treinta mil kiruas quadra-
gués. das, ("^^j de ba quales ana» pueden mante-
ner quatrocientas 9 6 quinientas personas, otras
mil , ó mil y doscientas , y según un medio
prr
f*«) A proporción te pnede Bacer tu Bspaffa U mísaa cvcactj
I mes las leguas quadradas fon por lo ncnos otras MBCM » «un^**
a población es mucho* menor qiie ta de Ír«aei4« •
La supresión de h mendiguSz. 361
propordooado, cada una setedentas, ú ocho*
tíentas. Supongamos , que hay en cada legua
quadrada ocho , 6 nueve personas ^ reducidas á
mendigar ^ y que sale cada una por seis
sueldos de limoAna. Nueve veces trdnta mil
pobresson doscientos y setenta mil,queáseis
sueldos consumen cada dia trescientos y vein*
te quatro mil reales de vellón , que montan al
año^ multiplicada esta cantidad por los 3 6 $
dias^ que tieoe^ la suma de veinte y nueve
millones 9 quinientas y sesenta y cinco mil
libras de Francia, 6 ciento y die^ y ocho mt*«
Ikmes, doscientos y sesenta mil r^esde ve«
Uon de España , dados de limosna cada aiio.
No habrá , según pienso y dificultad en pa«
sarme á, numero de pobres ; pero puede ser
que la haya en admitirme el produéto de la li^
mosna* Y acaso se quedarán algunos llenos de
pasmo, al ver, que luzca tan poco una li-
mosna tan grande, pues en lugar de eludir es*
ta dificultad 1 voy á aumentarla.
La mayor parte de los mendigos no se
contentan con aquello , que precisamente les
basta para vivir, ni tampoco con las limos-
cas de un solo Lugar ; de éste pasan á la Ciu-
dad , atraviesan muchos Barrios , y Parro-
quias, y no pocas Aldeas en un dia. Otros
cruzan ú camino de los primeros. De este
modo , se repiten , y multiplican sin termino
las apariencias del mal 9 y los verdaderos azo^
Tom.XI. Zz tes
301 Espe&acaJo de la NaturdkZíU
tes de la sociedad. No solamente hallan con
qué vivir; pero si los ofrecéis que trabajar,
desprecian la propue sta llenos de ira , y aíir«
man desvergonzadamente , y sin el menor em«
pacho y que ganan mas no haciendo cosa al«*
guna , que ganarían si rviendonos á nosotros.
{**) Como quiera es cosa de hecho , que viven
en un estado muchos atíos consecutivos úni-
camente de lo que á nosotros nos sacan. Pero
sea asi , que no les demos , sino solamente lo
que hemos dicho. Estos hombres no sirven al
Rey , ni le contribuyen con la mas minima
capitación , ni á los Proprietarios con alquí*
larles el menor Cortijo , ni á los Mercadea
res con la compra de vestidos ^ ni á la so-
ciedad toda le son del menor servida Estos
tales no saben sino comer; y asi devora cada
tino lo que pudiera bastar para tres hombres»
Yo los he hecho seguir en aquellos Bodegones
en que entran , y á que se retiran , y he s^
bido 9 que salian á veinte y cinco , ó treín^
ta sueldos (**) de escote cada uno. (**) Vez
ha
C^*) En Toledo » riendo p«dtr limosna k Mn« Mok« fomidj i y
tana > le diieron • que se pusiese á servir ; j ella respondió con
el mayor desembaraxo > y soltura : Veinte j cinco ParfO<)aiiS
tiene c$tz Ciudad > por lo menos de cada una sacaré todos los
días un qoarto i también me darán algunos pcdaxos de psn>
con qac quánto mejor estoy asi» dneña de mi libertad t qac ftt
trabajando , y sirviendo?
(*«) Esto es cerca de seis reales cada uno.
(**} A quatro reales solamente cada dia , salen al año los po«
krcs , que hemos dicho » por 59420000o reales de vellón át ¿as*
to en solo comer una vcx al día ; con qoe excede da duda da
«inqncnta «íUmcs de reales «1 añe U limonu.
£di mpresiütt de la mendiguk. 363
ha habido ^ que dos solos havian gastado vein«
te y quatro reales , (**) y esto en Ciudades
de Provincias particulares. Es indubitable , que
nos sacan mucho mas de lo que juzgamos , y
que la tropa de mendigos sedentarios gana
mas que nuestros mejores Artesanos , y Ofi-
ciaíes^y que se duplica con los que piden astia^
tim , ó de puerta en puerta , y corren de una
á otra parte. Tanta es la licencia , que se po«
dria probar ^ que en lugar de veinte y siete , 6
treinta millones , empleamos mas de quaren^
ta en acariciar, y dar gusto á malhechores, cu«
ya conduda nos llenaría de horror, si pro-
fundizásemos algún tanto en ella.
Si el numero de pobres , verdaderamente
necesitados , son en cida legua quadrada mas
de nueve , como muchos piensan 9 y si con
los pobres , dignos de nuestra compasión, hay
un Exercito de Vandídos agabillados , y dis-
piRstos en compañías, que á fuerza de suti«»
lezas , de gestos , esclamacion^ , y correrías
nos quitan el duplo , 6 triplo de lo que bas--
Zz) ta
. (»*) Srendo de. esta espceie .gastarun al añolof mUmospo^
bres 1182500000 reales con solo una comida al día : limosna por
cierto asombrosa : y que aunque st dé por biem empleada > por
razoB de limosna i se emplearía mucho mejor , haciendo traba-
Jar CfMs gentes > en desmontar terteoo» * abrir > y componer
caminos, fabricar puentes » formar canales • y condados para
facilitar el comercio * y conducir saladables aguas i plantar ar-
boledas con anc se cooserrase mas la humedad en la tierra»
siendo probablemente de este modo mas abundantes las Hubias»
én nvewra KspaAa tan fieeesarías ; y finalmente , lo q«e és to4n<*
via mas ntil /evitando de este modo en fa República Araganes»
y MaUieeXM»res¡
*,
364 Tlspé&acutó de h Naturúkia.
ta para mantenerse , no es evidente 9 qué po^
fiemos cada año en las manos de los pobres
una suma exorbitante 9 que no nos alienta
sino á comer?
Guardémonos con todo eso de agriarnos
contra aquellos, que deseamos aliviar 9 y en
lugar de enfurecernos contra ellos , procure-
mos hacerlos Ciudadanos útiles á la Patria.
Hay muchas especies de pobres : enfermos^
estropeados , viejos , vergonzantes 9 y mendi*
gos. No hay Ciudad alguna en que la cari-
dad de nuestros mayores no baya establecido
Hospitales para recibir á los pobres enfermos,
y para recoger á aquellos , á quienes , 6 la
caduquez , 6 la mutilación de algún miem«-
bro principal baya pueseo en estado de nq po-
der trabajan La mayor parte de estos tienen
y á refugio , y nosotros , á lo menos en mucha
parte , estamos descargados de abastecer ^ los
que se admiten en él. Aun el numero de I09
enfermos se dismiiiuiría mucho , y en la reo*
ta de los Hospitales se ahorraría no poco^si go-
bernando bien la limosna común , se pudie-
ran mejorar los alimentos de los pobres ver-
daderos, y determinar ú estado de muchas
familias I por medio de algún trabajo cons-
tante , y provechosa
Los pobres vergonzantes . tampoco estila
en un todo á nuestro cargo : tienen buenos
deseos^ y se esfuerzan á hacer quanto pue-
den:
La supresión de la taenMgüii. 36;
deb : con que solo aecesttaa algún ligero ade<^
Jantamiento , ó socorro , añadido á el ende-*
ble produdo de su trabajo : y esto mismo su-
cede á muchos de los pobres de las Aldeas;
no todos son mendigos , que necesitan , que
los vistamos, y sustentemos : los demás soo
gentes, que viven con estrechez, ó que tienen
poca industria ; y á estos tratamos de esforzar^
y darles ánimo ^ ó por medio de un trabajo se-
guro , y ñn interrupción , ó con el préstamo
de una suma muy limitada^
Pero para aquellos pobres ^ que han per«*
dido todo el pudor , y que sin hacer caso aW
guno de el trabajo, se atreven á pedir el pan,
necesitamos hallar medio de bcdverlos á su
tierra , y al Lugar de sit nacimiento , empe-
ñándolos á su tiempo tw los trabajos de el
campo 9 y en alguna otra ocupación , que aca^
ladas las cosechas los etnpke coa fruto* Todo,
en fin 9 se reduoe á no sustentar pcd^i» , que
es el alimentar la ociosidad ; sina á impedir
con la seguridad del trabajo el que haya po*
{ves 9 que es el origen de toda felicidad.
£1 systhéma , que para conseguir este fía
se propone ordinariamente 9 es óbl%;^r á ca«
da Citidadano , 6 Vecino de alguna Aldea,
6 Lugar, á que ponga sobre la puerta de su
casa todos los años un rotulo , que diga el
numero de personas , que componen su ía«
milia , y el medio que tiene para alimentar*
la^
366 EspeSátcalo de la NattíraIez¿L .
las , y después encerrar en las fabricas , ó in-
troducir en las obras públicas , y comHnes á
los que carecen de subsistencia » y de indos*
tria. Algunos juzgan conveniente , que á to»
dos los mendigos, capaces de seguir el traba-
jo de la Milicia y se los aliste , y sujete á una
Vandera , ó que se apliquen á las obras pu-
blicas. Otros querrían , que se les obligase á
todos á permanecer en su tierra , sin salir de
ella , sino con la permisión . de exercitar en
otra alguna profesión conocida. Pero todos
estos proyectos 9 y otros muchos traben con*
sigo dos inconvenientes tan grandes ^ como
9tTOínar el uno la libertad de los partícula-
f es , y el otro querer dirigir el gobierno. No
tenemos derecho sinoá aconsejanios á noao^
tros mismos } y si se nos permite decir alguna
vez nuestro parecer , jamás debemos eo él ser
inhumanos, ni intentar hacer esclavos á los qué
Dios^ et ftey , y las leyes degan libres. AqueUa
libertad ,que Itetia de OBciales las manifaduras,
y las familias dé dochesticos , introduce tamhíea
en la diversidad de profesiones los talentos,
^üe necesitan. Si queremos .hacer á los men-
digos , que buelvaa á ■- coltivar la tierra en que
nacieron , no debe ser por via de autorldac^
puesto qtie no está en nosotros , sino por me«
dio de un poderoso atra^ivo , de un cebo in-
falible ; y sobre todo , de un cebo , y atradivo,
que tenemos en las manos.
i La
La sopresion de la mendiguez, j 6 7
La limosna es el imán de los pobres. Si
k dais ea la Ciudad , la inundaréis ; si la
repartís en el campo^ y las Aldeas , segui-
rán esta derrota : trabajadores son los que ha-
béis de buscar , y no mendigos. Solicitamos^
que nuestra limosna sea como [toga de un tra-
bajo útil ; solo , pues ^ se necesita gober-
narla.
La primitiva Iglesia nos enseña el modo
ée hacer , y administrar la limosna : no se
bacía entonces manualmente , ni á la aven-
tura : los Fieles la depositaban para que los
días solemnes se pusiese en las manos de
los Pastores , y Diáconos , que la empleaban
en que tubíesen obras , que hacer , y en que
trabajar los que podian 9 y en mantener á
aquellos , á quienes la vejez 9 la enferme^
dad 9 6 algún otro accidente privaba de ú
libre uso de sus manos. Después que fun-
daron los Fieles el grueso de la Renta Ecle-
siástica por medio de Diezmos permanentes,
en la división , que se hizo , se reservó una
parte para los pobres enfermos , ancianos , é
impedidos. Este es él origen d^ los Hospita-
les^ que acompañará las Iglesias Cathedra**
Jes , y á las Abadías grandes. Los Señores,
que poseían feudos , tenian también señala-
das rentas sobre sus fondos para mantener sus
Vasallos ; y asi , los pobres de las Aldeas es^
taban á cargo de sus Señores , como domesti*
eos
368 EspeSlacuh (k Ja
eos suyosyb por mejor decir, como los es«
clavos lo están al de sos dueños. Realmen-
te los paysanos eran siervos. Después que yí
lograron manumisión ^ ó libertad / y subsis-
ten, 6 de sus proprias adquisiciones , ó de su
industria, todavía es sensible ver entre ellos
muchos mendigos , que importunan al públi*
co,y viven del trabajo ageno. No puede
venir sino de los Próprietarios el remedio,
que se busca ; si quieren tener en los Luga^
res de su dominio Labradores suficientes pa«
ra que cultiven sus campos , sin ausentarse de
ellos , ha de ser cesando de dar en las Ciu-
dades sus limosnas al capricho , ó casualidad,
y destinando principalmente su liberalidad á
bs Aldeas en que estin sus heredades , de mo-
do, que no haya vacío alguno para el tra-
bajo en todo el diteurso del año. Pero quiái
gobernará esta limosna , y en qué trabajo se
podrá emplear ? Los Repartidores de estos
bienes , ó Redores de esta piedad , son el
Cura, y Mayordomos de cada Parroquia. Este
és un gobierno , que nunca muere , y los
que le tienen^ conocen los pobres , saben las
«lecesidades dé el (:oníuñ ^ no ignoran los fon-
dos de los Próprietarios , pueden instruirlos
á estos, y proponerles aquellas obras , que
tocan al hien común , y asimismo ser Tbeso*
reros de aquello y que franqueen los podéro-
ste ) y cumplir con sus deseos , y con las
ia-
La supresión de la mendigié». 3 69
»nes , que signifiquen. Por otra parce
todos los Proprietarios. conocen muy bien los
iiUgares en dpnde tienen sus rentas ^ saben, qué
camino debe tomar su limosna , y quál será su
ciya proporcionada : con que no nos falca yá
8ÍiK> manifestar quál deba ser el empleo de este
piadoso cmidal.
La limosna , que hemos manifestado subir
% cerca de 1 10 millones » ó acaso mas : estaii-
tnosna magnifica, que ha venido á ser el encan-
to , y embeleso de los mendigos , y pordioseros,
porque se dá sin pedir trabajo alguno por ella,
se debe emplear en la obra mas i proposito para
hermosear kUIglesia , y todo el Reyno tapara dar
gusto á todo buen Christiano , y á todo buen
GiodadanOy y patricio. V* m. entenderá yá , que
hablo de la composición de los caminos reale%
y de las encrucijadas , que los atraviesan. Nues-
tra limosna , dispuesta asi en ocupar á los habi-
tadores , que carecen de profesión , 6 no tienen
que trabajar , se puede llamar Caja de hs canii*
nos. No tratamos aquí de calzarlos á la Roma«
na con quatro hiladas , ó rafes de cantería sobre
un cimiento de pura toba: aqui no tratamos del
modo mejor de componer los caminos , por ao«
fa los dejamos como se están , en orden á esto,
contenundonos con tener en cada Lugar , 6
Feligresía un pequeño numero de Peones 9 que
mantengan en buen estado los caminos reale^
que hay en todo su territorio ^ como (ambieo laa
Tom. XI. Aaa ve-
3 70 EspeSlaculo de la Naturalexai
Teredas 9 y caminos de travesía .; pñcrcipalt
mente las entradas , é imoiediaciunés de los
Lug¿ res.
£1 mérito grande de esta obra es , que
sea general ^ ^ pernianenté. Con tener en
cada Lugar ^ con sus gages , 6 jorosd , á car-
go del Proprietario , y del Común ^ quatro^
cinco 9 ó seis Padres de familia , que traba-
jen con* sus mugeres , é hijos en componer
los caminos ^ el tiempo que dejan libre las
cosechas , no habrá quebrada 5 pantano , y
en una palabra , no habrá desigualdad peli-
grosa para Arrieros , Carreteros ^ Coches 5 y
Caminantes , que no se compoilga: al punto»
Acuden siempre á lo mas preciso ; y dado
que no se trabaje 5 sino solamense á la li¿
gera 9 ios carruages pasarán sin riesgo por to«
das partes ^ porque aétual y y contimiadamen-
te se previenen 9 aun las amenazas áA pelí^»
gro. Al empezar las siegas ^ y los trabajos
mas penosos del campo , se deja el de los ca*
minos 9 para que asi halle el pobre jornalero
en una continuada alternativa el provecho de
su afán ; acabada la cosecha ^ buelve al tra-
bajo de ios caminos , desmontando aqui ) y
allanando allí la tierra hasta tal determina-
da exrension s se juntan guijarros , se amon*
tonan guijas , casquijo , y arena gr-*iesa , yá
jacando estos materiales de las orillas de loi
nos > ó yá bajándolos de las cimas de los
mott
J^.wpresibn de la iinendiguét^ .371
flMmtes i para terraplenar con su ^ay oda los Iio«>
70S 9 y los pantanos , hasta dejarlo todo ac-*
ee&lble. En ile^ndo á estar yá praétícnbles
los caminos en toda la extensión de cada ter«
liiorío 9 es mejor todavía pagar algunos jornale-»
ros sÍQ nracha necesidad, que pemritír se quedeó
sin trabajo los mendigos , Duevameote convertí^
cbs ) y reconciliados con éU Todas ¿tas peque-
ñas tropas particulares estarán siempre prontas
á partir , y á unirse á otras á las primeras orde-
nes de los Intendentes ^ ó Sobrestantes, y por
este medio se hallarán proveídos de sugetos pro«
por donados todas las obras públicas» y privadas.
El Rey legrará , con mayor ventaja que nunca,
dd derecho , que conserva y á que le sirvan de
valde á determinados tiempos , sin contristar
al Labrador con ocupaciones » que le apartan
de su trabajo , ni exponer i bs Lugares á repa«*
ros , y composiciones de caminos^que al mismo
tíeoipo 9 4)ue son inevitableS|iarruinan sin remet
dio á los vecinos.
Yo me atrevo á decir 9 que si nuestra U«
mosna , en lugar de verse- , como se ve y mal-
barataday sirviese de hypotheca , y £>nio pa^
ra componer los caminos ^ sería delante dé
Dios , y delante de los hombres la obra mas
agradable » y la mas sabiamente útil á la so^
ckdad y que era posible. El desterrar de la
Ciudad á los vagabundos 5 que la dieshonrafi,
bolverlos á las Aldeas , y campos en que faltan
Aaa a tra-
37^ Espe&actdo de la NatUTide^.
trabajadores ^ vestir fairilias, posesas aolci
de la flojedad , y el ocio , evitar á las Ciudad-
des gastos , y trábalos extraordinarios, son , sin
duda alguna ^ ventajas , que no admiten cooh
patadon con la suciedad , y ociosa mendigues
á que nuestro método , en dar limosna y p»»
dpita tanta gente. Pero aun son estos los me»
ñores bienes que encueptro en semejante mo*
do de dar. JEste dinero , que degamente derra-
mamos , no se podrá emplear en bacer ^raéli-
cables todos los caminos sin merecer el aplau-
so 9 y la estimación del Rey , sin facilitar el
transporte, y paso de sus Tropas , y equipages,
sin fomentar las ideas , y empleos de los Co*
merdantes con la diminudon de peligros , y de
gastos , sin dejar praéHcable á los Labradores,
que antes se arruinaban con los transportes,
el acceso i lastkrras , y Lugares , á que diri-
gsn sus generos^sin ahdtrar á manadas , y re-
baños el cieno ^ y h podredumbre , que los suh
ta , y sin dejar á la sociedad toda en. el mayor
desahogo.
En este mqdo , qiTe acabamos de propo-
ner , de dar limosna , se encuentra^lrres ob-
jetos , muy diferentes uno de otro. El prime-
ro, es pasar nuestra limosna desde la Cio-
-dad, donde no está bien colocada ,>á las Al*
deas, en que es indispensablemente necesa*
jria. £1 segundo^ es d empleo , que es pre-
ciso bacer de esta limosna en Ja composícioa
de
i
'I
I
ff
La ÁípftiiM de la mnJSgueiL 973
de caniiaos , manteniéndolo? en i^nen estados
Y el tercero , el nnódo de administíarta ^ y de
kacerla fruétiíican
I.'' £1 primero de estos tres capítulos no
es algono. de aquellos sysrémas ideales , 6 de
aquellos proyedos , que se lleba eí viento , y
que es libre cada uno para admitirle, ó desechar-
le: no se admite opción , ni se dá libertad
eo esie asunto. Esta es una obligación ^ de
que acaso jamás hemos okb hablar j y poc
ventura ni aun predicar ; pero con toda esa
00 es menos necesaria , que sería 9 si lo hu-
biésemos oído z no puede llegar á descubrir
este asdnto la piedad , sin conocer en 61 to^
da la fuerza de la josticia , y aun la ambición
dí'be cumplir con él , siquiera poit su inte-»
tés. Estos pobres Aldeanos > á quienes tan iih*
discretamente perdemos de vista , castigan \x^
Alibleraente la indiferencia con que los mi-
tamos. Entre ellos comienzan las enferme*
^es epidémicas ; emre ellos se forn»n los
contravandistas , y salteadores , si se puedeo
distinguir unos de otros ; entre ellos , en fin^
se juntan estas legiones de mendigos , qqe tier
nen el Rey no sin aliento ^ y deboran la subsian^
da agena , sin servir á persona alguna én ti>t
da b sociedad.
Todos estos males nos vienen , porque se
¿esprecian los pobres de las Aldeas. Tocios for^
ttamos un cuerpo , y dejándolos peieoer > 6
su»
374 E»pe9acfioJeta Nirfufokzaí
sufrir 9 ai tiempo v <)ue tsbn .nuestra.ocnparim
sola los .placeres.:^ ó d tendamos iinicamentei
los pobres de las Ciudades , .nos perdemos , 5
caságamos á nosotros mismos : esto es , perfo-
mar la cabeza , abrigar el cuerpo , y dejar los
píes en el cierto,
iParecémos á aquel hábil Simpbonista^ que
dando una caída en la horqiiesta , se btrió b
daño 9 y el píe; decide al Cirujano , que le
sanase la mano , que toio sü cuidado le pusiese
en esto t yo os conjuro^ añadía- , que tenpia
esta mira en vuestra cura ; el pie 61 andará co«
mo pueda ^ dejadme la mano sana. Eso interno,
dijo d Cirujano ; pero será imposible el coose*
guirlo y si descuido en un Dodo del pie » que está
ea peligro : si se engangrena el pie , qué hará
k mano? En qué parará entonces 6l hombre,
j la nnisica?.
Ricos: y que cireis líbranos de las tsísQ^
rias dé que están cubiertos los campos 9 y coa
que ae .ven consumidas , y arruinadas las Alf
deas 9 mientras vosotros os encerráis en el cir-
Criftod&un^ baena Ciadid , teniendo solamen^
te cuidado . de vivir roiaadós . de objetos pla-
centeros , y divertidos , lejos de las pensó,
aflÍGCÍanes y y lUfitos ^ vuestra prudencia es
semejante á la de a ijuellos pájaros 9 poco avi*
sados y y rusticois , que esconden cfebajo de
k hierba) la cabeza solamente, dejando des^
lo restante ^ en que los hiere á stt
sal*
tako -e!] Cazador* Cooocéd iDejor toi. pe9igro9|
que os amenazan. , no set$ tín^ desdeñQ0O9|
nunca se os veo hacer úvo unas muy cor?
las visitas á vuestro Labrador ,ó Adnrü0istra*
dores^í: desde sü casp t^n mal p^rad? <» y pó<»
€0 lustrosa ^pa9^ algunas veces á la cab^
oa del jorralet-a ^ qiie acaso al verla tan desr
dicbada ^ le daréis orden* para que fabrique
una casa 9 o la Tapare ^.para compoqer una
jd a del. tejado joaída, ó para limpiar uq , es?
taoque ^ ó cooduño desonoronado* Esta bue?
&a gente se maravillará de veros cuidadosos
de sus casas ^ y entrar en ellas : pues la cosr
tumbre que hay ^ ejs bien contrarfii -^ hablaor
doles iBuy de paso , sin bajar jamás i aua
casillas 9 y subterráneos: tened la 'paciemiii
de sentaros, por algunos instantles siquiera y eo
aquella pobre choza ^ ahumada ^ y Uena de
Ixdlio. Si lo hacéis asi , pmsto os hallaí^ia He-
íDos de pasmo > al ver con qué se alb^ja^esta
Emilia, qué comida la sustenta ^.y qué te-
cho la abriga por la noche* Movida la visui,
7 compadecidos los ojos con esta lastima ,. bu»*
can algún objeto , que los regocige ^ pararái»-
se en los hijuelos , y ae < ¡sorprenderán de v^
aquella natural alegría , aus opciones , lo abul-
tado de sus megillas, y aquellos colores tan
saoos El ayre del campo ., y algunas sobras
de queso y manteca , y^ leche , que les dáo»
juantienen su firescura con jugos comBenieo-
tcs
é
tts ^ U deitcadeza de ^qu^ll^ edad.^ ^ro sm
hermanos , y hermanáis , yá* algo crecidos , y
que experimentan- un trabajo duro , junto con
un alimento sin substancia , ni jugo propor-
cionado j son otras «Rtitas * flores marchitas^
quiaHídoaan apenas se handesf'legado las ha*
jas : las facciones se dislocan , la tés del ros-
tro se pierde , los colores están aplomados^ 7
caídos , el ayre^ , y la apariencia lúgubre , y
todas las señales son de gente, que yá expe^
riménta , y siente la dureza de su condicioa
amarga. Si saliereis de alli á alguna plaza ve«
ciña 5 encontrareis algunos ancianos , una se«
neéiúd enftf ma , sin biio , sin aliento , sin
coimpaíiia , sin animó y sin arrimo , y sin
{írovision : preguntareis al verlos , cómo estos
pobres trabajadores pueden sufVir la tristeza de
el dia presente , y no rendirse del todo con
*s6Io d' pensamiento de el dia de mañana
mas triste y y mas negro todavía. Pero luego
«ilís. 4e alli y huís , y os ponéis en salvo en
Ja Ciudad , maravillados del espectáculo las-
timoso j que habéis visto , y sin poder com-
prehender 9 cómo no son mas las enfermeda-
des j -y cónro no son también^ mas contagio-
sas ; c6mo><ae pueden -hallar hombres , que se
¿reduzcan i la Incertidumbre de un ^ estado se-
^méjante ; como no los junta un dia ^ ú otro
«el despecho 9 y 1^ impaciencia j de modo»
-qué? vengan, siquiera i participar ^lüf ¿bienes
- T de
. U supresión dé la meriStgt^ j 7 y
de que abundan , ó desperdician acaso eo \x
Ciudad. Tales son los riesgos continuados , que
os rodean. La mendiguez ^ y todas susconse-
quencias, que os hacen vivir siempre cuida*!
dosos , son el justo castigo de vuestra indife-
rencia para con los pobres Aldeanos. Tenéis^
pues , una necesidad absoluta , y una justicit
claramente obligatoria, de hacer que ilegueit
vuestras limosnas al campo , á unos hombres
de una voluntad tan reda ^ y de un derecho
incapaz de enagenarse.
3.'' El segundo objeto , que es el em«
pléo de nuestra Gniosna , aplicada á la com-»
posición de caminos , nos obliga también igual4
mente , sin la menor razón de duda. De la
dificultad de los transportes provienen los gas«-
tos 9 que dejan muchas veces exhausto el Era^
rio Real , las quiebras de los Comerciantes,
y la ruina de los Labradores. En lugar , pues,
de desperdiciar nuestros beneficios , en llenar
tantos vientres perezosos , como nos rodean
por todas partes , y de esperar , que la des-?
composición de los caminos nos reduzca á
pérdidas ruínosis , 6 á reparos extraordinarios,
embiemos cada uno nuestra limosna á aque-
llos Lugares , en que tenemos la hacienda,
para ocupar las. famí i is mas pobrJes en comt
poner las entradas , calles , y caminos por me-
dio de un trabajo , que siempre será bastan-
te, como sea continuado , para arruinar la
Tm. XL Bbb ini-
) 7 S Espedía culo de Ja Naturaleiuí.
miseria. Bien entendido, que nuestros trabaja-'
dores descansarán sin peligro de consequeocia
alguna perjudicial , quando el frió , 6 las Ha-
bías abundantes no permiten el trabajo»
3.'' En quanto al ultimo artículo, que es
el modo de ejecutar las cosas por medio de
un sabio régimen ) yo no báblo con la mis-
ma confíanza que en los demás ; porque do
tengo aquella experiencia de los negocios del
Mundo , que se necesita , para decidir si el pre-
sente será infalible , y el mas provechoso de
todos.
Pero os podréis atener á aquel régimen
íocal , que yá significamos y y que está plan-
teado en cada una de las Parroquias , se puede
colicitar, que todos estos gobiernos particulares
tengan correspondencia , y hermandad con la
,mesa (*♦) de pobres, que hay en todas las Ciu-
dades Obispales. La caridad es industriosa : dá
los mas juiciosos pareceres, busca recursos , y
abre tal vez caminos poco esperados. En orden
á las limosnas ordinarias era preciso ejecutar
constantemente, y sin interrupción alguna aque-
llo que ejecutaron Eclesiásticos zelósos ^ y íña*
gistrados sabios en algunas carestías, ó tienipos
calamitosos. La propuesta se hará por los Cu-
fas de Ips Lugares, y la provisión por el Con*
(**) ^T€s d§ féhtf fe llütfiftii tú álgnaas partes , el Cabildo ef
Vacroao , y Administrador » y se señala un Capitular con titulo de
l4fli9SU€r» > para la diicribucion bien ordenada de las limosMA
\
La supresión ck la mendiguez. % 79
sejo de la GobernacioQ, ó por los Proviso-
res j ó administradores de la mesa de los po-
bres 9 que de adiva Administradora venga á ser
Consejera sedentaria. Mucho mejor es , que
cueste algunas mas juntas á la semana á unos
liombres llenos de buenos deseos , y luces y que
el permitir se continúen nuestros males con
la disipación lastimosa , que se hace de nues-
tras limosnas , quando no sirven de recompen*
sa á trabajo alguno»
Yo confio mas en los fondos ^ y talentos
de semejantes Administradores 9 que en los
míos ; y asi 9 no añadiré sino algunas adver^
tencias , que me parecen útiles ; pero sujetan-
dolas siempre,á su parecer > y á sus luces.
£1 pnxiuéto de la limosna , puesto en las
maños del Pastor , sea en la Ciudad 1 6 sea en
la Aldea > se puede dividir en tres tercios ; el
iino se llamará C(ga de empréstido ; y los otro;
dos Caja de caminos^
El primer tercio , ó caja de empréstido ^Xú¿^ ^"*"
se empleará en ayudar en los Lugares á algu-
lias familias atrasadas , adelantándoles en sus
necesidades algún dinero ^ con que se socor-
ran 9 y desahoguen 9 ó alguoos géneros 9 á
materiales aptos para que los puedan prepa-
rar, y componer en provecho suyo, y sin
Uebarles el menor interés : por doode se cer*
rara la puerta á la .usura, que roe ^ y coihp
aiime las pobres lamillas , que se vén obligar
Bbb a das
{So Espeülaculo de la NatufáUta.
das á pasar por esta injusticia y por no hallar
otro recurso. Del mismo caudal, y tal vez
con una suma muy corta , se podrán socor--
rer en un solo año siete , ú ocho fami-
lias diversas. Esta caja , aun de poco fondo
á los principios , se puede mantener de un
modo , que facilite las entradas ; de manera,
que en los años siguientes se aumente con el
concurso de las limosnas* No serán necesarios
sino algunos años para estar en estado de par^
tir su abundancia cori la otra caja , conforme lo
pida la necesidad , y el tiempo. Estando bien
gobernada , y uniéndose á la renta de los
Hospitales de la Ciudad , 6 á alguna manda,
ó legado extraordinario , podrá , sin carga , ni
repartimiento á persona alguna , emprehender
una calzada , un enlosado , ó un camino^
aun mas perfeéto que los antiguos, una car-
rera dilats^da , un paseo espacioso , fuentes ar**
tifícíales, arcas de agua , condueños , y ca^
ños, que cayendo por las noches en lo m2&
alto de las calles , trabajen al mismo tiem*-
po I que nosotros descansamos , en limpiar las
habitaciones , y en purificar el ayre* Déla
misma caja se podrá sacar con que dac un
premio á un Artesano , que haya hecho al-
guna invención , ó hallado algún secreto. útil;
con que regalar á un Peón , que se estropeó
en algnn trabajo público.; 6 con que :socor-*
rer á la yiuda del que pereció en las Uamas,
al
La supresión dé la mnJiguex. 381
al querer apagar algún incendio. La misma
caja puede servir para franquear algún peque-
ño dote á muchas doncellas pobres , que por
su buena conducta , y habilidad dan esperan*
zas de que harán felices á sus familias. Un ce-
libato hay 9 que edifica ; pero aquel , que es
causado por la miseria , viene á ser la ruina
de la República ; la despuebla , como pudiera
hacer la fuga , ó la deserción , y esto sin ser
mas estimable que el celibato de los liberti-
nos y antes bien suele ser por el contrario mas
peligroso, y corrupto.
Tal vez podrá suceder , que venga á la
imaginación el escasear algún tanto el uso de
esta caja , á fin de juntar con una dilatada,
y prudente economía fondos bastantes para al-
guna grande, y excelente obra. Pero de to-
dos los bienes el mas apetecible es , que no
haya pobres , y que se socorran las necesi-
dades aduales, que se lleguen á saber. Co-
mencemos siempre libertando á la Ciudad de
la mendiguez, que es el azote, que la afli-
ge , y luego podremos proyeélar el hermo-
searla.
El peor , y mas irregular empleo de esta
caja , sería el de comprar bienes raíces , ó he-
redades , y pagar con grande3 gastos manos
muertas. Solo , á mas no poder , permite la
discreta política^ y vé pasar semejantes bie-
nes
381 EspeSlacuh de la NatutdktíU
nes desde las familias 9 que los poseían , á Co«
munidades , ó Casas establecidas para obras
pias. No reclama la buena politica contra los
Diezmos perpetuos , ni contra los legados de
dinero , que mantienen un gasto útil para el
bien de todo un País ; pero no puede dejar de
resentirse , y ponerse en arma al ver que se
añadan sin regla á estas fundaciones nuevos
proprios. Mientras estas haciendas están en po*
der de las familias, se egercita la industria y y
la emulación en orden á la libertad de las ven«
tas, á la felicidad de las elecciones , cambios,
y divisiones. Por el contrarío , las familias no
hallan medio para hacer algún nuevo empleo,
metidas entre haciendas incapaces de venta , de
compañía, ni desmembramiento alguno , y se
hallan embarazadas del todo. La libertad pó*
blica padece necesariamente , y se disminuye á
proporción del numero grande de tierras , que
pasan á un estado invariable : pues estos fon*
dos dejan de ir , y venir , venderse , ó com-
prarse, desde que entran en alguna Comunidad,
ik obra pia : para siempre se estancan alli , y el
males irreparable. (♦*)
Puédese emplear también la caja de pres-
tamos en otro uso , poco mas regular que el
antecedente , qual sería el de plantear una ma«
ni*
(**) En España está precabido escc ioeonyeniente > y tomadot
^n medios para ^ue no perjudique al Real Erario > y al público.
La supresión dé Ja mendiguez. 383
iiifaélura , una Alfaharería y Bacanes , Herré--
rías , ó semejantes fábricas , cuyo produdo se
destinase al Admioistrador de la limosna. Es-
tos establecimientos se pueden ayudar quan-
to se quiera : pero por ventura , es acaso pa«
ra esto necesario disminuir el tráfago á los
hombres de comercio , á los Fabricantes , ni
á los Arrendadores ? No sería arruinar la in-
dustria y introduciéndose en sus oficios , y em-
pleos? Los que los egercitan son en las Ciu-
dades y lo que son los Labradores en los cam-
pos: Padres, y alimento de todos quantos
los rodean. Y la administración de la limos-
na no debe ser mas contraría al comercio^
que lo es á la agricultura de quien tanto cui«
da. £1 único modo y que hay de convertir
esta caja en una especie de fondos , que crez-
can sin que se baga odiosa , es bolver á ella en-
tera , y sin interés (**) las cantidades , que
se prestaron y y juntarles algunas limosnas an-
nuales. Para facilitar la restitución , y aumen-
tar el caudal , será mejor entregarle á esta po»
bre gente algunos animaks y ó ganado y que
crien, y gobiernen , siguiendo una pr¿£tica
autorizada y que darle al manejo immediata
de
f*^) Parece un ^sto importuno el disminuir esta caja por
medio ét consignaciones á Jueces , Secretarios « Thesoreros,
Concaüorcs , y Oficiales : todos los c]ue egercitea estos empleof
para el repartiiricnto de la linosna , deben concuirir á ella con
su trabajo » sin sueldo alguno , y acaso serán ma<> fieles > ni íil*
tara en la República quien acuda con esta especie de piedad Ü
la Umoina*
\
584 Espé&acuJo de la Naturaíesut.
de el dinero , cuya paga es tan contingente,
una vez en su poder. Hecho , pues , esto , se
deja al fin del año á los que tomaron este cui-
dado todo el mil de las lanas , 6 de la leche ; y
al cabo de tres años se parten con ellos las
crias, que nacieron, y se adelantaron por ra-
zón de su cuidado.
En quanto á los otros dos tercios , que
en la Ciudad, y en las Aldeas componen ía
caja de los caminos , deben ser como una
agua, que siempre cuela, 6 una fuente, que
siempre mana. Este es un dinero, que se en-
trega todas las semanas , á los que se encargatt
del trabajo de las obras públicas. Puédese frao-
quear esta parte tan útil por medios , que no fa-
tiguen de modo alguno á los Propríetarios»
El primero , es permitir á los pobres en aque-
llos tiempos , en que se los* dispensará de el
trabajo de los caminos , sembrar algún peda-
zo pequeño de un prado , 6 de algunas tier-
tas valdías , que- estén heríales , y aun el que
desmonten , y allanen algunas cuescas , que cer-
can las tierras sembradas , y las precauciones,
que libren de los ganados estas tierras , li-
brarán también las de ios pobres. El pro-
ducto de ocho , 6 diez obradas solamente, jun-
tas con lo que los Padres , y los hijos alle-
garon , unos segando , y otros espigando,
bastarán para sustentar cinco , ó svis familias.
También se les puede permitir | como se hace
sin
La supresión ¿k la: mendiguez. i%i
m inconveoieDte alguno en muchos cantonet
<le Alemania un ciñóte y un calvero y^) ó un
ribazo de tierra para poner un bancal de ber«-
zas 9 una efa de acelgas , acederas , cebollas^
lechugas 9 salsifi^ó trogopogon^. clúcorías , y
otras hierbas , ó raíces muy buenas para, po-
tages , y ensaladas. Esta ligera concesión, que
ea nada eii3pobrece la tierra y multiplicará las^
legumbres y y todas las plantas mas comunes
en el uso de la vida, y cuyo cultivo está muy
olvidado en* nuestros- campos; de donde vie-^
ne y que las Madres de fiímüia y que carecea
de semejantesi hierbas* , y hortaliza , por no
encontrarlas varatas , no saben componer coa
gusto , ni con variedad la comida y que gui**
sao para sus. maridos» Wt efeAo» inde&dible
de su insipidez es* hacerle hmr de su casa ^
buscar mejor cocina en la taberna rm al*, tan«
lo mayor, quantose vé repetido todos lo»
dips', y en lugar del cariño , que tenia á sU'
casa , sucede el hastío ,, horror , y en&do , de-
jando ár lar pobre femili» sin alegría y sin con-
suela, ni asistencñ. a..'' Nada tengo, que det
eir contra nuestra antigua costumbre de de-^
jar en descanso un año las heredades : cosa^
^e nos quita de las manos , y roba de las
Tam. XL Ccc tro-
(**) ^füffrtUmaii'fAf Hortelams ^ un pe¿áz» ¿,t tierra yer*
na > ¿ inculta > y cambien Uamaír Célvtr» al lupu yació > i ía-
€«!(• de im terreno.
386 EspeQáctdo déla Naturakta.'
troges un tercio de la cosecha. Solamente tao->
taré I que una pérdida de esta naturaleza es .
la materia mas digna de ocupar 9 no digo núes- *
tros discursos , sino también á todas las ten-
tativas, y experiencias de Pbysicos , y Agri-
cultores. Quánto provecho haría ^ y quántas
riquezas le trahería á un Reyno , la Physica^
que procurase descubrir el medio de que ce»
sasen de el todo , d por lo menos se diminu-
yesen estos barbechos , y alternados desean*
sos de la tierra ! La ley antigua los limitaba
hasta el séptimo año : como quiera y en muchas
partes de Normandíase trabaja generalmente
la tierra todos los años: y la abundancia en
el beneficio , y estercoladura hace , que en el
circuito de París se ejecute también lo mis-
mo con fruto : de suerte ^ que treinta obra-
das de tierra de mediana calidad dan allí mas,
que noventa en las Provincias mas fértiles.
Los Jardines de Francia tampoco saben , qué
cosa son descansos semejantes ; y es indubi-!
table 9 6 que las irejetadones no usan realmen-
te la tierra , ni la desustancian ^ ó si la usan,
y gastan , participando de los jugos , que en-
cierra en sí , los buelve á recobrar con mu-
chas ventajas , por medio del beneficio , y abo-
no* Será acaso algún imposible experimentar
esto para bien de los pobres , quando aun no
se diferencia de el nuestro?
La supresión déla menSguez. 387
Pero DO nos metamos en el uso de los
barbechos para el descanso de la tierra. Y
supongamos , que ni hay levadura de tierras^
estiércol , ni industria capaz de multiplicar
los jugos , en los parages > en que no abunda
de ellos el suelo y de modo , que puedan evi-
tar la ociosidad de un tercio de todas nuestras
heredades. A lo menos será posible , y mucho
mas útil , hallar con que estercolar bien algún
pequeño numero de aquellas, que descansan,
y enriquecerlas con un abono excelente , que
dejarlas desaansar, y eci una ociosidad abso<»
lata ; y masquando vémos^^ que nuestras Huer-
tas, y Jardines permanecen , sin interrupción
álgiina ) fecundos por medio del beneficio , y
mas fecundos ^ quanto mas se estercolan , y
cuidan. Pues yo no pido otra cosa ; porque dé
este modo témlrán pan muchas femiUas , que
Qo le tienen. No se necesita sino permitirlas,
que rocen , y trabajen algunos pedazos de
tierra en nuestros barbechos, yá en unos pa^
rages , y yá en otras, con h carga de una
estercoladura muy fiíerte , y abundante» Bl
rastrojo de las tierras ^ las boñ^as, y estier*
coi de los caminos pueden hacer et primer
gasto , y dar el primer beneficio r juntar al cabo
de un año estiércol para beneficiar dos , ó tres
fanegas de tierra solamente , es el trabajo mas
limitado , que se puede dar á una familia»
Ccc a Aquí
3.8 8 Espe&acido de la Naturaleza.
Aqui se podrá acaso sobresaltar la d^lica*
deza d? los Proprietarios : veamos si tíeoea
por qué. Ea una legua quadrada hay quatra
mil seiscientas y ochenta y ocho obradas de
tierra: sacando el terreno , que ocupan ac-
■boles j conduélos , Ciiniaos , y desiguaidadeS|
queden en la legua solanfiente tres mil obra«
das capaces de cultivo ; y supongamos , que
son ciento los Proprietarios. D¿ estas tres mil
«obradas ^ quédense mil reducidas al descanso^
y si hay dos Aldeas en esta legua quadrada,
haya cinco familias reduddas i mendigar ea
cada una^ y tomemos , para que las dies^ ü*
tnilias de las dos Aldeas las puedan sembrar
este, añoy solas cinquema obradas ^e las mi||
que se qu^daa para descansar : con qii» cía-
quenta Propriqtariw tienen que permitir vejó-
te y cinco obradas , esto es^ media <:ada Pro-
'prietario para ^ue la siembren los pobres : i
esto está reducida 4oda la pérdida , que pue-
den tener i y este es ^ riesgo , que át mü
obradaR , qae diejan descansar ^ ^e ocupen
Cinquenta , que salen á media, cada uno de
los poseedores, T podrá este ser motivo bas-
tante para lamentarse , principalmente sí esta
media ; obrada se 4e restituye en buen estado
benefkiandpk bien*? Apaso sería éste el me-
dio para que no tubieran que dar mas limos-
jia 9 puis maotendrian asi i Jos pobres eo
y
La supresión de U fnendi^z. j ^9
qida Aldea con los lazos mm seguros , y. .$9r
oifíaQ^ ademáa de:eso , la .^otnpotícion, jl)oiV
4ad ep los caminos^ con el prodiido de cinr
quenta obradas seriamente , y estas en terreno
^ue nada bace , y de nada sirve.
Pero con tpdo eso tienen en el corazop
este p^zp .4e tierra , esta media obrada pe-
ja un orondo: i^én coo mucha pena, queiie
la jreboeiva ageoo arado , y que entre hoz es-
trang^a en Jas mieses^ que dá m tierra^ pii^
.tomemos-, si^qu^yreía, otro partido:: que el cul*
JÍvO:8Q[ )^g8 pprlaSi manos de. vuestro misEDp
Arreoda^t medi^ oWada en suma á nadie
puede espantar s y con todo eso bastará para
sustentar |as ocho^ h diez familias pobres, que
al lBñt|^^liwvN>¡^,:Op^p9P£o com^ ky
({camkiQ$..r , ,. * ■• -j
Sé muy bien ».qoe babrá' mucbas tier-
ras ea que las cinquenta obradas den muy
poco ftuto ^ pero ccni.tado eso sexán en.ell^
mucl^ ipeip?, lo» 6mnttg99^ porque losJUjr
^res »Qp en ti(rrfi$ tíkm^fis^te^m»s\^^t9Sj &^
ra de. que siendo poco apetecibles estos ter-
leoos , comunmente tietien la 'propriedad los
-PWTsapps^.y lo ^fl^artinfM, .<qye Iw .que vir
.vcp fiPitiei(r«s.;érttlesi^;ie«^uevC9»^ nada:f8
wyQ. PoTrfttríi rf ai ttíy #10, ¿»y País á^lgunp,
n^ado ^1 cultivo, en que; np haya formadp
Ja indostcid: jdgtuia: (danifa^tura , -ó establecí-
mien^
4^ •
igo Espe&acuh de la Naturakxk
tnietítOy que ocupando un sinninnero de Ofi*
leales 9 y trab^Jadoi^es ! en las Aldeas vecinas^
tleje de reparar la esterilidad de la tierra coa
utitidades de otra especie , de modo , que cx>ni«
pensan el defeco de los frutos y y reducen á
cierta igualdad todo el terreno.
A los medios ^ que acabamos^ de pra«
poner para aliviará los pobres , y para ayti^
tlarlos á vivir en aquellos Lugares , en que
tenemos nuestras réntaselos podemos llamar;
Limosna oro. '/^'n?oxfft> /'r0jf>¿r(^/(>M» por qoaisio estoft SOCOf^
porcioMÍ f|p0g gg proporcionan de águn niiddo i nties^
tros arrendamientos ; y aun casi mejor que
limosna , se pudiera llamaf deuda v verda-^
dera ; no tenemos derecho para pedir mvh
t:boá aquellos 9 á< quienes" la proyidéüc£r re^
partió poco» Pero no hallaremos afgana otrtí
tosa mas útil, y me§or, que poder sacar de
los ricos» de aquellos , qoe viren en inedia
de la opulencia? Los que tienen ^aunque en
-otra especie^ üeofas abundatttésryquedEiáln eseti-
^os del ciiidado de aüvkv á^ los Aldeano^
-porque no poseen acaso » ni un pié de ter*
reno en ellas? Aquellos Mercaderea ricos » que
-Goníercian fUera de elReyno^ «iqueBos Lon*
^gistá^^ que vettde»'{)or bentido^ yá íá espe-
<ceífyíi yú lia aedá » y ota» tnercándás , cáa
que proveed tod^ una Próvida , lograrán
' la misma eaencion ? Al moái> que los fila*
men-^
La depresión ds ta lihendfgue^ i^%-
mentte , d aqueHos pequeños hilos , que como
delicados cabellos terminao las raíces de los
mayores arboles, son I», prioiera c^u^a de su
votación , asi ^a» menudas Corppras t y los
pequeños gastos de la agiente de los Lugares se
pueden unirar coiúo eí primer principio de la
fortuna de los Comerciantes mas ricos, y aun.
como la salud ^ y la ; vida del Rey na No po*;.
dfémos quebrar este pequeño filamento , sin
yér . caducar , y perecer todo el árbol. Lejos,
pues, de dejar á estas gentes , que parece que
en la República no hacen - bulto ^ en el traba*;
jo^y en la miseria^ pertenece sin duda á los;
ñas ricos prepáral en todo? tiempo los me-,
dios de que se restablezcan ^ ó de que sub-
^taUé
^ Los ticos 'deben ^ pues ^ ,i k jRepublic9;
alguna cosa mas,queest^lkpolsna corriente^
y las distinciones de que junto con la ma-
yor abundancia ios hizo el Cielo participes,
doblan sin contradicción sus obligaciones. Aqui
ks guardamos , pues , la obra mas gloriosa^,
áque puede aspirar r un Ciudadano : ésta es
la salud de los demás en los tiempos calamir
tosos,y el prevenir los mayores males con
precaverlos: es yá demasiado tarde esperar á
iemediarlp9 ,,quando e$tán . presentes. Esta pre-.
vJ3ton,y provjiden<;ia <x>nyieQe á los mas ri-
cos de cada Ciudad , formando una especie de
con-
ig% EspeStactJo ik ta Naturakxoi
congregación y ó sociedad , á^ que' Ilamarémor '
La fociedaa sockdod de hs infortunios y qn^ X reducirá áp
fualw,''*^*'^" ¡tener en una boba común todos lo» aííog^^
aqaelk)) que cada uno quiera , ^ra «uaTizar^
por este medio, y á sus tiempos la desgra-
cia y que sucede á una famili» en la mortan-^
d^d de aquellos anmiales, que la sustentaban^
el infortumb de otra, á quien arruinó unio-^
oetrdio , y el trabaja de otra , cuyos sei»-
brados, ó tierras destruyó un granizo ,. ó una*
tempestad de piedra ^ para salir le al encuen-^
tro á una carestía ^y á: üodi»' suerte de cala«^
midades ptiblicasr Esta idea es grande , y ma»
nffiesta cbratnente k heroiddad'de b&Seño-»
ras y que la prañicaroB yá la» primeías ea I^
rís , y que con la noticKi <fe algiicr desastre
bastantemente conraii^ b^dan irá un Bcle-
síastico con el ' dinera^n la mano de Lugar
en Lugar para^ consolar á los mas^ afligidos ^ y^
para sostener coa mas- afiento , y socorra ái
los que veían mas arruinados 9 y sin re-^
curso.
Para la administración de esta limosna ex^
traordinaria , es necesarkx y como- para las co^
muñes , disponer dos cajas y en- que se guar**
de el* produdo annual con que concurren los
fieos ; una de tas dos cajas servirá para ade^
lántar algunas cantidades y que re8tahleacan>
y desahoguen á aqueUos ^ que tienen algunos
• ^ »
ía supresión de la mendiguez. 39 j
lbndós,ó los arriendan: y la otra parte dar
^ue trabajar , y pan que los alimente á los que
Carecen de todo socorro adual. En algunas de
las mas populosas Ciudades se dispone no po-
cas veces 9 aqui una Opera , allí una Compa*'
fía permanente de Comedias, casi en todas par-
tes UD concierto, que se mantiene con mucho
gasto , y notables preparativos. Ni deja de ser
común el ver, que un pequeño numero de
Ciudadanos escoten entre sí , y se echen el tri-
buto sobre algunos íbndos determinados para
asalariar voces , ¿ instrumentos , para adornar
la sala , y preparar la iluminación , empleando
freiota 9 d quareiita mil reales en esto. La di-
versión dura hasta que sobreviene una cares-
tía general 9 ü otra calanüdad pública ^ que la
desvarata todo.
Aquellos , que entran en estas diversiones,
creen , que se salen de el común ^ y que tie-
nen un gusto muy distinguido: no questiof
Damos aqui si tienen razón en esto. Viven
persuadidos á que es cosa grande mantener
en una Ciudad un Templo , en que se pue-
da oír cantar medianamente las lecciones de
Baco,y Venus. Embidian á los Parisienses^
y á los Cortesanos de Londres el delicado pla-
cer de oír al Dios de las tempestades , 6 Jú-
piter Tonante, dar cantando sus comisiones
á Mercurio : el verle bajar de el Cielo ^ y
colarse por el agugero de un techo. Ellos
Im. XL Pdd son
r«««<ri
'}^4 Espeffaciélo de Ja JNafurakssáif
spn dueños de su libertad , y de la
dd su gusto 9 y yo ni soy Juez , oi tampo-
co Reformador ; pero sin ofenderlos y les pue*
do testificar la admiración ^ que me causan
lirios dar pasos y . que son tan poco dura-
bles. Estos hombres sensuales ,, que van á bus-
car la entrada de su quarto , llevando en la
roano la luz contra un viento colado , no se
acuerdan de cerrar la puerta á los acometí*
mientos de la mendiguez , prevenida siempreí
DO solo á perturbar sus fiestas con el siosa*
bor de una miseria asquerosa , sino tambieii
á acometerlos violentamente en medio de uoa
calle , y en el centro de una Ciudad la mas
hieo guardada* Lamentóme de que no sabea
ser felices » aun según sus ideas , y de que no
quieren poner en seguro sus placeres mismos»
Para esto no eran necesarios, ni muchos es*
fuerzos, ni tampoco mucha agitación ; bien
daro hemos yisto , que bastaba el hacer tomaí;
á nuestras limosnas el camino , que debian se^
guir. £1 corto cuidado de hacer , que oo ca-
yesen sino en las . manos de los trabajadoteSi
pondría tos campos , las Aldeas , y las Ciuda-
des en mas alivio , anchura, y descansa De este
modo quitarán todo pretexto á la ociosidad} y
enriquecieran juntamente á los Pueblos con la
ocupación , á los Comerciantes con el consu-
mo 9 y á los Proprietarios con la paga indefeC'
tibie de los réditos.
Es-
» — • •
La supresión de la mendiguez. ^95
' Esta es una verdad sensible : que nues^
tra felicidad e^tá en nuestra mano , y qué
para hacer florecer todo un Reyno , no ae
necesita otra cosa , que emplear utilmente el
im menso prodiiéto de nuestras limosnas 9 y
el desperdicio de nuestros vanos placeres. £1
Gran Colberto , aunque impedido de perpe^
tuas guerras , en la ejecución de sus proyec^
tos 9 seguia quanto era posible unii idea in«
variable en la distribución de las pensiones^
en las obras públicas , y en los diversos esta«
blecimientos , que propuso á su Señor. Su má-
xima era : Sembrar para coger: pues esto m¡^
mo se puede decir de la limosna \ hacerla áú
mismo modo abundante , y del mismo modo
irregular , como la hacemas aora , no es sem-
brar en buena tierra : es perder en ella la ale-
gría del corazón , y quitar el cebo de donde
estaría bien puesto , para ponerle en donde nd
sirva y sino de traher á manadas aves de rapi^
fia sobre él«
Por el contrarío , llenando nuestros cam-
pos de Obreros , siempre ocupados en fací*
litar los transportes de los Comerciantes , y
Labradores ^ es obrar de Concierto , y como
Ciudadanos inteligentes: es sembrar para co«
ger. La cosecha será para todos , pues el fri^
to de esta distribución vendrá á ser el ador-*
no 9 7 hermosura de nuestra amada Patria^
Ddda y
i 9t 6 E^peSlaculo de la Naturák%cu
y la seguridad de los ricos ^ al mismo tíempa
que es el alivio de los pobres.
No dejarán de ofrecerse obstáculos , y
de representarse inconvenientes ^ quandose tra-»
te de poner orden en los trabajos de Luga-
res diferentes, de recoger el caudal para los
trabajadores , y de constituir una administra-
ción general. Pero éste j ó el otro inconvenien*
te nunca es razón bastante para abandonar la
obligación, ni una obra comenzada. Un obs-
táculo hace caer de ánimo á los corazones ani«
fiados , y al mismo tiempo alienta los ánimos
varoniles. La prudencia , y la caridad sabea
cautelar , y preveer , fijar la vista , y diversifí*
car sus medidas. En todo negocio son siempre
arduos los principios ; pero en ellos se podrá
tomar el partido de contentarse con poco, coa
la esperanza de socorros mas poderosos , y de
imion ^ y convenio mas perfeélo. No hay co-
sa mas pequeña , que las grandes obras en sus
principios. (**)
Se dudará acaso á cerca de la multitud
de adelantamientos , ó abances de caudal , que
.se han de hacer, y que parecerá conveniente
preferir ésta , ó la otra Parroquia á las demás»
Se disputará si es mejor restablecer un puen-
te, 6 acabar el Hospital de la Ciudad. So-
bre-^
(**) El Monte de Piedad, que hoy tsti en MtJríd en un auge
ÜUi A0i)Pti9 ». tmftxá coa tolo U timosoa de tía nú de ¿Ugu
La supresión de la mendiguez, 397
Prevendrán debates entre unos , que desean que
los trabajadores se empleen en la fábrica de
manipostería de un aqueduéto , y otros j que
quisieran, que se afirmasen las orillas de un
rio, que se desea hacer navegable. De un ins-
tante á otro se argüirá contra la obra , tratan--
dola de menos útil , quando era razón acudir
á otras mas necesarias. No faltarán argumen-
tos á cerca de los medios para aumentar los
socorros , pues unos querrán , que sea en di«
ñero contante , otros en las tierras de descan-
so , dejando alguna parte de ellas libre á los
trabajadores , quien hallará fondos mas segii*
ros en algún repartimiento ; pero se le opon*
drán , con que es mejor un desmonte , 6 ua
barbecho en tierras valdias.
Disputas agradables I Divisiones apetecí-
bles entre Ciudadanos ! Ojalá fueran éstas las
reyertas de todos ellos , llenaran el vacío de
tantas conversaciones frivolas, y ocuparan el
lugar de tantas questiones impenetrables!
FIN DEL TOJm UNDÉCIMO.
ESPECTÁCULO
DE LA
NATURALEZA
ó CONVERSACIONES
A CERCA DE LAS FARTICULASIDAOES
DE LA HISTORIA NATURAL,
QUE HAN PARECIDO MAS A PROPOSITO
púa ezdtar una cuñosidad util,y formarles la lazon
^ los Jóvenes Leáotes.
QnXCOimENE LO QUE PERTENECE AL HOMBRE
en sockdiid
ESCRITO EN EL IDIOMA EHANCES
tOR EL ABAD M. PLÜCHE.
Y TRADUCIDO AL CASTELLANO.
TERCERA EDICIÓN.
PARTE VL TOMO XU
Con las Licencias nbcbsarias.
En Madrid : en la Imprenta de Peded Maein.
Año de 177a.
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/ ^» vk'wU •'/.••y*.V;i \f ^ ^vní,1 .y,/. vV m>í». »• v.**- ^'.'-A i»\ -^V» i.i/.. *i
TABLA
DE LAS CONVERSACIONES
contenidas en este Tomo
Duodécimo.
^X)D?efsacioii I. Domeatíoos , y «alariadosi
CoDveisacioa n. Lo6 GimiM , y Afles Mecáni*
CooversacioD m. El aumento dd h(Mnl»e,pa-
gin. 31.
CoovefsaciQa IV. El vestido cid houAtt , p»-
gin.65.
CoDvenacion V. £1 corte de los vestidos, po-
po. 175.
Conyersack» VI. Las Tenerías, y adobo de cáe-
los,p^. i86.
Cooversadon VIL Los Tintes , pa^. «09.
Los términos mas ordinaiios de las manufiíAtuas
de lanas, pag. 917.
Los términos de la Pasamaneria , pag. 33 1.
So^emento del Articulo de los lizos altos , per-
lenoóentes á lostapices, pag. 337.
\
i'
4 «
8a>íOI3A8H3VtíOD 8AJ SG
OfíioT sioS na asbiiiüJíiua
.omrjí;boíiCI
•^;q c sidmod tíb oiMttúh 13 .III aoiofiaidvnoD
•U •oís
-nq ^ si'í/Tiorl bb clii?3V 13 .VI noíon2i5vno3
.^d .n¡3
Hsq ^ 2oLij¿9y 2oI db sitOD 13 .V noíorjgiovnoj
.^i Jiig
•WD db odobs ^ ^ sfihdOdT a&I JV noiofiztdvaoD
2Einfó¿)uaEcn ¿bI db ¿oní»nibio sr>m aoninrtd} aoJ
•^ 1 1 .;!^Rq ( 26nBl ab
.1 £ c .gr.q ^ Rh9nBmB?.f;^ k1 ob aonirmat ?.<xl
-iC''¡ j < j.!': ?',: 'I ¿oí sLüí.j;¡ji/. J/j o:.t>.ti:í1'|ü;¿
' *2
ESPECTÁCULO
DE LA
NATURALEZA;
TOMO XII. PARTE VI.
QUE CONTIENE LO QUE PERTENECE
al hombre en sociedad.
CONVERSACIÓN PRIMERA.
DOMÉSTICOS, r ASAluíRIADOS,
E.el mismo modo , que ar-
ruinamos, como yá queda di-
cho , el bien de la sociedad,
dando testimonio de nuestra
commiseradon , y ternura
para con los pobies , que no
trabajan , renunciamos tamtñen nuestros princi-
pales intereses , tratando con dureza , y meuosr
. T<im.Xn. A pte-
r
i
:a EspeStaculo de la Naturaleza.
precio á aqueUos ^ quedóos sinren per- msoa
de alguu sálark). Los primeros son , mitfnibrcp
coférhlos^ cuya proximidad nos es^igrp^
pér<> se. ptíéden sanar , y hacer titiles al cuer*-
po ; pues solo el in) prudente modo ^ que tene-
mos en distribuir la limosna , los trabe enfer*
mos ele éste módó : los segundos , aunque pues-
ta en -jpl Tibian; aáentor, y shrnias recotriien-
daCiofr'que algunas iuef zas i Ó unacomunnti-
dustria , nos son y en I9 realidad 9 tan necesarios^
y tan preciosos comt) los miembros mas dis«
tii^uidos. <}ósaTés porfqieftdj ábfoliil&m'^^a^
^sta'^iardsHT aquellas muestras sensibles ,y ex-
teriores, de estimación , y aprecio par? aquellos
á quienes un mérito verdadero subió á los pues-
tos mas elevados. La importancia del trabs^^
% la escasez de su ló^ro estableció en la tíerní
semejantes diferencias , sirviendo al mismo
tiempo para alentar los tntehtbs naturales ; pe-
ro aquella debida , y justa subordinación , que
tienen los que nos sirven , los trabajadores , y
oficiales 9 no nos dispensa de amarlos ^ ni de
tener cuidado de ellos. PoV razón se lo debemos^
y por interés también»
Las fuerzas, que son como sú herencia,
y su parle , los pondrían en estado de pasar
de el ultimo lugar al prinrero , y de dar la
ley á los demás , si quisieran emprenderlo. La
historia está llena de casos funestos , en que
le castigó la altivez , y se tomó la venganza
» -de
Lo que pertenece al hombre en sociedad, j
de un tratamiento injusto , y $ob«rbio ; pero
guando esto» ,^que ocupan, jel ultimo asiento^
viven seguros 4e: ser traudos con ^feélo , y coa
equidad , lejos de hacerse temibles ^ ni c^ tu-
multuar contra sus añores- ^ se ofrecen, á quan^
to les quieren mai^r , ^ dispon^m á defen-
dernos , y á eÜQp >os enapíea la socieife^. pomo
instrumentps para mantenerlos á todos en su
estadp , á p^sar de la ligereza de unos , y deli-
rio de otros. Ellos aseguran*, los; t^rraplepes^
CK>nsiryyen >ft pwrallas , ^íiiiílaflia» |)risiones,
cintran hs (Hienas ,, guvd^a la% barrjeras^s qp«^
oponemos á, las yioleocias ^ y á las invasiones
ejiterqas ; y ellos sosiegan también las conjura»
dones, intestina^ , y las. sedicipnes internas. Si
la muli^tud^^ecei^^. fjrenp coní<])]e se reprima
su ípi^tu ^ fljos-^oi} «míen le prepara. Comunr
mente no qos causa admiración , ni aun repa«
ramios lo que por nosotros hacen ; pero podre-
mos rehusar el aau>r ^ h tingar el reconocimien-
to á. los inptumqrablies , servicios con qv^e los^
hombres mas rusticc» coiitribuyeP:á hacer-
nuestros dias felices?
Ciertamente necesitamos de&ndernos nrvuy^
de veras de.^ni^pgaño.bastantemexue comun^.
á :que nos in^psi? ^\ íi^aíP ^,. persona?, .cpütas^!
y ai^n la d^a^eza de guestra misma educa*
CK9I1 : nos ashnc>6 demasiado á las modales,
y á la extegptpr apari€;ncla: con que imitamos
iaps perri}los.fí!Í^ se tiran # bneni
A a ves-
' f
4 Espe&ácíélo de la Naturaleza.
vestido 9 y á ^ le hacen todas las fiestas. Uoa
apariencia hermosa nos foba desde luego la
ateif^cion , y tras ella todas las muestras del ma-
y w aprecio , lo qual nos expone á ofrecer to*
densos á un pagode , y á desamparar con has«
fio el nieiito verdadero. Distingsimo& , pnes^
penetrando á lo idterlor » el mérito persona^
y el valor de los talentos. El mérito , que real-
mente lo es , está en el trabaje ^ y en el servi^
cío de la sddedad.
L« scrTidiim. Todos tos BVM sdlé ét boestras Aldeas
bre je loi do- itonltitod de joVenés , y sto- mas habilidad qne
su» manos , y un buen deseo , se esparcen en-
tre las femilias acomodadas y que los admi-*
ten ^ d por mejor decnr , los incorporan consi-»
go 9 para que cuiden de sus quehaceres dome»»
ticos 9 para que tos duefitís ^ fibres de ésKte cui^
dados 9 aunque pequeños , puedan ocuparse eri
trabajos , ó empleos mas importantes. De noso*
tros depende el descaninsf con nuestros caprí««
cfaos i esta juventud , ó^el manfefnerla con na
ihodode n^andar ^ Oetíode modfsra€§í>n » y dig*»
nidad. Si aprenden estos jóvenes é unir el si^
fencio y^ el buen orden con k fidelidad , ase«
guramos mies^ reposo » a&nzándo su pe^-^
severaúcia , y miratiáirfos como á una par«*
te de nuestra familia ^ pero su recurso mas.
seguro será siempre la bondad de su caraéier,
y de su afedo. Tal esel privilegio de un m-
lo cariñoso ^ que jsínáa se puede tnanífestar»
^ Sin
Lo qae pertenece ai hombre en sociedad. 5
sio que agrade 9 y hará tal vez á los criados
tan amables á sus Seik)res ^ que sin ser sus he-
rederos , lleguen á tener alguna parte en la he-
rencia.
Los criados 9 que nos sirven , se sujetan
á nuestros mandatos ; pero de manera , que
puedan de un instante á otro despedirse de
nuestras casas , si no se hallan bien ellas , ó si
ven abierto camino , que los haga mas felices*
Su servidumbre voluntaria los deja en entera
libertad , pues la tendrán siempre que quieran;
este pensamiento y que realmente endulza las
penas de los que sirven , puede abatir también
d capricho y y altivez de los que mandan* Pera
estos no son siempre tan distrakios , ni están de
tal modo lletaos de sí mismos , que no cono2>
Can quanta feUc^d logran en estando bien ser^
v¡^
Todos los servicios y que nos hacen alx>-
n personas libres y los hacían en otro tiem-
po los escEavos , que se veían tratados como
ú fueran bestias de carga* La miseria d^ su
condición los obligaba á no poder mudar,
ni estado y ni lugar siquiera ^ sin ser dueños
de acabar sus penas y sino con la desespera-
don, ó con la fuga y que comunmente se pa-
gaba . con el ultimo suplick)* Fdro esta odiosa
desigualdad , que sometía at hombre y á sus
Iiíjos , á todos sus afanes y y aun á la «mis-
Ka vida i al capricho 4^ otro hombre > se
5U»-
\
6 Espedlacuh de la Ncaurdleza.
suavizo , y se trocó sumamente con el espirita
del Evangelio.
La Pliilosophía había yá conocido la enor-
me desproporción ,que se hallaba- en que un
hombre viviese tan sujeto á otro ; pero no
había podido dar el remedio , porque la Phi-
losophía solo tiene palabras , ó verosimilitu-
des sin motivo alguno , que persuada eficaz-
mente. El Mahometismo , lejos de oponerse
á los rigores de la esclavitud , ja. ha hecho ser-
vir á su dominación , y á sus infames licen-
cias. Sola la Doi^rina Christiana ^^in,, mas
ley y ni conato alguno , asegiu'ó desde luego
á los esclavos como á los libres la manuten-
ción 9 y la vida 9 ¿ hizo ^ que el cuerpo de
el esclavo ñiese tan. respetable , como Iq es
su vida ; y aun se puede decir ^ que la ^-
clavitud no ha podido sostenerse en la pre-
sencia del Christianismo. Es verdad ^ que el
Evangelio no rompió desde luego > y de un.
golpe estas cadenas , pprque no se quiso me-,
ter en el gobierno mundano ; pero miró por.
la seguridad, procuró las buenas costumbres^
y el amor mutuo , y atendió á la perfe&a li-
bertad de aqupUos, á quienes admitía los dia{{.
festivos á una mesa ^omuh , como hijos tp|do^ ,
de un mismo Padre , y llamados á una he-
rencia misma : Asi vino á ^i^ obra propria
de la dulzura del Christianismo mitigar la díu-
reza de la .esclavitud , que ni la razón y ¿^i l\
'Phi-'
Lo qué pertenece al hombre en sociedad. 7
Fhilosophía se habían atrevido á intentar ^ aun
en las Naciones mas hábiles ^ mas entendidas^
y cultas : añadiendo & esta viéloria el espiri-
fü del 'Libertador el haberla conseguido tam-
bién i aun entre las Naciones mas barbaras»
y mas zelosas de los derechos de un despotiS'^
mo absoluto y que creían adquirir sobre los Pue-
blos vencidos.
No todos los que no» sirven ' vienen í ^^^ Me^tn^-
vivir con nosotros , ni á pedir posada en ríos, ^ joma
nuestras casas. Los que admitimos en ellas en
qualidad de domésticos , y que llegan á ser-
ños tan amados j á proporción de la conti-
nuación , y afeño con que nos sirven y casi
nada hacen por nosotros , respeélo de lo mu-
cho que obran para nuestro alivio aquellos » que
trabajan fuera de nuestras moradas. Los que
nos sirven ^ ocupan toda la tierra , y es una
especie de prodigio ver la multitud de cami-
nos , por donde todos los Lugares circunveci-
nos , y las Naciones mas remotas se conspi-
ran en servirnos , y acarrearnos socorros , y
conveniencias. Todas las cosas fueron dis-
puestas por la providencia del mismo modo^
que si cada uno de nosotros fuese solo el cen-
tro común , y fin del trabajo de todos los
Otros hombres. Una infinidad de mercena-
rios se ocupan continuamente en preparar ali«
vio á nuestras necesidades : y aunque nosotros
ño les demos sino una recompensa pasage-
ra,
-8 ; Espe&acido de la Níttiériúessa.
la 9 aunque no los asalariemos sino una ress
al mes , al año ^ y aun al cabo de la váa^
acuden á nuestros menesteres , y adivinan
nuestro gusto: su glaría, y aplauso es coik'
formar sus trabajos con nuestro placer > aun
quando no nos conocen : disponen con a&n
inquieto con que contentar á los habitado*
res de otras Provincias , y aun casi de otro
mundo. En su casa componen , y guardan lo
que nos ha de servir de provisión i esperan
algimas veces muy largo tiempo el saJaiiOi
y paga de. bs días ^ que nos sirvieron i y
se ven reducidos á una ociosidad involunta-
Ha ; pera la abundancia de un dia les suple
la necesidad del otro : saben , que á yo no
recurro á ellos , recurrirá Vm. ú otro ter-
cero 9 y que tarde » ó temprano iremos á pe-
dirles socorro ; y asi , los tranquiliza la cer^
tidumbre de lo venidero ; las delicias de la in«
dependencia , y el atradivo de la libertad , en*
canto poderoso de todos los corazones , has-
ta para endulzar lo amargo de sus fatigas » y
para acortumbrarlps á los trabajos mas duro%
y despreciables. Apartad de los pobres la do-
minación , y la incertidumbre » y yá no ha«
brá cosa , que no se pueda esperar de ellos.
Juzgúelo Vm. amado Amigo mió, por losí-
guíente*
toí s«bo7á. Por el Otofk) se despiden de sus casas.
y su$ Padres dos, 6 tres mil maocebos , cria«
dos
aot
écB^ttMt los peqaSQttr^yi bbfte^dfcl (Bel^faiokf
doVy Safaogra;y w^és|tttcái{xiiri» CSodado
áe Fraixda^ de icsdia ^ y átrés Piovinaa^ oba
dos ésoil^Ülas > 7 mía raede^ pria(^q[i]e
SGDotodc) s¿.ajúar*9y>e4ufpagel GQniOi:iio;ooi»
meen mas Sdáaásü ^ qw^íogjtu: na' Ippadft
de pao qaeeottiet j gastab muy' p¿b6,y asi
puedéa bohrer por la Fama?era cada una ooa
lia Lms de Qfb^^d'cbrca, dq iob.ór^aleftá sít
íbsak px^kutáiáém tÉafaajp.vi]^tp9.trBs^aal
Li]iaesr^i(^ espGÉddGb pin afidiosmifesvetí
qÉie cátí no ; 8e obDOce ; ^ ' ánheixí o 9^ m
yé ^ fÜtíOLj ivisteoa ^^mia orez^y ¡en <wi; ten
dori eSOoa &i)iMa^ ^>ilatj taUi f^baa^jqíw yi»
9to?GUiMbmasi,}fsiñ}piiiireflh deíaabfaraí^ififf
iiadájry ganadol Déf^kíidetQásiwjj^^
abaste^' sufidieatemeiii8;^'(^:' ^ i.^ -;;^ - . :
La Auveignia , y limosía llenan á Fara^
deiáállañiifliar^de kb si^aiAsimBcfadbnandafi «,,, ,, i
cobíf algnaj grados ZMpoesíiicb^l^bBne el» ^ '
rlm W*^&}€dljúbt&aiibrito attiesic^tibifnvhq « rinn
(*) Lof habitadores de los Alpes no se cQoccntan coa salar sa?
ideacemente sus quesos i sino que paraaségJrar'infcid^'tú cbmer»
id^^^án eoB.sn ^r^ria mw un puíí^ilQ de sali ca^a Ba^ anees
'ISe .tedt ílarU : lo ^uár hice subir de puntó Id guícb de* la* leche*
deja ércüñar U Bm » siK QM U. fagofa primero. Sckeackcc»
.r ' .-Jf
::
pleádc^l^A libicttñ ¿ki mqttam íi-y^ «á v 8svdb
can fitd eiafxM > ré.caniUes ^j^)fiiaA ^afidoh
i la Cknterfei''^ 6ik h AttfafteOura r álgé
odf y6e^r.i9ej Uii(»i.Qbsefidadore;9r^ lá^resáioH
doiáodísociii& lo^íi|iejQfef ,matQ]d2desrJe)caii
BbkvJSf lasf meij^iSL ipa^ fitíiiaoe§L ^AN[eúgm
tíoDQ^útík^hDaciibrkraentos mas^intatesaBi^
teS'^ yimas) accesible^- qoecl^ -teúnüad' da
tL' áheiyrvi6.rlaa piopriedadéB.cle) lAgoml I»
lÜBo: conr^^í^^.ojad^ ttahbri tígoa fiotÉ
PeraLÍñaasttóteijpandBf ^fifaj^aíQ^ ^tí^^fixi
de cosaa'txof bajas '^' y/ratéras ; y JaiGaoteojí
eDJ toda iopQC|e¿;de dbraa^ aqudla cOidév '^ y
disposifiaiDd^ Üm picdrasí^ yr^itiíiidovieffF.» h^
¡^a?Ail^'^^'<^i'^^^^ do>4aiqpBAeg,iiiasiJieIlsnde
^•^ wkstifef^yfifcar ;ri6tájl atebdofcadN^ ca$i^iMl
todoá gentes s^^)«Betfacaon.^.^^^:^p^^
te ctt. diáanen Jadoemrafidtri^ éá tttr¿agaifíiBffi^
trabajan ijabí tamHen en^iaqueUa tumba4 ^ M '^^^^
tkn- ftWi»do»ol.r??S|?ira|;^?»re,pías,,E^^^^
mn • prívawíose de -la daiUad^ ael^>^ ^ y Íkm
lierinosura del dia« , ; . > . ^ ^ ^
; Este fíabajo^^cadd'.y^^^^^ S^ltpacéti; qoe
izains^ y todas v^aai»'
qife lébantkn ^: [y r tulMcn f fBuistscxr jedífiv;
Eafie obscura tríibi||9 itíAjiá el teo, f
finñqiifa tosiaxtofei^ acft isafat k isa)ganni8|
^ 3^4)110!. ,san>fjalgifirj|;l4|;iai^qta^ ktsupeí^
fiCáef iioarpfr0fttidQ;a2nBfse?^)tc^^ ideitieÉ»
lav d& titrbayd xtapedes úMobu^tiUes *» ^jiio
«fTeo oonia la iefo ^ ide. la nuorgs^^ 6 tkna
d^.todas : i«a)«i]afifris^ cAiífaB ^ ^igiie ,;a& JiaUao
apM ^piím/ fertilieaR bitief^ txái
húo tiea dilap ^j&hnanhw^y toda la pedreiáu
Mieiiferas.jUQ^^partedeloa^ ttab^jadaiéi séocí»*
pa::eii'jiCalm^eiiii'ftoiLyd témcbaonilbsrttíuit*)
pQBte0<^iieqe9ai!»r^ UafelKe'.laí |0(ra i^afti'i' -áoní
ée qi]ip»B*el ctoáo déieaaeaiisoi^^ ,rtaiUas de
aqtidla agua , que cpa las UuÚis peaetró la
tíeirat ywae.mantkgi^ ^ 'laBji]iadfqs.d&afldUai
que .eocuentfa. «sn:;!! kI o:';^'''> r.-.a
ñero deiiiombles ^ qite ocii^ ,f. coora -poír d
de las CKwnodidadesL o>n . que noflt «nri^ieces
per. jb jpMdwi )Q|tF^m9s lOcOia^f heMlKiise.) ^u6
{KQdooe/iioeatre:^!^ ;iyr«pii:f:tQdp «ao^ifótt
pocof pala>q^er'Imlem06 ík lo^-^e^. te eg^^
tan , opQ iocBfoeiicidt i6 ato disigusto , comoi
«oa especie rdeutacOw gifuides >.^iie se escoor
deA- en: Ja:t]Cfia4)rf|.. (Í'.j''::!'*^;::'-''^, <•;'■•
.: j fesqiq etfitparriCMatoVqiiqlelohiMxd^ quH
cebode la ^lermonira dolí Cuelo ^ .y. la belle*
H^y: menta dft laJuz^.pii^p^ la ma^
Ba yof
»vVi i
^S^tOanMíU ^3Xttm/at)oi^
pártetele) su rvwa en" ja ooKosKwa de. n»
ioftacbói y en las dniebbs de nn subtenan
neo. Aigmai: véeo <lie pie^ttitido J aqiMloa^
^Dqr vetíi ssKedp Uir tolnégiite' deístas: cttt^
tkih'ték TOdhentqB'-cOBSu^biiRie^fy onQ dii
dios me respondió: qué sus ojos se faavJiinyA
acoñumlvadD á aquella escasa iba , que enttit
|ptpokJinacipeqtiefiB4ioiKtev^^Bbeston qué
^edebaq^y^iq^ «fiofió ^ ijue todos sé h^
URteaJODQtshtos! caniéitel mo^bde vidb!, por*^
que est^Mñ 5bgura>s/dd :trabaio,'que los man*'
tenia le ^da, y ladei^siis biuffiíis ^y que áetoñ
pmiHx^itíiitL'áotsie á^(llt4na:^>qoln!líadídDM^
U tíbekaii, «xpobo ^evidencia Jaslque poedeA
c6ns(^pnr |de los hráibres , y. de. k» Pudik»
|oft;iiu&aapeÍDosi:tcaba9aB^:yiÍoa'£rat)08:i qnét
nosofifeoela tieria. .inju'.rj-ns í»?
iMitíta-*"'' íPMiiioaíHÉtMoadwdtf» cwi ;t«* ^¡o**"
<to<*« audrmatiitud det^ñadoies átceatrodeldi
intrincados bosques^ Altt se ocupan en la vi-
da fnasMQMiavy^'SBlyagBVeiíviendoii ibomn
hná y oqae iutíis '¥triú ; ^ ' de iqiidCMS serte
despredados luego' aí punto^ que los vean ; no
Iiay cosa mas álencí06a,ni mas dura^y ote'
tinada qne 9a« trabajo; uaos úxcta con cufias
los troncos amontonados , que les han se&H
Itdooon <»J'g!blperde'>tni'>inaníUo « -pann ca-
ra^rizar la Acuitad dé cortarlos ; y becto
yA hastiUaS) cargan.U kñ» sobie sus hom-
- 1 t- "' luoit
Z4> qm.puitmtii¡tS9mhiení^é3(^ iij-
fap&'iXrcNi podan ua afbeL, derriban ks t^ .
mas (^) graesas , y las tabfao para sacar viga^^
pars que- tm ^piorecbemoa daíellas^n4(is La«<
flores ¿ ^ pém cia^w ieataoaa ^ terrenos movedi^
sos , ó para que sirvan de viguetas » medias va-i
nÁ\ y dfmazon en un eSífrrio^ ó de vigas en
ios teclHis medias de nuestras casas : otras de
imseoí^rninixiKUvas scr^ de quilla ^ y
áé ya» enlos: DfoFios del linca , que se &-
hríáui' en los Hastíikios de Brest , 6 de Amster*-
dám. Muchos de bs mas hermosos troncos de
estos I ó de aquellas tamas madres se ireducH:
ftn^L tskhB^bipot lapadeopa de Job Asevn
ndmes^j^ pord' tnfaago inaa «pedíto de un
Molino de aserrar. (*) . . y^^,^
Muchos de estosljeñadorés se ocupan en
jBspoiiér! las ramas>' ó: troncos tortuosos pft^
ffá que aíiVaá de bokttas i lo8;N»rkK , de
fñnas^y recaionei (^^) ¿n los Carriüs > y pa*
ra todos los trabajos de los Ensamlrfadore%
y Carpinteros. Otros muchos se raiplean.en
cortar los^palotebfy diversas piezas, que^enb»
plearán después los Alfaardeite, fbftandolos coa
lana, y se teurán coUeras.para d servicio de loa
animales: de cai^ En otro taller dd bosque pre*
paran mangos para toda especie de herramien^
tas«
* *
(«*) Sn tlgoaas ^OTÍftcias de Et^ijíslef llánMia Jt««M/á lú
rimat de los arbolei.
(**) Reeftxones f«B aquellas piezas curras % qoe ea los Carros»
^ Carretas componen el círculo curvo mas excéntrico» y las pínat
U$ fnc coaipoaca ú «ircolo imowdúKo ácit «i «ab^
t«.
t4 EspeSbcuhik4ttTütanilm,'
tfls , aios ,ó cello^,. (*^ ó taoone» pal»
nos; y eo fin, paia quaátO! r neeeáte d
lnimilde,.y al lusnio tkaapo ^ jbss sano df
todos los oalsados'^ ^come ks cfanelcy ,y 'gney
tos. ^'' ■■.',.■• '
Eo otra fiarte ütín ocupados .estos htk»
tadoKs en k» coontes ca hender ;iuia , y -ottt
Hoitfpa- vez las pequeñas .faflttittat. de. Sboim |wn ^ut
úd^" k» Bnsambl9do»es¡ birmosceB tntta& taptdiei
de piezé» ton fapjtfc cwrikwanMHUe ieoibntidnsL
^xio*- A otros les núniatrÉn las Hayas materiales fMH
rá lasdoelas, aros, y cellos de Cobas , T09
ottlcs.» «rjedidas^y qnanto neqesk^aloB afoití^
y >G¿echeros parad lecóoociBdeoto ».y gMav*
nnrcMt. da de vinos.
U^í Qu¿ obligadon no le debemosá otras fin
vidrio*. A m{ij3s tan soBtanias , qoe ae dedácaa áilas fie»
2^' brkas de- vidHos^ y al ccahyode hahbmiípA 1
- Son Cycbpes , 6 son hombres • agvidkiiaik
^** ^'' que prenden fiíego en tantos montes de le-
fia , reducida á troncos^ y bastillas ptopotoo^
nadas 9 y puestas yá en uoa boya yif^ ea
%úra de pilones de' azttcer f (*^ en medi^
de un soto que han cortado , y abatid» al
suelo? Estos tales y que son bomJbtes I aunque
. ^ - . ,, ai|
^ f«4) Cellos te Uaman lot arilloi que iséguraB 9 f ajttscaa lat
4«cltt^de'Giibaf».'nHieUt»^€^ ^ -•;
(**) Hoya Uamao los Carboneros á la <)ue fiacen con al|pina
^ofondidad para ir colo€an<lo la lena de que han de hacer el
carbón ; jr en algunas partes 4e Castilla le llaman Htrmtrém
<*•) Sos 4c ü¿nia p y racúdal • ^ c4Nba imm pjrraoMiic €Múc«« ^
fii^%iira4D;.diiiiiftdáíitíasttaite ^ iligm eotrai
ú myn por las abertm» ^. que qmjbD jeiilm
lo6: céspedes con qx cubren la iioya pjara abrí*
pa ixé éhos la lefia» Después, quando yá está .
la niadera linhurida i iOarticm y tapan suhka«t
Biénte es^ ttsqiiidos'pará a^£^r4 fuego
hk {¿fíi/^ peidídír ya toda la humedad, sin per«
der las materias^ combustiUes , «que contenía,
senrifá cómodamente á las iiragi^as , herrer^^
fimdidDoesL, óocinae y favasnós ,. chinienéas , y:
efeiaa<^ partes en <pie ie^fneoesita un. üejp sé»
tanciál con poca l]ama#
Sinos sepaiamos del centro de los mocH
tes para bcriverá' tomar 'noestroax^nmoscea**
les*, y linos dirimios acia los yados de:iús
aiós'caodalo^QspóráioB ipu^toslde^ las Gtif
thdea nltaiitimas tí^ qué ^tgttadú&i qué lior^
CEiqgMCD k. aoA^ imultitiKl .de i::{|efite oficiosa!
quántas maixis en acdon ! quántas e^aldas
i(l5i#iadas^cofi;las notar pesadas cargas S quán-
k e^Kde de ca^nuges fandbdeatido al uno^
7 ú otro lado ! Todo este esfuerzo ^ y to»»
dos estosrsDovmienios mirao?á tin blanco;, X
le endefeni) á un 'in^ umvttfsal , que esf bat
cbraoa la rvida ma» suave > pv^amidoila
qjnenosfiúta para! endulzarla» Cierto FUló-»
lopix) cx»(r%!ió en otro tiempo á aquel Athe^
«■ense i * que Ciéfa , que ¿todo lo que des4
«mbaic^bsrjen ief Fdéra» Pirueta paita <^ ;i'pM
10 os iDoqpÚs ^ qué :aeiái^>«»i^i)iloBDpbia
muy
té A ^ipeSÉad9íhM^NaMilüé^^ Jx
muy gufltosi, y 11119 fondada lá/qoe oot <etH
señase ^ que el acudjmos con quanto xieorsii^
tamos, y. el complacemos, es el ólgeto ral
de los. movimientos de toda la sodedadc án
suerte, qoe^ se puede. muy cactoáatmente. aplhi
eur al cuerpOidb 1^ Repidblica ,'lo que se ám
jp<xm túta ma^ittficeocia, y bon^ de el
cuerpo de la %lesia« Todos los dones , gisH
tías , talentos , fundones , y ministerios , que
píos ordenó^ y dispuso,, son boepes , que nos
fierisneca]: fBal,.y :V)eidaderaii^itt
Fieles, que componemos esta Iglesia Sómai
1.* 21?'' ^'^'^^ véstra Mfst. Esto mismo sucede i Is
letfa con todo quaotD je toaban ¿n .laisqdM
dadt riqubflsas aúestnik aoa Id umaK;:á)oii^íUk(
51 bbscnto'.áfim^y el mási.aHo ,>y^!ifinK>rífids
trabajo , y todos encontramos aqta h mate»
lia del reajQocioiienitD.mas justtt^jt masito»
* *
. EAd mbno'asveiifica^ Jiun^auBbaUédK
los toares» Dos txHiibses , distances enoe ú
dos mil l^uas , se están sírviendo'uoDá otro^
y acudiendo á sus neoesidadea ymataameate
fot nosotros ^ atcañesa* bilineá^yt' párism
aotros seaprontap conrJos rhetaUbs ^Países da
ti Nortew No iosbiiré en las qianiobras pemn
aas , en que se empeñen libremente por núes*
tto alsdo egendtoB de* l^Aatín^ros: > n| sni tal
aervifios'fitfzados^^ taquea Wcttced^áqiMr
MscQn:Ufia.iCadeái.ae Jes nj^Mon^.ú Mtim
de
Lo que ferteneee (ú honére en sociedad, ti
de una galera para que restituya á la socie-
dad ea sudores ^ y congojas 9 lo que la de«
fiaudaioo con culpas : compensación muy jus-
ta por cierto , y dispodcibn acertada , que guar«
dsndo los trabajos excesivos á los (kUnquen«
tes , se ahorren á los verdaderos Ciudadanos^
imlcando fe condufia de aquel que se sirve de
la malkia de bs hcmibres para sacar abundan-*
tes bienes dé éUa«
Todos estos hombres maritímos , que pa«*
recen los bastardos de la sociedad , separados
de su cuerpo ^ representan una escena Uená
de wgocíjo , y bien instrúé^iva al vdSbicdo tiem-^
po. No se han dvidado de esto muchos Pin-
tores , que en algunas obras de sus manos
nos proponen á esta pobre gente , como en
contraposición de algunos delicados Petime^
tres , qué entran sirviendo á una multitud de
Damas en un Navio. Uno de los Petimetres
SifeAa hacer juguetear sus franjas , galones^
7 fluecos contra la pobre ^ y despreciable
geiga de et Gru Aete ^ qué está tbniencb b
lapa de una arca p^yra que vean las mercan**
das. Otro ^ en postura de Danzante 9 se rie^
mostrando á la compañía ^ que lleba , el za«
^to á la QKxla con su tacón encarnado jun«
to á dos zapatos enormes ^ y paítelos etitre sf¿
que trahe un Marinero , que está esperando la
«eñal para darle al cabestrante. En todo el qua«
4bD se descubre dartfiente la idea ^ que tubo
V I Tm.XIL C el
el Pintor , que fue sacar á luz figuras agradable^
por una parte , y por otr? ponerqos á la vittdi
y hacernos estimar , ; y cqnocejr ; los faomhKS
sólidos ) que gobierruiA con a^iyi4ad. i^pello^
que está á su cargQ , y que ponen todo sti aplau^
lo en bacerse útiles^
Ved aquí otros, quQ aunque, estin ron
d@ asieiitpj y con mas quietud i CQO todo
eso , no son menos aétivos ; es verdad , que
na atraviesan los Mares ; pero trabajan , y
aponen lo que se transporta por ellos. Quán«
tos se ocupan; ep Ssmto Domipgo > .d; en lA
Jamaica en machacar ea yaai^ jdeF.9gQai kft
tx>jas de el Indico , y en recogemos el po-,
so y que deja y para darnos el color azul , y
la primera basa de la mayor parte de nue9*
tros tintes? Quántos ^ jatig^q ^en Megtcp^
recogiendo la cochinilla dis las-mac^^ bcj49
de la Opuncia ^ y en tpatar aquellos. ioaec^
tos y ó especies de chinches y cuyo cuei^ya es
el fondp de \^ color sojp n^as. p^o^o.^ que
^ m^ S9 spc^ (¿ 4?^ ¿aUa9.9 ^, <8cr«:epcia»
de^ las Encinas d^ lo^ Pirin^oa^ ^ ^qoe HamaQ
con tanta impropriedad grana 4ek escarlata? Tov
da una Población 4^ I}7egros ci]bne<Ia Marttt
nica , y s^, pcvpa.,, íien jC<»A»rííaropjí^
^, en f sprimár ca^. dp aaíícaf /^ ^8a^ delicat
fia./ que syve p$Mra coJ^regír jb aoiaigiira da
lautas especies de comidas , y bebidas» Le*
gíones de Negros ae.$mple6n eo los Caonr
• . * '"^ ÍS^
Z/> qmpettemce al honéré en sociedad, tf
«Bes "de-Tiena firme ^ pam> sacat lá - almendra
•dd'cacao^ quebrantando los* huesos , qtie'4*
"guardan , y la encierran. Otros compensan éft
las minas del Brasil , las que se van agotan^
do^n etPégu , y Gtelcoaiw Mucbos en Chír
le , y en el Peni trabajan para proveernos de
aquellos rícostnetales , cuyas nwnas se agotaron
en España , y se disminuyen cada dia mas ea
el Oriente. \
lis Regiones , tanto de la parte de acá
del <?ánges , coiifio dé la j^trté de' allá jliían-
tienen innumerables Jornaleros , que rom-
piendo, los botoncillos del cotón , nos sepá^
ran del bellon blanquísimo de sus gajos las
pequeñas ^simieintes / qué ai^iiga ^ 6- dévfanán
los capullos del gusan¿ de la seda , ó recp^
gen las semillas, cortezas , raíces , tierras
coloridas , y todas las materias vegetables,
é fósiles 9 que nos proveen de tintes , y m&»
dicinaSé Qasi imposible es hader concepto ca-#
bal de las manos, que se ocupan «nv4a Ame-»
rica en recoger, secar , torcer , j^ tíaoerpóU
vos él tabaco , sino es reparando en lá infi*
oidad de manos', que de dia , y. de noche
oo separan teste polvo de \^ dedos. El día
de oy ha venido á ser tiub de los mayores
egercidós dé la sociedad. El cuidado^ que
S^^^i^Kies ^ y pequefios , tocbs juntos , tfe^
Mo á. teQ:a de^«^ cottravando^ y -substraen
V ^^u C a donp
de EspiSf aculo de la J^atmcSetaé
cien , tíos hace entender clarannente y quánjd»
pendientes vivimos asi en orden á esta piavi^
8Íon 9 como á cerca de otras ^ ó mas cecesa»
rias 9 6 mas racionales , del trabajo de aquellos
Jornaleros ^ que aun no nos^namos maisur.
LOS GREMIOS,
• Y ARTES MECÁNICAS.
CONVERSACIÓN SEGUNDA-
NO somos los hombres ricos solamente
por razón de las producciones de la
tierra : también nos enriquece casi igualmen*
te el trabajo dé nuestros semejantes ; y si po-
demos darnos la enhorabuena de quanto pro*
duce la Naturaleza todos los afíos para nues«
tro alivio ^ del mismo modo nos podremos
felicitar de laa operaciones de, la sociedad , sin
excluir la menor de ellas ; pues miran á este
mismo fin* La primera prueba de esto la ha«
llamos yi en los innumerables servicÍDs ^ que
nos hacen nuestros critdos ^ y domésticos , j.
•sím^mo los Mercenarios , d Jornaleros ^ y
personas asakuriadas , que trabajan para socof*.
fcmoS} aoscAooD nnesuascaab^ y heteda^.
lo que péftemce iú hwlM^ en sociedad, oit
ides> aiiiD onfaíeii .didDb.d un cabo á, ono
del globo. Ko nos interesa menos lo que ae
soda , y a&na en Gfand-ban , en el Fbtosf, y
en la Moka , ó en la Isla de Amboína ^ que la
limpieza precisa dd quano ^ que faabitamosto*
do el dia»
Subamos un grado, y pasemos del oi^
^en de los Mercenarios y 6 Jornaleros á las
Artes y y á los Gremios» En su industria he»
mos de ver las innumerables sazones , que tér
«Demos pajra estimarlos > y en los incompanr*
bles servicios , que nos iñpen y veremos tam«
bien los motivos gravísimos ^ que nos asistéo
para refilficar nuestro modo de pensar en or-
éttai elloa»
Todos los qae nas^ ven atados al trdia»
jo de las díanos , acostumbran á juz^ , que
€ntre eUos, y los Oficiales hay una distan»
•tía infinita : forman de este estado la mas I»
^ id^ y demodo y que Uega á sermenosprecso^
y ;$e ba. l)¿cbo yi umverseL Aqne) ^queviende
^una mercanda <» el que admite luiá dauía^
ciacion ),6 bace uoa escritura » cree, que nviat
cba .sil finnflia^si casa su bga con ti que Ikn
lOe.unos jDqpatoS) if .cond qneiCcontar un vci^
4dob Muy bien cabeír' én ú cádeíi deuaadaf
«ondadon 9.6 en una cauia verbal pieenit
Clones utites , y se descubre no poca pradeña
£ia eo laa.foIrQttIas de un protocolo ; pero óao
«oda e» y no admiran, csioi takntoa^ y nos
iadmira un/jheraídso adtaynQneñ«l9CBbeú , y uo
iinagnifico rwstido-.v ;í --;:«'.> !
'. • Redbitnos nuijr pues^oi de cerenionia á
na Administrador ^ q«e viene ác cobrar algo-*
«os derechos ^ <jj^ se ^ debeq i y apenas
nos dignamos poner los ojos en vú LabtB^
dor ^ d quien deberías ei^ logran de ios fru-
tos de la tíerrd. No es con todo eso nue-
^o este desorden y pues se introdu^ tam-
tíen aun en las Repúblicas iñas cultas á pro^
fxnrcion \ que ' iba ^1, hijo : introdaciQndo en
silvaicr.'eilas el falsa/ gusto de laddicadefca, SdpioD, *
^^'IV'^ que declaró la guerra á Jugufta , preten-
día ^ siendo 2|un joven ^' la plaza de Edil Cúr
rulo 9 y corría , siguiendo la costaníbrai , el hah
^ deíla Asamblea ^ en* ^le se hallatmi las
tribus rusticas , no' menos - que tas urbanas»
que re^an en Roma \ saludaba al uno ^ de-
<:ia una palabra de cortesía ú otro ^ y apr&-
(tabdole la manaá ph L^bradw conocido svh
yo 9<t]Df[se ^nicbi'^ doocener ' d% áktW dúsco $
esfca denlos caflosv que tbnia 'eü ella , y se
la oibríanr toda. Nosotros y le di^ j. no an«
ababos ¡siáo solo con los píes;; pein> vos , Ainl»
fp vario y'jpoostainbiraisiá^cimiiiSf ta^
ké> fimos ? Esta pahbf aricóla! te! costó carsi^
pms pasabdo de boca e» boca-, -en un mo«*
tnehiD < llegó; hasta los últimos acentos. Pi«
cadasy to(l^« las Tri^us-dé^ dirse burlar ^ y de
que 9 |c&jdsátt oíatostró con sü^acnoraLii^
-'jj; bar
£o ^ p&tenece^a¡ hmlñ'e en soc^ «S
bsjo j éjcclayeron todos á una voz ^^l emplea^
que pretei]día> á cate fisgan, á quien la ddica-4
^2d f y.oi^uUo efe la Ciudad habia.faeefao des^
dañosa, h impertm^tcJ ¡ ' i -. -i
La mayor parte de los Oficiales j. 6 Ar*¿
tesáuos están : entre nofiotros tan acostxtminra^
¿os á .' que los : ecbeknosii^ uh Jbdo f ry '' d^ n»
yer jamá& ta^ mcnoxrseñaiid^ aman ,cm def disü
tinción j que* quanda. algunos (filagístradbs t, 6
Eclesiásticos ^ u otras personas dé distincioQ
]o9 acarician , 6 quierea trabar í plática^ yoaii
eVo$^^tí^an(b^s^>alar:camBfflraacÍDii jCuiiKy^iá
Conciudadanos, y hombres libres ^^ se báDm
cpfna sobrecfi^dos; / 6^ manifiesttn . im' agra-
decimiento suiíiow. £n.:efi¿¿k> ^ élloá son ^ libres^
jr Conciudadanos ^naes^ros ^ ^ vnps. -deshoonH»
füQS, á be^tfOfi unindbsb con ^Ljmffijdoií/ qne^;
' 4eiifeniosI dtíjtilMaf los ^ ^xm^ks^tom-ásfem^^ ta¿
Inipefíbsd^ y dura y que óosddbia.sérjmu!]^ sén^
sible^ y abdchortíamósí de modo ^ queiu^ef^e^
Rtts m»¡f 1^6^ aeiioieifGto eoaetra:aosMfo& Vú
Jme.eb ubarqca^kiDfilg^té ds veriá uho^, que
sentido; Ie/(xarefipon^eof et le¿gBagegLxin.Sie^
dsnetre > que lé tjuteabav Si V le' dijo friament
te ^3^0. tengo lo que tú on^ pides; pero es me^
siéstels^ttr^i.lo^ipiQ tnrqii¡eres;¿S(d9Ío'{fiii0^
¿tide ioriComttii^^T'.'^otdiflñdo;; Ko( nenes ti^
ciño bo(psearbY^.^u^ hiégp al'f unto teio'trabtt^
:Zx)t dercchtti.de la .síi^tdttiacioa^ deudo
i ra«
ii' • 1
ro
(>
I)
«4 ' Esp^actdóáehNatariúeiu.
ladonales , y justos , oo se estiendea á auftv*'
fizar y el que tratemos á estos Oficíales como
á Esdávos. Si supiésemos darles i eatmder^
que conocemos bien lo quévalpn^ yliabtar^
les* coa ¿hilzüra , y suavidad , alentariamos su
iodústría , y cansaríamos ea dios seotimien*
DOS, é.ideas de lioiua. Pfeib j> jamás podremos
fisttmac sar razón , ni üonoilianioS'' su afeAo^
oon el despreció que hacemos de su persona,
ni con la i^tioranda en que todos estamos de
hs cosáis estimables , qué encierra su Arte ; y
ataluda es^ésta ^pnnraada lo qUeiv» taaoe taa
ioSferent^''. /' •
Desde que émpfezá i amanecemos la ra*
df^ae?.^'' 9 °^ hablan seis años acedos del fti«
tras itt-turo.en rttí^ b del supíooeittfffii . sin tocara
«ocimien-sHis xoBi puDtd , nijdeoimos Mui palabra do
si!^ñ dJfa I hermosura de las Artes 9 ni. :de la iodos*
4cf<&¿'jr tnla de quien maneja , que son el báculo,
y apoyo de nuestra vida. Quando yá nnes^
irá jsux» está mas rBsrtídecida > ^ t(M d»*^
tav se la énmga i: Maestros /que le demues*
tsan ooá grande láparatd^^ qqe teoembs cuer^
{K> 9 y ^ue al rededor de Á hay oüos^ quo
también le tienen , ó que gastan las hofaa
^Míeraé ^ y los dias ér pcqfcariei x^o de düa
iNTOposiciooes coiitracliADriaa , rji cefca de un
futuro Iniramente'posSdé , la una es al pre^
senté determinadamente verdadera ^ y la otra
detsitaünadaméDte Ifidsa. £eiQ d enseaamoa
lo que fert&íece ¡d ítMrém sodeéhd. M*
á distkigiiir las producciones de la tierra ^ los
lazos ) que unen á los Pueblos ^ que la bar
hitan ,. y aquellos* trabajos , y laboriosidad,
qoe ' los ocupa es lá cosx' mías olvidada* To-^
dcMÍ casi , desde que nacimos , hemos: visto an^ ;
dar las aspas de un molino de viento ^y ákt
buekas al ^rodezno de un molino de agualda.
la rueda de una baceña* Sabemos , qtie alli ae-
despédazatí v y '^hacen> batína: los . granos , que
se reducen á polvo algubas espacies de cor-
tezas ; pero nos es absolutamente desconocí*
da la estruélura de estas máquinas ^ y nos
falta muy. poco para confundir un Garpiti^
tero con; ui) lieñadbr sblitario^ Todos trabe*
mos un relox de faltriqusr» ; pero.. conoce-*
moa acaso el artificio de' el caracol ^ en qu&
aé vá arrollando la cnerda ? Penettaoi^s el uso^
de aquella linearespira^ 9.<]ue irá^ demminanh
(b la péndola? Esto misngKi oosí sucede coit
ptrás Artes , aun las mas comunes. No sa-;;
bemos sino el hombre* En lugar de .adquiric
UB ¿onocimiéntQ razonable .'C^:C0n9trcioI,t.3g
de las Artes, que son el dulce orn^fnentt> ;dé
la socfedad I ea h quid Ibemás de ^pasar nues-
tra vida,nosipicamos d^ saber la^ delicade*
zasxie un juego , ó de retirarnos á una w-
ledad para dompairár la gtavitatíoft de tres Pla-
netas en oposición cod la gravitación (k los
mismos ed conjunción» Si hay poca solidez
ín nuestras diversiones.,. es muy probable, que
Tm. XIL ^ D to-
7:6 : E^pélaetihd0h'Naturahsa. ^.
tedavia hay m^or desbtáen en nuestros estíH'
dios. Corremos tras ai)üeilú , que hace ruido , y *
las personas mas sensatas confit^san y que, aun
sienten ) y les duele mas ú liempo que han*
gastado en el . Newtotiismo , que loijd^ja cb fatti
mismas^ tinieblas en que se estaban ^ que eique<
ocupan en jugar ai hombre^**) que por k>me»
nos los divierte algmías. vecesw :
Uii Padre, y una JMadne de familias, eLSIa«:
perior de una Comunidad, un Comerciante , uq.
Abogabo , un Consejero , y los; que gpbiernan
los Pueblos , ó dirigen las conciencias , pii^ea
pasar tbuy biehsin las unidades der Leibnies^y
sm los caradéres del Algebra , sin que les bagas
demasiada faha; y con todo eso , cada .uno de
estos podrá cumplir ciertamente mejor con su
empleo , quanto ponga mas cuidado en adquH
ñr un conocitntento proipofd0nado.de tas Ar**
tes , y materias , qoe ocupan la Muchedumbre^
y el Puebla Esta es una especie de Philosophía^
mil veces mas estimable que la systheniaticaí
«acia que fiíere, cuyo menor dáfk> es d ser
Origen WUtáU (**) ' , .
yerll'u!! Algunos Phrlosophos ^ considerando está
aes .u us variedad de trabajos, é inclinaciones, que se
Arces* ,
dis-
(**) Bl 7«cgb ¿e\ Hombre te f uega 4e tres nodos. Primeto.» cu-
tre eres t coa descarte > y le llaman Jttnt^éid: Scguodo, entre qna*
tro , pof lo que le llaman j^mi/» « y se jaén apartando oclio
carcas ¿ y este modo de jaego es el que se traduce Aquí. Véase el
Díc* de TrcT. let. Q¿ Terceto , eátre éincó personas» et con todi
la baraja 1 y se llama Cim^mlU i y canro al segundo modo de j<^
gar , como al tercero > le Uaaua á Ptdh Rty .
(<!*) Yá queda noc«do «riba U dittjAaon que hiijr tn «tcf^
Z^ que p&rtemce dhoéhft en sociedaéL «7
difltíqgoeD tanto en los hombres^ la atribuye*
k solaa las dísposicíanes del ctttrpo ^ las qualA
dicen que ios dominan 9 y de este principio bao
aacado argumentos contra la espiritualidad dd
^ma : mas empeñados j^gun^u costumbre 9 eo
dedidirtde la mturaleea de las cosas^ que Diqs
00 faa querido déscubiiraaa todavía, que en pror
curar dámosá conocer, y á adorar aquella ma-
Ao sabia , que propordooó cao miescras necesi«
dadealas diferencias de inclinaciones, y enteo^
dltnientoa, y preparó todas las especies de ata»
duras, que mafatieaen la unión del gran cuerpo
déla sociedad
A otfiQfi les padeció decir , que la diverst*»
dad de las Airtes habia provenido del conocí^
Aáetito eoa que la Philosophia ba observad»
Jas necesidades del Genero Humano , y los me-
dica de acudir á ellas. Solo la primera causa,
que era en la que debían poner los ojcis , es la
í^ue pasan en silencio, y de quien no hacen men«
cion alguna* .
Si logramoa, quaodolo hemos menester,
zapatos, que nos calcen, lienzo , y telas , que
-nos vistan, ó una bugia que nos alumbre , no
es porque hay Philosophos en el Mundo 7 no
son ellos los que nos enseñaron á Manquear la
cera, á curtir bs cueros , ni á manejar la lanza*
dera* Comunmente viven estos hombres en es-
pheras muy apartadas de la nuestra. Si alguna
vez bajan á ella , es para decir, que falta esto, 6
Da lo
l»€ ' EspeSíactthde la Naturdles6¿u
lo otro ^ no .para ensefeirlos á bacerb % para
juagar aun de ouesttos mstrutneotos , y bo para
aapiirlos con otros megores , ó con alguna irí^
Vención y que nos los traiga. Ijos Gobernaidoies
de -ha Colonias han juntado en ellas Oficiales)
.y Haestfos de h& ^Artés^ y losLegisladocéa lak
ariqgbKib'lo queVpeiméceá diveisáa profeskn
-nes ; peio aquellos Artesanos • precedíeroitiá Us
<i?Qlonias ; y d Legislador , que daba vej^s á
<)erca del egercicio de ' los talehtios , hójera tei ^ick
:ventor de ^os : ^la prudencia^hipnri^BQ^esiifdfii
da que Écr rebibido^ no lo: qué: ha 'creado; 9h&
losophos, no os atribuyáis cosa álgiuia ; ipubi»
algo se 06 debe , sotó soir opiniones inútiles, y
•questíones • intermiaafciles^ < Toda . lo debetnostt
aína providencia, que sensiblemen^ nos gohíers*
-Ba, y que no.hizo la cuenta óon vosotros para
dividir con vuestrosí talentos laí obras , quene*
cesits^la sociedad A todo pToreyé leí Autor pQi
«3 mismo .éftccasoieote. copr la iica .diversidad,
que puso en los entendimientos. En efe&o, no
.se emplea á un entendimiento vasto eri la con-
ducta de negocios grandes , /ni á ua altq ingei-
<iiiOeen podar hsr ramas rsuptírfloasd^ fioa flor^^
<ta. La'diíyfirsifiadide 'énüsndittiiwiiés'^^precedei
:¿ue9irras' necesidades , y como Dios 'es el Au^
tor dé ellas , es también el v^dadero Autor de
• las diferentes disposiciones , que vienen &\ su
raocorrá' ;-.. ,-.. ' íI • ' : ) _■ ^ •
Esté Aufor mismo blzo ^ inde&dijbte esta
í.i : ' obra
-Por ítí aeado íM álcíáikahan 4a H^^iSiddd /e) mi*
teres /y el temperamento de cada ' paittkví»
para dirigir, y perpetuar las diveisas-ttpeciefi^e
Op^2tñQi\ y O&kLte'^pitgels^teniielvQueipD
d¡& tGe«ié!rd' HvffiMd ^iiM|^ii^{í¡orf á^itodbsjibs
niños útia dlsp¿8f¿ioñ , y lib deseo*' natural tfe
imitar todo qúiamo v*6D^^y) les éLx^li^yú \é^
hace ülguna itqpiesibn. Nobotrai^iiiírBmoS'Jc^
to cbáíOiiifif ' jübgüí Í4ié? iili^igs^ ecboaosiiietea;
f^ere %ti 4a realidad taés tUfA^ itíspjiaoiDn'üde ¿las
mas sailiidáMes' del iÜriddor - par?; proveeraas
constantemsente' por ^ . meidíq de Artíficas tití-
lisiixítis, y '^ía i^stécéii las-i^fdslooeff.jnias
*dé^i6iablesr delt^iimó^mockxiíuefia^^ io»-
-trosas. ' -' V' í^».¡»^>-r-ír: ^'í ' t ni.-.'''; km: jt-- <;
Condbe tin niñounaí idéd Ventap» 4e'Io p^^ ^^
que vé hacer ásü^ddre y y pasoi pasa-fc-sl- |°*.^ÍJ
gue ^'é im^ta ^eti^«U'^prb%Ió^ct8iiasQe^I:¿tcasd, todo.
-es solo pQrqWe^^hiMr.iimprésito énoH' lócra iSka.
tím Vehiajbsa^ '^ i¿tfa'ibdustH^:sdp€éipf'l€ianiD-
ce alasetí sí capaces de /Jx>Íar mei -^afaipi itecdf»
'se afirmar, que no» l^alSQ laltxtitacfatiKiqíficaBia
bienes^ H^e fat iiifimeiofaQipt]^ éstavfidptasp^édde
tarde en tarde en el Mundo, quando aquella
aparece cada día en todas partes.
Si desde el primero , y único origen de tan-
tos Artesanos útiles queremos hacer en particu-
lar un descenso á lo mas curioso (que es fre-
quentememe lo mas común , y lo que merece
mas
niños
imkaa
.m») Qtse9traiiiei9€Í9ny)»1^9m»^(9ntQá^
Jpft prope^ot^ (|tte se ptiedw liaosi en esta^ava-
rignactoQes divertidas , y deÜcio^is » cqnd^
^gualmeate etl alma 9 y el dÍKrursjo 4 la, .eqiul^
a4«n>y alittCQottáfoieatíJw )Kb» se JtiaUa 19 9I
aeftudioude.k sócifidadiel btatfo, y la fy»^ ^
Je leocuentra «ü el e^cablecitaieato de unaCq-
Jonia. Qu«k1o ésta lleg^ aun País iaculto , eft
-que. se necesitan descubrir I». patnerasprovíe-
rnes. necaartas , y st»pUr ^:ásS^ de uq^ ,matt-
: fia jcon Qtra , se. :aoude mtbpXQ á a<}<ie)l9 « qiK
. mas urge: todo searré^a con la rieoesidad, qup
* anualmente se padece. Peto al presente 9 que
rtenemos yá e$t¡aUecida la acedad» y qne tq-
-das ias .CO0S «goto » sin. áetedUse^^ w <;si9aíiKV
podremos disponer las materias de este esttt»
dio 9 aegun el orden que nos parezca mejor.
Mientras hablemos del aumento, no está el honti*
Jl>re:<ode.cOttMd4ini de ca«9 ti nos debe
"^áár cuidado si el alcgamieoto d^ preceder al
-vestidOv^'d sí. el t^ la lela para él, le di nup
-ptksá qoe el cultivo de los granos* Empezar^
.noaimset'austefito^y por algunas de las Ar«
:; tes /qae pnMneeaaL.hppiltte en este asunto»
... - j
EL
-•í f i- <
•^^^■,1^^*^
DEL HOMBRE.
CONVERSACIÓN TERCERA.
No espere V.mr amado Amigorpio^ eiH*
contraía aqoi por menor todas^ las ope-*'
laciones de ke ^Art^S'^^y Pficios^ '.que 00$
pfCfáraD la.imesai: 1^ unaycr <páneU teñe-i "^
iros contÍDuamente á la vista, ^7 casi nadie
ignora los servidos 4i2as comunes , que nos
bacen 9 ni « d modo ^ ejecutarlos, Y así^
nos d^éndrémos en loiqüe es menos común,'
quiero decir,, endaa máqniaas pTepaiatítraá de
esta obra , y que ^u ío mas agi^adable i qpe^
se encuentra en elta¿.'IQiiak]|uiera puede en»
terarsé con la mayoc &cilidad ide} 'mundo de
él* trabarjo, y ^upácioá aéliial de todas esta^
Artes , sin que para esto .sea rnecesafia' btrsi
cosa, que abrir los cgos 5 y ponerlos en: lat
berramientas ) instrumentos, y obras del loh
bcador, del Jardinero ^ Tahonero^ Cocine^
10, Pescador, Cerbecero^ JBotiUéfo / Taber*^
ñero, y algunos otros. £n e^' ocqpaciones
todo es simple > todo palpable > sin necesi*
t»
o
3i£ Espe&aculo de la Naturakssa^
tar de mas explicacicm que la vista. Pero pa-
rtf entender Wjof el juego (fe estas máqunas'^
en sí mismas • es muy del caso haverlas vis*
t(áa&esa(uhoJ^a^ep^el p^ eniunt-i
racídn y-j^ uSondfe-to^s fas^ 'fíieW qbe \téhéil5-
Muchas ^vec^ ha . bastaba jmos^'arie á la ju-
ventud la' estcu&uca^y^ofício. de. ^os instru-
mentos, que veía casi siempre en grueso, y
solaf]/mí¿e'eá.ptie6a /psil Aái^rBsik «I .gjislb
de las mecánicas , y para desembolver los talen*
tM^ que' inrodiíjetoa ' en^-^adelátite invendones"
capaces de> concluir en dos Horas , con sola la
inspección ^e lioa persqna y .fo qué »ííe» nece-i
sitabaide^iinftoiQ) témpD,;^ dewiinutnero^xi-j
ces&vQ de.DperjiniosL/ fí r. :j ,-. -•?? ;*■
Queftion. ^ :Témo^ que hombres '« «>r otia p*rte de:
Si conrie- , " . ,11 *. ,
ne) em- cp poco menüoi, zelosús dei faíeá; deMQS' po^
^^quíil^s llics^Time ^bagaa «]wrjjaiginm ^oaesat ^ No ^esi
sZllX oobdQcent&íjdiráai intánspisár se(n«jaíitengM*i
que abre« to , n^ itatTíDducir' máquinas^ que nps obrevieeb
operacio. las obfa& :^ se lé propusiese al Intendente de.
eL^Coíneroio i que se Ibakria) ihaliado ana knemt
rin^íasKcb f^pia ^ qite w.aemsitjinifiarfti el^ ctmA
Mtno >d6' Pai ís >, distciboyendolas dn todas ^iaS'
eallesi, y aun en laicasasr de i los- pairtscula-i
reaiif /ilir|a(v <|k3e! éVa Redecir. á^a ImeQdi^irf
tmtb^TAginiiífos.^ poino..iae Jn^andetseoFi qm
m itraospocte^^gierc3^ .tecer que áQbao'>lo8
bárjQQS^ dsúB |g^ !cqi$¡Cdi[:g9d9s^¿haata''Jeiia>J
li.i de
oes.
£7 aUtnento ékl bcmAre. 1 1
He los puentes de París ^ ó á otras partes se^
meantes ^ por medio dé una máquina mane-
jada por tres 5 6 qoatro hombres solamente^
qnando aora se necesita mucho mayor oume»
cp^.y además de «so veinte Oabalios?
Vm. se librará con esto , es verdad , de
mucha gritería , de no pocos gastos ^ y algu^
nos riesgos ; pero también es cierto ^ que arrui^
nará famiBas enteras , que han emprendido
abastecer de hombres^ y Caballos este transa
porte.
Aunque esta máxima de desaprobara uso vc««cM»$tít;
de qualquiera invención excelente y porque se
turba el estado adual de algunos particulares^
ae halle protegida de personas respetaUes , no
por eso la acompaña la . razón , ó por me^
jor decir ^ es sumamente peligrosa. No se ajus^
la dertamente á la razón , pues ai se huvie'*
ta seguido ^semejante máxima ^ nos viéramos
privados »el dia de oy del uso de las bom«
has ^ de los Batanes ^ de las máquinas para
aserrar » y de. muchas otras. No hay trabajo TeMs« um
mas necesario , ni mas común , que d d<f ^*^***^ *• ^
moler los granos : con que sí la máxima , que
examinamos al presente ^ hubiera prevalecido
el siglo séptimo , en que se iba ¡ntroduc¡en«
do univer^dmeote el uso de los Molinos de
agua 9 se pudiera haber dicho con el mismo^
6 con mayor derecho : en qué vendrán ¿
^rar e^Qs ^esdavos ^ y cómo vivirán innu^
Tm. XIL £ me«
}4 EspeStactdo dé W Naturáiha.
merables familias., que empleamo8:eniaa| Taho^*
Bas ? En dónde las ipoñd remos libres de los:
insultos del hambre? Hasu aora han pasa-
do todos sin Molinos dé a^ , por qué no*
pasaremos, nosotros también ?'Si la máxima,:
que déBende ser , mejor emplear niuchas ma-
Bos en lugar de un simple instrumento , hu»'
biera tenido lugar el décimo quinto siglo,
quando empezó la Imprenta á servirnos , se
podría haber dicho , y ^in duda alguna se di«
jo : esta nueva Arte es perniciosa ; en qué se
ocuparán tantos Religiosos , que ganan hon*
nulamente su vida copiando muy buenos U«
bros?
Xos que discurrían entonces , y. discurren*
oy de e^ta manera ,:áo se hicieron»^ ni ^
cen cargo de una verdad bien importante:
que se debe atender mas que á . todo á faci^
litar el trabajo .del hombre,, y que esta es la
intención dé aquel que le proveyó :de índiis^
tria : qué desechar los descubrimientos de el
entendimiento humana , es menospreciar los
presentes, que le hizo Diosr; y en fin , que
nos resta una inbmensidadf^ de obras , que na
se hacen , y á las qvales ^eitf^ necesario. a{dí-»
car el hombro , y emplear , aquéllas fuerzas,
en cuyo lugar entraran' las máquinas. Des-
pués de la invención de Ic^ Molinos^ , de la:
bomba para sacar agua , y de la Imprenta^
se vieron sin 'duda muchos ^esclavos , y Goh
pis-
. E¡ íúifhéntb MlbomSre. ^^
-pistan 9 y en uoa palabra , iiincha gente sin
«empleo. Pero este aumento de personas des*-
•emfaarazadas puso á| la sociedad en parage
de ejecutar .muchas obins^ que antes no po^
día 9 por acudir á las mas. precias. Los Agua^
dores podrán aprender á hilar , 6 á cabar*
Los que antes copiaban libros ^ se podrían
dedicar á enquadernarlos , á prensar ^ ó tirar
los pliegos 9 ^ á fundir los caraébéres preci*
90s para imprimir. Cómo podrán estarse cru*
zados los brazos ^ aquellos cuyas fuerzas , y
^ercicio piden infinitas obras , y necesidades^
^ue se akornatv ,- y nos oprimen ? Siempre ha-
•brá mas caminos que abrir ^ mas <;alzadas que
-componer , mas praderías que en los tiempos de
sequedad pidan el riego ^ mas diques (^) que
oponer á las avenidas , y violencia de las
aguas, mas tierras que mezclar , ma& ciñd-
«tes, y ribazos que despiontar^ mas.transpor-
-tes que hacer ; en una palabra , mas trabajos
dispuestos para el servicio del público , 6 de
-el particular ^ que Peones , y trabaja4pres en
.estado de ejecutarlos* 9 y desembai'azarse dé
.ellos. Y solo el ver que un hombre reusa vi-
vir por medio de un traKijo cierto , y segu-
ro , servirá para discernirle como delinquente,
ub ocioso y digno de cascigo , de lin Gudadano,
que abraza el trabajo , y se hace átilá la Patria.
£ a La
¿6 EspeSimth de h
La máxima , xjiie prohibe admitir miibi-
tud de instrumentos , qae abrevien las opera*
dones , no solamente es perniciosa , empkao*
dosin necesidad mtK±K)s trabajadores extre-
mamente precisos eit otras partes ; sino mo-
cho mas 9 oponiendoseal progreso de las den*
tías verdaderas , que consisten ea el conoció
miento de los bienes ventajosos , que nos pre-
para la Naturaleisa , y efe los medios , qoe
facilitan el logro. A este fin se deben dirige
nuestras observaciones , nuestras Matbematicasi
y nuestras mecánicas. Pero gritando contra
ellas con máximas semejante.^ , aotaudobis de
peligrosas , y prohibiendo > que ejecute h ao-
cion de los elementos , te que obran los hiart
2osde k muchedumbre, se derra la puerta, y
ae adormece ef deseo de distinguirse ea saesH|
á luz lo que es tan átiL
De aquí se sigue , que eí pdígro de su9^
pendst el curso de las ciencias , y sus prc^
grasos y no se distingue del peligro de la s^
ciedad , é que no puede estar el daiio de aque**
lias sin el daño dé ésta : b qual es hacer de
las ciencias el mayor elogio , que es po8tMe#
Nunca parecieron tan hermosas , y dignas de
alabanza hs ciencias de los números , y de las
^fuerzas movientes ^ como quando llenaa de
aplauso coilsiguieron hacer andar por medio
de la acción del ayre , y de el agua las rue-
das, y las piedras de Molino ^ que antes
ocvt
ocupaban tattta gente 9 qaanáo la grúa > y el
cabestrante htderoa ^ que anas pequeñas fuer-
m^ salieaen triumpfaaiñss . de los ' pesos Haas
enonnes, y quandáj bonaáguieron dos hcftn-
Iwesy oama por Biód6 de jnego;^Jo que an«
fes ejecntaban mal veinte y quatra, cubrién-
dose de sudor* Demos vma vista por las má*'
quina» mas comunes^ que sirveni paia.pf^pa-'
tamos d sustemo^ £1 Ando, liaid «I i^rífioer
|ro en el iuauw»
£1 Arado visto lateralmente^ » *»^* .^*
« Tabiaia C**) en donde se atan lo» QJbar arpiMT***^
Bos^ . . .'. .^ .> ''^'*'
fr Bt pért%o ^ 6 t&nén >.i quien atrarleteet
cgp*
c Cuñas y son dos pequeñas piezas de ma«
derar, á quienes también atraviesa et ege^
' y están puestas de uisá parte ^ y otíra del
timón para fortalecerle, focase ccfig. ^. ,
d Las ruedas» £1 perfil no tfiaflífíesta sino
unaw
e JLa pezonera ) ¿íiadeíege ^ que atraviesa
' el timón ^ y, los cubos de las ruedas*
f £1 asiento apoyado sobre el timón acia
' el ege. Este asiento está compuesto de dos^
montantes^ 6 pies derecho» 1^ y de una
^ |»eza , que atraviesa 9 y sostiene lo alta
del timón» £1 perfil esconde aquí un mon-
tan*
9*) C$9ti¡¡á$ iú jago íe lUmAttTli%VA€B(C i ^s|a
> •
< -
; tai\te detrás de otra l^^e d fig^ lé
g : Abrázadefa^, €8 una pieza de. madera 9 que
z'» liacíeixjo eobbá^ ^ iormá ,dos. brazos > y. con
*r :biciir?atuniiabi;í|Bai(jei tímon*. Losados, hra*?
*^^' zoB .vieÓQndlcviiqifse á.Iosidos lados de jdiÁr!
* iDÓn €Qa dofir<cl2(yi|as.de Hierro. La curvatut
-' ra se pqede afirmar en düereotes puntos del
--f' itíimán cpifronit id^v'a^ 6 con una abuai»!
*"'dí»|(le Meiifo.(^AÍ^ ^*/?^.4^* L . .
h Lado, ó varau**^) es uiia<ptaBa larga de
madera , apoyada sobre' el asiento f , abra-
' *2adaMcleel'abtaz«ler6£.5 ;^ sosteniendo el
dental i encajado en el puntal n , y aparra*
V. do en €11 C^pl¿,<p¿riiheái9iled6sclavijai
intermedias.
i. El dental jnontádo en la vara»
)c .Cqpo y<piezalkúiiaí:^« que sostiene todo
j. yel apamtc^ -posterior ^6 la coja* dd Ara-
dor .''•-"''•••' "
1 Mitad de la reja puesta sobre el cepo. Eb
muchas Provincias se usa la reja .entera^
í. .á la derecha ^ y á la izquierda ; pero fa*
tíga algo mas los Caballos , l&vaotañdb al
: mismo tiempo dos terrones; El dental hien-
de la tierra perpeodicularmente : la reja en-
: tera la corta , y levanta horizontalmente*
*^t) a ttklUtM«ada£6 Siift >iqiici>{^ajfita S^t9 ; 7 ««Mee cf
▼erdad > qae Háie» qae es el termino» que se traduce , signioca el
Seco 'y pero es en términos » h lenguage de jardit.eriat 6 ccrcadoff
y no en el de Máquinas. Luc C4frnt49 LMtn, Vcasc el Dic. d^
Trc^ous« •
m Otf jé^4 le^^oa ltúú% ^néonods i. j;)ue se iva
jCBsanchandD dada .Ytsc huía > |^;ar'Uev&ry y
' y bblver la tierra V qué d '.deotal , y rejáí
: cortaron de diversas ai^er&$i. E^ta tabl^;
^^ceirvá estrifaai «olw?«í^lorejflili,^íJ¡eíajpeqttet'^
c fia.' det tDadera ^ f}oe ec^ál oáxtío^Ax^^míi > d^^
encajado ^en vel cepo ^ . y ásttniaiw^ a^da al^;
puntal n cob.dos clavijas^ modo de pasn-
dores. f^aseyJa^fig^ %• . ,. ' : ....
Fígv 1* /r<x]^ el Arado ^istQ.|3or jdelafifiei f . ¿. j
a^ Lia tablilla , 6 costillas del yugo»
K Cabo del timón. . . . . . .^
ce Las dos ruedast ' '
d El asiento.
e* Lá vara. ^
-. JLa orejera... . , .^ .^ . .• . .,.• /
Fig. 3* Toda íá cófá.f ^ fren ;• cóitiposícioú ; y ;
aparato posterior , que comprende el cepo
• k ^ el pi^ntai ti , isi« Hfis alas . ó maní;0Si y
-^ laorejera^- . * ■ •. *.-,• '::•••. • .• i. •. •• -\ •/
Fig. 4* Xa ca1)é2¿á,v9 élapáratp.aiiteripr^i.separ- ;
. fado. del timóú. /, , .. ' . '
a La tablilfa. - >'
b"-? El timen** «^ ^ ^i- . ru . < ,• . . . ,
CG ' Ctina^P. . / .^'l .. !. "f n ♦.■.!.€<.: ',r.a M!
dd Ruedas. ,* ." . [\ '•.\ .".' • • ' '„ ¡'X
ee El ege. ' ; _
f El asiento* •
g • La abrazadera ^ separadla del timón. < »
F{g*,l*.La rejíi;- ró^nt^áasoMél cepo k , con Já 'í
4<i Espe&oMto de la Notar akx¿L
I /figura de el orejóo , y de la orejera. (**J
Dos modos diversos hay de iirar la perra*
El uno se llama á orejera darmíente , y el otro
á orejera movible. Quaudo el Labrador forma
d primer snlco^la orejera , <io# acompaña la re-
ja, do se pone adiarla parte exterior delapieza,
^ ara , sino ácialaintierior , 6 cuerpo de día
para quecaiga la tierra en su heredad, y no fuera
de ella : lo qual se ejecuta mejor con media reja,
pues la reja entera }evaua al mismo tiempo por
am-
f **) Aunque aquí liemos puesto varío* de lot termíiioí . qtt« de-*
neo Cambien en CaseeUaao las parces, que componen el Arado; pe-
co por contener ocras • y ser este Arado' diverso de el nuestro» pon-
4lre aquí los bermiaos mas comunes » que miran A esto , para que
se entienda noo , y otro , y se elija loque parezca. El corte, que
empieza Íl romper ta tierra se Uama P»»##. Todo pi hff rro ^e;«»
Las dos alitas de el lado Oftur^. Timi» el que vá i dar A !*€*-•
beta de las Malas. BiUrtas , i ^kr^t^dir^t los fierros, que abrn-
»aa cama , y timón* Msf•yé^Jo qoe ase c* Ubríidor, Ptmtél es !•
caja donde ¿acra la reja Ptsenf» una pina • h cuña > que se mete
entre el dental , y la reja, f^m^t es aquella especie de lomo , ^nc
baja desde la extremidad superior del timón . 6 en el extremo lo-
ferjor del timón piismo —cmíx la estpha. Mfdims e» «n palo «om-
bo > en qu«. cmra el ciinon , j este palo • o mediana rk a entrar cm
el yugo. Meliuéi se llaman aquellos pellejos , que ponen k los
Bueyes • h Muías en la frente , y, también les llamtn tr—tiUt^ Bf
termino » «jue utan paraeomponpr la reja > es ^^ut^- Lor que •
tienen en orden al modo de arar , son estos* ^hmsr , 6 Cm^rir^ se
4ice , quaodo se echa un saleo por el lomo de otro para cubrir el
grano : Labrar á Timé»$ré , es quando el Arado pene dos r«r«#»
entre las quales se mete la Muía. <^ando en una tierra quadrada»
^ quadrilonga se ara seguido de una esquina k o^, de modoi que
solo corran un ladp ^ se llama simplemente ^ré^ri si de una. esqui-
na pasan á otra discin^a • «xrrtendo dos lados del «qoadnado , s6 ^
ilice JÍTéw $»^usdrp ; si del medio de un lado pasan al m^dl^
«Ul otro , se explican > dicienlo , que ^ráw « ctrñijúU y si se de«
ia nn lomo en medio , y luego se ara aquel lomo , se dice Céchéw,
fin Castilla no usan orejeras durmientes , h fijas ; codas son mo«
iribles , y las quitan , y ponen como conviene. 4^d;más de jcodos
los términos , y usos .de jqi|.e m^ han inft>rmado los mismos Labra*
dores , puede quien qiiisiete saber todoTÍa mas» en orden al Ara- '
do, variedad , que hay de ellos , y ocras particularidades j leer el
^ado dd cttkiroide Ú9«i<rrasiic¿tt9 los prtnc^ios de
a ""^
"i
fíft-
d
'i
i
.
i.
\
Fyj
©
Él dlinmtodel bmbre. * 4i
ambos lados la tierra* Llega en fin el Labrador
á cabar d primer sulco , quiere abrir el se-
gundo al lado áA primero ^ desmenuzar- la
tierra , echándola en él ^ y contibuar sus bneU
tas después del mismo modo ? Deja por esta
vez, para esto, la orejera puesta ^a el mis^
mo lado, que estaba, y- Inoe andar los Ca-
ballos al CDotrario de k' prlmeta háátk > f
démpre ala oriUa del pilmef Mico , coü ló^
qual vá echando en él la ür^a del Arádd^
casi toda k tierra , que havia siacado antes.
Para abrk^eL'tercer sulco ^ de naodoque^eehb»
b tierraf en d seguido', ' es • preci» oHida^ te
oTQera , desatándola i ó sacanidbkí idt su leüca^
je , y pasándola al otro lado dtf la W^, pstta que
subiendo á lo largoi derl segutidcy sulcd ^ eche
en él .la fierra ,<qiíe'sa(fadtf<tA «érc¿í^. ^uan^
do abra^d qMttOj áéoéáicai bóWáír la^ «e^
al lado del tercer sdlcó; si quiere' llenarle dé
tierra conjo corresponde : con que la ot^fi^
ra necesita mudar de sitio en cada buelta, cotw
tiouancb «n hácer lás^ sblcú$ fK»t«í tt:4ái , y
anojuntoá otro»^ • • . * ) j :: • m ^ i//
Otros práétícanel Arado coH^úrejfcra duf-*
miente , sin que tdigán jamiás qué fttúdMrta;
En estos éasos'el >L&bradd> libíe'«iV{>fftiie^
sulco , teniendo ia^vüfejára' dftfi Ámdo ^áolá
la pieza qiie cultíva,^eb »lügar de abf^irctt
segundo boyo, costeando el priofero ^ le fórr^
ma áciá la otra oriUa^ del campa que labra,
Tom.XlI. F si
4%. Esp^&aculo de h Naturakísa.
si y á 00 "es que sea n^uy ancho 9 que en-
tonces toma en él un termino propoidona*
¿Iq ,*; para qfie..nQ (Se fatigue|i' deq^asiadaniente
losObaUQS:5 y ¥stp 6^ Daipa f arar en quadro»
]^ue)v^ doblanda et. $ulco ^ y costeándole , co-
QiD h¡90 ^ el otíjO; lado , dn Ueigar i arado,
ni. i>r^r^ ^^bs^ aquellos 4os sukos ^ buek
w ^ í}jf^b^r4 ; {«t^oriUia di^l priinei^ > dejan-
do 1a. orejera' die «KHl9 ^ ;qDe . echa /éo^ Ü tCKia
Isi tierra ^ue vá sacando del segundo. Si los
lo^ Caballos pasan de aqui acta los sulcos de la
Wtí3Qr¿l^;> vá 1^ pjr^jca qcbaqdtí.eoí él sii-?
«>y:iqil«¡qiKid6r9|todaia;jLkrrfi.9 que saioa de;
nuevQ la fí^uik:e^e . modo irá la or^e-
f» > istfi^ que fe. Hivde 9 haciendo su oficio coa
vAQ: t\ cuidado dí^ dar ;e}. Labrador la buelta
aiemi^ .éck.t* teMri<M: de l^ l^eredad ^ y po-
^ihfPQd MávOPUfiM^Jendo JosisdIcqs uno coa
S»o^;y; f^jai^la tfcjra/jen^^^ p«rftéla Igual-
dad > y idistancia^ de Jos caballetes , que que*
\ . M'é»di»te»^ y^Jílgobiecno dd borobm
van siempre de compañía. Claramente- se yí
m )iniooy^9U0 -«o la mAkitud innumerable de
Íüi5txtim.«nu)s , qpe ha, imaginado para preparar
iaom f]w«rsí^ deaUpbcuto^como noa mao-
tiene i mi h ^fOporcii^ admirable , que se ba*
jUafiOiOre tHoq^y elénAque se desea Ilegal
por su n^odío*.
Combidémosá b.Pbysica á bajar desde
" ^ '. ^ lo
El aUmemodd hombre. 43
lo alto de las cspheras cdestts. ^ eti (^ taan
to se complace^ á alcanzar 9 sin deádeñacse^alfi
gunas luces , y conóctoiieoto de lo que paat
en una Tahona, éien una Cocina , que nme?
ven tan poco su curiosidad^ y excitan aus des-
cubrimientos con tanta ientkud '^ y/ jpecezab
No escode modo algano., porqqe yo de?
see, que nuestras cocinas' estén jamás á car-
go de los Phílosopfaas : toda mutadon es pe«
iigrosa , y puede ser que ganáramos, muy {iof?
co en estarcí mo^to d^ jeste.dcMi^fie.^loef
su interés. En estas Artes , aunque tan ! ech
muñes , y groseras , hollarán kk» tan jus-
tas, y operaciones «in .proprias^ queje verán
movidos á creer, que son sA^ del pn extraoi^
dinario ^ing^nio , que Iteno ^ de luoo^ ^ toq;^^
i su cuidadaset MaestR>delüdo€tgeii^
mano. Aqui verán bien piesto, y no aíiiconfií-f lu Artefc*^
non , si- (piiera por la- igooiaiicSa que teoenios de soTIm "^
1 hayparaesiafírtóica, •^^— ^^^ comi.rerda-
•)• -íé. #<>'>
derot de U
oes , quesoovet'frutadq reíDer^das experiencias^ ph&usophu.
y no de una ciencia , que penetrase desde ki^o
el efedo , que se había de seguir. Aqui hallarán
estos Pfakosophos un; repuesto iamietiso de exh
perimentos béchos yáyy^éapaoífc^ por.aii; oeib
tidumbre, que énáquelhaiEnaa , en que tii^
recemos de luz, los raimaos como prime-
tos prindpios ; y aun podcáo sacar de aqui
otro provecho. Siá tientas ^ yá bidto^ 00-
ino ácen , ha podido, el eiitfaodumMio faii-
Fa map
coci4o ea
90¿n especie
44 Espe&actdo de la Naturúlexa.
mano, aun «1 mas cámun, y ordinario 9 ha*
Uar tantos mstromencos cómodos , y métodos
ieguros para tanta multitud de operadonesi
con qttáma mas razón , si -quisiesen ocupar-
se en las neoesic^des ordinarias de la sociedadi
y servarla cdn ránseqnendas sacadas de la ex-
perienciar^ coa precauciones mas delicadas , y
stttfles , y aun con la práélica mas s^ura de
hermosas, y estimables invenciones , lo po-
Ai^n ejecutar aquellos entendimientos pene-
trastes., y pcoíundos > que gastan en futtlida-
des la vida.
A cada paso se podrían aquí convencer
con pruebas inniímerableatkie la verdad de esta
máxima capital , que imiestr^ .diseursos nos dh.
rigen sin MieiHó ^ qaanda se adelantan á la ex-*
peHencia de los íentíd$S'\jf que se logran m0P
hien guando la siguen. •
Esto ae vé datamente: desde lilego en k
diferencia, que hrffamos,y- en xéoio disoer»
Dimos las cosai^ qtie. pbdemos comer cruds^
dn mas condimento que aquel , que les díó la
Naturaleza 9 de aquellas, cuyas partes necesi-
tamos disponer « manir • v ablandar
«¡•.•i^i'« «
ias' pera fedUtar fa ^acdon del estómago en
eKas., y para, la aecredon d& los jugps nutrítír
vos, que se necesita hacer.
La mimia verdad se descubre en losgnn
dos diversos, de fueraa^ 6;duracion , que se
dar. al fuego paca. este fia Qué co-
« -¥;
Él alimento del bcmbre. 4$
sa hay mas á proposto para arreglar la suma
desigualdad en que está constituido aquel pun-.
to que se le debe dar al cocido en toda es-
pecie de manjares , que la experiencia ? Esta
nos enseña , nos advierte , y dirige , para que
ni el fuego sea tan lento^y escaso ^ que no
. deje suficientemente desunidas las partes , de
modo, que suelten con facilidad los jugos nu>
tritivos^y benéficos 9 que encierran ; ni sea
tampoco tan adivo, y prdíAgado ^ que los di»
sipe I y nos deje ún sustento*
El primero de nuestros alimentos , esto es,
ú pan, puede damos ocasión de muchas obser-
vaciones, igualmente conducentes á los pro-
gresos de la Fbysica, que utilesála sociedad*
De donde puede provenir la casualidad malé-
fica de aquel pan macizo, y apelmazado , que Bip^Dicímü,
se coció después -de haber he^rho la mezcla dura.
del s^ua , y la harina ? Por qué , al contra-
tio , sal(^ el pan sabroso , y fiíCil de digerir,
ai antes de hacerlo pasta , y heñirlo , se dio
principio , introduciendo dentro de la masa
una pasta, 6 levadura agria, yde un gusto de-
testable?
Al tiempo ,6ála casualidad en que al-
gún pedazo de masa añeja , mezclada con la
nueva , y reciente , sacó el pan mucho mejor,
havrémos de remitir la solución de esta du-
da ; pero no dejemos de consultar á la Physica
especulativa ^ para ver sí aprobará , que se in^
tro-
46 Espe&aculo de la Naturákza.
troduzca en nuestro alimenco una óaturalcKa
alterada , y que camina sensiblemente , y por
instantes á ia corrupción. Mucho me indioo á
que en caso semejante nos aconsejará comer po-
leadas , (^*) 6 tortas cocidas en el fogón» (*^
Pero guardaos ) añadirá la Philosophía^ gim^
daos de seguir el parecer de vuestros sentidos:
el olfato 9 y ei gusto os eng^n : escachad so-
lamente á la razón ^ y os apartará sin duda al«
gima del paa con levadura ^ que lisongea vues-
tro paladar.
Que huviera sido .esta, en semejante caM^
su respuesta , se puede col^ir muy bien de la
que dio el siglo pasado » quando se te pregón*
tó , si podia substituir con utilidad el giste , &
espuma de cerveza en lugar de levadura: su res-
puesta fue al pie de la letra , que sería perni*
ciosa al páblico esta espuma, y este pan: coa
todo eso, puesta la política de acuerdo con la
experiencia, les permite esta espuma, 6 Ifivt*
dó-
(«») o poleatai » h paches > ^ gachas trabadas % esc<s eortas ae
suelen hacer de granos de Arena » 6 Cebada » tostados al horno.
Lat Pil$»u. Véase el Dic« de TrcTt d Cait. f: tX Ncbr. pal. GrMb
P§lisdén > y f •tenté*
(*») Aunque en Espviit Se hacen machas especies de ftrcaí qtt
.varían de Hombre > no solo por razoa de las especies » sino tam-
bién de las Provincias » no parece que las hagan en partevlgooa it
pan áctno: en el Rcyno de Murcia las hacen de harina» aguardien-
te > miel > y algún otro dulce > y les dáu el nombre de Téiut > ^
T9TtAs 4 #4/«i : en Aragón hacen otras may delgadas, j íes Uaman
CttcATdnsi 9 en la Mancha hay otras , k que llaman Seess > otras
Hdriméién t y otras Sák^déay asi en otras Provindw.; p(*
ro todas se sacan de la masa común > sazonada con leradnra. El
condimento > que les suelen añadir , es miel $ Wehe» axucar.accy*
te » almendra , manteca > &c. y; ann est( condimcntn tolo • k¿X
mudar de non|bre á estas corttf.
\ i
EJ ciimento del hombre. 47
^diira á los Panaderos , que sacan el mejor pao^
y á los que le comen , les permite asimismo,
que les vaya muy bien con éL
Si quiere 9 pues, caminar por el contra-
rió nuestra razón en seguimiento de la expe-
riencia contra esta vana Pbilosophía , hallará
sin duda muchas consequencías útilísimas que
sacar de este trabajo, y acción del ayre , que
hsdlandose comprimido, y aprisionado en la es-
puma ya fría de la cerveza, y en la levadura
oomuo , ó encarcelándole de proposito con di«
versas aspersiones , ó rociaduras en la levadu-
ra , que se guarda de jjn dia para otro , se di-
lata al punto , que presiente la impresión del
íuegp que se le aplica , d sale de la mano del
Tahonero, se esponja toda la masa, y comien-
za una desunión de principios, que se adelan-*
tara en el homo, y acabará de perfeccionar
con la acción del estómago»
Cada operación nueva excita nuevas ques-
tiones. Del trigo molido , y cernido (¡uedan
tres, ó quatro materias diferentes : es á saber,
b flor de la harina , la h?iina cabezuela , (**)
y el salvado menudo , y grueso , que es aque-
Ba especie de ollejos blancos por la parte in-
terior , que están arrimados á la substancia del
gra-
" <**) hátmkí ée la flor de la harina » y de la cabetucU , hay otr«
ka:ÍDa > que Ibmaii Tn^sixé. Lo» Tahoneros di&tingucn e] salv^itlo»
éu salvado grueso % y menudo : en Andalücki le llaman Jifr^th^y ca
la Montaña S§mss » y al salvado nnas fino le llavaa ca muchas Pro*
TÍaciai JÍ0jutÍ9 9 y en Aragón Jitnuéiih*
43 EspeSiumh dé la Ndíuroieza^
grano , y se separan de ella , si se quiere , dan-
do bueltas al cedaza El salbado es la parte,
que se desuna i los animales mas viles : y no
es muy diferente de la de estos la triste condi-
ción de aquellos hombres , que se vén obli-
gados á vivir de una especie de salbado que
solo es á proposito para egercitar las ma-
nos de los Almidoneros, que lo emplean en sa-
car de estos desechos , aun mejor que de la ha-
rina , unos polvos , que enjugan , sueltan , y
desembarazan el cabello , en hacer almidón,
y otras unturas ; y en fin , en abastecer los
tintes de polvos preparativos , que no den co»
lor alguno. Pero, bien entendido , quál es el
mejor uso , el de la harina de flor , ó cabszue*
k ? Es la flor de la harina la que nos dá el me-
jor pan? Se saca el mas i saludable de la mez-
cla de esta flor, y de la harina media? No es
verdad, que el deseo de distinguirnos , hace
igual injusticia al rico , que al pobre % Al pobre
quitándole lo mas espiritoso de su pan , y Ja
flor quei le comunicaría los jugos mas lige-
ros , y efícaces ; y al rico haciendo que le pon-
gan en su mesa un pan, cuyo mérito está re-
ducido á la vista ; un pan casi sin cuerpo , na-
dando en agua , y nada á proposito para for-
tíflcar su temperamento con jugos vigorosos?
Ko es verdad , que egercitamos con dema^
s(a el Arte , y que indagamos ansiosamente
quanto puede conducir á la preparación del
pan
& alimento delhombre. 49
^an 9 desuniéodo aquellos principios ^ que h
Naturaleza puso juntos para ayiidarse unos i
otros mutuamente 1 No se podrá juzgar de la
superioridad del pan , en que se mezcla aquelb
harina substancial con la de flor ^ por la ro-
busta salud de los que le usan , y juntameo-^
te por su buen sabor ? No es verdad , que; pa-
rece ) que el Autor de la Naturaleza tuvo
la misma mira , y guardó una misma propor^
cion en los principios del . pan , que en los
del vino \ En eíe^ puso , aun en el raci-
mo mas negro ^ uno como primer zumo e^
piritoso , y ligero , que dejandok solo , es el
irino blanco , y otro zumo segundo mas subs-
tancial 9 que le dá cuerpo 9 y le vá tiñendo
como por grados ; pero con tal dis^sicion,
que acaso es mejor no separar estos dos zu-
mos uno de otro para que el primero ali-
gere al segundo 1 y este licor substancial sir-
va de freno al esfáritu volátil de el pri-
mero.
Acabemos con la Analogía ^ diciendo , que
al modo , que aquel ultimo jugo , que se sa-
ca de la casca , ú oUeps de la uba , y aun
dd escobajo nusmo , es un licor ^ tanto mas
desabrido , quanto es mas tinto , y quanto
la presión en el lagar fue mas fuerte 9 y mas
videnta : del mismo modo las cortezas , 6
cascaras mas ligeras dd grano 9 y las que se
desasieron mejor de la sul^tanda 9 podrán mez-
V ToauXa. G clat-
5o^ Esp^aculú de I4 JNaturdletíu
ciarse por razón de su blaocBra ; pero coma
quiera ^ sclo serán un polvo sin vsJor f y sin
substancia á proporción y que estén separadas de
tamiga^ ó lo que es lo misniode las otiases-
peciea de harina y que juntas cc»nponen d pan^
de modo ^ que su alimentosea substancial ^ j
espiritoso.
« Quanda queremos sacar algún asado y po«
niendole immediato , y sin resguardo» alguoo
al niego , éste endurece con sn accK)Q> la ím^
teria y que se puso á asar > y forma, una coa»
tra y que parece de pergamino y seguo la na^
turaleza del teg^o que tienen El efe^Q dé o»
ta especie de corteza es conservar algoo tan^
<to aquellos jugos nutritivos y que comenzó i
desalojar y y desunir el fu^o«. Pero como
«sta costra na se aumenta sina porla<testrac-»
Clon dé lo que se asa > d se cuece y y atve
grfetas por algunas partes , reduciéndose á car»
bon y según la duración y y aélividad de el
fuego : nos hemos hecha también dueños de
'tsce etemecíto y * deieniendDle y y refienando-^
Je , yá por media de la interposicion^et agua^
yá del acey te , ó yá deí acey te , y agua in-
corporado uno con otro 9 variando eL^iso^ y
Oiixtura de estos fluidos : y según la naturaleza
<4e las viandas y que se componen i ó segí»
la especie de jugos ^ que se quiere sacar de
citas.
>>^í»- Algunas \ieees lolameate deieamas sa^ur
.... de
4eiésul^j& eL>otro slniplealgiiodíSubataqcbtyidD*
extraher de algún cuerpo arocáatico > ecfaaackdle
eo agua caliente ^ un volátil deticado. , que sale
3d: pdmet becfapn Sé.dupUci el pttnfejr gradolde
calprS pqea yá nfads nos queda , y d espiar.
fn está trien Jijaba Reprehenden á um Cdcín<»-:
fo , novicio en el Arte ^ de haber puesto en
la mesa de sus Amos un guisado desal^rldo;.
y para que no le liñaa otra vez , resuelve porr
ner á un ftiegoiqas a£Uvo la canela, la al*^<
bahaca , (^) el c)avo ^ y la nuez moscada { pe<-'*
flo qué sorpreheodido queda después , quando .
en li^ar de dar sazona la comida ^ Gomopei>'
safaa ,:t6 que aumenta Ja insipidez , y atpargu^.
n , y también las reprdiensionesl Pünese á lai
dirección de alguna mano mas instruida y é in«
tfiügente ^ que no echa, las especias sino quando i
se ha cocido cz& del todo la vianda , y alpuo* >
to e^qierímenta el acierto* . ^
La multiplicidad de observaciones efasefiai
aamismo, que teniendo d thé en infnsioa;
poco tiempo , conserva un olor de violeta^^
que fortifica >la tabeza , y una infusión breve
de la sadvia ^ y del Abrótano (^) es esto-
macal y y agradable al paladar , quando por-
el contrario, con solo, un herbornuevo, que.
se les dé á los. lioores ^ pierden^ sus espíritus,
y se caigan ileiun tintetacré , poco . condo** »
: G a r ceiK-
5^^^ EspeSíáctii de la NOurákxa.
y knenos proporcionado xl estómago*
Esta misma es la razoo por que la ceifae^
za blanca , por haber herbado poco , es ma»
agradable , y espiritosa. que ia tinta y atknqoe
mas dificil dé guardar parí el Estío, que es
d tiempo en que se apetece mas : pues di ca«
lor ) como puade qualquiera experimentar por
medio del Tfaermometro y se introduce hasta
el suelo de los toneles, y penetra todas lat
yyoát^% , y cuebas comunes , causando en d
licor una fermentación , ó trabajo , que hace*
exhalar prontamente las particidas rdatiles dd
lupuk) ^ que era el todo , 6 el mayor meri«>
to del licor. La cerbeza tinta , tanto ñas de»*
nuda de volátiles , quanto mas tiempo haya
herbido , tanto mas templa su amargura , y
desabrimiento con la abundancia de jugos nu-
tritivos , que desembaraza , y saca á totd Ik
bértad por medio de la harina fde cebada : es-
to modifica la bebida ^ y la deja mas piopor*
jtíonada para los trabajadores f y asimismo de
mas dura que la blanca en el Estfa
- Quintos descaídos .liay ^ y quántos pei^.
juicios se siguen del modo con que en las
Boticas se preparan las medUcinas , por no co-»
i^ocer y como deben y los que disponen el me^
dkámento y los instantes, de .la. ' ev^poracioii?
Acontece y que abandonado este trabajo á do-
«esticos indiferentes y y nada instruidos ; 6 go-
be^
hímiSor fot Boticario» y que 80I9 ^abci aqw^
Ha práñica , que apitodieíao siendo. Msooer
Jx>s 9 dejan eraporar 9 con solo descwdaise vif
momento 9 la poicíOB afoooiática ,, q«Q .bar
cía estimable ü útBfh^S aun 1^ oec^sítaQ ^
que desembuelva^yaaquecíesusufastancaijii»
gos malucos , que convienen en veidadera
ponzoiía^ lo que se Ittbía leoetadp . sabias
mente, d por lo menoa. dejan {)96af «o yQ9
máooneáíá con ¡A iamUídad d^l remeda d
tkropQ 9 y los instantes ; que no bolT^rán i
bailar*
. Ifií rnisaM «xpeiie»ciay;qne ;^)9efia Jc9
momentM pfecjsos y iqiae r« i (¿h^(^ d^r :á |b|
infiíaoo t gpbierna cop :iguid acierto el gra*
do , y duiadon del fuegp para amortiguáis
y ahlandati !•; caroe p que se qui^Fe ^ ^9C«r^
lio detpqíail« C0O ileBiasfa . del jugo^y wW»r
taiida,vt]ne encierra , y¿ sea /quao4o a^.l^
aaca solamence . á la carne aqopl j^rimef jugo^
que dá el gusto ^ cocido ^.y á 1q que seguí»
^ ^ sin a|»n4piimrlQ despms á. uarfujego jon
dis^^eto , y de9prfi||0f)sipnad«t9 i^ JF^ se^quiinn
dp se sacM sRbs(90cias:, ^^mdo.mtucida Ja
caifie á un deshecho ¡9utiL Quento ki Phy«i
sica quiera seguk mss > y mas estas -open^ciQ-
im 9 tafita mas instmcoioor je^oqtrará> y otiro
Ijuuo noss s^rá iodo» m^s/
bien >]q sjtmes deudores á^: la ;éxperien(ja! 4e
«n obenraaoü muy moderna ^ y es> que
loa
I
» b
ta carne c*4
«sar la carne.
»l .'fl'
<u.
caides reda- fefifroalatoi ^ y- s«ibit!iixáai> <|á&jat]ay\: ^ 'beofadb
«aos á paita. ^^^^^ ^ ^ i>ti¿deti y «egon no» asegura , llevar
^ra UD támioo , y» tran^itarlai á • codlas- par«
téi^ , edO lo ^tiat ^nede «1 via^troclesdsirtaB en
^iffiikaMüi ;'y('86r«lne I^^^Has, qtutodoseha*
vso Je iM }a. .' fit^agiía efrun ñ«tio tmi/yáA icasopaní
»*cMeT.''l' dMéaer la a^i^idttil del fíiego>.) pera para este
éftaé^^ismo ¡lili faaMdfl ^socoñw mas «ficacM
bi <d[ atíe^teif y •eti'i «sdM las qn^terik Cfaui^
y tnántéoósás' , ^' lai ■ijü^-j^'é se mete dt
el todo , ó se baña á lo menos la carne , qm
i»e <&tk>iffe pfiftpcoi&tf; 'R^ck» qouins'sé ás-
íkía''%^p^^¡xm'^ 'maoiáA-^yii sea parad
aSádo', ó '5^ |)ara él 't»cid» 9' ¿e^stuR^xadi
Ati saber ellos mismoS' pop <foá causa ^.á sa*
^'hí cáxtit t' é ithr (úcando pot^fber? ^d I
aliiávejiíila^ y . í^rts <de ^eoho tttttei^pát
^tátó^'i b fi¿uí ilaiufearla ^ yifitKialteGOD Jugol
ideEitos, ;f bien den%tÍdo^ ^ i6 ^^ bafiatia , y
súmetela desde luego en un -oasa ;'ó á fidiy
h j y rdiogark simpldniedtt; en iMa mna^
ó^fitudmente', á .^bid^rár^os^ isuíij® oM|)ürc9
iii lin papisl udMib coñ^teteyte fMia («<^«h
rarlob en el asador , 6 de-4tro modo oomo
les -pareaxa. La iatebclon<de nuestros Cod'
fieh»: enastas openioíot«s^ «eguii «Ik» di*
cmve»-^!? gustt>:;|Tte<hiérla^:,^fiites, y
dirne ; (jite prtfj^áÁn , y haoéir , que sáqói
■n -color %ual' > • ski éiá» alguna difOÜficaaj
" • pof
:por la variedad de mélbódos que observáis
la vista ) y el sabor ^ que tíenen las viandas»
Pero el fruto principal , y el efefío univcr-
4»Usimo de rehogar » lardeiur ^ y (bafíacla ottr
•ne con est9s materias crasas .^ que^ iv> oiemut
Ja entrada al fuegp ^ es aprisionar ^ y detener
los jugos m^res „ tanto volátiles ^ coma sub»»
tancíosos ^ y nutritivos » que bay en las teguo^-
47res , y carne de los animales^,. y desatar , y
. -esparcir .esK>s mismos jugos sin ^emutide^í^
.evaporación ^ y salida ; pues ciertamente es^me^
.fios del casa iniroducir en los manj8ures un sa*
rfcor estrafio# q«e ooftsecvas elx ell^s aq^ei que
,les dio h Náü}»Ieza«, Este aceyte,, que ;n^
«tiene como. envaradas las partes m9$^ sucuIéQ»
«tas y y salú^bles ^ llega con la demasía del fríe-
: gp á, cedierle el lugai^ y y darle entrada al fte-^
go , de modo y que el suco se exbata> y < Vu^
#4a substancia jugosa tpda^jnnta t la pedida es
* irreparable > y sota queda una comida sequC*
• s» > y pn d^sbecfao » que parece paja ^ sin gos^
;to<i ni P^ito alguno. , íl ^
1 Quanda el Arte del Confitera ,, y ; dé el
'.Cocineroimica spla i bacer>u^aesp^iede bay-
-cía al espíritu de los aromas ^at jugo de las
[ finitas y y substancia de las carnes > para que
. DO se desperdíc^ eos» alguna ,, nos poneo Qi
¿ las^ manost los «dones .^ laí .Naturaleza con la
t «úsma siwplicidíid que nos los 4á , y los. po-
de?*
rdémos Wr con sobriedad , y oonfkúísi ¡ patt
peligro de los dejan entera , y subsistente la sabía composición
5e"a **m Jici- "^^^ Autor ; de aqurf grande Obrero, que k»
piicidad de *dis^ii$o. Berb b^y tm Arte engañoso , que se
locupa en mezclar , unas con otras , diferentes
tespecies de comidas , que no se hermanan bien
-entre sí , y salen enmascaradas , de modo , que
-tú aun se copoce d fondo , d tela que tie-
tien; y no% lar ofrecen a>n el c^ de un sá-
4k>r agradable, que domina , y prevalece en
-dtas , trayendo ck^ues con^go , como cense*
iquencia cierta , la descomposición dd estónuH
^ , y la ruina dd todo el cuerpa Quando Ids
-]principids i^ de qise « componen estas viandas,
alegan á disolverse , quedan absolutamente áñ
ñetio , y el calor natural , ó los ácidos los im-
-^leo unos contra otros , destruyendo el país
¡éd'h batalla.
Bste desorden , que pro^Hlene casi infatt«
'Uemente de los giusadós exquisitos , y denuh
dadameate compuestos , puede suceder tam«
bien del mismo modo con ios guisados mas
^Biihples, y naturales , quando se come coa
demasía. En todas parties son los mismos los
derechos de U simplicidad, y es raa^n res-
petarla en la eloquenda , en la pintura , ea
la música , eu los muebles , en los vestidas,
' y adornos. La ridiculez sigue bien presto los
-^fosiiltos 9 que 6u&en' las . buenas Artes ; peio
i
álos agravios, que sé hacen lá' la ^(n^lidijad
de nuestros alimeotoi^ ios-sigittti vitíÍM ^y,j^
achaques verdactóte, y jfcalíáv r>nsf;3Ío rA b
.o::\[n uj c:?iv culI^ uz í:oo kíimí-ti rJ d
EL CEDAl^Ck.^'^^^i o
Eig. 1. ífc la caja/(fí^ipa»iCW«iS'^ t2/:Lijd
pueda sacudiría la tarabilla^^'iiaércla^ h^^
riña, que está en la tolba. ^'-\\\A ^X 9
d La abertura de la caja , queogedSfftlIa Aá¿
5í/|ria9:/fn ací noo ^ mp.D' í)b orñ^ oír nU g
e Barra, que impelida con loffifoybrdet^
' : nocí , til aiiá caffidefif por Imedío' de^^-dn hi^
< lo de^cánampLy giiñido^laicanídasa^^
bia buelto yá á su puesto , Ilebada .^ó» Sfn
r:::prQpÍiof^fipolj;^ soi
• bre ub claro^^ : que te ^defieneiperiis-'t^r-
te inferior de la caja. -'^í^ :? ^-:' ---i
f 1 f^a ^ig^eívi fcóú > w fiñm. V ^^^S^^^otes
- y ^ dejanl bt^vefi-^d íoun'^usstorvioe^ sqojp
. pasao^ con .cayacidas ,. r^i vsnidaf )|Sf ifiá«'
cnder 1^ caoalga , y áíOjiál hanna:, ique^vll
-i sñceslvaoneotéjiltigandbeAqeHa, kBsi^
^ía.wjenin^ een^ibíceKtfiéinidxdiiden eÍ9 6|^
«tea-^iyioTeiwmí ?mi»?OT*^
síao que COA la maa9 arriman la^lmufa para que caiga por el.
»*r<.
i de ^ •Ced9;to rique rtíeda dentro del* tpina.
l^g^ ai£li:C«ei?j)Q del fce^laacu .
a La cigüeña vJMIl;fde\j3^aRfiLL.Lr. r :..í;¡
b La misma con su piñón visto de plano.
c El árbol, &i^.CLaO w^ ^\
d £1 cedazo compuesto de un ege , que dá
bueltas, dftími}í!bgnB^r^^}y [ttainda^ .y .;dei
una tela de(tS^whK)i^sedaí^ d ,hoia.^ mis, íi
¿Mfpen0f 2 Al!ftv9^itfiQ^^pitti^>^|^ harina ^ue^
e La barra. .rdlwj :i ;., i.--;, *.. .\
g Un aro visto de cara , con los rayotiifue
fahi fjI»aa.lvai^ttid2£Uaf(, iqiie;;atc9Vffisaii^ lar«
.fjigpi^4frTnt|dafiDeaI«Ayi«ij[pi9Q$^
112 afbs. nL£r!í>lI ^ o)8í.uq ue ék^cjIíjiM rM
ice ShacKbciib fj^rtjajftif d^aJkL)qq^i^^
-^ifjBJb^urafjgsaodefpQsf dk(n(}QDsde dicsafarfado
fuera del cedazo. .í;.o i '. > • ii.'. i .;
r/jnn>E!udfeia?i:a,uswni4niiradQ^ el píloü
^ifaiiáh^rdeiqiie c0s^41en?b la itolba^ ik> caiga,
qppd d^aaiovm&}^ni}orésrt po^ la ' parte ipfe*
fioryy queiisr/deje ^^beisiajr >, icayeodo tan
poco^ :POca {Bdrojb Tazop ¡esrv pbr^e to-
-d» Jio hariáa ^opiíedbiiC^trebict^tCDQia dtvidi-
9^ei& rabltiiiidtrdQiiQokÁiaa), Hgur!:pesanrt)er-
^ndicularmentellobre los ladosAdd. la iolba,
y soloh^colmá^^S^^^ por la
ab^tura inferior' '4 pesftdkrasmente sobre la
cafiíileji, •^ii(t'«é"tei<<j|ioiíé?yii»<8ei«cfertí-i y
desliza pur d' ^uéüei kit€y^do'',^ue hiy^^tre
el pie de hiolba, y etisaelod^ la Canaleja, sino
itlos impulsaB, y golpeé de esta* . <
9 *
EL ASADOR DE II9Rii/&, r . .(T
A fit asador dé fbttio^iiéltt»''én sti lií|air, y
con su pesa á parte , colgada de dofr car-
it La'ii]éda:^eq¿efla'V'W<*'iP*><>^ fnipe«>
- 1 . lea auccesiv*cíMkite> m ttiuéltsr^ <]be «cdí«a«
-^iri»^de(>^fcafite|3^ili^^ttibil fi(i)Ráfncotbicf
2^-'i^aí(fi{,y^l<$iíideáwe fwqetott» faaiiit' nori
^•' ta^ rtled«i«*ijae» 4f'^"'-í n<-f:ia -f^ fe>. ■!;•.-;
-4 Bl t>iñt)n^& i«édft^^legiáilbii ' > f^ ■ -i • -•
(^ 'iLá>itiejd»sl|^tídajtn]y«Qifte|lbl)aÍa'átieB^
I»*) £l«I$}!»i»!áíítá#¿édí»^eiJcémftropM
-7 áu6¿B deí>ed(»i6Dmi ,« 4^^*tieb^^^ 931 «i»
- fita la ró^ ^ la «^plM^quetiiy'QiCra -biiQ-
•' •■ t»V!í5 lWé<Sai"'i í •^n-' fi^- ^ ií'J^av \3lb , co
fiS- i El^s&%í^d^kio^%iiÍfalt(«'32 nfoisq ;o?
1^': St an8Í)dv'idtf ttoofdiair dbsMiblla} IfecoB^
' dá á qée ésti 'ttM3i^ie»''pem-^ I-' -^ ni<F;;r!;
-10 El~ bokdte ,- qib llefad»-*p«r(^rollJiRbp
sí-' "''¿"X f'tSD Cinco Y.JoIIkcL lab.Bpzüi bcm
(**) Ea los relogo comaaet te tfluna ruca a Véthálin»'
-<•)
cnpipi .d..9^í^»l<l«& los :t^mip90 jpatfa que 91»
suelten , y gsj^^pffi fes Jpi^raeta^. Tuedls : , . y
para retardar la caída de la pesa.
II, y 1 1 JÍ3W5IÍWIR 3.c\ 5iOQ\2K :x:i
12 La nuez con su cuerda , que comunica
X ^r ^^VSPmtQ\k rlfíOttar aae»: ¡dec et- asa^
•'i'CiOC».'/ ' f í ' . I ^ "» . ' ' '• 'i * I' . i
La proporción de las.&«fit8f^Ic'bQUn-
te á las 4(Ai$;p^ittf^ qtÜS^ar/^^IJle <lf:onS
trar. Si la prinotapfejQiieift'^i^iir^tWi^leKlamT
boqtct^ ^saesrjqu$h«e.:de^rn:^- J# cue^ / que
BHIfOM&«J^ P«fitl.rlHbÍP«^t4ft:¿HP$99 l y..«Q-
iíon dóM «»o4dpll9| 6Mftobt«fc!d<| ,tp$!:.4iez
puntos del (^ñon encaja ,syr¡ ti?!^iÁ!^ r s^ ve-
ces para C0KlMrrlfl§98e9$¡^ i$ijpiif)iifl^ i^fguó- \
de dMl^Q(|iilittédill9 i!f^^ c%-
4haui9^jMek»(»,,p9rr!.uj9f»^q9Bidé )^ se-
<gniid«i9r«a^;t%:i|KjQ»»lÍ9iI<^{P^ M cin-
co , diez veces cada uno , pansbCpRif^^^ los
50 ; pero la seg)}t)dlri^{ii}ts^6 ^Ñtte iH pa^^
tfaalina dará seis. ^:Ji^e«(s r ifKez «, ^ j^iOi bue^tas,
^síMilftPá^qilfrjdébel ■ tPm}^\ ^. h . nwda lc;^r ^
90ialina tiene dncoc^ntos , cada punto pasa
una fosca, d^ JisUIot.y como cada ro$ca de
■^
.IS^T.^.
I
\
c itnp>.í>j.aíí¿?í!(iHe lo^ :tltrmip«i fajía qqe *
suelten , y fom^ fes ípijraet8%. 'ruedls : , . j
para retardar la caída de la pesa.
II, y 1 1 Jm^üí^ 3.a 5ioQ\2K a:i
xa La nuez con su cuerda , que comunica
X fií' fi^^immtií\k If otra? noe» ¡der.el asa^
-udoiV^.', 'í, .■;. J- j j •.;: " ,' I,. : f ■. >
La proporción de las.&9fit89 ^I abolió-
te á las diAi$fi^it»^ nm¿rf^?'á(i tmom
trar. Si la prianavteü9iie#^'^ifiitr^U$r<9le|;.llamT
h9^v$ J»e»'rjqu».^:de¥imi^- 10 cueiid? / qu»
BHIfOM&«J^ p«fitl.rlHbb«x4ft:¿HP}99 j J.^en-
tqtesitf» iip ipi^n «[i^i^ciiet^jilÁ}^^» i cM lina
fion dóM «Ílo43pll9| 6Mftcbn(t!d^ ,lp$i::4íez
puntos del piñón encaja ,syr¡ ti^^pil^-: s^ ve-
ces para coiMrrlifl|98e9tt^ i$i)»itf)ffl^!$fguQr
(b5lf¡»akt<^ {MbtP»i9txt|(BB»{»p! ltter.4ifc.píñop
«hauí^^dtnelMf^y^porr .uj»?q^idé ^ se<-
iSHtid$itífia^íi^:tiefe»m i !<^ iP»*^ ^^ cin-
co , diez veces cada uno » paiMt^rt^i^^tiflf los
50; pero la seg}}ft^j^r¿f9e6 ^rilit¿ I» pap
•qwoéil titidNRi46 «B»bn^a:l^iw^.<lflr!r}i4^ c^
tfaalina dará sets. -cjijeofs f ^¡Kez i, ^ i^ bu^tas,
90ialina tiene dncoc^ntos , cada punto pasa
una fosca, del Jisfllot.y como cada logca de
■^
tSt-p.^,
i
\
,>J
L
jE/ aUmento del fombre^ . &d
esls éea m^: lisfaolucntii entera del. dttndfPi
y-ima) beehao del' bolante {, : se^.-deducet <^ que
esté dá $a Ijueltas, mieotras dá' una la rue-
da cathalína , y 50 veces 60 ^ :ó jooo , pa«
raima qoB d¿ d^ tambor. £ste podrá j)ene£
guqtroipirfga£ia5irdeidiái3ietrd<> y debáb^c un
pe deutoeirafai éU cada bueldáJ Y' si ' la cáfda
de la pesa es i a pies , : doce lieboliiciones de
atitambor ^arán^ que dé treiota y. seis ipil el
bolante. Las bueltas del asador^ son Comadlas
de la segunda ruedx, tij¡at ;lr« lanevie .ptíií mtí
dk» desune^, ^idiado ' la segunda, iiued& seis
bueltié , ■ paró' una que dé el tambor^ se sigue»
que el asador dá setenta y dos ^ mientras e)
tsmhoe.dá docev7.el bolante. Jreíot*. y seta
^mItí:..!! i. I' .ífL.i :..r. > L. I ' r/'i: r.v o í : -" -^
EL ASABOR DE HUMO.
A^r^íjOoQrte^dstJjB^paffe aiítemrdeivna.ebJkxMi^
-r faéa eiKfqiie^ hajr im.asáfoii/de hiinlo., ía
Uama/dára^iFÍdad 'alburno^ y éste impe^
- le las .laminitas del bolante , á las quale$
- baUa igtialmnte: incÜlDadás ^ según: 1a di-
f «ttecien , ipiex^tígbe .i^/cqü guoi m^, puede
c >pa&r^síii:lfe^radas. Mis até Todas jb^.la^
' mina&dei bolante d^obueka del misaK> 010-
' dp^iy. áda .la;ni]sn)a:parte.i Ccxpí q^e/ qbUr
-'- gan á andar al qge que las junta. £1 ege
"' WlíftVe tí Hnteftja , íSiíVM balwistres^^éflt^-
jan
.1 l'.A
tiis EspeSíácídó de la Nafárakia.
/ jáo eb los puntos de una rwda , y ^ ege^
•de ésta menea uoarQuez y que con sn oier^/
da produce el mismo efeAó que el ásadoc/
' ordinario de relóx.
B Corte de una jchímenéa de arriba aba*.
jo, (^el qual deja á: la uistaJla bacra ^ue^
lleva 4 <sge del vdant&n Ek oíanle Viato^
de perfil > y la rueda punteada vista de cara.
C El volante , y la rueda cqn su puntería ?i^
i to todo de perfiL / i
D El votante visto de xrárau I ... :- f • \i
Fabricts dt ^ Síondo , < como ts^ la ^salLun «elementii' taíb
graduación. j,ecesa|.¡o p^fa el^ hombre , setal sin duda es-l
timablei' la $ocieda$l aquello , que &ciIite^sa
Mr"" du"" Pin» addjulsíGtoii. vLos J Püeblob ci^^anoé ^ j Mar kn
Adimn. Ge- ^^^ ^^ abuudancia este biem Yá notamos^
que para sacar la sal del agua del Mar , se
díspooíail utios estánq&& dé' tieha Jirfcillosa^
muy anchos , y poco profundos. Hacese cor*
retf á ellos y por medccx tle' algbobs' .ooddud^
tG^9 el agua- del Mar , al tiempo que) se ha-
lla el Sol en su mayor fuerza , pata que el
calor, el ayre y y el viento sutilicen , y eva-
poren las partículas de agua en. toda. la su^r-
ficie : con lo qual, movidaJat^sal , ^ae ^ eleva;
pero ^endo, como es ^^ mas^ |)esada , bii^ve
í caer , y se crystaliza j quedando comió . un
Vidrio hecho pedazos :y esta es la ss|l , que
1. r. ,1
lar al horuonce.
V>ja-6<
r^^yiB
Tnrr
i
rEF íáimenta del hanAre. ^f
se saca en las Costas del Mar. No pribó tam-^
poco la Naturaleza de este socorro á aque*
U085 «que tvivcn lejos- delt Mari, pues algunas
?«ces ^ncuentrad debajo de tima masas tm^
mensas , á las quafeb llaman salgemma > {¡¡^^
6 fi)si|:;(^) otras hallan aguas , que pasan
fayendo estoa obontes de salgemma , y lade<-
jan en blgimos!. pozos j de donde se 3aca pa«
f a eir>apprat á' fuerza < de fuego Jas partículas
estrañas*, que xrontíene^ dejando la sal sola^
nietioe»
.: ( PeiD cqmó.se< experimentase .<a de 1er
fia 9 se* ide& moda de disminmr -su gasto , y
Mid. se 1» pasado Uen adelante con líi econo-
mía 9 por medio de las fábricas de graduación:
pues 5Íj5oooo'lU)ias de sal» que antes Conr-
minian (jMpalia^es de leña ) de quatro píes
de«altO' cada i.tB&)^y( echo de kti^'^ conato
tmen oy 1 solameme- cinco mil. La fábrica de
-graduación ^ cuyo Inventor se ignora , y cu-
•yo modelo mías am^ó sé halla en las Sj^
linaa de Sultz:? eo la. Alsacia ^ y ^tsobre el cih
inino dé Strasbtuí^ en AHagnnda ^ consiste en
-no patio todo descubierto^ ^e modo > que
haya veinte ^ ó: veinte y cinco pies desde la
<Cn))a de ^agaai salada hasta; la cueba. arenosa»
^que^estajrá dividida , segim- la mayor , ó me-
< bar / mezck de sal ^ que tuaiga ei agua en mti^
— ■' • ' •. T i J O
|A*) Vnlgamciite saI 2c piedra* Dic. Cast. lit. S.
' («^> Mineral.
(^4 EspOdieuh mJa MatíraHüSa.
é menos escancias y estelndiendoie cada una de^
ellas al espacio , que hay de una viga í otnu
Gada espado; de. estoá /está lleíao totahnentfi
faaka el/teci» de fagina. £1^ agua , qoe
íse ,saca de los poxos sakddis , se oónduoe á
<ma cuba , que está al pie del patío ;. y des^
tle^ aqui ^sobe y por medio jde bombas, hasta
4a primera boSwdilla'^ en donde se dísttíbttr
•ye en canales de quatto, 6 ciñoo pulgMaa
-de anchas^y otro tanto de profundas ,. dísr
puestas según toda la longitud de el . edifin
-cío, Qgugére9da& de sds en. seisrpnlgadas y y
con cleaas camllas -4 que. destilan d . agua jetfi
t:ima del mootan : de la fagina , ; síd dejarla
'^lir sino gotaá gota. Atormentada el agua^
y dividida, por decirlo asi ^ .hasta :et infíni*?
^to^^n- itmpmecables. .ram»taft>::.te) puede, únk^
Xfnest evaporó totalmente*. £aia obra- ai: pei^
'i^crona mejor todavía, quando un viento fuerte
Am ayuda y de modo, que pasando obliquamen^
te al través de la &gina ^ se: Ueha muchir par*
te de agua. La$ partículas dé oatCL elemento) qub
quedan unidas á ia sal; rcaen :hilo. il UUo .por
* razón de su pesadez dé rama en : rama pei^
pendicularmeme ^ formando una especie de
casoada , {'''*) hasta que' llegan' al estaaque^
ndlspuesto p^ra: qúeiilas reciba. Entonóos «se Ifv
'Stibe oon otilas % bombas, á ilos/ca&xiesi de la
«egunda estancia , y con una nueva evaponn
(*tt) La crAdttcion Icalianr emite cica femcjaaza* ' '
<
/ El ^BÍimhioJíJ ImSre^ ^ 6i
tion del agiia:didce oi la ñgína correspon^
diente j adquieren mayor fuerza ^ y solidez de
aaL Y asi , van pasando, según se necesita^
hasta aeis , ó siete divisiones ; de modo , que
sin gasto , y en ties días de tiempo £ivoni!*
ble á la operación , una libra de agua sala*»
da 9 que tenia al salir del pozo un grado de
fuerza para salar ^ por egempb , el peso de
iin grosero , adquiere veinte ^ mnte y dnco^
6 treinta veces mas ^ al llegar á la sep&na di-
moa ; y crystalizando después la sal y por me^
dio del fuego ^ quedan de la libra de ag^ quar
troúQzasdemL . i
teL VESTIDO
DE¿ HOMBRE.
CONVERSACIÓN Q U A R T A.
Muchos animales -hay , qu^ «saben tíc^ú^
car su habitación como la fabrica ú
hombre ; pero qo hay uno de ellos siquie*
ra 9 que ae vista como él se viste. La experien-*
. tía mas universal nos enseña , que todas las
Nactones politicas han mirado la costumbre
de cubrir sus cuerpos y como una especie de
buena crianza ^ que les era indis^nsaUe ; y
Tm.XU. I
-690O >aiDíi> quaodb id ií^re.!aias^9eyen6 , y é
tiempo JB» templado parecía éscusatloft del
^igo^ y del resgttardo» La carca ^ y d och
fiocitmemo del desonfea '^ que lexpe^menta d
¡aoathtc en sí miámo ^ iedbrigen sia duda pa-
ra que busque el socorro de hs pieles , y de
!as tdas mas á proposito para cubrirse coo
ellas» Peio siendo , como es , nuestra razoa tao
déiñl ^ ipuddsle , y badlante ^ no bastará pa»
fíu estableced uniformidad tan constante , CO'
mo no ba bastada el capridho humano , y
los raciocinios, de los Philosophos para ha-
cer convenir á los hombres en un método
general y y una moda uniforme de vestirse.
i¿L coétumbife [- dé vestirse ^ino de mudb
tnas alto. Lo que el capricho , y la Pbilo«
aophía han podido hacer , ha sido solameote
discurrir á <^rcá d<»-nnfl Wglá tan antigua ^^
intentar algunas veoe^aaimdir el-yu^. ove-
mos f qu9 las Naciones y que 4se ban separa-
da del cuerpo anügip de k sociedad,^ lan
permitido que se debilitasen entre días las ideas
& )cubctrs$e , .y^ppco ft^poco. desterraron to-
& regh ; y si^ecion*. Lo mismo .ha sucedi-
do á cercade los vestidos 5 que á ceica de
los sacrificios, y de aqudlas ^taa 9 que se fi)r«
maban en orden á la Rdigion. El or^eo ^
uno , y otro es común , y tan antiguo como
el Mundoi
Solo el égemplo de Adám y y sus hijos
ptt-
Ekvmido iél bonAre. 67
podieroQ perpetuar esta oostombre^ como Im
demás cosas , ettre las inutnerables iamilias,
que descienden de ellos ; y no hay que ad-
miramos mucho de que algunas se hayan
apartado del empachQ , y vergüenza natural^
que dáúsax tener por herencia ; como ni de
que hayan cakio en una^ afrentosa barbarie,
formando como cuerpo aparte áá testo de
aifs hermanos: la razón es » porque al mo-
do qfie er hombre halla en la sociedad d so*
corro ^ que necmita la vida animal , y seo^leí
añ halla tamlxen en la misma los auxilio» de
la razón. \
La SBCri^ofa nos dá la Mstoiía de los
vestklos. El primer estado del Mundo no
los pedia 9 y sola la ordeminzá del CnuH
dor 9 {unda(k en d desorden dd hombre»
nos los hizo 'oecesaiic9«^ Todas las Nadooes
c^btes 9 de 4ue tenemos conpcimientoi
han conservado im invariable respeto á la
decencia ^ pn^rdonándo sus vestidos ce»
ks impmiones aduales del calor , y d
fiio¿ Xas i^es <de la necesidad se mud^aii
peto las ds la ^ modestia hp adnutea alterna-
ti^a*
Qerta Fhilos^hfe , ñagular siempre en
tus idéás 9 queifia libertarnos de una^ parte de
estas leyes 9 y redocdrlo todo á sota la nece*
tidad de suavizar las iatemperies del ayre y y
las injurias del tiempo , sin considerar la con-
la ve*
érS"* Espe&aíislo'í&la 7Sbt(eráIkza.
Yehienda de lé rdadonr^ que nos hace la E»^
critiíra ccAiéiisso de las^Ñítcioiies»
Ntiestrcis jmodemos Epicúreos se autori*
zan cbn b Qondiifta ^ D!k>geoci>'de Ltcur-!
^^^.de'mudx^s: Pintores^ y de algunos baft
barás,'qtie ap;C0QpctaD> segim.dícéñ , tey,
alguna, y cree&'faai^r en estos^ egenaplares
la prueba y y mxf^ltf del ipodo de proceder^
segiviiel deiadjo^ck U Nacqc&It^za ; pero np
la litenlciá .d»>ha£trse ba$iatrdA»3uyOs;^y.apac->
tai» ite '€llá.i Bala. Poesía,. y en la Piota-j
za han iotroductdo la nioda eaaí general de
descuidar del vestida Bien podrá suceder , que
fieteúda eMa.esCuda; inkna ua^ir^oriM eo-
«era • ; yá/te !bia libertada de ^ Cocomck&NI
de lá ley de las juscaslpúblicaa , y coqcurr
$0 del Pueblo , ¿testinado todo á ks alabao?
sa» de la proKrideiidd >éy alábnoento de bi vnioii
fraterna ; pocs> á pofidtcQos clij^raiá del traban
jo de yestírocs ^ qnando .w pitede pasar síil
C8fó molestia , y es preciso.ésperar i que á fuer?
xa de exhortacionbs , & declamackMiea contra
|aa pieocapacioñes. .antíguafti ^ Jn^ ;laiíibieii
pntaiecer el egemplo id&iw.^bílocOplv$ CaiH
nibales ^ de manera , que se introduzca eptic
nosotros la esiencionde toda modestia; , y
de toda aquel decoro vy bueúa: crianza , <p9
ROS. ¡iiQonfxkla í que^ nds. pOnga en }a líber:;
«ad de satisfacer todos nuestros apetitos » y ea
isí uvL práAka de comer > y sifiteocaraos de
las
• £7 vestido áeT hombre. /^ 69
lás'canües de nuestTos.eneinigos , después de ba-t
berlo6 puesto en alguna jaula , en i^e los cebé*
naos con larga noano»
Coa todo eso , mientras tanto podremos;
pfophetízár ^ que las reformas de lá Philosópbít
caminarán algo lentas ; porque sus luces no sor»
muy claras , ni son enéiados \ de suerte ^ que
esté autorizada suficientemente su misión* Om^
tjkiuaiémbs > pues ^en vestir la.soctedád»
¥á se nos ponen . delante Compañías msr'
nerosas para bu^ár, y recoger materiales á-
pf oposito para que se ^bríquen telas ^ qiie obe*.
dezcan á todos los movimientos del cuerpo ; y:
entretanto están otmft rempeúádOá en darfes á
éstos materiales mismos la forma mas comre^
siiente á esta inteñck».
Hasta aora no se ha pocBdo ^ aun cotf
^ ándlio de los mejoces cíucroscppioa r ^^
tinglar pe^rftd^ente en i^ consiste ú\ artí*.
ficio de las jfihras^ y vasod y (i» cx)mponeii
lo interior del cuero de los animales ^ y que
forman im tegidu capaz . de resistencia , de>
alargarse^, y ensancttasae , ck uor resolte, yt
eonhracdon. de todDS'k)^ modos imagínaUes;/
£sta maravilla y tan poco penetrada hasta ao^
ra y esi tanto mas prodigiosa , quanto la na«»
turaleza , y dicción de aquel lioMr 9. que jun-^
lamente con Jos. nervios dá el movimiento
i los músculos de un modo tan diverso , y
tan ptonto ^ en nad» se parece á quanto
obran
%
Jó Espe&ac9Jo ie U Nattmúexa. '
obran nuestras mecánicas. Pero aunque fodavia
á ciegas , á cérea de la causa , vanos el efefio
de las fibras y y filamentos , que componen la
piel dd animal t este efófto conaísee en que po-
niendo ai animal esta odñerta movible al abri-
go de todos los insidtDS exteriores , en nada se
opone á la a^dad de sus miembros. Estas doa
conveniencias procura unir el hombre con la
.multitud de telas , qué le cubren, mas, ó menos^
según las necesfafadcs del tiempo , y que lé sir-
ven para resguardarse de las injurias del ayre, sin
turbar la libertad de sus acciones , y movi^
mientos.
De el mtee. La duétiüdad , y cottsísCencia de los vestí*;
wúi^ ^^ dos , no son , piopriamente hablando , obra del
hombre ; pues estas qualidadet provienen de bs
materiafeidelqúe tos hace, y fiíbrica :nacen de
hsolidéz, junta con el tesorte, y movilidac^'
que tiinoirá fií)lá or¡nvel>réHD,C^ lospeiot
ét todas especies de animales , d los hilos coa
que rodesBi, y embudveo sus crysaUdas ciertas
orugas, ó las failacbas , que se arrancan del ex-
terior de algunas corteaBas, 6 de la borra de lat
cascaras ,ú oUejos de algunos arboles , ó "plan*
tas. El hombre ha discerqído , y hecho deodoa
de aquellos materiales , qqe le podrían ves*
tk ^ sí bieq la éxáelqnda de ellos h^ exoedi«*
do á su pensam^nto ^ y feflekiones> M que
nos
f*^) o tamo» ^pl«naaí«4
EfvmfJh del hombre, 71
-flus [AisO esto^ mátedriales eo lás «miicÁ; noír*
descargó ¿el cuidada de estudiar sa naturale-
za 9 arrojando sobre ella un velo , hasta el dia
de oy itnpeneiraUe ; [%ro nos combídó á eg^i^
cftar nuestra industria 5 á fin de que df^casemos
todos estos materiales á aquetfálcosas para que'
xtes podrían servir , y reCiMnpensa con efeétos,
y sucesos felices miestru traK^. afeado y COr
mo son , los cuero) de los animales niuy gran-
des , poco domeñables^ y usuales ^ y los deotrof
animales sumamente pequeños ^ como lo son
1m animales mismos 5 hubiera sido preciso pa^
fa vestir á la sociedad , causar una ruina casi uni-
versal en los unost^ y los otros , ó sufKr la ma«-
yor incomodidad ron U «Letíd^d indócil de
los primeros. Pero el entendimiento dd hom-
bre conoció poco á poco los suplementos, que
para remediar estos inconvenientes lé había pre-
paMdod Criador* ' ^ .
Las primeras telas, ó composiciones, cuya ^t^X^^l ^
f!£brica concibió ú hombre , fueron las que se ^^
xxsian en los colchones , y después las del iWltro, coichoacn
6^1ana sin teger. Los colchones son un compues-
to de cerdas , lanas, y otras espedes de peb , que
sie allanan , y embastan juntas, por medio de al-
gunos hilos naturales , como son las crines mas
largas , ó artificiales , como los hilos regulares^
h los bramantes, con los quales pareció hacer-
les ^queUas bastas de trecho en trecho. Los coI«
cbones embastados^ planos^ y tupidos, y á sea por
ra-
Espé^aetío de U NérntieM,
193900- dd oso , drviendd en la cama ^cAaat- •
ta 9 (^ ó para acostarse encima de ellos 9 excí-
El Fieltro, taron la ¡dea del fieltro , que es un compuesto
de crines , pelos , lana, y borra , q<ie bien tupido
uno con otro , con la ayuda de alguna legía , ó
goma, pierde ái resorte natural, y se tnsinuap
cruza , y pega uno con otro ,de modo, que no
pueda dá^nnirse ^ formándose de este modo ua
cuerpo ligero , y de un grueso poco meóos que
uniforme*
Siendo, como es , el colchón &cU de le-
flovar , se substituyó por las pieles de que an-
tes se usaba para el reposo necesario al bom^
bre. Con la invención de varias telas se pu-
dierotí ir después^ p«>rfí>rrioaando los colcbo^
nes , poniendo las Cubiertas > mejores , y de m2h
yor conveniencia. £1 mismo principio nos pro-
veyó ds colchas , y pieles , que abrigan sin &«
Coiciu. tigar con el peso ; pero en este genero no
tenemos cosa {Qejor que la bata. (**) Esta es
^^ un forro , que se hace de la borra delicadí-
sima , que se saca de la corte2a de una plan-
ta
(»*} p';ira este eíeébo se nsan en algunas Prorincias » pero soj»
bascatitemcnce delgados. '
<«J^) Attuque este tccmiao BaU se ha incrodueido , j ettendidí»
el día de oy tanto , como es notorio j pero su origen le crahc de
una especie de fieltro , á que llaman bata » que <e saca de los pri«
meros hilos del capullo de la seda , Jr se entretela enere el forro»
]f el paño , por cgcmplo • de una cas^a , para que abrígne , y
resguarde mas. De esta Baca íieltrada se ha trasladado a la Bata de
que aqui hablamos aora , hecha de la borra oriental : con que ts-*
te»nombi:e€ata se toma lo primero por tanta especie de batas» 6
ropas de camata como hay. Lo segundo » per el fieltro sacad% de
la seda dicha , y cambien se imita con lana % j tl|p»d¿n i / lo tcí^
GttQ par d fieltro ladiaao » que decimos.
li.oríastaL Esta cubí<ertd ;9e imita con lao^
con algodón , y con la borra delicada , que s^
-aaca de U seda. No se ha creído hasta aora^
^ue puedan llegar á tener semejante uso aque«-
,Uo$ remolinos.9 y pelusa , ,que en otras plantas
^KXHupañan los granitos de su simiente ^ por
baber parecida comunmente ^ que tienen poca
fuerza elástica*
Aunque en algunos parages se usa el ñtlr
•tro , empleándole en gorros ^ y zapatos ; perp
Jos Occidentales solo se sirven de ^ en la car
fceza» No es 4e mi asunto inquirir aqui 1^
razón » que nos obliga á cubrir con un bo-
nete ) papalina , ó gorro la cabeza^, faf^ta mas
.alxyo de Las orejas^ qoaiido «jstamoa en núes-
,cro quano cerca de una.cbknenéayy á pa^
jser el sombrero del>ajo del bra^o al salir 4e
casa al viento libre. Tampoco es de el car
'80 examinar ^ por qué causa el sombrero 9 qu^
jifitts er^ redondo cotüQ un qwtasol » haya
de<s^ aora de rtm |>icos ^.y que los tiep
candiles hayan de ser constitutivos del buea
gusta Ni menos es del caso exaqniosr 9 por
.qué el sombrerp 9 hecho ssgun esta moda ^ seii
foco nucios que la des^peracion jde los JPio-
tores ^ de manera 9 qui^ aun su perspedíva la
yerran* Solo M* Parocel supo salir Uen de
este empefk) 9 pintando con delicadeza , y acier-
to. Tá están nuestros pjos hechor á sufrir
Tom.Jrn. K
•:-'' .
«UAfimo.
^4 Esp^aculó de la Natwakta.
^tois Yi«á cáiiK!liW; loqbeaoraexaitifúamostt
lá materia.
Cómonmenté se usa en él fídtro , y se ha-
x:e entrar para la fibrica de la Sombrerería la la>«
na de los Corderos , ^ la qual es miiy endeble
para los demás legklós. Puédese también em-
plear el pelo de liebre, y de Conejo , si yá no
hubiere Pragmática Real , que en orden á la fá-
i>rica de los sombreros finos lo prohiba , para
sostener mejor el comercio de la Colonia Fraií-
o^ en la Canadá ^ que abastece las sombrere-
rías de materiales mocho mas aptos , y casi los
iinicos con que puede aquellk Provincia co-
merciar ' en cambio de fes géneros , que los
-FiancéSesr tírntísportan á elfai; Mezclase tam-
iiien ) si- te qtdere , el plumazio de kiesaúi^
de que dosf abastece el África » el pelo de Ca-
mello , de que provee el Asia , y algunos otros
materiales semejantes. Lo que oy día constituye
el fondo más .écMiiUn^de esta fábrica , es laboi^
ta (^<ld Castor y y de qui^n te apartó el pelo
largo y y exterior , yá endurecido al ayre 9 y 4
Viento. En los sombreros finos se emplea utt
tercio de aquel Oetór seco ^iSi^Nne que no ha^
ya dormido alguno de los babitadófeá dé l|
Canadá , y dos tercios del Castor craso % por¿
que quaxKk) aquellos salvages han usado en
(*^) OfcUllomai
lugar 4t coIcboD est^ Castor por mucho tiempo^
rqiie4a amprriguado , y dad! ;y por con3Íguieo^
4!e muy i proposito fsaira que sea mas cx)QSÍstea-
;tQ 9 y mas tupjído. el, sombrero.
Quedábame aquí que decir , cómo se rom* SÍb«rM. '**
fie el Castor qpatxlo se cardnza ; y como es pre^
cisav que á las reiteradas ^iburacioaes de la cuert*
4a de on arcóse ^«^ ^^uligére y y mdla el per
lo , distribuyéndole cóu igualdad , y hacien^Ie
pasar de una parte á otra sobre un zarzo, 6 pleír
ta ; (^^a) cómo se construyen las piezas ^ que
son ocreas tantas plastas , 6 coc^untos de pelos
en forma triangular \ cóino se quajan estas pie^
zas ) Bietíendolas debajo de un cartón , y dea»
pues moviéndolas ds un ladp. á *otro con ua
lienzo á que llaman angulema ; (*f b) cómo i|
estas .quatro pteas?s tiiangulaír^ las van uniendo
orilla- con orilla ^ ó : coou)^ £ibrícan aquella
tela en figura de embudo ^ i que , llaman un
bastido ; cómo se enfurte i^o^ éste con un
mazo 9 6 prensa , metiéndole muchas veces
en la caldera , eu;que se han desleído rasu*^
ras de vino. Qué es iarle la. forma al fíel^-r
tro> 6 aplicarle sobre un molde (**d) de ma«
dera \ cómo se fortifica i ^*^ añadiendo mas.
Ka y
t^^t) tos Sombrererot fe 1ltma« 'CUftiBéi.
C**b) O absolucatuence Paño.
f*H»c) Así llftinan los SembrererosalBttáQ que le y tn daailo co»
el «lAZO t &c.
(*«d) Orma llaman á este molde.
(**ei A este molde Uamaii rttstér id fálts^
'fS Esp^acuto de la 'NafurÜeM.
y mas pelos del Castor á aquellas partes; que
se conoceti eodebles , y delicadas , como lo
son principatmente en aquel partge en que sé
pone el cintillo , que sépáHa la copa de^ te
alas.' Todas estás maniobras , y las (fe teñir él
sombrero , prepararle » encolarle ; esto es , afir*
narle con mas ^ ó menos cola , allanarle ^ y
'en fin , darle lustre , y repasarle ^ -son operan
ciones tan distintas , como fiíciles de entender»
y que de proposito no he querido explicaf
mas j para darle á V« m« Amigo mió , lugar
de que le pregrinte la explicación á un Som^
brérero. Vót lo que á' mí toca , yá he dado
aquí el orden dé fas operaciones 9 y los termi-^
nos también : el comentario será tan inteligible
Como corto.
Tegidos en ^ scguuda espeoe dé legido , que in^
ferina de red. veutó di hombre y fue en^íbnáa de red; (♦•)
y es realmente una tela mas industriosa qué
la precedente y y cuyas piezas se juntan cod
regularidad. Cómponese , pues , de mudx»
hilos , d cuerdecillas , que colocadas una jun-^
fo á otra , y asidas á una cuerda común » ^
á una serie de puntos de enlace , pasan , y
repasan obliquamente las unas sobre las otras»^
yá como un simple ^enrejado , yá con otras
labores ^ y distribución mas agradable » y cu*
ñosa. Si Iqs cojrdones^ de quei se forma la red^
C««) o Mé^ilU.
\ ^
•• & veftuíó^deJ iSotnire. ^^ 77
están bien trenzados , d los hilos son de di-'
versos colore^i ^ y si los cordoncillos van de do8f
én dos ^ d de tres eh tñes; iiDitando algiin dise^
fio y q«e diversilíqoe b distribución para réSté-í
jrarla después del mismo modo , sale la obra , no
solo con diversidad de matices , sino con un;^
division^y^/dende regularidad apacible. ' -^
Este trabi)jo , y tnaniobrá ^ euy^ simple idea'
se descubre en la red de tiii Pecador ^ se com-^'
bina 9 y hermosea en tantas especies de vandas,-
ligas, cintas^ gídon^, pasamanos, bolsillos, gor«
IOS , y redecillas j como vemcs^^ty en las obrás^
de iús Cesteros*, yá trabajen con pajais ^ yá coní-
juncos , ó y á con mimbres i y siempre con mas-
nobleza , h ingenio en toda^ las especies de te«
gídos , ^que en U simple ted> del l^isscador. <ba : < r
todo , me parece 5 que liódebemQSfdeeeiiériidtfl ^' '
aqvAipw^ ICy que betóCBinos étftrtt las itíventío^
nesdel hombre ^ és lo' que verdaderamente^ le
abriga, y viste. :
En la terceM especie dé tegidé , ^ue B&s^o\n$$ ¿e
dio á las dos-, qbe Imífíb^ dicho , hdllkm^*'
isia maniobra excelelíte: esta ^ fe- «mión de-
los puntos- al hacer calcetas , y medias , lo
qual se ejecuta con un juego de agujas de;
plata ,' de latón , 6 hierro 7 esta ^pocie de:
malla (**) es una invención hermosa , ' y aun* •
que el trabajo es muy simple , no hay bu- '
rii,
(*«) Por lo comao les Umim $9kaiwc J^miHi
»kM
7$ BsptSácuh é^ laNaturahui.
rtt y f3incél , id descripción capaces de hacer qwi
la codcibafnos. £«ta labor es feli^menM tou^
común el 4ip de oy»; Y sí la uníoo de ^qia msdU
auera con otra ^ qoe yá se habia beofao de anie*
Oíano , se nos hace difícil de entender » no^
queda U complacencia de hallar no obstante
en toda^. partes tD^pps prpotas. para mpstramo^
qfitiyú Bt nmó>^f, leoguaü que iiiiroduoen la
limiHeza f y clarMvd en quanto dicen » si lo Ib»^
gsn á explicar.
*i La quarca ^pecie de f^g^ » y acaso la mas
iitU lovencion 9 que sehallaeq la a^Kiedad ^^ esk
dí^ltelar ^ ^ coyos>Qbieros tfatpamos cprni^n^^
mente Teg;edores i y soti los ^que sacan la tela
con urdimbre , (*.^) y orama*
Tegidodeor. ^^ JSJ. ludúolire.i. i <]u«3Q los Xi^tinos llama*;
dmbrcy tr. hw ««Wlo^yíWlftSVeft Psdf^ WÜmbTB ,. Oír
yo nomtere oy- », eosflerv? ^ :««. como la. ba-
se^.y .fiíod^inepto .de toda la tefei» Bsie tir-.
dimbre no es otra cosa ^ que lo largp d$.
aqitellQS by««ítorcid|p$i qfiQ m^ ^stjepdeo so-
iw^ier ttlar 5^losL!quAka üt ^p;^ y b^q^ a(^
tetjuidaaienfle para recibir otra hib , que se
les incorpora , y á quien . llaman trama , la
qual ise arrqja de trav^ por medio de la lao-
2«ídetai^ qtie es ;un imtrum^nto de 4I0S .pun-
tas* á: modo .deifavichueb* Todos los te^--
dos 9 que iiemos: dicho 9 son ^ d demasiado
. . tu-
(*^) A U tiHímbre, ^ urdiembre le llam* Cmííiu en algsaof cc«
Ureí • ca otros Fit. Ncbcija le lUai* Otámbsu .
r^^ lij •*/.■
in^f^.^^ iQsyi ralos ^ y comoquiera tardío^
.y lentos para perfeccionarle 4 pcarotel tégidó de
urdknhrev yttralxia is amnmneQte^eipáítovy
el mas iecandp en multiplicar las coávehienp
xias del hambre^ y eó diversificárselas^ segnp pjh
idan las ésiaei6niesi^bano:^ias; ínteroperies'dd
tiempa>jy<e} .gustoide laa «Naciones ^ ó rde! loa
particulares. De aquí vienen ^ por decirloiBsi^y Igs
•infinitas lespecies (k telas diferentes en estam- . ^
l>res 9 árgñetas > paños 9 chamelotes 9 tafetanes^
^amascqs'iterdopelos^ ytxros téjgidQSi ^ icKiycj^
onmifarea se. varían cpc^mBelos m^tBriálea^qitt
las componen^ólasmesdasdebs hiloa^q^
ae introducen* r
I. o Los láaieñdesmlu pró{»os5.quehé» Ein«tertai:4c
inos haUado.piHra.6er. .hilados 9 y para, trabajarlo^
;en.el tebr ^noa los^sidimin^tnii >ciertas:p^oaiai^
6 ciertos animales. £H cáñamo , el lino , la -orti^
^.j kisaldea^ y: otra^iplantas conocidas en In-
. «dtas 9 DQSt pfoyeeo de cortezas «fibrosas ^ y ciQiqs '
lulos seiioahtienen.éa la madera ^dcafiafiEs |ns^ coreas a^
-cerandolas tú d algub i y {¡^amcíndíkb .evcli
gnifao (^ con el cuchillo , si ea !Cafiamd ^h
fnajandolas^ si lino ; espadandolaáde^ues^ y b»»
ciendolas pasar j)or todas la$ operactonea ¡ de las
largaa^iy. agudas-piíasdel rastrilto, peracjuejse
puedan fadar^teger, y blamjjuear. Potídente: blán¿.
quear ^ ó curar estos materiales^ yá sea es made-
jas,
.(**> Iflttrancato pva majar la €«fta4cl lina > i.^aiapa^,
y;9o EspeStaeuh de lá líaHírakxa.
^jes^b^xt biios , 6 yÁ sea en tehs, exppoiéndob
trtodb'jal ayre libr(^ » 7. al.K)CÍo » 6 supliendo fai
^ymedad > quo le comunica el ayre ^ con rocíos
«artificiafes* Las gotillas de agua ^ en este caso^
-después de liaber desleído las materias > que
imanchaban la madeja ^ ó tela^ las kbantan, 7
Jlébán óonaigQ con la pronta evapocadon ^ qóe
:f)fadécen*.i ( .
La V6rra d * Auuque Hay muchas plantas , cuyas 99»
tigodón. ^Bsílkis están emlKíelas ^n U09 especie de barn
4^) nv^ dedicada , qu? podría iservir para ha-*»
so jielUiav , (^) y ann se pudiera 'hilar comoi^
dapiei^e^ coa codo eso , no* conocemos toda«
vía sino la borra de dos , ó tres especies de algo»
d&i^ qu^ nós.haga algún senrida El tiempo , y
' la- crfnervaciop nos podrán eosepar utilidades
^KQsejántes eh otns plantas ^á ao desaüdamas
X4ise«U*
2
• Vf> »
- La seda , que nos dá una p^pede de oru-
ga ^llamada improprjameate; gossfQO de se«
ib?) .es ele dos 'maneras. :^k isedá laiga 9 y la
borra* No hay necesidad de Hbt en la rue«
6a la seda lai^ ^ sino solamente juntar los hi-
los , doblándolos sóbrela debahádera de ocho
eo ocha ^ ^ doqs) i ó -catorce Juntof ^ óonfor'*
meel caraét^r ^ry fuerea^qaé se quisca dar
á lá'tda. Los .modos que hay de hibr» y
debaoar la seda , son mochos > y no menos
los
(**) o LéitiUd.
SI Vfsfié M 6mhe. 8r
Io$ 'que l)ay de tosEcerla^ pooieodo varios hi-
los juntos.
Qoando se quitó la seda del capullo , dn scdam^a.
^le para e$te efeftose hubiese metido en ñgos
hirhieado y ^ U^na se^ cruda , qual esla hefw
flBQsa seda , que por el Mediterráneo nos vie» ^
nade Levame^y la que nos conducen délas
Indias por el Oc^no» También se leda en Eu*
fopa el nombre de sed? cruda ^ aunque impro^.
prtamente , i I4 que se ^aca de los capullos ro-*
íjo$y ^ bd))ps63dos^demodo » que no se puede
devanar^ ni hilar seguido t sin que se carde , pa<*
la que de este modo se^ ajuste, y arenga bíeii
coo.pqA rueca. (**^ ,
i, |ia.5eda cod^..^ ¡iAQu^Uai qqe «^ qoita> y «eJ«eocM«,
saca de los capullos echados en agua .caliente^
Uamase» además de esto 9 secfa c^cida^y j'^
keclwp aqueUa quese echó en Bna legía de
^;qa hirfapendo, que lueg^ se jabonó » para
sumergirla después deunbaik) de; agua fria
con alumbre ; quedando di^uesta con estos
TanuXIL h . pre^
(**) De cstM c«p«llo9 rorot t forqtfe «ílí^el fpi^aifo Aecho 9t«
loma » 6 4ef echados » porque los baboseó alguoa PaUmiiU» q«^
salió de ocro capullo , o borolic murió el gusano aatits dé perfec-
dofiarlosi se^iaca el 6Ja<|ii * o lílaia t el qual no se pv^de liilar en
la caldera eoh el resto de la seda » y ^e bcneíicía » limpiándolo»
Í cociéndolo con iabon* y.deipaes se lata con agua dará» y sé
ila t y esce es el modo común » que se usa en España de apro«-
techar estos capullos rotof. - Por lo qi^etmíra á )ascda-> la fina
es la que llaman de ^Imtnd^» » y U sfca t y .jiecfeccioaa -su car
pullo un solo gusano : ítk basta es W que Itamah' Ueal , y ésta sé
Mca quando se juntaiion ios gusanof eiiruo /cylpi^Io > ia^ d«mé» dt<*
tcrencias' de*se<.U están eñ el moáo d^ ni^r soíameoce 5 y este et
el tfc^anv d Wfp t g«c vá 4ai^<» ik si #1 jcépoUo^
B^« •* ' ■<
9 ¿ Espe&au^ d^ fa NmürtOeésH
ppe^mi«99Ds pata tódiar^i tkvteJfl' iágoa Mn
hiendo facilita las operaciones , que requiere la
se¿¿i f y aca^' sin (Quitarte niuclK> lustre ; pero
la disminii'ye ún fuerza dasticd^ De - aqtñ . prof^
rtetie d ^incoíivemeníe'^ dcr &é atreVtwiós d mefr
cliíf4a'C0n k seda cftidalAáíiatfcá'VQu^ ^ ^<^
taria en la tela^y latorínentaíidola ^ la eneres^
para ^ y arrufa porla^detígnaldad delaten*
ñon dé lioa ^ y étAP Sseí desigualdad haoé
aefit{>re'S!06)pedK^ fó n^feídá dé' la ; teda coci««
da 9 con^qMqv^tz 'espedí de aeüa <^iruda. Tá
veiesTOS eti las fiibrid» de las tetas de lana , que
flo ¿s«({iftKi6 doseaidadM en ellas los^Olidales
al manejar el urdimbre , y la granaa )'pata redu-
' éirkfio^^^ ttitf ij^tuddád^ reames ^ y- i un
BCíueirilff^y vonveni¿nda>pérftda« ' -
ubem. ■ Xa borra es aquella seda irregular ^ qoe
Vtmót ¿spaMáda^ come á^-fai aventura •, «1 re^
flSlOrrde^tes L hítes^Iar^#v. qué icófiñípoóeH^^
cuerpo del capullo : está' bcí^rá y 6 cílírtattá
fee carda ^ para hacerla man^ble y y que pue*
da hilarse : juntase-<!on ella la seda , que que-
dade. los c^puUos. rotos; , los. peda^^os de otios
enlertnos,y malparadój^;, isi rpdos los resi-
duoisde la seda ^ y capullos buenos y á quie*
ines no se les pudo acabar de sacar el hílo^
d hitar el cato, y en fin , aquella seda en*
i;olada , y dura , de ^ue se compone la cas-
cara del cajtilteiy que está im mediata á la
crysalida ^ y la cubre '^ y defíende <le todo
¡n-
. M sjetíiéo del ImArtm . %i
¡Q sulto, 'Esta ultima seda no se. puede juntar
$xm la horra , ni pasar por la carduza y sinp
después de haberla de^niugrado en agua ^ qui-
tándola . toda aquella especie de cota gpmpsa
con que la oruga Jiabia espesado su cubierta^
y tabicada su casa ^ antes de desnudarse de
las ropas xle gusano ) de sus entrañas 9 y de
aquella ^ lai^a membrana ^ ó saquillo en quQ
guardaba ía materifi d^sii seda.
Todo este filada ^ qpe k( carduza cotí-
fund^ ,.y pone en parage de hilarse » no tiene^
pi coa mucho, el lustre ^e aquella primera se*
da, qifela^natuialep, Qo^prppáni.^^ sí mis^
I^ Fero esfa^. desigualdad , eni|re .el fi^díz., y
Uséí^fina,,^^ las tftifi^ades, y el pro»
yecfao , y proporciona las, 9br9s ^ asi á los esta*
ijb$« y condiciones, de ía sociedad « como 4
C^dal, y copyeoienqíá^ <^S'^ ^n^pradpre^ .
Otras orug^. se Jtt^lan , de cuyo hilo nos
pudiéramos también ^proveqhar. El año áf
j 7 j4* en el Jardin de las plantas (**) se hi-
ló uno de aquellps grandes capullos ^ en que
ae sepulta la . ori^ berinosa , qqe se encoeur
tra en Iqs Perales , y que, tiene la Qspa)da ador.r
nada con C^nta bellezs^ de matices c, . de elec-
to azul Persiabo, que.ppdi^i^. pasar poruña
de las mas lindaa Turqt:|e^ ; f9^ . s^ ^9; tor
daviam^ fuerte j^ y tn^ brfl^te que la. d^l
* * " ' ^ ' La*' " \v ,. • .gusa-
. <**) Utt Jariia Bounico»
♦ • » •
S 4 Espe&aculo de la Naturaleza.
giisano coiDuri , aunque menos abundante , y
hias difícil de hilan Lo mas pronto sería acá*
áo cardar este hilo con la seda , y con la borra,
J¡r cascara del capullo de esta grande orugs,
después de haf^rle quitado á la cascara en d
agua aquella goma , que tiene. En este caso
saldría \ según se puede colegir , una materia,
que juntará la consistencia de las crines con la
flexibilidad de la se(fe comün.
* Ko párete conveniente, que la sedb, prio*
cipalménte la que no se recoge en la Fran*
cia en sus Provincias MerídioDales ^ deha for«
mar ramo alguno en su Comercio ^ pues si
él uso de este hermoso hilo se Vá dumeinao-
So , disminuirá en aquel ' Reyño la e&tíma*
cion de las lanas, que son los mejores ibo-
dos de los Labracferes , y Proprietarios. £1 ca«
so es cierto, y solo tey* un remíedio , qué
lé salga al ¿nítuenttóá este mal, y es distri-
buir de tal modo las Hmdsna^, que sirvan dé
recompensa á un trabajo universal ; de suer»
re , que los pobres Aldeanos , todos duerman
sbbre laña , y se vistan de ella. De este modo
asegurado el consumo de este precioso gene-
ró , lejos de dañar al Estado la pasión de la bri-
llantez , y lustre de los vestidos , mantendrá
otro ramo en el Comercio , en el qnal nun-
ca están demás la Yariedad > 7 los recursos á
cosas díyeffias.
£1
Mcxdas.
'El pdo- de los ¿Dimales « sin dtids la ma- ^*''*- ^>
teria mas obvia , y abundante , y h qlie gene^
raímente se. usa mas para vestir al hombre* Y tíb
scín ía metaér '^tmrteidef'esta pfcvisfoii ;4a^ bMK
idd Cá'stdr '» él |)fóiiiazo idd Avésftusev el peto dé
Camello ,lálan& de las Cafaras del Asia^y Afri>-
ca , el bellón de Vléuña , que es la Obeja (^^)
del Pern. La tanla de fatíjeitras r Obejas comti^
jbés ^ juntamente do^n tos cuero» ^ ie$ la defensd
ínas segura , qué tenemos Contra los ataques
de los elementos 9 y su intemperie.
a^ Este primer fondo de material es va^
no; y multiplicado yíl^r sí^'mlsmov se vát
xfa^y mult^lica tod^la mas^' cdn (el hume^
ro grande de especies , que se hallan en ca«
da material, y con las mezclas, que ha ju»>
tiíicado una feUz experiencia» La qualidadde
las lanas sévárla confoime los Países > qiie
Itts - producen ; y - además ■ de esto • , sobreviene
• una
- C*^ Aunqae fui por ni mismo ^ ioforiiiarflie de Urs maníobrat^
telas 9 Uaas > ¿ instramcntos > que se ns;in en las fábricas » y cela*
rta » a las Reales Fábricas de Ouadalajara > San . Ferpf ndo , y el
Hospicio » ▼ i otros diferentes telares > á aaien pf ínpipalmence f ay
deador de i6s términos particulares de tooas Uf opéraeione^ per^
eencctemes k lanas ,- desde qae se esquilan > hasta que se «isteoy
es a Don JosepK Lillo > que por espacio de treinta y tres anos tu«-
bo el manejo > y cuidado de ellas en la Ciodad de Guadalajara»
con notoria inteligencia > y adelantamiento de quanto esraba k su
cargo • y pasando por sos grados» y méritos por nuere cmplcoa dis*
cintos » hasta llegar al de Veedor Principal.
• (**> A estas ODcjas > muy dictantes «ie las nuestras a la verdad*
les llaman absolutamente 4e Vmmé^ hl Dic. Cast. dice «que son
Cabrai monteses «y el de Trev. que son nnos Carneros muy lig«.
rns • que se matan k arcabuaaios ; pero está mandado por Decrc:»
eo Real » que solo se recojan en redes • para que te esquilen » jr
¿ejoi ubres • á fio de ^uc ao ac árrvte « ^ dwmianya aoublc-
Acacc U csgccíc
una tíueva diversidad coa la que hay enTpre*
pararlas ; y pora todavía mayor ea el modo- de
.acompañarlas^ Np^b^ fábrica alguna de ia«
juas i qOe BQ; conceda pl i>rímer .as^(q i lai
de Seg(^ia,iy caá gexiarali|i^ á U» dejtod^
-Casulla / Estredura 9. Aadalacía^ y^aun i tof
das la$ lanas de la qs^or psíftj^j^e. hs Provia;
-ciaB de Esp^B» 9 aQpqug büy uoas^^.hiea[ii)e^
¿QKS qiia QV^ El/s^Dr(ík> asj^oito, ea ordeq
Ah bondad 9 le tieiaen^ias (anas, de Inglaterra;
y el tercero. U$ de. Leinguadoc , y Beyry. I4
. severidad;deb9 leyes, qu^ prohibe ]| los lo-
gices l^rmttacchtk Jifi Í4s i^n^ ^'iSUr li^^, 7
€4 'piíUgIro ide. losíicofitráyapíi^tís: Iji^.a^uiiir
Jbrada pocú á/ poco á I05 :^ Fabríqiiécos i que jf
«e pasen sin ^las. Uaas Veces usan de k^¡ bf
fias.de Segovii solsm^nt^ : otras }a$ juntan coa
¿ivecsas lanbs dai Esp^fía^.y MQa%, y otiaii l^s
mezclad cqn ias; dgí.Berry i:6/ con otra laoa
cruda. Todo esto ha puesto las mani&daras
de Francia en estado de proporcionar la fábri-
ca de sus telas con los fríos de el Invierno, y
Calores del Verano , ún tener que temer de
toodo alguno , que el trabajo de sus vecinos
desluzca el suyo.
Las lanas de España se distinguen eñ Fran-
cia con los nombres de príinera , segunda^
y tercera^ A cerca de las suyas proprias , sor
lo hacen dos elecciones , y le dan dos nom-
tí
Una tiu. ^f^ 9 ^ ^ ^^ ^^ ^^ I y ^^& llaman lana
akoi
opositó' parar uá Iboeii Hilado ', ÜAaüú- ktfta
^ ' JEEitáB ' objetos^ ppdrán^ \m\t la íhht^ía de
diocar á uñ entendhtoienüD ansioso de la inge-
niosidad « y agudeza , y que se cree de uoa es-^
(ftiérá. stí^tíbr ^- poique ¿a conrerltadcvá ^u Ra<¿
éeklsF^'y [nieétónotas^á'Má Va^gelaft Peroel
¿b iie'éy , Ids qtie isoh él ort^iH^Dto de lo^
teerpos «as científicos 9 y k)s qué gozan el
fadhor del masS^ilu^re nombre en el gobíer-^
ik) de loé Eámdo^/, tÁtkn^^ 6omo el mtjM
líefefeW de quafiti» «ftftón'í ?él dñ conocer , ^
¿3I udar á<^I^ é^adorfeí; | Qué favor eicená
la sodédad. Nó dudemos mirar como sólido , y
¿óUe aqüdk) ^L que ocupó conr tanta conti««
íié¿ákfS^éL-^2Ítí Gátt)ei^t&9' ni- cteítmés íd^a^
^fádo ^"1 ínténdifeiiénto ^dfel tioitobire {:^r pa-i
rarse á'' exañiiüar' níiatetiá^ , 'que prófuadi^aní
nn Reaumur. i
j^ Todas fes níatirtrias , ijué^ se llegan á' p^.,^^
fkíhérWüh'felaryáíeíííépctó^ dfrlá seda lar¿'
^\ '^ue'lpor s( tiiishiá^ está üfl^dá natUráU
tnentév y qué" basta 'doblaría para torcerla,^
se deben hilar con huso, ó con torno peque*
^>, ^.igraud^,;^^ ,jja?a, .q«e «e Met^ , deben
pasar por la carda , 6 por el peine , instrtt-
nentos ^ que miran á .fioea mxxy dijferent^ ,
Los
."^^
f o , que yi .mas alto* , 6 m?i hap9 , fie-
man el peyne, (**a) y están puestos en una,
tabla <ifr cósale m pie (**b) de larga, y sds,d
áete pulgadas de ancha, áíveo,,lq pfímero,^ do,
desenredar tos pelq8,:é hilos lürgos, <m, sp pei^,
oan , y de separar toda la materia grosera , de>
igual, y estraña , que se encuentre en ellos. Si
alguno de estos agudos- dientes ^ 'desRunt^
^rquei eocontr<5' con ;,una ¡materia di^ta^^
que Cede^con: dificiífead ,«e <g<iiza con apa: Uw
íuave i y si por hallar alguna hilaza , ó manojo
muy eoredadp , se encorbáipp « se. f;f)der^ co«|
«o; cafiQocita 4^ C9tisa¡ji9 ^uofíq ^ ^.ivs^ A
peine , deblanáplé, ^ poeieqdQ dos V; »»?© «>r
breotro,y en medio deeUos di- q>pay, i*^
que se peine, con lo qual, y pon. la inserción
mutua de los dientes entre sí , juaiw®"*® ^'P'*
aquel movimiento ^ c<??t. «^«^ 4f Pl*?"» i**^
bace caminar las pjia? »■» 4^«e i Udo „ y. yá
al otro , se alisan ^ y d^emmarañan aquellas
partes del copo" , que tocaron igualmente i
, (9da peine. Reiterado /esíe.tramo, ordena d
' «ayoc. eu|»eeo de f^btmrtfx»:* ít*^. W»«9^
los unop i oifosi:^ «UílaodftlcR „,4..P?kww
tiempo que arrima' qecesanameme . .roua»s
I . áca
i > aue t* b'ás'nuitc m»jw ^he^T 4e CtttilUb <
' (»»b) Dé París *•""
-í»*«)ÓI>fU«ii.
(«*d> VtlntioT. . .
«^ -*
. B tffftídí del hmBre. Bp
4m sQubI Í9tpvfíh 9 <f^9 separa las eMvem^
.dades de las fibras vednas» hallándose en to«
do el copo unos mas altos , y otros tnasbar
jos, según lo están los dientes por donde pa-i
fSa^ Goa. este, preparativp se dispone un opp$^
-yá Ijnpío perfeétecp^te ^ para qqe qmoáp
-msis manos diestras le vayan sacando en hch
^as sieínpre iguales , y haciéndole dar bueltii
^unánimemente) siguiendo la impresión » y mor
iymfitfvy .prpuÍQr del torno ^ ^ del huso 9 9
jfsm jtvajptiipanieotei qm «lo^.se dei^tuereaa
;^más»
Muchos Oficiales de fiíbricas acostumbrav"
4 t^rla$ latiaa «noes de tridxiiajrlas cpn el peint^
^ WlomliiSEíi.; {^\Qm9 Süsgim m» de mhajur
,\» «ttflt^^de teqIrW i yé^ea qaap^lo^est^A joter
4ni;i|te. hiladas , 6 yi quando las hayan tqgíic)»
{**) Los primeros , entregando i sus Oficial^
-«19 saiea ájt knfii de uo peso determinnd^ » la
«^KsütiiQ^s^ .e&ytros «órelos, i^en^ quatrp ^J^ m^
part^ ) ,cada uqa de sq color , para que; trabaja^
^ yá) y pre|>aradas estas lanas, y mezcladas de^
-paes » se¡gun,la ^iscraciqp d^l Oficial, por^naedíp
-^ Iqs (Umtes de sus iu^trun»eoti0^> y JMnRn^A*
,«»,;se cqofafldau líwi<99l9rís «fius! qc^ p^gq^p
-quedando eza^ameot$tcop(ia^fModíc(os, y triii^
; matados en aquel color .nq^vo f^qfjfi.x pr9-
Tom. XIL M pu-
(**y F$ lo mismo que CtfrÍ4« i.... ^. ^
peioan , hilan , j x^'y^ > y 4^»^ W,,pnf#K . , . .^ . ..u
c^b EsptBheuh 4ú la Nitfuráleia.
•f ^60 «t Intendente 4e^la>FábiAea , «1 \3¡6a\'^
■gura de aritémado dd butfti esrko de ésta ope>-
nracion. El modo, fara asegurarse es* este: '
*- . ' Qiiándo :el diiefk> dé tina manifaAara quie<»
Mt émpltatr^ eo ¿Ha lanías teñidais , y ^abér con
^^e^iiidad^ si te nfcackiV<)ue' ha cOhcebídft ^' prd-
-diiciráel e&¿tó, qué débeavy ha pensado, há^
ce trabajar V y prepai^r una muestra á que 11^
tDati^^jR/t^/m Asimismo hace peinar, y batansir
^roé^tánftos 1)etlonés (^)^é lana téfüda , como
4^ér6 s^r dé vekitfen^ de libras de ud ci^
ó de otro , en el total del paik> que desea¿ Si h
tnúettta coiitfeiíe ^a bellotes de color de Cafi,
«aidtbotof iríi¡$^/¿i^V(^)y ^o de asul pálík
^, ^dtirégaráá Ms OfiCidlétfV^'élefeétolésa-
tláfiiCé, por' total de bnal teffi^ aé veces ^
•£^' I4<to^ libras decbbr de €ai^^ 460 del Cabel-
lado'^ y 400 de azul páUdot • ' ^
? t ^tiüfeés ttíy^ 'qual ^éá '^ déjgró V q^ <^^
^foénia lana I y se.pebe^h cbft^taWá^fl!e«-
'^ , que no se podría trabajar más \ si des-
de luego se le hubiera dado aqud color , que
*8é le dettioa , y para que se prepara^ Así-
'ttislUGí hay cdkM^eá muy'sobresalkfnceS'yy vh
«vos i qual^ «lí él enCarnadd de CócttíBaiai
^^ue perderiai todo sú esplendor en tanta di-
' Vessidad de manost £á estos casos todas lis
V te-
, (**) o sraiiot. .
mMío 4c cfc« c«lor » 4«^^tfitii s«lt cl'Aoaibrc«
idas^ st truhajan en blaoco^ y en blanco váa
á Iqs úútss. La experiencia del provecho , j,
del daño ^ ó/^ h Imeno , y de lo mejor , j,
xms pe(f$¿to lian, areegladp! tp^ tsfBS idiCb*
rendas. _ . . . >
I<a5 lanas , esfién >y¿ tefudas, 6 no ^rse de-;
ben lavar primero ) y a%efvlas:9 después ba->
(pieeeaiclasi en un zar^ fu^ten^^ii^con ba^
queras didena(43s á eaté fiíp , y jcon este prepa-»
¡fsnwo. $e peinan de^piies^ suayi^andolas coa
agua , ó coQ aceite. £p, ciertos; casos las lanas^
sean coñid^s^ó Uapcfis^ no se pueden trabajar,
^¡áñ roQJIint^olas inwnfirq ^ ^úik de pltva%
é de >Ck>teat , (a) em^t||¿K> :Qa est^ cantil
dad de una tercia ^ i¡t unaqiüi^rice paine , y á. ve-i
ees de la nvtad del peso deja mj^ma lapa» La
guando: la trafa.jQl flM9^>j ique la. prodi^ , X
que por co$MqnenQ9 cpwe^^
gre natural , se peina , valiéndose del ^ua so»
lamente y y sin recurso ^ aceite alguno ; y asi,
juzgan suficientemente , despue|^de.h^rla]^«f
queteado;» y aligerado, qs^terla en ui^a tip^^in^e
agua caliente, eu qu^se baya desL^^ espuma
de jabón. (♦*) , ; . .
»m •••
*• «
(%\ El Co1z«t es ana col pequeña t eitjt simiente dá mncho acei-
te al exprimirla , y se parece ii la nabina « 6 simiente de nabos;
perp sin razón se dá e( nombre d^ simíentci de nabos k la si-
micnce > y aceite del Coliae , como lo hacen en afganos paragés«
(**; O bálago «que ea lo mismo.' '
É
a
Azufrador.
$9 Espéífiéétáoikla^'I^^
dln""*"^*' ' Puestos los belldhés de lana en im gan-'
cho immoble por una parte 9 se tienen asi->
do» por lá otra á un -gancho movible , que loa
tuereev p^rga 5 "^ lk»p29 y'é ,- cómo dioeD los
Oficiales, desmugra , bolteandolos por- medio
déun toirhóVq^ ^n^ varios brazos para sa
manejo. Toda- la saca de laiía se conserva amoo*
tenaceen* una cesta, ^ra peinarh deqnea
nias Bdlniíeiite con la hutfieáád , que le que»
éñ. Si estas lanas te-han de tejer en hbñoo^
se pasan desde luego i el azufrador , qoe es una
éstuia , (**a) eñ que se mantkneB , sin expo-^
derlas ^ ^yre ,' sobre^ unasf varas , de Oíodo^
que sé éxhainttén muy bien cotí los vapores que
sé elevan áe náa vasíJEi y éd - que se quema al-
guna cantidad de azufre. Este mineral , qfne
inancfaá irremdSabtémetitk' la ? mayor parte -á^
16s' coíores y párgh d(^ MiA sutíedad^ la' Imag
qué lió está tefiida átin ^ y -& comumca dtta per«»
ftda blancura..
Mododecrt. ' 4,** La lana larga , (**b) que pasó por el
huT ^ ^* ^ine , es la que sirve de unfimhre) y de ci-
miento f y fondo á la mayor paite de las
telas comunes de lana í tanto finas , como or*
diñarlas. Asimismo sirven estos hilos para ha*
Cer gorros , birretes, medias , redecillas , y pa-
ta todo trabajo de aguja. La razón de esto se ve*
rá
•
<*«a} En tt«e^trat Fabricar de fifpJÜU este «Xttfrador es «t usdf *
¿ero I h unas varas totamente.
I^b; O eauAbre.
' & W»}Sq Al iméfél: ^\ ^f
ti lúegp 9 quanda la demos del osa de las lanas^
trabajadas con la carda.
Para ú^ kf^laqa ^ <qiie:se ha peinado , y
éofisttVádo 9 XX)» proporciointia lárguravjde mo^
do 9 que adqnléia' UD' luscre y que se parezca at^
go al de la séda>, es preciso, que.se haya .hüa«
do en tQmo pequeáov Leonel t^uso, y la tuer
csi y qué se ia^^háj^ ¡torcida la mas que ftte4
ú po^fate* De^estai hmriefá queda* lá tda hien
Usa , tiqpida ^ y sin pelo ;( por lo qual reflexionan
mayores masas de luz , y con mas igualdad^
tompíendcse menos sus rayos , .qua qundq saiei
y» «stiecíde et^pelb por itodasr partes. Este biki
^Mmahttm quita deles faiisos^ó de lasca?
flfflas del • temo pequeño para debanarle 5 ó ea
útras capillas^ 6 en obillos , (^^) hasta i S de
tdtas^iéc/ma^^jeguip^lestilo de varios: Lugares^
jf del taimitonquc f^ ^ien^n: drterooliiiadQ :Jb9
irñí0ghtsteDCDs\^eeCada' manifadiva. : Todas las
fibras dé tste bík) ciefaenun resorte, ó tiran-
tez y que coótinuamente los indina á que sé
feticcjaq y' y:afirif|guen^^yi á .que dejadosil su
iftiertad se« taéfsaír unos con iotros:; peio es>»
tt resorte ' natural se les. amortigua, y dísmit
Quye con el vapcnr del 2^ua fairbiendo , que
penetra los carretes. Después se distribuyen so*
bre no banco eo otraa lamas cajitas'^ de las
^iialeti ae van sacando loa hÜos , metieodot
( ' los
La urdidera.
9^ EspeSlaítih lié U M^fm^^lfta.
los al misma tiempo eo igu^ oumero de ¥>cú^
jas y 6 anillos, para colocarlos eb. uoa urdi<}er9t
(ff) á mo(}o de tOff^D ^ puts^ fMpendícular-
mentexxmo? lá devaaatkrf ^iqueje . mjiere om
una manooon la ayudaídet qtikto enqmfith
tra el espigón de un dÜndia O sí oo^ iplm
tina urdidera ^ compuestajde oiástiles^rpAr^
los entne sí , y cotLúaadíKiiüadQQ ácía ^ pfti
red , para ir recihienob 1<» híkn^B' un orden do
clavijas y con que estám armados los roásdles»
Quando se lleba el hilo desde el obillo ^ d cari
rete ^ en que se devanó^ á la urdidura , s^im
la proporción cpn que ^^ dán^^.isttf jbuelaaL9.se
tienerí todos . los- falos: juntos ^en noa! ^ÓMQO.9 Jü
con la otra sé váa asiendo á la ciavijal ,.,10^
déandolos á ella con muchas bueltasf 9 y. loa bir
los' vienia i quedar itodbs juiftto; 9; ifocquodí
mía cuerda: gracsar, iqúe rbf ja.ifvidtoefi esfHKal)
rodeando tod« la .urdidera:, 7 «ooaerlwriQ
siempre igual distancia* Quando se Usbaa los
hilos i una urdidera Ihaa ^ é indinada sobre
la pared ^ se reúnen tqdosf fobre M. jptíftm
clavija de uno delas^dosrmáatHes^y: t^.Q^Or
áacen de un mástiL á otro yjás una i otra
davija sucesivamente.. Luego que el urdidor
llega á la ultima , buelvie al contrario , de^
jando en las mismos:: dai^ijas el.> mtmO MUQ^
ro dehilos^ y.hdcieiüo aw^.ennsa9dQii: %^W9
es,
(ftft) Loi oficiales la llaiMUí VréiáMí > 6 J/tilMitb .
-los dedos; ^ hqudli? isepantíonés^, que dafán
"después lugar en el telai! al juego de la ur^
dimbre* £n: toda estai distribución guarda el uf<- '
^idor ; tamo; en jos hilos ,: como en «1 ti^étor
tío de juntarlos , taluden y y ta|e8;m^ida$yqu^
•liarían una maiñík&ma ^ y la distinguen d^ otcá.
En los Lugares en que se acostumbra fabricar
aquellas telas mejores ^ aunque ,bast^ , que visr
4en' á la g^ebte comiin^ se lisa regularícente :^<^^
«dUz y :ócbb bibs sobre irada cJ^y^a de la urdí*
'dera. 'Con que el caamino primeto , que se hace»
y la boelá $ quedar sobre el orden de qlavi-
ju^j deja puejstos« treinta y seis lulos ^ y esto/^
•Ibmá ub fiünm^ Qua^entadei esbos; ra^qs sop
qaecesariot paxti ifiírmarel .totaldeaquella^^
-títud^'y masa de !:flos á .que llamamos una
'Cadena». (*^) Coo que son, 1440 hilos ., que
Xniíiltifds¿Hdo9^ por* doce uranas^ ^'que cai^ unp
'tiene rdQ liqgo^riíacen .i'J^aSoi.varas d^rbi]?,
'qué 9s i llama tambied un píuñado< Para har
cer el urdidor manejable este hilo y toma el
un cabo , y forma una sortija^ metiendo
\fl > bnzrí por día con ^ iodos los^j hilos , .y
-bohJsndókv c^ ^ia ^¡íbfm^ Id. s^gun-
-da sortija y ^ edÁao> y después metiendo hi-
lo,
(tt*) QoarCBta ramos compciien una d^aena^ h poñaoo > todas
icia coda > aunque ««Jni nos Oficiales dan el soabre de tela á sola
*li xnúimhk ', ^ c¿i>jinc6 4é ¿adcd^.' - ' \: ; " ' ' . - > ' . •
^15 EspeSactdá d¿ la Nkturaleza.
'lo y y brazo por éstei y . Ibrma e) tercero ij ^
Vá continuando. De aquí vfene el que á to«-
do este conjunto de hilos de estambre » ensor-
cadcAa. -tíjados , y reducído? á un pequeño espacio , «
ie dá el nombre de cadena , y que se le.coiif
^s^fse, todavía ^ qujindo' yá ! se ha! estendido sót-
•l^ el telar para recibir el hito que la crii^
•za , y compone la tela. Para formar toda h
urdimbre^ 6 cimiento de la tela,. se necesitaa
'^tnucha»' ds< estas cadenas , juataodolaa én;unS|
~y sbdindo aquella base* primera dé. hitos láb-
(gos Vy paralelos , desdé la parte anté^or d6l
Urdimbre. ^g|gj^ ^ hasta la posterior y en donde se afir^
^man eQ un cilindro ¿ llansado enjnllp ^ yjá ^ae;-
^dida^y'q^ OM^ el juego f lé- Aiserdon de htrar
*nfTa>ise-vá tegiefadot, se:aiirolla da rebieootio
'enjillió de madera , tentfido delante dd Te*
gedor debajo del juego de la . lanzadera* Los
'preparativos de peinar la Jkinav y 'híhiHa y j
(Urdirla, son un ^ídndot, auo m^ . i^I , que te
'prbpríedades, y 'haoie&dasi para una 'infinidad
de Lugai^s cercanos á las Fábricas de ttiiicha
operación^ y consumos; porque lo qué traba-
Jan para esté ^£b^y resaroe i^ estof iñigaáes , y
*les buelve dqudlp^ :que ríos Pic^áietarÍQs sa-
can de ellos , sin alguqa, esperanza de quec&h
cute en su alivio.
Colocado este primer hilo con mucho or-
den sobre el telar ^ en que se .fabrican los es-
"tambrésVy sárguetiwi^ todavía .no, twtí*
mos
i
IS vestido det bünAré. ^i
mo8 de la febrica de los paííos ^ nos mani*
fiesta el largor , y anchura , que debe tener
la tela. En los dos lados , rsegun el ancho de ^^ ^'^^
ella ) se acostumbra poner un numero deter-
minado de hilos - de una materia ^ ó color di«
ferente del de la urdimbre , lo qual sirve de
caraderízar las diversas especies é& telas , que
se febrícan. Para ;que cada qual sapa lo que'
compra ^ hay reglamentos , que determinan
la anchura , y bngitud de la urdimbre , la
materia ^ y el color de los orillos , y en una
palabra , quanto pertenece á cada especie de
Pero aquí no teneoMS todavía sino la mi*
tad de la Provisión* Multitud de trabajado*
res.y no menos útiles que los precedentes ^ aun*
qK mas visónos 9 -y ^ lAenos díestios , tiospre^
^tiai> otro segundo 'Mío 9' Qomünmente más
fimie 9 y menos torcido (pie el primero, y que h¡io4cu »«.
atravesando alternadamente: por entre los hi- ^^
ks altos , y bajos de ta urdimbre, los uAe to*
dos en un solo cuerpo y y fotxm de un cabo;
k otro un tegido igualmente grueso , é igual*
mente adornado , y bello : y este es el hilo
transversal , que se llama trama , ó grueso de *
látela.
El tramon , esto es, las lanas cortas , que
quedan en el sueb dd peine , por no haber*
se podido mantener , fSdtas de aquella lar*
gura precisa , y proporcionada á las otras , y
- T(m.Xn. N >
9 %• Espe$a9fJo (k 'la'N<aufalpuu
generalmente ^ tcxlas aquellas , qite $e llaman
l^nas bajas , se enj^p^^ao, después de bien baqii6*
. tead^s-9 y cardadas, ^ensacar depilas il biSode
txama para las telas coinvinesü -«i / . : »
€ardas. - ^as cardqs $on dos tablas , ó planchas co-
mo el peine ; pero masí ancbas. que. largas^
cubiertas.^ ijn cue|K> de b^aoa ., berízada
cpD ppnias;4e bferr0.y>l3Sr^ueÍ€Sí, .al. cotxtrar:
cío de. los /latg<p$ dientes ^eí^peii^:^ $on cor«^
tas , y algo -corbas , pata que^ rompan los ma-*
teriales , qqe pasan - por eÜas 5. y los redoz-:
qsp 4 las in.4S miím^aft |»rtictitoiL:v X tsmásn
mo para que rarifiquen , y desunan lo m^s q¡¡m
fuere pos^b^ ,ta borra ^.aeda y. ttaniiD . 1^ peal,
como la fina 9 el residuo dQ los capuUps , que;
epQierra iqncQedi^tamePte 1^ orysíJida tj (Cl pen
la 4eíi<»dQvi id^jiwrcftijdeí €^3¿f ,^ »Kte -qi^lK-j
q^ier c^ro «pirpal^^e^ dimtnob ^jó estopA y que*
queda en e|, $i^lo del. peina ^ úíí .q»e é$^ . kir
pudiese preparar ^ y las knas: de ultima suer-
te* En fin '9, las cardas se ^emplean w^ fQm-l
f^ las Jagss larcas i ^ -49 ):prictew.:;sii9rie¿,
quando . jse, prep9^Q paca! pagos 1^' ó : papa . Sarr
guefias finas I que íniitAn' el Cuerpo de d
paño»
El motivo y h idea del trabajo de las catr
düSj ps. ^pQn«ff ^ ua ¡nj^rsal bincfaíidci ^ Ibfo^
y. á proposito para sacbf un bilcf-.poco apre-
tado 9 cuyas fibras hagan esfuerzo , y egerci-
ten .de todos modos su lesorte , ó nraelle unas
OQQ-
• . - •
* JSteíTtfda Mbmbre. '^^
oomiia bttíb 5 ^énid buscáiiídb ocasión de des«^
dos 1r¿agitíable¿ aquellos rnéniídbs [>ék)s ^ que
han pttadó pof la& cardas'^ tió se pueden tor-^
ccr y ó 'dóblí^r singue ^c*pef¡triéiite;ért ellor
Ana kndgbdi» édnScftUi'á iáepárar% <, y á 'dés4
máfse *nfté^fef;íÉ|ihító.;fieñ ^ue 'ehtrari ; defeé
estar heriisada) y poco torcMó:*cbh qué se de*
be saCaif de este liSlo cardado una trama pro-
pida p«m ^6 lai teta ) que isaljga '^ se hinche « V
abul»-; y;<*tejíd*y'^ésal|áVa^^^
isifuinlád dé-píekísá /áskla t)oíl lá ot»
dad él el Cuerpo de la tela. '
. ; I^ kna se carda , dandok diversas ma^
Dtt! ) 4se váo: emp^eabdd jíDsthim&tites ^uícesí^
fjttnefite délteadóávy df i^iíaártoas cortas :M
yfen la ultinltti 'ópéradtoiif'^sále-Mdé del^jo ¿fe
la carda como un pequeño rollo de una pul«
gada de grueso , ;y doce de ' largor \Bst6s ro-*
¡km dd latía ^jk ^Ittffiíán'' copórpaVd^ UhO^
ékt^^ y !terliilafi eá él toirM grafidé'sfii ^^ü4
dá « de rueda alguna." ^ Lá ' hilandera potte cotí
la mano izquierda la extremidad del copó *^r*¿i**¿
en el huso , (**V ó en sü ége i y con te de* ^ogt^d^
t^sat paño « y les llaman» a U primcrat Ctf^i^ Ctmm», k la scgun-
O » eanU (U ¡UfáH^ b'Fim^» á la tercera , carda de R$4ilU,Y ik U
quarta, carda de VeriS : y escat dos ulcimas>una> y otra dan la al-
tíma maan. Tambicá paraila trama hay s«9 cardas pfarttcohres.An*-
tf s de darle estas car.das ^ la Uu|a» K.le ^tai^ Iq^ r/#r#/^ y Csdil^tttj
que soif'1orrcsidin5$ deianfarta ,'qú¿ teniaif. ^
'<*9 Ai huso de esta especie de toro» llarnt* Hmsém» ea alguaae
partes.
100 Espe&acuh áe k NahtraUíuk
techa mu^e b .c^ex^ , la nieda , y é :hmx:
con que asida la lafiaá lapun^a del ^ge » aeeíK
teda en ella , dguieiido su movimiento. Luego
aleja la hilandera la mano, y prolonga tres , ó
quatro pies el copo , que adelgazándose ^ y sí*.
guien(^ la direocÍGoi y que Ja oot^tiuica el ege
dejl fanso , viene á /quedar reducida á un Ulo
bastantemente torcido » de modo , que logre ala-
guna consistencia , al mismo tiempo , que per*
manece spficiencemept^ ^.fó^ para ectar fuera
del . torcido 1^ extremidades, de las; pepenas be-.
bras,^ue.le componen^ Paudole de nsbés mi
golpe vblento i la rueda , saca el trabajador ^6
bilandera todo -el hilo 4e ^.ege , y le arrolla,
y deh^a e^. el cuerpo deltuiSQ ^CQo solo^vn
leit.l^ rueda .§u movitniQíuo ofái^mo r jr
después une el cabo.de^ ^opo^ ji biladoj[
i otro , que se. empieza d l^lar , ^piteando
el punto ;^de reupioii aKege.f^ra bplver á co*
o^^n^f I9. operacÍ9ft'PrtíPed¿tU)e^fConcuy9 le-t
petición . acumpla fi>ucÑ% busmdjisl^t^ue se vafe
poniendo en el cuerpo^^ del huso » al mis-
mo tiempo que se disminuyen mas » y mas los
volúmenes , copfbrme se uan acercando á la
punta del egé. Est% miasa de ^ilo , 6 esta husa*
da grande, dc^pnesta én fortña de cono , 6
como un pilón pyramidal de azúcar , se atra-
viesa , 5r corta con el ege , sin que de aso-
do alguno se desenrdien , ni enreden sus bír
los:
j' . ' ♦
».
. SJ vertido del bmbre. lor
íoiz pnies el aoeyte , ó solamente la bmnedadf
que todavía mantieqe la lana j embota , 7
adormece todo su resorte. De este modo se
muda sin riesgo alguno , y pu^to el cono en
otro huso 9 se distribuye en la debanadera^
imiendoie por medio de un ligero nudo con
el bilo de otro huso diferente , y todo jiia*-^
to se reduce después k una madeja por me-
dio de la debanadera , que mas gobierna al
trabajador ^ que el tiaba^dor i .ella* Las me»
didas; , que se han propuesto , y las ideas to^
madas , determinan la circunferencia , quede-(
be tener la debanadera. Quiérese ^ poqgp por
egemplo ^ que la madeja tenga trescientas buei*
tas de hilo ? Entonces es preciso ^ que el ége
«oeage . pcnr medio de.quatro pubtos ed una
fueda 9 que tenga veinte ^ y que el ege de
ésta 9 que tiene ciiKro , entre en . una rueda
grande , que tenga sesenta puntos. La . dd)a^
madera dará cinco buelms para andar los so
puntos de b mida' pequeña ^ pues <^da uno
de los de la debanadera encuentra coa otro
de la rueda pequeña. Esta dará las mismas
boekas que su piñón , el qual para andar los
^ puntos de la 'rueda grande, habrá de dar
2^ bueltas: con que en él tíetnpo que lá
rueda grande ' dá una buelta 9 dá 1 2 la pe-
queña 9 y la debanadera 60 : y asi 9 es pie-
dsp 9 que dé la nieda grande cinco bueltas
para qué la debanadera dé $ . veces' 66 9 ^ h
las
rotr EspeSaéuh dé h NataraUza.
las trescientas. ;£q el* remate de lá dd»padeJ
ra se pone: na martíHico^ condncicb por un»
davija , que le sostiene , asida á la rueda gran-
de , de modo , que ^ al acabar de dar ésta (
bfiiekas., dá el martillo 5 golpes» Además de
esto atraviesa Üá misma debanadera nd ege^*
queariblla nn hiloxón una pesa pequeña ^ que
detenida al acabarse la quinta boelta , advier*-
te al debanador , que hay yá goo hilos en
m debanadera , piies ha dado' 300 bvebás , eknt
es '5 veces 6o. rForraac^ las madejas cpo ué
Bumero determinado , y 'conocido de hüO' da
nrama , se juntan los cabos y de modo , que
todos queden reunidos en un mismo punta,
p^ea «que (por >medio de una cuerda ' se pue^
dan hallaff>''fóc(ltiiente.>Pjíra quitar Agestas m»<»
dejas el 'aceyte , y suciedad , que tienen por
razón de los tintes^.se lleban al desmugr»»
dero ; y limpias ^^ y desmufradas . en él , sr
Cueican v 'd^ndelfis' , como peqnefias cohiña^
torneadas \ á<icada^>uiia. de las qdale^ femaq
rollo ^- 1' paquete. -Esta figura 'balita el m^
^^P 9 y transporte ^tn riesgo de equivocacioi^
ai. de 'mezcla^ Uldmameoté. ^j se debanan las
madejas ife él' hito de trama ¿a cafias pefque^
fías de trer pulgadas ' de* largas^ yla^ llkwañ
caaiiiat. caniUos.' Dentro de cada una se mete tm Uñt^
fecillo 9 i que .llaman bembrilld y i^), cuyos
/ i '# ' *i \~' \ ' ' \ • . . * * ' ,. dos
A(**) ^ c^ca^ejobj¡iU,6 feügrref illo» iin« se tt^ce dentro ^e la c^
kiUa'para' asegurar la ciíla Iajiiadérá'»te uamáñ en otras paKcs lirné^
El vesfidd íkl hombre. 105
lados mantíenen la canilla dentro de la
lanzadera , que dá lugar por una abertura la->
;teral ^ pqra que vaya saliendo el hilo , el qual
detenido sobre el temple (**a) pequerío ^ que Lucha, h aut-
es el primer lado , ü orilla de i la urdimbre^ ""* *^*^*'
se desarrolla ^ y descoge de la canilla á me*
áida y que la lanzadera CQrre áciá el temj^ pe»
queño del ooro lado. Entofacésiebantandose {x»
medio los htlosde la urdimbre , y :bajandd des» . ^
pues akernadamente ^ quando los otros suben^
y abrazan el nuevo hilo ('*^b).de la trama ^ que
los viene á acompañar h tile suerte., que la ur** ^
dimbre es propriamente el cimiento , y la fuer^
sa del tejido , y es la trama quien le dá á ki
urdimbre d cuerpo 9 y el carader mas sensí*
.Mucbas telas Jbay , cuya trama no esbdlun ^eia de 4m
ds^ sin^ de una lana* peinada y i¡^c\ ooino:^*^*'^^'^^
lo es la de la urdimbre misma , y en> estos;
casos se saca un tejido liso , á quien por
la igualdad j 6 casi ^ualdad de los dos hi<4
los 9 Uamaoios tela de dos estaoibres ; y. por
d. contrario llamaremos tela.de im estanibre^ ; "i
á aqueUa^ cuya urdimbre es de lana peina*
<**«) Bl temple es an palo» h regla» q«e se pone encima de la ce-
íá para que no vaya» ni mas ancha» ni mas estrecha de lo que se '
qoiere» y se afirma con anos, que llaman Pincbts > asidos a la mis- *
ma cela.
(**b) A cada nuevo hilo de trama » que. va entrando en lá ttli»
le llaman Luehm.
(*«c> También le llaman estambre á esta tana peinada» y esta te-
la» qnc sacan de los dos estambres peinados , tanto para trama» co*
010 para «rdimbrc > es á quien Ummui TíU dg Us íttámkftt. •
• #
1 04 EspeStacuh d^ Ja Naturúlna.
da 9 y el cuerpo , ó la trama es de faib floj6|
6 lana cardada.
De esta diferaida de hilos , yá peinados»
y y á cardados j proviene la que bay entre
una simple tela , cuya urdimbre , y trama se
formaron de un estambre igualmente torcí*
cb 9 ó de un fustán y que es todo un algo-
dón 9 pero de urdimbre Uso , y trama beiiu*
9t&o h hilo ^ ^ ^^^^ proviene también la diferencb
de rr4iiM to- suma , que ae ve entre el paño , y una tda
bre otro hilo , i_ i* t <- j
4c craoM. de estambre lisa ; pues el paño se saca de ur^
dimbre » y trama , cardadas igualmente , aun*
que de lana la mas larga » y de primera siier^
te ; y el estambre mas hermoso , y fino se
compone de estambre liso sobre estambre
liso , (^ esto es 9 de urdimbre » y trama»
Usas igualmente , igualmente ' cenadas » y
ambas de una lana fina » y larga » que pas6
por el peine para que quedase mejor torci-
da» y mas lustrosa. De aquí mismo viene
taml:rien la diferencia de las Sarguetas , (**)
cuya tiama es beliucb » y floja ; y del ba-
tía emmhre futo » (^) belos » y otfBS telas finas » cuyo hí«
ibo s^brc o.zu.^ ^ ^^^ el de la urdimbre » como d de la
trama » es de la lana de primera suerte de
Se-
• t ' «
(**) A U cela » qae mIc de los dos hilos » trama » y urdimbre
<ÍB peinar > lUaan Vtthi,
(**; Ha/ dos cspcciet de Sargueras , uaa de teda, de mas cuerpo
^iMT d caiVcin dol>le 2 ocra de laaa» algo mas fina que la Scmpiccr*
■A , y sirve comunmcnce para forros $ y de esta se habla aqoÁ.
(**> Suck servir para aiirio en ios lucos.
IS vestido Jd bomhre. ,. iqj
Segom^ y ambos lisos , y peinados , y que se
hilan casi coh igual solidez en el torno peque-
ño. Esta, igualdad ^ i^ ca$i igualdad de los dos
hilos ,' con la supresión de toda pelus^ , es
quien saca tan brillantes cómo la seda las te-
las ordinarias de Reipis'^ de Mans^ y de Cha-
lóos sobre el Marne. Si la trania de este es-
tambre' lisq , aunqvie peitia4^ cotíid- el hilo de
la urdihibré', se lilla muy suavemente, la tela
muda de nombre, y tóriiauñá forma niiévá. V
asi , no será yá estambre la tela, sino sargueta^
quando la trama es de lana cardada , y que se
hiíó flcyamente en éí ' tortiil girán^Je ^' para , que '
quede lanuda ¿dmó eí pafib/A^esta$ combina- gjj^„«, h
dones , que dejamos dichas'^ se juntan otras , sin ^^<> ^^ «^«-
mas diversidad que el mayor , ó menor grado de con ^hlio de
carda , ó peine ; otras diferencias provienen tam- níaSÍ^^" ^'
bien de la alteifnativa de los hilos de la ur^m- '
bfe,yá sea en ordei? al color, yá en eí grueso,
Ó yá en el modo de disponer , y tejer el todo.
La tela fina de un estambre liso sobre otro, y
bien apretada ,'y batida én el telar , viene á ser
d éstambi^é liisó de Mans. La misma tela menos ^^}lX^.
apretada , I' modo de gasa, será loque se íla- ^'•«^«•*
ma crespón. (^ Es la trama de lana fina , pe-
Tom.Xn. O r©
'I
(4(*) Bu esta .tcU» na kftbiendo po4í4o ccaer inrorme alis-
tado de. ella, TCOiqítc Tarían inmei^amciice los Diccionarioss
y asi usamos de es ce termino por huir de su coafasion. Udos
poaen dhameloce * otros estanicáa t J ftrcc€ t ^ue ao es an^
bí ovo > sino 6l Cr$if¿itt
BspafioUta*
Tiritaña.
1 06 Espe&acuJo áe Ja Naturaleza.
ro cardada ? entonces será droguete y d tina
lanilla muy fina. Alzase-, y^ se baja la urdimbre
con qu9tVo careóla^ (^a) en lugar de dos? £1 en-
lace de los Wos es entonces doble y y sq cruza^
y atraviesa uno á otro, y la tela es el Maroc,
(*^b) 6 Droguete cruzado. Es la tela de una la-
Tcia Deifina. na gruesa , y sin cruzado? Esta es la tela Delfí- .
na. Silfi trama es de lana fina cardada,. con
urdimbre de estambre liso de Segovía, eslaEsf
pañoleta de Reims. Si la trama gruesa es de lana
de Francia, y la.urdipbre dé cáñamo , sale
la Tiritaña de BeauQapp.j,^ el Droguete ^grue-
80 de VerneiuK Xa Sargueta fina , bien tejida, es
la Pinchina de Tolón, 6 d¿i Cbalons de Cham-.
paña. La Sargueta de lana gruesa , bien ba-
tanada , e$ la Pinchina de Berry. Quántas com-
binacióo^s I y ()uánt3S mé;^Iás I y nombres '
ae tiallan á cacía paso entré todas éstas telas^ .
que son como telas madres! Pues nó se ha- .'
lia menos multitud desde el hermoso Cha« J
melote de Brujías , r ó. (^ . ^la i^n Flandes, d .^
de. Ñeuville eti eir^^^ésai^Q, baktk él' Chamé-.
Banagás. lote basto de Auv^miaVy i^.l^ragáni^^ '
C**a' Bu los telares llaman Cdr e9U$ i unos Hstonas de fluwieni
en que pone los pies el Tejedor 9 para que saban » y bajen los ti-
zos. A estas careólas llaman en algunas parces Prttmdtras » 7 en
•tra» PrimidiTés. Al tejer con quacro careólas , llaman tejer á la
C»rdtllédm Las Sargaetas , Katiñas. y otras ettnfecile Vemno wt
tejen de este modo , cnn qmoro liUot , y nna especie de relieve»
á (fue llaman Cru^^
(•«b) Bl Maroc » de qoe hablamos «qni , es ana eapecíe de Ser»
gueta , que se fabrica en Reims : y puede muv bien pnsat por I>r«"
guete , como también el Sé^*tin » / el CéUsmMP»
£7 vestido del hombre. X07
4egun se emplea para diversificar las telas ^ 6
una urdimbre fuerte de pelo de Cabra ^ coa '
trama muy torcida de lana fina \ 6 una ur-
; ' dimbre de pelo »y trama de lo mismo f^ el
^ .p^9 con el cáñamo , con el lino , 6 con la
^ jséda. Una fuerte urdimbre de seda « con tra-
^ ma fuerte de la misma materia « nos dá el
Gorgorán de Ñapóles \h el de Tours. De Gorsorin 4e
una trama de lana , con urdimbre de seda , sa- go^ú de
fe la Ferrandina , ó d Moncji^ard. El hilo ^^••
de cáñamo con el de. aíjgódon ^ nos abastece
del Síamense comuñ. Estt> basta para que po-
damos inferir ia immerisa/ diferencia de te-
lasiquesé encontrará én las combinaciones
de pelos ^ borras ^ seda ^ lana , cáñamo , y
lina '' ^^ ' ' : ;^
Antes de pasar i otras especies de diver-
sidad 9 que se les dan á las telas con Ids vá- río,%?c^?I
ríos modos, que hay de darles lustre, y con ^^ *^^'¿*^¿
los singlares preparativos con que las dispo- «^í^rta.
^ nen , rio es razón omitir una operación bien
^feve en la aparfenda ; pero eñ íá realidad
muy del caso, y no^ menos sabia :y qtie por
; medio de d torcido de el hilo acia el un
lado, 6 acia di otro , contribuye mucho ^
\ lustre de lás^ telas de menos monta , y mas
comunes , y á la substancia , y cuerpo de las
telas, que imitan al paho. Esta operación con«
siste en hilar del mismo modo la urdimbre^
v^y la trama, que se destinan pata aleuna tela
' ' ' Oa lus-
io8 JEspeSlacuJo de Ja NaturaJeza.
lustros^, j cpmo el Estambre ^ el Chamelote 3 ü
otra 'semejante V y ^n fiilar la trama para los
paños , al contriario de como se hiló la ui-
dimbre.
Esta diferencia no ^lepende de el movi-
miento dé los dedos 9 que siempre es el mis-
mo ) sino únicamente de la cuerda del tor-
no, la qual puede estar cruzada , ó abierta,
y sin cruzar : caminando la cuerda ^ que r^
^éa la circunferencia de la rueda, y que obli-
ga á seguir él movimiento de ésta al huso,
y al hilo', de la izquierda á la derecha, co-
mo la cigüeña del mismo torno , hace que
las bueltas, y torcedurás de el hilo Ueben esta
Misma dirección , subiendo de la izquierda á
la derecha ; pero si la cuerda ^ que rodea,
y corre por la rueda , está cruzada antes de
llegar al huso , á que se vá uniendo el hilo,
es necesario , que á hilo ^ y huso los mue-
va, bajando de la nsano diestra á la sini^
,tra, al mismo tiempo que. la cuerda sube 50-
bré la rueda de la izquierda á la derecha ; y
todas las fibras , ó hilitos de lana , que se van
torciendo los unos sobre los otros , tanto en
el tornó (pequeño , cómo en el . grande , Jo
ejecutan según el movimiento , qué les co-
munica, é imprime el huso, y ege , por lo
qual se pliegan , y tuercen de un mismo mo-
do , quando la cuerda del torno se cruza ^ b
se hila á cuerda cerrada > y se tuercen de el
mo«
El vestido del hombre. 109
modo contrarío , quando se hila i cuerda abier-
ta. Pero y y qué bien nos podra venir de que el
uno de los dos hilos sé tuerza al contrario,
que se tuerce el otro ? £1 bien es este.
Quando se quiere y que una tela no que-
de rasa, sino con algún ^dorno, y nías , ó
menos tupida, y belluda, se lleba á los Ba- ui Bauaes.
tañes para espesar la urdimbre , introducien-
do en ellas fuertemente aquella lanilla , y pe-
lillos de la trama , que la acompaña , y pa-
ra mantener . con sus estremidadies., introduci-
das en la tela , la pelusa , que la adorna en
k) exterior. £1 Batanero es con toda próprie-
dad quien le dá la consistencia á la tela , y
el efeéto principal de los golpes de los ma-
zos de el Batán está en añadir la fortaleza,
y tupido del fieltro á la regularidad del te*
gido. Como consequencia de este principio
no se pasan por el . Batán las telas lustrosas,
, y lisas , pues reciben sin esta operación todo
. el esplendor , que han de tener ; y si tal
vez se batanan, es para que se purifiquen,
y limpien; y nunca se ejecuta en seco ,^ pues
perderían , tupiéndose á fuerza de golpes , aque-
lla ligereza , y brillante hermosura . , que las
dá el cara&er. Por el contrario ,' las telas,
que se batanan para adquirir la consistencia de
el paño , ganarían desde lu^o no poco , si su
urdimbre , y trama fuese de lana cardada , 6
. á lo menos si el hilo de la trama es flo-
jo,
I
M
1 10 Espe&aculo de la Natut(úet¿u
jo 9 y la urdimbre hilada , á gyro ^y tornó oob-
trario , ó uno á cuerda cerrada ^ y otro i
cuerda aUerta. Las personas , que corren ¿da
una misma parte ^ podrá suceder , que no
se encuentren en mucho tiempo ; pero si co^
ren al contrarío , se podrán muy bien en-
contrar , y tocarse con prontitud unas^, á otras:
de el mismo modo sucede en los pelillos de
dos hik» fkgos , y torcidos acia un mis-
mo lado en el tomo; poca unión habrá que
esperar de ellos , y aun todavía habrá menos
denlos dos hilos de lana peinada , que for^
man el, estambre; pues en efeflo, lo que se
desea es ^ qtiie se junten , y aproximen entre
sí , y cubran d cuerpo , no que le snfixjuen^
y at)oguen. Pdro si el uno de los dos hilos
se torció* á cuerda abierta , y el otro á cuer-
da cerrada ; si los pelos de la urdimbre están
de una manera^ y de otra los de la trama»
los pelos déla una taparán fácilmente los in-
tersticios de la otra , introduciéndose en dios.
Quando los mazos golpean , y rebuelven la
tela en la pila dd Batán, no hay peto algu-
no 9 que no se quebrante con los golpes , que
recibe; y los petos , que con este impulso for-
man una curbatura , ó se apartan de los im-
mediatos» se bajan , ó prolongan , quando 'd
mazo buelve la tela dd otro lado : con que
si los hilos de la urdimbre , y de la traiM
se hilaron unos al contrario de otros, y aque^
ios
. - Bl vestido del hombre. i r x
Dos se erizan acia fuera á la derecha y y éstos
áqa la izquierda ^ esta disposicioD les £icili«
tara sin duda ^ la inserción mutua al batanarse
la tela: y todavía se hará mas fácil , y mas
pronta esta amistad , si los dos hilos son de la-
na cardada ^ qual es la que se emplea en los pa«
ños. Todas las demás telas , ea que se acompa»
ña el hilo de . trama con el peinado » se uniráa
suficientemente con sola la precaución de tor*
cer un hilo al contrario de otro ^ y adquirirán
la textura , y solidez del fieltro, hasta el pun-
to que se desea : digo hasta el punto que se
desea, porque si la tela , sea paño , 6 sea Sar« ^
gueta, llegara á ser verdadero fieltro^ se com-
primiría demasiado , tanto en el largor , como
en la anchura, á proporción del xmyot grue-
so ^ y cuerpo^ que adquirió: y si se quisiesen
baoijnar mas , se harían pedazos. ^ ó .les quita-
rían el tesón y como dicen los Oficiales.
Los ^fc¿)os del Batán son dos. JSl. prime- Dot eredot
rp, es desmiigrar absolutamente la tela j y el
seguuíjb enfurtirla ;^{**) batanase e^ tierra , y ^
en^ seco., (*♦) En ti, rra se We embolvieiído la
tela en arcilla, que es absorvente ^ y á pro-
posito para llevar á sí todos los cuerpos un«
tuo-
f«*j Bsc6 es cnf irU » y tolidarU.
(«o> Bn nue tras Fábricas está prohibido b<t<iitr en f^eda para
pafi(»s finos > porque los desluce $ tampoco se nsa batanar en te-
co. £ji el Batan se ponen tres operaciones : la primera ci desen-
grasar t la segunda ¡ enfurtir > 6 solidar i 7 la tetcera UTtr. T
esta s€ dá solo con agua dará.
de los Bata«
aes.
113 Espe&acuh de la Naturákxa.
tuo^os , ayudando la operacioo coo un catk>
de agua. De este modo se desembaraza , y lim-
pia la tela^ á fberza de un trabajo repetido , y
dé mas, '6 menos rtgua, de ia tierra que te-
nia j de las manchas , de el acey te > y de to-
da aquella bascosidad , que cogió en los tin-
té^ ; y asimismo de la cola del pergamino
códdo , en que «e embolvió la urdimbre pa-
ra que sus hilos estubieáen mas resvaladizos,
y* suaves én la fabrica. Despues'de esta primera
operación , de que no tienen necesidad algu-
nos estambres delicados , las restantes se hacen
en seco , yá mas , yá menos fuertes , eofíir-
tiéhdoá la ligera , 6 batanando éficazmen-'
te , según la intención y que se tiene , de que
las telas salgan de mas cuerpo , 6 mas del-
gadas! Nada dispone las telas , para meterlas
mucho de Batán , como haber introdüd-
do mucha trama , multiplicando los golpes
del peine en el telar. Yá echará Vm. áqui de
ver , amado Amigo mió , qué mecbanismo tao
delicado sé encuentra en todas estas opera-
ciones , de las quales , aun no aprendemos d
nombre. Jamás hablamos á uñ Oficial inven-
tivo , é ingenioso , y corremos detrás de las
estériles promesas de los Philosopbos. Yo qui-
siera y para su gloria , y aplauso , que fuera al-
guno de ellos 9 quien en lugar de hid>lamos
dé las formas substanciales, de los puramen-
te posibles 9 y de la harmoiiía predetermi*
nada.
'EL vestido del bonAre. it^
nada , nos hubiera eoseñado siquiera el uso de|
hilo torcido al contrario.
Después de todas estas diversidades , que
prováenea de la elección , mezclas , prepara-
tivos 9 y fábrica de bs matéales , se puede
todavía variar la tela con otras composício-
nes , j aprestos 9 que »,h aplican ^ ó nie-»
g9n después de estar £ibricada : y así , mu-
dan el nombre , según el modo que hay de
componerlas ^ y según d que hay también de
adornarlas.
Primeramente se despinzan ; esto es, se
les quitan bs nudos , pagillas , y motas con to-
das las pequeñas desigualdades , que tienen , va-
liéndose de unas pinzas delicadas , 6 de hastiílas
de mimbres , ó semidas , {^*) para que vayan
i los Batanes sin riesgo alguno : pues el masi
pequeño cuerpo duro podría romper la tela ea
el Batán. D^e las manos del Batanero buelve
á las de la Despinzadora 9 la qual repasa la tela^
quitaadola de un cabo á otro los cuerpos ter-
ecos, que encuentra , y quanto halla capaz de at^
terard color , y de disminuir la igualdad , y
uniformidad del grueso , y cuerpo , que debe
conservar la tela. Después buelve otra vez al
Batán , donde se golpea de nuevo , no yá con
agua . firia , sino con agua caliente , y jabon^
Insta que quede de tal modo limpia , y la-
Tonu XIL P va-
[ ^^\ Ad solo ttsaa pintas de hierro coa puntas de accso*
'^ k 1 4 Espe&acuh de la Naturdletcu
vada y que salga el agua de la pila tan crystall*
na ^ y pura ^ como entró ; pero se represa , y
detiene para batanar todavía en seca la tela ; y
entonces se le d¿ un batán maá fuerte i la tela^
Si acaso se le quiere dar.. Tíenese la precaución
de desdoblar de dos en dos boras la tela , y sa-
cudirla ^ tomándola de las orillas para que se
disminuyanlos pliegues,, y arrugas ^ que queda-
ron dé los mazos ^ y para impedir que se en-
coja con demasía» Luego se bueWe á lavar en
la pila , y ésta es , por lo común ^ la ultima
vez; que se lava..
»ftrch«gir de: Después de estd^ ^ se arman algunos Ofidá--
jftft teitj. |gg Yigofosos de la Fábrica > á los qiiales lia-'
man Percbadóres ^ con los. palmares ^ que son
unas cruces duplicadas de hierro ^ ó madera^
guarnecidas de las agudas pttntasdé lacatdencha^'
6 con las cabezas de la cardencha misma y cuyas
hojas> vistas en el microscopio, descubren en ca-
da extremidad un delkadisimogancbo; y después
de haber metido en agua toda la tela ^ la cuelgan
Wen desplegada en una percha, (**) y van saciuw
do el pelo á la tela ^ repitiénda varías veces la
operación , y empezándola por la parte inferior^
llegan á la superior, y después al contrarío de al-
to á bajo rluego contra peb,y según él ^sucesi-
vamente : al principio ^ á paknar muerto ; esto
es^con palmar^ que yá ha servido y despula pat-
finar
El vestido^del hombre. ri5
tnar tívo > quando no ha servido otra vez : (^
y toda esta especie de obrage % hace primera-
meóte con suavidad ^ y luego con mayor fuerza;
pero siempre cou el cuidado de no consumir , y
arnúoar la tela , ni empobrecer él cuerpo , y
destruirle el tesón, que tiene , á fuerza de ador-f
naúAzy y sacarla di pelo.
L9 perchadura deja á la tela mas calientei i'aadiiUirir
de mayor abrigo. , y mas hermosa ; auoque t»ira
esto se debe añadir la operadon de la tundidura*
OorregM^ la 4e«goaldad del pelo de la tela por
medio 4e las tijeras del Tundidor , y puesto su
primer trabajo , la budve al Cardador para que
la carde de nuevo » y se la^ buelva. Ejecutado
já todo ,/el Tandickx la trabaja y reparándola , y
fefifumdola , i*^) nombres , que expr^an los dír
versos grados de su trabajo ; y asi , la trahea
mutuamente de las tijeras á las cardas , y de las
cardas á las tijeras , hasta quatro ^ b cinco ve«
oes , sin hablar de las tundiduras^ y de el embéSf
Pa d
(**) En Cspaáa dan cinco bnelcts 3k la tela : \ la primera badea
llaman ulrwMms » á la secunda 41 meiU Ím»m , ^ la tercera . y qaar-
ta refim^f , y i la quinta 9mHs : f estas mismas buelcas dan en
la cnndidnra. La carda de imprimar ca la carda común : ala >rgQn«
da buelca la dan asimismo el nombre de 9mh§rr4r z y ti <iaando se
carda al potro , qne es una especie de attil^ pero las ultimas labo-
res son á la RUHU ; esto es , encima de la rodilla^ y se llama pu-
ramente cardar El ferchar > es lo mismo que car Jar al ayre, y dis-
tinto de los tres modos antecedentes ; y qoan lo se percha, o car-
da al ayre > cuelgan el paio en una vara , ^ queilaman terchd * f
h» Tan trabajando cnn los palmares « los qnales n» son otra cosa»
que nna especie de cardas, conque los Percbadores &acan el pelo
é Í08 paños : la carda la usan los Tundidores , después de dada la
tijera para sentar el pelo al mismo paño>
^ (««) Bstoes 9 danaole las manos > y repasos > que hemos notado*.
it6^ EspeSfactdo de la Nataráfeza,
d modos contrarios con que las trabaja xmanoh
nO misma; Fábricas hay , ei^ (pie después de pa«
áarel paño por las cardas de imprimarlo co^
muñes k primera Tez y buelven al Batám
Kq es posible, qoe pase la tela por tao fieros
acometimientos , golpes, instrumentos , y herra-
mientas ag»das,y afiladas , sin correr algún pe-
ligro. Pero no hay cuidado que no se ponga pa«
ra zurcir imperceptiblemente . aquellos parag^
lisiados y endebles , ó rotos,
jufcidiirtf. Los que' comercian con boocnr , tienen , co^
mo por deuda de religión , el imponerse exac*-
tamente en el conocimiento de la» zuiddo»
ras , que hay en todas sus telas j- é iademní*
zar al Comprador fielmente de todo daño». Es
aquellos tiempos, en que la superioridad dé-
las Fábricas de fuera del Reyno de Francisi
hacía que se desdeñasen las telas , que se sa*
caban en él ^ se acuerdaa alanos haber visto*
un Merecer de Londres , que no se ocupab»
en dar noticia i los Traficantes de Francia de
ks zurciduras , ó- partes desquejadas , ea que
el tesón de sus telas se arruinó ; sino que pa**
ra evitar escritos , y réplicas , lo que hacía , era
poner colgada dé un hilo en la zurcidurai
(*^a) y parte maltratada en cada pieza ,^ una gi¿>
néa. (**b)
Después de las largas operaciones de Ba>*
ft»a ) h esta viircidara Itaman Rktns itl tuiwé.
ft*b) Vale cosa dt siete pef«s»
tañes ,' cardas \ y tundiduras , qi» sé ¡farfao ^se-c
¿un la calidad de las tehs ^ b ^\ niethbdo de>
ios Lugares , ^anto en ei nombre , como en el
ofden y que observan de ejecutarlas , se ponen
las sarguetas á €iek> descubíeno ^ y ayre lihre^
tendidas en unas peithas , ó /varas largas r 7:
tos paik)s 9 que recibieron el lustre del piimet
repaso de \3& Bruzas y (^a) se colocan sobre
la Ram?^
La Rama (**h) es un conjiÉtta de pabs^
ib^ maderos ^ tan ancho ^ y largo roma fas. ma- ^
yores piezas de paño. Esta Rama yd especie de
bastidor 9 se pone en pie, de modo , que se pue»
da co%ar la tela, y estirarla acia todas partes^
dejándola a»la á una larga: í^ de davijas^ El
instruiponto , que tira á la pieza de pafio y acia
él ancho , y. la mantiene por la paite inferiot
fija sobre usa pieza transversal , y movible, se
llama Maelk ¿ y b pieza , que ase cc»^ sus
clavijas todos los pizuelos (^e) de la tela , y
b estira áda lo largp> se llama Fabo. Esta .
operación mira á que desaparezcan del paño
todas aquellas, rugas , que contrajo en las p»-
las del Batán ; y asimismo sirve para tener
fe pieza, en esqnadra , y Usa ^ de modo , que
se pueda sin violencia reducir á so justa , y
pro-
ÍfV«a) Esto es » una especie de Escobillas.
~ f**b) í(m»^/« dicen Ibs Holandeses eitEspaiífl*
f**c) Son aquellos bilos , qne ^táuk sin uger ea k pHxa > ft
iQodO de finceos J
I iS; Esp^áctdo de la Nafarakza.
propofdonada aoduira : y en fia , la dispone pa*
fa que la lini{5en , den lustre ^ y la doblen ea
•quadro. Tal es el uso de ia Rama.
La intención de ciertos Fabriqueros en es-
thnr de 'este:,aioda el paík> , és algo diferen**
t^ ;- estoes , anméatará la pieza muchas va-
ras. Pero esta violeoda relaja , ablanda , j
destruye la tda de un cabo á otro ^ haden*
do que desaparezca él enfurtido , y él tesón ^que
es el inayor Hsny jque le Comunicó el Batán.
Inotílmente se tubo la precaución de baoerf
que quedasen belludos , por medio del pal*
mar , trama^ y urdimbre » de hilar á cuerda
abierta 9 y cerrada 9 y de batanar en fuerte d
paño 9 para umrle cómo un fieltro , sí se tor
ma aora d partido de desmembrar ^ y des-
unir la pieza á fuerza de estirarla , disolviendo
lo que juntaron - tantos afimes , y haciendo^
que 1 8 varas en una espansion moderadSi
vengan á ser a 4 con una extensión videntx»
Esto es lo que hace á los paños .flojos^ sm
conastencia ^ tesón , ni cuerpo. Mucluui veces
se han Uehado al Consejo quejas contra la
Rama , y con todo eso , en Franda aíeoipre
ha hallado Protefioies. Ko obstante , los úl-
timos arreglamentos para impedir los princi-
pales abusos y han sido de confiscar toda te-
la 9 que en la Rama se alargue en ao varas
mas de media ^ y la que en z 6 varas se en-
sanche una. Metiendo la tela en agua ^ se
r^
leátice á sü estado natural \ y declara la iojus»
ticia « si es que la hay»
Bruzado después oiaeTameoteel paño ^lim» . ,
pío 5 y alisado acia' una parte sotamente y para cb^ic hXÍ
que mantenga ^empre una. inclinación unifor* ^*
me > sé ayuda el lustre, y uniformidad det pelo,
aplanchando el paño i esto es y aplkandb una
tabla de Habeto ,^'á que llaman teja y que por
aquella^ pane y que se une al paño y tiene el baiw
nfz de un compuesto y 6 mástic de resina , pe«
dernal machacado y y limaduras pasadas: por ta*^
B2Íe , para que laspágillafi^, y vesíduo&de la&tuzw
didúras y qne alteran el color,» pe^ndose á esta
resina y le descarguen, y dejen libre la mas'gra^
ta vista» ^*) Ací^base de dar lustre á la tela >qua-»
drandola*.
Quadrar el paño , ó toda la teía . es doblar- ^*^"^^-
fe ODnpIiegtif'fL qiífldradQs « y táí vez^ dar cott
goma á cada doblez» Después 8& bjéa toda la ojcadurt.
tela , poniendo en: cada doblez tin cartón ,^ hasta
llegar at ultimo , que se cttbre con una tabla , la
qual deja ptír algún tieifipa toda la pieza coma .
ta tina preiisa.. .;•.'.
No^basta para quadrár^ y dar lustre per<«
ieéto á 'la tela , el que todo el pelo caiga i
un lado > aunque esto hace qué reñexicme 1^
^**f) Ista« operacrqnes escan prohibidas co España y y solo para
''dar Ivure-i U t#l»4ssan de gema» y ttmbitft scpoét en cada plit«
rué de la pieza oír carrón r y á la pieza coda sobre un tablero de
Eacina > i NopJ , y encima de elU luin Platina de bicrro batido*.
iupi Espej^aeul&dehNaturaktcu
luz con igualdad por todas partes ; es pred<*
so , además de esto , que todo ú pelo ha-
ya pendido su muelle y porque de otro mo-
do 9e bdverá á tebaour con desigualdad lá
primera gota de agua » que caiga en el ves-
tido 9 comunica ^ en secándose , una elasticidad
natural á todos los pelos ^ que tocó , de mod(^
que aparecerá uoa. xnaficba ^ donde realmente
íbio faáy otra cosa 9 sino una reñesdon de luz di«
versa de la que tiene el pelo immediato. Este
dañó se procura prevenir por medio 4e la
igualdad de la prensa : repítese la ojeadura ^ f
substituyendo al . caruSn porg^mános suaves j J
delicados en todos los ^primeros dobleces de
4a pieza ^ á&adiendo después ^ de espado ea
espacio , tablas delgadas , 6 planchas de cobre
faieti caÚeptes ^ para . acabar de 4qblar coa b
pr«n3a todo A pelo ^ y det^miovle i un bdo
sin fesistencta* >
Antes , arrollando las telas en los eojiP
filos de la prensa , y . haciéndolas dar buelta
JT¿\ cu^I por medio de un árbol.» entre una taUa í«r
^"^ fnobk de madera , ó mesa de marmol 9 y
otra perfectamente . Usa , y bruñida , 6 for-
rada en una hoja grande, de cobre , yendc^
y viniendo .en lc9 enjuUqs con ^1 peso de
difiz y ocho , ó 90000 libras , se quitaba mas
eficazmente el resorte al pelo de la tela , y
se la daba un lustre mas limpio ^ y mas da-
r^Ie.
No
El vestido M bomhre. 1 1 1
No es la hermosa vista | que se dá á las
lelas 9 algún lustre frivoloso destinado á po«
nerleat comprador en su poder un bríUante
V^sz^ío I y momentáneo : antes bien , por el
contrarío ^ se le entrega una belleza constan-
te, y duradera; pues la tela ^ que carece de
este lustre, además de parecer un silicio , no
tiene desigualdad en lasubttanda, y: en elcuer-
{)0, ni determinacioa tampoco en el cobn La
tensión igual ds los dos Úlos , que atraviesan
la tda, y mutuamente entre ^ ^ y las acci-
deotaks dtvártídiKles de m resorte , debilidad»
y Uaindam i que pueden sobrerenir á .cada
parte de k tela, y aun i cada hilito 4e ella»
di^oben necesariamente toda la pieza al desla*
:CímientD ,^. á que hsgs bolsa$ , dobleces , y
4tfru^^ y. prlndpalm^te m4« itülas^ delg^dáf
«da ifievittUe>ai noioren^di^aenlM ic^nicX-
^as pftcaucicmt^de los ^ue las: preparan I lifi^
tran, y prensan*.
r, . rlxB estambres^ :y: aargnetas , yá sea élak
i|itt {)pr serf iiwf Jiñs:;2X> se; Hdí^n al Bft!-
<¿n , ó yft rlas^quG se. batanaron en ti »'agui^
h eü fin^ k» quel sdamentq. it désmugraron,
y para tegerlas , se batanaron en seco » todas
he.dafaebf.l9D]9erfá limpitf > y poner al ayre.
Aetoanse '^staa átelas 4e ' Ui liento jNufa . daiyf
les los ultimes preparativos , cuyo fin prin-
cipal es impedir las arrugas , quebrantar los
resortes, que quitan la igualdad dd tegldo,
TonuXIL Q in-
112 Espectáculo de la Naturaleza.
inclinar todo el pelo acia una parte para for-
marle la vístale introducir una especie dehar*
monía en toda la tela , ^ suprimieüdo las de^
formidades con la dilatación • de las fíbras eii
lo interior , y con la uniformidad de la refle**
xión de la luz en lo exterior de la tela. Todo
esto se consigue eni4ostistambres lisos , y de»
4icados por mectto de la evaporación^ y en to*
das las telas batanadas conr el lustrador^ si yi np
se ejecuta en la calandria ,6 en la prensa*
Evaporar las piezas de la tela , no es otn
vaporación, ^sa ^ sino >esteader cob curiosidad y cada «ia
«te ellas Ü parte' /ed un ;et)julla , 6 dUiidro
|)equefk>,yvpdner]os ¿odos ¿b^ntro de dha^x»!*
tiéra'^rande de cobre en forma quacbada ^ y
encuna plancha cribbda'í ique habf^-d: alguna
discaócb' ddl suelo ^^ tí cáldem* ( (^)p;<^
liéfíttNs^ bi¿n d' agua^ijée rfaay itUfc^ü pía»
xAm^ y el suéb; ^ estáidó muy: cxtiaijíaiai
caldera por la parte superior ^.es^praqísQ ^ que
iob arspcdnp, que lepcuentriíailacoberceáiy se
tsfieridan? poK todas<jpartesilso^lait€lav,'yqife
foqoá fxxicbla pesfMteé^iy suayieeh ila asperea
za 9 y elastiéídadi qUe tenga : lo restante Ibiuii
ial.prQnsa.^. íi:^ r» n i.- 'I tr^ « - •. :\ r:.vj '\
/. r/I/imtsníoi s^cedei-ron tav^peifacioá^^^drf
lumaaor. lastrad»}, qiiesp féduée ^ á/que después) &
<**). Bn Efpiña ejecatan eua^eracjloa.fB ana Vasija, k qa^ ^k
^mCMkfsMM , f cV C(nno uai réit áéttMtiii <fc 'cáñauo; '
.. Bl vestida. dd Bombre. laj
Iwber i^Dciadpicop agua^ ¿qgóraada (*^) todo
el rébés ds; la/ t^la^ y de haberla rodeado á un
granenjuUo.9 se lava desarrollando lentamente^
y haciéndola pasar por una barra Usa de híer«»
ro, que está puesta encima de un brasero gran*»
^^j^ijeapázf de •quebrantáis )a mayor, dureza^
elasticidad y y resorte ^ de alisar todQs los plie»-
gues^ é igualar las tensiones , aun de las me»
oorai fibras ; . y . Uebapdok unübnxmnente á
otro enjuUo ^ que la vá recogiendo . cqn la ayu^
dBxki:.liil loJrAo^^aDda alunadamente de uno
i otro epjulio^ hasta tanto que la prudente in^
teUgenda del Oficial juzga la obra suficiente*
mente perfe^..
liOs Inrcottma «fe .estas operadones pr»*
riefoo ^' fal páieoer 9 ms efiaflos^.y la razon^
que había para ellos. Pero si á los Oficiales^
que las redhíeíxxi de dios ^ y que se con-
fcrman con la pcádica ^ por la utilidad que
eicperimtotto ^ ' se. les ipatfpssxtz la causa de
aqudlo. ntísfno , qoei hacen y no dáa. coa elta^
y alegan otras , que realmente no lo son ; di*
cen 9 que es para sustentar la tela , y darla
ctmpo .9 y para ¡que logre algunas ventajas^
qoe realmente no son del caso» Discurriendo^
desviados de la verdad ^ imitan á los Fhilor
sopbos^y se ponen en una misma linea con
ellos 9 sin comprehender aquello mismo que
Qx tra-
:. (Ht) ^9UL oofiraciOofAtf 4t^ah tisaa rambico oil Sapada para dar
lustre a la (cU.
Xaborcs.
124 Espe&acuh de la Naturakta.
tratan : pero en fin, lesson superiores, éjecntatn
do e:xperímeDtali]ieQte hborss , y ' operaciones
con que hacen feliz á la sociedad. Alguna cosa
ae vé salir de sus manos: estos son hombres, i
é imágenes del Criador.!
. , Ukimamffnte^ la tda, yá ^sea lufiMi^^ d
«vaporada , se pKegá después , seirecorré , y p(>
fie en la calandria , (^*) se «npaqueta por me*
dio de cuerdas 9 que sujetan: con los: orillos t(H
dos lob ptiegaes»! •• '.I :.;
c : Algunas.ottaa lalbresiseí;le'dátt* iíilas^te^
ksademás de &>. que hemos dicho r potigd
fxyr egemplo: se- imprimen 'florones, ó ooa^
partimientos , y otras figuras ^\foniaadaa- con
hierfoa 4. preparados? pota ebteefeflD^^y sieitipre
|e tes'dái el. nombré propo(CionadQ[ á br §sgM
que tienen» i
Bi Tabí , y el Ásimlsmo hay tabíes, 6 telas de aguas, 00-*
"" ^ ^^^^ mq el tafetán dobte , á que llamea. tal:tf> porque
s¿presisa9on>ides%iiaUiieiité en la calandria, te^
gnei.' variedad de métodos^di^tersos delooidina«
ría Aunque elenjuilo, quearroUa las telas, esté
perfeétameiite %üal, con todo eso, pliega el pelo
por una' parte de un moJo^ y; por otr^ de <inoy
loqual dáá laseda,yála lana visos divevsos^
versas reflexiones de luz, como veredas lustrosas^
qoe
<**) 4 c$ta calandria le din por lo coman el nopibve de tuMit
ncéírgadét , si bien esta máquina no está en uso en España.
j^vr) fil Mohe se JUmaba antes Orme»h Ocra tela > que antes
se lUmaUa MutU.» se parecU ep soa agiiiu.lil MoUe • annqoe ai
«W$ gruesa. ^ ....
. . El ijestidó del Jmnire^^ . iat
qu9 seVéOiStuceder doaasiL'.ottaa^ at modo que
h baceo la^^oQdfas.déi .tgu^r^éstasilistaasecoQ*
servan por mucho tiempo , á causa del enormd
pesóyXjde ple¿ó de tanyarios mbdasrel pelo coa
las bueltflff^idas^y iratídascb^itélacl^o.a &p»
jbble recorrer : los efedo» dtvieráo^ , íipü ae. caul*
lan con estos, modos i^riricipaleci de db^oer laj9
lelas, y con otros, muchos y yá dejando uno%
j txwnando otros jdtji mellándolos , y reité»
' I La^s^^dda() industriosa' , qvér sé admira
en b invenciOD de los terdopelbs j nos com- '*'*^«^**p«^
hida no menos que. el hermoso campo , que
tiene^y con^que se ilustra esta tela ^jl que
sepaaao8:d<mDdo de, £}btioach.rSi comercial»
ramos , 6 tuviéramos parte en alguna^ «a¿i^
fedurá, cío iejariantos de instruirnos , y de
instruir it los demási, del numero de los büos^
ramo8,6 m»ie]a89.qne componen la urdim^
bre'total^ó primer, dmócnto de- la obnu Nos
impoodriadios escrupulosamente en tos arie^
giamentos , que - determinan las calidades de
la urdimbre , y de la trama, del largo , y an«*
cho ét .cada especie . de telas • , de los hilo^
de difb0edt¿ materia^ ó color, que debe Ue*
bar el orillo , que caraderiza , y sella la te^
la, para servir de. regla á los Intendentes , y
de. testimonio á los. Compradores. Estas no»
tidas , muy precisas en caso de necesidad , no
son I9S que apra, qos, e^tiniAla^ ^qqi, segui-
mos
ta6 EspfiSbmdo' de la Naturaleza.
oíos Jliu'gráQ4sñ»reiáciOQes'*cb el hcmbre^ y
los DmaAeiicns de ia ^^(üédad! > que son; m
fruta'; > ^ :'•'. :'.'::• j I -' í.
Al ^ttvvá» de : h . uidunbcé <de seda,.faie8
«pifefeadevsdtitifiiDduce'.otra .a^dnijÍHe ée sec
qdetkifrfa#gob hifofi'^ « ésta se puedan ais»*!
y bajar ál lijaier su^ propdo czamino ^ por me«
día de ^a$ ^a(i£alas(.^) der ki primera iirdtinbR^
cuyos hilos juegan con la misma .Ubctoí
EitaLurdindíife 4'^^.waaBbai iV:;i¿g|eiya..kn la
de íbndo', se llamt/airdíaibife íde yísso í & ao*
lixpente) pek^ , «porque! lo. bdloso det lacaní
y viat^ dbhteieioprio ^::se>:bace'de^ losfdos^
^ büae^ d2a&>&dB:;eU0i'^: ph o6clars¿ tnoefo^
sidmentef'- '. '." **•! •; f^^-^^'n:'' •■: '.,-.' i
£n loftéam ordínariosíisé le dá el nom-
ine de láminas^á este. cbqpjKito.de lulas coftoS)
qué at3ravi¿san ia ^ordimbii^ {lorqbeipér.mdio
(fe/iasrcafccoIfasjeleieaQíum» pané^^^ d^a^^ y l^yaii
ooa; pefb eo k]s.triareá<dpiCeiaQ(ieb kilb^
lizos, ó.iédes; y aunqueenel telar cotnuD se
«Izan^y .bajan /al^nadamémie las dos laminas
{Kir íniedia:d€^utiá cuérdaicopnm'yqtie vá déla
utib á la^jOtif»> pasando pqrtl():>aiiQ del Jelár eá
una i poiéií ^ 3ín,^ue pueda la<Mcola diestra í»^
jar la lamina*; t]ué le corresponde , sin at-
oar la contraría 4 pero ^a loa celares de ter*
•'f ,.. •'• .'ya Lf <••.'. i.'í ?•- > '; .íj:»i ^ CÍO»
J
El vestido del bombrem i a 7
dopélo toda la operación depende de los con«
trapesos. Baja la careóla al impulso del pie, que
I9 dnÍDeVe? £ntoaces. b^ tanohíen «o .propríQ
fiza5|)acíe(sido.é9ter8ubSrt rd condrapeaoj^ f^
le cx)rresponde : y en quitando tel pie 'd^rla
careóla ^ cae láego el contrapeso , y lebanta
«1 liza La urdipnbre de rí^ .tiene su^.cígr-
ttrfas, sus Kzosy/y ^ oootrapeso» r^X; fe^ ufi-
^imbre;d^ibnddi tiene asübisiiio :toda% ^as
{iartes^ aunque un poco mas lejos* de la i mar
no del Tegedor. Tc^s }ps hilos de :1a: yr^nir
\ítt de <rKza salen de! la partsí inferior^' y -^^ tj|a
eictrennidad déUtelar v coiriéndo o)>liq94ipeJ9í-
te la urdimbre de fondo , y suHeBda un
poco mas arriba para pasar por encifBa de
m palo fru^sp , holgado, en. dosoSWt|^$^.d|S
'VÍdrio.9:jde84e d<ui(léoivid^ tM^st^üe^t^fin^lp;,
wáé^Si: pibzaL likátras: taoto?, >qQe ei; Te-
|¡edor. no lle^rá 1» careólas 4ei ta. urdinir
Í»ü de '^rioory: 'pemifflifiaiqn ¡todosl^u^ IhIp%; ^
•let^alto^y -y 49SB(Qeíitr^«^ 49«>i7)9r
-do^l qnoiíae; pisAie?^g^ jdl<ot^gidft |CQd. sq^
-]a:iqydi(nbrie.d0 íbnda¡ LoS).i]emás^ pfeparati?-
Tosi^ei terciopelo consísteri en doslans^d^
^^^ y^ tire» irarillaa^ ¡de 'fatton>^ í á . las Ñjjffíim r lp5
-€Mkiatarf t^mán£/err09^.^' porque erin: de^. este
iiietaLeríj k» principio^ de la inrentcion* lias
lanzadéraa sirven para que se forme el grueso^
^vGiieirpo 9. tanto Qn una . urdiqíbre t «oiqo en
.2ii'> otra.
11% EspeSfactíJo de la Naturaleza.
otra. Cada varilla de latón debe tener de hrgo
un poco mas que el ancho de la tda de ter»
ciopelo.&ta variUa es sumaoiente delgada^ , y
€oñ dos cara», fe onarUanaY y la otra que se
llama eipaipa del hierro , algp rredonda. Eo d
uno de los otros dos pequeños hdos tiene ana
canafita: bastante profunda , que la atraviesa de
tin cralbó.á' otro/y' taa ddicada^ que se per^
dbe cob tnucha dificultadJ Bu fih t tedas te
vafiU¿ tienen en uno de sus lados una bola de
iadre i para que en lugar de romper con su pun-
'ta ^ óSBO éra'nátural ^ el hilode ks dos lAdkn*
1^^^Caleyy<9eidé^06coafiKrfliclad pür^entR
^iiha,y otttt. X t '"' ^' ' -'*J -■'- •"--' - '^
• > f Empieza,! poes ^;el l^gedar i formarlos
'^züeÍ09>^^cábesa de. '^ /tela c, y qüaddp yá
«és-%iemp6:^^el:tterciiipA6 a^iarézQa^ilíE^
-;^rfd6 et dóntnipnp é^rraspéfodiehteívi'O^^
-ñe etfevddos f toAosi lesriUfeá déla ucdshbre
-dé rizo* jf inb<9disc6'aitic[ las dok urdímbes
ti Uertb ^ntlp:4iial flquedacTrecpstadoíieQl^ esii
-^irag^'^sobre sol e^idd^ tuisaia^y iy ^ ^pteotoeif-
íe eéCútaiy^íóy^ejdbepiB&jJas^Uk»^^
a]ue al ; liboménto' Jbja! el: CMicíaf ^ quaor
to puede, la turdímbre.cde cisq^^'-y .arrd^ las
fan^erts 'rápeáti^bnnesltefipoillísntre^tovs^iih
YfUáoníes de la. u^diqíl^re dr jbndb ^^ tenldbB»-
'tuiras de b nrdiciAre.de IriasQ', qiéadando hi
dbs estrechametite unidas t entonces el Tege^
dormuevf el peine, y. apeando mucfaaav(s
oes
r
qike^eBtaba CDqia ^rec<:maid sobfé sii espáU
á pooesae de ué bdo 9 y i mantened
ia parte superior su delicada canftl , pro-^
^ue, lebaótando la urdimbre de ri20^'é io^
<diná sobre fardelvfoaiio la -segQacfa) varfllü;
Uüá.elpdOt <d tisea^^ y ecaly c^o ánfiBs;
«u doUe' tegída Despíies de haberle golpea*
jdo bieD^ abre'la9:'dos: *iuKtióif»rtt , tsoonde la
«aei.variliai9jtttge:,i>y;> g(itpé4 ^1 misRid
sDpdOé «Jiasci^amni idhrj «e ¡-dfcMrdtíti la ¿pa^
4ciéiida# líin^ t^ sacar el
terdopeb toma uqa plsncfaá de hierro ^ :qtie y^ ef corbu
tiene jeoü la parte in&riqr ^ na i oorbltta ; esto cuia.^ ^^**
«s^; Bflfí eriddUtoaBOyáíMadA do^^
IDíciei iat^ysitájdGljea» «a la catti&
fit» dslipiíiiieriiiersot^^^UeUndotaySegtifíito?
dodiltfgo délaQodi quedírige su iostru-
mentDy^y mano', oorti 14 áiidimbrt de él
pdo/, iiqpiQ codo el :aiibbá d^U t»l« > de^uer^
«e i ¡^(ue^ (jDcdan ; dbs oideofli^ 4eí {«los: itio^
delicados ^ rat^ espesos,' y .c¿i¿ una perfeo^
ta igualdad. Aquí es doodé ;bublf é i Aparé-
per 1^ fñEtment yanifa de ;latbit^ y er Obn^
«ft dcgai dcnnir . laslotrakl des> ^^-jp* á^^ esa <^
|)iiisa3U¿¿fOCo flfaak pisóte :eiine^> \ss ^ dos :>tlt^
ditobrbs ;;cubBe su hiém)- ooo iai urdimbre dé
el pelo, y usando de las dos lanzaderas ^ cck
g^'.odmoiaptesi^i y;idespiiés. fiel haber cgdlpea-
dó fue^mente pootr;i' el> hienió:^:'3a(i^2el I»-
^:Tm.Xa R gun-
f I
j$9 Esp^9^k:tih á^lk' Nahéftáexa.
^uodo;, icotiiaQ^P I con Jb rbMeciUa ootao «n^
if$< ^EIis^^ti^Q tkxto -fiOoípQoe: <'ei!ii!fe . li^ dos
ujr^mhiKrs Vy ésta»,. ^ Ub Xixyiaáesas boelvea
4e .np(vo/9l trdbago.S0Qase ea fin de su prii*
Man $\ (¡KrpQf;^ hj^ro'fmr liiedjo det ¿ucfaiUo^
gii«[ir9mp&.f(ltt$r?ias()Sci!y ideljbtd pmlo aeob
pTd.'bay^'dfS^ I^onroi 4!^^»sáftndD ^tiéscondídoi
en lo ínt^tfA.^e la tda /siendo solo el s»
|;9rHe^ el ^^ irikhQ«.> jaitoijueálternaiado.Nia-
eitioC^.de ;to píl0t>;^ q^ e 3%ei¿i^p^ jCoo /-el m*
im^r\á 4f¡k QoáSaSiQb'i pdfafe nmzaparse : lo que
hacep, es eo^orbáíKiboilalmteríor ide iapiéN
za^ y^ hc^vértefáL kf^amiuf rpara. formar en b
IJMa ;sjg|aitfiilo una eaptcáfiídeLborja^i deteaíeo-
¿qU^^ siicinvbatteiCila^txmaBiJd^^ dos !«»
2p4e«a^J que 6¿iidpodemB'xlebeHa8fpr¡debr|oi
•y por eBCiiba; Qe^stajmnúfa'telitcgido^qiii
forniailsi iBdktéií.de1a pbisi»v^i¿db eigeriíoeo^-
le ej)co«2idQíjdébajd ddnamehaoqne^etpelifloi
del ^q4p. ^ualdsi^^ bridofiub oicD (iiigtie r^ób^
^i m Mdn^afitenixMbra ddi. terdofvlo. Como
la urdimbre del pelo.sobe^ y baja de este mo«
d$> eo toda Ja: piesca » coBsiope^ mucha ma*
jHiriDaterí^ queJa lurdiinlife;/^' finid^vy ^^
i^acido la: tela, está faíenuhesbav tssiteD el^reí»
fleto idéj wA ái^iu»; esto e6^ sibila urdlnibre dil
^ndo lld)ófttiia' Tara del material, Ja ddrizo
Heba seis*
^\ I^ telas ia61padas,,^^Ainotnpe^aImohada%
«tisdes^jr .cqgíocitti ^Ifados^ »i trabajáis del
. . mu-
. m vertida á^ Afuere.^ '^^ f i i
misino modo, con sola la diferencia de la nia«
yor , d roenof • loh^tud ^ qücf seda al jpelo, y dé
lo '■ mas , ¿ m«Efwftno del^' maf^I ^ qoe se em^
plea. (^laiuo mas Cernida eá^^la'ábraV y '^ P^
mas cort9, apretando fueitfeBidfrte-U trántei , mas
cubierto qiKd^ el pacido , y la vista mas hermo^
aft; y «utotnas bajaba ieh'^ qiMntó-Ai» áeiáeiP
eabreel -4Ít{^'^ y^^pdÍRíú Jüi'füá daásterQ
salo eé«« 'sí^'^otti» tambito $lb4e^ líí ti'áilíriK
de especieinferior á I« a^,: qüál^et pdd'de
Gd»a/dc' que se hace b&^/l^la lana, dé
-u. NoJse ogoM'hift^tiMlíibrldá Kéiaéie <i6éií? T«i«fis«ra.
1^ dferéttifitad de- Kgldtiil ^ qtf0 «ÍÍSmjs tái¿H3^ ^
medio :tat hatt«dd tatübtcüt ^»4ilk*á)PtaS tda&f
mismaB) escorts-,- para» lifi€lá(f)aS><^ás' i4l¿vtiii¿
tés , jSOCaMl» fí||üfi»F«i^«BlltaS/« ,qiR<il(» sStf ttíé^
fo» ■ |>iBp>g«H^»v^'^ iMügBBiC* 9'Hn{»a» ^
idgoD molde , stodr parte dá BAüiiid <6^dd. '
Todo este aamentO;de b^eza'en-lás (e-^
laaoset^uéalpúr tuecUo d6>léü ^gii^o&-;'(^
6:deoá({iiettai^eip«cle( (de'^«iti¿s i^áPt^n&dÚriP
vióa-laiifBbiibié', yi que - «t'^álaés«ii> ^Mdí^
oender, %acen subir , 6< bajafr^itfná: f^rié -áé
loa hilos deb urdiaé^fi'-Jilti^aí ^'-lácettiados
eqti»:8Í>afaqM0iblr;^ «UOMl^é i1NJéésíyiá<^
'...i,;.... ir.» j.l -jb 8k':i.r:A .sh-J ci •uoí»
(*•) los Tegedore* lUmaa AríÍM*{«« Jt cnot •«<■€• > q«e atnt-
Ticsan la urdimbre > jr cada mo cieñe creinia hilos Ea uno > & otro
Celarles llaman tti»u., com* en Fraacáiir cabaliaao... ....
I .''.^ «
) I f Etp^^^ff^. á^^a ' NatMtaíexa,
(peofa^ en pada una. de las luchas (**) el tnSa^
tínriíil^t !<l^qyíi:,cftfniipi9<|ttój0 Ja .tTMna. Páralos
p9g9s<K §fj^qofbl^'}Mps[vy(),<i|i!a»imficbas telasi
^(MÍgftí4",>f.tíea *!» ) 9«te » J)Q aft emplean wo
^.nióu^^fi » y^ <><fas tfifitap ' «Carchas pera ino«
Y^das 4dB .H,p9A9 ¡i^üior » íq qúal ■ ^Mma im
hi|p6Hifeí#^.jc|H|Q?n,al,^Wgo' utía , y otm ve£
^ hÍ!f«íl^.|a«íai» . lPUír«-«g«te , «endO; por ú
áágtóo, se eíerra,y fi>f|i^if<<) pj^r-m^dd^
.«:«jauhT «»WÍ»WM Sítíaf«IWí»AW««'<íOit'teJí ni-
•**'' fiiSí^> í«^ «Wfs^9 cuwpa >• ii>i¿rt;w«i', y'
Úiffy^<S;^A)Q,.1H^ri <Mnrjd|fiR,c)eji\UB coa
4^ €Bftf|fiBie,eWIU<lHfJÍIIi loitfi|ftirifti»<n«'f «w
viesa^4mfM)|eiSÍ.ya^:ll9> «i;b^LeBt» ope-.
oqkni díe /Jiro :mi0do:.,(.i. jqiie.Je - Uastm. de
<3|l-<<i;><yn9K^sp<i!9i)9|d6ei,£lÍe^.aü ladtyMvó
Ofy^ <fas^A§lllMi^%p t^ptetidtílaiatízade-
S8, u^f y: irni. uit flíñpdo.'fipr' ooccKq de no
9o'd9p,y:C9Qr.k]ayudft::de..iw {Cootrapeso Je.
^ihféim ijt^(8m iD|)itdioiRP neo^Mi? yj
nn^^foáo esta opeiagijt» » siempre la misifia,
cacan la tela. Además de la multiplicidad de
.;r- j •. '. • los
tf*) C* 4« itW iaeV^ jU tráaa ieVSuU'itHih» cá'ctte* ul«(«.
. El vestido del hombre. izi
los niñuelos , se varía el color de los hilos de
la urdimbre 9 ó se introduce de trecho en tre^
cho , siempre arreglado , una trama de un cot
)or 9 y hi^o otra de otro ? Entonces es pre«
cisO| que el orden de los puntos de la urdim*
bre> tomados ^ b dejados , y el de los pun-
^:de ^bSoí, trama sacados á luz 9 y puestofe
áJairista'por encuna déla urdimbre^ 6 tsf*
cóodidos , debsgd de ella ^ dejen delineadas en
la tela. varias xayas: largas , d una azucena^
ó- un .florón ^^ 6 alguna otra figura, regular^
^ue.oae incite síempfe la^ misma ^siendo siem«>
pi£i;el;jo^yd6 las areolas el m^mo. Aua
solamcnteren el' modo con que el Oficial or-«
dena el patrón, (^) para arreglar en las co«
Iptes de los'qnadritxas', ^oe. ie-campoúen él
orclen dé iás cuerctedittas y y niñuelos , y pa«
raoooBfbfimar los iriovimientds del .que tege»
ó del que sube los niñuelos , y que vendrá
i secarrona. verdadera pintura en el fijpdode
látela;^ sin* concebir cómo>.salé^ tii otra co--
^ , que :el . oid^n. con que pisa las * careólas,
y mueve los cordones , se descubre una in-
venciod , y una destreza , que admira ; aun so-
lé esto pasma* Pero yo- dudo , que sea po*
s^iie .dar4 entrader poir «iBedia «de algún dis-
cano^.támo «b la colocscion de este diseño,
y^óme los pies van sacando una figura : por
ao-
(**) f»trm «c Uaau el discfto > que cooiaii por regla « paia sa-
tar coaforaKá el la obra. * )
134 R^eSlacuh dé la Naturaleza.
aora nos basta con<2ebír aquel principio en que
todo esto se ñindaí y que se reduce á los pan-.
tos, que en la trania^y urdimbre: se dejan, 6 se
toman , ó se ^dondéa , ó se descubren oon éste^
6 con el otro juego de los pies, y los niñuelos»
Si Vm. Amigo mió, quisiere penetrar del todo
la indust^a^del hombre en . este trabqo'^ y arte^*
y adelantarse , Gomo- por grados y empiece Tieb»
do solamente la. casa de ún Jalmero , notando
cómo forma , y trabaja una cincha* Lo aen^
cilio de este trabajo ie dispondríL para laáateli^
gencia de otro mas compuesto, y arü^cdaR>•-Dp
aqui podrá pasará ¿asade od Tegedor^k feíh
randinas , y de ésta á la de UnriPásaBaneroL' Es*
tos preparativos ie dispondrán á compreheiidef
el artificio xle unft obra , qpt se bféot á smbiát^
como d^imos, y de todaísitaá tolas h^xéááss^ y
en fin, de los tegídos labrados i ^ -adomOB ixm^
figuras»
Aqui ^ amado Amigo mió., como que
le estoy mirando á V.; m;.don todas- quamasi
persona hay de buen gusta, poner lios.pjQS,
llenos de admiración, en los tljseííob siempre;
Lo mejor qne uuevos , y áempte maravilbsós de las FilÑrt-
MVndo'cnct! cos de I^cou, (**) Por confesioü .de-lop Coo^
íoaUsFábíí^ fin^nt^ no seha vittoiu^ta aora'cosa 'igoilf'
cas deuoa. ni auu CQoíparablelal trábajQ de ^kaVLeooe^'
ses, yá sea por la coanoíencia dq nnoe co-
ló-
(**> De Fraacía. ... . . . i. ». r v. »
£7 vestido del hombre. 13$
lores cotT otros, y del niego, y lusdrede los co-
lores éd que|tisan ; ó yá sea jpor la delicadeza del
diseño, que nos abastece cada año dé noveda-
des felices , de modo , que toda la Europa re-
curre á Leen , cuyos habitadores están por lo
menos en la; posesión del prinüer lugar, y con-
410080 i eoi quitarles la esperabzá de imitarlos á
los que lo intentan.
Pero estos diseños brillantes no son para
Ü multitud. Si se apreciaren el comercio una
iéla, qiie viste imi centenar: de persoínas de
-distíobion , se estinia en .cierto modo todavía
mas h qué viste con grada j y proporción
den mfl persona^ del Pueblo ; porque además
cb emplearse los materiales crudos , se pro«
nlen en todas partes .Hilabderais ^ Tintorero^
Tegedores , y Mercaderes , dándole que tra^
hrpr^ y en que ocuparse á cada uncu Esta
ventaja., fundada en i el bien de la sociedad,
etdciye desde lufago vn^ gtán : quBscfp , de te«*
las estrangerasi, que .arruinan fmsamxix coítoer-
ek>, énvüeccendo niiestiias Fábricas t. y la se^
verídad delasleyes mas sabias, que probi^
beb el uso ^ parece qué irtica para nuestra
niiiiajriifeftfiDS dáéasyy*multiptÍGa:Íos transí
^Mpoiet^ GritámiosF^ ¿oíitm . ná arreglamepto,
cuya ejecución causária el mayor bien á to-
cio el Reyno , y tománxsss á. nuestro cargo,
defender los contrabandos , amparando sedi-
efcMo^ 9 cttyaa ocultas vbdadésí^ y;jsecceta2LC[?e-
- ■ ra-
136 Espe9acuh de ¡a Naturákzx
raciones, casi ^mpre impunes^ privan al Ofr
dal de tener certidumbre en su trabyo , y
al Proprietario de la venta de las lanas j 6 al-
godón 9 que le dan sus rebaños 9 sus tienrasi
ó sus plantíos. £1 único remedio para este
' mal sería una. tela del Reyna que . uniese la
ihermosuia de la India cosí la müdeíacion ddí
precio.
Los Oficiales Franceses , siempre dispues-
tos á la invención , empiezan á matizar dé
flores las telas ^ no solamente bordando 9 ér
no tegiendo la lana 9 y el algodón. Fodriar-
mos hallar una ida capiz • de suplir y y tener
el lugar de las de Persia ^ y la Ipdía.? To*
cariamos, la linea de aquel isecftete^ 9 . que pc^
^seeo los . Asiáticos dei sacar pinturas vivas, dbn
fas ) y durables én .nuiterias comunes ? Yosit^
pongo, que hasta aora nada b¿q^ hecho i pe*
10 miro como posible la adquisición de este
secreto, pues physica , y ceidmeote se po«e
en Asía ai tiempo que -se queda entre noio*
tros como un tesoro abandonado para d pri-
mero que llegue á ocuparle. En lugar , pues,
de proponerle este descubrimiento á los Ar«
tésanos menos cultas, comhidh á los ingenio».
80S 9 y principalmente i los Philosophos , que
conocen , según dicen , toda la Naturaleza; pro-
pondrémosles á modo de problen^a nuestros de-
Froblemidi* cpcvl
rígido á los . í " «
^raiidesphy^. • Tiatase d»^ palfiur.>a .€iioda^i& OMiui^^
la-
ucos.
knas^, ioipi^iendá', ^qbe fes ítiárípofe» bcias
se peguen á ellas , ó con lo$ cáñamos ^ y^ at¿
gCKlón4 4fOe -piódiice: fa? Mártipka , Cayena^
gm 9 ytiiiaciejályié j ste^émíb^ai^yy qiie pue^
da servir para todes* tkmpcs;^ TiPátasede aco^
modar en estos materMes^ 9 ^á sea con el
^cét^e^^etiiiiebiteiw ^ ó^i^bflUd^ose. pueda^^
con tal^ que no suba macho de preoto*^ noí
oroato agradable y y unos colores , que se
mantengan con su li^st^e afctnfet'il je¿6nar^ .
«e* • ' i -4 4 ' ."y íí ) »• » 1
n^viía^^MOpcliAi ms<^iUMélfáoiid|pbsaikí'^ nd ^ .' '< y
solo porque hombres , que no son BbUdbd^lios
U e^a^ii ea1ais!lndiíis;39ífai9f3ttiohD^^^
hay Physicos systhematicos ^^cjije^ito pÚenítsi^
ió^ b .'^igRetía V 5^' d ^ípb^n^ntí^ cpa» pr6du«
drlotodo. .Bn:»l fi» RglL2 sno ^ liúinT '4
9' . .2jDsrimatl««;r flé> tfiUisttosi flaneds. ' wril'bie»
«fgene»9 4M|tií^los:ndhcir|ÍDOsiáitrei (Bl' k.*
dt^flnamop al cujthro dc(>noe5tros liHos , y ^^"^
ñamos , 6 á lo menos á mantene( CQnrla^ábgn-
dancia en los cambios á los habiudbuespylqus
rAmjg^dveí aigo^ér^t^^tífirtrcB JsmiV"^^^^^
hamos de nombran •*»! J - 1 ---i - ^
a.^ Ocupar acá en nuestro terrenoxHÍ'^raQ
Aimero de trabajadores ^ y Oficíales con una
Fabrica fbmentadar¿»é*indrfeftibl!K'-^ ^'' '^' • ^;: '^->
3." Hacer circular la plata , que enrique^
ce Jos: CQoí^rab^istas. ¥Wiww:> .i> f^^ ..Vá ^
Tom. uIZZ: S Ama-
«•. : « r-
Ht^^ Esp0Sa^ttlkJaIíaieúlexa.
riuiza de:bolvaf acá* . •. , .
W^p^ «0» ^m» :dJf9ac<dpccc«pa]CÍlos car»»
Z9P^s^rt|e9)^aM ndd loicA^ piblifia 2 ¡pued^ tftfy
^j?: laiPl^miT wodmik 9^ (fue eoncibé la es-
triiQiica áá Mmiija^ 5t\ conoce la naturaleza
íptiin^ dtúo^Aoht^ ^ iioft.délJa(t»l4.,^queile|
y6flíp[)Sia>:'!''^ tb cí.'crjrr! í.r>j?. en t'\. , ' : ' ';
v«sc u B$. ^ Üt^deróde lan», yi tefesj
tampa del La- B Raoias para orear los paños. . :
vadero de la- «r^i * ► v i *!«•■» ^
ñas, y Ramas l)''\ f')fWk:ai|8:ÍOlamMdr]aglia l6fl^
«r; líala pá» oáKÍki^ i iiíSí ianbst . Alguooft; Id
- 4lamá]«i rastrillo^ H : : > -.
S^i. f,£)qnaaist;9 (f fff)í|i]ft dqa ¿Pt^ /élcagua j|i sia
permitir , que salga la lana. «obo^ ohb
«ci^TeodeibiaSi btDiSbt 4fl a9fi^$)rfin:-)(|be se
''.la^áti Ji3s itdaSit Ed:9lfj»iiaIO! niiipéron esté
-; £l' caballete 9 en iqife se.^en ^ara <]uei
4:.o.'£t.tas(riUb:, ab-!{)aÍ0ipfiraá^ielive%ifiH^
viendo la tela.
jí ^Mazcu /I . t < \ " - j
M CMad de IT^eqm^r^^p jel.>logF$K ;n . :: ' Á/^ ¡
(bj Pgerco de Versia a doi^de se na tfan>í(;rido cI Co|nercio de
•bñiíiiío '- . f l: ..j í! 7:,.ijDi:'; * '.. t '. '
n* «ti
de paño , cotonía , fustán y ú otfa igta :
ftiérte. - ' .
9^ Pdlo 4e trab6»fa> en la pirte superior del
( MtJdor ^ó Ítíi)[)a^idn:^t]é se afírnba'^d* jpáño,
- «gialótidDi tí{iac líp rá á^tscaf pías V que ^ sos-
tienen , distantes cosa de tres pdgádas' tina
(O MadetfafeesÍ90en^lr.{tart« i^^
ble á voluntad por bi«dix><de nbajeáaal^y il
oradado. .eL:ííji eI l»L '..-'.:\> f
ta Elipaño.."'^ '> '' r. .-...'* '.. • *♦ • .
•1 i *■• *!"■'. *} ^i'» ''lio • *> r«'«f (i »■••' )
ibi Bl(api^oiHÍb3aim¡ iIIb Bnizlni ci::'bn*;!ill ÍJ^uct^© ai
3 Perchas en que las secan. . ^ i . ^ < :
1 Sobre-puente (*ífli)jfíafai afirrolifietipetoe. ^^«p; «^^ ^
a Las fi:arr.uchas para gobeaBár» «b^wíbreT"».M****« 1^
^ - f . ^ " .. , . priocí . y los
puente* •' -''Í 'l ^;,''.ir.*i . •,. . ■. * -^modiis dívcr-
4 La sartéil¿»it)ifjp::io in.Ti bI í/j o:ui 3fr3Í1
1^1 :Bi^ÉadengfpbraikAraoafte6l4<>^aBfi ox
t!3 rBcsmgC9^dBrippaial9»c>^^
la. (**C) .crivO l'> í;r»í '1
S a .2:!:. .; iJBaa*
m) Bcrgii¿o de Unas dicen en algunas partes.
10 hnpio » y ic limpian en ia púa > y coinu»
. r . .V.
Vcase 1t Ef- . * j^ /
tampa de el . grWOe. ■ , : .^ t ^ "' « '
y'" «plT^i' * E^ frenillo , que es el apoyo < que tietien
ciKiiu. :/la«0fsjílbiS'9>^|tie toiK dds {)edazá$ de fiel*
,0.179 vJ^fsáj^aoguilliiStide: pleito:)^ ó apaAo,
1 Rueda del torno grande ^ que anda con so-
-' Jk>«l*iDb{AlA>^ t]i^nüe'XX)tau(BÍca la numo^
4 Cubo de la rueda* »c \ >
5 Ege del buso^jobicíliquifen^ieiTA foii^n
do el hilo en forma de cono.^ £1 Wp ff
quita de aquí , sin que se enrede la husa-
..11 V :v da, y se Ueba áoUffi lKÍiBf|^baiM||(riÉ[
ll ^n.V? Hilandera misma allí immediatos^fpaijl reí
' ^ dudffeLBel]nfearJ']n0d^asn(£í^ :lMlfum
lO) j^ la. ■ .n-v:,' .;:! ^rjp lO ^, :''v:. i
6 Rodaja ^ que detiene los últimos volume-
;;^ !^' ;- ;;:^ Miaijlé3faílir.iaK cWii^*) oír -rrr¡ .oir'c? i
. ; 8 Mástil 9 que mantiene la rueda.
J9 Cesto lleno de copos. (♦*) la I^anderi ^
tiene uno en la mano izquierda^ . ^ <j f
20 Ban<x»;¿cficnKidér)j%YdfhMadeK»^ia) la
*>:.qud!Íe<djaitífaKyici;t^ latqofnl^ qufkM'^vfii eit
fi)rma de cono» ^ . \ I
11 idástiles. v fM
jW«},A Mt« |#w*l« i<-il Alb-aVtóWftrüÜl'ttfli.-
4« « « « MÍ - *
V, ....
^
1 »
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I
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.1 1
^.-J i
1.*-
i
.'*^í5^<*„
« , • • j"'
• I
-^ i
!l
/\
Si vestido del Bondirem * 141
€'2 Bra^o, del.qoadro' de la debanadera. Su
- árbol, qtieg:yra éD.torob, y:eiicaja,!su pe-
queña linterna de quatro muescas , ó caiia-
litas en los puntos de la rueda 1 3«
fl 3 DofiTuedasi^ de las qoajes la superior impe-
} le ppr ifaedio dfe.ufrf&Soa lot -puntos . da la
• • •
1 4 Martilió , cuyo niangp se baja, con una es-
\ taqiaÜa y que le mantiene acia la parte de
tu taliajájdc} la^rdeda. inferior. v .
X 5 Cuerda , que se ij^d^^aUgedei la rueda in-
e:cfti)i¿ir;, y «kdeob itoarpesrj^ qu^ ¿ iieiermi-»
nadas bueltas se para á fin de arreglar á quien
X 6 La carda 9 que sirvió para formar los co-
Aquí se han puesto todos aquellos hilos « que ^^^^ i« ^-
- ' componen Ja urdimbre , y i}ue cpmunmen-* urdidera.
-^'^se-híbrrpn^óQn^ellhuso regular ^^ó.al torno
í Ipé(|ifeña crp ^ ci:.;r < L.ú. : íí¡ i. :•: / , m
X La urdidera , (*^a) iisKBiftiMtQ p«ta Jmitar
•/lalurdiíiWe..: 7 / • o
!» Aguja , (*^b) que dá budtas por : medio de
i quatro aspas.
3 Seis cruces , que mantienen las aspas.
4 IX» barras en que están las clavijas»
«b*; 'AI '«rbol f¿ dan en láslTlbrieai ti stUftbre ée ¿jéfym ytm
■i»
. í •- .
L J
141 EspeSlacuh de Ja Naturaleza.
Los hilos afirmados i una clavija , y &stm
buidos, eti tqda la : urdid»^ basta otra da-
- vlja^ componen un ramo , y según se ex-
plican otros j medio solamente. La büel-
- ta de estos hilos y desde la «^nda clavija i
• la largo d( la^ urdidfcai,.has£a. h. primera
clavija es un segundo ramo. Yá se sabe por
- los arreglamehtos , que hay hechos , quáii*
> tos ramosr debe llevar cada urdimbre par-
ticular , y qnántas urdimbres; partápidares
* 'toda la 'urdimbre. (f*)i . / . ^ :. .. .. .; ^ :
t- Baeltas j y oonjpntD de^iiclos igodáiétite
* di^anteSt ^ * ;.-..: ./. . , . :
6 Banco , que sostiene el asiento de lofe car<
-^■> retes, ■:- ' -^ 'I rv.-; il^Xi or^ ^ í//:.::3 :.L >i
7 Veinte clavos , que mantienen los can[e«
■ " ee^ ^ '-I <'- ''i ::; r: í.-'- )) o. :: f¡ n ■; !,:: : • \
8^ Fiador /esto es',. una cuerda, tendida deba-
jo de los: hilos para impedir- que te apar-
ten, y el demasiado tamo , que causada la
1 'fhMaciofi m»flier»4í ^z^'-} ^ n -//'jt ; . i * i
9 Pulidero de madera agugereadó pehrajutH
- tar loshUo$.('^^ ' \
(**) J^ cada dof badeas de h!Io • qne dan en la urdidera » le lia*
náií üiia iuhidü, A codo el coiíjoiito de r««M/» ^ lo aue es lo mismo
á codos los hilos > que hay en todas las ^TÍjasde la urdidera » s$
le<iiÁ,«J^noR)bfK d«^ M/4ff fmi)^cet4e epcar ce¿id| » jr solfeen iic«
dJBibrc Quarcnca ramos juftWAP9ÍP)eííí? ^^^'4!%'Y/ AiiW lui i* i
(^ Esce pulí aero por lo comiin es en Ouadalajara el flIlCio Se u ^
nano del Carnero.
i
. . I
y
(
^
K*^
*• «Za.
\
- Eí^veaUó'délUmiré. \ I4S
Canilla , que vá distribuyendo una ma^e- vease d eei^r
ja de tcama en cáDÍUá&i ceWdcJraV
! rRueda:coD'.&i cieueñaé : i
}
JáistílesL : j ; : ' '
k I
BaocQ fbdéado de quatió tablas i ^ que lla-
man cajas del torno , para que no se escapen
. IfistcfoHlasyáain lulo. . ,
f Husordb. Uerro ^ á qoieo la cu^dade la
yJnkáMij ü carrilb! hacedar bifeUas, con la c»
nilla y que se pone antí. - - -^
k Nuezjeo qiiesécbete.la cuerda , y^ que b^
r Mcé^rodar ai |iaso«. / ^ > j ;<.*,. .
*
y? ^ oDéhanádbrao» stt^pie>» y^ .Coa la :ma^eja
-i 'faumedecidaí ^ , coyoihilo ae • yAi poni^jsdo en
-r fe caniUa^ .
8 Caja ^ que. se van poniendo las canillas
*'i dcm bií trinm^ii|ueIdebeo teper* &t la ff\is^
I \ itisid dé^pei^l/^ ^. '. ■" . • r. ' ^ j
9'^' Les mástiles.'. . ' ,
lo Ante-pecho. . . í
eI Sascilld, (*f y.qne'fiirTe'pera gfd poáf if y^P^^r
tar elhikide latsanba^/ r : f.;^ j r-
fT'I«a 'parte ísupenon de la bastilla ^ ó; i^ai^r^
' larga 9 qfue eifapuñá ú Tegedor > yá con una
I '.nano f yi;iroa otra* i. -..^ :ii v.
rr,.sqi»ncpflt¡eífídljp
i. (Wf) con lá barra. .-m: • : >
.': Ij. ..'.¿ti.'/ 'v '' » . , -: •' ' «' * • « . 1^
1^) A esta hascilla U ^»ñ müchm el iiombrt de Ptinti
<M) Al peine IUiAÍhi ttgtttios.r4/«» • . ;
\ J
144 Espe&áctA)délaNatm^Skza.
w^^aEsíím" ^* ^^ íguja dcl pcinc , y la clavija, queay»
visco de cara.
pa de el celar da á la movlÜdad del peine mismo.
1 5 Viguetas , pieza» en que se maatíenen las (
garruchas donde rueda la cuerda asida á las
dos ordenes de hilos de la urdimbre»
1 6 Rastrillo , (**) pieza de madera Uaná, y en
esquadra ,con una abertura para que pase
la teta , que síe arrolUen el ec^ullo. i >
^7 EnjuUo , qué Ueba-el hilo de la ludifflbit
al otro cabo del telar.
I S En la parte posterior del peine están las car^
celes , que son unas varillas , que soatioieQ
^ los lizo^; LoxUzos son unos, hilos & .cos(
' de un pie. de^laírgo-^iiAf^osporaus jesaofai-
dades á dos varillas largas , (^ oon unaéo*
' sortijadtira pequeña acia eir.medk> , para daf
" paso franco á tíno de los' hilos de ki unfim-
• / bre. Las'Ciar($les,'y Ipslizos compooeaJiiQ-
tos una lámina, l^ase al fin áe este toma ¡a
explicación de los términos, em esta voz U^
fitina. (**)
19 V4ñn»/<|fiese pone entre los liilps de la
cadena para arreglar h aeparacioiL > ¡ ;
i o (íarrudha sobire \^\mn niedfi la cuerda /qw
• está unida días 4os láminas. En el perfil no
se vé sino una garrucha ^ otfa con su cueida
^' >60fctl»né lá» i)]l8nfiU[lá(x«B^ dé h : otra pacta
del telar. .un .o «i ;v.^ A^uf
(ftil^ o dttATfUA¿*r^ h m;m//« tambienisegna Taricdaddeccliicfc
(«*) £scas fviiiíA s« lUaup P^ttb4kd$u
(**} A escás láminas les llam^^ algpmos L/yr.
o.l4'4>.
I
•<
I
. ' Etwstiio M hambre^ i4'5
Aquí se buelven á hallar todas las partes ^ qi& ^ tcur
- hemos. dicii9 desde et aocfi* 9. &C.' ' - *
a I El frenillo, es la cuerda , que pasa dé una
. lamina á otra por encima de la polea 10,
• y que sohieado , y bajando coiftinuamente,
o .comunica ¿ jay laminas el mismo juego»
- Piase 18 lamifM precedente*
>ia Caja , sobre la qual dá bueltas la polea.
93 Hiiodelizo, esto es 9 una madeja de hilos
( conforme d loa hilos de los Ií2q& para com-
i poner, yiuqíi^cádalisK) 9 que se rompa*
a 4 Jatretesenqnehay una proriston de hilo
de mdindm » pata componer , 6 substituir el
bib roto , 6 defeftnoso de elh.
-a 5* Qtílio r ^ piDviaíóo de hito de orilló para
substituir lo que se rompa en el de qualqfuie-
* fá td9 : este hilo 5 es^secfolmente «n los pt*
ños 9 es muy diverso del de la urdimbre.
16 Caja |Xira fedbir las canülaa» ' .
17 Réapjddp.'
a8 La barra de la parte posterior* de d te-
lar. (♦♦)
19 Las careólas , asidas á dos cuerdas en la
parte inferior de cada lamina. B( pie áprie-
-' ta , y baja .una ¡cateóla, y X^ tambfen (a
lamina , á que está asida , y con la ayuda
/ de la marioneta sube hútné f^aie también
la lamina del perfil 19-
Tm.Xn. T 30
(*^ Bs luu Tara redonda de madcrib
146 Espe&aculó deUNafiiMkza.
JO Tarima pequctoa.
3 1 Vaho ^ (**).e«r ima- rtgk piqiieña de di-
versas piezas 9 y coa .dientes ^ ó muescas en
,' . forma. dé llares , que 3e puede-, abúrgar, ó
,; ' acortar con. la ayuda á^ düft..dÍeBte8¡, déla
.' . djj^erñdidí de. sust fisiás ^r^ .deivcursoc >, ó
* sortija 9 que las júnta^ Sus extremidades es-
.tán herlzadas de ^ututas {iequeñas, con las
f <)uales hace el:0fici(d pr^a^ «n los ofillos de
la i^la^ y la itnadtiené: cob liguat: teosíoDi
y cochura: apftr^aiftre^^/y.rla; pone tnas
( leyte á medida i quela telarse* adelftntiu
.} %] lia lanzadefa vistz de cara , y de peffíL
3 3 £1 enjullo sobre .que se jubta )a tela i ipe-
:/< didá 9 jqnfc^ la: urdiinhre. ae U^ dé> tn-
-^4 Llave » es una palanca de tuenro pma hacer
andar el enjullo. :. :, ^c
3 5 El peine .yi$t!> ¡i parte* í/^^Mur-.M i^Oa Eh
tampael numero li ^y en la phicmláite W
tTmoa d€ u.i Sustentáculo de k;.^(;ha.! .
perAadura. ,^: Cuhjl C*f).páa.ini*tf. k t»lt* ¡
.3 i O^ 9í:^(¡b2(r9a/paiia 'poner «1 pañp bkh
• 4 Perchas > 6 varasf , con los qiiatro ganchos,
que las sostienen.. . ^ \ ,,/.
(**) Otros le llaman Ttmflt'
C**) Acá es una pila de fítéití^\ .'*,''.•'.
% ^
tm^'A^' f ■«■"
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•40
... \.ElMíühikl3wf¡Sre., I47
Palmar 9 Cruz'ahíláda'piatfi perchar , con lais
púas de.ia cardenchab-wi ... t . . . x
i Pierme para limpiar (**a) el palman
•í'
L £1 désengrasaderó V en qué ae iib'piaa , desr ^^^ \
engés^aÁ^j pnd&saan Ibsi telas ^ y también ?!«« <^«
.. le: UanuÉi Batáiv ^ ffu/! ?. z.\?. r- íj " ' /. o ***'*^''
i?¿7f^^¿i^ríi'eB^queak;bfiSact¿n^9'd reciben
ias' telas Ja cófisistebcia.dsLMtírD^ '
{La rueda para desengrasar*
fi^:naeda para bstasar.! ^
$ Árbol de la primera niedá con.sos sobarbas
r(!^^) para lébaqtár las cabezas^ los makoft
6.'E1 aibol de la segunda roed?, f^^^^asé Ja se^
- .gúnda,EtPM9pa Jel ofru^'y ekoaciM^ de un
7 La pila de desengrasan .c* /j- '^ ' ;
8 La pila de batanan . » j ''
9 Los.mflZQscoíi ás 'bastáis; 9(«^|^ fiase el
corte j jnebÚ0tíondelSar/ífki i!.»/ ^^ .
I o Los hastiles de los mazos.
I I , y 12 ^^ ^^i6nfiwí^nI^or }i Jc^^aikb'por
su extremidad sobre sus^qjqs^ -«^ • -j^ r^.
.. / I ... 1. jT- a^ •'.••■-•• ■ ic
(**a) A esro 1 Urna a curar los palmares. '- . ^ ^ f^, ,
<**b) La primera operación del Batán es desengrasaV, Ya sejninda
enfurtir • ó fieltriR^ p^fctfililn^fetcIC^póaiiyíiOinte'^ci^
y la tercera lavar > de^nodo * que ya salga ciara el agua.
^*»c) Sobarbos les llaman algunos Oficiales ¿ y tamoicn les dan
los nombres de Lívsí , y de sAléhtt. ,
(««d)^BseQs ir¿irh'«i)dü-anéé Wazás'mdy f%¿osí a¿!dos ik los m»-
xos. Los dientes del mazo «» im«edUcos al hásci1«.Son los que ha«
ccntomar labuelcaalpflfto* ' ^ ^ . -
I »
1 4B Espe&Mutó de U Naturaleza.
i Caldera para deskir el jabón*
4 Tonel para disolver la tierra ardBosa*
• ■ * « >
Losinomferto del per£b carrespoodtD ^:lci.dei
Vftsecl cor. t^^^ "^ r t — r .
te, y eleva- pianO.
ü^it^n^ S Linea <ití camino , qn^ lleí» la rueda per Ii
..|iaiX0 ^^»or4 3^ La(rmda¡vj^
6 Árbol con sus sobarbas 4' qué Hwnt^ al
í: Itáw liiis,c^ieiáSideÍDi;nia0osk'
8 La pila; deljBátánbrow: £sta t^x cx»Itai]e-
tras de la unión del maderage, sin notarse
sino solamente coauna Ürieff de punto^que
Efjsejidii sn^.posickftua r... . i - '.. - ". >
9c 2a9.cabi2»xU^ mazo. El perfil eo^fá iiqú
- Ja'vbca ,* representando coíno dientes lak
V .. cánalitas retundas ^ que impiden , que. la te-
la se quede asida al mazo á causa de la su-
presión del ayre* / .. : /. • :/ "
10 Las sobarbas. . r. . i ' '
1.1 £1 cabo ^el? niazo asido ¿ un gosoe^
13 La caldera para ifisólver el jabón. ,
Vea^e Ja et- .^ :■ - r * : . : \ ■ . ''
^lkt»rí^^m:é^ í
labor de los 1.. 1 .
Tuodiaorci. 2 Me<«i de tres:í)t»^. ^ tr ¿L. i ....: .
} ' Tarima en que poncín la tela conforme se vi
tundiendo.
4 TacHon ^ en que asientan 'lo^ pies.
• < ^ >> I . I 1 '. 1 . * «, ' mi,- I , , .' ^
.'..-' i * 11 *■ ■• ' i.J ,J.'í . . -I • • ♦ ) . /
• te P
. .. ' í . \ . ,
X'** >Sll;Es|MÉñj e^ pio|^il};d¿ ^«aiMif ^oi| gr^^A !•# f ÍÓ9* fi»«'
poixjue roSjdcslucc.
(**^ Este aímohad^n es de rrr/i^, y. Jf rr4f.
/
• V
I-
t
/
/
i
•I
. £7 veitiA) delhmhre. . ^^ x 49
5 Tijeras,
6 Maculo para juntar las tijeras por medio de
una cuerda , que las une.
7 La maleta , (♦*á) con su tuerca. *
8 Lm plomos para a^rmar la tijera immo-
ble.
9 Mioiguetá y pieza de madera 9 unida á la ti«
i Jera inímolsfe ^ ^ empuña con la manode^
recha el Tundidor ^ mientras hace con la iz-
quierda jugar las' bo}aáV añdjando ^ y ápre*
tando las cuerdas del maciUo. ^ -
10 Rebátidera (**b) con' dientes , para irritar^
ó hacer salir el pelo donde no le hay.
1 1 Rebatídera sin dientes , para quitar la pe^
'^ lusa.
1 2 Ganchos para detener el paño sobre la al-
mohada. Al lado están unas pinzas peqiíé-
fl$s Vl^ás dé ffi^ei'sos ihtídos 3 sirVen para
quitar las desigualáadeSé
13 Cardas^ .
14 Bruza para inclinar todos los pelos de la
tela áda uba parte : ib qtial se llama brir-
' «arel pafk>. (♦♦c)
1$ Ia plaribha untada con aliíiadga (^*^d) pa<-
n aplanar el pela ^ y quitar las motillas,
¿ matítias 6itrafias ^ que puede liaber.
• ; 16
(«»t) JidítU llatiMa ik ti|iiél1i ptczffdé lafttí{<raf> en qse se c^*
criba • y hace íucrpa parajuntar Us ^^s hojas
(««Í>^'L«'Jt^átfrriffrÁ'cf ih^v especie de cepilh>. - ' . v - . - r
■J*»c) hsto te ejecuta con braia de granillo»^ con bruza de cerda.
^(*^d) No sen^a unur cosa alguna > sino las tijeras coaateiic.
A
1 6 Cepillo.
17 El^cobilla^ ..
»'»?
v*M*upr«- I Mesa, Ó t^^f)m^ -x-: ::/(.•;.;; : '- ■
í«tf«ái«t" a...TaWeí9píir«tC4biit tes.ül^mw «loUeocslde
'**' las telas plegadas.
}; ,CartÓB\para ^separar luf dobl^.ds otrob .:
4 -PJaflcba., ^ íiiíe9ip:pír*. |)9Í*r la. ¡t«to já
i La tel? 4pí»JQ-<|e.lafwn»w i
6 ¿interna de.tu^rot ...
«wJpfa»- ,-j ;^. , ■ -^
■ ■ 'i
10 Eacage de hierro , que recibe el huello
. .lamida ¡ , : . . .
13 Torno con sus ^í^^^: ;
I ^ Biga , ó palo para apretar la pretafi^.
8 HusilV>. jde fewTip. '^ - , . í
:^i:%^-
4 w A I
> • . ^
Víase la cf- jj , J^Iev^ipn d^ la cal{indf |a» (**)
cakndria. "^ a La Calandria vista de pécfíl^C(;H3;9a l^bol» JT
^.^ lar:jnH$a ^ qqd^t? íKrb(>l Jwpe ir!^ y yeaif
sobra la. te^a pu^t9 al r^iedcft del erú^'^r ^^ ^
elnvu9v3^:eptree^,^pew. (fft^ l*;oprigaei,y
,> ; la mesa que la sostiene.
.g, .^|.eojjullo.icon la i^laarroUada á éU. .
4 La calandrija, vi6ita á plomó;, :ó desde lo alta
(**) Ese* machia* ao se us* poc U caaña éa EspaS**
. /
r~ -'■' J^
¡ /
ÍT4
'<y
;
El vertida del henére^ 151
-5 £3' árbol 9 6 corno 9 badeodó ir ^ y venir
e\ pe^ con h ajihida de dos cables , de los
' quales uno se vá arrollando al árbol , y el
• jotro. desarrollando ^ razón dd movimien-
fio oonttario**
¿^ Lá niésa«i-
7 £1; peso de veinte á treinta mil libras.
S El Oficial , que hace bdver con un ma-
< zo á. su lugar el enjuilo , á quien el
móvimienta del tablón < bábía sacado de
jg' Oñáú > que arrolla la tela sobre un enjor
lk> para darle lustre en la calandria.
JO Oficial j que desarrolla k tela ^ que pasó yá
. por da caiaadria.
Rg. I. Preparador. Preparar la seda , es col- ^^¿^^^J^
gar una . noadeja en . la estaquilla , qiie está (**>
fíxa en el miistil i , y desentedar la m^- vease u bj
i '.deja confia imano y para que se puedado- vo^l¿o^/
bañar.' Prcpindor.
rl^a opetadon , notada en la Fig. m , na se ha-
' €X i l^sta después de haber preparado ^ como
- aeDépreaeóta en laFig.IL [
:;*".'■'''. Des-
• ^> Bfi ordeit ^ toi tcrmlnov^roprios 'de Tk Fábrica de loi Ter cio«
pelos, BO costante haber ido en persona á la Real de S. Feroandoi
a fió de informarme en eite asunto, no lo pude conseguir como de-
seaba» por ser Bstrangeros los Oficiales» ¿ ignorar absolutamente
nuestro idioma : con que recurriitancp por mi mismo en esta Cor-
fe*f cfQio en la Ciudad de Toledo por medio de p^ Fr^^ehf SéH"
tim?sl9méT9t » cuya amistad, incelieencia» utiÜsima curiosidad*
y deseo del bien publico, me instruyo en esu materia.
'(•«■'
I f a EspeSacuh de ¡a Naturaleza.
vetse la Es. Despues ^e haber «pár^ído .¿dgun tanto , y des*
debanadcrV * enredado los hilos de las madejas , que se
quieren debanar ^ se pasan.de el preparador
- á las .quatro pequeñas ruedas de la debaoa-
dera ^ (**a) en las quales se ordenan para
conducir el hilo á quatro husos grandes , %
á quatro barretes á un tiempo. El hilo se
vá debanando en estos husos , ique tienea
tortera ,>d rodaja soló por un lado , quando
es el hilo dei trama y. y qoando es de ur«
dimbre ^ se debanan en unos cañones , 6 hu-
sos con rodaja por uiio , y por otro bdo.
Esta máquina es de útil , y hermosa inven-
^ clon ; aqnque no tanto como la que baoe
trabajar centenares de carretes á un tiempo.
I Rueda grande.
i Pifiones 9 cuyos husosí entran en los pon-
tos de- las ruedas correspondientes»
3 Dos ruedas puntea^ (^b)
4 Tres garruclñs .^ que describen un circulo
al rededor de los eges de las de^sus pi-
fiones. A estas garruchas se afirman ties
cnerdas , qu^ se unen entre sí , y cuya
extremidad está asida á la pieza de .ma-
- dera 13 > á que llaman Baybén. Esta
pieza se mueve en una canal , (^c) en
que
i**M) En Bscremidora le llaman jtr^éUHU ^ la debant dera.
(**b) A estas ruedas llaman BstrflUs»
' (**c) Al fin de esta canal hay nna caentecÜla de Tídrto . j lla-
man CahfiufU , Y sirye para correr por entre el pelot y U t¿« p»
ra qne no tropiece. *
/
I
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V.I52.
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",♦
. .!
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(' qflt'yii y^ viéné. Quatíifü «fias tíisiú 'las cjba-
• tro gaiYuchas sus cuehfe^-áda tal í^uieirda,
' tamo nias feé adelatitai el'baybéa 1 31 á la lz«
quierda misma hadendo subir el |)e50:k99
que está colgado de la extreifilifiád dkl' -tiiy^
bén. Quando al eotitráfto^^ éki^^ácii lá
i deit^ha , ' llcb^as de los piftoúe^ que las sos?
* '■ tíetien^ tamUeti d baybétii se álejx^flciá la
^r; (*<^) qad lá^'^Uebb l|a$^'flÍD>'^fttisiend^*" <
ES ék&ú de esta inívisiJQíodv^^^^íbbir igual-
mente los hilos y según la bngitud 4^ los
- : Jbiisos^ y itiit airn^iilDs 9ttfdQs':9dlM0 liHÍK fius^
mos puntos. Los quatro hilos dé'ía^-b'n-
e' terMStte ¿4^ dabálaijteíaiselléhati cón esto k
quatro anillos de vidfiO'j '(^^b)^ sostenidos
^ 'á^ios quatro- Í)iá¿tonei x^^^^ colocados per^
pendicularmente , y firmes en '' «siDri agu-
r¿stcf& ,( i|iieet>>bdybdnKil¿m tiei:^bsQeb «qit^
o i}iasí partes ;.y y^ndd á Hftáiri^cstos hilóse i los
: quatro husos, que ruedan sobre la abarra
S , tnudan de «ieiiadx;^n las garruchas 14 ^ de
presión de las garruchas bücetir^yVenlrios
hilos á diversos puntos denlos carrétesj
Tom. XII. V EL
'<*^¿^ /i ciíQS j^cickllzmAÚ y éí§s'del piúW nombre que din zí
xiK3 .. !.ri ^- :..)
r**h) Estos anillos de vidrio se usaban antes en nuestros tela*
rts y^cro yz los usan de hierro , y les dan el nombre de Gafetes i
csfo^ tieoíei^ en ta parce ^j^cíior um pieiwecita.á <]vie Uaman Gwm-
•ilh > poi deaJc pasa el hilo% y están sffstcoidos del baybcn. ^
154 Espe^oí^oikl^NítíUffdeta.
- £1 Ofíoi^l ^ ^m rpr^de á esta ^^ operación)
, muda además de esto , seguo le parece, los
bastonea; y aai^ vá repartíeodo el hilo coa
^, iglial4a4L, :" •. -A A- ' \'.
I Lps i¿45tílf*.. . i ; /
i¡ Las lM$a$^de losrmástíles^ '
7 De^ kotra parte de h riieda ^ode está
. la cigueoa, que no. se^ mueve coa la ma-
^ 00^ ^ <\m ea.ttel^ í^m^ tueda por
medk>^vde;iiiia( touttii, y dd. tina: cuerda, im«
- pelieodo la caceóla d pbiati. de uo Ofi-
cia!. ^ A. .
8 Banrá aolerior , que^eoiSLa loa qyatfo bu-
f .Ruedecilhi, dlquien dábudltarfa cuerda^que
hace rodar los busíos. . .
JO Puercas, en ,que dan bifclta loa cabos de
• la barra 841 :, --. í: .. v .v-í/i
XI , y ría. Pata! eRri(ar 'Coofutído ., 00, se^ han
puesto estos mimeroa ^eti I9 figura > aunque
el 1 1 corresponde á los quatro carretes , y
el 1 1 á quatro pequeños corchos , que los
' f dividen.; pero se Contiben 4x>loca<^ en fila
sobre la barra 8.
13. £1 baybén.
1 4 Los quatro bastoocitos con sus circuios pe-
. quefíos de vidrio para recibir , y distribuir los
quatro hilos.
X5
f**) A estos husos Uaman téñüna > que Tan cogicn4o 1« seda
MiCfirmc se hhctc 1« barra*
t ^ Las qifittfOtnisdaft pequen» de la debana-
dera*
x6 El candelero* ' ^
17 Barra grande^y-de la parte posterior , que
' fectbidndo s\x movimietito d^ la inaroma ^ i^
que circunda la rueda grande , y se le co-
munica por medio de una cuerda á la barra
: anterior S ^ cuya ruedecilla 9 está rodeada
r' oon la cuerda mfoma* ■'■
«8 Las dos raédecitas postericflñe^ cada- qual con
sil cuerda , que las rodéá , y Üebá tas ruedas
pequeñas anteriores.
% 9* Contrapeso ^ que retira á la ^ derecha' el
I^ bstybéti ti á medida que lo pfermltetf >as
^rrtkibás 4> adeíánüindoíse^ 4nías ,« d 'ínebos
' ^ia la misma mano: este ccntrapeso sube;
quando las garruchas ruedan acia el lado
contrario.
10 Encag^,ú hoyos en que rueda' la barra
posterior.
d t Maroma dé lá irueda graftde.
^a Careóla.
£olvamos sobre todo esto. El Oficial , que
gobierna üstá máqwna ^ d .debáhádSra y ha»
V ce ir 9 y venir la careóla aa , y Uebada su
cuerda en .frente del numoro 7 ^ obliga alli
, i subir 9 y bajar la cigüeña, que mueve la
rueda i : lá maroma 1 1 hace andar la bar*
ra posterior 1 7 > y ésta comunica su mo-
vimiento en 8 á la anterior. Los quatro
V 2 car-
los que pasan por los circuios 1 4 de dici-
tna de la rueda i $ , á la.(qu(ir.,baceD; dk
• : 4)a^t^S:^ii^ W] espiga 'f^o|?fntc}on:dti hs
^j .ví(TiUa(í;„{*fa)f^4»í^e«í«i -idasíj'y Venillas
.ntiel baj{íén^í9«Te|^art.<!n: l()S:)uwQS, d oar-
,. • retes.'l^ igualdad del hilo. Para doblar ¡los
,. lítíos , íW'íqpdjínTpn J»! dplíW^r, Fíg.^ni; yse
doblan mas,ó mení»4j©flt«lJ(i¡|jdeife firava,
wX !pí ! • • f qualMl4.dei|a -1^1^ i ?3PP «íí qMfece.Wcsr, Para
*i*' la trama se ejecuta es^to-iopefi^p^ia coodos
:,, igfir^iRifntOs fiepíffiílosLij^e ^o%,9i^$p élu^
3 Las ruedan foia las caoUlas: op se t«fdflrá en
, dáíSUieSQ. ,1:.: . . i.;;,.;-.. ■ ? I .' .
4 La ciguefiíu .dcv r- .
6 el tornillo
7 Mesa (**cl) para popBr lagj cgnUlas , q«
son unos cañutillos , ó cañas cg^t. hítps ác
eitrapifitijiíO n .07^ (>;a»j 'j.ric? *<:í..oí
-sjB ,Ehi«45t¡H-fq«;wtiBpc^^ /:X -
Y> .':•*' "" «''^ f^í'T'T íí *!;;>*-' ""T 'n'^iy
.C**b) ÁU «rtlimbrc llaman Píf en ;e{tc. telar,
'(<**c) A l(*« canónpt Ikamai* tsvi»*ncii K*éttñt jy ÍLlt máqiiH»»**'*
t>9blikif , por íurlc otVós cmc nohibrc. A la maquina que Tiaj P*'
(**dj A csu mcia lianiají C^;* Cft 1« ftUrcs de terciopelo « *»*
taCorcd.
^
N
>*
\
9 La aguja (^a) coñsas 'cuédecttas^ y con su
nuez.
I o Campanario, i» el asiento de la aguja»
>i¿ /ri>ro&Ilo'!{?'^b) |tara ' alargar , 6 acortai U
Cuerda 9 ápafUüaak> 9. ó.Vacercando: d ¿aá»-
, til ,8.
la £1 pe.
13 Eldohládór^ó trascañadera. . ;
^4 Losxaobnes ^ (*^): colocados ^pei^ndicu»
-i.lariMpteyjy'. iCbniisujUlo»:. , : . ^ : .
I $ Cañón con dos cabezas para la urdimbre.
46 Varilla, que sirve para • cpoducir iel hilo* r
1 7 Cuerda , que circunda lli rueda «de arribft
j 8 CiaQrda\7)lie i;odéa(M de alxajo» ^ < .. v
Pibíeisdoí ctímimiG^Q' la cigüeña el n^ví-
. laiebto á la rueda supeiílor , la cuercfa ,, que
.. la .rodea , y; quie abraía el árbol de Ja: se-
gunda rueda , hace; que^a bo^^ l^a^ i3iler-
-*< 4]a de. ti. ^gi^odaí a1^a«a ; Ja lOue^ 9, ry :t^
¡M ce^dav/alcafion-; que se pobe en fella:
• \ y dand0 el cáiíon ibuelca ^ Ueba coossigo dos,
tres, quatro,ó seis hilos, que pa^^: |)or
*r ]eiicupa>d^ ^ varillad b»ír^;í<^.i» y s4e|^
í'. de Im c^ñcgndto^ it4i9 ^u^rjestíja p^rpgndícu-
•lares^y slft:tortera$, ó (tíbezíis para dejar
- . correr el hilo fácilmente , sin que ellos por
sí den buelta. , , . ,
... • <£•
(**a) Otros le llaman H«f«»
.Í*^)>ii c*c fooniUo itoito: Mamíjs,
^*c) También les llamuí* #»/•#•
x$8 Esp^aculb'^
M " t ^dc^ii ^ ^^^ quatro ni¿8tüe& (**a)
urdidera para l El arbol. (**b)
terciopelos. - ^ ' • •
3 Las varas , que son ocha
4 Las cruces son basta et numero de 14» y
desde las barras van % reunirse al arboL Aqui
se ha suprimido la mayor parte de estas
cruces , y la buelta de los hilos fot detrág
de ia caja para evitar la confusión.
*5« Latninas que llevan consigo á las escarpiali
en que se afirma la urdimbre^- según diíe-
> rentes grados.
6 Cruzados (^c) en la parte superior , ¿ ínfr
rior de la máquina*
7 Barra (^^) de bkrib perpendicular » que dt
-' bueldis con su arboL Según diral un lado^
ó al otro las buekas , se arrolla, d desarro-
- lia en ella una cuerda de tripa para hacer sa-
- bir , d bajar* nn grao peso.
% Vesby estitiamasa gtande , á quieb fa coer-
da de tripa hace subir , ó bajar , aegim el
movimiento que se le dá á la caja , y bar*
ira 7» ■ " r
9 Pilar ufiídoá; lá mesa grande, y acompa-
ñado de tttia ritedecita' ^ (vista k parte- en
el numero 16) para que todos los Míos
va-
f*^*a) En la Fábrica de cereiopeioi de esta Corte les Uimafl ';-
(**b) A este arbol llaman Btté^mlUi y á toda la operación Jfé*
re jar la seda. ^ * • -
(^*c) A esfiís cruzados llaman en los telares de Madrid £tf^*^
(**dy A esta barra llaman Cmfut^i^ •
:. vdyan i^uoidosi y se distribuyan sobre toda
la caja de la urdidera*
XQ La estrella, (*^a) que es una rueda pe-
queña con sus dientes , y con un gancho de
hierro que la mantiene en el punto en que
ae la pone. La cuerda de tripa está asida al
ege de esta rueda , y quando dá bueltas , se
vá rodeando en ella. La Debanadorala mué-
• vea díscrecipii para acortar , ó alargar la
cuerda ^ que sostiene la masa grande , ó pe»
80 9 de suerte, qué' los Ulos se vayan espar*
ciendo como se desea.
1 1 La cigüeña con su rueda , que por medio
de una cneidá hace andar el árbol con toda
la caja.
I a Banco^ que tiene I6s obillos , (^b) d hu«
sos de dos rodajas. (^*c)
X i. Los pies del l^oco.
14 Dos barras , que cada uno tfeoe sobre sí
: aacirculitos de vidrio*
X 5 Veinte varillas , que cada una sirve pra dos
circulitos 9 que Ueban dos usos granctes.
X 6 La medecita del peso grande vista á par-
te , y que ayuda á encaminar quarenta hi-
los.
La principal industria , que se descubre en es-
ta
{««a) El Francés le llama P#rr«.
(««b) En uno % ü otro tehr de terciopelos *lk los obillos les lU»
Din C^rdonit • y en Madrid Csrrttft > y están cogidos en sus Cér^
rttUht,
(♦*c) O Torteras.
i#
V 6 a EsfeSacúldA la \
CB máquina^ 5' tío os so^mehie: d i^ir/^o
hilos en un misma punto :, üú6 prifidpal-
mente hacer toda la distribución de alto '4
bajo , y después 9I coatraria sobpe toda la
caja, ae^q ia Debanadora hace' sabir V ^
bajan á<)tteli4 g^as^ miisa ^^miáaiido q1 impul-
so , y movimiento de la cigüeña.
Vca^e U es- ^ -^
campa de el *• Cwl»
modo de co- tju
locar la ca. « W'P
pkfga-
r JSi plegador leon lá urdimboe, ó cadena»
drb;e «"d ^. El plegador sin la urdimbre.
celar » ^ en j £1 misttio vísto de cata; - j . ^ ir
*" ^*^s* °'- 4 .Bnjwik)*(^á) á qüiett: sexbíeioa.yá los hilos
de la urdimbre. .' '
t* Rastrillo ^6 especie de pekie v qtie ayuda
por medio de sus diente^ á distribuir coa
proporción los hilos de la ulrdtebm fofare tpf
r da 'la anidiuid del nielar. '[^ , ^ . )
6 Varillas, (^^b) quaae iotrodoceh eótre.Ios
^ hilos de lá unümbre por enama , y por de^^
bajo alternadamente , para preparar él crúza-
- do y y para arralar el paso de los lizos. : ' i
Véanse las ^ í . ,, ,. .^ , . - .
estampas de '*' i - m. ^ . . ' '
el telar de Jjq^ uumeros • Ó cififas , que no se hallen ea
terciopelos, ^ ¿ z - i
la de los ins. una estampa ^ se ballaráa en otra : y algunos
cru meneos» • « . . . «
para fabricar * st repiten para las mismas piezas vistas de
u.trrel .diverso modo.
celar visto át » . f
cara.
(**a) A estos enjillios llaman en Madrid CúdrUt-
(*#b) A estas varillas llaman Cructt*
I
^
•* ' Stí '
7,
i
1
^
(^
. /<'■'• ^
It
w
y
/
^-
/
t LosSilaf6r(*%)dé.b pattp antsridr* •. .
s: Los de la posterra*. - . : >
j CadeM-C^b)
4^ Llaves 5 (^'^'c) que juntan t«& cadenas;
f Las solens. C^i) . . ...
é BanCDsr para poner á los dos lados dei Tege-
dor las dos lanzaderas , que sirven para unir
. la yrdimlxe del pelo con la de la tela. Nose
• . {luede ponet en La figurastno d uno de loa
* dos hsascaSw
7 Los pies de los bafloos»
8 Galápagos. (**e)
9 BanqutUo en que está sentado el Tegedor»
10 Palomillas socabadas , en i]ue escriban los
: plegadores dd ^Ipi ;. . >
X I Sustentáculo , 6 palomillas.
la Dos pAegadores de la tela ^'que traben lac
urdimbre del tegido , el quál queda oculto
debajo de la urdimbre dd pelar ^luno de es-c
to^pfeg^oi(^seiiíaoga'por.ni^ de unaí
^ pesa 9 y d otro, por medio de uaa: clavija*
1} Plegador del pelo.
3Pf Carretes ; esto es f faflos de diviecao colói
-.TomXIl / .. X .^ dd
(«*a) Los PiUres, «jue escftti JtHito lA Tige4<>f » m 'IImim ^*ár dé
h^mté i y Vos que estaa coifroitc del mismo Tejedor» le llaaiui fist
di HtrrtTñ : y á toda la armazón la llaman Ca4titt$.
i^o) Cadcfia i« llama aguí 1 a fpiezft de/nion « 4{uc en les alares
de terciopelo ¡unn las piezas de la parce superior > i las guales Ik^
Han Estargas. • ^ . . . . ^
/*«c) A estas llares llaman otros Trabas.
p^; A las Soleras , que son las piezas inferiores del ccUr » U$
cruzan las Trabaa*
i¡^^ LotOaUp«SQf airrcf pftfik€gfl4tt€írdlbMqttiU9k . )
» *
%&% Esp^aetib áé Ja NkMr^exoi,
del de* Jaitda.: foa midió de estos Utos de
orillo se carameliza la, especié de terdope^.
lo ; pues se dá á los orUlos mas , 6 me^
oos munéro de : Ulos. ' encatoados y aman»
Uos y i¡t de otro, color y conforme es masj,
*- d& menos la baDtidad íde bíloa que se echa
'/en las dos urdimbres. Los. cordoncillos y ó
t diversidad de hilos dei tercíenlo y soa
i quitYD en csíási bda y y ae ka. llama ter-
ciopelos de quatro. pelos. (**a) El tercio-
pelo de segunda eqiecie se- tiofa Con ttei
cordoncillos, y le. llaman de treapdos.. Tam-^
bien los h^' de: dos. pdoa:') y da pelo y me-*
:.dio: y.'esto.;fe ient;^eode quaodo. tiene doi
cordoncillos á un lado y. .^ katoa oqL mas ea
el otro.. . " . . '
I i Grbces de I9 tela 1 que sirven psúra separar»,
V y cruzar sus: bilo^ . . i -
^6, Gruces^^panj^^ck
Z7 Poltfáh pdoi y ipor? encima del qual ; pas»a
•tqdos.kÑs.iliibs.de.la.utdimbréde. el. peta
mismo.^
I S! PortBH^pélo 'y .-que* 'maQtíéne cop la ay udt der
i. dos cuerdasiija&de una y y otrapirte, dtúí^
ta-peladelnugaerapcec^dente.. . i
19 Abeadorés (♦*b) para la tela ; su numero se
; varía según d cuerpo, que se. qmere dar al.
terciopelo..
,5 .!,.••'?.'•'.♦'■ •
(*«a) E<te de quatro listas ts t\ tercicpclo comM*
t^*h/ o Uao9»s«o lof 4ixói>^ai tcnn« pcHftiei^Dyr rígca li (cb»
3 1 Abeadores pequeños ^ que se afirmao ed los
Abeadores pgra lar i^:.
; :9i JLp4 4b^4oi!S$-. j>equ&oQ» iofeiíofes jKira
A 3 Varal ^ ó caja ^9» íoqw tUBbien se llama
# C^jaea lo9 telara CQRiime^ ^ y en otros H^
tilla: ésta se compone de dos varas -separadas,
, : y tiahfí crpfis^ d,-neiae ^ ,<)|oé Jtiegb »ol*e £»-
a4 Guia dt la caja, .:"'•'
a 5 Las «ncías , ('*"''b) que sojx iloas piezas cao
.5 ,:dieaPt9s .Bíi%.:!<Í!?itft«a^i «1 rfi»ne .'*« ...diyeisw
puntos* .ff/írf' -í ':' 1 . í^ '• *
^j La rueda para hac^lsi «odat» ('^)
j»8 El pow pararíJíteiierk. ^♦*4) j
^9 Log^r jpf ra laa^ 'CíKuQfWí^o^Wi'el Tc^or
, • pone ^ \^ Jíiipadejra^f ;- -j : u.^ :h c>^
^o £1 peine unuío st U ca^ poci.mcxltade
dos visagras ^ lo q^al hace, mas libre el jue-
f gp ^n epte ie¡g^do ^^^ iqu9 ^. necesita: su-
\, mámente golpea^r 4a$ tratqas i para mikltipli-
car lc¿ dzps'^1. peloj.iipída. iatípiasbeiite
Xa- ' con
);»*iO 4 énaldiniiof ^-M^te q«e }«ega el peine , le 4m también
nombre de peiae*
flj^b) A esta pieza parece « qae han porfiado los Tegedores en
ttttlciplicaTle los nombres , aqei ia llaman Bncias , cñ ocios telares
d^ esta; pyr^e^u^UfÍDf. teñios celares comOACs dc^ laot le d^in el
nombre de Vaho, y aun en algunas parces le llaman Porca-pclo.
(«*c) Aesca rued:^mi9iinGlaYÍja
(**d> A esca rueda llaman Cogedor de taquillo.
ti64 EspéShkmló Se UNaturdileta.
€x>n la t6b por d pie ^ d por iá parte kn
feríor.
3 1 Tempial (**a) es una varfta , que sínre pa«
/ ra nsaátcdcár «n ij^al anchura la tekK Ulia
de sus dos partes entra en la concabidad de
laotra^seguú se quieten
a^ Planchas ("^b) con sus pinzas para cortar
( dpdo» '
-ftA ^ Ifoas (^^) separadas, y vistas de perfil
Sa.'tFf't'Xallavie parft^jp^ yaikitnrlas
con su plancha.
rS3 Lalanssadera.
^94 SbnadU^ GOb ^te arrancaór los peffllos , é
hilos, que sobran.
3 5 La tijera con qué'Hmpiati ; jf cortan lo qáe
wbrepuja , y- excede.
56 Ix)s tres.hierros : son unas varillas de la¿
go de su grueso^' para recibir^, y guiar la
r)^in]Mft:dtt^tas'(ttBzád , que corta todos los
- pdos , qiie encuentra incHnados sobre cl
-: Ijierit) , tn-tat«o tfat^ la plancha' camina
- db'lado sobré los inferios pelos ^opTimíen*
1 dok»s y aplB£iánatíIíís.í La urdimbre ttel
í pelo , las pinzfla y que le cortan , y las va-
ritas ^CQA S13S cápales , son con particularidad
■::.':.: . /'• 'ef
<»««) A estas Punas <Uo d no^bit de Hkrr«.
SS vestido deí bmibreé 165
ddistífiti^de la Fábrica de terciopelos ^res-
pe£to de las otras.
i 7 Alicates para sacar al peine los dientes, que
. tiene malos.
3 8 Canal y (*'^) pieza de madera con uüa cuf-
batura proporcionada para cubrir los tercio-
pelos en el plegador , y conservarlos.
3 8 * La extremidad de la canal vista de perfil.
-39 Armario para poner los terciopelos al qui«
tarlos del cogedor.
40 , y 41 Cañones grandes , que tienen hilos
' diferentes para que se sub^tuyan en la ur«
: dimbie, y en los orillos , los que se ^uie*
' bren.
4^ Contrapeso 9 que sube quando un Abeador
baja con su careóla , y budve á caer quan«
« do el pie se quita de ella : los contrapesos
* son tantos como las careólas , aunque aqui
? / para evitar la confusión se han suprimido to-
dos , á excepción de uno, que se pone con ^us
\ brazos , ó bascula. Idease la Estampa del te^
lar visto de cara^ por ser bastante para bace^
. sf cargo deh restante.
4S Las careólas.
44 Los contrapesos de los orilk)s: estos se tiran
acia d plegador anterior, y el contrapeso ha-
ce resistencia para tenerlos tirantes.
45 Contrapeso 9 y bascula , que sirven para
ir*) A esta cttMl Uiunaa Cajom
»N
j 66 Efp^acuhde ¡a Natufakza.
tener tiranas los hilos de xino dé lois plépdo*
res de la urdimbre « míeittfis lel Qtro se cnan-
tiene con I9 estrelUep uo jestado uaifermei
46 Contrapeso para inaoteoer la .urdimbie del
^ pdo<londe<-oñvi«ae»
Aj Dos .garruchas para facilitar eímoviinteato.
48 Clavija^ 6 palanca para que dé bueltad
ciliodro. . ^
.f 9 El rastfilb^ (**a) «¡piscie de peioe pira ^
denar los hibs ^bre el ciUndro.
r^o Lengüeta ^ ^ aguja , es una lamitvta de gq-
^ bre ^ que deiK su muesca ida cada una de
^ las extimida^^^ un Oficial ^e iipa de ellas
entre los dientes del peine > y con otramaoo
. conduce «Uulp de la urdimbrej <iue está pcoh
xímo para pasar : retirada la aguja , ó lengue-
. ía 9 queda el hilo % la otra partea y badéado
j Aé este modo oficio de aguja ^ se desemban-
jzan con brevedad de .una operación ^ qne a
por sí bien penosa ^ y larga* (**b)
•C**a) Rasrrilld dicen ios Oficulct.
•(**b) No obstaoee liabcr pttesco «^«t «tatitos» f tan diferentes ttf-
míaos percenecienres al telar de eercíopclosi %é jisan ñeros nuclioi
.en ¿I: coa que htSiendo procaraH» arerigaarlos con el mafor caí- !
4ado, qu« me fue posible; y deseando serrtr al pnMico con esc»
JBoctcia 1 que no. será ingrata 1 4os curiosoí, y aficionados i las Ar-
tel > q liedlos aliwian • j ^onelct.áo t pondré a^ui algnnor de los
mas principales, y que no4e (ocan, ^ no con canta «expresión en el
cuerpo de. U obra» acaso -pttríTaulirtMéQla que hay en las máqui-
nas » y piezas » que sir^ren en. ellas £i| twt xelar » poei» haf é >^*-
niásde'lo que de|amos4íclu>i '- .»'''-
t Carréeos .con sus guias 4 v^volander ai. ^
t ^Vdanderas con sus cuerdas» y ladrillos* qne sltven de peso.
I Abttcaccs 9 por donde corren laf eajas.^ . -;
^
I
Iu66.
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El vestido del bonAre. . 167
TAP ICES D E' BAJ O L IZO.
ZJamanse tapices horÍ2omale&, ó de lizo bajo, trcT""»™ ^íí
aquellos, cuya urdimbre se estiende llana , y ^«. *^V.*l^^'
horizomalmente sobre un telar mtiy bajo , y- nzontUcs.
cuyos, lizps^ suben , y bajan. Tapices de alta^
lizo se llaman los que se fabrican sobre un
' telar , en que la urdimbre se pone como en
' pí^ 9 y á^^ ^1 plano del obrador , y cuyos li-
- izos ^ó cordoneSj^ que cruzaa los hilbs de la ur-
l dünbre alternadamente , están encima de la
* mano del Oficial. Píasela estampa de losU--
tos
4 Ci9i¡a^ i que oonfieneii d' peine ,' y ed lo ¡itferior <té ellii^ Ká/* ua
I Bcsocomo de 50 libras » que sirve para el golpeo Je la tela.
5j Porta-cajas , coq su nuex , eñ.quc entran las espigas del sqís-
• mo Poii>a>caj|as.
tf Plegador de taco^ que tiene una abertura, en que entra una ptei-
xa 9 Iliiinada Taquillo , coa su fila «le puntas de aguja, que prea-
den látela para sujetarla»
7 Taco» que sirve para sujetar al plegador. contra otra piexa , k
q^ie Ñaman Ftaylccillo.
9^ Alcántara , es un. cajón con sus picSt donde entrahecho rollo el
terciopelo , que se ha tegido 'vá.
f. Los li ios son ocho , y todos de seda blanca*: los seis delanteros
' sondt la tela > y los dos de atrás de pelo.-
ro Lixaroles altos , y bajos.
ii Carqu eróles » piezas de dónde bajan^unas cuerdas , que prca-
den en las careólas .
12 Gepo , listones demadera:, fijos en el suelo^y asidos a un hier-*
' TCi enque están encartados los extremos d^atrás de las careólas,
* -que pisa , y mueve el Tegedor..
ry £1 P6rta pelo, que está coleado- en. unas'garruchillas.
14 Hedhtai es una raeda^de madera de poco mas de una tercia de
diámetro , que está al extremo del plegpdor , y en el caato tie-
' neuna canal, dónde se coge la cuerda del peso.
15 Espoleto , es uu palito de madera deLayre, en que está fija la
canilla , que Ueba la seda de trama en la lanzadera,
í^ Agallas 1 son-l&j puntardie hierror , que tiene la lanzadera.
ly.Tallarola, esta pieza es de.hierrp , y está compuesta de dos
J chapas , fijas con sus clavos , y por la parte superior entra una
irrita plana de 'acera, ^afilada por el extremo inferior : k esta
krita llaman Fuá , y sirve para corur d pelo > con que queda
fotludo el terciopelo. iS
i^^ Espe9aíuh(k Ja Nata/roksuu
%os altos , b perpendiculares. (**)
Cinco telares de bajo Mto ^ para que iinú ^ 6
muchos Oficiales trabajen. Los mismos dih
meros servirán para todas las figuras.
t 1x6 pies derechos* (**a)
9 Bastidores de asnillo j soo unas piezas fuer-
; tes de madera , que forman los dos lados
t del telar , y conducen los plegadores. * Ia
. puentecilla de la nuez , á que se afirman las
. cuerdas , que atraviesan el telar y y que de-
bíyo de la urdimbre mantienen parte dd
tabjiado , en que está el Tapicero. Este apattai
dabre un resquicio por entre los hilos de
. la urdimbre » para ver en el objeto {^^
d
il Canaleta » tt ona pieta de madera eo figura de teja» 7 strre pa-
ra defender Ja ropa » ^ue está en el plegador » y sobre ella car*
ga d Tegedor ti pecho.
19 Cruz » son dos tablitas del larg« del telar » 7 sinren para el ré-
gimen 9 tai en la tela » como en el pelo.
Todos estos términos » y otros muchos de loa qne ouedan expresa*
doa arriba • se osan 07 dia en los telares de Toledo : no se ha
podido dar la estampa de ellos aquí » por la suma dificultad qaa
traía el sacarla » no obtunee que tengo en mi poder nn hermoso
diseño » que me remició el referido D. Santiago Palomares con
la demonstracton de codas las piezas En los telares de Madrid
bay alguna variedad en los términos.
(**) En la Fábrica de tapices usan muchos de los términos oontf*
fos k los de otros telares» de modo * que á lo qne en estes Uanean
urdimbre > 6 cadeua » en los tapices llaman trama s 7 al hilo t qae
pasa de una mano á otra por medio de la lanzadera* que es la cra«
ma en el resto de los celaresje nombran en estos solo con el no««
hre genérico de hilo de oro» plau» seda • &c« pero aqni » para evi-
tar confusión * seguimos el orden común > llamando trama» urdim-
bre » 4 cadena » según le llaman en Francia» 7 conforme á loa otros
relarea. Asimismo advierto» que esta Fábrica ha conservado niio» i
otro de los nombres » que trajo de Flandes» c^mo también snccdi^
en Francia. Lo demás* que hubiere que advertir t ^ nourá en s«
Igjpir. . J
{^*a) Aquí llaman pies derechos k los palos á que en otros tela« ^/
res llaman Montantes » en otros Mástiles» 7 ta otm ^iUíCS •^'^ *
(*»b) O patrdi « 6 discáai^ ^
' JS7 visitiíh M honSire. /■ téq
' ' él punto á que ha llegado , y el color coa
que debe imitar este punta
S Los plegadores 9 (^*^a) de los quales el tino
-^i lleba la urdimbre , y él ojro el tapiz , que
se arrolla en él , conforme se vá adelantando.
£1 pecho del Oficial , que está sentado en un
r banco , descansa sobre, un cilindro , ("^b) po«*
•• ciendo endma de él una ^almohada* Cada
L . plegador tiene una lengüeta, (^'^c) queés nnsí
varilla larga , y redonda, á la qual están así-
dos todos los hÜos de la.urdimbre , y se eoca-
«. ja en una canalita hecha en el cflindro» . ;
4 Pato ^e apretar , 6 plegador dé fuerza i es
- lina barra para mantener tirante la unfim-
'. bre* -
5 Garrucha con su palanca*. Esta es una pie*-
za movible , que sirve para .estender ' bien
la urdimbre , sujetándola con los [dcgadoDe^
*' que por^azon de sugruesoequívalen á uoas
vigas.
6 Píes (^*d) del bastidor ; estos no sd)n ótraxro-
< sa , que las dos cuerdas;, que Sjimos , atra-
I. yi^n el telar.
7 Rebolvedor del dibujo.
:8 Puente del telar , es una pieza , que se atra-
ía : viesa ; y sostiene los. Balaqctnes.'
Tom.XIL Y 9
\**A) O Enjullos , h Cilindros , 6 Rollos.
(**b) Llamado Antepecho^
^c) A esta leogueca le conscfTan el nombre de Vvich.
^d; Soir quatro. , ..
i<7o EspeSíicutb áé Ja Natuféitexa.
9 Los Balabcínes ^ (**a) son unoá pedazos de
madera ^ suspensos por medio ,. como los
brazos de !un\peso j para dirigir las cueidas
de los Uzos ,'y; léhantar ^ yibigar «cadk par-
te , según d juego de las Odrcolas.
10 Los lizos. (**b)
1 1 Las caroolas. Aquí no atraviesan los Kzoi
la anchura del telar ^ como sucede en las la-
minas dé la$ pianüaduras jde lana» Los lizos
se multiplican en esta Fábrica ^ según la ao-
chura de la tela ^ y del telar , porque el Ofi-
cial no necesita sino alzar, óbajar solamente
. los hilos de aquella parte.en qne eseft» Quam»
dosejapaftaparaítr¿ajarmaslejo$.9 á la de-
recha 9 ó á la izquierda , toma sus careólas, y
• ^ las aplica á otros lizbsp ^
iM El banco. : ♦ i . •• ■ . '. ./*•.
4 3 Urdiinbrei : '' v- . v.
34 GaniBa (^) en que el hib de oro , se-
da 9 ó lana está debanado. Esta canilla sir-
- ve de lanzadera para introducir la trana
-.ien^la ur^mbre.; pero/noccnrre -de, modo
alguno como la lanzadera , ni pasa sirio al
trabes de los hilos de la urdimbre , que le
parece tomar al Oficial , cruzándolos por su
turno 9 sin lo qual no sé afirmara , ni uniera
la trama.
ij
(♦*a) U Ohtrts.
(^*b> Son los que cael^an ¿e fot Balancines.
(*^c) palomino la llama Texurh 5 pero los Oficiales 1 y Micstr^'
«le ia Fábrica la llAmaii CsmíIU.
3
f
1
JS? véAiJo 3eí hombre. .
15 El peine con 1.5 dkniet para golpear la
* trama 9 y el obrage de nn modo igual. :•
1 6 Torno para sacar el hilo de las debanade-
ras pequeñas*.
17 Debanaderaa pequeñas. Quando el Oficial
sacó yá el hilo de ia canilla, y necesita pasar-
le á la urdimbfe , hecho un lazo corredizo
del hilo , con sob bolyer el dedo , deja caer
la canilla, la qual. queda. cpmo tendida, y
presa con sn mismo hilo»
FABRICA DEL TAPIZ
de lizos altos.
r Laderos , son los niaderos graesos, que sos- Y^''^^*.*"^^'
, ^ ' * dcra de la ca-
' tienen los plegadores. dcna , h ur-
d Los plegadores. En el de la parte superior loTuzos afto'2
está la urdimbre, y en el de la inferior
la tapicería , que se vá arrollando en él á
. j r 11» Véase la es-
proporcion que se adelanta; la obra. Los campa de ios
hibs están asidos por sus extremidades á pcr^enluc ' ^
una lengüeta , que es una vara gruesa,
que se encaja en la canal hecha en cada
plegador, ha lengüeta aqui es lo mismo
que el wich del bajo lizo , ó tapiz hori-
zontal.
3 Dos palos de apretar ; uno , á quien llaman
el palo grande , sirve para hacer dar buel-
tas al plegador superior , y otro , á que lla-
man la plancha chica , hace el mismo ofi«
Y 2 cío
res.
^7d EspeSíaculo 3e la
[\ cío con di plepdor iqferíor» ' i
4 Árbol' del lizo ^ que atraviesa toda la ur-
' ' dimbre , étiiiia todos los lizos 9 y los coi>-
duce á las manos del Ofídal. Estos Uzos
ton tinos oor^teles pequeños \ unidos on
• una lazada cprrédizaá.loa' hilos de la ur-
f dinabre.) y á prápoircion que baja ésta,
^uben . los U^os : árven para que el Tapi*
\ cerb saque, cómo le quiera^ y necesite,
el hilo de la urdimbre. Él /Oficial tiene f ste
hilo separado dé los otros , y pasa coa
.una ¡jünf á (^ el hilo de 'la > t íama ; y co-
lor , que juzga á proposito ; después deja
colgada aquella punta ^ cuyo hilo impide
' que se ca^ por medio oohñíaa bzada Óor^
rediza; y tomando, en la parte óxterior un
hilo 9 ó dos de la cadena , conduce con orro
lizo los hilos de la . parte contraría» Coo
esta alternativa los cruza incesantemente,
para detenet asi \ y sentar la trama. En
esta distinción de hilos de uno , y otrola-
do se ayuda de las largas . varillas de cm-
zar 9 á que llaman listones de separar , (^*)
. los quales se ingieren entre los dos ordenes
• de hilos.
5 Linea larga de puntos , formada por los
cabos de los lizos , que cogen los hilos de
' la urdimbre por medio de una lazada cor^
(*«) ¥n nuestras Fábricaih«c€B csMopcucion solo coala búa»*
«
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I- ^
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/^
X7Z
i
4
1
^ftri»ifcv
-.y
r rediza » y ;afara¿ao' :por «1 9tr& eabo el árbol
del Hzo.; ' •
6 Bastón de separar. (**a)
7 Cadenilla ^ es una* pequeña cadena, de hilo;
cada eslabón cootiene qu^tro y ó cinco hilos
de la cadena grapde > 6 ¿urdimbre > mante-
niéndolos todos á plomo. .
8 Palomilla de hierro;^ que mantiene el árbol
délos Uzos. - :
«
9 Punzón: paca ingeHr el hilo dé.la. trama , que
-> está debana<ido eñ Ja parte superior. {**h)
I o £1 peine para apretar la obra.
I I £1 cabo de la lengüeta , encajado en el ple«
- gador.
i^ El velador. (**t) .
Quando yá está montada (**d) la urdim-
bre 9 señala el .Delineador con un lápiz , tanto
^ la parte anterior , cümo en la posterior , los
principales contornos y y bueltas^ que se h^ de
seguir en las figuras ^ que es preciso imitar en el
tapiz. Teniendo en los lizos altos el Tapicero
buena provisión de punzones , llenos de hilo de
todos coiores 5 empieza á trabajar por la espalda*
del lienzo» como se. hace también en (os lizos>
bajos. £1 patrón , ó diseño , que siguen , le tie^
nen detrás de la obra » y le miran frequentemeo*
.te.
(»*a) o Litt$n y
(**b) En la Casa de los Tapices de estti Corte hay ati lúnion do-'
ra^o, coD que trabajó el mismo Key Phelipc V. al plantear la Fá-
brica > y se conserva en memoria de escc nonor hecho á las Artes.
[**c) Bs un candelero > k que llaman Vfl^dtr,
) plegada dicen loa Oficiales.
i
r
1 74 EspéStaetth de taNatiirálexa.
te» La coloCfadon del Qfíciai es de modo , qpe
puede de quando en quando ver elefefiodesa
obra , lo qual no puede ejecutar el Tapicero k
lizo bajo. Aprieta , y pone en orden aquelloi
puntos , que acaso se salieron de la regulariclad,
j línea j que deben seguir , ocupando mas li^
del conveniente , pdra cuya operación usa de
una aguja de hierro ^ i que llaman agaja de
apretar : ésta toca solamente aquel punto , qoe
necesita^ Bl fTapicerb deilto 1Í20 sigue el á¿»
ño j señalado con lápiz en la cadem ^ ó oidim-
bre ; y el de bajo lizo el que tiene como en pío*
tura , y sin lapjz ddbajo de sus ^ mismas maDOi
Hay también otro tercer modo de fabricar tapi-
ces y y se usa en los tapices de Turquía , de Per-
sia , y de íá Jabonería de la parte inferior de
Cbaillot : {**) el modo ^ pues , de sacar es-
tos tapices 9 es dividir la pintura ^ ó cartóo,
queise quiere imitar , eti un numera determn
nado de pequeños quadriíopgos , y formar te
mismos eti la urdimbre. Conforme él TajMcero
vá llegando á los quadrados , y á los puntos
correspondientes , vá también empleando to
colores , y matices^ convenientes. En esce tapít
se dejan salir ñiera todos los hilos de la trama.
Luego se cortan muy á raíz para igualar los ri-
zos , que forman un vello de ricos colores ^ f
de mucha duración.
EL
(«») También se fabrica en HspaíU esta especie ¿e capicei » J ^
llaman afelpadoi • nombre que les puso Don Joseph Vatiao.
\
1
J
.:J
I /
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V;l
Í7>
EL CORTÉ
V
DE LOS VESTroOS.
* LA COSTURA, MÚEBLES.Bc,^'
•^ i
h
CONVERSACIÓN QUINTA.
Tijeras,. agi^ >. dedal* .Vé :aqiii todo el
. aparnto dej ki8traiiKtatt)$ ^oa.^ue ^ it^
^jao todas ;la$jtela|},^uetvi$tetí » y «jlornaQ
;li sotíiedad con. tanta gi&cta. £1 artificio de Tjeru.
!las. tijeiras se reduce' á unir dos palancas con
su corte i ciueadaa ep &tnia dñ X. , y/fii;ipe$
pdt liedlo :de un jdaVó^reipadhai^i: q<ke..e$ o)
f ^ntb-xüeUpoyp jde- las< do3 paWs^^X^ fi«3ir<7
fifia de sua cdrtes ^ y filo se aumenta por una
jparte á {iroporciofi de la proximidad de. estQ
punto Üe vapoyo V y por otra jMiitej^. ra?
«on de lalongtfud^ j5.d& lá mása.jdeto aoi^
Uos , que sirven para nfianejar * est^ instrumen-
to. £1 dedal , y la aguja todavía son mas sim*
fies.
La mas pequeña de lAiestrás monedas es ei dcdaí , y u
el mayor precio de • la aguja* Con todo eso *í"i*-
pudiera sorprendernos ver por quántas ma-
pasa esta aguja ^ antes de llegar á las
de
i
\
f
i7^ EspeBacuJo ckia NaturaleíU.
de la Costurera. En primer lugar es un pe¿bH
^ de hierro , aparado ^ y. libre, de toda es-
coria^ que se martilló sobre un yunque, y coa-
virtió^ en un cilindró , ó én una barra ^**a) gro-
sera. Después ífe pasa^por1a'¿//i?r^\ y en cada
operación de estas tiene que ver el fiíegocoo
este pedacico de hierro. Adelgazado por'grados
en la hitqra^ ?cg^ la dioñnuqiofi de «u^ agt^-
ros , llega á quedar , si queremos , casi imper-
eépiíbie^ i|>¿s^¿es se cortad' esté 'hiíito de acero^
se palma (**b) por los dos lados , dejándole dos
caras ácia^d uno de sus cabos 9 y se -señaLi, dan-^
d&lé pot kfA dof Iddos ,' co»uo pun^Sp, soÜre
Un yunfqut. Ottó trabaj^dw cBséimó óona el
cupido >(^^c) que es lo mismo , que Quitarle ala
agiijá con otro punzón lo que solñ'a desde el
bjó 9 por d lado del ojo mifflio.^ Luego $t
émbíala aguja áotrorOfícíai v^^ué'la^ráfe»^
estofó 9 iqiife ion una límal le foroiaí la xtbetíL
Otra lima le saca la punta > y la tercera li-
ma akre la canal ^ b elcjo por las dos partes,
en aquella en que quedó n^asafcha la aguja
para enhebrarla. Todavía st emplea! la ^qaar-
ta lima en alisar las desigualdades , lo qoal
se llama amoldar ¡a aguja. ' Además, de esto
. Sí
(f *(i)if esta \>0/ifít^ lUmaa JVf/« d^9 attr» los qut raJ>fíc4inUi$;>g«Í)<'
(**bj ^n el íen'^uajie de los Oficiales es lo mismo qué afUnáti f
ancfs dcA^gertarJa 9g9i^» «eiícitaa ^«gn on pvnxó:^ iMwie k¿
de hacer ei i^ugcro,
' <^*c) A aquelftedaciro de acero, que queda en la aguja desde d
ojo por la parce opuesta a la punta, la llaman los Ofí iales de
Fábrica Cnfii* ; y asi , quando Icquiuní dic«A : Cortar tlX»\
.. :Wí¡<fmd^^si^,^idos. \ 1775
r^ .echarla coa . po -pocaB <coip|)ȖerasT ep a^uor
fria,áfín.de^que se endurezca^ y iesto le 11»«
man e^recfrla. Después buelyepcho^ó diez;
9«c^>aL !&^9 .y, dp Jia, fragua, pasa al yuo-
ipi^ I ^dQU^G 9^ ! «(c^ ^ J0/M¿ir con uq. marti-
llo» (*fa) >
Has^ aquí con todas estas operadoDes to-
davía: qu^^ la aguja en^ bruto , y llena de orín.
Jui)t9§e ;Cqn lOtras doce , 6 qmnce mil agfi--
j^y paitadas cabo con c^ ^ se embuelven
en terlíz> y después de rociadas con aceite de
pUvas , y de polvoreadas con los mas sutiles pol-
«Vpsde ^smpríky C'''''b):(que es una., piedra mijy
4uf99 qii^^se. saca de. minas ^ quel^ayde ^^
yae r^ceá i^ poWo ins^nsibíe para pulir
los metales) se forma un mas» de todas las
fffüjasé Ae^te mazp, bjen ligado, se le hace
dos, días . seiguidqs if^y yeoir ^ntre una tabla
inuy Usa> y una plaoch^ gruesa, (*^c) que mue-^
ven dos homl^resá una^y otra parte, ^ yá
oo suple la fuerza de sus brazos una máquína^r
Esta larga agitación de las agujas causa en ellas
una frotación mutua , que las pule fuertemen«
te, á fuerza de continuada:
Al salir del pulidor se infimden en agua
Tom.XU. Z ca-
. (**a) k esto llaman UmilidrU»
^ (*«b) En España falca esta operación de los polyos de Csmeríl.
P Ni^^c) A esca plancha » y tabU llaman 74^/4^ dt Pulir i y 4 U
/
178 EspeSt aculo déla Naturaleza.
caliente de jabón ', párá que les quite aquel tin^
to y que hs ensucia'. (^'^) Dé esta legía pasan
ala caja^ (**b) donde se zaraffdean ^ mueveo»
remueven , y sacuden entfe salvado , (•*t)
que se mudaldos^dtres veces. ^Dis^esf se es^
¿ojen\' esto'^ y que sé quitan ras'-^U^lyfadaS) las
que tíenen escarabajos , (**d) y están coa¿
quiera defeftuosas ^ 7 al mismo tiempo se váo
poniendo todas punta - coto punta , y áda un
liado, hasta -qué finalmente Ue^ % la ^tima
óperatíoh de- ¿í/&¿f j'e i lo qual 'ie t^tóí po-
niendo su punta echada sobré una piedra de Es-
tiíieril 9 que se mueve con una rueda.' Tdes sod
los nurt)ero6(^ preparativos del instrumentó
endeble 9 i quién debemos los socorros kks^
mables de la costura , y los^ ornamentas ^ qué
trahe consigo el bordar. (**e)
La mayor parte de las mani&Auras , san
sconomia en dcudóras de "^ ptiucíipales' utilidades 1 este
lat Arces. inétOjáo de distribuir hs drversas opertcíones
de im obrage entlre diferentes Oficiales , se*
ñalañdole á cada qual un trabajo solo ^ h im«
(**9) A esta maniobra din loe de la Fábrica el nombre ék ]éh*
nar s aunque ellos dicen EHJdtpmdr»
(**h) In España las ecíiaji'«n nn cabo » ^ en una-casnelat coB*
cada ano quiere,
(**C)h esto solo llaman Jl/irf#r #n Sslvddé.
(**d) Esto es , C§nehdi t b parces Icbanradas » qne tas hagaa m-
peras , y desiguales.
(i|#e) Todos los nombtes .parcicUlares, deqae hemos osado sqnii
s^ los debemos h. J) f r^ncí if#|Z4iMr4»Oficial de Oaardias V^alonas.
que con la mayor ezadicud , y puncualidad se informé cd U F'
brica de Barcelona para efcfto de comaolcariTOf csca nocicta. /'
i:
. mutaUe; no yá el Oficia á buscar su otura > la
' plm le viene á buscar á ^ : y no mu^a lu-
* gar^ ni ieSj:rUfDe&iQ6é T^dp se hari^ipu^ » tp*-
-dolemameme^y coo gastos e^QrbitaQtf s , «i
tftiem necesario» que uno solo ¡p túciese tólQ»
y que tomase cMa instante una nueva faern-
mienta en la mano , e^gercitando^e eo nn . nue-
ar&.modb de obrar* Bp|YaBP^:;a2 vestido del
ílhHnbre*
£1 mérito principal de machinas , tan utir
U$ f como visKKHs 9 es mirar por el tiempo»
{y por las fuecMs 4el boml»e » d por m^
4ecir» siacBr lyui obra bermosa de unas manoa
bisofias > y nada diestras. EUo es asi > que
im niño de doce k quince años » sin gusto^
fii oonodmientq del diseño» con solo el so*
OQúro de uúos qúadiitos , formados , ee Ja ur?
dímhre»Q.a^efido ti babito adquirido, con
el trabajo de lo$ lizoa altos » nos dará fac-»
tíon pory&ccion » y linea por linea todo un
retrato » y aun toáa una historia ; pero qoan*
do.se trata dercorte de ua vestido » 6 de la
^ecudcHi de mi delicado bordado » yá síotí
obras en miñatura » y que se miran dt cer-
au No hay machina » que ipneda suplir esttf
iiklostria»dar aqi]dla;::pr{9x>r^^ aquel {(y-/
ré;» aquella grada » aquella delicadeza. Los
dedos son los que hacen todo esto» el gusto»
preside á esta obra » y el instrumento nada
^I^iurobaá la gloria de quien la; hace. De dos
\ Za obras,
\
,1
cura
1 80 Espe&acutb 4e la Natur¿Se%a.
obras, una^ y otra bien sacadas V^ £fereA-
dan con todo eso k una de U otra , por me-
^dio de una gracia , que es pro()ria de cada ma-
'^ do» La ag^ja , y las tij^rlsis sod de todos los Pa^
^^es ; pero ¿ distingue sin dificultad el corte de
París 9 y la costura de Inglaterra.
11 bordado ' ^Dondequiera que se estima el gustodeel
^Kl ufu: Klítefib , teUá tátftbietí^íguar-tton^^
bordado ; y por el contrario , donde se4escuii]k
tlel disefk) ; tí bOiTdado sólo podrá* ser gotMco»
-b pueril. Esta es la causa porque lasSefiofusIuH
liaiías , y iFranceMs (^a) han iMMantado^ taoto
<eMaí habilidad >herM(»tíi lA^$¡^^jÍ¡khmM^
ios^ hilos de oro , y plata , las firanjas ,los^ briciiosi
€l gusanillo y el ent(»rchado , las trencillas, (^)
y cadenillas, todo se tornea , y enkusa sati*
mente dirigidas sus baeltaa de la habilidad (k
aus manoiB. Barecequé dispittaii.eDáe*6Í,'SobÁ
quién excederá en la curiosidad de la ejecih
cion y en la conveniencia de los colores , y
en la nobl^aa > y prapordoa de las - piezaS)
que-se elige^í'i la/ costmnl^e al esplendor, i
la* brillantez', y ber mo«»á haoe^dificil esta dec*
cioiL Rara vez caen en las monerías, y cbo-
ladas Chinas,' en los coQ)partimiento& , y di*
visiones Turcas, y en ila doufiísíoa dehmbt
e \ • . • -
^ (**) No son menos hábiles i y aplicadas las señoras Españolas,
f\vL qae te dejen exceder umpoco ep «^ baen gusto» de fut iC po*
tfíeran craher muchos , y iiiu:uUres egemplos. A
y iiouulares egemplos.
(n O Tfrtic<lliáM, ' ° .'
: a
/''
acorte de las vestida. i8i
titud de adornos. Saben estas señoras distribuid
con economía en un fondo liso , apto para des-
hilar , ó sacar quamo sea de gusto ; yá los ra-
mos delicados , yá los ibllages sutiles , hacen
cprrer la campaña , dar movimiento á las ho-
jas y bueltas , y azorados gy ros á las mariposas:
proponen un canastillo de frutas , hacen brotat
ramilletes ^ y guirnaldas de flores ; reúnen , y sa-
can á luz toda especie 4e trophéos ; salta uti
, Ciervo , seguido de una multitud de Perros de
caza;sudtán aves de rapiña á la presa entre
las levedades del viento ; y enriquecen cad^
ifigura coa aquella expresión , y viveza natu-
ral^ que pide 1¿ verdad de su ser , sin omitir sino
el nombre. Desde que se renovó la pintura,
les fap parecido 9 que la belleza es inseparable
^la cireüdad* Y en el empleo, y elección ^ que
s¿ hice 4& aquellas %uras; naturalmente agra-
dables pKaara lustre de los adornos 9 como son
ramos , flores , botones , frutas , inseAos , con*
chas 9 y otras muchas especies , respetan ^em-
pré á'lk Naturaleza 9 y h imitan. Igualmen^
te evitatí A añadir , que el dislocar ; siguien-
do 'la verosimilitud ^ aun en las composicio-
nes del genio. Si dan á la bordadura la vis«-
tac/de un colunarío , (^*) de iina media na-
ranja 9 6 de un pórtico , lebantan las obras
lleras sobre basas proporcionadas 9 sin amon*
to-
Oi4cn de CQÍAiai«
Ȓ
/
1 8a Espetlacuh és h Nafurifkza.
tonar con afedacion áda el cimborio ^ vob-
xas^ ni e$piras> inaMs y canecillos ^ ni estatuas»
quando dan por dmiento al edificio la &•
meza de cbs fac^) 6 la curbatora de dos espi-
gas ^ huyendo siempre de turbar nuestra inaa*
ginadon j é introducirnos d susto con la in-
quietud deque veamos á dónde TÜdir esta A^
^uitedtura, quaodo su flaco/fttodamento la tía
sepultando en la ruina.
La suma padenda ^ que piden estas dba^
las ba reducido á empresas limitadas f qoab
SKI) bordar un bdsÜIo^uti^gMD^Ia vaoden
de un Alférez y la guakbapa de un CabaUo^d
pafio de una trompeta » la csga de un timÜi
una pantalla parala chimen^ » una bata^uo
cobertor. Quando se ba querido bordar engran-
de, como dicen ^ ó una piez% .tniíebo na*
jQty se han visto en la precisión 4e: idear al-
gún expediente, y nueto modo de salir bien
con la empresa; y esto es b que nos ha traído la
md^uina^y telar de los tapices de Persia» y de
Turquía , lo qual ha enriquecido tantd el t^gído
de la trama , y de la. urdimbre. Esta rica ioven-
don nos hace dueños de unas telas casi ioh
«ortales , y de una amplitud . tan grande , ^
«e pueden entapizar odu eHassaboes capaces
de las mas numerosas asambl^
Uno de los Tapiceros (a) cofdioarios
Luis
(a) Pedro Dtt Pont 9 Autor del libro dcUStíromaturgie.
i
\
£/ corte ié los vestidos. 183
Luis Xin. , movido de la viveza de los colores
de estos tapices > y disgustado ^ como todo el
público ) déla necia distribución y que hacen
de ellos los Asiáticos, yá valiéndose de quadradi-
tos^ú óvalos de pequemos matices , y de otras
ckn fantásticas menudencias , y . me2clas , ob-
mbo ocultad Real para el ¡establecimiento de
los tapices de la Jabonería, (a) A los colores
mas vivos , y hermosos , y al lustre de los ter«^
ciopelos afiuulió la corref^Son dd diseño ^ y
proporcionó la convenienda de las figuras al
caraéter , y grandeza del campo ec( que habiai^
de salir á luz. Esta manifa&ura conserva toda-
vía su primera reputación.
En Ruaín , (b) y en otras partes se £ibrícfln Tapices ae
tapice^') que son. al ipismo tiempo una td»
sin úfdin^bre , ni hilo , que la cruce ^ y unq
pintura sacada sin piood. Ea , pws, )Ua Co*
ti 9 (*^ á quieo' ae di pa cdor mezclado
con aceite, y sobre este haniízae forma con
un lápiz la figura , que se quiere. Después que
se han señalado a%unas líneas con un acei^
(É) Sa Ttris al fin 4c la carrera dc.l» acjewl*
(b).Eii casa de M. le Francois.
}««> Atmijac loa ÜUcíooartos aomnaes, alHegar k tradodr el
urmiiio Ctutil 9 de qae hablamos aqui « ponen f or equivalente»
nnos C9Uhé , oeros jtlméiréupH > y ocroc TirU^^ » propriamentc na
es ^Igtinadc estas 'CeUs : con que consultados los Mercaderes > tao
to Franceses 9 como Españoles en esta Corte > han respondido» qne
•okxsa conoce en ^ap9 con e) nombre de Or»> tomado del Fran-
cés ¿ y que sirve para hacer cortinas > y colchones > y otras píelas
itoiojaátes. En Latin TtU FiU DfntUrh ; y según algunos Cmdurn
m. El Italiano Traduce r«/rr«.£n Lsít.Lodix* Véanse los Dic dc
;t. AatoBÍA. Sob. Odia. &€.
tundidura.
■ # *
" ■ -j
•i
1 8 4 E^peSlaculo de la Naturaleza.
te resinoso y y - qudndo todavía están flrescüas y d
Oíicial'9 que tiene- delante d^ sí el patrón , que
le gobierna 9 y algunos tamices') llenos deaqud
delicado tundizno, (^) que queda al tundirlos
pdños , ó del tama de la» layas muy desmeoí^
zadas , y de diversos colores. , distriÍMye sobie
cada Unea una brizna de este tundiztK),ó tap-
mo , del color que conviene á la parte (fe la
figura. Esta sabia mezcla del tundizno d^ada,
y rebaja también los .cdowes y aegun pide la
transición de utios á otros ^7 diversifica al mii-
mo tiempo los ntatices , que van bermoseaodo
la tela.
Entre los diversos mo^oa de alhajar kn
quartós sin demasiada' magniíice^oia^ y por el
tnttmo Caso con gusta ^^o, tenemos . cosa que
digameijor que las telas dé tana, de la mani-
íadurade Modela Porte. En Flaodes se 6hrf-
ca otra espede de capiceiía.miqr nobte» y ^pro-
posito para que no echemos menos taíndiapa:
es^ pues, el Coti de Brajas , cuyo campo es azul|
y sembrado de tiestos dt ñores blancas. £1 cáoi-
tno, y el lino , que son el material de esta té^^
abundan en todas nuestras Provincias. Quando
yá después de treinta , ó quarenta años empieza
á deslucirse el azul , que adornaba el campo de
la tela y se estiende ésta en un prado , con lo
qual se emblanquece y y se sacan de ella ricos
loaQ'
(««) o Tano 9 6 Borra*
/
• t2 ame de los venidos. 185
léanteles. Hast? aora esta especie no se fk«
bríca sino en Flandes. Nunca se podrá juz-
gar demasiado el trabajo , que pusieren núes*
tros Oficiales 9 egercitando su industria para
aprovediarse de aquellos materiales , que na*
cen entre nosotros ^ y que pueden ser de gus-
to, y al mismo tiempo durables. Le^ sería
acaso, imposible dar al cáñamo , lino , y al--
godón, en quienes no hace presa la polilla,
ni los roe , de modo al^no , un tinte el mas
durable , y tenaz , y el mas hermoso , y luci-
do ? No seria asequible imprimir en estas telas
colores permanentes , qual lo es la tinta en el
papel ^ ó en el raso ? Solo una invención se-
mejante nos podrá librar de los defeélos, que
reynan en la mayor parte de muebles de me-
diana decoración , ilustrados solameate con li-
neas , y con la confusión de mazucas , espa-
' dañas , y lirios. Y nos podría librar tamUen
del adorna y y apariencia poco perceptible de
pequeños compartimientos , y ñorecitas casi
invisibles»
Tratando, como tratamos , de los Ofi-
cios , y Artesanos , y con especialidad de los
que nos alhajan , y proveen de muebles , te-
nemos que evitar la tentación , y el peligro
de estendernos demasiado en aquellos , que nos
acercan m^s á las buenas Artes. Desde los
"^ -««^ Usos altos , y el bordado, hasta la pintura , solo
^ ^ /\y un paso. Aora alejémonos de la Jabo-
^^m.XIL Aa ne-
V
i
i86 Espe&actda de la Naturakxa.
metía , huyamos de Gobelios , (^*) y dejadas
á parte todas las materias « á cerca de las qut-
les podemos lograr fácilmente excelentes libros,
ó conversaciones , aun mas instrudivas qae
ellos 9 bolvamos á Ip que es tanto mas ^^oo-
rado j <)uanto mas común.
LAS tenerías,
Y ADOBO DE CUEROS.
CONVERSACIÓN SEXTA
NO es dudable , que empleando nosotras,
aqudlos hilos , que nos submipifnp
los animales 9 y plantas , nos eoafomvfffi
en esta razcm perfeébmente con las ideas de
la Providencia » que nos sujetó á un coosu-
mo útil , y á una necesidad continnada , .7
siempre nueva,, tamo á xrausa de nuestra des-
nudes , como por no bastarnos las pieles de
los anio^ea Quando la vida de los hmU^
era tan larga , ocasionaba menores necead»-
des , por el miismo caso 9 que suponía di-
versa complexión en eUos, Las pírks.» de
(•*) Ct;a ^e Tintes en Ptftíi. ' r
Las Tenerías , y adobo de ctíeros. 187
que se vestíúi los primeros hombres , no es«
taban sujetas á la akernátiva de los ardientes so-
les^ y de las llübias ^ ni á que se arrugasen, y
desordenasen con la mutabilidad de los tiempos,
y estadonei , y asi eran dé mucha mas duración.
ISá verdad , que la contínnada apariencia de \xxx
Sol sin nube alguna , que mitígase su ardor, po^
dría ser algo incómoda , y pedir , además del
vestido conran ^ el reguardo de un cortijo , d
di amparo dé alguna tienda de pieles. La expe-
riencia de los mas hermosos días de Marzo, y
Septiembre nos convencen de esto. Pero al«
gnnos peUgos , cosidos uno con otro , acu«
cuan al remedio, y abastecían de una conx>*
didad duplicada , siendo por una parte tan &-»
ciles de sufrir , y de abrigarse con eUos ; sin
que los mas abundantes rodos penetrasen el
pdo, y delicada lana , que los guarnecía ; y por
otra parte eran de tan larga duración , que sus
dueños no les alcanzaban el fin. Y asi , la Es*
critura , que no nos habla del Iris , ni de la al-
ternativa de las Estaciones hasta después del Di-*
luUo , nos refiere aquellas tiendas de campa-
ña hechas de pellejos , cosidos uno . con otro,
como de una invención útil en aquel antiguo
mundo.
El aumento sumo de Iíeis necesidades de
d hombre después de el Dilubio , que dima-
^ liaban de una causa , y de un orden distin^
/^^*^del que había antes en la Naturaleza , le
\ Aa2 obli-
, X '" —
I
ti . _ ,
(I .--"^'^ «■»'-''. ,
1 88 Esf Jaculo de la Naturákxa.
obligó á proveerse de mayor abrigo 9 y mas
fadl de renovar* Pero la invencioo de las te-
las Qo hizo caer di uso deias pieles : son estas
unas telas naturales y demasiado preciosas para
que se entregasen al despreció , 6 al descuiklo;
antes bien por el contrario se reservan para las
cosas nías importantes j y para los usos mas (fis*
tiúguidos.
Qné terciopelo' podrá comparar su suan*
dad 9 6 su lustre á ciertas martas ? Qué tela se
opondrá á la marta parda9(^ y al armifk)? Por
esta causa los mas hermosos de estos forros se
hanidestinado eo todos tiempos para las priflae«
ras personas ^ y para las ceremonias mas altas.
Qué tela se aproximó jamás , siquiera un poco^
á la solidez de las pieles, que se quitan al ganado
ciayor 9 y á los mayores animales ? Y am pos
esto sirven , sin hallar equivalente en inveodtxi
alguna , para abastecernos de cubiertas bastante
mente ligeras, al mismo tiempo que son ialpen^
traUes , y de tanta resistencia á las frotaciones
mas duras, y á los golpes ma&estrafk>&
La industria del hombre há perfecciona-
do, y dado mas amplitud al sérVido de las pieb
con diversos preparativos , y adoboís , que á unas
las dejan mas hermosas , y á otras impenetta^
bles al agua ; ó sirven para aligerarlas á iO"
dai,
(Hi) o Cris pequirño, qpc es una especie 4e lUrdilU* ^^^ ^^'
^•HtitHSy leal Vaj». Asimismo le dan el nombre de HurdHU it "
U»Í4 Véanle los Dic. de Odin t Sob. el Cást. tX de Trcf'
Crusca » y Savary.
/
\
Las Tenerías ^S ^^o de cuetltí. 1 8.9
das 9 y á peoetrarlas de un humor untuoso^
de suerte , que ni las cala el agua , ni la seque-
dad las eosort^ , pi arruga ^ á lo menos £icil«
Viente* . - í
Los Oficíales ^ que componen las píeles^ soa
de dos especies : unos que nos preparan diversos
forros de pieles delicadas , dejándoles el pelo
con)o principal constitutivo de su nierito y y her^
mosura ; y otrús^pi^lfindocomjanmentelos pelle:*
jQ$ ma3 fuelles» y de algud setvidk) yá experi-
mjeiptiadQ 9 pen^traodolos coo algunas materias
{)rt)pr¡as para dulcifiC9r.su arreza >dparafi>r«
tükoer su debilidad) 00$ aprestan vestidos, mue-
bles ».Ó!.yaried4d de cuhierta&
Las pieles ^ empleadas por los primeros , á Manguiteros,
quienes nosotros llamamos Manguiteros , son^
j^.jarasi» y preciosas , ócomunea^ydemasio-
&i)0pc«ciaK 1: ... ^ ,.K ') « >; '. < ' i.
, , Después . de[ . ciertos i)re|)»Kaiiteds , .qü^ ed
algunas pieles solo se ordenan á conservarlas}
y en .otras á que se penetren , aligeren ^ y
fi^rtalezcan por medio áel aceite con. que 1»
adoban,,' y. ubt^n , bo por fuera donde está .
el pelo y que se pone exiiélamente á cubierto^
y conserva, en la operación , sino por la par-
te .carnosa del animal , se valen , y aprove-
chan , según la mayor proporción , de nues-
tros animales silvestres 9 quales son las Rapo-
sas, las Fuinas, 6 Garduñas , los Topos , Ter
jo-
V
V %
\
t90 •''Bfpg&aado áeluNaturateM.
jones ) Nutras^ ('^j los Cooejos , las Liebres, d
Lobo Cerval , ó Carvark) , qde es un animal
mbmaráK , y espaouullto ^M^yor que unaR^h
posa , y que por razón de su vista centelleamei
es , s^uh miichos Hatar^tas y á Lyncede los
antiguos 9 de qui^n nada se tiabla yá« Su piel es
acaso una de las cosas mas hermosas , que te
pueden ver , y aunque se haMa en nuestros boi-
ques s gustan no pocas vectt de hacerU paieoet
eómo uhsi <piél lúgubre^ comunmente tefikbi
y contrahecha 9 f»am venderla á mas alto precio^
áünde que lo^épX)S el péosamieQto agnda-
ble 4s:que vinade muy iejbsir Fbr el mismo 1»
peto 9 á las decisiones dé Ifei'moda , que tieoeQ
para con nosotros todo «1 poder , yieficáciade
jüftlibles , deq;»redamos el iisode las pieles de
bs Perros ;de Fmncia y maridadas cooio la dd
Tigre 9 las de los Gatos » que llamad de Esps*
Harrias delanimdy iqiücadáb d tiQmbrede
jCamijor^^^ y ociob vamos^siiperk>ies con mo-
cho iaqcieilos pellejos pegruscos , que imagi-
namw venir del Norte» •
Memorias ¿t ^ Es Verdad^ que. el Nome de Buropa, y
Seieb I^¡ América nos emhia pides muy suaves , y tos-
Dinamarqués. trosas.'Las ffias estimadas qos vienen de la Si-
be»
(Hi) O Nutrias. . ,
- (•*) riica'«s una cype¿ie«le GAw» caya piel tira' á n i1 ; te dite»
£ne se Je dá el sombre de Cartujo» por hfbersido los Cartujos los
prittcr#i » fttclograrba tener csu especien Cacos.
LaiTenerks^y adobo de caeros* 191
beria ^ en los confínes de Tartaria 9. y de
Moscovia : después $e siguen en la . estimadoo
las de la nueva ZemUa , las de Spitzberga^
la Groenlandia » el labrador 9 y la Cana-
da. Los Ostia^ues ^ y Samoyades , Pueblos o^^VoiTBdu
de la Sibería, los mas abansados acia el Mar t^-^^tr"" ^
Glacial , se atreven ale¡unas veces á arrojarse
encima de los hielos > y penetrar , aun . aque- •
Uás tierras ^ tjue no están babkadas y para dar:
60 ella ca» i losRennos^ Aloes, y Rapo*
En pieles solamente pagan los Tártaros
aquellos tributos ^ i que los tienen sujetos y á
unas d Emperador de la China , y á otros los
Corredoses de. Persia , ^ Gonstantinópla , y
Fetfitf burgo. £1: pequeño Gris, que los Córner-,
ciaiites Franceses traben de lá China, já2go pror
bdt^lemense , que viene de I9 <China TartaiA, y
QO de la Chioa.psQ(yria. ...,/»:' u
: .\aí Síberiá ed bl; Almacén /verdadero .d6
todos los fórros 9 y de las mas hermosas , y
apacibles fieles ; peto los Mercaderes de Fraa-.
cis^ solo llagan i Archangel , 6 á Petersburga
paria; h^QérjSus 'compras. Yálsá mucho tieih^^
po ', que ios Czares se apropriaton quántasL
pf edosidades dá la Siheria , como son las her*.
mosas pielei , que produce, y Jas arenas de oro,
qiieTGOtren por algunos de sus nos , que las arro-
jan \ las orillas. La situación del Pais^.&dli«*
fi»^iestá:aiijeciQn., y dQaiunio.:£ia Síberia 60I0
'>4. es-
'»
y
<1
i^t' E^féStlactih ^ la Naturalesía.
está Kbiertá'por' el lado de la Tartaria, de
quien es parte , y ea donde estos forras oo
se aprecian : los hielos la deflendeo por el
Norte 9 y Occidente : del lado de la Rusa
la corona ' una cordillera , ó- cadena de moa-
^ tañas ^ cuyas gargaiícas , desíHaderos , y seo-
das están defendidas con otros tantos ftierta
como' caminos , con barreras , ó maderos cra-
zados j eub que se registra con el pltiinó ú*
gor á los pasaros j que aafeen de aquella Pro-
vincia y hasta mirarles el vestido mismo , qoe
Ileban y por si en él ocultan alguna mercade-
ría preciosa. A los delinquentes y que los Mos-
coirieis destieqran á la Siberia y los^ ob%m en
so (rab^jo á ir i diza; y 'fiíerd de aquello qae
necesitan para su süsteiito y todo Id áemÉ
es para la Magestad Czariana. los demás ha-
bitadores del País y que se emplean tamUeo
en la caza , no pueden Ipaoer cráfibo alffim
fiíera *dé él^/y rásl :, la^ p^'ieles bermdsaSy que
pueden lograr para vender ,• se> ' Ikban todss
al Gobernador de la Siberia , el qual las dá at*
go mas del precio comuñ , que es hkñ bajo,
y las sella y y remite al Senado deí Rusia i quien
bs distribuye en Moscou, Petér4iarg0) A^
cfanngel y y otras Escalas. Lavaza m hace ex»
lazos, ó á palos , ó con fiedlas despuntadas,
que matan , ó aturden el animal , sin destruir
di pellejo.
i JLaspfefes delNborte, quetou^
/
>
too la Marta, lá Ra^^osa aegra^ d Armfinio , jr
el pequeño Gris.
Lá Marta , es una espede de Comadre^i ^ ^^^^^^^^^
que se halla en: "^iíJCájú^ en Prusia ^ ení la Cái-
«Kla,y en otras 'líiucbiis^^rtes; petó lá^ mia^
estimada es )a Sibjsrind , dqiíetta misnia á que
llamamos nosotros Cebellina: (^ la mas n&-
gra es la que mas se - estima ; pero debajo de \
él circulo polar tienen tamMen* bellaquerías los
liombres como en ia Zona templada^ 'Los Sí¿
beriós , y Rusianos han hallado itxxlo de teñit
las martas rojas , dejándolas tan negras , comd
las que por sa naturaleza logran una negre*
gura perfeéta. ELzumoi dft limón ^ lo mejM
que se ha .hallado paira '^ueoomá ,- y^ consuma
aquel fingido color ^ y saque lii iVaiide á luz.
Las pieles , ó Ibrros de Marta Cebellina^
mas caros, son bs que solo se hacen de ex-^
tfemidades:de colas' (fe estos! anímales , de mo^
do^qüenesépu^^emplau^ «sino úuy poco
de ellas. Me han asegurado haver visto en Mos¿
kou tasar en un inventario cierto manguito de
borabre, hecho de estas colases Marta ^ én se-^
senta mil reales. Pero de Moskou á Páris hay
seiscientas l^iias. {^)
La Raposa negra » tan conocida como la |^^ ^^
Marta en los Países mas fríos , en donde sé negra.
' TanhXIL. Bb I ha-
^ <*•) También se llaman it«r#i» > h Stct di^M$s€9vU > y por ex*
celencit Jíéurtéi Sublimt.
'^¡k {**) Y k Madrid mas de ochocientas.
4
4
V
Armiño.
común, y preocupación en j^H^se está ct^
.Biu|3a^ot9,^4eqU^ Mq9')<)8 «nim^les de los
•?4^ ^feíKfiiPpaJié.tiepefi:^)' pelo iblitueow &
^t?i <V)9fe;MlM|Ql}:aqwU^liart«s</^tnar
l0frj)9f9^^nii« btaciqas ,; .fií«ttivter«fa odt»
ialia)«ate ^ircf^jQolor ái<>tm»,pues «e vén alt-
anase qi^Qjfstfu^ .rqjo9 , ^ pvdo« «a di Msdo^
fff. p0fíef)[«afd9Wid'C«<i9f^«n¡eliI(ivieráo , bolt
^ndoli OdJM^rid» Aiíi$to«ti:#rífner;cdor eá
«1 yeiapa I^ ¿(^yjooros tnocfab» jállr raisaio,
fuyo color opl^j alMráajamá^ las Estaciones.
. ^1 Afmi^^v .tattr^tkmáo foi Taaoa dé
ffi l^qauf» ^y^por iü himxSit is.rtftmbien. nm
DiQCÍí)pari¿s k copfundeacoír; la Airdilla ,(**)
jde que íjahUrlmos abo»* $ y- para ánmeofo del
efXPryY:M[á»so(Astii.M eonfund^a temUen
cpQi la'>^ta;<;kbetttna ;, ; tofK)i» sbn . bots aiw-
«^Sxdi^a^«. {«'Idaftai^yt «i>. Amaino, ob
difieren megos qaé ¡o. blanco ^ y lo negro. Pan
|j9cer: isatír;. nn^l». blancura del-Arasifb, que ei
dg'Suyo, tafita; ^Qc dedambra y suéieil los.Man4<
|;ul^er{K,j^ Ifiís que tf atan de pieles de: esta es^
pecie , matizarlas con pedazos pequeños de la
piel del Cordeiso de Lombardía , que es per^«
tamente niegr^.
. La quarta esfüdcie de pieles , ^que se sa^.
.:..,•..■■•»■•.. X . de
(«*) o Arda.
Zttf Iñtñérhtí^^ úd(^ áé caeros. 19';
'¿fe el Norte , es él <3rb pequeño ; esto es , el
-pellejo de la Atdflla de los Plises fríos. Düe-
■rendase de nueáras Ardillas , en que siendo
"511 '{«k) rojo , cb&iú el de éstas en el Vetíi-
m^ se pbne pardo en él loísmo ¿ y pardb'se
queda basta que niuere« De este animal sesa-
iCsú dos? manefas^ de pieles muy diversas; una
lie las «espaldas , que es de; la que te forma
tí' pequeño ' Gris ; y otra dé su vientre ^ cu-
^ya pid ea tan blanca como tadel Armiño^
y mas lustrosa. En cada hdo tiene á la ori-
lla uoa raza negra, la qtíd se conserva cctn
^grati cuidado; La pid dd Giris íÉsmucfho m^
íiica, ^uandcy d vientre V ylÜ^ és[ÁrIda vaifián
«Itemadaibente 9 y estó es i^ lo qiie Damaban
tn otros tiempos meniidús yeros, 6 de blan-
dió , 'y azul ^ que se haHá (mucbas vecües eb
*)s escudos de armas dé nuéáraa ántígtias &-
* Desde las Manguiteríss , qué dejan lás pia-
les y Con su ser , y pelo |m>prlo , podremos abrá
fpassífi las Ténéffets , ó'casas de átite Qfídálesí,
-que ácóátiásribrán ""pelar ta^iíiaycr p^té láe Ja^
"pieles y que nos preparan. Estos Oficiales están
divididos en diferentes clases , que tiepeo cier-
tas operaciones comunes , y otras particulares
f3e cada clase. ' ;
Aupqué Ijay graíi,(K^eiijCíá e^tre Jos.G^
teres/Un^dros, y Zinri^otes, tanto los que pre-
• '-••»- • - Bb'-i' '• < • • . par
/
conuncs.
H 1^9^ -^ Efpéhcídcrde la Neti^de^ti^^
T |)áran pergaminos , como los que ; deseogne
^«ao, (**) remojan 9 y quitan el pelo á las pie*
^ les ; perp C9n todo eso las pieles ^ ,que pasan
,|X)r; las. m^nf>3 de estos Ondees y t9das9Óq^
^ sí todas se dk^ümden^y desengrasan^ se enjí^any
fficparatíTM ^se curten\ se encakm , se escurren j, se estm;'
, den^ d pelan j se descarnan y se repelan , se ddn
j ffianos ^d filo y s^ efigrtfesan y se entablan y d api^
^l^\y je orefín.frequentetnente^ Desblandir , f
desengrasar (^f ) una piel^ es sunf^ejfgir|a en agua
\ corriente y .para quitarle la saiagte y y toda espe-
^ ci^ de sude(^lad« Yá se sabe y qué es e^or-
. ¿a 9 y hacer que gptee^ y si^ ^5)^i ^ ^ ^h
^bolylendoUpy rebpl viei^óla , ó dándola gqlptf
^coD una ma^i ó mano y como de morteía
Encalar las pieles , es meterlas en un pilop>6
^tinaja de madera. , embutida en tierra > á qoe
JUaman enpalador, : éste se llena de agua , y f
deslíe én él cal viva para disponer el peloá qoe
.cay^*al menor esfuerza, y dii%^cia, que para
.este e&élo se ponga. Se escurren y poniéndolas
en un llano al borde del agua ; ^^.estienk^
ib pelany ^pomsoáQ las pieles soJbte el cahar
.'■'•••• ^ Be-
1 • » l a <
I
(**) Sn Francia htj na oficio parttcnlar para cada nía de nm
jirpcraciones i pero cu B^paña hay macha nciior -difcreaciatk^
cíales ; y a i I á los que cúrcen pergaminos , auitan la lana a w*
pellejos de oHejas , y Carneros 5 y asimismo á los <|ue qutraaH
^?Io ^ otras e5pcg,c$ aa^^d'cjo* »'los dcscQgraaan > y limpian'*
tfidos !«s ddn el nombre de Oirtidores » ^ hies áios que '«"'**'
^amatas , les ll)iwaoO«a«ceros t ^ Blaifqaeros » f Aaterafá Mf ^
^ue adoban el Ante. / ''V
' . (♦*} Al dcfcngraadir » le UuMt tambica dcsblaadu .
Im T^fferksyy adobo de caerof. 197
líete 9 que es una pieza de madera aocba , y r^«
donda con su lomo , (^*)^ para quitarles alli el
. pelo , ó como dicen los Curtidores , repelar Jofj
. con un cuchillo de hierro sin corte y 6 con solp
un cilindro de madera ^ pues con poco que se
apriete , cae él pelo , porque la cal le quema las
raíces ^ sin dañar la testura de la piel. Limpian^
dose sobjre el caballete y b tabla lomuda y pasandp
^el cuchillo sin corte por la flor y esto es y por la
.parte del pelo y y por el lado contrario , y que
.cae immediatamente acia la carne del animaL
Esta ultima operación se llama descamar (**)
Ja piel, y la primera desflorar ^b dar man^y
.ó dar filo \ y una y y otra miran á, corr
.^r los cañones, y residuos carnosos de lasfí-
,bras', y todo aquello que puede causar aU
gun bulto , á que llaman barro y b . una tfier
^ra de2ig;naldad. ulfiiase^ b §t repela el pelle-
jo^ frotándole con una piedra. de amolar. Estp:
.frotación 9 . que se hace 'Vigorosamente sobre
.el caballete y acaba de exprimir la ca) , qífp
.ppeda quedar , y quanto donduzca á formar
algún barro y ó alguna especie de callo. £1
[ engruesarse , b hincharse los pellejos , es efec-
to del polvo y y de las diversas materias , que
se han introducido en ellos, y que ensanchan*
do , d dando mayor volumen á la piel, la
ha-
{««) Eb Madrid la llaman c^abla lomuda.
<«*>. A U ubla UMtftt tabia d« dcfcaisiur.
/
r
t^e Éspe&aetth tk la Nahtfdkxa.
hacen nadar sobre el agüá en que la echaib
EntaMar las pieles , ó apilarlas^ , no es otra
cosa j que quando están todavía frescas , y tM-
dio secas, amontonarlas una sobre otra ; en fo-
gar de la diversa opeeación , que se bace quíÉÜ*
do se las deja á parte , y peffe^amente secas, y
entonces se Ihman p^kjos en Carteta. Oreoííaíf
es ponerlas al ayre en pértigas, ó de otro meh
do« Esta operación , en las pieleis pequeñas^, ft
égercica muchas veces ; y <si^ pasatidc^ alteroüp-
damente del liquido del ayre alagua , y al úori-
erario , se cattsa en todo el intetiot de las pieb,
t y aiin éh sus fibras , ks thas ddicádas'.^ ün qué-
-brantamiento, que con la* áOiiridkd'^e la (% sh
les , y aceites , facilita la* iásiüiiadoa 4& aqué-
llas materias , que suavizan , soban , y aligeMí
las pieles. (**). , í
N^uy embaraiuiAsi ^ haSaría h F^jy^ytí
la pusieran en la ¡necesidad' de déiériniíú
por medio de su razón él orden , y el aii-
méro prodigioso de estas ol^eratíkxies : pero á
{*f) Las operaciones , lo« SnsnvTf aii»j(» jSof nofi^njet 44 «i9*
bo <Íe las pieles rarian algo en España > go^forme los terrenos. Ltí
-menudas optraciones por que pasan tas coradkbres t" aon miicliii.
Basca decir por aora , que exceden de qaarejica las especies de cr}*
bajos > 7 labores , ^uc dan k la piel , paf a qae <|aedfc conít>raie se
desea » ya mas > ya menos , yi «fe u^ molo » y y i d< otro» segiu
el destino que se les ¿i y aplicando unas' para tambores » ofrás
fpara pergaminos ,,ptms^paja S%d^n^^> y otras para truchos iis«f»
que^idcn'un perFefto curtido , y grano hermoso * siendo es'te tra-
•iá\é uno de los mayores afanes > que padece la sociedad , al nts*
mo tiempo que se nos hace tan despreciable > sin advertir la co-
modidad que nos trabe» y quánto cuenta el que nos calcemos anos
zapatos > o ciñamos un bridecú « ^ cinturbn / y que es injolticia
clara el que desprecia los. hombrti4 aq«tllos qne airvca inis, /
que mas trabajan por ellos.
Las Tenerías \y addo^caetM.' 199
jOrpeiinaentiur aun 4 bulto, u0a , y otra vea,
)]a conseguido , que reduzca el hombre á prác-^
tica coú felicidad , y buen suceso , lo que su en«
«erufimíento no comprehendió, ni comprehen^
jderá jamás. Los Oficiales obran como por
costumbre , y padecen algunas dudas ; pero
juno de eUos, mas experimentado que los otros, y
cuya Pfailosopbía se reduce toda solan»ente á la
{stráélica;, pi;e$ide.á la obra, determina el grado
^de. humildad , 6 de sequía , de aspereza , ó sua^
vidad : decide á proposito , y reitera , prdonga,
ó abrevia las operaciones , como conduce.
Aunque losquatro , ó cinco principales
preparativos son realmente los mismos; pero se
diferencian no poco en el modo , y eo el tiem-r
po mas, 6 menos dilatado, de ejecutar lasope*
iraciones , de tal manera , que la exaé^a noticia
de ellas, con todas las menudencias que en-^
ci^^a , no e^ del caso , ¡sino en qui#n baya d^
ejercitar el ofició. Aqui nos coptencafémos. con
aquello solamente ,: que constituye el objeto ver-
dadero de cada uno de estos oficios, y Tenerías^
porque esto es lo qu^ ttepen de iotergs^te paneír
nosotros. ,
£1 Curtidor , que apresta toda especie de . ^« Tcnerí«
corambres , desde el pellejo de Buey , trasta la ao , y u h^I
mas delicada piel de un Corderillo , principal*
mente trabaja para disponerles los cueros á
los Albarderos , y Guarnicioneros , y después
ife, eso trabaja también- para el servicio de
los
riaa«
aoo EspeBacuto ih la Naturales.
Jos Guanteros* El salvado , la harina de trigO| b
sal marina , y el alumbre son las materias goq
que curte las pieles , que deben servir á Albar«
deros , y Guarnicioneros. Para afirmar , y sobar
las pieles , que han de servir á los Guantero^
después de las operaciones comunes , lo prime*
ro que emplea , es el saíbado , después mezcla
con sal 9 y alumbre la flor de harina de trigo^
y claras de huevo desleído todo en agua calien-
te, y asi forma una especie de papilla , ó gachas^
en que mete , y embuelve los pellejos eo ooi
especie de artesa , que tiene para este eftdo.
ta Gamuce. El Gamucero (**) embebe en aceyte de
^aceite "^dc* Merluza , no solamente el pellejo de la gamuzai
que es una Cabra montes, muy espantadiza,/
salvage , sino también el pellejo de todas las (fe*
más Cabras , aunque inferior con mucho á la
gamuza; pero la piel de Obeja es tratada dd
mismo modo que la gamuza , y con sus mis*
mas operaciones.
El Zurrador usa de las cortezas de End-
fia nueva , como de diez y ocho á trein*
fiidní***** ^ ^o^j hecha polvos en un Molino , que
tienen para este efeéio : (**) estos polvos pe-
. nétran los pellejos, unos mas , y otros me«
DOS , y los disponen para diversos servicios,
y utilidades ; la principal es dejarlos inque-
brao-
<**) o Goantero.
(*a) Comunmcocc usan del Ziunaqae • hierba de mal olor* V. el
Pie. Case. i. Z.
Merluza.
lil Zurrador
emplea el
rán» 6 polvos
La$ Ttmríáí ^y aSolíb ík'cuetis. soz
fafanubks 9 íirizies ^ ¿ impenetrables al i^tia«
Los .qtíe .Uato^moa Ungjiios , íg^tan eo xos que iit-
«prestar los . cueiros v que paaap por! sus «rianosi ^m ¿"fe"^
«^ tres )^ qiiatro aemaoas > qinncb los .Cur<^
cidores necesitan ^ , 6 tres años para fetkx>
donar ( en sua tio^pnes » pUén., ó <»)batSy va«?
UeQfkxe de sirci^ , y: polvos db-cjücma )rÍospér»
Sfejos 9 qae ptepár»» Estoa^^Uiagarosf abaatecen
ó los Albarderos , Guar Aicionbros , Coleteroa^
Boteros , Pellcgeios, y á todos los Oficiales^
que eosplean cueros , prepliradoa: con satt»do^
y harina, y álosqueloamaA.QdtBpuesioscóii
saceite , ry ,á niodode gfiniuto , y aíin)á'l<|sque : r
necesitan cwambres curtida^ , y adobadas ccfo
la torteza (^ de Encina; y también proveen
á todos quantús Ite neCesilaiart.de cusrospatr
dm Ccffi un bafio de tiúta ^ y. patados por el
aebo; y ^te és d trab^)üt ^ y distintiiro del
Ungarou
Este nombie , cboH) el método ^nos vino
de Ungría por inedia de la averigiKicáqn de na
Oficial Fr^icés ^ qOe Enrique IV embió i
«quel Reyno á espiar esta especie, de trabajen»
con el fin de disoünuir el precio de los aroese^,
y de otros cueros ^ que necesitaba para w»
•JB^rcitos, -.1
Eñlngw. de la onrieaiide Bncii» , ^BtRcdiapart
.Usa en ciertos casos del Redón , que es una ***^*^»«*-
Tm.XIL Ce plaQ-
(«*) o Tan. t que Yioie de Tátmmm « usado €A U baf« Uctaid ad*
como cambica r4*ii4r«. ^ . .. ; ¿ . . i>
9ot &p^ácuh iíe Ja Natu^iMé '
planta^quese siembra ea la Gasciiña,7 ts mn^
r? . : oonnma:! la Ruda Polaca tpvinciipatipeoie^irve
sera 9 tanto castrado, como morqecó, h ain cas»
trar : y toman el nombre de liadanas ^ quando
se preparan i modo de pell^^jos , adobados coa
el jÁtif Bi'^ itedónentra también tmtt los pte*
paraciTOs de las corambres de' Rpsta ^^ cerca <k
las qnales los Polacos Rusianosliacen granmyst
terio ; aunque también tengan en Francia uoa
buena -manifiíAuradq I4 misftia jespedeea San
Germin:idelá'Maya#(^''^) ^ ^:
La Córdoba. lÁ cuba , y 'al^'2nofi9qae aolo se 43san {an
Sulaqí " ** el coiddbáh t la cuba es una vasija^ en que se me-
t^i ^ después deio^ apuestos comunes*, las pieles
de las Calii», «ismérgiendolas<en agqa tibia en
bta cuba , ^es|>cieS(d6*bábeii4esle(Bo en etta nú
faiateria , ique sitlo: de) teynó animal ; estoes^b
canina.
( El zumaque sale del reyno vegetable:
«Mo'es y^oA polvids •)- tanta de" h» bojv 9 00^
4X)0 de las ^'amasi delgadas de uaa planta > )
^ilen • los* Tintoreros de > Franoia llaman Ro^
ble , y los ^ Xeyáate Zumaque* (**b) Éí
2Mmaqife ^ lai¿ agallas , y el alumbre es lo que
mas le sirve al que apresta , y dispone et co^
s. : Qraao. ^báb j puls '.$u 'Kibjsm tía ^nárle r 6 sacar-
(«*a) Qnatro Ugoas ^e Páais , tobre el Sena : ZHft. Geog*
• C«*b) : Bn empana tttnfaáca se lUma asi ^ t$n plaau : p«ro ^ ^"^
4isttaca del Roble. Dic. Case. lee. Z.
. V
¿o^. Tiñerías , y ádadoík cueras* aof
fed grano á Jas {leles de C¿«bras , y faacert
las pM este. medí</ susiseptíUe^ de los mas.tter»
mosét cúlores» G»nor:80\UAmftifii ^qutflWi ra«
yas ligeras ^ aquellas peqncñ^^s conc; v idades^
y alturas ^ ^uesutean el cordi^báti y cocratam*
faieo' lospel^jos del Becerro, y de la Baca» i
los ^mie^ sÉ/les dáresta perftcdcto ¿ Caena ide
lavarlos , apilarlos » faolvérícfs á : larar , torcer^
los y doblarlos y redoblarlos , yá de un modo»
gráde^otro» rNo. diremos cosa^alguoa.» ni del
agua de la roña , y orín , que cría el .hierro,
j}tietsirve^pacá teñir de;)iv^gro, los cueros ,ni
jdel. berinelkSn ^'y otras drogv ^ que; los tiSea
át encarindo , aoarilb > y de otros cnodos,
Jbásta ÍQS¡miark)«
\ ; hasi Qfidales > 6 Zurradores , qiie dan «I
grano 9 y los colores mas vivos á las.pidbi
ide* Ja ¿ámosa » y db Otras i^afbrds , reínedan»
y contr^bacen este trabajo en ias pieles de Ter*
^^^^ V y ,d(&C^»mero;» y ..guardan ua gran silen?
«do ^f orden i. eidrtas í^peraciooes y >fbr(pat>*
éo ep su i^ntasiflimí aiscteto^ qué.mii^frconM
ai fuera el fin de aquel Arcei I^as. precaucior
nes^ y las déaconfianzias (fe- Im Oficiales sue*'
lea CQQ:toda teso «ir cosa* de. risa ven jia car
«lino- haU¿-jyo uoa rvex^ uo Soguero i que reufié
dejarme ^cárí d diseño^. una. tíaitb^^ qtfe Ue?
•baba 9 afirmando , qnepoloi periiiidría» sí la
: Justicia ; no le oldigaba á eMo»
Como el dar eLgrax)^ ); y el color herr
c i Ce 2 mo-
do4 S^úSwmh de ía Natarahxa. ^
BQoso á las pietes de C^bra se reserva al Ofi-^
cial, que curte , y ádoha los cordobanes , ssi
tanbíeti los iitiimog pneparatívbs , y 'los tíoces^
^ue se dáo á ciertos pellejos ^ curtidos coa I09
polvos de la cortera de Encina , se reservaa a)
Oficial ^ qbe golpea ^ y soba toda especie de co*
fámbresj Del mismo .modo las |í¡eies , trabají^
d8&eD'blaii0ocaa^harina,fta)bado, y alambre^
se guardan para qiue él Pergaminero les dé la
íUtinÉia aiano , si se destinan al dtsefk) ^ 6 á I9
escritura. . . ; , « . :
De los cueros , que salen de |a Ténerfa^
unos se embian en costra á los Qoarnicioneros,
y demás Oficiales ^ que trabajao eii cueros du-
ros; y otros se soban , y algunas veces se les
fia cdlof {forr k misma 'mano y que kt9 zurra ^ y
B zurndof. , gi prineipalobjetodel ZurradoresaMaiídar^
sobar, y aligerarlos pellejos de Baca, y Temeros
para talop^ y y empeíiieii de zapatos^ para oov^
réÉÁj fy csfiaraabcittSffl^ eocbb , paraamesesyü^
fisjp, c^ibezadas;^ yvmda especie' despiezas ^ que
teniendo que tesistir al agua , y á esfuerzos', y
violencias continuadas, tienen lambiencoq todd
vsó cfúfe mantener unaiipatieociabennosa, y que
fiícilltatiel movimiencoxxm una obediencia do^
di. Y asi ; toíY J^í como éstoft ^llefos , ann des^
f)ue8 del trabji^ de la Tenería , conservan mu^
chas fibras carnosas, los mete el Zmrador por
*á]gun tietnpo tin^gua natúrak * í ; _'
♦ c
Zas^ Tenerías , y ¿tdoho de cueros.^ io f
* Lo ««"^ sacandolosél tnistno fuera delagua^
los estiende en una duela bien lisa , y después
con el rebésde un aicbillo los descarna ; esto es,
les quita á fuerza de brazos la carne, y desigual-
dades , que aiin quedan*
Lo 3 .^ batana (^f'a) tocbs las .pieles , ado
frescas , y húmedas , golpeándolas con los pies
unas sobre otras , hasta que á fuerza de doblen
ices las deja sobadas , y manejables.
Lo 4»** las embebe en grasa , (**b) prefe^
nUe , por razón de su . crasitud 9 á qualquier
otro licor.
Lo $.^ las estiende sobre unas grandes ta-
blas , en cuyas extremidades las sujeta á una var
lilla : aqm con la ayuda de un instruniento , llar
mzdo Zurrador , que es un pedazo grueso de
madera ^ y lleno por la parte inferior de canali»
tas, que se cruzan entre sí, pliega, dobla, y redo*
4>la las pieles , las aprieta, y hace ir, y venir mu-
<f)as veces por debajo de las canales , ó dientes
de aquel instrainento , (*^c) con lo qual dome*
fía , quiebra, y ablanda quantos muelles.encuen7
tra en la corambre, y esto es propriamente lo
que se llama zurrar^ £1 orden , y numero
ide estas operaciones, se varía en casi cada Te-
(««a) O út§ceú , COITO dicni los Oficiales.
(**b) Aceite «le Ballena : k esta grasa llaipaa en alonas partes
'absolutamente Béíliews
(4*cX Esta operación » h la equivsleote >1t hacen en Madrid l«t
Curtúiores con un instrumento corbo con sus dientes > al qual le
iáo ' ei nombre- de^0«r4^K#^
>.^>»
106 Espt9aeüháélaNaHtr(úez(U
nería ; pero la substancia eo lodas ea la mis-
ma.
Lo ó."" Zurrados yá los etieíos , se piieds
necesitar el darles una especie de blancura^
ó negregura. Para embíanqueccílos se fratan
con greda , y ialbáyaldé ^ y después se les pa-
sa la piedra potíce* Como ordinariamente sé
quiere , que el pellejo de la Ternera quede
muy delgado 9 en lugar de usar el Zurrador^
-para descarnarle , del rebés del cocbílio ; em-
[rféa la cuchilla ^ que > es un' instrumento tbdo
de acero , en forma circular , y con. uri corte
Agudo , según toda la circunfecenda. ^ y abier-
to con su empufiadtira acia el medio , para
«Firmar mejor lasctos manos 9 y moverle con
mayor fuerza. Quando el pellejo de Teme-
fa está bien estendKdo sobre alguna .mesaré
bastidor grande 9 sin impedimento p»a la ope«
tacion por la parte inforíor , el Otícial le or-
dena como quiere 9 y le niíaneja por mecBo
de una cuerda 9 asida á las extremidades deh
piel 9 de modo 9 que la rodea toda 9 y dapdd
al cuero con una esponja 9 ri con la cuchilla
disminuyendo la carne : repite esta operadon^
«gun la prudencia- le di^ 9 hasta cpie la pidí
^ueda tan blanca , y tan delicada como desea.
Lo 7.'' Quando ha de quedar el pellejo
negro 9 después de haberle dado con aceite^
y dfejadole secar 9 mete una especie de borla^
^ó hysbpillo én agua acerada » y; rQCiapdo. la
piel
t ^-^
Ím Tifterias ^y aüoíode. iuetes. '^a?
pfel cx>n esta agua , tíene .yá la base del ne-
•gto 9 que necesita ^ por quaoto los varios
liierros viejos , que ^se meten en ella ., dejan
alli con aquel orín natural muchas sales , y
-partículas áenruginosas. A esta primera rocia-
da , y humedad , que concibe la piel , se añar
de otra d^ agua preparada con ollin , vina-
gre 9 y goma de Arabia. De este modo ^ y
con estos tintes diversos se van ennegrecien-
do las pieles por grados , y se reiteran hasta
que venga i quedar un negro lustroso , y be-
Uo. £1 grano , y pequeñas rayas , que facíU-
tan la ligereza de la piel de Becerro , y Ba-
pa 9 provienen aqui de aquellas reiteradas do-
•bleces , que se le dan á la piel , yá de un mo-
'<lo > 7 7¿ de otro , y del cuidado que se tiene
<le quitar ^ y deshacer , a;un las menores. ^ y m^^
insensibles durezas del lado , que toma el
odor , á fuerza de pasar por él repetidas ve-
<:es una pequeña pala de metal , á que llaman
-estira»
El trabajo del Pergaminero es map sim- e¿ Pe^gamine-
ple. Después que d Curtidor adobó los pe-
llejos con salbado , harina ^ y alumbre » y des-
-pues de haberlos él mismo dado varias veces
•con polvos de . greda blanca bieq maChacadi,
-humedecido ^ pasado la esponja , buelto ¿ hji)-
: medecer ^ á enjt^ar , á frotar de nuevo con
-b piedra ponce , dado con canina » ó de ha-
berlos sacado el bello con la frotación de un
pe-
é
peilejo de Cofdero ,-toma el Pergamioero 1»
pell^ para raerlos de íouievo > y en seco ^ tan-
!to perla parte de la carne , amo por la dd p9-
lo, ^) haciendo pasar varias veces por ima, y
t>tra un hierro muy afilado : operadon á que Ib-
man raspar.
Puestas yá á parte las raeduras ^ para liaoer
de ellas tma cola clara , que sirve paia encolar
ia urdimbre de muchas telas de lana , y pon
que corran mejor y y se deslicen los ramos, aca«
-ba su trabajo , pasando por encima de la piel la
-piedra ponce , quitando al mismo tiempo , y
-con el mayor cuidado , aun las mas leves des<>
El pernaino. ^%^^^^^^^^* Si la piel es de Carnero castradoj
queda yá compuesto lo que llamamos pergami*
DO , el qual sirve para todos aquelkñ. monii-
mentos , y escrituras , que se quieten perpe»
tuar. ^ fuere la piel de T^mra , ó Becerro de
ieche 9 6 de Cordero ^que nació muerto , ae Uar
fna Becerro , 6 mortecina , y loa Tribuna-
les , y Oficinas usan de esta especie de pergsH
mino para los instrumentos , qoé piden planas
muy Usas , y gran limpieza en la ejecución ^ y
escritos*
Bien claro se colige de todo esto , quáa«
to conduce , y se adelanta , en que se pene-
tren , y calen los pellejos de^ diversas mané-
ras , yá sea con grasa de Carnero ^ d yá con
(**) 0F/#r«
• í
^ ^^
Las Tenerías ^y aácÍH> áe cikMJ ^aqp
aceite de pescados ; como también el nutrirlos
con algunos polro» iregetables. Y siendo asi, que
acaso tendrécADí' nosotros ,: y^mQr dercanov
pGhos aqmvaleñ^s , y aun 'inejoi^v Qtie .loa>
que hallamos en uso , los dejamos perder 5 y.
trabemos de muy lejos /cap joo poca difipultac^.
las materias de que- nos éerYÍQio& Quámase»-:
pedes de ¡granoa ^ aimienies^y cortezas ?gme«-»
aísioias poseettiot , que podíiati^' id^a^tecoroos: de r
polvos , y acetiea con que reemplazasénios los,
que liemos dicho! Bn faa empiesas del ime^:
fea es cosa pvudefite ateaefsevilo:qc» aprbb6»
y&k experleaG|a;^.peitt4ebirra ún liik^éa'm^
noUe excitamos cada dia:á< nueras experién^i
cías 9 y mas quando aventurásemos poco. Lá
Physica ^ Experimental , que ba merecido oues- '*
tío fecoDodcDknta con ' sps cprimera¿ imten^;
ciones'^ ipa^ aspirar á áuara ^ria ^^dismi^^r
Huyendo gastos, y cortando ií|^cioQer> y^ aun^
acaso sc^rínaiendo sutílesas poco xiecessirias. \
* .
> r.l
t ..1 i
*^
LOS TINTES.
GOMVBRSAGION SÉPTIMA.
1 •
f A •
i'
• -■ #;
I' OS cdoies, que fK» liHkPersiíican ^ y po^
jl nen delante de los ojos la vm'l^ad , y
hermosura de. la-Naturádesa, y que> sou' por
cJ'om. Xn. Dd sí
a
>.
ata Esps&actih ¿k'h Natüfokiía.
ú mismos iin& dfr loi majores ornamentos»
que «ix:iertt.i9».sl^ qq «trvt^o. fotaiM»^ U ao^
(;kdad;.£llqfirj!iioa; sropoMO.- (iim..dfetíf|CÍoaes
muy LUtíl^ W Áyvf&^^tsfi^iim ^i i«t faook^ .
bre^ ^ I9S xobreb díaCernii«oi oueatrok mué-
lales 9 7 vestídoai, y qoo dios bettnaseamos
iMiestrcBLq<)iirtt»9 y^iíafaittckwe^. £6fQ «eo*
do rasr, 3(|ve ikdiaippf^iwMsr^ix^QMS ^.^ J» Na-> .
peiietraUftá Itnestro . enteodímidoMi. Ni «afae»
mos iqüál. es -su origeoL en nuestros . ojos , ju
qjüil-^sis gppeaicÍQQíneovl0st>fliidp«^ Ote i|jqi6\
es spio qniánijfesifM2du0ei;y^4^
oeakfad de oosotms :pdia : [ciiaf e^itttas ^^^
rieocias propsias ^ qne caraSerüsaa ks obge*
tes^ se;i»seinsó: frfra $í,k iotet^joKdaiii^ los
Gcdomsi NraKUTi, agie rfes estudió ^pm . taoíD
tíémpü V dioi^9 ranal áisiiliífwiQt aldba^lado<»
res ^ que pcrceUa< faíeír ,:.y, medí» las firac-
ciooes^ y dt^eces^ i|De foman losüete colo-
res^ primitivos de la lúe, pasando por un pri»*
cia de su esencia , la criada • que le servia , sa-
bía tanto conio ^. Xaxxt^ el ^la de oy se vé, que
aquello poco , que creyó saber , se lo disputan,
y au]* «I®wuif4 pisW^A::%»v<>^tt5ro
mío ,1a historia de la Óptica de Newton , y pue-
de verla ^txíQ^m^pvkiPxim¡fA¿¡é^ liit
eJlCp.Ctet^I. '
BMt iHiam»coadioí9ase-Té tracacla , qnan»
do
•^
•f v.^
Lús tintes. aii
^ sé trata deh sociédtKi) cuya manutención ^y
gobierno hosencdmetídó el Criador; Veemos ea
ella Oficiales' llenos de industria , que saben mujr
bien fórmar los colores, y aplicarlos como coit-
viene, de modo, que no se puedíí dudar , que
teiya sido ta intención de IMos. dar ai hombre
teté cuidado erado lina d&^us piriíicij^es ^oco-
paciones. Obligamfo sü {ñfoi^idetícia al hombrea
que se vista , le ooncecfió tambietr , qoe; fegi»-
'traselos objetos^ que lé rddtetf, y-^soi sudia-
iposldóú illatnráto$^prdpHo»^fa<;i]ttrirúii ttea-
Tiüdé¿ ; pero la míay<^ '^fft de eHosí yb dbm
un color kignbre , métanóóllcoy y oídorv ó tki
uniforme , que ooncuenla poco con la ^versi-
dad^loslugdres^y tittf&cfortt pntíx9&n A¡^
-feeílidád ,cpues , de áibffc«r le^cfes cógiodoi»
añadió la é^ d^tes bmbie&cc^n'Eh tídás pao-
tes puso en las manos deí Ikttnbre tierras ferrií-
-ginosas, tierras armenlcas (^ con toda especie
^ matices, materias vegetables , fosíles , amno-
-^^ safina^^ y ottas^ que {)iie(teii , 6 provea ft
Dd 2 j los
•j ' • • • t >
(«*) A esta especie. de cierra le Uáiaan BtU o Btlh ^rmtnict Al-
.^unad de escás ctt#raB*cirja.'> f csl«. Icoiauíii I tíKff?ftak^%% x otoif
amariilcgQ , y otras fiou «blanquecinas : y Jas hajr uue cienejí bal*
"tante vito» estola WlsiiM' ^íok'véJVUXÜitAtií^^^i, Tr^útW.Sf
|ocraa,parces i p«roes ffasmíiiutiylf Ir^up ^^,"^^Í^ Af^^"'M/
'asi>1iaYo<tí(l^ daHe acodad m otras sa iiomwe.''iAs'fthitttfii(staa
.MP» eonforme'i su «ostwnbie» dafks f«»«ibcá», m^|^ «ibU»c<{
y así á una, que sale de las miñas ae oro de la Silesia » le UamaB
^¡ttmgl^Sdh^ y á ott« * i|fp ftyvfertlbl^tncp stU 4e sílganas mi*
aas de pUita , le Uamaa^xiuw-iji Lumm, Toj^ csca^ eipeciés de
^^rnrfon'^ucHeá en la MedUnEa ^ JOtt astriá^iacét, nutjitívas» rei-
,taíUn la sangre» ftc. Veaose Im IHCt de«Trcv. €i 4e^ Ut Artes » r
-«eii<¿úyCclCást.'lct.-if. ■-'- ' » •» ''-'•- ' ^-•' ^ <•' ^
3ia Espe&actdh de la Naturaleza.
los tictes 9 6 abrir carríaa: á los materiales qu^
¿án color ^ le haoet}» durable.) y-fer;^iijzai) censa
lastre 9 y daridací, d <)ue coa «n ;bajo ofascuiQ
le degradan, y modificany Asi. nos eoseña esta
':proyidet)CÍa ^bía á jnti4ar de apariencia ^ y ^
íwWdb >i$egiiti isKkQ Ms fiírewatswnd^ , asi ^e
-eonfoniui /.>cO0i .i)fi«fltr%^jfieatimieato* »: coa
.'noestra aiegtie 9 6 trisf e^z» ,4xxio quantp nos
dea ^ y aun ^ qo$ bstá; daodo aviso df dónde
-fisio$9 en qiié^ cjrcnnstfipcii^ > y tien^pQ.^ Asi
-laíxiliKu tetríípmbisei^ flije iñpspetta y dpti wspe-
fttrii éi.sieBfjsé^, qu«d
rdo úorr (Jue se luí de Uegv* é'él , y no sp
expolie i acercarle lleno de alberozo , y ide»
.g]]ia^qüand9^:(ttím?rettí^y;<lp tristcHsa/j
..pctaai^ má ikitro^kiaftLJb t^»V^ca<;i, l^l *-ch^
-tejinifei d^ayi!e.::«íi; Un HpK c&rrto dp
•luto 9 y que anuncia Uaiita Distingue solameo*
te por las ropas , y adorno, ^ se trata ele algo-
• na pompa: fáttebre » 6 de f\psf%_ naqaiiemp %
flíe y d sijse ^déa,la pekl»9QiaQdel<^
í^de^ Criador. r ^
Esta política , y buena crianza , que apro-
pria los colores á los dias^ , á las edades , á
los ^lugares , y situacíiociés ^ di bigár á la sub-
^ystenQJ^^e'uúalafiúMad^^*^ > y ^
cónsnmd de titi sin numero ide materia-
les , qde serian de otro modo incómodos, y
Bocivois.<Los .iTjntareros.Ios buscan , y apror
Vechán^^ sáicáñcTo dé' materias ^^^bifldas, y aup
^ s^
Los Tlfítes. 213
veoenosaS) ventajas muy conocidas tíi tina blaa*
cura, .que deslunnbra, en utt eiacarnado^i que ale-
gra los Palacios, y brilla en los Teniplos^ los her-
mosea 5 y hace mas vistosos , y agradables.
£n esto nada debemos á los Sabios de Athe-
1^,'de Rpma^ ^ París >ni Iíx)ndre$^ tan ooipar
.dos en 09^ jpoea , y disputa^ : de tpdp les somos
^deudores á los que tienen ecr.su corazón las
necesidades de la sociedad humana. Uno de los
. IMa^scros graqdes en. €^${6 genero» ies el célebre
Caberlo; A. su adividad., y á sp penetración so- ^
í IDOS deudores de aquella^ .ordenanzas tan sabias,
. que aseguran á los Grandes , adornos de uñ ex-
quisito color, y á los pequeños, 6 al Pueblo,
que 1q6i ,pompone , telas de un color $in afeéia-
. oof) x7 durable* Pre^^ino Ic^ ^roresde los Maes-
' tros , que* gcd^iernan los tintes en Fraqcia ; y no
emhidáó la publicación de conocimientos tan
iitiles á tpd^s las demás Naciones, reservando la
r QOficia. Stt$ anreglamentos reunieron tuces, qve
. eQ mnguna parte $e vieron juntas, y se descubren
^ en ellos las prédicas mas ptiles con la mayor cla-
• ridad. De nada hace mysterio, y temiendo, que
Jio^ Oficiales ]e hiciesen, y. se portasen villana , y
^ in$zquinaB)^qte, él por sí mismo dio principio,
'haciendo imprimir unas Ordenanzas sjibias, y
. la$ publicó en todo el Mundo.
' No se contentó con establecer el orden en
una. profesión^ en que reynaba cierta, libertad
l^jrniícíosa ,. señalándole los ^gainos f justados,
y
»i4 Espe6lactíh de la Naturdkta.
y prescríbien(fo operaciones proprías á cada uno
tle tres gremios de Tintoreros : de éstos» unos
tiñen telas fioas , y se UamaQ Tintoreros del
gran tinte : los segundos se encargan de las
telas de precio mas bajo , y se llaman Tintore-
ros dd pequeño tinte; y tos terceros tioeo se-
das, lanas, é Mbs. A todos los instruye per-
feélamente, qufles son las drogas, que solamen^
te preparan, y quáles las que tiñai en realidad*
Les señaló limpiamente , y con la mayor dari-
dad de las cosas, que «ran necesarias i todos, y
.de las que les eaán proluUdas; de las que wn
particulares á cada caldera, ó solamente las prao-
ticables en tal , y tal combinación , y oportum-
dad de colores. Despuesde la explicación de tos
colores madres, 6 primitivos , desciende ft las
mezclas, y combinaciones de los simfries , de
donde se originan los compuestos, y á las adi-
ciones , ó substracíooes , que varían los grados:
para asegurarlos á todos, y mucho mas pata
asegurar al público deMógro de un cobr esta-
ble , y que no tendrá una topa azul aquel que
la quiere negra, ni de color de violeta, el que
la des^ba encarnada, prescribe especificos, saca»
* dos de diversas pruebas, y éxperiendas: estoeh,
señala las drogas, cori cuya infusión basta que te
dé el berbor de un quarco de hora á la tela , i ia
ae^ ,ó á la lana yá teñida, para saber con evi-
dencia la bondad j Ó imperfócdon de losiogre-
dietífeesi según la alteración ,d perseverancia de
el
4« S^
Los Tita es. ári
^ color* A4efi)ás de esto, hizo aun mas miles , y
eficaces estos arreglamentos, y ottos que añade
p^ratellógnoyy pfoq)eridadde]:trabajo de los
nwfii^erea» Qon dirigir algunas orcfenanzas á
1«6 Inspedores^y: Comiíaríos.^ encargándoles,
qiie tiodo lo vean , y registren , y que velen asi-
misa)o>e0 la observancia de las ordenanzas im-
piiesüa^ á lOiS Oficiales*
Después debabet dicho por menor el modo
de formar la pastü {*'^i} de los colores , y de em-
plear el azul de pastel , (^b) el encamado de la
nsbia 9 (^c) d amlcíllo de la gualda , y después
de haber escrito fielmente las hojas, fííutas , cor-
tezas, raíces, agallas^ ó hacas, tierras, sales, me-
tales , y otraa muchas materias^ de las quales se
baUan m uchas de buena qualídad eú Francia , y
qtíepueden ayudar j i> addantar las precedentes,
manifiesta M. Colberto el fondo de só corazón,
y -amor tierro , no solo con su Patria, sino con
todos los hombres, combidando á sos. com{)a-
triotas, y i los curiosos de qualquier País á ex«
petrimeirtár én el cuUivo de editas, pbaitas, las
tierras hifecxindas, ó poco frn¿luosa8,y enseñáis
doks quanto.hay escrito , y se sabe basta él dia
de
X^fA) ?anii llaipan al ^*c., 6ma$a prinftM » r 9«< ^fchan «li h»
estotras 9 p^Va que ^fva de dicfcnto'al tíncc » h cdlof qae dan.
'(**c) M encarnado de la escarlata de Cochinilla se perfccdond
meagiriHC cu los Qobelitiosea el' tiempo del tniinUtc río de Mr*
Colhcrto por Mr Gluk > otiginario de Holanda > y se mantiene en
sa mayor repatacÍGn con las demás operaciones de la maaifaAnra
Real de paños finos > por la TÍgilancia de Mr> JaUieae > sa So-
WiaOt
ii6 EspeElacuh de la NaturakM.
de oy mas acertado en esta materia , para c|iie
los plantíos se logren. En una palabra , las ios-
trucciones generales , y ordeoapzas, del año de
1669, ^ >^í^ como el tratado mas provecho*
sp de quantos á cerca de los tintes tenemos ^ y
son juntamente con la ordenanza del mismo
año 9 para el reglamento de las aguas, y bosques»
la pieza mas hermosa que se ha escrito de !«.
historia natural en el siglo 1 7. Otra obUgabion
le debemos también á este hoipbre grande, y e%'
haber enseñado el método verdadero de perfec-
cionar la Philosophía. Pero dividido, como lo
estaba , en los. diversos cuidados de ua ministe-
rio tan arduo , cómo pudo unir noticias tan ex-
tensas , precauciones tan ajustadas , y cao telas
tan precisas ? No fue por cierto dirigieodoiasi
los Philosophos systematioos , sino consultando
á.los experimentales, questiooando con Oficía-
les juiciosos, cotejando sus respuestas , para sa-
car como consequencia una práética nada sos-
pechosa, en que hallamos los demás la. verda-
dera Philosóphía ; esto es , los principios de
nuestra conduAa , y los nitores socorros de
la sociedad. Bien poiemos, pues , mirar d año
de 1669 como una Época memorable en h
historia de las verdaderas ciencias , y como uno
de los que adquirieron, mas leg^imamente á
Luis XIV% el merecido renombre de Grande»
LOS
I - -^•- -
^ s^
al7
ros TÉRMINOS MAS
ordinarios en las manifadtufas
de lanas.
» ■ *
LA \v\%:tt lúvíi^ épar.fétittí^n agua rebalsada^
ó en cestas, jr agua corriente ^ó-en tinos , í^
€lübúto9enelrio»'
Eotínar U laoa , es dejarla en el aguOr del tim-
para que suekela grasa^y sal. Deaqui viene y que^
hs meSlos buscan, las Urnas desmugradas ^ y ^ Ue^'
gan d .hí que. emwrvaa el bumar , y mugre na^
tur al.
Lana grasienta , b sin layar , es la que conserva
esta natural crasitud^ y se puede guardar mas tiem^i
pC^pOr.tue.ias mariposas deiapoUtla bt^^de eUa.
. . *. I^ fdlA <fr ¿M ^suis monMn , sacado de el»
agua^y puesto al ayté ^ etqt^jar.
Lofíorla lamí en viTp-^es lomarla sobre- el anU
mal^ . qut la dá^ antes de esquilarle.
, Las ú^z»sandtuna sola piestadebimra^ for^
modada dos hijas jyun)reswte^ el guales- un /^«'
circulo^ /(^f) da ,émde saleu dos ; bofas i estas -se
aproximan^ y cortan la lana debuto de los dedos del^
Esquilador ^ y después se separan por la elasticidad
dail sfmdreida» ^ . \ . r^. .x- .
.... \Jm k^üoQ^ideJana ^ lUma d U: ^qtfit- -se quiia
can las tijeras de toda^el cuerpo. damoammal.^
TomiXll. ' . - - ... Be : Be-
C**) toe Oficíales U lUmta «/teí/Zt » y otros liémgu^té i tna»
djeras tirves para cortar lat peguatM » €«tt es % U p<;| ^nc Úf|Ci|
las Un» por rison de la batm*
a 1 8 Espe&acuh de la Naturálexa.
Bellon apilado se llama á este mismo Mto»,
empaquetado yá. Fuera del comercio se llama algu-
ñas veces bellon fil pellejo de una. Ob^a con su Jí-
Copos, í> e^ballaf ^ sfn) agüellas Iqfug rm
finas ^ que las restantes^ y .que sobresalen^ i se pro-
longan como á manogitas en tfah'as partes : estos co-
pos se cortan antes de esquilar la Obeja. (**) En
Berry le idán el tdtiwiaj^fomhre d U Urna ^ que i^
lava : en ívivp. . ..-*.;... •i^^. v.
Lanas fíeltradas , 6 fieltro ^ son Üu queetíh
tan dtirüSyy mezcladas^ que eUat por si mismas fir-
man yá el fieltro. También se llaman ladeadas ^por^
quft, ^anfn^^ principalmente quundú. enfermo ^ks
eHStfcií^^y fieJtra á fa&¿a ik.estJr- eci^ un
lado.
Roñosas 9 son las qué sé bailan senArédát de
iostras.
. Laoaa.pelidas , llaman d aq^ieilas ^lanat M6^\
das^ q«e pTfiduce^y arrofu de nnkva H é^mO^ aih
tes que se esquile la Ima vi^a^ .; . t /
. C^rvi¿tií%j Uaman daqueüos feht Hdnm^ftm
tiesos , que parecen d la teda ^ ó al peUh del Tí^oa.
> Todat astas lanai.^son desecho ^^«iv cotí todoet^
m se/puade decir^ que \se deban: a^iyar como in-
útiles^ Mmpleansé en obras muy gri>seNst\ ^omo sm
las mantas ^6 cMériss cománes. '>
. . Dar U8 corte aJaJana, e/ igualarla con lasti^
jeras ^ y cortar las extremidades menos finas de los
beUomrjtntes^ei £iÍMr.tÍB\\ bma^^' ¡E^stoá ¿kfrémid»'
des se llamam\£sá¿É^ ^h kddasv a J-
- .Desmechar , esquitar las caidas , ó Mdas*
*^ Ma-
f I • " '•
I»») EaBsp«ñiiAO se ••c« ctt««
Zojr. tenmnosmas orMnarios y &c. 1x9
Madre'-lana \ es ia que se esquila estando vivo
el aninusL ^ *)
Añino, es la lana^ que se quita á los Corderos.
JPiel, llaman á la lana , que los Curtidores de to^
' Ja especie de pieles quitan á los Carneros yá muer^^
tos. = .
' . . Lana .pela4ica , es la que sequira d los Carnea
ros muertas de enfermedad. Esta lana- está prohibida.
En la elección que se hace de las lanas de Se^
^¿fovia^ se dividen tanas de primera suerte , de se-
gunda suerte, y de tercera, j^ el mismo orden se
^sigiteenltodas isr lanas ^ queso lleban de España d
Francia. Fuera de estas no se co^ioce , sino la lana
alta , que. es la mas larga entre todas , lo qual es
causa de que ordinariamente se la guarde para el
'feimf^y la tana baja , que, es la mas común , se
gmtrda parét.ta cardiL Na obstante ^ quando sé dei^
iina pantieLpaUo^ solo se pata por la carda , para
-fue se foMque , y salga myoTf
Las lanas finas sin lavar ^ son lanas de venta;
pero- ka^esfán . todama-en • estada 4e ser tnAojadas.
Vara que esto se qectde hay ocasiones en que seco^
mi enza lavándolas ^ y peinándolas. Otras -^^ces se
empieza desmugrtáidolas en la caldera , d 'tina para
lavarlas después antes de entregarlas al peine. Tam-
Uen se suele dar principio , tiHe$ulolas , para llevar^
las despides al rio^y laego4 casa del PeinadOTé
^ Caldera (^)de desengr^ar , es uaa ealSer^
qae está atravesada de la «anal j que es un palo én
•que transportan las lanas ^ que se sacan del agua^
acompañada de, el remowdor r^puees otro palo con
Eei que
• *
(*«)Bm España U Uaaatt TAmi > 6 Cvfrrv.
aio Espf&acuh de Ja Nafunilesia»
fue las rebuelven ^ de baquetas (^"^ypata golpearlas^
de garfios para sacarlas de la caldera misma i y de
.^nzstáspara recibirlas^ y llebarlas al rio en que. acéh
- hen de dar todo el mugre ^ y crdsitud que tienen.
Las lanas comunes , que se lavaron en vino , ^
ben antes que se trabajen , ser registradas , escogí*
» das y desmecbádas'^-.a: desbaldadas!, 6' igudadas ^ y
Ubres de todo lo que es digno de arrojorsem
En algunas manifañuras- se trabé^an las lanas aa*
tes de telíirlas ; en jotras^ se tiSen en crado\, esta esj
4intes de trab4^ltts^'i .\
Para teBir las lanas son néctsmriat * las msmos
instrumentos ^ ^pte para desnucarlas.
El pie 9 6 pasta de la caldera, son las dmgat
\preparativas^yép4edáncolor,
< » , Cargar 4a; caldera , ¿ ¡o jjue es ¡o ttísmo \ anntf
4a tifia yes-yec^ar en.eüa los'Jngredientesmeesarior.
:. ,.^Dájt«//tó?rver asp^r^ia Jmr ^ moviéndola
con los removedores , o bastones ^para que tome iguat-
4neHte el color por todas partes.
Ayudar el herbor, es aumeótat el fuego^ ^.^ ochar
.^ Qneit\x^Un»i.¿ as sacarlas al íg^e.
• Si la lana solamente recibió el fie ^ ó pasta , y
si salóse le dio él primer fondo ^ esto es ^ si se ecba^
^'on únicamente agaUas^ ó, cáparrosayit otras drogas^
y i sefffíK^Spi>n<ltívas^ i xque din \ceíor '^ (**> entot^-
eies^,,.neoeMrioi bplvetla desde ti a^e^ que la orea^
d la caldera para xeplomth con segundo baño , que
la dé lustre^ ó para que se apague el color con al^
guna mezcla nueva y que le comunique mn o/o ^ ó
vis^
(íhi) Son oaof palos de Acebo.
^. (*«> ^l^I>riiiy»r pie «omiiii foii.l«« ««lltff » y IkBina'^ Utf^fMe:
^aattdo añaden caparrosa'» Uamiui«CKi»>nt« .
v^ compó$ick>Éi ¿¡gre ioijd^^ j! zfSífp&más el co^
¡or^ aunque con el msmo gusto.
Baquetear' \sc láM^^ j0a>ie¡SiJa ^k m^et estén-
^dérhm^ T^atzos^^j^ \ uhríním^^y sefiraria ^ grandes
-gídpeí de h(kp»$^ ^/«dM-^nrJ desfutsM^zfeine ^.^»i>-
yde^é hiU^ . . ^, - j ' . - ^ -. i
Vuru peinar Jas lanas se en^tlea án ibrnelo, fue
sirve para calentar los peines.
- ■',>. ,^Uti tahbn^ }f\tf^i!^^i^iiesestyy^\mLganeh0 para
v^^earlús peinfSAw \ 4>«^^^S-'\ w^^ i. i-^» .r.^.-v*.
Dos peines , que son unas especies de tablas^»-
,tí\fU0dradaejeoúfuas\ik\ Uerro^ unat.\mas^ largas
.que fitrat :y cada peine tieae.su manga. . .
\ * \Un martülo para. poner , jr quitar ¡aspuas^\ . ...
Un cañuto de cobre para ^ént^euur^ iasi\pual¡
\'^qm^e..iueKBsmn w \ .í , /. /i i/ .. 'i ^z\
Una íhnsLpara aguzar la que se despunte. .
r j / Va tornólo desmugrador con. su riteda para
^'toréenla lana batSada.en agua de^yAon^antes^ ^'f^
vn/Btla .ene! peine.- ^ ^ v.'v.- ^ \?-\ \ -^-v AV, -".
\Jn9Lpaskt\Í9ienquese díMhtjAfm - *.
- ' Vtitax s^B^asi y fs peinar, la lana Jabonada ^ 6
ecbada en ^gua de Jabón.. (^)
. Feidar^oleOy es peinar la lana- rociada con
jiceite pardMaria después.' ' . '^ ^ * . >.
Un peso, es una cmtidadde lana ^ ^se entf^r
'gOt pbr peeo.iolXJlfieiaí^f*).^ » '
Uo sacudido 9 esiuna porción de lana sacudida
€irt el zarzo.
Cargar el peine ^ es ingerir enéi fa kma eoUff^
^iepiénter. \.-. -- '..'o.. .J.
C*^) Esto no te ust en fiucstrts FábricM* > -: '
(**>'£a Sspm lo iacr^«m por übm^rj f^v ^ccaiolo umt»
libru*
i ^
-'4 •;
Bejiqií^prto 9 ws^^fátím Wcf^p y después * 4e> te»
- j^rr 4rMdoí9t ppim^ (^ MolUes^A é la simestra '^ 7
al contrario, . ' , v
- ' £l.copa^¿ /^¡p^ /^OjSív^x r boro ^ escaque»
'Jbk\eamidad^¿k:iaifapf^0a<m^a^ ^la^^fual se
-haUif st^eñtemi9i(e deHOgr^éi^^ ^j^ tt^^da^á lú. Imr^
go después de varias giradas, ó idas ^y venidas de.ua
p^ned otro. T üempre isaydás -horros^ ^l'<íaado que
hay dos peines. . ;♦- o.
\:' \ Utaa t^poAuj^ ^tm^^éáñns^ 4 oeipésjumas^ ^
iastan para el trabajo de Una rueea\'i^^abM ^ m
ía. laim.eoft^^ftié fA^sepu^dem^mteneretfJSa^
ni en orden , no^pem eso sé jtaiga perdida \ pues #e
destisukspatÁ la.\sas}da^ . Bu ^tlgumu ^ iMAfi&úras la
^bm^ihuoim, .i^^ w\\<{ 'y^..'^ . , ■ j.
Azufrar la lana, ^j colorí a r^woeadksea ei
Axufiasdor^ -.^ -: ^ ,. - í
r. Azufrador ^^es inuí €j|^¿(^^)¿fai ré/^
^y^.) y^'simy. mrj(db ^ . e/ ^stieto para . hlanfoear
en ella la lana con el humo del azx^^. fuemadoen
una alborwa^^A'\bdktmiu v. t-v ^*^' Cl^:'^'.'} ♦ »
\ ^ Quaédá^ seKpeiéaiTKiaS'ii^uas ^ttí»dde\^ ae dJ prin*
eipio ) haciendo la mé^^y tegan el gusto ^y e&wh
ttmeato del Maestro de ht tin$es. Templanse los
diferentes colores por medio de una- idbiu meuela^
^fuei.iaee\sitíiteun:cole^x\ua^90^ ^
El peinador sigue tí^' ói^dhu^eñ Ja cantío ^ fv
toma de un ¿olor ^ y después de: útra\ cada vet que
carga sus peines ^y de esto depende la .uniformidad
de d estar' que ise^deseap .j '^ \ '.»i
La lana cardada se rompe de diverso modo que
U
(Hi) Bo otrtt TrámUé ^
fu^ A<gtÉo»k Vtímuí TeiNlcdef» • ei ÜmMdiut M «aat ra-
t
V.
Los termims nm ér£nanos^ 9c. ftii.3
h peinoéia'yy pasa por dos msPrum^tos^ jt¿re se Ub'*
tnan cardas , 6 carduzas ,. que son dos planchitas
muy estrechas de aisoé higo ^ y tres^ 6 quatro veces
mas anchas acia los iador^t tienen * cu ^mahg4 \ jr; . están
sembradas de gisrjios pequeéoi'irruennffe cardas ^p^
sonda de. tas snayoresA tas^ fatínorts pard queWark-
/•ir nte^or la ¡ana ^y para mezclar coh mas acierte
foe^^polores. .
La hilaza es de dos maneras. •'
( ^ « El Mh topciá!ojt'di^cn^,;ysaca>d^¡a ianapei^
míAfs^^ toriítihi^^^^vmel toftío- p^tieiki ^ y sirve'*
pmfisenamhe''fim^ó'para:e$tMiinre^ 'comun\'6^ tam-^
iien-pítra Uisrdimbre^qusíéada iter el empo de las
telas oriSnarias : tanMen'^e le Jiama ^ ur^imhrfe d los
Wos Ufifgorfqúesifn>e9^dapfinm^^/ehdé '^^^aiUpo i
ífita''pie7í4depdS9^^* ^' • "^^^ ' -^'^ " •'^'" /^ c ^
ElMo suave j« saca en ^htorfio grande^ de ta^
nC cardada ^ y sellama trama ^ ¿ grúetOé .Li friiM^ >
atramesa ^^urdiMre \y sedlatM ^ueso ^^si^se ^ie^:
f^^i^eknfOiím'^faas^^^^ vsta<'^mas\49^\
IMaqi^^iSiÜ^ *<^^ vtA.Aii/ \ bi f •a;^ji«.. \\\ x\\i\
' SI títo. dit Ui»NBmi¥e'iif í^ pétih M/W^^^^
mmmense^ hilo '«ootrark) 5 i t\írrido á cuerdi» ' ^íer«»
Uty porque skkd&de ima i^ardAÁí^cnoldtráinéi *\ W<
saca tambi^n'4n^'tmió^'grMSe'^Í'<\ftr^
cmif^ ^ árustíir^'U'^cMf^i^ Wef^te/m^ t^^^kM^'srae
dfifWíli^ ^Mgó^^-Ía^HiM\'J^^'it^^Ífílú''^^^^
ce mas^y es mas fuerte ^ y la otra^ et^'Mftenér w^
sí und^spéitú- d^ispíra ^^ oiuelfa diferente de Id^ue
fielseUa trama . para aue lo uno^y lo otro se enfitr^
»»■ mimor: ^'^■^s,^:. ■':. : . - 'r... v:::.;..;;. :..
- Ims <9itefi$s pueéen sa^ de tres maneras ^iescam-* >
brc , saygufta , 6 paño.
£l«suaal»ejd-tcla<k4M estambres, es de'
un
tm.büo de esiamhe sobre otro* Esto es ^ la unSmbre
de hilo torcido^ y la trama también ^de moda , qm
anto la trama , comaiataráSffére^ pasan por el peine.
X«aisargueta^v¿A'«fA^&i^Yettitiryi^«iM se*
breia ttrdimbreide . estambre , (^ lana peinada» .
- El pafio.e^ de\dotMiú suaves ^esto^ es , ftte la
urdimbre^ y la trai^ son de hilo ma^' poco torcido^
y de lana cardada^para que salga una tela snas ador*
nada ^y belluda. ,> . ; , - 73.
V: Éstas (ttí espedfs.fiatdafientaksje subdhnSen en
infimiad 4e otrasff sefgun las. modos dííseríesde eompo^
nerias^y las caHdaáescan^^ se tompcnen^y mezclan^
Tejerle/ tn/k^ar eneiteUtr , jugando iodos sus
piusas; y esta se ^ltama jaoar wmaela^ .
. ^'-Bara^el 4íJ(4Íif9bne^ysorgu^
pues teniendo estas telas poca anchaba- ., permiten^
quÁ ttn mismo trabt^adar ^arfíffe por^ entre ios hilos
de la urdimbre la 4anMdera. con la mano derecha , y
que la reciba can la izqtderda(^para.holveria d arre^
jar^^ eositfarioi^.ptr.Oí.tl patía^y\ e^b^eriás.^ 4¥é son.
telas muy anchas j se trabajan por doe^ 'T^doeesi.
de^s q«Al^ <i;tm ^r^M^^ísmaderé ^ yJá rbcíhe
el istró^ara kolvltrhíd quieta ée la enf¡bi6\ que se la
restituye luego; y ^sl^ prosiguísn^ coñJénto concfer^
toyy.ptontitml^sfmp jfi tr^j^é^\Ussa 4ph* .
.,. BlJelof: e(n^$a>^<mudÍMiíspe»e$^Je. les qpáln.
las^mes^rimipitífis,sef9^le^^^:9k$i^)^yy k$ fiestas f,
qjite'himenk . .
\ Las tresj^inlio^ ^ (**) esjsaier , elpequeSo^ el ,
(**)Bn julios dicen los Oficitlet : y ai anp lt'luJi|ta BnklkL «^
ite pechos Y es el que está junto strTé)^dd9;otV^\ q&e &M^lcílí '
e(-«rAtQ9lel tnKffk »fi<UtTml^y«hl dj^vmfrfft^r ir «I c^tcv » S^ ^*-
xá á lo «Irimo del telar » enfrente del Tejedor ; le dan el nombre
de Enjnllo de desurrolltr • 7 en otras pwtes le llanan 1Ü>deta : es-
tofen aguóos telaras , ^<|^«Á 9&9* 1^ Ué'^.M R^^^P ^ |0<t^» n
Otros Cilindros > &<«
ante
Los términos mis ár^narhs , &c. 225
wrrolUutar ^y el desarrollados La urdimbre se afirma
al tm ladá de el íelar sobre, ei et^ullo pequeña , y se
•arrolla al ^ro lado, en el arroüadór , fue ex un eilinr
dro masgruesom A profcreion ^ que la urdimbre se vá
llenumda de bilo de trama , se vá cayemh ^ y arrollan^
do en el tercer dUndto , o desarrollador ^ que está de^
hfa delie^yde modo , que se vá quitando otro tam^
to hilo de urdimlbre del mrrollaiior y quatüa tela se vá
introduciendo *en el dítsarroUador.
Caja , (**) es unafiexa grande , y movible^ sus^
fenM en lo ako del telar ^ y asida de dos escarpias ^para
ir y y venir libremente 9 según la mueva el Tegedor^
después de baker introducido una lucha ^iun bikh de
trama i golpeando tste bih mas y 6 menos con ia c^a^
bastilla , ¿ peine.
La haróila , 6 peine (^*) es un conjunto ^ ¿ comr
puesto de dos tariUas , (^^)^ de una fila larga de ea^
fías y á aihambres^ (*.^) Este compuesto está colocado en
la parte, inferiora la e^fa. Todos los bilos de la urr»
ambre pasan al trabes de otros tantos intersticios ^ i
huecos y que dejan las mKos , i dientes del peine ; de
suerte , que la aga puedo desUnarse ^. y correr para
golpear h tramo , sifi ronfier la unSnére ^ ni dgar
mal unidOy ni en bueeo el menor bilom
Los lisioQie» (^> están, detrás del peine. Cada /r>
um está compuesto de dos carcfles , tan largas ^ como
Tom. XU. Ff tie-
(iHi) A ettt Ca)a llaman Canal en algonos celares-
'(«*) AiPeiae U'<lán ca algpinos telares el mismo nombre que aqu^;
pero en otros te líaman'tizo. LaHastiIla tiene svs dientes> que en-'
lífan en la canal f k qne cmnbieft llaman Bi^ttd») 4c modoi qne ct«
tá como embutida en ella» y sirve para darle fuerza » y peso parn
que se apriete la tela» b se junten me|or tramat 7 urdimbre. £1 Pft«
ne se anrma en nnos toqncccs» k que Ikmmi C4imp4m4TÍ9:
(*«) A estas Varillas Uaasan firckdiés»
(**) A estas Cañas » • Alkambre s Uamai C^rtiiu»
(**) O Uminas.
2 36 Espe&acuhde la Natúrakxa.
tiene de mcba la tela y y los cordeles pefueihs , que
hay desde una corcel d afra ^ se llaman lisos» En me»
nd£b de cada liza hy una sortija , \**) ^'anitio ^ydde
kilo^ 6yá de madera del ayre para recibir hs ti/os de
la urdimbre^ LosbiUs de laurdinAre^ que pasan por
ios arallos de un listan , van 4 pasar por entre íes U*
z&Sjó 1nhs dé étfo Uston^ y Jes fuepa^an pCr hs mi^
Uos del segundo iis4(m ^ /ueg^jn IHfrhnhtfe entre das
hilos del primero : de modo , fue puedan befar hs del
segundo \ miemras suben los del primero lyasi^ estan^
do estos listones asidos por sus' dos extremidades duna
cuerda común ^ que corre en la^ porte nferior -por en^
Cima de 'únagarrueéa\ y por" la in^ior seune eonotra
(úerda , fUe mantiene' una barra'^ pendida .debido dd
pie del Tegedor^ si hace este bajar con el pie izquierdo
el listondelantero , debe precisamente subir el otro. Por
consOfuencia de esta disposición ^ y movimiento bofa /a
mitad de ios hilos de la urdimbre ^y'Mbe ta otra Jm-^
táá '^y Con ótromovimienio sucede lo contrario* S htn^
hiere mas listones para variar ^y asm para fi^amr la
tela-^ se suben ^ y -bajan también diversos ordenes de
hilos , que forman sus aberturas para, recibir la laama^
dera-^ que con una 4sáiá introduce una 'lucha en eHas^
Mientras se muda dé pie ^- y recibe la urdimhre una
nueva ítAha de trama , la apriétala ceja mas , i me-
nos , conforme pida lo calidad de la tela. Quando el
aumento de ésta impida el juego de la caja ^ se desar^
rolla de un enjullo el hilo de urdimbre ^y se váarro^
liando en otro la teta , que se aumenta. En quanto al
modo de conducir loe i hilos de la urdimbre por
los anillos .del pulidero y ó pasa hilo , á la ur^
didera ; de manejar desde entonces los mñue*
tos.
(**> A. cicas sortijas llamaa SislUrnti*
Los términos mas ordinarios y &c. 117
hs ) (**) ó separacianes los hilos ^ que hay en toda la
montadura ; .(^^) de umt muchas urdimbres en una
mMddura l dO' formar um urdinAre total i de cw-
tarla coa cierta cola 9 que c&spm^a los hilos a cotrrer
ton lÉas jaeilidad ; de montarla en el telar , afirmafh-
dala d una maesea y que tiene el of^ulh pequeSo ; de
hacer pasmjson'baeu orden los hilos por. los^dténtég
del ^ino j. dividiendo ^spues estos ^ mism(}f hilos , y
haciendo pofár hr unos por los anillos de un Kscon eñ
los intervalos de ios lizos del siguiente^ y los otros en
hr lizos del primer listón 5 y por los . a$ttHos de el se*
gundo ^ de asegurar^ ymanseae^.losramjssinconftt*'
simkpormedbr de U9as\varillas^< que^st introducen etk,
^los ^ y, en fia t^. de fiscilitar el que se dehane^ y elfue^
godo la urdimbre , y trama con todas las precaución
hes ) que se tornan.^ y con.los instrumentos que se usan\
iodos .MOn> úpetadones fáciles de\jentender con solo ver»
las ^ pei(p.efK9umero.is tan^grandé^ que si los Oficia^
les noje^^énoaegÁrenxadama de su operación , ^'em*
pre iámsmOj jamís linaria la lana 4 abrigamos ^y
vestirnos ^y sm precio excedería d los catutales comw*
nes^ Pero no eiiwsoo^ que ignoremos.^ después deljue^
go de. ios Ustones ^ lo que muestra Ja m^or . industrío:
envíos teiaresk\ „ \
Lanzadora ^ es Mapadaao de madero fileno ^ que
se finaliza en puma acia el uno , y el otro lado\ con
un hueco en medio,, que admítala camUth
La csinüh^ es wiacafíapequeSa^ en qstese hade* '
bañado cierta cantidad Je íif!ammyy fur^.rueda sobrio
Ai^broca* ' . . . ^ •
Broca , C^'*^ es umk varülade, Herró ^ que otra*
Ff a tv^
(««) o lU»o«.
(**) o TeUt qttc ttta<|ue no este ttgl4a.a k. 4áa «sce «oasbi^^e.
(M> HcabríUa le lUatiaaMi jftlguaef p«ii$%7 ca otriu ^rfcAri^ ■
128 EspeStacuh de la Natufideza.
viesa la eamlla ^y se sienta en el encuje de la kuuh
aera : Mi se cáhca la tmiUa^ se ¡firma ^y hact]w
gar^ conforme k permite tm pefueSo muelle^ C^J^
á un lado , yi á iftro sehre la punta de la broca.
Deslizándose la lanzadera entre los Ulos delaur*
dirnbre , es preciso que el hiló de la trama ^ fue sak
por (^ agugero^ fue está al lado Je /a lanzadera^ y
'fuf se detiene en el teñóle pefueHo , se desarroüe de
la canilla jd la fual hace dar iueltas d medida que
corre la lanzadera. Desembarazada y á la canilla , dt^
Ja su lugar par a que entre otra ^ y hasta acercar elce*
ho deibilo^ fue lleba^ al que, depa- la canilla^ f»f
frece(Há ^ y Ün dar nudo j solo- eonmn^ar la kuuh
dera , y echar unanueva lucha , se unen ios dos bihs^
ó luchas de la trama.
Los pizuelos de la pieTta son aquellas pulgadas fri'
meras ^ fue jon de una trama diferenu del reste. Apd
se, marca lapieza ^ el nonére del FéAripsero^y ellM-
gar de Ja Fábrica. Sobre estos mismos pismelos se ^'f^
moran lu^ los plomos diversos^ fue después áelesvi^
sitas^ é inspecciones necesarias^ atestiguarán^ qaelaet-
toja es de buen material ^y de la anchura^ y caSdad^
qua piden los r^lammaos , que hay para cada erpede.
El temple ^ (**) es una barrita , ¿ Ibsrera , Ci0itr
ptícst/t de dos listones de madera^ punteados^ y detefo*
dos el^ uno amtra el otro por un cursor , h limada caír^
rediza ^ y terminados como en pantos de a^ler. El'
trabiqédor une ^ los dos cabps punteadas d dos tenfks
pequeños ^ó d los últimos hilos , fue terminan la mr
chura de la tela ^ y juntando mas^ b menos las catce^
les 9 de modo ^ que la tmat^ue día atraída asa tt'
(».*> Aooi llaman r^fM/ln.
(**> Yakot IcUMiMMalgwtoi.'ictarM
Lqs términos mas ordinarios ^ &c. a 1 9
ia termino conducente^ y una anchura siempre igual.
Si no se tuliera la precaución de templar (**) ¡a
tela^ iria desigual la trama , eKCogiendose mas de un
lado fue de otro , y Ufdria los hilos de la urdimbre
unas veces mas , y oirás menos» Pero mudando el
teñóle , fuando conviene , para que esté siente pron
fcimo d la lucha ^ que se introduce^ k golpea en qua^
dto ¡a Caja , y con una total igualdad.
El Tegedor continua en arrojar la lanzadera ^ en
templar ^y descargar, ó átMírrollar ^Jiltemando una
epYracion con otra» Llegando yá al fin de supiera ^ ta*
ma cijmo por muestra otra trama ^y finrma una Usta de
otro colar diverso^ paraponeralli los nonéres ^ que so
usan, y juntamente los plomos. De estas extremidades^
la del principio de la tela se llama msxcsxn^y cola la
del fin»
Amortiguar tma tela , como se usa en Anuens^
Heims ^y Mans ^ es quebrantarle los muellecillos a la
tima 9 que la- compone , penetrandolos con el vapor de
agua caliente en una calder a. qtiodrada , (*^) sobre la
qual se pone la tela en su enfullo^ en compañía de otras
muchas ^ lo qual ¡a prepara mejor , y hace mas dócil.
El Batán ^ es una especie de Molino de agua , que
hace caer sus mazos sobre las telas para desmLgrarlas,
¿pitarles toda la ¿rasa ^y mugre que tienen ^ y asi^
mismo para enfurtirlas, j^ darlas una sólida consistencia.
, Las pil^s son unos cauces , 6 vasos cóncavos , en
que din huelta las telas contimtadaménte , sufriendo les
golpes de los mazos.
LaswckeahoA (^) son las extremidades de unas
piettas de madera , que atraviesan el ege de la rueda^
; (*^ Determinar la anchara > j drcanferenda.
4*^*) Bn Bs^aña le llaaian CainpaM á esta caMcra*
ajo EspeSacf^o de la NaturaJexa.
y que al pasar yJleian cúosigo, ios cabezas de A»iii#-
zos^ dejándolas abijes ^ después de b^ber pasado. ^^^
ra que eaygmi sobre U- tüé^ \ .
Terrear la teta , es et/gredarla y 6 jecharU tim%
de Batán.
Batanar con tierra^ es, dar el Basen , teniemk
fJerra^latela^y dejando calar poisma canal el é^gua.
Desmugrar el pafio^ es baímarle^despfées de hs^err
le rociado con Jabón negror^ h^ qaal le quítalas mancbás.
Enfurtir fuerte ^ es batanar eon mas agua , peté
dt(nu^ar bien Ja tela y jf darle cuerpOi,
. J^ulMitn»cp^e$iIJuitm^tl0(guay y batanar bih
t4 pie UegueMtteia daguel gfwk de enfiartide^^mf
sistáocia a quepuede. Uegmr^^, y ftkra del fual se éesr
l]uaja^j¡r arrtának
Al holver las telas del Batán , se ponen ¿ orWf
fstoieí , d que las oree el. oyrf . .
. . Uebadaslés telas a* las. {lercbas, ^ ratnas^ se if
ben plegar , poniendoks tebi^e una tabla : sleipues eoi'
gpnAT todos los pliegas ^ y rociarlos por la espolia
eon agua en que se b^a disuelto gomo.de Arabia*
. Lustrar la estofa , es pasarla de un enfuUpdotrOf
manteniéndola siembre. con tma > anchura igual cficim
de un brasero y por medio de una barra i^ydebierro^
sobre la qual vá desuñándose la. pieza y. de modo 9 f^
h penetre el. calor y y quiebre todos los muflios. Dees-
te modo se aligera iguolmestte por todas partes ^ pe-
smdOyytepasatsdosin.cesardetm\eefuUodeifO^^
Algunas telas bay , que i^ arrolUM^jr desarfoflia
ún fuego ;pero no seles niega d aquotíés^ f«r sequie^
re queden mas ligeras,^ y manepablej^.
Los efe&os del lustrador son lo i ^ dqar la tela
sin
(«*) A eiei barra Uarnaa CémM.
^*^
Los términos mas ordinarios , ¡&c. ji 3 1
j/« arrugas , ni dobleces i.loi*^ hacer que se introduzr
ca igualmente la goma por el quebrantamiento de mué*
ües 9 fc^e cmsa la humedad^ que esparce el juego por
todas partes^ y que e^saporandose luego^ deja alli lago^
nuti lo i.^ dejar por toda la tela una tensión igual ^ io
que es de gran canse fuencia en el uso de toda especie
de estofas.
Se pliegzn cerca de un buen fuego.
Se ojean , metiendo U9 cartón caliente entre plie-^
pie^y pliegue.
Se aprietan (^*'^) entre dos planchas , ó ripias de
Boj ) que mantienen todos los pliegues en su htgar.
* Se aprensan , dejamh ¡as tetas diez'^ ó doce boras
ert ta prewsv^ y repitiéndola tres , ó quatro vecesm
Últimamente se visitan , y después de kuber sacada
fuera ¡as ¿os extremidades muestra ^y cola 9 se ponen
ios últimos pkmos , se seña¡an ^ y notan todas ¡as cir--
itúnstancins de aneldo , medida^ tintes ^ y en fin ^quan^
to mendan Us reglamentos* . .
Luego buetoen á ¡a prensa^ se aderezan , man^
telendo dé espumen eefiacio' ios pudúes con. unos
eordeütot delgados , que pasan por ¡os^naelos.
En^gtmas Fábricas ¡m^ otros msot^ pero con
0rta diferencia ton ios mismos los fines que pretende».
El patio se pasa por el tuttrador ^pero despues-de
baierle batanado^ cardado, sacado el pelo , estirado
en las ramas , tundido , y retundido , aplanchado,
y alisado e¡ pe¡o acia una parte , se en goma, jf ojea,
mete en ¡a prensa , y mudan ¡os cartones á diversos
pliegues j usando para esto de cartones finos , basta que
fimbnente se prensa otra vez en la prensa común , i
en
(**) Coa dntpUnchs de Nogal poreocioM, y ana platiaa de
liicrro por debajo • s« hace éa fispaíu «$€a operación.
1 3 1 ' EspeSf aculo de JaNaturaleza.
en la calandria , que le dan el uUimo lustre.
LOS TÉRMINOS DB PASAMANERÍA.
tampa de el L# , , ^. ' ^ j , ^ .
telar de Pata- M^ del medto ^ cofw de la parte superrn^ ^ fie
"»"*'^- todo forma la caja del telar. \
2 El Castillejo , pequeño asmnblage , que mantiene
sobre dos eges de hierro quarenta y ocho garruchas.
3 Las garruchas^ que sirven para suUr los Unos
altos , acortando las cuerdas^ (^j
4 Los tiros , son unos cordeles , que tirados por ks
careólas ^ hacen subir los listos peqwths. Los tires qm
hay son 14 , uno para cada dos garrucbm.
5 LaTaxBbáíetu^esunaseriedeharritías^quesostii-
fien los tizos pequefíos^ de modo que cada una estisuspeer
sa por dos cordones^que dan huéliaá las garrttchasJ!^
6 Los Lizos pequeños, (''^'^a) que son cierto ñutiere
de hilos , tirados por la parte ii^erior por unpeso^ y
acia la mitad tienen unas sortijas C^^b) para f^^
las cuerdas transversales ^ que J€ llaman RníSMjCih
yo uso veremos luego.
7 LasVíatmas^stassonuttasp¡uncias(**c)depkmf
opistarra^ que se stispende dehofo ék cada varilla de les
que terminan las lineas de tizos pequeños que hof.
Quando el pie del Pasamanero dejaunade las carcukSy
hace la Platina, que caigan los tinos , que habia abe*
do elTiro. Slot
(»*) Bitoa píea derechof fon lot qne en ocn» tclirü Uá»an Sidt*
tiltf,
(**) De estas cuerdas penden lot lizos pequeiíoa > q«e se derai
pttA labrar -
(*♦) La Xamboicta, 6 Tamboreta > como dicen otros» en los tcit»
res de Pasamanería en Toledo, tienen sns bolillos torneadoi ; y^
hacen veces de garrochillasi y las barritas penden de anos co"^
les* que se llaman MaisilUs* y escás cuelgatt> y rueda;, por loi bo-
lillos , para subir » y bajar los lizos bajos.
{**M) A los Lizos peqaeñ(»s les llaman Lizos nlcos.
(4Hfb) Estas Sortijas se suplen en BspnAt con la sedsdeloiliMfc
(**c) El nombre > qne le oáa »et el de Pléunkét.
Los Mrmhof mas ordinarios , &c. 333
8 Los Remos (**a). san unos ccirdeles que atravie^
san los lizos pequeñas j y ag^o juego es el principal attifi-
cío de todo el trabajo de la Pasamanería y (**h) asi có^
mo los tiros ^ ú orden de cordeles^ que se tiran para la»
brar Jiotes en una tela^ sacan en ella Ja ejecución del ü^
sethm JÍqm no se, necesita segundo, trabi^ador para tirar
fps corniles : pues las careólas que mueve el Tegedor con
sus pies y suplen por to^o^y el Tegedor mismo detiene de
antemano el cuidado de no estender al trabes de los lizos
pequeños sino el numero de remos , 6 cuerdas , que son
precisas para tomar detemfitutdos hilos de la urdimbre ^
(**c) jí dejar otros. Estos remos , están asegurados en la
extremidad, del telar ^y suben por unas ruedetíllas^ que
se llaman bolillos posteriores , (''^d) atraviesan los
amllas C^¿) de algunos lizos pequeños ^ y pasan por enh
tre otros lizos peqtteños también^ sin llegar d sus amr
Uos. De aqui se encaminan á^ ios bolillos deUuaeros 9 fue
son una multitud de ruedecitas^ que facilitan e( wieew^
miento-de los remos. Estos en fin ^ se afirmm W la par^
te anterior d otros cordeles ^ que caen perpendicular^
mente c(mja aytída de m^. buso y d fue llaman .puotot
¿e hier^ (**) (Véase i %^),No se puedfm al»ar lo^ w
mps y ó cuerdas transversas por ^tno^ú, otra, de los- Un
^ pequeños j 6 , sin fue tiren , y b^gan subir, algunos
deles lizos delanteros^ la. Estos tienen tamUen sus
anillos acia donde el Tegedor tiene las manos. ^ Algunos
bilos déla urdimbre pas^ per un anillo ^y otros por el
^ado. Hay lizos determinados^ fue sirvetr. para tornar^
. Tom. XU. Qg 9ftam
t**>) Á estos remos por locomua ao le dan otro aombre siao el
genérico de Cuérdss^
(*«b) TAmbi^^ le lUmtn Cimtitiéí.
' (^c) Ba estic celar solo le din A la krdittbre el nombre de TiU > |(
tan mas coman el de Bihs
(**d) o É9liths dt Tsmk^nté > como les llaman algunos ca eác§
Corte.
' (**e) ▲ los Anillos de }os lixos dáa en algunos tcltrci d aombrc
de Géírrmtbss.
(«*; íi^j , 6 emsfinihm les llaman ca Franc >
&g4 Espe£iaculo de la Naturdkxa.
füofu/o conviene ^ y d su torna ^ aquel hs hilos , cuy^cth'
ior 0s uniforme , y por esta causa les dSn el nombre ie
1Í20S de fondo ^porque ellos son los que sacan el foté
ufe la tela , y el color sobre qtie caen todos lós adornos^
{♦^) que se añaden. Los ^tros llzos toman por inedio it
yus^niltoi hs bihsde di ferientes tolores^^^) lo^l^^l^^
eaei ditiñ^ , é ornamento , que- fe desea' ^^ d '<ausa de la
alternativa de puntos tomados ^' ó dejados^ y de tos que
cubren la trama , ó se esconden en la parte infirior dé
ia obr0. - •
.' 9 Garrotera ^ éi ta iofd que-íhva el peine para gpU
peor la trmna. En este tetar üo es él trtShjador quien k
gpipéét^ ló- que solamente es ')kíesário aqui ^ es ^qued
Pasamanero impela con la mano la Garrotera , la qud
^ poír sí misma ^ por razón de unmuetle^ que ttene^
ú Mti el golpe , y apretar la obtat cosa y que Hé es dt
mach^^^mo en su trabajo.^ • '
- • lO B/ Peine* \--\ .^ ' ' ; '
1 r- Lla^ déla Garrotera ^ es una nuez (^coii m
thos agugeros en su circunferencia^ y ^está atravesada dt
ehs^tuerdáS^^ asitütiideuna ^y otra parte al telar ^ y siroe
fvrawdeniéh estas ndsmai éaérdds con un bolillo dé re¿
túirno ) que iéiuefeen uña Ve los agugeros :^ y llebaddoih
de se quiere la nuesíé Dos cor delitos están atados poruña
parte d ano de los boMos^y pior otra d dosharrasi^) de
ia<Gf¿rotora^ ia qual vá de este modo d golpear la trama;
i^ ti Z¿ty<!Ur<fcisy¿^Malloncs/ííWíma/*/^^
fiWfik la parte anterior^ qtí&pdrinedió «ft sus atdjbt
fmnk» algunos bilos dé.Ú urdimbre , dqando- todos los
' otroSf
(«*) Al adorno > b reljctc > qut^iy en la te}|i , I^^(|^n FwmU
(*») A estos Uxos ♦ aac tomaii Ipj hUp« de la m-dímore ,. ,sc/{.imi ,€l
¿ofór 4ue ¿ónrleáe , les llimíaíi .]k/«7/«ff#i. >
(»») En nuestros telares no hay. esta nae^;,pcro (Ci^su lugtr uun
^eona'pl^a ^ que llaman Péiúmiiu it'luiitfrmu.
(**) A estas barras lUQi«iiC4^rf#r«i«
Lo^ termí(t$as mas ordinarios , &c. 235
otros , según el orden que el Tegedor ha cjnfjrmado con
los puntos del diseño.
. 1 1 HhsoS) o pifiqeb4« 9 que mantienen tirantes las
cuerdas^
•, 14 Coireas^ que se echa el Tegedor al cuello pat^
í^jjarjse ¿sostener^ por estar muy inclinado ^ y alcm^
Ttarpecoá labanca*
. 15 .Banca ^m¡y inclinada.
: 1 6.. Cadena» (**).
^ \ >7 Ante-pecho ^q4$^estm tíravesatío , que pasa de
Sefli pif derecho 4 efro^ hasta aquella parte en que est4 la
ccntrea del Tegedor. A esta correa está asido un Cfurreto,
porclqual pasa la cinta para irá la Gabina^ que estd
tfn,po^o mas ab^ctn . »
. H {1^ C^rGQl^ra.9 qu^ e^^a 34 careólas.
i ' 59. Cdr«olas« En las cintas lisasyi que estín Ubn^
^as yno son necesarias sino das^ o^tres^ ó quasro careólas.
/ 94 (tf^IZQS.t -que unem las careólas 4 los Harpones.
v.\ -5M tlj«rpw«s5(**)íé?«i«!^/^^rr4/ de madera^ que SU;-
im^jf/f^míV'miyt^'^arcQlaefy qmformanupasmma K-
«M$ qtfe4(^o doce4,fm h4o%ydoc^.4 t^rthi^^moateidendo
los Hzoi pequeSos^m^porfeSoi mvef^ quánda se pátan.
\ %2 La Gubioa (**) anterior. Por evitar la confusiou
jf han omitida en el numero %% Jas Gubinas posteriores.
yjAqtá-qsin^^ dair^ (oiJfiks 4g /« wdifffbKe^ y, las GuHr
"ñas posteriores sot^^n^s t^mfst cqm eon los cohres df
Ja ointa^ queso, tfge^. . .
34 k\zt^ ^ que mantienen las Guhinas%
%i Palo.de rMorqQV^y « H^^ SQkmenfe asi ^ Re^
%fy Tafl;^ktav| pfmSmfi 4h un Herró 1 sobre que
4^,mueve.
(**) Caclent • es aqai donde pone los p]cs el TcgcdoTt ^
(**) TaipbKn ^c llaman Ctntfé mutfhéi*
*t*«)^*tiWctf 'se IhWiá Usfm4 5 eii ¿Vtdar de tolcdo , f en Frtiii.
c¿s dcmeo el mismo nombre aujc el eniullo», ^
ajó Espedhcuh de la Naiundeta.
%j Escalerilla , ó bolillos de retorno. (**)
a 8 Botones de retorno.
^ Usto^ que Uanutmos sfui rHatno^ eis tamhien un Me-
áio para diversificar las labores^ y repetirlas , además é
>aiftíetlas que se sacan con íoi lizos aftas ^ 6 peqoemi^j
tOH la mutación de la transa^ tomando oirá tornadera.
Comunmente hay tres paLs de retomo^ y se pueden
emplear mas. (**) Estos ^ret^mi^ están eohcadet sehre
una estaquilla (^ en forma dehíAanzas^ d basculas ;jr
teniendo pendíefftt tm pé^ éf^m$de sus \estttend'dades^
^ehdram el otto^ al quedar libres^ Bi Pasamanero tif
Muerta de si (en 28) mucbos botones detenidos iyp^^
vfe tirar por medio de ellos las cuerdas ^{^) quepasuh
do por los bolillos de retorno de la escalerilla , (en 27)
van d parar ^ Ciíb(> ^érht -de ios: palos' derét¥rm
{eñisyiAw de esmpahs^ t1r¿tdopór^tth¡aon^^^i)
baja y y al pasar encuentra láTamboleta ií6 ^que se
mueve sobre dos visagras ^ y cede por dejarle befar*
Quandoyá llegó la cabeza del retfirno ^nas abafo ^ ^
Tamboteta ^ bueiveém d femar sufri^ne^ f^g^íí- ^
¡na ia cabítsutditi ^éfámo^-^ue queda con esto detié^
ula. Si se tira 4 este retomo ^ que apareé de atli la Tath
boleta^ queda libre^y escapa el retorno primero.Tiradod
Segundo retomo por la cutfda^y detenido un instante de*
Hjokiélá Tamboleta^fe Halladeiemdo^y preso con la
^buókadé la Tamboleta msMad He natUIral posición. Td
es eljféego de los botones , y retorhos^ Izamos aeré ú
efeño. Encima , y precisamente en medio de hs retemos^
é halanstas ^ estd Un dnUlo de hU&^ b moral ^ al qual se
afirman ^ ó en el qual entran otros tantos remos y i ^^^
das transversales ^ ^oMú téjíÁgd á pirépiosko. Qu^aido se
t^
7 'X**) Bn esta Escalerilla está Ift pMstté » 7 en ella pasaa Ui cacrdaf
por Us Hit f Tés* . ,,
(*♦) Conrortne U labor. ^ ^
. (*^.jEsvaenaqvUla4C llama if/#rr«y«ie#r#riM»;y. lú.bahyft ^'*
fcstas cucrdái se iianall C$ritU$ 4$ Arr»ra«.
Los términos mas ordinarios^ &c. 1 3 7
Sira , y h^a un retomo , se estiran las cuerdas iransver**
sales , ¿ remos , que se afirman en su anillo : con que es
preciso , que los U^sús fequelSos ^ en cuyos aoiHos .están
enfiladas estas cuer4ia^\ las léhmten consigo :¡io' quaibé^.
ce que S0 Manten también algunos matlonesyt^ ^ é.que
están asidas las cuerdas transversales ^ y consiguientes
mente que se lebaneen algunos kilos de la urdimbre ^ de-*
Jando ^roi. Qu'ando el Pjasanumero tka otr9TetomOyd^,
ja^ eítápar , y subir 'el ^^frinser^^ Lbs « resnoi^^ói.akrdas.
traAsn>erSdles\<que ^ístaneneJ-^amüa dal. rjítars» subh
do ^quédan^flofas^^yJos tizos ^peipsentís ván^ y ideñeA
tíñ estirarlas ^ ni aliñarlas de modo algnnoi coa quíe^ en
estácate nada bacen eñlaoika.estas cuerdas^ ;>(niRiMi^
síUejp^peta baoiéndo becbosu efiáo' {as-xuerdas ^o^otro
retomo ^ie toca- al tercero i que viene , 4iacer -tr^sf^^an
d isfás cuérd4H\ que dormían. Todos éstos efifítos.for^
man una fila de di feréntes puntos defiguta^ de flores y A
tfir quatqtdér otro objeto^ que se\quieifeioon^ que eoffi^
guando en soear '^siempn'^^y r^otkn4as.n^snms\^mKOkdlk
fil^a ^ d(tmeidé<\ itis^fíirÍMí'iasfiskmns etinfktaA%\ 4^
fé^an ^ tmta repetieion^^ ^^ que' jfistnmeifte sOwllanm^
SUPLEMENTO AL ARTICULO DE LOS 1I20S
•', ' , _alto&. pertenecientes a los Tapicen. '^
iíS T^ces^ que se foMcan eskvia MOmfiJ^a
'RealdeUJaboneriay{'^ldfin-de.la Carrera
de la Reyms^ .sMnA^m enalgnnas cosas del mismo
modo que los lizor^oSm -^ . . - . t ; . ^.^
i . fHi) Ot«i99«ii}«cfay^,i^fii|«ofK Mró«iibret hf y ca JU ?4t«i|iaiicria, c^-
mo Soleras, jples ac Hcrreré> vqUaderas, Bspoicto ,1Src^ qae t€ng;oíífi
Iñi pódér V romádo* , i^f >th tot tcMréff 4c' MÍdJid i^ ccvpnvyn ^9* «Ic
JC^l^dOs j Talavcrt ¿ pero los omirimof «ora 9 por no juzgarlos aquí
necesarios para la inteUgeacia de esra maniobra t 7 por CTÍtar pro-
lij idad. Los. relares pocstfos se diferencian algo de los ettrangcrof > y
*porcoinigáf^iecicn«li«éálpHMnMir)7<^Mii-~
(**) Bn París. .'* ' rf (.^ai^ 6
' ^ Los plegadores . . e$im puesft^. del mismo modo. la.
ühdinAre viené'de-altaajkofí^i.,,
'^' Vv£a ¿adctn¡á^s('ff[) (wstáí<e^99fCÍtoi^de bilfk ma^,
H$a^ei ci(¿éa^9 ^iiínaoÍ€sav^imhií\iMt. ^/..» s^arani^^
hs dé'h' pttrte^far^eríor.de las dei^ El ár-
bol (}el \Áiú.wJUáí^mig.wd$i^te\$¡^4h$ los, ^ordmi^
kf^Ufon^í^tan idi dmáf i^difier^tn Jp^l^ Sfisiffie^ s
m¥M¡^iok'1flMcasi^y¡imí^ mud-ai ^^\ími^:^sf^'m^
ifrí^\y^>se>CúÑkrpAKWSod^Íi^ mmimrd.dtí^ M:t
-Aj^^ W¡pBtf^tFi93kí\fmtQi^l.sus jBolorei íirotaío nr
iiiMm»^(p$^ nfi^rify§ fMr.i $1. QÍTfírfi
^<i¿ fi^i^ , matiz ^ y figura dobfiáfr.^j y, -f •áftffex^iNMMjr
ifo e/ patrón. Tcada quaaraao ^ o qudOrMtó se subAr
%|I^M;«tt9t yUnom wgikM(esí^ q^a^fomípr^efl é c4»
ymfí¿^^hiMtí5,de:^'i^ ^m
iPfiméí^^qti^fdsimdaifor^oirai ific^ ütrnas , .fue mrivkr
san barizonsalmenie las diez vettiadet^J .
lospmzone
zofh
4imbrc » nene qiiAcrí* «o ciaeo IúIm. ' . lu . . i
r
\
N
}
^m n
Los términos tnas ordinarios ^ ^« %%^
zdñtaíd&mo é/e^i^s^uadraditoí^Estos üné^as^sennHoéias en
9l caftm^M'hestánd la IferJad €ñ U^ uniimiré'^per^esto
era ihutil , pufs se suple etm una varita de hierro , (**)
mas larga ^ue la anchara de, una decena decios y y -fue
bitee Vf^i dé linea transVjersaL^Esiavariíia^ s¿^ mañejm
ptfr ' ínedi^e- una curbatkra ^ ^ tiene^a^la'mma dies^
fv^a: 4(í^ei. Oficial : áóia'^l etro^a^^ét'Manaá'^^iódo^ de m
cuchillo con su espalda ^y asimisnkf tiene una pitnta ^ que
}ioce d'Pocú se vá ensanchando^ El Oficial tiene su varilla
áé ltí^fv''iiritoñtal0n¡tnt]e^ Wheltda Sóhn^ urdimhre^
^^Id^ha khvariHá\t)gunai buéHt^-rnif^^hiia^deíatv^an^
my^úe''COfiiH^ bUif patn jj'^pastt^oi^art^
íétéiMf^ar^erfár dé'lá^wiirlá>rh]fií¡ig»p^^
lo (^sto^ tkándútosatiefnaádmenUelHPSusHy^f.'Ihs^
pues hüeiveá trahefysí h necesipo^ subüé^tnaina^r^
dedbd&te^^Ui^milapMfajmp^rdt^ ñtít^d lafÁuu^
lif^ifi^1í»^diii^é}^>i^ si m^ íí^di^a^ftnéÜeMé d^Ja^ítía
dé'Vipfc^-ie^ )iináka^adú4^jí^pmm féd^ ata\ >
pdsüfúriatpma^á la krdHnirt:^^ Ast^^do stomkúa
eñ^<tihriY U^aeiUa d¡t hitrfé^jyitnga^neter^a'lifíM^
liastáqíie^tk^iíd'h dttímoj^ ^ue^p^itie yMal.A^iftíede
dñm^s)e\^^itjoimim^miá'^^ nd^mk
Uñeérmsie^áík ytmdÍAi4ü^ wiéáfiorhiV^j^^ ^tra^
nuteH^lavOí^lSdb hiehr^ ;yi»i^sa'^ia érditkhi^e^ que
erúKácadi i^ta)ite\ lkhe'Hidddo^'¡¿ntt^aitíe »al fin' de
A» Uriéa^de Up»^y. amí^yéMíi)o iiSfJ^^p^úoa
^h peík^*»^hkf^^^t^áí^mfikfj^ m áffiíated-pm
éht^f^é^fit(^s^d^'ti^\ilñai9i^^
répétfté tíéné/ú^ñéismo^eí^^
y apretar 4ií'irÁná¡^ue 'sé atabá'^ introducir» La misma
serie dt puntos sé apkiéia^y nitela todima como una pasa^
da C^"^) de hilo doít&^^é^eáh/^ asíut^ fue' íntrodíice él Ofi-
cial
(»*) o aguja de apretar. ••' ' ' '''
(**} Cada hilo • qae se iiicrodnce de naevo, de modo, qae PMsmdd,
es aqaijlo que en otros telares , Luthé» esto e^ el hilo que se in-
troduce con 9*4*^ f^^.V c.\:.*.'v :. '\ ^v.a _
^^ JE^^éeuh de Ja Natufahsa» *
iiule» la urdinéré ymeiimda^M man^spor $ada la Um^
'gituide la Unea^^^ue fatmó anieí^ Lueg/í cruza los fas*
mos hilos de la urdimbre^ ypf^úht^ga afra pasada ib Mh
azul mas simple. Decaes b^g a estas das jasadas altef^
nadaminia. cmst^.pehe.^ y. vA fufidando de modo ^qpees^
tai pas4^ daMhPransvers/dj ma^enen todas lasfihs^
fue éarkde^dar. ocubas, jwt el jipado del tapiz , qna
le 6a de servir de earam
Heeka esto ^ retira el Oficial la varilla de apreter de
dentro }kl tizQÍ**)deiram0^ fue la cubre ; y como es
masiai94faáíiaM\Wtrmidifd^ resisten hsiUgps elpase^
pere:hiéMmt^f!k $» f^ i d4f^i^<tfg^Ms bihe^
&amieis.aplafi4elJJficiai^\m^M.jlKiuf^ eou mae
fifctter tijeras ^ calonanáolas dio, largo de la fila ^ fue bé
acalcada ^ i^a 4^ael peh ^ ¿ bihi^y fóseme asi unas bar^
lasperfe&mmc ^f^alef^ ^pmtiandattfioz. f4t íue pre».
téOerfiz:^^. em4l^^fl(e:stJ^^eí9^i cmjmi» tj afelpa^^
do JbtmoesH^ vm^K ¿a^p^imeta ^a de 0s$^ especie^
eontamhlitJüaikpmíQXiy.ptIos deiata9$aeozlas dos
patadas de Mkaxsdyfue Jes mantienen^ Ikga» d te^.
mr. un pato: mae di ^spema^pie iay dcespofioentte Uk
primera. Unotkjtft^tt^mtid: deif$mdi^t9 9 y M if&mda^
Qcbp tttg34a$jlÍ,ian ^ l(^pm0ditt (d^bilo aprftada^
se necetítan patácorreepetidfr d las diez, lineas trans^
versóle i de u» fuadra<Et0. De este modo vé siezipre et
Oficial el estado en íuf;vá suelbra y y ,sigue punto por
pmtOimatiz^pOfr m»is^^ ^HUtgadoenel
modela^ y phta iMgwiiff^ idea a{gifnada,
fa pintura y ni d^ldisem^ Encarden d los Tapices delier^
fuia^ parefie ^ fue los ,Dir0<(res de la obra entienden de
diseño lo mismo fue si^s Oficialas j. pues^ s^lo se baUa en
ella cierta simetría de coforet^y nada ^íft^. . ^ .
• * *
FIN DEL TOMO DOCE.