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Full text of "Estudios de poética hebrea"

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/    LUIS  ALONSO  SCHÓKEL 


ESTUDIOS 

DE 

POÉTICA 
HEBREA 

- 

I 

■ 

JUAN  FLORS,  Editor 


Luis  Alonso  Schókel,  S.  I. 

ESTUDIOS  DE  POÉTICA  HEBREA 


Este  libro  estudia,  según  las  técnicas  de  la  mo- 
derna estilística,  la  poesía  hebrea  del  Antiguo  Tes- 
tamento. Una  breve  introducción  histórica  informa 
sobre  los  momentos  más  salientes  en  el  estudio 
de  la  Biblia  como  obra  literaria.  La  segunda  parte 
estudia  una  serie  de  procedimientos  de  estilo  pe- 
culiares del  A.  T.  o  comunes  con  otras  literaturas: 
sonoridad,  ritmo,  paralelismo,  antítesis,  imágenes, 
estructuras,  etc.  La  tercera  parte  está  dedicada  al 
análisis  estilístico  de  algunos  poemas  bíblicos. 

La  obra  es  una  aportación  nueva  en  un  terreno 
poco  cultivado  hasta  ahora. 

El  lector  de  habla  castellana  encontrará  todas 
las  citas  hebreas  trasliteradas,  lo  cual  le  permitirá 
controlar,  aproximadamente,  determinados  recur- 
sos sonoros  y  rítmicos. 

El  autor  se  entrenó  en  la  tarea  estilística  en 
varias  obras  escolares  (La  formación  del  estilo)  o 
técnicas  (Estética  y  estilística  del  ritmo  poético), 
antes  de  abordar  la  poesía  bíblica.  En  sus  clases 
del  Instituto  Bíblico  de  Roma  ha  explicado  este 
tema  y  otros  afines,  como  Inspiración  y  Herme- 
néutica. 


ESTUDIOS  DE  POÉTICA  HEBREA 


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https://archive.org/details/estudiosdepoeticOOalon 


LUIS  ALONSO  SCHÓKEL,  S.  I. 


ESTUDIOS 

DE 

POÉTICA  HEBREA 


JUAN  FLORS,  Editor 

BARCELONA 
1963 


IMPRIMI  POTEST 
Romae,  die  12  aprilis  1962 
Ernestus  Vogt,  S.  I. 
Rector  Pontifici  Instituti  Biblici 

NIHIL  OBSTAT: 
El  Censor. 
Luis  Brates,  S.  I. 
Barcelona,  9  de  diciembre  de  1961 
Imprímase: 
f  GREGORIO,  Arzobispo-Obispo  de  Barcelona 
Por  mandato  de  Su  Excia.  Rvma., 
Alejandro  Pech,  Pbro., 
Canciller-Secretario 


©JUAN  FLORS,  Editor 
Barcelona,  1963 

DBPÓSITO  legal,  b.  25.743.-1962 
N.°  R.°  7.195  -  1961 


Impreso  en  España 


Imprenta  Clarasó:   Villarroel,  17. 


—  Barcelona 


DEDICATORIA 


Al  Padre  Enrique  Basabe,  S.  /., 
que  me  inició  en  el  estudio  de  la 
literatura. 


LEMA 


Es  ist  seltsam  bestellt  um  die 
Literaturwissenschaft.  Wer  sie 
betreibt,  verfehlt  entweder  die 
Wissenschaft  oder  die  Literatur 


Emil  Staiger 


PRÓLOGO 


La  Biblia  corno  obra  literaria  ha  atraído  a  muchos  lectores  y 
panegiristas,  a  pocos  investigadores.  De  éstos,  algunos  son  gran- 
des: Lowth,  Herder,  Gunkel;  otros  más  modestos,  G.  A.  Smith, 
K'óhler,  Moulton,  etc.  Entre  los  últimos  quiero  colocar  mi  tra- 
bajo. Cada  uno  de  los  autores  citados  emprendía  el  estudio  lite- 
rario de  la  Biblia  equipado  con  las  preocupaciones  y  métodos  del 
estudio  literario  de  su  época,  lo  cual  le  permitía  comprender  me- 
jor la  Escritura;  yo  también  me  acerco  equipado  con  las  prefe- 
rencias y  los  métodos  de  un  análisis  todavía  moderno,  que  se 
suele  llamar  "estilístico".  Leo  Spitzer,  H.  Hatzfeld,  Dámaso 
Alonso  (con  otros  muchos)  me  han  enseñado  con  sus  escritos; 
yo  he  practicado  el  análisis  sobre  textos  españoles,  con  intención 
sobre  todo  docente;  y  ahora  traspaso  al  AT  esta  experiencia,  es- 
perando poder  comprender  un  poco  mejor  el  texto  sagrado. 

Mi  obra  es  una  continuación:  recoge  elementos  ya  elaborados, 
avanza  en  líneas  ya  comenzadas,  abre  algunas  sendas  para  el 
trabajo  futuro.  Por  eso  se  titula  el  libro  "Estudios",  y  no  "Tra- 
tado". En  cada  capítulo  he  tenido  que  adaptarme  al  estado  actual 
de  la  investigación.  Sobre  géneros  literarios  se  ha  trabajado  mu- 
cho, por  eso  no  me  he  detenido  en  esta  zona;  también  se  ha  es- 
crito mucho  sobre  el  ritmo,  y  sin  embargo  me  he  detenido  expre- 
samente, porque,  apoyado  en  mis  trabajos  especiales  sobre  el 
tema,  me  parecía  posible  criticar,  sistematizar  y  señalar  posibili- 
dades. Separando  la  sinonimia  y  la  antítesis  del  paralelismo,  al 
que  vivían  pegadas,  he  conseguido  ampliar  el  horizonte  estético 
de  estos  tres  puntos,  incorporando  otros  elementos  estilísticos  de 
importancia.  Las  imágenes  son  campo  inmenso  y  sugestivo.  He 
tenido  que  contentarme  con  un  par  de  calas,  como  ejemplo  de 
trabajo.  He  ceñido  el  estudio  de  las  estructuras  a  un  único  género 


VIII 


PRÓLOGO 


literario,  para  progresar  en  el  análisis  de  lo  diferencial.  Y  en  la 
tercera  parte  analizo  una  serie  de  unidades  poéticas,  a  manera  de 
muestras  con  algún  valor. 

El  resultado  inmediato  de  estos  estudios  será  el  conocimiento 
mejor  de  la  realidad  literaria  bíblica,  que  es  en  fin  de  cuentas  el 
punto  donde  la  palabra  de  Dios  realiza  su  "encamación" ,  para 
hablarnos  a  los  hombres.  De  donde  las  consecuencias,  que  ya  he 
podido  experimentar,  para  una  mejor  inteligencia  de  los  tratados 
de  inspiración  y  hermenéutica. 

La  sustancia  de  este  libro  es  una  tesis  doctoral,  dirigida  por 
el  P.  Roberto  Dyson,  y  defendida  en  el  Pontificio  Instituto  Bíbli- 
co de  Roma  en  abril  de  1957.  A  fines  de  1959  terminé  la  revisión 
del  libro  para  la  imprenta;  durante  la  corrección  de  pruebas  he 
procurado  añadir  algunos  datos  recientes. 

Agradezco  a  mis  discípulos  Julián  Rodríguez  Gago,  Enrique 
San  Pedro  y  José  Ramón  de  Diego  su  colaboración  en  corregir 
pruebas  y  componer  índices. 


Roma,  21  junio  1962. 


ÍNDICE 


Primera  Parte 
HISTORIA  Y  MÉTODO  págs 


1.  Panorama  histórico   3 

Padres.  Edad  Media.  Renacimiento   3 

"Romanticismo"   8 

Siglo  xix   23 

Siglo  xx     ...                                                         .  33 

2.  Finalidad  y  método   55 

Enfoque  actual   57 

Limitación  del  tema  y  del  método   62 

Doble  tarea   63 

Método  peculiar   65 

Segunda  Parte 
ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS 

3.  Estilística  del  material  sonoro   71 

Bibliografía   71 

Problema  previo :  fonética   77 

El  camino  de  la  fonética   78 

El  camino  de  los  textos   80 

Clasificación  provisional  y  nomenclatura   84 

Nota  sobre  la  transcripción   85 

Análisis  de  capítulos   86 

Conclusiones  generales   110 

4.  Estilística  del  ritmo   119 

Bibliografía   119 

Catálogo  cronológico   130 

Nociones  generales  y  nomenclatura   134 


X  ÍNDICE 

Caps.  Págs. 

Controversias  actuales :  La  alternancia  acentual   139 

Versos  de  "arte  menor"   145 

Regularidad  métrica   152 

Análisis  rítmicos  selectos   165 

Conclusiones   189 

5.  Estilística  del  paralelismo   195 

Bibliografía   195 

El  paralelismo  en  la  teoría  del  lenguaje   202 

La  articulación  binaria ;  merismo  y  expresión  polar   ....  210 

Articulación  ternaria   217 

Enumeración   220 

Articulación  sintáctica  hebrea   222 

Ejemplos  y  conclusiones   225 

6.  Estilística  de  la  sinonimia   231 

Bibliografía   231 

Sinonimia  y  temporalidad   233 

Razón  formal   236 

Razón  intelectual   237 

Tres  ejemplos  de  profetas   238 

Escala  de  repetición   240 

Sinonimia  y  concisión   244 

Sinonimia  y  movimiento   245 

7.  Estilística  de  la  antítesis   251 

Bibliografía   251 

Raíces  históricas  de  la  antítesis   255 

Tipos  fundamentales  de  antítesis   258 

Las  antítesis  en  Isaías   260 

Conclusiones   267 

8.  Imágenes   269 

Bibliografía   269 

El  lenguaje  de  las  imágenes   278 

Imágenes  de  agua   282 

Imágenes  de  montes   297 

Tres  imágenes   304 

9.  Estructuras  y  articulaciones   309 

Bibliografía   309 

Estructuras  en  la  Biblia,  en  los  profetas,  en  Isaías    ....  310 

Estructuras  en  los  "massa'ót"   325 

Articulaciones:  descripción.  Uso  en  los  "massa'ót"    ....  328 

Excursus  sobre  la  partícula  "hinne"   336 


ÍNDICE  Xí 

Caps.                                         .  Pájjs. 

10.  Otros  aspectos  estilísticos   337 

Los  géneros  literarios   338 

Los  "topoi"   345 

Valores  estilísticos  de  la  morfología  y  sintaxis   353 

Tercera  Parte 

ANÁLISIS  DE  UNIDADES 

Introducción   359 

11.  El  "libro  de  Emmanuel":  Los  "leitmotiv"   363 

Tema  con  variaciones   381 

Dos  himnos  a  la  paz   390 

12.  El  libro  de  los  oráculos  contra  las  gentes   405 

13   405 

14   412 

15-16   415 

17   422 

18   426 

19   429 

21,  2-10   433 

21,  11-12   437 

21,  13-17   439 

22,  1-14    441 

22,  16-25    444 

23    445 

13.  La  "escatología"  :  24-27    451 

14.  La  serie  28-35:  28    489 

29    499 

30    509 

34  y  35   523 


Primera  Parte 
HISTORIA  Y  MÉTODO 


Capítulo  1 


PANORAMA  HISTÓRICO 

I.  1.  Padres;  2.  Edad  Media;  3.  Renacimiento.  —  II.  Romanticismo: 
1.  R.  Lowth;  2.  J.  D.  Michaelis;  3.  J.  G.  Herder.  —  III.  Siglo  XIX: 
1.  C.  H.  A.  Plantier;  2.  J.  G.  Wenrich;  3.  R.  G.  Moulton;  4.  E.  Kónig.  — 
IV.  Siglo  XX:  1.  A.  Wünsche;  2.  G.  A.  Smith ;  3.  H.  Gunkel ;  4.  J.  Hem- 
pel;  5.  D.  B.  Macdonald;  6.  L.  Kóhler;  7.  J.  Schmidt;  8.  A.  Diez  Macho; 

9.  Otros  autores. 

Escribir  una  historia  del  estudio  literario  de  la  Biblia  es  ma- 
teria abundante  para  una  docena  de  tesis  o  para  muchas  docenas 
de  años.  Apuntar  unos  cuantos  datos  históricos,  saltando  leve- 
mente por  algunas  cumbres  culturales  cristianas,  puede  ser  una 
entretenida  introducción  a  un  estudio  literario  técnico  de  la  Biblia. 

La  pregunta  puede  saltar  en  varios  puestos :  al  ver  el  título 
" Estudios  sobre  el  estilo...";  ¿pero  es  que  la  Biblia  puede  ser 
analizada  como  pieza  literaria?  ¿Es  bíblico  semejante  análisis? 
¿Es  una  crítica  más,  añadida  a  la  alta  y  baja,  ya  nacionalizadas 
en  los  dominios  de  la  ciencia  escriturística  ?  También  puede  in- 
quietar la  duda  al  repasar  la  bibliografía :  ¿  por  qué  tanta  escasez 
de  libros  dedicados  al  asunto  ?  Y  en  los  libros  sobre  el  tema,  ¿  por 
qué  tal  ausencia  de  análisis  técnico  ?  Y  en  la  bibliografía,  ¿  por  qué 
tal  abundancia  de  estudios  sobre  la  métrica  hebrea? 

Un  repaso  histórico,  a  grandes  brincos,  podrá  responder  a 
algunas  preguntas  de  las  propuestas ;  y  en  todo  caso,  puede  en- 
tonar al  lector  para  iniciar  la  lectura  del  estudio  técnico. 

I.  PADRES.  EDAD  MEDIA.  RENACIMIENTO 
1.  PADRES 

En  la  práctica  podemos  considerar  a  Lowth  como  descubridor 
del  sentido  literario  de  la  Biblia;  al  menos  él  formuló  e  introdujo 
en  el  panorama  científico  semejante  concepto.  Antes  de  Lowth 


4 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


podemos  hablar  de  una  ''prehistoria"  más  o  menos  afortunada. 
Básteme  exponer  brevísimamente  algunos  puntos  salientes  de  di- 
cha prehistoria.1 

En  la  obra  llamada  "Didascalia  Apostolorum"  hay  unas  ex- 
presiones que  suenan  como  afirmación  del  valor  literario  de  la 
Biblia:  "Si  buscas  historias,  tienes  las  de  los  Reyes;  si  buscas 
poesía  y  sofística,  tienes  los  profetas ;  si  quieres  cánticos,  tienes 
los  salmos...".  Las  frases  están  en  un  contexto  polémico,  junto  a 
rígidas  prohibiciones  de  la  literatura  profana,  por  lo  que  pierden 
su  valor. 

El  edicto  de  Juliano  (362)  fue  un  momento  oportuno  para 
plantearse  la  cuestión :  cerrado  el  acceso  a  los  clásicos  profanos, 
como  instrumento  de  formación,  los  maestros  cristianos  hubieran 
podido  volverse  a  la  Biblia,  para  descubrir  en  ella  una  auténtica 
calidad  literaria  formativa.  Pero  esto  es  demasiado  pedir  en  la 
cultura  del  siglo  iv ;  aun  nosotros,  ciudadanos  del  siglo  xx,  que 
gustamos  la  belleza  literaria  de  la  Biblia,  no  la  hemos  incorporado 
como  tal  en  la  enseñanza.  Algunos  cristianos  intentaron  "fabri- 
car" clásicos  tomando,  en  algún  caso,  argumentos  de  la  Biblia, 
y  revistiéndolos  de  lenguaje  y  ornato  clásico :  lo  cual  era  recono- 
cer que  la  Biblia  no  servía  como  obra  literaria. 

San  Jerónimo  (c.  340-420),  excepcionalmente  dotado  para 
comprender  el  texto  original,  y  preparado  con  una  excelente  for- 
mación literaria,  no  supo  realizar  la  unión;  a  sus  pequeños  dis- 
cípulos de  Belén  les  enseñaba  los  clásicos  profanos. 

Otra  ocasión  apta  para  caer  en  la  cuenta  del  valor  literario  de 
la  Biblia  es  la  controversia  con  los  paganos  acerca  de  la  "rustici- 
tas"  cristiana.  La  acusación  es  grave  en  una  época  en  que  la  Igle- 
sia comienza  a  dominar  las  más  variadas  posiciones  de  la  socie- 
dad. Frente  a  la  acusación  hay  dos  actitudes  entre  los  Padres : 
unos  conceden  que  la  Escritura  es  "átechnon"  (sin  artificio),  por- 
que su  fuerza  estriba  en  la  virtud  sobrenatural  de  Dios,  y  hacen 
de  ello  argumento  apologético. 

La  posición  opuesta  la  representa  San  Agustín  (págs.  354- 
430)  en  su  "De  Doctrina  Christiana"  :  los  libros  sagrados  de  los 
cristianos  también  contienen  los  recursos  literarios  de  que  se  vana- 
glorian en  exclusiva  los  paganos,  e  incluso  otros  peculiares ;  y 
comprueba  su  afirmación  con  breves  análisis  de  San  Pablo  y  del 
profeta  Amós.  Si  San  Agustín  hubiera  amplificado  sistemática- 

i  Puede  verse  mi  artículo  "El  estudio  literario  de  la  Biblia",  Razón  y  Fe  157 
(1958),  465-76,  con  la  bibliografía  aducida. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


5 


mente  sus  ejemplos,  tendríamos  el  primer  tratado  literario  de  la 
Escritura,  se  habría  adelantado  en  siglos  a  los  judíos  medievales 
y  a  Lowth.  Más  aún,  su  afirmación  de  que  hay  en  la  Escritura 
recursos  peculiares,  bellos  en  su  propia  lengua,  es  enormemente 
audaz  dicha  en  el  siglo  v ;  el  tono  algo  polémico  de  la  exposición 
nos  deja  una  sombra  de  duda. 

San  Agustín  nos  ofrece  otra  actitud  interesante  respecto  a  la 
Biblia.  Se  trata  de  una  cuestión  vital,  un  problema  formativo, 
sobre  el  cual  puede  opinar  con  autoridad  el  antiguo  profesor  de 
retórica.  ¿Es  necesario  para  la  formación  del  escritor  el  estudio 
sistemático  de  los  preceptos,  o  basta  la  lectura  de  los  autores? 
San  Agustín  responde  —  cosa  inaudita  —  que  basta  la  lectura  de 
los  buenos  autores.  ¿Es  necesario  analizar  dichos  autores,  o  basta 
la  lectura  cursiva  ?  Responde  —  segunda  audacia  —  que  basta  la 
lectura  cursiva,  para  que  el  buen  estilo,  el  arte  de  decir  se  vayan 
pegando.  ¿Y  quiénes  son  los  buenos  escritores?  La  Biblia  y  los 
escritores  eclesiásticos. 

Es  importante  la  afirmación :  en  un  momento  histórico  en  que 
el  cristianismo,  además  de  ser  una  religión,  va  siendo  una  cultu- 
ra, el  mayor  genio  de  dicha  cultura  aprecia  el  hecho  y  saca  las 
consecuencias.  En  adelante,  para  la  formación  literaria  del  cris- 
tiano, hay  que  contar  con  la  Escritura  y  los  escritores  eclesiásti- 
cos. Al  mismo  tiempo,  al  negar  la  necesidad  de  analizar  los  mo- 
delos, nos  ha  privado  de  un  estudio  literario  sistemático  de  la 
Biblia.2 

2.  EDAD  MEDIA 

Casiodoro  (págs.  477-570)  es  el  albacea  de  la  Antigüedad  a  la 
entrada  de  la  Edad  Media.  Él  no  ha  inventado,  pero  ha  recogido 
los  materiales  de  la  cultura  cristiana.  Lo  que  él  ha  dictado  per- 
manece en  vigor  durante  siglos.  En  la  Biblia  encuentra  Casiodoro 
todos  los  recursos  estilísticos  de  los  clásicos,  con  varias  ventajas : 
porque  en  la  Biblia  se  encuentran  puros  y  ciertos,  porque  en  la 
Biblia  son  originales  y  de  allí  los  tomaron  los  gentiles ;  sólo  que 

2  G.  Bardy,  L'Église  et  l'enseignement  au  IVe  siecle.  RScR  12  (1932),  1-28; 
14  (1934),  525-549;  15  (1935),  1-27;  P.  de  Labriolle,  Histoire  de  la  Littérature  La- 
tine Chrétienne,  3.a,  París,  1947;  La  réaction  paienne :  Étude  sur  la  polémique  anti- 
chrétienne  du  Ier  au  VIe  siecle,  París,  1942.  H.  I.  Marrou,  Histoire  de  l'éducation 
dans  l'antiquité.  París,  1948;  Saint  Augustin  et  la  fin  de  la  culture  antique.  París, 
T949-  J.  Bidez,  La  vie  de  l'empereur  Julien,  París,  1930.  G.  Ricciotti,  L'Imper atore 
Ginliano  l'Apostata,  Milano,  1958. 

2.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


6 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


en  la  Biblia  se  encuentran  los  recursos  aplicados,  no  formulados 
con  sus  nombres. 

San  Isidoro  (f  636)  continúa  la  línea  en  sus  Etimologías,  y 
desde  ellas  impera  en  la  Edad  Media;  amplifica  detalladamente 
la  idea  de  que  la  literatura  procede  de  los  hebreos,  pero  es  parco 
en  aducir  ejemplos  bíblicos  en  sus  capítulos  sobre  tropos  y  fi- 
guras. 

Beda  (págs.  674-735)  amplía  y  enriquece  la  idea.  Defiende  la 
excelencia  de  la  Biblia  "non  solum  auctoritate,  quia  divina  est,  vel 
utilitate,  quia  ad  viam  ducit  aeternam,  sed  et  antiquitate,  et  ipsa 
praeeminet  positione  dicendi".  La  precedencia  histórica  es  idea 
de  los  apologetas,  recogida  por  Casiodoro,  ampliada  por  Isidoro ; 
la  eminencia  estilística  "positione  dicendi"  es  aportación  de  Beda. 
Su  estudio  literario  de  la  Biblia  es  una  enumeración  y  explica- 
ción de  tropos  y  figuras.  La  postura  de  Beda  es  más  radical  que 
la  de  Casiodoro  e  Isidoro,  pero  no  les  deshancó  en  autoridad  e 
influjo. 

Entre  los  judíos  medievales,  el  más  ilustre  comentador  lite- 
rario de  la  Biblia  es  Moses  Ibn  Ezra  (siglo  xi).  Parte  de  los  tra- 
tadistas árabes  y  de  Aristóteles,  intenta  probar  que  la  Biblia  es 
obra  literaria.  Éste  lo  realiza,  naturalmente,  con  un  criterio  bas- 
tante retórico:  pasando  lista  a  tropos  y  figuras,  y  demostrando 
que  existen  en  la  Biblia.  Por  moverse  en  terreno  estrictamente 
semítico,  su  aportación  es  muy  superior;  pero  su  influjo  entre 
los  cristianos  debió  de  ser  nulo.3 

3.  RENACIMIENTO 

El  Renacimiento  no  es  época  apropiada  para  descubrir  el  va- 
lor literario  de  la  Biblia;  por  eso  resulta  más  notable  el  caso  de 
fray  Luis  de  León  (1527-1591). 4  Extraordinaria  sensibilidad  poé- 
tica, no  encerrada  en  cánones  renacentistas.  En  su  Introducción 
a]  Cantar  de  los  Cantares,  leemos  estas  frases  atrevidas:  "Cada 
lengua  y  cada  gente  tiene  sus  propiedades  de  hablar,  adonde  la 

3  E.  R.  Curtius,  Europdische  LUeratur  und  lateinisches  Mittelalter,  2.a,  Berna, 
1954.  K.  de  Bruyne,  Études  d'esthétique  médiévale,  Brujas,  1946.  B.  Smalley,  The 
Study  of  the  Bible  in  the  Middle  Ages,  Oxford,  1952.  M.  Schreiner,  Le  Kitáb  al- 
Mouhádara  wa-l-Moudhákara,  Rev.EtJuives  21  (1890),  98-117;  22  (1891),  62-81;  236- 
249.  A.  Diez  Macho,  Algunas  figuras  retóricas  estudiadas  en  la  "Poética  hebraica" 
de  Moses  Ibn  Ezra,  Sefarad  4,  5,  7-11  (1944,  1945,  1947-1951). 

4  Obras  Completas,  BAC,  Madrid,  1944-  Cfr.  A.  F.  G.  Bell,  Luis  de  León.  Un 
estudio  del  Renacimiento  español  (original,  Oxford,  1925;  trad.  sin  fecha). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


7 


costumbre  usada  y  recibida  hace  que  sea  primor  y  gentileza  lo 
que  en  otra  lengua  y  a  otras  gentes  pareciera  muy  tosco,  así  es 
de  creer  que  todo  esto,  que  ahora  por  su  novedad  y  ser  ajeno  a 
nuestro  uso,  nos  desagrada,  era  el  bien  hablar  y  la  cortesanía  de 
aquella  gente."  Esta  concesión  a  un  sano  relativismo  estético  está 
muy  poco  conforme  con  la  mentalidad  de  entonces ;  es  más,  yo  no 
creo  en  la  plena  sinceridad  de  esa  frase  "nos  desagrada",  pues  a 
fray  Luis  le  agrada  el  estilo  del  Cantar  de  los  Cantares,  y  en  gra- 
do superlativo ;  pero  tiene  que  hacer  una  concesión  al  público, 
que  exige  "la  costumbre  usada  y  recibida",  y  para  animarle  su- 
giere: un  poco  de  comprensión,  que  es  cuestión  de  costumbre.5 

Otro  hecho  inaudito  es  que  fray  Luis  saborea  también  las  ca- 
lidades estéticas  de  la  lengua  hebrea,  aunque  no  sea  capaz  de 
definirlas  como  Herder :  "es  lengua  de  pocas  palabras  y  cortas 
razones,  y  ésas  llenas  de  diversidad  de  sentidos...  el  sentido  latino 
y  el  aire  hebreo,  que  tiene  su  cierta  majestad" ;  por  eso  al  tradu- 
cir "procuré  conformarme  con  el  original  hebreo  cuanto  pude.... 
no  sólo  en  las  sentencias  y  palabras,  sino  aun  en  el  concierto  y 
aire  de  ellas,  imitando  sus  figuras  y  maneras  de  hablar  cuanto  es 
posible  a  nuestra  lengua,  que,  a  la  verdad,  responde  con  la  hebrea 
en  muchas  cosas". 

En  otro  pasaje,  analizando  finamente  el  estilo  apasionado, 
menciona  la  "extrañeza  de  bellísimas  comparaciones",6  nueva  ca- 
tegoría estética,  que  reside  en  lo  nuevo  y  desusado  de  las  com- 
paraciones. 

Finalmente,  en  su  famosa  declaración  sobre  la  poesía,  leemos 
estas  frases:  "Porque  poesía  no  es  sino  una  comunicación  del 
aliento  celestial  y  divino ;  y  así  en  los  profetas  casi  todos,  así  los 
que  fueron  movidos  verdaderamente  por  Dios,  como  los  que  inci- 
tados por  otras  causas  sobrehumanas  hablaron,  el  mismo  espíritu 
que  los  despertaba  y  levantaba  a  ver  lo  que  los  otros  hombres  no 
veían,  ordenaba  y  componía  y  como  metrificaba  en  la  boca  las 
palabras,  con  número  y  consonancia  debida,  para  que  hablasen 
por  más  subida  manera  que  las  otras  gentes  hablaban  y  para  que 
el  estilo  del  decir  se  asemejase  al  sentir,  y  las  palabras  y  las 
cosas  fueran  conformes."  7  No  es  lícito  interpretar  en  sentido 
minimista  tales  afirmaciones,  sino  más  bien,  como  fruto  de  expe- 
riencia personal  del  gran  poeta,  que  la  traspasa  a  los  poetas  bí- 

5  Iv.  c,  17. 

6  L.  c,  27. 

7  L.  c,  474. 


s 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


blicos.  Fray  Luis  es  uno  de  los  que  primero  y  más  consciente- 
mente han  saboreado  la  calidad  poética  original  de  la  Escritura, 
pero  no  nos  dejó  un  trabajo  sistemático  sobre  la  materia. 

Recojamos  esas  dos  frases  de  fray  Luis:  "por  su  novedad  y 
ser  ajena  a  nuestro  gusto,  nos  desagrada",  "extrañeza  de  bellí- 
simas comparaciones".  Aquí  tenemos  en  germen  designadas  dos 
tendencias  estéticas :  la  del  estilo  sencillo,  normal,  consueto,  que 
rehuye  novedades  y  atrevimientos;  la  del  estilo  que  apunta  hacia 
la  novedad,  la  sorpresa,  la  extrañeza.  Si  la  primera  actitud  había 
sido  un  grave  impedimento  para  gustar  la  belleza  literaria  de  la 
Biblia,  parece  ser  que  la  segunda  estaría  abierta  y  aún  se  entre- 
garía fervorosamente  a  la  literatura  hebrea.  No  es  así :  el  afán  de 
sorpresa  y  novedad,  que  informa  al  barroco  literario,  no  llega  a 
descubrir  la  literatura  bíblica;  la  codificación  sistemática  del  ba- 
rroco, realizada  por  Gracián  en  su  "Agudeza  y  arte  de  ingenio" 
(1642),  apenas  tiene  sitio  para  los  ejemplos  bíblicos. 

Los  románticos,  con  su  novedad  sin  compromisos,  realizarán 
el  descubrimiento;  hasta  entonces,  fray  Luis  es  una  magnífica 
excepción. 

II.  ROMANTICISMO  8 
1.  LOWTH 

Al  escuchar  el  nombre,  por  asociación  incontenible,  el  lector 
ha  dicho  "paralelismo".  Es  cierto,  el  que  el  nombre  de  Lowth 
sea  conocido  a  todos  los  estudiantes  y  aficionados  a  temas  bíbli- 
cos, el  que  sea  indispensable  en  toda  introducción  general  al  AT, 
el  que  dos  siglos  después  de  su  obra,  se  le  hagan  discretas  alu- 
siones centenarias  en  algún  artículo,  se  debe  al  descubrimiento 
o  formulación  de  esta  ley  de  la  poesía  hebrea. 

Pero  lo  que  le  ha  asegurado  la  pervivencia,  ha  causado  tam- 
bién una  reducción  de  su  personalidad  a  un  concepto  único.  El 
año  1953  era  el  segundo  centenario  de  la  edición  de  su  famoso 
libro  ;9  un  centenario  suele  ser  ocasión  propicia  o  pretexto  cómodo 

8  Sobre  el  concepto  de  "prerromanticismo",  véase  Van  Tieghem:  Le  Préro- 
mantisme,  París,  1924.  Curtius,  o.  c,  244;  275. 

9  Utilizo  y  cito  la  edición  preparada  por  Rosenmüller,  y  publicada  en  Leipzig, 
181 5.  Está  basada  en  la  edición  de  Michaelis  de  1758-62;  y  contiene  las  notas  de 
Michaelis,  otras  notas  de  Rosenmüller  y  algunos  apéndices  curiosos.  Ta  edición  de  Mi- 
chaelis se  encuentra  reproducida  en  el  tomo  XXXI  del  Thesaurus  Antiquitatum  so- 
crarum  de  Blasius  Ugolinus,  páginas  133-608.  Hay  una  traducción  francesa  publicada 


PANORAMA  HISTÓRICO 


9 


para  exhumar  páginas  olvidadas;  que  yo  sepa,  nadie  quiso  me- 
terse por  las  400  nutridas  páginas  (de  la  edición  de  1815).  Y  así 
se  quedó  sin  una  revaloración.10 

La  teoría  del  paralelismo  está  expuesta  en  la  prelección  19; 
el  libro  consta  de  34  prelecciones.  El  año  1741  comenzaba  la  serie 
de  conferencias  en  la  Universidad  de  Oxford  j11  a  un  ritmo  aproxi- 
mado de  cuatro  por  año,  el  paralelismo  llegaría  hacia  el  1745 ;  de- 
trás siguieron  otras  quince.  Para  el  público  numeroso  y  selecto 
que  acudía  a  escucharle,  el  paralelismo  fue  quizás  una  de  las  con- 
ferencias más  interesantes :  no  la  única  recordada ;  y  el  éxito 
enorme  que  obtuvieron  en  Alemania  tampoco  se  restringió  a 
dicho  apartado.  Han  sido  los  sucesores  los  que  han  ido  enco- 
giendo su  figura  hasta  reducirlo  a  una  ficha  menuda  y  manejable : 
"Lowth-Paralelismo".  Por  eso,  una  semblanza  de  un  par  de  pá- 
ginas tenía  que  comenzar  por  esta  observación. 

Lo  más  genial  de  Lowth  es  el  descubrimiento  inicial :  que  la 
Biblia  contiene  gran  cantidad  de  poemas  y  puede  ser  analizada 
con  los  métodos  de  la  crítica  literaria.  La  cosa  era  originalísima 
en  aquel  tiempo.12  Juan  David  de  Michaelis,  en  sus  notas  a  la 
edición  estampada  en  Alemania,  se  refiere  burlonamente  a  los 
"teólogos  metafísicos"  que  no  comprendían  la  tarea  del  inglés : 
"Se  admiraron  grandemente  de  que  Lowth  escribiese  sobre  la 
poesía  sagrada.  Ellos  no  leerían  la  obra,  pues  nunca  pensaban 
escribir  versos  hebreos.  De  acuerdo :  pero,  como  decía  Teller,  no 
caían  en  la  cuenta  de  que  era  imposible  explicar  debidamente  los 
poemas  hebreos,  sin  comprender  antes  su  naturaleza,  y  que  toda 
nuestra  hermenéutica  cojea  si  se  desconoce  la  poesía  hebrea",13 
en  lo  cual  señalaba  la  utilidad  teológica  del  estudio  literario,  como 
argumento  para  teólogos ;  pues  Lowth  había  abordado  el  trabajo 
consecuentemente,  sin  salir  del  plano  literario:  "No  trato  de  ex- 

en  Iyyon,  1812,  Legons  sur  la  Pocsie  Sacrée  des  Hébreux;  en  la  introducción,  el 
autor  anónimo  resume  la  biografía  de  L,owth,  hace  el  elogio,  y  añade  algunas  refe- 
rencias sobre  su  éxito.  (Blair  le  cita  en  su  Retórica;  W.  Jones  le  imita.) 

10  Th.  H.  Rcbinson  le  dedicó  un  escueto  artículo:  Hebrew  poetic  Form:  the 
English  Tradition,  VTSup  1  (1953),  128-49. 

11  Michaelis  nos  cuenta  que  asistió  personalmente  a  la  segunda. 

12  Ivos  antecesores,  como  Gomar,  Schoettgen,  Fleury,  etc.,  no  invalidan  la  afir- 
mación. Basta  hojear  el  citado  volumen  de  Ugolinus. 

13  "Valde  hos  miratos  cur  de  poesi  sacra  scriptitarit  Lowthus?  se  numquam 
lecturos,  nec  enim  poemata  Hebraica  fusuros!  Credo  equidem:  sed  ut  recte  Tellerus 
monebat,  ignorabant  sine  Hebraici  poematis  cognitione  nec  recte  illud  explicare  posse, 
omnemque  nostram  hermeneuticam  laborare,  poesi  hebraica  non  penitus  perspecta" 
(página  549). 


10 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


poner  los  oráculos  de  la  verdad  sagrada  a  estudiantes  de  teología, 
sino  de  encomendar  estos  magníficos  poemas  a  una  juventud  que 
se  ejercita  en  la  doctrina  y  elegancia  del  decir."  14  La  importan- 
cia de  este  inicial  descubrimiento  de  Lowth  la  comprueban  dos 
hechos  actuales :  que  bastantes  eruditos  no  saben,  o  se  olvidan 
de  que  gran  parte  de  la  Biblia  es  poesía ;  que  muchos  literatos  no 
se  interesan  por  esta  rama  de  la  historia  poética.15 

Lowth  se  acerca  a  su  tarea  con  una  sólida  preparación  hebrea 
y  una  buena  formación  humanística  grecolatina.  Maneja  con  sol- 
tura la  prosa  y  el  verso  latinos,  conoce  bien  la  teoría  poética  de  la 
época,  basada,  claro  está,  en  Aristóteles,  Cicerón,  Quintiliano, 
Horacio,  Longino.  (Cita  a  Hobbes  y  Locke,  y  es  de  suponer  que 
conociese  a  Boileau  y  a  Shaftesbury.)  A  esto  añade  un  sereno 
entusiasmo  por  su  tema,  al  que  se  entrega  con  plena  voluntad  de 
comprender:  "Hebraea,  quantum  fieri  potest,  tamquam  Hebraei 
legamus" ;  y  en  parte  grande  lo  consigue,  por  su  fina  y  penetrante 
sensibilidad  poética.  Podríamos  decir  que  una  sensibilidad  nueva 
.se  llega  a  un  tema  nuevo  con  el  instrumental  en  uso :  que  unas 
veces  le  sirve  dócilmente,  otras  le  ata  y  cohibe,  otras  lo  ha  de 
dejar  a  un  lado,  otras  lo  supera  por  intuición. 

Vamos  a  confirmar  brevemente  este  juicio  resumen. 

Lo  tradicional.  —  Desde  el  índice  sumario  se  manifiesta  esa 
formación  tradicional.  Su  concepto  de  la  poesía:  "El  fin  de  la 
poesía  es  enseñar  deleitando :  la  excitación  de  los  afectos,  por 
medio  de  la  imitación  es  muy  útil  y  grata."  16  Y  el  principio  aris- 
totélico:  "La  poesía  consiste  en  la  imitación:  cuanto  abarca  pen- 
sando la  mente  humana,  lo  imita."  17 

La  división  de  los  tres  estilos,  sublimis-medius-remissus,  se 
da  por  supuesta  (pág.  302) ;  y  en  algún  caso  origina  una  observa- 
ción apologética:  "Si  alguno,  demasiado  delicado,  encuentra  poco 
limpios  estos  asuntos,  con  olor  a  plebe  y  estiércol,  que  lo  atribuya 

14  "Ut  meminerim,  me  non  theologiae  studiosis  divinae  veritatis  oracula  expo- 
nere,  sed  iuventuti  in  politiori  doctrina  et  litterarum  elegantiis  exercitatae  commen- 
dare  lectissima  poemata"   (pág.  25). 

15  Lowth  era  profesor  de  poesía  en  Oxford,  no  de  teología.  Imaginemos  a  un 
profesor  de  poesía  que  retira  temporalmente  los  clásicos  grecolatinos,  para  explicar 
los  poetas  hebreos.  Y  esto  en  el  siglo  del  neoclasicismo. 

16  "Poeticae  propositum,  prodesse  delectando"  (pág.  3).  "Poetices  finis  est  pro- 
desse  delectando:  concitatio  autem  affectuum,  per  imitationem  facta,  est  summe  et 
utilis  et  iucunda"  (pág.  181). 

17  "Imitatione  constare  dicitur  poesis:  quicquid  humana  mens  cogitatione  com- 
plectitur,  id  omne  imitatur"   (pág.  180). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


11 


a  su  ignorancia,  empeñada  en  medir  con  su  módulo  la  antigüedad ; 
pero  no  lo  achaque  al  poeta  sagrado,  que  no  sólo  dignifica  tales 
imágenes,  sino  que,  con  la  audacia  de  la  metáfora,  les  confiere  in- 
comparable elegancia  y  ornato."  18 

Tradicionales  son  los  temas :  nos  los  resume  en  la  segunda 
prelección :  "Lo  primero  es  el  tema  y  modo  de  tratarlo:  la  dis- 
posición, el  orden,  la  forma  según  el  género  del  poema.  Después 
la  elocución  o  estilo:  elevación,  ardor,  sentencias,  variedad  y  be- 
lleza de  figuras  e  imágenes,  vigor  y  elegancia  de  las  palabras. 
Finalmente,  la  suavidad  del  poema,  el  ritmo,  no  sólo  capaz  de 
deleitar  el  oído,  sino  capaz  de  expresar  los  objetos  y  los  afectos."  19 

La  serie  es  interesante,  porque  insertando  en  cada  apartado 
una  lista  de  adjetivos  cambiables,  monta  el  repertorio  total  para 
las  críticas  al  estilo  de  Quintiliano.20 


18  Quod  si  cui  male  delicato  sordere  nonnumquam  videantur  huiusmodi  rerum 
species,  quasi  scilicet  cleant  plebeculam  et  stercus;  id  suae  tribuat  inscitiae,  qui  ex 
sui  sensus  modulo  antiqua  aestimet;  non  sacris  vatibus  vitio  vertat,  qui  hisce  ima- 
ginibus  non  modo  suam  praestant  dignitatem,  sed  persaepe  etiam  ipsa  translationis 
vi  atque  audacia  incredibilem  inducunt  elegantiam  et  ornatum"   (pág.  71). 

19  "Primum  res  ipsa  eiusque  tractandae  ratio;  quae  dispositio,  quis  ordo,  quae 
pro  vario  poematis  genere  totius  forma.  Tum  elocutio  sive  stylus;  in  quo  continentur 
sensus  elati  atque  ardentes,  sententiarum  lumina,  figurarum  atque  imaginum  pulchri- 
tudo  et  varietas,  verborum  denique  vis,  pondus,  elegantia.  Postremo  carminis  suavitas, 
numerique,  non  solum  ad  aurium  delectationum  compositi,  sed  ad  res  ipsas  exprimen- 
das,  omnemque  animi  motum  concitandum  efficaces"  (pág.  26). 

20  "Quae  imagines,  quam  variae,  quam  densae,  quam  sublimes,  quanta  vi,  qui- 
bus  verbis,  figuris,  sententiis  elatae,  in  unum  locum  coacerbantur ! "  (pág.  143). 

"Abundat  laetissimis  ac  splendidissimis  imaginibus  a  natura  petitis,  ipso  etiam 
colore  ac  flore  quodam  dictionis,  et  figurarum  varietate  praecipue  elucet"  (pág.  239 
de  oráculo  Balaam). 

"Idem  elegans  et  sublimis,  ornatus  et  gravis,  cum  ubertate  et  copia,  tum  vi  et 
pondere  mirabilis.  In  sensibus  incredibilis  elatio,  maiestas,  divinitas;  in  imaginibus 
summa  proprietas,  dignitas,  pulchritudo,  foecunditas  denique  et  varietas  lectissima; 
in  dictione  singularis  elegantia,  et  in  tanta  rerum  obscuritate  mira  perspicuitas  et 
candor;  ad  haec  in  poética  sententiarum  compositione  tanta  dulcedo,  id  sive  felicitatis 
sive  artiñcii,  ut  ei  quidquam  iam  reliqui  habent  carmina  Hebraea  pristinae  iucundi- 
tatis  et  gratiae,  id  in  Isaiae  praecipue  monumentis  contineri,  clarissimeque  perspici 
posse  crediderim"  (pág.  241). 

"Exordium  habet  elegans  et  imprimís  magnificum;  universam  dispositionem  et 
forman  rectam,  facilem,  argumenti  naturae  accomodatam,  ordine  paene  histórico; 
incredibilem  rerum  maximarum  varietatem...  Quod  ad  sensuum  elationem,  affectuum 
impetum,  figurarum  et  dictionis  vim  attinet..."   (pág.  319;   Dt.  32). 

—  illi  proxime  assidet  alius  eiusdem  auctoris,  tum  ratione  argumenti,  tum  etiam 
eximiae  pulchritudinis;  ...  et  si  fortasse  ordinis  et  dispositionis  venustate  a  priore 
vincitur,  sensuum  tamen,  imaginum,  figurarum,  dignitate  et  elegantia  neutiquam  ei 
cedit"  (pág.  333;  Ps.  139). 


12 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


Tenemos  que  confesar  que  nos  dicen  muy  poco  estos  adjetivos 
reincidentes;  a  los  contemporáneos  les  decían  algo  más,  porque 
estaban  formados  en  dichas  categorías,  pero  tampoco  les  intro- 
ducía en  los  valores  hondos  de  la  poesía  bíblica.  (Eso  lo  realiza 
L.  con  otros  métodos.) 

Al  mismo  gusto  tradicional,  grecolatino,  pertenecen  sus  com- 
paraciones de  la  Biblia  con  otros  autores:21  Virgilio  (págs  101, 
121,  123,  127,  159,  248,  328,  348),  Ovidio  (pág.  328),  Calimaco 
(págs.  291,  328),  Píndaro  (págs.  43,  105,  301),  Teócrito  (pági- 
nas 344-45),  Oleantes  (pág.  328),  Tirteo  (pág.  15),  Focílides  (pá- 
gina 107),  Teognis  (pág.  107),  Anacreonte  (pág.  43),  Homero 
(págs.  73,  121,  123,  328),  Eurípides  (págs.  105,  344),  Sófocles 
(págs.  378-80),  Esquilo  (pág.  381),  Propercio  (pág.  68),  Lucia- 
no (pág.  247),  Apolonio  de  Rodas  (pág.  128).  A  esta  biblioteca 
clásica  habría  que  añadir  las  frecuentes  citas  de  otros  autores, 
p.  e.  Platón  (págs.  17,  19,  23,  57,  179,  251,  286,  336),  Aristóte- 
les (págs.  30,  59,  126,  275,  348),  Cicerón  (págs.  17,  51,  80,  103, 
253,  270),  Quintiliano  (págs.  17,  53,  59,  179),  Horacio  (págs.  14, 
62,  148,  153,  275,  289,  309),  Plutarco  (págs.  14,  45,  247),  Lon- 
gino  (pág.  167),  Herodoto  (pág.  252),  Hesíodo  (pág.  44),  y  otros 
más  exquisitos  como  Bión  y  Mosco  (pág.  329),  Estrabón  (pá- 
gina 45),  Varrón  (pág.  78),  Plinio  (págs.  77,  207),  Servio  (pági- 
na 249),  Demetrio  Falereo  (pág.  275),  Veleyo  Patérculo,  Apiano, 
Dión  Casio,  Macrobio  (pág.  250),  etc. 

En  cambio,  no  considera  dignos  de  citarse  a  los  modernos :  de 
Milton  opina  "Miltonus  noster,  poetarum  omnium  post  vates  sa- 
cros longe  divinissimus" ;  (pág.  286)  sin  embargo,  no  aduce  nin- 
guna cita  inglesa.22 

La  erudición  clásica  procura  que  no  le  sirva  de  estorbo;  sabe 
prescindir  de  ella  en  ocasiones : 

"Los  antiguos,  siguiendo  a  Platón,  dividieron  la  poesía,  se- 
gún el  modo  de  presentación,  en  narrativa,  imitativa  o  dramática 
y  mixta.  De  poco  nos  sirve  semejante  división  puesto  que  no  dis- 
tingue los  géneros  poéticos,  ni  sirve  para  explicar  la  naturaleza 
íntima  de  un  poema."  23 

21  No  conozco  ninguna  edición  con  índice  de  autores;  por  eso  aduzco  las  res- 
pectivas páginas. 

22  Michaelis  le  achaca  este  defecto;  y  el  traductor  francés  habla  de  los  poemas 
ingleses  de  Lowth. 

23  "Veteres,  Platonem  secuti,  universam  poesim  pro  diversa  enuntiationis  ra- 
tione  et  forma,  dividebant  in  ennarrativam,  imitativam  sive  dramaticam,  et  mixtam. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


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"Dejando  a  un  lado  las  fórmulas  de  los  retóricos  griegos,  que 
establecieron  en  número  ingente,  por  su  facilidad  en  crear  nom- 
bres." 24 

Si  en  algunas  ocasiones  la  erudición  clásica  le  estorba,  como 
cuando  se  para  a  discutir  si  el  Cantar  de  los  Cantares  y  Job  son 
dramas  al  estilo  griego,  cuando  clasifica  de  "idilio"  el  poema  Is 
9,  8-10,  4  (pág.  331) ;  aun  entonces  sabe  distinguir  prudentemente 
entre  "forma  dramática"  y  verdadero  "drama",  entre  la  forma 
del  idilio  y  su  espíritu.  Y  en  general,  toda  su  sólida  cultura  greco- 
latina,  es  verdadero  instrumento  flexible,  del  que  se  sirve  para 
penetrar  en  muchos  aspectos  de  la  poesía  hebrea,  y  para  hacér- 
sela gustar  a  sus  oyentes. 

Las  aportaciones.  —  En  general,  sus  méritos  principales  están 
en  el  orden  de  las  observaciones  concretas ;  en  ellas  demuestra 
su  sensibilidad  e  intuición  poética ;  con  ellas  vivifica  el  instrumen- 
to tradicional,  lo  hace  flexible  y  eficaz. 

La  distinción  "iudicium-ingenium"  es  tema  fundamental  en 
la  época ;  por  él  se  distinguen  renacimiento  y  barroco ;  Gracián 
escribió  un  libro  sobre  el  "juicio"  (El  discreto),  y  otro  sobre  el 
"ingenio"  (Agudeza  y  arte  de  ingenio). 2b  Lowth  sabe  manejar 
tal  distinción  para  señalar  con  acierto  las  diversas  funciones  es- 
téticas de  la  comparación  (pág.  126). 

Sabe  dar  profundidad  al  concepto  de  estilo:  "No  entiendo 
por  estilo  tan  sólo  la  dicción...  sino  el  sentido  y  modo  de  pensar; 
fuente  de  donde  deriva  necesariamente  el  discurso,  y  de  donde 
toma  su  sabor";26  y  esta  otra  adivinación,  casi  moderna:  "Mu- 
chas veces  el  estilo,  más  que  vestir  y  adornar  el  concepto,  lo  des- 
cubre y  desnuda ;  como  arrancado  un  velo,  nos  parece  contemplar 
los  afectos  y  emociones,  impulsos  repentinos,  ímpetus  veloces,  in- 
flexiones múltiples."  26  bis 

Cuius  distributionis  haud  sane  magna  est  utilitas,  cum  ñeque  diversas  poematum 
species  secernit,  ñeque  alicuius  poematis  intimae  naturae  et  constitutioni  explicandae 
multum  inservit"  (pág.  336). 

24  "Missis  itaque  Graecorum  rhetorum  formulis,  quas  constituerunt  prope  in- 
numerabiles,  ut  quibus  nomina  fingere  semper  erat  promptissimum..."  (pág.  53). 

25  Curtius,  o.  c.,  pág.  299  ss. 

26  "Quo  intelligi  velim  non  nudam  solam...  dictionem,  sed  sensus  etiam,  et 
rationem  cogitandi;  unde  tamquam  ex  fonte  necessario  derivatur,  suumque  quemdam 
saporem  ducat  oratio"  (pág.  39). 

26  bis  "  Saepe  non  tam  vestit  oratione  et  exornat  conceptus,  quam  plene  detegit  z.c 
nudat;  ut  quasi  velo  detracto  omnes  animi  status  motusque,  súbitos  impulsus,  cele- 
resque  ímpetus,  et  multíplices  flexiones,  palam  intueri  videamur"  (pág.  150). 


14 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


Acierta  particularmente  en  el  análisis  de  lo  diferencial :  lo 
toma  como  tarea:  "No  nos  interesa  el  estilo  poético  en  general, 
sino  las  características  del  estilo  hebreo."  27  Y  lo  va  realizando 
con  acierto :  p.e.  contrapone  la  comparación  del  trillo  vista  por 
Homero  y  vista  por  Isaías  (pág.  73),  la  brevedad  latina  y  hebrea 
(pág.  315);  las  digresiones  de  Píndaro  y  la  concisión  hebrea  (pá- 
gina 301),  etc. 

Otras  veces  el  análisis  de  lo  diferencial  versa  sobre  diversos 
pasajes  hebreos ;  p.  e.  la  comparación  del  salmo  2  con  el  72  (pá- 
ginas 117-118);  de  Jeremías  20,  14-15  con  Job  3,  3. 

Analiza  con  acierto  procedimientos  estilísticos  concretos :  el 
procedimiento  de  negación  en  Ps.  36,  6  (pág.  172),  los  cambios  de 
persona  (pág.  157)  y  tiempo  (pág.  160);  es  excelente  el  análisis 
estilístico  de  un  anacoluto  Job  3,  6,  y  bien  señalada  la  función 
déictica  del  "hinne"  (págs.  152-53).  Muy  penetrante  su  análisis 
sobre  el  valor  estético  de  los  antropomorfismos  y  zoomorfismos 
divinos  (pág.  176). 

Casi  se  puede  decir  que  en  un  caso  prenuncia  los  métodos  de 
la  escuela  de  géneros  literarios :  señalando  los  caracteres  y  el 
"Sitz  im  Leben"  de  la  poesía  elegiaca  (págs.  253  ss.) ;  incluso 
aprecia  un  carácter  particular  de  sus  versos  (pág.  260)  sin  llegar 
a  formular  el  esquema  asimétrico  de  la  "qina". 

Limitaciones.  —  Michaelis  achaca  a  Lowth  un  desconocimien- 
to de  la  literatura  siríaca  y  árabe;  pero  hay  que  reconocer  que 
en  las  abundantes  notas  de  Michaelis  tal  conocimiento  y  compa- 
ración tiene  más  utilidad  filológica,  lexicográfica,  que  estética;  y 
el  ensayo  comparativo  de  J.  G.  Wenrich,  De  poeseos  Hebraicae 
atque  Arabicae  origine,  Índole,  mutuoque  consensu  atque  discri- 
mine (publicado  en  1843)  es  muy  inferior  a  Lowth. 

La  mayor  limitación  de  Lowth  me  parece  su  manera  de  ex- 
plicar los  textos :  va  siguiendo  el  hilo  del  discurso,  subraya  las 
imágenes,  alaba  algunas  expresiones,  añade  algunas  referencias ; 
pero  no  realiza  un  análisis  penetrante,  orgánico  y  unitario,  del 
poema;  véase  p.  e.  su  explicación  de  Is.  34-35  (págs.  232  ss.),  de 
Ex.  15  (págs.  313  ss.),  etc.  El  oyente  y  el  lector  caen  en  la  cuenta 
de  la  belleza  que  antes  no  habían  apreciado,  pero  no  aprenden  el 
porqué  de  dicha  belleza  poética.  Este  descubrimiento  estaba  reser- 
vado a  Schlegel  y  los  románticos  alemanes.  Pero  el  haber  llamado 


27  "Quaerimus  enim  non  quae  sit  in  universum  styli  poetici  ratio,  sed  quaenam 
poeseos  Hebraeae  in  hac  parte  peculiares  notae  et  characteres"  (pág.  40). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


15 


la  atención  sobre  esa  belleza  desconocida  o  inapreciada,  el  haberla 
hecho  asequible  e  interesante  a  muchos  espíritus  de  la  época,  es 
el  grande,  importantísimo  mérito  de  Lowth.  Las  palabras  pro- 
gramáticas del  mismo  autor  lo  explican  bastante  bien:  "La  in- 
tención de  aquellas  discusiones  era,  conocidos  los  hábitos,  opinio- 
nes y  sentidos  hebreos,  conseguir  fácil  acceso  a  su  íntima  belleza ; 
y,  medidas  todas  las  circunstancias,  estimar  debidamente  el  peso 
y  fuerza  de  cada  una ;  remover,  cuanto  es  posible,  las  nieblas  ten- 
didas por  la  vetustez;  y  restaurar  la  luz  a  lo  oscuro,  la  gracia  a 
lo  aburrido,  el  resplandor  a  lo  hórrido,  la  dignidad  a  lo  hu- 
milde." 28 

2.  J.  D.  MICHAELIS 

Juan  David  Michaelis  publica  en  Alemania  una  edición 
(¡latina!)  del  libro  de  Lowth.  La  primera  parte  aparece  en  1758; 
la  segunda  en  1761,  con  un  prólogo  de  28  páginas,  y  138  notas 
que  ocupan  una  extensión  igual  a  la  mitad  del  libro  original.  Un 
hombre  tan  erudito  como  Michaelis  añade  muchas  cosas  intere- 
santes :  mucho  de  erudición,  menos  de  apreciación  estética.  Pero 
nos  interesa  más  su  prólogo  para  conocer  un  proceso.  Al  ensalzar 
la  gloria  del  inglés  insiste  en  la  conveniencia  del  sentido  poético 
para  la  debida  interpretación  de  la  Biblia  —  victoria  de  Lowth  — , 
le  achaca  desconocimiento  de  la  literatura  siríaca  y  árabe  —  victo- 
ria de  la  erudición  — ,  y  poco  uso  de  la  literatura  patria  "quae 
quidem  illi  utilissima  esse  potuisset"  —  un  signo  de  los  nuevos 
tiempos  que  apuntan  — 29  Lamenta,  de  paso,  la  decadencia  de 
la  lengua  latina  "in  hac  linguae  Latinae  strage  et  paene  interitu" 
—  vuelven  los  tiempos  anteriores  — . 

A  partir  de  la  página  XIX  discute  la  cuestión  de  la  supuesta 
"elocuencia"  hebrea,  pues  Lowth  habló  sólo  de  la  poesía.  A  nos- 
otros nos  preocupa  poco  el  problema;  no  así  a  quien  consideraba 

28  "Quae  de  illis  disputata  sunt,  eo  fere  spectarunt,  ut  rerum  consuetudinum, 
opinionum,  sensuumque  Hebraicorum  ratione  habita,  ad  intimas  eorum  elegantias 
faciliorem  nobis  aditum  parare  possemus;  perpensisque  adiunctorum  omnium  momen- 
tis,  vim  cuiusque  et  pondus  rectius  aestimare;  quae  eis  nébulas  offudit  vetustas, 
quantum  licet,  dispellere;  suamque  obscuris  lucem,  fastiditis  gratiam,  horridis  nitorem, 
humilibus  dignitatem  asserere"  (pág.  89). 

29  En  este  apartado  entra  la  obra  de  William  Jones:  Poeseos  Asiaticae  Com- 
mentarii,  publicada  en  Oxford,  1774.  Da  a  conocer  a  Europa  algo  de  la  poesía  persa, 
árabe,  india,  siríaca;  también  se  refiere  a  la  hebrea;  y  todo  lo  realiza  en  latín,  según 
los  apartados  clásicos  de  la  poética.  Los  trabajos  de  Jones  tuvieron  grande  éxito 
en  aquella  época. 


16 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


la  elocuencia  "reginam  artium  elegantium" ;  la  opinión,  explicada 
en  trece  páginas,  se  resume  en  una  sentencia  taxativa:  "Faltó 
totalmente  la  elocuencia  a  los  hebreos;  ni  se  podía  esperar  de 
ellos."30  Aquí  ha  triunfado  totalmente  el  espíritu  conservador. 

Esto  es  importante  en  aquel  momento  histórico:  Ed.  Young 
había  publicado  su  The  Complaint  en  1742;  en  1759  publica  su 
importantísimo  tratado  Con  je  dar  es  on  Original  Composition,  pre- 
parando de  lejos  el  gran  movimiento  romántico.  En  1770  estalla 
el  "Sturm  und  Drang",  iluminado  por  Hamann  y  Herder;  y 
en  1782  publica  Herder  su  obra  fundamental  sobre  la  poesía  he- 
brea. Michaelis  asiste  a  los  comienzos  del  movimiento,  sin  recibir 
más  que  salpicaduras.  Lowth  está  inconscientemente  en  los  orí- 
genes :  su  mirada  atenta  y  emocionada  a  una  literatura  antigua, 
no  clásica,  es  ya  romanticismo  que  se  anuncia;  pero  la  contem- 
plación desde  el  terreno  firme  de  lo  clásico  domina  en  la  con- 
ciencia. No  olvidemos  que  los  primeros  impulsos  para  el  idealis- 
mo y  romanticismo  alemán  vienen  de  Inglaterra:  Shakespeare, 
Young,  Shaftesbury...  Creo  que,  por  caminos  menos  reflejos  y 
patentes,  también  Lowth  preparó  el  movimiento:  con  una  obra 
en  latín  sobre  una  poesía  en  hebreo.31 

En  la  edición  que  manejo,  de  Rosenmüller,  hay  una  nota 
muy  interesante  que  me  va  a  detener  un  momento.  En  su  se- 
gunda prelección  había  hablado  Lowth  del  origen  celeste  de  la 
poesía.  En  su  origen  primero,  podemos  contemplar  la  poesía,  no 
inventada  por  ingenio  humano,  sino  bajando  del  cielo  ("in  ipsis 
primordiis  intueri  licet,  non  tam  humano  ingenio  excogitatam, 
quam  e  coelo  delapsam''),  señalando  su  destino  religioso  y  su 
dependencia  del  Espíritu  divino.  Michaelis  impugna  desde  una 
nota  al  inglés  "aut  nimis  oratorem  egit,  aut  incautius...",  pues 
existen  poemas  más  antiguos  que  los  bíblicos  (moabíticos,  con- 
servados en  la  Biblia!),  y  la  poesía  bíblica  tiene  origen  en  la 
danza.  Rosenmüller,  como  en  otras  ocasiones,  sale  a  la  defensa 
de  Lowth  contra  Michaelis  "verba  Lowthiana...  quorum  sensum 
Michaelis  non  est  assecutus...",  y  para  ilustrarlas  aduce  unos 
fragmentos  de  Seb.  Fule.  loa.  Ravius,  de  un  discurso  pronun- 
ciado en  Leyden  y  editado  allí  en  1800.  Cito  las  frases  más  sus- 
tanciales :  "poeta,  id  est,  Dei  imitator,  creator,  dictus  fuit", 


30  "Nulla  omnino  eloquentia  Hebraeis  fuisse,  aut  in  illa  gente  speranda  fuisse 
videtur. " 

31  Curtius,  o.  c,   pág.  244. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


17 


"...  inde  sibi  creat  mundum,  eumque  vita  et  actu  animat".32  Para 
Lowth  la  poesía  todavía  consistía  en  la  "imitación",  para  este 
Ravius  (que  Rosenmüller  cita  sin  comprender),  la  poesía  es  " crea- 
ción". Entre  las  dos  palabras  apenas  han  pasado  400  páginas 
de  un  libro,  50  años  de  un  siglo;  pero  ha  sucedido  el  cambio  ra- 
dical, de  la  concepción  clásica,  al  idealismo  romántico.  Lowth 
no  es  rigurosamente  precursor  de  esta  nueva  concepción  de  la 
poesía;  pero  es  precursor  de  esa  actitud  poética  capaz  de  gustar 
una  poesía  que  no  entra  en  las  reglas  clásicas.  Entre  los  dos  ex- 
tremos del  libro  que  cito,  ha  pasado  Herder;  pero  Herder  em- 
palma idealmente  con  Lowth.33 


3.  HERDER 

El  famoso  libro  de  Herder  se  publicó  en  1782  y  1783,  30  años 
después  del  de  Lowth.34  El  autor  se  coloca  explícitamente  en  el 
séquito  del  maestro  inglés:  sus  primeras  palabras  son:  "Todos 
conocen  el  bello  y  universalmente  alabado  libro  de  Lowth,  De 
sacra  poesi  Hebraeorum,  ...  junto  a  él  o  detrás  de  él..."  Es  de- 
cir, la  comparación  se  nos  ofrece  fácilmente. 

Lowth  había  escrito  en  elegante  latín;  Herder  escribe  en  ale- 
mán; esto  es  ya  un  signo  del  cambio.35  El  libro  del  inglés  tra- 
taba simplemente  "de  sacra  poesi",  sin  intención  particular  en 

32  Es  evidente  que  este  Ravius  conocía  a  Herder;  casi  traduce  las  palabras 
alemanas:  "nachahmer  der  Gottheit,  zweiter  Schópfer..."  (cfr.  Herder,  II,  4).  Véase 
en  la  citada  obra  de  Curtius  la  sección  titulada  "Nachahmung  und  Schópfung",  pá- 
ginas 400-404. 

33  En  las  notas  de  Rosenmüller  se  citan  algunos  autores  en  las  huellas  de  Lowth. 
Con  fecha:  1762,  A.  F.  Ruckersfelder:  Commentatio  Cántica  Sacra  ex  genio  Pinda- 
ricorum  alustrante,  Daventr. ;  1764,  G.  I.  L.  Vogel:  De  dialecto  poética  divinorum 
cartninum  VT,  Helmstad;  1776,  I.  A.  Stark:  Davidis  aliorumque  poetarum  Hebrai- 
corum  Carminum  libri  V,  Regiomonti.  Sin  fecha:  C.  Aurivillius:  De  poesi  bíblica; 
Staeudlin:  Theocrits  Idyllen  und  das  Hohelied.  Posteriores  a  Herder:  S.  F.  J.  Ra- 
vius: De  poeticae  faculiatis  excellentia  et  perfectione  spectata  in  tribus  poetarum 
principibus,  scriptore  Iobe,  Homero  et  Ossiano;  De  poeseos  Hebraicae  prae  Arabum 
praestantia;  1800,  U.  A.  Rohde:  De  veterum  poetarum  sapientia  gnómica,  Hebraeis 
imprimís ,  et  Graecorum,  Hauniae;  1796,  I.  C.  C.  Nachtigae:  Gesánge  Davids  und 
seiner  Zeitgenossen  nach  der  Zeitfolge  geordnet  und  neu  bearbeitet,  Eeipzig;  Zion, 
altestes  Drama  aus  der  vorhomerischen  Urwelt;  IeGEn:  De  Iobi  antiquissimi  carminis 
hebraei  natura  atque  virtutibus;  I.  M.  Weinrich:  Comparatio  Poeseos  Germanicae 
cum  illa  Ebraeorum  veteri. 

34  Manejo  y  cito  la  edición  preparada  por  K.  W.  Justi,  publicada  en  Leipzig, 
el  año  1825. 

35  Recordemos  las  lamentaciones  de  Michaelis  por  la  derrota  del  latín. 


18 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


el  adjetivo;  el  del  alemán  trata  "vom  Geist",  nuevo  concepto  que 
irrumpe  en  el  ámbito  del  pensamiento  europeo,  y  que  no  se  deja 
definir  o  describir,  por  su  riqueza  múltiple  y  por  su  carácter 
algo  irracional.36  Herder  escribe  el  primer  volumen  en  forma  de 
diálogo,  porque  le  molesta  el  tono  expositivo  y  dogmático  (IX), 
porque  busca  el  diálogo  humano  con  el  lector. 

El  concepto  de  poesía  ha  cambiado  :  Lowth  comenzaba  sus 
prelecciones  exponiendo  el  concepto  clásico  de  poesía  "prodesse 
delectando"  ;  en  la  segunda  prelección  expone  la  dignidad  y  uti- 
lidad del  tema,  y  la  distribución  didáctica  de  la  obra :  metro,  es- 
tilo, disposición.  Herder  comienza  el  primer  volumen  analizando 
el  carácter  y  posibilidades  poéticas  de  la  lengua  (adelantándose 
a  direcciones  de  la  estilística),  y  el  segundo  volumen  explicando 
el  origen  histórico  de  la  poesía  hebrea.  Y  en  el  desarrollo,  en 
vez  del  orden  por  géneros,  prefiere  el  orden  histórico. 

Herder  es  un  genial  intuitivo :  como  tal  busca  siempre  el 
hecho  individual,  sea  hombre,  obra,  época  o  pueblo:  "Déjese  de 
autor  y  época,  y  atienda  a  la  obra  en  su  pobreza  y  en  su  rique- 
za" 37  (casi  un  lema  de  la  reciente  tendencia  estilística).  Todo  el 
diálogo  primero  busca  el  acercamiento  cordial  a  la  lengua  hebrea 
como  individuo:  "No  como  extranjero  o  enemigo,  sino  como 
hermano  y  compatriota."  38  Si  se  compara  con  otras  (nórdicas, 
meridionales)  no  es  porque  éstas  se  consideren  norma  ("todas 
las  lenguas  sufren  con  tal  comparación"),39  sino  porque  la  com- 
paración lleva  a  lo  individual,  diferencial.  Su  método  no  es  la 
inducción  lenta,  en  busca  de  reglas  universales ;  sino  la  intuición 
total  del  individuo  en  busca  de  su  esencia  o  realidad  total.  Por 
eso  un  aspecto  puede  tener  valor  simbólico  de  revelación  ("En 
el  reino  de  la  inteligencia,  el  significado  del  símbolo,  poéticamente 

36  El  mismo  Herder  explica:  "Was  Geist  ist,  lásst  sich  nicht  beschreiben,  nicht 
zeichnen,  nicht  malen;  aber  empfinden  lásst  es  sich;  es  áussert  sich  durch  Worte, 
Bewegungen,  durch  Anstreben,  Kraft  und  Wirkung.  Geist  der  Zeiten  hiesse...  die 
Summe  der  Gedanken,  Gesinnungen,  Anstrebungen,  Triebe  und  lebendige  Kráfte, 
die  in  einem  bestimmten  Fortlauf  der  Dinge  mit  gegebenen  Ursachen  und  Wirkungen 
sich  áussern.  Die  Elemente  der  Begebenheiten  sehen  wir  nie;  wir  bemerken  bloss 
ihre  Erscheinungen,  und  ordnen  uns  ihre  Gestalten  in  einer  wahrgenommenen  Verbin- 
dung"  (Obras  completas,  ed.  Suphan  XVII,  79). 

37  "Tassen  sie  Zeit  und  Urheber;  und  halten  sie  sich  an  das  Werk  in  seiner 
Dürftigkeit  und  in  seinem  Reichtum." 

38  "Nicht  ais  Fremdling  oder  Feind,  sondern  ais  ihr  Bruder  und  Mitgeborener 
kennen  lernen"  (pág.  5). 

39  "Jede  Sprache  leidet  bei  solcher  Vergleichung"  (pág.  13). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


19 


compuesto,  es  Verdad").40  Por  eso  puede  encontrar  más  verdad 
en  una  ficción  que  en  la  realidad  histórica :  " Entonces,  ¿piensa  Ud. 
que  el  libro  de  Job  tiene  un  fundamento  histórico  ?  —  Me  es 
igual.  Su  poesía  fuerte  y  profunda  lo  hacen  historia...  la  historia 
de  todos  los  justos  pacientes  de  la  tierra."  41  Y  puede  encontrar 
más  verdad  en  la  visión  poética  que  en  la  concepción  física  o 
metafísica:  "¡A  qué  llama  Ud.  tiempos  de  ignorancia!  Prefiero 
alabar  aquellos  tiempos  en  que  se  conocía  la  naturaleza,  quizás 
en  extensión  reducida,  pero  vitalmente.  Algunas  de  sus  alegorías 
y  personificaciones  encierran  más  fantasía  y  verdad  que  gruesos 
sistemas."  42  Y  puede  considerar  la  poesía  como  la  gran  intér- 
prete de  la  Naturaleza :  "Una  poesía  que  me  da  ojos  para  ver 
la  naturaleza  y  a  mí  mismo,  para  considerarla  en  su  debido  or- 
den y  relaciones,  para  comprender  por  todas  partes  el  supremo 
amor,  sabiduría  y  omnipotencia."  43 

Al  interés  por  lo  individual  se  junta  espontáneamente  la  in- 
dependencia y  liberación  de  la  retórica  como  sistema  de  preceptos 
obligatorios:  "Y  no  juzguemos  a  David  según  el  andamiaje  de 
reglas  líricas,  que  ha  levantado  nuestra  edad,  y  que  ni  siquiera 
se  adaptan  a  todas  las  odas  de  Horacio,  de  quien  se  suponen  de- 
ducidas dichas  reglas."44  Esto  está  muy  lejano  de  Lowth,  que 
todavía  utilizaba  la  armazón  grecolatina,  muchas  veces  para  com- 
probar que  no  servía.  En  el  diálogo  IV,  cuando  Alcifrón  alega 
reglas  de  poética,  Eutifrón,  que  representa  a  Herder,  se  desen- 
tiende en  una  frase  de  la  concepción  de  los  tropos  como  "ornato"  : 
"  Piensa  Ud.  como  un  oriental,  especialmente  con  sus  personifica- 
ciones. Lea  a  nuestros  críticos,  verá  con  qué  moderación  reco- 
miendan tal  ornato.  —  Si  fuera  ornato,  tiene  Ud.  razón ;  pero  yo 

40  "Im  Reiche  des  Verstandes  ist  die  Bedeutung  des  Symbols,  das  dichterisch 
zusammengesetzt  ward,  Wahrheit"   (II,  16). 

41  " — ■  Sie  glauben  also,  dass  sich  das  Buch  [Job]  auf  eine  Geschichte  gründe? 
—  Das  ist  mir  gleichgültig.  Seine  starke  und  tiefe  Poesie  machts  zu  einer  Geschichte... 
die  Geschichte  aller  leidenden  Rechtschaffenen  auf  der  E)rde"   (pág.  126). 

42  "Was  sie  Zeiten  der  Unwissenheit  nennen!...  Ich  lobe  mir  jene  Zeiten,  da 
man  die  Natur,  vielleicht  in  kleinerm  Umfange,  aber  lebendig  kannte"  (pág.  97). 
"Manche  ihrer  Allegorien  und  Personendichtungen  enthalten  mehr  Einbildungskraft 
und  sinnliche  Wahrheit,  ais  dicke  Systeme"  (pág.  98). 

43  "Eine  Poesie  die  mir  Augen  giebt,  die  Schópfung  und  mich  zu  sehen,  sie 
in  rechter  Ordnung  und  Beziehung  zu  betrachten,  überall  hochste  Liebe,  Weisheit 
und  Allmacht  zu  erblicken"  (pág.  99). 

44  "Noch  weniger  also  beurtheile  man  David  nach  dem  Gerüst  lyrischer  Regeln, 
das  unsre  Zeit  aufgebaut  hat  und  das  nicht  einmal  auf  alie  Oden  Horaz  passet,  von 
dem  doch  diese  Regeln  abgezogen  seyn  wollen"  (pág.  301). 


20 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


hablo  de  alma  y  vida."  45  Y  como  desea  lectores  jóvenes:  "Fres- 
cos, alegres,  sin  prejuicios...  no  oprimidos  por  el  yugo  de  las 
reglas"  46  (cfr.  VI). 

Característica  importante  de  Herder  es  el  gusto  por  lo  anti- 
guo, primitivo,  primigenio,  inmediato,  infantil.  Leemos  en  la  in- 
troducción: "Amantes  de  la  más  antigua,  sencilla,  sublime  poe- 
sía ...  estas  concepciones  artísticas  elevadas,  quizá  las  más  anti- 
guas. ...  Amante  de  la  poesía  más  antigua,  sencilla,  quizá  la  más 
cordial  de  la  tierra."  47  Hay  que  leer  su  preciosa  descripción  del 
sentido  poético  del  niño:  "Dejadlos  entretenerse  con  imágenes 
sencillas,  repetirlas,  admirarlas,  pintarlas  en  tamaño  gigantesco; 
así  miran,  así  hablan  y  sienten  los  niños.  Admiran  antes  de  apren- 
der a  contemplar;  todo  se  les  aparece  con  el  brillo  cegador  de  la 
novedad ;  seres  desconocidos,  y  por  ello  más  grandes,  obran  sobre 
sus  órganos  inexpertos,  y  por  ello  vivamente  sensibles;  no  han 
aprendido  a  comparar,  y  a  empequeñecer  con  la  comparación ;  su 
lengua  se  esfuerza  por  expresarse,  y  se  expresa  con  vigor,  porque 
su  lenguaje  todavía  no  se  ha  debilitado  con  cien  palabras  vacías 
y  con  símiles  vulgares."  48  A  la  poesía  de  la  naturaleza  dedica 
casi  entero  el  diálogo  IV.  Y  su  concepción  de  la  poesía  es,  en 
fórmula  moderna,  "recreación  del  mundo  por  la  palabra"  ;  lo  ex- 
plica en  un  párrafo  importante  no  sólo  para  la  historia  del  estudio 
literario  de  la  Biblia,  sino  aun  para  la  historia  de  la  estética;  el 
origen  de  la  poesía  lo  formula  así :  "la  primera  poesía  fue  un 
diccionario  de  palabras  y  expresiones  henchidas"  49  y  más  abajo 

45  "A.  Sie  denken  sehr  morgenlándisch:  insonderheit  mit  ihren  Personificationen. 
Lesen  Sie  unsre  Kunstrichter,  wie  sparsam  die  solchen  Schmuck  anrathen.  E.  Wenns 
Schmuck  seyn  solí,  haben  sie  Recht;  ich  rede  aber  von  Seele,  von  Belebung"  (pá- 
gina 102). 

46  "Unbefangene,  frische,  muntre...  die  noch  kein  Joch  der  Regeln  erdrückt 
hat"  (X-XI)  (cfr.  VI). 

47  "lyiebhaber  der  áltesten,  simpelsten  und  erhabensten  Poesie  überhaupt"  (I); 
"dieser  hohen,  einfáltigen,  vielleicht  áltesten  Kunstkomposition"  (VII);  "Liebhabter 
der  áltesten,  einfáltigsten,  vielleicht  herzlichsten  Poesie  der  Erde"  (X). 

48  "Lasset  sie  sich  an  einfachen  Bildern  lange  verweilen,  diese  wiederholen, 
anstaunen  und  ins  Gigantische  malen:  so  sehen,  so  sprechen  und  empfinden  Kinder. 
Sie  staunen  an  ehe  sie  anschauen  lernen:  alies  erscheint  ihnen  im  blendenden  Glanz 
der  Neuheit:  unbekannte  und  also  gróssere  Wesen  wirken  auf  ihre  noch  ungeübten, 
also  lebhaft  empfindenden  Organe:  sie  wissen  noch  nicht  zu  vergleichen,  und  also  durch 
Vergleichung  zu  verkleinern:  ihre  Zunge  strebt  sich  auszudrücken  und  drückt  sich 
stark  aus,  weil  ihre  Sprache  noch  nicht  durch  hundert  leeré  Worte  und  gemein  ge- 
wordne  Aehnlichkeiten  schwach  und  geláufig  gemacht  ist"  (II,  6-7). 

49  "Die  erste  Dichtkunst  war  also  ein  Wórterbuch  pr'ágnanter  Ñamen  und  Aus- 
drücke."  


PANORAMA  HISTÓRICO 


21 


desarrolla  la  idea  en  un  párrafo  inspirado:  " Cuanto  alcanza  su 
mirada,  gira  la  rueda  de  la  creación,  y  se  detiene  ante  él,  centro 
de  dicho  círculo,  dios  visible  de  la  tierra.  Al  nombrar  cada  cosa, 
y  ordenarla  con  el  sentimiento  hacia  sí,  se  convierte  en  imitador 
de  la  divinidad,  segundo  creador,  poietés,  poeta.  Se  ha  definido 
la  esencia  de  la  poesía  como  imitación  de  la  naturaleza;  persi- 
guiendo tal  origen,  habría  que  definirla  audazmente  como  imita- 
ción del  Dios  creador  y  nombrador."  50 

Los  dos  volúmenes  de  la  obra  que  Herder  dejó  incompleta 
están  llenos  de  preciosas  intuiciones,  muchas  de  ellas  adivinacio- 
nes o  gérmenes  de  ideas  que  crecerán  o  aparecerán  en  sistema 
más  tarde.51  Ya  me  he  referido  a  su  interés  por  el  lenguaje ;  puedo 
añadir  esta  importante  frase  de  la  introducción:  "El  genio  de 
la  lengua  en  ninguna  parte  lo  podemos  estudiar  mejor,  es  decir, 
con  más  verdad,  profundidad,  riqueza  de  aspectos,  agrado,  que 
en  la  Poesía",52  y  esta  otra  que  encontramos  en  un  apéndice  al 
primer  diálogo  del  segundo  volumen :  hablando  de  la  lengua  he- 
brea: "Llevaba  en  sí  muchas  imágenes  y  emociones  ya  elabora- 
das, que  se  recibían  en  herencia,  y  que  bastaba  aplicar."  53 

Su  valoración  del  detalle  en  función  de  la  totalidad  suena  a 
preanuncio  de  la  moderna  psicología  estructural  (Gestaltpsycho- 
logie) :  "Más  extraño  aún  sería  pretender  arrancar  una  imagen 
de  su  sistema...  Una  imagen  existe  sólo  en  el  sistema  de  la  emo- 
ción." 54 

50  "Das  Rad  der  Schopfung  láuft  umher,  soweit  es  sein  Blick  verfolgen  kann, 
und  steht  bei  ihm,  dem  Mittelpunkt  dieses  Umkreises,  dem  sichtbaren  Gott  auf  Erden, 
still.  Indem  er  alies  nennt,  und  mit  seiner  Empfindung  auf  sich  ordnet,  wird  er 
Nachahmer  der  Gottheit,  der  zweite  Schopfer,  also  auch  poietes,  Dichter.  Hat  man 
das  Wesen  der  Dichtkunst  in  eine  Nachahmung  der  Natur  gesetzt,  so  dürfte  man 
diesem  Ursprunge  zufolge,  es  noch  kühner  in  einer  Nachahmung  der  schaffenden, 
nennenden  Gottheit  setzen"  (II,  4). 

En  un  poema,  al  fin  del  primer  diálogo,  leemos  estas  frases:  "Der  dem  Ge- 
danken  Flügel  gab  und  Kraft  auch  seinesgleichen  zu  erschaffen";  "auch  dem  Schall 
Gestalt  zu  geben". 

51  En  sentido  más  general  dice  Fr.  Schultz:  "Im  Grunde  ist  jede  Position  der 
Literaturwissenschaft  des  19.  und  20.  Jahrhunderts  in  ihm  zumindesten  keimhaft  vor- 
gebildet".  "Die  Entwicklung  der  Literaturwissenschaft  von  Herder  bis  Wilhelm 
Scherer";  en  el  libro  Philosophie  der  Literaturwissenschaft:  herausgeg.  von  Emil 
Ermatinger. 

52  "Und  den  Genius  der  Sprache  kónnen  wir  nie  besser,  d.i.  wahrer,  tiefer, 
vielseitiger,   angenehmer  studiren,  ais  in  Poesie"  (XI). 

53  "Sie  hatte  schon  viele  vorgedachte  Bilder  und  Empfindungen  in  sich,  die  man 
ais  Erbteil  bekam,  die  man  nur  anwenden  durfte"  (II,  35). 

54  "Noch  fremder  wáre  es,  wenn  man  ein  Bild  aus  seinem  Zusammenhange  reis- 
sen...  wollte.  ...  Ein  Bild  existirt  nur  im  Zusammenhange  der  Empfindung"  (II,  7). 

3.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


22 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


Si  refiere  el  paralelismo  consueto  "cielos-tierra",  sabe  pe- 
netrar en  su  sentido,  origen  y  alcance  religioso  y  poético  (pág.  46). 
Y  sabe  dar  razones  estéticas  del  paralelismo  en  general  (pági- 
nas 20  ss.).  Qué  sagazmente  explica  la  creación  fantástica  de  espí- 
ritus y  genios:  "Para  el  ojo  sensible  está  el  escenario  del  mundo 
vacío  de  causas  y  rebosante  de  acción :  ¡  qué  fácil  imaginarse  cau- 
sas individuales !"  55  O  la  unión  de  la  vida  con  la  ciencia  mágica : 
"Junto  al  árbol  de  la  vida,  florece  para  el  hombre  el  árbol  de 
una  sabiduría  demasiado  prudente :  de  este  árbol  come  su  propia 
muerte."  56 

Caracteriza  la  historia  oriental  por  su  forma  literaria  de  saga : 
"La  historia  en  Oriente,  sobre  todo  cuando  es  tradición  patriar- 
cal... se  convierte  en  saga  poética  de  tribu";57  pero  de  las  sagas 
se  desarrolla  la  historia  (ib),  entre  los  israelitas  con  la  monar- 
quía. Hay  narraciones  que  se  refieren  "a  un  nombre,  un  monu- 
mento, una  finalidad  de  tribu  o  familia".68  Es  decir,  encontramos 
apuntado  mucho  de  lo  que  será  la  aportación  de  Gunkel  y 
Gressmann. 

Pero  la  concepción  religiosa  de  Herder  es  naturalista.  Está 
influido  por  Eichhorn,  quien  publica  el  primer  volumen  de  su 
Introducción  en  1780  (Herder  lo  cita  una  vez:  pág.  25).  Es  cu- 
rioso esto :  el  discípulo  de  Hamann,  el  teórico  del  movimiento 
irracionalista,  rebaja  el  fenómeno  religioso  a  un  plano  natural  y 
se  emparenta  con  lo  que  llamamos  "racionalismo"  religioso.  Hay 
que  leer,  por  ejemplo,  su  interpretación  ingeniosa  de  la  historia 
del  Paraíso,  sin  gracia,  pecado  ni  castigo  (diál.  VI) ;  con  ese 
significativo  epíteto  de  desprecio  para  la  interpretación  sobre- 
naturalista :  "die  Schwármer"  (los  fanáticos).  Y  en  la  misma 
dirección  apunta  su  elogio  de  la  nueva  escuela:  "Y  si  nuestro 
tiempo  y  nación  merecen  una  alabanza,  será  por  su  frío  esfuerzo 
para  acercarse  al  sencillo  sentido  primigenio  de  aquellos  poetas, 
sin  embriagarse  de  glosas  y  sentidos  arcanos."59  Es  decir,  la 

55  "Dem  sinnlichen  Auge  ist  der  Schauplatz  der  Welt  leer  von  Ursachen  und 
doch  so  überschwánglich  voll  von  Wirkung;  wie  leicht  also,  dass  man  sich  einzelne 
Urheber  dachte"  (pág.  44). 

56  "Neben  dem  Baum  des  Lebens  blüht  dem  Menschen  immer  gern  der  Baum 
überkluger  Weisheit,  von  dem  er  sicb  den  Tod  kostet"  (pág.  137). 

57  "Die  Geschichte  in  Orient,  zumal  wenn  sie  alte  Vatertradition  ist...  wird 
gleichsam  poetische  Geschlechtssage"   (II,  14). 

58  "Auf  einen  Ñamen,  ein  Denkmal,  einen  Geschlechts-  und  Familienzweck." 

59  "Und  wenn  unsere  Zeit  und  Nation  ein  Lob  verdient,  so  ists  über  ihr  kaltes 
Bestreben,  sich  unberauscht  von  Glossen  und  geheimer  Bedeutung  dem  simpeln  Ursinn 
jener  Dichter  nahen  zu  wollen." 


PANORAMA  HISTÓRICO 


23 


visión  poética  de  la  Biblia  viene  a  ser  un  sustitutivo  y  compen- 
sación de  su  perdido  sentido  sobrenatural. 

Los  méritos  de  Herder  son  las  intuiciones  y  adivinaciones,  los 
análisis  sagaces  de  textos  concretos.  Pero  le  faltaron  dos  cosas: 
primero,  tiempo  para  terminar  su  obra;  en  un  tercer  volumen 
nos  hubiera  dado  una  historia  del  estudio  literario  de  la  Biblia 
(me  hubiera  ahorrado  parte  de  mi  trabajo),  estudio  de  las  imita- 
ciones de  la  Biblia  en  diversas  lenguas,  y  exposición  de  su  in- 
flujo en  la  historia  de  la  cultura.  Lo  segundo  que  le  falta,  que 
ni  siquiera  planeaba,  era  un  trabajo  más  sistemático.  Así  resulta 
que  su  libro,  tan  lleno  de  sugerencias,  no  lo  lee  nadie  (igual  que 
el  de  Lowth).  Todos  le  citan:  pero  como  no  tuvo  la  suerte  de 
formular  una  ley  como  el  paralelismo,  su  nombre  es  en  la  me- 
moria de  los  actuales  un  nombre  viudo,  sin  una  fórmula  que  lo 
acompañe,  como  le  cupo  en  suerte  a  Lowth. 

III.  SIGLO  XIX 
1.  PLANTIER 

El  año  1842  se  publicó  la  primera  edición  de  un  libro  del 
abate  Plantier  sobre  los  poetas  bíblicos.  El  año  1881  se  publicó 
en  Nimes  la  nueva  (3.a)  edición  de  la  obra  Études  Littér aires  sur 
les  Poetes  Bibliques,  por  Mgr.  Plantier  Évéque  de  Nimes  (Edi- 
ción postuma).60 

Una  tercera  edición  a  cuarenta  años  de  distancia  parece  señal 
de  éxito.  El  editor  alaba  "la  nouveauté  des  aperqus,  l'élévation 
des  idées,  l'abondance  et  la  justesse  des  observations,  la  richesse 
du  style"  (VI) ;  al  encontrar  incompletos  algunos  estudios,  ex- 
clama: "Perte  irréparable  pour  les  études  bibliques!";  y  concluye 
citando  palabras  de  un  crítico,  Armand  de  Pontmartin :  "Cest 
un  livre  grandiose...  ceuvre  qui  pourrait  suffire  á  la  gloire  d'un 
penseur,  d'un  savant,  d'un  écrivain..." 

He  citado  estas  frases  porque  en  ellas  está  indicado  lo  más 
notable  que  se  puede  decir  hoy  de  tal  libro :  lo  más  notable  es 

6o  Hubiera  sido  más  cómodo  ignorar  sencillamente  a  Plantier;  pero  había  unas 
cuantas  razones  para  tenerlo  en  cuenta:  El  autor  se  pone  en  línea  con  Lowth  y  sus 
sucesores;  su  obra  tiene  significado  histórico,  como  índice  o  síntoma;  alguien  califica 
de  clásicas  sus  lecciones  (Tricerri,  XIX);  si  alguien  lee  mis  páginas,  está  avisada 
con  tiempo. 


24 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


que  pudiese  interesar  y  satisfacer  al  público.  El  libro  es  docu- 
mento de  una  mentalidad,  un  gusto  inverosímilmente  remoto. 

Plantier  cita  a  Lowth,  pero  desconoce  a  Herder  —  la  traduc- 
ción francesa  de  Carlowitz  se  publicaba  tres  años  más  tarde,  en 
el  año  1845  — .  Le  gustan  las  divisiones  ternarias  de  discurso 
clásico,  las  grandes  frases  de  palabras  importantes  que  parecen 
encerrar  ideas  trascendentes,  y  emplea  un  estilo  fluido  para  llenar 
una  página  con  media  idea.  El  Capítulo  XX  presenta  a  Moisés 
como  poeta:  "Poete,  il  Test:  1.°  Dans  les  situations  les  plus  so- 
lennelles;  2.°  avec  le  caractére  le  plus  honorable;  3.°  avec  le 
talent  le  plus  sublime."  El  Capítulo  XXIX  caracteriza  a  Isaías 
en  cuatro  cualidades:  "1.°  Pour  le  genre  d'esprit,  le  poete  de 
la  haute  ironie ;  2.°  pour  le  sentiment,  le  poete  de  la  véhémence ; 

3.  °  pour  le  colorís,  le  poete  par  excellence  de  la  topographie; 

4.  °  enfin,  pour  la  disposition,  le  poete  de  l'ordre  le  plus  logique 
et  le  mieux  gradué."  Esta  vez  son  categorías  más  concretas,  que 
nos  invitan  a  leer  el  capítulo ;  acierta  en  la  comparación  de  Is  54 
con  Sap  13,  pero  a  las  siete  páginas  de  lectura  se  echan  sobre 
nosotros  las  frases  generales  "il  s'éléve  aux  transports  les  plus 
ardentes,  aux  bonds  les  plus  impétueux  de  la  verve  lyrique...  il 
personifie  tout  dans  la  richesse  de  son  imagination...  il  anime 
tout  dans  l'excés  d'enthousiasme...  la  justesse  de  couleurs  et 
la  majesté  de  traits...  quelque  chose  qui  donne  du  corps  et  du 
mouvement  á  la  poésie,  fait  palpiter  sa  lettre  et  la  change  en 
tableau"  (págs.  172  ss.).  Piensa  que  una  traducción  latina  o  fran- 
cesa de  la  Escritura,  a  poco  fiel  que  sea,  produce  "impression  de 
délices"  (pág.  111);  por  ejemplo,  su  traducción  de  Is.  14  "et  son 
bonheur  est  alié  jusqu'au  transport...  ce  qu'il  avait  de  grandes 
ombres...  Vains  discours!  [hebr.  "'ék"]...  réduits  á  l'état  de 
cadavres  infects". 

Hay  que  suponer  que  en  las  1.100  páginas  del  libro  habrá 
cosas  buenas.  En  la  conferencia  sobre  el  carácter  de  la  lengua 
hebrea  hay  detalles  valiosos  y  bien  formulados,  que  podrían  en- 
riquecer las  observaciones  de  Herder  (aunque  desconoce  los  tra- 
bajos fundamentales  de  Humboldt,  que  iban  apareciendo  el  dece- 
nio precedente).  Pero  leídos  un  par  de  capítulos,  se  pierden  las 
fuerzas  para  continuar. 

En  la  pág.  478  comienza  lo  que  llama  análisis  literario  del 
cántico  de  Moisés :  después  de  altisonante  introducción  comienza : 
"Cantabo!  Quand  la  nuage  est  gros,  il  faut  qu'il  éclate...  [5  lí- 
neas] Cantabo!  Le  théme  du  cantique  entier  est  indiqué  par  ce 


PANORAMA  HISTÓRICO 


25 


premier  cri  [amplificación  en  16  líneas]  Cantabo!  [33  líneas  para 
explicar  por  qué  no  menciona  al  pueblo]  Cantabo!  Expression 
tres  heureuse !  [amplificación  en  15  líneas] y  así  continúa  la  ex- 
plicación literaria  en  25  páginas. 

En  resumen,  después  de  Lowth  y  Herder,  el  libro  de  Plantier 
significa  una  inflación  de  las  palabras  y  una  desvalorización  de 
las  ideas. 

2.  WENRICH 

El  año  1842,  la  Academia  de  Inscripciones  y  Bellas  Letras  de 
París  proponía  un  concurso :  comparar  la  literatura  hebrea  con 
la  árabe.  Salió  premiada  la  obra  De  poeseos  Hebraicae  atque 
Arabicae  origine,  índole,  mutuo  que  consensu  atque  discrimine, 
de  J.  G.  Wenrich.  La  obra  se  publicó  el  año  siguiente  en  Leipzig. 

Es  un  libro  erudito,  de  270  páginas,  con  121  notas  y  nume- 
rosos ejemplos  en  el  texto.  La  disposición  del  libro  es  de  cla- 
ridad geométrica:  cuatro  partes,  "origen,  tema,  estilo,  forma  ex- 
terna" ;  en  cada  parte  tres  secciones,  "en  la  poesía  hebrea,  en  la 
poesía  árabe,  comparación".61 

Cita  y  sigue  a  Lowth,  ignora  a  Herder.  Maneja  como  ins- 
trumental la  retórica  clásica,  no  parece  haberse  enterado  de  la 
revolución  literaria  que  ha  sucedido  en  Alemania.  Procede  con 
una  frialdad  racionalista,  como  si  en  vez  de  poemas,  examinase 
muestras  mineralógicas.  Sus  raciocinios  son  perfectos,  y  a  veces, 
incluso  funcionan  en  la  realidad ;  pero  con  la  suma  de  raciocinios 
no  puede  suplir  la  intuición  y  sensibilidad  que  le  faltan. 

Vamos  a  ilustrar  este  juicio  somero  con  algunos  ejemplos : 

25.  Los  hebreos  no  pudieron  cultivar  la  poesía  en  Egipto,  porque  estaban 
oprimidos ;  cuando  logran  la  libertad,  comienzan  su  producción  literaria. 

26  ss.  Los  hebreos  estuvieron  ocupados  en  guerras  durante  500  años ;  lo 
cual  favorece  la  poesía  heroica  o  bélica.  De  ella  apenas  quedan  ejem- 
plos en  el  AT,  pero  queda  la  referencia  del  libro  de  las  guerras  de  Yavé. 

28.  El  culto  promovió  mucho  la  poesía  hebrea. 

29.  El  género  de  vida  de  los  patriarcas  no  permitía  el  cultivo  de  la  poesía. 

30.  Tampoco  hubo  poesía  en  tiempo  de  los  jueces.  A  partir  de  Samuel  co- 
mienza su  desarrollo. 

60-66.  Después  de  discutir  las  dos  interpretaciones  dominantes  del  Cantar 

6i  De  su  erudición  puede  dar  idea  otra  obra  suya:  De  auctorum  graecorum 
versionibas  et  commentariis  Syriacis,  Arabicis,  Armeniacis,  Persicisque  commentatio. 
Pars  prima:  De  causis  et  ratione  studiorum,  quae  Syri,  Arabes,  Armenii  atque  Persae 
in  vertendis  explicandisque  auctorum  Graecorum  scriptis  collocarunt.  Pars  secunda: 
Auctorum  Graecorum  qui  in  Syrorum,  Arabum,  Armeniorum,  Persarumque  sermonen 
conversi  commentariisque  illustrati  fuere,  recensio,  Leipzig,  1842. 


26 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


de  los  Cantares,  alegórica  y  propia,  resume  escuetamente  el  argumento. 
Lo  mismo  hace  con  otros  libros,  en  las  páginas  siguientes. 
72  ss.  Comienza  la  exposición  de  los  géneros  poéticos  del  AT,  según  las 
categorías  clásicas,  naturalmente.  Himnos,  odas,  cánticos,  elegías ;  lí- 
rica amorosa,  didáctica  (los  profetas  mezclan  la  lírica  con  la  didácti- 
ca) ;  apólogos. 

105  ss.  El  estudio  del  estilo  se  realiza  según  cuatro  categorías :  simple x, 
sententiosus,  sublimis,  figuratus.  Pero  antes  de  comenzar  la  exposición 
analiza  las  condiciones  de  vida  de  los  hebreos  —  vida,  costumbres,  ins- 
tituciones, geografía  y  clima — ,  porque  de  ellas  depende  el  estilo.  La 
vida  es  simple  (y  el  estilo  simple) ;  las  instituciones  son  divinas  (el  estilo 
sublime) ;  la  tierra  es  amena,  fértil,  varia  (el  estilo  figurado).  El  lector 
comprobará  que  estas  tres  condiciones  únicamente  se  dan  en  el  pueblo 
hebreo,  y  que,  por  tanto,  la  caracterización  estilística  de  Wenrich  es 
acertadísima  e  inconfundible. 

118  ss.  Comienza  a  tratar  del  estilo  figurado.  Primero,  los  campos  de  donde 
están  tomadas  las  imágenes :  luz,  hierba,  montes,  etc.  Segundo,  las 
formas  de  las  imágenes :  metáfora,  comparación,  prosopopeya,  alego- 
ría, parábola. 

En  un  apartado  señala  cómo  algunas  imágenes  son  viles,  "humiles", 
y  otras  son  excesivas  (págs.  141-142).  Pero  reconoce  la  superioridad 
descriptiva  del  Cantar  de  los  Cantares  sobre  toda  la  poesía  griega  (pá- 
gina 143). 

213  ss.  La  discusión  sobre  la  forma  externa  tiene  por  tema  la  métrica.  El 
resultado  es  un  escepticismo  como  el  de  Lowth ;  después  pasa  a  tratar : 
230  ss.  Del  paralelismo  y  sus  clases. 

241  ss.  En  un  par  de  capitulillos  trata  de  la  paronomasia  y  la  rima  "ho- 
moeoteleuta". 

Si  comparamos  el  libro  de  Wenrich  con  el  de  Lowth,  con- 
cluimos que  no  aporta  casi  nada  a  la  poética  hebrea,  si  no  es  un 
orden  más  cerebral;  un  valor  peculiar  es  la  comparación  siste- 
mática con  la  literatura  árabe,  para  lo  que  pudo  aprovechar  el 
antecedente  de  W.  Jones. 

Comparado  con  Herder,  el  libro  de  Wenrich  es  glacial.  Com- 
parado con  Plantier,  tiene  la  ventaja  de  que  consta  de  datos  y 
raciocinios,  sin  farragosas  declamaciones. 

3.  MOULTON 

Richard  G.  Moulton  :  The  Literary  Study  of  the  Bible.  An 
Account  of  the  Leading  Forms  of  Literature  Represented  in  the 
Sacred  Writings.  London  1896.  Es  importante  fijarse  en  la  fecha 
de  este  libro,  anterior  a  la  escuela  de  Gunkel  y  anterior  a  las 
discusiones  de  los  católicos  sobre  los  géneros  literarios.62 

62  Pueden  comprobarse  fechas  en  Introductio  Generalis  in  Sacram  Scripturam, 
Hopf^-Gut  (Roma,  1940,  págs.  110-117).  Y  en  el  artículo  de  J.  Prado  "La  controver- 


PANORAMA  HISTÓRICO 


27 


Mientras  estas  discusiones  partían  de  problemas  bíblicos  con 
sus  implicaciones  teológicas,  el  libro  de  Moulton  es  simplemente 
un  "estudio  literario",  escrito  por  un  profesor  de  literatura,  cons- 
ciente de  la  poca  atención  que  se  otorga  al  valor  literario  de  la 
Biblia :  "son  pocos  aquellos  a  quienes  la  Biblia  interesa  como 
literatura",  siendo  así  que  la  forma  literaria  de  la  Biblia  podría 
ser  "terreno  común  de  encuentro"  para  el  devoto  conservador, 
el  crítico  radical  y  el  crítico  respetuoso.  Además  la  Biblia,  incor- 
porada a  la  formación  humanística,  podría  contrapesar  la  moral 
ajena  a  nuestra  cultura  de  los  clásicos  grecolatinos.63 

Por  ser  muy  amplio  el  campo,  M.  restringe  su  análisis  a  las 
"formas  literarias" ;  su  obra  será  un  tratado  de  morfología  lite- 
raria. Desde  las  formas  elementales,  como  paralelismo,  stanza, 
estrofa,  hasta  las  generales,  épica,  lírica,  historia,  retórica,  con 
sus  múltiples  ramificaciones,  como  la  oda  procesional,  el  himno 
de  victoria,  la  rapsodia  profética  o  el  soneto  libre.64 

Entre  sus  principios  literarios,  conviene  señalar :  ante  todo 
interesa  la  obra  literaria  en  sí,  "la  estructura,  tal  como  se  nos 
presenta,  sea  quien  fuere  responsable  de  tal  estructura",  es  decir, 
que  la  cuestión  de  autor  es  secundaria.  Es  necesario  señalar  los 
límites  precisos  de  la  unidad  literaria  —  que  puede  reducirse  a 
una  sentencia — ,  y  después  estudiar  la  unidad  como  tal,  sea  ex- 
trínseca, de  agregación  o  adición,  sea  intrínseca,  de  contenido  o 
de  construcción  formal.65 

Sin  formularlo  como  principio,  mantiene  siempre  una  grande 
flexibilidad  para  clasificar,  sin  temor  a  formas  mixtas  y  conta- 
minadas ;66  y  emplea  el  método  comparativo,  cuando  es  posible ; 
y  multiplica  los  ejemplos  concretos,  punto  de  partida  para  la  teo- 
ría, recurso  eficaz  de  exposición.  Este  sentido  pedagógico  del 

sia  sobre  los  géneros  literarios  bíblicos  desde  fines  del  siglo  pasado  hasta  nuestros  días", 
del  libro  Los  géneros  literarios  de  la  Sagrada  Escritura,  Barcelona,  1957. 

63  "The  number  is  tew  of  those  to  whom  the  Bible  appeals  as  literature"  (pá- 
gina III);  "the  literary  appreciation  of  Scripture  is  a  common  ground  upon  which 
opposing  scholars  may  meet"  (pág.  V);  "our  liberal  education  should  have  another 
side  to  balance  it"  (pág.  IX). 

64  "The  treatment  of  literary  morphology;  how  to  distinguish  one  literary 
composition  from  another...  to  recognise  Epic,  Lyric,  and  other  forms...  to  distinguish 
literary  forms  special  to  the  sacred  writers"  (pág.  VIII). 

65  "The  structure...  as  it  stands,  whoever  may  be  responsible  for  that  structure... 
the  structural  analysis...  and  the  connection  of  its  succesive  parts"  (pág.  V).  Capí- 
tulo III:  "The  Lower  and  the  Higher  Unity  in  Literature". 

66  Basta  consultar  las  tablas  generales  de  formas  literarias,  que  ocupan  las  doce 
páginas  del  segundo  apéndice,  págs.  500-511. 


28 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


profesor  se  manifiesta  en  el  capítulo  introductorio,  en  el  que  re- 
pasando a  vista  de  pájaro  el  libro  de  Job,  hace  comprender  al 
lector  la  riqueza  y  variedad  de  aspectos  literarios  dignos  de 
análisis. 

Método  comparativo,  interés  por  la  obra  concreta,  estudio  de 
unidades  y  estructuras,  clasificación  de  géneros  literarios:  esto 
suena  a  cosa  moderna  para  el  especialista  en  Escritura  y  para  el 
especialista  en  Literatura.  Sin  embargo,  el  influjo  de  Moulton  ha 
sido  mínimo. 

Y  si  bajamos  a  referir  o  subrayar  detalles  particulares,  ten- 
dríamos que  detenernos  en  su  interesante  clasificación  de  formas 
de  paralelismo  (págs.  43-67),  sus  consecuencias  para  la  interpre- 
tación (págs.  68-80),  su  valor  para  un  efecto  estilístico  de  sorpre- 
sa (pág.  76). 67  De  gran  interés  es  su  método  tipográfico  para  in- 
dicar plásticamente  la  estructura  formal  e  ideal  de  un  poema.  Por 
medio  del  análisis  de  la  estructura  demuestra  que  el  cap.  1  del 
Génesis  no  es  una  narración  cronológica,  sino  una  clasificación 
lógica  que  afirma  enfáticamente  la  acción  creativa  universal  de 
Dios  (pág.  72). 68 

Ingeniosa  es  su  reconstrucción  del  canto  de  Débora  para  do- 
ble coro  de  hombres  y  mujeres ;  si  no  es  cierta,  podría  serlo  (pá- 
gina 111);  menos  convincente  la  distribución  de  Is.  24-27,  un 
poco  al  estilo  del  epílogo  del  Fausto  (pág.  376). 

Encontramos  la  fórmula  "Liturgia"  (págs.  160-170)  ilustrada 
con  los  salmos  118,  65,  136,  40,  34,  130,  4,  62,  25,  7  ,  94. 

En  algunos  géneros  busca  un  "prototipo"  histórico:  p.  e., 
el  diálogo  profético  con  Dios  tiene  como  prototipo  la  intercesión 
de  Abraham  Gn.  25 ;  la  parábola  profética,  la  fábula  (Jdc.  9,  ss.) ; 
la  visión  profética,  el  sueño  de  Jacob  Gn.  28;  la  profecía  emble- 
mática, ceremonias  del  culto.  Esto  equivale  a  buscar  un  hecho, 
una  situación  histórica,  en  la  que  surge  un  género  literario  o  una 
derivación  (cosa  algo  parecida  al  "Sitz  im  Lebem").69 

También  señala  recursos  estilísticos  como  la  enumeración,  es- 
tribillo, leitmotif,  climax,  interrupciones  líricas  en  anuncios  pro- 
féticos,  imágenes  amplificadas,  en  serie,  y  presupuestas,  monólogo 
dramático,  concentración  lírica,  asociación  profética  o  renovación 
de  imágenes  clásicas,  etc. 

67  De  ella  me  ocuparé  en  el  capítulo  especial  sobre  el  paralelismo. 

68  Es  decir,  la  estructura  simétrica,  ya  propuesta  por  Herder,  aceptada  por 
muchos,  rechazada  por  algunos  y  últimamente  perfeccionada. 

69  Véanse  las  tablas  sistemáticas  citadas. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


29 


Añadamos  la  serie  de  poemas  concretos  analizados,  y  las  múl- 
tiples observaciones  dispersas,  y  llegaremos  a  un  balance  muy 
positivo  de  este  libro.  Y  sin  embargo,  el  influjo  de  Moulton  ha 
sido  mínimo.  ¿Cómo  se  explica  esto? 

Podríamos  pensar  que  en  aquella  época  predominaba  la  es- 
cuela alemana  de  investigación  bíblica,  menos  interesada  en  los 
aspectos  literarios.  Pero  es  que  tampoco  los  ingleses,  a  quienes 
Moulton  cita  honoríficamente,  se  interesaron  por  el  libro  del 
profesor  de  literatura.70  La  Cambridge  Bible  suele  dedicar  un 
apartado  de  la  introducción  al  estilo  del  autor  respectivo ;  pero 
no  demuestra  conocer  o  aprovechar  la  aportación  de  Moulton. 
La  colección  que  el  mismo  autor  dirigió  y  publicó,  The  Modern 
Reader's  Bible.  A  series  of  Works  jrom  Sacred  Scrip tures  Pre- 
sented  in  Modern  Literary  Form,  tuvo  grande  éxito  editorial,  y 
se  difundió  entre  el  gran  público.71 

Hay  dos  hechos  fundamentales  que  limitaron  el  influjo :  pri- 
mero, el  poco  interés  de  los  eruditos  por  el  aspecto  literario  de 
la  Biblia.  Segundo,  que  la  clasificación  morfológica  de  Moulton, 
aunque  no  se  puede  demostrar  como  falsa,  suena  a  cosa  artificial. 
Basta  comparar  su  explícito  catálogo  de  formas  literarias  con  las 
correspondientes  clasificaciones  de  Gunkel.  Moulton'  se  acerca  a 
la  Biblia  con  un  sistema  genérico  de  clasificaciones  universales,  y 
concede  muy  poca  atención  a  los  signos  estilísticos.  Gunkel  in- 
tenta encontrar  en  la  misma  Biblia  su  natural  clasificación  en 
géneros,  atendiendo  a  temas  y  signos  estilísticos.  El  resultado  es 
que  Gunkel  creó  una  escuela  fecunda,  Moulton  quedó  olvidado 
y  aun  desconocido. 

El  moderno  lector  que  se  interesa  por  estas  cuestiones  podrá 
encontrar  mucho  material  aprovechable  y  muchas  sugerencias  en 
la  obra  del  inglés.  Pero  deberá  compulsar  la  validez  técnica  de 
las  afirmaciones  72 

70  Pueden  verse  las  obras  de  Driver,  Briggs,  G.  A.  Smith  en  la  serie  ICC. 
Como  no  tienen  índice  de  autores  citados,  es  muy  difícil  asegurar  con  certeza  la 
ausencia  de  Moulton.  Pero  en  los  sitios  donde  se  podía  esperar  una  cita,  una  alu- 
sión, falta  completamente. 

71  El  volumen  primero,  "Selected  Masterpieces",  se  edita  en  1897,  y  es  re- 
impreso en  1897,  1898,  1899,  1900,  1901,  1902,  1903,  1905,  1906,  1908,  1910.  El 
volumen  de  Isaías:  1897,  1897,  1898,  1899,  1900,  1901,  1902,  1903,  1905,  1906,  1907, 
1910,  1911,  1913. 

72  Eos  dos  apéndices:  I.  índice  literario  de  la  Biblia  (toda  la  Biblia  dividida 
en  unidades,  con  indicación  adjunta  del  género  literario);  II.  Tablas  de  formas  lite- 
rarias (todas  las  divisiones  y  subdivisiones,  con  referencias  bíblicas  abundantes);  y  el 
Indice  general  de  materias,  facilitan  mucho  la  consulta  de  este  libro. 


30 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


4.  E.  KÓNIG 

Stilistik,  Rhetorik,  Poetik  in  Bezug  auf  die  Biblische  Litera- 
tur.  Leipzig,  1900. 

Por  el  enorme  material  abarcado  y  catalogado,  este  libro  es 
el  máximo  empeño  o  esfuerzo  en  la  materia.  Quizá  no  tanto  en 
el  resultado. 

En  el  prólogo  nos  explica  concisamente  la  tarea  y  criterios : 
revisar  todo  el  material  literario  en  busca  de  hechos  estilísticos, 
comparar  los  estudios  estilísticos  de  dicha  literatura  con  la  re- 
tórica árabe,  griega,  latina  y  de  otros  pueblos.  El  material  com- 
pleto, presentarlo  en  una  forma  que  responda  al  ser  y  devenir  de 
los  fenómenos  estilísticos ;  para  ello  parte  de  las  raíces  psicológi- 
cas, y  lo  presenta  como  totalidad  orgánica. 

Considera  el  trabajo  una  tarea  oportuna :  reunir  las  peculia- 
ridades estilísticas  hebreas,  con  abundantes  paralelos,  sacarlas  de 
su  aislamiento,  deducirlas  de  sus  verdaderos  principios,  examinar- 
las en  su  conexión  íntima.73 

Tres  preocupaciones  generales  encuentro  en  Kónig:  el  afán 
de  reunir  un  material  completo,  el  afán  de  una  construcción  or- 
gánica, el  afán  de  diferenciar  cada  categoría  en  múltiples  encasi- 
llados subordinados.  Del  primero  no  hace  falta  añadir  nada:  en 
teoría  es  excelente. 

Sobre  el  segundo :  rechaza  la  organización  de  la  retórica  árabe 
(expuesta  por  A.  F.  Mehren),  la  de  la  retórica  clásica  (expuesta 
por  R.  Volkmann),  y  la  de  la  retórica  moderna  o  general  (según 
G.  Gerber).  Y  propone  la  suya,  que  se  basa  en  las  funciones  del 
alma :  I.  Esfera  intelectual :  precisión  y  claridad ;  II.  Esfera  voli- 
tiva: seguridad  y  viveza;  III.  Esfera  estética:  belleza  y  eufonía. 
Esta  división,  que  el  autor  considera  "derivada  de  la  naturaleza 
de  las  cosas",  nos  mostrará  su  validez  en  un  par  de  ejemplos : 

73  "In  Bezug  auf  stilistische  Erscheinungen  zu  durchmustern...  mit  der  Rheto- 
rik der  Araber,  der  Griechen,  der  Rómer  und  neuerer  Volker...  einem  vergleichendem 
Studium  zu  unterwerfen...  Das  Material...  in  einer  solchen  Weise  darzustellen,  die 
dem  wirklichen  Werden  und  Wesen  der  stilistischen  Phánomene  entspricht...  Die 
Stilerscheinungen  aus  ihren  psychologischen  Quellpunkten  abzuleiten  und  ais  ein 
innerlich  zusammenhángendes  Ganze  zur  Anschauung  zu  bringen".  "Die  stilistischen 
Eigenheiten  zu  sammeln...  in  das  Licht  der  geschichtlichen  Entwicklung  zu  rücken... 
durch  Beibringen  von  Parallelen  aus  ihrer  Isoliertheit  zu  befreien...  aus  ihren  wahren 
Motiven  herzuleiten  und  in  ihrem  innersten  Zusammenhang  zu  durchschauen"  (pá- 
ginas III-IV). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


31 


La  metáfora  procede  de  la  esfera  intelectual,  su  función  es 
aumentar  la  precisión;  el  quiasmo  pertenece  a  la  misma  esfera, 
y  aumenta  la  claridad. 

La  concisión  procede  de  la  esfera  volitiva,  su  función  es  au- 
mentar la  viveza  o  vivacidad.  A  la  misma  esfera  pertenece  la 
hendiadis,  cuya  función  es  enfática. 

La  aliteración  procede  de  la  esfera  estética,  su  función  es 
eufónica. 

Es  evidente  que  esta  división  compartimental  del  alma  y  de 
la  estilística  afectan  y  vician  profundamente  una  valoración  ar- 
tística. La  agrupación  de  Gerber,  aunque  ya  no  satisface,  está 
mucho  más  cerca  de  la  realidad  estilística.74 

La  multiplicación  de  encasillados  es  otra  preocupación  de  Kó- 
nig;  ya  Lowth,  con  inglesa  sobriedad,  había  renunciado  a  las 
complicadas  clasificaciones  de  los  retóricos  clásicos;  Kónig,  en 
cambio,  se  alegra  de  poder  añadir  un  tercer  tipo  de  metonimia  a 
las  de  Dathe  y  Quintiliano  (pág.  15).  Esos  tres  tipos  se  desdoblan 
lógicamente  en  seis,  y  los  seis  se  ramifican  en  27  casillas  (que 
contienen  también  la  litotes,  ironía,  humor,  eufemismo,  etc.).  La 
sinécdoque  se  divide  en  dos  tipos,  y  éstos  en  diez  especies,  más 
las  cinco  especies  de  hipérbole.  Con  frecuencia  discute  si  el  ejem- 
plo citado  entra  o  no  entra  en  el  encasillado  que  le  asignan. 

Véase  un  criterio  de  subdivisión :  el  valor  estilístico  de  una 
sentencia  no  depende  del  hecho  de  que  se  haya  convertido  en 
proverbio  tópico,  ni  del  carácter  peyorativo  con  que  puede  afectar 
a  una  persona;  lo  decisivo  es  si  está  tomado  del  campo  mineral, 
vegetal,  animal  o  humano  (pág.  82).  Y  para  subdividir  la  metáfora, 
desechadas  las  soluciones  de  técnicos  como  Gerber  y  Kohfeldt, 
se  acoge  a  la  clásica  de  Quintiliano  (inanimado-animado...)  (pá- 
gina 94). 

Indudablemente  hay  en  la  obra  de  Kónig  muchísimo  material 
ordenado ;  abarca  toda  la  Biblia  y  varios  apócrifos ;  y  las  48  pá- 
ginas del  índice  de  pasajes  aducidos  equivalen  a  unas  15.000  fi- 
chas. Aunque  su  ordenación  es  bastante  artificial,  es  clara  y  puede 
facilitar  el  manejo.  También  tiene  fenómenos  bien  observados  y 
explicados,  especialmente  cuando  no  se  trata  de  arte.  Pero  en 

74  Una  valoración  actual  de  Gerber  se  puede  encontrar  en  la  obra  de  H.  SEid- 
LER,  Allgemeine  Stilistik,  Góttingen,  1953  (págs.  22,  58,  79,  147,  161):  "Alie  Móglich- 
keiten  des  Stils  in  reichster  Ausdifferenzierung...  auf  den  alten  Kategorien  einfach 
weiterzubauen..." 


32 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


conjunto,  su  libro  es  un  desacierto.  Para  una  apreciación  estética 
de  la  Biblia  es  casi  inservible ;  para  un  estudio  personal  estético  de 
la  Biblia,  ofrece  materiales.  Otra  enseñanza  importante  de  su 
libro  es  ésta:  En  cosas  de  arte  no  basta  la  erudición.75 


75  Leyendo  la  introducción  (págs.  1-5),  se  podría  esperar  un  resultado  más  vivo. 
El  estilo  es  para  Kónig  "los  caracteres  en  el  uso  de  la  lengua,  manifestados  en  la 
obra  literaria,  y  procedentes  de  fuentes  más  o  menos  ocultas;  es  decir,  de  la  psicología 
del  autor,  en  influjo  inconsciente  o  elección  inconsciente  o  elección  consciente,  bajo  el 
posible  influjo  de  un  ambiente  literario"  (para  la  descripción  he  combinado  frases 
separadas  del  autor).  Aquí  está  latente  la  distinción  "lengua-lenguaje"  de  Saussure 
y  sus  sucesores;  y  podríamos  sospechar  la  fórmula  de  Marouzeau  "estilo  como  elec- 
ción"; y  hay  una  indicación  para  el  problema  "estilo  de  época-estilo  de  autor";  y  el 
admitir  influjos  inconscientes  es  dejar  campo  para  una  visión  compleja  del  estilo. 
También  es  sana  esa  fundamental  distinción  de  actividades:  intelectual-expositiva,  voli- 
tiva-influyente,  emocional-expresiva;  alguien  podría  escuchar,  sin  mayor  esfuerzo,  las 
funciones  del  lenguaje  como  "organon"   de  K.  Bühler. 

Si  Kónig  poseía  la  radical  capacidad  para  estudiar  el  estilo,  esa  capacidad  quedó 
sepulta  bajo  la  masa  de  erudición  y  la  manía  clasificatoria.  Voy  a  entresacar  frases 
de  dos  recensiones  sobre  la  obra  de  Kónig: 

The  Bxpository  Times  12  (1900-1901),  págs.  68-69.  P.  A.  Selbie. 
"very  important  work..." 

"indefatigable  research  and  exhaustive  treatment...". 

"He  has  sought  to  present  the  whole  in  a  way  that  is  at  once  novel  and  pro- 
found.  Not  only  are  the  phenomena  exibited,  but  the  psychological  source  of  these 
and  their  internal  connexions  are  carefully  traced.  The  work  before  us  is  thus  a 
philosophy  of  the  Style,  Rhetoric  and  the  Poetry  of  the  Hebrews,  as  well  as  a  cata- 
logue of  phenomena  and  of  the  passages  that  ¡Ilústrate  those." 

"A  master  of  method." 

"Work  that  will  never  have  to  be  done  again,  and  for  this  every  student  of 
Scripture  owes  an  inmense  debt  of  gratitude  to  Dr.  Kónig...  work  which  entitles 
Dr.  Kónig  to  say:  Exegi  monumentum  aere  perennius..." 

"We  will  not  mention  ñames,  but  we  have  before  us  the  expression  in  prívate 
Communications  of  the  opinión  formed  of  Dr.  Kónig's  last  work  by  some  of  those 
who  are  recognized  in  Germany  as  belonging  to  the  very  first  rank  of  OT  critics 
and  scholars." 

Deutsche  Literaturzeitung  22  (1901),  págs.  837-840.  G.  Beer: 

"Die  Belesenheit  K.s  ist  geradezu  phánomenal.  Sie  stellt  die  in  früheren  Jahr- 
hunderten  erreichte  Mittagshitze  theologischer  Stubengelehrtheit  einfach  in  den 
Schatten. " 

"Wer  K.s  Bücher  kennt,  weiss,  dass  sie  nicht  gerade  in  bestem  und  leichtver- 
daulichstem  Deutsch  geschrieben  sind.  Es  wird  ihn  daher  wundern,  wenn  er  hórt, 
dass  K.  sich  jetzt  gar  an  die  Aufgabe  gemacht  hat,  eine  Stilistik,  Rhetorik  und  Poe- 
tik  der  Hebráer  zu  verfassen.  Sollte  dazu  nicht  einige  Kongenialitát  nóthig  sein? 
Oder  trifft  auf  K.  zu,  dass  er,  wie  mancher  schlechter  Musikante  die  besten  Urtheile 
über  Musik  fállt,  sein  Thema  deshalb  richtig  bearbeitet,  weil  er  selbst  kein  guter 
Stilist,  Redner  und  Poet  ist?" 

"Ueber  den  einzelnen  Ausführungen  weht  die  Stickluft  der  Scholastik.  Der  Kopf 
thut  einem  Weh  von  all  den  terminis  technicis  wie  Akyrologie,  Dilogie,  Períssologie, 


PANORAMA  HISTÓRICO 


33 


Más  aprovechable  encuentro  su  pequeño  libro  Die  Poesie  des 
Alten  Testaments,  Leipzig,  1907.  El  primer  capítulo  intenta  des- 
cribir comparativamente  poesía  y  prosa.  El  segundo  capítulo  es- 
tudia aspectos  formales :  paralelismo  y  ritmo.  El  tercero  analiza 
aspectos  de  contenido  y  espíritu.  El  cuarto  es  una  división  de  gé- 
neros, que  se  desarrollan  en  los  capítulos  siguientes.  El  libro  tiene 
mucho  de  antología  de  citas,  bastante  de  valoración  genérica, 
discreta  erudición,  y  algunas  observaciones  literarias  interesantes. 

Nota.  —  El  siglo  xix  está  lleno  de  estudios  sobre  la  métrica 
hebrea,  como  veremos  a  su  tiempo.  Además,  pertenecen  a  esta 
época  algunas  obras  que  no  he  podido  consultar,  y  que  conozco 
por  cita  de  Wünsche: 

David  Cassel:  Geschichte  der  Jüdischen  Literatur. 

Karl  Ehrt:  Versuch  einer  Darstellung  der  hebr.  Poesie  nach  Beschaj- 
fenheit  ihrer  Stoffe.  Dresden,  1865. 

H.  Steiner:  Ueber  hebraische  Poesie.  (Conferencia.)  Basel,  1873. 

Fr.  Baethgen:  Anmut  und  Würde  der  hebraischen  Poesie.  (Conferencia.) 
Kiel,  1880. 

IV.    SIGLO  XX 

1.  A.  WÜNSCHE 

Die  Sch'ónheit  der  Bibel.  Leipzig,  1906. 

Conocemos  muy  bien  este  tipo  de  apreciación  literaria.  Es  el 
crítico  de  revista  que  presenta  un  libro  de  poemas :  adelanta  una 
introducción  en  que  aclara  las  circunstancias,  cita  un  poema  en- 
tero, lo  comenta  subrayando  alguno  de  sus  aciertos,  o  formulando 
en  adjetivos  sus  valores ;  si  el  poema  es  largo,  cita  fragmentos  y 
rellena  con  prosa  lo  callado.  Al  final  resume  una  caracterización 
manejando  su  repertorio  de  categorías ;  cuanto  más  diferenciado 
sea  dicho  repertorio,  más  esperanza  hay  de  señalar  lo  individual 


Triictus  und  weiss  Gott  noch  was  für  welchen  andern  vertrackten  Kunstkniffen..." 

"K.  behandelt  die  hebraische  Stilistik  wie  ein  Gotsched  redivivus.  Wáre  es  viel- 
leicht  nicht  ein  richtigerer  Standpunkt  gewesen..." 

"Jedoch  ich  will  nicht  ungerecht  sein  gegen  die  von  stupendem  Fleiss  und  lieb- 
vollster  Versenkung  in  die  biblischen  Schriften  zeugende  Arbeit  K.s." 

"K.s  Buch  ist  m.ív.  ein  hóchst  verdienstvolles  und  unentbehrliches  Nachschlage- 
werk  für  exegetische  und  textkritische  Studien  zum  AT." 


34 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


del  autor.  Es  una  tarea  digna  y  útil,  que  sirve  para  introducir  a 
la  lectura  sabrosa  de  un  poeta ;  es  una  forma  aceptada  y  extendida 
de  crítica  literaria. 

A  este  tipo  pertenece  el  libro  de  Wünsche.  El  autor  quiere 
seguir  el  camino  iniciado  por  Herder,  fijándose  más  en  los  va- 
lores estéticos  de  contenido,  que  en  los  formales  de  paralelismo 
y  procedimientos  retóricos. 

Su  repertorio  de  calificaciones  literarias  es  bastante  variado: 
p.  e.,  en  los  profetas  señala  "frescura  y  calor  vital,  plasticidad  y 
sentido  concreto  en  la  representación,  ornato  en  el  uso  de  pinto- 
rescas imágenes  y  comparaciones,  felices  juegos  de  palabras,  ro- 
bustas sentencias,  artística  perfección  formal". 

Otros  ejemplos:  "con  los  más  atrevidos  colores...  rico  de 
imágenes...  emocionante,  conmovedor...  de  aliento  poético,  belle- 
za idílica...  rico  en  sonoridad  bella  y  ritmo  regular...  con  rasgos 
encantadores...  todo  el  ardor  oriental  de  un  espléndido  colorido... 
una  pintura  sublime...  una  vigorosa  y  audaz  alegoría...  describe 
con  pintoresca  emoción...  tempestuosa  efusión  de  gozo...  palabras 
del  más  profundo  e  inconsolable  dolor...  etc.". 

El  canto  de  Débora  se  distingue  por  "la  fuerza  elemental  de 
la  concisión,  el  aliento  de  la  expresión  poética,  la  vivacidad  del 
movimiento  dramático,  la  plasticidad  de  la  descripción,  la  repre- 
sentación viva  y  fresca;  totalidad  unitaria  de  alto  valor  poético, 
cuadro  rico  en  colorido".76 

En  resumen,  algunas  fórmulas  encajan  bien;  la  agrupación  de 
otras  llega  a  caracterizar  algunas  veces;  hace  caer  en  la  cuenta 
de  bellezas  auténticas.  Pero  el  conjunto  de  la  obra  deja  la  im- 
presión de  juicio  algo  convencional,  especie  de  nominalismo  crí- 

76  "Frische  und  Lebenswárme,  Anschaulichkeit  und  concrete  Bestimmtheit  in 
den  Darstellungen,  Redeschmuck  in  der  Verwendung  von  malerischen  Bildern  und 
Vergleichen,  schlagende  Wortspiele,  kraftvolle  Sentenzen,  künstlerische  Abrundung 
und  Formvollendung." 

"In  den  kühnsten  Farben...  bilderreich  und  erschütternd...  ergreifend...  mit  dich- 
terischem  Schwunge...  idyllischer  Schónheit...  reich  an  sprachlichem  Wohllaut  und 
ebenmássigem  Rhythmus...  mit  lieblichen  Zügen...  die  ganze  Glut  orientalischer  Far- 
benpracht...  ein  erhabenes  Gemálde...  eine  Allegorie  von  einer  Kraft  und  Kühnheit... 
malerisch  ergreifend  schildert...  ein  stürmischer  Freudenerguss...  das  sind  Worte  des 
tiefsten  trostlosesten   Schmerzes...",  etc. 

"Urkraft  der  Gedrungenheit,  Schwung  der  poetischen  Ausdrucks,  Lebendigkeit 
dramatischer  Bewegung,  Plastik  der  Schilderung,  frischer  und  lebendiger  Vergegen- 
wártigung,  ein  einheitliches  Ganzes  von  hohem  dichterischem  Werte,  farbenreiche 
Gemálde." 


PANORAMA  HISTÓRICO 


35 


tico.  Es  lo  que  podía  hacer  en  aquella  época  un  crítico  de  talento 
discreto.77 

Wünsche  publicó  otro  libro  sobre  las  imágenes  en  el  ATr 
del  que  me  ocuparé  en  el  capítulo  correspondiente. 

2.  G.  A.  SMITH 

G.  A.  Smith  :  The  Early  Poetry  of  Israel  in  its  Physical  and 
Social  Origins.  "The  Schweich  Lectures  1910".  London,  1912. 

Aquí  tenemos  un  libro  escrito  sin  pretensiones  por  un  hom- 
bre de  ciencia,  que  es  además  un  humanista.  Aunque  en  sus  tres 
conferencias  ha  reducido  el  campo  de  observación  —  la  poesía 
primitiva; — y  el  punto  de  vista  —  origen  físico  y  social — ,  nos 
dice  muchas  cosas  de  validez  general. 

No  entra  en  discusiones  de  fonética  histórica;  pero,  supo- 
niendo una  escritura  fonética,  revela  como  ninguno  las  condicio- 
nes estilísticas  de  esta  lengua  en  su  material  sonoro.  Estas  siete 
páginas  de  su  primera  conferencia  siguen  siendo  lo  mejor  y  casi 
lo  único  en  la  materia;  y  demuestra  cómo  la  intuición  de  lector 
artista  puede  suplir  largos  análisis  y  raciocinios.78 

Sus  observaciones  sobre  la  estructura  de  la  lengua  son  menos 
personales ;  y  lo  que  dice  sobre  la  estructura  de  los  poemas  es 
válido  para  la  poesía  primitiva  y  sólo  a  medias.  Sobre  el  ritmo 
habla  con  discreción,  y  sobre  aliteración,  asonancia  y  rima,  más 
discretamente  de  lo  que  hacía  esperar  su  introducción  fonético- 
estilística. 

La  segunda  conferencia  explica  algunos  caracteres  sociales  del 
pueblo  hebreo  y  su  influjo  sobre  su  poesía.  El  autor  toma  a  los 
beduinos  como  modelo  del  antiguo  pueblo  nómada,  quizás  exa- 
gerando algo;  pero  resultan  muy  interesantes  sus  indicaciones 

77  He  aauí  dos  juicios  de  este  libro: 

The  Expository  Times  18  (1906-7),  págs.  5°3-4-  J.  V.  Prásek: 

"On  account  of  the  excellence  of  its  contents  and  the  attractiveness  of  its  form." 

"His  excellent  discussion,  which  embraces  all  sides  of  OT  literature,  and  in  which 
a  great  number  of  poetical  beauties  of  the  Bible...  are  brought  to  light." 

"A  classification,  according  to  all  the  points  of  wiew  laid  down  by  the  law  of 
aesthetics,  of  the  several  features  of  beauty  in  the  Scriptures." 
Deutsche  Literaturzeitung  27  (1906),  págs.  3193-95.  A.  Bertholet: 

"Aber  mehr  Erdgeruch  hátte  ich  seinem  eigenem  Buche  gewünscht,  eine  schárfere 
Erfassung  des  Individuellen,  Bodenstándigen  und  Originalen  der  alttestamentlichen 
Literaturzeugnisse,  deren  Schónheit  mit  dem  blossen  Pathos  der  Bewunderung  nicht 
ausgeschópft  zu  werden  vermag." 

78  Páginas  3-10. 


86 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


sobre  temas  (pág.  30),  paradojas  humanas  (pág.  33),  el  influjo 
del  desierto  (pág.  34) ;  de  especial  interés  encuentro  su  explica- 
ción sobre  la  visión  concreta,  y  al  mismo  tiempo  apasionada  (pá- 
ginas 34-38),  el  contraste  con  el  celta  en  la  visión  del  misterio  y 
lo  sublime. 

La  tercera  conferencia  completa  algunos  aspectos  generales 
y  analiza  una  serie  de  poemas.  Un  análisis  más  histórico  que  es- 
tilístico. Lástima  que  no  haya  intentado  un  estudio  para  el  que 
poseía  excelentes  cualidades. 

3.  GUNKEL 

Gunkel  ha  pasado  a  la  historia  de  la  investigación  bíblica 
por  su  aportación  decisiva  sobre  los  géneros  literarios.  Su  Intro- 
ducción a  los  Salmos  sigue  siendo  obra  fundamental  en  la  mate- 
ria; y  muchas  de  sus  sugerencias  siguen  fructificando.79 

A  mí  me  interesa  por  su  aportación  al  estudio  literario  de  la 
Biblia;  y  aquí  entra  Gunkel  con  pleno  derecho  y  como  primera 
figura.  Su  pensamiento,  claro  y  articulado,  está  expuesto  en  sus 
obras  amplias  (Comentarios  a  Gn.  y  Ps.;  Introducción  a  Ps.); 
repetida  en  obras  algo  menores  (Salmos  selectos,  Introducciones 
a  varios  volúmenes  de  la  colección  SAT)  ;  esparcida  en  múltiples 
artículos;  congregada  en  un  par  de  artículos  de  ''Reden  und 
Aufsátze"  (R.A.).  Probablemente  estos  artículos  selectos  son  la 
mejor  exposición  de  su  doctrina :  en  cuanto  a  la  práctica  de  su 
teoría,  podemos  comprobarla  mejor  en  obras  que  prescinden  del 
rigor  científico  y  se  ciñen  y  detienen  sabrosamente  en  lo  literario. 

Gunkel  procede  en  su  orientación  literaria  del  gran  Wilhelm 
Scherer,80  que  se  empeñó  en  imponer  métodos  rigurosos,  casi  de 
ciencias  naturales,  a  la  historia  de  la  literatura;  y  al  final  de  su 
vida  se  orientó  en  una  dirección  más  flexible  y  humana.  Murió 
temprano  y  no  pudo  consumar  el  cambio :  cuando  él  se  apagaba, 

79  Schriften  des  Alten  Testaments  in  Auswahl  (SAT):  Die  Urgeschichte  und 
die  Patriarchen  (Gn.),  2.a,  Góttingen,  1921;  Die  Grossen  Propheten  (proph.)  von 
H.  Schmidt;  mit  Einleitung  versehen  von  H.  Gunkel,  Góttingen,  191 5;  Handkommen- 
tar  zum  Alten  Testament  (HKAT):  Génesis3,  191 1;  Psalmen,  1926;  Einleitung  in  die 
Psalmen  (EinlPs),  1933;  Reden  und  Aufsátze  (RA),  1913;  Israelitische  Literatur,  in 
"Kultur  und  Gegenwart",  1906. 

80  W.  Scherer  publica  en  1883  su  Geschichte  der  Deutschen  Literatur.  Él  y  su 
escuela  consuman  la  separación  de  la  Literatura,  como  ciencia  independiente,  de  la 
Filología  germánica.  Cfr.  Fr.  Schultz:  Das  Schicksal  der  deutschen  Literatur  ge- 
schichte, 1929. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


37 


Gunkel  iniciaba  su  carrera.  Con  todo  el  siglo  xix  detrás,  madura 
en  una  plenitud  de  sentido  histórico :  historia  de  las  religiones, 
historia  de  la  literatura.  Son  los  dos  problemas  que  particularmen- 
te le  interesan  en  la  Biblia.  Al  rigor  del  método  y  al  profundo 
sentido  histórico  añade  una  auténtica  emoción  artística  y  un 
grande  respeto  por  sus  textos.  No  el  respeto  del  creyente,  que 
recibe  humildemente  de  Dios  o  de  la  Iglesia  los  libros  sagrados ; 
sino  con  la  admiración  del  intelectual  que  contempla  en  la  Biblia 
uno  de  los  más  grandes  fenómenos  religiosos  y  literarios  de  la 
historia  humana.  La  teoría  dogmática  de  la  inspiración  ya  pasó, 
nos  dice  (R.A.,  25).  Y  repite  que  tal  doctrina,  aunque  ya  supe- 
rada, sigue  estorbando  inconscientemente  en  la  investigación 
(R.A.,  94).  Y  espera  que  los  años  próximos  traigan  una  supera- 
ción de  la  estrechez  dogmática,  y  la  frialdad  racionalista  (S.A.T. 
Proph.,  XX). 

Las  cuatro  directrices  que  harán  consumar  el  cambio  son :  la 
contemplación  histórica  en  general;  la  historia  comparada  de  las 
religiones ;  la  historia  de  las  literaturas ;  la  psicología  con  los 
métodos  exactos  de  la  ciencia  (S.A.T.  Proph.,  XX).  Aquí  está 
declarada  la  herencia  positivista  de  Scherer. 

El  fin  de  la  exégesis,  según  Gunkel,  es  entender  el  texto ;  y 
por  el  texto  al  autor ;  sea  el  individual,  sea  el  pueblo  creador  o  sus- 
tentador. Para  lo  cual  necesita  el  exegeta,  además  de  la  prepara- 
ción y  el  método  rigurosos,  un  aliento  de  inspiración,  una  fantasía 
regida,  capacidad  de  re-creación.  Por  eso  la  exégesis,  más  que 
ciencia,  es  un  arte  (R.A.,  12-14).  El  análisis  literario  no  se  puede 
contentar  con  exclamaciones  de  asombro  o  encanto,  sino  que  debe 
articular  intelectualmente  la  belleza  inmediatamente  percibida ;  y 
esto  es  ciencia  auténtica  (R.A.,  32).  El  razonar  seriamente  la  be- 
lleza de  los  textos  individuales  es  ya  un  penetrar  hondamente  en 
su  primitivo  contenido  y  sentido  religioso  (S.A.T.  Gn.,  23). 

El  fin  de  la  Historia  de  la  literatura  es  ordenar  históricamente 
y  explicar  la  evolución  de  las  obras  en  función  de  los  autores. 
Esto  no  es  del  todo  posible  en  la  literatura  israelita :  porque  nos 
falta  una  segura  ordenación  histórica  de  las  obras  y  sus  autores, 
porque  el  papel  del  autor  no  es  tan  de  primer  plano.  La  solución 
es  contentarse  con  esquemas  amplios  de  épocas;  y  sustituir  el 
estudio  de  los  autores  por  el  estudio  de  los  géneros  (R.A.,  30). 
(Aquí  estamos  en  el  núcleo  de  su  teoría.) 

Un  género  literario  se  caracteriza  por  un  repertorio  de  ideas 
y  emociones  dominantes,  por  un  repertorio  de  fórmulas  estilísticas 

4.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


38 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


fácilmente  reconocibles,  por  la  circunstancia  vital  en  que  surge 
o  se  repite.  Con  estos  criterios  es  posible  establecer  rigurosa  y 
exactamente  los  géneros  literarios  auténticos,  sin  imponerlos  arti- 
ficialmente desde  fuera,  sea  desde  otras  literaturas  o  desde  con- 
sideraciones universales  (EinlPs.,  24;  8-9). 

Establecido  un  género  literario,  es  tarea  de  la  historia  el  ex- 
plicar su  evolución :  desde  el  momento  en  que  nace  la  obra,  o  se 
repiten  sus  imitaciones,  o  se  recita.  Esto  es  la  situación  o  el 
famoso  "Site  im  Leben"  (EinlPs.,  10;  S.A.T.  Proph.,  XXXVIII ; 
R.A.,  33 ;  98 ;  etc.).  Después  se  estudia  la  evolución  del  género 
a  través  de  su  tradición  oral,  importantísima,  porque  en  ella  va 
contribuyendo  el  pueblo  anónimo  camino  de  la  forma  definitiva 
(R.A.,  21;  33;  HKxAT.  Gn.,  27;  S.A.T.  Gn.,  14).  Después  el 
paso  a  la  escritura:  por  obra  de  puros  coleccionistas  o  de  redac- 
tores que  dan  nueva  forma  a  la  obra  recibida  (R.A.,  34;  S.A.T. 
Proph.,  XLIII).  Más  tarde  el  género  se  va  dividiendo  y  modifi- 
cando en  nuevos  géneros :  hasta  que,  finalmente,  los  géneros  se 
entremezclan  en  complejas  variedades  (R.A.,  35 ;  S.A.T.  Proph., 
XLV;  XLIX;  EinlPs.,  397  ss.). 

El  estudio  histórico  de  los  géneros  literarios  suple  las  anchas 
zonas  literarias  en  las  que  falta  el  autor,  o  el  autor  con  persona- 
lidad. Cuando  llegamos  a  las  grandes  personalidades  literarias,  el 
conocimiento  de  los  géneros  es  indispensable,  para  apreciar  la 
verdadera  originalidad  de  los  autores ;  el  estudio  de  estos  grandes 
autores  es  la  corona  de  lo  anterior  (R.A.,  35 ;  S.A.T.  Proph., 
XXXVII). 

Ésta  es,  a  grandes  rasgos,  la  teoría  literaria  de  Gunkel :  sólida 
y  sistemática,  pero  no  rígida.  Su  profundo  sentido  artístico  le  ha 
librado  de  esquemas  a  la  fuerza,  de  violentas  simplificaciones;81 
y  le  ha  mantenido  los  sentidos  despiertos  para  lo  diferencial,  in- 
dividual, único  e  irrepetible.  Si  ha  establecido  rigurosamente  una 
variada  lista  de  géneros  en  los  salmos,  ha  dejado  un  apartado 
para  influjos  de  tipo  profético  y  sapiencial,  y  otro  apartado  para 
las  formas  mixtas.  Si  en  las  sagas  encuentra  de  ordinario  una 
respuesta  a  una  pregunta  —  el  motivo  etiológico  — ,  sabe  clasi- 
ficar estas  preguntas,  distinguir  sagas,  y  dejar  todavía  un  núcleo 
narrativo  irreductible  (S.A.T.  Gen.2  23).  Al  establecer  los  géneros 

8i  Defectos  que  critica  en  Kautzsch  y  Kónig:  el  primero,  porque  aplica  crite- 
rios griegos;  el  segundo,  porque  busca  "normas  reconocidas  en  la  historia  literaria 
universal"  (Hermcneutik  des  AT),  o  categorías  psicológicas  y  temáticas  (Psalmen). 
Y  a  Steuernagel,  por  acudir  a  tipos  de  religiosidad  (Einleitung  in  das  AT). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


39 


de  la  literatura  profética,  reconoce  como  principio  fundamental  su 
riquísima  variedad  :  "unendliche  Mannigfaltigkeit"  (S.A.T. 
Proph.,  XLV).  Si  señala  la  importancia  de  los  géneros  sabe  reco- 
nocer el  valor  de  las  personalidades.  Ni  lo  reduce  todo  a  docu- 
mentos, como  la  escuela  de  " Crítica  de  fuentes",  ni  todo  a  tradi- 
ción oral,  como  tienden  a  exagerar  algunos  sucesores.  Interesado 
en  las  literaturas  circundantes,  reconoce  el  valor  superior  de  la 
literatura  israelita,  y  no  reduce  todo  a  puras  influencias  (cfr.  en 
R.A.  149-163  su  luminosa  crítica  al  libro  de  Jensen  Gilgamesch- 
Epos  in  der  W eltliteratur ;  es  una  lección  de  método  comparativo 
y  de  atención  a  lo  diferencial).82 

La  práctica  responde  fielmente  a  la  teoría :  tanto  en  el  trabajo 
sistemático  de  los  géneros,  como  en  el  histórico  de  su  evolución, 
como  en  el  trabajo  analítico  de  exponer  los  textos  individuales, 
Gunkel  ha  cumplido  fielmente  las  consignas.  Lo  que  más  se  ha 
incorporado  a  la  investigación  posterior  ha  sido  el  trabajo  siste- 
mático; lo  que  más  me  interesa  ahora,  según  la  corriente  actual 
del  estudio  literario,  es  el  trabajo  de  interpretación.  Esto  mejor 
lo  veremos  en  unas  cuantas  pruebas  concretas. 

El  carácter  literario  de  las  Sagas  está  muy  bien  descrito :  su 
eficacia,  su  articulación  en  escenas  minúsculas,  su  simplicidad  de 
actores,  su  concisión  de  discursos;  el  acierto  admirable  para  se- 
leccionar un  detalle  que  caracteriza  toda  una  escena,  o  una  frase 
que  caracteriza  a  un  personaje;  la  simplificación  de  los  rasgos 
de  un  personaje,  con  lo  que  es  elevado  a  valor  de  tipo  universal ; 
el  arte  de  concluir  y  enlazar  sucesivamente  las  escenas ;  la  ri- 
queza de  agudas  alusiones,  estilísticamente  subrayadas.  Por  eso 
confiesa  que  es  "la  tarea  más  encantadora  del  intérprete  del  Gé- 
nesis... es  el  observar  estas  finuras  de  la  composición  artística"; 
y  Von  Rad,  en  su  comentario  al  Génesis,  atribuye  a  Gunkel  "un 
señalado  carisma  estético  para  separar  las  unidades  primitivas  y 
para  analizarlas"  (A.T.D.,  pág.  22). 

En  cuanto  a  las  sagas  concretas,  explica  con  singular  penetra- 
ción lo  psicológico,  el  proceso,  la  importancia  de  los  detalles,  las 

82  Aquí  encaja  su  fuerte  crítica  contra  el  sistema  de  Mowinckel:  "unter 
Vernachlássigung  der  notwendigen  Formenuntersuchungen  ganz  Verschiedenartiges 
zusammengenommen"  (EinlPs  24);  "in  der  Geschichtsforschung  ist  nicht  alies,  was 
logisch  konsequent  ist,  deshalb  auch  tatsáchlich  richtig.  Mir  scheint  vielmehr  seine 
Gesamtanschauung  eine  starke  Uebertreibung  in  sich  zu  schliessen,  die  über  das 
Mass  des  Richtigen  bei  weitem  hinausgeht"  (id.  30);  "Im  ganzen  scheinen  uns  Mo- 
winckels  Behauptungen  auf  viel  zu  schmaler  Grundlage  und  mit  allzu  einseitigen 
Beobachtungen  aufgestellt  zu  sein"  (id.  183). 


40 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


finísimas  alusiones  y  relaciones.  Y  después  les  sabe  encontrar 
una  trascendencia  humana  universal.  Pero  falla  en  la  interpreta- 
ción histórica  y  en  la  religiosa. 

En  la  literatura  prof ética  su  labor  no  es  tan  feliz :  los  géneros 
no  están  bien  diferenciados ;  y  al  caracterizar  algunas  dominantes 
del  estilo  profético  acierta  en  parte:  el  estilo  en  pequeños  blo- 
ques, o  breves  escenas ;  muy  concreto  y  apasionado ;  la  riqueza  de 
alusiones,  ironías,  juegos  de  palabras,  imágenes  mitológicas.  Y  al 
caracterizar  los  diversos  profetas,  su  trabajo  es  menos  convin- 
cente aún.  No  tiene  análisis  de  fragmentos  concretos,  porque  esta 
tarea  la  realizó,  con  menos  virtud  que  el  maestro,  su  colaborador 
Hans  Schmidt. 

En  los  salmos  el  gran  mérito  está  en  lo  sistemático.  El  análisis 
de  los  salmos  concretos  muchas  veces  no  se  prestaba  a  finuras, 
por  la  poca  personalidad  de  muchas  piezas.  En  salmos  de  marcada 
originalidad  el  análisis  es  más  bien  discreto. 

El  resto  de  la  literatura  bíblica  apenas  lo  ha  tratado  Gunkel : 
su  Historia  de  la  Literatura  de  Israel  es  demasiado  breve  —  cin- 
cuenta páginas  — ;  en  la  colección  S.A.T.  otros  se  encargaron  de 
estudiar  y  exponer  los  demás  libros:  Gressmann,  Volz,  Staerk, 
Haller,  Hans  Schmidt,  con  variable  acierto. 

Observaciones  y  limitaciones.  —  Gunkel  se  profesa  discípulo 
particular  de  Herder  y  Wellhausen :  "In  Herders  und  Wellhausen 
Bahnen  gehen  wir"  (R.A.  22);  acepta  el  mérito  de  Budde  como 
antecesor  (id.  32),  y  el  de  Sievers  por  el  regalo  de  la  métrica 
hebrea  (id.  22) ;  he  encontrado  una  sola  cita  de  Scherer  (en  S.A.T. 
Gn.,  2  20).  Con  estos  datos  externos  hay  que  contentarse  para  si- 
tuarlo. De  Herder  le  queda  el  interés  por  el  "espíritu"  de  los 
pueblos :  "La  literatura  procede  de  la  historia  del  pueblo,  es  ex- 
presión de  su  vida  espiritual"  (quizá  con  influjo  de  Gervinus, 
que  anuncia  la  futura  dirección  de  Dilthey).83  Pero  de  Scherer 
le  viene  el  sentido  científico  y  la  concepción  histórica  de  la  lite- 
ratura (no  quiere  el  sistema,  sino  el  proceso;  cfr.  el  prólogo 
de  R.A.).  Su  interés  por  las  sagas  quizá  radique  en  las  colecciones 
iniciadas  por  W.  Grimm;  pero  no  olvidamos  que  también  Her- 

83  Es  curioso  observar  que  en  la  obra  de  Hinneberg,  Die  Kulhir  der  Gegenwart, 
en  la  que  colabora  Gunkel  con  su  Historia  de  la  Literatura  de  Israel,  colabora  tam- 
bién Dilthey  en  la  sección  filosófica.  Dilthey,  el  autor  que  iba  a  provocar  un  cambio 
decisivo  en  la  ciencia  literaria  al  comenzar  el  siglo  xx,  superando  la  posición  posi- 
tivista de  Scherer,  y  empalmando  de  nuevo  con  el  idealismo.  (Dilthey  comienza  su 
actuación  en  1883,  un  poco  antes  que  Gunkel,  y  publica  en  1906  su  obra  fundamental 
Das  Erlebnis  und  die  Dichtung.) 


PANORAMA  HISTÓRICO 


41 


der  emplea  la  palabra.  En  cambio,  el  interés  por  los  géneros  lite- 
rarios es  bastante  reciente  en  la  ciencia  de  la  literatura;  Gunkel 
trabajó  con  independencia.  Su  interés  por  la  psicología  demuestra 
cómo  estaba  atento  a  las  corrientes  del  momento :  la  psicología 
estaba  muy  en  los  comienzos ;  las  derivaciones  hacia  la  literatura 
de  Freud  y  Jung  son  posteriores ;  pero  Ribot  publicaba  en  1900 
su  Ensayo  sobre  la  imaginación  creadora.** 

La  concepción  actual  de  la  estilística  y  de  la  obra  como  estruc- 
tura o  sistema  orgánico  de  estructuras,  no  existe  en  Gunkel.  Tam- 
poco le  interesa  la  calidad  estética  del  lenguaje  (tema  tratado  por 
Herder).  Estas  dos  faltas  son  las  que  más  le  califican  de  autor 
"superado",  aunque  muchísimas  de  sus  observaciones  concretas 
sigan  siendo  válidas. 

Pero  la  máxima  limitación  de  su  estudio  literario  es  la  re- 
nuncia formal  a  lo  sobrenatural.  Parece  curioso  y  extraño,  pero 
es  un  hecho  que  la  actitud  religiosa  influyó  intensamente  limitan- 
do su  capacidad  de  intuición  poética.  El  positivismo,  aun  en  mó- 
dica dosis,  no  es  buen  catalizador  de  procesos  artísticos.  Es  ver- 
dad que  en  su  artículo  "Fines  y  métodos  de  la  interpretación 
del  AT"  exige  del  exegeta  la  inspiración  artística,  el  calor  afec- 
tuoso, el  amor  al  texto  analizado  y  al  autor ;  y  por  encima  de 
todo,  el  sentido  religioso.  Conviene  citar  el  párrafo:  "Pero  se- 
ríamos bronce  que  suena,  címbalo  que  retiñe,  nuestra  fuerza  con- 
templativa estaría  paralizada,  y  nuestro  amor  frío,  si  nos  faltase 
lo  mejor.  ¿Qué  decir  de  un  hombre  que  escribe  la  historia  de  la 
música,  sin  tener  oído  para  apreciar  la  belleza  de  los  sonidos? 
Eso  sería  un  historiador  que  pretendiese  describir  la  religión, 
o  un  comentador  que  tratase  un  libro  religioso,  sin  ser  a  la  vez 
un  hombre  religioso.  En  cualquier  otro  terreno  se  burlaría  el  pú- 
blico de  tan  necia  pretensión.  Pero  en  el  campo  de  la  historia  de 
la  religión  —  no  es  lícito  callarlo  —  sucede  a  menudo  que  un  hom- 
bre total  y  paladinamente  arreligioso,  un  hombre  que  no  ve  en  la 
religión  sino  embustes  de  sacerdotes  —  todavía  no  ha  acabado  de 
morir  tan  mezquina  postura — ,  se  atreve  con  todo  a  elevar  su 
voz  sobre  la  historia  de  la  religión ;  de  donde  se  siguen  natural- 
mente los  más  peregrinos  extravíos.  A  este  hombre  le  objetamos 
que  quien  ve  en  la  religión  un  mero  fenómeno  patológico  intere- 
sante, no  puede  comprender  su  historia.  Por  eso  exigimos  del 
exegeta  bíblico  que  sea  capaz  de  apreciar  su  contenido  religioso; 

84  Una  exposición  y  crítica  de  la  concepción  psicológica  de  la  literatura  es  el 
capítulo  VIII  de  Theory  of  Literature,  por  R.  Wellek  y  A.  Warren. 


42 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


y  estamos  convencidos  de  que  sólo  podrá  hacerlo,  cuando  una 
cuerda  de  su  alma  vibre  en  la  tarea."85  Cuánto  de  este  párrafo 
se  le  puede  aplicar,  por  desgracia,  a  Gunkel.  El  vacío  dejado  por 
la  negación  de  lo  sobrenatural  —  milagro,  revelación,  inspiración, 
providencia  extraordinaria,  gracia  y  pecado  y  redención,  profe- 
cía —  se  llena  de  materiales  inferiores  y  de  explicaciones  insufi- 
cientes. Así,  exagera  lo  mítico  en  las  primeras  narraciones  del 
Génesis;  no  aprecia  el  contenido  histórico  de  la  historia  de  los 
patriarcas  (lo  sobrenatural  que  irrumpe  en  la  historia  humana), 
y  se  inventa  una  teoría  bastante  simplista  sobre  el  origen  de  las 
que  llama  "Vátersagen"  o  sagas  de  patriarcas.  La  hondura  im- 
presionante de  gracia  y  pecado  en  la  sencilla  narración  del  pecado 
paradisíaco  queda  reducida  a  una  "travesura  infantil"  ("eines 
tórichten  Kinderstreiches")  (S.A.T.  Gn.,  67)  —  ¡qué  terrible  en- 
cogerse de  la  trascendencia  artística! — .  "Las  misteriosas  expe- 
riencias de  los  profetas"  son  extrañas  experiencias  simplemente 
humanas,  que  se  explican  con  unos  cuantos  síntomas  de  psicolo- 
gía, si  no  patológica,  al  menos  anormal.  Un  éxtasis,  muchas  veces 
provocado  artificialmente,  no  muy  distinto  de  fenómenos  orgiásti- 
cos ;  participación  de  las  tendencias  instintivas,  del  subconsciente, 
efectos  semejantes  a  la  hipnosis :  alucinaciones.  En  resumen,  "el 
investigador  moderno  procura  comprender  psicológicamente  el  fe- 
nómeno" (S.A.T.  Proph.,  LIV) ;  la  figura  de  los  profetas,  aun 
como  escritores  religiosos,  queda  empequeñecida. 

También  queda  excluida  la  referencia  del  AT  al  NT:  "La 
concepción  que  miraba  el  AT  esencialmente  como  profecía  del 

85  "Schliesslich  aber  wáren  wir  nur  ein  tónendes  Erz  und  eine  klingende  Schel- 
le,  unsere  Anschauungskraft  wáre  lahm  und  unsere  Liebe  kalt,  wenn  das  Beste 
fehlte.  Was  würde  man  von  einem  Manne  sagen,  der  die  Geschichte  der  Musik  schrie- 
be,  aber  kein  Ohr  hátte,  die  Schónheit  der  Tone  zu  empfinden!  So  würde  der  Geschicht- 
schreiber  sein,  der  die  Religión  schildern,  der  Erklárer,  der  ein  religióses  Buch 
behandeln  wollte,  ohne  zugleich  ein  religioser  Mensch  zu  sein.  Auf  alien  anderen 
Gebieten  würde  man  über  ein  solches  torichtes  Unterfangen  lachen.  Aber  auf  dem 
Gebiete  der  Religionsgeschichte  kommt  es  —  man  darf  es  nicht  verschweigen  —  nicht 
gar  so  selten  vor,  das  ein  Mann,  der  aus  seiner  vóllig  profanen  Gesinnung  gar  kein 
Hehl  macht,  der  in  der  Religión  —  auch  dieser  jámmerliche  Standpunkt  ist  immer 
noch  nicht  ausgestorben  —  nichts  ais  Priesterbetrug  sieht,  doch  über  die  Geschichte  der 
Religión  das  grosse  Wort  führt,  woraus  sich  dann  freilich  die  seltsamsten  Verirrungen 
ergeben  müssen.  Dem  halten  wir  entgegen  dass  derjenige,  dem  die  Religión  nur  eine 
pathologisch  interessante  Erscheinung  ist,  auch  ihre  Geschichte  nicht  zu  verstehen 
vermag.  Und  so  verlangen  wir  von  dem  Erklárer  eines  biblischen  Buches,  dass  er 
imstande  sei,  den  religiósen  Gehalt  des  Buches  zu  erfassen,  und  sind  überzeugt,  dass 
■er  das  nur  vermag,  wenn  in  ihm  selber  dabei  eine  Saite  kráftig  mitklingt"  (RA  16-17). 


PANORAMA  HISTÓRICO 


43 


Nuevo  ha  caído  definitivamente."  86  El  amante  de  las  finas  alu- 
siones se  ha  tapado  los  oídos  para  escuchar  las  mejores.  Esas 
sutiles  referencias  al  NT  conferían  a  algunas  páginas  del  AT 
una  sugestión  maravillosa,  de  indudable  categoría  artística;  que 
no  escuchaban  los  contemporáneos,  pero  que  no  inventamos  nos- 
otros. Hay  cosas  en  una  religión  sobrenatural  que  desbordan  la 
historia  y  cabalgan  sobre  las  edades ;  de  algún  modo  asequibles 
al  arte  de  la  poesía  y  vagamente  expresables  en  palabras;  sólo 
puede  auscultarlas  un  oído  atento  al  misterio  sobrenatural.  A  esto 
sí  que  se  le  podrían  aplicar  las  palabras  que  Gunkel  pronuncia  en 
sentido  puramente  natural :  "Lo  inexpresado,  lo  presupuesto,  lo 
que  resuena  entre  líneas."  87 

Ya  he  citado  a  los  colaboradores  de  Gunkel ;  tenemos  que  aña- 
dir a  Begrich,  que  completó  y  publicó  la  Introducción  a  los  Sal- 
mos de  su  maestro.  En  esta  obra,  es  decir,  al  final  de  su  vida, 
Gunkel  se  queja  del  poco  influjo  de  sus  trabajos  en  el  campo 
científico ;  los  representantes  de  la  escuela  anterior  no  le  han 
atacado,  pero  le  han  opuesto  el  silencio.  Después  de  esta  queja, 
pasa  revista  crítica  a  imitadores  y  seguidores :  W.  Staerk,  R.  Kit- 
tel,  E.  Baila,  H.  Gressmann,  W.  Baumgartner,  H.  Schmidt, 
J.  Begrich,  M.  Lóhr;  y  S.  Mowinckel  con  grande  independencia. 

Su  teoría  ha  penetrado  ya  en  las  Introducciones  generales 
al  AT;  todavía  aparece  de  vez  en  cuando  un  artículo  dedicado  al 
tema  de  los  géneros  literarios.  En  conjunto  hay  que  decir  que  la 
aportación  de  Gunkel  ha  sido  máxima  en  cantidad  y  en  calidad. 
Por  las  cualidades  peculiares  que  requiere  semejante  trabajo, 
Gunkel  no  ha  tenido,  como  Wellhausen,  una  nutrida  estela  de  se- 
guidores; en  muchos  casos,  una  ventaja  para  él.88 

4.  HEMPEL 

Hasta  ahora  la  obra  de  Hempel  es  el  mayor  esfuerzo  para  es- 
tudiar y  presentar  orgánicamente  la  literatura  bíblica.  Si  Lowth 
y  Herder  fueron  descubridores,  y  Gunkel  dio  un  enorme  impulso 
al  estudio  literario,  Hempel  ha  recogido  muchas  aguas  dispersas 

86  Die  Auffassung  die  das  Alte  Testament  wesentlich  ais  Weissagung  auf  das 
Neue  fasste,  ist  endgültig  gefallen"  (RA  25). 

87  "Das  Unausgesprochene,  Vorausgesetzte,  Mitschwingende  zwischen  den  Zei- 
len"  (RA  13). 

88  Una  somera  inspección  en  la  bibliografía  de  1955  señala  cuatro  artículos 
sobre  géneros  literarios. 


44 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


y  se  ha  cernido  sobre  ellas  para  darlas  un  orden  y  un  sentido. 

Publica  su  obra  Die  Althebraische  Literatur  und  ihr  Helle- 
nistich-jüdisches  Nachleben  en  la  colección  que  edita  Oscar  Wal- 
zel con  el  título  "Handbuch  der  Literaturwissenschaft".  Este 
puro  hecho  significa  que  la  Biblia,  como  literatura,  se  empareja 
con  las  demás  literaturas  nacionales,  y  entra  en  el  área  de  la 
Ciencia  de  la  Literatura.89  El  que  después  no  haya  tenido  segui- 
dores quita  eficacia,  no  importancia,  a  su  hazaña. 

Al  ver  a  Hempel  en  un  cortejo  de  especialistas  capitaneado 
por  Walzel,  uno  pensaría  que  pertenece  a  la  escuela  del  famoso 
teórico  de  la  literatura.  Pero  Hempel  no  confiesa  filiaciones.  En 
la  bibliografía  encontramos  los  autores  más  respetables  del  campo 
bíblico;  ningún  tratadista  de  ciencia  de  la  literatura.  Encontra- 
mos a  Herder,  principio  inevitable,  y  a  Wundt  el  psicólogo;90 
pero  a  Dilthey,  a  Vossler,  a  Wólfflin,  al  mismo  Walzel  tenemos 
que  rastrearlos  por  huellas  inseguras. 

Se  interesa  por  los  valores  estilísticos  de  la  lengua  —  incluso 
con  la  fórmula  "sprachlich-stilistische  Analyse" — ;  un  poco  en 
segundo  plano  cuando  analiza  la  antigua  poesía  (pág.  22),  con 
más  detención  cuando  se  refiere  a  la  prosa  (págs.  84-85).  Como 
han  precedido  Herder  y  G.  A.  Smith,  no  es  necesario  escuchar 
entre  líneas  la  voz  de  Bally,  Vossler,  Winkler. 

Más  aún  se  interesa  por  las  "corrientes  espirituales"  o  ten- 
dencias ;  a  ellas  recurre  como  criterio  para  la  ordenación  crono- 
lógica, cuando  la  crítica  de  fuentes  y  los  indicios  estilísticos  no 
bastan:  p.  e.,  tratando  de  la  forma  "canción",  reserva  un  aparta- 
do "c)"  a  la  evolución  histórica  (págs.  37-44),  en  la  que  confiesa 
que  los  elementos  formales  no  son  criterios  suficientes  y  se  debe 
recurrir  al  contenido:  "La  historia  de  la  lírica  israelita  se  puede 
comprender  sólo  desde  la  historia  religiosa"  (pág.  38). 91  Lo  mis- 
mo sucede  cuando  intenta  ordenar  cronológicamente  los  "pro- 
verbios sapienciales"  ("Weisheitspruch") :  recurre  a  las  ideas  éti- 
cas y  religiosas  como  criterio  (pág.  51).  Tratándose  de  oráculos 
sacerdotales  ("Priesterspruch")  el  primer  criterio  de  ordenación 
histórica  es  el  contenido ;  los  indicios  estilísticos  sirven  para  con- 

89  El  primer  volumen  de  la  citada  colección  es  la  importante  obra  de  Walzel 
Gehalt  und  Gestalt  im  Kunstwerk  des  Dichters,  Potsdam,  1923. 

90  Página  21,  sobre  el  origen  del  paralelismo. 

91  "Die  Geschichte  der  Lyrik  in  Israel  ist  nur  von  der  Geschichte  der  Religión 
her,  wie  sich  von  dem  Hintergrund  der  allgemeinen  und  der  vorderorientalischen 
Religionsgeschichte  abhebt,  zu  erfassen." 


PANORAMA  HISTÓRICO 


45 


firmar  (págs.  72-73). 92  Para  la  historia  del  derecho  recurre  a  las 
condiciones  sociales  y  a  las  ideas  maestras  ("Leitgedanken") 
(página  80).  Y  algo  semejante  sobre  la  saga  (pág.  94). 93  Este  re- 
curso a  las  corrientes  espirituales  podría  ser  un  influjo  de  Dilthey ; 
pero  el  impulso  puede  proceder  simplemente  de  la  escuela  de  crí- 
tica de  fuentes. 

También  le  interesa  la  psicología,  sobre  todo  cuando  caracte- 
riza el  estilo  de  un  autor,  en  concreto  de  los  profetas.  Se  podría 
pensar  en  Spitzer,  pero  no  parece  que  Hempel  haya  pensado  en 
él.  Está  sencillamente  dentro  de  un  movimiento  general,  que  se 
interesa  profundamente  por  la  psicología  de  los  escritores,  y  se 
deja  llevar  por  el  movimiento.94  Lo  que  apenas  se  descubre  en 
Hempel  es  el  interés  por  la  obra  literaria  y  el  análisis  estricta- 
mente estilístico. 

El  autor  divide  su  obra  en  una  parte  introductoria,  un  tratado 
sistemático  de  las  formas  y  un  tratado  histórico  de  las  obras.  En 
la  parte  introductoria  estudia  también  la  poesía  primitiva,  ras- 
treándola por  las  escasas  huellas  que  ha  dejado  en  la  Biblia;  y 
aprovecha  la  ocasión  para  analizar  algunos  procedimientos  es- 
tilísticos genéricos,  como  el  paralelismo,  rima  y  aliteración,  ritmo, 
etcétera.  El  tratado  de  las  formas  se  reparte  en :  formas  de  la 
canción,  profana  y  religiosa;  formas  de  la  sentencia,  popular,  sa- 
piencial, profética,  sacerdotal ;  formas  de  la  prosa.  Dentro  de  cada 
forma  expone  los  géneros  literarios  clásicos  desde  Gunkel :  himno, 
súplica,  acción  de  gracias,  cuento,  saga,  etc. 

Me  interesa  especialmente  la  sección  dedicada  a  las  formas 
y  géneros  prof éticos.  El  fenómeno  prof ético  lo  estudia  con  ca- 
tegorías psicológicas,95  y  con  un  criterio  demasiado  inmanente, 

92  "Die  für  die  Geschichte  des  liturgischen  Spruches  entscheidenden  Masstábe 
liegen  (wie  bei  der  Kultlyrik)  inhaltlich...  Unterstützend  treten  endlich  zu  diesen 
inhaltlichen  stilistische  Momente." 

93  "So  treten  in  der  Geschichte  der  Sage  zwei  Entvvicklungslinien  hervor.  Der 
Weg  von  der  mündlichen  Einzelerzáhlung  zum  umfassenderen  Literaturwerk...  und 
die  Unterordnung  des  Stoffes  unter  bestimmte  religióse  oder  politische  Ideen." 

94  Una  vez  incluso  expresa  sus  esperanzas  en  un  estudio  psicoanalítico:  "Viel- 
leicht  wird  bei  diesem  Hang  zum  Grásslichen  (ebenso  wie  bei  den  sexuellen  Alle- 
gorien),  eine  verfeinerte  psychoanalytische  Untersuchung  die  personlichen  Grundlagen 
noch  schárfer  herauszuarbeiten  gestatten"  (pág.  64). 

Lowth,  sin  ningún  aparato  psicológico,  comprendió  mejor  el  sentido  estético  de 
las  imágenes  animales  aplicadas  a  Yavé  (De  sacra...,  pág.  176). 

95  "Alan  verbaut  sich  den  Weg  zum  Verstándnis  seines  Wesens,  wenn  man 
ihn  von  der  ásthetischen  Seite  statt  von  den  in  ihm  Ausdruck  suchenden  psychischen 
Gegebenheiten  her  in  Angriff  nimmt"   (pág.  56). 


46 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


que  le  cierra  el  camino  para  la  última  explicación.  Después  realiza 
un  enorme  esfuerzo  de  análisis,  comparaciones  y  conjeturas,  para 
llegar  al  mínimo  núcleo  primitivo  de  donde  crecen  las  vegetales 
variedades  que  constituyen  la  literatura  profética.  Ingenio,  agu- 
deza, observaciones  sagaces,  pero  un  afán  exagerado  de  reducir 
el  proceso  a  esquemas  lineares ;  el  resultado  no  convence  al  lector ; 
ni  tampoco  al  autor,  que  nos  confiesa  que  todo  aquello  pertenece 
a  la  "prehistoria"  del  profetismo,  porque  Amos  no  es  un  comien- 
zo, sino  una  cumbre  (pág.  66).  Pero  una  cosa  de  gran  valor  so- 
brenada en  estas  páginas :  es  el  fino  análisis  de  los  dos  elementos, 
divino  y  humano,  su  interferencia,  su  función,  su  formulación. 
Aquí  hay  sugerencias  y  material  para  sucesivos  estudios  sobre  el 
estilo,  las  ideas,  la  psicología,  la  inspiración  de  los  profetas.  Al 
lado  de  esta  visión  profunda,  esa  lista  de  nombres,  "fórmulas  in- 
troductorias y  conclusivas,  increpación,  amenaza,  juramento,  lla- 
mada, exclamación,  noticia  de  mensajero,  llamada  de  heraldo, 
etcétera"  (págs.  60-61),  tiene  un  simple  valor  de  terminología  útil. 
Más  útil  hubiera  sido  una  exposición  razonada  de  procedimientos 
estilísticos  comunes  a  los  profetas.  Es  decir,  lo  que  apoyado  en 
Gunkel,  ha  realizado  para  la  prosa  (págs.  84-87),  lo  echamos  de 
menos  en  la  literatura  profética;  por  esta  razón,  el  psicologismo 
ha  suplantado  a  la  explicación  artística.96 

De  la  parte  histórica  quiero  fijarme  también  en  los  profetas. 
Hasta  ahora  ninguno  los  ha  caracterizado  mejor  que  Hempel.  El 
proceso  de  caracterizar  suele  ser  así :  un  poco  de  biografía,  ideas 
o  temas  dominantes,  huella  de  la  persona,  sus  ideas  y  experiencias 
en  su  estilo.  Es  decir,  explicar  el  estilo  por  la  persona,  no  la  per- 
sona por  el  estilo;  ver  en  el  estilo  una  huella  del  temperamento 
o  de  experiencias  personales  del  autor.  El  método  es  fecundo  para 
presentar  una  serie  de  personalidades  literarias;  es  natural  que 
del  método  salga  privilegiado  Jeremías,  mientras  que  la  figura  de 
Isaías  no  se  destaca  con  claridad. 

Tampoco  es  extraño  que  entre  las  fórmulas  empleadas  para 
caracterizar,  algunas  sean  intercambiables,  demasiado  anchas  para 
ceñir  una  figura:  p.  e.,  Miqueas,  "cielos  y  tierra  conjurados" 
(también  Isaías  y  Dt.  y  otros),  "juegos  de  palabras"  (lo  mismo 
Is.  10,  28  ss.).  Oseas  "prefiere  acumular  imágenes  más  que  des- 
arrollar una"  (cosa  bastante  frecuente  en  los  profetas) ;  y  de  las 

96  En  el  Índice  general  leemos:  "c)  Der  Prophetenspruch:  Stilistisches  S  56; 
Psychologisches  S  61;  Geschichte  S  66";  pero  al  recorrer  estas  páginas,  encuentra 
uno  muy  poco  material  verdaderamente  estilístico,  y  mucha  preocupación  psicológica. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


47 


imágenes  que  cita  como  ejemplo,  varias  son  imágenes  tópicas  o 
comunes  a  otros  autores.  No  es  muy  feliz  la  fórmula  "carácter 
constructivo' '  con  que  intenta  caracterizar  a  Ezequiel;  pero  el 
hecho  estilístico  denotado  es  cierto,  y  está  bastante  bien  compa- 
rado con  otros  profetas. 

En  resumen,  la  presentación  característica  de  los  profetas  es 
de  lo  mejor  del  libro ;  sólo  que  el  método  de  la  historia  literaria 
tiene  sus  fronteras  que  sólo  el  análisis  estilístico  puede  traspasar. 

Antes  de  concluir,  quiero  señalar  algunos  aciertos  de  detalle 
que  no  entran  en  el  resumen  anterior.  Hempel  no  se  contenta  con 
mencionar  el  paralelismo,  como  la  mayoría,  sino  que  expone  sus 
formas  y  analiza  su  valor  estético  (pág.  22).  Explica  bien  la  fun- 
ción del  leitmotiv  (pág.  18),  el  carácter  profano  de  los  proverbios 
populares  (pág.  45),  el  valor  de  los  homónimos  (pág.  46)  y  del 
misterio  como  forma  estilística  (pág.  65),  etc.97 

Para  el  estudio  literario  de  la  Biblia,  la  obra  de  Hempel  si- 
gue siendo  un  punto  fundamental  de  referencia.  Y  podría  ser 
punto  de  partida,  por  sus  muchas  sugerencias,  si  llegara  a  difun- 
dirse el  interés  por  los  aspectos  literarios  de  la  Biblia.98 

5.  MACDONALD 

D.  B.  Macdonald  :  The  Hebrew  Literary  Genius.  An  Inter- 
pretation  Being  an  Introduction  to  the  Reading  of  the  Oíd  Testa- 
ment.  Princeton,  1933. 

Ya  en  el  título  han  salido  dos  palabras  significativas.  El  ad- 
jetivo "literario",  que  señala  un  interés,  un  punto  de  mira;  el 
sustantivo  "Genio",  que  nos  recuerda  a  Herder  y  el  movimiento 
romántico.  Ambas  cosas  están  confesadas  y  practicadas.  "Our 
study,  then,  is,  first  and  last,  of  literature.  An  the  Oíd  Testament, 
first  and  last,  is  literature  in  the  truest,  broadest  sense" ;  esto  lo 
defiende  con  brío  polémico,  contra  críticos  y  conservadores,  en  el 
prólogo  y  en  el  epílogo,  y  cuando  encuentra  ocasión. 

Su  visión  romántica  se  manifiesta  en  muchos  puntos :  la  acer- 
tada colocación  histórica  de  Lowth,  en  el  movimiento  que  anti- 
cipaba el  romanticismo;  el  énfasis  en  el  folklore  (pág.  1),  la  ca- 
racterización de  la  literatura  hebrea  como  romántica,  no  clási- 

97  También  hay  que  mencionar  las  numerosas  traducciones,  que  reproducen  el 
vigor  concentrado  del  hebreo  original. 

98  Para  valoraciones  del  libro  de  Hempel,  véase:  Elenchus  bibliographicus,  Bí- 
blica 17  (1936),  pág.  12*. 


48 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


ca  (pág.  61),  las  teorías  metapsíquicas  (pág.  87),  el  sentido  de 
lo  misterioso  (pág.  145),  la  teoría  de  la  poesía  espontánea,  emo- 
cional (pág.  8),  etc. 

El  autor  alardea  de  no  traer  citas,  afirma  su  independencia 
segura  de  sí  misma.  Con  mucha  frecuencia  discrepamos  de  sus 
ideas,  pero  seguimos  leyendo,  porque  escuchamos  a  un  escritor 
de  personalidad,  con  cultura  y  capacidad  de  pensar;  aun  cuando 
rechazamos  sus  ideas,  nos  enriquecemos  con  sus  sugerencias. 

En  estilo  sobrio  de  ensayo,  expone  muy  bien  el  programa  de 
estudio  literario,  o  quizá  de  lectura  y  consideración  literaria. 

Pero  es  demasiado  independiente  y  nada  sistemático :  su  obra 
no  puede  marcar  huella,  y  mucho  menos  crear  una  escuela  bí- 
blica, como  pretendía  una  de  las  recensiones." 

6.  LUDWIG  KÓHLER 

Deuterojesaja  (Jesaja  40-55)  stilkritisch  untersucht  BZAW 
37  (1923). 

Le  interesa  un  análisis  estilístico,  para  el  que  considera  ma- 
terial apropiado  Is.  40-55  :  es  un  texto  de  límites  definidos,  de 
inconfundible  peculiaridad  estilística,  de  época  definida,  de  sentido 
preciso  en  el  todo  y  en  las  partes.100  Realiza  un  análisis,  no  una 
síntesis.  El  trabajo  servirá  de  preparación  necesaria  para  el  co- 

99  Es  interesante  leer  algunas  recensiones  del  libro  de  Macdonald:  J.  Finke 
le  dedica  un  amplio  comentario  en  JQR  26  (1935-36),  págs.  397-402.  Coloca  al  autor 
en  la  línea  Lowth-Herder :  "it  was  left  for  Macdonald  to  unfold  the  budding  effort 
of  these  two  18  century  romanticists  in  the  light  of  the  literary  trend  that  subsequently 
carne  into  being".  "Has  established  a  new  school  for  biblical  study.  I  shall  venture 
to  cali  it  the  Gestalt-school" ;  explica  la  razón:  "Like  it  stands  for  configuration  as 
against  atomistic  construction."  De  hecho,  la  obra  de  M.  no  ha  llegado  a  establecer 
una  escuela  nueva.  "Has  succeeded  in  pleading  for  common  sense  to  have  a  right 
to  a  hearing  by  biblical  critics.  How  it  will  impress  them  is  hard  to  tell." 

W.  Baumgartner,  en  DL,Z  56  (1935),  págs.  2025-27,  lo  encuentra  "in  seiner  Eigen- 
art  interessant  und  anregend". 

El  comentarista  sin  firma  del  Expository  Times,  45  (1933-34),  págs.  147-49,  es 
más  generoso:  "one  of  the  most  distinguished  Arabists...  has  a  fine  literary  sense... 
a  wide  knowledge  of  literature,  ancient  and  modern...  real  intuition".  Pero  lo  en- 
cuentra demasiado  polémico:  "considerable  challenge,  much  of  it  piquant  and  stimu- 
lating,  of  contemporary  opinión...  there  is  not  a  dull  line".  El  juicio  conclusivo  es: 
"It  would  be  impossible  to  speak  too  highly  of  this  profound  and  stimulating  book." 

100  "Denn  der  Umfang  ist  bekannt...  und  gerade  für  die  stilkritische  Untersu- 
chung  betráchtlich  genug,  die  stilistische  Eigenart  ist  unverkennbar,  Zeit  und  Ver- 
háltnisse  der  Entstehung  lassen  sich  genau  erkennen,  der  Sinn  des  Ganzen  und  der 
meisten  Einzelheiten  ist  deutlich.  Eine  bescheidene  Vorarbeit  zu  einem  Kcmmentar." 


PANORAMA  HISTÓRICO 


49 


mentario.  Un  capítulo  nos  da  el  texto  y  la  traducción.  Otro  ana- 
liza cuestiones  gramaticales :  artículo,  preposición,  relativo,  frase 
paratáctica  e  hipotáctica,  tiempos  verbales,  asíndesis.  El  capítulo 
siguiente  analiza  el  vocabulario  y  la  combinación  de  palabras  :  es 
el  capítulo  más  interesante,  pues  en  él  caracteriza  muy  bien  el 
estilo  retórico  del  autor,  manifiesto  en  una  serie  de  hechos  esti- 
lísticos ;  y  da  cuenta  de  muchos  procedimientos,  como  los  parea- 
dos, series  ternarias,  cuaternarias  y  quinarias,  repeticiones,  varia- 
ciones, resonancia,  climax,  binas  nominales,  comparaciones,  juegos 
de  palabras,  epítetos,  rima.  El  último  capítulo  está  dedicado  a 
formas  y  temas :  estilo  de  mensajero,  predicación,  imágenes  y  vi- 
siones; y  con  especial  acierto,  el  estilo  judicial,  con  sus  motivos; 
la  temática  está  aducida  por  categorías,  sin  intento  de  valoración. 
Descontando  texto  y  traducción,  nos  quedan  85  páginas. 

Al  autor  le  guía  un  sentido  estético,  por  eso  no  se  contenta 
con  los  catálogos  y  ejemplos  que  aduce,  sino  que  busca  una  va- 
loración:  con  ejemplos  selectos  demuestra  el  paso  de  parataxis 
a  hipotaxis,  y  de  ahí  deduce  el  valor  de  la  frase  amplia.  Registra 
el  hecho  de  la  asíndesis,  y  su  valor  de  "hóchst  lebendiges  Stak- 
kato"  (pág.  77).  Sabe  hacer  un  auténtico  y  menudo  análisis  de 
dos  versos  (pág.  68).  En  un  ejemplo  nos  prueba  la  voluntad  de 
elección  del  autor  (pág.  78).  Sabe  distinguir  el  valor  auténtico  y 
el  uso  convencional  de  un  mismo  hecho  estilístico  (pág.  94).  Y  la 
función  compensatoria  del  climax  descendente  (pág.  98).  Carac- 
teriza con  acierto  un  estilo  retórico,  que  busca  no  sólo  "expre- 
sión", sino  "impresión"  (pág.  84),  en  el  que  "la  abundancia  sus- 
tituye a  la  precisión"  (pág.  80),  y  que  "tiene  que  decir  formal- 
mente más  de  lo  que  tiene  que  decir"  (pág.  97). 101 

Véase  cómo  contrapone  dos  estilos :  "El  poeta  busca  la  bre- 
vedad ;  el  orador,  la  amplitud  descriptiva ;  el  poeta  caracteriza  con 
precisa  concisión,  el  orador  describe  con  tranquila  amplitud."  102 
Acertadamente  compara  su  autor  con  Amos  y  Oseas  (pág.  81), 

Por  otra  parte,  la  abundancia  de  ejemplos  citados  y  aludidos 
dan  seguridad  y  validez  amplia  a  sus  observaciones. 

Mientras  otros  insisten  en  lo  esquemático  de  un  género  lite- 
rario, Kóhler  habla  más  bien  de  "estilo  judicial",  reconoce  que 

101  Ausdruck-Eindruck;  "die  Fülle  muss  das  Treffende  ersetzen";  "muss  formal 
mehr  sagen  ais  er  sachlich  zu  sagen  hat"  (págs.  84,  80,  97). 

102  "Der  Poet  sucht  die  Kürze,  der  Rhetor  die  malende  Breite,  der  Poet  kenn- 
zeichnet  in  Knappheit  treffend,  der  Rhetor  schildert  in  Breite  behaglich"   (pág.  92). 


50 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


los  elementos  de  este  estilo  están  disueltos  en  otros  elementos 
heterogéneos  (págs.  110-116). 

En  resumen,  el  trabajo  de  Kóhler  es  una  aportación  tan  rica 
como  sólida,  para  el  estudio  literario  de  la  Biblia.  Hay  cosas  que 
se  echan  de  menos  en  su  breve  estudio :  p.  e.,  al  hablar  de  las  binas 
nominales  ("die  nomínale  Zweierreihe")  no  habla  de  la  expresión 
polar  (págs.  98-99).  Poco  feliz  es  la  fórmula  "juegos  de  palabras" 
("Wortspiel")  para  los  hechos  estilísticos  aducidos.  Ligera  la  re- 
ferencia sobre  adjetivos  característicos  ("das  kennzeichnende 
Eigenschaftwort"),  y  sobre  rima  (pág.  101).  Apenas  se  ocupa  de 
las  imágenes  (cfr.  págs.  100,  121),  aunque  expone  bien  el  aspecto 
visionario  (pág.  125).  Es  decir,  todavía  quedaba  algo  por  hacer 
en  la  sección  escogida,  y  muchísimo  en  otras  obras  y  autores :  era 
la  tarea  que  Kóhler  dejaba  a  quien  escogiese  el  mismo  campo  de 
estudio:  "Lo  que  aún  queda,  pertenece  a  una  explicación  de  la 
Escritura,  y  se  obtendrá  como  resultado  cuando  toda  la  literatura 
del  AT  haya  sido  analizada  estilísticamente."  103 

7.  JOHANNES  SCHMIDT 

La  impresión  que  nos  deja  Kóhler  se  corrobora  con  este  tra- 
tado de  Schmidt :  Studien  sur  Stilistik  der  AlttestamentUchen 
Spruchliteratur.  ATAb  Münster,  1936. 

El  tema  es  muy  semejante;  la  extensión  del  trabajo,  casi  igual; 
más  amplio  el  campo  de  estudio  y  la  bibliografía  aducida.  Seme- 
jantes algunos  catálogos  y  clasificaciones,  y  algo  más  numerosos 
los  ejemplos  aducidos.  En  esta  semejanza  resalta  más  la  diferen- 
cia de  valor  como  análisis  estético. 

Eso  que  Schmidt  nos  prometía  en  la  introducción  un  análisis 
literario,  al  aceptar  como  definición  de  estilística  "la  ciencia  del 
lenguaje  como  arte"  ("die  Lehre  von  der  Sprache  ais  Kunst",  8). 
Ya  el  índice  y  su  realización  nos  dejan  extrañados :  La  primera 
sección  trata  del  "proverbio  en  su  construcción",  con  una  conclu- 
sión sobre  la  evolución  histórica;  la  segunda  sección  estudia  el 
vocabulario  y  la  morfología,  la  sintaxis,  las  formas.  Hasta  el  úl- 
timo apartado  no  entramos  en  terreno  estético,  y  han  sido  esca- 

103  L.  Kóhler  tampoco  ha  tenido  seguidores.  Dos  artículos  han  aprovechado  sus 
resultados  para  un  análisis  técnico,  nada  literario,  de  Is.  34  y  35:  Marvin  Pope: 
Isaiah  34  in  relation  to  Isaiah  35;  40-66,  JBL,  71  (1952);  235  ss.;  R.  B.  Y.  Scott: 
The  Relation  of  Isaiah,  Chapter  33,  to  Deutero-Isaiah,  AJSL.  52  (1935-36),  págs.  178-91. 


PANORAMA  HISTÓRICO 


51 


sísimas  las  observaciones  que  significan  algo  de  explicación  ar- 
tística. El  último  apartado,  "Formenreichtum",  parece  que  nos 
va  a  introducir  en  terreno  artístico,  pero  la  división  nos  descon- 
cierta:  "Motivos  constitutivos,  motivos  ornamentales".  La  dis- 
tinción procede,  no  de  la  ciencia  de  la  literatura,  sino  de  Bult- 
mann ;  y  el  resultado  es  que  la  imagen,  la  antítesis,  el  paralelismo, 
etcétera,  son  "motivos  ornamentales". 

El  desarrollo  de  este  esquema  tampoco  salva  el  defecto :  de 
ordinario  se  contenta  con  una  clasificación  y  unos  cuantos  ejem- 
plos aducidos ;  cuando  entra  en  una  discusión  que  parece  estética, 
acierta  un  par  de  veces  —  valor  dinámico  de  la  paronomasia  (pá- 
gina 46),  gusto  popular  de  los  juegos  de  palabras  (pág.  59) — ; 
pero  otras  veces  es  o  vulgar  o  extraño,  como  cuando  dice  que  lo 
esencial  del  paralelismo  radica  en  lo  gramatical-sintáctico. 

También  las  autoridades  dejan  dudas :  sobre  problemas  de  rit- 
mo, además  de  Dóller  y  Euringer,  aduce  a  Schlógl  y  Bruno.  So- 
bre paronomasia,  su  fuente  real  es  Reckendorf.  Y  en  los  104  tí- 
tulos de  la  bibliografía  general  no  hay  ninguno  de  estilística  ge- 
neral ;  sólo  en  el  texto  cita  dos  veces  en  una  página  el  Reallexikon 
der  dentschen  Literaturgeschichte,  para  tomar  la  definición  de 
estilística. 

Esta  definición  rezaba :  "Ciencia  de  las  posibilidades  de  la 
expresión  verbal,  y  de  su  función  estética"  ("die  Lehre  von  den 
Móglichkeiten  des  sprachlichen  Ausdrucks  und  ihrer  ásthetischen 
Wirkung") ;  suprimamos  las  últimas  palabras,  "su  función  es- 
tética", y  nos  acercamos  al  resultado  de  Schmidt.  Pero  suprimida 
la  función  estética,  la  tesis  del  autor  no  tiene  interés  para  el 
estudio  estético  de  la  Biblia. 

8.  A.  DÍEZ  MACHO 

En  rigor,  sus  artículos  suenan  a  presentación  de  trabajo  ajeno ; 
y  así  han  quedado  registrados  en  el  apartado  medieval.  Pero  como 
amplía  el  estudio  de  Moses  ibn  Ezra  con  datos  personales,  merece 
aquí  una  mención  particular.  Hacemos  caso  a  su  reclamación : 
"nuestro  estudio  tiene  por  tema  un  asunto  aún  casi  no  estu- 
diado". 

Los  artículos  se  publicaron  en  Sefarad,  1944,  1945,  1946, 
1947,  1948,  1949,  1950,  1951 :  y  suman  entre  todos  unas  230  pá- 
ginas. Lo  que  hay  de  añadidura  en  ella  nos  lo  dice  el  autor  en 
una  "Nota  previa  sobre  nuestro  trabajo": 


52 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


"...hemos  analizado  gran  número  de  ejemplos,  sobre  todo  bíblicos,  y 
en  ellos  hemos  descubierto  especies  de  la  figura  —  según  los  cánones  de 
la  retórica  árabe  —  no  distinguidas  expresamente  por  el  autor,  pero  que 
son  explanadas  largamente  en  las  retóricas  árabes  posteriores...  Otras  es- 
pecies distinguiremos  que  probablemente  aún  no  corrían  en  las  Retóricas 
árabes  del  tiempo  de  Ibn  Ezra,  porque  para  hacer  nuestro  estudio  de  cotejo 
y  asimilación  nos  hemos  valido  de  la  obra  de  Al-Qazwini,  autor  dos  siglos 
posterior  a  Ibn  Ezra"  (I,  262)  (cito  según  el  orden  de  los  artículos,  y  la 
correspondiente  página). 

El  intento  parece  peregrino :  se  trata  de  completar  el  trabajo 
de  Ibn  Ezra,  a  ocho  siglos  de  distancia,  siguiendo  fielmente  sus 
huellas ;  y  aprovechando  las  aportaciones  de  retóricos  árabes  me- 
dievales. Excluyendo  la  retórica  clásica  como  tal,  y  la  estilística 
moderna.  Es  natural  que  los  resultados  sean  intensamente  retó- 
ricos:  clasificación  ilustrada  con  ejemplos;  y  que  no  tengan  es- 
pecial valor  estético.  El  autor  encuentra  dos  ventajas  de  esta 
actitud:  "conocer  mejor  la  figura...  demostrar  cuán  verdadera 
es  la  tesis...  que  en  la  Sagrada  Escritura  se  dan  galas  literarias 
usadas  por  los  árabes  en  su  literatura". 

"Conocer  mejor  la  figura",  no  precisamente  explicar  estética- 
mente la  obra;  ni  siquiera  conocer  mejor  la  función  estética  de  la 
figura,  sino  lo  que  tiene  de  categoría,  de  encasillado. 

Su  gusto  continúa  una  vieja  tradición:  "Los  modernos,  que 
hemos  hecho  nuestro  gusto  en  retórica  al  modo  grecolatino...", 
y  cita  "un  juicio  relativamente  moderno"  del  año  1820  (V,  301). 
Son  escasísimas  sus  apreciaciones:  "en  Is.  65,  13-14,  se  nos  ofre- 
ce una  anáfora  de  estupendo  efecto  retórico"  (IV,  216);  "Isaías 
descuella  en  este  ornato  como  en  tantos  otros"  (VII,  145).  De 
ordinario  prefiere  la  discusión  filológica,  aun  de  hechos  clara- 
mente estéticos. 

En  resumen,  el  trabajo  de  DM  es  interesante  como  presenta- 
ción del  tratadista  judío,  aporta  ejemplos  aprovechables;  pero 
prescinde  demasiado  de  la  valoración  y  explicación  verdadera- 
mente estilística. 

9.  OTROS  AUTORES 

Antonio  Ferrero  :  Studi  sulle  bellezze  Lettcrarie  della  Bib- 
bia.  Florencia,  1915.  Dice  en  el  prólogo:  "lo  studieró  adunque 
la  Bibbia,  quale  monumento  letterario".  En  la  introducción  apro- 
vecha material  de  Lowth,  Herder,  Glaire  y  otros.  En  cuanto  al 
comentario  literario,  no  sale  de  citas  panegíricas,  exclamaciones 


PANORAMA  HISTÓRICO 


53 


admirativas  y  frases  generales.  Seiscientas  páginas  con  estos  in- 
gredientes no  creo  que  comuniquen  al  lector  el  entusiasmo  del 
autor  por  las  bellezas  bíblicas. 

Giuseppe  Ricciotti  :  Dalla  Bibbia.  Antología  Letteraria.  Bo- 
logna,  1922.  Precede  a  la  antología  una  breve  introducción  sobre 
el  carácter  de  la  lengua  hebrea,  de  la  lengua  poética,  el  paralelis- 
mo, el  metro,  los  géneros  e  influjos.  Nada  nuevo  o  digno  de  es- 
pecial mención,  ni  pretende  ser  una  aportación  seria. 

Domenico  M.  Tricerri,  O.  P. :  /  Canti  Divini.  Torino- 
Roma,  1925.  El  subtítulo  reza:  "Introduzione-Traduzione-Com- 
mento  estético".  En  gran  parte  es  una  antología  de  frases  pane- 
gíricas que  ni  rozan  el  hecho  estético.  O  son  tan  generales  que 
no  sirven  para  nada.  "Profonditá  di  pensiero,  splendore  d'ima- 
gini,  vigoria  di  stile,  armonía  di  ritmo  e  di  linguaggio  sonó  le 
doti  di  ogni  vera  e  grande  poesía"  (pág.  IX) ;  "non  si  puó  ne- 
gare che  in  certi  casi  il  concreto  día  una  grande  forza  a  la  expres- 
sione"  (pág.  32);  "La  forza  e  la  delicatezza  dei  sentimenti,  la 
bellezza  della  loro  espressione,  il  raro  sapore  poético  e  guerre- 
sco  di  tutto  il  brano  si  sentono  senza  che  vi  sia  bisogno  di  com- 
mento  estético".  Parece  mentira  que  cien  años  justos  después 
de  la  3.a  edición  de  Herder  se  sigan  diciendo  tantas  vulgaridades. 
Lo  que  realmente  vale  del  libro  son  las  traducciones  italianas. 

A.  Causse  dedica  varios  estudios  a  la  poesía  hebrea.  Primero 
uno  más  genérico :  Sentiment  de  la  nature  et  symbolisme  ches  les 
lyriques  hébrenx,  RHPhR  1  (1921),  págs.  387-408.  En  él  carac- 
teriza la  poesía  hebrea  como  poco  plástica  y  poco  objetiva,  en 
comparación  con  la  griega;  en  cambio  predomina  el  sentid©  espi- 
ritual y  el  valor  simbólico,  que  muchas  veces  es  causa  de  defor- 
mación lírica  de  la  realidad  objetiva. 

Les  origines  de  la  poésie  hébraique,  RHPhR  4  (1924),  pági- 
nas 393-419;  5  (1925),  págs.  1-28.  En  forma  descriptiva  recons- 
truye una  historia  de  la  primitiva  lírica  hebrea;  considera  a  los 
hebreos  poco  dotados  para  la  épica.  Con  abundantes  citas  y  leves 
anotaciones  va  siguiendo  el  proceso  de  manera  semejante  a  como 
lo  hará  más  tarde  Hempel.  Estos  trabajos  los  recoge  y  amplía  en 
su  libro :  Le  plus  vieux  chants  de  la  Bible,  1926. 

Agustín  Arce,  O.F.M. :  Cánticos  de  Sión.  Traducidos  del 
hebreo,  anotados  y  precedidos  de  un  estudio  sobre  la  poesía  he- 
brea. Jerusalén,  1928. 

Desconciertan  al  principio  del  libro  esas  citas  de  Núñez  de 
Arce  y  la  nota  contra  los  modernistas.  Pero  después  resulta  que 

5.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


54 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


está  mucho  mejor  enterado  que  la  mayoría  de  los  autores  antes 
citados,  y  sabe  informar  de  problemas  de  métrica,  lenguaje  poé- 
tico, imágenes,  etc.  Y  sus  noventa  páginas  de  traducciones,  aun- 
que algo  tímidas,  son  interesantes. 

Edouard  Dhorme:  La  poesie  Biblique,  6.a  ed.,  París,  1931. 
La  primera  parte  de  este  librito  son  dos  ensayos  sobre  la  poesía 
en  general  y  sobre  la  poesía  bíblica.  En  la  primera  escuchamos 
testimonios  de  románticos,  parnasianos  y  simbolistas ;  y  el  autor 
da  razón  al  Arte  poética  de  Verlaine;  y  aún  más  al  teórico  Bre- 
mond.  En  la  segunda  estudia  la  poesía  bíblica  en  particular :  los 
principales  géneros  y  problemas  de  métrica.  En  total  94  páginas 
de  ideas  conocidas,  pero  dichas  con  entonación  personal,  que  hace 
agradable  la  lectura.104 

104  Completemos  la  serie  precedente  con  otros  trabajos  más  o  menos  dignos 
de  mención: 

Biagio  Garoeau>:  Considerazioni  intorno  alia  poesía  degli  Ebrei,  1707. 
J.  IJlsner:  Paulus  Apostolus  et  Jesaias  Propheta  inter  se  comparati,  Vratislaviae, 
1821. 

H.  Ewald:  Die  Dichter  des  Alten  Bundes,  Góttingen,  1867. 

D.  Casteeli:  La  poesía  bíblica,  Firenze,  1878. 

J.  Robertson:  The  Poetry  and  the  Religión  of  the  Psalms,  1898. 

F.  W.  Bullinger:  Figures  of  Speech  used  in  the  Bible,  London,  1898. 
V.  Zapletal:  De  poesi  Hebraeorum  in  VT  conservata,  Friburgi  S  1909. 

J.  Stalker:  The  Beauty  of  the  Bible:  A  Study  of  Üs  Poets  and  Poetry,  London,  1918. 
P.  C.  Sands:  Literary  Genius  of  the  OT,  Oxford,  1924. 

J.  G.  McIvor:  The  Literary  Study  of  the  Prophets.  From  Isaiah  to  Malachi,  London, 
1925. 

T.  F.  Peet:  A  Comparative  Study  of  the  Literature  of  Egypt,  Palestine  and  Meso- 

potamia,  Fondón,  1931. 
W.  O.  F.  Osterley:  Ancient  Hebrew  Poems,  Fondón,  1938. 
W.  A.  Faus:  The  Genius  of  the  Prophets,  New  York,  1946. 
Th.  T.  Robinson:  The  Poetry  of  the  O.T.,  1947. 
N.  K.  Chadwick:  Poetry  and  Prophecy,  Cambridge,  1948. 

Garofalo  escribe  una  peregrina  estética  fisiológica;  en  cambio,  Elsner  sabe  fijarse 
en  tres  elementos  concretos  de  comparación:  las  paronomasias,  las  imágenes,  la  ironía. 
Castelli  escribe  una  introducción  general  con  cierto  sentido  literario,  y  Zapletal  re- 
sume cosas  sabidas.  Stalker  es  modelo  de  vaciedad  y  de  apostrofes  retóricos;  buen 
trabajo  para  desacreditar  el  estudio  literario  de  la  Biblia.  Lamento  no  haber  podido 
consultar  esos  libros  de  título  sugestivo,  firmados  por  McIvor,  Faus,  Sands,  Chadwick. 

Y  particularmente  debo  mencionar  aparte  una  tesis  (no  publicada,  que  yo  sepa), 
que  pudiera  tener  parentesco  con  mi  trabajo: 

G.  I/Emcke:   Die  Prophetensprüche  des  Amos  und  Jesaias   metrisch-stilistisch  und 
literar-ásthetisch  betrachtet.  Diss  Breslau,  19 14. 


Capítulo  2 


FINALIDAD  Y  MÉTODO 

Empalme.  —  Enfoques:  retórico,  romántico,  positivista;  Enfoque  actual: 
Citas  selectas.  —  Limitando  el  tema:  campo  bíblico  y  orientación  literaria; 
Doble  tarea:  análisis  de  procedimientos;  análisis  de  unidades;  Método 
peculiar:  intuición  y  tanteo,  subjetivismo  y  control;  Bibliografía:  litera- 
ria y  bíblica.  —  Limitaciones:  Crítica  textual;  Crítica  literaria;  Traduc- 
ción ;  Comparaciones. 


EMPALME 

El  resultado  de  mi  recorrido  histórico  es  poco  estimulante.  Si  son  mu- 
chos los  hombres  que  admiran  y  saborean  la  Biblia  como  obra  literaria,  son 
pocos  los  que  la  han  estudiado  como  tal.  La  razón  que  más  ha  influido  en 
ello  ha  sido  un  tácito  o  explícito  deslindamiento  de  campos :  para  lo  reli- 
gioso la  Biblia,  para  lo  literario  los  clásicos  grecolatinos. 

Pero  unos  pocos  han  traspasado  las  lindes :  entre  ellos  tres  nombres 
egregios :  Lowth,  Herder  y  Gunkel ;  unos  cuantos  interesantes,  como  Moul- 
ton,  Hempel,  Smith,  Kóhler,  etc.;  otros  vulgares  o  superficiales  o  secos, 
capaces  de  convencer  al  lector  de  que  el  estudio  literario  de  la  Biblia  no 
hay  que  tomarlo  en  serio,  o  de  que  la  única  forma  posible  de  seriedad  es 
la  aridez. 

Otra  consecuencia,  tampoco  estimulante,  es  que  semejantes  estudios 
apenas  interesan :  al  lector  artista,  porque  le  basta  con  la  intuición  in- 
mediata de  la  lectura;  al  investigador  erudito,  porque  no  le  concede  rango 
científico. 

A  falta  de  estímulos  externos,  me  queda  el  estímulo  interno :  mi  doble 
interés  por  lo  literario,  como  objeto  de  goce  contemplativo  y  como  objeto 
de  estudio  riguroso.  Este  interés  es  suficiente  para  mantenerme  en  el  tra- 
bajo, porque  su  objeto  es  un  valor  para  mí. 

Decidido  a  aceptar,  necesito  limitar  el  tema:  cuanto  al  terreno  bíblico, 
cuanto  a  la  perspectiva  y  enfoque  del  análisis. 


ENFOQUE 

He  encontrado  autores  que  ensalzaban  el  valor  literario  de 
la  Biblia  para  justificar  su  actividad  poética  o  su  afición  a  los 


56 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


clásicos  —  actitud  renacentista — .  Otros  preconizaban  el  estudio 
literario  como  recurso  para  solucionar  o  evadir  dificultades.  Otros 
se  acogían  a  él  como  a  resto  flotante  en  el  naufragio  del  valor 
sobrenatural.  Alguno  lo  proponía  como  terreno  común  de  en- 
cuentro para  eruditos  de  opuestas  tendencias,  y  como  contrapeso 
de  una  formación  clásica  poco  moralizadora. 

Es  claro  que  mi  interés  es  algo  distinto:  la  Biblia  conserva 
intacto  su  prestigio  religioso  sobrenatural;  precisamente  por  ello 
considero  que  vale  la  pena  el  esfuerzo  de  estudiarla  literariamen- 
te; de  lo  contrario,  preferiría  dedicar  mi  esfuerzo  a  un  campo 
más  fácil  y  productivo. 

He  encontrado  el  enfoque  retórico  (de  "retórica  clásica") : 
especie  de  botánica  estilística,  iniciada  por  Casiodoro,  elaborada 
por  Ibn  Ezra,  consumada  atrozmente  por  Kónig.  La  " retórica" 
de  este  último  es  para  mí  un  preventivo.1 

Existe  el  enfoque  romántico:  que  busca  una  poesía  nueva,  fres- 
ca, original  y  auténtica ;  no  viciada  por  los  artificios  de  una  tra- 
dición agotada.  Una  poesía  que  significa  una  resurrección  tras 
la  muerte  congelada  del  neoclasicismo.  Algo  de  este  aliento  con- 
viene conservar  en  el  estudio;  pero  corregida  la  ingenuidad  de 
alguna  de  sus  creencias. 

Existe  el  enfoque  positivista:  que  intenta  encuadrar  histórica- 
mente, explicar  genéticamente,  hacer  acopio  paciente  con  un  mé- 
todo riguroso.  También  hay  que  retener  algo  de  esta  actitud : 
rigor,  precisión,  método. 

Estos  tres  enfoques  incluían  en  grado  diverso  el  interés  artís- 
tico. Actualmente  el  interés  artístico  ha  pasado  a  primer  plano. 
El  objeto  primordial  del  estudio  literario  no  es  el  autor  ni  la 
época,  sino  la  obra  de  arte  literaria;  el  enfoque  es  "estilístico", 
como  penetración  en  el  núcleo  por  el  detalle ;  el  método  es  rigu- 
roso, pero  flexible,  y  compromete  la  personalidad  íntegra  del 
investigador.  Éste  es  el  enfoque  que  comenzó  —  como  sistema  — 
hace  unos  35  años,  y  que  está  bastante  extendido  actualmente.2 

1  Es  natural  que  evite  a  Kónig,  para  seguir  a  Kóhler.  Kónig  abarca  toda  la 
Biblia  y  varios  apócrifos;  los  pasajes  aducidos  significan  unas  15.000  fichas  (48  pá- 
ginas a  cuatro  columnas).  Kóhler  se  ciñe  a  16  capítulos  de  un  libro,  y  es  muy  parco 
en  citas  de  obras  ajenas.  Kónig  intenta  escribir  un  sistema  orgánico  y  completo,  de 
múltiples  divisiones  y  subdivisiones,  y  lógicamente  construido.  Kóhler  hace  trabajo 
de  análisis,  y  apenas  apunta  conclusiones  generales.  El  resultado  es  que  las  360  pá- 
ginas de  Kónig  no  tienen  mucho  aprovechable  para  un  estudio  verdaderamente  lite- 
rario de  la  Biblia;  mientras  que  las  142  páginas  de  Kóhler  apenas  tienen  desperdicio. 

2  Helmut  Hatzfeed,  autorizado  como  nadie  para  juzgar,  dice:  "podremos  decir 


FINALIDAD  Y  MÉTODO 


57 


A  esta  dirección  me  sumo,  y  resumo  así  mi  actitud:  Lo  que 
se  hace  en  las  literaturas  modernas  ("sensu  lato"),  ¿no  se  podrá 
hacer  con  la  Biblia  ?  Al  menos,  vale  la  pena  el  ensayo. 


la  escuela  alemana,  que  ha  realizado  un  trabajo  "estrictamente 
metódico",  y  que  conozco  mejor  (cfr.  H.  Hatzfeld  o.  c.  34).  Si 
para  el  lector  literario  resultan  ideas  conocidas,  el  lector  bíblico 
encontrará  en  ellas  puntos  de  vista  nuevos. 


Para  dar  un  poco  de  orden  a  las  citas,  las  dispongo  según  el 
siguiente  esquema:3 

1.  La  obra  singular  y  total. 

2.  No  con  categorías  de  retórica  clásica;  racionales;  rígidas. 

en  resumen  que  los  romanistas  más  prominentes  de  Alemania,  Suiza,  Italia,  Francia, 
España,  Portugal  y  Rumania  han  reconocido  y  subrayado  la  importancia  de  la  esti- 
lística moderna.  Los  helenistas  de  hoy  no  piensan  de  otro  modo  sobre  el  problema 
del  estilo"  {Bibliografía  Crítica  de  la  nueva  Estilística,  Madrid,  1956,  pág.  57). 

3    Los  libros  de  donde  están  tomadas  las  citas  son: 

L.    Spitzer:   Romanische   Stil-   und   Literaturstudien,   Marburg,    1931;  Stilstudien, 
München,  1928. 

E.  Winkeer:  Grundlegung  der  Stilistik,  Bielefeld-Leipzig,  1929. 
E.  Staiger:  Die  Kunst  der  Interpretation,  Zürich,  1955. 

R.  Petsch:  En  la  colección  Philosophie  der  Literaturwissenschaft,  herausgegeben  von 

B.  Ermatinger,  Berlín,  1930. 
G.  Richter:  En  Vierteljahrschrift  für  Literaturwissenschaft  und  Geistesgeschichte, 

15  (193O. 

Dámaso  Alonso:  Poesía  española:  Ensayo  de  métodos  y  límites  estilísticos,  Madrid, 
1950. 

R.  Weeeek  y  A.  Warren:  Teoría  literaria,  Madrid,  1953. 
S.  E.  Hyman:  The  armed  Vision,  New  York,  1948. 

Spitzer  está  reconocido  como  autoridad  máxima;  "el  Colón  de  la  nueva  esti- 
lística", lo  llama  Hatzfeld  (o.  c,  pág.  101).  La  obra  de  Hatzfeld  contiene  2.045  tí- 
tulos, libros  y  artículos,  brevemente  comentados.  La  obra  de  Hyman  es  una  ex- 
posición de  métodos  de  autores  ingleses  y  americanos,  como  Richards,  Bodkin,  lord 
Raglán,  Gilbert  Murray,  Caroline  Spurgeon,  Lovejoy,  A.  C.  Bradley,  Empson,  etc. 
Sobre  Winkler,  cfr.  Hatzfeld  (o.  c,  n.  1.508). 

Es  cierto  que  estos  autores  presentan  diferencias  de  método;  sobre  todo  cuando 
cada  uno  se  vuelve  sobre  su  trabajo  para  definirlo.  En  la  práctica  todos  habitan  un 
terreno  común,  ancho  y  definido;  lo  suficiente  para  orientar  mi  trabajo  con  precisión 
y  flexibilidad. 


ENFOQUE  ACTUAL 


58 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


3.  Sí  comprobando  una  serie  de  procedimientos  estilísticos. 

4.  Pero  sin  apurar  las  consecuencias,  ni  pasar  un  límite  de  discreción. 

5.  Aplicando,  a  poder  ser,  un  método  comparativo. 

6.  Un  entrenamiento  previo  en  la  lengua  propia. 

7.  Participación  del  hombre  entero :  imaginación,  sensibilidad,  intuición. 

8.  Suplidas  por  tanteos. 

9.  Completadas  con  la  comprobación. 

10.  Así  se  evita  el  subjetivismo,  y  se  hace  tarea  científica. 

1.  "Interesa  la  obra  como  individuo...  La  dinámica  y  vitalidad  propias 
de  la  poesía,  que  en  la  teoría  apenas  se  pueden  toscamente  delinear  o  alu- 
dir, se  hacen  conscientes  en  un  caso  particular,  en  cuanto  es  posible  se 
racionalizan,  sin  callar  ese  resto  siempre  imposible  de  racionalizar. "  4 

"Tenemos  que  considerar  el  fenómeno  literario  (por  ejemplo,  un  poema) 
como  un  cosmos,  como  un  universo,  cerrado  en  sí,  e  investigar  su  ley 
particular  —  su  sistema  de  leyes — ,  lo  que  le  constituye  y  le  constituye 
único.  Ése  sería  el  problema  central  de  un  conocimiento  verdaderamente 
científico  de  la  obra  literaria."  5 

"En  años  recientes  se  ha  operado  una  saludable  reacción  por  la  que  se 
reconoce  que  el  estudio  de  la  literatura  debe  atender,  ante  todo  y  sobre 
todo,  a  las  obras  de  arte  en  sí  mismas. "  6 

2.  "Estableciendo  categorías  torcidas,  tanto  la  antigua  retórica  —  re- 
cuérdese, p.  e.,  la  doctrina  de  las  figuras  —  como  algunas  teorías  modernas 
han  cerrado  el  camino  a  una  caracterización  estilística  verdaderamente  fruc- 
tuosa. Y  dichas  categorías  eran  torcidas,  porque  no  procedían  de  hechos 
anímicos  auténticos,  sino  de  artificiosas  construcciones  lógicas. "  7 

"La  historia  de  los  conceptos  retóricos  muestra  también  que  no  es  justo 
dictar  sentencias  de  crítica  estilística,  fundadas  en  las  fórmulas  suministra- 
das por  la  poética  y  la  retórica."  8 

"  Me  dan  poca  confianza  esas  explicaciones  estilísticas  terminantes  y 
universales,  de  fenómenos  gramaticales  individuales ;  porque  éstos  pueden 
adquirir  una  iluminación  del  todo  nueva,  colocados  en  un  nuevo  sistema, 


4  "An  das  einzelne  Werk  hált...  Die  eigene  Dynamik  und  Febendigkeit  der 
Dichtung,  die  theoretisch  nur  sehr  ungefáhr  umschrieben  oder  angedeutet  werden 
kann,  wird  hier  in  einem  einzelnen  Falle  zu  Bewusstsein  erhoben,  und  soweit  wie 
móglich  rationalisiert,  ohne  dass  der  ewig  unrationalisierbare  Rest  darüber  ver- 
schwiegen  würde"  (R.  Petsch:  Die  Analyse  des  Dichtwerkes,  pág.  241). 

5  D.  Alonso:  Poesía  española.  Ensayo  de  método  y  límites,  pág.  425. 

6  R.  Wellek-A.  Warren:  Teoría  literaria,  pág.  238. 

7  "Durch  Setzung  schiefer  Kategorien  hat  sowohl  die  alte  Rhetorik  —  man 
denke  z.B.  an  die  I^ehre  von  den  Stilfiguren  —  ais  auch  manche  neue  Theorie  einer 
wirklich  fruchtbaren  Stilcharakteristik  den  Weg  verrammelt.  Und  schief  waren  diese 
Kategorien  deshalb,  weil  sie  nicht  von  wirklichen  seelischen  Begebenheiten,  sondern 
von  willkürlichen  logizistischen  Konstruktionen  ausgingen"  (F.  Winkler:  Grundlegung 
der  Stilistik,  pág.  115). 

8  "Dass  man  stilkritische  Urteile  nicht  gut  auf  Grund  fertiger  Formeln,  welche 
die  F'oetik  und  Rhetorik  liefern,  abgeben  solí,  lehrt  bisweilen  auch  die  Geschichte 
der  rethorischen  Begriffe  selbst"  (G.  Richter:  Literaturwissenschaft  und  Stilanalyse, 
página  47)- 


FINALIDAD  Y  METODO 


59 


porque  una  forma  gramatical  puede  albergar  los  más  variados  impulsos 
del  alma. "  9 

3.  "El  puente  más  accesible  entre  ciencia  del  lenguaje  y  ciencia  lite- 
raria es  el  análisis  del  estilo.  Lenguaje,  usado  como  arte,  es  estilo."  10 

"El  verdadero  objeto  de  la  estilística  sería,  a  priori,  la  investigación  de 
las  relaciones  mutuas  entre  significado  y  significante,  mediante  la  investi- 
gación pormenorizada  de  las  relaciones  mutuas  entre  todos  los  elementos 
significantes  y  todos  los  elementos  significados.  (Ya  veremos  cómo  esto  se 
limita  forzosamente  en  la  práctica.) "  11 

4.  "En  la  investigación  histórica  no  todo  lo  lógicamente  consecuente 
es,  por  ello,  realmente  cierto."  12 

"Su  fórmula,  para  evitar  el  trabajo  interminable  de  una  inducción  prác- 
ticamente exhaustiva,  es :  no  perseguir  cada  técnica  hasta  el  fin  de  la 
línea,  sino  lo  bastante  para  sugerir  las  ulteriores  posibilidades;  subrayar 
en  cada  ocasión  los  métodos  que  parecen  más  fecundos  para  la  obra  en 
cuestión."  13 

5.  "La  mejor  manera  de  penetrar  en  un  texto  es  la  comparación  esti- 
lística de  dos  textos  semejantes  o  fundamentalmente  opuestos,  que  tengan 
sólo  en  común  el  tema  o  la  base  psicológica. "  14 

7.  "Para  Jordán,  la  verdadera  ciencia  debe  trabajar  tan  sólo  con  la 
parte  racional  del  alma  del  investigador,  y  debe  observar  en  el  lenguaje 
solamente  procesos  racionales.  Pero  no  advierte  Jordán  que  este  desconectar 
lo  emotivo  'romántico',  responde  también  a  una  convicción  metafísica,  a 
una  fe,  a  saber,  el  'cientismo',  no  más  científico  que  el  irracionalismo 
que  combate.  El  color  gris  que  perciben  las  gafas  de  la  sobriedad  no  trans- 
mite el  color  real  mejor  que  el  rosa  de  las  gafas  románticas...  Olvida 
también  que  el  destructor  de  ídolos  tiene  su  creencia  en  milagros,  en  el 

9  "Ich  misstraue  daher  ein  wenig  der  ein  für  allemal  formulierten  stilistischen 
Ausdeutung  einzelner  grammatischer  Erscheinungen,  weil  diese  in  neuem  Totalzusam- 
menhang  ganz  neue  Beleuchtung  annehmen  kónnen,  eine  gramraatische  Form  die 
verschiedensten  seelischen  Antriebe  beherbergen  kann"  (L,.  Spitzer:  Stilstudien,  II, 
página  513). 

10  "Die  gangbarste  Brücke  zwischen  Sprach-  und  Literaturwissenschaft  ist  aber 
die  Stilforschung.  Sprache  ais  Kunst  verwendet,  heisst  Stil"  (L.  Spitzer:  Stilstudien, 
II,  página  3). 

11  D.  Alonso:  Poesía  Española...  (pág.  433)- 

12  "In  der  Geschichtsforschung  ist  nicht  alies  was  logisch  konsequent  ist,  des- 
halb  auch  tatsáchlich  richtig"  (H.  Gunkel:  Einleitung  in  die  Psalmen,  pág.  30). 

13  "Their  formula  for  avoiding  the  endless  labor  of  theoretical  total  integration 
is:  pursuing  none  of  their  techniques  to  the  end  of  the  line  but  merely  far  enough 
to  suggest  the  further  possibil ities;  and  stressing  at  any  given  time  only  those  ap- 
proaches  that  seem  most  fruitful  for  the  specific  work  under  discussion"  (S.  E.  Hy- 
man:  The  armed  Vision,  pág.  401). 

14  Sobre  el  entrenamiento  previo:  el  mismo  Spitzer  (o.  c,  II,  pág.  505)  con- 
fiesa que  se  entrenó  en  su  propia  lengua  (alemán),  antes  de  abordar  el  análisis  de 
autores  franceses;  y  de  éstos  pasó  a  los  españoles.  Dámaso  Alonso  es  más  radical  en 
su  exigencia  de  entrenamiento:  "Nadie  podrá  ser  investigador  en  estilística  que  no 
haya  sido  primero  un  apasionado  lector,  y  en  segundo  lugar  un  intenso  crítico.  ¡  Ay, 
esto  lo  olvidan  (o  no  lo  han  sabido  nunca)  muchos  técnicos  del  puro  cuentahilos,  arte- 
sanos de  una  estilística  de  mimbres  y  tiempo!"  (o.  c,  pág.  430). 


60 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


milagro  del  progreso  de  la  ciencia...  Exige  al  investigador  del  lenguaje 
conocimientos  de  sociología,  economía,  derecho...  Yo  me  conformo  con 
pedirle  que  sea  Hombre ;  pero  un  hombre  completo,  un  hombre  que  piensa 
y  siente,  capaz  de  señalar  todo  el  pensamiento  y  todo  el  sentimiento  ex- 
presados en  el  lenguaje." 

"El  excluir  de  la  ciencia  del  lenguaje  los  motivos  emocionales,  poéti- 
cos, estéticos,  no  es  actitud  más  científica  que  el  exaltarlos  románticamente ; 
al  contrario,  empobrece  la  visión  del  lenguaje,  lo  mismo  que  empobrecería 
una  visión  del  mundo  sin  sentimiento. "  15 

"No  es  tan  importante  la  plenitud  del  material  abarcado,  cuanto  la  ple- 
nitud de  la  actitud  humana. "  16 

"La  investigación,  aunque  afanosa,  es  fácil;  la  visión  imaginativa,  aun- 
que deliciosa,  es  difícil ;  y  es  fácil  que  nos  tiente  la  primera. "  17 

8.  "En  realidad,  me  parece  que  el  mejor  ardid  para  penetrar  en  los  se- 
cretos del  arte  de  la  palabra  es  leer,  leer  a  fondo. "  18 

"No  hay  solución  sino  la  de  una  selección  previa.  Ni  hay  otro  modo 
de  elegir  que  el  de  la  intuición...  Claro  está  que  ese  filtro  selectivo  operaba 
mientras  trabajábamos...  nuestra  técnica  se  basó  en  esos  casos  en  manejar 
una  gran  cantidad  de  elementos..."!9 

9.  "¿No  será  la  emoción  la  mejor  fuente  de  conocimiento  para  los  va- 
lores emocionales  del  lenguaje?...  La  emoción  se  puede  controlar  con 
hechos."  20 

15  "Bei  Jordán  erscheint  es  nur  so,  ais  ob  wahre  Wissenschaftlichkeit  nur  mit 
dem  rationalen  Teil  der  Forscherpsyche  arbeiten  und  stets  nur  rationale  Vorgánge 
im  Sprachlichen  sehen  sollte.  Jordán  übersieht,  dass  solche  Ausschaltung  des  Gefühl- 
mássigen,  'Romantischen'  selbst  einer  metaphysischen  Uberzeugung,  einem  Glauben 
entspricht,  dem  Scientismus  námlich,  der  um  nichts  wissenschaftlicher  ist  ais  der 
von  ibm  bekámpfte  Irrationalismus.  Das  Graue,  das  die  Nüchternheitsbrille  sieht,  kün- 
det  nicht  mehr  von  der  Farbe  des  Wirklichen  ais  das  Rosa  der  'Brille  der  Romantik'... 
vergisst  aber,  dass  der  Fntgótterer  selbst  einen  Wunderglauben  hat:  den  Glauben  an 
das  Fortschrittswunder  der  Wissenschaft...  Er  verlangt  vom  Sprachwissenscbaftler 
soziologische,  nationalókonomische,,  juristische  Kenntnisse.  —  Ich  begnüge  mich  darait, 
von  ihm  zu  fordern,  dass  er  Mensch  sei,  allerdings  ein  totaler  Mensch,  ein  denkender 
und  fühlender  Mensch,  der  alies  ín  der  Sprache  sich  ausdrückende  Denken  und 
Fühlen  nachzeichnen  kann. 

"Die  Nichteinbeziehung  emotionaler,  poetischer,  ásthetischer  Motive  in  die  Sprach- 
wissenschaft  ist  nicht  etwa  wissenschaftlicher  ais  deren  'romantische'  Verherrlichung 
—  im  Gegenteil,  sie  verarmt  die  Sprache  —  so  wie  eine  gef ühlose  Weltbetrachtung 
uns  verarmen  müsste"  (L.  Spitzer:  Stilstudien,  I,  pág.  251). 

16  "Die  Vollstándigkeit  der  umfassten  Wissensmaterie  ist  weniger  wichtig  ais 
die  gróssere  Vollstándigkeit  der  menschlichen  Haltung"  (D.  Spitzer:  Romanische  Stit- 
und  Literaturstudien,  II,  pág.  285). 

17  "Research  though  toilsome  is  easy;  imaginative  visión,  though  delightful,  is 
difficult;  and  we  may  be  tempted  to  prefer  the  first"  (A.  C.  Bradley,  citado  por 
S.  F.  Hyman,  o.  c,  pág.  233). 

18  "Tatsáchlich  scheint  mir  Lesen,  gründliches  Lesen  der  beste  Handwerkskniff, 
um  hinter  Geheimnisse  der  Sprachkunst  zu  dringen"  (I,.  Spitzer:  Stilstudien,  II,  pá- 
gina 17). 

19  D.  Alonso:  Poesía  española.  Ensayo...  (pág.  439)- 

20  "Aber  sollte  das  Gefühl  nicht  die  beste  Erkenntnisquelle  für  das  Gefühls- 


FINALIDAD  Y  MÉTODO 


Gl 


10.  "Suena  a  paradoja,  pero  es  la  verdad:  el  arte  de  la  palabra  ha  en- 
contrado hasta  ahora  poca  atención  en  la  ciencia  de  la  literatura.  Se  en- 
tregaba más  bien  a  la  investigación  literaria  o  estética.  Esos  efectos  sutiles 
y  flotantes  de  la  palabra  artística  se  han  estrellado  contra  la  coraza  gra- 
maticohistórica  del  lingüista.  El  filólogo  medio  lleva  en  la  sangre  la  ex- 
trañeza,  o  incluso  la  hostilidad  frente  al  arte:  ese  juego,  que  acompaña 
a  todo  arte,  lo  considera  inconciliable  con  la  ciencia.  Punto  de  vista  bien 
equivocado,  respecto  a  un  objeto  como  el  lenguaje,  capaz  de  juego  y 
de  arte."  21 

"Los  que  consideraban  la  explication  como  un  juego  estético  se  han  que- 
dado sorprendidos  al  ver  que  esta  seria  búsqueda  en  el  terreno  de  la  in- 
terpretación iba  enderezada  no  sólo  a  la  belleza,  sino  a  la  verdad. "  22 

"Podemos  decir,  en  resumen,  que  los  romanistas  más  prominentes  de 
Alemania,  Suiza,  Italia,  Francia,  España,  Portugal  y  Rumania  han  recono- 
cido la  importancia  de  la  estilística  moderna. "  23 

Aquí  está,  a  la  vista  y  resumido,  mi  pequeño  manual  de  "di- 
recciones ".  El  que  quiera  seguirme  los  pasos,  sabe  en  qué  com- 
pañía camino,  o  intento  caminar  :  Spitzer,  Hatzfeld,  Dámaso  Alon- 
so. Y  en  forma  más  orgánica,  los  dos  tratados  sistemáticos  de 
Wellek-Warren  y  Wolfgang  Kayser  24 

Estos  y  otros  semejantes  han  dirigido  refleja  o  inconsciente- 
mente mi  investigación.  Cuanto  al  punto  6,  me  remito  a  mis  libros 
y  artículos  sobre  la  materia. 

mássige  an  der  Sprache  sein?...  das  Gefühl  lásst  sich  ja  an  den  Tatsachen  kontrol- 
lieren"   (L.   Spitzer:  Stilstudien,  I,  pág.  255). 

21  "Es  klingt  paradox,  ist  aber  doch  wahr:  die  Wortkunst  hat  bisher  in  der 
Sprachwissenschaft  relativ  wenig  Beachtung  gefunden.  Sie  wurde  meist  der  LJteratur- 
oder  ásthetischen  Forschung  überlassen.  Am  grammatisch-historischen  Panzer  der  Lin- 
guisten  sind  die  leichten  schwebenden  Effekte  künstlerischer  Wortformung  abgeprallt. 
Die  Kunstfremdheit,  ja  -feindschaft  liegt  dem  Durchschnittphilologen  sozusagen  im 
Blut:  das  Spielerische,  das  mit  aller  Kunst  gegeben  ist,  empfindet  er  vielleicht  ais 
unvereinbar  mit  ernster  Wissenschaftlichkeit;  gewiss  ein  verfehlter  Standpunkt  einem 
Betrachtungsobjekt  wie  der  Sprache  gegenüber,  die  spielend-künstlerische  Wirkungen 
erzielen  kann"  (L.  Spitzer:  Stilstudien,  II,  498). 

22  H.  Hatzfeld:  Bibliografía...  (pág.  33). 

23  íd.,  pág.  57. 

24  El  libro  de  Kayser  tiene  la  siguiente  contextura:  una  primera  parte  prepa- 
ratoria, sobre  el  objeto,  la  historia  de  la  ciencia  literaria,  problemas  de  crítica,  autor, 
fecha.  Primera  parte:  conceptos  fundamentales  del  análisis  (Inhalt,  Vers,  sprachliche 
Formen,  Aufbau).  Segunda  parte:  conceptos  fundamentales  de  la  síntesis  (Gehalt, 
Rhythmus,  Stil,  Gattung). 

El  libro  de  Wellek-Warren  sigue  un  orden  distinto:  I.  Definiciones  y  distinciones 
(naturaleza,  función  de  la  literatura,  crítica,  historia,  teoría).  II.  Operaciones  pre- 
liminares. III.  El  acercamiento  extrínseco  al  estudio  de  la  literatura  (biografía,  psi- 
cología, sociedad,  ideas,  otras  artes).  IV.  El  estudio  intrínseco  de  la  literatura  (eufo- 
nía, ritmo,  estilo,  imagen,  ficción  narrativa,  géneros  literarios,  valoración).  Esta  obra 
es  más  informativa  que  la  de  Kayser. 


62 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


LIMITANDO  EL  TEMA 

1.  Lo  primero  es  limitar  el  tema,  en  su  campo  bíblico,  en  su 
aspecto  literario. 

a)  De  la  Biblia  escojo  Is.  1-35.  Sobre  Is.  40-55  hay  tres  es- 
tudios amplios  (Gressmann,  Kóhler,  Begrich) ;  sobre  los  salmos 
y  el  Génesis  hay  buenos  estudios  literarios  de  Gunkel ;  sobre  Job, 
el  interesante  ensayo  de  Moulton ;  sobre  los  sapienciales,  el  ligero 
tratado  de  Schmidt.  Puede  decirse  que  una  colección  poética  tan 
importante  como  Is.  1-35  está  todavía  intacta.25 

b)  El  estudio  literario  puede  escoger  diversos  aspectos :  histo- 
ria, biografía,  crítica,  sociología,  ideas...  Yo  escojo  la  orientación 
moderna  que  consiste  en  el  análisis  estilístico  de  la  obra  singular!1* 
Para  semejante  análisis  pocos  fragmentos  bíblicos  tan  aptos  como 
Is.  1-35 :  porque  consta  de  bastantes  unidades,  por  su  riqueza 
poética. 

c)  El  estudio  de  Kóhler  es  lo  más  parecido  a  esta  preocupa- 
ción mía.  La  diferencia  está  en  que  a  él  le  interesan  los  rasgos 
predominantes  y  distintivos  de  un  autor;  a  mí,  la  estructura  esti- 
lística de  obras  singulares.  Pero  por  considerar  él  Is.  40-55  como 
una  gran  unidad,  y  por  partir  de  valores  expresivos  del  lenguaje, 
su  trabajo  resulta  lo  más  moderno  en  el  campo  bíblico ;  y  yo  pue- 
do empalmar  mi  estudio  en  su  seguimiento,  sin  copiarle  estric- 
tamente. 

25  Sería  interesante  contar  con  datos  seguros  sobre  el  autor  de  esta  sección. 
Todos  están  de  acuerdo  en  que  contiene  material  de  diversos  autores.  El  conocimiento 
exacto  del  autor  facilita  notablemente  el  trabajo,  lo  hace  más  fructuoso.  Por  desgra- 
cia, la  literatura  bíblica  no  ofrece  siempre  tal  seguridad.  Ta  sección  40-55  es  relativa- 
mente homogénea;  la  que  yo  he  escogido  es  heterogénea. 

Tos  autores  que  he  citado  reconocen  explícitamente  esta  importancia:  E.  Staiger: 
"Damit  vertrete  ich  aber  die  Ansicht,  dass  es  ein  wahrer  Hochmut  sei,  sich  beim 
Erkláren  von  Sprachkunstwerken  auf  den  Text  beschránken  zu  wollen...  Aber  nun 
schon  den  Ñamen  des  Dichters  zu  wissen,  ist  wichtig  und  keine  geringe  Erleichterung 
unseres  Unternehmens.  Wir  wissen,  wann  dieser  Dichter  gelebt  hat  und  wissen  be- 
scheid  über  seine  Entwicklung"  (o.  c,  pág.  17). 

Spitzer,  campeón  del  análisis  del  texto,  pide  una  amplia  preparación  en  el  in- 
vestigador, para  controlar  sus  hallazgos;  cfr.  Hatzfeld,  17.  Kayser,  teórico  y  siste- 
mático de  las  nuevas  tendencias,  dedica  10  páginas  de  su  capítulo  introductorio  al 
problema  de  fijar  o  descubrir  el  autor. 

En  la  literatura  bíblica  la  tarea  es  dificilísima:  muchos  eruditos  se  han  esfor- 
zado por  solucionar  el  enigma,  y  hasta  ahora  no  lo  han  conseguido;  no  pienso  dedicar 
mi  esfuerzo  a  tal  tarea,  sino  que  acepto  resignado  la  situación  y  las  hipótesis  actual- 
mente acreditadas. 

26  El  libro  de  Wellek-Warren  es  una  excelente  exposición  del  tema. 


FINALIDAD  Y  METODO 


63 


2.  Mi  tarea  es  analizar  estilísticamente  las  principales  unidades 
poéticas  de  Is.  1-35 ;  según  la  técnica  moderna;  a  la  cual  se  acer- 
ca Kohler. 

a)  Más  que  catalogar  y  encasillar,  me  interesa  lo  diferencial, 
es  decir,  la  configuración  o  estructura  de  las  posibilidades  estilís- 
ticas en  una  obra  determinada.27 

Mi  trabajo  tiene  como  paralelo,  en  el  plano  ideológico,  a  la 
exégesis,  que  pretende  explicar  unidades  concretas,  y  a  este  aná- 
lisis subordina  otros  estudios  genéricos,  como  crítica  textual  y 
literaria,,  arqueología,  etc. 

b)  Digo  paralelo  a  la  exégesis,  no  subordinado.  Mi  objeto  es 
literario;  no  para  ayudar  a  la  exégesis,  sino  para  explicar  la  obra 
artística  según  sus  razones  artísticas.  Lo  exige  el  rigor  del  mé- 
todo :  subordinar  el  trabajo  explícitamente  a  la  exégesis,  hubiera 
sido  prejuzgarlo,  confundirlo.28 

Es  claro  que  del  estudio  estrictamente  literario  se  derivarán 
resultados  útiles  a  la  exégesis;  por  ser  el  objeto  material  de  la 
exégesis,  muchas  veces,  obras  literarias.  Por  otra  parte,  la  exé- 
gesis me  presta  frecuentes  servicios  en  mi  indagación. 

DOBLE  TAREA 

Un  estudio  estilístico  como  el  propuesto  tiene  una  doble  tarea : 
1.  a)  Establecer  una  serie  de  procedimientos  generales:  que 
pueden  utilizarse  en  cualquier  obra  literaria,  y  que  residen  en  el 
lenguaje  como  valores  posibles  y  actuables.  P.  e.,  aspectos  mor- 
fológicos y  sintácticos,  vocabulario,  sonoridad,  ritmo,  imágenes, 
etcétera.29 

27  Para  Dámaso  Alonso  este  punto  de  lo  diferencial  es  el  problema  nuclear:  el 
conocimiento  científico  de  la  unicidad  de  la  obra  literaria  sería  la  meta  imposible,  a 
la  que  la  investigación  se  va  acercando  siempre,  sin  jamás  alcanzarla  ni  poderla  al- 
canzar. Apurando  menos  la  unicidad,  es  claro  que  podemos  comprobar  elementos  di- 
ferenciales por  medio  de  la  comparación;  y  en  sucesivas  comparaciones,  podemos 
tejer  muchos  datos  diferenciales.  Trabajo  serio  y  científico.  En  este  sentido  suele  re- 
petir Spitzer  la  frase  "individuum  non  est  inefabile". 

28  Muchos  aspectos  analizados  por  la  exégesis  son  también  objeto  del  análisis 
estilístico;  cambia  el  punto  de  vista;  por  lo  tanto,  la  exégesis  prepara  abundante  ma- 
terial, de  gran  valor,  al  análisis  estético.  Procuro  aprovecharlos,  pero  esforzándome 
al  mismo  tiempo  por  conservar  una  especie  de  "inocencia  poética"  en  la  contemplación 
y  el  estudio. 

29  Al  análisis  de  procedimientos  está  dedicada  la  primera  parte  del  libro  de 
Kayser,  casi  toda  la  última  parte  del  libro  de  Wellek-Warren,  todo  Winkler  y  su 
discípulo  Seidler. 


64 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


b)  Para  establecer  un  repertorio  válido  de  procedimientos 
conviene  usar  el  método  comparativo:  comparar  el  poema  o  el 
fragmento  con  piezas  de  lenguaje  vulgar  (apenas  si  existe  en  la 
Biblia),  o  con  obras  de  lenguaje  convencional,  o  con  otros  autores 
y  unidades  poéticas. 

He  preferido  el  último  sistema,  que  me  permite  concentrarme 
en  el  sector  bíblico  escogido,  o  en  otros  semejantes.  La  escasez 
de  estudios  de  esta  orientación  entorpece  notablemente  el  trabajo, 
pues  no  encuentro  material  elaborado  como  término  de  compa- 
ración.30 

Para  llegar  a  establecer  cada  procedimiento,  basta  un  par  de 
casos  seguros,  controlados.  Por  eso  no  necesito  recorrer  todo  el 
material  en  cada  capítulo  de  esta  parte,  sino  hasta  el  límite  en 
que  los  procedimientos  quedan  registrados  con  seguridad,  o  con 
probabilidad  razonable. 

c)  Es  importante  observar  que  el  análisis  de  un  procedimiento 
exige  muchas  veces  considerarlo  en  la  estructura  total. 

2.  Segundo,  me  toca  analizar  poemas  singulares:  buscando  el 
núcleo  estilístico,  o  centro  de  cristalización  de  partes  y  aspectos ; 
o  fuerza  conformadora  de  las  diversas  partes  y  recursos  estilísti- 
cos. Esta  tarea  es  la  más  delicada,  y  no  se  puede  realizar  según 
esquemas  o  métodos  preconcebidos,  porque  la  obra  de  arte  tiene 
una  ley  individual,  y  la  clave  de  explicación  artística  es  muchas 
veces  peculiar.  Lo  cual  no  significa  que  la  obra  de  arte  no  tenga 
muchas  cosas  en  común  con  otras.31 

30  Sería  interesante  extender  el  método  comparativo  a  documentos  de  otras  lite- 
raturas orientales  antiguas,  especialmente  acádicos  y  ugaríticos.  No  conozco  estudios 
verdaderamente  estilísticos  de  estas  literaturas;  sería  una  audacia  en  mí  querer  abar- 
car el  triple  frente  para  sólidas  conquistas. 

En  ugarítico  tenemos:  C.  H.  Gordon:  Ugaritic  Manual3,  Roma,  1955,  Chap- 
ter  XIII:  "Syntax  and  Poetic  Structure",  págs.  91-120.  Fr.  RosEnthai,:  Die  Paral- 
lelstellen  in  den  Texten  von  Ugarit,  Or  8  (1939),  págs.  213-37. 

Para  el  egipcio  los  trabajos  de  Firchow  y  Grapow:  O.  Firchow:  Grundzüge  der 
Stilistik  in  den  altagyptischen  Pyramidentexten,  Berlín,  1953.  H.  Grapow:  Der  stili- 
stische  Bau  der  Geschichte  des  Sinuhe,  Berlín,  1952. 

Sobre  la  imposibilidad  actual  de  trabajos  comparativos,  cfr.  A.  Pohl,  Or  23 
(i954),  Págs.  184-85. 

31  Dámaso  Alonso  lo  expone  con  grande  claridad: 

"Inmediatamente  vemos  que  aun  lo  estrictamente  único  tiene  en  su  complejidad 
una  serie  de  elementos  semejantes,  si  no  iguales  a  los  que  ofrecen  otros  seres  únicos 
de  tipo  semejante.  Comprendemos,  pues,  cómo  es  posible  el  establecimiento  de  una 
tipología,  o  mejor  aún,  de  una  sistematización  homológica.  Este  terreno  sí  que  está 
totalmente  abierto  a  la  investigación  científica...  Es,  pues,  posible  la  sistematización 
inductiva  de  ciertas  categorías  genéricas  y  normas...  podremos  enunciar  estas  normas 


FINALIDAD  Y  MÉTODO 


65 


MÉTODO  PECULIAR 

a)  A  fuerza  de  repetidas  lecturas  —  a  veces  en  la  primera  — , 
con  reflexiones  alternas,  se  llega  a  una  intuición  de  la  razón  ar- 
tística del  poema,  o  del  punto  más  fecundo  para  analizarlo;  a 
partir  de  esta  intuición  se  desarrolla  después  el  análisis  de  los  di- 
versos recursos,  y  se  muestra  cómo  se  reducen  a  aquella  razón 
artística. 

Hay  ocasiones  en  que  es  necesario  suplir  la  intuición  con  una 
serie  de  tanteos  sobre  los  posibles  aspectos  estilísticos  —  imáge- 
nes, verbos,  campos  de  lenguaje,  etc. — ;  a  fuerza  de  tanteos  se 
llega  a  una  explicación  razonable.  También  puede  suceder  que 
durante  esta  etapa  laboriosa  surja  la  intuición. 

b)  Esta  etapa  del  trabajo  es  necesariamente  lenta,  y  no  puede 
constar  explícitamente  en  la  obra.  La  serie  de  lecturas  y  reflexio- 
nes, o  la  serie  de  tanteos,  son  el  lento  trabajo  de  investigación, 
del  que  buena  parte  se  suele  desechar. 

c)  Esta  etapa  encierra  también  el  máximo  peligro  de  subjeti- 
vismo, es  decir,  de  apreciación  personal  subjetiva;  porque  se  trata 
de  una  intuición  o  un  tanteo.  Para  evitar  el  puro  subjetivismo,  la 
arbitrariedad,  existen  métodos  de  control :  los  dos  principales  son 
el  externo  y  el  interno.  El  externo  es  el  método  comparativo,  de 
singular  eficacia  para  comprobar  (y  también  para  descubrir,  como 
indiqué  en  el  apartado  anterior).  El  interno  consiste  en  la  con- 
vergencia de  los  diversos  recursos  y  aspectos  estilísticos  en  el 
centro  de  unidad  (que  sirve  también  para  analizar  y  exponer 
resultados). 

Hay  un  tipo  de  público  a  quien  no  satisfacen  estos  compro- 
bantes, especialmente  el  segundo  o  interno;  para  ellos  y  para  to- 
dos hay  que  repetir  el  importante  principio :  En  este  género  de 
investigación  la  única  forma  de  demostrar  es  mostrar.32 

o  tendencias  (mejor  que  leyes)  con  carácter  general.  Podremos  hasta  multiplicar  ese 
análisis  llevándolo  a  una  gran  cantidad  de  elementos  del  significante  y  de  sus  corre- 
latos en  el  significado.  Se  prevé  así  la  formación  de  una  ciencia  (¿la  Estilística?). 
Habremos  definido  y  catalogado  todo  lo  que  de  común  hay  en  los  distintos  fenómenos 
poéticos.  Una  indagación  semejante  nos  habría  definido  totalmente  una  zona  del 
mundo  físico.  En  el  campo  poético  (o,  en  general,  artístico),  el  resto,  lo  que  se  nos 
escapa,  es  precisamente  lo  esencial"  (o.  c,  págs.  426-27). 

32  Pero  se  puede  mostrar  con  rigor  concreto,  librándose  de  la  vaguedad  nebu- 
losa y  de  la  letra  muerta: 

"Hay  el  peligro  de  que  nuestras  palabras  puedan  ser  un  pretexto  para  la  pre- 


66 


HISTORIA  Y  MÉTODO 


d)  El  resultado  de  este  análisis  de  unidades  es  variado,  y  es 
mejor  no  reducirlo  a  esquemas.  El  resultado  polimorfo  puede 
desorientar  al  investigador  sistemático,  p.  e.,  a  quien  esté  acos- 
tumbrado al  examen  gunkeliano  de  géneros  literarios;  pero  no 
desconcierta  al  exegeta,  que  se  las  tiene  que  haber  siempre  con 
pasajes  singulares. 

é)  El  análisis  de  elementos  genéricos  y  el  análisis  de  unidades 
singulares  están  sometidos  a  frecuentes  interferencias.  Ya  indiqué 
antes  cómo  muchas  veces  es  necesario  explicar  el  procedimiento 
estilístico  en  función  del  todo  en  que  se  encuentra.  También  su- 
cede que,  al  analizar  un  poema  concreto,  se  descubren  o  com- 
prueban nuevos  recursos  estilísticos  genéricos.  Así  resulta  que  la 
división  del  trabajo  no  puede  ser  una  frontera  inviolable  y  recti- 
línea; y  que  algunas  repeticiones  son  inevitables. 

BIBLIOGRAFIA 

La  bibliografía  procederá  de  dos  campos :  literario  y  bíblico. 
Prefiero  repartirla  en  los  diversos  capítulos,  como  parte  integran- 
te; y  no  me  contento  con  la  cita  escueta,  sino  que  doy  razón  del 
libro  o  artículo  referido.  De  esta  manera  la  bibliografía  se  con- 
vierte en  una  síntesis  de  las  conclusiones  obtenidas  por  otros,  y 
sirve  para  situar  exactamente  en  el  campo  de  la  investigación,  mi 
tarea  y  sus  resultados.  Ello  ahorra  también  —  al  lector  y  a  mí  — 
múltiples  y  prolijas  notas. 

a)  Bibliografía  literaria.  —  Tengo  especial  interés  en  que  cons- 
te, aun  a  fuerza  de  repeticiones.  Me  ha  llamado  la  atención  el 
descuido  de  investigadores  bíblicos  en  este  campo :  entran,  p.  e., 
a  estudiar  el  ritmo  poético  hebreo  sin  molestarse  en  consultar 
los  resultados  de  la  investigación  moderna  sobre  el  ritmo  poético 
en  general ;  piensan  quizá  que  con  la  preparación  humanística  del 
bachillerato  basta.  No  he  compartido  tal  opinión :  las  obras  fun- 


suntuosa  y  perezosa  charlatanería,  para  todo  género  de  vaguedades,  aparentemente 
tanto  más  elevadas  cuanto  menos  ligazones  tienen  con  nada  estricto. 

"Es  el  vínculo,  exacto,  riguroso,  cruelmente  concreto,  entre  significante  y  signi- 
ficado —  el  signo,  es  decir,  la  forma  literaria,  la  obra  —  el  objeto  único  de  la  Esti- 
lística. No  será  Estilística  nada  que  a  ese  punto,  perfectamente  delimitado,  no  lleva. 
Si  de  un  lado  hay  trabajos  que  se  llaman  estilísticos  y  son  simple  recuento  de  ele- 
mentos (muchas  veces  inexpresivos),  se  han  publicado  y  se  publicarán  otros,  también 
rotulados  como  estilísticos,  que  no  pasan  de  ser  divagaciones  sin  relación  directa  con 
el  objeto  único  de  la  Estilística:  la  obra  literaria,  que  está  ahí,  la  pobre,  esperando 
que  alguien  la  estudie,  la  entienda,  se  pregunte  cómo  es"  (o.  c,  págs.  444-445). 


FINALIDAD  Y  MÉTODO 


07 


damentales  de  Kayser,  Wellek-Warren,  Dámaso  Alonso  están 
pesando  en  cada  momento  de  mi  trabajo;  otras  muchas  se  suman 
en  diversas  ocasiones ;  las  he  citado  cuando  su  contribución  era 
directa.  Espero  que  esta  traída  de  aguas  remotas  sirva  para  fe- 
cundar una  parcela  de  la  investigación  bíblica ;  y  aspiro  a  que  mis 
resultados  tengan  validez  ante  los  especialistas  de  literatura. 

b)  Bibliografía  bíblica.  —  Ha  resultado  ser  escasa.  Puede  ser 
que  se  encuentren  observaciones  dispersas  en  los  comentarios ;  mi 
tarea  no  podía  ser  caminar  miles  de  líneas  para  recoger  una  do- 
cena de  datos ;  me  ciño  a  la  bibliografía  explícita.  En  el  caso  del 
ritmo  la  producción  es  tan  abundante  (y  en  buena  parte  tan  me- 
diocre), que  me  he  contentado  con  registrarla  cronológicamente 
(y  no  fue  tarea  fácil).  Al  repartir  la  bibliografía  por  los  diversos 
capítulos,  queda  automáticamente  sistematizada. 

LIMITACIONES 

Limitaciones  son  las  tareas  que  excluyo : 

Crítica  textual.  —  Acepto  de  ordinario  el  trabajo  de  otros ;  po- 
cas veces  me  sucede  hacer  conjeturas  personales. 

Crítica  literaria.  —  Ni  acepto  sin  más  sus  resultados,  ni  la 
practico  por  mi  cuenta.  En  general,  tiendo  a  aceptar  unidades  ma- 
yores, y  renuncio  al  fácil  sistema  eliminatorio.  El  problema  de 
autor  ni  está  resuelto  ni  lo  intento  resolver ;  mis  conclusiones  pue- 
den ser  datos  en  el  problema;  yo  hago  de  la  necesidad  virtud,  y 
considero  de  importancia  subordinada  el  conocer  el  nombre  autén- 
tico y  la  época  del  autor. 

Traducción.  —  Acepto  la  de  Nácar,  por  su  valor  literario.  En 
los  análisis  de  unidades  ofrezco  un  ensayo  de  traducción,  a  la  vez 
literal  y  poética ;  un  poco  al  estilo  de  Martin  Buber  en  su  reciente 
traducción  al  alemán. 

Comparaciones.  —  Sería  muy  interesante  hacer  comparaciones 
sistemáticas  con  otras  literaturas.  Las  modernas  occidentales  las 
excluyo,  porque  distraerían ;  las  antiguas  orientales  no  las  incluyo, 
porque  escasean  o  faltan  los  estudios  literarios  de  la  orientación 
que  yo  he  escogido. 

Practico  comparaciones  frecuentes  y  restringidas  al  campo 
profético  bíblico;  pero  no  comparaciones  sistemáticas,  porque  fal- 
tan los  trabajos  previos. 

Existen,  finalmente,  las  limitaciones  de  espacio  y  tiempo,  que 
compenso  indicando  campos  posibles  de  investigación. 


Segunda  Parte 

ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS 
ESTILÍSTICOS 


6.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


Capítulo  3 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 

1.  Bibliografía:  Estudios  generales;  Estudios  bíblicos:  obras  fundamenta- 
les, obras  complementarias,  otros  estudios.  —  2.  Problema  previo :  ¿  es  po- 
sible el  análisis  estilístico  sonoro  de  la  Biblia  ? ;  Partiendo  de  la  fonética : 
conocimientos  actuales  sobre  consonantismo,  vocalismo  y  acento  del  hebreo 
clásico;  obras  recientes.  Escritura  fonética.  Partiendo  de  los  textos:  ejem- 
plo práctico,  a  modo  de  excursus.  Leyes  universales.  La  unión  con  el  sen- 
tido; indicios  hebreos:  recursos  "primitivos  y  concretos";  la  cualidad 
sonora  de  las  palabras  en  la  cultura  hebrea.  —  3.  Clasificación  provisional 
y  nomenclatura :  Kainz,  Wellek-Warren,  Lützeler.  Asonancia,  rima,  ali- 
teración.—  4.  Análisis  de  un  pasaje  en  que  la  intención  fonética  es  pa- 
tente. —  Análisis  de  varios  capítulos.  Análisis  comparados.  Resultados 
parciales.  —  5.  Conclusiones  generales :  binas  paralelas  y  contiguas.  En- 
cadenamiento. Enumeración.  Antítesis  y  quiasmo.  Series.  Onomatopeya, 
metáfora  sonora,  simbolismo  sonoro.  Sonidos  clave.  Estructura.  Juegos 

de  palabras. 

1.  BIBLIOGRAFIA 

OBRAS  GENERALES 

Fr.  Kainz  :  Psychologie  der  Sprache,  I  (2.a,  Stuttgart,  1954),  págs.  46, 
85  ss.,  96,  152,  220  ss.,  265,  295-98.  II  (Stuttgart,  1943) :  los  dos  ca- 
pítulos sobre  lengua  de  los  niños  y  de  los  primitivos  (págs.  1-164)  tra- 
tan con  frecuencia  del  material  sonoro. 

W.  Kayser:  Das  Sprachliche  Kunstwerk  (3.a,  Berna,  1954),  págs.  101-104 
y  157-163. 

R.  Wellek  y  A.  Warren  :  Teoría  literaria  (trad.  esp.,  Madrid,  1953),  pá- 
ginas 266-276;  en  las  que  cita  los  mejores  autores  modernos. 

H.  Lützeler:  Die  Lautgest altan g  in  der  Lyrik.  Zeitschr  f.  Aesthetik,  29 
(1935),  págs.  193-216. 

E.  Fenz  :  Laut,  Wort,  Sprache  und  ihre  Deutung  (Viena,  1940). 

E.  Brook  :  Der  heutige  Stand  der  Laatb  e  deutung  si  ehre.  Trivium  2  (1944), 
páginas  199  ss. 

Fr.  Lockemann:  Das  Gedicht  und  seine  Klanggestalt  (Emsdetten,  1952). 


72 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


ESTUDIOS  BÍBLICOS:  a)  Obras  fundamentales 

Im.  M.  Casanowicz  :  Paronomasia  in  the  Oíd  Testament  (Boston,  Mass., 
año  1894). 

Es  el  primer  estudio  sistemático  de  la  cuestión.  Posee  una  información 
amplia:  los  retóricos  antiguos,  estudios  sobre  el  lenguaje,  de  Grimm,  Ga- 
belentz  y  Steinthal,  la  teoría  literaria  de  Gerber,  especialistas  de  literaturas 
clásicas  y  semíticas. 

Una  primera  parte  (págs.  1-20)  trata  de  la  paronomasia  en  general  y 
en  las  literaturas  clásicas  y  modernas.  Distingue  la  aliteración  —  en  el  sen- 
tido restringido  que  corresponde  al  alemán  Stabreim — ,  la  rima  y  la  aso- 
nancia. Distingue  la  onomatopeya  —  esfera  descriptiva  — ,  de  la  paronoma- 
sia—  esfera  de  ideas  — ;  y  señala  algunas  funciones  literarias  de  la  pa- 
ronomasia. 

Especial  atención  dedica  a  los  juegos  de  palabras,  perfectamente  clasi- 
ficados en  su  aspecto  formal. 

La  segunda  parte  trata  brevemente  (págs.  20-25)  de  la  paronomasia  en 
las  lenguas  semíticas :  donde  señala  certeramente  el  gusto  de  los  semitas 
por  los  recursos  sonoros  del  estilo,  basado  en  gran  parte  en  el  carácter 
sensible  y  plástico  de  su  lenguaje. 

En  la  página  26  comienza  el  estudio  específico  de  la  paronomasia  en 
el  AT.  Comienza  por  una  serie  de  restricciones  que  nos  parecen  injustifi- 
cadas :  p.  e.,  excluye  las  que  considera  fruto  de  coincidencia  inevitable, 
o  de  necesidad  lógica  en  palabras  correlativas,  o  de  caracteres  gramaticales 
del  lenguaje  (como  la  llamada  "figura  etymologica"),  o  de  congruencia 
gramatical,  o  de  prefijos  verbales. 

Ésta  es  una  parte  débil  del  estudio;  parece  olvidarse  de  la  alegada  afi- 
ción de  los  semitas  por  los  efectos  sonoros,  que  disminuye  las  coincidencias 
involuntarias;  y  no  tiene  en  cuenta  el  hecho  de  que  el  lenguaje  artístico 
potencia  o  actualiza  los  recursos  del  lenguaje  ordinario,  dando  valor  esté- 
tico a  muchos  fenómenos  gramaticales.  Su  distinción  entre  la  "intención 
del  autor"  y  el  "genio  de  la  lengua"  no  es  del  todo  legítima,  si  en  el  "genio 
de  la  lengua"  incluye  también  factores  estilísticos;  precisamente  son  los 
escritores  los  mejores  exponentes  del  genio  de  la  lengua. 

En  resumen,  su  actitud  es  demasiado  cauta,  y  se  explica  porque  es 
anterior  a  la  gran  evolución  iniciada  por  Vossler. 

Como  base  metódica  señala  las  consonantes  que  consuenan  aliteradas 
entre  sí,  comprobando  las  relaciones  con  ejemplos:  sibilantes,  la  muda 
con  su  correspondiente  sonora  y  enfática,  alef  con  'ayn.  Creo  que  se  olvida 
de  alguna. 

En  las  páginas  30-43  estudia  las  diversas  formas  de  paronomasia  en 
la  Biblia.  Cosa  curiosa,  en  la  página  40  rechaza  la  teoría  de  Ley,  quien 
admitía  aliteraciones  en  el  interior  de  las  palabras. 

Como  resultado  de  su  estudio,  nos  presenta  una  lista  de  502  paronoma- 
sias, coleccionadas  en  toda  la  Biblia  hebrea.  Un  número  tan  escaso  se 
debe  al  concepto  tan  restringido  que  se  propuso.  Sigue  un  catálogo  siste- 
mático, otro  de  pasajes  de  la  Escritura,  y  unas  tablas  estadísticas. 

No  encontramos  en  el  libro  una  valoración  estilística  de  paronomasias 
concretas,  en  su  contexto.  Le  preocupa  la  catalogación  y  clasificación. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


73 


H.  Reckendorf:  Ueber  Paronomasie  in  den  semitischen  Sprachen.  Ein 
Beitrag  sur  allgemeinen  Sprackzvissenschaft  (Giessen,  1909). 

La  orientación  del  libro  está  aclarada  en  la  introducción.  Su  concepto 
de  paronomasia  es  terriblemente  estrecho:  "la  relación  sintáctica  entre 
dos  o  más  palabras  de  la  misma  raíz  y  de  la  misma  o  semejante  significa- 
ción" (pág.  1).  Excluye  muchos  casos:  la  misma  raíz  con  diferente  sen- 
tido; dos  palabras  de  parentesco  etimológico,  que  han  perdido  la  relación 
de  significado;  raíces  de  sonido  semejante,  pero  no  relacionadas  etimo- 
lógicamente; palabras  de  sonido  y  significación  semejantes. 

Lo  que  queda  —  bien  poca  cosa  —  lo  estudia  en  todas  las  lenguas  se- 
míticas con  numerosos  ejemplos. 

El  punto  de  vista  es  de  lenguaje,  en  sentido  también  restringido.  Ex- 
presamente excluye  la  consideración  literaria:  "No  es  mi  tarea  perseguir 
la  faceta  estética  de  la  paronomasia"  (págs.  10  y  18). 

A  pesar  de  estas  limitaciones,  algunos  de  sus  hallazgos  son  aprovecha- 
bles para  el  análisis  estilístico :  p.  e.,  la  diferencia  cuantitativa  entre  el 
lenguaje  ordinario  y  el  poético  (pág.  9),  el  valor  ligatorio  y  el  enfático 
(página  8),  su  frecuencia  en  el  género  didáctico  (pág.  13). 

Es  acertada  su  descripción:  "medio  dinámico  que  actúa  sobre  los  sen- 
tidos y  sobre  la  inteligencia...  y  que  no  se  puede  reducir  a  adorno  extrín- 
seco" (págs.  18-19).  En  conjunto,  se  muestra  muy  poco  devoto  de  las 
abundantes  paronomasias  de  las  literaturas  semíticas.1 

Las  150  páginas  siguientes  son  una  serie  innumerable  de  ejemplos,  cla- 
sificados según  categorías  morfológicas  y  sintácticas,  y  según  las  diversas 
lenguas  semíticas. 

El  trabajo  es  paciente  y  erudito.  Pero  es  claro  que  apenas  tiene  interés 
para  un  estudio  literario  de  la  Biblia.  Material  reunido,  de  un  campo 
limitado. 

G.  Bostróm  :  Paronomasi  i  den  aldre  hebreiska  maschallitteraturen.  Med 
sarskild  hansyn  till  Proverbia.  Lunds  Universitets  Arsskrift  23,  8  (1928). 

Es  el  estudio  más  completo  por  la  anchura  de  los  puntos  de  vista,  por 
su  concepto  generoso  de  la  aliteración,  por  los  análisis  detallados. 

El  capítulo  introductorio  (págs.  1-21)  estudia  la  relación  entre  alitera- 
ción—  en  sentido  amplísimo  de  semejanza  sonora  —  y  pensamiento.  Ex- 
plicación fonética  de  nombres;  aliteración  y  religión;  como  factor  creativo 
de  mitos  y  leyendas;  como  interpretación  de  sueños  y  oráculos  proféticos; 
en  la  exégesis  primitiva;  en  la  literatura  proverbial;  acertijos  y  parábolas; 
proverbios;  para  persuadir;  para  conformar  el  pensamiento.  Aliteraciones 
y  crítica  textual;  y  paralelismo;  y  antítesis. 

Un  segundo  capítulo  estudia  las  formas  literarias  de  los  proverbios : 
parábola,  comparación,  "mejor  que...",  etc. 

Después  estudia  los  diversos  recursos  sonoros  de  los  proverbios :  el 
chiste,  la  semejanza  sonora  en  sentido  lato,  la  aliteración  en  sentido  es- 
tricto o  inicial  (Stabreim),  la  semejanza  formal  en  el  paralelismo.  Acepta 
la  división  de  E.  Eckhardt  en  "rima,  asonancia  y  aliteración". 

i  L.  Spitzer:  Stilstudien  (München,  1928),  pág.  106,  cita  la  obra  de  Recken- 
dorf:  "material  más  abundante  que  lo  que  se  encuentra  en  las  lenguas  románicas". 
La  referencia  pertenece  a  un  estudio  sobre  la  "Paronomasia  en  español". 


74 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


A  continuación  viene  el  análisis  de  muchísimos  ejemplos:  primero  ais- 
lados, luego  en  su  agrupación;  demuestra  que  la  aliteración  es  un  factor 
activo  en  la  agrupación. 

Dos  cosas  son  especialmente  instructivas  en  este  erudito  trabajo:  pri- 
mero el  análisis  de  ejemplos  concretos  abundantes;  segundo  que,  partiendo 
del  gusto  general  de  los  semitas  por  tales  efectos,  y  de  su  uso  particular 
con  fines  didácticos  en  el  género  proverbial,  logra  señalar  múltiples  efectos 
sonoros,  que  ni  Casanowicz  ni  Reckendorf  pudieron  descubrir.  En  otros 
casos  apunta  la  semejanza  en  paréntesis  con  un  signo  prudente  de  inte- 
rrogación. 

El  tema  ha  restringido  prácticamente  los  recursos  sonoros  a  la  repe- 
tición de  sonidos  semejantes,  con  variadas  funciones.  Otros  efectos  esti- 
lísticos del  material  sonoro  son  más  bien  propios  del  género  épico  y  lírico, 
y  por  ello  no  entran  en  el  estudio  de  Bostróm. 

A.  Diez  Macho:  La  Homonimia  o  Paronomasia...  Sefarad  8  (1948),  pá- 
ginas 293-321  [I],  y  Sefarad  9  (1949),  págs.  269-309  [II]. 

Este  largo  artículo  es  de  los  más  abundantes  y  completos  en  la  materia. 
Es  uno  en  la  serie  que  DM  dedicó  a  la  "Poética  hebraica"  del  judío  medi- 
eval Moses  Ibn  Ezra,  escrita  en  árabe  el  siglo  xn.2 

Indudablemente,  el  investigador  o  tratadista  judío  medieval  tenía,  ade- 
más de  la  personal  experiencia  poética,  buen  oído  y  sagacidad  analítica; 
gracias  a  ello  pudo  acumular  una  serie  de  casos  bíblicos  que  investigadores 
posteriores  no  han  sabido  escuchar. 

DM  nos  presenta  un  capítulo  de  la  citada  "Poética  hebraica",  insta- 
lando sus  propios  resultados  en  la  exposición ;  con  ello  realiza  una  especie 
de  simbiosis,  que  dificulta  el  separar  material  y  asignarlo  a  su  verdadero 
autor. 

El  criterio  de  MiE  era  el  de  la  poética-retórica  de  la  época :  catálogo 
y  clasificación,  sin  apenas  valoración  artística;  algunas  referencias  nor- 
mativas para  los  poetas. 

He  aquí  la  clasificación,  escuetamente  resumida,  de  los  artículos  de  DM 
"Paronomasia  imperfecta"  (el  sonido  de  las  palabras  no  es  del  todo  igual): 

1.  Por  derivación:  sustantivos  derivados  de  nombres  propios  y  comunes; 

verbos  derivados  de  nombres  de  órganos  corporales 

o  de  otros  nombres ; 
sust.  y  verbos  derivados  de  nombres  de  números. 

2.  Similar :         los  homónimos  difieren  en  una  consonante  similar. 

3.  Aproximada:  »  »  »         no  similar. 

4.  Por  alargamiento  o  acortamiento  de  vocales. 

5.  Por  diversidad  de  las  vocales. 

6.  Por  inversión  de  consonantes. 

7.  Incompleta  de  una  o  dos  consonantes. 
Paronomasia  perfecta :  perfecta  coincidencia  sonora. 

MiE  no  presenta  su  clasificación  tan  completa ;  DM  la  toma  de  los 
tratadistas  árabes,  para  catalogar  mejor  los  ejemplos  del  autor  judío;  y 
donde  el  autor  judío  no  adujo  ejemplos,  DM  los  aporta  de  su  caudal.  Ya 
se  ve  que  la  clasificación  no  sigue  razones  artísticas. 


2    Cfr.  Panorama  histórico,  págs.  51-52. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


75 


El  autor  moderno  ha  seguido  al  antiguo,  interponiendo  posteriores  tra- 
tadistas árabes ;  con  ello  se  ha  impuesto  límites  voluntarios,  que  le  impiden 
apreciar  bastantes  hechos,  o  le  obligan  a  discusiones  demasiado  filológicas 
de  fenómenos  literarios ;  pero  la  refinada  subdivisión  le  ha  servido  también 
de  instrumento  heurístico ;  con  él  ha  podido  superar  a  Casanowicz  y  a 
Reckendorf  en  muchos  puntos,  p.  e.  la  aliteración  invertida,  de  uno  o  dos 
sonidos,  insistencia  en  un  sonido,  etc. 

Citaré  algunos  ejemplos  aducidos  por  el  autor  medieval  y  por  el  mo- 
derno : 

MÍE:  Mic.  1,  10-15;  Is.  32,  19;  Sof.  2,  4;  Jr.  48,  2;  Zc.  9,  3. 

Jr.  46,  23;  Job  19,  27;  Is.  43,  29;  Gn.  9,  26-27,  etc. 
DM:  Jr.  6,  1;  Is.  10,  29.30;  15,  9;  17,  2;  Ez.  25,  16;  Am.  5,  5. 

Is.  24,  17;  34,  6;  5,  7;  28,  4.5;  9,  4;  3,  1;  9,  10;  30,  17;  40,  4; 
13,  8;  Jr.  1,  10. 

Is.  17,  2;  40,  10;  32,  14.15;  5,  24;  8,  1;  24,  6-12;  etc. 

Ante  tal  abundancia,  exclama  Diez  Macho:  "Hay  que  pasmarse  de  lo 
lejos  que  llevan  los  poetas  hebreos  el  trabajo  de  sus  versos"  (II,  pág.  285). 
"Así  son  de  trabajados  los  dos  versos  citados  y  tantos  y  tantos  otros  que 
se  pudieran  extraer  de  los  divanes  de  los  poetas  hebreos  del  Medievo  y, 
¿por  qué  no  decirlo?,  tantos  versículos  bíblicos  espigados  sobre  todo  en 
Isaías,  Salmos  y  Job"  (II,  pág.  288). 

En  resumen,  opina  que  la  paronomasia  es  muy  frecuente  en  hebreo 
(I,  pág.  302)  y  da  una  explicación  del  fenómeno:  "El  amor  por  el  sonso- 
nete de  la  frase  —  a  nuestros  oídos  las  más  de  las  veces  inaceptable  —  toma 
origen  en  una  innata  propensión  del  alma  semita  a  la  repetición,  y  ya  se 
manifiesta  en  los  Sagrados  Libros,  aun  los  de  composición  más  antigua, 
y  perdurando  a  través  de  tantos  siglos,  llega  a  nuestros  días  ostentándose 
en  toda  su  pujanza  en  escritos  hebraicos  de  recentísima  factura"  (I,  pá- 
gina 302). 

b)  Obras  complementarias 

J.  Ley  :  De  Alliteratione,  quae  vocatur,  in  sacris  hebraeis  litteris  usurpata, 
Heidelberg,  1859. 

Es  un  breve  y  excelente  estudio,  rico  de  datos  y  sugerencias.  De  este 
artículo  quiero  señalar  algunas  explicaciones :  la  aliteración  en  la  forma- 
ción de  binas  nominales,  en  la  explicación  de  nombres,  aliteración  de  pre- 
formantes  y  aformantes.  Mientras  en  alemán  la  primera  consonante  tiene 
especial  valor  (de  donde  el  Stabreim),  en  hebreo  las  tres  letras  radicales 
tienen  igual  valor,  por  lo  cual  la  aliteración  puede  suceder  entre  cualquiera 
de  las  consonantes  radicales.  Lástima  que  muchos  eruditos  posteriores  ol- 
vidaran las  juiciosas  observaciones  de  Ley. 

El  mismo  añade  nuevos  datos  en  su  artículo  "  Alliterierende  Poesien 
der  Hebráer.  Neue  Jahrbücher  für  Philologie  und  Pádagogik",  Leipzig, 
año  1865. 

G.  W.  Hopf:  Alliteration,  Assonanz,  Reim  in  der  Bibel,  Erlangen,  1883 
(no  he  podido  consultarla). 


76 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


E.  Kónig:  Stylistik,  Rhetorik,  Poetik... 

Trata  de  la  cuestión  en  las  páginas  285-298.  Como  de  ordinario,  le  inte- 
resa la  clasificación :  aliteración,  asonancia,  annominatio  (=  paronomasia) ; 
y  su  aplicación  a  interpretar  nombres.  Rechaza  la  distinción  de  Casanowicz 
entre  "evitables  e  inevitables",  y  propone  la  distinción  "usadas,  desusadas". 
Kónig  rebaja  el  efecto  estético  de  la  eufonía  a  factores  fisiológicos  (pá- 
gina 285). 

Israel  Eitan:  La  répétition  de  la  racine  en  Hébreu,  JPOS  1  (1921),  pá- 
ginas 171  ss. 

Logra  señalar  el  carácter  "vivo,  intenso,  concreto,  intuitivo"  de  este 
procedimiento  estilístico.  Lo  demás  es  una  clasificación  sin  interés. 

I.  Gabor:  Der  hebraische  Urrhythtmus,  BZAW,  1929,  págs.  1-31. 

Gabor  es  un  especialista  en  métrica  húngara,  que  aplica  sus  resultados 
a  la  hebrea.  Con  bastantes  ejemplos,  y  buen  estilo.  Si  hubiera  conocido  los 
trabajos  de  Ley,  casi  se  hubiera  ahorrado  el  propio;  y  no  hubiera  caído 
en  la  conclusión  de  atribuir  a  la  aliteración  inicial  un  valor  rítmico  cons- 
titutivo ;  hubiera  tenido  en  cuenta  el  valor  de  las  tres  consonantes  en  hebreo, 
en  contraposición  a  las  lenguas  sajonas.  Pero  aun  siendo  falsa  la  conclu- 
sión, muchos  de  sus  ejemplos  son  excelentes. 

O.  S.  Rankin:  Alliteration  in  Hebrew  Poetry,  JThSt  31  (1930),  pági- 
nas 285  ss. 

En  una  breve  nota  comenta  y  critica  el  artículo  de  Gabor;  observa 
con  razón  que  el  uso  de  la  aliteración  no  es  sistemático,  por  lo  tanto  no 
puede  ser  base  de  un  ritmo  regular.  Le  concede  puro  valor  retórico,  no 
rítmico.  La  última  conclusión  parece  algo  exagerada,  pues  en  casos  deter- 
minados puede  tener  valor  rítmico,  al  menos  subordinado. 

J.  Muilenburg:  A  Study  in  Hebrew  Rhetoric:  Repetition  and  Style, 
VTSup  1  (1953),  págs.  97-111. 

Después  de  un  panegírico  en  honor  de  Lowth  (es  el  centenario),  expone 
la  importancia  genérica  de  la  repetición,  en  su  aspecto  estilístico,  y  en 
sus  diversas  formas.  El  autor  tiene  sensibilidad  literaria,  pero  el  artículo 
es  somero.  Me  interesa  subrayar  una  frase  que  no  se  encuentra  en  otros, 
y  que  el  mismo  autor  no  desarrolla:  "el  predominio  de  un  sonido  deter- 
minado a  través  de  un  contexto  para  expresar  la  índole  y  el  estado  de 
ánimo  de  un  pasaje"  (pág.  102).  Diez  Macho  se  había  fijado  en  el  hecho, 
sin  explicar  su  función  expresiva. 

P.  P.  Saydon:  Assonance  in  Hebrew  as  a  Means  of  Expressing  Emphasis, 
Bib.  36  (1955),  págs.  36-50  y  287-304. 

Toma  la  asonancia  en  sentido  lato;  distingue  en  ella  el  efecto  pura- 
mente estético,  formal,  de  eufonía,  y  el  efecto  expresivo  de  énfasis.  Co- 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


77 


mienza  con  unas  observaciones  exactas  de  psicología  del  lenguaje.  Después 
presenta  una  serie  de  ejemplos,  sobriamente  clasificados  y  bien  analizados; 
refiere  los  diversos  casos  en  que  se  repiten,  y  saca  consecuencias  para  la 
crítica  textual  y  la  interpretación.  Su  conclusión  y  su  norma  general  de 
no  pretender  leyes  rigurosas  demuestran  el  buen  sentido  del  autor .3 

c)  Otros  estudios 

Ya  he  referido  las  escuetas  indicaciones  de  Hempel,  y  las  breves  y  su- 
gestivas de  G.  A.  Smith.  J.  Schmidt  dedica  dos  páginas  al  asunto. 

A  veces  se  encuentran  notas  de  este  tipo  en  los  comentarios,  p.  e.  Job 
en  el  ICC  (S.  R.  Driver),  Job  de  W.  B.  Stevenson. 

M.  Jousse  tiene  en  cuenta  las  rimas  en  sus  estudios  sobre  la  recita- 
ción oral,  aplicada  a  los  evangelios.  Y  E.  Zolli  tiene  en  cuenta  el  uso  de 
las  paronomasias  en  el  género  proverbial,  cuando  trata  de  explicar  pasajes 
oscuros  de  los  Evangelios,  reduciéndolos  al  original  arameo. 


2.  PROBLEMA  PREVIO 

¿Es  legítimo  ponerse  a  analizar  los  recursos  estilísticos  so- 
noros de  una  lengua  cuya  fonética  no  conocemos  con  exactitud? 
Un  extranjero  que,  ante  la  palabra  española  "cerveza",  piense 
en  el  sonido  velar  K  y  en  una  labiodental  como  la  alemana  Z,  no 
podrá  escuchar  el  espumoso  cosquilleo  de  ese  sonido  repetido,  es- 
crito con  diverso  signo  C-Z.  Y  los  dos  maravillosos  versos  de 
San  Juan  de  la  Cruz  "como  el  ciervo  huíste  /  habiéndome  he- 
rido" pierden  gran  parte  de  su  sugestión  si  no  se  aspira  la  H. 
Mucho  más  grave  sería  el  caso  en  lenguas  de  escritura  menos 
fonética,  como  el  francés  o  el  inglés. 

Ahora  bien,  en  hebreo  podemos  intentar  dos  caminos :  el  de 
la  fonética  y  el  de  los  textos. 

3    Sobre  juegos  de  palabras,  pueden  consultarse: 

M.  Steif:  Einige  besondere  Wortspiele  im  Pentateuch,  MonGeschWissJud,  69  (1925). 

Breve  nota,  algo  tímida;  reconoce  la  aliteración  invertida. 
M.  Th.  Bóhe:  Wortspiele  im  AT,  JPOS  6  (1926),  págs.  196  ss. 

id.:  Btymologies  populaires  et  jeux  de  mots  dans  le  récits  de  la  Genése,  Amsterdam, 
1925. 

J.  Schmidt:  Das  Wortspiel  im  AT,  BZ  24  (1938),  págs.  1-17.  Observa  que  el  juego 
de  palabras  entre  los  hebreos  no  es  puro  juego  ni  mero  adorno  retórico;  sino 
forma  de  pensamiento.  Después  clasifica  sus  funciones:  aclaración,  referencia, 
ornato.  Subraya  lo  que  tiene  de  seriedad  y  dominio  del  lenguaje  el  uso  de  estos- 
juegos  de  palabras;  su  raíz  popular,  su  aceptación  entre  los  orientales. 

J.  de  Fraine:  Jeux  de  mots  dans  le  récit  de  la  chute,  Mél.  Robert. 


78 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


EL  CAMINO  DE  LA  FONÉTICA 

¿Qué  sabemos  de  la  pronunciación  del  hebreo  en  tiempo  de 
Isaías  ?  Voy  a  ceñirme  a  los  libros  más  recientes  sobre  la  cuestión. 

S.  Moscati  :  II  sistema  consonantico  delle  lingue  semitiche,  Roma,  1954. 
Preistoria  e  Storia  del  consonantismo  ebraico  antico.  AttiAcNasLin- 
cei,  Roma,  1954  (serie  VIII,  vol.  V,  fase.  8). 

Especialmente  interesante  es  el  segundo  trabajo,  por  dedicarse  especial- 
mente al  hebreo.  Toma  dos  puntos  extremos  para  perseguir  una  trayectoria : 
la  forma  protosemítica,  la  fijación  masorética.  Entre  los  dos  busca  las 
líneas  fundamentales  de  evolución,  utilizando  todos  los  medios  posibles  de 
transcripción  en  otras  lenguas.  Maneja  los  estudios  precedentes,  de  carácter 
más  genérico  —  Brockelmann,  Bauer-Leander,  Bergstrásser,  etc. — ,  y  los 
ensayos  más  recientes  de  J.  Cantineau  y  Z.  Harris. 

Me  fijo  particularmente  en  tres  puntos  de  su  exposición: 

a)  El  insistir  en  la  fonología,  más  que  en  la  fonética  (él  llama  a  la 
fonología  "fonemática" ;  para  el  lector  extranjero,  acostumbrado  a  la  ter- 
minología de  Troubetzkoy,  comúnmente  admitida,  la  nomenclatura  de  Mo- 
scati resulta  molesta).  Este  punto  es  importante,  porque  los  efectos  sonoros 
estilísticos  van  unidos  inseparablemente  al  sentido.  Por  lo  cual,  lo  fonético 
interesa  menos. 

b)  La  persistencia  del  sistema  consonántico  a  lo  largo  de  dos  milenios. 
De  todo  el  material  que  conocemos,  el  resultado  es  homogéneo.  "Unico 
é  il  risultato  del  suo  esame;  per  quanto  risulta  della  grafía,  non  si  regi- 
strano  divergenze  dal  consonantismo  masoretico  e  dalle  sue  norme.  Ció  é 
molto  notevole,  se  si  tenga  presente  che  dalle  piú  antiche  iscrizioni  alia 
fase  masorética  intercorrono  due  milleni...  Tutto  ció  porta  a  concludere 
sulla  fissitá  e  la  stabilitá  dell'alfabeto  cananaico,  nella  serie  intera  delle 
sue  manifestazioni"  (pág.  435). 

c)  Una  serie  de  argumentos  confirman  que  la  distinción  de  las  conso- 
nantes B  G  D  K  P  T  en  dos  sonidos  posibles  es  una  innovación  masorética 
(página  399).  Para  los  masoretas  tal  distinción  tiene  valor  puramente  fo- 
nético, no  fonológico ;  es  decir,  son  dos  realizaciones  —  oclusiva  y  frica- 
tiva—  de  la  misma  consonante,  condicionada  la  realización  fricativa  por  la 
vocal  previa  (pág.  403).  En  el  protosemítico  no  existen  tales  fonemas  autó- 
nomos, ni  siquiera  hay  huella  de  una  realización  fricativa  (pág.  417).  Lo 
mismo  sucede  en  el  ugarítico,  aunque  el  argumento  no  es  decisivo,  porque 
el  sistema  gráfico  no  se  presta  a  la  distinción  (pág.  430).  En  el  cananeo 
predominan  los  datos  negativos  (pág.  438).  En  las  trasliteraciones  o  adapta- 
ciones acádicas  el  sistema  de  escritura  no  se  presta  a  la  distinción  (pá- 
gina 441).  Las  transcripciones  griegas  y  latinas  no  parecen  probar  la  dis- 
tinción; a  lo  más,  un  distinto  tratamiento  de  la  misma  consonante  (pá- 
gina 443). 

La  conclusión  probable  es  que  se  trata  de  una  innovación  masorética. 

Echo  de  menos  en  el  estudio  de  Moscati  alguna  indicación  sobre  las 
consonantes  duplicadas,  registradas  por  los  masoretas  con  el  dages  fuerte; 
tienen  indiscutible  valor  diacrítico  o  fonológico,  puesto  que  son  base  de 
dos  conjugaciones,  y  representan  las  frecuentes  asimilaciones  de  la  N. 
Esta  duplicación  tiene  indudable  valor  estilístico. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


79 


H.  Birkeland:  Akzent  und  Vokalismus  im  Althebráischen,  Oslo,  1940. 

Es  un  intento  de  introducir  el  sistema  y  métodos  de  la  fonología  en  la 
filología  semítica.  Estudia  las  evoluciones  en  época  anterior  a  lo  que  a  mí 
me  interesa.  Quizá  su  teoría  del  acento  simplifique  demasiado  los  hechos. 
De  sus  conclusiones  puede  deducirse  que  la  acentuación  en  tiempo  de  Isaías 
coincide  fundamentalmente  con  la  que  nosotros  empleamos. 

F.  M.  Cross  y  D.  N.  Freedman:  Early  Hebrew  Orthography.  A  Study 
of  the  epigraphic  Evidence.  American  Oriental  Series  36,  New  Haven, 
año  1952. 

Aunque  el  título  parece  alejar  este  libro  de  mi  intento,  lo  escojo  porque 
representa  los  últimos  resultados  de  la  "Johns  Hopkins  University", 
porque  aporta  una  bibliografía  abundante,  y  tiene  conclusiones  que  me  in- 
teresan. 

Del  análisis  comparado  de  todo  el  material  epigráfico  antiguo,  se  deduce 
que  los  hebreos  aplicaron  una  escritura  fonética,  no  histórica.  En  tiempos 
posteriores  la  ortografía  histórica  va  cobrando  importancia;  a  ella  se  deben 
muchas  inconsistencias  del  texto  masorético :  p.  e.  la  escritura  "mlkyw", 
en  la  que  la  "y"  es  una  huella  del  antiguo  diptongo.  Es  decir,  en  el  texto 
masorético  encontramos  huellas  no  borradas  de  una  antigua  escritura  fo- 
nética. 

El  diptongo  "ay"  de  los  plurales  con  posesivo,  como  "malkayhu",  se 
contrae  en  "é"  en  el  reino  del  Norte  ya  en  el  siglo  x,  y  antes  de  la  caída 
de  la  H ;  en  el  reino  del  Sur  se  contrae,  después  del  destierro,  y  des- 
pués de  la  caída  de  la  H. 

Los  finales  en  -ka,  -ha  (sufijo  posesivo),  -ta  (2.a  sgl)  son  primitivos 
y  persisten  en  el  lenguaje  literario;  la  lengua  popular  abandona  la  vocal 
final  en  el  proceso  de  caída  de  las  vocales  finales. 

Me  remito  a  este  libro  para  la  bibliografía  más  reciente  de  Z.  Harris, 
Albright,  Bronno,  y  otros  trabajos  sobre  temas  afines. 

Cfr.  R.  H.  Pfeiffer  :  Clues  to  the  Pronunciation  of  Ancient  Languages. 
Study  Or.  per  G.  Levi  della  Vida,  2,  págs.  238-49,  Roma,  1956. 

A.  Sperber:  Hebrew  Phonology,  HUCA  16  (1941),  págs.  415-82. 

W.  Baumgartner  :  ¡Vas  wir  heute  von  der  hebraischen  Sprache  und  ihrer 
Geschichte  wissen.  Anthropos  35-36  (1941-42),  págs.  607  ss. 

V.  Christian:  Uniersuchungen  sur  Laut-  und  Formenlehre  des  Hebrai- 
schen (Viena,  1953).  Oesterr.  Akad  der  Wiss.  228,  2. 

No  voy  a  utilizar  sin  más  este  libro  demasiado  independiente,  muchas 
veces  en  desacuerdo  con  opiniones  comúnmente  admitidas :  p.  e.  su  teoría 
de  una  vocal  breve  entera  en  el  segundo  puesto  de  los  segolados  (pági- 
nas 127-130). 

El  interés  de  estas  investigaciones  para  mi  estudio  está  en  que  el  au- 
tor incorpora  su  análisis  concreto  del  hebreo  en  una  visión  amplia  de  la 
ciencia  del  lenguaje:  con  ello  es  capaz  de  apreciar  factores  más  espirituales 
y  refinados;  factores  que,  si  no  son  todavía  plenamente  estéticos,  pueden 
serlo  muy  fácilmente :  p.  e.  el  fundamental  valor  simbólico  de  determinadas 


80  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


vocales  y  consonantes  (págs.  31-32)  del  que  deduce  notables  o  curiosas 
aplicaciones.  La  garantía  de  estas  consideraciones  está  en  la  explicación 
del  individuo  dentro  de  una  serie :  p.  e.  la  serie  vocálica  a-i-u,  la  serie 
consonántica  k-t-s  (g-d-h),  y  sus  diversas  funciones  designativas,  déicticas, 
expresivas. 

El  resultado  del  análisis  fonético,  entresacado  de  los  autores 
más  recientes,  es  que  podemos  conceder  un  margen  suficiente 
de  confianza  al  texto  que  poseemos,  en  cuanto  a  las  consonantes ; 
en  muchos  casos,  también  a  las  vocales;  generalmente,  también 
al  acento. 

Teniendo  en  cuenta  que  la  expresividad  sonora  funciona  siem- 
pre con  arreglo  al  sistema  peculiar  de  cada  lengua,  podemos 
aceptar  una  serie  de  posibilidades,  con  tal  de  no  apurar  dema- 
siado. P.  e.  los  sonidos  que  en  la  clasificación  antigua  se  llama- 
ban " sibilantes"  tienen  en  potencia  una  aptitud  descriptiva  o  ex- 
presiva, que  puedo  registrar,  aunque  no  sepa  exactamente  la 
cualidad  sonora  de  cada  uno  de  ellos ;  lo  mismo  la  serie  de  soni- 
dos 1  n  r,  que  en  la  clasificación  antigua  se  llamaban  "líquidas". 
Esta  clasificación,  por  ser  menos  técnica,  más  descriptiva  de  la 
impresión  sonora,  resulta  oportuna  para  el  análisis  estilístico. 

Y  esta  garantía  fundamental  que  nos  dejan  la  fonética  y  la 
fonología  hebreas  se  acrece  cuando  ensayamos  el  camino  de  los 
textos. 

EL  CAMINO  DE  LOS  TEXTOS 

El  estudio  de  los  textos  es  la  forma  viva,  concreta,  que  por 
inducción  y  comparación  nos  permite  lograr  resultados  bastante 
seguros.  Tomemos  como  ejemplo  un  fragmento  de  Hopkins,  del 
poema  "The  Starlight  Night" : 

"  Look  at  the  stars !  look,  look  up  at  the  skies ! 

O  look  at  all  the  fair-folk  sitting  in  the  air! 

The  bright  boroughs,  the  circle-citadels  there! 

Down  in  dim  woods  the  diamond  delves !  the  elves'-eyes ! 

The  grey  lawns  cold  where  gold,  where  quickgold  lies ! 

Wind-beat  white-beam !  airy  abeles  set  on  a  fiare ! 

Flake-doves  sent  floating  forth  at  a  farmyard  scare ! " 

Supongamos  que  entiendo  el  sentido,  pero  no  conozco  la  pro- 
nunciación exacta;  a  pesar  de  tal  ignorancia,  puedo  observar  una 
notable  abundancia  de  efectos  sonoros.  En  el  verso  primero  la 
repetición  del  sonido  L  y  de  la  S  inicial ;  en  el  segundo  y  tercero 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


81 


las  binas  aliteradas  fair-folk,  bright  boroughs,  cir  ele-citad  els,  li- 
gadas para  mayor  seguridad  con  un  guión;  en  el  cuarto  la  abun- 
dancia de  D  y  la  repetición  delves  the  elves;  en  el  quinto  la  rima 
cold  gold  quickgold:  en  el  sexto  la  doble  aliteración  wind-beat 
white-beam;  en  el  último  la  abundancia  de  F  y  la  repetición 
de  FL.  Esto,  aunque  no  sepa  que  la  C  de  circle-citadels  es  una 
sibilante.  Quizá  contase  un  caso  de  más,  la  repetición  GH  en  el 
tercer  verso.  Más  peligroso  sería  entrar  por  las  vocales. 

Si  al  poema  citado  añadiese  otros  como  "The  sea  and  the 
skylark",  "Pied  Beauty",  "Spring",  etc.,  pronto  llegaría  a  la 
conclusión  de  que  Hopkins  siente  evidente  complacencia  en  los 
efectos  sonoros  del  lenguaje  poético.  Y  esto,  aun  suponiendo  que 
no  conociese  la  pronunciación  exacta,  en  una  escritura  tan  poco 
fonética  como  la  inglesa. 

Es  decir,  por  el  camino  de  los  textos  llegamos  a  conclusiones 
más  rápidas  y  quizá  más  seguras  que  por  el  rodeo  de  la  fonética. 
Podemos  comprobar  o  confirmar  esta  conclusión  con  las  siguien- 
tes consideraciones : 

a)  Existen  una  serie  de  fenómenos  estilísticos  sonoros  que  se 
dan  en  cualquier  lengua,  como  figuras  universales.  Es  legítimo  in- 
ferir que  también  se  encontrarán  en  hebreo.  En  algunas  litera- 
turas, como  la  poesía  nativa  gaélica  y  galesa,  los  efectos  sonoros 
son  básicos  y  abundantísimos ;  sería  ilegítimo  partir  de  un  es- 
cepticismo o  minimismo  a  priori,  frente  a  la  poesía  hebrea.4 

b)  Gran  parte  de  estos  recursos  consisten  en  repetición  de  so- 
nidos semejantes  o  iguales;  lo  cual  se  puede  constatar  aunque 

4    K.  Meyer:  A  Primer  of  Irish  Metrics,  1909. 

T.  Gwynn  Jones:  Welsh  Poetic  Art,  1926. 

J.  G.  Davies:  Welsh  Metrics,  191 1. 

He  aquí  algunos  ejemplos  de  adaptaciones  inglesas  en  que  se  puede  apreciar  el 
artificio: 


Cfr.  Dictionary  of  World  Literature,  ed.  por  J.  T.  Shipley,  "Gaelic  Poetry", 
"Welsh  Versification". 

A  esto  se  podrían  añadir  los  efectos  sonoros  reflejamente  pretendidos  por  los 
simbolistas. 


On  it  your  pointer  painting 
If  now  he  throws  a  fine  thread 
Lead  these  carts  load  this  corn 
And  even  endeavour  to  conquer 
Daisies  bloom  and  roses  blow 
Life's  a  dance    laughs  away  death 


ndv  ndv 
ssbl  ssbl 
lfsd  lfsd. 


ntrp  ntrp  nt 
fnthr  fnthr 
ldthc  ldthc 


82 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


desconozcamos  la  descripción  exacta  de  los  fonemas.  Entre  las 
consonantes  la  cosa  es  fácil,  cuando  conocemos  con  suficiente  se- 
guridad las  agrupaciones,  según  el  punto  de  articulación  común: 
dentales,  labiales,  etc.5 

En  cuanto  a  las  vocales,  aunque  la  versión  masorética  no  fuera 
exacta,  podemos  suponer  una  vocalización  igual  en  iguales  formas 
verbales  y  nominales;  mucho  más  en  una  lengua  de  raíces  con- 
sonánticas,  que  realiza  la  variedad  de  sentido  por  un  sistema  bas- 
tante orgánico  de  vocalización. 

c)  Es  muy  importante  recordar  que  los  valores  sonoros  de  las 
palabras  están  inseparablemente  unidos  a  la  significación  de  la 
palabra  y  del  contexto;  por  lo  tanto,  sin  error  de  método,  sin 
círculo  vicioso,  se  puede  tomar  el  sentido  de  un  texto  como  orien- 
tación. Partiendo  de  un  contexto,  se  puede  ir  extendiendo  la 
inducción.6 

d)  Sobre  el  valor  simbólico  de  los  sonidos  o  combinaciones 
fijas  de  sonidos,  ni  en  nuestras  lenguas  modernas  poseemos  una 
teoría  orgánica ;  ni  se  debe  plantear  la  indagación  en  términos  mi- 
nuciosos. Éste  fue  el  error  de  Fenz,  que  descomponía  las  palabras 
en  todos  sus  componentes  sonoros,  asignaba  a  cada  uno  su  valor 
simbólico  fijo,  y  pretendía  sacar  el  sentido  de  la  palabra  de  la 

5  Wellek-Warren,  o.  c,  pág.  270,  cita  el  estudio  de  Osip  Brik  "Zvukovie  pet- 
vory"  (Las  figuras  sonoras),  San  Petersburgo,  191 9;  en  que  se  clasifican  las  figuras 
con  arreglo  al  número  de  sonidos  repetidos,  al  número  de  repeticiones,  al  orden  en 
que  los  sonidos  repetidos  se  siguen  unos  a  otros  en  los  grupos  repetidos,  y  a  la  po- 
sición de  los  sonidos  en  las  unidades  rítmicas. 

6  Este  punto  es  capital.  J.  B.  RaTERíianis:  Philological  Quarterly,  30  (1951), 
se  atreve  a  criticar  nada  menos  que  a  Grammont,  por  haber  descuidado  esta  relación. 
Hatzfeld,  1063. 

E.  Winkler:  Grundlegung  der  Stilistik  (Leipzig,  1929),  expone  bien  esta  idea 
y  sus  consecuencias,  y  dice  de  Sievers:  "das  sprachliche  Erleben  ais  gedankliches 
und  musikalisches,  doch  immer  ais  Einheit  fasst"  (págs.  94;  81-84). 

La  distinción  que  proponía  Lützeler  "liberado  del  sentido",  hay  que  tomarla  en 
sentido  activo,  como  relación  positiva  de  liberación,  no  como  mera  ausencia;  si  no 
se  percibe  esta  explícita  relación,  no  se  realiza  el  juego  de  palabras  (1.  c,  pág.  198). 

El  mismo  autor  habla  de  una  materialización  del  sentido  "  Verleiblichung  des 
Sinngehalts".  Cfr.  Einführung  in  die  Phüosophie  der  Kunst  (1934)»  pág.  8,  "Ab- 
grenzung  der  Kunst  von  Natur  und  Naturwissenschaft". 

J.  C.  Ransom:  The  World' s  Body  (New  York,  1938),  págs.  95-97,  demuestra 
cómo  el  sentido  es  necesario  para  que  se  realice  la  onomatopeya,  la  forma  más  super- 
ficial de  imitación  sonora.  El  verso  de  Tennyson  pierde  su  valor  con  dos  ligerísimas 
variantes  sonoras,  que  implican  un  radical  cambio  de  sentido: 


"the  murmuring  of  innumerable  bees" 
"the  murdering  of  innumerable  beeves". 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


83 


combinación  de  valores  simbólicos.7  Las  palabras  no  funcionan 
de  esa  forma  analítica,  sino  en  forma  unitaria  de  estructura. 

Para  evitar  tales  peligros,  procuraré  manejar  los  grupos,  más 
que  los  sonidos  individuales.  Buscando  en  el  análisis  conclusiones 
de  tipo  aproximativo,  no  llegaré  a  fórmulas  muy  precisas,  pero 
tampoco  caeré  en  arbitrarias  interpretaciones.  El  método  corres- 
ponde al  problema.8 

e)  Una  serie  abundante  de  hechos  prueban  que  el  hebreo  clá- 
sico, sin  ser  una  lengua  "primitiva"  en  sentido  técnico,  contiene 
muchos  más  elementos  de  expresión  concreta,  sensible,  que  nues- 
tras lenguas  de  grande  evolución  racional.  Numerosos  hechos 
comprueban  que  los  escritores  hebreos  mantenían  vivo  el  gusto 
por  estos  efectos  sonoros ;  mucho  más  que  el  común  de  nuestros 
escritores.9  Entre  otras  razones,  porque  ahora  se  escribe  mucho 
para  la  lectura  privada,  y  antiguamente  se  escribía  para  la  reci- 
tación en  voz  alta,  la  cual  encauza  la  atención  de  escritor  y  oyente 
hacia  los  recursos  sonoros.10  La  cosa  está  perfectamente  demos- 
trada en  la  literatura  proverbial;11  ya  no  es  tan  aventurado  ex- 
tender el  análisis  a  otros  géneros,  como  el  profético. 

/)  Finalmente,  un  punto  de  enorme  importancia  es  que  el  es- 
critor no  actúa  conscientemente  todos  los  recursos  sonoros :  la 
creación  literaria  también  funciona  como  estructura,  en  vibración 
conjunta  y  acordada  de  todas  las  fuerzas  activas  de  la  expresión 
verbal;  incluso  las  semiconscientes  o  inconscientes.  Lo  mismo 

7  O.  c,  págs.  15  ss. 

8  K.  Stumpf:  Die  Sprachlaute  (Berlín,  1926),  analiza  también  series  o  grupos 
consonánticos,  según  su  articulación.  En  la  misma  línea  trabaja  W.  Koehler,  Akus- 
tische  Untersuchungen,  ZfürPsych,  1910-1915. 

Lockemann  busca  también  la  determinación  de  series,  y  las  caracteriza  por  ras- 
gos opuestos:  p.  e.,  las  sonoras  "ansichziehend",  las  mudas  "wegweisen";  las  series 
"hell-dunkel",  "weit-eng",  "hart-weich",  "langsam-schnell",  "hoch-tief",  "stark- 
schwach".  Y  en  vez  de  analizar  elementos  mínimos,  prefiere  referirse  al  temple 
genérico  " Klanggepráge  der  Darstellungshaltung",  págs.  18-27. 

9  Es  común  entre  los  autores  hablar  de  este  carácter  concreto  y  sensible  de  la 
lengua  hebrea.  J.  Schmidt  nos  hablaba  de  "Freude  am  Gleichklang",  1.  c,  pág.  14; 
Winkler  habla  de  la  importancia  del  elemento  sonoro  del  lenguaje  para  los  antiguos, 
1.  c,  pág.  84.  En  la  bibliografía  he  citado  a  Kainz. 

Es  curioso  encontrar  entre  los  modernos  escritores  al  judío  alemán  A.  Kerr, 
entregado  a  una  orgía  de  efectos  sonoros,  que  Spitzer  resume  así:  "nomina  cum 
rebus,  nomina  ante  res,  nomina  sine  rebus,  res  ex  nominibus";  Stilstudien,  II,  pá- 
ginas III  ss. 

10  Lockemann  compara  el  poema  escrito  a  una  partitura  de  música:  hay  que 
hacerla  sonar  (o.  c,  pág.  1). 

11  Véase  la  citada  obra  de  Bostróm. 


84 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


sucede  en  el  auténtico  lector  o  recitador,  que  recibe  una  impresión 
total.  Tarea  es  del  análisis  hacer  conscientes  también  aquellos  su- 
tiles elementos,  y  dar  razón  de  ellos.12  Cuanto  más  fina  y  pura 
es  la  lírica,  menos  aparentes  son  tales  recursos;  en  la  oratoria  se 
manifiestan  en  la  superficie.  En  la  zona  de  la  lírica  es  donde  más 
ha  avanzado  la  investigación  moderna.13 

Dada  la  intensidad  lírica  de  muchos  pasajes  oratorios  de 
Isaías,  no  creo  necesario  separar  los  campos.  (Cabría  analizar  si 
en  los  fragmentos  oratorios  hebreos  son  más  de  superficie  los 
procedimientos  sonoros.) 


3.  CLASIFICACIÓN  PROVISIONAL 

a)  Kainz  clasifica:  Imitación  sonora,  que  traduce  con  los  me- 
dios del  lenguaje  una  impresión  auditiva.  Metáfora  sonora:  tra- 
duce en  sonidos  de  lenguaje  una  impresión  visual  o  de  movi- 
miento. Simbolismo  sonoro :  traduce  o  sugiere  con  sonidos  de 
lenguaje  una  emoción  o  estado  de  ánimo.  La  primera  se  suele 
llamar  "onomatopeya",  de  acuerdo  con  la  terminología  clásica, 
y  utiliza  más  bien  consonantes,  porque  las  consonantes  son  los 
ruidos ;  la  tercera  utiliza  más  bien  vocales,  que  son  sonidos  puros.14 

b)  Wellek-Warren  distinguen:  Estructuras,  o  repetición  de 
cualidades  fonéticas  idénticas  o  afines.  Utilización  de  sonidos  ex- 
presivos, o  imitación  fonética.  La  imitación  fonética  se  da  en  tres 
grados :  Imitación  propiamente  dicha  de  sonidos :  función  des- 
criptiva de  las  palabras  por  su  inserción  en  una  estructura  sonora ; 
simbolismo  fonético  o  metáfora  fonética. 

c)  Lützeler  distingue :  Formas  superficiales :  imitación  sonora 

12  Es  ingenuo  e  inútil  el  argumento  de  profanos  reacios:  "como  que  el  poeta 
pensó  hacer  todo  eso";  o  el  argumento  del  público  menos  reacio:  "el  lector  no  per- 
cibe esos  efectos,  luego  no  tienen  valor  poético". 

No  hay  que  olvidar  un  hecho  ya  indiscutido  en  la  psicología  del  lenguaje:  la 
participación  de  la  capa  subcortical  tanto  en  la  realización  como  en  la  percepción 
del  lenguaje.  Cfr.  Kainz,  III,  págs.  330,  341,  424. 

En  cuanto  al  método  de  análisis,  Lockemann  observa  cómo  la  reflexión  puede 
objetivar  la  percepción  subjetiva  (o.  c,  pág.  23).  Aplicación  particular  del  método 
general  de  trabajo. 

13  El  análisis  sonoro  ha  llegado  a  extenderse  tanto  en  la  investigación  estilística 
moderna,  que  algunos  identifican  ambos  campos.  L.  Taruschio:  Nuova  stilistica,  owero 
dell' elemento  musicale  in  letteratura,  Macerata,  1936. 

14  Onomatopeyica  (Schallwórter),  Lautmetaphern  (Bildwórter)  und  lautsymbo- 
lische  Bezeichnungen,  o.  c,  I,  pág.  85. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


85 


(subordinada  al  sentido);  juego  sonoro  (liberado  del  sentido). 
Estructura  relacionada  con  el  contenido :  con  función  articuladora, 
subraya  palabras ;  con  función  unificadora,  funde  palabras ;  pala- 
bra y  sonido  clave  (Leitwort-Leitklang). 

Añade  otras  funciones  de  orden  superior,  la  construcción  so- 
nora de  todo  un  poema ;  o  de  orden  profundo,  la  personalidad  pro- 
funda del  poeta  manifestándose.15 

d)  Las  tres  clasificaciones  se  completan,  porque  coinciden 
sólo  parcialmente,  y  los  diversos  apartados  no  se  suelen  dar  en 
estado  puro. 

Nomenclatura:  Tomo  la  palabra  "rima"  en  su  sentido  nor- 
mal, de  semejanza  sonora  en  final  de  palabras;  asonancia,  como 
semejanza  vocálica;  aliteración  en  sentido  amplísimo,  como  se- 
mejanza consonántica,  sin  restringirla  a  la  consonante  inicial. 

La  clasificación  de  la  retórica  árabe  —  aducida  por  Diez  Ma- 
cho—  no  me  sirve  para  un  análisis  estilístico. 

NOTA  SOBRE  LA  TRANSCRIPCIÓN 

Mi  ideal  sería  una  transcripción  que  respondiera  con  cierta 
fidelidad  a  la  pronunciación  original  del  poeta,  habitante  del 
reino  meridional,  durante  el  siglo  viii  a.C.  Los  masoretas  no 
sólo  conservaron  y  transmitieron,  sino  que  hicieron  un  trabajo 
de  igualación  académica  en  el  texto  sacro.  No  queda  más  remedio 
que  atenerse  a  sus  conclusiones,  cuando  no  nos  conste  con  sufi- 
ciente probabilidad  de  la  pronunciación  antigua.  Con  este  criterio, 
establezco  las  siguientes  normas  de  transcripción : 

1.  No  distingo  la  doble  pronunciación  de  BGDKPT;  sí  distingo  las 
duplicadas. 

2.  Acepto  las  guturales  cerrando  sílaba  (como  de  hecho  lo  aceptaron 
tantas  veces  los  masoretas,  inconsecuentes  consigo  mismos).  Por  lo  tanto, 
no  escribo  el  patah  furtivo,  ni  los  hatef  que  se  oponen  a  esta  norma. 

3.  Distingo  en  la  escritura  la  vocal  I  de  la  semivocal  Y;  lo  mismo  U 
de  W. 

4.  Señalo  las  matres  lectionis  con  el  acento  circunflejo;  por  lo  tanto, 
la  H  final  escrita  es  sonora. 

15  Oberfláchliche  Formen  der  Lautgestaltung:  Klangnachahmung  (radikale  Bind- 
ung),  Klangspiel  (radikale  Freiheit).  Die  Beziehung  der  Lautgestaltung  zum  Wort- 
inhalt:  Wortunterstreichung  (Gliederungsfunktion),  Wortverschmelzung  (verwirklicht 
das  Ineinander),  Leitwort  (und  Leitvokal).  Rhythmische  und  kompositorische  Laut- 
gestaltung: Die  Lautgestaltung  im  Gesamtgefüge  des  Gedichts  (setzt  sien  das  tiefere 
Sein  des  Dichters  durch),  págs.  198-216. 

7.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


86 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


5.  Escribo  el  plural  con  sufijo  según  la  notación  admitida  -aw;  salvo 
en  casos  en  que  la  pronunciación  original  -ayu  sea  importante  para  el 
efecto  estilístico. 

6.  De  ordinario  respeto  la  notación  masorética  de  los  segolados ;  pero 
en  bastantes  casos,  adoptaré  la  escritura  monosilábica  para  mostrar  el  pe- 
culiar efecto  estilístico. 


4.  ANÁLISIS  DE  CAPÍTULOS 

10,  28-32.  Comienzo  con  este  fragmento  por  razones  de  mé- 
todo. Estos  versos  que  describen  el  avance  del  ejército,  jugando 
con  la  fonética  de  los  nombres,  tienen  un  particular  valor  me- 
tódico. La  intención  es  patente.  El  poeta  parte  del  uso  común  del 
lenguaje,  que  explica  el  significado  de  los  nombres  propios,  por 
su  apariencia  fonética;  y  aplica  el  recurso  a  fines  puramente  li- 
terarios, sin  buscar  siquiera  una  etimología  popular,  en  sentido 
estricto.  Por  lo  tanto,  estos  enlaces  nos  delatan  cómo  juzgaba  el 
oído  del  autor,  qué  sonidos  consideraba  semejantes  o  suficientes 
para  la  aliteración.16 

28b    'ábar  bemigrón  —  lemikmás  yapqid  keláyu 

'br-bmgm ;    m£ms-ypgd-£ly ;  mgrn-mkms. 
29a    'áfrVü  ma'frárá  —  geba'  malón  lanú. 

b    hareda  Mrámá  —  gib'at  sá'ül  nasa  (s-s  ?) 

(probablemente  hay  que  relacionar  los  versos  a-b) 

gb'  mln  ln 

gb't  s'l  ns 

30a    sah-/i  qólék  bat-^a/Zim  —  hagiibi  /ayíá 
b    <aniyyá  <a^átót  —  31a   nadedi  macíméwá 
31b   yosebé  haggébim  he'izu  —  32a    'ód  hayyóm  benob  la'mod 
32b   yenopep  yadó  har  bet-sijryón  —  gib'at  yerüsálem  (bt-gb't) 
(nob-nopep) 

Observaciones:  Se  puede  obtener  la  aliteración  por  repetición 
de  la  raíz ;  por  la  preformante  H  con  el  artículo ;  basta  una  con- 
sonante inicial  o  interna. 

Consonantes  aliteradas:  k-q-g,  h-h. 

Dos  factores  pueden  favorecer  la  aliteración :  el  encontrarse 
en  una  serie  de  aliteraciones,  porque  dirige  la  atención,  actualiza 
el  valor  estilístico ;  el  estar  apoyada  por  otra  consonante  próxima 
repetida,  ql-gl,  hr-hr. 

Miqueas,  el  contemporáneo  de  Isaías,  emplea  el  mismo  recur- 

16  Véase  mi  artículo  Is.  io,  28-32:  exégesis  literaria,  Miscelánea  Bíblica  VT, 
año  1959,  págs.  96-102. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


«7 


so  en  1,  10-15.  Ibn  Ezra  y  Diez  Macho  han  señalado  algunos  ca- 
sos, que  yo  completo: 

10ab    begat  taggidü    bakó  'al-tibkü    bét  le'aprá  'apar 
11       yosebet  sápir  boset    lo'  yáse'á  yosebet  sa'nán 

13  merkábá  lárekes  yosebet  lákis 

14  'akzíb  le'akzáb 

15  hayyorés    yosebet  márésá 

16  harhibi  qorháték 

Éstos  son  todos  los  casos  seguros ;  en  otros,  el  texto  está  de- 
masiado corrompido  para  permitir  deducciones  seguras,  o  exige 
una  corrección  en  busca  precisamente  de  la  aliteración. 

Ibn  Ezra  y  Diez  Macho  aducen  otra  serie  de  ejemplos  (véase 
la  bibliografía  del  presente  capítulo) ;  a  los  que  puedo  añadir 
unos  cuantos,  sin  agotar  el  surtido : 


Is. 

1,  10 

'am  'amorá 

7,  8-9 

ro's...  resin...  somerón 

11,  14 

'edóm  yádám  mó'ab  mislóh    'ammón  misma'tám 
'óqir...  'ópir 

13,  12 

15,  2 

bat  dibón  bámót  beki 

16,  11 

qirbi  leqir 

17,  1 

dammeseq  müsár  mé'ir 

23,  13 

kasdim...  yesádáh  lesiyim  héqímü 

65,  11-12 

hammarim  lamni  mimsák  ümánítí 

Jr. 

47,  4 

lesór  ülesidón  kol  sárid  'ozér    ki  sodéd...  se'érit  kaptór 

48,  4 

hismi'ü  ze<áqá  se<iréha 

48,  13 

übos  mó'ab  mikkemós  ka'ser  bósü  yisrá'el  mibbét  'él 

Estos  ejemplos  constituyen  un  sólido  punto  de  partida  para 
investigar  sistemáticamente  algunos  capítulos. 


Capítulo  1 


2a  sim'ü  sámaym    weha'zini  'eres    ki  Yahwe  dibbér  sm-sm,  'z-'s, 

b  bánim  giddalti  werómamti    wehém  páse'ü  bi  ani-alti-amti. 

3a  yáda'  sór  qonehü    wahmór  'ébüs  be'áláw  sór-hamór 

b  yisrá'el  lo'  yáda'    'ammi  lo'  hitbónán  yi-ya,  lo' 

4a  hoy  góy  hóte'    'am  kebed  'áwon  hóy-góy,  'a-'; 

b  zera'  merá'im    bánim  mashitim  -im,  ra'-ra' 

c  'ázebü  'et-Yahwe    ni'asü    'et-qedós  yisrá'el  'az-'as 

5a  'al  me  tukkü  'ód    tósipü  sárá  '-',  t-t 

b  kol-ro's  lohli    wekol-lébáb  dawwáy  1  (5  veces) 

6a  mikkap-regel  we'ad-ro's    'én-bó  metom  r-r 

b  pesa'  wehabbürá    ümakká  teriyyá  -á 

c  lo'-zorü  welo'  hubbásü    welo'  rukkeká  bassámen  lo',  bas-bas 


w-b? 
..  bi 


88 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


7a    'arsékem  semámá    'arékem    serupót  'es  'admatkem 
lenegdekem 

b    zárim  'ókelim  'ótáh    úsemámá  kemahpékat  sedom 
wenóterá  bat-siyyón  kesukká  bekárem 
kimlüná  bemiqsá    ke<ir  nesürá 
lülé  Yahwe  sebá'ót    hótir  lánü  sárid 
kisdóm  háyinü    la'morá  dáminü 


b 
9a 
b 

10a 
b 

lia 
b 

c 

12b 

13a 

b 
14a 

b 
15a 

b 
15c 
16b 

c 

17b 

c 

18a 
b 
c 

19 

20 

21a 
b 

22 

23a 
b 
c 

24a 
b 


'ar-'ar,  s-s,  -kem 
-im,  s-s 
-á,  k? 

k-,  -á,  kim-miq? 
tir-rid 

-inü,  dom-dam? 


s-s-s 

-nú,  -ra,  'am 
1-1,  b-b,  y-y 
'l-'l-hl,  -ím 
-im 
mi-mi 
lir-lir?,  -ay 
to-tó?,  habi'-'ebá? 
s-s,  qr'-qr',  1-1 
d.kem-d.kem,  sn-ns 
n-n 

-kem,  '-' 
t-t 

d.m-dm-m,  hs-hz 


sim'u  debar  Yahwe   qesiné  sedóm 
ha'zinú  tórat  'el6hénü  'am  <amorá 
lammá-li  rob-zibhékem   yo'mar  Yahwe 
sába'ti  'ólót  'élim   wehéleb  meri'im 
wedam  párim  "  we'attüdim    lo'  hápasti 
mi-biqqes  zo't  miyyedkem 
ak  ki  tábó'ü  lir'ót  pánáy  lirmós  haséráy 
lo'  tósipü  hábi'  minhat-sáw'    qetoret  tó'ébá  hi'  li 
hodes  wesabbát  qero'  miqrá'   lo'  'ükal? 
hodsékem  ümó<adékem    sáne'á  napsi 
háyü  'álay  latorah    nil'étí  neso' 
úbepáriskem  kappékem    'a'lim  'énay  mikkem 
gam  ki  tarbü  tepillá    'énenni  somé' 
16a   yedékem  dámim  málé'ü    rahsü  hizzakkü 
hásirü  ro*  ma'allekem   minegged  'énáy 
17a   hidlü  haré'    limdü  hétéb  dlü-l.dü,  h-h 

dirsü   mispát  'asserü  hamos  rsü-s.rü;  ms-ms 

siptü  yátóm    ribü  'almáná  -ü 
lekü-ná'  weniwwákeha  yo'mar  Yahwe  k.n-n.k,  y-y 

'im  yihyü  háta'ékem  kassánim  kasseleg  yalbinü  yhy  ylbn  kas-kas 
'im  ya'dimü  kattólá*  kassemer  yihyü  y'dm  yhy  kat-kas 

'im  to'bü  ü^ma'tem    tüb  há'ares  to'kélü  tb-tb 
we'im  temá'nü  ümeritem  hereb  te'ukkelü  tm'n-mrtm  t'kl 

'éká  háyetá  lezóná  qiryá  ne'máná  -á  (5  veces) 

melé'ti  mispát    sedeq  yálin  báh  m-m 
kaspék  haya  lesigim    sob'ék  máhül  kspk-sg-sbk,  -ek 

sárayk  sorerim    wehabré  gannábim  sr-sr,  -im 

kulló  'ohéb  sóhad    weródép  salmónim  o.eb-o.ep,  -im 

yátóm  lo'  yispótü  werib  'almáná  lo'  yábó'  'aléhem  y-y,  b.'lmn-b"lhm 
ne'um  há'ádón  Yahwe  sebá'ót  'abir  yisrá'el  '  (5  veces) 

hoy  'ennáhem  missáray  we'innáqemá  me'óyebáy      'nhm-'nqm,  m-m,  • 
we'esrop  kabbor  sigayk         w's-w's-w's-  w's 
we'asira  kol-bedilayk  -ayk  (5  veces) 

we'ásibá  sopetayk  kebári'soná    weyó'asayk  kebattehillá  -á,  kb-kb 
'ahré-kén  yiqqáre'  'ir  hassedeq    qiryá  ne'máná       hr-qr,  'ir-qir,  -á 


•ay 


25     we'ásibá  yádi  'álayk 

26a 
b 

27 
28 
29a 

b 
30a 

b 

31a 
b 


siyyón  bemispát  tippádé  weyósebéhá  bisdáqá  Pt-tp,  s-s,  b- 
weseber  pose'im  wehattá'im  yahdáw  we'6zebé  Yahwe  yiklü   sb-ps,  ht-hd,  y-y 

ki  tébosü  mé'élim  'aser  hamadtem  t-t,  me-me,  h-tem-h.tem 
wetahperü  méhaggannót    ,aser  behartem 

ki  tihyü  ke'élá  nobelet  'álehá  1  (3  veces) 

ükeganná  'aser  maym  'en  láh  'ela-'én  lah 

weháyá  hehásón  lin'óret    üpo'ló  lenisós  son-n.sós,  1- 
übá'arü  senéhem  yahdáw   we'én  mekabbé 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


89 


A  los  casos  registrados  habría  que  añadir  otros  que  funcionan 
entre  versos  contiguos,  como  8a-b  ksk  bkrm  kmln  bmqs  k'r; 
lOa-b  debar  tórat;  llb-c  saba'ti  hapasti;  15-16-17  rhs  hzk  hsr 
hdl  lmd  drs  'sr  (la  preformante  H  concurre  al  efecto) ;  19-20  sm'tm 
tm'n  mrtm,  h'rs  hrb. 

Cuanto  a  las  correcciones  aceptadas,  véase  el  aparato  de  BH. 
Otras  correcciones,  exigidas  por  el  ritmo,  harán  dudoso  algún 
que  otro  caso  de  los  aquí  registrados,  sin  tocar  la  sustancia. 

Analizando  el  material  sonoro  del  capítulo  primero,  encontra- 
mos en  casi  todos  los  versos  detalles  dignos  de  notarse.  Ante 
todo,  una  gran  variedad  de  procedimientos  que  no  se  aplican  con 
norma  fija.  Intentemos  una  clasificación  en  cuatro  grupos:  alite- 
raciones iniciales,  aliteraciones  no  iniciales,  asonancia  y  rima, 
efectos  especiales. 

a)  Las  aliteraciones  iniciales  son  abundantes :  algunas  perte- 
necen simplemente  a  esas  parejas  de  palabras  aliteradas  que  exis- 
ten en  cualquier  lengua  (rough  and  ready,  cabo  a  rabo,  Fülle  und 
Hülle,  detto  fatto,  capo  coda,  odds  ends,  mondo  lirondo,  Roma  e 
toma,  piante  mamante,  etc.) ;  p.  e.,  regel-ro's.  Imitando  estas  binas 
de  palabras,  que  el  poeta  unas  veces  encuentra  en  el  lenguaje  y 
otras  incorpora  al  lenguaje,  hay  otras  binas  de  palabras  alitera- 
das, sea  en  posición  paralela,  sea  en  enumeración  por  parejas, 
sea  uniendo  dos  palabras  sucesivas.17 

Cuando  la  aliteración  se  encuentra  en  posición  paralela,  o  mar- 
ca una  sinonimia  o  subraya  una  antítesis :  7a,  12,  23b,  24a  sen 
casos  de  sinonimia.  A  veces  la  aliteración  de  palabras  paralelas 
está  obtenida  por  medio  de  preformantes ;  este  recurso  no  puede 
ser  calificado  de  nulo  o  ineficaz,  sino  a  lo  más  de  pobre :  p.  e., 
5a  t-,  8a  k-,  16c  h-,  29  t-  m-.  Más  claros  son  los  casos  en  que 
se  repiten  la  preformante  y  la  1.a  radical:  16b  hz-hs,  24b  'n, 
25  's-'s-'s.  La  antítesis  está  subrayada  por  aliteración  en  casos 
como  los  siguientes  :  16  hare'-heteb  (la  preformante),  18  kassanim- 
kasseleg  (pref  +  1.a  rad.),  23a  sarayk-sorerim. 

b)  Las  aliteraciones  no  iniciales  (en  sentido  lato,  sin  contar  la 
posición  ni  la  correspondencia) :  son  especialmente  frecuentes  en 
las  enumeraciones  por  parejas,  p.  e.,  13  hds-sbt,  4b  zr'-mr'im, 
11b  'lt-'lm-hlb.  De  aquí  se  parte  a  un  procedimiento  más  sutil, 
que  es  ligar  con  alguna  aliteración  dos  palabras  sucesivas  unidas 


17  Pueden  verse  los  artículos  de  J.  Morawsky  en  "Revista  de  Filología  Espa- 
pañola",  1927,  1929,  1937. 


90  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

por  el  sentido,  aunque  no  sean  parejas  de  enumeración:  8  wntrh 
bí-syn  ks&h  b&rm  kmlnh.  bwgsh  k'ir  nsrh,  lia  lm-l  rb-zbhkm 
y'mr  Fhw,  14  sríh-nps  nVt-ns'. 

En  otros  casos  subraya  el  paralelismo,  casi  siempre  unida  a 
la  asonancia  o  rima  traídas  por  la  analogía  morfológica :  16-17 
rhs-hzk  hidlu-limdu  dirsu-'asseru,  29  hamadtem-behartem. 

Otras  veces  la  aliteración  (sensu  lato)  predomina  en  un  verso, 
creando  un  sonido  dominante:  5b  k/-r's  Ihl  wk/-/bb,  24  n'm  Y 
Sb't  h'dn  'br  ysr'l. 

c)  Asonancias  y  rimas:  las  desinencias  verbales  -tem,  -u,  -inu, 
-ti,  etc.,  suelen  ser  simple  producto  de  un  paralelismo  o  una  enu- 
meración; en  ambos  casos  subrayan  sonoramente  el  recurso  poé- 
tico o  retórico:  16-17,  19-20,  29.  Los  posesivos  parecen  tener  más 
énfasis ;  pues  mientras  las  desinencias  iguales  de  verbos  se  evitan 
a  veces  cambiando  la  construcción,  las  desinencias  de  posesivo 
se  acumulan  varias  veces:  7  -kem  (4  veces),  15  -kem  (3  veces), 
25  -ayk  (5).  El  final  -a  parece  tener  también  un  énfasis  especial : 
el  caso  más  simple  es  25-26,  donde  subraya  con  insistencia  la 
amenaza  divina,  8  enumeración  enfática,  mientras  que  en  21  la 
insistencia  se  hace  obsesiva  por  la  rima  de  las  cinco  palabras 
seguidas. 

Es  interesante  observar  estas  insistencias  y  acumulaciones  de 
femeninos  y  de  segunda  persona,  en  un  discurso  en  que  Yavé 
se  querella  con  su  pueblo ;  la  imagen  matrimonial  o  amorosa  está 
indicada  de  paso  en  el  verso  21,  pero  está  vibrando  a  lo  largo 
del  discurso,  apoyada  en  estas  insistencias  fonéticas,  que  podrían 
pasar  por  meras  curiosidades  o  por  arbitrarias  ocurrencias  de 
lector  ocioso. 

La  rima  -im  la  encontramos  varias  veces:  4  paralelismo 
+  concordancia,  7b  concordancia,  23ab  enlaza  los  dos  hemisti- 
quios del  primer  verso  y  los  dos  versos.  El  caso  más  interesante 
es  la  acumulación  del  verso  11:  ...'elim  ...mr'im  ...prim  kbsim 
'tdim;  es  una  enumeración  con  ritmo  accelerando,  como  indica 
el  esquema;  semejante  ritmo  accelerando  se  podía  observar  en  las 
enumeraciones  de  25  -ayk,  7  -kem,  8  -a.  Es  un  hecho  normal  que 
en  una  enumeración  se  tienda  a  acelerar  el  ritmo,  especialmente 
cuando  la  enumeración  es  de  signo  retórico,  como  la  presente. 

Otras  rimas  más  exquisitas  son  3  sór-hamór,  4a  hoy  góy  con 
el  valor  especial  de  encontrarse  en  dos  palabras  seguidas,  como 
dos  interjecciones  amenazadoras. 

d)  Ejectos  especiales:  incluyo  aquí  detalles  particularmente 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


1)1 


curiosos,  que  sistemáticamente  podrían  entrar  en  alguno  de  los 
apartados  anteriores.  Son  casos  que  parecen  expresamente  bus- 
cados por  el  autor: 

18  yihyü...  yalbinú  Una  construcción  sonora  quiástica  subraya  la 
ya'dimü...  yihyü        transformación  total  que  Dios  promete  obrar. 

19  un  juego  llamativo,  que  ya  han  observado  los  comentadores:  to'bü  — 
túb  to'kelú  —  te'ukkelü.  En  el  primero  hay  que  notar  que  la  paro- 
nomasia está  obtenida  con  medios  excepcionales,  ingeniosos. 

23c    rib  'almana  lo'  yabó'  ,aléhem :  para  conseguir  la  aliteración  'al-, 

ha  tenido  que  adoptar  un  orden  asimétrico. 
30     'ela...  'en  lah:  supuesta  la  fácil  asimilación  de  n  a  /,  es  un  juego 

ingenioso  y  expresivo. 
10     'ara  <amora:  muy  expresivo,  por  el  uso  frecuente  de  'am  en  buen 

sentido. 

Conclusiones:  Casanovicz,  aplicando  sus  principios  estrictos, 
encontraba  cinco  casos  de  "paronomasia"  en  el  cap.  1  de  Isaías. 
Aplicando  los  mismos  principios  estrictos,  se  podrían  encontrar 
otros  tantos  casos  en  el  mismo  capítulo.  Y  ampliando  el  análisis 
restringido  de  paronomasias  a  todo  el  material  sonoro,  según  la 
consideración  de  la  moderna  estilística,  el  resultado  es  que  los 
recursos  sonoros  son  variados  y  frecuentísimos :  enlazar  binas, 
fundir  términos  de  una  enumeración,  dar  énfasis  retórico,  crear 
una  sonoridad  agradable,  impresionar  con  un  conciso  juego  de 
palabras,  marcar  un  contraste,  regular  un  movimiento,  marcar  un 
paralelismo. 

Pero  un  solo  capítulo  es  material  escasísimo  para  conclusio- 
nes :  pudiera  suceder  que  la  misma  abundancia  de  recursos  pro- 
base su  escaso  valor,  o  indicase  una  interpretación  subjetiva.  Es 
necesario  ir  confirmando  y  contrastando  las  observaciones  con 
nuevo  material. 

Antes  de  pasar  adelante,  quiero  hacer  algunas  observaciones: 
sería  ilegítimo  ponerse  en  guardia  a  priori  contra  semejante  aná- 
lisis. La  retórica  clásica  empleó  en  la  práctica  y  sistematizó  en 
teoría  figuras  semejantes,  como  "similiter  cadens,  desinens...". 
Gorgias  prodigó  más  descarada  y  monótonamente  los  recursos 
sonoros,  muchas  veces  sin  servir  para  nada  al  contenido.  Los  más 
exquisitos  poetas  líricos  de  nuestras  literaturas  (p.  e.  la  escuela 
simbolista)  emplean  recursos  semejantes,  más  refinados,  menos 
patentes.  No  tiene  nada  de  extraño  que  los  encontremos  en  Isaías, 
poeta  y  orador. 

Una  contraprueba  son  los  casos  en  que  el  recurso  se  evita: 
p.  e.,  la  aliteración  se  encuentra  entre  palabras  sucesivas  o  pa- 


92 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


ralelas,  no  entre  otras.  A  este  tipo  de  contraprueba  pertenece  el 
análisis  de  otros  autores,  que  haré  al  final :  fragmentos  narrativos, 
otros  profetas. 

La  breve  prueba  realizada  en  un  largo  capítulo  nos  inclina  a 
dar  al  elemento  sonoro  mayor  importancia  de  la  que  otros  le  han 
concedido.  Y  basta  para  mantener  la  atención  en  los  análisis  su- 
cesivos. 

Capítulo  2 

Nota:  En  adelante  no  creo  necesario  dar  la  transcripción 
íntegra.  Basta  una  transcripción  que  manifieste  los  recursos  so- 
noros. 

2-3    Abundan  los  sonidos  '  h  1  r  n ;  escasean  las  sibilantes  : 

2a     b'hrt  hymm  nkn  yhy  hr  bt  yhw  (total:    6'  inicial 

b     br's  hhrm  wns'  mgb't  12  h    14  r 

2c3    wnhr  'ly  kl-hgym   whlk  'mm  rbm  9  1      8  n 

3b     wymr    lk  wn'l  '1  hr  yhw  '1  bt  'lh  y'qb  14  y 

wyrn  mdrky    wnlk  b'rhty  2  s    2  s  1  s) 

3c     k  msyn  ts'  tr    wdbr  yhw  mrslm 

Se  podrían  discutir  algunos  casos :  3a  quizá  se  deba  leer  'elohé 
ya'qob,  lectura  más  de  acuerdo  con  el  ritmo,  TM  sería  lectio  con- 
flata ;  también  es  dudoso  el  amerü  del  verso  3 ;  acepto  la  lectura 
de  plurales  +  posesivo  -ayü.  Parece  ser  que  el  sonido  y  se  incor- 
pora a  los  suaves  '  h.18  El  resultado  son  seis  versos  de  gran 
fluidez  y  armonía  sonora ;  a  la  que  contribuyen  también  una  serie 
de  rimas  y  asonancias  patentes. 

4b      wekittetü  harbótám  le'ittim   wahnitótéhem  lemazmérót 

en  contraste  con  la  fluidez  de  los  versos  precedentes,  este  verso 
onomatopéyico  insiste  en  sonidos  duros  h  t.19 

4c       lo'  yissá'  góy  'el  góy  hereb    welo'  yilmedü  'ód  milhámá 

además  de  las  repeticiones,  nótese  la  aliteración  ylmd  'd  mlhmh. 

18  Es  un  cambio  fonético  reconocido  la  palatalización  de  H  en  Y;  'abihu  — 
'abeyu.  Cfr.  Freedman-Cross,  pág.  14. 

19  La  "Danza  de  los  muertos"  (Totentanz)  de  Goethe  insiste  en  los  sonidos  K  T: 

"Nun  hebt  sich  der  Schenkel,  nun  wackelt  das  Bein, 

Gebárden  da  gibt  es  vertrackte; 

dann  klipperts  und  klapperts  mitunter  hinein, 

ais  schlüg  man  die  Hólzlein  zum  Takte...". 

Cfr.  Lockemann,  pág.  24. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


93 


6b-8b  Serie  marcada  por  las  repeticiones  de  palabras,  rimas,  y  por  la 
abundancia  de  sibilantes  (17  en  total),  que  se  adensan  en  los  ver- 
sos 7a  8b : 

wattimmálé'  'arsó  kesep  \vezáháb  we,én  qésé  le'osrótáw :  ksp-qs,  'rs-'sr 
lema'sé  yádáw  yistahawü    la'ser  'ásü  'esbe'6táw:  's-sh-'s-'s-'s 
9        wayyissah  'ádám  wayyispal  'is  yis-,  '- 

10        mippené  paliad  yahwe    üméhdar  ge'6nó  phd-hdr 
lia      (confer  9). 

11b      wenisga6  yahwe  lefraddó  frayyóm  hahü'  (r=  18a) 

12-16   una  enumeración :  10  veces  'al-kol.  Alit.  rima  y  ason.  en  las  binas : 
'arzé  hallebánón   haggebá<ót  hannissá'ót  migdál  gábóh  '°niyyót 
'alioné  habbásán   hehárim  hárámim  hómá  besürá  sepinót 

18b      wehá'e/i/im  ká/iZ  yah/opü 

19a      bim'árót  —  bimhillót 

19b      (cfr.  10),  beqümó  la'rós  há'áres  'rs-'rs 

20       ,elilé  kaspó  'elilé  zehábó  'aser  'ásá  ló  lehistahwót :   rimas  alit. 

lahparpárót  wela'tallepim :  metáfora  sonora. 
21a      labó'  beniqrót  hassurim    übis'ipé  hasselá'im    b-,  r-r,  s'-s*. 

El  análisis  sonoro  de  este  capítulo  conduce  a  conclusiones  más 
interesantes.  (Casanowicz  encontraba  en  él  dos  paronomasias : 
'rs-'rs,  sh-spl.)  Las  binas  aliteradas  se  repiten  con  frecuencia,  es- 
pecialmente en  la  amplia  enumeración.  Las  aliteraciones,  asonan- 
cias y  rimas  producidas  por  el  paralelismo  no  son  frecuentes.  Hay 
algunos  juegos  fonéticos,  como  ksp-qs,  'elilim  kalil,  'rs  'rs. 

Lo  más  interesante  en  este  capítulo  es  el  análisis  sonoro,  no 
de  versos  sueltos,  sino  de  fragmentos  definidos.  Hay  dos  enu- 
meraciones marcadas  por  la  repetición  anafórica  (con  sus  varie- 
dades). La  primera,  6-8  se  distingue  además  por  las  rimas  que 
enlazan  los  versos,  y  por  la  abundancia  de  sibilantes,  en  un  con- 
texto agresivo  —  o  satírico  —  contra  la  acumulación  de  riquezas 
e  ídolos.  La  segunda  enumeración,  12-16  crea  una  grata  sono- 
ridad enlazando  las  binas  por  medio  de  aliteraciones  y  rimas 
variadas;  es  interesante  notar  expresamente  la  variedad  con  que 
se  usan  los  recursos ;  en  ello  está  el  secreto  de  la  sonoridad,  que 
no  degenera  en  monotonía.  En  esta  segunda  enumeración  es  no- 
table la  abundancia  de  "líquidas"  (37  1  n  r),  frente  a  la  escasez 
de  sibilantes  (9),  y  el  equilibrio  de  aspiradas  suaves  y  fuertes  con 
explosivas.  Es  decir,  lo  contrario  de  la  primera  enumeración. 

El  fragmento  inicial,  2-3,  es  de  una  gran  sonoridad  y  fluidez : 
describe  el  confluir  de  todos  los  pueblos  hacia  el  monte  santo. 
Los  recursos  son  variados  y  asimétricos. 

El  fragmento  que  describe  la  confusión  final  vuelve  a  dar 
paso  a  mayor  número  de  sibilantes.  Pero  lo  más  interesante  es 
la  tendencia  a  repetir  una  consonante  a  poca  distancia,  más  para 


94  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

el  puro  efecto  sonoro,  que  para  enlazar  binas:  'ell  '11,  's  's,  1  1, 
lhprprt  1'tlpm... 

Conclusiones:  El  análisis  del  capítulo  segundo  confirma  al- 
gunas conclusiones  del  anterior:  el  sistema  de  unir  sonoramente 
binas,  el  cuidado  de  evitar  la  perfecta  simetría.  Además  nos  ha 
permitido  conclusiones  nuevas :  como  este  capítulo  está  cons- 
truido de  fragmentos  bastante  diferenciados,  permite  un  estudio 
comparativo  sonoro;  nos  presenta  elementos  descriptivos,  una 
onomatopeya;  nos  orienta  acerca  del  valor  simbólico  de  grupos 
consonánticos. 

Capítulo  3 

Es  un  capítulo  bastante  heterogéneo. 

la-b    repite  cuatro  veces  ms'n;  mésir  rairüiálém 
2-3     qdsém-zéqén,  iar-hamiísim,  wesü'  pamm, 

falta  la  aliteración  en  cuatro  binas  de  la  enumeración. 

4  wenátatti  ne'árim  sáréhem  weta'lülim  yimselü-bám  n-,  -im,  -llm-lbm 
-árim  -áréhem,  -lülim  -lü  bám.  Evita  la  estricta  simetría. 

5  weniggas  há'ám  'is  be'is  we'is  beré'éhü...  hanniqlá  bannikbád 
notable  la  repetición  insistente  e  ingeniosa  de  'is. 

6  ki  yitpós  'is  be'áhiü  bét  'ábiü :  continúa  la  insistencia  anterior 
con  'is  y  el  sonido  b. 

6b      simia  leká  qásin  tihyé  lánü  wehammaksélá  hazzo't  tahat  yádeká 
notable  el  juego  de  palabras  simia  leká  —  hammaksélá. 

8        ki  káselá  yerúsálém    wíhüdá  nápál    ki  lesónám... 

en  un  contexto  de  caída  se  repiten  los  sonidos  k  s  1  (nos  recuerda 
nuestras  formas  occidentales  slide,  slip,  deslizar,  schlitten). 

9a-b   higgidü  lo'  kihédü    enlaza  un  verso  con  el  siguiente,  hgd  khd. 

10  'asré  saddiq  ki  tób    ki  peri  ma'allehem  yo'kélü 

11  'óy    lerásá'  ki  ra'    ki  gemül  yádáw  ye'ásé  lo 

dos  versos  proverbiales,  muy  rítmicos,  con  marcadas  y  variadas 
aliteraciones  y  rimas. 

12  'ammi  nógesám  'ólél    wenásim  máselü  bó  ngsm-nsm-msl 
'ammi  me'asseréka  mat'im  wederek  'orhotéká  billé'ü  m,  -eka 
evita  la  simetría  estricta,  las  rimas  suceden  desplazadas. 

13  nissáfr  lárifr  yahwe    we'6wéc?  ládin  'ammó  larib-ladin 

14  yahwt  bemispát  yabo    fim-ziqné  'ammó  wesaraw 

14b-15  we'at^m  bVartem  hakkerem  gezélat  he'áni  bebatté£í?m.  ma-lakem 
16       ya'an  ki  gábehü  benót  siyyón    wattélakná  netüyót  gárón 

ümesaqqerót  'énáym  hálók  \vetápóp  télakná  überagléhem  teíakkasná 
se  trata  de  una  descripción  burlesca  de  los  andares  y  gestos,  los 
movimientos  menudos  y  coquetos  de  las  mujeres;  muy  eficaz  es 
el  verso  hálók  wetápop  télakná;  también  hay  que  notar  las  rimas 
simétricas  y  asimétricas. 
18-23  Una  larga  enumeración  en  que  podemos  notar  el  reparto  de  rimas : 
-im  -im  -im,  -ot  -ot  -ot,  -im  -ot  -im,  ...  -im,  -ot  -ot  -ot  -ot, 
-im  -im  -im,  -ot  -im. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


95 


24        tahat  bosem  maq  yihyé    \vetahat  hagórá  niqpá 

wetahat  ma'sé  miqsé  qorhá  w'tahat  petígíl  mahgoret  sáq 

El  cambio  operado  por  Yavé  está  señalado  por  una  disposición 

quiástica  (el  mismo  procedimiento  que  en  1,  18) :  ¡^^a  "^aq 
además  hay  que  notar  otras  aliteraciones,  y  sobre  todo  la  abundan- 
cia—  poco  frecuente  —  de  sonidos  h  y  q  (7  H  +  5  Q). 

Conclusiones:  Este  capítulo  nos  enseña  menos  que  el  anterior, 
porque  no  se  compone  de  fragmentos  tan  redondeados  y  diferen- 
ciados. Varias  cosas  ya  conocidas  reaparecen :  binas  aliteradas,  un 
juego  ingenioso,  rimas  y  asonancias.  Presenta  también  algún  as- 
pecto nuevo,  o  digno  de  subrayarse :  repetición  de  b  en  contexto 
de  intervención  divina  (como  en  2,  11);  predominio  de  q  h  en 
contexto  de  vergüenza;  el  valor  descriptivo  de  la  sonoridad  si; 
el  género  proverbial,  de  ritmo  y  sonoridad  llamativa ;  el  quiasmo ; 
y  una  original  y  burlesca  descripción  de  movimientos. 


Capítulo  4 


la      wehehziqü  seba'  násim  be'ís  'ehád    bayyóm  hahü' :     sb-s-bs,  'h-hh 
lb-c    /anmenú  no'ké/    \veiim/áíéwü  m/bás  «  ,AS 

ra.q  yigqáré'  íimká  'álénü     esóp  herpáténü  v  ' 

2  bayyóm  hahü'  yihyé    semah  yahwe  lisbi  ülekábód    s-,  lsb-lkb,  yh-. 
üperi  ha'áres    legá'ón  ületip'eret    liplétat  yisrá'él      pr-p'r,  ltp't-lpltt 

3  hannis'ár  besiyyón    \vehannótár  birüsálém     nis'ar-nótar,  bsyn-brslm 
qádós  yé'ámer  lo    kol-hakkátüb  lahayyim...  qds-ktb 

4  'im  ráhas  ,ad6náy  'et  só'at  benót  (4),  s- 
we'et  demé  yerüsálém  yádih  miqqirbáh                        (dm-ydh  ?) 
berüh  mispát  überüh  bá'ér  brh-brh-b'r 

5-6  (estos  dos  versos  dan  la  impresión  de  lectio  conflata) 
mekón-miqrá',  'ánán- 'asan,  lehábá-láylá,  huppá-sukká, 
méhoreb  mahsed  mistór  mizzerem  mimmátár 


Conclusiones:  Es  tan  breve  este  capítulo,  que  no  permite  con- 
clusiones nuevas.  Se  repiten  las  consabidas  aliteraciones  de  binas, 
rimas  de  palabras  paralelas,  insistencia  enumerativa;  reaparece 
la  abundancia  de  b  en  la  actuación  de  Yavé.  El  verso  2b  parece 
dominado  por  p  +  Ir:  pr  p'rt  plt.  Para  reconstruir  los  versos  5-6 
quizá  se  pudiera  tener  en  cuenta  la  sonoridad,  junto  con  el  para- 
lelismo y  el  ritmo: 

übara'  'al-mákón  har-siyyón  we'al-miqrá' 
'ánán  we'ásán  yómám  nóga  'es  léhábá  láylá 
weháyá  kabódó    huppá  wesukká 

lesel  méhoreb    ülemahsed  mizzerem  ülemistór  mimmátár 


96 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Capítulo  5 

Estudiaré  aparte  la  sección  1-7,  que  es  el  canto  de  la  viña,  su 
desarrollo  y  breve  explicación.  Hay  en  ella  una  serie  de  efectos 
fáciles  de  observar: 

la   repetición,  con  la  consiguiente  aliteración;  predominio  de  d-\-lnr%Q 
Ib   aliteraciones:  krm-qrn,  bqrn-bnsmn 

2a   aliteración  way-,  rima  -ehü;  aliteración  de  raíces:  'zq-sql-nt'-srq 
2b   predominio  de  b 

2c    aliteraciones  y  rimas  paralelas :  l'st-wy's,  'nbim-b'sim ;  cfr.  4a.b 
3a   alit.  y- 

3b  aliteración  nb,  rima  -i 
5a   aliteración      (5)  (2) 

5b    rimas  y  aliteraciones :  hásér-bá'ér-gMér,  párós-mirmás. 

Todos  estos  efectos,  bastante  conocidos  después  de  cuatro 
capítulos,  nos  dicen  muy  poco  sobre  la  calidad  sonora  del  canto 
de  la  viña.  Se  trata  de  un  poema  lírico;  uno  de  los  fragmentos 
más  puramente  líricos  de  Isaías.  Sólo  por  esto,  podemos  esperar 
que  los  efectos  sonoros,  más  finos  y  velados,  sean  factor  impor- 
tante del  poema.  Con  esta  sospecha  inicial,  analizamos  la  estruc- 
tura sonora  del  fragmento,  según  sus  vocales  y  consonantes.21 

El  poema  está  dominado  por  la  vocal  larga  i:  símbolo  de 
1.a  persona,  un  par  de  plurales,  y  otros  elementos  (la  i  breve 
casi  desaparece).  Esta  i  larga,  al  principio  es  canto  dulce  y  está 
apoyada  por  la  vocal  á  larga.  En  el  verso  2c  sucede  un  cambio : 
la  primera  i  está  en  el  reino  del  canto  gozoso,  la  segunda  en  la 
desilusión;  la  rima  subraya  el  paso.  En  3b  la  i  rimada  introduce 
la  querella  "beni  uben  karmi".  Y  en  adelante,  la  i  dominante  es 
desahogo  dolorido,  apoyada  por  ó  larga  en  4a,  por  á  en  5a  (en 
recuerdo  del  verso  primero:  'asirá  na'  —  'ódi'á  na'). 

En  torno  a  esta  línea  conductora  se  agrupan  las  otras  vocales : 
la  entonación  inicial  del  canto  está  en  vocales  largas;  la  historia 

20  Notable  predominio  del  sonido  D  en  la  estrofa  inicial  de  "Canciones  entre 
el  alma  y  el  esposo",  de  San  Juan  de  la  Cruz: 

"¿Adonde  te  escondiste, 

Amado,  y  me  dejaste  con  gemido? 

Como  el  ciervo  huíste, 

habiéndome  herido, 

salí  tras  ti  clamando,  y  eras  ido." 

21  Cfr.  L,ützeler,  o.  c,  págs.  211-213;  y  Kayser,  o.  c,  págs.  157  ss. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


1)7 


comienza  en  vocales  breves  Ib',  continúa  en  alternancia  equilibra- 
da de  breves  y  largas  2ab.  En  el  verso  central,  la  querella,  casi 
todas  son  largas.  Después  sigue  una  alternancia  y  un  equilibrio. 

Las  consonantes  siguen  una  línea  semejante :  en  general  el 
poema  es  de  armoniosa  pronunciación  consonántica :  especialmen- 
te notable  es  la  armonía  de  los  versos  la,  Ib,  2b,  3b.  En  suave 
contraste  está  el  verso  nuclear,  donde  se  concentra  toda  la  his- 
toria, y  que  seguirá  resonando :  qw  's  'nb  's  b's.  Y  en  fuerte  con- 
traste el  verso  2a,  que  describe  los  duros  trabajos  de  preparar 
el  terreno :  consonantes  duplicadas,  enfáticas,  wayye'azzeqehü 
wayyesaqqelehü  wayyitta'ehü  soreq  (si  bien  la  pronunciación  de 
la  y  preformante  es  dudosa:  way  —  wy?). 

En  el  plano  sonoro,  este  poema  y  su  aplicación  están  perfec- 
tamente construidos ;  si  analizáramos  otros  planos  —  ritmo,  mor- 
fología, articulación,  paralelismo,  etc.  —  comprobaríamos  la  uni- 
dad de  construcción.  Pero  semejante  trabajo  queda  fuera  del 
presente  capítulo. 

Basta  observar  cómo  el  colofón  está  formulado  en  antítesis 
con  paronomasia,  señaladas  por  los  comentaristas :  7c  mispát  — 
mispáh,  sedáqá  —  se'áqá.  Este  colofón  sirve  también  para  intro- 
ducir una  serie  de  requisitorias  contra  la  casa  de  Israel,  amplia- 
ción retórica  del  poema  lírico. 


Capítulo  5,  8-23 

8a  repetición  obvia,  sin  importancia:  bayt  bebayt    sade  besade 

9b  rima  y  aliteración:  battim  rabbim  gedólim  \vetóbim 

10a  ki  íaseret  simdé-kerem  ya'sü  bat  'ehát       f  «. 
,        e  „    <    i  -  , ,  -    , «  «  •     paralelismo  con  rimas  y  ason. 

b  wezera    homer  ya  se    epa  *  J 

lia  hoy  maskimé  babboqer  séker  yirdópü 

b  me'ahré  bannesep  yayn  yadliqém  1  em 

13b  ükebódó  mete  rá'áb    wahmónó  sihé    sama'    -bódó  -mónó,  s- 

14a  hirhibá  se'ól  napsáh    üpá'rá  pihá  libli-hoq    s-s,  p- 

b  weyarad  h*dárah  wahmónah  üs6' ónah... 

15  (cfr.  2,  9) 

16  wayyigfra/í  yahive  s*bá.'ót  bammií^áí  wehá'él  ha.qqa.dds  mqdas  h\sdaqa\ 
18  hoy  moseké  he'áwón  behablé  hassáw'  weka'bót  ha'gálá  hahattá'á : 

h'wn-bhbl-k'bt-h'gl-hht' ' 

19a-b  ha!omer\m  yem&hzr   ya/nía  ma'ié/íü...  weíiqra&  weíá&ó'a 

20  repeticiones  inversas  muy  marcadas 

21  hoy  hakámím  be'énéhem  weneged  penéhem  nebonim  -ehem,  n-  (5) 

22  ...limsok  stkar 

23  repetición  de  la  raíz  sdq 


98 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Conclusiones:  Estos  versos  son  de  entonación  retórica,  en 
contraste  con  la  entonación  del  canto  de  la  viña.  Es  inútil  buscar 
en  ellos  efectos  sonoros  refinados.  En  cambio  abundan  las  alite- 
raciones y  asonancias  que  subrayan  el  paralelismo ;  son  frecuentes 
las  binas  aliteradas;  hay  un  verso  dominado  por  los  sonidos  as- 
pirados, 18. 

Capítulo  5,  26-30 

26     \v*násá' -nes  laggóy  méráhóq  wesaraq  ló  miqsé  ha'áres :  rhq-srq-mqs- 

'rs  (ese  silbido  descrito  con  sibilante  +  r  -f  q  para  nuestro  oído  es 

más  un  chascar  que  un  silbar) 
27a    repeticiones  'én,  lo' ;  yanüs-yisan 
b    welo'  niptah  'ezór  halásáyü 

welo'  nittaq  seróq  ne'áláyü 
28a    'aser  hissáyü  senüním :    las  flechas  sss  rnn  'h,  vocales  i  u 

\vekol  qastótáyú  derükót :  los  arcos  kqk  tttd  vocal  o 
28b    parsót  süsáyu  kassar  wegalgillayü  kassüpá  nehsabü 

(extraña  abundancia  de  sibilantes  para  los  caballos;  la  impresión 

para  un  hebreo  es  diversa  de  la  nuestra)22 
30a   weyinhóm  'áláyü  bayyóm  hahü'  kenahmat-yam  abundan  h  y  m  (4) 

Conclusiones:  Se  trata  de  un  excelente  fragmento  descrip- 
tivo; hemos  observado  cómo  los  recursos  sonoros  del  lenguaje 
se  movilizan.  La  aliteración  de  palabras  contiguas  no  interesa; 
en  cambio  se  buscan  rimas,  asonancias  y  aliteraciones  de  palabras 
paralelas,  para  marcar  un  ritmo  rápido  27ab.  En  varios  versos 
el  predominio  de  algunos  sonidos  determinados  tiene  clara  fun- 
ción simbólica ;  y  en  el  verso  28a  el  contraste  es  refinado. 

Comparando  este  fragmento  con  el  anterior,  se  comprueba  la 
diferencia,  en  cuanto  a  recursos  sonoros,  entre  una  serie  retórica, 
y  un  poema  descriptivo. 

Capítulo  6 

1  ...wá'er'é  'et-'adónáy  yahwe 

yóséb  'al-kisé'  rám  wenissá' 
wesülaw  melé'im  'et-hahékal 

2  serápim  '6medim  mimma'al  ló 
sés  kenápayim  sés  kenápayím  le,ehád 
bistaym  yekassé  panaw 

22  Recuérdese  el  inevitable  "quadrupedante..."  de  Virgilio;  y  la  cabalgata  del 
canto  de  Débora,  Jdc.  5,  22: 

'az  hálemú  'iqqebé  süsim    middabrót  dabrót  'abiraw. 


domina 

»  s 
»  1 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


99 


bistaym  yekassé  raglaw 

übistaym  ye'ópép  (metáfora  sonora  ye'ópép) 

3     weqárá'  zé  'el  zé  we'ámar      (simetría  central) 

qádós  qádós  qádós  yahwé  sebá'ót  melo'  kol-há'áres  kebódó  (ó  á) 
4a    wayyanü'ü  'awwót  ha.ssippim  miggól  haqqóré'  weha¿>bayt  yiwmále'  'sn 
5     'óy  li  ki  nidméti  ki  'is  temé'  sepátaym  'ánóki :  (monosílabos)  (i) 
7     ...  sepátéká  ...'*\vóneka  wehattáT£a  íe£uppár 

8a   wa'esma'  'et-qól  'ad6náy  'omér  'et-mi  'eslah  ümi  yélek  lánü;  '-,  's-,  mi 
b    hinneni  seláhéni 
9     sim'ü  samó'  we'al-tábinü 

üre'ü  ra'ó  vve'al-tédá'ü 
10     hasmén...  hakbid...  hásV;    leb...  'oznaw...  'énaw... 
10b    orden  inverso:    'énaw...  'oznaw...  lebabó 
11c    'ádám...  'adámá;    'Mama...  semámá 

Conclusiones:  Este  capítulo  narra  un  hecho  trascendental  en 
la  vida  del  profeta;  podemos  esperar  en  él  aciertos  expresivos 
notables,  también  en  el  plano  sonoro.  La  introducción  comienza 
en  grupo  ternario,  señalado  por  una  consonante  particular  en 
cada  verso.  La  visión  de  los  querubines  está  llena  de  repeticio- 
nes, con  las  consiguientes  aliteraciones  y  rimas;  muchas  conso- 
nantes, muchas  vocales  breves  o  sewa,  pocas  largas  (3  e  5  á  1  6). 
En  contraste,  el  canto  solemne  y  grandioso,  resuena  en  largas  y 
llenas  vocales  á  6.  El  verso  siguiente  describe  el  efecto  de  tem- 
blor y  humo:  es  notable  la  abundancia  de  consonantes  redupli- 
cadas en  el  verso,  en  cuyo  centro  resuena  aún,  con  dos  6,  el  eco 
del  canto  seráfico  "miqqól  qóre'  ".  El  verso  siguiente  demuestra 
la  impresión  en  el  profeta :  verso  de  monosílabos  entrecortados, 
dominado  por  el  sonido  i  "  'óy  li  ki  nidméti  ki  'is...'anoki" ;  des- 
pués las  palabras  del  profeta  se  hacen  más  reposadas. 

La  frase  narrativa  renuncia  a  efectos  sonoros ;  éstos  reapa- 
recen al  citar  las  palabras  de  los  personajes.  Las  palabras  del 
serafín  tienen  una  triple  rima  en  -eka ;  las  palabras  de  Dios  llevan 
una  repetición  (y  continúan  la  aliteración  en  '-  de  la  frase  na- 
rrativa 8a);  9b.  10a. b  abundan  en  repeticiones  y  asonancias  pa- 
ralelas. La  parte  final  del  diálogo  "¿ hasta  cuándo..."  decae  en 
todos  los  sentidos. 

En  este  capítulo  hemos  podido  observar  un  contraste  intere- 
sante :  en  el  momento  máximo  de  la  visión  y  su  consecuencia  in- 
mediata, la  estructura  sonora  configuraba  cada  verso  con  carácter 
peculiar ;  cada  verso  o  momento  presentaba  una  fuerte  estructura 
sonora,  cada  uno  distinto  de  los  demás.  Cuando  pasa  el  climax 
de  la  visión,  vuelven  los  recursos  sonoros  ordinarios  y  menos  di- 
ferenciados. 


100 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Capítulo  7 

2b      wayyána'  lebábó  ülebab  'ammó    kenó'  'asé-ya'ar  mippené-rüh 

4       hissámér  wehasqét   'al-tírá'  ülebábeká  'al-yérak  hs-hs,  tira-yerak 

missené  zanbót    há'üdim  há'sénim  há  elle  sn-zn,  ha'-ha'-ha' 

6        na'lé  bihüdá  úneqisenná  \venabqi'enná  élénü  n-,  -na-nü 

wenamlik  melek  b¿tókáh    'et  ben-tábe'él  btk-'t  bn-tb'l 

8a.9a  dominado  por  r  s  (10  r  9  s  palabra  clave  ro's) 
9b      'im  lo'  ta'minü  ki  lo'  te'áménü 

14-15    ha'alma  hará  weyóledet  bén        (la  impresión  —  quizá  subjetiva  — 

weqárá't  semó  'immánü  'él         es  de  eufonía  y  equilibrio  sonoro; 

hem'á  üdebas  yo'kél  leda'at        las  aliteraciones   son  menos  pa- 

má'ós  bárá'  übáhór  battób  tentes) 
18a      weháyá  bayyóm  hahü'    yisroq  yahwe  lazzebüb 

,aser  biqsé  ye'oré  mrsraym  (sibilantes  -f  1  +  r) 

weladdebórá  ,aser  be'eres  'assür 

übá'ü  wenáhü  kullám 

benahlé  habbattót    übinqiqé  hasslá'im :    bn-,  nhl-sl',  tt-qq 
übekol  hanna'süsim    übekol  hannahlolim:   han-,  ss,  11 

23        'lp  gpn   b'lp  ksp    lsmr  wlsyt 

25        lmslh  sr    lmrms  s 

Conclusiones:  En  este  capítulo,  además  de  recursos  ya  varias 
veces  expuestos,  encuentro  algunos  detalles  dignos  de  atención. 

En  el  fragmento  narrativo  primero  hay  una  comparación  in- 
serta, de  tipo  poético,  "como  tiemblan...":  en  ella  aparecen  las 
aliteraciones.  El  mensaje  que  ha  de  comunicar  el  profeta,  verso  4, 
presenta  aliteraciones  de  palabras  contiguas.  El  discurso  de  los 
reyes  enemigos,  verso  6,  abunda  en  n  de  primera  persona  y  en 
formas  enfáticas.  La  respuesta  oracular  de  Yavé  tiene  una  es- 
tructura fonética  muy  marcada,  que  culmina  en  el  juego  de  pa- 
labras sobre  la  raíz  'mn. 

Hay  un  trozo  descriptivo  en  dos  partes :  la  primera  es  sonora 
y  de  movimiento,  los  insectos  traducen  su  vuelo  y  zumbido  en 
abundancia  de  sibilantes  y  líquidas ;  la  otra  parte  es  más  visual, 
imagen  de  número  y  confusión,  y  está  realizada  por  numerosas 
aliteraciones  entrelazadas,  y  sonidos  iguales  contiguos. 

Hay  un  fragmento,  el  oráculo  de  la  doncella,  que  produce  una 
impresión  muy  eufónica ;  pero  tal  impresión  puede  ser  puramente 
subjetiva,  y  sólo  podríamos  justificarla  por  un  equilibrio  sonoro 
de  vocales  y  consonantes. 

Capítulo  8 

1  qah  leká  gilláyón  gádól  üketób  beheret  'enós  asonan.  -o,  qkg  + 1 
3      wá'eqrab  'el-hannebi'á   wattahar  wattéled  bén      alit.  '-,  wat- 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


101 


4      'et  —  hél  dammeseq 

'et  —  selal  s6merón         aliteración  entre  tres  miembros 
lipné  melek  'assür 
6-7    repeticiones  y  asonancias  paralelas. 
7        ...ma'lé  <aléhem...  ha'sümim  wehárabbim 
7c-8    'ala...  hálak...  hálap...  sátap  'ábar  'ad-sawwá'r 

el  último  es  un  sustantivo,  rimado  con  el  verbo  contiguo. 
9-10   frecuentes  repeticiones 

14  ...  Veben  negep    ulesur  mikioZ 

15  wekáselü  bám  rabbim   wenápelü  wenisbárü   wenóqesü  wenilkádü 

Conclusiones:  En  este  capítulo  predominan  las  aliteraciones 
y  asonancias  de  palabras  paralelas.  Tiene  especial  valor  la  aso- 
nancia y  aliteración  de  verbos  (y  un  sustantivo)  en  7c-8,  para 
describir  el  movimiento  de  la  inundación.  El  énfasis  de  los  ver- 
bos acumulados  en  el  verso  15  está  subrayado  por  aliteraciones 
y  asonancias.  Los  versos  6a  y  7a  nos  enseñan  cómo  puede  em- 
plear o  evitar  un  recurso  —  rima  —  por  su  función  expresiva. 

El  resto  del  capítulo  está  imposible  de  entender.  Para  una 
reconstrucción  creo  que  se  podrían  tener  en  cuenta  algunas  ali- 
teraciones y  asonancias  de  elementos  paralelos,  en  particular  la 
siguiente : 

17  wehikkiti  layahwe  hammastír...  bét-  ya'qob 
weqiwwiti  ló  hassókén     behar  siyyón 

18  le'otót  ülemópetim    hamesapsepim  hammahgim    ki  yo'merü 

hahayyim        hammétim      'im-lo'  yo'merü 

naturalmente,  tales  correcciones  tendrán  que  apoyarse  en  el  sen- 
tido general. 

Capítulo  9 

8,  23    ká'et  hári'sóna  héqal    'arsá  zebulün    we'arsá  naptáli  zbln-nptl 
ha'ahróna  hikbid  derek  hayyám    'eber  hayyardén  hay- 

1  /íá'ám  Mhólekim  ba/iosek  rá'ü  'ór  gádól 
yosbé  be'eres  íalmüt    'ór  nágah  <aléhem 

2  hirbitá  haggilá 

higdaltá  hassimhá 

sámehü  lepánéká 
kesimhat  baqqásir 

ka'ser  yagilü 

3  'et-'ól      subb°ló  ) 

'et  matté  sikmó     >  hahittotá  keyóm  midyán 
sebet  hannogés  bó  ) 

4  simia  —  serépá,    mególálá  —  ma'kolet,  se'ón-só'én-bera'as. 

5  ki  yded  yulfad  /anü   ben  wittan  lawü 
5b       hammisrá  'al-sikmó 

wayyiqrá'  semó 


8.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


102 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


6a       Pmarbé  hammisrá  ülesálóm  'en  qés 

'al  kisse'  dawid  we'al  mamlaktó 
6b       ...  ülesa'dáh    bemispát  übisdáqá  (sa'da-sedáqa) 
6c       me'aííá  we<a£/-'ólám   qin'aí  yahwe  seba'óí   ía'sé  zo'í 

('at-  'ad  'o,  -'at  -'ót  -o't) 

Conclusiones:  En  este  capítulo  abundan  toda  clase  de  efectos 
sonoros,  patentes  y  velados :  sonoridades  paralelas,  binas  o  ternas 
contiguas.  Vale  la  pena  detenerse  en  algunos.  8,  23  el  efecto  so- 
noro está  al  servicio  de  una  antítesis  exactamente  construida; 
donde  el  verso  se  subdivide  —  térra  Z  térra  N ;  via  maris 
trans  J  —  nuevas  aliteraciones  paralelas  lo  señalan ;  lo  sonoro 
entra  a  estructurar  la  unidad.  En  el  verso  1  podemos  hablar  de 
sonido  dominante,  o  sencillamente  de  ternas  contiguas  aliteradas. 
El  2  nos  presenta  un  nuevo  recurso  ingenioso :  el  encadenamiento 
por  medio  de  las  repeticiones  sonoras ;  el  mismo  recurso  en  pe- 
queña escala  lo  encontramos  en  6a.  En  3  aliteraciones  y  muy  es- 
pecialmente la  rima  única  -ó  sirven  para  ligar  fuertemente  los 
tres  complementos,  y  oponerlos  al  verbo  único  de  dura  sonoridad 
"hahittota".  El  verso  5,  central  en  el  poema,  es  notable  por  la 
suave  sonoridad.  El  verso  final,  6c,  está  dominado  por  las  aspi- 
radas '  y  y  dentales  d  t. 

9,  7-20 

9  i;bénim  nápalu   w-gazfc   nibné      lbn_npl_nbn_nhlp)  ^-"raziin 

siqmim  gudda  u   wa  razim  nahhp         ^  •  *'  a 

11b         bekol-zo't  lo'-sáb  'appó   we'ód  yádó  netüyá  (monosílabos,  o) 

lla-14   bekol-pé 

bekol-zo't    lo'  sáb... 

ha'am  lo'  sáb...  'et-yahwe 

wayyakrét  yahwe  ro's  wezanab 
...  ro's...  zanab 

15  me'asseré...  mat'im 

me'ussáráw  mebullá'im 
17a         ki  bá'ará  ká'és  ris'á    sámir  wásayt  to'kél     b'r-rs',  s- 
b         wattissat  besibké  hayya'ar   wayyit'abbekü  gé'üt  'asan:  tst-bsb, 

sbk-'bíc 

18b-19b   'is  'el-'áhiü  lo'yahmolü 

'is  besar  ré'ó  yo'kélü 
20  repeticiones. 

Conclusiones:  El  encadenamiento  se  obtiene  aquí  por  repe- 
tición de  palabras,  en  nuevo  contexto ;  la  última  repetición  es  ex- 
plicativa. Las  sonoridades  paralelas  como  de  costumbre.  En  el 
fragmento  descriptivo  hay  bastantes  aliteraciones  poco  simétricas, 
y  aparecen  palabras  en  las  que  un  sonido  se  repite. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


103 


Capítulo  10 

5        hoy  'assür     sebet  'app^  rima        {  { 

matte  za  mi 

6a      begoy  hánép  'asaÍÍehennú  ^       Jin-hn       r[       ^  ^ 

al-  am  ebrati  sawwennu 
6b      lislol  iá/á/  welá&o.z  baz  u\esúmd  mlrmas  ke/íomer  husót  binas  alit. 
7b      ki  lehasmid  bilbábó    üPhakrít  góyim  lo'  me'át    alit.  no  rima 
9       &arkemis  kalno    'arpad  hamaí    dammeieq  iomerón  binas  alit. 
13        bekoh  yádi  'ásiti    übehokmáti  ki  nebunóti :  bkoh-bhok,  i  (6) 

wá'ásir  gebúlót  'ammim  wa'tüdótéhem  sóséti :  gebülót-'atüdót,  i  (3) 
wa'órid  ka'bbir  yósebim  i  (3) 

14c      upóse  pe  ümesapsép  onomatopeya 

15        ... 'al-menipó.       15b     kehánip...  'et  merimó;  kehárim...  lo'-'és... 
yesallah  (?) 

19  üse'ar  íasé  ya'ar  mispar  yihyü  wena'ar  yiktebem. 
20-22    abundan  las  repeticiones  simétricas  y  asimétricas. 

Conclusiones:  Todo  el  desarrollo  de  la  imagen  del  instrumen- 
to, 5-16,  presenta  muchos  paralelismos  regulares;  la  sonoridad 
sirve  de  ordinario  a  esta  regularidad;  en  algunos  casos  se  puede 
observar  cómo  el  poeta  ha  evitado  la  rima  entre  frases  paralelas. 

Lo  que  resta  del  capítulo,  28-32,  por  razones  de  método  lo 
he  analizado  al  principio  de  la  serie. 


Capítulo  11 

(Por  razón  de  método,  analizo  aquí  el  capítulo,  sin  hacer  dis- 
tinción de  autores.) 

En  este  capítulo  los  paralelismos  son  muy  regulares ;  la  sonori- 
dad marca  los  paralelismos.  Algunos  versos  dignos  de  mención: 

1  abundancia  de  sibilantes:  wys'  htr  mgz'  ysy   wnsr  msrsy  ypr 
algo  parecido  en  el  verso  correspondiente  con  que  comienza  la  se- 
gunda parte :  10a  srs     ysy  'sr  'md  lns  'mm 

2  rimas  cruzadas  $S£X$£e    abundanda  de  i» 

6-7  es  curioso  que  las  binas  de  animales  apaciguados  no  están  aliteradas 
8      si'sa'  yóneq  'al-hur  páten 

'al  me'ürat  sip'óni    gámül  yadó  hada 

algo  parecido  a  una  correspondencia  quiástica. 
9b     ...  kammaym  layyám  mekassim :  abundancia  de  m  en  contexto  de 

plenitud. 

11b    aliteración  evidente:  'aser  yissá'ér  mé'assür  ümimmisráym 
11c     las  binas  de  la  enumeración  aliteradas. 

15  un  manifiesto  juego  de  palabras  nehálim...  banne'álim 

16  dominado  por  los  sonidos  :  r  +  1  s  +  s  +  s  h  +  '  (13,  9,  9);  la  pa- 
labra clave  es  se,ar. 


104 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Capítulo  12 

(Prescindo  por  ahora  de  la  cuestión  de  autor). 

Tiene  pocas  aliteraciones  dignas  de  mención.  Ya  conocida  en- 
tre los  comentadores  es  la  paronomasia  'ebtah  welo'  'ephad. 

Nos  interesan  otras  aliteraciones  y  asonancias  paralelas,  por- 
que serían  clave  para  distribuir  los  versos,  de  forma  distinta  a  la 
adoptada  por  BH : 

4   hódü  layahwe  qir'ü  bismó  hazkirü  ki  nísgáb  semó 

hódi'ü  bá'ammim  "Tilótáw  5     zammerü  yahwe  ki  ge'üt  'asá 

COMPARACIONES 

El  material  analizado  hasta  ahora  basta  para  una  primera  con- 
clusión de  conjunto :  Isaías  es  un  poeta  de  buen  oído,  atento  a 
los  valores  estilísticos  del  material  sonoro,  que  usa  con  libertad 
y  variedad. 

El  material  analizado  nos  procura  además  un  campo  firme, 
desde  donde  se  pueden  intentar  análisis  comparativos  con  otros 
fragmentos  y  otros  autores.  Para  la  comparación  me  bastará  de 
ordinario  un  examen  somero.23 

Capítulo  13 

Este  capítulo  interesa  porque  introduce  un  género  nuevo:  el 
masá'.  Según  la  mayoría  de  los  comentaristas  es  de  autor  diverso. 

Encontramos  los  recursos  conocidos :  aliteraciones  paralelas 
o  ligando  versos,  2a-b  har-nispé  —  hánipü  —  hárimu ;  4a-b  hámón 
—  se'ón;  8a  yo'hézün  —  yehilún;  8a-b  habálim  —  Miábim; 
lla-b  resá'im —  'árizim;  15a  nimsá'  —  nispé;  9b  lásüm  .  lesam- 
ma  .  yasmid ;  10b  hásak  hassemes. 

Otras  veces  son  palabras  de  raíz  semejante  (como  la  frecuente 
sámir  wesayt),  p.  e.,  ra'  rs'  lia;  rgz  r's  13a;  yahsobú  —  yahpesú~ 
bó  17b;  sbi  so'n,  14a. 

Algún  caso  con  insistencia  o  predominio  de  una  consonante: 

23  Recordemos  la  importancia  del  análisis  comparado,  para  descubrir  y  para 
controlar:  "Si  bien  los  resultados  alcanzados  por  el  procedimiento  comparativo  no 
son  siempre  filológicos,  al  menos  son  un  estudio  objetivo  para  valorizar  el  uso  esti- 
listico  de  palabras  y  locuciones",  Hatzfeld,  pág.  64. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


105 


8a  hbl  'hz  hil ;  8b  ré'é/m  yitmá/m  pené  le/zábim  pené/2em ;  4a-b 
sonido  m  ocho  veces. 

Hay  otros  juegos  sonoros  más  refinados:  12  'óqir...'ópir  (al 
principio  y  al  fin  del  verso ;  muy  buscado) ;  6  kesod  missadday ; 
13b-14a  seba'ót  —  sebi;  14a  kisbi...meqabbes ;  19a  mamlakót . 
tip'eret  .  kasdim;  19b  mahpekat  'amorá  sedom. 

Capítulo  24 

Otra  vez  se  trata  (según  la  mayoría  de  los  comentadores), 
de  otro  género  literario  y  otro  autor.  La  abundancia  de  alitera- 
ciones, rimas,  juegos  sonoros  es  abrumadora.  Lo  que  en  los  ca- 
pítulos antes  estudiados  es  un  recurso  manejado  con  libertad  y 
variedad,  siempre  alerta  a  evitar  la  monotonía,  aquí  se  convierte 
casi  en  obsesión,  como  si  el  principal  afán  fuera  una  pirotecnia 
fonética.  Mientras  otros  capítulos  pierden  en  la  traducción  mu- 
cho valor  expresivo  radicado  en  la  sonoridad,  el  presente  capítulo 
queda  mejorado  para  nosotros,  pues  la  atención  puede  disfrutar 
la  riqueza  de  las  imágenes,  sin  verse  distraída  por  la  acumulación 
de  los  juegos  verbales.24 

Pero  hay  que  añadir  dos  observaciones  de  prudencia:  puede 
ser  que  el  recurso  pertenezca  a  un  género  literario  nuevo.  Y  qui- 
zá los  oyentes  de  entonces  encontrasen  agradable  y  expresiva, 
o  al  menos  ingeniosa  y  hábil,  esta  abundancia  de  efectos  sono- 
ros (no  olvidemos  que  Goethe  pudo  escribir  su  balada  "Wir  sin- 
gen  und  sagen  vom  Grafen  so  gern").  Según  nuestras  categorías, 
el  capítulo  24  pertenece  a  una  escuela  manierista. 

Capítulos  36-39 

Estos  capítulos  pertenecen  al  género  narrativo ;  según  la  BH 
están  escritos  en  prosa.  En  ellos  predomina  el  diálogo  o  los  dis- 
cursos de  los  personajes,  escritos  en  estilo  muy  rítmico,  y  abun- 
dantes en  los  mismos  recursos  sonoros  que  conocemos. 

En  los  pocos  versículos  estrictamente  narrativos  no  hay  ma- 
terial para  una  inducción  satisfactoria;  además  el  resultado  es 
muy  desigual.  36,  2.22  bastantes  aliteraciones,  21  no.  37,  1.2  algo, 

24  Se  podría  comparar  este  capítulo  o  poema  con  los  procedimientos  de  un 
A.  Kerr.  Cfr.  supra,  nota  9. 


106 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


8  bastante,  14  apenas,  36  varias  rimas,  38  nada,  38,  1  no,  39,  1  al- 
gunas, 2  bastantes. 

La  presencia  de  tales  recursos  en  fragmentos  narrativos,  en 
algún  caso  es  mera  coincidencia  de  nombres,  como  p.  e.,  39,  1 
bá'ét  hahi'  sálah  merodak  baPdán  ben-bal'adán  melek-bábel.  En 
otros  casos  podría  indicar  que  la  narración  está  compuesta  en 
elevado  estilo  literario,  especialmente  cuando  introduce  a  los  per- 
sonajes hablando. 

Capítulo  40 

En  este  capítulo  encontramos  los  mismos  recursos  sonoros, 
empleados  con  la  misma  libertad  y  variedad : 

1  nahmü  nahmü  ,elohékem 
dabberü...  qir'ü  'éléha 

2  ki  mále'a  sebá'áh 
ki  nirsá  <awónáh 
ki  láqehá... 

« «    «    >     bammidbár    pannü        ,    .  N 

3  qolqore      ^...^   w^  (qmasmo) 

4a    kol-gé'      yinnásé    4b   he'aqob      lemisór     ,    •  v 
kol  gib'á   yispálü  harkasím   lebiq'a  Wuiasmo>> 

6b    kol-habbásár  hásir    wekolhasdó  kesis  hassádé :  sar-sir-sis,  hsr-hsd-hsd 

7  yábés  hásir  nábél  sis    ki  rüh  Yahwe  násebá  bó :  yabes-nabeÍ-Yahwe-naseba 

8  yábés  hásir  nábél  sis    üdebar  ,elohénü  yáqüm  le<ólám 
9a    'al  har    gáboh  <ali-lák  mebasseret  siyyón 

b        hárimi  bakkóh    qólék  mebasseret  ycrúsálém 

hárimi  'al-tirá'i    'imri  le'áré    yehüdá  hinné  ,elohénü 

rm'  ltr  'mr  l'r;  yhd  hn  '1  hn 
10     hinné  beházáq  yábó'    üzeró'o  moselá  bó  q  -  q  _ 

hinné  sekáró    'ittó  üpe<ullátó  lepánáw 
lia    keró'é  'edró  yír'e  bizro'ó  r',  'dr-zr' 

12a   mi  mádad  beso<ló  maym    wesámaym...  6  M 

b    wekol   bassális  ha'áres   wesáqal    bappeles  hárim  ^{5^3^'^ 

15a   hén  góyim    kemar  middeli 
b   hén  'iyyim    kaddaq  yittólü 

Los  recursos  y  efectos  sonoros  parecen  más  calculados  que 
en  los  primeros  capítulos;  especialmente  el  arte  de  enlazar  sono- 
ramente versos  sucesivos,  con  refinada  correspondencia  de  pala- 
bras; un  verso  de  largas  vocales  (10),  dos  quiasmos.  Sobre  todo 
hay  que  señalar  dos  versos,  cuyo  proceso  de  consonantes  es  sor- 
prendente : 

6b    klhbsr  hsr         9c    hrm'ltr'  yhdhn'lhn       (y  12b) 

klhsd  kss  'mrl'r 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


107 


Capítulo  41,  6-7 

6  'is  'et-ré'éhü  ya'zorü  le'áhiü  yo'mar  hazáq 

7  wayyehazzeq  harás  'et  sorép  mahliq  pattis  hólem  pá'am 

'ómér  laddebeq  tób  hü*  wayyehazzeqéhú  bemasmerim  lo'  yimmót 

He  aquí  un  fragmento  descriptivo  del  trabajo  de  los  fabri- 
cantes de  ídolos.  No  se  puede  hablar  de  estrictas  onomatopeyas, 
pero  la  sonoridad  tiene  valor  expresivo.  La  palabra  clave  es  HZQ  : 
se  repite  en  cada  verso,  y  va  acompañada  en  el  primer  verso  de 
otra  H,  otra  Z,  en  el  segundo,  de  dos  H,  una  Q  (y  sibilantes  s  s), 
en  el  tercero,  de  una  Q.  Además  hay  que  notar  la  ordenación 
sonora  de  cada  verso,  fuera  del  verbo  HZQ : 

6    's  't  r'h  yz'r     HZO  7a   wyHZQ     hrs  't  srp  7b  'mrldbq  tbh' 

l'h  y'mr         ^  mhlq      pts         wyHZQh  bmsmrmrymt 

hlm  p'm 

También  es  notable  la  acumulación  de  M  en  el  hemistiquio 
final;  y  dentro  de  los  versos  hay  aliteraciones  menos  llamativas, 
como  r'-'zr,  dbq-tbh. 

Si  a  estos  versos  se  añaden  el  anterior  40,  19  y  los  siguien- 
tes 40,  20ab  (cfr.  comentarios  y  BH),  el  efecto  se  refuerza : 

19     hpsl    nsk   hrs      srp    bzhb  yrq'n 
20a    rtqt    ksp   srp    's  1'  yrqb  ybhr 
b   hrs    hkm  ybqs  1    lhkn    psl  1'  ymt 

las  múltiples  aliteraciones,  contiguas,  cruzadas,  entre  versos,  son 
patentes. 

Se  podría  comparar  la  escena  precedente  con  una  semejante, 
44,  12-13,  en  la  que  aparecen  los  escultores  durante  el  trabajo: 

hrs    brzl  m'sd  yp'l    bphm   bmqbt  ysrh 

wyp'lh  bzr*  kh 

gm  r'b  w'n  kh    1'    st  wy'p 

hrs  'sm    nt  qw   yt'rh  bsrd 

y'sh  bmqs't    bmhg  yt'rh 

y'sh  ktbnt  's    ktp'rt  'dm  lsbt  byt 

El  ritmo  es  poco  regular  (BH  lo  imprime  como  prosa) ;  las 
aliteraciones  son  menos  homogéneas;  quizá  la  abundancia  de 
consonantes  enfáticas  con  guturales  ásperas  (Q  T  S  '  H)  subraye 
vagamente  los  difíciles  y  complicados  trabajos  de  los  escultores 


108 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


—  el  cansancio  está  explícito  — ;  cuando  sale  la  estatua,  feliz  re- 
sultado del  trabajo,  la  fonética  se  hace  menos  dura  y  más  regular: 

ktbnt  's  ,v, .  ,  . 
ktp'rt   'dm  lsbtbyt 

En  resumen,  el  autor  de  estos  fragmentos  demuestra  también 
una  exquisita  sensibilidad  para  los  recursos  sonoros  del  lenguaje 
poético. 

Capítulo  53 

Este  capítulo  contrasta  con  los  anteriores,  por  la  escasez  de 
recursos  sonoros.  Varias  veces  la  aliteración  resulta  sólo  de  la 
preformante,  otras  son  poco  conspicuas:  52,  15  ki  ™ser  lo' 
¿uppar...wa,ser  lo'  same'ü;  53,  3  hadal  —  holi;  10  b  hépes  yahwe 
beyádó  yisláh.  Las  más  claras  o  interesantes  son :  2  kassores 
me'eres  siyya ;  7a-b  welo'  yipta.h  piü  /  kassé  lattebah  yúbál ; 
10a  'im  yasim  'asam  napsó  /  yir'é  zera*  ya'rik. 

También  hay  que  notar  en  los  versos  4-6  la  abundancia  in- 
sistente y  monótona  de  la  enclítica  -nú,  12  veces  en  seis  versos 
del  poema. 

Capítulo  64 

En  este  capítulo  hay  algunas  aliteraciones  notables :  7a  we'attá 
yahwe  'ábinü  }attá\  4  derá£éka  yi^orú;  10  ti/>'ar¿enü...haya 
lisré/>aí.  Otras  más  comunes  :  63,  19b  lü'  qára'tá  sámaym  yáradtá ; 
64,  8  tiqsop  —  tizkor.  También  hay  que  notar  en  este  capítulo 
la  monotonía  de  la  enclítica  -nü  repetida  17  veces  en  los  ver- 
sos 5ab,  6b,  7ab,  8b,  lOab,  y  otra  vez  en  el  final.  Esta  insistencia 
no  tiene  nada  que  ver  con  aquella  que  observamos  en  los  pri- 
meros capítulos :  allí  se  concentraba  la  insistencia  en  un  par  de 
versos,  a  veces  en  un  ritmo  acelerado,  que  subrayaba  el  efecto  re- 
tórico, y  cesaba  a  tiempo  para  no  incurrir  en  monotonía.  Aquí, 
en  cambio,  no  hay  graduación  rítmica,  los  descansos  son  breves, 
y  no  hay  sentido  del  límite. 

Por  su  aspecto  sonoro,  este  capítulo  sería  de  otro  poeta  in- 
ferior, o  del  mismo  poeta  en  un  momento  de  baja  inspiración 
poética. 

Otros  profetas 

Jeremías  usa  parcamente  de  semejantes  recursos.  (He  escogi- 
do para  sondearlo  la  vocación,  y  los  capítulos  2 ;  46.)  En  la  voca- 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


109 


ción  podemos  registrar  1,  5  beterem...babbeten ;  10  lintós  lintós 
libnót  lintó'.  Alguna  bina  aliterada,  2,  6  siyyá  wesalmút.  Insis- 
tencia en  un  sonido,  2,  12  ki  setaym  rá'ót  'asá  'ámmi  'óti  'azebü. 
Aliteraciones  paralelas,  2,  15  yásitü  —  nissetú.  Pero  en  trozos 
descriptivos,  que  se  prestaban  a  recursos  sonoros,  Jeremías  pa- 
rece despreocuparse  o  no  sacar  partido,  p.  e.,  en  fragmentos  de  los 
massa'ot  46. 

Oseas  (cap.  4)  comienza  con  buena  sonoridad : 

k    rb    lYhw    'm  ysb'rs 
sm'    dbr    Yhw    bn  ysr'l 

después  usa  bastantes  asonancias  y  rimas  al  servicio  del  parale- 
lismo ;  otras  veces  repite  la  misma  palabra ;  pero  no  se  encuentran 
otros  ejemplos  claros  de  recursos  fonéticos  más  exquisitos.  En 
fórmulas  proverbiales  encontramos  la  esperada  aliteración :  8,  7  ki 
rüh  yizrá'ü  wesüpátá  yiqsorü;  qámá  'en  lah  semah  beli  ta'se 
qemah  (siembran  vientos,  cosechan  tempestades;  espigas  sin  gra- 
no que  no  dan  harina). 

Amos  tiene  frecuentes  asonancias  por  paralelismo.  Es  cono- 
cido el  juego  etimológico  de  5,  5.  En  un  fragmento  cuyo  conte- 
nido nos  hace  esperar  aliteraciones,  9,  1-4,  encontramos  buenos 
ejemplos : 

...mssab  'al-mÍ2&eh  .  hak  /za£kaptór 
wayyir'aíü  Ziíwsippim  übesaa.m  bero's  kullam 
we'a/zntam  ba/iereb  'ehrog 

lo'  yanüs  láhem  ñas   welo'  yimmálet  lahem  palit 

2  'im  yahterü    bis'ól  missam  yadi  tiqqáhem... 

3  'im  yéhábe'ü  bero's  hakkarmel  missam  ,ahappes  üleqahtim 

'im  yissaterü  beqarqa'  hayyám  'asaw\vé  'et  hannáhás  ünesákám 

Joel  usa  con  mucha  abundancia  toda  clase  de  recursos  sono- 
ros ;  especialmente  con  intención  descriptiva.  Basta  para  compro- 
barlo un  fragmento  del  cap.  1 : 

5a   háqísü  sikkórim  übekü   wehélílü  kol-sóté  yáyn       s  k  i  i 

'al  'ásis  ki  nikrat  mippíkem 
6a    góy  'ala  'al  'arsi  'ásüm  we'én  mispár  'l-'l,  'rs-'sm 

b    sinnaw  sinné  'aryé    ümetalle'ót  lábi'  lo  sn-sn  1 

7a    sam  gapni  leiamma    üte'énáti  liqsápá 

b    hásop  hasápá    hislík    hilbinü  sarigéhá 
10a    suddad  sádé    'ábelá  ,adámá 
sudad    dágán  hóbis  tiros... 
hóbisü  'ikkárim    hélilü  kóremim 


110  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Miqueas,  el  contemporáneo  de  Isaías,  también  es  aficionado 
a  los  recursos  estilísticos  sonoros :  1,4  kammaym  muggárim 
bemórád;  ha'máqim  yitbaqá'ü ;  1,  9  nága'  'ad  sa'ar  'ammi  'ad  y'; 
3,  12  har  habbayt  lebámá  ya'ar;  7,  11  yirhaq  huqqek...12  leminni 

'assúr  we'ádé  másór;  etc. 

5.  CONCLUSIONES  GENERALES 

Podemos  tomar  como  punto  de  partida  un  caso  simple  como 
"samir  wesayt",  " zarzas  y  barzas".  Es  frecuente  en  todas  las 
lenguas  este  tipo  de  repetición  de  palabras :  procedimiento  ex- 
presivo de  formular  con  cierto  énfasis  una  experiencia,  dividién- 
dola en  dos  elementos,  y  fundiéndolos  ambos  en  la  sonoridad 
común.24  El  recurso  es  parecido  a  las  reduplicaciones  verbales  que 
conocemos  en  diversas  lenguas  (polel,  pilpel  en  hebreo;  el  per- 
fecto griego  y  las  reliquias  latinas).  El  proceso  normal  de  lexica- 
lización,  unido  a  la  coincidencia  sonora,  tienden  a  convertir  la 
bina  en  una  unidad,  de  manera  que  la  conciencia  del  hablante  no 
percibe  la  dualidad,  y  la  evolución  fonética  puede  imponer  sus 
leyes  generales.  Así,  p.  e.,  la  forma  "me'üma"  —  según  la  teoría 
de  Albright  —  era  primitivamente  "mahumahu",  reduplicación 
del  pronombre  interrogativo.25  Al  mismo  tipo  pudiera  pertenecer 
la  bina  "tohü-bohú",  sin  llegar  a  fundirse  ('adé-'ad  Ps.  132,  12?). 

Esta  forma  elemental  de  duplicación  sonora  puede  dilatar  su 
influencia  a  formas  como  el  "merismo",  o  enumeración  de  algu- 
nos miembros  en  vez  de  la  serie,  a  la  expresión  polar,  o  enume- 
ración de  los  términos  extremos  en  vez  de  toda  la  serie,  y  a 
la  endíadis.  En  estos  casos  la  aliteración  es  un  eficaz  factor  so- 
noro para  fundir  en  unidad  los  dos  miembros;  pero  sin  destruir 
la  dualidad. 

24  C.    Brockelmann:   Setnitische  Reimwortbildung ,   ZS    5   (1927),   págs.  6-38. 
En  este  artículo  muestra  el  influjo  de  la  rima  en  la  formación  de  nuevas  pala- 
tras;  incluso  en  formas  ilógicas,  sin  sentido. 

L.  Kóhler  trata  de  un  problema  emparentado,  palabras  creadas  por  el  balbuceo 
infantil,  que  insiste  en  un  sonido.  Problems  in  the  Study  of  the  Language  of  the  OT, 
JSSt  1  (1956),  pág.  11-12. 

L.  Spitzer,  estudiando  algunas  formas  de  paronomasias  en  español,  como  "en 
volviendo  que  volvió",  indica  su  fundamento:  el  hecho  se  desdobla  en  un  elemento 
genérico  y  otro  específico,  indeterminado  y  determinado;  se  pone  el  sentido  genérico 
bajo  la  lupa.  Cfr.  Stilstudien,  I,  págs.  101-108. 

25  Cross-Freedman,  pág.  54. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


111 


Hemos  encontrado  casos  en  Isaías :  "samir  sayt,  'anan  'asan, 
regel  ro's,  'arsékem  'árékem,  etc.". 

El  lenguaje  poético  estiliza  este  procedimiento  en  las  binas 
paralelas  y  en  las  binas  contiguas.26  La  dualidad  percibida  de  ta- 
les expresiones  puede  ser  el  arranque  de  un  paralelismo  sinoní- 
mico :  desarrollando  simétricamente  y  por  separado  ambos  ele- 
mentos. P.  e.,  34,  11  "tohu...bohu";  22,  13  32,  20  "sor... 
hamór";  3,  24  "qorhá...harog  saq".  La  semejanza  de  contenido 
de  los  dos  versos  queda  así  fundida,  marcada  por  las  correspon- 
dencias sonoras  paralelas.  No  sólo  de  las  palabras  germen,  sino 
de  las  frases  enteras.  En  este  caso  la  analogía  sonora  suele 
afectar  a  los  elementos  morfológicos  semejantes  o  equivalentes: 
vocales,  preformantes,  aformantes.  Con  mucha  frecuencia  el  poeta 
evita  la  perfecta  simetría,  reservándola  para  casos  de  tipo  muy 
constructivo;  p.  e.,  8,  23;  3,  10-11  (ambos  casos  de  antítesis). 

El  caso  de  binas  contiguas  es  menos  patente :  cuando  se  trata 
de  pura  concordancia,  tiene  poco  valor:  "bánim  mashitim".  Cuan- 
do las  palabras  contiguas  no  son  homogéneas,27  el  procedimiento 
es  más  refinado,  y  tiene  función  de  ordinario  eufónica:  i,  14 
"sáne'á  napsi" ;  7,  4  "hissámér  wehasqet  'al-tirá'  'al-yérak 
missené  zanbót  ha'üdim  ha'asénim  ha'ellé"  :  comienza  ligando  bi- 
nas homogéneas,  y  después  prolonga  el  recurso  de  forma  inge- 
niosa. 

Hemos  visto  que  esta  forma  de  aliteración  de  binas  contiguas 
es  muy  frecuente  en  Isaías.  Parece  contribuir  al  movimiento  rít- 
mico del  período,  pues  en  varios  casos  de  frase  ternaria,  la  alite- 
ración afecta  a  las  tres  palabras,  p.  e.,  6,  1 ;  2,  18. 

Una  forma  más  refinada  aún  es  el  encadenamiento  por  medio 
de  aliteración.  En  series  proverbiales,  tal  recurso  puede  tener 
valor  mnemónico.  En  un  fragmento  poético  como  9,  2,  el  encade- 
namiento tiene  valor  eufónico;  parecido  a  la  función  más  super- 
ficial de  nuestra  rima. 

Un  caso  particular  son  las  enumeraciones  con  binas  aliteradas. 
Una  enumeración  se  puede  presentar  desordenada,  cuando  se 

26  Puede  comprobarse  la  doble  realización,  contigua  y  paralela,  de  estas  binas 
aliteradas,  repasando  atentamente  la  lista  de  un  estudio  peculiar:  B.  Hartmann:  Die 
Nominalen  Aufreihungen  im  Alten  Testament,  Zürich,  1953  (véase  el  capítulo  sobre 
la  Sinonimia). 

27  Es  decir,  la  aliteración  de  las  binas  se  inserta  en  el  proceso  total  del  pensa- 
miento en  ritmo  binario;  el  proceso  intelectual  afecta  e  incorpora  a  sí  la  actividad  de 
fuerzas  inferiores;  el  resultado  es  un  auténtico  funcionamiento  estructural. 


112  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

quiere  dar  la  impresión  de  multitud  y  desorden.  P.  e.,  el  orden 
obtenido  por  las  rimas  en  la  larguísima  enumeración  de  las  joyas 
femeninas,  3,  1-23,  es  muy  débil,  y  la  impresión  de  multitud  con- 
fusa parece  predominar. 

Lo  ordinario  es  que  en  una  enumeración  introduzcamos  or- 
den: para  ello  dividimos  los  individuos  en  binas  o  ternas.  Pode- 
mos señalar  estos  grupos  con  la  conjunción  copulativa  " ricos  y 
pobres,  niños  y  viejos...";  podemos  agruparlos  por  su  relación 
mutua  "caballos  y  carros" ;  y  podemos  usar  de  la  aliteración  para 
marcar  con  más  fuerza  la  unión  de  las  binas :  2,  12-16. 

Con  la  antítesis  entramos  en  una  zona  de  más  categoría  lite- 
raria. El  efecto  de  la  aliteración  es  enlazar  las  palabras  opuestas, 
para  que  el  contraste  sea  mayor,  más  patente :  con  lo  cual  se  con- 
sigue una  fórmula  lapidaria,  o  incisiva,  o  concentrada.  Tal  la  fa- 
mosa 5,  7c  "wayyeqaw  lemispát  wehinné  mispáh".  Sin  ser  exac- 
tamente antítesis,  son  contrastes  importantes  las  fórmulas  "  'am 
'amorá,  sárayk  sórerim"  1,  10.23. 

La  antítesis,  en  su  forma  de  cambio  de  situación,  utiliza  a  ve- 
ces el  quiasmo  sonoro;  el  cruce  de  sonidos  parece  representar 
sensiblemente  el  cambio  de  situación.  Un  ejemplo  claro  es  1,  18; 
menos  marcado  en  lo  sonoro  y  en  lo  rítmico,  3,  24;  semejante 
es  40,  4b. 

En  cambio,  el  quiasmo  sonoro  de  11,  2  quizá  tenga  valor 
puramente  eufónico,  equivalente  a  nuestras  rimas  abba;  a  no 
ser  que  haya  una  sutil  referencia  a  los  cuatro  vientos  que  cruzan 
los  horizontes. 

Dejando  las  binas,  entremos  en  las  series  aliteradas  o  aso- 
nantes. Un  caso  notable  es  la  inundación  descrita  en  8,  7c  -  8a :  se 
trata  de  un  movimiento  sucesivo,  uniformemente  acelerado,  con- 
quistador; una  serie  de  verbos  acompasan  el  movimiento;  una 
asonancia  constante  y  aliteraciones  variadas  subrayan  sonoramente 
el  desenvolverse  de  la  imagen :  "  'ala  .  .  hálak  .  .  hálap  .  satap 
'ábar  'ad  sawwá'r" ;  al  final,  la  crecida  alcanza  hasta  el  cuello,  y 
la  aliteración  o  asonancia  alcanza  hasta  el  sustantivo  final.  La 
aliteración  tiene  auténtico  valor  descriptivo  del  movimiento. 

Un  caso  distinto  es  1,  21,  en  que  las  cinco  palabras  del  verso 
terminan  rimadas  en  -a.  Cuando  la  coincidencia  final  se  debe  a 
mera  concordancia,  la  causa  ha  sido  lógica;  pero  cuando  la  rima 
afecta  a  palabras  que  sintácticamente  no  concuerdan,  allí  se  ma- 
nifiesta una  pasión  única,  que  impone  un  sonido  homogéneo,  do- 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


113 


minante,  empleando  las  posibles  concordancias  y  añadiendo  otras 
rimas:  "  'éka  hayeta  lezóna  qirya  ne'mana".  Partícula,  verbo, 
predicado,  sustantivo,  adjetivo :  ésta  es  la  estructura  sintáctica, 
lógica ;  dominando  la  sintaxis  está  la  emoción  que  funde  todas  las 
palabras  en  un  sonido  insistente.28 

Un  caso  semejante,  de  mínima  longitud,  es  1,  4  "hoy  góy". 
Sabemos  que  la  forma  de  vocativo  es  la  más  próxima  a  la  inter- 
jección; el  mero  hecho  de  usar  un  vocativo,  da  a  toda  la  frase  el 
carácter  de  llamada.  El  poeta  comienza  con  una  interjección 
"hoy",  monosílabo  cargado  de  acento;  y  le  añade  otro  mono- 
sílabo casi  idéntico;  ambos  quedan  fundidos  en  la  sonoridad, 
como  dos  clamores  sucesivos. 

Otro  caso  parecido,  más  enfático  que  descriptivo,  es  8,  15. 
Cinco  verbos  en  un  verso  final  —  verdadero  fortissimo  — ;  los 
cinco  verbos  muy  aliterados.  La  diversidad  de  sentido  de  los 
verbos,  la  sucesión  de  las  acciones  desaparecen,  fundidos  en  una 
impresión  total,  única  e  insistente :  "wekáselú  bám  rabbim  wená- 
pelú  wenisbárú  wenóqesü  wenilkádú". 

Otro  grupo  de  efectos  sonoros  se  basa  en  el  uso  de  uno  o  va- 
rios sonidos  dominantes,  o  combinaciones  peculiares.  Rara  vez 
el  predominio  de  un  sonido  tiene  valor  puramente  eufónico ;  de 
ordinario  tendrá  una  función  descriptiva  o  emotiva.  Se  trata  de 
los  tres  grupos  que  distinguíamos  al  principio  con  Kainz :  onoma- 
topeya,  metáfora  sonora,  simbolismo  sonoro.  Claro  está  que  la 
separación  no  puede  ser  rigurosa  en  la  práctica. 

Descripción :  La  ononiatopeya  más  notable  y  patente  es  17,  12 

hoy  hamón  'ammim  rabbim  kahmót  yammím  yehmáyün 
üse,ón  le'ummim    kis'ón  maym  kabbirim  yissá'ün 


28  E.  Winkler,  o.  c,  pág.  81,  distingue  bien  las  dos  funciones,  intelectual  y 
emocional:  "Die  Hauptlast  der  Symbolisierung  der  Interessephánomene  müssen  aus- 
serbegriffliche  Mittel:  Rhythmus,  Melodie  usw  tragen.  Aus  der  Verbindung  oder 
Konkurrenz  des  Denk  (Urteils-)  vorgangs  mit  der  (durch  Rhythmus,  Melodie  sym- 
bolisierten)  eigenartig  Interessedynamik  des  Ausdrucks  aber  ergeben  sich  stilistisch 
die  mannigfachsten  Wirkungen." 

Lützeler  dice  de  este  procedimiento,  que  denomina  "Wortverschmelzung" :  "durch 
sie  kónnen  geheime,  irrationelle  Bezüge  angedeutet  werden,  die  sich  einer  gewóhn- 
lichen  Ansicht  der  Dinge  verschliessen  müssen...  Das  Nacheinander  zugleich  ein  Bei- 
und  Miteinander  der  Dinge  sein  kónne...  Das  Fürsichsein  der  Worte  überwunden", 
1.  c,  pág.  205. 


11  i 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


con  abundancia  de  MB,  varias  veces  duplicadas,  y  finales  -ón 
-ú.29 

El  derrumbarse  (?)  de  las  murallas  22,  5  es  '*ineqarqar  qir"  ; 
los  gritos  de  anuncio  "qól  qóré'  "  ;  el  pipiar  de  los  pajarillos 
10.  14  "posé  pe  úmesapsep"  ;so  la  venida  estruendosa  de  Yavé 
2°.  o  "Ivra'am  ub°ra'as  \v°qól  gadol"  :  el  chisporroteo  de  la  paja 
seca  al  quemarse  5.  24  "lakén  ke'kol  qas  l°són  'es  wahsas  baile- 
haba  yirpé";  el  mugido  del  mar  5,  30  "yinhom  'áláyú  bayyóm 
haluV  k°nahmat  yam". 

Más  frecuentes  son  las  metáforas  sonoras,  que  traducen  en 
sonidos  una  impresión  visual  o  de  movimiento : 

El  movimiento  ligero  de  los  mensajeros  1S.  2  "l°ku  mal'akim 
qallim  'el-góy" —  que  se  parece  al  ligero  movimiento  de  la  rueda 

29  Cfr.  G.  A.  Smith,  o.  c,  pág.  f. 

Ante  un  efecto  tan  palmario,  J.  Fischer  (Das  Buch  Jesaias)  comenta:  "Das 
Ohr  des  Propheten  vernimmt  das  Gebrause  vieler  Vólker;  aber  aus  v.  13  wird  ersicht- 
lich,  dass  es  sich  eigentlieh  nur  um  einen  Feind  handelt."  El  aspecto  estilístico  no  le 
interesa  demasiado.  En  29,  6  ningún  comentario;  pero  por  lo  menos  la  traducción 
reproduce  el  efecto  original.  En  10,  14  "Ein  Meisterstück  poetiseber  Schilderung**. 
En  5,  30,  nada. 

Dt/hm:  2,  4,  nada.  10.  14  "Das  práchtige  Bild  gibt  in  drastischer  Weise  den 
Eindruck  vrieder,  den  die  Erfolge  der  Assyrer  auf  Jes  machten";  amplifica  los 
afectos  expresados,  pero  no  cae  en  la  cuenta  de  lo  sonoro,  ir,  i-,  nada  explícito. 
iS.  2.  tacha  las  dos  oraciones  de  relativo  y  añade:  "Dass  aber  Jes  diesen  und  den 
folgenden  Relativsatz,  beide  so  prosaische  und  das  Bild  zwecklos  macbend.  ausserdem 
sachlich  so  überflüssig  wie  nur  móglich,  geschrieben  habe.  ist  ganz  unwahrscbeinlich" ; 
así  son  los  criterios  de  Duhm,  y  todavía  hay  quien  alaba  sin  reservas  su  sensibilidad 
literaria. 

Dhxitzsch:  2,  4,  nada.  17,  1a  "Die  Beschreibung  des  Yólkergewoges  ist  so  ma- 
lertsch  ais  das  bekanme  illi  ínter  sese  etc  von  den  Cyclopen  bei  Virgil.  10,  14,  nada; 
iS.  ^.  nada;  iS,  1  "Schallwort",  lo  compara  con  "Tse-tse".  y  con  Tzaltzalja;  29,  6, 
nada. 

Procksch:  7,  iS  "Auch  hat  schon  Duhm.  mit  ásthetisehem  Feíngefühl  auf  die 
LTnvollkommenheit  der  Verse  und  die  Zusammenlosigkeit  der  Bilder  aufmerksam 
gemacht,  wenn  er  auch  dabei  übertreibt" ;  nada  sobre  lo  sonoro.  17,  12  "die  gedrungene 
Kraft  der  Sprache  ist  ganz  jesajanisch...  die  Wiederholungen  malen  das  eintonige 
Brausen...  Die  Vollfonn  -fin  ist  besonders  in  pausa  beliebt",  y  parece  no  apreciar 
el  valor  sonoro  de  esas  formas  pausales  o  plenas.  29,  6  por  razones  de  método  su- 
prime ra'as  y  s"ara;  nada  sobre  la  sonoridad.  10.  14  "in  lebhaf testen  Farben  aus- 
malt".  iS:  "Diese  herrliche  Offenbarung  gehórt  künstlerisch  und  prophetisch  zum 
Schónsten  und  Tiefsten  aus  Jesajas  Munde...  Die  Sprache  ist  andeutend  und  ahn- 
devoll";  nada  sobre  lo  sonoro. 

Basten  estas  citas  para  comprobar  el  desinterés  de  los  comentadores  por  los  va- 
lores artísticos,  especialmente  los  valores  estilísticos  de  la  sonoridad. 

30  L.  Kóhler,  L  c,  págs.  13-14,  nos  ofrece  tres  nombres  de  aves,  de  formación 
onomatopéyica:  sis,  dükípat,  barbür. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


115 


"galgal"  — ;  con  predominio  de  sonidos  L  K,  los  que  constituyen 
la  raíz  HLK,  andar. 

El  zumbido  de  los  insectos,  temblor  y  zumbar,  suena  en  18,  1 
"  'eres*  silsal  kenapaym".  Y  en  7,  18  "yisroq  Yahwe  lazzebüb 
'aser  biqsé  ye'oré  misráym  weladdebórá  'aser  be'eres  'assür". 

El  trabajo  de  los  herreros  2,  4  "kittetü  harbótám  le'ittim 
wahnitótéhem  lemazmérót". 

La  duplicación  de  consonantes,  con  sonidos  enfáticos,  se  em- 
plea para  describir  el  arduo  trabajo  de  preparar  la  viña  5,  2 
"wayye'azzeqéhú  wayyesaqqeléhü  wayyittá'éhü  soréq" ;  y  algo 
parecido  encontramos  en  44,  12-13. 

La  duplicación  de  consonantes  tiene  otro  efecto  en  6,  4 :  sirve 
para  describir  el  efecto  del  canto  de  los  serafines  en  el  templo 
"wayyanu'ü  'ammót  hassippim  miqqól  haqqóré'  wehabbayt  yim- 
málé'  'ásán". 

Para  describir  una  situación  confusa,  se  mezclan  con  otros 
recursos  las  palabras  de  consonante  repetida :  7,  19-20  "habbatót 
übinqiqé  übekol  hanna'súsim  übekol  hannahlólim".  Y  en  2,  20 
"  'et  'elilé  kaspó  we'et  'elilé  zehábó  'aser  'asá  lo  Miistahwót 
lahparparót  wela<tallépim,^ 

Casos  especiales  son  aquellos  en  que  los  sonidos  de  una  pa- 
labra clave  se  convierten  en  sonidos  clave  (Leitwort-Leitklang). 
El  poema  al  monte  del  Señor,  2,  1-3,  tiene  como  palabras  domi- 
nantes los  verbos  HLK  (caminar)  y  NHR  (fluir,  confluir) ;  todo 
él  está  dominado  por  los  sonidos  L  N  R  H  Y.31 

El  trabajo  de  los  escultores  en  41,  6-7,  tenía  como  palabra 
clave  HZQ.  Menos  claro  el  caso  de  KSL  en  3,  8;  y  el  PRY 
en  4,  2.  Muy  claro  el  verso  11,  16,  cuya  palabra  clave  es  S'R. 

Los  simbolismos  sonoros  son  más  difíciles  de  probar.  Me  pa- 
recen bien  demostrables  los  siguientes : 

11,  9  "kammaym  layyam  mekassím"  :  la  M  del  mar  simbo- 
liza la  emoción  de  plenitud,  que  es  lo  que  interesa  al  poeta,  más 
que  lo  puro  descriptivo. 

La  insistencia  en  el  sonido  B  (W)  en  un  contexto  de  aparición 
o  exaltación  divina:  2,  11  "nisgab  Yahwe  lebádó  bayyóm  hahú'  " ; 
3,  13a. 14a  "nissab  láríb  Yahwe... Yahwe  bemispát  yábó'  ".  El 
sentido  no  es  tan  claro  en  40,  7,  si  bien  presenta  la  acción  po- 


31  G.  A.  Smith  dice  de  la  combinación  de  gutural  suave  con  líquidas  "gen- 
tlest  measures  heard  in  any  literature",  o.  c,  pág.  3. 


116 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


derosa  de  Yavé:  "yábés  hásir  nábél  sis  ki  rüh  Yahwe  nasebá  bó". 

La  insistencia  en  los  sonidos  HQ,  en  3,  24,  puede  incluirse 
dentro  de  esta  sección;  podría  entrar  también  en  el  grupo  de  "pa- 
labra clave".  En  el  primer  caso  se  trataría  de  una  impresión  de 
disgusto  y  humillación.  En  el  segundo  caso  los  sonidos  clave 
serían  dos  de  la  palabra  QRH  (calvicie),  máxima  humillación 
para  las  mujeres;  quizá  la  diferencia  entre  las  dos  explicaciones 
no  sea  grande.32 

El  simbolismo  de  los  sufijos  es  más  sencillo  y  patente.  El 
final  -a  puede  ser  símbolo  de  femenino;  en  el  capítulo  1  encon- 
tramos un  caso  manifiesto  de  insistencia  en  -a.  El  sufijo  -k  es 
también  femenino :  en  el  cap.  1  la  repetición  de  -k  prolongaba 
el  afecto  de  la  querella  matrimonial.  El  sufijo  -kem  es  plural 
de  2.a  persona ;  su  insistencia  es  lógica  en  una  pieza  oratoria  en 
que  Yavé  se  querella  con  los  suyos.  La  n-  y  el  final  -nü  son  sím- 
bolos de  1.a  pers.  pl. ;  su  multiplicación  en  7,  6  tiene  valor  en- 
fático. Lo  mismo  la  insistencia  en  el  -i  de  1.a  pers.  en  10,  13-14: 
en  este  caso  se  suman  al  efecto  otros  sonidos  i  que  tienen  fun- 
ción gramatical  diversa;  por  eso  la  eficacia  es  mayor. 

Las  vocales  á  6  dominando  un  verso  pueden  simbolizar  la 
grandeza,  majestad,  plenitud.  P.  e.,  el  canto  de  los  serafines 
en  6,  3;  en  cambio  40,  10,  con  varios  posesivos  -ó  de  3.a  pers. 
no  consigue  un  efecto  tan  eficaz.  Un  resultado  semejante  obtiene 
la  promesa  divina:  57,  19  "sálóm  sálóm  láráhóq  welaqqárób". 

La  i  en  varios  monosílabos  y  en  otras  palabras  simboliza  la 
emoción  del  profeta,  que  se  ve  a  sí  mismo  impuro,  y  habla  entre- 

32  Diez  Macho  ha  expuesto  con  más  amplitud  que  otros  este  recurso  estilís- 
tico, aunque  sin  explicar  su  función  estética.  He  aquí  algunos  de  sus  ejemplos: 

Is.  17,    2  tres  veces  el  grupo  'r 

Is.  32,  14-15       insiste  en  el  sonido  '  (12  veces) 

Is.  40,  10  cuatro  veces  el  grupo  'r 

Is.    5,  24  "la  aliteración  cabalga  sobre  sonidos  distintos  (1  kq  s  hh),  pero 

produciendo  por  su  buena  combinación  un  agradable  §ilsul" 
Job  16,    9-14       once  veces  el  grupo  pr. 

"Las  letras  preferidas  para  la  aliteración  bíblica  son  L  y  R,  y  algo  menos  M  s. 
En  el  salmo  37,  34-35  la  letra  R  se  repite  14  veces  en  14  palabras.  En  Is.  8,  1 
la  L  se  presenta  ocho  veces.  En  4Rg  3,  13  leemos:  "má-lli  walak  lek  'el...".  En 
Jr.  5,  26  topamos  siete  veces  con  s  al  cabo  de  siete  voces.  Esa  misma  letra  está 
20  veces  en  Is.  24,  6-12.  Cfr.  3Rg  10,  1  "úmalkat  seba'  soma'at  'et-sema'  selomó 
lesém  Yahwe".  El  salmo  107,  35  repite  en  ocho  palabras  ocho  veces  la  M.  Véase 
un  ejemplo  de  iSm  21,  10  "'im  'otah  tiqqaíi  leka  qah  ki  'én...".  O.  c,  II,  pá- 
ginas 287-89. 


ESTILÍSTICA  DEL  MATERIAL  SONORO 


117 


cortadamente:  6,  5  "  'óy  li  ki  nidméti  ki  'is...".  En  cambio,  la 
invitación  al  llanto,  de  Joel  a  los  ebrios,  1,  5a,  con  sus  abun- 
dantes i  largas  y  breves,  parece  tener  algo  de  burla:  "háqisú 
sikkórim  übekü  wehélilü  kol-sóté  yayn  'al  'asis  ki  nikrat  mip- 
pikem".33 

Muy  importante  es  el  caso  en  que  la  sonoridad  vocálica  o 
consonante  contribuye  a  la  estructura  total  del  poema :  en  el  ca- 
pítulo 6  señala  la  estructura  peculiar  de  los  versos  sucesivos.  En 
la  canción  a  la  viña  del  cap.  5,  la  sonoridad  es  un  plano  más  de 
la  estructura  lírica.  No  es  fácil  encontrar  ejemplos  tan  notables.34 
(Quizás  el  salmo  137.) 

Añadamos,  para  concluir,  los  juegos  de  palabras.  Dos  par- 
ticularmente ingeniosos  son  11,  15  "wehikkáhú  lesib'a  nehálim 
wehidrik  banne'álim"  (canales  y  sandalias) ;  13,  12  "  'óqir  'enós 
mippáz  we'ádám  mikketem  'ópir".  No  tan  seguro  es  3,  6  "simia 
leká  —  hammaksélá;  cfr.  Is.  60,  11  'bd  'bd. 

En  cambio,  las  aliteraciones  con  los  nombres  de  ciudades, 
10,  28-32,  comienzan  como  juego,  pero  tienen  alcance  patético. 
Es  difícil  llamar  a  esto  "juego  de  palabras".35 

En  resumen,  un  poeta  como  Isaías  (la  mayoría  de  los  ejem- 
plos citados  son  de  él),  cuenta  con  un  rico  repertorio  de  recursos 
sonoros,  que  emplea  con  grande  libertad,  según  los  casos  concre- 
tos. Se  podrían  tomar  los  resultados  anteriores  como  punto  de 
partida,  para  extender  la  investigación  a  otros  profetas  y  poetas. 

Otro  estudio  posible  sería  comparar  el  original  con  las  tra- 
ducciones en  el  aspecto  sonoro :  sería  una  contraprueba  para  com- 
probar la  importancia  estilística  de  tales  recursos  en  el  original.36 

33  "Otras  veces  la  aliteración  está  en  las  vocales: 

4Rg    9,  32       "mi  'itti  mi" 
Jr.  15,  10       "  'óy  li  'immi  ki  yelidtini       'is  rib  we'is...". 

Diez  Macho,  o.  c,  II,  pág.  289. 

34  Además  del  ya  citado  Lützeler,  puede  verse  J.  PfEiFFER:  Wege  sur  Dichtung 
(Hamburg,  1953),  cap.  "Lautsymbolik",  en  el  que  subraya  el  valor  de  lo  sonoro  en 
la  estructura  de  los  poemas  analizados. 

35  Cfr.  J.  Schmidt,  1.  c,  págs.   1,  14. 

36  Hatzfeld  dice:  "Una  última  tarea  de  la  estilística  comparativa  es  el  cotejo 
de  adaptaciones  y  traducciones  desde  un  punto  de  vista  estético,  examinando  rigurosa- 
mente las  diferencias  entre  el  original  y  su  versión  en  otra  lengua";  y  cita  ejem- 
plos, páginas  275-283. 


9.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


Capítulo  4 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 

1.  Bibliografía  general;  Bibliografía  bíblica:  a)  obras  de  información, 
b)  catálogo  cronológico,  c)  comentario  al  catálogo. —  2.  Nociones  gene- 
rales y  nomenclatura:  á)  Ritmo.  —  Ritmo  del  lenguaje.  —  Prosa  y  verso, 
b)  Ritmo  de  diversos  grados,  c)  Pie. —  Motivo  rítmico.  —  Verso.  —  Estro- 
fa, d)  Ritmo  y  metro.  —  Escalas  métricas. — -3.  Controversias  actuales:  Ex- 
posición y  crítica :  A)  La  teoría  alternante  según  Mowinckel  y  Horst, 
B)  Los  versos  "de  arte  menor",  según  Piatti  y  Fohrer,  C)  La  regularidad 
rítmica ;  a)  El  problema,  b)  Datos  históricos :  Grimme  y  Haupt ;  Roth- 
stein-Staerk,  Lund,  Piatti,  Littmann,  Isaacs,  Slotky:  recitación  antifónicar 
Robinson :  "anacrusis";  c)  Exposición  teórica:  nociones,  tendencia  hacia 
la  regularidad,  tendencia  hacia  la  irregularidad,  síntesis  de  las  dos  ten- 
dencias ;  —  D)  Nota  sobre  el  verso  libre :  explicación  del  concepto ;  E)  Rit- 
mo y  sentido.  —  Begrich.  —  4.  Análisis  rítmico  de  capítulos  selectos.  — 
5.  Conclusiones  finales. 


1.  BIBLIOGRAFÍA 

A)  OBRAS  GENERALES 

Th.  Ziehen:  Rhythmus  in  allgemein  philosophischer  Beleuchtung.  Zeif- 
schrift  für  Ásthetik,  1927.  (Ponencia  en  el  Congreso  de  Estética,  de- 
dicado al  ritmo.  Véanse  allí  las  relaciones  de  otros  colaboradores.) 

M.  Grammont:  Le  vers  frangais,  4.a,  París,  1937. 

I.  A.  Richards  :  Rhythm  and  Metre  (en  Principies  of  Literary  Criticism), 
4.a,  Londres,  1944. 

L.  Alonso  Schókel:  Estudios  sobre  el  ritmo.  Miscelánea  Comillas,  8 
(1947),  págs.  277-338;  10  (1948),  págs.  205-278. 

Estética  y  estilística  del  ritmo  poético,  Barcelona,  1959. 

W.  Kayser:  Das  Sprachliche  Kunstwerk,  3.a,  Berna,  1954,  págs.  82-99 
y  241-270. 

Kleine  Deutsche  Versschule,  3.a,  Berna,  1951.  Es  un  excelente  tratado, 
resumido  en  115  páginas.  A  él  me  refiero  con  frecuencia. 


120  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

R.  Wellek  y  A.  Warren:  Teoría  Literaria,  Madrid,  1953,  págs.  276-296. 

Es  muy  interesante  la  exposición  de  las  diversas  teorías :  el  dogmatismo 
de  las  escalas  métricas;  las  fórmulas  musicales;  la  métrica  acústica;  los 
formalistas  rusos. 

Dictionary  of  World  Literature:  edited  by  J.  T.  Shipley,  Nueva  York, 
año  1953 ;  cfr.  Prosody.  Meter.  Rhythm.  Verse.  Free  Verse.  Vers  libre. 
Poetry  and  Prose. 

P.  Henríquez  Ureña:  La  versificación  irregular  en  la  poesía  castellana, 
Madrid,  1920. 

A.  Closs  :  Die  freien  Rhythmen  in  der  deutschen  Lyrik,  Berna,  1947. 

(Estos  dos  últimos  libros  sirven  para  corregir  teorías  demasiado  rígidas.) 

B)  RITMO  HEBREO:  TRABAJOS  DE  INFORMACIÓN 

J.  Dóller  :  Rhythmus,  Metrik  und  Strophik  in  der  biblisch-hebráischen 
Poesie,  Paderborn,  1899. 

N.  Schlógl:  Be  re  métrica  veterum  hebraeorum,  Vindobonae,  1899. 

E.  Kónig:  Stylistik,  Rhetorik,  Poetik...,  Leipzig,  1900. 

W.  H.  Cobb:  A  Criticism  of  Systems  of  Hebrew  Metrik,  Oxford,  1905. 

E.  Baumann:  Die  Metrik  und  das  Alte  Testament,  ThRu,  8  (1905),  pá- 
ginas 41-82. 

S.  Euringer:  Die  Kunstform  der  althebráischen  Metrik,  BZ,  5  (1912). 
J.  Begrich  :  Zur  hebraischen  Metrik,  ThRu  N.  F.,  4  (1932),  págs.  67-89. 

La  métrica  es  con  muchísima  ventaja  el  aspecto  literario  que 
más  ha  ocupado  a  los  estudiosos  del  A.T.  Desde  los  trabajos  re- 
unidos por  Ugolino  en  su  Thesaurus,  comienza  el  movimiento  cre- 
ciente, que  en  los  últimos  decenios  del  siglo  pasado  se  hace  marea 
inundante.  Por  esta  abundancia  de  trabajos  y  disparidad  de  teo- 
rías, resultan  más  útiles  algunos  trabajos  informativos,  que  orien- 
ten y  ahorren  inútiles  lecturas. 

El  año  escolar  1896-97,  la  Facultad  Teológica  de  la  Univer- 
sidad de  Viena  presentó  como  tema  para  el  tradicional  certamen 
una  exposición  histórica  de  los  estudios  sobre  la  métrica  hebrea 
del  AT.  El  resultado  de  este  concurso  son  los  dos  breves  libros 
de  Schlógl  (premiado)  y  Dóller  (digno  de  premio).  El  de  Schlógl 
es  bastante  más  erudito,  más  exacto  en  las  citas  y  abundante  en 
las  notas.  El  de  Dóller  resulta  más  claro  en  la  exposición  de  teo- 
rías modernas.  Ninguno  se  ocupa  expresamente  de  hacer  crítica. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


121 


Dóller  no  ofrece  índice  completo  de  autores ;  Schlógl  ofrece  un 
índice  de  difícil  manejo.  En  mi  catálogo  cronológico  intento  hacer 
más  práctica  la  consulta  de  estas  dos  obras  de  información. 

Las  46  páginas  que  Kónig  dedica  al  asunto  combinan  la  infor- 
mación erudita  con  la  discusión,  a  veces  amplia,  de  algunas  teo- 
rías. Como  obra  informativa  resulta  de  difícil  manejo. 

El  trabajo  de  Baumann,  pocos  años  después,  no  añade  nada 
útil.  Y  el  de  Cobb,  publicado  el  mismo  año,  no  lo  he  podido  ver. 

Un  excelente  trabajo  informativo  es  el  publicado  por  Euringer. 
Escrito  con  claridad  e  interés,  añade  nuevos  datos  a  la  informa- 
ción de  los  precedentes,  y  de  vez  en  cuando  hace  observaciones 
críticas.  Pero  no  tiene  índices,  y  la  manera  de  citar  artículos  den- 
tro del  texto  hace  difícil  la  consulta. 

El  año  1932  publica  Begrich  un  excelente  resumen  informativo 
y  crítico :  renuncia  a  los  aspectos  y  trabajos  secundarios,  y  se  ciñe 
a  las  principales  tendencias ;  por  eso,  su  información  no  es  del 
todo  completa. 

En  rigor,  con  Euringer  y  Begrich,  el  panorama  informativo 
está  trazado  hasta  hace  25  años.  Posteriormente,  algunos  de  los 
que  escriben  sobre  el  tema,  se  sienten  obligados  a  comenzar  con 
una  visión  histórica,  de  ordinario  muy  desigual  e  incompleta. 
P.  e.,  el  artículo  de  Maecklenburg,  el  año  1939,  no  añade  nada 
a  Begrich,  y  es  bastante  inferior.  Y  el  de  Lund,  de  la  misma  fe- 
cha, comienza  con  diez  páginas  —  bien  escritas  —  de  visión  his- 
tórica. 

Después  de  Begrich  hasta  el  momento  actual,  falta  una  in- 
formación adecuada;  aunque  se  encuentren  materiales  en  trabajos 
recientes  de  Robinson,  Segert,  Fohrer. 

No  creo  necesario  repetir  aquí  el  trabajo  ya  hecho:  mi  catá- 
logo cronológico  no  es  más  que  un  auxiliar,  y  al  mismo  tiempo 
una  especie  de  "densímetro"  que  registre  el  variable  interés  de 
los  eruditos  por  el  problema.  En  este  catálogo  hago  referencia 
frecuente  a  Schlógl  (NS),  Dóller  (D)  y  Euringer  (E). 


CATÁLOGO  CRONOLÓGICO 

Siglos  XVII-XVIII 

1580    Card.  Roberto  Bellarmino:  Institutiones  linguete  hebraicae  Co- 
loniae  (NS  33). 

1637   F.  Gomar:  Davidis  Lyra,  etc.,  Lugduni  Batavorum  (E  37). 


122 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


1639  Joh.  Buxtorfius  filius  :  Epístola  dedicatoria  ad  Lexicum  chal- 
daicum  tahnudicum  et  rabbinicum,  Basileae  (E  38). 

1643  L.  Capellus  :  Ad  novam  Davidis  Lyram  animadversiones,  Salmurii 
(E  38). 

1671    Frisius  :   Prosodiae   Hebraicae   epitome   bipartita   methodo,  etc., 

Hafniae  (D  75-76). 
1706    Salomón  von  Til:  Dicht-  Sing-  Spiel-Kunst,  sowohl  der  Alten  ais 

ins  besonder  der  Hebreer,  Frankfurt  (D  6  n). 

1723  J.  K.  Schramm  :  De  poesi  Hebraeorum  in  códice  sacro  prolusio 

académica,  Helmstadii  (E  55;  D  76-77). 

1724  A.  Calmet:  Commentaire  littéral  sur  tous  les  livres  de  l'A.  et  du 

N.  T.,  Parisiis,  IV  Par.,  XLI-XLVI. 
C.  Fleury:  Discours  sur  la  Poésie  en  general  et  sur  celle  des 

Hébreux  en  particulier. 
1729    A.  Calmet:  Dictionarium  historicum,  criticum,  chronologicum,  geo- 

graphicum  et  litterale  s.  Scripturae,  Augustae  Vindel. 
1733    C.  Schoettgen  :  Horae  Hebraicae  et  Talmudicae  in  universum  N.  T., 

Dresdae  et  Lipsiae. 
1736    F.  Haré:  Psalmorum  liber  in  versículos  metrice  divisus  et  o  pe  me- 

trices  multis  in  locis  integritati  suae  restitutus  (E  39;  D  38-40). 

1739  Driessen:  De  poesi  hebraica  ex  accentibus  restituenda  (D  99). 

1740  Chr.  Weisse:  Systema  Psalmorum  metricum  a  Francisco  Haré 

nuper  adornatum  (D  40). 
1753    R.  Lowth  :  De  sacra  Poesi  Hebraeorum,  Oxonii. 
1762?  Drechsler:  Manuductio  ad  poeticam  hebraicam  (D  99),  Lipsiae. 
1766   B.  Ugolinus  :  Thesaurus  antiquitatum  sacrarum,  vol.  XXXI  (Ve- 

netiae). 

T.  Ebertus  :  Poética  hebraica  harmónica,  rhythmica,  métrica,  etc. 
J.  Buxtorfius  :  Tractatus  brevis  de  prosodia  métrica  Hebraeonvtn. 
J.  Clericus  :  Dissertatio  critica  de  poesi  Hebraeorum. 
Danhawer:  Oratio  Pentecostalis  de  sacrosanta  Spiritus  S.  poesi. 
Gomar,  Fleury,  Haré,  Lowth,  Pfeiffer... 

1770  C.  G.  Antón  :  Conjectura  de  metro  Hebraeorum  antiquo,  Lipsiae 

(NS  24). 

1771  C.  G.  Antón:  Vindiciae  disputationis  nuperae  de  metro  Hebraeorum 

antiquo  et  dubitationes  virorum  doctorum,  Lipsiae  (D  55-8; 
E  40-41). 

1775    L.  Leutwein  :  Versuch  einer  richtigen  Theorie  von  der  biblischen 

Verskunst,  Tübingen  (E  41 ;  NS  31). 
1777    W.  Jones  :  Poeseos  Asiaticae  commentariorum  libri  sex.,  Lipsiae 

(E  41 ;  D  53-54). 

1779  A.  Pfeiffer:  Über  die  Musik  der  alten  Hebraer,  Erlangen  (D  96). 

1780  C.  G.  Antón:  Specimen  editionis  Psalmorum,  Vitebergae. 
1782   J.  G.  Herder:  Vom  Geist  der  ebraischen  Poesie,  Dessau. 

1788  E.  J.  Greve:  Ultima  capita  libri  Job  ad  Graecam  Versionem  re- 
censita,  notisque  instructa.  Accedit  Tractatus  de  metris  hebraicis, 
praescrtim  Jobaeis:  Pars  prima  Daventriae ;  P.  secunda  Burgo- 
Steinjuhrthi  (NS  17). 

1793  E.  J.  Greve:  Vaticinia  Nahumi  et  Habacuci.  Editio  métrica,  Amste- 
lodami  (D  77-82;  E  56). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


123 


Siglo  XIX 

1800  C.  G.  Antón  :  Salomonis  carmen  melicum,  quod  Canticum  Canti- 
corum  dicitur  ad  metrum  priscum  et  modos  músicos  revocavit, 
recensuit,  in  vernaculam  transtulit.  Vítebergae  et  Lipsiae. 

1810  E.  J.  Greve:  Vaticiniorum  Jesajae  pars  continens  carmina  a  capi- 
tulo 40-56,  9  Hebraica  ad  números  recensuit,  versionem  et  notas 
adiecit,  Amstelod. 

1813  J.  J.  Bellermann:  Versuch  über  die  Metrik  der  Hebráer,  Berlín 
(D  58-9). 

1818    Dibbits:  De  Poesía  Hebraica,  Traiecto  (D  99). 

1824  M.  Sarchi:  Essay  on  Hebrew  Poetry,  London  (D  99). 

1825  J.  L.  Saalschütz  :  Von  der  Form  der  hebráischen  Poesie,  Kónigs- 

berg  (D  61-63 ;  E  47). 
1831    F.  Kóster:  Die  Strophe  oder  der  Parallelismus  der  Verse  der  hebr. 

Poesie,  TheolStKrit  (TSK)  1,  40  ss.  (D  92;  NS  40).  (Cfr.  del 
mismo  autor :  Job,  Ecclesiastes.) 

1833  Nicolás  :  Forme  de  la  Poesie  Hébraique  (D  99). 

1834  M.  Wocher:  Mitteilungen  über  den  Strophenbau  der  hebr.  Poesie, 

TheolQuart,  Tübingen,  613  ss.  (D  92;  NS  40). 

1835  Munck:  De  la  Poésie  hébraique  aprés  la  Bible,  Le  Temps. 
1837   F.  Kóster:  Psalmi. 

1841    E.  Meier:  Der  Prophet  Joel,  Tübingen  (D  59-60). 

1843  J.  C.  Wenrich  :  De  Poeseos  Hebraicae  atque  Arabicae  origine, 
Índole,  mutuoque  consensu  atque  discrimine  Commentatio,  Lipsiae. 

1846  E.  Meier:  Erklárung  des  8  und  90  Psalmes,  Theoljahrb.,  Tübin- 
gen (NS  26). 

1848  A.  Scholz  :  Einleitung  in  die  Schriften  des  A.  und  N.  Testaments, 
Leipzig  (D  14). 

1851    E.  Meier:  Erklárung  von  Psalm  32;  51;  39,  Thjb  10,  pág.  125. 

1853  E.  Meier  :  Die  Form  der  Hebraischen  Poesie,  Tübingen. 

J.  L.  Saalschütz  :  Form  und  Geist  der  biblisch-hebráischen  Poesie, 
Kónigsberg  (NS  16,  25). 

1854  E.  Meier  :  Das  Hohelied  in  deutscher  Übersetzung,  Erklárung  und 

kritischer  Textausgabe,  Tübingen. 
E.  Meier:  Die  poetischen  Bücher  des  A.  T.,  Stuttgart. 

1856  E.  Meier  :  Geschichte  der  poetischen  National-Literatur  der  He- 

bráer, Leipzig. 

1857  A.  Peters:  Psalmen  in  der  Urgestalt,  ZDMG  11,  533  ss.  (NS  26). 
1859  E.  Meier:  Übersetzung  und  Erklárung  des  Deboraliedes,  Tübingen. 
1866    C.  Ehrt:  Versuch  einer  Darstellung  der  hebráischen  Poesie,  Dres- 

den  (D  99). 

J.  Ley:  Die  metrischen  Formen  der  hebráischen  Poesie,  Leipzig 
(E  48). 

H.  Ewald  :  Die  Dichter  des  Alten  Bundes,  Góttingen. 
1868    Card.  Pitra:  Hymnographie  de  l'église  grecque. 
1871    A.  Merx;  Das  Gedicht  von  Hiob.,  Jena  (D  40-41 ;  E  42). 

J.  Ley:  Über  den  Rhythmus  in  der  hebráischen  Poesie.  Jahrb.  für 

Philologie  und  Pádagogik,  págs.  65  ss. ;  257  ss. 
B.  Neteler:  Anjang  der  Hebr.  Metrik  der  Psalmen,  Münster 
(D  63-64). 


124  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

1872  J.  Ley:  Über  den  Rhythmus,  Vers-  und  Strophenbau  M  der  he- 

bráisehen Poesie,  JbPhilPád,  págs.  209  ss. 

1873  H.  Steiner:  Über  hebraisehe  Poesie. 
Le  Hir:  Le  livre  de  Job,  París. 

1874  C.  Budde:  Über  vermeintliche  metrisehe  Formen  in  der  hebr.  Poe- 

sie, TSK  747  (D  57;  E  17). 

1875  J.  Ley  :  Grundsüge  des  Rhythmus,  des  Vers-  and  Strophenbaues 

in  der  hebráisehen  Poesie,  Halle  (NS  26-28). 
Gessxer:   Das  Záhlen   der    IVorter  in   hebráisehen  Dichtunoen, 
Quackenbrück  (D  100). 

1877  J.  Ley:  Emendationen  zu  den  Psalmen  mit  Hilfe  der  Metrik,  TSK 

páginas  501  ss. 

1878  G.  Bickel  :  Die  hebraisehe  Metrik,  ZKTh  791  (E  43). 

C  Schlottmann:  Zur  semitischen  Epigraphik,  ZDMG  36,  pág.  191. 

1879  B.   Xeteler:   Grundcüge  der  hebráisehen  Metrik   der  Psalmen, 

Münster  (NS  28). 
G.   Gietmann:  De  re  métrica  hebraeorum.  Stimmen  aus  Marta 
Laach,  458. 

G.  Bickel  :  Metrices  biblicae  regulae  exemplis  illustratae.  Oeni- 
ponte  Supplementum  Metrices  Biblicae  (D  41-48;  NS  19). 
1SS0    G.  Gietmaxx:  De  re  métrica  hebraeorum.  Freiburg  Br  (D  10.  48; 
NS  21). 

G.  Bickel:  Die  hebraisehe  Metrik,  ZDMG  34,  pág.  557. 

F.  Báthgen:  Anmuth  und  ll'ürde  der  hebráisehen  Poesie,  Kiel 

(D  99). 

A.  F.  Maunoury  :  Lcttre  sur  la  versification  hébraique,  Bar-le-Duc 
(D  99). 

1881  G.  Bickel:  Die  hebraisehe  Metrik,  ZDMG  35,  págs.  415  ss. 

1882  G.  Bickel:  Carmina  Veteris  Testamenti  metrice,  Oeniponte  (D  42). 

G.  Bickel:  Die  Dichtungen  der  Hebráer,  Innsbruck  (NS  19). 
G.  Gietmann:  Stimmen  aus  Marta  Laach  22,  págs.  556  ss. 

C.  Budde:  Das  hebraisehe  Klagelied,  ZAW  2,  págs.  1  ss.  (D  10-11; 
E  33). 

1883  C.  Budde  :  Ein  Althebráisches  Klagelied,  ZAW  3,  págs.  299  ss. 

J.  Ecker:  Prof.  Dr.  Bickels  Carmina  VT.  metrice,  das  neueste 
Denkmal  auf  dem  Kirchhofe  der  hebr.  Metrik,  Münster  (D  48). 
Ch.  A.  Briggs  :  Hebrew  Poeiry.  Biblical  Study,  New  York  (D  99). 
Ch.  A.  Briggs  :  The  measurcment  by  words  or  accents,  ib  (D  99). 

1884  C.  Schlottmann:  Über  den  Strophenbau  in  der  hebráisehen  Poesie, 

Leyden. 

1885-86   G.  Bickel:  ZKTh,  págs.  717,  205  ss.,  355  ss.,  546  ss.,  560  ss. 

1887  Ch.  A.  Briggs  :  The  strophical  organication  of  the  Hebrew  Tri- 

meters,  Hebraica  4,  págs.  152  ss. 
J.  Ley  :  Leitfaden  der  Metrik  der  hebr.  Poesie,  Halle  (D  65 ;  E  49). 

1888  C.  G.  Stickel:  Das  Hohelied. 

1889  G.  H.  Gilbert:  The  Poetry  of  Job. 

L.  Schxeller:  Kennst  du  das  Land,  Jerusalem. 

1890  Fr.  Brown:  The  measurements  of  hebrew  poetry  as  an  aid  to 

literary  analysis,  AJBL  9,  págs.  71  ss. 
Ryssel:  Über  die  Naturbetrachtung  der  hebr.  Poesie,  ThZSchw 
(D  99). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


125 


1891  G.  Bickel:  Kritische  Bcarbeitung  der  Proverbien,  WZKM  5,  pá- 

ginas 79  ss.;  191  ss.;  271  ss.  (D  42). 
C.  Budde:  Zum  hebráischen  Klagclicd,  ZAW  11,  págs.  234  ss. 
J.  Ley:  Beitráge  sur  hebráischen  Grammatik  und  Metrik,  JbPhilPád, 

páginas  341  ss. ;  408  ss. 

1892  G.  Bickel:  Die  Strophik  des  Ecclesiasticus,  WZKm  6,  págs.  87  ss. 

C.  Budde:  Zum  hebráischen  Klagelied,  ZAW  12,  págs.  31  ss. ;  261  ss. 
J.  Ley  :  Orígenes  über  hebráische  Metrik,  ZAW,  págs.  212  ss. 

1893  G.  Bickel:  Kritische  Bcarbeitung  des  Jobdialogs,  WZKM  7,  pá- 

ginas 1  ss. ;  153  ss. 
J.  Ley:  Beitrage  zum  Rhythmus  und  sur  Metrik  der  hebráischen 
Poesie,  JbPhilPád,  págs.  607  ss. 

1894  G.  Bickel:  Kritische  Bearbeitung  der  Klagelieder,  WZKM  8,  pá- 

ginas 101  ss. 

1895  J.  Ley:  Die  metrische  Beschaffenheit  der  Buches  Hiob.,  TSK,  pá- 

ginas 635  ss. 

H.  Grimme:  Abriss  der  biblischen  hebráischen  Metrik,  ZDMG  50, 
páginas  529  ss. 

1896  H.  Grimme:  Grundsüge  der  hebráischen  Aksent-  und  V okallehre, 

Freiburg  Schw.  (D  70-74;  E  51-52). 

D.  H.  Müller:  Die  Propheten  in  ihrer  ursprünglichen  Form,  Wien 

(D  4;  E  69). 

J.  K.  Zenner:  Die  Chorgesánge  im  Lichte  der  Psalmen,  Freiburg 
Br.  (D  4;  E  74).  (Y  frecuentes  artículos  en  Stimmen  aus  Maria 
Laach,  desde  1891  en  adelante;  algunos  artículos  en  ZKTh.) 

1897  H.  Grimme:  Abriss  der  biblisch-hebráischen  Metrik,  ZDMG  52, 

página  683  (NS  36-8). 
J.  Ley:  Die  metrische  Beschaffenheit  des  Buches  Hiob.,  TSK,  pá- 
ginas 7  ss. 

D.  Schmalzl:  Der  Reim  im  hebráischen  Texte  des  Es.,  TübThQ, 
páginas  127  ss. 

P.  Vetter:  Die  Metrik  des  Buches  Job  (D  11-12;  E  34-35). 
(Artículos  de  Hontheim  en  Stimmen  M.  L.  y  en  ZKTh.) 

1898  H.  Grimme:  Metrisch-kritische  Emendationen  sum  Buche  Hiob., 

TübThQ,  páginas  295  ss. ;  42  ss. 
D.  H.  Müller  :  Strophenbau  und  Responsion,  Wien. 
Flóckner:  Über  den  Charakter  der  alttestamentlichen  Poesie,  Gym- 

nasialprogr.,  Benthen. 
J.  Robertson  :  The  poetry  and  the  Religión  of  the  Psalms. 

1899  J.  Dóller:  Rhythmus,  Metrik  und  Strophik  in  der  biblisch-he- 

bráischen Poesie,  Paderborn. 
N.  Schlógl:  De  re  métrica  veterum  hebraeorum,  Vindobonae. 
H.   Grimme:  Metrisch-kritische  Emendationen  sum  Buche  Hiob, 

TübThQ. 

J.  Ley  :  Die  Bedeutung  des  Ebed  Yahwe  im  2  Teil  des  Jesaja,  TSK, 
páginas  163  ss. 

P.  Rubén:  Strophic  Forms  in  the  Bible,  JQR  11,  págs.  431  ss. 

1900  E.  Kónig:  Stylistik,  Rethorik,  Poetik  in  Besug  auf  die  Biblische 

Literatur,  Leipzig. 


126  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Siglo  XX 

1901  A.  Condamin:  Les  Chants  lyriques  des  Prophétes.  Strophes  et 

choeurs,  RB  10. 

G.  Dalmann  :  Palástinischer  Diwan,  Leipzig. 

H.  Grimme:  Durchgereimte  Gedichte,  BSt  6  (E  79). 
N.  Schlógl:  Ecclesiasticus,  Vindobonae. 

E.  Sievers:  Metrische  Studien:  1  Untersuchungen,  2  Textproben, 
Leipzig. 

1902  J.  Ley  :  Metrische  Analyse  von  Jesaja,  1,  ZAW  22,  págs.  229  ss. 
H.  Grimme:  Psalmenpr óbleme.  Untersuchungen  über  Metrik,  Stro- 

phik  und  Pasek  des  Psalmenbuches,  Freiburg  Schw. 
N.  Schlógl:  Canticus  Canticorum,  Vindobonae. 
E.  Kautzsch  :  Die  Poesie  und  die  poetischen  Bücher  des  A.  T., 

Tübingen. 

1903  J.  Ecker:  Porta  Sion.  Lexikon  zum  lateinischen  Psalter,  Trier. 
M.   Berkowicz  :   Strophenbau  und  Responsion  in  den  Psalmen, 

WZKM  17,  pág.  232. 

1904  P.  Haupt:  Die  Form  der  biblischen  Liebeslieder,  Leyden,  Verhand- 

lungen  des  XIII  Internationalen  Orientalisten-Kongress. 
J.  Hontheim  :  Das  Buch  Job  ais  strophisches  Kunstwerk  nachge- 

wiesen,  BSt  9,  pág.  53. 
E.  Sievers  :  Die  Hebráische  Génesis,  Leipzig. 
V.  Zapletal:  Die  Metrik  des  Buches  Kohelet,  Freiburg  Schw. 

1905  E.  Baumann:  Die  Metrik  und  das  Alte  Testament,  ThRu  8,  pá- 

ginas 41-82. 

W.  H.  Cobb:  A  Criticism  of  Systems  of  Hebrew  Metric,  Oxford. 
A.  Condamin:  Le  livre  d'Isaie,  París. 

1906  A.   Condamin:   Symmetrical  Repetitions  in   Lamentations  Chap- 

ters  I-II,  JThSt  7,  págs.  137  ss. 
W.  Nowack:  Metrum  und  Textkritik. 

1907  E.  Sievers:  Samuel  metrisch  herausgegeben,  Leipzig. 
E.  Kónig;  Die  Poesie  des  Alten  Testaments,  Leipzig. 

M.   Berkowicz  :   Strophenbau  und  Responsion  in  den  Psalmen, 

WZKM  21,  pág.  178. 
J.  M.  P.  Smith:  The  Strophik  Structure  of  the  Book  of  Michak, 

AJSL  24,  pág.  187. 
H.  Wiesmann:  Die  Psalmen  nach  dem  Urtext  von  J.  K.  Zenner, 

erg'ánzt  und  herausgegeben. 

1908  N.   Schlógl:  Die  biblisch-hebraische  Metrik,  ZDMG  62,  pági- 

nas 698  ss. 

W.  R.  Arnold:  The  Rhythms  of  the  Ancient  Hebrews.  OT  an 
Semitic  Studies  in  memory  of  W.  R.  Harper,  págs.  167-204. 

J.  Hontheim:  Das  Hohelied,  BSt  13,  págs.  247-457. 

H.  Wiesmann:  Kehrverspalmen,  MélFUSJos  3,  págs.  337  ss. 

K.  Orelli  :  Zwólfprophetenkommentar.  Exkurs  über  die  Metrik  der 
alttestamentlichen  Prophetenschriften. 

1909  J.  W.  Rothstein  :  Grundzüge  des  hebraischen  Rhythmus  und  seiner 

Formenbildung,  Leipzig  (E  61). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


127 


V.  Zapletal:  De  poesi  hebraeorum  in  V.  T.  conservata,  Freiburg 
Schw. 

1910  F.  Zorell  :  Commentarius  in  Proverbia  auctore  J.  Knabenbauer  S.  J. 

cum  appendice  de  arte  rhythmica  Hebraeorum  auctore...,  Parisiis. 

1911  F.  Perles  :  Wer  hat  zuerst  Strophen  in  der  alttl.  Poesie  angenom- 

menf,  OLZ  14,  pág.  249. 
H.  Grimme:  Die  Oden  Solomos,  Heídelberg. 

N.  Schlógl:  Die  Psalmen  hebraisch  und  deutsch  mit  einem  kurzen 

z^isseuschaftlichen  Kommentar. 
C.  L.  Souvay:  Essai  sur  la  métrique  des  Psaumes. 
M.  Berkowicz  :  Der  Strophenbau  in  den  Psalmen  und  scine  áusseren 

Kcnnzeichen,  Sitz.ber.  der  WAkWiss,  phil-hist  Kl.  165. 

1912  N.  Schlógl:  Die  echte  hebraische  Metrik,  BSt  17,  págs.  1  ss. 

S.  Euringer  :  Die  Kunstform  der  althebráischen  Poesie,  Münster- 
BZfr  5. 

B.  Gray  :  The  strophic  división  of  Isaiah  21,  1-10  and  11,  1-8,  ZAW 
32,  pág.  190. 

H.  Schmidt:  Die  religióse  Lyrik  im  A.  T.,  Tübingen. 

1913  F.  Zorell:  Die  Haupt kunstform  der  hebráischen  Psalmendichtung, 

BZ  11. 

W.  Staerk:  Ein  Hauptproblem  der  hebráischen  Metrik,  BZAW  13, 
página  193. 

B.  Gray:  Forms  of  Hebrew  Poetry,  TheExp.  VIII,  5,  págs.  421- 
441;  552-68;  VIII,  6,  págs.  45-60;  117-140;  221-244  ;  306-328; 
529-553. 

M.  Faulhaber:  Strophentechnik  der  biblischen  Poesie,  Festschr. 
Hertling. 

P.  Szczygiel:  Der  Parallelismus  Stropharum.  Ein  Beitrag  zur  he- 
bráischen Strophik,  BZ  11,  págs.  10  ss. ;  129  ss. 

1914  J.  W.  Rothstein:  Hebraische  Poesie.  Ein  Beitrag  zur  Rhythmolo- 

gie,  Kritik  und  Exegese  des  A.  T.,  BWAT  18. 

E.  Kónig:  Hebraische  Rhythmik.  Die  Gesetze  des  altl.  Vers-  und 

Strophenbaues,  Halle. 

F.  Zorell:  Einführung  in  die  Metrik  und  die  Kunstformen  der  he- 

bráischen Psalmendichtung,  Münster. 

1916  L.  Itkonen  :  Deuterojesaja  metrisch  untersucht,  Helsinki. 

1917  E.  Kónig:  Poesie  und  Prosa  in  der  althebráischen  Literatur  abge- 

grenzt,  ZAW  37,  págs.  145  ss.;  245  ss. 

1918  W.  Staerk:  Ein  mittelalterliches  Zeugnis  für  den  akzentuierenden 

Rhythmus,  TLZ,  págs.  99  ss. 

M.  Lóhr  :  Beobachtungen  zur  Strophik  im  Buch  Hiob.  Fest.  Bau,- 
dissin,  ZAW  33,  págs.  303  ss. 

E.  Isaacs:  The  Metrical  Basis  of  Hebrew  Poetry,  AJSL  35,  pá- 
ginas 20  ss. 

1919  E.  Kónig  :  Poesie  und  Prosa  in  der  althebráischen  Literatur  abge- 

grenzt,  ZAW  38,  págs.  23  ss. 

1920  G.  Hólscher:  Elemente  arábischer,  syrischer  und  hebráischer  Me- 

trik, ZAW  34,  págs.  93  ss. 
1922   W.  F.  Albright:  The  earliest  Forms  of  Hebrew  verse,  JPOS  2, 
páginas  69  ss. 


128  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

F.  Prátorius  :  Die  Gedichte  des  D entero- Jesaja,  metrische  und 
kritische  Bemerkungen,  Berlín. 

1924  E.  Littmann:  Zum  Wechselrhythmus  der  hebraischen  Pocsie,  ZS  2, 

páginas  272  ss. 
J.  Azpiazu:  El  ritmo  hebreo  (dis.  1913). 

1925  E.  Sachse:  Untersuchungen  zur  hebraischen  Metrik,  ZAW  43,  pá- 

gina 173. 

U.  Bonmartini  :  L'Epesegesi  nella  Sacra  Scrittura,  Bibl.  6,  pági- 
nas 424  ss. 

1926  F.  Prátorius  :  Die  Gedichte  des  Hosea,  metrische  und  kritische 

Bemerkungen,  Halle. 

1928  F.  Dijkema:  De  Vorm  hebreewsche  Poezie,  NthT,  págs.  97  ss. 

1929  T.  J.  Meek:  The  Structure  of  Hebrew  Poetry,  JR  9,  pág.  523. 
I.  Gábor:  Der  Hebráische  Rhythmus,  BZAW  52. 

K.  Fullerton  :   The  Strophe  in  Hebrew  Poetry  and  Psalm  29, 
JBL  48,  págs.  274  ss. 

1930  J.  W.  Slotky:  The  Meter  and  Text  of  Psalm  27,  JThSt  31,  pá- 

ginas 387  ss. 

J.  W.  Slotky:  The  Meter  and  Text  o]  Psalm  29,  JThSt  31,  pá- 
gina 186. 

A.  Bruno:  Der  Rhythmus  der  altl.  Dichtung,  Leipzig. 
J.  Hempel:  Die  althebraische  Literatur  und  ihr  hellenistisch-jüdi- 
sches  Nachleben,  Potsdam. 

1931  H.  Moller:  Strophenbau  der  Psalmen  (Diss.  Berlín). 

1932  W.  E.  Barnes  :  Hebrew  Metre  and  Text  of  the  Psalms,  JThSt  33, 

páginas  374  ss. 

J.  Begrich:  Zur  hebraischen  Metrik,  ThRu  N.F.  4,  págs.  67-89. 
H.  Moller:  Strophenbau  der  Psalmen,  ZAW  9. 

1933  A.  Condamin:  Poémes  de  la  Bible  avec  une  introduction  sur  la 

strophique  hébraique. 
J.  Begrich:  Der  Satzstil  in  Fünfer,  ZS  9,  págs.  169  ss. 

1934  G.  Castellani  :  II  ritmo  ebraico  nel  pensiero  degli  antichi,  Bibl.  15, 

página  505. 

F.  Zorell:  De  forma  quadam  carminum  Hebraicorum  frequenter 
adhibita  parum  explorata,  MiscBibl  2,  págs.  297  ss. 

1935  A.  Bruno:  Das  Hebráische  Epos.  Eine  rhythmische  und  textkri- 

tischc  Untersuchung  der  Bücher  Samuclis  und  K'ónige,  Uppsala. 
J.  W.  Slotki:  Antiphony  in  ancient  Hebrew  Poetry,  JQR  26,  pá- 
ginas 199  ss. 

1936  Th.  T.  Robinson:  Some  Principies  of  Hebrew  Metrics,  ZAW  54, 

páginas  28  ss. 

Th.  T.  Robinson:  Anacrusis  in  Hebrew  Poetry,  BZAW  66,  pá- 
ginas 37  ss. 

1937  N.  Schlógl:  Wieder  eine  neue  biblisch-hebraische  Metrik,  WZKM 

44,  páginas  1  ss. 

1938  W.  O.  E.  Osterley:  Ancient  Hebrew  Poems  metrically  translated, 

London. 

C.  F.  Kraft:  The  Strophic  Structure  of  Hebrew  Poetry  as  illus- 
trated  in  the  first  book  of  the  Psalter,  Chicago. 

1939  A.  Maecklenburg  :  Einführung  in  die  Probleme  der  Hebraischen 

Metrik,  WZKM  46,  págs.  1-46. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


129 


E.  Lund  :  Eine  metrische  Form  im  A.  T.,  ActOr  17,  págs.  249  ss. 
1941    P.  Cummins  :  Rhythm,  Hebrew  and  English,  CBQ  3,  págs.  321  ss. 

W.  H.  Mac  Clellan:  The  Elements  of  O.  T.  Poetry,  CBQ  3,  pá- 
ginas 203  ss. 

1945  D.  Gonzalo  Maeso:  Principios  fundamentales  del  verso  hebreo, 

Sef.  5,  págs.  3  ss. 

1946  R.  Tournay  :  Poésie  biblique  et  traduction  frangaise,  RB  53,  pág.  349. 

1947  Th.  T.  Robinson:  The  Poetry  of  the  OT. 

S.  T.  Byington:  A  mathematical  Approach  to  Hebrew  Metres, 
JBL  67,  págs.  63  ss. 

1948  G.  D.  Young:  Semitic  Metrics  and  Ugaritic  Evidence,  The  Bible 

Today,  págs.  150  ss. 

1949  E.  Balla:  Ezechiel  8,  1-9,  11;  11,  24-25,  Bultmann  Festschrift,  pá- 

ginas 1  ss. 

G.  Fohrer:  Jeremías  Tempelwort  7,  1-15,  ThZ  5,  pág.  401. 

M.  J.  Schirmann:  La  métrique  quantitative  dans  la  poésie  hé- 

bráique  du  moyen  age.  Actes  du  XXI"  Congrés  Intern.  des 

Orient.,  París  (1948). 

1950  F.  M.  Cross  :  Studies  in  Jakwistic  Poetry,  Dis  John  Hopkins  Un. 
P.  T.  Piatti  :  /  carmi  alfabettici  della  Bibbia  chiave  della  métrica 

ebraica,  Bibl  31,  págs.  281  ss.,  427  ss. 

Th.  T.  Robinson:  Basic  Principies  of  Hebrew  Poetic  Form,  Fest- 
schrift Bertholet,  págs.  438  ss. 

S.  Mowinckel  :  Zum  Problem  der  hebraischen  Metrik,  ib.,  pági- 
nas 379  ss. 

1951  M.  F.  Unger:  The  N  ature  of  Hebrew  Poetry,  BiblSacra  108,  pá- 

ginas 282  ss. 

1952  G.  Fohrer:  Die  Hauptprobleme  des  Buches  Ezechiels,  BZAW  72. 
G.  Fohrer:  Neuere  Literatur  sur  alttl.  Prophetie,  ThRu  20,  pá- 
gina 199. 

Waggoner  :  Studies  in  Hebrew  Poetry. 

1953  Th.  T.  Robinson:  Hebrew  Poetic  Form:  the  English  Tradition, 

VTSup,  págs.  128  ss. 
S.  Segert:  Vorarbeiten  zur  hebraischen  Metrik,  ArOr  21,  pági- 
nas 481  ss. 

S.  Mowinckel  :  Zur  hebraischen  Metrik  II,  StTh  6,  págs.  54  ss. 
S.  Mowinckel:  Der  metrische  Aufbau  von  Jes.  62,  1-12  und  die 

sogenannten  Kurzverse,  ZAW  65,  pág.  167. 
S.  Mowinckel:  Metrischer  Aufbau  und  Textkritik  an  Ps.  8  illus- 

triert.  Studia  Orient.  J.  Pedersen  dicata,  págs.  250  ss. 

F.  Horst:  Die  Kennzeichen  der  hebraischen  Poesie,  ThRu  21,  pá- 

ginas 97  ss. 

A.  Bruno:  Die  Bücher  Génesis  und  Exodus:  Eine  rhythmische 
Untersuchung. 

1954  G.  Fohrer:  Über  den  Kurzvers,  ZAW  66,  págs.  199  ss. 

1960   J.  Schildenberger  :  Bemerkungen  zum  Strophenbass  der  Psalmen, 
EstEcl  40,  págs.  673-87. 


130 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


C)  COMENTARIO  AL  CATÁLOGO  CRONOLÓGICO 

Sobre  el  pensamiento  de  los  antiguos  comentadores  acerca  de 
la  métrica  hebrea,  informa  Schlógl  en  la  primera  parte  de  su 
trabajo  y  G.  Castellini  (Bibl  1934). 

Los  judíos  medievales  es  sabido  que  se  inspiran  en  los  tra- 
tados de  los  preceptistas  árabes.  Entre  los  judíos  posteriores,  es 
notable  Rabbi  Azaria  de  Rossi,  que  intuyó  la  verdadera  línea  de 
solución.  Si  los  posteriores  se  hubieran  apoyado  en  sus  indica- 
ciones, se  hubieran  ahorrado  muchos  tanteos  y  teorías  invero- 
símiles (cfr.  Schlógl,  pág.  8);  las  teorías  del  judío  renacentista 
las  dio  a  conocer  a  los  eruditos  Buxtorfius  fil.  en  el  Liber  Cosri. 

Muy  reciente  el  Thesaurus  de  Ugolino,  Antón  se  coloca  en  el 
camino  cierto  de  la  solución:  el  ritmo  acentual;  y  Leutwein  le 
sigue  de  cerca. 

En  el  siglo  xix  proliferan  las  teorías :  es  curioso  observar 
cómo  el  prejuicio  de  las  teorías  cuantitativas  puede  desorientar 
a  tantos  investigadores ;  quizás  herencia  inconsciente  de  la  poética 
clásica,  que  era  probablemente  la  única  información  teórica  ad- 
quirida durante  los  estudios  humanísticos.  Más  explicable  es  el 
prejuicio  del  isosilabismo,  tan  arraigado  en  las  literaturas  occi- 
dentales, siríaca  y  árabe.  J.  Ley  es  quien  decide  un  avance  seguro ; 
y  el  descubrimiento  de  Budde  consolida  el  avance.  Desde  enton- 
ces puede  darse  por  adquirida  la  tesis  de  una  métrica  hebrea 
acentual. 

Sievers  da  otro  paso  decisivo.  Especializado  en  estudios  rít- 
micos, dotado  de  extraordinaria  sensibilidad  para  los  aspectos 
sonoros  del  lenguaje,  Sievers  crea  un  sistema  coherente  que  se 
impone  rápidamente,  a  la  letra  o  con  retoques.  La  lingüística  y 
la  fonética  en  aquella  época  estaban  dominadas  por  tendencias 
rígidas;  buscaba  leyes  rigurosas  un  poco  al  estilo  de  las  ciencias 
naturales ;  y  la  sistematización  de  Sievers,  con  toda  su  flexibili- 
dad, se  resiente  de  este  influjo.1  Los  investigadores  más  recientes 

i  Kayser,  o.  c,  pág.  99,  escribe  de  Sievers:  "Wenn  es  Sievers  auch  nicht  gelun- 
gen  istj  seine  von  einer  ausserordentlichen  Empfindlichkeit  und  einer  ungewóhnlichen 
Begabung  für  alies  Scballmássige  geleitete  Arbeitsweise  zu  einer  festen  wissenschaft- 
lichen  Metbode  auszubilden,  die  übernommen  werden  kónnte,  so  haben  seine  Arbeiten 
doch  dazu  beigetragen,  die  Aufmerksamkeit  auf  den  lebendigen  Klang  der  Sprache 
und  der  Dichtung  zu  lenken.  Die  etwas  abgestumpften  Ohren  gerade  auch  der  Li- 
terarhistoriker  und  der  zu  sebr  mit  den  Augen  aufnehmenden  Verswissenschaftler 
sind  hellhórig  geworden  für  die  Eigenheiten  und  Werte  der  Lebendigen,  gesproche- 
nen  Dichtung." 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


131 


del  ritmo  literario  no  aceptan  la  perfecta  isocronía,  ni  la  igualdad 
equivalente  de  los  pies;  y  toda  la  escuela  formalista  rusa  incluso 
niega  la  verdadera  existencia  de  los  pies  métricos,  resultado  de  un 
análisis  secundario.2 

Esto  lo  sintieron  ya  hace  tiempo  otros  investigadores,  entre 
los  cuales  destaca  B.  Gray,  por  su  buen  sentido  y  la  moderación 
de  sus  juicios. 

Lo  curioso  es  que  otra  serie  de  autores  encontraban  la  teoría 
de  Sievers  demasiado  flexible,  con  demasiado  margen  para  la 
interpretación  subjetiva.  Tal  preocupación  manifiesta  Begrich 
en  su  trabajo  informativo  (págs.  71  y  76)  y  Horst  recientemente 
(página  111),  y  es  constante  en  los  trabajos  de  Mowinckel.  El 
hecho  es  importante  y  hay  que  buscarle  una  explicación. 

En  primer  lugar,  una  cosa  que  sorprende  a  quien  se  interna 
por  esta  abigarrada  bibliografía  es  la  ausencia  de  tratadistas  acre- 
ditados del  ritmo  poético  en  general.  Un  artículo  como  el  de  Tour- 
nay,3  en  el  que  figuran  inteligentemente  citados  los  nombres  de 
Servien  Coculesco,  M.  Grammont,  Marouzeau,  Claudel,  Dom 
Mocquereau,  es  una  excepción  extraordinaria.  E.  Isaacs  citó  las 
investigaciones  de  entonces  sobre  la  percepción  subjetiva  del  rit- 
mo; pero  no  sacó  suficiente  partido  de  las  citas.  Mowinckel  co- 
mienza con  una  exposición  de  carácter  general,  apoyada  en  ejem- 
plos y  autoridades,  con  buenas  formulaciones  y  distinciones;  no 
acabo  de  comprender  cómo,  después  de  tan  buena  introducción, 
Mowinckel  adopta  una  posición  tan  dogmática. 

En  general  se  puede  decir  que  a  los  investigadores  del  ritmo 
bíblico  no  les  interesa  lo  que  sobre  el  ritmo  literario  van  encon- 
trando los  especialistas  en  ciencia  de  la  literatura.  Como  por 
otra  parte,  estos  técnicos  suelen  ser  especialistas  en  "germanísti- 
ca"  o  "romanística",  y  no  conocen  la  poesía  hebrea,  la  separación 
es  fatal.  El  sistema  de  Sievers  ha  tenido  grande  aceptación,  su 
ejemplo  apenas  ha  influido.  Un  caso  aleccionador  es  que  a  estas 
alturas  todavía  se  puedan  publicar  con  pretensiones  científicas 
libros  como  los  de  Bruno.4 

2  Si  yo  acepto  la  nomenclatura  y  el  análisis  de  los  pies,  en  la  segunda  parte 
de  este  capítulo,  es  sobre  todo  por  comodidad  de  exposición;  es  una  terminología  clara, 
común,  que  expresa  bien  mi  idea;  ciertamente  considero  el  verso  "anterior  al  pie", 
y  el  "pie",  resultado  de  análisis  secundario. 

3  Cfr.  año  1946. 

4  Y  todavía  se  le  dedican  recensiones  en  serio:  la  última,  OLZ,  51  (1956),  pá- 
ginas 426-27,  firmada  por  Fr.  Maas;  de  ella  cito  "Die  Konsequenz,  mit  der  Bruno 


132 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Otro  factor  importante  es  la  mentalidad  de  rigor  científico. 
Escuchábamos  los  temores  de  Begrich  en  varias  ocasiones : 

"El  sentido  rítmico  personal  del  individuo  decide.  Un  elemento  subje- 
tivo, no  completado  con  la  prueba  objetiva,  penetra  en  la  discusión  y  difi- 
culta la  comprensión  en  cuestiones  métricas.  Es  cierto  que  el  sentido  rítmico 
personal  consigue  guiar  rectamente  en  la  lectura  de  textos  hebreos..." 

"El  sistema  de  Sievers  sigue  siendo  superior,  porque  procura  determinar 
la  relación  entre  sílabas  acentuadas  e  inacentuadas  según  el  compás  cua- 
ternario, y  no  se  contenta  con  el  sentido  rítmico  subjetivo..." 

"No  se  puede  negar  que  la  métrica  de  Hólscher  ha  surgido  como  un 
enemigo  serio  de  la  de  Sievers.  Pues  ella  ofrece,  en  vez  de  un  oscuro  sen- 
tido rítmico,  una  tesis  clara  que  cuenta  con  la  unidad  constante  de  tiempo 
del  ritmo. "  5 

mientras  que  Horst,  entre  sus  argumentos  a  favor  del  sistema 
"alternante"  aduce  "la  lectura  según  los  acentos,  al  revés  de  la 
alternante  deja  demasiado  espacio  a  ideas  subjetivas"  (pág.  111). 

Las  frases  de  Begrich,  modestas  y  matizadas,  se  pueden  acep- 
tar ;  pero  en  ellas  se  trasluce  algo  que  convence  menos.  En  primer 
lugar,  aduce  el  caso  de  Bruno  para  comprobar  el  peligro  de  dejar 
la  decisión  al  sentido  rítmico  de  cada  uno ;  pero  el  caso  demuestra 
lo  contrario,  a  saber,  el  peligro  de  juzgar  y  decidir  cuando  falta 

nur...  ist  anzuerkennen".  Para  otras  recensiones,  cfr.  Elenchus,  Bibl.  36  (1955), 
n.  1307;  1266;  1172;  1008. 

5  "Das  persónliche  rhythmische  Gefühl  des  einzelnen  fállt  die  Entscheidung. 
Ein  subjektives  Moment,  dem  die  Ergánzung  nach  der  objektiven  Seite  fehlt,  dringt 
in  die  Diskussion  ein  und  erschwert  die  Verstándigung  in  metrischen  Fragen.  Gewiss 
vermag  das  rhythmische  Gefühl  den  Einzelnen  bei  der  Lesung  hebráischer  Verstexte 
oft  richtig  zu  leiten...  (pág.  71). 

"...bleibt  die  Sieverssche  Auffassung  grundsátzlich  überlegen,  weil  sie  das  Ver- 
háltnis  der  Tonsilben  und  der  tonlosen  Silben  von  dem  vierzeitigen  Takt  aus  zu 
bestimmen  unternimmt  und  nicht  in  dem  subjektiven  rhythmischen  Gefühl  stecken 
bleibt"  (pág.  73). 

"Es  ist  nicht  zu  verkennen,  dass  in  der  Hólscherschen  Metrik  ein  wirklich 
ernster  Gegner  der  Sieversschen  erstanden  ist.  Denn  hier  steht  statt  eines  ungeklárten 
Rhythmusgefühles  eine  klar  einsehbare  These,  welche  mit  der  einheitlichen  Takt- 
zeit  des  Rhythmus  rechnet"  (pág.  77). 

Léanse  las  frases  precedentes  de  Begrich,  confrontadas  con  las  de  L.  Spitzer, 
en  su  controversia  con  Jordán  (citadas  en  pág.  105,  i.  e.  Finalidad  y  métodos);  o  con 
el  primer  capítulo  de  E.  Staiger:  Die  Kunst  der  Interpretation: 

"Es  ist  mir  klar,  dass  ein  solches  Gestándnis  im  Raum  der  Wissenschaft  Anstoss 
erregt.  Das  allersubjektivste  Gefühl  gilt  ais  Basis  der  wissenschaftlichen  Arbeit! 
Ich  kann  und  will  es  nicht  leugnen.  Ich  glaube  jedoch,  dieses  'subjektive'  Gefühl 
vertrage  sich  mit  der  Wissenschaft  —  der  Literaturwissenschaft!  —  sehr  wohl,  ja 
sie  komme  nur  so  zu  ihrem  Recht"  (pág.  12). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


133 


el  sentido  rítmico.6  Se  insiste  mucho  en  buscar  un  sistema  fijo, 
que  el  comentarista  pueda  aplicar  sin  más  a  los  casos  particulares, 
sin  tener  que  guiarse  por  sólo  su  sentido  rítmico.  Pero,  ¿si  al 
poeta  no  le  convencía  tal  sistema?  ¿  Si  el  poema  concreto  no  se 
ha  sometido  del  todo  al  sistema  ? 

Hace  casi  veinte  años  que  los  técnicos  de  cuestiones  literarias 
insisten  en  la  necesidad  de  estudiar  el  poema  como  individuo  di- 
ferenciado; para  ello  son  necesarias  unas  normas  generales.  Pero 
no  se  pueden  forzar  tales  normas.  El  mismo  Sievers,  el  preciso 
y  metódico  investigador,  aconsejaba:  "Práctica  y  más  práctica  del 
sentido  rítmico,  para  la  totalidad  y  el  detalle...  y  no  sólo  inte- 
lecto" (pág.  373). 

Repito  que  las  frases  de  Begrich  son  moderadas ;  lo  que  pre- 
tendo es  insistir  en  el  otro  aspecto,  bastante  descuidado,  del  pro- 
blema. Hacen  falta  normas  generales,  pero  flexibles;  hace  falta 
sentido  rítmico  y  entrenamiento;  y  hace  falta  acercarse  con  res- 
peto al  poema  individual.  Es  decir,  una  síntesis  equilibrada  de 
lo  subjetivo,  el  sentido  rítmico,  y  lo  objetivo,  normas  generales 
y  su  realización  concreta. 

Por  eso  encuentro  poco  flexible  el  sistema  de  Sievers,  y  exa- 
geradamente rígido  el  de  Mowinckel.  Creo  que  Gray  es  por 
ahora  el  más  aceptable. 

Quiero  concluir  este  leve  comentario  citando  algo  de  lo  que 
dicen  tratadistas  recientes  sobre  los  intentos  de  señalar  fórmulas 
fijas  : 

"Por  lo  general,  los  tratadistas  de  prosodia  gráfica  ensayan  la  con- 
fección de  escalas  métricas  que  se  supone  que  el  poeta  observa  exactamente. 
Todos  hemos  aprendido  en  la  escuela  la  terminología  que  emplean;  hemos 
oído  hablar  de  yambos,  de  troqueos,  de  anapestos  y  espondeos.  Estos  tér- 
minos todavía  son  los  que  más  se  entienden  y  los  más  útiles  para  descrip- 
ciones y  exposiciones  corrientes  de  normas  métricas.  Sin  embargo,  hoy  se 
reconoce  ampliamente  la  insuficiencia  de  todo  el  sistema.  Es  evidente  que 
la  teoría  no  presta  atención  al  sonido  real,  efectivo,  y  que  su  habitual 
dogmatismo  es  completamente  erróneo.  Hoy  todo  el  mundo  comprende  que 
el  verso  sería  de  la  más  tediosa  monotonía  si  realmente  atendiese  exacta- 
mente a  las  escalas  o  pautas  gráficas.  En  las  aulas  y  en  los  libros  de  texto 
elementales  es  donde  más  se  resiste  a  desaparecer  la  teoría.  Sin  embargo, 
tiene  sus  méritos :  se  concentra  francamente  sobre  las  escalas  métricas 
e  ignora  las  minucias  e  idiosincrasia  personal  del  ejecutante,  dificultad  que 
muchos  sistemas  modernos  no  han  podido  evitar.  La  métrica  gráfica  sabe 

6    Sigo  citando  a  Staiger: 

"Beruht  unsere  Wissenschaft  auf  dem  Gefühl,  so  heisst  das  fürs  erste:  nicht 
jeder  Beliebige  kann  Literarhistoriker  sein.   Begabung  wird  erfordert..."   (pág.  13). 

10.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


134 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


que  el  metro  no  es  simplemente  cuestión  de  sonido,  que  existe  una  escala 
o  estructura  métrica  que  se  entiende  como  implícita  en  el  poema  propia- 
mente dicho  o  subyacente  a  él." 

(Wellek-Warren  :  Teoría  literaria,  págs.  283-84.) 


2.  NOCIONES  GENERALES  Y  NOMENCLATURA 

a)  El  ritmo  es  genéricamente  la  ordenación  de  una  serie 
temporal.1  Exige  pluralidad  de  elementos,  sucesión  y  contigüi- 
dad. Todo  esto  basta  que  suceda  en  la  percepción:  la  percepción 
puede  dividir  un  continuo  en  elementos  distintos,  determina  los 
límites  máximo  y  mínimo  de  la  contigüidad,  puede  convertir  en 
elemento  la  carencia  objetiva  —  el  silencio,  el  reposo — . 

La  unidad  de  esta  pluralidad,  o  la  ordenación  de  la  serie  tem- 
poral viene  determinada  por  la  reaparición  periódica  de  un  ele- 
mento dominante.  V.gr.,  de  cuatro  sílabas  una  se  destaca  y  agrupa 
a  las  demás;  y  vuelve  a  destacarse  para  agrupar  las  cuatro  si- 
guientes. 

Esto  basta  que  suceda  en  la  percepción :  por  lo  tanto,  la  per- 
cepción puede  hacer  equivalentes  dos  elementos  dominantes  dis- 
tintos, creando  la  reaparición.  Esto  se  puede  formular  como  la 
"ley  de  la  sustituibilidad  del  elemento  dominante".  No  hace  falta 
que  en  la  realidad  el  elemento  se  destaque;  basta  que  la  per- 
cepción lo  destaque,  y  lo  destaca  sin  querer.  Esto  procede  de  la 
ley  psicológica  del  ritmo,  a  saber,  que  el  hombre  tiende  a  pro- 
ducir (caminar,  hablar)  y  percibir  (metrónomo,  tren)  rítmica- 
mente sus  acciones  y  sensaciones  temporales.  La  periodicidad  tam- 
bién basta  que  sea  percibida :  la  estructura  psicológica  (levemente 
variable  según  los  individuos)  impone  los  límites  máximos  —  nú- 
mero de  elementos  o  duración  —  y  salva  las  desigualdades.  Por 
lo  tanto  no  es  necesaria  la  perfecta  isocronía;  el  número  puede 
suplir  la  duración.  V.  gr.  un  "ritardando"  en  música  no  destruye 
la  periodicidad  psicológica,  el  ritmo ;  la  lectura  más  lenta  de  un 
verso  no  destruye  el  ritmo.8 

7  Tomo  estas  nociones  de  mi  libro  citado  en  la  Bibliografía;  allí  encontrará 
el  lector  expuesta  con  más  amplitud  mi  teoría. 

8  Un  concepto  complementario  es  la  "expectación":  "El  tiempo  del  lenguaje 
versificado  es  tiempo  de  expectación.  Transcurrido  cierto  tiempo,  esperamos  una 
señal  rítmica,  pero  no  es  forzoso  que  esta  periodicidad  sea  exacta  ni  que  la  señal  sea 
realmente  fuerte  en  tanto  tengamos  sensación  de  que  lo  es"   (Wellek-Warren,  pá- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


135 


El  fenómeno  espiritual  del  ritmo  tiene  una  base  orgánica.  Por 
eso  resulta  tiempo  ideal  de  los  grupos  mínimos  (una  palabra,  un 
acento,  un  paso)  el  tiempo  aproximado  del  corazón ;  y  de  los 
grupos  siguientes  (verso,  paso  de  danza...)  el  tiempo  aproximado 
de  la  respiración  normal.  Si  en  vez  de  tiempo  ponemos  número, 
5  parece  ser  el  límite  razonable,  7  es  inabarcable,  los  elementales 
son  2  y  3 ;  por  eso  5  tiende  a  dividirse  en  3  -f  2,  7  es  abarcable 
sólo  como  4  +  3  (o  equivalentes),  6  se  convierte  en  3  +  3  (o  equi- 
valentes). 

El  ritmo  del  lenguaje  ordena  los  elementos  sucesivos,  es  de- 
cir las  sílabas  —  que  son  la  unidad  mínima  — ,  por  la  reaparición 
periódica  de  alguna  de  sus  propiedades  como  factor  dominante : 
duración,  intensidad,  tono,  timbre.  La  literatura  clásica  empleaba 
el  primero,  duración;  nuestras  literaturas  emplean  como  factor 
constitutivo  la  intensidad;  como  factor  complementario  emplean 
el  timbre  —  rima,  asonancias,  aliteraciones  —  con  función  rítmica. 
Pero  hay  otros  dos  factores  que  no  podemos  olvidar ;  uno  es  el 
número,  que  debe  unirse  a  algún  otro  factor  para  su  eficacia ; 
otro  es  el  silencio,  en  su  forma  pura  —  no  sonido  —  o  en  su  for- 
ma equivalente  —  síncopa,  prolongación  de  sonido  sin  acento  — . 

La  periodicidad  con  que  reaparece  el  elemento  dominante  ad- 
mite grados,  dentro,  claro  está,  de  ciertos  límites.  Si  es  más  bien 
irregular,  tenemos  el  ritmo  de  la  prosa  ordinaria;  si  es  clara- 
mente regular,  tenemos  el  verso.  (La  distinción  prosa-poesía  es 
inexacta ;  porque  existen  poemas  en  prosa,  prosa  poética  y  versos 
prosaicos.)  Entre  los  dos  extremos  netos  podemos  colocar  las 
formas  intermedias  de  la  prosa  artística  —  cursus  — ,  y  del  ver- 
so libre. 

En  los  casos  extremos  la  distinción  es  clara.  El  ritmo  del 
verso  parte  del  ritmo  natural  del  lenguaje  y  lo  estiliza  haciéndolo 
regular  ;9  cuando  ha  llegado  a  una  regularidad  grande,  la  estiliza- 
ción es  patente.  En  los  casos  intermedios  es  más  difícil  decidir. 
Del  asunto  me  ocuparé  más  despacio  al  exponer  las  controversias 
actuales  en  el  campo  bíblico.  Ahora  baste  una  rápida  observación. 
En  cualquier  lengua  predomina  una  fórmula  rítmica  más  fre- 

gina  288);  cita  la  obra  de  Vittorio  Benussi:  Psychologie  der  Zeitauffassung,  Hei- 
delberg,  19 13. 

9  A.  MeillET:  Les  origines  indo-européens  des  métres  grecs,  París,  1923:  "La 
métrique  consiste  á  styliser,  á  normaliser  le  rythme  naturel  de  la  langue"  (pág.  9). 


136  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

cuente.  En  castellano  ha  encontrado  R.  Brenes-Mesén  que  el  ritmo 
normal  de  la  prosa  es  de  ocho  sílabas,  lo  mismo  que  en  el  verso.10 
¿Cuál  es  el  criterio  de  distinción? 

Recordemos  lo  dicho  sobre  la  percepción.  Hay  que  percibir 
la  regularidad ;  para  percibirla  hay  que  encauzar  la  atención ;  para 
encauzar  la  atención  existen  dos  medios  principales :  el  gráfico  y 
la  recitación.  Es  decir,  en  los  casos  intermedios  es  decisiva  la 
escritura  o  la  entonación. 

b)  Podemos  distinguir  en  el  verso  ritmos  de  diversos  grados. 
El  ritmo  de  primer  grado  ordena  los  elementos  últimos  o  sílabas : 
"Feror  ego  veluti"  es  el  verso.  Si  tomamos  el  verso  como  ele- 
mento para  una  ordenación  superior,  obtenemos  un  ritmo  de  se- 
gundo grado,  la  estrofa.  Si  tomamos  la  estrofa  como  elemento 
para  una  ordenación  superior,  obtenemos  el  ritmo  de  tercer  gra- 
do ;  en  tal  caso,  las  estrofas  no  pueden  ser  muy  extensas,  si  se 
han  de  percibir  como  recurrencia  rítmica;  aunque  en  estos  casos 
puede  suplir  la  memoria,  p.  e.,  cuando  el  oyente  conoce  de  ante- 
mano el  esquema.  De  lo  contrario,  se  abandona  la  ordenación 
rítmica,  y  se  entra  en  terreno  de  "composición". 

Además  de  los  ritmos  de  diversos  grados,  pueden  darse  rit- 
mos heterogéneos,  que  emplean  una  cualidad  diversa  como  factor 
dominante:  p.  e.,  un  ritmo  acentual  dentro  del  verso,  y  otro  de 
timbre  —  rima  —  de  verso  a  verso.  Y  también  se  podría  hablar 
de  ritmos  complejos,  que  emplean  combinados  diversos  factores, 
p.  e.  la  rima  y  el  número  de  sílabas,  la  pausa  y  la  rima,  etc. 

Dos  cosas  hay  que  notar:  la  primera,  que  el  verso  como  tal 
comienza  a  existir  cuando  se  repite,  y  lo  mismo  la  estrofa;  la 
repetición  mínima  es  la  binaria.  Segundo,  que  los  límites  entre 
los  diversos  grados  son  muchas  veces  convencionales,  y  que  se 
pueden  confundir  fácilmente  un  verso  largo  con  cesura  medial 
y  un  pareado  de  versos  breves.  Para  distinguir  los  límites  verda- 
deros puede  intervenir  la  disposición  gráfica,  la  recitación,  la 
rima,  las  pausas,  etc. 

Etimológicamente  verso  y  estico  son  una  misma  cosa  en  di- 
ferente idioma :  un  hexámetro  latino  no  es  un  dístico,  aunque  ten- 
ga cesura.  Yo  llamaré  "hemistiquio"  a  la  mitad  o  tercio  (ilógica- 
mente) de  un  verso.  En  vez  de  hemistiquio  se  podría  hablar  de 
"colon". 


io    El  ritmo  de  la  prosa  espartóla,  Hispania,  21  (1938),  págs.  47-52. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


137 


c)  Un  concepto  que  puede  ser  fecundo  en  la  investigación 
rítmica  es  el  de  motivo  rítmico,  o  mejor  "leitmotiv  rítmico"  ;  se- 
gún Kayser  (o.  c,  pág.  252)  es  un  "colon"  de  esquema  rítmico 
fijo,  que  domina  una  serie  variable.  Él  pone  como  ejemplo  la 
fórmula  oóoó  ("to  die,  to  sleep"),  en  el  famoso  monólogo  de 
Hamlet.11 

Más  importante  es  la  distinción  del  mismo  Kayser  entre  ritmo 
y  metro.  Según  la  distinción  de  San  Agustín,  que  los  tratadistas 
bíblicos  suelen  citar,  "omne  metrum  etiam  rhythmus,  non  omnis 
rhythmus  etiam  versus;  item  omnis  versus  et  metrum  sit,  non 
omne  metrum  etiam  versus".12  Dichos  tratadistas  suelen  llamar 
metro  al  ritmo  regular.  Dóller  divide  su  tratado  en  tres  partes  : 
ritmo,  metro  y  estrofa;  y  constantemente  hace  uso  de  la  distin- 
ción :  su  conclusión  es  que  la  poesía  hebrea  tiene  ritmo,  no  metro. 
Algo  parecido,  con  menos  claridad  hace  Schlógl.  Y  Euringen 
distingue:  "Los  sistemas  rítmicos.  Los  sistemas  métricos." 

La  distinción  de  Kayser  no  coincide  exactamente  con  ésta; 
pero  para  la  investigación  estilística  del  ritmo  es  mucho  más  fe- 
cunda. Según  él,  el  metro  es  el  esquema  regular  subyacente,  o 
previo,  o  ideal ;  ritmo  es  la  realización  individual  y  varia  de  dicho 
esquema  ideal.  En  música  el  metro  sería  el  compás  exacto  que 
puede  marcar  un  metrónomo,  el  ritmo  la  realización  viva  dentro 
del  compás  regular.13 


METRO  Y  RITMO.  "LEITMOTIV"  RÍTMICO 

d)  Con  estos  conceptos  aporta  Kayser  una  solución  satisfacto- 
ria al  problema  de  la  síntesis  de  tendencias  opuestas  en  el  ritmo. 

En  el  proceso  creativo  el  ritmo  es  anterior  al  metro.  Muchas 
veces  es  una  frase  perfecta  y  articulada  rítmicamente,  que  se  le 
impone  al  poeta,  y  a  partir  de  la  cual  desarrolla  el  poema. 

11  oóoó.  Empleo  esta  notación  para  señalar  sílabas  acentuadas  ó,  y  no  acen- 
tuadas o.  (En  alemán,  Hebung  und  Senkung.) 

12  De  música,  III,  pág.  x;  PL  32,  pág.  11 16. 

13  Kayser,  o.  c,  -págs.  241-270. 

"Metrum  und  Rhythmus  müssen  also  gesondert  werden.  Wer  das  Metrum  eines 
Gedichts  bestimmt,  hat  damit  noch  nicht  den  Rhythmus  bestimmt.  Beide  Phánomene 
hángen  zusammen:  so  verschieden  der  Rhythmus  bei  Brentano  und  Kingsley  ist,  er 
hángt  jeweils  von  der  metrischen  Schema  ab,  das  zugrunde  liegt.  Das  metrische 
Schema  gleicht  einem  Kanevas,  der  bei  der  vollendeten  Stickerei  nicht  mehr  zu  sehen 
ist,  aber  Richtung,  Struktur  und  Dicke  der  Fáden  beeinflusst  hat"  (pág.  242). 


138  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

La  frase  puede  ser  un  verso  entero  o  una  parte  de  verso  (ko- 
lon,  stichos).  En  un  poema  de  ritmo  variable,  la  reaparición  de 
la  misma  fórmula  rítmica,  articula  la  totalidad.  A  esa  unidad  rít- 
mica determinante  la  llama  Kayser  "Rhythmisches  Leitmotiv", 
y  Mowinckel,  independientemente  de  Kayser,  señala  certeramente 
las  "Urzellen"  en  un  monólogo  de  Ibsen ;  pero  las  consecuencias 
que  saca  son  menos  aceptables. 

Con  estos  elementos  podríamos  distribuir  aproximadamente 
los  versos  de  un  poema  en  tres  grandes  grupos  no  muy  estrictos : 
a)  versos  constituidos  por  el  leitmotiv  señalando  la  emoción 
fundamental  del  poema,  y  articulándolo  formalmente;  b)  versos 
neutros,  que  cumplen  con  el  esquema  por  razones  formales,  sin 
especial  función  expresiva;  c)  versos  que  quebrantan  el  esquema 
con  función  expresiva. 

Según  la  condición  del  poeta,  del  poema,  de  la  escuela,  etc., 
pueden  predominar  los  versos  de  cualquier  grupo,  sin  que  falte 
la  regularidad  sustancial  y  la  irregularidad  individual.  Esto  no 
se  lo  podemos  negar  "a  priori"  a  los  poetas  hebreos. 

Sin  emplear  los  mismos  términos,  Wellek  insiste  en  la  dis- 
tinción y  tensión  entre  la  escala  regular  y  el  impulso  rítmico,  en- 
tre la  escala  y  su  observancia  real,  entre  las  normas  ideales  y  sus 
variaciones  concretas.  La  tensión  y  síntesis  entre  los  dos  factores, 
es  lo  que  determina  la  calidad  artística  de  un  poema  determinado, 
alejado  de  la  anarquía  y  de  la  monotonía.14 

Aplicando  esta  distinción  podríamos  decir  que  Sievers  llegó 
a  establecer  un  "metro",  o  "escala"  o  "norma",  dejando  algo 
de  espacio  para  las  variaciones  del  "ritmo".  Gray  ensancha  el 
espacio  del  "ritmo"  y  afloja  la  rigidez  de  las  "normas".  Mo- 
winckel apenas  deja  sitio  para  el  "ritmo",  en  su  afán  de  esta- 
blecer una  "escala"  rígida. 

Finalmente,  un  análisis  rítmico  que  ignore  el  sentido  obtendrá 
resultados  muy  precarios,  y  en  ocasiones  falsos.  Wellek  concluye 
su  capítulo  con  estas  palabras :  "Vemos  que  el  sonido  y  el  metro 
han  de  ser  estudiados  como  elementos  de  la  totalidad  de  una  obra 
de  arte,  no  aislados  del  sentido."  15 


14  Estos  temas  están  magistralmente  tratados  en  la  pequeña  obrita  de  Kayser, 
Versschule3,  Berna,  1951;  especialmente  en  el  cap.  7:  "Vom  Rhythmus". 

15  O.  c,  pág.  296. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


139 


3.  CONTROVERSIAS  ACTUALES 

Me  voy  a  fijar  en  los  puntos  que  se  siguen  discutiendo,  o  se 
discuten  de  nuevo.  Puede  decirse  que  Begrich  (1932)  dio  ya  por 
liquidada  la  discusión  sobre  la  estrofa :  su  análisis  y  crítica  de  las 
teorías  son  excelentes,  decisivos.  El  año  1938,  Kraft  vuelve  a 
tratar  la  cuestión,  en  tono  expositivo  y  con  opiniones  muy  mode- 
radas. En  la  métrica  hebrea  la  estrofa  es  una  excepción  rara. 
Con  Sievers  quedaron  prácticamente  liquidadas  todas  las  teorías 
no  acentuales. 

Nos  quedan  tres  puntos  principales  y  algunos  aspectos  secun- 
darios :  A)  pie  anapesto  o  alternancia;  B)  los  versos  "de  arte  me- 
nor" (Kurzverse) ;  C)  la  regularidad.  Podemos  añadir  el  aspecto 
de  la  "anacrusa"  y  de  la  "notación  gráfica". 

Claro  está  que  la  distinción  es  un  poco  artificial  y  metódica; 
pues  los  problemas  se  interfieren  mutuamente.  El  problema  de 
la  regularidad  es  quizás  el  más  radical  de  los  tres :  por  lo  tanto, 
tendré  que  tratarlo  con  más  calma. 

A)  LA  ALTERNANCIA  ACENTUAL 

La  teoría  se  puede  repartir  en  tres  etapas  y  tres  nombres : 
Bickel  1890-1900,  Hólscher  1920,  Mowinckel  1950-53.  Sobre  Bic- 
kel  informa  Euringer,  sobre  Hólscher  informa  Begrich.  Mientras 
Hólscher  expuso  su  teoría  en  tres  páginas,  Mowinckel  le  ha  de- 
dicado por  ahora  cuatro  amplios  artículos.  (Los  citaré  por  orden 
cronológico:  I  =  Zum  Problem...  1950;  II  =  Zur  Hebr.  Me- 
trik...  1953;  III  =  Der  metr  Aufbau...  1953;  IV  =  Metr.  Auf- 
bau  und  Textkritik...  1953). 

Mowinckel  escoge  como  campo  de  operaciones  la  "qina", 
particularmente  en  los  salmos  111-112  y  en  los  Trenos. 

Parte  del  supuesto  que  el  poeta  —  artesano  de  tradición  —  ha 
escrito  versos  perfectamente  regulares  (I,  pág.  390). 

Tarea  del  investigador  buscar  enérgicamente  reglas  fijas  :  "dass 
man...  energisch  versucht  haben  müsste,  zu  erproben,  wieweit 
sich  nicht  doch  feste  Regeln  ausfindig  machen  lassen..."  (III, 
página  185). 

El  sistema  de  Sievers  no  es  sistema,  sino  negación  del  sistema, 
caos,  desorden  salvaje,  anarquía : 


140 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


"und  sich  vielleicht  über  die  schóne  Regellosigkeit  der  hebráischen 
Poesie  freuen"  (III,  177). 

"ehe  man  die  Regellosigkeit  ais  die  metrische  Regel  aufstellt"  (III,  184). 

"das  Mischmetrum,  d.  h.  die  Gesetzlosigkeit"  (II,  63). 

" Mischmetrum  mit  dessen  wilder  Regellosigkeit...  das  Sieversche  Sy- 
stem ist  eben  kein  System;  es  hebt  námlich  jede  Systematik  auf...  der 
wildesten  Regellosigkeit  des  Mischmetrums"  (L,  390). 

M.  establece  una  serie  de  principios  o  leyes  que  no  considera 
necesario  demostrar : 

1.  Tomado  de  Hólscher,  que  el  ritmo  de  tipo  anapéstico  es 
contrario  al  carácter  de  la  lengua  hebrea,  tan  pobre  en  sílabas  li- 
geras (I,  pág.  379). 

2.  Donde  hay  acento  de  sentido,  también  hay  acento  rítmico; 
por  lo  tanto  deben  llevar  acento  las  dos  palabras  de  una  fórmula 
"constructa" ;  sufijos,  "kol-",  la  negación;  las  preposiciones  y 
otras  partículas  pueden  llevar  acento  rítmico. 

3.  La  ley  del  acento  secundario  (Nebenton),  en  la  sílaba  pen- 
última, antes  del  acento  principal.  Toda  lectura  rítmica  debe  tener 
en  cuenta  el  acento  secundario,  del  que  proceden  frecuentísimos 
casos  de  palabras  con  doble  acento  rítmico  (II,  pág.  55). 

4.  Cualquier  sílaba  con  vocal  entera  (Vollvocal)  puede  llevar 
acento  rítmico,  cuando  el  esquema  lo  exige. 

5.  El  sewa  móvil  y  medio  pueden  ser  elididos  o  llevar  acento 
según  el  esquema  rítmico  lo  exija. 

6.  También  puede  darse  una  traslación  del  acento,  cuando 
lo  pide  el  esquema  rítmico ;  o  para  evitar  el  choque  de  dos  acentos 
contiguos. 

7.  La  síncopa  suple  la  falta  de  sílaba  átona. 

8.  Se  puede  contar  con  la  posibilidad  de  elisión  y  crasis. 

Esta  serie  de  principios,  que  el  autor  adjetiva  de  " lingüísti- 
cos y  fonológicos",  son  las  directrices  que  orientan  el  trabajo  de 
análisis : 

"Eine  metrische  Analyse  hebráischer  Texte...  nach  diesen  sprachlichen 
und  phonologischen  Leitregeln  durchgeführt,  wird  zu  dem  Ergebnis  füh- 
ren..."  (II,  59). 

"Die  obigen  Richtlinien  der  hebráischen  Metrik  haben  sich  m.  A.  n. 
schon  an  der  Qina  bewáhrt.  Ja,  sie  haben  sich  in  der  Tat  aus  dem  vorur- 
teilslosen  Studium  der  Klagelieder  Thr  1-4...  mit  Notwendigkeit  ergeben" 
(H,(61). 

"nach  dem  Gesetzen  des  Sinnmetrums  und  des  Nebentons...  skandiert 
werden  müssen  bzw  kónnen"  (II,  64). 

Además  de  estos  principios,  M.  insiste  en  la  ley  de  la  dua- 
lidad : 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


141 


"Das  die  hebr.  Dichtung  konstitutiv  beherrschende  Gesetz  der  Zwei- 
heit"  (II,  60).  "Eine  hebr.  Dichtung  die  prinzipiell  von  dem  auch  in 
Gedankenreim  sich  áusserndem  Gesetz  der  Zweiheit  losgelóst  wáre,  gibt 
es  nicht"  (III,  174). 

Aunque  por  otra  parte  parece  admitir  el  período  trimembre : 

"  Alleinstehenden  Reihen  ist  prinzipiell  das  áusserste  Misstrauen  ent- 
gegen  zu  bringen...  Etwas  anders  verhált  es  sich  mit  der  dreigliedrigen 
Periode"  (II,  61). 

Acerca  del  encabalgamiento,  su  opinión  parece  ser  que  en 
general  es  raro,  pero  que  abunda  en  la  qina : 

"Enjambement  ist  nicht  háufig  in  der  hebr.  Dichtung,  kommt  aber 
vor"  (II,  83).  "In  der  Qinaperiode  ist  Enjambement  sogar  recht  háufig" 
(IV,  254). 

Antes  de  examinar  los  resultados  de  un  análisis  según  tales 
directrices,  conviene  hacer  algo  de  crítica  a  los  principios  formu- 
lados. Fohrer  ha  demostrado  la  falsedad  del  principio  de  la  dua- 
lidad con  validez  universal  (ZAW  66  1954) ;  y  le  ha  hecho  otras 
críticas  pertinentes. 

Con  intención  de  completar  añado  lo  siguiente : 
El  supuesto  inicial  no  convence  plenamente;  mucho  menos  en 
cuanto  prescinde  de  la  distinción  "metro-ritmo o  " escala-rea- 
lización". 

Si  el  supuesto  no  es  absolutamente  cierto,  la  tarea  puede  ir 
desorientada  in  radice;  y  sus  métodos,  en  vez  de  ser  "enérgicos", 
pueden  resultar  violentos. 

Las  calificaciones  del  sistema  de  Sievers  suenan  a  exageración 
retórica. 

Acerca  de  sus  principios  hay  que  observar : 

1.  Cfr.  Begrich,  o.  c,  pág.  77,  que  aduce  a  Prátorius,  Litt- 
mann,  Meissner,  contra  Hólscher.  A  esto  hay  que  añadir  que  M. 
pronuncia  el  sewa  cuando  le  conviene  una  sílaba  átona,  o  incluso 
acentuada,  para  el  esquema  rítmico ;  estos  sewas  pronunciados 
le  sirven  a  M.  para  comprobar  su  esquema;  y  no  pronunciados 
le  sirven  para  apoyar  el  principio  del  carácter  de  la  lengua  hebrea. 

2.  La  conclusión  "acento  lógico,  luego  acento  rítmico"  no  se 
puede  postular.  El  ritmo  poético  estiliza  el  ritmo  normal  del 
lenguaje.  Pero  la  estilización  puede  suceder  en  dos  direcciones : 
hacia  la  observancia  de  múltiples  acentos  —  partículas,  sufijos, 
doble  acento  — ,  hacia  el  descuido  de  acentos  menos  importantes. 


149 


.  N  .1ISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


La  primera  estilización  produce  resultados  algo  más  pesados,  la 
segunda  más  ligeros.  No  es  legítimo  postular  una  de  las  direc- 
ciones, ni  postular  una  exclusivamente.  En  cualquier  literatura 
occidental  coexisten  poemas  o  estilizaciones  rítmicas  de  ambos 
tipos. 

3.  Vale  lo  dicho  en  el  número  anterior. 

4.5.6.  son  principios  legítimos  aplicados  al  "esquema"  o  "es- 
cala" métrica.  En  la  realización,  esas  faltas  contra  el  esquema 
pertenecen  al  impulso  rítmico,  y  son  necesarias  en  cierto  grado 
para  evitar  la  monotonía. 

7  y  8  son  legítimos.  M.  acepta  frecuentes  síncopas,  algunas 
justificadas  por  el  énfasis,  la  mayoría  pedidas  por  el  esquema. 

Veamos  ahora  algunos  resultados  y  muestras  de  lecturas  rít- 
micas de  M.  Algunos  ejemplos: 

de  cuatro  acentos:    Id  'attá  'immádí  yahwé  P?.    1?.  4 

dissántá  besémen  ro'sí  -o.  5 

ki         ¿+  i'.ir.i  siré-u  137,  3 

::írdc  lekr.i-'.-hikki  137,  6 

zii:'. :~  ~i Ae  v^h'vé  Hlf  2 

ki  ló'  táhpós  zébah  51,  18 

de  tres  acentos:       w*hf  mar  lah  Thr.    1,  4 

habbítu  úr**ú  1,  12 

a  ::ek  vi~;~  Ps.   23,  6 

mesJb  nápsí  1,  16 

M.  toma  una  serie  de  versos  bien  conservados,  del  tipo  "qina" : 
primero  examina  los  hemistiquios  largos,  y  suma:  versos  con 
cuatro  unidades  de  sentido,  luego  con  cuatro  acentos  rítmicos 
(entre  otros,  binpól  'ammá  beyád  sár  Thr  1,  7,  r^é  yahwé  'ét 
*onyí  1,  9) :  versos  en  que  la  regla  del  acento  segundo  exige  una 
lectura  rítmica  de  cuatro  acentos  (wáyyesé  min-bát  siyyón  Thr 
1,  6) ;  versos  en  que  la  síncopa  permite  una  lectura  de  cuatro 
acentos  (hód  w*hadár  po^ó  Ps  111.  3,  qadós  w*norá'  semó 
111,  9). 

Lo  mismo  hace  con  los  hemistiquios  breves ;  al  final  suma  re- 
sultados. Los  ejemplos  que  he  citado  bastan  para  probar  que 
no  se  pueden  aceptar  los  números  de  M.  sin  crítica,  como  lo 
hace  Horst  (pág.  111).  Los  números  que  aduce  Horst  son:  Thr 
I  —  =  243  versos :  de  ellos  75  hemistiquios  breves  -f-  54  largos 
tienen  claramente  tres  y  cuatro  unidades  rítmicas  (dób  'oréb  hú' 
lí  Thr  3,  10,  homát  bát  siyyón  2,  18) ;  53  +  79  tienen  tres  y  cua- 
tro acentos  por  la  ley  del  segundo  acento  (háy*tá  lamas  Thr  1,  1 ; 
wáyvelkú  beló'  kóh  1,  6) ;  en  otros  hay  que  contar  con  la  síncopa. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


U3 


Ésos  son  los  números ;  la  crítica  es  la  siguiente :  de  486  he- 
mistiquios, 129  son  claros  por  la  ley  "  unidad  de  sentido-unidad 
rítmica" ;  132  aceptan  como  "la  más  natural''  dicha  lectura  rít- 
mica por  la  ley  del  segundo  acento ;  en  estos  261  van  incluidas 
numerosas  síncopas.  Los  225  que  faltan  son  en  su  mayoría  re- 
ductibles  gracias  a  la  síncopa.  O  sea,  más  de  la  mitad  de  los 
hemistiquios  están  sincopados,  y  las  palabras  con  dos  acentos 
métricos  son  una  regla  ("Wórter  mit  Doppelbetonung  werden 
somit  geradezu  eine  Regel  in  der  hebráischen  Metrik  gewesen 
sein"  II,  pág.  385). 

Ahora  bien,  ;es  legítima  la  afirmación  de  M.  en  su  segundo 
artículo?  "Las  directrices  expuestas  son  consecuencia  necesaria 
de  un  análisis  sin  prejuicios  de  los  Trenos";  '*die  obigen  Richt- 
linien...haben  sich  in  der  Tat  aus  dem  vorurteillosen  Studium 
der  Klagelieder  Thr  1-4... mit  Xotwendigkeit  ergeben''  (II.  pá- 
gina 61). 

Otra  observación :  escuchemos  algunos  ejemplos  leídos  en  la 
forma  que  M.  llama  "/a  más  natural''  "eine  Skandierung...sich 
ais  natürlichste  darbietet"  (I,  pág.  392) : 


de  cuatro  acentos :   hassop'kim  b'qirbah  Thr.  4  13 

sód  sadúni  kassipór  3,  52 

qarabta  beyóm  ?eqra'eka  i.  57 

samtü  babbór  hayay  3.  53 

qara'ti  simka  yahwe  3,  55 

sakóta  be'anan  lak  3.  44 

mi  ze  'amar  wattehi  3.  37 

de  tres  acentos:       dam  saddiqim  4.  13 

bilbuséhem  4,  14 

nihye  baggóyim  4,  20 

'el-'el  bassamaym  3.  41 

yahwe  missamaym  5.  56 

mibbór  tahtiyyót  3,  55 


Junto  a  los  ejemplos  citados,  hay  otros  en  que  la  lectura  al- 
ternante resulta  mucho  más  regular  y  sonora  que  la  anapéstica; 
ellos  son  el  apoyo  principal  de  la  teoría  en  su  nueva  versión. 

Los  numerosos  ejemplos  de  M.  no  pueden  probar  los  princi- 
pios que  presuponen.  Pero  tomados  como  ejemplos  de  lectura 
permiten  una  valoración  de  conjunto:  Mowinckel  ha  construido 
un  sistema  riguroso,  lo  ha  aplicado  consecuentemente,  lo  ha  ilus- 
trado con  abundantes  ejemplos.  También  ha  demostrado  que  con 
un  buen  surtido  de  palabras  de  doble  acento  y  con  una  abundante 
provisión  de  síncopas,  casi  todo  se  puede  leer  en  ritmo  alternante. 


144  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

Este  resultado  riguroso,  ¿  es  también  sonoro  y  flexible  ?  ¿  Co- 
rresponde realmente  a  la  intención  del  poeta  hebreo?  Por  ahora, 
creo  que  no  está  demostrado;  y  me  inclino  a  aplicarle  lo  que 
Begrich  decía  de  Hólscher,  que  las  frecuentes  síncopas  hacen  el 
ritmo  pesado,  incompatible  con  el  tono  profético.16 

La  segunda  objeción  afecta  menos  a  Mowinckel,  pero  afecta 
de  lleno  a  mi  trabajo. 

En  cuanto  a  las  manipulaciones  críticas  de  M.  metri  causa, 
véase  el  citado  artículo  de  Fohrer,  pág.  211. 

Horst  ha  seguido  otro  método  más  moderado:  primero  des- 
arrollar la  frase  de  Hólscher,  mostrando  la  universal  tendencia 
del  hebreo  al  bisilabismo:  la  accesión  de  nuevas  sílabas  por  la 
flexión,  se  compensa  con  caída  de  alguna  vocal  de  la  radical; 
la  accesión  de  un  acento  secundario  en  palabras  de  tres  o  más 
sílabas  plenas. 

Después  examina  una  serie  de  casos  concretos  en  que  una 
anomalía  sintáctica,  morfológica,  etc.,  se  explica  perfectamente 
como  recurso  para  obtener  la  alternancia  perfecta.  Entre  estos 
fenómenos  hay  que  señalar  el  artículo  explícito  o  suprimido,  la 
preposición  de  acusativo,  el  hireq  compaginis,  el  relativo  explícito 
o  suprimido,  algunas  formas  poéticas,  la  -a  final  del  acusativo, 
el  nun  paragógico,  las  trasposiciones  de  acento. 

Horst  se  aparta  de  M.  al  admitir  metros  combinados  diversos, 
especialmente  en  algunos  casos  de  estrofas. 

A  la  primera  prueba  de  Horst  hay  que  añadir :  si  admitimos 
la  explicación  de  Harris  (Linguistic  Structure  of  Hebrew,  JAOS, 
61,  1941,  págs.  143  ss.)  sobre  la  reducción  de  las  vocales  después 
del  600,  la  prueba  de  Horst  es  válida  sólo  para  la  literatura  pos- 
texílica.  Aun  así,  parece  no  tener  bastante  en  cuenta  enclíticas, 
proclíticas  y  demás  partículas  que  destruyen  o  debilitan  la  ley  del 
bisilabismo. 

Entre  sus  ejemplos  analizados  algunos  son  buenos  y  proba- 
tivos ;  otros  no  acaban  de  convencer,  porque  la  lectura  alternante 
resulta  dura,  o  porque  otra  causa,  aparte  de  la  alternancia,  puede 
explicar  la  anomalía. 

16  "Wirkt  nicht  dieser  Rhythmus  bei  gesprochenen  Texten,  zumal  bei  háufiger 
Synkopierung  der  Senkung,  ungláublich  schwerfállig?  Und  ist  diese  Schwerfálligkeit 
vereinbar  mit  dem  Charakter  prophetischer  Sprüche,  welche  nach  Ausweis  der 
Gedankenführung  und  der  Bilderverwendung  ein  rascheres  Vorwártsdrángen  nahe- 
legen?"  (1.  c,  pág.  78). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


145 


Pero  Horst,  a  mi  entender,  ha  abierto  un  campo  de  análisis, 
y  lo  trabaja  con  método  más  convincente  que  el  de  Mowinckel. 

Conclusión:  la  controversia  ''anapesto-alternancia"  está  en 
marcha.  Por  ahora  encuentro  más  sólida  la  teoría  de  Sievers,  del 
anapesto  como  pie  fundamental :  o  la  versión  de  Gray,  que  conce- 
de paridad  como  pies  fundamentales  al  anapesto  y  al  yambo. 

En  mi  análisis  podré  ir  comprobando  esta  suposición,  que  se 
perfila  así : 

Una  forma  normal  mixta,  de  yambos  y  anapestos,  sin  prefe- 
rencia patente  por  uno  de  los  dos  ;17  fórmula  de  preferencia  pa- 
tente por  el  yambo;  ídem  por  el  anapesto;  pies  excepcionales 
con  valor  expresivo,  porque  no  llenan  —  síncopa  —  o  superan  la 
medida  normal.  Veremos  si  este  perfil  en  boceto  funciona  en  la 
realidad. 

D.  Gonzalo  Maeso  admite  la  existencia  de  pies  diversos, 
con  diverso  carácter  estético :  no  vale  reducirlos  todos  a  una  for- 
ma, sino  que  se  debe  considerar  su  función  peculiar.  Y  aduce 
algunos  ejemplos  buenos,  pero  insuficientes  para  apoyar  toda  una 
teoría.  Pero  en  principio  la  posibilidad  debe  constar  expresamen- 
te y  hay  que  contar  con  ella  en  el  análisis  (1.  c,  págs.  23-27). 

B)  LOS  VERSOS  DE  "ARTE  MENOR" 

Una  controversia  reciente  sobre  la  métrica  hebrea  se  ocupa 
de  los  versos  breves.  En  castellano  la  traducción  técnica  debe  ser 
"versos  de  arte  menor".  ¿Existen  tales  versos  en  hebreo,  existen 
únicamente  tales  versos?  A  esto  se  reduce  la  discusión,  pero  no 
las  consecuencias.18 

Se  suele  citar  como  descubridor  del  hecho  a  E.  Balla,  y  como 
expositor  y  defensor  a  G.  Fohrer.  En  rigor,  las  cuatro  páginas 
de  Baila  no  pasan  de  una  afirmación  fugaz ;  y  los  primeros  ar- 

17  Kayser,  Versschule,  distingue  estas  formas:  "Gánzlich  unregelmássige  Fül- 
lung.  Freiheit  zwischen  ein-  und  zweisilbiger  Senkung.  Regelmássige  Füllung"  (pá- 
ginas 20-34). 

18  La  bibliografía  completa  es  (cfr.  catálogo  cronológico): 

E.  Baila:  Bultmann-Festschrift,  1949. 

G.  Fohrer:  ThZ  1949;  BZAW  1952;  ThRu  1952;  ZAW  1954.  Ezechiel  HbAT, 

Tübingen,  1955. 
S.  Mowinckel:  ZAW,  1953. 
T.  Piatti:  Bibl.,  1950. 


146 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


tí  culos  de  Fohrer  no  satisfacen  del  todo.  Cuando  entró  en  escena 
Mowinckel  para  un  ataque  vigoroso,  Fohrer  se  vio  obligado  a 
revisar  la  teoría,  a  exponerla  con  amplitud  y  con  abundantes  ar- 
gumentos. Su  último  artículo  hace  innecesarios  los  anteriores ;  en 
él  habría  que  distinguir  la  parte  crítica  contra  Mowinckel  y  la 
parte  constructiva. 

Sin  embargo.  Baila  y  Fohrer  no  son  los  únicos  ni  los  más 
importantes  en  la  cuestión :  la  conclusión  última  de  Fohrer  podría 
reducirse  a  una  aplicación  de  la  teoría  más  amplia  expuesta  y 
defendida  con  abundantes  argumentos  por  T.  Piatti  en  un  ar- 
tículo de  67  páginas.  En  el  afán  de  acumular  argumentos,  propone 
algunos  nada  convincentes  o  exagerados :  pero  algunos  de  ellos 
son  fuertes.  También  es  claro  el  planteamiento  del  problema  y  tie- 
ne sensatas  observaciones  de  terminología.  Voy  a  entresacar  lo 
que  considero  más  válido. 

Problema:  ¿el  verso  hebreo  es  monóstico  o  polístico?  (306)  Precisión 
semántica:  "stico"  =  "verso".  Distinción  de  términos:  "unidad  rítmica"  e= 
=  verso,  "unidad  poética"  =  estrofa  (dístico,  trístico.  tetrástico,  etc.).  Ar- 
gumentos a  favor  de  la  interpretación  monóstica :  a)  lo  pide  la  unidad  de 
sentido  hebrea,  breve  y  poco  diferenciada,  y  el  predominio  de  la  parataxis 
(porque  el  ritmo  poético  procede  de  regularizar  el  lenguaje  ordinario;  por 
lo  tanto,  el  verso  originario  corresponderá  a  una  frase  o  sentencia),  b)  el 
paralelismo  no  es  una  división  de  una  unidad  previa,  sino  una  duplicación 
por  aumento;  por  lo  tanto,  el  paralelismo  es  una  unidad  superior  o  es- 
trófica, c)  los  poemas  alfabéticos  Ps.  111  y  112  demuestran  que  el  poeta 
considera  como  verso  la  unidad  menor,  de  tres  acentos,  d)  esta  teoría  da 
fácilmente  razón  de  combinaciones  impares  o  al  parecer  irregulares,  que 
en  la  otra  teoría  no  encuentran  explicación  suficiente ;  porque  el  verso 
menor  permite  más  flexibilidad  de  combinaciones.  Las  conclusiones  funda- 
mentales son:  a)  el  verso  hebreo  es  monóstico.  b)  las  formas  fundamenta- 
les y  casi  exclusivas  son  el  verso  de  dos,  tres  o  cuatro  acentos,  c)  existe 
el  tipo  estrófico  regular,  y  el  irregular,  d)  las  formas  rítmicas  hebreas 
admiten  grande  variedad.19 

io  Piatti  exagera  el  carácter  popular  de  la  métrica  hebrea;  los  profetas  no  se 
pueden  llamar  juglares,  pues  crean  una  poesía  culta.  Exagera  cuando  pretende  reducir 
al  absurdo  la  teoría  polistica  (págs.  429-430).  Tampoco  convence  el  argumento  de 
transcripciones  modernas,  condicionadas  por  el  límite  tipográfico  de  las  páginas  y  por 
la  mayor  extensión  de  la  traducción  moderna.  Tampoco  se  puede  admitir  la  frase 
"terrea  legge  del  parallelismo"  (pág.  315),  que  el  mismo  autor  desdice  en  otras  oca- 
siones. Su  argumentación  con  el  concepto  geométrico  de  lineas  paralelas  es  ingeniosa, 
pero  inválida;  puesto  que  se  trata  de  una  transposición  espacial  a  lo  temporal;  pero 
puede  ilustrar  el  sistema  gráfico  de  imprimir  los  versos  (pág.  309).  Su  denominación 
"unidad  poética"  para  la  estrofa  es  francamente  infeliz;  porque  la  unidad  poética 
es  el  mismo  poema;  más  claro  es  hablar  de  unidad  estrófica,  o  unidad  de  segundo 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


147 


En  nuestra  terminología,  la  teoría  de  Piatti  afirma:  los  ver- 
sos hebreos  son  todos  de  arte  menor  (no  de  arte  mayor  con  ce- 
sura) ;  se  combinan  en  estrofas  rigurosas  o  libres. 

Para  valorar  la  teoría  orgánicamente  expuesta  por  Piatti, 
comienzo  por  insistir  en  su  aclaración  (pág.  306),  que  en  gran 
parte  es  cuestión  de  nombre,  o  cuestión  gráfica,  por  tanto  secun- 
daria. Veamos  algunos  ejemplos : 

1    ¿Cómo      2    Ya  toca     3    Del  álamo  blanco  las  ramas  tendidas, 


vive  la  opuesta  las  copas  ligeras  de  palmas  y  pinos, 

gordo  ribera ;  las  varas  revueltas  de  zarzas  y  espinos, 

Paco,  ya  poca  las  hierbas  colgadas  del  brusco  peñón, 

mientras  carrera  medrosas  fingiendo  visiones  perdidas, 

Roque  le  cuesta.  gigantes  y  monstruos  de  colas  torcidas, 

se  halla  de  crespas  melenas  al  viento  tendidas, 

flaco?  pasaban  en  larga  fatal  procesión. 


El  ejemplo  1  (de  M.  A.  Príncipe;  consta  en  rigor  de  dos  octo- 
sílabos trocaicos,  con  rima  consonante ;  el  que  se  presenten  como 
ocho  versos  disílabos  es  puro  capricho  gráfico.  El  ejemplo  2 
(Zorrilla)  tiene  dos  unidades  de  sentido  paralelas ;  cada  unidad 
dividida  en  unidades  métricas  o  versos  gracias  a  la  rima  conso- 
nante. En  el  ejemplo  3  (Zorrilla)  cada  verso  está  marcado  por 
la  rima  final,  y  además  por  la  pausa  que  pide  el  sentido;  son.  en 
cierto  modo,  unidades  enteras  de  sentido ;  además  tienen  una 
cesura  exactamente  a  la  mitad ;  son  dodecasílabos  compuestos  de 
dos  hemistiquios  hexasílabos. 

En  el  primer  caso,  ¿quién  decide  entre  octosílabos  y  disíla- 
bos ?  —  un  capricho  gráfico  — .  En  el  segundo,  ;  quién  decide 
entre  trisílabos  y  eneasílabos  ?  —  la  rima  y  toda  la  construcción 
del  poema  (La  carrera  del  caballo).20  En  el  tercero,  ;  quién  decide 
entre  hexasílabos  con  rima  alterna  o  dodecasílabos  con  cesura 
medial  ?  —  únicamente  la  construcción  general  del  poema.  Una 
literatura  que  ha  desarrollado  largamente  su  teoría  métrica,  dis- 
pone de  recursos  varios  para  determinar  la  extensión  de  los  versos. 

grado.  Tampoco  es  admisible  su  interpretación  de  San  Jerónimo,  al  comparar  a  David 
con  los  poetas  griegos  (pág.  445). 

Sus  ensayos  de  lectura  rítmica  fpágs.  445-457)  son  realmente  interesantes. 

20  El  artificio  del  poema  de  Zorrilla  consiste  precisamente  en  ir  disminuyendo 
la  longitud  de  los  versos,  para  describir  la  carrera  cada  vez  más  veloz,  hasta  llegar 
al  estrecho  puente;  pasado  éste,  los  versos  se  ensanchan  rápidamente,  para  detener 
en  pequeño  espacio  al  caballo.  La  construcción  del  poema  pide  una  forma  gráfica 
correspondiente,  y  exigirla  una  recitación  adecuada  "acoderando". 


14S  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

¿Hay  en  hebreo  algo  semejante?  El  caso  de  acrósticos  es  ex- 
cepcional ;  en  dos  casos  arguye  indudablemente  a  favor  de  versos 
de  arte  menor  ;  el  sentido  pide  normalmente  los  mismos  versos. 

Las  formas  impares  e  irregulares  pueden  ser  índice  de  so- 
lución :  por  ejemplo,  sea  la  fórmula  3  +  3, 2  +  22  +  2,  3.2  +  2 
2  +  2.  3.  En  la  explicación  de  Piatti  tendríamos  doce  versos  de 
arte  menor,  de  dos  o  tres  acentos,  en  construcción  estrófica.  En 
otra  explicación,  tendríamos  estrofas  "de  pie  quebrado",  versos 
de  arte  mayor  con  otros  de  arte  menor.  En  el  caso  aducido,  Is. 
25,  6-8a,  el  sentido  nos  invita  a  preferir  la  segunda  explicación. 
Otro  ejemplo :  2  +  2  +  2,  3  +  3,  3  +  3,  3  +  3  (Is.  1.  2-3) ;  se- 
gún Piatti,  serían  nueve  versos  de  arte  menor,  en  cuatro  estro- 
fas, un  trístico  y  tres  dísticos.  En  la  otra  explicación,  tendríamos 
cuatro  versos  de  arte  mayor,  cada  uno  de  seis  acentos,  el  primero 
más  solemne  con  dos  cesuras,  los  otros  con  cesura  medial.  El 
sentido  permite  ambas  interpretaciones,  la  versión  gráfica  nos  es 
desconocida,  para  el  oído  la  diferencia  es  despreciable ;  pero  el 
tono  solemne  del  discurso,  en  el  gran  juicio  de  Yavé  con  su  pue- 
blo, nos  inclinan  a  considerar  como  unidad  métrica  el  verso  am- 
plio, de  arte  mayor ;  y  la  equivalencia  2  +  2  +  2  =  3  +  3,  sen- 
tida por  el  poeta,  puede  corroborar  la  impresión. 

Creo  que  bastan  estos  dos  ejemplos.  En  gran  parte  la  discu- 
sión es  nominal,  dado  el  predominio  de  esquemas  paralelos  o  bi- 
narios. En  los  casos  irregulares  todavía  podría  reducirse  la  dis- 
cusión a  terminología  distinta  —  estrofas  de  pie  quebrado  — .  Pero 
quedan  una  serie  de  casos  que  se  explican  mucho  mejor  admi- 
tiendo la  existencia  de  versos  de  arte  menor  como  unidades  mé- 
tricas completas,  capaces  de  incorporarse  a  estrofas  superiores, 
sin  necesidad  de  pasar  por  la  agrupación  binaria.  Esta  admisión 
resulta  especialmente  fecunda  en  los  poemas  de  los  profetas.21 

Pero  no  veo  la  necesidad  de  reducir  toda  la  métrica  hebrea 
a  versos  de  arte  menor.  ¿Por  qué  no  han  de  coexistir  diversas 

21  Son  más  las  posibilidades  de  combinación  de  las  palabras  sueltas,  que  de  las 
frases  ya  hechas;  más  variadamente  se  pueden  combinar  versos  sueltos,  que  pareados. 
El  someter  la  combinación  de  los  versos  a  una  ineludible  ley  de  dualidad,  es  limitar 
las  posibilidades  métricas;  tal  ley  no  la  pueden  dictar  ni  los  preceptistas  literarios 
ni  los  investigadores;  los  poetas  la  aceptan  libremente.  Es  muy  aventurado,  e  ilegitimo, 
postularla  en  una  literatura. 

Lo  que  si  es  cierto  es  que  el  verso  comienza  a  sentirse  como  unidad  rítmica, 
cuando  comienza  el  retorno  C*versus"-verto);  es  decir,  cuando  entra  en  una  serie; 
y  la  mínima  serie  posible  es  la  dualidad;  por  eso  es  legítimo  decir  que  el  pareado  o 
dístico  es  la  serie  rítmica  elemental,  es  ilegítimo  decir  que  es  la  única. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


149 


fórmulas,  como  sucede  en  todas  nuestras  literaturas?  No  se  trata 
de  evitar  la  discusión  con  una  solución  ecléctica ;  creo  razonable 
conceder  a  una  literatura  tan  rica  como  la  hebrea  las  tres  posi- 
bilidades ;  versos  de  arte  mayor  (de  ordinario  con  cesura),  versos 
de  arte  menor,  y  combinación  de  ambos. 

Aceptada  la  posibilidad  y  la  existencia  de  versos  de  arte  me- 
nor, aptos  para  combinaciones  impares  e  irregulares,  se  plantea 
una  segunda  cuestión :  ¿  no  estarán  escritos  en  coplas  de  arte  me- 
nor muchos  fragmentos  proféticos  que  se  solían  considerar  como 
prosa?  Ésta  es  la  pregunta  que  Fohrer  se  hace,  y  la  responde 
afirmativamente. 

Sus  principios  los  resume  en  el  último  artículo,  págs.  200-201. 
o)  El  verso  b)  La  estrofa,  a)  El  verso  breve  es  la  unidad  métrica, 
tiene  dos  o  tres  acentos,  no  está  atestiguado  en  la  tradición,  no 
es  unidad  estilística  completa,  sino  miembro  subordinado  en  la 
estrofa,  b)  La  estrofa  es  unidad  estilística,  de  ordinario  en  series 
regulares,  casi  siempre  con  número  impar  de  versos  (predomina 
el  número  5  ó  7),  unidad  de  contenido,  admite  paralelismo  dentro 
de  sí  o  con  otra  estrofa,  a  veces  se  presenta  en  grupos  estróficos 
construidos,  puede  tener  un  marco  en  prosa. 

Si  la  teoría  de  Fohrer  es  cierta,  automáticamente  entra  en  la 
categoría  de  verso  casi  toda  la  literatura  profética. 

Para  valorar  esta  teoría,  hay  que  comenzar  también  recono- 
ciendo que  encierra  mucho  de  discusión  nominal.  El  paso  de 
la  prosa  al  verso  es  tan  gradual,  que  se  confunden  los  límites  de  la 
prosa  rítmica  y  el  verso  libre.  En  hebreo  la  solución  del  problema 
es  aún  más  difícil :  porque  nos  falta  el  apoyo  gráfico ;  por  la  poca 
diferenciación  sintáctica,  que  produce  espontáneamente  unidades 
pequeñas ;  por  el  tardío  desarrollo  de  la  forma  hipotáctica.  Ade- 
más, la  agrupación  binaria  y  ternaria  son  las  mínimas  y  funda- 
mentales, base  de  todas  las  demás ;  por  lo  cual  se  pueden  sor- 
prender en  cualquier  párrafo  literario  sencillo,  sea  en  prosa  o 
en  verso. 

Queda  como  único  criterio  eficaz  la  sucesión  de  estrofas  re- 
gulares ;  y  su  comprobación  ha  de  brotar  de  los  ejemplos  analiza- 
dos. Ahora  bien,  de  los  ejemplos  aducidos  por  Fohrer,  algunos 
entrarían  en  la  fórmula  amplia  de  Piatti,  en  otros  el  texto  no  da 
suficientes  garantías  para  apoyar  una  teoría,  en  otros  la  lectura 
de  Fohrer  es  posible  y  aun  razonable,  pero  también  caben  otras 
lecturas.  Voy  a  fijarme  en  el  fragmento  Jr.  14,  10  ss. : 

Los  versos  10.11.13.14.15.  comienzan  con  sendas  frases  in- 


11.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


150  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

troductorias  "así  dice  Yavé",  o  semejantes  (Fohrer  suprime  la 
introducción  de  12).  El  texto  es : 


10  kó  'amar  Yahwe  la'ám  hazzé  4 
kén  'áhabü  lánu'  ragléhem  lo'  hásákü  3  +  3 
waYahwe  lo'  rásám    'attá  yizkor  'awónám  3  +  3 
(weyipqod  hatto'tám)  2 

11  wayyo'mer  Yahwe  'eláy  (3) 
'al-titpallél  be'ad-há'ám  hazzé  letóbá  6 

Fohrer  lee  los  versos  10-11  como  ocho  versos  breves:  4,  3, 
3,  3,  2,  2,  3. 

12  ki  yasumü    'énenni  somé'    'el-rinnátám  2  +  2  +  2  ? 
weki  ya'lü    'ola  uminhá    'énenni  rosám  2  +  2  +  2 
ki  bahereb   ubárá'áb  übaddeber    'ánoki  mekallé  'ótám  3  +  3 


Fohrer  lee  siete  versos :  2,  3,  2,  2,  2,  3,  3 ;  como  la  frase  final 
tiene  un  ritmo  marcado  3  +  3,  no  es  difícil  acomodar  a  él  las 
dos  frases  precedentes,  en  fórmula  equivalente  2  +  2  +  2. 

13  wa'omar 

'aháh  'Monáy  Yahwe   hinné  hannebi'im   'ómerim  láhem     2  +  2  +  2  ? 


lo'  tir'ü  hereb    werá'áb  lo'-yihyé  lákem  3  +  3 

ki  salóm  'emét    'etten  lákem    bammáqóm  hazzé  2  +  2  +  2 

Fohrer  lee  ocho  versos:  1,  3,  4,  2,  3,  2,  2,  2. 

14    wayyo'mer  Yahwe  'eláy 

seqer  hannebí'im    nibbe'im  bismi  4 

lo'  selahtim    welo'    siwwitim  welo'  dibbarti  'aléhem  2  +  2  +  3 

hazón  seqer    weqesem  'elil    wetarmit  libbám  2  +  2  +  2 

hemmá  mitnabbe'ím  lákem  3 


Fohrer  lee  ocho  versos :  3,  2,  2,  3,  3,  3,  2,  3 ;  es  posible  en- 
contrar una  cierta  regularidad  tal  como  está  el  texto,  y  no  sería 
difícil  igualar  más  el  ritmo  (p.  e.,  suponiendo  que  'alehem  es  adi- 
ción aclaratoria,  y  leyendo  con  dos  acentos  mitnabbe'im). 


15    lákén  kó-'amar  Yahwe 

'al-hannebi'im    hannibbe'im  bismi  4  ? 

wa'ani  lo'-selahtim    wehemmá  '6merim  4  ? 

hereb  werá'áb  lo'-yihyé    ba'áres  hazzo't  5 

bahereb  ubárá'áb  yittammü  hannebi'im  hahemmá  5 


Fohrer  lee  ocho  versos :  3,  3,  2,  2,  2,  3,  3,  2 ;  una  lectura  re- 
gular no  resulta  clara,  dependería  mucho  del  acento  secundario 
en  algunas  palabras;  el  verdadero  núcleo  del  verso  es  la  contra- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


151 


posición  entre  el  oráculo  de  los  falsos  profetas  y  el  de  Yavé; 
ambos  versos  se  podrían  leer  sin  violencia  con  6  acentos. 

16    wehá'ám  '"ser-hemmá  nibbe'im  láhem  4 

yihyü  muslákim  behusót  yerusálém  4 

mippené  hárá'áb  wehahereb   we'én  meqabbér  láhemmá  3  +  3 

neséhem  übenéhem  übenotéhem  wesápakti  ,8léhem  'ét-rá'átám  3  +  3 


Fohrer  lee  siete  versos  suprimiendo  "mujeres,  hijos  e  hijas"  : 
2,  2,  2,  2,  3,  3,  3. 

En  todos  los  textos  citados  podemos  escuchar  un  cierto  ritmo, 
que  no  se  repite  regularmente  en  los  versos  sucesivos,  pero  que 
no  se  encontraría  en  cualquier  fragmento  de  prosa.22  ¿  Cómo  hay 
que  interpretar  este  ritmo? 

Primera  cuestión  nominal:  o  es  prosa  rítmica  o  verso  libre. 
Quien  rechace  el  concepto  de  verso  libre  (como  Mowinckel  23),  lo 
llamará  prosa ;  quien  acepte  ambos  conceptos,  recurrirá  a  otra 
distinción.  Aquí  entra  en  juego  el  hecho  decisivo  de  la  recitación : 
un  mismo  fragmento  se  puede  recitar  como  prosa  y  como  verso : 
en  el  segundo  caso,  el  recitador  empleará  diversos  recursos  para 
obtener  o  señalar  la  regularidad.  Cómo  recitaban  los  profetas  es- 
cuestión  histórica:  Fohrer  responde  aduciendo  varias  citas  de 
Guilleaume,  según  el  cual,  el  profeta,  como  inspirado  oyente  de 
los  espíritus,  tiene  que  ejercer  su  función  y  expresarse  poética- 


22  En  fragmentos  claramente  prosaicos  se  podría  encontrar  una  sucesión  des- 
igual de  fórmulas  234  (como  el  ritmo  gregoriano,  fluyente  y  libre).  P.  e.,  los  pre- 
ceptos cultuales  de  Lv.  24,  1-5  se  pueden  leer  según  la  siguiente  fórmula:  4: 
3  3  3  3;  3  2  3  2  3  3',  3  2  31  2  2  3  2  3.  El  fragmento  prosaico,  sobre  teología 
de  la  historia,  en  Jdc.  2,  16-23  cabría  en  la  siguiente  fórmula:  3  +  3;  3  4  2, 
33  3,  2j433233;334332;3i2233;44;3424;43  3.  La  irre- 
gularidad hace  más  insegura  la  lectura;  tanto  que  la  lectura  "rítmica",  como  si 
fuera  verso,  resulta  ilegítima. 

En  cambio,  fragmentos  más  inspirados  de  prosa  narrativa,  se  dejan  leer  fácil- 
mente con  cierta  regularidad.  P.  e.,  la  muerte  de  Moisés,  Dt.  34,  1  ss. :  2  2  2  2  2; 
2  2  2;  2  3  2  2;  2  2  3;  3:  3  +  3  +  3,  2  +  2;  2  2  2  +  2.  Los  versos  que  pre- 
sentan una  irregularidad  contienen  una  enumeración  geográfica  de  fórmulas  obliga- 
das; el  verso  penúltimo  recita  las  palabras  de  Yavé;  el  último  consigna  el  hecho  de 
la  muerte. 

Nm.  20,  14-20  narra  las  negociaciones  con  el  rey  de  Edom.  La  fórmula  rítmica 
es  la  siguiente:  3  +  3  (narración);  3  (introduce  el  mensaje):  2  +  2  +  2;  3  2  +  2  2; 
2  +  2  2  +  2  3  +  3;  3  3  +  3  3  +  3;  3  (introduce  la  respuesta):  3  +  3;  3  (introduce 
la  réplica):  2  2  +  2  +  2  2  +  2;  3  (respuesta  definitiva);  32  +  2  (narración).  Se 
podría  notar  la  brevedad  lacónica  de  las  negaciones  de  Edom  "lo'  ta'bor  bi"  (tres 
acentos),  "wayyo'mer  lo'  ta'bor"  (ídem). 

23  En  el  citado  artículo,  pág.  168. 


152  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

mente,  en  verso.24  El  argumento  parece  razonable,  aunque  no  sea 
decisivo. 

En  tal  caso,  las  unidades  amplias  de  sentido,  ¿habrá  que  lla- 
marlas estrofas  de  minúsculos  versos,  o  más  bien  versos  amplios 
con  cesuras  variables?  Otra  vez  la  cuestión  es  en  gran  parte  no- 
minal. Yo  prefiero  la  segunda  denominación  por  estas  razones :  la 
unidad  amplia  de  sentido  resulta  coincidente  con  el  verso ;  en  al- 
gunos versos  la  cesura  no  es  apreciable;  en  otros  la  cesura  es 
movible,  dentro  de  un  número  fijo  de  acentos,  que  igualan  fórmu- 
las como  63  +  32  +  42  +  2  +  2;  el  tono  solemne  del  anuncio 
o  de  la  narración  profética  se  acuerda  con  estas  unidades  amplias 
mejor  que  con  las  series  entrecortadas. 

Y  Fohrer  podría  responder  con  razones  paralelas :  la  unidad 
de  sentido  coincide  con  la  estrofa ;  en  algunos  casos  hay  enca- 
balgamiento de  versos ;  la  movilidad  de  la  cesura  es  en  realidad 
la  libre  combinación  de  versos  con  2  ó  3  acentos ;  el  tono  incisivo, 
insistente  de  la  profecía  se  acuerda  mejor  con  unidades  breves  y 
marcadas.  Hay  mucho  de  apreciación  personal  en  ambos  modos 
de  razonar. 

El  ensayo  de  Fohrer,  en  su  nuevo  comentario  a  Ezequiel,  no 
parece  comprobar  su  teoría  rítmica  con  resultados  satisfactorios. 

Pero  en  un  resultado  concreto  vamos  de  acuerdo :  la  existen- 
cia de  una  forma  rítmica  intermedia  entre  el  verso  regular  y  la 
prosa  irregular  ;  en  la  cual  está  compuesta  una  gran  parte  de  la 
literatura  profética.  Como  en  otro  resultado  concreto  estaba  de 
acuerdo  con  Piatti :  la  existencia  en  la  poesía  hebrea  de  versos 
de  arte  menor. 

Creo  que  por  ahora  es  difícil  avanzar  más  en  el  problema. 

C)  LA  REGULARIDAD  MÉTRICA 

Si  no  existe  una  regularidad,  unas  leyes  constantes,  no  se 
puede  hablar  de  sistema.  Esto  explica  que  todos  los  investiga- 
dores hayan  recurrido  a  diversos  procedimientos  para  hallar  prin- 
cipios de  regularidad  en  la  poesía  hebrea :  unos  forzando  el  texto, 
otros  acomodando  la  lectura.  Todos  aspiraban  a  cierta  regulari- 
dad, y  se  diferenciaban  por  grados. 

Sievers  reprochaba  la  teoría  de  Ley,  porque  en  ella  faltaban 
dos  constantes  indispensables :  duración  de  los  pies  métricos,  for- 


24    A.  Guilleaume:  Prophecy  and  Divination,  1938. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


153 


mas  rítmicas  fundamentales  (JFussdauer  und  rhythmische  Grund- 
jormen,  pág.  85). 

Y  Mowinckel  decía  que  el  sistema  de  Sievers  es  la  anulación 
de  toda  sistemática. 

Por  otra  parte,  todos  se  ven  obligados  en  última  instancia  a 
conceder  un  margen  de  libertad  al  poeta.  Unos  de  mala  gana, 
para  dejar  sitio  a  los  versos  irreductibles,  sin  atentar  contra  el 
texto ;  otros  por  convicción  estética. 

Horst  reconoce  al  final  de  su  artículo  que  "variatio  delectat" ; 
Mowinckel  cuenta  "mit  einer  (freien?)  Variation  zwischen  zwei- 
phasigen  und  dreiphasigen  Takten"  (I,  pág.  391),  además  de  la 
síncopa  (5  %  anapestos,  20  %  sincopados). 

Robinson,  en  su  artículo  reciente  —  centenario  de  Lowth  — 
insiste  también  en  la  necesaria  flexibilidad:  "we  must  distinguish 
between  regularity  and  rigidity"  (VTSup,  I,  pág.  147). 

ALGUNOS  DATOS  EN  LA  HISTORIA  DE  LA  CONTROVERSIA 

Los  autores  suelen  citar  como  paradigmático  el  caso  de  Duhm, 
que  en  su  comentario  a  Jeremías  {Kurzes  Handkommentar,  pá- 
gina XII),  aplicó  despiadadamente  el  principio  "un  hombre  un 
ritmo",  con  el  resultado  de  eliminar  gran  parte  del  libro  de  Je- 
remías, y  regularizar  violentamente  el  resto.  (Uno  de  esos  hechos 
inexplicables  en  la  historia  de  la  investigación ;  uno  se  pregunta : 
¿Leía  Duhm  alguna  vez  poetas  alemanes?) 

De  principios  de  siglo  podríamos  citar  dos  nombres  y  dos 
opiniones : 

H.  Grimme:  "La  métrica  hebrea  no  sufre  la  mezcla  de  versos  distintos 
dentro  de  un  poema ;  donde  aparezca,  se  debe  a  corrupción  textual  o  a  com- 
binación inorgánica  de  fragmentos  heterogéneos." 

"  Toda  canción  hebrea  está  escrita  en  metro  único ;  todo  cambio  de  metro 
muestra  que  alguien  incompetente  ha  intervenido  en  el  organismo  poético.  "25 

P.  Haupt:  Die  Form  der  Biblischen  Liebeslieder  (1904).  Analiza  y 
comprueba  la  existencia  de  "  Wechselrhythmus"  o  ritmo  cambiante  en  al- 
gunos fragmentos  de  Cant.  Conviene  destacar  en  su  breve  estudio  la  si- 

25  H.  Grimme:  Psalmenprobleme  (1902),  pág.  12:  "Eine  Mischung  von  vers- 
chiedenlangen  Versmassen  innerhalb  eines  Gedichtganzes  duldet  die  hebráische  Metrik 
nicht;  wo  eine  solche  jetzt  zu  konstatieren  ist,  da  beruht  sie  stets  auf  Textverderbnis 
oder  unorganischer  Verquickung  heterogener  Stücke." 

Die  Oden  Solomos  (19"),  págs.  123-24:  "Jedes  hebráische  Lied  ist  auf  einem 
Metrum  aufgebaut;  jeglicher  Wechsel  dessen  mit  einem  anderem  zeigt,  dass  vori 
unberufener  Seite  in  den  Organismus  des  Gedichtes  eingegriffen  ist." 


154 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


guíente  observación:  "El  paso  de  hemistiquios  binarios  vivos  en  la  pri- 
mera y  tercera  estrofas  a  hemistiquios  ternarios  más  sosegados  en  la  es- 
trofa media,  parece  deberse  al  hecho  que  dicha  estrofa  contiene  la  des- 
cripción de  la  primavera  que  despierta. "  26 

Un  decenio  más  tarde  se  enciende  la  controversia  Rothstein- 
Staerk,  que  se  puede  considerar  clásica,  y  todavía  conserva  va- 
lor ilustrativo : 

J.  W.  Rothstein:  Grundzüge...  (1909)  defendía  la  estricta  regulari- 
dad dentro  de  cada  poema. 

Contra  él  escribió  un  sustancioso  artículo : 

W.  Staerk:  Ein  Hauptproblem...  (1913).  Primero  previene  contra  el 
método  cómo  trata  Rothstein  el  texto  masor ético,  para  encajarlo  en  sus 
teorías.  Después  afirma:  "La  poesía  lírica  del  AT  gustó  siempre  de  la 
combinación  de  versos  distintos  en  la  estrofa";27  y  lo  prueba  analizando 
las  más  antiguas  piezas  líricas  de  la  Biblia. 

J.  W.  Rothstein:  Hebr.  Poesie  (1914).  Dedica  109  páginas  a  refutar 
el  artículo  de  Staerk,  y  a  consolidar  su  propia  teoría.  Excluyendo  a  los 
profetas,  por  lo  común,  de  la  categoría  de  poetas,  les  permite  cierta  varia- 
bilidad, propia  de  la  retórica  elevada.  Pero  en  cuanto  asoma  el  poema  lírico, 
exige  la  regularidad  absoluta. 

R.  piensa  que  la  lírica  tiende  a  expresarse  en  ritmo,  y  en  ritmo  inva- 
riable:  "Corazón  y  sentimiento  encuentran  en  la  lírica  su  lenguaje.  La 
emoción  provocada  por  un  vigoroso  excitante  busca  en  el  ritmo  de  la  can- 
ción una  resonancia  acordada  y  melodiosa.  Para  este  género  lírico  establecí 
a  su  tiempo  la  ley  de  la  uniformidad  de  los  versos. "  28 

R.  considera  necesario  partir  de  la  desconfianza  respecto  del  texto  ma- 
sorético;  lo  cual  le  parece  al  autor  una  estima  positiva  (págs.  44-45). 

Se  puede  decir  que  R.,  operando  con  destreza  crítica  sobre  el  texto 
masorético,  fabrica  una  versión  que  confirma  brillantemente  su  teoría  de 
la  uniformidad  rítmica.  El  libro  es  característico  de  toda  una  tendencia  y 
de  una  actitud. 

Después  de  leído  el  libro,  suena  casi  cómicamente  la  afirmación  del 

26  "Der  Wechsel  der  lebhafteren  zweitaktigen  Halbzeilen  in  der  ersten  und 
dritten  Strophe  mit  den  ruhigeren  dreitaktigen  Halbzeilen  in  der  mittleren  Strophe 
beruht  offenbar  darauf,  dass  die  mittlere  Strophe  eine  Schilderung  enthált,  die  Be- 
schreibung  des   erwachenden   Lenzes..."    (pág.  224). 

27  "Die  lyrische  Poesie  des  AT's  von  jeher  die  Zusammenstellung  verschiedener 
rhythmischer  Schemata  in  einem  strophischen  Gebilde,  also  die  Mischmetra,  ge- 
liebt  hat." 

28  "Herz  und  Gemüt  finden  in  letzterer  (Sanglyrik)  ihre  Sprache  und  ihre 
von  einem  starkem  Reiz  in  Bewegung  gesetzte  Empfindung  sucht  im  Rhythmus  des 
Liedes  stimmungsgemássen,  zugleich  melodisch  schónen  Widerhall.  Für  diese  Art  der 
lyrischen  Poesie  stellte  ich  seinerzeit  zunáchst  das  Gesetz  der  Gleichfórmigkeit  aller 
Verszeilen  auf..."  (pág.  V).  (¿Habrá  leído  R.  los  poemas  de  un  poeta  alemán  lla- 
mado Goethe?;  véase  más  adelante.) 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


155 


autor:  "Mi  trabajo,  cuando  se  vio  obligado  a  operar  profundamente  en  el 
texto  recibido,  no  lo  hizo  por  opiniones  preconcebidas  ni  por  presupuestos 
metódicos  arbitrarios."29 

"Hay  que  partir  del  hecho  que  el  ritmo  de  los  poemas  refleja  natural- 
mente el  flujo  de  los  sentimientos  e  ideas  expresados.  Es  conocido  este 
paralelismo  entre  contenido  y  forma  rítmica  por  diversos  fragmentos  del 
Fausto  de  Goethe  o  La  canción  de  la  campana  de  Schiller."30 

B.  Gray  publicó  en  libro  aparte,  en  1915,  su  serie  de  artículos  de  años 
anteriores.  Sus  trabajos  conservan  todavía  gran  parte  de  su  valor.  Cito 
los  artículos  de  The  Expositor. 

En  mi  exposición  actual  interesan  especialmente  sus  observaciones  sobre 
la  regularidad  del  ritmo  hebreo: 

"Estoy  lejos  de  mantener  que  los  profesores  adictos  a  la  regu- 
laridad no  hayan  propuesto  sugerencias  útiles;  suponiendo  regu- 
lares algunos  poemas  y  no  todos,  el  especialista  que  los  hace  todos 
regulares,  adivina  la  regularidad  de  los  que  realmente  son  regu- 
lares, y  al  mismo  tiempo  fuerza  una  falsa  regularidad  en  un  poe- 
ma que  nunca  fue  regular." 

"Otro  efecto  lamentable  de  la  teoría  que  supone  perfectamente 
regular  toda  la  poesía  hebrea :  por  un  lado  lleva  a  excesivas  e  in- 
necesarias correcciones  textuales;  por  otro  lado,  impide  la  per- 
cepción de  las  diferencias  reales  de  ritmo." 

"Con  tales  métodos...  consigue  Duhm  imponer  la  regularidad 
de  versos  y  estrofas  en  la  poesía  del  AT.  Y  con  los  resultados  así 
obtenidos,  Duhm  y  otros  construyen  conclusiones  críticas  y  exe- 
géticas  de  largo  alcance." 

"No  es  necesario  que  un  solo  ritmo  se  mantenga  a  lo  largo  de 
un  poema;  aunque  es  probable  que  la  mezcla  tolerada  tenía  sus 
límites.  En  concreto  la  elegía,  aunque  normalmente  consistía  en 
versos  de  medida  3  +  2,  no  se  limitaba  a  ellos :  ciertamente  ad- 
mitía los  versos  2  +  2.  El  simple  cambio  a  un  ritmo  más  breve 
de  la  misma  especie,  o  en  algunos  casos  el  paso  de  ritmo  simétrico 
a  ritmo  asimétrico,  no  es  argumento  concluyente ;  en  algunos  poe- 
mas (porque  la  regularidad  varía  según  los  poemas)  ni  siquiera 
es  motivo  para  sospechar  una  corrupción  del  texto  o  combinación 

29  "Das  meine  Arbeit  da,  wo  sie  tiefe  Eingriffe  in  den  überlieferten  Bestand 
der  Texte  zu  tun  genótigt  ist,  nicht  auf  vorgefassten  Meinungen  oder  auf  willkürli- 
chen  methodologischen  Voraussetzungen  beruht"  (pág.  45). 

30  "Fs  ist  von  der  Tatsache  auszugehen,  dass  der  Rhythmus  von  Dichtungen 
naturgemáss  Art  und  Fluss  der  in  Ihnen  sich  aussprechenden  Gefühle  und  Gedanken 
wiederspiegelt.  Man  kennt  dieses  psychologisch  ganz  erklárliche  Parallelgehen  von 
Inhalt  und  rhythmischer  Form,  ja  z.  B.  aus  verschiedenen  Abschnitten  von  Goethes 
Faust  oder  aus  Schillers  I^ied  von  der  Glocke"  (pág.  48). 


156  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


de  fuentes.  Por  otra  parte,  un  cambio  del  ritmo  dominante  provoca 
la  cuestión  de  si  ha  comenzado  un  nuevo  poema."  31 

El  mismo  año  publica  Kónig  su  Hebraische  Rhythmik ;  sin 
tomar  parte  directamente  en  la  controversia,  pide  la  variedad  que 
corresponde  a  los  cambios  de  ideas  y  emociones : 

En  época  posterior  un  grupo  de  autores  quisieron  salvar  la 
regularidad,  traspasándola  al  plano  de  la  estrofa :  Sachsse,  Bruno, 
Lund,  Piatti,  etc.  De  los  dos  primeros  se  ocupa  eficazmente  Be- 
grich  (págs.  72,  84  ss.).  Algo  semejante  se  podría  decir  de  Lund 
(1939),  que  se  refugia  en  una  matemática  poética,  secreto  de  ini- 
ciados, sin  contacto  con  la  realidad  perceptible  que  debe  ser  el 
ritmo.  He  aquí  una  prueba,  los  versos  1-9  del  primer  capítulo 
de  Isaías : 

6+7+6      6+6+5     6+6+5      8+4     4+6     4+8  8+3+8 
17  17  12        10  12 

19  34  34  19 

106 

Piatti,  leyendo  como  versos  enteros  las  unidades  menores, 
consigue  lecturas  mucho  más  razonables ;  sus  estrofas  son  sono- 

31  "I  am  of  course  far  from  maintaining  that  either  these  scholars  or  others 
with  the  same  devotion  to  regularity,  have  failed  to  put  forward  many  valuable  sug- 
gestions:  if  some  poem,  though  not  all,  were  regular,  a  scholar  who  attempts  to 
make  all  regular  may  suceed  in  divining  the  real  regularity  of  those  that  were 
regular,  at  the  same  time  that  he  is  imposing  an  unreal  regularity  on  a  poem 
that  never  was  actually  regular"  (pág.  544). 

"A  second  unfortunate  result  of  the  theory  that  Hebrew  poetry  was  absolutely 
regular:  on  the  one  hand  it  leads  to  much  unnecessary  correction  of  the  text;  and, 
on  the  other,  to  a  certain  obtuseness  to  real  difference  of  rhythm..."  (pág.  546). 

"It  is  by  such  methods  as  these,  which  could  be  illustrated  by  an  abundance 
of  other  examples,  that  Duhm  succeeds  in  imposing  regularity  of  line  and  strophe  on 
Oíd  Testament  poetry.  And  it  is  on  results  so  obtained  that  Duhm  and  others  build 
up  far  reaching  critical  and  exegetical  conclusions"   (pág.  551). 

"A  single  rhythm  need  not  be  maintained  throughout  a  poem,  though  there  were 
probably  limits  to  the  degree  of  mixture  that  was  tolerated.  But  in  particular  the 
elegy,  though  it  commonly  consisted  of  3:2  distichs,  was  not  limited  to  these :  it 
certainly  admitted  along  with  these  in  the  same  poem  2:  2.  Mere  changes  from  a 
longer  to  a  shorter  distich  of  the  same  class,  or  even  occasionally  from  a  balanced 
to  an  echoing  (simétrico-asimétrico)  rhythm,  is  no  conclusive  evidence,  and  in  many 
poems  (for  poems  differ  in  the  degree  to  which  they  were  regular)  is  scarcely  even 
a  ground  for  suspecting  corruption  of  text  or  change  of  source.  On  the  other  hand, 
a  change  in  the  dominant  rhythm  should  raise  a  question  whether  or  not  a  new 
poem  has  begun." 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


157 


ras,  y  se  podrían  encontrar  formas  análogas  en  nuestras  litera- 
turas. Otra  ventaja  suya  es  que  no  salta  de  la  sílaba  a  la  estrofa 
(imposibilidad  rítmica  ya  refutada  por  Begrich),  sino  a  través 
de  un  verso  breve  y  flexible. 

E.  Littmann  (1923)  aporta  toda  su  autoridad  de  gran  semi- 
tista a  favor  de  la  variedad  rítmica:  "Me  adhiero  de  todo  cora- 
zón a  esta  teoría,  y  quisiera  apoyarla  con  algunas  referencias  a 
la  moderna  poesía  de  Tigre."  32 

Y  E.  Isaacs  aducía  a  favor  de  cierta  irregularidad  rítmica  los 
trabajos  de  psicólogos  experimentales  sobre  la  percepción  del 
ritmo  (1918). 

Dos  intentos  aparte  para  salvar  la  regularidad,  o  explicar  la 
irregularidad  son  los  de  Slotki  y  Robinson. 

J.  W.  Slotki  ha  expuesto  y  desarrollado  su  teoría  en  una 
serie  de  artículos;  en  JThSt  números  29,  31,  32;  JQR  26;  AJSL 
49;  JBL  51 ;  ExpT  46;  ZAW  49;  JManchEgypOrS  16.  Su  teo- 
ría se  resume  fácilmente:  muchos  poemas  se  recitaban  en  forma 
antifonal  alternante,  con  repeticiones  (p.  e.,  primer  coro  abe; 
segundo  coro  a  b  d,  etc.) ;  el  escribano  o  copista,  por  economía 
de  espacio  o  tiempo,  suprime  la  repetición,  y  la  indica  con  un 
arreglo  gráfico.  Pero  un  copista  posterior  copia  todo  seguido. 
S.  intenta  probar  la  teoría  con  las  versiones  dobles  de  algunos 
salmos  y  cantos. 

La  hipótesis  es  ciertamente  sugestiva,  y  explica  con  grande 
sencillez  muchas  anomalías ;  pero  es  muy  difícil,  casi  imposible 
probar  que  tal  hipótesis  es  un  hecho.  Aun  en  este  caso,  no  sería 
aplicable  sin  más  a  los  profetas. 

Th.  H.  Robinson  expuso  la  teoría  de  la  "anacrusis"  en  dos 
artículos,  el  año  1936.  Según  esta  teoría,  algunas  palabras  o  fra- 
ses iniciales  quedan  fuera  y  antes  del  ritmo  regular,  como  pura 
introducción,  o  con  particular  relieve. 

Divide  un  breve  catálogo  en  cuatro  grupos :  fórmulas  de  mera 
introducción,  con  alguna  forma  del  verbo  'amar ;  interjecciones ; 
pronombres  ;  partículas.  Cita  algunas  formas  :  qól,  hinne,  'éka,  'ék, 
'óy,  'óya,  hoy,  lákén,  'al-kén,  madu',  we'attá... 

Sobre  la  teoría  de  Robinson  observo :  hay  una  serie  de  casos 
en  que  la  mayor  e  irregular  longitud  del  primer  hemistiquio  coin- 
cide con  la  existencia  de  una  de  las  fórmulas  citadas.  Los  hechos 


32  "Dieser  Anschauung  kann  ich  mich  von  ganzen  Herzen  anschliessen,  und 
ich  móchte  sie  durch  Hinweise  auf  die  moderne  Tigre-Poesie  stützen." 


158  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

son  innegables :  para  explicarlos,  R.  emplea  el  término  "anacru- 
sis",  muy  usado  en  música;  este  recurso  coloca  las  palabras  en- 
fáticas antes  y  fuera  del  ritmo,  como  una  grave  llamada  de  aten- 
ción. La  explicación  me  parece  verdaderamente  razonable.  Y  me 
parece  injusta  la  apreciación  de  Mowinckel :  "Una  teoría  que  tiene 
que  colocar  fuera  del  ritmo  la  interjección  'eka,  tan  emotiva,  tan 
cargada  de  sentido  y  sentimiento,  al  comienzo  de  los  versos 
"qina",  ha  pronunciado  su  propia  sentencia." 

Pero  una  cosa  no  puedo  aceptar  de  Robinson :  el  haberse  ol- 
vidado completamente  de  Sievers,  quien,  salvo  el  nombre  técnico 
de  "anacrusa",  había  analizado  perfectamente  el  fenómeno  35  años 
antes. 

Finalmente,  la  vieja  controversia  sobre  la  regularidad,  se  ha 
hecho  disputa  reciente,  entre  Mowinckel  y  Fohrer,  como  vimos 
en  los  apartados  precedentes. 

Después  de  estos  datos  históricos,  podemos  volvernos  a  expo- 
ner la  cuestión  teórica. 

C)  LA  REGULARIDAD  RÍTMICA:  EXPOSICIÓN  TEÓRICA 

Apoyándose  en  Vald.  Vedel,  supone  Mowinckel  que  el  ritmo 
primitivo  es  un  ritmo  de  sentido,  nacido  de  las  unidades  natura- 
les de  la  sentencia.  Aunque  Vedel  escribe  en  1919,  muchas  de 
las  opiniones  aducidas  por  M.  siguen  en  vigor,  con  distinta  ter- 
minología. 

Aceptando  como  característico  de  la  sentencia  el  articular 
—  dividir  y  recomponer  —  una  vivencia  o  proceso  interior,  es 
razonable  pensar  que  de  la  articulación  verbal  o  sintáctica  se  ha 
derivado  espontáneamente  una  articulación  temporal,  rítmica,  de 
carácter  formal.  Mientras  la  articulación  de  sentido  o  contenido 
tiende  a  enriquecerse,  diferenciarse,  matizarse,  la  articulación  for- 
mal rítmica  puede  buscar  una  mayor  regularidad,  especialmente 
en  manifestaciones  artísticas  del  lenguaje. 

Según  M.,  la  tendencia  a  la  regularidad  formal  actúa  primero 
sobre  series  (ritmo  de  segundo  grado)  que  se  repiten  simétrica- 
mente o  varían  con  normas  fijas ;  después  la  regularidad  afecta  al 
interior  de  las  series  (ritmo  de  primer  grado),  igualando  los  pies, 
o  sea,  la  periodicidad  numérica  del  elemento  dominante,  el  número 
de  elementos  agrupados  por  cada  elemento  sobresaliente.  Siempre 
subsiste  una  cierta  tensión  entre  los  grupos  ínfimos  de  sentido  y 
los  grupos  artificiales  de  ritmo. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


159 


En  la  terminología  moderna,  ese  " ritmo  de  sentido"  es  el  rit- 
mo normal  del  lenguaje,  que  se  convierte  en  ritmo  artístico  por 
la  estilización  progresiva  y  variable  (según  la  fórmula  de  Meil- 
let).33  Y  la  tensión  de  ambos  elementos  es  uno  de  los  aspectos  que 
subrayan  los  "formalistas"  rusos  (según  Wellek). 

Sería  difícil  probar  históricamente  que  el  proceso  siga  siem- 
pre esos  pasos :  primero  las  series,  después  los  elementos  de  cada 
serie.  Pero  es  cierto  que  en  algunas  literaturas  se  puede  encontrar 
semejante  proceso.  Por  otra  parte,  la  explicación  encajaría  en  la 
teoría  estructural  que  define  el  "todo"  anterior  a  las  partes,  acep- 
tada hasta  las  últimas  consecuencias  por  los  citados  investigado- 
res rusos. 

La  distinción  entre  la  irregularidad  del  ritmo  de  sentido,  y  la 
regularidad  del  ritmo  formal  es  clara  y  se  puede  retener ;  lo  mis- 
mo que  la  observación  siguiente:  en  la  línea  ritmo  de  sentido- 
ritmo  formal  se  mueve  en  ambas  direcciones  la  evolución  del  ritmo 
poético  en  cualquier  literatura. 

TENDENCIA  HACIA  LA  REGULARIDAD 

En  mi  libro  Estética  y  estilística  del  ritmo  poético  (Barcelo- 
na, 1959)  desarrollo  con  ejemplos  esta  cuestión.  Básteme  resumir 
aquí  la  exposición : 

Hay  varias  fuerzas  conscientes  o  inconscientes  que  impulsan 
hacia  la  regularidad:  a)  el  proceso  de  evolución  cultural  puede 
traer  consigo  una  exigencia  formal ;  b)  la  tradición  y  artesanía, 
conservada  muchas  veces  en  gremios  (Meistersinger) ;  c)  el  vir- 
tuosismo, signo  de  decadencia  cuando  predomina;  d)  el  puro  in- 
terés formal,  como  tendencia  algo  genérica;  é)  el  interés  utilita- 
rio, impuesto  por  la  recitación  o  nemotecnia;  /)  la  destinación  al 
canto,  a  la  recitación  coral  o  litúrgica,  a  la  danza. 

Otras  fuerzas  impulsan  hacia  la  irregularidad :  a)  el  poeta  que 
intenta  afirmar  su  personalidad ;  b)  la  escuela  de  signo  innovador 
o  revolucionario;  c)  la  razón  formal,  para  evitar  la  monotonía 
(el  ritmo  rigurosamente  regular  se  destruye  a  sí  mismo  como 
factor  artístico);  d)  el  contenido,  con  su  riqueza,  complejidad, 
pluralidad  de  planos,  desarrollo  y  variación.  El  ritmo  poético  es 
ritmo  de  lenguaje,  y  el  lenguaje  es  portador  de  contenidos. 

La  oposición  de  estas  dos  tendencias  puede  concluir  en  la  des- 

33    Cfr.  cita  9. 


160  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

trucción  práctica  de  la  contraria:  la  absoluta  regularidad  se  hace 
soniquete,  la  libre  irregularidad  se  hace  prosa.  Pero  la  tensión 
se  puede  sintetizar  en  diversos  planos,  permitiendo  la  riquísima 
expresividad  del  instrumento  rítmico.  Esta  síntesis  se  puede  rea- 
lizar :  a)  en  diverso  grado  rítmico ;  p.  e.,  verso  regular  con  estro- 
fas irregulares,  estrofa  regular  de  versos  irregulares,  etc. ;  b)  se- 
gún diverso  factor  rítmico;  p.  e.,  regularidad  en  el  número  de  las 
sílabas,  irregularidad  de  los  acentos,  regularidad  de  las  pausas 
con  irregularidad  en  el  número  de  sílabas,  etc. ;  c)  según  el  mis- 
mo grado  y  factor;  aquí  tiene  plena  aplicación  la  distinción  entre 
metro  y  ritmo,  el  compás  fijo  de  la  pieza  y  las  variaciones  expre- 
sivas del  instrumentista,  la  expectación  creada  e  insatisfecha  apos- 
ta ;  también  el  concepto  de  célula  rítmica,  que  con  su  reaparición 
intermitente  determina  la  estabilidad  rítmica,  tiene  puesto  en  este 
apartado. 

NOTA  SOBRE  EL  "VERSO  LIBRE" 

W.  E.  Barnes  escribía  en  1932  reclamando  mayor  respeto  al 
texto  masorético ;  y  recordando  una  forma  árabe  llamada  saj ,  in- 
termedia entre  la  prosa  y  el  verso  regular,  sugiere  que  se  la  tenga 
en  cuenta  al  analizar  los  poemas  bíblicos.  En  nuestra  terminología, 
diríamos  "verso  libre". 

Otra  explicación  propone  Tournay  (1946) :  considera  los  frag- 
mentos oratorios  de  Isaías  como  prosa  elevada,  y  lo  compara  a 
Cicerón,  Demóstenes,  Bossuet.  La  comparación  es  completamente 
inadecuada,  pues  en  hebreo  no  existe  el  "período",  que  es  fun- 
damental en  la  oratoria  clásica.  Ya  J.  D.  Michaelis,  en  su  pre- 
fatio  al  libro  de  Lowth,  señalaba  detenidamente  la  diferencia,  aun- 
que exagerando  un  poco  las  consecuencias  (XIX-XXXII). 

E.  Kónig,  en  un  largo  artículo,34  analiza  diversos  intentos  de 
lecturas  rítmicas :  Sievers  Gn,  Ed.  Bayer  Dn,  Procksch  Gn, 
E.  Weber  Gn,  J.  Hempel  Dt,  Duhm  Jr...  Rechaza  todos  estos  in- 
tentos y  repite  su  tesis  que  los  profetas  no  son  poetas.  En  su  co- 
mentario a  Isaías  (1926)  vuelve  sobre  lo  mismo.  El  tema  de  un 
discurso  puede  ser  rítmico,  el  desarrollo  y  variaciones  son  discur- 
so en  prosa;  ocasionales  y  excepcionales  sentencias  paralelas  y 
rítmicas ;  y  lo  demás  ritmo  libre  del  discurso ;  algunos  versos  oca- 
sionales son  hechos  irremediables,  casuales.  Todo  ello  son  sim- 


34    Catálogo  cronológico,  año  19 19. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


161 


pies  aplicaciones  de  su  tesis  formulada  al  principio  del  comenta- 
rio " Isaías  no  es  poeta,  sino  profeta".35 

Ya  hemos  visto  la  relación  de  este  problema  con  el  de  los  ver- 
sos de  arte  menor. 

Ahora  volvemos  a  preguntar :  al  investigar  los  poemas  del  li- 
bro de  Isaías,  ¿será  útil  y  legítimo  manejar  el  concepto  de  verso 
libre  f 

Alguno  considerará  injustificado  el  introducir  semejante  con- 
cepto aplicado  a  un  poeta  antiguo.  Unos  lo  consideran  invención 
específicamente  moderna ;  otros  afirman  que  el  verso  libre  es  sim- 
ple prosa.  Entre  los  técnicos  de  prosodia,  la  controversia  no  ha 
llegado  todavía  a  una  solución  satisfactoria.  Bastantes  parecen 
admitir  que  depende  mucho  de  la  intención  del  autor,  y  que 
puede  ser  cuestión  nominal.36 

En  las  literaturas  occidentales  el  verso  libre  es  una  aparición 
reciente;  llega  al  extremo  de  un  proceso  en  que  el  verso  se  ha 
ido  liberando  de  las  rígidas  normas  tradicionales ;  movimiento 
paralelo  al  de  otras  artes  camino  de  la  liberación  creciente :  la 
pintura  desde  el  impresionismo,  la  música  desde  la  revolución  de 
Debussy.  El  que  el  movimiento  haya  tenido  algo  de  anárquico 
no  significa  que  los  resultados  sean  enteramente  condenables.  To- 
memos el  verso  libre  de  buenos  poetas,  como  Whitman,  Péguy, 
Claudel,  Trakl,  Dámaso  Alonso,  Aleixandre,  etc.  Es  cierto  que 
emplean  el  verso  libre,  no  por  impericia  métrica  o  por  puro  afán 
de  llamar  la  atención  (a  estas  alturas  ya  no  llama  la  atención). 
Lo  emplean  como  instrumento  adecuado  —  mucho  más  apto  que 
los  metros  tradicionales  —  para  sus  peculiares  creaciones  poéticas. 

Es  legítimo,  al  menos  plantearse  la  cuestión,  si  un  hecho 
literario  moderno  no  nos  habrá  de  ser  útil  para  orientarnos  en  el 
análisis  de  un  hecho  literario  antiguo.  Planteada  la  cuestión,  pa- 
rece legítimo  aceptar  la  orientación,  al  menos  como  hipótesis  de 
trabajo.  Recordemos  el  estrecho  parentesco  de  inspiración  bíblica 
en  Péguy  y  Claudel  (claro  que  en  la  forma  se  puede  deber  a  un 
conocimiento  de  los  poemas  hebreos,  con  el  ritmo  falseado  o  eli- 
minado por  las  traducciones). 

Al  final  del  ensayo  habrá  que  decidir  si  el  método  moderno 
explica  mejor  los  hechos  hebreos,  aunque  no  llegue  a  leyes  tan 
precisas  y  universales  como  la  investigación  precedente. 

35  Cfr.  especialmente  págs.  166,  167,  169,  245,  249. 

36  Cfr.  Dictionary  of  World  Literature:  "Free  verse,  Vers  libre". 


162 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


La  segunda  objeción  era  contra  el  verso  libre:  ¿Es  verdadero 
verso,  verdadero  ritmo?  No  intento  tratar  por  extenso  la  cues- 
tión, sino  con  breves  indicaciones. 

Algunos  argumentan  de  la  siguiente  manera :  escribid  seguidos 
los  presuntos  versos,  y  nadie  sabrá  distinguirlos  de  la  prosa;  no 
hay  rima,  ni  acentos,  ni  número  de  sílabas,  que  puedan  delatar  la 
calidad  de  "versos". 

Una  frase  de  Hopkins  nos  servirá  para  entrar  en  el  asunto ; 
en  el  prefacio  a  sus  Poemas  dice:  "Sprung  Rhythm  es  la  cosa 
más  natural...  es  el  ritmo  del  lenguaje  ordinario,  de  la  prosa  es- 
crita, cuando  en  ellos  percibimos  el  ritmo."  37  La  última  frase  es 
decisiva  "cuando  nos  damos  cuenta  de  su  ritmo". 

Una  prueba  es  el  artículo  citado  (pág.  175)  de  Brenes-Mesén, 
y  trabajos  semejantes ;  una  contraprueba :  (ya  la  indiqué  más 
arriba)  es  posible  recitar  una  serie  de  endecasílabos  sin  que  el 
oyente  caiga  en  la  cuenta  del  ritmo;  algunos  recitadores  dramá- 
ticos son  maestros  en  camuflar  el  ritmo. 

En  el  "verso  libre"  hay  un  cierto  ritmo.  Hay  que  descartar 
a  algunos  sedicentes  poetas,  que  recurren  al  expediente  del  "verso 
libre"  para  disimular  su  impericia  métrica  y  para  pasar  por  mo- 
dernos;  pero  no  hay  cosa  más  intolerable  que  los  "versos  libres" 
escritos  por  un  aficionado  sin  oído  ni  pericia  rítmica. 

Los  buenos  poetas  que  emplean  el  verso  libre,  suelen  tener 
también  una  célula  fundamental  rítmica  en  cada  poema,  o  van 
variando  de  metro  en  cada  fragmento,  según  lo  pide  el  cambio 
de  emoción  (es  típico  del  "verso  libre"  la  longitud  de  los  poemas ; 
y  también  resulta  mucho  más  tolerable  un  poema  largo  escrito  en 
verso  libre,  o  en  endecasílabos  blancos,  que  escrito  en  octavas  rea- 
les). Otras  veces  buscan  efectos  especiales  de  ensanchamiento  y 
estrechamiento  rítmico,  o  se  los  impone  el  desarrollo  de  la  emo- 
ción concreta.38 

En  el  caso  de  Isaías,  nos  encontramos  con  poemas  largos,  com- 
puestos de  fragmentos  que  indican  cambio  de  tema  o  de  aspecto 
o  de  emoción.  También  nos  encontramos  una  dicción  poética  y 

37  En  la  edición  de  W.  H.  Gardiner  (Penguin  Books,  1954),  pág.  11.  "Sprung 
Rhythm  is  the  most  natural  of  things...  it  is  the  rhythm  of  common  speech  and  of 
written  prose,  when  rhythm  is  perceived  in  them." 

38  Carlos  Bousoño  ha  estudiado  ampliamente  el  verso  libre  del  poeta  Vicente 
Aleixandre:  La  poesía  de  Vicente  Aleixandre2,  Madrid,  1956:  cap.  XV  "Normas 
del  versículo  aleixandrino" ;  cap.  XVI  "Adecuación  del  ritmo  a  la  representación 
poética"  (págs.  229-261). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


163 


un  frecuente  uso  del  paralelismo  en  todas  sus  formas,  que  nos 
orientan  hacia  la  lectura  poética,  es  decir,  que  nos  invitan  a  es- 
cuchar también  el  ritmo. 

Por  otra  parte,  los  datos  del  análisis  no  permiten  obtener  un 
ritmo  uniforme  en  cada  poema  o  sección.  Parece  que  no  es  in- 
justificada la  denominación  "analógica"  de  "verso  libre". 

RITMO  Y  SENTIDO 

Éste  es  un  punto  tan  importante  y  fundamental,  que  ya  nos 
hemos  encontrado  con  él  en  diversas  ocasiones.  Varios  autores  han 
repetido  el  principio,  particularmente  en  la  controversia  sobre  la 
regularidad.  B.  Gray  (pág.  243),  Gonzalo  Maeso  (págs.  26  ss.), 
Kónig  (Hebr.  Rhythmik,  pág.  50),  el  mismo  Mowinckel  aunque 
con  aplicaciones  arbitrarias  para  defender  sus  síncopas  (II,  pá- 
gina 67). 

Todos  los  tratadistas  modernos  del  ritmo  insisten  en  este  as- 
pecto :  el  ritmo  es  un  factor  en  la  totalidad  del  poema ;  es  un 
plano  de  la  estructura  total,  que  no  se  puede  separar  del  conte- 
nido. El  ritmo,  creando  un  orden,  permite  nuevas  relaciones  y 
nuevos  valores  de  las  palabras  que  ordena.  En  nuestras  literaturas 
se  ha  llegado  a  instrumentos  de  delicadeza  maravillosa;  es  muy 
difícil,  quizás  imposible,  llegar  a  descubrir  tales  posibilidades  en 
la  poesía  hebrea.  Pero  siempre  es  necesario  tener  en  cuenta  este 
factor  capital. 

Hasta  ahora,  únicamente  Begrich  se  ha  ocupado  de  las  rela- 
ciones entre  ritmo  y  sentido  en  la  poesía  hebrea.  Ha  escogido 
la  qina,  modelo  métrico  que  repetidas  veces  se  ha  mostrado  pro- 
picio y  fecundo  para  el  análisis.  Aunque  su  punto  de  vista  es  más 
gramatical  que  literario,  es  necesario  recordar  su  estudio :  J.  Be- 
grich, Der  Satzstil  im  Fünfer,  ZSem,  1934,  págs.  169-209. 

En  él  analiza  el  autor  las  relaciones  entre  el  ritmo  y  el  sentido,  entre 
el  ritmo  y  las  estructuras  gramaticales. 

Pudiera  parecer  algo  exagerado  el  querer  que  sea  la  fórmula  rítmica 
quinaria  quien  determina  todas  las  estructuras ;  también  podrá  parecer 
algo  exagerada  la  búsqueda  de  diversos  esquemas  gramaticales.  Pero  la 
sustancia  del  artículo  es  importante  (por  eso  es  más  extraño  que  lo  des- 
conozcan o  no  lo  usen  autores  posteriores).  Yo  quiero  subrayar  algunas 
deducciones  del  artículo,  que  considero  seguras : 

La  forma  originaria  es  con  pausa  3  +  2 ;  pero  hay  ocasiones  en  que  el 
sentido  o  contenido  —  la  riqueza  sintáctica  —  imponen  una  frase  seguida  sin 
pausa  "mit  durchgehendem  Satz",  y  en  otras  ocasiones  el  contenido  des- 


164  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

plaza  la  pausa  según  la  fórmula  2  +  3.  Esto  indica  que  el  poeta  y  el  lector 
sienten  el  verso  como  una  unidad  quinaria  que  no  destruyen  ocasionales 
cambios  de  cesura.  Y  otro  tanto  se  puede  decir  del  senario  que  fundamen- 
talmente sería  3  +  3,  pero  puede  aceptar  las  fórmulas  4  +  2,  2  +  4,  cuando 
el  contenido  se  impone,  sin  que  la  unidad  superior  6  se  destruya. 

Esta  observación  es  claramente  contra  Mowinckel ;  a  mí  me  parece 
incontestable:  muchos  ejemplos  hebreos  la  acreditan  y  todas  las  literaturas 
modernas  lo  comprueban ;  precisamente  el  uso  de  las  cesuras  es  un  elemento 
importantísimo  de  expresividad  rítmica. 

También  acepta  como  posible  la  combinación  de  versos  dis- 
tintos (pág.  188). 

El  máximo  valor,  a  mi  juicio,  de  Begrich  es  el  haber  atendido  al  sen- 
tido, cosa  menos  frecuente  entre  otros  tratadistas  de  rítmica  hebraica; 
pero  que  responde  a  las  direcciones  modernas  del  análisis  literario. 


NOTACIÓN  RITMICA 

En  la  poesía  clásica  se  suele  emplear  la  notación  de  largas  y 
breves  con  los  signos  ^  — .  Como  el  factor  constitutivo  del  ritmo 
hebreo  es  el  acento  intensivo,  prefiero  una  notación  que  represente 
el  acento.  Sievers  empleaba  la  fórmula:  x  x  x  x  x...,  y  añade 
algunos  signos  para  el  " acento  pendiente"  y  para  la  prolongación 
de  sílaba.  Según  mis  explicaciones  precedentes  creo  innecesaria 
esta  distinción;  en  cuanto  a  la  notación,  adopto  la  propuesta  por 
Tomás  Navarro  (que  he  aceptado  también  en  mi  libro  sobre  el 
ritmo),  a  saber:  ooó  oó...  Para  mayor  claridad  plástica,  señalo 
en  muchos  capítulos  la  distinción  de  palabras  con  espacio  en  blan- 
co, y  procuro  la  correspondencia  vertical  de  los  acentos,  aunque 
en  realidad  la  pronunciación  poética  toma  el  verso  como  un  todo 
sin  más  interrupción  que  la  cesura;  este  sistema  de  notación 
muestra  intuitivamente  muchos  aspectos  que  no  hace  falta  des- 
pués comentar  menudamente.  Cuando  sustituyo  la  notación  por 
la  fórmula  reducida  empleo  el  sistema  3  +  3,  2  +  2,  4  +  2... 
(otros  autores  escriben  3:3,  2:2,  4:2...). 

Acepto  en  muchos  casos  las  correcciones  propuestas  por  BH, 
sin  ampliar  la  cuestión. 

El  problema  más  grave  es  conocer  la  pronunciación  en  tiempo 
antiguo  (he  expuesto  ampliamente  el  asunto  en  el  capítulo  pre- 
cedente). Considero  como  más  probable  la  pronunciación  mono- 
silábica (o  casi)  de  los  segolados,  la  pronunciación  trisilábica  de 
formas  verbales  como  qatelu,  hazzequ,  etc.,  es  decir,  la  vocal  breve 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


165 


todavía  no  se  ha  reducido  a  sewa.  También  acepto  las  guturales 
con  capacidad  de  cerrar  sílabas  (con  lo  que  desaparecen  casi  todas 
las  formas  hatef).39  Sabemos  que  la  poesía  de  entonces  prescindía 
fácilmente  del  artículo  definido  y  del  relativo;40  y  naturalmente, 
no  prodigaba  las  conjunciones  copulativas  como  la  tradición  pos- 
terior (véase  el  texto  de  Qumran  y  las  citas  en  el  aparato  de 
BH  7.a).  Sabemos  que  en  ugarítico  la  negación  es  proclítica,  y 
se  escribe  con  el  verbo  (Ugaritic  Manual).  La  lectura  de  algunas 
formas  wayyiqtol  en  piel  es  importante  para  el  ritmo,  y  bastante 
dudosa,  según  indiqué  en  el  capítulo  precedente  (waydabber,  wy- 
dabber  ?). 

Todas  estas  incertezas  y  probabilidades  hacen  difícil  el  traba- 
jo, no  imposible.  El  escepticismo  total  no  está  justificado :  cfr. 
G.  D.  Youngs  en  JNES,  1950,  págs.  124-33,  y  la  respuesta  de 
W.  F.  Albright  en  HUCA,  1950-51,  págs.  1-39. 


4.  ANÁLISIS  RÍTMICOS  41 

Capítulo  1,  2-9 42 

2a     oó    oó   ooóo     ó  ooó    oó     (copulativa  dudosa ;  2  +  2  +  2) 
b     oó    oóo  ooóo    oó  ooó     ó     (cop.  dudosa) 

39  W.  S.  La  Sor:  Secondary  Opening  of  Syllables  Originally  Closed  with  Gut- 
turals,  JNES  15  (1956),  págs.  247-50. 

40  W.  F.  Albright,  VTSup  4  (1957),  notas  2  y  3. 

41  Entre  los  comentadores,  han  dedicado  particular  atención  al  aspecto  rítmico 
G.  B.  Gray  (ICC),  y  O.  Procksch  (KAT).  El  de  Gray  fue  publicado  (191 1)  antes 
que  sus  estudios  sobre  el  ritmo  hebreo  (191 5),  pero  contiene  en  germen  las  mismas 
ideas;  véanse  en  la  introducción  los  números  48-57  (págs.  LXII-LXVIII).  Acerca 
de  la  irregularidad,  observa  que  es  más  fácil  la  combinación  de  ritmos  de  la  misma 
especie,  es  decir,  simétricos  o  asimétricos  (balancing,  echoing);  el  grado  de  regula- 
ridad varía  según  los  poemas;  el  texto  original  probablemente  era  más  regular;  ge- 
neralmente es  posible  discernir  un  ritmo  dominante  (LXVII).  Aconseja  moderación, 
pero  no  aprueba  el  escepticismo.  Kissane  y  Condamin  persiguen  demasiado  su  teoría 
estrófica. 

42  1,  1-9.  Gray  lee:  2  +  2  +  2,  3  +  3;  3  +  3  3  +  3;  3  +  3  2  +  2  [];  2  +  2 

2  +  2;   2  +  2  2  +  2  2  +  2;  2  +  2  2  +  2   [];  2  +  2  +  2  2;  3  +  3  2  +  2. 

Procksch  lee:  2  +  2  +  2  3  +  2;  3  +  3  2  +  2;  4  +  4  2  +  3  +  2;  4  +  4;  4  +  4 

3  +  3;  ?;  3  +  3;  4  +  45  4  +  4  (ya  en  esta  lectura  muestra  P.  su  tendencia  a 
ver  en  el  ritmo  un  valor  formal  y  no  tanto  expresivo;  no  así  Sievers). 

Sievers  lee  (II,  pág.  425):  6  3  +  3;  3  +  3  3  +  3!  4  +  4;  6;  4  +  4;  4  +  4 
3  +  3J  4  +  (4)  3  +  35  4  +  4  4  +  4-  En  I,  pág.  172,  indica  la  variedad  expresiva 
de  este  fragmento  "Mit  V.  2a  setzt  der  Text  ziemlich  lebhaft  ein,  um  dann  mit  2b 

12.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


166 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


oa 

oó  ó 

oóo 

oó    oó  ooóo 

(artículo  definido  hassór  hahmór?) 
(lo'  acentuado  con  énfasis) 

D 

ooó  ó 

oó 

oó     ó  ooó 

Ai 

¿ta. 

ó  ó 

oó 

ó    oó  oó 

(¡  tres  monosílabos !) 

b 

ó 

ooó 

oó  ooó 

c 

ooó  ooó 

[ooó] 

ooó  ooó  ooó 

(añadiendo  sebo,  oí) 

oa 

oó 

ooó 

oóo  oó 

('ód  enclítica?  oóo) 

b 

oó 

oó  oooó  oó 

(cop.  dudosa) 

6a 

ooó 

ooó 

oó  oó 

(mikkap-rágl  we'ad-ró's) 

b 

ó  oooó 

ooó  ooó 

(sería  cómodo  leer  hbwrh  wpsc  ooó  oó) 

c 

oóo  oó 

oóo 

oó  ooó  oó 

\IU     piULllLlLd,    Cvfcíü  ctLCIlLUdUdJ 

(Vi  enclítica) 

7a 

ooó 

ooó 

ooó  ooóo 

D 

ooó  oooó 

oó  ooó  (oó) 

(texto  dudoso) 

8a 

oooó 

ooó 

ooó  oó 

(cop.  dudosa) 

b 

ooó 

ooó 

oó  ooó 

9a 

oó  oó 

ooó 

oó    oó  oó 

(pronunciando  lanú) 

b 

oó 

OÓ  OOOÓ     OÓO  OO 

Observaciones 

a)  Comienzo  solemne  2  +  2  +  2 ;  el  resto  versos  simétricos 
2  +  2  y  3  +  3 ;  dos  versos  anómalos :  4c  donde  el  nombre  divino 
puede  fácilmente  regular  el  ritmo,  7b  de  texto  dudoso.  La  regu- 
laridad consiste  en  que  todos  son  simétricos,  salvo  el  comienzo. 

b)  ¿Es  posible  razonar  el  cambio  de  fórmula?  4b  parece  una 
resonancia  estrechada  del  anterior,  mientras  que  6c  ensancha  con 
valor  de  pausa  la  serie  de  imágenes  corporales  y  medicinales; 
5a  estrecha  en  pregunta  urgente ;  9a  oración  hipotáctica  que  pre- 
para el  final. 

c)  Pies:  es  normal  la  combinación  de  yambos  y  anapestos 
oó  ooó.  Hay  versos  dominados  por  un  pie :  9a  yambo,  4c  7a  ana- 
pesto. Son  de  particular  interés  las  anomalías :  pies  sincopados 
con  énfasis  patente  3b  4a  lo',  hoy,  góy,  'am,  sincopados  iniciales 
4b  zr',  6b  ps'?;  peones  cuartos  oooó  en  tres  casos  coinciden  con 
copulativa  inútil  para  el  sentido  y  para  la  poesía  2b  5b  8a,  en  7b 
se  podría  suprimir  la  preposición  l-  pues  negdekem  es  correcto, 
9b  no  lleva  peón  cuarto  sino  final  femenino  antes  de  la  cesura. 


und  noch  mehr  mit  3ab  zu  schwer  getragener  Klage  absusinken.  Dann  folgt  mit  V.  4 
die  sehr  lebendige  Anklage,  die  dann  wieder  in  den  ruhigeren  Scblussatz  V.  9  aus- 
klingt. 

Puede  verse  también:  J.  Ley,  Metrische  Analyse  von  Jesaja,  I,  ZAW  22  (1902), 
páginas  229  ss. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


167 


Capítulo  1,  10-16 43 


10a 

oó   oó  oó 

ooó  oó 

b 

oóo  oó  ooóo 

ó  ooó 

lia 

ó     ó  ooó 

oó  oó 

(leyendo  U  enclítica) 

b 

oóo  oó  oó 

oó  ooó 

c 

oó  oóoooó 

ó  oóo 

(BH) 

12b 

ooó     ó  ooó 

ab 

ooóo  oó  oó 

oó  ooó 

(restituyendo  el  paralelismo) 

1 1xh 

iOdU 

i  1  T"T"AHiirk,fr i  r\l  í^c  i 
\Xk  1  CU.UL  U  IJICoy 

14a 

ooó    oó  ooó 

ooó  oó 

(dudoso;  doble  acento  wmw'dkm?) 

b 

oó    oó  oó 

oóo  oó 

15a 

oó    oó  ooó 

oó  oó 

(dudoso,   doble  acento  bprskm,  suprimir 

mkm?) 

b 

oó    oó  ooó 

oóo  oó 

(gam  ki  oó ;  también  ó  ooó) 

c 

ooó    oó  oóo 

oó  ooó 

(BH) 

16 

oóo  óoooó 

oó  oó 

Observaciones: 

a)  Domina  la  fórmula  3  +  2,  quebrantada  por  dos  versos  de 
enumeraciones  cultuales,  en  los  que  cabe  sospechar  adiciones 
posteriores ;  algunos  versos  se  adaptan  fácilmente  a  la  fórmu- 
la 3  +  2,  aunque  de  modos  diversos  y  probables. 

b)  Pies  :  yambos  y  anapestos  se  combinan  libremente,  dominan 
los  yambos  en  10a  y  14b;  sincopados  con  énfasis  11c,  10b;  peones 
cuartos  11c  con  un  sencillo  cambio  de  orden  desaparecería  wdm 
kbsym  wprym,  en  16  quizá  fuese  el  sustantivo  original  m(l  en  vez 
de  m'll. 


Capítulo  1,  17-24 44 

17a  oó    oó    oó  oó 

b  oó    oó  ooó  oó 

c  oó    oó    oó  ooó  (ribii) 

43  i,  10-20.  Según  Gray:  3  +  2  3  +  2;  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  3  +  2  (120-13?); 
[]  3  +  2;  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  3  +  2  (de  las  dudas  hace  en  parte  responsable  al 
texto).  2  +  2  2  +  2  2  +  2;  4  3  +  2  3  +  2  3  +  2  3  +  2  3. 

Según  Procksch:  3  +  2;  3  +  2;  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  (12?);  3  +  2  3  +  2;  3  +  2 
3  +  2;  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  3  +  2  i6b-i7  3  +  3  3  +  3J  18  3  +  2,  3  +  2  3  +  2; 
3  +  2  3  +  2,  3. 

Según  Sievers:  4  3  +  2;  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  3  3  +  2;  (3  +  2  3  +  2);  3  +  2 
3  +  2;  (3  +  2)  3  +  2;  3  +  2  3  +  2;  4  +  44;   18  3  +  2  3  +  2  3  +  2;  4;  3  +  2;  3. 

44  1,  21-28.  Gray  lee:  3  +  2  3  +  2;  3  +  2;  2  +  2  3  +  2  2  +  3;  3  +  2  3  +  2; 
3?  3  +  2;  3  +  2  4  +  2;  3  +  2;  4  +  3  (con  algunos  retoques  del  texto). 

Procksch    lee:    3  +  2    3  +  2;    3  +  2;    3  +  2    3  +  2    3  +  2;    2  +  2  +  2    3  +  3Í 


168 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


18a 

b 

c 

19 

20 
21a 
b 

22 

23a 
b 
c 


OOO     00  000 

ooóoooó  ooó 
oó  oóoooó 

ooóoooó  ó 
oóoooóoooó 
oó  ooó  ooó 

[oó]ooó  oó 
oó  oó  ooó 
oó  ooó 
oó    oó  oó 


OO  00 

oó  oóo 
oó  oó 
oó  oóo 
oóoooó 
oó  ooó 
ó  ooó 
oó  oó 
ooó  ooó 
ooó  ooó 


00  0000  OO  000  000  000 


(doble  acento  wnwkhh) 

(BH  w'm) 
(2  +  3) 
(BH) 

(versiones:  también  bah  enclítica  oóo) 

(quizá  falte  hayu) 
(sóhad) 

(2  +  2  +  2  conclusivo) 


Observaciones: 

a)  La  regularidad  anterior  3  +  2  es  interrumpida  por  tres 
versos  de  fórmula  2  -j-  2 ;  un  contenido  de  urgencia  que  se  expre- 
sa en  una  serie  de  imperativos  y  produce  un  estrechamiento  del 
ritmo  en  cuanto  a  la  fórmula  y  en  cuanto  a  los  pies,  diez  yambos 
y  dos  anapestos.  El  cuarto  verso  restablece  la  fórmula  3  +  2  que 
continúa  en  una  serie  anafórica.  El  verso  final  es  más  amplio  2  + 
+  2  +  2  (y  quizá  24a  pertenezca  a  esta  serie  como  colofón). 

b)  Pies:  dos  sincopados  comenzando  hemistiquio  19.21b;  peo- 
nes cuartos  acumulados  en  la  serie  anafórica,  y  dominando  su 
último  verso  20. 

Capítulo  1,24-31 45 


24a 

oó  ooó    oó  ooó    oó  ooó 

(2  +  2  +  2,  alterna  oó  ooó) 

b 

ó  ooó  ooóoooóoooó 

(suprimo  copulativa) 

25 

ooóo  oó    ooó  oó  oó  ooóo  ó  ooó 

(3  +  3  +  3) 

26a 

ooóoooó    oó  ooó  ooó    oó  ooó 

(acentos  dobles  4  +  3 ; 

ó  3  +  2?) 

b 

ooó  ooó    oó    oó    oó  ooó 

(2  +  2  +  2,  dudoso  lak) 

27 

oó  ooó  ooó  ooó  ooóoooó 

(BH) 

28 

oó  ooóoooó    oó  ooó    oó  oó 

(4  +  3) 

29a 

ooóoooó    oó  ooó 

b 

oooóoooó    oó  ooó 

30a 

ooó  ooó    oó  oóo 

(part.  fem.  trisílabo?) 

b 

ooó  ooó  oó 

(dudoso:  'en  lah  ó  ó?) 

31a 

ooó  ooó    oó  ooó  ooó 

b 

oooó  ooó    oó    oó  ooó 

3---3  +  3J  2  +  2  +  2  2  +  2  +  2  [].  Atribuye  el  cambio  de  ritmo  "dem  Rhythmus 
des  prophetischen  Pathos"  (pág.  45). 

Sievers  lee:  3  +  2  2  +  2  +  2;  3  +  3;  4  +  4  2  +  2  +  2;  2  +  2  +  2  3  +  3; 
3  +  3  35  2  +  2  +  2  2  +  2  +  2;  3  +  2;  3  +  3- 

45    1,  29-31.  Gray:  4  +  4;  4  +  4Í  3  +  2  3  +  2. 

Procksch:  2  +  2  2  +  2;  2  +  2  2  +  2;  3  +  2  3  +  2. 

Sievers:  4  +  44  +  35  3  +  2  3  +  2. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


169 


Observaciones: 

a)  Si  leemos  24a  como  título,  sería  un  comienzo  solemne  2  + 
+  2  +  2  al  estilo  de  2a.  Los  seis  siguientes  no  ofrecen  base  de 
regularidad,  es  probable  nada  más  el  predominio  de  fórmulas 
impares  3  +  2  y  4+3.  Los  cuatro  siguientes  ofrecen  un  nue- 
vo motivo,  con  ritmo  probable  2  +  2.  Los  dos  últimos,  con  nuevo 
motivo  en  unidad  cerrada,  imponen  la  lectura  3  +  2.  Es  decir,  las 
diferencias  rítmicas  coinciden  con  cambios  de  motivos  poéticos, 
que  inducen  a  separar  los  tres  fragmentos ;  el  primero  24b-28  em- 
palma con  lo  anterior  por  las  imágenes  comunes,  como  amplifica- 
ción de  amenaza  y  promesa. 

b)  Pies:  es  inútil  discutir  los  pies  del  primer  fragmento.  En 
el  segundo  fragmento  dos  peones  cuartos  oooó  corresponden  a 
copulativa  y  a  artículo  29b. 

Consecuencias  del  análisis  del  primer  capítulo : 

a)  La  combinación  de  yambos  y  anapestos  es  normal.  El  pre- 
dominio de  un  tipo  puede  tener  valor  expresivo.  La  síncopa  puede 
tener  valor  expresivo.  En  pasajes  de  ritmo  preciso  es  raro  el 
pie  oooó;  parece  que  debe  eliminarse  en  varios  casos;  en  una 
ocasión  aparece  acumulado.  Los  comienzos  de  verso  y  hemistiquio 
prefieren  el  yambo. 

b)  La  sección  primera  tiene  dos  células  o  motivos  rítmicos: 
2  +  2,  3  +  3 ;  que  se  combinan  libremente.  La  regularidad  está 
en  la  simetría.  A  veces  el  paso  de  un  motivo  rítmico  a  otro  tiene 
función  expresiva:  estrecharse  el  ritmo  a  modo  de  resonancia; 
o  ensancharse  con  intención  pausal.  Al  final  se  unen  las  dos  célu- 
las o  motivos  3  +  3  2  +  2.  (De  un  modo  parecido,  en  el  hexá- 
metro se  une  la  fórmula  3  "dáctilo",  con  la  2  "espondeo" ;  y  al 
final  deben  recurrir  ambas  3  +  2  -vv~.) 

En  la  segunda  parte  la  célula  rítmica  es  3  +  2,  forma  asimé- 
trica. Hay  un  estrechamiento  a  2  +  2  con  valor  expresivo,  por 
el  contenido  de  urgencia.  Hay  un  ensanchamiento  2  +  2  +  2  en 
una  ocasión  pausal  23c-24a :  en  uno  de  los  versos  influye  el  juego 
de  palabras  para  cambiar  el  ritmo,  en  el  otro  es  el  tema  de  anun- 
cio. Igual  a  la  fórmula  solemne,  inicial. 

Un  fragmento  está  escrito  en  verso  libre,  o  el  texto  está 
completamente  corrompido.  Este  fragmento  nos  hace  apreciar 
cuán  superior  es  la  regularidad  del  resto:  diferencia  suficiente 
para  justificar  una  distinción  entre  verso  normal  y  verso  libre. 


170 


ANALISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


2a 

ooó 

ooó 

oó 

oó 

ó 

ooó 

b 

oó 

ooó 

ooó  oooó 

c 

oooó 

oóooooó  oooó 

oó 

oó 

3a 

oó 

OOO 

oó 

oó 

oó 

oó 

b 

ooóo 

oó 

oó  oooó 

oó 

OOO 

c 

ooó 

oó 

oó 

ooó 

oó 

oooó 

4a 

ooó 

ó 

ooó 

ooó 

ooó 

oó 

b 

ooóo 

ooó 

ooó 

ooó 

oó 

ó 

c 

ooó 

ooó 

oó 

oó 

ooó 

oooó 

5a 

ó 

oó 

oó 

ooó 

oó 

oó 

la 

ooó 

ooó 

ooó 

oó 

oó 

oó 

b 

oó 

oó 

ooó 

ooó 

ó 

oooó 

c 

oooó 

oóo 

oó 

oooó 

oó 

oó 

2a 

oó 

ooó 

oó 

oó 

oó 

oó 

b 

=  3b; 

3c 

3a 

ooó 

ooó 

oó 

ooó 

ooó 

ooó 

b 

oooó  oooó 

ooó 

ooó 

oó 

oooó 

C: 

=  4c 

Capítulo  2,  2-5  (Mic.  4,  1-4) 

(whyh  anacrusa ;  2  +  2  +  2) 


(cfr.  BH  y  Mic.) 

(2  +  2  +  2 :   suprimiendo   'lhym ; 

o  bien  ooó  suprimiendo  y'qb; 

w'mrw  anacrusa) 
(acentos  secundarios  drkyw 

'rhtyw) 
(¡ki  anacrusa?) 

(doble  acento  whnytwtyhm) 
(prps  harbó;  'ód  dudoso,  enclí- 
tica?) 


(o  trasponiendo  acento  hu'  mí- 

oó  ooó) 
(w'mrw  anacrusa) 
(como  Is.  2,  3a) 


(el  sufijo  más  largo  -hem) 


Observaciones:  a)  En  conjunto  la  versión  de  Miqueas  es  más 
regular :  comienza  desde  el  primer  verso  marcando  el  ritmo  3  +  3 
dominante,  introduciendo  en  el  ritmo  el  verbo  weháyá,  que  Is.  deja 
fuera ;  añade  un  hu'  para  igualar  el  segundo  verso.  Quizá  se  deba 
reducir  a  la  forma  3  -j-  3  el  verso  2a,  (=  3a),  leyendo  "lekú 
wena'lé  'el-har-Yahwé,  'el  bet  'elohé  ya'qob". 

Isaías  lleva  un  ritmo  más  libre :  la  célula  dominante  es  3  +  3  : 
quebrantada  ciertamente  en  el  verso  segundo  2b,  probablemente 
en  3a;  notemos  la  fórmula  inicial  2  +  2  +  2,  evitada  por  Mi- 
queas, y  repetida  por  Isaías  para  cerrar  el  poema. 

He  aceptado  la  lectura  de  dos  "anacrusas",  fuera  del  ritmo. 

b)  Pies :  abundan  los  pies  largos  más  que  en  el  cap.  I ;  el  he- 
cho concuerda  perfectamente  con  el  tema  del  poema  y  con  la 
sonoridad  abundante  en  líquidas.  Sincopados :  uno  extraño  en  4a 
bén  (evitado  en  Mic),  otro  extraño  en  4c  harb  (que  se  puede 
leer  harbó,  por  haplografía) ;  el  de  5a,  inicial,  no  ofrece  dificultad, 
es  un  vocativo  que  comienza  sentido.  Peón  cuarto  oooó :  encuen- 
tro siete,  uno  en  2b,  los  otros  pareados  en  tres  versos,  2c  primero 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


171 


y  cuarto,  3c  primero  (¿o  es  anacrusa?)  y  último,  4b  primero  y 
último.  En  Mic.  la  proporción  de  anapestos  y  peones  4  es  aún 
mayor.  La  consecuencia  probable  es  que  aquí  tienen  función  ex- 
presiva, subrayar  con  el  ritmo  el  movimiento  de  todo  el  poema; 
es  de  notar  el  verso  descriptivo  4b,  aún  más  grave  en  Mic.  3b. 

Hay  versos  de  lectura  dudosa;  pero  el  tono  general,  y  los 
casos  ciertos  nos  invitan  a  preferir  la  lectura  propuesta  de  los 
dudosos. 

Isaías  da  impresión  de  más  libertad  lírica;  Miqueas,  de  más 
rigor  artesano;  en  conjunto  me  inclino  a  considerar  como  ver- 
sión primaria  la  de  Isaías,  salvo  —  claro  está  —  2c. 

Los  versos  5-8  son  muy  dudosos  rítmicamente;  tampoco  el 
texto  está  bien  conservado.  No  sirven  para  sacar  consecuencias 
sólidas. 


Capítulo  2,  10-21 


10-21  es  un  trozo  compuesto  con  técnica  de  tipo  musical : 
hay  dos  motivos  dobles  que  se  van  conjugando.  Humillación  del 
hombre  [H] -gloria  de  Yavé  [G]  ;  temor  [T],  esconderse  [E]. 
En  el  texto  que  poseemos,  los  motivos  no  se  repiten  literalmente, 
sino  con  leves  variantes.  El  esquema  mostrará  mejor  estos  as- 
pectos y  su  relación  con  el  ritmo. 


10a 
b 

lia 


O     00   OOO  000 

ooó  ooó  ooó  ooó 


2  +  2 
2  +  2? 


ooó  oó[ooó; 

oó  oó  oó 
ooó  oóoooó 
ooó  ooó  ooó 
ooó  oó  oó 
ooó  ooó  oó 
oó    oó  ooó 

=  11b 


b 
12b 
13 
14 
15 
16 
17 

b 

18  ... 

19a   oóo  ooó  oó 


ooo  oo  oo 
ooó  oó  ooó 
ooó  ooó  ooó 
ooóoooóoooó 
ooó  oó  ooó 
ooó  ooó  ooó 
ooó     ó  ooó 


ooó      oó  [?] 


H  3  +  31 
G   3  +  3 


H  » 
G  » 

p 

E   3  +  3? 


b   =21b  T 

20a     oó    oó    oó    ooó    ooó  oó  ooó  ooó      4  +  4 
b     oó  ooó    oó    ooó       óooó    oó  ooó      4  +  4 


(copulativa  dudosa) 
(cop.  dud.  pahd  Yah- 

we  un  acento) 
(dudoso;    ¿lg  17a? 

BH) 

(añadiendo  seba'ot) 

(cop.  dudosa) 

(ídem;  art.  hlbnwn?) 

(ídem) 

(ídem) 

(ídem) 


(dud.,  ¿incompleto?) 
(¿falta  un  verbo  pa- 
ralelo?) 

(suprimiendo  't) 
(ac.  sec.  lhprprwt 
l'tlpym) 


172 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


21a     oó  ooó  ooó  oooó  oooó  [?]  E  3  +  3?     (dudosos   cop.    art. ; 

cfr.  19a) 

b   ooó  ooó  ooó    ooó    ooó  oó  oó    T  2  +  2  +  3     (h'rs  no  es  indispen- 
sable) 

Observaciones: 

a)  El  verso  10  parece  mejor  comienzo,  con  imperativo,  que 
el  dudoso  9.  12a  es  anómalo,  introduciendo  la  serie  (al-ko¡ :  quizá 
se  debe  enlazar  con  la  primera  mitad  del  anterior :  wnsgb  Yhwh 
lbdw  ky  ywm  lYhwh  sb'wt  (ritmo  y  sentido  perfectos).  18  es 
sospechoso :  o  está  incompleto,  o  sobra.  Los  motivos  se  ordenan 
de  la  siguiente  forma:  ET  HG  ...  HG  ET  ...  ET.  La  célula 
rítmica  de  cada  motivo  no  es  del  todo  clara  y  uniforme,  quizás 
a  causa  del  texto  (cfr.  app.  BH) :  T  es  dos  veces  2  +  2  +  3,  con 
valor  de  ensanchamiento  pausal,  quizás  esté  incompleta  en  10. 
G  las  dos  veces  3  +  2,  pero  coincide  con  nombre  divino. 

La  serie  anafórica  se  distingue  por  la  regularidad  rítmica, 
de  fórmula  y  de  pies ;  artículos  y  copulativas  podrían  ser  adición 
posterior,  con  lo  cual  tendríamos : 

oó  oó  oó  oó  oó  ooó 
oó  oó  oó  oó  ooó  ooó 
oó  oó  ooó  oó  ooó  oó 
oó  oó  oó  oó  oó  ooó 
oó  ooó    oó  oó  ooó  oó 

sería  una  lectura  más  ligera;  por  el  contrario,  la  lectura  grave 
del  texto  puede  tener  una  intención  expresiva  de  acumulación 
de  grandezas. 

A  pesar  de  otros  detalles  dudosos,  indicados  en  el  esquema, 
el  poema  tiene  una  regularidad  suficiente  de  fórmulas  simétricas, 
salvo  el  ensanchamiento  pausal  del  motivo  T. 

Capítulo  5,  1-7 46 

la     oóo    ó  ooó     oó    oó  ooó 
b       ó    oó  ooó     oó  oó 
2a     ooooóo  ooooóo  oooóooó 

46    5,   1-7.   Gray:   2  +  2  3  +  2  2  +  2   3  +  3   3  +  2   3  +  2  2  +  2   3  +  2  4  +  2 

3  +  34  +  44  +  3  3  +  34  +  44  +  3- 

Procksch:    3  +  2   3  +  2   3  +  2   3  +  2   3  +  2   3  +  2   3  +  2   3  +  2    3  +  3   4  +  4 

4  +  4  3  +  3  4  +  44  +  4- 

Sievers:  2  +  2  3  +  2  2  +  2  3  +  3  3  +  2  4  +  4  3  +  3  2  +  2  +  2  3  +  3  4  +  4 
6  3  3  +  3  4  +  44  +  3. 

Gray  y  Procksch  explican  el  cambio  de  ritmo  por  cambio  de  contenido:  parábola 
con  ritmo  3  +  2  dominante,  aplicación  en  versos  largos. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


173 


b  ooó    oó  ooó    ooó    oóo  (cop.  dudosa;  bd  anclítica) 

c  ooó    oó  ooó    ooó  ooó 

3a  ooó  ooóoooó     oó  ooó 

b  óo    ó    oó     oó  oó 

4a  ó    oóoooó     oó  ooóo  ('ód  y  bó  hacen  dudosa  la  co- 

locación de  acentos) 

b  oó    oóo     ó  ooó  ooó  ooó 

5a  ooó  oó  oó  oó    ooó  oó  oó  ooó 

b  oóoooó  ooó  ooó    oó  ooó  ooó  ooó 

6a  ó  ooó    oó  ooó  ooó  [?]    oó    oó     (¿añadir  'aléwl) 

b  oó  ooó  ooó  ooó    oóo  oó 

7ab    oó  oó    ó  ooó    oó  ooó  oó  ooóo  (suprimiendo  sb'wt) 

c  ooó  ooó  ooó    oó  [?]  ooó  ooó  ooó      (¿un  paralelo  de  qwh?) 

Observaciones: 

a)  Tal  como  está  el  texto,  este  poema  lírico  se  nos  presenta 
en  un  ritmo  más  bien  irregular.  (Ante  todo  no  creo  probable  que 
en  tiempo  de  Isaías  el  wayyiqtol  de  verbos  lamed  he  llevase  el 
acento  en  la  preformante,  a  modo  de  segolado;  una  forma  tri- 
silábica  ooó  me  parece  mucho  más  probable.) 

Hay  unos  cuantos  versos  de  indudable  fórmula  3  +  2,  a  la 
que  se  podrían  reducir  p.  e.  4b  (madnf  anacrusa).  En  la  segunda 
parte  dominan  versos  de  fórmula  simétrica  4  +  4  (o  equivalente), 
a  los  que  se  podrían  reducir  los  dudosos  6a. 7b.  Tomemos  por 
separado  ambas  partes,  pues  la  primera  ofrece  particular  interés : 
el  verso  primero  es  comienzo  simétrico,  el  tercero  se  aparta  del 
ritmo  para  un  efecto  descriptivo  del  trabajo  difícil,  repetido,  y  3b 
conserva  la  fórmula  estrechando  los  pies  en  una  urgente  recla- 
mación ;  el  valor  expresivo  del  ritmo  es  manifiesto  en  este  poema 
tan  puramente  lírico,  como  lo  mostrará  un  escueto  repaso : 

la  comienzo  sonoro,  en  fórmula  simétrica 

b  célula  rítmica  fundamental,  pausa  breve 

2a  cambio  total,  sin  cesura,  verbos  largos,  valor  descriptivo 

2b  vuelta  a  la  célula  rítmica 

c  contramotivo,  célula  fundamental,  pausa  marcada 

3a  sigue  la  célula,  con  valor  puramente  formal 

3b  sigue  la  célula,  estrechando  los  pies,  valor  expresivo. 

Existe  una  célula  dominante  en  cada  parte,  falta  la  uniformi- 
dad métrica,  las  variaciones  pueden  tener  valor  expresivo. 


Capítulo  5,  8-23  +  10,  1-2 


La  sección  siguiente  es  una  serie  de  amenazas,  que  comienzan 
con  la  interjección  "hoy" ;  a  ellas  hay  que  incorporar  10,  1-2. 


174 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


La  frase  es  amplia  y  el  paralelismo  sinonímico  predomina.  Me 
voy  a  fijar  en  dos  aspectos :  existe  una  intención  rítmica,  pero 
falta  la  regularidad;  varios  versos  comienzan  con  "anacrusa" 
fuera  del  ritmo.  En  el  esquema  aparecerá  mejor: 


8a 

hoy 

3  +  3 

(hoy  fuera  de  ritmo) 

b 

2  +  2  +  2 

9 

'm-l' 

2+2+2+2 

('im-lo'  fuera  de  ritmo) 

10 

ki 

2+2+2+2 

(ki  podría  entrar  en  el  ritmo) 

11 

hoy 

2+2+2+2 

(hoy  fuera  de  ritmo) 

12 

whyh 

2  +  2  +  2 

(wehaya  ídem) 

b 

2+2+2+2 

(sin  acentuar  lo1 :  3  +  3) 

13 

lkn 

3  +  3  +  3 

(laken  fuera  de  ritmo) 

14 

lkn 

3  +  3 

(ídem) 

b 

3  +  3 

(?) 

1  c 

lo 

¿  +  ¿  +  0 

(este  verso  coincide  con  algunos 

del  cap.  ¿)  (cir.  iy  is.  ¿,  11) 

16 

4  +  4 

(por  el  tema  va  con  el  anterior) 

17 

3+  3 

/a          1              1                                 "1*              T"k  T  T  \ 

(tachando  como  indica  BH  app) 

1  o 

18 

i  a 
hoy 

A     1  A 

4  +  4 

(?) 

1 0 

Z  +  ¿  +  ¿ 

(incluido  "ha'omenm") 

b 

2  +  2  +  2 

20 

hoy  h'mrm 

2  +  2 

(sin  anacrusa  2  +  2  +  2) 

sámim 

2  +  2 

sámim 

2  +  2 

21 

3  +  3 

(hoy  incluido  en  el  ritmo) 

22 

hoy 

3  +  3 

(dudosa  la  anacrusa) 

23, 

4  +  4 

10,  1 

hoy 

3  +  3 

2 

3  +  3 

(leyendo  'aniyyim) 

3  +  3 

(con  ac  w't) 

Observaciones:  es  inútil  buscar  una  igualación  rítmica;  ni 
siquiera  dentro  de  los  límites  de  cada  "hoy".  Pero  tampoco  pa- 
rece justo  hablar  de  prosa,  donde  el  paralelismo  es  tan  sistemá- 
tico, y  muchas  fórmulas  rítmicas  tan  manifiestas.  Lo  más  razo- 
nable es  llamar  a  esto  "verso  libre".  Aceptando  la  teoría  de  Sie- 
vers-Ronbison,  sobre  la  "anacrusa",  el  ritmo  del  fragmento  se 
explica  mucho  mejor;  lo  notable  es  que  los  casos  se  acumulan 
en  este  fragmento,  y  no  han  aparecido  hasta  ahora  en  otros.  Ro- 
binson  advertía  que  las  palabras  quedaban  fuera  del  ritmo  para 
mayor  énfasis ;  en  el  presente  fragmento,  no  todas  las  palabras 
semejantes  piden  énfasis.  Lo  que  resulta  imposible  es  aplicar  una 
ley  rígida  "o  todo  o  nada"  ;  porque  en  varios  casos,  la  palabra 
correspondiente  está  indudablemente  dentro  del  ritmo,  llenando 
la  medida.  Es  fácil  que  los  breves  oráculos  conminatorios  tuvie- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


175 


ran  una  vida  independiente  previa;  el  tema  y  el  comienzo  hoy 
sería  criterio  de  colección. 

En  un  pasaje  semejante,  el  análisis  de  los  pies  rítmicos  me  pa- 
rece menos  indicado. 


Capítulo  5,  26-29  (+  30?) 


26a 
b 

27a 
b 

28a 
b 

29a 
b 

(30a 


00     OO     OO  OOO     00     oo     oo  oo 


OOO  OOO  OOO 


o  oo 
oó  oó 
oó 
oó 


OO  OOO 
OÓ  ooóo 
oóoooó 


o  oo 
oó  oó 


oo  00 
oó  ooóo 


00  OOOO  OOO 


000  00  OOOO  OOO  000 


OOOO  OOO  000  OOOO 


000  000 

ooó  ooó 


O  000     OO  00 

oó  oó    ooó  ó) 


(acentos  traspuestos  BH) 
(bó  enclítica) 


(trasponiendo  nhsbw  al  final) 
(lo  enclítica) 
(¿artículo  hattarp?) 


Observaciones: 

a)  El  ritmo  no  es  muy  regular,  pero  es  muy  marcado,  con 
fórmulas  simétricas  4  +  4,  3  +  3,  2  +  2.  El  verso  segundo  26b 
es  de  gran  eficacia  descriptiva:  a  la  llamada  de  Yavé  responde 
el  enemigo  en  velocísimo  verso,  "hinne" ;  después  el  movimiento 
se  hace  ordenado,  constante.  El  último  verso  (muy  dudoso  que 
pertenezca  al  poema)  adopta  una  fórmula  diversa,  que  conocemos 
de  finales  y  comienzos. 

b)  El  esquema  de  conjunto  sería 

4  +  4  3  +  3 

3  3  +  3 

4  +  4  2  +  2 

4  +  4  3  +  3 

Es  cierto  que  varios  versos  de  la  primera  parte  admiten  fácil- 
mente la  lectura  3  +  3,  leyendo  negaciones  como  enclíticas,  y  su- 
primiendo copulativas  en  27b. 


Capítulo  6 

BH  presenta  este  capítulo  en  una  alternancia  de  prosa  y  verso. 
Los  datos  justifican  la  distinción.  La  parte  narrativa  está  en 
prosa  rítmica.  El  diálogo  está  en  verso  bastante  regular.  Indi- 
caré estos  aspectos  en  el  esquema : 


176 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


1  3  +  2  +  2  +  2  +3    Prosa  rítmica,  articulada  por  las  pausas. 

2  4  +  3  +  2     Si  leemos  con  LXX  dos  veces  l'hd,  la  fórmula  será 

3  +  3. 

3  +  3  +  2     El  último  elemento  es  descriptivo. 

3  Breve  introducción:  se  puede  leer  como  3  o  como  4. 
3b     3  +  2  +  3     El  canto  de  los  serafines. 

4a     3  +  2  +  3     El  efecto  en  el  templo. 

Sa       3  +  4  ?       El  ritmo  se  hace  entrecortado,  indeciso,  como  lo  pide 
el  sentido. 

b  3  +  2  Continúan  las  palabras  del  profeta  en  ritmo  indeciso, 
c     2  +  2  +  2     El  ritmo  se  ordena ;  pausas  mínimas,  frase  amplia. 

6  4  +  2  +  4     Narrativo ;  larga  frase  con  oración  dependiente  sin  re- 

lativo explícito. 

7  Breve  introducción :  3  acentos.  Comienza  el  diálogo : 

7b     4  +  2  +  2     Compromiso  entre  la  división  binaria  y  ternaria. 
8a     4  +  2  +  2     ídem.  Las  palabras  de  Yavé  2  +  2 ;  el  partic.  'omer 
ritmado. 

b        4  +  4        Tres  verbos  de  decir  incluidos  en  el  ritmo  provocan  una 
irregularidad  en  las  pausas:  1.2.1.2.2. 
9b   2  +  22  +  2    Acentuando  con  énfasis  la  negación  we'al- 
10a     4  +  2  +  2     Otra  vez  el  compromiso  entre  la  división  binaria  y  la 
ternaria. 

b  2  +  2  +  2  +2  ídem,  en  otra  posición. 

lia     Nueva  introducción  con  verbo  de  decir;  3  acentos, 
b        3  +  3        Entre  los  dos  versos  otra  vez  el  compromiso  entre  la 
c        3  +  3  bina  y  la  terna.  El  sentido  se  reparte :  b  c'  c". 

12         4  +  4        Sigue  el  tema,  se  ensancha  el  ritmo  (un  ac.  sec,  o  3  +  4). 

Observaciones:  Los  trozos  en  verso  no  se  sujetan  a  la  regu- 
laridad estricta.  Se  reparten  en  bloques  peculiares. 

El  canto  de  los  serafines  impone  un  ritmo,  que  se  extiende 
al  verso  siguiente,  el  efecto  en  el  templo;  pero  el  efecto  en  el 
profeta  interrumpe  el  ritmo,  que  se  hace  entrecortado,  y  se  va 
ordenando,  sin  volver  a  la  fórmula  inicial. 

El  gran  diálogo  7-10  está  en  seis  largos  versos  de  ocho 
acentos  cada  uno.  Este  número  total  impone  su  regularidad  a 
todo  el  fragmento.  Pero  las  cesuras  y  pausas  producen  un  ritmo 
variado  y  libre,  por  encima  del  esquema  o  "escala"  (metro)  ri- 
guroso. El  valor  rítmico  de  las  cesuras  es  evidente  en  este  frag- 
mento. 

La  respuesta  final  va  en  versos  regulares,  con  ensanchamien- 
to conclusivo ;  la  cesura  de  1  Ib  es  algo  diferente. 

También  es  aspecto  importante  el  contraste  o  tensión  creado 
entre  ritmo  y  sentido.  El  ritmo  —  o  "metro"  —  es  de  esquema 
binario,  el  sentido  se  va  dividiendo  en  grupos  ternarios.  Esta 
tensión  entre  lo  formal  y  lo  expresivo  está  profundamente  ra- 
dicada en  el  sentido  de  la  visión  (lo  veremos  más  tarde). 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


177 


Capítulo  7  47 

Este  capítulo  nos  ofrece  un  texto  difícil,  no  bien  conservado ; 
no  se  presta  para  un  análisis  rítmico  de  garantía.  Me  contento 
con  algunas  observaciones. 

Comienza  con  un  fragmento  en  prosa,  en  el  que  hay  un  verso 
insertado:  el  hemistiquio  poético  "como  tiemblan...";  se  podría 
leer  ligado  a  la  sentencia  anterior  "y  tembló...",  en  fórmula  si- 
métrica 4  +  4. 

La  sección  7-9  es  un  breve  oráculo  en  verso :  BH  lo  destaca 
bien.  La  fórmula  es:4  +  43  +  3  3  +  32  +  2;  o  sea,  un  estre- 
charse el  ritmo  simétrico,  hasta  la  frase  final,  breve,  lapidaria,  con 
buscada  paronomasia. 

La  sección  11-14,  que  prepara  la  profecía  de  Emmanuel,  se 
podría  leer  como  prosa  rítmica,  según  el  esquema  aproximado 
3+32  +  23  +  33  +  3  +  32  +  2  +  2  sin  paralelismo,  ni  pau- 
sas marcadas.  Después  hay  un  "hinné"  introductorio,  y  viene  la 
profecía  de  Emmanuel,  que  leo  en  ritmo  regular : 


(sentido  suspenso) 
(copulativa  dudosa) 
(ki  acentuado) 
(como  15b) 


A  priori,  lo  más  probable  es  que  un  oráculo  profético  de  este 
tipo  esté  compuesto  en  verso ;  a  posteriori,  aceptando  la  anacrusa 
inicial,  cierta  movilidad  en  alguna  cesura,  obtenemos  un  ritmo 
muy  regular  que  justifica  la  lectura  propuesta.  Y  si  recordamos 
que  los  poetas  de  entonces  sabían  prescindir  del  relativo  explí- 
cito, podemos  juntar  los  dos  últimos  versos  en  uno  conclusivo, 
ensanchando  3  +  3  : 

té'ázéb  ha'damá  'áttá  qás       mippené  sené  melákéha. 


14b 

ooó 

oó 

ooó 

oó 

ooó 

oó 

oó 

oó 

15a 

oó 

ooó 

oó 

ooó 

b 

oó 

oó 

ooó 

oó 

16a 

ó 

oó 

oó 

oó 

b 

oó 

oó 

ooó 

oó 

c 

ooó 

ooó 

oó 

ooó 

d 

ooó 

oó 

ooóo 

47  Cap.  7:  Procksch  lee  rítmicamente  la  perícopa  10-17  en  diez  versos  de  siete 
sílabas  (los  Siebener  de  Sievers,  que  tanto  le  gustan  a  Procksch).  El  oráculo  lo  lee 
así:  14b  4  +  3;  15  3  +  4?;  16a  3  +  4;  ti6b];  17  3+4  3  +  4-  Me  parece  una  lec- 
tura bastante  forzada.  (Sievers  no  incluye  este  oráculo  en  sus  muestras  rítmicas.) 


178 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Los  versos  18-19  los  lee  BH  como  verso:  la  fórmula  no  es 
uniforme,  pero  el  ritmo  es  cierto.  Según  la  posición  de  las  pausas, 
y  la  lectura  de  acentos  secundarios,  resultará  un  esquema  diverso ; 
el  siguiente  es  uno  de  los  probables : 

3  (introducción) 
3  +  4  +  4 

3  +  4  +  4       (pies  largos,  con  copulativas,  preposiciones  y  artículos) 


Capítulo  8,  6-8 

6a  oó    oó    oó    oó     oó  ooó  oooó  oó 

7a  oó  ooó    oó  ooó     oó  ooó  ooóoooó 

c  ooó    oó  ooóo  ooó    oó  ooóo 

8a  ooó  ooó    oó  ooó  ooó  oó 

b  ooó    oó  ooóo  oó       ó  ooó    oó    oó        (verso  dudoso) 

Observaciones:  He  aquí  un  buen  ejemplo  para  mostrar  la 
adaptación  del  ritmo  al  contenido.  Los  dos  primeros  versos  son 
paralelos,  de  igual  fórmula  4  +  4,  pero  en  el  segundo  los  pies 
se  ensanchan  (como  crece  el  caudal  de  las  aguas).  Los  dos  si- 
guientes tienen  seis  acentos  en  fórmula  desigual :  en  7c  comienza 
un  movimiento  3  +  3,  que  en  8a  se  apresura  2  +  2  +  2.  (No 
sabemos  con  certeza  si  8b  pertenece  al  poema.) 


Capítulo  9  (8,  23-9,  6)48 


23a 

oó  ooó  oó 

oó  ooó  ooóooó 

oó    oó  oó 

ó    oó    ó  ooó 

la 

oóoooó  oó 

oó      ó  oó 

b 

ooó    oó  oó 

ó    oó  ooó 

2a 

oóoooó 

oóoooó 

b 

ooó  ooóo  ooó  ooó 

c 

oó  ooo 

oooó  oó 

3a 

ooó  oó 

oooó  oó 

b 

ó  ooóo 

ooóo  oó  oó 

4a 

oooó  oó  oó 

ooó  oooó  ooó 

b 

oooó  ooó 

oóo  ó 

(doble  acento  b'hrwn) 


(copul.  dudosa) 

oóoóoó) 
(bd    enclítica)  (o 

ooóoóooó) 
(kol  dudoso) 


(o  bien:  óoóoó 
bien :  óoóoó 


48  Cap.  9.  Gray  opina  que  los  cuatro  nombres  valen  por  ocho  acentos,  para 
mayor  solemnidad  "it  is  probable  that  the  significance  of  the  ñame  was  heightened 
by  being  thrown  into  an  independent  distich". 

Procksch  corrige  el  verso  5b  tachando  el  verbo  (innecesario);  esta  corrección  nos 
daría  un  verso  2  +  2  con  doble  rima  hammisra  'al-sikmó  wayyiqra'  semó. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


179 


5a 
b 


oó  oó  oó  ó  oó  oó 
ooó  ooó  ooó    ooó  oó 


(pronunciando  lamí) 


6a 


c 


ó  oó  ó  oó  ó  oó  ó  oó 
ooó  ooó  ooó  oó 


('ábi-'ád) 

(supr.  copulativa) 


c 


b 


ó    oó    oó  ooó 
ooó    oó    oó    oó  ooóoooó 
ooóoooó    oó    oó  ooó  ooó 


(doble  acento) 


Observaciones: 

a)  Se  trata  de  un  poema  intensamente  lírico.  Aparte  algunas 
lecturas  inciertas,  domina  la  regularidad  de  fórmulas  simétricas, 
varias.  Los  dos  versos  introductorios  (si  pertenecen  al  poema) 
presentan  un  ritmo  amplio  3  +  4  y  paralelismo  marcado.  Los 
otros  motivos  proceden  así :  liberación,  dos  versos  3  +  3 ;  el  gozo, 
tres  versos  2  +  2 ;  la  opresión  vencida  2  +  2  2  +  3  (que  se  po- 
drían leer  fácilmente  3  +  3  3+3,  acentuando  ki  'et  we'et  bo) ; 
el  verso  central  conserva  la  fórmula  3  +  3  en  tiempo  lento.  5b :  si 
no  corregimos  el  texto  de  este  verso,  su  anomalía  tendría  una 
explicación:  el  sentido  queda  cortado  y  pendiente,  en  pausa  lar- 
ga, que  prepara  la  serie  de  los  cuatro  nombres.  Éstos  presentan 
un  ritmo  peculiar,  muy  regular;  de  signo  cuaternario.  Los  ver- 
sos siguientes,  que  explican  los  nombres,  mantienen  el  ritmo  de 
cuatro  tiempos. 

Los  dos  finales,  algo  dudosos,  parecen  pedir  la  fórmula  2  + 
+  2  +  2,  cuyo  valor  conclusivo  conocemos  de  otras  ocasiones. 

El  resto  del  capítulo  se  compone  de  una  serie  de  estrofas  irre- 
gulares, rematadas  por  el  estribillo  "bekol-zo't..."  de  ritmo  3  +  3. 
Cada  estrofa  es  relativamente  regular,  con  célula  dominante  2  + 


La  última  estrofa  17-20  tiene  el  siguiente  esquema:  la  des- 
cripción 3  +  3  3  +  3,  la  aplicación  4  +  44  +  43  +  3,  el  último 
verso  20a  ciñe  el  ritmo  al  sentido  2  +  2  +3.  Es  de  notar  que 
en  18a,  un  nombre  divino  perturba  el  ritmo,  y  falta  en  LXX 
(cfr.  BH  app.). 


Otra  vez  tenemos  que  aceptar  la  denominación  "verso  libre". 
Hay  verdadero  ritmo,  pero  bastante  irregular ;  y  el  trozo  es  clara- 
mente poético.  He  aquí  el  esquema,  con  breve  comentario  de  los 
versos : 


+  22  +  2. 


Capítulo  10 


5         2  -f-  2  -f-  2       (tacho  glosa,  cfr.  app.  BH  ;  fórmula  conocida  para 
comenzar :  hoy  incluido  en  el  ritmo). 


180 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


6a  3  +  3  comienza  la  narración. 

b     2  +  2   2  +  2     continúa  la  narración,  ensanchándose  el  ritmo,  pies 
más  breves. 

7a  3  +  3  antítesis  de  6a,  en  el  mismo  ritmo, 

b  3  +  3  antítesis  de  7a,  en  el  ritmo  precedente. 

8a  4  +  4  comienza  el  discurso  de  Asur  (con  ac.  sec.  4  +  4 ; 

tachando  yhdw  3  +  3). 
9b  3  +  3  continúa  el  discurso,  estrechando  el  ritmo  (kí  yo'mer 

fuera  de  ritmo). 
10-11  el  texto  es  muy  dudoso. 

12  BH  lo  presenta  como  prosa:  tachando  como  glosa  melek  'assür 

(glosa  frecuente),  se  podrían  leer  tres  versos  de  cuatro  sílabas; 
el  resultado  es  dudoso: 
"ki  yebassa'  ,adonáy  'et-kol  ma'séhü 
behar  siyyón  úbirüsálém  [ac.  sec] 

yipqod  'al-peri  godel  lebabó  [-ó  suple  a  la  glosa] 

we'al  tip'eret  rüm  'énaw 

comienzan  de  nuevo  las  palabras  de  Asur. 
continúan  (ac.  sec). 
quizá  falte  un  hemistiquio. 

el  cambio  no  se  explica ;  quizá  falte  el  frecuente 
"rabbim",  después  de  'ammim. 


13a 

3  +  3 

b 

3  +  3 

c 

3 

14a 

3  +  2 

b 

3  +  3 

c 

3  +  3 

15a 

3  +  2 

b 

3  +  2 

c 

3  +  3 

cambia  el  sujeto  parlante  (acentuando  el  interroga- 
tivo ha-), 
paralelo  estricto. 

resume  en  un  paralelo  los  dos  anteriores  A  B  ab. 

Los  versos  16-19  son  bastante  dudosos,  y  no  parecen  perte- 
necer al  poema  precedente.  Nos  interesan  más  los  siguientes, 
20-22 : 

20a     2  +  2  +  2  (ac.  pendiente  'ód;  un  pie  oooó  con  w-). 

b     2  +  2  +  2  (sobra  b'mt?). 

21      2  +  2  +  2  oó  oó  oó  oó  oó  oó 

22a     2  +  2  +  2  oó  oóooóooó  oó  oó 

b     2  +  2  +  2  oóoóoooó  oó  oóooó 

La  sección  24-26  es  prosa  en  BH.  Ciertamente,  no  es  fácil  re- 
ducirla a  ritmo. 


Capítulo  1 1 49 

La  primera  parte  del  capítulo  es  el  bellísimo  poema  del  re- 
nuevo o  pimpollo  de  Jesé.  He  aquí  el  esquema  rítmico  simpli- 
ficado : 


49  Cap.  ii.  Procksch  opina  que  el  ritmo  constante  es  3  +  3;  en  cambio,  Gray 
admite  los  dos  tipos  4  +  4  y  3  +  3  con  un  par  de  excepciones  4  +  3  (v.  1  y  5)- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


181 


1  o 

1  -¿ 

A     1  /t 

4  +  4 

4+3  3+4 

%  -4 

4  4-4 
<t  -+-  H- 

5  -6a 

4  +  4 

3  +  3 

6b-7a 

4  +  4 

3  +  3 

7b-8 

4  +  4 

3  +  3 

9 

2  +  2-| 

-2   2  +  2  +  3 

Apreciamos  en  el  poema  una  regularidad  rítmica  algo  libre : 
está  compuesto  de  dos  células,  4  -{-  4  3  +  3.  Los  versos  2ab  que- 
brantan la  célula,  para  crear  un  quiasmo  rítmico  4  +  3  3+4, 
en  perfecto  acuerdo  con  la  rima  cruzada  (quizás  en  sutil  alusión 
a  los  cuatro  vientos  cruzados,  que  se  posan  sobre  el  renuevo). 
También  se  evaden  de  la  fórmula  fundamental  los  dos  versos 
finales,  con  carácter  conclusivo,  con  ensanchamiento  final.  (For- 
zando un  poco  se  podrían  leer  3  +  3  todos  los  versos,  excepto 
3b.4b  4  +  4,  y  9b  4  +  3.) 

Si  distribuimos  el  esquema  anterior  según  el  sentido,  la  re- 
gularidad o  correspondencia  se  descentra: 

4  +  4      4  +  3      4  +  4      3  +  3      2  +  2  +  2 
3  +  4      3  +  3      4  +  4      2  +  2  +  3 
4  +  4      3  +  3 
4  +  4      4  +  4 
3  +  3 

el  renuevo,  un  verso;  los  vientos,  dos  versos;  el  gobierno  justo, 
cuatro;  la  paz  de  los  animales,  cinco;  el  monte  y  el  mar,  dos. 

Si  nos  fijamos  en  los  pies,  encontramos  bastante  equilibrio  en 
la  combinación  de  yambos  y  anapestos.  Hay  bastantes  síncopas 
en  el  poema ;  según  la  lectura  adoptada : 

1  hoter,  segolado  (se  evitaría  retrasando  el  acento  weyása') 

2  rüh,  tres  veces;  da'at,  segolado;  valor  enfático. 
4b      'eres,  segolado  (se  evitaría  con  el  artículo). 

5a  sedeq,  segolado  (se  evita  con  artículo,  o  leyendo  weháya). 

6b  bam,  final. 

7b  teben,  segolado,  final;  paten,  id.,  id 

9a  lo'  inicial. 


El  fragmento  siguiente  se  puede  reducir  a  un  ritmo  de  fórmu- 
la dominante  3  +  3.  Para  ello  serían  necesarios  varios  arreglos : 

10a  la  introducción  wehaya  bayyóm  hahü  fuera  de  ritmo ;  sigue  2+2+2. 

lia  aceptando  la  lectura  de  BH  app. :  se'et-yadó. 

11b  suprimiendo  ümisraym. 

14a  4  +  4 ;  14b  4  +  3  (con  ac.  sec.  4  +  4). 

13.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


182 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


El  esquema  total  sería: 


2+2+2       3+3  3+3  4+4 

3+3  3+3  4+4 

3+3  3+3 

(3  +  3)  (3  +  3) 


Rítmicamente  la  serie  es  ortodoxa;  pero  hay  cosas  que  pare- 
cen añadidas,  especialmente  los  versos  señalados  con  paréntesis, 
amplificación  no  tan  necesaria  para  el  sentido. 


Capítulo  12 


Lo  podemos  dividir  en  dos  partes,  con  sendas  introducciones 
fuera  de  ritmo.  El  esquema  total  sería: 

3:         2  +  2   2  +  2  3:         2  +  2 

3+3  4+4 

3+3  4+4 

3+3  4+4 

Los  tres  versos  de  fórmula  3  +  3,  podrían  leerse  cómodamen- 
te 3  +  2 ;  el  primero  de  fórmula  4  +  4  puede  leerse  cómoda- 
mente 3  +  3.  Ambas  lecturas  son  probables ;  yo  he  preferido  la 
que  mantiene  la  regularidad  de  versos  simétricos. 


Capítulo  13,  1-5 

1  oó  oó    oó  oó    ooóo  ooó      (título  2  +  2  +  2) 

2a  oó    oó  ooó     oóo    oó  (qól  lahm  BH) 

b  oóo    ó  ooóo    oó  ooó 

3a  oó    oóoooó     oó     oó         (BH  ac.  sec.) 

b       ó    oóoooó    ooó  ooó 
4a      ó    oó  ooó     oó  oó 

b       ó    oó  ooó     oó  ooó 

c  oó  ooó  ooó     oó  ooó 

5a  oó    oó    oó     oó  ooó 

b  oó  ooó    oó    ooó  ooó 


Los  primeros  versos  del  fragmento  son  algo  dudosos;  pero 
el  resto  es  tan  regular  y  tan  claro,  que  nos  invita  a  leer  los 
primeros  según  la  fórmula  3+2.  En  2a  he  leído  como  un  pie 
"qól-láhm",  la  conjunción  de  las  dos  1-1  facilita  la  unión  (como 
los  casos  haseb-bó).  En  3a  acepto  la  propuesta  de  BH  app.,  y 
leo  un  acento  secundario.  Lo  demás  es  claro. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


183 


El  título  adopta  la  forma  2  +  2  +  2,  que  conocemos  de  otros 
comienzos  auténticos  de  Isaías. 

Lo  más  notable  en  el  fragmento  analizado  es  la  regularidad 
de  los  pies  en  cada  puesto  del  verso : 

Primero:  6  yambos,  3  síncopas 

Segundo:  7  yambos,  2  anapestos 

Tercero :  2  yambos,  7  anapestos 

Cuarto :  7  yambos,  2  anapestos 

Quinto :  2  yambos,  7  anapestos. 

Es  decir,  comienzo  de  verso  y  de  hemistiquio,  yambo;  final  de 
verso  y  de  hemistiquio,  anapesto.  El  segundo  hemistiquio  de  3a 
podría  leerse  óooó,  cambiando  el  acento  secundario;  el  segundo 
hemistiquio  de  4a  termina  con  el  yambo  eam-rab,  bastante  pecu- 
liar. Las  dos  síncopas  iniciales  en  qól  tienen  valor  enfático. 

Esta  regularidad  en  la  colocación  de  los  pies  es  caso  anormal, 
cuyas  causas  podrían  ser :  un  género  nuevo  (habrá  que  compro- 
barlo en  otros  massa'ót),  una  escuela  literaria  nueva,  de  más  exi- 
gencia artesana,  un  autor  nuevo  con  estilo  peculiar. 

Con  el  verso  6  comienza  un  nuevo  tono  y  un  nuevo  ritmo : 
3  +  3  con  mucha  regularidad,  hasta  15 :  o  sea,  16  versos  segui- 
dos en  el  mismo  ritmo.  Son  necesarios  algunos  retoques,  según 
sugiere  BH  app. 

La  sección  16-20a  es  bastante  dudosa;  es  posible  reducir  a 
la  fórmula  3  +  3  varios  de  sus  versos ;  otros  son  reacios. 

En  20b  vuelve  la  fórmula  3  +  3  hasta  el  final,  cinco  versos 
en  total.  Este  grande  predominio  de  versos  regulares,  y  las  sec- 
ciones claramente  homogéneas,  nos  hacen  sospechar  que  los  ver- 
sos 16-19  no  están  bien  conservados.  Hasta  ahora  ningún  poema 
auténtico  de  Isaías  ofrecía  un  ritmo  tan  regular. 


Capítulo  14 

Comienza  con  un  fragmento  en  prosa  rítmica  con  algunas 
fórmulas  precisas.  Después  viene  el  canto  en  ritmo  muy  regu- 
lar 3  +  2.  El  primer  verso  marca  con  toda  claridad  el  ritmo ;  y 
nos  invita  a  leer  lo  mismo  los  tres  siguientes ;  después  sigue  la 
fórmula  regular,  salvo  ligeras  excepciones,  que  BH  app  reduce 
con  discretos  retoques,  aceptables.  18-20  no  presenta  un  texto 
en  buen  estado;  sería  legítimo  corregirlo,  tomando  como  criterio 
también  el  ritmo.  Otra  vez  encontramos  un  poema  de  ritmo  muy 
regular. 


184  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

22-23  abandonan  el  ritmo,  se  dedican  a  efectos  sonoros  de  ali- 
teraciones, insertando  tres  veces  la  fórmula  "ne'um  Yahwe". 

24-27  son  un  breve  oráculo  contra  Asur.  Es  curiosa  la  irre- 
gularidad rítmica.  Acepto  el  siguiente  esquema: 

24a  Introducción :  5  (un  nombre  divino  doble) 

24b  2  +  2  —  2  +  2 
25a  3  +  3 

b  3  +  3        (me'al  sikmó  un  acento;  o  leer  missikmó). 

26  3  +  2     3  +  2 

27  3  +  2     3  +  2     (añadiendo  un  nombre  divino,  Yavé,  según  BH). 

Todo  son  variadas  combinaciones  de  2  y  3 ;  escribiendo  en  ver- 
sos de  "arte  menor",  según  Piatti,  resultaría  el  siguiente  es- 
quema : 

(—  =  píe) 

24b   25    26    27   


La  frase  es  de  ordinario  breve,  y  permite  tal  división  en  cuatro 
estrofas. 

Capítulos  15-16 

Estos  dos  oráculos  contra  Moab  se  resisten  a  una  ordenación 
rítmica  medianamente  regular.  Hasta  ahora,  en  ningún  capítulo 
he  encontrado  semejante  irregularidad.  Todo  él  está  dominado 
por  líneas  breves,  que  se  reparten  en  fórmulas  2  +  2,  3  +  3, 
2  +  2  +  2,  3  +  2,  4;  es  decir,  ejemplos  para  todo.  A  esto  se 
une  el  estado  del  texto,  y  la  ortografía  diversa.  Tampoco  el  re- 
curso de  leer  versos  breves  soluciona  el  enigma.  La  explicación 
de  otra  región  dialectal,  otra  escuela  literaria,  otro  autor,  es  más 
satisfactoria. 

Sólo  quiero  subrayar  un  efecto  rítmico  (16,  12),  prosa  o  ver- 
so, basado  en  la  pausa.  La  frase  se  divide  en  dos  partes :  en 
una  los  trabajos  de  Moab,  en  la  otra  su  fracaso;  la  distribución 
es  así : 

weháyá  ki-nír'á  ki-nil'á  mó'ab  'al-habbámá  übá'  'el-miqdásó  lehitpallel; 

welo'  yükaí. 


El  contraste  es  impresionante :  8  acentos  contra  2. 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


185 


Capítulo  17 

Es  muy  difícil  encontrar  aquí  regularidad  rítmica.  Predomi- 
nan los  versos  3  +  3.  Varios  casos  confirman  la  teoría  de  la  "ana- 
crusa" : 

1       hinné ;  queda  un  verso  perfecto  3  +  3 
5a     \veháyá :  ídem 

5b     weháyá :  queda  un  verso  perfecto  2  +  2 
10b     'al-kén :  queda  un  verso  3  +  3  muy  aliterado 

12a     hoy:  lo  pide  claramente  el  paralelismo  con  el  siguiente:  3  +  3  3  +  3 

También  es  notable  la  distinta  posición  de  la  cesura  en  estos 
dos  versos :  12a  enunciado-comparación,  3  +  3 ;  12b  enunciado- 
comparación,  2  +  4 ;  con  lo  cual  se  alarga  la  oleada  final,  y  se 
evita  el  paralelismo  riguroso  de  los  dos. 

Capítulo  18 

Este  oráculo  está  escrito  en  ritmo  bastante  irregular.  Acepto* 
como  probable  la  siguiente  lectura  rítmica : 

1  4  +  4     (o  bien  3  +  3  con  fáciles  arreglos) 

2a  3  +  3 

b'  3        verso  rápido,  imperativo:  lekú  mal  'ákim  qallim 

b"-c"     3  +  3  (paralelismo) 

c'c    2  +  2    2  +  2 
3a  2  +  2     vocativos,  llamada  de  atención 

b  3  +  3 

4a  4   3    verso  introductorio 

b  3  +  3     (lectura  dudosa) 

5a  4  +  4 

b  3  +  3     (tachando  el  innecesario  w't) 

6a       2  +  2  +  2 

b  3  +  3     (tachando  algo  del  segundo  hemistiquio ;  quizá  la  repe- 

tición 'alaw;  o  el  genitivo  ha'eres,  como  en  el  primer 
hemistiquio  falta  el  genitivo  correspondiente  harim). 

Si  aceptamos  esta  lectura,  encontramos  tres  versos  especial- 
mente breves :  3a  vocativos  introductorios ;  4a  introductorio  con 
verbo  'mr;  2b'  en  su  brevedad,  parece  tener  valor  descriptivo; 
sonoridad,  ritmo  y  tema  convergen. 

Capítulo  19 

Este  oráculo  es  un  ejemplo  claro  de  lo  que  llamo  " verso  li- 
bre" ;  no  hay  una  fórmula  rítmica  que  pueda  llamarse  dominante; 


186  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


tampoco  es  simple  prosa.  Por  la  falta  de  una  célula  dominante, 
muchos  versos  son  de  lectura  ambigua.  Transcribo  una  lectura 
posible  y  razonable,  anotando  algunas  observaciones  que  sirven 
para  confirmar  aspectos  ya  discutidos : 


la  2  +  2  +  2     fórmula  rítmica  inicial  (hnh  fuera  de  ritmo) 

b  4  +  4 

2a  3  +  3 

b  2+2+2 
3a  4  +  2 

b  5  ?  (enumeración) 

4a  2  +  3? 

4b  4  +  4        el  segundo  hemistiquio  frase  conclusiva  ne'um... 

5  3  +  3 

6a  2  +  2  +  2 

6b-7a        3  +  3        (algo  dudoso  el  texto  y  el  ritmo) 
7b  3  +  3        ritmo  marcado 

8a  3  +  3        (koé  dudoso) 

b  2  +  2        prolongación  estrechada  del  anterior 

'9a  3  +  3 

10  3  +  3 

lia  3  +  3  +  2     (dudoso  el  primer  hemistiquio) 

b  3  +  3  +  2     (leyendo  con  acento  'ék) 
12a  3  +  3 

b  2  +  2 

13a  3  +  3 

b  2  +  2 

14a  2  +  2        (yhwh  glosa) 

b  3  +  3        ('t-msrym  glosa?) 

15a  2  +  2 

b  2  +  2  +  2     con  carácter  conclusivo. 


El  fragmento  que  sigue  lo  podemos  llamar  "prosa  rítmica" ; 
una  serie  de  anuncios  que  comienzan  con  la  fórmula  "bayyóm 
hahü'  yihyé"  o  equivalente.  El  ejemplo  es  interesante,  porque  se 
puede  comparar  con  lo  que  llamamos  "verso  libre",  dentro  de  un 
mismo  capítulo.  En  el  esquema  cuento  el  verbo  hyh  dentro  de 
la  fórmula  introductoria;  es  decisión  convencional,  que  no  afecta 
al  resultado: 


16 

3     2;      2  4 

3 

17 

1  2  2;  3   2  4 

3 

18 

3  2  2        3  3 

4 

19 

3  2  2,4 

20 

1  4  2,3  2   3  2 

21 

3  3  _2_  3  4 

22 

3  2     2  3 

23 

3   3  3  2  3 

24 

3   2  2  3 

25 

4  _i_  332. 

ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


187 


Hay  ciertas  correspondencias  rítmicas ;  una  cierta  articula- 
ción; en  algún  caso  paralelismo.  Las  palabras  Yavé-Misraym 
son  clave  en  16-22;  Misraym-Asur  en  23-25;  Israel  aparece  al 
final.  Pero  no  es  posible  dar  valor  rítmico  a  la  repetición  de  los 
nombres  clave.  En  resumen,  creo  que  la  diferencia  entre  los  dos 
fragmentos  de  este  capítulo  justifica  la  distinción  entre  "verso 
libre"  y  "prosa  rítmica".  Distinción  gradual,  pero  razonable. 

Capítulo  21 

El  oráculo  está  escrito  con  bastante  regularidad  rítmica.  La 
regularidad  de  una  célula  rítmica  dominante  2  +  2. 

Una  primera  sección,  1-5,  consta  de  13  versos;  dominan  los 
versos  de  lectura  indudable  2  +  2 ;  ellos  deciden  la  lectura  de 
los  dudosos  2a;  nos  permiten  conjeturar  una  corrección,  "metri 
causa",  en  los  de  texto  inseguro,  lb.2d;  permiten  la  sospecha 
de  glosa  en  5a  (nada  más  sospecha,  porque  el  sentido  permite 
aquí  un  verso  distinto). 

De  6  a  9a  el  ritmo  es  cambiante.  Las  palabras  de  Yavé,  6b-8a, 
tienen  un  ritmo  muy  marcado  por  las  pausas,  pero  no  regular : 

3  +  3       2  +  22  +  2       2  +  2  +  2. 

Las  palabras  del  profeta  son  tres  versos  muy  regulares  2  + 
+  2  +  2,  2  +  2  +  2,  2  +  2  +  2.  Después  viene  el  anuncio  en 
dos  versos,  3  +  2,  3  +  2 :  se  trata  de  la  caída  de  Babilonia. 

Sigue  un  colofón,  en  tres  versos  de  lectura  2  +  2 ;  en  rigor, 
los  dos  últimos  tienen  la  cesura  distribuida  así :  2  +  2  2  +  2  + 
+  2  +  2 ;  la  parte  central  ocupada  por  triple  nombre  divino.  (No 
podemos  excluir  la  posibilidad  de  una  adición  en  el  nombre  di- 
vino, la  cual  implicaría  un  verso  de  fórmula  conclusiva  2  +  2  +  2.) 

En  conjunto,  aceptando  retoques  del  texto,  podríamos  repre- 
sentar así  el  esquema  rítmico  de  este  poema: 


Ib   2  +  2 

2 

2  +  2  3a 

2  +  2  5a 

2  +  2  +  2 

2  +  2 

b 

2  +  2  b 

2  +  2  b 

2  +  2 

c 

2  +  2  c 

2  +  2 

d 

2  +  2  4a 

2  +  2 

b 

2  +  2 

6a      2  +  2 

8b 

2  +  2  +  2 

9b   3  +  2 

10   2  +  2 

b      3  +  3 

c 

2  +  2  +  2 

c   3  +  2 

2  +  2 

7a      2  +  2 

9 

2  +  2  +  2 

2  +  2 

b      2  +  2 

c   2  +  2  +  2 

188 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Las  divisiones  están  hechas  de  acuerdo  con  el  sentido.  Visto  en 
conjunto,  el  esquema  parece  irregular  y  caprichoso;  considerando 
el  sentido,  resulta  mucho  más  coherente : 

Toda  la  primera  parte  tiene  un  ritmo  rápido,  insistente,  mo- 
nótono; una  escena  que  se  representa  con  viveza  en  la  visión, 
altera  levemente  el  ritmo  (5a).  Yavé  comienza  sus  palabras  en 
ritmo  nuevo,  más  ancho;  vuelve  al  ritmo  dominante,  y  concluye 
con  un  verso  de  dos  cesuras,  en  que  invita  a  la  vigilancia.  El 
profeta  recoge  este  ritmo,  para  expresar  su  vigilancia  persistente, 
en  tres  versos  de  expectación.  Y  llega  la  noticia  esperada,  en 
ritmo  totalmente  nuevo,  quebrado,  singularmente  eficaz  por  su 
aislamiento  (9bc).  El  colofón  vuelve  al  ritmo  dominante,  sin  valor 
expresivo;  una  especie  de  reposo  formal.  (Lo  mismo  que  en  la 
música,  retorna  la  cadencia  al  acorde  fundamental  de  la  tonalidad, 
en  busca  de  reposo.) 


OTROS  EJEMPLOS  COMPARADOS 

De  la  segunda  parte  del  libro  de  Isaías  tomo  tres  fragmentos 
para  comparar  (de  la  primera  parte  ya  he  incluido  ejemplos 
como  cap.  13-16). 


Capítulo  43 


la  ooó  ooó  oó 

ooó    oó    ooó  ooó 

Ib  ooó      ó  ooóo  oóo  ooó  oóo 

2a  ooó    oó  ooóo  ooó      ó  ooóo 

b  ooó  ooóoooó    ooó      ó  ooó 

3a  ooó    oó  ooóo    oó  ooó  ooóo 

b  oóoooó    oó       ó  ooó  oóo 

4a  ooó    oóoooó     oóo  oó  ooóo 

b  ooó    oó    oóo  ooó     ó  oóo 

5b  ooó    oó    oóo  ooó    oó  oóo 

6a  oó  ooó     óo  ooó     ó  oóo 

b  oóo  oó  ooó    ooó    oó  oó 


(cop. ;  nhrwt  según  app.  BH) 
(cop. ;  primer  1'  y  bk  final  encl.) 


(cop.) 

(cop. ;  doble  acento  'qbsk) 

(cop.) 

(cop.). 


Observaciones: 

a)  He  suprimido  las  copulativas  entre  hemistiquios,  y  he  se- 
guido leyendo  los  segolados  como  monosílabos. 

b)  Llaman  la  atención  en  el  fragmento :  la  abundancia  de  fina- 
les femeninos,  debida  en  gran  parte  a  los  sufijos  de  segunda  per- 
sona; quizás  entonces  no  se  pronunciaba  ya  la  vocal,  ni  en  el 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


189 


lenguaje  poético;  abundan  los  comienzos  anapésticos  de  hemisti- 
quio (16  de  22),  y  abundan  los  pies  yámbicos  o  sincopados  (9  +  5) 
en  segunda  sede  de  hemistiquio.  Lo  cual  parece  un  nuevo  hábito 
de  versificación,  en  el  cual  el  sentido  es  un  coeficiente. 


Capítulo  44 


1  oó    oó    oó    ooó    oóo  ó 

2a  ooó  oó    oóo  ooó    oó  ooóo 

2b  ooó    oó    oó    ooó    oóo  ó 

3a  ooó      ó  ooó    ooó      ó  ooó 

b  oó    oó  ooóo  ooó      ó  ooóo 

4a  oooó  oó    oó    ooó     ó  ooó 

5a  ó    oó  ooó    oó    ó  ooó    oó  oó 

b  ó    oó    oó  ooó  [ó]  oó    oó  ooó 

6a  ooó      ó  ooó    ooó    oó  ooó 

b  oó  oó    oó  oó    oó  oó     ó  ooó 

Observaciones: 


(w'th  anacrusa;  bó  acentuado) 
(cop.) 

(ki  proclítica) 
('1  acentuado) 

(o  bien  oóoó  trasponiendo  acen- 
to 'al  yíb-) 
(cop.  'aní). 
(añadir  se) 
(BH;  cop.) 

(cop. ;  doble  acento  mbl'dy) 


Regularidad  de  fórmulas  simétricas  3  +  3,  4  +  4 ;  varios  fi- 
nales femeninos ;  predominio  de  comienzos  anapésticos ;  frecuen- 
tes síncopas;  pies  breves  en  segunda  sede. 

Cap.  60 :  Este  magnífico  poema  está  escrito  en  ritmo  homogé- 
neo, de  fórmula  dominante  3  +  3 ;  la  combinación  de  los  pies  es 
bastante  regular,  y  se  asemeja  completamente  a  la  técnica  que 
conocemos  de  la  primera  parte. 


5.  CONCLUSIONES 

Quizás  hayan  sorprendido  al  lector  las  frecuentes  correccio- 
nes aducidas  en  forma  de  propuesta  o  en  forma  de  sospecha;  y 
quizá  piense  por  ello  que  todo  el  análisis  y  la  subsiguiente  teoría 
rítmica  son  fantasía  ociosa. 

Hay  una  serie  de  hechos  claros,  patentes,  que  desautorizan  el 
total  escepticismo ;  son  base  sólida  de  partida  (aparte  la  universal 
presunción  de  que  el  lenguaje  poético  sea  rítmico,  pues  los  "poe- 
mas en  prosa"  son  invención  moderna,  y  la  prosa  narrativa 
surge  más  tarde  que  la  narración  ritmada). 

Otra  serie  de  hechos  impiden  asentar  el  principio  de  la  per- 
fecta regularidad  en  todos  los  poemas :  cualquier  lector  entrenado 


190  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

de  poesía  sabe  que  los  poemas  difieren  también  por  el  grado  de 
regularidad  rítmica. 

Entre  este  doble  margen  de  hechos  firmes  procede  el  cauce  de 
nuestro  análisis.  Cuando  el  movimiento  de  un  poema  se  presentaba 
regular,  y  el  sentido  poético  no  explicaba  una  irregularidad,  era 
razonable  sospechar  que  algo  había  sucedido  en  el  texto:  una 
repetición  suprimida  o  añadida,  un  nombre  divino  ensanchado, 
una  enumeración  enriquecida,  una  pieza  sinonímica  o  antitética 
olvidada  en  un  hemistiquio  (ni  el  sentido  ni  la  sintaxis  reclama- 
ban, ni  todos  los  copistas  poseían  sentido  poético).  De  este  tipo 
han  sido  las  correcciones,  cuando  las  he  propuesto,  sin  olvidar 
nunca  de  consultar  primero  al  sentido  poético. 

Lo  que  de  ninguna  manera  podía  hacer,  manejando  criaturas 
poéticas,  era  dictar  leyes  lógicas  e  inflexibles.  En  mi  libro  Esté- 
tica y  estilística  del  ritmo  poético  justifico  ampliamente  una  con- 
ducta que  cualquier  lector  con  sensibilidad  poética  y  rítmica  acep- 
ta sin  discutir. 

Y  dichos  estos  prenotandos,  paso  a  resumir  las  conclusiones 
del  análisis  precedente. 

a)  División  general:  Distingo  tres  grandes  tipos  rítmicos :  ver- 
so, verso  libre,  prosa-rítmica.  La  distinción  es  gradual  y  el  lí- 
mite es  poco  preciso.  El  criterio  principal  de  distinción  es  la  au- 
sencia o  presencia  de  una  verdadera  célula  rítmica  dominante; 
hay  casos  claros  en  que  el  contenido  y  varios  recursos  nos  dicen 
que  se  trata  de  poesía,  sin  que  el  ritmo  sea  bastante  regular,  pero 
con  fórmulas  rítmicas  distintas  de  la  prosa  (cfr.  cap.  19).  Estos 
casos  legitiman  la  distinción  y  la  admisión  de  una  categoría  in- 
termedia. En  el  verso  libre  es  más  frecuente  la  frase  larga. 

b)  Versos:  La  fórmula  más  frecuente  es  3  +  3,  favorecida  por 
la  estructura  sintáctica  hebrea;  también  son  frecuentes  los  de 
fórmula  2  +  4,  4  +  4,  3  +  2,  2  +  2  +  2;  menos  frecuentes  los 
de  siete  acentos,  en  diversa  distribución,  2  +  2  +  3,  3  +  2  +  2. 

c)  Series  de  versos,  o  sea,  la  cuestión  de  la  regularidad.  La 
regularidad  máxima,  poco  frecuente,  se  da  en  series  de  versos 
iguales.  En  un  grado  inferior  está  la  regularidad  de  seríes  simé- 
tricas, es  decir,  versos  con  cesura  en  el  medio  exacto,  de  fórmu- 
la 3  +  3,  2  +  2,  4  +  4,  combinados. 

En  este  segundo  tipo  de  regularidad,  los  cambios  rítmicos  pue- 
den tener  valor  expresivo :  un  estrechamiento  momentáneo  (3  + 
+  3  2  +  2),  como  resonancia  de  lo  anterior ;  un  estrechamiento 
seguido  (3  +  3  3  +  3  3  +  3  2  +  2  2  +  2  2  +  2...)  por  un  con- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


191 


tenido  de  urgencia;  un  ensanchamiento  para  ampliar,  desdoblar 
el  motivo,  o  con  valor  de  pausa  o  conclusión. 

En  estos  dos  tipos  de  regularidad,  es  legítimo  y  no  raro  que 
el  verso  inicial  y  el  conclusivo,  o  uno  sólo  de  ellos,  tengan  fórmula 
distinta ;  la  fórmula  2  -f-  2  +  2  es  particularmente  favorecida  como 
comienzo. 

Un  tercer  tipo  de  regularidad  lo  produce  la  presencia  de  una 
célula  dominante,  que  tolera  otras  fórmulas,  pero  mantiene  la  es- 
tabilidad con  su  repetida  presencia;  este  tercer  tipo  se  puede 
confundir  prácticamente  en  muchos  casos  con  el  segundo,  de  se- 
ries simétricas. 

(La  regularidad  de  series  asimétricas  3  +  2  4  +  3  no  la  he 
comprobado  suficientemente  en  Isaías.) 

La  irregularidad  es  un  hecho  innegable  y  repetido :  a  veces 
coincide  con  el  mal  estado  del  texto;  muchas  veces  coincide  con 
la  presencia  de  un  nombre  divino  simple  o  compuesto  (lo  cual  per- 
mite sospechar  una  intervención  secundaria  contra  el  ritmo  ori- 
ginal, por  razones  teológicas). 

Muchas  veces  ocurren  versos  de  lectura  ambigua,  que  conven- 
drá leer  según  la  serie  en  que  se  encuentren. 

d)  La  cesura  suele  dividir  los  versos  de  forma  regular;  y  por 
su  duración  o  peso,  puede  hacer  el  ritmo  muy  marcado.  No  es 
infrecuente  la  transposición  de  cesuras,  que  produce  variantes 
rítmicas  reales  dentro  del  número  total  uniforme  de  acentos.  Por 
ejemplo,  3  +  3  =  2  +  2  +  2  la  equivalencia  se  refiere  a  la  lon- 
gitud total,  pero  el  efecto  es  muy  diverso,  puesto  que  nos  hace 
pasar  de  ritmo  binario  a  ternario  (también  en  música  existen 
obras  en  ritmo  compuesto  6/8  +  3/4).  Otras  transposiciones 
mantienen  la  división  binaria,  pero  desequilibran  los  hemistiquios  : 
p.  e,  3  +  34  +  22  + 4;  4  +  44  +  2  +  22  +  2+ 4,  etc.  Estos 
cambios  de  cesura,  en  una  serie  regular,  pueden  tener  valor  ex- 
presivo ;  por  lo  que  tienen  de  cambio,  y  por  el  desequilibrio  o  asi- 
metría que  producen. 

Estas  transposiciones  no  raras  de  la  cesura  nos  indican  que 
el  poeta  hebreo  sentía  como  unidad  el  verso  entero  compuesto  de 
dos  hemistiquios.  Pero  ni  la  estructura  sintáctica  ni  el  progreso 
artesano  produjeron  algo  que  se  pueda  comparar  al  recurso  nues- 
tro llamado  encabalgamiento. 

En  un  caso  (bastante  probable)  he  encontrado  un  quiasmo  rít- 
mico producido  por  transposición  de  cesura,  de  acuerdo  con  el 
contenido  que  subraya:  Is.  11,  2. 


192  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

e)  Pies  (entendiendo  el  término  no  en  sentido  latino,  sino  en 
sentido  acentual).  La  dirección  ascendente,  señalada  por  Sievers, 
es  indudable.  Si  queremos  establecer  una  teoría  sobre  los  pies 
de  la  poesía  hebraica,  tenemos  que  entrar  en  zona  de  hipótesis 
razonables.  Sievers  asumió  un  conocimiento  fonético  de  la  lengua 
hebrea  que  de  hecho  no  poseemos ;  y  sobre  él  quiso  construir  su 
teoría  de  pies  anapestos  constantes,  con  sustituciones.  En  rigor, 
quedan  muchos  enigmas  por  resolver :  es  probable  que  en  tiempo 
de  Isaías  no  se  había  realizado  todavía  la  reducción  de  muchas 
vocales  en  sewa.  P.  e.,  las  formas  verbales  qatalú  y  semejantes. 
Por  el  contrario,  es  probable  que  los  segolados  todavía  sonaban 
casi  como  monosílabos,  con  un  apoyo  vocálico  despreciable  entre 
la  segunda  y  tercera  radical.  Muchos  de  los  sewa  móviles  eran 
quizá  sílabas  breves  ('aser  melakim...),  particularmente  —  pode- 
mos sospechar  —  en  el  lenguaje  poético.  Además  no  sabemos  si 
se  usaban,  y  en  qué  medida,  sinalefas,  elisiones  y  semejantes  li- 
cencias poéticas.  Todas  estas  ignorancias  acumuladas  hacen  in- 
seguras nuestras  teorías  sobre  los  pies  en  el  verso  hebreo;  pero 
con  todas  estas  limitaciones,  el  análisis  da  los  resultados  siguientes  : 

Yambos  y  anapestos  (oó,  ooó)  se  combinan  libremente,  en  el 
sistema  normal.  Apartándose  de  esta  normalidad  formal,  el  pre- 
dominio notable  de  un  pie  en  un  verso  o  en  una  serie  puede  tener 
valor  expresivo,  de  ligereza,  énfasis,  pesadez,  amplitud,  etc.  En 
general,  los  pies  no  ocupan  puestos  fijos;  pero  es  más  fácil  en- 
contrar síncopa  al  comienzo  de  hemistiquio,  y  anapestos  al  final 
de  verso.  La  síncopa  tiene  muchas  veces  indudable  función  en- 
fática. 

El  peón  cuarto  (oooó)  es  escaso;  muchas  veces  se  debe  a  la 
presencia  de  una  copulativa,  sin  que  lo  exija  el  sentido  grama- 
tical, y  mucho  menos  el  sentido  poético ;  dada  la  evolución  del 
hebreo  hacia  una  multiplicación  de  las  conjunciones  copulativas 
(los  manuscritos  de  Oumrán  lo  confirman)  es  legítimo  sospechar 
adición  secundaria  con  daño  del  ritmo  original.  En  cambio,  hay 
poemas  que  muestran  una  clara  acumulación  de  estos  pies  (oooó), 
con  función  expresiva  genérica. 

A  veces  se  encuentran  síncopas  poco  sonoras  y  sin  aparente 
justificación  poética;  especialmente  en  casos  de  segolados.  Se 
puede  sospechar  la  falta  de  artículo  o  posesivo  en  estas  ocasiones. 
También  puede  ser  que  una  transposición  del  acento  precedente 
(como  indica  la  tradición  masorética)  evite  múltiples  síncopas. 

f)  Acentos:  Es  relativamente  frecuente  el  uso  de  acentos  se- 


ESTILÍSTICA  DEL  RITMO 


193 


cundarios;  muchas  conjunciones,  especialmente  con  we-,  llevan 
acento.  Hay  casos  en  que  parece  necesario  contar  con  transposi- 
ciones de  acentos,  para  suavizar  el  ritmo.  Podría  aceptarse  el 
acento  pendiente  (schwebend),  especialmente  en  fórmulas  con 
bó  lo  'ód ;  la  concurrencia  de  una  misma  consonante  (p.  e.,  haseb 
bó,  qól  lahem)  pudiera  facilitar  dicho  acento;  pero  es  perfecta- 
mente posible  el  tratamiento  de  enclíticas,  como  en  otros  sufijos 
unidos  al  verbo  o  sustantivo  incluso  en  la  escritura. 

g)  Anacrusa:  hay  que  contar  con  este  recurso  en  diversas 
ocasiones ;  es  curioso  que  se  encuentra  acumulada  en  algunos 
poemas,  mientras  en  otros  no  se  acepta;  aun  en  poemas  con 
anacrusas  no  es  lícito  imponer  una  regla  invariable. 

Se  da  en  las  palabras  señaladas  por  Sievers,  especialmente 
palabras  como :  hoy,  laken,  'al-ken,  y  verbos  'mr,  hyh. 

Finalmente,  repito  que  las  conclusiones  del  análisis  son  una 
serie  de  reglas  empíricas,  vivas  y  flexibles ;  el  ritmo  poético,  como 
aplicado  a  un  lenguaje  rico  de  contenido,  es  un  factor  más  en  la 
obra  poética,  con  múltiples  relaciones  de  interdependencia  con 
otros  factores  o  planos  poéticos. 


Capítulo  5 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


Hechos  afines  y  relacionados  con  el  paralelismo 

1.  Bibliografía:  Obras  generales;  Estudios  bíblicos:  a)  Sobre  el  descubri- 
dor; b)  Clasificaciones;  c)  Razones;  d)  Consecuencias;  En  otras  literatu- 
ras; Sobre  la  expresión  polar.  —  Introducción:  2.  Un  intento  de  encuadrar 
el  paralelismo:  Articulación  del  lenguaje;  Articulación  progresiva  de  un 
campo;  La  articulación  según  las  funciones  del  lenguaje.  —  3.  La  articu- 
lación binaria:  a)  Merismo  y  expresión  polar;  b)  Distinciones  y  preci- 
siones ;  c)  Describir  y  caracterizar ;  d)  Expresión  polar  y  antítesis ;  e)  Apli- 
caciones al  paralelismo.  —  4.  a)  Articulación  ternaria:  Tensión  entre  la 
articulación  ternaria  y  la  binaria;  b)  La  enumeración;  c)  Articulación  sin- 
táctica hebrea:  consecuencias  para  el  paralelismo.  —  5.  Ejemplos  de  Isaías 
analizados.  —  6.  Conclusiones. 


1.  BIBLIOGRAFÍA 

OBRAS  GENERALES 

Dámaso  Alonso  y  Carlos  Bousoño:  Seis  calas  en  la  expresión  literaria 
española.  Madrid,  1951.  2.a  ed.  1956. 

Esta  obra,  con  su  extraño  título  y  su  novedad  sorprendente,  es  uno  de 
los  trabajos  fundamentales  para  estudiar  el  fenómeno  artístico  y  estilístico 
del  paralelismo. 

El  último  párrafo  de  la  introducción  expone  sintéticamente  el  empeño 
del  libro: 

"El  pensamiento  del  hombre  mana  ya  troquelado  como  registro  de  sin- 
gularidades o  pluralidades;  esta  troquelación  es  reflejada  por  el  lenguaje. 
La  literatura  de  todas  las  épocas,  y  en  especial  la  poesía,  ha  tenido  una  ten- 
dencia a  la  representación  analítica  de  los  contenidos  de  las  pluralidades,  y 
sobre  todo  pluralidades  de  semejanza.  Cuando  los  miembros  de  esas  plura- 
lidades son  complejos,  la  ordenación  elocutiva  puede  seguir  dos  caminos 
opuestos :  el  paratáctico  o  el  hipotáctico.  Frecuentemente  también  la  elo- 
cución pasa  de  una  táctica  a  otra.  Todo  esto  pertenece  al  «estilo»  y  su 
estudio  es,  por  tanto,  estilístico..." 


196 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


"Este  manantío,  ya  singular,  ya  plural,  del  pensamiento  creador,  y  el 
despliegue  mismo  de  los  contenidos  plurales,  en  especial  de  los  ligados  por 
semejanza,  pertenecen  a  la  más  profunda  troquelación  de  la  expresión  lite- 
raria. Pertenecen  al  más  hondo  estilo  dentro  del  estilo"  (págs.  18-19). 

La  realidad  se  presenta  como  singular  o  como  plural;  el  lenguaje  re- 
gistra estos  dos  modos  fundamentales.  El  plural  gramatical  es  coordinador, 
sintético.  La  literatura  prefiere  el  enunciado  analítico,  que  intensifica  las 
tres  esferas  de  la  expresión  literaria  —  lógica,  imaginativa,  afectiva  —  (pá- 
gina 13).  La  mente  busca  sistematizar  lo  plural,  y  lo  hace  por  medio  de 
la  semejanza  —  lógica,  fonética,  visual  —  (pág.  13). 

Cada  elemento  de  la  pluralidad  puede  ser  simple  o  complejo.  Cuando 
los  elementos  son  simples,  sólo  cabe  la  ordenación  sucesiva;  cuando  son 
complejos,  caben  dos  tipos  de  ordenación: 

ABC  A      A'  A' 

A'      B'      C  B      B'  B' 

A'      B'      C  C      C  C 

La  primera  fórmula  representa  el  orden  sintáctico  normal :  ABC  es 
una  frase  seguida,  p.  e.,  sujeto-verbo-complemento,  adjetivo-sustantivo- 
genitivo  ;  la  segunda  fórmula  quebranta  dicho  orden,  agrupando  los  su- 
jetos,  o  los  genitivos,  etc.: 

sujeto  -  verbo  -  complemento  sujeto  -  sujeto  -  sujeto 
sujeto  -  verbo  -  complemento  verbo  -  verbo  -  verbo 
sujeto  -  verbo  -  complemento        complemento  -  complemento  -  complemento 

A  la  primera  fórmula  llama  D.  A.  "paralelismo",  a  la  segunda  "corre- 
lación". Y  admite  la  fórmula  mixta  (cfr.  págs.  49-81). 

En  el  Capítulo  II  del  libro  amplifica  el  autor  estas  nociones  y  expone 
algunas  características  del  paralelismo: 

La  ordenación  paralelística  es  más  sensorial,  la  correlativa  es  más  in- 
lectual  (pág.  75). 

En  estética  la  dualidad  es  la  más  frecuente  de  las  pluralidades  "(porque 
nuestro  cerebro  percibe  con  mucho  menor  esfuerzo  las  relaciones  bina- 
rias)" (pág.  71). 

Universalidad  del  fenómeno:  "El  paralelismo,  sobre  todo  el  binario,  es 
un  procedimiento  frecuente  desde  el  origen  de  toda  literatura...  canto  ame- 
beo...  poesía  árabe...  primitiva  poesía  china...  Dante...  poemas  renacentis- 
tas..." (págs.  70-72).  ¡Y  se  olvida  de  la  poesía  hebrea! 

El  paralelismo  puede  ser  binario,  ternario,  etc.  (pág.  72). 

"Desde  la  más  remota  lejanía,  mucho  antes  de  Teócrito,  cuando  dos 
auténticos  pastores  cantaban  alternadamente,  hasta  Federico  García  Lorca, 
se  extiende  el  campo  del  paralelismo  (que  no  se  ha  entendido  nunca,  porque 
sólo  se  ha  visto  el  binario,  sin  plantear  el  problema  en  sus  términos  gene- 
rales)" (pág.  78). 

Dámaso  Alonso  estudia  preferentemente  la  "correlación",  como  hecho 
estilístico  mundial.  Se  fija  en  la  correlación  bimembre,  trimembre,  etc.  Ana- 
liza su  función  estructural,  en  los  dramas  de  Calderón. 

Lo  más  interesante  de  este  libro  es  que  encuadra  el  hecho  del  para- 
lelismo en  una  perspectiva  amplia,  y  busca  una  razón  humana  profunda  del 
fenómeno:  la  tendencia  a  ordenar  conjuntos  semejantes,  como  expresión  de 
pluralidades. 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


197 


Lo  que  falta  en  el  estudio  de  D.  A.  es  un  entronque  con  el  hecho  del 
lenguaje:  el  hecho  de  la  "articulación"  o  "membración"  ;  la  necesidad  de 
dividir  para  recomponer. 

Wolfgang  Kayser  :  Das  sprachliche  Kunstwerk.  3.a  ed.,  Berna,  1954. 

No  trata  explícitamente  el  tema ;  pero  hace  referencias  en  diversos  pa- 
sajes. Páginas  113-117:  el  paralelismo  queda  encuadrado  en  la  siguiente 
serie  de  recursos  estilísticos:  "sinónimos,  fórmula  doble,  sedación,  enume- 
ración, acumulación,  climax,  paralelismo,  quiasmo".  Se  refiere  a  su  función 
estructural  en  las  Cantigas  de  amigo;  su  función  rítmica  en  el  verso  y  la 
prosa;  su  peculiar  función  en  la  octava  real  y  en  el  alejandrino. 


ESTUDIOS  BÍBLICOS 

a)  Sobre  el  descubridor  del  paralelismo.  —  Es  un  hecho  admitido 
que  Lowth  descubrió  el  paralelismo  como  forma  fundamental  de  la  poesía 
hebrea ;  algunos  han  querido  estudiar  la  prehistoria  del  descubrimiento : 

D.  Schmiedl  :  Der  Parallelismus  in  der  biblischen  Poesie.  MonGeschWiss- 
Jüd  10  (1861),  pág.  157. 

Defiende  que  no  fue  Kimchi,  sino  Ibn  Ezra  quien  primero  formuló  el 
principio  del  paralelismo:  "hata'am  hü'  kapül...  derek  sehüt". 

J.  M.  Bover  :  Para  la  historia  del  paralelismo  de  la  poesía  hebrea.  EstEcl  1 
(1922),  pág.  62. 

Cita  algunas  frases  de  Maldonado,  que  se  refieren  al  hecho  del  parale- 
lismo:  "Eadem  in  prima  et  secunda  versus  parte  diversis  variata  versis 
repetuntur. " 

U.  Buonmartixi  :  L'Epesegesi  nella  Sacra  Scrittura.  Bíblica  6  (1925),  424. 

Considera  especialmente  a  Chr.  Schoettgen,  que  publicó  su  tratado  Dis- 
sertatio  de  Exergasia  sacra  en  1733 ;  y  a  Mazzochi,  que  si  bien  publicó  su 
libro  Spicilegium  sacrum  en  1762,  ya  hacía  muchos  años  que  explicaba  la 
teoría.  De  Mazzochi  son  estas  frases:  "epexegesis:  res  eadem  bis  inculca- 
tur",  "in  unoquoque  disticho  eadem  sententia  binis  versibus  inculcatur"; 
y  considera  dicha  repetición  como  criterio  para  distinguir  poesía  de  prosa : 
"ubinam  a  poesi  ad  pedestrem  redeatur  orationem". 

M.  Peinador  :  Estudios  sobre  el  paralelismo  de  la  poesía  hebrea.  IlustrCl 
33  (1940),  5-15.319-328;  34  (1941),  251-262. 

Encuentra  registrado  el  hecho  del  paralelismo  en  San  Agustín,  Eutimio 
de  Zigabeno  y  San  Roberto  Belarmino:  el  hecho  de  la  repetición  y  su 
valor  exegético. 

Para  la  historia  de  la  cuestión,  el  P.  Vaccari  me  comunica  oralmente 
los  siguientes  datos : 

Diodoro  de  Tarso  :  L.  Mariés,  Études  préliminaires  a  Védition  de  Diodore 
de  Tarse  sur  les  Psaumes  (París,  1933),  pág.  120,  afirma  que  Diodoro 

14.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


198 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


usa  ocho  veces  la  fórmula  TOpaXXrjXou  a  propósito  de  cuatro  salmos 
(entre  Ps.  39  y  138),  sin  puntualizar  más.  El  mismo  A.  Vaccari,  exami- 
nando el  ms  de  la  Vaticana,  ha  encontrado  un  caso  a  propósito  de 
Ps.  39,  11. 

Genadio  de  Constantinopla  :  In  Genesim  fragmenta  (PG  85,  1657),  a  pro- 
pósito de  Gn.  49,  9  (como  león...  como  cachorro...)  comenta:  ix  líapaX- 
AyjAoo,  BTjAot  xo  auxd. 

Teodoro  de  Mopsuestia  (PG  66) :  Usa  fórmulas  como  las  siguientes : 

Os.  5,  9 :  Ix'  qjicpoxspoi?...  xo  Boo-ajjicpóxepov 

12 :  xaxá  xotvóv  ¿ix^oxápoit; 
Hab.  3,  4:  xaxá  (Wpecrtv...  t^'wjia  xrj<;  frsía<;  uxápyet  ypayrfi 
Ps.  58,  2:   TrXaxuvíúv  xó  AeyójJtsvov  t'Q  Bsuxepóaei 

49,20 :  l%e^f¡yrpi^ 

37,  15 :  Bsuxspoüv 

77,  61,  67:  oWpeffu; 

56,  11;  72,  25;  78,  2:   xó  auxó  Xé?ei 

Pseudo  Faustinus  (PL  20,  722  ss.) :  De  Benedictione  Patriar charum. 
A  propósito  de  Gn.  49,  11:  "Idioma  hebraici  constat  esse  sermonis  ut 
unam  eamdemque  rem  diversis  sermonibus  repetat,  ut  hic.  Quid  est  enim 
vinum  nisi  sanguis  uvae?" 

Casiodoro  (PL  70,  506),  Ps.  71,  1:  "Eadem  iterum  sequenti  commate  ge- 
minavit...  quod  in  Scripturis  divinis  ad  exprimendam  causam  frequenter 
invenís  esse  repetitum." 

San  Agustín:  Usa  frecuentemente  del  principio  de  la  "repetición"  para 
explicar  los  salmos ;  no  tiene  un  nombre  particular  para  el  fenómeno 
literario,  si  no  es  "repetitio",  pero  demuestra  una  perfecta  inteligencia 
de  él.  P.  e.,  Ps.  1,  2  (PL  36,  69);  2,  4  (36,  70);  71,  1  (36,  902);  67,  9 
(818);  78,  13  (1020);  77,  71  (1008);  122,  4  (820);  118,  105  (37,  1566); 
18,  2  (36,  158);  78,  2  (1013);  78,  4  (1014);  87,  2  (37,  1110);  104,  13 
(37,  1395) ;  101,  3  (37,  1296),  etc. 

b)  Clasificación:  La  división  de  Lowth  es  clásica,  y  apenas  se  discute. 
Algunos  autores  han  añadido  correcciones  o  adiciones : 

R.  G.  Moulton  :  The  Literary  Study  of  the  Bible.  London,  1896. 

Ya  me  he  referido  a  este  interesante  libro  en  la  introducción  histórica. 
Su  clasificación  del  paralelismo  es  de  tipo  estructural :  Alternation  ABAB ; 
reversed  or  introverted  ABBA;  interwoven  ACBC;  double  triplet;  triplet 
reversed.  Recitativ  addition  at  the  beginning  or  at  the  end;  chain  figure; 
envelope  figure  A  BBCCDD  A. 

Después  analiza  el  paralelismo  superior,  o  estructura  paralela,  y  sus 
consecuencias  para  la  interpretación. 

B.  Gray  :  The  Forms  of  Hebrew  Poetry.  The  Expositor,  1913,  I,  pág.  421 ; 
II,  pág.  45. 

Distingue:  paralelismo  completo,  en  que  cada  miembro  tiene  su  corres- 
pondencia exacta,  abc-abc;  paralelismo  incompleto,  en  que  falta  alguna 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


199 


correspondencia,  abc-ab.  Éste  se  divide  en  dos  tipos :  con  compensación,  si 
se  añade  algún  término  para  completar  la  medida  rítmica,  abc-bcc' ;  sin 
compensación. 

Critica  el  concepto  de  paralelismo  sintético,  punto  débil  de  Lowth. 
Analiza  el  carácter  estético  del  paralelismo :  en  la  narración  hay  una 
línea  seguida ;  en  la  poesía,  parada  y  retorno,  por  arte  del  paralelismo. 

W.  Popper:  Studies  in  Oíd  Testamcnt  Parallelism.  Parallelism  in  Isaiah. 
Berkeley,  Cal.,  1923. 

El  trabajo  comienza  exabrupto  con  el  texto  reconstruido  de  los  ca- 
pítulos 1-10;  sigue  la  justificación  de  tal  reconstrucción;  cierran  esta  parte 
unos  cuadros  estadísticos  con  la  explicación  aneja. 

En  la  segunda  parte  encontramos  una  introducción  y  una  clasificación 
sistemática  de  formas  de  paralelismo;  particular  atención  dedica  al  análisis 
detallado  de  las  formas  que  superan  el  dístico  —  trístico,  tetrástico,  pen- 
tástico — ,  y  de  los  monósticos,  rebeldes,  por  definición,  al  paralelismo.  Cie- 
rran el  estudio  nuevas  tablas  estadísticas  de  los  cap.  11-35. 

Sinónimo  se  ha  de  entender  en  sentido  lato;  en  alguna  ocasión  mejor 
estaría  el  nombre  de  "complementos",  o  sea,  términos  correspondientes 
a  la  misma  categoría  lógica ;  especialmente  en  las  enumeraciones  o  acumu- 
laciones ("heaping  up");  son  de  notar  "vagas  sintéticas  ideas",  como  cielos- 
y  tierra,  ver  y  oír...  Otras  veces,  el  valor  complementario  de  dos  términos; 
surge  de  su  sentido  metafórico.  Estas  enumeraciones  implican  o  expresan 
un  todo  o  idea  compleja. 

En  un  contexto  de  paralelismo  evidente,  hay  que  leer  como  paralelismo 
toda  bina  de  líneas,  si  de  algún  modo  resulta  posible.  En  cambio  se  debe 
usar  con  cautela  el  denominador  "paralelismo  sintético". 

Paralelismo  incompleto:  la  segunda  línea  corresponde  a  una  parte  de 
la  cláusula. 

Paralelismo  suspensivo :  bina  de  binas,  con  el  sentido  pendiente  hasta  el 
final :  aabb. 

Paralelismo  de  cláusulas  de  diferente  función  sintáctica:  relativas,  cir- 
cunstanciales, condicionales,  temporales,  finales,  causales,  comparativas. 

La  introducción  a  la  segunda  parte  nos  ofrece  dos  definiciones  descripti- 
vas de  su  trabajo:  se  trata  de  un  análisis  de  forma  en  relación  con  el  sen- 
tido "studies  of  form  in  relation  to  meaning".  "Parallelism,  i.  e.,  in  series 
of  two  or  more  lines  (of  whatever  length)  in  which,  because  of  the  presence 
of  synonims  and  syntactic  correspondences  extending  to  at  least  two  of 
the  main  words  in  each,  it  was  clearly  the  author's  intention  to  repeat  one 
and  the  same  thought." 

Resultados:  82%  de  los  períodos  de  pensamiento  "thought  periods"  tie- 
nen forma  paralelística.  En  otros  14  %  hay  trazas  de  paralelismo.  En  casi 
todos  los  demás  hay  otros  datos  que  indican  que  el  texto  está  mal  con- 
servado. 

Para  explicar  la  presencia  de  estas  raras  excepciones  se  suelen  dar  tres 
explicaciones  insatisfactorias :  a)  éxtasis  del  profeta,  que  rehuye  la  regula- 
ridad formal  (resp.  sucede  lo  contrario) ;  b)  lógica  que  impone  su  ley  por 
encima  de  la  regularidad  formal  (resp.  sucede  lo  contrario) ;  c)  simetrofobia 
(inexplicable  en  un  escritor  perfecto  como  Isaías). 

Conclusiones:  1)  En  textos  paralelísticos  la  interpretación  de  acuerdo 
con  el  paralelismo  se  impone  sobre  las  demás.  2)  No  se  debe  aceptar  co- 


200 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


rrección  de  texto  que  destruya  el  paralelismo  existente,  a  no  ser  que  ofrezca 
un  paralelismo  mejor.  3)  Una  restauración  del  texto  que  no  restituya  tam- 
bién el  paralelismo  no  tiene  probabilidad  de  ser  correcta.  4)  Razones  y  cir- 
cunstancias que  justifican  leves  alteraciones  o  trasposiciones  del  texto. 

Crítica:  Es  peligroso  fijarse  sólo  en  un  aspecto;  e  insistir  tanto  en  lo 
intelectual.  El  autor  no  conoció  a  Kemmer,  que  le  hubiera  aclarado  ideas. 

C.  A.  Briggs  :  Commentary  on  the  Book  of  Psalms.  Edinburgh,  1907. 

En  el  volumen  I,  pág.  XXXIV,  añade  una  nueva  terna  que  corresponde 
o  matiza  la  ya  conocida:  emblemático,  introvertido,  climático. 

J.  M.  Bover  :  Nota  sobre  el  paralelismo  hebreo.  EstEcl  2  (1923),  105. 

Clasifica  el  paralelismo:  propio-paratáctico :  sinonímico,  antitético;  im- 
propio-sintético :  hipotáctico,  sintáctico. 

D.  Gonzalo  Maeso:  Contribución  al  estudio  de  la  métrica  bíblica:  sobre 
la  verdadera  significación  y  alcance  del  " paralelismo^.  Sefarad  3  (1943), 
3-39. 

Rechaza  la  verdadera  sinonimia;  pero  después  admite  un  triple  parale- 
lismo :  por  identificación,  contraposición,  integración.  Con  otros  nombres, 
la  división  clásica. 

J.  Begrich:  Der  Satzstil  in  Fünfer.  ZSem  9  (1934),  169-209. 

Este  artículo,  que  investiga  las  relaciones  entre  el  sentido  y  la  forma 
rítmica  del  verso  "qina",  aporta  datos  para  el  paralelismo;  sin  formularlos 
con  mucha  precisión,  señala  tres  casos.  Cuando  son  sinónimas  las  palabras ; 
cuando  es  sinónima  la  idea,  desarrollada  en  imágenes  diversas ;  cuando  se 
toman  rasgos  de  una  situación  única.  Esta  distinción  la  formulará  con  más 
precisión  Horst. 

Fr.  Horst:  Die  Kennzeichen  der  hebraischen  P oeste.  ThRu  25  (1953), 
97-121. 

Añade  tres  tipos,  caracterizados  por  criterios  diversos:  Sinónimo,  con 
correspondencia  palabra  a  palabra;  coordinante,  con  correspondencia  en 
bloque;  adicional,  que  suma  rasgos  diversos  de  una  misma  situación.  No 
saca  partido  estético  a  tan  importante  distinción. 

Th.  T.  Robinson:  Hebrew  Poetic  Form:  the  English  Tradition.  VTSup  1 
(1953),  128. 

Sugiere  la  fórmula  inglesa  "balance"  (balanceo),  como  más  expresiva 
y  adecuada  que  "paralelismo".  Distingue  el  interno,  dentro  de  un  verso; 
y  externo,  que  abarca  varios  versos. 

Otros  autores  :  N.  Schlógl,  en  su  libro  De  re  métrica  antiquorum  he- 
braeorum.  Vindobonae,  1899,  pág.  39,  cita  otros  tipos  de  paralelismo 
propuestos  por  diversos  autores.  Ewald  distingue:  "resonans,  medius, 
minus  vividus".  Wenrich  llama  "sintáctico"  al  sintético.  Bellermann 
divide:  "synonimia  parallelistica,  antithesis  parallelistica,  syntaxis  pa- 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


201 


rallelistica" ;  dando  valor  adjetivo  y  subordinado  al  fenómeno  del  para- 
lelismo. De  Wette  añade  un  cuarto,  que  es  el  "rítmico  externo".  Y  De- 
litzsch  añade  el  "parabólico". 

De  la  misma  manera,  con  diversos  criterios,  se  podrían  añadir  nuevos 
tipos  y  divisiones ;  ninguna  de  ellas  se  ha  impuesto.  Dos  consecuencias 
nos  pueden  ser  útiles :  una,  la  comodidad  de  operar  con  fórmulas  (como 
Moulton),  para  ganar  claridad  y  evitar  discrepancias ;  segunda,  que  fe- 
nómenos estilísticos  tan  radicales  como  la  sinonimia  y  la  antítesis  no  se 
pueden  tratar  como  mero  adjetivo  del  hecho  estilístico  del  paralelismo. 

c)  Razón  del  paralelismo 

Lowth  estuvo  muy  atareado  con  sistematizar  y  explicar  su 
descubrimiento,  y  no  se  detuvo  en  buscar  la  razón  del  paralelis- 
mo; comprobó  y  clasificó,  que  era  bastante  en  aquel  momento. 
Treinta  años  después,  Herder  se  preocupa  de  dar  una  razón  del 
hecho :  da  una  razón  psicológica,  el  ritmo  alternante  del  hombre, 
que  es  el  mismo  de  la  naturaleza.  G.  A.  Smith,  en  su  libro  The 
Early  Poetry  of  Israel  in  its  Physical  and  Social  Origins,  Lon- 
don,  1912,  ha  insistido  en  esta  razón  psicológica,  la  necesidad  hu- 
mana de  alternancia,  "ahyssus  abyssum  invocat".  B.  Gray  lo  ex- 
plica como  característica  poética. 

L.  I.  Newmann  :  Studies  in  Oíd  Testament  Parallelism.  Parallelism  in 
Amos.  Berkeley,  California,  1918. 

Busca  una  razón  histórica,  de  origen,  en  la  magia.  Y  una  razón  psico- 
lógica :  la  tendencia  a  la  repetición  y  ordenación.  Señala  un  proceso  evolu- 
tivo en  tres  etapas:  "indefinite  iteration,  incremental  repetition,  artistic 
parallelism".  Persigue  la  pista  del  paralelismo  en  todas  las  literaturas,  y 
concluye  que  es  un  hecho  universal  y  radicalmente  humano,  que  no  se 
explica  por  influjos  y  dependencias.  (Parece  desconocer  el  capítulo  final 
de  Norden,  con  los  ejemplos  de  magia  y  encantamiento.) 

J.  Begrich  :  1.  c.  señala,  más  que  una  razón,  un  efecto  estético :  la  repeti- 
ción variada  intensifica,  igual  decae.  (Lo  cual  se  podría  reducir  a  los 
principios  fundamentales  de  unidad  y  variedad.) 

J.  Millás  Vallicrosa  :  La  poesía  sagrada  hebraico-española.  Madrid,  1940. 
Da  una  razón  psicológica:  la  tensión  emotiva,  que  no  se  agota  en  la 
primera  expresión. 

D.  Gonzalo  Maeso  :  1.  c.  busca  una  serie  de  razones :  puede  ser  puro 
artificio  rítmico,  o  insistencia  emotiva,  o  procedimiento  retórico.  Como 
causas  pueden  haber  influido :  la  recitación  coral,  la  forma  coordinativa. 
Pero  rechaza  la  razón  poética,  porque  también  se  encuentra  en  la  prosa. 

Dámaso  Alonso:  1.  c.  tomando  el  paralelismo  en  sentido  amplio,  señala 
como  razones  de  él:  la  tendencia  de  la  literatura  al  análisis,  la  ten- 


202 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


dencia  de  la  mente  a  ordenar,  la  facilidad  de  percepción  de  la  forma 
binaria,  la  recitación  amebea. 

En  el  magnífico  capítulo  dedicado  a  Calderón,  nos  da  dos  razones 
contrapuestas  para  la  "correlación":  precisión  conceptual  para  los 
autos,  plenitud  imaginativa  para  las  obras  de  aparato  (pág.  189). 

Otros  autores  tratan  la  cuestión  de  paso.  En  resumen,  puede 
decirse  que  todas  las  razones  aducidas  pueden  reducirse  mediata 
o  inmediatamente  a  la  doble  tendencia  humana  a  dividir  y  orde- 
nar, análisis  y  síntesis ;  que  en  el  paralelismo  se  manifiesta  en  su 
forma  más  simple  y  elemental. 

d)  Consecuencias 

J.  F.  Schleussner:  Dissertatio  de  parallelismo  membrorum  egregio  ín- 
terpretationis  subsidio.  Leipzig,  1917. 

A.  Vaccari  :  De  utilitate  parallelismi  poetici.  VD  1  (1921),  185. 

M.  Peinador  :  Estudios  sobre  el  paralelismo  de  la  poesía  hebrea.  IlustrCl  35 
(1942),  46. 

Expone  casos  y  reglas  de  interpretación,  deducidas  del  paralelismo.  En 
particular  señala  cómo  unas  veces  un  miembro  explica  el  otro,  en  otras 
ocasiones  resulta  una  unidad  intermedia.  El  paralelismo  sirve  para  deter- 
minar el  sentido,  dividir  los  versículos,  corregir  antiguas  versiones. 

W.  Popper,  1.  c.  estudia  la  utilidad  del  paralelismo  en  la  crítica 
textual.  Maeso  lo  rechaza  como  criterio  poético.  Robinson  lo 
acepta  como  tal  criterio.  B.  Gray  lo  señala  como  signo  de  la  lírica, 
opuesta  a  la  historia. 

Actualmente  la  utilidad  del  paralelismo  no  sólo  está  reconocida 
en  teoría,  sino  ampliamente  aplicada  en  la  práctica. 

ESTUDIOS  SOBRE  PARALELISMO  Y  RECURSOS  AFINES  EN 
OTRAS  LITERATURAS 

A.  J.  Baumgartner:  Poésie  gnomique  juive  depuis  la  clóture  du  canon 
hébreu  jusqu'au  XVI6  siécle.  Genéve,  1886. 

E.  Norden:  Die  Antike  Kunstprosa.  Leipzig,  1915. 

En  el  capítulo  final,  dedicado  a  la  investigación  de  la  rima,  se  ocupa 
el  autor  ampliamente  del  paralelismo.  Entre  sus  afirmaciones  podemos  des- 
tacar las  siguientes :  "  Paralelismo  es  quizá  la  forma  capital  del  pensa- 
miento popular";  "El  paralelismo  de  ideas,  como  aparece  en  la  poesía 
hebrea,  en  los  proverbios  populares,  en  las  comparaciones,  es  el  origen  de 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


203 


toda  poesía";  "Lo  que  la  rima  expresa  externamente,  se  expresa  aquí  en 
el  meollo,  a  saber,  la  unión  y  equiparación  de  lo  externamente  diverso".1 

L.  I.  Newmann  :  1.  c.  Véase,  en  particular,  pág.  87 :  bibliografía  sobre  pa- 
ralelismo en  la  literatura  babilónica. 

G.  Benkner  :  Parallelismus  membrorum.  Robert  Lowth  und  Cicero.  ZAW 
39  (1921),  108. 

W.  F.  Albright:  The  Psalm  of  Habakuk.  Studies  in  OT  Prophecy  Pre- 
sented  to  Prof.  Th.  T.  Robinson.  Edinburgh,  1950. 

Estudia  el  paralelismo  trimembre,  tricolon  climático,  en  la  literatura 
ugarítica;  de  fórmula  abc-abd-ade... ;  aduce  bibliografía  pertinente. 

L.  Alonso  Schókel:  En  los  orígenes  de  la  literatura.  RayFe,  1954,  59-76; 
203-218. 

Allí  estudio  la  articulación  trimembre,  en  su  valor  formal  y  expresivo, 
en  los  poemas  de  Inanna  y  Gilgamés. 


ESTUDIOS  SOBRE  LA  EXPRESIÓN  POLAR 

E.  Henrich  :   Die  sogenannte  polare  Ausdruckweise  im  Griechischen. 
Progr.  Neustadt,  1899. 

E.  Kemmer  :  Die  polare  Ausdracksweise  in  der  griechischen  Literatur. 
Beitr.  zur  hist.  Syntax  der  griech  Sprache.  Würzburg,  1903. 

Esta  larga  monografía  es  el  estudio  fundamental  sobre  la  cuestión. 
Casi  todos  los  problemas  y  aspectos  del  tema  están  discutidos  o  expuestos, 
con  mediano  orden.  Por  eso,  lo  que  se  intitula  estudio  sobre  el  griego,  tiene 
validez  universal.  Destaco  aquí  algunos  puntos  más  interesantes  tratados 
por  Kemmer : 

Los  conceptos  correlativos.  La  oposición  retórica.  El  valor  formal. 

Razones :  el  pensamiento  concreto,  el  funcionamiento  horizontal  de  la 
fantasía,  la  tendencia  hacia  la  plasticidad,  el  gusto  de  la  belleza  formal,  la 
tendencia  a  perseverar. 

Lo  semejante  y  lo  diferencial.  Diversas  posibilidades  de  división. 

Cita  numerosos  ejemplos  del  latín  y  alemán.  Analiza  múltiples  casos 
griegos. 

J.  B.  Hofmann  :  Zum  V/esen  der  sogenannten  polaren  Ausdrucksweise. 
Glotta,  17  (1929),  págs.  45-53. 

Artículo  muy  inferior  al  de  Kemmer.  Aporta  algo  de  bibliografía  y  al- 
gunas clasificaciones. 

i  "Parallelismus  ist  vielleicht  der  wichtigste  fórmale  Vólkergedanke,  den  es 
gibt"  (pág.  814).  "Parallelismus  der  Gedanken,  wie  er  in  der  hebráischen  Dichtkunst 
und  in  den  Volkssprüchen  und  besonders  in  den  Gleichnissen  sich  kundgibt,  der  Ur- 
sprung  aller  Dichtkunst  überhaupt."  "Was  der  Reim  im  áusseren  Klange  ausdrücken 
will,  das  drückt  sich  hier  in  kernhafter  Wirklichkeit  aus,  die  innere  Gleichstellung 
und  Verbindung  des  áusserlich  Unterschiedenen"  (pág.  814). 


204 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


G.  Lambert  :  L'Expression  de  la  totalité  par  Vopposit'xon  de  deux  contraires. 
RB  52  (1945),  91-103. 

Cita  una  serie  de  ejemplos  de  diversas  literaturas;  y  luego  se  concentra 
al  problema  del  "solvere-ligare". 

P.  Boccaccio:  Termini  contrari  come  espressioni  della  totalitá  in  ebraico. 
Bíblica  33  (1952),  173-190. 

A.  M.  Honeyman:  Merismus  in  Biblical  Hebrew.  JBL  71  (1952),  11-18. 

Define  el  merismo :  "  Consiste  en  detallar  los  miembros  de  una  serie, 
o  algunos  de  ellos  —  de  ordinario  el  primero  y  el  último  o  los  más  salien- 
tes — ,  indicando  con  ello  el  género  de  que  los  miembros  son  especies,  o  bien 
la  cualidad  abstracta  que  caracteriza  el  género  y  es  común  a  las  especies." 
"Usando  una  fórmula,  el  merismo  es  el  uso  de  A  +  Y,  A  +  B  +  Y,  A  + 
+  X  +  Y  en  lugar  de  la  serie  completa  A  +  B  +  C  +  ...X  +  Y,  para 
representar  el  colectivo  Z  de  que  son  miembros  A...  Y,  o  el  abstracto  z, 
que  es  su  característica  común." 

"Un  caso  particular  de  merismo  es  aquel  en  que  las  dos  especies  nom- 
bradas agotan  el  género,  y  el  merismo  adopta  la  forma  de  expresión 
polar."  2 

Tres  etapas  en  el  uso  de  fórmulas  concretas :  primitivo  concreto,  fósil 
de  lenguaje,  renovación  deliberada  (pág.  17).  Es  decir,  lo  mismo  que  cual- 
quier otro  fenómeno  expresivo  del  lenguaje:  lexicalización  y  actualización. 

Ad.  Massart:  L'emploi  en  egyptien  de  deux  termes  opposés  pour  expri- 
mer  la  totalité.  Mél.  Robert  (1957),  38-46. 


INTRODUCCIÓN 

Un  artículo  como  el  citado  de  Robinson  puede  servir  para 
iniciar  una  meditación  sobre  el  estudio  literario  del  paralelismo. 

Mientras  la  "ciencia  de  la  literatura"  se  ha  desarrollado  con 
vida  propia,  y  camina  un  poco  confundida  por  la  variedad  de  ten- 
dencias, rapidez  de  los  cambios,  inestabilidad  de  los  conceptos, 
discusión  de  los  métodos  ;3  el  análisis  literario  de  la  Biblia  puede 

2  "  Consists  on  detailing  the  individual  members  or  some  of  them  —  usually  the 
first  and  last  or  the  more  prominent  —  of  a  series,  and  thereby  indicating  either  the 
genus  of  which  those  members  are  species,  or  the  abstract  quality  which  characterizes 
the  genus  and  which  the  species  have  in  common".  "  Symbolically  expressed,  merismus 
is  the  brachylogus  use  of  A  -+-  Y  or  A  +  B  +  Y  or  A  +  X  +  Y  in  place  of  the 
complete  series  A  +  B  +  C  +  ...  +  X  +  Y  to  represent  the  collective  Z  of  which 
the  individuáis  A  to  Y  are  members  or  the  abstract  z  which  is  their  common  characte- 
ristic"  (pág.  13-14). 

"A  particular  type  of  merismus  is  that  in  which  the  two  named  species  exhaust 
the  whole  genus,  and  the  merismus  assumes  the  form  of  polar  expression"  (pág.  14). 

3  Véase  M.  Wehexi:  Allgemeine  Literaturwissenschaft,  Zürich,  1951.  Trabajo 
de  información  en  que  se  recogen  las  diversas  tendencias  actuales. 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


205 


reducir  cómodamente  su  problemática  a  este  dilema :  "métrica 
o  paralelismo".  Éstos  parecen  ser  los  únicos  principios  básicos  de 
la  forma  poética  hebrea,  y  aun  parece  que  Robinson  quiere  elimi- 
nar uno  de  ellos,  el  ritmo,  sin  profundizar  en  el  otro,  el  parale- 
lismo ;  y  Maeso,  por  el  contrario,  elimina  el  segundo,  para  insistir 
en  el  primero. 

Si  a  estas  dos  categorías  elementales  añadimos  el  esfuerzo  de 
clasificación  en  géneros  literarios,  tenemos  el  panorama  completo 
del  estudio  literario  de  la  Biblia. 

El  ritmo  hebreo  se  ha  estudiado  casi  siempre  en  "régimen 
interno",  por  especialistas  en  filología  semítica  o  en  exégesis :  es 
raro  el  caso  de  un  Sievers,  que  ataque  la  cuestión  desde  fuera,  con 
las  fuerzas  intactas  de  un  especialista  en  lengua  y  literatura. 

En  cuanto  al  paralelismo,  Lowth  sigue  reinando  indisputado, 
y  es  poco  lo  que  se  ha  hecho  por  penetrar,  o  ampliar,  o  encuadrar 
este  fenómeno  que  la  mayoría  acepta  como  diferencial  de  la  poesía 
hebrea.  Estudios  expresamente  dedicados  al  asunto,  como  los  de 
Popper  y  Newman,  es  poco  lo  que  aportan  para  una  valoración 
estética,  y  su  mayor  mérito  reside  en  el  panorama  universal. 

Si  el  hallazgo  y  la  formulación  de  Lowth  es  un  valor  adqui- 
rido, convendrá  pensar  en  su  fecundidad,  tomándolo  como  punto 
de  partida  para  seguir  analizando.  No  sólo  subordinado  utilitaria- 
mente a  la  exégesis,  sino  como  hecho  estilístico  digno  de  atención 
por  sí  mismo.  Esto  es  lo  que  pretendo,  en  las  discretas  dimensio- 
nes de  un  capítulo. 

2.  UN  ENSAYO  DE  ENCUADRAR  EL  PARALELISMO 

LA  ARTICULACIÓN  DEL  LENGUAJE 

Una  tendencia  predominante  de  la  actual  ciencia  de  la  litera- 
tura es  el  estudiar  la  obra  literaria  como  obra  artística  de  len- 
guaje.4 Desde  Saussure  y  Bally,  el  estudio  literario  entronca  con 
el  estudio  del  lenguaje :  primero  para  descubrir  y  comprobar  pro- 
cedimientos estilísticos  del  lenguaje;  después  para  explicar  los 
procedimientos  en  función  de  la  unidad  estilística  cerrada  que  es 
la  obra  literaria.  Ésta  es  la  razón  por  que  acudo  a  la  filosofía  del 
lenguaje  para  encuadrar  el  procedimiento  literario  que  hemos  con- 
venido en  llamar  "paralelismo". 

4    Cfr.  Kayser  (o.  c,  págs.  273-275). 


206 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


El  lenguaje  es  un  sistema  de  signos,  no  globales,  sino  articula- 
dos. El  concepto  "articulación"  ("Gliederung")  es  esencial  en  la 
filosofía  del  lenguaje.  Articular  quiere  decir  dividir  el  continuo 
en  piezas  recomponibles :  de  este  modo  el  continuo  se  puede 
aprehender  con  mayor  precisión,  se  puede  fijar  con  mayor  fide- 
lidad, se  puede  simplificar  en  alguno  de  sus  elementos ;  y  sobre 
todo,  los  elementos  se  pueden  combinar  en  grupos  distintos,  lo 
cual  constituye  al  lenguaje  en  sistema  vivo  de  signos,  es  decir, 
apto  para  cualquier  situación  nueva.5 

La  articulación  se  realiza  en  muchas  zonas :  la  más  externa  es 
la  de  los  sonidos.  De  la  gama  continua  de  sonidos  posibles,  cada 
lengua  fija  una  serie  discreta,  cuyos  miembros  se  limitan  mutua- 
mente ;  con  unos  cincuenta  sonidos  distintos  podemos  recrear  toda 
la  realidad. 

La  articulación  más  interna  es  la  que  se  realiza  en  lo  hondo 
del  espíritu?  estructurando  el  continuo  de  nuestras  experiencias 
psíquicas;  esta  articulación  interior  es  la  raíz  de  todo  lenguaje, 
y  por  tanto,  común  a  todos  los  lenguajes  humanos.7 

La  frase  articula  una  experiencia  unitaria  y  continua  en  varios 
momentos  sintácticos ;  lo  cual  no  significa  una  mera  división,  sino 
un  dividir  para  recomponer.  Kainz  cita  el  ejemplo  "monte-cruz", 
articulado  en  la  frase  "en  la  cumbre  del  monte  se  alza  una  cruz". 

Una  articulación  de  gran  importancia  es  la  que  se  realiza  en 
los  llamados  "campos  de  lenguaje".8  Cada  franja  de  la  realidad 
la  experimentamos  como  un  continuo :  nuestro  espíritu  articula 
esa  franja  continua,  partiéndola  en  segmentos  discretos,  que  se 
delimitan  mutuamente,  y  asignando  signos  verbales  a  cada  seg- 
mento. Estos  signos  verbales  se  delimitan  en  su  uso  por  la  ve- 
cindad o  contacto  con  los  elementos  contiguos.  Así  articulamos  el 
mundo  continuo  de  los  colores,  del  tiempo,  de  los  animales...  Es- 
tas franjas  de  realidad  se  entrecruzan  en  direcciones  múltiples : 

5  Fr.  Kainz:  Psychologie  der  Sprache,  I2  (Stuttgart,  1954),  págs.  113  ss.  Sobre 
signos  combinables  y  economía  de  signos,  pág.  81;  sobre  la  reducción  del  léxico,  pá- 
gina 87;  sonidos,  pág.  93;  palabras,  pág.  97;  grupos  verbales,  pág.  105;  esencia  de 
la  frase,  pág.  112;  el  todo  y  las  partes,  pág.  115.  Allí  mismo  la  bibliografía  pertinente. 

6  Esta  articulación  interior  en  el  espíritu  es  tema  fundamental  de  los  estudios 
de  Humboldt  (cfr.  J.  M.  Vaeverde:  Guillermo  de  Humboldt  y  la  Filosofía  del  len- 
guaje, Madrid,  1953). 

7  "Dieses  Moment  der  Gliederung,  ein  allgemeiner  Wesenszug  der  Sprache" 
(Kainz,  1.  c,  pág.  114). 

8  J.  Trier:  Das  sprachliche  Feld.  Nene  Jahrbücher  f.  Wissenschaft  u.  Jugend- 
bildung,  1934;  Der  deutsche  Wortschatz  im  Sinnbezirk  des  Ver  standes,  1931. 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


207 


"suponíamos"  es  una  forma  verbal  cruzada  por  las  coordenadas 
de  persona  agente  (1.a),  número  (plural),  tiempo  (pasado  en  des- 
arrollo) ;  además  es  una  pieza  en  la  serie  de  compuestos :  "apo- 
ner, anteponer,  componer,  descomponer,  suponer,  imponer,  pro- 
poner, disponer,  deponer,  reponer,  interponer,  superponer,  yux- 
taponer, sobreponer,  recomponer,  exponer,  trasponer,  presupo- 
ner", etc.;  además  está  ocupando  un  puesto  en  la  línea:  "colocar, 
instalar,  plantar,  depositar,  asentar,  sujetar...".  Esta  intersección 
múltiple  de  los  campos  de  lenguaje  no  es  origen  de  confusión, 
sino  fuente  de  flexibilidad  y  afinamiento  incalculable ;  algo  así 
como  la  modulación  y  enarmonía  en  música,  sólo  que  multipli- 
cando las  posibilidades. 

Una  articulación  de  valor  más  bien  formal  es  el  ritmo.  La 
unidad  sonora  es  la  sílaba,  y  la  serie  de  sílabas  emitidas  pueden 
considerarse  también  como  una  especie  de  continuo  sonoro,  que 
el  ritmo  articula.  En  efecto,  el  ritmo  reúne  los  elementos  en  gru- 
pos ligados  por  un  "elemento  dominante",  que  al  reaparecer  pe- 
riódicamente ordena  y  sujeta  la  fluencia  sonora.  Según  que  la 
periodicidad  sea  más  o  menos  regular,  resultará  el  ritmo  de  prosa 
o  verso,  por  pasos  graduales.9 

Hay  que  tener  muy  en  cuenta  que  la  articulación  se  realiza 
como  acto  "estructural"  ("Gestalt") ;  una  vivencia  cualquiera  de 
nuestro  espíritu  se  realiza  también  como  totalidad  compleja,  con 
predominio  de  alguna  facultad,  según  los  casos ;  para  dar  forma 
a  esta  vivencia  en  signos  de  lenguaje,  recomponemos  sintética- 
mente los  elementos  articulables,  y  el  resultado  no  es  una  mera 
suma,  sino  otra  vez  una  estructura,  que  traduce  o  puede  traducir 
con  precisión  y  finura  maravillosas  la  vivencia  interna.  Y  este 
carácter  estructural  se  da  en  cualquiera  de  las  "articulaciones" 
que  he  enumerado.10 


9  L.  Axonso  SchókEl:  Estética  y  Estilística  del  ritmo  poético,  Barcelona,  1959. 
10  Lo  dicho  puede  apreciarse  también  en  un  ejemplo  musical:  el  zumbido  de  un 
moscardón  es  percibido  como  un  continuo;  el  rumor  de  una  multitud  en  una  feria  es 
percibido  como  un  continuo  sonoro.  Un  músico  descompone  esos  bloques  totales  inter- 
namente, después  echa  mano  de  la  articulación  sonora  ya  existente  en  la  tradición  mu- 
sical: escala,  tonalidad,  timbre  (quizás  invente  algún  timbre  nuevo);  con  estos  ele- 
mentos sonoros  recompone,  estilizando,  la  impresión  sonora;  y  la  impresión  de  con- 
junto en  el  oyente  es  otra  vez  total,  unitaria,  algo  más  que  la  mera  suma.  Recuerde 
el  lector  el  Vuelo  del  moscardón  de  Rimsky  Korsakow,  o  la  "Feria  Rusa"  de  Pe- 
trouchka,  de  Strawinsky. 


208  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


ARTICULACIÓN  PROGRESIVA  DE  UN  CAMPO 

Supongamos  la  franja  continua  de  los  colores :  podemos  supo- 
ner un  estadio  de  lenguaje  en  que  toda  la  ancha  franja  esté  ar- 
ticulada verbalmente  en  esta  serie:  "rojo-amarillo-verde-azul- 
blanco-negro".  Con  esta  serie  poseemos  la  compleja  realidad,  o 
nuestra  experiencia  múltiple  de  dicha  realidad.  Supongamos  aho- 
ra un  pintor:  el  rojo,  o  sus  experiencias  del  rojo,  es  un  nuevo 
continuo ;  para  poder  manejarlo,  tiene  que  articularlo  verbalmente 
en  una  nueva  serie :  "naranja,  rosado,  rosa,  carmín,  escarlata,  gra- 
nate, púrpura,  almagre,  coral,  etc.";  y  lo  mismo  puede  hacer  con 
cada  uno  de  los  colores.  La  articulación  progresiva  tiende  a  dife- 
renciar precisar,  restringir.11 

Pero  existe  en  la  lengua  el  movimiento  contrario,  la  sustitu- 
ción de  una  serie  por  un  término  único  que  la  contiene.  Tenden- 
cia a  simplificar,  preocupación  por  la  utilidad  cotidiana. 

Dijimos  que  en  un  campo  dos  elementos  contiguos  se  delimitan 
mutuamente ;  por  lo  tanto,  el  procedimiento  estilístico  de  disponer 
dos  elementos  próximos,  yuxtaponiéndolos  en  la  frase  y  contra- 
poniéndolos ante  la  mente,  es  un  procedimiento  para  afinar  el  co- 
nocimiento. (Esto  es  de  importancia  capital  para  analizar  el  pro- 
cedimiento estilístico  y  el  hábito  mental  que  llamamos  "antítesis".) 

Lo  mismo  puede  progresar  la  articulación  en  la  linea  sintácti- 
ca. Supongamos  la  experiencia  en  bloque  de  una  pirámide  de  nie- 
ve. Podemos  articular  esta  experiencia  en  dos  miembros :  "abeto- 
blanco"  o  "abeto-nevado";  podemos  continuar  la  articulación  de 
"abeto"  añadiendo  un  miembro  déictico :  "aquel  abeto",  y  del 
segundo  miembro  "aparece  nevado".  La  sintaxis  de  nuestras  len- 
guas ha  desarrollado  una  serie  de  partículas  —  preposiciones  y 
conjunciones  —  para  articular  la  relación  de  los  diversos  elemen- 
tos; son  los  menudos  artejos  de  la  frase. 

EFECTOS  DE  LA  ARTICULACIÓN  SEGÚN  LAS  FUNCIONES 
DEL  LENGUAJE 

En  la  línea  de  representación  o  informe  ("Bericht"  en  el  or- 
ganon  de  Bühler),  la  articulación  puede  servir  a  la  descripción 
concreta  y  viva.  "Yo  iba  por  la  calle,  él  estaba  sentado;  cuando 

ii  Kainz,  II,  págs.  107  y  124-135;  J.  L.  Weisgerber:  Das  Gesets  der  Sprache, 
Heidelberg,  1951,  págs.  50-55. 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


209 


me  vio,  se  me  acercó"  :  puedo  descomponer,  articular  la  última 
acción,  "se  levantó  y  vino  hacia  mí"  ;  y  aún  precisar  "vino  ner- 
viosamente hacia  mí".  Otro  ejemplo:  "El  anciano  se  sentó  a  con- 
tar una  historia  a  sus  nietos",  se  puede  describir  la  acción:  "el 
anciano  se  sentó,  abrió  los  labios,  y  comenzó  a  contar  una  histo- 
ria...". En  el  primer  ejemplo  la  descripción  adquiere  cierta  vi- 
veza, en  el  segundo  cierta  solemnidad. 

Pero  puede  suceder  que  esta  concreta  articulación  se  repita 
convencionalmente  y  pierda  su  vigor  descriptivo ;  en  hebreo  es 
frecuente  la  fórmula  "se  levantó...",  a  veces  se  encuentra  la  fór- 
mula "abriendo  la  boca...".  Semejante  división  puede  servir  fá- 
cilmente para  el  paralelismo. 

En  la  línea  de  la  expresión  (Kundgabe  de  Bühler),  la  articu- 
lación puede  servir  para  analizar  un  sentimiento  o  estado  de  alma ; 
para  prolongar  su  duración  (son  frecuentes  las  repeticiones  ver- 
bales o  de  frases  en  estados  afectivos  intensos) ;  también  para 
señalar  una  intensidad. 

Cuando  se  trata  de  influir  en  el  oyente,  de  inducirle  a  la  acción 
(forma  desarrollada  del  Appell  de  Bühler),  es  muy  eficaz  el  ar- 
ticular por  contraste  de  acciones,  conductas,  situaciones,  cuali- 
dades, etc.12 

En  el  lenguaje  se  pueden  movilizar  una  serie  de  recursos  so- 
noros para  intensificar  estas  funciones :  acento,  tono,  parono- 
masias... 

En  el  orden  formal,  la  articulación  puede  llevar  consigo  un 
orden  armonioso,  o  rítmico,  simetría,  crescendo,  etc.  Puede  su- 
ceder que  esta  instancia  formal  se  sobreponga,  aun  viciosamente, 
a  otras;  tal  es  el  caso  del  ripio  en  la  versificación. 

Finalmente,  en  cualquiera  de  los  casos  citados,  la  articulación 
puede  convertirse  en  pura  rutina  de  escuela  o  tradición,  costumbre 
personal,  convención  de  género  literario.  Perdidas  sus  funciones 
intrínsecas,  continúa  como  testimonio  de  la  necesidad  articulatoria 
del  lenguaje,  y  de  la  persistencia  de  las  fórmulas  en  las  lenguas. 

UNA  ACLARACIÓN 

Estos  aspectos  del  lenguaje  no  los  tiene  en  cuenta  Dámaso 
Alonso  en  su  libro.  Por  eso  coloca  como  hecho  primordial  la  rea- 


12  K.  Bühler:  Das  Strukturmodell  der  Sprache.  Travaux  du  Cercle  Linguistique 
de  Fragüe  ó.  Sprachtheorie,  Tena,  1934. 


210  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

lidad  plural  y  nuestra  percepción  de  la  pluralidad,  que  el  lenguaje 
reproduce  simplemente.  La  explicación  es  demasiado  simple.  Por- 
que la  percepción  inicial  muchas  veces  es  de  un  continuo ;  y  toda 
una  serie  de  percepciones  puede  presentarse  como  un  continuo. 
P.  e.,  la  realidad  temporal  del  año  no  se  presenta  como  pluralidad 
cuaternaria  de  estaciones,  sino  como  fluencia  continua  y  variante ; 
la  aprehensión  del  año  en  cuatro  estaciones  es  fruto  de  una  ope- 
ración de  lenguaje,  interno  y  externo.  Esta  división  discreta  de 
la  realidad  o  de  la  percepción  continua  es  distinta  según  las  len- 
guas, y  puede  argüir  una  manera  de  concebir  la  realidad. 

La  expresión  literaria  se  interesa  por  la  "  reproducción  ana- 
lítica de  las  pluralidades"  algunas  veces;  lo  que  sí  hace  es  operar 
con  las  pluralidades  o  "campos"  que  ha  creado  el  lenguaje,  o  crear 
campos  nuevos.  Lo  mismo  sucede  con  las  estructuras  sintácticas : 
esos  fenómenos  complejos  que  Dámaso  denomina  "conjuntos" 
constan  de  varios  elementos  gracias  a  la  operación  articulatoria 
del  lenguaje. 

Tampoco  explica  plenamente  la  eficacia  de  la  articulación  plu- 
ral en  las  tres  "esferas  de  la  expresión  literaria  —  la  lógica,  la 
imaginativa,  la  afectiva  — "  :  acierta  en  la  primera ;  y  se  olvida 
de  la  función  volitiva  que  busca  influir. 

Creo  que  con  mi  explicación  el  hecho  del  paralelismo  puede 
quedar  enmarcado,  no  sólo  en  un  panorama  histórico  —  como 
hizo  Newman — ,  ni  sólo  en  un  panorama  literario;  sino  en  el 
hecho  del  lenguaje,  hecho  humano  radical,  y  materia  prefigurada 
de  toda  obra  literaria. 


3.  ARTICULACIÓN  BINARIA 

Es  la  primera  y  elemental  división.  Y  la  más  abundante  en 
todas  las  lenguas.  Por  lo  tanto  parece  exagerado  decir  que  es 
característica  de  la  literatura  hebrea. 

En  efecto,  el  paralelismo  es  la  articulación  binaria  de  senten- 
cias, en  forma  simétrica  o  proporcionada.  Atendiendo  al  conteni- 
do, podemos  hablar  de  "paralelismo  sinonímico",  cuando  los  con- 
tenidos son  equivalentes;  "paralelismo  antitético",  cuando  los 
contenidos  son  contrarios ;  en  otros  casos,  nos  queda  solamente 
la  articulación  binaria  formal,  el  llamado  "paralelismo  sintético", 
término  poco  acepto  a  algunos,  y  que  ya  Lowth  hubo  de  excusar. 

Lo  que  sí  parece  característico  del  estilo  poético  hebreo  es  la 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


211 


continuidad  y  regularidad  en  el  uso  de  la  forma  paralela,  y  la 
frecuencia  del  paralelismo  de  contenidos  repetidos  o  sinonímicos. 

La  repetición  binaria  de  un  enunciado  es  precisamente  lo  que 
llama  la  atención  del  lector  nuevo  en  el  campo  bíblico.  De  él  pa- 
rece ser  que  partió  Lowth;  y  al  intentar  ampliar  la  teoría,  tuvo 
que  admitir  ese  paralelismo  puramente  formal  que  llamó  sintético. 

Y  tiene  mucha  razón  Norden  cuando  afirma  que  el  paralelismo 
es  el  más  importante  principio  formal  de  pensamiento.13  A  lo 
largo  de  mi  exposición  iremos  comprobando  el  predominio  y  per- 
sistencia de  lo  formal  en  el  paralelismo  hebreo. 

a)  MeRISMO  Y  EXPRESIÓN  POLAR 

Un  caso  elemental  de  articulación  binaria  son  las  binas  ver- 
bales ;  su  contenido  ordinario  suele  ser  sinonímico,  semejanza  de 
significación  o  sonido  ;  por  eso  me  ocuparé  de  ellas  al  hablar  de 
la  sinonimia.  Las  binas  verbales  antitéticas  suelen  estar  articuladas 
sintácticamente.  Quedan  otros  tipos  de  binas  verbales  que  re- 
quieren mención  y  atención  aparte. 

Un  hombre,  en  medio  del  paisaje,  se  hace  centro  de  un  círculo 
continuo  y  total.  Para  abarcar  esta  realidad,  la  divide  en  dos  bi- 
nas:  "delante,  atrás;  derecha,  izquierda".  Si  suponemos  al  hom- 
bre mirando  hacia  la  salida  del  sol,  hacia  Oriente,  se  "orienta" 
así :  delante  =  este,  detrás  =  oeste,  derecha  =  sur,  izquierda  = 
=  norte.  Ésta  es  la  manera  de  articular  la  geografía  entre  los 
hebreos.  (Nosotros  nos  "orientamos"  hacia  el  norte,  nos  "ennor- 
tamos".)  Aquí  tenemos  una  totalidad  dominada  en  dos  binas;  en 
rigor,  el  círculo  total  del  horizonte  podía  dividirse  en  otro  nú- 
mero de  direcciones. 

Unos  caminantes  quieren  explicar  a  un  desconocido  cómo  Je- 
sús era  un  hombre  acabado,  cabal.  Esta  totalidad  de  perfección 
la  articulan  en  otro  par  de  binas,  cuatro  puntos  cardinales  de 
conducta  humana:  "obras-palabras,  ante  Dios-ante  los  hombres". 
En  muchos  casos  basta  una  sola  bina  para  articular  una  totalidad : 
cielos  y  tierra,  noches  y  días,  luz  y  tinieblas... 

El  fenómeno  ha  sido  ampliamente  estudiado,  con  el  nombre 
de  "expresión  polar",  o  sea,  abarcar  la  totalidad  "por  los  polos"  ; 
se  da  en  todas  las  lenguas.  Que  es  algo  radical  se  prueba :  por  su 
presencia  en  todas  las  lenguas,  por  su  multiplicidad  de  funciones, 


13    O.  c,  pág.  814. 


212 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


porque  padece  los  mismos  cambios  que  otros  hechos  del  lenguaje 
(lexicalización,  actualización). 

Podemos  esquematizar  el  proceso  así :  hecho  previo,  percep- 
ción de  binas  reales,  p.  e.,  los  dos  sexos.  (Todavía  no  se  ha  ex- 
plicado satisfactoriamente  cómo  se  extiende  la  división  real  de 
los  sexos  a  todo  el  repertorio  de  sustantivos  de  nuestras  lenguas.) 
Hecho  inicial :  una  experiencia  continua  se  articula  en  bina.  He- 
cho final :  la  articulación  binaria  se  lexicaliza,  se  hace  costumbre 
tópica.  Entre  estos  dos  extremos  el  lenguaje  camina  en  ambas 
direcciones,  creando,  conservando,  recreando,  desechando.  La  sa- 
lida del  proceso  sucede  cuando  el  lenguaje  científico  o  técnico  sus- 
tituye una  articulación  por  el  término  universal  abstracto,  o  cuan- 
do la  vida  cotidiana  sustituye  la  articulación  por  el  término  gené- 
rico más  manejable,  o  la  costumbre  convierte  la  articulación  en 
nuevo  bloque  rígido.  La  renovación  del  proceso  puede  suceder 
a  impulso  del  afecto,  en  momentos  de  viveza  descriptiva,  por  exi- 
gencias de  belleza  formal,  por  creación  literaria  de  cualquier  orden. 

Casi  todos  estos  aspectos  están  registrados  por  Kemmer  en  su 
penetrante  estudio.  Pero  con  poco  orden  sistemático ;  sin  tener  en 
cuenta  lo  bastante  el  hecho  del  lenguaje;  con  algunas  falsas  ex- 
plicaciones, por  vivir  encerrado  en  una  estrecha  psicología  asocia- 
cionística. 

Veamos  algunos  ejemplos  de  Is.  40-43  :14 

40,  4:  Las  irregularidades  del  terreno  están  divididas  en  "hondonadas- 
colinas";  pero  a  "colinas"  acompaña  "montes"  (si  no  hay  interpo- 
lación o  glosa) ;  y  a  la  bina  se  añade  otra  menos  diferenciada : 
"escabroso-fragoso".  En  un  solo  verso  tenemos  un  ejemplo  claro 
polar,  otro  sinonímico,  y  un  elemento  más  que  llena  la  desusada 
medida  quinaria. 

14  Ejemplos  abundantes  se  pueden  encontrar  en  los  artículos  de  Lambert  y 
Honeyman.  Entre  otros: 

Lambert:  "visibilium  omnium  et  invisibilium"  ("Symbolum  Apostolorum");  "man- 
ducavit  quod  fuit  et  quod  non  fuit"  (Plauto);  "antes  de  decir  una  palabra  buena  o 
mala"  (Sófocles);  "creó  lo  que  existe  y  lo  que  no  existe"  (himno  egipcio);  "Formé 
la  luz,  creé  las  tinieblas,  hice  la  paz,  creé  el  mal"  (Is.  45,  7);  "Me  conoces  cuando 
me  siento  y  cuando  me  levanto"  (Ps.  139);  Gn.  24,  50;  31,  24;  Jos.  14,  iij  iSm. 
29,  6;  2Sm.  13,  22;  14,  17;  3Rg.  3,  7;  4Rg.  19,  27;  Me.  3,  4;  Le.  6,  9. 

Honeyman:  "Desde  los  hombres  hasta  las  bestias"  (Ex.  9,  25;  11,  7;  13,  15; 
Jr.  51,  62);  Gn.  19,  4;  14,  23;  31,  24-29;  Jdc.  15,  5;  iSm.  30,  19;  4Rg.  17,  9; 
18,  8;  Jr.  9,  9;  etc.  De  Isaías:  1,  6;  22,  24;  33,  12;  57,  19;  31,  3;  37,  28;  24,  2; 
41,  4;  44,  6;  48,  12. 

Boccaccio  cita:  Is.  24,  2;  7,  11.  Después  desarrolla  ampliamente  la  bina  "salir- 
entrar". 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


213 


40,  16:  Una  original  división  plástica  del  sacrificio:  "El  Líbano  no  basta 
para  leña,  sus  fieras  no  bastan  para  hostias."  Aquí  tenemos  un 
caso  de  creación  literaria,  partiendo  de  un  conocido  hecho  del 
lenguaje.  (Quizás  ISm  6,  14  pueda  ser  remota  sugerencia.) 
41,  2:  "reyes-pueblos",  "espadas-arcos"  (cfr.  Is.  5,  28,  donde  las  armas 
son  "saetas  y  arcos"). 
23:  "haced  bien  o  haced  mal"  (=  haced  algo;  cfr.  Lambert  1.  c). 
24:  "vosotros-vuestras  obras". 

42,  10:  "el  mar-su  llenumbre,  las  islas-sus  habitantes";  articulación  sub- 

divididsa. 

15:  "torrentes-lagos"  (agua  en  movimiento,  agua  quieta). 

18-20:  "Oíd  sordos,  mirad  ciegos;  ¿quién  ciego,  sino  mi  siervo?  ¿Quién 
sordo,  sino  mi  enviado?  ¿Quién  ciego  como  mi  amado?  ¿Quién 
sordo,  como  el  siervo  de  Yavé?  Miró  mucho,  y  no  vio;  abiertos 
los  oídos,  no  escuchó".  La  bina  "ver-oír"  sirve  para  un  desarrollo 
insistente. 

43,  2:  "agua-fuego"  (toda  clase  de  peligros). 

5-6:  "oriente-occidente,  septentrión-mediodía",  "hijos-hijas". 
8:  "ciego-sordo". 
10:  "antes-después". 

b)  Distinciones  y  precisiones 

Hasta  ahora  he  mezclado  diversos  tipos  de  expresión  polar  o 
merismo,  sin  distinguirlos  con  precisión.  Kemmer  también  los 
había  barajado,  y  Honeyman  había  indicado  someramente  la  dis- 
tinción. 

En  rigor  etimológico,  la  "expresión  polar"  supone  que  los 
dos  miembros  escogidos  para  representar  una  totalidad  son  los 
dos  extremos  o  "polos";  en  muchos  casos,  los  miembros  son  las 
mitades  perfectas  de  la  totalidad ;  o  son  miembros  correlativos  de 
una  realidad. 

La  línea  continua  del  tiempo  podemos  abarcarla  así :  desde  un 
punto  presente,  "antes-después ;  pasado-futuro" ;  remontándonos, 
"principio-fin". 

Is.  41,  4:  "Yo  Yavé  el  primero  —  con  los  últimos  Yo  mismo" 

43,  10:  "ante  mí  no  hubo  dios  —  después  de  mí  no  habrá". 

En  el  primer  ejemplo  el  tiempo  se  abarca  con  dos  puntos  ex- 
tremos, aunque  la  concepción  de  los  límites  temporales  no  es  del 
todo  clara  ("entre  los  últimos").  En  el  segundo  caso  el  tiempo  se 
divide  en  dos  mitades  contiguas  en  el  presente  de  Dios. 

Parece  equivalente  la  distinción  geográfica:  "delante,  detrás, 
derecha,  izquierda"  son  las  cuatro  zonas  o  cuadrantes  contiguos 
en  el  centro  del  observador.  En  cambio,  "oriente,  poniente,  sep- 

15.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


214 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


tentrión,  mediodía"  serían  los  cuatro  extremos  de  la  cruz  que 
articula  el  redondo  horizonte.15 

Con  frecuencia  se  añaden  a  los  extremos  las  partículas  corre- 
lativas "min...  we'ad...".  Is.  1,  6:  "desde  la  planta  del  pie  hasta 
la  cabeza". 

En  la  carta  a  los  Efesios,  3,  18,  nos  da  San  Pablo  las  dimen- 
siones de  la  caridad  en  dos  binas  polares  (para  nosotros  las  di- 
mensiones del  espacio  son  tres).  "Anchura-longitud,  altura-pro- 
fundidad" :  la  altura  y  profundidad  suponen  un  plano  de  donde 
parten  dos  dimensiones  hacia  arriba  y  hacia  abajo,  mientras  que 
anchura  y  longitud  se  cruzan  rectamente.16 

Vale  la  pena  conservar  la  distinción,  porque  puede  argüir  di- 
ferencias estilísticas. 

Los  términos  correlativos  no  son  estrictamente  ni  extremos 
ni  mitades  de  una  totalidad,  aunque  se  acercan  al  segundo  grupo. 
En  todo  caso,  representan  un  tipo  de  articulación  binaria  que  tiene 
ancha  aplicación  en  el  paralelismo  hebreo:  Is.  45,  9:  "el  barro-el 
alfarero";  10,  15:  "el  hacha-el  que  la  maneja";  pecado  y  cas- 
tigo, etc. 

c)  Describir  y  caracterizar 

Hemos  visto  casos  en  que  dos  miembros  representan  el  todo 
—  merismo  — ,  dos  mitades  componen  el  todo,  dos  extremos  abar- 
can el  todo,  dos  correlativos  sustituyen  al  todo. 

Todavía  tengo  que  referirme  a  un  caso  particular :  dos  aspec- 
tos caracterizan  o  describen  el  todo.  Formalmente  se  podría  re- 
ducir este  caso  a  un  tipo  de  merismo;  estilísticamente,  por  sus 
posibilidades  expresivas,  hay  que  mencionarlo  aparte. 

En  el  estilo  lírico  conciso,  en  el  estilo  de  ideas,  sucede  muchas 
veces  que  el  escritor  no  quiere  detenerse  a  describir  un  objeto, 
un  hecho;  lo  ha  de  presentar  en  dos  pinceladas,  para  continuar 
adelante.  Podríamos  llamarlo  descripción  concisa,  caracterización ; 
y  puede  convertirse  en  descripción  impresionista,  cuando  los  datos 
elegidos  no  representan  la  sustancia,  lo  peculiar  del  objeto,  sino 
la  impresión  del  momento.17 

15  Cfr.  Ps.  139,  5,  donde  "detrás-delante"  equivale  a  la  totalidad. 

16  Algunos  ven  en  esta  división  una  referencia  a  doctrinas  gnósticas.  A.  Orbe: 
Los  primeros  herejes  ante  la  persecución.  Estudios  valentinianos,  V  (Analecta  Gre- 
goriana 83  A  15),  Roma,  1956,  págs.  220  ss. 

17  Ejemplos  abundantes  en  mis  libros  La  formación  del  estilo:  Libro  del  profe- 
sor3 (págs.  133  ss.).  Libro  del  alumno2  (págs.  150  ss.). 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


215 


Supongamos  la  guerra:  el  poeta  quiere  presentar  la  imagen 
de  la  guerra  en  un  verso,  en  dos  hemistiquios ;  para  ello  escoge 
dos  rasgos  característicos,  o  pintorescos,  o  llamativos ;  p.  e.,  un 
desfile  estruendoso  de  botas  militares,  túnicas  sangrientas : 

Que  toda  bota  que  pisa  con  estruendo 
y  la  túnica  revuelta  en  sangre... 

han  sido  dos  datos,  uno  de  predominio  auditivo,  otro  visual;  la 
selección  es  de  tipo  impresionista,  y  se  podría  traducir  sin  es- 
fuerzo a  imágenes  de  cine. 

Este  recurso  es  algo  capital  en  el  arte  literario ;  Román  In- 
garden,  en  su  análisis  fenomenológico  de  la  obra  literaria,  le  ha 
dedicado  un  capítulo;  él  lo  llama  "Stilisierte  Ansichten".18  El 
acierto  en  la  selección  de  estos  datos  puede  decidir  la  categoría 
de  un  escritor :  el  escritor  de  garra,  el  poeta  que  en  un  verso  sabe 
plasmar  toda  una  situación. 

Cuando  el  rey  de  Asur  pregona  su  poder  excelso,  el  poeta 
dice  en  un  verso  la  impotencia  del  enemigo  : 

Y  no  hubo  quien  batiese  las  alas, 
quien  abriese  el  pico  para  pipiar... 

otra  vez  un  dato  de  predominio  visual  en  movimiento,  y  otro 
auditivo. 

Cuando  Yavé  congrega  al  enemigo  en  tierra  lejana,  emplea 
también  dos  acciones,  una  visual,  otra  auditiva: 

Alzará  pendón  a  un  pueblo  remoto, 
silbará  hacia  el  confín  de  la  tierra... 

En  el  capítulo  30,  la  bina  de  datos  auditivo-visual  justificaría 
la  corrección  propuesta  por  BH : 

En  tierra  funesta  y  siniestra 
leones  y  leonas  'rugen' 
dragones  y  endriagos  revuelan... 

"rugen",  auditivo;  "revuelan",  visual  en  movimiento. 

En  este  acierto  de  selección  reside  uno  de  los  méritos  de  Isaías 
como  escritor. 

d)  Expresión  polar  y  antítesis 

Si  la  expresión  polar  emplea  las  dos  mitades  o  los  dos  extre- 
mos de  una  totalidad,  de  una  serie,  parece  que  se  puede  reducir 


18    R.  Ingarden:  Das  literarische  Kunstwerk,  Halle,  1931. 


216  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

a  un  caso  de  antítesis;  ya  que  llamamos  "contrarios"  a  los  ele- 
mentos extremos  en  una  línea  común.  Es  cierto  que  los  miem- 
bros correlativos,  o  los  polos  extremos,  pueden  funcionar  como 
elementos  de  la  antítesis;  pero  la  expresión  polar  es  cosa  dis- 
tinta. En  la  antítesis  interesa  la  dualidad  que  se  contrapone,  en 
la  expresión  polar  interesa  el  todo  que  resulta.  La  función  es  casi 
contraria :  la  antítesis  acepta  el  plano  común,  para  resaltar  la  opo- 
sición, la  expresión  polar  usa  la  oposición  para  representar  lo 
común.  Los  elementos  pueden  ser  los  mismos,  la  función  esti- 
lística es  diversa.  Precisamente  por  esto  puede  ser  clave  de  estilos 
diversos. 

Isaías  usa  "cielos-tierra"  con  sentido  polar,  invitando  a  la 
totalidad  del  cosmos  a  escuchar.  San  Pablo  emplea  la  bina  "cielo- 
tierra"  en  forma  adjetival,  para  oponer  el  hombre  terreno  al 
celeste.  Estos  dos  ejemplos  son  típicos :  el  primero  de  una  menta- 
lidad hebrea  que  adopta  la  forma  de  pensamiento  concreto,  ante- 
rior al  término  genérico,  el  segundo  de  una  mentalidad  influida 
por  la  cultura  griega  que  busca  la  antítesis. 

Se  podría  hacer  un  estudio  persiguiendo  el  uso  polar  y  el  uso 
antitético  de  binas  fijas  en  diversas  épocas  y  autores,  sacando 
consecuencias  para  el  estilo,  la  mentalidad,  la  concepción  del 
mundo. 

c)  Aplicaciones  al  paralelismo 

Es  evidente  que  la  expresión  polar  favorece  el  paralelismo  o 
articulación  binaria ;  el  merismo  favorece  el  paralelismo,  porque 
su  forma  elemental  es  la  binaria;19  la  caracterización  no  favorece 
tanto  el  paralelismo,  porque  la  feliz  concisión  es  difícil ;  más  fácil 
es  caracterizar  en  tres,  cuatro  rasgos,  que  en  dos.  Horacio,  maes- 
tro de  concisión,  condensaba  el  invierno  en  tres  datos : 

Vides  ut  alta  stet  nive  candidum 
Soracte.  Nec  iam  sustineant  onus 

silvae  laborantes,  geluque 

ilumina  constiterint  acuto? 

En  cambio,  podemos  decir  que  el  hábito  del  paralelismo  in- 
fluye sobre  la  caracterización ;  y  en  no  pocos  casos  invita  e  incita 


19  Honeynian  (pág.  16):  "Its  iraportance  in  connection  with  poetry  lies  for  the 
Hebrew  writers  in  the  ease  with  which  it  enabled  thera  to  achieve  paralelism  by  ana- 
lyzing  ideas  into  correlative  aspeets." 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


217 


a  la  capacidad  sintética  del  poeta;  Isaías  ha  sabido  responder  a 
la  llamada. 

En  un  análisis  estilístico  del  paralelismo,  creo  necesario  tener 
en  cuenta  estos  variados  aspectos;  de  lo  contrario  nos  quedamos 
con  el  puro  esquema,  sin  penetrar  en  su  verdadera  razón  artística. 

4.  A)  ARTICULACIÓN  TERNARIA 

Aunque  es  mucho  menos  frecuente  en  hebreo,  no  se  la  puede 
excluir  a  priori,  como  intenta  Mowinckel :  "Una  poesía  hebrea 
que  prescinda  en  principio  de  la  ley  de  la  dualidad,  manifestada 
también  en  la  rima  de  ideas,  es  cosa  que  no  existe."20 

En  lo  rítmico  se  manifiesta  esta  articulación  ternaria  en  ver- 
sos de  estructura  2  +  2  +  2  (también  negados  a  priori  por  Mo- 
winckel) ;  y  en  estrofas  de  tres  versos,  como  en  el  libro  de  las 
Lamentaciones,  cap.  1-3. 

En  su  aspecto  formal  ha  sido  estudiada  por  Albright.  Yo  he 
estudiado  esta  articulación  y  su  valor  formal,  en  particular  su 
uso  en  la  descripción,  las  diversas  soluciones  del  esquema,  abrién- 
dose o  cerrándose,  las  repeticiones  verbales,  etc.21 

20  Der  metrische  Aufbau  von  Jes.  62,  1-12,  und  die  neuen  sog.  "Kurzwerse", 
ZAW  65  (1953),  pág.  175.  Véase  también:  Metrischer  Aufbau  und  Textkritik,  an 
Ps.  8  illustriert.  Studia  Orientalia  Jo.  Pedersen  dicata,  1953. 

21  Albright  lo  califica  de  "rococó  cananeo",  a  imitación  del  estilo  ugarítico,  en 
la  primera  mitad  del  siglo  xn  (1.  c,  pág.  6). 

En  el  poema  de  Inanna,  "el  orden  ternario  ocurre  según  el  siguiente  esquema: 
una  repetición  precedida  o  seguida  de  un  tercer  verso  sintético.  Para  el  esquema  ter- 
nario da  lo  mismo  que  el  verso  sintético  preceda  o  siga;  para  el  efecto  estético,  no": 

Inanna  caminaba  hacia  el  infierno; 

al  lado  caminaba  su  heraldo  Ninsubur; 

la  pura  Inanna  dice  a  Ninsubur. 

Conoce  el  manjar  de  la  vida, 

conoce  el  agua  de  la  vida; 

él  me  devolverá  la  vida. 

Su  mensajero  Ninsubur: 

su  mensajero  de  benévolas  palabras, 

su  portador  de  sinceras  palabras. 

No  conocen  alimento,  no  conocen  bebida: 

no  comen  la  flor  de  harina, 

no  beben  agua  libada. 
También  en  el  poema  de  Gilgamés  y  Huwawa  encontramos  esquemas  ternarios 
con  repeticiones  verbales.  Cfr.  mi  artículo  "En  los  orígenes  de  la  literatura",  Razón 
y  Fe  150  (1954)»  págs.  59-76,  203-218. 


218 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


En  la  poesía  hebrea  el  esquema  ternario  con  frecuencia  va 
unido  a  repeticiones  verbales  (¿  herencia  de  la  poética  cananea  ?) : 

Alzan  los  ríos,  Señor, 

alzan  los  ríos  su  voz, 

alzan  los  ríos  su  fragor ; 

más  fuerte  que  la  voz  de  aguas  caudales, 

más  fuerte  que  las  olas  del  océano, 

más  fuerte  en  la  altura  es  el  Señor. 

En  este  caso  y  en  otros  semejantes  la  función  del  esquema  ter- 
nario es  expresiva ;  énfasis  emotivo,  vigor  oratorio ;  no  tanta  pre- 
ocupación de  belleza  formal. 

Su  carácter  enfático  se  puede  apreciar  en  este  otro  ejemplo : 

Is.  40,  9 :     Sube  a  un  alto  monte,        anuncia  a  Sión. 

Alza  fuerte  la  voz,  anuncia  a  Jerusalén, 

álzala,  no  temas,  di  a  las  ciudades  de  Judá: 

"aquí  está  vuestro  Dios". 

La  insistencia  sirve  para  dar  importancia  al  anuncio;  y  hay  que 
notar  la  repetición  de  dos  palabras  con  un  artificio  que  crea  una 
tensión  o  un  equilibrio  entre  el  esquema  ternario  y  la  repetición 
binaria. 

En  el  siguiente  ejemplo  ternario,  marcado  por  la  repetición, 
hay  algo  de  énfasis  y  algo  de  precisión  descriptiva :  Is.  40,  24 : 
"apenas  plantados,  apenas  sembrados,  apenas  echaron  raíces" ; 
y  otra  vez  nos  encontramos  el  compromiso  entre  el  esquema  ter- 
nario de  la  articulación,  y  la  simetría  binaria  del  ritmo  2  +  2  +  4. 

En  Is.  41,  8  tenemos  un  esquema  ternario  muy  claro:  "Tú 
eres  Israel,  mi  siervo;  Jacob,  a  quien  he  escogido;  linaje  de 
Abraham,  mi  amigo".  La  función  estilística  parece  ser  un  dete- 
nerse en  el  afecto  de  ternura,  que  todavía  se  dilata  en  otras  binas 
incansables. 

Una  observación  importante  :  como  el  esquema  ternario  es 
poco  frecuente,  su  presencia  suele  tener  una  razón  peculiar ;  difí- 
cilmente se  puede  atribuir  a  costumbre,  como  puede  suceder  con 
el  paralelismo. 

TENSIÓN  ENTRE  LA  ARTICULACIÓN  BINARIA 
Y  LA  TERNARIA 

En  dos  de  los  ejemplos  citados  hemos  sorprendido  un  compro- 
miso —  tensión  o  equilibrio  —  entre  la  articulación  ternaria  y  la 
binaria.  Hay  que  añadir  que  el  fenómeno  es  frecuente  en  Is.  40-42  : 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO  219 

40,  2:  "cumplióse  su  esclavitud  J  recibió  de  mano  de  Yavé  el  doble  por 
se  expiaron  sus  pecados  j      sus  maldades 

7:  se  seca  el  heno      \  cuan(j0  ei  viento  de  Yavé  sopla  sobre  él 
se  marchita  la  flor  ( 

8:  se  seca  el  heno      \  pero  la  palabra  de  Yavé  permanece  eterna- 
se  marchita  la  flor  j  mente 

41,  11:  se  avergüenzan  j  todos  {  te  si 

se  abochornan  ( 

los  que  contienden  contigo 


serán  como  nada 
perecerán 

los  buscarás  j  1q   hombres  que  pelean  contra  tj 

y  no  los  encontraras  ( 

26:  que  nadie  anuncia   l  d{    Qs      ,  ^  ^ 

que  nadie  proclama  ( 

42,  2:  no  clamará  j  nQ  alzafá  en  j      j       gu  yoz 
no  gritara  ( 

^ '  vocrfera  |  se  muestra  ^uerte  a  ^os  enemigos 
14 :  he  callado  largo  tiempo  j  cohibido° 
como  parturienta  gemía  j  jabeaba  E 


El  resultado  de  esta  combinación  de  esquema  binario  y  ternario 
se  podría  formular  g  C.  Es  decir,  en  lo  formal  se  impone  el  ritmo 
binario,  en  el  contenido  se  impone  la  división  ternaria. 

Se  puede  preguntar  acerca  del  origen  de  esta  fórmula  esti- 
lística :  a  priori  son  posibles  dos  soluciones  :  a)  precede  el  esquema 
binario,  uno  de  los  miembros  se  desdobla  en  otra  bina;  b)  pre- 
cede la  división  ternaria,  uno  de  los  miembros  se  prolonga  para 
cumplir  la  simetría  habitual. 

Teniendo  en  cuenta  la  tradición  hebrea  y  los  antecedentes  acá- 
dicos,  parece  ser  que  la  preocupación  formal  exige  la  simetría 
binaria,  y  esta  preocupación  difícilmente  se  puede  eludir;  en  un 
momento  de  exaltación  afectiva,  de  urgencia  oratoria,  es  espon- 
tánea la  tendencia  a  duplicar  los  verbos,  mientras  la  tradición 
formal  exige  sus  derechos  a  una  compensación. 

Por  el  material  analizado,  creo  que  en  la  mayoría  de  los  casos 
el  esquema  ternario  tiene  una  función  expresiva,  es  de  orden 
afectivo:  sea  para  exteriorizar  un  sentimiento  intenso,  sea  para 
impresionar  al  oyente;  es  decir,  lírica  apasionada  o  bien  oratoria 
serían  sus  géneros  propios. 


220 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


En  el  cap.  1,  que  es  un  modelo  de  la  oratoria  del  profeta,  el 
esquema  se  repite : 

2:  hijos  he  criado  j       u     ge  rebdaron  contra  mí 
y  engrandecido  /  J 

6:  ni  curadas    \    •        •  i 

ni  vendadas  1  m  suavlzadas  con  ungüento 

o.u„       jjc-'  u^-j     •-    \  como  choza  de  melonar 

8:  ha  quedado  Sion  como  cabana  de  vina  (  comQ  dudad  asolada 

9:  si  Yavé  no  nos  hubiera  dejado  un  resto  \  seríamos  como  Sodoma 

J  /   semejantes  a  Gomorra. 

Como  conclusión  podemos  afirmar :  la  articulación  binaria  está 
tan  arraigada  en  la  literatura  hebrea,  que  aun  en  casos  de  es- 
quema ternario  se  hace  sentir:  sea  dividiendo  en  nueva  bina  uno 
de  los  elementos,  sea  manteniendo  al  menos  la  simetría  binaria 
formal.  La  consecuencia  es  importante,  porque  tal  persistencia 
y  predominio  sí  es  característico  de  la  literatura  hebrea.  En  las 
literaturas  occidentales  el  fenómeno  abunda,  pero  no  predomina 
con  tal  exigencia;  y  sólo  en  algunas  épocas  o  escuelas  literarias 
impone  su  hegemonía  absoluta.22 


B)  LA  ENUMERACIÓN 

Hemos  visto  cómo  la  articulación  binaria  —  mitades,  extre- 
mos, doble  bina  —  es  apta  para  representar  una  totalidad.  En 
cambio,  para  representar  una  multitud,  resulta  adecuada  la  enu- 
meración de  algunos  miembros. 

Is.  41,  19:  "Yo  plantaré  en  el  desierto  cedros  y  acacias  y  mir- 
tos y  olivos;  pondré  en  la  soledad  cipreses,  olmos  y  alerces  jun- 
tos." La  multitud  de  los  árboles  está  descrita  por  la  enumeración 
de  varias  especies;  en  este  caso,  siete. 

Is.  3,  18:  "Aquel  día  quitará  Yavé  sus  adornos,  ajorcas  y  re- 
decillas y  lunetas,  collares  y  pendientes  y  brazaletes;  cofias  y  ca- 
denillas y  cinturones  y  pomos  de  olor  y  amuletos;  anillos  y  ari- 
llos ;  vestidos  y  túnicas  y  mantos  y  bolsillos  y  espejos  y  velos  y 
tiaras  y  mantillas."  Aquí  tenemos  el  mayor  alarde  de  enumera- 
ción, con  una  bonita  colección  de  "hapax  legomena",  con  afán 
de  mencionar  todos  los  ornamentos  existentes.  (En  la  agrupación 


22  Cfr.  Dámaso  Alonso:  Poesía  Española,  Madrid,  1950,  págs.  432,  502-509; 
id.:  La  simetría  bilateral  en  el  endecasílabo  de  Góngora,  RFE,  14  (1927). 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


221 


podemos  observar  las  rimas  de  las  formas  plurales :  -im  -im  -im, 
-ot  -ot  -ot ;  -im  -ot  -im  constr,  -im  -ot  cstr ;  -ot  -ot  -ot,  -im  -im 
-im;  -ot  -im.  En  total  21  miembros  (¿3X??).  En  la  enumera- 
ción se  abarca  la  totalidad,  subrayando  la  multitud. 

Is.  2,  12:  Llegará  el  día  de  Yavé 

sobre  todos  los  altivos  y  soberbios,  sobre  todos  los  orgullosos  y  altaneros; 
sobre  todos  los  cedros  del  Líbano,  sobre  todas  las  encinas  de  Basán ; 
sobre  todos  los  montes  excelsos,      sobre  todos  los  collados  elevados ; 
sobre  todas  las  torres  altas,  sobre  todos  los  muros  fuertes ; 

sobre  todas  las  naves  de  Tarsis,      sobre  todos  los  barcos  preciosos. 

Esta  enumeración  es  interesante :  sus  miembros  coinciden  en 
una  cualidad  común  de  grandeza,  riqueza  o  elevación,  pero  con- 
servan su  especie  heterogénea  " hombres,  árboles,  alturas,  forti- 
ficaciones, navios";  precisamente  esta  discrepancia  heterogénea 
hace  resaltar  el  potente  día  de  Yavé,  que  no  hace  distinción  e 
iguala  en  el  juicio. 

El  profeta  abarca  la  totalidad,  subrayando  la  multitud.  Otros 
ejemplos : 

3,  2-3:  Los  personajes  que  sustentan  la  sociedad:  once  elementos. 
10,  28:  El  progreso  de  la  invasión,  en  catorce  localidades. 
11,  2:  Seis  dones  del  espíritu,  en  tres  binas. 
6-8:  Los  animales  reconciliados,  en  cinco  binas. 
13,  21 :  La  morada  de  las  fieras,  en  tres  binas. 

15:  Geografía  del  llanto,  con  enumeración  de  muchas  localidades. 
19,  8-9 :  Oficios  típicos  de  Egipto,  enumeración  descriptiva. 

Las  enumeraciones  no  son  escasas  en  Isaías :  en  general  tienen 
función  oratoria,  a  veces  función  descriptiva.  En  cuanto  a  la  con- 
textura o  disposición  de  los  elementos,  volvemos  a  encontrar  la 
articulación  binaria  como  recurso  formal  ordenador.  La  serie  se 
reparte  en  binas.  En  la  serie  de  ornamentos  se  podría  descubrir 
el  esquema  binario  y  ternario,  pero  no  aplicados  rigurosamente 
(en  el  número  21  cabe  el  esquema  ternario).  Otra  vez  constatamos 
la  fuerza  y  preponderancia  de  la  articulación  binaria  en  hebreo, 
que  tiende  a  imponerse  en  casi  todos  los  casos. 

Así,  pues,  podemos  distinguir  dos  casos  peculiares  en  las  enu- 
meraciones :  unas  veces  los  elementos  van  agrupados  en  binas,  sin 
que  cada  bina  tenga  un  valor  peculiar ;  en  tal  caso,  el  esquema  se 
impone  por  motivos  formales.  Otras  veces  las  binas  son  de  con- 
trarios o  de  extremos  o  de  correlativos.  Un  ejemplo  muy  claro 
de  correlativos,  con  orden  creciente  o  climático : 


222  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


19,  3:  "lucharán  hermanos  contra  hermanos,  amigos  contra  amigos;  ciu- 
dad contra  ciudad;  reino  contra  reino". 

24,  2:  "y  será  el  pueblo  como  el  sacerdote 
el  siervo  como  el  dueño, 
la  sierva  como  la  señora, 
el  vendedor  como  el  comprador, 
el  que  presta  como  el  que  alquila, 
el  acreedor  como  el  deudor". 

En  este  último  ejemplo  la  totalidad  circular  va  girando  dividida 
por  diámetros  sucesivos.23 

En  resumen,  una  esfera  terráquea  nos  ofrece  la  tierra  como 
una  redonda  totalidad;  un  mapamundi  nos  la  presenta  articulada 
en  dos  valvas  simétricas ;  todos  los  meridianos  simultáneos  nos 
la  ofrecen  partida  en  gajos ;  los  meridianos  por  turno  nos  la  van 
dando  en  desplazamiento  de  mitades  sucesivas.  La  analogía  está 
clara:  término  colectivo  o  total,  articulación  binaria,  enumera- 
ción, enumeración  de  binas.24 


C)  ARTICULACIÓN  SINTÁCTICA  HEBREA 

"Quae  quidem,  si  potentia  est  apellanda  potius  quam,  propter  magna 
in  rempublicam  merita,  mediocris  in  bonis  causis  auctoritas,  aut  propter 
officiosos  labores  meos  nonnulla  apud  bonos  gratia ;  apelletur  ita  sane, 
dummodo  ea  nos  utamur  pro  salute  bonorum  contra  amentiam  perditorum" 
(Cicerón,  Pro  Mil.). 

"Oíd  cielos,  escucha  tierra,  que  habla  Yavé:  hijos  crié  y  engrandecí, 
y  ellos  se  rebelaron  contra  mí.  Conoce  el  buey  a  su  dueño,  y  el  asno  el 
pesebre  del  amo;  Israel  no  conoce,  mi  pueblo  no  reflexiona"  (Is.  1). 

Dos  fragmentos  de  dos  oradores  máximos.  Qué  enorme  dife- 
rencia en  los  recursos  sintácticos  25  Cicerón  contrapone  tres  po- 
sibles definiciones  de  su  prestigio: 

"mediocris  auctoritas  in  bonis  causis  propter  magna  in  remp.  merita, 
nonnulla  apud  bonos  gratia  propter  officiosos  labores  meos,  potentia". 

23  No  he  encontrado  en  hebreo  nada  que  se  parezca  a  lo  que  Spitzer  llama  "enu- 
meración caótica"  (cfr.  Lingüística  e  historia  literaria,  Madrid,  1955,  págs.  295-355). 

24  Un  caso  curioso  de  articulación  binaria,  combinada  con  enumeración,  es  la 
fórmula  "tres  cosas  hay...  y  una  cuarta".  Lo  extraño  es  que  aquí  se  trata  de  una 
serie  numerable,  que  después  se  ha  de  enumerar;  lo  curioso  es  que  para  presentarla 
como  totalidad  se  divide  en  el  número  penúltimo  más  el  final.  Para  nosotros,  4  puede 
ser  resultado  de  2  +  2,  3  +  1.  1  +  3,  o  simplemente  "cuatro"  sin  divisiones.  Para 
los  hebreos  parece  ser  que  el  número  cuatro  se  obtiene  por  adición  de  una  unidad  al 
número  tres. 

25  Cfr.  Benkner,  1.  c. 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


223 


La  tercera  es  breve,  sin  articular ;  las  otras  dos  están  muy  articu- 
ladas. Sust  +  adj  +  restricción  con  prep  "in"  +  sust  +  adj  cam- 
po de  la  restricción  +  determinación  causal  con  prep  "propter"  + 
+  sust  +  adj  +  término  del  sust  +  su  prep.  Total,  diez  palabras 
con  una  ligerísima  pausa  a  la  mitad.  La  segunda  frase  contiene 
ocho  elementos  :  sust  +  adj  +  prep  restrictiva  +  campo  de  la 
restricción  -f-  prep  causal  +  sust  +  adj  +  posesivo ;  también  hay 
una  levísima  pausa  a  la  mitad.  Estas  tres  definiciones  o  descrip- 
ciones de  su  prestigio  están  ligadas  con  partículas  articulatorias 
"A  potius  quam  B  aut  C".  Pero  las  tres  descripciones  no  son  más 
que  el  brazo  primero  en  la  balanza  del  período ;  al  que  siguen  el 
fiel,  o  frase  central,  y  el  otro  brazo,  u  oración  dependiente;  todo 
organizado  con  nuevas  partículas  articulatorias  "si...  sane,  dum- 
modo...".  La  última  oración  también  está  repartida  en  tres  seg- 
mentos proporcionados : 


ea  nos  utamur 


pro  salute  bonorum 

contra  amentiam  perditorum 


El  largo  período  tiene  una  marcada  pausa  después  de  "gratia", 
una  bastante  menor  después  de  "sane",  una  leve  en  el  "aut",  dos 
levísimas  después  de  "mediocris"  y  "mea". 

Para  pronunciar  el  período  de  Cicerón  (no  es  de  los  más  lar- 
gos), hace  falta  respirar  profundamente  y  administrar  el  aire  sa- 
biamente; porque  tal  período  desafía  el  ritmo  normal  de  la  res- 
piración (como  el  amplio  desarrollo  de  una  fuga  de  Bach,  que 
convierte  al  órgano  en  instrumento  de  aliento  heroico). 

Sobre  el  fondo  latino  caemos  en  la  cuenta  más  fácilmente  de 
las  peculiaridades  hebreas :  aquí  las  posibilidades  sintácticas  de 
articulación  son  mucho  menores,  de  donde  proceden  las  frases 
más  breves,  las  pausas  más  frecuentes  y  más  largas,  mayor  peso 
en  las  palabras.  Estos  factores  contribuyen  a  producir  un  ritmo 
homogéneo,  acorde  con  la  respiración,  y  un  aspecto  de  verso,  por 
la  sucesión  regular;  en  el  momento  en  que  se  suceden  sentencias 
de  pocas  palabras  con  pausas  marcadas,  es  natural  la  tendencia  a 
irlas  agrupando  en  unidades  superiores  para  obtener  una  ordena- 
ción temporal;  la  primera  e  inmediata  agrupación  que  se  ofrece 
es  la  binaria,  el  ritmo  de  la  respiración. 

Es  decir,  el  mero  hecho  de  la  división  sintáctica  pobre  favo- 
rece la  sucesión  de  frases  semejantes,  y  como  consecuencia,  la 
articulación  binaria.  Es  decir,  la  articulación  sintáctica  del  hebreo 
favorece  el  paralelismo  formal. 


224 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Norden  ha  notado  cómo  en  los  comienzos  de  la  prosa  griega, 
la  brevedad  de  la  frase  favorece  la  impresión  de  versos  y  ritmo 
binario.26  Podemos  comprobarlo  también  con  un  autor  tardío, 
que  vuelve  a  la  frase  breve  por  motivos  estéticos  (Tácito,  Annales, 
capítulo  16) : 

"Eo  principio  lascivire  milites,  discordare,  pessimi  cuiusque  sermonibus 
praebere  aures,  denique  luxum  et  otium  cupere,  disciplinan!  et  laborem 
aspernari...  Adstrepebat  vulgus,  diversis  incitamentis,  hi  verberum  notas, 
illi  canitiem,  plurimi  detrita  tegmina  et  nudum  corpus  exprobrantes. " 

Fácilmente  nos  imaginamos  una  sucesión  de  versos,  con  frecuen- 
tes divisiones  y  uniones  binarias.  Mayor  sería  la  impresión  si 
Tácito  no  buscase  a  conciencia  la  disimetría.  Incluso  en  un  dis- 
curso referido  en  estilo  indirecto,  se  abre  camino  esta  impresión : 

"Nec  aliud  levamentum,  quam  si  certis  sub  legibus  militia  iniretur :  ut 
singulos  denarios  mererent,  sextus  decimus  stipendii  annus  finem  adferret ; 
ne  ultra  sub  vexillis  tenerentur,  sed  isdem  in  castris  premium  pecunia  sol- 
veretur. " 

Otro  tanto  sucede  con  el  género  gnómico,  que  por  su  conci- 
sión tiende  a  desembocar  en  grupos  binarios. 

Otra  cosa  tenemos  que  observar  en  la  comparación  latín- 
hebreo  :  en  el  período  de  Cicerón  existe  una  subordinación  de  pri- 
mero y  segundo  grado : 


Esta  gradación  de  niveles  confiere  al  período  un  aspecto  de  sabia 
construcción;  un  desarrollo  que  mantiene  la  atención  en  proceso 
cerrado  (o  un  alarde  circense  que  suscita  la  estupefacción  del 
oyente).  Superioridad  intelectual  y  malabarismo  verbal  son  los 
dos  extremos  de  este  recurso  literario.  En  la  forma  latina  encon- 
tramos proporción  de  las  partes,  pero  no  es  fácil  contar  con  una 
división  homogénea  y  constante. 

En  hebreo  falta  tal  posibilidad,  o  no  está  desarrollada;  en  su 
lugar  se  emplea  la  coordinación  sucesiva,  condición  excelente  para 
la  agrupación  binaria.  Es  decir,  la  falta  de  gradación  sintáctica  en 
hebreo  favorece  el  paralelismo  formal. 

26    Norden,  o.  c,  págs.  135,  295,  566. 


QUAE  QUIDEM 


Si ...  apellanda  est  í 
potius  quam  < 
propter  ...  auctoritas  aut  propter  ...  gratia 


apelletur  ita 
dummodo 


pro  . . .  contra 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


225 


Hay  finalmente  otro  aspecto,  reductible  a  los  anteriores :  en 
hebreo  no  existen  apenas  los  adverbios,  que  matizan  el  verbo; 
y  son  escasísimos  los  adjetivos,  que  caracterizan  al  sustantivo. 
Nosotros  podríamos  decir  "los  bieldarás,  y  un  viento  impetuoso, 
irresistible  los  arrebatará";  los  adjetivos  "impetuoso,  irresistible" 
no  son  hebreos.  El  efecto  equivalente  o  análogo  lo  obtiene  el  es- 
critor hebreo  desmembrando  el  todo  en  sentencias  paralelas : 


"los  bieldarás 


el  viento  los  llevará 

el  huracán  los  dispersará". 


Nosotros  podríamos  decir:  "Para  que  os  convenzáis  de  que  la 
mano  de  Yavé  es  quien  realiza  soberanamente  tales  empresas" ; 
un  hebreo  diría: 

"para  que  veáis  )        j  la  mano  de  Yavé  hace  esto 

y  sepáis  \  que  )  y  el  Santo  de  Israel  lo  crea". 

A  nosotros  nos  suena  bien  "Cumpliré  eficazmente  esta  promesa" ; 
un  hebreo  divide:  "Estas  palabras  cumpliré,  y  no  faltaré." 

Es  decir,  que  la  falta  de  adverbios  y  la  escasez  de  adjetivos 
favorece  en  hebreo  la  articulación  binaria  del  paralelismo. 

Digo  "favorece",  porque  sería  demasiado  explicar  adecuada- 
mente el  origen  del  paralelismo  hebreo  por  motivos  sintácticos. 
Otro  investigador  podría  volver  semejante  argumentación  y  decir 
que  el  hábito  del  paralelismo  hebreo  impide  el  desarrollo  y  dife- 
renciación de  formas  sintácticas.  Ambas  afirmaciones  pueden  ser 
verdaderas,  tratándose  de  un  fenómeno  de  lenguaje;  porque  el 
lenguaje  evoluciona  constantemente  en  direcciones  opuestas,  y  sus 
elementos  se  influyen  recíprocamente. 

De  la  abundancia  de  sentencias  breves  no  se  sigue  necesaria- 
mente la  agrupación  en  binas,  aunque  sea  la  más  simple;  sería 
posible  la  agrupación  en  ternas  o  cuaternas.  Por  eso  mismo,  la 
abundancia  extraordinaria  de  binas,  su  hegemonía  indiscutida  nos 
indican  que  tocamos  un  fenómeno  radical :  la  literatura  hebrea 
apenas  ha  salido  de  la  articulación  binaria,  apenas  ha  desarrolla- 
do otras  posibilidades.  La  articulación  binaria  se  ha  convertido 
en  una  costumbre  literaria  indiscutida  y  en  un  hábito  mental  de 
pensamiento. 


5.  EJEMPLOS  DE  ISAÍAS 


Si  lo  normal  en  la  poesía  hebrea  es  la  articulación  binaria  del 
paralelismo,  su  presencia  puede  reducirse  muchas  veces  a  tradi- 


226 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


ción,  escuela,  rutina.  Su  valor  expresivo  habrá  que  comprobarlo 
en  cada  caso.  En  cambio,  cuando  desaparezca  el  paralelismo,  po- 
demos sospechar  un  peculiar  valor  expresivo  o  formal:  vigor, 
claridad,  relieve,  variedad.  Y  cuando  al  esquema  binario  supla 
el  ternario,  podemos  legítimamente  preguntarnos :  ¿  tiene  alguna 
función  peculiar  ?  27 

Vamos  a  tomar  la  visión  de  Isaías,  6,  1-11.  Después  de  la  de- 
terminación cronológica,  comienza  la  visión  en  ritmo  ternario 
(comienzo  frecuente) :  se  puede  leer  2  +  2  +  2  +  3,  o  bien  3  + 
+  3  +  3,  según  la  pausa.  Después  vienen  los  serafines  con  seis 
alas  cada  uno,  en  tres  pares;  gritan  tres  veces  "santo";  Isaías 
se  asusta,  y  lo  explica  en  tres  razones:  "ki...  ki...  ki...".  El  se- 
rafín cumple  tres  acciones :  vuela,  toma,  aplica.  Y  explica  el  sen- 
tido de  su  acción  en  tres  verbos :  tocó,  apartó,  expió.  Yavé  ex- 
plica la  incredulidad  del  pueblo  con  tres  datos:  las  ciudades,  las 
casas,  el  campo  (Popper  tacha  el  tercer  elemento,  "campo"). 

Esta  abundancia  inusitada  de  esquemas  ternarios  nos  invita 
a  indagar  su  sentido  estilístico.  El  punto  de  partida  de  este  frag- 
mento es  la  visión  impresionante  de  Yavé  y  las  voces  de  los  sera- 
fines ;  esa  impresión  se  convierte  en  núcleo  artístico,  y  moviliza 
las  fuerzas  del  lenguaje ;  lleno  el  profeta  del  triple  resonar  de  los 
serafines,  se  queda  polarizado  hacia  el  esquema  ternario,  que 
lucha  y  aún  se  impone  al  inveterado  esquema  binario. 

De  esta  manera,  este  detalle  cobra  relevancia  estilística  y  con- 
verge hacia  ese  centro  apuntado  por  otros  aspectos  externos  e 
internos  del  fragmento.  La  versión  de  la  gran  visión  está  intensa- 
mente estilizada. 

En  el  cap.  9  hay  un  canto  de  liberación;  el  esquema  binario 
procede  con  alguna  regularidad,  hasta  el  verso  3,  en  el  que  en- 
contramos una  terna: 

El  yugo  de  su  carga  í 

el  cetro  de  su  hombro  <  quebrantaste  como  el  día  de  Madián. 
la  vara  del  exactor  ( 

27  Dámaso  Alonso,  en  el  capítulo  sobre  Calderón,  estudia  algunos  casos  de  es- 
tructura y  correlación  trimembre.  En  varias  ocasiones  los  mismos  títulos  de  los  dra- 
mas anuncian  la  trimembración:  "Los  tres  mayores  prodigios.  Amigo,  amante  y  leal. 
La  fiera,  el  rayo  y  la  piedra."  De  ellos  dice:  "En  estos  casos  se  puede  esperar  que 
surja,  llevada  con  más  o  menos  exactitud,  con  más  o  menos  prolongación,  una  corre- 
lación trimembre"  (o.  c,  pág.  137). 

De  "Amigo,  amante  y  leal"  dice:  "He  aquí  un  claro  ejemplo  de  obra  pensada 
toda  de  modo  correlativo  trimembre.  La  correlación  calderoniana  es  profundamente 
estructural"  (pág.  164). 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


227 


En  forma  paralela  hubiera  sido  "el  yugo...  rompiste,  la  vara... 
quebrantaste"  ;28  los  sustantivos  y  los  verbos  no  tendrían  énfasis 
especial.  Pero  de  hecho  nos  encontramos  con  una  disimetría  ex- 
plícita; indagando  su  función  estilística,  descubrimos  que  carga 
un  énfasis  sobre  la  opresión  pasada,  repitiéndola  en  tres  miem- 
bros, y  nuevo  énfasis  en  el  verbo  único,  de  sonoridad  fuerte : 
"hahittota",  válido  él  solo  para  deshacer  la  triple  acumulación. 
Y  esta  observación  de  detalle  converge  con  toda  la  actitud  que 
preside  el  citado  canto  de  liberación. 

Un  caso  semejante  las  tres  comparaciones  de  1,  8. 

Otro  caso  notable  es  el  cap.  24,  la  llamada  " apocalipsis",  que 
tiene  siete  momentos  de  esquema  ternario:  4,  5,  7,  8  (11,  14  du- 
dosos), 17,  19,  21  (23  dudoso).  En  este  capítulo,  sin  duda,  se 
busca  un  énfasis  descriptivo,  y  la  fórmula  ternaria,  unida  a  los 
abundantes  efectos  sonoros,  recurre  en  los  versos  de  máxima 
exaltación. 

Voy  a  analizar  un  breve  y  excelente  poema  en  el  aspecto  de 
su  articulación: 

Alzará  pendón  a  un  pueblo  remoto, 
silbará  hacia  el  confín  de  la  tierra. 
¡  Mirad  cómo  viene  veloz  y  ligero ! 

No  hay  cansado,  no  hay  vacilante; 
no  se  acuesta,  no  se  duerme; 
no  desciñe  el  cinturón  de  los  lomos, 
no  desata  la  correa  de  la  sandalia. 

Están  sus  saetas  aguzadas, 

todos  los  arcos  tensos ; 

las  pezuñas  de  sus  caballos  como  pedernal, 

los  'radios'  de  las  ruedas  como  torbellino. 

Ruge  contra  él  como  león, 

ruge  igual  que  los  cachorros; 

brama  y  agarra  la  presa, 

la  retiene  y  no  hay  quien  se  la  arranque. 

28  Popper  ha  igualado  el  paralelismo  (y  destruido  el  valor  expresivo  de  los 
versos) : 

For  the  yoke  of  their  necks 

And  the  load  of  their  backs  — 

The  smiter's  staff 

And  the  oppressor's  rod 

Thou  hast  broken  as  on  Midians  day, 

Thou  hast  shattered  as  on  Egypt's  road 
(The  Prophetic  Poetry  of  Isaiah,  Chapters  1-37;  Translated  in  Parallelism  from  a 
revised  Hebrew  Text,  Berkeley,  Cal.,  1931). 


228  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

La  primera  estrofa  es  de  esquema  ternario  :  una  bina  —  visual, 
auditivo  —  presenta  la  llamada ;  el  tercer  verso  dice  la  respuesta ; 
la  disimetría  formal  da  gran  relieve  a  la  rapidez  y  eficacia  de  la 
respuesta. 

La  segunda  estrofa  describe  el  avance  infatigable  en  dos  bi- 
nas ;  los  dos  primeros  elementos  subdivididos ;  la  subdivisión  se 
convierte  en  enumeración  estilizada,  con  el  énfasis  de  la  anáfora 
negativa  "no". 

La  tercera  estrofa  presenta  el  armamento  bélico  en  otras  dos 
binas :  arcos  y  flechas,  caballos  y  carros ;  elementos  correlativos, 
de  especial  vigor  por  los  predicados  y  las  comparaciones. 

La  última  estrofa  conserva  el  esquema  formal :  una  repetición 
del  rugido ;  después  el  esquema  interno  se  divide  en  cuatro  datos 
sucesivos,  climáticos,  con  final  definitivo. 

He  aquí  lo  que  es  la  articulación  binaria  manejada  con  libertad. 

En  el  poema  con  estribillo,  del  capítulo  9,  las  dos  partes  del 
paralelismo  se  van  ligando  cada  vez  con  más  fuerza  en  un  efecto 
común :  "Con  todo  esto  no  se  aplaca  su  ira,  sigue  su  mano  exten- 
dida" ;  es  el  afecto  y  su  manifestación,  la  ira  que  actúa. 

En  8,  14  el  paralelismo  es  muy  importante :  es  un  climax  velo- 
císimo en  dos  miembros,  el  primero  enérgico,  el  segundo  violento, 
"piedra  de  tropiezo,  peña  de  precipicio". 

Los  capítulos  34  y  35  abundan  en  esquemas  cuaternarios,  sea 
en  forma  de  doble  bina,  sea  en  forma  enumerativa  de  cuatro  ele- 
mentos (lo  cual  les  emparenta  con  Is.  40  ss.). 

El  cap.  40  delata  una  flexibilidad  y  variedad  formal  muy  le- 
janas del  reposo  monótono  de  un  paralelismo  inexorable;  aquí 
está  bien  empleada  la  frase  "grata  varietas". 

6.  CONCLUSIONES 

El  mero  hecho  del  paralelismo,  registrado  en  un  poema  o  au- 
tor, es  demasiado  poco,  porque  es  demasiado  ordinario  y  general. 
Aún  sin  llegar  a  lo  peculiar  del  poema  individual,  en  el  terreno 
de  lo  común  y  compartido  con  otros  individuos,  es  necesario  ir 
distinguiendo  para  explicar. 

La  división  clásica,  sinonímico -antitético,  es  importante,  y 
puede  revelarnos  bastantes  cosas  sobre  la  concepción  del  poema, 
sobre  la  psicología  del  autor,  siempre  que  llegue  a  constituir  una 
"constante  estilística" ;  cuando  se  trata  de  un  hecho  aislado,  la 


ESTILÍSTICA  DEL  PARALELISMO 


229 


distinción  es  obvia  y  aceptada,  y  la  quiero  desarrollar  en  dos  ca- 
pítulos especiales. 

Podemos  analizar  si  el  paralelismo  ha  sido  construido  con  una 
bina  tópica  o  con  una  bina  original :  " montañas  y  collados,  comer 
y  beber,  Líbano  y  Basán"  son  demasiado  sabidas  para  caracteri- 
zar un  autor,  un  poema,  para  transmitir  un  sentido  trascenden- 
tal; mientras  que  la  bina  "pescadores  y  echadores  de  anzuelo" 
(Is.  19,  8)  muestra  un  gusto  descriptivo  de  observación  concreta ; 
la  bina  "Mar  Rojo,  Jordán"  (Ps.  114)  realiza  una  síntesis  teo- 
lógica de  la  historia;  y  la  bina  "piedra  y  roca"  aplicada  a  Dios 
en  Is.  8,  14  es  de  enorme  alcance  teológico.  El  predominio  de  bi- 
nas paralelas  originales  es  un  signo  estilístico  patente. 

Las  binas  polares  forman  grupo  aparte  por  lo  que  tienen  de 
visión  total  y  concreta :  el  predominio  de  binas  polares  en  el  sal- 
mo 139  ("sedeo  surgo,  a  tergo  a  fronte...")  es  muy  significativo, 
sobre  todo  contrastado  con  la  sinonimia  de  los  verbos  aplicados 
a  Dios  (el  hombre  distiende  su  integridad  en  una  serie  de  extre- 
mos contingentes,  mientras  que  Dios  lo  abarca  todo  con  su  tota- 
lidad constante).  Dentro  de  las  fórmulas  polares  hay  que  distin- 
guir las  que  dividen  la  totalidad  en  dos  mitades  y  las  que  la  abar- 
can por  los  extremos:  la  primera  parece  más  inmanente  y  está- 
tica, la  segunda  más  trascendente  y  dinámica. 

Puede  ser  provechoso  comprobar  si  el  paralelismo  está  solo 
o  pertenece  a  una  serie  \  como  lo  normal  es  encontrar  paralelis- 
mos en  serie,  los  casos  que  se  aparten  del  movimiento  alterno 
normal  tendrán  particular  interés;  p.  e.,  Ps.  44,  4,  la  invocación 
a  Yavé  interrumpe  la  serie  binaria  regular  con  esta  división  apa- 
sionada :  "sino  tu  mano  y  tu  brazo  y  la  luz  de  tu  rostro,  porque 
los  amabas". 

La  distinción  de  Begrich-Horst  también  es  interesante :  la  co- 
rrespondencia de  los  miembros  por  piezas  puede  revelar  un  estilo 
de  componer  más  analítico,  artesano,  intelectual,  la  correspon- 
dencia en  bloque,  un  estilo  más  sintético,  más  creador,  más  apa- 
sionado. 

Supuesta  la  normalidad  del  paralelismo  binario,  adquieren 
particular  interés  los  ternarios  y  cuaternarios.  Estos  últimos  son 
una  constante  estilística  de  Is.  40  ss.  (y  35) ;  los  ternarios  pueden 
provenir  de  imitación  extranjera,  de  uso  litúrgico  (Ps.  118),  pue- 
den remansar  un  movimiento  alterno,  etc. 

El  paralelismo  puede  servir  para  amplificar  y  para  concentrar, 
puede  ampliar  la  imagen  o  explicarla  (Ps.  18 :  Querubín  =  viento, 

16.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


230 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


trueno  =  voz,  saetas  =  rayos...),  puede  pacificar  dos  seres  o  po- 
nerlos en  tensión... 

Toda  esta  serie  de  distinciones  constituye  un  "organon"  o  re- 
pertorio para  el  análisis,  que  iré  empleando  cuando  llegue  el  mo- 
mento oportuno.  Es  claro  que  se  podrían  emplear  estas  distin- 
ciones para  un  estudio  sistemático  del  paralelismo  en  diversos 
autores  y  obras;  para  una  serie  de  breves  monografías  con  ele- 
mentos precisos,  controlables,  que  caractericen  estilos.  Newman, 
contento  con  catalogar  y  clasificar  todos  los  paralelismos  de  Amos, 
según  las  distinciones  de  Gray,  no  ha  sabido  decirnos  cosa  de 
provecho  sobre  el  paralelismo  de  Amos ;  quiero  decir,  de  prove- 
cho estético.29 

29  El  mérito  de  Newman  estaba  en  su  panorama  de  múltiples  literaturas.  El 
estudio  específico  sobre  Amos  lo  resume  en  tres  páginas  de  conclusiones;  tan  pobres, 
que  no  parecen  justificar  el  estudio  o  el  método.  Al  final  encontramos  una  frase  inte- 
resante: "It  is  imperative  that  we  should  examine  prophetical  literature  on  the  basis  of 
the  hypothesis  that  behind  every  divergence  from  regularity  of  style  a  rhetorical  law 
has  operated;  thus  it  will  be  possible  to  combine  and  classify  the  data...  one  of  the 
secrets  of  the  strength  of  Hebrew  prophecy  may  be  in  the  fact  that  not  all  phenomena 
can  be  pigeonholed." 

Aquí  apunta  algo  que  valdría  la  pena:  el  estudio  individual  de  los  casos,  la  busca 
de  una  regla;  pero  aun  en  esto  se  queda  estrechamente  limitado:  una  regla  retórica, 
combinar  y  clasificar  datos.  Esto  tiene  muy  poco  que  ver  con  el  análisis  verdadera- 
mente literario;  es  un  ejercicio  mecánico  de  fichero  que  nada  revela  sobre  el  para- 
lelismo en  general  o  sobre  sus  manifestaciones  concretas  y  vivas  en  un  autor. 


Capítulo  6 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 

Bibliografía:  Obras  generales,  Estudios  bíblicos.  —  Sinonimia  y  tempora- 
lidad. —  La  razón  formal.  —  La  razón  intelectual.  —  Tres  ejemplos  de  pro- 
fetas: Ez.  23,  32;  Jr.  20,  7-9.14-18;  Is.  1.  — Escala  de  repetición.  —  Co- 
mentario a  la  escala.  —  Sinonimia  y  concisión:  Is.  9,  17;  29,  1;  9,  4. — 
Sinonimia  y  movimiento:  Is.  11,  1-10;  Ps.  114;  115;  Is.  30;  Joel  2. — 

Conclusión. 


INTRODUCCIÓN 

El  hecho  estilístico  de  la  sinonimia  lo  suelen  catalogar  los  in- 
vestigadores bíblicos  como  un  puro  apéndice  del  paralelismo ;  fun- 
ción adjetiva,  sin  especial  importancia. 

Sin  embargo,  la  sinonimia  es  un  fenómeno  peculiar  que  puede 
existir  dentro  y  fuera  del  paralelismo,  en  grados  muy  diversos, 
con  funciones  estilísticas  variadas.  Por  eso  me  parece  conveniente 
tratarlo  aparte,  aunque  con  menor  extensión. 

Por  otra  parte,  la  sinonimia  entra  de  lleno  en  la  teoría  general 
de  la  articulación,  de  la  cual  viene  a  ser  una  especie  particular. 
Por  eso,  este  capítulo  sobre  la  sinonimia  supone  el  anterior  y  le 
completa;  algunas  interferencias  y  repeticiones  resultan  inevita- 
bles ;  y  la  bibliografía  es  en  gran  parte  común. 

BIBLIOGRAFÍA 

OBRAS  GENERALES 

Dámaso  Alonso  y  Carlos  Bousoño:  Seis  calas  en  la  expresión  literaria 
española.  Madrid,  1956. 

Otra  vez  es  este  libro  el  tratado  fundamental.  Especialmente  el  Capí- 
tulo I,  titulado  "sintagmas  no  progresivos  y  pluralidades".  Entiende  por 
sintagmas  no  progresivos  aquellas  palabras  o  grupos  de  palabras  que  tienen 


232 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


la  misma  función  sintáctica;  al  sumarse  las  palabras,  el  proceso  sintáctico 
no  progresa,  sino  se  bifurca  o  plurifurca.  Los  sintagmas  no  progresivos, 
aunque  no  añadan  elementos  sintácticos,  pueden  añadir  algo  de  sentido; 
cuando  no  añaden  prácticamente  nada  de  sentido,  se  habla  de  sinonimia, 
y  su  razón  puede  ser  rítmica. 

Dámaso  llama  "geminación"  a  la  bimembración  aproximadamente  tau- 
tológica. La  encuentra  en  la  prosa  renacentista  como  signo  de  "compostura, 
gravedad...  evoca  una  falta  de  prisa,  una  necesidad  de  hacer  con  majestad, 
con  nobleza"  (pág.  33). 

"Pero  el  movimiento  binario  de  que  nosotros  tratamos,  el  movimiento 
al  que  pertenecen  los  ejemplos  de  que  hemos  partido,  lo  que  quieren  co- 
municar a  la  expresión  es  decoro,  armonía,  gravedad,  reposo;  en  una 
palabra  (y  palabra  muy  española) :  sosiego.  Es  un  movimiento  contra- 
balanceado con  el  que  la  frase  equilibradamente  se  expande ;  es  una  dualidad 
general  en  la  expresión  renacentista  (en  prosa  o  verso),  también  con  ante- 
cedentes en  la  prosa  medieval."  (Y  con  antecedentes  hebreos,  según  ve- 
remos.) 

En  la  prosa  barroca  del  xvn  observa  y  analiza  Dámaso  diversos  gra- 
dos de  plurimembración,  para  ordenar  las  acumulaciones,  para  "amplificar" 
caudalosamente  el  período. 

Dámaso  Alonso:  Poesía  española.  Madrid,  1952. 

En  varios  pasajes  de  este  libro  vuelve  a  estudiar  el  fenómeno  de  la  bi- 
membración, también  en  su  aspecto  sinonímico.  P.  e.,  pág.  85,  como  ten- 
dencia renacentista;  445,  en  Lope;  454,  construcción  binaria  en  el  endeca- 
sílabo, rasgo  gongorino;  330-332,  con  función  descriptiva,  etc. 

Helmuth  Hatzfeld  :  Bibliografía  crítica  de  la  nueva  estilística.  Madrid, 
1956. 

En  este  repertorio  bibliográfico  comentado  se  citan  algunos  trabajos 
dedicados  o  relacionados  con  la  cuestión:  n.°  881-884,  1033;  como  se  ve, 
es  poco  lo  que  por  ahora  ha  interesado  el  fenómeno  a  los  investigadores. 

ESTUDIOS  BÍBLICOS 

Israel  Eitan:  La  répétition  de  la  racine  en  Hébreu.  JPOS  1  (1921),  171  ss. 

En  la  clasificación  de  este  hecho  estilístico  entran  también  casos  de 
sinonimia.  Clasifica  según  categorías  gramaticales.  Atribuye  al  procedi- 
miento "fagon  plus  vive  et  intense,  surtout  plus  concrete  et  intuitive". 

L.  Kóhler:  Deuterojesaias  stilkritisch  untersucht.  BZAW  37  (1923). 

Kóhler  encuentra  en  estos  capítulos  un  marcado  estilo  retórico,  una  de 
cuyas  principales  manifestaciones  es  la  repetición  y  sinonimia.  Por  eso,  su 
estudio  tiene  particular  valor  en  este  capítulo.  Las  siguientes  frases  son 
importantes : 

"Die  Fülle  muss  das  Treffende  ersetzen...  die  Wiederholung  in  neuer 
Variation  muss  den  Mangel  an  Wucht  decken"  (pág.  80);  "Bedürfnis  nach 
Volumen...";  "er  muss  formal  mehr  sagen,  ais  er  sachlich  zu  sagen  hat" 
(página  97);  "reicher  ais  stárker"  (pág.  128). 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


233 


C.  Brockelmann:  Semitische  Reitnwortbildung.  ZS  5  (1927),  6-38. 

Estudia  la  formación  de  nuevas  palabras  por  influjo  de  la  rima;  su  tra- 
bajo es  más  lingüístico  que  estilístico,  pero  constata  formaciones  sinoní- 
micas, y  les  asigna  una  razón  que  puede  ser  estética. 

A.  Merzbach:  Ueber  die  sprachliche  Wiederholung  im  Biblisch-Aramai- 
schen.  Frankfurt,  1928. 

J.  W.  Slotky:  En  los  numerosos  artículos  de  Slotky  (véase  bibliografía 
sobre  el  ritmo),  se  supone  e  intenta  probar  la  repetición  antifonal  de 
palabras  y  fragmentos  de  sentencias.  (Sería  un  ejemplo  clarísimo  de 
sintagmas  no  progresivos,  por  razones  litúrgicas,  corales.) 

Maryin  Pope:  Isaiah  34  in  relation  to  Isaiah  35.  JBL  71  (1952),  235-242. 
En  la  página  241  nos  habla  de  las  binas  ugaríticas,  sin  clasificarlas. 

J.  Muilenburg:  A  Study  in  Hebrew  Rhetoric:  Repetition  and  Style. 
VTSup  1  (1952),  97-111. 

Es  el  estudio  más  explícito  sobre  la  cuestión.  Comienza  señalando  al- 
gunos aspectos  generales :  la  frecuencia  del  recurso ;  cómo  combina  repe- 
tición y  avance,  por  lo  que  añade  la  segunda  parte  de  la  sinonimia;  la  sín- 
tesis de  forma  fija  y  libertad. 

Entre  las  funciones  de  la  repetición  señala :  centrar  el  pensamiento,  li- 
brarle de  la  dispersión,  darle  continuidad.  Tiene  otras  funciones  compo- 
sitorias.  Y  nos  sirve  de  acceso  a  la  mentalidad  bíblica. 

Se  refiere  después  a  la  repetición  en  sentido  más  estricto;  su  pre- 
sencia en  el  género  narrativo,  en  el  culto,  en  la  enseñanza. 

En  los  ejemplos  que  aduce  se  ciñe  en  gran  parte  a  la  repetición  de  pa- 
labras seguidas,  o  como  palabras-clave.  Es  decir,  entra  de  lleno  en  el  terre- 
no de  composición  y  estructura.  Lo  cual  pertenece  a  otro  capítulo  de  mi 
investigación. 

B.  Hartmann  :  Die  nominalen  Aufreihungen  im  Alten  Testament.  Zürich, 
1953. 

El  autor  nos  da  en  59  páginas  una  lista  de  las  binas,  ternas,  etc.,  ver- 
bales, indicando  todos  los  pasajes  en  que  ocurren.  La  clasificación  tiende 
a  criterios  morfológicos  o  sintácticos ;  no  al  contenido  o  a  la  función  es- 
tilística. Material  completo,  reunido  y  ordenado ;  apto  para  ulteriores  aná- 
lisis de  tipo  estilístico.  (No  conozco  el  resto  de  la  tesis :  el  autor  sólo  da 
un  índice.) 

SINONIMIA  Y  TEMPORALIDAD 

Kemmer,  en  su  amplio  estudio  ya  citado,  atribuye  la  "expre- 
sión polar"  principalmente  al  estilo  de  pensamiento  concreto 
("Konkrete  Denkweise") ;  y  analizando  más  el  problema,  señala 
estos  dos  datos  importantes :  el  funcionamiento  horizontal,  suce- 
sivo de  la  fantasía;  la  tendencia  a  detenerse,  a  persistir.1 

i  Die  Polare  Ausdrucksweise  in  der  griechischen  Literatur,  Würzburg,  1903, 
página  69. 


234  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 

Sin  sacar  mucho  partido  a  sus  indicaciones,  Kemmer  ha  apun- 
tado en  una  dirección  profunda  y  fecunda.  En  efecto,  nuestra 
temporalidad  está  en  la  raíz  del  fenómeno.  Lo  que  no  se  puede 
es  reducir  o  extender  la  temporalidad  a  sólo  la  fantasía.  Nuestros 
conocimientos  intuitivos  son  instantáneos ;  pero  después  de  una 
intuición,  el  entendimiento  se  complace  en  prolongar  la  contem- 
plación. El  conocimiento  discursivo,  racional  se  desarrolla  tempo- 
ralmente. La  imaginación  reproduce  y  contempla  sucesivamente 
sus  objetos.  La  emoción  tiende  a  prolongarse,  a  gustarse  a  sí  mis- 
ma, aun  cuando  se  trate  de  emociones  tristes ;  la  tendencia  a  per- 
severar es  quizá  mayor  en  este  tipo  de  emociones. 

Esta  nuestra  radical  temporalidad  se  manifiesta  o  exterioriza 
en  el  lenguaje,  que  es  también  radicalmente  temporal.  La  articu- 
lación sintáctica  de  sentencias  sucesivas  representa  el  pensamiento 
discursivo ;  una  serie  de  detalles  sucesivos,  con  la  misma  o  diversa 
función  gramatical,  reconstruyen  los  objetos  de  la  imaginación; 
la  emoción  se  va  decantando  en  una  serie  de  frases  semejantes. 
Cuando  el  poeta  ha  sintetizado  una  intuición  en  breve  frase,  el 
lector  interrumpe  la  lectura,  para  gozar  de  la  resonancia ;  y  cuan- 
do el  escritor  ha  encerrado  en  una  sentencia  densa  un  gran  pen- 
samiento, el  lector  se  detiene  para  penetrarla  o  dejarse  penetrar. 

De  los  casos  aducidos  sacamos  una  primera  conclusión :  ni  el 
raciocinio  ni  su  formulación  verbal  externa  tienden  a  la  pura  re- 
petición; únicamente  el  tercio  de  comparación  puede  estar  explí- 
citamente repetido;  la  temporalidad  tiende  espontáneamente  a 
progresar;  la  palabra  castellana  "discurrir"  subraya  ese  avance 
temporal,  semejante  a  un  "correr".  La  descripción  selecciona  va- 
rios datos  de  su  objeto,  pero  no  tiende  a  repetir,  salvo  en  casos 
excepcionales,  como  cuando  el  objeto  tiene  carácter  de  repetición; 
la  fantasía  es  temporal,  pero  avanzando ;  si  se  detiene  ante  un 
objeto,  es  para  añadir  nuevos  detalles  que  la  impresionan. 

Pero  la  emoción  realiza  su  temporalidad  perseverando,  pro- 
longándose, en  una  especie  de  inercia  complacida ;  la  prolongación 
puede  ser  ascendente,  climática,  o  descendente,  apagándose;  por 
largo  tiempo  no  podrá  permanecer  en  un  mismo  grado ;  podrá 
desarrollarse  en  proceso  circular,  volviendo  al  punto  de  partida 
en  giros  periódicos.  Al  exteriorizarse  en  palabras,  la  repetición 
en  formas  múltiples,  será  una  necesidad. 

La  repetición,  en  la  mayoría  de  sus  formas,  es  de  linaje  emo- 
tivo; por  eso  la  encontramos  en  dos  géneros  poéticos  fundamen- 
tales :  en  la  lírica,  en  la  patética ;  la  lírica  que  pretende  expresarse, 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


235 


la  patética  que  pretende  impresionar.  El  patetismo  impresionante 
tendrá  su  puesto  en  el  drama  y  en  la  elocuencia ;  algunas  escuelas 
poéticas  permitirán  que  el  patetismo  invada  el  recinto  íntimo  de 
la  lírica. 

Emil  Staiger  ha  estudiado  con  penetración  singular  esos  tres 
fenómenos  poéticos  que  designa  "lo  lírico,  lo  épico,  lo  dramático". 
En  lo  lírico  encuentra  como  elemento  importantísimo  la  repeti- 
ción ;  puede  realizarse  en  muy  diversos  esquemas  y  recursos : 
compás,  ritmo,  rima,  estribillo,  etc.  "Lo  que  salva  a  la  lírica  de 
la  disolución  es  la  repetición.  Alguna  especie  de  repetición  co- 
rresponde a  toda  la  poesía" ;  "La  repetición  lírica  no  mienta  algo 
nuevo  al  repetir  las  mismas  palabras ;  es  la  misma  y  única  emo- 
ción, que  vuelve  a  resonar" ;  "El  estribillo  recrea  la  emoción, 
permite  el  retorno  al  momento  de  la  inspiración  poética" ;  "El  li- 
rismo se  realiza  cuando  se  repiten  palabras  sueltas  o  grupos  de 
palabras...  Tales  repeticiones  son  posibles  únicamente  en  el  len- 
guaje lírico,  o,  dicho  de  otra  manera:  donde  nos  encontramos 
con  semejantes  repeticiones,  sentimos  el  pasaje  como  lírico."  2 

Al  estudiar  lo  dramático,  encuentra  como  categoría  funda- 
mental el  patetismo  (págs.  148-161) ;  uno  de  los  recursos  del 
"pathos",  como  exaltación  emocional,  es  la  repetición;  el  pate- 
tismo apunta  a  un  contrario,  a  quien  se  ha  de  impresionar  fuerte- 
mente, para  ganarlo  o  para  aniquilarlo.  "El  patetismo  presupone 
una  resistencia,  hostilidad  abierta  o  pereza,  y  procura  quebran- 
tarla con  la  insistencia...  El  patetismo  no  ha  de  ser  instilado,  sino 
grabado,  martillado."  Por  eso  se  encuentra  el  patetismo  no  sólo 
en  el  drama,  sino  también  en  la  elocuencia.3 

2  Grundbegriffe  der  Poetik2,  Zürich,  1951:  (pág.  31):  "Die  lyrische  Wiederho- 
lung meint  mit  denselben  Worten  nichts  Neues,  sondern  dieselbe  einzigartige  Stimmung 
klingt  noch  einmal  auf";  (pág.  33):  "...erzeugt  dieselbe  Stimmung  wieder,  ermóglicht 
eine  Rückkehr  in  den  Moment  der  lyrischen  Eingebung";  (pág.  27):  "Was  lyrische 
Dichtung  vor  dem  Zerfliessen  bewahrt,  ist  einzig  die  Wiederholung.  Doch  irgendwelche 
Wiederholung  eignet  aller  Poesie";  (pág.  35):  "Das  lyrische  verdichtet  sich  immer, 
wo  einzelne  Wórter  oder  Wortgruppen  wiederholt  sind...  Auch  solche  Wiederholungen 
sind  allein  in  lyrischer  Sprache  móglich,  oder,  anders  ausgedrückt:  wo  immer  wir 
solchen  Wiederholungen  begegnen,  empfinden  wir  die  Stelle  ais  lyrisch." 

3  ídem  (pág.  153):  "Damit  ist  bereits  gesagt,  dass  die  pathetische  Rede,  aber- 
mals  im  Gegensatz  zur  lyrischen  Sprache,  ein  Gegenüber  voraussetzt,  ein  Gegenüber 
aber  das  sie  nicht,  wie  die  eoische,  anerkennt,  sondern  aufzuheben  trachtet,  sei  es  so, 
dass  der  Redner  den  Hórer  gewinnt,  oder  so,  dass  der  Hórer  von  der  Gewalt  der 
Rede  vernichtet  wird";  (pág.  151):  "Das  Pathos  wirkt  nicht  so  diskret.  Es  setzt  ei- 
nen  Widerstand  voraus,  offene  Feindschaft  oder  auch  Trágheit,  und  versucht,  ihn  mit 
Nachdruck  zu  brechen.  Aus  dieser  ganz  anderen  Situation  sind  alie  Stilmerkmale  ver- 
stándlich.  Das  Pathos  wird  nicht  eingeflósst,  sondern  eingeprágt  oder  eingehámmert." 


236  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

Ambos  géneros  supremos  abundan  en  la  literatura  hebrea  y 
son  fuente  de  repeticiones  y  sinonimias. 

LA  RAZÓN  FORMAL 

En  el  sistema  de  nuestros  hábitos  culturales  literarios,  las  ex- 
plicaciones precedentes  abarcan  casi  todos  los  fenómenos.  Nos 
interesa  ensanchar  un  poco  la  mirada,  por  si  el  sistema  literario 
hebreo  queda  parcialmente  fuera  de  la  explicación. 

El  hecho  es  que  la  repetición  pura  y  la  sinonimia,  pueden  te- 
ner un  valor  de  belleza  formal :  simetría  y  proporción,  resonancia 
y  acorde.  Para  entenderlo  intuitivamente,  no  hay  como  recurrir 
a  ejemplos  musicales. 

La  repetición  en  música  puede  tener  función  compositoria : 
leitmotiv,  pieza  bitemática,  tema  con  variaciones,  rondó...  Ahora 
no  nos  interesan  estos  tipos  de  repetición  en  grande;  sino  la  re- 
petición limitada,  contigua;  la  que  hace  desarrollarse  la  idea  mu- 
sical en  fraseo  sucesivo.  Esta  repetición  pura  o  con  variantes 
(especie  de  "sinonimia"  musical)  es  una  ley  fundamental,  casi 
vital,  de  las  obras  musicales.  La  música  clásica  y  romántica  rea- 
lizan las  estructuras  de  sus  obras  por  este  procedimiento  primario. 

Las  formas  musicales  en  que  lo  formal  prevalece,  hacen  uso 
más  patente  del  procedimiento  de  repetición:  fuga,  canon,  imita- 
ciones. Y  la  música  de  danza,  tan  sometida  a  valores  formales,  no 
puede  vivir  sin  la  repetición.4 

En  cambio  en  literatura,  nos  satisface  mucho  menos  la  repe- 
tición —  o  sinonimia  —  por  puro  motivo  formal.  Las  épocas  en 
que  reinaba  la  retórica  apreciaban  mucho  más  este  valor;  ahora 
esa  retórica  está  en  baja,  y  la  pura  repetición  formal  suele  moles- 
tarnos. (Poetas  como  Ch.  Péguy  entran  más  bien  en  el  apartado 
precedente.) 

A  los  hebreos  les  gustaba,  les  encantaba  la  repetición  y  sino- 
nimia :  indudablemente,  también  por  motivos  formales ;  ello  expli- 
caría tantos  casos  de  sinonimia  en  pasajes  de  lirismo  desvaído. 
Es  decir,  sus  desarrollos  literarios,  tienen  sólidos  puntos  de  con- 
tacto con  el  "fraseo"  musical  clásico;  reducidas  a  esquema  una 
pieza  musical  clásica  y  una  pieza  literaria  hebrea,  mostrarían 
curiosas  coincidencias. 

Este  factor  sería  uno  más  para  explicar  la  abundancia  de  si- 


4    G.  Bas:  Tratatto  di  forma  musicale,  págs.  51-57. 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


237 


nonimias  en  la  literatura  hebrea;  al  mismo  tiempo  debemos  te- 
nerlo en  cuenta  para  apreciar  y  gustar  lo  peculiar  del  estilo 
hebreo. 

LA  RAZÓN  INTELECTUAL 

Todavía  queda  una  razón  importante.  Hemos  descubierto  un 
hecho :  la  abundancia  de  la  sinonimia  en  la  literatura  hebrea ;  ya 
hace  siglos  que  el  hecho  está  reconocido.  Esta  abundancia  no  se 
explica  sólo  por  el  género  poético,  ni  por  el  influjo  de  la  emoción. 
En  ella  se  manifiesta  también  un  hábito  mental  de  percepción  y 
formulación.  Y  un  hábito  mental  es  síntoma  o  parte  de  una  men- 
talidad. Es  decir,  la  abundancia  de  sinonimia  en  la  literatura  he- 
brea delata  algo  de  la  mentalidad  hebrea. 

En  los  tratados  de  retórica  al  uso  antiguo,  se  enseñaba  el  "arte 
de  amplificar" ;  Kleutgen  explicaba  con  un  ejemplo  la  manera  de 
disolver  en  agua  de  palabras  una  sólida  sentencia.  La  "amplifica- 
ción" así  entendida,  consiste  en  aumentar  el  volumen  verbal  de 
un  simple  enunciado.  Es  verdad  que  la  operación  admite  dos 
procedimientos  opuestos  :  desdoblar,  explicar,  desentrañar  —  for- 
mas laudables  de  estilo  — ;  hinchar,  inflar,  aguar  —  usos  detesta- 
bles — .  En  la  cotización  actual,  "amplificación  retórica"  es  un 
desprecio  o  un  insulto. 

Según  Quintiliano,  la  amplificación  sirve  para  intensificar ; 
entre  sus  diversas  fórmulas  se  cuentan  "plurium  rerum  conge- 
ries, unius  multiplicado".  En  otro  pasaje  habla  del  procedimiento 
"Alia  circuitu  verborum  plurium  ostendimus,  quale  est,  et  pressi 
copia  lactis".  Me  voy  a  fijar  en  este  segundo  caso,  precisamente 
en  lo  que  significa  de  multiplicación  verbal,  de  aumentar  el  vo- 
lumen.5 

Pues  bien,  cuando  el  latino  se  entrega  a  tal  ejercicio,  en  un 
discurso,  suele  amplificar  dividiendo  y  subdividiendo  el  enunciado, 
organizando  después  las  partes  en  unidad  sintáctica  de  período; 
y  en  las  partes  mínimas  se  permite  la  "geminación",  que  ensan- 
cha la  duración,  sin  enriquecer  el  contenido : 

"Quodsi  nondum  satis  cernitis,  cum  res  ipsa  tot  tam  claris  argumentis 
signisque  luceat,  pura  mente  atque  integra  Milonem  nullo  scelere  imbutum, 
nullo  metu  perterritum,  nulla  conscientia  exanimatum  Romam  revertisse, 
recordamini,  per  déos  immortales !  quae  fuerit  celeritas  reditus  eius,  qui 
ingressus  in  forum  ardente  curia,  quae  magnitudo  animi,  qui  vultus,  quae 
oratio"  (Pro  Milone,  n.  23). 

S    Ed.  E.  Bonnell  (Teubner),  Lipsiae,  191 1;  II,  págs.  65  ss.,  69,  150. 


238  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

"argumentis  signisque,  pura  atque  integra"  son  puras  gemina- 
ciones ;  lo  demás  es  una  amplificación  por  desdoblamiento  y  enu- 
meración. La  totalidad  del  hecho  enunciado  coincide  con  la  tota- 
lidad del  período;  dicha  totalidad  está  dividida  y  subdividida  en 
pluralidad  verbal. 

Un  hebreo  no  procede  así :  la  totalidad  del  hecho  la  articula  en 
un  enunciado  de  tres,  cuatro,  seis  palabras ;  cuando  ha  concluido, 
vuelve  a  tomar  la  misma  totalidad,  y  la  articula  en  otra  serie 
verbal  semejante  o  equivalente.  Éste  es  el  hábito  mental  de  pen- 
sar, formular  en  bloques ;  al  cual  va  unida  internamente  la  poca 
diferenciación  morfológica  y  sintáctica. 

¿  Cuál  es  la  razón  de  este  hábito  mental  ?  ¿  Qué  concepción 
actúa  en  él  ?  Riqueza  de  los  seres,  que  poseen  muchos  nombres ; 
riqueza  del  poeta,  que  posee  muchas  palabras.  La  primera  con- 
cepción más  ingenua,  la  segunda  más  literaria.  O  un  residuo  la- 
tente de  actitud  mágica,  que  reiterando  fórmulas  quiere  más  po- 
derosamente conjurar  y  dominar  la  realidad. 

No  me  atrevo  con  ninguna  de  estas  hipótesis.  Nada  más  dejo 
constancia  del  hecho :  en  la  abundancia  de  la  sinonimia  se  revela 
la  mentalidad  hebrea;  mentalidad  anterior  al  análisis  (y  por  lo 
tanto  anterior  a  la  síntesis),  visión  totalizante,  reposo  contem- 
plativo. 

TRES  EJEMPLOS  DE  PROFETAS 

En  la  literatura  hebrea  es  tópico  describir  el  castigo  de  Dios 
como  un  cáliz  que  hace  beber  al  pecador;  los  profetas  repiten  la 
imagen  con  ligeras  variantes. 

En  un  momento  de  emoción  violenta  —  patetismo  — ,  Ezequiel 
conjura  la  imagen  sabida;  la  emoción  patética,  que  quiere  marti- 
llar su  efecto,  actúa  sobre  la  fantasía,  la  detiene  en  la  descripción 
de  la  imagen,  repitiendo  y  añadiendo  detalles.  Esta  insistencia 
no  tiene  una  finalidad  descriptiva:  recrear  intuitivamente  el  ob- 
jeto, con  grande  precisión;  es  simplemente  resultado  de  una  pa- 
sión exaltada.  (Doy  una  traducción  retocada,  trasponiendo  dos 
primeros  hemistiquios  y  tachando  un  "kós") : 

"El  cáliz  de  tu  hermana  beberás:  ancho  y  profundo; 

el  cáliz  de  tu  hermana  Samaría :  de  gran  capacidad. 

Embriaguez  y  bascas  te  llenarán ;  lo  beberás,  lo  apurarás. 

Serás  irrisión  y  ludibrio :  espanto  y  estupor. 

Y  aún  quebrarás  los  cascotes,  te  rasgarás  los  senos"  (Ez.  23,  32). 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


239 


Desarrollada  la  imagen  con  tales  detalles,  es  de  un  vigor  patético 
insuperable.  Notemos  las  repeticiones  en  algunos  detalles :  "el 
cáliz  de  tu  hermana-el  cáliz  de  tu  hermana  Samaría"  (progre- 
sión);  "ancho  y  profundo-de  gran  capacidad"  (insiste  con  nue- 
vo matiz);  "embriaguez  y  bascas,  ludibrio  e  irrisión,  espanto  y 
estupor"  (geminaciones  más  intensas  que  la  palabra  aislada).  El 
perseverar  en  una  imagen  —  ya  tópica  —  tiene  sentido  patético  ; 
y  el  patetismo  pretende  impresionar,  en  un  fragmento  de  oratoria 
profética. 

Jeremías,  en  un  momento  de  aflicción  profunda  e  intensa,  se 
desahoga  en  diálogo  con  Dios.  No  se  trata  de  un  sermón  a  sus 
compatriotas,  ni  de  un  oráculo  con  los  gentiles.  Es  uno  de  los 
trozos  más  auténticos  de  confesión  personal  en  el  AT.  Nos  inte- 
resan los  dos  fragmentos  20,  7-9,  14-18: 

"Me  sedujiste,  Yavé,  y  fui  seducido;  eras  más  fuerte  y  pudiste. 
Soy  irrisión  todo  el  día ;  todos  se  burlan  de  mí. 
Porque  siempre  que  hablo,  grito :  ¡  Ruina,  devastación !,  clamo. 
La  palabra  de  Yavé  es  para  mí  oprobio  y  confusión  todo  el  día. 
Me  digo :  no  me  acordaré  de  él,  no  hablaré  más  en  su  nombre ; 
pero  es  en  mis  entrañas  fuego  devorante,  retenido  en  mis  huesos ; 
no  aguanto  contenerlo,  no  puedo  soportarlo..." 
'"Maldito  el  día  en  que  nací, 

El  día  en  que  me  dio  a  luz  mi  madre  no  sea  bendito ; 

maldito  el  nombre  que  anunció  a  mi  padre : 

Te  ha  nacido  un  varón  —  llenándole  de  gozo  — . 

Sea  como  las  ciudades  que  Yavé  destruyó  sin  compasión : 

se  escuchan  clamores  a  la  mañana,  alaridos  al  mediodía. 

¿  Por  qué  no  me  mató  en  el  seno  ? 

Hubiera  sido  mi  madre  mi  sepulcro,  su  vientre  preñez  perpetua. 
¿  Por  qué  salí  del  vientre, 

para  ver  trabajo  y  dolor  y  acabar  en  confusión  mis  días?" 

Hay  en  el  fragmento  una  serie  de  repeticiones  claras :  las  mismas 
palabras,  un  verbo  en  dos  formas  (sedujiste),  afirmación  de  un 
término  y  negación  del  contrario  (maldito,  no  bendito),  gemina- 
ciones (oprobio  y  confusión,  trabajo  y  dolor),  términos  y  frases 
sinónimas.  Todo  converge  a  un  centro  estilístico :  la  emoción  in- 
tensa que  tiende  a  prolongarse,  que  se  desahoga  progresivamente, 
hasta  aplacarse. 

Isaías  inicia  su  libro  con  un  gran  sermón :  solemne  al  comien- 
zo, movido  en  preguntas  y  respuestas,  urgente  en  los  imperativos. 
Pero  sin  llegar  a  la  exaltación  patética  que  vimos  en  Ezequiel, 
ni  a  la  efusión  subjetiva  de  Jeremías.  El  sermón  tiene  varias  imá- 
genes vigorosas :  la  fidelidad  de  los  animales,  la  enfermedad  total, 


240  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

la  cabaña  en  el  melonar ;  trabaja  con  fuertes  contrastes ;  emplea 
recursos  estilísticos  variados  de  sonoridad.  Pero  el  discurso,  en 
su  sucederse,  nos  deja  la  impresión  de  insistencia  algo  monótona; 
el  discurso  avanza,  pero  con  cierta  mesura  equilibrada.  ¿  Les  pro- 
ducía la  misma  impresión  a  los  oyentes? 

Si  analizamos  el  discurso,  comprobamos  que  cada  cosa  está 
dicha  dos  veces,  incluso  cuatro  veces:  "oíd  cielos,  escucha  tierra; 
buey,  asno;  no  entiende,  no  conoce;  cabeza,  corazón...".  Es  de- 
cir, el  orador  se  detiene  en  cada  idea,  hecho  o  imagen,  y  la  re- 
macha con  dos  o  cuatro  golpes.  ¿Para  impresionar  más  al  pú- 
blico, para  grabar  bien  las  ideas,  para  deleitar  con  el  rítmico 
vaivén,  para  alardear  de  maestría  verbal?  Menos  la  última  expli- 
cación, creo  que  hay  que  aceptarlas  todas.  A  nosotros,  lectores 
occidentales  modernos,  el  vaivén  rítmico  nos  invita  a  una  pasi- 
vidad deleitable.  Un  pueblo  cuyos  hábitos  mentales  concuerden 
con  los  del  orador,  se  impresionará  más  con  la  repetición  cons- 
tante de  cada  elemento. 

La  repetición  sinónima  en  ritmo  binario  puede  proceder  de 
una  intención  oratoria,  para  inculcar  las  ideas ;  y  se  convierte  en 
costumbre  retórica,  sin  perder  todo  su  valor.  Aceptada  la  cos- 
tumbre retórica,  tendrán  especial  valor  los  casos  en  que  el  parale- 
lismo adopta  nuevas  formas,  renuncia  a  la  aplicación  sistemática 
o  desaparece. 

ESCALA  DE  REPETICIÓN 

Si  aplicamos  la  clasificación  de  K.  Bühler  al  tema  presente, 
nos  dará  el  siguiente  resultado:6  Kundgabe:  la  repetición  prolon- 
ga la  emoción,  para  descargarla  y  para  hacer  a  otro  partícipe  de 
ella.  Appell:  la  repetición  insiste  para  impresionar  a  otro,  para 
ganarle.  Darstellung:  la  repetición  invita  a  la  contemplación,  para 
mayor  deleite  o  claridad. 

Atendiendo  a  la  amplitud  del  material  repetido,  podemos  esta- 
blecer una  escala :  a)  puramente  sonora,  con  función  descriptiva : 
de  un  sonido  (cucú,  risrás,  gluglú,  tictac) ;  de  un  movimiento 
(zigzag,  párpado,  farfalla) ;  de  algo  visual  (marmor,  kaukau) ;  de 
origen  infantil  (mamá,  nene,  tata). 

b)  Binas  verbales,  que  funcionan  como  un  todo  (el  oro  y  el 
moro,  ni  rey  ni  roque,  samir  wesayt,  Fülle  und  Hülle,  rough 


6    Sprachtheorie,  Jena,  1934. 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


241 


and  ready,  au  fur  et  á  mesure...);  suelen  incluir  asonancia.  Aun- 
que su  origen  es  analítico,  las  partes  unidas  por  la  asociación 
constante,  pierden  su  valor  independiente. 

c)  Repetición  de  una  palabra  para  efectos  oratorios.  Puede 
ser  seguida;  muchas  veces  será  salteada:  al  principio,  al  medio, 
al  fin  de  una  serie.  Es  frecuente  en  la  oratoria,  y  está  bien  regis- 
trada y  clasificada  por  la  retórica  clásica. 

d)  Repetición  de  una  frase :  pocas  veces  inmediatamente.  Pe- 
riódicamente, en  forma  de  estribillo.  Frecuente  en  la  lírica,  en  el 
canto  popular. 

e)  Repetición  de  una  idea  con  palabras  equivalentes;  sea  una 
sentencia  simple,  sea  una  compuesta;  de  hemistiquios  o  de  ver- 
sos enteros. 


Las  formas  a)  y  b)  son  comunes  a  todas  las  lenguas.  La  a) 
origina  en  hebreo  formas  verbales  peculiares,  como  vimos  en  el 
capítulo  sobre  la  sonoridad. 

La  forma  b)  se  subdivide  en  varias  posibilidades;  podemos 
comprobarlas  en  el  catálogo  de  Hartmann : 

1.  Con  asonancia  o  aliteración  es  forma  elemental;  con  rima 
es  la  forma  que  analiza  Brockelmann  en  su  artículo  citado. 

2.  Con  variación  morfológica  son  los  casos  que  registra  Eitan. 
Entre  ellos  hay  que  subrayar  la  forma  de  "masculino  +  femeni- 
no". Un  caso  de  Isaías,  en  que  es  difícil  decidir  si  es  fórmula 
polar,  o  sinonimia  enfática :  3,  1 :  "mas'en  ümas'ená" ;  el  caso  es 
más  interesante,  porque  la  palabra  "mas'ena"  no  se  usa  en  otras 
ocasiones,  y  también  por  la  asonancia  quizá  pretendida: 


que  prolonga  con  artificio  sonoro  el  movimiento  binario.  En  cam- 
bio, cuando  masculino  y  femenino  pertenecen  a  distinta  raíz,  el 
sentido  polar  es  más  claro:  14,  2:  "la'badim  welispahót". 

3.  Hay  otro  tipo  de  binas,  que  sin  ser  tan  claramente  alitera- 
das, suelen  encontrarse  con  frecuencia,  como  fórmulas  tópicas : 
"  'emet  -  hesed,  sedaqá  -  mispat,  hokmá  -  bina,  hereb-ra'ad,  etc.". 
Unas  son  comunes,  otras  preferidas  de  algunos  autores;  muchas 
veces  parecen  funcionar  como  asociaciones  mecánicas,  sin  especial 


COMENTARIO  A  LA  ESCALA 


mirüsálém 
mas'en 


ümihüdá 
ümas'ená 


242 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


valor  expresivo.  (Es  notable  la  uniformidad  de  las  binas  en  los 
poemas  ugaríticos.) 

De  estas  binas  verbales  frecuentes  —  geminaciones  — ,  es  fácil 
partir  para  construir  un  paralelismo  completo.  P.  e.,  "tohü-bohú" 
34,  11;  "se'ón-báqár"  (ganado  menor  y  mayor)  7,  21;  22,  13; 
"sór-hamór",  geminado  en  32,  20,  abierto  en  paralelismo  1,  3; 
"simhá-gilá",  geminado  16,  10,  paralelismo  9,  2;  "hissim-qeset" 
geminado  7,  24,  paralelismo  5,  28;  "qorha-harog  saq",  geminado 
22,  12,  paralelismo  3,  24;  etc. 

Estos  y  otros  casos  semejantes  que  se  podrían  deducir  del  ca- 
tálogo de  Hartmann  nos  introducen  en  un  hábito  de  composición 
hebrea :  el  paralelismo  germina  muchas  veces  de  asociaciones  ver- 
bales mecánicas  o  tópicas;  e  indirectamente  realza  el  valor  de  pa- 
ralelismos no  ordinarios  (algo  así  como  las  rimas  pobres  y  ricas 
en  nuestras  lenguas).  De  donde  concluimos  que,  antes  de  valorar 
los  casos  concretos  de  paralelismo,  conviene  confrontar  su  núcleo.7 

No  se  encuentran  en  hebreo  esas  binas  "incongruentes"  o  he- 
terogéneas, tan  eficaces  para  lograr  una  fórmula  original  o  un 
rasgo  cómico;  fórmulas  del  tipo:  " Faltóles  el  sol  y  la  esperanza. 
Acompañado  de  mi  criado  y  de  muchas  imaginaciones.  Este  sitio 
abunda  en  hierba  y  en  silencio"  (Quijote);  "Se  teje  la  lana  que 
calienta  el  cuerpo,  se  teje  la  historia  de  la  burguesía"  (Eugenio 
Montes).8 

La  forma  c)  se  ha  desarrollado  bastante  en  la  literatura  occi- 
dental. Kóhler  la  encuentra  como  rasgo  distintivo  de  Is.  40-55, 
y  le  asigna  un  sentido  retórico.9  Kónig  ha  catalogado  los  casos  de 
repetición  de  palabras  según  las  prolijas  divisiones  de  la  retórica 
tradicional.10 

La  forma  d)  es  común  a  todas  las  lenguas,  en  el  género  "can- 
ción" ;  en  hebreo  parece  poco  frecuente,  quizá  porque  no  hemos 
conservado  los  cantos  populares  sin  retocar.  Es  interesante  el 
canto  de  la  viña  (Is.  27,  2-5) : 


de  sabor  enteramente  popular. 

7  Cfr.  B.  Hartmann,  o.  c. 

8  Sobre  las  binas  incongruentes,  H.  HaTzfeld:  El  "Quijote"  como  obra  de  arte 
del  lenguaje,  Madrid,  1949  (original,  Leipzig,  1927)  (pág.  56  ss.). 

9  O.  c.,  págs.  80,  84. 
10    O.  c,  pág.  346. 


"ya'se  salóm  li 
salóm  ya'se  li" 


"hará  las  paces  conmigo, 
las  paces  hará  conmigo" 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


243 


De  poema  con  estribillo  hay  un  ejemplo  importante  en  Is.  9 ; 
Kónig  registra  otros  ejemplos. 

La  forma  e)  es  mucho  más  frecuente  en  la  literatura  hebrea 
que  en  la  occidental.  Esta  diferencia  se  puede  tomar  como  un 
signo  de  las  distintas  mentalidades. 

El  hebreo  persevera  en  la  idea,  cambiando  su  expresión  ver- 
bal. También  nosotros  repetimos  a  veces  lo  mismo  con  diversas 
palabras :  porque  no  hemos  quedado  contentos  de  la  primera  for- 
mulación, porque  intentamos  añadir  un  nuevo  detalle  o  matiz ; 
consideramos  gran  triunfo  dar  con  la  fórmula  concisa,  ya  into- 
cable, y  esperamos  que  el  lector  se  detenga  para  saborear  toda  su 
posible  resonancia.  El  autor  hebreo  se  complace  él  mismo  en  la 
resonancia,  como  si  las  palabras  pronunciadas  pusieran  en  vibra- 
ción a  sus  vecinas  correspondientes  en  el  campo  del  lenguaje. 
"Montes"  hace  resonar  a  "collados",  "carneros"  a  "corderos", 
"olivo"  a  "higuera",  etc. 

Cuando  la  repetición  con  otras  palabras  añade  algo,  grado,  ma- 
tiz, detalle,  la  repetición  sinonímica  no  es  pura,  sino  progresiva 
o  climática.  De  este  tipo  también  las  empleamos  nosotros,  porque 
la  perseveración  significa  avance ;  pero  nosotros  la  empleamos  con 
la  conciencia  de  que  añadimos,  precisamos;  y  nos  complacemos 
en  la  riqueza  del  nuevo  detalle  o  matiz.  Los  hebreos  están  acos- 
tumbrados a  la  repetición  pura,  a  la  sinonimia  estricta,  saben 
paladearla ;  en  casos  en  que  a  nuestro  parecer  la  repetición  añade, 
matiza,  para  los  hebreos  cuenta  lo  equivalente,  aprecian  menos 
lo  diferencial. 

"Al  salir  Israel  de  Egipto  —  la  casa  de  Jacob  de  un  pueblo 
bárbaro":  nosotros  pensamos  que  la  calificación  "pueblo  bárba- 
ro" añade  algo;  nos  olvidamos  del  halo  afectivo  que  para  los 
hebreos  tiene  la  mera  palabra  "Egipto" ;  aún  es  posible  que  el 
efecto  sea  más  débil  en  la  segunda  parte  (recordemos  en  los  odios 
nacionales  o  familiares,  lo  que  significa  el  puro  nombre  del  ene- 
migo, y  cómo  los  adjetivos  no  pueden  sustituirlo).  Lo  más,  po- 
demos decir  que  en  el  segundo  miembro  se  hace  explícito,  por 
resonancia,  el  halo  afectivo  que  acompaña  al  puro  nombre 
"Egipto". 

Más  adelante  el  paralelismo  dice:  "El  mar  vio  y  huyó;  el 
Jordán  volvió  atrás."  Aquí  el  paralelismo  enlaza  dos  hechos  pa- 
ralelos de  la  historia;  el  hebreo,  acostumbrado  a  la  repetición 
como  prolongamiento,  se  complace  en  el  estilo  de  obrar  de  su 
Dios,  que  también  se  complace  en  repetir. 


244 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Predomina  en  los  hebreos  una  tendencia  contemplativa  y  emo- 
tiva; en  nosotros,  un  afán  intelectual  de  precisar,  distinguir;  con- 
templación o  percepción  de  totalidades  para  los  hebreos;  análisis 
y  síntesis  para  nosotros.11 

SINONIMIA  Y  CONCISIÓN 

Si  el  paralelismo  sinonímico  brota  de  la  tendencia  temporal  a 
perseverar,  es  claro  que  significa  una  renuncia  a  la  concisión.12 
Sin  embargo,  la  comparación  de  dos  oradores,  Cicerón  con  Isaías, 
parecía  dar  la  palma  a  Isaías.  Podríamos  confirmar  la  impresión 
citando  otros  versos : 

Is.  9,  17:  "que  arde  como  fuego  la  maldad,  consume  zarzas  y  barzas ; 

prende  en  la  maleza  del  boscaje,  se  enrosca  la  altura  del  humo" 

o  este  comienzo  de  oráculo  (29,  1) : 

"Ay  Ariel,  Ariel,  ciudad  que  asedió  David. 
Añadid  un  año  a  otro  año,  giren  las  fiestas : 
estrecharé  a  Ariel,  y  habrá  llantos  y  quebrantos..." 

Esto  es  más  conciso  que  cualquier  período  de  Cicerón  o  Isócrates ; 
pero  menos  que  una  sentencia  de  Tácito  o  Quevedo. 

La  concisión,  tal  como  nosotros,  modernos,  la  entendérnosles 
posterior  al  análisis ;  es  renuncia  a  una  riqueza  previa,  es  concen- 
tración de  datos  en  pocas  palabras.  Cuando  una  lengua  no  ha  des- 
arrollado bastante  la  articulación  sintáctica,  sus  sentencias  darán 
impresión  de  concisas;  pero  es  otra  clase  de  concisión.  Es  bre- 
vedad sin  renuncia  a  posibilidades  que  todavía  no  existen  o  no 
se  han  desarrollado;  es  volumen  pequeño,  no  siempre  densidad. 

Cicerón  acepta  e  intensifica  la  rica  articulación  sintáctica  del 
latín;  sus  períodos  renuncian  a  la  concisión;  más  aún,  a  veces 
fuerza  la  articulación,  para  llenar  la  medida  del  período.  Quevedo 
busca  las  palabras  más  preñadas,  suprime  las  menos  necesarias,  y 
llega  a  una  concentración  poética  de  fuerza  explosiva.  Isaías  está 
en  otra  línea :  no  renuncia  a  posibilidades  sintácticas,  que  todavía 
no  existen;  renuncia  a  la  dilatación  afectiva,  como  la  practica 

11  J.  Pedersen:  Israel:  Üs  Life  and  Culture,  London,  1926,  I,  pág.  123  (cfr.  bi- 
bliografía del  próximo  capítulo). 

12  Material  abundante  sobre  el  problema  en  la  citada  obra  de  E.  R.  Curtius: 
excursus  XIII,  "Kürze  ais  Stilideal". 

"  Amplificatio  ais  auxesis  ist  Erhóhung  und  gehórt  der  vertikalen  Dimensión  an, 
amplificado  ais  dilatatio  der  horizontalen." 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


245 


Jeremías ;  un  oráculo  de  Isaías  será  más  breve  que  su  correspon- 
diente de  Jeremías ;  es  un  temperamento  más  intelectual,  más 
constructivo,  más  sobrio.  Renuncia  a  la  insistencia  descriptiva, 
como  la  practica  Ezequiel.  Pero  no  renuncia  a  la  abundancia  de 
imágenes ;  sino  que  sabe  llegar  a  la  concisión  en  cada  una. 

En  el  primer  ejemplo  aducido,  hay  una  geminación  aliterada : 
" zarzas  y  barzas"  (favorita  de  Is.) ;  una  repetición  sinonímica : 
"consume  zarzas  y  barzas -prende  en  la  maleza  del  boscaje" ;  la 
sinonimia  no  es  pura,  porque  el  "boscaje"  extiende  súbitamente 
el  incendio  a  un  panorama  ancho;  el  verso  final:  "se  enrosca  la 
altura  [o  altivez]  del  humo",  es  de  magnífica  concisión.  El  movi- 
miento descrito  en  "hitpael"  "yit'abbekü",  la  "altura"  resaltada 
en  forma  de  sustantivo  constructo,  y  en  la  forma  poco  frecuente 
"ge'üt"  [cuatro  veces  Is.,  tres  veces  Ps.],  con  el  "humo"  en  ge- 
nitivo. Este  verso  macizo,  impresionante  comunica  su  densidad 
a  todo  el  cuadro.  Aquí  podemos  hablar  de  concisión. 

En  el  segundo  ejemplo  hay  tres  repeticiones :  "Ariel,  Ariel ; 
año,  año ;  llanto,  quebranto" ;  a  pesar  de  ello,  nos  da  impresión 
de  densidad.  También  hay  un  paralelismo  sinonímico :  "añadid 
un  año  a  otro-giren  las  fiestas",  que  no  destruye  la  impresión. 
Veamos  la  explicación :  la  primera  repetición  yuxtapone  dos  ve- 
ces el  vocativo,  sin  articulación  sintáctica;  la  explicación  "ciudad 
que  asedió  David"  suprime  el  relativo  en  hebreo;  la  unidad  esco- 
gida "año"  hace  denso  el  hemistiquio;  y  la  estupenda  fórmula 
"giren  las  fiestas"  resulta  rapidísima  en  su  novedad;  los  "llantos 
y  quebrantos"  condensan  toda  una  catástrofe.  Es  decir,  hay  mu- 
cho material  encerrado  en  tres  versos;  son  concisos  y  llenos  de 
movimiento. 

Otro  ejemplo  (citado  en  el  capítulo  anterior) :  Is.  9,  4 :  "que 
la  bota  que  pisa  con  estrépito,  y  el  manto  revuelto  en  sangre". 
El  concentrar  toda  la  guerra  en  dos  datos,  botas  militares-ropa 
ensangrentada,  es  de  una  rapidez  sorprendente,  técnica  casi  im- 
presionista. 

De  estas  fórmulas  densas  tiene  Isaías  muchas;  un  análisis 
somero  le  sitúa  en  la  cumbre  de  la  literatura  hebrea,  junto  a  Job. 
Isaías  sabe  ser  conciso. 

SINONIMIA  Y  MOVIMIENTO 

Un  movimiento  muy  regular  tiende  a  anularse  psicológica- 
mente. La  percepción  del  tiempo  se  debilita,  la  impresión  de  movi- 

17.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


246  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

miento  cede  a  una  impresión  de  quietud  circular  (algo  así  como 
los  radios  de  una  rueda  que  gira  velozmente). 

La  insistencia  y  monotonía  rítmica  embotan  nuestra  percep- 
ción vigilante,  o  nos  introducen  en  una  orgía  obsesiva  (recuerde 
el  lector  la  "Barcarola"  de  Los  Cuentos  de  Hoffmann,  de  Offen- 
bach,  y  el  "Bolero"  de  Ravel).  Para  deshacer  o  contrapesar  el 
efecto,  se  varía  el  esquema  rítmico  o  se  varían  sus  contenidos.  La 
música  orquestal  tiene  infinitos  recursos  para  variar  los  conte- 
nidos. 

En  literatura  sucede  algo  semejante:  el  ritmo  binario  conti- 
nuado, en  un  espacio  discreto,  puede  subrayar  la  impresión  de 
paz  y  equilibrio;  prolongado  más  allá,  provoca  una  monotonía 
inerte;  quizás  el  ritmo  binario,  por  ser  tan  connatural,  tan  acor- 
dado con  la  respiración,  está  más  expuesto  a  la  anulación  psico- 
lógica (a  los  españoles  nos  cansan  las  tiradas  de  alejandrinos  fran- 
ceses clásicos).  Si  el  movimiento  alterno  afecta  también  a  los  con- 
tenidos, sobre  todo  en  forma  de  repetición  pura  o  sinonímica,  el 
movimiento  parece  quedar  anulado. 

La  solución  es  variar  el  esquema  rítmico  en  diversas  com- 
binaciones, o  variar  las  fórmulas  de  paralelismo.  Nadie  ha  estu- 
diado las  posibles  variaciones  formales  del  paralelismo  como 
R.  G.  Moulton  en  su  libro  The  Literary  Study  of  the  Bible.  Sus 
resultados  no  han  sido  incorporados  a  los  manuales  bíblicos  ni 
a  los  artículos  de  investigación ;  quizá  porque  su  terminología  re- 
sulta difícil;  quizá  por  desconocimiento. 

En  el  cap.  11,  1-10,  Isaías  entona  un  canto  a  la  paz  futura; 
la  emoción  de  paz  serena  se  refleja  también  en  la  regularidad  del 
paralelismo,  que  balancea  parejas  ya  sabidas  (ojos-oídos,  boca- 
labios,  justicia-santidad),  y  acuerda  parejas  irreductibles. 

Los  salmos  hebreos  114  y  115  son  en  la  Vulgata  uno  solo;  va- 
mos a  aprovechar  la  circunstancia  para  comparar  su  estructura 
sinonímica  diversa ;  en  sendos  esquemas  se  verá  clara  la  diferencia : 


a  -  a 

Israel 

Casa  de  Jacob 

A 

b-b 

Judá 

Israel 

B 

c  -  c 

mar  huyó 

Jordán  retrocedió 

C 

d-d 

montes-carneros 

collados-corderos 

D 

c  -  c 

mar 

Jordán 

C 

d-d 

montes-carneros 

collados-corderos 

D 

e  -  e 

Yavé 

Dios  de  Jacob 

E 

f-f 

piedra-lago 

roca-fuente 

F 

La  sinonimia  es  rigurosa  en  los  ocho  versos;  además,  los  cuatro 
centrales  se  agrupan  en  un  paralelismo  de  orden  superior.  El 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


247 


contenido,  y  la  irrupción  subjetiva  de  las  preguntas  dan  cierto 
movimiento  al  poemita;  el  movimiento  es  sosegado  e  igual;  no 
llega  a  la  monotonía,  por  la  reducida  extensión;  quizás  una  reci- 
tación coral  alternante  añadiese  movimiento  a  la  pieza  (valor  for- 
mal). Una  levísima  variación  aportan  los  paralelismos  completos 
e  incompletos  (según  terminología  de  Gray). 
El  115  tiene  un  esquema  bien  distinto: 

.      b'  por  la  gloria  de  tu  nombre 

aab-   b,      no  a  nosotros,  no  a  nosotros     miseriCordia  fidelidad 

c-d  <  ¿dónde  su  Dios? 

d'-e  dlcen  ias  gentes     nuestros  Dios  en  el  cielo:  hizo...  quiso 

f  -  fe  ídolos  -  plata  y  oro  hechos 

gl-g2  boca  ojos 

g3  -  g4  orejas  nances 

g5  -  g6  -  g7  manos  pies  garganta, 

h  -  h  los  que  los  hacen      los  que  confían 

k  -  1  (h)  casa  de  Israel  confía  en  Yavé  protector 

k'  -  1  casa  de  Arón  confía  en  Yavé  protector 

k'  -  1  los  que  temen  confían  en  Yavé  protector 

m  -  n  se  acuerda  y  bendice 
n  -  k  bendice      casa  de  Israel 

n  -  k'  bendice      casa  de  Arón 

n  -  k'  -f-  p  bendice      los  que  temen      pequeños  y  grandes 

r-r'  multiplica  vosotros  vosotros-vuestros  hijos 

n  -  e  +  s  benditos  de  Yavé  hizo  cielos  y  tierra 

s'  -  s'  cielos  para  Yavé  tierra  para  hombres 

t  - 1  los  muertos  no  alaban      el  infierno 

t'  -  v  nosotros  alabamos  (=  ab)  ahora-eternamente. 


El  resultado  del  diverso  esquema  es  una  mayor  movilidad :  hay 
2  binas  sinónimas  y  otras  antitéticas ;  una  antítesis  da  pie  a  una 
nueva  serie,  una  palabra  se  desarrolla  por  enumeración;  surgen 
así  series  breves  y  rápidas;  la  serie  g  ensanchándose  (1-2,  3-4, 
5-6-7),  la  serie  klm  con  su  correspondencia  quiástica;  los  avan- 
ces en  cadena  c-d  d-e;  y  todo  queda  encerrado  en  el  tema  equi- 
valente del  principio  y  el  fin,  sólo  que  el  final  se  hace  rotundo 
por  la  mención  " ahora-eternamente". 

Otro  ejemplo  interesante  hay  en  el  cap.  30  de  Isaías.  Como 
lo  he  de  analizar  más  tarde,  no  me  detengo  en  él.  Lo  más  intere- 
sante es  ver  cómo  se  desarrolla  la  sección  tercera,  por  sucesiva 
bifurcación.  Se  podría  pensar  que  esta  sucesiva  bifurcación  de- 
tiene el  movimiento  o  engendra  monotonía;  no  es  así.  Porque  la 
forma  continuada  del  paralelismo  "incompleto",  produce  un  avan- 
ce encadenado  de  la  idea,  dando  movimiento  a  la  regularidad ;  al 


248 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


subdividirse  los  motivos,  se  estrecha  el  ritmo,  se  aumenta  la  ve- 
locidad. De  esta  manera  se  salva  el  movimiento  en  una  serie  de 
paralelismos  sinonímicos.  Copio  el  fragmento  en  versión  esque- 
matizada : 

pueblo  rebelde 
hijos  olvidadizos 

hijos  que  no  quieren  oír  la  ley  de  Yavé 
que  dicen  a  los  videntes  no  veáis 

a  los  profetas  no  profeticéis  desventuras 
decidnos  venturas 
profetizad  mentiras 
apartaos  del  camino 
quitaos    del  sendero 
retirad      al  Santo  de  Israel 
por  eso  dice  el  Santo  de  Israel 

ya  que  rechazáis  esta  palabra 

confiáis      en  la  maldad 
os  apoyáis  en  la  perversión 
por  eso  será  este  pecado  grieta  que  se  derrumba 

fractura  que  no  queda...  agua 
fuego. 

En  la  explicación  he  mezclado  el  tema  de  la  sinonimia  con  el 
tema  de  la  estructura;  es  la  única  forma  de  poder  responder  a  la 
pregunta  "sinonimia  y  movimiento" ;  porque  el  movimiento  no 
afecta  a  un  paralelismo  aislado,  si  no  es  dentro  de  la  estructura 
total;  y  el  movimiento  puede  brotar  de  los  contenidos  como  de 
las  fórmulas  estilísticas.  Hemos  comprobado  que  la  sinonimia 
puede  producir  lentitud,  sosiego;  pero  también  movimiento,  si  el 
poeta  sabe  manejarla. 

Voy  a  analizar  un  último  ejemplo,  notable  por  su  movimiento : 
el  capítulo  2  de  Joel.  Otra  vez  intentaré  un  esquema  que  haga 
ver  la  perfecta  construcción  de  todo  el  pasaje. 

(1)  1  Tocad  la  trompeta  ...  gritad  alarma 

tiemblen  los  habitantes  ...  que  llega  e  día  de  Yavé 

(2)  día  oscuro  y  tenebroso 
día  nublado  y  sombrío. 
Como  sombra  dilatada  sobre  los  montes  multitud  compacta  y  po- 

[tente 

5  como  no  hubo  desde  antiguo  ni  se  repetirá  por  generaciones  de 

[generaciones. 

(3)  Por  delante  devora  el  fuego     por  detrás  arde  la  llama 
un  edén  la  tierra  delante  detrás  desierto  desolado. 

(4)  Aspecto  de  caballos  su  aspecto     como  corceles  corren 

(5)  como  ruido  de  carros  rebotando  en  las  cumbres  de  los  montes 
10  como  crepitar  de  fuego  que  consume  la  paja 

como  pueblo  aguerrido  dispuesto  a  la  batalla. 


ESTILÍSTICA  DE  LA  SINONIMIA 


249 


(6)  Ante  ellos  desfallecen  los  pueblos     los  rostros  se  tornan  lívidos 

(7)  como  soldados  corren     como  guerreros  escalan  los  muros  (?) 

cada  uno  avanza  en  su  puesto     no  confunden  las  sendas 
15     (8)        ninguno  estorba  al  vecino         cada  uno  avanza  en  su  línea 
si  irrumpen  entre  saetas  no  desconciertan  las  filas 

(9)     expugnan  la  ciudad     asaltan  los  muros 

escalan  las  casas        penetran  por  las  ventanas  como  ladrones 

(10)  ante  ellos  tiembla  la  tierra     retiemblan  los  cielos 

20  el  sol  y  la  luna  se  ennegrecen     las  estrellas  apagan  su  brillo. 

(11)  Yavé  hace  sonar  su  voz  delante  de  sus  tropas        [sus  planes, 
innumerables  son  sus  campamentos        poderosos  los  que  cumplen 

Grande  es  el  día  de  Yavé     temible  en  exceso  e  irresistible. 

(Cito  según  la  numeración  aducida.)  1.2.3  son  una  introducción 
con  dos  motivos,  la  voz  de  la  trompeta,  el  día  de  Yavé;  ambos 
cerrarán  el  poema:  1  voz  de  la  trompeta,  21  voz  de  Yavé;  2  día 
de  Y,  23  día.  de  Yavé ;  3  oscuridad,  20  oscuridad.  4  La  multitud 
como  visión  inicial,  22  la  multitud  como  visión  final;  8-11  com- 
paraciones descriptivas;  12  efecto  en  los  pueblos,  19  efecto  cós- 
mico; 13.17.18  el  asalto;  14.15.16  el  avance  ordenado. 

Toda  esta  armoniosa  construcción,  de  esquema  concéntrico, 
parece  que  serviría  para  detener  el  movimiento;  sin  embargo, 
este  poema  es  uno  de  los  trozos  más  dinámicos  de  toda  la  litera- 
tura profética.  Analicemos  los  paralelismos :  1  sinonímico,  3  enu- 
merativo enfático  (equivale  a  sinon.),  4  comparación  y  su  objeto; 
5  polar  de  totalidad,  6  ídem,  7  antitético  y  polar,  8  sinonímico, 
12  sinon.,  13  ídem,  14-15  quiástico,  17-18  enumerativo,  19  polar, 
20  merismo,  totalidad,  22  sinon.,  23  enfático. 

Es  decir,  escasean  los  sinonímicos  puros ;  unos  añaden  algo, 
otros  son  polares  que  abarcan  una  totalidad,  dos  enumerativos 
por  énfasis  o  descripción.  Analicemos  su  función  en  el  poema : 
1  como  título  o  introducción  general,  los  dos  imperativos  dan  va- 
lor enfático;  3  doble  bina,  valor  enfático;  8  comparación  de  mo- 
vimiento; 12  el  detalle  descriptivo  (rostros  lívidos)  salva  el  verso; 
14-15  la  sinonimia  describe  el  orden  y  constancia  de  las  filas; 
17-18  rápida  enumeración  de  acciones  sucesivas;  19  describe  el 
contagio  cósmico ;  22  el  movimiento  se  detiene ;  23  estribillo  o  co- 
lofón enfático. 

Los  paralelismos  sinonímicos  tienen  una  función  estilística 
clara  en  el  poema :  énfasis,  descripción,  función  ordenadora  y  ar- 
ticulatoria. 

Los  paralelismos  polares,  al  encerrar  una  totalidad  grande  en 
dos  hemistiquios,  dan  impresión  de  rapidez :  5  todo  el  tiempo, 
6-7  todo  el  espacio  en  movimiento,  19  todo  el  cosmos,  20  todos 


250 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


los  astros.  El  movimiento  y  sus  efectos  se  contagian  a  grandes 
totalidades. 

Analicemos  los  contenidos :  4  una  gran  masa  indistinta,  6-7  se 
pone  en  movimiento,  como  bloque  contemplado;  8-10  el  bloque 
se  acerca,  el  movimiento  se  hace  distinto,  se  puede  escuchar; 
14-16  el  movimiento  se  hace  claro,  el  bloque  se  percibe  como  uni- 
dades bien  distribuidas;  17-18  el  movimiento  es  inmediato,  se 
•descompone  en  acciones  sucesivas,  adensando  los  verbos,  estre- 
chando el  ritmo;  21-23  vuelta  al  tema  inicial,  enriquecido  por 
toda  la  descripción. 

El  ejemplo  de  Joel  nos  demuestra  cómo  el  paralelismo  sino- 
nímico es  compatible  con  el  movimiento ;  pero  el  movimiento  es 
interior,  y  se  manifiesta  en  la  disminución  de  sinonímicos  puros; 
éstos  detienen  y  retrasan  el  movimiento,  y  se  utilizan  para  orde- 
nar el  proceso  general.13 

13  En  la  obra  citada  de  Dámaso  Alonso  están  recogidos  los  diversos  aspectos 
de  la  cuestión:  la  razón  formal  (págs.  32-33;  la  razón  emotiva:  "surgen  por  un 
desequilibrio  pasional,  son  fórmulas  explosivas,  espasmódicas,  lejos  de  toda  armonía" 
(página  35).  "En  la  expresión  literaria  no  todo  es  movimiento  que  sale  del  pensar  para 
ir  a  dar  en  la  forma  exterior,  sino  que  anticipaciones  de  ésta  llegan  a  moldear  el 
pensamiento...  nuestros  prosistas  del  siglo  xvi  terminaron  por  padecer  una  especie 
de  bimembración  conceptual,  de  inclinación  dual  del  pensamiento,  impuesta  por  la  bi- 
membración  lingüística:  como  si  las  aguas  adoptaran  la  forma  del  embalse  antes  de 
entrar  en  él"  (pág.  37). 

Schiller  escribía  a  Goethe  comentando  su  traducción  de  Mahomet,  de  Voltaire: 
"Die  Eigenschaft  des  Alexandriners,  sich  in  zwei  gleiche  Hálfte  zu  trennen,  und  die 
Natur  des  Reims,  aus  zwei  Alexandrinern  ein  Couplet  zu  machen,  bestimmen  nicht 
bloss  die  ganze  Sprache,  sie  bestimmen  auch  den  ganzen  inneren  Geist  dieser  Stücke, 
die  Charaktere,  die  Gesinnungen,  das  Betragen  der  Personen.  Alies  stellt  sich  dadurch 
unter  die  Regel  des  Gegensatzes,  und  wie  die  Geige  des  Musikanten  die  Bewegungen 
der  Tánzer  leitet,  so  auch  di  zweischenklichte  Natur  des  Alexandriners  die  Bewe- 
gungen des  Gemüts  und  die  Gedanken.  Der  Verstand  wird  ununterbrochen  aufgefor- 
dert  und  jedes  Gefühl,  jeder  Gedanke  in  diese  Form  wie  in  das  Bette  des  Prokru- 
stes  gezwángt"  (citado  por  Kayser,  pág.  262). 


Capítulo  7 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 

Bibliografía:  Obras  generales;  Estudios  bíblicos;  Sobre  la  "negación  dia- 
léctica".—  1.  Estado  de  la  cuestión.  —  2.  Raíces  históricas  de  la  antítesis. 
3.  Tipos  fundamentales  de  antítesis.  —  4.  Antítesis  en  Isaías.  —  5.  La  sono- 
ridad en  la  antítesis.  —  6.  Conclusiones. 

BIBLIOGRAFÍA 

(Aclaración:  La  antítesis,  más  que  un  recurso  literario  entre 
tantos,  es  una  forma  de  pensar.  Por  eso,  la  bibliografía  de  este 
capítulo  parecerá  desbordar  su  tema.) 

OBRAS  GENERALES 

E.  Norden:  Die  antike  Kunstprosa.  Leipzig-Berlín,  1915. 

Esta  obra  sigue  siendo  fundamental,  por  la  riqueza  de  material  y  por 
muchísimas  de  sus  apreciaciones.  De  ella  me  ocuparé  en  el  texto. 

E.  R.  Curtius  :  Europaische  Literatur  und  lateinisches  Mittelalter?  Ber- 
na, 1954. 

Especialmente  importante  es  el  capítulo  15,  "Manierismus",  para  la 
recta  valoración  de  la  antítesis. 


ESTUDIOS  BÍBLICOS 

Ed.  Kónig:  En  su  obra  Stilistik,  Rhetorik...,  dedica  un  par  de  páginas  a 
la  antítesis.  La  sitúa  en  la  segunda  parte,  "esfera  voluntativa";  en  la 
serie:  "repetición,  acumulación,  comparación,  amplificación,  climax,  an- 
títesis"; emparentados  con  la  antítesis  están  "correctio,  translatio  in 
adversarium,  oxímoron  y  detestatio". 

J.  Pedersen  :  Israel  its  Life  and  Culture.  London,  1926. 

En  el  capítulo  titulado  "The  soul,  its  power  and  capacity",  aporta  el 
autor  una  serie  de  observaciones  sobre  la  manera  de  pensar  y  concebir  de 


252 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


los  israelitas;  estas  páginas  son  luminosas  y  orientadoras,  y  no  han  sido 
superadas  en  exactitud  y  acertada  formulación. 

Insiste  sobre  todo  en  el  carácter  "total,  íntegro"  del  pensamiento 
hebreo:  "Para  él  pensar  es  abarcar  una  totalidad";  "El  conocimiento  no 
es  un  reconocimiento  abstracto  o  percepción  de  detalles,  sino  una  apropia- 
ción de  la  totalidad,  ante  todo,  de  sus  aspectos  capitales.  Según  esto,  las 
ideas  del  Israelita  no  son  ni  abstracciones  ni  detalles  ensamblados,  sino 
totalidades";  "No  es  propio  del  Israelita  el  analizar,  en  el  sentido  de  limi- 
tar y  dividir  en  elementos,  mientras  que  triunfa  cuando  se  trata  de  ca- 
racterizar".1 

La  última  observación  es  muy  importante ;  en  cambio,  no  es  tan  exacta 
su  teoría  sobre  la  combinación  de  las  palabras  sueltas,  pues  supone  que 
las  partes  son  anteriores  al  todo,  cuando  la  verdad  es  lo  contrario,  y  las 
lenguas  recorren  un  camino  de  diferenciación. 

También  podríamos  subrayar  su  explicación  de  las  partículas,  de  la 
forma  de  argumentación  hebrea,  del  proceso  intelectual  hebreo.  Una  frase 
final  quiero  citar,  que  se  prestaba  a  un  desarrollo  importante:  "Su  argu- 
mentación consiste  en  asegurar  y  repetir.  El  paralelismo  ha  sido  su  ma- 
nera natural  de  expresión. "  2 

Th.  Boman  :  Das  hebraische  Dcnken  im  Vergleich  mit  dem  Griechischen. 
Góttingen,  1952. 

En  el  índice  encontramos  esta  afirmación:  "Das  griechische  Denken 
ist  synthetisch-architektonisch,  das  israelitische  ist  analytisch-tiefbohrend, 
es  sucht  die  Pointe  zu  finden  und  durchzusetzen." 

Tal  afirmación  se  opone  a  las  explicaciones  de  Pedersen,  y  suena  a 
falsa.  Al  leer  la  exposición,  en  las  páginas  correspondientes,  la  impresión  se 
suaviza,  no  se  salva. 

Su  primer  argumento  es  filológico:  pensar  en  griego  es  "lego",  de  una 
raíz  que  significa  reunir;  pensar  en  hebreo  es  "bin",  raíz  que  significa 
dividir;  luego  el  pensar  griego  es  sintético,  el  hebreo  es  analítico.  La  con- 
clusión es  falsa,  aunque  el  argumento  sea  ingenioso;  cualquiera  sabe  que 
los  griegos  son  incomparablemente  más  analíticos  que  los  hebreos;  más 
aún,  que  los  hebreos  apenas  conocieron  el  pensamiento  analítico,  mientras 
que  los  griegos  lo  han  introducido  en  la  cultura  occidental. 

"Der  Hebráer  trennt  das  Unvvesentliche  und  Áusserliche  von  dem 
Wesentlichen  und  Wichtigen,  um  den  Kern  der  Sache  zu  finden,  und  venn 
ihn  gefunden  hat,  gilt  es  móglichst  kurz  und  scharf  auszudrücken." 

Esto  es  falso;  es  una  proyección  del  investigador  moderno  sobre  los 
datos  antiguos.  El  hebreo  nos  da  lo  elemental,  no  por  distinción,  sino  por- 
que es  anterior  a  la  diferenciación  y  al  matiz. 

Tampoco  convence  su  explicación  de  los  "conceptos"  (Pointe):  "Einem 

1  "To  him  thinking  is  to  grasp  a  totality"  (pág.  108);  "The  knowledge  is  not 
an  abstract  recognition  or  perception  of  details,  but  an  appropiation  of  the  totality 
and,  first  and  foremost,  of  its  main  features.  In  accordance  with  tkis  the  ideas  of  the 
Israelite  are  neither  abstractions  ñor  details  pieced  together,  but  totalities"  (pág.  109); 
"It  is  not  for  the  Israelite  to  analyze  in  the  sense  of  limiting  and  dissolving  into 
elements,  where  he  is  at  his  best  when  characterizing"  (pág.  112). 

2  "His  argumentaron  therefore  consists  in  assurance  and  repetición.  The  pa- 
rallelismus  membrorum  has  become  his  natural  manner  of  expression"   (pág.  123). 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


253 


umstándlichen  Beweis  mit  ausführlicher  Gedankenentwicklung  zu  führen 
hat  keinem  Zweck,  wenn  man  die  Pointe  gefunden  hat."  Si  hemos  de  to- 
mar la  palabra  "Pointe"  en  su  sentido  técnico  (cfr.  Curtius,  o.c.  pág.  297), 
difícilmente  se  la  atribuiremos  a  los  hebreos;  las  "agudezas"  hebreas  se 
reducen  casi  a  los  juegos  sonoros  con  los  nombres,  y  estas  agudezas  tam- 
bién pueden  llegar  a  ser  una  forma  de  pensar  y  argumentar  (cfr.  Curtius, 
o.  c.  Excursus  XIV  "Etymologie  ais  Denkform",  486-491). 

Lo  que  sí  acepto  de  Boman  es  el  predominio  de  lo  visual  entre  los 
griegos,  de  lo  auditivo  entre  los  hebreos :  ello  explica  algunos  fenómenos 
importantes,  y  se  armoniza  bien  con  el  predominio  de  la  sinonimia  sobre  la 
antítesis  entre  los  hebreos;  al  contrario  de  los  griegos  y  occidentales,  que 
prefieren  la  antítesis  a  la  sinonimia. 

Es  curioso  que  un  investigador  comparativo  de  dos  formas  de  pensar,  en 
un  libro  valioso,  no  haya  apreciado  lo  que  significa  la  antítesis  como  forma 
de  pensar  en  la  mentalidad  griega  y  occidental. 

Cl.  Tresmontant:  Essai  sur  la  pensée  hébraique.  París,  1953. 

Tampoco  trata  expresamente  de  la  cuestión.  Podríamos  retener  una 
frase:  " L'intelligence  ne  consiste  pas  á  juger,  mais  á  écouter"  (pág.  123). 
Aceptable  con  su  cortejo  de  afirmaciones  que  la  completan  y  aclaran. 

J.  Schildenberger  :  V om  Geheimnit  des  Gotteswortes.  Heidelberg,  1950. 

L.  Kóhler:  Der  hebrdische  Mensch.  Tübingen,  1953. 

En  el  Capítulo  7,  "Das  geistige  Bild  des  Hebráers  II"  (págs.  101-110), 
señala  el  autor  el  carácter  extremoso,  apasionado,  "total"  del  hebreo;  apto 
para  el  cambio  total  y  extremo,  para  el  contraste.  Observación  justa  e  im- 
portante, que  da  razón  de  fenómenos  divergentes.  Pero  el  autor  no  analiza 
con  detención  el  hecho. 

G.  Gerleman  :  Struktur  und  Eigenart  der  hebráischen  Sprache,  SEA  23-23 
(1957-58),  págs.  252-64. 

Corrigiendo  las  pruebas,  me  llega  el  siguiente  libro: 

J.  Barr:  The  Semantics  of  Biblical  Language,  Oxford,  1961. 

Es  una  fuerte  crítica  contra  Pedersen,  Boman,  Gerleman,  y  contra  al- 
gunos presupuestos  de  TWNT.  En  puntos  concretos  el  autor  critica  justa- 
mente, pero  me  parece  exagerado  en  sus  principios.  Rechaza  totalmente  a 
Humboldt  y  el  Neohumboldtismo  de  Weisgerberg  y  seguidores,  "herencia 
de  supersticiones  sobre  el  lenguaje".  J.  B.  invoca  en  su  crítica  la  moderna 
ciencia  lingüística,  pero  da  la  impresión  de  profesar  un  positivismo  del 
lenguaje,  cuando  niega  simplemente  que  el  lenguaje  hebreo  refleja  el  pen- 
samiento hebreo. 


SOBRE  LA  "NEGACIÓN  DIALÉCTICA" 

H.  Kruse:  Die  dialektische  Negation  ais  semitisches  Idiom.  VT  4  (1954), 
385-400. 

El  autor  explica  el  concepto,  modo  enfático  de  afirmar  una  parte,  ne- 
gando otra  parte  no  inconciliable.   Equivale  a  nuestra  fórmula  "más 


254 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


que  A...B".  En  su  forma  externa  aparece  como  negación  tajante:  "No 
quiero  sacrificios..."  Comprueba  el  fenómeno  con  una  serie  de  ejemplos. 

Dos  cosas  echo  de  menos  en  el  artículo :  primero,  que  también  nuestras 
lenguas  conocen  el  recurso,  en  ocasiones  de  énfasis  (recuérdese  aquella 
manifestación  con  carteles:  "Wir  wollen  keine  Kalorien,  wir  wollen  Brot." 
Lo  segundo,  reducir  la  fórmula  estilística  a  su  raíz  mental  de  aprehensión 
total,  anterior  al  matiz,  a  la  distinción. 

E.  Vogt:  Negatio  Parado  xa.  Bíblica  36  (1955),  146-47. 

Nota.  —  El  artículo  monográfico  de  Kemmer  sobre  la  " ex- 
presión polar"  (cfr.  bibliografía  del  paralelismo),  tiene  material 
útil  para  el  análisis  de  la  antítesis.  En  el  texto  expuse  la  diferen- 
cia sustancial  entre  la  fórmula  polar  y  la  antítesis ;  y  las  conse- 
cuencias para  un  posible  estudio  de  mentalidades  o  estilos  indi- 
viduales. 

1.  ESTADO  DE  LA  CUESTIÓN 

Desde  Lowth,  la  segunda  forma  del  paralelismo  hebreo  es  el 
"paralelismo  antitético".  El  incluir  bajo  común  denominador  la 
sinonimia  y  la  antítesis,  demuestra  que  tal  denominador  común 
pertenece  al  orden  formal  extrínseco.  Lo  único  común  entre  am- 
bos es  la  correspondencia  de  dos  miembros,  palabra  a  palabra, 
o  en  bloque. 

Estéticamente,  el  reiterar  un  hecho  y  el  contraponer  dos  datos, 
son  cosas  muy  distintas.  Aunque  puedan  proceder  ambos  de  igual 
exaltación  pasional,  y  producir  efecto  similar  de  énfasis,  la  sino- 
nimia y  la  antítesis  son  dos  procedimientos  estilísticos,  que  con- 
viene tratar  aparte.  Más  aún,  la  comparación  y  distinción  entre 
sinonimia  y  antítesis  nos  introduce  en  una  de  las  diferencias  es- 
pecíficas entre  la  mentalidad  hebrea  y  la  occidental. 

En  el  capítulo  precedente  llegamos  a  la  conclusión  de  que  la 
persistencia  de  la  articulación  binaria  y  el  predominio  de  la  rei- 
teración sinonímica  son  datos  característicos  de  la  poesía  hebrea. 
Articulación  binaria  y  sinonimia  existen  en  toda  poesía,  pero  no 
con  hegemonía. 

Podríamos  añadir  que  el  pensar  y  expresarse  en  antítesis  de 
conceptos  es  característico  de  la  literatura  occidental.  La  obra 
monumental  de  Norden  es  una  prueba  de  tal  afirmación.  Sólo 
hay  que  añadirle  la  obra  también  monumental  de  Curtius,  para 
corregir  sus  valoraciones  sobre  lo  que  considera  —  fiel  a  Quinti- 
liano  y  a  Boileau  —  perversiones  del  gusto. 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


255 


Cuando  nace  la  prosa  occidental,  su  armazón  es  la  antítesis ; 
cuando  Gorgias  sistematiza  los  recursos  de  la  prosa,  predomina 
la  antítesis ;  cuando  los  gustos  y  estilos  se  extreman,  se  llega  a  la 
tiranía  de  la  antítesis.  De  aquí  el  interés  en  estudiar  el  uso  de  las 
antítesis  entre  los  hebreos,  en  particular  por  parte  de  uno  de  sus 
más  inteligentes  escritores :  Isaías. 


2.  RAÍCES  HISTÓRICAS  DE  LA  ANTITESIS 

Norden  no  se  contenta  con  registrar  el  hecho  y  comprobarlo 
con  múltiples  ejemplos;  sobriamente  apunta  hacia  los  motivos  de 
tal  costumbre : 

Primero,  Heráclito:  "Al  poderoso  efesio,  que  seguía  su  cami- 
no solitario,  frente  a  todo  el  mundo,  se  le  revelaron  por  vez  pri- 
mera las  antinomias  entre  el  ser  y  el  parecer ;  al  hombre  que 
enseñaba  que  de  la  variedad  surge  la  armonía  perfecta,  se  le  hipos- 
tasiaron  en  el  lenguaje  los  contrastes,  con  lógica  consecuencia.3 

Norden  descubre  en  Heráclito  estas  raíces  de  la  antítesis :  su 
soledad  y  oposición  al  mundo,  como  causa  psicológica;  el  descu- 
brimiento de  las  radicales  antinomias  que  se  revelan  al  pensador. 
Heráclito  se  encara  con  la  antinomia  fundamental  del  uno  y  el 
múltiple,  y  busca  la  solución  en  otra  tremenda  antinomia,  "ser  y 
parecer"  (la  misma  que  aplicará  Parménides  en  su  opuesta  teoría 
metafísica). 

Segundo,  Zenón:  La  dialéctica  de  Zenón  "descansaba  en  la 
enantiología ;  es  decir,  suponía  que  la  afirmación  del  adversario 
era  correcta,  y  demostraba  la  contraria.  Es  claro  que,  por  este 
método,  el  estilo  de  Zenón  se  hace  totalmente  antitético...  Pero 
no  fue  Zenón  el  inventor  de  tal  modo  de  argumentar,  sino  que  lo 
aprendió  de  Heráclito".4 

Aquí  subraya  Norden  otra  raíz  de  la  antítesis :  el  método. 

3  "Dera  gewaltigen  Ephesier,  der  seinen  Weg  einsam  im  Gegensatz  zu  aller 
Welt  verfolgte,  haben  sich  zura  ersten  Mal  die  Antinomien  des  Seins  und  Scheins 
geoffenbart,  und  ihm,  der  da  lehrte,  dass  aus  dem  Verschiedenem,  die  vollendete 
Harmonie  entstehe,  haben  sich  die  Gegensátze  mit  einer  gewissen  logischen  Konse- 
quenz  auch  in  der  Sprache  hypostasiert"  (pág.  18). 

4  "Diese  beruhte  aber  auf  der  enantiologie,  d.h.  er  setzte  den  Fall,  dass  die 
Behauptung  des  Gegners  richtig  sei,  und  bewies  dann  das  Gegenteil.  Es  ist  klar, 
daas  der  Stil  Zenons  dadurch  ganz  antithetisch  werden  musste...  Nun  war  aber  Zenon 
nicht  der  Erfinder  dieser  Art  des  Argumentierens,  sondern  er  hat  sie  von  Heraklit 
gelernt"  (pág.  20). 


256 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Pero  hemos  de  añadir  una  aclaración :  a  primera  vista  parece  que 
se  trata  de  un  método  expositivo,  instrumento  para  el  ejercicio 
concreto  de  la  argumentación;  no  olvidemos  que  el  método  de 
exponer  procede  casi  siempre  del  método  de  pensar,  y  llega  a 
convertirse  en  hábito  mental,  en  método  de  indagar.  De  hecho, 
la  dialéctica  está  embebida  en  el  pensamiento  occidental,  como 
método  intelectual  de  indagación. 

Tercero,  el  gran  movimiento  del  siglo  V:  "las  enormes  revo- 
luciones que  experimentó  el  mundo  griego  durante  el  siglo  v,  en 
el  campo  espiritual.  Qué  tremendas  nos  parecen  ahora,  cuando  no 
poseemos  más  que  tristes  miembros  fragmentados,  los  titanes  es- 
pirituales de  aquella  época,  que  en  su  afán  tempestuoso  se  lan- 
zaron en  seguida  a  las  máximas  alturas...  El  vínculo  común  que 
les  liga  es  la  batalla  contra  la  tradición  establecida,  y  su  aspecto 
sensible  es  la  antítesis".5 

Aquí  tenemos,  extendida  a  todos,  una  raíz  que  ya  sorprendi- 
mos en  Heráclito :  raíz  psicológico-social ;  situación  de  cambio 
violento,  revolución  intelectual. 

Cuarto,  el  carácter  de  los  griegos:  "Los  griegos  tenían  una 
marcada  inclinación  hacia  las  contraposiciones  intelectuales,  ex- 
presión sensible  de  su  afición  a  los  "agones"  y  "synkriseis",  a  la 
formulación  precisa  y  armónica  del  pensamiento."  6 

Estamos  rozando  en  Norden  la  mentalidad  romántica,  que 
se  complace  en  auscultar  el  "genio"  o  "espíritu"  de  los  pueblos. 
Y  por  otro  lado,  incurrimos  un  poco  en  la  escuela  de  München, 
que  considera  el  lenguaje  como  portador  y  significador  del  "es- 
píritu de  los  pueblos".  El  gusto  de  los  griegos  se  manifiesta  en 
el  repertorio  abundante  y  matizado  de  partículas  adversativas  y 
correlativas. 

La  teoría  posee  una  dosis  de  verdad,  es  una  caracterización 
aproximada  que  nos  va  a  ser  útil ;  lo  que  pasa  es  que  no  podemos 
regalar  a  los  griegos  la  exclusiva  de  un  gusto  que  predomina  en 

5  "...grossen  Umwalzungen  welche  die  griechische  Welt  ira  fünften  Jahrhun- 
dert  auf  geistigem  Gebiet  erfuhr.  Wie  dámonische  erscheinen  uns  heute,  wo  wir  nur 
ihre  traurig  zerstückten  Glieder  haben,  die  Geistestitanen  jener  Zeit,  die  in  ihrem 
stürmischen  Erkenntnisdrange  gleich  nach  dem  Hóchsten  strebten...  Das  gemeinsame 
Band,  welches  sie  alie  umschliesst,  ist  der  Karapf  gegen  das  traditionell  Bestehende, 
und  er  findet  seinen  sinnlichen  Ausdruck  in  der  antithetischen  Sprache"   (pág.  20). 

6  "Den  Griechen  eine  ausgesprochene  Neigung  zu  antithetischer  Gegenüberstel- 
lung  der  Gedanken  angeboren  war,  die  gewissermassen  ein  sichtbarer  Ausdruck  ihrer 
Freude  an  agones  und  synkriseis,  an  práziser  und  harmonischer  Formulierung  des 
Gedankens  ist"  (pág.  25). 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


257 


la  cultura  occidental.  Quizá  sea  éste  uno  de  los  signos  de  que 
los  occidentales  somos  radicalmente  "griegos".7 

Quinto,  el  carácter  popular:  "típicos  del  carácter  popular,  por- 
que son  gnómicos".  Es  decir,  que  el  pueblo  gusta  de  los  prover- 
bios, y  los  proverbios  gustan  de  la  forma  antitética.  Esto  también 
es  cierto,  con  tal  de  interpretar  la  palabra  "pueblo"  sin  demasia- 
dos resabios  románticos. 

Esta  raíz  desborda  los  límites  de  un  pueblo  y  se  extiende  por 
amplias  áreas  culturales.  El  género  proverbial  hebreo  procede  en 
realidad  de  círculos  o  autores  eruditos;  después  se  hace  "po- 
pular".8 

Sexto  y  séptimo,  G orgias:  "Gorgias  ha  dado  forma  obligato- 
ria a  propiedades  generales  de  la  época,  y  las  ha  utilizado  en  un 
juego  desmedido."9 

El  reducir  a  sistema  obligatorio  es  una  labor  de  codificación 
retórica,  con  la  cual  se  inaugura  una  tradición.  Quien  se  inserta 
en  ella  acepta  a  conciencia  el  recurso  estilístico,  y  en  él  demues- 
tra su  fidelidad  a  la  tradición.  Pero,  como  todo  recurso  retórico 
explícito,  puede  perder  su  sustancia,  y  heredarse  como  cápsula 
vacía  y  sonora.  Y  es  muy  curioso  observar  que  en  sucesivas  re- 
voluciones intelectuales  y  estilísticas  de  Occidente,  la  antítesis 
sigue  heredándose  intacta;  o  porque  es  profundamente  humana, 
o  porque  seguimos  siendo  profundamente  griegos;  más  probable 
me  parece  la  segunda  razón.  Lo  que  varía  en  los  cambios  es  la 
densidad. 

Que  es  el  séptimo  punto  señalado  por  Norden :  Gorgias  no 
sólo  codifica,  sino  que  lanza  al  público  sus  tiradas  de  antítesis, 
con  pródiga  generosidad ;  es  un  antecesor  de  los  fabricantes  en 
serie.  En  otra  ocasión,  Norden  disculpa  a  Gorgias :  "Cuando  pen- 
samos que  estas  artes  son  meras  descargas  de  aquellas  revolucio- 

7  K.  Vossler:  Geist  und  Kultur  in  der  Sprache,  Heidelberg,  1925;  H.  Roberts: 
The  Science  of  Idiom:  A  Method  of  Inquiry  into  the  Cognitive  Design  of  Language. 
Publications  of  the  Modern  Language  Association  of  America  (PMLA)  54  (1944), 
páginas  191-206. 

8  "Für  das  volkstümliche  Element  bezeichnend,  weil  es  Gnomen  sind"  (pág.  25). 
Sobre  el  concepto  de  lo  "popular",  véase,  p.  e.,  Guy  de  Valois:  La  poésie  amoureuse 
en  langue  latine  au  Moyen  Age.  Classica  et  Mediaevalia  (1954),  págs.  147,  197;  y 
particularmente,  página  182. 

9  "Gorgias  hat  allgemeine  Eigentümlichkeiten  der  Zeit  in  bindende  Form  ge- 
bracht  und  sie  spielerisch  im  Übermass  verwertet"  (pág.  25);  "wir  urteilen  milder 
über  die  uns  oft  pueril  erscheinenden  Künste  seines  Stils,  wenn  wir  bedenken,  dass 
sie  nur  ein  Niederschlag  jener  grossen  Umwalzungen  sind"  (pág.  20). 


258 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


nes,  nos  inclinamos  a  juzgar  benévolamente  esos  recursos  de  es- 
tilo que  con  frecuencia  se  nos  antojan  pueriles...,, 

Nuestra  valoración  actual  es  distinta  de  la  que  aplicaba  Nor- 
den  hace  cincuenta  años.  Sabemos  apreciar  y  gustar  el  estilo  de 
Tácito  y  Séneca,  no  menos  que  el  de  Ouintiliano  y  Cicerón ;  y  no 
consideramos  decadencia  la  fuerza  creadora  de  Ouevedo  o  Gra- 
cián.  El  que  abunden  las  antítesis  no  significa  decadencia  o  mal 
gusto ;  lo  malo  es  que  las  antítesis  sean  malas,  vacías,  inútiles 
—  como  en  el  Euphuismo. 

Con  todo,  es  cierto  que  el  uso  de  la  antítesis  puede  conver- 
tirse en  juego  caprichoso,  virtuosismo  formal,  asociación  mecá- 
nica ;  es  decir,  índice  de  pobreza  o  vaciedad  mental. 

Vamos  a  resumir  las  siete  raíces,  tomadas  de  Xorden :  anti- 
nomias reales,  método  de  exposición  e  indagación,  rebelión  inte- 
lectual, temperamento  griego,  carácter  popular,  tradición  retórica, 
juego  formal.  Raíces  comunes  a  otros  fenómenos  de  estilo,  sobre 
todo  las  dos  últimas. 

Y  aquí  mismo  podríamos  empalmar  un  análisis  sobre  la  posi- 
ble presencia  y  eficacia  de  estas  raíces  en  hebreo.  La  antinomia 
hebrea  es  la  religiosa,  pero  planteada  menos  en  forma  de  indaga- 
ción filosófica.  La  antinomia  que  más  ha  preocupado  a  los  hebreos 
es  la  de  la  retribución,  y  el  libro  máximo  sobre  el  problema  es 
el  libro  de  Job.  La  segunda  raíz,  método,  no  se  manifiesta.  Una 
especie  de  rebelión  intelectual  es  el  libro  de  Job,  que  revisa  teo- 
rías antiguas  más  simplistas.  Temperamento  hebreo :  me  atrevo 
a  adelantar  que  en  este  aspecto  difiere  netamente  del  griego.  El 
carácter  "popular"  de  la  literatura  proverbial  hebrea  se  muestra 
también  en  cierto  gusto  por  la  forma  antitética.  Tradición  retó- 
rica codificada  no  sabemos  que  existiese ;  pero  existía  la  tradición 
oratoria  ;  y  la  oratoria  emplea  un  tipo  peculiar  de  antítesis  como 
recurso  frecuente.  El  formalismo  no  es  vicio  de  los  libros  sagra- 
dos hebreos. 

Es  decir,  que  el  rebusco  de  antítesis  lo  habremos  de  hacer  en 
el  género  gnómico  y  en  la  oratoria  del  Deuteronomio  y  de  los 
profetas. 

3.  TIPOS  FUNDAMENTALES  DE  ANTÍTESIS 

La  antítesis  es  un  instrumento  múltiple  y  disponible.  Puede 
tomarla  el  entendimiento  para  discernir,  y  el  ingenio  para  jugar, 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


259 


la  polémica  para  combatir,  y  la  elocuencia  para  impresionar.  Yo 
busco  ahora  un  par  de  tipos  fundamentales,  aproximativos,  fá- 
ciles de  caracterizar  en  sus  líneas  generales.10 

Podemos  distinguir  una  antítesis  fundamentalmente  afectiva 
y  otra  fundamentalmente  intelectual.  (Quizá  la  ingeniosa  sea  el 
tercer  tipo.)  Intento  describirlas  por  algunos  rasgos  predomi- 
nantes : 

La  afectiva  maneja  los  extremos  de  una  serie,  o  divide  la  to- 
talidad en  dos  partes  que  se  excluyen  —  dilema,  disyuntiva  — ; 
emplea  o  marca  o  crea  contrastes ;  prefiere  el  bloque  al  matiz. 

La  intelectual,  más  bien  que  los  extremos,  prefiere  elementos 
contiguos  que  contrapone  para  " delimitar,  definir" ;  recordemos 
lo  dicho  acerca  de  los  campos  de  lenguaje :  los  elementos  de  la 
serie  se  delimitan  recíprocamente  por  los  contiguos;  la  antítesis 
intelectual  maneja  esta  cualidad  del  lenguaje.  Muchas  veces  di- 
vide un  término  en  dos  piezas  para  contraponerlas  y  delimitarlas ; 
es  el  método  escolástico  de  la  "distinción",  que  puede  ser  fino 
instrumento  de  precisión,  agudeza  y  conceptualismo. 

Hay  otra  bina  de  antítesis  que  nos  estropea  la  clara  división 
precedente :  Existe  la  antítesis  afectiva  que  busca  afinar,  delimi- 
tar, distinguir  emociones  y  estados  de  alma;  especialmente  culti- 
vada en  la  "poesía  pura"  de  un  Salinas,  por  ejemplo  :  antítesis 
de  "alma  ancha  y  franca,  y  entradas  angostas",  antítesis  de  "vien- 
to real  y  viento  de  cine",  antítesis  de  "la  vista  y  el  tacto",  etc. 
Y  existe  la  antítesis  intelectual  que  busca  los  bloques,  los  contra- 
rios, o  porque  penetra  en  la  hondura  metafísica,  o  porque  busca 
visiones  sintéticas ;  las  antítesis  de  los  presocráticos  son  de  ex- 
tremos, de  antinomia;  la  historia  y  filosofía  del  arte,  según  la 
escuela  de  Wólflin,  emplea  metódicamente  antítesis  muy  marcadas. 

io  Los  tratadistas  de  estilística  son  muy  parcos  en  el  estudio  de  tan  importante 
recurso  de  estilo.  De  los  2.045  números  del  repertorio  bibliográfico  de  Hatzfeld,  tres 
están  dedicados  expresamente  a  la  antítesis;  y  el  término  no  está  registrado  en  el  ín- 
dice analítico.  En  el  diccionario  de  literatura  "Kleines  Literarisches  Lexikon"2,  Ber- 
na, 1953,  editado  por  Kayser,  con  la  colaboración  de  18  especialistas,  falta  también 
dicho  término. 

El  Dictionary  of  World  Literature,  editado  por  T.  J.  Sbipley,  se  ocupa  breve- 
mente del  tema:  "in  the  20th  century  it  has,  along  with  the  rest  of  Graecoroman 
rhetoric,  fallen  into  neglect.  Macaulay  is  the  least  English  writer  to  employ  it  with 
conspicuous  success". 

De  los  autores  que  conozco,  quien  mejor  aprecia  la  importancia  del  pensamiento 
antitético  en  literatura  es  A.  Albalat:  L'Art  d'écrire26,  París,  1926.  En  mi  libro, 
también  pedagógico,  La  formación  del  estilo3,  Santander,  1957,  me  ocupo  también  del 
asunto  en  el  capítulo  dedicado  al  "Estilo  de  ideas". 


260  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

El  ingenio  gusta  mucho  de  la  antítesis,  sobre  todo  de  la  in- 
esperada; usa  la  paradoja,  la  antífrasis.  Sobre  ésta  informa  am- 
pliamente B.  Gracián  en  su  Agudeza  y  arte  de  ingenio. 


4.  ANTITESIS  EN  ISAÍAS 

El  capítulo  primero  es  de  valor  paradigmático :  es  un  discurso 
que  recoge  temas  fundamentales  de  la  predicación  profética. 

Son  muy  escasas  las  conjunciones,  en  particular  las  conjuncio- 
nes adversativas,  que  se  pueden  esperar  donde  abunda  la  antítesis. 
Cuatro  "ki"  con  valor  causal  o  temporal;  un  'Tule"  con  sentido 
irreal ;  un  "gam  ki"  con  sentido  concesivo,  adversativo;  dos  ÍOim" 
también  concesivos,  y  otros  dos  condicionales.  A  esto  podríamos 
añadir  dos  formas  temporales  que  tienen  cierto  valor  de  antítesis : 
"weíatta",  "'ahré-ken". 

En  cualquier  período  de  Isócrates  podemos  contar  un  par  de 
veces  "ou...  alia"  y  otro  par  de  veces  "men...  de"  ;  en  un  período 
de  Teopompo  (16  líneas) :  "tous  men...  tous  de;  ou  monon...  alia; 
ti...  e  ti;  oi  men...  oi  de;  men...  de;  ouk...  alia...  oude...  alia; 
anti  men...  anti  de;  to  men...  to  de"  (cfr.  Norden,  pág.  122). 

Esta  riqueza  de  partículas  adversativas  demuestra  una  abun- 
dancia de  antítesis  materiales  y  formales ;  al  mismo  tiempo  sirven 
para  graduar,  afinar,  matizar  la  calidad  de  las  antítesis;  lo  cual 
indica  una  actitud  intelectual  reflexiva;  pues  la  pasión  ni  tiene 
distancia  para  graduar  sus  contrastes,  ni  tiempo  para  construirlos. 
Esas  abundantes  partículas  griegas  se  van  interponiendo  entre  los 
miembros  de  la  antítesis,  suavizando  el  contraste,  como  franjas  o 
pinceladas  de  luz  gris  entre  la  luz  y  la  sombra. 

En  hebreo  faltan  tales  partículas;  apenas  se  usa  la  conjunción 
"'o",  es  poco  frecuente  "gam  ki"  y  no  abunda  "ki  'im".  La  etapa 
reflexiva  no  ha  comenzado.  La  partícula  adversativa  normal  es 
la  conjunción  "we-",  que  yuxtapone  los  dos  bloques  contrastados 
de  la  antítesis  hebrea. 

El  comienzo  del  discurso  de  Isaías,  puesto  en  boca  de  Yavé, 
son  dos  fuertes  contrastes:  conducta  de  Yavé  —  conducta  del  pue- 
blo, conducta  de  los  animales  —  conducta  del  pueblo.  La  primera 
está  marcada  por  la  fórmula  "wehem",  "pero  ellos";  la  segunda 
con  ausencia  de  partícula;  perdemos  finura,  ganamos  vigor. 

La  antítesis  primera  es  una  de  las  fundamentales  en  la  predi- 
cación hebrea:  "Dios-hombre,  Yavé-su  pueblo".  La  segunda  es 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


261 


una  comparación  enérgica,  marcada  por  la  repetición  pura  del 
mismo  verbo  con  la  negación:  "conoce-no  conoce".  Las  tres  par- 
tes que  siguen,  enfermedad,  saqueo,  sacrificio,  no  aprovechan  el 
recurso  de  la  antítesis,  sino  la  acumulación  de  elementos,  con 
insistencia  de  equivalentes.  Después  viene  una  serie  de  imperati- 
vos paralelos :  una  bina  nos  suena  como  antitética :  "cesad  de 
obrar  mal,  aprended  a  obrar  bien" ;  los  hebreos  ven  en  la  bina 
las  dos  partes  de  la  totalidad  "rectitud"  o  "justicia",  ven  lo  se- 
mejante, más  que  lo  opuesto.  Es  decir,  está  muy  cerca  de  otra 
forma  intermedia  entre  la  sinonimia  y  la  antítesis  "castigó,  no 
perdonó",  que  tiene  apariencia  de  antítesis,  siendo  en  realidad 
sinonimia,  reiteración. 

v.  18:  Yavé  invita  a  su  pueblo  a  contender,  y  sus  propuestas 
están  formuladas  en  dos  pares  de  antítesis :  la  primera  un  doble 
contraste  de  colores  simbólicos  extremos,  con  colocación  quiásti- 
ca  de  los  verbos ;  la  segunda  es  una  disyuntiva  extremosa,  marca- 
da con  juego  de  palabras.  Esta  paronomasia  es  interesante  por- 
que emplea  como  elementos  de  la  antítesis  dos  modos  del  mismo 
verbo  "to'kelu...  te'ukkelu";  pero  no  dos  modos  próximos,  para 
afinar,  sino  dos  modos  extremos,  para  impresionar. 

v.  21 :  Comienza  con  una  antítesis  de  las  más  frecuentes :  el 
cambio  de  situación,  la  mutación  de  una  cualidad  en  otra;  tam- 
bién usa  dos  extremos,  señalando  el  movimiento  de  uno  a  otro. 
"Cómo  se  ha  vuelto  adúltera  la  ciudad  fiel",  marcando  la  oposi- 
ción con  la  rima.  Y  desarrolla  el  tema  con  el  mismo  procedimiento 
en  serie  "la  plata  en  escoria,  el  vino  aguado,  los  príncipes  pro- 
tervos...". 

El  párrafo  siguiente  presenta  un  cambio  de  situación;  antíte- 
sis de  lo  anterior,  montada  sobre  palabras  comunes  "escoria,  jui- 
cio, ciudad  fiel".  Esta  manera  de  antítesis,  que  consiste  en  contra- 
poner dos  situaciones,  es  frecuente  en  la  predicación  profética; 
y  también  es  frecuente  el  recurso  de  apoyarla  en  palabras  comu- 
nes ;  por  abarcar  una  serie  de  versos,  no  alcanza  el  estilo  senten- 
cioso, hiriente  de  la  antítesis  occidental. 

En  el  primer  capítulo  nos  ha  revelado  Isaías  su  manera  de 
tratar  la  antítesis.  Un  contraste  de  conductas  y  situaciones :  Yavé- 
pueblo ;  buey-Israel ;  adúltera-fiel ;  pecado-restauración.  Varias  ve- 
ces ha  subrayado  el  contraste  con  aliteración,  una  vez  con  paro- 
nomasia buscada;  una  vez  ha  empleado  la  disyuntiva  elemental. 
La  antítesis  ha  sido  en  algún  caso  concisa ;  de  ordinario  dilatada. 
Es  antítesis  de  composición,  más  que  de  frase;  subordinada  al 

18.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


262 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


efecto  oratorio ;  no  para  enseñar  o  precisar  o  analizar,  sino  para 
señalar  y  hacer  reconocer. 

El  capítulo  2  contiene  un  fragmento  con  estribillo  de  factura 
antitética:  "la  altivez  del  hombre  será  abatida,  el  orgullo  humano 
humillado,  y  sólo  Yavé  será  exaltado".  Los  extremos  no  son  aquí 
Yavé  y  el  pueblo,  como  miembros  de  un  pacto,  opuestos  en  sus 
conductas;  aquí  es  simplemente  la  oposición  " Dios-hombre",  fun- 
damental en  toda  la  literatura  profética;  subrayada  con  conciso 
énfasis  en  el  discurso  sobre  Egipto,  31,  3 :  "El  egipcio  es  hom- 
bre, no  dios." 

Kemmer  señalaba  como  una  de  las  binas  griegas  frecuentes 
"theoi-anthropoi" ;  es  decir,  los  griegos  podían  colocar  en  plano 
homogéneo  a  los  dioses  y  a  los  hombres,  como  dos  mitades  de  una 
totalidad  inteligente.  Para  los  hebreos  la  bina  Dios-hombre  es  una 
fundamental  antítesis.  Un  detalle  estilístico  revela  dos  mentalida- 
des religiosas.11 

En  el  capítulo  3  encontramos  una  antítesis  interesante :  des- 
pués de  enumerar  todos  los  adornos  que  arrancará  Yavé  a  las 
presumidas  mujeres  hebreas,  añade  cinco  binas  antitéticas  articu- 
ladas por  la  partícula  "tht"  (=  en  vez  de) :  "En  vez  de  perfume 
habrá  hediondez,  en  vez  de  cinturón  cordel,  en  vez  de  trenzas 
calvicie,  en  vez  de  galas  saco  ceñido,  vergüenza  en  vez  de  belle- 
za." La  preposición  "tht"  aparece  con  la  función  de  contraponer 
situaciones  extremas.  En  griego  hay  una  coincidencia,  la  palabra 
"antithesis"  está  compuesta  de  la  preposición  "anti".  En  su  eti- 
mología, la  sustitución  hebrea  surge  desde  abajo  "tht",  la  griega 
de  enfrente,  la  latina  desde  abajo  "sub-stitutio". 

El  capítulo  5  comienza  con  la  parábola  de  la  viña  y  su  ex- 
plicación :  es  un  doble  contraste  de  conductas  sucesivas,  enlazadas 
por  el  verbo  común  "'sh"  (hacer):  "Yo  Yavé  hice...  esperé  que 
hicieran;  ellos  hicieron...  yo  haré..."  Al  final  de  la  explicación, 
un  epifonema  conciso,  antitético,  reforzado  por  la  paronomasia 
"wayyeqaw  Pmispat  wehinne  mispah  lisdaqa  wehinne  se'aqa". 

En  la  serie  de  amenazas  que  siguen,  es  notable  el  grupo  de 
breves  invectivas  en  forma  de  antítesis  violentas :  20  "Ay  de  los 
que  llaman  al  mal  bien  y  al  bien  mal ;  que  hacen  de  las  tinieblas 
luz  y  de  la  luz  tinieblas ;  de  lo  amargo  dulce  y  de  lo  dulce  amar- 

ii  A.  M.  Honeyman:  Merismus  in  Biblical  Hebrew,  JBL  71  (1952),  pág.  16, 
es  el  único  que  ha  notado  esta  escasez  entre  los  hebreos:  "The  paucity  of  the  He- 
brew instances  —  as  against  the  f requency  of  the  usage  in  Greek  for  example  —  testi- 
fies  to  the  sincerity  of  the  Hebrew  conviction  of  the  diversity  of  God  and  man." 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


263 


go."  La  subversión  de  los  valores  está  concentrada  en  tres  pa- 
rejas de  contrarios. 

El  capítulo  7  nos  ofrece  otra  antítesis  concisa  con  paronomasia 
de  dos  modos  diversos  de  un  verbo:  9  "'im  lo'  ta'minú  ki  lo' 
te'amenü".  El  resto  del  capítulo  emplea  binas  de  contrarios,  pero 
con  función  polar. 

Capítulo  8 :  una  antítesis  interesante :  "aguas  mansas-aguas 
torrenciales",  que  representan  simbólicamente  el  pecado  y  el  cas- 
tigo, puestos  en  la  misma  línea.  En  forma  antitética  vigorosa  está 
la  serie  9-10  "ceñios  y  seréis  quebrantados,  ceñios  y  seréis  que- 
brantados; haced  planes  que  fracasarán,  haced  proyectos  que  no 
durarán".  Y  también  en  forma  antitética,  con  repetición  de  la 
misma  raíz  12-13  "no  temáis  lo  que  el  pueblo  teme,  a  Yavé  te- 
meréis". 

El  capítulo  9  (8,  23)  comienza  con  la  antítesis  más  pulcra- 
mente delineada  de  Isaías : 

al  principio    humilló       la  tierra     de  Zabulón 
al  final  ensalzó       la  vía         del  mar. 

La  correspondencia  de  palabras  y  sonoridades  es  de  un  refina- 
miento casi  gorgiano.  Y  continúa  el  desarrollo  antitético  de  "luz- 
tinieblas",  que  es  una  contraposición  frecuente.12 

El  discurso  de  los  soberbios  está  formulado  en  antítesis  con- 
cisas 9,  9:  "ladrillos  cayeron,  sillares  edificaremos;  sicómoros 
fueron  derribados,  cedros  sustituiremos".  El  último  verbo  em- 
parenta  esta  antítesis  con  el  género  "tht",  en  el  grupo  amplio 
"contraste  de  situación". 

El  verso  15  divide  la  totalidad  del  pueblo  en  dos  mitades: 
"directores-dirigidos";  su  suerte  tiene  algo  de  antítesis  o  para- 
doja "y  serán  los  directores  descarriados,  los  dirigidos  engulli- 
dos". Algo  parecido  el  verso  19 :  "despedazan  a  derecha  y  siguen 
hambrientos,  devoran  a  izquierda  y  no  se  sacian". 

En  este  capítulo  hemos  encontrado  el  tipo  de  antítesis  simé- 
trica, acicalada,  y  el  tipo  de  antítesis  incisiva,  concisa. 

El  capítulo  10  contrapone  los  planes  de  Dios  a  los  de  Asur, 
con  la  forma  de  oposición  tan  frecuente  en  griego  "ouk...  alia", 
y  tan  poco  frecuente  en  hebreo.  Pero  las  partículas  que  señalan 
la  oposición  no  están  diferenciadas:  "wehü'  lo'  ken...  ki  1-" ; 


12  S.  Aalen:  Die  Begriffe  " Licht"  und  " Finstemis"  im  AT,  im  Spátjudentum 
und  im  Rabbinismus,  Oslo,  1 95 1 . 


264 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


"pero  él  no  pensaba  así...  sino  que  su  corazón...".  El  verso  16 
tiene  una  doble  antítesis  del  género  "tht". 

En  el  capítulo  11  encontramos  de  nuevo  la  forma  "no... 
sino...",  repetidos  los  mismos  verbos,  pero  con  la  simple  par- 
tícula "lo'...  w-".  "No  juzgará  a  vista  de  ojos,  ni  argüirá  por 
oídas  de  oídos;  sino  que  juzgará  en  justicia  a  los  pobres,  argüirá 
en  rectitud  a  los  humildes." 

En  el  breve  capítulo  12  hay  que  señalar  esa  frase,  entre  an- 
títesis y  sinonimia,  en  la  que  importa  el  juego  de  palabras  "'ebtah 
welo'  'ephad"  "estaré  asegurado,  que  no  asustado". 

En  los  massa'ot  la  forma  más  frecuente  de  antítesis  es  también 
el  cambio  de  situación.  Sin  detenernos  a  analizarlas,  podemos  se- 
leccionar unas  cuantas : 

14,    2:      "cautivarán  a  sus  cautivadores". 

13-14:  "subiré  al  vértice  del  Aquilón...  bajaste  al  vértice 

del  abismo" 
18-19:  "todos  los  reyes...  pero  tú..." 
27  :      "Ya vé  resuelve,  ¿  quién  se  opone  ? ,  tiende  su  mano, 
¿quién  se  la  aparta?" 
17,    7:      "Mirará  el  hombre  a  su  Hacedor...  y  no  mirará 

a  los  altares,  hechura  de  sus  manos" 
22,    8-11:  "miráis  los  arsenales...  veis  las  brechas... 

y  no  miráis  al  que  lo  hizo...  no  veis  a  quien 
lo  dispuso". 

El  capítulo  28  es  interesante,  porque  está  construido  por  el 
sistema  de  situaciones  contrapuestas,  con  palabras  comunes.  En 
lo  formal  notamos :  no  son  sentencias  antitéticas,  sino  bloques 
contrapuestos.  La  repetición  de  algunas  palabras  no  es  puro  re- 
curso formal,  para  engranar  los  dos  cuadros  opuestos;  las  pala- 
bras repetidas,  desde  luego  ligan  las  dos  partes;  pero  proceden 
de  raíz  más  profunda.  Los  dos  cuadros  o  situaciones  son  aquí 
"pecado-castigo" ;  el  castigo  está  en  el  mismo  plano  del  pecado, 
como  su  necesaria  consecuencia;  es  lo  que  encontramos,  con  sen- 
tido parecido,  en  los  salmos  y  en  otros  pasajes : 

Ps.  108,  17:      "amó  la  maldición,  recaiga  sobre  él..." 

7,  16 :      "abrió  y  excavó  una  fosa,  y  cayó  en  la  fosa  que 
excavó" 

Ez.  7,  3:      "echaré  sobre  ti  todas  tus  abominaciones" 
4:      "echaré  sobre  ti  tus  caminos" 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


265 


9 :      "tus  abominaciones  dentro  de  ti  quedarán'* 
9,  10:      "haré  recaer  sus  obras  sobre  sus  cabezas" 
(11,  26;  16,  43;  22,  31) 
Sap.  11,  17:      "En  lo  que  uno  peca  es  atormentado". 

El  detalle  estilístico  que  analizamos  tiene  una  raíz  teológica :  la 
relación  íntima  entre  el  pecado  y  su  castigo. 

Los  últimos  capítulos  del  libro,  Is.  60-66,  no  llaman  la  aten- 
ción ni  por  nuevos  tipos  de  antítesis  ni  por  la  densidad. 

60:  "luz  tinieblas;  ira-misericordia";  "en  vez  de  abandona- 
da...", "en  vez  de  cobre,  oro...";  "no  será  el  sol  tu  lumbrera, 
no  te  alumbrará  el  fulgor  de  la  luna;  que  Yavé  será  tu  eterna 
lumbrera". 

61  :  "en  vez  de  ceniza,  corona ;  óleo  en  vez  de  luto ;  gloria 
en  vez  de  aflicción" ;  extranjeros-vosotros ;  doble  confusión-doble 
gozo. 

62:  "no  te  llamarán...  sino  te  llamarán...". 
63:  "no  un  mensajero...  sino  él  en  persona";  "Abraham,  Is- 
rael... pero  tú". 
64:  nosotros-Tú. 

65 :  Yo-ellos ;  siervos-rebeldes ;  "mis  siervos  comerán,  vos- 
otros tendréis  hambre ;  mis  siervos  beberán,  vostros  tendréis  sed ; 
mis  siervos  gozarán,  vosotros  seréis  confundidos ;  mis  siervos  can- 
tarán, vosotros  gemiréis". 

66:  cielo-edificio  humano;  "sacrifica  un  buey  y  mata  un  hom- 
bre" ;  "ellos  se  complacen  en  sus  caminos,  yo  me  complaceré  en 
sus  males"  ;  "haced  fiesta  con  ella  los  que  con  ella  hicisteis  duelo"  ; 
"se  mostrará  la  mano  de  Yavé  a  sus  siervos;  su  cólera  a  los 
enemigos". 

En  general,  estos  siete  capítulos  contraponen  en  grandes  cua- 
dros el  castigo  y  la  restauración  de  Israel;  la  restauración  de 
Israel  y  el  castigo  de  los  impíos. 


5.  SONORIDAD  EN  LA  ANTÍTESIS  13 

Varias  veces  hemos  encontrado  la  antítesis  subrayada  por  la 
paronomasia.  El  recurso  es  frecuente  en  la  literatura  occidental. 
No  falta  en  Isaías,  p.  e.,  1,  19-20  "to'kelu-te'ukkelu" ;  1,  21 


13    Cfr.  el  capítulo  tercero:  "Estilística  del  material  sonoro" 


266  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

"zona-ne'mana" ;  2,  24  "ki  tahat  yopi" ;  5,  7  "mispat-mispah" ; 
7,  9  "ta'minu-te'amenu" ;  8,  23  "heqal-hikbid" ;  9,  15  ;<me'ass¿ré- 
me'ussaraw";  10,  16  "kabod-yaqod" ;  12,  2  "'ebtah-'ephad" ; 
17,  7  "  'osehu-ma'ase" ;  61,  3  "pe'er  tahat  'eper" ;  65,  Í4  "mittub 
leb-mikk'eb  leb". 

La  semejanza  de  sonido  tiene  una  eficacia  particular  para  sub- 
rayar la  antítesis.  Cuando  dos  palabras  sinónimas  próximas  tie- 
nen alguna  aliteración,  la  semejanza  sonora  tiende  a  fundirlas  en 
una  unidad;  pierden  su  cualidad  individual,  fundida  en  el  sonido 
que  se  repite.  Cuando  las  palabras  sinónimas  van  separadas,  la 
aliteración  sirve  para  enlazarlas ;  el  sonido  recurrente  salva  la  dis- 
tancia, señalando  al  lector  la  equivalencia  de  los  términos. 

Cuando  las  palabras  aliteradas  son  opuestas,  el  sonido  las  jun- 
ta para  subrayar  la  diferencia;  el  contraste  se  acentúa  con  la 
proximidad ;  y  la  aliteración  es  una  proximidad  sonora.  El  lector 
se  siente  forzado  a  juntar  en  su  conciencia  las  dos  palabras,  para 
compararlas  y  comprobar  una  zona  de  distinción. 

Si  la  diferencia  sonora  parcial  señala  una  oposición  remota, 
extrema,  el  recurso  fonético  parece  excederse;  se  queda  en  lla- 
mada enérgica.  Tal  es  el  caso  de  los  ejemplos  hebreos  citados.  Si 
la  diferencia  parcial  señala  una  oposición  entre  elementos  conti- 
guos o  próximos,  el  recurso  fonético  parece  adecuar  su  función : 
es  un  llamar  la  atención,  pero  haciendo  constar  que  la  oposición 
es  limitada.  Tal  es  el  caso  de  muchas  de  nuestras  antítesis  occi- 
dentales. 

Si  San  Agustín  dijera  de  la  madre  de  los  Macabeos  "non  or- 
babatur  filiis,  sed  eos  praemittebat",  la  antítesis  de  términos  con- 
tiguos es  clara,  pero  poco  eficaz.  San  Agustín  dice  "non  amitte- 
bat,  sed  praemittebat"  :  la  oposición  afina  conceptos  y  los  expresa 
con  eficacia  estilística.  San  Agustín  es  maestro  de  estos  recursos 
estilísticos ;  tan  bien  los  domina,  que  a  veces  juega  con  ellos. 

Cuando  San  Pablo,  2C  5,  2-4,  contrapone  los  verbos  "epen- 
dusasthai,  endusamenoi,  ekdusasthai",  está  usando  recursos  muy 
griegos,  de  finura  intelectual.  El  traductor  latino  renuncia  a  bue- 
na parte  de  la  eficacia,  usando  raíces  diversas:  "superindui,  ve- 
stid, expolian".  Esta  finura  intelectual  de  San  Pablo  no  es  he- 
brea; la  posee  por  su  formación  griega.  En  concreto,  el  griego  y 
el  alemán  son  las  lenguas  occidentales  que  más  han  desarrollado 
múltiples  compuestos  de  un  mismo  verbo,  como  instrumento  de 
precisión  intelectual. 

Los  hebreos  podrían  haber  logrado  un  efecto  parecido  utili- 


ESTILÍSTICA  DE  LA  ANTÍTESIS 


267 


zando  sus  diversos  modos  verbales ;  pero  lo  hacen  pocas  veces ; 
y  cuando  lo  hacen,  es  con  las  formas  extremas,  no  con  las  con- 
tiguas. 

6.  CONCLUSIONES 

a)  En  la  literatura  hebrea  predomina  la  sinonimia  o  repeti- 
ción; en  la  occidental  predomina  la  antítesis  o  contraposición. 
Este  hecho  se  puede  reducir  a  la  tendencia  "total,  íntegra"  de  los 
hebreos.  Perciben  una  totalidad,  que  articulan  verbalmente  en 
una  frase  simple;  vuelven  sobre  la  misma  totalidad,  y  la  articu- 
lan en  otra  frase  semejante  o  equivalente.  La  totalidad  la  per- 
ciben y  formulan  como  hecho,  no  como  problema.  El  occidental 
no  quiere  la  totalidad,  sino  distinguir,  precisar,  dividir,  analizar, 
matizar ;  y  los  hechos  se  le  vuelven  problemas. 

Al  hebreo  se  le  revela  la  realidad  en  el  nombre,  o  en  la  sen- 
tencia, que  es  como  un  nombre  complejo ;  en  el  nombre  y  en  la 
repetición  de  otro  nombre  semejante,  comunica  un  hebreo  a  otro 
esta  revelación  o  percepción.  Al  occidental  la  realidad  se  le  pre- 
senta en  una  dimensión  que  él  necesita  estrechar;  en  una  super- 
ficie, que  él  necesita  profundizar.  i\mbas  necesidades  las  satisface 
dividiendo :  para  delimitar,  para  penetrar. 

El  hebreo  se  fija  en  lo  semejante  o  equivalente  de  los  nom- 
bres ;  el  occidental  en  lo  diferencial  y  distintivo. 

b)  Entre  las  antítesis  hebreas  predominan  con  mucho  dos  ti- 
pos :  Contraste  de  bloques  extremos ;  cambio  extremo  de  situa- 
ción. Dos  totalidades  extremas  se  oponen,  para  intensificarse 
mutuamente.  En  la  literatura  occidental  dos  sectores  contiguos 
se  oponen,  para  delimitarse. 

Entre  estos  contrastes  radicales,  abundan  los  siguientes :  Dios- 
el  pueblo;  Dios-el  hombre;  Dios-Ios  ídolos;  justo-malvado.  Sue- 
len ser  contrastes  de  conducta,  de  actividad. 

La  antítesis  " cambio  de  situación"  más  frecuente  es  "pecado- 
castigo"  ;  tiene  una  honda  raíz  teológica.  El  cambio  de  situación 
suele  ser  paso  de  un  extremo  a  otro;  es,  por  lo  tanto,  antítesis 
extremada;  en  lo  que  tiene  de  cambio,  es  dinámica. 

c)  En  la  forma,  las  antítesis  hebreas  suelen  ser  poco  incisivas. 
Usan  el  efecto  sonoro  de  la  paronomasia.  Con  frecuencia,  sobre 
todo  en  la  antítesis  "cambio  de  situación",  se  apoya  sobre  pala- 
bras comunes;  subrayando  así  su  raíz  y  sentido  teológico. 

d)  Existe  en  hebreo  una  antítesis  aparente,  que  consiste  en 


268 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


afirmar  una  cosa  y  negar  la  contraría ;  en  el  contenido  es  reducti- 
ble  a  la  sinonimia. 

La  forma  "no...  sino...",  frecuente  entre  los  occidentales  para 
precisar,  es  poco  frecuente  en  hebreo;  y  es  de  carácter  enfático. 

e)  Una  consecuencia  muy  importante  para  interpretar  a  los 
hebreos :  Cuando  un  occidental  afirma  algo,  delimitando  un  cam- 
po, fuera  del  límite  deja  otro  campo,  al  cual  excluye  de  la  afirma- 
ción. Esta  exclusión  puede  hacerse  explícita,  puede  ser  verdadera 
negación,  como  sucede  en  la  "distinción"  de  linaje  escolástico. 
P.  e.,  yo  afirmo :  "un  vaso  de  licor  emborracha",  el  interlocutor 
me  responde  distinguiendo :  "depende,  si  es  un  bebedor  entrena- 
do, no  le  pasa  nada"  ;  insisto :  "un  bebedor  mediano"  ;  y  el  inter- 
locutor vuelve  a  distinguir :  "depende,  después  de  una  buena 
comida,  ni  lo  notará".  El  sistema  de  distinguir  está  tan  embebido 
en  nuestra  mentalidad  occidental,  que,  cuando  delimitamos  un 
campo,  el  oyente  está  escuchando  por  referencia  el  otro  campo 
excluido.  En  el  ejemplo  citado,  si  yo  preciso :  "un  vaso  de  licor, 
después  de  una  buena  comida...",  el  interlocutor,  por  debajo  de 
mi  precisión  está  escuchando  "en  ayunas...";  es  decir,  nuestras 
afirmaciones  limitadas  están  pobladas  de  referencias  que  las  tras- 
cienden ;  una  limitación  induce  en  la  conciencia  el  resto  del  campo. 

En  hebreo  no  es  así :  la  afirmación  se  toma  como  totalidad  sen- 
cillamente, y  el  oyente  no  piensa  en  un  campo  externo  a  la  tota- 
lidad ;  por  definición,  porque  fuera  de  la  totalidad  no  queda  campo. 
Un  ejemplo:  si  un  occidental  afirma:  "y  no  tuvo  relaciones  con 
su  esposa  antes  de  engendrar  a  su  primogénito",  el  oyente  de- 
duce: "pero  después  de  engendrarle...".  Entre  hebreos  la  deduc- 
ción es  ilegítima,  porque  la  afirmación  tiene  carácter  de  tota- 
lidad.14 

Tales  casos  son  frecuentes,  y  son  consecuencia  de  la  manera 
de  pensar  distinta  de  hebreos  y  occidentales;  forma  "total",  for- 
ma antitética. 

14  Tenemos  un  caso  curioso,  en  que  S.  Agustín  aplica  ilegítimamente  su  menta- 
lidad occidental;  en  el  comentario  al  salmo  118:  "Júnior  ego  sum,  inquit,  et  contem- 
ptus:  justificationes  tuas  non  sum  oblitus.  Non  sicut  inimici  mei  qui  obliti  sunt  ver- 
borum  tuorum.  Videtur  autem  minor  aetate  non  oblitus  justificationes  Dei,  doleré 
pro  inimicis  aetate  majoribus,  qui  obliti  sunt.  Nam  quid  est,  Júnior  ego  non  sum 
oblitus,  nisi  lili  majores  obliti  sunt?" 


Capítulo  8 


IMÁGENES 

Bibliografía:  Obras  generales;  Estudios  bíblicos.  —  I.  El  problema:  1.  El 
lenguaje  de  las  imágenes:  lenguaje  poético,  lenguaje  religioso,  lenguaje 
bíblico;  2.  Su  interpretación.  —  II.  Las  imágenes  de  agua:  1.  Un  ejemplo 
práctico ;  2.  Aspectos  del  análisis  estilístico  de  las  imágenes ;  3.  El  agua 
como  imagen ;  4.  El  agua,  pieza  descriptiva ;  5.  El  agua,  dato  para  caracte- 
rizar; 6.  El  agua,  fuerza  destructora;  7.  El  agua,  fuerza  fecunda;  8.  El 
agua,  como  símbolo;  9.  Imágenes  de  agua  en  Is  40-55;  10.  Imágenes  de 
agua  en  Jr;  11.  Imágenes  de  agua  en  Ez;  12.  Nota  sobre  Daniel. — 
III.  Las  imágenes  de  montes:  1.  Los  montes  en  Isaías  1-39.  —  2.  El 
monte  de  Sión ;  3.  Los  montes  en  Is  40-55 ;  4.  Los  montes  en  Is  56-66 ; 
5.  Los  montes  en  Jr;  6.  Los  montes  en  Ez.  —  IV.  Tres  imágenes:  1.  Ima- 
gen del  fuego;  2.  Imagen  del  instrumento;  3.  "Piedra  de  escándalo". 


BIBLIOGRAFÍA 

OBRAS  GENERALES 
R.  Wellek  y  A.  Warren:  Teoría  literaria.  Madrid,  1953. 

Dedica  las  cincuenta  páginas  del  Capítulo  XV  al  problema.  Nos  inte- 
resa hacernos  una  idea  de  la  variedad  de  puntos  que  trata:  la  amplitud  de 
información  es  excepcional,  y  el  autor  ha  hecho  un  esfuerzo  por  organizar 
aspectos  heterogéneos. 

Importancia:  ''como  estructura  poética  central,  nos  encontramos  con  la 
secuencia  constituida  por  los  cuatro  términos  que  aparecen  en  el  título  del 
presente  capítulo  [imagen,  metáfora,  símbolo,  mito] ". 

Valor  genérico:  los  cuatro  términos  tienen  en  común  una  convergencia 
o  síntesis  de  lo  sensorial  y  lo  figurativo,  o  presentación  y  representación,  o 
inmediato  y  mediato;  segundo,  el  ser  diferencia  específica  del  lenguaje  lite- 
rario, en  contraposición  al  científico. 

Carácter  específico:  dificultad  de  una  distinción  adecuada: 
a)  Imagen:  clasificación  según  los  sentidos;  relación  con  el  hecho  de  la 
sensación;  analogía  y  comparación  en  la  imagen. 
Particularidad  y  síntesis:  la  imagen  es  particular,  individual;  la 
síntesis  realizada  es  momentánea.  En  la  síntesis  puede  predo- 
minar lo  sensorial  (presentación),  hasta  hacerse  exclusivo  en  la 


270  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

descripción ;  puede  predominar  el  mundo  referido  (representa- 
ción) inclinándose  hacia  el  símbolo. 

c)  Símbolo:  plurivalencia  del  concepto,  común  a  muchos  fenómenos  hu- 

manos, natural  y  convencional. 

Explicaciones:   "mero  simbolismo"   exagerando  lo  sensible,  pura 

acción  ritual  sensible,  sin  una  verdadera  realidad  trascendente; 

exagerando  lo  trascendente,  el  símbolo  no  importa. 

"Ilustración  pedagógica":  traducción  de  lo  abstracto  conceptual 
a  lenguaje  sensorial  abstraído  del  objeto  sensible. 

"Transparencia  de  lo  universal  en  lo  individual". 
Caracteres :  reiteración  y  persistencia ;  conversión  de  la  imagen  en 

símbolo. 

Variedades :  privado,  tradicional,  natural. 

d)  Mito:  plurivalencia  del  concepto,  común  a  muchos  fenómenos. 

Como  ficción  narrativa  opuesta  al  discurso  dialéctico. 
Valorado  como  ficción  —  falso  —  en  la  época  del  iluminismo  y  ra- 
cionalismo. 

Como  otra  forma  de  verdad  complementaria,  en  el  romanticismo  y 
modernamente. 

Historia:  su  relación  con  el  rito.  Historia  anónima  de  orígenes  y 

destinos. 

Aspectos :  imagen,  narración ;  arquetipos ;  carácter  social  comunita- 
rio; valor  como  programa  social;  sentido  religioso  de  orígenes, 
escatológico,  místico. 
¿  Necesidad  ? :  el  mito  poético  y  el  religioso ;  relación  mutua,  valo- 
ración, jerarquía.  El  religioso  es  superior  e  insustituible. 
Orientaciones  del  estudio:  concepción  retórica:  "ornato  añadido",  con- 
cepción moderna :  es  un  hecho  profundo ;  pues  existe  lo  que  se  puede  llamar 
"pensamiento  metafórico"  y  "pensamiento  mítico".  El  fenómeno  de  la 
imagen  poética  es  un  núcleo  tenso  entre  los  polos  de  "el  mundo"  y  "la 
visión  del  mundo";  ¿por  dónde  tomarlo?  —  el  estudio  requiere  un  exqui- 
sito equilibrio. 

A)  Estudio  de  tipología:  la  retórica  clásica:  clasificación  de  tropos.  La 

versión  moderna :  síntesis  de  contigüidad  —  metonimia  — ,  y  de  aso- 
ciación —  metáfora  — . 
b)  Metáfora:  idiomática  y  estética  (gramática  y  retórica). 

De  escuela  o  generación:  tiende  a  convertirse  en  "gremial,  pro- 
fesional" y  requiere  una  participación  común. 

Origen:  ¿Tabú?  Por  temor;  también  por  amor  e  interés. 

Funciones :  analogía,  doble  visión,  revelación  de  lo  imperceptible, 
proyección  animista. 

Épocas  y  modos  metafóricos:  símil,  perífrasis,  epíteto  ornamental 
en  el  neoclásico;  paradoja,  oxímoron,  catacresis  en  el  barroco; 
razones  de  esta  práctica  barroca:  riqueza,  polifonía,  sorpresa... 

Tipología  de  Henry  Wells:  (decorativa,  violenta,  exuberante,  inten- 
siva, sumida,  radical,  expansiva).  Criterios  de  claridad  sensorial 
e  interpenetración  de  esferas. 

Tipología  de  Hermann  Pongs :  proyección  animista  (Beseelen).  Re- 
cepción endopática  (Erfühlen). 

Antropomorfismo,  imagen  mística,  imagen  mítica. 

B)  Estudios  sobre  poetas:  Esfera  de  imágenes,  o  campo  de  donde  toma  el 


IMÁGENES 


271 


poeta  sus  imágenes,  o  las  que  predominan.  Modo  de  tratar  las 
imágenes. 

La  imagen  como  reveladora  del  poeta  (psicoanálisis). 
La  imagen  en  la  estructura  de  la  obra  literaria. 

Esto  no  es  más  que  un  índice  de  las  cincuenta  páginas,  densas  de  ma- 
teria. Podemos  añadir  que  en  las  notas  están  citados  unos  60  libros  y  15  ar- 
tículos. Basta  para  comprender  la  complejidad  de  la  cuestión  y  su  puesto 
central  en  la  literatura. 

Notas.  —  El  estudio  de  la  metáfora  parece  fuera  de  puesto ;  la  he  de- 
jado en  el  puesto  asignado  por  el  autor;  pero  he  añadido  por  mi  cuenta 
una  letra  "b)"  que  la  sitúe  en  la  serie  inicial.  La  exposición  que  hace  de 
Pongs  no  es  fiel,  es  una  exposición  comentada  y  aplicada. 

H.  Seidler:  Allgemeine  Stilistik.  Góttingen,  1953,  págs.  281-315. 

La  imagen  literaria  es  parte  de  la  visión  total  del  mundo  que  es  toda 
lengua;  por  eso  hay  que  estudiarla  como  fenómeno  de  lenguaje;  en  ella  se 
realizan  todos  los  aspectos  de  la  configuración  de  las  experiencias  en  for- 
mas de  lenguaje. 

Distinciones :  Inmediatez  y  distancia  entre  la  vivencia  y  su  configura- 
ción verbal.  Imágenes  espontáneas  y  buscadas ;  emocionales  y  racio- 
nales ;  símbolo  y  alegoría. 

I.  Compenetración   ("  Vereindringlichung") :   fusión  dinámica   de  objeto- 

sujeto  en  la  configuración  verbal  de  la  vivencia.  Forma  mágica  y 
forma  mítica. 
La  explicación  lógica  "traslación"  es  insuficiente. 

2.  Grados  de  compenetración :  irracional,  inmediata,  breve,  imprecisa,  un 

punto  inicial  que  se  va  ensanchando. 
Construcción  racional. 
Lexicalizada. 

3.  Formas  de  la  compenetración:  desbordamiento  del  yo,  animación;  Be- 

seelen. 

Absorción,  resonancia;  Erfühlen. 
Combinación  de  ambos  tipos. 
Características  de  la  imagen :  no  se  trata  de  una  idea  o  concepto  previo 
que  se  haya  de  traducir  en  imagen ;  ni  siquiera  de  un  material  o  argumento 
que  busque  la  forma  sensible;  ni  importa  el  concepto  de  plasticidad  ("An- 
schaulichkeit") ;  ni  es  esencial  el  concepto  de  traslación.  Lo  que  importa 
es  que  la  imagen  sea  cerrada  en  sí  misma  y  unitariamente  configurada  por 
una  emoción  ("Geschlossenheit  in  der  Erfahrungsgestaltung  und  deutlicher, 
einheitlicher  Gefühlseinprágsamkeit "). 

Esto  no  impide  la  inserción  de  la  imagen  en  una  serie,  como  miembro. 
La  configuración  unitaria  puede  realizarse  también  en  forma  de  tensión 
dinámica,  con  resolución. 

Las  imágenes  se  insertan  en  un  sistema  verbal :  pueden  surgir  espontá- 
neamente, por  búsqueda,  o  ser  sencillamente  copiadas. 
Divisiones:  según  la  anchura  pueden  ser  simples  o  compuestas; 

según  la  profundidad:  imagen,  comparación,  símbolo. 
a)  Imagen  :  se  produce  al  aprehender  una  vivencia  desde  una  actitud  emo- 
cional ("ein  Erfahrungsbereich  wird  in  bestimmter  Gefühlsein- 
stellung  sprachlich  ergriffen").  Esta  aprehensión  emocional  pue- 


272 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


de  realizarse:  por  relación  inmediata,  por  inducción  del  pasaje  en 
que  se  encuentra,  por  influjo  del  "mundo  poético"  total. 

Sus  tipos  principales  son:  de  armonía,  de  tensión;  precisas,  impre- 
cisas ;  míticas,  místicas. 

En  lo  morfológico,  hay  que  considerar  la  plenitud  de  la  imagen, 
que  puede  darse  en  forma  de  intensidad  o  de  extensión ;  la  re- 
lación en  los  grupos,  que  puede  ser  en  serie  o  en  composición ;  la 
intervención  racional,  que  se  sobrepone  a  la  emoción. 

b)  Comparación:  aclarando  conceptos  y  juicios;  actitud  racional. 

Fundiendo  y  profundizando  vivencias;  actitud  emocional. 
Relación  y  proporción  de  los  dos  elementos  de  la  comparación ;  pre- 
cedencia; efectos  estilísticos. 
De  predominio  subjetivo  u  objetivo  ("Ichhaltig,  Welthaltig"). 
Género  lírico,  épico  y  dramático. 

c)  Símbolo:  "Éste  es  el  simbolismo  auténtico:  cuando  lo  individual  re- 

presenta lo  general,  no  como  sueño  y  sombra,  sino  como  revela- 
ción viva  y  momentánea  de  lo  inescrutable. "  1 

Por  animación,  por  endopatía;  míticos  y  místicos. 

Función  en  la  estructura  de  la  obra. 

Revelación  de  una  concepción  del  mundo. 

Símbolos  elementales  y  arquetipos. 

El  capítulo  de  Seidler  trata  menos  aspectos  que  el  de  Wellek-Warren ; 
se  ciñe  más  al  aspecto  estilístico  del  lenguaje.  Ambos  coinciden  en  que 
la  explicación  racional,  lógica,  es  inadecuada;  en  que  el  predominio  de  la 
racionalidad  produce  las  imágenes  más  pobres. 

Es  natural  que  Seidler  subraye  lo  emocional,  dada  su  concepción  de  la 
estilística;  pero  recordemos  que  lo  emocional  es  para  Seidler  un  concepto 
amplísimo. 

Helmut  Hatzfeld  :  Bibliografía  crítica  de  la  nueva  estilística.  Madrid, 
1956. 

Tratan  del  tema  los  números  908-989;  1113-1134.  Entresaco  algunos: 

909:  Imágenes  tópicas  y  personales  en  Sor  Juana  Inés  de  la  Cruz. 

912:  "...demuestra  que  Diderot,  aunque  inconscientemente,  es  el  pri- 
mer simbolista  en  el  sentido  de  Baudelaire  y  Bergson,  porque  'la 
pensée  qu'il  veut  transmettre  prend  source  dans  sa  sensibilité..., 
une  émotion  forte  en  accompagne  la  formation,  fait  bouilloner  son 
imagination,  l'entraine,  le  transporte"'. 

914 :  La  imagen  condensada  en  dos  palabras,  de  Víctor  Hugo. 

917:  Mito  y  símbolo  en  Salammbd. 

918:  Símbolos  como  presentimientos  en  Madame  Bovary. 
920:  El  símbolo  como  expresión  indirecta  en  Maupassant. 
930-33 :  Sobre  la  alegoría. 

943...:  Imágenes  predominantes,  reveladoras  de  la  personalidad  del  es- 
critor. 

968-73:  Sobre  el  epíteto. 

i  "Das  ist  die  wahre  Symbolik,  wo  das  Besondere  das  Allgemeine  reprásentiert, 
nicht  ais  Traum  und  Schatten,  sondern  ais  lebendig-augenblickliche  Offenbarung  des 
Unerforschlichen"  (Goethe). 


IMÁGENES 


273 


974-989 :  Sinestesia  y  color. 

1122:  El  estilo  nacional  en  los  símiles  de  los  místicos  franceses  y  es- 
pañoles. 

1128:  La  alegoría  medieval,  procedimiento  torpe,  pero  eficaz. 

El  material  aportado  por  H.  H.  nos  asoma  también  a  la  complejidad  del 
problema;  indirectamente  nos  dice  la  poca  utilidad  de  un  acercamiento 
lógico  al  estudio  de  la  imagen  literaria. 


ESTUDIOS  BÍBLICOS 

A.  Werfer  :  Die  Poesie  der  Bibel.  Tübingen,  1875. 

Casi  todo  el  libro  se  ocupa  con  preferencia  del  lenguaje  imaginativo 
del  AT.  Lo  cual  significa  un  material  abundante,  clasificado  por  catego- 
rías fundamentales :  Dios,  ángeles  y  cielo,  demonios,  el  hombre  y  la  vida 
humana,  la  justicia,  el  pecado. 

A  partir  de  la  página  167,  se  ocupa  más  explícitamente  de  las  imáge- 
nes :  la  naturaleza  y  la  vida  de  la  naturaleza ;  imágenes  elementales :  tierra, 
luz,  viento,  agua,  lluvia,  fuego ;  imágenes  del  mundo  vegetal ;  imágenes 
del  mundo  animal. 

El  procedimiento  en  esta  serie  es  seleccionar  las  más  significativas,  y 
agruparlas  según  su  significado  conceptual ;  p.  e.,  las  piedras  son  imagen 
de  estorbo  (Is.  62,  10) ;  la  piedra  es  imagen  de  firmeza  (Is.  28,  16) ;  piedras 
preciosas  son  imagen  de  la  majestad  de  la  nueva  Jerusalén. 

El  procedimiento  es  racional  y  frío;  apenas  si  entra  en  valores  artísti- 
cos. En  la  introducción  ha  sabido  decirnos  un  par  de  cosas  útiles :  primero, 
que  la  poesía  hebrea  se  distingue  por  la  riqueza  de  imágenes  brillantes 
—  lo  atribuye,  ¿cómo  no?,  a  su  carácter  de  poesía  "oriental".  Segundo, 
que  es  precisa  y  plástica. 

También  observa  con  acierto  la  frecuencia  de  las  personificaciones  "la 
sangre  clama,  la  tierra  abre  la  boca  para  beber  la  sangre,  los  cielos  anun- 
cian, el  día  cuenta,  los  ríos  aplauden,  los  collados  retozan,  los  montes  mi- 
ran con  envidia,  la  espada  devora...". 

"Frente  a  nuestras  áridas  abstracciones  y  palabras  exangües,  escogen 
los  escritores  bíblicos  la  expresión  más  sensible  y  concreta ;  con  ella  actúan 
sobre  nuestra  imaginación.  Lo  universal  es  representado  plásticamente  por 
el  individuo,  por  una  de  sus  partes. "  2 

Lo  cual  es  cierto,  con  tal  que  el  término  de  comparación  no  sea  la 
literatura  moderna  (ni  siquiera  la  de  1875),  sino  el  lenguaje  científico  y 
técnico  moderno. 

A.  Wünsche:  Die  Bildersprache  des  Alten  Testaments.  Leipzig,  1906. 

El  libro  produce  cierta  desazón  desde  el  comienzo :  en  el  prólogo  tro- 
pezamos inmediatamente  con  dos  fórmulas  "beiden  rethorischen  Figuren", 

2  "Gegenüber  unsern  bildlosen  Abstraktionen  und  blutlosen  Wórtern  wáhlen  die 
biblischen  Schriftsteller  immer  den  sinnlichsten,  konkretesten  Ausdruck  und  wirken 
dadurch  auf  unsere  Anschauung  und  Phantasie.  Das  Allgemeine  wird  durch  das  Ein- 
zelne,  durch  einen  seiner  Theile  veranschaulicht"  (pág.  63). 


274 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


"Bilderschmuck" ;  las  imágenes  como  figuras  retóricas  con  función  orna- 
mental. 

El  autor  parece  desconocer  el  libro  de  Werfer,  y  por  eso  afirma  en  el 
prólogo  que  en  su  libro  aparecen  "die  Tierbilder,  die  Pflanzenbilder,  die 
Mineralbilder,  die  kosmischen  Bilder  sowie  Feuer  und  Wasser  in  der 
bildlichen  Verwendung  zum  ersten  Mal  übersichtlich". 

El  primer  capítulo  ocupa  cuarenta  páginas,  y  se  titula  "Gedanken  über 
Bild  und  Vergleichung  im  Alttestamentlichen  Schrifttum".  Encierra  mu- 
chos pensamientos  buenos  o  aceptables:  el  carácter  de  síntesis,  la  función 
de  la  intuición  y  fantasía  (págs.  5-6) ;  el  carácter  conciso  (pág.  7) ;  clasi- 
ficación ;  cómo  en  algunos  casos  surge  la  imagen  en  el  mismo  instante 
que  el  conocimiento  (pág.  8). 

"  Las  imágenes  muestran  el  maravilloso  encadenamiento  de  los  seres : 
lo  grande  con  lo  pequeño,  lo  animado  con  lo  inanimado,  lo  universal  con 
lo  particular,  el  mundo  interior  con  el  exterior. "  3 

Las  imágenes  reflejan  el  mundo  en  que  habita  el  poeta,  y  también  el 
carácter  personal  del  poeta  (págs.  11-12). 

En  cuanto  a  la  realización,  la  imagen  puede  aparecer  escueta,  o  acla- 
rada en  una  palabra,  o  ampliada.  Puede  ir  sola  o  en  una  serie. 

Pueden  ser  originales  o  copiadas ;  o  naturales. 

Eficacia :  "  Como  proceden  del  ser  total  del  poeta,  así  obran  sobre  el  ser 
total  del  oyente  o  lector." 

"En  el  mismo  grado  en  que  el  ornato  imaginativo  ocupa  la  inteligencia, 
obra  también  sobre  el  sentimiento,  transportando  al  hombre  al  múltiple 
mundo  de  las  emociones." 

"Y  no  menos  obra  el  ornato  imaginativo  sobre  la  voluntad,  por  medio 
de  su  fuerza  y  energía. "  4 

En  la  página  21  se  remonta  a  una  elevada  concepción :  la  raíz  última 
del  lenguaje  imaginativo  es  la  analogía  total  del  mundo,  y  su  semejanza 
de  Dios :  "  Si  todos  los  seres  finitos  no  tuvieran  entre  sí  relaciones  de  igual- 
dad o  semejanza,  si  cada  ser  y  esencia  no  representara  a  su  manera  el  ser 
y  estructura  total  del  universo,  no  podría  el  uno  servir  de  imagen  para 
el  otro.  Demos  un  paso  más :  Como  todo  es  en  Dios,  se  puede  legítimamente 
hablar  de  una  ejemplaridad  de  todo  lo  creado  en  Dios.  Cada  ser  y  cada 
esencia  es  a  su  manera  y  en  su  género  un  símil  completo  y  acabado  de 
Dios.  En  la  interna  semejanza  con  Dios  reside  el  último  y  más  profundo 
fundamento  del  lenguaje  imaginativo."5 

3  "Die  Bilder  zeigen  die  wunderbare  Verkettung  der  Dinge,  des  Grossen  mit 
dem  Kleinen,  des  Belebten  mit  dem  Unbelebten,  des  Allgemeinen  mit  dem  Besonderen, 
der  Innenwelt  mit  der  Aussenwelt"  (pág.  8). 

4  "Wie  sie  aus  dem  ganzen  Wesen  des  Dichters  hervorgegangen  sind,  so  wirken 
sie  auch  auf  das  ganze  Wesen  des  Hórers  oder  Lesers"  (pág.  17).  "In  demselben 
Grade,  wie  der  Bilderschmuck  der  Sprache  den  Verstand  bescháftigt,  wirkt  er  auf  das 
Gefühlsleben,  indem  er  den  Menschen  in  eine  reiche  Welt  der  Stimmungen  versetzt" 
(página  19).  "Nicht  minder  endlich  wirkt  der  Bilderschmuck  durch  seine  Energie  und 
Kraft  auf  den  Willen"  (pág.  19). 

5  "Stánde  nicht  alies  Endliche  zueinander  in  einem  gewissen  Gleichheits-  oder 
Áhnlichkeitsverháltnisse,  reprásentierte  nicht  jedes  Wesen  und  ebenso  jede  Wesenheit 
auf  eigene  Weise  den  ganzen  Wesen-  und  Wesenheitgliedbau  der  Weltalls,  so  kónnte 
das  eine  dem  andern  schlechterdings  nicht  ais  Abbild  dienen.  Und  gehen  wir  noch 


IMÁGENES 


275 


Una  segunda  parte  de  este  capítulo  trata  de  la  comparación,  que  es 
cosa  distinta  de  la  imagen :  la  imagen  es  más  inmediata,  la  comparación  más 
distante.  Distingue  la  comparación  por  analogía  y  por  proporcionalidad 
(dos  o  cuatro  miembros,  una  o  dos  relaciones). 

Analiza  los  términos  de  la  comparación,  el  aspecto,  el  medio,  la  fun- 
ción; con  divisiones,  y  ejemplos  hebreos  y  árabes. 

Es  importante  una  consideración  final:  "El  oriental  se  complace  en 
contemplar  las  cosas,  actividades  y  circunstancias  en  sí  mismas.  Se  le  pre- 
sentan ante  el  alma  como  unidades  totales.  Más  tarde  va  tomando  posesión 
de  las  partes  o  miembros.  Por  eso  busca  imágenes  y  comparaciones  que  re- 
flejen el  objeto  en  su  perfección  total.  El  occidental,  por  el  contrario,  piensa 
y  contempla  las  cosas...  en  su  multiplicidad,  distinción  y  separación.  Por 
eso  se  refugia  en  conceptos  que  captan  los  diversos  caracteres.  Sólo  cuando 
no  encuentra  una  expresión  abstracta  adecuada  al  objeto  del  conocimiento, 
echa  mano  de  símiles  e  imágenes.  Así,  pues,  para  el  oriental  se  trata  más 
bien  de  contemplaciones,  impresiones  totales ;  la  interna  multiplicidad  de 
aspectos  pasa  a  segundo  plano;  para  el  occidental  se  trata  más  bien  de 
reflexiones,  que  van  caminando  de  aspecto  en  aspecto.  Por  ello  se  explica 
que  el  proceso  mental  del  oriental  se  realice  en  línea  sintética  o  descendente, 
mientras  que  el  proceso  mental  del  occidental  sigue  un  método  analítico  o 
ascendente."  6 

Véanse  las  comparaciones  de  mentalidad  hebrea  y  occidental  en  los 
capítulos  sobre  la  sinonimia  y  la  antítesis. 

Indudablemente,  hay  muchas  cosas  excelentes  o  aprovechables  en  este 
capítulo  introductorio.  Pero  todo  él  se  resiente  de  una  concepción  dema- 
siado intelectualista.  "La  inteligencia  tiene  que  constatar  la  idea  o  pensa- 
miento, cuya  portadora  es  la  imagen"  (pág.  6);  y  añade  inmediatamente: 
"Al  brotar  la  imagen,  lo  primero  y  principal  es  la  idea  o  pensamiento; 
después  la  fantasía  busca  una  imagen  adecuada." 

"  Las  imágenes  transportan  lo  representado  al  terreno  de  lo  sensible ; 

einen  Schritt  weiter:  Da  alies  in  Gott  ist,  so  kann  man  mit  gutem  Rechte  von  einer 
Aufáhnlichkeit  alies  Endlichen  in  Gott  reden.  Jedes  Wesen  und  jede  Wesenheit  ist 
auf  eigene  Weise  ein  in  seiner  Art  geschlossenes  und  vollstándiges  Gleichnis  Gottes. 
In  der  inneren  Selbstáhnlichkeit  Gottes  liegt  somit  auch  der  hóchste  und  letzte  Grund 
des  sprachlichen  Bilderschmuckes"  (pág.  21). 

6  "Der  Morgenlánder  denkt  und  betrachtet  die  Dinge,  Tátigkeiten  und  Zustánde 
in  der  ihn  umgebenden  Welt  gern  an  sich.  Sie  treten  ihm  in  ihrer  Totalitát  ais  Gan- 
zes  vor  die  Seele.  Die  einzelnen  Teile  oder  Glieder  gewinnt  er  erst  nach  und  nach. 
Daher  sucht  er  nach  Bildern  und  Vergleichungen,  die  ihm  das  Erkenntnisobjekt  in 
seiner  Geschlossenheit  ais  Ganzes  abspiegeln.  Der  Abendlánder  dagegen  denkt  und 
betrachtet  die  Dinge...  in  ihrer  innern  Mannigfalt,  Getrenntheit  und  Geschiedenheit. 
Daher  nimmt  er  seine  Zuflucht  mehr  zu  Begriffen,  welche  die  verschiedenen  Merk- 
male  erfassen.  Zu  Bildern  und  Vergleichen  greift  er  erst  dann,  wenn  er  für  sein 
Erkenntnisobjekt  keinen  adáquaten  abstrakten  Ausdruck  findet.  Somit  handelt  es  sich 
für  den  Morgenlánder  mehr  um  Schauungen,  um  Totaleindrücke,  deren  innere  Man- 
nigfalt in  den  einzelnen  Merkmalen  zurücktritt;  für  den  Abendlánder  handelt  es  sich 
mehr  um  Reflexionen,  die  von  Merkmal  zu  Merkmal  fortschreiten.  Daraus  erhellt,  dass 
sich  der  Denkprozess  des  Morgenlánders  mehr  nach  synthetischer  oder  absteigender 
Methode  vollzieht,  wáhrend  der  Denkprozess  des  Abendlánders  mehr  nach  analytischer 
oder  aufsteigender  Methode  erfolgt"  (págs.  39-40). 


276  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


le  confieren  forma  de  netos  contornos,  figura,  tamaño,  color;  con  ello  gana 
la  expresión  poética  plasticidad,  frescura,  encanto,  dignidad,  nobleza,  ele- 
vación. " 

.  "  El  pensamiento  abstracto,  conceptual  se  eleva  a  pintoresca  plasticidad. "  7 
Ello  puede  ser  cierto  en  algunos  casos,  pero  no  es  lo  normal  entre  poetas 
que  se  distingan  por  sus  imágenes. 

Parece  acertar  en  una  frase:  "No  andan  buscando  formas  en  que  en- 
carnar los  objetos  del  conocimiento;  ellas  mismas,  espontáneamente  aflu- 
yen"; pero  a  continuación  explica  lo  que  entiende  por  "das  Abgebildete"  : 
"  Así  resulta  a  veces  la  expresión  hinchada  y  oscura. "  8 

Dice  de  los  orientales :  "  En  ningún  sector  literario  está  tan  cargada 
de  importancia  la  teoría  de  las  imágenes,  como  en  su  aplicación  a  la  lite- 
ratura bíblica";  lo  cual  es  cierto  no  sólo  de  los  orientales.  Pero  estropea 
la  observación  con  el  comentario:  "Esos  mensajes  espirituales  son  pues- 
tos al  alcance  del  pueblo  sencillo  en  cuadros  y  formas  concretas. "  9 

El  resto  del  libro  (págs.  41-184),  es  un  catálogo  de  imágenes  clasi- 
ficadas y  brevemente  comentadas;  de  forma  muy  parecida  a  la  de  Werfer. 
El  comentario  es  completamente  intelectual  y  frío,  sin  verdadera  apre- 
ciación estética,  sin  buscar  el  sentido  de  la  imagen  en  la  totalidad  del 
poema.  Los  aciertos  del  capítulo  inicial  parecen  olvidados  en  el  análisis 
sistemático  de  imágenes. 

H.  Kaupel:  Das  Wasser  in  der  Bildersprache  der  Propheten.  Bibel  und 
Kirche.  (1949),  1-4. 

Artículo  ligero,  superficial. 

J.  Lindblom  :  Profetisk  Bildsprak.  Acta  Aboensis  18  (1949),  208-223. 

R.  Mayer:  Zur  Bildsprache  der  alttestamentliche  Prophetie.  MüTZ  1 
(1950). 

S.  J.  Brown:  Image  and  Truth:  Studies  in  the  Imagery  of  the  Bible. 
Roma,  1955  [cfr.  mi  recensión  en  VD  34  (1956),  182-183]. 

El  autor  expone  en  tres  capítulos  su  teoría  sobre  la  imagen  y  la  me- 
táfora, resumiendo  libremente  su  libro  The  World  of  Imagery  (London, 
1925).  Los  puntos  cardinales  de  este  análisis  son:  la  idea  de  la  sustitución, 
por  la  cual  la  expresión  de  un  objeto  sensible  sustituye  a  un  objeto  de 

7  "Der  Verstand  hat  die  Idee  oder  den  Gedanken  festzustellen,  dessen  Tráger 
das  Bild  ist"  (pág.  6);  "Da  bei  der  Entstehung  des  Bildes  die  Idee  oder  der  Gedanke 
immer  das  Erste  und  Vorherrschende  ist,  so  wird  demgeraáss  von  der  Phantasie  das 
Bild  erst  gesucht." 

8  "lndem  die  Bilder  das  Abgebildete  in  das  Bereich  der  Sinnenfálligkeit  rücken 
und  ihm  scharfumrissene  Gestalt  und  Form,  Grosse,  Farbe  usw  verleihen,  gewinnt 
die  dichterische  Diktion  an  Lebendigkeit,  Anschaulichkeit,  Frische,  Reiz,  Würde,  Adel 
und  Hoheit";  "Der  abstrakte,  begriffliche  Gedanke  erhebt  sich  zur  malerischen  und 
plastichen  Anschaulichkeit"  (pág.  7). 

9  "Nicht  nach  Verleiblichungen  der  Erkenntnisobjekte  suchen,  sondern  diese 
ihnen  von  selbst  zustr ornen";  "so  wird  doch  ihre  Diktion  zuweilen  sehr  schwülstig 
und  unklar". 


IMÁGENES 


277 


otra  esfera  real  o  ideal ;  el  esquema  "  idea-imagen  concreta-término  de  la 
analogía-predicación  verbal " ;  los  principios  de  la  asociación  de  ideas  y 
del  conocimiento  analógico. 

El  capítulo  cuarto  expone  las  características  de  las  imágenes  bíblicas : 
la  abundancia  (con  el  consabido  tópico  de  que  es  "oriental").  La  segunda 
razón  de  la  abundancia  es  por  ser  un  libro  religioso.  Aquí  tocamos  un  te- 
rreno interesante  y  de  enorme  importancia,  de  aquí  entresaco  algunas  fra- 
ses más  dignas  de  mención: 

"In  no  department  of  literature  is  the  theory  of  imagery  fraught  with 
greater  importance  than  in  its  application  to  Biblical  literature"  (pág.  45). 

"Such  spiritual  messages...  could  best  be  brought  within  the  grasp  of 
simple  people...  in  concrete  forms,  in  pictures":  razón  pedagógica  (pág.  47). 

"El  uso  de  la  metáfora  no  encierra  un  sacrificio  de  la  verdad.  Creo  que 
podemos  avanzar  y  decir  que  la  metáfora  es  capaz  de  expresar  una  por- 
ción o  al  menos  un  aspecto  de  la  verdad,  que  de  otro  modo  no  encontraría 
expresión.  Por  su  medio  (y  con  otras  figuras  de  dicción),  un  elemento  ima- 
ginativo y  emocional  que  existe  realmente  en  el  temple,  penetra  en  la  ex- 
presión de  dicho  temple.  Sin  este  elemento,  la  expresión  resultaría  in- 
adecuada, es  decir,  menos  expresiva  del  objeto  intelectual  en  cuanto  afec- 
tado por  el  temple  y  trama  mental ;  y  por  lo  tanto,  no  tan  perfectamente 
verdadera...  Esto  no  es  más  que  un  aspecto  del  importante  hecho:  que 
muchas  veces  la  expresión  poética  llega  más  cerca  al  corazón  de  las  cosas, 
y  sobre  todo,  alcanza  más  de  cerca  al  corazón  humano,  que  todos  los  enun- 
ciados científicos  o  filosóficos.  A  la  luz  de  este  hecho,  no  nos  extraña  el 
que  una  gran  parte  del  mensaje  divino  a  la  humanidad  esté  transmitido  en 
poesía.  El  estudio  de  la  función  de  la  metáfora  (verdadero  lenguaje  de  la 
poesía)  en  la  expresión  del  pensamiento  resulta  así  un  tema  de  grande 
interés. "  10 

En  los  capítulos  siguientes  estudia  las  imágenes  en  el  AT,  en  los  Evan- 
gelios, en  San  Pablo. 

El  capítulo  noveno  expone  la  teoría  de  las  analogías  y  la  armonía  del 
mundo,  como  fundamento  del  lenguaje  simbólico.  Y  el  capítulo  último  re- 
sume unas  cuantas  leyes  hermenéuticas. 

F.  A.  Llanillo  :  El  lenguaje  figurado  en  el  libro  de  Isaías.  MiscEstArabes 
Hebreos  4  (1955),  págs.  214-40. 


io  "The  use  of  metaphor,  then,  involves  no  sacrifice  of  truth.  But  I  think  we 
may  go  further  and  say  that  it  may  express  a  portion,  or  at  least  an  aspect,  of  the 
truth  which  would  otherwise  not  find  expression.  By  means  of  it  (and  of  others  figu- 
res of  speech)  an  imaginative  and  emotional  element  which  is  really  in  the  mood  is 
put  into  the  expression  of  that  mood.  Without  this  element  the  expression  would  be 
inadequate,  that  is,  less  completely  expressive  of  the  object  of  thought  as  affected  by 
the  mood  or  frame  of  mind,  and  so  less  completely  true...  This  is  but  one  aspect 
of  the  great  fact  that  often  the  poetical  expression  of  truth  reaches  nearer  to  the  heart 
of  things,  above  all  reaches  nearer  to  the  heart  of  man,  than  any  philosophical  or 
scientific  statement  thereof.  In  the  light  of  that  fact  we  wonder  less  that  so  great  a 
portion  of  the  divine  message  to  mankind  should  have  been  conveyed  in  poetry.  And 
the  study  of  the  role  and  function  of  metaphor  (the  very  language  of  poetry)  in  the 
expression  of  thought  becomes  a  matter  of  no  small  interest"  (pág.  44). 

19.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


278 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


I.  EL  PROBLEMA 

1.  EL  LENGUAJE  DE  LAS  IMÁGENES 

Nadie  discute  actualmente  la  importancia  excepcional  de  la 
imagen  en  el  lenguaje  poético.  Ahora  bien,  gran  parte  del  Anti- 
guo Testamento  está  compuesto  en  lenguaje  poético :  no  por  ser 
oriental,  sino  por  ser  poética,  es  la  Biblia  tan  rica  en  imágenes.11 

Lenguaje  poético 

El  lenguaje  de  la  poesía  busca  lo  concreto  e  individual :  figu- 
ras del  mundo,  sucesos,  estados  anímicos  del  poeta.  Y  en  ese  in- 
dividuo concreto  se  puede  transparentar  el  universal  o  el  colecti- 
vo, cuando  la  poesía  es  profunda  y  trascendente.12 

El  lenguaje  de  la  poesía  busca  lo  sensible,  si  bien  elaborado 
en  la  aprehensión,  que  no  es  puramente  material.  A  través  de  lo 
sensible  podrá  buscar  la  revelación  de  lo  suprasensible,  espiritual. 
Esta  realidad  suprasensible,  que  se  revela  en  lo  sensible  poético, 
es  con  muchísima  frecuencia  un  singular;  persona,  hecho,  situa- 
ción; inalcanzable  quizá  por  camino  no  poético.13 

El  lenguaje  de  la  poesía  tiende  a  lo  intuitivo:  la  experiencia 
total,  intuida  en  un  acto  complejo,  inmediatamente,  ha  de  recibir 
forma  en  palabras  —  que  son  vehículos  elaborados  previamente 
con  fuerte  intervención  racional  — ;  el  lenguaje  poético  busca  una 
composición  de  las  palabras  que  restaure  la  totalidad  única  y 
compleja  de  la  experiencia,  para  transmitirla  en  una  forma  apre- 
hensible  en  nueva  intuición.  Este  carácter  intuitivo  permite  pe- 
netración en  profundidad,  mayor  a  veces  que  el  puro  raciocinio, 

11  Muy  importante  para  las  páginas  que  siguen  es  el  libro  reciente:  A.  Brunner: 
Die  Religión:  Eine  philosophische  Untersuchung  auf  geschichtlicher  Grundlage,  Frei- 
burg,  1956:  "Die  grossen  Entdeckungen  entstehen,  wie  auf  alien  Gebieten,  so  beson- 
ders  auch  auf  dem  Gebiet  der  Religión  da,  wo  das  geistige  Moment  ungewóhnlich 
stark  ist  und  das  sinnliche  kráftig  übersteigt  und  durchscheinend  raacht"   (pág.  68). 

12  "Das  sinnliche  erhált  durch  diese  Verbindung  eine  Durchsichtigkeit,  die  ihm 
aus  seiner  eigenen  Natur  nicht  zukommt.  Der  geistige  Blick  geht  durch  die  Vorstel- 
lung  auf  geistige  Wirklichkeiten  hindurch"  (pág.  154). 

13  "Das  hingegen,  was  im  Symbol  fassbar  wird,  ist  nirgendwo  in  der  Welt 
anzutreffen  und  kann,  losgelóst  von  Symbol,  für  sich  allein  überhaupt  nicht  erkannt 
werden"  (Brunner,  pág.  155). 


IMÁGENES 


279 


y  realiza  una  plenitud  de  contenido,  que  la  abstracción  científica 
elimina  explícitamente.14 

Lenguaje  religioso 

Las  realidades  y  experiencias  religiosas  son  muchas  veces  de 
orden  suprasensible;  casi  siempre  singulares,  pero  complejas,  ri- 
cas de  contenido.  Las  auténticas  experiencias  religiosas  no  son 
puras  aprehensiones  conceptuales,  ni  puras  emociones :  son  expe- 
riencias totales.  Y  esa  realidad  trascendente,  que  se  ha  comuni- 
cado en  la  experiencia  religiosa  es  también  un  singular  rico  de 
contenido,  aunque  su  manifestación  haya  sido  parcial  y  medida. 
¿Cómo  enunciar  y  comunicar  estas  experiencias  y  su  objeto?  Es 
claro  que  el  enunciado  abstracto  tendrá  que  eliminar  buena  parte 
del  contenido;  en  cambio,  el  enunciado  concreto  de  la  poesía 
podrá  aspirar  a  dos  cosas :  la  revelación  de  lo  trascendente  en  lo 
sensible,  la  comunicación  de  la  plenitud  en  la  estructura  verbal.15 

Es  claro  que  el  lenguaje  poético,  imaginativo,  es  de  capital 
importancia  en  el  estudio  del  fenómeno  religioso.  Tomemos  la  ex- 
periencia mística,  como  caso  límite.  San  Juan  de  la  Cruz  es  el 
ejemplo  ideal  que  podíamos  soñar.  Tuvo  altísimas  experiencias 
místicas,  les  dio  forma  en  un  maravilloso  poema,  las  explicó  en 
un  amplio  tratado.  Sabemos  que  para  llegar  al  más  alto  conoci- 
miento místico  le  fue  necesario  anular  o  despojarse  de  los  cono- 
cimientos sensibles  (noche  del  sentido),  después,  de  los  conoci- 
mientos conceptuales  (noche  del  espíritu).  Cuando  desanda  el  ca- 
mino, para  formular  y  comunicar  su  experiencia,  encuentra  que 
las  fórmulas  sensibles  no  le  sirven,  ni  tampoco  las  conceptuales ; 
siente  dolorosamente  que  el  lenguaje  humano  es  inválido  para 

14  "A  ambos  lados  de  la  obra  literaria  hay  dos  intuiciones:  la  del  autor  y  la 
del  lector.  La  obra  es  registro,  misterioso  depósito  de  la  primera,  y  dormido  desperta- 
dor de  la  segunda.  La  obra  supone  esas  dos  intuiciones,  y  no  es  perfecta  sin  ellas... 
El  primer  conocimiento  de  la  obra  poética  es,  pues,  el  del  lector,  y  consiste  en  una 
intuición  totalizadora,  que  iluminada  por  la  lectura,  viene  como  a  reproducir  la  in- 
tuición totalizadora  que  dio  origen  a  la  obra  misma,  es  decir,  la  de  su  autor.  Este 
conocimiento  intuitivo  que  adquiere  el  lector  de  una  obra  literaria  es  inmediato,  y 
tanto  más  puro  cuanto  menos  elementos  extraños  se  hayan  interpuesto  entre  ambas 
intuiciones"  (Dámaso  Alonso:  Poesía  Española,  Madrid,  1950,  pág.  34). 

15  "Es  ist  darum  nicht  überraschend,  dass  Gestalt  und  Bild  auch  in  den  Reli- 
gionen  eine  wesentliche  und  unentbehrliche  Rolle  spielen"  (Brunner,  pág.  154);  "...das 
symbolische  Denken  mit  seiner  Vieldeutigkeit  und  unsagbaren  Fülle  vorherrscht... 
Gestalt  und  Bild  sind  in  ihrem  symbolischen  Verweis  für  die  Religión  einfachhin 
wesentlich"  (id.,  pág.  155). 


280  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

expresar  dichas  experiencias.  Sin  embargo,  echa  mano  de  él,  y 
compone  el  poema  "Canciones  entre  el  alma  y  el  esposo"  (de 
200  versos) ;  al  que  sigue  un  comentario  (de  200  páginas).  Cuan- 
do leemos  el  comentario,  advertimos  que  se  nos  aclaran  algunas 
cosas,  pero  que  perdemos  algo;  perdemos  inmediatez,  profundi- 
dad, plenitud,  percepción  sintética.  Y  no  olvidemos  que  el  co- 
mentario es  con  frecuencia  intensamente  poético. 

En  un  lenguaje  poético  de  imágenes  ha  dicho  San  Juan  de  la 
Cruz  lo  más  que  podía  de  sus  experiencias  místicas. 

Lenguaje  bíblico 

La  Biblia  es  un  libro  religioso :  en  el  que  se  formulan  y  comu- 
nican verdades,  objetos,  experiencias  religiosas.  No  es  extraño 
que  su  lenguaje  sea  poético,  de  imágenes.16  De  aquí  se  sigue  que 
el  estudio  de  las  imágenes  en  la  Biblia  es  una  de  las  tareas  más 
importantes,  para  interpretar  su  mensaje.  Claro  está  que  una  ex- 
plicación lógica  no  es  el  estudio  a  que  me  refiero. 

El  resultado  de  mi  búsqueda  bibliográfica  parece  demostrar 
lo  contrario.  Tomo,  p.  e.,  una  introducción  general  a  la  Sagrada 
Escritura,  muy  divulgada :  En  el  tratado  de  hermenéutica  encuen- 
tro nueve  páginas  que  tratan  del  lenguaje  metafórico  (translatum, 
tropicum,  metaphoricum) :  sinécdoque,  metonimia,  metáfora,  én- 
fasis, hipérbole,  elipsis,  parábola,  alegoría,  enigma,  símbolo.  Todo 
expuesto  con  frío  racionalismo,  con  absoluta  fidelidad  a  la  re- 
tórica clásica,  sin  tener  en  cuenta  nada  de  la  investigación  mo- 
derna. El  mismo  libro,  al  describir  la  actuación  del  autor  inspi- 
rado, se  contenta  con  el  esquema  "entendimiento-voluntad-facul- 
tades ejecutivas",  que  no  es  falso,  pero  es  poco  diferenciado, 
cuando  el  escritor  es  un  poeta. 

2.  SU  INTERPRETACIÓN 

En  lenguaje  poético  de  imágenes  nos  da  el  poeta  un  mensaje 
religioso.  ¿Cómo  podremos  obtener  este  núcleo  de  mensaje,  for- 
mulable  en  enunciados  de  validez  científica? 

a)  Para  quien  profese  la  concepción  de  la  imagen  como  "orna- 
to", la  cosa  es  muy  sencilla;  suprimid  el  ornato  y  quedará  la 


16  En  el  AT,  dada  la  prohibición  de  representar  a  Yavé  en  imágenes  plásticas, 
la  palabra  —  imagen  verbal  —  tiene  importancia  aún  mayor  (cfr.  Brunner,  pág.  162). 


IMÁGENES 


281 


sustancia.  Pero  el  mismo  Wünsche,  que  emplea  la  palabra  "Bil- 
derschmuck",  no  cree  en  ella. 

b)  El  que  profese  una  explicación  racional  tampoco  sufrirá 
complicaciones.  El  poeta,  en  un  primer  estadio  tiene  una  idea  o 
concepto  que  comunicar ;  en  el  segundo  estadio  busca  una  imagen 
para  presentar  plásticamente  su  idea.  Al  intérprete  toca  el  camino 
contrario:  desprender  la  presentación  sensible,  y  quedará  la  idea 
que  el  poeta  intentaba  comunicar  (operación  sencilla,  como  quien 
pela  una  naranja).  Esto  vale  perfectamente  cuando  se  trata  de 
una  exposición  pedagógica,  en  que  la  idea  es  previa  a  la  imagen, 
y  perfectamente  separable. 

c)  Pero  el  auténtico  poeta  no  procede  así :  de  ordinario  la 
síntesis  imaginativa  se  da  en  el  momento  de  la  vivencia;  otras 
veces  la  vivencia  encuentra  como  primera  forma  verbal  la  fórmu- 
la de  imagen.  En  estos  casos  el  método  puede  ser  un  " traducir " 
a  lenguaje  científico,  a  fórmula  más  precisa,  la  versión  poética 
original.  Resultará  así  una  especie  de  paráfrasis  en  prosa  muy 
útil  para  no  iniciados. 

c')  Otro  método  será  extraer  de  la  totalidad  unitaria  un  as- 
pecto formulable  en  términos  científicos;  pero  recordando  expre- 
samente que  el  producto  de  la  extracción  no  equivale  a  la  tota- 
lidad del  contenido. 

Ejemplos:  el  método  expositivo  b)  es  aplicable  a  las  parábo- 
las, y  lo  usan  con  éxito  los  intérpretes :  también  es  aplicable  a 
imágenes  lexicalizadas  como  " brazo  de  Dios".  Es  el  procedimien- 
to aplicado  por  Werfer  y  Wünsche. 

El  método  c)  es  frecuente  entre  los  exegetas :  aparte  las  ob- 
servaciones de  crítica  textual,  literaria,  arqueología,  historia,  etc., 
ofrecen  una  versión  más  racional  y  exacta  del  texto  poético. 

El  método  c')  lo  aplica,  sin  formularlo  explícitamente,  S.  Aalen 
en  su  investigación  "Die  Begriffe  Licht  und  Finsternis"  (Oslo, 
1951). 

Yo  no  voy  a  seguir  ninguno  de  dichos  caminos.  He  procurado 
exponer  concisamente  los  problemas  que  plantea  el  lenguaje  ima- 
ginativo de  la  Biblia,  para  poderme  retirar  dignamente  de  la  dis- 
cusión. No  es  ignorancia,  ni  ligereza.  Al  contrario:  precisamente 
porque  reconozco  su  importancia  y  dificultad,  no  me  atrevo  a  en- 
cerrarlos en  un  capítulo  del  libro  o  en  unos  meses  de  trabajo. 

Las  imágenes  bíblicas  apenas  han  sido  estudiadas  en  su  as- 
pecto literario.  La  traducción  conceptual  es  quizás  el  menos  lite- 
rario de  los  análisis.  Las  imágenes  de  los  profetas  han  excitado 


282  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

la  curiosidad  por  el  aspecto  psicológico :  por  citar  un  autor  con 
preocupación  literaria,  J.  Hempel  (o.  c,  págs.  61  ss.)  estudia  el 
proceso  del  oráculo  profético,  desde  la  vivencia  extática,  a  través 
de  la  primera  e  inmediata  interpretación  según  el  sentido  religioso 
del  profeta,  hasta  la  traducción  racional  ofrecida  por  el  mismo 
profeta;  el  camino  es  interesante,  pues  si  bien  atiende  más  al 
proceso  que  a  la  imagen  en  sí,  llega  a  observaciones  literariamente 
válidas,  porque  el  proceso  ha  influido  eficazmente  en  la  formación 
de  la  imagen,  ha  quedado  incorporado  a  ella. 

Considero  imposible  por  ahora  hacer  un  estudio  medianamente 
sólido  y  cerrado,  aunque  sea  de  las  imágenes  proféticas ;  pero  me 
parece  posible  y  legítimo  reunir  en  un  capítulo  algo  heterogéneo 
una  serie  de  observaciones  no  cerradas  en  sistema  ni  eruditamente 
recalzadas,  sino  abiertas  invitando  a  la  ulterior  investigación. 
A  manera  de  "calas"  practicaré  un  par  de  análisis  sobre  las  imá- 
genes del  libro  de  Isaías,  mostrando  un  par  de  caminos  posibles 
y  su  término  aproximado.  Señalaré  con  asterisco  los  ejemplos  que 
cierta  o  dudosamente  proceden  de  otros  autores. 


II.  LAS  IMÁGENES  DE  AGUA 

1.  UN  EJEMPLO  PRÁCTICO  ^ 

Porque  ha  despreciado  el  pueblo  ese 

las  aguas  de  Silóh,  que  discurren  mansas, 

mirad  al  Señor  que  levanta  contra  ellos 

las  aguas  del  Río,  caudalosas  e  impetuosas. 

Remonta  los  diques,  desborda  las  presas, 

invade  a  Judá,  redunda,  crece,  alcanza  hasta  el  cuello. 

El  fragmento  comienza  contraponiendo  dos  nombres  concretos : 
Silóh  —  El  Río  (=  Éufrates),  pertenecientes  al  mismo  campo  de 
realidad  "agua  fluyente" ;  pero  en  antítesis  marcada,  contrapo- 
niendo las  dos  fuerzas  fundamentales  del  agua,  benéfica  y  destruc- 
tiva; esta  penetración  en  cualidades  fundamentales  se  expresa 
por  sendas  aposiciones,  participio  +  adverbio,  ad j  +  ad j .  Los  dos 
nombres  propios  funcionan  como  símbolo,  y  las  aposiciones  apun- 
tan o  delimitan  el  sentido  de  los  símbolos.  No  llegan  a  descrip- 
ción, son  más  bien  caracterización:  y  obedecen  a  una  actitud  de 
predominio  intelectual.  La  antítesis  está  construida  con  grande 


17    Véase  página  387. 


IMÁGENES 


283 


simetría,  en  dos  frases  largas;  además  las  frases  están  enlazadas 
en  subordinación  con  partículas  de  contenido  lógico.  Esto  indica 
una  actitud  de  distancia,  de  razonamiento :  el  poeta  no  se  entrega 
a  la  vivencia,  la  expresión  no  le  brota  inmediata,  sino  que  se 
interpone  una  reflexión  y  una  labor  constructiva. 

La  segunda  parte  empalma  duramente  con  la  primera ;  ampli- 
fica los  dos  adjetivos  con  rápida  descripción.  Los  adjetivos  tenían 
un  valor  descriptivo  por  su  volumen  rítmico  y  por  la  sonoridad 
rimada;  es  decir,  predominio  de  lo  auditivo.  La  amplificación 
comienza  con  un  paralelismo  sinonímico :  su  valor  está  en  reducir 
o  sintetizar  toda  una  serie  a  dos  momentos  semejantes.  Continúa 
con  un  verso  de  predominio  verbal :  "invade,  redunda,  crece,  al- 
canza" ;  es  decir,  se  impone  el  movimiento  creciente  hasta  el 
nivel  fatal. 

El  verso  siguiente  parece  saltar  a  la  comparación  del  ave  de 
presa  "Y  será  la  envergadura  de  sus  alas  la  colmada  anchura  de 
tu  tierra,  oh  Emanuel".  El  paso  es  duro,  difícil. 

2.  ASPECTOS  DEL  ANÁLISIS  ESTILÍSTICO 
DE  LAS  IMÁGENES 

Explicando  un  breve  ejemplo,  he  mezclado  una  serie  de  ob- 
servaciones heterogéneas,  para  mostrar  en  vivo  cuántos  aspectos 
son  dignos  de  consideración  en  una  imagen.  Ahora  resultará  más 
claro  ordenarlos  en  una  lista  esquemática. 

Escala  de  integración : 

La  imagen  en  sí  misma, 

como  pieza  de  una  serie  o  unidad, 

en  el  poema  total, 

en  el  mundo  poético  de  un  autor. 

Como  motivo  en  una  escuela,  época,  nación. 

Aspecto  objetivo : 

Campo  de  la  realidad  de  donde  está  tomada  o  campo  de  la  lengua 
y  tradición  literaria. 

Aspecto  subjetivo: 

el  poeta  responde  a  lo  auditivo 
visual 
emotivo 
movimiento. 


284  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 

Aspecto  de  síntesis  en  la  vivencia: 

inmediatez 
distancia 
imagen  original 
copiada 
reavivada. 

Factores  del  autor,  obra,  tradición  en  la  síntesis. 
Funciones : 

descriptiva 

expresiva 

ilustrativa 

símbolo :  de  un  particular  orden  de  realidades. 
Forma  externa: 

comparación 
alegoría 
parábola 
metáfora. 

Esto  es  un  cuadro  muy  esquemático :  primero  por  su  disposición 
y  ordenación;  segundo,  porque  los  epígrafes  dan  idea  de  frial- 
dad, esquematismo,  casi  de  receta.  En  la  práctica  no  son  recetas, 
sino  variados  excitantes  del  interés,  vivas  orientaciones  de  la  aten- 
ción. Un  libro  como  el  primer  volumen  de  Pongs,  y  las  34  pági- 
nas de  Seidler  en  su  Estilística  dan  idea  de  estas  posibilidades. 

Ph.  Reymond  :  L'eau,  sa  vie,  et  sa  significaron  dans  V  Ancient 
Testament.  VTSup  6  (1958). 

Concluido  totalmente  mi  estudio  de  las  imágenes  de  agua  en 
Isaías,  tengo  ocasión  de  leer  este  libro  recién  publicado.  El  punto 
de  vista  es  tan  diverso,  que  nuestras  conclusiones  apenas  se  rozan. 
La  intención  de  reunir  y  clasificar  los  datos  (cfr.  pág.  XIV)  es 
bien  diversa  del  análisis  estilístico  que  yo  pretendo.  He  leído  con 
particular  atención  los  párrafos  dedicados  a  las  imágenes :  II,  4 
Métaphores  et  images  tirées  de  l'observation  des  phénoménes 
météorologiques  (págs.  28-35) ;  III,  7 :  Images  et  comparaisons 
tirées  de  l'eau  (págs.  107-116);  IV,  5:  Images  et  métaphores  en 
relation  avec  les  travaux  de  I  homme  (págs.  159-162);  V,  4:  Ima- 
ges et  comparaisons  tirées  de  la  vie  de  la  mer  (págs.  179-182).  El 
autor  presenta  simplemente  una  traducción  conceptual  de  cada 
imagen,  sin  pretender  dar  la  razón  poética  de  cada  imagen,  en 
el  contexto  de  la  obra  poética  o  del  autor. 


IMÁGENES 


285 


3.  EL  AGUA  COMO  IMAGEN 

Cuanto  al  método,  la  elección  presenta  una  serie  de  ventajas. 
Por  ser  el  agua  una  de  las  criaturas  elementales,  es  obvio  esperar 
una  abundancia  de  imágenes  que  permitan  el  trabajo  comparativo. 
Por  ser  criatura  elemental  y  polivalente,  puede  servirnos  para 
penetrar  en  la  mentalidad  del  autor  y  en  su  mundo  poético.  Por 
su  multipresencia  la  encontraremos  incluida  en  series  de  imáge- 
nes o  en  descripciones  algo  desarrolladas,  como  rasgo  descriptivo. 
Por  su  carácter  elemental  se  presta  a  funcionar  como  símbolo. 
También  nos  puede  servir  para  comparar  diversos  autores  en  su 
actitud  radical  frente  a  una  criatura  elemental.18 

En  la  categoría  genérica  de  "agua"  entran  términos  como 
mar,  río,  torrente,  manantial,  lluvia.  El  himno  de  los  tres  jóvenes 
en  el  horno  habla  de  las  "aguas  celestes,  lluvia,  rocío,  escarcha, 
nieve,  hielo,  mares,  ríos,  fuentes".19 

Fundamentalmente  el  agua,  cuando  no  es  puro  objeto  de  des- 
cripción, se  manifiesta  bivalente :  como  fuerza  destructora  en  el 
torrente  desbordado,  el  huracán  con  aguacero,  el  mar  turbulento  ; 
como  fuerza  benéfica  como  bebida,  riego  del  campo,  purificación. 

Es  claro  que  prescindo  de  mar  y  ríos  como  determinación  geo- 
gráfica o  de  lejanía. 


4.  EL  AGUA,  PIEZA  DESCRIPTIVA 

*14,  23.  Yavé  se  alza  contra  Babel  y  la  convierte  en  "hura  de  erizos,  agua 
estancada,  y  la  barreré  con  escoba  de  destrucción". 

Es  una  descripción  escueta:  el  primer  dato  no  es  del  todo  ori- 
ginal, pertenece  a  las  series  de  animales  lúgubres;  el  tercer  dato 
tiene  el  énfasis  de  la  aliteración,  un  verbo  raro  en  literatura  (quizá 
fuese  común  en  la  vida),  una  visión  gigantesca  en  que  la  gran  ciudad 
es  abarcada  por  Yavé,  el  tono  despectivo  del  instrumento  (otras 
veces  es  la  espada;  en  30  criba  y  bozal),  y  el  adjetivo  vigoroso  (no 
escoba  para  limpiar,  sino  para  aniquilar)  ;2<>  el  segundo  dato  es  ex- 

18  Podemos  añadir  su  falta  de  forma  o  pluralidad  de  formas;  lo  cual  conviene 
muy  bien  a  la  polivalencia  de  la  función  simbólica;  y  la  hace  apta  para  simbolizar 
un  mundo  trascendente,  más  parecido  a  la  "fuerza"  que  a  la  "forma"  (cfr.  Brunner, 
páginas  70,  160,  207).  Recordemos  que  Santa  Teresa  prodiga  el  agua  en  sus  tratados 
místicos. 

19  Dn.  3,  64  ss. 

20  Cfr.  págs.  398  y  530.  Cap.  30,  págs.  520  ss.  Más  vigorosa  la  imagen 
"plomada  de  destrucción",  34,  11;  cfr.  pág.  530.  Sobre  el  sentido  de  la  raíz, 
cfr.  Iy.  Kopp,  VT  8  (1958),  pág.  174. 


286 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


presivo  aplicado  a  la  ciudad  de  los  canales,  de  agua  fluyente;  el  agua 
estancada  —  muerta  —  es  símbolo  de  la  ciudad  aniquilada.  La  sín- 
tesis de  los  tres  datos  no  es  perfecta  ni  plástica.  El  autor  ha  escogido 
tres  datos  expresivos  para  denotar  una  desolación;  no  ha  intentado 
componer  un  cuadro  homogéneo.  Parte  de  la  emoción  más  que  de  la 
contemplación;  no  es  plástica  sino  expresiva.  Y  es  concisa. 
19,  5-8.  Puesto  que  el  Nilo  es  la  vida  y  riqueza  de  Egipto,  la  amenaza 
divina  ha  de  alcanzar  a  este  río;2*  "Se  agotan  las  aguas  del  mar,  el 
río  aridece  y  se  seca;  se  estancan  los  canales,  se  amenguan  y  secan 
las  acequias.  Caña  y  junco  se  marchitan;  los  prados  de  las  riberas, 
cuanto  germina  junto  al  río,  aridece,  decae,  se  extingue".  Los  pes- 
cadores... 

La  descripción  aquí  es  insistente:  las  aguas  están  repartidas  por 
el  mar  (Rojo,  Lagos  Amargos...),  río,  arroyos,  canales;  esta  insis- 
tencia con  repeticiones  (nahar,  ye,or)  puede  tener  valor  descriptivo. 
Caña,  junco,  prado,  simiente  son  otra  enumeración  vegetal;  y  los 
verbos  de  aguas  y  vegetales,  con  sus  repeticiones,  tienen  valor  ex- 
presivo, emocional.  No  se  puede  hablar  de  descripción  plástica,  in- 
tuitiva, pero  tiene  perfecto  color  local;  sobre  todo  por  la  serie  que 
continúa,  enumerando  las  industrias  típicas  de  Egipto,  pescadores  y 
tejedores.  Ninguno  de  los  oráculos  contra  Egipto  tiene  semejante 
concreción;  nos  recuerda  las  representaciones  de  los  diversos  oficios 
en  los  sepulcros.  Pero  el  poeta  no  pretende  emular  al  artista  plástico 
(nada  de  "ut  pictura  poesis"),  en  su  precisión  de  detalles  o  en  la 
elegancia  estilizada.  Cada  figura  es  un  bloque  enunciado  sin  porme- 
nores. 

*15,  6-9.  "Las  aguas  de  Nimrim  se  han  secado:  aridece  el  heno,  se  mar- 
chita la  hierba,  desaparece  el  verdor...  Las  aguas  de  Dimón  llevan 

sangre. " 

Descripción  genérica,  inserta  en  una  serie  de  nombres  geográficos ; 
apenas  interesa.  El  segundo  dato  es  un  juego  de  palabras:  la  posible 
alusión  a  la  primera  plaga,  o  al  prodigio  de  Elíseo  (4Rg  3,  21)  se 
pierde.22 

18,  1.  En  oraciones  apositivas  o  predicativas  caracteriza  el  país  y  los  ha- 
bitantes de  Etiopía:  "El  país  de  zumbido  de  alas;  más  allá  de  los 
ríos  de  Cus;  que  envía  por  el  mar  mensajeros,  en  canoas  de  junco 
sobre  las  aguas.  Gente  gallarda  y  de  tez  brillante,  pueblo  temible  y 
remoto,  gente  robusta  y  conquistadora,  cuya  tierra  surcan  los  ríos." 
Es  una  descripción  notable  por  la  precisión  de  datos;  no  son  "na- 
ves", sino  canoas  de  junco,  la  tierra  está  surcada  de  ríos  y  dominada 
por  el  zumbido  de  los  insectos,  la  gente  tiene  piel  bruñida  y  es  de 
alta  estatura.  Descripción  excelente,  tanto  por  la  observación  pre- 
cisa, como  por  la  selección  de  los  datos.  La  imagen  acuática  se  in- 
serta perfectamente  en  la  serie.23 

22,  9.  "Examináis  los  arsenales  de  la  casa  del  bosque;  observáis  que  son 
muchas  las  brechas  de  la  ciudadela  de  David.  Reunís  las  aguas  de 
la  piscina  de  abajo;  contáis  las  casas  de  Jerusalén,  y  derribáis  casas 

21  Página  430. 

22  Página  418. 

23  Página  427. 


IMÁGENES 


287 


para  consolidar  los  muros.  Entre  las  dos  murallas  hacéis  depósito 
para  las  aguas  de  la  piscina  vieja.  Pero  no  examináis..." 

Entre  los  preparativos  militares  para  un  asedio,  el  agua  es  factor 
importante;  dos  veces  interviene  en  una  descripción  homogénea  y 
concreta.  Es  una  serie  de  acciones  sucesivas,  cada  una  sin  particular 
detalle,  pero  sin  caer  en  generalidades,  gracias  al  dominio  de  lo  con- 
creto, exigido  por  el  tema.24 
23.  En  un  oráculo  sobre  Tiro,  la  presencia  continua  del  mar  es  inevita- 
ble: "naves,  puerto,  mercaderes,  navegantes,  costas,  islas,  habla  el 
mar". 

Todo  exacto,  pero  no  tan  preciso  como  en  las  anteriores.  Ezequiel 
sacará  más  partido  al  tema  marino  y  al  tema  comercial ;  con  un 
alarde  enumerativo  de  riquezas  y  con  vigorosas  y  plásticas  imágenes. 
30,  14.  Se  rompe  una  vasija  de  loza  "hasta  no  quedar  un  cascote  para 
llevar  brasas  al  brasero,  o  para  sacar  agua  de  la  cisterna".  La  ima- 
gen del  agua  está  perfectamente  subordinada,  nos  asoma  a  una  esce- 
na doméstica. 

33,  21.  "Tus  ojos  verán  a  Jerusalén,  morada  de  reposo,  tienda  inconmo- 
vible; sus  clavos  no  se  remueven  jamás,  sus  cuerdas  no  se  arrancan. 
Porque  allí  está  Yavé,  nuestro  dique  (TM  príncipe) ;  zona  de  ríos 
y  canales  de  márgenes  distantes ;  donde  no  cruzan  barcos  de  remo, 
ni  navegan  navios  poderosos." 

Estos  ríos  y  canales  inaccesibles  parecen  ser  una  defensa  para 
Jerusalén.  La  descripción  es  precisa  y  bella,  pero  fantástica  aplicada 
a  Jerusalén;  quizá  sea  Babilonia  el  modelo.  Después  de  la  imagen 
nomádica  y  obvia  de  la  tienda,  la  segunda  imagen  contrasta  fuerte- 
mente: es  la  entrada  en  escena  de  Yavé. 

37,  25.  En  la  respuesta  de  Yavé  a  la  plegaria  de  Ezequías  va  inserto  el 
discurso  soberbio  del  rey  asido: 

"Yo  en  persona  subí  a  las  cimas  de  los  montes,  a  la  cumbre  del 
Líbano;  corté  el  ramaje  de  sus  cedros,  sus  más  bellos  cipreses;  lle- 
gué al  extremo  de  sus  cimas,  a  la  espesura  de  su  arboleda.  Yo  mismo 
alumbré  y  bebí  aguas  extrañas,  y  sequé  con  mis  plantas  los  canales 
de  Egipto." 

Las  hazañas  del  conquistador  se  concentran  en  dos  campos :  mon- 
tes y  aguas ;  ambos  de  carácter  elemental.  El  tema  de  las  aguas  es 
original,  y  en  el  último  verso  se  exalta  el  tono  hiperbólico:  el  rey, 
con  el  hollar  de  sus  pisadas,  seca  los  canales.  La  imagen  del  agua 
encaja  perfectamente  en  la  breve  y  eficaz  enumeración. 

Campos  y  técnica  de  la  descripción :  el  agua  nos  ha  llevado  a 
una  escena  doméstica  (30),  a  escenas  de  oficios  pacíficos  (18; 
19;  23),  a  escenas  militares  (22;  33;  37  y  15). 

La  manera  de  describir  se  distingue  por  la  precisión  concreta 
y  la  sobriedad  de  los  datos ;  una  serie  bien  escogida  de  rasgos,  sin 
detenerse  en  ninguno  ni  en  sus  pormenores.  La  técnica  descriptiva 
se  vale  más  bien  de  la  enumeración,  sin  modelar  alejandrinamente 

24    Página  443- 


288  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

cada  dato.  Hemos  contemplado  los  oficios  de  Egipto :  pescadores, 
cardadores  y  tejedores,  asalariados,  consejeros;  pero,  si  no  fuera 
por  los  relieves  de  las  tumbas  egipcias,  la  serie  nos  resultaría  poco 
plástica;  lo  más  preciso  es  esa  distinción  verbal  entre  " echar  el 
anzuelo"  y  "tender  las  redes" ;  la  escena  de  corte,  donde  la  pa- 
labra es  protagonista,  adquiere  extensión  y  relieve. 

Podríamos  comparar  esta  serie  de  oficios  con  la  que  presenta 
Horacio  en  su  primera  oda,  para  apreciar  la  distancia  de  técnica 
descriptiva.  La  comparación  es  legítima,  porque  ambos  autores 
se  mueven  en  el  tipo  de  descripción  escueta  más  propia  de  la  lírica 
(amplifico  la  distinción  en  mi  capítulo  sobre  la  descripción,  del 
libro  La  formación  del  estilo:  Libro  del  alumno,  3.a  ed.,  pági- 
nas 138  ss.).  Horacio  ha  seleccionado  una  serie  de  oficios  roma- 
nos :  el  auriga,  el  político,  el  gran  propietario,  el  agricultor  y  el 
marino,  el  ocioso  y  el  militar,  el  cazador  y  el  poeta ;  algunos  más 
que  Isaías  en  su  paseo  por  Egipto.  Pero  la  técnica  es  bien  diversa : 
el  poeta  hebreo  se  contenta  casi  con  nombrar  y  enumerar,  el  latino 
se  entrega  a  la  recreación  plástica  de  cada  dato,  en  un  lenguaje 
tenaz  y  densamente  elaborado. 

Aquí  cabe  recordar  la  distinción  sustancial  que  propone 
E.  Auerbach  (Mimesis,  cap.  I)  entre  la  técnica  narrativa  homérica 
y  la  bíblica :  el  sentido  plástico  del  griego  en  su  narración  reman- 
sada representa  otra  sensibilidad  artística  y  otra  técnica  estilística. 
Contando  con  la  distancia  entre  un  estilo  homérico  y  un  estilo  de 
ascendencia  alejandrina,  creo  que  tocamos  un  fenómeno  común, 
radical :  la  visión  plástica  del  griego  frente  al  sentido  más  auditivo 
del  hebreo. 

La  visión  de  los  etíopes,  gallardos  y  de  tez  bruñida,  es  más 
bien  excepción.  Una  vez  la  descripción  se  hace  fantástica  por  la 
aplicación  concreta.  El  elemento  "agua"  es  de  ordinario  impor- 
tante en  la  serie,  y  se  funde  bien  con  los  restantes. 

5.  EL  AGUA,  DATO  PARA  CARACTERIZAR 

Es  decir,  un  personaje,  un  hecho,  una  situación,  en  vez  de  ser 
descrito  por  enumeración  de  datos,  es  caracterizado  por  uno  o 
dos.  Tenemos  unos  cuantos  casos : 

21,  14.  Es  una  escena  de  huida  ("huyen  de  la  espada  desenvainada,  de  los 
arcos  tensos,  de  la  batalla  cruel ") ;  el  poeta  invita  a  las  caravanas 
de  Dedán:  "sacad  agua  al  encuentro  del  sediento,  adelantaos  con 
pan  al  fugitivo".  La  situación  extrema  de  los  fugitivos  está  caracte- 


IMÁGENES 


289 


rizada  por  estos  dos  datos  elementales:  "pan  y  agua";  en  la  situa- 
ción desesperada  recobran  su  valor  máximo  esos  seres  vulgares,  pero 
elementales.25 

30,  20.  ''cuando  te  haya  dado  a  comer  el  Señor  el  pan  medido  y  el  agua 
tasada". 

Caracteriza  la  situación  bélica  de  extrema  necesidad,  cuando  hay 
que  racionar  lo  último,  el  pan  y  el  agua. 

32,  20.  "Dichosos  vosotros  que  sembráis  junto  a  las  aguas,  que  dejáis  suel- 

tos al  buey  y  al  asno." 

Caracteriza  una  situación  de  bienestar,  paz  y  abundancia. 

33,  16.  "El  justo...  habita  en  las  alturas...  tiene  pan,  no  le  falta  el  agua." 

Caracteriza  el  sencillo  bienestar,  de  quien  cuenta  con  lo  fundamental. 
36,  16.  "cada  cual  comerá  el  fruto  de  su  viña  y  de  su  higuera,  y  beberá 
el  agua  de  su  cisterna". 

Rabsaces  caracteriza  la  situación  de  paz  en  esos  dos  datos,  en  los 
que  el  posesivo  es  el  dato  fundamental. 

Temas  de  caracterización :  prácticamente  se  reducen  a  binas 
opuestas  de  situaciones  fundamentales :  paz-guerra,  escasez-abun- 
dancia. Las  criaturas  elementales  pueden  representar  situaciones 
también  elementales.  Al  mismo  tiempo  observamos  cómo  el  hábito 
hebreo  del  paralelismo  incita  a  la  densidad  poco  diferenciada: 
en  un  verso  hay  que  encerrar  toda  una  situación,  sin  matices  ni 
amplificaciones.  Esta  técnica  continuada  confiere  a  la  poesía  he- 
brea su  vigor  simple  e  inmediato. 

6.  EL  AGUA,  FUERZA  DESTRUCTORA 

Ya  he  analizado  uno  de  los  ejemplos  más  significativos.  Se 
trataba  del  agua  como  fuerza  terrestre  (no  agua  marina,  ni  ce- 
leste) y  se  presentaba  en  movimiento.  A  él  se  puede  reducir  la 
breve  comparación  de  59,  19 :  "vendrá  como  torrente  impetuoso 
empujado  por  el  soplo  de  Yavé".  Y  en  la  descripción  antropo- 
mórfica  de  Yavé,  30,  28:  "su  aliento  es  como  torrente  desbor- 
dado, que  sube  hasta  el  cuello". 

28,  2.  El  castigo  de  Yavé  es  comparado  a  un  aguacero  incontenible.  "El 
Señor  envía  un  fuerte  y  poderoso,  como  turbonada  de  granizo,  hu- 
racán asolador,  como  aguacero  torrencial  y  desbordante."  La  forma 
de  comparación  indica  algo  de  distancia;  lo  sonoro  es  muy  impor- 
tante en  la  descripción  —  aliteraciones,  rima,  ritmo  ensanchado  al 
final — ;  los  adjetivos  atributivos  marcan  un  énfasis  apasionado.  Com- 
parando con  8,6 :  sonoridad  frente  a  movimiento,  aguas  celestes,  como 
enviadas  directamente  por  Yavé.26 

25  Página  439. 

26  Cfr.  págs.  492-93. 


290  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

28,  17.  "Hemos  hecho  de  la  falacia  nuestro  reparo,  de  la  mentira  nuestro 
refugio...  Derribará  el  granizo  el  reparo  falaz,  inundarán  las  aguas 
el  refugio." 

Lo  interesante  de  esta  imagen  es  cómo  se  recogen  las  palabras  de 
los  impíos,  para  volverlas  contra  ellos.  Es  decir,  la  imagen  tiene 
función  importante  en  la  sección ;  pero  en  sí  no  vale  gran  cosa 
(cfr.  4,6  "reparo  y  refugio  contra  el  turbión  y  el  aguacero"). 
17,  12.  "Fragor  de  muchedumbres  como  fragor  de  mares  fragorosos;  es- 
truendo de  naciones,  como  estruendo  de  aguas  caudalosas  estruen- 
dosas." 

Es  evidente,  desde  la  primera  palabra,  que  la  intención  descriptiva 
es  aquí  sonora:  por  eso  las  repeticiones  y  la  armonía  imitativa  y  el 
plural  en  -un.2? 

Recurso  sonoro  semejante  se  encuentra  en  bastantes  pasajes, 
Is  5,30  reducido  a  una  comparación:  "mugirá  contra  él  aquel  día, 
como  mugido  del  mar"  "yinhom  'alaw  bayyóm  hahü'  kenahmat 
yam";  y  el  magnífico  de  Jr.  51,55  "wehamü  galléhem  kemayím  rab- 
bim  nittan  se'ón  qólam".  Y  en  pasajes  como  Is.  51,15;  Jr.  5,22; 
51,42;  Ps  46,4;  93,3. 

La  imagen  de  Isaías  en  17,12  redobla  su  valor  integrada  en  una 
antítesis :  el  estruendo  oceánico  de  los  enemigos  queda  reducido  a 
tamo  aventado  por  un  torbellino.  También  valora  la  imagen  el  co- 
mienzo repentino  lírico  y  la  forma  nominal. 
*57,  20.  El  mar  turbulento  se  emplea  en  una  comparación  única :  "  Los  mal- 
vados son  como  el  mar  agitado,  que  calmarse  no  puede ;  revuelven 
sus  aguas  cieno  y  lodo."  Una  imagen  intensa  en  su  contraste  sonoro 
con  la  paz  de  los  justos  (salóm  salóm  larahóq  welaqqarób —  wayyi- 
gresü  mémáw  rips  watit) ;  en  la  visión  del  mar  como  ser  animado 
"que  no  sabe  encalmarse";  y  nueva  por  el  elemento  visual  del  cieno 
y  lodo  que  revuelve,  datos  añadidos  a  la  comparación  escueta  con 
clara  intención  descriptiva.  (Véanse  más  abajo  las  imágenes  del 
mar  como  paz  colmada.) 

En  esta  terna  de  imágenes  hemos  observado  un  carácter  de 
la  sensibilidad  poética  hebrea:  la  preferencia  por  imágenes  de 
sonido  o  movimiento.  Poca  atención  reclama  el  perfil  visual,  el 
color  del  objeto,  porque  la  acción  dinámica  es  el  excitante  máxi- 
mo. El  poeta  hebreo  triunfa  cuando  materializa  sonoramente  un 
tumulto,  cuando  interpreta  verbalmente  el  movimiento.  El  detalle 
de  cieno  y  lodo  agitados  implica  una  observación  del  color  en 
movimiento,  y  es  más  bien  excepcional. 

Esta  observación  apenas  apuntada  se  podría  dilatar  a  varios 
círculos  bíblicos :  observaríamos  la  plenitud  del  estruendo  (qól) 
en  el  salmo  29,  protagonista  sin  imagen  visual  de  colosales  efec- 
tos; la  impresionante  serie  auditiva  de  Amos  3,  presidida  por  el 
rugir  del  león,  el  resonar  de  la  trompeta  a  rebato,  la  palabra  de 


27    Página  425. 


IMÁGENES 


291 


Yavé  (al  rugir  del  león  responde  el  eco  de  los  cachorros,  la  trom- 
peta provoca  una  resonancia  de  terror,  y  Yavé  hace  hablar  a  su 
profeta),  y  dentro  de  la  serie,  la  imagen  visual  del  pájaro  que 
cae,  de  la  trampa  que  salta,  es  sugestiva  pero  menos  importante ; 
recordemos  también  los  ríos  que  aplauden  (Ps.  98,  8),  la  desola- 
ción sentida  por  la  falta  de  cantos  y  gritos  (Is.  16),  el  entierro 
silencioso  (Am.  8,  3),  etc. 

Las  imágenes  de  olfato,  gusto  y  tacto,  poco  frecuentes  en 
cualquiera  literatura  (recordemos  la  prosa  excepcional  de  Miró), 
parecen  haberse  congregado  particularmente  en  el  Cantar  de  los 
Cantares:  el  tema  amoroso  determina  esta  abundancia,  realizada 
con  auténtica  intuición  poética.  Una  imagen  como  la  de  Amos 
(4,  10):  "alzaré  el  hedor  del  campamento  a  vuestras  narices",  es 
vigorosa  y  excepcional  (Is.  34,  3 ;  Joel  2,  10). 

En  el  análisis  de  poemas  y  capítulos  tendré  en  cuenta  esta  dis- 
tinción imaginativa. 

7.  EL  AGUA,  FUERZA  FECUNDA 
(bebida  para  los  hombres,  riego  para  el  campo) 

Hemos  visto  que  el  agua  como  bebida  sirve  para  caracterizar 
situaciones  elementales.  Con  valor  subordinado  la  encontramos  en 
la  original  comparación  del  sueño :  "como  sueña  el  sediento  que 
bebe...".28 

Las  imágenes  agrícolas  del  agua  se  refieren  también  a  situa- 
ciones de  abundancia  o  escasez;  visión  natural  en  un  pueblo 
agrícola. 

1,  30.  "Os  avergonzaréis  de  los  terebintos  que  codiciabais,  os  sonrojaréis 
de  los  jardines  que  escogíais.  Y  seréis  como  terebinto  despojado  de 
follaje,  como  jardín  privado  de  agua." 

Lo  más  interesante  de  esta  imagen  es  la  traslación  al  hombre  de 
la  imagen  precedente :  el  hombre  que  se  deleitaba  en  los  árboles 
sacros,  será  como  esos  árboles  sin  follaje.  El  paso  no  es  de  lógica 
simple,  y  por  eso  adquiere  valor  simbólico;  con  menos  sentido  poé- 
tico dice  un  salmo  (115,  8)  "serán  semejantes  a  ellos  los  que  los 
hacen".  La  partícula  comparativa  amengua  ligeramente  el  valor.  El 
motivo  semejante,  presentado  por  Jeremías  en  una  antítesis  de  ca- 
rácter sentencioso,  resulta  más  superficial  y  sabida,  a  pesar  de  la 
descripción  ampliada  (17,  5-8) : 

"Maldito  el  varón  que  confía  en  el  hombre,  y  hace  de  la  carne 
su  fortaleza,  y  aparta  de  Yavé  su  corazón.  Será  como  matorral 

2%    29,  8;  cfr.  pág.  505. 


292 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


en  el  yermo,  que  no  sabe  de  bienes,  habita  en  eriales,  en  tierra 
salitrosa  e  inhabitable.  Bendito  el  varón  que  confía  en  Yavé,  y 
es  Yavé  su  confianza;  será  como  árbol  plantado  junto  a  las 
aguas,  echa  raíces  hacia  las  corrientes;  no  teme  que  llegue  la 
canícula;  su  follaje  está  verde.  En  año  de  sequía  no  se  apura, 
y  no  deja  de  dar  fruto." 
La  descripción,  a  pesar  de  los  verbos  selectos,  resulta  alargada,  y  la 
actitud,  intelectual  y  prosaica. 
30,  25.  "Habrá  sobre  todo  monte  excelso,  sobre  toda  colina  elevada  arro- 
yos y  cauces  de  agua."  La  imagen  en  sí  no  vale  gran  cosa;  pero 
su  función  en  la  serie  es  interesante.  En  el  verso  23  ha  comenzado 
una  descripción  agrícola  "te  dará  la  lluvia  para  la  simiente...",  ha- 
bla del  ganado  y  de  su  forraje,  y  cierra  la  escena  con  el  verso  25: 
"...  cauces  de  agua,  al  tiempo  de  la  gran  matanza,  de  la  caída  de  las 
torres.  La  luz  de  la  luna  será  como  la  del  sol..."  El  salto  lírico  es 
llamativo,  y  precisamente  el  verso  25  es  un  empalme:  después  de 
la  escena  del  ganado  en  la  granja,  las  acequias  en  las  colinas  son 
un  elevar  el  tono,  prepararle  para  el  salto  hacia  los  datos  estelares.29 
5,  6.  Uno  de  los  castigos  graves  contra  la  viña  infiel  es  mandar  a  las 
nubes  que  no  lluevan. 

8.  EL  AGUA  COMO  SÍMBOLO 

Una  vez  el  agua  de  beber  es  símbolo  de  restauración  mesiáni- 
ca:  "Sacarás  agua  gozoso  de  las  fuentes  del  Salvador"  (12,  5). 
Pero  el  contexto  es  tan  poco  poético,  que  la  frase  no  desarrolla 
sus  valencias.  En  el  capítulo  55  los  planos  descriptivo  e  ideal 
están  mejor  fundidos,  en  una  escena  pintoresca  del  vendedor  que 
pregona  su  mercancía:  " Sedientos,  venir...  comprar  sin  pagar: 
¿por  qué  gastar  el  dinero  en  lo  que  no  es  pan?..."  Y  algo  más 
adelante  la  palabra  eficaz  de  Yavé  es  comparada  a  la  lluvia  fe- 
cundante. También  asemeja  el  autor  de  Dt.  32  su  palabra  a  una 
lluvia  mansa,  en  forma  de  comparación,  y  creando  con  la  repe- 
tición la  impresión  de  mansa  monotonía.  "  Gotee  como  lluvia  mi 
doctrina,  destile  como  rocío  mi  palabra;  como  llovizna  sobre  el 
césped,  como  orbayo  sobre  la  hierba."  30 

11,  9.  "que  se  llenará  la  tierra  de  conocimiento  de  Yavé,  como  cubren  las 
aguas  el  mar".  Aquí  el  mar  está  sentido  como  una  enorme  plenitud:  ni 
lo  visual  del  cieno  (57,  20),  ni  lo  auditivo  del  fragor  (17,  12),  sino  una 
emoción  de  plenitud.  Y  esa  emoción  simple,  intensa  y  algo  imprecisa 
(enlace  poco  lógico)  está  dispuesta  para  enlazarse  con  una  cualidad 
espiritual.  La  más  alta  visión  poética  del  mar  en  Isaías.31  Se  le  acercan 
las  dos  siguientes : 

29  Página  518. 

30  Página  527. 

31  Páginas  400-401. 


IMÁGENES 


293 


(*48,  18.  "Si  atendieses  a  mis  preceptos,  sería  como  el  río  tu  paz,  tu  justicia 
como  las  ondas  del  mar."  También  se  trata  de  explicar  una  cualidad 
inmaterial :  lo  descriptivo  se  carga  de  tono  emocional,  en  el  que  se  veri- 
fica la  síntesis  poética.) 

(66,  12.  "Mirad  que  tiendo  sobre  ella  como  un  río  la  paz,  como  torrente 
inundante  la  riqueza  de  los  pueblos."  Aquí  disminuye  la  calidad  emo- 
cional por  la  segunda  comparación,  más  obvia  y  más  explicable.) 

Am.  5,  24.  "ruede  como  el  agua  el  juicio,  la  justicia  como  canal  perenne". 

En  conjunto,  la  criatura  agua  en  Is.  1-33  (el  agua  de  35,  6-7  en- 
tra en  la  sección  siguiente)  apenas  si  se  eleva  a  un  plano  tras- 
cendente espiritual.  Es  mucho  más  rico  y  alto  el  coloquio  de 
Jesús  con  una  sencilla  mujer  de  Samaría,  junto  al  pozo  viejo  de 
muchas  generaciones.  Jesús  ha  expuesto  mejor  la  profundidad 
de  esta  sencilla  criatura.32 

9.  EL  AGUA  EN  LA  SECCIÓN  Is.  40-55 

Una  vez  aparece  el  agua  en  una  escena  artesana :  el  herrero 
que  no  bebe  agua  y  desfallece,  44,  12.  Una  vez  en  una  escena 
burlesca  "alza  las  faldas,  descubre  las  piernas,  pasa  los  ríos", 
47,  2.  Un  par  de  veces  sirve  para  ilustrar  el  poder  y  gloria  de 
Dios,  40,  12;  51,  15 ;  42,  10,  en  oposición  a  los  ídolos. 

En  los  demás  casos  el  agua  se  reduce  a  una  doble  significa- 
ción :  o  es  un  mar  que  se  abre  para  dar  paso  a  una  caravana,  o  es 
agua  de  beber  que  brota  en  el  desierto  para  los  peregrinos.  Es 
decir,  el  agua  está  sentida  a  través  de  una  tradición  literaria  con- 
creta :  el  Éxodo.  Como  se  trata  de  un  nuevo  éxodo,  los  prodigios 
antiguos  se  han  de  repetir;  y  en  el  agua  está  resonando  el  eco 
tradicional  del  Mar  Rojo  y  de  la  piedra  herida.  41,  17-18;  42, 
15;  43,  2  (elevado  a  proverbio);  43,  16.19.20;  44,  3.4;  48,  21 
(la  roca);  49,  10;  50,  2;  51,  10.33 

El  texto  que  eleva  a  particular  transcendencia  el  agua  es  45,  8 : 
"Destilad  cielos  el  rocío,  lloved  nubes  la  justicia;  ábrase  la  tierra 
y  fructifique  la  salvación  y  germine  la  justicia."  Es  el  paso  a 

32  Cfr.  Brunner,  o.  c,  pág.  162. 

33  Con  esta  observación  he  tocado  el  problema  del  autor.  La  diferencia  esti- 
lística es  un  hecho:  la  visión  poética  del  agua  es  diversa;  ¿luego  se  trata  de  dos  poetas 
distintos?  Semejante  conclusión  es  precipitada  en  rigor  estilístico,  porque  un  nuevo 
tema,  género,  obra,  pueden  exigir  al  mismo  poeta  una  nueva  visión  poética.  Lo  que 
puedo  afirmar  es  que  la  presente  observación  se  suma  a  las  numerosas  diferencias 
estilísticas  registradas  por  otros  analíticos. 

20.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


294  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

cualidades  espirituales,  en  forma  inmediata,  sin  la  distancia  leve 
de  la  forma  comparativa.  (Véase  además,  48,  18,  pág.  293.) 

Nota:  en  la  última  sección  del  libro  de  Isaías  no  hay  visión 
homogénea  o  dominante  del  agua.  57,  20  (véase  pág.  290) :  el 
mar  turbado  representa  la  inquietud  del  injusto;  58,  11  el  justo 
como  manantial  que  no  se  seca ;  59,  19  el  torrente  impetuoso ; 
63,  11  Yavé  divide  las  aguas  ;  64,  2  el  agua  que  hierve  sobre  el 
fuego ;  66,  12  la  paz  como  un  río  (cfr.  pág.  293). 

(Las  imágenes  de  agua  de  11,  15-16  y  35,  6-7  coinciden  con 
la  visión  dominante  en  la  sección  40-55.) 

10.  IMAGENES  DE  AGUA  EN  JEREMÍAS 

Encontramos  las  formas  conocidas,  el  estrépito  del  mar  em- 
bravecido 6,  23  *(50,  42)  ;  el  proverbio  de  justo  e  impío  17,  8;  el 
poder  de  Yavé  sobre  las  aguas  *10,  13  *(51,  16);  31,  35 ;  5,  22 
(el  muro  de  arena) ;  la  abundancia  de  agua  en  la  restauración 
31,  9.  La  copia  e  imitación  se  adensa  en  la  serie  de  los  massa'ot, 
a  veces  en  copia  casi  literal  47,  2;  46,  8;  48,  32.34;  *50,  38;  *51, 
13.36.55  (en  esta  serie  siempre  queda  una  duda  sobre  la  auten- 
ticidad). 

Encontramos  además  unas  cuantas  imágenes  propias :  2,  13  ss. 
la  famosa  comparación  de  las  cisternas  agrietadas,  fórmula  plásti- 
ca del  pecado  de  Israel.  6,  7  "como  manan  agua  los  pozos,  así 
mana  su  iniquidad" ;  13,  1  acción  simbólica  de  la  faja  podrida ; 
14,  3  ss.  la  gran  sequía  eficazmente  descrita;  15,  18  audazmente 
increpa  a  Yavé  "te  has  convertido  para  mí  en  arroyo  falaz"  lo 
original  está  en  decírselo  a  Yavé,  es  de  enorme  fuerza  expresiva. 
18,  14  la  fidelidad  de  la  nieve  en  las  rocas  del  Líbano  y  de  las 
frescas  aguas  fluyentes  de  los  manantiales  son  un  reproche  para 
la  infidelidad  de  Israel  (como  la  fidelidad  de  asno  y  buey  en 
Is.  1,  2). 

Además  es  nuevo  en  Jeremías  —  y  significativo  —  encontrar 
el  agua  con  el  sentido  de  lágrimas  8,  23 ;  9,  17. 

El  juicio  sobre  Jeremías  resulta  difícil  por  la  consabida  cues- 
tión de  autenticidad.  En  los  oráculos  finales  encontramos  el  agua 
como  fuerza  elemental,  sin  sello  de  originalidad ;  pero  resulta  que 
dichos  oráculos  —  según  opinión  común  de  los  comentadores  — 
son  un  tejido  de  imitaciones  ajenas  a  Jeremías.  Donde  podemos 
seguir  al  profeta  con  suficiente  seguridad,  encontramos  un  poeta 
observador  de  la  vida :  una  fuente,  un  pozo,  la  nieve,  la  cisterna 


IMÁGENES 


295 


rota,  el  año  de  sequía,  el  arroyo  seco;  y  esta  observación  no  se 
presenta  como  imitación  directa  (que  sepamos),  ni  como  reminis- 
cencia literaria,  sino  como  fruto  de  observación  directa  y  perso- 
nal. Es  en  su  línea  el  género  poético  tan  característico  de  la  lite- 
ratura proverbial,  que  ha  pasado  de  lo  elemental  a  lo  doméstico 
y  cotidiano.34 

11.  IMÁGENES  DE  AGUA  EN  EZEQUIEL 

Volvemos  a  encontrar  la  imagen  sonora  del  río  caudaloso 
1,  24;  43,  2;  las  caracterizaciones  del  agua  tasada  4,  11.16.17; 
12,  18.19;  la  imagen  agrícola  17,  5.8;  19,  10;  la  imagen  pastoral 
en  ligera  variante  34,  18. 

Donde  abundan  las  imágenes  de  agua  es  en  la  serie  de  massa'ot ; 
pero  con  mucha  más  originalidad  que  en  el  libro  de  Jeremías.  La 
tradición  literaria  es  para  Ezequiel  un  excitante  que  le  conduce 
a  nuevos  hallazgos  :35 

26.  Oráculo  contra  Fenicia.  La  visión  de  la  marina  Tiro  determina  una 
serie  de  imágenes  muy  oportunas  y  eficaces :  3  "  Yo  haré  subir  contra 
ti  pueblos  numerosos,  como  hace  subir  el  mar  sus  olas...  4  haré  de 
ella  una  desnuda  roca.  5  Será  en  medio  del  mar  tendedero  de  redes... 
12  tus  piedras,  maderos  y  escombros  los  arrojarán  al  mar...  19  cuando 
alce  contra  ti  el  abismo  y  te  cubra  la  inmensidad  de  las  aguas."  Note- 
mos el  valor  sonoro  de  los  versos  3  y  19 :  weha'léti  'alayk  góyim  rabbím 
k'ha'lót  hayyam ;  beha'lót  'alayk  'et-tehóm  wekissük  hammaym  harabbím 
legallaw. 

27.  Nueva  elegía  sobre  Tiro.  Después  de  larga  y  detallada  enumeración 
descriptiva,  sobreviene  el  castigo:  26  "el  viento  solano  te  precipitará  al 
seno  del  mar...  34  arruinada  de  las  olas,  en  el  fondo  del  mar;  mercancía, 
tripulantes,  contigo  se  hundieron".  Otra  vez  notemos  el  valor  descriptivo 
sonoro :  'et  nisbart  miyyamim  bema'maqqé  -  maym  ma'rabék  \vekol 
qehalék  betókék  nápálü. 

29.  Primer  oráculo  contra  Egipto.  Es  original  comparar  la  nación  a  un 
cocodrilo  del  Nilo,  y  sacar  partido  a  la  comparación:  "Cocodrilo  gi- 
gantesco, echado  en  medio  de  tus  ríos,  te  dijiste:  Míos  son  los  ríos,  yo 
mismo  los  he  excavado.  Yo  pondré  un  aro  en  tus  quijadas  y  te  sacaré 
de  en  medio  de  tus  ríos,  con  todos  los  peces  que  hay  en  ellos  pegados  a 
tus  escamas;  y  te  arrojaré  al  desierto,  a  ti  y  a  todos  los  peces  de  tus 
ríos,  y  no  serás  recogido  ni  levantado;  y  te  daré  en  pasto  a  las  fieras 
de  la  tierra  y  a  las  aves  del  cielo..." 

En  la  estela  de  Tutmosis  III  (ANET  374  B)  el  Faraón  es  compa- 

34  Jeremías  parece  más  abierto  a  la  contemplación  de  lo  cotidiano,  y  sabe  pe- 
netrar su  sentido  religioso.  (Cfr.  sobre  el  descubrimiento  de  lo  ordinario,  Brunner, 
página  88.) 

35  Cfr.  págs.  447-49- 


296 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


rado  a  un  cocodrilo ;  si  Ezequiel  depende  directa  o  indirectamente, 
desarrolla  con  incomparable  superioridad. 

31.  Es  un  oráculo  contra  Egipto,  figurado  por  la  derrota  de  Asur;  y  Asur 
está  simbolizado  en  un  cedro  del  Líbano,  frondoso  por  la  abundancia 
de  riego:  4  "corrían  ríos  en  torno  a  él...  5  se  multiplicaron  sus  ramas 
y  su  fronda  se  extendió  por  la  abundancia  de  las  aguas...  7  metía  las 
raíces  entre  aguas  copiosas " ;  es  derribado  el  cedro,  y  su  caída  sirve  de 
lección  a  los  demás  árboles  frondosos  "regados  por  las  aguas",  y  "se 
consuelan  en  la  morada  subterránea  todos  los  árboles  del  Edén,  los  más 
hermosos  del  Líbano,  regados  por  las  aguas".  Y  lo  más  impresionante 
de  este  luto  lo  dice  Yavé:  15  "El  día  en  que  bajó  al  seol,  enluté  por 
él  al  abismo,  retuve  el  curso  de  los  ríos  y  se  estancaron  las  aguas 
caudalosas." 

32.  Oráculo  contra  Egipto.  Vuelve  la  comparación  del  cocodrilo,  con  nue- 
vos datos  descriptivos :  2  "  Eras  como  el  cocodrilo  de  los  mares ;  con 
tus  narices  hacías  hervir  las  aguas,  las  enturbiabas  con  tus  patas,  ho- 
llabas sus  canales";  13  "Destruiré  todos  tus  ganados  entre  las  aguas 
copiosas,  y  no  las  enturbiará  ya  más  pie  de  hombre  o  pezuña  de  bestia. 
14  Sino  que  correrán  limpias  sus  aguas,  y  sus  canales  se  deslizarán 
como  aceite." 

El  agua  hirviente  en  la  caldera  también  es  imagen  original,  pero 
subordinada  a  una  imagen  superior.  Y  completamente  original  es  la 
visión  del  gran  río  que  sale  del  templo,  va  creciendo,  fertilizando  sus 
márgenes  y  sanando  el  mar  en  que  desemboca.  Es  un  capítulo  en  la 
gran  descripción  del  nuevo  templo ;  el  más  bello  literariamente,  quizás 
el  único  que  no  aburre.  La  imagen  del  agua  creciente  logra  restituir 
la  inspiración  al  minucioso  proyectista  del  futuro  templo. 

En  conjunto,  las  imágenes  de  agua  en  Ezequiel  comprueban  la 
originalidad  del  escritor  y  su  técnica  peculiar.  Ni  se  contenta 
con  apuntar  la  imagen,  ni  se  resigna  a  concentrarla :  tiene  que 
sacar  de  ella  todo  el  partido  posible,  sin  temor  a  repeticiones  e 
insistencias ;  sea  para  lograr  una  descripción  plástica,  o  para  des- 
ahogar un  afecto  apasionado. 

También  es  curioso  en  Ezequiel  encontrar  dos  veces  el  agua 
como  elemento  purificador:  16,  4.9;  36,  25;  las  dos  veces  con 
sentido  simbólico,  en  la  elección  del  pueblo  y  en  la  restauración. 
Isaías  1,  16;  4,  4  y  Jeremías  2,  22;  4,  14  también  hablaban  de 
" lavar"  en  sentido  espiritual.  Pero  sin  mencionar  el  agua.  Eze- 
quiel es  el  primero  que  expresamente  menciona  el  agua  con  esta 
función  purificadora.  Es  un  detalle  significativo. 

12.  NOTA  SOBRE  DANIEL 

Las  imágenes  de  agua  son  muy  escasas  en  este  escritor.  Una 
vez  encontramos  la  consabida  del  torrente  desbordado  11,  40.  La 
nueva  mentalidad  apocalíptica  se  manifiesta  también  en  la  manera 


IMÁGENES 


297 


de  ver  el  agua:  7,  2  "Yo  miraba  durante  mi  visión  nocturna; 
y  vi  irrumpir  en  el  mar  Grande  los  cuatro  vientos  del  cielo,  y  salir 
del  mar  cuatro  grandes  bestias...  (descripción  de  las  cuatro  bes- 
tias fantásticas)";  7,  10  "...su  trono  llameaba  como  el  fuego  y 
las  ruedas  eran  fuego  ardiente;  un  río  de  fuego  brotaba  delante 
de  él...". 

Hemos  dejado  la  realidad  cotidiana  y  aparente  del  agua  do- 
méstica o  agrícola,  y  la  realidad  profunda  del  agua  como  fuerza 
elemental,  y  entramos  en  el  mundo  fantástico  de  ríos  de  fuego, 
mar  palestra  de  cuatro  vientos,  y  habitación  de  seres  monstruosos. 

Tres  libros  proféticos  nos  darían  base  suficiente  para  saltar 
a  otros  libros  bíblicos ;  pero  repito  que  el  presente  capítulo  pre- 
tende abrir  caminos,  no  recorrerlos. 

III.  IMÁGENES  DE  MONTES 

Los  montes  son  otra  criatura  de  la  naturaleza  que  poseen  pres- 
tancia para  impresionar  a  los  poetas,  que  por  su  frecuencia  se 
hacen  inevitables ;  también  nos  servirán  para  un  análisis  estilístico. 
Esta  vez  no  hace  falta  detallar  tanto. 

1.  LOS  MONTES 

Su  calidad  más  prosaica  está  en  ser  términos  geográficos,  to- 
pográficos ;  en  tal  caso  no  llegan  a  imagen  literaria.  También 
pueden  ser  puro  escenario  de  imagen,  como  en  14,  25  :  "  Hollaré 
al  asirio  en  mis  montes";  o  función  adjetival  como  en  18,  6: 
"Y  serán  entregados  a  los  buitres  de  los  montes  y  a  las  bestias 
del  llano",  con  un  cierto  valor  de  "expresión  polar"  y  un  leve 
acierto  descriptivo.  O  son  pieza  de  enumeración,  como  en  la  serie 
de  hazañas  de  que  se  gloria  el  enemigo  (ya  analizada)  37,  24; 
y  en  la  serie  del  cap.  2,  interesante  por  la  combinación  de  cuali- 
dades morales  "soberbios"  con  criaturas  como  "cedros  y  encinas, 
montes  y  collados"  con  obras  de  los  hombres  como  "murallas  y 
torres,  barcos  y  navios" ;  el  paso  de  cualidades  inmateriales,  a 
símbolos  naturales  y  objetos  reales  está  asegurado  por  el  dina- 
mismo de  la  enumeración,  y  consigue  fundir  los  elementos  en  un 
molde  común,  dominado  por  la  grandeza  de  Yavé. 

Los  montes  se  hacen  parte  de  la  imagen  o  protagonistas  en 
estos  casos:  7,  25  "Y  a  los  montes  que  se  cavaban  y  escardaban 


298 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


no  se  irá  ya,  por  temor  a  los  cardos  y  espinas;  quedarán  para 
pasto  de  bueyes,  pisoteados  por  el  ganado".  Es  simplemente  una 
forma  concreta  y  sintética  de  presentar  la  desolación.  10,  32  "El 
monte  de  Jerusalén  es  el  término  del  dinámico  avance :  el  enemigo 
hace  un  alto  en  Nob  "y  ya  tiende  la  mano  al  monte  de  Jerusalén", 
breve  imagen  en  que  las  dimensiones  reales  penetran  en  la  sínte- 
sis de  la  imagen  cerrada,  y  las  dimensiones  humanas  se  dilatan 
llenando  el  escenario,  y  se  crea  una  tensión  de  grande  eficacia. 

13,  2;  18,  3;  30,  17.  Aquí  el  monte  es  la  altura  conspicua  en  la  que  se 
yergue  una  señal ;  no  es  puro  escenario,  porque  el  monte  es  tan  prota- 
gonista como  el  estandarte.  Es  el  monte  visto  desde  abajo  en  su  aspecto 
visual.  "Alzad  bandera  sobre  un  monte  pelado";  "Cuando  sobre  el  mon- 
te se  alce  la  bandera";  "Hasta  quedar  como  mástil  en  la  cima  de  un 
monte,  como  bandera  en  lo  alto  de  una  colina".  En  el  último  ejemplo 
la  imagen  visual  está  valorada  por  la  antítesis  indicada  entre  la  mole 
del  monte  y  la  insignificancia  del  pendón.  El  segundo  ejemplo  equilibra 
lo  auditivo  con  lo  visual,  el  primero  da  más  relieve  a  lo  visual,  el  ter- 
cero es  puramente  visual  con  acento  emotivo.36 

22,  5.  En  un  verso  de  tipo  impresionista  encontramos  el  dato  sustantivado 
"griterío  en  la  montaña". 

*34,  5.  En  una  terrible  descripción  de  elementos  apocalípticos  "los  montes 
se  pudren  de  su  sangre";  la  traducción  del  verbo  namassü  no  es  cierta. 

Una  vez  se  menciona  el  mítico  monte  de  la  asamblea  de  los  dioses, 
en  el  discurso  del  rey  de  Babilonia  14,  13. 37 

2.  EL  MONTE  DE  SIÓN 

En  conjunto  podemos  decir  que  a  Isaías  impresionó  más  la 
fuerza  del  agua  que  la  inmovilidad  de  los  montes.  En  cambio, 
hay  un  monte  que  reaparece  con  frecuencia:  2;  4,  5;  8,  18;  10, 
12.32;  11,  9;  16,  1;  18,  7;  24,  23;  25,  6;  27,  13;  29,  8;  30,  29; 
31,  14;  37,  32.  Es  con  diversos  nombres  el  Monte  Sión.  Este 
monte  donde  habita  Yavé  8,  18,  es  el  escenario  de  su  actividad: 
allí  ejecuta  su  obra  de  castigo  por  medio  del  enemigo  10,  12,  allí 
se  lanza  a  la  batalla  31,  4,  realiza  la  restauración  reinando  24,  23, 
preparando  el  gran  banquete  25,  6,  y  sacando  el  resto  37,  32, 
reuniendo  a  los  dispersos  27,  13. 

Esto  indica  que  para  Isaías  (notemos  que  en  este  punto  con- 
cuerdan  pasajes  de  dudosa  autenticidad,  24-27;  16)  el  Monte 
Sión  es  un  hecho  teológico,  es  el  monte  de  la  elección,  centro  es- 

36  Páginas  348-50. 

37  B.  Alfrink:  Der  Versammlungsberg  im  áusscrsten  Nordcn  (Is.  14),  Bibl.  14 
(i933),  págs.  41-65- 


IMÁGENES 


299 


pacial  de  la  religión.  Y  absorbido  por  este  sentido  religioso  del 
monte  de  Sión,  el  poeta  casi  no  tiene  corazón  para  interesarse 
por  los  otros  montes. 

Esto  mismo  se  concentra  y  se  exalta  en  el  poema  del  monte 
de  Sión  del  capítulo  2.  Es  un  excelente  poema  de  sólo  diez  versos, 
dedicado  a  exaltar  el  "monte  de  Yavé".  En  diez  versos  consigue 
el  poeta  una  concentración  de  amplios  horizontes,  por  medio  de 
las  binas  polares  o  merismos  con  valor  total :  "montes  y  collados, 
pueblos  y  naciones,  caminos  y  sendas,  espadas  y  lanzas",  binas 
que  representan  concretamente  grandes  totalidades,  no  abstrac- 
ciones o  generalidades,  sino  síntesis  concretas.  El  monte,  nom- 
brado dos  veces  directamente,  una  vez  como  pronombre  personal, 
dos  veces  como  Sión  y  Jerusalén,  centra  fuertemente  todo  el 
poema.  Centra  inmóvil  todo  un  movimiento  centrífugo  y  cen- 
trípeto. Es  el  monte  "har"  al  cual  confluyen  "nahar"  ;  está  plan- 
tado "nakón"  atrayendo  un  caminar  "nelka"  ;  es  el  centro  de 
caminos  "derakaw"  y  sendas  "  'orhótaw".  Además  de  él  parte 
un  movimiento :  de  él  sale  la  "tora"  que  es  como  senda  "  'orah", 
y  la  palabra  "dabar"  que  es  como  camino  "derek" ;  de  él  sale  el 
gobierno  y  el  juicio,  y  el  influjo  pacífico  eficaz.  Al  final  el  poeta 
invita  a  su  pueblo  hacia  el  monte,  prenuncio  de  la  futura  con- 
fluencia universal. 

Los  dos  movimientos  están  marcados  sonoramente :  el  con- 
fluir se  realiza  en  versos  de  fluidez,  ricos  en  sonidos  N  H  R  L, 
sin  sibilantes,  con  pocas  explosivas ;  el  movimiento  contrario  co- 
mienza marcado  por  dos  s  y  dos  T  en  un  hemistiquio  "ki  missiy- 
yón  tese'  tora",  pasa  a  un  verso  en  que  aumentan  las  explosivas 
y  desemboca  en  el  verso  de  armonía  imitativa  con  siete  T  y  dos  H. 

Mientras  en  la  primera  parte  el  movimiento  de  confluencia 
es  material  —  el  sonido  lo  registra  — ,  en  la  segunda  parte  el  mo- 
vimiento es  un  influjo  espiritual;  y  el  verso  3c  realiza  el  enlace 
con  las  palabras  "camino-senda"  que  pertenecen  al  reino  material 
y  al  espiritual  sin  ningún  esfuerzo.  El  monte  "har-Yahwe"  que 
orientaba  los  caminos  "be'orhótaw"  acaba  convirtiéndose  en  luz 
"be'ór  Yahwe".  (Simeón  contempla  al  Salvador  plantado  "haki- 
nóta"  ante  los  pueblos,  como  una  luz  "  'ór"  de  las  naciones.)38 

Ese  monte  que  se  alza  sobre  las  cimas  y  cumbres  de  otros,  es 
también  la  imagen  culminante  de  Isaías  sobre  el  motivo  "monte". 


38    I*c.  2,  29-32:  según  la  traducción  hebrea  de  Franz  Deutzsch. 


300 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


3.  ISAÍAS  40-55 

Presenta  una  sensibilidad  nueva.  El  " Monte  Sión"  ha  des- 
aparecido completamente.  Sión  es  una  mujer,  una  madre,  un  pue- 
blo, una  ciudad;  pero  falta  la  visión  concreta  del  monte  sagrado. 

En  cambio  los  otros  montes  innominados  adquieren  gran  im- 
portancia. Pueden  ser  término  de  comparación  proverbial :  "  Aun- 
que se  muevan  los  montes,  aunque  tiemblen  los  collados,  no  se 
apartará  de  ti  mi  misericordia"  54,  10.  Con  su  mole  gigantesca 
pueden  exaltar  el  poder  divino,  que  "pesó  en  la  balanza  los  mon- 
tes, en  los  platillos  los  collados"  40,  12. 

Sobre  todo,  los  montes  son  personajes  en  la  visión  del  gran 
retorno :  son  la  atalaya  para  anunciar  la  nueva  de  la  liberación : 
"Sube  a  un  alto  monte,  anuncia  a  Sión  la  buena  nueva,  alza  ro- 
busta la  voz"  40,  9;  "Qué  hermosos  sobre  los  montes  los  pies 
del  mensajero  que  anuncia  la  paz,  que  te  trae  la  buena  nueva, 
que  pregona  la  salvación"  52,  7.  Si  los  montes  estorban  la  gran 
marcha,  son  allanados:  "Que  se  rellenen  todos  los  valles  y  se 
abajen  todos  los  montes"  40,  4;  "Yo  tornaré  todos  los  montes 
en  caminos"  49,  11.  Los  montes  no  son  testigos  mudos  de  la 
marcha  triunfal,  sino  son  un  gran  coro  que  se  une  sonoramente 
al  júbilo:  "Jubilad,  cielos,  por  la  obra  de  Yavé;  vociferen  las 
profundidades  de  la  tierra;  proclamad  montes  vuestro  júbilo;  el 
bosque  con  todos  sus  árboles"  44,  23;  49,  13;  "Con  gozo  parti- 
réis, en  paz  seréis  conducidos ;  montes  y  collados  a  vuestra  pre- 
sencia proclamarán  su  júbilo,  los  árboles  del  campo  aplaudirán". 

El  primer  grupo  era  de  tipo  auditivo :  montes  atalaya  para  el 
anuncio.  El  segundo  grupo  apuntaba  levemente  lo  visual :  la  altura 
de  los  montes  se  allana  para  hacer  camino.  El  tercero  es  intensa- 
mente emotivo :  el  júbilo  humano  desborda  y  contagia  y  aviva  a 
los  seres  inanimados.  El  júbilo  sonoro  de  los  montes  está  testi- 
ficando esa  nota  de  exultación  que  domina  el  gran  canto  del 
retorno. 

Otras  imágenes  de  montes  tienen  menor  importancia.  Merece 
registrarse  una  simbólica  de  enorme  vigor  por  su  tono  hiperbó- 
lico :  "  Yo  te  haré  trillo  aguzado,  nuevo,  armado  de  dientes :  tritu- 
rarás y  pulverizarás  los  montes,  harás  paja  los  collados;  los  biel- 
darás y  el  viento  los  arrebatará,  el  torbellino  los  dispersará" 
41,  15.  La  imagen  está  apurada  en  toda  su  potencia  (como  podría 
hacerlo  Ezequiel). 


IMÁGENES 


301 


4.  ISAÍAS  56-66 

Reaparece  central  el  monte,  que  ahora  se  llama  "mi  monte 
santo" :  a  él  son  llevados  los  gentiles  56,  7,  y  los  gentiles  trans- 
portan a  los  judíos  de  la  diáspora  66,  20.  Será  posesión  del  que 
teme  a  Yavé  57,  13 ;  en  cambio  serán  los  guijarros  del  torrente 
la  herencia  de  los  que  pecan  en  los  montes  idolátricos  57,  7;  y 
perecerán  los  que  se  olvidan  del  monte  santo  65,  11.  Y  cuando 
se  cumpla  la  restauración  "no  existirá  el  mal  ni  la  aflicción  en 
todo  mi  monte  santo,  dice  Yavé"  65,  25. 

También  encontramos  el  dato  algo  tópico  de  los  montes  que 
se  derriten  a  la  presencia  de  Yavé  63,  19b  (=  64,  1).  Respecto  a 
los  capítulos  anteriores,  esta  sección  tiene  como  novedad  la  re- 
petida referencia  a  los  montes  del  culto  idolátrico. 

Por  eso,  es  interesante  ver  cómo  esta  última  sección  recoge 
la  visión  del  monte  sagrado  que  domina  la  primera  parte  y  des- 
aparece en  la  segunda.  La  conversión  de  los  gentiles  56,  7  em- 
palma con  el  capítulo  2,  con  el  11  y  con  25,  6.  La  vuelta  de  la 
diáspora  66,  20  empalma  con  11  y  con  27,  13.  La  paz  de  65,  11 
empalma  con  11,  9.  Es  decir,  el  "Monte  Santo"  es  un  punto  de 
referencia  para  una  ordenación  artificiosa  del  complejo  que  lla- 
mamos libro  de  Isaías.  Notemos  que  las  repeticiones  se  encuen- 
tran en  capítulos  de  carácter  conclusivo :  11;  25-27 ;  65-66 ;  y 
en  el  capítulo  inicial  2.  Es  difícil  pensar  que  sea  del  todo  incons- 
ciente esta  visión  teológica  ordenadora  del  Monte  Santo. 

5.  JEREMÍAS 

Menciona  los  montes  de  Efraím  como  término  geográfico,  y 
dos  colinas  como  referencia  topográfica  31,  39.  Sobriamente  se 
refiere  al  monte  del  templo  en  un  contexto  de  castigo  26,  18  (ci- 
tado de  Miqueas),  y  al  monte  santo  en  contexto  de  restauración 
31,  12.23.  El  Tabor  y  el  Carmelo  son  figuras  proverbiales  de  se- 
guridad y  certeza  46,  18.  Me  parecen  dignos  de  especial  mención 
los  ejemplos  siguientes : 

4,  24.  Se  trata  de  la  imagen  tópica  de  los  montes  que  tiemblan ;  pero  en  Je- 
remías la  imagen  es  personal,  por  la  intervención  lírica  del  profeta. 
Otros  podrán  decir  que  "los  montes  tiemblan",  y  los  cielos  se  oscure- 
cen, que  suenan  clamores  y  clarines,  y  se  ven  banderas...  Jeremías  no 
se  contenta  con  esta  forma  impersonal  o  impresionística,  sino  que  entra 
personalmente  sintiendo  e  informando  en  primera  persona:  "Ya  oigo 


302  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


los  clarines  de  guerra,  el  estrépito  de  la  batalla...  ¿Hasta  cuándo  habré 
de  ver  sus  banderas,  escuchar  la  voz  de  sus  clarines?...  Miré  a  la  tierra, 
y  todo  era  vacío  y  confusión;  a  los  cielos,  y  todo  eran  tinieblas.  Miré 
a  los  montes,  y  todos  temblaban...  Miré  al  vergel,  y  era  un  desierto..." 
Esta  forma  lírica  es  muy  característica  de  Jeremías,  muy  distinta  de  la 
sobria  distancia  de  Isaías. 

El  motivo  del  culto  idolátrico  en  los  montes  no  es  infrecuente :  2,  20 ; 
3,  6-23;  13,  27;  17,  2. 

*51,  25.  Curiosa  es  la  representación  simbólica  de  Babel  como  un  monte : 
"Heme  aquí  contra  ti,  monte  de  exterminio  —  palabra  de  Yavé  —  exter- 
minio de  toda  la  tierra.  Tenderé  mi  mano  contra  ti,  te  haré  rodar  de 
los  peñascos,  te  convertiré  en  monte  incendiado."  La  fórmula  está  em- 
parentada con  la  imagen  de  los  montes  triturados  por  Israel. 

*49,  16.  La  región  montañosa  de  Edom  sirve  para  algunos  rasgos  descripti- 
vos en  el  oráculo  correspondiente:  "Tú  que  habitas  en  los  huecos  de  las 
rocas,  escalas  las  crestas  de  los  montes ;  aunque  exaltes  como  el  águila 
tu  nido,  de  allí  te  haré  bajar  —  palabra  de  Yavé — "  (cfr.  Abd.  3-4). 

Finalmente  son  interesantes  los  montes  como  escenarios  de 
escenas  de  la  vida:  el  llanto  3,  21  "Una  voz  se  escucha  en  los 
montes  pelados:  llanto  y  gemidos  de  los  hijos  de  Israel";  13,  16 
"Antes  de  que  oscurezca,  antes  de  que  tropiecen  vuestros  pies  por 
los  montes  entenebrecidos ;  esperéis  la  luz  y  os  la  cambie  en  som- 
bras, os  la  vuelva  tinieblas".  16,  16  "He  aquí  que  envío  pesca- 
dores numerosos  que  los  pesquen;  y  después  enviaré  numerosos 
cazadores  que  los  cacen  por  los  montes,  por  los  collados,  por  las 
hendeduras  de  las  peñas".  *50,  6  "Rebaño  descarriado  ha  venido 
a  ser  mi  pueblo.  Sus  pastores  lo  extraviaron,  lo  hicieron  vagar 
por  los  montes;  trashumante  de  monte  en  collado,  se  olvidó  del 
aprisco".  Descripciones  escuetas,  casi  sólo  apuntadas;  pero,  como 
otras  semejantes  del  agua,  nos  hacen  ver  a  Jeremías  dentro  de 
la  vida  cotidiana,  observando  con  atención,  y  sacando  de  ella  sus 
imágenes  más  personales  y  convincentes.  Como  en  el  tono  lírico, 
también  en  la  observación,  Jeremías  no  es  distante  y  superior 
como  Isaías. 

6.  EZEQUIEL 

Los  "montes  de  Israel"  son  término  para  designar  la  tierra; 
sea  en  la  amenaza  33,  28;  o  en  el  asalto  de  Gog  38,  8;  o  en 
contexto  de  restauración  37,  27;  interpelados  en  segunda  perso- 
na 36,  4.6.8;  6,  2.3;  libres  del  león  de  Babel  19,  9;  maldecidos 
por  Edom  35,  12,  etc.  Quizás  el  desterrado  junto  al  río  Kebar 
recuerda  su  patria  como  región  montañosa;  si  la  sospecha  fuera 
cierta,  tendría  un  dejo  de  nostalgia  el  uso  constante  de  la  fórmula. 


IMÁGENES 


303 


En  la  famosa  visión  de  los  capítulos  8-11,  la  gloria  de  Yavé 
se  alza  de  su  trono,  pasa  al  umbral  de  la  casa,  después  a  la  puerta 
del  templo,  después  despega  de  la  ciudad,  y  hace  una  última  es- 
cala en  el  monte  oriental.  (El  monte  de  Sión  no  ha  sido  nom- 
brado explícitamente.)  El  capítulo  43  nos  devuelve  al  monte  del 
templo,  que  vuelve  a  ser  santísimo;  el  "sancta  sanctorum"  no  se 
circunscribe  a  una  habitación.  8-11  y  43  ss.  cierran  una  grande 
estructura ;  con  menos  precisión  que  en  el  libro  de  Isaías.  El 
Monte  Sión  figura  explícitamente  en  17,  23  y  20,  40 :  el  segundo 
sin  imagen,  el  primero  inserto  en  la  imagen  del  cedro,  cuyo  re- 
nuevo es  plantado  en  el  "alto  monte  de  Sión",  símbolo  del  resto 
que  Yavé  restaura  en  su  tierra. 

Los  montes  del  culto  idolátrico  son  algo  más  frecuentes  que 
en  Jeremías:  7,  7;  6,  13;  18,  6.11.15;  20,  28;  22,  9. 

En  la  serie  de  oráculos  encontramos  el  "monte  de  Dios", 
donde  es  colocado  el  rey  de  Tiro  28,  14.16.  El  cedro  de  Asur 
es  abatido  por  los  enemigos,  y  sus  ramas  caen  por  los  montes 
y  valles  31,  12.  El  cocodrilo  de  Egipto  es  sacado  del  río  y  sus 
carnes  son  esparcidas  por  los  montes  y  su  carroña  por  los  va- 
lles 32,  5.  (El  valor  polar  de  estas  expresiones  ''montes-valles" 
está  claro.)  Edom  está  caracterizado  como  "monte  de  Seir"  35, 
2.3.7.8.15. 

Los  montes  como  escenario :  el  capítulo  34  recoge,  con  va- 
riantes personales,  la  imagen  de  Jr.  50,  6:  "Las  ovejas  desca- 
rriadas por  montes  y  collados...  13  las  apacentaré  sobre  los  mon- 
tes de  Israel...  14  tendrán  su  ovil  en  las  altas  cimas  de  Israel". 
En  el  cap.  39  los  montes  de  Israel  son  escenario  de  una  impre- 
sionante escena:  Yavé  habla  a  Gog:  "Caerás  en  los  montes  de 
Israel  con  todos  tus  ejércitos.  Te  destino  para  pasto  de  aves 
rapaces  de  todo  plumaje,  y  de  fieras  del  campo...  17  Di  a  las 
aves  de  toda  especie  y  a  todas  las  bestias  del  campo :  Reunios  y 
venid.  Juntaos  de  todas  partes  para  comer  las  víctimas  que  yo 
inmolo  para  vosotros,  sacrificio  inmenso  sobre  los  montes  de  Is- 
rael...". Esta  escena  sobrepasa  en  vigor  descriptivo  al  otro  ban- 
quete pacífico  que  Yavé  prepara  en  su  monte,  Is.  25. 

Finalmente  encontramos  en  Ezequiel  una  imagen  ya  sabida, 
que  se  hace  escenario  de  toda  la  sección  final  del  libro.  Yavé  le 
conduce  a  un  monte  altísimo,  sobre  el  cual  va  visitando  el  futu- 
ro templo.  Xo  es  difícil  reconocer  aquí  ese  monte  ensalzado 
sobre  la  cumbre  de  los  montes  que  cantó  Isaías  al  principio  de 
su  libro. 


304  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 

Nota  sobre  Daniel:  Baste  recordar  el  monte  de  donde  es  cor- 
tada la  piedra  que  desmenuza  la  estatua,  y  se  convierte  en  mon- 
taña, que  llena  la  tierra.  Otra  vez  tropezamos  con  las  imágenes 
fantásticas  peculiares  de  Daniel. 


IV.  TRES  IMÁGENES 

En  un  artículo  titulado  "Tres  imágenes  de  Isaías",  EB  15 
(1956),  págs.  63-84,  hago  un  análisis  detenido  de  algunas  imá- 
genes concretas,  y  agrupo  en  torno  a  este  análisis  otras  semejantes 
del  mismo  o  de  otros  autores. 


1.  IMAGEN  DEL  FUEGO:  Is.  5,  24-25;  9,  7-20 

Es  un  poema  con  estribillo,  que  marca  netamente  la  unidad 
poética,  y  el  proceso  climático  hasta  el  gran  fuego  de  la  última 
estrofa.  El  estribillo,  tras  la  primera  estrofa  —  de  fuego  domés- 
tico— ,  va  fundiendo  la  síntesis  de  los  dos  elementos,  mano  que 
hiere,  ira  que  arde.  La  segunda  y  tercera  estrofas  exponen  peca- 
dos concretos  y  su  castigo.  La  cuarta  culmina  con  la  imagen  del 
fuego,  la  guerra  civil,  la  ira  de  Dios. 

La  imagen  del  fuego  es  tópica  en  muchos  pasajes  prof éticos. 
Actualiza  su  valor  cuando  se  presenta  como  fuego  extenso.  Y  lo- 
gra su  máximo  valor  cuando  se  presenta  como  fuego  elemental : 
porque  entonces  puede  profundizar  su  sentido  simbólico,  y  puede 
producir  una  intensa  vivencia  poética  que  funde  los  diversos  ele- 
mentos. En  el  caso  presente,  el  fuego  tiene  esta  calidad  elemental, 
y  está  aprehendida  en  una  vivencia  compleja  que  funde  en  unidad 
los  tres  elementos  "guerra  civil,  ira  de  Dios,  fuego"  ;  la  magní- 
fica descripción  del  fuego  no  es  puro  virtuosismo,  y  el  ardor  de 
la  ira  divina  no  es  puro  tópico. 

En  otros  pasajes  de  Isaías  1-39  el  fuego  aparece  también 
con  este  vigor  elemental.  En  los  capítulos  40-55  y  64,  2  el  fuego 
es  una  criatura  domesticada,  manejada  por  el  hombre.  En  el  ca- 
pítulo 65  recobra  su  prestigio  simbólico ;  la  ira  de  Dios  arde 
para  castigar  con  su  fuego  eterno  a  los  pecadores.  (El  empalme 
con  nuestra  teología  está  manifiesto.) 

Jr.  20,  7 :  en  la  manera  de  tratar  la  imagen  del  fuego,  revela 
su  estilo  lírico.  Su  fuego  no  es  visión  exterior,  sino  imagen  de 


IMÁGENES 


305 


experiencia  interna,  símbolo  de  emociones  inexpresables  directa- 
mente. 

Ez.  15,  2:  en  la  manera  de  tratar  la  imagen  del  fuego  revela 
su  estilo  peculiar :  cierta  distancia  en  la  descripción  y  aplicación 
de  la  imagen ;  y  una  insistencia  patética  en  apurar  datos.  Lo 
mismo  se  ve  en  Ez.  24. 

2.  IMAGEN  DEL  INSTRUMENTO :  Is.  10,  5-15,  24-27 

El  primer  verso  enuncia  líricamente  todos  los  temas :  la  ima- 
gen de  Asur,  la  imagen  del  instrumento,  la  amenaza  del  castigo. 
En  la  imagen  anterior  subrayamos  la  "fusión" ;  aquí  subrayo  la 
tensión :  la  figura  de  Asur  y  su  calidad  de  instrumento  en  manos 
de  Dios  y  para  la  obra  de  Dios,  no  se  funden  en  imagen  única, 
sino  se  contraponen  en  dos  imágenes  vigorosas,  con  una  serie 
de  contrastes  y  correspondencias.  Ambas  imágenes  están  presen- 
tadas con  grande  intensidad :  primero  habla  Yavé,  en  tono  sose- 
gado; irrumpe  Asur  con  un  vigoroso  y  soberbio  discurso;  inte- 
rrumpe Yavé  en  tono  agitado  de  preguntas.  Así  resulta  un  poema 
de  carácter  dramático.  La  figura  poética  de  Asur,  interpretada 
por  el  poeta  como  un  instrumento,  adquiere  profundidad  simbó- 
lica, y  revela  una  concepción  de  teología  de  la  historia. 

Ez.  28 :  su  manera  de  tratar  la  imagen  de  instrumento  revela 
su  estilo  distinto :  ardor  pasional,  técnica  de  insistencia,  construc- 
ción monotemática.  Frente  a  la  alta  visión  trascendente,  sobriedad 
estilística,  tensión  ditemática  de  Isaías.  Ez.  28  presenta  la  imagen 
de  un  rey  soberbio,  con  más  palabras,  con  menos  eficacia. 

3.  IMAGEN  "PIEDRA  DE  ESCÁNDALO" 

Esta  imagen  se  ha  lexicalizado  en  nuestro  lenguaje  ascético ; 
hay  que  buscar  su  valor  primigenio  en  un  pasaje  de  Isaías  8, 
11-15.  Hay  un  paralelismo:  su  primer  miembro  es  atrevido,  por- 
que llama  a  Dios  "piedra  de  tropiezo" ;  "piedra"  es  término  que 
se  aplica  con  frecuencia  a  los  ídolos,  y  "piedra  de  tropiezo"  ('eben 
negep)  es  un  hecho  de  la  vida.  El  segundo  miembro  del  parale- 
lismo es  de  una  audacia  inverosímil:  usa  la  palabra  sacra  "roca" 
(sur) ;  la  roca  siempre  sirvió  para  cobijar  o  consolidar ;  sobre 
todo  cuando  esa  roca  es  Yavé;  ahora  escuchan  los  oyentes  que 
hay  una  roca  de  ruina  —  gran  paradoja  — ,  y  que  esa  roca  de 


306  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

ruina  es  Yavé  —  casi  blasfemia  — .  Estos  dos  sustantivos  yuxta- 
puestos y  combinados  encierran  una  tensión  o  energía  potencial 
incalculable.  En  términos  teológicos  traducimos  que  Dios  —  Cris- 
to —  es  la  piedra  de  las  últimas  decisiones  religiosas. 

Nota  sobre  las  imágenes  hebreas.  —  Como  he  indicado  varias 
veces  en  la  bibliografía,  todavía  se  sigue  repitiendo  el  tópico  de 
la  "imaginación  oriental",  dicho  con  una  mezcla  de  alabanza  y 
reproche.  Generosamente  se  atribuye  a  los  poetas  hebreos  una 
audacia  y  fertilidad  de  imágenes  muy  superiores  a  las  de  los  es- 
critores occidentales,  mientras  se  disculpa  tolerantemente  el  uso 
que  de  tales  cualidades  hacen.  De  ello  se  quiere  deducir  una  im- 
portante regla  hermenéutica,  a  saber,  la  necesidad  de  moderar  y 
atenuar  los  supuestos  excesos  imaginativos. 

Es  ésta  una  mentalidad  neoclásica,  académica,  que  no  estará 
de  más  superar  en  el  terreno  bíblico,  ya  que  ninguna  autoridad  se 
le  concede  en  el  terreno  literario.  Corri jamos  un  doble  defecto 
de  perspectiva. 

El  primero  es  la  extrañeza  que  pueden  causar  imágenes  he- 
breas pintorescas  y  exóticas.  F.  M.  Pareja,  en  su  Islamología, 
señala  lo  concreto  y  ceñido  de  las  imágenes  en  la  antigua  poesía 
islámica;  pero  lo  que  es  concreto  y  local,  resulta,  visto  desde 
fuera,  exótico  y  pintoresco.  No  olvidemos  que  lo  "exótico"  es 
perfectamente  natural  en  el  sitio  de  origen.  Este  error  de  pers- 
pectiva fue  una  dificultad  grave  para  los  autores  formados  en  la 
literatura  grecolatina,  cuando  se  acercaban  a  la  Biblia.  Fray  Luis 
de  León  se  hace  cargo  del  hecho,  y  lo  explica  con  intuición  poéti- 
ca :  a  la  imagen  bíblica,  que  califica  "extrañeza  de  bellísimas  com- 
paraciones", contrapone  las  comparaciones  que  usaría  un  poeta 
renacentista:  "Tu  cabello  como  manada  de  cabras  que  se  levantan 
del  monte  de  Galad  (Cnt.  4,  1).  Lo  que  es  de  maravillar  aquí  es 
la  comparación,  que  al  parecer  es  grosera  y  muy  apartada  de 
aquello  a  que  se  hace.  Fuera  acertada  si  dijera  ser  como  una 
madeja  de  oro,  o  que  competía  con  los  rayos  del  sol  en  muche- 
dumbre y  color,  como  suelen  decir  nuestros  poetas.  En  esto  digo 
que,  si  se  considera,  como  es  razón,  no  carece  esta  comparación 
de  mucha  gracia  y  propiedad,  habido  respeto  a  la  persona  que 
habla  y  a  lo  que  especialmente  se  quiere  loar  en  los  cabellos  de 
la  Esposa"  (Exposición  del  Cantar  de  los  Cantares).  La  compa- 
ración renacentista  es  objetivamente  más  audaz  y  fantástica;  lo 
que  sucede  es  que  ya  era  tópica  y  no  extrañaba  a  nadie.  Fray 


IMÁGENES 


307 


Luis  nos  solucionó  la  primera  falta  de  perspectiva,  ya  hace  cua- 
tro siglos. 

La  segunda  falta  de  perspectiva  es  menos  patente  y  más  pe- 
ligrosa: sucede  que  implícitamente  se  compara  el  lenguaje  bíblico 
poético  con  nuestro  lenguaje  académico,  escueto  e  intelectual 
(cuando  no  árido  y  deshumanizado) ;  pero  la  comparación  recta 
debe  ser  de  poesía  con  poesía.  Quien  lea  poetas  como  Whitman, 
Rimbaud,  García  Lorca,  Neruda...,  reconocerá  la  moderación 
imaginativa  de  los  poetas  hebreos. 


Capítulo  9 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 

Bibliografía:  Obras  generales;  Estudios  bíblicos  genéricos;  Estudios  par- 
ticulares sobre  Isaías.  —  I.  Estructuras;  1.  En  la  Biblia;  2.  En  los  pro- 
fetas ;  3.  En  Isaías ;  4.  Métodos  y  zonas  del  análisis ;  5.  En  los  oráculos 
contra  las  gentes.  —  II.  Articulaciones:  1.  Descripción;  2.  En  poesía;  3.  En 
los  oráculos  contra  las  gentes ;  4.  Conclusión.  —  III.  Excursus  sobre  la 

partícula  "hinne". 


BIBLIOGRAFÍA 

OBRAS  GENERALES 

R.  Ingarden:  Das  literarische  Kunstwerk,  Halle,  1931. 

Este  riguroso  análisis  fenomenológico,  dedicado  a  la  obra  literaria,  ha 
contribuido  a  suscitar  y  orientar  el  estudio  de  las  estructuras  literarias.  De 
la  composición,  propiamente  dicha,  se  ocupa  en  las  páginas  159  y  siguientes. 

Dámaso  Alonso  :  Poesía  española.  Ensayo  de  métodos  y  límites  estilísticos, 
Madrid,  1950. 

Todo  el  estudio  dedicado  a  fray  Luis  de  León  (págs.  113-204)  tiene  muy 
presente  el  tema  de  la  composición ;  especialmente  el  capítulo  IV,  "  Forma 
exterior  y  forma  interior";  destaco  la  frase  "La  Estilística  estudia  orga- 
nismos, estructuras  sincrónicas  de  valores"  (pág.  200). 

Vuelve  sobre  el  tema  en  el  capítulo  titulado  "Tercer  conocimiento  de 
la  obra  poética.  Tareas  y  limitaciones  de  la  estilística"  (págs.  421-445). 

E.  Staiger:  Grundbegriffe  der  Poetikf  Zürich,  1951. 

El  problema  de  la  unidad  y  la  composición  de  la  obra  poética  es  funda- 
mental en  esta  obra.  Me  interesa  particularmente  lo  que  se  refiere  a  la 
lírica. 

En  las  secciones  2  y  3  (págs.  23-45)  encontramos  el  material  más  im- 
portante: el  carácter  momentáneo  de  la  lírica,  en  relación  con  la  extensión, 
composición  y  división  en  partes  del  poema.  La  repetición  como  elemento 
principal  de  unidad. 

21.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


310 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Los  enlaces  lógicos  faltan  o  escasean  en  la  lírica ;  es  la  unidad  emo- 
cional la  que  crea  y  mantiene  la  unidad.1 

R.  Wellek  y  A.  Warren  :  Teoría  literaria,  Madrid,  1953. 

El  capítulo  XII,  "El  análisis  de  la  obra  literaria",  expone  y  discute 
ampliamente  la  cuestión;  al  describir  la  obra  literaria  como  una  "estructura 
de  normas,  sistema  de  estratos,  sistema  estratificado  de  normas"  (pági- 
nas 256-261),  está  dando  importancia  primordial  a  este  aspecto  de  la  in- 
vestigación literaria. 

W.  Kayser  :  Das  sprachliche  Kunstwerk,  Berna,  1954. 

Dedica  un  capítulo  especial  (IV)  al  problema  de  la  composición  (Auf- 
bau),  distinguiendo  sus  diversos  principios  y  procedimientos  en  los  géneros 
poéticos,  lírico,  épico  y  dramático. 

De  nuevo  en  el  capítulo  IX,  dedicado  al  concepto  de  "Estilo",  vuelve 
sobre  el  tema.2 

Vuelve  sobre  el  tema  en  el  capítulo  X ;  y  en  sus  análisis  de  poemas 
siempre  tiene  en  cuenta  este  factor. 

ESTUDIOS  BÍBLICOS  DE  CARÁCTER  GENERAL 

R.  G.  Moulton:  The  Literary  Study  of  the  Bible,  Londres,  1896.  (Véase 
el  panorama  histórico.) 

El  autor  se  ocupa  expresamente  del  tema  en  el  capítulo  tercero  del 
libro  primero.  Analiza  las  razones  históricas  del  menguado  interés  por  el 
estudio  de  las  unidades  poéticas :  herencia  de  la  Edad  Media,  que  buscaba 
sentencias  sueltas,  para  poder  argüir.  Todo  adoptaba  una  monotonía  de 
sentencias  numeradas,  cada  una  considerada  como  buena  en  sí  misma,  más 
que  como  elemento  de  una  unidad  literaria.3  Aunque  un  poco  simplista,  no 
le  falta  razón;  sólo  que  la  crítica  tampoco  se  ha  interesado  demasiado  en 
descubrir  y  explicar  unidades  poéticas ;  se  ha  interesado  más  bien  en  la  di- 
sección. 

1  "Die  Einheitlichkeit  der  Stimmung  ist  im  lyrischen  um  so  nótiger,  ais  der 
Zusammenhang,  den  wir  sonst  von  einer  sprachlichen  Áusserung  erwarten,  hier  manch- 
mal  nur  ungenau  und  oft  genug  überhaupt  nicht  ausgeprágt  ist.  Die  Sprache  scheint 
im  lyrischen  auf  vieles  wieder  zu  verzichten,  was  sie  in  allmáhlicher  Entwicklung 
von  parataktischer  zu  hypotaktischer  Fügung,  von  Adverbien  zu  Konjunktionen,  von 
temporalen  Konjunktionen  zu  kausalen  in  Richtung  auf  logische  Deutlichkeit  gewon- 
nen  hat." 

2  "Stil  ist  von  aussen  gesehen,  Die  Einheit  und  Individualitát  der  Gestaltung, 
von  innen  her  gesehen  die  Einheit  und  Individualitát  der  Perzeption,  dass  heisst,  eine 
bestimmte  Haltung.  In  der  Dichtung  intensiviert  sich  das  Stilphánomen"  (pág.  292). 

Estos  autores  toman  el  término  "estructura"  en  un  sentido  más  amplio  y  radical; 
como  la  última  razón,  como  el  verdadero  "estilo"  de  la  obra;  mi  concepto  en  el  pre- 
sente capítulo  es  más  restringido,  es  una  parte  del  propuesto  por  los  autores  citados. 
No  una  parte  cualquiera,  sino  el  aspecto  más  importante  de  todos. 

3  "All  assumed  a  monotonous  uniformity  of  numbered  sentences,  each  to  be 
treated  as  a  good  saying  in  itself,  rather  than  a  component  part  of  a  literary  whole." 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


311 


Estudia  el  valor  de  las  diversas  traducciones  inglesas  en  este  aspecto : 
sólo  la  Rcvised  Versión  es  válida.  Por  poner  un  ejemplo,  la  de  Coverdale, 
en  su  traducción  del  salmo  18.  Nos  ha  dado  un  rosario  de  perlas ;  pero  con 
la  cuerda  rota.4 

En  la  página  90  comienza  el  estudio  de  las  diversas  formas  de  unidad 
poética :  unidad  simple,  unidad  de  transición,  unidad  de  contraste,  el  autor 
y  la  unidad  poética  (la  diversidad  de  autores  no  es  inconciliable  con  la  uni- 
dad de  la  obra,  como  en  las  catedrales  medievales),  unidad  de  agregación 
(según  diversos  criterios),  unidad  de  circunstancias  externas  al  poema  (por 
ejemplo,  el  uso  litúrgico). 

En  un  párrafo  final  resume  la  doctrina  del  capítulo :  Bastante  he  habla- 
do de  esta  Unidad  Superior,  vínculo  que  teje  en  una  totalidad  las  dife- 
rentes partes  de  la  composición.  Hemos  visto  que  la  búsqueda  de  dicha 
unidad  es  condición  primaria  de  la  apreciación  literaria ;  y  que  esto  vale 
para  la  literatura  bíblica,  a  pesar  de  las  dificultades  colocadas  por  un  mé- 
todo medieval  de  imprimir  o  leer  la  Sagrada  Escritura.  Hemos  visto,  por 
otra  parte,  que  al  buscar  la  unidad  de  un  poema  concreto,  no  debemos  for- 
zar la  interpretación  en  virtud  de  ideas  preconcebidas  sobre  la  relación 
poética,  sino  debemos  estar  dispuestos  a  encontrar  la  unidad  superior  en 
formas  diversas.  En  cada  caso  debemos  deducir  la  naturaleza  de  la  unidad 
examinando  la  composición  particular  y  comparándola  con  otras  semejantes.5 

Al  comenzar  el  capítulo  siguiente  — "  Clasificación  de  formas  litera- 
rias"— ,  encontramos  expresiones  semejantes.  La  unidad  superior,  por  la 
que  percibimos  como  un  todo  la  obra  literaria.  Solamente  cuando  el  lector 
se  ha  acostumbrado  a  concebir  el  poema  (o  la  obra  en  prosa)  como  un  todo, 
puede  proseguir  y  reconocer  la  forma  concreta  de  dicha  composición.6 

En  el  resto  del  libro  aplica  constantemente  este  criterio  de  considerar 
las  unidades  poéticas. 

N.  W.  Lund:  The  Presence  of  Chiasmus  in  the  Olt  Testament,  AJSL  46 
(1929-30),  págs.  104-123;  Chiasmus  in  the  Psalms,  id.  49  (1932-33),  pá- 
ginas 281-312. 

En  estos  artículos  el  autor  llama  "quiasmo"  a  la  disposición  simétrica 
o  concéntrica  de  las  partes  de  un  poema.  La  terminología  corriente  usa  el 

4  "Has  given  us  a  chaplet  of  very  pearls;  but  it  is  a  chaplet  with  the  string 
broken"  (pág.  86). 

5  "Enough  has  now  been  said  on  the  subject  of  this  Higher  Unity,  the  bond 
by  which  different  parts  of  a  composition  are  woven  together  into  a  single  whole. 
We  have  seen  that  to  look  for  such  unity  is  a  foremost  condition  of  literary  apprecia- 
tion;  and  that  this  applies  to  the  literature  of  the  Bible,  notwithstanding  difficulties 
thrown  in  our  way  by  mediaeval  methods  of  printing  or  reading  the  Sacred  Scriptu- 
res.  We  have  seen,  on  the  other  hand,  that  in  searching  for  the  unity  of  any  par- 
ticular poem  we  must  not  forcé  interpretation  through  some  preconceived  idea  of 
poetic  connection,  but  must  be  prepared  to  find  the  Higher  Unity  assuming  various 
forms.  In  each  case  the  nature  of  the  unity  must  be  gathered  from  an  examination 
of  the  particular  composition,  and  a  comparison  of  it  with  other  compositions  of  a 
similar  kind"  (pág.  104). 

6  "That  higher  unity  by  which  a  literary  work  is  grasped  as  a  whole.  It  is 
only  when  the  reader  has  accostumed  himself  to  thinking  of  a  poem  (or  prose  com- 
position) as  a  whole  that  he  is  in  a  position  to  take  a  further  step  of  recognising 
the  form  such  a  composition  assumes"  (pág.  105). 


312 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


término  aplicado  a  pasajes  o  fragmentos  de  pequeña  longitud  y  pocos  ele- 
mentos;7 hablando  de  la  estructura  total,  se  podría  decir,  a  lo  más,  "dis- 
posición quiástica".  El  autor  explica  por  qué  ha  escogido  esta  terminología.8 

El  resultado  es  que  el  título  de  los  artículos  despista,  y  no  han  podido 
tenerlos  en  cuenta  otros  investigadores.  Galbiati,  p.  e.,  le  desconoce. 

Comienza  el  autor  presentando  a  sus  antecesores :  Bengel,  John  Jebb  (in- 
ventor de  la  fórmula  "introverted  parallelism"),  Thomas  Boys,  John  Forbes 
(que  habla  de  "symmetrical  structure"),  R.  G.  Moulton,  E.  W.  Bullinger. 

Cita  varios  ejemplos  de  otros  autores,  impresos  en  disposición  intuitiva: 
Ps.  135,  15-18;  Zac.  9,  5;  Gn.  12,  16;  Nm.  15,  35-36;  Am.  5,  4-6. 

Después  aduce  y  analiza  ejemplos  propios:  Is.  60,  1-3  (explicado  tam- 
bién en  su  contenido  antitético  "luz-tinieblas-luz").  Is.  55,  7-8,  combinado 
con  paralelismo:  ab  ce  ba.  Is.  28,  15-18:  a  b  c  d  c'  b'  a'.  Lv.  11,  24-28; 
14,  10-20;  14,  21-32  (subrayando  las  palabras-clave);  14,  49-53;  24,  13-23. 

Muestra  después  la  aplicación  de  estos  resultados  a  la  crítica  textual; 
y  concluye  con  un  colofón  algo  utilitario:  "Mostrar  cómo  el  principio  del 
quiasmo  puede,  en  condiciones  favorables,  dar  resultados.  Otras  formas 
poéticas  han  sido  estudiadas  en  la  literatura  hebrea,  y  sus  principios  se  han 
utilizado  en  el  análisis  del  texto.  Podemos  añadir  el  principio  del  quiasmo 
a  esta  colección  de  instrumentos  críticos. "  9 

En  el  segundo  artículo  analiza  una  serie  de  salmos:  67;  15;  1;  2  (es- 
quema :  abede  f  e  abed) ;  3 ;  4. 

Se  interesa  también  algo  por  el  aspecto  artístico  del  quiasmo.  "Estos 
•esquemas  mentales  dejan  de  ser  adornos  menudos  y  se  convierten  en  el 
plan  fundamental  de  un  poema...  Los  esquemas  de  ideas  son  la  estructura 
fundamental  de  los  salmos  el  paralelismo  y  el  ritmo  son  los  adornos  me- 
nores, junto  a  las  rimas  y  otros  elementos  eufónicos  que  sin  duda  se  en- 
cuentran. "  10 

7  P.  e.  Dictionary  of  World  Literature,  ed.  T.  J.  Shipley:  "A  balanced  passage 
whereof  the  2nd  part  reverses  the  order  of  the  lst;  esp.  an  instance  in  which  forms 
of  the  same  word  are  used." 

8  "Because  of  the  implications  of  the  ordinary  poetical  terminology  and  the 
criticism  to  which  it  may  give  rise,  it  seems  better  to  abandon  it  and  to  adopt  the 
term  of  "chiasmus".  This  term  is  noncommittal,  it  describes  the  faets,  and  it  is 
already  used  in  general  literature." 

9  "To  show  how  the  principie  of  chiasmus  may  under  certain  favorable  condi- 
tions  be  productive  of  results.  Other  poetic  forms  in  Hebrew  literature  have  been  stu- 
died  and  their  principies  have  been  put  to  good  use  in  the  study  of  the  Hebrew  Text. 
The  principie  of  chiasmus  might  be  added  to  this  collection  of  critical  tools..."  (pá- 
gina 126). 

10  "These  patterns  of  thought...  cease  to  be  minor  embroideries  of  style  and 
become  a  fundamental  plan  of  the  poem...  The  thought  patterns  are  the  fundamental 
structure  of  the  psalms,  and  the  parallelism  and  the  rhythms  are  the  minor  embellish- 
ments,  together  with  rhymes,  and  other  euphonious  elements  that,  no  doubt,  are  to 
be  found"  (pág.  286). 

Es  inverosímil  esta  manera  de  hablar  "el  ritmo  adorno  secundario".  Por  desgra- 
cia, Lund  no  es  el  único  investigador  bíblico  capaz  de  semejantes  afirmaciones,  que 
escandalizarían  a  cualquier  estudiante  serio  de  literatura. 

Tampoco  se  muestra  más  certero  en  lo  que  dice  después:  que  la  colocación  arti- 
ficiosa, calculada  sea  signo  de  emoción  intensa;  ésta  es  una  hipótesis  no  "atractiva", 
sino  inverosímil. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


313 


El  que  estos  esquemas  se  apliquen  conscrente  o  inconscientemente,  pue- 
de depender  de  la  maestría  adquirida  (págs.  288-289). 

Sería  una  hipótesis  atractiva  el  considerar  estas  estructuras  quiásticas 
como  una  forma  literaria  aceptada  para  expresar  sentimientos  intensos.11 

Ha  aumentado  ligeramente  la  apreciación  literaria :  pero  no  ha  demos- 
trado excesiva  sagacidad  o  acierto.  Al  final  vuelve  a  refugiarse  en  el  valor 
utilitario  de  su  descubrimiento,  una  "herramienta"  para  la  crítica  textual. 
En  la  ciencia  de  la  literatura  consideran  más  bien  la  crítica  del  texto  como 
operación  subordinada  al  verdadero  análisis  literario. 

A.  Condamin  :  Poémes  de  la  Bible,  avec  une  introduction  sur  la  strophique 
hébraique,  París,  1933. 

La  fecha  coincide  con  el  segundo  artículo  de  Lund.  Por  desgracia,  el 
P.  Condamin  se  ha  empeñado  en  confinar  dentro  de  la  categoría  rítmica 
"estrofa"  lo  que  en  realidad  atañe  a  la  composición.  Este  desenfoque  funda- 
mental le  obliga  a  interpretar  falsamente  hechos  verdaderos ;  estos  hechos 
registrados  son  los  que  nos  interesan. 

Cap.  V :  Indicios  que  ayudan  a  distinguir  las  estrofas :  el  estribillo,  las 
repeticiones  verbales  paralelas  o  simétricas. 

Después  de  la  introducción  presenta  una  larga  serie  de  poemas,  impre- 
sos según  su  teoría  estrófica. 

El  inconveniente  de  estos  esquemas  rígidos  presupuestos,  es  que  incitan 
al  investigador  a  ventear  posibles  indicios  para  justificar  su  estructura; 
como  en  una  obra  literaria  existen  diversos  planos  o  niveles,  no  es  im- 
posible encontrar  en  alguno  de  ellos  el  indicio  estructural:  una  palabra, 
un  motivo,  un  comienzo  o  final,  etc.  La  investigación  moderna  de  la  es- 
tructura poética  trabaja  con  recursos  más  flexibles;  y  considera  triunfo 
máximo  el  dar  con  la  convergencia  estructural  de  los  diversos  planos.12 
(Más  abajo  me  ocupo  del  libro  de  Condamin  sobre  Isaías.) 

H.  Gunkel:  Einleitung  in  die  Psalmen,  Góttingen,  1933. 

Tomo  este  libro  por  ser  el  último  y  más  significativo  del  autor ;  o  al 
menos,  el  libro  que  más  plenamente  se  ha  incorporado  a  la  investigación 
bíblica,  como  resultado  adquirido. 

Su  preocupación  por  la  estructura  de  los  salmos  es  evidente  desde  el 
principio.  Entre  las  dificultades  para  entender  los  salmos,  una  muy  impor- 
tante es  que  no  cogemos  la  conexión.  "Los  poemas  de  Israel  resultan  se- 
mejantes a  un  carillón:  poderoso  y  magnífico  resuena  cada  tono,  pero  cada 
uno  por  cuenta  propia;  sólo  el  experto  sabe  escuchar  la  melodía  que  for- 
man, según  la  intención  del  artista."13 

11  "It  would  be  an  attractive  hypothesis  to  regard  such  extensive  chiastíc 
structures  as  an  approved  literary  form  for  the  expression  of  intense  feeling"  (pá- 
gina 303). 

12  Baste  una  cita  de  Staiger:  "Wir  nennen  Stil  das,  worin  ein  vollkommenes 
Kunstwerk  in  alien  Aspekten  übereinstimmt...  Im  Stil  ist  das  Mannigfaltige  eins.  Er 
ist  das  Dauernde  im  Wechsel...  Kunstgebilde  sind  vollkommen  wenn  sie  stilistisch 
einstimmig  sind."  Die  Kunst  der  Inter pretation  (Zürich,  1955),  pág.  14. 

13  "So  gleichen  die  Gedichte  Israels  manchmal  einem  Glockenspiel:  machtvoll 
und  grossartig  hallen  die  einzelnen  Tone,  aber  jeder  erklingt  für  sich,  und  nur  der 


314 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Gunkel  habla  en  general  de  los  poemas  hebreos ;  ahora  bien,  la  literatura 
prof ética  es  en  gran  parte  poética;  y  es  muy  justo  aplicar  el  fecundo  prin- 
cipio gunkeliano  a  los  libros  proféticos :  escuchar  la  melodía  total  del 
poema  unitario. 

Al  tratar  del  "Sitz  im  Leben"  de  los  salmos,  nos  hace  comprender  que 
dicha  situación  vital  es  un  auténtico  principio  unificador,  configurador  del 
poema.  Como  este  principio  es  muy  poderoso  y  muy  repetido,  por  eso  re- 
sulta tan  semejante  la  configuración  de  muchos  salmos.  Es  decir,  el  "gé- 
nero", más  que  el  individuo  decide  la  "forma".  No  siempre,  claro  está; 
porque  el  gran  poeta  se  sobrepone  al  esquema.  "Lo  dicho  no  excluye  que 
aquí  o  allá,  más  o  menos,  quizá  con  mucha  frecuencia,  se  encuentren  no- 
tables desviaciones  de  lo  común,  incluso  auténticas  notas  del  corazón ;  en 
ellas  habremos  de  reconocer  una  fuerza  poética  y  religiosa  superior,  que 
se  eleva  por  encima  del  esquema.  La  medida  de  esta  independencia  del  ar- 
tista individual,  de  lo  peculiar  de  su  creación,  sólo  podemos  poseerla  cuando 
partimos  de  la  norma  imperante  en  su  época. "  14 

Al  tratar  de  los  "motivos"  fijos,  observa  que  la  "ordenación"  o  dispo- 
sición no  depende  tanto  del  género  cuanto  del  poeta.  Y  que  no  se  puede 
exigir  una  "ordenación  clara"  según  nuestros  principios  mentales.  De  don- 
de deducimos  que  el  sentido  unitario  postulado  por  Gunkel  no  coincide  pura- 
mente con  la  ordenación  externa  o  lógica  de  los  elementos,  aunque  no  la 
excluya  (pág.  25). 

El  estudio  de  los  motivos  permitirá  también  dar  con  la  "articulación" 
(Gliederung)  original  del  poema.  Ahora  bien,  esta  articulación,  si  no  coin- 
cide totalmente  con  la  estructura,  es  profundamente  estructural.  Así  re- 
sultará debidamente  controlada  la  pretendida  distribución  estrófica  (pág.  26). 

Al  tratar  en  particular  de  los  diversos  géneros,  se  ocupa  también  del 
asunto.  P.  e.,  las  páginas  32-94  están  dedicadas  a  describir  el  género  "him- 
no". Primero  estudia  las  introducciones,  sus  recursos  y  fórmulas  estilísti- 
cas. En  el  número  36  (pág.  56)  comienza  a  estudiar  la  estructura  interna 
de  los  himnos  (die  innere  Gliederung  der  Hymnen) :  uno  de  los  recursos 
para  realizar  dicha  estructura  es  la  repetición  de  una  fórmula  inicial,  o  el 
uso  de  fórmulas  fijas  de  enlace  [=  elementos  articulatorios]. 

En  otros  trabajos  profesa  o  practica  Gunkel  este  interés  por  la  es- 
tructura o  composición  de  las  diversas  obras  literarias  bíblicas.  Consecuen- 
cia natural  de  su  auténtico  sentido  literario. 

En  cambio,  en  su  introducción  a  la  literatura  profética,  ha  exagerado 
el  aspecto  contrario,  el  carácter  fragmentario,  breve,  de  los  oráculos ;  la 
agregación  y  manipulación  posterior  en  las  unidades;  y  es  poco  lo  que 

Kundige  vermag  es,  die  Melodie,  die  sie  nach  der  Absicht  des  Künstlers  bilden,  her- 
auszuhóren"  (pág.  i). 

14  "Vielmehr  ist  durch  das  Gesagte  keineswegs  ausgeschlossen,  dass  sie  hie 
und  da  mehr  oder  weniger  und  vielleicht  sehr  oft  auffallende  Abweichungen  von  dem 
Gewóhnlichen,  ja,  eigenste  Herzenstóne  finden;  in  diesen  aber  werden  wir  eine  be- 
sonders  hohe  religióse  und  dichterische  Kraft  zu  erblicken  haben,  die  sich  über  das 
Scheraa  erhebt.  Einen  Masstab  für  solcbe  Selbststándigkeit  des  einzelnen  Dichters  und 
die  Besonderheit  seiner  Schópfung  freilich  besitzen  wir  erst  dann,  wenn  wir  zuvor 
die  zu  seiner  Zeit  herrschende  Regel  erkannt  haben"  (pág.  11). 

Compárese  esta  afirmación  de  Gunkel  con  la  anterior  de  Lund,  y  se  apreciará 
la  diferencia  que  hay  entre  un  autor  con  sensibilidad  literaria  y  otro  sin  ella. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


315 


dice  en  favor  de  la  composición  o  estructura  de  las  unidades  poéticas. 
Véanse  especialmente  los  números  5  y  13  de  dicha  introducción. 

El  discípulo  de  Gunkel,  J.  Hempel,  insiste  también  demasiado  en  los 
supuestos  minúsculos  oráculos  originarios  (cfr.  Panorama  histórico). 

J.  Muilenburg:  A  Study  in  Hebrew  Rhetoric:  Rcpetition  and  Style, 
VTSup.  1  (1953),  págs.  97-111. 

Ya  he  citado  este  artículo  en  el  capítulo  sobre  la  sinonimia.  Lo  más 
valioso  del  trabajo  tiene  aplicación  aquí.  Lástima  que  haya  mezclado  dentro 
de  un  título  común  fenómenos  estilísticos  tan  diversos  como  la  repetición 
retórica  y  la  repetición  estructural,  la  repetición  paralelística  y  la  estrófica. 
Esto  nos  obliga  a  pescar  datos  en  diversos  tramos  de  su  artículo. 

Veamos  el  valor  y  funciones  principales  de  la  repetición :  "  La  repeti- 
ción es  un  procedimiento  capital  de  la  retórica  y  estilo  hebreos. 

La  repetición  tiene  diversas  funciones  en  el  AT.  Sirve  para  centrar  el 
pensamiento,  para  salvarlo  de  la  dispersión  y  difusión,  para  hacer  con- 
verger la  riqueza  de  los  enunciados  hacia  la  intención  dominante  del  poeta. 

La  repetición  sirve  para  dar  continuidad  al  pensamiento  del  escritor ; 
muchas  veces  la  palabra  o  sentencia  repetida  están  colocadas  estratégica- 
mente, con  lo  cual  dan  la  clave  del  movimiento  y  acento  del  poema. 

A  veces  la  palabra  o  frase  repetida  indican  la  estructura  del  poema,  se- 
ñalan las  varias  divisiones. 

Otras  veces  nos  servirá  para  determinar  la  extensión  de  la  unidad 
literaria. 

Nuestros  comentarios  contienen  muchos  casos  en  que  palabras  y  frases 
han  sido  borradas  como  meras  repeticiones.  Es  un  método  en  extremo 
precario,  hace  violencia  al  carácter  de  la  literatura  bíblica,  prosa  o  poesía, 
y  queda  refutada  por  las  otras  literaturas  del  Próximo  Oriente,  sobre  todo 
por  la  épica  ugarítica,  que  tanto  ilumina  el  método  y  mentalidad  semítica 
y  su  arte  literaria. 

Finalmente,  la  repetición  nos  abre  un  acceso  al  carácter  del  pensa- 
miento hebreo. "  15 

15  "The  phenomenon  of  repetition  in  ancient  Hebrew  literature  as  a  major 
feature  of  Hebrew  rhetoric  and  style." 

"Repetition  plays  a  diverse  role  in  the  Oíd  Testament.  It  serves,  for  one  thing, 
to  center  the  thought,  to  rescue  it  from  disparatness  and  difuseness,  to  focus  the 
richness  of  varied  predication  upon  the  poet's  controlling  concern"  (ligar,  unificar, 
vincular). 

"Repetition  serves,  too,  to  give  continuity  to  the  writer's  thought;  the  repeated 
word  or  phrase  is  often  strategically  located,  thus  providing  a  clue  to  the  movement 
and  stress  of  the  poem"  (proceso,  desarrollo). 

"Sometimes  the  repeated  word  or  line  indicates  the  structure  of  the  poem,  poin- 
ting  to  sepárate  divisions"  (estructura). 

"At  other  times  it  may  guide  us  in  determining  the  extent  of  the  literary  unit" 
(valor  subordinado). 

"Our  commentaries  contain  numerous  instances  where  words  and  phrases  have 
been  deleted  as  mere  repetition.  It  is  a  highly  precarious  procedure,  one  that  violates 
the  character  of  biblical  writing,  both  prose  and  poetry,  and  is  refuted  quite  decisively 
by  the  other  extant  literatures  of  the  Near  East,  above  all,  perhaps,  by  the  Ugaritic 


316 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


Tiene  una  serie  de  observaciones  que  se  refieren  a  la  estructura,  los 
elementos  articulatorios,  las  palabras-clave,  etc. ;  entresaco  algunas : 

"casos  en  que  la  estructura  verbal  del  poema  está  plenamente  condi- 
cionada por  la  repetición  ".16 

"la  presencia  de  estribillos  sirve  a  veces  para  articular  la  estructura 
de  un  poema ".17 

"A  veces,  el  último  verso  repite  el  primero.  Muchas  veces  la  palabra 
clave  del  verso  inicial  se  repite  hacia  el  final.  Más  importante  es  la  re- 
petición de  palabras  clave  a  través  del  poema.  Jr.  3-4,  4...  Lo  que  da  unidad 
al  poema  y  determina  su  avance  es  el  verbo  süb  y  el  sustantivo  mesüba. 

No  es  extraño  que  en  muchos  poemas  Yavé  e  Israel  sean  no  sólo  pa- 
labras clave,  sino  que  determinen  la  estructura  del  poema. "  18 

Finalmente,  recomienda  el  estudio  de  poemas  individuales :  "  Un  método 
más  convincente  para  examinar  y  apreciar  el  procedimiento  estilístico  de 
repetición  en  la  retórica  hebrea  sería  analizar  poemas  individuales.  Tal 
empresa  revelaría  la  importancia  del  método  para  apreciar  el  temperamento 
y  usos  literarios  de  los  hebreos,  pero  también  para  la  hermenéutica.  Hay 
que  dejar  a  las  palabras  llegar  por  su  propio  camino  hasta  el  lector."  19 

E.  Galbiati  :  La  struttura  letteraria  dell'Esodo,  1956. 

Éste  es  un  libro  muy  importante  para  el  estudio  de  estructuras  literarias 
en  la  Biblia.  Aunque  se  ciñe  al  Éxodo,  según  el  título,  reúne  mucho  ma- 
terial genérico,  otros  ejemplos  bíblicos,  y  de  otras  literaturas  antiguas; 
además  en  el  Éxodo  distingue  las  partes  narrativas  de  las  demás. 

Indico  el  desarrollo  del  libro:  Una  síntesis  bibliográfica  explicada  da 
razón  de  los  principales  autores  que  se  han  ocupado  del  tema,  en  la  litera- 
tura narrativa  y  en  el  resto. 

epics,  which  cast  a  strong  light  on  the  method  and  mentality  of  ancient  Semitic  think- 
ing  and  literary  composition"  (valor  para  la  verdadera  interpretación). 

"  Finally,  repetition  provides  us  with  an  open  avenue  to  the  character  of  biblical 
thinking"  (pág.  99). 

16  "Instances  where  the  verbal  structure  of  a  poem  is  completely  conditionated 
by  repetition"  (Jdc.  9;  Am.  1-2;  Job  31;  Ez.  14,  12-30)  (pág.  103). 

17  "The  presence  of  refrains  sometimes  serves  to  articúlate  the  structure  of  a 
poem"  (Ps.  42-43;  46;  107;  136;  Is.  9;  Am.  4)  (pág.  104). 

18  "Sometimes  the  last  line  of  a  poem  repeats  the  opening.  In  many  instances 
the  key-word  of  the  opening  line  or  introduction  is  repeated  at  the  cióse.  More  im- 
portant  is  the  repetition  of  central  key-words  throughout  a  poem  (Jr.  3-4,  4...).  But 
what  gives  the  poem  its  unity  and  determines  its  progress  is  the  verb  süb  and  the 
noun  mesúba"  (pág.  104). 

"So  it  is  not  surprising  that  in  many  poems  Yahweh  and  Israel  become  not 
only  the  central  key-words  but  also  determine  the  structural  patterns  of  the  poem" 
(página  106). 

19  "Perhaps  a  more  convincing  approach  to  an  examination  and  evaluation  of 
the  repetitive  style  in  ancient  Hebrew  rhetoric  would  be  to  subject  the  individual 
poems  to  analysis.  Such  an  undertaken  would  reveal  the  importance  of  this  literary 
method  not  only  for  an  evaluation  of  the  Hebrew  temperament  and  literary  manner, 
but  also  for  hermeneutics.  The  words  must  be  allowed  to  have  their  own  way  with 
the  reader"  (pág.  109). 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


317 


Elenca  lo  que  llama  "cánones"  de  composición  literaria.  En  total  14, 
con  abundantes  subdivisiones.  Un  poco  fatigosa  resulta  esta  lista  de  19  fór- 
mulas ajenas  más  15  propias;  la  fatiga  la  pone  el  autor  al  servicio  de  la 
utilidad.  Podríamos  llamar  a  estos  cánones  y  a  sus  respectivas  subdivisio- 
nes "procedimientos  estilísticos  de  composición";  los  hay  simples  y  com- 
puestos, genéricos  y  específicos. 

La  menuda  subdivisión  es  como  un  reticulado  fino,  que  sirve  para 
situar  rigurosamente  los  diversos  procedimientos.  Lo  que  pierde  en  flexi- 
bilidad el  método  lo  gana  en  rigor.  He  aquí  el  catálogo  de  los  cánones : 

I.  Dicotomía  o  bipartición; 

II.  Sus  procedimientos. 

III.  Repeticiones  complementarias :  anticipación  y  recobro. 

IV.  Fórmulas  fijas:  estereotipadas,  semejantes,  asimiladas. 
V.  Grados  de  simetría. 

VI.  Series  paralelas. 

VIL  Serie  de  efecto  final  (desenlace  impresionante,  climax  final). 

VIII.  Serie  simétrica  o  concéntrica. 

IX.  Ciclos  suplementarios. 

X.  Funcionalidad  implícita. 

XI.  Formas  diversas :  escena,  sección  escénica,  noticia,  circunstancia, 

preámbulo. 

XII.  Alternancia  de  dichas  formas. 

XIII.  Simetría  total  concéntrica:  en  narraciones. 

XIV.  Regresión :  serie  concéntrica  de  frases  breves. 
XV.  Ciclos  suplementarios  de  simetría  concéntrica. 

Como  se  ve,  hay  en  la  lista  material  un  poco  heterogéneo.  Podría  pare- 
cer pedantería  el  establecer  como  canon  que  la  simetría  puede  tener  diversos 
grados,  o  aplicar  este  hecho  como  un  canon  estilístico  (canon  V) ;  el  mismo 
autor  nos  previene  contra  semejante  interpretación:  lo  que  él  intenta  es 
elencar  y  etiquetar,  para  comodidad  de  manejo  y  referencia. 

En  el  capítulo  siguiente  muestra  con  ejemplos  cómo  se  cumplen  dichos 
cánones  en  documentos  bíblicos  y  de  otras  literaturas  antiguas. 

Con  semejante  repertorio  va  examinando  todos  los  capítulos  narrativos 
del  Éxodo,  en  busca  de  la  estructura.  La  distribución  de  letras,  la  disposi- 
ción tipográfica,  el  subrayado  de  las  palabras,  presentan  intuitivamente  la 
estructura  de  cada  pieza;  un  comentario  ulterior  aclara  los  hechos,  y  dis- 
cute otras  teorías.  En  este  comentario  añade  a  veces  indicaciones  de  al- 
cance estético.  De  ordinario,  lo  que  le  interesa  es  el  esquema  y  las  corres- 
pondencias o  correlaciones  entre  las  partes. 

El  esquema  más  frecuente  resulta  ser  la  simetría  concéntrica,  y  los 
signos  estilísticos  que  dan  la  clave  de  la  construcción  suelen  ser  palabras 
repetidas. 

P.  e.  en  la  narración  de  las  plagas  el  orden  de  actuación  de  los  perso- 
najes es  el  siguiente:  1-4  Arón,  5-6  Yavé,  7-10  Moisés;  las  fórmulas  con- 
clusivas se  reparten  así :  XXX  XYYX  YYY. 

En  la  narración  de  la  noche  de  pascua  encuentra  la  disposición  concén- 
trica ABNCXCNBA  (N  =  noticia) ;  sobre  esta  pauta  puede  analizar  coin- 
cidencias o  complementos  entre  los  miembros  correlativos.  El  miembro  X 
emplea  a  su  vez  el  sistema  de  "  regresión "  o  distribución  ronrpntríra  nV 
frases  breves,  con  complementario  en  la  segunda  serie:  abcxc'b'a'. 


318 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Concluida  la  narración  sustancial,  se  añaden  ciclos  suplementarios,  que 
muestran  la  misma  estructura  concéntrica.  El  resultado  total,  reducido  a 
fórmula  intuitiva,  es  como  sigue : 

A  B  N  Cl  XI  Cl'N'B'A' 
NI  N2  C2  N2'N1' 
DX2D 

En  consecuencia  afirma:  "Abbiamo  cosi  una  forte  unitá  letteraria  co- 
stituita  dalla  correlazione  delle  sezioni  e  dalla  loro  disposizione  simmetrica." 

La  narración  del  paso  del  Mar  Rojo  tiene  la  siguiente  disposición  con- 
céntrica : 


A  mandato  predicción  enlace  l.c 

A'  ejecución  cumplimiento  estribillo 

Y  intermedio :  pavor  israelita  estribillo 
B  mandato                 predicción  enlace  l.c 

X  Intermedio:  el  Ángel  enlace  2.c 

B'  ejecución  de  B  cumplimiento  B  estribillo 

Y  Intermedio:  pavor  egipcio  estribillo 
C  mandato  enlace  2.c 
C  ejecución 


Después  de  expuesto  el  esquema,  observa  la  correlación  de  los  miembros, 
y  hace  notar  cómo  la  colocación  de  X  entre  B  y  B'  crea  una  suspensión 
narrativa  de  gran  efecto. 

Así  procede  todo  el  resto  del  libro.  Al  final  estudia  la  estructura  total 
y  el  género  literario  mixto. 

Yo  no  puedo  seguir  a  la  letra  este  trabajo :  lo  que  en  él  es  método  rigu- 
roso, en  mis  manos  se  haría  rígido ;  tampoco  acepto  su  afán  exagerado  por 
reducir  a  fórmulas.  Prefiero  aprovechar  alguno  de  sus  elementos,  mante- 
niendo la  flexibilidad  y,  sobre  todo,  una  atención  explícita  a  los  valores 
estéticos. 

Los  datos  que  juzgo  más  aprovechables  son  los  términos  "escena,  sec- 
ción, noticia";  secciones  paralelas,  correlativas;  dicotomía  [=  articulación 
binaria]  ;  esquema  concéntrico  en  sus  distintas  variedades. 


ESTUDIOS  PARTICULARES  SOBRE  ISAÍAS 

A.  Condamin:  Le  livre  d'Isáie,  París,  1905. 

Es  una  traducción,  impresa  según  su  teoría  estrófica.  En  negrita  hace 
resaltar  las  palabras  clave  de  la  ordenación.  Muchas  veces  el  subrayado 
es  una  exageración;  otras  veces  se  trata  de  constataciones  útiles,  que  piden 
una  explicación  más  flexible. 

P.  e.,  presenta  como  un  gran  poema  los  capítulos  10,  5-12,  6  con  esta 
disposición : 

iTctr^ío     t    m,  nalahra  rlave       " vara-bastón " 

II    10,  8.9.13.14;  »        »  'mauu  Pv,»Kin<;" 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


319 


"gloria" 

"  mano-montaña  " 
"  montañas-mano  " 

"conocimiento  y  temor  de 
Yavé  " 

"conocimiento  y  temor  de 
Yavé  " 

"  resto" 
"  resto  " 

Basta  este  ejemplo  para  criticar  una  teoría.  Aun  las  palabras  subrayadas 
resultan  material  escaso. 

(Algo  semejante  se  puede  decir  del  comentario  a  Isaías,  de  Kissane.) 

S.  Mowinckel  :  Die  Komposition  des  deuterojesajanischen  Buches,  ZAW 

(1931);  Die  Komposition  des  Jesaj ahuches  (1-39),  ActOr  11  (1932), 

páginas  267  y  sigts.). 
J.  Ziegler:  Zum  literarischen  Aufbau  verschiedener  Stücke  im  Buche  des 

Propheten  Isaías,  BZ  21  (1933),  págs.  131-149;  págs.  237-254. 
D.  Jones  :  The  tradition  of  the  Orneles  of  Isaiah  of  Jerusalen,  ZAW  68 

(1956),  págs.  226-246. 
L.  J.  Liebreich  :  The  Compilation  of  the  Book  of  Isaiah,  JQR  46  (1956), 

páginas  259  y  sigts. ;  Ps.  34  and  145  in  the  Light  of  Their  Key  Words, 

HUCA  27  (1956),  págs.  181-192. 


I.  ESTRUCTURAS 

1.  EN  LA  BIBLIA 

El  problema  de  la  composición  es  un  aspecto  genérico  en  la 
investigación  artística.  Clarísimo  en  arquitectura;  tan  evidente, 
que  de  allí  se  ha  derivado  por  metáfora  a  otras  artes,  y  se  habla 
de  la  "arquitectura"  de  una  sinfonía,  de  la  "construcción"  de 
un  drama  o  novela;  incluso  la  palabra  "estructura",  ya  de  alcance 
general,  demuestra  en  su  raíz  la  derivación  "struc".  En  música 
se  habla  de  "composición"  y  de  "formas  musicales",  disciplina 
posterior  a  la  armonía  y  al  contrapunto. 

Es  claro  que  un  análisis  literario  de  cierta  amplitud  orgánica 
no  puede  olvidar  tan  importante  aspecto. 

En  la  Biblia,  la  composición  de  las  unidades  mayores  y  me- 
nores —  libros,  capítulos  —  es  problema  corriente  entre  los  co- 
mentaristas. La  crítica  de  fuentes  elude  prácticamente  el  proble- 
ma: al  seccionar  y  repartir  libros  y  capítulos,  se  remonta  a  un 


Estrofa  III 

10  16-19; 

I 

10¡  28-32; 

II 

14,  24-27; 

III 

10,  33-34; 

I 

11,  1-5; 

II 

11,  6-9; 

11,  10; 

I 

11,  11-13; 

II 

11,  14-16; 

12,  1-6. 

palabra  clave 


320 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


estadio  previo,  y  da  por  concluido  el  trabajo;  pero  el  comenta- 
rista, aunque  profese  fidelidad  a  la  crítica  de  fuentes,  tiene  que 
proseguir  el  esfuerzo,  para  explicar  las  unidades  obtenidas :  divi- 
dir no  es  explicar.20  M.  Noth  y  sobre  todo  von  Rad  han  superado 
este  estadio  analítico,  mostrando  la  construcción  y  el  sentido  de 
varios  "cuerpos"  narrativos.21 

La  crítica  de  géneros  literarios  aborda  explícitamente  la  cues- 
tión de  estructura :  combinando  el  plano  temático  con  los  indicios 
estilísticos,  intenta  clasificar  un  repertorio  de  esquemas  fijos ;  esos 
esquemas  son  estructuras  ideales,  que  se  realizan  con  variaciones 
individuales.  En  la  investigación  de  los  salmos,  el  método  ha  ob- 
tenido su  máximo  triunfo:  ha  definido  la  estructura  y  recursos 
genéricos,  y  con  ello  ha  dado  nueva  y  mejor  explicación  a  muchí- 
simos salmos.  Diría  que  el  análisis  de  estructuras  es  la  más  bri- 
llante aportación  de  este  método  fecundo. 

La  escuela  de  "cult  and  ritual"  exagera  la  inmovilidad  del 
esquema,  que  los  hechos  descalifican.22  La  crítica  de  tradiciones 
orales  recurre  a  la  teoría  de  sedimentación  en  torno  al  núcleo  ini- 
cial; el  problema  de  composición  pasa  a  plano  secundario.23 

En  resumen,  el  estudio  literario  tiene  que  abordar  expresa- 
mente esta  cuestión;  y  una  exégesis  seria  no  debería  prescindir 
de  ella.  Porque  éste  es  uno  de  los  sentidos  más  profundos  y  de- 
cisivos del  "contexto",  la  función  de  una  frase  en  la  estructura 
de  la  unidad  literaria;  y  la  visión  del  "contexto"  es  uno  de  los 
mandamientos  de  la  hermenéutica.24 

20  Podríamos  tomar  como  lema  de  este  capítulo  unas  palabras  de  Mefistófeles 
(Faust,  I,  1936-39): 

"Wer  will  das  Lebendige  erkennen  und  beschreiben 
sucbt  erst  den  Geist  herauszutreiben, 
dann  hat  er  die  Teile  in  seiner  Hand, 
fehlt  leider!  nur  das  geistige  Band." 

21  M.  Noth:  Überlicferungsgeschichtliche  Studien,  Góttingen,  1943-  O.  VON 
Rad:  Das  formgeschichliche  Problem  des  Hexateuch,  BWANT,  1938. 

22  Véase  la  amplia  exposición  y  crítica  en  el  libro  de  J.  De  Fraine:  L'aspect 
religieux  de  la  royauté  israélite  (Anal,  bíbl.,  3),  Roma,  1953;  mi  recensión  de  dicho 
libro  en  VD  32  (1954),  págs.  275-79.  Y  la  controversia  posterior:  Les  implications 
du  patternistn,  Bibl.  37  (1956),  págs.  59-73,  con  las  referencias  bibliográficas.  Otras 
recensiones  del  libro:  Elenchus  Bibl.  37,  n.  1.747. 

23  Un  informe  claro  y  breve:  Ed.  Nielsen:  Oral  Tradition,  London,  1954  (con 
bibliografía  selecta). 

24  Recordemos  el  juicio  que  daba  J.  Finkc  en  JQR  sobre  el  libro  de  D.  B.  Mac- 
donald  (cfr.  Panorama  histórico):  "There  has  established  a  new  school  for  biblical 
study.  I  shall  venture  to  cali  it  the  Gestalt-school.  Like  it  stands  for  configuration 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


321 


2.  EN  LOS  PROFETAS 

Dos  principios  tienen  todavía  bastante  aceptación.  Primero, 
que  los  primitivos  oráculos  de  los  profetas  eran  unidades  minúscu- 
las, sin  posible  arquitectura,  muchas  veces  enigmáticas,  explica- 
bles por  la  situación  en  que  son  pronunciadas.  (Pero  téngase  en 
cuenta  el  libro  reciente  de  Cl.  Westermann,  Grundjormen  der 
proplictischen  Rede,  Munich,  1960,  en  el  que  prueba  lo  con- 
trario.) Segundo,  que  los  profetas  de  ordinario  no  escriben,  sus 
oráculos  se  divulgan  oralmente,  o  en  hojas  sueltas ;  los  discípulos 
redactan  e  inician  la  agregación,  manipulando  libremente  los  ori- 
ginales. 

De  estos  dos  principios  se  sigue  que  el  estudio  de  la  compo- 
sición no  vale  la  pena.  La  verdadera  tarea  es  dividir  hasta  res- 
catar las  unidades  primitivas,  y  explicar  después  los  criterios  de 
los  discípulos  al  agregar  o  compilar.  Mowinckel  ha  realizado  la 
tarea  para  la  primera  parte  de  Isaías. 

Si  la  agregación  es  casual,  nos  ahorramos  el  segundo  trabajo. 
La  agregación  puede  ser  extrínseca,  un  poco  mecánica :  p.  e.,  el 
juntar  piezas  que  coincidan  en  alguna  palabra  importante.  Esta 
explicación  es  la  que  propone  Mowinckel  en  su  estudio  sobre 
la  segunda  parte  de  Isaías,  proclamando  el  poco  talento  y  ningún 
mérito  del  colector. 

La  compilación  puede  tener  un  criterio  más  consciente :  el 
compilador  toma  los  oráculos  originales,  los  combina  y  completa 
adaptándolos  a  la  nueva  situación;  de  esta  manera  crea  nuevas 
unidades  mayores,  con  un  nuevo  sentido  y  una  nueva  estructura, 
superpuesta  o  sustitutiva.  Así  opina  Liebreich,  en  su  citado  ar- 
tículo.25 

Los  comentaristas,  aunque  reduzcan  los  capítulos  a  oráculos 
menores,  no  suelen  llegar  a  unidades  minúsculas,  y  necesitan  en- 
frentarse con  la  estructura  de  las  unidades  obtenidas. 

La  crítica  de  géneros  literarios  no  ha  obtenido  todavía  resul- 
tados claros  en  la  literatura  profética;  no  podemos  contar  con  el 

as  against  atomistic  construction."  Ya  dije  allí  que  el  libro  es  más  rico  en  suge- 
rencias e  incitaciones  que  en  análisis  rigurosos,  capaces  de  fundar  escuela. 

25  G.  Fohrer:  Neuere  Literatur  sur  atl.  Prophetie.,  ThRu  19  (1951),  págs.  277- 
346;  20  (1952),  págs.  295-361.  Véase  también:  Studies  in  Oíd  Testament  Prophecy, 
presented  to  T.  H.  Robinson,  Edinburgh,  1950.  Y  el  estudio  reciente  de  A.  H.  J.  Gun- 
neweg:  Mündliche  und  schriftliche  Tradition  der  vorexilischen  Propheten  ais  Problem 
der  neueren  Prophetenforschung,  FRLANT  73  (1958). 


322  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

repertorio  clasificado  de  estructuras  que  nos  orienten  en  la  inda- 
gación. El  mismo  Gunkel  reconoce  esta  imposibilidad,  y  los  dis- 
cípulos no  han  enmendado  al  maestro,  al  menos  en  forma  or- 
gánica. 

Pienso  que,  con  buena  conciencia  científica,  se  pueden  discutir 
los  dos  principios  expuestos,  haciendo  crítica  de  la  crítica  divi- 
siva.26  Metódicamente  suponemos  la  posibilidad  de  unidades  que 
abarquen  uno  o  más  capítulos ;  si  se  encuentra  en  ellos  una  autén- 
tica estructura,  un  trabajo  de  composición,  es  legítimo  aceptar  la 
existencia  de  un  autor  "compositor"  (Verfasser),  sea  el  profeta 
titular,  o  un  discípulo  que  ha  reelaborado  el  poema.  Además,  pa- 
rece muy  probable  que  el  profeta  titular  escribió  sus  oráculos ; 
esta  opinión  es  tan  probable  como  la  contraria  ;27  con  Gunneweg 
yo  pienso  que  es  mucho  más  probable. 

3.  EN  ISAÍAS 

Veamos  algunas  opiniones  más  significativas.28  Delitzsch 
admite  unidades  grandes.  Por  razones  de  exposición,  va  dividien- 
do el  capítulo  en  unidades  abarcables  con  sentido  relativamente 
completo.  Cada  vez  señala  el  enlace  de  un  período  con  el  siguiente. 
Fischer  divide  menos,  obtiene  partes  más  amplias ;  sigue  el  cri- 
terio de  "materia". 

Duhm  inicia  e  impone  el  divisionismo,  reparte  los  fragmentos 
entre  diversos  autores,  redactores,  glosadores.  En  las  unidades 
que  todavía  le  quedan,  distribuye  la  composición  por  criterios 
estróficos  o  temáticos ;  a  veces  tiene  en  cuenta  el  cambio  de  ritmo. 
Procksch  da  mucha  importancia  al  ritmo,  para  disolver  y  segre- 
gar lo  que  supone  elementos  heterogéneos  entrelazados ;  pero  no 
es  implacable,  como  Duhm,  con  las  repeticiones  estilísticas.  Penna 
tiende  a  aceptar  unidades  mayores. 

Condamin  aplica  sistemáticamente  su  teoría  estrófica,  cuyo 

26  Es  importante  recordar  que  los  oráculos  de  Balaam  son  muy  antiguos;  es- 
critos antes  del  siglo  x,  en  su  versión  actual,  salvo  ligeros  retoques.  Cfr.  los  impor- 
tantes artículos  de  W.  F.  AlbrighT:  en  JBL  63  (1944),  págs.  207-33;  BASOR  118 

(1950),  págs.  16  ss. 

27  G.  Widengren:  Literary  and  Psychological  Aspects  of  the  Hcbrew  Prophets, 
Uppsala,  1948.  J.  LaEssoe:  Literacy  and  Oral  Tradition  in  Ancient  Mesopotamia. 
S  cripta  Ioanni  Peder  sen  dicata,  págs.  205-219. 

28  En  los  correspondientes  comentarios  a  Isaías,  Delitzsch.,  4.a  ed.,  1889;  Duhm, 
2.a  ed.,  1902;  Procksch,  1930;  Fischer,  1937. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


323 


esquema  fundamental  es  "estrofa-antistrof a-estrofa  alternante". 
Este  esquema  se  puede  reducir  en  poemas  monostróficos  o  bistró- 
ficos ;  se  puede  alargar  por  adición  sucesiva  de  estrofas  en  el  orden 
consabido. 

Mowinckel,  Kóhler,  Gressmann,  Begrich  se  ocupan  de  Is. 
40-55. 29  Las  soluciones  extremas  son:  agregación  mecánica,  se- 
gún Mowinckel;  "un  gran  continuo"  (ein  grosses  Kontinuum), 
según  Kóhler.  Entre  ambos,  Gressmann  intenta  establecer  géne- 
ros literarios,  y  Begrich  combina  diversos  criterios. 

Yo  puedo  adelantar  que  un  Isaías  estilista  consumado  es  un 
hecho  innegable;  y  un  Isaías  escritor  cuidadoso  no  es  ninguna 
hipótesis  fantástica.  Admitiendo  material  ajeno  en  el  libro  de 
Isaías,  también  nos  interesa  el  análisis  de  estas  unidades  inser- 
tadas. 

4.  MÉTODOS  Y  ZONAS  DEL  ANÁLISIS 

Kayser,  estudiando  los  problemas  de  composición  en  la  lírica, 
comienza  analizando  un  breve  poema  de  Verlaine;  con  penetra- 
ción y  lucidez  muestra  cómo  hay  un  principio  de  composición  en 
los  diversos  planos  (o  niveles)  de  la  obra  poética:  en  la  forma 
extrínseca  estrófica,  en  la  sonoridad,  en  el  ritmo,  en  los  significa- 
dos ;  cada  nivel  o  plano  está  configurado  por  una  ley  estructural 
que  coincide  con  la  ley  de  otros  planos,  hasta  reducirse  a  un  único 
centro  de  unidad  poética.  Hay  casos  en  que  los  diversos  planos 
están  combinados  por  contraste.30 

Si  yo  tomo  el  "Oráculo  en  el  valle  de  la  Visión",  Is.  22,  1-14, 
e  intento  explicar  su  estructura,  puedo  proceder  de  diversas 
maneras : 

Primero :  El  oráculo  se  divide  en  dos  partes :  a)  la  amenaza 
de  Jerusalén ;  b)  medidas  militares  en  vez  de  conversión.  (Es  la 
división  de  Fischer.) 

Segunda :  El  poema  se  divide  en  estrofas :  I  2  +  3  versos, 
II  2  +  3,  III  2,  I  2  +  3,  II  2  +  3 ;  las  dos  últimas  con  "inclu- 
sión", o  sea,  repitiendo  una  fórmula  en  el  primero  y  último  verso. 
(Es  la  división  de  Gondamin.) 

He  aquí  dos  formas  extremas  de  analizar  una  estructura :  la 

29  Mowinckel,  1.  c.  E.  Kóhler:  Deatcrojesaja  stilkritisch  untersucht,  BZAW  37 
(1923).  H.  Gressmann:  Die  literarische  Analyse  Dtjes.,  ZAW  34  (1914),  págs.  254-97. 
J.  Begrich:  Studien  zu  Deuterojesaja,  BWANT  77  (1938). 

30  O.  c,  págs.  157-63- 


324 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


más  extrínseca,  según  el  esquema  estrófico;  la  menos  artística, 
por  la  materia  o  materiales  (que  todavía  no  llegan  a  "temas"  o 
"motivos").31  La  primera  tiende  al  esquematismo,  la  segunda  al 
racionalismo ;  es  claro  que  ninguna  basta. 

Entre  los  dos  extremos  hay  una  gama  de  posibilidades :  casi 
todas  emplearán  una  dualidad  que  se  resuelve  en  síntesis.  P.  e., 
la  dualidad  clásica  "fondo  y  forma"  (desacreditada  en  su  versión 
tradicional),  la  de  Walzel  "Gehalt  und  Gestalt",  la  que  parte  de 
Saussure  "significante  y  significado",  esta  misma  con  la  correc- 
ción de  Dámaso  Alonso.  Se  acepta  la  dualidad  metódicamente,  se 
parte  de  cualquiera  de  los  miembros,  se  muestra  la  correlación,  in- 
terdependencia, hasta  llegar  a  la  fusión.32 

Podríamos  explicar  el  citado  oráculo :  A.  a)  Escena  de  turba- 
ción ;  b)  expresión  del  dolor  del  profeta.  B.  Explicación  "Día  de 
Yavé"  :  a)  Visión  del  asedio;  b)  medidas  militares,  por  enumera- 
ción descriptiva;  c)  invitación  al  llanto  y  respuesta  epicúrea. 
C.  Final :  amenaza  definitiva. 

En  cuanto  a  la  distribución,  este  esquema  no  coincide  con  el 
de  Condamin.  En  cuanto  a  los  enunciados,  hemos  dejado  el  plano 
puramente  racional,  enjuto,  de  Fischer,  y  entramos  en  lo  lite- 
rario. "Amenaza  a  Jerusalén"  es  una  fórmula  escueta;  "escena 
de  turbación",  "expresión  de  dolor",  son  motivos  literarios.  To- 
davía podríamos  aclarar:  la  escena  de  turbación  está  presentada 
por  interrogaciones  insistentes  del  que  habla,  tiene  fuerte  carácter 
subjetivo;  lo  mismo  el  dolor  del  profeta,  en  primera  persona,  o 
en  forma  indirecta  de  diálogo;  es  decir,  a)  y  b)  están  enlazados 
por  idéntica  configuración  lírica.  Bb-c  siguen  la  forma  en  segunda 
persona,  pasando  al  tono  de  increpación,  o  sea,  en  avance  emocio- 
nal hacia  la  culminación  de  la  amenaza  final.  Sólo  en  el  centro, 
una  parte  del  asedio,  se  alza  en  visión  concreta  de  sustantivos  y 
verbos  en  3.a  persona. 

La  explicación  precedente  ha  entrado  en  los  valores  literarios 
de  la  estructura :  apuntando  procedimientos,  señalando  sin  mucho 
detalle  correspondencias  dinámicas  de  la  composición.  A  esto 
podría  añadir  una  serie  de  fórmulas  repetidas  que  marcan  el  mo- 
vimiento (la  persona  verbal  es  de  gran  importancia) ;  pero  este 
aspecto  pertenece  a  la  segunda  parte  del  capítulo. 

31  Kayser,  o.  c,  págs.  55-64- 

32  O.  Walzel:  Gehalt  und  Gestalt  im  Kunst-uerk  des  Dichters,  Potsdam,  1923. 
F.  de  Saussure:  Cours  de  lingnistique  genérale,  París,  1916  (trad.  de  Amado  Alonso, 
Buenos  Aires,  1945).  D.  Alonso,  o.  c.,  págs.  19-29.  Wellek-Warren,  págs.  240-41. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


325 


5.  ESTRUCTURAS  EN  LOS  ORÁCULOS 
CONTRA  LAS  GENTES  (massa'ót) 

Metódicamente,  éste  es  terreno  ideal  de  estudio ;  aunque  va- 
rios de  estos  oráculos  probablemente  no  sean  de  Isaías.  Las  uni- 
dades están  señaladas  con  precisión ;  los  títulos  del  texto  y  la 
notable  concordia  de  los  comentaristas  lo  comprueban.  Si  en 
algún  caso  falta  el  título  —  18;  22,  15 — ,  o  cambia  el  género 
—  14  "sir"  — .  las  unidades  mantienen  la  distinción.  En  total 
encontramos  once  o  doce  unidades,  material  suficiente  para  la 
inducción.  Y  no  olvidemos  la  ventaja  de  la  posible  confrontación 
con  poemas  de  tema  semejante  de  otros  autores. 

El  libro  de  los  oráculos  nos  sirve  para  estudiar  la  composición 
o  estructura,  como  problema  general ;  lo  mismo  que  la  sonoridad, 
como  procedimiento  genérico,  la  estudiamos  en  un  sector  limitado 
del  libro.  Por  eso  entra  su  estudio  en  esta  parte  genérica.  Las 
conclusiones  establecidas  sirven  para  el  análisis  de  unidades  poé- 
ticas singulares. 

Lo  primero  que  se  afirma  es  la  voluntad  de  estilo,  la  intencio- 
nada composición  artística.  Lo  hemos  visto  en  el  oráculo  analizado 
más  arriba;  lo  podemos  comprobar  en  el  canto  elegiaco  a  Babel 
(según  sentencia  común,  no  es  de  Isaías) : 

4  dicen  los  liberados:  en  la  tierra  paz...  en  el  seol  turbación... 
10        dicen  los  refaim :  también  tú...  tú  que  decías 
13  dice  Babel:  subiré  al  vértice  del  cielo... 

15  dicen  los  refaim:  has  bajado  al  vértice  del  abismo... 

16  dicen  los  espectadores  en  la  tierra:  ni  sepulcro...  ni  sucesores... 
22  Dice  Yavé  en  primera  persona : 

Comparemos  los  dos  esquemas  expuestos  con  uno  de  los  oráculos 
de  Amos,  y  veremos  lo  que  significa  composición  artística.  Amos, 
en  cambio,  compone  una  serie  en  orden  climático.  O  hagamos  la 
comparación  con  el  minúsculo  oráculo  sobre  Edom :  dos  versos, 
sin  tamaño  suficiente  para  la  arquitectura. 

Lo  segundo  que  se  afirma  es  la  libertad  de  formas.  No  existe 
el  esquema  único  ni  obligatorio.  Veamos  en  serie  las  fórmulas  de 
composición  de  estos  poemas :  presento  las  fórmulas  esquemáti- 
cas, sin  explicación  estética. 

13,  1  A    visión:    a    ejército  b  yo  el  jefe 

4  a'    su  estrépito  b'  Yavé  jefe  del  ejército 

6  B    explica  "  día  de  Yavé " :  a  describe    b    sus  efectos 

9  a'  describe    b'    amplía  efectos 


22.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


326 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


13  (c  versos  intercalares  dudosos) 

17    C    aplica:    a    los  medos  caracterizados    b   Babel  desolada 

14   véase  el  párrafo  precedente 

14,  24-27      a-b               a'-b'  (oráculo  breve;  esquema  de  trenzado  de 

a'      M-N      c  repeticiones  y  sinónimos,  con  cadencia 

a'-b'              c-b'  ensanchada). 

14,  28-32     a  No  te  alegres  Filistea 
b  porque :    anuncio  simbólico 

30  c  pero:    los  afligidos... 
B         amenaza  directa 

31  a  Gime  Filistea 

32  b  porque :    anuncio  simbólico 
c  pero:    los  afligidos... 

C  Yavé... 

15-16  Geografía  del  llanto :  enumeración. 

Desolación  de  ciudades :  enumeración. 
Escena  de  huida. 
Restauración  de  Sión. 
El  llanto  de  las  ciudades  y  el  llanto  del  profeta. 

(el  conjunto  da  impresión  más  bien  de  letanía  doliente,  en  ondas 
sucesivas,  con  una  oscura  inserción  central;  casi  sin  arquitectura). 
En  un  reciente  artículo  (Cultura  Bíblica,  1961)  presento  la  siguiente 
estructura : 

a    Tragedia  repentina  "de  noche".  Dolor  de  Moab  y  del  profeta, 
b    Serie  cuádruple  de  desgracias.  Los  prófugos  se  preparan  para 
emigrar. 

c    Serie  cuádruple.  Desbandada. 

a    Doble  invitación:  a  Moab  "huid",  a  Judá  "dad  asilo", 
b    Visión  de  esperanza:  el  trono  firme, 
a    Pecado  de  soberbia  y  su  castigo, 
b    Desolación  presente  en  imagen  de  viña, 
c    Nueva  amplificación  de  la  desgracia.  Dolor  del  profeta. 

Damasco  (breve,  sin  arquitectura) 

Israel         a  aquel  día:  castigo,  quedan  pocos 

b      »      »    conversión  a  su  Hacedor 
c       »      »    pecado  de  idolatría  y  castigo 

Asur  a  amenazadores,  como  oleaje 

b  dispersos,  como  tamo. 

(no  es  segura  esta  arquitectura,  porque  el  título  es  único  "contra 
Damasco";  la  razón  histórica  recomienda  esta  explicación). 

18,  1    A    Ay  de  la  tierra     del  pueblo 

3  B    Atención,  que  habla  Yavé: 

4  C         Yo  espero     castigo  en  el  tiempo  previsto. 
7    D    (adición :  empalma  en  las  fórmulas  con  A). 

19,  1  Enunciado:     Yavé  viene         Egipto  tiembla 
2   A    Yavé         a   azuzo  la  guerra  civil 


1 

A 

5b 

8 
1 

B 

4b 

6 

A' 

8 
9c 

17,  1 

A 

4 

B 

7 

9 

12 

C 

ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


327 


3  b    confundo  el  consejo 

4  c    entrego  Egipto  a  un  tirano 

5  B    Efectos      a    en  el  Nilo  y  su  industria 

11  b    la  corte  confundida.  enlace: 

15  Conclusión:    Yavé  confunde    Egipto  fracasa 

20,  1-6:    Manda  Yavé...  Isaías  lo  ejecuta 

Explica  Yavé:  como  hizo  Isaías...  sucederá  a  Etiopía  y  Egipto 

y  los  que  se  apoyaban  en  ellos 
temblarán  y  dirán  :  ... 

(línea  fluyente:  una  cosa  va  saliendo  de  la  anterior;  proceso  ele- 
mental y  claro  "mandato-ejecución-explicación";  se  trata  de  una 
acción  simbólica). 

21,  1-9  Introducción:  comparación  ex  abrupto 

1  A    a    la  visión 

3  b  impresión  en  el  profeta 

5  a'  la  alarma. 

6  B    a  Yavé  manda:  poner  un  vigía...  que  anuncie  lo  que  ve 

8  b  el  profeta  ejecuta:  se  pone  él  mismo  a  la  espera: 

9  a'  ve  la  caravana     escucha  el  mensaje 

10  Conclusión  lírica:  Yavé  consuela  al  pueblo. 

21,  11-12    pregunta-respuesta-volved  a  preguntar  (cuatro  versos) 

21,  13-17    sucesión  obvia,  sin  arquitectura  apreciable. 

22,  15-24   A    Soberbia  de  Sobna :    construye  un  magnífico  sepulcro 
17  Castigo  yacerá  insepulto 

20       B    Nueva  elección:    a  investidura 

22  b    las  llaves 

23  c    el  clavo 

25        C    (adición:  el  clavo  será  arrancado). 

23,  1  Estribillo 

2  A    Invitación  al  llanto :  letanía  de  imperativos ;  explicación 

7  B    Dos  preguntas  :  ¿  es  ésta  ?  ¿  quién  ? 
9         Dos  respuestas :  Yavé,  Yavé 

13  C    Invitación  al  destierro:  serie  de  imperativos,  explicación 

14  Estribillo 


Todas  estas  fórmulas  no  representan  adecuadamente  la  estruc- 
tura literaria  de  los  poemas ;  no  son  más  que  esquemas,  fórmulas 
ligeramente  desarrolladas.  Pero  bastan  para  probar  la  segunda 
afirmación :  la  libertad  del  poeta  y  la  multiplicidad  de  fórmulas 
posibles.  Es  difícil  reducirlas  todas  a  fórmula  única;  en  muchas 
se  puede  señalar  una  tendencia  dinámica  a  presentar:  a)  una  vi- 
sión, enigma,  símbolo ;  b)  su  explicación ;  c)  conclusión  referida 
a  Yavé. 

Si  a  estas  fórmulas  añadiésemos  las  de  Jeremías,  Ezequiel, 
Amos,  etc.,  la  conclusión  sería  incontrastable :  ni  el  género  lite- 


328 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


rario  "massa"',  ni  el  pueblo  a  quien  se  dirige  determinan  la  es- 
tructura literaria.  En  cada  caso  hay  que  buscar  una  razón  ar- 
tística individual. 

Voluntad  de  estilo  y  libertad  de  fórmulas  son  las  dos  conclu- 
siones generales ;  la  tercera  es  menos  clara.  De  la  serie  presentada 
se  deduce  cómo  no  basta  una  mera  fórmula,  aun  ligeramente  des- 
arrollada, para  dar  razón  de  la  estructura  literaria.  Porque  la 
arquitectura  poética  crea  y  manifiesta  una  unidad,  dividiendo  y 
organizando;  la  inserción  de  letras  —  A  ab  B  ab... — hacen  pa- 
tente el  orden,  pero  no  dan  razón  de  aquella  unidad.  La  estructura 
muchas  veces  consiste  en  un  movimiento,  un  dinamismo,  que  en 
la  fórmula  no  aparece.  La  estructura  crea  y  manifiesta  una  serie 
de  relaciones  mutuas  entre  las  partes,  que  difícilmente  se  apre- 
henden sin  un  análisis  reflexivo,  o  una  exposición  lenta.  La  con- 
centrada tensión  dramática  del  segundo  oráculo  contra  Babel 
(21,  1-9),  el  estupor  concéntrico  de  la  elegía  a  Babel  (14),  la  tras- 
cendencia inducida  en  los  Medos  y  Babel  (13)  por  la  primera 
parte  del  oráculo,  esto  apenas  se  puede  ni  rastrear  en  las  fórmu- 
las. Es,  pues,  necesario  un  análisis  individual,  que  pertenece  a  la 
parte  siguiente  de  mi  estudio. 

II.  ARTICULACIONES 

En  el  capítulo  sobre  el  paralelismo,  he  hablado  de  la  esencial 
articulación  del  lenguaje,  en  la  sintaxis,  en  los  campos  de  lengua- 
je, etc.  Es  claro  que  la  estructura  de  un  poema  lo  articula  desde 
dentro.  Pero  ahora  voy  a  tomar  la  palabra  " articulación"  en  un 
sentido  concreto,  no  de  acción,  sino  de  sujeto  o  instrumento  que 
articula.  En  este  apartado  del  capítulo :  "articulación  =  elemento 
articulatorio". 

1.  DESCRIPCIÓN 

El  elemento  articulatorio  es  un  mediador  entre  las  partes  ar- 
ticuladas. La  palabra  española  "bisagra"  indica  esa  bivalencia.  La 
bisagra,  el  gozne,  perno,  quicio,  mantienen  unidas  dos  piezas  y 
permiten  un  movimiento  continuo  o  discreto.  En  arquitectura  la 
columna  es  pieza  de  articulación  artística :  no  sólo  sirve  de  apoyo 
a  los  arcos,  sino  que  crea  un  movimiento,  agrupa  y  ordena  espa- 
cios. En  lógica  el  término  medio  de  un  silogismo  es  el  puente  que 
enlaza  dos  extremos,  y  permite  pasar  a  la  otra  orilla  de  un  nuevo 
conocimiento,  es  la  articulación  que  regula  la  marcha  del  proceso 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


329 


mental;  el  entimema  deja  implícita  la  articulación.  En  metafísica 
es  la  relación  aprehendida  la  que  permite  síntesis  o  nuevas  intui- 
ciones ;  la  relación  puede  tener  valor  articulatorio.  Y  en  el  cuerpo 
humano  las  articulaciones  enlazan,  organizan,  permiten  múltiples 
posturas,  adaptación,  movimientos. 

El  último  ejemplo  es  el  que  nos  trae  más  cerca  de  las  articula- 
ciones poéticas ;  por  eso  quiero  aprovecharlo  para  una  observa- 
ción importante.  En  el  cuerpo  humano  no  sólo  están  articuladas 
las  piezas  contiguas  (falangeta-falangina-falange-carpo-metacarpo- 
antebrazo-brazo),  sino  que  la  inserción  de  piezas  en  un  sistema 
crea  relaciones  entre  miembros  no  contiguos.  Recuérdese  lo  difícil 
que  es  para  el  aprendiz  de  pianista  conseguir  la  independencia 
de  los  dedos,  de  las  dos  manos;  el  combinar  un  ritmo  binario  en 
la  melodía  con  otro  ternario  en  el  acompañamiento ;  lo  difícil  que 
es  la  independencia  de  las  piernas  para  tocar  el  órgano.  Estas 
relaciones  no  nacen  de  la  articulación  contigua,  sino  de  la  articula- 
ción central.  En  literatura  puede  suceder  lo  mismo,  y  son  fre- 
cuentes estas  articulaciones  a  distancia.33 


2.  EN  POESÍA 

La  forma  normal  de  articular  en  poesía  es  la  repetición ;  que 
puede  manifestarse  en  diversos  niveles  o  aspectos  del  poema : 
ritmo,  rima,  sonoridad,  palabras,  estribillo,  partículas,  formas  gra- 
maticales, etc.  Pero  la  repetición  no  es  indispensable,  no  siempre 
está  explícita,  no  siempre  tiene  función  articulatoria. 

También  hay  que  observar  que  la  poesía  repugna  las  partícu- 
las articulatorias  llamadas  "conjunciones",  con  fuerte  contenido 
lógico:  "sin  embargo,  no  obstante,  por  lo  tanto...".  Otras  más 
ligeras,  como  las  imprecisas  y  polivalentes  "que,  y"  son  frecuen- 
tes; y  otras  como  "aunque,  porque"  son  admisibles,  sobre  todo 
en  momentos  de  menos  depuración  lírica.34 

33  El  "leitmotiv"  wagneriano  realiza  esta  función.  L.  Spitzer  estudia  una  técnica 
semejante  en  Proust:  Stilstudien,  II,  pág.  388:  "Das  Satztück  in  der  Klammer  ver- 
klammert  diese  zwei  Episoden,  lásst  sie  ais  Variantes  eines  dichterischen  Motivs  er- 
scheinen."  Cfr.  Hatzfeld,  o.  c,  n.  604,  sobre  el  "leitmotiv"  en  Stendhal. 

34  Spitzer  cita  una  frase  de  Lerch  sobre  estas  conjunciones  lógicas:  "sie  stossen 
den  Leser  mit  der  Nase  auf  Dinge,  die  man  ihn  besser  erraten  lásst...  sind  schwer- 
fállig,  pedantisch",  Stilstudien,  II,  21. 

E.  Winkler  señala  su  escaso  valor  estilístico:  o.  c,  págs.  37-44. 
A  la  poesía  le  molestan  estas  conjunciones,  no  porque  sea  irracional,  sino  porque 
es  intuitiva. 


330 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


También  es  posible  en  poesía  —  mucho  más  que  en  lógica  — 
dejar  implícitas  las  partículas  o  repeticiones  articulatorias,  o  pro- 
ceder por  yuxtaposición  de  bloques  o  frases.  En  estos  casos  suele 
suplir  una  relación  ideal,  que  el  lector  intuye,  que  el  poeta  no 
necesita  ni  debe  razonar;  o  suple  una  relación  emocional  que  el 
lector  aprehende  sin  razonamientos.  Son  procedimientos  frecuen- 
tes en  la  poesía  moderna. 

Es  imposible  la  estructura  unitaria  y  la  articulación  del  poema 
si  no  existe  al  menos  esta  relación  intuida.  Es  imposible  que  dicha 
relación  no  exista  en  el  poema ;  porque  el  poema  es  manifestación, 
revelación  verbal.  Es  muy  difícil  que  la  relación  ideal  o  emocional 
no  se  manifieste  también  en  formas  estilísticas  explícitas.35 


3 

A 

b 

4c 

b' 

6 

B 

a 

9 

a' 

17 

C 

a 

3.  EN  LOS  ORÁCULOS  (massa'ót) 

Tomo  los  ejemplos  cuyo  esquema  ofrecí  en  la  primera  parte 
de  este  capítulo,  conservando  las  mismas  letras  de  las  fórmulas : 

13  A    comienza   con   imperativo,   B   con   imperativo,   C   con  hinne 
(—  imper). 

comienza  con  sujeto  'ani  (orden  invertido,  enfático) 
»         »    sujeto  Yavé  (explicación,  aclaración) 
día  de  Yavé     7    b    'al-ken  (fórmula  lógica  bastante  vaga) 
»         »      10   b'    ki  (ídem) 
hinneni  19   b  wehayeta 

v.  9  "cólera,  ira  ardiente",  13  repite,  cerrando  el  fragmento. 
4c-ll  pqd,  8b-14b  'is :  leves  relaciones  ideales,  poco  valor  articul.36 

14  we'amarta  4b 

weyomerü  10 
'amarta  13 
'ak  15    (implícito  el  verbo  decir) 

yitbónanü  16    (equivale  a  verbo  de  decir) 

Movimiento  concéntrico ;  concluye  con  la  fórmula  ne,um  Yahwe. 
se'ól :  v    9         articula  el  contraste  con  'eres  v  7 

11-15  enlaza  las  dos  partes  del  discurso  de  los  refaim 
'ék:  4b  12a  interjecciones  con  valor  expresivo,  no  articulatorio 
'atta :  10,  13,  19  valor  expresivo,  no  articulan  entre  sí ;  pertenecen 

a  una  articulación  central. 
yarketé:  13-15  articula  claramente  la  antítesis 


35  Gunkel  (Einl.  Ps.:  Hymnen  n.  36),  estudia  desde  un  punto  de  vista  algo  di- 
verso estos  índices  de  ordenación:  "objektiv  vorliegende  Merkmale  der  Gliederung". 

36  Condamin  no  aprecia  esa  "coyuntura"  artística  con  que  comienza  una  nueva 
parte,  mencionando  el  nombre  hasta  ahora  oculto;  el  verso  17  queda  perdido  en  me- 
dio de  una  de  sus  estrofas  regulares.  Pero  señala  acertadamente  la  "inclusión"  mar- 
cada por  el  verso  "día  de  Yavé,  cólera  y  furor  ardiente",  la  repetición  de  "§ebi"  con 
sentido  diverso,  y  otras  correspondencias. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


331 


kise' :  9-13  repetición  sin  valor  especial 

rgz:  9-16  apunta  hacia  la  articulación  central.3? 

14,  24-27     Lo  que  pienso  —  sucederá      Lo  que  decido  —  se  cumplirá 
Quebrantar  a  Asur;  liberar  a  los  oprimidos 

Ésta  es  la  decisión  Ésta  es  la  mano  extendida 

Yavé  decide  —  ¿quién  frustra?  —  Extiende  la  mano  —  ¿quién 

[se  la  aparta? 

Las  repeticiones  crean  aquí  todo  el  estilo  de  "trenzado";  en  unos 
casos  este  estilo  puede  resultar  juguetón;  en  el  caso  presente  sirve 
para  subrayar  la  brevedad  sentenciosa ;  las  sentencias  no  están  pu- 
ramente yuxtapuestas,  sino  trabadas,  en  un  movimiento  de  avance 
fuertemente  estilizado. 

14,  28-32   a    imperativo  +  vocativo  Filistea ;    b    ki    c    w-  adversativo 
a'  »  »  »         b'    ki    c    ki  » 

La  disposición  es  semejante  en  las  dos  partes;  la  segunda  es  más 
breve  y  explica  o  aclara  la  primera. 

15       Los  comienzos  de  estos  21  versos  (según  BH)  son  los  siguientes : 


ki 

ki 

'lh 

'1 

b- 

b- 

b- 

w- 

1-kn 

leb 

ki 

ki 

ki 

ki 

'1-kn 

'1 

ki 

'd 

ki 

ki 

1- 

a  esto  se  añaden  14  nombres  geográficos  (=2X7)  +  4Moab ;  y  las 
repeticiones  de  llanto:  3  bki,  4  z'q,  4  y  11.  Hay  huellas  de  estiliza- 
ción en  algunas  zonas  del  poema;  pero  más  que  estructura  fuerte- 
mente construida,  tenemos  una  especie  de  letanía  elegiaca. 

Es  evidente  que  el  "  ki "  no  tiene  sentido  causal ;  es  tan  vago 
como  el  castellano  "que"  de  tantas  poesías  populares.38 
(En  el  artículo  citado,  CuBi  1961,  presento  la  siguiente  articulación) : 

1     ki    ki  4b    'al  ken 

5b  ki  ki  ki  ki  7  'al  ken 
8     ki  'd  ki  ki    16,  2  wehaya 

16       Algo  semejante  al  anterior.  Condamin  descubre  una  repetición  si- 
métrica de  nombres  geográficos  (omitiendo  un  Eleale  y  un  Moab) : 

7  Moab 

7b  Qir-Hareset 

8  Hesebón 

Sibma 

8c  Jazer   ,  ,   .   ,  . 

9  Jazer  (desierto-mar) 

9b  Sibma 
Hesebón 

11  Qir-Hareset 

12  Moab 

37  Condamin  no  aprecia  la  estructura  concéntrica.  Subraya  repeticiones  de  pa- 
labras poco  importantes:  "subir,  trono,  naciones". 

38  Como  en  las  canciones  españolas: 

"Que  mi  madre  se  ha  creído..." 
"Que  la  lancha  de  Tolín..." 
"Que  yo  me  la  llevé  al  río". 


332 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


Los  comienzos  son  bastante  irregulares.  La  estructura  resulta  floja; 
predomina  el  tono  como  de  letanía.  Sólo  se  destaca  la  escena  ini- 
cial, con  la  viveza  de  sus  reiterados  imperativos. 
(En  el  mismo  artículo  presento  la  siguiente  articulación) : 

1  imperativo  3  imperativos 

4b  ki  5  we-  we- 

6  sama'nü  7  laken 

8  ki  9  'al  ken 

9c  ki  11  'al  ken 

17     A     sobre  Damasco :  sin  articulaciones 

B     sobre  Israel :      4  bayyóm  hahü'  wehaya  lo'  yis'e 

7      »  »  yis'e  ki 

9      »         »  wehaya  '1-kn 

18,  1     A    a   interjección  2b    b   imperativo  (formas  emparentadas) 
3b    B    a    ki-  +  imperativo       4     b    ki  explicativo 

4b    C    a    k-  k-  (comparativo)  5     b  ki 

7     D    (adición  en  prosa:  "ba'et  hahí'  ";  repite  el  comienzo  como  es- 
tribillo)^ 

19,  1    Enunciado  :    hinne  -f-  Yavé  +  participio  w-  w-  consecutivos 

2  A    a    verbo  en  1.a  pers.  w-  w- 

3  b       »      »    »     »    w-  w- 

4  c       »      »    »     »  w- 

5  B    a   w-  (ocho  veces) :  serie  copulativa  y  consecutiva 
11         b    'ak  'ék  'ayyam  ma :  serie  asindética 

14    Conclusión  :       Yavé  +  verbo  finito  w-  w-  consecutivas. 

Abundan  en  este  oráculo  las  formas  consecutivas  con  w-,  y  las  series 
copulativas  también  con  w- ;  por  lo  tanto,  esta  partícula  tiene  una 
función  articulatoria  sintáctica,  menos  importante  en  la  estructura 
artística.  Pero  sirve  de  fondo,  porque  en  contraste  sobre  ella,  se 
destaca  la  escena  de  la  corte,  asindética,  toda  hecha  de  preguntas 
e  increpaciones.  Y  después  de  esta  escena,  la  conclusión,  que  repite 
el  motivo  inicial,  resalta  con  especial  vigor. 

20  Partículas  articulatorias  propias  para  crear  la  fluidez  narrativa,  es 
decir,  frecuente  w-.  "Dijo...  y  lo  hizo...  y  dijo:  como...  así...  y 
temblarán...  y  dirán...". 

21,  1    Introducción:     como...     (ex  abrupto) 

2  A    a    Visión    posición  invertida,  enfática  huggad 

3  b  'l-kn 

5  c  infinitivo  (=  imperativo  ?)40  enfático 

6  B  ki  ko  'amar  Yahwe: 

7  a        mesappe  rekeb    semed  yaggid 


39  Condamin  divide  1-3,  4-6.  No  aprecia  el  valor  de  comienzo  del  imperativo, 
y  la  función  de  enlace  del  "porqué".  Para  salvar  sus  estrofas  coloca  el  vocativo  con 
imperativos  al  final  de  una;  y  hace  comenzar  con  "porque"  la  siguiente. 

40  J.  Huesman:  Finite  Uses  of  the  Infinite  Absolute,  Bibl.  37  (1956),  pági- 
nas 271  ss. 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


333 


»         b  mispe 

9         c  rekeb  semed 

10    Conclusión:  vocativos  repentinos  higgadti 

Este  capítulo  apenas  tiene  partículas  articulatorias :  un  'al-ken  in- 
troduce la  impresión  en  el  vidente.  Es  todo  lo  contrario  del  cap.  15, 
con  sus  abundantes  y  vagas  partículas,  o  del  19,  con  sus  múltiples 
y  precisas  conjunciones.  Aquí  domina  lo  repentino,  subitáneo,  ex 
abrupto:  un  símil  sin  preparación,  el  sustantivo  "visión"  iniciando 
enfáticamente,  las  voces  de  la  visión  en  infinitivo  absoluto,  sin  pre- 
paración, los  vocativos  finales  repentinos. 

El  oráculo  tiene  una  construcción  dinámica  eficacísima :  tensión 
de  la  visión  enigmática,  del  vigía  a  la  espera,  hasta  el  mensaje  final. 
Se  trata  de  una  relación  dramática,  no  explícita,  que  liga  fuerte- 
mente las  partes,  y  es  intuida  inmediatamente  por  el  lector.4! 

22,  1    A    preguntas  vivaces    4    B    'al-ken  dolor  del  profeta    5    C  ki 
explicativo 

5    C    a   yóm     Yhwh  Sb'wt  (el  w-  copulativo  irregular) 

8  b    bayyóm    wattabbitú  —  welo'  hibbattem 
12         c    bayyóm  Yhwh  Sb'wt 

Es  de  notar  la  diferencia  entre  Ca  y  Cb;  en  Ca  las  conjunciones 
copulativas  son  irregulares;  en  Cb  el  w-  tiene  marcado  valor  ar- 
ticulatorio :  "  wa-  welo'  " ;  como  se  encuentra  en  una  serie  de  miem- 
bros unidos  con  w-,  repite  el  verbo  clave  "nbt"  para  subrayar  la 
articulación  antitética.42 

22,  15-24   A    a    po    18   b    samma;    17    en  medio  "hinne  Yahwe" 

19  B    a    Ya  vé  1.a  pers. :  cuatro  verbos  +  wehaya  (bywm  hhw') 

20  b      »         »  un  verbo  +  w-  w- 

21  c      »         »  un  verbo  +  wehaya  (ytd) 
25        C    (adición)  bayyóm  hahü'  (Ba),  yated  (Be) 

Otras  relaciones :   18b  qalón  bét  'Monéka 

23b  kabód  bét  'abiü 
21b  lebét  yehüda 
22a  bét  dawid 

23b        lebét  dawid 

23       (Por  razón  de  la  estructura  y  de  su  articulación,  propongo  trasladar 
10  después  de  12b ;  el  resultado  es  el  siguiente) : 
1    A    imperativo  +  vocativo  +  explicación  cuatro  veces 

7    B    a    pregunta  +  frase  predicativa  dos  veces 

9  b    respuesta  con  dos  verbos  finitos  y  Y.       »  » 

10    C        imperativo  +  explicación  cuatro  veces 

Conviene  ampliar  el  esquema  para  mostrar  otras  correlaciones : 


41  Las  estrofas  de  Condamin  coinciden  con  la  estructura  natural  del  poema. 
Señala  como  repetición  articulatoria  el  verbo  "ngd",  2-6-10. 

42  La  distribución  de  Condamin  es  bastante  acertada:  señala  dos  inclusiones. 
Únicamente  es  extraño  el  corte  en  v.  6. 


334 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


1 
I 

A 

a 

nelilu 

Tarsis 

i.; 

ki... 

2 

b 

dommú 

'i,  sidón 

predicación 

4 

c 

bósi 

sidón 

ki... 

c 
0 

j 

Q 

nelilu 

Tarsis,  'i 

7 
/ 

p 

a 

hazo  t 

'alliza 

yobiluna... 

Q 
O 

D 

mi  zo  t 

ya  as 

ser. . . 

o 

y 

a' 

Yahwe 

ye'asah 

i  nauei...  i  naqei 

nata 

hirgiz 

11 

b' 

Yahwe 

siwwa 

lasmid 

12 

wayyo'mer 

la'loz 

10 

c 

a 

'ibri 

Tarsis 

'en... 

12c 

b 

qümi 

Kíttiyim 

gam... 

13 

c 

hen 

Kasdim 

predicación 

14 

d 

hélilü 

Tarsis 

ki... 

En  el  esquema  desarrollado  aparecen  bastantes  correspondencias; 
conviene  subrayarlas,  y  añadir  otras : 

El  mismo  verso  abre  y  cierra  el  poema;  con  una  variante,  cierra 
la  sección  A.  C  se  abre  con  'ibri  y  se  cierra  con  hélilü,  A  al  revés. 
Tarsis  abre  y  cierra  ambas  secciones. 

Al  comienzo  y  al  final  de  B  recurre  la  apelación  importante  'lz. 

Los  grupos  intermedios  de  B  coinciden  en  el  verbo  'sh ;  los  inter- 
medios de  A  en  el  vocativo  sidón. 

También  es  notable  la  reiteración  de  infinitivos  con  1-  en  la  sec- 
ción B',  cuatro  en  cinco  versos. 

El  tercer  miembro,  c,  de  A  y  C  se  prolonga  notablemente. 

La  segunda  pregunta  y  la  segunda  respuesta  repiten  la  palabra 
kn'n,  con  distinto  sentido. 

A  pesar  de  estas  correspondencias,  el  poema  muestra  una  estructura 
endeble ;  y  es  que  la  artificiosa  disposición  es  externa,  sin  sentido  dinámico, 
sin  auténtico  movimiento.  La  unidad  procede  de  ordenar  una  serie,  no  de 
desarrollar  un  motivo  poético.  Únicamente  la  entonación  lírica  logra  fundir 
los  miembros  en  tonalidad  homogénea. 


4.  CONCLUSIÓN 

El  libro  de  los  massa'ót  nos  demuestra  lo  importante  que  es 
el  estudiar  los  elementos  articulatorios  y  lo  variados  que  son. 

Poca  importancia  tienen  las  partículas  sintácticas  en  la  cons- 
trucción total ;  algo  más  en  el  vínculo  de  miembros  contiguos.  La 
copulativa  w-,  por  su  frecuencia;  las  explicativas  'al-ken,  laken, 
ki,  con  tendencia  a  degradar  el  contenido  lógico  (y  que  en  algunos 
casos  se  podrían  suprimir  tranquilamente).  Poco  frecuente  es  el 
caso  de  la  relación  ideal  con  el  nexo  implícito.  Frecuentísimo  es 
el  uso  de  las  repeticiones  :  ellas  son  de  ordinario  los  signos  esti- 
lísticos de  la  estructura,  y  sirven  de  clave  para  la  interpretación 


ESTRUCTURAS  Y  ARTICULACIONES 


335 


del  poema  como  totalidad.  No  falta  la  forma  de  articulación  radial, 
en  la  que  el  centro  es  un  estado  emocional. 

Ya  hemos  visto  cómo  insisten  diversos  autores  en  la  importan- 
cia de  las  repeticiones,  sobre  todo  Muilenburg. 

Ziegler,  en  su  citado  artículo,  insiste  también  en  la  importan- 
cia literaria  de  las  repeticiones :  lemas  (Stichwort),  repetición  am- 
pliada (Wiederholung  mit  Erweiterung),  círculos  concéntricos 
(konzentrische  Kreise),  variaciones  de  un  concepto.  Su  frase  más 
interesante  es  "los  lemas  son  las  grapas  que  mantienen  unida  la 
totalidad  (sie  bilden  die  Klammern  die  das  Ganze  zusammen- 
halten).  Pero  en  el  artículo  mezcla  también  las  repeticiones  in- 
mediatas, que  no  tienen  valor  articulatorio,  sino  retórico  (como  lo 
había  mostrado  Kóhler  unos  años  antes) ;  y  en  sus  ejemplos  ape- 
nas sale  de  breves  poemas  trenzados,  poco  interesantes  para  un 
estudio  más  serio  de  estructuras.43 

Ya  vimos  el  uso  extrínseco  que  hacía  Mowinckel  de  las  pala- 
bras repetidas :  como  pautas  por  donde  cortar  en  fragmentos 
(como  esa  línea  de  puntos  por  donde  nos  invitan  a  cortar,  en 
productos  comerciales). 

D.  Jones  se  refiere  incidentalmente  a  estas  palabras  repetidas 
"catchword",  que  considera  motivo  de  enlace,  no  extrínseco,  sino 
como  reveladoras  de  algún  aspecto  importante.44 

También  Kónig  habla  de  las  repeticiones ;  y  las  reparte  eru- 
ditamente. Y  hasta  nos  dice  que  la  epanalepsis  tiene  función  eufó- 
nica-rítmica,  y  se  suele  llamar  "Stichwort";  y  al  final  apunta 
una  observación  estética:  "la  esencia  y  función  de  este  procedi- 
miento estarían  mejor  expresados  con  la  fórmula  Leittóne".  El 
inventario  catalogado  de  Kónig  apenas  es  utilizable  para  el  aná- 
lisis de  estructuras. 

Las  articulaciones,  en  particular  las  repeticiones  verbales,  no 
son  una  pura  receta  para  confeccionar  estructuras,  ni  una  simple 
clave  para  descubrirlas.  Pertenecen  a  la  sustancia  del  poema,  y 
hay  que  descubrirlas  en  cada  caso  por  intuición  o  tanteo. 

El  conocer  su  existencia,  como  recurso  normal  puede  guiar  y 
orientar  la  investigación ;  el  hallazgo  en  casos  concretos  será  muy 
útil  para  la  exposición  literaria  e  incluso  para  la  exégesis.45 

43  U.  c,  págs.  132-35;  142. 

44  E.  c,  pág.  238. 

45  Martin  Buber  hace  uso  del  principio  en  su  reciente  traducción  alemana  de 
la  Biblia  hebrea.  Y  comenta  el  procedimiento  en  el  cuadernillo  supletorio  que  titula 
"Nachwort". 


336 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


III.  EXCURSUS  SOBRE  LA  PARTÍCULA  "HINNE" 

Resumo  brevemente  mi  artículo  "Nota  estilística  sobre  la 
partícula  hinne",  Bíblica  3  (1956),  págs.  74-80. 

La  partícula  hinne  ejerce  con  énfasis  una  función  déictica; 
pertenece  a  la  función  "llamada"  (Appel)  del  lenguaje.  Está  em- 
parentada con  el  imperativo  (en  algunas  lenguas  conserva  la  for- 
ma de  imperativo). 

En  el  libro  de  los  massa'ot  de  Is.  aparece  ocho  veces : 

A.  Comienzo:  17,  1;  19,  1:  presentación  inmediata  del  ob- 
jeto, antes  de  la  explicación.  Ejemplos  parecidos:  Am.  7,  1.4.7; 
8,  1 ;  Jr.  47,  2 ;  49,  35 ;  Ez.  28,  22 ;  29,  3 ;  35,  3  (en  Ez.  pierde 
fuerza);  Is.  24,  1;  25,  9;  26,  21  (comienzos  solemnes). 

B.  Transición:  13,  9.17;  21,  9:  con  función  climática,  progre- 
siva. Jr.  la  usa  como  transición  con  menos  valor  expresivo;  la 
reduce  muchas  veces  a  un  tomar  aliento  para  una  nueva  ondada 
descriptiva  o  apasionada:  46,  25;  49,  15;  50,  12.18.31;  51,  1.25. 
36.47.52;  en  la  fórmula  tópica  "mirad  que  llegan  días"  48,  12; 

49,  2;  51,  47.52;  para  introducir  una  comparación  48,  40;  49,  12; 

50,  44. 

C.  Respuesta:  simple  o  con  vigor  de  antítesis:  22,  17;  22,  13. 
En  Jr.  con  mediano  valor  50,  18;  51,  25.36.47;  48,  12;  con  par- 
ticular fuerza,  como  respuesta  a  un  reto  49,  4-5.  En  Ezequiel  la 
función  de  respuesta  se  degrada  a  fórmula  gramatical  sin  interés 
estilístico:  25,  4.7.9.16;  26,  3;  28,  3.7;  29,  8.10;  29,  19;  como 
la  fórmula  ha  perdido  su  eficacia,  hay  que  sustituirla  por  otra  para 
restaurar  el  valor,  p.  e.,  un  juramento  33,  5-6.10-11. 

La  encontramos  en  otros  profetas  con  función  de  respuesta : 
Nah.  2,  14 ;  3,  5 ;  Joel  2,  19 ;  4,  7 ;  Am.  2,  13 ;  Mic.  2,  3 ;  Hab.  2, 
4.19. 

Observaciones  :  Is.  40-66.  El  uso  de  hinne  es  parco  en  esta  sec- 
ción ;  su  función  es  menos  vigorosa.  A  veces  recuerda  al  uso  de  Jr., 
como  recurso  para  introducir  un  nuevo  elemento  en  la  serie. 

Un  caso  especial,  significativo  es  el  hinne  con  participio  para 
describir  el  sueño  29,  8. 


Capítulo  10 


OTROS  ASPECTOS 

Géneros  literarios.  —  "Topoi":  Concepto  según  Kayser  y  Curtías:  Apli- 
cación a  la  Biblia;  Ejemplos:  "estandarte  y  trompeta",  "¡Gemid!",  "do- 
lores como  de  parturienta".  —  Valores  estilísticos  de  la  morfología  y  sin- 
taxis: Frase  nominal  o  verbal;  Adjetivos;  Relativo.  —  Conclusión. 

Es  evidente  que  el  análisis  de  procedimientos  no  está  agotado  en  los 
siete  capítulos  precedentes.1  También  es  manifiesto  que  el  continuar  ana- 
lizando procedimientos  me  llevaría  a  una  extensión  que  no  entra  en  mis 
planes  actuales.  En  siete  capítulos  ha  quedado  patente  mi  método  de  tra- 
bajo, y  he  reunido  una  serie  de  conclusiones  que  considero  válidas.  En  el 
presente  capítulo  presento  unos  cuantos  bocetos :  en  pocas  líneas  intento 
mostrar  otros  temas  de  análisis,  la  dirección  del  trabajo,  algunos  resultados 
no  definitivos. 

Una  confesión  de  aspectos  que  quedan  por  estudiar,  y  al  mismo  tiempo 
la  justificación  de  que  mis  límites  no  han  sido  ignorancia  o  descuido,  sino 
tiempo  y  discreción. 

Me  fijaré  en  tres  aspectos  complejos:  Los  géneros  literarios,  los  "topoi", 
categorías  gramaticales. 

i  Todo  el  libro  de  H.  Hatzfeld  es  una  demostración.  En  concreto,  puede  verse 
la  enumeración  de  la  página  161;  26  líneas  seguidas,  sin  punto  y  aparte.  También  la 
enumeración  de  la  página  253,  de  títulos  más  concretos  y  restringidos:  "numerus  o 
cadencia,  cursus  o  ritmo  prosaico,  estructura  de  los  distintos  tipos  de  verso,  versos 
correlativos,  perífrasis,  alusiones,  antítesis,  repeticiones,  enumeraciones,  transiciones, 
el  papel  de  las  conjunciones  y  negaciones,  tipos  de  discurso  y  tipos  de  narración,  hi- 
pérboles, efectos  de  la  formación  de  palabras,  elección  de  vocabulario,  símbolos,  sími- 
les, imágenes,  comparaciones,  alegorías  y  metáforas,  epítetos,  adjetivos,  intercambios 
y  fusiones  sinestésicas,  elementos  de  color,  elementos  eufónicos,  dinamismo  en  la  pre- 
sentación, vivificación,  formas  de  descripción,  recursos  narrativos,  uso  estilístico  de 
tiempos  y  modos,  impresionismo,  expresionismo,  realismo  "tipismo",  escenario  y  pai- 
saje naturales,  retrato  e  introducción  de  personajes,  caracterización,  unidad,  formas 
de  humorismo  y  juegos  de  palabras". 

Otra  enumeración,  en  parte  coincidente,  nos  ofrece  la  página  308:  procedimientos 
estudiados  en  su  evolución  literaria  histórica. 

En  las  páginas  455-56  hay  datos  sobre  la  controversia:  inventariar  todos  los 
procedimientos,  o  seleccionar  los  más  significativos;  Ulrich  Eeo  frente  a  J.  Marouzeau. 


338 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


GÉNEROS  LITERARIOS 

Varias  veces  me  he  referido  al  tema.  En  el  panorama  his- 
tórico, al  tratar  de  Gunkel  y  Hempel.  Ninguno  de  los  dos  nos 
ofrecía  resultados  verdaderamente  decisivos  para  el  análisis  esti- 
lístico de  la  literatura  profética.  Gunkel  escribió  un  artículo,  en 
que  intenta  mostrar  prácticamente,  el  fin  y  métodos  de  la  inves- 
tigación de  géneros  literarios.  El  fragmento  bíblico  escogido  es  el 
final  de  la  profecía  de  Miqueas ;  es  decir,  literatura  profética. 

Der  Micha-Schluss.  Zur  Einführung  in  die  Literaturgeschicht- 
liche  Arbeit  am  Alten  Testament.  ZS  (1923),  págs.  145-178. 

El  estudio  es  magistral :  no  sólo  nos  va  mostrando  el  carácter 
de  cada  sección,  sino  que  sabe  descubrir  y  mostrar  la  unidad  or- 
gánica de  las  partes.2  El  esquema  total  es : 

"Klagelied  Zions,  beantwortet  durch  ein  Góttliches  Orakel 
Klagelied  Israels,  fortgesetzt  durch  einen  Hymnus  in  der  Gewissheit" 

"  Lamentación  de  Sión :  responde  un  oráculo  divino. 
Lamentación  de  Israel :  sigue  un  himno  de  certeza. " 

Es  decir,  que  no  es  género  profético  estricto,  sino  una  combina- 
ción artística  de  géneros  típicos  de  los  salmos. 

Gunkel  nos  ha  enseñado  método,  rigor,  visión  sintética  del 
todo  y  sus  conexiones;  pero  no  nos  ha  abierto  camino  para  la 
inteligencia  de  los  géneros  literarios  estrictamente  proféticos. 

H.  Gressmann  dedicó  al  asunto  unas  ochenta  páginas  de  su 
libro  Der  Messias  (Góttingen,  1929,  FRLANT  43):  Zweites 
Buch,  Prophetische  Gattungen.  El  trabajo  de  Gressmann  quedó 
interrumpido  por  la  muerte,  y  sus  análisis  de  géneros  no  conclu- 
yen en  resultados  satisfactorios.  Hace  una  distinción  entre  "Hei- 
denorakel"  y  "Vólkerorakel",  señala  algunas  fórmulas  de  co- 
mienzo, y  afirma  que  no  se  puede  descubrir  una  ley  de  composi- 
ción (Aufbau). 

En  la  colección  de  estudios  proféticos  dedicados  a  Th.  H.  Ro- 
binson,  publica  un  artículo  R.  B.  Y.  Scott:  "The  Literary  Struc- 
ture  of  Isaiah  Oracles".  El  libro  de  Isaías  nos  presenta  un  con- 

2  La  conclusión  del  artículo  es  sumamente  importante:  "Den  neueren  Erklárern 
ist  die  ganze  Auffassung  so  gut  wie  unbekannt  gewesen.  Da  sie  die  organische  Er- 
klárungsart  nicht  kannten,  haben  sie  es  mit  allerlei  mechanischen  Mitteln  versucht... 
An  dem  schónen  und  im  ganzen  sehr  gut  erhaltenen  Wechsel  verschiedener  Metren, 
an  der  Mannigfaltigkeit  der  redenden  und  angeredeten  Personen,  auch  hier  und  da 
an  der  Verschiedenartigkeit  der  behandelten  Gedanken  hat  man  Anstoss  genommen 
und  durch  Streichungen,  Umstellungen,  ja,  manchmal  geradezu  durch  Umdichtungen 
Ordnung  schaffen  wollen"  (pág.  177). 


OTROS  ASPECTOS 


339 


texto  complejo  de  narración,  autobiografía,  oráculos ;  de  este 
contexto  intenta  extraer  los  oráculos  primitivos,  clasificarlos  y 
describirlos.  Las  formas  primarias  son  cuatro :  amenaza,  promesa, 
reprensión,  exhortación  (Threat,  Promise,  Reproach,  Exhorta- 
tion),  una  quinta  forma  secundaria  es  la  declaración;  estas  formas 
se  combinan  o  mezclan  en  el  texto  profético.  La  reprensión  suele 
comenzar  con  la  interjección  "hoy",  con  imperativo  judicial,  con 
la  partícula  "ya'an  ki"  cuando  es  prótasis  de  una  apódosis  con- 
minatoria; el  cuerpo  se  desarrolla  en  preguntas,  quejas,  senten- 
cias, etc. ;  la  conclusión  suele  ser  climática.  Amenaza :  suele  co- 
menzar con  las  partículas  "ki,  hinne,  'im  lo'"  o  con  "laken"  cuan- 
do es  apódosis  de  una  prótasis  increpatoria ;  el  cuerpo  se  desarro- 
lla en  forma  directa  o  con  imágenes;  la  conclusión  suele  ser  en- 
fática. La  promesa  comienza  de  ordinario  con  la  fórmula  "Aquel 
día..."  (bayyóm  hahú'),  suele  concluir  enfáticamente,  con  tono 
de  plenitud.  El  autor  supone  que  la  experiencia  profética  suele 
germinar  en  una  sola  palabra  o  sentencia,  desarrollada  después 
con  los  recursos  literarios  normales. 

K.  I.  A.  Engnell  distingue  dos  grandes  géneros  proféticos : 
el  "diwan"  y  la  "liturgia".  La  liturgia,  por  su  uso  cúltico,  unifica 
sólidamente  pasajes  amplios  (Gunkel,  EinlPs.,  págs.  407  ss.) ;  el 
diwan  unifica  extrínsecamente,  al  fijar  por  escrito  una  compleja 
tradición  oral. 

O.  Eissfeldt,  en  su  Introducción,  nos  da  una  clasificación 
sencilla  y  lógica :  dos  géneros  supremos  proceden  inmediatamente 
de  la  doble  actividad  profética,  la  amonestación  que  mira  al  pre- 
sente, y  la  profecía  que  mira  al  futuro.  La  amonestación  puede 
ser  negativa  o  positiva,  increpación  o  exhortación,  y  lo  mismo  la 
profecía  puede  ser  amenaza  o  promesa;  éstos  son  los  cuatro  ele- 
mentos genéricos  de  la  literatura  profética  (Scheltspruch,  Mahn- 
spruch,  Drohspruch,  Verheissungspruch).  De  estos  elementos  se 
compone  sustancialmente  el  texto  peculiarmente  profético ;  pero 
los  profetas  emplean  además  otra  serie  de  géneros,  como  la  visión, 
elegía,  documento,  carta,  lamentación,  sátira,  oda... 

El  estudio  de  más  empeño  sobre  la  cuestión  sigue  siendo : 

J.  Lindblom  :  Die  litterarische  Gattung  der  Prophetischen  Lite- 
ratur.  Eine  literargeschichtliche  Untersuchung  zum  AT.  Upp- 
sala,  1924. 

En  el  adjetivo  "literargeschichtliche"  confiesa  Lindblom  la 
escuela  gunkeliana.  Pero  notemos  el  título:  "Gattung",  en  singu- 


340 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


lar.  El  autor  intenta  reducir  a  un  género  literario  común  toda  la 
compleja  literatura  prof ética;  es  natural  que  dicho  género  le  salga 
muy  genérico.  Los  géneros  subordinados  son  más  bien  " formas 
de  expresión  y  de  estilo"  (Ausdrucksmittel  und  Stilformen).  En- 
tre éstos  se  encuentran:  sermones,  comparaciones,  visiones,  na- 
rraciones, invectivas,  oráculos,  diálogos,  exhortaciones,  prescrip- 
ciones legales,  proverbios  didácticos,  profecías,  canciones,  oracio- 
nes himnos,  monólogos,  cartas  y  otras  formas  (pág.  1).  Hay  dos 
formas  superiores  que  predominan  completamente:  el  oráculo  y 
el  sermón. 

El  autor  analiza  estas  dos  formas.  La  forma  primitiva  del 
oráculo  —  breve,  incisivo  —  casi  ha  desaparecido,  sustituido  por 
elaboraciones  libres  y  desarrolladas  del  profeta  literato.  Además 
la  forma  "oráculo"  cobija  una  serie  de  géneros  diversos;  no  sirve 
para  decidir  el  género.  Lo  mismo  sucede  con  la  otra  forma,  la  pre- 
dicación ;  echa  mano  de  tantos  géneros  o  elementos  propios  de 
géneros  diversos,  que  no  sirve  para  decidir  el  género.  Oráculo  y 
sermón  son  denominaciones  peligrosas,  que  no  explican  adecuada- 
mente los  hechos.3 

El  camino  de  investigación  ha  de  ser  otro :  buscar  en  la  lite- 
ratura religiosa  un  género  literario  con  caracteres  afines;  al  cual 
se  pueda  reducir  la  literatura  profética.  Lindblom  cree  encontrar 
dicho  género  en  las  "revelaciones"  de  los  místicos  medievales,  en 
particular,  Santa  Brígida.4 

En  el  capítulo  segundo  de  su  trabajo  expone  una  serie  de  ca- 
racteres de  esta  que  llama  "Revelationsliteratur".  Es  recibida  en 
un  estado  peculiar  de  inspiración ;  de  Dios,  de  Cristo,  de  un  santo 
o  ángel;  suelen  tener  una  fórmula  introductoria;  con  frecuencia 
tienen  forma  de  visión,  que  luego  se  explica  en  un  diálogo  o  en 
forma  narrativa.  A  veces  comienza  la  visión  exabrupto,  el  mís- 
tico escucha  una  "voz  misteriosa" ;  a  veces  habla  el  místico  de 
sí  mismo  en  tercera  persona.  Es  típico  el  carácter  subitáneo  de 
la  revelación,  la  frecuente  falta  de  conexión.  Se  exponen  en  forma 
narrativa,  de  discurso,  diálogo;  como  oraciones,  himnos,  elegías. 
El  místico  se  presenta  como  mensajero,  que  ha  recibido  orden  de 
comunicar  su  revelación.  El  místico  no  crea,  sino  recibe. 

3  Entre  estos  hechos  hay  que  tener  en  cuenta  el  carácter  particular  de  esta  lite- 
ratura: "Der  Mangel  an  Disposition  und  natürlichem  Zusammenhang,  der  oft  leiden- 
schaftliche  Ton,  das  Befremdliche,  Gewaltsame,  Barocke,  Mysterióse..."  (pág.  8). 

4  La  distancia  temporal  no  importa;  porque  la  situación  psicológica  es  la  mis- 
ma. El  aspecto  psicológico  de  la  piedad  estática  es  el  mismo  en  todas  partes;  varia  el 
contenido  concreto  y  el  valor  que  se  le  da  (pág.  16). 


OTROS  ASPECTOS 


341 


Originariamente  el  contenido  de  la  revelación  es  para  el  indi- 
viduo; el  paso  a  la  comunicación  se  realiza  o  por  una  orden  con- 
creta de  comunicar  lo  revelado,  o  por  la  conciencia  genérica  de 
sentirse  llamado  a  publicarlo;  esta  conciencia  de  "vocación"  se 
ha  formado  en  una  visión  inicial.  El  místico  suele  escribir ;  a  veces 
dicta;  así  resulta  su  obra  un  trabajo  de  años,  y  a  veces  de  manos 
ajenas.  Los  editores  añaden  después  noticias  biográficas,  y  se 
permiten  elaboraciones  leves. 

En  el  capítulo  tercero  aplica  el  autor  sus  resultados  a  la  lite- 
ratura profética ;  y  encuentra  las  siguientes  características :  El  es- 
tado de  inspiración,  a  veces  éxtasis ;  la  objetividad,  frente  a  la 
subjetividad  creativa  del  poeta;  el  cambio  de  sujeto  es  caracte- 
rístico. Se  transmiten  como  palabra  de  Dios,  fuerte  y  eficaz.  A  ve- 
ces aparecen  otros  personajes.  La  conciencia  de  vocación.  El  ca- 
rácter fragmentario  :  la  fórmula  "habla  Yavé"  basta  para  reunir 
y  dar  unidad  a  elementos  heterogéneos. 

La  conclusión  es :  "Los  llamados  discursos  de  la  literatura 
profética  no  son  tales  discursos,  sino  —  desde  el  punto  de  vista 
psicológico  —  revelaciones  o  audiciones  que  los  profetas  reciben 
de  su  Dios  en  estado  de  inspiración.  Se  convierten  en  discursos 
cuando  son  pronunciados  en  público."  5  Para  la  publicidad  reci- 
ben una  elaboración  estilística;  y  en  la  tradición  literaria  están 
sometidas  a  cambios  y  adiciones. 

Una  consecuencia  importante  de  este  resultado  es  que  los  li- 
bros prof éticos  exigen  criterios  peculiares  de  análisis.  "En  gene- 
ral, en  los  últimos  años  al  analizar  la  tradición  profética,  se  han 
hecho  excesivamente  pequeñas  las  unidades  primitivas.  Se  ha  tra- 
bajado con  una  lógica  y  unos  principios  estilísticos  que  no  tienen 
aplicación  para  las  revelaciones."  Los  siguientes  principios  pue- 
den orientar:  El  cambio  de  sujeto  y  la  relación  de  las  ideas  no 
son  decisivos.  Las  fórmulas  introductorias  son  muy  importantes. 
Los  cambios  de  ritmo  son  criterio  subordinado ;  el  cambio  es  po- 
sible dentro  de  la  misma  unidad.  Las  diversas  formas  estilísticas 
son  fenómeno  psicológico,  no  de  escuela  o  tradición  literaria, 
"gehóren  alie  mit  zum  Apparat  der  Revelationsliteratur". 

En  el  capítulo  4  aplica  el  autor  los  resultados  al  análisis  del 
libro  de  Amos  (págs.  66-97) :  en  total  encuentra  quince  revela- 

5  "Die  sogenannten  Reden  der  prophetischen  Titeratur  sind  an  und  für  sich 
keine  Reden,  sondern,  psychologisch  gesehen,  Revelationen  oder  Auditionen,  die  die 
Propheten  in  inspiriertem  Zustand  von  ihrem  Gott  bekommen  haben,  Reden  werden 
sie  erst,  indem  sie  vor  der  Gffentlichkeit  gebracht  werden"  (pág.  56). 

23.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


342  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 

ciones.  El  capítulo  5  es  un  apéndice  sobre  la  forma  de  los  oráculos 
prof  éticos. 

La  monografía  de  Lindblom  —  ciento  quince  páginas  —  no 
hizo  huella  en  el  campo  de  la  investigación  bíblica;  y  el  autor 
volvió  sobre  el  asunto  años  más  tarde :  The  Character  of  Prophe- 
tic  Literature.  ExpTim  52  (1940-41),  págs.  126-131. 

El  artículo  es  un  mero  recuerdo  del  estudio  olvidado;  única- 
mente subraya  mejor  el  aspecto  literario  de  los  libros  prof  éticos : 
son  formulación  de  lo  inefable,  incluyen  un  trabajo  de  introspec- 
ción posterior  y  de  estilización  consciente.6  Esta  salvedad  me  pa- 
rece muy  importante :  no  siempre  recibe  el  místico  fórmulas  ver- 
bales ya  hechas;  en  concreto,  el  análisis  de  una  parte  de  Isaías 
demuestra  cuánto  hay  de  elaboración  literaria  consciente,  de  tra- 
dición literaria  aceptada.  Precisamente  es  éste  el  aspecto  que  nos 
interesa  en  el  análisis  literario;  así  resulta  que  el  interesante  es- 
tudio de  Lindblom  aporta  menos  al  estudio  verdaderamente  li- 
terario. 

El  mismo  Lindblom  analizó  el  género  literario  de  Is.  24-27, 
distinguiendo  con  rasgos  concretos  entre  el  género  apocalíptico  y 
el  escatológico.  Registraré  dicho  artículo  en  la  parte  siguiente.7 

Otros  autores  han  estudiado  géneros  proféticos  particulares : 
H.  S.  Gehman:  The  "Burden"  of  the  Prophets.  JQR  31  (1940- 
1941),  págs.  107-123.  Analizando  el  título  "massa' intenta  es- 
tablecer el  género  literario;  etimológicamente  sería  "carga,  res- 
ponsabilidad", y  representa  el  género  prof  ético  más  grave.  Creo 
inaceptable  este  método  etimológico  y  su  resultado ;  basten  los 
textos  siguientes  contra  la  teoría  propuesta.  De  Balaam  se  dice 
repetidas  veces  que  "elevó  su  canto"  :  wayyissa'  mesaló,  Nm.  23, 
7;  24,  15.23;  en  4Rg  9,  25  (Jehú  cita  un  oráculo  contra  Ajab) 
leemos :  nasa'  'alaw  hammassa'  hazze.  De  este  uso  verbal  se  de- 
riva el  sustantivo  massa',  que  tiende  a  adoptar  un  sentido  espe- 
cializado, y  permite  a  Jeremías  un  juego  de  palabras,  23,  33-39. 

G.  Fohrer:  Die  Gattung  der  Berichte  über  symbolische 
Handlungen  der  Propheten.  ZAW  64  (1952),  págs.  101-120.  Dis- 
tingue tres  elementos  constitutivos,  mandato  divino,  ejecución 
descrita  o  narrada,  explicación  del  símbolo ;  y  tres  elementos  com- 
plementarios, los  testigos,  Dios  afirma  el  suceso  futuro,  se  explica 


6  L.  c,  pág.  128. 

7  J.  Lindblom:  Die  Jesaja-Apokalypse  Jes.  24-27,  Lund,  1938. 


OTROS  ASPECTOS 


343 


la  relación  entre  el  símbolo  y  el  suceso.  Fohrer  registra  32  ejem- 
plos, señala  sus  elementos,  y  describe  al  final  algunas  caracterís- 
ticas de  cada  elemento. 

Cfr.  A.  van  den  Born:  De  Symbolische  Handelingen  der 
Oud-Testamentische  Profeten.  Utrecht,  1935. 

M.  Sister  :  Die  Typen  der  prophetischen  Visionen  in  der 
Bibel.  MGWJ  (1934),  págs.  399-430.  Más  interesante  como  colec- 
ción de  materiales  que  como  descripción  del  género. 

Ahora  hay  que  añadir  el  importante  libro  de  Claus  Wester- 
mann:  Grundformen  der  prophetischen  Rede,  München,  1960, 
que  establece  sólidamente  una  forma  primitiva  compuesta,  y  des- 
cribe otras  formas  secundarias.  Además  ofrece  una  exposición 
histórica  del  problema,  que  enriquece  y  completa  la  que  yo  he 
ofrecido.  (Véase  mi  informe  en  VD,  1961,  Genera  Htteraria  pro- 
phetica.) 

Empujando  a  segundo  plano  la  predicación  o  parénesis  pro- 
fética,  podemos  distinguir  en  los  oráculos  unos  cuantos  tipos  signi- 
ficativos para  el  análisis  literario:  son  géneros  o  procedimientos, 
de  fronteras  no  muy  precisas,  que  subrayan  el  punto  de  partida 
de  la  inspiración,  incorporado  en  la  forma  final  del  oráculo.  Nom- 
bre, objeto,  experiencia  vital,  acción  simbólica,  visión,  alegoría 
conceptual. 

Nombre:  el  oráculo  se  apoya  en  un  nombre  propio,  y  se  des- 
envuelve como  su  explicación;  ejemplos  clásicos  Is.  8,  1-4  (mhr 
sil  hs  bz);  10,  21  (s'r  yswb) ;  8,  10  fmnw'l);  9,  5  (pl'  y's...); 
Os.  1,  4-9;  2,  24-25  (1'  rhmh,  1'  *my).  El  origen  de  este  procedi- 
miento desborda  nuestro  horizonte  histórico,  es  el  "nomen  ornen", 
los  nombres  hipocorísticos  (una  sentencia  con  el  Dios  como  su- 
jeto, se  reduce  a  breve  nombre;  el  "ornen"  desanda  el  camino 
ampliando  en  sentencia  el  nombre). 

El  procedimiento  invade  otros  oráculos,  aislado  o  en  serie  : 
p.  e.,  Is.  12  (ys'yhw  ?),  10,  28-32  (en  serie,  nombres  propios  de 
ciudades) ;  del  nombre  propio  se  pasa  al  nombre  común  de  un 
objeto,  en  casos  contados  (párrafo  siguiente). 

Además,  el  esquema  nombre-explicación  puede  tender  puentes 
enlazando  miembros  u  oráculos  distantes  (cfr.  el  capítulo  sobre 
Is.  7-12  en  la  Parte  tercera). 

Objeto:  un  objeto  de  la  vida  común,  hace  saltar  la  inspiración 
prof ética.  Ejemplos  clásicos  en  Jr.  1 ;  18;  24;  el  objeto  puede  ser 


344  ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 

percibido  en  sensación  normal,  como  lo  atestigua  explícitamente 
Jr.  18;  no  parece  que  debamos  recurrir  siempre  a  la  visión  pro- 
f ética,  sobre  todo  cuando  se  trata  de  objetos  domésticos;  la  fór- 
mula "Yavé  me  enseñó"  no  exige  en  rigor  una  visión  supra- 
normal. 

Casos  curiosos  en  que  no  es  el  objeto,  sino  su  nombre,  lo  que 
hace  saltar  el  oráculo,  p.  e.,  Jr.  1,  11 ;  Am.  8,  1-2;  el  nombre  co- 
mún, por  un  juego  fonético,  pasa  a  funcionar  como  nombre  pro- 
pio, y  el  objeto  se  hace  oracular  por  su  nombre,  por  una  calidad 
sonora.  Es  de  notar  que  en  ambos  casos  interviene  una  relación 
más  objetiva,  una  determinación  temporal  que  proviene  de  los 
dos  objetos,  y  que  está  registrada  en  sus  nombres  (sqd,  qys). 

En  la  visión  pueden  aparecer  objetos  comunes  o  también  ob- 
jetos extraordinarios.  En  cuanto  a  las  raíces  de  este  procedimien- 
to, son  remotísimas  en  cualquier  cultura,  y  persisten  domesticadas 
en  la  inspiración  poética  sobre  objetos  cotidianos. 

Vivencia:  se  distingue  del  tipo  anterior  por  su  amplitud  y  pro- 
fundidad. Ejemplo  clásico  sería  la  experiencia  matrimonial  de 
Oseas,  escala  de  una  visión  trascendente.  La  vivencia  íntegra  se 
hace  símbolo  por  la  iluminación  superior,  y  después  se  desarrolla 
con  recursos  literarios  de  diferenciación.  Quizá  pertenezca  a  este 
apartado  la  plaga  de  langosta  que  Joel  transformó  en  invasión 
militar  con  rasgos  escatológicos. 

El  objeto  menudo  y  cotidiano  puede  desatar  una  intensa  vi- 
vencia, supuesta  la  orientación  radical  del  profeta;  el  objeto  es 
menudo  detonante  de  una  gran  conflagración. 

La  actuación  política  de  muchos  profetas  se  puede  considerar 
como  experiencia  que  provoca  y  condiciona  el  oráculo. 

Acción  simbólica:  (Véanse  los  artículos  citados.)  Isaías  nos 
ha  dejado  un  ejemplo  en  el  cap.  20;  el  especialista  de  extrañas 
acciones  simbólicas  es  Ezequiel. 

Visión:  el  esquema  de  una  visión,  según  Amos,  sería:  co- 
mienzo narrativo  (el  Señor  me  mostró),  pregunta  divina  (dijo, 
¿  qué  ves  ?),  respuesta  del  profeta  (veo  N),  explicación  divina  con 
anuncio;  algunos  de  los  objetos  o  escenas  contemplados  son  cla- 
ramente visionarios.  Ya  en  Amos  el  esquema  aparece  también 
incompleto,  y  algunos  de  sus  miembros  aparecen  también  en  sen- 
saciones normales. 

En  proceso  de  reducción,  queda  la  escena  visionaria  y  su  ex- 
plicación :  la  visión  presentada  ex  abrupto,  la  explicación  es  el 
hecho  futuro;  a  veces,  el  poeta  expresa  líricamente  su  dolor  o 


OTROS  ASPECTOS 


345 


angustia  ante  la  visión,  interrumpiendo  ex  abrupto  el  movimiento. 
Casos  de  grande  libertad  constructiva,  en  los  que  el  esquema  fun- 
damental todavía  es  reconocible. 

Ejemplos  nítidos  en  Amos  y  Jeremías ;  importantes  por  la  re- 
ferencia en  primera  persona  Habacuc  e  Is.  21 ;  Ezequiel  desarrolla 
el  género  y  se  lo  pasa  a  los  apocalípticos. 

Alegoría:  en  su  forma  pura  suele  ser  muy  intelectual.  El  poeta 
comienza  con  una  ordenación  conceptual  en  serie,  articulada ;  des- 
pués la  traspone  (la  viste,  la  vela)  en  una  serie  imaginativa  que 
corresponde  pieza  a  pieza.  Ezequiel  parece  iniciar  el  procedimien- 
to, cap.  17,  y  los  apocalípticos  hacen  uso  abundante  de  él. 

En  resumen,  Isaías  nos  presenta  un  caso  manifiesto  de  orácu- 
lo por  el  nombre,  8,  1-4,  otro  caso  patente  de  acción  simbólica,  la 
visión  de  la  vocación  propia.  Retiene  y  emplea  con  grande  libertad 
otros  esquemas,  sobre  todo  la  fundamental  dicotomía  símbolo 
(signo,  nombre... )-explicación. 

Del  género  massa'  me  volveré  a  ocupar  más  adelante.  Son  de 
notar  en  el  cuerpo  del  massa'  los  datos  descriptivos  locales,  espe- 
cie de  viajes  literarios  del  poeta  a  zonas  distantes.  La  descripción 
suele  ser  breve,  y  a  veces  no  pasa  de  rápida  caracterización. 

En  resumen,  el  análisis  sistemático  de  los  géneros  literarios 
en  la  literatura  prof ética  parece  un  trabajo  que  comienza  a  rea- 
lizarse (Westermann).  Eissfeldt  concluye  el  párrafo  correspon- 
diente (EinlAT  §  10)  con  una  confesión  de  que  la  realidad  es 
muy  complicada  "die  Wirklichkeit  hier  wie  Sonst  die  Schemata 
überwuchert  und  verdeckt". 


"TOPOI" 

Ernst  Robert  Curtius  es  el  campeón  de  este  trabajo,  que  deno- 
mina análisis  de  "topoi".  Palabra  nueva,  para  evitar  equívocos; 
porque  no  se  trata  exactamente  de  " tópicos".  Curtius  ha  descu- 
bierto muchas  cosas  interesantes  con  su  riguroso  análisis  de  to- 
poi;  pero  Kayser  ha  formulado  mejor  la  teoría  de  semejante 
trabajo : 

Los  topoi  son  " clichés  fijos  o  esquemas  de  pensamiento  y  ex- 
presión", que  constituyen  una  tradición  literaria  (en  el  caso  de 
Curtius,  la  tradición  clásica  latina,  que  continúa  en  el  Medievo 
latino  y  empalma  con  las  literaturas  nacionales).  Son  un  "tesoro 
de  imágenes,  fórmulas  fijas,  modos  de  exposición,  que  se  apren- 


346 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


den  y  que  no  desdeñan  ni  los  mayores  poetas".  Su  conocimiento 
es  indispensable  para  conocer  amplias  zonas  de  la  historia  lite- 
raria; además  sirven  para  establecer  un  terreno  llano  sobre  el 
que  se  destaca  lo  individual. 

Ejemplos  de  topoi :  "puer  senex",  "el  paisaje  ameno  o  idea- 
lizado", "el  libro  como  metáfora". 

De  Curtius  entresaco  unas  cuantas  frases  o  ideas  sueltas : 

"En  la  antigua  disciplina  de  la  retórica  son  los  tópicos  el  almacén  de 
provisiones"  (pág.  89). 

"Los  topoi  reflejan  la  sucesión  de  épocas  espirituales.  En  las  diversas 
épocas  podemos  descubrir  el  hacerse  de  nuevos  topoi.  Éstos  son  índices  de 
cambios  espirituales ;  que  por  ningún  otro  camino  se  podrían  apreciar.  To- 
dos estos  temas  son  atemporales ;  pero  su  expresión  está  condicionada  his- 
tóricamente" (pág.  92). 

"un  topos  que  radica  en  las  profundidades  del  alma  (anciana- joven)" 
(página  115). 

"Una  técnica  de  microscopio  filológico  nos  permitió  descubrir  en  textos 
de  origen  diversísimo  elementos  de  idéntica  estructura,  que  concebimos  como 
constantes  de  expresión  de  la  literatura  europea.  Todos  apuntan  a  una 
teoría  y  práctica  de  la  expresión  literaria  umversalmente  aceptada.  Este 
denominador  común  es  la  retórica"  (pág.  233).8 

Ya  vemos  el  interés  de  este  análisis  aplicado  a  la  Biblia :  ser- 
viría para  establecer  una  tradición  literaria  común,  y  para  trazar 
su  desarrollo.  El  trabajo  aplicado  a  la  Biblia  ofrece  una  dificultad 
y  una  facilidad  peculiar.  La  facilidad  es  lo  limitado  del  campo 
y  la  existencia  de  instrumentos  aptos  de  trabajo,  como  concor- 
dancias y  diccionarios.  La  dificultad  consiste  en  que  no  tenemos 
aún  una  cronología  exacta  de  los  monumentos  literarios. 

No  se  piense  que  una  investigación  semejante  sea  cosa  nueva 
en  el  campo  bíblico ;  elementos  dispersos  abundan  en  comentarios, 
teologías  bíblicas,  diccionarios  teológicos  y  obras  similares.  Lo 

8    "Im  antiken  Lehrgebáude  der  Rhetorik  ist  die  Topik  das  Vorratsmagazin." 

"Sie  spiegeln  die  Abfolge  seelischen  Epochen  wieder...  wir  kónnen  an  ihnen  das 
Werden  neuer  topoi  beobachten...  Jene  topoi  sind  Anzeichen  einer  veránderten  See- 
lenlage;  Anzeichen  die  auf  keine  andere  Weise  greifbar  sind...  Alie  diese  Themen 
sind  zeitlos...  Historisch  bedingt  ist  aber  der  Stil  der  Aussage." 

"Ein  topos...  dass  er  in  Tiefenschichten  der  Seele  wurzelt. " 

"Eine  Technik  philologischen  Mikroskopieren  erlaubte  uns,  in  Texten  verschie- 
denster  Herkunft  Elemente  von  identischer  Struktur  aufzudecken,  die  wir  ais  Aus- 
druckskonstanten  der  europáischen  Literatur  auffassen  durften.  Sie  wiesen  auf  eine 
allgemeine  und  allverbreitete  Theorie  vmd  Praxis  des  literarischen  Ausdrucks  hin. 
Ein  solcher  Generalnenner  ist  die  Rhetorik  gewesen." 


OTROS  ASPECTOS 


347 


nuevo  sería  el  estudio  sistemático  y  consciente  del  procedimiento.9 
El  estudio  que  he  hecho  en  el  capítulo  anterior,  sobre  las  imá- 
genes de  agua  y  de  montes,  está  muy  emparentado  con  el  pre- 
sente; incluso  se  desliza  un  poco  en  el  terreno  actual.  Pero  el 
tema  era  allí  más  genérico,  y  le  faltaba  la  fijeza  propia  de  los 
topoi. 

Por  eso  creo  conveniente  hacer  aquí  una  muestra  de  seme- 
jante análisis. 

Este  estudio  tiene  estrecha  relación  con  el  análisis  de  lo  que 
llama  A.  Robert  "procedimiento  antológico"  (DBS  V  411-17). 
Si  en  la  definición  de  Robert  los  límites  son  más  estrechos  "con- 
siste en  emplear  de  nuevo,  literal  o  equivalentemente,  palabras  o 
fórmulas  de  escritos  anteriores",  en  la  aplicación  los  límites  se 
amplían.  La  palabra  "antológico"  sugiere  una  colección,  es  decir 
que  sólo  existe  reiterado;  en  este  sentido  serían  típicos  los  capí- 
tulos 50-51  de  Jeremías  y  gran  parte  de  Zacarías.  En  cambio  el 
"topos"  o  rasgo  tópico  puede  encontrarse  suelto  y  sin  compañía. 

El  análisis  estadístico  de  las  palabras  usadas  en  una  perícopa, 
para  determinar  el  género,  época,  escuela  a  que  pertenece,  ha  sido 
realizado  en  varios  sectores.  Da  una  primera  impresión  de  exac- 
titud matemática,  pero  puede  llevar  a  resultados  no  significativos 
como  cualquier  método  estadístico  sobre  factores  espirituales ; 
además  puede  hacerse  totalmente  desligado  del  valor  estilístico, 
atendiendo  sólo  a  la  cantidad;  cuando,  como  dice  B.  Snell,  "la 
dimensión  específica  de  lo  espiritual  es  la  intensidad". 

Por  ello,  he  preferido  establecer  mi  análisis  en  la  zona  de  los 
"topoi",  más  significativos  con  frecuencia  que  las  meras  palabras, 
coincidentes  muchas  veces  con  las  fórmulas  sólo  que  con  mayor 
alcance,  y  acreditados  sistemáticamente  en  otras  literaturas. 

El  capítulo  13  es  el  primer  oráculo  contra  las  gentes  en  el  libro 
de  Is.  (Según  los  comentadores  no  es  de  Isaías ;  a  la  primera  nos 
sale  al  paso  la  dificultad  antes  confesada.)  Este  poema  tiene  dos 
partes :  una  más  genérica,  Yavé  y  su  día ;  otra  más  concreta,  los 
Medos  y  Babel.  La  primera  se  divide  en  dos  temas  o  motivos : 
el  ejército  de  Yavé,  el  día  de  Yavé.  Un  ejército  es  o  puede  ser  un 
"tema"  literario;  el  ejército  concreto  de  Yavé  es  un  "motivo", 
que  puede  convertirse  en  "topos",  o  manejar  "topoi"  en  su  des- 

9  H.  Hatzfeld  dedica  el  capítulo  VIII  al  "Motivo  estilístico";  divide  el  ca- 
pítulo en  cinco  grandes  apartados:  Motivos  mitológicos;  El  motivo  Naturaleza  en  lo 
moderno;  El  espacio  y  el  tiempo  como  motivos;  La  vida  y  la  muerte  como  motivos; 
La  santidad  y  el  pecado  como  motivos.  En  total,  74  números  registrados. 


348 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


arrollo.  El  "motivo"  del  ejército  de  Yavé  está  desarrollado  con 
algunos  " rasgos"  tópicos,  como  son  la  leva  y  el  estruendo.10  Co- 
mencemos el  análisis  por  el  "rasgo  tópico"  de  la  leva: 

Is.    5,  26    "Alzará  pendón  a  un  pueblo  remoto,  silbará  hacia  el  confín  de 

[la  tierra." 

11,  10    "La  raíz  de  Isaí,  erguida  como  estandarte  de  los  pueblos,  hacia 

[ella  acudirán  las  naciones." 
11,  12    "Alzará  pendón  a  las  naciones;  congregará  los  dispersos  de 

[Israel." 

13,    2    "  Sobre  un  monte  pelado  alzad  bandera,  levantad  la  voz, 

agitad  la  mano :  que  entren  por  las  puertas  de  los  príncipes. " 

18,    3    "Todos  los  que  habitáis  el  orbe,  los  que  moráis  en  la  tierra: 
al  alzar  la  bandera  en  los  montes,  mirad: 
al  sonar  la  trompeta,  escuchad." 

30,  17    "hasta  quedar  como  un  pino  en  la  cumbre  de  un  monte, 

[como  pendón  en  un  collado". 

31,  9    "Su  piedra,  de  miedo,  pasará;  se  espantarán  de  la  bandera  los 

[príncipes." 

49,  22    "Atención:  Alzaré  a  los  pueblos  mi  mano,  levantaré  a  las  na- 

ciones mi  estandarte;  y  vendrán  tus  hijos." 
62,  10    "Alzad  pendón  a  las  naciones; 

mirad  que  Yavé  se  hará  oír  hasta  el  confín." 
Jr.  4,    6    "Anunciadlo  en  Judá,  hacedlo  oír  en  Jerusalén; 

tocad  la  trompeta  en  la  tierra,  clamad  a  plena  voz,  decid: 
congregaos  y  entremos  en  las  ciudades  amuralladas. 
Alzad  pendón  hacia  Sión;  huid,  no  estéis  parados." 
4,  21    "¿hasta  cuándo  habré  de  ver  la  bandera, 

[habré  de  escuchar  la  voz  de  la  trompeta?" 

50,  2   "  Sobre  el  muro  de  Babel  alzad  bandera ;  apretad  la  vigilancia ; 

[plantad  vigilantes,  colocad  emboscadas." 

51,  12   "Anunciadlo  a  las  gentes,  pregonadlo, 

alzad  bandera,  no  lo  calléis,  decid: 

Conquistada  Babel,  avergonzado  Bel,  quebrantado  Marduk." 
51,  27    "Alzad  bandera  en  la  tierra,  tocad  la  trompeta  a  los  pueblos; 
consagrad  contra  ella  los  pueblos,  convocad  contra  ella  los 

[reinos." 

He  aquí  el  material  reunido:  lo  encontramos  concentrado  en 
dos  libros  proféticos ;  repartido  por  todas  las  secciones  de  Isaías : 
sección  primera,  libro  de  Emanuel,  libro  de  los  massa'ót  (falta 
en  24-27),  en  la  sección  quinta,  en  40-55,  en  la  última;  y  lo  en- 
contramos reunido  en  dos  zonas  de  Jr. :  la  amenaza  del  castigo 
futuro  al  principio,  el  oráculo  contra  Babel  al  fin.  En  pasajes  de 


io  Para  la  distinción  de  estos  conceptos:  "tema,  motivo,  rasgo",  cfr.  Kayser, 
páginas  59-64.  A  continuación  analiza  un  motivo,  "la  noche",  en  cuatro  poemas  (pá- 
ginas 64-71).  E^n  el  siguiente  apartado  trata  del  leitmotiv,  el  topos  y  el  emblema 
(páginas  71-77). 


OTROS  ASPECTOS 


349 


otros  profetas,  donde  se  podía  esperar  el  rasgo  tópico,  no  se  en- 
cuentra. Esto  nos  dice  que  el  rasgo  no  entra  en  la  tradición  lite- 
raria general,  sino  se  queda  en  una  tradición  restringida.  Isaías 
y  sus  imitadores;  no  tradición  general,  sino  tradición  de  escuela. 

El  sujeto  de  esta  leva  es  casi  siempre  Yavé,  o  por  encargo 
suyo;  por  esto,  cuando  no  está  nombrado — 11,  10;  18,  3  —  es 
legítimo  suponerlo;  en  cambio  para  Jeremías  el  sujeto  no  está 
definido.  El  sentido  teológico  es  más  claro  en  Is. 

El  complemento  son  los  enemigos  de  Israel,  de  Babel,  los  dis- 
persos de  Israel,  los  espectadores.  Aquí  difieren  netamente  Is.  1 1  ; 
49 ;  62:  el  rasgo  tópico  recibe  una  aplicación  nueva. 

En  cuanto  a  la  forma:  comprobamos  que  responde  a  una  ob- 
servación real  de  la  vida  militar ;  son  los  dos  tipos  de  señales,  vi- 
sual y  auditiva,  estandarte  y  trompeta,  mano  y  gritos ;  mano  y 
gritos  son  las  señales  visual  y  auditiva  de  la  vida  cotidiana,  tam- 
bién usadas  en  la  vida  militar.  La  estilización  perfecta  pedirá  un 
paralelismo  de  dos  datos,  visual  y  auditivo;  lo  demás  serán  va- 
riantes menos  estilizadas.  La  forma  militar  pura  la  encontramos 
en  Is.  18,  3;  Jr.  5,  21;  51,  27.  Los  demás  son: 


Is. 

5,  26 

estandarte 

—  silbo 

visual-auditivo 

11,  10.11 

estandarte 

visual  sólo 

13,  2 

bandera  — 

-  grito  —  mano 

visual-audit-visual 

49,  22 

mano  —  estandarte 

visual-visual 

62,  10 

pendón  — 
pregón  — 
estandarte 

se  hace  oír 

visual-auditivo 

Jr. 

4,  5.6 

trompeta  —  grito 

audit-audit-audit 
visual 

50,  2 

anuncio  — 

pregón 

audit-audit 

bandera  — 

•  decid 

visual-auditivo 

51,  12 

bandera 

visual  sólo 

Aunque  el  material  no  es  muy  abundante,  podemos  apreciar  algu- 
nas diferencias :  los  dos  casos  claros  de  Is.  sobrios  y  estilizados ; 
en  los  otros  predomina  lo  visual ;  en  los  ejemplos  de  Jer.  hay  una 
insistencia  en  lo  auditivo  verbal,  necesidad  y  afán  de  expresión,  y 
en  el  caso  más  puro  (y  auténtico),  4,  21,  hay  una  irrupción  sub- 
jetiva lírica  muy  notable. 

Resumamos  algunas  observaciones,  todavía  de  base  estrecha : 

a)  Diversidad  estilística  de  Is.  y  Jr. :  Isaías  y  su  escuela  son 
más  sobrios,  más  estilizados ;  Jeremías  se  entrega  a  una  agitación 
lírica  más  inmediata. 

b)  Dependencia  imitativa  de  Jeremías  en  los  motivos,  aplica- 
ción distinta. 


350 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILISTICOS 


c)  Cambio  de  pensamiento  en  los  tres  pasajes  Is.  11;  49;  62. 

Teológicamente  es  interesante  11,  10:  el  renuevo,  la  raíz  se 
convierte  en  estandarte;  la  imagen  adquiere  categoría  de  símbolo 
trascendente.  Poéticamente  es  interesante  Is.  30,  17,  aplicación 
completamente  nueva  y  eficacísima  de  la  imagen  sabida. 


En  el  "día  de  Yavé"  o  en  otra  gran  calamidad,  aparecen  los 
datos  tópicos :  invitación  al  llanto,  desfallecer  de  manos  y  rodi- 
llas, dolores  como  de  parturienta.  Cualquiera  de  estos  rasgos,  o 
su  agrupación,  sirven  para  un  análisis  de  "topoi". 

Is.  13,    6    "Gemid,  que  está  cerca  el  día  de  Yavé; 

como  desolación  del  Excelso  vendrá. 
Todas  las  manos  desfallecerán;  los  corazones  humanos  des- 

[  mayarán ; 

ansias  y  apreturas  les  tomarán ;  como  parturienta  se  retor- 
cerán. " 

14,  31    "Gime,  puerta;  grita,  ciudad;  languidezca  la  Filistea  entera." 

15,  2-3.8;  16,  7    "Por  Nebo  y  por  Madaba  gima  Moab..." 

23,    1-14    "Gemid,  naves  de  Tarsis,  que  vuestro  puerto  ha  dejado  de 

[existir" 

5  "cuando  se  oiga  en  Egipto,  se  retorcerán  por  la  noticia  de 

6  "pasad  a  Tarsis,  gemid,  habitantes  de  las  islas".  [Tiro" 
65,  14    "Vosotros  gritaréis  con  aflición  de  corazón, 

[con  quebranto  de  espíritu  gemiréis" 
Jr.    4,    8    "Vestios  de  saco,  llorad  y  gemid... 

Desfallecerá  el  corazón  del  rey,  y  el  corazón  de  los  príncipes ; 
se  consternarán  los  sacerdotes,  se  pasmarán  los  profetas." 
25,  34    "Gemid,  pastores,  y  gritad;  revolcaos,  mayorales  de  la  grey." 
36    "Voz  de  gritos  de  pastores,  gemidos  de  los  mayorales  de  la 

[grey." 

47,  2    "gritará  el  hombre  y  gemirá  todo  habitante  de  la  tierra". 

48,  20.31.39    (como  Isaías  15  y  16). 

49,  3    "Gime,  Hesebón,  porque  viene  la  desolación;  gritad,  hijas 

ceñios  de  saco,  llorad,  vagad  por  las  majadas."    [de  Rabat ; 
Ez.  21,  17    "grita  y  gime,  hijo  de  hombre,  porque  viene  sobre  mi  pueblo... 
hiere  tus  muslos,  bate  palma  con  palma". 
11    "Y  tú,  suspira  con  quebranto  de  lomos,  suspira  de  amargura 

[a  sus  ojos ; 

desfallecerá  todo  corazón,  languidecerán  las  manos, 
decaerá  todo  espíritu,  se  aflojarán  las  rodillas." 
30,    2    "Gemid:  ay  de  este  día,  porque  se  acerca  el  día  de  Yavé." 
Joel    1,  11    "Avergonzaos,  labradores;  gemid,  viñadores. " 

1,    5    "Despertaos,  borrachos,  y  llorad;  gemid  ios  que  bebéis  vino." 
1,  13    "  Ceñios  y  llorad,  sacerdotes ;  gemid,  ministros  del  altar ; 
venid  y  pernoctad  en  sacos,  ministros  de  mi  Dios." 
14    "Santificad  el  ayuno,  convocad  la  asamblea, 

reunid  a  los  ancianos,  todos  los  habitantes  de  la  tierra, 


OTROS  ASPECTOS 


351 


a  la  casa  de  Yavé,  vuestro  Dios,  y  clamad  a  Yavé : 

Ay  de  aquel  día,  porque  está  cerca  el  día  de  Yavé." 
2,  15    "Tocad  la  trompeta  en  Sión,  santificad  el  ayuno,  convocad 

congregad  al  pueblo,  santificad  la  corporación,    [la  asamblea; 

reunid  a  los  ancianos,  congregad  a  los  niños, 

salga  el  esposo  de  su  cámara,  la  esposa  de  la  alcoba ; 

entre  el  pórtico  y  el  altar  lloren  los  sacerdotes." 
Mic.  1,    8    "Por  eso  lloro  y  gimo,  camino  descalzo  y  desnudo; 

hago  llanto  como  de  chacal,  aflicción  como  de  crías  de 
Sof.    1,  11    "Gemid,  moradores  de  la  Muela,  porque..."  [avestruz." 
Zac.  11,    2    "Abre,  Líbano,  tus  puertas,  devore  el  fuego  tus  cedros; 

gime,  ciprés,  que  ha  caído  el  cedro,  que  son  abatidos  los 

[proceres ; 

gemid,  encinas  de  Basán,  que  ha  caído  la  selva  impenetrable. 
Oíd  gemidos  de  pastores,  que  han  sido  asoladas  tus  riquezas, 
oíd  rugidos  de  leones,  que  ha  sido  asolada  la  gloria  del  Jordán." 


Estos  ejemplos  representan  un  material  selecto  y  abundante 
(trataré  aparte  la  comparación  tópica  "dolores  como  de  partu- 
rienta"). 

Los  ejemplos  de  Isaías  están  concentrados  en  los  oráculos  con- 
tra las  naciones ;  a  primera  vista  podría  parecer  una  participación 
del  profeta,  compadecido  de  la  desgracia;  a  segunda  vista  pre- 
domina la  impresión  de  fórmula  literaria;  llega  a  la  máxima  rei- 
teración en  los  oráculos  contra  Moab  de  Is.  y  Jr.  (sobre  su  autor 
y  origen  nada  cierto  sabemos). 

Dada  la  abundancia,  se  puede  hablar  de  una  verdadera  tradi- 
ción literaria  profética ;  fórmulas  aplicables  a  diversas  ocasiones : 
amenazas,  invitación  a  la  penitencia.  En  cuanto  a  la  forma,  Is.  14, 
31  y  23,  1  se  distinguen  por  la  sobriedad;  Jr.  aumenta  los  signos 
de  dolor;  Ez.  los  multiplica;  Joel  prolonga  los  preparativos  para 
el  llanto  colectivo  (¿una  fiesta  litúrgica?).  Miqueas  es  original 
en  la  comparación  de  los  gemidos  con  el  aullar  de  chacales  y  aves- 
truces. Fuerza  particular  tiene  el  invitar  al  llanto  a  criaturas  in- 
animadas:  Is.  14,  31  las  puertas,  Is.  23  las  naves;  Zac.  toda  una 
serie  vegetal,  que  culmina  en  ese  magnífico  paralelismo  final  "ge- 
midos de  pastores  —  rugidos  de  leones" ;  los  cinco  miembros  en 
la  enumeración  de  Zacarías  superan  con  el  vigor  original  el  pe- 
ligro de  diluirse  en  la  reiteración. 

En  resumen,  este  "topos"  muestra  una  más  amplia  tradición 
literaria,  con  libertad  individual  en  la  aplicación  y  desarrollo ; 
los  caracteres  estilísticos  de  los  diversos  autores  resultan  menos 
marcados ;  al  mismo  tiempo  la  cuestión  de  autenticidad  recurre 
con  frecuencia. 


352 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


Tomemos  la  comparación  de  la  parturienta : 

Is.  13,    6    "Todas  las  manos  desfallecerán;  los  corazones  humanos  des- 

[mayarán ; 

ansias  y  apreturas  les  tomarán;  como  parturienta  se  retor- 

21,  3    "por  eso  se  han  llenado  mis  lomos  de  dolores;  [cerán." 

ansias  me  han  tomado,  como  ansias  de  parturienta". 
26,  17    "Como  la  mujer  encinta,  al  acercarse  el  parto, 

se  retuerce  y  grita  en  sus  dolores, 
así  estamos  ante  ti,  Yavé : 

concebimos,  padecimos,  dimos  a  luz  viento ; 

no  dimos  salvadores  a  la  tierra,  habitantes  al  orbe." 
42,  14    "Desde  antiguo  callé,  me  hice  mudo,  aguanté; 

como  parturienta  sollocé,  jadeaba  y  resollaba." 
Jr.    6,  24    "  Oímos  la  noticia :  se  debilitaron  nuestras  manos ; 

ansias  nos  tomaron,  retorcerse  como  de  parturienta." 

22,  23  "Cómo  gemirás  al  llegarte  las  ansias,  torturas  como  de  par- 
30,    6    "Preguntad  y  mirad  si  da  a  luz  el  varón:  [turienta." 

pues  veo  a  todos  los  hombres  con  las  manos  en  los  lomos, 
como  parturientas;  los  rostros  demudados  y  verdosos." 

49,  24    "  Damasco,  acobardada,  se  vuelve  para  huir :  el  pánico  la  ate- 

ansias  y  torturas  la  toman,  como  de  parturienta."  [naza; 

50,  43    "Oyó  el  rey  de  Babel  la  noticia;  se  le  aflojaron  las  manos; 

ansias  le  tomaron,  como  retorcerse  de  parturienta." 
Mic.  4,    9    "pues  te  tomaron  dolores  como  de  parturienta, 

te  afliges  y  dueles,  hija  de  Sión,  como  parturienta." 


Otra  vez,  el  material  está  restringido  a  una  escuela  literaria, 
recogido  en  dos  libros  más  un  pasaje  de  Mic.  (hay  que  notar  los 
pasajes:  ninguno  cierto  de  Isaías,  dos  discutidos  de  Jeremías). 

La  forma  es  bastante  constante ;  en  general,  sobria  y  estilizada. 
Hay  algunas  variaciones  significativas : 

Is.  13         importan  mucho  los  verbos,  por  su  posición  y  forma  enfática. 

21         perfectamente  estilizada;  inserta  en  una  serie  enumerativa. 

26         en  forma  de  comparación,  con  aplicación  nueva  y  vigorosa. 

42        con  acumulación  de  verbos;  vigoroso  realismo. 
Jr.    6,  50   muy  estilizadas,  sin  novedad  particular. 

22,  49    leves  variantes  sin  especial  valor. 

30        completamente  original :  el  poeta  irrumpe  con  una  interroga- 
ción; la  imagen  conocida  se  hace  nueva  y  sorprendente;  li- 
rismo original. 
Mic.   4        más  bien  vulgar. 


Oseas  ofrecía  un  desarrollo  distinto,  comparación  de  fuerte 
realismo:  13,  13  "Dolores  de  parto  vendrán  sobre  él;  de  hijo 
necio,  que  a  su  tiempo  no  sabe  ponerse  a  la  matriz  de  los  hijos." 


OTROS  ASPECTOS 


353 


En  resumen,  comprobamos  la  persistencia  de  una  fórmula  y 
la  libertad  de  los  escritores  aun  dentro  de  una  tradición ;  Jeremías 
se  ha  descubierto  en  uno  de  los  pasajes;  también  Oseas  en  su 
fuerte  imagen  sexual;  quizás  el  autor  de  Is.  42,  en  su  acumula- 
ción expresiva;  mientras  Miqueas  muestra  falta  de  personalidad 
literaria. 

El  trabajo  podría  continuar,  porque  los  "topoi"  abundan  en  la 
literatura  profética;  por  ahora  bastan  las  muestras  presentadas. 

VALORES  ESTILÍSTICOS  DE  LA  MORFOLOGÍA 
Y  SINTAXIS 

Éste  es  un  campo  de  investigación  que  puede  ser  muy  fructí- 
fero. Winkler  y  su  discípulo  Seidler  11  trabajan  en  esta  dirección, 
procurando  establecer  principios  o  "valores"  generales  para  las 
diversas  formas  de  la  sintaxis  y  morfología :  p.  e.,  el  verbo,  el 
adjetivo,  el  abstracto,  las  conjunciones ;  también  Cressot  dedica 
una  buena  parte  de  su  estudio  a  estas  categorías.12  Recordemos  la 
frase  de  Spitzer  "  Sintaxis  y  gramática  no  son  más  que  estilística 
congelada"  ;13  añadamos  por  nuestra  cuenta  "que  se  puede  des- 
helar otra  vez  en  estilística". 

Éste  es  el  sentido  de  los  siguientes  bocetos  o  pruebas  de  aná- 
lisis. Mi  artículo  ya  citado  sobre  la  partícula  "hinne"  es  un  ejem- 
plo de  este  trabajo. 

La  frase  hebrea  consta  con  muchísima  frecuencia  de  un  verbo, 
un  sustantivo,  un  complemento  variable ;  sin  contar  las  partículas. 
Recordemos  a  este  propósito  el  predominio  de  la  fórmula  rítmi- 
ca 3  +  3,  enraizada  en  la  contextura  sintáctica  hebrea.  Cuando  se 
quiebre  la  proporción,  tenemos  derecho  para  analizar  el  caso  con- 
creto :  estaremos  en  presencia  de  un  estilo  o  de  una  frase  nominal 
o  verbal,  con  valor  estilístico.14 

Los  casos  son  muy  fáciles  de  encontrar,  porque  la  acumulación 

ii  E.  Winkler:  Grundlegung  der  Stilistik,  Bielefeld-Leipzig,  1929;  H.  Seid- 
LER:  Allgemeine  Stilistik,  Góttingen,  1953. 

\2    M.  Cressot:  Le  Style  et  ses  techniques,  (PUF),  Farís,  1951. 

13  "Syntax,  ja  Gramraatik  sind  nichts  ais  gefrorene  Stilistik",  Stilstudien  II, 
página  517. 

14  La  distinción  "estilo  nominal  -  estilo  verbal"  es  importante  en  estilística  mo- 
derna. En  la  literatura  profética  no  creo  que  se  puedan  establecer  estilos  personales 
en  cuanto  a  dicho  aspecto;  pero  sí  se  pueden  destacar  versos  marcados,  incluso  algún 
poema  con  predominio  verbal  o  nominal,  o  con  movimiento  en  cualquier  dirección. 


354 


ANÁLISIS  DE  PROCEDIMIENTOS  ESTILÍSTICOS 


se  hace  en  seguida  llamativa.  P.  e.,  el  canto  de  los  serafines,  en 
ocho  palabras  tiene  un  solo  verbo,  y  éste  en  forma  dudosa,  quizás 
infinitivo  nominal.  El  verso  8,  15  es  una  clara  acumulación  verbal. 
Es  muy  interesante  el  movimiento  verbal  de  8,  7c.  8.  Cfr.  pág.  387. 

Los  adjetivos  son  muy  raros  en  hebreo,  por  eso  tienen  especial 
valor  ("pequeño"  y  "grande"  son  los  más  frecuentes  y  los  más 
pobres).  Son  notables  los  dos  adjetivos  aplicados  a  las  aguas  del 
Éufrates,  8,  7;  el  gran  banquete  de  25,  6  prodiga  los  adjetivos; 
muy  notables  los  tres  adjetivos  de  la  "espada"  en  27,  1. 

El  pronombre  relativo  nos  sirve  a  nosotros  como  ligadura 
sintáctica,  para  evitar  repeticiones ;  los  hebreos  utilizan  poco  esta 
función  sintáctica  del  relativo.  Sus  dos  usos  principales  son  para 
añadir  una  oración  predicativa  o  una  oración  atributiva;  como 
los  términos  son  algo  difíciles,  podemos  decir  "con  función  adi- 
tiva o  restrictiva" ;  o  sea,  como  el  adjetivo,  que  puede  añadir  algo 
al  sustantivo  o  simplemente  limitar  su  extensión.  En  castellano 
distinguimos  este  doble  uso  poniendo  o  no  la  coma.  Es  natural 
que  el  estudio  de  las  oraciones  de  relativo  en  diversos  autores  nos 
puede  revelar  rasgos  estilísticos  propios. 

Isaías  emplea  bastante  la  proposición  relativa  para  añadir  una 
caracterización  del  objeto ;  especie  de  epíteto  desarrollado : 

31,    9    "Yavé,  que  tiene  un  horno  en  Sión." 
5,  28    "los  enemigos...  cuyas  saetas  están  aguzadas  y  los  arcos  tensos". 

30,  13    "grieta  en  muro  alto,  saliente,  suspendida, 

que  súbito  de  repente  se  desmorona". 
18,    2    "al  pueblo,  cuya  tierra  surcan  los  ríos". 

En  algún  caso  la  oración  de  relativo  amplía  la  descripción,  como 
en  el  fragmento  homérico  31,  4,  o  en  la  comparación  del  libro 
sellado  29,  11.  Por  el  contrario,  es  notable  la  concentración  de 

31,  6  "sübü  le'aser  he'miqü  sara",  cuya  traducción  literal  sería: 
"convertios  al  que  ahondáis  la  rebeldía".  En  general,  a  Isaías  le 
gustan  poco  las  oraciones  relativas  casi  tautológicas,  con  un  poco 
de  énfasis:  "los  ídolos,  que  hicieron  sus  manos,  sus  dedos..." 
2,  8.20;  17,  8;  28,  20;  31,  7  (fórmula  tópica).  Tampoco  le  gustan 
las  oraciones  relativas  con  valor  restrictivo  o  determinativo.15 

15    Entre  los  pocos  casos  de  oración  relativa  determinativa  señalo: 
7,  23.25    "todos  los  sitios  en  que...  todos  los  montes  en  que..." 
7,  18        en  busca  de  la  onomatopeya. 
11,  11. 16    también  con  un  juego  sonoro  muy  patente. 
14,  35  19,  15;  27,    1;  22,  25. 
Muchos  de  estos  casos  están  en  secciones  que  la  mayoría  de  los  comentaristas 
consideran  no  auténticos  de  Isaías. 


OTROS  ASPECTOS 


355 


Es  decir,  en  el  uso  del  relativo  muestra  Isaías  su  poca  afición 
al  énfasis  retórico,  poco  afán  de  añadir  precisiones :  prefiere  la 
breve  caracterización  descriptiva. 

Las  oraciones  de  relativo  de  Jeremías  buscan  más  la  explica- 
ción, como  si  el  término  ya  enunciado  no  bastase;  estilo  menos 
conciso  y  robusto,  algo  insistente,  moroso : 

2,  13  "cisternas  rajadas,  que  no  pueden  contener  el  agua". 
7,  11    "esta  casa,  sobre  la  que  se  ha  invocado  mi  nombre". 

14    "esta  casa,  en  que  vosotros  confiáis;  y  esta  tierra,  que  di  a  vues- 
tros padres". 

13,    3    "la  faja  que  compraste,  que  llevas  a  la  cintura",  etc. 

En  Ezequiel  son  mucho  más  frecuentes  las  formas  casi  tauto- 
lógicas —  insistencia  retórica,  énfasis  patético  — ;  también  abun- 
dan las  formas  determinativas  —  preocupación  por  aclarar  y  ex- 
plicar, tendencia  intelectual  refleja,  poca  inspiración  poética  — ; 
es  muy  frecuente  la  forma  indeterminada  "quoscumque,  quisquís, 
quod  dixero...",  en  la  que  el  valor  estilístico  se  ha  perdido  o  con- 
vertido en  forma  gramatical  :16 

1,  25    "el  firmamento  que  estaba  sobre  sus  cabezas". 

2,  3    "al  pueblo  rebelde,  que  se  ha  rebelado  contra  mí". 

8    "escucha  lo  que  yo  dijere,  come  lo  que  yo  te  diere". 

3,  6    "un  pueblo  de  lengua  oscura  y  extraña...  cuyas  palabras  no  en- 
10    "mis  palabras,  las  que  yo  te  diga".  [tiendes". 

6,    9    "se  acordarán  de  mí  en  los  pueblos  en  que  estarán  cautivos; 

porque  quebrantaré  su  corazón  fornicario,  que  se  apartó  de  mí". 

Los  demás  profetas  usan  la  oración  relativa  más  bien  para 
aclarar  o  determinar;  es  notable  el  desarrollo  de  Mic.  5,  7  "como 
cachorro  que..."  parecido  al  de  Is.  31,  4. 

Este  análisis  estilístico  montado  sobre  categorías  gramaticales 
tiene  la  gran  ventaja  de  la  exactitud :  no  lleva  peligro  de  vague- 
dades o  de  apreciaciones  subjetivas,  radica  en  el  lenguaje,  permite 
el  método  comparativo. 

En  este  capítulo  he  presentado  unas  muestras  escuetas.  En  el 
análisis  de  unidades  tendré  en  cuenta  estas  observaciones  y  otras 
semejantes. 


16  De  donde  proviene  también  el  que  las  oraciones  de  relativo  sean  más  abun- 
dantes en  Ezequiel  que  en  otros  profetas.  Hay  que  recordar  la  abundancia  de  ora- 
ciones de  relativo  con  valor  predicativo  en  el  estilo  deuteronomístico. 


Tercera  Parte 
ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


24.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


INTRODUCCIÓN 


En  esta  última  parte  de  mi  libro  intento  la  explicación  de  uni- 
dades poéticas,  según  sus  razones  literarias.  El  terreno  se  en- 
cuentra dentro  de  Is.  1-35. 

En  el  capítulo  sobre  las  estructuras  me  he  referido  a  las  teo- 
rías que  niegan  la  posibilidad  de  mi  trabajo;  allí  mismo  he  jus- 
tificado mi  posición.1 

Autores  alistados  en  la  escuela  llamada  de  ''crítica  literaria"* 
han  ejercitado  su  ingenio  mostrando  que  en  cualquier  capítulo 
de  lo  que  ha  llegado  a  nosotros  como  " libro  de  Isaías",  se  en- 
cuentran piezas  y  fragmentos  de  diversa  cualidad,  incoherentes, 
mal  encajados.  Yo  quisiera  ejercitar  el  mío  descubriendo  o  seña- 
lando la  figura  que,  con  sus  colores  diversos,  componen  esas  pie- 
zas de  mosaico.  El  gozo  y  triunfo  de  dichos  autores  era  dividir 
y  eliminar  piezas;  el  mío  será  poder  dar  razón  de  su  encaje  y  po- 
sición en  la  unidad  poética.2 


1  La  controversia  sobre  la  tradición  oral  puede  resumirse  en  estas  obras: 

E).  Nielsen:   Oral  Tradition:  a  Modern  Problem  in  OT  Introduction   (Studies  in 

Biblical  Theology  n),  London,  1954. 
G.  Widengren:  Literary  and  Psychological  Aspeéis  of  the  Hebrew  Prophets,  Upp- 

sala,  1948. 

J.  Laessoe:  Literacy  and  oral  Tradition  in  Ancient  Mesopotamia.  Scripta  Joanni 

Pedersen  dicata,  págs.  205-19. 
A.  H.  J.   Gunneweg:  Mündliche  und  schriftliche  Tradition  der  vorexilischen  Pro- 

pheten  ais  Problem  der  neneren  Prophetenforschung,  FRIyANT  73  (1958). 

Dos  insisten  en  la  importancia  de  la  escritura  en  tiempos  antiguos:  Widengren 
aduce  especialmente  datos  de  la  literatura  árabe;  Laessoe  de  la  literatura  acádica. 
Sus  argumentos  no  han  recibido  respuesta  convincente.  Gunneweg  muestra  cómo  las 
relaciones  cúlticas  de  los  profetas  exigen  una  tradición  escrita. 

2  Para  el  análisis  literario  lo  que  cuenta  en  último  término  es  la  obra  literaria. 
La  previa  gestación,  la  ocasión  vital  de  las  diversas  partes  o  elementos,  son  datos 
interesantes  para  explicar  er  resultado  final.  Sabemos  que  Schumann  empleó  un  frag- 
mento previo  como  movimiento  de  su  concierto  en  la  menor  para  piano  y  orquesta. 
Si  Schumann  hizo  el  empalme,  es  que  descubrió  una  razón  musical  capaz  de  unificar 
los  elementos.  Un  musicólogo  puede  legítimamente  analizar  los  tres  movimientos  del 


360 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Creo  que  la  razón  artística  tiene  derecho  a  ser  atendida,  cuan- 
do se  analizan  seres  que  son  obras  artísticas.3  Después  de  este 
esfuerzo,  resultará  a  veces  que  las  unidades  poéticas  son  pequeñas 
y  no  bien  ordenadas. 

En  la  segunda  parte  de  la  tesis  hay  páginas  que  preparan  el 
trabajo  próximo,  y  páginas  que  invaden  su  terreno. 

El  capítulo  sobre  "estructuras  y  articulaciones"  es  todo  él 
una  preparación  inmediata :  porque  en  un  terreno  seguro,  ha  sa- 
cado conclusiones  sólidas  sobre  la  composición  literaria  de  uni- 
dades poéticas.  Y  entraba  en  el  terreno  de  esta  tercera  parte, 
porque  comenzaba  el  análisis  de  dichas  unidades. 

Otras  páginas  precedentes  han  invadido  este  nuevo  terreno, 
porque  muchas  explicaciones  de  detalle  eran  válidas  en  función 
de  la  unidad  superior.  Así,  por  ejemplo :  la  parábola  de  la  viña 
(capítulo  5)  queda  en  gran  parte  explicada  en  los  capítulos  sobre 
sonoridad  y  sobre  ritmo.  La  vocación  del  profeta  (cap.  6)  en 
los  capítulos  sobre  la  sonoridad  y  sobre  el  "paralelismo".  El 
poema  con  que  comienza  el  cap.  2,  en  la  serie  de  imágenes  de 
"montes" ;  y  el  cap.  10  en  la  imagen  de  "instrumento" ;  el  cap.  9 
(menos  la  primera  parte)  entre  las  imágenes  de  "fuego". 

Sobre  ellos  no  necesito  volver;  aunque  pudiera  decir  más 
cosas. 

Quiero  ceñir  fielmente  mi  trabajo  a  los  aspectos  estilísticos. 
No  prescindo  de  otros  trabajos  —  exegéticos,  históricos,  etc.  — 
en  mi  estudio,  pero  sí  prescindo  en  la  exposición.  Porque  no 
aspiro  a  repetir  trabajos  hechos,  ni  siquiera  a  informar  de  ellos. 

En  esta  orientación  del  trabajo,  afanoso  por  contemplar  y 
mostrar  las  unidades  poéticas,  no  quiero  detenerme  especialmente 
en  los  detalles,  si  no  es  cuando  los  detalles  son  significativos ;  es 
decir,  cuando  excluyen  el  apelativo  de  "minucia".  Por  el  mismo 
motivo,  no  dedico  el  esfuerzo  a  desenmarañar  detalles  difíciles  o 
dudosos,  sino  que  busco  lo  claro  o  lo  seguro.  Albright  daba  un 
consejo  juicioso  en  su  libro  clásico  From  the  Stone  Age  to  Chris- 

concierto  como  unidad  cerrada,  a  sabiendas  de  su  origen  distinto.  Lo  mismo  se  diga 
de  "El  barbero  de  Sevilla",  de  Rossini,  obra  en  que  el  autor  aprovecha  material 
suyo  previo. 

3  Gunkel  nos  ha  enseñado  con  su  ejemplo  este  arte  de  contemplar  y  buscar 
solícita  y  respetuosamente  los  poemas  bíblicos.  Véase  la  referencia  de  la  página  398 
y  la  correspondiente  nota. 

En  el  artículo  "Is.  12:  De  duabus  methodis  pericopam  explicandi",  VD  34  (1956), 
páginas  154-60,  explico  breve  y  prácticamente  los  dos  tipos  de  análisis. 


INTRODUCCIÓN 


361 


tianity  (ed.  2,  1957,  págs.  275-6):  " Nuestra  mayor  dificultad  al 
interpretar  los  profetas  no  consiste  en  el  material  extraño  que 
haya  penetrado  en  sus  antologías,  sino  en  el  estado  irremediable 
del  texto,  con  el  que  nada  podemos  hacer  si  no  es  corrigiendo 
subjetivamente.  A  veces  la  traducción  griega  nos  permite  corre- 
gir el  original  hebreo,  pero  con  más  frecuencia  tenemos  que  con- 
tentarnos con  dejar  el  texto  como  está,  ininteligible.  Por  desgra- 
cia, los  comentadores  han  intentado  muchas  veces  explicar  las 
dificultades,  en  vez  de  limitarse  a  exponer  los  pasajes  claros." 

Séame  lícito  seguir  tan  juicioso  consejo,  transportado  al  pla- 
no estilístico  (aunque  me  permito  alguna  escapada  a  zonas  oscu- 
ras). Sería  precario  obtener  mis  conclusiones  mediante  una  pre- 
via operación  que  transforme  el  texto. 

En  la  segunda  parte  de  la  tesis  he  analizado  despacio  proce- 
dimientos estilísticos  particulares.  Ahora  me  bastará  referirme 
a  ellos  rápidamente :  sin  necesidad  de  explicar  términos  o  de  jus- 
tificar su  función  particular;  sólo  atento  a  su  función  en  la  uni- 
dad poética.  Es  decir,  las  páginas  siguientes  son  aplicación  con- 
creta de  las  precedentes :  ello  les  da  su  garantía  y  su  densidad. 

Pero  quiero  conservar  la  libertad  de  movimientos  para  expli- 
car algunos  procedimientos  particulares  no  referidos  en  la  segun- 
da parte ;  o  para  insistir  en  otros  ya  conocidos. 

Finalmente,  el  análisis  literario  no  tiene  obligación  de  ser  un 
ejercicio  ameno ;  aunque  prefiero  la  sobriedad,  muchas  veces  ha- 
bré de  ser  minucioso.  Y  difícilmente  convenceré  a  quien  no  posea 
siquiera  una  discreta  sensibilidad  de  lector  literario.4 

4  Para  el  análisis  literario  creo  que  me  puedo  ahorrar  la  abundancia  de  citas. 
Mi  trabajo  no  es  exegético:  de  los  comentarios  me  interesan  particularmente  aquellos 
que  demuestran  sensibilidad  literaria,  es  decir  los  de  Fr.  Delitzsch  y  O.  Procksch; 
el  de  H.  Schmidt  en  la  serie  SAT  pertenece  al  tipo  de  paráfrasis  en  prosa,  no  muy 
útil  para  el  verdadero  análisis  literario. 

R.  G.  Moulton  nos  puede  ayudar  a  veces  a  fijar  la  estructura,  y  W.  Popper 
a  restituir  el  paralelismo;  Penna  nos  informa  plenamente. 


Capítulo  11 


LOS  "LEITMOTIV"  EN  EL  "LIBRO  DE  EMMANUEL" 

Con  un  poco  de  generosidad  y  renunciando  por  ahora  a  es- 
crúpulos de  precisión,  podemos  llamar  a  los  capítulos  7-12  "libro 
de  Emmanuel".  Contiene  material  no  auténtico  y  material  dudo- 
so, y  en  su  conjunto  presenta  claras  huellas  de  trabajo  redaccio- 
nal  o  editorial.1 

Dos  autores  se  han  esforzado  particularmente  por  desenredar 
la  situación  actual  del  libro,  para  restablecer  las  unidades  prima- 
rias, explicar  los  criterios  de  combinación,  reconstruir  la  historia 
del  libro  actual.  S.  Mowinckel2  y  Leo  J.  Liebreich.3  Natural- 
mente, ambos  autores  emplean  criterios  literarios  para  su  trabajo 
de  " recomposición" :  Mowinckel  señalaba  entre  los  procedimien- 
tos del  editor  (o  colector)  "el  esquema  desdicha-dicha"  (que  es 
un  criterio  claramente  teológico,  pues  registra  como  constante  la 
dialéctica  de  la  acción  divina),  "lemas  y  anáforas"  ("Stichwórter, 
Anfangsformeln"),  que  son  recursos  estilísticos  más  extrínsecos. 
Aparte  estos  procedimientos  repetidos  y  fácilmente  controlables, 

1  Es  frecuente  entre  los  comentadores  tomar  como  una  colección  orgánica 
7,  i-9,  6;  p.  e.  la  reciente  monografía:  Joh.  Lindblom,  A  Study  on  the  Immanuel 
Section  in  Isaiah,  Lund,  1958;  mientras  otros  autores,  como  Procksch,  incluyen 
también  el  cap.  11.  Yo  me  refiero  por  ahora  a  los  capítulos  7-12  de  nuestro  actual 
libro  de  Isaías,  sin  prejuzgar  una  división  menuda,  sin  cerrarme  por  sistema  a  po- 
sibles relaciones  internas  dentro  de  la  sección.  (El  cuaderno  correspondiente  de  ATD 
me  llega  mientras  corrijo  pruebas.) 

J.  M.  Droin:  Le  role  d'Assur  dans  la  prophétie  d'Esaie.  Fragment  d'une  théologie  bi- 

blique  de  l'histoire.  (Diss.  Genéve,  1953.) 
lt.  Alonso  Schokel:  Tres  imágenes  de  Isaías,  EB  15  (1956),  págs.  62-84. 
A.  Feuillet:  Isaie,  DBS,  págs.  656-57. 

2  S.  Mowinckel,  Die  Komposition  des  Jesajabuches  Kaps.  1-39,  ActOr  11  (1933), 
páginas  269-292. 

3  Leo  J.  Eiebreich,  The  Compilation  of  the  Book  of  Isaiah,  JQR  46  (1955-56), 
páginas  259-277. 


364 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Mowinckel  encuentra  el  libro  dominado  por  el  desorden  (Plan- 
losigkeit),  fruto  de  elaboraciones,  adiciones,  transposiciones  sobre 
algunas  colecciones  antiguas ;  en  rigor  no  se  puede  hablar  de  un 
"redactor  o  colector''  único.  Liebreich.  admitiendo  como  des- 
cripción exacta  "una  colección  de  colecciones",  se  fija  más  me- 
nudamente en  los  signos  estilísticos,  tanto  en  cada  sección  como 
en  su  relación  mutua;  asigna  al  editor  final  un  "plan  de  compo- 
sición'', que  se  manifiesta  en  el  siguiente  esquema :  IA  (1-5),  tran- 
sición (6);  IB  (7-12);  HA  (13-19),  transición  (20);  IIB  (21-27); 
III  (28-35) ;  IV  {36-39) ;  a  lo  cual  se  añade  el  gran  bloque  40-66, 
dividido  en  40-49,  50-66,  dos  piezas  empalmadas  por  repeticiones 
de  palabras  lema.  Las  secciones  I.  II  y  III  concluyen  con  oráculos 
o  himnos  de  felicidad.4 

De  los  dos  trabajos  anteriores  retengo  lo  que  interesa  a  mi 
estudio  de  valores  y  procedimientos  estilísticos :  de  Mowinckel 
los  principios  señalados  (y  no  desarrollados\  de  Liebreich  el 
bloque  7-12  (que,  por  la  repetición  del  término  "rey",  define:  "su 
tema  general  es:  Reyes  humanos  contra  el  Rey  Divino").  Siendo 
mi  punto  de  vista  algo  diverso,  espero  poder  aportar  una  conti- 
nuación del  trabajo  comenzado. 

El  editor  de  7-12  ha  dejado  huellas  ciertas  de  dos  procedi- 
mientos principales  de  composición :  uno  más  teológico,  otro  más 
literario.  Más  liierario  es  el  procedimiento  anafórico,  patente  por 
el  puesto  conspicuo  de  la  palabra  clave ;  pero  también  funciona  el 
procedimiento  con  las  palabras  esparcidas  en  otras  posiciones  ¡ 
e  incluso  a  la  palabra  clave  puede  sustituir  el  sonido  clave.  P.  e., 
el  capítulo  5  amplificaba  el  canto  de  la  viña  ("esperé  que  hiciera... 
e  hizo...  lo  que  Yo  haré...")  con  una  serie  anafórica  de  "guayes" 
"hoy",  en  los  que  recurría  la  raíz  "hacer"  :  primer  "hoy",  dos 
veces  en  v.  10:  segundo,  ma'sé  en  12b:  tercero,  ma'sehü  en  19a. 
Una  de  estas  conminaciones  ha  sido  atraída  por  el  "hoy"  con  que 
comienza  el  poema  de  Asur  en  10,  5. 

Otra  serie  anafórica  se  encuentra  en  el  capítulo  7,  después  del 
gran  oráculo  de  Emmanuel :  cuatro  oráculos  que  comienzan  con  la 
frase  wehaya  bayyóm  hahú'  (falta  whyh  en  el  segundo).  El  pri- 
mero habla  de  Egipto  y  Asur,  el  segundo  sólo  de  Asur.  el  tercero 

4  Lindblom,  o.  c,  no  se  dedica  primariamente  al  estudio  de  la  composición,  pero 
señala  en  las  primeras  páginas  las  reglas  de  composición  del  colector  antiguo:  no 
reglas  lógicas  o  históricas  como  las  nuestras,  sino  semejanza  u  oposición  de  ideas, 
palabras  repetidas,  vínculos  ocasionales. 


LOS  " leitmotiv"  en  el  " LIBRO  de  emmanuel"  365 

es  consolatorio  (abundancia  de  bienes  de  la  tierra  prometida),  el 
cuarto  utiliza  las  imágenes  del  canto  a  la  viña. 

El  capítulo  9  presenta  un  poema  con  estribillo  "bekol  zo't..."  : 
la  razón  poética  del  estribillo  obliga  a  trasladar  a  este  poema  dos 
estrofas  desligadas,  5,  24-25  (que  pudiera  ser  la  estrofa  inicial, 
pues  parece  presentar  el  doble  motivo  de  la  ira  ardiente  y  de  la 
mano  extendida),  y  10,  3-4,  que  pudiera  ser  adición  como  mostra- 
ré más  adelante. 

Anáfora  y  estribillo  son  dos  procedimientos  estilísticos  pa- 
tentes ;  dejando  otros  recursos  menos  manifiestos,  pasemos  a  sor- 
prender el  procedimiento  teológico  en  nuestros  capítulos.  El  autor 
deuteronomístico  del  libro  de  los  Jueces  había  formulado  con  pre- 
cisión circular  las  etapas  de  la  acción  divina  (Jdc.  2,  11  ss.) : 
pecado-castigo-penitencia-liberación-pecado...  En  la  historia  de  la 
actuación  profética  de  Isaías,  el  pecado  fue  vario  y  reincidente 
(el  capítulo  5  nos  ofrece  una  selección),  el  castigo  se  llamó  primero 
coalición  de  Damasco  con  Israel,  la  primera  liberación  se  llamó 
Asur,  volvieron  los  pecados,  y  el  nuevo  castigo  se  llamó  Asur, 
y  una  nueva  liberación  espectacular  sucedió  en  tiempo  de  Eze- 
quías  y  Senaquerib.  El  pecado  lleva  implícitos  los  beneficios  de 
Dios,  porque  siempre  está  concebido  como  falta  de  correspon- 
dencia, como  no  responder  debidamente  en  el  diálogo  iniciado 
por  Dios :  la  canción  de  la  viña  dice  expresamente  los  trabajos 
divinos  por  su  pueblo  amado.  El  enlace  de  pecado  con  castigo  se 
formula  muchas  veces  con  las  partículas  ki,  ya'an  ki,  en  la  pró- 
tasis,  y  'al-ken,  laken  en  la  apódosis;  de  modo  semejante  pueden 
introducir  estas  partículas  un  castigo  del  enemigo,  que  es  libera- 
ción de  Israel.  El  esquema  no  siempre  se  realiza  íntegro,  pero  la 
presencia  de  sus  miembros  unidos  nos  delata  una  composición 
de  estructura  teológica.  La  serie  anafórica  "hoy"  (cap.  5)  y  el 
poema  con  estribillo  (cap.  9)  ofrecen  más  bien  unidad  temática : 
una  serie  de  pecados  o  pecadores  (en  participio,  como  en  muchas 
leyes  apodícticas),  y  una  serie  de  castigos  a  falta  de  penitencia 
(9,  12).  Es  curioso  notar  que  ambas  series  —  pecados,  castigos  — 
se  han  entrecruzado  en  dos  puntos  (5,  22-25 ;  10,  1-4),  como 
atraídas  por  irresistible  afinidad;  la  misma  forma  de  "hoy"  era 
denuncia  de  pecado  con  tono  amenazador  de  castigo,  mientras  la 
serie  "bGkol  zo't..."  era  descripción  de  castigos  con  la  razón  del 
pecado.  He  aquí  cómo  el  pensamiento  teológico  ha  regido  un  tra- 
bajo de  composición,  y  ha  provocado  algún  desorden  literario. 

Otro  ejemplo  interesante  es  8,  1-10.  Un  primer  oráculo  (1-4) 


oob 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


presenta  la  situación  de  la  guerra  siroefraimítica,  y  su  próximo 
remedio ;  el  oráculo  comienza  con  Yavé  y  termina  con  el  rey  de 
Asur :  tiene  ritmo  poético  en  varias  sentencias.  El  oráculo  siguien- 
te lleva  una  fórmula  de  empalme  (wayyosip...),  y  un  tema  común : 
Asur,  el  salvador,  vengador  ahora  del  pecado,  se  vuelve  contra 
Judá  :  avanza  y  se  derrama  por  la  tierra  de  Emanuel.  El  oráculo 
se  cierra  con  una  llamada  dramática,  segunda  persona  4-  vocativo. 
Entonces,  ex  abrupto,  sin  fórmula  de  empalme,  comenzando  con 
imperativos,  el  oráculo  se  vuelve  contra  Asur.  En  su  situación 
inicial  eran  tres  oráculos  autónomos  (al  menos,  con  certeza,  dos 
oráculos) :  la  unión  posterior,  que  se  manifiesta  en  signos  esti- 
lísticos como  la  repetición  del  tema  "Asur",  la  repetición  de 
'"mnwT".  está  gobernada  por  un  pensamiento  teológico  ordena- 
do: liberación,  pecado,  castigo,  liberación. 

Algunos  opinan  que  el  tercer  oráculo  (págs.  9-10)  pertenecía  original- 
mente al  contexto  histórico  de  la  guerra  siroefraimítica;  recientemente, 
J.  Lindbíom  5  arguye  por  los  paralelos  con  el  cap.  7 : 


pero  los  verdaderos  paralelos,  de  pensamiento  y  de  palabras,  hay  que  bus- 
carlos en  el  oráculo  clave  sobre  Asur  17,  24-27: 


26  zo't  ha 'esa  hayy"úsa 

27  Y  ya 'as    úmi  yaper 

Otros  paralelismos  menos  significativos  son:  hit'azzerú  (8,  9),  'ezór  (5,  27) 
en  contexto  de  Asur:  merhaqé-'ares  (8,  9),  la  designación  "lejano"  Crhq) 
se  refiere  a  Asur  en  5,  26;  cfr.  7,  18;  6:  12?;  10,  3;  cfr.  31,  1.3;  17,  13. 
En  cuanto  al  pensamiento  teológico,  14,  24-27  eleva  a  categoría  una  lección 
de  la  historia  concreta.  Asur  será  conculcado  "en  Mi  tierra"  (motivo  que 
pasará  a  las  escatologías  de  Joel  4,  2.14,  y  Ezequiel  38-39),  y  el  orácu- 
lo 8,  9-10  entra  en  acción  cuando  Asur  ha  llegado  a  "tu  tierra,  Emanuel". 

Por  razones  teológicas,  el  editor  prepara  la  salvación  "lumino- 
sa" de  9,  1-6  con  unos  versos  de  tinieblas  punitivas;  y  la  salva- 
ción del  "pimpollo"  con  unos  versos  de  desolación  vegetal  (que 
por  nueva  manipulación  han  quedado  alejados). 

Asur  habla  triunfante  y  amenazador  en  el  cap.  10 :  el  editor 
no  resiste  las  palabras  soberbias,  y  le  interrumpe  con  un  breve 


7.  5    va'as  ra'a 

8,  10    'usú  'esa 


7,  7    lo'  taqúm 

8,  10   w'lo'  yaqüm 


8,  10  'usú  'esa  w'tupar 
14,  24   ka'ser  ya'asti 


dabb'rú  dabar  w'lo'  yaqüm 
hi'  taqúm 


5    O.  c.  pájr.  33. 


LOS  " leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  367 

oráculo  (10,  12) ;  Asur  avanza  triunfante  (10,  28-32) :  el  editor 
no  resiste  contemplarle  en  vísperas  de  conquistar  Jerusalén,  y 
añade  un  fragmento  de  oráculo  en  términos  de  destrucción  vege- 
tal ;  la  razón  teológica  es  más  evidente,  porque  va  a  contrapelo  de 
la  razón  poética. 

Hemos  observado  los  procedimientos  del  editor  en  casos  bas- 
tante claros :  ellos  nos  dan  una  base  para  internarnos  por  casos 
y  procedimientos  menos  manifiestos.  (Notemos  de  paso  que  muy 
bien  pudo  el  mismo  profeta  ser  editor  de  sus  oráculos  prece- 
dentes.) 

El  capítulo  10  es  paradigma  de  desorden:  es  imposible  atri- 
buir al  egregio  poeta  semejante  descuido,  y  el  editor  ha  mostrado 
en  otras  ocasiones  que  conoce  el  oficio ;  lo  más  grave  es  que  en 
este  capítulo  hay  material  que  se  dejaba  disponer  con  orden  y 
claridad. 

Descartemos  los  primeros  versos :  un  "hoy"  y  una  estrofa  del 
poema  con  estribillo.  En  v.  5  comienza  el  gran  discurso  de  Asur, 
bien  conservado  salvo  en  el  verso  10;  concluye  en  el  verso  15.6 
Asur  se  ha  ensoberbecido  con  sus  conquistas,  ha  olvidado  su  fun- 
ción de  "instrumento"  en  manos  de  Dios,  y  por  su  "hybris"  será 
castigado :  el  castigo  nos  lo  dicen  tres  oráculos  parecidos : 

a)  12 :  cuando  Yavé  concluya  su  obra  de  castigo,  quebrantará 
la  soberbia  de  Asur.  Notemos  las  relaciones  significativas : 

12      gdl       tp'rt  rym 

15    ytgdl     ytp'r      mrymw  hrym 

y  la  fórmula  introductoria  whyh;  el  verso  11  termina  con  fsbyh, 
12  comienza  por  ybsf ;  el  sujeto  es  Adonay. 

b)  24-26 :  la  vara  del  castigo  cesa,  y  Dios  se  vuelve  contra  el 
que  hería ;  notemos  las  relaciones  significativas : 

5  sbt     'py     mth  z'my     m't       7  khryt 

24  sbt  mth 

25  'py  z'm      m't  tblyt 

26  mth 

la  fórmula  introductoria  es  laken,  sujeto  Adonay  Yavé  Sabaot; 
el  oráculo  es  de  consolación  a  Israel,  por  eso  se  enriquece  con  un 
verso  inspirado  en  9,  3  (Madián  recurre  en  9,  3  y  10,  26). 

c)  16ab.l8,  33-34:  predominan  las  imágenes  vegetales,  aunque 


6    L.  Alonso-Schóckel,  Tres  imágenes  de  Isaías,  EB  15  (1956),  págs.  62-84. 


368 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


comienza  en  imágenes  corpóreas :  misman-rason,  kabód-yaqód 
(cfr.  17,  4);  notemos  las  relaciones  significativas: 

15    ytp'r  hrym  mswr  grzn 

33      p'rh  (sust.)       rmy  (sust.)    m'sd  brzl 

fórmulas  introductorias  laken,  hinne,  sujetos  haadón  Y  S. 

En  conclusión  tenemos  un  oráculo  que  describe  a  Asur  en  ac- 
ción, otro  que  le  deja  pronunciar  un  discurso,  y  tres  oráculos  que 
van  anunciando  su  ruina  con  motivos  poéticos  semejantes  (sbt 
mth  grzn  mswr  brzl  m'sd),  con  repeticiones  de  raíz  sencillas  (p'r 
gdl  rwm  'p  z'm)  o  ingeniosas  (pu'ra  ramé).  Los  tres  oráculos 
coinciden  además  en  el  sujeto:  Yavé. 

El  capítulo  10  incluye  además,  por  si  fuera  poco,  tres  oráculos 
sobre  Israel  (aparte  23-27,  que  son  amenaza  para  Asur  y  consuelo 
para  Israel). 

d)  20 :  un  oráculo  breve,  con  su  introducción  whyh  bywm  hhw', 
y  su  final  definitivo,  montado  sobre  el  perno  del  verbo  s  n  (apo- 
yarse, confiar);  cfr.  31,  1. 

e)  21-22:  sintetiza  en  el  concepto  del  "resto"  (s'r)  el  castigo 
y  el  perdón :  aunque  fuera  el  pueblo  como  las  arenas  del  mar,  se 
reducirá  a  un  resto  (castigo),  pero  un  resto  se  salvará  y  se  con- 
vertirá, en  desborde  de  justicia;  cfr.  11,  9. 

/)  17ab.l9:  este  oráculo  dice  el  castigo  como  un  incendio  ve- 
getal (cfr.  9,  17-18)  que  primero  se  ceba  "'kl"  en  las  malas  hier- 
bas "smyr  syt",  después  se  extiende  al  soto,  del  que  se  salvan 
pocos  árboles.  Mientras  Asur  es  consumido  "yekalle",  Israel  sal- 
va un  resto,  que  hará  brotar  el  "retoño"  del  cap.  11. 

Es  difícil  establecer  la  unión  de  estos  tres  oráculos :  d)  está 
acabado,  e)  tiene  buen  final  y  mal  comienzo  (comenzando  con  22a 
discurriría  mejor),  f)  iría  bien  antes  de  11,  1.  Los  tres  van  unidos 
por  el  término  se'ar  que  recurre  en  19.20a. 21. 22b. 

Notable  parentesco  con  estos  oráculos  presenta  el  capítulo  17:  comienza 
con  un  oráculo  contra  Damasco  y  Efraim  (1-3),  en  los  versos  siguien- 
tes (4-6)  un  resto  de  Jacob  se  salva,  7-8  enuncian  la  conversión  (con  el 
verbo  s'h,  parecido  al  s'n  de  10  Is.  31,  1  junta  ambos  verbos),  9-11  ame- 
naza el  castigo  por  el  pecado,  y  12-14  anuncia  la  destrucción  de  Asur.  Son 
de  notar  las  siguientes  relaciones  particulares : 


8,  16a  bmsmnw 

17,    4  wmsmn  bsrw 

8,  18         nps  bsr 

8,  33  ms'p  p'rh 

17,    6  bs'py  pryh 


rzwn  wtht 
yrzh  ydl 

wnqp 
knqp 


kbwdw  yqvvd... 

kbwd  y'qb 

kbwd     y'rw  yklh 

rmy 

zyt 


LOS  " leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmaxuel"  369 


Ha  quedado  aislado  el  verbo  klh  (consumir),  que  se  reserva  para  Asur, 
como  en  17,  14  'énennü.  La  misma  imagen  vegetal  (y  la  imagen  corpórea) 
se  puede  aplicar  a  Israel  y  a  Asur,  y  la  semejanza  temática  y  verbal  ha 
causado  el  pequeño  desorden,  fácilmente  remediable,  de  10,  16-19. 

Otra  zona  confusa  de  estos  capítulos  son  los  versos  8,  11-15. 
16-22.  En  la  primera  sección  se  contrapone  la  conducta  del  pro- 
feta a  la  del  pueblo,  con  una  frase  que  puede  ser  genérica,  milleket 
badderek  (conducta  religiosa),  o  puede  aludir  a  la  alianza  con 
Egipto  (cfr.  caps.  30-31).  El  pueblo  ha  pecado  invirtiendo  los  va- 
lores religiosos  de  temor  y  reverencia,  o  cambiando  la  alianza  con 
Yavé  por  alianzas  humanas  (la  palabra  qsr  sigue  siendo  dudosa) ; 
en  castigo  Dios  se  convierte  de  peña  segura  (sur)  en  despeñadero. 
El  procedimiento  estilístico  reaparece  en  10,  17:  la  "luz"  se 
vuelve  fuego,  y  el  Santo  se  vuelve  llama. 

La  segunda  sección  vuelve  a  contraponer  la  actitud  del  pueblo, 
que  acude  a  nigromantes  y  agoreros,  con  la  actitud  del  profeta, 
que  propone  sus  oráculos  sellados,  o  en  el  nombre  de  sus  hijos, 
dentro  del  círculo  de  sus  discípulos,  y  espera  confiado  en  Yavé, 
aunque  oculte  su  rostro.  A  este  pecado  sigue  un  castigo  corres- 
pondiente :  la  gran  calamidad,  con  hambre,  angustia,  tinieblas  (no- 
temos que  las  tinieblas,  en  la  versión  del  contemporáneo  Miqueas, 
3,  6-7,  simbolizan  la  falta  de  oráculos  prof éticos).  Estas  tinieblas 
preparan  próximamente  el  capítulo  siguiente,  la  "gran  luz". 

El  texto  de  estos  versos,  16-23a,  se  encuentra  en  un  estado  irremediable. 
Tomando  como  base  la  construcción  antitética,  y  siguiendo  la  pista  a  las 
correspondencias  paralelísticas,7  logramos  desenmarañar  una  posible  línea 
de  pensamiento : 

sor     te'úda     hatóm     tora  belimmuday 
wehikkiti  laYahwe     hammastir  panaw  mibbét  ya'qob 
w'qiwwiti  ló  hassoken  behar  siyyón 

hinné  'anoki  wehayyeladím     'aser  natan  li  Yahwe 

le'otót  ülemópetim  beyisra"el...letóra  welit'üda... 
ki  yo'merü  'alékem 

dirsü  'el  ha'obót  we'el  hayyidde'onim  hamesapsepim  \vehammahgim 
'im  lo'  yo'merü  kaddabar  hazze 

halo'  'am  'el  'elohaw  yidros  be'ad  hahayyím  'el  hammetim 
we'abar  bah  niqse  wera'eb  wehaya  ki  yir'ab    wehitqassap  weqillel  bemalkó 

übe'lohaw 

7  El  paralelismo,  como  desarrollé  en  la  segunda  parte  del  libro,  es  algo  más 
que  una  fórmula  literaria,  es  un  hábito  mental  hebreo;  con  frecuencia  recurre  a 
correspondencias  sonoras  para  subrayar  contrastes  o  semejanzas.  Partiendo  de  este 
hecho,  mi  trabajo  consiste  en  rastrear  en  el  texto  las  huellas  de  ese  movimiento 
paralelo  del  pensamiento.  No  intento,  como  Popper,  allanar  lo  abrupto  y  obtener  un 
estilo  plano;  sencillamente  busco  una  línea,  una  dirección. 


370 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


üpana  lema'la  wehinne  sara  wahseka  wa'pela  menuddah  ,aser  'én  lah  sahar 
we'el  'eres  yabbit    "    mü'ap  wesüqa     'aser  lo'  mugas  lah 

En  la  versión  ofrecida  no  intento  reconstruir  el  texto  original,  ni  intento 
explicar  cómo  se  llegó  a  la  corrupción  actual,  sólo  intento  señalar  y  or- 
denar claramente  algunos  puntos  inteligibles  de  referencia. 

Los  capítulos  11-12,  aunque  contengan  material  posterior,  pre- 
sentan una  estructura  clarísima;  el  himno  doble  del  cap.  12  es 
excelente  conclusión  para  toda  la  serie  7-12.  No  hace  falta  insistir 
en  ellos  por  ahora. 

Creo  haber  obtenido  una  ordenación  aproximada  de  los  ca- 
pítulos 7-12 :  reconociendo  el  orden  cuando  se  manifestaba  o  disi- 
mulaba, procurando  restituir  un  orden  cuando  el  desorden  im- 
peraba : 

7  Dos  oráculos  al  rey  Ahaz  de  liberación  1-16 
tres  oráculos  de  invasión  18-19.20.23-25 

un  oráculo  de  promesa  21-22. 

8  Tres  oráculos  compuestos  en  unidad  superior  1-10 
dos  oráculos  con  material  autobiográfico  11-15.16-22. 

9  Gran  oráculo  mesiánico  1-6 

poema  con  estribillo  7-20  (+  10,  3-4). 

10  Dos  poemas  sobre  Asur  5-15  (— 12).28-32 

tres  oráculos  contra  Asur  12.16  +  18  +  33-34.23-27 
tres  oráculos  sobre  el  "resto"  17  +  19.20.21-22. 

11  Gran  oráculo  mesiánico  en  dos  partes  1-9.10-16. 

12  Doble  himno. 

(en  este  orden  general  quedan  bastantes  puntos  oscuros  o  du- 
dosos).8 

8  Se  podría  continuar  el  trabajo  en  busca  de  un  cierto  orden  de  composición. 
Tres  puntos  básicos  de  referencia  son  7,  14;  9,  1-6;  11;  entre  ellos  ondula  un  movi- 
miento de  amenazas  y  promesas.  Si  9  es  el  centro  o  eje,  antes  predomina  como  ene- 
migo Damasco-Efraim,  después  domina  Asur.  Si  consideramos  9  como  una  cumbre, 
y  distribuimos  los  oráculos  en  forma  de  pirámide,  obtenemos  algunas  correspondencias 
que  pueden  ser  calculadas: 


Luz-Niño 


8,  16-23  tinieblas 
8,    12-15  precipicio 


Ira-mano    9,  7  ss. 


8,  1-10  Asur-Emmanuel 
7,23-2$    destrucción  vegetal 
21-22  Resto-abundancia 


Asur,  discurso    10,  5-15 

destrucción  vegetal    10,  16-19 
Resto  salvado  20-22 
Asur  avanza  28-32 

destrucción  vegetal  33-34 
Pimpollo-estandarte  11 


20  Asur-navaja 


18-19  invasión 
Emmanuel-Firmeza 


El  esquema  propuesto,  como  es  costumbre,  subraya  las  correspondencias,  que  en  el 
texto  resultan  bastante  veladas. 


los  "leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  371 


El  trabajo  de  ordenación  nos  ha  descubierto  dos  aspectos  de 
la  actividad  literaria  profética  que  conviene  subrayar. 

Actualización  :  el  profeta  ha  pronunciado  un  oráculo  en  una 
situación  histórica  determinada,  con  un  horizonte  espacial  ceñido. 
Puede  suceder  que  la  historia  —  la  providencia  —  traiga  una  si- 
tuación semejante,  reclamando  un  nuevo  oráculo  prof ético;  en- 
tonces el  profeta  —  o  un  discípulo,  o  un  sucesor — ,  en  vez  de 
crear  un  oráculo  enteramente  nuevo,  echa  mano  del  oráculo  "clá- 
sico" y  lo  adapta  al  momento  nuevo :  lo  actualiza. 

La  tarea  de  actualizar  es  bien  conocida  en  la  literatura  midrá- 
sica,  y  tiene  firmes  raíces  en  la  literatura  bíblica,  como  lo  han 
mostrado  por  diversos  caminos  Robert  ("método  antológico")  y 
Seeligmann,  entre  otros.9 

La  adaptación  puede  ceñirse  sobriamente  al  modelo,  o  puede 
tomar  del  modelo  el  motivo,  algunas  frases.  Conviene  tener  en 
cuenta  este  hábito  literario  para  no  definir  rígidamente  los  límites 
y  situación  de  un  oráculo.10 

P.  e.,  el  poema  con  estribillo  del  capítulo  9.  Los  castigos  divi- 
nos se  van  sucediendo  en  vigor  creciente,  hasta  el  gran  incendio 
final  de  la  guerra  civil;  final  poético  por  su  intensidad,  por  el 
ritmo  pausal  ensanchado,  pero  no  final  histórico  o  teológico,  por- 
que la  ira  no  se  ha  saciado  ni  la  mano  se  ha  retirado.  El  poema, 
perfectamente  cerrado  por  su  estribillo,  por  él  mismo  queda  abier- 
to. La  nueva  situación  histórica,  el  nuevo  castigo  divino  que  es 
Asur,  incitan  al  profeta  a  escribir  una  nueva  estrofa,  actualizando 
el  poema  (de  modo  no  muy  diverso,  la  introducción  histórica  de 
las  alianzas  hititas  se  ponía  al  día  con  nuevas  adiciones,  cosa  que 
sucede  también  en  el  símbolo  de  Jos.  24). 11 

La  otra  forma  de  actualización  la  llamaríamos  mejor  "inspi- 
ración literaria".  Quiero  decir  con  este  término  que  la  obra  lite- 
raria ya  realizada  ha  sido  punto  de  partida  para  una  nueva  ins- 
piración poética :  el  poeta  vuelve  sobre  su  obra  pasada,  siente 
conmoverse  y  vibrar  de  nuevo  con  la  resonancia  de  una  palabra, 

9  A.  Robert,  DBS  V,  411  ss.  I.  L.  Seeligmann,  Voraussetzungen  der  Midrasch- 
exegese,  VTSup.  1  (1953),  págs.  150-81. 

10  El  establecer  la  situación  bistórica  precisa  de  cada  oráculo  es  tarea  necesaria 
(no  siempre  posible);  ello  no  basta  para  explicar  nuestro  texto  actual.  Lo  mismo  que 
en  la  crítica  de  los  Evangelios,  el  remontarse  a  una  frase  original  no  explica  adecua- 
damente su  función  en  el  contexto  presente. 

11  G.  E.  Mendenhall,  Law  and  Covenant  in  Israel  and  the  Ancient  Near  East, 
año  1955- 


372 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


de  un  motivo.  Claro  está  que  muchas  veces  habrá  sido  la  historia, 
la  vida,  quien  ha  provocado  la  nueva  resonancia,  por  eso  podemos 
hablar  de  actualización;  pero  la  nueva  creación  literaria  se  ha 
cumplido  incitada  por  un  elemento  estrictamente  literario  y  pro- 
pio del  poeta.  La  cosa  es  tan  normal  en  cualquier  literatura,  tan 
frecuente  y  aun  consciente  en  autores  postexílicos,  que  no  hace 
falta  probar  la  posibilidad  y  aun  probabilidad  de  semejante  pro- 
ceso en  un  profeta  clásico.  Terminado  el  nuevo  poema,  en  el  que 
habrá  referencias  estilísticas  a  motivos  del  poema  precedente,  el 
poeta  (o  editor)  puede  reunir  los  oráculos  en  composición  signi- 
ficativa. 

Un  ejemplo  de  este  trabajo  serían  los  tres  oráculos  contra 
Asur  del  capítulo  10,  provocados  y  apoyados  en  motivos  del  gran 
poema  teológico  "Asur,  vara  de  Mi  cólera".  Quizá  pertenezca  a 
este  género  el  oráculo  7,  21-22  cuyo  motivo  es  "manteca  y  miel" ; 
de  modo  semejante,  el  canto  de  la  viña  5,  1-7  muestra  su  influjo 
literario  de  motivos  vegetales  en  el  oráculo  7,  23-25,  menos  deci- 
sivo en  9,  17  y  10,  17  (y  de  nuevo  en  27,  4).  Algunos  fragmentos 
del  capítulo  17  entrarían  en  esta  explicación.  Más  adelante  mos- 
traré cómo  la  segunda  parte  del  capítulo  11  enlaza  como  segunda 
tabla  de  un  díptico,  inspirada  en  la  primera  original. 

Composición  :  Llega  el  momento  de  coleccionar  los  oráculos. 
Supongamos  el  caso  más  simple,  prescindiendo  de  su  realidad 
histórica  que  no  es  fácil  demostrar  ni  refutar :  el  mismo  profeta 
ha  actualizado  un  oráculo  suyo,  y  desea  reunir  algunos  oráculos 
en  colección  escrita.  Es  natural  que  se  le  imponga  el  criterio  teo- 
lógico :  como  la  estructura  real  de  la  historia  se  repetía,  así  se  re- 
petían la  estructura  total  o  algunos  signos  estilísticos  de  los  orácu- 
los; al  componerlos  ahora,  la  estructura  común  se  hace  patente, 
y  la  composición  se  hace  significativa.  Composición,  y  no  mera 
colección. 

A  fuerza  de  analizar,  los  investigadores  bíblicos  pueden  per- 
der el  sentido  de  la  composición;  olvidan  que  el  "montaje"  es  tan 
significativo  como  el  "encuadre".12  Un  montaje  climático  como 
el  de  Amos  lo  reconocen  todos ;  Alt  ha  subrayado  el  estilo  "serial" 
de  las  leyes  apodícticas,  atribuyendo  a  la  composición  en  serie  un 

12  Empleo  con  toda  intención  esta  terminología  cinematográfica  porque  es  en 
extremo  ejemplar.  Baste  una  referencia  al  gran  teórico  del  montaje,  Sergei  Eisenstein: 
para  no  alejarme  demasiado  de  mi  objeto  bíblico,  remito  al  lector  a  la  edición  en 
Meridian  Books:  Film  Form.  The  Film  Sense  (New  York,  1957)-  Especialmente  pá- 
ginas 48-63,  72-83,  150-166,  236-255;  II  10-16. 


los  "leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  373 

nuevo  valor  expresivo ;  en  la  literatura  profética,  el  influjo  fu- 
nesto de  Duhm  (al  menos  en  este  aspecto)  sigue  narcotizando  el 
sentido  para  las  unidades  mayores. 

Un  ejemplo  característico  sería  8,  1-10:  los  oráculos  origina- 
les, que  tenían  sentido  propio  y  autónomo  en  el  curso  de  los  he- 
chos y  de  la  actividad  profética,  cobran  nuevo  sentido  por  la  com- 
posición; en  menor  escala,  la  serie  de  "guayes"  (hoy)  compuesta 
tras  el  canto  de  la  viña ;  en  forma  clara,  las  dos  piezas  del  capítu- 
lo 11;  etc. 

A  un  orden  diverso  de  composición  corresponde  el  desarrollo 
del  oráculo  de  Emmanuel.  Conocemos  de  sobra  la  dicotomía  ele- 
mental "oráculo-explicación",  con  la  partícula  ligatoria  ki;  ello 
nos  permite  seguir  la  pista  a  los  miembros  separados  de  una  uni- 
dad superior.  El  oráculo  contiene  cuatro  motivos :  el  niño  (ben), 
el  nombre  ('mnw'l),  la  comida  (hmh  dbs),  la  discreción  (yd') : 
estos  cuatro  motivos  aparecen  explicados,  en  orden  inverso,  in- 
troducidos por  sendas  partículas  ki,  a  saber :  7,  16  ki  btrm  yd' 
hn'r...;  7,  22b  ki  hm'h  wdbs  y'kl...;  8,  10  ki  'mnw'l;  9,  3"ki 
yld  yld  lnw  bn  ntn  lnw.  De  esta  manera  el  oráculo  de  Emmanuel 
pone  en  marcha  la  sección,  y  queda  sujeto  por  cuatro  puntos  en 
la  unidad  superior,  el  último  punto  de  enlace  es  precisamente 
con  la  cumbre  9,  3.  Más  allá  extiende  algunas  relaciones  leves 
menos  controlables:  en  el  oráculo  11,  1-9  encontramos  el  motivo 
del  niño  en  imagen  de  retoño,  el  sentido  del  nombre  "Emmanuel" 
en  la  habitación  permanente  del  espíritu  de  Yavé,  la  discreción  en 
el  juicio  y  gobierno  rectos  y  en  la  ciencia  de  Yavé  (d't),  y  pu- 
diera ser  alusión  la  comida  de  los  animales  domesticados;  falta 
la  partícula  ki  y  la  repetición  explícita  de  palabras.  Estos  enlaces 
(y  la  relación  de  11  con  el  cuádruple  nombre)  aseguran  una  uni- 
dad superior  a  los  capítulos  analizados,  e  invalidan  la  pretensión 
de  estudiar  cada  oráculo  rigurosamente  recortado  de  su  contexto 
actual. 

Este  múltiple  trabajo  de  recreación  poética,  de  actualización 
y  de  composición,  invita  a  un  doble  análisis  literario :  primero  la 
contemplación  de  las  unidades  mayores  en  su  nuevo  valor  signi- 
ficativo; segundo  la  contemplación  de  la  colección  íntegra  por 
el  procedimiento  de  los  "leitmotivs".13  Esbozado  el  primer  tra- 

13    O.  Walzel,  Gehalt  und  Gestalt  in  Kunstwerk  des  Dichters,  Potsdam,  1923. 
"Sie   binden...   sie   betonen   Zusammenhánge,   die   ohne   sie   vielleicht  übersehen 
würden.   Sie  scheiden  sich  scharf  ab  von  einer  verstandesraássig  ausgedruckten,  in 


25.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


374 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


bajo  en  las  páginas  precedentes,  me  vuelvo  a  ensayar  el  segundo 
en  las  páginas  siguientes. 

LEITMOTIV  DE  LOS  NOMBRES  SIMBÓLICOS 

En  una  época  en  que  Yavé  oculta  su  rostro  a  Jacob,  y  el  pro- 
feta, después  de  sellar  el  testimonio  para  los  tiempos  venideros, 
ha  de  perseverar  en  la  esperanza,  todavía  queda  un  signo  seguro 
para  la  esperanza:  los  niños  que  Yavé  le  ha  dado,  con  sus  nom- 
bres simbólicos.  El  pueblo  no  parece  comprender  el  sentido  de  los 
nombres,  ni  puede  leer  el  documento  sellado ;  por  eso  acude  a 
ciencias  prohibidas,  a  los  adivinos  y  agoreros  que  susurran,  a 
nigromantes  que  preguntan  a  los  muertos  los  asuntos  de  los  vi- 
vos. Como  el  pueblo,  parece  reaccionar  el  rey :  cuando  su  corazón 
tiembla  como  la  hoja  del  bosque,  rehusa  el  signo  de  Yavé,  y  pro- 
bablemente acude  a  sus  adivinos.14 

Un  cuadro  semejante  parece  deducirse  sobre  todo  de  8,  16-20.  Isaías  se 
refiere  a  los  adivinos  en  otras  ocasiones,  2,  6 ;  3,  2 ;  y  a  la  desobediencia 
a  los  profetas  en  30;  la  bina  'óbot  yid'onim  es  fija,  con  sentido  peyorativo, 
al  profeta  le  sirve  además  para  una  perfecta  antítesis  con  'otót  mópetim ; 
el  verbo  drs  también  tiene  sentido  técnico  de  consultar,  9,  12;  31,  1.  En 
cuanto  al  rey,  es  posible  que  precediese  a  Manases  también  en  este  pecado, 
como  le  precedió  en  otros  (cfr.  4Rg  16,  2-4;  21,  2-7),  y  que  refutando  el 
signo  ('ót  7,  11-12)  consultase  la  adivinación  ('ób  8,  19).  La  situación  pudo 
durar  un  buen  lapso  de  tiempo,  y  los  nombres  simbólicos  no  se  restringen 
a  los  hijos  del  profeta. 

El  primer  nombre  que  se  aclara  es  maher  salal  has  haz:  "Pron- 
to al  saqueo,  presto  al  botín".  Un  nombre  extraño,  grabado  en 
una  grande  tabla,  expuesto  a  la  curiosidad  del  público.  El  nom- 
bre, sin  persona  que  lo  lleve,  apunta  hacia  un  futuro  enigmático, 

begriffliche  Worte  umgesetzen  Herstellung  solclier  Zusammenhánge.  Durch  die  blosse 
Wirkung  auf  das  Gehór  schlágt  Wagner  Brücken  von  einer  Stelle  etwa  des  Rings 
zu  einer  anderen.  Er  wendet  kein  einziges  Wort  an  diese  Aufgabe.  Er  überlásst  viel- 
mehr  der  Musik,  das  zu  verraten  was  vom  Wort  verschwiegen  wird. 

Wirklich  kennt  Dichtung  in  Hülle  und  Fülle  solche  Brücken,  die  von  einer 
Stelle  eines  Werkes  sich  zu  einer  anderen,  zu  einer  weit  entfernten  schlagen,  ohne 
dass  anderes  ais  der  Gleichklang  der  Worte  oder  ein  mehr  oder  minder  starkes  An- 
klingen  bestünde"  (págs.  358-59)- 

"Im  vollen  Sinne  des  Wortes  darf  von  musikalischen  Aufbau  einer  Dichtung 
gesprochen  werden"  (pág.  364). 

14  D.  Jones,  The  Tradition  of  the  Oracles  of  Isaiah  of  Jerusalem,  ZAW  68 
(1956),  págs.  226-246. 


los  "leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  375 

y  suscita  la  curiosidad.  Entonces  el  profeta  accede  a  la  profetisa, 
quien  concibe  y  da  a  luz  un  niño.  Isaías,  por  orden  de  Yavé, 
impone  a  su  hijo  el  nombre  inscrito  en  la  tabla:  queda  solucio- 
nado el  enigma  inmediato  del  nombre,  y  sucede  otro,  pues  el  niño, 
portador  del  nombre,  es  ahora  el  símbolo  viviente  que  apunta 
hacia  el  futuro  misterioso.  Yavé  aclara  el  símbolo :  "Antes  que 
el  niño  sepa  decir  'papá,  mamá',  las  riquezas  de  Samaría  y  Da- 
masco serán  llevadas  por  el  rey  de  Asiría".  El  niño,  con  sólo  su 
nombre,  con  sólo  crecer,  está  anunciando  el  desenlace  próximo  y 
favorable  de  la  guerra  siroefraimítica.  La  guerra  está  bajo  el 
signo  de  maher  salal  has  haz. 

Literariamente,  el  nombre  no  agota  su  doble  motivo  en  el 
oráculo  capital  8,  1-4,  el  "saqueo"  y  la  "premura"  vuelven  a 
resonar  a  la  letra  o  en  equivalentes.  10,  6 :  en  el  gran  poema  sobre 
Asur,  Yavé  afirma  que  lo  envió  lislol  salal  laboz  baz,  y  Asur  se 
gloria  de  haber  "arrebatado  las  riquezas  de  los  pueblos",  10,  14; 
en  5,  29  aparece  como  fiera  que  arrebata  la  presa  (trp) ;  también 
en  Israel  existe  el  grave  pecado  de  "saquear"  viudas  y  "expo- 
liar" huérfanos,  10,  2.  La  rapidez  de  sus  campañas  se  exalta 
en  5,  26,  mientras  que  los  espíritus  burlones  e  incrédulos  piden  ai 
profeta  que  venga  "pronto,  presto"  la  obra  de  Yavé,  5,  19. 

En  el  mismo  contexto  histórico  surge  el  nombre  simbólico 
"Emmanuel"  (Dios  con  nosotros),  que  comienza  a  mezclar  la 
perspectiva  histórica  próxima  con  la  perspectiva  mesiánica.  La 
doncella  que,  cuando  parecería  extinguida  o  en  peligro  la  dinas- 
tía,15 engendra  un  hijo  y  ella  misma  le  impone  el  nombre  (no  el 

15  No  veo  cómo  se  puede  prescindir  del  sentido  dinástico,  de  la  profecía  a  Da- 
vid, en  esta  sección  de  Isaías.  Sabemos  que  Isaías  es  un  profeta  "de  corte",  íntima- 
mente relacionado  con  la  familia  reinante;  por  lo  tanto  tiene  que  conocer  la  consti- 
tución básica  de  esta  dinastía,  que  se  encuentra  en  la  profecía  de  Natán  y  en  las 
narraciones  de  la  vida  de  David.  Partiendo  de  esta  suposición,  se  aclaran  las  referen- 
cias isayanas  a  aquellos  documentos.  Se  encuentran  acumuladas  en  el  oráculo  9,  1-6, 
pero  ya  he  indicado  que  el  oráculo  7,  14-16  no  puede  comprenderse  desligado  totalmente 
de  9,  1-6.  El  tema  del  reino  (mamlaka)  y  trono  (kisse')  eternos  constituye  un  leit- 
motiv de  2Sm.  5-8:  p.  e.  5,  12;  7,  12. 13. 16. 26;  Dios  está  con  David  5,  10;  7,  3.9; 
y  David  con  Dios  23,  5  'im  'el;  Dios  le  castiga  con  vara  de  hombres  (sbt)  7,  14; 
el  hijo  (ben)  que  sucederá  a  David  rige  toda  una  serie  de  contrastes,  es  negado  a 
Micol  6,  23,  debe  morir  el  primer  hijo  de  Betsabé  (por  el  pecado)  11,  27;  12,  13, 
y  no  volverá  a  su  padre  (1'  yswb);  en  cambio  el  siguiente  es  el  escogido  de  Yavé, 
con  doble  nombre  (Salomón,  Yedidya)  12,  24,  Dios  le  toma  como  hijo  y  hace  de  pa- 
dre 7,  14;  el  gobierno  de  David  se  consolida  en  el  juicio  y  la  justicia  8,  15,  destru- 
ye ('d  kltm)  a  sus  enemigos  22,  38-39;  Palestina  se  llama  Tu  tierra  ('rsk  cfr.  apa- 
rato BH)  7,  23,  y  el  pueblo  es  plantado  por  Yavé  7,   10;  finalmente,  en  el  primer 


376 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


padre),  la  abundancia  de  bienes  en  la  tierra  prometida,  el  signifi- 
cado del  nombre  sin  restricción  temporal,  apuntan  hacia  el  futuro 
mesiánico.  La  introducción  histórica,  la  determinación  temporal, 
instalan  el  oráculo  en  un  recinto  histórico  concreto,  en  el  reinado 
de  Ahaz.16 

El  motivo  literario  y  teológico  vuelve  a  actuar  en  nuevo  con- 
texto histórico  de  Asur  invasor:  Judá  ha  sido  liberado  de  sus 
vecinos  por  la  presencia  protectora  de  Dios  "Emmanuel",  y  el 
instrumento  del  Dios  protector  era  Asur;  pero  el  instrumento 
se  engríe  y  osa  invadir  la  tierra  "tuya,  Emmanuel" ;  entonces 
vuelve  a  obrar  soberanamente  la  presencia  protectora  de  Dios,  y 
Asur  es  quebrantado :  el  nombre  simbólico  vuelve  a  realizar  su 
sentido,  el  sustantivo  autónomo  se  hace  frase  sintáctica  (como  co- 
rresponde de  ordinario  a  los  nombres  teóforos). 

El  nombre  simbólico  Emmanuel  ha  funcionado  en  los  dos  mo- 
mentos decisivos  de  la  actividad  profética  de  Isaías ;  no  lo  volve- 
mos a  encontrar  como  motivo  literario  definido.  Pero  dado  su 
sentido  radical  y  permanente  en  el  Pueblo  de  la  Alianza,  es  na- 
tural que  esté  presente  de  forma  diversa  en  toda  la  actuación  pro- 
fética, sin  constituir  precisamente  un  "leitmotiv"  literario  defi- 
nido. Es  una  idea  religiosa,  un  tema  teológico  constante,  no  es 
un  leitmotiv  literario  en  sentido  estricto. 

Otro  nombre  simbólico  es  se'ar  yasüb :  su  aparición  histórica 
nos  la  cuenta  una  narración  truncada  7,  1  ss. ;  quizás  acompañó 
a  su  padre  también  durante  el  segundo  oráculo  y  desempeñó  algún 
papel  en  la  explicación  subsiguiente;  el  texto  no  lo  dice.  El  sen- 
tido del  nombre  es  una  constante  teológica  en  la  historia  de  la 
Alianza,  por  lo  cual  no  es  difícil  encontrarlo  de  nuevo  en  va- 
riantes.17 Como  fórmula  literaria  completa  recurre  en  10,  21-22, 
condensando  una  vigorosa  síntesis  teológica :  presupone  un  cas- 
tigo —  de  la  totalidad  queda  un  resto  — ,  incluye  una  fidelidad 
—  permanece  un  resto  — ,  anuncia  una  conversión.  El  verso  20 

capítulo  del  reino  salomónico,  la  estabilidad  del  reino  (raíz  kwn)  es  un  estribillo  que 
liga  los  cuatro  episodios,  3Rg.  2,  12.24.33.45. 

He  citado  únicamente  referencias  verbales,  y  habría  que  añadir  las  referencias 
puramente  temáticas  con  diversa  terminología.  Véase  W.  Vischer:  Die  Emmanuel- 
Botschaft  im  Rahmen  des  kóniglichen  Zionfestes.  TS   i955>  45- 

16  J.  Coppens,  La  Prophetie  de  la  'Almah,  Is.  7,  14-17,  ETL  28  (1952),  pá- 
ginas 648-78;  con  bibliografía  abundantísima. 

17  Cfr.  W.  E.  Müller,  Die  Vorstellung  vom  Rest  im  AT,  1939;  y  V.  Herntrich 
en  ThWNT,  IV,  págs.  200  ss.  R.  de  Vaux,  Le  reste  d' Israel  d'aprés  les  prophétes, 
RB  42  (1933),  págs.  526-39. 


LOS  ^LEITMOTIV"  EN  EL  " LIBRO  DE  EMMANUEL"  377 

conserva  el  sustantivo  se'ar,  duplicado  con  peléta,  y  traduce  la 
conversión  con  el  verbo  s'n  (apoyarse,  confiar) ;  en  cambio  el  ver- 
so 19  subraya  la  pequeñez  del  resto  se'ar  mispar  (como  14,  6 
wns'r,  y  24,  13).  En  el  poema  con  estribillo  (cap.  9)  la  ira  no  cesa 
sab,  porque  el  pueblo  no  se  convierte  lo'  sab;  en  la  vocación  se 
refiere  ya  al  pueblo  que  no  se  convierte  6,  10;  el  himno  12,  1 
alaba  a  Dios,  porque  ha  cesado  su  ira  yasab  'appeka;  31,  6  invita 
a  la  conversión  subú ;  la  mano  de  Yavé  se  vuelve  para  purificar  y 
para  convertir  a  los  jueces  a  la  primitiva  fidelidad  1,  25-26.  Final- 
mente, el  profeta  dice  que  "la  salvación  está  en  la  conversión..." 
30,  15.  Es  lógico  que  los  profetas  multipliquen  el  concepto  y  el 
término  de  conversión,  Isaías  y  el  nombre  simbólico  de  su  hijo 
han  dado  un  fortísimo  impulso. 

Del  cuádruple  nombre  me  ocuparé  en  otro  capítulo.  Notemos 
aquí  la  reaparición  de  la  fórmula  (con  ligero  cambio  de  sentido) 
'el  gibbór  en  10,  21,  conversión  del  "resto".  Bajo  el  mismo  signo 
del  cuádruple  nombre  simbólico,  aunque  no  explícitamente  nom- 
brado, parece  estar  la  futura  paz  maravillosa  del  cap.  11.  No 
suena  el  nombre  cuádruple,  pero  se  le  ve  actuando :  recibe  el  es- 
píritu de  consejo  y  fortaleza  ('esa-yo'es;  gebíira-gibbór),  con  los 
que  juzga  justamente  (wesapat  besedeq-mispat  sedaqa) ;  hace  ma- 
ravillas creando  la  paz  entre  los  animales  (pele'  salóm).  La  victo- 
ria y  paz  mesiánicas  están  bajo  el  signo  del  cuádruple  nombre. 

Todo  puede  concluir  en  un  doble  himno  de  alabanza,  en  el 
que  se  exalta  el  nombre  de  Yavé  nisgab  semó,  y  sus  atributos.18 
Primero  canta  el  corega,  llamando  a  Yavé  "mi  fuerza,  mi  canto", 
y  tres  veces  "mi  salvación" ;  después  responde  el  coro,  exhortán- 
dose a  pregonar,  proclamar,  anunciar,  exaltar  y  declarar  las  obras 
de  Yavé  y  su  Nombre  excelso;  a  exultar  y  jubilar  porque  es  gran- 
de en  medio  de  ellos  el  "Santo  de  Israel".  Si  el  corega  de  este 
himno  es  Isaías,  su  nombre  queda  egregiamente  explicado :  en 
8,  18  se  presentaba  a  sí  mismo  con  sus  niños  como  signo,  aquí 
Yesa'yahu  canta  a  Yahu  y^ü'ati,  repitiendo  tres  veces  el  título 
(como  los  serafines  repetían  tres  veces  el  título  qadós). 

La  mayoría  de  los  autores  suelen  rechazar  la  autenticidad  del  capítu- 
lo 12,  arguyendo  por  las  repeticiones  de  otros  pasajes  tardíos:  p.  e.,  la 
introducción  "dirás  aquel  día",  semejante  a  25,  9;  26,  1;  27,  2;  citas  de 
salmos,  105,  1 ;  148,  13 ;  por  las  ideas  escatológicas  y  universales ;  por  el 
tono  genérico  e  impersonal.  Estos  argumentos  son  bastante  precarios,  pues 


18  L.  Alonso-Schókel,  Is.  12:  De  duabus  methodis  pericopam  explicandi,  VD  34 
(1956),  págs.  154-160. 


378 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


las  citas  son  frases  o  fórmulas  fijas  en  el  género  hímnico  o  para  introducir, 
y  el  tono  impersonal  se  obtiene  principalmente  leyendo  el  capítulo  fuera  de 
su  contexto  actual.  A  favor  de  Isaías  se  pueden  aducir  los  siguientes  argu- 
mentos :  la  ira  que  cesa  (12,  1  yasob  'appeka)  es  el  tema  del  poema  con 
estribillo  (lo'  sab  'appó),  qadós  Yisra'el  es  fórmula  típica  de  nuestro  profeta, 
la  exaltación  de  Yavé  (12,  4  nisgab)  es  el  tema  del  poema  2,  6-21,  las  aguas 
de  salvación  (12,  3  ma'ayné  hayyesü'a)  están  aludidas  en  la  antítesis 
8,  6-8,  la  aliteración  breve  y  expresiva  (12,  2  'ebtah  welo'  'epha)  res- 
ponde perfectamente  a  los  usos  estilísticos  de  Isaías  (p.  e.,  1,  19-20;  5,  7; 
7,  9,  etc.),  el  nombre  de  Isaías  en  triple  alusión.  El  argumento  más  fuerte 
contra  la  autenticidad  es  el  siguiente :  el  capítulo  cita  explícitamente  el 
canto  de  Miriam  (Éx.  15,  1.2),  alude  al  tema  de  las  "aguas",  cita  un  verso 
del  salmo  105,  cuyo  tema  principal  es  Egipto  y  el  Éxodo,  y  todo  esto,  in- 
mediatamente después  de  11,  10-16,  canto  del  retorno,  en  términos  de  un 
nuevo  éxodo;  ahora  bien,  el  poeta  que  canta  el  retorno  como  un  nuevo 
éxodo  glorioso,  inspirándose  en  temas  y  motivos  de  las  tradiciones  del 
Éxodo,  es  Deuteroisaías,  incluso  la  palabra  poco  frecuente  m'yn  (fuente) 
la  encontramos  en  Is.  41,  18.  Aunque  no  es  imposible  ni  difícil  un  Isaías 
inspirado  en  las  tradiciones  del  Éxodo,  más  obvio  es  pensar  en  el  autor 
de  Is.  40-55,  que  tiene  ante  la  vista  la  obra  de  su  antecesor  e  intenta  poner 
un  digno  final  al  libro  de  Emmanuel.  En  cualquier  caso,  tal  como  tenemos 
actualmente  esta  serie  de  capítulos,  el  12  hace  magnífico  sentido  como  con- 
clusión literaria  de  la  serie.19 


LEITMOTIV  "EL  REY  Y  EL  EJÉRCITO  DE  ASUR"20 

Con  frecuencia  reaparece  este  leitmotiv  en  nuestros  capítulos : 
en  forma  de  avance  en  5,  26-30  (desde  lejos),  10,  28-32  (próxi- 
mo), en  forma  de  invasión  8,  6-8  (hasta  Judá),  7,  18-19  (junto  con 
Egipto).  De  estos  cuatro  me  ocupo  en  el  próximo  capítulo  "tema 
con  variaciones".  Lo  encontramos  en  el  breve  oráculo  7,  20,  y 
en  el  largo  poema  10,  5-15  (-12)  con  los  tres  oráculos  correspon- 
dientes (véase  más  arriba) ;  reaparece  en  los  sonoros  versos  17, 
12-14,  y  en  los  capítulos  36-37  otra  vez  en  forma  histórica  y  poé- 
tica que  puede  aclarar  o  ilustrar  nuestros  capítulos.  (De  10,  5-15 
me  he  ocupado  en  EstBibl  15  [1956],  págs.  74-81.)  También  es 
importante  el  oráculo  ya  citado  14,  24-27. 

19  El  procedimiento  de  los  nombres  simbólicos,  "nomen-omen"  es  clave  esti- 
lística del  excelente  poema  10,  28-32;  y  hay  un  leve  apoyo  "ominoso"  en  8,  14,  en 
cuanto  que  el  título  §ür  se  ha  convertido  prácticamente  en  nombre  divino;  en  1,  26 
la  ciudad  recibe  un  nuevo  nombre,  "Ciudad  fiel",  como  prenda  de  conversión.  ¿Habrá 
en  8,  11  YHWH  'ly  bhzqt  hyd...  una  sutil  alusión  al  nombre  de  Ezequías  hzqyhw 
y  a  su  conjuración  con  Merodac  Baladán?  La  cosa  no  es  imposible  en  los  hábitos 
proféticos,  y  en  39,  1  leemos  un  sencillo  juego  de  palabras  con  el  nombre  del  rey 
'1  hzqyhw  wysm'  ky  hla  wyhzq. 

20  J.  M.  Droin,  Le  role  d'Assur  dans  la  prophétie  d'Esaie  (Diss.  Genéve,  1953). 


los  "leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  379 


LEITMOTIV  "TINIEBLAS"  Y  "DESOLACIÓN  VEGETAL" 

La  tribulación  cósmica  de  las  tinieblas  y  la  desolación  de  cam- 
pos y  bosques  son  motivos  emparentados.  El  tema  de  la  oscuridad, 
muy  recargado  de  palabras,  bien  poco  al  estilo  de  Isaías,  prepara 
la  gran  luz  de  9,  1.  Encontramos  el  motivo  en  un  pasaje  dudoso : 
5,  30.  El  breve  poema  sobre  Asur  terminaba  perfectamente,  ro- 
tundamente con  el  verso  29  "nadie  lo  arranca",  un  nuevo  rugir 
(yinhom)  sin  sujeto  sirve  para  insertar  los  nuevos  versos,  y  30b 
acumula  tinieblas  en  un  texto  corrompido;  tenemos  que  conten- 
tarnos con  una  conjetura  apoyada  en  algunas  semejanzas. 

Hemos  visto  al  redactor  que  no  resistía  el  contemplar  a  Asur 
triunfador :  interrumpía  el  soberbio  discurso  (10,  12),  enganchaba 
un  oráculo  de  desolación  vegetal  al  final  del  avance  fulgurante ; 
podemos  pensar  que  lo  mismo  hace  aquí,  sin  apurar  la  lógica  o  la 
coherencia  poética.  Al  rugido  doble  de  Asur,  se  opone  el  rugido 
más  potente  de  Yavé,21  "como  rugido  de  mar"  (kenahmat  yam) ; 
en  31,  4  Yavé  baja  rugiendo  a  la  lucha.  Asur  mira  en  busca  de 
auxilio,  y  sólo  encuentra  tinieblas  (adaptadas  de  8,  22),  como  los 
egipcios  en  los  días  del  éxodo  (cfr.  Ex.  10  y  Sap.  17). 

El  motivo  de  la  desolación  vegetal  es  más  simple  y  directo: 
sonaba  al  final  del  capítulo  1,  y  era  brevemente  aludido  en  6,  11. 
El  verdadero  arranque  poético  parece  ser  el  canto  de  la  viña, 
con  el  dato  fundamental  "zarzas  y  barzas"  (samir  wesayt),  la  llu- 
via (matar),  el  "holladero"  (mirmas),  el  verbo  "escardar"  ('adar). 
Todos  estos  datos  reaparecen  en  el  oráculo  final  del  capítulo  7, 
evidentemente  inspirados  en  5,  5-6. 

Sospecho  una  confusión  textual  en  los  versos  7,  23-25  :  hay 
en  ellos  elementos  para  un  amplio  paralelismo  bastante  regular, 
que  presento  como  resultado  de  algunos  cambios  (el  orden  sin- 
táctico subordinado  a  mostrar  las  correspondencias) : 

kl  mqwm  'sr  'lp  gpn  'lp  ksp  bhsym  bqst  ybw'  smh  Ismyr  lsyt  yhyh 
kl  hhrym  'sr  bm'dr  y'drwn  yrt  smyr  syt  1'  tbw'  smh  lmslh  swr  lmrms 

sh  whyh 

El  sentido  sería:  "Todo  plantío  de  mil  majuelos  de  a  mil  dineros, 
lo  entrarán  con  arcos  y  flechas,  y  será  zarzas  y  barzas ;  y  a  todos 
los  montes  escardados  a  escarda,  allá  no  entrarás  por  temor  de 
zarzas  y  barzas,  y  serán  rodeo  de  vacas,  holladero  de  cabras". 

2i    Ps.  93. 


380 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Según  esta  hipotética  reconstrucción,  la  desolación  de  zarzas  y 
barzas  es  consecuencia  de  la  batalla,  no  antecedente.  Si  en  27,  4 
sucede  la  batalla  (milhama)  a  las  zarzas,  es  porque  allí  el  canto 
apunta  hacia  otro  sentido  traslaticio.22 

En  el  canto  de  la  viña,  las  malas  obras  (los  pecados)  eran 
agrazones  (be'usim),  y  las  zarzas  eran  consecuencia  del  castigo. 
La  imagen  evoluciona,  y  las  zarzas  se  convierten  en  las  malas 
obras.  Así,  p.  e.,  9,  17  las  zarzas  y  barzas  (=  pecados)  son  el 
punto  donde  se  aplica  el  fuego  (=  ira  punitiva)  de  Yavé,  de  allí 
salta  a  la  maleza  del  boscaje.  En  10,  17  Yavé  se  vuelve  fuego  y 
llama  (=  castigo)  que  consume  zarzas  y  barzas  (=  pecadores), 
y  de  allí  salta  al  soto  hasta  dejar  árboles  contados. 

Emparentado  con  el  anterior,  al  menos  en  los  resultados  deso- 
ladores, es  el  castigo  de  talar  y  desgajar,  conminado  a  Asur 
(10,  33-34),  que  se  gloriaba  de  haber  talado  cedros  y  cipreses 
(37,  24).  _ 

Las  tinieblas  y  la  desolación  vegetal,  aplicados  a  Israel  son 
castigos  graves,  pero  no  totales,  y  son  etapa  inmediata  antes  de 
una  restauración.  Esto  nos  dice  el  lenguaje  de  la  ''composición", 
sea  quien  fuere  su  autor.  Aplicados  a  Asur,  el  enemigo  por  anto- 
nomasia en  la  carrera  profética  de  Isaías,  dichos  castigos  son 
definitivos. 

LEITMOTIV  "NIÑO" 

El  niño  ejerce  su  función  en  el  simbolismo  del  nombre.  Tiene 
que  acompañar  a  su  padre  en  la  visita  al  rey  (7,  3) ;  y  quizá  tam- 
bién en  la  segunda  visita  como  elemento  de  explicación  del  orácu- 
lo (véase  más  arriba).  El  crecimiento  del  niño,  hasta  las  primeras 
palabras,  hasta  el  uso  de  razón,  también  tienen  función  particular 
en  los  oráculos  correspondientes.  Es  fundamental  el  nacimiento 
del  niño  en  los  tres  oráculos  de  los  capítulos  7,  9  y  11.  No  tan 
capitales  son  el  niño  que  cuenta  los  árboles  10,  19,  el  muchacho 
que  pastorea  rebaños  de  animales  domésticos  y  fieras  amansa- 
das 11,  6,  y  el  crío  que  juega  en  la  hura  del  áspid. 

Un  hecho  estilístico  que  desborda  la  pura  funcionalidad,  pre- 
cisa y  superior.  Los  niños  eran  " signos  dados  por  Dios  a  Israel", 
pero  a  este  hecho  añade  el  profeta  un  temblor  humano  que  es  casi 
único  en  la  literatura  profética  (cfr.  Os.  11,  1-2).  Parece  ser 
que  el  poeta  está  poseído  de  la  ternura  paternal,  cuando  piensa 


22    2Sm.  22,  7  nos  da  un  sentido  diverso  o  un  texto  mal  conservado. 


los  "leitmotiv"  en  el  "libro  de  emmanuel"  381 

en  la  trascendencia  de  aquellos  seres  menudos  e  inconscientes, 
sus  hijos  y  los  niños  de  las  visiones  oraculares.  Y  de  esta  ternura 
se  le  escapan  detalles  líricos :  en  el  terrible  cuadro  de  desolación 
vegetal  "un  niño  contando  los  árboles",  en  la  maravillosa  paz 
mesiánica  un  niño  pastor  de  fieras  y  un  crío  jugando  con  los  más 
peligrosos  animales;  las  primeras  palabras  'abi  'immi.  Motivos  o 
detalles  no  del  todo  necesarios,  pero  que  enriquecen  maravillosa- 
mente la  visión  poética. 

Conclusión  :  Creo  haber  registrado  y  descrito  los  "leitmotivs" 
de  estos  capítulos ;  otros  motivos  no  llegan  a  la  categoría  rectora 
("Leit-"),  o  tienen  poco  interés  literario.  Algunos  serán  desarro- 
llados en  los  capítulos  siguientes. 

EL  AVANCE  DE  ASUR 
Tema  con  variaciones  23 

I.  5,  26-29 

26    Alzará  pendón  a  un  pueblo  remoto, 

silbará  hacia  el  confín  de  la  tierra. 

¡  Mirad  cómo  viene  veloz  y  ligero ! 

23  En  muchos  de  los  capítulos  siguientes  ofrezco  una  traducción  nueva  del 
texto  original.  En  castellano  moderno  tenemos  dos:  la  de  Nácar  es  literaria,  de  un 
lenguaje  rico,  expresivo,  sabroso;  con  una  fluidez  que  salva  oscuridades  y  allana 
desigualdades;  se  puede  leer  poéticamente,  y  es  bastante  fiel.  La  de  Cantera  es  más 
literal,  dura,  bastante  prosaica. 

Mi  opinión  sobre  las  traducciones  la  he  dicho  en  una  recensión  de  la  reciente 
traducción  alemana  de  M.  Buber:  VD  34  (1956),  y  en  los  artículos:  Traducción  de 
textos  poéticos  hebreos,  EstBib  19  (1960),  págs.  311-28;  I  (ejemplos),  CuBi  17  (1960), 
páginas  170-76;  II,  págs.  257-65;  II,  18  (1961),  págs.  336-46. 

Yo  me  esfuerzo  y  peleo  por  sacar  una  traducción  literal,  fiel,  poética,  estilística. 
Literal  quiere  decir  que  me  atengo  a  las  palabras  escuetas,  a  su  número  y  posición 
—  la  flexibilidad  del  castellano  permite  mucho  — ,  que  no  suavizo  expresiones,  ni  busco 
rodeos,  ni  aclaro;  en  esto  creo  imitar  la  manera  de  traducir  de  fray  Luis  y  de  San 
Juan  de  la  Cruz,  en  sus  respectivos  comentarios  en  prosa.  Fiel  es  una  categoría 
superior:  la  fidelidad  es  más  bien  al  espíritu  o  ambiente;  la  fidelidad  permite  que- 
brantar en  alguna  ocasión  la  literalidad;  la  fidelidad  requiere  una  inmersión  directa 
en  el  original,  y  no  se  puede  conseguir  por  puro  trabajo  de  diccionario.  Poética:  es 
un  grado  importante  de  la  fidelidad:  no  me  parece  fiel  la  traducción  de  un  poema, 
que  da  impresión  perfecta  de  prosa;  no  puedo  tolerar  la  traducción  de  Kónig;  la 
poesía  permite  y  muchas  veces  exige  un  tratamiento  más  libre  de  la  sintaxis,  y  se 
deleita  en  un  vocabulario  selecto;  selecto  no  quiere  decir  exquisito  o  refinado;  la 
selección  que  yo  busco  es  la  de  la  fuerza  elemental.  Estilística:  es  la  clave  de  todo; 
no  me  he  contentado  con  la  inmersión  resonante  en  los  poemas  originales;  he  vuelto 
reflexivamente   sobre  ellos  para  analizar  pacientemente   sus   recursos  estilísticos;  en 


382 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


27  No  hay  cansado,  no  hay  vacilante; 

no  se  acuesta,  no  se  duerme; 
no  desciñe  el  cinturón  de  los  lomos, 

no  desata  la  correa  de  las  sandalias. 

28  Están  sus  saetas  aguzadas, 

todos  los  arcos  tensos ; 
las  pezuñas  de  sus  caballos  como  pedernal, 
los  'radios'  de  las  ruedas  como  torbellino. 

29  Ruge  contra  él  como  león, 

ruge  'contra  él'  como  los  cachorros; 
brama  y  agarra  la  presa, 

la  retiene,  y  no  hay  quien  se  la  arranque. 


II.  10,  28-32 

27b  Sube  del  lado  de  Rimón, 

28  llega  hasta  Ayat, 
pasa  por  Migrón, 

revista  las  armas  en  Mikmás. 

29  Desfilan  por  el  desfiladero, 

Gebat  campamento  nocturno. 
Temerosa  Rama, 

Gebat- Saúl  huye. 

30  Clama  fuerte,  Galim, 

que  Lais  la  escuche, 
conteste  Anatot; 


cuanto  es  posible,  he  querido  reproducir  en  castellano  esos  mismos  recursos  estilísticos 
individuales;  si  el  mismo  recurso  no  era  posible,  he  buscado  alguno  equivalente;  cuando 
me  he  reconocido  vencido,  ha  sido  después  de  enconada  búsqueda.  Entre  los  recursos 
estilísticos  señalo  algunos:  el  factor  sonoro,  tan  importante  en  la  poesía  hebrea;  el 
ritmo  no  ha  sido  muy  difícil  conservarlo,  adoptando  el  sistema  acentual,  común  al 
hebreo  y  al  castellano,  conservando  el  mismo  número  de  acentos  y  prescindiendo  del 
isosilabismo;  las  repeticiones  verbales,  muchas  veces  clave  en  la  estructura  de  los 
poemas  hebreos;  los  cambios  de  sujeto,  y  la  parataxis,  que  hacen  rápido  y  movido 
el  estilo  hebreo. 

En  cambio  no  he  buscado,  incluso  he  rehuido  la  fluidez,  porque  la  poesía  hebrea 
no  es  fluida,  sino  forjada  en  materiales  macizos;  ni  he  buscado  el  matiz,  porque  la 
poesía  hebrea  es  elemental,  anterior  al  matiz;  ni  he  procurado  mantener  la  unifor- 
midad en  la  traducción  de  cada  término,  porque  no  lo  permite  la  poesía;  la  traducción 
de  cada  término  la  he  realizado  en  función  de  la  frase  y  poema  individual;  no  busco 
que  coincida  con  la  misma  palabra  hebrea  de  otro  capítulo,  sino  busco  que  sea 
coherente  en  la  tonalidad   del  poema. 

Con  estos  criterios,  creo  que  mis  ensayos  de  traducción  son  cosa  nueva  en  cas- 
tellano; si  no  he  sido  más  generoso  en  traducir,  es  por  el  lentísimo  trabajo  que  re- 
quieren. 

En  algunas  de  las  traducciones  explicaré  la  razón  estilística  de  pasos  selectos. 


TEMA  CON  VARIACIONES 


383 


31  Madmena  desbandada. 
Los  vecinos  de  Guebim  se  fugan. 

32  Hoy  aún  un  alto  en  Nob, 
y  ya  tiende  la  mano  al  monte  Sión, 
al  collado  de  Jerusalén. 

III.  8,  6-8 

Porque  ha  despreciado     el  pueblo  ese 

las  aguas  de  Siloj,     que  discurren  mansas, 
Mirad  que  el  Señor     levanta  contra  ellos 

las  aguas  del  Río     torrenciales  y  caudalosas. 

Remonta  los  diques,     desborda  las  presas, 
invade  Judá,  redunda,  crece,  hasta  el  cuello  alcanza. 
Y  será  la  envergadura  de  sus  alas 
la  anchura  colmada  de  tu  tierra, 
¡  oh  Emmanuel !  24 

IV.  7,  18-19 

18  Sucederá  en  aquel  día : 
Silbará  Yavé  al  moscardón, 
que  vive  en  los  cabos  del  río  de  Egipto, 
y  a  la  abeja  que  vive  en  la  tierra  de  Asur. 

19  Y  vendrán  y  se  posarán  en  masa 
en  las  honduras  de  las  quebradas, 
en  las  hendeduras  de  los  roquedos ; 
en  todo  espinar,  en  todo  abrevadero.2^ 

Si  admitimos  el  traspaso  de  5,  26-29,  y  contamos  el  poema 
del  cap.  10,  tenemos  seis  " variaciones"  del  tema  Asur  en  el  libro 
de  Emanuel :  material  excelente  para  estudiar  comparativamente 
los  recursos  estilísticos.  Esto  que  llamo  "variaciones"  requiere  en 
el  escritor  buena  dosis  de  inspiración  y  abundantes  recursos  es- 
tilísticos. 

I.  LEJOS:  AVANCE  INFATIGABLE 

El  enemigo  está  lejos  "remoto,  en  el  confín  de  la  tierra".  Yavé 
le  suscita  con  dos  acciones,  alzando  un  pendón,  silbando  (cfr.  pá- 

24  La  asonancia  de  los  verbos  y  del  sustantivo  "  'ala  halak  halap  satap  'abar 
§awwa'r"  no  logro  reproducirla.  La  traducción  de  "muttót"  por  "envergadura"  la 
da  también  Cantera;  la  coincidencia  ha  sido  independiente. 

25  "Honduras  -  hendeduras"  reproduce  la  aliteración  original  "nahlé  neqiqé"; 
las  otras  aliteraciones  "quebradas  -  roquedos  -  abrevaderos"  reproducen,  más  que  ali- 
teraciones concretas,  la  línea  general  de  los  efectos  sonoros. 


6 
7 

8 


384 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


ginas  348-49) ;  paralelismo  rápido.  El  resultado  sucede  en  un 
verso  suelto :  según  los  cánones  del  paralelismo  estricto,  un  verso 
no  puede  vivir  solitario.  Precisamente  en  este  romper  los  cánones 
está  la  eficacia  de  ese  magnífico  verso:  él  solo,  con  su  densidad 
y  rapidez,  equilibra  los  dos  anteriores ;  los  dos  versos  narraban 
en  tercera  persona,  el  tercer  verso  reclama  la  atención  del  lector 
hacia  el  hecho  que  está  sucediendo  como  respuesta  fulgurante. 

Sigue  la  descripción  del  avance.  Nosotros  usamos  adjetivos 
como  " incansable,  infatigable,  insomne,  inagotable"  etc.,  de  for- 
ma y  contenido  negativo  "in-".  En  hebreo  no  existen  tales  adje- 
tivos, pero  los  suplen  con  ventaja  sentencias  concretas;  funda- 
mentalmente el  recurso  "negativo"  es  el  mismo.  El  poeta  acumula 
aquí  seis  negaciones ;  pero  ni  la  acumulación,  ni  el  paralelismo 
retrasan,  gracias  a  la  variación:  "no  hay  -|-  partic,  no  hay  + 
+  partic ;  no  +  imperfecto,  no  +  imperf ;  no  +  perfecto  +  com- 
plemento, no  +  Pei"f  +  complem".  La  misma  acumulación  regu- 
lar de  negaciones  subraya  el  avance  constante,  infatigable. 

Sigue  la  descripción  de  las  armas,  rápida  y  eficaz ;  ordenada 
en  el  paralelismo,  aprovechando  recursos  sonoros ;  el  verso  de  las 
"saetas"  abunda  en  sibilantes  "  'sr  hsy  snnm",  el  de  los  arcos  in- 
siste en  oclusivas  K  T  "wkl  qstty  drkt",  y  las  vocales  están  a 
tono  "i  u  u  i;  o  o  o".  Un  contraste  parecido  en  los  siguientes 
versos:  abundancia  de  s  para  los  caballos  "parsót  súsayü  kassar", 
las  ruedas  "galgillayú". 

Entretanto  se  ha  acercado  el  ejército,  y  toma  para  el  poeta 
la  figura  de  un  león :  primero  se  escuchan  los  rugidos  repetidos, 
después  en  un  verso  extraordinario  se  concentra  el  desenlace; 
cuatro  verbos,  el  último  con  valor  conclusivo. 

El  avance  de  un  pueblo  enemigo  es  o  será  tema  frecuente  de 
los  profetas :  repetirán  la  imagen  del  león,  la  descripción  de  los 
caballos  y  los  carros ;  pero  es  difícil  encontrar  una  descripción 
tan  acabada  como  la  presente.  La  sobriedad  y  eficacia  de  Isaías 
están  manifiestas:  todo  es  plástico,  ordenado  en  un  conjunto,  en 
movimiento  coherente.  Isaías  observa  con  exactitud,  pero  man- 
tiene una  cierta  distancia  contemplativa,  que  le  permite  crear  una 
visión  de  conjunto.26 

26  Jr.  4  ofrece  un  tema  semejante:  una  invasión  enemiga,  como  castigo  contra 
Judá.  Cito  algunos  detalles  más  parecidos: 

6    Tocad  la  trompeta  en  la  tierra,  gritad  con  voz  llena; 
alzad  pendón  a  Sión,  huid,  no  deteneros; 


TEMA  CON  VARIACIONES 


385 


II.  ÚLTIMA  ETAPA  FULGURANTE 

L.  Alonso  Schókel:  Is.  10,  28-32,  Análisis  Estilístico,  Bíblica  40  (1959), 
páginas  96-102. 

Esta  variación  apenas  se  parece  a  la  anterior.  Queda  el  tema 
fundamental,  "avance  de  Asur",  queda  el  desenlace  "echar  mano" 
a  la  presa.  Lo  demás  es  diferente;  y  sin  embargo  muy  concreto, 
porque  la  concreción  está  tomada  de  la  geografía  de  una  campaña 
militar.  Quien  ha  estudiado  la  topografía  del  fragmento,  reconoce 
lo  acertado  del  itinerario  para  un  ataque  por  sorpresa.27 

A  mí  me  interesa  lo  literario :  una  mera  enumeración  de  loca- 
lidades, aunque  pueda  ser  sugestiva  para  el  público  local,  difícil- 
mente llega  a  categoría  literaria.  Un  primer  elemento  literario  es 
la  estilización:  son  catorce  nombres,  catorce  pasos  antes  del  asalto 
final  a  la  capital  (Jirku  cuenta  12:  ZAW  48,  230). 

Otro  elemento  literario  decisivo  en  el  poema  es  lo  fonético. 
Los  nombres  geográficos  están  escuchados  en  su  calidad  sonora, 
para  ingeniosos  juegos  de  palabras  "'aberú  ma'bara,  hareda  ha- 
rama,  sahli  qólék  bat-gallim,  'aniyya  'anatót,  nadeda  madmena" ; 
otros  más  apagados  "lemikmas  yapqid  kélayü"  (K  L)  "'ód  hay- 
yóm  benob  la'mod  yenopep  yadó  har  siyyón"  (la  vocal  o). 

Una  mentalidad  moderna  explica  esta  pieza  de  virtuosismo 

porque  yo  traigo  un  mal  desde  el  norte,  un  magno  quebranto. 
7    Subió  el  león  de  su  cubil,  el  verdugo  de  pueblos  avanza, 

para  dejar  tu  tierra  desierta,  tus  ciudades  destruidas,  sin  habitantes. 
13    Mírale  que  sube  como  un  nublado:  sus  carros  como  un  torbellino, 

más  veloces  que  águilas  sus  caballos;   ¡Ay  de  nosotros,  estamos  perdidos! 
16    Eos  asaltantes  vienen  de  tierra  lejana;  lanzan  sus  gritos  contra  Judá. 
19    Ay  mis  entrañas,  ay  mis  entrañas.  Desfallezco,  se  me  quiebra  el  corazón; 

me  duele  el  corazón,  y  no  puedo  callar; 

que  escucha  mi  alma  la  voz  del  clarín,  el  clamor  de  la  batalla; 
se  anuncia  quebranto  sobre  quebranto;  está  desolada  la  tierra. 
Súbito  mis  pabellones  desolados,  de  repente  mis  tiendas. 
¿Hasta  cuándo  veré  el  estandarte,  escucharé  el  clamor  del  clarín? 

Jeremías  utiliza  imágenes  y  recursos  ajenos,  pertenecientes  a  una  tradición  lite- 
raria; pero  el  conjunto  es  peculiar.  Jeremías  interrumpe,  recomienza,  penetra  en 
escena  para  hablar,  describe,  expresa  sus  sentimientos.  Muy  movido,  pero  sin  orden, 
sin  la  claridad  de  Isaías,  sin  la  sobriedad  tan  eficaz. 

27    G.  H.  Dalman:  PJ  12  (19 16),  37-57.  Con  un  mapa  de  la  campaña. 

Es  curioso  observar  que  la  mayoría  de  los  comentadores  no  advierten  o  no  se- 
ñalan este  aspecto  tan  patente  (cfr.  notas  pág.  25).  Fischer  no  lo  señala,  Delitzsch 
señala  la  aliteración  de  Anatot,  Procksch  observa  esta  sola,  y  dice  que  es  casual, 
Dillmann  observa  genéricamente  "Die  Assonanz  ist  zu  beachten",  Kissane  no  dice 
nada.  Steinmann  es  quien  más  lo  subraya. 


386 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


fonético  con  dos  posibles  categorías :  o  para  un  efecto  cómico 
(como  los  juegos  de  palabras),  o  en  una  escuela  manierista.28  No 
podemos  pensar  que  Isaías  pretenda  con  su  descripción  hacer 
reír.  La  calidad  sonora  de  las  palabras  era  para  los  hebreos  cosa 
seria  y  respetable.  Tampoco  es  legítimo  colocar  a  Isaías  en  una 
escuela  manierista.  Las  etimologías  populares  y  las  aliteraciones 
con  los  nombres  propios  son  cosa  frecuente  en  la  Biblia ;  lo  infre- 
cuente es  tomar  el  recurso  como  base  estilística  de  todo  un  poema ; 
esto  lo  han  hecho  Isaías  y  su  contemporáneo  Miqueas,  en  el  apo- 
geo clásico  de  la  literatura  hebrea.  No  sabemos  quién  fue  el  in- 
ventor;  quizás  el  poeta  elevó  a  categoría  erudita  y  refleja  algo 
que  ya  existía  en  las  canciones  populares.  Es  fácil  que  para  los 
oyentes  de  Isaías  (el  poema  hay  que  recitarlo  en  voz  alta  para 
que  suene)  el  poema  fuese  un  alarde  de  habilidad,  una  deleitosa 
sorpresa.29 

El  recurso  fonético  no  hubiera  bastado.  Aquí  está  asociado  a 
la  fuerza  descriptiva  de  efecto  impresionante.  Qué  variedad  en  el 
sucederse  de  los  nombres  geográficos,  y  qué  clara  ordenación  del 
movimiento  rápido.  Hay  que  fijarse  en  los  verbos :  "sube,  llega, 
pasa,  revista  (leve  parada) ;  atraviesan,  pernoctan  (parada).  (Re- 
acción en  los  pueblos  invadidos) :  tiembla,  huye,  ¡  grita,  escucha, 
contesta!,  se  desbanda,  se  fuga.  Un  alto  (el  último)  y  ya  tiende 
la  mano...".30 

28  Duhm  encuentra  el  fragmento  indigno  de  Isaías:  "Die  ganze  Schilderung 
scheint  mir  zu  spielend  zu  sein,  ais  dass  man  sie  dem  Jes  zuschreiben  dürfte."  Stein- 
mann  valora:  "De  plus,  il  trouvait  dans  certains  des  noms  de  ees  villagés  l'occasion 
d'assonances...  Le  prophéte,  dans  ees  rapprochements  de  sons,  ne  trouvait  pas  mattiére 
á  jeux  des  mots,  mais  découvrait  les  mauvais  présages  dont  les  noms  de  ees  villages 
étaint  sinistrement  chargés." 

29  Un  lector  español  podría  imaginarse  que  un  escritor  describe  una  invasión 
desde  la  costa  norte  hacia  el  centro,  en  términos  semejantes: 

Saltan  a  Santander,  a  Palencia  se  abalanzan. 
—  Salamanca  se  lamenta,  Valladolid  va  llorando — . 
Ávila  está  velando,  mientras  Segovia  se  agobia. 
En  Guadalajara  aligeran  —  Madrid  está  medroso  — . 
Atajan  por  el  Tajo... 

30  Refiriéndose  al  acierto  descriptivo,  valora  Delitzsch:  "Die  Schilderung 
gehórt,  ásthetisch  angesehen,  zu  dem  malerisch  Grossartigsten,  was  je  menschliche 
Poesie  hervorgebracht...  Bis  v.  32a  bewegte  sich  die  Rede  in  stürmischen  Eilschritten, 
dann  wird  sie  zaudernd  und  wie  klopfend  vor  Bangigkeit...  Man  braucht  sich  nicht 
zu  stráuben  die  Schilderung  ideal  oder  auch  poetisch  zu  nennen.  Eine  Chimare  ist 
sie  deshalb  nicht..."  Steinmann:  "Dans  un  poéme  haletant,  Isaie  dépeignit  cette 
marche  foudroyante."  H.  Schmidt  toma  el  fragmento  como  base  para  una  amplia 
descripción  parafrástica. 


TEMA  COX  VARIACIONES 


387 


De  la  fusión  de  los  tres  elementos  estilísticos :  la  concreción 
geográfica  (sugerente  para  el  público),  las  paronomasias  ("nomen 
ornen"  los  nombres  se  vuelven  fatídicos),  y  la  descripción  del  mo- 
vimiento rápido,  resulta  una  pieza  literaria  original,  poderosa. 
Aunque  el  poeta  entra  líricamente  en  escena,  con  los  imperativos 
que  increpan  a  las  aldeas,  conserva  la  distancia  para  componer 
un  conjunto  ordenado  y  abarcable.  Lo  mismo  que  en  la  primera 
variación. 

III.  LA  INUNDACIÓN 

(Cfr.  págs.  282  ss.)  Esta  variación  emplea  como  recurso  una 
imagen :  un  torrente  que  se  desborda.  El  agua,  con  su  doble  va- 
lencia, fecunda  y  destructiva,  es  la  base  del  símbolo :  está  dicho 
en  una  antítesis  muy  marcada  y  bastante  simétrica,  como  enun- 
ciado que  resume  y  pone  en  marcha  el  poema.  La  antítesis  apro- 
vecha los  recursos  sonoros  que  hacen  el  enunciado  más  marcado : 
la  rima  enfática  -im,  el  ritmo  ensanchado  al  final.  También  es 
interesante  el  cuidado  en  adjetivar,  porque  los  adjetivos  tienen 
función  esencial,  distinguir  concisamente  las  dos  fuerzas  contra- 
puestas del  agua. 

A  partir  de  la  antítesis  inicial  se  desarrolla  el  breve  poema :  la 
primera  parte,  el  pecado,  queda  sin  desarrollo  (Jr.  2,  13  describe 
el  pecado  en  imagen  de  agua :  "me  dejaron  a  mí,  fuente  de  aguas 
vivas,  y  se  excavaron  cisternas  agrietadas").  El  castigo  está  des- 
arrollado con  la  imagen  de  las  aguas  inundantes.  El  recurso  es 
un  adensar  los  verbos,  con  cambio  de  ritmo : 

Remonta  todos  los  diques        desborda  todas  las  presas  3  +  3 

invade  Judá     redunda,  crece  hasta  el  cuello  alcanza.       2  +  2  +  2 

El  verso  siguiente,  según  muchos  comentadores,  trae  un  cam- 
bio de  imagen :  Asur  aparece  como  un  ave  de  presa,  las  alas  ten- 
didas. El  recurso  sería  como  en  la  primera  variación :  al  acercarse 
Asur,  el  poeta  lo  ve  como  un  león  rapaz ;  aquí  tendríamos  buitre 
o  águila  en  vez  de  león.  Todo  depende  de  cómo  se  interprete  la 
palabra  "kanap",  que  puede  significar  "ala",  y  se  aplica  a  las 
aves,  a  la  aurora,  a  una  túnica,  a  la  tierra,  al  viento  (quizás  a  un 
ejército).  La  imagen  cuadraría  bien,  es  frecuente  en  la  literatura 
prof ética  mirar  al  enemigo  como  un  ave  de  presa  que  se  avecina. 
En  caso  afirmativo,  hay  que  reconocer  que  la  imagen  es  magní- 
fica por  la  brevedad  y  vigor. 


388 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


IV.  LA  OCUPACIÓN 

El  tema  varía  algo :  en  vez  del  avance,  el  profeta  describe  la 
ocupación.  El  comienzo  puede  recordar  la  primera  variación  (5, 
26),  por  el  "silbo"  que  congrega.  Pero  la  imagen  es  aquí  diversa: 
los  insectos  tienen  valor  emblemático,31  representan  a  sus  países ; 
la  referencia  se  aclara  explícitamente.  Es  notable  la  onomatopeya 
(sibilantes  -f-  R)  de  los  primeros  versos  (págs.  100-101). 

En  la  ocupación  quiere  hacer  resaltar  el  poeta  la  impresión 
de  totalidad :  no  queda  hueco  ni  resquicio  adonde  no  lleguen  y  se 
posen  las  bandadas  de  insectos.  Esta  impresión  descriptiva  la 
consigue  acumulando  los  sustantivos,  seis  en  total;  y  con  efectos 
sonoros  de  dos  clases :  comienzos  iguales  (aliteración  sensu  stri- 
cto),  y  la  repetición  de  un  sonido  dentro  de  los  nombres.  Puede 
decirse  que  la  sonoridad  tiene  tanta  importancia  como  el  signifi- 
cado, o  que  las  palabras  han  sido  seleccionadas  con  preocupación 
sonora  (pág.  100). 

Comparemos  la  acumulación  de  sustantivos  aquí,  con  la  de 
verbos  en  la  variación  III ;  la  concreción  de  datos  campestres,  sil- 
vestres aquí,  con  la  concreción  de  nombres  geográficos  en  la  va- 
riación II. 

Conclusión  :  Para  repetir  un  mismo  tema  con  tanta  variedad 
no  basta  el  caudal  de  la  inspiración  poética ;  hace  falta  un  dominio 
grande  de  los  recursos  de  estilo,  hay  que  manejar  con  madurez 
la  lengua  y  sus  posibilidades,  hay  que  conocer  el  oficio  de  escritor. 
Sería  ilusión  hablar  aquí  de  improvisación  poética,  donde  la  ins- 
piración está  conjugada  con  la  maestría  artesana.  Y  esta  actividad 
concuerda  mucho  mejor  con  un  poeta-escritor  (de  "clerecía"), 
que  con  un  poeta-recitador  (de  "juglaría"),  que  improvisa  y  de- 
clama sin  escribir.32 

Comparaciones  :  Podríamos  fijarnos  en  el  magnífico  avance 
descrito  por  Joel  en  su  cap.  2.  (De  él  me  ocupo  en  otra  ocasión, 
páginas  248-49,  409.) 

También  es  interesante  Hab.  1,  6-11,  con  muchos  puntos  de 
contacto,  con  algunos  detalles  descriptivos  magníficos,  pero  me- 

31  Sobre  los  emblemas,  véase  W.  KaysER,  págs.  75-77- 

32  Ed.  Nielsen:  Oral  Tradition  L.,  1954,  pág.  31,  no  admite  esta  distinción 
práctica.  "And  the  types  of  literature  with  which  these  specialists  deal  are  not  only 
popular  stories  and  fairy-tales,  to  which  children  and  grown-ups  listen  with  enthusiasm 
'on  leisurely  winter  evenings',  but  also  literature  as  aristocratic  and  artificial  as  one 
could  wish." 


TEMA  CON  VARIACIONES 


389 


nos  construido,  menos  conciso  y  eficaz.  Notemos  cierta  insisten- 
cia en  las  comparaciones  de  animales ;  y  el  carácter  tan  sugestivo 
de  escena  desligada ;  como  algo  que  viene,  llega,  conquista,  y  con- 
tinúa fuera  del  poema;  el  poema  ha  fijado  su  tránsito,  en  visión 
impresionista  (para  la  traducción  me  apoyo  sobre  todo  en  la  ver- 
sión poética  de  Vaccari) : 

Hab.  1,  6-11 

Mirad  que  yo  suscito  a  los  Caldeos, 

al  pueblo  acervo  y  veloz ; 
recorre  la  anchura  de  la  tierra, 

para  conquistar  moradas  ajenas. 
Es  espantoso  y  terrible, 

de  él  salen  condenas  y  ruinas. 

Más  ligeros  que  panteras  sus  caballos, 
más  crueles  que  lobos  de  la  estepa; 

se  lanzan  sus  jinetes  desde  lejos, 
raudos  como  el  águila  a  la  presa. 

Se  arrojan  todos  a  la  violencia, 

con  los  rostros  tendidos  adelante ; 
y  amontonan  cautivos  como  arena. 

Ellos  se  mofan  de  los  reyes, 

los  príncipes  son  blanco  de  sus  burlas. 

Se  burlan  de  las  plazas  fuertes, 

apisonan  la  tierra,  y  las  conquistan. 

Después  toma  aliento,  y  prosigue... 
su  fuerza  es  su  único  Dios. 

También  tiene  puntos  de  contacto  la  magnífica  descripción 
de  Nahum,  cap.  2.  El  movimiento  es  desordenado,  se  acumulan 
datos  de  confusión.  Le  interesan  los  datos  visuales  de  color,  bri- 
llo y  movimiento  rápido:  "los  escudos  de  los  soldados  rojean, 
los  guerreros  visten  de  escarlata",  "el  fuego  (¿fulgor?)  del  acero 
de  los  carros",  "los  carros  como  antorchas,  agitados  como  relám- 
pagos" (Joel  es  más  auditivo,  su  movimiento  más  ordenado).  No- 
temos también  esa  estupenda  comparación  "Nínive  como  un  es- 
tanque de  aguas,  de  aguas  que  escapan.  ¡Alto,  alto!,  y  nadie  se 
vuelve". 

En  detalles  concretos  otros  autores  pueden  superar  a  Isaías; 
pero  ninguno  compone  tan  bien  como  él,  ni  le  gana  en  eficaz 
concisión. 


26.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


390 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 

I.  8,  23  -  9,  6 

8,  23         Como  al  principio  abatió 

la  tierra  de  Zabulón  y  la  tierra  de  Neftalí 

así  al  final  ensalzó 
el  camino  del  mar,  allende  el  Jordán. 

9,  1    El  pueblo  caminante  en  tinieblas 
vio  una  luz  grande; 
los  que  habitan  en  tierra  de  sombras, 
una  luz  brilló  sobre  ellos. 

2  Multiplicaste  la  alegría, 

engrandeciste  el  gozo; 
se  gozan  en  tu  presencia, 

como  gozo  en  la  cosecha, 
lo  mismo  que  se  alegran 

al  repartirse  el  botín. 

3  ¡  Que  el  yugo  de  su  carga, 
el  cetro  de  su  hombro, 

la  vara  del  opresor 

quebrantaste  como  el  día  de  Madián ! 

4  ¡  Que  la  bota  que  pisa  con  estrépito 

y  la  túnica  revuelta  en  sangre 
serán  combustible, 

alimento  del  fuego! 

5  ¡  Que  nos  ha  nacido  un  niño, 

se  nos  ha  dado  un  hijo! 
Lleva  al  hombro  el  principado 

y  llaman  su  nombre : 
"Maravilla  de  consejero, 

Dios  de  guerrero, 
Padre  sempiterno, 

Príncipe  de  la  paz." 

6  Para  dilatar  el  principado, 

para  una  paz  sin  límites, 
sobre  el  trono  de  David 

y  sobre  su  reino. 
Para  afirmarlo  y  consolidarlo 

en  la  justicia  y  el  derecho, 

desde  ahora  y  por  siempre. 
¡  El  celo  de  Yavé  lo  cumplirá !  33 


33  Sobre  la  traducción:  Conservo  el  anacoluto  en  la  segunda  estrofa,  y  los 
cambios  de  persona  verbal  en  las  primeras  estrofas.  El  "Que"  repetido  responde  a 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


391 


II.  11,  1-14.15-28 

1  Brotará  un  renuevo  del  tocón  de  Isaí, 

un  vástago  de  su  raíz  florecerá. 

2  Se  posará  sobre  él  el  aliento  de  Yavé : 

aliento  de  ciencia  y  discreción, 
aliento  de  prudencia  y  decisión, 
aliento  de  piedad  y  temor  de  Yavé. 

3  No  juzgará  a  vista  de  ojos, 

ni  argüirá  a  oídas  de  orejas; 

4  juzgará  en  justicia  a  los  pobres, 

argüirá  en  equidad  a  los  desamparados. 

Herirá  al  violento  con  la  vara  de  su  boca, 

con  el  aliento  de  sus  labios  matará  al  impío. 

5  Será  la  justicia  ceñidor  de  sus  lomos, 

la  fidelidad,  ceñidor  de  su  cintura. 

6  Habitará  el  lobo  con  el  cordero, 

la  pantera  con  el  cabrito  se  tenderá; 
el  novillo  con  el  cachorro  pacerá. 

Un  muchacho  pequeño  los  pastorea. 

7  La  vaca  con  el  oso  pastará, 

juntas  se  tenderán  sus  crías; 
el  león  con  el  buey  comerá  paja; 

8  el  mamón  jugará  en  la  hura  del  áspid, 

el  destetado  meterá  la  mano  en  la  cueva  del  basilisco. 

9  No  dañarán  ni  matarán,  por  todo  mi  monte  santo, 

porque  está  llena  la  tierra  de  la  ciencia  de  Dios, 
como  las  aguas  que  colman  el  mar.34 


11,  15-28 

10    Sucederá  aquel  día:  La  raíz  de  Isaí 

se  alzará  como  estandarte  de  los  pueblos. 
Le  buscarán  los  gentiles; 

su  morada  será  una  gloria. 

la  articulación  original;  escojo  esta  partícula  poco  diferenciada,  porque  responde  me- 
jor al  original;  no  sería  fidelidad  traducir  precisamente  lo  que  no  es  preciso  en  el 
original.  No  puedo  conservar  la  triple  rima  en  "-ó"  de  la  estrofa  cuarta;  pero  la 
longitud  y  sonoridad  del  verbo  "quebrantaste"  imita  algo  al  original  "hahittota". 
"Túnica  revuelta"  no  reproduce  la  rima  original  "simia  mególala".  La  estrofa  cen- 
tral en  la  traducción  insiste  en  el  sonido  dominante  X,  imitando  ligeramente  el  ori- 
ginal. "Maravilla  de  consejero"  es  la  traducción  más  literal  posible. 

34  Sobre  la  traducción:  Conservo  la  rima  de  los  cuatro  "ruh"  (que  traduzco 
"aliento",  para  evitar  la  forma  lexicalizada  "espíritu"):  "-é,  -ción  -ción,  -é".  En  la 
serie  de  los  animales  conservo  el  orden  original  de  las  palabras.  El  último  verso  re- 
produce literalmente  la  forma  poco  lógica  de  la  comparación  original. 


392 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


11  Sucederá  aquel  día:  Otra  vez  el  Señor  tenderá  su  mano 
para  comprar  el  resto  de  su  pueblo, 

que  quedare  de  Asur  y  de  Egipto, 

y  en  Patros,  y  en  Kus,  y  en  Elam, 

y  en  Señar,  y  en  Emat,  y  en  las  islas  del  mar. 

12  Alzará  estandarte  a  las  gentes, 

reunirá  a  los  dispersos  de  Israel, 
los  disgregados  de  Judá  congregará 
de  las  cuatro  alas  del  orbe. 

13  Cesará  la  envidia  de  Efraim, 

el  encono  de  Judá  terminará ; 
Efraim  no  envidiará  a  Judá, 

Judá  no  se  enconará  contra  Efraim. 

14  Marcharán  contra  la  ladera  de  Filistea  a  occidente, 

juntos  saquearán  a  los  hijos  de  oriente; 
Edom  y  Moab  caerán  en  sus  manos, 

los  hijos  de  Amón  se  les  someterán. 

15  Secará  Yavé  la  lengua  del  mar, 

alzará  su  mano  contra  el  río; 
herirá  sus  siete  canales, 

que  se  cruzarán  en  sandalias. 

16  Y  habrá  una  calzada  para  el  Resto  del  pueblo 

que  quedare  en  Asur, 
como  la  hubo  para  Israel 

el  día  que  salió  de  Egipto.35 


Nada  mejor  para  el  análisis  estilístico  que  comparar  dos 
poemas  de  tema  análogo.  Hay  un  parentesco  indudable  entre  los 
dos  poemas  elegidos :  ambos  cantan  la  paz  y  al  autor  de  la  paz. 

Una  primera  lectura  poética  nos  revela  ya  una  diferencia  fun- 
damental. Aunque  el  tema  es  el  mismo,  la  razón  poética  es  bien 
distinta.  No  digo  el  desarrollo,  que  es  o  puede  ser  más  extrín- 
seco, sino  la  interna  configuración  de  todo  el  poema. 

El  primero  nos  lanza  en  su  movimiento,  con  cierta  agitación ; 
tiene  un  tono  de  exaltada  intensidad.  El  segundo  nos  sitúa  en 
ambiente  de  tranquilidad,  quietud,  serenidad.  (Sobre  el  tercer 
fragmento  hablaré  más  tarde.) 

El  primero  avanza  intranquilo  hacia  el  climax  poético,  "el 
niño",  y  desde  allí  se  abre  en  amplitud.  El  segundo  está  dominado 


35  Sobre  la  traducción:  "será  una  gloria"  es  la  traducción  más  literal  posible. 
En  la  estrofa  penúltima  "canales  -  sandalias"  no  reproduce  el  juego  de  palabras  ori- 
ginal "nehalim  -  ne'alim". 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


393 


desde  el  principio  por  la  figura  serena  del  renuevo  (al  convertirse 
el  renuevo  en  estandarte,  cambia  de  dirección). 

Formulamos  esta  doble  impresión  primaria  distinguiendo :  el 
primero  es  un  canto  a  la  paz  tras  la  guerra  reciente,  himno  de  li- 
beración ;  el  segundo  canta  la  paz  incontrastada. 

Si  esta  primera  impresión  es  exacta,  el  análisis  estilístico  irá 
confirmando  y  explicando  tal  impresión  con  datos  concretos :  la 
fuerza  poética  interna  configura  los  diversos  elementos.36 

I.  PAZ  TRAS  LA  GUERRA 

Comienza  el  poema  con  una  perfecta  antítesis,  de  exacta  sime- 
tría en  los  miembros;  lo  fundamental  son  los  dos  verbos  "haqel- 
hikbid",  contraste  elemental  de  volumen  y  ligereza,  tenue  y  maci- 
zo; en  el  contraste,  el  frecuente  "kabód"  recobra  su  valor.  Pero 
esta  antítesis,  tan  pulida  y  exacta,  con  cierta  frialdad  de  prólogo, 
cede  el  puesto  a  la  inquietud. 

Escuchemos  los  verbos: 

"  el  pueblo  caminante  en  tinieblas     vio  una  luz  grande ; 

los  habitantes  en  tierra  de  sombras     una  luz  brilló  sobre  ellos. 

multiplicaste  la  alegría     engrandeciste  el  gozo ; 

se  gozan  en  tu  presencia     como  el  gozo  en  la  cosecha, 

lo  mismo  que  se  alegran,     al  repartirse  el  botín..." 

El  hebreo  tiene  más  movilidad  que  nuestras  lenguas  para  cambiar 
de  persona  verbal;  nosotros  solemos  exigir  una  conjunción  que 
justifique  el  cambio,  los  latinos  echaban  mano  de  la  voz  pasiva 
para  evitar  tal  cambio.  A  pesar  de  esto,  los  cambios  del  presente 
poema  son  llamativos:  ''vio...  una  luz  brilló...  multiplicaste...  se 
gozan  (como  el  gozo)...  al  repartirse...  quebrantaste...  será...  ha 
nacido''. 37 

El  paralelismo  no  puede  faltar  en  un  poema  hebreo;  pero  el 
paralelismo  se  hace  aquí  inquieto :  ese  terrible  anacoluto  del  verso 
cuarto:  "los  que  habitan  en  tierra  de  sombras,  una  luz  brilló  so- 
bre ellos",  más  violento  por  su  paralelismo  perfectamente  inicia- 

36  En  este  capítulo  quiero  realizar  con  todo  rigor  de  método  el  análisis  estilístico; 
para  que  pueda  servir  de  muestra  y  modelo.  En  otros  poemas  aplicaré  el  método  con 
más  libertad,  escogiendo  algunos  aspectos  más  interesantes.  El  capítulo  presente 
quedará  como  punto  de  referencia  ideal.  Véase  EstB  18  (1959),  págs.  149-69. 

37  Un  ejemplo  máximo  de  movilidad  en  la  persona  verbal  se  encuentra  en  el 
capítulo  26;  véase  el  análisis  de  este  aspecto  en  las  páginas  473-74. 


394 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


do  con  el  verso  anterior.  Después  el  cambio  duro  de  sustantivo  a 
verbo  "como  gozo...  como  se  alegran";  y  el  desequilibrio  de  tres 
complementos  paralelos  para  un  solo  verbo  "quebrantaste".38 

Hay  un  momento  en  que  el  poeta  echa  mano  de  dos  compara- 
ciones paralelas :  dos  alegrías  elementales,  una  de  la  paz  "en  la 
cosecha",  otra  de  la  guerra  "al  repartirse  el  botín" ;  la  paz  y  la 
guerra  unidas,  no  con  la  fría  antítesis  del  verso  introductorio, 
sino  con  una  desigual  animación. 

En  la  tercera  estrofa  comienza  un  movimiento  claramente 
articulado  por  tres  "ki".39  Cada  uno  tiene  su  interés  peculiar  en 
la  línea  ascendente.  El  primero  es  una  imagen  de  la  opresión  des- 
truida : 

"  ¡  Que  el  yugo  de  su  carga, 
el  cetro  de  su  hombro, 
la  vara  del  opresor 
quebrantaste,  como  el  día  de  Madián." 

hay  énfasis  en  la  acumulación  de  tres  miembros,  marcado  por  la 
rima  buscada:  subboló...  sikmó...  noges  bó"  ;  frente  a  los  tres 
sustantivos  adjetivados,  un  único  verbo  largo,  de  dura  sonoridad 
"hahittota".  Una  sola  acción  enérgica  basta  para  deshacer  la  tri- 
ple opresión.  Los  tres  miembros  son  sinónimos,  no  buscan  la  des- 
cripción precisa,  sino  el  énfasis. 

38  W.  Popper,  en  su  afán  de  igualar  el  paralelismo,  destruye  este  magnífico 
efecto  estilístico: 

"  For  the  yoke  of  their  necks 

and  the  load  of  their  backs  — 

the  smiter's  staff 

and  the  oppressor's  rod 

Thou  hast  broken  as  on  Midian's  day, 

Thou  hasta  shattered   as  on  Egypt's  road"  (pág.  48;. 

El  ejemplo  es  aleccionador:  la  atención  exclusiva  a  un  aspecto  estilístico  —  aquí  pa- 
ralelismo —  convierte  el  análisis  en  una  apisonadora  que  allana  toda  la  variedad 
expresiva  del  estilo,  reduciéndola  a  una  monotonía  formal. 

39  Esta  articulación  por  el  "ki"  es  importantísima  en  el  poema.  Delitzsch  ha 
sabido  apreciarla;  también  Procksch  ha  percibido  la  tensión  (Spannung)  creciente 
del  poema  hasta  el  verso  del  "niño":  "Nachdem  die  Spannung  durch  die  rátselhaften 
Bilder  gesteigert  ist  kommt  der  Hauptgrund  der  Freude  in  der  Geburt  des  messia- 
nischen  Kindes."  En  cambio,  H.  Schmidt  no  ha  sabido  percibirlo:  por  eso  nos  dice 
que  en  la  estrofa  del  niño  cambia  la  visión,  y  se  atreve  a  afirmar  que  lo  más  im- 
portante en  el  poema  es  la  justicia:  "Was  aber  das  Wichtigste  ist:  Dieses  neue  Reich 
gründet  sich  auf  Gerechtigkeit"  (en  vez  de  la  persona  del  niño,  una  cualidad  algo 
abstracta);  Schmidt  no  ha  comprendido  el  poema,  en  gran  parte,  por  no  apreciar  la 
función  de  los  tres  "ki". 


DOS   POEMAS  A  LA  PAZ 


395 


La  segunda  estrofa  es  descriptiva,  el  segundo  "ki"  introduce 
la  guerra.  Con  técnica  impresionista :  un  dato  sonoro  y  otro  vi- 
sual; la  guerra  pasa  y  concluye.  Los  dos  datos  sintetizan  toda 
una  situación  :40 

"  ¡  Que  la  bota  que  pisa  con  estrépito 
y  la  túnica  revuelta  en  sangre 
serán  combustible, 
alimento  del  fuego  ! " 

El  tercer  "ki"  es  la  cima  del  poema,  término  de  la  progresión 
anterior :  el  ritmo  es  3  +  3,  de  palabras  breves,  no  para  mayor 
rapidez,  sino  para  ser  pronunciadas  lentamente,  llenando  con  su 
poco  volumen  mayor  medida  rítmica  (como  el  niño  con  su  pe- 
queñez) ;  la  sonoridad  toda  llena  de  aliteraciones  y  sonidos  suaves, 
para  el  regusto  de  la  pronunciación  lenta  "ki  yald  yullad  lanü 
ben  nittan  lanü".  Curioso  contraste:  el  verso  más  pequeño  es  el 
más  importante  del  poema.  La  terrible  opresión  —  tres  sustanti- 
vos adjetivados  — ,  la  guerra  estruendosa  y  violenta  pasan,  por- 
que llega  "un  niño". 

Notemos  que  el  movimiento  en  esta  progresión  ha  sido  no 
agitado,  como  en  las  estrofas  anteriores,  sino  regular ;  el  cambio 
de  persona  de  los  verbos  queda  suavizado  por  la  conjunción  ki, 
que  marca  la  progresión  y  regula  el  movimiento. 

En  ese  verso  (o  estrofa)  culmina  la  primera  parte  y  comienza 
la  segunda.  El  movimiento  cesa  y  se  remansa  en  una  visión  de 
anchura  y  duración  sin  límites :  visión  desde  la  cumbre. 

Como  en  otros  oráculos  de  nacimientos  ilustres,  encontramos 
los  tres  elementos :  el  nacimiento  notable  por  algún  motivo,  el 
nombre  simbólico  y  glorioso,  la  razón  del  nombre  y  de  la  gloria. 
Estilísticamente  no  sorprendemos  detalles  notables;  el  conjunto 
es  normal,  ordenado ;  la  visión  se  dilata  y  se  comunica  con  sosiego 
estilístico. 41 

Notable  es  el  cuádruple  nombre,  los  sustantivos  de  anchos  lí- 
mites:  "rectitud,  paz,  juicio,  justicia;  el  trono  de  David  y  su 
reino",  los  adverbios  "sin  límite,  de  ahora  para  siempre".  Son 
conceptos  generales,  comunes,  que  en  la  configuración  del  poema 

40  Cfr.  pág.  215. 

41  P.  Humbert:  Der  biblische  Verkündigungsstil,  AOF  10  (1935),  págs.  77  «¡s. 
Estudio  según  el  método  riguroso  de  Gunkel.  Compara  las  anunciaciones  de  Sansón, 
Samuel,  Ismael,  Emanuel,  Jesús.  Xo  incluye  nuestro  caso,  en  el  que  no  hay  verdadera 
"  anunciación". 


396 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


no  dan  un  resultado  de  ideas  generales  (vana  retórica),  sino  de 
amplitud  concreta.42 

También  son  notables  algunas  correspondencias,  como  p.  e. : 
el  hombro  del  opresor  —  el  hombro  del  niño,  multiplicar  la  ale- 
gría—  multiplicar  la  rectitud.  Y  las  correspondencias  obvias  en- 
tre el  nombre  y  su  razón:  juicio  y  justicia  —  consejero,  fundar  y 
afirmar  —  fuerte,  paz  ilimitada  —  príncipe  de  la  paz,  por  siem- 
pre —  padre  sempiterno. 

Y  concluye  el  poema  reduciéndolo  todo  a  Yavé  Sabaot  (como 
es  frecuente).  Ese  Yavé  que,  sin  ser  nombrado,  está  actuando 
desde  el  principio  del  poema  en  una  serie  de  versos  en  hifil  "haqel, 
hikbid,  hirbita,  higdalta,  hahittota,  lemarbe,  lehakin".43  Solamente 
el  "celo"  (=  amor  ardoroso)  de  Yavé  puede  cumplir  tales  ma- 
ravillas. 

En  ningún  poema  del  AT  el  tema  del  "niño"  ha  sido  tratado 
con  tanta  inspiración  lírica.  Hay  fragmentos  narrativos  en  los 
que  el  "niño"  es  elemento  dramático,  p.  e.  en  la  narración  de 
Agar  a  Ismael,  el  primer  hijo  malogrado  de  David  y  Betsabé; 
pero  en  tales  narraciones  la  belleza  literaria  reside  principalmente 
en  las  figuras  del  padre  o  la  madre,  y  el  niño  es  elemento  subor- 
dinado (recuérdese  el  juicio  de  Salomón).  En  el  poema  de  Isaías 
el  "niño"  es  centro  y  cumbre;  tenemos  que  llegar  al  NT,  a  los 
evangelios  de  la  infancia,  para  encontrar  un  "niño"  investido 
de  tanta  categoría  literaria.44 

II.  LA  PAZ  DEFINITIVA 

Tal  como  se  nos  ha  transmitido  el  texto  del  "libro  de  Isaías", 
la  paz  luminosa  del  cap.  9  venía  tras  una  escena  de  oscuridad 
(8,  20-23  a,  versos  mal  conservados,  en  los  que  adivinamos  un  hilo 
"mirará  a  la  altura  y  verá  tinieblas...  sin  aurora;  mirará  a  la  tie- 
rra... y  hallará  aflicción  y  fatiga...  sin  un  despertarse").  De 
modo  semejante,  la  paz  del  cap.  11  sucede  tras  una  escena  de 
desolación  vegetal  (el  texto  presenta  también  un  orden  confuso; 

42  Un  ejemplo  más  para  comprobar  la  polivalencia  de  los  hechos  estilísticos; 
cómo  no  se  pueden  definir  a  priori,  sino  que  exigen  la  interpretación  en  el  contexto 
individual. 

43  Sobre  el  modo  verbal  en  las  acciones  de  Yavé,  cfr.  pág.  353. 

44  Véase  el  artículo  "pais"  en  ThWbNT,  especialmente  el  párrafo  B  II  2, 
"Die  Hochwertung  des  messianischen  Kindes  ist  nichts  dem  AT  Eigentümliches". 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


397 


el  tema  vegetal  aparece  en  los  versos  17  b. 18.19. 33-34) ;  subrayo 
esta  preparación  en  el  plano  de  imágenes  vegetales.45 

Regularidad:  los  verbos  proceden  con  perfecta  regularidad, 
según  las  normas  estrictas  de  la  gramática;  combinando  formas 
iguales  "weqatal...  weqatal"  o  formas  equivalentes  "weqatal... 
we-...yiqtol"  ;46  esto  y  algún  cambio  de  orden  basta  para  evitar 
la  monotonía  en  la  regularidad. 

El  sujeto  o  persona  verbal  es  también  muy  regular:  3.a  pers. 
del  singular,  alguna  vez  plural;  cuando  hay  cambio  de  sujeto, 
el  paso  se  realiza  con  suavidad :  "brotará  el  renuevo...  y  el  aliento 
reposará  sobre  él;  juzgará...  y  será  su  ceñidor" ;  en  los  otros 
versos  la  enumeración  admite  un  cambio  regular  de  sujeto  en 
3.a  persona. 

También  el  paralelismo  es  muy  regular,  turbado  por  un  ligero 
desequilibrio  en  la  serie  de  los  animales. 

Las  imágenes  no  son  audaces,  fulgurantes;  ninguna  se  puede 
comparar  a  la  descripción  impresionista  de  la  guerra,  o  al  verbo 
poderoso  "hahittota" ;  la  más  audaz  es  quizás  "herirá  con  la  vara 
de  su  boca". 

El  movimiento  es  sosegado,  lento :  los  cuatro  vientos  o  espí- 
ritus ("alientos"  he  traducido)  en  simetría  estática;  el  reinado 
justo,  en  una  serie  de  acciones  de  poco  movimiento  y  repetidas 
en  varios  versos ;  la  serie  de  los  animales  en  coexistencia  espacial 
y  temporal,  realizando  acciones  de  tan  escaso  movimiento  como 
son  tenderse  y  pastar.  Esto  es  lo  más  lejano  y  opuesto  al  movi- 
miento agitado  del  cap.  9. 

Añadamos,  como  dato  probable  y  menos  apreciable,  la  distri- 
bución en  dos  secciones  de  extensión  semejante :  el  reinado  justo, 
la  paz  de  los  animales. 

Todo  esto  son  hechos  estilísticos,  reflejamente  observados,  que 
nos  muestran  esa  configuración  poética  de  sosiego,  tranquilidad, 
paz.  La  ley  interna  del  poema,  su  fuerza  interior,  configura  unita- 
riamente los  variados  recursos  estilísticos,  creando  la  unidad  ce- 
rrada del  poema.47 

El  retoño:  la  imagen  vegetal,  aplicada  a  la  generación  huma- 
na, es  obvia;  en  las  religiones  naturalísticas  el  tema  de  la  fecun- 
didad humana  está  ligado  a  la  fecundidad  vegetal.  En  la  Biblia, 


45  Cfr.  pág.  379. 

46  P.  Joüon:  Grammaire  de  l'hébreu  biblique2,  Roma,  1947,  págs.  327  ss.,  335. 

47  Cfr.  E.  Staiger:  Die  Kunst  der  Inter pretation,  Zürich,  1955,  págs.  14  ss. 


398 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


cualquiera  de  los  términos  vegetales  usados  por  Isaías,  se  usan 
también  metafóricamente.  Como  la  imagen  es  tan  obvia,  no  creo 
fácil  averiguar  quién  la  introdujo  en  la  literatura  bíblica,  "srs 
(raíz),  prh  (florecer)",  aparecen  con  frecuencia  en  sentido  meta- 
fórico; "htr  (retoño),  gz'  (tocón  o  tronco),  nsr  (vástago)"  son 
menos  frecuentes  (Prv  Job  Dn  Sir). 

Dos  cosas  son  importantes  en  la  imagen  de  Isaías :  primero, 
que  se  trata  de  una  imagen  elemental,  apta  para  el  símbolo;  se- 
gundo, que  la  acumulación  de  elementos,  favorecida  por  el  parale- 
lismo, robustece  la  imagen  sin  precisarla,  evitando  la  alegoría  y 
favoreciendo  el  símbolo : 

Brotará  un  renuevo  del  tocón  de  Isaí, 
un  vástago  de  su  raíz  florecerá. 


Los  animales:  El  mundo  de  los  animales  ha  tenido  muchas 
veces  valor  trascendente :  emblemas,  símbolos,  constelaciones ;  re- 
cordemos las  cualidades  fundamentales  formuladas  por  Adán  en 
los  nombres  de  los  animales,  las  bendiciones  de  Jacob  (la  zoo- 
latría de  los  egipcios,  los  animales  que  acompañan  a  las  deidades 
clásicas),  etc.  En  estos  casos,  el  animal,  en  virtud  de  su  cualidad 
o  carácter  esencial,  se  convierte  en  símbolo  religioso;  aun  en 
casos  en  que  una  narración  mítica  justifica  la  presencia  del  ani- 
mal, no  es  fácil  decidir  si  la  narración  ha  brotado  de  la  cualidad 
simbólica  o  viceversa. 

La  serie  de  Isaías  no  se  inserta  en  esta  línea.  Sería  ocioso 
buscar  sentido  simbólico  a  cada  animal.  Aquí  se  toman  dos  series 
contrapuestas :  animales  domésticos  y  animales  salvajes,  y  se  los 
va  ordenando  en  binas  amigables;  la  enumeración  está  bastante 
estilizada,  aunque  no  del  todo  en  nuestro  texto ;  hay  cinco  anima- 
les fieros,  más  dos  venenosos,  las  crías  parecen  citadas  para  com- 
pletar el  paralelismo.  El  esquema  de  verbos  y  sustantivos  es  como 
sigue  :48 

x    lobo  2   pantera      3    novillo        4   muchacho  pastor 

cordero  cabrito  cachorro 


c   ternera  r 

5  6  crias 

oso 


y  buey- 
león 


áspid 


destetado 
basilisco 


48  W.  Popper,  con  su  sistema,  iguala  o  uniforma  el  esquema.  Procksch  en- 
cuentra huellas  de  humor  en  la  descripción  de  los  animales  amigablemente  unidos. 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


399 


(En  este  esquema  un  ingenio  paciente  podría  encontrar  muchas 
correspondencias ;  creo  que  poco  seguras  o  poco  significativas ; 
veamos  los  verbos) : 


Lo  importante  es  observar  que  donde  el  esquema  falla  algo,  en- 
contramos el  tema  de  la  niñez :  cuando  falta  una  pareja  para  el 
paralelismo  perfecto,  se  meten  las  crías ;  si  falta  una  bina  en  el 
puesto  4,  es  que  lo  ocupa  un  muchacho ;  cuando  se  dilata  la  me- 
dida del  último  miembro,  es  por  la  complacencia  en  contemplar 
al  niño  jugando  con  los  animales  venenosos.  Esto  es  significativo. 

Finalmente,  aunque  cada  animal  no  revista  un  sentido  sim- 
bólico, el  conjunto  es  una  descripción  ideal  de  un  mundo  ele- 
mental y  maravilloso.  Tras  el  mundo  elemental  de  las  plantas,  el 
poeta  maneja  el  mundo  elemental  de  los  animales. 

El  niño:  Ya  hemos  visto  destacarse  en  importancia  el  tema 
del  niño  sobre  el  fondo  del  esquema  regular.  ;A  qué  se  debe 
tal  importancia  inesperada?  ¿A  un  estado  peculiar  del  poeta, 
cuando  escribe  su  poema ;  o  a  un  sentido  profundo  y  trascendente  ? 

En  el  primer  caso  decimos :  los  animales  se  han  vuelto  tan 
mansos,  que  basta  un  muchacho  para  pastorearlos  (¿bastaría  una 
persona  mayor  para  pastorear  animales  salvajes?).  En  el  segun- 
do caso  sospechamos :  ¿no  se  habrán  vuelto  mansas  las  fieras, 
precisamente  por  la  presencia  del  niño  pastor?  ¿No  será  el  jue- 
go del  niño  lo  que  hace  inofensivos  a  los  animales  venenosos  ? 

Es  difícil  responder  con  firmeza.  "Muchacho,  mamón,  deste- 
tado" están  sin  artículo  determinado.  Hay  cierta  semejanza  entre 
el  " retoño"  que  gobierna  sabiamente  y  el  muchacho  que  pastorea 
fácilmente.  "Mamón"  es  en  hebreo  "yóneq",  palabra  que  se  em- 
plea también  de  los  brotes  o  "retoños"  de  árbol  (Is.  53,  2;  Ez.  17, 
22;  Os.  14,  7;  Ps.  80,  12;  Job  8,  16;  14.  7;  15,  30).  Sin  res- 
ponder a  la  duda  precedente,  podemos  afirmar  que  el  tema  del 
niño  es  importante  en  el  poema,  y  que  armoniza  muy  bien  con 
los  dos  mundos  elementales.  También  es  posible  una  explicación 
media :  la  situación  particular  del  poeta  provoca  o  favorece  el 
sentido  trascendente. 

El  viento:  es  otra  criatura  elemental;  no  es  tan  seguro  que 
lo  tenga  presente  el  poeta.  No  basta  observar  que  "rüh"  es  "es- 
píritu, viento";  habría  que  demostrar  que  en  aquella  época  la 


1  habitar 
5  pacer 


2  tenderse 
6  tenderse 


3  cebarse 
7    comer  paja 


4  pastorear 
8    jugar   9    meter  la 
mano 


400 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


imagen  ''espíritu"  no  se  había  lexicalizado,  como  nuestros  " áni- 
mo, alma,  espíritu". 

Una  imagen  lexicalizada  puede  actualizarse  de  nuevo  por  la 
virtud  poética ;  un  análisis  estilístico  nos  podrá  mostrar  si  tal  su- 
cede en  el  presente  poema. 

"  Se  posará  sobre  él  el  aliento  de  Yavé : 

aliento  de  ciencia  y  discreción, 

aliento  de  prudencia  y  decisión, 
aliento  de  piedad  y  temor  de  Yavé." 

El  verbo  "posarse"  es  inesperado ;  despierta  la  atención  hacia  la 
paradoja  de  un  viento  que  se  posa;  el  aliento  de  Dios  que  en  una 
ocasión  "aletea  sobre  las  aguas",  que  embiste  a  los  jueces  caris- 
máticos  (Jdc.  11,  29;  14,  6.19;  15,  14;  ISm  11,  6),  aquí  se  posa 
sobre  un  retoño.  En  cuatro  versos  (o  hemistiquios)  encontramos 
cuatro  "rüh"  con  rimas  cruzadas  "Yahwe  —  bina  —  gebúra  — 
Yahwe"  ;49  lo  cual  puede  muy  bien  recordar  los  cuatro  vientos 
cruzados  de  los  cuatro  puntos  cardinales  (que  es  uno  de  los  sen- 
tidos de  "rüh"). 

En  resumen,  o  patente  y  pretendida,  o  latente  e  insinuada,  la 
imagen  del  viento  está  actualizada  en  el  poema ;  y  concuerda  bien 
con  las  otras  criaturas  elementales.50 

El  agua:  la  encontramos  en  el  colofón.  Después  de  la  hermosa 
descripción  concreta  de  animales  y  niños,  un  verso  algo  genérico 
sirve  para  resumir:  "No  dañarán  ni  matarán  por  todo  mi  monte 
santo",  y  la  razón  es  "porque  está  llena  la  tierra  de  la  ciencia 
de  Dios,  como  las  aguas  que  colman  el  mar". 

Tenemos  una  imagen  introducida  como  comparación  "ke-"  ; 
procedimiento  no  tan  frecuente.  En  el  cap.  9  el  gozo  llevaba  dos 
comparaciones,  cerrando  las  primeras  estrofas,  antes  de  la  serie 
"ki".  En  el  cap.  11  la  comparación  llega  al  final,  intensamente 
subrayada  por  la  sonoridad  abundante  en  sonidos  M :  "kammaym 
layyam  mekassim" ;  y  por  el  ritmo  que  se  ensancha  2  +  2  +  3. 

Si  alguna  vez  se  pueden  medir  con  claridad  intelectual  los 
términos  de  una  imagen,  es  en  la  forma  de  comparación.  Apli- 
cando el  método  encontraríamos  la  relación :  Tierra  =  mar,  cien- 
cia de  Dios  =  aguas,  llenar  =  cubrir.  Con  esto  no  hemos  llegado 

49  Popper  conserva  una  rima  "insight  -  might",  y  deja  la  otra. 

50  H.  Seidler:  Allgemeine  Stilistik,  Góttingen,  1953,  dedica  un  capítulo  en- 
tero al  problema:  "Die  Aktualisierung  der  Stilwerte:  1.  Kraft  und  Gegenkraft  2. 
Die  Móglichkeiten  der  Aktualisierung  3.   Grade  der  Aktualisierung.   Páginas  80-88. 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


401 


a  lo  mejor  de  la  imagen :  sintácticamente  las  igualdades  fallan, 
pues  "tierra"  es  sujeto  de  verbo  intransitivo,  "ciencia"  es  com- 
plemento; mientras  "mar"  es  complemento,  y  "aguas"  sujeto  de 
participio  piel.  Algunos  comentadores  aclaran  "como  las  aguas 
recubren  el  fondo  del  mar" ;  aclaración  poco  útil,  porque  "yam" 
no  significa  precisamente  el  fondo  del  mar.51 

Lo  que  pasa  es  que  la  explicación  lógica,  racional  de  una 
imagen  pierde  lo  mejor  de  su  sentido  poético.  Al  final  del  poema 
a  la  paz,  presidido  por  el  sosiego,  siente  el  poeta  una  emoción 
de  "plenitud",  la  gran  plenitud  del  "sentido  religioso"  derramado 
sobre  la  tierra;  para  expresar  dicha  emoción  acude  al  símbolo  de 
esa  plenitud  impresionante  que  es  el  mar;  sin  apurarse  porque  la 
lógica  sintáctica  cojee  levemente. 

Sereno  y  sosegado  final  para  un  poema  todo  él  de  plenitud.52 

Algunas  comparaciones  :  La  imagen  vegetal  es  frecuente  en 
la  Biblia.  El  motivo  del  "renuevo",  como  símbolo  mesiánico,  ha 
cuajado  principalmente  en  el  término  "semah"  (que  suena  pare- 
cido a  "masih").  Lo  encontramos  en  Is.  4,  2,  paralelo  de  "peri", 
en  un  contexto  en  que  Yavé  renueva  los  prodigios  del  Éxodo. 
Jeremías  repite  dos  veces  la  fórmula:  23,  5;  33,  15;  en  el  pri- 
mero, tras  la  amenaza  a  los  malos  pastores  del  pueblo,  añade  la 
promesa  de  un  "germen"  justo  que  gobernará  justamente;  tema 
semejante  al  de  Isaías,  pero  a  enorme  distancia  poética. 

Zacarías  convierte  la  imagen  en  nombre :  "mi  siervo  Germen" 
(3,  8),  "un  varón  que  se  llama  Germen"  (6,  12). 

Is.  61,  1-11  es  un  poema  de  restauración.  Comienza  con  el 
"espíritu  de  Yavé"  sobre  el  ungido;  llama  a  los  elegidos  "tere- 
bintos de  justicia,  plantación  ornamental  de  Yavé";  anuncia  la 
liberación  de  los  afligidos,  la  restauración  en  términos  vegetales, 
la  prestación  de  extranjeros  "para  apacentar  tus  ganados" ;  nom- 
bra a  la  descendencia  con  términos  vegetales :  "zera',  se'-sa'é" ; 
y  como  razón  del  bienestar  se  aduce  la  abundancia  de  la  justicia: 
"como  la  tierra  emite  su  germen,  como  el  jardín  germina  su  si- 
miente, así  el  Señor  Yavé  hará  germinar  la  justicia  y  la  gloria 
ante  todos  los  pueblos".  Como  se  ve,  unas  cuantas  coincidencias 
o  imitaciones,  pero  sin  fundirse  en  fuerte  unidad  poética. 

51  Procksch  se  preocupa  demasiado  por  el  rigor  lógico  de  la  comparación. 
Véase  también  página  292. 

52  Es  curioso  —  e  inverosímil  —  que  Duhm  atribuye  el  verso  a  Habacuc;  por 
lo  visto,  lo  que  le  interesa  es  podérselo  quitar  a  Isaías. 


402 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


La  paz  animal  la  encontramos  en  Os.  2,  20.  Ha  precedido  una 
amenaza  de  destrucción  en  la  que  no  falta  la  desolación  vegetal ; 
después  viene  una  restauración  en  los  términos  nómadas  de  la 
vuelta  de  Egipto;  fidelidad  conyugal  del  pueblo  con  Yavé;  el 
concierto  se  extiende  a  los  animales,  cielos  y  tierra :  "Aquel  día 
haré  pacto  con  las  bestias  del  campo,  con  las  aves  del  cielo,  con 
los  reptiles  de  la  tierra..."  El  contexto  es  distinto,  los  animales 
se  ordenan  en  la  clasificación  ordinaria.  La  sustancia  poética  es 
aquí  esa  fidelidad  conyugal,  que  desborda  y  contagia  —  por  obra 
de  Yavé  —  a  los  animales,  al  cielo  y  a  la  tierra. 

Ezequiel  describe  el  pecado  y  la  restauración  en  la  imagen  de 
los  malos  pastores  y  del  buen  pastor,  que  será  el  mismo  Yavé 
y  su  siervo  David;  entre  las  promesas  de  restauración,  una  se 
refiere  a  las  fieras,  enemigo  normal  de  las  ovejas:  "Haré  pacto 
de  paz  con  ellas  [ovejas],  expulsaré  las  fieras  salvajes  de  la  tie- 
rra, y  habitarán  confiadas  en  el  desierto,  reposarán  en  el  bos- 
que..." Las  fieras  son  un  elemento  subordinado,  coherente  en  la 
imagen  del  rebaño;  no  hacen  las  paces,  sino  son  expulsadas. 

Is.  65,  25  cita  dos  binas  de  animales :  "el  lobo  y  el  cordero 
pastarán  juntos,  el  león  y  el  buey  comerán  paja",  en  un  contexto 
que  se  complace  en  la  promesa  y  los  gozos  de  la  longevidad. 

La  imagen  marina  la  encontramos  casi  a  la  letra  en  Hab.  2,  14 ; 
con  menos  sonoridad  "kammaym  yekassü  'al-yam",  con  más  ló- 
gica; en  un  contexto  de  "ayes"  en  el  que  la  imagen  disuena  es- 
tridentemente. 

II  b.  EL  ESTANDARTE 

En  el  texto  actual  el  poema  de  la  paz  definitiva  no  concluye 
con  la  imagen  de  la  plenitud  marina  (v.  9  b),  sino  continúa  en  un 
nuevo  cuadro,  perfectamente  articulado  con  el  anterior ;  hay  la  ar- 
ticulación extrínseca  "sucederá  aquel  día",  y  la  interior  o  repe- 
tición de  la  palabra  lema,  que  es  aquí  "sores  yisay". 

Los  comentaristas  discuten  la  autenticidad  del  nuevo  fragmen- 
to, movidos  por  razones  de  crítica  histórica.  Yo  seguiré  fiel  al 
método  de  buscar  la  razón  poética,  y  después  confrontaré  mis  re- 
sultados con  los  de  los  críticos. 

Correspondencias:  Esta  segunda  parte  tiene  una  extensión 
aproximadamente  igual  a  la  de  la  primera  parte.  Las  correspon- 
dencias de  motivos  son  claras : 


DOS  POEMAS  A  LA  PAZ 


403 


retoño 

aliento  de  Yavé 
gobierno  justo 
paz  animal 

mete  la  mano  en  la  hura 
\venaha  2 
w'hikka  4b 


estandarte 
mano  de  Yavé 
conquistas 

Efraim  y  Judá  reconciliados 
echarán  mano  a  Edom  y  Moab 
menuhata  10b 
w*hikkahü  15b 


Diferencias  :  Las  correspondencias  no  arguyen  una  alegoría 
o  símbolo  que  se  explica  en  una  segunda  parte.  Se  trata  más  bien 
de  un  díptico :  dos  visiones  paralelas. 

Una  paradisíaca,  maravillosa,  sin  tiempo  ni  espacio  definidos. 
La  otra  histórica,  situada  en  una  precisa  geografía.  Una  en  la 
zona  de  "naturaleza",  con  elementos  de  espíritu  religioso  y  go- 
bierno feliz.  Otra  en  pura  zona  humana,  del  doble  reino,  de  la 
diáspora,  de  las  gentes. 

Esto  indica  una  actitud  poética  radicalmente  distinta.  La  ca- 
lidad poética  es  muy  inferior  en  la  segunda  parte :  notamos  qué 
poco  avanza  en  las  tres  primeras  estrofas  (o  dísticos) ;  después 
del  giro  inicial  "la  raíz  se  vuelve  estandarte",  que  extiende  el 
horizonte  hacia  las  gentes,  se  estrecha  la  visión  al  pueblo  con 
prolija  reiteración.  La  reconciliación  de  los  dos  reinos  está  dicha 
en  una  sinonimia  pobre  y  repetida ;  y  las  conquistas  siguientes, 
en  cuatro  tiempos,  no  tienen  ningún  acierto  notable.53  Las  dos 
últimas  estrofas  (o  dísticos)  recobran  la  inspiración ;  una  inspi- 
ración literaria,  bebida  en  las  narraciones  nacionales  del  Éxodo, 
pero  con  acierto  en  las  imágenes,  y  sin  reiteraciones  molestas. 

Todo  esto  indica  que  la  segunda  parte  es  secundaria,  añadida ; 
el  autor  de  la  adición  ha  demostrado  más  habilidad  que  inspira- 
ción poética ;  al  contacto  con  las  grandes  narraciones  literarias  ha 
recobrado  la  inspiración. 

Desarrollo  :  Apartándonos  un  poco  del  cuadro,  para  una 
visión  de  conjunto,  encontramos  un  nuevo  valor.  Hay  una  clara 
insistencia  en  el  sentido  de  totalidad :  los  gentiles,  los  dispersos, 
los  dos  reinos,  las  conquistas;  todas  las  piezas  quebradas  o  dis- 
gregadas vuelven  a  reunirse  para  recomponer  la  gran  figura  ar- 
moniosa; y  todo  lo  realiza  ese  estandarte  prodigioso,  visible  en 
toda  la  tierra,  y  la  mano  de  Yavé  poderosa  por  encima  de  los 
tiempos.  Es  una  visión  histórica  grandiosa  y  serena;  un  ansia  o 
sueño  nacional  que  se  remonta,  no  tanto  a  visiones  de  la  fantasía 

53  Recordemos  la  abundancia  de  esquemas  cuaternarios  en  Is.  40-55.  Cfr.  pá- 
ginas 528-29. 


404 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


en  un  reino  maravilloso,  cuanto  al  tiempo  de  máximo  esplendor 
nacional. 

Con  el  final  de  esta  parte  empalma  el  himno  de  gozo ;  con  clara 
dependencia  literaria  del  Éxodo.  Me  he  ocupado  del  capítulo  en 
un  breve  artículo:  "Is.  12:  De  duabus  methodis  pericopam  expli- 
cando. VD  34  (1956),  págs.  154-160.  Allí  señalo  algunas  re- 
laciones : 


También  señalo  otros  aspectos  formales :  la  división  en  una  pri- 
mera parte  recitada  por  el  corega,  y  otra  segunda  dicha  por  el 
pueblo;  los  tres  títulos  de  Yavé,  el  tercero  triplicado,  en  la  pri- 
mera parte;  la  insistencia  en  el  "nombre"  en  la  segunda  parte. 

Allí  también  hablo  del  problema  de  autor,  y  del  alcance  del 
método  literario.  Ideas  que  no  intento  repetir  aquí. 


Is.  12,  2a 
2b 
5 


Éx.  15,  2b 
2a 
1 


Capítulo  12 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 

En  el  capítulo  dedicado  a  " estructuras  y  articulaciones"  he 
presentado  los  esquemas  de  estos  oráculos  contra  las  gentes.  No 
es  necesario  repetir  lo  allí  expuesto.  Tampoco  intento  hacer  un 
análisis  detenido  de  cada  massV,  pues  no  quiero  extenderme  de- 
masiado. Procuraré  en  cada  uno  señalar  concisamente  los  aspectos 
más  notables,  aunque  sean  detalles ;  y  aprovecharé  la  ocasión  para 
establecer  comparaciones  de  conjunto  o  de  detalle  con  oráculos 
semejantes  de  otros  profetas.1 

CAPÍTULO  13 

L.  Alonso  Schókel:  Traducción  de  textos  poéticos,  I,  CuBi  17  (1960), 
páginas  170-76. 

(ORÁCULO  DE  BABEL,  QUE  VIO  EL  PROFETA 
ISAÍAS  BEN-AMÓS) 

2  Sobre  un  monte  pelado  alzad  estandarte,     gritadles  con  fuerza; 
agitad  la  mano,  para  que  entren  por  las  puertas  de  los  príncipes. 

3  Y  o  he  mandado  a  mis  consagrados 
convoqué  los  soldados  de  mi  ira, 
orgullosos  de  mi  honor. 

4  Clamor  de  tumulto  en  los  montes,     como  gran  muchedumbre, 
Clamor  de  alboroto  de  reinos,     pueblos  congregados. 

Y  a  v  é    de  las  Huestes  revista  sus  huestes  guerreras. 

5  Han  llegado  de  tierra  lejana,     del  confín  del  cielo: 

Ya  vé    con  las  armas  de  su  ira,  para  exterminar  la  tierra. 

6  Gemid,    que  está  cerca  el  Día  de  Y  ave,  como  azote  del  Saday  llegará. 

i  Entre  los  comentarios,  me  han  servido  especialmente  Procksch  y  Delitzsch, 
por  su  sensibilidad  artística.  Delitzsch  es  más  generoso  en  breves  y  acertadas  obser- 
vaciones estéticas,  pero  no  estudia  las  estructuras.  Excepcionalmente  me  sirvo  de 
H.  Schmidt. 

27.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


406 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Por  eso  las  manos  desfallecerán,  los  corazones  humanos  desma- 
o  •     ,  [yarán, 

8  espasmos  y  angustias  les  tomaran,  como  parturienta  se  retorcerán. 
Uno  a  otro  se  miran  espantados;  rostros  de  llama  sus  rostros. 

9  Mirad    que  llega  el  Día  de  Y  ave,  implacable,  con  cólera  e  incendio 

[de  ira, 

para  hacer  de  la  tierra  un  desierto,  y  exterminar  de  ella  los  pecadores. 

10  Los  astros  del  cielo,  las  constelaciones  no  destellan  su  luz, 
Se  entenebrece  el  sol  naciente,  la  luna  no  irradia  su  luz. 

11  Tomaré  cuentas  al  orbe  por  su  maldad,  a  los  perversos  por  su  crimen. 
Terminaré  con  la  soberbia  de  los  insolentes,  el  orgullo  de  los  arro- 
bantes humillaré. 

12  Haré  escasa  la  gente,  más  que  el  oro,  los  hombres,  más  que  metal 

[de  Ofir. 

13  Por  eso  agitaré  los  cielos,  y  temblará  la  tierra  en  su  puesto. 
Por  la  cólera  de  Yavé,  el  Día  del  incendio  de  su  ira. 

14  Y  serán  como  cierva  acosada,  como  rebaño  sin  pastor. 
El  uno  se  vuelve  a  su  pueblo,  el  otro  huye  a  su  tierra. 

15  Al  que  alcanzan  le  atraviesan,  al  que  agarran  le  matan  a  espada. 

16  Estrellan  a  los  niños  ante  sus  ojos, 
saquean  sus  casas,  violan  sus  mujeres. 

17  Mirad   que  yo  incito  contra  ellos  a  los  Medos, 

que  no  estiman  la  plata,  no  se  complacen  en  el  oro, 

18  sus  arcos  acribillan  a  los  jóvenes,  no  respetan  el  fruto  del  vientre, 
sus  ojos  no  se  apiadan  de  los  hijos. 

19  Y  será  Babel  —  joya  de  los  reinos,  ornato  orgulloso  de  los  Caldeos  — 
como  la  catástrofe  de  Dios  sobre  Sodoma  y  Gomorra. 

20  Jamás  la  habitarán,  no  la  ocuparán  por  todas  las  generaciones. 
El  beduino  no  pondrá  allí  su  tienda,  los  pastores  no  apriscarán  allí. 

21  Apriscarán  allí  las  fieras,  los  búhos  llenarán  sus  casas; 
se  tenderá  allí  el  avestruz,  los  sátiros  allí  danzarán ; 

22  aullarán  las  hienas  en  las  mansiones,  los  chacales  en  los  palacios  de 
Ya  está  para  llegar  su  hora,  sus  días  no  tardarán?  [placer. 

(El  esquema  en  la  pág.  325,  las  articulaciones  en  la  pág.  330.) 
Formulado  el  esquema  con  letras  demuestra  una  claridad  de 
construcción  intelectual : 

A  a  b  a'  d' 
Be  d  c'  -b' 
C     e  f 

2  Sobre  la  traducción.  En  4c  he  conservado  el  juego  original,  recurriendo  a  la 
mayúscula  para  distinguir  el  título  del  nombre  común,  Huestes  -  huestes.  En  11  "to- 
maré cuentas"  intenta  retener  algo  del  sentido  original,  que  es  una  inspección,  de 
la  que  se  puede  seguir  un  castigo;  la  traducción  "visitar"  no  incluye  el  castigo,  y 
"castigar"  no  incluye  la  inspección.  En  12,  imposible  traducir  el  juego  de  palabras 
'óqir  - 'ópir  (haré  escasa -Ofir);  o  el  de  6  sod  -  sadday.  La  disposición  gráfica  intenta 
dar  una  idea  de  la  estructura:  los  puntos  dudosos  se  obtendrán  por  comparación  con 
la  estructura  aducida  en  el  capitulo  correspondiente,  pág.  325. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  407 

a  =  el  ejército,  b  =  su  jefe  Yavé,  c  =  día  de  Yavé,  d  =  sus  efec- 
tos, e  =  los  Medos,  f  =  efecto  en  Babel. 

El  esquema  también  nos  muestra  la  técnica  de  desarrollar  por 
repetición  de  los  dos  motivos.  Pero  el  esquema  no  puede  mostrar 
el  magnífico  dinamismo  de  la  composición :  claridad  intelectual,  en 
movimiento. 

El  comienzo  es  ex  abrupto :  escuchamos  una  voz  que  da  ór- 
denes militares  en  una  serie  de  imperativos  (a),  después  esa  voz 
habla  en  primera  persona  aclarando  a  medias  la  situación  (b) ; 
otra  vez  escuchamos  no  ya  la  voz  individual,  sino  el  fragor  del 
ejército,  en  puros  sustantivos  sin  verbo  {a'),  el  poeta  resume  y 
aclara  todo,  nombrando  explícitamente  "Yavé  y  su  ejército", 
Yavé  actuando  con  dos  verbos  en  "piel"  (&').  La  sorpresa  inicial 
pone  en  marcha  el  poema,  el  movimiento  es  en  dirección  hacia 
lo  concreto ;  en  la  aclaración  hecha  por  el  poeta  —  sustantivos  y 
verbos  que  equivalen  a  la  3.a  persona  —  se  remansa  el  movi- 
miento. 

La  segunda  parte,  B,  recoge  lo  anterior  y  lo  eleva  a  un  plano 
trascendente :  una  trascendencia  cósmica,  de  magnitudes  universa- 
les, y  una  trascendencia  temporal,  "el  día  de  Yavé".  El  paso 
hacia  lo  trascendente  significa  una  nueva  dirección  en  el  dinamis- 
mo constante  del  poema.3  En  cambio,  es  menos  lineal  y  marcado 
el  movimiento  de  la  repetición :  con  un  imperativo  y  una  oración 
adjetival  anuncia  el  "día  de  Yavé"  en  un  verso  (c),  y  en  otros 
dos,  algo  tópicos,  describe  los  efectos  (d) ;  amplifica  el  día  de  Yavé 
en  nueve  versos,  con  riqueza  de  datos  cósmicos :  "tierra,  orbe, 
cielos,  astros,  sol,  luna,  pecados,  pecadores,  hombres",  el  teme- 
roso día  de  Yavé  alcanza  a  todo;  la  amplificación  ha  sido  una 
extensión  universal,  y  en  este  sentido  dinámica  (c') ;  nuevos  efec- 
tos, algo  más  concretos,  algo  menos  tópicos  (df). 

La  tercera  parte,  C,  recoge  toda  la  fuerza  anterior  acumulada, 
y  la  concentra  hacia  un  punto  concreto,  hasta  ahora  no  determi- 
nado :  el  ejército  es  el  Medo,  rápidamente  caracterizado  (e) ;  el 
objeto  del  castigo  es  Babel,  desolada  (/).  El  movimiento  ha  sido 
hacia  lo  concreto,  suenan  los  nombres  "Medos,  Babel";  hacia  la 
restricción :  el  fragor  de  pueblos  aliados  se  estrecha  en  un  ejército, 
la  amplitud  cósmica  se  estrecha  en  el  imperio  de  Babel.  Pero 
este  estrecharse  no  es  perder  dinamismo,  sino  concentrar  la  fuer- 


3  Véase  la  exposición  sobre  el  lenguaje  de  las  imágenes  y  su  interpretación, 
páginas  278-81. 


408 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


za:  gracias  a  ese  dinamismo  poético,  el  hecho  histórico  concreto 
y  limitado  "los  Medos  contra  Babel"  adquiere  categoría  trascen- 
dente; los  Medos  son  el  ejército  de  Yavé,  Babel  es  el  imperio 
humano  rebelde;  la  batalla  es  "el  día  de  Yavé" ;  símbolos  en  que 
se  transparenta  la  trascendencia  universal ;  teología  de  la  historia 
en  un  hecho  concreto.4 

Caracterización  intensa:  En  la  realización  concreta  se  ve 
al  poeta  interesado  en  caracterizar  intensamente  cada  escena ;  por 
eso  recurre  a  una  insistencia  o  predominio  de  recurso.  En  (a) 
son  los  imperativos,  las  señales  militares ;  en  (b)  el  comienzo  en- 
fático "  'ani"  y  las  tres  denominaciones  "consagrados,  soldados, 
orgullosos  de  mi  honor" ;  en  (cJ)  la  forma  nominal  y  la  onomato- 
peya;  en  (b')  la  figura  de  Yavé  "revistando  las  tropas  para  la 
batalla".  Los  Medos  caracterizados  por  su  desprecio  del  oro  y  la 
plata,  y  Babel  en  una  descripción  lúgubre. 

Muchos  de  los  motivos  tópicos  tienen  una  realización  perso- 
nal, vigorosa:  el  fragor  del  ejército,  4ab;  la  comparación  de  la 
parturienta,  8  a ;  los  "rostros  de  llama"  o  llameantes,  8  b ;  el  juego 
fonético  'óqir-'ópir,  12 ;  la  comparación  de  la  gacela,  14  a ;  los 
dos  epítetos  para  Babel  "joya  de  los  reinos,  ornamento  de  gloria 
de  los  Caldeos",  19  a;  etc.  (cfr.  págs.  350-353). 

Los  dos  cuadros  trazados  con  más  detención,  con  cierta  abun- 
dancia de  datos,  no  dan  impresión  de  recargados,  y  ordenan  há- 
bilmente los  datos : 

9-13:  en  siete  versos  "día,  tierra,  pecados;  estrellas,  constelaciones,  sol, 
luna,  orbe ;  malvados,  enemigos,  opresores,  hombres ;  cielo,  tie- 
rra, día". 

20-22a :    en  tres  versos  la  Walpurgis  de  las  fieras,  tres  parejas  de  animales, 
la  original  danza  de  los  sátiros. 

El  autor  de  este  poema,  maestro  en  la  construcción  dinámica, 
es  también  maestro  en  la  realización  de  cada  escena.  Es  un  gran 
poeta. 

Detalles  notables:  Algunas  coincidencias  de  raíces  seme- 
jantes : 

4  Las  palabras  clave  "día,  ira"  (y  sus  equivalentes)  ordenan  también  el  dina- 
mismo. El  lema  "día"  se  repite  en  la  sección  central,  sentido  trascendente  del  hecho 
histórico;  y  se  repite  en  el  colofón.  El  lema  "ira"  suena  dos  veces  en  la  primera 
sección  (3b.sb);  se  amplía  en  la  sección  central  ("cólera,  incendio  de  ira");  no  se 
formula  en  la  tercera  sección,  pero  esas  negaciones  sobre  los  Medos  "no  respetan, 
no  se  apiadan",  son  la  participación  humana  de  la  ira  divina,  su  cumplimiento  his- 
tórico. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


409 


4  "Yavé  de  los  ejércitos  (seba'ót)  revista  su  ejército"  (seba') 

13b        »         »  »  »  14a    "como  cierva"  (sebi) 

19a  "Babel,  joya  de  los  reinos"  (seba') 

6  "helilü"  gemid 

10  "yahellü"  destellan 

20  "yahel"       acampa  5 


Comparaciones  : 

Joel  2  (cfr.  págs.  248-249).  Trata  también  del  "día  de  Yavé". 
El  comienzo  es  semejante:  una  llamada  de  alarma,  sólo  auditiva. 
El  día  de  Yavé,  menos  amplificado,  incluye  los  datos  cósmicos  y 
la  oscuridad.  El  poema  está  construido  en  una  estructura  de  tipo 
simétrico  no  estricto ;  muy  diversa  de  la  estructura  en  bloques  re- 
petidos de  Is.  13.  Ya  señalé  el  enorme  movimiento  del  poema  de 
Joel;  pero  es  un  movimiento  muy  distinto.  Is.  13  tiene  una  diná- 
mica intelectual :  arranque  de  la  sorpresa,  dirección  hacia  lo  con- 
creto, elevación  hacia  lo  trascendente,  concentración  en  el  con- 
creto histórico ;  esta  dinámica  creaba  una  serie  de  relaciones,  car- 
gando de  sentido  los  objetos  del  poema.  En  Joel  esto  no  existe : 
lo  que  se  mueve  —  a  gran  velocidad,  con  grande  orden  —  es  el 
ejército  dentro  del  poema;  lo  cósmico  es  un  escenario  que  se  con- 
tagia del  movimiento.  Es  un  poema  excelente,  pero  no  le  llega 
a  Is.  13. 

Joel  hace  largo  uso  de  las  comparaciones:  "como  sombra  di- 
latada sobre  los  montes;  como  jardín  Edén  por  delante,  detrás 
desierto  desolado;  como  caballos,  como  corceles,  como  ruido  de 
carros,  como  crepitar  de  fuego,  como  pueblo  aguerrido ;  como  sol- 
dados, como  guerreros;  como  ladrones";  esta  abundancia  de  for- 
mas comparativas  salva  la  transposición  imaginativa  de  la  plaga 
de  langostas,  y  suaviza  algo  la  audacia  de  la  visión ;  con  todo, 
el  plano  real  está  ampliamente  superado  por  la  visión  imaginativa 
coherente. 

Joel  tiene  un  estilo  más  verbal,  más  movido ;  le  interesa  el  mo- 
vimiento y  los  datos  auditivos:  en  Is.  13,  5  Yavé  "revista",  en 
Joel  2,  11  Yavé  "hace  sonar  su  voz"  (pero  Is.  13  comenzó  con 
la  audición  inmediata  de  la  voz  de  Yavé).  La  onomatopeya  de 
Joel  es  más  variada,  más  disimulada:  keqól  markabót  'al-ra'sé 

5    Entre  las  observaciones  de  Delitzsch  selecciono: 

v.  2    "Das  Aufgebot  ist  dringlich,   deshalb  ein   dreifaches  Signal". 
v.  8    "die  imperfecta  paragogica  erhóhen  durch  ihren  anapástischen  Rhythmus 
die  Energie  der  Schilderung. 


410 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


heharim  yeraqqedün,  keqól  lahab  'es  'okela  qas  ("como  estrépito 
de  carros  rebotando  por  la  cumbre  de  los  montes...  como  chispo- 
rroteo de  llama  devorando  la  paja"). 

Sofonías  1,  7-18.  El  mismo  tema  "se  acerca  el  día  de  Yavé" ; 
con  una  serie  de  reminiscencias :  el  imperativo  "hélilú",  el  co- 
mienzo ex  abrupto  "¡  Silencio  en  la  presencia  de  Yavé!",  la  tierra 
y  sus  moradores.  El  autor  demuestra  menos  personalidad  litera- 
ria :  ni  construcción  equilibrada,  ni  movimiento  apreciable ;  lo 
auditivo  es  poco  sonoro :  "qól  se<aqa  missa'ar  haddagim,  milala 
min  hammisne"  10,  "qarób  yóm  Yahwe  haggadól,  qarób  wemaher 
me'od,  qól  yóm  Yahwe  mar  soreh  sam  gibbór"  14  (abunda  ó; 
pero  cfr.  BH  aparato). 

No  se  puede  compensar  esta  deficiencia  con  un  par  de  frases 
enérgicas  "posados  sobre  sus  heces"  (cfr.  Jr.  48,  11),  "derra- 
mada su  sangre  como  el  polvo" ;  ni  la  serie  de  adjetivos  acumu- 
lados sobre  "el  día  de  Yavé"  :  15  "día  de  cólera,  día  de  angustia 
y  congoja,  día  de  desolación  y  devastación,  día  de  tiniebla  y  oscu- 
ridad, día  de  nublado  y  de  sombra,  día  de  trompeta  y  alarma". 


50,    1  ns 

9  hnh  'nky  m'yr 

16  huida 

22  qwl  mlhmh  sbr  gdwl 

25  kly  z'mw 

26  b'w  mqsh 
29  zdh 

39  syym  'yym  y'nh 

40  sdm  'mrh 
42  'kzry 


Is. 
13,  2 


Jr. 
51,  12.27 
1.11 


17 
14 
4 
5 
4 
11 


50,  31.32 
49,  33 


51,    4  dqr 

8  hylylw 

27  qds 

29  tr's  h'rs 


tnym 

41    bbl  thlt  kl  h'rs 

45   hrwn  'p 

55    qwl  s'wn  rb 


lswm  lsmh 
37    whyth  bbl 


V  rhm 
43    srh  hyl  kywldh 


20.21 
19 

9 
18 

7 
15 

6 

3 

13 

9 
19 
22 
19 

9.13 

4 


49,  24 


51,  28 


La  disposición  es  totalmente  diversa :  falta  la  verdadera  construc- 
ción, el  movimiento  del  ejército.  Domina  un  arrebato  ditirámbico, 
con  continuos  cambios  de  temas  que  retornan  y  se  cruzan,  con 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  411 

múltiples  imperativos  y  cohortativos ;  sucederse  incansable  de 
imágenes  vigorosas  y  heterogéneas,  como  sucesivas  olas  de  una 
pasión  agitada ;  intensidad  lírica,  irrupción  del  poeta  en  preguntas 
y  exclamaciones.  Oráculo  gigante  contra  Babel  en  un  momento 
decisivo  de  su  historia.  Y  todo  esto,  en  «forma  de  cita,  imitación, 
adaptación,  colección.  Difícil  es  decir  hasta  dónde  ha  intervenido 
la  mano  de  Jeremías,  los  comentaristas  se  inclinan  a  negar  o  re- 
ducir mucho  su  intervención  (cfr.  por  ejemplo  Eissfeldt,  Einlei- 
tung  AT). 

Tal  como  está,  el  oráculo  no  es  de  Jeremías ;  pero  no  es  im- 
probable un  núcleo  inicial  escrito  por  el  profeta.  La  irrupción 
lírica  es  muy  típica  de  este  poeta.  La  absoluta  falta  de  construc- 
ción y  la  abundancia  de  citas  e  imitaciones  induce  a  algunos  co- 
mentadores a  negar  la  existencia  de  un  oráculo:  "Eine  wohl  ge- 
gliederte  Einheit  ist  die  Weissagung  gegen  Babel  nicht.  Es  ist 
eher  eine  Gedichtsammlung  ais  ein  einheitliches  Gedicht"  (Fr. 
Nótscher,  BB,  1934,  pág.  332) ;  y  añade  que  es  imposible  mostrar 
un  desarrollo  lógico  de  las  ideas.  Es  difícil  solucionar  la  cuestión, 
porque  cambia  el  punto  de  vista :  a  un  poema  no  le  podemos  exigir 
desarrollo  lógico,  ni  siquiera  le  podemos  pedir  una  estructura 
poética  clara;  existen  poemas  líricos  amplios  cuya  unidad  está 
en  el  tema  y  el  tono  lírico,  y  también  pueden  existir  colecciones 
de  poemas  breves  con  el  mismo  tema  y  la  misma  entonación  líri- 
ca. Una  de  estas  dos  cosas  serán  los  capítulos  50  y  51  de  Jr. 

Otros  detalles  comparados  : 

4  "qól"  con  frecuencia  duplicado;  triplicado  en  66,  6  "qól  se,ón  me<ir, 
qól  mehékal,  qól  Yahwe"  "Clamor  de  tumulto  de  la  ciudad,  clamor 
desde  el  templo,  clamor  de  Yavé''. 

6  "hélilü"  imperativo  típico  de  los  profetas:  Is.  10  veces,  Jr.  8,  Joel  3, 
Ez.  2,  Am.  Sof.  Mic.  Os.  Zac.  Interesante  Joel,  porque  muestra  el 
parentesco  de  la  interjección  con  el  imperativo: 

Is.  "helilü  ki  qarób  yóm  Y  úkesod  missaday  yabó' 
Jo.  "  'ahah  layyóm  ki  qarób  yóm  Y  ükesod  missaday  yabó' 
"Gemid  que  se  acerca  el  día  de  Yavé,  como  azote  del  Saday  llegará 
"Ay  del  día      »  »  »  »  »  » 

13  "samaym  'argiz  wetir'as  ha'ares".  Es  interesante  Jr.  4,  24  porque  re- 
coge estos  datos  con  fuerte  subjetivismo,  repitiendo  cuatro  veces 
"ra'iti",  "veo",  irrumpiendo  como  sujeto  explícito. 

Is.  24,  3.18-20  desarrolla  sonoramente  el  temblor  de  tierra. 6 

14  "kisbi":  es  curioso  encontrar  la  comparación  de  la  gacela  en  el  frag- 
mento narrativo  2Sm.  2,  18,  que  adquiere  así  una  tonalidad  épica. 


6    Cfr.  págs.  460  ss. 


412 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


CAPITULO  14 

L.  Alonso  Schókel:  Traducción  de  textos  poéticos,  II,  CuBi  17  (1960), 
páginas  257-65. 


(ENTONARÁS  ESTE  CANTAR  CONTRA  EL  REY  DE  BABEL, 

Y  DIRÁS:) 

4  ¡  Cómo  pasó  el  opresor,  pasó  la  insolencia ! 

5  Quebró  Yavé  el  cetro  de  los  malvados,  la  vara  de  los  tiranos : 

6  El  que  hería  furioso  a  los  pueblos,  con  herida  incesante; 
oprimía  iracundo  a  las  naciones,  con  opresión  implacable. 

7  Reposa,  descansa  la  tierra,  exulta  de  júbilo. 

8  Los  cipreses  se  alegran  por  ti,  los  cedros  del  Líbano. 
Desde  que  yaces,  ya  no  sube  el  talador  contra  nosotros. 

9  El  Seol  en  lo  profundo  se  estremece,  saliendo  a  tu  encuentro ; 
excita  por  ti  a  los  Refaim,  los  jefes  de  la  tierra; 

se  levantan  de  sus  tronos  los  reyes  de  las  naciones, 

10  cantan  a  coro  y  te  dicen : 

¡  También  tú  postrado  como  nosotros,  igualado  a  nosotros, 

11  Abatida  al  Seol  tu  soberbia,  el  son  de  tus  arpas! 
Por  debajo,  tu  lecho  gusanos,  tu  cobertor  lombrices. 

12  ¡  Cómo  caíste  del  cielo,  lucero  matutino, 
derrumbado  por  tierra,  agresor  de  naciones ! 

13  Tú  que  decías  en  tu  corazón:  Escalaré  los  cielos, 
por  encima  de  los  astros  divinos  ensalzaré  mi  trono. 

Me  sentaré  en  el  Monte  de  la  Asamblea,  en  el  vértice  del 

[Septentrión. 

14  Escalaré  las  moradas  de  las  nubes,  seré  igual  al  Altísimo. 

15  \Ay,  abatido  al  Seol,  al  vértice  del  abismo! 

16  Los  que  te  ven  se  fijan  en  ti,  sobre  ti  reflexionan: 
¿Es  éste  el  que  turbaba  la  tierra,  aterraba  los  reinos, 

17  dejaba  el  orbe  desierto,  destruía  sus  ciudades 

no  devolvía  sus  prisioneros? 

18  Los  reyes  de  las  gentes  descienden  a  sepulcros  de  piedra, 
todos  reposan  con  gloria,  cada  uno  en  su  morada. 

19  Tú,  en  cambio,  arrojado  de  la  tumba,  como  tronco  desechado, 
vestido  de  muertos  a  espada,  como  cadáver  pisoteado. 

20  No  te  juntarás  a  ellos  en  el  sepulcro 
porque  asolaste  tu  país,  asesinaste  tu  pueblo. 

21  Preparad  matanza  para  sus  hijos,  por  los  pecados  de  los  padres: 

no  se  levanten  para  poseer  la  tierra,  y  llenar  la  faz  del  orbe  de  ruinas. 

22  Yo  me  levantaré  contra  ellos  —  oráculo  de  Yavé  Sebaot  — 

y  aniquilaré  en  Babel  posteridad  y  apellido,  prole  y  prosapia.7 
Oráculo  de  Yavé. 

7  Sobre  la  traducción:  En  el  verso  g  prefiero  no  traducir  "refaim",  que  son 
las  sombras  del  sepulcro;  se  podría  traducir  "sombras,  manes,  ánimas".  En  13c  la 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


413 


(Esquema  y  articulaciones,  págs.  326,  330.)  Un  amplio  pró- 
logo precede  al  "masal",  canto  de  liberación,  a  la  caída  de  Babel. 
El  esquema  es  de  fórmula  concéntrica  (abcba) ;  y  esta  disposición 
concéntrica  tiene  un  sentido  particular. 

Notemos  las  personas  verbales :  comienza  en  3.a  pers.,  como 
suspiro  de  alivio  (4  b.5.6  ab.7) ;  después  se  concentra  en  2.a  pers., 
siete  veces  leka  o  "  'eléka",  nueve  veces  -ka  (-f-  una  dudosa),  tres 
veces  "we'atta",  diez  veces  -ta,  t-;  esto  significa  que  Babel  es  el 
centro  de  todo  ese  estupor  y  de  esas  interpelaciones  concéntricas ; 
cipreses  y  cedros,  tierra  e  infierno,  sombras  y  reyes,  se  congregan 
para  contemplar  y  meditar  el  terrible  espectáculo.  Y  en  medio 
de  toda  la  densa  serie  de  verbos  en  2.a  pers.,  el  discurso  pretérito 
de  Babel,  pura  insistencia  en  la  1.a  pers.  y  en  términos  de  alturas 
extremados:  "subiré,  alzaré,  me  sentaré,  subiré,  me  igualaré;  cie- 
los, sobre  los  astros,  monte,  vértice,  nubes,  Altísimo". 

La  disposición  concéntrica  también  es  dinámica,  con  un  dina- 
mismo diverso :  la  caída  de  Babel  adquiere  trascendencia  uni- 
versal. 

Detalles  notables:  tras  el  discurso  soberbio  sigue  una  antítesis 
vigorosa;  la  repetición  de  "yarketé"  (vértice)  subraya  el  extremo 
contraste;  el  carecer  de  sepulcro  es  un  nuevo  castigo,  encarecido 
por  el  contraste  con  los  sepulcros  de  los  reyes.  Corrijo  este  frag- 
mento para  restablecer  el  paralelismo : 

malké  góyim  yóredé  'el  'abné  bór 

kullam  sakebü  bekabód  'is  bebétó 

we'atta  hoslakta  miqqeber  keneser  nit'ab 

lebüs  meto'né  hereb  kepeger  mübas 

Los  reyes  de  las  gentes  descienden  a  sepulcros  de  piedra ; 
todos  reposan  con  gloria,  cada  uno  en  su  morada. 
Tú,  en  cambio,  arrojado  de  la  tumba,  como  tronco  desechado, 
vestido  de  atravesados  por  la  espada,  como  cadáver  pisoteado. 

donde  son  de  notar  los  contrastes  sonoros,  predominio  de  vocales 
y  consonantes  "yóredé,  bór,  kabód,  bétó"  —  "qbr,  hrb,  pgr, 
nsr";  y  los  adjetivos  "nit'ab,  mübas".8 

mayúscula  quiere  conservar  el  sentido  técnico,  nombre  propio,  del  Septentrión:  el 
monte  donde  residen  los  dioses,  especie  de  Olimpo.  No  puedo  reproducir  las  inten- 
cionadas repeticiones  de  la  raíz  'lh  (subir),  que  suena  en  las  palabras  "escalaré,  por 
encima,  Altísimo".  18-19  según  la  reconstrucción  propuesta  en  el  texto.  A  partir 
del  verso  20,  se  hace  dudosa  la  pertenencia;  prefiero  traducir  el  texto  a  modo  de 
apéndice.  Hay  que  notar  la  repetición  de  "levantar"  y  las  binas  finales  aliteradas. 

8  D.  Neiman  propone  para  pgr  el  significado  "estela  funeraria",  JBL  67  (1948), 
páginas  55-60.  Kittel  (BH)  escucha  en  n§r  una  alusión  al  nombre  de  Nebucadnesar. 


414 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


El  ritmo  es  regular,  3  -f  2 ;  el  paralelismo  también  bastante  re- 
gular. Junto  con  la  composición  total,  sobresalen  las  imágenes  del 
poema :  personificaciones  de  la  tierra,  el  seol,  los  árboles,  las  som- 
bras de  los  muertos.  Las  dos  comparaciones  enérgicas  "como  tron- 
co desechado,  como  cadáver  pisoteado";  las  metáforas  audaces 
"los  gusanos  bajo  tu  lecho,  los  gusanos  tu  cobertera",  "vestido 
de  atravesados  por  la  espada".  Las  imágenes  más  sabidas  están 
valoradas  por  el  contraste.  También  son  capitales  las  alusiones 
míticas.9 

El  que  ha  escrito  este  "masal"  era  un  gran  poeta,  maestro 
de  estilo,  y  dotado  de  una  alta  inspiración  patética.10 

Comparaciones  :  La  comparación  más  interesante  es  con  Ez. 
32,  15-18;  32,  18-31.  La  primera  sección  pertenece  al  contexto 
de  los  árboles:  el  cedro,  emblema  de  Asur  (ejemplo  de  Egipto), 
es  derribado  al  seol,  con  los  otros  árboles  caídos.  Por  su  caída  ha- 
cen luto  ríos,  aguas  caudales,  Líbano,  árboles;  este  luto  de  la 
naturaleza  es  menos  impresionante  por  el  contexto  emblemático 
o  alegórico:  "los  árboles  del  seol  se  consuelan"  es  un  dato  mucho 
menos  vivo  que  la  escena  rápidamente  descrita  en  Is.  14. 

La  segunda  sección  es  distinta:  no  hay  alegorías,  no  se  llama 
"masal",  sino  usa  el  verbo  "nhh"  (elegía,  lamentación).  Comien- 
za por  hacer  bajar  al  infierno  a  Egipto  "wehóridehü  'ótah... 
'el-'ares  tahtiyyót  'et  yóredé  bór".  Después  sigue  una  enumeración 
de  pueblos :  Asur,  Elam,  Tubal,  Edom,  Sidón,  y  cierra  el  Faraón. 
En  el  desarrollo  va  manejando  en  diverso  orden  y  dosis  los  mis- 
mos elementos:  "incircuncisos,  heridos  a  espada,  muertos  a  es- 
pada, bajan  a  la  tumba;  su  asamblea,  su  ejército,  su  multitud, 
armas  de  guerra;  en  torno,  en  medio,  reposan,  llevan  su  ignomi- 
nia; imponían  su  terror  en  la  tierra  de  los  vivos". 

Aun  admitiendo  que  haya  repeticiones  debidas  a  copistas  (que 
no  está  demostrado),  queda  un  tono  de  repetición  monótona.  Es 
una  letanía  lúgubre  y  doliente;  tema  semejante  a  Is.  14,  estilo 

9  P.  Grelot,  Isaíe  14,  12-15  et  son  arriére-plan  mythologique,  RHR  149  (1956), 
páginas  18-48. 

10  Delitzsch  observa:  el  contraste  entre  la  paz  terrestre  y  la  turbación  infernal; 
el  sarcasmo  del  verso  11,  los  gusanos  aludiendo  a  las  telas  preciosas,  la  cochinilla 
de  la  púrpura;  el  sentido  de  "vértice" ;  el  acierto  de  las  referencias  astronómicas 
y  de  la  apoteosis  regia  en  un  oráculo  contra  Babel.  Sobre  "cedros  y  cipreses"  dice: 
"Die  Waldbáume  in  die  allgemeine  Freude  wie  lebende  und  redende  Wesen  herein- 
zuziehen  ist  unserem  Proph.  bes.  eigen.  Hieronymus  versteht  unter  den  Báumen 
hier  bildlich  principes  gentium.  So  verdirbt  die  Sucht  zu  allegorisieren  nicht  allein 
die  Realitát  des  Inhalts,  sondern  auch  den  Schmelz  der  Poesie." 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  415 

del  todo  diverso.  Tan  sólo  la  figura  de  Tubal  trae  novedad  y 
fuerza  descriptiva:  "la  espada  bajo  la  cabeza,  el  escudo  sobre  los 
huesos" :  es  la  imagen  de  los  guerreros  gloriosos. 

Otros  detalles  comparados: 

1  "Que  se  compadece  Yavé  de  Jacob,  y  elige  todavía  a  Israel;  les  coloca 
en  su  tierra"  "consuela  Yavé  todavía  a  Sión,  y  elige  todavía  a  Jeru- 
salén"  Zc.  1,  17;  2,  16. 

La  versión  de  Is.  es  ternaria,  con  aliteración  H,  los  verbos  de  Yavé 
están  en  piel,  qal,  hifil ;  Zacarías  repite  "todavía". 
Ib  "Se  unirán  extranjeros  a  ellos,  se  asociarán  a  la  casa  de  Jacob" 
(cfr.  Zc.  2,  15).  La  escena  está  descrita  en  Is.  2  y  Zc.  8,  20.  La  des- 
cripción de  Is.  es  incomparablemente  superior ;  la  de  Zacarías  insiste 
primero  en  los  verbos  "ir,  caminar",  en  la  multitud,  con  repeticiones 
tópicas;  después  añade  una  escena  concreta  y  pintoresca:  "Diez  hom- 
bres de  todas  las  lenguas  de  las  gentes  cogerán  de  la  mano  a  un  judío, 
diciendo:  Nos  vamos  con  vosotros,  que  hemos  oído  que  Dios  está  con 
vosotros."  También  es  interesante  la  combinación  rítmica  de  Zc. : 

3  +  3  +  3,   5.5.3 +2,   3  +  2,   5.3;    3  +  2  3  +  2  5.2  +  3. 

El  motivo  está  descrito  en  Is.  49,  22  y  61,  5,  con  datos  más  concretos. 
"Exultan  de  gozo."  Combinación  muy  frecuente  en  Is.  40-45,  de  or- 
dinario en  contextos  cósmicos,  aplicada  a  la  naturaleza  inanimada : 
44,  23  "Gózaos,  cielos,  porque  obró  Yavé;  aclamad  honduras  de  la 
tierra ;  exulten  los  montes  de  gozo,  la  selva  y  todos  los  árboles. " 
49,  13  "Gózaos,  cielos,  alégrate,  tierra,  exulten  los  montes  de  gozo." 
52,    9   "Exultad,  jubilad  unánimes,  ruinas  de  Jerusalén." 

54,  1    "  Gózate,  estéril,  que  no  engendrabas ;  exulta  de  gozo  y  clama, 
la  que  no  parías." 

55,  12    "Los  montes  y  los  collados  exultan  en  su  presencia  de  gozo; 
todos  los  árboles  del  campo  aplauden." 

"También  los  cipreses  se  alegran  por  ti,  los  cedros  del  Líbano."  La 
compasión  de  los  árboles  está  amplificada  en  Zc.  11,  2: 

"Abre,  Líbano,  tus  puertas,  devore  el  fuego  tus  cedros.  [celsos. 
Gima  el  ciprés,  pues  ha  caído  el  cedro,  han  sido  abatidos  los  ex- 
Gemid,  encinas  de  Basán,  que  ha  caído  la  selva  impenetrable." 


CAPÍTULOS  15-16 

L.  Alonso  Schókel:  Traducción  de  textos  poéticos,  III,  CuBi  18  (1961). 

1  Que  de  noche  la  asolaron,  Ar-Moab  se  ha  callado. 
Que  de  noche  la  asolaron,  Qir-Moab  se  ha  callado. 

2  Por  Nebo  y  Madaba  va  gimiendo  Moab. 
En  toda  cabeza  calvicie,  toda  barba  raída; 

3  por  las  calles  se  ciñen  de  saco,  en  terrazas 
y  plazas,  gimen  deshechos  en  llanto. 


416  ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 

4  Gritan  Jesebón  y  Elalé :  hasta  Ya  jas  se  escucha  el  clamor. 

Por  eso  los  ijares  de  Moab  se  conmueven,  se  conmueve  su  alma. 

5  Mi  corazón  grita  por  Moab,  fugitivos  hacia  Eglat  Salisiya(?). 
Por  la  cuesta  de  Lujit  subían  llorando, 

por  la  vía  de  Joronaim  lanzaban  el  grito  del  quebranto. 

6  Que  las  aguas  de  Nimrin  se  han  vuelto  áridas  : 
secóse  el  heno,  marchitóse  la  hierba,  el  verde  faltó. 

7  Por  eso  cargan  con  haberes  y  provisiones  hacia  el  Torrente  de 

[los  Sauces. 

8  Que  va  girando  un  grito  por  las  fronteras  de  Moab : 
un  gemido  hasta  Eglaim,  un  gemido  hasta  Ber-Elim. 

9  Que  las  aguas  de  Dimón  van  llenas  de  sangre. 
Y  añadiré  plagas  contra  Dimón : 

contra  el  "resto"  de  Moab,  el  león,  contra  los  evadidos,  'la  langosta'. 

2  Como  pájaro  espantado,  nidada  dispersa, 

serán  las  hijas  de  Moab,  por  los  vados  del  Arnón. 

1  Enviad  rebaños  al  señor  de  la  tierra, 

desde  la  Peña  de  Midbar  al  Monte  de  Sión. 

3  Ofreced  un  consejo,  haced  un  juicio. 

Espesa  como  la  noche  tu  sombra  en  pleno  mediodía; 
oculta  a  los  fugitivos,  no  descubras  al  huido. 

4  Da  asilo  a  los  fugitivos  de  Moab, 

sé  para  ellos  escondrijo  ante  el  devastador. 
El  déspota  se  disipó,  terminó  la  devastación, 
pasó  de  la  tierra  el  sojuzgador. 

5  Pero  se  afirmará  un  trono  en  la  gracia, 
sobre  él  se  sentará  en  fidelidad 
un  juez  celoso  del  juicio,  asiduo  de  la  justicia. 

Escuchamos  la  soberbia  de  Moab:  es  soberbia  en  extremo; 
su  orgullo,  soberbia,  arrogancia ;  nadie  como  ella. 

Por  eso  gemirá  Moab  por  Moab,  y  todos  gemirán; 
por  las  tortas  de  Qir-Jareset  suspiran  afligidos. 
Que  está  asolada  Jesebón,  desfallece  la  viña  de  Sibma ; 
los  señores  de  las  gentes  pisotean  sus  sarmientos. 
Hasta  Jazer  llegaban,  erraban  por  el  desierto; 
sus  vástagos  se  dilataban,  cruzaban  el  mar. 

Por  eso  lloraré,  con  el  llanto  de  Jazer,  por  la  viña  de  Sibma; 
regaré  con  mis  lágrimas  a  Jesebón  y  Elalé. 
Que  sobre  tu  vendimia  y  cosecha  murieron  las  coplas ; 
se  alejaron  del  huerto  el  gozo  y  la  alegría; 
en  los  huertos  ya  no  cantan  jubilosos; 
ya  no  pisan  la  uva  en  el  lagar,  callaron  las  coplas. 

Por  eso  mis  entrañas,  por  Moab,  resuenan  como  cítara, 
mis  visceras  por  Qir-Jares. 
Un  día  se  verá  a  Moab  fatigarse  hacia  su  Alto,  irá  con  plegarias  a 
su  santuario  y  no  le  valdrá.11 

ii  Sobre  la  traducción:  El  poema  tiene  muchos  puntos  oscuros,  p.  e.  4b  podria 
traducirse  "los  soldados  de  Moab  dan  su  alarido",  5a  es  muy  dudoso,  9c  "la  lan- 
gosta" es  una  conjetura  que  restablece  el  paralelismo  y  se  explica  muy  bien  gráfica- 


6 

7 
8 

9 
1" 

11 

12 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


417 


(Esquema  y  articulaciones,  págs.  326,  331-32.)  Ya  he  indi- 
cado la  falta  de  verdadera  arquitectura  en  este  poema,  y  cómo  se 
trata  de  una  letanía  elegiaca,  que  he  caracterizado  con  la  denomi- 
nación "Geografía  del  llanto". 

Abundan  los  nombres  geográficos :  'ar-Moab,  qir-Moab,  Di- 
ban,  Nebo,  Madaba,  Hesebón,  Eleale,  Yajas,  Soar,  Halujit,  Jo- 
ronaim,  Nimrim,  Torrente  de  los  Sauces,  fronteras  de  Moab, 
Eglaim,  Beer-Elim,  Dimón,  Moab;  a  los  que  se  pueden  añadir 
los  genéricos  "calles  y  plazas".  En  el  capítulo  16:  los  vados  de 
Arnón,  el  Monte  Sión,  Qir-Jareset,  Hesebón,  Sibma,  Jazer,  Ja- 
zer,  Sibma,  Hesebón,  Eleale,  Moab,  Qir-Jareset. 

Abundan  los  términos  del  llanto  (cap.  15) :  "beki"  2.3.5 ; 
"za'aq"  4.5ac.8;  "yélil"  2.3.8;  más  la  descripción  tópica  de  2-3, 
y  los  datos  de  desolación  "las  aguas"  6.9  y  las  plagas  11  (pro- 
pongo leer  "arye...  'arbe",  león,  langosta).  El  llanto  es  menos 
explícito  en  el  cap.  16,  pero  más  ampliada  la  desolación. 

El  llanto  tiene  un  tono  particular,  la  participación  del  poeta  en 
el  dolor  de  Moab,  la  compasión  (no  es  normal  en  el  género  mas- 
sa') :  15,  5  "mi  corazón  gime  por  Moab",  16,  11  "mis  entrañas 
vibran  como  un  arpa  por  Moab".  Esta  doble  confesión  informa 
todo  el  poema,  y  le  da  unidad  lírica,  pero  no  arquitectura.12 

Ensayemos  el  método  combinado  de  temas  y  signos  estilísticos 
para  encontrar  la  posible  estructura  de  estos  dos  capítulos,  15 
y  16.  La  división  binaria  elemental  visión-explicación  no  nos  sirve 
para  la  sección  íntegra,  pero  resultará  aprovechable  en  algunas 
partes.  El  motivo  complementario,  dolor  del  profeta  por  la  visión, 
tiene  aquí  un  sentido  más  lírico  y  más  enraizado  en  toda  la  ex- 
tensión del  poema.  En  cambio,  el  procedimiento  de  estructura  en 
torno  a  un  eje  central  parece  orientarnos. 

mente,  16,  4c  bien  pudiera  ser  "el  devastador",  16,  9c  se  podría  corregir  "se  abatió 
el  devastador".  He  procurado  mantener  el  tono  básico  de  elegía;  he  preferido  repe- 
tidas veces  la  forma  alargada  "va  gimiendo,  va  girando,  van  llenas",  o  el  imperfecto 
"subían,  lanzaban".  No  he  conservado  todas  las  partículas  kí.  He  subrayado  grá- 
ficamente la  estructura.  Bastantes  aliteraciones  y  juegos  sonoros  me  han  resultado 
intraducibies,  p.  e. :  2ab  sonido  dominante  B,  6a  sonido  M,  9a  el  juego  dímón  -  dam, 
16,  4b  rima  'apes  homes;  romes,  nb  qirbí  leqir,  etc. 

12  Delitzsch  subraya  esta  participación  compasiva  del  profeta:  "Es  gibt  keine 
Weissagung  im  B.  Jesaja,  in  welcher  das  Herz  des  Proph.  so  schmerzlich  bewegt  ist 
von  dem  was  sein  Geist  schaut  und  sein  Mund  weissagen  muss.  Alies  was  er  weis- 
sagt  empfindet  er  mit,  ais  gehórte  zu  dem  armen  Volke,  dessen  Unglücksbote  er  sein 
muss."  Véase  mi  interpretación,  a  la  luz  de  un  análisis  comparado,  en  las  pági- 
na 440. 


418 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


En  el  centro  encontramos  una  escena  de  gran  viveza,  culmi- 
nante en  una  referencia  al  trono  davídico  y  al  "rector"  justo 
(sopet).  Este  centro  del  poema  delimita  otros  dos  miembros  de 
temática  semejante,  y  nos  da  un  esquema  básico  A  B  A'. 

El  primer  miembro  comienza  repentino  y  parece  terminar  con 
la  mención  del  "resto"  (s'ryt  plyth  15,  9  c);  el  miembro  central 
está  dominado  por  los  imperativos  desde  el  comienzo,  y  se  cierra 
con  mispat  y  sedeq  (16,  5  b);  el  tercer  miembro  comienza  con  un 
reposado  verbo  en  1.a  pers.  plural  "sama'nü"  y  concluye  con  el 
llanto  del  profeta,  16,  11,  o  con  las  súplicas  inválidas  de  Moab, 
16,  12.  Antes  de  examinar  miembro  por  miembro,  consideremos 
la  sugerencia  de  algunos  autores  de  anteponer  16,  2  ante  16,  1 : 
¿mejora  el  sentido  y  la  construcción?  Indudablemente:  el  miem- 
bro A  terminaría  con  la  gran  fuga  del  "resto",  que  se  hace  dra- 
mática en  la  escena  de  los  imperativos ;  y  que  ha  sido  introducida 
con  una  partícula  apendicular  "wehaya"  ;  paralelamente,  el  miem- 
bro A'  termina  con  una  sentencia  introducida  por  wehaya,  con  li- 
gero carácter  apendicular,  y  que  presenta  la  gran  peregrinación 
sacra  de  Moab  a  su  santuario.  Aceptamos  la  hipótesis,  y  contem- 
plamos en  el  centro  de  dos  miembros  simétricos  el  trono  afirmado 
en  gracia  y  fidelidad,  el  gobierno  de  juicio  y  justicia  (terminolo- 
gía evidentemente  davídica,  que  el  glosista  ha  querido  subrayar). 

Primer  miembro,  15,  1-9  +  16,  2.  Lo  dividimos  en  tres  par- 
tes, suficientemente  diferenciadas :  a)  Tragedia  repentina,  llanto 
general  en  terrazas,  calles  y  plazas,  signos  del  dolor;  concluye 
con  el  dolor  general  de  Moab  y  del  profeta,  introducidos  por  '1-kn 
(hay  que  notar  la  ligera  articulación  ki...  'al-ken) ;  b)  serie  cuá- 
druple con  ki,  llanto  y  gemido,  aguas  y  vegetación;  un  '1-kn  in- 
troduce a  los  prófugos  preparando  sus  provisiones  para  emigrar 
(de  nuevo,  ki...  'al-ken);  c)  serie  cuádruple,  gritos  y  gemidos, 
aguas  sangrientas  y  plagas;  que  asaltan  al  "resto";  y  una  "des- 
bandada" como  de  nido  disperso,  introducida  por  wehaya. 

Segundo  miembro,  16,  1.3-5:  la  desbandada  se  dirige  hacia 
Sión,  hacia  "la  tierra",  hacia  el  "señor"  (mosel),  pidiendo  en 
imperativos  agitados  refugio,  protección,  asilo,  ocultamiento ;  la 
agitación  se  remansa  en  esperanza,  "porque  cesó  el  opresor" ; 
frente  a  la  agitación  se  yergue  el  "trono  afirmado",  frente  al  opre- 
sor se  sienta  el  administrador  de  justicia.  Esperamos  escuchar 
una  sentencia  o  una  explicación  de  los  sucesos  precedentes,  y 
nos  la  da  el 

Tercer  miembro,  16,  6-12 :  en  cuatro  versos  dice  el  pecado  de 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


419 


soberbia,  y  el  castigo  de  aflicción,  con  el  vínculo  normal  laken. 
La  aflicción  se  desarrolla  de  nuevo  en  dos  partes  semejantes: 
a)  desolación  presente  tras  la  prosperidad  pretérita,  en  imagen 
de  viña;  y  llanto  del  proeta;  partículas  ki...  'al-ken;  b)  desola- 
ción presente  descrita  como  falta  de  vino  y  de  las  escenas  corres- 
pondientes;  y  llanto  del  profeta;  partículas  ki...  'al-ken.  Con 
un  wehaya  se  presenta  la  inútil  peregrinación  de  Moab  a  su 
santuario. 

Con  esta  visión  determinamos  el  centro  de  gravedad  en  el 
centro  del  poema :  un  centro  de  firmeza  y  reposo  (frente  a  la  in- 
seguridad y  agitación),  un  centro  de  justicia  (frente  a  la  opresión), 
el  centro  del  culto,  Sión  (frente  al  santuario  de  Moab).  Una  serie 
de  plagas  ha  conducido  a  los  prófugos  de  Moab  hasta  el  asilo 
sacro  de  "la  tierra",  donde  habitan  como  peregrinos.  A  ambos 
lados  componen  el  tríptico  dos  tablas  paralelas,  realizadas  con 
cierto  progreso :  la  primera  es  más  directa  en  la  descripción  del 
llanto  humano,  más  presente  a  los  acontecimientos,  más  creciente 
en  el  proceso  del  llanto,  provisiones  para  la  huida,  desbandada, 
más  ceñida  a  los  elementos ;  la  segunda  tabla  es  más  reposada  en 
la  melancolía  del  pasado  feliz,  con  datos  de  la  cultura  agraria  y 
más  explicada  en  una  ordenación  intelectual.  A  lo  largo  del 
poema  un  tono  elegiaco  con  pocas  modulaciones  da  nueva  unidad 
lírica;  la  aflicción  es  un  castigo  del  pecado,  es  Dios  quien  inflige 
las  plagas  (15,  9b  'asit),  se  reconoce  la  culpa  de  Moab;  pero  ello 
no  impide  al  profeta  participar  compasivamente  en  el  dolor,  15,  5 ; 
16,  9.11. 

Esta  ordenación  simple  es  poco  manifiesta ;  en  primer  plano 
domina  la  monotonía  de  la  elegía  doliente.13 

Encontramos  el  dato  interesante  de  un  "resto"  de  Moab  que 

13  Otras  observaciones  interesantes  de  Delitzsch:  el  análisis  de  los  efectos  ma- 
nifestados en  el  poema  "Er  beginnt  gleich  mit  dem  Affekt  des  Entsetzens...  Wie 
hingebannt  an  den  Schreckensanblick,  sagt  der  Proph.  zweimal  was  einmal  genügt... 
folgt  allgemeines  Weinen  und  Klagen".  La  articulación,  o  cambio  de  dirección  al 
comenzar  el  cap.  16:  "Dieser  V  [16,  i]  ist  wie  ein  langer  Trompetenstoss.  Die  Weiss. 
gegen  Moab  nimmt  hier  dieselbe  Wendung,  wie  14,  32;  18,  7;  19,  16;  23,  18.  Das 
Gericht  wird  knechtische  Furcht,  die  sich  dann  zu  liebendem  Anschluss  láutert." 
Otros  valores  estilísticos:  "vgl  zu  den  miniaturartig  kurzen  Sátzen  [15,  5-6]";  "Der 
angstvollen  Dringlichkeit  der  flehentlichen  Bitte  entsprechen  die  kurzen  Sátze"; 
"Die  geháuften  Wórter  gleichen  Verbalstamms  sollen  ausdrücken,  wie  so  gar  hoch- 
mütig  ihr  Hochmut  und  wie  gar  besessen  Moab  davon  war  [16,  6]";  "und  was  die 
Conjunktionen  ki  und  'al-ken  (laken)  betrifft,  so  háuft  sie  Jesaja  auch  anderwárts, 
hier  aber  bis  zur  Monotnonie  in  naturgemásser  Folge  der  durchherrschenden  elegischen 
Stimmung". 


420 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


se  salva  como  "peregrino"  en  la  tierra  de  Israel ;  el  tema  del  resto, 
con  acento  de  amenaza,  reaparece  en  el  breve  oráculo  final  16,  14; 
pero  nada  se  dice  de  una  conversión,  como  en  los  oráculos  si- 
guientes sobre  Etiopía,  18,  7,  y  sobre  Egipto,  19,  16-25. 

Comparaciones  : 

El  poema  más  semejante  es  Jr.  48,  escrito  todo  él  sobre  la 
falsilla  de  Is.  15-16.  Hay  muchas  coincidencias,  incluso  alguna 
fórmula  rara  como  "yitra  'asa"  Is.  15,  7  —  Jr.  48,  36.  Las  dife- 
rencias son  significativas. 

El  autor  de  Jr.  48  ha  alterado  el  orden,  multiplicado  las  re- 
peticiones. Se  puede  hablar  de  una  "inflación"  en  el  texto  de  Jr. 

La  geografía  está  ampliada  y  completada :  a  los  nombres  de  Is. 
se  añaden :  Pisga,  Camor,  Aroer,  Jolón,  Jasa,  Mefat,  Bet-Dibla- 
taim,  Qiriat-Yearim,  Bet-Gamul,  Bet-Maón,  Qeriot,  Bosra;  y 
por  si  acaso,  se  completa  la  lista  "y  todas  las  ciudades  de  Moab, 
lejanas  y  próximas",  25.  Además,  el  nombre  de  Moab  se  repite 
32  veces. 

El  mismo  afán  de  prolongar  cuando  habla  de  la  soberbia  de 
Moab: 

Is.  16,    6   "Oímos  la  soberbia  de  Moab,  soberbia  en  extremo;  su  orgullo, 

[su  soberbia,  su  insolencia." 
Jr.  48,  29    "Oímos  la  soberbia  de  Moab,  soberbia  en  extremo;  su  altivez, 
[su  soberbia,  su  orgullo,  su  arrogante  corazón." 

El  deseo  de  completar :  Is.  15,  5  "la  subida",  Jr.  48,  5  "la  subida... 
la  bajada".  Las  aliteraciones  ingeniosas :  Is.  una  sola  15,  9  "me 
Dimón,  dam"  ("las  aguas  de  Dimón,  sangre")  Jr.  se  complace 
en  ellas: 

2  "behesbón  hasebü...madmen  tiddomi" 
3-4    "seber  gadól  nisbera...ze<aqa  se'iréha" 

9    "tenü  sis  ki  naso'  tese'  "  (cfr.  appar.  BH) 
13    "übós  mó'ab  mikkemós...bét  yisra'el  mibbét  'el  mibteham" 
15    "mibhar  bahüraw...lattabah" 

45    "besel  hesbón...ki  'es  yasa'  mehesbón  welehaba  mibbén  síhón 

 qodqod  bené  sa'ón" 

Los  elementos  concretos,  típicos,  pierden  relieve  en  Jr. ;  p.  e.,  la 
sequía,  la  viña  de  Sibma,  las  tortas  de  Jareset,  la  nidada  dispersa. 
Pero  se  compensan  con  otras  imágenes  buenas,  especialmente  la 
reiterada  imagen  de  la  tinaja: 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


421 


11  "Sosegó  Moab  desde  la  adolescencia,  reposó  sobre  sus  heces;  no  fue 
trasegado  de  tinaja  en  tinaja;  y  así  conservó  su  gusto,  su  aroma  no 
se  amargó." 

12  "yo  le  enviaré  trasegadores  que  lo  trasieguen:  vaciarán  sus  vasijas, 
romperán  sus  tinajas". 

38    "quebré  a  Moab  como  a  vasija  enojosa". 

La  comparación  de  las  aves  está  compensada  con  dos  de  Jr. : 

28    "como  paloma  que  anida  al  borde  del  precipicio". 
40    "como  águila  que  vuela  y  extiende  las  alas". 

El  tono  de  realismo,  de  presentación  en  escena,  está  concen- 
trado en  una  sección  de  Is.  (16,  2-4) ;  Jr.  tiene  varios  rasgos,  más 
repartidos,  menos  esperados  en  el  contexto  próximo : 

2    "venid  y  exterminemos  al  pueblo". 

10    "maldito  el  que  ejecute  el  encargo  de  Yavé  remisamente;  maldito  el 

que  retenga  su  espada  de  la  sangre". 
19    "ponte  en  el  camino,  atalaya,  pregunta  al  fugitivo  escapado,  di:  ¿qué 

ha  sucedido?" 

En  cuanto  al  tono  general  es  importante  observar  la  diferencia, 
que  es  la  clave  de  los  dos  poemas.  El  de  Is.  parte  de  la  cercanía 
y  la  compasión ;  sólo  un  momento  se  alza  el  recuerdo  de  la  sober- 
bia de  Moab.  En  la  tonalidad  de  compasión  suena  perfectamente 
la  cadencia  última :  "mis  entrañas  se  conmueven  como  un  arpa" ; 
de  la  misma  actitud  central  procede  esa  capacidad  incansable  para 
escuchar  gemidos,  llantos,  clamores;  para  comprender  que  ha 
cesado  la  alegría;  para  contemplar  la  sequía.  De  la  misma  actitud 
brotan  los  imperativos  urgentes  (el  ritmo  se  estrecha)  para  ayudar 
a  los  huidos. 

En  cambio,  Jr.  ha  tomado  el  tema  y  muchos  elementos  desde 
otra  actitud  más  apasionada,  más  airada,  menos  compasiva;  por 
eso,  el  llanto  del  verso  36 :  "mi  corazón  resuena  como  una  flauta 
por  Moab",  se  queda  en  pura  cita,  sin  suficiente  sinceridad;  di- 
suena en  la  tonalidad  lírica  del  poema. 

Lo  auténtico  en  el  canto  de  Jr.  son  los  múltiples  imperativos, 
y  la  insistencia  en  la  destrucción  de  Moab ;  y  las  palabras  directas 
de  Yavé,  que  anuncia  el  castigo  próximo  o  ya  consumado : 


28.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


422 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


MOAB 

2  huyó  la  gloria  de  M 

4  M  está  destrozado 

13  será  confundido  M 

15  sube  el  devastador  de  M 

16  se  acerca  la  ruina  de  M 

17  ya  sube  el  devastador 

20  avergonzado  está  M 

está  devastado  M 

25  M  ha  sido  abatido 

33  huyó  de  M  la  alegría 

38  he  quebrado  a  M 

40  tiende  sus  alas  sobre  M 

42  será  exterminado  M 

43  contra  Moab  terror,  hoya,  red 
46  Ay  de  ti,  M 


Imperativo 


6  huid,  salvaos 
9   dad  alas  a  M 


lloradle  todos  sus  vecinos 
19    sal  al  camino  y  atalaya 
clamad,  gritad,  anunciadlo 


26  emborrachadle 

28   abandonad  vuestras  ciudades 

39  lamentaos 


CAPÍTULO  17 

1  Ahí  está  Damasco  borrada  de  las  ciudades,  convertida  en  ruina  y  es- 

[combros. 

2  Sus  ciudades  desiertas  para  siempre,  presa  de  rebaños  que  nadie  es- 

3  Cesó  la  plaza  fuerte  de  Efraim,  el  reino  de  Damasco.  [panta. 
Y  el  "resto"  de  Aram  será  como  la  gloria  de  los  hijos  de  Israel. 

Oráculo  de  Y  ové  Sebaot 

4  Sucederá  aquel  día: 

Se  amenguará  la  gloria  de  Jacob,  enfermará  la  grasa  de  su  cuerpo. 

5  Como  abraza  el  segador  la  mies,  su  brazo  siega  los  haces, 
después  el  espigador  repasa  los  rastrojos  de  Refaim, 

6  donde  quedan  unas  cuantas  espigas... 

Como  al  varear  el  olivo:  quedan  dos  o  tres  aceitunas  en  la  cima 
cuatro  o  cinco  en  las  ramas  fructíferas...  [del  árbol, 

Oráculo  de  Yavé,  Dios  de  Israel 

7  Aquel  día : 

Mirará  el  hombre  a  su  Hacedor,  sus  ojos  contemplarán  al  Santo  de 

8  Y  no  mirará  los  altares,  hechura  de  sus  manos,  [Israel, 
no  contemplará  las  aseras  y  cipos  solares,  que  hicieron  sus  dedos. 

9  Aquel  día: 

Serán  tus  ciudades  fortificadas  como  las  ciudades  que  Heveos  y 
abandonaron  ante  los  Israelitas:  quedarán  desiertas.  [Amorreos 
10    Porque  olvidaste  a  Dios  tu  Salvador,  no  recordaste  tu  Roca  de  Re- 

[fugio; 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


423 


plantabas  plantaciones  placenteras,  cultivabas  esquejes  extraños. 

11  El  día  que  lo  plantabas  germinaba,  a  la  mañana  el  sembrado  florecía; 
en  día  de  angustia,  de  herida  incurable,  la  cosecha  se  disipaba. 

12  ¡  Ay !  retumbo  de  muchedumbres  como  retumbo  de  aguas  retumbantes, 

bramar  de  pueblos,  como  bramido  de  aguas  caudalosas  rebramantes. 

13  Les  increpa,  y  huyen  lejanos 

arrebatados  como  polvo  de  los  montes  por  el  viento, 
como  milanos  por  el  torbellino. 

14  A  la  tarde  súbita  turbación,  a  la  mañana  han  desaparecido. 

Éste  es  el  destino  de  nuestros  saqueadores,  la  suerte  de  nuestros  usur- 
padores.14 

El  capítulo  17  plantea  un  serio  problema  de  estructura:  varias 
referencias  lo  ligan  con  el  capítulo  10,  17-23  (kbwd,  s'r,  rzh, 
msmn),  mientras  los  jardines  cúlticos  prohibidos  del  verso  10  re- 
cuerdan 1,  29-30. 

Temáticamente  nos  encontramos  con  un  oráculo  contra  Siria 
y  Efraim,  y  otro  contra  Jacob,  de  los  cuales  queda  un  resto 
(3b.6a);  un  oráculo  de  conversión  de  "el  hombre";  un  oráculo 
conminatorio  contra  el  pueblo  que  olvidó  a  su  Dios  y  se  entregó 
al  culto  idolátrico  vegetal  (sujeto  femenino,  ¿Judá?);  un  "guay" 
contra  un  pueblo  invasor  (tumulto  de  aguas,  como  en  8,  6-8),  que 
es  aventado  como  tamo.  Si  el  último  oráculo  se  refiere  a  Asur 
y  sus  aliados  —  lo  cual  es  muy  probable  — ,  el  capítulo  presentaría 
sus  cinco  temas  en  orden  simétrico,  ABCB'A';  con  la  conver- 
sión de  "el  hombre"  en  el  centro,  Jacob  y  Judá  a  sus  lados,  Da- 
masco y  Asur  en  los  extremos.  (Pero  mejor  es  no  urgir  esta  du- 
dosa estructura.) 

Si  nos  atenemos  a  las  fórmulas  articulatorias,  encontramos  cin- 
co comienzos  normales :  hinne,  wehaya  bayyóm  hahú',  bayyóm 
hahú',  bayyóm  hahú',  hoy ;  dos  conclusiones  conocidas :  ne'um 
Y  S,  ne'um  'elohé  yisra'el,  y  una  conclusión  a  modo  de  epifo- 
nema  17,  14  b. 

Las  fórmulas  estilísticas  que  liguen  los  cinco  oráculos  son 
poco  patentes,  o  bastante  mecánicas.  Usando  la  designación 

14  Sobre  la  traducción:  v.  2  acepto  la  corrección  del  aparato,  no  reproduzco 
la  intensa  aliteración.  He  traducido  libremente  la  comparación  de  la  siega  y  el  es- 
pigador, aclarando  el  sentido  que  creo  original;  la  oscuridad  no  procede  del  estilo 
poético,  sino  del  texto  mal  leído  o  mal  transcrito.  En  8  traslado  un  hemistiquio  "que 
hicieron  sus  dedos"  equilibrando  el  paralelismo.  10  imito  la  aliteración  original,  que 
alude  a  los  cultos  idolátricos.  11b  es  muy  oscuro.  12  he  procurado  imitar  la  sono- 
ridad original,  obtenida  por  repeticiones  y  rimas. 


424 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


ABCB'  A',  podemos  señalar  algunas  leves  correspondencias. 
A  y  B  tienen  en  común  las  palabras  s'r  y  kbwd,  sólo  que  4  b  pa- 
rece jugar  con  la  palabra,  pasando  mentalmente  de  kabod  (glo- 
ria, multitud)  a  kabed  (hígado)  y  continuando  en  el  paralelo  mis- 
man  (grasa) ;  si  Jacob  de  4  b  se  refiere  estrictamente  al  reino 
septentrional,  los  dos  oráculos  están  bien  unidos  en  la  historia, 
y  en  el  verso  3  a  (Efraim-Damasco).  A  y  B'  tienen  en  común  la 
fórmula  bené  yisra'el,  designación  del  pueblo  entero  en  libros  his- 
tóricos, menos  frecuente  en  los  grandes  profetas;  también  la  re- 
ferencia a  las  ciudades  abandonadas  (si  bien  el  texto  de  17,  2  es 
dudoso).  A  coincide  con  A'  en  el  tema  de  destrucción :  A  se  re- 
fiere más  bien  a  la  ciudad  músara  me'ir  (cesará  como  ciudad), 
concediendo  un  resto;  A'  se  refiere  más  bien  a  la  multitud  ani- 
quilada 'énennü  (no  es).  B  con  B'  empalma  por  imágenes  vege- 
tales y  de  enfermedad,  y  quizá  son  los  dos  reinos  hermanos.  B  pre- 
senta quizás  un  sutil  contraste  con  A',  pues  mientras  en  Jacob 
quedan  algunas  aceitunas  (gargar),  los  hombres  de  Asur  son  aven- 
tados como  vilanos  (galgal) ;  en  Jacob  hay  espigas  del  valle,  Asur 
es  tamo  del  monte.  B'  y  A'  tienen  en  común  la  fórmula  lipné,  con 
una  cierta  semejanza  de  sentido:  los  Amorreos  huyeron  "ante" 
los  hijos  de  Israel,  Asur  es  tamo  "ante"  el  viento.  (Tampoco 
hay  que  urgir  estas  relaciones.) 

Y  queda  el  oráculo  central  aislado  estilísticamente,  eludiendo 
limitaciones  en  la  palabra  'adam  (hombre),  elegida  además  como 
opuesto  a  "su  Hacedor".  Este  oráculo  tiene  un  juego  sonoro  con 
las  palabras  yis'e  (mirar),  'osehü  (Hacedor),  ma'se  (hechura) ;  po- 
dría continuar  el  juego  el  título  yis'ek  (tu  salud)  del  miembro 
siguiente. 

Comparaciones  : 

El  motivo  de  los  animales  pastando  en  las  ruinas  es  frecuente : 
p.  e.,  5,  17;  13,  21 ;  27,  10;  32,  13-14.  La  frase  final  we'én  mahrid 
(no  hay  quien  lo  espante)  es  de  ascendencia  clásica  (Lv.  26,  6) 
y  reaparece  en  otros  profetas,  p.  e. : 

Jr.      7,  33 :    el  cadáver  del  pueblo,  pasto  de  aves  y  fieras,  que  nadie 
espanta. 

30,  10:    Jacob  salvado  retorna,  sosiega,  descansa,  y  nadie  le  turba 
=  46,  27. 

Ez.    34,  28 :    habitaréis  confiados,  sin  que  nadie  os  perturbe ;  39,  26  se- 
mejante. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


425 


Mic.    4,    4:    habita  cada  uno  bajo  su  parra,  bajo  su  higuera,  y  nadie  lo 
turba. 

Nah.    2,  12:    donde  habita  el  león  sin  que  nadie  lo  espante. 

Sof.     3,  13 :    [el  Resto]  pastarán,  se  tenderán,  sin  que  nadie  los  turbe. 

Job.   11,  19:    [Sofar:]  te  tenderás  sin  que  nadie  te  turbe. 


El  motivo  resulta  particularmente  eficaz  dicho  de  los  animales ; 
Jr.  7,  33  nos  da  la  fórmula  más  vigorosa. 

La  imagen  de  espigas  y  aceitunas,  para  describir  el  número  es- 
caso de  los  salvados,  es  curiosa  por  el  desarrollo  concreto :  "en 
el  valle  de  Refaim",  "dos  o  tres,  cuatro  o  cinco" ;  reaparece  con 
más  brevedad  en  Is.  24,  13,  completado  en  Is.  27,  12. 

El  cuarto  oráculo  tiene  una  notable  elaboración  sonora,  con 
abundantes  aliteraciones :  sakaht-zakart,  yis'ek-ma'uzzek ;  titte'i 
nit'é  na'manim,  zemorat  zar  tizra'ennü;  be'ereb  (?)-beboqer,  mi- 
t'ek-zar'ek.  El  verso  último,  11b,  está  mal  conservado. 

Excelente  es  el  contraste  de  imágenes  de  los  versos  12-14:  el 
estrépito  del  oleaje  sonoramente  descrito ;  el  enemigo,  amenazador 
como  un  oleaje,  "arrebatado  como  tamo  por  el  viento,  como  vila- 
nos por  el  torbellino",  y  todo  sucede  repentinamente :  "a  la  tarde 
viene  el  terror,  a  la  mañana  ya  no  son".  La  imagen  es  frecuen- 
te, p.  e. : 

Is.  29,    5    Como  polvo  menudo  la  turba  de  tus  enemigos, 

como  tamo  fugitivo  la  turba  de  tus  opresores.  [tierra, 

40,  24   Apenas  plantados,  apenas  sembrados,  apenas  echaron  raíces  en 

sopla  sobre  ellos  y  se  secan,  el  torbellino  los  arrebata  como  paja. 

41,  15    Te  haré  como  trillo  aguzado,  nuevo,  dentado; 

trillarás  los  montes,  triturarás,  harás  los  collados  como  paja; 
los  aventarás,  el  viento  los  arrebatará,  el  torbellino  los  dis- 
persará. 

Jr.  13,  24    Los  aventaré  como  paja  fugitiva  ante  el  viento  del  desierto. 

Ésta  tu  suerte,  tu  paga  medida,  de  Mi  parte  —  oráculo  de 
porque  de  Mí  te  olvidaste,  confiaste  en  la  mentira.     [Yavé  — ; 

Os.  13,    3    Serán  como  niebla  matutina,  como  rocío  temprano  que  pasa, 
como  tamo  arrebatado  de  la  era,  como  el  humo  por  la  chimenea. 

Cfr.  Sof.  2,  2;  Ps.  1,  4;  35,  3;  83,  14;  Job  21,  18. 

El  desarrollo  de  Is.  17,  13  tiene  especial  valor  por  el  contraste; 
41,  15  exalta  la  imagen  a  grandeza  cósmica;  Jr.  13  imita  tam- 
bién en  el  segundo  miembro;  y  Oseas  inserta  la  imagen  en  una 
serie  variada. 


■426 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


CAPÍTULO  18 

1  |  Ay  del  país  del  zumbido  de  alas !  más  allá  de  los  ríos  de  Kus. 

2  Que  envía  por  el  mar  embajadores,  en  canoas  de  junco  sobre  las  aguas. 
¡Corred,  mensajeros  ligeros!  al  pueblo  corpulento,  de  piel  bruñida, 

a  la  gente  temible  y  remota,  al  pueblo  musculoso  y  dominador, 
cuya  tierra  surcan  canales. 

3  ¡Habitantes  del  orbe,  moradores  de  la  tierra! 
al  alzarse  estandarte  en  los  montes,  mirad ; 

al  sonar  la  trompeta,  escuchad. 

4  Que  así  me  ha  dicho  Yavé : 

Yo  contemplo  tranquilo  desde  mi  morada, 
como  los  rayos  ardientes  de  día, 
como  nube  de  rocío  durante  la  siega. 

5  Porque,  antes  de  la  vendimia,  cumplida  la  floración, 
cuando  la  cierna  se  ha  vuelto  agraz  que  madura, 
cortará  los  zarcillos  con  la  podadera, 

arrancará  y  arrojará  los  vástagos ; 

6  y  juntos  serán  abandonados 

a  los  buitres  del  monte,  a  las  bestias  de  la  tierra. 
Veranea  sobre  ellos  el  buitre, 
las  fieras  sobre  ellos  invernan. 

7  Entonces  traerá  dones  a  Yavé  Sebaot 
el  pueblo  corpulento,  de  piel  bruñida, 
la  gente  temible  y  remota, 

el  pueblo  musculoso  y  dominador, 
cuya  tierra  surcan  canales ; 
a  la  Sede  del  Nombre  de  Yavé  Sabaot, 
al  Monte  de  Sión.!5 

(Esquema  y  articulaciones,  págs.  326,  332.)  Es  común  acep- 
tar 18,  7  como  adición  posterior.  El  poema  es  de  estructura  sim- 
ple; lo  notable  son  las  imágenes  y  los  adjetivos  y  frases  adjeti- 
vales usados  para  caracterizar,  o  para  describir. 

Una  interjección  (comienzo)  y  un  imperativo  ordenan  la  pri- 
mera parte ;  la  tierra  y  el  pueblo  están  rápidamente  descritos  con 
detalles  muy  precisos  y  plásticos.  El  autor  se  muestra  maestro 
de  la  observación  diferenciada:  "zumbido  de  alas,  canoas  de  jun- 

15  Sobre  la  traducción:  el  poeta  hebreo  concede  grande  atención  a  los  datos 
concretos,  incluso  técnicos;  por  eso  la  traducción  no  rehuye  la  fórmula  técnicamente 
precisa.  En  v.  4  el  "Yo"  suple  el  énfasis  de  los  dos  verbos  en  primera  persona. 
En  v.  6b  es  importante  el  quiasmo,  con  "verano-invierno"  en  los  extremos. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


427 


co,  surcada  de  canales",  "pueblo  corpulento  y  musculoso,  de  piel 
bruñida,  dominador".16 

La  segunda  parte  se  abre  con  una  llamada  de  alerta  (procla- 
mada a  todos  los  habitantes  de  la  tierra).  La  extensión  universal 
de  la  llamada,  reduce  lo  anterior  a  introducción  concreta;  por 
otra  parte  da  sentido  universal  a  un  suceso  concreto  de  la  historia. 
Esto  lo  había  hecho  el  autor  de  Is.  14  con  medios  más  poéticos, 
con  la  composición  "concéntrica" ;  en  el  presente  poema,  la  llama- 
da nos  abre  un  escenario  vasto. 

Los  dos  elementos  de  la  llamada  —  visual  y  auditivo  —  cons- 
tituyen el  rápido  paralelismo.  Son  datos  normales  de  la  vida  mi- 
litar (cfr.  pág.  348-49) :  en  cap.  13  eran  un  comienzo  ex  abrupto 
para  introducir  violentamente  al  lector  dentro  de  la  situación; 
en  el  presente  capítulo  están  dentro  de  la  situación,  en  el  centro 
del  poema,  ligando  el  suceso  futuro  con  la  predicción  de  Yavé. 
En  ambos  casos  indican  una  actitud  lírica :  más  arrebatada  en  13, 
más  controlada  en  18. 

El  discurso  de  Yavé  (véase  la  explicación  de  Procksch) :  dos 
motivos  predominan,  las  imágenes  agrícolas  y  las  designaciones 
temporales. 

Las  imágenes  demuestran  la  misma  precisión  y  el  vocabulario 
selecto  que  registrábamos  en  1-2:  "mazmerót  (podadera,  Is.  2,  4; 
Mic.  4,  3 ;  Joel  4,  10),  zalzal  (zarcillos,  apax),  netisót  (vástagos, 
Is.  16,  8;  Jr.  5,  10)  hetaz  (?),  qas  harap  (veranear,  invernar,  apax 
en  este  sentido)"  son  palabras  poco  frecuentes  o  raras.  Las  imá- 
genes son  además  coherentes :  todas  pertenecen  de  alguna  manera 
al  tema  agrícola.  En  su  aplicación  es  magnífica  esa  primera  ima- 
gen de  Yavé  que  "contempla  tranquilo  desde  su  morada,  como 
los  rayos  ardientes  de  día,  como  nube  de  rocío  durante  la  siega".17 

Las  designaciones  temporales  son  reiteradas :  "cuando  se  alce, 
cuando  resuene,  antes  de  la  cosecha  cuando  caen  las  flores...  pa- 
san el  verano  y  el  invierno".  Hay  que  notar  la  insistencia,  porque 
el  poeta  quiere  crear  una  expectación:  la  llamada  de  alerta,  era 

16  H.  Schmidt  subraya  este  interés  del  profeta  por  los  etíopes:  "mit  unverhoh- 
lenem  Wohlgef alien" ;  "Auch  die  Merkwürdigkeit  ihrer  fernen  Heiraat  interessiert 
den  Propheten"  (pág.  120).  Delitzsch  da  una  razón  más  teológica  de  este  interés 
literario:  "weil  es  Jahwe  eigen  werden  solí,  wird  ais  ein  so  herrliches  beschrieben". 

17  H.  Schmidt  valora  estas  imágenes:  "Beide  Bilder  malen  wundervoll  die 
Grosse  Entfernung,  von  der  aus  Gott  auf  die  Ereignisse  auf  der  Erde  herniederblickt, 
und  zugleich  die  Stille  und  Unbeweglichkeit,  mit  der  er  —  einstweilen  noch  —  den 
Dingen  dort  unten  ihren  Lauf  lásst." 


428 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


llamada  a  la  expectación,  porque  Dios  tiene  su  tiempo  previsto. 

Las  designaciones  de  tiempo  elegidas  no  son  "el  día  de  Yavé", 
cósmico  y  trascendente,  ni  fechas  históricas,  sino  sencillamente 
fechas  del  ciclo  natural  de  las  estaciones ;  esto  es  más  llamativo, 
porque  ha  precedido  una  solemne  llamada  de  alerta;  el  contraste 
o  tensión  es  importante,  porque  delante  de  Yavé  "sereno",  el  ci- 
clo de  la  historia  es  como  el  ciclo  de  los  viñedos ;  Yavé,  desde  su 
morada,  puede  intervenir  en  cualquier  momento,  por  eso  la  regu- 
laridad o  normalidad  del  ciclo  no  debe  dejar  descuidados  a  los 
hombres,  sino  abiertos  a  la  expectación.18 

Llega  el  desenlace :  el  verbo  "ye'azebü"  está  sin  sujeto  ex- 
plícito ;  es  decir,  en  el  texto  del  poema  falta  la  clave ;  ésta  la  daría 
la  situación  histórica,  o  una  referencia  marginal  al  poema.  Unos 
comentadores  suponen  que  el  sujeto  son  "los  sarmientos",  con 
valor  simbólico  en  tal  caso;  otros  suponen  que  el  sujeto  son  los 
Asirios,  derrotados  y  abandonados  en  el  campo  que  intentaban 
vendimiar.  La  segunda  explicación  obtiene  un  resultado  más 
coherente. 

¿Pertenece  el  v.  7  al  poema?  No  está  en  prosa  sino  en  verso. 
Comienza  por  designación  temporal  precisa  "ba'et  hahi' "  (no 
"bayyóm  hahü' "),  que  entona  con  la  preocupación  temporal  de 
antes.  Poéticamente  la  repetición  final  encaja  perfectamente :  la 
primera  escena  cobra  importancia  y  sentido,  el  poema  se  cierra 
solemnemente  en  el  "monte  de  Sión",  y  los  datos  que  al  principio 
servían  para  caracterizar,  ahora  describen  la  procesión  de  ho- 
menaje.19 

Comparaciones  :  El  fragmento  más  digno  de  compararse  es 
Ez.  39,  17-21,  inserto  en  la  gran  visión  de  Gog  y  Magog.  El  pro- 
feta, por  orden  de  Yavé,  convoca  a  todas  las  aves  del  cielo  y  a 
todas  las  bestias  del  campo  para  un  gran  festín  de  cadáveres.  Los 
dos  versos  rápidos  de  Is.  se  convierten  en  un  desarrollo  insis- 
tente en  la  versión  de  Ezequiel ;  mientras  Is.  hace  una  referencia 
temporal  "veranear,  invernar",  Ez.  insiste  en  la  abundancia  di- 
rectamente, como  pide  la  entonación  general  de  cada  poema. 

La  imagen  "pasto  de  aves  y  fieras"  la  encontramos  también 
en  libros  históricos  (ISm.  17,  44.46;  2Sm.  21,  1  C;  3Rg.  14,  11); 
y  en  otros  profetas  (Jr.  7,  33 ;  12,  9) ;  Is.  46,  11  explica  en  miem- 


18  Finamente  interpreta  Delitzsch:  "Diese  Ruhe  ist  keine  Fahrlássigkeit,  sie 
ist  (wie  die  Cohortative  besagen),  wohlbedachte  Entschliessung." 

19  Véanse  los  argumentos  de  Procksch  a  favor. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


429 


bro  paralelo  la  imagen  del  ave  de  presa.  La  imagen  es  común, 
tópica,  pero  Is.  ha  sabido  tratarla  con  novedad. 

La  procesión  de  homenaje  la  encontramos  en  Sof.  3,  10  (clara 
dependencia  "me'eber  lenahré-Kús",  "yóbilün");  Ps.  68,  31-33 
desarrolla  el  tema ;  Is.  60  insiste  en  la  afluencia  de  pueblos ; 
Is.  66,  19-20  enumera  los  pueblos  y  los  medios  de  transporte. 

CAPÍTULO  19 

1  ¡  Mirad  a  Yavé !  cabalgando  en  nube  ligera  llega  al  Egipto. 

Y  se  turban  ante  Él  los  dioses  de  Egipto,  y  el  corazón  de  Egipto  des 

[maya  en  el  pecho. 

2  Azuzaré  a  Egipto  contra  Egipto :  peleará  un  hombre  con  su  hermano, 
un  hombre  con  su  amigo,  ciudad  contra  ciudad,  reino  contra  reino. 

3  Se  confundirá  el  espíritu  de  Egipto  en  sus  entrañas,  anularé  sus  planes. 
Consultarán  a  sus  ídolos  y  agoreros,  adivinos  y  hechiceros. 

4  Y  venderé  al  Egipto  en  manos  de  un  señor  cruel, 
y  un  rey  feroz  los  dominará. 

Oráculo  de  Yavé  Sebaot 

5  Se  secarán  las  aguas  del  mar,  el  río  quedará  árido  y  enjuto; 

6  se  pudrirán  los  canales,  los  arroyos  menguarán  y  se  secarán. 
Se  marchitan  cañas  y  juncos,  las  praderas  junto  al  río...  (?) 

7  y  todo  sembrado  de  Egipto  aridece,  y  aventado  desaparece. 

8  Gimen  los  pescadores,  se  lamentan  los  que  echan  al  Nilo  el  anzuelo, 
los  que  tienden  las  redes  sobre  las  aguas  desfallecen. 

9  Desesperan  los  que  trabajan  el  lino,  cardadoras  y  tejedores  'de  algo- 

10  Los  amos  están  arruinados,  los  jornaleros  abatidos.  [don'(?) 

11  ¡Qué  necios  los  príncipes  de  Tanis ! 

los  sabios  aconsejan  a  Faraón  consejos  insanos. 
¿  Cómo  decís  a  Faraón  : 

Soy  hijo  de  sabios,  descendiente  de  reyes  antiguos? 

12  ¿Dónde  quedaron  tus  sabios? 

Que  te  anuncien,  si  saben,  qué  planea  Yavé  Sebaot  contra  Egipto. 

13  Están  locos  los  príncipes  de  Tanis,  engañados  los  príncipes  de  Memfis : 
Extraviaron  a  Egipto  los  pilares  de  sus  tribus. 

14  Yavé  derramó  en  sus  entrañas  un  soplo  de  vértigo, 
y  extravían  a  Egipto  en  todas  sus  empresas 

como  titubea  el  borracho  en  el  vómito. 

15  No  le  saldrá  a  Egipto  empresa  que  emprenda: 

cola  o  cabeza,  junco  o  palmera.20 

20  Sobre  la  traducción:  El  verso  primero  procura  conservar  la  ligereza  del 
original.  2  "azuzar"  imita  sonoramente  el  original  "siksakti".  3  en  vez  del  lexica- 
lizado  "anular",  se  podría  traducir  "devoraré",  restaurando  un  valor  que  el  original 
ya  no  posee.  3b  conservo  las  aliteraciones  y  rimas  originales.  La  segunda  parte  pre- 
senta un  texto  difícil:  acumula  sinónimos  para  designar  el  Nilo  y  sus  brazos  o  ca- 
nales, no  busca  la  precisión,  sino  la  acumulación.  Especialmente  dudosos  son  9  y  10. 


430 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


(Esquema  y  articulaciones,  págs.  326,  332.)  El  esquema  de 
este  oráculo  es  perfectamente  claro ;  no  veo  la  necesidad  de  arran- 
car al  poema  el  fragmento  5-10.  La  precisión  descriptiva,  casi  de- 
tallista, entona  con  el  estilo  que  hemos  registrado  en  el  oráculo 
precedente ;  el  incluir  datos  diferenciados,  peculiares  de  la  región, 
en  los  oráculos  es  costumbre  normal.21  Además,  colocado  el  frag- 
mento en  el  centro,  resulta  una  disposición  de  tipo  concéntrico 
(aproximado),  que  no  puede  extrañar.  La  intervención  de  Yavé, 
al  principio  y  al  fin,  confirma  esta  estructura  cerrada. 

Aceptada  esta  estructura,  el  poema  se  divide  en  tres  fragmen- 
tos de  extensión  semejante,  y  bien  diferenciados;  en  cada  uno 
domina  una  persona  verbal. 

La  introducción  está  en  3.a  pers.,  en  boca  del  profeta ;  el  ritmo 
es  típico  de  comienzos  2  +  2  +  2  (hinne  anacrusa).  Es  eficaz  la 
imagen  de  la  "nube  ligera",  fenómeno  tan  poco  frecuente  en 
Egipto ;  también  hay  que  notar  el  paralelismo  siguiente  con  valor 
polar  "dioses-habitantes"  (cfr.  pág.  262),  expresión  imposible 
para  Yavé. 

El  primer  cuadro  está  dominado  por  la  1.a  pers. :  Yavé  anun- 
cia su  intervención  en  tres  verbos  enérgicos  "siksakti,  'aballe', 
sikkarti"  (pilpel,  piel,  piel).  Los  dos  primeros  provocan  un  cor- 
tejo trágico  de  consecuencias ;  notemos  la  eficaz  fórmula  sintácti- 
ca: "Yavé  (implícito)  verbo  principal  en  Ia  pers.  +  verbo  con- 
secutivo +  serie  sustantiva;  verbo  princ.  1.a  (Yavé)  +  verbo 
consecutivo  +  serie  sustantiva" ;  la  fórmula  sintáctica  nos  dice 
cómo  un  solo  verbo,  una  sola  acción  de  Yavé  conmueve  toda  la 
multitud.  El  tercero  no  repite  esta  fórmula,  sino  que  cierra  la 
serie  con  nueva  mención  de  Yavé. 

El  segundo  cuadro  está  dominado  por  la  3.a  persona;  abun- 
dan los  verbos,  pero  no  en  ordenación  consecutiva;  se  trata  más 
bien  de  una  enumeración  abundante  y  precisa  (cfr.  pág.  286), 
con  muchos  términos  para  el  agua,  los  seres  vegetales,  la  sequía, 
la  industria  de  la  región.  Si  el  primer  cuadro  tenía  la  viveza  de 
un  discurso  pronunciado  por  Yavé,  éste  tiene  el  interés  de  la 
visión  concreta,  casi  pintoresca. 

En  la  escena  11-12  es  importante  el  movimiento,  que  he  procurado  subrayar  gráfica- 
mente. Es  importante  la  palabra  clave  "consejo",  repetida  en  3a.ua.  12a.  En  14b  el 
original  repite  el  verbo  "extraviar"  t'h. 

21  Delitzsch  encuadra  los  tres  capítulos  18-20:  "bilden  eine  Trilogie.  Die  erste 
handelt  in  der  Sprache  des  sublimsten  Pathos  von  Aethiopien;  die  zweite  in  der 
Sprache  ruhigerer,  ins  Breite  sich  ergehender  Schilderung  von  Aegypten;  die  dritte 
im  Rahmen  schlichter  historischer  Prosa  von  Aegypten  und  Aethiopien". 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


431 


El  tercer  cuadro  está  dominado  por  la  2.a  persona :  el  poeta 
se  encara  con  los  sabios  de  la  corte,  les  increpa,  les  urge  con 
preguntas  "'ak,  'ék,  'ayyam,  'epó',  ma";  el  poeta,  que  se  ha  en- 
tretenido en  describir  el  Nilo  y  su  industria,  al  llegar  a  la  corte 
no  describe,  sino  interviene  en  viva  discusión.  El  tercer  cuadro 
está  tan  intensamente  realizado  como  los  anteriores.  Y  los  tres 
constituyen  un  tríptico  perfecto.22 

El  final  cierra  estrechamente  el  cuadro  tercero,  y  ampliamente 
todo  el  oráculo.  El  último  verso,  con  la  imagen  proverbial  (sólo 
aquí  y  en  Is.  9,  13),  alarga  un  poco  el  desenlace;  pero  la  bina 
"junco-palma"  no  desentona  en  un  oráculo  sobre  Egipto. 

Lo  que  sigue  es  un  amplio  fragmento  en  prosa :  cuatro  orácu- 
los de  restauración  con  motivos  emparentados,  y  seis  veces  la 
fórmula  "bayyóm  hahú' ".  Fragmento  magnífico  para  la  teología, 
mediano  para  la  poesía,  aunque  excelente  de  sonoridad. 

Comparaciones  :  Nos  interesa  el  oráculo  de  Jr.  en  el  cap.  46. 
Me  refiero  al  fragmento  3-10.  La  repetición  del  dato  geográfico 
en  6  y  10  divide  al  poema  en  dos  partes.  Cada  parte  se  divide 
a  su  vez  en  dos  secciones :  asalto  y  derrota  (Jeremías  no  suele 
construir  con  tanta  claridad) ;  en  esquema  A  a-b,  B  a-b.  Los  re- 
cursos estilísticos  no  se  sujetan  al  mismo  esquema. 

(A  a)  es  un  comienzo  ex  abrupto,  se  oyen  voces,  órdenes  mi- 
litares que  enumeran  rápidamente  y  en  acción  el  atuendo  gue- 
rrero (ex  abrupto  como  Is.  13  y  21).  "Preparad  escudo  y  broquel, 
marchad  a  la  guerra,  aparejad  los  caballos.  A  montar,  caballeros. 
Formad:  el  casco  a  la  cabeza,  bruñid  las  lanzas,  ceñid  la  loriga." 

(A  b)  el  poeta  irrumpe  con  pregunta  lírica:  "¿pero  qué  veo?" 

22  Duhm  opina  de  otro  modo.  Como  ejemplo  de  su  método  entresaco  aquí  algunos 
de  sus  argumentos:  "Dass  der  erste  Teil  nicht  ebenfalls  lángst  (ausser  von  Eichhorn 
und  Rosenm.)  dem  Jes.  abgesprochen  ist,  liegt  wohl  einerseits  an  den  Mangel  hand- 
greiflicher  Prádiktionen,  andererseits  an  der  geringen  Aufmerksamkeit  der  Kritiker 
für  Stil  und  Metrik.  Würde  Jes.  in  den  ersten  vier  Zeilen  sechsmal  das  Wort  Agypten 
geschrieben  haben,  oder  ist  v.  51.  oder  v.  15  bei  einem  solchen  Klassiker  móglich? 
Würde  Jes  sich  so  eingehend,  wie  v.  5-10  geschieht,  um  die  Brotsorgen  der  ágyptischen 
Fischer  und  Weber  gekümmert  haben?...  Wenn  das  Stück  von  einem  guten  Schrif- 
steller  wáre,  so  sollte  man  v.  2  für  einen  Einsatz  halten...  5  bis  10  folgt  eine  áus- 
serst  umstándliche  und  leeré  Beschreibung  von  nichtpolitischen  Kalamitáten,  für  die 
sich  Jes.  schwerlich  prophetisch  interessiert  hátte,  weil  sie  ihn  und  sein  Volk  nichts 
angehen  und  mit  dem  grossen  Tatschluss  Jahves  nichts  zu  schaffen  haben...  15  ist 
in  seiner  zweiten  Hálfte  Zitat  von  Jes.  9,  13,  aber  ein  übel  angebrachtes,  denn  wel- 
ches  Werk  kann  Schwanz  oder  Palmzweig  vollbringen." 

Basten  estas  líneas  para  mostrar  patentemente  por  qué  no  puedo  seguir  a  Duhm, 
aunque  algunos  le  siguen  alabando  su  penetración  literaria. 


432 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Y  sigue  el  contraste  violento  sin  preparación :  la  huida  y  derrota 
vista  por  el  poeta.  El  verso  6  es  un  estribillo  más  sosegado. 

(B  a)  otra  vez  el  recurso  de  la  mirada  atónita,  irrupción  del 
poeta  (técnica  frecuente  de  Jr.).  La  imagen  del  Nilo,  como  sím- 
bolo de  Egipto,  es  acertada;  especialmente  por  el  desarrollo  en  el 
mismo  plano  imaginativo:  "creceré,  inundaré  la  tierra".  Otra 
vez  las  órdenes  militares  en  escena,  con  enumeración  de  pueblos. 

(B  b)  la  derrota  en  tono  trascendente:  "día  de  Yavé",  con  la 
imagen  conocida  de  la  espada.  El  verso  10  repite  un  elemento  del 
estribillo.  Si  el  verso  11  pertenece  al  mismo  poema,  la  construc- 
ción pierde  algo  de  claridad;  pero  la  forma  viva  —  en  imperati- 
vo — ,  e  indirecta  —  "ve  en  busca  de  bálsamo"  —  es  muy  acertada. 

Ezequiel  dedica  a  Egipto  una  serie  de  oráculos  y  elegías :  29  el 
cocodrilo  como  símbolo  de  Egipto,  desarrollo  en  forma  de  ale- 
goría, menos  lírico,  más  intelectual.  30  amplia  enumeración  de 
nombres  geográficos  (como  en  Is.  15-16).  30,  20-26  el  motivo  del 
"brazo"  desarrollado  con  repeticiones  e  insistencias  (típico  de 
Ezequiel).  31  Egipto  comparado  a  Asur,  y  Asur  presentado  en  el 
emblema  alegórico  del  cedro.  32  es  una  elegía:  comienza  con  la 
alegoría  del  cocodrilo,  desarrollada  con  vigor  descriptivo;  des- 
pués asciende  a  una  visión  cósmica,  luto  y  estupor  de  los  astros 
y  los  pueblos;  y  un  final  explicativo,  tópico.  32,  17-31  es  la  lúgu- 
bre letanía  a  la  que  me  he  referido  a  propósito  de  Is.  14. 

Otros  detalles  comparados: 

El  motivo  de  la  guerra  civil,  con  mucho  más  vigor  en  9,  18; 
más  concentrado  a  una  sociedad  en  3,  5  "el  joven  contra  el  an- 
ciano, el  plebeyo  contra  el  noble". 

El  motivo  de  los  pescadores  es  poco  frecuente.  Ez.  usa  la 
comparación  "tendedero  de  redes"  en  sus  oráculos  contra  Tiro 
(26,  5.14). 

El  motivo  de  la  borrachera  es  bastante  frecuente.  Un  desarro- 
llo particularmente  original  lo  veremos  en  el  cap.  28.  Jeremías 
lo  aplica  al  "cáliz  de  Yavé"  25,  15-29:  primero  tres  verbos  enér- 
gicos "que  beban  y  se  tambaleen  y  enloquezcan",  después  enu- 
mera las  naciones  de  entonces,  y  concluye  con  otra  serie  de  verbos 
violentos  "bebed,  embriagaos,  vomitad,  caed".  El  desarrollo  in- 
sistente de  Ez.  23,  32-34  lo  he  analizado  en  el  capítulo  sobre  la 
sinonimia  (págs.  238-39). 

El  capítulo  20  es  una  acción  simbólica.  El  estilo  es  prosaico, 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


433 


el  orden  regular :  mandato,  ejecución,  explicación.  Puede  servir- 
nos como  esquema  intelectual  para  comparar  con  él  otros  oráculos 
poéticos ;  en  vez  de  la  acción  simbólica,  suele  ofrecerse  una  visión ; 
la  explicación  suele  ser  más  viva. 

Otro  interés  del  capítulo  es  que  se  refiere  de  conjunto  a  Egipto 
y  Etiopía,  justificando  la  posición  de  los  dos  capítulos  precedentes. 

CAPÍTULO  21,  1-10 

1  Como  tormenta  'marina'  que  hostiga  el  Negueb, 
del  desierto  viene,  de  tierra  terrible. 

2  Visión  cruel  se  me  ha  anunciado: 

El  traidor  traicionando,  el  agresor  agrediendo. 
¡  Hale,  Elam,  asedia,  Media  ! 
Pon  fin  a  todas  sus  opresiones. 

3  Por  eso  se  llenan  mis  entrañas  de  torturas. 
Angustias  me  tomaron  como  angustias  de  parturienta. 
Me  agobio  al  oírlo,  me  aterro  al  mirarlo ; 

4  se  me  turba  la  mente,  el  terror  me  sobrecoge. 
La  tarde  apacible  se  me  ha  vuelto  terrible. 

5  ¡A  aprestar  la  mesa,  a  tender  el  tapete,  a  comer  y  a  beber! 
¡  Alzaos,  príncipes,  engrasad  el  escudo ! 

6  Que  así  me  ha  dicho  Yavé  Sebaot : 

7  Vete  y  coloca  un  vigía:  cuanto  vea  que  lo  anuncie. 
Si  viere  caballeros,  un  par  de  jinetes, 
cabalgando  en  jumentos,  cabalgando  en  camellos, 

8  que  atienda  muy  atento,  que  grite :  ¡  Lo  veo ! 

De  vigía,  Señor,  yo  mismo  me  he  puesto,  los  días  seguidos ; 
y  en  mi  centinela  yo  sigo  plantado  [las  noches  enteras. 

9  ¡Mirad!  que  se  acerca  un  hombre  a  caballo,  un  par  de  jinetes. 
Anuncia  y  dice :  Cayó,  cayó  Babel, 

los  ídolos  de  todos  sus  dioses  quebrados  por  tierra. 

10    Pueblo  mío,  trillado  en  la  era, 

lo  que  he  escuchado  de  parte  de  Yavé  Sebaot, 
Dios  de  Israel,  yo  te  lo  anuncio.^ 

(Esquema  y  articulaciones,  págs.  327,  332-33.)  Este  oráculo  es 
notable  por  la  forma  visionaria,  por  el  dramatismo  del  desarrollo. 

23  Sobre  la  traducción:  arreglados  con  conjeturas  los  puntos  dudosos,  he  pro- 
curado conservar  el  movimiento  rápido  y  cortado  de  casi  todo  el  poema.  2a  conservo 
el  verbo  "anunciar",  para  reproducir  la  repetición  original  2a.6b.10c,  que  señala  la 
estructura.  2b  aliterado  el  original.  10a  suplo  "pueblo  mío".  8  "yo  mismo"  traduce 
el  énfasis  del  original. 


434 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


En  el  esquema,  entre  una  introducción  repentina  y  una  conclu- 
sión lírica,  he  distinguido  dos  partes  fundamentales,  la  visión  y 
su  explicación ;  pero  tal  esquema  no  da  impresión  del  movimiento 
dinámico.24 

La  introducción,  con  el  enunciado  explícito  "visión  terrible 
se  me  ha  mostrado",  suaviza  el  comienzo.  En  seguida  pasan  per- 
sonajes actuando  —  ¡en  participio! — ,  se  oyen  voces  ("¡Hale, 
Elam;  asedia,  Media!").  Esto  crea  una  impresión  de  extrañeza, 
de  desconcierto. 

El  poeta  se  detiene  a  explicar  líricamente  su  propia  impresión 
de  terror;  con  datos  tópicos  "sirim,  yoleda,  nibhalti",  y  datos  se- 
lectos "na'wéti,  halhala,  pallasüt,  bi'tatni" ;  es  notable  la  insis- 
tencia. 

Otra  vez  suenan  voces  militares,  y  con  ellas  termina  la  visión. 
(El  orden  sería  más  claro  si  v.  5  empalmara  con  2  c.) 

En  la  segunda  parte  se  anuncia  la  explicación  de  la  visión  enig- 
mática: parece  que  Yavé  lo  va  a  explicar  todo,  y  en  realidad  re- 
tarda la  explicación,  excitando  una  nueva  expectación,  la  del  vigía. 
Yavé  indica  lo  que  ha  de  ver,  pero  no  explica  su  sentido,  y  así 
se  dilata  la  tensión. 

El  profeta  en  persona  atalaya,  en  dos  versos  largos  que  ocupan 
el  día  y  la  noche;  por  fin  ve  llegar  la  caravana,  y  escucha  final- 
mente el  mensaje,  "habla  y  dice :  Cayó,  cayó  Babel" ;  la  palabra 
más  importante  al  final;  incluso  en  el  último  verso,  que  todo  lo 
aclara,  hay  una  ligera  sustentación. 

Resuelto  el  enigma,  el  poeta  prorrumpe  en  una  efusión  lírica, 
y  reduce  la  visión  a  Yavé. 

Todo  el  poema  está  construido  con  una  tensión  constante  y  di- 
latada: la  visión,  las  voces  extrañas,  el  terror,  la  atalaya,  la  ca- 
ravana, todo  tiende  hacia  ese  breve  y  definitivo  mensaje :  "cayó, 
cayó  Babel".  Esto  es  lo  más  notable  del  presente  oráculo.  Com- 
parado con  otras  soluciones,  apreciaremos  mejor  su  sentido  ar- 
tístico.25 

24  Es  curiosa  la  ordenación  de  Popper,  para  igualar  los  paralelismos:  ibc.2a 
3ab  3cd  4a. 2Í  ^bc  6.8a;  8bc  9ab  7abc  ¿be  ¿de  5ae  sbd  7d.gc  9de  ioab  10c.  Con 
esta  disposición  desaparece  totalmente  el  dinamismo  del  poema. 

25  Es  muy  interesante  la  explicación  de  Procksch  sobre  el  carácter  peculiar 
aun  literario  de  este  poema:  "Dies  wundersame  Gesicht  erinnert  an  die  áltesten 
Suren  des  Korans;  man  glaubt,  Urlaute  hebráischer  F'oesie  darin  zu  hóren,  verwandt 
mit  den  Gesichten  Bileams  oder  Mohameds.  Dunkle  Zusammenhánge  von  Leib  und 
Seele,  von  Ich  und  Doppelich,  von  Gegenwart  und  Zukunft  erscheinen  uns  hier. 
Nur  die  Ahnung,  nicht  die  Erkenntnis  des  Verstandes  kaiin  sich  in  diesen  dunklen 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


435 


Comparaciones:  Los  capítulos  50-51  del  libro  de  Jeremías 
nos  ofrecen  un  largo  oráculo  antológico  contra  Babel.  Algunos 
elementos  coinciden  con  Is.  21 :  la  caída  de  Babel  (50,  2;  51,  8); 
los  imperativos  guerreros  (50,  3.14.26;  51,  27) ;  los  ídolos  (50,  2) ; 
el  mensaje  (50,  28;  51,  33). 

Pero  el  tono  general  es  completamente  distinto.  Is.  21  busca 
la  concentración  estilística,  la  frase  breve;  sólo  se  detiene  a  des- 
cribir la  impresión  de  terror  del  vidente,  en  1.a  pers.  Jr.  no  con- 
centra, sino  diluye,  reitera;  parece  depender,  por  una  parte  de 
reminiscencias  literarias,  por  otra  de  la  inspiración  del  momento : 
así  se  detiene  en  el  vigoroso  párrafo  de  la  espada  (50,  35-38),  o 
del  martillo  (51,  20-23);  multiplica  los  imperativos  (50,  8.11.14. 
26.29;  51,  3-4.11.12.27-28);  se  permite  una  digresión  teológica 
(51,  15-18). 

Is.  21  parte  de  una  situación  muy  personal,  con  un  contenido 
objetivo  escueto  y  enigmático :  de  27  versos  que  presenta  BH,  en 
cuatro  el  profeta  informa  genéricamente  "huggad  li,  ko  'amar, 
,aser  sama'ti",  en  cinco  describe  sus  emociones.  Yavé  le  manda 
poner  un  vigía  y  se  pone  él  mismo.  De  Babel  sólo  se  comunica  la 
caída  y  la  destrucción  de  los  ídolos ;  de  los  enemigos  oímos  fugaz- 
mente los  nombres,  vemos  y  escuchamos  datos  fragmentarios ;  de 
Israel  hay  dos  metáforas  de  consolación  y  la  fórmula  "Dios  de 
Israel".  Está  patente  la  concentración  subjetiva  y  la  oscuridad 
objetiva. 

Jr.  es  distinto :  la  participación  subjetiva  está  en  la  pasión  que 
impregna  el  desarrollo,  pero  sin  confesiones  personales,  sin  papel 
de  protagonista.  En  cambio,  lo  objetivo  es  mucho  más  preciso : 
la  situación  histórica  y  geográfica  se  manifiesta.  Babel :  es  toma- 
da 2,  dada  al  pillaje  10,  desolada  12-13,  sus  torres  y  muros  15, 
Merataim  y  Pecod  21,  cogida  y  apresada  24,  sus  plazas  30,  sus 
grandes,  sabios,  adivinos,  caballos,  carros,  tesoros,  aguas  35-38; 
el  asedio  51,  12,  los  canales  13,  guerreros,  mensajeros,  casas  y 
puertas,  vados  29-32,  manantiales  36,  murallas  44,  las  anchas 
puertas  y  la  alta  muralla  58.  Aunque  muchos  de  estos  datos  sirven 
para  cualquier  ciudad  o  asedio,  otros  son  característicos  de  Ba- 


Regionen  zurechtfinden.  Und  demnoch  wird  man  von  ihnen  gepackt  wie  von  einer 
zwingenden  Wirklichkeit,  nicht  wie  von  einem  Traum  der  Phantasie.  Ein  abnormales 
ferngefühl  für  Raum  und  Zeit  offenbart  sich  hier...  Es  ist  ais  sane  das  Auge  des  Pro- 
pheten  eine  Fata  morgana  in  der  Luft  zittern,  in  der  sich  die  Gestalten  und  Vorgánge 
einer  Oase  wiederspiegeln.  Doch  ist  das  Gesicht  mit  kórperlichen  Krámpfen  und 
seelischen  Ángsten  verbunden,  von  denen  der  Seher  geschüttelt  wird." 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


bel,  v  el  conjunto  da  una  impresión  de  interés  por  el  objeto 
"Babel",  de  información  precisa,  que  se  incorpora  al  apasionado 
oráculo.  Los  enemigos  también  son  precisos :  Ararat,  Menni,  As- 
kenez.  Media  27-28 ;  y  el  aparato  guerrero  es  más  preciso :  arcos, 
saetas,  venablos,  aljaba,  caballos,  grito  de  guerra  50.  9.14.29.42; 
51.  3.11.12.14.27.  Los  ídolos:  formas  genéricas  "  'asabéha,  gillu- 
léha"  2.  "pesilim"  38;  concretos:  Marduk  2.  Bel  2;  51,  44,  el 
dragón  devorador  51,  34.  Israel  es  un  afán  constante:  50,  4-5, 
6-7.8.17-20.33-34;  51,  5.19.50-51... 

En  Is.  21  apenas  se  aprecia  la  importancia  histórica  del  su- 
ceso :  el  profeta  ocupa  el  primer  plano,  se  oye  el  anuncio  es- 
cueto, el  anuncio  está  inserto  en  la  percepción  del  profeta.  En  Jr., 
a  pesar  de  la  mayor  exactitud  histórica  y  de  situación,  el  he- 
cho adquiere  mayor  trascendencia.  El  anuncio  no  es  escueto, 
sino  detallado  e  insistente ;  el  anuncio  se  comunica  al 

Rey  de  Babel:  43  la  noticia  de  la  invasión,  51.  33  y  la  con- 
quista. 

En  Sión  :  50,  28  los  fugitivos  ;  51.  10. 

A  las  naciones:  50,  2.46  "anunciadlo,  pregonadlo...". 

Cielos  y  tierra  :  51.  48. 
Esta  trascendencia  del  hecho  preciso,  y  la  pasión  del  profeta, 
junto  a  los  fragmentos  de  imágenes  inspiradas,  mantienen  el  in- 
terés del  largo  oráculo  de  Jr.  Pero  es  evidente  que  el  valor  lite- 
rario se  hubiera  multiplicado  con  dos  factores :  reducción  de 
tamaño,  eliminando  inútiles  reiteraciones  (y  quizá  datos  tópicos), 
una  construcción  de  sentido  dramático. 

Jr.  51,  8  emplea  la  palabra  "pit'om"  (súbito)  para  la  caída 
de  Babel,  sin  valor  estilístico,  fuera  de  puesto;  Is.  21,  sin  em- 
plear la  palabra,  logra  la  impresión  auténtica. 

Jr.  46  es  un  oráculo  contra  Egipto  (explicado  en  el  capítulo 
precedente),  que  tiene  puntos  de  contacto  con  Is.  21  :  la  forma 
de  visión,  las  voces  de  los  guerreros.  La  intervención  del  profeta 
es  más  en  acción :  no  explica  lo  que  siente,  sino  irrumpe  con  sus 
preguntas  directas ;  las  voces  y  las  imágenes  son  más  detalladas, 
más  precisos  los  datos  militares  y  geográficos.  La  comparación 
de  Egipto  con  el  Nilo  es  muy  acertada  en  sí,  pero  poco  oportuna 
en  la  pura  visión;  da  impresión  de  elaboración  literaria.  Mientras 
que  en  Is.  21  surgían  las  imágenes  y  las  voces  en  su  pura  calidad 
inmediata,  sin  precisiones  ajenas  a  la  visión. 

La  construcción  de  Jr.  46  es  bastante  clara,  y  comienza  ex 
abrupto ;  pero  la  línea  se  quiebra  en  el  estribillo,  que  explica  con 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


437 


claridad  la  visión;  Is.  21,  por  el  contrario,  cuando  parecía  dispues- 
to a  explicar  la  visión,  iniciaba  una  nueva  sustentación. 

Jr.  46  da  a  los  elementos  de  la  visión  función  gramatical  de 
sujeto  con  verbo,  imperativo  con  complemento;  Is.  21  les  da  más 
corporeidad  en  la  forma  de  participio  "saqueadores  saqueando...". 
Nahum  3,  2  recoge  la  forma  y  la  agudiza  hasta  el  puro  sustantivo 
" Ruido  de  látigo,  ruido  estruendoso  de  ruedas,  caballo  galopan- 
do, carro  rebotando ;  jinetes  enhiestos,  fulgor  de  espada,  relám- 
pago de  lanza,  multitud  de  heridos,  masa  de  cadáveres".26  Algo 
parecido  Nahum  2,  11 :  "saqueo,  saquería,  saqueamiento...".27 

21,  11-12 


Oráculo  de  Duma. 
Uno  me  grita  desde  Seír : 
Vigía:  ¿qué  hora  de  la  noche? 
vigía:  ¿qué  hora  de  la  noche? 

Responde  el  vigía: 
Llega  la  mañana,  después  la  noche. 
Si  queréis  preguntar,  preguntad; 
venid,  tornad. 


Oráculo  del  Silencio.  íEdom) 
Dios  clamará  desde  Seír  :  (tormenta) 
Vigía:  ;qué  trae  la  noche? 
vigía:  ¿qué  trae  la  noche? 

Responde  el  vigía : 
Viene  la  aurora,  aunque  es  de  noche 
(viene  la  aurora,  con  ella  la  noche). 
Si  osáis  preguntar,  preguntad; 
volved,  llegad.28 


Este  minúsculo  oráculo  es  verdaderamente  enigmático.  Se 
han  intentado  diversas  explicaciones ;  quizá  debamos  aceptar  como 
explicación  más  probable  su  carácter  enigmático,  su  ambigüedad 
(si  el  autor  buscó  la  ambigüedad,  no  es  buena  exégesis  eliminarla). 
Estaría  en  línea  con  algunos  oráculos  sibilinos,  que  pretenden  la 


26  Es  interesante  la  sonoridad  del  original:  "qól  sót  w«qól  ra'aá  'ópan  wesús 
doher  úmerkaba  meraqqeda  paras  ma'ale  welahab  hereb  úberaq  hanit  werob  halal 
wekobed  pager". 

Gunkel,  en  su  introducción  a  los  profetas  (SAT  II,  2).  pág.  LUI,  traduce: 

"Horch  Peitschenknall !       Horch  Radergerassel ! 
Jagende  Rosse, 

Tanzende  Wagen, 

báumende  Reiter! 
Schwertes-Flamme!      Lanzen-Blitz ! ■ 

27  Para   otras  comparaciones  de  detalle: 
viento  del  desierto:  Jr.  4,  iij  Os.  13,  15 

el  vigía:  52,  8;  56,  10;  Jr.  6,  17;  Hab.  2,  1  (el  profeta,  un  vigía  espe- 
rando respuesta   de  Dios);  Mic.  7,  7 

28  La  doble  traducción  (o  triple)  quiere  representar  la  ambigüedad  del  original, 
sólo  que  desdoblada  para  que  resulte  explícita.  Imposible  reproducir  la  encantadora 
sonoridad  original. 


29.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


438 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


oscuridad  y  emplean  como  procedimiento  estilístico  la  ambigüedad. 

El  título  ya  es  ambiguo :  "Duma"  puede  ser  Edom  y  Silencio ; 
con  el  silencio  contrasta  el  grito,  y  Seír  corresponde  a  Edom ; 
pero  Seír,  fonéticamente,  pudiera  ser  "la  puerta"  o  "la  tormen- 
ta". Pero  las  consonantes  podrían  leerse  con  referencia  a  Dios : 
'dwm  h'l  yqr'  ms'yr  (ms'  'dwm :  cae  un  alef  por  haplograf  ía)  el 
Dios  que  viene  desde  Seír,  el  Dios  que  clama  en  la  tormenta. 

La  pregunta  puede  tener  un  sentido  inmediato :  los  que  se 
acercan  a  la  puerta  de  la  ciudad  y  preguntan  al  centinela  qué  hora 
es;  a  los  cuales  responde  el  centinela  con  una  burla  (según  la 
sugestiva  explicación  de  Lohmann).29  Pero  la  pregunta  puede  te- 
ner sentido  simbólico :  la  "noche"  puede  referirse  a  una  calami- 
dad, y  puede  indagar  "cuánto  queda  de  la  noche"  o  "que  pro- 
cede de  la  noche".  La  repetición  de  la  pregunta,  con  su  ritmo 
marcado  (oó  óoóo  oó  óoó),  sus  aliteraciones  smrmmll,  tiene 
sabor  popular ;  puede  ser  simple  regusto  de  repetir,  puede  expre- 
sar una  impaciencia  angustiada.  La  respuesta  sigue  en  la  línea 
ambigua :  puede  afirmar  sencillamente  el  giro  del  tiempo,  puede 
anunciar  que  la  calamidad  continúa  a  pesar  de  la  aurora  esperan- 
zada (Lohmann  supone  que  llega  la  mañana  para  Israel,  la  noche 
para  Edom).  Hay  que  notar  la  insistencia  en  la  palabra  "noche", 
tres  veces  frente  a  una  "mañana"  (no  opone  "tarde-mañana"  ni 
"día-noche",  sino  "noche-aurora").  El  verso  final  continúa  la 
ambigüedad :  puede  tener  un  sentido  irónico,  después  de  la  res- 
puesta vulgar,  o  un  sentido  recóndito,  después  de  la  respuesta 
misteriosa. 

Según  Lohmann,  el  profeta  ha  tomado  un  canto  profano,  bur- 
lón, de  centinelas,  y  con  un  par  de  cambios  y  alusiones,  lo  ha 
convertido  en  un  oráculo  contra  Edom.  Es  una  explicación  suges- 
tiva y  bien  fundada. 

Estilísticamente  son  también  interesantes  las  repeticiones : 
3  veces  somer,  3  veces  layla,  2  veces  b'h  'th;  la  forma  elíptica, 
sin  artículos;  las  asonancias  y  rimas. 

En  otros  oráculos  hemos  encontrado  un  comienzo  ex  abrupto 
o  unas  voces  enigmáticas  (13;  18;  21),  después  la  explicación, 
citando  quizá  palabras  de  Yavé ;  movimiento  normal  en  el  género 
massa'  y  fuera  de  él.  En  el  minúsculo  oráculo  presente  falta  toda 
explicación:  falta  Yavé  para  explicar  los  símbolos,  falta  todo 
desarrollo  (lo  más  opuesto  a  Jr.). 

29    P.  Lohmann,  Das  Wachterlied  Jes.  21,  n-12,  ZAW  31  (191 3),  págs.  20-29. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


439 


Quizá  sean  estos  versos  modelo  de  un  género  particular,  que 
no  se  nos  ha  conservado  tan  puro ;  en  general,  los  profetas  han 
explicado  de  alguna  manera  sus  oráculos,  aunque  sin  eliminar 
del  todo  lo  misterioso  y  sugestivo.  También  es  posible  que  esta 
forma  breve  sea  el  núcleo  de  formas  posteriores  amplias;  en  tal 
caso,  el  presente  oráculo  sería  de  lo  más  primitivo  y  original.30 

21,  13-17 

13  En  la  maleza  de  la  estepa  pernoctad. 
Caravanas  de  Dedán, 

14  al  encuentro  del  sediento  sacad  agua. 
Habitantes  del  país  de  Temán, 

adelantaos  con  pan  a  los  fugitivos. 

15  Porque  huyen  de  la  espada,  de  la  espada  empuñada, 
de  los  arcos  tensos,  de  la  lucha  encarnizada. 

16  Que  así  me  dijo  el  Señor: 

Dentro  de  un  año,  como  año  de  jornalero,  acabará  la  gloria  de  Qedar. 

17  Y  el  resto  del  número  de  los  arcos  de  los  guerreros  de  Qedar  men- 

Que  lo  ha  dicho  Yavé  Dios  de  Israel.  [guaran. 

Un  breve  oráculo  en  dos  partes :  primero  un  comienzo  en  es- 
cena, con  una  serie  de  imperativos;  después  la  explicación,  con 
cuatro  fórmulas  "mippené".  La  escena  de  los  imperativos  recuer- 
da a  16,  3-4;  es  forma  que  también  hemos  encontrado  en  Jr.  El 
objeto  de  los  imperativos  son  cosas  elementales :  pernoctad,  sacad 
agua,  adelantaos  con  pan.  Estos  pocos  datos  elementales  hacen 
intensa  y  trágica  la  escena  que  los  imperativos  hacían  viva.  Tam- 
bién la  guerra  se  presenta  en  tres  datos  elementales :  la  espada 
afilada,  los  arcos  tensos,  el  furor  de  la  batalla.  El  verbo  común 
"ndd"  enlaza  las  dos  partes:  socorro  a  los  huidos,  que  huyen 
de  la  batalla. 

El  oráculo  no  cae  en  la  vulgaridad  o  el  tópico,  porque  la  bre- 
vedad y  la  viveza  de  las  escenas  salvan  esos  datos,  que  podrían 
ser  tópicos,  y  resultan  elementales,  eficaces.31 

Comparaciones  :  Jr.  49,  28-33  es  un  oráculo  muy  parecido, 
por  tema  y  recursos.  Se  divide  en  tres  grupos  de  imperativos  y 
un  colofón  en  boca  de  Yavé.  Invitación  al  asalto,  invitación  a  la 
huida,  invitación  al  asalto.  La  enumeración  del  botín  corresponde 

30  Cfr.  H.  Gunkel,  SAT  II,  2,  págs.  E-LII  y  EIX. 

31  En  el  extremo  opuesto,  la  frase  también  elemental  "A  comer  y  a  beber, 
que  mañana  moriremos"  22,  13. 


440 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


perfectamente  con  esos  nómadas  o  seminómadas :  "  tiendas,  ga- 
nado, pieles,  camellos,  utensilios",  también  es  exacta  la  caracte- 
rización: "pueblo  tranquilo  y  confiado,  que  no  tiene  puertas  ni 
candados". 

El  punto  de  partida,  la  actitud  lírica  es  distinta  en  ambos  poe- 
mas :  ambos  manejan  estos  elementos :  "soldados  que  persiguen, 
gente  que  huye",  el  punto  de  vista  es  diverso.  Jr.  se  sitúa  fuera 
de  la  escena,  a  igual  distancia  de  ambos;  a  los  dos  contendientes 
interpela  con  imperativos;  ni  participa  del  triunfo  de  unos  ni  de 
la  aflicción  de  los  otros ;  es  sólo  un  profeta  de  Yavé  que  anuncia 
con  estilo  vivo  y  concreto  un  suceso  histórico;  él  es  heraldo  y 
testigo. 

Por  el  contrario,  Is.  está  más  dentro  de  la  situación :  interpela 
a  personajes  que  están  fuera  de  la  contienda,  a  favor  de  la  parte 
agredida ;  participa  compasivamente  en  la  desgracia,  la  siente  con 
intensidad,  y  por  eso  suplica  esas  dos  cosas  elementales  que  son 
pan  y  agua  para  el  fugitivo. 

Is.  16,  3-4  se  colocaba  en  posición  semejante:  la  diferencia 
está  en  el  socorro  que  pide,  protección  y  ocultamiento.  Otra  cosa 
notable  sucede  en  estos  dos  oráculos  Is.  16  y  21 :  no  aparece  Yavé 
en  el  cuerpo  del  oráculo,  cuando  lo  normal  es  reducirlo  todo  a 
Yavé.  Ambos  tienen  una  adición  en  que  interviene  Yavé :  Is.  16, 
12-13 :  "Ésta  es  la  palabra  que  sobre  Moab  pronunció  Yavé  en 
otro  tiempo",  y  14:  "dentro  de  tres  años,  como  años  de  jorna- 
lero..."; Is.  21,  16:  "Así  me  ha  dicho  Yavé:  Dentro  de  un  año, 
como  año  de  jornalero...".  La  explicación  podría  ser  que  el  poeta 
ha  tomado  un  oráculo  o  poema  ya  existente  (sin  referencia  a 
Yavé),  le  inserta  en  su  colección,  añadiendo  por  su  cuenta  un 
brevísimo  oráculo  de  Yavé;  el  profeta  "canoniza"  el  poema  an- 
terior. Esto  explicaría  también  el  peculiar  tono  lírico  y  la  com- 
pasión del  autor,  que  desaparece  en  las  palabras  finales.  En  Jr. 
no  sucede  lo  mismo:  el  autor  ha  tomado  el  tema,  algunos  ele- 
mentos, y  los  ha  elaborado  en  creación  personal. 

Is.  21,  16  es  notable  por  la  sonoridad,  y  21,  17  por  la  acumu- 
lación de  genitivos  en  cadena :  "be'ód  sana  kisne  sakir  kala  kol 
kabód  qedar"  (s  k  q).  Is.  16,  14  "besalos  sanim  kisné  sakir 
wniqla  kebód  mó'ab".  "Dentro  de  un  año,  como  año  de  jorna- 
lero, se  acabará  toda  la  gloria  de  Qedar" ;  "Dentro  de  tres  años, 
como  años  de  jornalero,  se  humillará  la  gloria  de  Moab". 

Los  imperativos  de  Nahum  2,  2  tienen  función  diversa.  Nahum 
trabaja  con  acumulaciones  morfológicas :  2,  2  cuatro  imperativos 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  441 


hacen  vivo  el  comienzo;  4-5  acumula  comparaciones  para  la  des- 
cripción brillante;  6-8  verbos  que  muestran  la  confusión  de  la 
batalla;  9-10  dos  imperativos  interrumpen  elevando  la  intensidad 
dramática;  11  acumulación  de  sustantivos  alucinantes. 


CAPITULO  22,  1-14 

1  Pero,  ¿qué  te  pasa,  que  te  subes  toda  a  las  terrazas? 

2  copiosa  en  tumultos,  ciudad  ruidosa,  urbe  estrepitosa. 

Tus  caídos  no  han  caído  a  espada,  no  han  muerto  en  campaña. 

3  Cuantos  fueron  alcanzados  sin  arcos  cayeron  prisioneros; 
todos  tus  jefes  desertaron,  lejos  escaparon.  ( ?) 

4  Por  eso  digo:  Apartaos  de  mí,  lloraré  amargamente. 
No  porfiéis  en  consolarme  por  la  derrota  de  mi  pueblo. 

5  Que  es  un  día  de  confusión,  conculcación,  ofuscación, 

de  parte  de  Yavé  Sebaot. 
En  el  valle  de  la  visión. 

desmoronarse  muros,  griterío  hacia  el  monte.  (?) 

6  Elam  lleva  la  aljaba,  Aram  monta  a  caballo,  Qir  desnuda  el  escudo. 

7  Tus  valles  mejores  se  llenan  de  carros,  los  jinetes  firmes  contra  la 

8  despojan  las  defensas  de  Judá.  [puerta, 
Aquel  día  inspeccionáis  el  arsenal  en  el  palacio  del  bosque, 

9  y  descubrís  cuántas  son  las  brechas  de  la  ciudad  de  David. 

10  Reunís  las  aguas  de  la  piscina  inferior,  contáis  las  casas  de  Jerusalén ; 
demoléis  las  casas  para  reforzar  la  muralla, 

11  hacéis  entre  los  dos  muros  un  aljibe  para  las  aguas  de  la  piscina  vieja. 
Pero  no  miráis  al  que  lo  hizo,  no  veis  al  que  lo  dispuso  hace  tiempo. 

12  Os  invitaba  Yavé  Sebaot  aquel  día  a  llanto  y  luto,  calvicie  y  cilicio ; 

13  pero  vosotros :  gozo  y  alegría,  matar  vacas,  degollar  corderos. 

¡  A  comer  carne,  a  beber  vino ;  a  comer  y  a  beber,  que  mañana  mo- 

14  Me  ha  revelado  al  oído  Yavé  Sebaot :  [riremos  ! 
Juro  que  no  expiaréis  este  pecado  hasta  que  muráis.32 

El  oráculo  "en  el  valle  de  la  visión"  es  difícil  de  explicar:  al- 
gunos cortes  violentos,  algunos  versos  mal  conservados.  Intento 
explicarlo  partiendo  de  la  estructura  literaria  (cfr.  pág.  333). 

Encontramos  los  siguientes  elementos  articulatorios :  'al-ken  4, 
ki  5;  yóm  5a.8b.12a;  nbt  8b.llb;  glh  8.14;  Yavé  5.12.14.  La 
articulación  por  medio  de  'al-ken  +  ki  la  conocemos  de  21,  1-10, 
donde  el  contenido  era  claro :  escena  viva,  -'al  ken-  dolor  del  pro- 

32  Sobre  la  traducción:  El  verso  3  es  particularmente  dudoso;  en  5a  es  dudoso 
el  tercer  sustantivo,  que  turba  el  ritmo  y  pudiera  ser  ditografía;  en  5b  pudiera 
tratarse  de  dos  pueblos,  Qo'  y  Su',  en  línea  con  el  verso  siguiente.  9-1 1  presentan 
un  ritmo  algo  indeciso.  L,a  traducción  no  reproduce  apenas  los  notables  efectos  so- 
noros del  original,  que  expongo  en  el  texto. 


442 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


feta,  -ki-  explicación  por  Yavé,  —  conclusión  con  Yavé.  La  ex- 
plicación de  Yavé  estaba  articulada  por  la  repetición  de  sph-rkb, 
hasta  culminar  en  la  noticia.  En  22  la  explicación  está  articulada 
por  la  repetición  de  yóm  y  del  verbo  nbt.  La  estructura  coincide 
con  grande  aproximación,  la  unidad  del  poema  queda  justificada, 
hay  un  camino  para  la  explicación : 

21  22 

1-2   escena  2-3  escena 

1-kn  'al-ken 

3-4    dolor  del  profeta  4     dolor  del  profeta 

ki  ki 

6-9    explic.  de  Yavé  5-13    explic.  de  Yavé 

sph  rkb  yóm  nbt-nbt 

sph  rkb  yóm 

10    referencia  a  Yavé.  14    referencia  a  Yavé. 

Este  esquema  no  recurre  a  la  letra  en  otros  oráculos;  pero  sus 
elementos  articulatorios  sí  (cfr.  págs.  331-33). 

Teniendo  en  cuenta  estos  ejemplos,  dispongo  el  cap.  22  así : 

A    una  escena  de  catástrofe,  ex  abrupto,  preguntas  directas 
B    el  dolor  del  profeta,  en  escena,  diálogo  estilizado 
C    el  día  de  Yavé :  descripción  del  asedio 

medidas  militares...  sin  atender  a  Yavé 
que  invitaba  al  llanto...  banquetes, 
el  anuncio  final  de  Yavé. 


Tema:  Partiendo  de  la  estructura  estilística  podemos  fijar  el 
tema  del  oráculo.  Se  trata  de  un  pecado  de  Jerusalén  y  del  cas- 
tigo conminado  por  Yavé.  El  pecado  es  el  mismo  que  se  amplifica 
en  el  cap.  1 :  "no  entiende,  no  reflexiona".  Esta  falta  de  sentido 
religioso  se  manifiesta  en  dos  actitudes :  atiende  cuidadosamente 
a  las  medidas  de  defensa...  y  no  comprende  el  plan  de  Dios;  la 
invita  Yavé  al  llanto  y  la  penitencia...  y  responde  banqueteando. 
Estas  dos  actitudes  son  un  solo  pecado :  "he'awón  hazze",  que 
expiarán  con  la  muerte;  la  expiación  "yekuppar"  (¿ritual?)  no 
basta. 

Desarrollo  :  La  primera  escena  comienza  ex  abrupto,  con 
una  interrogación  retórica.  El  comienzo  ex  abrupto  es  frecuente, 
la  forma  de  interrogación  es  poco  frecuente  en  Is.  (14,  4.12.16; 
19,  11-12 ;  22,  16),  más  frecuente  en  Jr.  La  fórmula  tópica  "caídos 
(o  atravesados)  a  espada"  tiene  especial  valor  al  ser  negada:  no 
es  la  muerte  en  campaña,  sino  la  huida  ignominiosa.  Son  nota- 
bles las  aliteraciones  de  esta  primera  escena : 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


443 


1  mh  lk  'pw1  ky  'lyt  klk  lggwt 

2  ml'a  hvvmya  qrya  'lyza,  'ir  qir- 
2b    hllyk  1'  hlly  hrb    Y  mty  mlhmh 


(1  h) 


(1  k  g) 


La  confesión  del  dolor  es  breve  y  original,  con  el  vigoroso 
"me  amargaré  en  llanto",  y  los  poco  frecuentes  s'h  'ys  (apartar, 
porfiar) ;  el  profeta  continúa  en  escena,  hablando  a  interlocutores 
no  nombrados.  Es  interesante  la  cuádruple  rima  en  -i  (signo  de 
primera  persona),  y  la  aliteración  'mrty  'mrr  (digo,  amargaré). 

La  explicación  es  amplia,  y  contiene  dos  partes :  Una  escena 
de  asedio,  rápida  y  confusa:  pueblos  y  puestos  barajados:  "la 
muralla  (?),  el  monte,  los  valles,  la  puerta",  aliteraciones  saltea- 
das. En  contraste,  la  escena  de  los  preparativos  para  la  defensa 
contiene  datos  muy  exactos :  "arsenal,  piscina,  aljibe,  casas,  mu- 
ralla", en  ritmo  más  amplio,  y  con  claro  orden  sintáctico : 


también  es  de  observar  el  contraste  de  volumen  entre  los  múlti- 
ples preparativos  —  seis  versos  —  y  el  descuido  en  un  verso  úni- 
co que  repite  los  verbos  "mirar,  ver". 

La  última  escena  es  magnífica:  el  procedimiento  es  una  acu- 
mulación de  sustantivos  e  infinitivos,  y  un  fuerte  contraste.  El 
ritmo  y  la  sonoridad  producen  una  forma  muy  marcada :  2  +  2  + 


+  2,  2  +  2;  2  +  2  + 2,  2  +  2,  2  +  2;— 4  — 2  +  2  +  2.  "qor- 


ha  —  hagor  saq  —  harog  baqar ;  sasón  —  simha ;  sahót  —  satót"  ; 
"calvicie,  ceñir  cilicio,  matar  vacas;  alegría,  gozo;  degollar,  be- 
ber" ;  también  es  importante  la  repetición  del  verbo  "müt"  al 
fin  de  los  dos  discursos  "namüt  —  temutün"  (moriremos,  mo- 


Según  esta  interpretación,  la  escena  inicial  ocupa  el  puesto 
de  la  visión  confusa  y  enigmática  de  otros  oráculos ;  el  asedio  y 
la  defensa  pueden  preceder  en  el  tiempo,  si  bien  en  el  poema  son 
explicación ;  la  escena  última  es  la  primera  en  el  tiempo,  y  sirve 
en  el  poema  de  explicación  final.  El  poema  invierte  el  orden  de 
los  sucesos :  los  pecadores-invitados  a  la  penitencia-se  entregan 
a  banquetes,  castigo-asedio-vana  defensa,  los  dos  elementos  "pe- 
cado-castigo" incluidos  en  la  visión  inicial  "ciudad  alegre  y  tur- 
bulenta-tus  heridos". 


wayyiqtol 
wayyiqtol 
wayyiqtol 


w't  +  sustantivo  ...  qatal 
w't  +  sustantivo  . . .  qatal 
w't  -f  sustantivo  . . .  qatal 


wl'  qatal ...  w  ...  1'  qatal 


riréis). 


ii  te  v>t  cates  poéticas 


;a?:tvi:  .5 


16  cQ*é  tinas  awá?  ¿Qn  toes  aquí?  Qac  te  larris  serta  :ra= 
5;  .aira  ;r_  1:  ili:  ir  jeaalar:    se  ears—  ea  '.i  rica  ma  rira  ra. 

17  Mira  fs  Yiwé  1c  di  ■  ■  ■  I  tffnnnifrrt-f»  tac  hun  leaaaaeate, 
1:    —  :sro:  re  valresra.  :;d:  -elees.  arcara  la  Ear=ra  dilatada. 

ATa  ra rrrras.  i__  jarara  ra  rsrrraa  re  aa-a.  ra.  ira  re  la  :aia  ie  ra 
7z  iesraraarr  ie  ra  aaesrr   re  arrr.ire  re  ra  cargo;  ~  señar 

irae!  ai  rae  eleaare  an  serró  (EEaqpa  Bea  Hd^pos).  [podares: 
IH    le  T^rrr  ra  rara  ra.  le   rerare  ra   :aa  ai.    ;  r  iré   ra   «a  rasare  ras 
7  5 era  ra  ;a  a*  -  rara  Irs  rarraarres  ie  Jerasaléaa  faca  la  casa  de  Juca. : 
2Tc  sera  rr:a:  re  aioria  ¿ara  la  casa  de  su  padre,  para  descendientes  y 
22   PiméT  safare  sa  hfdku  la  1  ni  de  la  casa  ét  Dttiüd:  [mujmmu 

ir -ra  :  ai:  rerrara.  lerrara  7  raí:  11 -ra. 
_  :  Ir  iinr;  ::n;  :_a~;  ea  s:a:  rrrar    y  coigarin  de  él 
1-     ü  ~aa.  as  : eraeaas  7  eraaris    las  :::as  7    rs  zaarrsrrs. 
-  ajatí  «Ka — oaáafe  éc  Taré  Sdbact  — 
reaera  a.  as— :  as~aac  er.  srac  rrrae. 

-rraarara.  rarra  7  se  r:rrroerá  la  caiga  fpr  feada  de  eL 
Qk  1»  ha  éhhm  Yate.» 

El  una  ÍBTfectrfa  personal»  inckñda  es  la  serie  de  los  oiiudus 
cnnfTa  fas  gestes.  £1  tema  7  disposición  son  1uJjiJi>  claras  cu 
d  caagoBÉo;  pero  boy  na  serie  de  detalles  tme  pamni  íeujueiii 
■na  iTffdr niñón  dd  texto.  Qare  para  la  ordenad:-  7  jü  cc- 
—     -.i- ti  fin  lii  :ila:mi  recearisi  :  1"7:t:::í:  mt    al:r  ir- 


Yi~e.  — 


1  -  rers.  5  :  :aa 
2.a  pera»  Yare 
ra  i  rsliea  ie  la 

r  :  -  a  ie  a 


it  _r   .2  ::"«:í::::ii 
r  zz.  :rar_c—  ieri»:ri¿  it:i2_a  am 


:tri.  ;e:2i:-:^ii:c:  cirs.- 
77i  ir_:T7n:n  i-ar'.rics.  rar_¿ 

¿  tn  ~ti  r  :  a  5  :r_  iiiiri 
1  i-ierraa.  En  d  primero  cierta 


>t.    reess-.r.:          r^ir    t-    :~i=r:     j   ^:í^.~s_:    ;;:-a^-r  vise  :t\ 

-jo.  „    :  :t-JiLcr.a     l":íti::í    í.  íes-iricc  *kl  krec  it  "nr. *     1:-  s7i:  i— .tar.  laá 

—  - -rTrw  ie  r-tn         *  -"-~--~r~rr ^ ,  u~it" — --n:e>--~<z-^-i**ri<t'r -  ae  «ÉfiaMB 

r=s.  sene  icniceeres.  ~jzxl  Is.  -nT^—^    rs—icT-—    — "~ ■'•r.csl     r:r-_x.-.    :.  .  _u  : 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  445 


exactitud,  el  segundo  con  vigor  conciso,  el  tercero  con  detalle 
doméstico. 

Esa  imagen  final  del  clavo  ha  servido  para  una  adición  pos- 
terior en  prosa,  con  tres  verbos  aliterados  poco  expresivos. 

Jr.  20,  3-6  es  una  invectiva  personal  menos  desarrollada.  Co- 
mienza con  un  juego  fonético  sobre  el  nombre  del  personaje: 
"pashür  —  magór"  (terror);  después  sigue  la  explicación  en  tér- 
minos claros  y  precisos. 

CAPITULO  23 

1  Gemid,  naves  de  Tarsis,  que  está  desolado  vuestro  puerto. 

Volviendo  del  país  de  Chipre  les  dieron  la  noticia. 

2  Enmudeced,  habitantes  de  la  costa,  mercaderes  de  Sidón, 

que  cruzáis  el  mar,  vuestros  mercaderes  el  océano,  [extranjero. 

3  Grano  de  Sijor,  cosechas  del  Nilo:  era  su  ganancia  el  comercio 

4  Avergüénzate,  Sidón,  porque  dice  el  mar:  No  engendré  ni  di  a  luz; 

ni  crié  jóvenes  ni  eduqué  doncellas. 

5  Al  oírlo,  el  Egipto  se  aflige  por  las  nuevas  de  Tiro. 

6  Pasad  a  Tarsis,  gemid,  habitantes  de  la  costa. 

7  ¿Es  ésta  la  ciudad  insolente,  de  origen  antiguo, 

cuyos  pies  la  llevaban  a  colonias  remotas? 

8  ¿Quién  decretó  esto  contra  Tiro  la  coronada, 

cuyos  comerciantes  eran  príncipes,  sus  mercaderes  nobles  de  la 

9  Yavé  Sebaot  lo  decretó:  [tierra? 

para  postrar  el  orgullo  del  príncipe,  y  humillar  los  nobles  de  la 

11  Tendió  la  mano  sobre  el  mar  y  estremeció  los  reinos.  [tierra. 
Yavé  mandó  destruir  los  puertos  de  Fenicia; 

12  dijo:  No  volverás  a  insolentarte,  derrotada  Virgen  de  Sidón. 
10     Pasad  a  vuestra  tierra,  naves  de  Tarsis:  ya  no  existe  el  astillero. 
12c    Alzate  y  viaja  hasta  Chipre,  que  ni  allí  tendrás  reposo. 

13  Mira  el  país  de  los  Caldeos,  entregado  a  las  fieras : 

erigieron  torres,  devastaron  sus  palacios,  la  volvieron  escombros. 

14  Gemid,  naves  de  Tarsis,  que  está  desolado  vuestro  puerto. 

15  Sucederá  aquel  día: 

Quedará  olvidada  Tiro  setenta  años,  los  años  de  la  vida  de  un  rey. 
Al  cabo  de  setenta  años  sucederá  a  Tiro  como  en  la  Canción  de  la 

[ramera : 

Toma  la  cítara  pasea  la  ciudad        ramera  olvidada. 

Acompaña  con  arte,  redobla  tus  cantos,  que  se  acuerden  de  ti. 

17  Al  cabo  de  los  setenta  años  visitará  Yavé  a  Tiro,  y  volverá  a  su  lucro 

fornicando  con  todos  los  reinos  sobre  la  faz  de  la  tierra. 

18  Pero  su  lucro  y  ganancia  serán  consagradas  a  Yavé; 

ni  almacenados  ni  atesorados. 
Su  ganancia  será  para  los  que  habitan  ante  Yavé : 

para  que  coman  y  se  sacien,  y  se  vistan  con  esplendor.34 

34    Para  otras  comparaciones  de  detalle,  véase:  14,  29-31;  Tr.  2,  10;  3,  2S. 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES  447 

nskht  kmy  yhy 

sr  mlk  mqs  lsr 

sb'ym  'hd  sb'ym  ksyrt 

snh  snh  hrwnh 

La  ''canción  de  la  ramera"  es  particularmente  interesante 
porque  pudiera  ser  una  cita  de  un  canto  popular,  o  al  menos  po- 
pularizado :  en  él  encontramos  un  ritmo  muy  regular  y  marcado, 
y  una  serie  de  correspondencias  sonoras  : 

qhy      knr         sby      'yr         znh       nskhh    oó   oó  óo  ó  oó  ooó 
hytyby      ngn       hrby      syr        lm'n      tzkr       oóo  oó  óo  ó  oó  ooóo 

El  verso  17,  dejadas  las  dos  últimas  palabras,  se  puede  leer 
según  la  fórmula  3  —  3  3  4-3:  los  recursos  sonoros  subrayarían 
este  ritmo  de  forma  artificiosa,  enlazando  las  palabras  1-6  2-3 
4-5.  1-6  2-3  4-5. 

1    mqs        2-3    sbym  snh  1    wsbh        2-3    'tnnh  znth 

6    't-sr        4-5    ypqd  yhwh  6   h'rs  4-5    't  kl  mmllcwt 

Todo  el  fragmento  se  desarrolla  con  el  procedimiento  de  re- 
peticiones encadenadas  : 

nskht    sb'ym    snh  sr 

sb'ym    snh    sr    rwnh  syr 
rwnh  syr 
sb'ym    snh    sr    znth  'tnnh 

'tnnh  shrh 
shrh 

Comparaciones  :  Ezequiel  tiene  una  serie  de  oráculos  contra 
Fenicia,  Tiro  y  Sidón.  Los  temas  o  motivos  manejados  son  muy 
parecidos  en  los  diversos  poemas,  los  desarrollos  tienen  muchos 
puntos  de  contacto.  La  serie  está  enmarcada  entre  la  caída  de 
Jerusalén  26.  2  y  la  restauración  28,  25-26. 

26:  Es  un  oráculo  (1-14),  que  empalma  con  una  elegía  (17-18), 
y  cierra  con  palabras  de  Yavé  (19-21).  El  desarrollo  es  como 
sigue : 

2  :        pecado  ==  regoci j  o  en  la  caída  de  Jerusalén. 

3-14:  anuncio  y  descripción  del  asalto  y  derrota;  con  motivos  marinos; 
en  orden  ABA.  A  es  la  situación  final  "tendedero  de  redes".  B  es 
la  descripción  del  enemigo,  del  asalto,  conquista,  saqueo;  con  in- 
sistencia y  poco  orden. 

15-16:  la  impresión  en  los  espectadores,  islas  y  príncipes  del  mar;  mani- 
festaciones de  luto.  Cantarán  una  elegía : 

17-18 :    la  elegía  recoge  los  temas :  marino,  comercial,  caída,  impresión. 

19-21 :    anuncio  final :  la  ciudad  cubierta  por  el  mar,  baja  al  seoL 


448 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Es  patente  el  parentesco  de  este  desarrollo  con  Is.  14 ;  no  le  iguala 
en  densidad  ni  en  patetismo.  Acierta  en  el  empleo  de  las  imá- 
genes marinas. 

27 :  Se  titula  elegía  (1-31),  que  desemboca  en  una  nueva  ele- 
gía de  recapitulación  (32-36).  El  desarrollo  es  como  sigue : 

3-  4:    El  pecado  de  soberbia,  con  palabras  textuales  de  Tiro. 

4-  11:    Descripción  del  esplendor  enumerando  con  alarde;  de  todas  partes 

viene  a  Tiro  lo  mejor.  Quillas,  mástiles,  remos,  bancos,  velas,  pa- 
bellones ;  remeros,  pilotos,  obreros,  soldados,  defensores ;  Sanir, 
Líbano,  Basán,  Elisa,  Egipto,  Quitim,  Sidón,  Arvad,  Guebal,  Per- 
sia,  Lud,  Put,  Jelec,  Gamadim. 

12-25 :  Descripción  del  comercio  enumerando  con  alarde  los  múltiples 
productos  y  los  múltiples  pueblos  que  acuden  a  comerciar.  Más  de 
treinta  especies  de  mercancías,  y  unos  veinte  pueblos.  Casi  un 
mapa  económico,  que  aquí  tiene  intención  literaria. 

26-27:  Derrota  y  caída,  recapitulando:  "riquezas,  mercancías,  tráfico,  ma- 
rineros, pilotos,  calafates,  mercaderes,  guerreros". 

28-31 :  La  impresión  en  los  espectadores,  las  playas  y  los  hombres  del  mar; 
manifestaciones  de  luto ;  cantarán  elegías : 

32-36 :  La  elegía  recapitula  los  mismos  motivos :  esplendor,  comercio,  caí- 
da,  espanto;  el  último  elemento  con  más  detención. 

La  estructura  se  parece  algo  a  las  del  capítulo  precedente ;  aquélla 
amplificaba  la  descripción  del  asalto  y  saqueo,  ésta  amplifica  el 
esplendor  y  el  comercio ;  ambas  añaden  una  recapitulación  en  for- 
ma de  elegía.  Es  difícil  encontrar  un  poema  en  que  el  procedi- 
miento de  enumeración  esté  aplicado  con  más  consecuencia. 

28,  1-10:  el  esquema  típico  de  Ez.  "porqué-pecado-...  por  eso- 
castigo..."  es  la  estructura  de  este  oráculo.  El  pecado  es  de  so- 
berbia, el  castigo  la  derrota  y  destrucción.  Es  notable  la  ampli- 
ficación del  pecado  de  soberbia,  sobre  todo  en  el  aspecto  teológico  : 
se  cree  un  Dios,  atribuye  a  su  ciencia  y  poder  su  poderío.  El 
castigo  no  tiene  nada  de  particular ;  sólo  es  interesante  esa  incre- 
pasión  al  final:  "¿Dirás  ante  tu  matador:  Soy  un  Dios?" 

28,  11-19:    Una  nueva  elegía.  El  desarrollo  es  el  siguiente: 

12-15 :    Esplendor,  amplificado  con  imágenes  del  paraíso. 

15b-17 :    pecado  y  castigo,  en  la  misma  línea  de  imágenes  paradisíacas. 

18 :    castigo  en  otro  plano,  sin  imágenes  del  paraíso. 

19 :    impresión  en  los  espectadores,  sin  imagen. 

En  la  amplificación  del  pecado,  esta  elegía  se  parece  al  oráculo 
precedente;  las  imágenes  paradisíacas  le  dan  su  individualidad 
inconfundible;  ella  determina  el  orden  " esplendor-pecado-castigo 
28,  20-24:  Si  quitamos  la  introducción,  20-21,  nos  quedan  tres 


LIBRO  DE  LOS  ORÁCULOS  CONTRA  LAS  GENTES 


449 


versos  de  poco  interés :  Yavé  glorificado  en  el  juicio,  22,  y  en  el 
castigo  23.  El  verso  24  enlaza  con  el  final,  sobre  la  restauración 
de  Israel.  Este  oráculo,  detrás  de  los  anteriores,  palidece;  Sidón 
no  obtiene  la  consideración  poética  de  Tiro.35 

35  La  traducción  queda  contagiada  de  las  dificultades  del  texto,  especialmen- 
te 2b. 3. 12c.  13b.  Gráficamente  queda  clara  la  disposición  general,  pero  no  aparecen 
las  múltiples  correspondencias  (señaladas  en  el  capítulo  de  las  estructuras).  En  la 
literatura  ugarítica,  §by  significa  príncipe  [M.  Dahood,  Bibl.  40  (1959),  págs.  161  ss.], 
y  así  lo  traduzco;  con  lo  cual  se  pierde  irremediablemente  el  juego  de  alusiones: 
$by  =  joya  (corona),  §b'wt  =  huestes.  En  cuanto  a  recursos  sonoros,  la  traducción 
queda  lejos  del  original. 


Capítulo  13 


"ESCATOLOGÍA 


CAPITULOS  24-27 

Dejando  aparte  comentarios,  y  el  estudio  de  Liebmann  sobre 
el  texto,  ZAW  22-25,  podemos  recoger  aquí  cinco  monografías 
dedicadas  al  tema.  Por  orden  cronológico : 

P.  Lohmann:  Die  selbstandigen  lyrischen  Abschnitte  in  Jes,  24-27,  ZAW 
37  (1917-18),  págs.  1-58. 

La  tarea  que  se  propone  el  autor  es  aislar  poemas  autónomos  de  su 
contexto  secundario,  y  se  deja  llevar  del  celo  analítico:  unas  veces  reco- 
noce, otras  veces  crea  la  autonomía  disimulando  relaciones  y  dependencias. 
Los  fragmentos  líricos  autónomos  son:  24,  7-12;  25,  1-5;  25,  9-12; 
26,  lb-3;  26,  4-5a;  26,  7-11;  26,  12-16.19;  27,  2-5;  27,  8-11.  El  trabajo 
nos  ayuda  parcialmente  en  el  análisis  de  la  estructura.  Por  el  contrario,  es 
excelente  en  descubrir  y  formular  valores  estilísticos  (si  no  hubiera  muerto 
prematuramente,  habría  llegado  a  ser  uno  de  los  mejores  intérpretes  en 
esta  línea);  al  estudiar  desarrollos  particulares  tendré  muy  en  cuenta  este 
artículo.  El  artículo  resume  además  en  tres  páginas  los  resultados  y  opi- 
niones anteriores. 

G.  Hylmó  :  De  s.  k.  profetiska  liturgiernas  rytm,  stil  och  komposition, 
Jes.  25-26,  Lund,  1929. 

El  autor  comienza  por  arrancar  estos  dos  capítulos  del  marco  literario, 
24  y  27,  y  les  asigna  la  estructura  de  una  "liturgia  profética",  o  compo- 
sición literaria  profética  a  imitación  del  ritual  del  templo.  El  proceso  es : 
25,  1-5  un  himno  cantado  por  un  solista,  al  que  responde  un  oráculo  6-8; 
siguen  un  himno  a  Yavé  26,  la  -f-  25,  9-12,  y  un  himno  a  Sión  26,  lb-6; 
después  una  lamentación  pública  26,  7-18,  a  la  que  responde  un  orácu- 
lo 19-21.  Otros  autores  han  mostrado  ya  cuán  endeble  y  poco  convincente 
sea  esta  teoría:1  no  me  sirve  para  el  estudio  de  la  estructura.  En  cuanto 
a  observaciones  particulares,  el  autor  estudia  sucesivamente  el  ritmo  (pá- 
ginas 21-58),  el  estilo  (págs.  59-86)  y  la  composición  (págs.  87-91).  Por 
estilo  entiende  determinar  el  género  particular,  p.  e.  "himno,  de  un  solista, 

i  P.  e.  Procksch  y  Rudolph.  Por  su  parte,  Procksch  sacrifica  demasiadas 
cosas  a  los  versos  "septenarios"  (Siebener). 


452 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


escatológico",  con  observaciones  muy  gramaticales  sobre  la  persona,  el 
número  y  algunas  partículas... 

W.  Rudolph:  Jesaja,  24-27,  BWANT  62  (1933). 

Divide  los  cuatro  capítulos  en  diez  unidades  autónomas  y  emparentadas. 
Cuatro  profecías  escatológicas :  24,  1-6.13;  24,  17-25,8;  26,  7-12.15-18.13- 
14.20-21  +27,  1.12-13;  26,  14a.18b.19.  Dos  himnos  escatológicos :  25,  9. 
10a.l2;  26,  1-6.  Descripción  de  una  ciudad  conquistada:  24,  7b-12.14-16. 
Canción  de  la  viña:  27,  2-5.  Un  oráculo  contra  Moab:  25,  lOb.llb  (lia  glo- 
sa). Una  lamentación:  27,  7.10a.8.10b.ll.9.  Aceptando  con  tanta  facilidad 
el  procedimiento  de  trasponer  y  combinar,  el  resultado  pudo  ser  más  cohe- 
rente; y  así  el  trabajo  me  resulta  poco  útil  para  el  estudio  de  la  estructura. 
En  cambio,  Rudolph  sabe  señalarnos  muchos  valores  artísticos,  sonoridad, 
alusiones,  relaciones  de  pensamiento;  esto  me  servirá  en  la  exposición  par- 
ticular. 

J.  Lindblom:  Die  Jesaja-Apokalypse,  Jes.  24-27,  Lund,  1938. 

También  este  autor  procura  dividir  los  capítulos  en  unidades  autónomas, 
con  el  siguiente  resultado : 

24,  1-6  Poema  escatológico.  Catástrofe  terrestre. 

7    -16a'  Canto  de  acción  de  gracias.  La  ciudad  destruida. 

16a"-20  Poema  escatológico.  Catástrofe  terrestre. 

21    -23  Adición  escatológica.  Prisión  de  los  príncipes.  Reino  de  Yavé. 

25,  1    -  5  Canto  de  acción  de  gracias.  La  ciudad  destruida. 

6   -10a  Poema  escatológico.  El  banquete  en  el  monte  Sión. 

10b  -12  Adición  sobre  Moab. 

26,  1    -14  Canto  de  acción  de  gracias.  La  ciudad  destruida. 
15    -19  Lamentación  pública. 

20   -21  Poema  escatológico.  Juicio  del  mundo. 

27,  1  Adición  escatológica.  Destrucción  de  los  imperios. 
2    -11  Canto  de  júbilo.  El  gozo  de  la  comunidad  judía. 

12   -13  Poema  escatológico.  Retorno  de  la  diáspora. 

En  esta  distribución  se  aplica  el  criterio  temático  y  el  criterio  del  gé- 
nero literario  (el  criterio  rítmico,  aplicado  por  Procksch  sin  éxito,  queda 
eliminado) :  dos  temas  constantes  dominan  el  conjunto,  el  escatológico  y 
la  ciudad  destruida.  El  conjunto  no  es  una  "apocalipsis"  en  sentido  técnico, 
sino  una  "cantata  escatológica".2  Después  de  un  estudio  comparado  del 
vocabulario,  concluye  que  el  autor  "muestra  clara  inclinación  a  moverse  en 
el  lenguaje  de  Isaías".  El  estudio  es  además  rico  en  detalles  comparados. 

E.  S.  Mulder:  Die  Teologie  van  die  Jesaja- Apokalipse,  Jesaja  24-27, 
Groningen,  1954. 

En  66  páginas  divide  la  materia  y  explica  cada  sección ;  su  división  es : 
24,  1-6;  7-12;  13-23;  25,  1-5;  6-12;  26,  1-14;  26,  15-27,  1;  27,  2-6;  7-13. 
En  el  capítulo  siguiente  (págs.  67-77)  estudia  comparativamente  el  voca- 
bulario, y  en  una  página  sintetiza  el  "estilo":  paronomasia,  asonancia, 
aliteración,  rima,  repetición  de  palabra  o  raíz  en  una  sentencia,  en  dos 

2    Cfr.  el  capítulo  sobre  los  géneros  proféticos,  págs.  339-42. 


"escatología" 


453 


hemistiquios,  en  versos  contiguos,  asíndesis,  plurales  intensivos  (págs.  73-74). 
Otros  tres  capítulos  tratan  las  cuestiones  de  la  ciudad,  la  resurrección,  el 
juicio.  Después  de  los  anteriores  es  bien  poco  lo  que  añade  esta  monogra- 
fía de  125  páginas. 

Yo  voy  a  separar  algunas  secciones  mayores,  en  las  que  un 
análisis  de  conjunto  me  parece  posible.  Una  primera  sección  abar- 
ca hasta  25,  8,  interrumpida  por  el  himno  25,  1-5. 

CAPÍTULOS  24-25,  8 
I 

1  Mirad  a  Yavé  que  raja  la  tierra  que  la  resquebraja; 

devasta  su  faz,  dispersa  sus  habitantes : 

2  como  el  pueblo  el  sacerdote,  como  el  siervo  su  señor, 
como  la  esclava  su  dueña,  como  el  comprador  el  mercader, 
como  el  prestatario  el  prestamista,  como  el  acreedor  el  deudor. 

3  Rajando  se  raja  la  tierra,  despojando  se  despoja  la  tierra; 

(Lo  ha  dicho  Yavé). 

4  Languidece  y  descaece  la  tierra, 

desfallece  y  descaece  el  orbe, 

desfallece  la  altura  y  el  suelo. 

5  La  tierra  empecatada  bajo  sus  habitantes : 

que  traspasaron  la  ley, 

trasgredieron  el  mandato, 

rescindieron  el  pacto  perpetuo. 

6  Por  eso  la  maldición  se  ceba  en  la  tierra; 

y  se  espantan  los  que  habitan  en  ella; 
por  eso  se  consumen  los  habitantes  de  la  tierra, 
y  quedan  varones  contados.3 

II 

7  Languidece  el  mosto,  desfallece  la  vid. 

Se  aflige  la  alegría  del  corazón, 

8  cesó  la  alegría  de  los  panderos; 
acabó  el  bullicio  de  los  jubilosos, 

cesó  la  alegría  de  la  cítara. 

3  Sobre  la  traducción.  Conservo  las  aliteraciones  y  repeticiones  del  original: 
"raja-resquebraja;  como-;  descaece-desfallece;  traspasaron,  transgredieron,  rescindie- 
ron". No  reproduzco  la  aliteración  original  'ala  'akela  (la  maldición  se  ceba),  que 
además  está  aliterada  con  la  serie  verbal.  Conservo  el  ritmo  original. 

El  texto  como  en  BH,  aceptando  sugerencias  del  aparato  crítico  y  de  comentarios 
autorizados. 

30.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


454  ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 

9    Con  cánticos  no  beben  el  vino, 
amarga  el  licor  al  que  bebe; 

10  Quebrantada  la  ciudad  del  caos, 

cerrada  la  entrada  en  las  casas. 

11  Alaridos  por  el  vino  en  las  calles, 

ha  cesado  el  gozo  'en  las  plazas' ; 

12  quedó  en  la  ciudad  desolación, 

de  ruina  herida  la  puerta.4 


III 

13  Así  sucederá  dentro  de  la  tierra,  en  medio  de  los  pueblos : 
como  al  varear  la  aceituna, 

al  rastrojar  las  espigas, 
terminada  la  cosecha. 

14  Ellos  levantan  su  voz     exultan  en  honor  de  Yavé; 

aclaman  desde  el  mar,     jubilan  en  las  islas,     glorifican  a  Yavé; 

15  en  las  islas  del  mar     el  nombre  de  Yavé     Dios  de  Israel; 

16  de  los  términos  del  orbe     escuchamos  cantares :  ¡  Al  Justo  el  honor !  5 


IV 

(Yo  digo:) 

¡  Malhaya  a  mí,  malhaya  a  mí,  ay  de  mí ! 
Traidores  traman  traiciones. 

17  Pánico  y  zapa  y  cepo     contra  ti,  habitante  de  la  tierra: 

18  el  que  logra  escapar     del  clamor  del  pánico,  precipita  en  la  zapa; 
el  que  logra  alzarse     de  lo  hondo  de  la  zapa,  se  enreda  en  el  cepo. 
Las  compuertas  de  la  altura  se  abren, 

retumban  los  cimientos  de  la  tierra. 

19  Se  tambalea  y  bambolea  la  tierra, 

tiembla  y  retiembla  la  tierra, 

se  mueve  y  conmueve  la  tierra. 

20  Vacila  y  oscila  la  tierra  como  un  ebrio, 

se  zarandea  como  una  choza. 
Grava  sobre  ella  su  pecado, 

se  derrumba  y  no  se  alza  más.6 


4  Texto:  sigo  a  Lohmann  en  la  supresión  de  nb,  porque  estimo  convincentes 
sus  razones;  completo  el  ritmo  en  n.  Conservo  repeticiones,  algunas  aliteraciones,  el 
orden  de  las  palabras.  El  verbo  original  ktt  de  12b  es  más  enérgico  que  "herir", 
pero  la  frase  española  resulta  vigorosa. 

5  Texto:  en  15a  lee  DeliTzsch  según  el  texto,  y  traduce  "Oriente"  (el  país 
de  la  luz),  opuesto  al  "Occidente"  (el  mar),  y  confiesa  que  la  traducción  no  tiene 
apoyo  en  otros  textos.  Traducción:  no  conservo  la  aliteración  original  sby  sdyq  con 
que  termina  la  sección. 

6  Traducción:  He  buscado  algo  parecido  a  la  aliteración  original.  Eos  alemanes 
traducen  "Grauen  und  Grube  und  Garn".  Eas  aliteraciones  obtenidas  por  repetición 


1 1 


ESCATOLOGÍA 


455 


21 


22  Se  agrupan  en  grupo,  los  encierra  en  la  mazmorra; 
quedan  presos  en  prisión 

y  al  cabo  de  los  días  serán  enjuiciados. 

23  Se  sonrojará  la  Cándida,  se  afrentará  el  Ardiente: 
cuando  reine  Yavé  Sebaot 

en  el  monte  de  Sión  y  en  Jerusalén, 
glorioso  delante  de  su  senado.? 


25,  1    Yavé,  mi  Dios  eres  tú,     te  ensalzo  y  confieso  tu  nombre. 
Hiciste  maravillosos  consejos, 

desde  antiguo  es  fiel  tu  fidelidad. 

2  Volviste  la  ciudad  en  escombros, 

la  plaza  fortificada  en  derribo; 
el  castillo  enemigo  en  una  ruina, 
jamás  será  reconstruido. 

3  Por  eso  te  glorifica  el  pueblo  fuerte, 

la  ciudad  de  los  opresores  te  teme; 

4  porque  fuiste  fortaleza  del  pobre, 

fortaleza  del  humilde  en  su  aflicción. 

Reparo  del  aguacero  en  invierno 

5  sombra  en  la  canícula  sedienta. 
Humillarás  el  clamor  del  enemigo, 

el  cantar  del  opresor  reprimirás.8 


para  todos  los  pueblos     en  este  monte 
un  festín  de  manjares  suculentos, 
un  festín  de  vinos  de  solera; 
manjares  enjundiosos,  vinos  generosos. 

de  la  raíz,  las  reproduzco  acumulando  verbos  simples  y  compuestos  o  verbos  aliterados. 
En  cambio,  no  puedo  conservar  una  vocal  oscura  al  final,  y  me  conformo  con  acento 
agudo.  Sobre  este  punto  particular  véase  mi  artículo  Traducción  de  textos  poéticos, 
EstBibl.  19  (1960),  págs.  311  ss. 

7  Conservo  las  repeticiones  del  original.  "La  Cándida,  el  Ardiente"  son  nom- 
bres poéticos  de  la  luna  y  el  sol.  "Senado"  traduce  literalmente  el  ziqné  (=  ancianos). 

8  Texto:  las  correcciones  sugeridas  por  Lohmann  y  Rudolph,  entre  otros.  La 
traducción  no  reproduce  las  correspondencias  sonoras  del  original. 


VI 


VII 


6 


Hará  Yavé  Sebaot: 


456 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


7  Arrancará  en  este  monte 

el  velo  que  vela  a  todos  los  pueblos, 
la  cubierta  que  cubre  a  todas  las  gentes. 

8  Aniquilará  la  muerte  para  siempre. 
Enjugará  el  Señor  Yavé 

las  lágrimas  de  todos  los  rostros ; 
y  el  oprobio  de  su  pueblo  'Yavé' 
exterminará  de  toda  la  tierra. 

Así  ha  hablado  Yavé.9 

24,  1-25,  8.  ESTRUCTURA 

Para  encontrar  y  mostrar  la  estructura  del  conjunto,  me  fijo 
en  los  temas  principales  y  en  algunas  fórmulas  articulatorias. 

Los  dos  primeros  versos  (24,  1)  anuncian  el  doble  tema  fun- 
damental: "Yavé  hiere  la  tierra  y  sus  habitantes."  Los  versos  si- 
guientes (2-6)  desarrollan  en  alternancia  libre  el  doble  tema:  "ha- 
bitantes-tierra-habitantes-tierra y  habitantes"  ;  En  v.  4  la  "altura" 
se  asocia  a  la  tierra. 

El  segundo  tema:  Cesó  el  gozo  en  la  ciudad  alegre.  El  des- 
arrollo es  muy  claro  y  regular.  El  ámbito  universal  del  primero 
se  restringe  a  los  límites  de  una  ciudad  que  no  se  nombra.  El 
tono  exterior  es  de  elegía;  pero  en  el  contexto  significa  un  cas- 
tigo de  Yavé,  no  nombrado  (v.  7-12). 

Tercer  tema:  Un  pequeño  resto  glorifica  a  Yavé.  El  horizon- 
te se  ensancha  al  orbe,  donde  habita  la  diáspora  judía  (los  gentiles 
no  están  incluidos)  (v.  13-16  a). 

Retorna  el  primer  tema  doble:  Introducido  por  una  irrupción 
lírica  del  poeta  (16  b),  cuyos  componentes  son  visión  enigmática 
y  aflicción  del  profeta  (componentes  que  conocemos  de  los  capí- 
tulos 21  y  22).  Los  habitantes  van  desapareciendo  sucesivamente; 
la  tierra  repite  sus  catástrofes,  diluvio  y  terremoto,  hasta  el  verso 
conclusivo  "se  derrumba  y  no  se  alza  más"  (20  b).  El  ámbito 
es  universal. 

El  cuarto  tema:  Comienza  con  un  juicio  condenatorio  y  re- 
mata con  el  reino  glorioso  de  Yavé.  El  juicio  abarca  las  huestes 
celestes  (¿ángeles?),  e  incluye  una  etapa  intermedia  de  prisión; 
la  condena  tiene  un  cierto  parentesco  con  el  castigo  de  la  ciudad 


9  Traducción:  las  aliteraciones  del  banquete  reproducidas  en  parte.  L,a  expresión 
"de  solera"  responde  al  vino  que  reposa  afinando  su  aroma.  "Arrancar"  y  "aniquilar" 
son  en  el  original  el  mismo  verbo,  billa'  (=  devorar  en  sentido  propio). 


"escatología" 


457 


del  segundo  tema.  El  reinado  tiene  su  centro  en  el  monte  de  Sión, 
pero  afecta  al  sol  y  la  luna  (21-23). 

Interrumpe  el  tema  segundo:  Al  inaugurarse  el  reinado  glorio- 
so de  Yavé,  una  voz  entona  un  himno,  en  el  que  dominan  una 
serie  de  alusiones  a  la  "ciudad  destruida"  y  al  pueblo  protegido 
por  Yavé  (25,  1-5). 

Quinto  tema:  Es  correlativo  del  cuarto  y  empalma  perfecta- 
mente con  él,  haciendo  sentir  más  la  interrupción.  El  premio  de 
los  salvados  tras  el  castigo  de  los  malvados,  el  banquete  festivo 
en  la  fiesta  de  Yavé  Rey,  en  el  monte  de  Sión.  Es  algo  paralelo 
al  tema  tercero,  porque  se  refiere  a  los  salvados,  y  antitético  del 
segundo,  porque  refiere  el  gozo  perfecto  y  definitivo;  pero  a  los 
salvados  se  agregan  los  gentiles,  y  el  banquete  se  levanta  a  otras 
acciones  maravillosas  y  trascendentes  de  Yavé.  La  destrucción 
definitiva  del  oprobio,  del  llanto,  de  la  muerte,  son  magnífico  fi- 
nal de  este  cuadro  grandioso  (25,  6-8). 

24,  1-25,  8.  ARTICULACIONES 

Las  siete  secciones  señaladas  son  como  bloques  íntegros  ta- 
llados, capaces  de  subsistir  autónomas  (por  eso  muchos  comenta- 
dores afirman  y  defienden  la  autonomía).  I  se  abre  con  hinne,  se 
cierra  con  la  mención  del  "resto  escaso";  II  tiene  límites  menos 
precisos  (el  verso  7  parece  de  tránsito),  se  cierra  con  "nis'ar" 
(=  queda)  como  I ;  III  se  abre  con  fórmula  introductoria  "así 
sucederá",  y  se  cierra  con  la  aclamación  al  Justo;  IV  comienza 
con  el  verbo  "digo",  concluye  con  el  dato  definitivo  "no  se  alza 
más" ;  V  emplea  la  fórmula  introductoria  "sucederá  aquel  día", 
y  concluye  con  la  "gloria"  de  Yavé ;  VI  comienza  con  entonación 
típica  de  himno,  invocando  el  nombre  divino,  y  tiene  un  final  poco 
marcado;  VII  se  abre  con  amplia  introducción,  y  se  cierra  con 
la  fórmula  conclusiva  "que  lo  ha  dicho  Yavé". 

Los  empalmes  inmediatos  o  próximos  de  estos  bloques  son  los 
siguientes :  I  con  II  las  palabras  'bl  'mil  (v.  4  y  7),  el  verso  final 
con  ns'r  (6  b  y  12).  II  con  III  un  "ki"  extrínseco.  III  con  IV  la 
oposición  entre  "ellos  alzan  su  voz"  y  "pero  yo  digo"  (14  a  y 
16  b).  Las  dos  partes  de  IV  un  ki  extrínseco.  IV  con  V  terminan 
con  el  verbo  kbd  en  sentido  diverso  (20  b  "grava",  23  b  "glorio- 
so"); se  repite  la  división  "alturas-tierra"  (18  c  y  21  a,  "tierra" 
en  forma  distinta  'rs  y  'dmh).  V  con  VI  la  repetición  próxima  del 
nombre  divino  (23  y  1).  VI  con  VII  la  copulativa  w-. 


458 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


De  este  recuento  deducimos  que  los  enlaces  son  muy  débiles 
o  externos,  los  bloques  están  más  bien  yuxtapuestos.  Sólo  el  paso 
de  I  a  II  es  realmente  suave,  fundido ;  también  resulta  más  fácil 
el  empalme  de  V  con  IV.  Por  la  articulación  —  como  por  el 
tema  — ,  VII  iría  muy  bien  inmediatamente  después  de  V  :  "  Yavé 
reina  en  el  monte  de  Sión"  (24,  23),  y  "en  este  monte..."  (25,  6). 

Lo  que  convierte  los  siete  bloques  en  arquitectura  no  son  los 
empalmes  menudos,  sino  una  ordenación  según  relaciones  idea- 
les, aprehendidas  intelectualmente.  Aquí  está  mejor  empleado  el 
término  "arquitectura"  que  el  término  "estructura",  por  su  ca- 
rácter más  calculado  y  posterior  a  las  piezas.  Otro  factor  que  sos- 
tiene la  arquitectura  total  son  los  motivos  repetidos  y  las  cons- 
tantes estilísticas. 

Las  relaciones  ideales  son  fáciles  de  mostrar  en  un  esquema 
(ya  he  ido  señalándolas) ;  las  constantes  estilísticas  aparecerán  al 
final,  después  de  estudiar  comparativamente  los  desarrollos  de 
los  bloques. 


24,  1-25,  8.    RELACIONES  IDEALES 
(designo  los  bloques  con  números  romanos ;  los  temas  con  letras) 


I  Aab    Tierra  y  habitantes 
Habitantes.  Tierra. 
Habitantes  pecadores. 
Tierra  y  sus  habitantes. 

II  B       Castigo  de  la  ciudad  an- 
tes gozosa.  Vino. 


IV  Aa'     Habitantes  de  la  tierra, 
b'     Tierra,  pecado. 

V  D       Juicio  y  castigo. 

Reino  de  Yavé. 


VI  B'C    Castigo  de  la  ciudad. 

Protección  del  Pueblo. 
III  C       El  resto  salvado  aclama     VII  E       El  banquete  en  el  monte, 
jubiloso  a  Yavé.  Restauración  plena. 

El  tema  A,  como  tal  tema,  varía  poco  en  sus  dos  versiones. 
C  es  antitético  de  B :  tras  el  castigo  de  la  ciudad  alegre,  el  júbilo 
del  resto  salvado.  E  es  antitético  de  D :  tras  el  castigo  de  hues- 
tes celestes  y  reyes  terrenos,  el  gran  banquete  de  restauración 
en  Sión.  D  corresponde  a  B  en  lo  que  tiene  de  castigo,  E  a  C  en 
el  gozo.  Además  hay  una  clara  contraposición  entre  E  y  B : 
"cesa  el  gozo  —  cesan  las  lágrimas",  "falta  el  vino  —  vino  ge- 
neroso". 

El  horizonte  de  espacio  y  pueblos  varía  así :  A,  la  tierra,  su 


'escatología" 


459 


superficie,  las  alturas ;  B,  la  ciudad  con  sus  casas,  plazas,  puerta 
(sobre  esta  restricción  de  ámbito  pesa  la  amplitud  precedente) ; 
C,  por  toda  la  tierra,  el  " resto"  israelita;  D,  la  altura,  la  tierra, 
la  cárcel,  el  Monte  Sión;  E,  el  Monte,  como  centro  de  todas  las 
naciones  y  toda  la  tierra.  Comparando  estos  escenarios,  nos  in- 
clinamos a  pensar  que  la  ciudad  del  tema  B  es  una  ciudad  uni- 
versal, quizá  simbólica  (lo  cual  no  se  opone  a  un  hecho  histórico 
fuera  del  poema;  en  el  poema  tiene  sentido  trascendente;  ni  se 
opone  a  la  preexistencia  del  bloque  autónomo  con  sentido  res- 
tringido, pero  en  la  arquitectura  total  cobra  nuevo  sentido)  ;10  esa 
ciudad  significa  o  simboliza  el  imperio  hostil  a  Yavé,  que  abarca 
todos  los  reyes  terrenos  (v.  21).  En  toda  la  tierra  se  salva  un  resto 
que  glorifica  a  Yavé,  el  Dios  de  Israel  (v.  15) ;  con  la  gloria  de 
Yavé  rey  (23)  y  la  salvación  de  los  escogidos  entre  todas  las 
naciones  (25,  7),  sobreviene  la  gloria  definitiva  del  pueblo  esco- 
gido de  Yavé  (25,  8). 

Toda  la  segunda  parte,  respecto  de  la  primera,  muestra  un 
enriquecimiento,  sea  en  la  extensión  material  (IV-VII  frente 
a  I-III),  sea  en  el  ámbito,  o  en  el  valor  definitivo.  Con  lo  que 
se  salva  la  pura  repetición,  y  la  arquitectura  obtiene  un  cierto 
dinamismo. 

La  intervención  de  Yavé  también  es  interesante :  al  principio 
"hinne  Yahwe"  (Mirad  a  Yavé),  como  sujeto  de  todo;  ninguna 
mención  en  B  (la  ciudad  que  no  le  reconoce) ;  tres  menciones  ju- 
bilosas en  C;  desaparece  la  mención  explícita  en  A',  pero  está 
latente  por  el  paralelismo  con  A;  vuelve  a  mostrarse  en  D  y  E, 
aumentando  el  número  de  los  verbos  y  la  intensidad  del  modo 
verbal;  al  final  "lo  ha  dicho  Yavé",  autor  de  toda  la  profecía. 

Finalmente,  del  estudio  de  las  relaciones,  deducimos  el  sen- 
tido dinámico  de  la  gran  serie:  el  gran  cuadro  de  catástrofes,  el 
castigo  de  unos  y  la  salvación  de  un  resto,  todo  va  ordenado  hacia 
el  reino  glorioso  de  Yavé  en  Sión,  nueva  ciudad  de  los  nuevos 
elegidos.  Tenemos  en  estos  versos  uno  de  los  ejemplos  más  puros 
de  "poema  escatológico".11 


10  Como  indiqué  en  la  bibliografía,  el  tema  de  la  ciudad  preocupa  a  los  comen- 
tadores. Buscan  la  identificación  histórica  de  la  ciudad;  de  su  concreción  deducen 
que  no  pertenece  al  contexto  escatológico. 

11  Véase  la  discusión  de  Lindblom,  1.  c. 


460 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


DESARROLLOS  PARCIALES  COMPARADOS 

La  reducción  de  los  habitantes.  La  primera  versión  del  tema 
24,  2  es  una  enumeración  de  binas,  que  van  dividiendo  la  sociedad 
en  grupos  correlativos ;  la  manera  de  dividir  puede  ser  un  índice 
social:  "pueblo  y  sacerdotes"  (no  hay  rey;  en  24,  23  el  rey  es 
Yavé  en  el  centro  de  su  "senado"),  "siervos  y  señores"  (niveles 
sociales),  "mercaderes..."  (el  mundo  del  comercio,  como  ocupa- 
ción capital  de  aquella  sociedad).  Se  podría  comparar  a  la  enume- 
ración de  3,  2-5,  mucho  más  rica  y  diferenciada:  "soldados  y 
guerreros,  juez  y  profeta,  agorero  y  anciano,  capitán  y  coman- 
dante (?),  consejeros,  magos  y  hechiceros".  La  forma  de  enumera- 
ción es  insistente:  seis  binas  con  doce  conjunciones  ka-,  buscada 
la  repetición  sonora.12  Estilo  de  acumulación,  algo  efectista,  de 
puros  sustantivos.  Según  Rudolph,  ese  "dispersa  sus  habitantes" 
alude  a  la  dispersión  de  Babel  por  la  confusión  de  las  lenguas. 
El  ritmo  del  verso  2,  tal  como  está  escrito,  resulta  3  +  2  +  2 
2  +  2  +  3,  dos  septenarios,  en  disposición  quiástica,  obtenida  por 
palabra  introductoria  y  ensanchamiento  final. 

La  segunda  versión  17-18  es  más  interesante:  también  abun- 
dante en  sustantivos  (dos  verbos  finitos,  dos  participios  sustanti- 
vados en  la  serie  de  17  palabras).  Pero  no  es  enumeración,  sino 
movimiento:  los  tres  sustantivos  fuertemente  aliterados  (quizá 
procedentes  de  una  expresión  popular,  cfr.  Jr.  48,  44)  marcan  el 
ritmo  implacable  de  un  proceso  eliminatorio ;  las  catástrofes  se 
siguen  con  puntualidad  insensible  al  dolor  humano,  y  la  semejan- 
za sonora  se  convierte  en  una  obsesión  trágica.  Lo  que  tiene  de 
movimiento  es  un  gran  acierto  literario,  las  aliteraciones,  aunque 
expresivas,  son  patentes  y  muestran  una  intención  efectista.  A  las 
aliteraciones  básicas  de  la  terna  se  suma  la  insistencia  en  comien- 
zos ha-  (quizá  falte  otro  wehaya  en  18  b),  la  rima  miqqól  yippol, 
la  asonancia  mittók.  El  ritmo  debe  leerse  3  +  3  2  +  2  +  2  2  + 
+2  +  2. 

La  conmoción  terrestre.  En  las  dos  versiones  (3-6  y  18c-20) 
emplea  el  autor  como  procedimiento  estilístico  la  insistencia  en 
verbos  y  aliteraciones;  la  preocupación  sonora  es  tan  de  primer 
plano,  que  el  significado  peculiar  de  cada  verbo  parece  perder  im- 
portancia. Para  lograr  aliteraciones  abundantes,  dispone  el  autor 


12  Véase  la  observación  de  DeliTzsch,  recogida  por  Rudolph:  la  razón  sonora 
induce  una  falta  al  uso  normal. 


"escatología" 


461 


de  dos  recursos  sonoros :  a)  repetición  de  la  raíz,  b)  raíces  ali- 
teradas. 

a)  Unas  veces  el  ritmo  es  preciso :  hibbóq  tibbóq,  hibbóz 
tibbóz,  no'  tanü',  el  movimiento  es  regular.  Otras  veces  el  ritmo 
es  menos  marcado :  ro'  hitro'e'a,  por  hitpórera,  mót  hitmóteta, 
el  movimiento  es  más  confuso  (a  no  ser  que  leamos  con  doble 
acento,  ó  oóoó). 

b)  'abela  nabela  'umlala  'ala  'akela ;  'aberü  halepú  heperü :  in- 
sistencia sonora  de  timbre  más  fluido. 

Por  si  fuera  poco,  hay  que  añadir  las  repeticiones  de  palabras : 
"tierra"  (7  veces  en  3-6,  cinco  veces  en  18-20),  "habitantes"  (tres 
veces  en  3-6).  Y  otras  aliteraciones  abundantes,  claramente  bus- 
cadas :  nabela  tebel,  tórot  berit,  'aberü  tórot,  heperú  berit,  nis'ar 
miz'ar  'enós,  'arubbót  mimmaróm...  Rudolph,  siguiendo  a  De- 
litzsch,  señala  cómo  el  autor  ha  dicho  tibbóq  en  vez  de  tibbaq 
para  mantener  la  asonancia;  y  subraya  la  abundancia  de  vocales 
oscuras  en  19-20. 

En  resumen,  el  autor  ha  intentado  describir  una  gran  catás- 
trofe telúrica,  diluvio  y  terremoto ;  para  ello  no  le  bastaba  ese  ver- 
so conciso  (18  c):  "Las  compuertas  de  la  altura  se  abren,  retum- 
ban los  cimientos  de  la  tierra",  ni  las  dos  comparaciones  rápidas 
"como  un  borracho,  como  una  choza" ;  sino  que  ha  querido  echar 
mano  de  un  amplio  repertorio  verbal  de  sinónimos  y  de  alitera- 
ciones acumuladas,  ha  querido  materializar  en  onomatopeya  el 
terremoto.  Una  descripción  auditiva  más  bien  que  visual.  Estilo 
manierista  :  el  procedimiento  muy  patente  y  muy  repetido.  Lo  cual 
no  menoscaba  el  valor  literario.13 

Comparemos  unos  versos  sobre  el  mismo  motivo: 

5     La  tierra  empecatada  bajo  sus  habitantes,  que  traspasaron  la  ley, 
transgredieron  el  mandato,  rescindieron  el  pacto  perpetuo. 
20c    Grava  sobre  ella  su  pecado,  se  derrumba,  y  no  se  alza  más. 

El  verso  20  c  es  un  magnífico  colofón,  el  verso  5  ha  dicho  algo 
parecido,  con  más  palabras,  con  una  explicación  causal  poco  poé- 
tica, sin  casi  imagen,  con  mediana  fuerza.  En  20  c  la  imagen  es 
excelente,  concisa,  de  hondura  teológica :  no  son  los  pecadores, 
sino  el  pecado,  unidad  colosal  que  pesa  sobre  la  tierra  y  la  hace 
desplomarse;  la  caída  definitiva  concluye  en  un  monosílabo  de 


13  Procksch  juzga:  "Der  Prophet  erweist  auch  hier  ungewóhnliche  dichterische 
Kraft  und  Grósse  der  Anschauung." 


462 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


larga  y  oscura  vocal,  qüm.  Este  verso  no  tiene  nada  de  efectismo, 
y  podría  competir  con  los  mejores  de  Isaías. 

El  ritmo  no  es  absolutamente  regular,  pero  es  marcado.  En  3-6 
(añadiendo  un  'rs)  leemos :  3  +  3  (4);  3  +  3  +  3;  2  +  2  2  + 
+  2  +  3;  4  +  3  4  +  3.  Para  igualar  el  ritmo  hace  falta  mani- 
pular libremente  y  maltratar  el  texto  (Procksch  suprime  ocho 
palabras  en  cinco  versos).  Algo  más  regular  resulta  la  lectura  de 
Rudolph,  añadiendo  una  sola  palabra  y  combinando  de  otro  modo 
hemistiquios  y  pausas :  3  +  2  3  +  2  (lege  ki  pi  yahwe) ;  3  +  3 ; 
3_j_4;  4  +  3;  4  +  3;  4  +  3.  En  18c-20  leemos:  3  +  3;  3  + 
+  3  +  3;  2  +  2  +  2;  3  +  3.  (Procksch  tacha  tres  palabras  y 
añade  una,  en  cuatro  versos,  para  igualar  el  ritmo.)  20a  es  algo 
dudoso,  por  la  longitud  del  tercer  hemistiquio :  wehitnódeda  kam- 
melüna :  puede  indicar  una  lectura  con  doble  acento,  pero  puede 
ser  buscada  por  su  valor  expresivo. 

El  gozo  pasado.  La  ciudad  castigada  (24,  7-12).  Hemos  escu- 
chado lo  que  es  un  efectismo  sonoro  al  descubierto,  onomatopeya 
de  un  terremoto ;  vamos  a  compararlo  con  una  sonoridad  bella, 
calculada,  sin  alardes.  El  castigo  de  la  ciudad  comienza  en  forma 
negativa,  enumerando  el  gozo  con  verbos  de  melancolía :  "pasó, 
cesó";  continúa  con  los  castigos  de  la  ciudad,  casas,  plazas  y 
puerta.  La  sonoridad  combina  aliteraciones  y  rimas  menos  lla- 
mativas : 

7  'bl  'mil 

8  repetición 

9  cuatro  s;  tres  Y;  yemar-sekar 

11  swhh  hüsót  smhh 

12  cuatro  s ;  b'yr  ns'r  s'r 

Otro  detalle  estilístico  interesante  es  la  colocación  de  las  pa- 
labras :  en  doce  frases  ternarias,  ocho  observan  el  esquema  "ver- 
bo +  sujeto  +  genitivo  o  complemento" ;  dos  colocan  enfática- 
mente un  sustantivo  al  comienzo:  "con  cantos  (9),  alaridos  (11)" 
las  dos  últimas  colocan  quiásticamente  un  sujeto  "desolación" 
y  un  complemento  "ruina". 

Notemos  la  fuerza  de  ese  verbo  "queda",  verbo  técnico  para 
el  "resto",  con  ese  sujeto  terrible  "desolación":  "quedó  en  la 
ciudad...  (no  un  grupo  de  habitantes,  un  resto  salvo,  sino)  deso- 
lación". También  queda  resaltado  el  "gozo",  sustantivado,  en  vez 
de  poner  los  sujetos  agentes.  El  fragmento  es  asindético,  y  escasea 
el  artículo  determinado. 

Lohmann  señala  las  coincidencias  con  el  cap.  14,  y  dice  que 


"escatología" 


463 


se  trata  de  un  canto  profano  satírico,  los  vencedores  no  están 
nombrados  porque  no  son  Israel.  Yo  diría  que  predomina  cierta 
monotonía  dolorosa,  como  de  letanía  melancólica ;  el  valor  satírico 
vendría  de  ser  pronunciado  por  el  enemigo  que  se  goza  en  la 
aflicción.14 

La  falta  de  copulativas  y  la  escasez  de  artículos  podría  apun- 
tar hacia  la  antigüedad  del  fragmento,  su  carácter  genérico  le  per- 
mite adaptarse  a  diversos  contextos.  Pero  también  podría  ser  ar- 
caísmo. 

El  ritmo,  según  lo  propone  Lohmann :  un  verso  breve  de  trán- 
sito y  dos  tercetos  senarios,  i.  e.  2  +  3 ;  3  +  3  3  +  3  3  +  3; 
3  +  3  3  +  3  3  +  3. 

La  ciudad  castigada  (25,  1-5).  Este  breve  himno  recoge  el 
segundo  motivo  de  24,  7-12,  con  varias  referencias  manifiestas  o 
en  sordina : 


v 

25 

hadal  se'ón  állizim 

8b 

5a 

se'ón  zarim  takni' 

nisbera  qiryat  tohü 

10 

2a 

qirya  besüra  lemappela 

nis'ar  ba'ir  samma 

12a 

2a 

samta  ha'ir  laggal 

bassir  lo'  yistü  yayn 

9 

5b 

zemir  'arisim  ta'ne 

(sabat  sabat...) 

8 

Ib 

('emüna  'ornen) 

El  motivo  del  vino  no  está  explícito  en  25,  1-5,  pero  sí  el  estré- 
pito y  los  cantos  propios  del  banquete;  semejante  es  el  tono  ge- 
nérico, sin  nombrar  la  ciudad.  El  género  es  distinto  —  himno, 
canción  — ,  y  con  él  cambian  algunos  factores. 

Lohmann  ha  mostrado  con  pleno  acierto  la  estructura  del 
himno :  Vocativo  y  verbos  de  alabanza ;  ki  causa  genérica ;  ki 
causa  particular,  'al-ken  un  efecto ;  ki  otra  causa  particular  en 
antítesis,  protección  y  castigo.  También  ha  señalado  las  exquisitas 
correspondencias  sonoras : 

2a    ki  samta  ha'ir  laggal       qirya  besüra  lemappela        /,         ,  ^ 
4a    ki  hayita  ma'óz  laddal     ma'óz  le'ebyón  bassar  ló      v  sr    ,    sr  ; 
2b    'armón  zarim  yibbane 
5a    se'ón  zarim     5b  ta'ne 

Notemos  otras  aliteraciones :  'syt  'swt  (1  b),  rima  -a  (2  a),  mhsh 
mzrm  si  mhrb  (4),  zrm  zrym  zmyr  'rysym  (4-5). 

El  motivo  de  la  protección  alude  a  Is.  4,  6  incluso  con  el  re- 
cuerdo sonoro  de  Sión  besayón  (Rudolph). 


14  Lohmann  señaló  también  la  asíndesis  del  fragmento,  y  el  doble  o  triple 
sentido  de  la  palabra  tohü  —  desolación,  depravación  moral,  idolatría. 


464 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


El  ritmo,  hechas  las  correcciones  textuales  que  pide  el  senti- 
do, se  debe  leer  :3  +  33  +  3;3  +  33  +  33  +  3;3  +  33  +  3 
3  +  3.  (Lohmann  eliminaba  el  verso  penúltimo,  4  b,  y  leía  siete 
versos  como  en  24,  7-12,  uno  introductorio,  un  terceto  hasta  2  b, 
y  otro  terceto  3.4  a. 5 ;  pero  es  ilegítimo  suprimir  ese  verso,  y 
comenzar  un  terceto  con  'al-ken,  partícula  típica  para  empalmar 
con  lo  precedente.) 

Respecto  al  canto  24,  7-12,  el  presente  himno  añade  dos  mo- 
tivos importantes :  protección  del  pueblo,  los  enemigos  reverencian 
a  Yavé;  con  esto,  si  bien  interrumpía  la  línea  de  24,  21-23;  25, 
6-8,  por  otra  parte  prepara  la  entrada  del  pueblo  escogido  y  de 
otros  pueblos  (Rudolph  insiste  sobre  la  importancia  ligatoria 
de  25,  3). 

El  gozo  definitivo  (25,  6-8).  Comparando  este  fragmento  con 
su  opuesto  24,  7-12,  observamos  una  importante  diferencia  esti- 
lística :  los  verbos,  su  número  y  calidad. 

En  las  catorce  frases  de  II  (tema  B,  24,  7-12)  trece  verbos : 
siete  intransitivos,  cinco  en  forma  pasiva,  uno  transitivo  imper- 
sonal, solamente  resulta  selecto  el  verbo  yemar  (amarga).  En 
nuestro  fragmento,  de  extensión  semejante,  hay  seis  verbos :  em- 
pieza 'sh  (hacer),  cierra  dbr  (decir),  es  vulgar  yasir  (remover), 
son  selectos  billa'  (devorar,  destruir)  y  maha  (enjugar).  Así  re- 
sulta que  los  complementos  ocupan  gran  parte  del  poema :  no  por 
enumeración  acumulativa  (como  las  binas  de  24,  2),  sino  prolon- 
gando y  ensanchando  con  formas  adjetivales.  La  abundancia  de 
adjetivos  y  formas  adjetivales  es  característica  de  este  párrafo : 
su  función  no  es  precisar  o  caracterizar,  sino  dar  amplitud  y  vo- 
lumen al  sustantivo ;  por  eso  se  emplea  la  aliteración  patente,  que 
sirve  para  fundir  en  unidad  sonora  los  diversos  elementos :  miste 
semanim  miste  semarin  semanim  memuha'im  semarim  mezuqqa- 
qim  (6  veces  s,  15  M,  6  -im)...  El  paralelismo  sinonímico  estricto 
sirve  aquí  para  el  mismo  efecto. 

En  contraste  con  esa  amplitud  (dos  verbos  en  veintiséis  pa- 
labras), está  ese  verso  breve,  sin  paralelo,  sin  aliteraciones  posi- 
bles, escueto  y  denso :  "  Aniquilará  la  muerte  para  siempre"  (ver- 
so que  algunos  quieren  leer  cerrando  el  poema,  p.  e.  Rudolph,  y 
que  Lindblom,  siguiendo  a  Duhm,  Cheyne,  Guthe,  Marti,  Buhl, 
etcétera,  prefiere  tomar  por  glosa). 

Ritmo :  tal  como  está  el  texto  deberíamos  leer :  3  +  2  +  2 
2  +  22  +  2;32  +  22  +  2;33  +  33  +  2+2.  Esto  significa- 
ría una  fórmula  igual  para  abrir  y  cerrar  (con  la  inclusión  "hacer- 


"escatología" 


465 


decir"),  y  cinco  versos  interrumpidos  por  dos  hemistiquios  suel- 
tos. No  sería  difícil  reducir  el  verso  primero  a  2  -f-  2  -f-  2,  alige- 
rando el  nombre  divino,  y  el  último  verso,  suponiendo  que  falta 
algo.  En  cualquier  caso,  el  ritmo  es  suficientemente  regular,  con 
dos  interesantes  versos  "de  pie  quebrado". 

Juicio  y  reino  (24,  21-23).  Comparado  con  los  demás  fragmen- 
tos, éste  parece  señalarse  por  la  polisíndesis,  nueve  en  trece  he- 
mistiquios ;  si  bien  no  conviene  insistir  en  este  punto  dudoso.15 

El  juicio  está  contenido  en  una  inclusión  con  las  palabras  re- 
petidas :  "día,  visitar"  (en  el  sentido  de  tomar  cuentas,  enjuiciar, 
castigar) ;  en  medio,  una  etapa  de  prisión  en  la  mazmorra.  Objeto 
del  juicio  son  las  huestes  celestes  y  los  reyes  terrenos.  Notemos 
las  aliteraciones  obtenidas  por  repetición  de  la  raíz,  y  además  'sp 
'sr  sgr. 

El  reino  culmina  en  el  hemistiquio  central  (se  podría  repre- 
sentar así :  2  +  2  3  3  +  3) ;  a  las  huestes  celestes  responden  aquí 
luna  y  sol,  a  los  reyes  terrenos  se  opone  el  senado,  y  el  Monte 
Sión  se  opone  al  "pozo".  Sol  y  luna  se  nombran  por  epítetos  fe- 
meninos, con  una  rima  cuádruple  -a.  (Quizá  no  sea  del  todo  ca- 
sual, sobre  todo  si  originariamente  estaban  juntos,  la  correspon- 
dencia sonora  entre  los  últimos  versos  de  V  y  VII :  23  hprh  hmh, 
8  hrpt  mhh). 

El  ritmo  resulta  :32  +  3  +  3;2  +  2  +  2;3  (Se  podría  com- 
pletar yhwh  sb'wt  3  +  3  +  3);2  +  233  +  3  (qUe  se  podría  leer 
fácilmente  2  +  2  +  3;  2  +  2  +  3).  Quedarían  algunos  hemisti- 
quios sueltos,  con  valor  de  introducción,  conclusión,  culmina- 
ción. Procksch  opina  que  todos  son  septenarios  (Siebener)  re- 
gulares. 

El  resto  salvado  (24,  13-16  a).  Rudolph  quiere  unir  este  frag- 
mento con  el  siguiente,  por  la  oposición  "ellos"  "yo"  (pero  el 
yo  no  está  explícito);  además  traslada  13  después  de  6,  por  el 
motivo  del  "resto".  Ahora  bien,  la  imagen  del  rebusco  se  aplica 
a  Israel  (27,  12 ;  17,  5-6),  y  la  extensión  universal  se  refiere  a  la 
diáspora.  "El  justo"  del  verso  final  es  Yavé  salvador  del  pueblo; 
aunque  al  pueblo  se  le  llame  "justo"  (p.  e.,  26,  2),  pero  no  se  le 
entonan  himnos;  todo  el  contexto  pide  la  invocación  de  Yavé  en 
el  último  verso:  14  ...en  honor  de  Yavé,  15a  ...glorifican  a 


15  En  la  época  en  que  fue  escrito  este  poema  ya  se  usaba  la  copulativa  con  más 
facilidad;  con  todo,  conocemos  la  tendencia  siempre  viva  a  introducir  copulativas;  de 
aquí  nuestra  duda. 


466 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Yavé,  15  b  ...  el  nombre  de  Yavé  Dios  de  Israel,  16  ...  al  Justo 
el  honor.16 

La  disposición  de  BH  es  correcta :  muestra  el  ritmo,  y  sigue 
el  sentido.  Tenemos  seis  versos  2  +  2  +  2  en  tres  binas  (quizá 
se  pueda  completar  13  b  kimlaqqet  'ólelot).  El  primer  verso  tiene 
una  simple  aliteración  de  preposición  y  artículo  b-  ha- ;  el  segundo 
aliteración  knqp  kmlqt  klh;  ambos  comienzan  con  K.  Los  dos 
siguientes  terminan  con  el  nombre  Yavé.  En  el  quinto  leemos 
cuatro  consonantes  Y ;  el  último  concluye  con  la  aliteración  mar- 
cada sby  sdyq. 

Conclusión  :  Al  terminar  el  análisis  particular,  nos  apartamos 
de  nuevo  para  contemplar  la  arquitectura.  Los  bloques  autónomos 
están  construidos  en  una  visión  grandiosa,  y  realizados  con  cohe- 
rencia estilística  de  estilo  efectista.  Sin  querer  se  nos  ocurren  la 
escenografía  y  los  procedimientos  del  barroco. 

25,  9  -  26,  6 
I 

9    ¡  He  aquí  nuestro  Dios  y  Salvador : 
es  Yavé,  esperamos  en  Él. 
Exultemos  y  gocemos  en  su  salvación: 

10  porque  puso  'su'  mano  sobre  este  monte. 

Es  pisado  debajo  Moab 

como  se  pisa  la  paja  en  el  charco  del  muladar. 

11  Tiende  las  manos  en  medio, 

como  tiende  las  manos  el  nadador  al  nadar. 

  [falta.  'Hirió  la  ciudad  altanera'] 

humilló  su  soberbia,  la  insidia  de  sus  manos. 

12  La  defensa  elevada  de  sus  muros 

abatió,  arrojó  a  la  tierra,  al  polvo.17 

II 

1    (Aquel  día  se  cantará  este  canto  en  la  tierra  de  Judá). 

¡  Tenemos  ciudad  fuerte ! 

Él  da  la  salvación  como  muro  y  baluarte. 

16  Delitzsch,  Procksch,  Rudolph,  etc.,  defienden  que  el  Justo  es  el  pueblo. 

17  Texto:  procede  tan  regularmente,  cuanto  al  ritmo  3  +  4,  cuanto  al  movi- 
miento binario,  la  sinonimia,  que  tenemos  que  suponer  la  falta  de  un  hemistiquio. 
No  habría  dificultad  en  invertir  las  últimas  palabras  de  12  "derribó  en  tierra,  arrojó 
al  polvo". 


"escatología" 


467 


2  Abrid  las  puertas  : 

que  entre  el  pueblo  justo,  que  observa  lealtad. 

3  Su  ánimo  está  firme, 

mantiene  la  paz,  porque  en  Ti  confía. 

4  Confiad  en  Yavé  por  siempre, 

que  Yavé  es  la  Roca  perpetua. 

5  Abatió  los  habitantes  de  la  altura, 

la  ciudad  elevada. 

La  humilló,  la  humilló  por  tierra, 
la  arrojó  al  polvo. 

6  La  pisan  los  pies  del  oprimido, 

las  pisadas  de  los  pobres. 


MO  AB 

La  presencia  de  Moab  a  estas  alturas  del  capítulo  25  presenta 
nuevas  dificultades.  Algunos  autores,  por  la  presencia  de  Moab, 
segregan  estos  versos  o  sentencias ;  otros  extirpan  la  mención  de 
Moab  y  conservan  el  resto  enlazado  a  25,  8. 

Lohmann  encontraba  dos  puntos  seguros :  un  comienzo  de  himno,  en 
tono  gozoso,  25,  9,  y  un  final  que  explica  la  razón  del  gozo,  la  humillación 
de  la  fortaleza  enemiga,  25,  12;  en  medio,  salva  la  "mano  de  Yavé"  y  la 
"conculcación  de  Moab".  Lo  otro  es  una  comparación  y  una  explicación, 
y  adiciones  verbales.  El  resultado  son  cuatro  versos  3  +  3,  bastante  dife- 
rentes del  texto  masorético.18 

Hylmó  traslada  26,  1  ante  25,  9,  tacha  una  sentencia  suelta,  y  obtiene 
un  himno  de  seis  versos  3  +  4.  El  respeto  al  texto  y  al  ritmo  avalan  esta 
explicación. 

Rudolph  sigue  a  Lohmann  en  aceptar  el  comienzo  y  el  final  del  him- 
no, 9.12;  suprime  toda  mención  de  Moab.  La  comparación  del  nadador  es 
crasa  glosa.  Pero  Moab,  en  contexto  escatológico  está  fuera  de  puesto, 
contradice  al  tono  de  6-8,  no  tiene  ritmo ;  entró  en  el  texto  atraído  por 
la  mención  qiryat  goyim  (que  Rudolph  supone  existía  en  el  texto,  pues 
falta  en  el  texto  actual). 

Lindblom  lee  tres  versos  3  +  3,  9-10a,  que  son  el  himno  eucarístico  des- 
pués del  banquete  de  6-8.  El  fragmento  de  Moab  no  tiene  ritmo  alguno. 
Un  glosador  tardío  ha  querido  satisfacer  su  odio  contra  Moab,  en  el  gozo 
definitivo. 

Resumiendo,  he  aquí  los  argumentos  que  inducen  a  eliminar 
a  Moab : 

a)  limitación  local,  después  de  la  universalidad  escatológica ; 

b)  el  afecto  de  odio  en  un  himno  de  gozo,  religioso ; 

18  Suprime  la  introducción,  iob.ua,  y  otras  cuatro  palabras.  En  vez  de  "posa, 
coloca  su  mano",  corrige  "tiende  su  mano". 


468 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


c)  la  incoherencia  de  las  dos  imágenes ; 

d)  la  falta  de  ritmo. 

Descartamos  el  recurso  a  glosadores  iracundos  (Lindblom)  y  a 
palabras  añadidas  al  texto,  que  justifican  la  remoción  de  dos  ver- 
sos (Rudolph) ;  examinemos  los  argumentos  propuestos. 

a)  En  una  escatología  típica,  Is.  34-35,  encontramos  la  men- 
ción de  Edom  y  Bosra  (34,  6) ;  Ezequiel  pronuncia  en  su  escato- 
logía 38-39  el  nombre  personal,  simbólico,  de  Gog  en  la  tierra 
de  Magog,  príncipe  de  Mesek  y  Tubal;  Joel  insiste  varias  veces 
en  la  universalidad  del  juicio,  lo  cual  no  impide  la  mención  con- 
creta, al  final,  de  Egipto  y  Edom.  En  nuestro  fragmento  encon- 
tramos a  Moab,  la  soberbia  (Is.  6;  Jr.  48),  abatida,  en  el  monte 
de  Sión;  Moab  se  alza  a  categoría  de  símbolo  (como  Edom, 
Egipto,  Magog).  El  motivo  de  la  humillación  ''en  el  monte  de 
Sión",  comenzó  en  la  profecía  de  Isaías  contra  Asur  (14,  24  ss.), 
aparece  en  la  escatología  de  Ezequiel  (38,  21  "por  todas  mis 
montañas";  39,  2  "las  montañas  de  Israel";  39,  4.17),  en  la  de 
Joel  (el  valle  de  Josafat,  4,  2.13.16).  La  presencia  de  Moab  queda 
perfectamente  justificada  en  un  contexto  escatológico.  Pero  es 
cierto  que  después  de  la  plenitud  definitiva  de  6-8  nos  estorba 
para  la  contemplación  artística. 

b)  Esta  objeción  no  parece  grave  dentro  del  estilo  escatológico, 
bastante  emparentado  con  los  "oráculos  contra  las  gentes". 

c)  La  segunda  imagen  no  es  precisamente  una  continuación 
violenta  de  la  primera,  sino  una  nueva  comparación.  Aquí  se 
habla  de  la  agresión  de  Moab,  que  tendía  sus  manos  (como  Asur 
Is.  10,  32;  cfr.  Thr  1,  10  yadó  paras  sar) ;  hay  una  oposición  en- 
tre la  "mano  de  Yavé"  posada  sobre  el  Monte  con  eficacia  y 
dominio,  y  la  "mano"  de  Moab,  agitada  en  vano  para  atacar,  y 
humillada  con  sus  insidias.  En  todo  caso,  la  incoherencia  no  exis- 
te, la  comparación  "como  el  nadador"  se  refiere  al  movimiento 
de  las  manos,  no  a  las  aguas  del  muladar. 

d)  Salvo  un  ligero  corte,  el  ritmo  del  texto  actual  es  notable- 
mente regular:  3  +  4  3  +  4;  3  +  4  3  +  4;  ... +4  3  +  4.  La 
solución  no  es  tachar  ese  hemistiquio  (Hylmó),  sino  aceptar  que 
un  hemistiquio  se  ha  perdido,  en  el  que  quizá  se  mencionaba  la 
"ciudad".  El  resultado  son  tres  binas  de  versos  3  +  4,  con  el 
sentido  perfectamente  distribuido  (y  con  correspondencias  sonoras 
que  expondré  más  abajo). 

Tenemos,  pues,  a  Moab  justificado  dentro  de  su  contexto 
próximo  9-12,  no  disonante  en  el  contexto  escatológico.  Además 


"escatología" 


469 


lo  encontramos  unido  al  himno  siguiente  26,  1-6,  por  relaciones 
temáticas  y  repeticiones  verbales. 

Desarrollo  de  25,  9-12.  Los  procedimientos  sonoros  que  co- 
nocemos se  encuentran  aquí  hábilmente  aplicados.  Quiero  subra- 
yar esas  aliteraciones  con  que  empalma  las  palabras  de  un  hemis- 
tiquio y  los  versos  entre  sí.  Designando  cada  palabra  por  un  nú- 
mero, habría  que  señalar  los  siguientes  empalmes  sonoros :  1-2-3, 
4-5,  8-9,  10-3,  12-14,  13-14,  12-5  (v.  9-10 a);  en  la  bina  siguiente 
(v.  lOb-lla):  2-6,  5-7,  1-4;  8-12,  11-12,  13-14;  1-8,  4-11;  en 
los  dos  últimos  (incompletos) :  8-9,  11-12;  4-11  (5-12,  6-13?).  Es- 
tos procedimientos  sonoros  confirman  el  resultado  precedente,  jus- 
tifican la  unidad  del  fragmento,  y  su  inserción  en  el  contexto 
general. 

EL  HIMNO,  26,  1-6 

Muchas  correspondencias  lo  ligan  con  24,  6-12;  25,  1-5; 
25,  9-12: 

1  'ir  24,  12;  'az  25,  3;  yesü'a  26,  9;  hómót  26,  12; 

2  s'rym  24,  12 ;  yb'w  24,  10 ;  sdyq  25,  3  (contrario) ;  'mwnym 

25,  1; 

4  'wlmym  25,  2; 

5  26,  12; 

6  dlym  25,  4. 

Las  aliteraciones  de  este  himno  las  han  señalado  con  acierto  Loh- 
mann  y  Rudolph  (pero  Lohmann  lo  rompió  en  dos  fragmentos, 
por  razones  ligeras  de  estructura  hímnica,  descuidando  la  rela- 
ción antitética  y  la  marcada  aliteración  pithü  bithü).  Las  dos 
ciudades  y  sus  habitantes  en  desarrollo  antitético:  la  ciuduad  fir- 
me, a  la  que  confluyen  confiados  los  elegidos ;  y  la  ciudad  altiva 
abatida  a  tierra.  La  primera  se  abre  con  un  verso  enunciativo, 
con  binas  aliteradas,  y  sigue  en  un  terceto  con  un  imperativo; 
tiene  abundantes  aliteraciones,  s'rym  smr  'mwnym,  ysrw  tsr, 
smwk  slwm... 

La  segunda  parte  de  la  antítesis,  introducida  con  imperativo, 
amplifica  por  paralelismos  sinonímicos. 

El  ritmo  de  la  primera  parte  es  claramente  2  +  2  +  2  2  + 
+  2  +  22  +  2  +  2;  en  la  segunda  parece  que  debemos  leer  3  + 
+  23  +  2  3  +  2  3  +  2  (con  G),  si  no  queremos  retocar. 

La  primera  parte,  aunque  de  ritmo  un  poco  cortado,  procede 
como  una  larga  frase,  en  la  que  algunas  partículas  dirigen  la 
subordinación:  "Tenemos  una  ciudad  fuerte...  abrid  las  puer- 

31.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


470 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


tas...  para  que  entre  el  pueblo  fiel,  cuyo  ánimo  está  firme...  por- 
que confía  en  Yavé" ;  el  sustantivo  "ciudad"  comienza  enfática- 
mente. La  segunda  parte  usa  enlaces  más  conocidos:  "Confiad... 
porque  es...  porque  derribó..." 

Si  es  legítimo  tratar  como  unidad  superior  esas  dos  unidades, 
25,  9-12  y  26,  1-6,  con  todo  hay  un  detalle  estilístico  que  nos  hará 
volver  sobre  la  segunda  unidad,  al  analizar  el  capítulo  26. 


26,  7-19 
I 

7  La  senda  del  justo  es  rectitud, 

la  vereda  del  justo  allanaste. 

8  Por  la  senda  de  tus  juicios,  Yavé,  Te  esperamos; 

por  tu  nombre  y  tu  recuerdo  el  ansia  del  alma. 

9  Mi  alma  te  ansia  de  noche, 

mi  espíritu  en  el  pecho  por  ti  madruga. 

Cuando  'lucen'  tus  juicios  sobre  la  tierra, 
aprenden  justicia  los  habitantes  del  orbe. 

10  Se  hace  gracia  al  impío,  no  aprende  justicia, 

en  la  tierra  pervierte  la  probidad, 
y  no  quiere  ver  la  majestad  de  Yavé. 

11  Yavé,  tu  mano  está  alzada:  ¡y  no  contemplan! 

contemplarán  avergonzados  tu  celo  por  el  pueblo ; 
pero  el  fuego  devora  a  tus  enemigos. 

12  Yavé,  gobierna  nuestra  paz ; 

que  todas  nuestras  obras  nos  las  hiciste  Tú. 

13  Yavé,  Dios  nuestro,  nos  dominaron  señores  ajenos  a  Ti; 

sólo  por  Ti  invocamos  tu  nombre.19 


II 

14  ¡  Los  muertos  no  viven,  las  sombras  no  se  alzan ! 
Porque  Tú  visitaste,  los  aniquilaste, 

destruíste  su  entera  memoria. 

15  Multiplicaste  el  pueblo,  Yavé, 

multiplicaste  el  pueblo,  Te  ensalzaste, 
ensanchaste  los  confines  de  la  tierra. 

19  Traducción:  en  7a  se  podría  traducir  "carril"  o  camino  de  carros  (ma'gal). 
En  9  prefiero  traducir  la  raíz  original  "madruga",  porque  el  paralelismo  con  "noche" 
pide  tal  referencia;  ello  justifica  y  apoya  la  corrección  de  Rudolpii  "lucen"  en  9b. 
En  11b  el  texto  puede  significar  "el  fuego  de  tus  enemigos",  es  decir  "destinado  a 
tus  enemigos". 


"escatología" 


471 


16  (Yavé,  en  la  angustia  padecimos; 

nos  visitó,  nos  afligió  tu  castigo.)  (?) 

17  Como  la  preñada  se  acerca  a  parir, 

se  retuerce,  grita  en  sus  dolores; 
así  fuimos  en  tu  presencia,  Yavé. 

18  Concebimos,  padecimos,  parimos  ¡  viento  ! 

no  dimos  salud  a  la  tierra, 
no  nacieron  habitantes  al  orbe. 

19  Vivirán  tus  muertos,  tus  cadáveres  se  alzarán; 

despertarán,  exultarán  los  que  yacen  en  el  polvo. 
Que  es  rocío  de  luces  tu  rocío, 

y  la  tierra  sus  sombras  parirá.20 


CAPITULO  26 

Este  capítulo,  en  las  primeras  lecturas  produce  una  curiosa 
desazón.  Si  lo  enlazamos  con  24-25,  sería  el  canto  eucarístico  tras 
la  victoria  universal  y  definitiva.  Se  espera,  en  tal  caso,  una  exal- 
tación de  gozo  también  definitiva,  sin  turbaciones,  como  p.  e., 
Is.  35  después  de  34.  Y  no  sucede  así. 

Duhm  trata  el  capítulo  como  unidad,  y  sentencia  sobre  él : 

"Es  un  poema  muy  artificioso,  bien  embutido  de  asonancias,  juegos  de 
palabras,  y  recursos  semejantes...  El  autor  es  cualquier  cosa  antes  que 
un  maestro  de  la  dicción  fluida  y  espontánea ;  ni  le  afluyen  copiosas  las 
ideas,  sino  que,  a  puro  esfuerzo,  camina  de  palabra  en  palabra ;  a  este 
estilo  trabajoso  y  forzado,  con  el  que  saca  adelante  28  hexámetros,  a  pesar 
de  la  falta  de  inspiración,  debe  el  poema  su  extraño  colorido  y  su  poco 
diáfana  disposición."  21 

Por  el  contrario,  Procksch,  que  adopta  como  unidad  los  ver- 
sos 7-19,  opina  que : 

20  Traducción:  sería  más  fluido  traducir  en  18  "concebimos,  con  torturas 
parimos",  pero  perderíamos  algo  del  estilo  verbal,  tan  característico  de  este  fragmento. 
En  i8b  y  19b  usa  el  poeta  la  raíz  "caer,  hacer  caer"  con  el  sentido  de  nacer  y  dar  a 
luz.  Muy  dudoso  el  verso  16. 

21  "Ist  ein  sehr  künstliches  Gedicht,  vollgepfropft  mit  Assonanzen,  Wortspielen 
u.dgl...  Der  Verfasser  ist  nichts  weniger  ais  ein  Meister  rasch  fliessender  Rede,  noch 
reich  an  zustrómenden  Gedanken,  sondern  arbeitet  sich  recht  oft  mühsam  von  Wort 
zu  Wort  weiter;  und  dieser  mühsam  gezwungenen  Art,  mit  der  trozt  bestándigen 
Versagens  der  dichterischen  Kraft  die  28  Hexameter  fertig  gebracht  werden,  verdankt 
wohl  die  Dichtung  ihr  ungleichartiges  Kolorit  und  ihre  wenig  durchsichtige  Dispo- 
sition." 


472 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


"la  grandiosidad  de  la  fantasía  domina  aquí  como  allí  [24-25],  y  la  pasión 
poderosa  de  la  oración  no  tiene  semejante  en  el  A.T...  hechizado  allí 
por  las  imágenes  del  futuro,  agitado  aquí  por  la  angustia  del  presente".22 

Lindblom  corta  en  el  verso  14;  y  Rudolph  con  los  versos 
de  este  capítulo  y  algunos  del  siguiente  saca  dos  nuevas  compo- 
siciones poéticas. 

Comencemos  dejando  a  un  lado  los  versos  ya  tratados,  1-6. 
Una  serie  de  relaciones  verbales  o  de  significado  enlazan  esta  sec- 
ción 7-19  con  lo  precedente : 

7  sdyq  26,  2;  24,  16 

8  qwynw  25,  9;  (smk  24,  15) 

9  ysby  tbl  24,  4-6  (no  la  expresión  unida)  ¡=  18 

10  g'wt  yhwh  24,  14  g'wn  yhwh 

11  ydk  25,  10  yd  yhwh;  ybsw  24,  23 

12  slwm  26,  3 

14  yqwmw  24,  20;  pqdt  24,  21.22 

15  nkbdt  24,  15.23;  25,  3 

16  bsr  25,  4 

18  ysw'wt  25,  9;  26,  1 

19  resurrección  cfr.  25,  8 

Algunas  son  genéricas  y  pueden  ser  casuales;  pero  otras  son 
temáticas,  y  nos  invitan  a  considerar  el  canto  con  la  visión  prece- 
dente al  fondo. 

Incluyamos  ahora  por  un  momento  los  versos  1-6,  y  obtene- 
mos una  cierta  disposición  ternaria:  1-6  el  tema  de  las  dos  ciuda- 
des en  desarrollo  antitético;  14-19  el  tema  de  los  habitantes  en 
desarrollo  antitético,  los  malvados  aniquilados  sin  remedio,  los 
salvados  se  multiplican  y  resucitan. 

Entre  estos  dos  bloques,  suficientemente  claros  y  definidos,  el 
bloque  central  es  confuso.  Unas  repeticiones  verbales,  en  forma 
de  inclusión,  parecen  delimitarlo  :  "Yavé,  nombre,  memoria"  8.13 ; 
otras  repeticiones  encadenadas  enlazan  los  eslabones  de  los  versos : 


8  mspt           yhwh           sm  zkr 

8a  nps  'wh 

9a  nps  'wh 

9b  mspt                    sdq  lmd 

10a  sdq    lmd  bl 

10b  yhwh  bl 


22  "Die  Grossartigkeit  der  Phantasie  herrscht  hier  wie  dort,  und  die  gewaltige 
I^eidenschaft  des  Gebets  sucht  ihresgleichen  im  Alten  Testament...  Nur  ist  er  dort 
von  den  Bildern  der  Zukunft  gebannt,  hier  von  der  Drangsal  der  Gegenwart  er- 
schüttert." 


"escatología" 


473 


11  yhwh  bl 

12  tspt  yhwh 

13  yhwh  sm  zkr 

(Este  encadenamiento  ya  ha  sido  observado  por  otros  autores,  y 
enlazado  con  los  salmos  graduales.)  23  Una  manera  de  avanzar 
por  asociaciones  desmañadas,  sin  clara  línea  de  pensamiento; 
como  si  al  comenzar  cada  verso,  no  tuviera  idea  del  siguiente. 

El  desarrollo  antitético  de  los  otros  dos  bloques  nos  invita  a 
buscar  también  una  antítesis  básica  en  el  bloque  segundo :  sería 
una  contraposición  entre  el  justo  que  confía  y  suspira  por  Yavé, 
o  al  menos  aprende  de  sus  obras,  y  el  malvado  que  no  quiere  ver 
ni  convertirse.  Algo  parecido  a  una  serie  de  sentencias  de  estilo 
sapiencial,  sin  auténtico  desarrollo. 

Este  fragmento  central  deja  una  impresión  de  estilo  prosaico, 
desmañado,  de  recursos  ingenuos  e  infelices ;  pero  es  un  estilo  que 
ha  querido  señalarse  (p.  e.,  en  el  vocabulario).  Se  le  nota  el  tra- 
bajo y  el  poco  éxito,  y  de  aquí  nuestra  primera  impresión  desazo- 
nada. (Es  inverosímil  que  un  maestro  como  Isaías  escriba  así.) 


PERSONA  VERBAL 

Hay  algo  más :  un  tono  de  inquietud,  no  sólo  por  la  presencia 
de  los  impíos  que  no  quieren  aprender,  ni  sólo  por  la  expectación 
de  nuevos  juicios  divinos;  sino  especialmente  por  un  hecho  esti- 
lístico, la  movilidad  de  las  personas  verbales.24 

He  aquí  en  esquema  (incluyendo  1-6) : 

1  lnw  equivale  a  1.a  pers.,  ysyt  3.a 

2  pthw  imperat.  2.a,         yb'  3.a 

3  tsr  3.a 

4  bthw  imperat.  2.a,  swr   orac.  sust.  3.a 

5  tres  verbos  3.a,  sujeto  Yavé 

6  trmsnh  3.a,  pl.  sujeto  nuevo. 

7  orac.  sust.  3.a,  tpls   2.a  Yavé 

8  qwynw  1.a,  pl 

9a  npsy   =  1.a,  'shr  1.a 

9b  lmdw  3.a,  pl 

10  yhn  lmd  y'wl  yr'h       3.a,  sgl 

11  rmh  ydk   =  2.a,  yhzywn  ybsw    3.a  pl,  t'klm    3.a  sgl 


23  P.  e.  Mulder,  o.  c,  pág.  37;  y  cita  a  Gray,  que  cita  a  Skinner. 

24  Sobre  el  cambio  de  personas  verbales,  cfr.  A.  SpERber,  Der  Personenwechsel 
in  der  Bibel,  ZA  32  (1918-19),  págs.  23-33.  Véase  también  I^owth,  De  sacra  poesi 
hebraeorum,  pág.  157. 


474 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


12  tspt  p'lt 

13  b'lwnw 

14  yhyw  yqmw 

15  yspt  rhqt 

16  ?  ' 

17  tqryb  thyl  tz'q 

18  hrynw  hlnw  yldnw  n'sh 

19  yhyw  yqwmw  yqysw  yrnnw 


2.  a,  Yavé 

3.  a,  nzkyr  1.a 
3.a,  pqdt  t'bd  2.a 
2.a, 


3.a,  fem,  hyynw  1.a  pl,  yplw  3.a 
3.a,  nuevo  sujeto 


tlk   =z    2.a,  Yavé, 


tpyl    3.a,  fem 


Esta  inestabilidad  del  sujeto  oracional  se  siente  más  en  la  serie 
central.  En  algunos  casos  la  movilidad  parece  estilizarse  en  la  su- 
cesión de  tres  personas:  1-2  lanü  —  yasit  —  pithü,  7-8  'orah  — 
tepalles  —  qiwwinú,  12-13  pa'alta  —  ba'alú  —  nazkir,  18-19 
na'se  —  yippelü  —  metéka  (menos  claro).  Varias  veces  las  con- 
junciones suavizan  el  paso.25 

La  explicación  de  este  hecho  estilístico  creo  que  debe  buscar- 
se en  la  situación  del  canto  o  himno  (desde  el  verso  1).  Es  una 
especie  de  situación  local,  espacial :  la  multitud  congregada  ante 
Yavé,  y  hablando  por  boca  de  su  representante.  En  esta  presencia 
de  tres  ángulos :  Yavé-corega-pueblo,  el  locutor  tiene  a  la  vista 
todo  el  ámbito.  Así  puede  hablar  a  Yavé  en  segunda  persona,  y 
de  Yavé  en  tercera  persona  hablando  al  pueblo ;  al  pueblo  en  se- 
gunda persona,  imperativo,  para  enlazarlo  con  Yavé ;  de  sí  mismo 
en  primera  persona.  El  triángulo  puede  abrirse  para  incluir  por 
contemplación  o  referencia  otros  seres.  Recitado  el  himno  en  al- 
guna alternancia  de  corega  y  coro  resulta  más  inteligible  (según 
la  sugestión  " litúrgica"  de  Hylmó,  o  la  presentación  gráfica  de 
R.  G.  Moulton).26 


Particular  atención  merece  la  tercera  parte,  14-19.  Una  antí- 
tesis, con  palabras  repetidas  abre  y  cierra  (salvo  el  verso  final). 
En  medio  se  apuran  los  contrastes :  Yavé  toma  cuentas  y  destruye 
su  memoria  (de  los  malvados),  pero  multiplica  el  pueblo  y  ensan- 
cha la  tierra  (podemos  entender  "su"  pueblo  y  "su"  tierra).  Este 
crecimiento  es  maravilloso,  obra  exclusiva  de  Yavé,  pues  nosotros 
en  el  tiempo  de  aflicción  vimos  que  nuestra  angustia  paró  en 


25  Otro  ejemplo  curioso  de  este  procedimiento,  con  algunos  versos  estilizados  en 
las  tres  personas,  el  cántico  de  Ezequías,  Is.  38,  10-20:  v.  12b  "retuerzo,  me  corta, 
me  acabas"  (i.a,  3.a,  2.a);  13  "grito,  quebranta,  me  acabas"  (id.). 

26  The  Literary  Study  of  the  Bible,  Eondres,  1896. 


14-19:  RESURRECCIÓN 


"escatología" 


475 


viento  " Concebimos,  con  torturas  parimos  ¡viento!;  no  trajimos 
salud  a  la  tierra".  Por  el  contrario,  Tus  muertos  vivirán,  se  alza- 
rán, despertarán,  exultarán.  La  razón  es  esa  imagen  misteriosa  y 
sugestiva  del  verso  final :  desde  el  cielo,  de  Yavé,  desciende  un 
rocío  luminoso,  que  fecunda  la  tierra  y  la  hace  engendrar  las 
sombras  de  los  muertos:  "Que  es  rocío  de  luces  tu  rocío,  y  la 
tierra  las  sombras  parirá."  Este  verso  vale  más  que  el  resto  del 
capítulo.27 

El  tema  de  los  "habitantes  de  la  tierra"  enlaza  idealmente 
con  el  tema  fundamental  de  la  escatología:  la  tierra,  empecatada 
bajo  sus  habitantes,  se  trastornaba,  y  los  habitantes  disminuían 
constantemente;  ahora  los  habitantes  se  despiertan  y  se  levantan 
para  poblar  la  tierra,  pues  la  tierra  fecunda  da  a  luz  a  los  muer- 
tos. No  sólo  ha  sido  destruida  la  muerte  para  siempre,  sino  que 
los  muertos  de  Yavé  resucitan.  Aquí  tenemos  una  cumbre  poé- 
tica y  teológica  de  este  género  escatológico. 

Es  interesante  la  abundancia  y  disposición  de  los  verbos  en 
este  fragmento.  El  primer  verso  todavía  se  mantiene  en  propor- 
ción normal,  un  verbo  por  hemistiquio;  notemos  el  comienzo 
enfático  del  sustantivo  "muertos".  El  segundo  verso,  14  b  ya  co- 
mienza el  proceso  :  conjunción  +  verbo  +  verbo  +  verbo  +  com- 
plementos :  notemos  la  acumulación,  y  el  enlace  de  los  dos  hemis- 
tiquios que  hacen  prolongarse  el  primero,  subrayando  la  plurali- 
dad y  el  afecto,  como  si  no  pudiera  agotarse  en  el  límite  de  la 
sentencia,  ni  pudiera  esperar  a  un  puesto  alejado : 

"  Por  eso  visitaste,  destruíste  +  3 
aniquilaste  toda  su  memoria."  3 

El  mismo  fenómeno  nos  sorprende  en  el  verso  siguiente :  verbo  -j- 
+  compl.  +  vocativo ;  verbo  +  compl.  +  verbo  +  verbo  compl.  : 

"  Multiplicaste  el  pueblo,  Yavé,  -f  3 

multiplicaste  el  pueblo,  te  ensalzaste,  ,  3 
ensanchaste  los  confines  de  la  tierra."  3 

El  verso  16  tiene  un  texto  dudoso;  con  todo,  parece  repetirse 
el  procedimiento,  si  es  que  esos  difíciles  sqwn  lhs  son  verbos.  El 
verso  17a  insiste:  sujeto  -f-  verbo  +  infinitivo  +  verbo  +  ver- 
bo +  compl.  : 

27  Ya  Delitzsch  defendió  esta  interpretación  contra  Rosenmüller;  y  a  Delitzsch 
siguen,  entre  otros,  Rudolph,  Lindblom,  Hylmó,  Mulder.  En  cambio,  Procksch 
lee  "precipitas  la  tierra  de  las  sombras",  cambiando  la  vocalización  masorética. 


476 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


"Como  la  preñada  se  acerca  a  parir, 
se  retuerce,  grita  en  sus  dolores." 


♦5 


17a-18a  repiten  variando:  conj.  +  verbo  +  compl.  +  vocat.  + 
+  verbo  +  verbo  +  verbo  +  compl.  18  b  torna  a  la  normalidad 
con  un  verbo  por  hemistiquio.  19  a  repite  el  procedimiento,  con 
un  par  de  datos  notables :  un  quiasmo  verbal,  que  le  permite  co- 
menzar con  el  verbo  "vivirán"  ;  el  énfasis  consiste  en  que  14  abría 
con  "los  muertos  no  vivirán",  19  comienza  "vivirán  tus  muer- 
tos" :  verbo  +  suj.  +  suj.  +  verbo  +  verbo  +  verbo  +  sujeto. 
Y  el  verso  final  se  destaca  con  un  hemistiquio  de  frase  nominal, 
sin  verbo,  y  otro  hemistiquio  con  el  verbo  en  el  último  puesto. 

Esta  coherencia  estilística  es  un  argumento  fuerte  para  tratar 
14-19  como  una  unidad,  y  para  conservar  íntegro  el  verso  15.  El 
tema  de  los  habitantes  aniquilados,  multiplicados,  la  imagen  de  la 
parturienta,  la  imagen  mítica  del  rocío  fecundador  y  la  tierra  ma- 
dre, la  resurrección,  todo  entra  en  una  unidad  temática  coherente, 
grandiosa. 

El  fragmento  muestra  especial  parentesco  con  24,  17-18.20  b- 
-22.  Los  habitantes  que  eran  aniquilados  en  etapas  sucesivas  por 
el  "pánico  y  zapa  y  cepo",  aquí  son  aniquilados  con  los  verbos ; 
el  verbo  "pqd"  (tomar  cuentas,  visitar)  se  repite  en  el  gran  juicio 
de  24,  21-22,  y  en  este  juicio.  La  multiplicación  es  contraria  a 
aquel  "pequeño  resto"  24,  6.13.  Igual  la  glorificación,  24,  23; 
26,  15.  Pero  sobre  todo  es  llamativa  la  relación  de  dos  versos 
conclusivos : 

24,  20b  "Grava  sobre  ella  su  pecado;  se  derrumba  y  no  se 
alza  más"  [la  tierra]. 

26,  19  b  "Que  es  rocío  de  luces  tu  rocío,  la  tierra  sus  som- 
bras parirá". 

Notemos  la  repetición  del  verbo  npl  en  sentido  diverso  (se 
derrumba,  parirá;  caer,  hacer  caer),  y  la  colocación  del  verbo 
al  final,  lo'  tósip  qüm  (vocal  larga  oscura),  tappil  (vocal  clara). 

Todo  el  fragmento  utiliza  generosamente  aliteraciones  y  rimas, 
para  subrayar  la  acumulación  verbal,  o  para  otros  efectos.  P.  e., 
los  verbos  de  la  destrucción,  14  b  son  pqd  smd  'bd  (la  consonante 
final;  recordemos  phd  pht  ph  24,  17),  empalma  la  gloria,  kbd; 
hay  un  juego  en  esas  raíces  qswy  sqwn  hqysw  (15  b.16.19  a) ;  el 
parto  inútil,  17-18  a  repite  cuatro  veces  H  y  H,  etc.  En  armonía 
con  el  estilo  de  24-25. 

El  ritmo  de  7-13  es  muy  dudoso,  y  quizá  no  haga  falta  pre- 


"escatología" 


477 


ocuparse  por  ello.  El  ritmo  de.  14-19  también  es  dudoso:  es  se- 
gura la  lectura  de  14,  2  +  2  3  +  3,  y  de  19,  2  +  2  2  +  2  3  +  3 ; 
pueden  servir  de  base  para  reducir  a  fórmulas  semejantes  el  res- 
to: 15  está  escrito  3  +  3  +  3  (algunos  autores  suprimen  repeti- 
ciones para  leer  3  +  3),  16  tiene  un  texto  dudoso,  17-18  (leyendo 
como  anacrusa  kemó,  y  con  acento  ken)  se  leen  cómodamente  3  + 
+  34  +  43  +  3.  El  resultado  sería  :2  +  23  +  3  3  +  3  +  3; 
3  +  3(?);3  +  34  +  43  +  3;4  +  43  +  3. 


CAPITULO  27 

EL  JUICIO 

26,  20   Ve,  pueblo  mío,  entra  en  tus  cámaras, 

cierra  la  puerta  sobre  ti ; 
escóndete  un  breve  momento, 
hasta  que  pase  la  cólera. 

21    Pues  mirad  que  Yavé  sale  de  su  morada, 

a  juzgar  el  pecado  de  los  que  habitan  la  tierra. 
Revelará  la  tierra  sus  sangres, 
no  cubrirá  más  sus  muertos. 

27,  1    En  aquel  día  juzgará  Yavé, 

con  su  espada  pesante,  gigante,  pujante, 
al  Leviatán,  serpiente  huidiza, 
al  Leviatán,  serpiente  tortuosa, 
y  matará  al  monstruo  marino.28 


CANCIÓN  DE  LA  VIÑA 

2  A  la  viña  hermosa.  Cantarla  habéis. 

3  Yo,  Yavé  guardarla  he. 

A  sus  tiempos  yo  la  regaba; 
que  sus  hojas  no  se  secaran; 
día  y  noche  la  guardaba. 

4  Que  broten  zarzas  y  barzas ; 
salgo  a  luchar  contra  ellas, 
las  paso  todas  a  fuego. 

28  Traducción:  los  tres  adjetivos  de  la  espada  son  hecho  insólito  en  hebreo,  y 
están  rimados;  por  eso  he  buscado  adjetivos  castellanos  selectos  y  rimados,  conser- 
vando fielmente  el  significado.  No  conservo  las  rimas  del  primer  verso. 


478 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


5    Que  se  haga  fuerte  a  mi  abrigo ; 
hará  las  paces  conmigo, 
las  paces  hará  conmigo.29 


CASTIGO  Y  EXPIACIÓN 

6  Entonces  arraigará  Jacob, 
germinará  y  florecerá  Israel, 

sus  frutos  llenarán  la  faz  del  orbe. 

7  ¿Le  ha  herido  con  la  herida  del  que  hiere? 
¿Le  han  muerto  con  la  muerte  de  sus  muertos? 

8  Expulsándole,  arrojándole,  le  enjuicias; 
arrollándole  con  viento  impetuoso, 
como  tamo  en  un  día  de  solano. 

9  Con  esto  se  ha  expiado  la  maldad  de  Jacob, 
y  éste  es  el  fruto  de  remover  su  pecado : 

El  contar  las  piedras  de  los  altares, 
como  piedras  calizas  trituradas, 
y  no  alzar  más  cipos  ni  estelas. 


LA  CIUDAD  DESIERTA 

10  Está  la  ciudad  fuerte  solitaria, 

morada  abandonada,  despoblada  como  desierto. 
Allí  pace  el  novillo, 

allí  se  tiende,  da  cuenta  de  las  frondas. 

11  Al  secarse  los  vástagos,  los  cortan: 

vienen  mujeres,  les  prenden  fuego. 
Que  es  un  pueblo  insensato : 
por  eso  su  Hacedor  no  se  apiada, 
su  Creador  no  le  compadece. 


RESTAURACIÓN 
12    Sucederá  aquel  día : 

Trillará  Yavé  las  espigas,  desde  el  Río  hasta  el  torrente  de  Egipto. 
Y  vosotros  seréis  recogidos,  uno  por  uno,  hijos  de  Israel. 

29  Traducción:  artificiosamente  he  procurado  imitar  formas  populares.  Compá- 
rese con  ejemplos  de  la  Antología  de  la  Poesía  Española  de  tipo  convencional,  Dámaso 
Alonso  y  José  M.  Blecua,  Madrid,  1956.  Canción  n.  185  "Este  pradico  verde,  tri- 
llémosle y  hollémosle";  22  "Niña  y  viña,  peral  y  habar,  malo  es  de  guardar...  Viña- 
dero malo  prenda  me  pedía;  dile  yo  un  cordone,  dile  yo  mi  cinta.  Malo  es  de  guar- 
dar..."; 67  "Enemiga  le  soy,  madre,  a  aquel  caballero  yo;  mal  enemiga  le  só"; 
S5  "Y  la  mi  cinta  dorada,  ¿por  qué  me  la  tomó  quien  no  me  la  dio?";  112  "Salga 
la  luna,  el  caballero;  salga  la  luna,  y  vámonos  luego...". 


"escatología" 


479 


13    Sucederá  aquel  día: 

Tocará  Yavé  la  trompeta  gigante: 

y  vendrán  los  perdidos  en  tierra  de  Asur, 

y  los  dispersos  en  tierra  de  Egipto, 

a  adorar  a  Yavé,  en  el  Monte  Santo,  en  Jerusalén. 

Esta  última  sección  comienza  en  26,  20,  y  es  quizá  la  más  os- 
cura de  todas.  Comencemos  por  dividirla  en  sus  unidades  meno- 
res. El  comienzo  y  el  final  forman  una  unidad  homogénea  por 
tema  y  relaciones  formales  (lo  desarrollaré  más  abajo) ;  el  encon- 
trarse separadas  puede  significar  que  el  autor  o  el  colector  las  ha 
separado  para  insertar  en  medio  otros  fragmentos  relacionados. 

Éstos  son :  la  canción  de  la  viña,  2-5,  un  fragmento  de  castigo 
y  expiación,  6-9,  un  fragmento  de  la  ciudad  castigada  10-11.  Los 
tres  fragmentos  se  refieren  al  pueblo  escogido :  la  viña  lo  sabemos 
por  otros  ejemplos,  el  segundo  fragmento  por  la  mención  explí- 
cita de  Jacob  e  Israel,  la  ciudad  por  la  referencia  al  "pueblo  in- 
sensato" (Is.  1,  3)  y  a  su  "Hacedor".  Los  tres  fragmentos  mues- 
tran una  cierta  relación  temática,  porque  describen  el  castigo  y 
la  reconciliación  del  pueblo. 

Así,  pues,  podemos  comenzar  por  una  hipótesis  razonable :  la 
unidad  que  hace  de  marco  dice  el  gran  juicio  divino,  el  castigo 
de  los  imperios  hostiles  y  la  restauración  del  pueblo.  Separamos 
las  dos  partes  del  juicio,  y  explicamos  el  proceso  histórico  de  Dios 
con  su  pueblo :  primero  en  la  canción  simbólica  de  la  viña,  des- 
pués con  dos  visiones  breves  de  la  ciudad  y  del  destierro.  Con 
ello  queda  preparada  la  restauración  definitiva,  en  la  que  el  Monte 
Santo  corresponde  a  la  ciudad  desolada,  y  el  gran  retorno  corres- 
ponde a  la  gran  diáspora.  Ésta  es  una  unidad  fundamental,  que 
todavía  no  resuelve  una  serie  de  enigmas  particulares. 

El  capítulo  mantiene  una  serie  de  relaciones  con  los  anteriores. 
El  juicio  de  26,  20-27,  1  responde  al  bloque  V  o  tema  D  (24,  21- 
23) ;  y  la  restauración  enlaza  con  el  tema  iniciado  tímidamente 
en  el  bloque  III  o  tema  C  (24,  13-16  a),  y  culminante  en  el  gran 
banquete  (bloque  VII  o  tema  E,  25,  6-8)  y  en  la  gran  resurrec- 
ción (26,  14-19).  La  canción  de  la  viña  con  los  dos  fragmentos 
anejos  tienen  relaciones  débilísimas  con  las  canciones  y  con  el 
resto  de  24-26. 

También  es  curiosa  la  relación  verbal  de  este  capítulo  con  el 
capítulo  17  de  Is. 

27,    5         17,    9.10     "fortaleza"  (9  dudoso) 
6  11  "florecer"' 


480 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


9 
10 
10 

11 

12 
10 


8 
2 

2.9 
7 
5 
6 


"aseras  y  estelas,  altares 
"yacer"  (ganado) 
"abandonar"  (ciudad) 
"su  Hacedor" 
"espigar,  recoger" 
"  ramos". 


Lo  curioso  es  la  coincidencia  acumulada  de  términos  poco  fre- 
cuentes. Ambos  capítulos  muestran  un  carácter  de  agregación 
secundaria,  y  repiten  fórmulas  equivalentes  a  "En  aquel  día...". 
La  zona  donde  abundan  las  coincidencias,  17,  4-11,  se  refiere  a 
Jacob  o  Israel. 

Estas  relaciones  todavía  nos  explican  poco  del  presente  capí- 
tulo. Convendrá  tomarlo  por  partes. 


La  estructura  de  estos  versos  separados  es  clara  y  sencilla.  Dos 
versos  con  imperativos  introducen  en  la  situación :  Yavé  previene 
al  pueblo  para  que  se  oculte,  como  a  Noé  antes  del  diluvio,  como 
a  Lot  antes  del  incendio  (Moisés  y  Elias  se  ocultaron  en  momen- 
tos de  misericordia) ;  la  cólera  divina  va  a  pasar,  como  en  la  ma- 
tanza de  los  primogénitos  de  Egipto  (y  ésta  es  la  alusión  más 
fuerte  e  importante).  Un  ki  introduce  la  razón,  el  gran  juicio  de 
la  tierra,  que  descubre  la  sangre  de  los  asesinados,  como  la  de 
Abel.  Hay  que  notar  los  leves  contrastes:  "entra- Yavé  sale; 
ocúltate-la  tierra  descubre" ;  y  el  tono  de  urgencia  afectuosa  mar- 
cado por  los  imperativos.  En  los  versos  siguientes,  introducidos 
con  la  fórmula  "aquel  día",  la  cita  literaria  está  tomada  de  la 
literatura  cananea.30  Hay  que  notar  esa  espada  mítica,  cargada 
de  tres  adjetivos,  rimados,  en  ritmo  lento;  y  los  tres  emblemas 
de  los  poderes  enemigos.  Los  seres  míticos  se  hacen  emblema  de 
potencias  históricas,  y  símbolo  de  los  poderes  rebeldes  a  Yavé. 
La  repetición  de  los  verbos  pqd  y  hrg  enlaza  estos  versos  con 
los  anteriores. 

El  ritmo  de  estos  versos  se  podría  leer  3  +  3  3  +  3;  4  +  4 
3  +  3 ;  4  +  4  +  4.  Es  de  notar  la  acumulación  del  sonido  '  en 
20  a  b  (ocho  veces). 

Con  la  fórmula  introductoria  "sucederá  aquel  día"  introduce 
el  autor  la  segunda  parte  del  gran  juicio.  Yavé  trilla  con  mayal 

30  Entre  otros  muchos,  puede  verse  C.  Gordon,  Ugaritic  Manuel,  Roma,  1955» 
página  148. 


26,  20-21 ;  27,  1.12-13. 


"escatología" 


481 


las  espigas  y  recoge  los  granos  uno  a  uno.  La  conocida  imagen 
del  "resto"  como  espigas  de  rastrojo,  toma  aquí  un  nuevo  des- 
arrollo, que  expresa  la  providencia  individual  de  Yavé,  en  una 
actividad  pacífica  y  cotidiana.  La  segunda  imagen  procede  del 
uso  militar  o  del  culto :  una  trompeta,  gigantesca  —  como  la  es- 
pada de  27,  1  —  congrega  a  los  dispersos  de  toda  la  tierra  hacia 
el  Monte  Santo.  Todo  concluye  en  el  centro  religioso  del  or- 
be, el  Monte  Santo  de  Jerusalén. 

El  ritmo  es  algo  dudoso  :  3 :  2  +  2+  2  2  +  2+  2 ;  3  :  2  +  2 
(yitqa'  yahwe ;  nunca  se  encuentra  nifal  +  besópar)  4  +  32  +  3. 
La  irregularidad  final  nos  hace  sospechar  o  una  lectura  de  doble 
acento,  o  la  falta  de  alguna  palabra. 

En  visión  de  conjunto,  contemplamos  la  siguiente  estructura : 

20  introducción:  el  pueblo  se  esconde  de  la  cólera 

21  juicio  de  la  tierra  sangre-muertos 
1    juicio  de  los  imperios  espada  grande 

12  el  pueblo  recogido 

13  el  pueblo  congregado  dispersos;  trompeta  grande 
Correspondencias  verbales : 


20a 

b' 

hdr 

b 

21a 

pqd 

b 

hrg 

la 

pqd 

hrb  gdwlh 

b 

hrg 

nhs 

12a 

hbt 
íqt' 

nhr 

b 

13a 

tq' 

swpr  gdwl 

b 

c 

b' 

hr 

El  esquema  del  Éxodo  está  aquí  presente :  concentrado  en  exten- 
sión literaria,  ensanchado  en  extensión  geográfica.  El  pueblo  se 
esconde,  pasa  la  cólera,  castigando  al  enemigo,  recoge  al  pueblo, 
lo  conduce  al  Monte  Santo.  De  lo  estrictamente  histórico  ha  pa- 
sado a  la  visión  escatológica,  sustituyendo  los  elementos  narrati- 
vos por  símbolos  poéticos,  más  concentrados  y  sugestivos. 

LA  CANCIÓN  DE  LA  VIÑA,  27,  2-5 

L.  Alonso  Schókel:  La  canción  de  la  viña,  I,  27,  2-5,  EstEc  34  (1960), 
páginas  767-74. 

Entramos  en  terreno  más  difícil,  por  culpa  del  texto ;  no  queda 
más  remedio  que  ensayar  una  hipótesis  probable,  pero  sin  alejarse 


482 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


demasiado  del  texto.  Rudolph,  p.  e.,  introduce  quince  correccio- 
nes en  un  texto  de  36  palabras,  y  obtiene  un  poema  no  del  todo 
extraño  al  texto  masorético  (desde  luego,  actúa  con  notable  in- 
genio, con  grande  dominio  de  la  lengua  y  de  los  recursos  de  la 
crítica  textual) ;  entre  otras  cosas,  elimina  el  comienzo  popular  de 
vocativo  e  imperativo,  y  la  oposición  sencilla  de  guerra  y  paz. 
Procksch  introduce  nueve  cambios  y  añade  cinco  palabras  (me- 
tri  causa),  y  el  resultado  se  parece  algo  más  al  original ;  conserva 
la  antítesis  guerra-paz,  destruye  el  comienzo  popular.  La  mode- 
ración de  Lohmann  es  preferible  en  principio,  si  bien  alguna 
corrección  parece  indispensable.  Las  traducciones  antiguas  nos 
sirven  bien  poco.  La  solución  es  escuchar  atentamente  poemas  se- 
mejantes en  busca  de  orientación;  Is.  5,  1-7;  Nm.  21,  17-18. 
El  segundo  presenta  semejanzas  formales  más  concretas  y  con- 
trolables :  comencemos  por  aquí. 

El  contexto  explica  la  situación  del  canto :  el  pueblo  canta, 
acompañando  o  celebrando  el  trabajo  de  cavar  un  pozo.  Una  ex- 
clamación inicial,  con  vocativo  e  imperativo,  y  una  descripción 
escueta  del  trabajo,  en  tono  heroico  (príncipes  y  nobles  con  ce- 
tros y  cayados),  con  aliteraciones  y  rimas  sencillas. 

El  comienzo  de  Is.  27,  2  es  muy  semejante,  el  desarrollo  tam- 
bién comienza  con  el  trabajo.  Dos  diferencias  importantes  son  el 
desarrollo  prolongado  de  27,  y  la  entonación  de  un  solista. 

La  semejanza  de  vocativo  e  imperativo  nos  traslada  a  un  gé- 
nero popular.  La  intervención  del  solista  sugiere  la  siguiente  re- 
construcción probable.  Comienza  la  rueda  o  corro  de  hombres 
(no  es  probable  la  presencia  de  mujeres)  cantando  a  coro  "A  la 
viña  hermosa,  cantarla  habéis",  y  responde  el  de  turno  insertando 
su  nombre  en  la  respuesta:  "Yo  NN  guardarla  he"  (nuestro 
autor  pone  a  Yavé  como  solista  de  turno  en  el  centro  de  la  rueda). 
Después  el  solista  tiene  que  describir  su  tarea  en  versos  senci- 
llos ;  puede  ser  que  haya  algún  comentario  en  el  coro,  o  algún 
momento  dialogado.  Este  género  de  canción  es  conocido  en  el  folk- 
lore de  muchos  países.31 

En  nuestro  caso,  Yavé,  el  solista,  dice  su  tarea  en  tres  terce- 
tos:  el  primero  dice  el  trabajo  cotidiano  de  regarla  y  guardarla; 
triple  rima  de  sufijo  femenino.  Los  otros  dos  tercetos  fingen  dos 
situaciones  contrapuestas  de  guerra  y  paz.  Las  zarzas  y  barzas 

31  He  presenciado  ejemplos  vivos  en  Castilla;  y  ejemplos  conservados  y  eje- 
cutados por  niños  en  Skansen  (Estocolmo). 


"escatología" 


483 


son  fuerzas  hostiles  (no  precisamente  enemigos  extraños),  ante 
las  cuales  finge  el  cantor  una  postura  bélica  (¿irónica,  festiva?), 
una  guerra  a  fuego.  En  el  último  terceto  expone  la  postura  pa- 
cífica, con  una  repetición  invertida  y  triple  rima  de  sufijo  de  pri- 
mera persona. 

En  líneas  generales  la  canción  resulta  bastante  clara;  es  evi- 
dente que  la  viña  de  Yavé  es  el  pueblo  de  Israel,  es  muy  probable 
que  las  zarzas  son  las  infidelidades,  la  paz  se  restaura  en  el  refu- 
gio confiado.  El  sentido  de  las  zarzas  es  apoyado  por  textos  como 
Is.  10,  17;  y  la  paz  es  la  relación  de  Yavé  con  su  pueblo.  Según 
esta  explicación  general,  queda  una  dificultad  leve  y  otra  grave. 

Dificultad  leve  es  la  frase  hema  'en  li  (no  estoy  airado) :  no 
justificada  por  el  verso  precedente,  los  cuidados  por  la  viña;  ni 
por  el  siguiente,  en  que  la  postura  bélica  implica  la  cólera ;  con  el 
verso  final  entonaría  en  tema  y  rima,  pero  alargaría  demasiado  el 
ritmo  ternario.  Podríamos  deshacernos  de  la  frase  molesta,  ex- 
plicándola como  glosa  con  lema :  hmh  serían  las  tres  letras  finales 
de  mlhmh  tomadas  como  lema;  el  paralelo  salóm  lleva  li,  un  co- 
pista mete  li  después  de  mlhmh,  y  otro  copista  tacha  y  avisa  al 
margen  (nota:  hmh  no  lleva  li).  La  explicación  no  es  improbable, 
pero  no  respeta  el  texto. 

La  dificultad  grave  es  el  cambio  de  género.  Viña  es  masculino 
en  hebreo,  excepto  en  esta  canción.  Los  comentadores  justifican 
el  cambio  de  género  por  la  referencia  al  pueblo ;  pero  yisra'el, 
salvo  en  dos  ocasiones  (ISm.  17,  21 ;  2Sm.  24,  9),  es  masculino. 
Y  aún  concedida  la  explicación,  queda  pendiente  el  cambio  a 
masculino  del  último  verso.  Se  podría  resolver  la  dificultad  recu- 
rriendo al  diálogo  en  la  canción  de  rueda:  como  el  guardián  ha 
cantado  sus  trabajos,  insistiendo  en  el  sufijo  femenino  en  tercera 
persona,  en  el  último  verso  toma  la  palabra  la  viña,  insistiendo 
en  el  sufijo  de  primera  persona,  y  refiriéndose  al  guardián  en 
tercera  persona ;  es  propio  de  Yavé  hacer  la  paz  protegiendo.  Con 
todo,  esta  solución  es  insuficiente,  y  nos  invita  a  buscar  por  otro 
camino. 

Volvamos  al  segundo  paralelo,  Is.  5.  Las  semejanzas  temáticas 
y  formales  son  patentes :  ambas  comienzan  por  el  sustantivo  krm, 
usan  la  bina  smyr  wsyt  (5,  6;  24,  4),  hablan  de  los  trabajos 
(5,  2  a  b ;  27,  3),  de  la  torre  para  vigilar  y  de  la  custodia  (5,  2b; 
27,  3  a),  Yavé  habla  en  primera  persona.  La  canción  de  Is.  5  se 
clasifica  explícitamente  como  "canto  de  amor",  en  el  motivo  lite- 
rario de  la  viña  canta  el  amado  el  amor  malpagado ;  el  poema  es 


484 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


consecuente,  exquisitamente  elaborado,  y  explicado  al  final:  "La 
viña  es  la  casa  de  Israel".  ¿No  tendrá  la  canción  de  Is.  27  una 
referencia  amorosa,  en  el  motivo  de  la  viña  y  sus  trabajos? 

Ensayemos  la  hipótesis.  La  rueda  de  los  mozos  canta  una  can- 
ción :  las  palabras  suenan  como  un  canto  de  trabajo,  pero  los  avi- 
sados ejecutantes  escuchan  el  sentido  amoroso  en  forma  de  sím- 
bolos, alusiones,  palabras  de  doble  sentido ;  y  la  presencia  aludida 
de  la  amada  explica  el  constante  femenino. 

Vocativo  inicial,  krm  hmd :  la  raíz  significa  desear,  también  en 
sentido  sexual  o  amoroso  (Ex.  20,  17 :  "no  desearás  la  mujer  de 
tu  prójimo";  Prv.  6,  25;  Ct.  2,  3);  lrg'ym  'sqnh  "con  frecuen- 
cia, a  sus  tiempos  la  riego",  de  la  raíz  sqh,  que  suena  exacta- 
mente como  "con  frecuencia  la  beso"  de  la  raíz  nsq  (cfr.  Ct.  8,  1) ; 
ypqd  'lyh  significa  de  ordinario  un  ataque,  pero  puede  significar 
una  cita  "para  que  nadie  la  visite,  la  guardo  de  noche  y  de  día" 
(Jdc.  15,  1  con  ac.  Sansón  visita  a  su  esposa);  hmh  'yn  ly  puede 
decirlo  muy  bien  uno  que  ama  "no  estoy  enfadado,  airado" ;  hzq 
se  dice  de  las  mujeres  que  buscan  un  marido  para  remover  el 
oprobio  de  la  soltería  (Is.  4,  1  hifil),  y  la  mujer  impúdica  de 
Prv.  7,  13  "le  agarra  y  le  besa"  yhzqh  bw  wnsqh  lw  (además  del 
parecido  sonoro  de  hazaq  con  habaq  "abrazar").  Menos  claras 
las  posibles  alusiones  del  resto :  'asitenna  (la  incendio)  recuerda 
el  'apsitenna  (la  desnudo)  de  Os.  2,  5 ;  y  quién  sabe  si  se  nos 
escapan  otras  alusiones,  en  ese  'ps'h  bh  (marcho  sobre  ella),  o  en 
el  m'wzy  (mi  vigor,  mi  fortaleza).  No  es  extraño  el  tema  guerrero 
en  canciones  de  amor  (cfr.  Ct.  2,  4;  3,  8;  6,  3),  y  es  obvio  el 
tema  de  la  paz  (cfr.  Ct.  8,  10). 

Según  esta  explicación,  tendríamos  en  el  canto  de  la  viña  un 
canto  de  amor  disimulado ;  a  medida  que  avanza  el  canto,  el  mo- 
tivo de  viña  y  de  amor  se  retira  levemente,  y  avanza  el  motivo  de 
guerra  y  paz,  que  mira  más  definidamente  a  Israel;  esto  explica 
las  formas  masculinas  del  último  verso.  Aunque  el  poeta  no  lo 
diga,  sabemos  de  sobra  que  esta  viña,  como  la  de  Is.  5,  es  la 
"casa  de  Israel". 

Todavía  hemos  de  citar  dos  textos  de  estructura  semejante; 
ambos  desarrollan  las  relaciones  de  Dios  con  el  pueblo  en  ter- 
minología amorosa.  Uno  es  el  conmovedor  poema  de  Os.  2,  otro 
es  el  patético  desarrollo  de  Ez.  16.  Oseas  habla  de  los  favores 
otorgados  a  la  esposa  y  de  su  infidelidad  (zenúnéha  na'püpéha) ; 
el  esposo  la  castiga  (paqadti  'aléha  2,  15),  le  habla  al  corazón; 
remueve  todas  las  infidelidades,  los  nombres  de  los  amantes  (dio- 


"escatología" 


485 


ses  falsos  2,  19),  hace  un  nuevo  pacto  de  amistad  con  los  anima- 
les, y  la  desposa  de  nuevo  (tres  veces  we'erastika  li  2,  21-22).  El 
esquema,  si  bien  en  desarrollo  trenzado,  es :  favores-infidelidades- 
remoción  de  las  infidelidades-reconciliación. 

Ezequiel  conserva  el  esquema  con  mayor  claridad  intelectual, 
y  lo  desarrolla  con  patetismo,  según  su  estilo  peculiar.  Los  favo- 
res de  Yavé  (16,  6-14),  los  adulterios  de  la  esposa  (15-34),  el 
castigo  (35-58,  con  elementos  repetidos  del  pecado,  notar  las  es- 
padas y  el  fuego  en  40-41),  la  reconciliación  (59-62).  El  esquema 
de  favores-pecado-castigo-reconciliación  se  encuentra  en  muchos 
textos  proféticos;  he  escogido  Oseas  y  Ezequiel,  porque  lo  des- 
arrollan en  términos  amorosos,  que  pueden  apoyar  la  interpreta- 
ción propuesta  de  Is.  27. 

En  un  diálogo  de  amor,  publicado  hace  años  por  von  Soden,32  leemos 
algunos  motivos  semejantes  (bastante  obvios  en  el  género)  : 

"He  de  cogerte  hoy  y  acordar  nuestro  mutuo  amor"  (I  22-23) 

"para  conseguir  tu  benevolencia  (salimka)  duradera"  (I  25) 

"toda  la  noche"  (II  9),  "día  y  noche"  (III  15)  "continuamente"  (III  16) 

"conseguiré  victoria"  (II  25). 

La  explicación  propuesta  no  resuelve  todas  las  dificultades. 
Es  una  hipótesis  razonable,  bastante  fiel  al  texto,  coherente  con 
poemas  análogos  y  con  la  mentalidad  profética. 

EL  CASTIGO  SALUDABLE,  24,  6-9 

Como  ejemplo  de  reordenación  podemos  recordar  a  Rudolph 
(6  añadido  a  2-5),  7.10  a'.8.10  a"  b.11.9;  con  once  correcciones 
más  o  menos  ingeniosas.  Procksch  conserva  el  orden  (salvo  una 
transposición  del  comienzo  de  10  a),  pero  tacha  siete  palabras, 
añade  dos  y  corrige  nueve.  Aunque  algunas  correcciones  sean  in- 
dispensables, parece  mejor  el  camino  de  la  sobriedad;  y  lo  pri- 
mero será  separar  interinamente  los  dos  fragmentos. 

El  verso  6  enlaza  temáticamente  con  la  canción  de  la  viña  (mo- 
tivo agrícola).  Sería  una  explicación  final :  después  de  hacer  la 

32  W.  von  Soden,  Ein  Zwiegespr'ách  Hammurabis  mit  einer  Frau,  ZA  49 
O  949),  pág.  151-94-  Mi  colega,  W.  Moran,  me  comunica  que  Hammurabi  no  es  inter- 
locutor, sino  que  es  invocado  en  un  juramento. 

Una  teoría  original  y  poco  convincente:  K.  Robertson,  ZAW  47  (1929),  pági- 
nas 197  ss. 

32.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


486 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


paz  con  Yavé,  volverá  a  arraigar,  florecer  y  dilatarse.  También 
podría  encajar  después  de  12  b:  los  granos  recogidos  por  Yavé 
arraigan  de  nuevo  y  se  dilatan;  pero  no  se  dice  de  las  espigas 
"florecer".  Así  queda  el  verso  algo  fuera  de  puesto,  reacio  a 
adaptarse  a  su  contexto  actual. 

Lo  que  sigue  presenta  una  sencilla  estructura:  doble  pregunta 
hak-  'im  k-,  doble  respuesta  b-  b-,  consecuencia  lkn  explicada  b-  1\ 

El  sentido  parece  ser :  ¿  acaso  Yavé  ha  castigado  a  su  pueblo 
con  la  destrucción,  como  intentaba  el  enemigo  y  como  ha  sido 
castigado  el  enemigo?  No,  el  castigo  ha  sido  el  destierro,  disper- 
sión por  el  viento  de  la  ira  divina ;  este  castigo  ha  sido  saludable, 
ha  expiado  los  pecados  pretéritos,  y  trae  como  reforma  la  destruc- 
ción de  la  idolatría. 

La  primera  sección  (principio  y  fin  de  27)  tenía  subyacente 
el  esquema  del  Éxodo,  traspuesto  al  destierro  y  al  horizonte  es- 
catológico ;  esta  sección  tiene  subyacente  el  esquema  del  destierro, 
explicado  en  su  sentido  teológico :  con  el  castigo  del  destierro  el 
pueblo  ha  expiado  su  pecado  y  ha  renunciado  a  la  idolatría.  El 
tema  de  la  expiación  tiene  grande  importancia:  para  iluminar  la 
frase  "con  esto  se  ha  expiado"  recordemos  la  serie  de  castigos 
del  poema  con  estribillo  Is.  9,  7-20  +  10,  3-4  "con  todo  esto  no 
se  aplaca  su  ira" ;  y  el  juramento  de  Is.  22,  14  "juro  que  no  ex- 
piarán este  pecado". 

En  el  esquema  de  castigo-expiación  repite  este  fragmento  los 
tercetos  del  canto  precedente,  explicados  con  hechos  históricos, 
y  con  una  alusión  al  culto.  Y  repite  también  la  dificultad  del  cam- 
bio de  género,  femenino  y  masculino. 


LA  CIUDAD  CASTIGADA,  24,  10-11 

Paralelo  al  castigo  del  destierro  y  dispersión  surge  este  cuadro 
de  desolación  en  la  ciudad.  La  articulación  está  señalada  por  un  ki 
inicial  (quizás  empalme  secundario),  otro  ki  explicativo,  y  un 
'al-ken  de  consecuencia;  también  articula  la  correspondencia  en- 
tre ciudad  fortificada  'ir  besúra  y  pueblo  insensato  lo'  'am-binót. 

Es  un  cuadro  breve,  sugestivo,  presentado  como  visión  inme- 
diata, por  la  actualidad  de  sustantivos  y  participios  sin  artículo : 
seres  inmediatos,  presentes  al  lector,  sin  nombre.  Tres  versos  de 
metro  3  +  2  +  2;3  +  2  +  2;3  +  2  +  2. 

El  poeta  pone  un  pie  explicativo  al  cuadro  "un  pueblo  insen- 


"escatología" 


487 


sato" :  está  claro  de  quién  se  trata.33  De  la  canción  de  la  viña 
sólo  está  aquí  presente  el  segundo  terceto,  de  castigo. 

Lo  difícil  es  explicar  el  puesto  de  este  castigo  sin  compasión, 
después  de  la  expiación  precedente.  Si  invirtiésemos  el  orden,  la 
cosa  quedaría  más  clara:  la  ciudad  esta  desolada,  por  el  pecado, 
y  el  pueblo  disperso ;  el  destierro  purifica,  y  los  dispersos  pueden 
volver  a  la  nueva  ciudad  del  Monte  Santo.  Esta  transposición 
explicaría  más  cómodamente  el  cambio  de  género  en  7-9. 

Tenemos  en  este  capítulo  27  alusiones  probables  a  fiestas  del 
culto.  Primero  una  alusión  clara  al  hecho  histórico  del  Éxodo 
(conmemorado  en  la  fiesta  pascual),  Yavé  es  un  guerrero  de  mí- 
tica espada.  El  canto  de  la  viña  pudiera  tener  relación  con  la 
fiesta  de  la  vendimia  absorbida  por  la  fiesta  de  los  Tabernáculos. 
Después  escuchamos  una  alusión  a  la  fiesta  de  la  Expiación, 
transportada  al  suceso  histórico  del  destierro.  Yavé  es  después 
el  espigador,  que  llevará  quizá  sus  mieses  para  la  fiesta  de  Pen- 
tecostés. Finalmente,  una  trompeta  invita  a  la  gran  peregrinación 
gozosa,  quizás  en  la  fiesta  de  los  Tabernáculos.  Si  estas  alusiones 
son  ciertas  y  pretendidas,  entonces  es  notable  el  silencio  sobre  sa- 
crificios, y  el  énfasis  sobre  lo  histórico.  La  alusión  al  culto  no 
pasa  de  hipótesis  probable.34 

33  Por  el  parentesco  temático  con  otras  secciones  "ciudad  desolada",  y  por  la 
repetición  verbal  'ir  be§üra  (27,  10;  25,  2)  algunos  comentadores  se  empeñan  en 
identificar  esta  ciudad  con  el  imperio  hostil.  Pero  los  argumentos  en  contra,  indicados 
en  el  texto,  son  demasiado  fuertes. 

34  Como  curiosidad,  puede  verse  la  disposición  propuesta  por  Moulton  (o.  c), 
de  estos  capítulos  24-27,  que  llama  "Rapsodia  de  juicio  y  salvación".  L,o  va  dividiendo 
en  "Voces  de  occidente,  voces  de  oriente,  voces  de  los  condenados,  voz  de  la  pro- 
fecía; canto  de  los  ancianos,  canto  de  aquel  día,  canto  en  la  tierra  de  Judá;  el  es- 
pectador prof ético,  voces  de  los  salvados,  voces  de  los  condenados...".  W.  Popper 
(o.  c.)  ofrece  una  disposición  artificiosa,  bastante  arbitraria  en  el  manejo  del  texto. 


Capítulo  14 


CAPÍTULO  28 
I 


1  Ay  la  corona  de  fasto  de  los  ebrios  de  Efraim  2  +  2 
y  la  flor  marchita  joya  de  su  atavío,  2  +  2 
que  está  en  la  cabeza ' '  de  los  hartos  de  vino.  2  +  2 

2  ¡  Mirad !  Un  fuerte  y  robusto  de  Adonay  2  +  2 
como  turbión  de  granizo,  tormenta  asoladora ;  2  +  2 
como  turbión  de  aguas  caudales,  torrenciales.  2  +  2 

3  Con  la  mano  derribará  con  los  pies  hollará  2  +  2 
la  corona  de  fasto  de  los  ebrios  de  Efraim  2  +  2 

4  y  la  flor  marchita  joya  de  su  atavío,  2  +  2 
que  está  en  el  cabezo  del  valle  ubérrimo.  2  +  2 

Y  será  como  breva  antes  de  la  cosecha :  2  +  2 

que  la  ha  arrancado  aquel  que  la  vio,  2  +  2 
y  apenas  en  su  mano,  se  la  traga.  3 


5  Y  entonces  será: 

Yavé  Sebaot  corona  enjoyada,  2  +  2 

diadema  de  atavío  para  el  Resto  de  su  pueblo.  2  +  2 

6  Espíritu  de  juicio  para  los  que  se  sientan  en  el  'foro';  2  +  2 
valentía  guerrera  para  los  que  'están  en  la  muralla'.1  2  +  2 


i  Sobre  la  traducción.  El  juego  verbal  "cabeza-cabezo",  con  lo  que  entraña  de 
síntesis  imaginativa  original,  no  es  del  todo  seguro  (cfr.  L.  Rost,  ZAW  53  (1935), 
página  292).  La  mayoría  de  los  comentadores  aceptan  esta  doble  referencia:  a  la 
cabeza  coronada  del  bebedor  en  el  banquete,  y  a  la  cima  almenada  de  la  colina  sama- 
ritana.  Marco  el  paralelismo  de  2b-3a  "con  la  mano,  con  los  pies".  Para  la  recons- 
trucción de  los  últimos  versos,  véase  la  explicación,  y  Am.  7,  7.  Suavizo  algunas  in- 
congruencias sintácticas,  que  los  autores  reducen  de  modo  diverso.  En  4b  se  podría 
concretar  más  "breva  temprana". 


490 


ANALISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


II 


7  Y  aquellos  también        con  vino  se  turban 
sacerdote  y  profeta      se  turban  con  licor 

se  conturban  con  licor  se  turban  en  la  visión 

8  Y  todas  las  mesas       se  llenan  de  vómitos 


9    "¿A  quién  va  a  enseñar  la  ciencia, 


10 


¿a  destetados  de  la  leche, 
"  Che  con  Che,  Che  con  Che, 
chico  acá,  chico  allá." 


Con  labio  balbuciente 
hablará  al  pueblo  aquel, 
12    "éste  es  tu  reposo; 
éste  es  tu  sosiego" 


13    Y  se  les  volverá  la  palabra  de  Yavé : 

"checonché  checonché,  peconpé  peconpé,  chicuacá  chicuallá" 
para  que  anden  y  resbalen  hacia  atrás 

y  se  quiebren  y  se  enlacen  y  se  enreden .2 


con  licor  se  conturban; 
se  aturden  con  vino, 
trastornan  la  sentencia, 
y  no  queda  espacio. 

2  +  2  +  2 
2  +  2  +  2 
2  +  2  +  2 
2  +  2  +  2 


a  quién  va  a  inculcar  la 

doctrina  ?  3  +  3 

retirados  de  los  pechos  ?  "  2  +  2 
Pe  con  Pe,  Pe  con  Pe:  2+2  2+2 

2  +  2 

2  +  2 

3  +  3 
2  +  2 
2  +  3 

4 

2+2  2+2 
3 
3 


con  lenguaje  extraño 
al  cual  le  había  dicho : 
dad  reposo  al  cansado ; 
y  no  quisieron  escuchar. 


III 


14  Escuchad  la  palabra  de  Yavé, 
señores  del  pueblo  ese. 

(que  dijisteis:) 

15  "concertamos  un  pacto  con  la  muerte, 
el  azote  torrencial,  cuando  pase, 

nos  hicimos  de  la  falacia  reparo, 

16  Mirad  que  yo  fundo  en  Sión 
angular,  preciosa,  afirmada 

17  Usaré  el  juicio  como  plomada 


hombres  burlones, 
que  está  en  Jerusalén. 

con  el  seol  alianza; 
no  se  nos  llegará; 
de  la  mentira  refugio' 


3  +  2 
3  +  2 


3  +  2 
3  +  2 
3  +  2 

3  +  2 


una  piedra  probada, 
Quien  se  apoya  no  tiembla.  3  +  2 
la  justicia  como  nivel.     3  +  2 


2  Traducción.  Léanse  los  primeros  versos  en  línea  horizontal  seguida.  He  se- 
parado gráficamente  los  hemistiquios  para  mostrar  con  más  claridad  el  efecto  rítmico. 
La  aliteración  de  los  verbos  "turban,  conturban,  aturden"  imita  las  del  original.  Si- 
guiendo a  Procksch  y  a  otros,  que  ven  una  escena  de  escuela  en  los  sonidos  repe- 
tidos de  v.  io,  he  traducido  libremente  con  otros  sonidos  que  se  prestan  mejor  al 
juego  en  castellano;  naturalmente,  se  pierde  la  posible  e  irónica  referencia  a  "pre- 
cepto, norma"  del  original.  La  segunda  vez  cambio  la  escritura  para  subrayar  la 
diversa  intención  del  autor.  Los  últimos  verbos  imitan  algo  las  aliteraciones  originales. 


CAPÍTUIX)  28 


491 


Arrasará  el  granizo  el  reparo  falaz 

el  refugio  las  aguas  lo  inundarán.  4  +  3 

18  Será  írrito  vuestro  pacto  con  la  muerte,  (?)  3  +  2 

vuestra  alianza  [con  el  seol]  no  durará. 

Cuando  pase  el  azote  inundante,  seréis  su  holladero ;  3  +  2 

19  cada  vez  que  pase  os  ha  de  arrebatar;  4 
de  mañana,  de  mañana  pasará,  de  día  y  de  noche.  3  +  2 


Y  entonces  el  vano  estupor  os  hará  comprender  la  doctrina.3     3  +  2 


IV 


20  (Que  es  estrecha  la  cama  para  estirarse, 

y  la  manta  menguada  para  cubrirse.  3  +  3 

21  Como  en  el  monte  Perasim,  se  alzará  Yavé ; 

como  en  el  valle  de  Gabaón  estará  airado ;  4  +  3 

para  hacer  su  acción,  extraña  acción,  2  +  2 

para  obrar  su  obra,  inaudita  obra.  2  +  2 

22  Por  tanto,  no  os  burléis,  no  se  arrecien  vuestras  amarras ;  3  +  3 

que  escuché  la  destrucción  decretada  3 

de  parte  del  señor  Yavé  Sebaot  contra  toda  la  tierra.)  2  +  2  +  2 


La  perícopa  28,  1-22  se  puede  dividir  cómodamente  en  tres 
partes  semejantes  más  un  apéndice,  según  indica  la  traducción : 
1-6,  7-13,  14-19,  20-22.  Es  común  a  las  tres  partes  integrantes 
articularse  en  un  contraste  de  situaciones,  señalado  estilísticamen- 
te por  la  repetición  casi  verbal  de  un  núcleo;  en  torno  a  este 
núcleo  del  contraste,  la  estructura  varía.  El  capítulo  muestra  una 
unidad  equilibrada,  y  al  mismo  tiempo  permite  análisis  compara- 
dos de  los  tres  fragmentos. 

Estructura : 

I  pecado  castigo  (repite  núcleo  y  alarga)  restauración  (rep.) 
II  pecado  (en  dos  tiempos)  castigo  (final  alargado) 
III  pecado    restauración  (de  paso)  castigo  (amplía  los 
elementos  de  pecado) 


3  Traducción.  Se  podría  traducir  en  v.  14  "hombres  cínicos";  el  original  hebreo 
de  "señores"  es  otro  juego,  porque  moselé  significa  "señores"  y  "juglares".  El  para- 
lelismo induce  el  segundo  sentido,  el  sustantivo  "pueblo"  favorece  el  sentido  "seño- 
res"; el  poeta  se  ha  complacido  en  el  doble  sentido.  "Azote  torrencial"  son  en  el 
original  sót  sótep.  Los  adjetivos  de  la  piedra,  v.  16,  están  rimados.  También  es 
importante  la  aliteración  final,  que  no  he  reproducido,  entre  "estupor"  y  "doctrina", 
zewa'a  semú'a. 


492 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Dentro  de  algunas  coincidencias  de  estructura,  la  variedad  se 
impone  sobre  el  esquema.  Las  dos  restauraciones  quedan  en  po- 
sición intermedia:  la  primera  entre  I  y  II,  la  segunda  entre  pe- 
cado y  castigo.  El  predominio  del  tema  amenazador  "pecado- 
castigo"  actúa  en  la  estructura. 

Enlaces  : 

I  con  II :  Extrínsecamente  sirve  de  empalme  la  fórmula  "gam 
'elle" ;  intrínsecamente,  el  tema  del  vino,  indicado  en  I,  se  con- 
vierte en  tema  central  de  II,  desarrollado  con  vigor. 

II  con  III:  La  partícula  "laken"  es  empalme  añadido;  el  im- 
perativo señala  nuevo  comienzo  (comienza  un  ritmo  abiertamente 
distinto).  El  adjetivo  "burlones"  ('ansé  lasón)  resume  en  una 
palabra  la  actuación  de  los  borrachos  en  II  (quizás  haya  una 
refinada  alusión  sonora  :  lasón  —  lasaw  —  lasón). 

Apéndice :  la  repetición  de  algunas  palabras  puede  haber  sido 
pretexto  para  el  empalme:  qüm,  lss.  Pero  el  desarrollo,  las  refe- 
rencias, el  ritmo  heterogéneo,  desentonan  con  lo  anterior. 

Desarrollo  (estudiaré  cada  sección  dividiéndola  en  escenas  y 
motivos) : 

I  a.  Comienza  hoy;  tema,  pecado ;  motivo,  la  corona  de  los 
ebrios.  El  motivo  está  amplificado  por  acumulación  de  elementos 
subordinados  en  cadena,  genitivos,  oración  de  relativo.  La  inten- 
ción irónica  se  manifiesta  en  esta  acumulación  anormal.  Es  im- 
portante la  sonoridad,  de  aliteraciones  muy  elaboradas :  'trt  — 
tp'rt  —  'prym;  sis  —  sebi ;  'sr  —  '1  r's;  el  ritmo  también  es 
marcado  (el  "hoy"  anacrusa). 

I  b.  Al  "hoy"  responde  un  "hinne",  también  de  amenaza.  Un 
personaje  con  doble  adjetivo  y  doble  comparación  paralela  de 
tempestad.  El  motivo  de  la  tempestad  es  notable  por  la  sonoridad : 
el  primer  verso  acumula  consonantes,  por  medio  de  segolados, 
sustantivos ;  el  segundo  verso  insiste  en  las  rimas,  el  sonido  M, 
adjetivos,  y  ensancha  el  ritmo  al  final : 


kezirm  barad 
kezirm  maym 


sa'r  qatb 
kabbírim  sotepim 


I  c.  Se  repite  el  núcleo,  casi  a  la  letra ;  pero  esta  vez  como 
complemento  de  dos  acciones  brutales;  el  "fuerte  y  poderoso"  con 


CAPÍTULO  28 


493 


manos  y  pies  destroza  toda  la  serie  de  sustantivos  en  cadena;  la 
ironía  termina  en  tragedia.  Si  aceptamos  la  variante  propuesta 
[cfr.  BH],  el  cambio  de  la  imagen  es  importante:  primero  era  la 
corona  de  los  ebrios,  sobre  la  cabeza;  después  esa  corona  es  la 
muralla  almenada  puesta  sobre  el  "cabezo"  del  valle.  Y  crece 
también  la  figura  del  "fuerte  y  robusto",  igual  a  una  tempestad, 
que  con  manos  y  pies  destruye  una  ciudadela  amurallada. 

I  d.  Una  nueva  comparación  prolonga  el  castigo ;  pero  en  línea 
decreciente,  pues  a  la  imagen  cósmica,  elemental,  sucede  una 
sencilla  imagen  de  la  vida ;  la  técnica  es  también  normal :  se  intro- 
duce el  sustantivo,  y  se  explica  con  una  oración  de  relativo ;  la 
aplicación  del  símil  se  supone,  y  queda  en  primer  plano  el  apunte 
descriptivo  preciso.4  Si  esta  imagen  continúa  estrictamente  la  an- 
terior, veremos  al  gigante  que,  concluida  su  obra  destructora, 
arranca  y  traga  con  toda  naturalidad  una  breva  temprana,  la  ciu- 
dad. Pero  esta  explicación  me  parece  menos  probable,  aunque 
siempre  quede  ese  tono  de  facilidad  y  sencillez  con  que  se  realiza 
la  difícil  conquista.  La  sonoridad  presenta  bastantes  aliteraciones 
y  es  bastante  fluida :  kbkr  btrm  qys  's>  yV  hr'  'th  b'd  bkp  ybYn. 
El  ritmo  cambia  al  final. 

I  e.  La  restauración  va  apoyada  sobre  tres  palabras  comunes 
"  'trt  tp'rt  sbi"  que  bastan  para  señalar  la  igualdad  del  motivo.5 
Después  se  amplía  en  un  paralelismo  sin  elementos  simbólicos : 
Yavé  asiste  en  las  dos  funciones  o  situaciones  fundamentales  de 
la  paz  y  la  guerra;  corrijo  el  texto,  mal  conservado,  para  resta- 
blecer un  paralelismo  claro : 

ülerüh  mispat  layyosebé  'al-sa'ra 
weligbüra  miíhama  lannissebé  'al-homa 

En  todo  caso,  importa  en  estos  enunciados  de  restauración  la  se- 
rie de  1-,  que  formulan  predicados  de  Yavé  en  relación  con  su 
pueblo. 

4  Quizás  haya  un  toque  de  ironía  en  el  cuadro  del  hombre  goloso  y  la  breva 
apetitosa:  el  primero  que  la  ve,  nada  más  verla  la  coge,  y  nada  más  cogerla  en  la 
mano,  ya  la  está  tragando.  Recordemos  Is.  io,  14,  donde  la  presa  eran  huevos  de 
pájaro. 

5  La  mayoría  de  los  comentadores  consideran  estos  versos  5-6  adición  posterior, 
por  el  tema  de  restauración,  la  mención  del  "resto",  la  introducción  "aquel  día".  No 
hay  dificultad  en  admitir  una  preexistencia  de  estas  secciones.  Aquí  quiero  mostrar 
cómo  la  adición  es  coherente,  y  cómo  completa  una  arquitectura  intelectual  de  pecado- 
castigo-restauración,  armada  con  las  palabras  comunes  a  los  tres  tiempos.  Ll  autor 
de  la  adición  y  de  la  arquitectura  resultante  pienso  que  es  Isaías. 


494 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Resumen  de  I:  En  cuatro  de  sus  cinco  escenas  encontramos 
factores  estilísticos  constantes :  la  preocupación  por  la  sonoridad, 
la  acumulación  sintáctica  en  serie :  a)  acumula  los  genitivos  de- 
pendientes en  cadena,  describiendo  con  ironía  el  fasto ;  b)  insiste 
en  los  sustantivos  segolados ;  c)  repite  la  serie  de  genitivos  en 
cadena;  d)  es  el  más  simple  y  natural,  el  menos  estilizado  arti- 
ficiosamente, el  menos  tópico  como  motivo,  el  más  cercano  a  la 
vida  cotidiana;  su  sintaxis  puede  ser  medida  de  normalidad,  para 
contrastar  los  demás  efectos  estilísticos;  e)  acumula  los  predica- 
dos y  la  preposición  1-.  En  cuanto  a  los  elementos  descriptivos, 
á)  se  fija  exageradamente  en  un  aspecto  de  los  banquetes;  b)  es- 
tiliza en  dos  tiempos  el  motivo  de  la  tormenta;  c)  estiliza  en 
dos  tiempos  —  manos  y  pies  —  la  enérgica  intervención  del  ene- 
migo;  d)  es  un  motivo  agrario;  e)  motivos  sociales;  jueces  y 
soldados. 

La  antítesis  no  es  de  orden  ideológico,  sino  contraste  de  tres 
situaciones  "pecado-castigo-restauración".  Las  cinco  escenas  es- 
tán colocadas  en  serie,  ligeramente  enlazadas  por  partículas  "hoy, 
hinne,  wehayeta,  bayyóm  hahú'  ".  La  yuxtaposición  paratáctica  es 
clara  y  permite  una  visión  de  conjunto. 

Las  imágenes  no  sorprenden :  su  técnica  e  inspiración  se  pue- 
de comparar  con  otras  de  Isaías ;  p.  e.,  con  las  del  cap.  10.  Asur 
es  un  gigante  sobrehumano,  que  cambia  "con  la  fuerza  de  su 
mano"  las  fronteras  y  derriba  los  príncipes,  que  toma  los  reinos 
fácilmente,  "como  quien  coge  huevos  abandonados  en  el  nido". 
En  el  presente  capítulo,  Asur  (no  nombrado)  es  como  una  tem- 
pestad, gigante  que  huella  murallas,  y  toma  una  ciudad  fácil- 
mente, como  quien  coge  una  breva  temprana.  También  en  10,  32 
Asur  mostraba  su  tamaño  gigantesco:  "Aún  un  alto  en  Nob; 
y  ya  tiende  la  mano  al  monte  de  Sión".  La  imagen  de  la  tor- 
menta está  valorada  por  su  realización  concreta  y  por  la  aplica- 
ción al  enemigo.  La  imagen  de  la  muralla  almenada  como  una 
corona  sobre  la  colina  es  acertada  y  original. 

II  a.  Después  de  un  enlace  frágil  (incluido  en  el  ritmo),  viene 
una  escena  de  embriaguez :  el  autor  intenta  describir  y  reproducir 
la  impresión  de  confusión;  para  ello  emplea  el  siguiente  procedi- 
miento estilístico:  toma  verbos  aliterados:  "sagú,  ta'ü,  nibla'ü, 
paqú",  los  repite  con  insistencia  mareante,  los  coloca  en  hábil 
desorden  sobre  un  esquema  métrico  muy  regular;  todos  los  ele- 
mentos colaboran  a  la  impresión,  la  regularidad  métrica  monóto- 
na, las  repeticiones  verbales,  el  desorden  imprevisible  de  los  da- 


CAPÍTULO  28 


495 


tos.6  En  esquema  podríamos  escribir  el  fragmento  (nótese  la  se- 
mejanza de  b  d  h  k,  y  el  parentesco  i-y,  u-w). 

  a  b        e  d 

i  u  be  ha 
de         b  y         k  w 

Concluye  la  escena  un  verso  de  crudeza  descriptiva  (notar  las  tres 
alef  del  vómito  "ml'u  qi'  s'  "),  conservando  el  ritmo  regular;  las 
últimas  palabras  tienen  fuerza  conclusiva  "y  no  queda  espacio". 

II  b.  En  la  situación  del  banquete  y  la  orgía,  comienza  sin  in- 
troducción un  diálogo.  Los  borrachos  preguntan  burlonamente, 
en  dos  paralelos  perfectamente  estilizados  :7 

'et  mi  yóre  de'a  gemüle  mehalab 

'et  mi  yabin  semü'a      'attiqé  missadaym 

Y  añaden  una  imitación  burlona  de  los  discursos  del  profeta :  ver- 
so ingenioso  en  que  se  contienen  referencias  al  balbuceo  infantil, 
a  escenas  de  la  escuela,  donde  los  muchachos  aprenden  las  letras, 
quizás  a  temas  de  la  predicación  profética ;  lo  interesante  del  ver- 
so es  precisamente  su  ambigüedad  o  polivalencia;  también  hay 
que  notar  que  está  colocado  al  final  de  la  escena. 

II  c.  La  respuesta  tiene  un  par  de  aspectos  nuevos,  no  fre- 
cuentes. Primero,  el  orden :  comienza  con  lo  claro,  la  explicación 
"lengua  extranjera...",  razona  el  hecho  en  un  inciso  que  formula 
el  pecado,  y  deja  para  el  final  —  con  solemne  introducción  "se  les 
volverá  la  palabra  de  Yavé"  —  el  verso  burlesco,  cambiado  ahora 
su  sentido  en  tragedia.8  Porque  aquel  verso  ambiguo,  polivalente, 
tenía  todavía  una  posible  referencia:  la  impresión  de  una  lengua 
extraña  ininteligible ;  lo  cual  es  también  bivalente ;  porque  el  pue- 
blo no  quiso  escuchar  el  lenguaje  claro  de  Yavé,  en  castigo  no 
entenderá  a  su  Dios,  y  tendrá  que  escuchar  la  lengua  extraña  del 
enemigo  invasor.  Tantas  valencias  concentradas  en  un  verso  que 

6  Por  eso  me  parece  inaceptable  la  valoración  de  Penna  "l'artificio  eccessivo 
nella  repetizione  delle  parole...  é  molto  piú  efficace  nella  sua  semplicitá  letteraria  5,  11". 

7  La  terminología  de  estos  versos  tiene  un  sentido  religioso  casi  técnico:  yrh 
(tora),  d'h,  smw'h. 

8  En  la  vida  religiosa  del  pueblo,  esta  amenaza  es  terrible:  con  una  remota 
alusión  a  la  confusión  babélica  de  las  lenguas,  castigo  de  la  jactancia  humana;  pero 
además,  Yavé  es  el  Dios  que  habla  a  su  pueblo  —  aunque  esconda  celosamente  su  fi- 
gura— ;  Yavé  hablará  a  su  pueblo,  pero  en  una  lengua  ininteligible.  Aquí  tenemos 
un  retorcer  la  imagen,  como  lo  encontrábamos  en  8,  14  y  10,  17. 


496 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


se  repite  dan  al  fragmento  una  unidad  cerrada,  una  eficacia  doc- 
trinal y  un  sello  de  incomparable  dominio  estilístico.9 

II  d.  Ahora  podemos  colocar  aparte  el  verso  final :  final  "for- 
tissimo"  con  la  acumulación  de  cinco  verbos  (cfr.  8,  15)  alitera- 
dos en  la  raíz  y  en  las  preformativas,  que  en  contexto  semejante 
adquieren  importancia  sonora.  En  cuanto  a  la  sonoridad,  no  sé 
si  será  casualidad  el  parentesco  de  este  verso  con  el  verso  de  las 
burlas;  sw  lsw  qw  lqw  —  yLK  wKSL  nSbr  nQS  nLKd;  dudo, 
porque  el  verso  aparece  también  en  contexto  diverso,  8,  15. 10 

Resumen  de  II:  Comparado  con  I,  este  fragmento  resulta  más 
vivo  y  movido,  gracias  al  diálogo  ingenioso :  con  preguntas,  imi- 
taciones burlescas,  el  torcer  la  burla  en  sarcasmo,  la  aparición  trá- 
gica de  Yavé  para  responder;  el  contraste  notable  entre  la  re- 
vuelta turbación  inicial,  con  sus  verbos  asimétricos,  breves  (sagú, 
ta'ü,  paqú),  y  la  catástrofe  final  de  largos  verbos  (wekaselü  wenis- 
baru  wenilkadü  wenóqesü),  bien  colocados,  como  acordes  finales, 
prolongados,  repetidos,  de  una  sinfonía  trágica. 

A  pesar  del  movimiento  y  viveza,  todo  está  perfectamente 
estilizado,  por  la  articulación  binaria,  los  paralelismos,  las  co- 
rrespondencias sonoras.  El  autor  no  ha  usado  imágenes  notables 
en  este  fragmento:  el  peso  lo  llevan  la  descripción  inicial,  y  el 
verso  polivalente.  O  sea,  recursos  estilísticos  diversos. 

III  a.  Una  introducción  larga,  alargada.  La  partícula  "laken" 
es  enlace  extrínseco,  que  turba  el  ritmo;  el  imperativo  es  buen 
comienzo  (1,  2.10;  2,  10.22;  7,  3.4  b.11.13;  8,  1.9;  etc.).  Es  im- 
portante la  frase  "hombres  burlones" ;  en  cambio,  el  verso  si- 
guiente es  un  alargamiento  inútil,  de  puro  valor  formal  para 
cumplir  una  medida  binaria.11  (La  fórmula  "ki  'amartem"  la 
considero  fuera  de  ritmo;  es  innecesaria,  como  lo  prueba  el  ver- 
so 9). 

Las  palabras  de  estos  burlones,  seguros  de  sí  mismos,  son  la 
clave  de  este  fragmento ;  las  divido  en  tres  motivos  emparentados  : 
al)  pacto  tenebroso,12  a2)  azote  torrencial,  a3)  reparo  de  la 
mentira : 

9  La  idea  de  "dar  reposo  al  cansado"  parece  tener  una  intención  política,  con- 
tra los  pactos  militares,  emparentada  con  30,  15;  véase  M.  Dahood,  CBQ  20  (1958), 
páginas  41  y  ss. ;  véase  también  22,  8-1 1  y  32,  18. 

10  También  allí  está  en  parentesco  sonoro  con  los  versos  precedentes. 

11  Su  valor  reside  en  el  doble  sentido  que  indiqué  a  propósito  de  la  traducción, 
nota  3. 

12  No  vale  minimizar  el  sentido  de  la  "Muerte".  Dada  la  importancia  central 
del  "pacto"  en  la  religión  de  Israel,  aquí  se  contrapone  otro  pacto  distinto  con  otro 


CAPÍTULO  28 


497 


al    karatnü  berit  'et  mawet       'im  se'ól  hazüt    (rt-rt-t-t ;  s-z) 

a2    sót  sótep  ki  ya'bor  lo'  yebó'enü        (st-st ;  y'br-yb'n) 

a3    ki  samnü  kazab  mahsemt    weseqer  nistarnü(ksmn-kzb-mhsn ;  sqr-str) 

Son  tres  frases  perfectamente  elaboradas,  ricas  de  efectos  sono- 
ros, variadas  en  los  paralelismos,  combinadas  por  sentido  y  sin- 
taxis. El  ritmo  es  regular. 

III  b.  Interrumpe  un  breve  anuncio  de  restauración :  frente 
a  la  seguridad  confiada,  humana  e  inmoral,  se  opone  Yavé  en 
persona  "hinneni",  con  su  propia  construcción.  Son  tres  versos 
bien  estilizados : 

hinneni  yosed  bViyyón       'eben  bohan  (hnn-'bn-bhn ;  ysd-syn) 

pinnat  yiqrat  müsad  hamma'min  lo'  yahis    (-at,  -at,  -ad;  -in,  -ís) 

\vesamti  mispat  leqaw         üsedaqa  lemisqalet  (smt-mspt-msqlt) 

Además  de  las  aliteraciones,  son  notables  los  cuatro  adjetivos 
de  la  piedra  de  fundación  13  (j  rimas !) ;  el  ensanchamiento  rítmico 
del  título  de  la  piedra  "quien  se  apoya  no  tiembla". 

Este  segundo  fragmento  repite  sólo  un  verbo  —  genérico  — 
del  primer  fragmento  "samnü-samti" ;  pero  la  oposición  de  am- 
bos es  manifiesta  en  muchos  detalles :  hombres-Yavé,  muerte  y 
seol-Yavé  en  Sión,  falacia  y  mentira- juicio  y  justicia,  reparo  y 
refugio-sólida  construcción,  confianza  humana-confianza  religiosa. 
Es  decir,  el  fragmento  está  perfectamente  articulado  en  la  estruc- 
tura, como  miembro  orgánico.  También  permanece  el  ritmo  3  +  2, 
y  el  número  ternario  de  versos. 

III  c.  Recoge  los  tres  motivos  de  a,  en  otro  orden:  c3,  el,  c2, 
con  alguna  interferencia,  por  el  parentesco  de  los  motivos : 

c3 :  la  construcción  humana  será  arrasada  por  los  elementos ; 
hay  que  notar  el  cambio  de  posición  de  "kazab" ;  una  finura  esti- 
lística expresiva,  una  minucia  que  basta  para  marcar  el  contraste 
de  situación:  "nos  hicimos  de  la  falacia  un  reparo",  y  el  reparo 
resulta  falaz.  También  hay  que  notar  la  tormenta  "stp"  aludiendo 
al  motivo  a2,  y  en  ingeniosa  aliteración  con  mspt.  El  ritmo  se  ha 
ensanchado  en  4  +  3. 

dios  poderoso  "Mót",  la  "Muerte";  un  auténtico  señor  que  gobierna  a  placer  las 
plagas,  y  puede  apartarlas  de  sus  aliados  fieles,  mientras  que  Yavé  deja  a  los  suyos 
sufrir  tales  plagas.  Entre  otros  atributos  de  este  Señor  tenebroso  están  la  mentira 
y  el  engaño  (cfr.  Jo.  8,  44,  donde  el  demonio  es  llamado  "padre  de  la  mentira"). 

13  Sobre  el  sentido  técnico  de  estos  adjetivos,  véase  la  teoría  de  L.  Kóhler 
en  TZ  3  (1947).  págs.  390-93- 


498 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


el  :  simple  repetición  con  los  verbos  negativos  "wetupparr 
lo'  taqüm"  (BH). 

c2 :  el  motivo  del  azote  torrencial  está  amplificado  en  una  re- 
petición climática.  Los  burlones  seguros  habían  dicho  "cuando 
pase",  aludiendo  a  una  posibilidad  o  hecho  individual ;  la  res- 
puesta se  complace  en  insistir  con  intensidad  creciente :  " cuando 
pase...  cada  vez  que  pase...  con  frecuencia  pasará".  El  hemisti- 
quio final  "día  y  noche  pasará"  tiene  valor  conclusivo,  definitivo 
(como  el  final  del  verso  8). 

III  d.  Podemos  colocar  como  final  el  verso  siguiente  (igual 
que  II  d) ;  en  él  se  recoge  el  tema  del  verso  9  "enseñar  la  doctri- 
na" y  el  pecado  de  12  b ;  con  ello  se  cierra  circularmente  la  serie  II 
y  III.  Si  aceptamos  la  adición  de  un  elemento  "hóre  de'a"  (se- 
gún 9  a),  este  verso  tendría  la  fórmula  rítmica  2  +  2  +  2,  que 
hemos  encontrado  varias  veces  con  valor  conclusivo. 

Resumen  de  III:  Ya  he  señalado  la  estructura  diversa.  Re- 
torna el  motivo  de  la  tempestad,  con  una  variación  nueva,  el  cli- 
max anafórico  final.  Las  imágenes  nos  trasladan  a  un  mundo  di- 
verso :  el  mundo  tenebroso  de  la  muerte  y  el  seol,  como  poderes 
personificados ;  y  las  cualidades  morales  (inmorales)  en  imagen 
corpórea;  en  este  contexto,  la  tempestad  cobra  un  claro  sentido 
simbólico,  representa  cualquier  azote  desencadenado ;  y  el  tema 
de  restauración  también  adquiere  un  sentido  simbólico  trascen- 
dente (que  encontraremos  explicado  en  el  NT).14 

Apéndice:  En  estos  versos  hay  algunos  elementos  que  invi- 
tan a  incorporarlos  a  los  precedentes :  especialmente  22  a,  con 
partícula  consecutiva  "we'atta",  y  con  el  tema  fundamental  de 
las  burlas ;  también  la  reducción  final  a  Yavé,  en  ritmo  2  +  2  +  2. 
Pero  todo  lo  demás  disuade  la  unión :  el  ritmo  tan  variable,  la 
referencia  histórica,  el  procedimiento  de  triple  repetición  de  la 
raíz ;  toda  la  andadura  de  esta  sección  desentona  con  lo  anterior 
y  rompería  la  armónica  construcción  precedente.  Me  inclino  a 
pensar  que  es  un  fragmento  independiente,  colocado  en  este  pues- 
to por  la  coincidencia  del  verbo  lss. 

Conclusión  :  En  un  solo  capítulo  nos  ha  demostrado  Isaías 
su  maestría  de  gran  estilista:  la  riqueza  de  sus  procedimientos 
variados,  la  intensidad  con  que  elabora  cada  elemento,  la  sobria 
densidad,  el  arte  de  la  composición  armoniosa  y  rica.  También 


14  Mt.  16,  17  nos  presenta  enfáticamente  la  "piedra"  fundacional,  y  exalta  su 
firmeza  con  una  referencia  a  los  "poderes  infernales". 


CAPÍTULO  28 


499 


hemos  apreciado  cómo  el  estilo  configura  el  contraste  fundamen- 
tal de  la  predicación  prof ética  "pecado-castigo". 

Aparece  la  figura  del  artista  y  artesano,  dueño  de  su  inspira- 
ción, consciente  de  su  maestría,  capaz  de  renovar  motivos  tradi- 
cionales. Sería  muy  extraño  que  este  artista  se  despreocupase  de 
escribir  su  poema ;  y  aún  más  que  la  armoniosa  construcción  fuese 
fruto  de  una  sedimentación  anónima  y  fortuita. 

Basta  este  capítulo  bien  considerado  para  descalificar  la  teoría 
ingenua  de  una  literatura  hebrea  espontánea  y  sin  artificios. 

Lo  que  sigue,  23-29  es  una  parábola  con  la  interpretación  leve- 
mente indicada.  Hay  cosas  en  ella  que  suenan  extrañas  al  Isaías 
que  conocemos :  la  reiteración,  la  explicación  minuciosa,  el  alarde 
de  conocimientos  agrícolas ;  en  otras  ocasiones,  cuando  Isaías 
sabía  muchos  detalles  era  para  escoger  los  dos  más  expresivos; 
aquí  acumula.  Pero  la  manifiesta  diferencia  de  estilo  tiene  otra 
explicación :  es  un  género  distinto,  y  el  escritor  demuestra  de  nue- 
vo su  maestría  estilística  adaptándose  el  estilo;  además,  cuando 
intenta  inculcar  la  sabiduría  y  providencia  universal  e  individual 
de  Dios,  es  natural  que  el  estilo  se  haga  minucioso  y  perito. 
Procksch  ha  escrito  una  magistral  interpretación  de  esta  parábo- 
la, que  me  ahorra  un  nuevo  análisis  estilístico. 


CAPÍTULO  29 


1  Ay  Ariel,  Ariel,     ciudad  que  sitió  David. 
Añadid  un  año  a  otro  año,     giren  las  fiestas. 

2  Y  estrecharé  a  Ariel,     y  habrá  llantos  y  quebrantos. 

3  Serás  para  mí  como  Ariel,     asentaré  el  cerco  contra  ti. 
Te  sitiaré  con  trincheras,     alzaré  contra  ti  baluartes. 

4  Derribada,  desde  el  suelo  hablarás,  desde  el  polvo  se  apagará  tu 
+  Será  desde  el  suelo  tu  voz  como  de  fantasma,  [palabra; 

desde  el  polvo  tu  palabra  susurrará. 

6  Sucederá  de  repente,  súbito ;     de  Yavé  serás  visitada : 
con  estruendo  y  estrépito,     con  voz  sonora, 
tormenta  y  torbellino,     noguera  devoradora. 

5  Será  como  polvareda     el  tumulto  de  tus  enemigos, 
como  tamo  fugitivo        el  tumulto  de  tus  opresores. 

7  Serán  como  sueño,        visión  nocturna 

el  tumulto  de  las  gentes     que  pelean  contra  Ariel; 
sus  'trincheras',  sus  baluartes,  sus  sitiadores. 


500 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


8  +      Como  sueña  el  hambriento  que  come ;  se  despierta,  vacío  el  estó- 

[mago ; 

como  sueña  el  sediento  que  bebe ;  se  despierta  agotado,  la  garganta 

[reseca ; 

así  será  el  tumulto  de  las  gentes  que  pelean  contra  el  monte  de 

[Sión.15 

A)  15-16 

15  Ay  de  los  que  ahondan  para  ocultar  sus  planes  de  Yavé, 

y  tienen  en  la  sombra  sus  obras;  "¿Quién  nos  ve,  quién  lo  sabe?" 

16  ¡  Maldad  la  vuestra !  Como  si  el  lodo  se  estimase  alfarero ; 
o  dijese  la  obra  al  que  la  hizo:  "Si  no  me  ha  hecho" 

o  la  loza  dijera  al  alfarero:         "Si  no  comprende."  16 


B)  9-12 

9   Espantaos  de  espanto,  asombraos  de  asombro ; 
embriagaos  y  no  de  vino,  vacilad  y  no  de  licor ; 

10  que  derrama  sobre  vosotros  Yavé:  un  soplo  de  letargo: 
y  tupirá  vuestros  ojos,  vuestras  cabezas  cubrirá. 

11  Y  se  os  volverá  toda  visión  como  texto  de  un  libro  sellado 
+    Se  lo  dan  al  que  sabe  de  letras  diciendo:  "léenos  esto" 

y  responde:  "No  puedo,  que  está  sellado." 

12  Se  lo  dan  al  que  no  sabe  letras  diciendo:  "léenos  esto" 

y  responde:  "no  sé  leer".17 


C)  13-14 

13  Y  dijo  el  Señor:  Ya  que  este  pueblo  se  me  llega  con  la  boca, 
con  los  labios  me  ensalza;  y  su  corazón  está  lejos  de  mí, 

y  no  es  su  temor  de  mí,  más  que  ley  humana  rutinaria; 

14  por  eso,  he  aquí  que  multiplico  prodigiosos  portentos  y  prodigios, 
perecerá  la  sabiduría  de  los  sabios, 

la  discreción  de  los  discretos  se  ocultará.18 

15  Traducción.  La  trasposición  de  5b  restituye  el  orden  coherente,  y  reúne 
el  triple  "tumulto"  con  sus  comparaciones.  Nótese  la  redundancia  de  3a,  la  insistencia 
de  4b,  la  amplificación  de  8.  Imito  la  aliteración  original  en:  "llantos  y  quebrantos", 
"estruendo  y  estrépito,  con  voz  sonora,  tormenta  y  torbellino". 

16  Traducción.  En  el  texto  justifico  la  trasposición  de  estos  versos.  A  la  letra 
el  estilo  directo,  y  el  énfasis  inicial  de  16a,  con  el  sustantivo  como  exclamación.  "Som- 
bra obras"  aliterados  como  en  el  original.  En  el  original  marca  el  contraste  la  repe- 
tición de  la  raíz  "la  hechura  al  hacedor,  cerámica  al  ceramista". 

17  Traducción.  Comienzo  con  repetición  de  la  raíz  verbal.  "Soplo  de  letargo" 
también  podría  decirse  "un  viento  de  modorra",  actualizando  la  imagen,  y  retorciendo 
inesperadamente  ese  "viento"  que  viene  de  Yavé,  y  que  suele  ser  principio  de  acti- 
vidad. "Visión",  y  "sellado"  aliterados  en  el  original  hazüt  hatüm. 

18  "Rutinaria"  en  el  original  "aprendida".  "Portentosos  portentos  y  prodigios" 
en  el  original  la  raíz  única  pl'  triplicada. 


CAPÍTULO  29 


501 


E)  17-21 

17  ¿Pues  qué?  En  breve,  muy  pronto 

se  volverá  el  Líbano  un  vergel,  y  el  vergel  será  como  un  bosque. 

18  Oirán  aquel  día  los  sordos  las  palabras  del  libro; 
de  la  tiniebla  y  oscuridad  los  ojos  del  ciego  verán. 

19  Otra  vez  los  afligidos  se  alegrarán  en  Yavé, 

y  los  más  indigentes  en  el  Santo  de  Israel  se  gozarán. 

20  Porque  terminó  el  opresor,  se  acabó  el  protervo, 
se  extirparon  los  veladores  de  maldades. 

21  +    Los  que  condenan  al  hombre  en  la  causa, 

los  que  insidian  al  jurado  en  el  foro, 
y  doblegan  al  justo  por  nada.19 


F)  22-24 

22  Por  eso,  así  dice  Yavé,  aquel  que  rescató  a  Abraham : 

Ya  no  más  te  avergonzarás,  Jacob,  ya  no  más  se  enrojecerá  tu  rostro; 

23  porque  al  ver  las  obras  de  mi  mano  en  medio  de  sí  santificarán  mi 

[nombre 

santificarán  al  Santo  de  Jacob,  al  Dios  de  Israel  respetarán; 

24  Entenderán  los  extraviados  la  ciencia, 

aprenderán  los  murmuradores  la  doctrina. 

Lectura  rítmica:  Me  parece  poco  definida;  admitiendo  anacrusas 
(que  escribo '),  se  puede  lograr  cierta  regularidad  en  cada  fragmento : 

a)    '2  +  3  3  +  3         '2  +  4  2  +  2  '3+2  +  3 

3  +  2  '3  +  3          2  +  2  2  +  2  3+2  +  3  +  2 

2+3  2+2  2+2?  3+3 

3  +  3?  '2  +  2 

3+3  2+2 

d)    3+2      b)   3  +  3        c)    2  é)   3  +  3+3      /)  3+3 

3+2  3  +  3?  2+3  3  +  3?  3+3 

3  +  2  3  +  2?  2  +  3  2  +  3  3+3? 

3  +  2  2  +  2  3  +  3?  2  +  2?  3+3 

3  +  2  3  +  3?  '2  +  3  2  +  3  3  +  3 

5.3.4  3  +  3  2  +  2+3 

5.3.3  3  +  3+3 


A  pesar  de  las  dudas,  creo  que  hay  que  admitir  versos  asimétricos 
de  fórmula  2  +  3,  combinados  con  los  de  fórmula  3  +  2.  También 
aparecen  versos  irregulares,  en  los  que  hay  algún  nombre  divino. 


19  Hay  un  juego  en  el  original,  por  el  sentido  del  nombre  propio  "Carmelo", 
que  significa  "vergel".  Se  podría  trasladar  24  detrás  de  18  (Penna),  defectos  morales 
tras  defectos  físicos;  ganaría  mucho  el  fragmento  final.  En  20b  "veladores  de  mal- 
dad" es  traducción  literal;  pero  un  oído  hebreo  podría  entender  fácilmente  "serán 
talados  los  almendros  vanos,  o  del  ídolo",  nkrtw  sqdy  'wn. 


33.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


502 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Si  la  fórmula  dominante  fuera  bien  clara,  se  podrían  reducir  a 
ella  bastantes  versos  dudosos :  p.  e.,  en  la  primera  columna  de  a) 
2  b  tachando  "li",  3  b  tachando  "  'alaik";  y  quedaría  una  serie 
regular  2  +  3.  También  se  podría  reducir  c)  a  serie  asimétrica 
regular.  También  hay  que  mencionar  los  fragmentos  en  prosa 
rítmica. 

(Nota:  A  veces  se  suele  argüir  contra  el  método  del  análisis 
estilístico,  que  con  ingenio  puede  explicarlo  todo  y  encontrar  uni- 
dad y  valor  estilístico  en  cualquier  serie  de  palabras.  El  análisis 
del  cap.  29  responderá  indirectamente  a  esta  posible  objeción; 
por  contraste  realzará  la  claridad  de  estructura  del  capítulo  pre- 
cedente.) 

Estructura  :  Una  primera  lectura  nos  deja  la  impresión  de 
poco  orden  y  claridad  en  el  conjunto ;  algunos  motivos  del  capí- 
tulo precedente  reaparecen,  p.  e. : 

la  tormenta:  28,    2.17         29,  6 

la  embriaguez:  1.7  9 

obras  de  Yavé :  21  14.23 

motivos  un  poco  genéricos,  que  no  se  prestan  a  conclusiones. 

Dividimos  el  capítulo  en  seis  fragmentos :  a)  1-8,  b)  9-12, 
c)  13-14,  d)  15-16,  é)  17-21,  /)  22-24.  Para  rastrear  el  posible 
orden  estudiamos  las  referencias  mutuas  manifestadas  en  palabras 
clave,  los  temas  y  motivos,  los  comienzos : 

a  Ay 

b  imperativo  spr 

c  Dijo:  str    bin  lmd 

d  Ay  str    bin  mhsk  yhsb 

e  Acaso  no         spr  mhsk  yhsb  qds 

f  Por  eso  dice  bin    lmd  qds 

En  el  esquema  aparecen  las  palabras  repetidas,  con  valor  articula- 
torio o  de  enlace:  "libro"  en  (b)  y  (e)  es  enlace  débil;  "ocultar" 
en  (c)  y  (d)  es  enlace  extrínseco,  de  pura  proximidad  sonora; 
"ciencia,  aprender"  son  enlaces  internos,  temáticos;  "tinieblas, 
estimar"  en  (d)  y  (e)  es  enlace  de  proximidad  sonora,  extrínseco. 
Es  decir,  el  fragmento  d)  aparece  enlazado  un  poco  extrínseca- 
mente por  dos  repeticiones  poco  importantes :  "str,  mhsk,  yhsb" ; 
si  no  existen  motivos  más  profundos,  su  posición  se  puede  ex- 
plicar por  manejo  editorial  secundario. 

El  criterio  de  los  comienzos  es  importante:  "Hoy"  es  comien- 
zo típico  de  estos  capítulos :  a)  es  un  poema  independiente  que 


CAPÍTULO  29 


503 


comienza  por  "Ay" ;  no  sería  extraño  que  el  siguiente  comenzase 
igual ;  las  fórmulas  con  verbo  de  decir  son  mejores  para  comienzo 
de  parte  que  para  comienzo  absoluto,  por  lo  tanto  conviene  con- 
siderar c)  y  /)  como  continuaciones.  El  imperativo  es  un  buen 
comienzo  absoluto,  y  también  un  buen  comienzo  de  escena  (28, 
23;  30,  8;  31,  6;  32,  9).  Por  este  criterio,  yo  ordenaría:  d)  b)  c) 
é)  f) ;  y  explicaría  en  parte  el  cambio  editorial  por  la  intención  de 
obtener  dos  poemas  de  extensión  semejante,  encabezados  por 
"hoy",  1-14,  15-24. 

Volvemos  a  encontrar  aquí  los  temas  fundamentales  "pecado- 
castigo",  distribuidos  de  esta  manera :  b)  castigo,  c)  pecado-casti- 
go, d)  pecado ;  el  orden  normal,  según  la  teología  de  Isaías,  se- 
ría d)  b)  c)  "pecado-castigo,  pecado-castigo".  Los  últimos  frag- 
mentos, é)  y  /)  traen  el  tema  de  "restauración",  repitiendo  las 
palabras  clave  "bin,  lmd". 

El  criterio  del  ritmo  nos  sirve  de  poco :  en  b)  predomina  la 
fórmula  simétrica  3  -f-  3  ó  2  +  2 ;  en  c)  al  parecer  la  fórmula  3  -f- 
+  3 ;  en  d)  la  asimétrica  3  +  2.  Tampoco  nos  vale  el  criterio  de 
las  partículas:  el  "ki"  es  mero  enlace  9-10,  19-20,  22-23. 

Los  temas  se  desarrollan  en  motivos  concretos :  el  tema  gené- 
rico "pecado"  se  presenta  en  estos  motivos:  c)  formulismo  reli- 
gioso, d)  impiedad  que  niega  la  sabiduría  y  poder  divinos,  é)  in- 
justicia social  y  legal,  /)  extravío.  El  castigo  es :  b)  confusión  e 
ignorancia,  c)  ignorancia.  La  restauración :  c)  prodigios  genéricos, 
é)  en  el  orden  vegetal,  humano  físico  y  moral,  /)  conversión  y 
sabiduría.  Es  decir,  que  el  castigo  de  b)  empalma  perfectamente 
con  el  pecado  de  d). 

Hay  una  convergencia  de  criterios  para  aceptar  el  orden  pro- 
puesto en  la  página  anterior:  a)  es  un  oráculo  completo  e  in- 
dependiente; el  resto  es  una  composición  de  unidad  no  muy 
cerrada  y  fuerte,  pero  de  suficiente  claridad;  según  el  esquema 
"pecado-castigo-restauración",  en  torno  al  tema  central  de  la 
ignorancia  y  ciencia  religiosa. 

Aceptada  esta  estructura  como  bastante  probable,20  explica- 
remos el  desarrollo  de  cada  parte. 

29,  1-8  (Traspongo  el  verso  5  a  después  de  6;  con  ello  queda 
un  orden  claro,  y  la  trasposición  se  explica  por  la  serie  "we- 
haya..."). 


20  Pero  sin  urgir  demasiado.  El  carácter  del  capítulo  no  nos  permite  imponer 
una  estructura  robusta;  aun  con  el  cambio,  la  construcción  resulta  endeble. 


504 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


El  poema  es  excelente :  tiene  la  claridad  de  composición  y  el 
vigor  de  desarrollo  que  conocemos  en  otros  poemas  de  Isaías ; 
la  composición  es  dinámica,  de  gran  movimiento  del  principio  al 
fin.  Yavé  (no  nombrado),  hablando  en  primera  persona,  se  anun- 
cia como  sitiador  de  su  ciudad ;  cuando  la  situación  de  la  ciudad 
es  extrema,  sobreviene  un  cambio  repentino ;  adviene  Yavé  en 
tercera  persona,  y  desbarata  las  huestes  contrarias,  que  desapa- 
recen como  una  pesadilla  (lo  que  sucedió  con  el  ejército  de  Sena- 
querib,  como  se  cuenta  en  Is.  37,  36). 

La  realización  del  poema  señala  uno  de  los  grandes  aciertos 
del  autor.  La  parte  primera  es  notable  por  la  enorme  rapidez  y 
por  las  repeticiones  de  palabras  o  raíces :  "Ariel,  Ariel ;  año,  año ; 
llantos  y  quebrantos  (ta'niyya  wa'niyya)" ;  todo  es  denso,  la  refe- 
rencia histórica  al  asedio  de  David,  la  medida  del  tiempo  por 
años  y  fiestas,  la  aflicción,  las  medidas  militares  del  asedio.  Pre- 
cisamente por  esta  densidad,  extraña  ese  verso  cuarto  del  poe- 
ma (2  b-3  a). 

La  segunda  escena  nos  presenta  el  momento  de  máxima  an- 
gustia de  la  ciudad,  en  una  imagen  original:  la  ciudad  es  como 
un  guerrero  derribado  en  tierra,  cuya  voz  se  va  apagando  en  el 
polvo.  El  poeta  insiste  en  la  imagen  original  (repitiendo  tres  pa- 
labras), y  añadiendo  un  nuevo  dato  acertado :  su  voz  no  es  ni 
siquiera  como  la  de  un  hombre  derribado  que  se  apaga,  sino  la 
voz  de  un  fantasma  que  susurra.  En  rigor,  se  podía  haber  con- 
centrado toda  la  imagen  en  un  paralelismo;  tal  como  está,  ocupa 
un  doble  paralelismo. 

El  cambio  repentino  está  anunciado  con  nueva  repetición  de 
raíz  "pt'-pt'm" ;  es  muy  interesante  el  verbo,  colocado  al  final 
para  más  efecto;  un  verbo  ambiguo  que  puede  ser  castigo  o  sal- 
vación. Yavé  se  presenta  en  la  teofanía  conocida  de  la  tempestad : 
notemos  el  valor  sonoro  de  las  binas  aliteradas : 

bera'am  übera'as  weqól  gadól  süpa  üse'ara  lahb-'es  'ókela 

no  es  una  de  tantas  onomatopeyas,  sino  un  contraste  extremo  con 
la  voz  "apagada,  como  de  fantasma"  ;  la  palabra  "qól"  repetida 
ha  articulado  el  contraste. 

La  tempestuosa  intervención  divina  arrastra  al  enemigo  "como 
paja,  como  tamo",  comparación  tópica,  ligeramente  valorada  por 
los  dos  adjetivos  "daq,  'ober".  La  segunda  comparación  es  menos 
frecuente :  el  asedio  se  desvanece  como  una  pesadilla,  como  una 
visión;  con  el  asedio  pasan  los  recursos  militares  enunciados  en 


CAPÍTULO  29 


505 


la  primera  parte.  Otra  vez  encontramos  un  verso  de  insistencia 
inútil  (7  b).  Otra  vez  se  toma  la  comparación  para  sacar  partido 
de  ella  en  un  desarrollo  excelente;  pero  en  prosa  y  quebrando 
la  simetría.  La  comparación  no  disuena,  pues  intenta  describir 
la  inanidad  de  los  sueños  (Procksch  la  analiza  con  un  criterio  de- 
masiado intelectual,  y  la  encuentra  inadecuada) ;  acertada  es  la 
observación  de  lo  que  sueñan  el  hambriento  y  el  sediento,  el  des- 
arrollo es  rápido  y  muy  plástico,  impresiones  inmediatas  y  únicas 
"estómago  vacío,  garganta  reseca".  Por  su  calidad,  la  imagen 
podría  ser  de  Isaías ;  en  el  poema  estorba  por  lo  que  tiene  de  in- 
sistencia y  por  estar  en  prosa. 

Resumen  de  1-8:  En  conjunto,  un  gran  poema,  de  movimien- 
to apasionado,  y  de  clara  construcción.  Algunas  imágenes  origina- 
les magníficas,  las  imágenes  tópicas  realizadas  con  vigor.  El  pa- 
ralelismo cede  el  puesto  al  movimiento.  La  elaboración  sonora 
está  concentrada  en  algún  punto. 

Dos  veces  se  ha  detenido  el  movimiento  en  adiciones  inútiles : 
2  b-3  a,  7  b ;  Isaías,  en  sus  grandes  momentos,  no  procede  así.  Dos 
veces  se  ha  recogido  una  comparación  para  sacarle  mayor  parti- 
do :  4  b,  8 ;  en  ambos  casos,  aparte  la  repetición  del  motivo,  quedan 
huellas  de  repetición  innecesaria.  Todo  esto  nos  hace  pensar  en 
una  doble  redacción  del  fragmento,  o  en  una  edición  armonística 
de  dos  versiones  autorizadas ;  dado  el  valor  de  las  dos  imágenes 
ampliadas,  podemos  pensar  en  Isaías  como  autor,  o  en  un  dis- 
cípulo de  talento  literario. 

D)  15-16 

Es  notable  la  regularidad  rítmica  de  los  cinco  versos.  El  pri- 
mer verso  es  de  técnica  audaz :  la  imagen  está  concentrada  en  un 
verbo  finito  y  un  infinitivo  "ahondan  para  ocultar" ;  imagen  del 
hombre  que  cava  y  ahonda  para  esconder  un  tesoro  de  la  vista 
de  los  hombres ;  el  tesoro  son  sus  planes,  y  Yavé  el  que  no  debe 
saberlo.  Después  de  este  verso  concentrado,  el  desarrollo  ulterior 
resulta  pálido. 

La  refutación  de  esta  conducta  sucede  en  forma  apasionada : 
primero  el  sustantivo  como  interjección  "maldad  la  vuestra",  des- 
pués la  comparación  en  forma  dialéctica.  Otra  vez  observamos : 
la  comparación  está  enunciada  en  un  verso,  16  a,  y  desarrollada 
en  otros  dos,  16  be;  es  poco  lo  que  añade  el  desarrollo,  pero  la 
disputa  apasionada  explica  perfectamente  la  reiteración. 


506 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


También  hay  que  notar  la  insistencia  en  el  tema  del  "conoci- 
miento" :  el  hombre  impío  "ahonda,  oculta,  actúa  en  la  sombra", 
y  con  ello  cree  que  Yavé  no  se  entera ;  piensa  vencer  con  astucia 
a  Dios.  También  hay  una  reiteración  en  formular  en  estilo  di- 
recto el  tema:  "¿quién  nos  ve,  quién  lo  sabe?  si  no  me  ha  hecho, 
si  no  comprende". 

B)  9-12 

Aceptada  la  inversión  propuesta,  este  fragmento  duplica  su 
fuerza.  Es  el  castigo  que  responde  al  pecado ;  está  en  la  misma 
línea  del  pecado,  pues  Yavé,  el  despreciado,  confunde  la  astucia 
de  los  soberbios,  les  castiga  precisamente  a  la  ignorancia.  También 
se  mantiene  el  tono  apasionado,  reiterativo. 

El  orden  sintáctico  es  muy  preciso:  "asombraos...  porque  de- 
rrama... y  se  os  volverá...";  cada  uno  de  los  elementos  está 
desdoblado. 

Los  imperativos :  el  primer  verso  aplica  la  técnica  de  la  triple 
repetición  radical  (típica  de  24-27).  El  segundo  nos  da  la  imagen 
con  técnica  nueva :  negativa ;  técnica  normal  hubiera  sido  la  com- 
paración "vacilad  como  por  el  licor" ;  la  forma  adoptada  es  mu- 
cho más  eficaz,  el  lector  es  empujado  hacia  la  imagen  de  la  em- 
briaguez, y  después  la  negación  retira  la  causa  normal,  incitando 
a  buscar  una  explicación  más  profunda  y  extraña. 

La  explicación  la  dan  los  versos  siguientes :  es  Yavé  quien 
actúa  eficazmente  (dos  piel).  "Imagen,  hecho  —  explicación  por 
Yavé"  es  orden  normal  en  Isaías.  El  paralelismo  "ojos-cabezas" 
no  es  normal,  parece  indicar  un  crescendo. 

El  resultado  es  que  los  presuntos  sabios  no  entienden :  los  que 
pretendían  esconder  sus  planes  de  Yavé,  reciben  ahora  el  plan 
de  Yavé  como  libro  sellado,  de  nada  les  vale  la  visión  profética. 
Es  el  castigo  en  la  línea  del  pecado. 

Otra  vez  la  comparación  "libro  sellado"  se  presenta  desarro- 
llada en  dos  tiempos,  y  en  prosa  algo  asimétrica;  técnica  exacta- 
mente igual  que  en  la  comparación  del  sueño,  imagen  mucho 
menos  feliz,  aunque  viva  por  el  estilo  directo  y  la  rapidez  del 
diálogo ;  su  sentido  es  de  exclusión  total :  ni  el  que  sabe  leer  ni 
el  analfabeto  sacan  provecho  del  libro  sellado.  Sin  esta  adición 
en  prosa,  los  dos  fragmentos  d)  y  b)  serían  equivalentes :  5  versos 
3  +  2,  5  versos  simétricos  (?). 


CAPÍTULO  29 


507 


C)  13-14 


Sintácticamente  el  fragmento  tiene  la  estructura  "ya'an  ki... 
laken  hinneni",  frecuente  en  Ezequiel;21  esta  estructura  sintáctica 
enlaza  en  miembros  correlativos  el  pecado  y  su  castigo.  (En  el 
capítulo  28,  la  articulación  " pecado-castigo"  se  realizaba  por  la 
repetición  de  palabras  clave,  no  tanto  por  recursos  sintácticos.) 

El  pecado  es  el  formulismo  religioso,  enunciado  en  breve  an- 
títesis:  "labios-corazón,  cerca-lejos";  el  verso  siguiente  desarro- 
lla lo  mismo,  en  forma  menos  plástica,  pero  de  gran  densidad  con- 
ceptual. Para  nuestra  mentalidad,  esta  segunda  formulación  es 
mucho  más  rica,  y  literariamente  más  vigorosa;  profundiza  en 
la  raíz  del  problema  —  inmanencia  social  del  hecho  religioso  — , 
y  lo  formula  marcando  la  antítesis  "temor  de  Mí  —  precepto 
humano",  y  remachando  con  el  adjetivo  final  "rutinario". 

El  castigo  es  una  nueva  intervención  prodigiosa  de  Yavé,  que 
desconcierta  a  los  sabios  oficiales.  Por  la  técnica  señalamos  el 
verso  cuarto,  14  a,  con  triple  repetición  de  la  raíz  (como  el  verso 
primero  de  b) ;  y  el  último  con  repetición  doble.  En  cuanto  al 
tema,  el  castigo  no  corresponde  tanto  al  pecado  específico  del 
fragmento,  cuanto  al  pecado  común  al  capítulo  "la  ciencia  humana 
soberbiamente  suficiente". 


Rítmicamente  tenemos  también  cinco  versos  que  se  podrían 
leer  3  +  3. 


La  restauración  comienza  ex  abrupto  con  la  pregunta  retó- 
rica "haló'...".  Colocada  a  continuación  de  c),  el  sentido  es  cla- 
ro: los  "prodigiosos  prodigios"  anunciados  en  c)  se  van  realizan- 
do en  é). 

Los  motivos  de  la  restauración  recogen  alusiones  a  los  frag- 
mentos anteriores : 


E)  17-21 


"los  ojos  de  los  ciegos  verán" 
"tupirá  vuestros  ojos" 
"en  la  tiniebla  ven  los  ciegos" 
"tienen  en  la  tiniebla  sus  obras" 
"escucharán  las  palabras  del  libro" 
"como  palabras  de  un  libro  sellado" 


18b  é) 

10b  b) 

18b  é) 

15b  d) 

18a  e) 

lia  b) 


2i    Cfr.  pág.  336. 


508 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


un  empalme  con  el  pecado,  dos  con  el  castigo.  Los  otros  dos  mo- 
tivos son  peculiares :  el  motivo  vegetal,  y  el  fin  de  la  maldad ;  la 
maldad  no  está  en  la  línea  de  "ciencia  soberbia",  como  era  de 
esperar. 

El  fragmento  está  desarrollado  en  movimiento  binario  regular, 
sosegado;  el  último  verso,  20,  desdoblado  en  tres  elementos,  con 
valor  conclusivo  en  la  forma  ternaria  y  en  el  contenido  "se  acabó, 
terminó,  se  extirparon". 

Otra  vez  nos  encontramos  con  un  prolongamiento  añadido, 
explicación  en  tres  datos  de  las  maldades  que  maquinan  los  mal- 
vados ;  huella  de  una  redacción  posterior,  sin  demasiada  inspira- 
ción literaria. 

Se  podría  comparar  el  sosiego  de  esta  sección  con  el  movi- 
miento de  a).  Las  imágenes  aquí  no  valen  gran  cosa.  Los  recursos 
sonoros  no  son  llamativos. 

F)  22-24 

Segunda  serie  de  la  restauración,  introducida  por  un  verso 
solemne  (con  oración  relativa  añadida).  La  estructura  sintáctica  es 
clara:  "no  se  avergonzará...  porque  al  ver...  santificará...  y 
aprenderán". 

Nuevas  alusiones  a  los  fragmentos  anteriores,  y  al  tema  fun- 
damental : 

"no  te  avergonzarás"  22b  (la  confusión  de  9?) 

"mis  obras"  23b;  "prodigios"  14a;  "la  obra"  16b;  "sus  obras"  15b 
"conocer,  aprender,  ciencia"  24;  confusión  9;  ciencia  14b;  no  entiende  16c 

Este  final,  tanto  en  los  temas  como  en  palabras  clave,  tiene  algo 
de  recapitulación.  Otra  vez  encontramos  un  verso  que  prolon- 
ga, 23  b.22 

El  tono  de  este  fragmento  es  más  cordial,  con  la  mención  de 
los  nombres  "Abraham,  Jacob" ;  lo  mismo  que  el  anterior,  con 
la  mención  expresa  del  gozo  y  la  alegría.  Pero  hay  que  confesar 
que  el  panorama  de  la  restauración  no  se  puede  medir  estilísti- 
camente con  los  fragmentos  anteriores;  el  desarrollo  es  algo  mo- 
nótono, los  recursos  conocidos,  tópicos,  las  imágenes  escasas. 
Como  el  cuadro  de  amenaza  muestra  fuerza  de  inspiración,  movi- 


22  Pero  con  carácter  conclusivo,  por  la  doble  mención  divina;  este  valor  con- 
clusivo es  turbado  por  el  verso  siguiente,  24. 


CAPÍTULO  29 


509 


miento,  patetismo ;  así  el  cuadro  de  restauración  parece  compues- 
to con  más  técnica  que  inspiración;  los  grandes  poemas  gozosos 
del  libro  de  Emmanuel  no  se  repiten  aquí. 

Resumen  del  capítulo  29 :  con  una  simple  trasposición,  apoya- 
da por  indicios  convergentes,  hemos  logrado  una  visión  clara  del 
capítulo.  Son  dos  poemas  que  comienzan  con  "hoy"  :  el  primero 
de  unidad  cerrada,  dinámico ;  el  segundo  compuesto  de  miembros 
menos  ligados,  referidos  al  tema  común,  y  ordenados  según  un 
esquema  sabido  de  "pecado-castigo-restauración". 

Una  observación  repetida  a  lo  largo  del  capítulo  es  la  presen- 
cia de  versos  que  parecen  adiciones  inútiles  (respecto  a  la  conci- 
sión magistral  de  Isaías) :  2  b-3  c ;  7  b ;  23  b ;  y  la  prolongación  de 
imágenes  para  aclarar,  intensificar,  o  apurar  posibilidades  :4b; 
8;  llb-12;  16  be;  21.  Si  alguna  de  estas  prolongaciones  encaja 
bien  en  el  contexto  (4  b;  16  be),  las  otras  desentonan.  Estas  adi- 
ciones, y  la  colocación  de  d)  según  palabras  repetidas  casualmente, 
nos  hacen  pensar  en  una  segunda  redacción ;  quizá  un  discípulo 
editor,  que  añadió  material  del  profeta  pronunciado  en  diversa 
ocasión,  o  confrontó  diversas  versiones  del  mismo  tema. 


CAPÍTULO  30 


I 


1 


¡Ay  los  hijos  rebeldes!  —  oráculo  de  Yavé  — 
para  hacer  planes      sin  contar  conmigo, 
para  firmar  pactos      sin  contar  con  mi  espíritu, 
para  añadir     pecados  a  pecados. 


2  [2] 
2+2 
2+2 
2  +  2 


2 


Los  que  van  a  bajar  al  Egipto, 
a  cobijarse  a  la  sombra  de  Egipto, 
a  refugiarse  en  el  refugio  del  Faraón, 
—  y  mi  boca  no  consultan  — 


♦i 


4 


3 


5 


Será  para  vosotros  el  refugio  del  Faraón  vergüenza, 

el  cobijo  de  la  sombra  de  Egipto  sonrojo. 

Cuando  estén  sus  magistrados  en  Soán, 

sus  embajadores  lleguen  a  Hanes; 

quedarán  avergonzados  de  un  pueblo  que  no  sirve, 

un  pueblo  que  no  es  auxilio,  sino  vergüenza  y  confusión. 


II 


6 


"Oráculo  de  la  bestia  del  Negueb"  En  tierra  funesta  y  siniestra  3+3 
leones  y  leones  'rugen'  dragones  y  endriagos  revuelan ;  3+3 


510 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


a  lomo  de  burros  sus  bienes,         a  giba  de  camellos  sus  tesoros  ;  3+3 
llevan  a  un  pueblo  que  no  sirve;  vanidad  y  fracaso  su  auxilio.  3+3 
7    Por  eso  le  llamo  así:  "La  Furia  en  cuclillas".23 


III 

8   Ahora  ve  y  escríbelo  en  una  tablilla,  grábalo  en  bronce :  3+2+2  ('3+2?) 


que  sea  en  el  día  futuro  testigo  perpetuo.  3+2 

9    Porque  ése  es  un  pueblo  rebelde,  hijos  renegados;  3+2 

hijos  que  no  quieren  escuchar  la  ley  de  Yavé;  3+2 

10  los  cuales  dicen  a  los  videntes:  No  veáis;  3+2 
y  a  los  profetas:  No  nos  profeticéis  desventuras;  3+2 
decidnos  halagos,  profetizad  ilusiones.  3+2 

11  Apartaos  del  camino,  declinad  del  sendero,  3+2 
retirad  de  nuestra  vista  al  Santo  de  Israel.  3+2 


IV 


12  (Por  eso  así  dice  el  Santo  de  Israel :)  (4) 
Ya  que  rechazáis  esta  palabra,  4 
confiáis  en  la  mentira  y  perversión,  os  apoyáis  en  ella;  3+2 

13  por  eso  se  os  ha  de  volver  este  pecado  3+2 
como  brecha  saliente,  suspendida,  en  alta  muralla,  3+2 
que  súbito,  de  repente,  se  desmorona;  3+2 

14  como  fractura  de  vaso  de  loza,  quebrado  sin  piedad,  3+2 
hasta  no  quedar  de  su  quebranto  ni  un  cascote  2+2 
con  que  tomar  brasas  de  la  hoguera,  con  que  sacar  agua  de  la 

[cisterna.2*  3+3 

V 

15  Porque  así  decía  el  Señor  Yavé  el  Santo  de  Israel :  2+2+2 
en  la  conversión  y  el  reposo  seréis  salvos,  +  3 
en  la  quietud  y  confianza  vuestra  fortaleza;  3 

16  Pero  no  quisisteis,  dijisteis  que  no.  2+2 
"A  caballo,  corramos.  — Está  bien;  huiréis.  2+2 
—  A  corcel,  galopemos.     — Más  corre  el  que  persigue."  2+2 

17  Mil  huiréis  ante  el  reto  de  uno  solo,  hasta  quedar  2+3+2? 


como  mástil  en  la  cima  de  un  monte,  pendón  sobre  un  collado.25  3+2? 

23  He  imitado  las  aliteraciones  del  original.  El  "endriago",  animal  fantástico, 
corresponde  algo  a  la  fiera  del  original.  En  el  título  final  busco  la  ironía;  Gunkel 
traducía  "Das  gebándigte  Chaos",  de  acuerdo  con  su  teoría  mitológica. 

24  Una  misma  raíz  sbr  designa  en  el  original  la  quiebra  del  muro  y  la  fractura 
de  la  vasija. 

25  Sobre  el  sentido  de  los  cuatro  sustantivos  en  15b  véase  M.  Dahood,  CBQ  20 
(1958),  págs.  41-43-  Imposible  reproducir  el  juego  sonoro  de  16.  Dudoso  17a,  se  podría 
restaurar  "mil  temblarán  ante  el  reto  de  uno  solo,  ante  el  reto  de  cinco  huiréis". 
"Quedar"  y  "mástil"  hacen  un  juego  verbal  en  el  original. 


CAPÍTULO  30 


511 


VI 


18  Por  eso  espera  Yavé  para  apiadarse  4 
por  eso  calla  'Yavé1  para  compadecerse:  4 
porque  es  Dios  juicioso  Yavé.  Dichosos  los  que  esperan  en  él.  3+3 

19  Pueblo  de  Sión,  habitante  de  Jerusalén,  llorar  no  llorarás;  2+2+2 
que  piadoso  se  apiada,  a  la  voz  de  tu  queja,  al  oír  tu  gemido;  2+2+2 

20  cuando  os  haya  dado  el  pan  de  la  angustia,  el  agua  tasada.  2+2+2 
Podrán  tus  ojos  ver  a  tu  maestro,  2+2 

21  oirán  tus  oídos  una  voz  a  la  espalda  :  2+2 
"Éste  es  el  camino,  marchad  por  él;  2+2 
¡  vuelta  a  la  derecha,  vuelta  a  la  izquierda  ! "  2+2 

22  Tendrás  por  impuro  el  chapeado  de  tus  ídolos  de  plata,  4 
los  ornamentos  de  tus  imágenes  de  oro  desecharás  4? 
como  inmundicia;  "Basura"  los  llamarás.  4? 

23  Te  dará  la  lluvia  para  la  simiente  del  campo  ' '  4 
y  el  pan  de  la  cosecha  será  pingüe  y  sustancioso  1 '  4 
Tu  ganado  pacerá  ' '  en  prado  espacioso ;  4 

24  y  los  bueyes  y  asnos  que  trabajan  el  campo,  4 
comerán  forraje  fermentado,  bieldado  con  bieldo  y  horquilla.  3+3 

25  En  todo  monte  alto,  en  todo  collado  elevado,  '3+3 
habrá  arroyos  y  cauces  de  agua.  3? 
El  día  de  la  gran  matanza,  al  caer  de  las  torres.  2+2 

26  La  luz  de  la  "Cándida"  será  como  la  del  "Ardiente",  '2+2 
la  luz  del  "Ardiente"  siete  veces  mayor.  2+2 
El  día  en  que  ligue  Yavé  la  fractura  de  su  pueblo,  3+2 
cuando  cure  la  llaga  de  su  herida.26  3? 


He  indicado  la  lectura  rítmica  probable ;  con  mediano  esfuerzo  se 
podrían  igualar  las  irregularidades.  He  preferido  cambiar  poco 
el  texto. 

Estructura  general  :  El  capítulo  queda  señalado  por  la  pala- 
bra inicial  "Ay".  Los  últimos  versos,  27-33,  forman  una  unidad 
cerrada  y  completa  (como  los  primeros  del  cap.  29) ;  por  eso  pre- 
fiero tratarlos  aparte.  Lo  que  queda  son  seis  poemas  más  o  menos 
independientes,  ordenados  según  una  línea  teológica  conocida. 
I  y  II  ligados  por  el  tema  común :  denuncia  y  amenaza  de  pactos 
políticos  y  militares.  III,  IV,  V  forman  otro  grupo :  el  primer 
miembro  es  un  pecado  algo  genérico,  el  segundo  miembro  su  co- 
rrespondiente castigo ;  el  tercero  estrecha  el  doble  tema  pecado- 
castigo,  de  manera  que  los  tres  miembros  tienen  una  dimensión 

26  Para  las  correcciones  textuales  véase  el  aparato  de  BH.  El  verso  23  resulta 
más  amplio  en  el  original:  "Te  dará  la  lluvia  para  tu  simiente  que  sembrarás  en  el 
campo,  y  el  pan  de  la  cosecha  del  campo  será  pingüe  y  sustancioso,  pacerá  tu  ganado 
aquel  día  en  prado  espacioso",  ritmo  3  +  3  3  +  3  2  +  2+2.  La  "Cándida"  y  el  "Ar- 
diente" son  la  luna  y  el  sol. 


512 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


semejante  (lo  mismo  que  los  miembros  d,  b,  c  del  capítulo  29).  El 
poema  VI  recoge  múltiples  motivos  en  torno  al  tema  común 
genérico  de  la  restauración. 

La  ordenación  teológica  "pecado-castigo-restauración"  la  co- 
nocemos ya;  la  disposición  del  grupo  central  coincide  perfecta- 
mente con  la  del  capítulo  precedente: 

pecado  29,  15-16         30,  8-12 

castigo  9-lla  13-14 

pecado-castigo  13-14  15-17 

También  coincide  la  combinación  de  motivos  heterogéneos  en  el 
tema  de  la  restauración. 

Esta  línea  general  basta  para  orientarnos  y  conducirnos.  Es- 
tudiaré cada  sección  fijándome  particularmente  en  los  valores  de 
estructura  y  articulación. 

I.  1-5 

Estos  versos,  perfectamente  claros,  no  ofrecen  nada  llamativo. 
Dentro  del  tono  de  amenaza,  inducido  por  el  grito  inicial,  tienen 
más  bien  un  carácter  expositivo,  intelectual  y  concreto.  Desarrollo 
sencillo  de  tres  motivos  correlativos :  "sin  contar  conmigo"  (a), 
"cuentan  con  Egipto"  (b),  "fallará  la  cuenta"  (c).  Dados  estos 
motivos,  el  desarrollo  aplica  una  técnica  que  llamaría  "musical", 
con  más  artesanía  que  inspiración. 

En  la  traducción  he  señalado  tres  párrafos.  El  primero  marca 
con  énfasis  el  motivo  (o),  y  apunta  sin  concretar  el  (b) : 

¡  Ay  de  los  hijos  rebeldes! 
hacer  planes,  sin  contar  conmigo  =  firmar  pactos,  sin  contar  con  mi  espíritu 
para  añadir  pecados  a  pecados. 

El  paralelismo  central,  tan  marcado  de  ritmo,  rimas,  sinonimia, 
aliteraciones,  tiene  indudable  valor  enfático ;  insistencia  y  reite- 
ración : 

la'sót  'esa  welo'  minni 

linsok  masseka       welo'  rühi 

El  segundo  párrafo  repite  el  motivo  (a)  y  concreta  el  (b).  El 
tercer  párrafo  repite  el  motivo  (b)  y  desarrolla  el  (c).  Es  de  notar 
la  repetición  de  palabras,  que  articulan  formalmente  el  desarrollo, 
y  colocan  el  castigo  en  la  misma  línea  del  pecado.  El  esquema  del 
desarrollo  se  puede  formular: 


CAPÍTULO  30 


513 


a  ba  ba  a 
b  a  a  b 
ce    bb  ce 


o  bien 


a     ba    ba  a 
ba    ab  ce 
bb  ce 


como  se  ve,  una  clara  progresión,  un  simple  trenzado  de  motivos. 
Paralelismos  regulares,  binas  tópicas,  una  sola  imagen  mediana, 
ritmo  simétrico;  la  denuncia  y  la  amenaza  dichas  con  claridad.27 


Persiste  el  mismo  tema  "pacto  militar  con  Egipto",  persisten 
los  motivos  b  y  c ;  el  último  se  repite  a  la  letra;  en  cambio  b  se 
convierte  en  una  descripción  misteriosa;  ella  marca  el  tono  y  el 
ambiente  del  fragmento:  en  el  desierto  animales  salvajes  y  fan- 
tásticos, y  una  caravana  de  asnos  y  camellos  cargados  de  tesoros. 
Con  este  tono  misterioso  entonan  perfectamente  el  comienzo  enig- 
mático y  el  final  emblemático.  El  título  es  un  emblema  "la  bestia 
del  Negueb" ;  esta  misma  bestia  aparece  en  la  conclusión  con  un 
nuevo  título  o  emblema  burlesco ;  la  conclusión  recoge  y  soluciona 
burlescamente  el  enigma  del  comienzo.28 

A  pesar  de  las  relaciones  y  coincidencias,  qué  distinto  este 
poema  del  anterior;  y  qué  superior  en  inspiración.  La  ventaja 
no  está  precisamente  en  el  género:  un  "hoy"  y  un  "massV  ", 
pues  el  "hoy"  del  cap.  29  era  un  magnífico  poema.  La  diferencia 
de  calidad  está  en  el  lenguaje  imaginativo:  allí  había  claros  enun- 
ciados intelectuales,  y  un  poco  de  juego  formal ;  aquí  una  imagen 
breve,  de  grande  fuerza  sugestiva;  en  vez  del  juego  formal,  la 
sonoridad  hace  más  denso  y  expresivo  el  cuadro  (he  intentado 
reproducir  los  efectos  sonoros  en  mi  traducción) : 

be,eres  sara     wesüqa     labi'  walays  nohem     'ep'e  wesarap  me'opep 

Se  podría  considerar  el  primer  poema  como  una  explicación 
intelectual  del  segundo,  o  como  una  amplificación  algo  prosaica; 
pero  el  segundo  poema  contiene  su  propia  explicación  en  el  pen- 
último verso,  según  el  orden  frecuente  del  massa' :  "imagen  o  vi- 
sión, explicación". 

27  Es  difícil  decir  si  el  autor  juega  irónicamente  con  el  sentido  directo  y  tras- 
laticio de  la  palabra  "sombra";  el  pueblo  busca  "sombra"  en  el  árido  Egipto,  y  esa 
"sombra"   ardorosa  de  Egipto  le  enrojece  los  rostros,  de  vergüenza. 

28  También  podríamos  traducir  "bestia  del  Sur",  conservando  el  valor  de  em- 
blema; un  título  menos  burlesco  "la  bestia  domada". 


II.  6-7 


514 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


III-IV.  8-11.  12-14 

Los  imperativos,  que  señalan  un  nuevo  comienzo,  y  el  conte- 
nido del  mandato  dan  a  la  sección  un  carácter  de  unidad  cerrada 
y  completa.  Podía  existir  aparte,  con  vida  independiente;  proba- 
blemente así  fue  escrita.  Pero  también  contiene  elementos  que 
explican  su  inserción  aquí :  son  relaciones  temáticas  o  de  motivos : 

(a)  el  no  contar  con  Yavé  se  extiende  a  no  querer  contar  con 
los  profetas,  mensajeros  de  Yavé,  y  en  excluir  expresamente  la 
presencia  molesta  de  Yavé ;  las  breves  fórmulas  de  I  "welo'  minni, 
welo'  rúhi,  üpi  lo'  sa'alú"  son  como  una  pequeña  simiente  del 
desarrollo  de  III.  Al  adjetivo  "sórerim"  de  I  corresponden  los 
apelativos  "  'ara  meri  banim  kehasim  banim  lo'  'abü  semó'  tórat 
Yahwe". 

(b)  el  contar  con  Egipto  pasa  a  un  plano  superior,  genérico : 
el  confiar  y  apoyarse  en  la  mentira  y  perversión.  Aquí  se  invierte 
la  proporción :  III  nos  da  en  apunte  lo  que  I  y  II  desarrollan. 

(c)  el  fallar  la  cuenta  tiene  aquí  un  desarrollo  amplio ;  la  idea 
del  fracaso,  de  la  perfecta  inutilidad  está  inserta  en  la  imagen, 
mientras  I  y  II  la  formulaban  explícitamente. 

En  conjunto,  esta  sección  respecto  de  la  anterior  es  como  la 
conducta  general  respecto  de  una  acción  concreta.  Esta  superior 
universalidad  no  está  obtenida  o  comunicada  en  enunciados  abs- 
tractos, universales,  sino  en  discursos  e  imágenes  concretas.  Lo 
universal  se  transparenta  en  la  imagen  concreta,  el  lenguaje  poé- 
tico es  trascendente. 

En  cuanto  al  desarrollo,  el  autor  emplea  un  procedimiento 
que  analicé  en  el  capítulo  sobre  la  sinonimia  :29  consiste  en  la  su- 
cesiva bifurcación  de  cada  elemento;  la  bifurcación  alcanza  hasta 
el  último  miembro,  la  segunda  fractura,  los  usos  del  cascote;  un 
movimiento  homogéneo  impera  en  toda  la  sección  (por  eso  no 
acepto  el  tachar  el  verso  14,  como  hace  Procksch).  Este  procedi- 
miento, aplicado  consecuentemente,  es  cosa  nueva  en  Isaías;  si 
aceptamos  la  teoría  de  Procksch,  que  considera  el  fragmento 
como  una  especie  de  testamento  destinado  a  prolongar  su  ac- 
ción (8  b),  el  procedimiento  señalado  se  hace  sugestivo :  el  pensa- 
miento del  anciano  se  va  alargando  en  una  sucesiva  resonancia 
que  prolonga  su  voz. 

29    Página  248. 


CAPÍTULO  30 


515 


Para  mantener  la  cohesión  de  tan  curioso  desarrollo  hay  una 
serie  de  repeticiones  con  valor  articulatorio:  "dicen-dice,  Santo 
de  Israel,  esta  palabra-este  pecado". 

Las  dos  imágenes  en  que  se  explica  la  " ruina"  y  la  "quiebra" 
de  los  pecadores  son  originales  y  vigorosas  en  su  redacción  con- 
creta. La  palabra  hebrea  "seber"  es  frecuente  en  su  sentido  di- 
recto y  metafórico;  la  metáfora  está  casi  lexicalizada  (como  "rui- 
na" y  "quiebra"  en  castellano).  En  el  caso  presente  las  imágenes 
están  actualizadas  con  gran  eficacia. 

En  la  primera  son  infrecuentes  el  adjetivo  "nib'e"  (Is.  64,  1), 
y  la  bina  "pit'om  peta*  " ;  esa  brecha  de  cerco  prominente  y  sus- 
penso, y  el  repentino  desmoronarse  son  detalles  que  dan  calidad 
a  una  imagen ;  exacta  y  concisa. 

La  segunda  imagen  se  aparta  de  lo  común :  "nebel  yóserim" 
(cacharro  de  loza)  es  término  poco  frecuente;  raros  son  los  ver- 
bos hatah  y  hasap,  escasa  la  raíz  yqd,  rarísima  la  palabra  "gebe'  " 
(aquí  y  en  Ez.  47,  11).  Además  la  sonoridad  es  dura  por  la  abun- 
dancia de  explosivas  K  T  y  gutural  H. 

"katüt  lo'  yahmol...  bimkittató  heres  lahtót  'es 
miyyaqüd  lahsop..." 

La  visión  de  escenas  caseras  hace  viva  y  grata  la  imagen,  enér- 
gica la  aplicación. 

El  ritmo  ha  sido  regular  3  +  2,  con  alguna  interrupción  en 
pasos  de  enlace,  y  con  cambio  al  final  2  +  23  +  3. 

V.  15-17 

La  introducción  de  palabras  divinas  y  el  ritmo  2  +  2  +  2  se- 
ñalan nuevo  comienzo.  Una  variación  del  motivo  (a)  nos  dice 
claramente  cuál  era  el  plan  de  Yavé  con  el  que  no  contaban 
—  "minni,  rühi  1;  pi  2;  tórat  Yahwe  9;  dabar  hazze  13 — .  Ese 
plan  está  dicho  con  la  insistencia  de  cuatro  sustantivos,  aspectos 
casi  equivalentes  de  la  fundamental  fe  y  confianza  en  Dios,  di- 
chos directamente  sin  imagen  (recuérdese  28,  16). 

Hay  otras  repeticiones  que  engranan  este  fragmento  en  el 
capítulo:  "apoyarse,  confiar"  12c  (IV)  "no  queréis"  9b  (III). 
Son  datos  concretos  con  valor  genérico. 

Sigue  un  diálogo  rapidísimo,  en  que  alternan  el  plan  humano 
y  el  fracaso  anunciado  por  Dios.  Lo  mejor  del  fragmento  es  esta 


516 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


brevísima  escena  de  sorprendente  rapidez  y  densidad.  En  dos 
versos  el  hombre  dice  su  proyecto  y  Dios  lo  vuelve  contra  él :  co- 
rreremos —  pero  ese  correr  será  huyendo,  galoparemos  —  pero  el 
perseguidor  es  más  rápido.  Hay  que  notar  también  las  alitera- 
ciones : 

'al  sus  nanüs  'al  ken  tenüsün  n  s  ü 

'al  qal  nirkab  yiqqalü  rodepékem      Ir  kq 

La  conclusión  nos  da  otra  imagen,  querida  de  Isaías,  nueva 
en  su  aplicación ;  notemos  la  aliteración  "nótartem  kattoren" ; 
hay  también  un  doble  contraste  de  números  "mil  ante  uno...  has- 
ta quedar  como  un  mástil"  solitario.  La  manera  de  apurar  la  con- 
clusión hasta  el  final  "hasta  quedar...",  se  parece  al  final  de  IV 
"y  no  queda  ni  un  cascote...". 

Resumen  de  I-V :  Dos  cosas  hemos  apreciado.  Por  una  parte 
la  diversidad  estilística  de  los  elementos,  y  su  carácter  cerrado, 
completo.  El  escritor  fecundo  en  recursos  se  ha  vuelto  a  mostrar, 
incluso  con  alguno  nuevo ;  imágenes  sabidas  se  vuelven  nuevas 
en  sus  manos.  A  pesar  de  la  diversidad  estilística  y  de  la  autarquía 
de  los  fragmentos,  existe  una  relación  de  temas  y  motivos  sufi- 
ciente para  componer  en  unidad  superior  los  miembros ;  compo- 
sición intelectual,  algo  distante  y  calculada;  algo  así  como  un 
tríptico  en  que  cada  tabla  tiene  individualidad  y  perfección  pro- 
pias, o  también  —  en  términos  musicales  —  como  tres  tiempos 
de  una  sonata  no  cíclica. 

VI.  18-26 

Procksch  ha  enlazado  los  dos  primeros  versos,  18  a  b,  como 
conclusión  de  lo  anterior.  No  me  satisface.  Los  dos  "laken"  po- 
dían indicar  nexo  causal;  la  "espera"  y  el  "silencio"  (yiddóm) 
de  Yavé  tienen  algo  de  castigo ;  pero  el  tema  de  restauración  está 
bien  claro  en  los  verbos  sinónimos  "hnn,  rhm",  en  la  bienaventu- 
ranza "  'asré",  y  el  adjetivo  "juicioso"  (mispat)  no  implica  sen- 
tido punitivo.  Además,  la  comparación  del  mástil  tenía  carácter 
claramente  conclusivo. 

Considero,  pues,  18  a  b  como  un  comienzo  en  forma  de  enun- 
ciado teológico :  Yavé  castiga  a  su  pueblo,  incluso  prolonga  el 
castigo,  para  purificar,  para  salvar;  por  eso  son  dichosos  los  que 
esperan  en  Él  (en  15  b  era  la  fe  y  confianza;  aquí  es  algo  parecido, 
la  esperanza).  Y  hay  que  notar  la  repetición  del  verbo  "esperar" 


CAPÍTULO  30 


517 


al  principio  y  fin  del  enunciado,  con  sentido  distinto ;  el  minúsculo 
prólogo  queda  así  cerrado  y  completo  en  sí  mismo. 

Los  dos  vocativos  y  el  ritmo  2  +  2  +  2  tienen  algo  de  nuevo 
comienzo.  BH  estampa  este  fragmento  como  si  fuera  prosa;  creo 
que  el  ritmo  es  marcado  y  regular,  y  las  rimas  lo  subrayan : 

hanón  yohneka  Tqól  za'qeka  kesom'ató  'anak 

wehayü  'énéka     ro'ót  móréka 
we'oznéka  tisma'na  dabar  me'ahréka 

En  el  desarrollo  notamos :  las  repeticiones  afectuosas,  con  vo- 
cativos y  en  segunda  persona;  la  referencia  transitoria  al  tiempo 
de  la  aflicción  (impuesta  por  el  mismo  Yavé  "wenatan  lakem' ') ; 
el  contraste  de  esta  docilidad  "ver  y  oír"  con  la  rebelión  de  10-11 
"no  veáis,  decidnos  halagos,  quitad  de  nuestra  vista" ;  el  contraste 
de  este  ir  encaminados  "éste  es  el  camino,  marchad  por  él...", 
con  el  extravío  voluntario  de  10  "quitaos  del  camino,  declinad  del 
sendero".  También  hay  que  notar  esa  linda  escena  pastoral  en 
dos  versos :  la  voz  del  pastor  a  la  espalda  dirige  los  movimientos.30 

El  verso  22  también  se  debe  leer  rítmicamente.  Incluso  recu- 
rre la  rima  -ka: 

wetimme'ta  'et-sippuy  pesilé  kaspeka 
we'et  —  'apuddat  massekat  zehabeka 

La  terminología  es  selecta  "sippuy,  ,apuddah,  dawa",  la  imagen 
"dawa,  só'a"  es  ruda.  Pero  el  motivo  de  los  ídolos  no  tiene  en- 
lace en  el  capítulo. 

El  cuadro  de  las  bendiciones  es  mucho  más  original :  palabras 
como  belil  (forraje),  hamis  (fermentado),  mizra  (bieldo),  rahat 
(horquilla),  kar  (prado)  son  hapaxlegómenas  o  rarísimas.  Ellas 
le  dan  un  carácter  concreto,  casi  pintoresco  ;  es  la  manera  de  es- 
cribir de  quien  conoce  de  cerca  el  oficio,  o  porque  lo  vive,  o  por 
curiosidad  literaria.  Es  el  mismo  tono  de  la  parábola  agrícola 
de  28,  24-28,  dicha  allí  con  más  alarde  técnico  y  diversa  aplica- 
ción. Las  bendiciones  alcanzan  al  campo  y  a  los  animales  que  lo 
trabajan. 

Las  bendiciones  de  Dt.  11,  14,  con  su  enumeración  concreta, 
no  llegan  a  la  misma  precisión,  y  se  quedan  en  términos  más  co- 

30  L,os  que  corrigen  la  palabra  "a  tu  espalda"  eliminan  la  imagen  pastoril. 
Cfr.  Penna. 


34.  —  Schókel.  —  Poética  hebrea 


518 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


nocidos,  más  elementales  " lluvia,  trigos,  mosto,  aceite,  hierba,  ga- 
nados". Algo  más  concretas  son  las  de  Dt.  28:  recuerdan  la  llu- 
via, hablan  de  desviarse  a  derecha  e  izquierda,  añaden  algún  dato 
peculiar  "bendita  tu  canasta  y  tu  artesa" ;  pero  el  conjunto  no  es 
comparable  con  Is.  30. 

Por  eso  es  más  extraño  que  este  cuadro  de  bendiciones  tan 
concretas  desemboque  en  datos  de  fantasía  irreal,  cada  vez  más 
fantásticos :  en  las  cimas  de  los  montes  y  colinas  "arroyos  y  cau- 
ces de  agua"  ("peleg"  diez  veces  en  la  Biblia,  "yiblé-maym"  tres 
veces).  Más  aún  el  dato  cósmico  de  la  luz  ("lebana"  es  nombre 
poético  de  la  luna,  que  ocurre  en  Is.  24,  23;  30,  26;  Cant.  6,  10; 
"hamma"  término  poético  para  el  sol,  que  ocurre  además  en 
Job  30,  28).  Realmente,  el  salto  desde  el  "forraje  fermentado, 
bieldado  con  bieldo  y  horquilla"  hasta  "la  blanca  y  el  ardiente" 
que  multiplican  su  luz,  es  un  auténtico  salto  lírico ;  este  bandazo 
estilístico  hace  pensar  o  en  un  súbito  rapto  de  entusiasmo  del 
poeta,  o  en  una  mano  ajena.  Para  confirmar  la  impresión,  ahí 
están  esos  datos  del  día  futuro :  "el  día  de  la  gran  matanza,  al 
caer  de  las  torres".31 

Terminamos  el  fragmento,  y  el  capítulo,  con  una  visión  en  la 
que  se  están  fundiendo  la  restauración  del  pueblo  y  el  castigo  de 
los  enemigos.  Pero  para  llegar  hasta  allí,  el  paso  ha  sido  sacu- 
dido, violento.  Lo  mismo  que  en  el  capítulo  29,  registramos  que 
el  poema  de  la  restauración  está  compuesto  por  yuxtaposición  de 
elementos  heterogéneos.  Es  muy  probable  que  Isaías  haya  escrito 
algunos  de  estos  versos;  es  muy  fácil  para  un  discípulo  o  editor 
insertar  nuevos  elementos,  incluso  versos  sueltos  originales  o 
atribuidos  al  maestro.  La  imagen  pastoril  tiene  enlaces  con  otros 
miembros  del  capítulo;  las  bendiciones  agrícolas  se  pueden  acor- 
dar con  la  escena  pastoril.  Pero  el  motivo  de  la  idolatría,  el  agua 
en  las  montañas,  la  luz  estelar  prodigiosa  no  tienen  puntos  de 
enlace  con  el  resto. 

Contemplando  ahora  el  conjunto,  observamos  este  orden  de 
ideas :  Dios  amenaza  a  su  pueblo  por  las  alianzas  indebidas,  el 
castigo  sucede  en  el  plano  del  pecado.  Repite  la  amenaza  en  tono 
más  general,  el  castigo  actúa  hasta  dejar  unos  pocos.  Entonces 
interviene  la  misericordia  divina,  y  el  pueblo  se  convierte.  Dios  le 
colma  de  bendiciones,  y  castiga  a  sus  enemigos. 


31  Esa  serie  de  datos  tienen  sabor  escatológico;  si  están  en  su  puesto  original, 
trasladan  la  restauración  a  un  horizonte  definitivo. 


CAPÍTULO  30 


519 


Semejante  proceso  de  ideas  no  es  único  ni  nuevo;  es  la  con- 
ducta constante  de  Yavé  con  su  pueblo ;  el  redactor  que  elaboró  el 
libro  de  los  Jueces  formuló  con  bastante  claridad  esta  constante 
de  teología  de  la  historia ;  en  algunos  salmos  se  encuentra  com- 
pleta o  en  parte ;  es  frecuente  en  la  literatura  profética.  Es  decir, 
un  proceso  dialéctico,  un  movimiento  ordenado  preside  la  com- 
posición de  las  partes ;  éstas  se  encuentran  no  en  pura  yuxta- 
posición—  casual  o  torpe — ,  sino  organizadas  por  una  ley  ar- 
tística intelectual. 

No  hay  ninguna  dificultad  en  admitir  que  el  mismo  profeta 
haya  reunido  más  tarde,  conscientemente,  fragmentos  compuestos 
con  cierta  independencia.  Sería  una  tarea  intelectual  en  nada  in- 
digna de  Isaías.  Literariamente  también  es  posible  un  orden  pla- 
neado de  antemano,  y  realizado  poco  a  poco,  en  escenas  cerradas, 
al  compás  de  una  inspiración  y  un  trabajo  sucesivo;  esta  expli- 
cación es  posible,  pero  menos  probable. 

30,  27-33 


27  Mirad  a  Yavé,  que  viene  de  lejos:  2+2 
ardiendo  su  cólera,  espesa  humareda ;  2+2 
sus  labios  llenos  de  furor,  su  lengua  como  fuego  devorador,  3+3 

28  su  aliento  como  torrente  desbordado,  +  3 
'crece  y'  alcanza  hasta  el  cuello.  3 
Para  cribar  a  los  pueblos  en  criba  de  exterminio,  2+2 
para  echar  brida  de  extravío  a  la  quijada  de  las  naciones.  2+2 

30  Yavé  hará  escuchar  la  gloria  de  su  voz,  2+2 
Yavé'  hará  ver  su  brazo  que  descarga ;  2+2 
con  cólera  airada,  con  llama  devorante,  2+2 
tormenta  y  aguacero,  y  piedra  de  granizo.  2+2 

31  A  la  voz  de  Yavé  temblará  Asur;  2+2 

32  y  será  todo  golpe  que  descargue  Yavé  2+2 
con  cetro  que  hiere,  con  vara  de  castigo.  2+2 

29  Pero  tú  entonarás  un  canto,  como  en  noche  sagrada  de  fiesta;  3+3 
gozo  del  corazón,  al  compás  de  la  flauta,  2+2 
marchando  a  Monte- Yavé,  a  la  Roca  de  Israel,  2+2 

32b  con  panderos  y  cítaras,  y  'pasos'  de  danza.  2+2 

33  Que  está  preparado  un  Tofet,  dispuesto,  'ancho'  y  profundo  3+3 
una  pira  de  fuego,  con  leña  abundante;  2+2 


y  el  soplo  de  Yavé,  como  torrente  de  azufre,  en  él  prenderá.32  2+2+2 

32  Traducción.  27a  "humareda",  la  raíz  original  ns'  dice  el  alzarse  de  la  co- 
lumna de  humo.  28a  añado  "crece"  para  igualar  el  ritmo.  Me  parece  imposible  man- 
tener el  orden  del  texto  masorético,  y  propongo  una  reordenación  probable;  igual- 
mente probable  sería  colocar  la  cuarta  estrofa  2Q+32b  como  segunda,  lo  cual  nos 
daría  una  distribución  rítmica  ordenada:  seis  versos  de  teofanía,  cuatro  de  gozo  del 
pueblo,  cuatro  de  acción  divina,  seis  versos  con  la  presencia  de  Asur  y  el  Tofet. 


520 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Un  magnífico  poema,  de  los  mejores  de  Isaías.  El  texto  está 
mal  conservado,  y  no  queda  más  remedio  que  introducir  algunas 
correcciones.  Con  ellas,  salvamos  ritmo  y  paralelismo  y  dejamos 
clara  la  estructura  del  poema. 

El  "hinne"  es  un  buen  comienzo,  que  puede  recordar  un 
massa'  (17,  1;  19,  2;  Jr.  47,  2;  Ez.  29,  3;  35,  3),  o  un  oráculo 
de  amenaza  (Jr.  6,  22) ;  también  el  motivo  del  vengador  que  viene 
de  lejos  es  comienzo  conocido  (5,  26;  19,  1 ;  21,  1 ;  Jr  6,  22; 
25,  9;  50,  3;  Ez.  39,  2). 

El  final  cierra  con  la  mención  de  Yavé,  y  con  la  fórmula  rít- 
mica conclusiva  2  +  2  +  2. 

El  cuerpo  se  reparte  en  breves  escenas :  la  figura  gigantesca 
de  Yavé,  sus  atributos  de  la  tempestad,  el  castigo  de  Asur,  el 
gozo  de  Israel,  la  hoguera  final. 

El  poema  entero  emplea  un  lenguaje  de  imágenes,  tomadas 
de  diversos  campos :  fuego,  agua,  tempestad,  golpes  de  vara,  can- 
tos y  danzas,  pira  de  fuego.  Pero  el  conjunto  no  resulta  heterogé- 
neo, porque  un  común  aliento  poético  lo  funde  y  vivifica  todo. 

Motivos  :  El  tema  concreto  es  la  liberación  del  pueblo  con  el 
castigo  de  Asur.  Este  tema  está  visto  a  través  de  los  motivos 
literarios  e  históricos  de  la  liberación  por  antonomasia,  con  el  cas- 
tigo de  Egipto :  a  ella  se  pueden  reducir  muchos  datos  patentes, 
como  la  noche,  la  teofanía  del  Sinaí  en  la  tormenta,  las  plagas 
o  golpes,  el  brazo  que  descarga ;  este  gran  acontecimiento  histórico 
se  conmemora  en  una  fiesta  nocturna,  con  música  y  danzas  —  co- 
mo Miriam  en  Ex.  15  — ,  con  una  marcha  hacia  el  Monte  de  Yavé 
—  como  el  Sinaí,  en  la  marcha  hacia  la  tierra  prometida  — .  A  la 
fiesta  nocturna  pertenece  una  gran  hoguera,  que  se  ha  preparado 
días  antes,  en  el  sitio  de  las  ofrendas  humanas  por  el  fuego,  quizá 
para  quemar  los  ídolos. 

La  criba  y  la  brida  son  motivos  nuevos ;  el  cetro  y  vara  lo  he- 
mos encontrado  en  8,26,  con  la  alusión  explícita  de  Egipto ;  el 
torrente  de  azufre  recuerda  el  castigo  de  Sodoma  (cfr.  Is.  34, 
9-10). 

Casi  todos  los  detalles  del  poema  recuerdan  pasos  semejantes ; 
la  composición  de  dichos  detalles  en  un  poema  es  nueva. 

Los  antropomorfismos  son  frecuentes  en  la  Biblia,  con  diver- 
sas características.  Unas  veces  es  directo  e  ingenuo ;  es  decir,  in- 
genuo desde  nuestro  punto  de  vista ;  ingenuo,  o  sea,  anterior  a  la 
reflexión,  anterior  al  planteamiento  del  problema.  El  hombre,  el 
poeta,  concibe  y  enuncia  sencillamente,  todavía  no  se  ha  vuelto 


CAPÍTULO  30 


521 


a  pensar  sobre  su  concepción,  y  no  sospecha  que  esa  concepción 
encierra  un  problema  y  un  día  se  le  volverá  problemática.  El  Dios 
que  se  pasea  por  el  Paraíso  para  disfrutar  de  la  brisa  vespertina, 
el  que  baja  para  contemplar  esa  torre  gigantesca  que  levantan 
los  mortales,  pertenece  a  esta  categoría  de  antropomorfismo  in- 
genuo. Abraham,  aunque  procede  de  la  floreciente  cultura  urbana 
de  Ur,  parece  tratar  con  Dios  con  la  misma  ingenua  sencillez, 
que  no  estorba  al  respeto.  En  el  orden  literario,  ésta  es  la  visión 
inmediata  de  los  niños,  que  los  mayores  encontramos  muchas  ve- 
ces tan  poética. 

Se  interpone  una  etapa  de  reflexión :  el  hombre  problematiza 
su  concepción,  y  la  enmienda  afinándola.  Ya  no  se  puede  llegar  a 
la  visión  inmediata  por  el  camino  de  la  ingenuidad  —  perdida  la 
inocencia  poética  — ,  y  se  ensaya  el  camino  de  la  audacia :  se 
acepta  el  antropomorfismo,  a  sabiendas  de  su  inadecuación;  in- 
cluso se  aborda  un  antropomorfismo  más  inadecuado,  más  brutal, 
como  no  lo  hubiera  intentado  la  ingenuidad :  p.  e.,  Dios  aparece 
como  soldado  borracho  de  vino,  o  con  los  vestidos  rojos  de  hollar 
enemigos;  o  del  antropomorfismo  se  baja  al  zoomorfismo :  "será 
para  ellos  como  león,  como  pantera  agazapada  en  el  camino,  les 
asaltaré  como  osa  a  quien  roban  las  crías,  les  rasgaré  en  el  pe- 
cho el  corazón"  (Os.  13,  8). 

Este  tipo  de  imágenes  provocan  un  primer  efecto  de  sorpresa 
impresionante;  después  crean  una  enorme  tensión  entre  los  dos 
términos  de  la  síntesis  metafórica;  tensión,  drama  en  síntesis, 
que  tiende  a  resolverse  en  la  percepción  y  vivencia  muy  honda 
e  intensa  de  una  cualidad  o  actividad  de  Dios.33 

Uno  de  los  valores  literarios  impresionantes  del  libro  de  Job 
es  esa  audacia  del  protagonista  en  su  diálogo  con  Dios ;  mucho 
más  dramática  resulta  dicha  tensión  que  la  suscitada  por  la  dis- 
cusión con  los  interlocutores ;  a  dicha  tensión  interna  corresponde 
como  solución,  artísticamente  magnífica,  la  aparición  de  Dios  que 
interpela;  la  solución  consiste  en  restablecer  la  distancia,  y  en 
perdonar  la  audacia. 

El  poema  que  analizamos  aplica  también  este  recurso :  Yavé 
es  un  formidable  guerrero,  que  hace  ver  sus  labios,  lengua,  aliento, 
brazo,  que  hace  escuchar  su  voz,  que  maneja  la  criba,  la  brida, 
la  vara.  Esta  visión  de  Yavé  es  una  de  las  fuerzas  que  dan  cohe- 
sión interna  al  poema. 


33    Véase  el  certero  análisis  de  Lowth,  o.  c,  pág.  176. 


522 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


La  segunda  son  las  dimensiones  cósmicas:  el  aliento  es  como 
un  torrente  desbordado  que  crece  hasta  el  cuello,  las  gentes  son 
como  granos  en  la  inmensa  criba,  las  naciones  son  como  caballos 
embridados,  los  elementos  de  la  tempestad,  todo  esto  son  datos 
que  dilatan  las  dimensiones  de  Yavé  vengador;  si  por  una  parte 
suavizan  la  audacia  del  antropomorfismo,  por  otra  parte  hacen 
más  vigorosa  e  impresionante  la  figura  del  vengador;  su  medida 
son  las  distancias  y  las  fuerzas  elementales  de  la  naturaleza. 

Situado  el  poeta  —  y  el  lector  —  en  este  plano  sobrehumano, 
la  sucesión  de  las  imágenes  no  es  incoherente.  Aunque  el  arran- 
que sea  una  visión  de  tormenta,  el  poeta  pasa  a  la  visión  superior 
de  una  figura  humana  gigantesca  —  labios,  lengua,  brazo  — ,  a  la 
que  pertenecen  los  datos  de  la  tormenta  —  humo,  fuego,  torren- 
te — ,  y  que  puede  enfrentarse  ella  sola  con  pueblos  enteros,  para 
zarandearlos  (notemos  los  adjetivos)  "en  criba  de  exterminio", 
y  echar  a  sus  quijadas  "brida  de  extravío". 

Desarrollo  :  la  actuación  de  Yavé  sucede  en  tres  tiempos.  La 
primera  escena  nos  lo  señala  a  lo  lejos :  puros  datos  visuales 
(cierto  predominio  de  sonidos  H  y  ').  Al  acercarse,  en  la  segunda 
escena,  se  escucha  la  voz  ('et-hod  q<51<5)  y  el  verso  se  carga  de 
consonantes,  por  los  segolados : 

beza'p  ap  welahb  'es  'ókela  naps  wazirm  we'abn  barad 
(BP  LRN  ') 

procedimiento  que  conocemos  de  28,  2.  La  escena  tercera,  el  va- 
puleo de  Asur,  presenta  el  texto  confuso.  La  cuarta  escena  es  el 
gozo  de  la  fiesta:  hay  que  notar  la  sonoridad  de  los  versos  cen- 
trales : 

wsmht  lbb    khlk  bhll  Ib  bhr  Yhw  '1  sr  ysr'l 

El  ritmo  de  los  tres  primeros  versos  es  bastante  marcado : 

oó  oó  oó,     oó  oó  oó 
ooó  oó,        ooó  ooó 
oóo  ooó,      oó  ooó 

el  último  verso  ofrece  un  texto  confuso,  que  no  permite  conclu- 
siones. 

La  quinta  escena  es  la  gran  pira.  El  poeta  acumula  los  datos 
que  pueden  hacer  grande  y  siniestra  la  pena:  "ancho  y  profundo, 
hoguera  de  fuego,  leña  abundante"  señalan  la  grandeza.  La  tras- 
cendencia trágica  está  señalada  por  tres  datos :  el  estar  prepara- 


CAPÍTULOS  34-35 


523 


da,  el  sitio  del  Tofet  (con  sus  lúgubres  recuerdos),  y  el  ser  el 
"  soplo  de  Yavé"  quien  lo  enciende,  como  torrente  de  azufre 
(como  en  Sodoma). 

El  proceso  ha  sido  bien  claro:  Yavé  vengador  con  criba  y 
freno,  Yavé  vengador  en  la  tormenta;  terror  y  castigo  de  Asur, 
gozo  del  pueblo;  Yavé  vengador  en  la  hoguera. 

Los  últimos  capítulos  del  libro  de  Isaías  recogerán  estos  temas 
y  esta  tonalidad:  Yavé  vengador  que  avanza  63,  1-6;  64,  1-2; 
66,  15;  castigo  del  enemigo  y  gozo  del  pueblo  65,  13-14;  66, 
5-6.10-14;  la  hoguera  final  66,  24. 


CAPITULO  34 

1  Acercaos,  pueblos  a  escuchar, 
naciones,  atended; 

escuche  la  tierra  y  su  plenitud, 
el  orbe  y  sus  vástagos. 

2  QUE  está  airado  Yavé  contra  los  pueblos, 
enfurecido  contra  las  'naciones'. 

Los  consagra  al  exterminio, 
los  entrega  a  la  matanza. 

3  Sus  heridos  yacen  arrojados, 
de  sus  cadáveres  sube  el  hedor. 

4  Se  disuelven  los  montes  en  su  sangre, 
se  pudren  los  'collados  en  su  grasa'. 

Se  enrollan  como  un  volumen  los  cielos, 
se  marchitan  sus  milicias  [estelares] 
como  se  marchita  la  hoja  de  la  parra, 
como  se  marchita  la  higuera. 

5  QUE  se  embriaga  en  los  cielos 
la  espada  de  Yavé: 

miradla  bajar  a  la  'tierra', 

en  sentencia  contra  un  pueblo  proscrito. 

6  La  espada  de  Yavé  chorrea  sangre, 
está  grasicnta  de  sebo; 

de  sangre  de  corderos  y  cabritos, 
de  sebo  de  ríñones  de  carneros. 

QUE  Yavé  hace  un  sacrificio  en  Bosra, 
grande  matanza  en  Edom. 

7  Y  caen  los  búfalos  juntos 
con  los  bueyes  y  los  toros. 


524 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POETICAS 


Se  empapa  la  tierra  en  su  sangre, 
el  polvo  está  grasiento  de  su  sebo. 

8  QUE  es  el  día  de  la  venganza  de  Yavé, 
año  del  desquite  para  la  causa  de  Sión. 

9  Se  transforman  sus  torrentes  en  pez, 
el  polvo  en  azufre  'ardiente' ; 

10  noche  y  día  no  se  apaga, 
asciende  el  humo  eternamente. 
De  edad  en  edad  desolada, 

por  siglos  de  siglos  nadie  transita. 

11  La  poseen  el  pelícano  y  el  mochuelo, 
la  lechuza  y  el  cuervo  la  habitan. 

Yavé  tiende  sobre  ella  la  plomada  del  vacío, 
el  nivel  de  destrucción. 

12  Y  no  queda  'nombre'  para  llamar  su  reino, 
y  sus  príncipes  vuelven  a  la  nada. 

13  Crecen  en  sus  palacios  las  espinas, 
ortigas  y  cardos  en  sus  torreones. 

Se  vuelve  cubil  de  chacales, 
morada  de  las  crías  de  avestruz ; 

14  se  reúnen  hienas  y  gatos  salvajes, 
el  sátiro  llama  a  su  compaña; 
allí  mora  el  fantasma  nocturno, 
allí  encuentra  manida. 

15  La  serpiente  anida  y  desova, 
incuba  y  empolla  sus  huevos. 
Allí  se  congregan  los  buitres, 
no  falta  el  macho  a  la  hembra. 

16  Estudiad  el  libro  de  Yavé: 
ni  uno  solo  de  ellos  falta; 

que  la  boca  de  Yavé  lo  ha  ordenado, 
su  aliento  los  ha  congregado. 

17  Él  echa  sobre  ellos  sus  suertes, 

su  mano  hace  reparto  con  las  cuerdas. 

Eternamente  la  poseerán, 

la  habitarán  de  edad  en  edad.34 

34  Traducción.  Señalo  con  mayúsculas  la  articulación  del  cuádruple  "Que". 
Corrijo  dos  veces  §b',  que  encuentro  fuera  de  puesto,  2a. 4a;  completo  2b;  dudosa  la 
lectura  "collados  en  su  grasa"  4a.  En  5b  leo  "tierra"  en  vez  de  Edom:  con  ello  se 
marca  el  movimiento  "cielos-tierra",  no  se  descubre  prematuramente  el  nombre  con- 
creto. En  9  corrijo  tachando  repeticiones  inútiles,  dejando  claro  el  paralelismo  y  res- 
taurando la  aliteración  'prh  gpryt  b'rh.  La  lectura  "nombre"  en  12  la  justifico  en 
el  comentario. 


CAPÍTULOS  34-35 


525 


35 

1  Se  regocijará  el  desierto  y  el  yermo, 
se  alegrará  el  páramo  y  el  'erial'; 

2  florecer  florecerá  como  narciso, 
alegre  se  alegrará  y  jubilará. 

Le  conceden  la  gloria  del  Líbano, 
la  hermosura  del  Carmelo  y  el  Sarón. 
Y  verán  la  gloria  de  Yavé, 
la  hermosura  de  nuestro  Dios. 

3  Confortad  las  manos  desfallecidas, 
las  rodillas  vacilantes  afirmad, 

4  decid  a  los  cobardes  de  corazón : 
Confortaos,  no  temáis. 

Mirad  a  vuestro  Dios  y  su  venganza. 
Él  'trae  el  desquite  y  os  salvará'. 

5  Se  desplegarán  los  ojos  de  los  ciegos, 
los  oídos  de  los  sordos  se  abrirán, 

6  saltará  como  un  ciervo  el  cojo, 
jubilará  la  lengua  del  mudo. 

Porque  se  han  alumbrado  en  el  desierto  aguas, 
torrentes  en  el  yermo; 

7  lo  árido  será  un  estanque, 

el  páramo,  manatial  de  agua. 

El  cubil  donde  se  acogían  los  chacales 
será  'tierra'  de  cañas  y  juncos. 

9    No  habrá  allí  leones, 
ni  subirán  bestias  feroces. 

8  Y  habrá  una  calzada  'para  el  pueblo'. 
Vía  Sacra  la  han  de  llamar. 

No  pasará  por  ella  el  impuro, 
los  sencillos  no  se  descarriarán. 

10    Irán  por  allí  los  redimidos, 

los  salvados  de  Yavé  retornarán. 
Vendrán  a  Sión  con  júbilo, 
gozo  eterno  sobre  sus  cabezas. 

Les  ganará  el  gozo  y  regocijo, 
cesarán  la  angustia  y  la  aflicción.35 


35  Texto.  Véase  el  aparato  de  BH.  Invirtiendo  8  y  9  se  conserva  el  movimiento 
cuaternario  típico  del  poema,  y  los  animales  quedan  juntos. 


526 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


CAPÍTULOS  34  y  35 

Estos  dos  capítulos  forman  una  unidad  clara  y  bien  articulada. 
Son  las  dos  partes  de  un  gran  juicio,  para  condenar  a  los  ene- 
migos y  premiar  a  los  elegidos. 

Tres  artículos  se  ocupan  expresamente  del  aspecto  estilístico 
de  esta  sección: 

R.  B.  Y.  Scott:  The  Relation  of  Isaiah,  Chapter  35,  to  D entero -Isaiah, 
AJSL  52  (1935-36),  págs.  178-91. 

Marvin  Pope:  Isaiah  34  in  Relation  to  Isaiah  35;  40-66,  JBL  71  (1952), 
páginas  235  y  ss. 

J.  Muilenburg:  The  Literary  Character  of  Isaiah  34,  JBL  59  (1940), 
páginas  339-365.36 

Los  dos  primeros  aplican  los  resultados  de  L.  Kóhler  para 
adjudicar  estos  dos  capítulos  al  autor  de  Is.  40-55.  El  tercero  es 
un  auténtico  análisis  estilístico. 

Muilenburg  combina  el  análisis  del  detalle  con  el  seguimiento  dinámico 
de  las  partes  y  la  visión  conjunta  de  la  estructura.  El  poema  se  divide  en 
dos  grandes  partes :  la  primera,  después  de  solemne  introducción,  está  ar- 
ticulada por  cuatro  "ki"  en  cuatro  escenas:  "la  cólera,  la  espada,  la  ma- 
tanza, el  día";  la  segunda  se  reparte  en  seis  estrofas  menos  articuladas. 

Una  serie  de  palabras  repetidas  enlazan  las  estrofas  entre  sí,  o  seccio- 
nes de  cada  estrofa;  y  frecuentes  aliteraciones  tienen  también  función  ar- 
ticulatoria. 

Domina  el  paralelismo  binario,  pero  hay  una  serie  de  fórmulas  terna- 
rias. El  autor,  que  es  un  gran  poeta,  demuestra  pleno  dominio  de  variados 
recursos  estilísticos ;  imita  a  veces,  sin  perder  su  originalidad. 

La  introducción,  en  un  molde  binario,  tiene  un  movimiento  ternario  de 
imperativos  y  sustantivos.  La  primera  estrofa  resume  de  algún  modo  las 
siguientes,  presentando  los  motivos  "ira,  anatema,  matanza". 

Señala  el  vigor  de  versos  como  "de  sus  cadáveres  sube  el  hedor",  o  la 
descripción  del  cosmos  convertido  en  caos,  la  imagen  del  "marchitar";  el 
concretarse  de  un  escenario,  primero  general,  después  en  el  cielo,  después 
en  la  tierra,  finalmente  en  Edom;  la  imagen  del  paisaje  incendiado;  la 
descripción  sombría  de  los  animales ;  el  tono  misterioso  que  resulta  de 
no  nombrar  el  país,  sino  con  el  término  "allí". 

Al  final  del  análisis  recoge  en  19  apartados  los  principales  procedi- 
mientos estilísticos:  1.  Paronomasia;  2.  Binas  aliteradas;  3.  Sonido  domi- 
nante; 4.  Binas  verbales;  5-7.  Otras  formas  de  aliteración  o  recursos  so- 
noros ;  8.  Inclusión ;  9.  Frases  paralelas ;  10.  Trilogías ;  13.  Paralelismo 
progresivo;  14.  Orden  climático;  16.  Lenguaje  y  vocabulario;  17.  Alusio- 

36  Puede  verse  también  W.  Caspari,  Jesaja  34  und  35,  ZAW  49  (1931),  pá- 
ginas 67-86. 


CAPÍTULOS  34-35 


527 


nes  y  reminiscencias;  18.  Alusiones  mitológicas;  19.  Variaciones  en  el 
paralelismo. 

En  resumen,  un  rico  e  interesante  artículo.  Solamente  le  encuentro 
algo  reacio  para  admitir  correcciones  del  texto ;  y  muy  inclinado  a  la  valo- 
ración positiva  de  todo  sin  excepción. 

Fundamentalmente,  y  en  muchos  detalles,  acepto  y  sigo  el  artículo  de 
Muilenburg;  intentaré  añadir  algunas  nuevas  observaciones  particulares, 
y  comparaciones  con  fragmentos  semejantes. 

1.  LA  INTRODUCCIÓN 

"Oíd  cielos,  escucha  tierra,  que  habla  Yavé"  2+2+2 

"Acercaos,  pueblos,  a  escuchar;  naciones,  atended;  3+2 

escuche  la  tierra  y  su  plenitud,  el  orbe  y  sus  vástagos"  3+2 

"Hacedme  silencio,  islas;  pueblos,  oíd  mi  querella;  3+3 

llegaos,  vamos  a  hablar;  juntos  entremos  en  juicio"  3+3 
"Escuchad,  cielos,  y  hablaré;  oye,  tierra,  los  dichos  de 

[mi  boca;  3+3 
descienda  como  lluvia  mi  doctrina;  destile  como  rocío  mi 

[palabra;  3+3 
como  llovizna  sobre  la  hierba,  como  orbayo  sobre  el 

[césped  3+3 

que  el  nombre  de  Yavé  proclamaré;  exaltad  al  Grande, 

[nuestro  Dios"  3+3 

En  34,  1  tenemos  un  ejemplo  claro  de  sinonimia  alargada:  pue- 
blos =  naciones,  escuchar  =  atender ;  tierra  =  orbe,  plenitud  = 
=  vástagos.  La  combinación  de  verbos  y  sustantivos  varía,  hay 
una  ligera  oposición  entre  la  fórmula  binaria  y  la  ternaria;  pero 
el  conjunto  da  impresión  de  volumen  ensanchado  por  la  nece- 
sidad formal  de  llenar  una  medida  doble. 

Todo  lo  contrario  el  comienzo  1,  2:  el  paralelismo  no  es  sino- 
nimia, sino  expresión  polar,  cielos  y  tierra  son  los  dos  bloques 
articulados  que  representan  una  totalidad ;  el  paralelismo  es  lleno 
y  breve.  La  tercera  sentencia  cumple  una  medida  ternaria,  ce- 
rrando, explicando.  El  ritmo  es  rápido,  insistente,  urgente;  di- 
verso de  los  versos  que  continúan.  Perfecto  comienzo  para  un 
discurso  movido  e  incisivo;  como  el  anterior  para  una  visión 
amplia  y  grandiosa. 

El  comienzo  de  Dt.  32  mantiene  la  división  polar,  sigue  un 
ritmo  tranquilo,  y  se  deleita  en  la  prolongación  suave  de  la  ima-. 
gen.  Está  justificado  el  dedicar  dos  versos  enteros  a  ese  caer  y 
destilar  de  lluvia,  rocío,  llovizna,  orbayo.  Buen  comienzo  para 
un  discurso  dilatado  y  jugoso,  que  invita  a  la  meditación;  tan 
remoto  de  la  elocuencia  terrible  de  Isaías. 


Is.   1,  2 
34,  1 

41,  1 
Dt.  32,  1 


528 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


El  comienzo  del  cap.  41  es  original :  llama  a  seres  inanimados, 
invita  al  diálogo,  preparando  la  serie  de  preguntas  que  llenan 
el  discurso. 

He  aquí  cómo  la  entonación  de  un  discurso  o  poema  deter- 
mina también  su  comienzo. 


2.  LA  VISIÓN  CÓSMICA 

Está  realizada  en  tres  planos  ascendentes :  cadáveres,  montes, 
cielos.  Lo  más  notable  son  las  imágenes.  El  "hedor"  de  los  ca- 
dáveres :  poco  frecuente  y  muy  eficaz  el  traer  un  dato  sensible 
del  olfato,  él  basta  para  sintetizar  una  escena  impresionante.  El 
enrollarse  los  cielos  "como  un  volumen"  es  imagen  original  y 
espléndida :  hay  un  contraste  de  tamaños,  y  el  firmamento  entero 
es  aprehendido  en  visión  única;  en  cambio,  las  estrellas  "las 
huestes"  numerosas  piden  también  una  multiplicidad  de  la  ima- 
gen "como  las  hojas  de  la  parra,  como  la  higuera". 

Si  estuviera  bien  conservado,  sería  buen  término  de  compa- 
ración Is.  5,  25:  "Serán  sus  cadáveres  como  estiércol  en  medio 
de  los  caminos" ;  esta  enérgica  comparación  tiene  raíces  emocio- 
nales ;  un  fuerte  sentimiento  de  desprecio,  y  no  tanto  lo  visual, 
es  el  plano  de  síntesis  imaginativa. 

Jeremías  se  ha  inspirado  en  la  imagen  de  Is.  5,  y  la  ha  com- 
pletado con  una  escena  de  la  vida  normal:  "Caen  los  cadáveres 
de  los  hombres,  como  estiércol  sobre  la  superficie  del  campo ; 
como  espiga  detrás  del  segador,  que  nadie  la  recoge" ;  la  imagen 
es  menos  trágica,  mucho  más  compasiva. 

Nahum  3,  3  se  ha  fijado  en  la  muchedumbre  de  los  cadáveres, 
que  describe  con  terrible  eficacia:  "multitud  de  muertos,  espesor 
de  despojos,  cadáveres  sin  término,  se  tropieza  en  cadáveres" ; 
en  un  contexto  alucinante  de  sustantivos. 


3.  LA  ESPADA  Y  LA  MATANZA 

Notable  es  otra  vez  la  imagen:  en  primer  plano,  autónoma, 
"la  espada  de  Yavé" ;  el  movimiento  es  rápido  e  impresionante. 
Primero  remota  en  los  cielos  "se  embriaga"  (enunciado  en  3.a  per- 
sona) ;  después  un  violento  "hinne"  la  señala  en  su  bajada  a  la 
tierra;  después  la  vemos  de  cerca  chorreando  sangre  y  grasa; 
aquí  se  prolonga  la  imagen  y  se  detiene  el  movimiento. 


CAPÍTULOS  34-35 


529 


La  matanza  tiene  algo  de  explicación  de  la  imagen  precedente : 
concreta  el  escenario,  enumera  las  reses;  y  concluye  con  un  dato 
vigoroso;  antes  era  sólo  la  espada  "sangrante  y  grasienta",  ahora 
es  también  la  tierra  y  el  polvo.  La  imagen  de  la  matanza  es  mu- 
cho menos  potente  que  la  imagen  de  la  espada  (quizá  para  el 
auditorio  hebreo  fuese  muy  sugerente  esa  imagen  de  la  gran 
matanza). 

Jeremías  recoge  la  imagen  de  la  espada  y  la  matanza,  al  final 
de  un  oráculo  contra  Egipto,  46,  10. 

"Es  el  día  de  Yavé  Sebaot,  día  de  venganza  para  vengarse  de  sus  ene- 
migos; se  cebará  la  espada,  se  saciará,  se  empapará  en  sangre;  que  es 
el  gran  sacrificio  de  Yavé  Sebaot,  en  tierra  del  norte,  junto  al  río 
Éuf  rates. " 

La  espada  tiene  menos  relieve ;  los  verbos  están  acumulados  para 
un  efecto  final. 

El  motivo  de  los  animales  en  el  matadero  se  encuentra  sin 
acierto  especial,  como  dato  perdido  en  las  "series"  o  tiradas  líri- 
cas:  50,  27;  51,  40. 

Ezequiel  amplifica  generosamente  la  imagen  en  su  oráculo 
contra  Gog,  39,  6-21.  Tres  amplios  párrafos  describen  hiperbólica- 
mente la  muchedumbre  del  enemigo  vencido.  En  el  primero  las 
armas,  que  bastarán  como  leña  para  siete  años,  "no  tendrán  que 
traer  leña  del  campo,  ni  cortarla  en  los  montes".  En  el  segundo 
los  cadáveres,  "Se  pasará  sepultándolos  siete  meses;  los  sepultará 
todo  el  pueblo".  En  el  tercer  párrafo  es  el  gran  festín  para  las 
aves  y  fieras.  Ezequiel  practica  su  estilo  insistente,  con  técnica 
de  encadenamiento ;  una  o  dos  palabras  de  un  verso  sirven  para 
desenvolver  el  siguiente : 

"  Di  a  las  aves  de  toda  pluma,  a  todas  las  bestias  del  campo : 

Reunios,  venid,  congregaos  de  en  torno; 

a  mi  sacrificio  que  sacrifico  para  vosotros. 

Sacrificio  grande  sobre  los  montes  de  Israel : 

comeréis  carne,  beberéis  sangre ; 

carne  de  guerreros  comeréis, 

sangre  de  príncipes  beberéis. 

Corderos,  carneros  y  chivos, 

toros  cebados  de  Basán. 

Comeréis  grasa  hasta  saciaros, 

beberéis  sangre  hasta  embriagaros, 

del  sacrificio  que  sacrifico  para  vosotros. 

Os  saciaréis  a  mi  mesa : 

de  caballos,  jinetes,  guerreros  y  soldados." 


530 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


Esto  está  remotísimo  de  la  feliz  concisión  de  Isaías;  supera  la 
amplitud  de  Is.  34;  pero  es  coherente  con  el  resto  del  poema, 
y  es  el  estilo  peculiar  de  Ezequiel. 

Nos  interesa  además  el  fragmento  de  Ez.,  porque  en  el  con- 
texto anterior,  38,  18  ss.  comienza  la  destrucción  del  invasor  con 
una  teofanía  de  efectos  cósmicos,  tiemblan  los  peces,  aves,  bestias, 
reptiles  y  hombres;  hay  una  espada  vengadora  por  los  montes, 
llueve  granizo,  fuego  y  azufre.  Las  coincidencias  son  manifiestas. 

4.  EL  FUEGO  ETERNO 

Elemento  normal  en  una  visión  escatológica ;  recuerdo  som- 
brío de  Sodoma,  vecino  a  Edom.  Aceptada  la  corrección  crítica, 
queda  una  imagen  excelente:  "pez  y  azufre"  hacen  sinónimo  el 
paralelismo,  pero  es  una  sinonimia  de  términos  poco  usados ;  "to- 
rrentes y  polvo"  sintetizan  en  dos  datos  todo  el  paisaje  desolador 
(tierra  reseca  cruzada  por  los  tajos  de  los  torrentes).  Ese  "humo 
que  asciende  eternamente"  es  un  detalle  acertadísimo.  Lo  que 
sigue  es  una  prolongación  del  adverbio  "eternamente". 

5.  LA  MORADA  LÚGUBRE 

Supongamos  (arbitrariamente)  que  tenemos  sólo  cuatro  ver- 
sos en  este  orden:  11  a.l3a.ll  b.12.  El  resultado  es  la  magnífica 
imagen  que  ofrezco  en  la  traducción :  rápida,  bien  graduada :  un 
verso  para  los  cuatro  animales  (pelícano,  mochuelo,  lechuza, 
cuervo),  otro  para  la  acción  de  Yavé,  otro  para  el  desenlace.  La 
acción  de  Yavé  está  presentada  en  un  verso  magnífico :  la  fuerza 
de  esta  imagen  reside  en  una  violenta  oposición.  Yavé  maneja  sus 
instrumentos  de  arquitecto,  no  para  construir,  sino  para  destruir, 
no  con  una  destrucción  ordinaria,  sino  volviendo  al  caos  primor- 
dial; todo  esto  sugiere  la  concisa  imagen.  En  perfecta  coherencia 
con  esta  imagen  interpreto  el  verso  siguiente  :  uno  de  los  elemen- 
tos de  la  creación  es  poner  nombre,  del  caos  la  falta  de  nombre 
("aún  no  habían  sido  nombrados...");  el  reino  pierde  el  "nom- 
bre", sus  príncipes  retornan  al  "abismo"  ('aps). 

Con  esto  queda  satisfecha  nuestra  previsión;  con  la  vuelta  al 
caos  hemos  alcanzado  el  límite  final.  Pero  el  poema  continúa  con 
una  larga  serie  de  animales  lúgubres  o  fantásticos.  El  autor  de 
estos  versos  ha  querido  competir,  al  parecer,  con  Is.  13,  20-22; 
aumentando  los  animales,  perdiendo  claridad  de  disposición.  Son 


CAPÍTULOS  34-35 


531 


versos  de  un  gusto  "romántico",  que  puede  recordar  también 
las  acumulaciones  fantásticas  de  "El  Bosco". 

En  la  primera  parte  del  poema  hemos  advertido  varias  veces 
la  tendencia  a  prolongar,  a  ensanchar  el  volumen;  pero  no  tanto 
como  en  el  cuadro  presente.  El  conjunto  está  presidido  por  una 
coherencia  estilística  de  tonalidad  o  sentimiento :  la  turbación  ce- 
leste, la  espada  que  baja,  la  gran  matanza,  el  azufre  ardiente  y 
el  humo  perpetuo,  la  "Walpurgis"  de  las  fieras,  todo  pertenece 
a  un  mundo  de  desolación,  y  forma  un  gran  cuadro  fantástico. 

6.  EL  FINAL 

Termina  el  capítulo  con  unos  versos  extraños.  No  sabemos 
si  atribuirlos  al  capítulo  34  o  al  35,  si  son  el  final  de  la  desolación 
o  el  comienzo  de  la  restauración.  Los  indicios  son  contrarios. 

Observemos  las  relaciones  de  los  últimos  versos,  comenzando 
por  el  último : 

17b'    "Tdór  wadór  yiskenü  bah"     10b    "middór  ladór  tehrab" 

17b    "yirasüha"  lia  "yiresüha" 

17a    "hippil  góral...  baqqaw"         11b    "nata...  qaw...  'abné" 

las  referencias  son  claras,  y  el  orden  es  inverso ;  es  decir,  encon- 
tramos el  recurso  estilístico  de  la  "inclusión  concéntrica"  (o  si- 
métrica: abc-cba) ;  éste  es  un  indicio  muy  fuerte  para  adjudicar 
las  estrofas  al  cap.  34. 

Además,  el  reducirlo  todo  a  Yavé,  como  explicación  suficien- 
te, es  una  manera  normal  de  terminar. 

Por  el  contrario,  si  un  lector  acostumbrado  a  la  literatura  pro- 
fética  leyese  estos  versos  aparte,  pensaría  que  se  refieren  a  la 
futura  restauración  gloriosa  del  pueblo :  el  espíritu  de  Yavé  que 
los  congrega,  la  suerte,  la  heredad,  la  posesión  eterna  de  la  tierra, 
son  conceptos  comunes  en  visiones  de  retorno  y  restauración. 
Si  el  lector  buscase  después  un  contexto  a  los  versos,  no  tendría 
dificultad  en  colocarlos  al  comienzo  del  cap.  35. 

¿Cuál  es  la  solución?  Tiene  que  ser  una  solución  que  coordine 
los  datos  al  parecer  contrarios.  Creo  que  es  la  siguiente. 

El  autor  ha  tomado  los  conceptos  e  imágenes  usuales  de  la 
restauración  (congregar,  sortear,  asignar  morada),  y  se  los  ha 
aplicado  a  las  bestias,  dueñas  de  una  tierra  desolada.  ¡  Ironía 
terrible!  Los  temas  lúgubres  y  temerosos  concluyen  con  un 
sarcasmo. 


532 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


CAPÍTULO  35 

Este  capítulo,  leído  después  del  anterior,  confirma  cuánto 
más  difícil  es  la  inspiración  en  un  tema  apacible  que  en  un  tema 
terrible.  Para  el  castigo  de  los  malvados  encontraba  el  poeta  una 
serie  de  imágenes  vigorosas :  para  la  gloria  de  Israel  sus  recursos 
desfallecen. 

Casi  todo  el  material  literario  de  este  capítulo  se  encuentra 
repartido  por  los  capítulos  40-55,  y  con  frecuencia,  en  contextos 
más  oportunos.37  Los  temas  se  suceden  con  uniformidad :  gozo 
del  desierto  que  florece,  ánimo  para  los  decaídos,  salud  de  los  mu- 
tilados, riego  en  el  desierto,  la  vía  sacra,  la  vuelta  gozosa. 

En  cuanto  al  desarrollo  de  cada  tema  o  motivo  domina  un 
tono  uniforme ;  el  esquema  cuaternario,  la  sinonimia. 

1.  EL  ESQUEMA  CUATERNARIO 

Con  toda  pureza  en  la  estrofa  cuarta:  "ciegos,  sordos,  cojos, 
mudos''.  Doble  bina,  con  valor  de  totalidad. 

Primera  estrofa:  cuatro  sinónimos:  "desierto,  yermo,  páramo, 
erial";  la  comparación  "como  narciso",  concreta,  original,  valora 
la  estrofa.  Se  repiten  dos  verbos,  con  cierta  tendencia  a  perseverar 
en  el  motivo. 

Tercera  estrofa  :  el  prestigio  de  los  nombres  propios  :  "Líbano, 
Carmelo,  Sarón" —  aunque  algo  tópico  —  da  interés  a  la  estrofa, 
y  la  presencia  de  Yavé  la  eleva.  Esta  estrofa  se  añade  a  la  primera, 
como  prolongación  en  la  misma  línea  de  imagen  vegetal. 

La  tercera  estrofa  es  más  libre :  una  bina  normal  "manos- 
rodillas",  y  una  exhortación  algo  más  viva.  En  dos  versos  fuera 
del  esquema  estrófico,  justifica  la  confianza  con  la  presencia  de 
Yavé  (como  en  la  estrofa  segunda). 

La  quinta  empalma  con  la  primera:  el  esquema  cuaternario 
es  muy  regular:  "desierto,  yermo,  erial,  páramo;  aguas,  torren- 
tes, estanque,  manantial".  Los  dos  versos  que  siguen,  con  los 
otros  dos  sueltos,  formarían  una  estrofa  homogénea:  "chacales, 
leones,  bestias". 

La  séptima  consta  de  dos  binas  algo  libres.  El  texto  está  muy 
mal  conservado,  con  glosas  explicativas. 


37    Las  referencias  en  los  citados  artículos  de  Scott  y  Pope. 


CAPÍTULOS  34-35 


533 


La  última  empalma  con  la  séptima;  se  compone  también  de 
dos  paralelos ;  con  la  mención  conclusiva  de  Sión.  Otro  dístico 
prolonga  el  motivo  del  gozo,  sin  añadir  nada  al  "gozo  eterno". 

Si  reunimos  los  dos  dísticos  separados  (de  los  animales),  el 
esquema  cuaternario  es  bastante  regular ;  dos  veces  presenta  adi- 
ciones :  después  de  la  estrofa  tercera,  explicable ;  después  de  la 
última,  extraña. 

El  esquema  cuaternario  es  frecuente  en  los  cap.  40  y  ss.,  con 
variedad  de  fórmulas.  Sinonimia  total:  41,  18  (como  35,  6b-7a); 
dos  sinonimias,  40,  24  (como  35,  8) ;  división  polar  en  cuatro, 

40,  4  (35,  5-6  a);  sinonimia  3  +  1,  40,  1  (35,  1-2  a).  También 
en  estos  capítulos  encontramos  prolongaciones :  40,  12  (quina) ; 

41,  16.  La  insistencia  en  el  esquema  cuaternario  y  en  la  sinonimia 
son  argumentos  para  asignar  este  capítulo  a  la  sección  que  co- 
mienza en  40. 

2.  LA  SINONIMIA 

El  predominio  de  la  sinonimia,  sobre  todo  cuando  hay  que 
extenderla  a  cuatro  miembros,  hace  el  fragmento  bastante  lento 
y  algo  monótono.  La  razón  formal  del  esquema  prepondera  sobre 
las  imágenes. 

Además,  la  sinonimia  no  siempre  trae  riqueza  de  vocabulario. 
Poco  importa  que  en  el  capítulo  encontremos  cinco  sinónimos  de 
"desierto"  y  cuatro  de  "gozo" ;  la  pobreza  de  imágenes  deter- 
mina pobreza  de  vocabulario.  Cualquier  massa'  sin  sinonimias 
tiene  un  vocabulario  mucho  más  rico  y  difícil;  muchos  párrafos 
de  los  capítulos  40  y  ss.  tienen  vocabulario  rico,  no  por  la  sino- 
nimia, sino  por  la  variedad  de  escenas  e  imágenes. 

La  sinonimia  en  medida  normal  "a  =  a",  es  flexible  y  puede 
servir  a  diversos  efectos  poéticos  o  retóricos;  en  medida  doble 
"a  =  a  =  a  =  a"  en  seguida  se  convierte  en  esquema-esquematis- 
mo-fórmula; proceso  peligroso. 

3.  LA  EMOCIÓN  DE  GOZO 

Preside  el  capítulo  un  tono  exultante  de  gozo,  y  un  interés 
afectuoso  por  lo  débil,  árido,  afligido,  mutilado. 

Ese  tono  de  gozo  exultante  abre  y  cierra  el  capítulo  con  sus 
cuatro  raíces  sinónimas:  "sws,  rnn,  smh,  gyl",  y  se  difunde  por 
el  capítulo  en  efectos  maravillosos  de  riego,  florecimiento,  salud, 

35.  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


534 


ANÁLISIS  DE  UNIDADES  POÉTICAS 


seguridad,  santidad.  El  cojo,  no  anda,  salta;  la  lengua  muda  no 
habla,  jubila;  el  desierto  no  recibe  riego,  se  convierte  en  estanque, 
torrente,  manantial.  Es  un  retorno  a  un  nuevo  paraíso. 

La  renovación  afecta  a  las  debilidades  del  cuerpo  mutilado, 
y  a  la  debilidad  del  ánimo  apocado,  y  a  la  debilidad  de  la  natu- 
raleza yerma.  Una  única  corriente  de  gozo  maravilloso  atraviesa, 
riega,  vivifica  todo.  La  naturaleza  reverdecida  no  es  mero  sím- 
bolo, fría  alegoría,  sino  que  se  contagia  íntimamente;  el  verbo 
"florecer"  está  mezclado  e  identificado  a  tres  verbos  de  "gozar- 
se", y  la  conversión  del  yermo  en  manantial  empalma  inmediata- 
mente con  el  milagro  de  los  lisiados  sanados.  Por  consistir  el  gozo 
en  una  "liberación",  se  explica  el  recuerdo  de  las  fieras,  de  la 
tristeza  y  aflicción.  Y  al  principio,  al  medio,  y  al  fin,  la  razón  del 
gozo  es  "la  gloria  de  Yavé,  la  retribución  de  Yavé,  la  redención 
de  Yavé". 


ADICIONES 


1.  Al  estudio  del  quiasmo: 

Nils  W.  Lund  :  Chiasmus  in  the  New  Testament.  A  Study  in 
Formgeschichte.  Chapel  Hill  1942. 

Según  el  título,  el  autor  dedica  el  estudio  al  NT,  y  la  intro- 
ducción histórica  confirma  la  elección.  En  el  NT  intenta  Lund 
estudiar  un  procedimiento  de  estilo,  frecuente  en  el  AT  y  ausente 
de  la  retórica  griega :  el  quiasmo  (28-29) ;  por  eso  el  libro  incluye 
también  un  estudio  del  quiasmo  en  el  AT. 

Un  reconocimiento  preliminar  nos  ofrece  datos  históricos  (36- 
41) :  Lowth,  John  Jebb,  Thomas  Boys,  John  Forbes,  William 
Milligan;  y  unos  cuantos  ejemplos  selectos  más  significativos 
(41-47):  Zc  9,5;  Am  5,4-6;  Nm  15,35-36;  Gn  12,16;- Is  60,1-3; 
55,7-8;  28,15-18. 

En  tres  capítulos  estudia  el  autor  el  quiasmo  en  el  Pentateuco, 
en  los  profetas,  en  los  salmos.  Los  ejemplos  están  compuestos 
gráficamente,  con  palabras  subrayadas,  letras  de  referencia,  espa- 
cios, para  mostrar  plásticamente  la  construcción,  que  no  siempre 
es  rigurosamente  quiástica. 

2.  Al  estudio  del  paralelismo: 

E.  Z.  Melamed  :  Break-up  of  Stereotype  Phrases  as  an  Artistic 
Device  in  Biblical  Poetry,  en  Studies  in  the  Bible  (Scripta 
Hierosolymitana  8).  Eddidit  Chaim  Rabin.  Jerusalem  1961, 
páginas  115-153. 

E.  Z.  Melamed  :  Snaym  shem  'ehad  (=  endíadis),  Tarbiz  16 
(1945)  173  ss. 

3.  Varia: 

Leo  Krinetzki  :  Zur  Poetik  und  Exegese  von  Ps  48,  BZ  1  (1960) 
70-97 

35  *  —  Schokel.  —  Poética  hebrea 


536 


ADICIONES 


Ps  30  in  stilistisch-exegetischer  Betrachtung,  ZKT  83  (1961) 
345-360 

Ps  110:  Eine  Untersuchung  seines  dichterischen  Stils.  ThGl 

41  (1961)  110-121 
Jahwe  ist  uns  Zuflucht  und  Wehr.  Eine  stilistisch-theologis- 

che  Auslegung  von  Ps  46,  Bibel  und  Leben  2  (1962) 

26-42 

Ps  5.  Eine  Untersuchung  seiner  dichterischen  Struktur  und 
seines  theologischen  Gehaltes.  TübThQ  142  (1962)  23-46 

K.  Weiss  :  Wege  der  neuen  Dichtungswissenschaft  in  ihrer  An- 
wendung  auf  die  Psalmenforschung.  Bibl  42  (1961)  255-302 


ÍNDICE  BÍBLICO  COMPLEMENTARIO1 


Génesis 
25  28 
28  28 

Éxodo 
10  379 

20,  17  484 

Levítico 
26,    6  424 

Números 

21,  17.  18  482 

Deuteronomio 
11,  14  517 
28  518 
32  292 
1  527 

Josué 
24  371 

Jueces 
2,  llss.  365 
9  28 
11,  29  400 

14,  6-19  400 

15,  14  399s. 

1  Samuel 
11,  6  400 

Isaías 
1  116,  222 

260ss.,  379 

2  294,  527 
2-9   165,  220 

3  242 
5  117 


Isaías 

8 

227 

10-16 

167 

10-23 

112 

16 

295 

17-24 

167 

18 

112 

19-20 

265 

21 

112,  265 

25s. 

367 

30 

291 

92,  262,  297 

299 

1-3 

115 

2-5 

170 

4 

105 

10-21 

171 

11 

115 

12 

221 

12-16 

112 

20 

115 

24 

266 

262 

1 

241 

1-23 

112 

2-3 

221 

2-5 

460 

13-14 

115 

18 

220 

24 

112,  116,  242 

4 

296 

6 

463 

262,  364,  483s. 

1-7 

482 

2 

115 

6 

292 

7 

112,  266 

8-23 

97,  173 

i    No  registro  los  textos  de  Is.  que  se  indican  en  el  índice  general  del  libro. 


538 


ÍNDICE  BÍBLICO 


c 

0 

1 1 
1/ 

1  70 

172 

¿¿-¿0 

365 

O  A 

Z4 

114 

24-25 

304ss. 

25 

Con 

528 

26 

OAO-  COA 

348s.,  520 

26-29 

1  7C 

175 

26-30 

AO 

98 

28 

1/f  1 

242 

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3U 

11/1  170 

114,  3/9 

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8  10 

1  ^ 
10 

15 

266 

17 

244,  380 

10 

263,  366ss. 

1-2 

173 

1-4 

365 

Isaías 

1 0 
10 

5-15 

305 

12 

379 

13-14 

116 

14 

114 

1  r 

15 

214 

1  c 
16 

266 

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ZoSS. 

40 

28-32 

o¿r    1  1 1 

86,  117 

32 

468 

33-34 

380 

1 1 
1 1 

264,  396s. 

1  A 

1-9 

373 

1-10 

246 

2 

110      1  A1 

112,  191,  221 

6-8 

221 

9 

lio,  292 

10 

349 

10-11 

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15 

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6 

420 

6-12 

418 

10 

242 

17 

332 

ÍNDICE  BÍBLICO 


539 


Isaías 

17  1 

520 

97 
¿.I 

2 

482 

4-11 

480 

2-5 

481 

7 

266 

4 

380 

12 

113,  290 

12 

425 

18 

332 

25 

242 

1 

lio,  286 

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507 

2 

114 

1     1  A 

1-10 

448 

3 

298 

2 

289 

6 

297 

17 

290 

7 

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229 

17 

298,  350 

8-9 

221 

20 

289 

21 

332 

25 

292 

1 

520 

26 

518 

3 

352 

28 

289 

11-12 

437 

31, 

3 

262 

13-17 

439 

4 

355,  379 

14 

288 

32,  20 

242,  289 

16-17 

440 

33,  16 

289 

22 

333 

21 

287 

1 

323 

34 

228 

1-14 

441 

1 

527 

5 

114,  298 

3 

291 

9 

286 

5 

298 

12 

242 

11 

242 

13 

242 

34-35 

228 

1  A 

14 

323 

36 

105 

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444 

16 

289 

23 

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287,  333 

37 

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1 

351 

24 

297 

24 

227 

25 

287 

1 

336 

36 

504 

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40-55 

62 

26,  17 

352 

41, 

1 

527 

21 

336 

2 

213 

27 

448 

4 

213 

1 

354 

6-7 

107,  115 

540 


ÍNDICE  BÍBLICO 


Isaías 

41,  8 

218 

15 

425 

19 

220 

23-24 

213 

42,  10 

213,  293 

14 

352 

15 

213 

18-20 

213 

43,  10 

213 

44 

189 

12 

299 

12-13 

107,  115 

45,  8 

293 

9 

214 

47,  2 

293 

48,  18 

293 

49,  22 

349 

50,  27 

529 

51,  15 

293 

40 

529 

53,  2 

399 

54 

24 

55 

292 

57,  19 

116 

20 

290,  294 

58,  11 

294 

59,  19 

289 

61,  1-11 

401 

3 

266 

62,  10 

349 

63,  1-6 

523 

64,  1 

515 

1-2 

523 

2 

304 

65 

304 

13-14 

52,  523 

14 

266 

25 

402 

66,  5-6 

523 

12 

293,  294 

15 

523 

24 

523 

Jeremías 

1,  11 

344 

2,  13 

287,  294 

22 

295 

4,  5-6 

349 

14 

295 

Jerem  ías 


4,  21 

349 

6,  7 

294 

22 

520 

24 

352 

7,  33 

424s. 

8,  23 

294 

9,  17 

294 

13,  1 

294 

24 

425 

14,  3 

294 

10S5. 

149ss. 

15,  18 

294 

17,  5-8 

291 

18,  14 

294 

20,  7 

304 

7-9 

239 

14-15 

14 

14-28 

239 

22,  23 

352 

23,  5 

401 

25,  9 

520 

15-29 

432 

30,  6 

352 

10 

424 

33,  15 

401 

46 

436 

3-10 

431 

10 

529 

47,  2 

336,  520 

48,  29 

420 

36 

420 

49,  24 

352 

28-33 

439 

35 

336 

50 

410 

2 

349 

3 

520 

38-42 

294 

Hó 

51 

410 

12 

349 

13 

294 

36 

294 

55 

294 

Lamentaciones 

1,  4 

142 

10 

468 

12 

142 

ÍNDICE  BÍBLICO 


Lamentaciones 


3 

143 

4,  13 

142 

13-14 

143 

20 

143 

Ezequiel 

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414 

18-31 

414 

34,  18 

295 

28 

424 

35,  3 

336,  520 

36,  25 

296 

38,  18ss. 

530 

21 

468 

39,  2 

468,  520 

4-17 

468 

17-21 

428 

43,  2 

295 

47,  11 

515 

Daniel 

7,  2 

297 

10 

297 

11,  40 

296 

Oseas 

2 

484 

5 

484 

20 

402 

4 

109 

11,  1-2 

380 

13,  3 
8 

13 

14,  7 


Oseas 
425 
521 
353 
399 


Joel 
1,   5-10  109 


2 

248,  388,  409 

10 

291 

19 

336 

4,  2 

468 

7 

336 

13-16  468 

Amos 

336 
290 
291 
109 
293 


2,  13 
3 

4,  10 

5,  5 
24 

7,  1.4.7  336 

8,  1 
1-2 


336 
344 


Miqueas 


1,  10-15 

2,  3 

4,  1-4 
4 

9 

5,  7 


87 
336 
170 
425 
352^ 
355 


2 

2 
12 
14 

3,  3 
5 


Nahum 
389 
440 
425 
336 
528 
336 


Habacuc 

1,  6-11  388 

2,  4.19  336 
14  402 

Sofonías 

1,  7-18  410 

2,  2  425 

3,  10  429 
13  425 


542 


ÍNDICE  BÍBLICO 


7  n  r  n  vi  n  c 

3, 

o 

o 

A  A1 
4U1 

0, 

12 

401 

Salmos 

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16 

142 

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16 

264 

18 

229 

23 

4-5 

142 

6 

142 

29 

290 

36, 

6 

14 

44 

4 

229 

98, 

8 

291 

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17 

264 

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2.3 

142 

114 

229,  246 

115 

247 

8 

291 

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1  Al 
14Z 

139 

229 

Job 

3, 

3.6 

14 

11, 

19 

425 

Job 

14, 

7 

399 

15, 

30 

399 

30, 

28 

518 

Proverbios 
6,  25  484 

Cantar  de  los  cantares 


2, 

3.4 

484 

3, 

8 

484 

4, 

1 

306 

6, 

3 

484 

10 

518 

Sabiduría 
11,  17  265 
13  24 
17  379 

//  Corintios 
5,   2-4  266 

Efesios 
3,  18  214 


ÍNDICE  DE  AUTORES1 


Aalen,  S.,  263n,  281 
Agustín,  S.,  4,  5,  137,  197,  198,  266, 
268n 

Albalat,  A.,  259n 

Albright,  W.  F.,  79,  110,  165,  203, 

217,  322n,  360 
Alfrink,  B.  J.,  298n 
Aleixandre,  V.,  161,  162n 
Alonso,  A.,  324n 

Alonso,  Dámaso,  57n,  58n,  59n,  60n, 
61,  63n,  64n,  67,  161,  195,  196,  197, 
201,  220n,  226n,  231,  232,  250n,  279n, 
309,  324,  478 

Alonso-Schókel,  L.,  86n,  119,  159, 
203,  207n,  363,  367n,  377n,  385,  405, 
412,  415,  481 

Al-Qazwini,  52 

Alt,  A.,  372 

Anacreonte,  12 

Antón,  C.  G.,  130 

Apiano,  12 

Apolonio  de  Rodas,  12 
Arce,  A.,  53 
Aristóteles,  6,  10,  12 
Auerbach,  E.,  288 
Aurivillius,  C,  17n 
Azaria  de  Rossi,  130 


Bach,  J.  S.,  223 
Baethgen,  Fr.,  33 
Baila,  E.,  43,  145s 
Bally,  Ch.,  44,  205 
Bardy,  G.,  5n 
Barnes,  W.  E.,  160 
Barr,  J.,  253 
Bas,  G.,  236n 
Baudelaire,  272 


Bauer,  H.,  78 
Baumann,  E.,  120,  121 
Baumgartner,  W.,  43,  48n,  79,  202 
Bayer,  Ed.,  160 
Beda  el  Venerable,  6 
Beer,  G.,  32 

Begrich,  J.,  43,  62,  119,  120,  121,  131, 
132,  133,  139,  141,  144,  155,  157, 
163,  164,  200,  201,  229,  323 

Bell,  A.F.G.,  6n 

Bellarmino,  R.,  197 

Bellerman,  200 

Bengel,  312 

Benkner,  G.,  203,  222n 
Benussi,  V.,  135n 
Bergson,  H.,  272 
Bergstrásser,  G.,  78 
Bertholet,  A.,  35n 
Bickell,  G.,  139 
Bidez,  J.,  5n 
Bion,  12 

Birkeland,  H.,  79 
Blair,  H.,  9n 
Blecua,  J.  M.,  478n 
Boccaccio,  P.,  204,  212n 
Bodkin,  M.,  57n 
Bohl,  M.  Th.,  77n 
Boileau,  10,  254 
Boman,  T.  H.,  252s 
Bonnell,  E.,  237n 
Born,  A.  van  den,  343 
Bossuet,  160 
Bostróm,  G.,  73s,  83n 
Bousoño,  C,  162n,  195,  231 
Bover,  J.  M.,  197,  200 
Bois,  Th.,  312 
Bradley,  A.  C.,  57n,  60n 
Bremond,  H.,  54 


i    No  registro  los  autores  del  catálogo  cronológico  sobre  el  ritmo,  pás.  121-129. 


544 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


Brenes-Mesén,  R.,  136,  162 

Brentano,  D.  von,  137n 

Briggs,  C.  A.,  29n,  200 

Brígida,  Sta.,  340 

Brockelman,  C,  78,  HOn,  233,  241 

Bronno,  E.,  79 

Brook,  E.,  71 

Brown,  S.  J.,  276 

Brunner,  A.,  278n,  279n,  280n,  285n, 

293n,  295n 
Bruno,  A.,  51,  131s,  155 
Bruyne,  E.  de,  6n 
Buber,  M.,  67,  335n,  381n 
Budde,  K.,  40,  130 
Buhl,  Fr.,  464 

Bühler,  K,  207,  208n,  209,  240 
Bullinger,  E.  W.,  54n,  312 
Bultmann,  R.,  51 
Buonmartini,  U.,  197 
Buxtorfius  fil.,  130 


Calderón  de  la  Barca,  196,  202,  226n 
Calimaco,  12 
Carlowitz,  24 
Cantineau,  J.,  78 

Casanowicz,  Im.  M.,  72,  74,  75,  76, 

91,  93 
Casiodoro,  5s,  56,  198 
Caspari,  W.,  526n 
Cassel,  D.,  33 
Castelli,  D.,  54n 
Castellini,  G.,  130 
Causse,  A.,  53 
Chadwick,  N.  K,  54n 
Cheyne,  T.  K,  464 
Christian,  W.,  79 

Cicerón,  10,  12,  160,  222,  223,  224, 

244,  258 
Claudel,  P.,  131,  161 
Oleantes,  12 
Closs,  A.,  120 
Cobb,  W.  H.,  120,  121 
Coculesco,  P.  S.,  131 
Condamin,  A.,  165,  313,  318,  322,  323, 

324,  330n,  331n,  332n,  333n 
Coppens,  J.,  376n 
Coverdale,  311 
Cressot,  M.,  353 
Cross,  F.  M.,  79,  92n,  HOn 


Curtius,  E.  R.,  6n,  8n,   13nn,  I7nn, 
244n,  251,  253,  254,  337,  340,  346 


Dahood,  M.,  449n,  496n,  510n 

Dalman,  G.  H.,  385n 

Dante,  196 

Dathe,  31 

Davies,  J.  G.,  81n 

Debussy,  Cl.  A.,  161 

Delitzsch,  Fr.,  114n,  201,  299n,  322, 
361n,  385n,  386n,  394n,  405,  414, 
417n,  419n,  427n,  428n,  430n,  454n, 
460n,  461,  466n,  475 

Demetrio,  Falereo,  12 

Demóstenes,  160 

Dhorme,  E.,  54 

Diderot,  272 

Diez  Macho,  A.,  6n,  51,  52,  74,  75,  76, 

85,  87,  116n,  117n 
Dillmann,  A.,  385 
Dilthey,  W,  40,  44,  45 
Diodoro  de  Tarso,  197 
Dión,  Casio,  12 
Dóller,  J.,  51,  120,  121 
Driver,  S.  R.,  29n,  77 
Droin,  J.  M.,  363n,  378n 
Duhm,  B.,  114n,  153,  155,  160,  322 

373,  386n,  401n,  431n,  470 


Eckhardt,  E.  73 
Ehrt,  K.,  33 
Eichhorn,  J.  G.,  22 
Eisenstein,  S.,  372n 
Eissfeldt,  O.,  339,  345,  411 
Eitan,  L,  76,  232,  241 
Elsner,  J.,  54n 
Empson,  W.,  57n 
Engnell,  K.I.A.,  339 
Ermatinger,  E.,  21n 
Esquilo,  12 
Estrabón,  12 

Euringer,  S.,  51,  120,  121,  137,  139 
Eurípides,  12 
Eutimio  Zigabeno,  197 
Ewald,  H.,  54n,  200 


Faus,  W.  A.,  54n 
Faustino  (pseudo),  198 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


545 


Fenz,  E.,  71,  82 
Ferrero,  A.,  52 
Feuillet,  A.,  363n 
Finke,  J.,  48n,  320n 
Firchow,  O.,  64n 

Fischer,  J,  114n,  322,  323,  324,  385n 
Fleury,  C.,  9n 
Focílides,  12 

Fohrer,  G.,  119,  121,  141,  144,  145s, 

149s,  151s,  158,  342s 
Forbes,  J.,  312 
Fraine,  J.  de,  72n,  320n 
Freedman,  D.  N.,  79,  92n,  HOn 
Freud,  S.,  41 


Gabelentz,  G.  H.,  72 

Gábor,  I.,  76 

Galbiati,  E.,  312,  316 

García  Lorca,  F.,  196,  307 

Gardiner,  W.  H.,  162n 

Garofalo,  B.,  54n 

Gehman,  H.  S.,  342 

Genadio  de  Constantinopla,  198 

Gerber,  G.,  30,  31,  72 

Gerleman,  G.,  253 

Gervinus,  40 

Glaire,  52 

Gomar,  9n 

Gonzalo  Maeso,  D.,  145,  163,  200,  201, 

202,  205 
Gordon,  C  H.,  64n,  480n 
Gorgias,  91,  255,  257 
Goethe,  92n,  105,  155,  250n,  272 
Gracián,  B,  8,  13,  258,  260 
Grammont,  M.,  82n,  119,  131 
Grapow,  H.,  64n 

Gray,  B.,  131,  133,  138,  145,  155,  163, 
165n,  167n,  168n,  172,  178n,  180n, 
198,  201s,  230,  247,  473n 

Grelot,  P.,  414n 

Gressmann,  H.,  22,  40,  43,  62,  323, 
338 

Grimm,  W.,  40,  72 
Grimme,  H.,  119,  153 
Guillaume,  A.,  151 

Gunkel,  H.,  22,  26,  29,  36s,  38s,  40s, 
42s,  45s,  55,  59n  62,  313s,  315,  322, 
330n,  338s,  360,*  395n,  437n,  439n, 
510n 


Gunneweg,  A.H.J.,  321s,  359 
Gut  (Hópfl),  26n 
Guthe,  H.,  464 
Gwynn,  T.,  81 


Haller,  M.,  40 

Hamann,  J.  G.,  16,  22 

Harris,  Z.,  78s,  144 

Hartmann,  B.,  llln,  233,  241,  242 

Hatzfeld,  H.,  56n,  57,  61,  62n,  82, 

104n,  117n,  232,  242n,  259n,  262,  273, 

329n,  337,  347n 
Haupt,  P.,  119,  153 
Hempel,  JL,  43s,  45s,  47,  53,  55,  76, 

282,  315,  338 
Henrich,  E.,  203 
Henríquez  Ureña,  P.,  120 
Heráclito,  255s 

Herder,  7,  16s,  18s,  20s,  22s,  24s,  26, 
28n,  34,  40s,  43s,  47,  48n,  52s,  55, 
201 

Herntrich,  V.,  376n 

Herodoto,  12 

Hesíodo,  12 

Hobbes,  10 

Hofmann,  J.  B.,  203 

Hólscher,  G.,  132,  139,  140s,  144 

Homero,  12,  14 

Honeyman,  A.  M.,  204,  212n,  213, 

216n,  262n 
Hopf,  G.  W.,  75 
Hópfl,  H.,  26 
Hopkins,  80,  162 
Horacio,  10,  12,  19,  216,  288 
Horst,  Fr.,  119,  131s,  142,  144s,  153, 

200 

Huesman,  J.,  332n 
Hugo,  Víctor,  272 
Humbert,  P.,  395n 
Humboldt,  W.,  24,  206n,  253 
Hylmó,  G.,  467s,  474,  475n 
Hyman,  S.  E.,  57n,  59n,  60n 


Ilgen,  K.  D.,  17n 
Ingarden,  R.,  215,  309 
Isaacs,  E.,  119,  131,  152 
Isidoro,  San,  6 
Isócrates,  244 


546 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


Jebb,  J.,  312 
Jensen,  P.,  39 

Jerónimo,  San,  4,  147n,  414n 

Jirku,  A.,  385 

Jones,  D.,  319,  335,  374n 

Jones,  W.,  9n,  15n 

Jordán,  L.,  59,  60n,  132n 

Joüon,  P.,  397n 

Jousse,  M.,  77 

Juan  de  la  Cruz,  San,  77,  96n,  279, 

280,  381 
Juana  Inés  de  la  Cruz,  272 
Juliano  el  Apóstata,  4 
Jung,  C,  41 
Justi,  K.  W.,  17n 


Kainz,  Fr.,  71,  83n,  84,  103,  206,  208 
Kaupel,  H.,  276 
Kautzsch,  E.,  38n 

Kayser,  W.,  61,  62n,  63n,  67,  71,  96n, 
119,  130n,  137s,  145,  197,  205n,  250n, 
259n,  310,  323,  324n,  337,  345,  348n, 
388n 

Kemmer,  E.,  200,  203,  212s,  233s,  254, 
262 

Kerr,  A.,  83n,  105n 
Kinchi,  D.,  197 
Kingsley,  Ch.,  137n 
Kissane,  E.  J.,  165n,  319,  385n 
Kittel,  R.,  43,  413n 
Kleutgen,  J.,  237 
Kohfeldt,  31 
Koehler,  W.,  83n 

Kóhler,  L.,  48n,  50,  55,  56n,  62s,  HOn, 
114,  232,  242,  253,  323,  335,  497,  526 

Kónig,  Ed.,  30s,  32,  38n,  56,  76,  120, 
121,  156,  160,  163,  242s,  251,  335, 
381n 

Kopf,  L,  285n 

Kraft,  C.  F.,  139 

Kruse,  H.,  253 


Labriolle,  P.  de,  5n 
Laessoe,  J.,  322n,  359 
Lambert,  204,  212n,  213 
La  Sor,  W.  S.,  165n 
Leander,  P.,  78 
Lemcke,  G.,  54n 


Leo,  U.,  337n 

Lerch,  E.,  329n 

Leutwein,  L.,  130 

Levi  della  Vida,  G.,  79 

Ley,  J.,  72,  75s,  130,  152,  166n 

Liebmann,  451 

Liebreich,  L.  J.,  319,  321,  363s. 
Lindblom,  J.,  276,  339,  340,  342,  364n, 

366,  368,  452,  459,  464,  467s,  472, 

475n 

Littmann,  E.,  119,  141,  157 
Locke,  10 

Lockemann,  Fr.,  71,  83n,  84n,  92n 
Lohmann,   P.,   438,  451,  454,  455n,. 

462s,  464,  467,  469,  482 
Lóhr,  M.,  43 
Longino,  10,  12 
Lope  de  Vega,  232 
Lovejoy,  A.,  57n 

Lowth,  R.,  3,  5,  8s,  10,  12s,  14s,  16s, 
18s,  23s,  25s,  31,  43,  45,  47s,  52,  55, 
76,  153,  160,  197,  198s,  201,  205, 
210s,  254,  473n,  521n 

Luciano,  12 

Luis  de  León,  6s,  8,  306s,  309,  381n 
Lund,  N.  W.,  119,  121,  155,  311,  312n, 

313,  314n,  342n 
Lützeler,  H.,  71,  82n,  84,  96n,  113, 

117n 


Llanillo,  F.  A.,  277 


Maas,  Fr.,  131n 
Macaulay,  259n 

Macdonald,  D.  B.,  47,  48n,  320n 

Macrobio,  12 

Mclvor,  J.  G.,  54n 

Maecklemburg,  A.,  121 

Maldonado,  197 

Mariés,  L.,  197 

Marouzeau,  J.,  32,  131,  337n 

Marrou,  H.  L,  5n 

Marti,  K.,  464 

Massart,  Ad.,  204 

Mayer,  R.,  276 

Mazzochi,  197 

Mehren,  A.  F.,  30 

Meillet,  A.,  135n 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


547 


Meissner,  B.,  141 
Mendenhall,  G.  E.,  371n 
Merzbach,  A.,  233 
Meyer,  K,  81n 

Michaelis,  J.  D.  de,  8n,  9,  12n,  14s, 

16,  17n,  160 
Millás  Vallicrosa,  J.,  201 
Milton,  12 
Miró,  291 

Mocquereau,  Dom,  131 
Montes,  E.,  242 
Moran,  W.  L.,  485n 
Morawsky,  J.,  89n 
Moscati,  S.,  78 

Moses  ibn  Ezra,  6,  51s,  56,  74,  87, 
197 

Moulton,  R.  G.,  26s,  28s,  55,  62,  198, 
201,  246,  310,  312,  361,  474,  487n 
Mosco,  12 

Mowinckel,  S.,  39n,  43,  119,  131,  133, 
138-146,  151,  153,  158,  163s,  217, 
319,  321,  323,  335,  363s 

Muilenburg,  J.,  76,  233,  315,  335,  526s 

Mulder,  E..  S.,  452,  473n,  475n 

Müller,  W.  E.,  376n 

Murray,  G.,  57n 


Nácar,  E.,  67 
Nachtigal,  I.C.C.,  17n 
Navarro,  T.,  164 
Neiman,  D.,  413n 
Neruda,  P„  307 

Newmann,  L.  L,  201,  203,  205,  210, 
230 

Nielsen,  E.,  320n,  359,  388n 

Norden,  Ed,  201s,  224n,  251,  254-258, 

260,  298n 
Noth,  M.,  320 
Nótscher,  Fr.,  411 
Núñez  de  Arce,  53 


Offenbach,  246 
Orbe,  A.,  214n 
Osterley,  W.O.E.,  54 
Ovidio,  12 

Pareja,  F.  M.,  306 
Parménides,  255 


Pedersen,  J.,  217n,  244n,  251ss,  322n 

Peet,  T.  E.,  54n 

Péguy,  Ch.,  161,  236 

Peinador,  M.,  197,  202 

Penna,  A.,  322,  361n,  495n,  501n,  517n 

Petsch,  R.,  57n,  58n 

Pfeiffer,  J.,  117n 

Pfeiffer,  R.  H.,  79 

Piatti,  T.,  119,  145n,  146-149,  152, 
155 

Píndaro,  12,  14 

Plantier,  C.H.A.,  23-26 

Platón,  12,  212n 

Plinio,  12 

Plutarco,  12 

Pohl,  A,  64n 

Pongs,  H.,  270,  284 

Pontmartin,  A.  de,  23 

Pope,  M.,  50n,  233,  526,  532n 

Popper,  W.,  199,  202,  205,  226,  227n, 
361,  369n,  394n,  398n,  434n,  485n 

Prado,  J.,  26n 

Prásek,  J.  V.,  35n 

Prátorius,  F.,  141 

Príncipe,  M.  A.,  147 

Procksch,  O,  114n,  160,  165n,  167n, 
168n,  172n,  177n,  178n,  180n,  322, 
361n,  363n,  385n,  394n,  398n,  401n, 
405n,  428n,  434n,  45 ln,  452,  461, 
462,  465,  466n,  471,  475n,  482,  485, 
490n,  499,  505,  514,  516 

Propercio,  12 

Proust,  M.,  329n 


Quevedo,  244,  258 

Quintiliano,  10-12,  31,  237,  254,  258 


Rad,  G.  von,  39,  320 
Raglán,  F.R.S.,  57n 
Rankin,  O.  S.,  76 
Ranson,  J.  C.,  82n 
Ratermanis,  J.  B.,  82 
Ravel,  246 
Ravius,  S.F.I.,  16s 
Reckendorf,  H.,  51,  73,  75 
Reymond,  Ph.,  284 
Ribot,  Th.  A.,  41 
Ricciotti,  G.,  5n,  53 


548 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


Richars,  I.  A.,  57n,  119 
Richter.  G.,  57n,  58n 
Rimbaud,  307 
Rimsky-Korsakow,  207n 
Robert,  A.,  347,  371 
Roberts,  H.,  257n 
Robertson,  E.,  485n 
Robertson,  J.,  54n 

Robinson,  Th.,  H.,  9n,  54n,  121,  153, 
157s,  174,  200,  202,  204s,  321n,  338 

Rohde,  U.  A.,  17n 

Rosenmüller,  E.F.C.,  8n,  16s,  475n 

Rosenthal,  Fr.,  64n. 

Rossini,  360 

Rost,  L.,  489n 

Rothstein,  J.  W.,  119,  154 

Ruckersfelder,  A.  F.,  17n 

Rudolph,  W.,  45 ln,  452,  455n,  460s, 
463s,  466n,  467n,  470n,  472,  475n, 
482,  485 


Sachsse,  E.,  155 

Salbie,  P.  A.,  32 

Salinas,  P.,  259 

Sands,  P.  C,  54n 

Saussure,  F.  de,  205,  324 

Saydon,  P.  S.,  76 

Scherer,  W.,  21n,  36s,  40 

Schildenberger,  J.,  253 

Schiller,  155,  250n 

Schlegel,  A.  W.,  14 

Schleussner,  J.  F.,  202 

Schlogl,  N.,  51,  120s,  130,  137,  200 

Schmidt,  H.,  36n,  40,  43,  361n,  386n, 

394n,  405n,  427 
Schmidt,  J.,  50s,  62,  77,  83n,  117n 
Schmiedl,  D.,  197 
Schoettgen,  Ch.,  9n,  197n 
Schreiner,  N.,  6n 
Schultz,  Fr.,  21n,  36n 
Schumann,  R.,  359n 
Scott,  R.B.Y.,  50n,  338,  526,  532n 
Seeligmann,  I.  L.,  371 
Segert,  St.,  121 

Seidler,  H,  31n,  63n,  271s,  284,  353, 

400n 
Séneca,  258 
Servio,  12 
Shaftesbury,  10,  16 


Shakespeare,  16 
Shipley,  J.  T.,  81n,  259n,  312n 
Sievers,  Ed.,  40,  82n,  130-133,  138s, 
141,  145,  152s,  158,  160,  164,  165n, 
167n,  168n,  172n,  174,  177n,  192s, 
205 

Sister,  M.,  343 

Skinner,  J.,  473n 

Slotki,  I.  W.,  119,  157,  233 

Smith,  G.  A.,  29n,  35,  44,  55,  77,  114n, 

115n,  201 
Snell,  B.,  347 
Sócrates,  260 
Soden,  W.  von,  485 
Sófocles,  12,  212n 
Sperber,  A.,  79,  473n 
Spitzer,  L.,  45,  57n,  59n,  60n,  61,  62n, 

63n,  73n,  83n,  HOn,  132n,  222n,  329n, 

353 

Spurgeon,  C,  57n 

Staerk,  W.,  40,  43,  119,  154 

Staeudlin,  17n 

Staiger,  E.,  57n,  62n,  132n,  133n,  235, 

309,  313n,  397 
Stalker,  J.,  54n 
Stark,  I.  A.,  17n 
Steif,  M.,  77n 
Steiner,  H.,  33 
Steinmann,  J.,  385,  386n 
Steinthal,  72 
Steunernagel,  C,  38n 
Stevenson,  W.  B.,  77 
Strawinsky,  L,  207n 
Stumpf,  K.,  83n 


Tácito,  224,  244,  258 
Taruschio,  L.,  84n 
Teller,  9 
Teócrito,  12,  196 
Teodoro  de  Mopsuestia,  198 
Teognis,  12 
Teopompo,  260 
Tennyson,  82 

Teresa  de  Jesús,  Santa,  285n 
Tieghem,  P.  van,  8n 
Tirteo,  12 

Tournay,  R.  J.,  131,  160 
Trakl,  161 

Tresmontant,  Cl.,  253 


ÍNDICE  DE  AUTORES 


549 


Tricerri,  D.  M.,  23n,  53 
Trier,  J.,  206n 
Troubetzkoy,  N.  S.,  78 


Ugolino,  B.,  8n,  9n,  120,  130 


Vaccari,  A.,  197s,  202,  389 
Valois,  G.  de,  257n 
Valverde,  J.  M.,  206n 
Varrón,  12 
Vaux,  R.  de,  376n 
Vedel,  V.,  158 
Veleyo  Patérculo,  12 
Verlaine,  P,  54,  323 
Virgilio,  12,  98n,  114n 
Vogel,  G.I.L.,  17n 
Vogt,  E.,  254 
Volkmann,  R.,  30 
Voltaire,  250n 
Volz,  P,  40 

Vossler,  K.,  44,  72,  257n 


Walzel,  O.,  44,  324,  373n 

Warren,  A.,  41n,  57n,  58n,  61,  62n, 

63n,  67,  71,  82,  84,  120,  134,  269, 

272,  310,  324n 
Weber,  E.,  160 


VVehrli,  M.,  204n 

Weisgerber,  J.  L.,  208n,  253 

Wellek,  R.  (cfr.  Warren) 

Wellhausen,  J.,  40,  43 

Wells,  H.,  270 

Wenrich,  J.  G.,  14,  25s,  200 

Weinrich,  I.  M.,  17n 

Werfer,  A.,  273s,  281 

Westerman,  CL,  321,  343 

Wette,  W.M.L.  de,  201 

Whitman,  W.,  161,  307 

Widengren,  G.,  322n,  359 

Winkler,  E.,  44,  57n,  58n,  63n,  82n, 

83n,  113n,  329n,  353 
Wólflin,  H.,  44,  259 
Wundt,  W.,  44 
Wünsche,  A.,  33s,  273,  281 


Young,  Ed.,  16 
Youngs,  G.  D.,  165 


Zapletal,  V.,  54n 
Zenón,  255 
Ziegler,  J,  319,  335 
Ziehen,  Th.,  119 
Zolli,  E.,  77 
Zorrilla,  147 


OBRAS  DEL  MISMO  AUTOR 


HISTORIA  DE  LA  LITERATURA  GRIEGA  Y  LATINA.  6  *  ed.  1962 
(Sal  Terrae) 

MONOGRAFÍA  SOBRE  EL  RITMO.  En  Miscelánea  Comillas  VIII  y  X 

INTRODUCCIÓN  A  LA  POESÍA  MODERNA,  1948  (Sal  Terrae) 

POESÍA  ESPAÑOLA  1900-1950.  (Colección  "Más  allá"),  1950  (Afrodisio 
Aguado) 

LA  FORMACIÓN  DEL  ESTILO:  Libro  del  profesor.  4.a  ed.  1962  (Sal 
Terrae) 

LA  FORMACIÓN  DEL  ESTILO:  Libro  del  alumno.  4.a  ed.  1962  (Sal 
Terrae) 

VIAJE  AL  PAÍS  DEL  ANTIGUO  TESTAMENTO,  1956  (Sal  Terrae) 

PEDAGOGÍA  DE  LA  COMPRENSIÓN.  (Remanso),  2.a  ed.  Juan  Flors, 
Editor,  Barcelona,  1961 

EL  HOMBRE  DE  HOY  ANTE  LA  BIBLIA.  (Remanso),  Juan  Flors,  Edi- 
tor,  Barcelona,  1959 

ESTÉTICA  Y  ESTILÍSTICA  DEL  RITMO  POÉTICO.  (Estría),  Juan  Flors, 
Editor,  Barcelona,  1959 


DATE  DUE 

in? 

1 

i 

G AY  LORD 

i 

PRINTED  IN  U  S  A. 

JUAN     FLORS,  Editor 
BARCELONA 


Colección  REMANSO 


Biblioteca  de  cultura  religiosa  y  de  su  proyección  en 
los  aspectos  más  palpitantes  de  la  vida  actual.  Se  publican 
siempre  volúmenes  originales,  no  simples  traducciones,  de 
autores  cuidadosamente  seleccionados.  Van  publicados  más 
de  60  volúmenes,  de  200  a  300  págs.,  cuidadosamente  pre- 
sentados. 

Colección  ESPIRITUALES  ESPAÑOLES 


Biblioteca  patrocinada  por  la  Universidad  Pontificia  de 
Salamanca  y  dirigida  por  Pedro  Sáinz  Rodríguez  y  Luis 
Sala  Bolust.  Publica  los  mejores  textos  de  autores  cristia- 
nos, ascéticos  o  místicos,  desde  la  época  visigótica  hasta 
mediados  del  siglo  xix,  apenas  conocidos  o  totalmente  iné- 
ditos. 

Colección  LIBROS  PENSAMIENTO 

Destinada  a  la  investigación  y  desarrollo  de  los  cono- 
cimientos filosóficos.  Colección  abierta  a  todas  las  grandes 
cuestiones  y  problemas  que  plantea  la  temática  filosófica 
de  hoy,  de  gran  utilidad  para  los  círculos  intelectuales,  fi- 
losóficos, científicos  y  humanísticos. 

Colección  LECCIONES  DE  PASTORAL 

Con  esta  colección  el  Instituto  de  Pastoral  de  Sala- 
manca ofrece  al  público  estudioso  un  conjunto  de  traba- 
jos realizados  armónicamente  sobre  una  de  las  disciplinas 
que  más  espectacularmente  han  evolucionado  en  los  úl- 
timos tiempos:  la  pastoral. 

CUADERNQS  BIBLICOS 

Estos  cuadernos  tratan  los  temas  más  diversos  de  la 
Biblia  y  sirven  para  lograr  una  penetración  más  viva  y 
eficaz  de  la  palabra  de  Dios.