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Full text of "Fabricación de azúcar de caña tal como se practica con los aparatos más modernos en la isla de Cuba"

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Digitized  by  the  Internet  Archive 
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http://archive.org/details/fabricacindeazcaOOtatj 


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MBRIGPGléR 


DE 


iZUCAR  DE  C 


FABRICACIÓN 


DE 


CAR  DE  CAÑA 


TAL  COMO  SE  PRACTICA 

LOS  APARATOS  MAS  MODERNOS  EN  LA  ISLA  DE  CUBA 

POR 


Juan     T 


at\jepv    Y 


Riqué 


I KT  G-E3ST IJB  RO - 


ILUSTRABA  EflN  SEIS  LAMINAS  !  VEINTE  FIGURAS  EN  EL  TEXTO. 


IMPRENTA    DEL    «AVISADOR    COMERCIAL-    AMARGURA    30,  ESQUINA  A  CUBA. 
1887. 


La  presente  obra  es  propiedad  del 
autor. 

Queda  hecho  el  depósito  que  mar- 
ea la  ley. 

Todo  ejemplar  lleva  uua  contra- 
seña. 


FABRICACIÓN 

DE 
EN    LA 

ISLA  DE  CUBA. 


IPIR.DHIF'^.OIO 


l  escribir  este  libro  nos  liemos  propuesto  hacer 
una  revista  de  las  diferentes  fases  de  la  fabri- 

»  cacidn  de  azúcar,  desde  la  extracción^del  jugo 
de  la  caña  hasta  el  envase  de  su  fruto  con  destino  á 
los  distintos  mercados. 

La  aplicación  á  esta  importante  industria  délos 
aparatos  al  vacío ,  dobles  máquinas  de  moler  y  otros 
mecanismos  y  procedimientos  de  los  cuales  la  Isla 
de  Cuba  no  ha  sido  por  cierto  la  última  en  aprove- 
charse, da  a  nuestro  libro  carácter  de  utilidad,  sobre 
todo  para  los  Sres.  Hacendados,  Administradores 
de  ingenio,  Maestros  de  azúcar,  Maquinistas  y  o) 
-personas  más  o  menos  interesadas  en  esta  ino^' 


VI  TREFACIO. 


la  más  importante  de  esta  Antilla,  pues  á  esplioar 
esos  aparatos  y  su  manejo  va  principalmente  dedi- 
cada. 

Respecto  al  cultivo  y  atención  de  los  campos 
de  caña  se  han  escrito  varias  obras  de  mérito  y  á 
sus  páginas  recomendamos  acuda  el  que  desee 
instruirse  sobre  esos  interesantes  particulares.  No 
liemos  ere  ido  conveniente  que  nuestro  libro  abarcara 
también  la  parte  agrícola  de  la  caña  porque  cree^ 
mos  no  lejano  el  dia  en  que  la  elaboración  del  fruto 
y  el  cultivo  de  la  caña  se  harán  de  un  modo  inde- 
pendiente y  no  como  hasta  aquí  por  el  mismo  dueño 
del  ingenio,  separando  así  el  cultivo  de  la  fabricación. 

La  experiencia  que  hemos  podido  adquirir  du- 
rante los  varios  años  ocupados  en  el  estudio  y 
dirección  de  aparatos  en  diferentes  ingenios  de  esta 
Isla,  nos  permite  dar  carácter  práctico  á  las  expli- 
caciones contenidas  en  este  libro,  y  si  con  su  lectura 
logramos  dar  mejor  y  más  clara  idea  de  la,  que  se 
tiene  en  general  sobre  los  diversos  aparatos  usuales 
en  la  fabricación  del  azúcar,  contribuyendo  así  á 
su  mayor  comprensión  y  manejo,  nos  será  de  grata 
satisfacción. 

Las  láminas  que  figuran  en  el  cuerpo  de  la 
obra  han  sido  grabadas  según  dibujos  que  hemos 
hecho  directamente  de  los  mismos  aparatos  repre- 
sentados y  tanto  ellos  como  los  clichés  son  propie- 
dad del  autor. 

Habana,  Agosto  de  1887. 


X-^^mJ^MSMSiM.í^p- 


BFBRfGHGléR  QB  ñZÓGHK. 


PRIMERA   PARTE. 


CAPITULO  I. 

«GUARAPO»    ó    JUGO    DÉ    CAÑA.  —  SU    GRADUACIÓN. — VARIOS 
ANÁLISIS. AERÓMETROS. 


f®#  o  creemos  del  caso  dar  una  descripción  de  lo  que  es 
(s)  la  caña  como  planta;  bastará  decir  que  las  clases 
más  usuales  en  Cuba  son  la  blanca,  la  blanca  cristalina, 
la  morada  y  la  de  cinta.  De  estas,  la  blanca  es  la  más 
blanda  y  jugosa  y  fácil  de  moler,  mientras  que  la  morada 
de  cinta  es  la  más  dura  y  menos  jugosa,  si  biea  su  jugo 
contiene  proporcionalmente  más  azúcar.  La  cantidad  de 
guarapo,  su  densidad  y  calidad,  dependen  de  la  clase  de 
terreno,  su  antigüedad  en  producción  y  del  estado  atmos- 
férico durante  el  crecimiento  y  desarrollo  de  la  caña.  La 
densidad  6  peso  del  guarapo,  varía  entre  8  y  12-50  grados 
Beaumé,  según  la  localidad,  y  entre  los  meses  de  Noviem- 
bre y  Julio,  pues  antes  y  después  decrece  la  graduación 
por  no  estar  en  sazón  la  planta  ó  haber  pasado  ele  ella. 

GrlMlVGpo. — El   guarapo  crudo,    ó  recién  extraicK 
de  la  caña  es  turbio,  verdoso,  más  ó  menos  oscuro  y 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


Parecerá  extraño  que  digamos  que  es  dulce,  pero  hay  que 
recordar  que  no  todos  los  vegetales  que  contienen  azúcar 
son  dulces. 

Damos    á   continuación,    varios    análisis  de   caña    y 
guarapo  de  diferentes  localidades. 


Caña  de  la  Guadalupe  (según  Dupuy) 

Caña  de  Cuba  (Casascca) 

Asna            72.00  en  100 

o 

Azúcar....   17.80 
Leñoso  ...     0.80 
Sales              0.40 

Anua  77.80 en  100 

Azúcar  y  sales.  16.20 
Leñoso  etc 6.00 

Total..    100        partes. 

Total 100.00 

CAÑA  DE  OTAITI  (PAYEN.) 


Agua ! 71.04 

Azúcar  18.00 

Celulosa,  materia  leñosa,  ácido  péctico  ...  9.56 

Albúmina  y  materias  azoadas 0.55 

Cerosíá,  materia  verde,  sustancia  coloran- 
te amarilla,  id.  roja,  sustancia  grasas,  resino- 
sas, aceites,  esencias,  materia  aromática  delin- 

cuecente  a 0.37 

Sales  insolubres 0.12 

)>      solubres  0.16 

Silice  0.20 


Total 100.00 

I^is  sales  comprenden,  fosfato  de  cal,  de  magnesio,  de 
alúmina,  sulfato  y  oxalato  de  cal,    acetatos  y  malatos   de 
■al,  de  potasio  y  sodio,  sulfato  de  potasa  y  cloruro  de  pota- 
si".  de  sodio.  ' 


FABRICACIÓN   DE   AZÚCAR   DE    CANA. 


Gtiarapo. — Cenizas 

(según 

Peligot.) 

Sílice 

10.10  por  ciento. 
21.20    »        » 
20.70    »        » 
7.20    ))        » 
14.70    »        » 
26.10    ))        » 

Fosfato   terroso 

Carbonato  de  cal 

Sulfato  de  cal . . 

Carbonato  de  magnesia... 
Total 

100.00  partes. 

Según  el  mismo  químico  en  1,000  partes  de  guarapo 
hay  1'7  de  cenizas  y  los  cuerpos  anteriormente  enumera- 
dos esjtán  en  la  siguiente  proporción. 


Sílice 

0.1707 
0.3504 
0.3519 
0.1224 
0.2499 
0.4537 

por 

1000  partes. 

»          )> 
)>          » 
»          )> 

Carbonato  ele  cal 

Sulfato  de  cal 

Carbonato  de  magnesia. . . . 
Carbonato  de  potasio 

Total 

1.6990 

Jago  de  remoladla,  superior: 

Azúcar 12.00  por  ciento. 

Sales 0.72    »        » 

Materias  azoadas 1.25     »        » 

Agua 86.03    »        » 


Total 100.00    » 


10  FABRICACIÓN   DE   AZÚCAR   DE   CAÑA. 

Como  se  puede  ver  por  los  análisis  anteriores,  el  gua- 
rapo contiene  muchos  cuerpos  extraños  al  azúcar  que  es 
preciso  separar  á  fin  de  obtenerlo  con  la  mayor  pureza 
posible.  Los  ácidos  minerales  y  vegetales  que  contiene, 
tales  como  el  fosfórico,  el  sulfúrico,  carbónico  y  otros,  en 
combinación  con  la  cal,  la  magnesia,  potasa,  sosa,  y  las 
materias  azoadas  como  la  albúmina  y  pectina,  le  son  muy 
dañinos  desarrollando  en  él  gérmenes  de  fermentación  é 
intervirtiendo  su  azúcar  á  medida  que  su  acción  va  siendo 
más  prolongada  sobre  todo  al  aire  libre.  Por  esta  razón 
se  trata  siempre  de  purificar  el  guarapo  inmediatamente 
después  de  su  salida  del  trapiche  y  precaver  en  lo  posible 
su  alteración,  llevándolo  á  una  concentración  conveniente1, 
pues  en  estado  de  meladura  es  mucho  menos  propenso  á 
alterarse  al  contacto  del  aire.  c 

Con  el  objeto  de  eliminar  ó  quitarle  la  mayor  parte 
de  los  cuerpos  extraños  al  azúcar  que  contiene,  se  efectúa 
la  operación  llamada  defecación,  de  la  cual  hablaremos 
más  adelante  para  decir  ahora  algo  sobre  la  manera  de 
apreciar  la  densidad  del  guarapo  ó  tomar  supeso. 

Aerómetro. — Para  ello  se  emplea  generalmente,  y 
en  absoluto  en  la  isla  de  Cuba,  un'instrumento  llamado  ae- 
rómetro de  Beaumé,fig*  1.  Consiste  en  un  tubito  terminado 
por  un  pequeño  recipiente  cilindrico  ó  esférico,  del  mismo 
material, provisto  de  plomo  ó  de  azogue  en  su  parte  inferior, 
á  fin  de  que  una  vez  sumergido  en  el  líquido  se  mantega  en 
posición  vertical.  ¡Su  graduación  se  consigue  sumerjién- 
dole  primero  en  una  disolución  de  15  partes  de  sal  y  85 
de  agua  y  marcando  el  número  15  en  el  punto  de  flota- 
ción. Luego  se  sumerje  en  agua  destilada  y  el  punto  de 
flotación  se  marca  con  un  cero.  Dividiendo  el  espacio  de 
tubo  entre  0  y  15  en  quince  partes  iguales  y  -continuán- 
dolas hacia  la  parte  superior  del  instrumento,  resulta 
■raduado  el  aerómetro.  La  graduación  se  hace  llegar  de 
4"  «  45  gmdos,  y  aun  antes  de  llegar  á  ellos  son  tan    vis- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


11 


cosos    los  líquidos   que  no   ofrecen   ya    exactitud    en   la 
ación . 


graduación . 


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12  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

A  esta  clase  de  aerómetro  se  le  llama  también  pesa 
nales,  pesa  guarapo  y  pesa  simpes,  sirviendo  para  todo 
líquido  más  denso  que  el  agua.  Los  usados  para  líquidos 
níenos  densos  se  llaman  ^)<?<s«  licores  y  alcoliometros,  distin- 
guiéndose en  su  graduación  que  empieza  en  0  en  el  agua 
destilada,  junto  á  la  ampolla  y  termina  en  la  punta  del 
tubo. 

La  construcción  de  esos  instrumentos  estriba  en  el 
principio  ó  ley  descubierto  por  Arquímedes  que  es  el 
siguiente:  Todo  cuerpo  sumerjido  en  un  líquido  pierde  de 
su,  peso  el  peso  del  líquido  que  descdoja  ó  desplaza.  Por  lo 
tanto,  si  el  aerómetro  en  un  líquido  marca  10  grados  y 
colocándolo  en  otro  marca  20,  significa  que  el  ultimo  pesa 
el  doble  ó  es  dos. veces  más  denso. 

Si  se  observa  que  para  marcar  20  grados  necesita  su- 
merjirse  la  mitad  menos  que  para  10  se  vendrá  en  cono- 
cimiento de  la  otra  ley  siguiente :  El  volumen  de  la  parte 
surnerjida  es  inversamente  proporcional  á  la  densidad  del 
líquido.  Es  decir,  cuanto  más  pesado  sea  menos  se  sumer- 
jirá  en  él  el  aerómetro  ú  otro  cuerpo. 

El  material  usado  para  los  aerómetros  es  el  vidrio  y 
el  metal.  Las  de  vidrio  llevanza  graduación  en  una  tira 
de  papel  dentro  del  tubo;  los  de  metal  la  llevan  grabada 
fuera.  Para  las  disoluciones  de  azúcar  se  pueden  emplear 
ambos,  p'ero  para  disoluciones  acidas  los  de  metal  están 
sujetos  á  corrosión  más  ó  menos  rápida. 

Existen  varias  clases  de  Aerómetros  como  hemos 
dicho,  pero  uno  de  los  más  aplicables  y  aplicados  fuera  de 
la  Isla,  á  la  industria  azucarera,  es  el  de  Balling,  que  in- 
dica por  su  graduación  el  tanto  por  ciento  de  azúcar  y 
sales  contenidas  en  el  guarapo  á  cualquiera  densidad. 
Damos  á  continuación  una  tabla  con  la  graduación  Beau- 
mé  la  densidad  del  líquido  y  cantidad  de  azúcar  en  disolu- 
ciones puras,  hasta  los  50  grados. 


FABRICACIÓN    DE   AZÚCAR   DE    CANA. 


13 


TABLA  de  la  graduación,    densidad   y   proporción 
de  azúcar  en  disoluciones  de  azúcar  puro. 


Grados 

(/r,  de 

Grados 

%  de 

Beaumó 

azúcar. 

Densidad 

Beaumé 

azúcar. 

Densidad 

0 

0.00 

1.0000 

18.0 

32.72 

1.1429 

5.5 

9.90 

1.0397 

19.0 

34.58 

1.1520 

6.5 

11.70 

1.0473 

20.0. 

36.44 

1.1613 

7.0 

12.61 

1.0511 

20.5 

37.37 

1.1660 

7.5 

13.51 

1.0549 

21.0 

38.30 

1.1707 

8.0 

14.42 

1.0588 

21.5 

39.24 

1.1755 

8.5 

15.32 

1.0627 

22.0 

40.17 

1.1803 

9.0* 

16.23 

1.0667 

22.5 

41.11 

1.1852 

9.5 

17.14 

1.0706 

23.0 

42.05 

1.1901 

10.0 

18.05 

1.0746 

-24.0 

43.90 

1.2000 

10.5 

18.96 

1.0787 

25.0 

45.83 

1.2101 

11.0 

19.87 

1.0827 

26.0 

47.73 

1.2203 

11.5 

20.78 

1.0868 

27.0 

49.63 

1.2308 

12.0 

21.69 

1.0909 

28.0 

51.55 

1.2414 

12.5 

22.60 

1.0951 

30.0 

55.47 

1.2632 

13.0 

23.52 

1.0992 

35.0 

65.20 

1.3211 

14.0 

25.35 

1.1077 

40.0 

75.27 

1.3846 

15.0 

27.19  ' 

1.1163 

.45.0 

85.68 

1.4545 

16.0 

29.03 

1.1250 

50.0 

97.62 

1.5401 

17.0 

30.87* 

1.1339 

51.5 

99.85 

1.5565 

Es  preferible  pesar  el  guarapo,  al  salir  del   trapiche, 
pues  su  temperatura  es  entonces  casi  normal,  y  para  ello 


li  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

debe  primero  filtrarse  con  cuidado  á  través  de  un  lienzo 
ó  cosa  análoga,  á  fin  de  separar  de  él  las  impurezas  leño- 
sas y  terreas  que  contiene  y  que  motivarían  falsas  gra- 
duaciones. A  igual  volumen,  cuanto  más  caliente  esté  el 
guarapo  menos  será  su  peso  y  por  lo  tanto,  el  aerómetro 
marcará  menos  grados.  Se  hace  pues  necesario  si  se  quiere 
saber  la  verdadera  graduación,  pesarlo  en  frío. 

En  los  grandes  ingenios,  moliendo  enorme  cantidad 
de  caña  en  horas,  debería  tomarse  la  graduación  del  gua- 
rapo lo  menos  dos  veces  al  dia  pues  es  raro  que  la  densi- 
dad sea  la  misma,  y  caso  de  basar  los  cálculos  de  rendi- 
miento Sobre  las  defecadoras  y-  grados  del  guarapo, 
aquellos  no  serán  exactos. 


FABRICACIÓN  DE  AZUCAlí  DE  CAÑA.  15 


CAPITULO  II. 

MÁQUINAS    DE    MOLER. DIFERENTES     CLASES. CANTIDAD  DE 

CAÑA  MOLIDA. —  PRESIÓN'    SIMPLE. DOBLE    PRESIÓN. 

DESFIBRACIÓN. DIFUSIÓN, RENDIMIENTO. 

V  AS  carretas  ó  carros  de  ferrocarril  que  traen  la  caña  la 
descargan  en  el  conductor  que  movido  por  la  misma 
máquina  de  moler,  la  lleva  á  un  plano  inclinado,  de  donde 
cae  erttre  las  masas  del  trapiche.  Antes  de  llegar  á  los 
aparatos  de  extracción  modernos,  han  sido  varios  los  em- 
pleados para  esa  importantísima  parte  de  la  industria 
azucarera,  desde  la  presión  á  golpes  ent^e  dos  piedras 
hasta  los  ya  abandonados  trapiches  de  dos  y  tres  masas  ó 
cilindros  verticales  movidos  por  fuerza  animal,  en  los 
cuales  la  extracción  variaba  entre  30  y  50  por  ciento  en 
jugo,  del  peso  de  la  caña. 

Doble  engranes. — Actualmente,  en  la  Isla  de 
Cuba,  se  pueden  dividir  las  máquinas  de  moler  en  dos 
clases  principales.  Las  verticales,  es  decir,  dé*  cilindro 
de  vapor  vertical  y  de  simple  ó  doble  engrane  y  las  hori- 
zontales de  simple  ó  doble  engrane  también.  Las  máqui- 
nas de  doble  engrane  son  hoy  dia  las  más  usuales  y  las 
de  más  fuerza.  Consisten,  en  primer  lugar,  del  aparato 
motor  ó  máquina,  esta  sea  vertical  ú  horizontal  está  mon- 
tada en  una  base  de  hierro  provista  de  un  volante  para 
regularizar  el  movimiento  y  de  todos  los  accesorios  usua- 
les necesarios,  como  lubricadores,  llaves  de  entrada  de' 
vapor,  llaves  de  purga  y  un  cuadrante  ó  sector  que   per- 


16  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

•  mite  por  medio  de  la  palanca  ó  volante  que  lo  mueve, 
detener  ó  cambiar  la  marcha  de  la  máquina. 

El  eje  del  eigüeñal  lleva  un  piñón,  y  este  engrana  con 
una  rueda  dentada  que  lleva  en  su  eje  otro  piñón  mayor, 
y  que  engrana  á  su  vez  con  otra  rueda  de  mayor  diáme- 
tro tija  á  un  eje  que  corresponde  con  el  de  la  masa  mayor, 
aunque  separado  y  unido  al  de  ésta  por  una  pieza  llamada 
acollador  que  sirve  para  conectar  ó  desconectar  el  aparato 
motor  del  trapiche.  Las  diferentes  ruedas  que  hemos 
mencionado  y  que  trasmiten  el  movimiento  y  fuerza  de  la 
máquina  al  trapiche,  tienen  sus  ejes  montados  en  una  ba- 
se independiente  por  lo  general  de  la  de  la  máquina  y 
•que  se  llama  base  de  la  trasmisión. 

El  trapiche  está  á  su  vez  montado  en  otra  separada  y 
se  compone  de  las  piezas  siguientes:  de  tres  cilindros  de 
hierro  fundido  horizontales  con  sus  ejes  de  hierro  dulce  ó 
acero,  llamados  guijos,  cuyos  centros  vistos  de  frente  ocu- 
pan los  tres  vértices  ele  un  triángulo  casi  isoceles  con  su 
base  horizontal.  A  dichos  cilindros  se  les  llama  mazas. 
La  maza  superior  que  conecta  con  el  eje  de  la  trasmisión 
se  llama  mayor.  La  inmediata  mirando  hacia  el  conduc- 
tor de  caña  cañera  y  la  posterior  bágucera.  El  eje  de  la 
maza  mayor  es  más  largo  que  el  de  las  otras  dos  y  tiene 
un  piñón  6  rueda  dentada  inmediata  al  acollador  de  que 
hemos  hablado,  que  engrana  con  otros  dos  piñones  fijos  en 
los  ejes  d&.  las  otras  dos  mazas.  De  este  modo  se  trasmite 
el  movimiento  de  la  maza  mayor  á  las  otras  dos  en  senti- 
do opuesto  al  suyo,  como  se  puede  ver  por  la  figura  n"  2  y 
en  la  lámina  1* 

Los  ejes  de  las  mazas  giran  en  cojinetes  6  chumace- 
ras de  bronce  de  mucha  superficie,  los  cuales  reposan  en 
huecos  dejados  apropósito  en  dos  pedestales  laterales  de 
hierro  fundido  y  de  mucha  solidez  que  se  llaman  vírgenes. 
Debido  á  la  tendencia  de  la  maza  mayor  á  levantarse  por 
la  presión  de  la  caña  en  ella,  las  tapas  de  sus  chumaceras 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


17 


están  fijas  á  la  base  del  trapiche  por  medio  de  dos  torni- 
llos largos  y  de  mucha  resistencia.  Las  dos  mazas  laterales, 
6  sea  la  cañera  y  bar/acera  pueden  acercarse  á  la  mayor, 
haciendo  caminar  sus  cojinetes,  paralo  cual  estos  encajan 


1S  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

en  una  ¡jarte  de  corredera  hecha  en  los  huecos  de  las  vír- 
genes y  fijos  en  estas  hay  unos  tornillos  muy  fuertes 
que  enroscando  en  tuercas  fijas,  permiten  graduar  la  se- 
paración de  las  mazas,  empujando  más  ó  menos  sus  chu- 
maceras. Esta  operación  es  de  la  mayor  importancia 
como  veremos  luego. 

La  ■  base  casi  cuadrada  que  sirve  de  asiento  á  las 
vírgenes  y  que  á  su  vez  reposa  sólidamente  sobre  los  ci- 
mientos, forma  un  gran  plato  destinado  á  recibir  el  jugo 
de  la  caña  al  caer  y  del  cual  sale  por  medio  de  un  orificio 
abierto  en  la  ¡jarte  más  baja  que  lo  conduce  al  tanque  de 
guarapo.     A  esta  plataforma  se  le  llama  bancaza. 

Como  es  natural'  sino  hubiera  ningún  obstáculo  debajo 
de  la  maza  mayor  y  entre  las  otras  dos  para  detener  el 
bagazo,  la  caña  al  pasar  entre  la  mayor  y  cañera,  caería 
á  la  bancaza  sin  pasar  por  la  bagacera;  para  impedirlo  se 
coloca  en  ese  lugar  una  pieza  de  hierro  ó  madera  paralela 
á  las  mazas  en  sentido  longitudinal  y  cubierta  de  una 
plancha  de  hierro  más  ó  menos  curva  en  sección,  que  tocan- 
do la  masa  cañera  en  todo  su  largo  deja  un  claro  entre 
ella  y  la  bagacera  para  la  mejor  salida  del  guarapo.  Se 
llama  á  esta  pieza  cuchilla  y  es  una  de  las  más  importantes 
del  aparato.  Su  misión  es  la  de  recibir  la  caña  al  pasar 
entre  la  maza  mayor  y  cañera,  y  sin  ceder  á  la  tremenda 
presión  de  aquélla,  conducirla  entre  la  mayor  y  bagacera 
para  quedase  entre  las  dos  y  salga  molida  de  nuevo.  Es 
general  darle  una  separación  de  2¿  pulgadas  ó  tres  de  la 
masa  mayor,  y  al  colocarla  conviene  que  esté  un  poco  más 
levantada  la  curva  hacia  la  entrada  de  la  caña  que  hacia 
la  salida,  y  su  bordé  de  ese  lado  cortado  á  bisel  á  fin  de 
ajustar  bien  con  la. maza  cañera  en  todo  su  largo  y  de  no 
dejar  entrar  caña  entre  dicho  borde  y  la  maza.  Se  constru- 
yen, como  hemos  dicho,  de  hierro  y  madera;  pero  siempre 
sus  partes  esenciales  son  las  mismas  que  hemos  mencionado; 
es  decir,  una  plancha  de  hierro  más  ó  menos  ancha  y  del 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  19 

largo  de  las  mazas,  y  la  pieza  á  la  cual  va  fija  ésta  por 
tornillos  con  cabeza  avellanada  por  la  parte  interior;  á  fin 
de  no  oponer  obstáculo  al  paso  del  bagazo.  La  colocación 
dé  la  cuchilla  debe  hacerse  con  mucho  cuidado ,  pues  su 
mal  arreglo  produce  vibraciones  en  el  trapiche  y  aumenta 
considerablemente  el  trabajo  de  las  mazas,  contribuyendo 
también  á  eme  la  caña  salga  mal  molida. 

De  las  tres  mazas,  la  cañera  y  bagacera,  tienen  bordes 
en  sus  cabezas,  que  ajustan  con  las  de  la  mayor,  con  el  ob- 
jeto ele  ejue  el  bagazo  no  se  escape  por  el  lado  de  las  vír- 
genes. Para  contribuir  poderosamente  á  este  mismo  fin, 
la  plancha  ele  la  cuchilla  tiene  á  cada  cabeza  una  pieza 
del  mismo  ó  mayor  grueso  del  de  dichos  boreles,  y  que 
aj listando  con  estos,  acaba  ele  cerrar  los  espacios  ejue  de 
otro  modo  quedarían  abiertos  y  dejarían   pasar  el  bagazo. 

La  apertura  entre  las  mazas  es  variable,  pues  ele- 
penele  de  la  cantidad  de  caña  y  rendimiento  eme  se  quiera 
obtener,  pero  varía  por  lo  general  entre  «  y  i  de  pulgada 
á  la  entrada,  correspondiendo  ele  ^  á  4  de  salida — pues 
aunque  se  pongan  las  mazas  mayor  y  bagacera  al  contacto 
ó  tope,  siempre  al  sufrir  la  presión  de  la  caña  abren  -J-g-  y 
más — según  la  elasticidael  de  las  partes  que  la  sujetan. 

El  acollador  ele  que  hemos  hablado,  se  compone  de 
una  pieza  de  hierro  dulce  ó  acero  ele  sección  cuadraela 
y  más  ó  menos  larga,  eme  se  coloca  entre  la  cífbeza  del 
eje  de  trasmisión  y  la  del  eje  de  la  masa  mayor,  que  tam- 
bién son  cuadradas  en  la  parte  que  sobresale  de  los  bron- 
ces. Esta  pieza  se  llama  entredós,  y  por  meelio  ele  otras 
dos  piezas  de  hierro  muy  fuertes  eme  tienen  en  el  medio 
un  hueco  cuaelraelo  algo  mayor  que  el  del  entredós,  y  eme 
por  lo  tanto  les  permite  moverse  á  su  largo,  basta  empu- 
jar elidías  piezas,  ó  acolladores,  suficientemente,  hacia  las 
cabezas  de  los  ejes,  para  que  el  movimiento  del  de  trasmi- 
sión se  trasmita  al  ele  la  maza  mayor.  Para  impeelir  ejue 
con  el  movimiento  no  tiendan  á  aproximarse  los  acollado- 


20  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAll  DE  CAÑA. 

res  y  concluyan  por  desconectar  el  trapiche,  se  coloca  en 
el  hueco  que  queda,  una  vez  en  su  lugar,  una  ó  varias 
piezas  de  madera  ó  hierro  que  los  mantienen  á  la  distancia 
conveniente. 

CoiifhfCfOi'es. — Para  la  conducción  de  la  caña 
á  las  mazas,  se  emplea  una  estera  continua  formada  de  dos 
cadenas  entre  cu  vos  eslabones  planos  van  fijas  las  tabli- 
llas, á  la  cual  se  llama  conductor  de  caña,  y  que  como  hemos 
dicho,  es  movida  por  la  misma  máquina.  Para  ello,  en  el 
punto  inmediato  al  trapiche  de  donde  deba  aquella  caer 
por  su  propio  peso  entre  las  mazas,  existen  dos  armaduras 
de  hierro  llamadas  burros,  en  la  parte  superior  de  las 
cuales  se  halla  colocado,  paralelo  á  las  mazas,  un  eje  que 
lleva  dos  ruedas  con  dientes  que  engranan  con  los  eslabo- 
nes, cortos  de  las  cadenas  del  conductor.  Al  girar  por  lo 
tanto  dicho  eje,  los  dientes  van  entrando  en  los  eslabones 
que  separan  los  largos  donde  van  las  tablillas  y  hacen 
caminar  la  estera  hacia  el  trapiche.  Las  ruedas  dentadas 
están  colocadas  en  la  parte  interior  de  los  burros  y  reciben 
el  movimiento  del  extremo  del  eje  de  la  maza  cañera, 
opuesto  al  piñón  de  que  hemos  pablado,  por  medio  de 
una  rueda  colocada  en  una  espiga  que  sobresale  de  aquél, 
provista  también  de  dientes,  y  que  corresponde  á  otra 
exactamente  igual  colocada  en  el  eje  de  las  ruedas  del 
conductor,  con  la  cual  se  comunica  por  una  cadena  sin  fin 
de  hierro  ó  acero  provista  de  eslabones  en  los  cuales  en- 
cajan los  dientes  de  ambas. 

Como  hay  que  detener  amenudo  el  conductor  de  caña 
á  fin  de  graduar  la  entrada  de  estay  evitar  excesiva  aglo- 
meración de  ella  entre  las  mazas,  lo  cual  á  toda  marcha 
puede  traer  averías  al  aparato,  y  para  otros  casos  donde 
se  quiera  mantener  la  máquina  andando  sin  que  ande  el 
conductor,  existe  montado  en  el  mismo  eje  del  burro, 
donde  como  hemos  dicho  están  las  ruedas  de  aquél,  un 
aparato  llamado  retranca. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  21 

Las  hay  de  dos  clases,  de  palanca  o  de  volante,  las. 
de  palanca,  consisten  en  una  nuez  provista  de  varios  dien- 
tes movible  á  lo  largo  del  extremo  del  eje  del  conductor 
en  el  burro '  y  que  por  medio  de  un  sistema  de  palancas 
movidas  á  mano;  se  traba  ó  desentraba  con  los  dientes  de 
otra  nuez  fija  ó  fundida  con  la  rueda  dentada  de  que  lie- 
mos hablado  y  que  recibe  el  movimiento  de  la  maza  cañe- 
ra por  medio  de  la  cadena.  Como  esa  rueda  está  suelta 
en  el  eje  y  mantenida  en  su  lugar  por  dos  collarines  fijos 
á  este  ú  otros  medios,  y  por  el  contrario  la  nuez  de  la  re- 
tranca está  fija  á  aquél  por  medio  de  cuñas  y  puede  avan- 
zar ó  retroceder  hasta  encajar  en  su  parte  correspondiente 
de  la  rueda  de  la  retranca,  resulta  que  para  parar  el  con- 
ductor de  caña,  basta  desconectarla  por  medio  de  la 
palanca  y  lo  contrario  para  que  se  ponga  aquél  en  mo- 
vimiento. 

En  el  segundo  sistema,  ó  sea  de  volante  la  rueda 
dentada  que  recibe  el  movimiento  de  la  muza  cañera  es  la 
misma,  pero  en  lugar  de  la  nuez  movida  por  la  palanca, 
existe  un  cono  de  hierro  que  movido  por  un  tornillo  pro- 
visto de  un  volante,  se  acerca  ó  retira  á  voluntad  de  una 
parte  cónica  correspondiente  fijaá  la  rueda  del  conductor. 
Este  sistema  es  muy  superior  al  primero  sobre  todo  en  los 
trapiches  grandes,  pues  el  movimiento  de  la  maza  no  se 
trasmite  de  golpe  al  conductor  como  sucede  (fon  aquél, 
evitándose  así  roturas  de  dientes,  de  eslabones  y  hasta  de 
ejes.  La  disposición  de  palancas  y  demás  piezas  que  com- 
ponen el  primer  sistema  y  las  del  segundo,  escusado  es 
decir  que  es  muy  variable  pero  las  partes  esenciales  son 
las  mismas  que  hemos  mencionado. 

El  conductor  de  caña,  se  compone  de  una  parte  ho- 
rizontal á  una  altura  del  suelo  que  facilite  la  descarga  de 
las  carretas  y  carros  de  ferrocarril,  y  de  otra  en  pendiente 
que  lleva  la  caña  á  la  plancha  de  hierro  del  burro,  de 
donde  cae  entre  las  mazas.     Esa   pendiente  no    conviene 


22  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

sea  muy  brusca  á  fin  de  evitar  trabajo  excesivo  á  las  me- 
cías y  cadenas  de  trasmisión.  La  estera  qne  compone  el 
conductor  se  mueve  á  lo  largo  de  unos  tablones  de  2i  y 
3  pulgadas  de  grueso  fija  en  horcones  sólidamente  ente- 
rrados en  el  suelo  que  componen  su  marco  y  encajonan  la 
caña  en  la  parte  superior  de  la  estera,  á  fin  de  que  no 
caiga  al  suelo.  Como  una  vez  cargado  el  conductor  de  caña 
representa  esa  carga  un  peso  considerable,  á  fin  de  soste- 
ner las  cadenas  donde  van  fijas  las  tablillas,  se  colocan 
atornillando  sus  soportes  á  los  tablones  por  la  parte  infe- 
rior, varias  poleas  de  hierro  que  al  mismo  tiempo  que  su- 
jetan á  la  estera  facilitan  su  movimiento.  Debajo  del 
conductor  existe  una  escavación  continua  que  permite 
examinarlo  y  quitar  la  paja  y  caña  que  cae  por  los  inter- 
medios imprescindibles  de  las  tablillas  y  que  llegaría  á  en- 
torpecer considerablemente  su  movimiento. 

En  la  cabeza  extrema  del  conductor,  existe  otro  par 
de  ruedas  dentadas  que  guian  las  cadenas,  obedeciendo  al 
movimiento  de  estas.  Los  conductores  de  caña,  suelen 
variar  de  longitud,  según  el  número  de  carretas  que  se 
desea  atraquen  á  cada  lado,  y  la  potencia  del  trapiche, 
siendo  por  lo  regular  de  20  á  30  varas. 

La  caña  al  salir  ya  molida  de  entre  las  mazas  mayor 
y  bagacera,  sale  en  forma  más  ó  menos  esponjosa,  ó  desa- 
gregada, debida  á  la  presión  que  ha  sufrido  por  la  cual 
ha  abandonado  la  mayor  parte  de  su  jugo.  En  esta  for- 
ma se  le  llama  bagazo  y  para  irlo  retirando  del  trapiche 
se  emplea  otro  conductor  llamado    conductor  de  bagazo. 

Esto  es  igual  al  de  caña,  aunque  de  menos  ancho  por 
lo  general,  y  recibe  su  movimiento  por  medio  de  dos  rue- 
das dentadas  que  reciben  el  suyo  de  otra  fija  en  una  espi- 
ga prolongación  del  eje  de  la  maza  bagacera,  al  lado  opues- 
to al  piñón,  y  qué  por  medio  de  una  cadena,  sin  fin  igual 
á  la  que  sirve  para,  el  conductor  de  caña,  trasmite  sn 
fuerza  y  movimiento  ;i    una    rueda  fija  al  eje,  inferior  del 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  23 

conductor.  Para  facilitar  la  descarga  del  bagazo  á  los 
carros  destinados  á  su  trasporte,  el  conductor  tiene  una 
pendiente  más  ó  menos  rápida,  hasta  conseguir  en  su  ca- 
beza extrema  una'altura  suficiente  para  descargar  sobre 
ellos.  Está  también  al  igual  del  conductor  de  caña 
encajonado  por  tablones  gruesos  fijos  á  horcones  sólida- 
mente enterrados.  Su  estera  se  mueve  sobre  poleas  fijas 
á  dichos  tablones  y  en  su  parte  extrema  superior,  tiene 
otro  par  de  ruedas  dentadas  iguales  á  las  del  eje  que  re- 
cibe el  movimiento  de  la  maza  bagacera,  para  guiar  sus 
cadenas.  Existe  también  facilidad  de  examinar  el  con- 
ductor y  limpiar  debajo  de  él  por  medio  de  las  escavac io- 
nes convenientes. 

La  fuerza  necesaria  para  poner  y  mantener  el  movi- 
miento,en  los  conductores  de  caña  y  bagazo  es  bastante 
considerable,  y  fácil  de  determinar,  teniendo  en  cuenta  su 
peso  y  velocidad  por  minuto,  así  es  que  conviene  evitar 
todo  lo  que  produzca  roce  excesivo,  sea  contfti  los  tablones 
de  los  costados  ó  en  las  mismas  cadenas. 

Por  lo  que  antecede  se  puede  ver,  que  el  aparato  de 
extracción  se  compone,  primero  de  la  máquina  motriz; 
segundo  de  la  trasmisión;  tercero  del  trapiche  y  cuarto  de 
los  conductores.  Como  accesorios  tiene  el  tanque  de  gua- 
rapo y  la  bomba  de  guarapo. 

El  tanque  de  guarapo  es  de  hierro  por  lo*general 
rectangular  y  provisto  de  uno  ó  más  coladores  para  que  al 
caer  en  él,  el  guarapo  de  la  bancaza  detengan  la  parte 
leñosa  que  siempre  lleva  y  que  no  puede  pasar  por  el 
tejido  metálico  que  los  compone. 

La  bomba  de  guarapo  es  necesaria  para  bombear  el 
jugo  de  caña  á  los  aparatos,  á  medida  que  entra  en  el 
tanque.  Son  movidas  ó  bien  por  una  de  las  masas  ó  por 
el  mismo  eje  de  la  máquina.  En  el  primer  caso  siendo 
el  movimiento  lento  pertenecen  á  la  clase  llamada  de  sim- 
ple efecto  y  su  cilindro  es  capaz  de  admitir  á  cada   media 


24  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DÉ  CAÑA. 

revolución  de  la  maza  que  levanta  el  pistón,  la  cantidad 
de  guarapo  extraída  en  el  mismo  tiempo,  el  cual  es  impe- 
lido á  los  aparatos  en  la  bajada  de  dicho  pistón,  durante 
la  segunda  media  revolución.  Para  compensar  la  lentitud 
de  su  movimiento  se  les  da  gran  superficie  de  émbolo  á 
fin  de  obtener  suficiente  volumen  á  cada  subida  de  éste. 

Cuando  están  articuladas  al  eje  de  la  máquina  son 
de  simple  ó  doble  efecto  y  siempre  de  cilindro  más  chico: 
pues  el  mayor  número  de  revoluciones  compensa  su  me- 
nor tamaño.  Las  de  simple  efecto,  no  expelen  el  guarapo 
más  que  una  vez  por  revolución,  mientras  que  las  de  do- 
ble efecto  lo  efectúan  dos  veces,  siendo  por  lo  tanto,  más 
regular  la  corriente  de  guarapo  y  requieren  menos  fuerza 
que  las  de  simple  efecto,  puesto  que  estas  á  cada  embola- 
da tienen  que  poner  de  golpe  en  movimiento  la  columna 
más  ó  menos  grande  de  líquido  que  encierran  las  tuberías. 

En  el  capítulo  dedicado  á  bombas  hablaremos  algo 
más  sobre  el  particular. 

En  los  aparatos  modernos  la  bomba  de  guarapo  lo 
envía  al  Calentador  del  cual  se  tratará  más  adelante. 

Simple  engrane. — Las  máquinas  de  simple  en- 
grane, no  se  diferencian  de  las  ya  descritas,  más  que  en  la 
trasmisión,  que  consiste  en  un  piñón  movido  por  el  eje  motor 
que  engrana  con  una  gran  rueda  dentada  llamada  catalina 
cuyo  eje  coincide  con  el  de  la  maza  mayor  y  conecta  con 
éste  por  medio  de  un  entredós  y  acolladores  ya  descritos. 

Todas  las  ruedas  grandes  dentadas  ó  catalinas  que 
entran  en  la  trasmisión  de  las  máquinas  de  moler,  están 
hechas  en  segmentos  ó  camones  que  se  pueden  reemplazar 
por  otros,  en  caso  de  romperse  algún  diente. 

En  toda  maquina  de  buena  construcción,  deben  estar 
sus  partes  proporcionadas  de  tal  manera,  que  puedan 
dominar  el  impulso  del  pistón  del  cilindro  de  vapor  en 
circunstancias  normales,  antes  de  romperse,  produciendo 
la  detención  de  la    máquina;  y  para  evitar  en  casos  acci- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  .  25 

dentales  roturas  de  partes  difíciles  de  reemplazar,  se  cons- 
truyen los  piñones  de  las  mazas  ó  los  acolladores,  de  ma- 
nera que  sean  éstos  los  que  cedan.  Debido  á  deficiencia 
en  estas  proporciones  resultan  á  menudo  roturas  de  vrnje- 
nes,    y  de  ejes  de  mazas  ó  guijos. 

Ponemos  á  continuación,  las  diferentes  dimensiones 
y  capacidad  de  varias  máquinas  ele  moler  desde  mazas  de 
()m,500  de  diámetro  y  de  0m,700  de  largo  hasta  un  diáme- 
tro de  lm,000  y  largo  de  2m,200  que  son  las  mayores  que 
se  construyen  generalmente.  Indicamos  también  las  di- 
mensiones de  los  cilindros  de  vapor  y  las  revoluciones 
que  dan  las  mazas  por  minuto  en  marcha  normal. 

Es  inútil,  pretender  moler  más  caña,  haciéndolo  más 
aprisa,  si  se  quiere  obtener  igual  rendimiento  que  molien- 
do en,  marcha  normal  con  las  distancias  entre  las  mazas 
bien  arregladas,  pues  como  todo  depende  de  la  fuerza  de 
la  máquina,  si  se  pretende  moler  en  un  tiempo  ciado  más 
caña  que  la  que  esta  pueda  buenamente^  ó  saldrá  peor 
molida,* ó  se  parará  la  máquina.  Y  caso  ele  forzarla  con 
una  presión  de  vapor  inusitada  resultará  alguna  avería 
en  el  aparato. 

Por  lo  tanto  creemos  el  siguiente  cuadro  de  interés 
á  nuestros  lectores. 


26 

FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

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FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  27 

Para  terminar  la  descripción  de  los  aparatos  de  ex- 
tracción, damos  las  dimensiones  de  dos  máquinas  de  mo- 
ler de  igual  capacidad  pero  de  simple  y  doble  engrane,  y 
además  las  de  la  máquina  del  Central  Redención  en  Puer- 
to Principe. 

MñQÜINñ  DE  SIMPLE.  ENGRANE 

DEL 

INGENIO  "SAN  AGUSTÍN. "-REMEDIOS, 

DE  LA  SRA.  VIUDA  DE  ARIOSA.     . 


CONSTRUCTOR  MIRLEES  AND  TAIT-GLASGOW. 

Diámetro  del  cilindro  de  vapor 0m4G0 

Curso  del  pistón 1.  400 

Revoluciones 30 

Diámetro  del  piñón 0,560 

ídem  de  la  catalina *8, 500 

ídem  de  las  coronas . .  0,859 

Presión  del  vapor  en  atmósfera 4rrG0  libras. 

Diámetro  de  las  mazas 0,  900 

Largo         idem    idem 2,000 


MAQUINA  DE  DOBLE  ENGRANE, 

DEL 

INGENIO  "LOS  CAÑOS'-GUANTÁNAMO, 

CONSTRUCTORES,  CATL  Y  C?-PARIS. 

Diámetro  del  cilindro 0,m6 00 

Curso  del  pistón..., 1,  200 

Revoluciones 30 

Diámetro  de  las  mazas 0,  900 

Laro-o         idem     idem 2,  000 


'  28  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

Diámetro  del  volante G,m500 

ídem         del  primer  piñón 0,  728 

ídem         de  la  primera  catalina 3,  028 

ídem  del  segundo  piñón 0,  823 

ídem         de  la  segunda  catalina 3,  300 

Kevol liciones  de  las  mazas 1,  790 

Presión  del  vapor  en  atmósfera 4  =00  libras. 


MHQUINñ  DE  DOBLE  ENGRHNE 


DEL 


INGENIO  CENTRAL  "REDENCIÓN 

PUERTO  PRINCIPE. 


Constructora  la  compañía  de  Fives-Lii.lk.-Fiíaxcia. 

Diámetro  del  cilindro  de  vapor 0,mG40 

Curso  del  pistón 1,  200 

Diámetro  del  primer  piñón ,  0,   730 

ídem         de  la  primera  catalina 3,   300 

ídem  del  segundo  piñón 0,   828 

ídem         de  la  segunda  catalina 3,   G41 

Ídem         de  las  mazas 1,   000 

Largo  de  las  mazas 2,   000 

Revoluciones  del  eje  de  la  máquina 32 

Ídem  de  las  mazas 1,    01 

Hendí  miento. — Se  llama  rendimiento  de  un  tra- 
piche la  relación  entre  el  peso  de  jugo  extraido  y  el  peso 
de  caña  correspondiente.  En  los  trapiches  modernos,  va- 
ria entre  el  52%  y  el  65%  del  peso  de  la  caña-,  según  la 
presión  y  cantidad  de  jugo  contenido  en  ella;  pero  se  pue- 
de considerar  el  rendimiento  de  02%  como  el  más  usual 
en  buenos  aparatos. 

Si  suponemos  en  la  caña  el  00%  de  su  peso  en  jugo, 
(d  rendimiento  de  02%  representa  el  08,8%  del  total  de 
aquel  ó   sea    del   contenido  en    la   planta,  quedando  pues 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  29 

31,2%  del  total  en  el  bagazo  y  el  28%  del  peso  de  la  caña 
suponiendo  un  10%  de  leñoso. 

Cien  kilogramos  de  caña  darán,  pues,  con  un  rendi- 
miento del  62%  ele  su  peso,  02  kilogramos  de  guarapo  y 
quedarán  38  de  bagazo  conteniendo  28  kilos  de  guarapo. 
A  9  i  grados  Beaumé  según  se  puede  ver  en  el  cuadro  n°  1 
conteniendo  100  kilos  de  jugo,  17  k  14  de  azúcar  y  sales 
de  los  cuales  1G  del  primero  próximamente,  la  cantidad 
de  azúcar  contenido  en  las  38  de  bagazo  será  de  k  4,5  es 
decir,  por  cada  100  de  caña  molida,  quedarán  por  extraer- 
se k.  4  s  de  azúcar.  Considerando  que  cien  kilos  ele  caña 
contienen  90  de  guarapo,  la  cantielael  ele  azúcar  contenielo 
en  100  kilos  de  caña,  será  de  k.  14,  40  y  los  4?  que  que- 
dan en  el  bagazo  representan  una  pérdida  elel  31% 

Con  un  rendimiento  de  52%  del  peso  de  la  caña  que- 

é'  - 

dan  48  kilos  de  bagazo  por  cada  100  de  caña,  ele  los  cua- 
les 38  de  guarapo  contenienelo  á  9¿  grados  Beaumé  k.  0,00 
de  azúcar  ó  sea  el  6:  14,4  — 41%  del  azúcar  total  contenielo 
en  la  planta. 

La  determinación  elel  rendimiento,  se  hace  sumando 
el  volumen  ele  los  tanques,  pailas  ó  elefecadoras  que  se 
lian  llenado  ele  jugo  con  un  peso  de  caña  conocido,  y  co- 
mo lo  es  el  grado  y  por  lo  tanto  la  densidael  del  gua- 
rapo es  fácil  multiplicando  el  volumen  ele  éste  por  su  den- 
sidad hallar  el  peso  y  dividido  éste  por  el  ele  la  cajia  dará 
como  cociente,  el  renelimiento. 

O  sea  en  fórmula:  VXD 

R= 

P 

Dónele: 

R. — rendimiento. 

V. — volumen  elel  guarapo  extraído. 

D. — -densidad  según  su  graduación  J 

P. — peso  ele  la  caña. 

El  volumen  elel  guarapo  debe  calcularse  en  frió  pues 


30  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

♦  " 

á  medida   que   aumenta   su    temperatura,    disminuye    su 
densidad  y  los  cálculos  de  rendimiento  serian  inexactos. 

Hemos  visto  que  con  un  rendimiento  de  62%  quedaba 
en  el  bagazo  4,  k  5  de  azúcar  y  G  con  el  de  52%  por  don- 
de se  puede  comprender  la  importancia  que  tiene  una 
buena  extracción  y  su  influencia  en  los  beneficios  de  Hn 
de  zafra.  Esto  es  tan  aparente  y  tan  sabido  que  no  debe- 
ríamos extendernos  más  sobre  el  particular,  pero  conclui- 
remos haciendo  un  I  cálculo  aproximado  de  la  pérdida  pe- 
cuniaria que  representa  el  azúcar  que  queda  en  el  bagazo. 

Un  ingenio,  muele  300  carretadas  de  caña  de  á  100 
(a  diariamente  y  trabaja  120  días  de  zafra,  lo  cual  da  un 
total  de  300X100X120=3.600,000  @  de  caña  y  supo- 
niendo una  extracción  del  52%  con  la  cual  liemos  visto  que 
quedaban  G  de  azúcar  en  el  bagazo  de  100  de  cañarse  ha- 
brá dejado  pues,  de  extraer  216,000  (a)  de  azucaró  sea 
334  bocoyes  de  16  quintales. 

Con  una  "extracción  del  62%  la  pérdida  será  de  250 
bocoyes  próximamente. 

El  bagazo  que  proviene  de  caña  mal  molida  á  causa 
de  la  mayor  cantidad  de  agua  que  contiene,  se  seca  con  más 
dificultad,  y  á  pesar  del  gran  poder  calorífico  que  atribu- 
yen algunos  al  azúcar  que  contiene,  preferible  sería,  á  ser 
posible,  envasarlo  todo  en  sacos,  en  lugar  de  echarlo  en 
las  fbrña&as. 

Además  de  la  pérdida  ocasionada  en  la  extracción 
del  jugo,  existen  otras  en  el  curso  de  la  fabricación  que 
influyen  mucho  en  el  rendimiento  total.  Estas  se  derivan 
de  las  cachazas,  mieles,  lavados  etc.,  de  las  cuales  resulta 
que  de  las  14.40  de  azúcar  que  deberían  obtenerse  teóri- 
camente de  100  de  caña,  solo  se  obtienen,  cuando  más. 
de  9  ¿  á  10  en  aparatos  buenos  y  bien  atendidos,  y  de 
5  á  7¿-  con  trenes  comunes,  según  los  casos. 

Fácil  es  ver,  sin  embargo,  que  la  mayor  pérdida 
existe  en    el  trapiche,   y  á  disminuirla  van  encaminados 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  31 

varios  aparatos  y  procedimientos,  entre  los  cuales  los  más 
eficaces  son  la  remolida,  la  difusión  y  la  desñbración. 

Doble  y  triple  presión.— Xa  doble  presión 
consiste  en  hacer  pasar  el  bagazo  por  otro  trapiche  que 
lo  esprime  de  nuevo.  En  el  trayecto  del  primero  al  segun- 
do, recibe  el  bagazo  una  inyección  de  cierta  cantidad  de 
agua  caliente  que  favorece  la  extracción  del  azúcar  que 
contiene.  La  disposición  de  la  segunda  máquina  de  moler 
es  en  línea  con  la  primera  ó  á  escuadra,  de  manera  que 
el  primer  conductor  de  bagazo  derrame  sobre  el  conductor 
de  avance  de  la  segunda.  La  triple  presión  empleada  en 
pocos  ingenios,  consiste  simplemente  en  hacer  pasar  de 
nuevo  el  bagazo  por  un  tercer  trapiche,  del  cual  sale  casi 
pulverizado  y  gran  parte  de  él  inservible,  por  lo  tanto, 
como  combustible,  no  compensando  á  nuestro  entender, 
la  cantidad  de  jugo  que  de  él  se  obtiene  el  costo  de  la 
triple  molida  y  la  pérdida  de  combustible. 

Experimentos  hechos  en  el  ingenio  Saij  Antonio  del 
Excino.  Sr.  D.  Mamerto  Pulido  en  1883,  dieron  un  ren- 
dimiento en  el  primer  trapiche  de  60%,  en  el  segundo 
de  7%  dando  un  total  de  67%  del  peso  de  la  caña  en  jugo, 
.ó  sea  el  74.6%  del  total  de  éste.  Posteriormente  se  obtuvo 
el  62%  en  el  primero  y  8.68  en  el  segundo,  dando  un 
rendimiento  total  de  70.68%  del  peso  de  la  caña,  ó  sea  el 
80%  del  contenido  en  ella.  Esos  experimentos  ge  lleva- 
ron á  cabo  en  la  forma  siguiente:  se  molieron  500  arrobas 
de  caña  que  dieron  en  primera  presión  7,480  libras  de 
guarapo  y  5,020  de  bagazo,  ó  sea  el  60%  y  el  40%  respec- 
tivamente del  peso  de  de  la  caña. 

En  la  segunda  presión,  resultaron  883  libras  más  de 
guarapo  sin  imbibición,  ó  sea  el  7%  del  peso  de  la  caña, 
dando  como  hemos  dicho  un  total  en  los  primeros  expe- 
rimentos de  07%. 

En  el  ingenio  San  Joaquín,  del  Excmo.  Sr.  Conde 
de  Casa  Ibañez,  se  practica  la   doble  y  la  triple   presión. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  (JA  XA. 


De  primera  presión  se  obtenía  el  62%,  á  10°  el  bagazo 
recibía  cierta  cantidad  de  agua  y  pasaba  al  segundo  tra- 
piche donde  se  extraía  jugo  que  representaba  el  14% 
á  8  grados.  El  bagazo  resultante  era  sometido  á  la  triple 
presión,  y  se  obtenía  un  5%  más  de  jugo  á  5  grados,  siendo 
pues  el  rendimiento  total  puro  sin  adición  de  agua,  del 
81%  del  peso  de  la  caña  en  guarapo  á  9.34  grados.  Con- 
teniendo los  81  kilos  de  guarapo  á  9°34k11.34  de  azúcar 
y  en  la  suposición  de  contener  100  kilos  de  caña  14.4  de 
azúcar  quedaban  aún  en  el  bagazo  hecho  polvo,  3  kilos 
de  azúcar. 

No  creemos  en  la  utilidad  de  la  triple  presión,  pues 
á  más  de  la  pérdida  de  gran  parte  del  bagazo  como  com- 
bustible á  causa  de  su  desagregación  al  salir  del  tercer 
trapiche,  es  dado  ocasionar  frecuentes  roturas  de  guijos, 
c'írgenes  y  mazas  á  causa  de  su  poca  compresibilidad 
después  de  haber  recibido  ya  dos  presiones. 

Las  aberturas  entre  las  mazas  mayor,  cañera  y  ba- 
gacera  de  los  trapiches  de  primera,  segunda  y  tercera 
presión,  deben  ser  distintas,  pues  en  efecto  en  el  primero 
entra  caña  que  puede  abandonar  02%  de  su  peso  en  gua- 
rapo al  pasar  por  sus  mazas,  mientras  que  en  la  segunda 
presión,  no  quedándole  más  que  el  28%  de  jugo  en  38  de 
bagazo,  solo  puede  perder  el  27%  de  su  peso,  y  la  diferen- 
cia de  aberturas  entre  sus  mazas  no  puede  ser  tan  grande 
como  en  el  primer  molino,  y  deben  graduarse  teniendo  en 
cuenta  la  cantidad  de  bagazo  que  hay  que  moler  y  el 
carácter  estoposo  de  éste,  que  le  hace  propenso  á  aforarse 
entré  las  mazas. 

Para  evitar  el  costo  de  instalación  de  dos  distintos 
trapiches,  se  han  ideado  de  varias  mazas,  cinco  ó  seis, 
(pie  á  nuestro  entender  resultan  complicados,  necesitan 
varias  cuchillas  y -en  caso  de  avería,  no  se  puede  como  en 
los  dobles  trapiches,  moler  en  simple  presión  con  el  que 
(|ueda  sano. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  33 

DesfibradorClS. — Estos  aparatos,  tienen  todos 
por  objeto  preparar  la  caña,  rompiendo  sns  nudos  y  corte- 
za para  que  al  pasar  por  el  trapiche  se  facilite  la  mayor 
extracción  del  guarapo,  pudiendo  llegar  á  ser  ésta  del  70 
al  75  %\  contando  con  un  buen  trapiche.  Las  hay  de  va- 
rias clases,  distinguiéndose  las  de  dos  mazas  y  los  de  una 
sola  y  por  su  menor  costo  y  mayor  facilidad  de  instalación 
pueden  ser  y  son  de  gran  utilidad  para  ayudar  á  los  trapi- 
ches y  obtener  rendimientos  casi  tan  elevados  como  con 
la  doble  molida. 

Las  de  dos  mazas,  consisten  de  dos  cilindros  horizon- 
tales provistos  de  dientes  en  zig-zac,  los  cuales  encajan  por 
la  revolución  de  las  mazas  los  dientes  de  la  una  dentro  de 
los  huecos  correspondientes  de  la  otra,  cortando  la  caña 
en  pequeños  trozos  y  desfibrándola  en  parte,  produciendo 
ya  cierta  cantidad  de  guarapo,  en  esta  operación. 

En  las  desfibradoras  de  un  solo  cilindro,  como  en  la 
de  Faure,  éste  tiene  en  toda  su  superficie  ranuras  helizoi- 
dales  y  la  caña  es  arrastrada  por  la  masa  y  «obligada  á  pa- 
sar entre  ella  y  una  plancha  cóncava  fija,  provista  tam- 
bién de  ranuras  helizoidales,  pero  en  sentido  contrario  á 
las  de  la  maza.  El  resultado  del  movimiento  de  arrastre 
de  la  maza,  de  la  presión  contra  la  plancha  inferior  y  de  la 
acción  de  las  ranuras  en  espiral,  es  el  de  determinar  una  des- 
fibración  verdadera  en  todo  el  largo  de  la  caña  y  producir 
la  salida  de  ésta  en  una  capa  homogénea  y  fácil  de  pasar  por 
el  trapiche,  con  lo  cual  se  obtiene  una  extracción  elevada. 

Todas  las  desfibradoras  son  movidas  por -máquinas 
ele  vapor  independientes,  y  lo  mismo  que  los  doble  tra- 
piches, pueden  instalarse  en  línea  ó  á  escuadra  con  el  con- 
ductor de  caña. 

Difusión. — Los  excelentes  resultados  obtenidos 
con  la  aplicación  de  la  difusión  á.  la  remolacha;  han  hecho 
pensar  en  aplicarla  á  la  fabricación  de  azúcar  de  caña;  y 
después  de  muchos  experimentos  y  creación  de  muchas  y 


ÍJ4  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

diversas  formas  <le  baterías  de  difusión,  se  ha  conseguido 
por  fin  que.  sea  hoy  un  hecho  práctico. 

Una  de  las  empresas  constructoras  que  más  y  con 
mayor  constancia  se  han  ocupado  de  este  importante  pro- 
cedimiento y  con  el  mejor  éxito,  es  la  Compañía  de  Fives 
Lille,  de  París,  habiéndole  cabido  el  ser  la  primera  en 
instalar  una  fábrica  ele  azúcar  de  caña  sin  molino  y  con 
el  uso  exclusivo  de  la  difusión — en  Almería,  España, 
el  año  1884.  Desde  entonces,  en  vista  de  sus  buenos  re- 
sultados, se  han  ido  instalando  varias  otras  baterías  de 
difusión  de  la  caña  en  Australia,  Java  y  Surinam,  y  de 
bagazo  en  Torre  del  Mar,  Nerja,  Motril,  Málaga  y  Adra, 
en  España. 

La  capacidad  de  las  baterías  de  difusión  instaladas 
en  Australia  para  la  Colonial  Sixjar  Refíning  Companij  en 
188G,  es  de  600  toneladas  de  caña  en  24  horas. 

Una  de  las  mayores  dificultades  con  que  han  tenido 
que  luchar  los  constructores  de  aparatos  de  difusión  apli- 
cada á  la  caña,  ha  sido  con  la  de  prepararla  conveniente- 
mente para  ser  tratada  en  los  difusores.  En  efecto,  una 
de  las  condiciones  principales  es  la  de  poner  la  caña  en  el 
mejor  contacto  posible  con  el  agua  caliente  empleada  en 
virtud  que  el  procedimiento  viene  á  ser  ni  más  ni  menos 
que  un  cocimiento  sucesivo  de  la  caña  en  agua.  Para  lo- 
grar este  resultado  se  emplearon  entre  otros,  los  corta-ca- 
ñas sistema  Geay  y  Jouin,  que  la  cortaban  en  rebanadas 
y  podían  producir  3,400  kilogramos  por  hora. 

Losensa3'os  hechos  en  Java  mostrando  la  superioridad 
del  corta-cañas  horizontal  de  Sudenburger  al  vertical  de 
Geay  y  Jouin,  motivaron  un  arreglo  entre  la  Compañía, 
de  Kives-Lille  y  la  sociedad  Sudenburger  para  la  construc- 
ción de  los  corta-cañas  de  ese  sistema. 

El  trabajo  de  estos  aparatos  es  de  10  á  12,000  ki- 
los de  caña  cortada  por  hora. 

Una  vez  resuelto  este   problema  y   las  convenientes 


FABRICACIÓN  DE  AZUCAE  DE  CAÑA.  35 

modificaciones  hechas  á  las  baterías  de  difusión,  á  causa 
de  la  diferencia  de  materia  sacarina,  ha  sido  posible  ex- 
traer el  90  %  del  azúcar  contenido  en  la  caña. 

En  otra  sección  daremos  detalles  más  completos  so- 
bre la  forma,  dimensiones  y  resultados  de  los  nuevos  apa- 
ratos empleados  en  la  aplicación  de  la  difusión  á  la  caña 
de  azúcar,  procedimiento  de  gran  porvenir  en  la  Isla -de 
Cuba  y  otros  países  donde  se  cultiva  esa  planta. 


36  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO  III. 

DETERMINACIÓN  DE  LA  FUERZA  DE  LAS  MAQUINAS. CABALLOS 

DE  FUERZA. FORMULAS  DIVERSAS. 

S  l  A  fuerza  de  las  máquinas  se  expresa  y  divide  en 
caballos  nomínale*,  indicados  y  efectivos. 

Se  considera  la  fuerza  equivalente  á  un  caballo  cuando 
es  suficiente  para  levantar  33,000  libras  inglesas  á  un  pié 
en  un  minuto,  i 

La  unidad  que  sirve  de  medida  es  la  de  una  libra 
elevada  á  un  pié  en  un  minuto,  á  lo  cual  llaman  foot  pound 
los  ingleses  y  norte  americanos. 

La  unidad  francesa  y  usada  generalmente  en  Europa, 
es  la  de  un  kilogramo  elevado  á  un  metro  en  un  segundo, 
unidad  equivalente  á  la  inglesa. 

La  diversidad  de  caballos  de  fuerza  y  sus  diferentes 
interpretaciones,  da  origen  á  cada  momento  á  confusión 
respecto  de  la  fuerza  de  las  máquinas,  y  con  este  motivo, 
creemos  oportuno  dar  algunas  explicaciones  sobre  este 
asunto. 

Para  determinar  la  fuerza  de  las  máquinas,  el  célebre 
ingeniero  inglés  Watt,  fué  el  primero  que  determinó  la 
unidad  de  83,000  footpounds  como  equivalente  al  trabajo 
de  un  caballo,  empleado  á  elevar  agua;  y  en  aquel  tiem- 
po,   siendo    las  presiones    usuales    del    vapor   muy    bajas 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  37 

relativamente  á  las  de  hoy  dia,  su  fórmula  estaba  conforme 
con  la  fuerza  de  un  buen  caballo.  Hoy  aunque  se  sigue 
empleando  esta  unidad,  la  potencia  de  las  máquinas  es 
proporcionalmente  mucho  mayor  que  era  en  aquella  fecha, 
debido  al  empleo  de  presiones  superiores  y  mejor  ejecu- 
ción de  las  piezas  que  componen  los  aparatos  motores. 

Se  llama  fuerza  nominal  á  la  fuerza  de  una  máquina 
hallada  según  la  fórmula  de  Watt,  que  es  la  siguiente, 
siendo 

D  diámetro  del  cilindro  en  pulgadas  inglesas. 

C  curso  del  pistón  en  pies. 

P=7  libras  presión  media  del  vapor  sobre  el  pistón 
descontando  1.5  por  rozamientos. 

R— revoluciones  por  minuto. 

D2X,7854x7ftX2XCXR- 

N?  i.  F  N= ^ 


33000    # 

es  decir,  la  superficie  del  pistón,  multiplicada  por  la  pre- 
sión constante  de  7  libras,  luego  por  dos  veces  el  curso, 
puesto  que  el  pistón  recorre  dos  veces  el  cilindro  á  cada 
revolución,  y  después  por  el  número  de  éstas,  dividiendo 
el  total  por  33,000  libras. 

La  superficie  de  cualquier  pistón  ó  círculo  se  halla 
multiplicando  el  diámetro  por  sí  mismo,  y  luffgo  por  el 
número  constante  3.1416  (r)  dividido  por  cuatro,  lo  cual 
dá  el  número  0.7854  que  hemos  puesto  en  la  nuestra. 

Simplificando,  resulta  la  que  se  usa  en  Inglaterra 
conocida  con  el  nombre  de  fórmula  del  Almirantazgo,  y 
que  es  como  sigue: 

D2V  ; 

W  2.  FN=- 

6000 
representando   por  V  la  velocidad  del  pistón   en  pies  por 
minuto,    que  como    hemos  dicho,    se  determina   multipli- 


38  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

cando    dos  veces  el  curso    por  el  numero  de    revoluciones 
por  minuto. 

La   fórmula  francesa  equivalente  es: 
D-C  N 

N?:5  ;  FN= 

0.59 
la  letra  C   indicando  el    curso  en    metro    y  N   las  revolu- 
ciones. 

Estas  fórmulas  son  todas  aplicables  á  máquinas  de 
condensación,  pero  para  las  de  los  ingenios  que  son  de 
alta  presión,  se  ha  modificado  la  del  Almirantazgo  ingles 
como  sigue: 

D^XV 

N<?4.  .  FN= 

1000 
ó  lo  que  es  lo  mismo,   área  del  pistón   multiplicada  por  la 
velocidad  de  250  pies  por  minuto,  luego  por  la  presión  de 
60  libras  por    pulgada  cuadrada    y  dividiendo  por   mil    el 
producto. 

Sucede  además,  (pie  cada  constructor  tiene  su  fórmu- 
la especial  que  dá  más  ó  menos  caballos  de  fuerza.  Por 
ejemplo,  una  máquina  de  moler  de  60  c/m  de  diámetro 
de  'pistón,  lm,200  de  curso  y  30  revoluciones  por  minuto, 
de  una  fábrica  francesa,  figura  tener  60  caballos  nomina- 
les, cuanflo  por  la  fórmula  anterior  se  halla  tener  1*35 
Así  es  que  para  obtener  los  60,  es  menester  reformar  la 
fórmula  como  sigue: 

DJXV 

N<?  5.  FN= 

60X72 

En  todas  las  fórmulas  francesas  hay  que  determinar 
el  área  del  pistón  en  centímetros  cuadrados,  el  curso  cu 
metros  y  el  tiempo  en  segundos  y  por  lo  mismo  la  presión 
no  debe  figurar  en  libras  sino  en  kilogramos  por  centí- 
metro cuadrado. 


FABEICACIÓN  DE  AZUCAE  DE  CAÑA.  39 

De  paso  sea  dicho  que  un  kilogramo  por  centímetro 
cuadrado  equivale  á  15  libras  por  pulgada  cuadrada,  á 
lo  cual  se  llama  una  atmósfera  por  equilibrar  á  la  presión 
del  aire  al  nivel  del  mar,  sobre  iguales  superficies. 

Creemos,  en  vista  de  esa  confusión  y  de  existir  caba- 
llos de  75,  de  150,  de  200  y  hasta  de  250  kilográmetros, 
tomados  como  unidad  por  diferentes  fábricas,  que  la  mejor 
fórmula  es  la  siguiente,  aplicable  á  todos  los  casos. 

AXPX2CXR 

N?  6.  F  N= ¡ 

33000 
donde  A  es  el  área  del  pistón. 

P  la  presión  en  el  manómetro. 
C  el  curso. 
•  R  las  revoluciones. 

Ejemplo:  una  máquina  de  moler  tiene  las  siguientes 
dimensiones: 

Diámetro  del  cilindro  24  pulgadas.      • 
Curso  4  pies. 
Presión  60  libras. 
Revoluciones  30  por  minuto. 
Luego 

242X0,7854X8  piésX60  ft>X30R 

N?  7.         F  N=¡ 

33000  libras.  • 

que  dá  un  resultado  de  197  caballos. 

Además  de  la  fuerza  nominal,  existen  como  hemos 
dicho,  caballos  indicados  y  efectivos. 

La  fuerza  indicada,  se  determina  por  igual  fórmula 
que  la  anterior,  pero  en  lugar  de  emplear  la  presión  del 
vapor  según  el  manómetro,  se  emplea  la  presión  inedia 
dada  por  el  diagrama  que  describe  un  aparato  llamado 
indicador,  cuando  se  coloca  en  comunicación  con  el  cilin- 
dro durante  una  revolución  completa  de  la  máquina. 


40  FABRICACIÓN  DE  AZUCAH  DE  CAÑA. 

Además,  indica  el  aparatito  en  cuestión,  si  las  vál- 
vulas de  repartición  trabajan  bien  ó  mal.  No  lo  conoce- 
mos empleado  en  ningún  ingenio  á  pesar  de  las  ventajas 
de  su  uso. 

La  presión  inedia  del  vapor,  puede  también  determi- 
narse del  modo  siguiente,  conociendo  la  distancia  recorrida 
por  el  pistón  al  terminar  la  entrada  de  vapor  ó  su  intro- 
ducción. Al  efecto,  supongamos  ser  ésta  de  7/10  y  la 
presión  inicial  de  60  libras  al  entrar  en  el  cilindro. 

Durante  el  primer  décimo  y  hasta  los  siete,  el  vapor 
trabaja  sin  expansión  y  su  presión  es  de  60  libras  por 
pulgada  cuadrada,  después  á  medida  que  aumenta  la  ex- 
pansión disminuye  aquélla,  según  la  ley  de  Mariotte  y  se 
pueden  indicar  sus  variaciones  par  medio  del  siguiente 
cuadro: 

CURSO  DEL  PISTÓN.  Presión  del  vapor.   . 


1?  décime 

9? 

> 

60  libras. 
60 

39 

60 

49       „    ' 

00 

5? 

60 

6?       ,. 

60 

7? 

60 

S*-' 

60X7 

02.5 

9<? 

8 
60X7 

46  (') 

Id 

9 

60X7 

42  0 

10 

TOTAI 

061.1  libras. 

FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  41 

y  dividiendo  por  10  resulta  una  presión  media  de  Ibs.  56.11 
por  pulgada  cuadrada. 

Sustituyendo  esa  presión  en  la  fórmula  n?  7,  se  ob- 
tiene la  siguiente: 

242X0,78ñ4X8  piésX56  Ibs.XSO 

N<?8.  FI= =   184 

33000 

Como  se  puede  observar,  la  rebaja  de  3/10  del  vapor, 
solo  produce  la  pérdida  de  1/15  de  la  presión  inicial,  por 
lo  cual  se  comprende  las  grandes  ventajas  de  emplear  el 
vapor  con  expansión,  sobre  todo  en  las  máquinas  cuyo 
vapor  fie  escape  no  se  utiliza  como  en  las  de  los  ingenios 
provistos  de  aparatos  al  vacío,  para  la  concentración  del 
guarapo. 

La  fuerza  efectiva  es  la  que  resulta  de  lis  indicaciones 
de  un  aparato  llamado  dinamómetro,  el  cual  se  coloca 
sobre  el  eje  motor  y  determina  la  fuerza  efectiva  desarro- 
llada por  la  máquina,  después  de  vencer  sus  propios 
rozamientos  y  demás  resistencias  pasivas.  Estas  son  muy 
variables  y  se  pueden  calcular  equivalentes  á  1  libra  por 
pulgada  cuadrada  de  pistón  en  aparatos  bien  construidos. 

La  fórmula  n°  8  se  reduce  pues  á  la  siguiente: 

242X0.7854X8X55X30 
N<?  9.  F.  E.  =— . =  171 


Las  revoluciones  de  las  masas  de  un  trapiche,  siendo 
por  ejemplo  de  1.79  por  minuto,  cuando  las  de  la  máquina 
motriz  son  de  30,  á  causa  de  los  engranes,  la  presión  del 
trapiche    según  el  principio  conocido,  de  Jo  que  se  (jema  en- 


42  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

fuerza  se  iñevde  en  veloci¿lad,  debería  ser  de  30:1.79z=16.75 
ó  sea  unas  17  veces  mayor  que  la  de  la  máquina,  de  lo  cual 
resulta  una  fuerza  de  presión  entre  las  masas  muy  elevada, 
y  fácil  de  determinar  partiendo  de  esa  ley,  pero  sobre  la 
cual  no  creemos  necesario  extendernos  dada  la  índole 
de  este  libre. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  43 


CAPITULO    IV. 

DE     LOS    APARATOS    EMPLEADOS     PARA     LA     FABRICACIÓN    DEL 
AZÚCAR,   ANTES    DE    LOS   APARATOS   AL    YACIÓ. — 
TRENES      COMUNES    Ó    JAMAIQUINOS.  — -  MARECHALES.  — • 
•  TACHOS    ROTADORES. 

p  Empleábanse  casi  en  todas  partes,  los  trenes  comunes 
ó  jamaiquinos.  Se  componían  de  una  Serie  de  calde- 
ros de  hierro  llamados  pailas,  montados  sobre  una  plata- 
forma formada  por  un  mismo  asiento  á  poca  altura  del 
suelo,  y  debajo  de  los  cuales  circulaba  el  fuego  que  se 
encendía  en  las  parrillas  situadas  debajo  de  una  de  las 
cabezas  de  dicha  plataforma.  Las  pailas  eran  y  son  ge- 
neralmente en  número  de  cuatro  en  cada  tren  y  cuando 
los  trenes  consisten  de  ocho,  se  les  llaman  treneí?  dobles. 
Las  pailas  van  de  mayor  á  menor,  estando  las  parrillas, 
situadas  debajo  de  la  más  pequeña  que  se  llama  tacho,  y 
que  por  ser  la  que  recibe  el  guarapo  ya  muy  concentrado 
y  en  disposición  de  darle  el  punto,  requiere  más  calor. 

La  cabeza  opuesta  á  las  parrillas,  comunica  con  la 
chimenea,  y  era  muy  usual  el  establecer  en  el  tragante 
una  caldera  multitulular,  llamada  áe  fuegos  perdidos  que 
aprovechando  la  gran  cantidad  de  calórico  que  se  perdía 
sin  utilizarse  en  las  pailas,  al  salir  de  debajo  de  éstas, 
ayudaba  á  las  demás  calderas  en  la  generación  del  vapor; 


44  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

El  guarapo  al  salir  del  trapiche,  vá  á  la  primera  pai- 
la llamada  de  recibo  y  cachacem.  En  ésta  hierve  y  sufre 
la  primera  limpieza,  quitándose  en  ella  la  nata  ó  cacha- 
za, que  continuamente  aparece  á  la  superficie.  Al  consi- 
derársele limpio,  por  medio  de  unos  cubos  de  cobre  fijos 
á  largos  mangos  de  madera  llamados  bombones  y  .que  se 
mueven  á  estilo  de  remo,  se  pasa  el  guarapo  á  la  segunda 
paila,  donde  hierve  de  nuevo  y  sufre  nueva  limpieza  á 
medida  que  vá  concentrándose  por  la  vaporización,  la  cual 
llena  la  casa  de  pailas  de  nubes  de  vapor.  Luego  pasa 
á  la  tercera,  donde  aumenta  su  concentración  y  por  últi- 
mo se  pasa  á  la  cuarta  ó  tacho  donde  se  acaba  de  concen- 
trar hasta  una  densidad  conveniente  que  generalmente 
varía  entre  42°  y  48°  Beaumé. 

Existen  varios  medios  para  pasar  el  jugo  Je  una 
paila  á  la  otra,  además  de  los  bombones  pero  creemos  inne- 
cesario el  describirlos. 

A  los  45  grados,  los  cuales  pueden  considerarse  como 
término  medio  de  la  concentración,  el  guarapo  tiene  muy 
cerca  del  85  %  de  azúcar  disuelto  á  una  temperatura  de 
115  grados  centígrado,  de  lo  cual  resulta,  que  al  pasarlo 
á  ¡/a vetas  ó  sea  tanques  planos,  á  bocoyes  ó  á  hormas,  al 
enfriarse,  deja  cristalizar  la  maj^or  parte  del  azúcar  que 
ya  no  puede  contener  en  disolución,  formando  una  parte 
cristalina  más  ó  menos  clara  que  se  llama  azúcar  mascaba- 
e7o,en  bocoyes,  en  gavetas  ó  en  hormas,  según  sea  el  sistema 
empleado.  Cada  uno  de  estos  tiene  en  el  fondo  uno  ó 
varios  agujeritos  por  donde  escurre  la  miel  ó  parte  que  no 
ha  cristalizado,  á  unas  canales  que  la  conducen  á  de- 
pósitos convenientes. 

Como  se  vé,  la  fabricación  de  azúcar  mascabado  es 
háStante  sencilla,  pero  existen  varios  detalles  de  los  cuales 
los  maestros  de  azúcar  están  al  corriente,  y  que  influyen 
mucho  en  el  rendimiento  y  calidad  del  azúcar  obtenido. 

Como  á  medida   que    vá   evaporándose    el  agua    del 


EABKICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  45 

guarapo  disminuye  su  nivel  en  las  pailas,  se  clá  entrada 
continuamente  á  nueva  cantidad  de  líquido,  mientras  que 
la  cachaza  extraida  de  todas  ellas  vá,  la  parte  líquida  á  la 
de  recibo  y  la  más  espesa,  al  depósito  de  cachaza. 

Las  pailas  de  recibo,  tienen  de  500  á  600  galones  y 
cada  tren,  según  experimentos  que  hemos  podido  hacer 
puede  concentrar  12,000  galones  de  guarapo  de  91°  á  20° 
en  18  horas,  dando  8  á  9  bocoyes  de  azúcar  en  el  mismo 
tiempo. 

El  combustible  usado  es  la  leña  y  el  bagazo,  y  á  pesar 
de  la  buena  construcción  de  los  reverberos,  es  grande  el 
desperdicio  de  calórico,  por  la  poca  superficie  relativa  de 
las  pailas  expuesta  al  fuego  y  grande  absorción  de  calor 
por  las  maniposterías  que  las  sostienen. 

Aparte  de  esa  causa  de  pérdida  de  combustible,  el 
guarap»  sometido  á  elevadas  temperaturas  al  contacto 
del  aire,  se  requema,  y  por  la  lentitud  de  la  concentra- 
ción*, tiende  á  la  fermentación,  por  cuyos  motivos  se  pier- 
de también  parte  del  azúcar;  pero  una  áW  las  mayores 
causas  es  el  que  desaparece  con  las  cachazas,  y  que  al 
fin  del  dia  representa  una  cantidad  importante.  Todas 
esas  causas  de  pérdida  de  azúcar,  el  poco  aseo  de  los  tre- 
nes, la  cantidad  de  vapores  de  que  se  llena  la  casa  calde- 
ras y  otros  inconvenientes  han  hecho  que  se  adopten  en 
todas  partes  los  aparatos  al  vacío,  que  si  bien  tienen  los 
suyos,  requieren  menos  combustible  y  se  obtiene  ct>n  ellos 
mejor  y  mayor  cantidad  de  azúcar. 

Además  de  los  trenes  comunes  se  emplean  otros  siste- 
mas como  son  los  trenes  Marchall  los  Javaneses  y  otros 
muchos;  de  que  escusamos  hablar  por  ser  los  ya  mencio- 
nados los  mejores. 

El  tren  Javanés  es  por  el  mismo  estilo  del  tren  co- 
mún, es  decir,  á  fuego  directo:  consiste  de  un  tanque  de 
hierro  muy  largo  y  angosto,  dividido  en  varios  comparti- 
mientos, en  el  primero  de  los  cuales  entra  el  guarapo  para 


W)  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

salir  del  último  ya  concentrado.  Las  parrillas  se  hallan 
debajo  de  éste,  como  en  los  trenes  comunes  y  la  limpieza 
se  hace  con  mucha  facilidad,  pues  la  cachaza  se  dirije 
siempre  hacia  el  primer  compartimiento.  La  buena  dis- 
posición de  las  íbrnallas  y  conductos,  y  la  relativamente 
mayor  superficie  expuesto  al  fuego,  los  hacen  preferibles 
á  los  tres  comunes. 

Entre  los  aparatos  de  evaporación  al  aire  libre,  de- 
bemos mencionar  los  trenes  llamados  en  la  Isla  de  Culta, 
trenes  Marshall.  Consisten — figura  4. — Lámina  2-en  unos 
tanques  cilindricos,  provistos  de  un  borde  anular  en  su 
parte  superior,  y  uno  ó  más  serpentinas  de  cobre  por  donde 
circula  el  vapor  directo,  en  el  fondo.  Su  diámetro  inte- 
rior suele  tener  2  metros,  la  profundidad  1  y  el  borde 
oU  centímetros  de  ancho  por  15  de  alto.  El  vapor  entra 
en  los  serpentines  por  una  llave  válvula,  á  mano  del  ope- 
rador, y  sale  condensado  por  el  extremo  opuesto  del  ser- 
pentín donde  se  halla  una  válvula  de  retención  llamada 
de  retornos,  d"  los  cuales  hablaremos  en  otro   lugar. 

Llena  la  evaporadora  de  guarapo  hasta  los  20  centíme- 
tros del  borde  y  abierto  el  vapor,  á  los  ocho  ó  9  minutos 
empieza  á  hervir,  y  aparece  una  nata  en  la  superficie,  que 
es  la  cachaza,  la  cual  se  vá  quitando  con  una  espumadera 
ó  sable  de  madera  y  echando  en  la  canal  anular.  Esta 
tiene  un  agujero  que  comunica  con  el  interior  y  por  el 
cual  vuelve  la  parte  líquida  después  de  haber  pasado  por 
una  rejilla  que  retiene  la  mas  espesa.  Cuando  el  borde 
está  casi  lleno  de  ésta,  por  medio  de  otro  orificio  en  la  ca- 
nal tapado  con  un  fartt;/o  ó  lla.ee  se  deja  ir  al  depósito 
de  cachaza  ó  car/iaeera. 

La  evaporación  en  estos  aparatos,  es  mucho  más 
rápida  que  en  los  trenes  ya  descritos,  tanto  así,  que  cual- 
quier descuido  de  la  llave  de  vapor  hace  rebosar  el  líquido 
y  se  originan  derrames,  con  los  resultados  consiguientes 
de  quemaduras  y  pérdidas  de  azúcar. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  47 

Cada  evaporadora  de  las  de  serpentín  con  las  di- 
mensiones ciadas,  puede  evaporar  por  hora  800  kilogra- 
mos de  agua  y  reducir  3,000  kilogramos  de  guarapo  á 
1,000  kilogramos  de  meladura  marcando  27  grados  Beau- 
mé,  en  dos  horas  y  media.  En  16  horas  podrá  por  lo 
tanto  producir  cada  una 
1,000X16 

=  0,400  kilógs.  de   meladura  á  27° 

2.5 
ó  sea  la  suficiente  para  4.25  bocoyes  de  azúcar  contenidos 
en  unos  21,500  kilogramos  de  guarapo  á  9¿c. 

En  todos  los  trenes  al  aire  libre  se  recibe  el  guarapo 
del  trapiche  en  dos  ó  más  tanques  de  depósito,  provistos 
de  un  doble  fondo  donde  circula  el  vapor.  De  ese  modo 
vá  de  allí  á  los  trenes  ya  calientes  y  se  sabe,  contando 
las  vec^s  que  se  vacían,  la  cantidad  de  jugo  extraído  al 
fin  del  dia.  Otra  operación  muy  importante  se  realiza  en 
ella  y  es  la  defecación,  echándoles  una  cantidad  de  cal 
variable  según  la  clase  de  jugo  y  cabida  d§  los  tanques. 
Esta  cal,  como  veremos  en  el  capítulo  dedicado  á  la  defe- 
cación, produce  reacciones  químicas  en  el  seno  del  guara- 
po de  las  cuales  resultan,  la  separación  de  muchas  mate- 
rias extrañas  al  azúcar,  que  ó  van  al  fondo  del  tanque  ó 
á  la  superficie,  dejando  en  el  intervalo  el  guarapo  más 
claro  y  con  mayor  pureza. 

Desde  la  invención  de  los  aparatos  al  vacío,  «muchos 
ingenios  se  han  provisto  de  tachos  al  vacío  para  dar  punto 
al  azúcar,  conservando  empero  sus  trenes  comunes,  Mars- 
hall,  Javaneses,  etc.  El  resultado  es  superior  al  sistema 
más  antiguo  de  dar  el  jntnto  en  una  paila  é  intermedio 
entre  los  dos.  No  podemos  menos  que  concluir  esta  ligera 
reseña  dando  una  ligera  descripción  de  los  tachos  rota- 
dores ele  Winfeld. 

Consisten  estos,  en  dos  discos  lenticulares  de  cobre, 
huecos  y  paralelos,  montados  sobre  el  mismo  eje,   unidos 


48         ,  FABRICACIÓN  DE  AZÜCAlí  DE  CAÑA. 

entre  sí  por  una  serie  de  tubos  también  de  cobre.  El  eje 
recibe  un  movimiento  de  rotación  por  medio  de  una  má- 
quina y  el  aparato  gira  sumergiendo  la  mitad  de  los  tubos 
elí  una  cubeta  llena  de  Méhtdivru  más  ó  menos  densa. 
(Jomo  el  vapor  circula  por  dentro  de  los  tubos  y  discos. 
resulta  una  gran  superficie  de  calor  en  contacto  con  el 
líquido,  el  cual  va  evaporándose  á  medida  que  los  tubos 
van  sumergiéndose  y  saliendo  de  él,  hasta  una  densidad 
propia  á  botar  la  templa  ó. vaciar  el  tacho.  Casi  siempre 
hay  tres  ó  cuatro  juntos,  movidos  por  la  misma  máquina. 

Da  resultas  de  existir  siempre  la  mitad  de  los  tubos 
fuera  del  líquido,  y  cubiertos  de  una  capa  de  este,  el  calor 
del  vapor  que  encierran,  carameliza  ó  requema  el  azúcar, 
de  lo  cual  resulta  una  pérdida  de  éste,  que  unida  á  otros 
desperdicios  al  fin  de  zafra  representa  una  disminución 
notable  en  los  ingresos. 

Son  innumerables  los  diversos  sistemas  de  evapora- 
ción al  aire  libre,  además  de  los  descritos,  pero  escusamos 
pasarles  revistii,  por  haber  desaparecido  unos,  no  haber 
llegado  á  existir  otros  y  ser  ineficaces  ó  á  lo  menos  no 
tener  ventaja  sobre  los  que  hemos  mencionado,  los  que 
existen  en  pocos  ingenios. 

Terminaremos  este  capítulo  dando  una  ligera  idea  de 
la  marcha  á  seguir  para  calcular  la  cantidad  de  guarapo 
necesario  para  un  número  de  bocoyes  ó  peso  de  azúcar 
determinado  y  la  meladura  que  resultará  después  de  su 
evaporación  hasta  una  concentración  conveniente  para 
pasarla  al  tacho,  que  tomaremos  á  27°  Büaunió. 

D — Densidad  del  guarapo,  (dh°. 

\y — Densidad  de  la  meladura,  27°. 

P — Peso  del  guarapo. 

P' — Peso  de  la  meladura. 

P" — Peso  del  azúcar. 

(ni) — Cantidad  por  ciento  de  azúcar  en  el  guarapo 
setrún  su  graduación. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  49 

Supongamos  una  tarea  de  3,000  bocoyes  de  azúcar 
ó  sea  25  diarios  durante  una  ?:<tfra  de  120  dias. 

Se  necesita  para  ello    producir  25x720k= 18,000  de 

azúcar  al  día.  Conteniendo  el  guarapo  á  9  2  grados  el  16% 

de. azúcar  aproximadamente,  la  siguiente  proporción  nos 

dará  el  guarapo  teórico  necesario  para  que  dé  esa  cantidad: 

100 :  16  ::x:  18,000 

18,000X100 

x  = =112,500 

16 

ó  sea  113,000  kilos  en  números  redondos,  contando  con 
las  pérdidas  ocasionadas  durante  la  elaboración;  y  para 
esa  cantidad  se  necesitarán  de  jugo  en  el  supuesto  de  un 
rendimiento  del  62  %,  y  contener  la  caña  el  14.4  %  de 
azúcar,  unos  200,000  kilos  de  de  caña  que  darán  125,000 
kilos  de  guarapo. 

La  meladura  á  27°  conteniendo  el  50  %  de  azúcar 
los  18,000  kilos  de  éste  necesarios  requerirán  teórica- 
mente: 

18,000X100 

1=36,000  kilos  de  meladura. 

50 

Y  si  restamos,  por  último,  ésta  de  la  cantidad  de 
guarapo,  resultarán:  * 

125,000— 36,000=89,000  kilos  de  agua  que  hay  que 
evaporar  durante  el  dia  y  por  lo  tanto  los  aparatos  de 
evaporación  deberán  tener  condiciones  para  ello. 

En  resumen,  si  se  conoce  el  peso  P"  de  azúcar  que  se 
quiere  extraer,  el  guarapo  P  necesario  se  determina  por 
la  fórmula 

100XP" 

p= 

(m) 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


Si  se  quiere  saber  la  meladura  necesaria  á  un  peso  ó 
grado  (n)  se  hallará  por  la  siguiente : 

P"X150 

F= 

(b) 

Estos  cálculos  son  bastante  aproximados  para  apriori 
poder  formar  idea  del  rendimiento.  Si  con  el  polarimetro 
se  determina  con  exactitud  el  %  de  azúcar  contenido 
en  el  guarapo  y  se  coloca  ese  valor  en  lugar  de  (m)  en  la 
fórmula  primera,  el  resultado  será  la  cantidad  de  guarapo 
teórica  necesaria  para  el  peso  P"  de  azúcar,  y  dividiéndolo 
por  el  verdaderamente  extraído  se  obtendrá  el  coeficiente 
de  rendimiento. 

Este  coeficiente  suele  variar  del  33  al  66  %  según  la 
clase  de  aparatos  usados  en  la  fabricación  y  su  manejo. 

Depende  también  mucho  de  la  clase  de  caña,  pues  es 
natural  que  la  caña  raquítica  y  con  guarapo  pesando  8°, 
en  igualdad  de  fabricación  no  puede  dar  el  mismo  coefi- 
ciente de  rendfmiento  que  la  jugosa  ó  la  que  contiene  gua- 
rapo 10  y  11°  Baumé.  En  algunos  puntos  de  la  Isla  de 
Cuba  se  produce  caña  cuyo  jugo  marca  13°  y  contiene 
por  lo  tanto  en  100  kilos  de  guarapo  unos  22  de  azúcar, 
pudiendo  calcularse  estar  este  en  la  caña,  en  la  proporción 
del  1 8  %. 


0EWÍWDM  PJIRfH. 


)^.^t^=^M^^^é^M^t^=^¿ 


SEGUNDA    PARTE 


APARATOS    AH.    VACIO. 


CAPITULO   I. 

r 
«DEFECACIÓN.» CUERPOS  EXTRAÑOS  AL  AZÚCAR. 

I  A  elaboración  en  aparatos  al  vacío,  se*  puede  dividir 
en  cinco  partes  distintas  que  son  la  Defecación,  la  Eva- 
poración, la  Clarificación,  la  Cristalización  ó  templa  y  la 
Purga  ó  separación  de  los  cristales  de  azúcar.  De  cada  una 
de  ellas  hablaremos  separadamente. 

Para  la  defecación,  se  emplean  unas  calderas  de  cobre 
cilindricas  con  fondo  semi  esférico  de  cobre  al  interior  y 
de  hierro  fundido  al  exterior,  quedando  entre  ellos  un 
espacio  llamado  doble  fondo  por  el  cual  circula  el  vapor 
trasmitiendo  su  calórico  al  líquido  contenido  en  el  caldero. 
A  tales  aparatos,  cuyo  dibujo  clamos  en  la  lámina  número 
2,  se  les  llama  defecadoras. 

El  guarapo,  impelido  por  la  bomba  del  trapiche  y  de 
la  cual  hemos  ya  hablado,  va  á  las  defecadoras,  directa- 
mente ó  á  través  de  un  aparato  llamado  calentador  del 
cual  hablaremos  más  adelante. 

Las  defecadoras  varían  en  tamaño  pero  las  más 
usuales  tienen  40  ó  50  hectolitros  de  cabida  ó  sea  1,056  y 


54  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

1,321  galones  americanos  respectivamente  de  3  litros  785 
el  galón. 

El  vapoi*  es  admitido  en  el  doble  fondo  por  una  llave 
colocada  á  la  derecha  y  á  una  conveniente  altura  para  su 
manejo,  comunicando  por  medio  de  un  tubo  con  el  de  dis- 
tribución de  vapor  y  por  otro  con  dicho  doble  fondo.  Para 
la  entrada  de  guarapo,  tiene  cada  defecadora  su  llave 
que  comunica  con  el  tubo  de  alimentación  general  pro- 
cedente del  tanque  de  depósito.  Para  su  salida  una 
vez  defecado,  existe  en  el  fondo  una  llave  de  dos  vías;  la 
una  es  para  el  guarapo  limpio  y. la  otra  para  la  cachaza, 
turbios  y  agua  procedente  de  los  lavados.  Una  de  las  vías 
ó  salidas  está  provista  de  un  tubo  giratorio  que  reparte 
según  se  desee  y  convenga  el  líquido  á  una  de  las  dos 
canales  de  hierro  situadas,  debajo  y  á  lo  largo '  de  las 
defecadoras.  Una  dé  estas  canales  recibe  el  guarapo 
limpio  y  lo  conduce  á  un  tanque,  llamado  tanque  de  gua- 
rapo defecado)  la  otra  recoje  el  guarapo  turbio  que  es  el 
primero  en  salir,  en  mayor  ó  menor  cantidad,  cada  vez 
que  se  vacía  una  defecadora,  y  lo  conduce  á  otro  tanque 
llamado  tanque  de  cachaza. 

Existe  además,  como  hemos  dicho,  otra  canal  al  lado 
de  las  ya  mencionadas  en  la  cual,  cambiando  la  dirección 
de  salida,  cuando  la  defecadora  se  ha  vaciado  ya  de  gua- 
rapo, cae  la  cachaza  espesa  y  el  agua  que  ha  sido  emplea- 
da para  el  lavado. 

En  algunos  ingenios  se  hace  ir  la  cachaza  y  los  tur- 
bios en  el  mismo  tanque  para  después  pasarlos  por  los 
Fillros-prenseis,  ])ero  creemos  preferible  el  separar  la  cacha- 
za gorda  del  guarapo  turbio,  pues  del  otro  modo  resulta  una 
cantidad  muy  grande  de  cachaza  y  por  lo  tanto  una  lil- 
t  ración  más  larga  en  los  filtros-prensas. 

Para  el  lavado  de  las  defecadoras  tiene  cada  una, 
su  llave  de  agua  comunicando  todas  ellas  con  la  misma  tu- 
bería general. 


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FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  55 

Cada  doble  fondo  tiene  un  orificio  para  la  salida  del 
vapor  condensado  del  cual  se  llenaría  bien  pronto  sin  este 
requisito,  y  á  fin  de  que  no  salga  el  agua  con  demasiada 
rapidez  y  con  ella  el  vapor,  ocasionándose  con  ello  pérdidas 
de  combustible,  el  tubo  de  cobre  por  donde  se  efectúa  la 
salida,  tiene  una  válvula  de  retención  llamada  válvula  de 
retorno,  que  comunica  por  medio  de  un  tubo  pequeño  con 
el  general  de  retornos  el  cual  los  lleva  á  un  regulador  del 
que  hablaremos  á  su  tiempo. 

El  numero  de  defecadoras  necesarias  varía  según  la 
cantidad  de  guarapo  que  sea  menester  trabajar  yes  por  lo 
general  ele  6  en  aparatos  para  elaborar  3,000  bocoyes  ele 
azúcar.  Se  puede  considerar  suficiente  una  cabida  de  de- 
fecadoras equivalente  á  1,320  galones  por  100  toneladas 
de  caña  molida  en  24  horas,  y  S3  colocan  juntas  en  hilera 
facilitándose  así  su  servicio  y  las  mismas  tuberías  de 
vapor,  de  agua,  de  guarapo  y  de  retornos  sirven  para  la 
hatería  de  defecadoras. 

DefecwclÓíl. — La  defecación  se  opera  como  sigue: 
cerrada  herméticamente  la  llave  de  fondo  á  fin  de  que  no 
salga  el  contenido  de  la  defecadora,  mientras  se  llena,  se 
abre  la  de  entrada  de  guarapo;  al  llegar  este  á  tapar  la 
junta  del  doble  fondo  con  la  parte  cilindrica,  se  abre  gra- 
dualmente la  llave  de  vapor,  nunca  de  golpe,  de  manera 
que  al  estar  llena  la  defecadora  de  guarapo  esté  *la  llave 
toda  abierta.  Aunque  decimos  llena,  no  debe  pasar  el 
nivel  del  guarapo  de  unos  12  c/m.  del  borde  ó  sea  de  4  á 
5  pulgadas,  para  dar  cabida  al  aumento  de  volumen  oca- 
sionado por  el  calor  y  dejar  lugar  para  la  cachaza,  sin  lo 
cual  se  derramaría.  Poco  antes  de  llegar  á  ese  nivel  y  es- 
tando ya  el  guarapo  caliente,  se  le  echará  una  lechada  de 
cal  en  cantidad  variable  según  la  clase  de  guarapo  y  se 
revolverá  bien  el  jugo.  La  mejor  temperatura  para  ello 
es  la  de  85  á  90  grados  centígrado,  pues  está  probado  que . 
á  esa  temperatura  es  cuando  la  cal  ejerce  mejor  su  acción 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


sobre  el  guarapo.  El  tiempo  usual  para  llenar  una  defe- 
cadora es  de  20  minutos  y  si  hay  presión  de  vapor  sufi- 
ciente, ó  sea  de  55  á  60  libras,  y  se  opera  como  liemos  dicho, 
á  los  15  minutos  de  estar  llena  y  35  de  haberse  empezado 
á  llenar  se  notará  movimiento  en  la  superficie  del  guarapo 
y  deberiá  entonces  cerrarse  la  llave  de  vapor  para  abrirla 
después  de  nuevo  con  mucho  cuidado;  á  los  dos  ó  tres  mi- 
nutos se  producirá  igual  movimiento,  pero  más  acentuado, 
se  cuarteará  la  capa  de  cachaza  más  ó  menos  parda  que 
flota  sobre  el  jugo,  y  por  las  grietas  aparecerá  mc/m¿(/  más 
líquida  que  irá  extendiéndose  sobre  la  otra.  Ciérrese  in- 
mediatamente del  todo  la  llave  de  vapor  á  fin  de  evitar  la 
ebullición,  es  decir,  que  hierva  el  guarapo,  circunstancia 
que  echaría  á  perder  completamente  la  operación.  Obtenido 
el  resultado  antedicho,  el  guarapo  está  defecado  y  as  halla 
separado  en  tres  zonas  distintas;  la  inferior  es  turbia  y  se 
compone  de  precipitados,  compuesto  de  sales  insolubles,  tie- 
rra, cal,  etc.,  más  densos  y  mezclados  con  parte  de  guarapo 
al  cual  enturbian.  Esta  parte  varía  mucho  en  cantidad,  de- 
pendiendo de  la  clase  de  caña,  de  la  defecación  y  del  tiempo 
que  se  ha  dejado  reposar  el  guarapo  después  de  defecado. 
Varía  entre  el  i  %  y  el  2  %  del  volumen  del  guarapo 
contenido  en  la  defecadora.  Encima  de  esa  parte  turbia 
se  llalla  la  zona  de  guarapo  defecado,  claro,  transparente 
y  de  un  vcolor  más  ó  menos  dorado.  Sobre  éste,  el  cual 
ocupa  la  mayor  parte  de  la  defecadora,  flota  una  capa  de 
10  c/m.  á  15  e/m.  de  espesor,  oscura,  blanda  y  compuesta 
de  albúmina,  cal,  materias  leñosas  y  otras  menos  densas 
(pie  el  guarapo.  Véase,  pues,  cual  importante  ha  sido 
simultánea  de  la  cal  y  del  calor  sobre  el  jugo  de  la  cana 
en  poco  tiempo. 

Terminada  la  defecación,  se  deja  descansar  el  líquido, 
de  10  á  15  minutos  para  dar  tiempo  á  la  separación  total 
de  las  materias  en  suspensión  en  el  guarapo,  después  de 
lo  cual  se  procede  á  vaciar  la  defecadora. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  57 

Para  ello,  se  abre  la  llave  del  fondo  y  se  dá  salida  á 
los  turbios  para  su  corres  pon  diente  canal;  a  los  pocos  mo- 
mentos empieza  á  salir  claro  el  guarapo,  dorado  y  más  ó 
menos  transparente,  y  se  cambia  el  tubo  giratorio  para  la 
canal  de  guarapo.  Durante  unos  10  minutos,  sigue  saliendo 
este  limpio,  y  al  empezar  á  salir  turbio  de  nuevo,  se  cierra 
la  llave  y  se  abre  para  la  canal  de  cachaza,  donde  cae  la 
cachaza  gorda,  acompañada  de  un  poco  de  agua  eme  el  in- 
dividuo encargado  del  lavado  de  las  defecadoras  vierte  al  in- 
terior para  liquidar  algo  más  la  cachaza  espesa  y  favorecer 
su  salida.  Estando  ya  la  defecadora  bien  limpia  de  nuevo,  se 
cierra  la  llave  de  fondo  y  queda  lista  para  otra  operación. 

Por  lo  tanto  para  cada  defecación,  hay  que  contar  con 
35  minutos  para  llenar  y  defecar,  estando  el  guarapo  á 
45°;  de  10  ál5  para  reposar  y  otros  10  á  15  para  vaciar  y 
lavar  una  defecadora;  total  una  hora  próximamente. 

En  cuanto  se  ha  concluido  de  llenar  una,  se  abre  la 
llave  de  guarapo  de  la  siguiente,  á  fin  d»  no  detener  la 
corriente  de  aquel  mientras  sea  posible;  de  lo  contrario  si 
las  defecadoras  son  insuficientes  ó  mal  atendidas  llega  á 
ser  necesario  hacer  parar  la  máquina  de  moler  é  inte- 
rrumpir el  trabajo. 

Una  defecadora  llena  de  guarapo  á  45°  centigrado  y 
defecada  á  los  35  minutos,  es  decir,  habiendo  llegado  á  95° 
su  temperatura  ha  necesitado  » 

4,000  X  (95—45)  =  200,000  caloríes 
y  su  doble  fondo  teniendo  una  superficie  de  5  metros  cua- 
drados correspondientes  á  un  diámetro  de  l.m80,  cada  me- 
tro cuadrado  ha  trasmitido  40,000  calones  en  35  minutos, 
ó  sea  por  hora 

40,000X60' 

¡ -68,500  • 

35 

Hemos  supuesto  en  el  último  cálculo  el  calor  especifico 
del  guarapo    igual  al  del  agua,  pero    siendo  menor  de  un 


58  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

veinte  por  ciento  los  caloríes  trasmitidos  por  hora  y  me- 
tro cuadrado  de  doble  fondo  serán  de  unos  54,800  aproxi- 
madamente. 

La  cal  empleada  en  la  defecación,  debe  ser  de  la  más 
pura  posible,  pues  si  contiene  sales  y  cuerpos  que  le  sean 
extraños  algunos  de  ellos  se  combinan  con  el  guarapo  y 
contribuyen  á  que  el  resultado  de  la  defecaciónno  sea  tan 
eficaz  como  con  cal  buena.  Debe  reducirse  á  polvo  y 
mezclarse  con  agua  ó  con  el  mismo  guarapo  en  propor- 
ciones que  varían  del  »  al  i  por  ciento  de  la  cantidad  del 
jugo  á  defecar  ó  sea  de  7  á  15  libras  por  defecadora  de  1,000 
«alones  seo-fin  la  clase  de  caña. 

De  varias  maneras,  se  puede  conocer  si  el  guarapo 
tiene  poca  ó  mucha  cal  después  de  haberlo  defecado.  Si 
en  el  guarapo  limpio  después  de  la  operación  se  introduce 
papel  de  tornasol  azul  y  se  pone  la  parte  mojada  roja,  es 
señal  ele  poca  cal  por  tener  aún  ácidos, — si  se  conserva 
azul  es  señal  f&e  suficiente — ó  que  está  en  exceso.  Toman- 
do entonces  papel  tornasol  rosado  y  mojándolo  en  el  mis- 
mo guarapo  si  cambia  al  color  azul  será  señal  de  tener  cal 
sobrante,  pero  si  conserva  el  mismo  color  indicará  ni 
exceso   ni   deficiencia — es  decir  que  el  guarapo  es  neutro. 

El  color  y  formación  de  la  cachaza,  dan  también  á 
comprender  lo  mismo,  pues  la  falta  de  cal  da  menos  ca- 
chaza, ekta  es  de  un  color  muy  oscuro,  se  cuartea  poco  al 
defecar  y  al  vaciar  la  defecadora  quedan  partes  de  ella 
adheridas  á  los  costados.  Cuando  por  el  contrario  está 
la  cal  sobrante,  la  cachaza  es  abundante,  de  color  amari- 
lloso, se  cuartea  mucho  y  además  el  olor  es  fuertemente 
alcalino. 

Por  el  mismo  color  del  guarapo  defecado,  se  suele 
también  conocer;  pues  si  es  amarillo  dorado  y  traspa- 
rente es  señal  de  tener  la  suficiente  y  estar  bien  defeca- 
do; si  es  amarillo  verdoso  indica  tener  poca  y  si  al  contra- 
rio es  rojizo,  tiene  demasiado.     Estas  variaciones  de  color 


FABRICACIÓN  DE  AZUCAE  DE  CAÑA.  59 

y  el  olor  especial  de  cada  clase  son  índices,  combinados 
■con  los  de  la  cachaza  para  dar  á  comprender  si  el  guarapo 
está  mal  ó  bien  defecado.    Agregaremos  que  solamente  la. 
práctica   puede   llegar  á  hacer  apreciarlos  como  es   de- 
bido. 

Para  examinar  el  guarapo  al  salir  de  las  defecadoras, 
se  emplea  un  tubito  corto  de  cristal  abierto  por  su  parte 
superior,  y  engastado  por  la  inferior  en  un  mango  de  ma- 
dera, de  suficiente  largo  para  no  quemarse  las  manos  con 
las  gotas  de  guarapo  caliente  que  saltan  al  rededor  de  la 
llave  al  vaciarlo  dentro  de  las  canales. 

La  acción  de  la  cal  en  la  defecación  depende  de  su 
combinación  como  álcali,  con  los  ácidos  de  las  bases,  de  la 
cual  resultan  sales  insoluoles  en  caliente,  que  se  precipi- 
tan alibndo.  La  acción  del  calor  facilita  estas  combina- 
ciones y  además  coagula  la  albúmina  que  como  menos 
densa  que  el  jugo  sube  á  la  superficie  con  las  materias 
leñosas  y  otras  azoadas  que  forman  la  cachea. 

El  efecto  de  la  cal  es  sin  embargo  más  aparente  que 
verdadero,  pues  gran  parte  de  ella  se  combina  con  el  azú- 
car, formando  dos  sacaratos,  uno  insoluble  en  caliente  que 
se  precipita  y  otro  soluble  que  va  depositándose  en  las 
fases  posteriores  de  la  elaboración.  Además,  como  vamos 
á  ver  no  todas  las  bases  quedan  eliminadas  por  la  defeca- 
ción simple  que  es  de  la  cual  tratamos,  y  con  1&  idea  de 
efectuarlo  así  se  han  ideado  infinidad  de  medios,  de  los 
cuales  únicamente  la  doble  carbonatación  es  empleada 
fuera  de  la  Isla,  con  éxito  y  de  un  modo  general. 

Las  bases  que  constituyen  las  sales  del  guarapo  age- 
uas  al  azúcar  son  principalmente  la  cal,  la  potasa  la  sosa  y 
la  magnesia  combinadas  con  ácidos  orgánicos  ó  minerales 
como  el  ácido  carbónico,  el  ¡fosfórico,  el  sulfúrico,  oxálico 
cítrico,  etc.,  con  los  cuales  se  combina  la  cal  en  la  defeca- 
ción dejando  libres  las  bases  que  se  precipitan  en .  su 
mayor  parte. 


CO  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

Cantidad  de  sales  y  cuerpos  extraños 
á  eliminar,  durante  la  elaboración. — Refi- 
riéndonos al  análisis  de  la  caña  de  azúcar  hecho  por  el 
Sr.  Payen  y  que  creemos  de  los  más  completos,  vemos 
que  las  materias  orgánicas  como  la  albúmina,  legumina, 
diversas  esencias  y  sustancias,  grasas  y  resinosas,  repre- 
sentan el  0,92  por  ciento  del  peso  de  la  caña.  Las  sales 
solubles  é  insolnbles  el  0,28  por  ciento  y  la  silice  el  0,28 
dando  todo  ello  un  total  de  1,40  por  ciento  del  peso  de  la 
Caña  en  sales  y  materias  azoadas.  En  el  supuesto  de  un 
rendimiento  del  62  por  ciento  en  guarapo  del  peso  de  la 
caña  ó  sea  del  69  por  ciento  del  jugo  total  en  100  partes 
de  este  existirían  2  de  cuerpos  extraños  ó  sea  el  2  %  de  su 
peso  y  los  125,000  kilogramos  de  guarapo  necesarios  para 
hacer  una  tarea  de  25  bocoyes  al  dia  de  16  horas,4conten- 
clrán  2,500  kilos  de  cuerpos  extraños  á  eliminar  ó  hacer 
desaparecer,  y  la  cantidad  total  al  fin  de  zafra  será  de 
120X2, 500=1*300  toneladas  métricas  de  sales  y  cuerpos 
extraños  al  azúcar. 

El  objeto  principal  de  la  defecación  es,  pues,  el  de 
separar  la  mayor  parte  posible  de  ellas  por  impedir  la 
cristalización  del  azúcar  en  pro  porción  variable,  según  la- 
clase de  base,  una  parte  de  potasa  impidiendo  cristalizar 
seis  de  azúcar,  y  siendo  la  más  dañina. 

A  £se  fin,  para  la  elaboración  de  azúcar  refino,  se 
emplea,  además  de  las  cinco  operaciones  de  la  defecación, 
la  concentración,  clarificación,  templa  y  purga,  la  filtra- 
ción del  jugo  por  medio  del  carbón  animal,  antes  y  después 
de  la  concentración,  por  lo  cual  se  separan  además  de  todas 
las  materias  colorantes,  del  15  al  20%  de  materias  orgánicas 
y  minerales,  sobre  todo  de  las  primeras.  Actualmente  en 
la  isla  de  Cuba  son  pocos  los  ingenios  que  se  dedican  á 
elaborar  azúcar  refino,  haciéndolo  mascabado  para  su 
venta  en  los  mercados  extranjeros  y  sucesiva  refinación: 
por  lo  tanto  la  separación  délos  cuerpos  extraños  al  gua- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  61 

rapo  en  las  cinco  operaciones  que  constituyen  la  elabora- 
ción usual  no  es  todo  lo  eficaz  que  pudiera  desearse. 

La  defecación  separa  el  50  %  de  las  sales  y  el  18  % 
de  las  materias  orgánicas  ó  sea  el  40  %  del  peso  total  de 
los  cuerpos  extraños. 

La  evaporación  en  el  triple  efecto  contribuye  por  su 
parte  á  separar  del  20  al  30  %  de  las  mismas,  descompo- 
niéndose por  la  acción  del  calor  y  de  la  cal,  gran  parte  de 
las  orgánicas,  con  producción  de  cierta  cantidad  de  amo- 
niaco que  sale  con  las  condensaciones. 

La  clarificación  de  la  meladura  por  el  vapor,  dando 
lugar  á  depósitos  calcáreos  en  los  serpentines  y  descompo- 
sición parcial  de  las  materias  azoadas,  contribuye  por  su 
parte  á  la  separación  del  8  al  12%  de  ellas. 

Resumiendo  vemos  pues  que  por  la  defecación  se  eli- 
minan «por  término  medio  el  40%,  por  la  evaporación  el 
25%  y  por  la  clarificación  el  10  dando  un  total  de  75% 
de  la  cantidad  total  eliminada,  quedando  en  el  jugo  hecho 
ya  meladura  el  25%  restante;  es  decir,  'que  é*h  la  templa  ó 
sea  al  tacho  de  dar  punto  irán  2.500  kilosX^5^625  kilos 
de  cuerpos  extraños  al  azúcar  con  la  meladura  suficiente 
para  hacer  25  bocoyes  al  día.  Hemos  supuesto  una  elabo- 
ración muy  cuidadosa  en  ese  caso,  pero  lo  más  usual  es 
que  quede  el  40%  en  el  tacho  de  las  materias  orgánicas  y 
minerales  contenidas  en  el  guarapo  primitivo. 

La  c]  arificación  influye  mucho  en  la  epuracioii  ó  lim- 
pieza de  la  meladura  á  pesar  de  algún  efecto  nocivo  moti- 
vado por  la  acción  del  calor  al  aire  libre  sobre  la  meladura 
y  si  tanto  ella  como  la  defecación  y  evaporación  se  efectúan 
con  inteligencia,  se  llega  á  disminuir  notablemente  la  can- 
tidad de  sales  y  cuerpos  orgánicos  restantes  y  se  obtiene 
por  lo  tanto  mayor  cantidad  de  azúcar  que  es  lo  que  con- 
viene y  debe  procurarse. 

El  mejor  modo  para  determinar  y  comprobar  la  dis- 
minución  de  esos  cuerpos,  es   empleando  el  polarimetro 


62  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

y  analizando  con  él  muestras  de  guarapo  crudo  y  defecado, 
y  meladura  sin  clarificar  y  clarificada.  El  cociente  de 
pureza  irá  aumentando  y  se  deducirá  Fácilmente  si  la  ela- 
boración está  bien  ó  mal  conducida. 

Los  cuerpos  extraños  que  lian  resistido  á  la  elabora- 
ción dificultan  la  operación  de  la  templa,  de  la  cual  habla- 
remos oportunamente,  y  si  están  en  exceso,  vuelven  la 
masa  sacarina  viscosa,  á  lo  cual  se  le  llama  tener  goma,  difi- 
cultan la  cristalización  del  azúcar  y  su  purga,  ó  separación 
de  los  cristales,  }r  producen  una  gran  cantidad  de  melaza 
donde  quedan  en  su  mayoría  juntos  con  una  cantidad  de 
agua  que  suele  ser  del  10%  del  volumen  de  la  templa  á 
fin  de  que  se  pueda  vaciar  el  tacho  fácilmente. 

Si  la  elaboración  permitiera  que  la  meladura  llegara 
al  tacho,  como  disolución  de  azúcar  puro,  se  podría  conse- 
guir la  cristalización  de  este,  casi  en  su  totalidad,  por 
templas  sucesivas,  y  esta  es  la  razón  por  la  cual  tantos 
agentes  diferentes  se  han  ideado  para  aproximarse  lo  más 
posible  á  ese  Ideal.  '  Sin  embargo,  á  pesar  del  sin  número 
de  ellos,  ninguno  ha  logrado  suplantar  la  cal  en  la  defeca- 
ción con  ó  sin  carbonatación,  y  la  filtración  simple  ó  doble 
por  el  carbón  animal,  operación  la  más  importante  para 
la  eliminación  de  los  cuerpos  extraños  é  indispensable 
para  el  tratamiento  del  jugo  de  la  remolacha  que  contiene 
tres  y  cuatro  veces  más  que  el  de  la  caña. 

El  procedimiento  de  la  carbonatación  que  hemos 
¡mencionado,  consiste  en  echar  en  las  defecadoras  un  exce- 
"  so  de  cal  doble  ó  triple  de  la  usual,  para  luego  hacer  pe- 
netrar en  el  guarapo  una  cantidad  de  ácido  carbónico  que 
se  combina  con  la  mayor  parte  de  ella  y  por  lo  tanto 
además  de  hacerse  mejor  la  defecación,  queda  el  guarapo, 
si  así  conviene,  casi  libre  de  la  cal  que  es  imposible  elimi- 
nar del  todo  por  la  elaboración,  sin  ese  procedimiento. 
La  operación  se  efectúa  en  tanques  construidos  apropósito, 
pues  da  lugar  á  mucha  cachaza  y  á  un  aumento  de  volumen 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  63 

considerable  mientras  dura  la  carbonatación  que  es  muy 
usada  con  éxito  en  Europa. 

Con  el  mismo  objeto  de  depurar  los  jugos  lo  mejor 
posible,  Mr.  Dubrunfaut  ha  conseguido  separar  el  azúcar 
de  sus  cuerpos  extraños  empleando  la  barita  la  cual  tiene 
la  propiedad  de  formar  con  el  azúcar  un  sacarato  de  barita 
insoluble  en  caliente.  Defecado  el  guarapo,  se  le  echaba 
del  55%  al  60%  del  peso  teórico  del  azúcar,  se  revolvía 
bien  y  al  llegar  el  líquido  á  la  ebullición  se  formaba  un 
depósito  de  sacarato  de  barita  el  cual  se  secaba  y  descom- 
ponía después  por  el  ácido  carbónico  ó  sulfúrico,  dando 
50%  de  azúcar,  22%  de  barita  y  un  25  ó  28%  de  agua. 
Este  notable  procedimiento  ha  sido  abandonado  por  el 
carácter  venenoso  de  la  barita  que  era  indispensable  neu- 
tralizar del  todo,  y  hasta  dejar  en  la  disolución  sacarina 
un  exceso  de  ácido,  á  fin  de  prevenir  las  náuseas  y  vómi- 
tos á  que  daría  lugar  si  en  ella  quedara  algo  de  barita. 

Conocida  la  propiedad  del  alcohol  absoluto  de  no  di- 
solver el  azúcar,  puro,  se  ha  querido  sacar  partido  de  ella, 
disolviendo  en  alcohol  á  80°,  el  azúcar  y  sales  del 
jugo  de  la  planta  (remolacha)  cortando  antes  esa  en 
pedacitos.  Se  concentraba  después  la  disolución  y  el  residuo 
se  disolvía  en  alcohol  absoluto;  este  se  apoderaba  de  las 
sales  y  dejaba  el  azúcar  puro.  Apesar  del  éxito  de  ese 
procedimiento  en  lo  que  se  refiere  á  la  separación  de  los 
cuerpos  extraños,  la  pérdida  de  alcohol  por  evaporación 
era  tan  grande  y  tan  costoso  el  trabajo  de  desagregar  la 
planta  para  facilitar  la  penetración  en  todos  sus  poros  del 
alcohol,  y  además  se  necesitaba  tanto  tiempo  para  la  ope- 
ración, tiempo  que  variaba  de  3  á  4  días,  que  tampoco  su 
uso  ha  pasado  al  dominio  de  la  práctica. 

Creemos  haber  dicho  lo  suficiente  respecto  de  ese 
importante  particular,  que  contribuye  mucho  al  mayor  ó 
menor  rendimiento  de  azúcar  y  cuyo  éxito  depende  del 
cuidado  é  inteligencia  con  la  cual  la  elaboración  se  lleva  á 


64  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DÉ  CAÑA. 

cabo.  Como  liemos  dicho,  lo  mejor  es  el  empleo  del  pola- 
rimetro  para  analizar  los  jugos  en  cada  período  de  la  fa- 
bricación y  darse  asi  cuenta  exacta  de  su  progreso. 
Además  de  ese  instrumento,  debe  tenerse  á  mano  un 
aerómetro  Balling  y  otro  Beaumé.  Si  se  quiere  analizar 
la  cantidad  de  materias  orgánicas  contenidas  en  el  guara- 
po, se  puede  hacer  uso  de  una  huiría  de  Mohr  y  de  una 
disolución  de  tanino  que  es  el  agente  más  eficaz  para  hacer 
aparente  la  existencia  de  esas.  Empleando  disoluciones 
en  que  se  conozca  la  cantidad  de  tanino  que  contengan  y 
echándolo  con  cuidado,  gota  á  gota,  en  el  guarapo  que  se 
quiere  analizar  se  ven  formar  enseguida  copos  flegmosos 
y  blancos,  y  observando  el  momento  en  que  una  gota  de 
guarapo  limpio  puesta  en  contacto  con  una  de  sulfato  de 
hierro  se  oscurece  inmediatamente,  se  suspenderá  la  adición 
del  tanino,  pues  es  señal  de  no  existir  ya  materia?»  orgá- 
nicas libres  en  el  guarapo  que  se  analiza.  Sabiéndose  que 
seis  partes  de  tanino  saturan  una  de  materias  azoadas, 
bastará  dividí1?  el  tanino  empleado  por  seis  para  obtener 
el  tanto  por  ciento  de  ellas  contenidas  en  el  guarapo. 

Para  los  análisis  alcalinos,  se  podrá  emplear  un  alca- 
límetro,  y  con  los  instrumentos  enumerados  de  fácil 
adquisición  y  con  algún  cuidado,  es  indudable  que  la  elabo- 
ración mejoraría  notablemente,  sobre  todo  en  ingenios 
donde  á  pesar  de  tener  aparatos  modernos,  no  obtienen 
más  renüimiento  que  el  7  ó  11  %  en  azúcar  del  peso  de 
la  caña,  cuando  deberían  obtener  el  di  y  hasta  el  10  con 
las  máquinas  existentes  en  ellos. 

En  la  Guadalupe,  el  promedio  de  20  de  sus  mejores 
ingenios  fué  el  año  1884  de  9  %,  llegando  dos  de  ellos  al 
1 "  7o- 

Si  recordamos  que  la  caña  á  í)z°  Beaumé,  tiene  14.40 
%  de  azúcar  aproximadamente,  del  cual  se  saca  en  la  isla- 
de  Cuba  y  en  las  Antillas  francesas  é  inglesas  el  00  %  y 
con  mucha  dificultad,  cuando  más,  el  04  %,¡*q  ve  que  aún 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  65 

con  los  aparatos  modernos  la  pérdida  es  grande,  pues  llega 
al  40  %\  y  si  esto  sucede  con  buenos  aparatos,  ¿cuál  no  será 
en  los  .ingenios  provistos  de  trapiches  que  muelen  mal,  y 
donde  se  tolera  una  pérdida  constante  de  guarapo  en  las 
cachazas,  además  de  la  mala  elaboración  que  en  ellos  se 
efectúa?  Cosa  es,  por  lo  tanto,  de  gran  interés,  el  empleo 
de  todo  procedimiento  que  tienda  á  la  extracción  de  la 
mayor  parte  posible  del  azúcar  y  una  buena  defecación 
contribuye  mucho  á  ese  resultado,  debiéndose  hacer  uso 
en  ella  más  bien  de  un  exceso  de  cal  que  pecar  por  falta 
de  ella,  mientras  no  venga  algún  otro  agente  de  defeca- 
ción de  uso  tan  sencillo  á  suplantarla  con  éxito. 

En  Europa,  por  la  filtración,  carbonatación  y  muchí- 
simo cuidado,  se  obtiene  del  72  al  75  %  del  azúcar  con- 
teniclo^en  la  remolacha,  y  creemos  que  el  dia  en  que  los 
ingenios  de  la  isla  de  Cuba  puedan  aproximarse  á  ese  ren- 
dimiento, será  uno  de  los  paises  donde  más  barato  y  con 
más  facilidad  se  podrá  producir  azúcar  á  pasar  de  la  sus- 
titución del  trabajo  esclavo  por  el  trabajo  libre  última- 
mente realizado. 


66  FABRICACIÓN  DE  ALUCAE  DE  CAÑA. 


CAPITULO  II. 

CACHAZA. CACHACERAS. — FILTROS  PRENSAS. MONTEJUS. 

pA  n  el  curso  de  la  fabricación  del  azúcar,  sobre  todo  en 
la  defecación,  va  quedando  más  cachaza  á  medida 
que  aumenta  la  limpieza  del  guarapo,  y  parte  de  éste 
según  el  mayor  ó  menor  cuidado,  se  va  con  ella,  dando 
lugar  á  pérdidas  de  azúcar  bastante  considerables,  Con- 
viene por  lo  tanto  tratar  de  separarlo  de  las  cachazas  y 
reducir  estas  al  grado  más  seco  posible.  Con  este  objeto 
se  han  ideado  muchos  medios,  de  los  cuales  los  más  usados 
son  las  cachaceras  y  los  filtros  prensas. 

Cae Jl(( ceras, — Las  cachaceras,  fig.  5,  se  compo- 
nen de  un  tanque  rectangular,  de  hierro,  provisto  de  un 
serpentín  sencillo  ó  doble  de  cobre,  por  donde  circula  el 
vapor  calentando  la  cachaza  y  saliendo  condensado  por  su 
válvula  correspondiente  de  retorno.  La  cachaza  que  re- 
sulta de  la  elaboración  pasa  á  estos  tanques,  que  son  dos, 
por  lo  menos,  y  al  estar  casi  llenos  se  les  da  vapor;  al 
notarse  indicios  de  empezar  á  hervir,  se  cierra  la  llave  de 
aquel,  se  deja  reposar  el  líquido,  y  al  cabo  de  una  hora  ó 
dos  (cuanto  más  tiempo  mejor)  se  repite  el  mismo  fenó- 
meno que  en  la  defecación,  es  decir,  el  fondo  del  tanque 
lo  ocupa  cachaza  turbia  y  densa,  el  centro  guarapo  claro  y 
la  superficie  cachaza  blanda  y  más  seca.    Abriendo  llaves 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  67 

escalonadas  colocadas  en  el  frente  de  la  cachacera,  se  ex- 
trae el  guarapo  limpio,  y  al  salir  turbio,  se  levanta  .el 
tapón  que  cierra  un  agujero  grande  que  tiene  el  tanque  en 
el  fondo,  y  por  allí  sale  la  cachaza  gorda  y  la  parte  de 
guarapo  turbio,  los  cuales  van  á  un  depósito  de  donde  se 
surte  el  alambique  para  sus  baticion es  junto  con  la  miel, 
de  la  cual  hablaremos  más  adelante. 

En  la  operación  de  defecar  la  cachaza,  deben  obser- 
varse las  mismas  reglas  que  en  la  defecación;  no  abrir  la 
llave  de  vapor  de  golpe,  y  cerrarla  antes  de  que  tenga  lu- 
gar la  ebullición.  De  otro  modo  se  revuelve  la  cachaza, 
y  se  hace  muy  difícil  la  separación  de  las  varias  materias 
que  la  componen,  y  de  la  cual  resulta  guarapo  limpio  de 
7o  á  8o  B.  La  cachaza  espesa  que  resulta,  suele  estar 
compuesta  de  sulfato  y  carbonato  ele  cal,  materias  orgáni- 
cas, agua  y  más  ó  menos  azúcar  según  la  cantidad  de 
guarapo  que  aún  contenga. 

Una  cachacera  cía  por  lo  general  del  5(¿  al  60%  de  su 
contenido  en  guarapo  claro  á  7o  y  8o  Beaumé,  por  donde 
se  puede  ver  que  sin  el  uso  de  ellas  la  pérdida  es  grande. 

•  Las  cachaceras,  además  de  sus  llaves  de  vapor,  de 
retornos,  de  alimentación,  de  agua  para  lavar  y  su  tapón 
de  salida,  tienen  como  hemos  dicho  dos  llaves  para  extraer 
el  guarapo  una  sobre  la  otra  á  distancia  de  unos  20  centí- 
metros ó  sea  8  pulgadas;  de  ese  modo  se  puede  dejmr  correr 
primero  la  parte  turbia  por  la  llave  inferior  y  abriendo  las 
dos  á  la  vez  dar  salida  con  más  facilidad  al  guarapo  lim- 
pio. Este  método  es  conveniente  donde  por  falta  de  cacha- 
ceras  suficientes,  hay  poco  tiempo  disponible  para  su  ope- 
ración. 

Filtros-prensas. — (Fig.  n9  6.) — A  pesar  de  las 
cachaceras,  no  se  obtiene  la  separación  completa  del  gua- 
rapo de  la  cachaza  y  esto  ha  dado  lugar  á  que  en  las 
instalaciones  modernas,  además  de  ellas  se  empleen  los 
filtros-prensas  los  cuales  bien  atendidos  separan  casi  com- 


68  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

pletamente  la  parte  líquida  de  la  sólida,  convirtiendo  la 
cachaza  en  panes  casi  sólidos,  compuestos  de  la  parte  or- 
gánica que  ha  resistido  á  la  elaboración,  y  mucha  cal  y 
sales  procedentes  de  la  defecación. 

Los  filtros-prensas  Trinks,  consisten  en  una  serie  de 
platillos  (doce  ó  veinticuatro  por  lo  general)  rectangulares 
con  marcos  de  hierro  fundido  provistos  de  dos  planchas 
de  hierro  onduladas  y  perforadas,  los  cuales  dejan  entre 
ellos  un  espacio  por  el  cual  el  guarapo  separado  de  la  ca- 
chaza penetra  y  se  dirije  á  una  llave  colocada  en  el  borde 
inferior  de  cada  marco.  Estos  platillos  pueden  moverse 
sobre  dos  barras  de  hierro  laterales  que  les  sirvan  de  apoyo, 
y  entre  otros  dos  platillos,  uno  de  ellos  fijo  al  pedestal  poste- 
rior y  el  otro  movible  por  medio  de  un  tornillo  de  rosca  cua- 
drada, que  se  hace  girar  por  medio  de  un  volante.  Ambos 
platillos  de  las  cabezas  son  muy  fuertes  y  tienen  además 
las  llaves  de  guarapo  correspondientes  en  su  parte  inferior. 
Los  demás  san  movibles  á  mano  por  medio  de  dos  mangos 
de  quita  y  pon  que  se  cambian  de  platillo  á  platillo.  Un 
agujero  de  2  pulgadas  en  el  centro  de  cada  uno  de  estos, 
hace  comunicar  todos  ellos  entre  sí,  y  con  la  llave  de  ca- 
chaza situada  y  fija  al  soporte  posterior  del  filtro-prensa. 
Esta  llave  comunica  además  con  una  de  vapor.  Una  canal 
de  hierro  situada  debajo  de  las  14  ó  más  llaves  de  guarapo, 
recibe  <sste  al  salir  cuando  funciona  el  filtro-prensa.  Para 
que  esto  suceda  se  necesita  armarlo,  lo  cual  se  efectúa  por 
medio  de  dobles  paños  llamados  servilletas,  provistos  de 
dos  agujeros,  y  que  una  vez  doblados  sobre  la  parte  supe- 
rior de  los  platillos  coinciden  con  los  del  medio  de  estos. 
Un  tornillo  y  tuerca  de  bronce  formando  un  tubo  corto 
de  igual  diámetro  al  de  la  llave  de  cachaza,  aseguran  las 
servilletas  herméticamente  al  platillo  y  las  incomunican 
con  las  superficies  de  ellos. 

Para  la   operación  de   este  aparato,  lo  primero  es  ar- 
mar el  filtro  prensa,  es  decir,   poner  en  los  platillos  sus 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  69 

correspondientes  servilletas  y  asegurarlas  bien  por  medio 
de  sus  tuercas.  Hecho  esto,  se  hace  girar  el  volante  y  el 
platillo  que  enrosca  en  el  tornillo,  se  va  aproximando  á 
los  otros,  los  va  juntando  y  por  fin  los  comprime  entre  sus 
servilletas  con  la  fuerza  que  pueden  ejercer  dos  hombres 
sobre  el  volante,  la  cuál  produce  una  presión  considerable. 
Se  puede  abrir  entonces  la  llave  de  cachaza  y  ésta  impeli- 
da por  el  vapor  del  montejus  del  cual  hablaremos,  entra 
por  el  tubo  formado  por  los  agujeros  de  los  platillos  y  se 
extiende  entre  todas  las  servilletas  de  estos;  la  misma 
presión  hace  que  el  guarapo  pase  por  ellas  y  penetre  entre 
las  planchas  onduladas  de  donde  sale  por  la  llave  corres- 
pondiente. El  resultado  se  hace  aparente  en  los  catorce 
ó  más  chorros  de  guarapo  limpio  que  salen  de  las  llaves  -y 
caen  en  la  canal,  mientras  la  parte  sólida  se  queda  en- 
tre los  platillos. 

La  canal  de  guarapo,  comunica  por  un  tubo  con  el 
tanque  de  guarapo  defecado.  * 

Al  cabo  de  una  hora  más  ó  menos,  las  llaves  no  de- 
jan caer  ya  más  que  gotas  de  guarapo  y  es  señal  de  que 
el  filtro-prensa  está  lleno  de  cachaza  y  obstruido.  Enton- 
ces se  procede  á  la  limpieza,  que  consiste  en  separar  de 
los  otros  por  medio  del  tornillo  el  platillo  principal  todo 
lo  que  permite  el  aparato,  (unas  doce  pulgadas)  con  lo 
cual  queda  suficiente  espacio  para  que  con  una  paleta  de 
madera  se  puedan  limpiar  los  paños,  cayendo  la  cachaza 
ya  dura  en  un  depósito  de  donde  se  trasporta  al  campo 
para  utilizarla  como  abono,  y  concluyendo  la  limpieza  pa- 
sando la  paleta  sobre  las  servilletas.  Esta  operación  se 
repite  con  todos  los  platillos  hasta  que  todos  ellos  estén 
limpios,  cerrando  después  de  nuevo  el  filtro-prensa  con  lo 
cual  se  deja  listo  para  otra  carga  de  cachaza. 

Hecho  lo  anterior,  para  cerciorarse  que  han  quedado 
libres  el  tubo  central  y  las  llaves  de  guarapo,  se  hace  cir- 
cular el  vapor  abriendo  la   suya,  y  cerrando    antes  todas 


70  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

las  de  guarapo  menos  la  del  último  platillo.  Si  sale  vapor 
por  esa,  es  señal  de  estar  el  filtro-prensa  limpio,  en  caso 
contrario  ,  indica  estar  obstruido  y  generalmente  se  reme- 
dia manteniendo  por  varios  minutos  vapor  dentro  de  la 
prensa,  el  cual  acaba  por  ablandar  la  cachaza  dura  que 
puede  haber  obstruido  los  conductos. 

Respecto  á  la  utilidad  de  esos  aparatos,  el  autor  tuvo 
lugar  de  hacer  ensayos  y  experimentos  en  el  ingenio  «San 
Agustín»  con  los  tres  filtro-prensas  existentes  en  aquel» 
ingenio  y  de  los  cuales  creemos  útil  dar  algunos  datos. 

Las  cargas  diarias  eran  seis  por  cada  filtro.  El  pri- 
mer dia  cada  filtro  daba  2,760  litros  de  guarapo  limpio, 
durando  cada  filtración  dos  horas  y  produciendo  400  litros. 
El  segundo  dia  duraba  una  hora,  y  daba  138  litros  en  la 
primera  ó  sea  1,464  diarios.  El  tercer  dia,  filtraba  solo 
125  en  la  primera  hora  y  750  litros  por  día,  estando  ya 
entonces  las  servilletas  inservibles  y  siendo  necesario  su 
cambio.  De  manera  que  cada  filtro-prensa  separaba  de  la 
cachaza 

el  primer   día 2,760  litros  de  guarapo. 

el  segundo  »   1,464       »       »         » 

eí  tercer       »    750       »       »  » 


®        T( )TAi 4,9 74  litros  de  guarapo. 

Con  los  tres,  15,000  litros;  es  decir,  que  por  dicha  opera- 
ción se  obtenía  de  la  cachaza,  que  ya  había  pasado  por  las 
cachaceras,  un  bocoy  de   azúcar  diario  aproximadamente. 

Como  se  puede  ver  cuanto  más  limpias  las  servilletas 
mayor  resultado  se  obtiene,  y  es  por  lo  cual  conviene 
cambiarlas  cada  tres  días  á  lo  más. 

Como  es  natural,  no  solamente  varía  la  filtración  de 
la  cachaza  según  las  horas  y  días  que  lleva  funcionando 
el  filtro-prensa,    sino  que  si  se  considera  la  primera  hora 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  71 

dividida  en  cuartos  y  las  servilletas  limpias  su  poder  fil- 
trante es 

en  el  primer  cuarto.../. 1 

en  el  segundo      »     0.50 

en  el  tercer         »      ." 0.36 

y  en  el  cuarto      »      ....0.30 

El  personal  necesario  para  tres  ó  cuatro  filtros-prensas 
es  de  dos  hombres  para  cambiar  los  paños,  limpiarlos  y  el 
manejo  de  las  llaves.  Son  aparatos  muy  fuertes  y  que 
deberían  emplearse  en  todos  los  ingenios,  pues  manejados 
con  cuidado  dan  excelentes  resultados.  La  única  desven- 
taja es  la  deterioración  de  las  servilletas  ocasionada  por 
la  acción  del  vapor  y  causticidad  de  la  cachaza,  por  efecto 
de  la  cal  y  potasa  que  contiene,  pero  de  ningún  modo  exce- 
de el  costo  de  su  repuesto  y  manejo  á  la  ganancia  produ- 
cida por  su  uso. 

Además  de  los  filtros-prensas  sistema  Trinks,  que 
hemos  descrito  se  han  ideado  y  construid^  muchos  otros 
sistemas  como  son  los  filtros  Kroog,  los  de  Helaers,  los  de 
lavado  absoluto,  los  de  Dehne  y  otros  varios  que  están  en 
más  ó  menos  uso  hoy  día  tanto  para  los  jugos  como  para 
la  cachaza.  Los  filtros  de  Kroog  lo  mismo  que  los  de 
lavado  absoluto  se  distinguen  en  que  los  platillos  en  lugar 
de  tener  el  orificio  de  entrada  de  la  cachaza  en  el  medio 
lo  tienen  en  uno  de  los  bordes,  con  lo  cual  se  facilita  la 
colocación  de  las  servilletas.  En  conexión  con  esta  clase 
de  filtros  se  suele  emplear  en  lugar  de  un  montegus  para 
impeler  la  cachaza  ú  otro  líquido,  una  bomba  especial 
impelente. 

Los  filtros  llamados  de  lavado  absoluto,  se  llaman  así, 
porque  después  que  se  han  formado  ya  las  tortas  de  ca- 
chaza entre  los  platillos  y  no  sale  más  guarapo  por  las 
llaves,  se  cierran  éstas  y  se  abre  una  llave  de  agua  que  la 
recibe  con  presión.  Esta  agua  atraviesa  por  conductos 
convenientes  que  tienen  los  platillos  del  prensa  en  sus  mar- 


72  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

genes,  las  torteas  de  cachaza,  les  extrae  gran  «parte  del  azúcar 
que  aún  contienen  y  sale  por  un  orificio  terminado  por 
una  cubeta  pequeña  de  cobre  de  la  cual  va  al  tanque 
de  guarapo  y  donde  un  aerómetro  indica  la  densidad  del 
agua  que  sale,  la  cual  puede  graduarse  segundos  casos  y 
la  conveniencia  de  efectuar  una  extracción  más  ó  menos 
completa  del  azúcar  contenido  aún  en  las  tortas  de  cacha- 
za, pudiendo  conseguirse  el  lavado  absoluto  de  ellas  si  así 
se  desea. 

Los  filtres  de  Loze  y  Helaers,  llamados  también  de 
efectos  múltiples  se  distinguen  en  que  sus  platillos  son  de 
madera,  y  el  orificio  ,  de  entrada  de  los  líquidos  está  en  la 
parte  superior  de  su  marco.  El  número  de  platillos  es  de 
cincuenta  y  tres  y  están  simplemente  formados  de  un 
marco  de  madera  con  dos  barrotes  verticales  que  sirven 
de  apoyo  á  las  servilletas.  Son  de  tres  clases,  platillos  de 
entrada,  intermediarios  y  de  salida.  De  estos  los  inter- 
mediarios no  tienen  ningún  orificio  de  salida  y  sí  los  otros 
dos,  que  tienen  cada  uno  una  llave  en  la  parte  inferior  del 
marco.  El  haber  hecho  los  orificios  de  entrada  de  los 
líquidos  en  la  parte  superior  de  los  platillos,  evita  la  falta 
de  ajuste  que  ocurre  siempre  entre  éstos  y  los  agujeros  de 
las  servilletas  á  causa  de  la  contracción  que  estas. experi- 
mentan durante  el  trabajo. 

Los^  platillos  están  numerados  y  se  colocan  en  el  or- 
den siguiente: — l'-'  llegada;  29  intermediario;  o'-'  salida; 
4"  intermediario;  5"  llegada;  y  así  sucesivamente. 

El  movimiento  del  jugo  es  como  sigue:  llega  al  cuadro 
1,  atraviesa  la  tela  ó  servilleta  entre  1  y  2  y  llega  al  2; 
atraviesa  la  servilleta  entre  2  y  3  llega  al  3  y  sale  del 
filtro.  Igual  trayecto  recorre  del  5  al  4  después  al  3  y 
del  5  al  G  para  salir  por  el  7,  y  así  sucesivamente  hasta, 
el  último  platillo  del  filtro. 

Si  en  lugar  de  colocar  un  solo  cuadro  intermediario 
entre  el  de  entrada  y  de  salida,  se  colocan  dos,  tres  ó  eua- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


tro,  el  jugo  deberá  atravesar  tres,  cuatro  ó  cinco  serville- 
tas, de  ahí  proviene  el  nombre  de  filtro  de  efectos  múltiples 
que  se  ha  dado  al  aparato  en  cuestión.  Si  se  suprimen 
todos  los  cuadros  intermediarios  la  filtración  es  entonces 
á  simple  efecto. 

La  práctica  en  las  fábricas  de  azúcar  de  Europa  pues 
no  existe  ninguno  de  estos  filtros  en  la  isla  ele  Cuba,  ha 
demostrado  que  el  mejor  modo  de  servirse  de  ellos  es  como 
sigue.  Para  el  jugo  defecado,  á  simple  efecto,  para  la  me- 
ladura, á  doble  efecto,  y  para  la  miel  de  primera,  á  sim- 
ple efecto. 

Su  instalación  es  muy  sencilla  y  á  causa  de  su  cons- 
trucción y  ser  de  madera  sus  cuadros,  son  de  poco  peso  y 
fácil  manejo. 

Para  la  impulsión  de  la  cachaza  á  los  filtros-prensas, 
se  emplea  un  aparato  llamado  montegus  (fig?-  7) .  Este  está 
colocado  á  un  nivel  inferior  del  que  ocupa  el  tanque  de 
cachaza  con  el  cual  comunica  por  medio  de  un  tubo  pro- 
visto de  una  llave.  El  montegus  propiamente  dicho, 
consiste  en  un  recipiente  de  hierro  dulce  cilindrico  con 
tapa  y  fondo  convexo.  La  tapa  está  provista  de  un  tubo 
que  llega  casi  al  fondo  y  comunica  con  los  filtros-prensas 
por  medio  de  una  llave,  otra  de  vapor  colocada  á  su  lado 
permite  introducirlo  dentro  del  montegus.  Además  tiene 
este  la  llave  de  cachaza  que  hemos  mencionado  y  por 
último  una  llave^cita  para  dejar  entrar  ó  salir  el  aire.  La 
operación  del  montegus  es  muy  sencilla;  cerrada  la  llave 
de  comunicación  con  los  filtro-prensas,  se  abre  la  de  aire 
y  la  de  cachaza  con  lo  cual  entra  esa  en  el  montegus;  cuan- 
do llega  su  nivel  á  la  llave  de  aire  y  empieza  á  salir  por 
ésta,  se  cierra  la  entrada  de  cachaza  y  la  del  aire.  Si  en- 
tonces se  admite  despacio  vapor  dentro  del  montegus,  su 
presión  actúa  sobre  la  superficie  del  liquido,  y  si  se  abre  la 
llave  que  comunica  con  los  filtro-prensas,  se  precipita  la 
cachaza  por  el  tubo  hacia  ellos  y  la  misma  presión  obliga 


74  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

á  la  parte  líquida  á  pasar  através  las  servilletas,  quedan- 
do entre  ellas  la  parte  sólida. 

Si  la  presión  del  vapor*  es  de  4  atmósferas  ó  sea  de 
60  libras  por  pulgada  cuadrada,  su  fuerza  será  suficiente 
para  elevar  la  cachaza  á  35  metros  de  altura  próxima- 
mente según  su  densidad  y  el  número  de  codos  que  tenga 
la  tubería.  Así  es  que  si  en  los  filtros  no  se  comprimen 
bien  los  platillos  es  fácil  á  causa  de  esa  fuerza  ver  surtido- 
res de  cachaza,  elevarse  á  gran  altura  de  entre  sus 
juntas. 

Además  de  los  filtros-prensas  se  usan  las  cachaceras 
para  la  primera  separación  del  guarapo  y  de  las  dos  del  inge- 
nio San  Agustín,  ya  mencionado,  las  cuales  se  vaciaban  dos 
veces  al  día,  se  extraían  3000  litros  de  guarapo  ó  sea  cer- 
ca de  medio  bocoy  de  azúcar  que  junto  con  el  economizado 
por  los  filtros-prensas  representa  un  bocoy  y  medio  de 
azúcar  extraído  de  la  cachaza,  procedente  de  48  á  50  de- 
fecadoras de  guarapo,  ó  sea  de  192,000  á  200,000  litros. 
La  cachaza  tal  como  procede  de  la  fabricación  antes  de 
prensarla  representa  del  10  al  12%  del  guarapo,  después 
de  prensada  del  3  al  4  según  lo  haya  sido  más  ó  menos. 
Contiene  siempre  gran  cantidad  de  bagacillo,  que  apesar 
del  tanque  de  guarapo  del  trapiche  con  sus  coladores,  es 
impelido  con  el  jugo  á  las  defecadoras  por  la  bomba  de 
guarapo  «r  La  parte  de  él  que  queda  en  los  coladores  se  re- 
coje  y  echa  entre  las  mazas,  para  que  espriman  el  guarapo 
que  ha  absorbido. 

Es  muy  conveniente,  el  separarlo  del  guarapo  lo  an- 
tes posible  pues  cuanto  más  puro  vaya  este  á  la  defecación, 
mejor  se  efectúa  esta  y  la  bomba  de  guarapo  está  menos 
propensa  á  descomponerse  por  la  introducción  de  dichos 
bagacillos  entre  sus  válvulas.  Además  hemos  visto  tupirse 
completamente  calentadores  de  guarapo  y  tuberías  con 
dicho  cuerpo,  y  en  general  es  dañino  á  los  aparatos  por  lo 
cual  debe  de  filtrarse  el  jugo  al  salir  del  trapiche  por  me- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  75 

dio  de  varios  coladores  de  mucha  superficie  ú  otro  medio, 
lo  más  eficazmente  posible. 

El  servicio  de  la  cachaza,  6  sea  la  conducción  de  la 
que  ha  pasado  por  los  filtros-prensas,  se  hace  trasportán- 
dola del  tanque  donde  cae  al  limpiar  aquellos,  por  medio 
de  carretillas  ó  pipas  montadas  sobre  ruedas  á  los  puntos 
convenientes  del  campo,  pues-  es  inútil  para  el  alambique 
si  se  ha  hecho  con  cuidado  la  separación  del  guarapo  en 
las  cachaceras  y  en  los  filtros-prensas.  Donde  no  existen 
estos  por  el  contrario  se  conduce  por  medio  de  tuberias  ó 
canales  á  un  depósito  de  donde  se  surte  el  Alambique  en 
los  ingenios  donde  tienen  ese  aparato.  En  caso  contrario 
se  conduce  al  campo  perdiéndose  completamente  el  azúcar 
que  contiene. 

En  algunas  instalaciones,  el  montegus  tiene  un  tubo 
que  derrama  en  una  ó  dos  de  las  defecadoras,  y  sirve  para 
que  si  al  concluir  la  tarea  diaria  queda  mucha  cachaza  en 
el  tanque,  se  pueda  repartir  en  las  defe^doras  y  darle 
vapor  en  ellas,  con  lo  cual  tiene  tiempo  de  reposar  duran- 
te la  noche  y  al  empezar  por  el  día  siguiente  se  vacian 
esas  defecadoras  obteniéndose  así  gran  cantidad  de  guara- 
po clarificado  el  cual  va  al  tanque  de  guarapo  defecado,  y 
la  cachaza  restante  al  tanque  de  cachaza  conforme  hemos 
ya  explicado  al  hablar  de  la  defecación. 

.  Nos  hemos  extendido  algo  sobre  este  particular  de  las 
cachazas,  pues  no  por  ser  la  parte  menos  limpia  de  la 
fabricación  de  azúcar,  deja  de  ser  una  de  las  cuales  pro- 
viene mayor  pérdida  de  fruto  si  se  mira  con  indiferencia, 
y  no  se  le  dá  la  importancia  que  le  corresponde. 


76  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO  III. 

TRIPLE  EFECTOS. DEFINICIONES    Y    SU    FUNDAMENTO. — BARÓ- 
METROS Y   MANÓMETROS. 

i 

,E  llaman  triple  efectos  los  aparatos  de  concentra- 
ción al  vacío  usados  actualmente  en  todas  las  fábri- 
cas de  azúcar  instaladas  con  maquinaria  moderna.  Su 
invención  ha  hecho  dar  un  gran  paso  de  adelanto  á  esta 
industria,  permitiendo  obtener  con  ellos  mayor  rendimien- 
to con  menos  consumo  de  combustible. 

Se  debe  á  M.  Rillieux  la  primera  aplicación  de  leyes 
físicas  conocidas,  á  la  concentración  del  guarapo,  con  el 
éxito  más  feliz,  siendo  por  lo  tanto  acreedor  á  la  mayor 
consideración  de  los  países  que  cuentan  entre  sus  indus- 
trias la  del  azúcar  y  aún  de  los  que  están  privados  de  ella 
por  lo  que  ha  generalizado  s'u  consumo  la  reducción  del 
costo  de  producción,  debida  al  empleo  de  esos  aparatos. 

Los  triples  efectos  han  ido  modificándose  de  forma, 
desde  el  primero  que  construyó  Rillieux,  el  cual  era  hori- 
zontal, pero  su  fundamento  es  siempre  el  mismo  y  consis- 
te esencialmente  en  lo  siguiente:  Producir  vacío  en  dos  ó 
tres  recipientes  llamados  tachos  y  aprovechar  el  calor  de 
los  vapores  del  guarapo  producidos  en  el  primero  por  el 
vapor  directo  ó  de  escape  de  las  máquinas,  para  evaporar 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  77 

en  el  segundo  y  los  de  éste  en  el  tercero;  de  este  modo, 
con  solo  el  vapor  de  escape  de  las  máquinas,  que  antes  se 
perdía  en  su  mayor  parte,  se  concentra  el  jugo  de  la  caña 
ó  de  remolacha  de  9  á  26  grados  Beaumé,  lo  cual  no  es 
solo  un  gran  ahorro  de  combustible,  sino  también  muy 
conveniente  al  rendimiento. 

Antes  de  describir  los  triple  efectos  creemos  oportu- 
no dar  algunas  explicaciones   para  su  mejor  comprensión. 

Varios  experimentos  físicos  han  permitido  establecer 
las  leyes  siguientes: 

Primera  ley. — Todos  los  líquidos  volátiles  se  evaporan 
instantáneamente  en  el  vacio. — De  esta  primera  ley  se  des- 
prende que  cuanto  mayor  sea  el  vacío  sobre  un  líquido, 
más  pronto  entrará  en  ebullición.  El  agua  hierve,  siendo 
destilada,  á  100  grados  centígrados  al  nivel  del  mar,  ó  sea 
con  una  presión  equivalente  á  una  columna  de  760  m/m. 
de  mercurio,  ó  sea  30  pulgadas  inglesas,  y  á  cuya  presión 
se  11  aína  una  atmósfera.  —  Si  la  presión  qs  menor  entra 
en  ebullición  á  menos  temperatura,  y  si  por  el  contrario 
es  mayor,  como  sucede  en  el  interior  de  una  caldera,  en- 
tonces esa  temperatura  ó  punto  de  ebullición  es  más  ele- 
vado. 

A  continnación  damos  una  tabla  donde  figura  el  vacío 
de  los  tachos  desde  0  al  teórico  760  m/m.,  ó  sea  30  pulga- 
das inglesas,  y  las  temperatura  de  ebullición  aorrespon- 
diente : 


78 

FAMÜCACIÓN  DE 

AZÚCAli  DE  CAÑA. 

VACIO 

TEMPERATURAS 

CORRESPONDIENTE  A  UNA  ALTURA 

DE  LOS  VAPORES 

BAROMÉTRICA  DE 

EN    GRADOS. 

Milímetros. 

Pulgds.  inglesas, 

Centígrado. 

Farenheit. 

0 

0 

100 

212 

25.4 

1 

99 

210.2 

50.8 

2 

98 

208.2 

TG.2 

o 
O 

97 

206.4 

101.6 

4 

96 

204.0 

127.0 

5 

95 

202.8 

152.4 

6 

94 

201.0 

177.8 

.     '  7 

.      93 

199.2 

203.2 

8 

92 

197.4 

228.6 

o  - 

90 

194.0 

254.0 

10 

89 

192.2 

279.4 

11 

88 

190.4 

304.8 

12 

86.50 

187.7 

330.2 

13 

84.75 

184.5 

355.6 

14 

83.25 

181.85 

381.0 

15    ■ 

81.70 

179.0 

406.4 

16 

80.00 

176.0 

431.8 

17 

78 

172.4 

457.2 

18 

76 

168.8 

482.6 

19 

74 

165.2 

50&0 

20 

,  72 

161.6 

533.4 

21 

69.40 

156.9 

558.8 

22 

66.50 

151.1 

584.2 

23 

63.50 

146.1 

609.6 

24 

60.50 

140.0 

635.0 

25 

50.50 

143.5 

660.4 

26 

51.50 

134.5 

685.8- 

27 

45.75 

114.3 

711.2 

28 

38.00 

100 

736.6 

29 

25.00 

77 

760.0 

30 

0 

0 

FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  79 

Según  los  experimentos  ele  M.  Regnault  y  otros  físicos, 
el  vacío  sobre  el  agua  aún  á  0  grados  de  temperatura,  no 
es  nunca  completo,  existiendo  una  tensión  de  vapor  equi- 
valente á  4  m/m.  6  de  altura   en  la  columna  barométrica. 

Como  se  puede  ver  por  la  tabla  que  antecede;  con  26 
pulgadas  de  vacío  en  el  tacho  de  meladura,  que  suele  ser 
el  máximum  en  los  aparatos  de  triple  efecto,  hierve  el  gua- 
rapo á  los  51°  5  de  temperatura,  ó  sea  con  la  mitad  menos 
de  calor  que  á  la  presión  atmosférica,  lo  cual  prueba  evi- 
dentemente la  primera  ley  enunciada. 

Segunda  ley. — La  temperatura  de  los  vapores  saturad ps 
es  siempre  igual  á  la  de  los  líquidos  de  que  provienen;  de  lo 
cual  se  desprende  que  á  las  26  pulgadas  de  vacío,  la  tem- 
peratura del  vapor  del  guarapo  que  va  á  la  bomba  de  aire, 
es  igual  á  la  del  líquido  que  lo  origina,  ó  sea  de  51° 5  cen- 
tígrado. 

En  estas  dos  leyes  estriba  el  fundamento  de  los  apa- 
ratos al  vacío:  pues  extrayendo,  á  medida  ¿pie  se  forman, 
los  vapores  del  guarapo  en  un  recipiente  ó  taeliolá  presión 
sobre  el  líquido  disminuirá  y  hervirá  más  pronto.  Si  esos 
vapores  antes  de  ir  á  la  bomba  se  encuentran  en  contacto 
con  la  superficie  tubular  de  otro  recipiente  cuyos  tubos 
estén  rodeados  de  guarapo  sometido  á  una  presión  menor 
que  en  el  primero,  el  calor  de  los  mismos  evaporará  dicho 
guarapo  en  el  segundo,  con  más  ó  menos  rapidez,  según 
sea  la  diferencia  de  vacío  entre  los  dos.  Se  tendrá^  pues, 
un  doble  efecto.  Si  en  lugar  de  ir  á  la  bomba  de  aire  se 
hacen  aún  circular  por  otra  superficie  tubular  cubierta 
también  de  guarapo,  el  vacío  de  éste  siendo  mayor  que  en 
las  otras  dos,  por  estar  más  inmediato  á  la  bomba,  deter- 
minará una  tercera  evaporación  del  guarapo  y  se  habrá 
obtenido  el  conjunto  de  un  triple  efecto  en  su  parte  funda- 
mental. 

Pasemos  á  dar  algunas  definiciones  de  términos  que 
necesariamente  tenemos  que  emplear  en  lo  sucesivo. 


(SO  FABRICACIÓN  DE  AZUCAll  DE  CAÑA. 

Se  llama  calorié  la  cantidad  de  calor  necesaria  para  ele- 
var dé  un  grado  la  temperatura  de  wn  Jiitóf/ramo  de  agua 
destilada.  De  modo  que  para  elevar  75  kilos  de  agua  de 
20°  c.  á  50  se  necesitarán: 

75  X  (50—26)  =  1800  caloríes. 

Se  llama  calor  especifico  de  un  cuerpo,  la  cantidad  ne- 
cesaria para  elevar  de  un  grado  la  temperatura  de  un  ki- 
logramo de  dicho  cuerpo.  El  ador  especifico  del  agua  es- 
tá representado  por  la  unidad. 

Calor  sensible  es  aquél  que  se  puede  medir  por  el  ter- 
mómetro. 

Calor  hítente  es  por  el  contrario  el  que  no  puede  me- 
dirse por  medios  directos.  Por  ejemplo,  si.se  toma  una  va- 
sija conteniendo  agua  y  se  calienta  ésta  al  llegar  á  los 
100°  si  es  destilada,  empezará  á  hervir  y  seguirá  hirvien- 
do, pero  sin  aumentar  en  un  grado  su  temperatura.  ¿Dón- 
de pasa,  pues,  el  calor  sobrante,  que  sigue  suministrándole 
el  combustible?  Ese  es  precisamente  el  calor  latente,  el 
cual  desaparece  con  el  mismo  vapor.  Podemos  darnos 
cuenta  de  él  del  modo  siguiente : 

Si  en  una  vasija  colocamos  un  kilogramo  de  agua  á  0o 
y  en  otra  cinco  y  medio  á  la  misma  temperatura  y  evapo- 
ramos el  agua  de  la  primera  haciendo  pasar  por  medios 
adecuados  el  vapor  á  la  segunda,  al  concluirse  fie  evaporar 
el  aguace  la  primera,  habremos  obtenido  en  la  segunda 
6i  kilos  de  agua  á  100°  centígrado.  Es  decir,  el  calor  de 
evaporización  del  agua  es  suficiente  á  elevar  5  k.  5  de  ella 
á  100  grados  de  temperatura,  equivalentes  á  550  caloríes. 
Si  á  estos  agregamos  los  100  necesarios  para  elevar  el  agua 
á  0o  al  punto  de  ebullición,  la  suma  del  calor  latente  y 
sensible  será  de  G50,  suma  que  es  siempre  igual,  cuales- 
quiera que  sea  la  presión  del.  vapor.  Por  ejemplo,  si  es 
de  cuatro  atmósferas,  ó  sea  de  G0  libras,  corresponde  á  esa 
presión  una  temperatura  de  144°  centígrado,  y  el  calor  la- 
te ule  es  de  650 — 144  =  506  erados. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  81 

En  referencia  con  lo  anterior  debemos  citar  la  siguien- 
te ley.  Todo  cuerpo  sólido  6  líquido,  al  cambiar  de  estado, 
absbfbé  cierta  cautidad  de  calones  que  devuelve  al  volver  á 
su  forma  primitiva.  En  el  principio  enunciado  es  precisa- 
mente donde  estriba  el  fundamento  de  los  aparatos  llama- 
dos condensadores,  de  los  cuales  hablaremos  en  otro  capí- 
tulo. 

Tercera  ley. — A  presión  igual  cada  cuerpo  cambia  de 
estado  á  la  misma  temperatura.  Es  decir,  el  hielo  siempre  se 
funde  á  0,°  y  el  agua,  hierve  en  vaso  abierto  y  á  la  presión 
atmosférica  á  100°  como  hemos  dicho,  lo  mismo  de  todos 
los  cuerpos  que  pueden  cambiar  del  estado  sólido  al  líqui- 
do ó  de  éste  al  vaporoso. 

Barómetros  y  Manómetros— -Las  presio- 
nes atmosféricas  ó  las  debidas  al  vacío,  se  miden  por 
medio  ole  barómetros  y  manómetros.  El  barómetro  se  usa 
para  las  inferiores  á  la  del  aire  libre  y  los  manómetros  al 
contrario  para  las  superiores. 

Si  dentro  ele  un  tubo  de  unos  85  ó  90  centímetros  ele 
largo,  cerrado  por  una  punta  se  introeluce  mercurio  hasta 
llenarlo,  y  luego  se  invierte  en  una  pequeña  cubeta  llena 
del  mismo  líquido,  al  poner  el  tubo  vertical  se  verá  que 
en  lugar  ele  vaciarse  del  todo,  emeda  lleno  hasta  una  altu- 
ra fija,  ejue  es  la  de  76  centímetros  al  nivel  del  mar,  de 
lo  cual  se  desprende  cpie  la  presión  elel  aire  en  lasase  del 
tubo,  cualquiera  que  sea  esta,  equilibra  á  una  columna  de 
mercurio  ele  76  centímetros.  Si  el  tubo  tiene  un  centí- 
metro cuadrado  de  base,  el  mercurio  que  contiene  pesa 
l,k  033,  si  tiene  una  pulgada  su  peso  es  de  15  libras,  por 
lo  cual  se  dice  que  la  presión  atmosférica  es  igual  á  15 
libras  por  pulgada  cuadrada  ó  á  l,k-  033  por  centímetro 
cuadrado. 

En  la  parte  de  tubo  que  queda  libre  de  mercurio, 
existe  el  vacío  más  perfecto  que  se  puede  conseguir,  y  por 
lo  tanto  ese  aparato  en  diferentes  formas  puede,  ponién- 


H'2  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAS  A. 

dolo  en  comunicación  con  los  recipientes  donde  se  produce 
el  vacío,  indicar  la  cantidad  de  éste  ó  su  presión.  Eu 
efecto,  si  el  recipiente  tiene  la  atmosférica,  el  tubo  estará 
completamente  vacío  de  mercurio,  pues  las  presiones  inte- 
rior y  exterior  son  iguales;  pero  mientras  se  vaya  aspiran- 
do el  aire  del  recipiente,  el  mercurio  irá  subiendo  hasta 
llegar  á  un  límite  muy  difícil  de  pasar  en  la  práctica  ó  sea 
de  26  á  28  pulgadas.  Tenemos  pues  un  método  fácil  de 
evaluar  el  vacío  en  los  aparatos. 

Como  el  peso  del  mercurio  y  el  tubo  de  cristal  lo  ha- 
cen muy  poco  llevadero,  se  inventaron  los  barómetros  y 
manómetros  metálicos,  debidos  al  distinguido  ingeniero 
Mr.  Bourdon.  El  principio  de  estos  aparatos  es  el  siguien- 
te; si  en  un  tubo  encurbado  de  sección  elíptica  muy  aplas- 
tada se  determina  un  vacío  casi  completo,  á  medida  que  la 
presión  exterior  sea  mayor  ó  menor,  tendrá  el  tubo  tenden- 
cia á  encurbarse  más  ó  menos,  y  si  se  fija  por  un  extremo 
y  articula  el  otro  por  medio  de  convenientes  engranes  á 
una  aguja  que  recorra  un  disco  graduado  por  comparación 
con  un  barómetro  de  mercurio,  se  sabrá  desde  luego  el 
mayor  ó  menor  vacío  ó  presión.  A  veces,  en  lugar  del 
tubo,  existe  un  disco  compuesto  de  dos  planchas  delgadas 
de  acero,  entre  las  cuales  se  ha  hecho  el  vacío.  Un  meca- 
nismo fijo  á  una  de  ellas,  trasmite  su  movimiento  á  una 
aguja.  Tales  son  los  barómetros  aneroides,  que  hoy 
día  se  construyen  con  muchísima  exactitud,  y  que  son 
además  muy  manuables. 

En  los  manómetros  usados  en  los  triple  efectos,  el 
tubo  casi  circular  de  los  del  sistema  Bourdon,  es  el  que 
comunica  con  el  interior  del  tacho;  el  mayor  ó  menor  vacio 
de  este  pone  en  movimiento  su  tubo  ó  diafragma  é  indica 
el  vacío  por  medio  de  la  aguja. 

En  relación  con  los  barómetros  y  manómetros  debe- 
mos enunciar  la  siguiente  ley:  LfL  altura  á  que  sube  un 
líquido  en  un  tubo  es  inversamente  proporeioiud  d  su,  densi- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  83 

dad.     Es  decir,  si  el  mercurio  se  eleva  á   76  centímetros 
por  la  presión  atmosférica,   el  agua  que  pesa  13.60  veces 
menos,  subirá  por  cada  atmósfera  de  presión  á 
76Xl3.G0  =  10.n,-33  de  altura. 
Para   saber   según   la  escala   de   los   manómetros  de 
vacío,  la  jDresión  que  existe  en  el  tacho,  bastará  saber  las 
pulgadas  ó  centímetros  que  marca.   Supongamos  que  sean 
estos  de  60  centímetros,  la  primera  será  de 
7.6c/m-.  lk033=76-60:x 

76o/m.Xlk03o 

x= =  0*258 

76 
es  decir,  con  un  vacío  de  60  centímetros  existe  una  pre- 
sión dentro  del  tacho  de  0.k-  258  por  centímetro  cuadrado. 
Si  se  pudiera  llegar  á  los  76    centímetros  entonces  la  pre- 
sión sería  aproximadamente  nula-. 

Concluiremos  esta  breve  reseña  sobre  los  manómetros 
y  barómetros,  ádvirtiendo  que  son  instrumentos  delicados 
con  los  cuales  debe  tenerse  mucho  cuidado  y  comprobar- 
los de  vez  en  cuando,  sin  lo  cual  pueden  dar  lugar  á 
errores.  Recordamos  haber  visto  el  manómetro  de  un 
tacho  de  dar  punto  marcando  29  pulgadas  de  vacío, 
mientras  el  termómetro  marcaba  78°  C  correspondiendo 
á  17  pulgadas,  y  cuando  se  creía  que  la  bomba  de  aire 
funcionaba  muy  bien,  resultaba  todo  lo  contrario.  CTsando 
como  unidad  de  superficie  tanto  el  centímetro  como  la 
pulgada,  el  resultado  es  el  mismo,  ¡mes  si  bien  la  pulgada 
cuadrada  tiene  seis  centímetros  y  medio  ele  superficie, 
también  el  peso  del  mercurio  que  representa  la  columna 
barométrica,  es  seis  veces  mayor  que  el  que  gravita  sobre 
la  superficie  de  un  centímetro  cuadrado. 

Triple  efecto. — Existen  varias  disposiciones  de 
estos  aparatos,  aparte  de  algunas  diferencias  de  construc- 
ción en  los  detalles,  pero  se  pueden  clasificar  en  horizonta- 
les y  verticales.    De  las  verticales,  unos  tienen  los  rasos  de 


84  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  C A  ÑA. 

■sei/xridad,  de  los  cuales  hablaremos  á  su  tiempo  sobre  los 
mismos  tachos,  ó  aparte  y  montados  sobre  la  misma  pla- 
taforma. .  *   . 

Además  de  los  tres  recipientes  llamados  tachos  que 
componen  el  triple  efecto,  pertenecen  al  aparato  los  acce- 
sorios siguientes":  un  calentador  de  </nara/)o,  una  bomba 
de  aire  que  es  la  que  engendra  el  vacío;  una  bomba  de 
guarapo  caliente,  que  aspirándolo  del  tanque  de  gua- 
rapo defecado  lo  envía  al  primer  tacho  del  triple  efecto; 
otra  bomba,  llamada  bomba  de  meladura  destinada  á  ex- 
traer la  del  tercero  y  á  impelerla  á  un  tanque  elevado,  de 
donde  la  reciben  las  clarificadoras.  Para  desalojar  el  agua 
caliente  que  proviene  de  la  condensación  de  los  vapores 
del  guarapo  en  los  dos  últimos  tachos,  hay  otra  bomba, 
llamada  bomba  de  retornos  que  la  impele  á  otro  tanque 
elevado,  de  donde  se  extrae  á  medida  que  se  necesita, 
para  lavar  las  defecadoras,  clarificadoras  y  demás  apara- 
tos. Todas  e^as  bombas  reciben  su  movimiento  por  me- 
dio ele  la  bomba  de  aire  que  tiene  su  motor  dé  vapor,  yes 
trasmitido  por  sus  correspondientes  barras  de  conexión. 
Por  fin  la  bomba  de  agua,  aspira  de  una  cisterna,  el  agua 
caliente  que  proviene  de  la  última  condensación  de  los 
vapores  del  tercer  tacho  y  la  impele  al  enfriadero.  De  to- 
das esas  bombas  hablaremos  en  el  lugar  correspondiente. 

El  aparato  que  es  hoy  el  tipo  más  moderno  de  con- 
centración al  vacío,  se  compone  de  tres  cilindros  verticales 
ú  horizontales  llamados  tachos.  Cada  tacho  está  consti- 
tuido de  tres  partes  principales  que  son:  una  caja  tubular 
que  encierra  muchos  tubos  verticales  de  cobre  estañado 
fijos  por  sus  extremos  á  dos  placas  de  bronce,  que  hacen 
junta  impermeable  al  aire  y  vapor  con  los  bordes  de  la 
caja  cilindrica  exterior  que  es  de  hierro  fundido.  El  gua- 
rapo circula  por  el  interior  de  los  tubos  y  el  vapor  por  la 
exterior  á  donde  llega  por  una  tubulura  grande. 

Encima  de  esta  parte  llamada  calandria,  está  coloca- 


FABEICACIüN  DE  AZUCAK  DE  CAÑA.  85 

do  otro  cilindro  terminado  por  un  casquete  esférico  al 
cual  se  llama  cúpula;  y  encima  de  este  se  suele  poner  un 
cilindro  más  chico  llamado  vaso  de  seguridad  cuando  no 
está  este  colocado  al  lado. 

Se  les  llama  vasos  de  seguridad  por  estar  destinados  á 
retener  las  partículas  de  guarapo  ejue  siempre  tienen  ten- 
dencia á  salir  de  los  tachos  con  la  evaporación,  y  á  ellos 
están  fijas  las  válvulas  de  comunicación. 

Cada  tacho  tiene  además  los  accesorios  siguientes: 
un  tubo  de  vapor  que  conecta  con  la  caja  tubular  y  la 
cúpula  para  lavar  ésta  ó  ayudar  á  la  evaporación,  abrien- 
do la  llave  que  comunica  con  la  segunda.  Un  tubo  de 
cobre  de  alimentación  con  su  llave.  Una  probeta  para 
tomarla  densidad  ó  grado  del  líquido  en  concentración. 
Otro  tul)o  de  cobre  que  conecta  la  calandria  con  el  vaso 
de  seguridad,  sirve  para  desahogar  aquélla  cuando  sea 
necesario  por  bajar  mucho  el  vacío.  Hay  además  una 
sebera  ó  botawacío  de  bronce  para  introducir  sebo  ó  dejar 
entrar  aire  caso  que  la  demasiada  ebullición  lo  requiera. 
El  frente  de  los  tachos  está  provisto  de  varios  cristales 
gruesos  por  donde  se  puede  observar  el  movimiento  del 
guarapo  en  el  interior,  y  en  la  parte  posterior  existe  otro 
cristal  circular  para  el  mismo  objeto. 

El  fondo  es  de  hierro  fundido,  y  de  su  centro  sale 
un  tubo  con  una  llave  que  es  por  donde  se  vacian  los 
tachos,  comunicando  cada  uno  con  el  tubo  general  de 
descarga. 

Los  tubos  que  forman  la  caja  tubular  son  de  cobre 
estañado  y  tienen  por  lo  regular  50  milímetros  de  diáme- 
tro ó  sea  2  pulgadas.  En  el  centro  existe  por  el  contrario 
uno  de  30  y  más  centímetros  de  diámetro  llamado  bullidor 
por  donde  baja  el  guarapo  al  fondo,  volviendo  á  la  super- 
ficie por  los  pequeños  y  determinando  así  una  rápida 
circulación  en  la  masa  del  liquido. 

Las  conexiones   entre  los  tres  tachos  son  las  siguien- 


86  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

tes:  El  primero  llamado  tachó  de  presión  por  recibir 
directamente  el  vapor  de  las  máquinas,  recibe  el  guarapo 
por  medio  de  un  tubo'  que  comunica  con  la  bomba  de  (/>'<<- 
rapo  ó  con  un  aspirador  en  comunicación  ambos  con  el- 
tanque  de  guarapo  defecado.  El  fondo  de  este  tacho 
comunica  por  otro  tubo  con  la  cúpula  del  segundo  y  de- 
semboca casi  encima  de  la  placa  tubular  superior.  El 
fondo  del  segundo  comunica  del  mismo  modo  con  el  tercer 
tacho,  teniendo  cada  uno  una  llave  para  graduar  la  ali- 
mentación de  guarapo  y  que  por  la  diferencia  de  vacío  en 
los  tres  tachos  tiende  á  pasar  del  primero  al  tercero,  lla- 
mado tacho  de   meladura  y   que  es  el  que  lo  tiene  mayor. 

Este  sistema  de  tubos  y  llaves,  permite  mantener  un 
nivel  constante  en  los  tachos  á  pesar  de  las  fluctuaciones  á 
que  está  sujeto  el  vacío,  debido  á  variación  en  la  presión 
y  en  la  entrada  y  salida  del  líquido. 

La  salida  del  guarapo  concentrado  ó  sea  de  la  mela- 
dura, se  efectú'a  directamente  por  medio  de  una  bomba  ó 
por  el  intermedio  de  un  aspirador  de  meladura  y  es  bom- 
beada á  un  tanque  de  donde  se  alimentan  las  clarificadoras. 

Muy  importante  es,  el  mantener  un  nivel  constante 
de  guarapo  en  los  tachos,  pues  si  sube  mucho  hay  peligro 
de  que  se  vaya  con  la  evaporación,  y  si  baja,  deja  la  pla- 
ca tubular  descubierta  y  no  se  puede  saber  su  densidad. 

Esto  se  consigue,  atendiendo  á  las  llaves  de  alimen- 
tación, al  vacío  y  á  la  salida  del  líquido,  hasta  obtener 
que  queden  abiertas  de  tal  modo  que  el  nivel  del  guarapo 
se  mantenga  constante-  dentro  de  los  tachos,  con  lo  cual 
el  trabajo  se  lleva  con  método  y  el  triple  efecto  funciona 
en  buenas  condiciones. 

Los  conductos  de  evaporación,  están  dispuestos 
como  sigue:  Entre  el  domo  del  tacho  de  presión  y  la 
calandria  del  segundo  existe  una  comunicación  por  medio 
de  un  tubo  grande,  el  cual  conduce  los  vapores  formados 
en  el  primee  tacho  á  la  caja  tubular  del  segundo.     El  do- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 87 

mo  de  éste,  tiene  dos  llaves  de  comunicación,  una  de  las 
cuales,  la'posterior,  conecta  con  la  calandria,  del  tercer 
tacho,  y  la  anterior  con  el  vaso  de  seguridad  del  mismo 
por  medio  de  la  llave  válvula  que  tiene  este  también 
á  su  parte  anterior  y  la  cual  deja  salir  los  vapores  del 
tacho  de  meladura  cuando  está  abierta  para  ir  á  la  bomba 
de  aire  atravesando  antes  el  calentador. 

Durante  la  operación  del  aparata,  se  dejan  las  llaves 
posterior  del  segundo  taeho  y  anterior  del  tercero  abier- 
tas, y  la  anterior  del  segundo  cerrada:  de  este  modo,  la 
evaporación  del  primer  tacho,  va  al  segundo,  y  de  este 
al  tercero.  Si  se  desea  que  funcione  el  aparato  á  doble 
efecto  para  limpiar  el  tacho  de  meladura,  entonces  se 
cierra  la  posterior  del  segundo  tacho  y  la  anterior  del  ter- 
cero, y  %e  abre  la  anterior  del  segundo.  Se  comprenderán 
mejor  esas  esplicaciones  observando  la  lámina  número  4, 
que  representa  una  disposición  de  válvulas  que  permite 
hacer  funcionar  el  aparato  poniendo  en  comunicación  el 
primer  tacho  con  cualquiera  de  los  otros  dos. 

Al  salir  del  triple  efecto,  los  vapores  bajan  por  entre 
los  tubos  de  un  aparato  llamado  Calentador,  se  condensan 
en  parte,  trasmitiendo  su  calórico  al  guarapo  que  circula 
dentro  de  los  tubos,  y  llegan  por  fin  á  la  bomba  de  aire, 
donde  una  inyección  de  agua  acaba  de  condensarlos.  Re- 
sultando de  esa  operación  un  vacío  de  25  ó  más  pulgadas 
en  el  tacho  de  meladura,  hierve,  en  él  el  guarapo  á  56°o, 
y  al  absorber  el  c.ilor  latente  de  los  que  proceden  del  se- 
gundo tacho,  determina  en  este  un  vacio  de  12  á  16  pul- 
gadas, con  lo  cual  hierve  el  guarapo  en  éste  á  78  grados. 
La  misma  operación  tiene  lugar  en  el  segundo  tacho  al 
recibir  los  vapores  del  primero,  determinando  en  él  un 
vacío  de  5  á  6  pulgadas,  por  lo  cual  hierve  el  guarapo  á 
95  grados,  por  el  solo  calor  derivado  del  vapor  de  escape 
de  las  máquinas. 

Ocurre  á  veces  que  siendo  la  tensión  del  vapor  en  la 


88  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

calandria  del  primer  tacho  superior  á  la  atmosférica,  los 
vapores  del  guarapo  encierrran  más  calórico  que  el  que 
pueden  trasmitir  por  medio  de  la  superficie  tubular  y  la 
aguja  del  manómetro  indica  falta  de  vacío.  No  convi- 
niendo ésto  por  averías  que  podrían  ocasionar  al  tacho  si 
la  presión  fuera  en  aumento,  una  válvula  de  seguridad 
colocada  sobre  el  recipiente  de  vapor  de  escape  y  que  se 
abre  á  7  i  libras  de  presión,  clá  paso  al  vapor  al  llegar  á 
ella.  Sin  embargo,  para  restablecer  el  vacío,  se  procede 
á  hacer  la  siguiente  operación:  Se  cierra  en  parte  la  vál- 
vula de  vapor  y  por  medio  del  tubo  de  desahogo  se  hacen 
pasar  parte  de  los  de  la  calandria  del  segundo  tacho  á  su 
vaso  de  seguridad,  con  lo  cual  van  al  tercero.  El  efecto 
de  esto  es  formarse  vacío  en  el  primer  tacho  y  al  contra- 
rio disminuye  el  del  segundo  por  comunicar  coi?  el  de 
meladura,  que  recibe  entonces  exceso  de  vapores.  Abrien- 
do, pues,  la  llave  de  desahogo  del  tercer  tacho  se  resta-, 
blece  el  equilibrio  y  el  vacío  en  los  tres,  y  cerrando 
pausadamente  de  nuevo  las  comunicaciones,  se  sigue  ha- 
ciendo funcionar  el  aparato  como  anteriormente. 

La  cantidad  de  guarapo  evaporado  por  hora,  depende 
de  la  superficie  de  caldeo  de  los  tubos  de  la  calandria,  de 
Iíi  temperatura  del  vapor  y  del  vacío  que  existe  en  los 
tachos.  Se  calcula  que  un  metro  cuadrado  de  superficie 
tubular  puede  evaporar  al  vacío,  22  kilos  del  agua  con- 
tenida en  el  guarapo. 

Va.SOS  de  Seglaridad. — Los  vasos  de  seguridad, 
figura  8,  llamados  domos  cuando  van  colocados  sobre  el 
mismo  tacho,  tienen  como  hemos  dicho  por  objeto  evitar 
la  pérdida  de  guarapo  y  por  consiguiente  de  azúcar,  oca- 
sionada por  la  aspiración  rápida  de  los  vapores  y  una 
fuerte  ebullición. 

Suelen  estar  dispuestos;  según  la,  figura  8,  en  la  cual 
(d)  es  el  tacho;  (a)  el  domo  con  la  tubulura  (l>),  por  don- 
de salen  los  vapores.      Un    tubo    (c)    en    forma  de  bocina 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 89 

hace  junta  con  el  borde  del  vaso  y  por  él  pasan  los  vapo- 
res, los  cuales  antes  de  llegar  á  la  tubulura  (b),  tienen 
que  chocar  con  el  diafragma  (o)  para  salir  del  tacho.  El 
resultado  es  que  en  su  trayecto  abandonan  parte  del  lí- 
quido en  suspensión  el  cual  vuelve  al  interior  del  tacho 
por  el  tubo  de  retornos  (m)  que  termina  á  poca  distancia 
de  la  placa  tubular  de  la  calandria. 

Son  muchos  los  vasos  de  seguridad  que  se  han  in- 
ventado, de  los  cuales  los  independientes  por  oponer  más 
obstáculos  al  paso  de  los  vapores  del  guarapo,  nos  parecen 
mejores.  Sin  embargo,  nunca  se  consigue  el  resultado 
apetecido  por  completo. 

Los  retornos  del  triple  efecto  tienen  una  particulari- 
dad que  les  hace  diferir  notablemente  de  los  de  las  defe- 
cadoras. Efectivamente,  en  el  tacho  de  presión  existien- 
do vapor  á  una  tensión  superior  á  la  presión  atmosférica 
pueden  hacerse  los  retornos  al  aire  libre;  pero  en  el  se- 
gundo y  tercer  tacho  no  es  posible  por  ífxistir  vacío  en 
ellos  y  en  lugar  de  salir  el  agua  tendría  por  el  contrario 
tendencia  á  entrar  en  las  calandrias.  Para  evitar  este 
inconveniente  se  les  aplica  una  bomba  que  enjendrando 
mayor  vacío  que  el  de  los  tachos  segundo  y  tercero  aspira 
el  agua  de  los  retornos  y  la  bombea  á  un  tanque  de  donde 
se  toman  para  el  lavado  de  las  defecadoras  y  demás 
aparatos.  * 

Esta  agua  conteniendo  cierta  cantidad  de  amoniaco, 
producto  ele  la  descomposición*  de  las  materias  orgánicas 
por  la  cal  en  el  triple  efecto,  y  estando  á  una  temperatura 
de  50  á  55  grados,  es  muy  útil  para  este  objeto.  También 
se  usa  á  veces  para  la  alimentación  de  las  calderas,  pero 
preferimos  para  ello  la  que  proviene  de  los  retornos  de  las 
defecadoras,  clarificadoras,  tacho  de  dar  punto  y  primer 
tacho  del  triple  efecto,  por  contener  siempre  más  ó  menos 
guarapo  y  ser  éste  dañino  á  las  planchas  de  las  calderas, 
acortando  su  tiempo  de  duración. 


90  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

En  algunos  aparatos  al  vacío,  los  retornos  antes  de 
ir  á  las  bombas  van  á  un  recipiente  intermediario,  del 
cual  aspira  aquella.  Estos  recipientes  suelen  estar  pro- 
vistos ele  un  sistema  de  llaves  que  permiten  vayan  di- 
rectamente al  condensador,  si  ocurre  algún  entorpecimiento 
en  la  bomba.  Tienen  además  una  llave  de  agua  fría  la 
cual  determina  la  aspiración  de  aquella  cuando  por  estar 
los  retornos  á  una  elevada  temperatura  no  lo  puede  efec- 
tuar. Basta  abrir  un  poco  dicha  llave  para  que  la  bomba 
funcione. 

A  la  salida  de  los  retornos  de  los  tachos  2  y  3  tienen 
una  válvula  de  retención  que  la  dejan  salir  pero  se 
cierran  si  la  presión  procede  del  exterior. 

La  tubería  de  descarga  de  los  tachos,  comunica  por 
un  lado  con  la  bomba  de  meladura  y  por  el  otro>  por 
medio  de  una  llave  correspondiente,  descarga  a  un  tanque 
ó  á  la  cloaca  general.  El  tanque  se  usa  para  recibir  y  con- 
tener el  agua  acidulada  que  sirve  para  el  lavado  de  los 
tachos,  para  lo  cual  está  forrado  de  plomo. 

Cuando  se  trabaja  á  doble  efecto  la  llave  de  fondo 
del  tacho  incomunicado  debe  cerrarse  y  abrirse  la  del  que 
se  desee  aspirar  el  contenido. 

Durante  la  zafra,  se  hace  necesario  y  es  muy  conve- 
niente, proceder  varias  veces  á  una  limpieza  rigurosa  de 
los  aparatos  al  vacío. 

Para  ello  se  empieza  por  liquidar  el  triple  efecto,  cuya 
operación  consiste  en  concentrar  en  él  todo  el  guarapo 
contenido  en  los  tanques  y  vaciar  el  aparato  después  que 
todo  se  ha  convertido  en  meladura.  Se  hace  funcionar 
primero  á  triple  efecto,  hasta  que  se  acaba  el  guarapo  en 
los  tanques,  después  se  vacía  el  tercer  tacho  por  medio 
siempre  de  la  bomba,  y  se  dispone  el  aparato  para  trabajar 
á  doble  efecto;  una  vez  llegada  la  meladura  en  los  tachos 
á  22°  Beaumé,  se  bombea  su  contenido  como  el  anterior, 
á  los  tanques  de  meladura. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  91 

Durante  toda  esta  operación,  las  clarificadoras  siguen 
clarificando  la  meladura  y  no  deben  suspender  su  trabajo 
hasta  que  toda  la  meladura  lo  ha  sido  y  queda  en  sus  tan- 
ques de  depósito  para  el  tacho  de  dar  punto.  Hecho  esto, 
la  liquidación  es  completa. 

Una  vez^  vacío  el  triple  efecto,  se  lavará  con  agua, 
para  lo  cual  se  abre  la  llave  conveniente  y  si  hay  vapor 
disponible  se  puede  evaporar  un  poco  en  él,  con  lo  cual 
se  limpia  mejor,  y  después  se  vacía  por  la  tubería  de  des- 
carga. 

En  el  caso  ele  una  limpieza  completa,  una  vez  los 
tubos  de  la  calandria  medio  llenos  de  agua  se  pasarán  por 
ellas  las  rasquetas,  después  de  haber  abierto  las  puertas 
de  registro  de  los  tachos.  Las  mejores  rasquetas  consisten 
en  un»  varilla  de  hierro  terminada  en  un  extremo  con 
dos  muelles  de  acero  en  forma  de  media  luna  que  al  jun- 
tarse forman  un  círculo  de  igual  diámetro  al  de  los  tubos. 
Como  sus  bordes  están  afilados,  al  entrar  en»ellos  se  juntan 
los  muelles  desarrollando  presión  suficiente  para  raspar  y 
quitar  las  incrustaciones  calcáreas  que  se  forman.  Es  con- 
veniente, mientras  se  usan  las  rasquetas,  dejar  alguna 
cantidad  de  agua  dentro  de  los  tachos  para  facilitar  su 
acción.  Terminada  esta  operación  se  vacía  el  agua  sucia, 
se  deja  entrar  limpia  de  nuevo  y  se  le  echa  cierta  cantidad 
de  ácido  sulfúrico  ó  muriático,  hasta  que  marque  He  uno  á 
dos  grados  Beaumé.  Al  cabo  de  12  ó  18  horas  el  ácido 
habrá  atacado  y  descompuesto  las  incrustaciones  que  que- 
daron y  la  cal  se  habrá  precipitado  al  fondo.  Si  hay  vapor 
disponible  se  puede  calentar  el  agua  acidulada  y  la  ope- 
ración será  más  rápida.  Cuando  esté  terminada,  cosa  que 
se  conoce  por  el  color  de  la  placa  tubular  y  tubo,  ge  vacían 
los  tachos  de  nuevo  y  se  enjuagan  bien  con  agua  limpia  á 
fin  de  que  no  quede  ácido  alguno. 

Esta  operación,  aunque  algo  larga  es  muy  conve- 
niente, pues  aumenta  el    efecto    útil    del   triple   efecto  y 


92 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


debe  practicarse  á  lo  menos  dos  veces  durante  la  zafra. 
Hemos  visto  cascarones  de  cal  de  media  pulgada  que  pro- 
venían de  las  calandrias,  y  luego  se  extrañaban  de  que  el 
aparato  no  evaporara  como  antes.  El  agua  acidulada 
suele  recojerse  en  un  tanque  forrado  de  plomo,  metal  ina- 
tacable por  los  ácidos  generalmente  empleados  y  puede 
servir  para  otra  ocasión,  aspirándolo  simplemente  los  ta- 
chos cuando  tienen  vacío. 

Los  triple  efectos  varían  en  tamaño  según  la  cantidad 
de  guarapo  que  haya  que  elaborar  en  22  horas  por  hecto- 
litros ó  galones. 

A  continuación  ponemos  las  dimensiones  de  varios 
triple  efectos  franceses  para  la  concentración  en  24  horas 
de  diferentes  cantidades  de  guarapo  de  8?  %  á  22°  Beau- 
mé.  Creemos  que  este  cuadro  cuyos  datos  son  poco.cono- 
cidos  será  de  interés  á  nuestros  lectores. 

DIMENSIONES  DE  VIRIOS  TRIPLE-EFECTOS 

%  SU  SUPERFICIE  DE  CALDEO 
PARA   U   CONCENTRACIÓN    DESDE    1,000   HECTOLITROS    DE   GUARAPAPO 

HASTA  4,500  EN  24  HORAS. 


Hectolitros  de  guarapo  <-onf-en- 
trado  en  2i  horas 


Diámetro  del  1er.  tacho. 
Diámetro  del  Q° 

Diámetro  del  39 

ni. 
Superficie  de  caldeo 


m. 

.160 
.280 
.380 


1.280 
1.380 
1.520 

180 


.380 

.520 
.CCO 

125 


1.520 
1.660 

1.760 


.200 


1.860 


450 


525 


2.200 
2.330 
2.460 

675 


Existen  aparatos  de  doble  y  de  cuádruple  efecto,  pero 
los  inás  usuales  son  los  que  acabamos  de  describir,  pues 
dan  muy  buenos  resultados,  aprovechándose  en  ellos  la 
gran  cantidad  de  vapor  de  escape  de  las  máquinas  que  se 
perdía  anteriormente  y  que  se  pierde  aun  en  más  ó  menos 
cantidad  en  muchos  ingenios  no  provistos  de  ellos. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  93 


CAPITULO  IV. 

BOMBAS  DE  AIRE. CONDENSADORES.— CALENTADORES. 

I  (g  OMO  hemos  dicho,  los  aparatos  más  importantes  ele 
un  triple  efecto,  son  su  superficie  de  caldeo  y  la 
bomba  de  aire. 

Hace  pocos  años  casi  todas  las  bombas  de  vacío  eran 
verticales  y  se  componían  de  dos  cuerpos  de  bomba  de 
bronce,  y  el  cilindro  de  vapor  montado  sobre  la  misma 
base.  Un  balancín  que  oscilaba  en  dos  coginetes  fijos  so- 
bre un  entablamento  sostenido  por  seis  ú  ocho  columnas 
de  hierro  trasmitía  la  fuerza  que  recibía  por  un  extremo, 
á'  los  pistones  de  las  bombas,  y  por  el  otro  extremo,  hacía 
girar  al  cigüeñal  en  cuyo  eje  estaba  colocado  el  volante. 
Aun  existen  muchas  de  esta  clase  que  además  de.  ser  bue- 
nas ofrecen  excelente  aspecto.  Los  dos  cuerpos  de  bomba 
que  son  de  simple  efecto  conectan  con  el  mismo  conden- 
sador, y  descargan  el  agua  caliente  al  mismo  depósito  de 
donde  la  aspira  una  bomba  de  agua  movida  por  el  mismo 
balancín  ó  por  el  volante,  para  impelerla  al  enfriadero. 
Forman  parte  además  de  este  sistema,  las  bombas  de  gua- 
rapo, retornos  y  meladura  que  hemos  mencionado,  movi- 
das unas  por  el  eje  motor  y  otras  por  el  balancín. 

Hoy  se  reemplaza  esta  construcción  por  bombas  de 
aire  horizontales  que  cuestan  menos  y  son  más  enérgicas 
por  ser  de  doble  efecto. 


94  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

Se  componen  de  una  base  de  hierro  fija  á  los  cimien- 
tos por  tornillos  largos  y  sobre  la  cual  descansan  y  están 
asegurados  el  cilindro  de  vapor,  el  de  la  bomba  y  los  so- 
portes y  coginetes  del  eje  motor  que  está  provisto  de  dos 
volantes.  El  cilindro  de  vapor  o«upa  el  espacio  medio 
entre  el  eje  y  el  de  la  bomba,  y  tanto  el  pistón  de  esta 
como  el  motor  se  mueven  por  la  misma  barra  ó  vastago, 
siendo  su  movimiento,  por  lo  tanto,  simultáneo.  La  tras- 
misión del  eje  se  efectúa,  por  la  barra  de  conexión,  cruze- 
ta,  correderas  y  prensa  estopas  de  costumbre  y  la  reparti- 
ción del  vapor  se  hace  por  medio  de  una  escéntrica  movi- 
da por  el  eje  y  que  pone  en  movimiento  una  válvula  de 
corredera,  cuya  cara  y  espejo  sobre  el  cual  se  mueve  por 
lo  general  son  verticales.  Tiene  además  un  regulador  de 
fuerza  centrífuga  para  graduar  su  velocidad  y  las  válvulas 
y  llaves  de  purga  y  vapor  indispensables. 

El  conjunto  es  sencillo  y  compacto  y  suelen  anclar  á 
razón  de  35  revoluciones  por  minuto.  Carecen  de  palanca 
para  cambio  de  marcha  por  no  estar  construidas  para  ello, 
pero  una  llave  auxiliar  de  vapor  permite  poner  el  cigüe- 
ñal en  posición  conveniente  para  imprimirlas  movimiento. 
EL  pistón  del  cilindro  de  vapor  es  de  hierro  fundido  con 
anillos  de  lo  mismo;  el  de  la  bomba  así  como  la  parte  del 
vastago  que  le  corresponde  es  de  bronce,  y  el  cuerpo  de 
bómbá  está  igualmente  forrado  del  mismo  material. 

G 

La  bomba  de  aire  propiamente  dicha,  se  compone  de 
tres  partes  distintas.  La  inferior  contiene  el  cilindro  y 
comunica  con  la  media  que  es  donde  entran  los  vapores 
condensados  y  el  agua  de  inyección,  por  medio  de  dos  enor- 
mes válvulas  de  bronce,  de  las  llamadas  de  visagra,  cuyo 
movimiento  es  limitado  por  dos  topes  de  goma  lijos  en  ba- 
rras de  hierro  que  atraviesan  los  costados  de  la  caja  donde 
se  hallan.  El  cuerpo  superior  en  forma  de  caja  rectangular, 
tiene  en  el  fondo  dos  válvulas  de  goma  rectangulares, 
fijas  por  el  medio  á  una  plancha  que   tiene   aberturas    en 


FABRICACIÓN  DE  AZUCAE  DE  CAÑA.  95 

forma  de  parrilla  y  que  abren  ó  cierran  dichas  válvulas. 
Este  cajón  tiene  asi  mismo  en  un  costado  un  orificio  para 
la  salida  del  agua  de  descarga  y  en  su  tapa  un  tubo  por 
donde  se  desahoga  el  vapor  que  exhala  dicha  agua.  Tapas 
de  registro  conveniente^,  permiten  examinar  las  válvulas 
de  aspiración  que  son  las  de  bronce  y  las  impelentes  de 
goma. 

La  operación  de  la  bomba  es  como  sigue:  al  ir  el 
pistón  hacia  la  derecha,  por  ejemplo,  engendra  más  ó 
menos  vacío  detras  de  él  y  al  volver  á  su  punto  primitivo 
expele  de  nuevo  otra  cantidad  de  aire  del  que  penetró  en 
el  cuerpo  de  bomba  en  su  primer  movimiento.  Cuando 
emprende  otra  vez  su  marcha  hacia  la  derecha,  el  vacío 
es  ya  suficiente  para  que  impulsada  por  la  presión  del  aire 
y  del  agua  se  abra  la  válvula  de  aspiración  de  la  izquierda 
y  penetre  aquella  en  el  cuerpo  de  bomba.  Vuelve  de  nue- 
vo el  pistón  hacia  la  izquierda  y  vá  comprimiendo  el  agua 
hasta  que  esta  levanta  la  válvula  de  goma  superior  y  sale 
por  el  tubo  de  la  descarga  de  agua  caliente*  Entre  tanto 
lo  mismo  ha  tenido  lugar  en  el  lado  derecho  del  pistón,  y 
á  las  pocas  revoluciones  de  la  máquina,  el  agua  de  con- 
densación sigue  entrando  constantemente  en  el  cuerpo  de 
bomba  y  saliendo  por  el  tubo  de  descarga,  produciéndose 
además  en  la  bomba  y  tacho  con  el  cual  conecta  un  vacío 
de  26  á  27  pulgadas,  debido  á  la  condensación  de  los  va- 
pores  del  tacho,  como  hemos  dicho  en  otro  lugar,  efectua- 
da por  medio  de  una  inyección  de  agua  fría. 

En  esas  bombas,  como  en  todas,  hay  que  tener  espe- 
cial cuidado  en  que  los  prensa  estopas  de  la  barra  del 
pistón  de  la  bomba  estén  bien  empaquetados  para  evitar 
entradas  de  aire.  Entre  el  orificio  por  donde  penetran  las 
condensaciones  y  el  calentador  de  guarapo  ó  tacho  de 
meladura,  existe  un  aparato  llamado  condensador,  parte 
principal  de  la  bomba  ele  aire,  y  el  cual  pasamos  á  des- 
cribir: 


96  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Condensadores. —  Los  condensadores  tienen 
por  objeto  efectuar  la  liquefacción  de  los  vapores  de  gua- 
•rapo  ó  meladura  que  provienen  de  los  tachos,  por  medio 
del  enfriamiento  producido  por  una  cantidad  de  agua 
fria  puesta  en  contacto  con  ellos.  . 

La  causa  de  este  fenómeno  es  el  necesitarse  siempre 
el  mismo  número  de  caloríes  para  la  formación  y  perma- 
nencia de  los  vapores  á  una  temperatura  y  presión  deter- 
minada, lo  cual  no  puede  acontecer,  si  por  cualquier  causa, 
disminuye  aquella. 

Las  condensaciones  se  producen  por  enfriamiento, 
por  dilatación,  por  compresión  y  por  afinidad  química. 
Nos  ocuparemos  solamente  de  la  primera  por  ser  la  única 
usada  en  los  ingenios  y  fábricas  análogas. 

La  condensación  de  los  vapores,  no  es  nunca  com- 
pleta pues  siempre  resulta  cierta  temperatura  en*el  pro- 
ducto de  las  condensaciones  que  origina  una  tensión  de 
vapor  correspondiente  á  ella,  y  la  cual  va  bajando  á  me- 
medida  que  la  bomba  de  aire  sigue  funcionando  hasta  un 
límite  del  cual  es  difícil  pasar,  y  que  es  suficiente  para 
el  funcionamiento  de  los  aparatos  al  vacío. 

De  la  necesidad  de  enfriar  los  vapores  en  el  menor 
tiempo  posible,  proviene  la  introducción  en  la  masa  del 
agua  de  ii^ección  de  la  manera  más  dividida  posible. 

Las  clases  más  usadas  son  tres  á  saber:  la  de  plan- 
chas perforadas,  la  de  inyección  cónica  y  las  atmosféricas. 
Las  primeras,  figura  9,  consisten  en  un  recipiente  cilin- 
drico (m)  de  hierro  fundido  por  lo  general,  al  cual  por 
el  codo  (d)  entran  los  vapores.  Conecta  con  la  bomba  de 
aire  por  la  tubulura  (b)  por  donde  van  á  ella  los  productos 
de  la  condensación,  y  por  último,  un  tubo  de  inyección 
provisto  de  su  llave  dá  paso  al  agua  fria,  la  cual  procede 
generalmente  del  enfriadero.  Este  tubo  termina  dentro 
del  condensador,  por  uno  de  cobre  perforado  á  través  de 
cuyos  agujeros    sale  el  agua  á  mezclarse   con  los  vapores 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


07 


que  entran  por  el  codo  o  tubulura  (el).  El  condensador 
de  inyección  cónica,  más  moderno  que  el  anterior,  fig.  10,. 
difiere  de  él  en  que  el  agua  en  lugar  de  ser  introducida 
en  chorros,  lo  es  por  medio  de  una  válvula  cónica,  que 
se  puede  abrir  más  ó  menos,  por  medio  de  una  varilla  (e) 
que .  atraviesa  el  codo  (a)  por  el   cual  entran   los  vapores, 


y  termina  en  la  plataforma  del  aparato.  El  agua  de  in- 
yección al  pasar  entre  la  válvula  y  su  asiento,  forma  un 
cono  cuyos  bordes  van  disminuyendo  hasta  concluir  en 
una  lluvia  menuda  que  se  mezcla  eficazmente  con  los  va- 
pores del  triple  efecto  ó  del  tacho,  efectuando  una  con- 
densación casi  completa. 


98 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

En  rigor,  la  llave  principal  del  tubo  ele  inyección  (d) 
podría  suprimirse,  por  la  razón  de  que  una  vez  cerrada 
la  válvula  cónica  no  puede  entrar  agua  en  el  condensador, 
pero  es  preferible  conservarla  por  si  hay  alguna  repara- 
ción que  hacer  andando,  en  el  cuerpo  de  dicho  aparato. 

Estas  dos  clases  de  condensadores  son  las  más 
empleadas,  é  inútil  es  decir,  que  se  les  puede  dar  mil  dis- 
tintas formas  más  ó  menos  complicadas  siempre  que  su 
principio  ó  fundamento  sea  el  mismo. 

Concluiremos  la  descripción  de  esa  clase  de  aparatos 
con  la  del  condensador  atmosférico  que  favorece  mucho 
el  trabajo  de  las  bombas  de  aire  por  la  razón  que  luego 
explicaremos. 

Se  llama  condensador  atmosférico  por  ser  en  él  parte 
indispensable  una  columna  de  agua  de  un  míniínun  de 
altura  equivalente  á  la  necesaria  (10m33)  para  equilibrar 
á  la  presión  atmosférica,  según  hemos  dicho,  en  otro 
lugar.  En  hecho  no  es  más  que  un  barómetro  con  colum- 
na de  agua. 

Consiste  dicho  condensador  figura  (11)  en  un  cilindro 
H  colocado  por  su  base  á  mayor  altura  que  la  ya  citada, 
sobre  tres  columnas  huecas  ó  tubos,  siendo  de  más  diá- 
metro el  del  medio  P  que  es  la  verdadera  columna  baro- 
métrica. El  tubo  (b)  que  es  por  donde  entra  el  agua  de 
inyección,  desemboca  en  (e)  sobre  una  placa  de  bronce 
llena  de  agujeritos  y  por  ellos  cae  al  fondo  del  cilindro 
condensando  á  su  paso  los  vapores  que  entran  por  (g) 
proviniendo  de  los  tachos.  Al  mismo  tiempo  los  vapores 
excedentes  y  á  baja  tensión,  son  aspirados  por  medio  del 
tubo  O  y  van  por  la  tubulura  (c)  á  la  bomba  de  aire  don- 
de una  pequeña  inyección  condensa  parte  de  ellos.  El 
agua,  producto  de  la  condensación,  baja  por  el  tubo  gran- 
de P  á  un  depósito  sobre  cuyas  paredes  descansa  una 
plancha  que  sostiene  todo  el  aparato  y  deja  atravesar  so- 
lamente el  tubo  P  hasta   llegar  cerca  del  fondo.    Desde  el 


FABllICACION  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  99 

momento  que  la  extremidad  del  tubo  queda  incomunicada 
con  la  atmósfera  por  el  agua  que  ha  caído  á  la  cisterna, 
se  forma  vacío  en  el  condensador  y  el  tubo  barométrico 
va  llenándose  de  agua  á  medida  que  aquél  aumenta,  hasta 
llegar  al  límite  practicable,  ó  sea  de  25  á  27  pulgadas,  en 
cuyo  caso  ya  no  se  eleva  más  y  se  detiene  á  una  altura 
sobre  la  cisterna  que  es  igual  á  la  columna  barométrica 
correspondiente  á  este  vacío,  ó  sea  de  28  á  31  pies  ingle- 
ses. Desde  este  momento,  todo  el  agua  que  vaya  llegan- 
do en  exceso  tratará  de  llenar  la  cisterna,  la  cual  por 
medio  de  una  canal  de  desagüe  practicada  á  un  nivel 
conveniente,  la  conduce  á  las  bombas  de  agua,  que  la 
bombean  al  enfriadero. 

Vemos  pues,  que  la  altura  media  á  que  debe  estar 
situado  «el  condensador,  á  fin  de  que  no  se  llene  de  agua 
y  pase  esta  al  tacho,  es  de  10 m  000;  pero  como  á  veces  por 
cambios  bruscos  de  entradas  de  agua  ó  vapores,  se  originan 
oscilaciones  en  dicha  columna,  es  preferible  d&rle  un  metro 
más  de  elevación. 

Las  ventajas  de  este  condensador  son  las  siguientes: 
como  el  agua  de  condensación  no  pasa  por  las  bombas, 
el  trabajo  de  éstas  se  encuentra  sumamente  reducido,  con- 
cretándose solamente  á  aspirar  por  el  tubo  (O)  los  vapores 
en  exceso  en  el  condensador  y  á  bombear  en  él  el  agua 
de  inyección,  con  el  pequeño  esfuerzo  debido  á  la  diferen- 
cia de  altura  entre  el  nivel  de  la  columna  barométrica, 
al  cual  sube  por  el  mismo  vacío,  y  el  del  desemboque  del 
agua  sobre  la  plancha  de  cobre  perforada.  Esto  contribuye 
á  que  para  un  triple  efecto  ó  tacho  determinado,  puede 
ser  la  bomba  de  aire  de  mucha  menor  potencia  que  sino 
existiera  dicho  condensador,  y  es  un  aparato  que  com- 
prendido su  principio  y  bien  instalado,  no  puede  dejar  de 
dar  siempre  buenos  resultados,  recomendándose  además 
por  su  sencillez,  todo  lo  cual  ha  motivado  su  frecuente  uso 
en  Europa  y  también  en  Cuba,  aunque  en  menor  escala. 


100  f FABRICACIÓN  de  azúcar  de  caña.    

Lo  dicho  sobre  la  forma  de  los  otros  condensadores, 
se  aplica  igualmente  á  éste,  es  decir,  que  admite  un  sin 
número  de  modificaciones  con  tal  de  que  el  principio  en 
que  descansa  su  operación  no  se  altere  y  esté  situado 
á  una  altura  conveniente,  que  es  la  de  11  metros  entre 
el  nivel  del  agua  de  la  cisterna  y  el  centro  de  la  tubulura 
de  entrada  de  los  vapores.  La  cantidad  de  agua  que  se 
necesita  para  condensar  un  peso  dado  de  vapor,  depende 
de  la  temperatura  de  éste,  de  la  del  agua  de  inyección 
y  de  la  que  se  desee  tenga  la  mezcla  resultante  de  la 
condensación. 

Para  determinar  dicha  cantidad,  hay  varias  fórmulas 
derivadas  del  principio  siguiente:  la  cantidad  de  vapor 
á  condensar  posee  los  caloríes  debidos  á  su  propio  calor 
latente,  los  cuales  debe  abandonar  al  agua  de  inyección 
para  que  pueda  condensarse.  Ahora  bien,  el  agua  de  in- 
yección tiene  ya  su  calor  normal  y  la  mezcla  debe  tener 
la  temperatura  del  condensador,  luego  el  vapor  no  puede 
entregar  su  calórico  latente,  sino  entre  el  límite  de  ambas 
temperaturas  y  únicamente  puede  efectuarlo  por  la  mayor 
ó  menor  cantidad  de  agua  de  inyección  empleada,  depen- 
diendo de  su  temperatura. 

Cuanto  más  baja  la  temperatura  del  vapor  del  tacho, 
es  decir,  cuanto  más  vacío  exista  en  él,  más  cantidad  de 
agua  se<  necesita  para  efectuar  su  condensación;  y  esto  se 
desprende  naturalmente  del  principio  que  hemos  señalado 
al  hablar  del  calor  latente,  y  suele  variar  entre  15  y  30 
kilos  por  kilo  de  vapor  condensado. 

La  llegada  del  agua  de  inyección  se  efectúa  siempre 
por  una  tubería  que  aspira  directamente  del  enfriadero 
ó  bien  desde  una  cisterna  cercana  á  las  bombas  de  aire, 
con  tal  profundidad  bajo  el  nivel  del  suelo  que  el  nivel 
del  agua  en  ellas  sea  igual  al  del  enfriadero.  Una  tubería 
comunica  ésta  con  aquella,  por  la  cual  el  agua  afluye  na- 
turalmente,  siendo  el  fondo   de  la  cisterna  más  bajo  que 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  101 

el  del  enfriadero,  y  á  medida  que  aspiran  los  .tubos  de 
inyección  va  llegando  igual  cantidad  de  agua. 

Este  último  modo  de  efectuar  la  aspiración  del  agua 
de  inyección,  nos  parece  muy  preferible  al  anterior,  pues 
los  tubos  de  inyección  son  más  cortos  y  por  lo  tanto  re- 
quieren menos  juntas  y  existen  menos  probabilidades  de 
entradas  de  aire.  La  tubería  de  la  cisterna  al  enfriadero' 
no  inspira  ningún  cuidado  siendo  suficientemente  ente- 
rrada; y  no  estando  sometida  sino  á  una  presión  insigni- 
ficante y  por  último,  estando  la  cisterna  en  paraje  próxi- 
mo, basta  mirar  dentro  de  ella  para  saber  las  condiciones 
de  nivel  y  limpieza  del  agua  en  el  enfriadero. 

Terminaremos  diciendo  que  en  el  tubo  de  inyección 
existe  á  veces  una  llave  de  agua  por  la  cual  se  puede 
llenar  1^  cisterna  y  por  ésta  el  enfriadero  por  medio  del 
mismo  tubo  de  inyección,  ahorrando  de  ese  modo  una 
tubería  especial  para  llenar  aquel. 

De  todo  lo  dicho  tocante  á  las  inyecciop^s,  se  infiere 
que  cuanto  más  fría  esté  el  agua  de  inyección  menos  can- 
tidad se  necesitará  y  mejor  se  efectuará  la  condensación, 
conviene,  por  lo  tanto,  que  el  agua  que  viene  del  enfriade- 
ro, lo  esté  lo  más  posible. 

Más  adelante,  al  hablar  de  los  enfriaderos,  veremos 
la  manera  por  la  cual  se  obtiene  con  buen  resultado  la 
reducción  de  la  temperatura  del  agua  que  va  caliente  pro- 
cedente de  las  bombas  de  aire. 

Calentadores  de  guarapo. — Varias  veces 

hemos  mencionado,  los  calentadores  de  guarapo  y  por  estar 
colocados  entre  la  bomba  de  aire  y  el  tacho  de  meladura, 
creemos  ser  este  el  lugar  de  describirlos. 

Su  empleo  es  sumamente  útil,  pues  estando    situados 
en  el  circuito  de  los  vapores,  desde  el  tacho  de   meladura  . 
á  la  bomba  de  aire,  condensan  parte  de  ellos,  disminuyen- 
do el  trabajo    de    aquella   y   aprovechando   el    calor   de 
dichos  vapores  para  calentar  el  guarapo  frió   que   circula 


102 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


por  él  en  su  camino  á  las  defecadoras.  Es  tal  su  eficacia, 
que  el  guarapo  crudo  con  26°  C.  de  temperatura  sale  de 
él  con  40°  y  45°  abreviando  notablemente  el  tiempo  de  la 
defecación  y  ahorrando  un  30%  de  combustible. 


¿4 //&**'/*  rCc  a 


Se  compone  de  un  cilindro  de  hierro  fundido  monta- 
do sobre  la  misma  plataforma  del  triple  efecto  en  comu- 
nicación con  el  tacho  de  meladura  por  medio  de  un  tubo 
de  evaporación  en  su  parte  superior.  En  su  interior 
existen    multitud  de  tubos    verticales  de  cobre    ó    bronce 


FABRICACIÓN  DE  AZUCAtt  DE  CAÑA.  103 

estañado  por  dentro  de  los  cuales  circula  el  guarapo  que- 
dando lugar  exteriormente  para  la  circulación  del  vapor, 
que  se  dirije  á  la  bomba  de  aire.  El  guarapo  entra  por 
su  parte  inferior  y  sale  por  la  superior  para  ir  á  las  defe- 
cadoras. Una  llave  de  agua,  colocada  sobre  la  placa  tu- 
bular superior,  permite  lavarlo  cada  dia,  cosa  indispen- 
sable. El  vapor  entra  por  arriba,  recorre  el  espacio  entre 
los  tubos  y  llega  al  condensador  por  la  parte  inferior.  El 
guarapo,  por  el  contrario,  entra  por  abajo,  se  calienta  y 
sale  por  arriba  para  ir  á  las  defecadoras.  Un  tubo  de  co- 
municación entre  la  entrada  y  salida  de  guarapo,  provisto 
de  llaves,  permite  incomunicar  el  Calentador  con  la  tube- 
ría de  guarapo  cuando  no  trabaje  el  triple  efecto,  ó  cuando 
así  convenga. 

Es  de  muchísimo  interés,  vaciar  el  calentador  todas 
las  noches,  y  á  cada  parada,  bombeando  á  una  defecadora 
ú  otro  sitio  el  guarapo  que  contiene  y  que  por  'medio  de 
un  tubo  sale  de  su  fondo  v  va  al  tanque  del  trapiche.  Lue- 
go debe  lavarse  bien  con  agua  por  medio  de  la  llave,  pues 
de  otro  modo  está  sujeto  á  obstruirse  con  el  bagacillo  que 
acompaña  siempre  al  guarapo  crudo.  Hemos  visto,  y  no 
es  raro,  los  tubos  del  calentador  completamente  obstruidos 
é  inutilizado  aquel. 

Las  superficies  tubulares  de  los  calentadores  varían 
según  el  triple  efecto  y  son  de  60,  7o,  85,  100,  12Q  y  has- 
ta 200  metros  cuadrados. 

Se  puede  considerar  que  ahorran  del  30  al  40%  de 
vapor  directo  en  la  defecación,  además  de  facilitar  el  tra- 
bajo de  la  bomba  de  aire,  por  condensar  parte  de  los  va- 
pores que  pasan  por  él. 


104  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO     V. 

TACHOS  AL  VACÍO. — DIFERENTES  CLASES. SU  MANEJO. 

CRISTALIZACIÓN  DEL  AZÚCAR. 

í    y  A  meladura  al  salir  del  triple-efecto  es  bombeada  ó 
impelida  á  un   tanque  de  donde  la  reciben  las  clarifi- 
cadoras. ... 

Clai'iJicaciÓtl. — La  clarificación  se  opera  en  unos 
recipientes  cilindricos  de  borde  anular  provistos  de  serpen- 
tines en  el  fondo.  Son  idénticas  á  las  que  hemos  descrito 
bajo,  el  nombre  de  Marechales.  La  meladura  sufre  en  ellas 
una  limpieza  muy  importante  del  modo  siguiente.  Llena 
la  clarificadora  de  meladura  hasta  cerca  del  borde,  se  le  da 
vapor  y  al  empezar  á  hervir,  aparece  una  espuma  blanca 
con  manchas  oscuras  que  se  van  quitando  con  unas  espu- 
maderas, pues  no  es  otra  cosa  que  cachaza.  Se  sigue  man- 
teniendo la  ebullición  y  quitando  cachaza  hasta  que  la 
espuma  de  la  meladura  motivada  por  la  ebullición  aparece 
blanca  del  todo;  entonces  se  puede  considerar  ya  limpia  la 
meladura  y  abriendo  la  llave  de  vaciar  de  la  clarificadora, 
se  descarga  á  los  tanques  de  depósito  de  donde  la  aspira  el 
tacho  de  dar  punto. 

Cada  vez  que  se  vacia  una  clarificadora,  debe  lavarse 
bien  con  agua,  para  lo  cual  tiene  su  llave  y  cuando  haya 
paradas  largas  deben  quitarse  las  incrustaciones  que  se  for- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  105 

man  sobre  los  serpentines,  á  causa  de  la  cal  empleada  en  la 
defecación.  Para  ello  se  usan  rasquetas,  y  cadenas  que  se 
pasan  entre  ellos  ó  agua  acidulada  como  para  el  triple  efec- 
to, calentándola  si  se  puede  después  al  vapor.  De  ningún 
modo  debe  permitirse  que  subsistan  semejantes  incrusta- 
ciones pues  disminuyen  el  efecto  útil  del  vapor  á  veces  del 
50%  y  llegan  á  ser  la  causa  de  que  retardándose  la  clari- 
ficación sea  necesario  suspender  el  trabajo  del  triple  efecto 
lo  cual  ocasiona  irregularidades  en  la  elaboración. 

La  meladura  que  sale  del  triple  efecto  tiene  de  22° 
á  24°  Baumé,  graduación  la  más  apropósito  para  la  ali- 
mentación del  tacho  y  de  la  cual  no  se  debe  pasar.  Si  se 
pasa  de  ella,  llegan  á  formarse  cristales  de  azúcar  en  el 
triple  efecto  que  acaban  por  obstruir  los  conductos  de  me- 
ladura é  inutilizar  la  bomba  de  esta  impidiendo  ele  fun- 
cionar sus  válvulas.  Cuando,  como  sucede  á  veces,  no  as- 
pira aquella,  disminuyendo  el  vacio  del  tacho  de  meladura 
se  remedia  el  inconveniente,  circunstancia  cpie  indica  que 
la  bomba  necesita  un  examen  detenido  de  sus  válvulas  y 
prensa  estopas. 

Tachos  al  vacío. — Llegada  la  concentración  del 
guarapo  á  22  ó  más  grados  Beaumé,  pasa  la  meladura  á 
sus  tanques  de  depósito,  de  los  cuales  la  aspira  el  tacho  al 
formarse  en  él  vacío. 

La  teoría  de  la  cristalización  del  azúcar  estriba  en  la 
siguiente  ley:  Toda  disolución  tiene  un  límite  de  satura- 
ción correspondiente  d  una  temperatura  determinada.  De 
esto  se  sigue  que  si  en  un  tacho  introducimos  meladura  á 
22°  y  se  va  concentrando  y  añadiéndole  para  compensar 
la  disminución  de  Volumen  debido  á  la  evaporación  de  su 
agua  hasta  llegar  á  una  densidad  de  45  á  50  °  Beaumé, 
llegará  el  momento  en  que  por  la  introducción  de  las 
nuevas  cantidades  ó  cebas  con  menor  temperatura,  dismi- 
nuirá la  ele  la  templa  y  parte  de  su  azúcar  se  formará  en 
cristales  ó  cristalizará.     Desde  ese  momento  cada  adición 


106         FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

de  nueva  meladura  ocasionará  la  formación  de  nuevos 
cristales  y  aumentará  el  tamaño  de  los  existentes,  hasta 
llenar  el  tacho  de  una  masa  compuesta  de  azúcar  crista- 
lizado, las  sales  y  cuerpos  extraños  al  azúcar  que  han 
quedado  de  la  elaboración  y  un  ]  0  %  de  agua..  A  esta 
masa  se  le  llama  masa  cocida. 

Tachos  (le  Itlllieux. — Los  tachos  de  dar  punto 
se  dividen  en  dos  clases  principales,  que  son  horizontales  y 
verticales.  Los  hay  de  doble  fondo  y  serpentines,  de  calan- 
dria ó  caja  tubular,  de  esta  y  de  serpentines  y  de  serpenti- 
nes solos.  Los  de  la  clase  horizontal  llamado  de  Rillieux 
por  haber  sido  este  ilustre  inventor  el  que  los  ideó  y  les 
dio  esta  forma,  tienen  casi  siempre  serpentines  ó  tubos 
horizontales  y  nunca  doble  fondo.  La  clase  vertical  por 
el  contrario  puede  tener  cualquier  clase  de  sistema  de  ca- 
lefacción conocido. 

Los  tachos  de  Rillieux  (fig^  12)  se  componen  de  un 
cilindro  horizontal  con  muchos  tubos  que  van  de  una  caja 
semicircular  (a)  colocada  en  su  frente  á  otra  (b)  situada 
al  lado  opuesto.  En  la  caja  (a)  desemboca  el  vapor  que 
atravesando  los  tubos  y  calentando  la  meladura  llega  á  la 
caja  (b)  ya  condensado  y  sale  por  el  tubo  (d)  para  ir  al 
recipiente  de  retorno.  Dos  cristales  circulares  (g)  permi- 
ten observar  el  movimiento  de  la  masa  sacarina  dentro 
del  tacho.  Los  vapores  de  aquella,  salen  como  de  cos- 
tumbre por  el  orificio  (e)  después  de  haber  seguido  los 
diafragmas  del  vaso  de  seguridad  (n)  á  fin.de  abandonar 
la  parte  ele  meladura  que  pudiera  tener,  y  terminada  la 
operación  de  la  templa,  se  vacía  el  tacho  por  medio  de  la 
válvula  (f).  Tiene  además  las  convenientes  llaves  para 
el  vapor  directo  y  de  escape,  la  de  entrada  de  meladura  y 
la  de  miel;  así  como  la  sebera  (h)  para  detener  la  ebulli- 
ción demasiado  rápida,  y  demás  accesorios  que  detallare* 
mos  al  hablar  de  las  verticales.  Otro  sistema,  en  lugar 
de  tener   tubos  horizontales  como  el   descrito,   tiene  una 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  107 

serie  de  serpentines,  siendo  éstos  también  excelentes  por 
sufrir  las  variaciones  de  temperatura  mucho  mejor  que 
los  tubos  rectos. 

Aparte  de  la  manera  de  distribuir  el  calor  en  su  masa 
interior,  los  tachos  tienen  varios  accesorios  imprescindibles 
los  cuales  vamos  á  enumerar. 

Además  dé  dos  lentes  ó  vidrios  circulares,  uno  ante- 
rior y  otro  posterior,  tienen  en  el  frente  dos  ó  más  crista- 
les rectangulares  que  permiten  ver  el  líquido  desde  el 
principio  de  su  granulación,  casi  en  el  fondo,  hasta  la 
conclusión  de  la  templa  al  estar  lleno  el  tacho.  Una  barra 
de  bronce  que  penetra  en  dirección  oblicua  hasta  la  masa 
interior  y  tiene  en  su  extremo  una  pequeña  cavidad  des- 
tinada á  sacar  del  tacho  una  muestra  de  azúcar,  permite 
examinar  en  un  cristal  la '  formación  de  su  grano,  y  se 
llama  sonda.  Tienen  además  un  indicador  de  vacío  gra- 
duado en  pulgada  los  ingleses  y  los  franceses  en  centíme- 
tros y  es  en  todo  análogo  á  los  descritos  en  la  parte  relati- 
va á  los  triple  efectos.  Una  copa  de  bronce  llamada  sebera 
con  su  válvula  para  según  hemos  ya  dicho  detener  la 
ebullición  demasiado  rápida  que  podría  ser  causa  de  que 
se  fuera  la  meladura  con  los  vapores.  Otra  válvula  para 
dejar  penetrar  el  aire  dentro  del  tacho,  á  fin  de  que  esta- 
bleciéndose igual  presión  en  su  interior  á  la  atmosférica 
pueda  abriéndose  la  compuerta  vaciarse  el  tacho  de  su 
contenido.  Esta  válvula  comunica  con  el  tacho  por  medio 
de  un  tubo  que  llega  hasta  cerca  del  domo,  á  fin  de  que 
no  se  obstruya  con  el  azúcar  que  pudiera  entrar  en  él. 
Dos  llaves  de  alimentación  introducen  meladura  ó  miel 
en  el.  tacho  según  se  quiera,  y  comunican  por  la  parte 
exterior  con  los  tanques  de  depósitos  de  ambos  líquidos  y 
con  la  anterior  por  un  tubo  de  cobre  que  casi  llega  al 
fondo,  á  fin  de  que  la  nueva  alimentación,  ó  ceba  se  vea 
siempre  obligada  á  atravesar  toda  la  templa  6  carga  antes 
de  llegar  á  la  superficie  por  su  menor  densidad.     Estas 


108  FABKIC  ACIÓN  DE  AZÚCAK  DE  CAÑA. 

llaves,  cujas  válvulas  se  abren  solo  á  causa  del  vacío  del 
tacho,  no  están  conectadas  con  las  maniguetas,  y  éstas  no 
hacen  más  que  bajar  ó  subir  sus  espigas  y  graduar  la 
apertura  de  las  válvulas  al  levantarse  de  su  asiento,  soli- 
citadas por  el  vacío  sobre  su  dorso. 

Una  llave  de  bronce  admite  agua  dentro  del  tacho 
para  su  limpieza  y  otra  en  comunicación  con  un  tubo  de 
vapor,  sirve  para  lavarlo  al  concluirse  de  botar  lid  templa 
á  lo  cual  se  llama  dar  vapor  de  escoba. 

Un  manómetro  indica  la  presión  del  vapor  directo 
en  las  tuberías  y  serpentines,  y  otro  la  del  vapor  de  escape. 

Tacho  de  serpentines, — El  tacho  cuya  figura 

representa  la  lámina  5,  consta  de  cinco  serpentines  de 
cobre,  empezando  el  primero  casi  en  el  fondo  y  el  último 
al  nivel  del  último  cristal.  Entre  ellos  media  suficiente 
espacio  para  permitir  las  reparaciones  necesarias.  Cada 
serpentín  tiene  dos  llaves- válvulas  independientes,  por  lá-s 
cuales  se  pueda  introducir  vapor  directo  de  las  calderas  ó 
el  de  escape  de  las  máquinas. 

Los  retornos  se  efectúan  de  una  manera  análoga  á  la 
de  las  defecadoras  y  tiene  cada  serpentín  su'tubo  provisto 
de  una  válvula  de  retornos  y  una  llave  de  dos  vías.  Esta 
última,  sirve  para  enviar  los  retornos  al  recipiente 
general  si  se  trabaja  con  el  escape,  ó  á  un  regulador  si  se 
emplea  eL  vapor  directo. 

Generalmente  se  hace  funcionar  el  tacho  con  vapor 
directo  en  los  dos  serpentines  inferiores  y  ton  escape  en 
los  tres  restantes. 

TaeliOS  de  calandria, — Los  tochos  de  calan- 
dria son  casi  idénticos  á  los  del  triple  efecto,  y  tienen  los 
accesorios  ya  enumerados. 

Como  las  cajas  tubulares  son  más  apropósito  para 
trabajar  con  vapor  de  escape  que  con  directo,  no  tienen 
más  que  una  válvula  para  el  vapor  de  escape. 

A  veces   se   apresa  á  los   tachos  de  calandria  uno  ó 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


109 


más  serpentines  de  cobre  y  suelen  dar  excelentes  resul- 
tados. 

•  Los  de  los  ingenios  San  Agustín,  Remedios  y  Toledo 
en  Marianao,  tienen  3.ra500  de  diámetro  y  producen  32 
bocoyes  de  azúcar  por  templa.  El  primero  está  provisto 
de  un  condensador  atmosférico  tal  como  lo  hemos  descrito. 
El  tacho  del  ingenio  Constancia  tiene  4  metros  de  diáme- 
tro y  creemos  sea  el  mayor  de  la  Isla  de  Cuba. 


El  tiempo  empleado  para  botar  una  templa,  suele  ser 
de  5  á  9  horas,  siendo  de  7  á  8  lo  más  usual  en  buenos 
tachos  y  con  vapor  y  vacío  suficientes. 


110  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Tachos  de  doble  fondo  y  serpentines, — 

En  esta  clase  .como  indica  su  nombre,  tienen  además  de 
los  serpentines  un  doble  fondo  por  donde  circula  el  vapor. 
Los  accesorios  que  los  completan  son  iguales  á  los  ya  des- 
critos, y  su  uso  lia  ido  sustituyéndose  por  el  de  los  tachos 
de  calandria  y  serpentines. 

Antiguamente,  se  construían  esos  aparatos  de  cobre, 
pero  el  gran  costo  de  este  ha  sido  causa  de  que  hoy  se 
construyan  casi  exclusivamente  de  hierro  fundido  y  dulce. 

Todas  las  clases  de  tachos  que  hemos  descrito  son 
buenos  si  están  debidamente  proporcionados,  bien  cons- 
truidos y  poseen  suficiente  bomba  de  aire,  para  el  trabajo 
que  se  debe  hacer  en  ellos;  pues  si  la  superficie  de  caldeo 
de  la  calandria  ó  serpentines  individual  ó  aisladamente 
es  suficiente  para  evaporar  una  cantidad  de  agua  propor- 
cional á  la  meladura  que  hay  que  trabajar  por  hora;  y 
por  otro  lado,  la. bomba  de  aire  es  bastante  á  desalojarlos 
vapores  producidos  por  dicha  evaporación,  el  tacho  no 
puede  menos  que  trabajar  con  eficacia  si  se  cuenta  con  el 
vapor  necesario.  Si  á  menudo  se  ven  tachos  que  tardan 
once,  doce,  diez  y  seis  y  hasta  veinte  y  cuatro  horas  en 
botar  una  templa,  búsquese  la  causa  no  en  la  forma,  sino 
en  la  escasez  de  su  superficie  de  caldeo,  insuficiencia  de  la 
bomba  de  aire  y  mal  trabajo  de  los  retornos.  En  efecto, 
si  se  efectúan  estos  en  malas  condiciones,  es  decir,  si  los 
serpentines  ó  calandrias  quedan  casi  llenos  de  agua  por 
no  salir  la  condensación  del  vapor  á  causa  de  algún  de- 
lecto en  las  válvulas  ó  instalación,  siendo  aquella  muy 
mala  conductora  del  calórico,  toda  la  parte  de  los  serpen- 
tines bañada  por  ella,  desarrolla  un  efecto  calorífico  casi 
nulo,  retardando  por  lo  tanto  el  tiempo  de  botar  la  tem- 
pla. Si  por  el  contrario  sale  vapor  en  lugar  de  agua  por 
los  retornos,  el  gasto  de  aquél  es  excesivo,  de  lo  cual  se 
resienten  todos  los  demás  aparatos  del  ingenio  por  bajar 
la  presión  en  las  calderas.     En  otro  lugar   explicaremos 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  111 

la  manera  de  remediar  estos  inconvenientes,  sólo  indica- 
remos aquí,  que  es  conveniente  que  los  serpentines  tengan 
la  suficiente  pendiente  en  sus  espiras  para  facilitar  la  cir- 
culación del  agua.  Hemos  visto  tachos  con  serpentines 
casi  planos  que  funcionaban  malísimamente,  estando  siem- 
pre medio  llenos  de  agua. 

En  los  tachos  de  doble  fondo  y  de  calandria,  suele 
aplicarse  una  llavecita  para  desalojar  el  aire  de  ellos  al 
principiar  la  admisión  de  vapor,  pues  es  aquél  muy  mal 
conductor  del  calórico,  y  se  adhiere  á  los  tubos  y  á  las 
paredes  del  doble  fondo,  disminuyendo  el  efecto  útil  del 
vapor.  En  la  de  serpentines  no  se  hace  uso  de  ella  por  la 
mayor  facilidad  que  tiene  el  aire  de  salir  por  los  retornos. 

La  marcha  que  se  sigue  para  calcular  la  superficie 
calórica  necesaria  á  un  tacho,  es  idéntica  á  la  seguida  pa- 
ra hacerlo  respecto  á  la  de  las  clarificadoras  y  defecadoras, 
de  lo  cual  hemos  dado  ejemplos.  Baste,  añadir,  que  la 
práctica  ha  demostrado  que  por  cada  65  kilos  de  agua  á 
evaporar  en  el  tacho,  se  requiere  un  metro  cuadrado  de 
superficie  de  caldeo;  y  así  concretándonos  á  los  ejemplos 
dado  en  el  articuló  sobre  la  Evaporación,  y  siempre  en  el 
caso  de  una  tarea' de  3,000  bocoyes  en  120  días,  podemos 
hallar  la  superficie  necesaria  de  la  manera  siguiente: 

Para  hacer  25  bocoyes  diarios  necesitaremos  36,000 
kilos  de  meladura  á  27°  Beaumé,  correspondiente»  á  50  % 
de  azúcar  en  disolución,  según  Brix.  Por  otro  lado,  con- 
siderando la  templa  al  salir  del  tacho  á  una  densidad  de 
1.50  correspondiendo  en  48°  Beaumé,  y  conteniendo  el 
92  %  de  azúcar,  la  fórmula  siguiente  nos  dará  la  cantidad 
de  agua  á  evaporar  de  dicha  meladura: 
92%:  50%::  36000  k  :  x 
50X36000 

x- =19565  k. 

92 
ó  sea  20000  en  números  redondos;  esta  será,  pues,  la  can- 


112  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

tidad    de    masa    que    quedará,    terminada   la     templa,  y 
36.000 — 19565  =  16435  kilos   de  agua  será  la  que  tendre- 
mos de  evaporar  en   las  ocho  horas    que   durará,  y  desde 
luego,  en  una  hora  será  de 
16-135 

^  =  2054  por  hora — 

S  .      • 

y  tomando  la  cantidad  de  agua  evaporada  por  hora  á  65 
kilos  por  metro  cuadrado,  necesitaremos  una  superficie  de 
2054 

rz31  metro  cuadrado. 

65 

Empleando  vapor  directo  en  todos  los  serpentines, 
pudiendo  estos  evaporar  hasta  150  kilos  de  agua,  sólo  se 
necesitaría  la  mitad  de  superficie  aproximadamente,  ó 
sea  15  mlv,  pero  el  primer  caso  es  el  más  frecuente,  por 
necesitar  la  templa  cierto  tiempo  para  obtenerse  una  bue- 
na cristalización. 

Trabajo  Cil  el  tacho. — Pasemos. á  dar  algunas 
1  ¡jeras  indicaciones  sobre  la  manera  de  trabajar  en  estos 
aparatos  para  obtener  azúcar  destinado  á  ser  purgado  en 
centrífugas,  que  de  paso  diremos  es  lo  más  usual  hoy  día 
en  la  isla  de  Cuba,  por  diversas  razones. 

En  primer  lugar  se  cerciorará  el  operador  si  todas  las 
llaves  dewapór,  de  alimentación  y  demás,  están  cerradas. 
Si  esto  es  así  y  no  existen  entradas  de  aire  en  el  tacho,  á 
medida  que  la  bomba  de  aire  funcione,  la  aguja  del  indi- 
cador de  vacío  irá  describiendo  un  arco  y  subiendo  á  cada 
golpe  de  la  bomba  hasta  el  límite  extremo  de  26  ó  27 
pulgadas.  Al  echar  á  andar  la  bomba  de  aire  se  habrá 
tenido  el  cuidado  de  abrir  la  llave  de  inyección  del  calen- 
tador, á  fin  de  evitar  trabaje  esa  en  seco. 

Obtenido  el  vacío  deseado,  se  abre  la  llave  de  mela- 
dura y  se  deja*  abierta  hasta  que  llega  ésta,  á  la  mitad 
del  cristal  inferior. 


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FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  113 

En  este  momento  si  el  tacho  es  de  serpentines,  se 
abre  la  primer  llave  de  vapor  directo,  de  los  que  están 
sumerjidos  en  la  meladura,  y  á  poco  rato  empezará  esta  á 
moverse  y  por  último  á  bullir  y  saltar  con  gran  actividad. 
Se  mantiene  la  ebullición  cuidando  sin  embargo  de  que 
no  llegue  á  la  parte  superior  del  tacho  para  evitar  arras- 
tre de  meladura  con  los  vapores,  para  lo  cual  basta  á  veces 
dejar  entrar  un  poco  de  aire  por  el  bota  vacío  ó  sebera. 
A  medida  que  se  evapora  la  meladura,  vá  concentrándose, 
y  al  cabo  de  una  hora  sacando  un  poco  por  la  sonda,  se 
observará  ya  con  poca  fluidez.  A  medida  que  la  concen- 
tración aumenta  como  su  nivel  va  bajando,  hay  que  admi- 
tir nuevas  cantidades  de  meladura  á  fin  de  que  no  descubra 
ninguno  de  los  serpentines  que  tienen  vapor.  Al  cabo  de 
unas  dos  horas  próximamente  según  el  tacho,  el  vapor  y 
otras  circunstancias,  la  meladura  está  ya  concentrada  á 
punto  de  granular  y  ocupando  tocio  el  fondo  del  tacho 
hasta  la  mitad  del  primer  cristal. 

Si  el  tacho  es  de  calandria  y  serpentines,  se  abren 
las  llaves  de  vapor  directo  de  éstos  y  la  de  vapor  de  esca- 
pe para  la  calandria,  siguiendo  en  un  todo  las  explicacio- 
nes dadas  anteriormente. 

El  punto  propio  para  granular,  se  conoce  como  he- 
mos dicho,  por  la  poca  -fluidez  de  la  meladura  y  por  la 
siguiente  prueba.  Si  se  toma  entre  los  dedos  índice  y 
pulgar,  un  poco  de  ella,  al  separarla  se  forma  un  hilo  más 
ó  menos  largo,  que  casi  alcanza  toda  la  abertura  posible 
de  los  dedos,  y  al  romper  se  separa  en  dos. partes,  cada 
una  de  las  cuales  se  dirije  al  dedo  más  próximo  formando 
un  gancho  en  sus  extremidades.  La  meladura  está  en- 
tonces completamente  saturada  de  azúcar  á  la  temperatu- 
ra existente^  en  el  tacho,  cuyo  vacío  habrá  bajado  á  24  ó 
23  pulgadas  por  la  mucha  evaporación  en  él  existente. 

Se  admite  entonces  una  alimentación  de  meladura 
llamada  ceba,  durante  cuya  operación  que  dura  de  medio 


114  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

á  un  minuto,  la  meladura  que  estaba  relativamente  en 
reposo,  empieza  á  moverse  y  á  bullir.  Ciérrase  la  llave 
dé  alimentación,  y  al  sacar  una  muestra  ó  prueba  con  la 
sonda  y  extenderla  sobre  el  cristal,  se  verán  una  multitud 
de  granitos  cuadrados  en  medio  de  la  meladura,  la  cual  se 
ha  puesto  más  fluida  y  trasparente,  indicando  el  princi- 
pio de  la  cristalización  del  azúcar.  Desde  este  momento 
se  lleva  adelante  la  concentración  hasta  el  punto  ya  indi- 
cado, de  lo  cual  hay  que  cerciorarse  por  medio  de  la 
sonda,  admitiendo  nuevas  sebas  á  intervalos  más  ó  menos 
largos,  según  se  vean  los  adelantos  de  la  formación  del 
grano,  los  cuales  á  medida  que  engruesan  aumentan  en 
número.  Se  sigue  así  hasta  llenar  el  tacho  que  será  al 
cabo  de  7  ú  8  horas  de  haber  empezado.  Entonces  se 
suspenden  las  cebas  y  se  concentra  más  la  masa  sacarina 
hasta  que  la  sonda  dé  de  muestra  un  producto  pajoso  y 
denso,  el  cual  se  desprende  de  ella  con  dificultad.  Escu- 
sado  es  decir,  que  á  medida  que  adelanta  la  templa  y  va 
subiendo  en  ela tacho,  hay  que  ir  abriendo  gradual  y  suce- 
sivamente las  llaves  de  los  otros  serpentines  hasta  tener- 
las todas  más  ó  menos  abiertas,  según  se  vean  los  progresos 
de  la  templa,  cuidando  siempre  de  mantener  un  buen 
vacío  en  el  tacho  que  es  la  principal  guía  á  seguir  para  la 
admisión  del  vapor. 

Llegada  la  templa  al  punto  antes  indicado,  se  cierran 
todas  las  llaves  de  vapor,  se  para  la  bomba  de  aire  y 
cierran  las  inyecciones,  y  finalmente  se  abre  la  llave 
de  aire  el  cual  se  precipita  silbando  dentro  del  tacho. 
Al  concluir  el  ruido  y  marcar  el  indicador  de  vacío  0  pul- 
gadas, se  abre  la  válvula  del  fondo  gradualmente  por  la 
cual  sale  la  masa  cocida  y  va  por  canales  convenientes  á 
los  tanques  de  templa  de  primera  6  á  donde  convenga  y 
para  lo  cual  esté  arreglada  la  instalación. 

Al  principiar  la  templa  es  cuando  se  gasta  más  vapor 
por  ser  mayor  la  cantidad  de  agua  á  evaporar,   y  por  lo 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  115 

tanto  se  condensa  mayor  cantidad  del  primero.  Des- 
pués, á  medida  que  la  masa  cocida  va  espesándose  ó  per- 
diendo su  agua,  disminuye  el  consumo  de  éste  y  "única- 
mente en  las  últimas  cebas  se  admite  más  vapor,  á 
fin  de  dar  solidez  al  grano  y  obtener  una  masa  com- 
pacta. 

De  la  manera  de  llevar  la  templa  depende  la  regula- 
ridad, solidez  y  tamaño  del  grano.  Si  las  cebas  son  des- 
iguales á  intervalos  caprichosos  y  con  vacíos  variables  á 
causa  del  mal  manejo  de  las  llaves  de  vapor,  el  grano  es 
desigual,  blando,  se  funde  pronto  en  el  agua  y  carece 
de  las  propiedades  de  una  buena  cristalización. 

Cuando  por  ser  el  tacho  de  tamaño  insuficiente  para 
eí  azúcar  que  hay  que  cocinar  en  él  requiere  dos  ó  más 
templas,  lo  general  es  botar  una  ó  más  colas.  Llámase 
botar  una  cola  la  operación  de  llenar  el  tacho  como  en  la 
templa  ordinaria  y  luego  siguiendo  las  explicaciones  dadas 
para  botar  la  templa,  vaciar  la  mitad  desella  ó  hasta  el 
primer  cristal,  para  seguir  admitiendo  nueva  meladura  y 
continuar  la  templa  hasta  llenar  de  nuevo  el  tacho.  La 
operación  de  botar  colas  ó  colear  es  muy  conveniente, 
pues  contribuye  á  engrosar  el  grano  y  permite  operar  con 
mayor  cantidad  de  meladura. 

Terminado  completamente  el  trabajo  del  tacho,  se 
abre  la  llave  de  vapor  para  lavarlo  y  se  mantiene  unos 
tres  ó  cuatro  minutos  abierta  con  lo  cual  el  azúcar  que 
puede  haberse  quedado  dentro,  se  funde'  y  queda  el  tacho 
completamente  limpio. 

Muchas  veces  ofrece  dificultad  el  granular,  mante- 
niéndose la  meladura  en  estado  viscoso  y  de  color  oscuro, 
lo  cual  consiste  en  las  muchas  impurezas  de  la  meladura 
procedente  de  la  caña  y  que  en  parte  pueden  evitarse  en  la 
defecación  y  clarificación.  En  este  caso  cuesta,  como  he- 
mos dicho,  más  trabajo  obtener  la  cristalización  del  azú- 
car y  se  dice  que  la  meladura  tiene  (joma. 


116  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Cuando  esta  contiene  30%  ó  más  del  total  de  las 
materias  estrañas  al  azúcar,  es  casi  imposible  obtener 
cristalización  alguna;  con  cantidades  del  30%  á  20,  esta  se 
opera  con  dificultad  pero  cuando  contiene  10%  ó  menos,  se 
efectúa  por  el  contrario  con  mucha  facilidad  aumentando 
esta,  según  la  pureza  de  la  disolución.  La  cantidad  de  cal 
empleada  en  el  curso  de  la  fabricación  no  eliminada,  influye 
mucho  también  en  la  cristalización  si  bien  contribuye  á 
dar  al  azúcar  un  color  más  oscuro  que  permite  se  venda 
como  tipo  determinado. 

Algunos  acostumbran  introducir  en  el  tacho  cebas  de 
miel  para  obtener  el  mismo  objeto  pero  esto  indudablemente 
equivale  á  introducir  en  el  tacho  una  nueva  cantidad  de 
materias  estrañas  al  azúcar. 

La  composición  de  la  masa  sacarina  al  salir  del  tacho 
es  generalmente  de: 

75%  á     87%  de  azúcar. 

15      á       5      de  materias  estrañas. 

10      a       8      de  agua. 


100  100 

La  separación  de  estas  sustancias  se  efectúa  por  medio 
de  las  centrífugas  ele  las  cuales  hablaremos  debidamente, 
y  el  agua,  sales  y  parte  del  azúcar  no  cristalizado  ó  en 
pequeños  granos,  constituyen  las  mieles — que  representan 
usualmente  del  18  al  30% — de  la  masa  total. 

Las  mieles  que  proceden  de  la  templa  de  primera  so 
llaman  de  primera,  y  se  cocinan  en  el  tacho  para  dar  lu- 
gar á  la  cristalización  del  azúcar  cu  ellas  contenido  qne 
representa  del  9%  á  10%  del  total  déla  templa  según 
su  riqueza. 

Para  proceder  á  una  templa  de  miel,  se  empieza  como 
con  las  de  azúcar  de  primera;  solamente  que  se  llena  de 
una  vez  el  tacho  hasta  el  último  cristal  y  se  admite  vapor 
en  todos  los  serpertines.     Hay  que  tener  en  ella  especial 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  117 

cuidado  al  empezar  á  hervir,  pues  es  muy  fácil  se  salga  del 
tacho  en  gran  cantidad  siguiendo  la  corriente  de  los  va- 
pores si  no  se  detiene  su  ebullición  y  no  se  observa  ;i 
tiempo,  sobre  todo  si  es  muy  antigua.  Un  poco  de  sebo  bue- 
no introducido  por  la  sebera  la  calma  casi  de  repente 
y  se  contiene  hasta  que  sigue  su  ebullición  con  menos 
violencia  y  se  ve  que  ya  no  hay  peligro  de  que  salga  del 
tacho.  Como  esto  sucede  siempre  al  principiar,  una  vez 
obtenido  ese  resultado  no  hay  más  que  dejarla  cocinar, 
de  vez  en  cuando,  tomando  pruebas  con  la  sonda. 

Al  cabo  de  dos  ó  tres  horas,  se  habrá  llegado  á  punto 
de  terminar,  la  templa.  Conócese  este  de  la  manera  siguien- 
te: póngase  un  poco  de  miel  en  la  palma  de  la  mano  con 
agua,  y  al  moverse  debe  formar  una  masa  suelta  sin 
desleíase.  La  prueba  del  hilo  es  también  conveniente  sien- 
do los  hilos  mas  largos  que  en  la  meladura  y  formando 
también  su  gancho. 

Llegada  á  punto  se  botará  la  templa-ytal  como  lo  he- 
mos indicado  para  las  de  primera  é  irá  por  el  conducto  de 
las  canales  á  sus  gavetas.  Estas  consisten  en  unos  tanques 
de  hierro  de  poco  alto  donde  se  deja  enfriar  de  cuatro  á 
ocho  días  durante  los  cuales  dejan  cristalizar  el  azúcar 
que  ha  dejado  libre  la  disolución  por  disminución  de  su 
punto  de  saturación.  De  lo  cual  se  deduce,  que  cuanto  más 
tiempo  se  la  deje  enfriar  en  las  gavetas,  más  cantidad  de 
azúcar  abandonará. 

La  separación  de  este  del  resto  de  la  miel  se  efectúa 
también  por  las  centrífugas  y  la  miel  resultante  se  llama 
de  segunda.  Cocinan  esta  en  algunos  ingenios  para  obte- 
ner azúcar  de  tercera,  pero  lo  más  general  es  venderla 
para  destilarla  en  los  alambiques  y  hacer  aguardiente  ó 
alcohol,  operación  que  se  efectúa  en  el  mismo  ingenio  si 
cuentan  con  tal  aparato. 

El  trabajar  las  mieles  de  segunda  en  los  ingenios 
provistos  de  aparatos  al  vacío,  nos  parece  anti  económico, 


118  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

pues  siendo  (como  debe  ser)  la  cantidad  de  azúcar  de 
primera  obtenida  en  la  primera  templa,  muy  grande  pro- 
porcionálmente,  sólo  queda  en  la  miel  de  primera  un  9 
ó  10  %  de  su  peso,  y  en  la  de  segunda  un  3  á  5  %,  la 
cual  no  indemniza  los  gastos  de  elaboración; — mientras 
que  trabajada  en  el  alambique  los  paga — por  el  mayor 
precio  del  alcohol  que  se  consigue  de  ella. 

Reasumiendo,  se   puede   considerar   que  100  kilogra- 
mos de  masa  cocida  pueden  dar 

G5  %  ele  azúcar  de  primera 
9  »  »  »  de  segunda 
4   »     »       »        de  tercera 


ó  sea  un  total  de  78  %  de  azúcar  y  22  %  de  pérdidas  en 
miel  de  cuarta  si  se  cocinan  las  de  segunda,  en  cas#  con- 
trario las  mieles  representan  el  26  %  de  la  masa  cocida. 

Estos  números  son  variables,  pues  dependen  natural- 
mente del  tanto*  por  ciento  de  azúcar  contenido  en  la  masa 
sacarina  el  cual  hemos  dicho  variaba  de  75  al  87  %. 

Cuando  las  templas  deben  ser  purgadas  en  hormas  y 
gavetas,  sobre  todo  para  azúcar  refino,  se  procede  de  una 
manera  algo  diferente.  La  ebullición  se  efectúa  con  más 
rapidez,  las  pruebas  se  toman  más  fuertes,  las  cebas  se  dan 
más  á  menudo,  son  de  menos  duración  y  de  mucha  regu- 
laridad, áefin  de  dejar  entrar  de  f/2  á  1  %,  de  la  cantidad 
total  en  cada  una,  debiéndose  mantener  un  buen  vacío. 
De  esta  manera,  al  llegar  al  punto  filete  que  debe  ser 
fuerte  y  á  la  tercera  ó  cuarta  ceba  se  forman  una  multitud 
de  granos  finos  y  compactos  y  se  sigue  llenando  el  tacho 
formando  nuevos  granitos  en  toda  la  masa,  pero  sin  dejar- 
los engordar,  pues  el  principal  mérito  del  azúcar  refino  es 
la  finura  de  su  grano  y  buena  forma.  Esta  manera  de 
cristalizar  se  desprende  de  las  mismas  leyes  de  cristali- 
zación. Si  una  disolución  de  azúcar  puro  se  deja  enfriar 
Lentamente,  al  cabo  de  algunos  días  por  haberse  evaporado 


FABBICACIÓN  DE  AZUCAB  DE  CAÑA.  119 

su  agua,  se  obtendrán  cristales  voluminosos  y  bien  forma- 
dos que  constituyen  el  azúcar  candi.  Si  por  el  contrario  la 
evaporación  es  rápida  su  tamaño  disminuye  y  es  tanto 
menor  cuanto  más  rápida  haya  sido,  por  tener  menos 
tiempo  para  formarse  los  cristales. 

La  fig.  n?  14  indica  la  forma  en  mayor  tamaño  de  los 
cristales  del  tacho  según  se  producen  generalmente,  y  han 
sido  tomados  del  natural. 

Concluiremos  lo  dicho  referente  á  los  tachos  con  lo 
siguiente:  No  basta  conocer  la  teoría  de  la  cristalización 
que  hemos  bosquejado,  ni  las  explicaciones  sobre  la  ma- 
nera de  operar  una  templa,  sin  haberla  ejecutado  prác- 
ticamente. En  el  curso  de  su  operación  tienen  lugar 
variaciones  en  el  grado  de  la  meladura  del  tacho,  en  la 
presión  del  vapor  y  en  el  vacío,  que  requieren  ciertos 
conocimientos  para  saber  á  que  atenerse  y  conseguir  una 
templa  excelente.  Si  la  caña  lo  es,  la  defecación  es  bue- 
na, y  la  meladura  contiene  por  lo  tanto  p©cas  sustancias 
extrañas,  entonces  es  relativamente  fácil  la  granulación 
y  el  trabajo  de  la  templa;  pero  cuando  la  caña  es  mala  y 
el  guarapo  impuro,  es  cuando  más  se  necesitan  no  sola- 
mente los  conocimientos  teóricos,  sino  mucha  práctica,  la 
cual  como  en  toda  industria  solo  se  consigue  efectuando 
repetidas  veces  las  operaciones  explicadas. 


120  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO  VI. 

CENTRÍFUGAS. — CENTRÍFUGAS  FIJAS. — COLGANTES  DE  WESTQÍT, 
COLGANTE  DE  HEPWORTH. 

ara  separar  la  miel  del  azúcar  rápidamente,  <ee  em- 
plean unos  aparatos  que  lo  efectúan  por  medio  de  la 
fuerza  centrífuga,  por  lo  cual  se  llaman  centrífugas. 

Se  componen  en  principio  de  un  cilindro  de  hierro  ó 
acero,  fijo  á  un  eje  vertical,  el  cual  por  una  trasmisión 
conveniente,  recibe  un  movimiento  rápido  de  rotación, 
que  determina  en  la  periferia  del  cilindro  una  fuerza  cen- 
trífuga considerable.  La  chapa  de  hierro  de  que  está 
formado  dicho  cilindro  llamado  canasto  está  perforado  con 
agujeros  de  o  á  8  milímetros  y  en  su  parte  interior  recibe 
una  telaSnetálica  cuyo  tejido  deja  pasar  la  parte  líquida 
de  la  miel  ó  templa  y  retiene  los  cristales  de  azúcar. 

Este  cilindro  ó  cesta  está  rodeado  de  otro  fijo,  al  re- 
dedor de  cuyo  fondo  tiene  una  canal  por  donde  después 
de  caer  la  parte  líquida  en  su  interior  va  á  la  canal  de 
miel  y  de  allí  á  los  tanques. 

El  fondo  de  la  centrífuga  tiene  aperturas  que  cerra- 
das durante  la  purga,  al  abrirse  concluida  esta,  permiten 
de  vaciar  el  azúcar. 

El  esfuerzo  debido  á  la  fuerza  centrífuga  una  vez 
lleno   el   cesto  de  azúcar  és  muy  grande    si   se  tiene  en 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  121 

cuenta  que  clan  de  1,000  á  1,500  revoluciones  por  minuto 
con  un  diámetro  de  2,6U:=76  centímetros  generalmente,  y 
con  cargas  que  varían  de  65  á  80  kilos  de  azúcar.  Para 
evitar  pues  el  cambio  de  figura  y  la  exposición  á  roturas 
á  que  da  lugar  dicha  fuerza,  está  el  cesto  de  la  centrífuga 
rodeado  de  tres  ó  cuatro  sunchos  de  hierros  ó  acero  muy 
fuertes  que  le  dan  mayor  rigidez. 

La  operación  de  la  purga  se  efectúa  como  sigue. 
A  mano,  se  hace  girar  la  centrífuga  Ínterin  se  carga  de 
azúcar  casi  hasta  la  mitad.  Entonces  se  va  conectando 
gradualmente  con  la  trasmisión  de  la  máquina  motriz  y 
al  empezar  á  girar  é  ir  aumentando  de  velocidad,  la  masa 
pastosa  se  levanta  por  el  costado  por  efecto  de  la  fuerza 
centrífuga,  y  al  mismo  tiempo  va  aclarando  su  color. 
Cuand®  se  ve  este  ya  bastante  claro  en  toda  su  superficie, 
indicio  de  estar  ya  efectuada  la  purga  y  cuya  operación 
dura  un  minuto  con  buen  azúcar,  y  de  10  ál5  con  azúcar 
de  miel  de  primera,  se  desconecta  la  centrífuga  de  la  tras- 
misión, se  aplica  el  freno  gradualmente  y  se  detiene  la 
centrífuga.  Se  abre  la  compuerta  que  cierra  las  aberturas 
del  fondo  y  con  una  paleta  de  madera  se  hace  caer  el 
azúcar  fuera  de  la  centrífuga. 

Si  se  desea  azúcar  blanco,  se  abrirán  de  vez  en  cuan- 
do durante  la  operación  las  llaves  de  agua  y  de  vapor, 
con  lo  cual  lavándose  el  grano  al  dirijirse  dicha  agua  ó 
vapor  á  la  tela  metálica  por  la  fuerza  centrífuga,  lo  blan- 
quea si  bien  disminuye  el  tamaño  de  los  granos.  A  veces, 
es  hasta  imprescindible  hacer  uso  del  agua  si  por  ser  muy 
viscosa  la  masa  se  resiste  la  miel  á  salir  de  la  centrífuga. 

Varios  son  los  sistemas  de  centrífugas  que  se  emplean, 
pero  pueden  reducirse  á  los  siguientes:  las  fijas  y  las 
colgantes  de  Weston  y  de  Hepworth,  siendo  este  últi- 
mo el  que  más  se  usa  actualmente  en  Cuba  por  su  ma- 
yor lijereza,  y  por  lo  tanto  mayor  capacidad  de  trabajo, 
al  mismo  tiempo  que  por  su  solidez. 


122  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

En  el  sistema  fijo  el  conjunto  que  forma  la  centrífuga 
ó  sea  caja,  cesto,  trasmisión,  etc.,  descansa  sólidamente 
sobre  el  asiento  general  de  todas  ellas.  Debido  á  esto  es 
su  instalación  muy  sólida,  compacta  y  sencilla,  durando 
por  lo  tanto  mucho  tiempo,  si  bien  no  es  susceptible  de 
dar  las  revoluciones  que  dan  las  colgantes  con  igual  fuerza 
de  máquina  motriz. 

Se  componen  de  una  caja  de  hierro  dentro  la  cual 
gira  la  cesta  fija  como  hemos  dicho  al  eje  vertical.  Este 
recibe  su  movimiento,  por  medio  de  una  polea  cónica  y 
de  rozamiento,  que  es  movida  á  su  vez  por  otra  colocada 
sobre  un  eje  horizontal  y  que  conecta  por  medio  de  una 
correa  con  la  polea  de  la  trasmisión  de  la  máquina,  linos 
fuertes  muelles  permiten  por  medio  de  un  mecanismo  sen- 
cillo provisto  con  volante,  acercar  ó  separar  .las  do*  poleas 
cónicas,  á  fin  de  producir  ó  detener  el  movimiento  para 
lo  cual  existe  además  una  retranca  ó  freno  correspondiente. 

La  centrifuga  propia,  descansa  por  medio  de  un  eje 
sobre  unos  dados  alternados  de  bronce  y  acero  continua- 
mente sumerjidos  en  aceite  y  sobre  los  cuales  gira  relati- 
vamente con  poco  roce. 

Las  centrífugas  colgantes  de  Weston  y  Hepworth,  se 
distinguen  de  las  fijas,  en  que  el  cesto  y  la  caja  están  col- 
gados de  una  armadura  que  permite  á  todo  el  sistema 
oscilar  algunos  grados  en  todos  sentidos,  permitiendo  que 
se  amolden  á  las  variaciones  de  peso  en  la  carga  de  la 
centrífuga  y  pudiendo  por  lo  tanto  girar  con  ma}<or  velo- 
cidad que  las  fijas. 

La  centrífuga  llamada  de  Weston  por  ser  este  el 
nombre  de  su  inventor,  se  compone  de  las  principales  pie- 
zas indicadas  en  la  lámina  G.  La  caja  exterior  está  fijada 
sobre  una  base  de  hierro  ó  sobre  el  mismo  marco  que  forma 
el  asiento  cuando  hay  más  de  una  centrífuga. 

El  cesto  de  ésta  como  de  costumbre,  está  sólidamente 
unido  al  eje,  y  éste  cuelga  de  una  armadura  por  medio  de 


-  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAXA. 123 

una  pieza  que  lleva  dos  gomas  cilindricas  que  le  permiten 
cierto  juego.  El  eje  de  la  centrifuga  es  hueco  en  casi  toda 
la  mitad  superior  y  en  este  hueco  cuidadosamente  ajusta- 
do, entra  otro  eje  macizo  del  cual  pende  todo  el  sistema 
por  medio  de  un  doble  pasador  y  cuatro  arandelas  alter- 
nadas de  bronce  y  acero  perforadas  en  su  centro.  La 
parte  del  eje  exterior  dentro  del  cual  penetra  el  eje  maci- 
zo y  están  las  arandelas,  debe  siempre  estar  bien  llena  de 
aceite  pues  es  mucho  el  frotamiento  desarrollado  por  la 
rápida  revolución  de  la  centrífuga  y  su  peso.  Por  falta 
de  una  buena  lubrificación  ocurre  á  veces  que  se  pegan 
los  ejes  y  arandelas  unos  con  otros  causando  averías  al 
aparato  y  hasta  desgracias  personales  si  la  centrífuga  sale 
de  su  asiento,  á  consecuencia  de  la  detención  brusca 'de  su 
movimiento.     . 

Este  lo  recibe  y  trasmite,  una  polea  articulada  al  eje, 
y  una  retranca  permite  detener  la  marcha  de  la  centrífuga 
después  de  haberla  desconectado  de  la  trasmisión. 

La  descarga  se  opera  levantando  el  cono  ele  bronce 
que  tiene  eri  su  interior  á  lo  largo  del  eje,  para  lo  cual 
tiene  este  un  muelle  que  lo  sujeta  Ínterin  se  vacía  la 
centrífuga  por  el  fondo.  Las  revoluciones  dadas  por  éstas, 
suelen  ser  de  1,200  á  1,500  por  minuto  y  funcionan  con 
excelentes  resultados  si  se  tiene  cuidado  con  la  lubricación 
del  eje  y  partes  movibles. 

Con  cuatro  de  estas  centrífugas,  se  purga  y  envasa  por 
lo  general  un  bocoy  de  azúcar  en  diez  minutos,  siendo  cuatro 
suficiente  ampliamente  para  la  tarea  de  3,000  bocoyes  por 
zafra  y  quedando  purgada  una  templa  de  12  bocoyes  en 
poco  más  de  dos  horas. 

En  el  último  sistema  que  vamos  á  describir  ó  sea  el 
de  Hepworth,  ni  es  completamente  colgante  la  centrífuga 
ni  fija,  pues  si  bien  la  caja  está  suspendida  no  le  sucede 
así  á  la  centrífuga  que  tiene  dos  puntos  de  apoyo,  uno  en 
la  misma  caja  y  el  otro  en  la  armadura  superior. 


124  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Esta  centrífuga  que  ha  sido  modificada  repetidamente 
por  su  inventor,  tiene  hoy  día  la  siguiente  disposición. 

Todo  el  aparato  está  colgado  por  medio  de  una  pieza 
semi  esférica  de  una  armadura  superior,  y  la  caja  está  á 
su  vez  colgada  por  tres  tirantes  de  la  misma  pieza.  La 
centrífuga  descansa  por  su  eje  en  una  chumacera  cónica  ó 
cilindrica,  donde  hay  cuatro  arandelas  de  bronce  y  acero 
sobre  las  cuales  trabaja  aquella.  Esta  chumacera  forma 
parte  de  la  caja.  La  parte  superior  tiene  también  otra 
chumacera  forrada  como  la  inferior  de  bronce  ó  metal  de 
patente  peteneciente  también  á  la  pieza  de  suspensión. 
Una  polea  fija  al  eje  y  provista  de  su  freno  comunica  el 
movimiento  á  la  centrífuga.  La  descarga  en  este  sistema 
se  opera  también  por  el  fondo,  pero  girando  á  la  derecha 
el  cono  de  bronce  interior  con  lo  cual  la  compuerta  dismi- 
nuye su  contacto  con  el  fondo,  y  girando  la  centrífuga  al 
revés,  ó  sea  á  la  izquierda,  se  abren  las  aberturas  sojas. 
Para  cerrarlas  se  gira  á  la  derecha  la  centrífuga  hasta  que 
que  quedan  tapadas  y  haciendo  girar  un  poco  el  cono  ha- 
cia la  izquierda  vuelve  á  ajusfar  la  compuerta  contra  el 
fondo  y  no  se  puede  ya  abrir  mientras  gire  la  centrífuga. 

Se  observará  que  en  esta  clase,  todo  el  sistema  puede 
oscilar  algunos  grados  en  todas  direcciones,  pues  la  pieza 
semi  esférica  de  la  cual  pende,  puede  moverse  algo  en  su 
asiento*  no  sucediendo  así  en  las  de  Weston  por  tener  la 
caja  fija  y  por  lo  tanto  lo  único  que  puede  oscilar  en  ellas 
es  la  misma  centrífuga. 

Las  centrífugas  de  Hepworth  giran  por  lo  regular  con 
1,400  revoluciones,  pudiéndose  con  ellas  purgar  una  gran 
cantidad  de  azúcar.  Si  se  admite,  cosa  frecuente  en  la 
práctica  que  el  tiempo  para  llenar,  purgar,  vaciar  y  lim- 
piar una  centrífuga  es  de  cinco  á  seis  minutos,  siendo 
generalmente  la  carga  de  80  kilos,  una  centrífuga  podrá 
purgar  fácilmente  un  bocoy  de  azúcar  por  hora,  ó  sea 
cuatro  veces  más  que    con  las  centrífugas  fijas  ordinarias. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  125 

Por  esta  razón  se  usaban  estas  en  baterías  de  ocho, 
doce,  veinticuatroy  hasta  en  mayor  número,  cuando  hoy 
día,  raro  es  el  ingenio  que  cuenta  con  más  de  ocho  de  las 
colgantes. 

Se  consideran  necesarios. dos  caballos  nominales  para 
el  trabajo  de  una  centrífuga,  sin  embargo  de  que,  como  es 
fácil  de  comprender,  varía  mucho  la  resistencia  durante 
su  marcha,  efecto  de  la  disminución  de  la  miel  que  va 
saliendo  por  la  tela  metálica  y  disminuyendo  el  peso  total 
de  la  masa.  A  medida  que  esto  sucede,  se  neutraliza  en 
parte  esta  disminución  de  fuerza,  porque  al  disminuir  el  es- 
pesor de  la  masa  sacarina,  aumenta  el  radio  del  círculo  de 
presión,  ó  la  distancia  del  centro  de  gravedad  de  cada 
sección  al  eje,  y  por  lo  tanto  la  fuerza  necesaria  para  ha- 
cer girar  la  centrífuga,  puesto  que  la  fórmula  para  dicha 
fuerza,  como  veremos  luego,  es : 

Pv2 


8T. 


en  la  cual 

F  C — representa  la  fuerza  centrífuga. 
P — el  peso  del  azúcar  dentro  del  aparato. 
v — la  velocidad  en  metros  por  segundo. 
g — la  gravedad  del  lugar  que  podemos  tomar  corno 

equivalente  á  9™81. 
r— radio  del  centro  de  gravedad  ó  distancia  de  las 
secciones  de  la  masa  sacarina  al  eje  de  la  centrífuga. 

No  equivale,  sin  embargo,  nunca  el  aumento  de  re- 
sistencia debido  á  la  causa  anterior,  á  la  disminución  oca- 
sionada por  la  salida  ele  la  miel,  lo  cual  explica  por  qué 
las  centrífugas  van  acelerando  tanto  su  movimiento  al 
empezar,  para  quedar  después  con  uno  casi  uniforme. 

Para  determinar  la  fuerza  centrífuga  á  un  número  de . 


126  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

revoluciones  dadas  y  carga  de  azúcar  conocida,  liaremos 
uso  de  la  fórmula 

PvJ 

N?  1.  F  Ce= 

gr. 

sean  las  revoluciones  1,500  por  minuto;  el  peso  de  la  car- 
ga de  azúcar  75  kilos,  el  diámetro  interior  de  la  centrífuga 
76  centímetros  y  el  radio  (r)  del  círculo  descrito  por  los 
centros  de  gravedad  parciales,  igual  á  0,™33. 

Sustituyendo  esos  datos  con  la  fórmula  N"  1,  resulta  la 

N*2.  /1,500X3.14X,66\  2 


60 

F  C= =  62,187k. 

9,81X0,33 

sobre  toda  la  superficie  interior  del  tambor.  Si  este  tiene 
como  liemos  dicho  76  centímetros  de  diámetro  y  36  de 
alto,  su  superficie  será  de 

0,76^(3.14X0,36  =  8,591  centímetros  cuadrados. 
Dividiendo,  pues,  la  presión  total  por  la  superficie  en 
centímetros,  tendremos: 

62187 

P= =  7k20 

8591 

ó  sea  algo  más  de  7  atmósferas  de  presión  como  máximum. 
Si  suponemos  que  el  azúcar  contenía  25  %  de  miel, 
la  presión  al  concluir  la  purga  será  de 

46641 
Pzz =  5k4    por  centímetro  cuadrado. 

8591 

Se  podrá,  pues,  considerar  la  presión  media  equiva- 
lente á  (),k30. 

Por  lo  que  antecede  se  puede  comprender  fácilmente 
por  (pie  se  hace  necesario  poner  varios  sunchos  fuertes  al 
tambor  de  las  centrífugas  y  construir  éstas  con  la  mayor 


z 


arfw' >*-«— 


^s^8^t»>^v/, 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  127 

solidez  para  evitar  los  cambios  de  forma  de  las  paredes 
del  cesto  y  aún  roturas  del  aparato. 

Es  muy  importante  que  las  centrífugas  den  las  revo- 
luciones para  las  cuales  han  sido  calculadas,  pues  de  otro 
modo  la  purga  se  efectúa  en  malas  condiciones.  Para  ello 
es  necesario  que  la  máquina  motora  sea  de  fuerza  sufi- 
ciente no  solo  para  mover  las  centrífugas  sino  los  accesorios 
que  suelen  tener  y  que  describiremos  más  adelante. 

Nada  decimos  de  las  centrífugas  fijas.  Reiscliauer, 
Freimaux,  Ruffin,  etc.,  cada  una  de  las  cuales  posee 
sus  ventajas  y  particularidades,  por  el  poco  o  ningún  uso 
que  tienen  en  las  fábricas  de  azúcar  de  esta  Isla.  General- 
mente en  ellas  se  opera  la  purga  con  admisión  de  vapor  re- 
calentado, cerrando  antes  la  centrífuga  con  una  tapa,  de  lo 
cual  resulta  que  se  blanquea  notablemente  el  azúcar  y  au- 
menta ;por  lo  tanto  el  valor  del  azúcar  purgado  en  ellas. 


128  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO  VII. 


MALÉX0RES. — SUBIIDORES    DE  AZÚCAR. — CONDUCTORES 
TRITURADORES. 

r-'ÁRA  la  alimentación  y  extracción  del  azúcar  de  las 
centrífugas,  se  emplean  diversos  aparatos,  de  los  cuales 
vamos  á  dar  una  reseña. 

El  azúcar  que  sale  del  tacho  de  dar  punto  una  vez 
concluida  la  templa,  va  á  unos  tanques  de  depósito  llama- 
dos tanques  de  templa  de  primera. — Estos  tanques  son  de 
hierro  y  están  provistos  de  una  compuerta  que  descarga 
sobre  un  aparato  llamado  malexor  ó  mezclador,  y  que  pue- 
den contener  parte  de  ó   la  templa  entera  del  tacho. 

Malexor  6  mezclador. — Este  aparato  consiste 
en  un  recipiente  de  hierro  abierto  en  su  parte  superior 
por  donde  recibe  el  azúcar  y  con' un  fondo  semicilíndrico. 
Dicho  fondo  tiene  una  ó  más  aperturas  que  comunican 
por  medio  de  unas  mangas  de  hierro  provistas  de  com- 
puertas con  las  centrífugas,  y  por  las  cuales  cae  el  azúcar 
en  ellas.  El  malexor  va  colocado  sobre  las  centrífugas 
por  medio  de  soportes  de  hierro  que  á  su  vez  sostienen 
generalmente  esos  aparatos. 

Un  eje  que  atraviesa  el  malexor  en  todo  su  largo, 
está  provisto  de  brazos  ó  aspas  que   al  girar  revuelven  la 


FABlilC ACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  129 

masa  sacarina,  sin  lo  cual  se  solidificaría  ésta  y  no  saldría 
del  malexor,  causando  un  gran  entorpecimiento  en  el  tra- 
bajo de  las  centrífugas.  Recibe  el  movimento  por  medio 
de  engranes,  el  cual  es  trasmitido  par  correas  desde  el  eje 
principal  de  trasmisión. 

Al  botar  la  templa  del  tacho  á  los  tanques  y  estando 
las  compuertas  de  éstos  abiertas,  va  llenándose  el  malexor 
de  azúcar  al  mismo  tiempo  cpie  las  aspas  de  su  eje  lo  van 
revolviendo,  impidiendo  que  se  endurezca  su  masa. 

Entretanto  se  van  cargando  las"  centrífugas  y  pur- 
gando hasta  acabar  con  todo  el  azúcar  de  los  tanques  y 
del  malexor.  Al  principio  lo  masa  cocida  estando  caliente 
corre  bien  y  llena  por  sí  sola  el  malexor,  pero  al  poco 
tiempo  disminuye  de  fluidez  y  se  hace  necesario  acabar  de 
descargar  el  azúcar  de  los  tanques  á  fuerza  de  brazos. 

Algunos  mezcladores  tienen  en  una  cabeza,  parte 
del  eje  armado  de  cuchillas  que  giran  entre  los  espacios 
de  un  emparrillado  de  hierro  fijo  que  se  llama  triturador 
y  que  sirve  para  romper  los  pedazos  grandes.de  azúcar 
que  provienen  de  los  tanques  .cuando  la  masa  cocida  se  ha 
enfriado  y  endurecido. 

El  uso  de  los  malexores  es  casi  absoluto  en  los  inge- 
nios de  la  isla  de  Cuba,  y  á  veces  en  lugar  de  recibir  el 
azúcar  desde  los  tanques  de  templa,  lo  reciben  de  unos 
carritos,  de  tres  ó  cuatro  ruedas,  en  los  cuales  cabe  un 
bocoy  de  azúcar  ó  menos  y  que  vierten  directamente  en  el 
malexor  la  masa  cocida  recibida  del  tacho  y  dejada  enfriar 
dos  ó  tres  días,  para  lo  cual  circulan  sobre  una  platafor- 
ma á  un  mismo  nivel.  Se  usa  este  medio  sobre  todo  con  el 
azúcar  de  segunda. 

Cuando  se  purga  en  frío  el  azúcar  vá  desde  el  tacho  á 
varias  gavetas  situadas  al  nivel  del  suelo  y  cuando  está  ya 
solidificado  se  rompe  y  carga  en  carritos  ó  cajones  llamados 
repartideras  y  después  de  pasar  por  un  triturador,  es  ele- 
vado al  malexor  por  un  aparato  llamado  subidor  de  azúcar. 


130 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


S  Ubi  (lores  de  azúcar. — Estos  aparatos  se  divi- 
den en  varias  clases;  las  hay  de  tornillos  de  Arquímedes 
ó  sin  fin,  de  discos,  de  cucharas,  de  vacio  y  últimamente 
de  bomba. 


Ni  los  de  tornillos,  ni  de  discos,  ni  de  cucharas 
suelen  dar  buenos  resultados,  endureciéndose  la  masa  en 
sus  diferentes  piezas  al  pegarse  á  ellas,  por  lo  cual  va  dis- 
minuyendo su  capacidad  elevadora,  al  mismo  tiempo  que 
aumenta  la  resistencia  dando  lugar  á  repetidas  averías. 

El  de  vacío,  se  compone  de  un.  cilindro  montado  so- 
bre el  malexor,    en  comunicación  por  un  tubo  con  el  tan- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  131 

((lie  de  masa  cocida  y  por  otro  con  una  bomba  de  aire.  Al 
formar  el  vacío  en  su  interior,  sube  el  azúcar  por  el  tubo  y 
llena  el  recipiente.  Una  vez  lleno  se  deja  entrar  el  aire  y 
al  aljrir  su  compuerta,  cae  el  azúcar  dentro  del  malexor. 
Esta  operación  se  repite  Ínterin  se  sigan  vaciando  los  tan- 
ques y  haya  azúcar  que  purgar.  Terminada  la  operación 
se  lava  al  vapor  á  fin  de  disolver  el  azúcar  que  haya  que- 
dado adherido  á  los  tubos  y  dentro  del  recipiente. 

El  subidor  de  bomba  (figura  15)  es  el  más  moderno 
y  en  nuestro  concepto  el  mejor  sistema  conocido. 

Consiste  en  un  cilindro  vertical  ú  horizontal  (m)  que 
tiene  una  válvula  (b)  en  su  parte  inferior.  Este  cilindro 
es  el  verdadero  pistón  de  la  bomba,  cuyo  cuerpo  (d)  pro- 
visto de  su  prensa  estopas,  y  de  otra  válvula  en  su  parte 
inferior  recibe  el  azúcar  que  es  impelido  al  bajar  aquél 
movido  por  una  barra  de  conexión  articulada  por  dos  mu- 
ñones á  la  cigüeña  del  eje  de  trasmisión. 

El  azúcar  de  miel  se  vacía  al  fondo  o^e  una  cuveta 
donde  á  cada  revolución  se  sumerje  el  cuerpo  de  bom- 
ba. Al  hacerlo,  bajo  la  presión  'del  azúcar  pastoso,  se 
levanta  su  válvula  (a)  á  lo  cual  contribuye  mucho  el  va- 
cío formado  en  el  cuerpo  de  bomba  al  bajar  y  cerrarse  la 
del  pistón  (b) .  Al  remontar,  se  cierra  la  válvula  (a)  y  la 
masa  en  él  encerrada,  al  comprimirse,  obliga  la  válvula 
del  pistón  (b)  á  abrirse  dando  paso  al  azúcar  en  ^u  inte- 
rior. A  la  segunda  embolada,  repitiéndose  la  misma  opera- 
ción, una  nueva  cantidad  de  azúcar  ocupa  su  lugar  dentro 
del  pistón  y  obliga  a  subir  á  la  anterior  por  el  tubo  de 
descarga  (n)  hasta  que  al  estar  lleno  este,  desemboca  so- 
bre el  malexor.  Mientras  la  materia  se  conserva  pastosa, 
anda  perfectamente  esta  bomba  pero  al  endurecerse,  tra- 
baja con  mucha  fatiga  bajando  con  mucha  rapidez  y  su- 
biendo despacio.  Un  poco  de  miel  vertida  en  la  cubeta 
vuelve  á  dar  al  aparato  la  marcha  suave  y  constante  que 
tanto  lo  caracteriza.    Hemos  visto  bombear  un  carrito  de 


132  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

10  hectolitros  en  tres  minutos  y  mantenerse  siempre  la 
cubeta  vacía,  por  no  dar  abasto  los  dos  carros  de  azúcar 
de  segunda  á  llenarla.  Sus  revoluciones  suelen  ser  de  15 
por  minuto  y  no  podemos  menos  de  decir  que  es  el  subidor 
de  azúcar  de  miel,  más  sencillo,  potente  y  que  mejor  tra- 
baja de  cuantas  conocemos. 

Trituradores. — Toda  clase  de  subidores,  tienen 
anexo  un  aparato  llamado  triturador,  el  cual  liemos  ya 
mencionado,  compuesto  de  una  cuveta  sin  fondo,  provista 
de  dientes  de  hierro  entre  los  cuales  pasan  otros  articula- 
dos á  un  eje  que  al  girar  desbaratan  los  pedazos  grandes 
de  azúcar  que  pudieran  causar  alguna  avería  á  los  subido- 
res,  y  no  dejan  pasar  más  que  la  materia  pastosa.  Lláman- 
se  trituradores. 

Concluido  el  trabajo  de  la  purga  en  centrífugas  debe 
hacerse  pasar  agua  por  el. subidor  y  malexor  á  fin  de  la- 
varlos muy  bien  y  evitar  la  aglomeración  de  azúcar  que  se 
les  suele  quedar  pegados. 

Subidor  de  azúcar  purgado. — El  azúcar 

que  proviene  de  las  centrífugas  en  algunos  ingenios,  cae  por 
planos  inclinados  en  los  mismos  bocoyes,  cajas  ú  otro  reci- 
piente, pero  hoy  día  úsase  mucho  otro  sistema  que  compren- 
de un  conductor  de  azúcar  y  un  subidor  de  azúcar  purgado. 
El  conductor  de  azúcar  se  compone  de  una  correa  de 
goma  gruesa  de  22  pulgadas  ó  sea  56  centímetros  de  ancho 
•  mantenida  tirante  por  dos  cilindros  en  sus  estremidades 
los  cuales  por  medio  de  engranes  le  dan  un  movimiento 
dé  traslación  hacia  un  recipiente  colocado  á  una  de  las 
extremidades  de  la  batería  de  centrífugas.  Todo  el  azúcar 
de  estas  cae  sobre  esa  correa  que  lo  lleva  inmediatamente 
á  ese  depósito,  Como  este  se  llenaría  al  poco  rato,  por  la 
gran  cantidad  de  azúcar  que  le  lleva  la  correa  á  causa  de 
la.  actividad  de  las  centrífugas,  una  cadena  de  eslabones 
largos  en  los  cuales  están  fijas  unas  cucharas  de  hierro  y 
cuyo  aparato  compone  el  subidor,  lo  recoje  del  depósito  y 


_i__^ FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 133 

elevándolo  á  unos  3  ó  4  metros  de  altura,  lo  descarga  á 
una  caja  bajo  la  cual  está  colocado  el  bocoy,  saco  ó  el  en- 
vase que  se  desee.  La  cadena  del  subidor  es  guiada  por  dos 
ruedas  con  camones  que  entran  en  cada  eslabón  é  impiden 
se  resbale  aquella  ó  se  rompa  por  efecto  de  salirse  de  lu- 
gar alguno  de  ellos.  Algunos  subidores  tienen  una  correa 
de  cuero  en  lugar  ele  cadena  pero  nos  parece  la  última 
preferible. 

Tanto  el  conductor  de  azúcar  como  el  subidor,  tienen 
sus  movimientos  combinados  de  manera  que  este  suba  en 
un  tiempo  dado  el  azúcar  purgado  por  las  centrífugas  y 
traido  por  aquel,  sin  lo  cual  habría  entorpecimiento  debi- 
do á  la  mucha  acumulación  de  azúcar  en  el  conductor  ó 
en  sus  depósitos. 

Uiyi  compuerta  ú  otra  disposición  análoga  colocada 
en  el  fondo  de  la  caja  que  recibe  el  azúcar  del  subidor 
sobre  el  envase,  permite  llenarlos  convenientemente  y 
dar  tiempo  j3ara  apisonar,  pesar  y  cambiarlos^pues  lo  único 
que  puede  acontecer  es  que  se  llene  algo  el  depósito  del 
cual  lo  reciben. 

Como  es  natural,  es  variable  el  peso  del  azúcar  conte- 
nido en  iguales  envases,  pues  depende  mucho  de  su  apiso- 
nado. Este  se  practica  generalmente  con  unos  mazos  de 
madera  fijos  en  mangos  más  ó  menos'largos  á  los  cuales 
se  llama  'pimnes.  » 

Una  vez  envasado  el  azúcar  y  dividido  en  clases  de  pri- 
mera, segunda  y  tercera  donde  se  produzca  este  que  según  he- 
mos dicho  no  se  practica  en  la  isla  de  Cuba,  se  numeran,  pe- 
san y  marcan  los  bocoyes,  cajas  ó  sacos  y  remiten  á  los  al- 
macenes encargados  de  recibirlos  para  su  embarque  ó  venta. 

A  causa  del  precio  de  los  bocoyes  vacíos,  y  de  su 
mayor  peso  y  dificultad  de  estiva,  se  han  sustituido  última- 
mente por  sacos,  y  son  ya  pocos  los  ingenios  que  envasan 
su  azúcar  en  bocoyes,  cuando  hace  pocos  años  casi  todos 
lo  hacían  en  la  primera  forma. 


-^mM^^^mtM^M^:^. 


TERCERA  PARTE. 

Diversos  aparatos  complementarios  de  un  ingenio,  Calderas  de  vapor. 
Hornos  de  quemar  bagazo  verde- 
Datos  sobre  instalaciones  de  fábricas  de  azúcar, 


CAPITULO  I. 

e 
BOMBAS  DE  AGUA  CALIENTE. — CENTRIFUGAS,  DE  MELADURA,  DE 

GUARAPO  CRUDO,  DE  GUARAPO  DEFECADO,  DE  AGUA 

DE.  RETORNOS,  DE  ALIMENTACIÓN,   DE    MIEL. ASPIRADORES  DE 

GUARAPO  Y  DE  MELADURA. 

'os  liemos  reservado  este  lugar,  á  fin  de  evitar  en  lo 
posible  la  complicación  en  las  descripciones  por 
efecto  de  incluir  en  ellas  mecanismos  y  aparatos  que  si 
bien  más  ó  menos  indispensables  ocupan  segundo  lugar 
respecto  á  los  descritos  anteriormente.  t 

Tales  son  las  bombas  de  agua  caliente,  de  agua  fría, 
de  agua  de  retornos,  de  guarapo^  de  meladura  y  de  ali- 
mentación; Los  recipientes  de  vapor  directo,  de  escape, 
de  agua  de  retornos,  etc.,  y  por  último  los  enfriaderos. 

Bomba  de  agua, — Las  bombas  de  agua  calien- 
te, sirven  para  aspirar  el  agua  que  proviene  de  la  conden- 
sación de  los  vapores  de  las  bombas  de  aire  é  impelerla  á 
los  enfriaderos,  en  los  cuales  perdiendo  algunos  grados  de 
temperatura  sirven  de  nuevo  para  la  inyección  en  los 
condensadores. 


188 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. . 

Las  hay  horizontales  y  verticales,  las  primeras  acom- 
pañan siempre  á  las  bombas  de  aire  horizontales  y  las 
verticales  las  segundas. 

Ambas  clases  se  componen  de  las  piezas  usuales  en 
las  bombas,  (figura  16)  tales  como  el  cuerpo  (a)  forrado  de 
1  tronce  el  pistón  (d)  de  bronce  también,  dos  válvulas  una 
aspirante  (b)  y  otra  expelente  (c)  de  goma  ó  metálicas  en 
cada  cabeza  del  cilindro.  En  los  conductos  de  aspiración  (e.) 
y  descarga  (f)  tienen  un  recipiente  llamado  vaso  de  aire 
para  el  desahogo  de  éste  y  que  contribuye  también  á  la 
regularidad  del  movimiento  en  el  fluido. 

La  operación  de  estas  bombas  es  igual  á  la  de  las  de 
vacío.  Cuando  el  pistón  abandona  un  extremo  para  diri- 
girse al  otro,  el  aire  contenido  en  el  espacio  que  deja  tras 
de  sí,  va  disminuyendo  de  presión  por  el  aumento  del 
volumen  que  ocupaba  tres  ó  cuatro  veces  mayor  según  el 
curso  del  pistón,  hasta  que  la  diferencia  de  la  presión 
atmosférica  exterior  y  la  del  interior  obliga  á  la  válvula 
aspirante  (b)  á  levantarse  y  á  entrar  en  él  una  nueva 
cantidad  del  aire  contenido  en  los  conductos  de  aspiración 
<pie  unen  la  bomba  con  la  cisterna  del  agua  caliente  don- 
de descargan  las  bombas  de  aire.  Al  equilibrarse  la  pre- 
sión, siempre  resulta  en  dichos  conductos  una  menor  que 
la  que  tenían  anteriormente,  por  lo  cual  una  cantidad  de 
agua  de  ucia  altura  equivalente  á  esa  diferencia  sube  por 
los  tubos  y  se  cierra  la  válvula  aspirante. 

Al  regresar  el  pistón  á  su  punto  de  partida,  compri- 
me el  aire  contenido  en  el  cuerpo  de  bomba  y  aumenta 
por  lo  tanto  la  presión  hasta  que  obliga  á  levantarse  la 
válvula  expelente  (c)  correspondiente,  para  pasar  á  los  con- 
ductos de  descarga  (f)  y  mezclarse  con  el  aire  exterior  ce- 
rrándose la  válvula  expelente (c).  Al  volver  el  pistón  hacia 
el  otro  extremo,  rarificase  de  nuevo  el  aire  en  el  espacio 
libre,  levántese  la  válvula  aspirante  (b)  penetra  en  él  una 
nueva  cantidad  del  aire  ya  rarificado  de  los  conductos 


FABRICACIÓN  DE  AZlJCAR  DE  CAÑA. 189 

aspirantes,  sube  el  agua  en  ellos  á  una  altura  equivalente 
á  la  nueva  diferencia  de  presión  interior  y  exterior,  y  al 
retroceder  el  pistón,  los  mismos  efectos  se  reproducen 
hasta  que  á  las  dos  ó  tres  emboladas  penetra  el  agua  en 
el  cuerpo  de  bomba,  quedando  no  obstante  sobre  él  una 
capa  de  aire  más  ó  menos  densa  que  equilibra  la  presión 
atmosférica.  Desde  ese  momento,  cada  vez  que  el  pistón 
se  dirije  á  un  extremo,  entra  una  cantidad  de  agua  en  el 
opuesto  y  al  retroceder  y  comprimirlo  le  obliga  á  salir 
por  la  válvula  expelente  llenando  al  fin  los  conductos  y 
saliendo  por  el  tubo  de  descarga. 

El  aire,  que  en  las  primeras  y  sucesivas  emboladas 
queda  en  el  vaso  de  aire,  llega  á  ejercer  una  presión 
constante  sobre  el  agua,  por  la  cual  esta  tiene  mayor  re- 
gularidad en  su  movimiento  de  circulación  y  carece  de  las 
sacudidas  que  tendrían  lugar  en  el  caso  de  no  existir 
dicho  recipiente. 

Estos  son  cilindricos  y  tienen  por  1q  general  una  ó 
más  aberturas  para  que  la  descarga  sea  inferior  ó  superior 
según  convenga.  Un  tubo  de  cobre  de  la  sección  del  de 
descarga  baja  hasta  cerca  de  su  fondo  y  al  entrar  el  agua 
en  el  recipiente,  el  aire  se  mantiene  sobre  su  nivel  y  alre- 
dedor del  tubo,  obligando  aquella  á  salir  con  regularidad, 
y  recibiendo  como  un  cojín  los  golpes  de  agua  debidos  á 
los  del  pistón,  sobre  todo  si  la  bomba  es  de   simple  efecto. 

Generalmente  las  bombas  de  agua  son  de  doble  acción 
y  por  lo  tanto  ambas  cabezas  del  cuerpo  de  bomba  son 
idénticas  y  con  igual  número  de  válvulas  aspirantes  é 
impelentes,  por  lo  cual  la  aspiración  y  expulsión  del  líqui- 
do son  continuas. 

Cuando  el  agua  es  fría,  los  fenómenos  explicados  so- 
bre el  trabajo  de  las  bombas  tienen  lugar  de  un  modo 
constante,  pero  cuando  aquella  es  caliente,  resulta  muchas 
veces  que  la  bomba  no  trabaja,  ó  no  aspira  por  la  siguiente 
razón.     Si  la  temperatura  del  agua  es  por  ejemplo  de  80° 


140 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.    

centígrado,  dará  una  cantidad  de  vapor  correspondiente  á 
esa  temperatura,  mucho  más  al  penetrar  en  la  cámara  de 
vacío  de  la  bomba,  y  al  ocupar  ésta  á  detrimento  de  arpiél, 
la  aspiración  no  puede  efectuarse  y  por  lo  tanto  emplean- 
do él  término  tan  usual  en  Cuba,  diremos  que  no  jala. 

En  efecto,  la  presión  del  vapor  á  80°  centígrados  de 
temperatura,  es  de  0,k478,  ó  sea  casi  media  atmósfera, 
y  por  lo  tanto  si  con  un  vacío  perfecto  en  la  bomba,  el 
agua  podría  subir  teóricamente  á  10.m,33,  vemos  que  con 
este  vapor  en  la  cámara  de  vacío,  no  podría  hacerlo  sino 
hasta  5,m,50  próximamente,  y  si  agregamos  el  peso  de  la 
válvula,  el  del  agua  sobre  la  misma  y  las  inevitables  entra- 
das de  aire,  resultará  ¡que  el  vacio  no  será  suficiente  para 
que  el  agua  llegue  á  su  cuerpo  y  no  trabajará.  Por  lo  tanto 
cuanto  más  fria  sea  aquella,  mejor  funcionará  la  bomba, 
y  esto  dá  á  comprender  el  gran  cuidado  que  se  requiere  á 
fin  de  que  las  válvulas  ajusten  bien  y  evitar  cualquiera 
entrada  de  aire  «supérfluo  por  los  prensa-estopas  ó  por  las 
juntas  y  uniones,  sobre  todo  en  bombas  destinadas  á 
líquidos  calientes. 

Con  la  temperatura  del  agua  á  60°,  que  es  lo  general 
en  los  tanques  de  aspiración  de  las  bombas  ele  agua  caliente, 
la  presión  del  vapor  en  la  bomba  es  de  0,k19G,  ó  200 
gramos  en  números  redondos,  ó  sea  lj5  de  la  atmosférica, 
y  á  esta  (temperatura  cualquiera  bomba  medianamente 
regular  y  en  buen  estado  puede  trabajar.  Cuando  por  el 
contrario  la  temperatura  del  agua  es  de  85  ó  90  grados, 
como  sucede  á  veces  con  la  destinada  á  la  alimentación 
de  las  calderas,  entonces  el  trabajo  de  aspiración  de  la 
bomba  es  casi  imposible,  aunque  no  tenga  que  aspirar  el 
agua  mas  que  de  una  altura  de  l,m500;  por  lo  tanto,  debe 
colocarse  el  recipiente  de  aspiración  al  mismo  nivel  y 
hasta  más  alto  que  el  cuerpo  de  bomba,  á  fin  de  (pie 
penetre  aquella  sola  por  su  peso  y  trabaje  únicamente  la 
bomba  como  impelente. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  141 

Muchas  veces,  debido  á  lo  antedicho  respecto  de  la 
temperatura  de  los  líquidos  que  se  bombean,  cesan  las 
bombas  de  trabajar  accidentalmente.  En  ese  caso  basta 
á  veces  dejar  penetrar  el  aire  exterior  dentro  del  cuerpo 
de  bomba,  abriendo  un  poco  la  tapa  de  registro  de  la 
válvula  de  aspiración,  ó  una  llavecita  con  las  cuales  vienen 
provistas  algunas,  para  que  funcione  á  las  pocas  emboladas. 
Consiste  esto  en  que  al  entrar  el  aire  y  mezclarse  con  el 
vapor  existente  resulta  un  mezcla  de  una  temperatura 
menor,  y  condensándose  por  lo  tanto  parte  del  vapor  de 
agua  por  ceder  parte  de  su  calórico  al  aire,  al  comprimir 
el  pistón  estos  gases  los  expele  por  la  válvula  expélante, 
y  al  retroceder  de  nuevo;  quedando  aún  parte  de  la  mezcla 
de  aire  y  vapor  pero  más  rarificado,  va  aumentando  el 
vacío  hasta  permitir  que  entre  el  agua  en  el  cuerpo  de 
bomba.  La  prueba  de  lo  indicado  se  hace  evidente  haciendo 
penetrar  por  las  llaves  antedichas  agua  fria  en  lugar  de 
aire,  por  cuya  operación  se  condensan  parte  de  los  vapores 
interiores  y  se  forma  un  vacío  suficiente  á  determinar  la 
aspiración. 

Nos  hemos  extendido  algo  sobre  las  bombas  de  agua, 
pues  todo  lo  dicho  respecto  de  ellas  concierne  á  las  otras 
clases,  y  bien  entendido  por  lo  tanto  lo  tocante  á  aquellas 
poco  hay  que  agregar  concerniente  á  las  demás. 

Las  bombas  de  agua  caliente  son  generalmente  movi- 
das por  la  misma  máquina  de  vacío,  por  el  balancín  si  son 
verticales,  ó  por  el  eje  motor  si  son  horizontales. 

Como  existe  relación  entre  la  cantidad  de  agua  pro- 
cedente de  la  descarga  de  la  bomba  de  aire  y  la  sustración 
de  aquella  de  la  cisterna  por  la  bomba  de  agua,  se  dismi- 
nuye la  velocidad  del  embolo  de  ésta  por  medio  de  dos 
ruedas  de  engrane  conectadas  á  la  máquina  y  que  reducen 
sus  revoluciones  de  un  número  determinado. 

Otras  veces  tienen  su  motor  independiente,  y  en  otros 
sistemas  el  cuerpo  de  la  bomba  de  agua  está  en  prolonga- 


142  FABRICACIÓN   DE   AZÚCAll   DE   CANA. 

ción  del  de  la  de  aire  y  conectado  con  el  mismo  vastago  de 
los  pistones  de  aire  y  de  vapor.  Tal  es  la  forma  que  tienen 
las  bombas  americanas  de  Blake,  Knowles,  Deane,  Gárri- 
son,  Davidson  y  otros,  en  las  cuales  los  tres  cilindros  de 
agua,  aire  y  vapor,  descansan  sobre  el  mismo  asiento. 

Si  la  columna  expelente  es  muy  elevada  y  superior  á 
la  atmosférica  (10.moo)  á  cada  golpe  de'  pistón  se  oye  un 
fuerte  ruido,  ocasionado  por  el  choque  de  las  válvulas 
contra  su  asiento  al  cerrarse  de  repente,  consecuencia  del 
vacío  en  su  cara  interna  y  de  la  presión  del  agua  en  la  ex- 
terna, la  cual  como  sabemos  representa  tantas  veces  l.k033 
como  veces  tiene  la  columna  de  agua  10m  de  altura. 

Si  el  tubo  de  descarga  está  compuesto  de  tramos  lar- 
gos horizontales,  y  contiene  muchos  codos,  dicho  ruido 
disminuye  y  hasta  desaparece  á  consecuencia  de  la  resis- 
tencia opuesta  al  líquido. 

Ocurre  muchas  veces,  que  las  bombas  de  agua  después 
de  haber  estado  sin  trabajar  algunos  dias  al  querer  hacer- 
las andar  de  nuevo  no  funcionan.  Esto  es  ocasionado  la 
mayor  parte  de  las  veces  sobre  todo  en  aquellas  cuyas 
válvulas  son  de  goma,  á  que  éstas  se  han  resecado  y  no 
ajustan  bien  con  su  asiento,  permitiendo  entrar  el  aire  ex- 
terior dentro  del  cuerpo  de  bomba  á  cada  embolado  del 
pistón.  Se  remedia  este  defecto,  la  maj^or  parte  de  las 
veces,  llenando  el  cuerpo  de  la  bomba  de  agua  por  las  ta- 
pas de  registro  ó  por  una  llave  de  agua  apropósito  fija  en 
el  fondo  del  cilindro  con  la  cual  se  llena  éste  de  agua  y  el 
pistón  la  impele  por  la  válvula  expelente,  obligando  ésta 
á  ajustar  con  su  asiento  y  desde  luego  empieza  á  bombear 
con  regularidad.  Hay  (pie  tener  siempre  presente,  que 
las  causas  (pie  pueden  impedir  á  una  bomba  bien  propor- 
cionada, de  trabajar  no  son  otras  que  las  siguientes: 

Empaquetada  ras  floj  as. 

Válvulas  que  no  ajustan. 

Pistón  flojo. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  143 

Temperatura  demasiado  elevada  del  líquido;  y  otra' 
que  raramente  sucede  pero  que  ocurre  en  algunas  ocasio- 
nes, cuando  se  colocan  las  bombas  á  una  altura  de  aspira- 
ción, superior  á  la  teórica  de  10,m33. 

Para  el  cálculo  de  la  fuerza  necesaria  á  un  trabajo 
determinado  de  una  bomba,  basta  multiplicar  el  peso  del 
agua  que  puede  bombear  por  minuto,  teniendo  en  cuenta 
el  coeficiente  de  rendimiento  que  suele  ser  del  75%,  por  la 
altura  ó  diferencia  de  nivel  entre  los  depósitos  inferior  y 
superior;  y  dividiendo  el  producto  por  33,000  libras  se  ob- 
tendrá el  resultado  en  caballos. 

Ejemplo: 

Una  bomba  de  doble  efecto  tiene  9  pulgadas  de  diá- 
metro y  36  pulgadas  de  golpe;  sus  revoluciones  son  20 
por  minuto  y  la  altura  desde  el  depósito  inferior  al  tan- 
que á*e  recibo  es  de  60  pies  ingleses.  Se  desea  saber  la 
fuerza  que  desarrollará  la  bomba. 

Sea  D  igual  al  diámetro. 
C       »     al  curso. 
R      »     revoluciones. 
H      m     altura.  .      „ 

La  fórmula  será: 

D2X,7850X2  CX20X0,7oX60'X62R-,50 

F.= =4.51 

33,000X1,728 
es  decir  4  i  caballos  efectivos. 

En  esta  fórmula  1,728  son  las  pulgadas  contenidas 
en  un  pié  cúbico  y  62.5  las  libras  que  pesa. 

El  coeficiente  de  rendimiento  de  una  bomba  es  el  co- 
ciente obtenido  por  la  división  del  trabajo  efectuado  real- 
mente por  el  teórico.  Suele  variar  del  20  al  80  %,  siendo 
por  lo  general  en  bombas  bien  construidas  del  60  al  75%, 
é  influye  en  él  mucho,  la  altura  á  que  hay  que  bombear  el 
líquido,  la  temperatura  de  éste  y  la  cantidad  de  codos  y 
tortuosidad  de  las  tuberías  aspirantes  y  expelentes.     En 


1-Jrl  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

prueba  de  ello,  si  en  una  tubería  de  descarga  larga  se  co- 
locan en  sus  diferentes  tramos  tubos  de  metal  de  una 
pulgada  de  diámetro  y  de  una  misma  altura,  comunicando 
cada  uno  con  una  columna  de  mercurio,  se  verá  que  la 
presión  del  agua  impelida  por  la  bomba  y  marcada  por  la 
elevación  más  ó  menos  mayor  del  mercurio  en  su  tubo 
decrece  á  medida  que  cada  tubo  ó  manómetro  está  más  dis- 
tante de  la  bomba,  sobre  todo  si  hay  codos  en  el  trayecto. 

Bombas  Centrifugas, — Se  están  ahora  em- 
pleando mucho  en  las  instalaciones  de  ingenios,  en  lugar 
de  una  bomba  de  agua  horizontal  para  cada  triple  efecto  y 
cada  tacho,  una  sola  bomba  centrífuga  que  sirve  para 
todos  los  aparatos,  y  simplifica  la  instalación. 

Esta  clase  de  bombas  consiste  en  sus  partes  funda- 
mentales de  un  recipiente  ó  caja  circular  vertical  dentro  de 
la  cual  se  mueve  con  una  velocidad  bastante  rápida,  uu 
disco  formado  de  paletas  curbas  que  casi  ajustan  á  dicha 
caja.  Este  disco  fijo  á  un  eje  que  atraviesa  la  caja  por 
dos  prensas  estopas  que  le  sirven  de  guia  y  soportes,  tie- 
nen en  su  prolongación  una  polea  que  recibe  el  movi- 
miento de  la  máquina  motriz  por  medio  de  una  correa. 
La  caja  tiene  dos  orificios;  uno  de  entrada  ó  aspiración 
del  agua  y  otro  superior  para  la  descarga. 

Con  una  bomba  de  esta  clase  de  un  diámetro  de  870m 
y  disco  de  600"' ,  dando  600  revoluciones  se  bombea  al 
enfriadero  y  á  10  metros  de  altura  toda  el  agua,  provi- 
niendo de  las  bombas  de  aire  de  dos  tachos  de  11  bocoyes 
y  de  un  triple  efecto  de  3,000  hectolitros,  siendo  su  trabajo 
capaz  de  bombear  de  80  á  50  hectolitros  de  agua  por  mi- 
nuto, ó  sea  de  3  á  5  toneladas. 

Si  se  considera  que  dicho  aparato  ocupa  muy  poco 
lugar,  que  su  instalación  es  sumamente  sencilla,  pues,  se 
reduce  á  colocarlo  sobre  un  macizo  de  l,ni900XV"000  para 
la  base  y  sujeción  de  sus  seis  tornillos  de  fundación,  y 
que  ahorra  las   maniposterías  y  maderas  de  tres  bombas 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  145 

de  agua  independientes,  se  comprende  la  conveniencia  de 
esa  clase  de  bombas  para  su  aplicación  á  las  instalaciones 
de  ingenios,  de  los  cuales  hay  once  en  Cuba  que  cuentan 
con  ellas. 

El  trabajo  desarrollado  por  esos  aparatos  es  muy 
enérgico  y  requiere  una  máquina  motriz  de  fuerza  corres- 
pondiente. La  que  hemos  citado  anteriormente,  tiene  una 
con  cilindro  de  280  milímetros  de  diámetro  y  500  de  curso, 
si  bien  es  verdad  que  mueve  también  un  elevador  de  azú- 
car de  bomba.  La  trasmisión  de  la  máquina  á  la  bom- 
ba se  efectúa  generalmente  por  una  intermediaria  y 
correaje. 

De  todas  maneras,  el  conjunto  de  la  instalación  de  la 
máquina  motriz  y  de  la  bomba  centrífuga  es  mucho  más 
económico  que  las  tres  instalaciones  de  las  bombas  de 
agua,  si  cada  bomba  de  aire  tiene  la  suya  como  es  general. 
Algunas  observaciones  hechas  en  la  práctica  sobre  este 
aparato,  no  vendrán  aquí  fuera  de  lugar.0  Si  la  bomba 
llega  á  trabajar  en  vacío,  es  decir,  sin  agua,  y  por  cual- 
quier motivo  entra  aire  en  la  caja,  deja  de  bombear  por 
fijarse  aquél  al  rededor  del  eje  del  disco  é  impedir  la  for- 
mación de  vacío,  y  por  lo  tanto  la  aspiración.  En  este  caso 
dejando  entrar  el  agua  en  su  caja  por  medio  de  una  llave 
apropósito,  pronto  se  remedia  esta  dificultad;,  por  lo  tanto 
es  bueno  hacer  que  siempre  esté  llena  de  agua  la°caja. 

Cuando  cada  bomba  de  aire  tiene  su  bomba  de  agua, 
hemos  visto  que  esta  aspiraba  de  una  cisterna  ó  pequeño 
depósito  situado  debajo  de  la  descarga  de  aquella  y  la  ex- 
pelía por  una  tubería  particular  al  enfriadero.  De  ahí 
resulta,  que  un  ingenio  con  tres  bombas  de  aire  y  tres  de 
agua,  debe  poseer  por  lo  tanto  tres  tuberías  diferentes  pa- 
ra conducirla  al  enfriadero.  En  las  instalaciones  que  tie- 
nen la  bomba  centrífuga  de  la  cual  nos  ocupamos,  esta  se 
opera  del  siguiente  modo:  el  agua  caliente  de  la  descar- 
ga de  cada  bomba  de  aire  es  llevada  por  tubos  subterrá- 

10 


146  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

neos  á  un  depósito  común  que  por  lo  general  consiste  en 
un  tanque  de  hierro  inmediato  á  la  bomba  y  del  cual  as- 
pira esta.  A  medida  que  van  trabajando  las  bombas  de 
aire,  el  tanque  se  va  llenando  y  si  entonces  se  hace  funcio- 
nar la  bomba  centrífuga,  inmediatamente  baja  el  nivel 
hasta  dejarlo  vacío  aunque  las  descargas  de  las  bom- 
bas sigan  entrando  en  él,  por  lo  cual  arreglando  la  veloci- 
dad de  la  máquina  motriz  á  la  entrada  de  agua,  á  los 
pocos  momentos  se  consigue  mantener  un  nivel  constante 
en  el  tanque.  Veáse  pues  cuan  sencillo  es  el  sistema:  en 
lugar  de  tres  aspiraciones  no  hay  más  que  una;  en  lugar 
de  tres  descargas  y  tuberías  al  enfriadero  muy  largas  por 
lo  regular,  existe  una  sola  si  bien  de  más  diámetro  como 
es  natural  y  en  lugar  de  tres  bombas  y  por  lo  tanto  doce 
válvulas  y  doce  probabilidades  de  entorpecimientos,  nin- 
guna válvula,  funcionando  la  bomba  centrífuga  siempre  lo 
mismo,  no  teniendo  órganos  de  fácil  descomposición.  Si 
á  esto  agregamos  la  diferencia  en  el  precio  y  costo  de  su 
instalación,  se  comprenderá  por  qué  nos  hemos  extendido 
algún  tanto  sobre  esta  clase  de  aparatos  recomendando 
particularmente  su  uso  para  aspiraciones  cortas. 

De  los  principios  que  rigen  las  funciones  de  las  bom- 
bas de  aire  y  de  agua  que  hemos  ya  tratado  de  explicar 
en  capítulos  anteriores,  se  deducen  también  los  de  las  otras 
clases  dé  bombas.  Por  lo  tanto  consideramos  innecesario 
el  volverlos  á  exponer. 

Bombas  de  meladura. — Las  bombas  de  mela- 
dura sirven  para  bombear  dicho  líquido  del  tacho  de  me- 
ladura del  triple  efecto  á  los  depósitos  de  donde  se  alimen- 
tan las  clarificadoras,  ó  bien  de  uno  que  recibe  la  de  los 
trenes  comunes  ó  evaporadoras  (donde  existen  estos  con 
tachos  al  vacío)  á  los  depósitos  para  llenar  ó  cargar  este. 
Por  lo  general  son  de  doble  efecto  y  los  mueve  la  misma 
máquina  del  triple  efecto  si  bien  á  veces  tienen  su  motor 
independiente.     Son  bombas  de  igual  construcción  que  las 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  147 

de  agua,  pero  tienen  siempre  válvulas  de  bronce,  el  cilin- 
dro está  forrado  del  mismo  metal  y  los  tubos  de  aspiración 
y  de  descarga  son  de  cobre,  para  evitar  la  oxidación  y 
desgaste  de  esos  órganos  si  fueran  de  un  metal  de  fácil 
corrosión  á  causa  de  las  meladuras  y  de  los  ácidos  que 
suelen  generarse  en  esos  conductos  sobre  todo  durante  las 
paradas.  Estos  ácidos  provienen  de  que  aún  después  de 
vaciada  toda  la  meladura,  siempre  queda  alguna  en  la  par- 
te inferior  de  los  tubos  de  aspiración  y  en  la  bomba  que 
al  mezclarse  con  el  agua  que  ha  servido  para  lavarla  for^ 
ma  una  disolución  sacarina  floja  y  por  lo  tanto  muy  favo- 
rable á  la  fermentación  acética. 

Es  muy  conveniente  hacer  circular  agua  caliente  de 
vez  en  cuando  por  la  bomba  de  meladura  para  lavar  bien 
los  conductos  y  sus  válvulas  pues  si  se  ha  bombeado  me- 
ladura de  35  ó  más  grados  por  algún  descuido,  se  suele 
formar  un  depósito  de  azúcar  de  grano  fino  en  los  tubos, 
bomba,  y  hasta  en  el  fondo  del  tacho  dew  meladura  que 
puede  llegar  á  tupir  las  tuberías,  llaves  y  hasta  la  misma 
bomba  inutilizando  esta  y  necesitándose  para  su  remedio, 
desmontar  muchas  piezas,  tubos  y  hasta  el  fondo  del  ta- 
cho á  veces,  causando  por  consiguiente  una  interrupción 
más  ó  menos  larga  y  siempre  desagradable  en  los  trabajos 
de  la  zafra. 

Aspirador  de  meladtira—¥oY  lo  general 

en  las  instalaciones  de  aparatos  de  la  isla  de  Cuba,  la 
bomba  de  meladura  aspira  directamente  del  tacho  de  este 
nombre;  sin  embargo,  hay  algunas  instalaciones  donde  se 
emplea  además  un  recipiente,  cilindrico  llamado  aspirador 
de  meladura  intermedio  entre  dicho  tacho  y  la  bomba. 
Está  por  lo  general  montado  en  la  misma  plataforma  del 
triple  efecto  y  provisto  de  los  accesorios  siguientes.  En  su 
parte  superior  hay  una  llave  que  por  medio  de  un  volante 
y  una  varilla  que  atraviesa  el  aspirador  abre  ó  cierra  una 
válvula   colocada  en  el  fondo  del  recipiente,  por  la  cual 


148  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

sale  la  meladura  y  se  gradúa  dicha  salida.  En  la  misma 
tubulura  sobre  la  tapa  del  aspirador,  hay  otra  llave  de 
tres  aguas  conectada  por  un  lado  por  medio  de  un  tubo, 
con  la  cúpula  del  tacho  de  meladura  para  poder  formar  el 
vacío  en  el  recipiente  al  comunicarlo  con  aquel;  por  otro 
lado  puede  comunicar  con  la  atmósfera  por  medio  de  un 
tubo  vertical  invertido,  y  por  último  el  tercer  orificio  co- 
necta uno  de  los  dos  con  el  interior  del  recipiente. 

Tiene  además  un  nivel  de  vidrio  para  saber  cuando 
está  lleno  y  un  tubo  para  la  entrada  de  la  meladura,  que 
comunica  con  la  tubería  de  descarga  del 4 triple  efecto  la 
cual  tiene  una  llave  válvula  para  graduar  la  salida  de  la 
meladura  del  tacho. 

La  operación  de  dicho  aspirador  es  como  sigue. 
Comunicado  con  el  tacho  de  meladura  por  el  tubo  y  llave 
de  vacío,  el  aire  del  aspirador  pasa  al  tacho  y  de  allí  á  la 
bomba  de  aire,  quedando  en  él  un  vacío  igual  al  de  aquel. 
Ábrese  entonces  la  llave  de  entrada  de  meladura  y  conte- 
niendo el  tacho  y  el  aspirador  igual  presión  como  hemos 
dicho  y  estando  este  último  colocado  más  bajo  que  el  tacho, 
busca  la  meladura  su  nivel  y  va  llenando  el  recipiente 
hasta  que  al  llegar  á  mediados  del  nivel  de  vidrio  se  cie- 
rra la  llave  de  admisión  y  la  de  vacío.  Se  comunica 
entonces  el  aspirador  con  la  atmósfera  por  medio  de  la 
llave  correspondiente  y  al  abrir  la  válvula  de  descarga  la 
meladura  saldrá  inevitablemente  por  estar  la  bomba  más 
baja  y  tener  la  presión  del  aire  sobre  su  superficie. 

Esto  es  una  gran  ventaja,  pues  la  bomba.no  necesita 
aspirar  y  no  trabaja  sino  impeliendo,  por  lo  cual  nunca 
cesa  de  funcionar  cualesquiera  que  sean  las  condiciones 
de  la  meladura. 

El  vacío  que  necesita  formar  la  bomba  cuando  aspira 
directamente  del  tacho,,  debe  ser  de  26  pulgadas  si  en 
<d  tacho  hay  20  pulgadas,  y  muchas  veces  por  la  dificultad 
de  conseguir  ese  vacío  y  aún  menos  en   dicha  bomba  á 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  149 

causa  de  la  temperatura  de  la  meladura,  de  las  entradas 
de  aire  y  otras  causas,  no  funciona  y  solo  se  consigue  ha- 
cerla trabajar  haciendo  bajar  el  vacío  del  tacho  admitien- 
do aire  por  el  bota  vacío  hasta  reducir  este  á  20  y  21 
pulgadas,  á  fin  de  facilitar  la  aspiración  y  extracción  de 
la  meladura  del  tacho.  Con  el  aspirador  ya  descrito, 
nunca  puede  suceder  esto,  y  por  lo  tanto  se  puede  tener 
siempre  la  seguridad  de  que  bombeará  la  bomba  mientras 
esta  esté  en  buen  estado. 

Bomba  de  guarapo. — En  el  capítulo  referente 
á  las  máquinas  de  moler  hemos  ya  hablado  algo  sobre  esta 
clase  de  bombas,  cuyo  objeto  como  hemos  dicho  es  expeler 
el  j  ugo  de  la  caña  á  un  depósito,  de  donde  va  á  las  defe- 
cadoras ó  directamente  á  estas.  Está  forrada  siempre  de 
bronce  y  sus  tuberías  son  de  cobre  á  fin  de  impedir  la 
acción  corrosiva  del  guarapo.  Las  hay  de  simple  efecto  y 
de  doble  efecto.  Las  primeras  están  conectadas  á  una  de 
las  mazas  de  la  cual  toman  el  movimiento  por  medio  de  un 
muñón  fijo  en  un  disco  enfrente  de  la  ruedfa  de  trasmisión 
del  conductor  de  bagazo;  y  las  segundas  están  articuladas 
al  mismo  eje  de  trasmisión  de  la  máquina  por  lo  cual  dan 
las  mismas  revoluciones  que  aquella. 

Las  de  simple  efecto  pertenecen  á  la  clase  de  bombas 
impelentes  pues  están  sumerjidas  en  el  líquido  y  única- 
mente trabajan  expeliendo  el  que  ha  entrado  en  su  inte- 
rior, al  bajar  el  pistón  y  cerrarse  la  válvula  de  pié. 

Las  segundas  son  de  la  clase  aspirante  é  impelente. 
En  ambos  casos  la  fuerza  proviene  de  la  máquina  y  es 
igual  si  lo  es  la  altura  ó  diferencia  de  niveles,  teniendo 
únicamente  la  de  simple  efecto  la  ventaja  de  no  tener  más 
que  una  válvula,  y  por  lo  tanto  ser  poco  propensa  á  en- 
torpecerse; en  cambio  tiene  la  desventaja  de  que  bom- 
beando el  guarapo  contenido  en  el  cuerpo  de  bomba  á 
golpes,  ó  sea  cada  vez  que  baja  el  pistón,  la  corriente  de 
aquel   es  muy  irregular,  siendo  á  veces  la  velocidad  del 


150  Fabricación  de  azúcar  de  caña. 

guarapo  en  las  tuberías  muy  rápida  y  otras  casi  nula, 
razón  por  la  cual  creemos  necesita  mayor  fuerza  que  ln  de 
doble  efecto  en  igualdad  de  circunstancias. 

Bomba  de  guarapo  defecado. — Por  lo  ge- 
neral, el  guarapo  defecado  y  caliente  es  aspirado  de  los 
depósitos  é  impelido  al  tacho  de  presión  del  triple  efecto 
por  medio  de  otra  bomba  llamada  de  guarapo  defecado. 
Es  igual  á  la  de  meladura,  si  bien  es  casi  siempre  de  sim- 
ple efecto  y  está  forrada  de  bronce,  con  válvulas  del  mis- 
mo metal  y  tubería  de  cobre.  Además  tiene  una  válvula 
de  seguridad  de  romana,  la  cual,  caso  de  que  por  descuido 
estuviese  cerrada  la  llave  de  alimentación  del  tacho  y  se 
echare  á  andar  la  bomba,  antes  de  romperse  el  tubo  ó  al- 
guna parte  de  ella,  se  abre  dicha  válvula  dando  salida  al 
guarapo  que  vuelve  al  tubo  de  aspiración  por  medio  de  un 
conducto  apropósito.  Una  llave  válvula  movida  de'sde  la 
plataforma  permite  graduar  la  entrada  del  guarapo,  en  el 
tacho  de  presión  ó  sea  en  el  primero. 

Es  de  advertir  que  en  esta  bomba  el  vacío  de  dicho 
tacho,  ayuda  poderosamente  su  trabajo;  tanto  que  si  los 
depósitos  están  á  tres  ó  cuatro  metros  del  fondo  de  aquel, 
el  guarapo  puede  levantar  las  válvulas  de  la  bomba  y  en- 
trar en  el  tacho  aunque  la  bomba  no  trabaje  por  lo  cual 
se  puede  decir  que  la  bomba  de  guarapo  caliente  es  la  que 
menos  da  que  hacer  en  la  casa  ingenio  y  es  hasta  necesa- 
rio tener  cuidado  de  cerrar  su  válvula  cuando  no  se  quie- 
re admitir  más  guarapo  en  el  tacho  de  presión  sino  se 
quiere  llenar  éste  hasta  el  domo. 

Aspirador  de  guarapo. — Algunas  instala- 
ciones carecen  de  bomba  de  guarapo  y  tienen  en  su  lugar 
un  aparato  llamado  aspirador  de  guarapo.  Consiste  en 
un  cilindro  de  hierro  dulce  montado  sobre  una  base  de 
hierro  fundido  que  descansa  sobre  la  plataforma  del  triple 
efecto  á  inmediaciones  del  tacho.  .  El  cilindro  es  de  la  ca- 
pacidad de  una  defecadora   de   40   hectolitros    (1000)  ga- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA, 151 

Iones  y  tiene  los  accesorios  siguientes:  una  llave  de  bronce 
para  la  alimentación  de  guarapo  el  cual  viene  de  los  tan- 
ques de  guarapo  defecado,  y  un  sistema  de  tres  llaves  una 
de  las  cuales  comunica  el  aspirador  en  el  tacho  de  mela- 
dura para  formar  vacío,  la  segunda  con  el  tacho  dé  pre- 
sión y  la  tercera  con  el  aire  libre.  Además  un  tubo  de 
vidrio  largo  sirve  para  ver  el  nivel  del  guarapo  dentro  del 
aspirador  y  una  tapa  de  registro  permite  el  examen  de  su 
interior.  Para  hacer  funcionar  este  aparato  se  le  comu- 
nica con  el  vacío  del  triple  efecto  por  medio  de  la  primera 
llave  con  lo  cual  se  forma  vacío  en  su  interior,  y  al  abrir  la 
llave  de  guarapo  este  es  aspirado  de  los  depósitos  y  lo  va 
llenando;  cuando  se  vé  por  el  nivel  que  está  lleno  se  cierra 
dicha  llave.  Comunícase  entonces  la  superficie  del  líquido 
con  la  atmósfera  abriendo  la  tercera  llave  y  al  abrir  las 
de  descarga  del  aspirador  y  de  alimentación  del  tacho,  in- 
mediatamente pasa  el  guarapo  á  "ese  en  cantidad  propor- 
cional á  la  abertura  de  las  llaves  pero  siempre  con  gran 
velocidad.  De  manera  que  en  los  cinco  minutos  que  dura 
esta  operación  se  hace  un  trabajo  equivalente  á  bombear 
cuatro  toneladas  de  guarapo,  sin  bomba  y  sin  complica- 
ciones de  ninguna  especie.  Motivo  por  el  cual  lo  preferi- 
mos á  la  bomba  de  guarapo  usada  hasta  hoy  día,  pues  todo 
lo  que  sea  suprimir  complicaciones  en  los  aparatos  es  ven- 
taja y  dar  un  paso  más  hacia  su  perfección. 

Hemos  tenido  oportunidad  de  observar,  que  si  al  te- 
ner vacío  en  el  aspirador  se  deja  entrar  el  guarapo  en 
gran  cantidad  y  rapidez  por  abrir  la  llave  de  alimenta- 
ción demasiado,  la  proyección  del  guarapo  contra  los  costa- 
dos produce  golpes  que  hacen  tambalear  el  aspirador,  por 
lo  cual  conviene  asegurar  bien  este  por  su  base  y  no  ha- 
brir  nunca  la  llave  de  golpe,  consejo  por  lo  demás  aplica- 
ble á  toda  clase  de  válvulas  y  llaves. 

Bombas  de  retornos, — Estas  son  las  que  sir- 
ven para  extraer  el  agua  producida  por  la  condensación 


152 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAB  DE  CAÑA. 

de  los  vapores  en  las  cajas  tubulares  del  segundo  y  tercer 
tacho  del  triple  efecto  á  consecuencia  como  hemos  dicho 
de  pasar  su  calórico  al  líquido  que  en  ella  hierve.  Son 
las  bombas  que  mejor  construidas  deben  de  ser,  por  tener 
que  luchar  continuamente  con  el  vacío  de  esos  tachos  y 
tenerlo  que  formar  á  lo  menos  igual  para  que  el  agua  de 
condensación  pueda  abrir  las  válvulas  de  retención  y  lle- 
gar á  las  bombas.  Por  lo  general  son  dos,  una  de  simple 
efecto  para  cada  tacho,  á  no  ser  que  exista  un  depósito  para 
los  retornos  del  cual  hemos  ya  hablado  en  cuyo  caso  no 
hay  más  que  una  de  doble  efecto.  Casi  siempre  están  provis- 
tas de  válvulas  metálicas  que  se  abren  y  cierran  automá- 
ticamente por  medio  de  una  excéntrica  movida  por  lo  gene- 
ral por  el  mismo  eje  de  la  bomba  de  aire  y  por  cuyo  medio 
se  consigue  un  juego  regular  y  preciso  de   dichos  órganos. 

El  agua  de  retornos  es  bombeada  en  clepósitocó  tan- 
que del  cual  se  extrae  para  el  lavado  de  las  defecadoras, 
clarificadoras  y  demás  aparatos  de  la  casa  caldera. 

En  algunos  ingenios  la  emplean  para  alimentar  las 
calderas,  procedimiento  que  reprobamos  sinceramente  pues 
no  consideramos  dicha  agua  conveniente  para  ser  someti- 
da á  la  vaporización  en  las  calderas,  por  el  amoniaco  en 
ella  contenida  y  estar  cargada  por  lo  regular  con  cierta 
cantidad  de  guarapo  que  á  ella  pasa  si  se  dejan  llenar  de- 
masiado los  tachos  del  triple  efecto;  y  hasta  sin  llenarlos, 
si  los  vasos  de  seguridad  son  defectuosos,  por  la  tendencia 
de  las  gotas  de  líquido  en  suspensión  á  seguir  la  corriente 
de  los  vapores  engendrados  por  la  bomba  de  aire  al  hacer- 
se vacío.  Es  una  cosa  probada  que  el  agua  en  tales  con- 
diciones es  sumamente  corrosiva  como  se  puede  ver  en 
los  tubos  de  descarga  de  hierro  de  las  bombas  de  aire  y 
en  los  órganos  interiores  de  estas  mismas  donde  se  vén  y 
encuentran  ácada  rato  tornillos  sin  tuerca  y  con  vestigios 
de  cabeza  por  haber  sido  esta  radicalmente  comida  por  di- 
cha acción,  y  tubos   de    hierro    completamente  picados  a] 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 153 

cabo  de  dos  ó  tres  años.  No  hay  pues  para  qué  decir  que 
en  el  interior  de  las  calderas  debe  existir  idéntica  corro- 
sión en  sus  planchas  acortando  su  duración  y  exponién- 
dolas á  una  explosión  inesperada. 

Al  hablar  de  dicha  agua,  nos  referimos  únicamente  á 
la  que  procede  de  los  tachos  segundo  y  tercero,  la  cual 
extraen  las  bombáis  de  retorno,  pues  la  que  proviene  del 
tacho  de  presión,  (condensación  del  vapor  de  escape  de 
las  máquinas)  y  la  procedente  de  serpentines  y  doble  fon- 
dos, no  hay  para  qué  decir  que  es  la  mejor  agua  para  ali- 
mentar las  calderas  que  se  puede  conseguir  en  la  casa 
ingenio,  siendo  ó  debiendo  ser  agua  destilada  y  si  no  lo  es, 
algún  serpentin,  calandria  ó  doble  fondo  debe  de  salirse. 

Esta  es  el  agua  que  va  al  recipiente  llamado  de  re- 
tornos, de  donde  aspira  la  bomba  de  alimentación  para 
alimentar  las  calderas. 

Recipiente  de  retornos. — El  recipiente  de 

retornos  (figura  17)  consiste  en  un  cilindro  de  hierro  más 
ó  menos  largo,  pero  que  siempre  debe  tener  los  accesorios 
siguientes. 

Un  tubo  de  nivel  (h)  para  saber  el  del  agua  dentro 
del  recipiente  y  si  está  limpia.  El  tubo  de  desagüe  6  trop 
jríein  (n)  debe  terminar  en  campana  á  unos  15  ó  20  centí- 
metros de  la  parte  superior  del  recipiente,  para  que  las 
materias  grasas  que  flotan  puedan  separarse  mejor  por 
encontrar  mayor  abertura  al  llegar  el  agua  al  nivel  de 
dicho  tubo.  El  tubo  de  alimentación  (o)  no  arranca  del 
mismo  fondo  sino  que  penetra  unos  16  centímetros  den- 
tro del  recipiente  para  que  no  entren  en  él  los  cuerpos 
extraños  insolubres  que  pueden  depositarse  en  el  fondo. 
Tiene  además  un  tubo  de  desahogo  (f)  para  que  los  vapo- 
res del  agua  caliente  no  lleguen  á  hacer  presión  dentro  del 
recipiente  lo  cual  sería  perjudicial  á  la  libre  entrada  de 
los  retornos.  Además  tiene  llaves  para  agua  fría  y  calien- 
te y  las  diferentes  entradas  de  los  tubos  de  retornos,  (a,  b, 


154  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

c,  d,  e,  q)  proviniendo  de  los  tachos,  defecadoras,  clarifica- 
doras, prime*r  tacho  del  triple  efecto,  cachaceras,  etc. 

Conviene  como  hemos  indicado  colocar  este  recipiente 
siempre  algo  más  alto  que  la  bomba  de  alimentación. 

Bomba  de  alimentación— Las  bombas  de 

alimentación  son  como  su  nombre  indica,  para  alimentar 
ó  suministrar  á  las  calderas  el  agua  que  pierden  por  la 
vaporización,  y  cuyo  vapor  pasa  á  las  máquinas  para  dar- 
les movimiento  ó  á  los  aparatos  para  la  calefacción  de  los 
líquidos.  Son  de  simple  y  doble  efecto  y  generalmente 
independientes.  Las  hay  de  rotación  y  de  movimiento 
alternado  sin  rotación.  Están  sujetas  á  las  mismas  con- 
diciones que  las  bombas  ya  descritas,  con  la  particularidad 
de  requerir  una  esmerada  contrucción,  por  tener  la  mayor 
parte  de  las  veces  que  funcionar  con  agua  muy  caliente, 
por  lo  cual  hemos  ya  hecho  notar  la  conveniencia^  de  co- 
locar el  recipiente  de  agua  lo  más  elevado  posible  para 
que  no  tengan  que  aspirar  sino  de  muy  poca  ó  ninguna 
altura. 

Como  tienen  que  forzar  el  agua  contra  la  tensión  del 
vapor  en  las  calderas  á  cualquiera  presión  á  que  estas  se 
hagan  trabajar,  están  ya  proporcionadas  de  acuerdo  con 
dicho  trabajo,  y  además  cada  tubo  de  alimentación  parcial 
de  las  calderas  está  provisto  de  una  válvula  de  retención 
que  permite  entre  el  agua  en  ellas,  pero  que  de  ningún 
modo  la  deja  salir. 

Ocurre  á  veces,  que  por  interponerse  algún  cuerpo 
extraño  entre  la  válvula  y  su  asiento,  la  presión  de  la 
caldera  impele  el  agua  hasta  la  bomba,  y  ésta  deja  de 
alimentar.  Conviene  inmediatamente  incomunicar  dicha 
válvula  con  la  caldera,  desarmar  su  tapa  y  proceder  á  su 
inspección  y  limpieza.  También  sucede  á  veces  que  llega 
á  calentarse  tanto  el  tubo  de  alimentación,  que  la  tensión 
del  vapor  en  él  contenido  al  levantarse  la  válvula  no  la 
deja  bajar,   haciendo  el  mismo  efecto  que  si   esa  tuviera 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


155 


algún  cuerpo  extraño  en  su  asiento.  En  tal  caso,  alimen- 
tando un  poco  con  agua  fría,  se  condensa  dicho  vapor  y 
la  válvula  cierra,  empezando  desde  luego  la  alimentación. 


Estas  bombas,  sobre  todo  las  francesas,  tienen  las 
válvulas  movidas  automáticamente  por  una  excéntrica 
fija  en  el  misino  eje  de  los  volantes,  y  requieren  los  mis- 
mos cuidados  y  más  que  las  de  retorno  por  la  importancia 
de  sus  funciones  en  mantener  el  agua  en  las  calderas  á  un 
nivel  conveniente  y  de  seguridad. 

La  fuerza  que  ejercen  dichas  bombas,  se  calcula  como 
en  el   ejemplo  que  hemos  dado  para  las  bombas  de  agua, 


156 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

tomando  por  altura  la  que  corresponde  á  la  presión  del  va- 
por en  las  calderas,  es  decir,  si  es  de  cuatro  atmósferas  será 
equivalente  á  una  altura  de  4X10.33=  ó  sea  de  41.™  32  = 
lo5  pies  6  pulgadas. 

Muchas  veces  existe  una  válvula  de  seguridad  para 
que  si  todas  las  llaves  de  alimentación  estuviesen  cerradas, 
se  eviten  desperfectos  en  las  tuberías  permitiendo  el  agua 
expelida,  volver  al  recipiente  de  alimentación. 

Bombas  (le  miel. — Las  bombas  de  miel  sirven 
para  bombear  esta  del  depósito  donde  va  la  de  las  centrí- 
fugas al  purgar  el  azúcar,  á  los  depósitos  superiores,  de 
donde  se  alimenta  el  tacho  cuando  en  él  se  efectúa  una 
templa  de  miel.  Pueden  ser  también  de  doble  ó  simple 
efecto,  sus  válvulas  son  de  bronce,  los  cilindros  están 
forrados  de  lo  mismo  y  sus  tuberías  son  de  cobre. 

Debido  á  la  viscosidad  del  líquido  que  deben  bombear, 
á  veces  se  pegan  los  émbolos  y  válvulas,  por  lo  cual  con- 
viene lavarlos  á  menudo,  haciéndoles  trabajar  con  agua 
para  que  disuelva  la  miel,  y  si  esta  es  demasiado  espesa 
aclararla  un  poco.  Conviene  también  remojar  de  vez  en 
cuando  la  parte  saliente  del  pistón  y  prensa  estopas.  Por 
la. mucha  densidad  de  la  miel,  deben  estar  colocadas  de 
manera  á  aspirar  de  poca  altura,  y  tener  el  conducto  de 
aspiración  bastante  grande  para  evitar  que  con  el  tiempo 
llegue  á  obstruirse  por  las  diferentes  capas  de  miel  que  se 
depositan  y  secan  en  él  á  cada  parada. 

Somos  del  parecer  de  suprimir  las  cucuyems  ó  colado- 
res en  la  parte  inferior  de  los  tubos  de  aspiración,  pues  á 
nada  conducen  de  provecho,  y  muy  amenudo  por  taparse 
los  agujeritos  no  puede  aspirar  la  bomba;  hasta  que  se 
desarma  el  tubo  y  limpia  la  susodicha  cucuyera.  Un  tubi- 
to  de  vapor  con  su  llave  para  poder  dar  inyecciones  de 
vapor  á  dicho  tubo  de  vez  en  cuando  es  muy  conveniente, 
pues  lo  limpia  perfectamente  expeliendo  cualquier  obstá- 
culo que  se  halle  en  su  interior. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  157 

Hemos  dado  pues  una  reseña  de  todas  las  bombas 
que  se  hallan  en  una  instalación  completa  y  algunas  de 
sus  particularidades;  agregaremos,  que  de  todas  existen 
variadas  clases,  según  el  fabricante,  siendo  las  unas  como 
las  francesas  y  muchas  inglesas  de  rotación,  otras  como 
las  americanas  de  movimiento  alternado,  el  mismo  pistón 
ó  su  vastago  cambiando  la  posición  de  la  válvula  de  dis- 
tribución, antes  de  llegar  al  fin  de  curso,  como  en  las  de 
Blake,  Knowles,  Deane,  Gárrison,  Cameron,  Worthington, 
etc.  Debemos  decir  imparcialmente  que  preferimos  las  de 
rotación,  por  gastar  menos  vapor,  por  tener  menos  órganos 
interiores  propensos  á  descomponerse  y  por  su  mayor  dura- 
ción como  está  probado,  sin  que  esto  sea  rebajar  los  méritos 
de  las  bombas  cuyos  nombres  hemos  dado,  y  que  en  las 
grandes  obras  hidráulicas  para  abastecimientos  de  ciuda- 
des, desagües  de  minas,  escavaciones  y  otros  trabajos, 
dan  muy  buenos  resultados. 


158  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


CAPITULO  II. 

ENFRIADEROS. RETORNOS. RECIPIENTE  DE  VAPOR  DE  ESCAPE. 

RECIPIENTE    DE    VAPOR    DIRECTO. 

H  f  l  agua  caliente  que  proviene  de  las  descargas  de  las 
bombas  de  aire  es  expelida  por  las  de  agua  á  un 
deposito  llamado  enfriadero  donde  por  la  evaporación  de 
parte  de  ella  <se  consigue  bajar  su  temperatura  de  algu- 
nos grados,  á  fin  de  que  vuelva  á  servir  para  las  inyec- 
ciones en  los  condensadores. 

Dicho  enfriamiento,  depende  únicamente  como  liemos 
dicho  de  la  evaporación  de  parte  de  ella  la  cual  es  más  ó 
menos  activa,  según  la  construcción  del  enfriadero  y  el 
estado  del  aire  exterior. 

Las*  leyes  que  rijen  la  evaporación  del  agua  a  bajas 
tensiones  son  las  siguientes  : 

Primera  ley. — La  evaporación  es  proporcional  al  enta- 
llo liiyroméirico  del  aire,  es  decir  á  la  cantidad  de  vapor  de 
agua  que  éste  contenga,  y  por  lo  tanto  á  la  que  pueda  ab- 
sorber hasta  su  punto  de  saturación  á  una  misma  tem- 
peratura. 

Un  gas,  lo  mismo  que  un  líquido,  se  llama  estar  sa- 
turado de  otro  cuerpo,  cuando  ya  no  puede  contener  en 
su  masa  mayor  cantidad  sin  que  se  condense  ó  deposite. 

Segunda  ley. — La  evaporación  ea  proporcional   á  la 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  159 

temperatura  del  agua  y  del  aire  exterior.  Tercera;  es  pro- 
porcional á  la  superficie  del  agua  expuesta  al  aire  libre. 

Siendo  esta  última,  la  única  que  nos  es  dado  variar, 
es  claro  que  cuanta  mayor  sea  la  superficie  del  enfriadero 
mayor  será  la  evaporación  del  agua  que  vaya  á  él,  impe- 
lida por  las  bombas. 

La  evaporación  de  una  cantidad  de  agua  determina- 
da, requiere  cierta  cantidad  de  calor  latente  que  no  puede 
tomar  sino  de  la  misma  agua  de  que  proceden  los  vapores, 
de  lo  cual  resulta  el  enfriamiento  de  aquella  que  es  mayor 
ó  menor,  según  la  cantidad  evaporada. 

Se  comprenden,  pues,  fácilmente  las  ventajas  de  una 
circulación  activa  del  aire  dentro  del  enfriadero,  pues  si 
llegara  á  quedar  estacionario,  se  saturaría  de  humedad  é 
impediría  la  evaporación  de  nuevas  cantidades  de  agua 
caliente. 

Para  conseguir  mucha  superficie  en  poco  volumen, 
se  dá  á  los  enfriadores  una  altura  de  siete  ú  ocho  metros 
y  se  dividen  en  seis  ó  siete  pisos.  Los  enfriadores  son  de 
madera  ó  de  hierro,  y  cada  piso  se  compone  de  un  núme- 
ro de  viguetas  que  sostienen  lechos  de  mojes  y  de  cañas 
bambas  generalmente,  en  los  ingenios  de  Cuba.  Las  vi- 
guetas son  á  su  vez  sostenidas  por  soleras  de  madera  ó  de 
hierro  angular,  y  los  lechos  están  colocados  en  varias  ca- 
pas cruzándose  las  unas  á  las  otras.  De  esta  fuerte,  el 
agua  al  caer  desde  el  piso  superior  por  una  serie  de  cana- 
les horizontales  llenas  de  agujeros  ó  dientes  que  la  distri- 
buyen con  regularidad  sobre  tocia  la  superficie,  lo  hace 
muy*dividida  por  entre  los  intervalos  de  las  ramas,  y  cujes, 
al  segundo  piso;  de  éste  vá  cayendo  al  tercero  y  así  suce- 
sivamente enfriándose  cada  vez  más  hasta  caer  al  depósi- 
to del  enfriadero.     Este  es  siempre  de  manipostería. 

Hemos  visto  enfriaderos  ostentando  un  tanque  de 
sillería  ó  de  ladrillo  muy  costoso,  provistos  en  el  medio 
con  una  escuálida    armazón  de  madera  vieja  presentando 


160  FABRICACIÓN  DE  AZUCAlt  DE  CAÑA. 

muy  poca  superficie  y  con  unos  cuantos  bambús  muy 
clareados  sobre  los  cuales  caía  el  agua  á  graneles  chorros 
y  en  igual  forma  los  atravesaba,  llegando  casi  tan  caliente, 
al  depósito  inferior  como  al  salir  de  las  bombas  de  aire. 

Respecto  á  la   circulación  del  aire  en  los  enfriaderos, 
-completamente  cubiertos,  siempre  la  hay  lateral  y  mucho 
más  si    reina  alguna  brisa.     Sin  embargo,  se  construyen 
últimamente    enfriaderos    llamados    de  tiro  central  que  la. 
favorecen  mucho. 

Dichos  enfriaderos  son  idénticos  a  los  |ya  descritos, 
'  sólo  que  en  el  medio  ó  centro,  se  deja  sin  cubrir,  un  espa- 
cio en  los  lechos  de  todos  los  pisos.  El  resultado  de  esta 
modificación  es  que  el  aire  caliente  sube  por  esos  claros 
como  por  una  chimenea,  y  llama  al  aire  exterior  por  los 
costados,  estableciéndose  asi  una  activa  circulación  y  en 
su  •  consecuencia  mayor  evaporación  y  enfriamiento  del 
agua. 

Un  enfriadero  en  esta  forma,  es  un  verdadero  enfria- 
dero y  contribuye  en  mucho  al  buen  vacío  de  los  aparatos. 

Como  es  natural,  á  fuerza  de  evaporarse  el  agua,  se 
vá  perdiendo  cierta  cantidad  que  si  no  se  reemplazara 
llegaría  á  ser  causa  de  vaciarse  el  depósito.  Con  este 
motivo  se  suele  de  vez  en  cuando  alimentar  éste  con  agua 
fría  y  nueva,  siendo  esto  más  necesario  cuanto  menor  es 
la  cantidad  de  agua  de  retornos  que  vá  al  enfriadero. 

Muchas  son  las  formas  más  ó  menos  caprichosas  que 
se  les  suele  dar;  los  hay  circulares,  piramidales,  escalona- 
dos, pero  preferimos  los  rectangulares  de  lechos  iguales. 
Sin  embargo,  todos  son  buenos  si  reúnen  las  condiciones 
ya  enumeradas. 

Sus  dimensiones  varían  mucho,  dependiendo  de  la 
cantidad  de  agua  que  es  menester  enfriar.  El  enfriadero 
metálico  del  ingenio  «Santísima  Trinidad,»  tiene  2,000 
metros  cuadrados  de  superficie  y  es  de  hierro  galvanizado. 

Cualquiera  que  sea  la  forma  de  los  enfriaderos  deben 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  1.61 

estar  sólidamente  construidos  y  apuntalados,  pues  és  -mu- 
cha la  superficie  que  presentan  al  viento  y  no  pocos  son 
derribados  durante  las  tormentas  ciclónicas  á  las  cuales 
por  desgracia  está  sujeta  la  isla  de -Cuba. 

'  En  varios  ingenios,  para  evitar  la  gran  pérdida  de 
agua  ocasionada  por  el  viento,  cubren  el  lado  de  donde 
viene' éste,  con  hojas  de  palmera  ú  otro  material,  con  lo 
cual  sj.  bien  es  verdad  que  disminuye  aquella,  también  se 
enfria  menos  el  agua. 

La  disminución  de  temperatura  puede  llegar  á  ser  de 
20  áf.30  grados. 

La  cantidad  de   agua  perdida  por  la    evaporación, 
puede  determinarse  por  la  siguiente  fórmula: 

TXV 
P= 


650-t 
en  la  cual  % 

P  es  el  peso  del  agua  perdida  ó  evaporada. 

T  temperatura  ó  grado  de  calor  disminuidos. 

V  volumen  de  agua  que  vá  al  enfriadero, 

t    temperatura  del  agua  que  sale. 

Es  decir  la  cantidad  perdida  es  igual  á  los  calones 
tomados  al  agua,  multiplicados  por  el  volumen  de  esta  y 
divididos  por  la  diferencia  entre  650  calories  y  ¿a  tempe- 
ratura del  líquido  ya  enfriado. 

Para  evitar  el  trasporte  á  los  condensadores  de  los 
cuerpos  extraños  que  caen  en  el  enfriadero,  la  aspiración 
del  agua  se  hace  en  una  poceta  más  baja  que  el  fondo  de 
aquel  y  guarnecida  de  una  jaula  provista  de  telas  metáli- 
cas ó  simplemente  de. tablas  perforadas. 

Cuando  por  descuido  va  meladura  con  el  agua  de  con- 
densación al  enfriadero,  á  los  pocos  días  se  ennegrece  aque- 
lla, aparecen  espumas  sobre  su  superficie  y  acaba  por 
descomponerse   de  tal  modo,  que  su  olor   se   hace  inso- 

n 


162  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

portable.  Se  procede  entonces  á  vaciarlo,  a  limpiarlo 
bien  quitando  una  sustancia  negra  y  gomosa  que  suele 
quedar  en  el  fondo  y  pegada  á  las  paredes,  y  después  se 
vuelve  á  llenar  de  agua  nueva. 

Para  estas  operaciones,  todo  enfriadero  tiene  una  lla- 
ve de  alimentación,  un  trop  plein,  una  válvula  de  descar- 
ga y  la  válvula  de  salida,  situada  al  principio  del  conducto 
que  comunica  con  los  condensadores  dentro  de  la  casa 
ingenio. 

Meto  i' i  l  OS, — Muchas  veces  durante  el  curso  de  este 
libro  hemos  mencionado  los  retornos  ó  sea  el  producto  de 
las  condensaciones  del  vapor  directo  ó  de  escape  después 
de  haber  ejercido  su  acción  calorífica  en  los  diversos  apa- 
ratos. Como  es  indispensable  que  se  extraigan  á  medida 
que  se  forman,  pues  de  no  ser  asi  perderíase  mucha  super- 
ficie de  caldeo  por  estar  parte  de  los  doble  fondos  ó  serpen- 
tines llenos  de  agua,  y  al  mismo  tiempo  siendo  necesario 
que  no  salga  vapor  con  ellos,  se  han  ideado  varios  apara- 
tos de  los  cuales  vamos  á  tratar. 

En  primer  lugar,  cada  defecadora  y  clarificadora,  es  de- 
cir, cada  doble  fondo  ó  serpentín,  tiene  un  tubo  corto  ter- 
minado por  una  válvula  de  retención  por  donde  sale  el 
agua  cuando  la  presión  interior  es  superior  á  la  exterior. 
Todas  las  válvulas  pertenecientes  á  las  defecadoras,  comu- 
nican concuna  tubería  general  que  conduce  los  retornos  á 
un  aparato  llamado,  caja  de  retornos,  liydro  extractor,  tram- 
pa 6  flotante.  Los  de  las  clarificadoras,  tienen  el  suyo 
particular  y  así  mismo  cada  serpentín  del  tacho,  y  las  ca- 
chaceras. 

Este  aparato  se  compone  (figura  18)  de  la  caja  F  la 
cual  tiene  una  abertura  (c)  por  donde  entra  el  agua.  La 
tapa  (a)  tiene  otra  (b)  por  donde  sale  y  comunica  con  un 
tubo  de  bronce  (e)  abierto  en  sus  dos  cabezas,  y  que  llega 
hasta  cerca  del  fondo  de  la  caja  de  retornos.  Un  flotante 
(d)  de  cobre,  cilindrico  y  abierto  en  su   parte  superior  al 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  163 

cual  sirve  de  guía  dicho  tubo,  y  que  tiene  de  20  á  25  cen- 
tímetros de  alto  por  unos  15  de  diámetro,  completa  el  apa- 
rato. 

Su  operación  es  como  sigue:  al  ir  entrando  el  agua  de 
los  retornos,  va  ocupando  en  la  caja  el  espacio  al  rededor 
del  flotante  el  cual  empieza  á  subir  hasta  que  por  la  reac- 
ción del  agua,  llega  á tocar  y  tapar. el  tubo  de  bronce,  des- 
de ese  momento  sigue  subiendo  el  agua  hasta  que  rebosa 
por  encima  del  flotante,  cae  en  este  y  lo  va  llenando.  Al 
contener  dicho  flotante  más  agua  que  la  que  puede  en  flo- 
tación cae  al  fondo,  queda  el  tubo  libre  y  el  agua  impelida 
por  la  presión  del  vapor  sale  por  él  y  vá  por  una  tubería 
especial  al  recipiente  de  retornos.  Se  repite  el  mismo 
fenómeno,  hasta  que  se  establece  el  equilibrio  entre  el  ci- 
lindro flotante  y  la  presión  del  agua,  por  el  cual  salen  con- 
tinuamente los  retornos  sin  salir  vapor  á  medida  que  van 
llegando. 

Como  se  vé,  la  operación  es  bastante  sencilla  y  estan- 
do debidamente  proporcionados,  trabajan  siempre  biéu. 

Las  valvulitas  de  retorno,  por  el  contrario,  si  existe 
en  la  tubería  general  mas  presión  que  en  el  doble  fondo  ó 
serpentín  al  cual  pertenecen,  suelen  quedar  pegadas  á  sus 
asientos.  Se  salva  este  inconveniente  por  el  remedio  he- 
roico de  darles  golpes  con  un  pedazo  de  madera,  es  decir, 
á  palos,  sistema  generalmente  empleado. 

Ocurre  á  veces,  que  al  abrir  la  válvula  de  vapor  de 
las  defecadoras  óyense  fuertes  golpes  en  el  doble  fondo,  lo 
cual  no  indica  otra  cosa,  sino  que  hay  agua  en  él.  Para 
remediar  este  inconveniente,  ciérrase  el  vapor,  y  destápa- 
se la  válvula  de  retención;  al  abrir  un  poco  la  llave  de 
vapor  saldrá  el  agua  y  cuando  haya  salido  toda,  se  vuel- 
ve á  tapar  la  válvula,  teniendo  cuidado  que  esta  esté  lim- 
pia y  funcionará  bien  la  defecadora.  De  ningún  modo  de- 
be tolerarse  que  los  golpes  continúen  pues  pueden  ocasionar 
la  rotura  del  doble  fondo. 


1(34  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Reguladores  de  presión. — En  lugar  de  los 
flotantes  de  los  cuales  hemos  hablado,  se  emplean  también 
unos  aparatos  llamados  reguladores  de  'presión. 

En  el  sistema  del  cual  acabamos  de  ocuparnos,  se  re- 
quieren varios  flotantes  que  á  veces  llegan  á  doce  ó  catorce 
para  el  servicio  de  retornos,  en  la  casa  ingenio,  mientras 
que  en  el  Regulador  de  presión  uno  ó  dos  de  estos  sirven 
para  todos.  Se  compone  de  un  recipiente  cilindrico  de 
hierro  dulce,  con  dos  aberturas;  la  una  para  la  entrada  y 
la  otra  para  la  salida  del  agua.  En,  el  interior  hay  una 
palanca  de  segundo  orden  que  está  articulada  á  un  flotan- 
te por  un  extremo  mientras  que  por  otro  punto  lo  está  á 
una  válvula  que  abre  ó  cierra  la  salida  de  los  retornos  por 
el  tubo  del  fondo.  El  flotante  está  equilibrado  por  medio 
de  un  contrapeso  colocado  al   otro  extremo  de  la  palanca. 

En  la  parte  superior  del  Regulador  hay  una  válvula 
que  se  puede  abrir  y  cerrar  á  voluntad,  y  lo  hace  ella 
misma  cuando  la  presión  interior,  es  superior  á  la  que 
conviene,  dejando  salir  el  vapor  que  vá  al  Recipiente  de 
vapor  de  escape,  y  por  lo  tanto  se  aprovecha. 

Este  aparato  opera  como  sigue:  cuando  el  agua  llega 
al  flotante  en  suficiente  cantidad,  estando  lleno  el  fondo 
del  Regulador,  aquel  se  vá  levantando  hasta  que  la  palan- 
ca abre  la  válvula  y  sale  impelida  por  el  vapor  en  direc- 
ción del  recipiente  de  retornos.  Desde  este  momento  se 
mantiene  en  el  Regulador  una  salida  constante  de  agua  y 
una  presión  ele  vapor  de  15  á  25  libras,  mientras  que  la 
de  los  serpentines  y  doble  fondos  es  de  45  á  60  libras.  De 
este  modo  se  puede  abriendo  ó  cerrando  más  ó  menos  la 
válvula  superior  mantener  una  contra  presión  convenien- 
te dentro  del  Regulador,  que  impida  que  el  agua  de  retor- 
nos salga  demasiado  aprisa,  dando  lugar  al  vapor  directo 
para  que  ejerza  su  completa  acción  en  los  aparatos.  Por 
este  motivo  se  llama  Regulador  de  presión,  Tiene  además 
su  manómetro  correspondiente. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  165 

La  velocidad  con  la  cual  sale  el  agua  de  los  retornos 
se  puede  determinar  por  la  siguiente  fórmula 


k^20g  (P-p) 


v=- 


donde  (v)  es  la  velocidad. 

P  la  presión  en  el  doble  fondo  ó  serpentines. 

p  la  presión  en  'el  Regulador. 

d  la  densidad  del  agua. 

k  el  coeficiente  de  salida  por  un  tubo  cilindrico. 

Los  aparatos  que  hemos  explicado  no  se  usan  más 
que  para  las  condensaciones  del  vapor  directo.  Las  del 
vapor,  de  escape  pasan  por  sus  válvulas  de  retención,  y 
van  directamente  al  recipiente  de  retornos. 

Recipiente  de  vapor  de  escape. — El  vapor 

de  escape  de  las  máquinas  y  el  que  procede  >del  Regulador 
de  presión  cuando  se  levanta  su  válvula,  van  á  un  reci- 
piente cilindrico,  de  donde  lo  toman  el  tacho  y  el  triple 
electo.  Este  recipiente  que  es  de  hierro  dulce,  tiene  en  su 
interior  una  palanca  y  flotante  idénticos  á  lo  del  Regulador 
de  presión,  y  en  su  parte  superior  tiene  una  válvula  que  se 
puede  abrir  y  cerrar  á  voluntad  y  que  lo  hace  automáti- 
camente cuando  la  presión  interior  pasa  de  7.5  übras  por 
pulgada,  por  no  convenir  que  el  primer  tacho  de  triple 
efecto,  que  es  el  que  toma  el  vapor  del  recipiente,  trabaje 
á  esa  ó  mayor  presión.  Así  es,  que  cuando  hay  mucho 
vapor  de  escape  y  el  tacho  no  está  cocinando,  se  hace  nece- 
sario á  veces  abrirla,  para  tener  algún  vacío  en  el  primer 
tacho  del  triple  efecto.  Otras  veces  por  el  contrario,  es 
menester  abrir  una  llave  de  vapor  directo  con  la  cual  está 
provisto  para  ayudar  á  la  evaporación  del  aparato  al  vacío 
ó  del  tacho  por  falta  de  escapes.  EL  manejo  de  ambas  debe 
ser  tal,  que  raramente   sea  necesario  abrir  la  válvula  de 


ÍGG  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 

escape  para  hotar  vapor,  pues  eso  indica  mal  manejo  de 
ellas  y  pérdida  de  combustible,  no  debiendo  hacerse  sino 
en  casos  excepcionales. 

El  flotante  y  la  palanca  de  los  cuales  liemos  hablado, 
son  para  que  el  agua  procedente  la  condensación  de  parte 
del  vapor  de  escape,  pueda  salir  dejando  libre  el  recipien- 
te pues,  de  otro  modo  llegaría  á  llenarlo. 

Recipiente  de  vapor  (¡¡recto. — En  lugar  de 

comunicar  los  diferentes  aparatos  con  las  calderas  direc- 
tamente por  medio  de  tuberías,  se  emplea  un  recipiente 
cilindrico  de  hierro  dulce  que  recibe  el  vapor  de  ellas,  y 
el  cual  por  medio  de  diferentes  tubuluras,  provistas  cada 
una  con  su  llave  lo  surte  á  los  serpentines  del  tacho,  á  las 
defecadoras  y  clarificadoras  y  demás  aparatos  que  lo 
necesiten.  Una  válvula  en  el  fondo  de  su  interior^  movi- 
da por  un  flotante,  sirve  para  desalojar  el  agua  de  con- 
densación, á  fin  de  que  no  se  llene  de  ella.  Este  recipiente 
es  particularmente  útil  para  impedir  que  en  el  caso  de 
fomehtar  las  calderas  y  dar  lugar  á  proyecciones  de 
agua,  pueda  esta  llegar  á  las  máquinas  causando  gol- 
pes contra  las  tapas  de  sus  cilindros  y  exponiéndose  á 
averías. 

Además  del  recipiente,  conviene  tener  en  cada  tube- 
ría de  vapor  una  llave  pequeña  para  que  por  ella 
salga  tddo  el  vapor  condensado  que  se  produce  cada  vez 
que  se  echan  á  andar  los  aparatos,  estando  las  tuberías 
frías. 

Tales  son  los  aparatos  y  accesorios  que  componen  los 
de  evaporación  al  vacío;  hemos  omitido  multitud  que  por 
no  ser  de  general  aplicación  y  menos  eri  Cuba,  no  nos  ha 
parecido  necesario  dar  una  reseña,  de  ellos.  Como  se  puede 
ver,  el  manejo  acertado  de  esa  clase  de  aparatos,  además 
de  la  parte  química  correspondiente  á'  la  elaboración, 
requiere  mucho  cuidado  y  una.  completa,  comprensión 
de  sus  diferentes  partes,  que  solamente  una  larga  práctica, 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  167 

combinada  con  conocimientos  físicos  y  mecánicos  puede 
dar.  No  basta  para  ello  saber  cerrar  o  abrir  la  multitud 
de  llaves  que  les  pertenecen,  para  darse  por  enterado  de  los 
aparatos  al  vacío,  pues  es  menester  saber  el  por  qué  y  á 
este  fin  liemos  tratado  de  explicarlos,  reconociendo  empe- 
ro, que  queda  mucho  que  decir  aún  sobre  asunto  tan  im- 
portante. 


IOS  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  BE  CAÑA. 


CAPITULO  III. 

CALDERAS-DIVERSAS   CLASES.-RESISTENCIA.-INCRUSTAGIONES. 

EXPLOSIONES. 

13^  asta  aquí  nos  hemos  ocupado  de  los  aparatos  dedica- 
dos á  la  fabricación  del  azúcar,  y  hemos  descrito  los 
más  modernos  en  uso  en  las  mejores  instalaciones  de  in- 
genios en  la  isla  de  Cuba,  los  cuales  son  los  mismos,  salvo 
algunas  pequeñas  modificaciones,  que  los  que  se  usan  en 
las  fábricas  de  azúcar  de  caña  de  otras  partes.  Hemos 
también  hablado  repetidas  veces  del  vapor  empleado  para 
su  funcionamiento  y  de  los  mecanismos  usados  para  su 
mejor  y  más  económico  uso,  cosa  de  gran  importancia, 
sobre  todo,  en  los  ingenios  donde  por  no  tener  monte  firme 
ó  tierras  vírgenes  en  sus  terrenos,  tienen  que  procurarse 
leña  ó  carbón  de  piedra  para  combustible. 

Vamos  ahora  á  describir  las  clases  de  calderas  ó  ge- 
neradoras de  vapor  más  usadas,  y  de  dar  algunos  datos 
sobre  ellas  que  creemos  no  carecerán  de  interés  en  vista 
de  ser  la  parte  dedicada  á  la  generación  del  vapor,  una 
de  las  más  importantes  de  los  ingenios. 

El  primer  tipo  de  calderas  que  se  usó  en  la  isla  de 
Cuba,  fué  el  de  las  cilindricas  de  las  cuales  existen  aún 
no  pocas.  Reúne  esta  clase  mucha  solidez  y  ofrece  gran 
seguridad.      La  cantidad  de  agua  evaporada  en  ellas  por 


Fabricación  de  azúcar  de  caña. 160 

metro  cuadrado  y  hora,  suele  ser  de  22  á  30  kilogramos, 
equivalente  á  la  potencia  de  un  caballo  por  metro  cuadra- 
do y  como  la  trasmisión  del  calórico  se  efectúa  sólo  exte- 
riormente  y  el  volumen  de  agua  es  muy  grande,  tardan 
mucho  en  levantar  vapor,  pero  si  bien  esto  es  una  des., 
ventaja,  en  cambio  una  vez  conseguida  la  presión  deseada, 
es  fácil  mantenerla. 

Su  superficie  aumentando  porporcionalmente  al  largo 
siendo  el  diámetro  igual,  y  requiriendo  de  8  á  10  pies 
cuadrados  por  caballo,  resulta  que  á  no  ser  de  un  tamaño 
muy  grande  ó  más  bien  largo,  no  se  prestan  para  grandes 
potencias  y  no  pasan  generalmente  de  30  á  50  caballos. 

A  una  caldera  cilindrica  de  3  pies  de  diámetro  y  40 
pies  de  largo,  se  le  puede  considerar  una  potencia  de  50 
cabalaos,  y  reúne  la  circunstancia  particular  que  por  cada 
pié  y  medio  que  tenga  de  más  ó  de  menos  en  su  largo,  au- 
menta ó  disminuye  su  potencia  evaporativa  de  un  caballo. 

Para  aumentar  ésta  en  las  calderas,  cilindricas  sin 
aumentar  su  tamaño  y  abreviar  el  tiempo  necesario  para 
levantar  vapor,  se  adoptaron  después  las  calderas  de  bu- 
llidores que  sólo  se  diferencian  de  las  cilindricas  en  tener 
por  lo  general  dos  cilindros  más  cortos  que  ellas  de  unos 
gQc/m.  ^os  pi¿s)  c]e  diámetro  por  lo  general,  y  conectados 
con  el  cuerpo  de  la  caldera  por  medio  de  varias  comunica- 
ciones cilindricas.  Estando  dichos  bullidores  0en  la  co- 
rriente ele  la  llama  lo  mismo  que  las  dos  terceras  partes  de 
la  caldera,  la  superficie  es  mayor,  se  aprovecha  mejor  el 
combustible  y  por  lo  tanto  vaporizan  más  pronto;  y 
reuniendo  además  igual  solidez  que  las  cilindricas,  son 
por  lo  tanto,  mejores  que  aquellas.  Además,  las  im- 
purezas del  agua  se  depositan  en  la  parte  más  tranqui- 
la de  los  bullidores,  facilitándose  asi  la  limpieza  de  la 
caldera. 

Se  usaron  al  mismo  tiempo,  las  calderas  llamadas  de 
tíuses  que  son    cilindricas    y  atravesadas  por  dos  grandes 


170  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

tubos  de  50  á  60c/m-  de  diámetro  fijos  á  las  cabezas  de  las 
calderas  llamados  fluyes. 

En  esta  clase,  la  llama  circula  primero  por  la  parte 
inferior  y  los  costados  de  la  caldera  y  luego  pasa  por,  di- 
chos fluses  antes  de  ir  á  la  chimenea,  por  lo  cual  se  apro- 
vecha aún  mejor  el  calórico  que  en  las  ya  descritas.  Al- 
gunas veces  las  instalan  de  modo  que  los  gases  de 
combustión  pasen  además  por  encima,  con  lo  cual  se 
recalienta  algo  el  vapor  y  sale  más  seco  de  la  caldera. 

En  esta  forma  se  calcula  ser  necesarias  de  11  á  13 
pies  cuadrados  ó  sea  de  lm  210  á  lm,215  de  superficie  de 
caldeo  por  caballo. 

No  son  tan  sólidas  como  las  anteriores  en  igualdad 
de  construcción,  pues  la  desigual  dilatación  á  que  están 
sometidos,  los  fluses  tienden  á  fatigar  las  cabezas  y  el  fondo 
de  la  caldera,  produciendo  á  veces  rajaduras  y  siendo  este 
efecto  más  notable  en  las  calderas  que  no  son  de  doble 
retorno;  es  decir  en  aquellas  donde  los  gases  de  combus- 
tión no  pasan  por  encima. 

Caso  de  rajarse,  suelen  hacerlo  mas  frecuentemente 
al  apagar  ó  retirar  los  fuegos  á  causa  del  enfriamiento  que 
se  produce  en  el  cuerpo  de  la  caldera. 

Tienen  sin  embargo,  la  ventaja  de  ser  más  activas 
en  evaporar  que  las  ya  descritas,  de  fluctuar  poco  el  nivel 
del  aguacen  ellas  y  ser  de  fácil  limpieza. 

Por  último,  aparecieron  las  llamadas  multitubulares 
de  forma  cilindrica  y  atravesadas  por  muchos  tubos  de  7,5 
á  10  centímetros  de  diámetro  ó  sea  de  3  á  4  pulgadas,  por 
lo  cual  se  les  llama  multitubulares. 

Respecto  á  la  rapidez  de  la  generación  de  vapor  y 
economía  de  combustible,  se  pueden  considerar  como 
las  mejores,  pues  la  cantidad  de  tubos  que  contie- 
nen que  varía  de  1)0  á  120,  aumenta  considerable- 
mente la  superficie  de  caldeo,  disminuyendo  el  volumen 
de  agua  y  se  puede  decir  que  al    abandonar  los  gases  de 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  171 

la  combustión  la  caldera,,  contienen  el  calor  únicamente 
necesario  para  que  exista  un  tiro  regular  en  la  chimenea. 

Si  á  esta  clase  de  calderas  se  agregan  dos  bullidores 
en  el  fondo,  se  obtendrá  el  tipo  midlitubular  con  bullidores 
á  nuestro  entender  el  más  seguro  y  propio  para  los  inge- 
nios de  la  isla  de  Cuba/ pues  no  sólo  son  de  rápida  evapo- 
ración, siuo  muy  seguras  y  también  de  fácil  limpieza.  Se 
les  calcula  ser  necesaria  lra240  de  superficie  para  un  caba- 
llo de  vapor,  teniendo  por  lo  mismo  las  muchas  que 
existen  en  los  ingenios  con  una  superficie  de  140  metros 
cuadrados,  100  caballos  de  fuerza. 

La  adición  de  los  bullidores,  es  muy  importante, 
pues  en  ella  se  depositan  las  impurezas  del  agua  en  pa- 
rage  donde  no  les  dá  la  mayor  fuerza  del  fuego  y  á  inme- 
diackmes  del  tubo  de  descarga  por  lo  cual  es  sumamente 
fácil  el  extraerlas,  abriendo  simplemente  la  llave  corres- 
pondiente ó  de  fondo. 

Nos  fijamos  mucho  en  este  detalle -.por  ser  efectiva- 
mente una  de  las  condiciones  principales  para  el  buen  ser- 
vicio de  las  generadoras  de  vapor,  como  veremos  más 
adelante,  al  hablar  de  las  incrustaciones. 

Existe  además  otra  clase  de  calderas  formadas  de  va- 
rias hiladas  de  tubos  inclinados  ó  horizontales  llenos  de 
agua,  conectados  por  sus  cabezas  y  entre  los  cuales  circula 
el  fuego  y  gases  de  la  combustión.  Como  con  secuencia  del 
poco  volumen  del  agua  y  gran  superficie  de  caldeo,  son  las 
más  rápidas  en  evaporar  levantando  vapor  en  20  minutos 
pero  requieren  una  alimentación  constante  y  muy  atenta, 
pues  por  efecto  de  su  misma  actividad,  el  nivel  del  agua 
bajá  con  mucha  rapidez  y  expone  los  tubos  á  que  se  que- 
men. Son  las  que  más  rápidamente  generan  vapor,  como 
hemos  dicho,  pero  requieren  mucho  cuidado  é  inteligencia 
de  parte  de  los  fogoneros. 

En  esta  clase  de  calderas  ha  sido  tanbién  prevista  la 
extracción  de  las  sales  que  abandona  el   agua  al  concen- 


172  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

trarse  por  efecto  de  su  evaporación  pero  no  creemos  sea 
tan  fácil  hacerlo  con  las  sales  magnesianas  que  flotan  sobre 
la  superficie  del  agua  por  lo  cual  no  pueden  extraerse  por 
el  fondo.  Además  por  efecto  de  su  misma  rapidez  de  eva- 
poración y  poco  volumen  de  agua,  esta  desaparece  de  los 
niveles  de  un  momento  á  otro  en  cuanto  se  deja  de  ali- 
mentar y  de  ahí  resultan  como  hemos  dicho,  tubos  que- 
mados. •  Si  no  se  tiene  cuidado  en  conservar  la  caldera 
libre  de  incrustaciones  estas  se  forman  en  las  hiladas  in- 
feriores de  los  tubos  y  también  se  queman  estos.  En  cam- 
bio si  se  atiende  á  los  particulares  enumerados,  funcionan 
satisfactoriamente. 

En  la  clase  que  nos  ocupa,  están  incluidas  las  de  Bab- 
cox  y  Willcox,  las  de  Root,  las  de  Neyer,  las  de  túfeos 
verticales  de  Pond  y  Bradford  y  un  sin  número  de  ferinas 
con  tubos  horizontales,  verticales,  inclinados,  mixtos,  etc. 
aunque  creemos  que  todas  provienen  del  tipo  de  calderas 
Belleville  en  las  cuales  fué  donde  primero  se  usaron  los 
tubos  llenos  de  agua,  circulando  por  el  exterior,  la  llama 
y  los  gases  de  combustión. 

La  superficie  de  estas  calderas,  corresponde  á  2111-2  56 
ó  sea  27  pies  cuadrados  por  caballo.  En  todas  las  que  he- 
mos mencionado,  las  fornallas  son  exteriores  á  la  caldera 
propiamente  dicha  pero  existen  además  otras  clases  donde 
concurre  \a  particularidad  de  encerrar  la  fornalla  en  su 
interior.     En  este  caso  son  casi  siempre  cilindricas. 

El  primero  que  tuvo  la  idea  de  introducir  el  fuego 
dentro  de  la  caldera  fué  Ricardo  Trevithic,  eminente  in- 
geniero de  Cornwall  en  Inglaterra,  en-  cuyo  lugar  consi- 
guió se  adoptara  su  sistema  casi  exclusivamente  llamándose 
calderas  de  Trevithic  y  ahora  Oornixli. 

Es  simplemente  una  caldera  cilindrica  de  seis  pies  y 
medio  con  un  solo  flus  de  gran  diámetro  (3  pies  G  pulga- 
das) en  el  cual  y  en  una  extensión  de  seis  á  siete  pies  de 
su  cabeza  se   colocan   las  parrillas.     La  llama  recorre  di- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  173 

cho  flus  cruzando  antes  por  el  puente  de  ladrillo  refracta- 
rio colocado  á  la  extremidad  de  la  parrilla  como  es  usual 
y  luego  pasa  por  los  costados  de  la  caldera  para  ir  á  la 
chimenea.  Esta  clase  de  generadores  es  excelente  y  so- 
porta grandes  presiones  si  el  flus  interior  reúne  bastante 
solidez  pues  es  únicamente  por  donde  muestra  indicios  de 
fatiga. 

Requiere  una  superficie  de  caldeo  de  2,m  00  .ó  sea  de 
21  pies  cuadrados  por  caballo. 

Observando  los  ingenieros  de  Lancasliire  en  Inglate- 
rra, que  el  flus  de  la  caldera  Cornish  era  la  parte  débil,  y 
que  en  la  dilatación  y  construcción  se  aflojaban  las  costu- 
ras de  las  cabezas  y  hasta  las  doblaban  comprometiendo 
así  su  resistencia,  adoptaron  otro  sistema  que  se  llama  hoy 
de  Lancasltire  y  que  reúne  aún  mejores  condiciones  que 
aquél  si  bien  pertenece  al  mismo  tipo. 

Se  compone  la  caldera  Lancashire  de  un  cuerpo  cilin- 
drico de  7  pies  de  diámetro  (2  ms  próximamente),  atrave- 
sado por  dos  fluses  de  30  pulgadas  en  las  cuales  están  las 
parrillas  de  2  pies  y  medio  de  ancho  por  4  de  largo.  Sien- 
do los  fluses  de  menor  diámetro  son  más  resistentes,  la 
dilatación  es  más  repartida  y  las  parrillas  siendo  menores, 
son  más  fáciles  de  atender  y  el  conjunto  es  capaz  de  sos- 
tener grandes  presiones.  La  marcha  de  los  gases  y  llama 
se  efectúa  como  en  las  anteriores  y  requieren  de  20  á  21 
pies  cuadrados  ó  sea  cerca  de  2  metros  de  superficie  de 
caldeo  por  caballo. 

Por  último  con  la  idea  de  aumentar  aún  más  la 
superficie  de  caldeó,  se  ideó  la  caldera  llamada  de  Ga- 
lloway,  la  cual  según  los  resultados  que  está  dando  en 
Inglaterra  y  fuera  de  ella  suministrando  vapor  á  muchas 
de  las  máquinas  de  mayor  potencia,  con  economía  de 
combustible,  sencillez  y  seguridad,  es  una  de  los  mejores 
tipos. 

Es  cilindrica  de  7  pies  de  diámetro  y  tiene  dos  for  ■ 


174  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAIi  DE  CANA. 

nallas  cilindricas  de  30  pulgadas  de  diámetro  y  7  pies  de 
largo  que  forman  como  el  principio  de  los  dos  fiases  de  la 
caldera  Lancashiré.  Estos  dos  fluses  se  reúnen  al  concluir 
la  fornalla  y  forman  un  conducto  de  sección  irregular 
cuyo  fondo  y  techo  son  arcos  concéntricos  3^  los  costados 
son  cóncavos  formando  con  el  fondo  y  bóveda  un  conduc- 
to sólido  reunido  al  cuerpo  de  la  caldera  por  varios  estays 
y  tirantes. 

En  el  trayecto  de  dicho  conducto  existen  varios  tubos 
cónicos  con  la  base  menor  fija  al  fondo  del  conducto  y  la 
superior  á  la  bóveda,  las  cuales  al  mismo  tiempo  que  le  dan 
majTor  solidez  aumentan  considerablemente  su  superficie 
de  caldeo.  Son  en  numero  de  33  presentando  frentes  de 
3  y  2  alternativamente  á  la  llama,  y  tienen  por  un  lado 
51  pulgadas  y  por  el  otro  10 ¿  de  diámetro,  permitiendo 
así  la  fácil  separación  del  vapor  formado  en  sus  super- 
ficies. 

Para  evitar  los  efectos  de  la  dilatación  de  dicho 
conducto  en  las  cabezas  de  la  caldera,  está  unido  á  la 
posterior  por  medio  de  un  empate  que  le  permite  cierto 
juego. 

En  los  experimentos  hechos  con  esta  caldera,  modelo 
de  1875,  en  la  exposición  de  Filadelfia  de  187G,  se  obser- 
vó que  eran  necesarios  23  pies  cuadrados  por  caballo  de 
vapor,  y  desarrolló  42  caballos,  evaporando  20.824  libras 
de  agua  con  283  libras  ele  carbón  bituminoso  por  hora, 
lo  que  dá  11,72  libras  de  agua  vaporizada  por  libra  de 
combustible,  siendo  uno  de  los  resultados  más  económicos 
conocidos,  aventajando  á  las  otras  12  calderas  que  fueron 
sometidas  á  iguales  experimentos.  Por  lo  tanto  se  puede 
considerar  la  caldera  Gallo way  como  una  de  las  mejores 
<pie  existen. 

Algunas  (pie  han  sido  colocadas  en  la  Isla  de  Cuba 
están  dando  también  excelentes  resultados  aunque  con  el 
bagazo  no  los   pueden  dar  tan  bueno  como  con  el  carbón 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  175 

por  requerir  aquél  "mucho  espacio  en  las  hornallas  para 
operar  su  combinación  con  el  oxígeno  del  aire  durante  la 
combustión. 

El  largo  de  las  calderas  Cornish,  Lancashire  v  Gallo- 
waj  es  ele  24  pies. 

Si  á  la  caldera  Lancashire,  se  le  reduce  el  largo  á  10 
ó  12  pies,  se  le  aumenta  el  diámetro  á  8  ó  9  pies  y  enci- 
ma de  la  fornalla  se  colocan  varias  hileras  de  tubos  hori- 
zontales y  se  hace  pasar  el  fuego  por  ellos  antes  de  ir  á  la 
chimenea,  sin  pasar  por  los  costados  de  la  caldera,  ten- 
dremos el  tipo  más  moderno  de  calderas  marítimas,  las 
cuales  requieren  mucha  superficie  de  caldeo  con  gran  acti- 
vidad ele  vaporización  en  poco  volumen.  Cuando  el  diá- 
metro de  dichas  calderas  lo  permite,  se  les  colocan  tres  ó 
más  fornallas  cilindricas  ú  ovaladas. 

Al  dar  una  ligera  idea  de  las  calderas  á  las  cuales 
hemos  pasado  revista,  no  hemos  tenido  la  pretensión  de 
pasarla  á  todos  los  sistemas  y  formas  conocidas,  pues  son 
tantos  y  existen  modelos  tan  extraños,  que  el  límite 
y  objeto  de  este  libro  no  lo  permitiría;  por  esta  razón, 
nos  hemos  concretado  á  las  más  usadas  en  los  ingenios, 
y  propias  para  usarse  en  ellos.  A  las  personas  que 
deseen  más  particulares  referentes  á  ellas,  les  referimos 
á  obras  completas  escritas  sobre  tan  interesante  tema 
por  varios  autores,  casi  todas,  sensible  es  decirlo,  en  el 
extranjero,  tales  como  Apple  ton,  Rankine,  Bournes,  Ed- 
wards,  Armstrong,  Ledieu,  Raynolds,  Carranza  y  otros 
muchos. 

Resistencia  de  las  calderas .-Creemos  opor- 
tuno dar  una  idea  del  modo  de  determinar  la  resistencia  de 
una  caldera.  Para  ello  existen  varias  fórmulas,  pero  todas 
derivan  del  principio  siguiente.  La  resistencia  de  una  calde- 
ra á  presiones  interiores  es  independiente  del  largo  é  inver- 
samente proporcional  al  diámetro  con  un  mismo  espesor  de 
plancha.  Quiere  esto  decir  que  cuanto  mayor  sea  el  diámetro 


176 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

menor  será  su  resistencia  y  por  lo  tanto  más  espesor  deberán 
tener  las  planchas  de  que  esté  ó  haya  de  construirse. 
La  fórmula  general  es  la  siguiente: 

2  e  k 

P= 

D 

en  la  cual 

P  es  la  presión  del  vapor  por  pulgada  cuadrada. 

e  el  espesor  de  planchas  en  pulgadas  y  decimales. 

k  el  coeficiente  de  resistencia  del  hierro  dulce  á  la 
tensión. 

D  el  diámetro  de  la  caldera  en  pulgadas. 

La  resistencia  del  hierro  dulce  á  la  tensión,  es  por 
termino  medio  de  60,000  libras  por  pulgada  cuadrada, 
pero  en  la  práctica  no  debe  tomarse  nunca  el  coeficiente  (k) 
igual  á  dicha  fuerza,  por  diferentes  y  variadas  causas  que 
contribuyen  á  disminuir  la  resistencia  del  hierro  en  las  cal- 
deras, tales  como  las  dilataciones  y  contracciones  dé  las 
planchas,  el  exceso  de  calor  que  no  pueden  trasmitir  por 
las  incrustaciones  formadas  en  su  interior,  por  la  dismi- 
nuciones de  fuerza  ocasionadas  á  causa  de  las  costuras  re- 
machadas que  no  son  nunca  tan  sólidas  como  ú  fuera-la 
caldera  de  una  sola  pieza,  y  por  las  oxidaciones. 

Las  posturas  remachadas  con  una  sola  hilera  tienen 
una  resistencia  del  55  %  de  la  plancha  entera  cuando 
los  agujeros  son  abiertos  á  punzón,  y  del  60  al  Gfv% 
cuando  son  barrenados.  Estose  explica  por  el  deterioro 
que  sufre  el  metal  en  los  bordes  al  ser  violentamente  per- 
forado. 

En  las  costuras  de  doble  remache,  la  resistencia,  es 
del  09  %  en  el  primer  caso  y  del  75  %  en  el  segundo, 
siendo  esta  última  la  costura  más  fuerte  que  se  conoce, 
estén  las  planchas  unidas  entre  sí,  con  juntas  mentoúdm  <V 
á  tope. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 177 

Por  lo  tanto,  es  general  tomar  el  coeficiente  (k)  equi- 
valente á  8,000  libras  por  pulgada  cuadrada  en  el  caso  de 
hierro  dulce  y  12,000  para  el  acero,  lo  cual  representa 
el  V?  próximamente  de  su  resistencia  á  la  ruptura. 

Ejemplo  primero.  ¿Cuál  será  la  presión  constante  á 
que  pueda  trabajar  una  caldera  de  3  pies  de  diámetro 
con  planchas  de  I  de  pulgada  de  grueso? 

Sustituyendo  en  la  fórmula  número  1  las  letras  por 
los  datos  anteriores,  tendremos  en  el  caso  de  costura 
simple 

2X0,375X8,000 
N?2  P= =  166  libras   por 

36 

■ 

pulgada  cuadrada,  equivalente  á  11  atmósferas. 
Ijjemplo  segundo.  En  medida  métrica: 
¿Cuál  será  la  presión  constante  á  que  .pueda  trabajar 
una  caldera  de  un  metro  de  diámetro   con  un  espesor  de 
planchas  de  10  milímetros  de  grueso  en  el  supuesto  do- 
ser  las  costuras  de  simple  remaches? 

Tomando  la  resistencia,  ó  sea  el  coeficiente  k  igual  á 
560  kilogramos  por  centímetro  cuadrado,  obtendremos 
segt  a  l'x  fórmula  número  1,  la  siguiente 

W  3  Pr= =  ll.k20  por  centímetro 

100 

cuadrado  equivalente  á  11  atmósferas  ó  sea  igual  al  re- 
sultado de  la  fórmula  número  2  calculada  en  medida  in- 
glesa. 

Resistencia  de  los  fluses, — Así  como  las 
planchas  de  las  calderas  están  sometidas  é  una  presión 
interior,  los  fluses  lo  están  por  el  contrario  á  presiones  exte- 


178  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

riores  y  por  lo  tanto  las  mismas  fórmulas  no  pueden  serles 
aplicadas. 

La  acción  de  aquellas  es  mucho  más  compleja  empe- 
zando por  abollarse  los  fluses  antes  de  ceder  del  todo  á  la 
presión  exterior  por  lo  cual  no  basta  sustituir  la  resisten- 
cia del  hierro  á  la  compresión  en  lugar  de  la  que  ofrece  á 
la  tensión,  en  las  fórmulas  anteriores. 

La  resistencia  de  los  fluses  á  presiones  exteriores  es 
inversamente  proporcional  á  su  largo  y  al  diámetro,  sien- 
do las  demás  condiciones  iguales. 

Una  fórmula  bastante  aproximada  para  determinar 
dicha  resistencia  es  la  siguiente 

T2             a 
W  4  P=1.950,000X X 


LXD      bXc 

* 

en  la  cual         i 

P  indica  la  presión  que  podrán  soportar. 
L  el  largo  de  los  fluses. 
D  su  diámetro. 

(a)  una  constante  que  para  fluses  de  i  á  i  de  pulgada 
de  grueso  es  de  0,5  á  0,7. 

(b)  otra  constante  que  es  de  0,55  para  fluses  de  12  á 
50  pies  de  largo. 

(c)  otra  que  para  fluses  de  15  á  23  pulgadas  de  diá- 
metro es  de  1.6. 

Ejemplo  tercero. — ¿Cuál  será  la  resistencia  al  aplas- 
tamiento de  un  par  de  fluses  de  15  pulgadas  de  diámetro, 
30  pies  de  largo  con  1  de  pulgada  de  grueso  las  planchas? 

0,250-              ,7 
N?  5.     P=1.950.000 X =-!6  libra». 

30X15        ;55Xt-fi 
por  pulgada  cuadrada. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  179 

Incrustaciones  en  las  calderas, — La  can- 
tidad de  sales  que  contienen  algunas  aguas  en  disolución, 
originan  los  depósitos  ó  incrustaciones  en  el  interior  de 
las  calderas,  pues  por  la  sucesiva  vaporización  del  agua 
van  depositándose  á  medida  que  se  hacen  insoluoles  y  se 
precipitan  sobre  las  superficies  internas  en  la  forma  de  in- 
crustaciones de  más  ó  menos  grueso  y  consistencia. 

La  cantidad  de  sales  es  muy  variable  según  las  aguas 
siendo  la  de  mar  la  que  más  cargada  está  de  ellas  parti- 
cularmente de  sal  común  ó  sea  cloruro  de  sodio. 

Las  incrustaciones  no  son  todas  iguales  pues  depen- 
den de  la  clase  de  sales  que  contiene  el  agua.  El  carbonato 
de  cal,  dá  un  depósito  blanco  granuloso  que  generalmente 
sale  con  el  agua  al  abrir  la  llave  de  fondo,  depositándose 
en  este.  El  sulfato  de  cal  forma  por  el  contrario  una  cos- 
tra sólida,  verdadera  incrustación  y  temible  por  esta  causa. 
El  carbonato  de  magnesia  así  como  el  sulfato,  flotan  sobre 
la  superficie  del  agua  por  pesar  menos  y  no  se  pueden  ex- 
traer sino  es  vaciando  toda  el  agua  ó  por  medio  de  un 
colector  que  las  tome  de  la  superficie.  Si  se  descuida  la 
limpieza  de  las  calderas  en  las  cuales  se  usa  agua  cargada 
de  magnesia,  flotan  en  la  superficie  de  aquella  enormes 
cantidades  saliendo  algunas  con  el  vapor  y  cubriendo  los 
tubos  y  llaves  de  un  depósito  blanco. 

Desde  el  momento  que  existen  incrustaciones  en  una 
caldera,  deja  de  aprovecharse  parte  del  calórico  desarro- 
llado en  la  combustión  por  ser  malas  conductoras  del  calor 
estorbando  por  lojuismo  la  trasmisión  de  este  al  agua  de  la 
caldera.  Está  probado  que  una  incrustación  de  Vie"  moti- 
va la  pérdida  del  18%  del  calórico;  de  i",  37%  y  con  \" 
del  60  al  65%  del  combustible,  de  lo  cual  resulta  que  las 
calderas  no  generan  vapor  suficiente  para  los  aparatos,  y 
no  Itay  vapor. 

'  Cuando  la  capa  incrustante,  es  tan  espesa  que  impide 
al  hierro  la  trasmisión  rápida  del  calórico  que  recibe,  se 


180  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

recalienta  este  y  llega  á  enrojecerse.  Los  funestos  resul- 
tados que  esto  puede  ocasionar  nos  obligan  á  extender- 
nos sobre  este  punto.  Las  incrustaciones  no  se  dilatan 
con  la  misma  facilidad  que  el  hierro  de  lo  cual  resulta  que 
al  enrojecerse  este  y  dilatarse  mucho  más  que  aquellas  se 
cuartean  y  desprenden,  permitiendo  al  agua  llegar  al  hie- 
rro candente  produciéndose  gran  cantidad  de  vapor  en  la 
caldera  de  un  modo  repentino  y  sumamente  peligroso.  La 
violencia  de  esta  vaporización  ocasiona  nuevos  desprendi- 
mientos de  costra  y  su  presión  acaba  por  abollar  los  fluses 
y  á  veces  por  causar  la  explosión  de  las  calderas. 

Si  se  deja  correr  una  pequeña  cantidad  de  agua  sobre 
una  superficie  metálica  á  una  temperatura  de  200  grados 
Centígrado,  á  la  presión  atmosférica,  se  puede  observar 
que  el  líquido  no  moja  á  las  planchas  tomando  una  figura 
esferoidal  más  ó  menos  aplastada  llamada  por  Boutigny  á 
quien  se  deben  los  primeros  experimentos  sobre  este  fenó- 
meno, estado  esferoidal.  El  motivo  por  el  cual  no  toca  á  la 
plancha  es  debido  á  la  fuerte  tensión  del  vapor  que  se  ge- 
nera en  la  parte  inmediata  á  aquella,  pues  la  generación 
interior  del  agua  es  50  veces  menor  que  si  estuviera  á 
100°  C.  Si  se  deja  disminuir  la  temperatura  de  la  plancha 
de  hierro,  á  una  temperatura  inferior  á  190°  C,  el  agua  se 
reduce  inmediatamente  á  vapor.  Considérese  pues  cual 
será  el  efecto  en  el  interior  de  una  caldera  si  por  descuido 
en  la  alimentación  ó  por  las  incrustaciones,  se  llegan  á 
enrojecer  sus  planchas,  y  se  ponen  de  repente  en  contacto 
con  el  agua.  La  mayor  parte  de  las  explosiones  son  debi- 
das á  esta  causa. 

Infinitos  por  lo  tanto  deben  ser  y  son,  los  medios 
discurridos  para  evitar  dichos  depósitos,  ya  que  no  es  posi- 
ble suprimir  la  existencia  de  las  sales  en  las  aguas  natura- 
les, y  en  efecto,  algunos  inventores  se  han  dedicado  unos  á 
la  purificación  del  agua  antes  de  su  entrada  en  las  calderas 
y  otros  á   atacar  las  sales  dentro  de  ellas  mismas.     Para 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 18Í 

lo  primero,  hay  filtros  y  separadores,  en  los  cuales  por  la 
filtración  ó  bien  separación  por  medio  del  calor  á  los  100°  C 
se  descompone  el  bircarbonato  de  cal  en  acido  carbónico 
que  escapa  y  carbonato  de  cal  que  se  recoje,  con  lo  cual  se 
consigue  disminuir  los  tales  depósitos,  sobre  todo  el  de  fan- 
go y  carbonato  de  cal.  Pero  el  inconveniente  del  segundo 
método  es  que  no  es  eficaz  cuando  la  sal  es  el  sulfato  de 
cal  ó  yeso,  pues  este  pasa  y  no  se  deposita  en  el  fondo  de 
la  caldera  sino  por  saturación.  Por  lo  tanto  se  discurrie- 
ron otros  medios  para  destruirlos  en  la  misma  caldera  y 
se  empezaron  á  introducir  en  ellas,  patatas,  aceite  de 
carbón,  cortezas  de  árboles,  campeche,  mangle  y  otras 
maderas,  vinagre,  miel,  guarapo,  frutas,  y  una  infinidad 
de  sustancias  que  por  el  ácido  que  contienen  como  en 
el  vinagre,  miel,  guarapo,  etc.,  ó  por  el  tanino  como  en 
las  cortezas  y  maderas,  se  neutralizaban  ciertamente  los 
carbonates  de  cal  y  magnesia,  sin  afectar  al  sulfato  de 
cal,  pero  en  cambio  lo  hacian  y  mucho  ,al  hierro  de  la 
caldera,  produciendo  una  oxidación  más  ó  menos  rápida 
en  ella. 

No  podemos  menos  por  lo  tanto,  de  condenar  el  uso 
de  tales  ingredientes,  de  los  cuales  se  puede  decir  que  el 
remedio.es  peor  que  la  enfermedad. 

Los  álcalis,  como  el  bicarbonato  de  sosa  y  otros  son 
al  contrario  convenientes,  pues  no  perjudican  al  hierro,  y 
si  el  agua  contiene  sulfato  de  cal,  lo  convierten  en  carbo- 
nato y  lo  precipitan  en  una,  forma  inadherente  y  de  fácil 
extracción.  El  tanate  de  sosa  es  excelente  para  todos  los 
usos  y  mezclado  con  el  carbonato  es  aún  más  eficaz  para 
las  aguas  cargadas  de  sulfato  de  cal.  El  único  inconve- 
niente de  estas  sales  desincrustantes,  es  que  si  se  usan  en 
exceso  hacen  fomenta r  el  agua  de  la  caldera,  sobre  todo  si 
tiene  algo  de  grasa,  (caso  bastante  frecuente)  por  formar 
una  especie  de  jabón  con  ella. 

Últimamente  se  han  introducido  en  ej  comercio  muí- 


i 82 Fabricación  i)fí  azúcar  de  caxa. , 

titud  de  polvos  desincrustantes,  pero  todos  están  basados 
en  lo  dicho  anteriormente,  y  siempre  son  preferibles,  al 
mangle,  cascaras  de  frutas,  cortezas  y  demás  ingredientes 
nocivos  á  las  calderas. 

Sobre  todo  lo  mejor,  más  acertado  y  económico,  es 
cambiar  el  agua  de  ellas  á  lómenos  cada  dos  días,  vacian- 
do á  intervalos  parte  de  ella  y  renovándola  así  continua- 
mente, manteniéndola  por  lo  tanto  siempre,  en  un  estado 
conveniente  de  pureza. 

En  las  calderas  marítimas,  en  las  cuales  se  usa  el 
agua  del  mar,  no  se  emplea  ninguna  composición  desin- 
crustante y  las  mantienen  limpias  á  fuerza  de  vaciar  par- 
te del  agua  cada  dos  ó  cuatro  horas,  según  sea  necesario 
á  juzgar  por  las  indicaciones  de  un  aparato  llamado 
salinómetro,  que  indica  la  cantidad  de  sal  contenida:  en  el 
agua  á  diferentes  temperaturas. 

Creemos  haber  dicho  lo  bastante  respecto  á  este  inte- 
resante tema,  d  lo  menos  en  lo  que  permite  la  pequeña 
extensión  de  este  escrito;  y  que  bastará  para  dar  á  com- 
prender su  importancia. 

Explosiones  fie  calderas. — Una  ligera  idea 
sobre  las  explosiones  de  calderas,  accidente  que  suele 
costar  tantas  vidas  y  pérdidas  de  intereses,  nos  permitirá 
concluir  con  todo  lo  que  se  relaciona  con  esos  aparatos, 
parte  vital  de  una  casa  ingenio,  tantas  veces  llamada  en 
la  isla  de  Cuba,  casa,  <le  caldera*. 

Siempre  que  revienta  una  caldera  es  porque  ha  deja- 
do de  tener  suficiente  resistencia  á  la  presión  que  en  su 
interior  tenía  cuando  tuvo  lugar  la  explosión.  Esto  que 
parece  un  axioma  es  sin  embargo  la  piedra  de  toque  de 
semejantes  desgracias.  El  por  qué  dejó  de  tener  tal  re- 
sistencia es  lo  que  conviene  indagar,  y  trataremos  de  dar 
una  ligera  idea  de  sus  causas. 

Una  de  las  más  constates  es  la  dilatación  y  contracción 
de  las  planchas,  cad;i    vez   que   se  encienden  los  fuegos,  ó 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 183 

que  se  apagan  y  hasta  durante  el  trabajo  por  la  mala  cos- 
tumbre de  dejar  las  puertas  de  las  fornallas  más  tiempo 
abiertas  de  lo  regular,  cada  vez  que  se  trata  de  introducir 
nuevo  combustible. 

En  una  caldera  bien  proporcionada  y  donde  el  movi- 
miento de  las  planchas  debido  al  calórico  ha  sido  hábil- 
mente tenido  en  cuenta  y  se  han  dispuesto  de  manera  á 
facilitarlo,  (pues  nada  lo  puede  resistir,)  no  son  tanto  de 
temer  los  accidentes  debidos  á  esta  causa.  Pero  en  calde- 
ras donde  los  fluses,  por  ejemplo,  no  pueden  extenderse  ó 
contraerse  por  estar  rígidamente  remachados  á  las  cabe- 
zas de  la  caldera,  rígidas  de  por  sí,  el  resultado  de  la  desigual 
espansión  del  cuerpo  de  la  caldera  más  caliente,  y  de  los 
fluses  ó  tubos  más  frios  ó  vice-versa,  es  por  lo  general  el 
motivo  por  el  cual  se  raja  aquella. 

El  hierro  dulce  se  dilata  0,0000122  de  su  largo  por 
cada  grado  de  calor  de  que  aumenta  su  temperatura  y  si 
bien  este  número  decimal  es  de  un  valoro  pequeño,  si  su- 
ponemos las  planchas  a  144°,  temperatura  del  agua  á  4 
atmósferas  en  una  caldera  de  16  metros 'de  largo,  y  su  tem- 
peratura antes  de  encender  la  fornalla  ser  de  28°,  la  dila- 
tación será  de 

L=  16mXlX (144— 28X0,0000122)  =22  ra/m 

ti 
ó  sea  f  de  pulgada. 

Si  al  retirar  el  fuego  se  deja  entrar  el  aire  frió  por  las 
puertas  de  las  fornallas  de  manera  á  disminuir  rápidamen- 
te la  temperatura  de  las  planchas  del  fondo  de  la  caldera, 
resultarán  contracciones  que  á  la  larga  ocasionan  salideros 
en  las  costuras,  que  se  aflojen  los  remaches  y  hasta  que  se 
rajen  las  planchas.  » 

Cuanto  más  largas  las  calderas,  más  propensas  son  á 
averias  ocasionadas  por  las  dilataciones  y  contracciones. 

No  se  puede  temer  solamente  la  desigual  dilatación 


184 Fabricación  de  azúcar  de  caña. 

de  las  calderas  pues  también  las  de  las  maniposterías  es 
causa  que  contribuye  al  resultado  final.  En  efecto  las 
calderas  estando  empotradas  en  la  manipostería  desde  sus 
aletas,  las  paredes  de  la  fornalla  se  dilatan  con  la  tempe- 
ratura, elevada  de  la  combustión  que  varía  con  buen  tiro 
de  2300  á  2700  grados  Farenheit  ó  sea  de  1260  á  1482; 
Centígrados;  los  costados  se  levantan  suspendiendo  la  par- 
te delantera  de  la  caldera  mientras  que  la  manipostería 
de  atrás  no  teniendo  igual  temperatura  la  soporta  á  su 
nivel,  y  el  resultado  es,  ó  bien  el  suspender  la  caldera 
con  manipostería  y  todo  ó  que  se  produzcan  rajaduras  con 
el  tiempo,  si  el  peso  que  gravita  sobre  sus  aletas  es  exce- 
sivo y  estas  no  tienen  juego  á  su  alrededor  para  que  pue- 
dan ceder  sin  gran  esfuerzo. 

La  segunda  causa  de  las  explosiones  es  la  corrosión 
ii  oxidación  de  las  calderas.  Esta  es  interior  y  exterior 
siendo  la  última  más  grave  si  no  se  ha  aumentado  la  inter- 
na con  el  uso  eje  ingredientes  desincrustantes  contenien- 
do ácidos  ó  tanino.  A  veces  es  también  esta  determinada 
por  la  acción  galvánica  entre  diferentes  metales  y  el  agua 
más  ó  menos  cargadas  de  sales.  En  este  caso,  la  oxida- 
ción interior  es  muy  activa  pudiendo  en  poco  tiempo  inu- 
tilizarse una  caldera,  pero  por  lo  general  en  los  ingenios 
sufren  relativamente  poco  por  esa  causa.  En  cambio  las 
calderas  marinas  deben  su  poca  duración  comparada  con 
la  de  las  de  tierra,  al  uso  de  agua  de  mar  que  corroe  los 
tirantes,  estays  y  las  planchas.  La  oxidación  esterior  es 
también  temible  pues  por  lo  general  es  oculta.  Si  la  cal- 
dera tiene  partes  expuestas  al  aire  libre,  se  pueden  pintar 
y  preservarla  de  la  oxidación  lenta  debida  á  la  humedad 
del  aire,  pero  cuando  está  rodeada  y  tapada  con  manipos- 
tería, y«no  se  han  tomado  medidas  para  recojer  el  agua  de 
las  llaves  de  prueba,  válvulas  de  seguridad  y  demás  ac- 
cesorios, evitando  que  se  introduzca  en  la  manipostería 
y  vaya  filtrando  hasta  la  superficie    de  la  caldera,  allí  en 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  Í)E  CAÑA. 185 

algún  rincón  escondido  y  con  la  cal  del  mortero  corroe 
con  rapidez  el  hierro  y  cuando  se  cree  tener  la  caldera  en 
buen  estado  no  tiene  esta  más  que  los  fondos  buenos  es- 
tando la  parte  superficial  y  oculta,  completamente  corroi- 
da.  Después  de  haberse  reconocido  en  un  ingenio  una 
caldera  de  bullidores  y  visto  que  estaba  en  estado  regular, 
se  probó  con  la  presión  hidráulica,  y  todavía  no  estaba 
llena  de  agua  la  caldera  cuando  de  una  de  las  cabezas  de 
los  bullidores  empotrada  en  la  pared  empezó  á  salir  el 
agua.  Desbaratada  la  manipostería,  se  abrieron  con  el 
solo  peso  del  agua,  agujeros  de  cuatro  y  seis  pulgadas  de 
ancho  por  donde  se  vació  la  caldera;  el  hierro  en  toda  la 
parte  inferior  del  bullidor  empotrada  tenía  un  cuarto 
de  milímetro  de  espesor  y  en  partes  aún  menos,  conse- 
cuencia de  algún  salidero  en  los  remaches  dentro  de  la 
manipostería  y  el  cual  con  la  cal  fué  poco  á  poco  corroien- 
do  la  plancha  del  bullidor  hasta  dejarle  del  espesor  que 
hemos  dicho.  x> 

Bajo  ningún  concepto  debe  permitirse  que  se  moje  el 
exterior  de  una  caldera,  causa  única  de  su  oxidación  exte- 
rior, y  deben  recojerse  las  aguas  de  los  grifos  de  prueba, 
niveles  de  agua,  llaves  y  demás  en  cubetas  á  propósito  de 
donde  por  medio  de  pequeños  tubos  convenientemente 
dispuestos  vayan  á  una  salida  común  á  todas. 

Las  causas  ya  descritas  pueden  ocasionar  gpaves  ave- 
rías y  explosiones,  pero  por  lo  regular  requieren  un  tiem- 
po más  ó  menos  largo.  Las  siguientes  son  de  aquellas  que 
las  pueden  ocasionar  en  minutos. 

La  mala  costumbre  de  abrir  y  cerrar  las  llaves  de  va- 
por y  de  sacudir  las  válvulas  de  seguridad  son  á  ello  propi- 
cias; pues  si  el  vapor  está  saliendo  de  una  caldera  con  una 
gran  velocidad  y  de  repente  se  cierra  la  válvula  de  salida, 
la  velocidad  se  trasforma  en  fuerza,  y  la  caldera  recibe 
un  choque  que  en  ciertos  casos  puede  ocasionar  roturas  y 
explosiones. 


18fi  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

_ 1 

Bastante  sabido  es  que  si  se  abre  una  llave  de  agua 
que  baje  con  una  ó  dos  atmósferas  de  presión  y  se  cierra 
de  golpe,  el  resultado  suele  ser  un  choque  tan  fuerte  que 
la  tubería  revienta,  la  llave  se  rompe  ó  algo  queda  inuti- 
lizado. Lo  mismo  sucede,  aunque  en  menor  escala,  con  el 
vapor;  y  por  lo  tanto  nunca  deben  abrirse  ni  cerrarse  las 
válvulas  muy  aprisa,  y  una  de  las  ventajas  de  las  llaves 
válvulas  de  volante  es  la  de  que  por  tener  rosca  la  espiga, 
no  se  pueden  nunca  abrir  ó  cerrar  de  golpe. 

El  cargar  la  válvula  de  seguridad  colgando  de  su  pa- 
lanca platillos,  lingotes,  martillos  y  demás  cuerpos  sin 
darse  cuenta  da  que  muy  poco  peso  en  la  extremidad  de 
aquella  equivale  á  una  gran  presión  sobre  la  válvula, 
es  costumbre  que  debe  condenarse  con  severidad,  lo  mismo 
que  el  abrir  aquella  de  golpe,  dando  lugar  á  una  forinación 
rápida  de  vapor  por  disminución  de  la  presión  de  éste,  y 
luego,  al  cerrarla,  exponerse  á  una  terrible  explosión  por 
el  choque  debiólo  al  cambio  de  presión  instantáneo  dentro 
.  de  la  caldera. 

Por  último  y  causa  más  eficaz  de  dichos  accidentes, 
es  el  dejar  enrojecer  ó  recalentar  las  planchas  déla  cal- 
dera por  falta  de  agua  y  alimentarla  estando  aún  en  este 
estado.  El  resultado  suele  ser  la  abolladura  de  las  plan- 
chas y  explosiones  si  la  superficie  enrojecida  es  suficiente 
y  se  la  l*a  alimentado  después  determinando  el  estado  esfe- 
roidal, del  cual  hemos  ya  dicho  algo. 

La  falta  de  agua  en  las  calderas  puede  provenir  de 
varios  motivos,  los  principales  de  los  cuales  son  los  si- 
guientes; falsa  indicación  del  tubo  de  nivel  por  estar  obs- 
truido, por  lo  cual  no  conviene  contar  con  él  demasiado  y 
acudir  á  menudo  á  las  llaves  de  prueba.  Otro  motivo  es 
la  falta  de  alimentación  por  descomposición  de  la  bomba  en 
cuyo  caso,  si  la  descomposición  promete  ser  larga,  es  mejor 
retirar  los  fuegos  de  la  caldera,  y  por  último,  puede  prove- 
nir la  falta  de  agua  de  descuido  del  personal  al  servicio  de 


FABRICACIÓN  Í)E  AZÚCAR  t)E  CANA. 187 

la  caldera.  Desgraciadamente,  casi  todas  las  explosio- 
nes son  debidas  á  esa  causa  por  haber  ido  el  encargado 
de  alimentar  á  otro  sitio,  haberse  quedado  dormido  ó 
haber  abandonado  de  cualquier  modo  su  puesto.  De 
todo  esto  se  desprende  la  necesidad  y  conveniencia  de 
poner  á  ese  cuidado  hombres  formales,  sobrios  y  constan- 
tes; pues  es  un  cometido  muy  delicado  y  de  mucha  im- 
portancia si  bien  no  difícil,  evitando  así  los  desastres  á 
que  están  expuestas  las  calderas  en  manos  torpes  y  des- 
cuidadas. 

Lo  primero  que  debe  hacerse  al  reconocer  que  por 
cualquiera  de  las  causas  anteriores  se  han  enrojecido  las 
planchas  ó  tubos,  es  parar  los  fuegos  y  retirarlos  hasta 
que  las  planchas  hayan  tenido  tiempo  de  tomar  una  tem- 
peratura normal,  en  cuyo  caso  se  podrá  seguir  trabajando; 
después  del  debido  reconocimiento,  pero  de  ningún  modo 
alimentar  estando  la  caldera  en  el  estado  antedicho. 

Las  explosiones  suelen  tener  lugar  también  por  mar- 
car los  manómetros  menor  presión  que  la  que  existe  y. 
estar  las  válvulas  de  seguridad  pegadas  ó  sobrecargadas 
de  peso  en  su  palanca,  pues  en  este  caso  puede  llegar  la 
presión  á  ser  tal  que  pase  de  los  límites  de  resistencia  de 
la  caldera.  Conviene,  pues,  reconocer  la  válvula  de  segu- 
ridad á  menudo  y  mantener  la  carga  de  su  palanca  en  el 
punto  donde  el  fabricante  intentó  colocarla,  ó  -bien  por 
un  simple  cálculo  sobre  las  palancas  que  en  cualquier  tra- 
tado de  mecánica  y  física  se  encuentra,  calcularlo  uno 
mismo  ó  buscar  quien  lo  calcule  antes  de  cargar  la  vál- 
vula con  tal  ó  cual  peso  si  no  se  sabe  á  que  presión  le  co- 
rresponde levantarse,  y  por  ello  ver  si  el  manómetro  está 
en  buen  estado. 

Todas  las  causas  misteriosas  á  las  cuales  se  atribuyen 
algunas  explosiones,  pueden  explicarse  por  algunas  de  las 
ya  descritas,  pues  no  existen  tales  misterios  y  de  la  in- 
vestigación    formal     de    cualquier    explosión,    resultará 


188 FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.       

siempre  que  fué  debida  al  mal  estado  de  la  caldera,  á 
exceso  de  presión  no  indicada  é  imposibilidad  de  dismi- 
nuirla ó  por  falta  de  agua  en  la  caldera,  por  lo  cual  se 
queman  las  planchas  perdiendo  la  mitad  de  su  resis- 
tencia. 

Según  sean  las  condiciones  de  la  caldera,  cuando 
ocurra  su  explosión,  así  serán  los  efectos.  Si  está  muy  co- 
rroída, se  desgarran  sus  planchas  dejando  escapar  el  agua 
y  mucho  vapor.  Lo  mismo  sucede  á  las  de  cobre  con 
cualquiera  espesor  de  metal;  pero  si  la  caldera  es  de  hierro 
en  buen  estado  y  revienta  por  exceso  de  presión,  los  re- 
sultados son  desastrosos.  Hemos  visto  últimamente  un 
pedazo  de  caldera  multitubular  de  7  pies  de  diámetro  con 
una  de  las  placas  tubulares  y  los  tubos  pesando  el  todo  7 
toneladas,  á  320  metros  del  sitio  primitivo  ocupado-  antes 
de  la  explosión,  habiendo  en  su  camino  incendiado  la  casa 
bagazo  del  ingenio  con  una  lluvia  de  ladrillos  enrojecidos 
que  arrastró  consigo  al  espacio  después  de  haber  causado 
la  muerte  de  varios  y  herido  á  muchos  de  los  empleados 
de  dicho  ingenio. 

Aparte  de  las  desgracias  y  destrozos  ocasionados  por 
los  pedazos  que  saltan  y  el  desbarate  de  las  maniposterías 
y  casas,  hay  las  causadas  por  la  gran  cantidad  de  vapor 
que  se  forma  al  encontrarse  el  agua  libre,  y  á  la  presión 
atmosférica,  teniendo  de  temperatura  180  ó  190  grados, 
correspondiente  á  la  tensión  del  vapor  que  existía  en  ella 
antes  de  la  explosión  ó  sea  de  10  á  12  atmósferas.  Este 
gran  volumen  de  vapor,  quema  todos  los  seres  vivientes 
que  encuentra  á  su  paso,  contribuyendo  además  por  la 
espesa  niebla  que  ocasiona  al  rededor  del  lugar  del  suceso 
á  hacer  este  mis  espantoso  y  de  más  difícil  salvamento 
la  vida  de  las  personas  que  se  encuentra  en  los  alrededores. 

Terminamos  este  capítulo,  dando  una  tabla  de  las 
presiones  del  vapor  superiores  á  la  atmosférica,  y  su  tem- 
peratura correspondiente  así  como  su  densidad. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


189 


Como  se  puede  ver  por  dicha  tabla,  la  diferencia  entre 
las  temperaturas  sucesivas  va  disminuyendo  á  medida  que 
las  presiones  van  en  aumento,  pues  de  una  á  dos  atmós- 
feras la  diferencia  en  las  temperaturas  es  de  20.60  grados, 
entre  las  14  y  15,  lo  es  únicamente  de  3.27  grados  y 
entre  las  26  y  27  solamente  hay  2°07  de  diferencia  en  sus 
temperaturas,  siendo  la  correspondiente  a  la  última  pre- 
sión de  228°92  centígrados. 

TABLA  de  la  temperatura  del  vapor  á  diferentes 

presiones. 


TEMPERATURA, 

PRESIÓN 

DENSIDAD 

grados 

.  en 

ó  peso 

centígrados. 

atmósferas. 

de  un  metro  cúbico. 

°ioo 

1 

0k58841 

120.60 

1.1151 

133.94 

o 
O 

1.6179 

144.00 

4 

2.1052 

152.22 

5 

2.5803 

159.22 

6 

3.0462 

165.34 

7 

3.5042 

170.81 

8 

3.9554 

175.77 

9 

4.4006 

180.31 

10 

4.8405 

184.50 

11 

5.275Í 

188.41 

12 

5.7065 

192 

13 

6.1332 

195.53 

14 

6.5563 

198.8Q 

15 

6.9759 

(Regnault.) 

'  Una  presión  de  27  atmósferas  es  equivalente  á  400 
libras  por  pulgada  cuadrada.  r' 

Dicha  tabla  puede  también  servir  para  hallar  el  vo- 


190  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

lumen  que  ocupará  un  peso  de  agua  determinado  conver- 
tido en  vapor  á  una  presión  conocida. 

Por  ejemplo:  se  desea  saber  el  volumen  que  ocupará 
un  kilogramo  de  agua  convertido  en  vapor  á  100°  centí- 
grados. 

La  densidad  según  la  tabla,  siendo  de  0k58841  por 
metro  cúbico,  su  volumen  será 

xX0.0005S841  =  l  kilogramo 
de  donde 

1 

x=z ~  1,700  decímetros  cúbicos. 

.      0,00058841 

Para  que  las  calderas  funcionen  bien  y  produzcan  el 
vapor  necesario,  es  indispensable  que  además  de  encontrar- 
se libres  de  incrustaciones,  se  opere  la  combustión  en  las 
fornallas  con  la  actividad  propia  de  un  buen  tiro  en  la 
chimenea.  Si  esta  no  tiene  la  sección  y  altura  suficiente 
para  el  volumen  de  gases  que  tienen  que  salir  por  ella,  el 
tiro  será  defectuoso  y  las  calderas  no  podrán  generar  el 
vapor  suficiente,  siendo  esto  quizás  causa  de  la  adición  á 
los  aparatos  de  nuevas  gaitas,  cuando  quizás  con  una 
reparación  en  las  chimeneas  y  sus  conductos  no  fueran 
necesarias. 

La  manera  de  alimentar  las  parrillas  de  combustible 
influye  mucho  también  en  la  cantidad  de  vapor  generado, 
sobre  todo  coíi  carbón  de  piedra,  dependiendo  mucho  la 
actividad  de  la  combustión,  de  los  fogoneros  empleados  en 
ese  servicio,  el  cual  es  por  lo  general  mirado  con  indiferen- 
cia, y  que  sin  embargo  es  uno  de  los  que  influyen  podero- 
samente al  resultado  pecuniario  final  de  la  zafra. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  191 


CAPITULO  IV. 


CONDENSACIONES    EN     LAS    TUBERÍAS. CONSUMO    DE    BAGAZO 

COMO  COMBUSTIBLE. HORNOS  DE  QUEMAR  BAGAZO  VERDE. 


Condensaciones  en  las  tuberías. 


I  l»  A  industria  azucarera,  es  una  de  las  que  consumen 
más  vapor  ó  sea  combustible,  por  depender  la  ela- 
boración del  azúcar  de  la  concentración  de  grandes  canti- 
dades de  jugo  de  caña  o  remolacha.  Grande  es  la  economía 
de  ese  fluido,  que  se  consigue  con  los  aparatos  al  vacío, 
en  proporción  al  combustible  que  se  requiere  en  los  trenes 
jamaiquinos  ó  de  análogo  sistema;  pues  trabajando  con  el 
vapor  de  escape  de  las  máquinas,  se  emplea  el  vapor  di- 
recto únicamente  para  mover  aquellas,  para  las  defecado- 
ras cachaceras,  filtro-prensas  y  clarificadoras  y  en  los 
serpentines  del  tacho  cuando  el  de  escape  no  es"  suficiente. 
Como  el  vapor  depende  del  consumo  de  combustible, 
su  producción  ocasiona  gastos  considerables  en  los  inge- 
nios donde  no  siendo  suficiente  el  bagazo,  se  emplea  leña 
ó  carbón  de  piedra.  Por  lo  tanto  es  necesario  evitar  toda 
clase  de  pérdidas  de  vapor,  por  condensaciones  improduc- 
tivas, forrando  los  conductos  por  donde  debe  circular,  con 
materiales  malos  conductores  del  calórico,  pues  dichas 
condensaciones,  que  parecen  á  primera  vista  de  poca  im- 
portancia, llegan  á  representar  una  pérdida  considerable 
al  fin  del  día  de  trabajo. 


192  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Ponemos  á  continuación  la  pérdida  de  vapor  por  me- 
tro cuadrado  y  por  hora,  en  tuberías  forradas  con  dife- 
rentes materiales. 

\  apor  conilensailo  por  hora  y  metro  cuadrado. 

Hierro  sin  forrar 2.k  "24 

Forrado  con  cimento  «Pimont» 1 .'  56 

ídem     de  estopa  engomada 1.'  53 

ídem     de  desperdicios  de  algodón  y  tela 1 .'  39 

ídem     tubo  de  barro  dejando  un  espacio  entre  ellos 

y  el  hierro 1 .'  12 

Trenzas  de  paja 1 .'  00 

Los  forros  generalmente  usados  en  la  isla  de  Cuba 
para  ese  objeto,  y  que  están  por  lo  general  compuestos  de 
hojas  secas  de  plátano  y  otras  parecidas,  son  pues  de  las 
mejores  que  se  pueden  emplear,  no  solamente  por  su  mala 
conductibilidad,  sino  también  por  su  poco  costo. 

Si  se  considera  la  superficie1  de  todos  los  tubos  de 
vapor  de  una  casa  calderas  ser  de  80  metros  cuadrados, 
(número  que  no  tiene  nada  de  exaj  erado  en  grandes  inge- 
nios) la  pérdida  por  condensación,  si  no  están  forrados  será 
de  225  kg.  de  vapor  por  hora.  Tomando  30  kg.  de  agua 
evaporada  como  equivalente  á  un  caballo  se  perderán  por 
hora: 

225 

—7,5  caballos. 

30 
y  en  un  día  de  18  horas  de  trabajo  se  perderán  inútilmen- 
te 135  caballos  de  fuerza  equivalentes  á  450  kilos  do  car- 
bón de  piedra;  en  los   tubos   forrados   p;>r  el  contrario,  la 
pérdidas  por  hora  ,será  <le 
Tí) 

-—2,6  caballos. 

30 
y  en  las  mismas  18  horas,  de  46,8  caballos  ó  sea  15(>  kilos 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAli  DE  CAÑA.  193 

de  carbón.  Se  comprende  pues  en  vista  de  esa  diferencia, 
la  importancia  que  tiene  el  evitar  las  pérdidas  de  vapor, 
forrando  las  tuberías. 

CoilSimiO  de  bagazo. — En  la  primera  parte  de 
este  libro  hemos  visto  que  con  un  rendimiento  en  el  tra- 
piche del  62%  del  peso  de  la  caña,  quedaba  un  residuo  en 
bagazo  representando  el  38  %  del  mismo  ele  los  cua- 
les 4,5  es  azúcar.  Es  decir,  que  de  cada  100  kilos  de  ca- 
ña exprimida,  quedaban  38  de  bagazo  de  los  cuales  28 
de  guarapo,  y  10  de  parte  leñosa.  En  un  ingenio  con 
simple  trapiche  moliendo  300  carretadas  de  á  100  arrobas 
ó  sea  de  1136  kilos  quedarán  pues  al  fin  de  dia 
340,800  kg.  X  38 

=  129,500  kg. 

100 
de  bagazo  verde  que  habrá  que  secar  antes  de  poder  apro- 
vecharlo en  las  fornallas. 

Vamos  ahora  á  calcular  la  cantidad  necesaria  como 
combustible  para  la  elaboración  del  jugo  de  340,000  kg. 
de  caña. 

Supongamos  un  ingenio  empleando  para  esa  tarea, 
cuatro  calderas  de  140,m2  de  superficie  de  caldeo,  iguales  á 
las  que  hemos  descrito  con  el  nombre  de  multitubulares 
con  bullidores.  Cada  metro  cuadrado  de  esa  superficie 
puede  evaporar  por  término  medio  22  kilogramo^  de  agua 
desde  100°  C.  por  hora  y  los  140,m2  3080  kilos.  Conside- 
rando cada  caballo  equivalente  á  la  vaporización  de  30  ki- 
los de  agua,  la  potencia  de  cada  caldera  es  de  100  caballos 
y  400  la  de  las  cuatro. 

Para  vaporizar  á  cuatro  atmósferas  ó  sea  á  144°  C, 
12320  kg.  de  agua,  se  necesitan. 

(650—144)1X12,320  kg,=6.233,920  caloríes. 

Tomando  el  ¡Doder  calorífico  teórico  del  bagazo  (algo 
superior  cuando  está  bien  seco  al  de  la  madera),  á  3500 
caloríes  por  kilo  y  prácticamente  á  2000  por  varios  motivos 


lí)4  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

que  impiden  que  la  combustión  sea  perfecta,  para  producir 
los  6.234,000  caloríes  se  necesitarán  por  hora 
6.234,000 

— 3 1 1 8  kg.  de  bagazo . 

2000 
y  al  lin  del  día  de  18  horas  de  trabajo  se  habrán  empleado 
50. 124  kg. 

Como  no  es  posible  emplear  el  bagazo  tal  como  sale 
del  trapiche,  pues  los  24k  de  agua  que  contiene  en  38k  pro- 
cedentes de  100  de  caña,  ó  sea  el  63%"  de  su  peso  impedi- 
rían su  combustión,  se  hace  necesario  el  extenderlo  en 
el  bate//  exponiendo  la  mayor  parte  posible  al  aire  para 
que  se  vaya  secando;  operación  que  requiere  mucho  per- 
sonal y  está  sujeta  á  multitud  de  contratiempos,  uno  de 
cuales  bastante  frecuente  es  el  mojarse  á  causa  de  la  lluvia 
cuando  ya  está  seco  y  se  preparan  á  llevarlo  á  la  casa  ha- 
gazo.  Suponiendo  que  no  le  haya  sucedido  ese  percance  y  que 
por  el  contrario'diaya  tenido  lugar  á  secarse  completamente 
con  un  buen  sol,  la  cantidad  de  agua  evaporada  podrá 
ser  del  50%  de  su  peso  ó  sea  de  64.750k  de  los  129.500, 
quedando  por  lo  tanto  combustible  representando  04.750 
kilogramos  y  un  exceso  de  64.750 — 56.200r=8550k  para 
reserva  en  la  casa  bagazo. 

Es  de  advertir  que  así  como  cuanto  más  :  húmedo 
esté  el  bagazo  más  peso  quedará  de  él,  también  se  necesi- 
tará mayor  cantidad  en  las  fornallas,  y  por  lo  tanto  su 
mayor  ó  menor  consumo  dependerá  del  número  de  caloríes 
que  se  hayan  de  trasmitir  al  agua  de  las  calderas  ó  el 
número  de  éstas  en  operación. 

Completamente  seco,  el  bagazo  representa  contando 
con  el  azúcar  en  él  contenido  del  15  al  20  %  del  peso  de 
la  caña  de  la  cual  procede,  pero  es  muy  difícil  conseguirlo 
en  este  estado  pues  es  muy  higrométrico  y  absorbe  la 
humedad  del  aire. 

La  necesidad  de  extenderlo  en  el  batey   al  aire  libre, 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  195 

operación  que  requiere  mucho  personal  y  material  rodan- 
te, comprometiendo  á  veces  la  regularidad  del  trabajo, 
por  haberse  mojado  y  no  existir  ninguno  seco,  ó  por  no 
haber  suficiente  leña  ni  otra  clase  de  combustible  en  aco- 
pio, ha  hecho  buscar  un  modo  de  suprimir  esa  necesidad, 
empleando  procedimientos  para  secarlo  con  el  mismo  calor 
de  las  fornallas,  donde  debe  entrar  en  combustión. 

Hornos  de  quemar  bagazo  verde.— ^t^ 

procedimientos  consisten  hasta  ahora  en  los  hornos  lla- 
mados de  quemar  bagazo  verde,  de  los  cuales  no  faltan 
variedades,  pero  pocos  son  los  que  dan  resultados  posi- 
tivos. 

Para  poder  quemar  el  bagazo  verde  ó  sea  saliendo 
del  trapiche,  es  menester  evaporar  en  esos  mismos  hornos 
la  mayor  parte  del  agua  contenida  en  él,  para  que  arda 
ó  entretenga  una  combustión  favorable  á  la  generación 
del  vapor,  detalle  esencial  en  el  cual  muchos  inventores 
de  tales  hornos  no  se  han  fijado  con  el  detenimiento 
debido. 

Efectivamente,  si  establecemos  un  cálculo  sobre  mil 
kilos  de  bagazo  verde,  proviniendo  de  caña  que  haya  ren- 
dido, el  62  %  de  su  peso  en  jugo,  los  mil  kilos  contendrán 
630  de  agua  y  370  kilos  de  materia  sólida  entre  azúcar  y 
parte  leñosa,  es  decir,  el  63  %  de  su  peso  en  agua. 
Para  obtener  una  combustión  regular  con  eve  bagazo 
habrá  que  evaporar  por  lo  menos  el  70  %  del  agua  que 
contiene,  es  decir,'  por  cada  mil  kilogramos  de  bagazo  440 
kilos  de  agua. 

Si  suponemos  esta  agua  á  30°  centígrado    de    tempe- 
ratura habrá  que  emplear  en  su  vaporización 
440X (650— 30)  =272,800  caloríes, 
las  cuales  no  pueden  obtenerse  sino  de  la  misma  combus- 
tión que  se  quiera  entretener. 

La  potencia  calorífica  del  bagazo,  siendo  próxima- 
mente   de    3,500   y  en  la  práctica    aproximadamente    de 


196  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

2,000  caloríes  por  kilogramo,  para  efectuar  la  evapora- 
ción de  dicha  agua  se  necesitarán: 
272,800 

—136  kilos  de  bagazo  muy  seco, 

2,000 
es  decir,  el  13.6  %  del  bagazo  empleado  ó  sea  el  22.16  % 
del  bagazo  verde,  lo  cual  representa  una  pérdida  de   com- 
bustible bastante  elevada. 

Varias  son,  como  hemos  dicho,  las  diferentes  clases 
de  hornos  de  quemar  bagazo  verde  que  se  han  ideado,  de 
los  cuales  los  más  usados  son  los  de  Godillot,  León  Marie 
y  Blondin. 

El  horno  Godillot  consiste  en  una  fornalla  indepen- 
diente colocada  al  frente  de  las  calderas  y  con  las  cuales 
comunica  por  un  conducto.  Las  parrillas  están  colocadas 
en  la  parte  correspondiente  del  horno  de  quemar  bagazo  y 
reciben  este  por  un  registro  abierto  en  la  bóveda  y  del 
cual  cae  á  una  £)ieza  metálica  en  forma  de  pirámide  de 
base  pentagonal  y  de  poca  altura  que  lo  distribuye  sobre 
las  parrillas  al  caer.  Por  debajo  de  dicha  pieza  entra  el 
aire  destinado  á  la  combustión,  civya  entrada  se  gradúa 
por  las  compuertas  de  costumbre. 

La  llama  pasa  antes  de  ir  á  la  caldera  por  encima  de 
un  saltillo  de  ladrillo  en  cuyo  interior  existen  conductos 
que  comunican  con  el  aire  exterior  los  cuales  sirven  para 
inyectar  parte  de  él  entre  los  gases  ele  combustión  al  ir  á 
las  calderas,  favoreciendo  aquella.  La  caja  que  comprende 
el  horno  de  quemar  bagazo  propiamente  dicho,  es  toda  de 
ladrillo  y  su  parte  superior  es  plana  para  la  mayor  comodi- 
dad del  servicio  de  las  compuertas  de  alimentación. 

Los  hornos  Blondín  forman  parte  de  las  mismas  for- 
mulas de  las  calderas  y  reciben  el  bagazo  verde  por  medio 
de  un  registro  de  hierro  en  su  parte  superior  del  cual  cae 
directamente  sobre  las  parrillas.  La  llama  para  ir  á  las 
calderas  tiene  que  atravesar   el    mismo  conducto    por   el 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  197 

cual  baja  el  bagazo  contribuyendo  á  secarlo  mejor  y  á 
prepararlo  para  la  combustión  sucesiva. 

En  el  horno  León  Marie,  el  más  sencillo  de  todos,  la 
alimentación  del  bagazo  se  opera  también  por  arriba,  pero 
una  división  de  ladrillo  en  la  parte  superior  de  la  fornalla, 
la  divide  en  dos,  separando  la  parte  en  la  cual  se  opera  la 
alimentación  del  bagazo,  de  aquella  en  la  cual  los  gases 
de  combustión  entran  en  la  caldera. 

Todos  estos  hornos  de  quemar  bagazo  verde,  tienen 
sus  registros  para  la  extracción  de  las  cenizas  y  limpieza 
de  las  parrillas,  cosa  indispensable. 

Hasta  últimamente,  la  introducción  del  bagazo  desti- 
nado á  la  combustión,  se  operaba  por  el  frente  de  las  cal- 
deras, el  Sr.  Sodal  ha  ideado  una  disposición  para  quemar 
el  bagazo  verde  en  la  cual  aquella  se  efectúa  por  la  parte 
posterior  de  las  generadoras.  En  ese  sistema  que  funcionó 
en  el  ingenio  "San  Lino"  durante  la  zafra  de  este  año 
(1887,)  con  buenos  resultados,  el  bagazo  entra  como  hemos 
dicho  por  la  parte  posterior  de  la  caldera  y  empujado  por 
un  mecanismo  sencillo  y  conveniente  va  recorriendo  sobre 
planchas  de  hierro  el  trayecto  del  conducto  del  fuego  de- 
bajo de  la  caldera  en  una  capa  de  seis  a  8  pulgadas  y  llega 
por  fin  á  las  parrillas  ya  seco  y  en  plena  combustión.  Los 
gases  de  esta  siguiendo  su  marcha  ordinaria,  en  lugar  de 
pasar  sobre  las  mamposterías,  pasan  sobre  el  bagazo  con 
lo  cual  evaporan  el  agua  de  este  de  manera  que  como  he- 
mos dicho  cuando  llega  á  las  parrillas  en  su  movimiento 
de  traslación,  ya  está  ardiendo. 

La  sencillez  de  este  procedimiento,  el  poco  costo  rela- 
tivo de  la  instalación  y  construcción  de  su  mecanismo, 
nos  hace  creer  este  nuevo  modo  de  quemar  el  bagazo 
verde,  imparcialmente,  como  el  mejor  conocido  hasta  la 
fecha. 

Pronto  deben  colocarse,  en  otros  ingenios  y  si  sus  re- 
sultados siguen  siendo  como  han  sido  en  el  ingenio   "San 


198 FABRICACIÓN  DÉ  AZÚCAR  Í)É  CAÑA. 

Lino/'  mucho  contribuirán  á  las  economías  derivadas  de 
la  supresión  del  trabajo  de  la  manipulación  del  bagazo  al 
aire  libre,  manipulación  más  costosa  hoy  por  razones  harto 
conocidas. 

Concluiremos  este  capítulo  diciendo  que,  á  pesar  de 
las  teorías  sobre  la  descomposición  del  agua  contenida  en 
el  bagazo  verde,  en  hidrógeno  y  oxígeno,  y  de  la  combi- 
nación del  carbono  con  el  primer  cuerpo,  de  cuya  descom- 
posición se  quiere  por  algunos  sacar  partido,  .y  hasta 
probar  que  es  mayor  el  calor  desarrollado  por  el  bagazo 
verde  que  por  el  seco,  no  estamos  de  acuerdo  con  esas 
teorías  y  creemos  por  el  contrario  que  es  siempre  preferible 
un  combustible  seco  á  uno  mojado.  Ahora  bien,  si  á  pesar 
de  la  pérdida  de  bagazo  ocasionada  en  los  hornos  de 
quemarlo  verde,  ó  del  aumento  necesario  de  una  ó  más 
calderas  para  igual  generación  de  vapor,  es  más  ó  menos 
económico  el  efectuarlo  según  la  clase  de  hornos,  y  sujeto 
á  menos  contrariedades  es  esta  cuestión  ya  distinta  y 
sobre  todo  de  mucho  menos  importancia,  donde  quede 
cada  año  exceso  de  bagazo  seco  en  la  casa  bagazo  al  fin 
de  zafra. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


199 


CAPITULO  V. 


DATOS  SOBRE  DIVERSAS  INSTALACIONES  DE  LA  ISLA  DE  CUBA. 

i  y  A  isla  de  Cuba,  cuenta  con  magníficos  ingenios  dotados 
^m^  con  los  aparatos  más  modernos,  y  algunos  de  los 
cuales  han  sido  fomentados  con  un  lujo  de  fábricas  pocas 
veces  visto  en  otros  países.  Su  producción  de  azúcar  lia 
llegado  á  ser  de  738,000  toneladas  (1873)  y  aún  el  año 
pasado  (1886)  á  pesar  de  las  mil  vicisitudes  por  las  cuales 
está  pasando  la  industria  azucarera  se  produjeron  700,000 
toneladas. 

Véase  el  estado  general  de  exportación  de  azúcar  y 
mieles  de  la  isla  de  Cuba  desde  el  año  1877  hasta  1886, 
y  el  de  producción  desde  el  de  1870  hasta  1886. 

Exportación  de  azúcar  y  mieles  de  la  isla  de  Cuba 
desde  1877,  en  toneladas. 


200 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 


De  estas  cantidades,  los  Estados  Unidos  han  recibido 
en  1886,  el  92%.  La  Europa  meridional  el  6.54%  y  otros 
paises  el  0.76%. 

Producción  de  azúcar  y  miel  en  esta  Isla  en  los 
últimos  diez  y  siete  años. 


1886 

TONELADAS. 

Aúcar. 

Miel. 

692,681 
630,414 
560,934 
484,976 
500,357 
483,945 
547,089 
680,700 
530,598 
505,553 
572,000 
699,006 
666,000 
738,000 
667,850 
527,000 
684,032 

159,428 
134,500 
125,228 
110,852 
134,059 
101,140 
116,884 
136,739 
109,485 
100,675 
159,171 
124,429 
142,032 
180,805 
200,450 
163,211 
220,643 

1885 

1884 

1883 

1882 

1881 

1880 

1870.' 

1878 

1877 *. 

1876 i 

1875 

1874 

1873 

1872 

1871...., 

1870 

Creemos  oportuno  dar  algunos  datos  sobro  algunas 
instalaciones  de  esta  Isla. 

El  ingenio  «Santísima  Trinidad»  del  Excmo.  señor 
Conde  de  Casa  Moré,  en  Santa  Isabel  délas  Lajas,  cuenta 
«Mitre  otros  con  los  aparatos  siguientes: 

Bati  triple  efectos  de  3000  hectolitros  cada,  uno  ó  sea 
Kiiliciontcs  para  concentrar  6000  hectolitros  entre  los  dos 
en  24  horas. 


fabricación  pe  azúcar  de  caña. 201 

Dos  tachos  de  3m250  de  diámetro. 

Dos  máquinas  de  moler  con  mazas  de  800m  de  diá- 
metro y  2  metros  de  largo. 

Doce  defecadoras  de  50  hectolitros  (1320  galones.) 

Cuatro  clarificadoras  de  30  hectolitros. 

Seis  centrífugas  colgantes  de  Hepworth. 

Un  enfriadero  de  2000  metros  cuadrados  de  superfi- 
cie. Dicho  aparato  ha  sido  instalado  por  la  Compañía  de 
Fives  Lille,  de  París,  y  puede  producir  100  bocoyes  de 
azúcar  en  16  ó  18  horas  de  trabajo. 

La  casa  de  la  fábrica  es  de  hierro. 

El  ingenio  «Central  Aberoff»  en  Aguacate,  cuenta  con 
la -siguiente  instalación. 

Una  máquina  de  moler  con  mazas  de  90  %m  de  diá- 
metro y  2,m000  de  largo. 

Un  triple  efecto  de  3500  hectolitros. 

Seis  defecadoras  de  40  idem. 

Cuatro  clarificadoras  de  16  idem. 

Un  tacho  de  dar  punto  de  3,m000  de  diámetro  y  200 
hectolitros  de  cabida. 

Seis  centrífugas  de  Weston. 

Un  calentador  de  guarapo  de  80  mm2  de  superficie. 

El  edificio  es  también  de  hierro  y  procede  lo  mismo 
que  los  aparatos,  de  la  casa  de  Cail  de  París. 

La  instalación  del  ingenio  "Central  Redención,"  se 
compone  de  los  aparatos  principales  siguientes: 

Una  máquina  de  moler  con  mazas  de  1  metro  de 
diámetro  y  2m  de  largo. 

Un  triple  efecto  de  3000  hectolitros. 

Seis  defecadoras  de  40  idem. 

Tres  clarificadoras  de  20  idem. 

Dos  tachos  de  dar  punto  de  2.m750  de  diámetro  y  220 
hectolitros  de  cabida. 


■ 

202  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Seis  centrífugas  colgantes  de  Hepworth. 

La  casa  ingenio  es  también  de  hierro  y  procede  lo 
mismo  que  los  aparatos  de  la  casa  de  Fives-Lille  de  París. 
Es  igual  en  todo  á  la  fábrica  del  ingenio  ((Fortuna»  Al- 
quizar. 

El  ingenio  «Constancia»  Cienfuegos,  tiene  entre  otros 
aparatos. 

Un  triple  efecto  de  4200  hectolitros. 

Un  triple  efecto  de  5400  idem. 

Un  tacho  de  4m  de  diámetro. 

Los  triple  efectos  son  de  la  casa  Lecointe  et  Villette, 
de  Saint  Quentin.  Francia. 

Muchos  otros  ingenios  podríamos  citar  que  cuentan 
con  muy  buenas  instalaciones  en  la  Isla  de  Cuba,  pero 
terminamos  dando  las  dimensiones  del  triple  efecto  de  la 
fábrica  de  azúcar  de  remolacha  de  Cambrai,  (Francia)  que 
son  las  siguientes: 

Diámetro  del  primer  tacho 4m500 

»  »    segundo     »    5m100 

»  »    tercero       »    5m600 

Superficie  de  caldeo  4,000  metros  cuadrados,  y  capa- 
cidad, la  de  concentrar  20,000  hectolitros  de  jugo  de 
remolacha  en  24  horas. 

Tiene  además  dos  tachos  de  5m500  de  diámetro  ó  sea 
de  18  piég  ingleses  que  hotan  templas  de  60,000  kilogramos. 
La  fábrica  elabora  el  jugo  de  2.000,000  kilos  de  remo- 
lacha en  24  horas,  el  cual  va  á  la  central  por  120  kilóme- 
tros de  tuberías  que  lo  reciben  de  21  fábricas  destinadas 
exclusivamente  é  su  extracción. 

En  la  fábrica  de  azúcar  de  caña  de  Darboussier,  en 
Pointe  á  Pitre,  se  trabajaban  diariamente  1.000,000  de 
kilos  de  caita  de  azúcar. 


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'..     APÉNDICE. 

Aplicación  de  la  difusión  á  la  caña  y  bagazo. 


Te  '■'.,. 

|  V  os  aparatos  de  extracción  del  j  ugo  de  la  caña  emplea- 
dos hasta  hoy  día,  no  permiten  extraer  la  totalidad 
del  azúcar  contenido  en  ella,  ni  aún  con  el  uso  de  repeti- 
das presiones  en  diferentes  molinos  ayudadas  por  la  des- 
fibración  previa  de  la  caña. 

Como  hemos  visto  en  el  capítulo  29,  al  tratar  del 
rendimiento  de  azúcar,  suponiendo  la  extracción  del  62% 
del  peso  de  la  caña  enjugo  á  9í°  Beaumé,  quedan  aún  en 
el  bagazo  4k50  de- azúcar  ó  sea  el  31%  del. totaUcon tenido 
en  la  planta,  y  esta  pérdida  considerable,  mayor  aún  en 
la  generalidad  de  los  ingenios,  ha  motivado  la  aplicación 
de  la  difusión  ha  tiempo  usada  para  la  remolacha,  á  la 
extracción  del  azúcar  de  la  caña  la  cual  puede  ser  com- 
pleta con  dicho  sistema. 

Vamos  á  dar  una  breve  explicación  de  este  procedi- 
miento tal  como  se  ha  adoptado  y  emplea  en  la  actualidad, 
por  ser  esta  Cuestión  de  grande  importancia  para  la  indus- 
tria azucarera  de  la  isla  Cuba. 

Corta-cañas, —  Para   el  buen   resultado  de   la 


206  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

difusión,  debiendo  ponerse  la  caña  en  contacto  íntimo  con 
el  agua  necesaria  se  corta  en  rebanadas  por  medio  de  los 
aparatos  llamados  corta-cañas,  el  mejor  de  los  cuales  es  el 
de  Sudenburg. 

Se  compone  dicho  aparato  de  un  disco  giratorio  hori- 
zontal ele  hierro,  armado  con  seis  cuchillas  también  hori- 
zontales y  colocadas  en  el  sentido  de  radios  de  dicho  disco. 
Encima  de  este  y  dejando  un  pequeño  -espacio  entre  los 
dos,  hay  una  tapa  provista  de  seis  aberturas  por  donde 
cae  la  caña  sobre  las  cuchillas,  para  lo  cual,  cada  abertu- 
ra tiene  una  tolva  de  plancha  de  hierro  formando  45°  con 
la  horizontal  y  en  las  cuales  se  introduce  aquella. 

Debajo  del  disco  y  girando  sobre  el  mismo  eje  verti- 
cal que  mueve  al  primero  por  medio  de  una  trasmisión 
conveniente,  existe  un  eje  que  lleva  dos  ó  más  aspag  ho- 
rizontales, las  cuales  van  recojiendo  las  rebanadas  de  caña 
cortada  y  las  conducen  á  una  tolva  de  donde  caen  al 
elevado/'  de  rehallada*. 

Un  registro  abierto  en  la  tapa  del  corta-cañas  permite 
cambiar  las  cuchillas  cuando  se  mellan,  para  cuyo  fin 
estas  están  fijas  en  unos  marcos  movibles,  que  facilitan 
mucho  su  cambio,  durando  esta  operación  solo  dos  ó  tres 
minutos. 

Para  la  colocación  de  los  marcos  que  llevan  las  cu- 
chillas, existen  en  el  disco  giratorio  seis  aperturas  de  doble 
largo  que  el  de  los  marcos,  y  más  anchas  en  la  parte 
inmediata  al  eje.  Por  ellas  se  introducen  y  empujan 
hacia  el  otro  extremo  al  cual  van  resbalando  entre  dos 
ranuras,  la  misma,  fuerza  centrífuga  manteniéndolas  des- 
pués en  su  puesto  al  girar  el  aparato.  Cada  marco  lleva 
dos  cuchillas  puestas  á  tope. 

La  capacidad  de  cada  corta-cañas,  es  de  10  á  12.000 
y  últimamente  de  15,000  kilogramos  de  caña  cortada  en 
rebanadas  de  2"1/ni  por  hora,  pudiendo  variar  el  grueso  de 
ellas,  pero  como  es   natural  disminuyendo  la  cantidad  de 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA.  207 

caña  cortada  á  medida  que  las  rebanadas  son  más  delga- 
das. Por  efecto  de  la  inclinación  dada  á  las  cañas  en  las 
tolvas  de  alimentación,  las  rebanadas  salen  de  forma 
ovalada. 

La  fuerza  necesaria  para  el  trabajo  de  esos  corta-cañas 
no  pasa  de  8  caballos  nominales,  y  las  rebanadas  salen 
lisas  y  sin  filamentos  de  corteza  quedando  esta  cortada  de 
un  modo  limpio  y -completo  y  sin  que  la  forma  de  la  caña 
influya  en  lo  más  mínimo,  en  la  operación  del  corta-cañas. 

Las  rebanadas  de  caña  al  salir  del  aparato  descrito, 
van  á  un  depósito  de  donde  las  extrae  un  elevador  com- 
puesto de  varias  cucharas  de  hierro  y  las  eleva  y  deja 
caer  en  una  tolva  giratoria  de  hierro  que  sirve  para  ali- 
mentar los  difusores. 

DifllSOVes, — Los  difusores  se  componen  de  un 
cilindro  algo  cónico  de  hierro  dulce,  con  la  base  mayor  en 
la  parte  inferior.  Esta  modificación  hecha  por  la  compa- 
ñía de  Fives  Lille,  permite  al  revés  de  \o  que  sucedía 
anteriormente,  vaciar  el  difusor  con  la  sola  operación  de 
abrir  la  compuerta  del  fondo.  Esta  compuerta  es  tam- 
bién de  hierro  y  ajusta  por  su  parte  superior  que  es  cón- 
cava, con  el  fondo  perforado  del  difusor.  Para  evitar  las 
salidas  de  jugo  durante  la  marcha,  hace  junta  al  cerrar 
con  el  borde  del  difusor  por  medio  de  un  tubo  circular  de 
goma  que  está  colocado  en  una  ranura  semi  ^cilindrica 
abierta  en  su  mismo  borde,  y  cuyo  tubo  está  siempre 
lleno  de  agua  á  una  presión  superior  á  la  existente  dentro 
del  difusor.  Al  cerrar  dicha  compuerta  por  medio  de  un 
volante  ó  manubrio,  dicho  tubo  se  comprime  y  llenando 
los  huecos  que  podrían  permitir  la  salida  del  jugo  hace 
una  junta  impermeable  y  de  gran  sencillez. 

Como  la  compuerta  por  su  gran  diámetro  y  la  solidez 
necesaria  de  construcción  es  pesada,  tiene  un  contrapeso 
que  facilita  mucho  su  movimiento  y  el  cual  puede  gra- 
duarse á  voluntad. 


208  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAK  DE  CAÑA. 

La  entrada  del  jugo  se  opera  en  los  difusores  por  la 
parte  superior  debajo  del  orificio  de  alimentación  de  la 
caña,  el  cual  durante  el  trabajo  está  cerrado  hermética- 
mente, y  su  salida  se  efectúa  por  el  fondo  perforado  del 
difusor  y  después  por  un  tubo  que  lo  conduce  pasando  por 
el  calentador  al  difusor  siguiente  ó  á  los  depósitos. 

Cada  difusor  tiene  un  calentador,  el  cual  se  compune 
de  un  cilindro  de  hierro  provisto  en  su  interior  de  varios 
tubos  de  latón  fijos  á  dos  placas  tubulares  y  entre  los 
cuales  circula  vapor  de  escape  ó  directo.  Como  al  entrar 
el  agua  caliente  dentro  de  un  difusor  y  encontrarse  con 
la  masa  de  caña  fría  disminuiría  mucho  de  temperatu- 
ra, al  pasar  por  el  calentador  recupera  ésta  y  aún  la 
aumenta,  por  lo  cual  al  llegar  al  segundo  difusor  está  en 
buenas  condiciones  para  disolver  el  azúcar  contenido  en 
la  caña. 

Cada  difusor  tiene  un  sistema  de  llaves  en  su  parte 
superior,  con  las  cuales  comunica  por  medio  de  los  tubos 
correspondientes. 

Dichas  llaves  son  tres,  á  saber:  una  llave  de  comuni- 
cación general,  una  llave  de  alimentación  de  guarapo  y 
una  llave  de  agua.  Cada  calentador  tiene  á  su  vez  una 
llave  de  vapor  y  una  válvula  para  la  salida  de  los  retornos 
en  todo  parecidos  á  los  ya  descritos  en  otros  capítulos  de 
esta  obra.  ♦ 

Los  difusores  se  colocan  en  baterías  de  16  ó  más,  en 
una  ó  dos  líneas  rectas,  ó  lo  que  es  mejor,  en  línea  cir- 
cular, pues  en  esta  última  forma  la  alimentación  de  las 
rebanadas  de  caña  se  hace  directamente  con  la  tolva  gira- 
toria sin  necesidad  de  carritos  ni  conductores. 

La  operación  de  la  difusión  se  efectúa  como  sigue: 
suponiendo  los  difusores  marcados  con  los  números  1,  2, 
3,  4,  5,  etc.,    así  como  sus  calentadores  correspondientes. 

Se  llena  el  difusor  número  1  de  rebanadas  de  caña  y 
se  abren  primero,   la  llave  de  agua  general  y  después  la 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA.  209 

del  difusor  número  13,  por  ejemplo,  y  al  mismo  tiempo  la 
del -calentador  número  13.  El  agua  entra  en  el  difusor 
pasando  antes  por  aquel  y  adquiere  una  temperatura  de 
30  a  35°  centígrados;  cuando  esta  lleno  se  cierra  su  tapia 
de  registro  y  se  abre  la  llave  ds  aire  colocada  sobre  la 
misma  tapa,  la  cual  se  cierra  automáticamente  al  estar 
lleno  de  agua  el  difusor.  Por  medio  de  las  diferentes  lla- 
ves de  los  difusores  14,  15  y  16,  se  establece  la  circula- 
ción del  agua  en  ellos  y  en  los  calentadores,  de  lo  cual 
resulta  que  cuando  se  abre  la  llave  de  alimentación  del 
difusor  número  1,  el  agua  llega  al  calentador  número  1 
con  65  ó  70  grados  de  temperatura,  lo  atraviesa  de  arriba 
á  bajo  y  pasa  el  difusor  número  1  de  abajo  á  arriba  ba- 
ñando las  rebanadas  de  caña.  Cuando  dicho  difusor  está 
lleno,  se  cierra  la  válvula  de  alimentación  del  16,  para 
impedir  que  retroceda  el  jugo,  y  se  abre  la  de  comunica- 
ción del  1  y  de  alimentación  del  3,  con  lo  cual  el  agua  no 
pudiendo  retroceder,  pasa  al  difusor  número  1  y  el  jugo  ya 
contenido  en  éste  recibiendo  la  presión  debagua  se  pone  en 
movimiento  de  arriba  á  bajo  y  por  medio  de  las  comuni- 
caciones correspondientes,  pasando  por  el  calentador 
número  3  va  al  difusor  número  2  donde  baña  nuevas 
rebanadas  de  caña.  La  misma  operación  se  efectúa  con 
los  otros  difusores,  y  cuando  el  jugo  de  un  difusor  ha  lle- 
gado ya  á  una  densidad  conveniente,  se  abre  la  llave  de 
salida  y  se  descarga  á  un  tanque,  lo  cual  se  efectúa  por 
efecto  de  la  misma  presión  que  determina  la  corriente  del 
agua  en  los  difusores  y  en  cuyos  tanques  se  mide  automá- 
ticamente su  volumen. 

La  presión  que  origina  la  circulación  del  guarapo,  se 
consigue  por  medio  de  un  tanque  de  agua  colocado  de  8 
á  10  metros  sobre  el  nivel  ele  los  tanques  medidores,  ó 
bien  por  medio  de  un  compresor  que  permite  suprimir 
dicho  tanque  y  variar  la  presión  en  los  difusores. 

Mientras  un  difusor  se  llena  de  jugo,  el  siguiente  se 

14 


210 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


carga  de  rebanadas  y  por  lo  tanto  el  inmediato  debe  va- 
ciarse de  agua  al  empezar.  Para  ello  y  por  el  conveniente 
manejo  de  sus  llaves  se  consigue  cambiar  la  presión  del 
agua  causa  de  la  circulación  al  siguiente,  continuando  esta 
en  los  difusores  sin  interrupción. 

Durante  la  marcha  de  la  difusión,  es  usual  cargar  un 
difusor  mientras  otro  se  vacía,  quedando  siempre  uno 
intermedio  lleno  de  rebanadas  nuevas. 

Para  vaciar  un  difusor  basta  incomunicarlo  con  los 
demás  y  abrir  su  compuerta  por  la  cual  cae  el  bagazo  á 
unos  carritos  ó  á  un  conductor  situado  debajo  de  ellos. 
Anteriormente  se  vaciaba  todo  el  contenido,  pero  ahora 
por  medio  del  aire  comprimido  se  hace  pasar  el  jugo  á  la 
tubería  de  descarga,  quedando  pues  únicamente  las  reba- 
nadas agotadas  de  azúcar  en  lugar  de  la  gran  cantidad  de 
líquido  que  se  perdía.  ° 

En  el  procedimiento  que  nos  ocupa,  el  agua  caliente 
pasando  sucesivamente  por  10  ó  más  difusores  y  ponién- 
dose en  contacto  en  cada  uno  con  nueva  cantidad  de  caña, 
entra  en  el  primero  á  0  grado  Beaumé  y  sale  por  el  últi- 
mo á  7  ú  8  grados,  según  sea  la  densidad  inicial  del  jugo 
de  la  cana.  En  los  en  sajaos  sobre  la  difusión  de  la  cana 
hechos  en  Djattwangie,  isla  de  Java*,  en  1885,  la  gradúa 
ción  del  jugo  en  cada  difusor  siendo  el  normal  de  10°5 
Beaumé,  sea  19°  Brix  con  16,94  %  de  azúcar  equivalente 
á  un  cociente  de  pureza  de  89,16  era  como  sigue: 


DIFIEREN. 

DENSIDAD. 

GRADOS  BEAUMÉ. 

AZÚCAR. 

COCIEM'E. 

1 

1.0007 

0.19 

0.14 

73.08 

2 

1.0025 

0.00 

0.48 

SO 

n 

O 

1.0060 

1.00 

1.32 

82.50 

4 

1.0120 

o 

o 

2.4G 

82 

5 

1.0170 

4.40 

3.93 

89.32 

6 

1.0240 

G.10 

5.63 

92.29 

AL    FRENTE. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CANA. 


211 


DIFUSORES. 

DENSIDAD. 

GRADOS  BEAUME. 

AZÚCAR. 

COCIENTE. 

7 

1.0350 

8.80 

8.02 

91.12 

8 

1.0460 

11.50 

10.35 

90.00 

9 

1.0570 

14.00 

12.77 

91.21 

10 

1.0600 

11.80 

13.53 

91.42 

11 

1.0600 

14.80 

13.09 

90.07 

12 

1.0610 

15 

13.61 

90.73 

13 

1.0620 

15.20 

13.75 

90.45 

14 

1.0620 

15.20 

13.86 

91.12 

15 

1.0650 

15.90 

14.85 

93.40 

16 

1.0655 

16 

14.85 

92.81 

En  esos  ensayos,  las  rebanadas  al  salir  de  los  difuso- 
res solo  contenían  1.42  %  de  azúcar,  y  se  probó  que  con 
16  difusores,  se  podía  disminuir  el  consumo  de  agua  nece- 
sario de  un  20  %  y  llegar  á  dejar  solo  en  el  bagazo  el 
0,88  %  en  azúcar  del  peso  de  la  caña.  Véase  la  Memoria 
sobre  los  resultados  de  los  ensayos  de  Difusión  hechos  en 
Djatüwangie  durante  la  zafra  de  1885^>or  M.  G.  M.  W.  Zuur. 

La  difusión  operándose  por  la  adición  de  una  cantidad 
de  agua  al  jugo  ya  de  por  sí  contenido  en  la  caña,  es  de 
suma  importancia  que  aquella  sea  lo  más  pura  posible, 
pues  de  otro  modo  equivaldría  á  agregar  á  los  cuerpos 
extraños  del  azúcar  una  nueva  cantidad.  Por  lo  mismo, 
la  mejor  agua  es  la  de  rio  y  la  de  manantiales  salgan  esos 
en  pozos  ó  á  la  superficie,  que  contengan  pocas  sales,  so- 
bre todo,  las  de  sulfato  de  cal  y  de  magnesia.  Puede  em- 
plearse para  ello  perfectamente  el  agua  de  retornos. 

De  los  ensayos  hechos  en  Java,  resultaban  en  la  di- 
fusión 150  kilos  de  jugo  por  cada  100  de  caña  trabajada, 
pero  en  los  últimos  hechos  posteriormente  y  en  el  trabajo 
práctico  de  la  última  zafra  hecho  en  Almería  (1886)  se 
ha  operado  con  éxito  con  solo  de  120  á  125  kilos  de  jugo 
por  100  de  caña. 


212  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 

Las  rebanadas  de  difusión  al  salir  de  los  difusores 
contiene  el  90  %  de  agua  y  son  por  lo  tanto  difíciles  de 
secar,  conteniendo  casi  el  doble  que  el  bagazo  de  molino. 
Sometiéndolas  á  la  presión  en  un  trapiche,  abandonan  parte 
de  su  agua,  pero  no  la  suficiente  para  hacerlas  útiles  para 
ir  á  las  fornallas  inmediatamente.  El  bagazo  al  salir  del 
trapiche  con  una  extracción  del  62%  contiene  el  63  %  de 
su  peso  en  agua,  y  cuando  se  ha  secado  lo  suficiente  para 
alimentarlas  fornallas  le  queda  aún  el  22% de  agua  es  decir 
que  las  rebanadas  para  poder  servir  como  combustible,  nece- 
sitarían perder  90 — 22  =  68  %  del  agua  en  ellas  contenida. 

La  eliminación  de  esta  agua  es  difícil,  no  solo  por  la  can- 
tidad de  calor  solar  que  requiere,  sino  que  por  efecto  del  calor 
no  contenido  en  el  agua  de  difusión,  se  coagula  en  ellas  la  al- 
búmina formando  una  masa  compacta  que  intercepta  sus  cel- 
das é  impide  al  agua  de  salir,  si  bien  contribuye  á  que  el  jugo 
de  difusión  sea  más  puro  que  el  procedente  del  molino. 

En  los  diferentes  ensayos  que  se  han  practicado,  con 
objeto  de  averiguar  si  con  la  presión  del  trapiche  podía 
eliminarse  la  mayor  parte  del  agua  contenida  en  las  reba- 
nadas, se  ha  visto  que  aún  con  las  presiones  más  enérgicas 
no  cede  sino  relativamente  poca  cantidad  de  ella,  y  úni- 
camente pasándolas  por  el  trapiche  y  luego  extendiéndolas 
al  sol  en  capas  de  unas  cuatro  pulgadas,  podían  al  cabo 
de  tres  ó  cuatro  días  servir  para  combustible. 

En  vista  de  esto,  se  han  decidido  en  todas  partes 
donde  se  emplea  la  difusión  á  ir  amontonando  las  rebana- 
das en  el  batey  para  determinar  su  fermentación  y  utili- 
zarlas después  como  abono,  empleando  como  combustible, 
carbón  de  piedra  ó  leña. 

Es  indudable  que  esta  circunstancia,  origina  aumento 
considerable  en  el  precio  del  combustible,'  pero  está  am- 
pliamente cubierto  por  la  mayor  cantidad  de  azúcar  obte- 
nida sin  que  tengamos  en  cuenta  la  provechosa  influencia 
de  las  "rebanadas  devueltas  al  campo  de  caña  como  abono. 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DECAÑA.  213 

De  la  memoria  publicada  por  la  compañía  de  Fives- 
Lille,  sobre  los  resultados  de  la  última  zafra  en  Almería, 
extractamos  los  siguientes  datos. 

El  promedio  de  la  caña  trabajada,  dio  el  análisis  si- 
guiente: 

Azúcar  %  centímetros  cúbicos  de  jugo 13.65 

Cociente  de  pureza 81.60 

Glucosa  %  de  azúcar 4.24 

Dicha  caña  no  tenía  aún  ocho  meses  y  no  estaba 
completamente  madura;  además  se  introducían  en  los 
corta-cañas  sin  descogollar,  recibiéndose  así  en  el  ingenio. 
El  siguiente  análisis  da  la  diferencia  entre  las  cañas  sin  y 
con  cogollo: 

Sin  cogollo.  Cou  cojollo. 

^Densidad 1067 

Azúcar  %  centímetros  cúbicos 

Glucosa , 

Cenizas 

Materias  orgánicas 

Pureza 


t'967 

1050 

14.4 

8.91 

0.86 

0.37 

0.594 

1.74 

1.30 

1.73 

84.2 

69.8 

5.1 

4.2 

26.6 

5.8 

9 

19 

Glucosa  %  de  azúcar 

Cociente  salino 

Materias  orgánicas  %  azúcar 

Como  se  puede  ver  la  caña  de  Almería  no  tenía 
(ni  suele  tener)  comparación  con  la  caña  de  Cuba  como 
bondad  de  clase.  El  resumen  del  trabajo  por  difusión 
recopilado  ele  los  estados  diarios  durante  la  zafra,  fué  el 
siguiente: 

litros. 

Jugo  extraído  por  100  kilos  de  caña 125,2 

Riqueza  media  del  jugo  normal 14,65 

Jugo  contenido  en  la  caña  por  100  kilos ,     88 

Riqueza  media  de  lacaña  por  100  kilos 11,28 

Azúcar  extraído  en  el  jugó  por  difusión 10/53 

Riqueza  media  del  j  ugo  de  difusión 8,40 


214 fabricación  de  azúcar  de  cana. 

Pérdidas   en     rebanadas,    aguas    de    lavado 

cachazas  y  en  el  carbón  animal 0,85 

Masa  cocida,  azúcar  de  primera 10,16 

Glucosa  %  de  azúcar  en  la  caña 4,24 

»         »  de       »  en  la  meladura 1,90 

m         »   de       »  en  la  masa  cocida  de  1* 1,50 

Cenizas  en  el  jugo  normal  (cociente  salino) 17,50 

»      en  el    »    de  difusión 1G,50 

»      en  la         meladura 13,00 

))      en  la  masa  cocida 14,00 

Agua  necesaria  por  100  kilos  de  caña  para 

la  difusión 150 

Densidad  de  la  masa  cocida  de  1* 147k  por  hectolitro. 

Rendimiento  total  de  azúcar  de  1^  y  2^ 7,45 

Miel  por  100  kilos  de  caña 7C 

Las  conclusiones  derivadas  de  la  última  zafra  en 
Almería  en  188$,  son  las  siguientes: 

1" — En  una  marcha  normal,  se  puede  agotar  el  azú- 
car de  las  rebanadas  hasta  que  no  quede  en  ellas  más  que 
de  0k200á  0k500  de  azúcar  por  100  kilos  de  caña. 

2" — La  cantidad  de  jugo  que  hay  que  extraer,  para 
dejar  las  rebanadas  con  igual  cantidad  de  azúcar,  au- 
menta según  la  riqueza  de  la  caña  y  disminuye  según 
aumenta  el  número  de  difusores.  Para  dejar  de  200  á  500 
gramos  de  azúcar  en  las  rebanadas  se  puede  contar  con  125 
á  120  litros  de  jugo  por  100  kilos  de  caña. 

o9 — La  difusión  no  aumenta  la  acidez  ni  la  glucosa 
contenida  en  el  jugo  normal. 

4" — La  pureza  del  jugo  de  difusión  es  igual  sino  ma- 
yor que  la  del  guarapo  ordinario. 

5° — Los  jugos  de  difusión  se  pueden  tratar  por  la  de- 
fecación ordinaria  sin  necesidad  de  acudir  á  la  carbonata- 
don. 

G9 — La  cantidad  de  carbón  consumido  en  Almería  ha 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 215 

sido  de  11  kilos  por  100  de  caña  trabajada,  pero  pueden 
calcularse  10  kilos  como  máximun,  no  empleando  las  re- 
banadas como  combustible. 

7° — Por  la  difusión  se  han  obtenido  masas  cocidas 
conteniendo  el  90%  del  azúcar  total  contenido  en  la  caña, 
y  con  buenas  condiciones  puede  llegar  á  ser  del  95  % 
fácilmente. 

De  todo  lo  que  antecede,  resulta  que  con  la  difusión 
se  puede  obtener  del  20  al  33%  mas  de  azúcar  que  con  los 
sistemas  de  extracción  generalmente  usados,  es  decir,  que 
se  puede  extraer  azúcar  que  represente  del  12  al  13%  del 
peso  de  la  caña  teniendo  esta  guarapo  á  10°  Baumé. 

En  vista  de  la  gran  cantidad  de  azúcar  que  queda  en 
el  bagazo  del  trapiche,  se  ha  empleado  y  sigue  empleando 
con  buenos  resultados  en  España,  la  difusión  del  bagazo. 
Los  difusores  son  iguales  á  los  empleados  para  la  caña,  la 
cantidad  de  agua  necesaria  es  también  igual,  el  jugo  tie- 
ne la  misma  pureza  que  el  obtenido  por  la  difusión  directa 
de  la  caña  y  puede  ser  tratado  por  la  defecación  ordinaria. 

La  primera  aplicación  de  la  difusión  del  bagazo  fué 
hecha  en  1884  en  Torre  del  Mar,  España,  y  ya  había  en 
1886  cinco  baterías  estando  en  preparación  otras  varias 
todas  instaladas  ó  á  instalar  por  la  casa  *de  Fives-Lille. 

El  costo  de  una  batería  de  difusión  directa  de  la  caña, 
no  es  solo  menor  para  una  cantidad  de  caña  determinada 
que  el  de  un  trapiche  correspondiente  para  ese  trabajo,  sino 
que  su  instalación  es  mucho  más  económica,  no  necesitando 
grandes  escavaciones  ni  importantes  maniposterías  de  fun- 
dación como  las  máquinas  de  moler.  Además  el  aparato  no 
está  sujeto  á  los  descalabros  ni  á  las  averías  propias  de 
aquellas,  tales  como  roturas  de  vírgenes,  guijos,  mazas, 
coronas,  camones  etc. 

Para  concluir  insertamos  una  nota  de  los  aparatos 
que  componen  una  instalación  para  la  difusión  directa  de 
300,000  kilos  de  caña  en  24  horas. 


210 fabricación  de  azúcar  de  caña. 

2  Corta-cañas. 

1  Juegos  de  marcos  de  cuchillas  (repuesto.) 

000  Cuchillas  de  repuesto. 

1  Disco  de  corta-cañas  (repuesto). 

1  Elevador  de  rebanadas. 

1  Tolva  giratoria. 

10  Difusores  de  32,5  hectolitros  de  cabida,  y  I,,,1o0(l 
"de  diámetro. 

10  Calentadores. 

1  Regulador  para  los  retornos  de  los  calentadores. 

1  Tanque  para  medir  el  jugo  de  los  difusores. 

1  Tanque  de   agua  fria,  en    presión  sobre  los  difu- 
sores. 

1  Compresor  de  aire  con  pistón  de  280  m/m  de  diá- 
metro y  450  de  curso. 

1  Depósito  de  aire  ele  50  hectolitros. 

1  Plataforma  de  hierro   para  los  aparatos  enume- 
rados. ' 

Recomendamos  á  las  personas  deseosas  de  conocer 
más  detalles  solo  la  aplicación  de  la  difusión  ele  la  caña 
de  azúcar,  acudan  al  boletín  núm  8,  escrito  por  el  Profe- 
sor H.  W.  Wiley,  Químico  en  Jefe  del  Departamento  de 
Agricultura  ele  Washington,  Estados-Unielos,  el  cual  tuvo 
ocasión  ele  estudiarlo  ele  una  manera  detenida  y  completa 
en  los  ingenios  de  España  en  1885-86;  á  las  memorias 
presentaelas  por  M.  Zuur,  y  á  los  eliferentes  escritos}'  no- 
tas redactados  por  los  Sres.  Avisse,  Leurson  y  otras  per- 
sonas competentes,  sobre  tan  interesante  tema. 

La  aplicación  ele  la  difusión  requiere  únicamente  los 
aparatos  enumeraelos  anteriormente,  pues  en  nada  hay 
x[\ie  variar  la  elefecación  y  los  aparatos  al  vacío.  Solo  el 
trapiche  desaparece,  y  como  la  máquina  de  los  corta-ca- 
ñas solo  tiene  16  caballos  en  el  caso  ele  una  batería  de  10 
difusores  para  trabajar  300,000  kilos  de  caña.,  resulta  mu- 


FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  CAÑA. 217 

cho  menos  consumo  de  vapor  directo,  que  con  las  máqui- 
nas de  moler  y  por  lo  tanto  menos  escape  para  el  triple 
efecto.  Sin  embargo,  en  muchos  ingenios  los  escapes  son 
tan  grandes  que  siempre  sobran  perdiéndose  parte  de  ellos, 
en  cuyo  caso  la  disminución  del  vapor  directo  por  la  difu- 
sión la  ocasiona  así  mismo  de  combustible,  aún  reempla- 
zándose los  escapes  perdidos,  por  vapor  directo. 

La  mano  de  obra  es  también  menor  que  con  las  má- 
quinas de  moler  y  su  operación  está  en  un  todo  más  en 
consonancia  con  los  aparatos  al  vacío,  última  modificación 
trascendental,  hecha  á  los  aparatos  de  fabricación  del 
azúcar. 

Terminaremos  este  capítulo,  diciendo  que  á  nuestro 
entender  en  la  isla  de  Cuba  como  en  otros  países  no  es 
posible  aplicar  el  procedimiento  de  la  difusión  en  todos 
los  ingenios,  pues  para  ello  necesitan  tener  las  siguientes 
condiciones: 

•1* — Abundancia  de  agua  buena.       • 

2^ — La  cantidad  del  jugo  extraído  por  100  kilos  de 
caña  siendo  de  120  kilos  en  lugar  de  62,  en  el  trapiche  los 
cuales  se  componen  del  82%  del  jugo  (en  la  suposición  de 
tener  la  caña  88%)  y  la  diferencia  38,  del  agua  para  la 
difusión,  el  triple  efecto  tiene  que  evaporar  mayor  canti- 
dad y  debe  por  lo  tanto  ser  suficiente  no  solo  para  evapo- 
rar el  exceso  de  guarapo  extraído  sino  también  el  agua  que 
le  ha  sido  aumentada. 

De  esto  se  deduce  que  el  aparato  de  evaporación  de- 
be ser  mayor  para  igual  cantidad  de  caña  trabajada  al  día 
pero  también   se  obtendrá  del  20  al  33  %  más  de  azúcar. 

3? — Las  rebanadas  de  caña  no  empleándose  como  com- 
bustible ínterin  no  se  encuentre  un  sistema  que  permita 
secarlas  rápidamente,  se  hace  necesario  emplear  carbón 
de  piedra  ó  leña.  Por  lo  tanto,  los  ingenios  que  puedan 
conseguir  estos  combustibles  más  baratos,  serán  los  que 
obtendrán  mayores  utilidades. 


21*8  FABRICACIÓN  DE  AZÚCAR  DE  GAÑA. 

Un  cálculo  sencillo  basta  al  hacendado  para  ver  si  el 
Costo  diario  del  carbón  por  100  kilos  de  caña  es  cubierto 
por  el  aumento  de  un  2  ó  3%  más  de  azúcar  en  el  rendi- 
miento, sin  contar  los  jornales  disminuidos  en  la  manipu- 
lación del  bagazo,  y  la  ventaja  del  carbón  como  combusti- 
ble que  en  pequeño  volumen  encierra  cuatro  veces  más 
caloríes  qne  el  bagazo.  Por  lo  tanto  cada  uno  puede  de- 
terminar según  el  caso  y  precios  locales  del  combustible, 
las  utilidades  á  derivar  de  un  procedimiento  que  permite 
hoy  día  prácticamente  extraer  casi  la  totalidad  del  azúcar 
de  la  caña,  y  el  único  que  ha  permitido  por  su  eficacia  en 
la  extracción  del  azúcar  de  la  remolacha  que  la  produc- 
ción del  azúcar  de  esta  haya  podido  llegar  á  hacer  ruda 
competencia  al  de  la  caña,  aparte  del  esmero  con  la  cual 
aquella  se  siembra,  atiende  y  enriquece  en  los  paiseí  que 
la  producen  sucediendo  aun  en  la  isla  de  Cuba  por  lo  ge- 
neral todo  lo  contrario. 

No  hace  aim  muchos  años,  una  remolacha  que  con- 
tenía el  4%  de  azúcar  era  considerada  como  muy  buena: 
hoy  se  consiguen*  que  contienen  el  14%,  gracias  al  cuida- 
do que  han  tenido  en  mejorar  las  clases  por  medio  de  un 
cultivo  cuidadoso  y  bien  dirigido,  en  los  países  producto- 
res de  Europa. 


r^FIN.^ 


•4-1 N-D 


\ 


ÍNDICE. 


PAGINAS. 

« 

Prefacio £ 


PRIMERA  PARTE. 


Capitulo  I. — Guarapo  ó  jugo  de  caña. — Sil  graduación. — 
Varios  análisis. — Aerómetros 7  al    14. 

Capítulo  II. — Máquinas  de  moler. — Diferentes  clases. — 
Cantidad  de  caña  molida. — Presión  simple. — Doble 'presión. 
— Desflbración. — Difusión. — Rendimiento 15  al    35. 

Capítulo  III. — Determinación  de  la  fuerza  de  las  máqui- 
nas.— Caballos  de  fuerza. — Fórmulas  Xliversas 36  al    42. 

Capítulo  I  V. — De  los  aparatos  empleados  para  la  fabrica- 
ción del  azucarantes  de  los  aparatos  al  vacío. — Trenes  comu- 
nes ó  jamaiquinos. — Marechales. — Tachos  rotadores 43  al   50. 

SEGUNDA  PARTE. 

Capítulo  I. — Defecación. — Cuerpos  extraños  al  azúcar  ...      51  al    65. 

Capítulo  II.— Cachaza. — Cachaceras. — Filtro  prensas. — 
Montejus 66  al    75. 

Capítulo  III. — Triple  efecto. — Definiciones  y  su  funda- 
mento.— Barómetros  y  Manómetros 76  al    92. 

Capítulo  IYr. — Bombas  de  aire. — Condensadores.- Calen- 
tadores       93  al  103. 

Capítulo  V. — Tachos  al  vacío. —  Diferentes  clases. —  Su 
manejo. — Cristalización  del  azúcar , 104  al  119. 

Capítulo  VI. — Centrífugas.  —Centrífugas  fijas. — Colgan- 
tes de  Weston. — Colgantes  de  Hepworth 120  al  127. 

Capítulo  VII. — Malexores.— Subiclores  de  azúcar.  -  Con- 
ductores.— Trituradores 128  al  134. 


ÍNDICE. 

TERCERA  PARTE. 


PAGINAS. 

Capítulo  I. — Bombas  de  agua  caliente. —  Bombas  centrí- 
fugas.— de  meladura.— de  guarapo  crudo. — de  guarapo  defe- 
cado.— de  agua  de  retornos. — de  alimentación. — de  miel. — 
Aspiradores  de  guarapo  y  de  meladura 137  al  157. 

Capítulo  TI. —  Enfriaderos.  —  Retornos. —  Recipiente  de 
vapor  de  escape. — Recipiente  de  vapor  directo  158  al  167. 

( 'apítulo  III. — Calderas. — Diversas  clases. — Resistencia. 

—  Incrustaciones. — Explosiones 168  al  190. 

*  Capítulo  IV. — Condensaciones  en  las  tuberías. — Consu- 
mo de  bagazo  como  combustible.— Hornos  de  quemar  bagazo 
verde 191  al  198. 

Capítulo  Y. — Datos  sobre  diversas  instalaciones  de  la  isla  , 

de  Cuba 199  al  202. 

APÉNDICE.- 

Aplicación  de  la  difusión  á  la  caña  de  azúcar  y  bagazo 205  al  218. 

ÍNDICE  de  las  tablas. 


Tabla  de  la  graduación,  densidad  y  proporción  de  azúcar 
contenido  en  disoluciones  de  azúcar  puro 13 

Dimensiones  de  las  máquinas  de  moler 2'i 

Tabla  de  los  diferentes  grados  de  vacío  y  de  la  temperatura 
correspondiente  á  los  vapores 78 

Dimensiones  de  los  triple  efectos !)2 

Temperatura  del  vapor  a  diversas  presiones  superiores  á  la 
atmosférica 17!) 

Exportación  de  azúcar  y  mieles  de  la  isla  de  Cuba  desde 
1877  á  1886 lí>¡> 

Producción  Me  azúcar  y  mieles  en  la  isla  de  Cuba  en  los  úl- 
timso  diez  y  siete  años 20U 

Tabla  de  la  marcha  de  difusión  en  Djattiwangie,  (isla  de 
Java.)  1886 210, 

Análisis  de  la  caña  de  Almería ¡ 213 


• 


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